Poe den e nc e e - <.. TO >. ta Apo td 0 o A e a a REN ns OA AA nto detentan y ña o Aa a AO 14 EN y !) -3 r nn $ j $ € a E A = O "5 O y O de DAA ES A d y h 3 br Nr AS E él A IA > a Pe AAA p Ct EI Ah W NA y 174 e ASE 100 10) LUTO y) Ñ BOLETIN, NUM. 33 - FAUNAS JURASICAS DE SYMON (ZACATECAS) FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO (GUERRERO) A POR EL DOCTOR " y CARLOS BURCKHARDT - CON 32 LAMINAS pa TOMO 1.—TEXTO MEXICO PODER EJECUTIVO FEDERAL DEPARTAMENTO DE APROVISIONAMIENTOS GENERALES. —DIRECCION DE TALLERES GRAFICOS PRIMERA CALLE DE FILOMENO MATA NUM. 8 1919 DE SYMON (ZACATECAS) CON 21 LAMINAS (1-XXI) 4 Mr IA E 7 7 2 rd ze a e? y 33 => AT Secretaría de Industria, Comercio y Trabajo. —Departamento de Exploraciones y Estudios Geológicos Jefe del Departamento y Director del Instituto Geológico: Ingeniero L. SALAZAR SALINAS INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO BOLETIN, NUM. 33 - e /0e mn J FAUNAS JURASICAS DE SYMON (ZACATECAS) Sá FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO CGUERRERO) POR EL DOCTOR CARLOS BURCKHARDT CON 32 LAMINAS TOMOS MEITO MÉXICO PODER EJECUTIVO FEDERAL DEPARTAMENTO DE APROVISIONAMIENTOS GENERALES.—DIRECCION DE TALLERES GRAFICOS PRIMERA CALLE DE FILOMENO MaTa Núm. 8 1919 AAA. h O MS ATA PISOS on R RIMAoO: de parar ICAO, eco A AGN | e E O 1 su o PARTE PALEONTOLOGICA > E e MN INTRODUCCION El presente trabajo está basado en materiales traídos de las Sierras de Sy- mon y de Ramírez (situadas en el rincón Noroeste del Estado de Zacatecas) por mi colega Dr. £. Bóse. Aprovecho esta ocasión para dar sinceramente las gracias al Sr. Bóse por la bondad con que puso a mi disposición los fósiles jurásicos de la región y numerosos datos sobre la geología y estratigrafía local. El Sr. B0se por su parte se ha encargado de la redacción de la memoria geo- lógica de la región explorada por él y de la descripción de las faunas cretácicas. Esta memoria de mi colega aparecerá en este Boletín con el título de: «Algunas faunas cretáceas de Zacatecas, Durango y Guerrero, » y en ella encontrará el lector todos los detalles estratigráficos. Doy las gracias más sinceras a todas las personas que bondadosamente me han ayudado enviándome materiales de comparación y moldes de ejemplares tipos, ha- ciendo mención especial de los Sres. Prof. M4. Boule, Prof. W. Branca, Dr. E. Dacqué, Prof. de Dorlodot, Dr. RR. Douvillé, Prof. W. Kiltan, Prof. A. P. Pavlow, Prof. /. 4. Pompechyz, Prof. P. Reboul y Prof. A. Rothpletz. Doy las gracias igualmente al fotógrafo de nuestro Instituto, Sr. % de P. Carbajal, por la atención que puso en la ejecución de las láminas del presente trabajo. El manuscrito de esta memoria ha sido terminado el 8 de abril de 1910, y sólo excepcionalmente han podido tomarse en consideración trabajos posteriores a esta fecha. is e A dl UÑ pa he A rot) eat ni / Pd ARA sp al de Mas ap ye e Rs AE A RT LO: 0 AR) pi A ¿Ab dá Le A | nica iN y IO IN DA! CAY CO AOS A Mo Alen, Luli da, IA MN ed O AENEAN Ma AED Mco 18 Aia: DESCRECIÓN DE Las ESPECIES 1.—FOSILES DE LAS CAPAS CON MAZAPILUTES (BASE DEL PORTLANDIANO) OPPELIA WAAGEN Oppelia sp. ind. Lám. I, figs. 6-8, 10 Sólo mencionaré brevemente una Oppelia que parece ser bastante abundante en las capas inferiores y superiores con Mazapilites de la Sierra de Symon, pero cuyos ejemplares son todos, desgraciadamente, muy mal conservados y aplastados. Las vueltas de esta pequeña especie crecen muy lentamente y se abrazan con- siderablemente (sobre más de la mitad ), con excepción de la última parte de la vuelta mayor que es menos involuta. El ombligo es estrecho, pero se alarga no- tablemente hacia el fin de la vuelta más grande. La ornamentación está limitada a la parte externa de los flancos y al dorso de la concha, mientras que el resto de la concha parece ser completamente liso. En el margen externo de los flancos se observan tubérculos marginales muy juntos, bien pronunciados, prominentes y por lo general ligeramente semilunares. La parte central de la parte externa, limitada por los tubérculos mencionados, es completa- mente lisa o presenta una serie de pequeños tubérculos externos, situados en uno de los ejemplares entre el mismo par de tubérculos marginales y en otro al con- trario en el intervalo entre dos pares de tubérculos marginales. Las suturas son incompletamente visibles y tienen la estructura general de los tabiques del sub-género Neumayria Bayle. : Esta especie puede ser considerada, a mi parecer, como perteneciente al grupo de la Oppelia pugilis Neumayr. Su parentezco con las especies vecinas es, sin embargo, difícil de fijar, primero porque los ejemplares mexicanos están mal con- servados, y en segundo lugar porque es muy pequeña, mientras que de las formas comparables sólo han sido figuradas ejemplares de dimensiones mucho más conside- rables. Las formas que pueden ser comparadas con nuestra Oppelia, me parecen sin embargo, ser: Oppelza (Neumayria) nivalis Stoliczka (Stoliczka, Section, l. c., p. 106, pl. 10, fig. 1 1%; Uhlig, Spitishales, 1. c., p. 70, pl. VII, fig. 8 a-d) y Oppelia pugiloides Canavari (Camerino, l.c., Pal. ital. t. II, pl. VII (V), fig. 3a—b, p. 45(21). Faunas Jurásicas.—2. uy pe 2 DR. CARLOS BURCEHARDT Yacimiento de las especies vecinas: El grupo de la Oppelia pugilis es, según los autores, característico para la zona con Oppelia lithographica (comp. p. ex. Haug: Portlandien, Tithonique et Volgien, 1. c., p. 219). Localidad en México: Warios ejemplares aplastados provienen de las capas in- feriores y sobre todo de las capas superiores con Mazapilites del Cañón del Toboso. MAZAPILITES GENUS NOVUM Al describir eh mi Monografía de las faunas jurásicas de Mazapil (Boletín 23, l. c., p. 108) una especie muy característica bajo el nombre de Zuxynoticeras Zittela hice notar que si bien esta especie mostraba un gran parentezco con los represen- tantes del género Eurynoticeras, sobre todo con Eurynoticeras Paparelliz Canavar:, hay, sin embargo, entre ella y las formas europeas del género, una diferencia muy grande. En efecto Canavar? ha hecho resaltar hasta por el nombre genérico «Eu- rynoticeras» que las especies europeas se caracterizan por un dorso muy ancho y arredondado. Justamente este carácter no se encuentra en mi Zurynoticeras Zittelz, que tiene precisamente una coucha comprimida con parte externa adelgazada y estrecha, y por consecuencia con una sección transversal oval-alargada o de la for- ma de una flecha. Sin embargo, no disponiendo más que de una sola especie, bas- tante polimorfa, es cierto, no podía todavía decidirme a crear un nuevo nombre, siquiera subgenérico en la Monografía citada. Ahora, después de haber encontrado ricamente desarrollado el grupo del «Eu- rynoticeras» Zitteli, entre los materiales de la Sierra de Symon, y después de ha- ber podido comprobar que todas las especies constantemente se distinguen de las formas europeas por los mismos caracteres, no vacilo más en proponer el nuevo género Mazapilites para este grupo, que es tan característico para las capas basa- les del Portlandiano mexicano. Tanto más me he decidido a proponer esta nueva sección, cuanto que un examen minucioso me ha enseñado que hay todavía otras diferencias entre nuestro grupo y las especies europeas del género Eurynoticeras. He aquí las diferencias principales que existen entre los representantes del género Mazapilites y Eurynoticeras Paparelliz, que es seguramente entre todas las especies europeas del género la más vecina de las formas mexicanas, (comp. Ca- navar?, Fauna degli strati, 1. c., parte prima, Pal. itálica, II, 1896, p. 46-48). Las especies de nuestro género están más aplanadas y más delgadas, poseen un ombligo más angosto, una parte externa siempre angosta y nunca ancha, caracterizándose, por lo tanto, por una sección transversal de las vueltas bien distinta, oval-alargada o aún más o menos de la forma de una flecha. La ornamentación de los flancos, parecida en su aspecto general, es más ro- busta en los Mazapilites y aquí los intersticios intercostales son casi siempre más anchos que las costillas. También se observa un número mucho mayor de costi- llas intercaladas en las especies mexicanas. Además, mieutras que Caravari no menciona para nada la existencia de una quilla externa tuberculosa en la especie italiana, varias de nuestras formas presentan, sobre todo en la Juventud, una ver- dadera quilla tuberculosa sobre la línea sifonal y además algunas veces, indicacio- nes de dos carenas marginales, compuestas de dos series de hinchamientos. Por esto, la parte externa llega a ser muy semejante a la de ciertas especies de Oppelia (ver más adelante la descripción del Mazapilites carinatus, p. 10), y me parece in- FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 3 dudable que estos caracteres nos autorizan a considerar a Mazapilites como un descendiente inmediato del subgénero Vewmayria Bayle. Mazapilites es, pues, más íntimamente ligado con Neumayria que los verdaderos Eurynoticeras. En cuanto a la sutura, se puede hacer notar que en lo general está más com- plicada y más ramificada en los Mazapilites. En ellos los lóbulos son más angostos, principalmente el primer lóbulo lateral, que se distingue también por tener una ra- ma terminal bien clara. El tamaño de los lóbulos y de las sillas disminuye más lentamente hacia la comisura en los Mazapilites. Acabamos de decir que Mazapilites se aproxima más al subgénero Venmayria que las Eurynoticeras típicas. En efecto, no solamente la quilla externa tubercu- losa y las quillas marginales (a veces apenas indicadas por débiles hinchamientos) nos conducen a esta conclusión, sino aun la estructura de la sutura que es muy pa- recida en Mazapilites y Neumayria. Sin embargo, Mazapilites se distingue de un modo claro de Neumayria por la desaparición prematura de la quilla externa y de las quillas laterales, y por el gran desarrollo de la ornamentación, compuesta de costillas gruesas que pasan bajo la forma de verdaderos rodetes anchos y prominen- tes por la parte externa. Esta última es completamente arredondada en el adulto. El nuevo género Mazaptlites puede ser caracterizado como sigue: «Concha aplanada, con un ombligo angosto y con vueltas involutas que se acrecentan rápidamente. Sección transversal de las vueltas, en el adulto, angosta y alargada, mucho más alta que aucha, oval-alargada o de la forma de una flecha. Parte externa angosta y arredondada en el adulto; en la juventud aparecen algunas veces una quilla externa tuberculosa y débiles quillas marginales. Ornamentación parecida en todas las especies. Costillas robustas, claramente flexuosas, fuertemen- te dobladas en el medio de los flancos y subdivididas en seguida, generalmente en dos ramas, de las cuales una suele tener la tendencia de ser independiente y libre. Además, se observan costillas netamente intercaladas y costillas simples. Las costillas pasan bajo la forma de rodetes muy gruesos, en línea más o menos recta por la parte externa, alcanzando aquí su mayor espesor y anchura. Sobre la última cámara las costillas se aplanan y se borran (ver descripción del Mazapilites symonensis, p. 4). Ultima cámara más lerga que una media vuelta. Sutura bas- tante diferente, según las especies, más o menos complicada. Su estructura se apro- xima a la del subgénero Neumayria Bayle. A menudo, la estructura de los lóbulos cambia con la edad, llegando a ser algunas veces los lóbulos muy anchos en los adultos. Lóbulo externo, siempre más corto que el primer lóbulo lateral, con un trouco corto y ancho, del que se desprenden dos largas ramas terminales. Primer lóbulo lateral bastante variable, ya con tres ramas principales bien definidas, de las cuales la mediana es la más larga; ya (a consecuencia del gran desarrollo de las ramas inferiores laterales) con cinco ramas terminales parecidas, de las cuales la mediana está apenas más desarrollada que las otras (véase Mazapilites symonensis, p- 5). Segundo lóbulo lateral siempre muy asimétrico. Su rama lateral principal del lado externo se desprende más arriba y está generalmente más desarrollada que la del lado interno. Tres o cuatro lóbulos auxiliares, poco oblicuos, disminuyen poco a poco de tamaño hacia la comisura. Silla externa siempre más baja que la primera silla lateral, divididaen dos ra- mas casi iguales. Primera silla lateral muy asimétrica, dividida en dos ramas,de las cuales la interna es más alta y más grande». 4 DR. CARLOS BURCKHARDT Las especies mexicanas siguientes, pueden ser colocadas en el género Maza- pilites: * pe od De las capas fosforíticas rojizas (Base del Portlan- Mazapilites Zittell MOb..coonnmnnionnnn: eoomenmerescnrntos y : di de M 11 (Si de la Caja); (Vé Mazapilites fissilobatus nob demo) do neral! (Sesa dolo Cap (Ese Boletín 23, 1. c., y aquí abajo p. 6). a . . ; Í De Catorce (ver aquí abajo p. 6 y del Castillo y Mazapilites mexicanus del Castillo et Aguilera sp. 1 Aclara, 1. 0, 9. ES). Mazapilites SymMonensis M. SPeconnoiiiionicano cezreenos ] Mazapilites M. Sp. Mencionó coccocicnnnno oonrtocnrenono Mazapilites Crassicostalus Me SPioionnniacinicnnn De las capas rojizas (Base del Portlandiano) de la IZ ADUAES SPA Sierra de Symon. Mazapilites toDOSensis Me SPeioinnnonmacicianaiciacan | Mazapilites CAYÍNAÍUS M. SPoroooinnaniiconino enn ) Mazapilites symonensis n. sp. Lám. I, figs.15, 9 Dimensiones Dd 68 mm rr e TE a lscoomos. a ainceco o eopadoga! 0ODOcO0A dos inosocsoNana ies 40 mm.=0.58. Espesor 20.5 mm.=0.29. Dinero o E C) al ==, Esta especie está representada por dos ejemplares, de los cuales uno desgra- ciadamente está aplastado, mientras que el otro, que considero como tipo de la es- pecie (lám. I, figs. 1-5), presenta la parte tabicada bien conservada. La concha está comprimida y muy involuta, compuesta de vueltas que se acrecentan rápidamente y se abrazan casi por completo; de manera que el ombligo es angosto. Los flancos son ligeramente convexos y descienden en una pared umbilical perpendicular, arredondada. La parte externa y la sección transversal de las vuel. tas cambian con la edad; la primera es netamente arredondada y bastante angosta en la última parte tabicada y en la última cámara, mientras que antes está ligera- mente carenada por una serie mediana de débiles tubérculos externos y por dos series laterales, compuestas de tubérculos aún más débiles. En cuanto a la sección transversal, siendo en el joven oval u oval-alargada, apenas adelgazada hacia arriba y teniendo el mayor espesor en el medio de los flancos, llega a ser más tarde más y más alta y se adelgaza hacia arriba, mientras que el mayor espesor se aproxima más y más a la región del ombligo. De este modo se observa hacia el fin de la parte tabicada, una sección trans- versal mucho más alta que ancha, más o menos de la forma de una flecha, neta- mente adelgazada hacia arriba y con mayor espesor en el cuarto inferior de los flancos. Una vuelta interna presenta ornamentos aun bastante débiles; en ella se obser- van, sobre la parte externa de los flancos, costillas flexuosas débiles que pasan por 1 Tal vez se podría colocar también en el género Mazapilites la forma descripta por Favre et Pillet, bajo el nombre de Oppelia platyconcha (Favre, Zone á A. acanthicus, 1. c., p. 33; Pillet, Nouvelle Description de Lémenc, 1.c., p. 32 pl. IV» figs. 1-2). Oppelia platyconcha Gemmellaro es con seguridad distinta y pertenece al subgénero Neumayria. FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 5 la parte externa, estando algo inflexionadas hacia adelante y llevando sobre la línea sifonal tubérculos externos muy ligeros. La parte tabicada de la vuelta más grande, está adornada con costillas flexuo- sas, bastante fuertes y apretadas; al principio, alrededor del ombligo, son muy dé- biles y finas, para llegar a ser más y más fuertes y gruesas hacia la parte externa. Estando oblicuamente dirigidas hacia adelante, en la parte interna de los flancos, se encorvan súbitamente en el medio de los flancos, donde su relieve es más con- siderable que antes y después, para tomar en seguida, sobre la parte externa de los flancos, una dirección radial. A partir de la inflexión («Knickung») algunas de las costillas se subdividen en el medio de los flancos, en dos ramas; en otras, esta sub- división tiene lugar más arriba y muy a menudo una de las costillas secundarias no está claramente unida con la otra, sino que es al principio más débil que ésta, de manera que llega a ser libre e independiente. Además de estas costillas, que po- dríamos llamar costillas intercaladas, se observan, principalmente hacia el fin de la parte tabicada, costillas externas netamente intercaladas, que nacen en número de una o dos en el tercio externo de los flancos, en los intersticios entre dos costillas principales. Las costillas externas son muy auchas y gruesas y se presentan bajo la forma de verdaderos rodetes, mucho más anchos que los intersticios; pasan en línea recta por la parte externa presentando allí, principalmente en la parte poste- rior de la vuelta más grande, tres series de ensanchamientos y tubérculos extrema- damente débiles. La serie mediana sifonal se compone de verdaderos tubérculos alargados, sobrepuestos a las costillas, mientras que las dos series laterales que se observan en el límite entre la parte externa y los flancos, se presentan más bien bajo la forma de débiles ensanchamientos de las costillas. La existencia de tres series de tubérculos o ensanchamientos produce tres carenas muy débiles. Más tarde, éstas desaparecen, y la parte externa es regularmente arredondada. Los ornamentos son ya más débiles hacia el fin de la parte tabicada; sobrela úl- tima cámara se borran casi completamente, quedando reducidos a costillas fexuosas muy débiles, de poco relieve. La última cámara es seguramente más larga que la mi- tad de una vuelta, pues no se ha conservado por completo en el ejemplar más grande, y, sin embargo, ocupa más de la mitad de la vuelta más grande (lám. I, fig. 9). La sutura (lám. l, fig. 5) es sobre todo bien visible en el ejemplar tipo. Ló- bulo externo de la mitad menos profundo que el primer lóbulo lateral, con un tronco ancho y corto, del que se desprenden dos ramas terminales largas y bien desarro- lladas. Primer lóbulo lateral bien desarrollado y simétrico. Presenta una estructura bastante particular, que difiere de la del mismo lóbulo de las especies vecinas. La rama terminal es apenas más desarrollada que las dos ramas laterales inferiores. Las ramas mencionadas, casi iguales entre sí, se desprenden también casi en el mismo punto del tronco; de manera que el lóbulo se termina por cinco ramas apenas di- ferenciadas. Arriba de ellas se observa de cada lado una rama lateral superior bien desarrollada. Segundo lóbulo lateral netamente asimétrico, pues las ramas laterales externas se desprenden más arriba del tronco que las internas. La rama lateral in- ferior del lado interno está profundamente bifurcada y como su parte inferior es muy larga y casi igual en desarrollo a la rama terminal, el lóbulo entero parece ter- minarse por dos ramas. Sen ve sobre los flancos tres lóbulos auxiliares más y más pequeños, y sobre la pared umbilical un cuarto extremadamente pequeño. Silla externa profundamente dividida en dos partes casi iguales por un lóbulo secundario algo inclinada hacia el exterior. Primera silla lateral y aucha más alta 6 DR. CARLOS BURCKHARDT que la externa, netamente cortada por las ramas de los lóbulos vecinos y por los lóbulos secundarios y subdividida por el lóbulo secundario principal en dos partes muy desiguales, de las cuales la interna es mucho más grande, más alta y de nuevo subdividida por un lóbulo secundario. Segunda silla lateral mucho más pequeña y baja que la primera; bífida en la cima. La primera silla auxiliat presenta una es- tructura semejante como la segunda lateral. Segunda silla auxiliar ancha, dividida en dos ramas por un lóbulo secundario profundo. Esta especie se aproxima al Mazapilites Zittela, que describí de Mazapil (Bo- letín 23, 1. c.,p. 108, lám. XXIX; lám. XXX, figs. 1-3, 5-7, 9). En cuanto a esta última especie, Mazapilites Zittel?, tengo que agregar algunas palabras a mi des- cripción anterior. En primer lugar, es necesario completar la diagnosis y hacer no- tar que la sección transversal varía. Las vueltas internas, y algunas veces también el adulto, presentan una sección oval-alargada, con el mayor espesor en el medio de los flancos, que son aquí bastante convexos (ver Fauna de Mazapil, Boletín 23, lc. lám. XXIX, fig. 16; XXX fig. 3). Al contrario, ciertos otros ejemplares pre- sentan una sección que recuerda la forma de una flecha, y en este caso el espesor más grande se aproxima al ombligo y los flancos sou más aplanados (ver Boletín 23,1. c., lám. XXIX, fig. 10). La ornamentación varía igualmente, según los ejem- plares, siendo, algunas veces, más fuerte y robusta (ver Boletín 23, l. c., lám. XXIX, fig. 6-7; lám. XXX, fig. 1, 5, 6). Por último, uno de los ejemplares de 1%. Zz- tteli (Boletín 23,1. c., lám. XXIX, fig. 14) se distingue netamente de los otros por la sutura muy recortada y por flancos algo más gruesos y cConvexos; creo, pues, que será mejor separarlo de la especie citada bajo el nombre de Mazapilites fissi- lobatus 1. sp. "Teniendo en cuenta estas observaciones adicionales, habrá que con- siderar como ¿pos de Mazapilites Zittelí los ejemplares figurados en el Boletín 23, lám. XXIX, figs. 8-12 y lám. XXX, fig. 9.* Comparando abora Mazapilites symonensis con Mazapilites Zitteli, vemos que la primera especie se distingue de la segunda, sobre todo por la estructura de la lí- nea sutural. Los lóbulos de MZazapilites symonensis som más angostos, las sillas más anchas, presentando, sobre todo, los dos lóbulos laterales una estructura muy dife- rente. La ornamentación es muy parecida en las dos especies y también la forma general; sin embargo, la última cámara no puede ser comparada, porque se couser- vó únicamente en Mazapilites symonensts. Otra forma vecina es, seguramente, la especie de Catorce, que ha sido descrita y figurada por Aguilera bajo el nombre de Pulchellia mexicana (del Castillo y Aguilera, Catorce, 1. c., p. 35, lám. VII, fig. 1; véase la nueva figura dada aquí, lám. TIT, figs. 1-3). La especie de Catorce se distigue de la nuestra por la concha más delgada, por la sección transversal diferente y por las costillas más fuertes. Yacimiento de las especies vecinas: Mazapilites Zitteli nob. la sido encon- trado en las calizas fosforíticas rojizas (Base del Portlandiano) de la Sierra de la Caja (Mazapil). El yacimiento exacto de lZazapilites mextcanus del Castillo et Agutlera sp, es desconocido. Localidad en México: Dos ejemplares (moldes) con una parte de la última cá- mara conservada, provienen de las capas superiores con Mazapilites del Cañón del Toboso. 1 Aquí publico de nuevo las figuras de las suturas de Mazapilites Zitteli y Mazapilites fissilobatus (véase lam. 11 figs. 11-13). FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 7 Citaré aquí un ejemplar fragmentario, desgraciadamente indeterminable, que representa probablemente una especie nueva (véase lám. II, fig. 15). Está carac- terizado, sobre todo, por la alternación de dos clases de costillas principales, de las cuales unas son fuertes y robustas y otras extremadamente débiles y finas, casi bo- rradas. Entre dos costillas principales, se observa una costilla externa intercalada. Localidad: Cañón del “Poboso, capas superiores con Mazapilites. Mazapilites crassicostatus n. sp. Lám. II, $g.1-3, 4, 6, 7, 10 DIMCASIOAES ID iros ode 47 mm. Altura de la vuelta... 251mm.= 0.53. ESPESA 17 mm. = 0.36. NO Cel Omal)bo):.ssios cadroos oseseuos osaeoscos pucca 10mm. = 0.21. Esta especie se distingue de todas las formas vecinas por su ornamentación gruesa. En efecto, las costillas sou muy gruesas y ensanchadas y forman princi- palmente sobre la parte externa verdaderos rodetes. La concha es discoidal, apla- nada, compuesta de vueltas que se acrecentan muy rápidamente y se abrazan considerablemente. El ombligo es estrecho y bastaute profundo. Los flancos son ligeramente convexos y están separados por una carena obtusa de la pared umbilical que es abrupta y no muy alta. La parte externa es angosta, regularmente arredon- dada en el adulto y ligeramente carenada en el joven. La sección tranversal no es visible, porque la última parte de la vuelta más grande en nuestros tres ejemplares está aplastada; pero parece que tiene una forma oval-alargada, mucho más alta que ancha, con el mayor espesor situado eu el medio de los flancos. La ornamentación cambia con la edad. Sobre las vueltas internas se observan costillas todavía poco salientes y poco gruesas. Estas costillas son un poco dife- rentes, según los individuos: ya son bastante finas, poco flexuosas y casi completa- mente borradas en el tercio interno de los flancos (fig. 1, lám. II); ya son más robustas y aparecen en el borde del ombligo, siendo muy finas en el tercio interno de los flancos y claramente encorvadas hacia adelaute en el medio de los flancos (6g. 4, lám. II). En los dos casos, la mayor parte de las costillas se subdivide en dos ramas más allá del codo en medio de los flancos; pero a menudo una de estas ramas presenta la tendencia de llegar a ser libre. Además de esto, existen costillas libres, intercaladas, que nacen en los intersticios a la altura de la subdivisión de las otras costillas más o menos. Las costillas están encorvadas hacia atrás, sobre la mitad externa de los flan- cos, pasando en línea recta o formando débiles caballetes sobre la parte externa. Se observa sobre la línea sifonal una serie de tubérculos externos extremada- mente finos y generalmente dos series marginales, compuestas más bien de lige- ros ensanchamientos que de verdaderos tubérculos, en los dos bordes de la parte externa. En el adulto la ornamentación llega a ser más y más robusta, las costillas au- mentan más y más de espesor y las débiles carenas de la parte externa, indicadas por los tubérculos externos y los ensanchamientos laterales, desaparecen poco a 8 DR. CARLOS BURCEHARDT poco. Entonces las costillas nacen alrededor del ombligo y están dirigidas obli- cuamente hacia adelante, sobre la mitad interna de los flancos, siendo allí más bien finas. Más o menos eu el medio de los flancos, las costillas se encorvan netamente hacia adelante para formar verdaderos codos, en seguida, en la parte externa de los flancos, toman una dirección más bien radial y llegan a ensancharse más y más para pasar en línea recta por la parte externa, formando allí verdaderos rodetes muy ensanchados, que están separados por intersticios muy angostos. La mayor parte de las costillas se subdivide en el codo mismo o más arriba, hacia el tercio exter- no, en dos ramas secundarias de las cuales una presenta a menudo la tendencia de llegar a ser libre. Además, se observan costillas simples y costillas externas neta- mente intercaladas que nacen en los intersticios hacia el cuarto externo de los flancos. Todas las costillas tienen la misina fuerza sobre la parte externa. La mitad de la vuelta más erande de uno de nuestros ejemplares pertenece ya a la última cámara (lám. II, fig. 6). Allí se observa una ornamentación más pare- cida que antes, pero las costillas son menos salientes y más aplanadas, y además se observa una alternancia regular de costillas simples e intercaladas. Suturas visibles en los dos ejemplares (lám. II, figs. 2-3). Lóbulo externo del tercio más corto que el primer lóbulo lateral, con un tronco ancho, del que se desprenden dos ramas terminales bien desarrolladas. Primer lóbulo lateral simé- trico, bien desarrollado con una rama terminal y de cada lado con tres ramas late- rales. Las dos ramas laterales inferiores, largas y esbeltas, casi iguales a la rama terminal en desarrollo. Segundo lóbulo lateral netamente asimétrico, siendo su ra- ma terminal desalojada hacia el interior, y siendo la rama lateral principal del lado externo, que se desprende más arriba del tronco, mucho más desarrollada que la del lado interno. El primer lóbulo auxiliar es mucho más pequeño que el segundo lateral, pero presenta la misma estructura. Segundo yitercer lóbulo auxiliar muy pequeños. Los lóbulos auxiliares están muy débilmente inclinados. Silla externa no muy ancha, subdividida en dos ramas casi iguales por un lóbulo secundario recto. Primera silla lateral más alta que la silla externa, dividida en dos partes muy des- iguales por un lóbulo secundario que está dirigido oblicuamente hacia el interior; la parte interna más aucha y alta que la externa. Segunda silla lateral y sillas auxiliares bipartitas en el vértice, disminuyendo poco a poco en tamaño. Haré notar que los dos pequeños ejemplares están un poco más aplanados que el grande, que tiene flancos más convexos. Esta especie es bastante vecina del Mazapilites Zittelz, siendo la línea sutural más parecida a la de esta especie, que las suturas del Mazapzlites symonensis (ver Mazapilites Zitteli, Boletín 23, lám. XXIX, lám. XXX, figs. 1-3, 5-7, 9, P- 108, y para las suturas, véanse además de las figuras 9 y 11, lám. XXIX del Boletín 23, las de esta memoria, lám. II, figs. 11-13). Sin embargo, la especie de Symon se distingue netamente de la de Mazapil por las costillas más hinchadas y ensancha- das y por un número menor de costillas secundarias e intercaladas. Es cierto que determinados ejemplares del lZazapilites Zitteld se acercan más a nuestra especie, por tener costillas más fuertes y gruesas que de ordinario (véase descripcción del M. symonensis, p. 4). Yacimiento de la especie vecina: Mazapilites Zitteli se encontró en las capas basales del Portlandiano, (calizas fosforíticas rojizas) de la Sierra de la Caja ( Mazapil ). Localidad en México: De las capas superiores con Mazapilites del Cañón del Toboso provienen tres moldes con fragmentos de la testa. FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 9 * ES Mencionaré aquí un ejemplar, desgraciadamente muy fragmentario, porque pertenece seguramente a una nueva especie vecina del lMZazapilites crassicostatus (lám. II, figs. 5, 8,9). Las costillas, muy características, son aún más anchas y ensauchadas que las del M. crassicostatus. Con la especie citada se ha encontrado un ejemplar en el Cañón del Toboso. Mazapilites tobosensis n. sp. Lám. III, figs. 4-5, 9, 10 DIERON naa ela od 39 mm. MERA RS A a Aca 22 mm. = 0.56. ESPESA NEO ma — 080! IDaG El all psvooose pnsona! asudocod deso rccnocebomas des 6 mm. = 0.15. Esta especie se distingue de las formas vecinas, sobre todo por la extrema de- bilidad de las costillas en la mitad interna de los flancos. La concha es aplanada, discoidal, compuesta de vueltas que se acrecentan rápidamente y se abrazan casi por completo. Los flancos son algo convexos y descienden en una pared umbilical perpendicular, pero bastante baja. Parte externa angosta. La sección transversal de la vuelta más graude eso val-alargada, mucho más alta que aucha, con mayor es pesor en el medio de los flancos. Los ornamentos cambian con la edad. Son, al prin- cipio, extremadamente finos y casi borrados sobre la mitad interna de los flancos. Entonces se observan allí costillas muy finas, dirigidas oblicuamente hacia adelante y apenas visibles sin lente. Estas costillas adquieren. súbitamente un relieve mayor al llegar a la mitad de los flancos. Allí están encorvadas hacia adelante, y luego, sobre la parte externa de los flancos, son débilmente falciformes. Las costillas de la parte externa de los flancos son bastante robustas y gruesas, pero poco promi- nentes. Arriba del codo, hacia el tercio externo de los flancos, se bifurcan porlo ge- neral las costillas; pero esta bifurcación es generalmente poco neta, y una de las costillas secundarias muestra la tendencia de llegar a ser libre e independiente. Muy a menudo se intercalan entre las costillas secundarias bifurcadas una o dos costillas externas netamente libres, que no aparecen en los intersticios intercostales, sino hacia el borde externo, rara vez másabajo. Algunas costillas permanecen simples. Ha- ciael bordeexterno, y sobre la parte externa, todas las costillas tienen la misma fuerza y aparecen bajo forma de rodetes hinchados y gruesos; pero antes, sobre los flancos, su fuerza es desigual, y también son separadas por intervalos desiguales. Sobre todo, en el medio de los flancos, allí donde se doblan, su relieve es muy desigual, siendo algunas muy prominentes y otras casi borradas. Entre las costillas primarias se ob- servan en algunos lugares estrías muy finas. Ya hemos visto que las costillas pasan por la parte externa bajo la forma de rodetes, siendo iguales en fuerza. La parte interna de la vuelta más grande de nues- tro ejemplar presenta sobre la parte externa tres series de tubérculos muy débiles, o mejor diclio, de hinchamientos. La serie mediana se encuentra sobre la línea si- fonal, componiéndose de tubérculos arredondados y aplanados, mientras que las series laterales, situadas en los bordes e la parte externa, están más bien formadas de sencillos hinchamientos augulosos de las costillas, Más tarde, estos hinchamien- Faunas Jurásicas.—3, IO DR. CARLOS BURCKHARDT tos y tubérculos desaparecen. Un fragmento de la vuelta más grande del mismo ejemplar, tan mal conservado que no puede ser figurado, presenta sobre los flancos costillas fuertes, prominentes ya sobre la parte interna y muy hinchadas hacia la parte externa. Las suturas (lám. III, figs. g-10) están bastante finamente recortadas. Lóbulo externo-del tercio más corto que el primer lóbulo lateral, con una rama larga ter- minal decada lado. Primer lóbulo lateral bien desarrollado, con ramas muy largas, recortadas y bastante finas. Es un poco asimétrico, a consecuencia del desarrollo desigual de las ramas laterales, siendo las externas las más largas. La rama termi- nal es muy larga y delgada. El segundo lóbulo lateral y los dos primeros lóbulos auxiliares presentan uua estructura parecida; son asimétricos, por ser las ramas terminales desalojadas hacia el interior y por desprenderse la rama lateral principal del lado externo más arriba del tronco que la del lado interno, y por ser ésta, además, generalmente más desarrollada. Aparentemente el segundo lóbulo lateral se ter- mina por dos ramas, porque la rama secundaria inferior de la rama lateral principal interna está tan desarrollada, que alcanza casi la misma profundidad como la rama terminal. Silla externa bastante baja, dividida en dos ramas poco desiguales. Primera silla lateral más ancha y alta que la externa, dividida en el vértice en dos partes muy desiguales por un lóbulo secundario que está dirigido oblicuamente hacia el interior. La parte interna, mucho más ancha y alta, está subdividida, a su vez, en tres ramas. La segunda silla lateral y la primera silla auxiliar, presentan una es- tructura parecida, estando divididas en el vértice en dos ramas y presentando hacia adelante una tercera rama más baja. Segunda silla auxiliar tripartita. Localidad en México: En las capas superiores con Mazapilites del Cañón del Toboso se ha encontrado un molde interno. Mazapilites carinatus n. sp. Lám. III, figs. 7, 8, 11, 12. Dimensions: Dim a 32 mm. Atar E RU 17 mm.= 0.56. Espesor dei 10 mm.= 0.31. Diámetro del ombligo 5.2 mm.= 0.16. Esta especie es tan vecina de la anterior, Mazapilites tobosensis, que sólo in- dicaré aquí las diferencias entre las dos. La forma general y la ornamentación de los flancos son casi idénticas. Se podría decir que Mazapilites carinatus es un poco más grueso y que en él los ornamentos, muy débiles también y casi borrados sobre la parte interna de los flancos, son más fuertes y más robustos sobre la parte ex- terna de los flancos. Las diferencias principales entre las dos especies consisten en la estructura de las suturas y en la presencia de una verdadera quilla externa tuberculosa en Mazapilites carimatus. Esta quilla está muy bien desarrollada en la parte posterior de la vuelta más grande de nuestro ejemplar, en donde se ve una serie de tubérculos alargados sobre las costillas externas a lo largo de la línea sifonal. Las costillas externas están inclinadas hacia adelante y forman ligeros cabalietes al pasar por la parte externa; de modo que los tubérculos externos ocupan los ángulos de los caballetes. Más tarde, hacia el fin de la última vuelta de nuestro ejemplar, los FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 11 tubérculos externos llegan a ser más y más débiles y las costillas pasan por la par- te externa en dirección más recta; pero entonces aparecen en el límite, entre la parte externa y los flancos, dos series marginales de tubérculos, o más bien de lige- ros ensanchamientos de las costillas. La quilla tuberculosa externa recuerda ciertas Oppelia, y la parte externa de la última parte de la vuelta, donde aparecen además las dos series marginales de ligeros tubérculos, puede ser comparada con la de nuestra Vermayria crassicostata del Oxfordiano superior de San Pedro del Gallo (ver Boletín 29, p. 11). Las suturas se distinguen de las del Mazapilites tobosensis por varios carac- teres, siendo aquí, por lo general, menos recortadas y ramificadas (lám. III, fig. 11). Lóbulo externo,del tercio más corto que el primer lóbulo lateral. Este último, casi simétrico, con un tronco bastante ancho del que se desprenden ramas cortas. Segundo lóbulo lateral y los dos primeros lóbulos auxiliares, asimétricos a conse- cuencia del desarrollo más grande de las ramas laterales externas. Silla externa dividida en el vértice en dos partes casi iguales; primera silla lateral mucho más ancha y alta que la silla externa, dividida en dos ramas muy desiguales por un lóbulo secundario, dirigido oblicuamente hacia el interior. La rama interna es más alta y ancha. Segunda silla lateral mucho más baja que la primera, divididida en tres ra- mas, de las cuales dos son terminales. Los dos primeros lóbulos auxiliares son bifidos. Localidad en México: Un molde interno se encontró en las capas superiores con Mazapilites del Cañón del “Toboso. PERISPHINCTES WAAGEN SUBGENERO AULACOSPHINCTES UHLIG Perisphinctes (Aulacosphinctes) aff. praetransitorius Font. Lám. III. figs. 13-15 1897. Perisphinctes praetrausitorius Fontannes. Ammonites du Cháteau de Crussol, p. 76, lám. XI, figs. 6-7. Un solo ejemplar, desgraciadamente aplastado, tiene una concha bastante evo- luta, compuesta de vueltas que se acrecentan lentamente y se abrazan próxima- mente hasta la mitad. A consecuencia de la deformación es difícil apreciar la forma de los flancos y de la parte externa, que parecen ser ambos más bien aplana- dos. La forma de la sección transversal de la vuelta no se puede apreciar. En la sutura nacen las costillas primarias, que son más bien finas y apretadas. Están muy poco encorvadas hacia atrás, en el borde del ombligo, y pasan por los flan- cos netamente inclinadas hacia adelante, aunque no enteramente en línea recta, sino muy débilmente inflexionadas hacia atrás. Las costillas principales, finas y angostas, se subdividen generalmente en dos ramas secundarias menos prominen- tes más allá del medio de los flancos. Algunas pocas costillas permanecen simples, observándose, además, algunas costillas tripartitas. La subdivisión de estas últi- mas es virgatotoma, es decir, la rama secundaria anterior se separa primero, pró- ximamente en el medio de los flancos mientras que la segunda bifurcación tiene 12 DR. CARLOS BURCKHARD'T lugar a la misma altura, como la división de las costillas bipartitas. Las costillas secundarias son poco divergentes; todas son iguales entre sí y menos prominentes que las costillas primarias. Sobre la parte anterior de la vuelta más grande pasan las costillas sin'inte- rrumpirse, débilmente arqueadas hacia adelante, por la parte externa; hacia la parte posterior de la misma vuelta se observa, al contrario, un debilitamiento más y más marcado de las costillas eu una zona media bastante ancla. Se notan apenas algunas constricciones poco marcadas. Entonces los intersti- cios intercostales están un poco más hundidos que de ordinario, y en su lugar se observa, además, una irregularidad de la ornamentación, por ser allí la constricción seguida de una costilla simple y por presentarse detrás de ésta una costilla parti- cular, que sólo se bifurca tarde sobre la parte externa. Haré notar que las costillas primarias son desiguales entre sí en prominencia, separadas a veces por intervalos desiguales, y que la división de las costillas en dos ramas no se liaace siempre exactamente a la misma altura. - : Suturas desgraciadamente invisibles. Esta forma parece ser muy vecina del Perzsphinctes praetransitorius Fontan- nes (1. c.). Sin embargo, se distingue de ella por la presencia de costillas triparti- tas, virgatotomas y por la rareza de las costillas simples. Yacimiento de la forma vecina: Capas superiores de Crussol. Parte superior de las capas con Phylloceras Loryi de los alrededores de Grenoble, según 2. Lory. (Bulletin de la Société Géologique de France 1905, p. 641, 1. c.). Localidad en México: Un ejemplar se encontró en las capas superiores con Ma- zapilites del Cañón del Toboso. ASPIDOCERAS ZITTEL Aspidoceras Wuertenbergeri n. sp. Lám. IV, figs. 3. 6-8 Medidas del mismo ejemplar Dimensiones DO AN 26 mm. 39 mm. Altura de la vuelta 15mm.=0.57 20.5 mm.= 0.52 ESpesond 14mm.=0.53 22 mm. =0.56 Dinero do Ae 2mm.=0.07 5.5mm.=0.14 Concha involuta, no muy abombada, compuesta de vueltas que se acrecentan rápidamente y se abrazan considerablemente. Las vueltas internas se abrazan casi por completo, pero el abrazamiento llega a ser menor en la última parte de la vuelta más grande. Esta abraza más o menos el cuarto de la penúltima vuelta. El cam- bio en el grado del abrazamiento implica naturalmente un cambio en el diámetro del ombligo, que al principio es muy angosto, pero se ensancha notablemente en la última parte de nuestro ejemplar. Los flancos son en la juventud ligeramente convexos, más tarde más bien aplanadas y pasan insensiblemente en una pared umbilical alta, perpendicular y un poco arredondada. Parte externa regularmente arredondada. La sección de las vueltas cambia con la edad: en el joven es oval-arredondada, FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 13 un poco más alta que ancha, con mayor espesor lracia el medio de los flancos, apenas adelgazada hacia arriba; en la última parte de la vuelta más grande, al con- trario, es netamente adelgazada hacia arriba, y tiene su mayor espesor alrededor del ombligo. En el borde del ombligo existe una serie de pequeños tubérculos que son más bien arredondados en la parte posterior de la vuelta más grande; mientras que más tarde llegan a ser alargados, angostos, oblicuamente dirigidos hacia atrás, y tienen más bien la forma de varillas transversales, extremadamente débiles y des- iguales en prominencia con la tendencia de desaparecer por completo. El resto de la concha es liso, y solamente donde la concha está bien conservada se perciben con la lente estrías muy finas, radiales. Suturas (lám. IV, fig. 6) visibles hasta la segunda silla lateral. Lóbulo ex- terno, casi de la misma profundidad que el primer lóbulo tateral, con un tronco bas- tante ancho, del que se desprenden de cada lado una rama terminal y dos ramas laterales bien desarrolladas, pero no muy largas. Primer lóbulo lateral simétrico, con un tronco aucho y con ramas poco desarrolladas, más bien cortas. La rama ter- minal es trífida, la lateral inferior, que es la principal, bifurcada. Segundo lóbulo lateral del tercio, menos profundo que el primero, con un tronco aucho y tres ra- mas principales. Silla externa ancha y alta, dividida en dos partes un poco des- iguales (la externa es más ancha y alta) por un lóbulo secundario casi recto y esbelto. La primera silla lateral alcanza casi la misma altura que la silla externa, siendo, sin embargo, mucho más angosta; está dividida en el vértice en dos partes casi iguales. Esta especie representa una forma de transición entre ciertos «circumspinosi » y las formas lisas del grupo del Aspzdoceras cyclotum (comp. W;irtenberger: Zur Stammesgeschichte der Ammoniten, 1. c., p. 26). En efecto, recuerda por una pat- te formas como Ammonttes altenensis Favre (E. Favre, Couches á Aspidoceras ac., 1. c., p. 66, lám. VII, fig. 5 a-b) y Aspidoceras Periacense Fontannes (descrito bajo el nombre de Aspzdoceras cfr. altenense D'Orb., var. Pertacensis en Fontannes: Cháteau de Crussol 1,.c., p. 95, lám. XIII, fig. 3), mientras que por otra parte parece vecina (sobre todo en el estado adulto) del Aspidoceras Neoburgense Oppel (Oppel, pal. Mitth. 1. c., p. 223, lám. 58, fig. 5 a-b; Schlosser: Kelheim 1. c. lám. I. fig. 14). Sin embargo, se distingue netamente de todas las especies mencionadas. Aspidoceras altenense Favre y pertacense Fontannes se distinguen por sus suturas más ramificadas y recortadas y por la persistencia de los tubérculos; por otra parte, Ammonites Neoburgensís Oppel sería según las descripciones y figuras completa- mente lisa, mientras que nuestra especie presenta tubérculos débiles, es cierto, pero no completamente borrados ni en la última parte de la vuelta más grande. Por último, diré que la nueva especie se distingue de mi Aspidoceras phos- phoriticum de Mazapil (Boletín 23, p. 122, pl. XXXIII, figs. 1-4) por una sec- ción trausversal más gruesa y por las suturas de estructura bien diferente. Yacimiento de las especies vecinas: Aspidoceras altenense Favre en las capas con Aspidoceras acauthicum de Lémenc; Aspidoceras periacense Fontannes en las capas superiores de Crussol; Aspidoceras Neoburgense Oppel en las capas de Kelheim. Localidad en México: Un molde interno con fragmentos de la testa se encon- tró en las capas superiores con Mazapilites del Cañón del Toboso. 14 DR. CARLOS BURCKHARDT Aspidoceras juv. sp. ind. Lám. IV, figs. 1, 2, 4, 5,9, 10 Dimensiones: Diámetro de la vuelta.......... ... Loy O0anOdoOurEcoocabsbeodéces 17 mm. Altura de la vuelta....... : t 0750 Espesor de la vuelta ..... Ss = 03 Diámetro del ombligo E == (02141 Tengo delante de mí dos pequeños ejemplares de un Aspidoceras que no los puedo determinar definitivamente por su pequeñez. Parecen ser vecinos del 45pz- doceras avellanum Zittel (Zittel: áltere Tithonbildungen, 1. c., p. 86, lám. 31, fi- guras 2-3). La concha es bastante abombada y tiene vueltas que se abrazan casi por com- pleto. El ombligo es angosto. Flancos y parte externa son regularmente arredonda- dos. La sección trausversal de las vueltas es más ancha que alta, casi arredondada. En el borde del ombligo se observa una serie de tubérculos muy finos, pre- sentaudo uno de nuestros ejemplares sobre ellos espinas que son dirigidas hacia el interior. El resto de la concha es liso. Las suturas son bien visibles en uno de los ejemplares (lám. IV, fig. 9). Los lóbulos y las sillas son poco profundos, pero anchos y poco recortados. Lóbulo externo de la misma profundidad que el primer lóbulo lateral, con una rama ter- minal larga y con varias ramas laterales de cada lado, entre las cuales la inferior es la más desarrollada. Primer lóbulo lateral con un tronco ancho, 1n poco asimé- trico, pues la rama terminal está desalojada liacia el interior y las dos ramas laterales del lado externo son más desarrolladas que las tres ranas del lado interno. Segundo lóbulo lateral con un tronco muy ancho y corto, del que se desprenden tres ramas principales. Primer lóbulo auxiliar situado en el borde del ombligo, incompleta- mente visible. Silla externa ancha y poco recortada, dividida en el vértice en dos partes un poco desiguales (la externa es más alta y ancha) por un pequeño lóbulo secundario. Sillas laterales anchas y poco recortadas Yacimiento de la especie vecina: Aspidoceras avellanum Zittel en el Tithónico inferior y en las capas de Solenhofen: Localidad en México: En las capas superiores con Mazapilites del Cañón del Toboso se han encontrado dos pequeños ejemplares. WAAGENIA NEUMAYR Waagenia sp. ind. Lám. IV, fig. 11 De esta forma interesante existe solamente una impresión. A pesar de esta insuficiencia del estado de conservación, citaré esta forma a causa del interes que presenta. Las vueltas son poco involutas y se acrecentan más bien lentamente; de ma- nera que el ombligo es bastante ancho. Las vueltas internas, visibles en la abertura del ombiigo, están cubiertas de FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ I5 costillas simples, finas, apretadas y angostas, pero bastante prominentes. Nacen en el borde del ombligo y pasan por los flancos describiendo una ligera curva di- rigida hacia adelante. Hacia el fin de la penúltima vuelta se produce un cambio en la ornamentación, pues las costillas llegan a ser aquí más borradas y distantes y algunas de ellas llevan en el borde del ombligo ligeros tubérculos. La vuelta más grande presenta dos series de tubérculos bien desarrollados. La interna, situada en el borde del ombligo, se compone de tubérculos arredondados y distantes, que son separados por intervalos considerables y desiguales. La externa se compone de tu- bérculos más apretados y más iguales entre sí, pero de forma igualmente arredon- dada. Las costillas se borran aquí más y más y desaparecen casi completamente, transformándose en una especie de ondulaciones o estrías transversales que están apretadas, finas, un poco desiguales en fuerza y ligeramente encorvadas hacia ade- lante en el medio de los flancos. Algunas de estas estrías presentan más relieve al- rededor del ombligo, hasta formar pequeños tubérculos angostos y alargados. Esta forma se parece mucho al 4Ammonites autharis Oppel, descrito en Pa- laeontologische Mittheilungen, 1. c., p. 255, y figurado en la lám. 71, figuras 4-6 de dicha obra. Yacimiento de la especie vecina: Ammonites autharis Oppel eu las capas de Solenhofen. Localidad en México: Em las capas inferiores con Mazapilites del Cañón del Toboso se ha encontrado una impresión.!* 2.— FOSILES DE LAS CALIZAS GRISES CON AULACOSPHINCTES (PORTLANDIANO INFERIOR) HAPLOCERAS ZITTEL Haploceras complanatum n. sp. Lám. IV, figs. 13, 15-17 DIMeCnsIon eS DI Ta O ansiedades 26 mm. 'A tarada ult laa 14 mm.=0.53. Espesor de la vuelta....... O A -- 9 mm.=0.34. DIiHEto don DOC COSOS 5 mm,=0.19. Concha discoidal, comprimida, involuta, compuesta de vueltas que se acrecen- tan rápidamente y se abrazan próximamente laasta los dos tercios. Los flancos son ligeramente couvexos y pasau insensiblemente en una pared umbilical oblicua, 1 No quiero dejar de mencionar y figurar aquí una impresión de una Waagenía encontrada por el Sr. Ing. 4. Carranco en el Pico de Teyra, cerca de Camacho (Estado de Zacatecas), no lejos de la Sierra de Symon. Esta Waagenia (fig. 12, lám. V), es bastante evoluta, y tiene vueltas que se acrecentan lentamente. La vuelta más grande presenta dos series de tu- bérculos muy robustos y arredondados sobre los flancos (la una, interna, situada en el borde del ombligo; la otra, hacia el borde externo). Los tubérculos de ambasseries son reunidos entre sí por costillas radiales, casi rectas, de prominencia des- igual, y algunas veces bifurcadas desde un tubérculo interno. Encima de la mencionada serie externa de tubérculos, se observan las impresiones de dos series externas de tubérculos más pequeños y mucho más numerosos y apretados. Me parece indudable que esta Waagenia es muy vecina de Waagenia hybonota Oppel (Pal. Mitth., lám. 71, figs. 1-3;) véase tam- bién Benecke, Siidalpen, 1, c., p. 187, lám. 11, fig. 1; Favre, Zone Q A. acanthicus, (1. c., p. 58, lám, 8, fig. 1). 16 DR. CARLOS BURCKHARDT arredondada y baja. Parte externa regularmente arredondada. La sección transver- sal es mucho más alta que ancha, oval-alargala, angosta, con espesor más grande en el medio de los flancos. El molde interno es enteramente liso. Lóbulo externo (lám. IV, fig. 16) más corto que el primer lóbulo lateral, con un tronco corto y ancho, del que se desprenden dos ramas terminales bien desarro- lladas. Es un poco asimétrico, a consecuencia del desarrollo desigual de sus ramas. Primer lóbulo lateral bien desarrollado, bastante ancho, con una rama terminal y de cada lado con tres ramas laterales. Segundo lóbulo lateral, muy asimétrico, con un tronco torcido, una rama terminal desalojada hacia el interior, y una rama late- ral principal de cada lado (la interna más desarrollada que la externa). Tres lóbu-. los auxiliares poco oblicuos; el primero corto y bastante ancho, con tres ramas, de las cuales la mediana es más pequeña que las laterales, que presentan una anchura extraordinaria. Segundo y tercer lóbulo, auxiliar, muy pequeños, anchos, cunei- formes. z Silla externa dividida en dos ramas casi iguales por un corto lóbulo secunda- rio. Primera silla lateral ancha, más alta que la externa, dividida en dos ramas bí- fidas, muy poco desiguales (la interna es un poco más alta y ancha que la externa) por un lóbulo secundario algo inclinado hacia el interior. Segunda silla lateral mu- cho más baja que la primera, ancha en el vértice y dividida en tres ramas. Dos sillas auxiliares bajas y anchas, apenas recortadas. Esta especie parece ser muy vecina del Haploceras deplanatum Waagen (Waa- gen, Cuteh, 1. c., p. 44, lám. XI, fig. 9 a-c.). Sin embargo, no se puede pensar en identificarla con la forma indiana, porque las suturas, figuradas por Waagen (fig. 9 C.), son enteramente diferentes de las de nuestra especie. Es posible que el dibu- jo de la línea sutural de la especie indiana sea inexacta; pero de todos modos creo que es más prudente crear una nueva especie para la forma mexicana. Yacimiento de la especie vecina: Haploceras deplanatum Waagen se encuentra en el «Katrol Sandstone» de Cutch. Box/e cita esta especie también de Madagas- car (Sur des fossiles nouveaux de Madagascar, l. c., C. R. CXXVIII, 1899, p. 624). Localidad en México: En las calizas grises del Cañón del Toboso se ha encon- trado un molde interno. PERISPHINCTES WAAGEN Perisphinctes tobosensis n. sp. Lám. VII, figs. 1-6 Dimensiones Dro SN so O aa AMturad lau cta S 34 mm. = 0.35. Espesor de la vuelta .. 40 mm. == 0.41. Diámetro del ombligo 42 mm. = 0.43. De los dos ejemplares que tengo delante de mí, considero como tipo de la espe- cie el más grande y mejor conservado. La descripción se basará en el estudio del tipo (lám. VII, figs. 4-6); en tanto que del segundo ejemplar solamente indicaré después las particularidades. FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 17 Concha bastante abultada, más bien involuta, con vueltas que se acrecentan bastante rápidamente abrazándose hasta los 3/5 próximamente. El ombligo es infundibuliforme y muy profundo. Los flancos son ligeramente convexos, más bien aplanados, pasando insensi- blemente eu una pared umbilical perpendicular y bastante alta. La parte externa es ancha, débilmente arredondada. La sección transversal es siempre deprimida y mucho más ancha que alta; es más arredondada en las vueltas internas que en la vuelta más grande, doude presenta el mayor espesor cerca de la circunferencia del ombligo, adelgazándose hacia arriba. En las vueltas internas se observan costillas fuertes, bastante prominentes y distantes; nacen al principio cerca de la sutura, más tarde sobre la pared umbilical. Estas costillas pasan en línea recta y poco oblicua por los flancos. La abertura del ombligo deja ver una bifurcación únicamente en las costillas limítrofes de las cons- tricciones, que están bastante bien marcadas. La vuelta más grande está adornada de numerosas costillas, apretadas y más bien finas y augostas. Nacen en la parte superior de la pared umbilical; de manera que gran parte de ésta queda lisa. Un poco encorvadas hacia atrás, en la circunfe- rencia del ombligo, se dirigen sobre los flancos netamente hacia adelante, para atra- vesar la parte externa en líneas un poco arqueadas hacia adelante. Las costillas ya son bifurcadas, ya sencillas y aunque las primeras sean más numerosas, sin embargo, hay también un buen número de costillas simples, observándose a menudo una alter- nación regular de costillas simples y bifurcadas. Las costillas bifurcadas se subdi- viden en el medio de los flancos o un poco más arriba, en dos ramas secundarias, poco divergentes. En la vuelta mayor se observan unas constricciones apenas mar- cadas. Suturas (lám. VII, fig. 6) muy bien visibles. Lóbulo externo, apenas más profundo que el primer lóbulo lateral, con dos ramas terminales bien desarrolla- das. Primer lóbulo lateral un poco asimétrico: su rama terminal está oblicuamente inclinada hacia el exterior y sus ramas laterales externas se desprenden más arriba del tronco que las internas, estando, además, la rama lateral inferior externa mejor desarrollada que la interna. Segundo lóbulo lateral bastante corto, muy oblicuo, tripartito. El primer auxiliar es mucho más oblicuo que el segundo lóbulo lateral, y alcanza una profundidad mucho más considerable. Segundo y tercer lóbulo auxi- liar delgados y muy oblicuos; el primero con varias ramas laterales puntiagudas. El segundo lóbulo lateral y los tres lóbulos auxiliares forman un lóbulo sutural muy bien desarrollado y fuertemente inclinado, que alcanza en la sutura una profundi- dad más grande que el primer lóbulo lateral. Silla externa grande y alta, subdivi- dida en el vértice en dos ramas poco desiguales por un lóbulo secundario, largo, recto y bieu desarrollado. Primera silla lateral, de la misma altura que la silla exter- na, angosta y fuertemente recortada, muy estrecha en la base, dividida en dos ramas asimétricas, de las cuales la interna es mucho más grande, por un lóbulo secunda- rio, que es largo y netamente inclinado hacia el interior. Segunda silla lateral muy baja y oblicua, bipartita en el vértice. Primera silla auxiliar, dividida en dos ramas principales, bastante desiguales, por un lóbulo secundario largo y puntiagudo. Segunda silla auxiliar pequeña, denticulada en la circunferencia. El segundo ejemplar que refiero a esta especie (lám. VII, figs. 1-3) difiere del tipo en varios caracteres. Es un poco más aplanado, con un ombligo más abierto y menos profundo. La ornamentación es parecida; pero las constricciones parecen ser más marcadas en la vuelta más grande. Estas constricciones son angostas y no muy Faunas Jurásicas.—4 18 DR. CARLOS BURCKHARDT profundas, siendo limitadas hacia adelante por costillas simples, hacia atrás por costillas bifurcadas o por costillas bifurcadas precedidas de una costilla externa intercalada. En el último caso, se podría hablar algunas veces también de costillas tripartitas virgatotomas, porque con frecuencia las costillas intercaladas se aproxi- man mucho al lado anterior de las costillas bifurcadas, un poco abajo del medio de los flancos. , Esta especie parece ser bastante vecina de Perisphinctes Gevreyi Toucas (Arde- che, 1. c., p. 583, lám. XIV, figs. 5-6). Sin embargo, se distingue de ella por ciertos caracteres, sobre todo por el mayor número de costillas simples y por la mayor infle- xión de las costillas hacia adelante sobre la parte externa. Yacimiento de la especie vecina: El tipo del Perisphinctes Gevreyi Toucas fué descrito del Tithónico inferior del Pouzin. Localidad en México: En las calizas grises del Cañón del Toboso se han encon- trado dos ejemplares (moldes) de esta especie. Perisphinctes sp. ind. Mencionaré solamente un ejemplar muy fragmentario. Tiene una concha apla- nada, con vueltas que se acrecentan rápidamente y se abrazan hasta la mitad y con un ombligo bastante profundo. Se observa un cambio notable en la forma de la sec- ción transversal, que es deprimida en el joven, alargadajen la vuelta más grande. Los flancos son aplanados y pasan en una pared umbilical perpendicular. Nume- rosas y finas costillas apretadas, ya simples, ya bifurcadas hacia el medio de los flan- cos, nacen en la pared umbilical, son encorvadas hacia atrás en la circunferencia del ombligo y oblicuamente dirigidas hacia adelante sobre los flancos. Algunas constricciones muy débiles se ven únicamente sobre las vueltas internas. Este ejemplar fragmentario, cuya determinación es desgraciadamente impo- sible, presenta un cierto parecido con Perisphinctes geron Zittel (Aeltere Tithon- bildungen, l. c., p. 112, lám. 35, fig. 3) y con Perisphinctes ardescicus Fontannes (Ammonites du Cháteau de Crussol, l. c., p. 54, lám. VIII, fig. 3). La última especie ha sido considerada por ciertos autores como una simple variedad del Pe- risphinctes geron (véase Pervinquiere, Céphalopodes de Tunisie, 1. c., p. 27). Localidad en México: En las calizas grises del Cañón del Toboso se ha en- contrado un ejemplar fragmentario en estado de molde. Perisphinctes Theodosii n. sp. Lám. VIII figs. 1-6 Dinensiones DO AOS 108.5 mm. Ata RSS 44 mm. = 0.40. Espesonidela yuca tii rota 41 mm. = 0.37. Diametro don 41 mm. = 0.37. Un hermoso ejemplar enteramente tabicado y en el estado de molde interno, con algunos restos de la testa, tiene una concha bastante evoluta y compuesta de vueltas que se acrecentan bastante rápidamente y se abrazan hasta el tercio próximamente. Los flancos son poco convexos, más bien aplanados, y pasan in- FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 19 sensiblemente en una pared umbilical arredondada y bastante alta. Parte ex- terna poco convexa, un poco aplanada. La sección transversal de la penúltima vuelta es casi cuadrada, tan ancha como alta, con mayor espesor en el tercio inferior y un poco adelgazada hacia arriba. La parte posterior de la vuelta más grande lleva costillas poco prominentes, un poco borradas, más bien apretadas y ligeramente flexuosas. Nacen en la pared umbilical, están un poco inflexionadas hacia adelante en el medio de los flancos para subdividirse generalmente, hacia el tercio externo, en dos ramas secundarias poco divergentes e inclinadas oblicuamente hacia adelante. Hay además varias costillas simples y algunas costillas externas intercaladas en relación con cons- tricciones muy débiles que se notan apenas. | Las costillas pasau por la parte externa en línea recta, estando en el molde un poco más pronunciadas que las costillas de los flancos, pero apareciendo sobre la testa bajo la forma de varillas anchas y couvexas. En la parte posterior de la vuelta se observa un debilitamiento de las costillas sobre la línea sifonal. Las últimas tres cuartas partes de la vuelta más grande están cubiertas de costillas más robustas, pero aun poco prominentes, bajas, flexuosas y bastante an- chas. Nacen cerca de la sutura, están claramente encorvadas hacia atrás en la circunferencia del ombligo y se inflexionan hacia adelante en la mitad de los flancos. La mayor parte de las costillas se subdividen en dos ramas secundarias un poco arriba de la mitad de los flancos o hacia el tercio externo, pero esta subdivi- sión no es siempre muy neta, por presentar a veces una de las dos ramas la tendencia de separarse de la otra y llegar a ser libre. Las costillas secundarias son poco divergentes, dirigidas oblicuamente hacia adelante. Hay algunas costillas simples y otras netamente intercaladas y libres. Los espacios intercostales están, algunas veces, un poco más hundidos que de costumbre, y se les puede considerar, por consiguiente, como débiles constricciones. Una de estas depresiones está limi- tada hacia adelante por una costilla que se subdivide de una manera incompleta al pasar por la parte externa, presentándose, por lo tanto, más bien como costilla simple, muy aucha, incompletamente dividida en dos por un ligero surco transversal. Las costillas pasan sin sufrir modificación alguna en línea recta por la parte externa, siendo allí más robustas que sobre los flancos. Lóbulo externo (lám. VIII, fig. 6), de la misma profundidad que el primer lóbulo lateral, con ramas terminales y laterales bien desarrolladas. Primer lóbulo lateral más bien esbelto, asimétrico, pues su tronco está débilmente torcido, su rama termival oblicuamente inclinada hacia el exterior, y las dos ramas laterales principales son muy desiguales, siendo la externa mucho más larga y mejor des- arrollada. El segundo lóbulo lateral es apenas oblicuo y bastante pequeño, alcan- zando solamente la mitad de la profundidad del primero; su trouco es delgado y sus ramas están reducidas a simples puntas alargadas. Dos pequeños lóbulos auxi- liares esbeltos son muy poco oblicuos, de manera que un lóbulo sutural está sólo débilmente desarrollado y sobrepasa apenas en profundidad al segundo lóbulo lateral. Silla externa ancha y alta, dividida por una larga rama secundaria recta y recortada en dos ramas casi iguales. Primera silla lateral, apenas más alta que la silla externa, augosta y netamente asimétrica, por estar subdividida en el vértice en dos partes muy desiguales (de las cuales la interna es más ancha y alta) por un 20 DR. CARLOS BURCKEHARDT largo lóbulo secundario, que está dirigido oblicuamente hacia el interior. Segunda silla lateral trífida; primera silla auxiliar angosta. Esta especie parece tener relaciones con Perisphinctes Panderi D'Orb. (Mi- chalski, Ammoniten der untern Wolgastufe, 1. c., pl. XII, figs 1-3); sobre todo, con la variedad típica de Vischniakoff. Sin embargo, es muy difícil comparar de- talladamente las dos especies, basándose en la literatura, porque las suturas de la especie rusa han sido figuradas de un modo insuficiente por D'Orbigny (Géo- logie de la Russie, 1. c.) y, por otro parte, la variedad típica no ha sido figurada, lo que es tanto más sensible en este caso, pues justamente esta variedad es la que parece acercarse más a la forma mexicana, tanto por la debilidad de las constric- ciones cuanto por las costillas bifurcadas. * Localidad en México: Se ha encontrado un ejemplar en capas inmediatamente sobrepuestas a las calizas grises del Cañón del Poboso. Perisphinctes Alexeii n. sp. Lám. IX. figs. 1-4 Dimensiones DIM O 66 mm. Altura dela a eS Aaa 01 ESP Eso 24.5 mm. = 0.37. Diámetro del ombligo 30. mm.=0.45. Concha del único ejemplar bastante evoluta, un poco abombada, con vueltas que se acrecentan más bien lentamente y se abrazan hasta la mitad. Los flancos y la parte externa son débilmente convexos; la pared umbilical es arredondada, baja, casi perpendicular, pasando insensiblemente en los flancos. La sección transversal es casl reniforme, deprimida, mucho más ancha que alta, con mayor espesor en la circunferencia del ombligo. Ombligo poco hundido, dejando ver sobre las vueltas internas (cubiertas de testa) costillas bastante espaciadas, prominentes y cortantes, que nacen en la sutura y pasan en línea recta por los flancos. No se percibe en el ombligo la subdivisión de las costillas en dos ramas secundarias. La vuelta más grande, que está en el estado de molde, lleva costillas apreta- das, más bien finas y angostas. Estas costillas nacen en la parte superior de la pared umbilical, están un poco encorvadas hacia atrás en la circunferencia del om- bligo y pasan después en línea recta, inclinadas hacia adelante, por los flancos. La mayor parte de las costillas se subdividen en dos ramas secundarias más débiles, casi en medio de los flancos, presentando su mayor relieve en el lugar de la divi- sión. Algunas costillas quedan simples y se vé una costilla externa intercalada. En la mayor vuelta se observan tres constricciones angostas y poco marcadas, que están limitadas hacia adelante por costillas simples, hacia atrás, por una costilla bifurcada, bidicotómica o «pseudobidicotómica» (véase la descripción del Peris- phinctes cfr. Kokent). Las costillas pasan por la parte externa, siendo débilmente arqueadas y sobre la línea sifonal muy poco debilitadas. Algunas veces las costillas secundarias de 1 Desgraciadamente no pude obtener moldes del Perisphinctes Panderi, variedad típica. FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 21 los dos ladcs, alternan, de manera que las costilias forman líneas en zig-zag sobre la parte externa. Lóbulo externo (lámina IX, figura 4), notablemente más profundo que el primer lóbulo lateral, con ramas terminales muy largas y con varias ramas latera- les, de las cuales las inferiores son las más desarrolladas. Primer lóbulo lateral más bien corto y macizo, con un tronco bastante aucho, un poco asimétrico a conse- cuencia del desarrollo desigual de las dos ramas laterales principales, de las cuales, la interna es más transversal y más grande que la externa. Segundo lóbulo la- teral muy pequeño, trífido, apenas oblicuo. Primer lóbulo auxiliar en el borde del ombligo, oblicuo, de la misma profundidad que el segundo lóbulo lateral. Se- eundo lóbulo axiliar pequeño, puntiagudo, situado en la sutura. El lóbulo sutural es muy poco desarrollado; ni siquiera alcanza la profundidad del segundo lóbulo lateral en la comisura. Silla externa bastante aucha, dividida en dos ramas poco desiguales por un lóbulo secundario poco desarrollado. Primera silla lateral ancha, bastante asimé- trica, estando dividida en el vértice en dos partes bífidas casi iguales por un lóbulo secundario, recto y poco desarrollado. Segunda silla lateral, casi tan alta como la primera, dividida en dos partes muy desiguales, de las cuales la externa es más alta y mucho más aucha, por un lóbulo secundario oblicuo. Silla auxiliar pequeña y an- gosta. Perisphinctes Alexez? parece presentar ciertas relaciones con una forma que ha sido descrita por Pavlow, bajo el nombre de Perisphinctes polygyratus Trauts- chold, y que más tarde la sido asimilada por los autores rusos al Perisphinctes Nz- kitini Michalskz. (Compárese Pavlow, Jurassique et Crétacé de la Russie et de P'Angleterre, 1. c., p. 118, lám. III, fig. 11 a-c.). Sin embargo, la especie mexicana se distingue de ella por la rareza de las costillas intercaladas, por un corte trausver- sal un poco diferente y por un lóbulo sutural más inclinado. El Sr. Prof. 4. P. Pavlow, tuvo la bondad de remitirme moldes de la forma rusa en cuestión, y ahora veo que se aproxima menos a la especie mexicana, de lo que había supuesto al examinar solamente las figuras. La ornamentación es mu- cho más robusta en la especie rusa, y su sección transversal es muy diferente de la de nuestra forma. La forma de Mazapil, que describí bajo el nombre de Perisphinctes Nikitini (Burckhardt, Mazapil, Bol. 23,lám. XXXI, figs. 1-4), se distingue de nuestra especie por la concha más abombada, por costillas más rectas, por vueltas que se acrecentan más lentamente y por diferencias en la línea sutural. Por último, el Pe- risphinctes cfr. Nikitini nob., de la Cordillera (Burckhardt, Beitráge, 1. c., p. 49, lám. VI, figuras 8, 9) presenta mayor número de costillas tripartitas virgatoton as. Localidad en México: Un molde interno, en parte cubierto por la testa y con una parte de la última cámara conservada, se encontró en las calizas grises del Ca- ñón del Toboso. 22 DR. CARLOS BURCKHARDT Perisphinctes sp. ind. Lám. XIII, figs. 7-9 Dimensiones Do ds 75 mm. iio ce la uallta. scxo sourosogagosoocso boccosia0000 codasraVcoarón 20 mm. = 0.26. Espesor . 28 mm. aprox. =0.37. Diametro delo ASS 40 mm. = 0.53. La concha de un ejemplar fragmentario es bastante evoluta, más bien gruesa, y se compone de vueltas que se acrecentan lentamente, se abrazan hasta un poco menos de la mitad y están algo abombadas. Los flancos son bastante convexos y pasan en una pared umbilical no muy alta, pero casi perpendicular. Parte externa ancha y arredondada. La sección transversal es muy deprimida, casi semicircular, mucho más ancha que alta, con mayor espesor en la circunferencia del ombligo. El ombligo, que es ancho y poco hundido, deja ver en las vueltas internas cos- tillas primarias gruesas, prominentes y bástante apretadas, que nacen en la sutura y pasan en línea recta, casi radial, por los flancos. La abertura del ombligo no deja ver la bifurcación de las costillas. El fragmento de la vuelta más grande está adornado de costillas fuertes, sa- lientes y más bien distantes, que nacen en el borde del ombligo. De este modo, la mayor parte de la pared umbilical queda lisa. Las costillas primarias pasan por los flancos en línea recta, casi radial, para subdividirse (con excepción de tres costillas que quedan simples ) en dos ramas secundarias en el medio de los flancos. Las cos- tillas secundarias son menos salientes que las costillas primarias y poco divergen- tes. En la parte externa las costillas están débilmente. arqueadas hacia “adelante, presentando en la línea sinfonal un debilitamiento poco marcado. En todas las vueltas se observan constricciones. En la vuelta más grande existe una, que es profunda y muy bien marcada; está limitada hacia adelante por dos cos- - tillas simples, de las cuales la limítrofe está hinchada y más gruesa que las costillas ordinarias, y hacia atrás por una costilla bifurcada, precedida de una costilla libre e intercalada. Hasta donde lo permiten juzgar las figuras de Lorzol, nuestra forma presentaría una afinidad bastante pronunciada con el Ammonttes biplex de este autor (véase Loriol et Pellat, 1. c., lám. II, fig. 1). Comparando nuestro ejemplar con la forma citada, se observa el mismo tipo de la ornamentación y de las constricciones; pero se ve al mismo tiempo que nuestro ejemplar es menos evoluto, y que, por consecuen- cia, la bifurcación de las costillas de las vueltas internas no es visible en la aber- tura del ombligo. Se ve, además, que la sección transversal de la forma mexicana es más deprimida que la que figura Lorz0/ (1. c.) en su lám. II, fig. 1 b., y que re- cuerda más bien la sección de otro ejemplar descrito por Zoriol bajo el nombre Ammonttes biplex, en su «Monographie de létage Portlandien de Boulogne» (p. 7, lám. Il, fig. 3 b). : Después de haber escrito lo anterior, recibí un molde del z2f0 del Ammonites biplex de Loriol, gracias a la bondad de los Sres. Dr. R. Douvillé y Prof. de Dor- lodot. Se ve que las figuras de ZLorz0/ son muy deficientes, y además que causan una impresión completamente errónea, por la reducción del tamaño. Así resulta que FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 23 nuestra forma se distingue netamente de la especie de Boulogne, sobre todo por sus costillas más apretadas. Localidad en México: Un ejemplar fragmentario (molde interno) se encontró en las calizas grises del Cañón del Toboso, PERISPHINCTES WAAGEN SUBGENERO AULACOSPHINCTES UHLIG Perisphinctes (Aulacosphinctes) Pervinquieri n. sp. Lám. IV, figs. 14, 18-21 DIMENSION das mad 37 mm. ¡Aturaidela quel e OI Al 11 mm. = 0.29. ESpesorid dead 16 mm. = 0.43. Diámetro del ombligo 18 mm. = 0.48. Concha evoluta, bastante abombada, compuesta de vueltas que se acrecentan lentamente y se abrazan próximamente en el tercio. Los flancos son ligeramente arredondados, pasando insensiblemente en una pared umbilical oblicua y baja. Parte externa muy ancha, poco convexa. Sección transversal muy deprimida, mucho más ancha que alta, con mayor espesor próximamente en el tercio superior, en el límite entre los flancos y la parte externa. Las vueltas internas están cubiertas de costillas primarias angostas, lameli- formes, pero prominentes y cortantes, que nacen en la sutura y pasan por los flan- cos en línea recta, un poco inclinada hacia adelante. Casi todas las costillas, con excepción de algunas que quedan simples, se subdividen en dos ramas secundarias más bajas en el límite entre los flancos y la parte externa. Las costillas primarias adquieren un relieve más y más grande al pasar por los flancos; este relieve alcanza su máximum en el límite entre los flancos y la parte externa, donde las costillas aparecen bajo la forma de verdaderas crestas, muy altas y salientes para subdivi- dirse en seguida inmediatamente en ramas secundarias. Las costillas secundarias pasan por la parte externa, siendo allí un poco ar- quéadas hacia adelante y debilitadas sobre la línea sifonal. La última parte de la vuelta más grande presenta una ornamentación semejante a la de las vueltas internas; solamente que aquí las costillas son menos prominen- tes, sobre todo las primarias, que presentan un relieve mucho menos considerable. Además, las costillas simples son más numerosas. Constricciones existen en todas las vueltas; son estrechas, pero profundas, y limitadas hacia adelante por costillas simples y hacia atrás por costillas tripartitas o por costillas bifurcadas, precedidas de una costilla interna intercalada. Las costillas que limitan las constricciones son a menudo más hinchadas y prominentes que las costillas ordinarias. Es necesario aíin mencionar que la bifurcación de las costillas no es siempre muy neta, sino que una de las ramas secundarias presenta algunas veces la tendencia de desprenderse de la otra y de llegar a ser libre e intercalada. Lóbulo externo (lám, IV, fig. 14) mucho más profundo que el primer lóbulo 24. DR. CARLOS BURCKHARDT lateral, terminándose por dos largas ramas. Primer lóbulo lateral, con tres ramas principales. Segundo lóbulo lateral, muy pequeño, trífido, un poco oblicuo. Tres lóbulos auxiliares pequeños, muy oblicuos, alcanzando en la sutura apenas mayor profundidad que el segundo lóbulo lateral. Silla externa larga y dividida en el vér- tice en dos partes casi iguales. Primera silla lateral casi de la misma altura que la silla externa. Segunda silla lateral mucho más baja que la primera, bipartita en el vértice. Perisphinctes Pervinquier? parece ser vecino de una forma de Túnez, descrita por Pervinquitre bajo el nombre Holcostephanus cfr. celsus (Pervinquiére, Tunisie, l. c., p. 41, lám. II, figs. 9-10). Sin embargo, la comparación es bastante difícil de hacerse, porque la forma tunisiana está representada solamente por un ejemplar jo- ven y muy pequeño. Yacimiento. de la especie vecina: Holcosteplanus cfr. celsus Pervinquiére pro- viene, según este autor, del Tithónico inferior de Túnez. Localidad en México: Dos moldes internos se han encontrado en las calizas. grises del Cañón del Toboso. Una forma muy aproximada, tal vez aun idéntica, la he encontrado en las ca- lizas fosforíticas rojizas del Puerto del Quemado (Sierra de la Caja, Mazapil). Perisphinctes (Aulacosphinctes ) aff. colubrinus Toucas non auct. Lám. VI, figs. 2, 4-6 1890. Perisphinctes colubrinus Toucas, Ardeche, 1. c., p. 580, lám. XIV, figu- ra 1 ab. OSO - 67 mm. a ROI 18 mm. = 0.26 Espesor de la vuelta... 20 mm. próx. = 0.29 Diámetro del ombligo 30 mm. = 0.44 Concha evoluta, compuesta de vueltas que se acrecentan lentamente y se abra- zan próximamente hasta el tercio. Los flancos son regularmente arredondados y pasan insensiblemente en una pared umbilical baja, pero abrupta. Parte externa convexa. La sección transversal de las vueltas es oval-arredondada, con mayor es- pesor próximamente en el medio de los flancos. El ombligo, que es bastante abierto, deja ver sobre las vueltas internas costi- llas fuertes y salientes, que nacen en la sutura y pasan en línea recta, oblicuamente dirigidas hacia adelante, por los flancos. La subdivisión de las costillas se ve rara vez en la abertura del ombligo, pero allí se ven algunas constricciones bien mar- cadas. La vuelta más grande está cubierta de costillas más bien finas y ligeramente flexuosas. Nacen en la pared umbilical estando un poco encorvadas hacia atrás en la circunferencia del ombligo, y se dirigen en seguida oblicuamente hacia adelante hasta el medio de los flancos. Hay casi tantas costillas simples como bifurcadas que alternan a menudo regularmente. Las costillas bifurcadas se subdividen en el me- dio de los flancos, después de haber alcanzado su mayor relieve. Las costillas se- cundarias, sobre todo las ramas posteriores, tienen una dirección más radial, y son menos inclinadas hacia adelante que las costillas primarias, y esta circunstancia, así FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 25 como un encorvamiento notable de las costillas hacia atrás en la circunferencia del ombligo, engendra cierta flexuosidad de las costillas que es muy característica. Las costillas secundarias son más débiles que las primarias y pasan por la parte externa sin cambio y en línea casi recta. A veces se observa una alternación de las costillas primarias de los dos lados, de manera que las costillas secundarias describen enton- ces líneas en zig-zag sobre la parte externa. La última vuelta presenta dos cons- tricciones angostas, pero bien marcadas. Las costillas limítrofes de las constricciones sólo se pueden observar de un lado de la concha. Las que preceden a las constric- ciones son sencillas, mientras que hacia atrás se observa o bien una costilla simple, o bien una costilla simple precedida de una costilla externa libre. En este último caso, se podría hablar también de una costilla «pseudodicotómica», pues la costilla exteria, que es muy débil hacia su extremidad proximal, se aproxima mucho con su terminación al lado anterior de la costilla siguiente, lo que causa la impresión de una bifurcación. : Las suturas no se pudieron preparar. Esta forma recuerda el Perisphinctes colubrinus tal como lo ha figurado Zoucas (Toucas, Ardeche, 1. c., p. 580, lám. XIV, fig. 1 a-b). De todos modos se aproxi- ma más a la forma citada que a las que han sido descritas por varios otros autores bajo el nombre de Perisphinctes colubrinus (| = pseudocolubrinus Kilian). Sobre todo, una cierta flexuosidad de las costillas parece ser característica para las dos formas, por lo menos si se puede uno fiar de la figura de 7oucas. Sin embargo, nuestra forma se distingue de la de Pouzin por el mayor número de costillas sim- ples. Otra especie que parece ser vecina de la nuestra es el Au/lacosphinctes cfr. na- tricoides Uhlig, del cual acaban de publicarse dos figuras (Uhlig, Fauna of the Spiti Shales, 1. c., fasciculus 2, pl, XXXII, fig. 3 a—b). Yacimiento de las formas vecinas: Perisphinctes colubrinus Toucas, ha sido des- crito del Tithónico inferior del Pouzin. Aulacosphinctes cfr. natricoides Uhlig se encontró en la parte media de los «Spitishales». Localidad en México: En las calizas grises del Cañón del Toboso se ha encon- trado un ejemplar (molde interno) de esta forma. ' Perisphinctes (Aulacosphinctes) corona n. sp. Lám. V. figs. 4, 6-9 Dimensiones: DIÁMEetrO ..oocooccccccccococcncncncnonos E 113 mm. Atar la daa iaa e 25 mm. = 0.22 ESpesoda la A On 42 mm. = 0.37 Diámetro del ombligo 62 mm. = 0.54 Un ejemplar fragmentario presenta una concha evoluta con ombligo ancho, compuesta de vueltas que se acrecentan lentamente y se abrazan poco (hasta + próxi- mamente). Las vueltas son bastante abombadas, con flancos arredondados y una parte externa ancha y regularmente convexa. Pared umbilical más bien baja, arredondada. La sección transversal de las vuel- tas es deprimida, casi semicircular, mucho más aucha que alta, con mayor espe- sor próximamente en el tercio inferior. Las vueltas están adornadas de costillas principales espaciadas, robustas y pro- minentes. Nacen alrededor del ombligo y pasan por los flancos en línea casi recta. La mayor parte de las costillas se subdividen poco arriba del medio de los flancos, Faunas Jurásicas.—5. 26 DR. CARLOS BURCKHARDT en dos ramas secundarias, menos prominentes y más débiles; algunas quedan sim- - ples. Las costillas pasan sin cambio por la parte externa de la vuelta más grande, estando débilmente arqueadas hacia adelante. En la penúltima vuelta se observa, sin embargo, un ligero debilitamiento de las costillas sobre la línea sifonal. Existen algunas constricciones bien marcadas y bastante profundas, de las cuales la últi- ma, situada en la vuelta más grande, está limitada hacia adelante por una costilla simple, hacia atrás por una costilla tripartita, virgatotoma, que está precedida de una costilla externa intercalada. Lóbulo externo (lám. V, fig. 6) mucho más profundo que el primer lóbulo lateral; de su tronco, que está bien desarrollado, se desprenden dos ramas largas terminales y varias laterales, de las cuales las dos inferiores son las más largas. Primer lóbulo lateral no muy desarrollado, con tres ramas principales, de las cua- les la terminal está inclinada hacia el exterior. Segundo lóbulo lateral pequeño, trífido, bastante oblicuo. Primer lóbulo auxiliar muy largo y oblicuo, mucho más profundo y largo que el segundo lateral. La parte interna de las suturas, desde el primer lóbulo auxiliar hasta la sutura, ha sido destruída. Silla externa más bien angosta, dividida en el vértice en dos ramas casi iguales por un lóbulo secundario. Es muy estrecha en la base hasta estar casi cortada en dos partes por la rama la- teral externa del primer lóbulo lateral y por una rama lateral del lóbulo externo. Primera silla lateral, de la misma altura que la externa, trífida en el vértice. Se- gunda silla lateral baja, bífida. Siendo el segundo lóbulo lateral muy reducido y mucho más pequeño que el primer lóbulo auxiliar, como acabamos de decirlo, se le podría considerar como lóbulo secundario muy desarrollado, que subdividiría así una silla ancha, compuesta de las dos sillas laterales, en dos partes. Esta especie parece presentar algún parecido con una forma descrita y figu- tada por Kzlian bajo el nombre de Perisphinctes colubrinus (Kilian, Andalousie, l. c., p. 649, lám. XXIX, fig. 1 a-b). Sin embargo, la-especie europea se distingue a primera vista por la presencia de costillas tripartitas bastante numerosas. Localidad en México: Un ejemplar fragmentario, en el estado de molde, se encontró en las calizas grises del Cañón del Toboso. Perisphinctes (Aulacosphinctes) Titan n. sp. Lám. VI, figs 1,3. Lám. IX, fig. 10. Dimensiones AOS 146 mm. Altura dela ute pls d co 38 mm. = 0.26. ESsSpesord a OO 44 mm. prox. =0.30. Diámetro da 76. mm.= 0.52. Esta gran especie está representada por un ejemplar (molde interno ), que des- graciadamente no deja ver las suturas. Concha muy evoluta con un ombligo ancho y abierto, y con vueltas más bien gruesas que se acrecentan lentamente y se abrazan solamente hasta el tercio. Los flancos y la parte externa son arredondados, pasando los primeros insen- siblemente en una pared umbilical baja, pero abrupta. La sección transversal de las vueltas es arredondada u oval-arredondada, con mayor espesor hacia el medio de los flancos. Las vueltas están adornadas de costillas primarias bastante distantes, anchas y poco prominentes. Estas costillas nacen en la pared umbilical, dejando una parte FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 27 de ésta lisa; tienen una dirección recta y radial sobre los flancos y se subdividen generalmente en dos ramas secundarias en el límite entre los flancos y la parte externa. La subdivisión de las costillas de las vueltas internas no es visible en la abertura del ombligo. Las costillas secundarias tienen un relieve mucho menos considerable que las primarias; son anchas, planas y bajas y pasan en línea casi recta por la parte ex- terna. Se observan algunas costillas simples e intercaladas. En la penúltima y última vuelta existen constricciones anchas, pero poco pro- fundas. La que se ve mejor está situada en la última parte de la vuelta más gran- de: es ancha pero poco profunda, dirigida oblicuamente hacia adelante, precedida de una costilla simple y seguida de una costilla bidicotómica que está precedida de una costilla intercalada externa. : Localidad en México: En las calizas grises del Cañón del Toboso se ha en- contrado un ejemplar de esta especie. Perisphinctes (Aulacosphinctes) Boesei n. sp. Lám V, figs. 123, 5. Dimensiones: Diámetro........ E 5% econo VA Final, Altura de la vuelta 24 mm. = 0.32. year cele TO aecoosssoossoconecosococoosoosscroncosabaecododo 20 mm. =0.27. Dacia del cuales saesconosnarcoconedoo! so cono ono roraTensOses 35 mm. = 0.47. Un ejemplar (molde interno) con una parte de la última cámara conservada, se compone de vueltas que se abrazan hasta el tercio. La concha es aplanada y bastante evoluta. Los flancos son aplanados y pasan insensiblemente en una pared umbilical perpendicular, pero no muy alta. Parte externa aplanada. La sección trans- versal de las vueltas es oblonga, casi rectangular, poco adelgazada hacia arriba. La parte tabicada de la vuelta más grande está adornada de costillas finas y bastante apretadas. Nacen alrededor del ombligo, dejando la mayor parte de la pared umbilical lisa. Débilmente encorvadas hacia atrás, en el borde del ombligo, las costillas primarias atraviesan los flancos casi en línea recta, un poco inclinadas hacia adelante. Hay casi tantas costillas simples como bifurcadas; en estas últimas la bifurcación se hace un poco arriba de la mitad de los flancos, y se ve que las costillas primarias alcanzan su mayor prominencia y su relieve más considerable inmediatamente antes de la bifurcación. Las costillas secundarias están más incli- nadas lhiaacia adelante que las primarias y se debilitan algo al pasar por la línea sifonal. La parte anterior de la vuelta más grande lleva costillas más distantes y ro- bustas. Nacen en el borde del ombligo dejando la pared umbilical lisa y están encorvadas hacia atrás, alrededor del ombligo, para pasar en seguida, en línea débil- mente fluxuosa, por los laucos. Las costillas se encorvan un poco hacia adelante en el medio de los flancos; algunas quedan simples, pero la mayor parte se subdivide en dos ramas secundarias y en estas últimas se observa generalmente una promi- nencia más o menos marcada, inmediatamente antes del punto de subdivisión. El relieve de las costillas es desigual y la subdivisión en dos ramas no se hace siempre eu el mismo lugar sino ya en el medio de los flancos, ya más arriba. Al pasar por la parte externa de las costillas se comportan de distinto modo: en la parte posterior, 28 DR. CARLOS BURCKHARDT es decir, sobre la parte media de la vuelta más grande, están interrumpidas por un angosto surco sifonal y netamente prominentes a ambos lados de éste; en la parte anterior, al contrario, están arqueadas hacia adelante y sólo ligeramente debilitadas sobre la línea sifonal. ; Se observan sobre la vuelta más grande dos constricciones angostas, pero bas- tante profundas; están precedidas de dos costillas simples y seguidas de una costilla bipartita o bien de una costilla bidicotómica (en este último caso hay una pri- mera bifurcación no muy bien marcada, no lejos de la circunferencia del ombligo, y después, la rama anterior que es mucho más débil que la posterior, se subdivide de nuevo en el medio de los flancos en dos ramas, mientras que la posterior queda simple). Lóbulo externo (lám. V. fig. 5) casi de la misma profundidad que el primer lóbulo lateral, con ramas terminales muy largas. Primer lóbulo lateral tripartito, asimétrico a consecuencia del desigual desarrollo de las ramas laterales y debido a cierta torsión del tronco y de la rama terminal. Segundo lóbulo lateral pequeño, un poco oblicuo, tripartito. Dos lóbulos auxiliares oblicuos: el primero alcanza una profundidad más considerable que el segundo lóbulo lateral; el segundo es muy pequeño. El segundo lóbulo lateral y los dos lóbulos auxiliares, forman un lóbulo sutural poco desarrollado, que no alcanza una profundidad mayor que los dos ter- cios del primer lóbulo lateral. Silla externa muy ancha, dividida¡en dos partes poco desiguales por un lóbulo secundario corto y ancho. Primera silla lateral, un poco más alta que la silla ex- terna, bastante ancha, subdividida en dos ramas desiguales, de las cuales la interna es más alta y ancha, por un lóbulo secundario poco inclinado. Segunda silla lateral baja, en el vértice con dos ramas desiguales de las cuales la externa, que es trífida, es más ancha que la interna que queda simple. Primera silla auxiliar, muy pequeña. Localidad en México: En las calizas grises del Cañón del Toboso 'se ha en- contrado un ejemplar de esta especie. Perisphinctes (Aulacosphinctes) neohispanicus n. sp. Lám. X, figs. 17. Dimensiones DA OS 87 mm Aturasde la vuelta E ao eos 28 mm. = 0.32 Espesor 29 mm. = 0.33, Diametro delo ON 41 mm. = 0.47. Los dos ejemplares de esta especie presentan vueltas aplanadas que no se acre- centan muy rápidamente y se abrazan hasta la mitad aproximadamente. Los flancos son aplanados y pasan insensiblemente en una pared umbilical abrupta, pero no muy alta. Parte externa débilmente convexa, más bien un poco aplanada. Sección transversal en el adulto, casi tan alta como ancha, adelgazada hacia arriba. Uno de nuestros ejemplares deja ver la sección transversal de las vueltas internas, que es arredoudada. El ombligo, que no es muy profundo, deja ver sobre las vueltas internas costi- llas robustas y más bien distanciadas, que están inclinadas claramente hacia adelante y de las que se apercibe algunas veces la bifurcación. Las costillas de la vuelta más grande de los dos ejemplares son un poco diferentes; en uno son más finas y apretadas que en el otro. Estas costillas son numerosas, apretadas y bastante finas; nacen en la pared umbilical y están encorvadas hacia atrás en la circunferencia del FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 29 ombligo, para dirigirse después hacia adelante eu los flancos. Las costillas ya per- maneceu simples, ya se subdividen en dos ramas poco divergentes casi en el medio o un poco arriba del medio de los flancos. Hay casi tantas costillas simples como bifurcadas y a menudo se observa una alternación regular de costillas simples y bi- furcadas. Las costillas pasan por la parte externa describiendo una ligera curva hacia adelante; en la última parte de la vuelta más grande no están debilitadas sobre la línea media, mientras que en el molde de la parte interna de la misma vuelta están allí debilitadas o aún interrumpidas por una angosta faja lisa. Pero parece que tampoco allí estén interrumpidas cuando la testa se ha conservado. En uno de los dos ejemplares se observan varias constricciones poco marca- das, limitadas hacia adelante por costillas simples y hacia atrás por costillas bidi- cotómicas o por una costilla bidicotómica precedida de una costilla libre intercalada. En las costillas bidicotómicas generalmente una de las ramas primarias se sub- divide de nuevo en dos, mientras que la otra queda simple. El segundo ejemplar presenta constricciones solamente sobre las vueltas internas. Suturas (lám. X, fig. 3, 4), relativamente poco recortadas; lóbulo externo, más profundo que el primer lóbulo lateral, bastante largo, con dos ramas terminales largas y arriba de éstas, de cada lado, con una rama lateral inferior bien desarrollada. Primer lóbulo lateral delgado, trífido, con una rama terminal y dos ramas laterales, de las cuales la interna es más transversal que la externa. Segundo lóbulo lateral, mucho más corto que el primero, trífido, bastante oblicuo. Primer lóbulo auxiliar, delgado y puntiagudo, más oblicuo que el segundo lóbulo lateral, y alcanzando una profundidad más grande que éste. Siguen hacia la sutura dos lóbulos auxiliares muy pequeños. El segundo lóbulo lateral y los lóbulos auxiliares forman un lóbulo sutural bien desarrollado que, a pesar de esto, no alcanza en la sutura la profun- didad del primer lóbulo lateral. Silla externa un poco diferente en los dos ejemplares; en uno de ellos es muy ancha y subdividida en el vértice en dos partes casi iguales, por un lóbulo secun- dario pequeño (fig. 4); el otro ejemplar presenta una silla externa más angosta y más profundamente bipartita por un lóbulo secundario que es muy desarrollado y bastante largo. Primera silla lateral angosta, dividida por un lóbulo secundario, oblicuamente dirigido hacia el interior en dos ramas muy desiguales, de las cuales la interna es más ancha y más alta. Segunda silla lateral, baja y bastante ancha, tripartita en el vértice. Esta especie presenta relaciones con varias formas ya descritas, pero no puede ser identificada con alguna de ellas. Entre los fósiles mexicanos ya descritos, citaré aquí el Perisphinctes transito- rius? descrito por Aguilera de Catorce (del Castillo y Aguilera: Catorce, 1. e., lám. 21, fig. 5). He podido comparar el original de esta forma y es posible que sería idéntico con nuestra especie, si se dispusiese de un ejemplar más completo. Por ahora el estado en que se encuentra la forma de Catorce impide una determi- nación segura. La forma que describí de la Sierra de Santa Rosa, bajo el nombre Perisphinctes sp. (Faune jur. de Mazapil, Boletín 23, l. c., p. 143, lám. XXX, fig. 8) se distingue netamente de nuestra especie por tener costillas menos finas y más distantes. Otra forma americana vecina es mi Perisphinctes af. transitorius de la Cor- dillera ( Burckhardt, Beitráge, Palaeontogr. L. p. 40, lám. V, figs. 4-9). Sin em- 30 DR. CARLOS BURCKEHARDT bargo, la especie andina presenta más costillas tripartitas y menos costillas simples, y se distingue, además, de nuestra especie, por la falta completa de todo debilita- miento de las costillas en el medio de la parte externa. Entre las especies europeas se puede citar en primer lugar el Perisphiínctes transitoríus Oppel (Zittel, Cephalopoden der Strambergerschichten, p. 103, lám. 22, sobre todo, fig. 1), que parece ser la forma que más se acerca a la nuestra. Princi- palmente uno de nuestros ejemplares con surco externo parece ser muy vecino. Sin embargo, la especie tithónica se distingue por un surco externo más pronun- ciado, por la rareza de costillas simples y por la falta de constricciones bien mar- cadas. Por último, Perisphinctes cfr. pouzinensís Vetters (Juraklippen l. c., p. 238 (16) lám. 21 (1), fig. 3 a-b.) se distingue de nuestra especie por un ombligo más angosto y por la rareza de costillas simples. Yacimiento de las formas vecinas: Perisphinctes transitorius Oppel está citado del Tithónico inferior y superior. Perisphinctes aff. transitorius nob. ha sido en- contrado en las capas de Casa Pincheira, que representan probablemente a la vez el Portlandiano inferior y una parte del Kimeridgiano. Localidad en México: Dos ejemplares (moldes internos con restos de la testa ) proceden de las calizas grises del Cañón del Toboso. Perisphinctes (Aulacosphinctes) Bangei n. sp. Lám. IX, figs. 5-9 Dimensiones A O iS 71 mm. Alturad lata o Oo: 22 mm.=0,30. ESpes ondo E LA: 24 mm.=0.33. Diámetro don 34 mm.=0.47. Concha aplanada, discoidal, compuesta de vueltas que no se acrecentan muy rápidamente y que se abrazan hasta la mitad aproximadamente. Los flancos y la parte externa son ligeramente convexos, más bien algo aplanados. Se ve que los flancos pasan insensiblemente en una pared umbilical perpendicular y bastante alta. Sección transversal de las vueltas internas, casi arredondada ; la de la vuelta más grande, un poco más ancha que alta y débilmente adelgazada hacia arriba. El ombligo, que no es muy profundo, deja ver sobre las vueltas internas nu- merosas costillas más bien finas, pero altas. Se ve que algunas se subdividen y se notan también algunas constricciones. La vuelta más grande está adorvada de costillas apretadas, más bien finas y un poco flexuosas. Nacen en la parte superior de la pared umbilical, dejando así su parte inferior lisa. En la circunferencia del ombligo las costillas están un poco encorvadas hacia atrás, luego, hasta el medio de los flancos, se dirigen oblicuamente hacia adelante. La mayor parte de las cos- tillas se dividen en dos ramas secundarias, poco divergentes, menos inclinadas hacia adelante que las costillas primarias y más bien un poco encorvadas hacia atrás. A veces se observa una costilla simple, pero las costillas bifurcadas son mucho más numerosas. Constricciones bastante numerosas (3 por vuelta aproximadamente), pero an- gostas y poco profundas; están limitadas hacia adelante por costillas simples o bifur- cadas, a menudo más prominentes que las costillas ordinarias; hacia atrás o bien FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 31 por costillas bifurcadas normales 6 bien por costillas bidicotómicas o tripartitas.! Algunas veces también se observan costillas externas intercaladas. En la parte posterior de la vuelta más grande, las costillas se debilitan neta- mente al pasar por el medio de la parte externa; en la parte anterior, al contrario, las costillas pasan sin modificarse por la parte externa, siendo allí arqueadas hacia adelante. Lóbulo externo (lám. IX, fig. 5) un poco más profundo que el primer lóbulo lateral, con dos ramas terminales largas y varias ramas laterales, de las cuales sólo las inferiores son bien desarrolladas. Primer lóbulo lateral tripartito, un poco asi- métrico a consecuencia de la desigualdad de las ramas laterales principales, siendo la interna más grande y más transversal que la externa. Segundo lóbulo lateral mucho más pequeño que el primero, netamente oblicuo y muy asimétrico, por ser su rama lateral externa mucho más larga que la interna. Primer lóbulo auxiliar más oblicuo que el segundo lateral, pero de la misma profundidad, delgado, con ramas puntiagudas y relativamente largas. Segundo lóbulo auxiliar de la forma de una punta oblicua simple. El segundo lóbulo lateral y los lóbulos auxiliares forman un lóbulo sutural no muy inclinado, que apenas alcanza en profundidad los dos tercios del primer lóbulo lateral. Silla externa dividida por un lóbulo secundario recto y profundo en dos par- tes desiguales, de las cuales la externa es más ancha. Primera silla lateral más alta que la silla externa, estrechada en la base y dividida en el vértice por un lóbulo secundario muy oblicuo en dos ramas muy desiguales, de las cuales la interna que es bífida, es mucho más alta y ancha que la externa. Segunda silla lateral baja, bipartita. Primera silla auxiliar pequeña, poco recortada. Esta especie es seguramente muy vecina de la anterior Perisphinctes neohis- Panicus. Sin embargo, se distingue de ella por varios caracteres, sobre todo por las costillas más robustas y más flexuosas, por la predominación de costillas bi- partitas y la rareza de costillas simples y por ciertos detalles en las suturas, sobre- todo por el lóbulo sutural que está menos inclinado y por un primer lóbulo auxi- liar que no es más profundo que el segundo lóbulo lateral. Entre las formas extranjeras hay que citar, en primer lugar, uno de los ejem- plares del Perzsphinctes transitorius Oppel, que ha sido figurado por Zittel (Ce- phalopoden Strambergerschichten, 1. c., lám. 22, fig. 2, p. 103). Nuestra especie se distingue por la presencia de constricciónes y de costillas simples, por una in- terrupción sifonal menos pronunciada de las costillas y por un lóbulo sutural menos inclinado. Sin embargo, Perzsphinctes Bangez se aproxima más al P. tyansitorius que nuestro Perisphinctes ajf. transitorius de la Cordillera (Burckhardt, Beitráge, l. c., p. 40, lám. V, figs. 4-9), porque presenta un débil surco externo o al menos un debilitamiento sifonal de las costillas y además, porque las costillas trífidas fal- tan o son por lo menos muy raras, encontrándose únicamente detrás de ciertas cons- tricciones. Perisphinctes Bangez se aproxima también al Perisphinctes, torquatus (J. de C. Sow.) Utlig (Uhlig, Fauna of the Spiti Shales, 1. c., fasc. 3; p. 368. Compá- rese sobre todo Pl. LXXI, fig. 1 a-d). Difiere de la forma citada del Himalaya por el crecimiento más rápido de las vueltas, por la sección transversal más ancha, 1 En este caso, la rama posterior se desprende más abajo que la anterior. 32 DR. CARLOS BURCKEHARDT por sus coustricciones más marcadas y por ciertos detalles de la sutura (compárese fig. 5, lám. IX de esta memoria con fig. 1d, pl. LXXI de la obra citada de Uhlzg). Todavía se pueden mencionar como probablemente emparentadas con nuestra forma, las especies siguientes: Perzsphinctes eudichotomus Waagen (Cutch l.:c., p. 197, lám. LV, fig. 5 a-c.); Perisphinctes Blewcherz Waagen (ibid. p. 194, lám. LV, fig.-4 a-b.) y Ammonttes biplex Blanford (On Gerards collection, etc., 1 c., p. 129, lám. 11, f. 5, lám. TIL, figs. 425). Sin embargo, no es posible pronunciarse defini- tivamente acerca del parentezco con estas formas insuficientemente conocidas. Yacimiento de las especies vecinas: Véase la descripción de la especie anterior Perisphinctes neohispanicus (p. 30). La forma citada del Perisphinctes torquatus se encontró en los «Middle Spiti Shales». Localidad en México: Un ejemplar (molde interno) proviene de las calizas grises del Cañón del Toboso. Perisphinctes (Aulacosphinctes) sp. ind. Lám. XI, figs. 1-3 DIME: E a Da Oeze 70 mm. Aa a ate Pa ro == Sil ESPESOR 20. mm. = 0.28 Diámetrondelon A O 31.5 mm. =0.45 Un ejemplar fragmentario es seguramente muy vecino de las dos especies anteriores. La concha es aplanada, compuesta de vueltas que se acrecentan bas- tante rápidamente y se abrazan hasta la mitad aproximadamente. Los flancos son poco aplanados y pasan insensiblemente en una pared umbilical baja que es per- pendicular en las vueltas internas y poco inclinada en la última parte de la vuelta más grande. Parte externa débilmente convexa, más bien aplanada. Sección transversal variable con la edad; más ancha que alta y casi circular en las vueltas internas, llega a ser más alta que ancha y se adelgaza hacia arriba en la última parte de la vuelta más grande. Mientras que el mayor espesor se encuentra en las vueltas internas próximamente en la mitad de la vuelta, más tarde se halla en la circunferencia del ombligo. La vuelta más grande está adornada de numerosas costillas apretadas, más bien finas, que nacen en la sutura, están encorvadas hacia atrás en la circunfe- rencia del ombligo y atraviesan después los fancos en línea recta, oblicuamente dirigida hacia adelante. En la parte posterior de la vuelta más grande se observan casi tantas costillas simples como bifurcadas; éstas últimas se subdividen más o menos en el medio de los flancos. En la última parte de la vuelta, al contrario, se observan costillas finas y apretadas que se subdividen todas (com excepción de una que permanece simple) en el medio de los flancos en dos ramas secundarias poco divergentes. Se observan algunas constricciones angostas, pero bien marcadas; están limitadas hacia adelante por costillas simples o bipartitas y hacia atrás, ya por uva costilla trífida (vigatotoma o 10) o por una costilla bidocotómica. Las costillas están ligeramente arqueadas hacia adelante sobre la parte exter- na y algo debilitadas sobre la línea sifonal. Desgraciadamente no se han podido preparar las suturas. Esta forma se aproxima a las dos especies anteriormente descritas bajo los FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 33 nombres Perisphinctes neohispanicus y P. Bangez; pero, sin embargo, parece dis- tinguirse de ellas por ciertos caracteres como por un crecimiento más rápido de las vueltas y por la rareza de costillas simples en la última parte de la vuelta más grande. Está por demás decir que se aproxima al Perzsphincies transitorius Oppel y al P. aj. transitorius nob. como las especies precitadas; pero se distingue de estas dos formas por los mismos caracteres que P. neohispanicus y Bange? (véase la descrip- ción de estas dos especies) y del 2. transitorius, además por el hecho de que las costillas se debilitan sólo ligeramente sobre la línea sifonal. Perisphinctes cfr. pouzinensis Vetters (Juraklippen l. c., p. 238 (16), lám. 21 (1), £ 3 a-b) presenta seguramente un parecido con nuestra forma; pero se dis- tingue de ella por un ombligo más angosto y la frecuencia de costillas tripartitas, mientras que la sección transversal de las vueltas parece ser muy semejante, Yacimiento de las formas vecinas: Para Perisphinctes transttorius Oppel y Perisphinctes ajj. transttorius nob. véase la descripción del Perisphinctes neohispa- micus (p. 30). Localidad en México: Un ejemplar fragmentario (molde) se encontró en el Cañón del Toboso (parte oriental). : Perisphinctes ( Aulacosphinctes ) symonensis n. sp. Lám. XI, figs. 4-11 Tipo 20 ejemplar DfciSOnas INEIE O ncoccrocascoucessoconoso 1uboboos 62 mm. 45 mm. ¡Mia CE (eocccocos psbbavasuans AOS a 033) Espesor de la vuelta...oooooo como...» 23 mm.=0.37 18.51mm.=0.41 Diámetro del ombli80....oooom.mm..... 29.5 mm.=0.47 21 mm. =0.46 De los dos ejemplares de esta especie considero como tipo al ejemplar frag- mentario (lám. XI. figs. 4-7). Comenzaré, pues, por la descripción de este fragmento que presenta una con- cha más bien abultada, compuesta de vueltas que se acrecentan lentamente y se abrazan hasta un poco menos de la mitad. Los flancos son convexos y la parte ex- terna es arredondada y ancha. Los flancos pasan insensiblemente en una pared umbilical no muy alta, pero abrupta. La sección transversal de las vueltas es bas- taute deprimida, más ancha que alta y con mayor espesor en el tercio inferior aproximadamente. El ombligo deja ver sobre las vueltas internas costillas rectas, prominentes y bastante apretadas. La vuelta más grande lleva costillas apretadas y bastante finas en el molde, prominentes sobre la testa. En el molde estas costillas nacen en la circunferencia del ombligo, dejando así la parte inferior de la pared umbical lisa. Donde la testa se ha conservado se ven nacer las costillas en la sutura. En el borde del ombligo las costillas están un poco encorvadas hacia atrás, para pasar después por los flan- cos en línea casi recta, oblicuamente dirigidas hacia adelante. Hay casi tantas cos- tillas simples como bifurcadas; estas últimas se subdividen un poco arriba del me- dio de los flancos. Las costillas están arqueadas hacia adelante sobre la parte ex- terna, siendo debilitadas, pero no completamente interrumpidas sobre la línea si- fonal. Faunas Jurásicas.—6. 34 DR. CARLOS BURCKHARDT Sobre el fragmento de la vuelta más grande se observan dos constricciones bien marcadas, bastante profundas, pero angostas. Están limitadas hacia adelante por costillas simples y hacia atrás por costillas bipartitas o tripartitas virgatótomas. En un lugar se observa, además, una corta costilla externa libre delante de una costilla que limita hacia atrás una constricción, y que es tripartita de un lado de la concha y bidicotómica del otro. Lóbulo externo (lám. XI, fig. 7) más profundo que el primer lóbulo lateral, con dos largas ramas terminales y de cada lado con varias ramas laterales, de las cuales las inferiores son las más desarrolladas. Primer lóbulo lateral trífido, un poco asimétrico, por ser la rama terminal dirigida oblicuamente hacia el exterior. Segundo lóbulo lateral muy pequeño, oblicuo y trífido. Primer lóbulo auxiliar del- gado, oblicuo, alcanzando una profundidad más considerable que el segundo late- ral. Un segundo lóbulo auxiliar pequeño, puntiagudo y oblicuo se ve en la comi- Sura. , Silla externa bastante ancha, dividida en dos partes por un lóbulo secundario corto y recto; la parte interna es trífida, la externa bipartita. Primera silla lateral bastante aucha, dividida en el vértice en dos ramas poco desiguales por un lóbulo secundario débilmente inclinado hacia el interior. Segunda silla lateral baja, bi- partita. Primera silla auxiliar pequeña. El segundo lóbulo lateral y los lóbulos auxiliares forman un lóbulo sutural que no alcanza completamente la profundidad del primer lóbulo lateral. El segundo ejemplar, que reuno provisionalmente con esta especie (lám. XI, figs. 8-11), difiere del ejemplar ya descrito, por varios caracteres. Las vueltas pre- sentan una sección más ancha y flancos menos convexos. La ornamentación es parecida y también el debilitamiento de las costillas sobre la línea sifonal. Las cos- tillas que limitan hacia atrás a las constricciones son tripartitas, virgatótomas o no, y en este último caso la costilla posterior se desprende más abajo de las otras dos. Las suturas están menos bien conservadas que las del ejemplar tipo (lám XI, fig. 8). En general son parecidas; sin embargo, las sillas son menos anchas aquí y el primer lóbulo lateral es más simétrico. Localidad en México: Dos ejemplares (moldes internos con fragmentos de la testa) provienen de las calizas grises del Cañón del Toboso. Perisphinctes (Aulacosphinctes) diversecostatus n. sp. Lám. XII, figs. 1, 2, 4,5 Dimensiones Dime ro 9.15 mm. ¿ME Ce la m0 a posocccovaommóbacd vosarscrenacaos do0dacoVoco: 2 OS ESPESA 2.85 mm. = 0.31 Diámetrold A 45 rm. = 0.49 Un solo ejemplar presenta una concha bastante abombada, compuesta de | vueltas que se acrecentan más bien rápidamente y se abrazan aproximadamente hasta la mitad. Los flancos son un poco convexos, salvo en la última parte de la vuelta más grande, donde son más bien aplanados. La pared umbilical no es alta, pero casi perpendicular. Parte externa poco convexa, ancha. La sección de la vuelta cambia con la edad; en las vueltas internas es muy deprimida, arredondada, mucho más ancha que alta, con mayor espesor en el medio de la altura aproximadamente. En la parte posterior de la vuelta más grande la sección es aún semejante como FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRÁS DE SYMON Y DE RAMIREZ 35 antes, deprimida y más ancha que alta; pero el mayor espesor se encuentra cerca de la circunferencia del ombligo y la parte externa es menos convexa. En la última parte de la vuelta más grande la sección llega a ser más bien oval, más alta que ancha. Lo que es muy característico para esta especie, es el cambio notable de la orna- mentación con la edad. Las vueltas internas llevan costillas más bien distantes, robustas y muy prominentes, sobre todo, donde la testa se ha conservado. Estas cos- tillas nacen cerca de la sutura, más tarde un poco más arriba, sobre la pared umbi- lical y pasan por los flancos en línea recta, casi radial. En la vuelta más grande que correspoude en parte a la última cámara, tiene lugar un cambio notable, porque las costillas llegan a ser aquí más finas, más apre- tadas y son netamente inclinadas hacia adelante sobre los flancos. Estas costillas nacen en el borde del ombligo, dejando así una parte de la pared umbilical lisa. Encorvadas hacia atrás alrededor del ombligo se dirigen sobre los flancos en línea casi recta oblicuamente hacia adelante. Se observan casi tantas costillas sim- ples como bifurcadas; estas últimas se subdividen un poco arriba del medio de los flancos en dos ramas secundarias, después de haber adquirido su mayor relieve en el punto de división. En la última parte de la vuelta más grande se observa una alternación regular de costillas simples y bifurcadas. Las costillas pasan sin modi- ficación alguna por la parte externa (por lo menos en la vuelta más grande, donde únicamente se ve la parte externa) estando allí netamente arqueadas hacia adelante. Sobre todas las vueltas se observan constricciones; sobre el fragmento de la vuelta más grande hay dos bien pronunciadas y profundas, limitadas hacia adelante por una costilla simple bastante prominente y hacia atrás por costillas bidicotómi- cas o bipartitas, precedidas de una costilla externa libre e intercalada. Esta costilla intercalada se aproxima del tal modo a la siguiente, que causa, cuando se trata de una costilla bipartita, la impresión de una costilla tripartita virgatótoma. Lóbulo externo (lam. XII, fig. 5) más profundo que el primer lóbulo lateral, con un tronco bastante aucho, dos ramas terminales bien desarrolladas y varias ramas laterales, de las cuales las inferiores son las más grandes. Primer lóbulo late- ral tripartito, pequeño, asimétrico a consecuencia de la desigualdad de las ramas la- terales, de las cuales la interna es mucho más desarrollada. Segundo lóbulo lateral oblicuo, pequeño, asimétrico por el desigual desarrollo de las ramas laterales, de las cuales las externas son más desarrolladas que las internas. Primer lóbulo auxiliar muy oblicuo, más desarrollado que el segundo lóbulo lateral y notablemente más profundo que éste. Siguen todavía dos lóbulos auxiliares oblicuos, de los cuales el primero es ramificado, mientras que el segundo se presenta bajo la forma de una simple punta. E El segundo lóbulo lateral y los tres lóbulos auxiliares forman juntos un lóbulo sutural muy bien desarrollado y fuertemente inclinado, que alcanza en la sutura una profundidad un poco mayor que el primer lóbulo lateral. Silla externa bastante ancha y grande, dividida en el vértice en dos partes casi iguales por un lóbulo secundario recto y más bien corto. Primera silla lateral an- gosta, de la misma altura que la silla externa, dividida en el vértice en dos ramas casi iguales, por un lóbulo secundario un poco inclinado hacia el interior. Segunda silla lateral muy oblicua, estrechada eu la base, dividida en el vértice en dos ramas, de las cuales la interna es mucho más baja que la externa. Sillas auxiliares oblicuas, la primera recortada en la circunferencia, la segunda muy pequeña e indentada. Esta especie presenta un gran parecido con una forma de la Cordillera que he 36 DR. CARLOS BURCKHARDT descrito bajo el nombre de Perisphinctes pouzinensis (Burckhardt: Profils géol. transv., 1. c., p.45, lám. XXIV. fig 8). Sin embargo, no parece que exista una iden- tidad completa, porque en la forma mexicana no se observan costillas tripartitas bien netas. Yacimiento de la forma vecina: Perisphinctes pouzinensis nob. proviene de las capas de casa Pincheira, que representan a la vez el Portlandiano inferior y una parte del Kimeridgiano. Localidad en México: En las calizas grises del Cañón del 'Poboso se ha encon- trado un ejemplar (molde interno cubierto en parte por la testa). Perisphinctes (Aulacosphinctes) cfr. Kokeni Behrendsen Lám. XII, figs. 3, 6-8 1891. Perisphinctes Kokeni Behrendsen, Ostabhang der Cordillere IL. 1. e, pag. 406, lám. XXIV, figs, 1-2. DOS IDO orocovomornodraconoededo »oooncgococeesosas Bersocar puudadoca danos 102 mm. ¡ao dela nO .cscovororocagedonecona. onoVOSono0nacoróoabona do 33 mm. = 0.32 Espesor de la vuelta oancoecoaosiaonoas 32 mm. = 0.31 Diámetro del ombligo. 48 mm. = 0.47 Un ejemplar (molde interno) está muy bien conservado y presenta todavía una parte de la última cámara. La concha es evoluta. Las vueltas son bastante gruesas; se ncrecentan más bien lentamente y se abrazan hasta un poco menos de la mitad. Los flancos son aplanados y pasan insensiblemente en una pared umbilical no muy alta, pero perpendicular. La parte externa es ligeramente convexa, más bien un poco aplanada. La sección transversal cambia con la edad; es casi cuadrada, más ancha que alta en el joven, pero más tarde, en la vuelta más grande, llega a ser más alta que ancha, con mayor espesor en la circunferencia del ombligo, un poco adelgazada hacia arriba. El ombligo, que es medianamente profundo, deja ver sobre las vueltas inter- nas costillas que están bastante distanciadas, fuertes, prominentes y robustas; nacen al principio en la comisura, después, más arriba, sobre la pared umbilical y pasan en línea recta casi radial por los flancos. Algunas costillas se bifurcan cerca de la sutura. Existen algunas constricciones bastante profundas. En la vuelta más grande se observan costillas bastante apretadas y robustas, que nacen en el borde del ombligo, dejando así la mayor parte de la pared umbilical lisa; están un poco encorvadas hacia atrás en la circunferencia del ombligo, y pasan después por los flancos en línea casi recta, dirigidas oblicuamente hacia adelante. La mayor parte de las costillas se subdividen, aproximadamente en el medio de los flancos, en dos ramas secundarias, poco divergentes; pero hay también numerosas simples que pueden alternar a veces de un modo bastante regular con las costillas bifurcadas. Las constricciones son angostas, pero bien marcadas y están acompa- ñiadas hacia adelante por costillas simples más prominentes que de costumbre, y hacia atrás por costillas bifurcadas o aparentemente bidicotómicas, precedidas de una costilla externa libre e intercalada. Enlas costillas que parecen ser bidicotómicas, no se ve una primera subdivisión neta de las costillas. Al contrario, en este caso una costilla simple se aproxima cerca de la circunferencia del ombligo, al lado anterior de una costilla bifurcada y produce asi la impresión de una primera subdivisión de FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ O) Y las ramas principales, cerca del borde del ombligo. Se podría, pues, hablar de cos- tillas «pseudobidicotómicas». Las costillas pasan por la parte externa estando débilmente arqueadas hacia adelante. En la parte posterior de la vuelta más erande están netamente debilitadas al pasar por la línea sifonal. Lóbulo externo (lám. XII, fig. 3) un poco más profundo que el primer lóbulo lateral, con un trouco ancho, del que se desprenden dos ramas terminales largas y varias ramas laterales, de las cuales las inferiores están mucho más desarrolladas. Primer lóbulo lateral tripartito, bastante simétrico. Segundo lóbulo lateral muy pe- queño, netamente oblicuo, trífido. Forma con los dos lóbulos auxiliares un lóbulo sutural no muy desarrollado, que no alcanza la profundidad del primer lóbulo la- teral. El primer lóbulo auxiliar es largo y delgado, más profundo que el segundo lóbulo lateral; el segundo es pequeño y puntiagudo. Silla externa ancha, subdividida por un lóbulo secundario recto y ancho, en dos ramas un poco desiguales por ser la interna más grande y alta. Primera silla lateral muy asimétrica, dividida en el vértice en dos partes muy desiguales, por un lóbulo secundario bastante largo que está oblicuamente dirigido hacia el interior. La parte interna de la silla es más ancha, más alta y tripartita. Segunda silla la- teral baja, trífida en el vértice. Primera silla auxiliar bastante angosta, poco recor- tada. Esta especie es probablemente muy vecina del Perisphinctes Kokemi Behrend- sen de la Cordillera (1. c., p. 406, lám. XXIV, figs. 1-2). Sin embargo, la forma an- dina parece distinguirse de ella por ciertos detalles: lleva algunas costillas tripar- titas y menos costillas simples, parece ser más abombada, con una sección más gruesa, y por último, en ella las costillas no. presentan, según la descripción de Behrendsen, debilitamiento alguno sobre la línea sifonal. Me parece que la forma descrita por Zoucas bajo el nombre de Perisphinctes contiguus var. B (Toucas, Ardeche, 1. c.. p. 581), debe ser también muy vecina de la nuestra, porque 70ucas hace notar que está caracterizada por costillas bipar- titas y por un ligero surco sifonal. Desgraciadamente esta variedad no ha sido figu- rada; pero es seguro que también la forma figurada bajo el nombre de 2. contiguus por Zoucas (1. c., lám. XIV, fig. 4), es más vecina de la nuestra que el tipo de la especie figurada por Zzttel, por ser mucho más evoluta que éste. Yacimiento de la forma vecina: El nivel exacto del Perisphinctes Kokeni Behrendsen es desconocido. Localidad en México: Un ejemplar (molde interno) con una parte de la última cámara, se ha encontrado en las calizas grises del Cañón del Toboso. Perisphinctes (Aulacosphinctes) subbleicheri n. sp. Lám. XIII, figs. 1-5 IDInTeHnsiones DIA Mee od O 89 mm. IMEI MO caos ssconbodd Jobb oiuenccda den EZ 0128 ESPESA AT 27 mm. = 0.30 Driáimetrodelombiz o IA 47 mm = 0.52 Un ejemplar (molde interno), del que una parte de la vuelta más grande per- tenece ya ala última cámara, presenta una concha comprimida, evoluta, compuesta de vueltas que se acrecentan lentamente y se abrazan apenas hasta la mitad. 38 DR. CARLOS BURCKHARDT Los flancos son más bien aplanados y pasan insensiblemente en una pared um- bilical abrupta, pero baja. La parte externa es poco convexa, más bien aplanada y bastante ancha. La sección transversal de las vueltas cambia con la edad, es casi arredondada en las vueltas internas, más tarde, en la penúltima vuelta, llega a ser más deprimida, mucho más ancha que alta, con mayor espesor hacia el tercio in- ferior. Por último, en la última parte de la vuelta más grande, la sección es cua- drada, casi tan alta como ancha, con mayor espesor cerca de la circunferencia del ombligo, ligeramente adelgazada hacia atriba. El ombligo es ancho y poco profundo; deja ver sobre las vueltas internas cos- tillas salientes, bastante apretadas, que nacen en la sutura y están dirigidas obli- cuamente hacia adelante sobre los flancos. Se ven algunas constricciones, de las cua- les una está limitada hacia atrás por una costilla que se divide cerca de la circun- ferencia del ombligo. La vuelta más grande está adornada de costillas bastante robustas, prominen- tes y apretadas. Nacen en la circunferencia del ombligo, de manera que una gran parte de la pared umbilical queda lisa. Estando apenas encorvadas hacia atrás en el borde del ombligo, se dirigen después sobre los flancos en línea recta oblicuamente hacia adelante. Casi la mitad de las costillas permanece simple, mientras que las otras se subdividen en la mitad de los flancos en dos ramas secundarias poco diver- gentes. Frecuentemente se observa una alternación regular de costillas simples y bifurcadas. Muchas costillas presentan el mayor relieve en el lugar donde se bi- furcan. : Las costillas pasan casi en línea recta por la parte externa, estando muy dé- bilmente atenuadas sobre la línea sifonal de la parte posterior de la vuelta más grande. . Se observan en la vuelta más grande dos constricciones más bien angostas, pero bastante bien marcadas; están limitadas hacia atrás por costillas «pseudobidicotó- micas».* Pero aquí, al contrario de lo que sucede en el Perisphinctes cfr. Kokeni, es por lo general la costilla anterior la que se bifurca y la posterior la que queda simple. Las constricciones están limitadas hacia adelante por costillas simples más prominentes que las costillas ordinarias. Suturas (lám. XIII, fig. 5) relativamente simples y poco recortadas. Lóbulo externo mucho más profundo que el primerlóbulo lateral, con untroncoancho, del que se desprenden dos ramas largas terminales y varias ramas laterales, de las cuales las inferiores son las mejor desarrolladas. Primer lóbulo lateral bastante angosto, trí- fido. Segundo lóbulo lateral muy pequeño, trífido, un pocooblicuo, formando con dos pequeños lóbulos auxiliares puntiagudos un lóbulo sutural muy poco pronunciado, que sólo alcanza en la sutura la mitad de la profundidad del primer lóbulo lateral. Silla externa ancha y grande, dividida en el vértice en dos partes desiguales (de las cuales la externa es más grande) por un pequeño lóbulo secundario, débil- mente inclinado hacia el interior. Primera silla lateral, de la misma altura que la silla externa, dividida por un pequeño lóbulo secundario en dos ramas muy des- iguales, de las cuales la interna es mucho más ancha y más alta que la externa. Se- gunda silla lateral baja y aucha. Primera silla auxiliar pequeña e indentada. Esta especie parece acercarse mucho al Ammonites Bletcher? De Loriol (Juras- sique supérieur de Boulogne, l. c., p. 21, lám. IV, figs. 1-2; compárese sobre todo I Véase la descripción del Perisphinctes cfr. Kokeni. FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 39 fig. 1). Fundándose en las figuras de Lorzo/ no se puede resolver la cuestión, si las dos formas pueden ser identificadas, pues no se conocen las suturas de la especie de Boulogne. Sin embargo, ya las figuras del autor citado parecen mostrar que no hay identidad completa y que las costillas simples son mucho menos numerosas en la forma francesa. Debo a la bondad de los Sres. Dr. R. Douvillé y Prof. de Dorlodot un molde del t¿po del Perisphinctes Bleicheri De Lortol. Veo que en efecto no hay identidad : con la especie mexicana, porque existen costillas simples mucho menos numerosas en la forma de Boulogne. Además, las costillas «pseudobidicotómicas» que limitan las constricciones hacia atrás, se dividen de distinta manera. En la especie mexicana se divide la rama secundaria anterior en dos ramas, mientras que la rama secunda- ria posterior queda simple; en la especie de Boulogne, por lo contrario, es la rama secundaria anterior la que queda simple. Debo advertir que una comparación de las dos formas es ditícil a causa de la diferencia notable de los tamaños. Yacimiento de la especie vecina: Ammonites Bleicheri De Loriol se encuentra en la parte inferior del Portlandiano inferior de Boulogne. Localidad en México: En las calizas grises del Cañón del Toboso se ha encon- trado un ejemplar (molde interno).! VIRGATITES PAVLOW o Virgatites sp. ind. Lám. XIV, figs. 1-3 _ Es una lástima que el único ejemplar de nuestra fauna, que pertenece al ge- nero Virgatites, esté de tal modo incompleto y fragmentario, que es enteramente imposible determinarlo de una manera definitiva. Nuestro ejemplar se compone de un fragmento de dos vueltas de grandes di- mensiones. Se ve que la concha es bastante evoluta y que las vueltas se acrecen- tan más bien rápidamente y se abrazan hasta el tercio. La penúltima vuelta presenta flancos y una parte externa más bien aplanados, y se ve que los flancos pasan insensiblemente en una pared umbilical oblicua, baja y poco abrupta. Costillas primarias bastante espaciadas y no muy prominentes, nacen cerca de la sutura y pasan en línea recta, un poco inclinadas hacia adelante por los flancos. Un poco arriba del medio de los flancos, la mayor parte de las cos- tillas se subdividen en dos ramas secundarias más bajas y poco divergentes. Una costilla es netamente virgatótoma y se subdivide en tres ramas, de las cuales la anterior se desprende más abajo (cerca del medio de los flancos) que las posterio- res. Las costillas secundarias están un poco más inclinadas hacia adelante que las costillas primarias. 1 Mencionaré aquí un Perisphinctes fragmentario, que pertenece al Subgénero Aulacosphinctes, pero que no puede ser determinado definitivamente. Esta forma (lám. XITM, fig. 6, lám. XIV, fig. 4) está caracterizada por una concha muy evoluta con sección casi ov: a y con vueltas que se acrecentan muy lentamente. Se observan costillas finas, apretadas, simples y bifurcadas que e inclinadas hacia adelante sobre los flancos, algo arqueadas hacia adelante sobre la parte externa y debilitadas sobre la línea sifonal. Existen constricciones poco marcadas, limitadas hacia adelante por una cos- tilla simple prominente, hacia atrás, por una costilla bifurcada, a veces precedida de una costilla externa intercalada. Las costillas bifurcadas son por lo general netamente hinchadas en el lugar de la división, 40 DR. CARLOS BURCKHARDT El fragmento de la vuelta más grande de nuestro ejemplar está bastante abom- bado, con flancos convexos que pasan en una pared umbical alta y casi perpendi- cular. Se observan sobre él cinco costillas primarias espaciadas, muy prominentes y robustas. Estas costillas nacen cerca de la sutura, llegan a ser muy fuertes sobre los flancos, donde alcanzan un relieve considerable formando crestas salientes y se subdividen, un poco fuera del medio de los flancos, en dos ramas secundarias me- nos prominentes. Las suturas son desgraciadamente invisibles. Teniendo en cuenta el estado fragmentario en que se halla nuestro ejemplar no se puede pensar en determinarlo. Sin embargo mencionaré la semejanza que parece presentar con Virgatites apertus Michalski (Michalski, Ammoniten der unt. Wolgastufe, l.c., lám. IX, figs. 1-5) y con mi Virgatites aff. apertus de la Cordillera (Burckhardt, Beitráge, Palaeontogr., 1. c., p. 47, lám. VII, figs. 10-12; Profils géol. transversaux de la Cordillere, 1. c., lám. XXV, fig. 4). Localidad en México: En las calizas grises del Cañón de Toboso se ha encontrado un ejemplar fragmentario (molde interno con restos de la testa). 3.—FOSILES DE LAS CALIZAS NEGRAS DE TORRES CON PRONICERAS (PORTLANDIANO SUPERIOR) PRONICERAS GENUS NOVUM , De todos los grupos tan lieterogéneos del llamado «género» Holcostephanus es indudablemente el de los .Spzticeras el que más se aproxima al grupo del /Zolcos- tephanus pronus. Así vemos a Uhlig (Spitishales, I, 1. c., p. 89), comparar algu- nos Spiticeras de Spiti con Ammonites pronus y aún lo vemos admitir un parentezco probable entre los dos grupos. Este autor está dispuesto a considerar el grupo pro- 7.us como una rama especial europea del genero .Spzticeras, y prevé la necesidad posterior de reunir el /Zo/costephanus pronus con este género. Kilian a su vez (Spiticeras, l. c., p. 24) ha ido todavía más lejos y habla ya de «Spiticeras pronum». Sin embargo, aunque es cierto que hay un gran parecido entre las formas del grupo del Ho/costephanus pronus y las especies del género Spzticeras, cuando se comparan los ejemplares adultos (ornamentos y constricciones idénticos; costillas que forman caballetes sobre la parte externa y queson a veces debilitadas sobre la línea sifonal; modificación de la sección transversal con la edad) no por esto se podrá negar que los ejemplares jóvenes difieren completamente. Al efecto, hasta una edad bastante avanzada nuestras formas y los ejemplares jóvenes del Holcostephanus pronws no se pueden distinguir de los /doceras llevando entonces costillas simples o bifurcadas que forman caballetes sobre la parte externa, estando además provistas de constricciones bien marcadas y no presentando indi- cación alguna de tubérculos umbilicales («estadio idoceroide»). A mi parecer la semejanza de los adultos se debe a una convergencia de dos grupos de origen bien distinto siendo el del /Zolcostephanus pronus probablemente FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 41 un descendiente del género /doceras del Malm inferior y medio. Al admitir este punto de vista es indispensable dar un nuevo nombre al grupo del «Holcostepha- nus» pronus. Así es que propongo para dicho grupo el nuevo género Proniceras del cual se puede dar la siguiente definición: «Concha aplanada o a vecesalgo abultada, más o menos evoluta. Ombligo poco profundo, más bien abierto y ancho. Sección transversal de las vueltas más o me- nos arredoudada u oval-alargada, por lo general modificada con la edad y enton- ces primero deprimida y arredondada y más tarde alargada, más alta que ancha». «Las vueltas internas que pertenecen al estadio «zdocerozde» tienen una orna- mentación que se parece en todo a la del género /doceras. En ellas se observan costillas simples o bifurcadas hacia la mitad de los flancos, a veces también costi- llas libres e intercaladas. Aún faltan por completo los tubérculos umbilicales. So- bre la parte externa las costillas forman caballetes («chevrons») siendo a, veces debilitadas al pasar por la línea sifonal. Las constricciones suelen ser bien mar- cadas». «La ornamentación definitiva aparece más o menos pronto y se parece mucho a la del género Spzticeras, siendo caracterizada por el desarrollo de tubérculos umbi- licales más o menos alargados y por la complicación en la subdivisión de las costi- llas. Al lado de costillas simples, bifurcadas e intercaladas se observan haces de costillas tripartitas o bidicotómicas. En el caso de una costilla tripartita o bidico- tómica ésta se subdivide por primera vez a partir del tubérculo umbilical y des- pués una o las dos ramas secundarias se subdividen de nuevo a alturas diferentes. A veces ninguna de las dos ramas secundarias se subdivide de nuevo, observándose entonces una bifurcación sencilla a partir de los tubérculos umbilicales. Las cos- tillas forman por lo general caballetes («chevrons») al pasar por la parte externa y son a veces debilitadas o interrumpidas sobre la línea media. Raras veces las cos- tillas son solamente arqueadas hacia adelante sobre la parte exterva. Las constric- ciones son bien marcadas y netamente inflexionadas hacia adelante sobre la parte externa siendo limitadas hacia adelante por una costilla simple o bifurcada y ha- cia atrás por una costilla bi, tri o cuadripartita o bidicotómica. A veces las costi- llas que limitan las constricciones hacia atrás son precedidas por una costilla libre que suele subdividirse a su vez en dos ramas». «Las formas mexicanas uo presentan huella alguna de las suturas, probable- mente porque el interior de los fósiles de Torres es espático. En cambio no pude encontrar más que una sola indicación en la literatura. En efecto Zzttel (Stram- berger Cephalopoden, 1. c.) dice que las suturas del 4Anmmonites pronus presentan un lóbulo exteruo que posee la misma profundidad como el primer lóbulo lateral y que en dicha especie los lóbulos auxiliares forman, una línea recta. Si estas indica- ciones, por cierto bastante insuficientes, son exactas, habría también en las suturas caracteres que distinguieran el grupo del Ammonites pronus de los ,Spztzceras, pues en estos últimos el lóbulo externo es siempre más profundo que el primer ló- bulo lateral y los lóbulos auxiliares no están nunca colocados en una línea recta». Coloco las formas siguientes en el género PRONICERAS+ 7.—Del Portlandiano superior de México: 1). de Torres (descritas en esta memoria ): Proniceras idocerordes 1. sp. Proniceras neohispanicum n. sp. Faunas Jurásicas —7. 42 DR. CARLOS BURCEHARDT Prontceras torresense n. sp. Proniceras Aguilera n. sp. Proniceras aj. Agutlere (2 formas). Prontceras Victoris 1. sp. Proniceras subpronum 1. sp. Proniceras Juv. sp. 2nd. 2). de San Pedro del Gallo (Boletín 29, p. 127): Proniceras juv. ajf. pronum Oppel sp. (descrito bajo el nombre «MHolcostephanus»). 11 —Del Titónico de la región mediterránea: Proniceras pronum Oppel sp. (in Littel). Proniceras Toucasí Retowskt sp. (=«HHolcostepha- nus» pronus Toucas non Oppel). Proniceras idoceroides n. sp. Lám. XV, figs. 2-4 Dimensiones DM o A OS 29 mm. Altura do dioss 9.5 mm. = 0.32. Espesor O 15 als == eS, Diármetrold on d S 13.5 mm. = 0.46. Concha discoidal, aplauada, evoluta, compuesta de vueltas que se acrecentan lentamente y se abrazan únicamente hasta la cuarta parte. El ombligo es ancho, abierto y plano. Los flancos son ligeramente convexos, más bien aplanados. Una pared umbilical poco desarrollada es extremadamente baja. Parte externa angosta. La forma de la sección transversal es difícil de apreciar por ser comprimida la úl- tima parte de la concha; parece ser oval-alargada, mucho más alta que ancha, con el espesor más grande más o menos en la mitad de los flancos. La abertura del ombligo deja ver, sobre las vueltas internas, costillas bastante fuertes, apretadas y rectas, que están dirigidas oblicuamente hacia adelante, y en las que se nota la bifurcación en dos ramas. Algunas de estas ramas tienen la ten- dencia de llegar a ser libres e independientes. Además hay un buen número de cos- tillas simples y algunas constricciones. La vuelta mayor, cubierta en gran parte por la testa como las vueltas internas, lleva costillas numerosas y apretadas. Estas costillas tienen un relieve débil, son bastante finas y flexuosas, nacen en la sutura y están un poco encorvadas hacia ade- lante en la parte media y hacia atrás sobre la parte externa de los flancos. La mayor parte de las costillas se divide en dos ramas secundarias, primero (en la parte posterior de la vuelta) en el tercio interno de los flancos, después más arriba hacia su mitad. Se observan algunas costillas simples y otras trifurcadas desprendiéndose entonces ya la rama anterior lo más bajo (virgatotomía), ya la posterior. Hay además costillas externas intercaladas, y es preciso notar que ciertas ramas de las costillas bi o trifurcadas muestran a menudo la tendencia de llegar a ser libres. Las costillas primarias no tienen siempre la misma fuerza, principal- mente hacia el término de la vuelta más grande; son generalmente más robustas y salientes que las costillas secundarias, pero nunca están hinchadas para formar tu- bérculos umbilicales. Las costillas forman caballetes sobre la parte externa de la FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 43 parle posterior de la vuelta más grande, mientras que en el término de la vuelta pasan en línea casi recta, débilmente encorvada hacia adelante, por la parte ex- terna. En la vuelta más grande se observan dos coustricciones débiles y angostas; están limitadas hacia adelante por una costilla simple o bifurcada, más saliente que las costillas ordinarias, y hacia atrás por costillas trifurcadas, cuadripartitas o bi- dicotómicas. La especie que acabamos de describir es la que entre nuestros representantes del grupo del Holcostephanus pronus presenta con menos claridad los caracteres de este grupo y la que recuerda más a los /doceras del Kimeridgiano. En efecto, hasta el extremo de nuestra concha no se observan tubérculos umbilicales, y su aspecto general es a tal grado el de un /doceras, que uno podría preguntarse si no sería me- Jor clasificarla en este género si no estuviese acompañada de otras especies nume- rosas, que pertenecen indudablemente al grupo del HZolcostephanus pronus. Localidad en México: Un ejemplar, en gran parte cubierto por la testa se re- cogió en las calizas negras al norte de Torres. Proniceras neohispanicum n. sp. Lám. XV, figs. 1, 5-7 DICHAS DI O ai UA 72 mm. At AE 25 mm.=0.34 ES pesorid li O A O PEDO 19 mm.=0.26 DI eo do 32 mm.=0.44 Esta especie de considerables dimensiones es más bien evoluta, aplanada y compuesta de vueltas que se abrazan hasta la mitad. El ombligo es ancho, un poco hundido. Flancos débilmente convexos, pasando insensiblemente en una pared umbilical baja que es un poco inclinada y oblicua en la vuelta más grande, más abrupta en las vueltas internas. Parte externa arredondada y angosta. Sección trans- versal de la vuelta más grande oval-alargada, mucho más alta que ancha, con es- pesor más grande cerca del tercio inferior. La sección de las vueltas internas parece ser mucho más deprimida. Se ve en la abertura del ombligo que las vueltas inter- nas llevan costillas rectas, al principio muy apretadas y prominentes, después más espaciadas y de menor relieve. Estas costillas nacen en la sutura o, más tarde, un poco arriba de ella. Hasta la segunda mitad de la penúltima vuelta no llevan in- dicio alguno de tubérculos umbilicales («estadio idoceroide»). Se ve en el ombligo, priucipalmente en la penúltima vuelta, la bifurcación de un buen número de cos- tillas. La vuelta más grande está adornada de costillas bastante finas que nacen en los tubérculos alargados, situados en la circunferencia del ombligo. La mayor parte de las costillas se subdividen desde los tubérculos en dos ramas, y una de estas ra- mas o las dos se subdividen de nuevo a alturas diferentes, con frecuencia en la mi- tad de los flancos. Se observan además costillas bifurcadas, costillas simples y cos- tillas externas libres que nacen a diferentes alturas, algunas veces en el medio de los flancos, otras veces en el tercio interior. Las costillas secundarias son de relieve débil, angostas y un poco borradas; pasan por los flancos en líneas flexuosas estando un poco encorvadas hacia atrás sobre su parte media y netamente inflexionadas hacia adelante en la parte externa. En la última parte de la vuelta más grande la 44 DR. CARLOS BURCKHARDT ornamentación se borta y los tubérculos casi desaparecen. La testa está entonces cubierta de finas estrías radiales. La parte externa se lia conservado bien solamente en la última mitad de la vuelta más grande. Allí las costillas forman caballetes y más tarde, hacia el extremo de la vuelta, pasan por la parte externa en líneas con- vexas, arqueadas hacia adelante. En todas las vueltas se observan constricciones. Localidad en México: En las calizas negras al norte de Torres, se han encon- trado un ejemplar en gran parte cubierto por la testa y otro fraginentario. Proniceras torresense n. sp. Lám, XV, figs. 8, 10, 12 Di A oa: 50 mum. Aa A ae 16.5"mm.=0.33 Espesor de la yueltaaa 11 mm.=0.22 Diámetro del ombligo 22.5 mm.=0.45 Un solo ejemplar fragmentario (molde con restos de la testa) tiene una con- cha aplanada con vueltas que se acrecentan bastante rápidamente y se abrazan hasta un poco menos de la mitad. Los flancos, convexos en el joven, son más bien aplanados en la vuelta más grande; pasan en una pared umbilical oblicua y muy baja. Parte externa arredondada, ancha en las vueltas internas, bastante angosta en la vuelta más grande. La sección transversal cambia notablemente con la edad, siendo en la penúltima vuelta deprimida tan ancha como alta, casi arredondada, con el espesor más grande en la mitad de la altura; en la vuelta mayor, al contrario " alargada, mucho más alta que ancha. La abertura del ombligo deja ver, sobre las vueltas internas, costillas al prin- cipio apretadas y después más distantes, de las cuales un gran número se bifurca. Estas costillas no llevan tubérculos umbilicales («estadio idoceroide»). El fragmento de la vuelta más grande lleva alrededor del ombligo tubérculos alargados, no muy prominentes. En estos tubérculos nacen haces de costillas se- cundarias, observándose una bifurcación a partir de los tubérculos y, algunas veces, una segunda división de una de las ramas secundarias en dos ramas hacia la mitad de los flancos. Muchas costillas están simplemente bifurcadas y otras quedan sim- ples, mientras que entre las haces se intercalan a menudo costillas externas libres que nacen más o menos en la mitad de los flancos. Dos constricciones, bastante bien marcadas, se observan sobre la vuelta más grande; presentan la misma infle- xión que las costillas secundarias, siendo un poco encorvadas hacia atrás en la mi- tad de los flancos y netamente inclinadas hacia adelante en la parte externa. Estas constricciones están precedidas de una costilla simple, algo gruesa y seguidas de una costilla bidicotómica cuya rama secundaria anterior se subdivide ya en dos o ya en tres ramas externas. Las costillas que están netamente inflexionadas hacia adelante en el borde externo describen sobre la parte externa caballetes muy cla- ros sin debilitarse sobre la línea media. Esta especie se parece mucho a la forma de Chomérac que ha sido figurada por Zoucas bajo el nombre de /Zolcostephanus pronus ('Toucas, Ardeche, 1. e., p. 596, lám. XV, fig. 14 a-b) y para la cual Retozwskz propuso el nombre de /Zo/- costephanus Toucast (Retowski, Tithon von Theodosia, 1. c., p. 46). Sin embargo, FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 45 no hay identidad de las dos formas, porque la especie europea es más evoluta, más gruesa y tiene costillas netamente interrumpidas sobre la mitad de la parte externa. Yacimiento de la forma vecina: Holcostephanus pronus Toucas (=4H. Toucasí Ret.) ha sido descrito de Chomérac. Localidad en México: Un molde fragmentario proviene de las calizas negras de Torres. Proniceras Aguilere n. sp. Lám. XV, figs. 9, 11,15 Dia ASONES IE) oosponorcourouós ebobnobdulnos poso poopucundoldess ¡Altura della unete tl ooo dá 11.5 mm. = 0.30 ESE dd ecos aeeosias 12m 0:31 DEMO cOlOma) NE ostonia dasuasoe noordusadocoocara dadas 19 mm. = 0.50 dd 38 mm. Un ejemplar bastante pequeño, pero bien conservado, medianamente involuto, tiene vueltas algo abombadas que se abrazan hasta la mitad. El ombligo es re- lativamente angosto, un poco hundido. Los flancos débilmente convexos pasan en una pared umbilical no muy aita, pero abrupta. Parte externa regularmente arre- dondada. No es posible apreciar bien la forma de la sección transversal por ser comprimida la última parte de la vuelta más grande; sin embargo, la sección parece ser oval-arredoundada, tan ancha como alta en la vuelta más grande. Los ornamentos de las vueltas internas se ven en la abertura umbilical. Cos- tillas bastante salientes nacen en la sutura. La bifurcación en costillas secundarias se percibe algunas veces y se ve claramente que no se han desarrollado aún tubércu- los umbilicales («estadio idoceroide»). La vuelta más grande lleva costillas bastante apretadas, ligeramente flexuosas y bien marcadas. Nacen en la sutura o un poco más arriba, hinchándose luego en la circunferencia del ombligo para forimar tubérculos bastante salientes, vo muy alargados, y algunas veces ligeramente encorvados hacia atrás. Más allá de los tubérculos, o un poco más arriba, se observa una división en haces de dos a tres o (detrás de las constricciones) de cuatro ramas secundarias. Cuando hay subdivisión en tres ramas, la primera bifurcación se verifica más allá de los tubérculos o hacia la mitad de los flancos, mientras que una de las costillas secundarias se subdivide de nuevo más o menos en la mitad de los flancos. Se observan algunas costillas simples y un buen número de costillas intercaladas que nacen a alturas diferentes, algunas veces bastante bajo. Las costillas están débilmente inflexionadas hacia ade- lante hacia el contorno externo y forman anchos caballetes sobre la parte externa. Algunas veces las costillas no están en continuación muy neta al pasar sobre la línea sifonal, sino un poco desalojadas las unas contra las otras a lo largo de ésta. Sobre la vuelta más grande se observan dos constricciones bien marcadas, li- mitadas hacia adelante por una costilla simple, apenas más saliente que las costillas ordinarias, y hacia atrás por una costilla trifurcada o bidicotómica, cuya rama an- terior, situada inmediatamente detrás de la constricción, es gruesa, prominente e hiuchada. Las relaciones íntimas entre esta especie y la siguiente Proniceras Victoris nob. se examinarán después de la descripción de esta última. Localidad en México: Un ejemplar cubierto en gran parte por la testa, se ha encontrado en las calizas negras al Norte de Torres. 46 DR. CARLOS BURCEHARDT Proniceras aff. Aguilerse n. sp. Lám. XV, figs. 13, 14,16 'Tengo delante de mí dos formas diferentes, muy emparevtadas con Proniceras Aguilero, pero que difieren, sin embargo, por varios caracteres. 1. La forma figurada en la lám. XV, figs. 13, 14, tiene un ombligo un poco más abierto y más plano que el Proniceras Aguilera. Las vueltas son menos con- vexas y menos gruesas y se abrazan solamente hasta el tercio. Los flancos, que son más bien aplanados, pasan eu una pared umbilical insignificante; la parte externa es angosta, regularmente convexa. La sección transversal no puede ser apreciada. La ornamentación es muy parecida a la del P. Aguzlere; se puede, sin embargo, hacer notar que las costillas secundarias son mucho más finas y más inclinadas hacia la parte externa, formando así sobre esta última caballetes más claros y más agudos. Sobre la línea sifonal se observa un ligero debilitamiento de las costillas. Por úl- timo, notaremos que a menudo es difícil distinguir las costillas secundarias y las costillas intercaladas, por tener las primeras la tendencia de llegar a ser libres. Dimensiones: Diámetro: 33 mum.; altura de la vuelta: 10 mm. =0.30; espesor de la vuelta: y mm. =0.27; diámetro del ombligo: 17 mm. =0.51. 2. Lasegunda forma (lám. XV, fig. 16) se distingue de un modo considerable del Proniceras Agutlere y constituye probablemente una especie diferente. Siendo, siu embargo, nuestro único ejemplar muy pequeño, prefiero no darle un nombre especial. Concha no muy evoluta, con un ombligo un poco hundido. Las vueltas se acre- centan más bien lentamente y se abrazan hasta la mitad más o menos. Flancos ligeramente convexos, pasando en una pared umbilical oblicua y baja; parte externa angosta. La forma de la sección transversal no puede apreciarse bien por estar com- primida la última parte de la vuelta más grande. En la abertura del ombligo se ve que las vueltas internas llevan costillas bastante apretadas y finas, pero prominen- tes, ya simples, ya bifurcadas. Estas costillas nacen en la sutura o un poco más. arriba, y no presentan huellas de tubérculos umbilicales («estadio idoceroide»). La vuelta más grande lleva en la circunferencia del ombligo tubérculos más y más marcados y poco alargados; más allá de estos tubérculos las costillas se sub- dividen en dos o tres ramas de la manera que ha sido indicada en la descripción del 2. Agutlercee. En un lugar se observa una costilla bidicotómica, cuya primera bifurcación se hace a partir del tubérculo umbilical, mientras que cada una de las dos ramas secundarias se bifurca de nuevo en la mitad de los flancos. Hay buen número de costillas intercaladas libres y algunas costillas simples. Sobre la última parte de la vuelta más grande, las haces de las costillas llegan a ser muy distantes y los tubérculos bastante prominentes. Las costillas están sola- mente poco inflexionadas hacia adelante en el borde externo y forman caballetes abiertos y anchos sobre la parte externa. La vuelta más grande lleva tres coustricciones bien marcadas, limitadas hacia adelante por costillas simples o por costillas que se bifurcan tarde en el borde ex- terno, y hacia atrás por costillas bi o trifurcadas. En las costillas limítrofes bi o trifurcadas se observa algunas veces una subdivisión más o menos completa de la rama anterior sobre la parte externa. Las costillas limítrofes de las constric- FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 47 ciones son más gruesas e hinchadas que las costillas ordivarias, principalmente sobre la parte externa. Como se ve, esta forma se distingue del 2. Aguilera, sobre todo por los carac- teres siguientes: Vueltas más aplanadas, ombligo más plano, pared umbilical más baja; costillas más distantes y tubérculos más salientes en la última parte de la vuelta más grande; parte externa más angosta. Dimensiones: Diámetro: 31.5 mm.;altura de la vuelta: 9. 5 mm. = 0.30; es- pesor de la vuelta: 10 mm. = 0.31; diámetro del ombligo: 14.5 mm. = 0.46. Localidad en México: Las dos formas descritas provienen de las calizas negras al norte de Torres. Proniceras Victoris n. sp. Lám. XVI, figs. 1-3 Diicastoaes, IDAS Oovuc. buovaboconcdocorondBanspapaconsasosós, dscuoscdndovano 35 mm. ¡Mia ae lO mala asonoco nsococonocncccasonoacco poVobsEgeodas ¡La == (05H ESPESA aio 10. mm. = 0.28 Dinar del Om brOs.scocus Boabgoso dOosoaoecosouncopsOsabdoS 17.5 mm. = 0.50 Esta especie que me permito dedicar a la memoria del Sr. Prof. Victor Uhleg, de Viena, está representada por un solo ejemplar en parte cubierto por la testa. Concha discoidal poco abultada, compuesta de vueltas que se acrecentan len- tamente y se abrazan hasta la mitad. Flancos convexos, pasando en una pared um- bilical bastante abrupta, oblicua y arredondada. Sección transversal más o menos semicircular, casi tan ancha como alta en la vuelta más grande. Ombligo poco hun- dido, bastante ancho. Se puede ver en la abertura del ombligo que las vueltas in- ternas están adornadas con costillas salientes y apretadas, que tienen su origen en la sutura y pasan en línea recta oblicuamente dirigidas hacia adelante por los flancos. Una parte de estas costillas se bifurcan, otras parecen quedar simples. Hay además costillas libres intercaladas. Las vueltas internas representan el estado «idoceroide», pues no se nota todavía huella alguna de tubérculos umbilicales. Aun en una parte de la vuelta más grande los tubérculos están todavía muy poco marcados, y solamente sobre la última parte de ésta es donde se observan tu- bérculos umbilicales bien netos, pero poco salientes. Más allá de los tubérculos, las costillas se dividen en haces de dos a tres ramas. Se observa, de la manera ya indicada primero, una bifurcación más allá del tubérculo, y luego, en el caso de una costilla tripartita, una nueva división de una de las dos ramas secundarias en la mitad de los flancos. Hay algunas costillas simples y buen número de costillas ex- ternas libres e intercaladas. A veces las costillas secundarias preseutan la ten- dencia de llegar a ser independientes. Las costillas son bastante finas y apretadas, inclinadas hacia adelante en el contorno externo. Forman caballetes bastante anchos sobre la parte externa, no siendo interrumpidas en la última parte de la vuelta más grande, pero al contrario, interrumpidas por una angosta banda lisa muy característica sobre la línea sifonal de la parte posterior de la misma vuelta. Se observan varias constricciones, llevando la vuelta más grande tres bastante bien marcadas, precedidas hacia adelante por costillas simples y seguidas hacia atrás por costillas bi o trifurcadas o pseudobidicotómicas. Las costillas y ramas limítrofes de las constricciones son gruesas y un poco hinchadas, principalmente sobre la parte externa. 48 DR. CARLOS BURCKHARDT Esta especie se distingue del Proniceras Agutlero por los caracteres siguien. tes: la concha es más aplanada con vueltas menos convexas y un ombligo más plano; los ornamentos (costillas y tubérculos) son más delicados, más finos y más apretados; la parte externa es más angosta; por último, un debilitamiento o una in- terrupción sifonal parece faltar en P. Agualero. Localidad en México: Un ejemplar, en parte cubierto por la testa, proviene de las calizas negras al norte de Torres. Proniceras subpronum n. sp. Lám. XVI, figs. 9.-15, 20-22, 26, 28-30, 32, 34, 35 Dimensiones Dio: 54 mm. 43 mm. Altura de la vuelta. 18 mm. =0.33 14 mm. =0.32 Espesor de la vuelta ..ooconnno coooocoo 15.5 mu. = 0.28 14 mm. =0.32 Diámetro del ombligO....oooommoooo.o.. 26 mm. =0.48 21.5_mm. = 0.50 Esta especie, representada por cinco ejemplares es, siu duda, entre todas nues- tras formas del grupo, la que muestra de la manera más clara los caracteres del «gé- nero» ZHolcostephanus, por ser los tubérculos umbilicales muy salientes, bien desa- rrollados y cortos. Es esta especie también la que más se parece al /Zolcostephanus pronus Oppel, sin ser, a pesar de esto, idéntica con él. La concha es bastante abultada, menos aplanada que la de las especies mexi- canas vecinas, compuesta de vueltas que se abrazan hasta la tercera parte, más o menos, de manera que el ombligo es más bien ancho. Los flancos son débilmente convexos (en uno de nuestros ejemplares más que en otros) y pasan en una pared umbilical arredondada y abrupta, pero no muy alta. Parte externa regularmente arredondada. La sección transversal de las vueltas cam- bia con la edad: es deprimida, circular, tan aucha como alta en las vueltas internas; después llega a ser un poco más alta que ancha, más bien oval-arredondada, con el mayor espesor, más o menos, en el tercio interno. Las vueltas de dos ejemplares parecen ser más comprimidas que las de las otras; pero esta diferencia es debida a una deformación. El ombligo es medianamente abierto, un poco hundido. La ornamentación de las vueltas internas (lám. XVI, figs. 13-15, 30, 32, 34, 35), muy bien visible en dos ejemplares, es la de un /doceras. Se nota en ellos costillas bastante distantes que nacen en la sutura y pasan por los flancos en línea dirigida oblicuamente hacia adelante. Estas costillas no presentan indicio alguno de tubérculos umbilicales; algunas permanecen simples, mientras que la mayor parte se subdivide, en el medio de los flancos, en dos ramas secundarias, poco divergentes y netamente inclinadas hacia adelante. Se observan algunas costillas libres inter- caladas. Las constricciones son bien marcadas, precedidas de una costilla simple y se- guidas de una costilla que se podría llamar «pseudotripartita.» En este caso se ob- serva una costilla bifurcada y delante de ella una costilla libre que se aproxima con su terminación interna al lado anterior de la costilla bifurcada, ya sea en la mitad de los flancos, ya cerca del contorno del ombligo. Las costillas limítrofes de las cons- tricciones son hinchadas y un poco gruesas. Todas las costillas forman caballetes bien marcados sobre la parte externa. La ornamentación de la vuelta más grande de nuestros ejemplares, se desarrolla poco a poco sobre la penúltima vuelta. En ésta ya se ven pequeños tubérculos um- FAUNAS JURASICAS DH LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 49 bilicales. Estos tubérculos ganan más y más en prominencia en la vuelta más grande, donde se les ve alrededor del ombligo bajo la forma de rodetes, más bien delgados, pero salientes, no muy alargados y bastante distantes. En los tubérculos nacen las haces de costillas, compuestas generalmente de dos a tres ramas. La primera bifur- cación de estas costillas se hace inmediatamente a partir de los tubérculos; en las haces compuestas de tres ramas se observa una segunda bifurcación de una de las ramas secundarias (ya sea de la rama anterior o bien de la posterior) a alturas diferentes. Se observan algunas costillas simples, y entre las haces, a menudo, una y algunas veces aun dos costillas externas libres e intercaladas. Las constricciones son frecuentemente bastante profundas, limitadas hacia ade- lante por una costilla simple, hacia atrás (allí donde la ornamentación es bien vi- sible) por costillas bi o tripartitas, precedidas a menudo por una costilla libre que nace hacia el borde externo o más abajo, algunas veces cerca del contorno del om- bligo, siendo entonces subdividida a su vez en dos ramas en la mitad de los flancos. Detrás de una de las coustricciones se ve de un lado de la concha una costilla bi- dicotómica, del otro una costilla cuadripartita, en la que, a la inversa de la virga- totomía, la rama posterior se desprende lo más bajo y las otras ramas, sucesiva- mente más arriba. En la costilla bidicotómica, la rama terciaria anterior se divide de nuevo en dos ramas en el borde de la parte externa. Las costillas limítrofes, sobre todo las anteriores, están más o menos hinchadas y gruesas. Las costillas son generalmente bastante finas y poco prominentes; se inflexio- nan hacia adelante, hacia el borde externo, y forman caballetes muy netos sobre la parte externa, sin estar debilitadas o interrumpidas sobre la línea sifonal. Holcostephanus pronus Oppel (Zittel, Cephalopoden von Stramberg, 1. lám. XV, figs. 8-11), del que puedo comparar dos moldes, gracias a la bondad de los Sres. Rothpletz y Dacqué, de Munich, se distingue de la especie mexicana por sus vueltas más involutas y más abultadas, con sección transversal diferente, por su ombligo más angosto y más hundido y por sus tubérculos umbilicales más espa- ciados y más prominentes. Basándose en la descripción y las figuras de Zzttel la es- pecie de Stramberg se distinguiría además de la nuestra por la interrupción de las costillas sobre la línea sifonal. Sin embargo, los moldes del tipo no presentan una interrupción bien neta, sino a lo sumo, un ligero debilitamiento sifonal de las cos- tillas. Al comparar los ejemplares jóvenes de las dos formas, vemos en el mismo diá- metro mucho más costillas bifurcadas en la especie mexicana, mientras que la es- pecie de Stramberg lleva casi exclusivamente costillas simples. Además, las costillas de la especie mexicana son más finas. Vacimiento de la especie vecina: « Holcostephanus« pronus Oppel se encuentra en las capas de Stramberg (Stramberg, Koniakau, Tychau). Localidad en México: En las calizas negras al norte de “Torres se encontraron cinco ejemplares (moldes internos). Proniceras juv. sp. ind Lámina XVI, figs. 4-8, 16-19, 23-25, 27, 33 Varios ejemplares pequeños representan seguramente las vueltas internas de varios Proniceras. Dichos ejemplares se parecen enteramente a los /doceras del Ki- meridgiano, siendo cubiertos de costillas simples o bipartitas que forman sobre la Faunas Jurásicas.—8. 50 DR. CARLOS BURCKHARD'T parte externa caballetes muy marcados. Las constricciones están muy bien marca- das. Llamaré la atención principalmente sobre el más pequeño de los ejemplares (lám. XVI, fig. 23), en el cual predominan las costillas simples sobre todas las vueltas (con excepción del fragmento de la vuelta más grande ), y en el cual las cos- tillas están un poco debilitadas sobre la línea sifonal. Se pueden comparar nuestros ejemplares jóvenes con los pequeños ejemplares del «Holcostephanus» pronus figurados por Zattel (Strambergerschichten 1. c., lá- mina 15, fig. 11 a-b) y Zoucas (Ardeche, 1. c., p. 596, lám. XV, figs. I5-16). Localidad en México: Varios ejemplares se encontraron en las calizas negras al norte de Torres. PERISPHINCTES WAAGEN Perisphinctes sp. ind. Lám. XVIII. figs. 1-4 Dos ejemplares, un fragmentario y otro comprimido, ne pueden ser determi- nados a consecuencia del mal estado de conservación en que se encuentran. 1. Un fragmento de vuelta (lám. XVIII, figs. 2-4) parece pertenecer a una especie vecina del Perisphinctes Loriolt, principalmente de la forma que ha sido figurada por X2han (Kilian, Andalousie, 1. c., p. 652, lám. XXVI, fig. g1a=b)) Las vueltas cuadrado-arredondadas tienen flancos un poco aplanados, que pasan en una pared umbilical perpendicular. La parte externa es ancha, más bien aplanada. F Costillas no muy distantes y robustas nacen en la sutura; son un poco flexuo- sas estando encorvadas hacia atrás en la circunferencia del ombligo y débilmente inflexionadas hacia adelante en la parte media de los flancos. Casi todas las costi- llas se subdividen, en la mitad de las vueltas o un poco más arriba, en dos ramas y solamente dos permanecen simples. Las costillas pasan en línea recta, sin interrup- ción o debilitamiento, por la parte externa. 2. Un ejemplar grande, desgraciadamente comprimido (lám. XVIII, fig. 1), recuerda la forma que ha sido figurada por Behrendsen bajo el nombre de Per?s- phinctes conf. Lorioli ( Behrendsen, Ostabhang, 1. c., IL, p. 14, lám. Il, ig. 1). La concha, bastante evoluta, se compone de vueltas que se acrecentan más bien rápi- damente. Los flancos aplanados pasan en una pared umbilical casi perpendicular. La penúltima vuelta lleva costillas bastante apretadas, rectas y no muy vigo- rosas; la vuelta más grande es adornada de costillas distantes, prominentes, y sobre todo hacia el extremo netamente flexuosas. Estas costillas son desiguales en fuerza; comienzan en la sutura, cuando la testa se ha conservado, en la pared umbilical sobre el molde; son encorvadas hacia atrás en la circunferencia del ombligo e in- flexionadas hacia adelante en el medio de los flancos. Las costillas ganan en relie- ve y en fuerza desde el origen hasta el borde externo, donde sobre todo algunas de ellas llegan a ser hinchadas, prominentes y gruesas. En la última parte de la vuelta más grande la mayor parte de las costillas que- dan simples, son muy desiguales en fuerza y separadas por intervalos muy desigua- FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 51 les. Algunas se subdividen cerca del tercio superior, y además se observan costillas intercaladas que nacen a diferentes alturas. Localidad en México: Los dos ejemplares descritos provienen de la Sierra de Ramírez; el descrito bajo el núm. 1, de las calizas negras al norte de Torres; el otro, descrito bajo el núm. 2, de la localidad u 1. PERISPHINCTES WAAGEN SUBGENERO AULACOSPHINCTES UHLIG Perisphinctes (Aulacosphinctes) Wilfridi n. sp. Lám, XVII, figs. 1-3 Dimensiones: DiámetrO..oooo....... 59 mm. Altura de la vuelta... 19 mm. = 0.32 espesor dle la vuela sovonaco docenocos 1dncobos docnonodestodos vaso 20 mm. = 0.34 Darro Cel E O vamaos enbeoncsopoVosrVrononO GO cOOONODaTOsoN 27 mm. = 0.45 Un ejemplar completo, en estado de molde con restos de la testa, tiene una concha bastante evoluta, compuesta de vueltas que se acrecentan más bien lenta- mente y se abrazan solamente hasta un poco más del tercio. El ombligo es bastante abierto, un poco hundido. Los flancos son ligeramente convexos, más bien un poco aplanados y pasan insensiblemente en una pared umbilical arredondada y oblicua. La parte externa es un poco aplauada, bastante ancha. La sección transversal cam- bia con la edad; es deprimida, más ancha que alta en las vueltas internas, mientras que es más o menos cuadrada, casi tan alta como ancha, y apenas adelgazada hacia arriba en la vuelta más grande. Los ornamentos de esta especie son muy característicos. Se observan costillas fivas, apretadas y netamente flexuosas. En la abertura del ombligo se puede ver que las costillas son extremadamente finas y apretadas sobre las vueltas internas; nacen al principio en la sutura, después más arriba, sobre la pared umbilical, están encorvadas hacia atrás en la circunferencia del ombligo y se dirigen oblicuamente hacia adelante sobre los flancos. Se observa la bifurcación de algunas costillas y se ven varias costillas intercaladas. La vuelta más grande está cubierta de costillas apretadas (un poco menos que en las vueltas internas ) y netamente flexuosas. Es- tas costillas, bastante prominentes y un poco gruesas en la testa, finas y estrechas en el molde, nacen cerca de la sutura, pero son al principio muy débiles, de manera que una parte de la pared umbilical parece ser más o menos lisa. En la circunfe- rencia del ombligo las costillas están encorvadas hacia atrás, pero en el medio de los flancos se inflexionan hacia adelante para presentar por último, hacia el borde externo, una dirección radial. La mayor parte de las costillas se subdividen más o menos en el tercio supe- rior de los flancos en dos ramas secundarias poco divergentes; algunas quedan simples, otras son libres e intercaladas, naciendo en el tercio superior de los flancos o un poco más abajo. Hay también algunas costillas bidicotómicas. Las costillas primarias son muy desiguales en prominencia y en espesor, siendo separadas sobre todo hacia el extremo de la vuelta, por intervalos desiguales. 52 DR. CARLOS BURCEHARDT Las costillas pasan en línea recta por la parte externa, estando netamente debili- tadas, pero no netamente interrumpidas sobre la parte media. Este debilitamiento se pierde hacia el extremo de la vuelta. En la última mitad de la vuelta más grande se ven tres constricciones poco marcadas, limitadas hacia adelante por costillas simples y hacia atrás por costillas muy variadas. Unas veces estas costillas son bifurcadas o simples, otras veces se observan costillas bi o trifurcadas, precedidas de una costilla externa libre. Por último, en un caso, hay una costilla muy particular que parece ser bidicotómica, siendo compuesta de una rama anterior tripartita y de una rama posterior bifur- cada; pero mirando bien se percibe que la rama anterior no se junta definitiva- mente con la posterior en el borde del ombligo, porque llega a ser de nuevo independiente sobre la pared umbilical; se trata, pues, mas bien de dos costillas, que están soldadas parcialmente y de las cuales una es bi y la otra tripartita. La boca está bien conservada y presenta una oreja lateral ancha en la mitad de la altura. Sobre esta oreja, y también en los intersticios intercostales, se obser- van finas estrías radiales allí donde la testa se ha conservado. Esta especie, que me permito dedicar al Sr. Prof. W. Kzilian, de Grenoble, pertenece al grupo del Perisphinctes transitorius Oppel (Zittel, Cephalopoden von Stramberg, l. c., p. 103, lám. 22, sobre todo fig. 2). Se aproxima sobre todo al Perisphinctes Fischeri Kilian por las costillas finas y flexuosas (véase Kilian, An- dalousie, 1. c., lám. XXVIII fig. 2 a-b). Sin embargo, es más gruesa que la especie de Andalucía y presenta costillas aún más flexuosas. Además, se distingue tanto del P. Fischerí como del P. transitorius por la presencia de constricciones y de nume- rosas costillas simples. Yacimientos de las formas vecinas: Perisphinctes transttorius Oppel se en- cuentra en el Tithónico inferior y superior; Perisphinctes Fischert, según Khan, en las capas inferiores del Tithónico de Cabra. Localidad en México: En las calizas negras al norte de Torres se encontró un ejemplar completo, cubierto en parte por la. testa. Perisphinctes (Aulacosphinctes) torresianus n. sp Lám. XVII, figs. 46 Dimensiones: 77 mm. Pi == 013: Espesor Zo 0:32 Diámetod on 34 mm. — 0.44, Un ejemplar completo, en el estado de molde (ánicamente las vueltas 1n- ternas están cubiertas por la testa), presenta una concha más bien aplanada y no muy evoluta, compuesta de vueltas que se acrecentan rápidamente y se abrazan próximamente hasta la mitad. Los flancos poco convexos, más bien aplanados, pasan en una pared umbilical abrupta, pero no alta. Parte externa aplanada. La sección transversal de la vuelta más grande es casi rectangular, más alta que ancha, con mayor espesor en el tercio interno, poco adelgazada hacia arriba. En el ombligo se ve que la penúltima vuelta (cubierta por la testa) tiene cos- tillas bastante fuertes, gruesas y apretadas. La última vuelta (en estado de molde) lleva costillas bastante apretadas, más bien finas y angostas. Estas costillas nacen sobre la parte superior de la pared FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 53 umbilical, están un poco encorvadas hacia atrás en la circunferencia del ombligo, y pasan por los flancos primero en línea recta, siendo después, hacia la terminación de la vuelta, un poco flexuosas e inflexionadas hacia adelante sobre la parte media de los flancos. La mayor parte de las costillas se subdividen un poco arriba de la mitad de los flancos, o en el tercio superior, en dos ramas secundarias poco divergentes, otras quedan simples, y por último se observan algunas costillas libres e intercaladas que nacen más o menos en la mitad de los flancos, en los intersti- cios intercostales. Las costillas se presentan de distintas maneras sobre la parte externa de la última vuelta. En la parte posterior de la vuelta son completamente interrumpi- das y cortadas en ángulo recto por una faja sifonal lisa, siendo más prominentes a lo largo de esta faja y recordando por ésto los caracteres del género Berrzasella. En la parte media de la vuelta más grande las costillas son netamente .debi- litadas, pero no interrumpidas sobre la línea sifonal. Por último, hacia el extremo de la vuelta, todo debilitamiento se pierde y las costillas pasan sin alteración por la línea media de la parte externa. En la vuelta más grande se observan constricciones muy débiles; por lo menos se pueden considerar como tales a ciertos intersticios intercostales que son más hundidos que los otros y limitados hacia adelante por costillas simples mas sa- lientes que las costillas ordinarias. Esta especie parece pertenecer al grupo del Perzsphinctes transitorius Oppel. Sin embargo, se distingue netamente de esta especie por vatios caracteres: pre- sencia de constricciones y de costillas simples; crecimiento más rápido de las vueltas (comp. Zittel, Cephalopodeu der Strambergerschichten, l. c., p. 103, lám. 22). ; Localidad en México: Un molde con vueltas internas cubiertas por la testa se ha encontrado en las calizas negras al norte de Torres. Perisphinctes (Aulacosphinctes) aff. eudichotomus Zittel sp. Lám. XVII, figs. 7-9 1868. Ammonites eudichotomus Zittel, Cephalopoden der Strambergerschich- ten, l. c. p. 112, lám. 21, figs. 6-7. Dimensiones: DiámetrO....ommoo..... Altura de la vuelta - = 0.29 ESPESA A 25 mm. = 0:32 Diametro Mon EOS 40 mm. = 0.52 Un ejemplar en estado de molde, cubierto en parte por la testa, tiene una con- cha evoluta, bastante abultada, compuesta de vueltas que se acrecentan lenta- mente y se abrazan próximamente en el cuarto. Parte externa y flancos regular- mente arredondados; los últimos pasan insensiblemente en una pared umbilical arredondada y abrupta, pero no muy alta. La sección transversal de las vueltas es regularmente arredondada, un poco más ancha que alta, con mayor espesor en la mitad de la altura. El ombligo es ancho y no muy profundo. Las vueltas internas están adornadas de costillas apretadas muy salientes, lameliformes y bastante flexuosas que nacen en la sutura, son un poco encorvadas 54 DR. CARLOS BURCKHARDT hacia atrás en la circunferencia del ombligo y hacia adelante en la mitad de los flancos. La subdivisión de muchas costillas es visible en la abertura del ombligo, La vuelta más grande está cubierta de costiilas más distantes que antes, pero aun bastante apretadas y un poco flexuosas. En el molde son más bien finas y la-. meliformes; sobre la testa bastante fuertes, prominentes y gruesas. Las costillas nacen en la sutura o en el molde, un poco más arriba; son, al principio, muy finas . sobre la pared umbilical, pero llegan a ser robustas en la circunferencia del om- bligo, donde están netamente encorvadas hacias atrás. Luego, en la mitad de los flancos, las costillas se inflexionan hacia adelante y la mayor parte se subdivide un poco arriba del medio en dos ramas secundarias, poco divergentes, mientras que algunas quedan simples. Las costillas externas (secundarias o simples) tienen una dirección netamente radical, pasan sin alteración por la parte externa hacia el ex- tremo de la vuelta más grande, mientras que en la parte posterior de la vuelta son debilitadas en el medio y a lo largo de este debilitamiento prominentes y algo hin- chadas. : - En el medio de los flancos se observa el mayor relieve de las costillas, princi- palmente de las costillas dicotómicas que son muy prominentes inmediatamente antes de su subdivisión, sin formar allí, a pesar de esto, verdaderos tubérculos. Ciertos intersticios intercostales son más hundidos que los otros y pueden considerarse como constricciones poco marcadas. Se observan cuatro constriccio- nes em la vuelta inás grande; son limitadas hacia adelante por una costilla simple o (en un caso) por una costilla bifurcada, hacia atrás generalmente por una costilla bifurcada, a veces precedida de una costilla externa libre y, en un caso, de una costilla simple. Esta forma es seguramente muy vecina del 4momonites eudichotomus Zittel (Stramberger Cephalopoden. 1. c., p. 112, lám. 21, figs. 6-7). Sin embargo, no pa- rece existir una identidad completa, pues la forma mexicana se distingue por una sección transversal algo distinta, por flancos más a«bombados, por la presencia de constricciones, por el mayor número de costillas simples y, por último, por la si- tuación un poco más baja del punto de subdivisión de las costillas. Yacimiento de la especie vecina: 'Tithónico inferior y superior. Localidad en México: Un ejemplar se encontró en la caliza negra al norte de Torres. HOPLITES NEUMAYR 1 Hoplites aff. microcanthus Oppel sp. Lám. XVIII, figs. 5-9 1868. Ammonites microcanthus Oppel en Zittel, Strambergerschichten 1. e., p. 93, lám. 17, fig. 3. Dimensiones: Diámetro... ooo cacas SEN E ARO NS 66 mm. AA a 21 mm. = 0.31 ESPESOR 24 mm. = 0.36 Dinero dr AS 32 mm. = 0.48 1. Algunos autores colocan Hoplites microcanthus y K0llikeri en el género Himalayites. FAUNAS JURASICAS DK LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 5 ur Un ejemplar, conservado bajo la forma de molde, presenta una concha evo- luta y bastante abultada, compuesta de vueltas que se acrecentan lentamente y se abrazan un poco. El ombligo es algo hundido y abierto Los flancos son arredon- dados y pasan en una pared umbilical casi perpendicular. Parte externa ancha, un poco aplanada. La sección transversal de las vueltas es deprimida, más ancha que alta, casi arredondada, con mayor espesor más o menos en el medio de la al- tura. Las vueltas internas son cubiertas de costillas bastante distantes y muy sa- lientes que nacen en la sutura y pasan en línea recta por los flancos. Algunas de esas costillas quedan simples, pero un gran número lleva en el medio de los flan- cos un tubérculo lateral muy prominente y se subdivide después en dos ramas se- cundarias. Se observan algunas constricciones. Algunas veces hay alternación re- gular de costillas tuberculosas bipartitas y de costillas simples. La vuelta más grande está cubierta de costillas más bien finas y angostas, bas- tante espaciadas. Nacen en el borde del ombligo y pasan en línea recta, casi ra- dial, por los flancos, con excepción de algunas costillas en el extremo de la vuelta, que son ligeramente flexuosas, estando encorvadas hacia atrás en la circunferencia del ombligo e inflexionadas hacia adelante en la parte media de los flancos. Al- gunas costillas quedan simples, pero la mayor parte se subdivide en dos ramas se- cundarias en la mitad de los flancos o un poco arriba. Ya no se observan tubércu- los laterales, pero hay que decir que las costillas alcanzan su mayor relieve antes de subdividirse y que las ramas secundarias son mucho más bajas que las primarias. El fragmento de la vuelta más grande lleva tres constricciones angostas y poco marcadas; están limitadas hacia adelante por costillas simples, algunas veces más prominentes que las ordinarias, y hacia atrás por una costilla tripartita o bipartita. En el caso de una costilla tripartita se observa una virgatotomía, porque la rama anterior, que presenta la tendencia de llegar a ser independiente, se separa lo más bajo, no lejos del borde del ombligo. Cuando hay una costilla bifurcada detrás de la constricción, ésta se subdivide por lo general como las costillas ordinarias; sin embargo, detrás de la última constricción se observa una costilla que se bifurca ya en el tercio interno de los flancos. En este último caso la bifurcación no es muy clara; sería tal vez más exacto hablar de una costilla intercalada libre que se aproxi- ma con su terminación interna del lado anterior de una costilla simple. Las costillas pasan sin alteración en línea recta por la parte externa en el' extremo de la vuelta más grande, pero a medida que se alejan de éste, se debilitan más y más sobre la parte media sin interrumpirse completamente a pesar de esto. La faja media sobre la cual las costillas están debilitadas es bastante ancha, siendo las costillas más prominentes que de costumbre de los dos lados de ella. La forma descrita parece ser muy vecina del /Zopltes microcanthus Oppel in Zittel (1. c., sobre todo lám. 17, fig. 3). De esta forma pude comparar un molde, gracias a la bondad de los Sres. Rothpletz y Dacqué de Munich. Se ve que las dos formas no son enteramente idénticas, a pesar de ser su parecido muy grande. En efecto, el ejemplar mexicano pierde sus tubérculos laterales más pronto, y según parece de un modo más completo; además, está cubierto de constricciones bien visi- bles aunque poco marcadas que son limitadas por costillas simples y tripartitas. Yacimiento de la forma vecina: Tithónico inferior y superior. Localidad en México: Un molde interno se encontró en las calizas negras de Torres. 56 DR. CARLOS BURCKHARDT 4.—FOSILES DE LAS CAPAS LIMITROFES ENTRE EL JURASICO Y EL CRETÁCICO Los fósiles de las capas limítrofes están aplastados y bastante mal conservados, de manera que no se puede pensar en describirlos en detalle. Por lo tanto, me limi- taré a hacerlos figurar y a indicar con algunas palabras sus relaciones probables con las formas ya descritas. BERRIASELLA UHLIG Berriasella, varias especies indeterminadas Lám. XIX, figs. 3, 4, 810, Lám. XX, 1-3 7.—Entre nuestras Berriasellas se observan dos ejemplares fragmentarios (lá- mina XIX, figs. 3, 4) que parecen ser muy vecinos del tipo del Ammonttes Calisto D'Orb. (Paléontologie frangaise, T. jur., tomo I, lám. 213, figs. 1-2). Debido a la amabilidad del Sr. Prof. Boule de París, pude comparar nuestros ejemplares con el molde de este tipo que hago figurar igualmente para mostrar la inexactitud de la figura dada por D'Orbigay (lám. XIX, figs. 1, 2). Nuestros ejemplares se acercan mucho al original de la «Paléontologie francgaise»; presentan como él un ombligo bastante abierto, vueltas aplanadas, costillas apretadas, netamente flexuosas a conse- cuencia de su fuerte inflexión hacia adelante en el medio de los flancos y general- mente bifurcadas bastante arriba, próximamente en el tercio superior de los flancos. La parte externa de nuestros ejemplares aplastados no se puede apreciar bien; sin embargo, se ve que las costillas están allí interrumpidas por una faja lisa y que se ensanchan ligeramente en el borde de ésta. Como única diferencia notable entre la forma mexicana y europea se puede mencionar la presencia de algunas costillas tripartitas en uno de nuestros ejemplares. Haré notar que la rama anterior de estas costillas tiene la tendencia de llegar a ser libre. . Localidad: Un fragmento proviene del norte de Torres; el otro (el más grande) de la localidad « de la Sierra de Ramírez. 2—Un ejemplar (lám. XIX, fig. 10) se aleja un poco más del tipo del Ammon:z tes Calisto D' Orb, por la concha involuta con ombligo más angosto y vueltas que se acrecentan más rápidamente. Las formas de Mazapil que he descrito bajo el nombre de Berriasella cfr. Calisto D' Orb. (Burckhardt, Boletín 23, 1. c., p. 140, lám. XXXVIII, figs. 4-5), son muy vecinas, pero en ellas la subdivisión de las costillas se hace más abajo. Localidad: En el norte de Torres. 3.—Un ejemplar, desgraciadamente muy fragmentario (lám. XIX, fig. 8), presenta costillas menos flexuosas que las formas ya mencionadas, aproximándose por este carácter al Ammonttes Callisto Zittel (=0ppeli Kilian), sobre todo a un molde de esta forma que debo a la deferencia de los Sres. Rothpletz y Dacqué de Munich! y que hago figurar en la lám. XIX, figs. 5-7. Muy aproximada en general, 1 Si el molde en cuestión es verdaderamente e del tipo de Zittel, el dibujo de la lám. 20, fig. 1, de los «Cephalopoden der Strambergerschichten” es inexacto. FAUNAS JURAÁSICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 57 nuestra forma difiere de la forma europea por las costillas más apretadas, más finas y más inflexionadas hacia adelante en el borde externo. Se puede mencionar además como formas probablemente vecinas: Berrzase- lla privasensis Pictet distinta por el gran número de costillas simples, y Zoplites tlachiacensis Felix (Felix und Lenk, Beitraege, 1. c., p. 184, lám. XXVIII, fig. 5). Esta última especie es seguramente una Berrzasella, y no se comprende cómo Felix ha podido creer que es vecina del Hoplites neocomiensis cuando presenta costillas bifurcadas, no tuberculosas, y cuando las costillas fasciculadas, tan características para el grupo del H. neocomiensis, parecen faltar completamente. Localidad: Sierra de Ramírez, localidad 2. 4.—Dos ejemplares bastante involutos presentan costillas apretadas, más bien finas, netamente flexuosas por ser encorvadas hacia atrás en la circunferencia del ombligo e inflexionadas hacia adelante en el medio de los flancos. Algunas costi- llas son simples, la mayor parte bifurcadas, generalmente cerca del medio de los flancos, observándose además, sobre todo hacia el extremo de la vuelta más grande, costillas intercaladas libres (lám. XIX, fig. 9, lám. XX, figs. 1-3). Uno de los ejemplares deja ver un debilitamiento de las costillas en el medio de la parte ex- terna. Las formas más cercanas parecen ser /Hoplites calistordes Steuer (Steuer Ar- gent. Jura, 1. c., p. 41, lám. XVII, figs, 13-14) y Hoplites cfr. calistordes nob. (Bole- tín 23, p- 139, lám. XXXIX, fig. 6. nor 5). El tipo de la especie, descrito por Beñr- endsern, se aleja por las costillas que son más distantes y más toscas (Behrend- sen, Ostabhang, 1. c, p. 402, lám. XXIITI, fig. 1 a-b). Localidad: Sierra de Ramírez, localidad «. STEUEROCERAS COSSMANN Steueroceras, varias especies indeterminadas 1 Lám. XX, figs. 4-9. Lám. XXI, figs. 1, 2 1.—Mencionaré en primer lugar algunos ejemplares de talla mediana, cubier- tos de numerosas costillas finas, flexuosas y apretadas (lám. XX, figs. 4-6, 9). Todos estos ejemplares son involutos y presentan la ornamentación típica del género Steue- roceras. Las costillas son netamente flexuosas, encorvadas hacia atrás en la circun- ferencia del ombligo, hacia adelante en el medio de los flancos. La ornamentación es muy irregular, pues hay costillas simples, costillas bifurcadas a alturas muy di- ferentes y un buen número de costillas intercaladas libres que nacen en los inters- ticios a alturas muy diferentes. Estas formas están demasiado mal conservadas para ser determinadas conve- nientemente, sin embargo, creo que se les puede acercar al Steueroceras Koenent Steuer sp. (Arg. Juraablagerungen, 1. c., p. 45, lám. XVII, figs. 1-5)) y al Steue- roceras permulticostatum Steuer sp. (ibid. p. 56, lám. XXIII, figs. 1-2). Yo mismo he descrito varias formas vecinas de la Cordillera (Burckhardt, Bei- tráge, 1. c. p. 59; Profils transversaux, 1. c., p. 47, lám. XXVII, f. 4), de Mazapil) Bo- 1. Véase mi definición del género Steueroceras en: Faunes jurassiques et crétaciques de San Pedro del Gallo, Boletín NO. 29. Faunas Jurásicas.—9. 58 DR. CARLOS BURCKHARDT letín 23, p. 137-138, lám. XXXIX, figs. 1-2) y de San Pedro del Gallo (Boletín 29, láms. XL y XL. Localidad: Un fragmento y otro ejemplar se encontraron en la Sierra de Ramí- rez, localidad 2; un fragmento y otro ejemplar fragmentario se han encontrado al norte de Torres. 2.—Un ejemplar fragmentario (lám. XX, figs. 7, 8) recuerda los ya mencio- nados, pero está caracterizado por costillas más flexuosas y fuertemente inflexiona- das hacia adelante en la mitad de los flancos. Algunas costillas se subdividen en dos, cerca del borde del ombligo, mientras que una segunda bifurcación tiene lu- gar arriba del medio de los flancos. Una faja lisa, bien marcada, se observa en el medio de la parte externa; corta a las costillas en ángulo recto. Localidad: En el nor-nor-oeste de Torres se ha encontrado el único ejemplar fragmentario. 3.—Por último, mencionaré dos fragmentos de vueltas de dimensiones consi- derables (lám. XXI, figs. 1, 2). Las costillas son aquí más robustas y distantes que en los ejemplos citados bajo 1 y 2, pero la ornamentación es la del género Stewe- roceras. En efecto, las costillas son sencillas, bifurcadas a alturas diferentes o inter- caladas y siempre netamente flexuosas. Formas parecidas fueron descritas por mí de San Pedro del Gallo (véase Bo- letín 29, 1. c., lám. XL). Localidad: En el nor-nor—oeste de Torres se ha encontrado un ejemplar junto con la forma descrita bajo el número 2.. Otro fragmento de dimeusiones considera- bles proviene de la Sierra de. Ramírez (localidad 4). CRIOCERAS LEVEILLE Crioceras sp. ind. Lám. XXI, fig. 3 La aparición de este género con representantes numerosos de gran tamaño en las capas limítrofes es muy interesante. Desgraciadamente el estado de conservación poco satisfactorio no permite una determinación específica de los ejemplares. Localidad: Sierra de Ramírez (localidad 2). 20. 21. 22. 233 24. ZO 26. 111.—FOSILES DE L/ LOCALIDAD EN MEXIC 29. Proniceras idoceroides n. sp. . | Calizas negras al norte de Torr Il | 30. Prontceras neohispanicum 1. sp. | Calizas negras al norte de Torr 31. Prontceras torresense 1. sp. Calizas negras al norte de Torr ll 32. Proniceras Aguilerae í. sp. | Calizas negras al norte de Torr ; . ll ; 33. Proniceras ajj. Aguilerae n. sp. | Calizas negras al norte de Torr 34. Proniceras Victoris m. sp. | Calizas negras al norte de Torr 35. Proniceras subpronum nm. sp. . | Calizas negras al norte de Torr 36. Proniceras juv. sp. ind. Calizas negras al norte de Torr 37. Perisphinctes (Aulacosphinctes) Clas estas alo tde or Wilfridi n. sp. 38. Perisphinctes (Aulacosphincte 05) | : : zas ras ñ torresiamus 1. sp. Calizas negras al norte de Torr 39. Perisphinctes (Aulacosphinctes) af. eudichotomus Zittel sp. Calizas negras al norte de Torr OS : || Calizas negras al norte de Tor 40. Perisphinctes sp. ind. 32 Ta locálidad 21. | 3. Mazapililes cras- | sicostalus m.sD. = 4 Mazapilites tobo= SENSIS D, SP 5. Mazapililes cari mAÍÍS m3 5po 6. Perisphinctes (Au Lacosphinctes) alt. practransitorius Font. 7. Aspidoceras War Ctenbergert m. sp 8. Aspidoceras ju. sp. ind. 9) IVaagenia sp. ind. Cañón del Toboso. — = FORENORL| Cañón del Toboso. Cañón del Toboso. Cañón del Toboso. Perisphinetes practran- sitori4s Fonte Cañón del Toboso. Aspidoceras Periacense Cañón del'oboso. a se Oppel: ERE Cañón del Toboso. el. pel. I1.—FOSILES DE LAS CALIZAS GRISES CON AULACOSPHINCTES (PORTLANDIANO INFERIOR ) Aspidoceras neoburgen= loceras avellanton Ammonitesautharis Op- spililes mex: Cast, et Aguilera sp, de Ca- torce.. Mazapilites Zitteli now. scale. AS rougeátres» de Ms zapil: Ammonites, allenensis E: Fa vre Couches d Asp. ac. de Lémenc. Aspidoceras avellanum Zillel. Titliónico inferior. 10. Haploceras complana- LUMEm. Spe 11. Perisplincles tobosensis 1. sp. 12. Perisphincles sp.ind. LOCALIDAD EN MEXICO Cañón del Toboso. ] Calizas grises. | Cañón del Toboso. Calizas grises. Cilizas ri BOULOGNE REGION MEDITERRANEA Y ALPINA RUSIA: S Y SUS YACIMIENTOS CORDILLERA ARGENTINA Y VACI- NIENTOS DIVERSOS Haploceras deplanatum Waagen Katrol sandstone de Cuteh: Perisphimles Gevreyi Toucas, Ti- thiónico inferior del Powzin. 13. Perisphincles Theodosti Do spo Cañón del Toboso, arriba de as calizas grises. 14. Perisphincles Alexeñi usp. Cañón del Toboso. Calizas grises: 15. Perisphinctes sp. ind. 16. Perisphincles (Aulacos- phincles) Pervinguieri me sp. Cañón del Toboso. Cálizas grises. Cañón del Toboso. Calizas grises. 17. Perisphinctes. (elulacos Phúncles) af. colubrinus Toucas. Cañón del Tuboso. 1 | Perisphinctes colubrinus Tuucas. Culizas grises. 'Dithónico inferior del Pouzin. 18. Perisphinctes (Aulacos- Phinctes) corona m. sp. 19. Ferisphincles. (ulacos- Phincles) Titan o. sp. Cañón del Toboso. Calizas grises. Cañón del Toboso. Calizas grises. 20. Perisphinctes (Hulacos- Phinctes) Boesei 0. sp. ¡6n del Toboso. | Calizas grises. | | 21. Perisphinctes (Aulacos- phinictes) neohispamicns Dn. sp. ¡Cañón del Toboso. 1 L Ferisphincles transitorius Oppe. | Calizas grises- “Iiúliónico inferior y superior. 22. Perisphinetes (Aulacos- Phinctes) Bangei n. sp. 23. Perisphinctes (Aulacos= Phinctes) sp. ind. 24. Perisphinctes (Aulacos- phinctes) symonensis n. sp. 25. Perisphinctes (Autacos- phinctes) diversecosta: Las 0. sp. 26. Prrisilimios, Clare: primo y y . Nobemi 27. Perisphinctes (Aulacos- pri one asp 25. Virgalites up. ind. EA A A AA ón del Toboso, AA el) Perisphinctes transitorius Opel: | Calizas grises. e Tithónico inferior y superior. Cañón del Toboso, parte oriental. Perisphinctes cfr. pouzimensis Vel- | Calizas grises. ters. E | Cañón del Toboso. Calizas grises. EA HZ es. A «Holcostephanusy efe. celsus Per winguibre. "Titliónico inferior de Túnez Antacosphinetes cfr. natricoides Ihlig. Paste media delos Úshales. Perisphinctes af. transilorims mob, Capas le Casa Pincheira, Cordillera argentina. Perisphinctes al. transitorins nob, Capas de Casa Pincheira, Cordillera argentina Aulacosphinctes forquates, Sw. in Ublig. Parte media de los «Spitishales». Perispkinctes pouzimensís mob. Capas de Casa Pincheira, Cor- anfera argentina. Perisphinctes Noteni Behrendo sem. Cordillera argentica.. 1S CALIZAS NEGRAS DE TORRES CON PRONICERAS (PORTLANDIANO SUPERIOR) es. es. es. es. es. es. es. res y | Holcostephanus pronus Toucas=Toucasi Ret. ESPECIES VECINAS Y SUS YACIMIENTOS TITHONICO DE LA REGION ALPINA Y MEDITERRANEA Ti- thónico de Chomérac. Holcostephanus pronus Oppel. | Capas de Stramberg. | Perisphinctes transitorius Oppel. Tithónico infe- rior y superior. Perisphinctes Fischeri Kilian. Tithónico de Cabra. | Ammonites eudichotomus Zittel. Tithónico inferior y superior. PORTLANDIANO SUPERIOR DE SAN PEDRO DEL GALLO (MEXICO ) ¡-__EKo_— | ¡$xIXo o a Holcostephanus aff. pronus Oppel sp. Zona inferior del Portlandiano superior de San Pedro del Gallo. TI PARTE ESTRATIGRAFICA I11.—FOSILES DELAS CALIZAS NEGRAS DE TORRES CON PRONICERAS (Po IRTLANDIANO. SUPERIOR) 1:29. Proniceras idoceroidles m. sp. 31. Proniceras lorresense 1: sp. 32. Proniceras Aguilerae 1. sp. 30. Proniceras neohispanicun: m. sp. | Calizas negras al norte de Torres. | LOCALIDAD EN MEXICO | 1 AAA ITHONICO: DE LA REGION ALPINA Y MEDITERRANEA ESPECIES VECINAS Y SUS YACIMIENTOS FPORTLANDIANO SUPERIOR DIESAN PEDRO DEL GALLO. (MIXICO) l Calizas negras al norte de Torres. | Calizas negras al norte de Torres. Holcostephanus pronus Toucas=Toucasi Ret. Vi- tónico de Chomérac. | Calizas negras al norte de Torres. 33. Proniceras af. Aguilerae m. sp. Calizas negras al norte de Torres, 34. Proniceras Victoris m. sp. Calizas negras al norte de Torres. | 35. Promiceras subpronunt m. sp. Calizas negras al norte de Torres, | Holcostephanus pronus Oppel: Capas de Stramberg. 36. Proniceras juv. sp. ind. | Calizas negras al norte de Torres, Holcostephanus af. pronus Oppel sp. Zona: inferior del! Portlandiano superior de San Pedro del Gallo. = 7. Perisphinctes (Anlacosphinetes) Wilfridi m. sp. 35. Perisphinctes (Aulacosphinctes) forresianus m. sp. Culizas negras al norte de Torres. | Cali ras al norte de Torres. Perisphinctes transitorius Opel. Tithónico infe- rior y superior. Perisphinetes Fischeri Kilian, Tithónico de Cabra: 39. Perisphinctes (Aulacosp, ajf. eudicholomus Zitel sp. hincles) Catizas megras al norte de Torres. 40. Perisphinctes sp. ind. Calizas negras al norte de Torres y en la localidad a 1. | Ammonites eudichotomus Zittel. Tithónico inferior y superior. 41. Hoplites ají. microcanthms Op- pel sp. Calizas negras al norte de Torres. Hoplites microcanthus Oppelin Zittel. Dithónico inferior y superior. Hoplites microcanthus Oppel sp: Durangites de San Pedro del Gallo. LOCALIDAD ESP, CIES VEC NAS Y SUS YACIMIENTOS Y MEXICO | ¡ION MEDITERRANEA T Y AL | 42. Berriasella, varias espe cies indelerminadas. 1). Al norte de Torres. Sicrra de Ramírez a. Ammion nites Calisto D'Orb. CORDILLERA ARGENTINA MEXICO. Sierra de Ramírez 4 y Zittel ( Hoplites tlachincensis Felix. Cerro dela Virgen, Tlaxiaco. ' e). Al norte de Torres. Hoplites cfr. calisto nob. «Calcaires marncux blanchátres» de Mazapil. d). Sierra de Ramirez a. Hoplites calistoides Steuer. Ca- pas limitrofes de la Cordillera. Hoplites cfr. calistoides nob. «Culcai= res marueux blanchátresa de M zapil y capas limítrofes de San Pe- dro del Gallo. 43. Sleueroceras, varias es Al norte de Torres l Al nornoroeste de Torres. J Sierra de Ramírez 2. ] ta Louer sp. eroceras Koeneni Steuer sp. teueroceras permulticostatun Capas limítrofes de la Cordillera. Steucroceras cfr. Kocneni Stener sp. Steueroceras cfr. permulticostatum Steuer sp. «Culcaires murneux blanchitre Mazapil y capas limítrofes de $ Pedro del Gallo, pecies indelerminadas. | 44. Crioceras sp. Sierra de Ramírez a E OA, PARTE ES TIRATIGRA FICA CON UN CUADRO DE LAS CAPAS SUPRAJURASICAS Y VALANGINIANAS DE MEXICO CENTRAL No entraré en detalles estratigráficos, porque para esto el lector podrá ver la descripción de la región, que será publicada en otro lugar por mi amigo y colega el Sr. Dr. Emilio Bose. * Me conformaré con dar aquí una idea general de las capas más importantes de la región, tomando por base los datos que el Dr. Búse ha tenido a bien proporcio- narme. 1. —El prúmer corte importante está situado en el Cañón del Toboso, en la Sierra de Symon. AMí se observa, de abajo arriba, la serie siguiente: 1.—Calizas muy potentes con Nerineas. 2.--Sobre 10 a 15 metros los afloramientos están cubiertos por escombros. 3.—Pizarras rojizas y capas margosas, pobres en fósiles. Más o menos 15 metros. Aquí se encontró un Haploceras del grupo del H. Fialar Oppel. (4—Un banco poco potente de capas apizarradas y margo- sas, parduscas y grises, con: Oppelia sp. ind. (Grupo de la O. pugzlas). Capas inferiores con Mazapilites. 7 Waagenta sp. ind. (cfr. Autharis Oppel sp). | Mazaprilites sp. ind. (Varios ejemplares mal conser- ( vados). 5.—Pizarras rojizas, pobres en fósiles, más o menos 17 metros. ((6.—Banco poco potente de capas apizarradas, margosas y | calcáreas rojizas, con: Oppelia sf. ind. (grupo de la O. pugilis, la misma forma se encuentra en Núm. 4). Mazapilites symonensis 1. sp. apas superiores con : Cap p » crassicostatus n. sp. Mazapilites. a E » tobosensis m. sp. 3 | » carinatus n. sp. Perisphinctes af]. praetransitorius Font. sp. Aspidoceras Witrtenbergert a. sp. L » Juv. sp. ind. 7.—Pizarras rojizas sin fósiles. 20 metros. (1 £. Bose: Algunas faunas cretáceas de Zacatecas, Durango y Guerrero. Este Boletín FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 62 lg. —Calizas grises o negruzcas, formando un banco poco po- tente, con: Phylloceras ¡uv. sp. ind. Haploceras deplanatum n. sp. Perisphinctes Pervinquier? n. sp. » Boesel an. sp. » aff. colubrinus Toucas (non. auct). » corona 2. sp. » Titan n. sp. » tobosensis 2%. sp. » sp. ind. » neohispanicus Y. sp. » Bangel n. sp. » sp. 11d. » SymMOnensis n. sp. » diversecostatus 1. sp. » cfr. Kokeni Behr. » subbleicheri n. sp. » sp. ind. » Theodosti ». sp. » Alexetl nm. sp. Virgatites sp. ind. Cucullaea, varias especies indeterminadas. U Grandes Belemnites verduscos. Calizas grisescon Au- lacosphinctes. 4 9.—Afloramientos cubiertos por escombros. 10.—Calizas del Cretáceo inferior. 11.— Un segundo corte se observa al norte de Torres, en la Sierra de Ramírez. AMí se encuentra, de abajo arriba, la serie siguiente: 1.—Pizarras rojizas en gran parte cubiertas. En estas capas se han encontrado en las pendientes meridionales de Torres numerosos ejemplares de Mazapilites. (2.—Banco poco potente de una caliza negra oscura, con: Proniceras 1doceroides n. sp. » neohispantcum 1. sh. » LOYresense n. sp. » Agutlere n. sp. » af. Aguilere n. sp. » Victoris nm. sp. » subpronum a. Sp. » Juv. sp. ind. Perisphinctes Wilfridi a. sp. » torrestanus 9. sp. » ajf. eudichotomus Zittel sp. Hoplites ají. microcanthus Oppel sp. Ammonitas indeterminadas, pertenecientes proba- blemente al género XZarpoceras. Calizas negras de To- rres con Pronice- ras. ¡€ _Eme— o NC FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 63 (3. —Capas apizarradas grises, calizas apizarradas y margo- sas grises y blanquizcas. Potencia, más o menos 25 metros. Berriasella cfr. Calisto D' Orb. sp. | Berriasella vecina de la B. cfr. Calisto nob. Capaslimitrofesentre | Steueroceras, varias especies indeterminadas, veci- el Jurásico y el Cre- nas de los St. Koeneni y permulticostatunm tácico. Steuer sp. La parte más alta de las mismas capas y la base de las 3 calizas núm. 4, se ven también en el 20r—n20+-—oeste de Torres, de donde provienen Jas formas siguientes: | Steueroceras sp. ind. (gran fragmento). L Steueroceras sp. ind. 4.—Calizas del Cretáceo inferior, muy potentes. 117.—En otra localidad de la Sierra de Ramírez, designada por Bóse como lo- calidad a, se ve un tercer corte interesante. Allí se encuentra de abajo a arriba: 1. —Separado por una falla de las calizas cretácicas núm. 4 del corte anterior, se presenta un banco calcáreo con Haploceras. 2. —Pizarras rojizas, cubiertas en gran parte de escombros; más o menos 70 metros. (/3.—Banco poco potente de una caliza negra, que contiene | abajo: Belemnites de grandes dimensiones y de co- lor verdusco; arriba: Promiceras del grupo del ?. pro- pes num y Ammonitas indeterminadas, pertenecientes probablemente al género Harfoceras. Estas capas corresponden a la caliza negra de Torres, núm. 2, del corte anterior. 4.— Capas apizarradas y margosas, grises y blanquizcas. Po- tencia 20 metros. Berriasella cfr. Calisto D' Orb. sp. » cfr. Oppela Kilian sp. » cfr. calistordes (Behr.) Steuer sp. Steueroceras sp. ind., varias especies indetermina- bles, vecinas de S£, Koenernt y permulticostatum Steuer sp. é Steueroceras sp. ind. (Gran fragmento). Crioceras sp. ind. Ejemplares grandes. Portlandiano supe rior. -_— ==” Capas limítrofes en- tre el Jurásico y el x Cretácico. (GA A A 5.— Calizas del cretácico inferior de gran potencia. Los tres cortes de las dos Sierras de Symon y de Ramírez, que acabamos de estudiar, se completan, de manera que combinándolos se obtiene la serie jurásica siguiente: 1.—Calizas con Nerineas. (Sierra Symon y Ramírez). 2.— Capas cubiertas en gran parte de escombros (Cañón del Toboso, Sierra Symon.) 3.—Pizarras con Haploceras del grupo Fialar (Cañón del Toboso) y banco con Haploceras (Sierra Ramírez a). 64 DR. CARLOS BURCKHARDT 4.—Capas inferiores con Mazapili- ) 4 Pizarras con Mazapilites tes (Cañón del Toboso). ee , en las pendientes meri- 5.— Capas superiores con Mazapili- dionales de Torres (Sie- tes (Cañón del Toboso). Base del Portlandia- no. rra Ramírez). (ETE Y 6.— Pizarras rojizas sin fósiles (Cañón del Toboso). 7.—Calizas grises con Aulacosphinc- dal CODEN tes y grandes Belemnites (Ca- + negra de la localidad a ( Portlandiano Ane) L e oidel Toboso) |. congrandes Belemnites. rior. 8.—Calizas vegras de Torres con Proniceras del grupo del P. pronum (en el norte de Torres y localidad a de la Sierra Ramírez ). Portlandiano supe- rior. cas con Berriasella y Steueroceras (norte y nor-nor— oeste de Torres, localidad « de la Sierra de Ramírez). L Fo — Capas margosas apizarradas y calizas grises y blanquiz- Capas limitrofes. g | L 1 o. —Calizas del Cretácico inferior. Las calizas con Nerineas corresponden seguramente a las calizas con Nerineas de las Sierras de Mazapil, y representan probablemente el Oxfordiano, porque he encontrado en San Pedro del Gallo, arriba de una alternancia de areniscas y cuar- zitas con intercalaciones de la misma caliza con Nerineas, una fauna de Ammo- nitas del Oxfordiano superior (véase Boletín 29, p. 210). Tal vez la misma caliza con Nerineas representa aún una parte del Dogger. Las capas, mal visibles y poco fosilíferas, que se observan en la Sierra de Sy- mon arriba de las calizas con Nerineas y el banco con Haploceras de la Sierra de Ramírez a representan seguramente el Xzmeridgzano, poco fosilífero aquí y no bien visible, por estar cubierto de escombros y de vegetación. La serie de capas que sigue hacia arriba, y que corresponde al Portlandiano y a las capas limítrofes, es muy fosilífera e interesante. Daré a continuación una descripción detallada de los diferentes pisos de esta serie, comenzando por las capas con Mazapilites. 1.-—CAPAS CON MAZAPILITES DEL CAÑON DEL ToBOoso (Base del Portlandiano) En un conjunto de capas margosas, apizarradas y calcáreas de color rojizo y de una potencia total de cerca de 20 metros, se observan algunos bancos muy fo- silíferos, poco potentes. Principalmente dos de estos bancos son ricos en fósiles; uno de ellos se encuentra en la base, el otro en la cima de la división, siendo sepa- rados los dos por pizarras rojizas pobres en fósiles, cou un espesor de 17 metros, más o menos. He designado al banco inferior como «capas inferiores con Mazapilites», y al superior como «capas superiores con Mazapilites», para indicar que los dos están caracterizados por el notable grupo de Ammonitas, al que propuse aplicar el nuevo nombre genérico Mazapilites. Las capas inferiores con Mazapilites, contienen: Oppelia sp. ind. (grupo de la Oppelia pugilas). Mazapilites sp. ind. (ejemplares indeterminables ). Waagenta sp. ind. (cfr. W. autharis Oppel. sp.) FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 65 Las capas superiores con Mazaprlites sou mucho más ricas en fósiles, y en ellas abundan varias especies del género Mazapilites; contienen las especies siguientes: Oppelia sp. ind. (grupo de la Oppelza pugilis). Mazapilites symonensis mn. sp. Mazapilites crassicostatlus 1. sp. Mazapilites tobosensis N. sp. Mazapilites carinatus n. sp. Mazapilites, varias especies indelerminadas. Perisphinctes, (Aulacosphinctes) aff. praetransitorius Font. sp. Aspidoceras Witrtenbergert n. sp. Aspidoceras ¡uv. sp. ind. Se ve por esta enumeración de fósiles, que las dos capas con Mazapilites tienen varias formas comunes, y que los grupos característicos de la Oppelía pugilis y. del Mazapilites Zittela están representados en las dos. Poresto, la edad de las dos capas debe ser casi la misma. Además, vemos a primera vista que las dos capas con Ma- zapilites corresponden exactamente a los «calcaires phosphoritiques rougeátres» de la Sierra de la Caja, en Mazapil, por ser caracterizadas como ellas por el género Mazapilites y por varios Aspidoceras, de los cuales algunos son vecinos del 4spz- doceras neoburgense Oppel (véase Boletín 23, 1. c., p. 123).* En mi Monografía sobre Mazapil (1. c., p. 170) demostré que la edad de estas últimas capas debe ser más o menos la de las de Solenhofen, es decir, que deben ser consideradas como capas basales del Portlandiano. La fauna de las capas con Mazapilites de la Sierra de Symon confirma esta conclusión. Numerosos ejemplares de una Oppelia, por ejemplo, pertenecen al grupo de la Oppelia pugilis que, según los autores ( véase p. e. /Zaug: Portlandien, Tithonique et Volgien 1. c., p. 219 ), es característico para la Zona de la Oppelia lithographica. Un Perisphinctes es muy vecino del 2. (Aulacosphinctes) praetransitorius Font., especie que es, según 2. Lory, muy característica para las capas superiores con Phylloceras Lory (= capas de Oppelia lithographica) de los alrededores de Greno- ble. Las dos Aspzdoceras presentan relaciones con especies de las capas superiores de Crussol, que deben ser paralelizadas, según los autores, con las capas de Solenhofen (por lo menos en su mayor parte) y con especies de las capas de Solenhofen y de Kelheim (Aspidoceras Wiirtenbergert n. sp., vecino del A. Periacersis Font. var. de Crussol, y del Aspzdoceras neoburgense Oppel de Kelheim; Aspidoceras juv. sp. 2nd. vecino del Aspidoceras avellanum Zittel de las capas de Solenhofen y del Tithónico inferior). Por último, una Waagernza presenta relaciones con W. autharis Oppel de Solenhofen. : Los Mazapilites, es cierto, forman un elemento especial de la fauna, que pa- rece, según nuestros conocimientos actuales, especial del Portlandiano basal de México. 2.—CALIZAS GRISES CON AULACOSPHINCTES DEL CAÑON DEL 'T'OBOSO (Portlandiano inferior). Sobre las capas superiores con Mazapilites, se observan en el Cañón del “To- boso pizarras rojizas sin fósiles, de una potencia de cerca de 20 metros, y en seguida 1. Haré notar que los calcaires phosphoritiques rougeátres de la «Sierra de Santa Rosa», son probablemente un poco más modernos que los de la “Sierra de la Caja». Véase más adelante, Faunas Jurásicas.—10. 66 DR. CARLOS BURCKHARDT aparece un banco poco potente y muy fosilífero de una caliza gris. En este banco se encontraron los fósiles siguientes: Haploceras complanatum n. sp. Perisphinctes (Aulacosphinctes) Pervuinquiert 1. sp. Perisphinctes (Aulacosphinctes) Boeset N. sp. Perisphinctes (Aulacosphinctes) aff. colubrinus Toucas non auct. Perisphinctes ( Aulacosphinctes) corona n. sp. Perisphinctes (Aulacosphancies) Titan n. sp. Perisphinctes ( Aulacosphinctes) neohispanicus 11. sh Perisphinctes (Aulacosphinctes) Banget n. sp. Perisphinctes (Aulacosphinctes) sp. 11d. Perisphinctes ( Aulacosphinctes) symonensis n. sp. Perisphinctes ( Aulacosphinctes) diversecostatus n. sp. Perisphinctes ( Aulacosphinctes) cfr. Kokent Behr. Perisphinctes ( Aulacosphinctes) subbleicheri n. sp. - Perisphinctes Alexeti nm. sp. Perisphinctes tobosensis 1. sp. Perisphinctes sp. ind. (dos formas). Virgatites sp. ind. Cucullaea, gran especie. Belemnttes, grandes especies de color verdusco. Un poco arriba del bauco mencionado se ha encontrado en un block aislado: Perisphinctes Theodosi n. sp. Empezando a tratar la cuestión de la edad de las calizas grises nos podemos apoyar, en primer lugar, en los hechos estratigráficos. Como hemos visto, las calizas grises yacen encima de las capas con Mazapilites, que representan, según nosotros, las capas basales del Portlandiano. En consecuencia, podemos presumir a priori que las calizas grises deben corresponder al Portlandiano inferior. Un estudio de las relaciones faunísticas confirma esta conclusión, pues vemos que ciertas especies de la fauna de las calizas grises som vecinas de especies del Tithónico inferior de la región mediterránea (Perisphinctes aj). colubrinus Toucas, vecino del P. colubri- nus Toucas del 'Tithónico inferior del Pouzin; 2. tobosenstis 2. sp., vecino del P. Gevreyi Toucas del mismo lugar), mientras que otras presentan relaciones con una forma de Portlandiano inferior de Boulogne (Perisphinctes subbleicheri n. sf., veci- no del P. Bleicher¿ De Lortiol *) y con una especie del Volgiano inferior de Rusia (Virgatites sp., vecino del V. apertus Michalskt). La mezcla de elementos faunísticos muy diversos, en nuestro banco calcáreo poco potente, es notable. Acabamos de citar elementos mediterráneos, rusos y pot- tlandianos (Boulogne). Además, observamos elementos andinos (Perisphinctes neo- hispanicus nm. sp., vecino del P. ají. transitorius nob. delas capas de Casa Pincheira; P. diversecostatus 1. sp., vecino del P. pouzinensis nob. del mismo lugar; 2. cfr. Kokent Behr., vecino del 2. Kokent Behrendsen) y formas aisladas que presentan relaciones con especies de las Indias (Haploceras complanatum n. sp., vecino del H. deplanatum Waagen del «Katrolsandstone» de Cutch; Aulacosphinctes Banget 1., sp. vecino del A. torguatus (Sow.) Uhlig de la parte media de los «Spitishales») l. Según E. Pellat, Terr. jur. du Boulonnais, 1.c., P. Bleicheri De Loriol, se encuentra en la parte inferior del Por- tlandiano inferior de Boulogne. FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 67 y de Túnez (Aulacosphinctes Pervinquieri n. sp., vecino del Holcostephanus cf;. celsus Pervinquiere del Tithónico inferior de Túnez.) Tenemos, pues, aquí otro ejemplo sorprendente de esta mezcla extraña de ele- mentos faunísticos, que ya tantas veces he podido comprobar en el curso de mis estudios acerca de las faunas jurásicas de los Andes y de México. Una mezcla pa- recida se ha señalado a veces también fuera de las Américas; recordaré p. e. que una asociación de especies enteramente análoga a la de nuestras calizas grises, se ha en- contrado eu Madagascar, de doude lMurnier-Chalmas, Boule y H. Douvillé citan capas suprajurásicas que contienen a la vez Haploceras deplanatum Waagen, va- rios Perisphincies y Virgatites vecinos de los de Boulogne y de Rusia y Aspidoce- ras cfr. rogozmticense Zittel. * 3. —CALIZAS NEGRAS DE "TORRES CON PRONICERAS (Portlandiano superior) Al norte de Torres, y en la localidad « de la Sierra de Ramírez, se observa un banco poco potente de una caliza negra compacta, que contiene en la base grandes Belemnitas verdes, y más arriba numerosas Amunonitas, principalmente representantes del grupo del «MZo/costephanus» pronus. De esta caliza proviene la fauna siguiente: Proniceras idoceroides n. sp. Prontceras neohispantcum 1. sp. Prontceras torresense n. sp. Proniceras Aguilere, 1. sp. Proniceras ajj. Aguilera 1. sp. Proniceras Victoris n. sp. Proniceras subpronum 1. sp. Prontceras Juv. sp. ind. Perisphinctes ( Aulacosphinctes) Wilfridi n. sp. Ferisphinctes (Aulacosphainctes) torrestanus n. sp. Perisphinctes (Aulacosphinctes) aff. endichotomus Zittel sp. Perisphinctes sp. ind. Hoplites ajf. microcanthus Oppel sp. Además, se encontraron en esta caliza numerosos ejemplares de Ammonitas aún indeterminadas, que parecen pertenecer al género Harfoceras. Las mismas Ammonitas encontré anteriormente en Mazapil (en la Sierra de la Caja, Cuesta del Gato) en una caliza negra intercalada entre los «calcaires marneux blanchátres». La edad de las capas es fácil de determinar, a causa de las relaciones múltiples con especies tithónicas, principalmente con formas de Stramberg. Por ejemplo, los representantes del grupo del «/Zolcostephanus» pronus, tan ricamente desarrollado en nuestras capas, se encuentran en el Tithónico superior de la región alpina (/Zol- costephanus pronus Oppel en las capas de Stramberg, 17. pronus Toucas = Toucast Ref. en el Tithónico de Chomérac) y varias otras Ammonitas presentan igualmente relaciones con especies tithónicas (Perisphinctes Wilfridi nm. sp., vecino del L. tran- sitorius Oppel y del P. Fischeri Kilian, Perisphinctes ajj. eudichotomus Zittel, Ho- plites ajf. microcanthus Oppel). 1 Munier-Chalmas, Ampandramahala 1. c., Boule 1. c. 68 DR. CARLOS BURCKHARDT Varias de estas formas tithónicas vecinas se encuentran a la vez en el Titlió- nico inferior y superior, pero los representantes del grupo froxzs están en Europa limitados al Tithónico superior. Ahora bien, al ver que este grupo está muy bien desarrollado en nuestras capas, llegamos a la conclusión que las calizas negras de Torres deben ser paralelizadas con el Portlandiano superior. Esta conclusión está también confirmada por la estratigrafía. Vemos, en efecto, que las calizas negras so- portan inmediatamente las «capas limítrofes entre el Jurásico y el Cretácico». Por otra parte, el Sr. Bóse ha encontrado en la Sierra de Ramírez, localidad <, en la base del banco de Torres, las mismas grandes Belemnitas de color verde que había des- cubierto en las «calizas grises con 4Aulacosphinctes» del Cañón del Toboso, calizas que representan, según nosotros (vease p. 66), el Portlandiano inferior. Acabamos de demostrar relaciones múltiples entre las especies portlandianas de las Sierras de Symon y Ramírez y las Ammonitas tithónicas de la región alpi- na y mediterránea. Sin embargo, esta demostración no puede ser de ninguna ma- nera invocada en favor de la teoría de Veumayr (véase Neumayr: Klimatische Zonen, 1. c.), según la cual, el Jurásico mexicano debería presentar un carácter mediterráneo muy neto. En efecto, hemos podido comprobar que el Portlandiano inferior del Cañón del Toboso contiene, al lado de formas con afinidades tithóni- cas, otras que son vecinas de especies de Boulogne, de Rusia y de la Cordillera de los Andes (véase arriba, p. 66). Además, una comparación de nuestras faunas por- tlandianas con las faunas tithónicas nos enseña que hay relaciones íntimas entre ciertas formas mexicanas y tithónicas, pero que, a pesar de esto, los grupos tithó- nicos considerados como muy característicos faltan en México, o bien están muy débilmente representados. Por ejemplo, la fauna de Rogoznik (Zittel, áltere Ti- thonbildungen, 1. c.) contiene numerosos Phylloceras, Lytoceras, Haploceras y Si. moceras, mientras que la fauna de nuestras «calizas grises con Aulacosphinctes» que debe ser paralelizada con ella, ha suministrado casi exclusivamente especies del gé- nero Perisphanctes. Phylloceras está representado en la fauna de estas calizas por un solo ejemplar jóven, Lytoceras y Siímoceras faltan completamente y el único Hapbloceras presenta afinidades íntimas con una forma indiana (17. deplanatum: Waagen). La diferencia entre la fauna de Stramberg (Zittel, Cephalopoden der Stram- bergerschichten, 1. c.) y la de las «calizas negras de Torres» no es menos nota- ble. Los Phylloceras, Lytoceras y Haploceras, tan ricamente desarrollados en Stramberg, faltan por completo en nuestra fauna de Torres, y solamente los /Zol- costephanus, Perisphinctes y Hoplites están representados en ella por formas con afinidades tithónicas. 4 —CAPAS LIMITROFES ENTRE EL JURASICO Y EL CRETACEO Las capas limítrofes representan un horizonte estratigráfico muy importante de la parte central de México. Se pudo comprobar la existencia de este horizonte en todos los cortes del Jurásico superior que se han estudiado hasta ahora en de- talle. Existe en las Sierras de Mazapil, Concepción del Oro y Zuloaga, de donde lo describí bajo el nombre de: «calcaires marneux blanchátres» (véase Boletín 23, l. c.), y se encuentra, además, en San Pedro del Gallo, donde se subdivide en dos niveles, que he llamado «Capas con Steueroceras » y «Pizarras del Panteón » (véase Boletín 29, 1. c.). Por todas partes donde se encuentra, este horizonte encierra la misma fauna FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 69 bastante monótona y generalmente mal conservada, pero muy característica y compuesta principalmente de formas numerosas de los géneros Berriasella y Stene- roceras. * En la Sierra de Ramírez (en el norte de Torres y en la localidad 4) nuestro horizonte está representado por capas apizarradas y margosas, grises y blanquiz- cas, y por calizas de una potencia total de 20 a 25 metros. La parte más alta del horizonte existe igualmente en el nor=nor—oeste de Torres, estando sin embargo, aquí exclusivamente representada por calizas. Como en otras partes, se observan en nuestras capas muchos representantes de Berriasella (vecinos de B. Calisto D'Orb., Opbeli Kilian, calistoides Steuer y tlachiacensis Felix) y Steueroceras (vecinos de St. Koeneni y permulticostatum Steuer ). Además, se presentan numerosos Crioceras de gran tamaño. La edad de esta fauna no puede ser dudosa: como en Mazapil y San Pedro del Gallo, caracteriza las capas limítrofes entre el Jurásico y el Cretáceo ( véase Boletín 23, P- 171; Boletín 29, p. 222) y puede ser paralelizada con la fauna del « Berria- siano inferior» de X2/an con Berriasella calistoides y Oppelí (Kilian: Siste- ron, l. c., p. 711) y probablemente con la de las capas de Roverée di Velo y Ko- niakau. ? Hemos visto por todo lo que antecede que las Sierras de Symon y de Ramírez nos ofrecen un hermoso desarrollo fosilífero del Portlandiano y de las capas limí- trofes entre el Jurásico y el Cretáceo. Eu cambio, las capas oxfordianas y kimeridgianas son pobres en fósiles o no pueden observarse de una manera conveniente, debido a la falta de afloramientos. Dadas estas condiciones, el estudio de las faunas de Symon y de la Sierra de Ra- mírez completa los conocimientos ya antes adquiridos en Mazapil y San Pedro del Gallo (compárese Boletín 23 «Faune jurassique de Mazapil avec un appendice sur les fossiles du Crétacique inférieur» y Boletín 29 «Faunes jurassiques et cré- taciques de San Pedro del Gallo »). Combinando los resultados obtenidos en estas regiones, se puede decir que en la parte central de México existe una serie completa y notable de capas muy ricas en Ammonitas desde la base del Jurásico superior hasta el Valangiano propiamente dicho. Esta serie se compone a lo menos de doce pisos con faunas distintas (sin contar varias subdivisiones secundarias ) y presenta una semejanza verdaderamente sorprendente con la serie extranjera, principalmente con la europea correspon- diente. Para demostrar la serie suprajurásica y valangiana de la parte central de Mé- xico, he formado el cuadro siguiente (véase p. 72). Aquí sólo añadiré algunas pa- labras acerca del paralelismo entre la serie de faunas, descrita en esta memoria, y las ya anteriormente estudiadas en Mazapil y San Pedro del Gallo. El cuadro nos hace ver en primer lugar que es fácil de establecer el paralelis- mo con la Sierra de la Caja en Mazapil. Comenzando por los pisos portlandianos, 1. Steueroceras, en el sentido limitado propuesto en el Boletín 29, 1. c. 2. Según Munier-Chalmas: Etude du Tithonique du Crétacé et du Tertiaire du Vicentin 1. c., p. 7 una de las especies predominantes en Rovere di Velo sería el Hoplites carpathicus Zittel, y la misma forma caracteriza también las capas de Koniakau. En mi memoria de San Pedro del Gallo (Boletín 29, 1. c.) he demostrado que H. carpathicus Zittel forma parte del género Steueroceras. 70 DR. CARLOS BURCKHARDT que son muy ricos en fósiles en las Sierras de Symon y de Ramírez, vemos luego que las «capas rojizas con Mazapilites» pueden ser paralelizadas con los «calcaires phosphoritiques rougeátres» de la Sierra de la Caja que contienen igualmente for- mas del género Mazapilites en gran cantidad y que representan, según mis inves- tigaciones anteriores, del mismo modo la base del Portlandiano. Los «calcaires phosphoritiques grisátres» de la Sierra de la Caja son pobres en fósiles, y en ellos sólo encontré dos Ammonitas determinables ([ Veumayria subrasilis nob., Phyllo- ceras mazapilense nob.), al lado de restos de grandes Perisphinctes y de numerosas Cucullaea. Sin embargo, su paralelismo con las «calizas grises con Aulacospline- tes» de Symon no puede ser dudoso, porque en estas últimas se encuentran las mismas Cucullaeas y porque Vezwmayria subrasilis indica además el Portlandiano inferior. Recordaré aquí que la superposición de las calizas grises de Symon sobre las capas rojizas con Mazapilites confirma enteramente esta conclusión. Los «cal- caires marneux blanchátres» de la Sierra de la Caja son seguramente los represen- tantes, tanto de las calizas negras con « Holcostephanus » del grupopronus, cuanto de las capas limítrofes de la Sierra de Ramírez. En efecto, ya he hecho notar ante- riormente (p. 67 ) que las calizas negras intercaladas entre los «calcaires marneux blanchátres» de la Sierra de la Caja contienen las mismas formas curiosas, perte- necientes probablemente al género /Zarpoceras, como las calizas negras de Torres, donde estas Ammonitas son muy abundantes y asociadas a los « /Zolcostephanus» del grupo pronws. Que la parte superior de los «Calcaires marneux blanchátres» debe ser paralelizada con nuestras capas limitrofes de la Sierra de Ramírez está probado por la similitud de las faunas, de los caracteres petrográficos y de la posi- ción estratigráfica de ambos pisos. Las capas que se encuentran en las Sierras de Symon y de Ramírez entre el Portlandiano y las calizas con Nerineas, han proporcionado muy pocos fósiles, pero pueden seguramente ser paralelizadas con el Kimeridgiano de la Sierra de la Caja y también de la Sierra de Santa Rosa por ocupar la misma posicion estratigráfica entre las calizas con Nerineas y la base del Portlandiano. El paralelismo con la serie de la ,Szerra de Santa Rosa en Mazaptl es un poco más dificil de establecer. Sin embargo, es fácil paralelizar los dos pisos superiores de las dos series que presentan faunas análogas. En efecto, las «capas con Holcos- tephanus» de Santa Rosa son el equivalente indudable de las «capas con Astieria» de las Sierras de Symon y de Ramírez, cuya fauna describirá Z. Bóse en otro lu- gar (véase este Boletín £. Bóse: Algunas faunas cretáceas de Zacatecas, Durango y Guerrero). No es menos evidente que los «Calcaires marnenx blanchátres» de Santa Rosa corresponden a las capas limítrofes de la Sierra de Ramírez. Debajo de estas capas aparecen, en el Cañón de San Matías, cerca de Santa Rosa, los «cal- caires phosphoritiques grisátres» con numerosas Xossmatía que representan segura- mente el Portlardiano superior, y que deben, por consiguiente, ser paralelizadas con las «calizas negras de Torres.» Los «calcaires phosphoritiques grisátres» de las dos Sierras de Mazapil no son, por lo tanto, isócronos; los de la Sierra de la Caja son más antiguos que los de Santa Rosa. Los primeros corresponden al Portlandiano inferior y los segundos al Portlandiano superior. En mi monografía sobre Mazapil había notado que los fósiles de las calizas fosforíticas grises de Santa Rosa indican el Portlandiano superior, mientras que las mismas calizas de la Sierra de la Caja contienen únicamente una Ammonita determidable que indicaría más bien el Por- tlandiano inferior; pero había considerado entonces el conjunto de las calizas fos- foríticas grises de las dos Sierras como isócrono, representando tanto el Portlan- FAUNAS JURASICAS DE LAS SIERRAS DE SYMON Y DE RAMIREZ 71 diano inferior como el Portlandiano superior (véase Boletín 23,1. C., p. 170, 171) Ahora parece más prob ble que se deben considerar las calizas fosforíticas grises de la Sierra de la Caja como más antiguas que las de Santa Rosa. Las primeras repre- sentarían el Portlandiano inferior, debiendo ser paralelizadas con las calizas grises de Symon, mientras que las últimas pertenecerían ya al Portlandiano superior, siendo así isócronas con las calizas negras de Torres. La misma rectificación se impone probablemente en lo que se refiere a los «cal- caires phosphoritiques rougeátres» de las dos Sierras de Mazapil; los de Santa Rosa también serían un poco más modernos que los de la Sierra de la Caja, porque con- tienen una fauna de Perisphinctes y Virgatites que parece corresponder a la de las «calizas grises del Cañón del Poboso, » mientras que los de la Sierra de la Caja ( con Mazapilites y Aspidoceras) son seguramente isócronos con las «capas con Mazapi- lites» del mismo Cañón, como lo acabo de demostrar arriba. No es posible paralelizar de un modo definitivo los «argiles á Waagenia,» que aparecen en Santa Rosa debajo de las calizas fosforíticas rojizas, con los pisos de la Sierra de Symon. Falta saber si estas capas deben ser paralelizadas únicamente con las «pizarras rojizas pobres en fósiles» de la Sierra de Symon, o bien si representan, además, una parte por lo menos de las «capas com Mazapilites» de dicha Sierra. Por último, hablando del paralelismo con la serie de San Pedro del Gallo, ve- mos desde luego que las capas fosilíferas de Symon («capas con Mazapilites» y «cali- zas grises») no están representadas en San Pedro debido a la falta de afloramientos (comp. Boletín 29, 1. c.). En cuanto a las «calizas negras de Torres» y a las «capas limítrofes» de la Sie- rra de Ramírez sou fáciles de paralelizar con los pisosde San Pedro. Las primeras corresponden a las «capas superiores de San Pedro», que contienen entre otros fósi- les varios «olcostephanus» del grupo pronus y Hoplites microcanthus Oppel sp.; las segundas representan tanto las «capas con Steueroceras» cuanto las «pizarras del Pan- teón» de San Pedro, en las que se han encontrado los mismos Berrzasella y Steuero- ceras como en las capas limítrofes de la Sierra de Ramírez. El Berriasiano, Kimeridgiano y Oxfordiano de San Pedro del Gallo están re- presentados en las Sierras de Symon y de Ramírez por capas pobres en fósiles carac- terísticos o por capas que no afloran. Lo mismo sucede en Mazapil con el Berria- siano y Oxfordiano. A Je 3 Ñ mel MN: y Sy z » ñ $ Í Y pr o 1 Z Ne mí = 7 5 a 5 Ñ 15) "7 1 - en se y Y ' , y pi Pe E CN A cm y ITA E ¿4 ie AÑ ne. y ATEN | ej! A A o Ud ¿ob peon VA dd Ae RA ha za! aro * TN mi di A! AA: Ep A AU ATI A ml MEAR dius E AAN EXA a o pp A e Y Ñ ==. e pS 4 ] +3, Uuá Ñ x = F A a e ; 0 nie , 4 o i qua! t de A la de q VEM MN NA : ' . , ES a ¡AUREA Ñ y y ” A NE AA MO | Io A | o pee ad e ito AAN pr 09 0 il Aipistriao ed 0 ES ENTES OS Y E dd A MI ye A ANO carta p Ed TES SN EAN ea viene el a EA A A Be MN MN 104 Exalhans Hada olla li lc pl 7 sl MEA 7 Midis A AA IN 019 oh Ar A MR aldo E ¿GER ' e JO Y ico ó0PRÍA, ly er AM ! AS Es MO 5d A O AS DARAN al a ut Me 07 ados loli Ann) A Wal) ADS AA o citas pres De RON AE NN ls e OS os a e Ne PO re NS q y: ANA MER Ae AN A EI AR Rs cds pde AS AAA YA A Le IS TA AE sí ' = Surad, paño “agitada eel : A lo qe ADAN Jere 4 AS da er id a AN se ll 6 y UN ES pad E | As MA, e ra 7 ES AE . . «0 a 4 7 44 ' Po deb] AC wi ES MA "are de her o l ñ , destn e, PRO y TER TAE e do91Aii A AA NS A y A e há E E _ — m ' ESA A Da A A pee PA MT “ neos A A má ' Í V id u “4 ¡ 1 ' Í q Se 4 mm 3 ' AL ae he eps y reido O 4 ng aria Pra 7 4 2 Veras Mu Í spam enabay en rad E! ear delo > Da Aia dra e e o K El TS EOS ADA ' $ A ' o A cd d í oe ' | E ¿AN A : ie Ñ h r Ñ 4] - PE Y 1 Í ] aÑo, + : Mi 4 Ñ : E rod 2 el 1.00 LEER y 1 AS F IRA SHIA bl , y 17 , mu 5 Y LR 1 4 , y , , i : ' ; ) S el ww PA PS y CIA h y f 142 1 , sn Yo Vis ' . 4 masrA- - Í ' ER y ¡ar ad j ¡es 4 7 , É mn ; 2 Ñ e 4 7 MW $ É Í 4 MuiJ ' , mr | E mié de j j vw y x : p 7 no rior t Ub 3 = i Ñ . ' le 1] í Í i » 2 E AA mn 047 t | misa pel | ' o 4 cs y 4 . CUADRO DE LAS CAPAS SUPRAJURASICAS Y VALANGIANAS DE MEXICO CENTRAL E o _—_— _— _—_a— —_— —_ —_—_ _—_—_—_— ——— o _ —— —_— _—_ _—_— o —_—_— o _—_—__—_—>— _— _—_— _— —. | Valangiano. Berriasiano. Capas con Astie- ría. SIERRA DE SYMON Y DE RAMIREZ CARACTER LITOLOGICO Y POTENCIA FOSILES PRINCIPALES Astieria, numerosas especies. 3 EDAD Valangiano. Capas con Hol- | Capas con Holcoste- Capas con Holcostepha- I REGION DE MAZAPIL 1 SIERRA DE LA CAJA nus. SIKRRA DK SANTA ROSA costephanus. ¡SAN PEDRO DEL GALLO 2 phanus. Calizas pobres en Calizas poco potentes. Calizas pobres en fósi- ] Calizas pobres en | Capas con Spiticeras fósiles. les. fósiles. (Berriasiano). Capas limítro- Capas limítrofes, | Capas apizarradas y Berriasella cfr. calisto D'Orb., | Capas limítro- ( Calizas margosas y | Calizas margosas 2 Pizarras fes. entre el Jurási- | margosas, calizas api- | Cfr. calisto Zittel, cfr. calis- fes. apizarradas blan- | y apizarradas Capas del Pan- co y el Cretá- zarradas, grises y blan- toides Steuer. + E quizcas. blanquizcas. a! teón. cico. quizcas. 20-25:m. Steueroceras cfr. Koeneni Ú as WCapas: Steuer, cfr. permulticosta- 3 > con Ste- tum Steuer. 3 [| Meroceras, AO E ( Calizas negras | Banco poco potente de Proniceras idoceroides n. sp., | Portlandiano | 4 | Caliza negra inter- | «Calcaires phos- la Capas de Torres con una caliza negra obs- neohispanicum n. sp., torre- superior. 9) calada entre la phoritiques gri- superio- A Proniceras. cura homogénea, in- sense n. sp. Aguilerae 1. sp., Y parte inferior de | sátres» (con res. el tercalada entre las ca- Victoris 1. sp., subpronum a las calizas mar- Kossmatia.) | Capas 2 Capas E pas apizarradas. N. sp., Perisphinctes Wilfri- Y gosas y apizarra- | E con Du- a di n. sp., P. torresianus n. E das blanquizcas. OE rangites 15 sp» P. afí. eudichutomus 3 deSan | YyAucella Zittel, Hoplites aff. micro- 3 Pedro. | el gr. canthus Oppel sp. 3 mosquen-| sis Lah, 1 Capasin- feriores. l l | Calizas grises con | Banco poco potente de | Haploceras complanatum 1n. | Portlandiano | “Calcaires phosphoriti- | «Calcaires phos- Aulacosphine- una caliza gris, sobre- sp», Perisphinctes Pervin- inferior. ques grisátres» (con phoritiques tes. puesta a capas apiza- quieri n. sp, Perisphinctes Neumayria subrasi- rougeátres» con rradas pobres en fósi- Boesei 1. sp., P. af. colubri- lis.) Perisphinctes y les. nus Toucas, P. corona n. sp., Virgatites- PORTLAN- P. Titan n. sp., P. tobosen- DIANO ; sis n. sp. P. neohispanicus 4 n. sp., P. Bangei n. sp., P. 4 symonensis n. sp., P. diver- Ea secostatus n. sp., P. cfr. Ko- Q ken Bebr., P. subbleicheri al 1. sp., P. Theodosíi n. sp.. P. 4 E Alexei n. sp., Virgatites sp. e) 9 ind, A l al E | 2 % [ Bancos fosilíferos poco | Oppelia sp. iud., Mazapilites | Base del Por- [| “Calcaires phosphoriti- E | | g| potentes, intercalados symonensis nm. sp., M. cras- | tlandiano. ques rougeátres» con (9) ¡E entre pizarras TOJizas sicostatus 1. sp., M. tobosen= Mazapilites. n E sin fósiles. sis n. Sp., M. carinatus n. sp., A z | a Perisphinctes aff. praetran- a Capas rojizas ; 5 sitorius Font. Aspidoceras HE con Mazapi- 4 Wurtenbergeri n. sp. lites, 8 3| Capas apizarradas mar- | Oppelia sp. ind., Mazapilites Solas (pobres en tiósia facil icon Was E | gosas y calcáreas roji- | sp. Waagenia sp. ind. les, EXGU Ei L Zas, más o menos 20m. ¡ ( Capas con Haplo- | Banco calcáreo poco po- | Haploceras sp. ind. Kimeridgiano | Banco con Haploceras | Banco con Haplo- 2 | ceras y pizarras tente. Pizarras rojizas. superior. Fialar. ceras Fialur. rojizas, | | KIMERID- ¿| o eS ) Capas inferiores de E ES SEASo, | Pallasi Keys. sua msc ( | Capas con Idoceras. Capas con Idoce- Tas. J l ESTAS CAPAS NO AFLORAN = Oxfordiano su- Probablemente repre- | Probablemente [| Oxfordiano superior perior, sentado por un banco representado (con P- risphinctes, con grandes Tri.o- por la parte su= Ochetoceras, etc.). I O nias y por la parte su- perior de las ca- perior de las calizas lizas con Neri- con Nerineas. neas. l E pa Y pa | Calizas con Neri- | Calizas muy potentes. Nerinea sp. ind. Probablemen- ¡| Calizas con Nerineas. Calizas con Neri- | Areniscas y cuarci- neas. 1. Véase “Faune jurassique de Mazapil» (Boletín núm 23. 2, Véanse «Fnunes jurassiques et crétaciques de San Pedro del Gallo» (Boletín núm. 29). 3, Véase la descripción de esta Fauna en “E. Bóse: Algunas Faunns cretáceas de Zacatecas, Durango y Guerrero» (Este Boletín). K—_—_—_—_—_————_———_—————————— —_— _a——_—_—o o o o __AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAxá<>>—>>>—K— te Oxfordia- no inferibr. neas. tas con intercala- ción de calizas con | Nerineas. Tuonaicá, AE E ARE GET E A E ¿dia Mo de rr j e A DUGO má Ñ 0 ei gros aros AA «Hg 1 IN IA de MUA EA A a E AD e ÍA tits Mis a AREA y AA LES A $ a a e Al e y ura ML pe + PL Af Y q Ur mia í ñ e OS dd A ”n X p y á Y aqARÓ hi EME CI EL no bo 2. HIM RO ¿e A : poto WE ANUAL ; TN: yr $ AT UE eri) ri A we 4 > JE IESO j 1 : | s . 5 p n e E a AA bes : A | Y ? MEA A É TIVA AA ES FER 2 , á h $ AGS ER EN ad oa abr e Y pS ó ' sob ad e gal, , SN ! | LISTA DE LAS OBRAS CITADAS Behrendsen, O.—Zur Geologie des Ostabhangs der argentinischen Cordillere Zeitschrift der deutschen geologischen Gesellschaft, Bd. 41, 1891, p. 369; Bd. 42, 1892, p. l. Benecke, E. W.—Ueber Trias und Jura in den Súdalpen. 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Wed Adi 4 AO dd O AE y ES A O IC den nta sel ed AER O A Me yy rta A A á Dg OR PURA IN ME: ma AAN his Ma bai y 0 ¿ua anda COGER O O 7 IRA AO AO A OTAN 4 UD e bianle cid [ejido mias US Í dica a ble " e ' IR a RN AN 5 ' is AN E Ai 3 PA ¡906 h a É VAS nl UA Í Ani d 25) ETE Air AS A E EE 2 o ANI A en Per a Al rá dl PROD 07 : a ¡VAR A ANS h A A ds Tv a ONE We L apo HEN «tr Mil a 0 rd SO ENS ' es - LUN Noli COPAS, DN pa, O a A ál> 30d o Y ora ha: Pa A Je a SN ¿nia y CAEN A E sal sd La 1! mia EL CRETACEO SUPERIOR DE ZUMPANGO DEL RIO (ESTADO DE GUERRERO) CON 11 LAMINAS (XXI—XXXIL) od ue 20 IIA INTRODUCCION GEOLOGICA ie ARES e AMDOLORS AOURVIIO IA : . Ú : INTRODUCCIÓN GEOLOGICA La región de Zumpango del Río, situada en el Estado de Guerrero, a corta distancia al Norte de Chilpancingo, ha sido visitada por varios geólogos, pero hasta hoy no existe ningún estudio algo detallado de ella. En el «Bosquejo Geológico de México» (Boletín de este Instituto, núms. 4-6), /. G. Agutlera publicó algunas ob- servaciones acerca de la geología de la región (1. c., p. 160) mencionando pizarras que se refieren, según él, quizás al Eoceno, Andesitas y (hacia Mezquititlán) calizas cretáceas. Más tarde varias comisiones oficiales, encargadas del estudio de temblo- res, cruzarou la región. En el informe sobre el temblor del 14 de abril de 1907, E. Bóse menciona que el Cretáceo de Guerrero se compone en la parte inferior de pizarras arcillosas y arriba de calizas con Caprinidae (E. Bóse en: £. Bose, A. Villa- jaña y J. García y García: El Temblor del 14 de abril de 1907. Parergones del Instituto Geológico de México, tomo II, 4-6. 1908, p. 146-147). Esta atribución erró- nea del terreno pizarreño de Guerrero en general, y porlo tanto también de la región de Zumpango al Cretáceo inferior, fué causada por la supuesta semejanza petrográ- fica de las capas con las «pizarras de Necoxtla» de otras regiones. Durante la última excursión efectuada para estudiar temblores en Guerrero, en el año 1909, los Sres. 2. Waztz y Teodoro Flores de este Instituto, tuvieron la fortuna de encontrar por primera vez alguuas Ammonitas mal conservadas cerca del Rancho de la Curtiduría, al Norte de Zumpaugo. El estado de conservación de estos fósiles era tal, que no fué posible determinarlos, pero como el hallazgo de ellos presentó bastante interés, nuestro estimado Director me encargó de hacer un estu- dio geológico más detallado de la región. Este se efectuó durante el mes de noviem- bre del año 1909, y los resultados se publican en esta memoria. Pude hallar varios horizontes fosiliferos del Cretáceo superior y juntar colecciones bastante conside- rables de Ammonitas y otros fósiles, pero debo mencionar que mis trabajos geoló- gicos se dificultaron bastante por falta de un plano topográfico. Así es que sólo puedo presentar un bosquejo geológico, acompañado de un corte geológico transversal apro- ximado de la región, y que muchas cuestiones estratigráficas y tectónicas de detalle no pueden resolverse aún. La región, estudiada por mí, abarca los alrededores de Zumpango del Río ex- tendiéndose más o menos a cinco kilómetros de la población hacia el Norte, el Sur y el Este. Traté, sobre todo, de levantar un corte geológico transversal de la región, desde Tecongo y Carrizal, en el camino para Mezquititlán, hasta las cumbres que separan la depresión de Zumpango del ancho valle de Chilpancingo. Este corte (véase lám. XXXI) empieza al Noroeste, en los alrededores del Rancho Carrizal, y sigue hasta Faunas Jurásicas.—12. 82 DR. CARLOS BURCKHARDT Zumpango del Río, a lo largo del nuevo camino carretero, siendo completado en este tramo por un segundo corte paralelo, que pasa por los cerros desde Yecintla por el Cerro de los Viejos hasta Zumpango. Empezando con la descripción del Corte de abajo, que se observa a lo largo del nuevo camino carretero, vemos entre Tecongo y Carrizal el extremo meridional de la zona dacítica que empieza ya más abajo, hacia Mezquititlán. Debajo de esta daci- ta se observan en la barranca por primera vez capas apizarradas del Cretáceo superior con pequeños Scaphites: las primeras representantes de las «capas con Scaphttes.» Contienen en varios puntos, sobre todo en los alrededores de Carrizal (un poco arriba- del camino, en la localidad * la), pequeños Scaphites, entre los cuales pude deter- minar un ejemplar como Scaphites cfr. teshivensis Yabe. Estas capas, formadas por calizas margosas y margas apizarradas grises, amarillentas y parduscas, están incli- nadas hacia el Noroeste cerca de Tecongo y hacia el Sureste en los alrededores de Carrizal, siendo atravesadas en este último lugar por un dique de Dacita. Entre Carrizal y Conezintla se opera un nuevo cambio de la inclinación de las capas, que muestran aquí de nuevo un echado hacia el Noroeste (455). En Conezintla se observan capas apizarradas, inclinadas hacia el Sureste; son calizas margosas y capas margosas, a veces arenosas, apizarradas, de color gris ver- dusco o algo morado (en la superficie) que contienen aquí numerosos Scaphttes (sobre todo en la localidad * lb, que se encuentra en el lugar adonde el camino descri- biendo una fuerte curvadura, corta las capas apizarradas). También aquí se observa un dique dacítico que atraviesa las capas. Siguen en frente del Rancho de la Curtiduría capas apizarradas, poco inclina- das y a veces muy metamorfizadas por rocas dacíticas que las atraviesan en varios lugares. Al otro lado de la Barranca, en los alrededores inmediatos del mencionado rancho, hay sobre todo en las Barrancas unos afloramientos muy interesantes de las «capas con Scaphites.» Es aquí (localidad * 2) en donde mis compañeros Waztz y Flores descubrieron los primeros restos de Ammonitas de la región, y en este lugar pude encontrar numerosos fósiles, sobre todo varios Scaphites, Baculites, Heteroce- ras y Barroisiceras (véase lista de los fósiles descritos en la parte estratigráfica, des- cripción de las «capas con Scaphites»). Las capas (calizas margosas apizarradas, grises, negruzcas, verduscas, parduscas y amarillentas, bien estratificadas y capas apizarradas y margosas del mismo color) muestran una inclinación débil (+= 20%) hacia el Sureste y se observan hasta las orillas de la población de Zumpango. El corte de arriba entre Yecintla y Zumpango, pasando por la cresta de los cerros (véase corte lám. XXXI) nos enseña en todo el tramo entre VYecintla, Pelati- tlán, Sotzocoltein, Salpacoya y el Cerro de los Viejos una masa considerable de Dacita en parte de color rojo. Varios afloramientos nos enseñan que dicha roca eruptiva cubre las pizarras supracretácicas (véase p. e. la pendiente SE. del Cerro de los Viejos), de modo que sería posible que el magma haya salido a la luz en algunas partes, aunque me parece seguro que la mayor parte de la masa eruptiva es neta- mente intrusiva, lo cual está comprobado por los numerosos diques eruptivos que se observan en todo el tramo entre Tecongo y Zumpango. Precisamente en la falda meridional del Cerro de los Viejos se ve el terrero pizarreño atravesado tres veces por diques y masas irregulares de Dacita y fuertemente metamorfizado por ellas, Mencionaré que en dos de estos afloramientos (uno de ellos se halla cerca del ce- menterio de Zumpango) encontré restos indeterminables de Barrozsiceras en una roca margosa, amarillenta o pardusca a la superficie y gris al interior. Antes de seguir con la descripción del corte principal, en el tramo al Sur de FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO 83 Zumpango del Río, nos ocuparemos de la región situada más al Este, en los alre- dedores de Tenantitlán, Aguacate y Chinantla (véase lám. XXXI, Vista panorá- mica y corte de abajo entre Tenantitlán y Chinantla). El perfil toca primero el lugar llamado Zenantitlán, situado al pie septentrio- nal de la cresta alargada que se levanta al Noroeste del valle de Chinantla. Allí, al pie de la loma, en el lecho de un arroyo (localidad * 8) vemos afloramientos de rocas apizarradas, negruzcas con Ammonitas, entre las cuales pude determinar va- rios ejemplares de un Peroniceras vecino del P. subtricarinatum Sturm non auct. Las capas son indudablemente idénticas con las de Chinantla, y pertenecen, por lo tanto, al Emscheriano («capas con Peroniceras»). Inmediatamente encima de ellas sigue en la orilla Suroriental del arroyo (o en tiempo seco de la barranca ) una de- presión, situada en el pie mismo de la cresta ya mencionada. Esta depresión del terreno está ocupada por un campo labrado y allí (localidad * 9) se encuentran, sobre todo después de haber sido removida la tierra labrada, numerosos ejemplares sueltos de varios fósiles, principalmente de Verznéa, Natica, Ketlostoma, Votuta y Actaeonella (véase la lista de los fósiles recogidos en la parte estratigráfica; descrip- ción de las «capas con Actaeonellas»). Después siguen hacia el Sureste, en el pie meridional de la cresta mencionada al Sur de Tenantitlán, los afloramientos fosilíferos de Chinantla (localidad * 7) y de Aguacate (localidad * 6), situados en el valle de Chinantla. Pertenecen estos afloramientos a las «capas con Peroniceras». Entre las rocas de la división encon- tramos calizas margosas y pizarras margosas, a veces algo arenosas de color gris, negruzco, verdusco o por lo general gris de humo. Las capas son riquísimas en fó- siles, sobre todo en Chinantla (*7) en donde observamos abajo pizarras margosas grises y calizas margosas, a veces algo arenosas, grises o verduscas, con un echado de 20” hacia el Sureste (véase lám XXXII) y arriba capas más blandas de piza- rras margosas negruzcas. Debo mencionar aquí, que el echado cambia algo en esta localidad; por lo general es, como ya lo vimos, dirigido hacia el Sureste, pero sobre todo en la orilla meridional del arroyo (barranca) se ve que las pizarras superiores forman además un sinclinal muy abierto, cuyo eje tiene un rumbo N.-S. Los nume- rosos fósiles de la localidad (enumerados en la parte estratigráfica; descripción de las «capas con Peroniceras») pertenecen a los géneros Barroisiceras y principal- mente Peroniceras. La misma fauna y las mismas rocas como en Chinantla se encuentran también en la localidad Aguacate (*6), situada a corta distancia de Chinantla y en la mis- ma barranca, pero algo más al Oeste (véase Vista panorámica, lám. XXXI. Tam- bién aquí varía la inclinación de las capas, observándose en la orilla meridional del arroyo un echado netamente oriental, mientras que en la orilla septentrional las capas son casi horizontales o inclinadas con más o menos 207 hacia el Noreste. Siguiendo ahora de nuevo la línea del corte principal, a lo largo del camino carretero, vemos inmediatamente al Sur de Zumpango, en la falda septentrional y oriental del Cerro que se levanta a orillas de la población, varios afloramientos fosi- líferos. Sobre todo en una de las barranquitas, por las cuales está surcado el men- cionado cerro (localidad * 3), pudimos estudiar las capas con una rica fauna. Esta última (enumerada eu la parte estratigráfica) nos da el derecho de considerar las capas como pertenecientes a las «capas con Scaphites,» por contener formas pareci- das a las del Rancho de la Curtiduría (Scaphites, Baculites y Ammonitas indeter- minables) siendo también el carácter petrográfico de las rocas el mismo como el de otras localidades de las «capas con Scaphites». 84 DR. CARLOS BURCKHARDT En todo el tramo situado entre el cerrito de Zumpango al Norte y el pie sep- tentrional de las cumbres que separan los valles de Zumpango y de Chilpancingo al Sur, se observan a lo largo del camino carretero capas apizarradas del Cretáceo superior. El echado de estas capas cambia, siendo al Sur del cerrito dirigido al Sureste con 25”, después, sucesivamente, casi vertical, dirigido con 30” hacia el Sur- este y de nuevo vertical con un rumbo $. 50 E. Al subir el camino a la cumbre desaparecen las rocas apizarradas, y sólo se observan tobas calcáreas modernas y de- bajo de ellas, en algunos puntos, rocas eruptivas muy alteradas que fueron determi- nadas por el Sr. Dr. Waitz (véase el fin de este capítulo) como Basaltos. En el terreno pizarreño mencionado, al Sur del Cerrito de Zumpango, no pude encontrar fósiles, pero al Este del camino carretero eucontré en una barranca que los paisanos llaman Huastlanapa capas muy fosilíferas. La barranca corta las capas en dirección WNW-ESE, y al penetrar en ella se observan primero, al Noroeste, pizarras grises, calizas grises y capas algo arenosas y margosas de color verdusco que contienen la fauna de Chinantla (localidad * 5), representada aquí por Barrotzsiceras, Peroniceras y Hamites (véase parte estratigráfica «capas con Peroniceras,» enumera- ción de las fósiles de las «capas superiores de Huastlanapa»). Las capas tienen un rumbo Norte-Sur y forman un pliegue muy bonito, que se parece a una «C» abierta hacia el Norte. Avanzandoen la barranquita hacia el Sureste, se encuentra luego otro afloramiento fosilífero. Aquí (localidad * 4) las capas tienen un echado de 30" ha- cia el Sureste encontrándose en las partes bajas de la barranca calizas margosas y apizarradas, verduscas y grises, con hojas de plantas terrestres, numerosos Crioceras y un pequeño Scaphites, y más arriba, hacia el Norte, un banco lleno de Barroisz- ceras. Es este un banco delgado de una caliza margosa gris, cuya superficie está literalmente cubierta por numerosas Ammonitas de color bronceado (véase enume- ración de la fauna, compuesta de Cri0ceras, Peroniceras y numerosos Barrotsiceras, en la parte estratigráfica; descripción de las «capas con Barroisiceras»). En la introducción de la parte estratigráfica (véase abajo) expondré las razo- nes que me inducen a creer que el terreno pizarreño de Zumpango forma un sin- clinal acostado. Añadiré aquí que dicho sinclinal no es sencillo, sino por lo con- trario, muestra plegamientos secundarios, pues sólo así se explican los frecuentes cambios del echado de las capas que pudimos observar en la región. Además, vimos que existe una zona ancha de «capas con Peroniceras» al Este de Zumpango, mien- tras que en su continuación occidental directa se observan, cerca de esta población, todavía las «capas con Scaphites». Siendo las «capas con Peroniceras» más moder- nas que las «capas con Scaphites» (véase parte estratigráfica) el hecho mencionado sólo se explica, a mi parecer, cuando admitimos un ensanchamiento del sinclinal supracretácico hacia el Este. “Tal explicación parece además confirmada por los rumbos anormales de las capas supracretácicas entre Zumpango y Aguacate, en donde observamos, según ya dijimos arriba, capas inclinadas hacia el Este, mien- tras que en el resto de la región estudiada predominan capas con un echado hacia el Sureste o Noroeste. AS NDS DESCRIPCION PRTROGRAFICA DE UNAS ROCAS DE ZUMPANGO DEL RIO (GUERRERO) POR PAUL WAITZ Las rocas que describo en las siguientes líneas, fueron coleccionadas por el Sr. Carlos Burckhardt en los alrededores de Zumpango del Río. Para la compara- ción, he revisado también las muestras que yo traje de aquella comarca. Todas esas rocas están más o menos alteradas, sin embargo de que algunas a la simple vista no parecen serlo; pasa con ellas lo mismo que con la dacita de las Parroquias, cerca de Mazapil (Zac.), delas cuales dió una descripción el Sr. Prof. H. Rosenbusch en el núm. XXVI del Libro-Guía de las excursiones del X2 Congreso Geológico In- ternacional, y a las cuales se asemejan mucho las dacitas de Zumpango del Río, no solamente en su aspecto macroscópico, sino también en su composición química y mineralógica, así como en sus formas y estructuras. Las dacitas de Zumpango son rocas porfíricas con fenocristales grandes de feldespato blanco, de cuarzo (no siempre ), de biotita y amfíbola, y con una pasta fundamental más o menos cristalina, de color verde sucio y rojizo. Los feldespa- tos, sin embargo de que por un alargamiento, según las caras P y M, tienen algu- nas veces formas prismáticas, aparecen por lo regular en forma de placas o de cristales más o menos de iguales dimensiones y tienen el hábito de la microtina, sobre todo en las rocas menos alteradas. La sanidina se encuentra en cristales más pequeños. Los fenocristales de cuarzo no se hallan en todas las muestras, y donde aparecen tienen un color ahumado y formas arredondadas. La biotita, que es una mica de la segunda clase, una meroxenita, aparece en placas hexagonales en can- tidad variable. Otro mineral obscuro en forma de prismas y varillas, es una amfí- bola alterada que ha perdido su lustre, pero no su estructura fibrosa. Al microscopio se puede determinar, que la plagioclasa pertenece en su mayor cantidad a una labradorita algo más ácida que Abs AN50. Por lo regular, este fel- despato está muy alterado, formando el producto de la alteración agregados de una estructura muy fina, de los cuales no se puede decir con seguridad si son de kaolín o de muscovita. Otro producto de la descomposición de las plagioclasas es carbo- nato de cal. Gemelos de Karlsbad y de albita son frecuentes, la estructura zonal es 86 DR. CARLOS BURCKHARDT poco marcada, pero se nota que a menudo los feldespatos de cal y sosa llevan una capa delgada de albita o de ortoclasa. Mientras que, como hemos dicho, las plagioclasas están por lo regular muy al- teradas, pero de formas cristalinas bien desarrolladas, los cristales de sanidina son muy trausparentes y frescos, pero corroídos en sus contornos. Muy corroído también está el cuarzo donde se encuentra en las muestras en forma de fenocristales, y hay algunas que llevan muchos fragmentos de ese mi- neral. En algunas dacitas de Zumpango del Río, la biotita aparece solamente en cris- tales frescos, en otras hay fenocristales alterados, que por sus formas y cruceros llenos de óxidos de fierro y de restos de la mica, seguramente son meroxenitas al- teradas. Al lado de estos cristales descompuestos, hay meroxenitas frescas no ata- cadas, sin que haya transiciones entre las dos formas del mineral. En las rocas que trajo el Sr. Burckhardt, las amtíbolas siempre son completa- mente alteradas, y solamente la forma característica de cortes de la base y huellas del crucero típico de la amfíbola, indican la existencia anterior de este mineral que está transformado por completo en carbonatos y en serpentina con márgenes de opacita. * Bastante frecuente es la apatita en estas rocas; rara vez se encuentra el jergón. La pasta fundamental generalmente ha sufrido también una alteración. La es- tructura y composición mineralógica ya no son originales, sobre todo, por la im- pregnación de las rocas con carbonatos y cuarzo. La estructura primaria parece haber sido microgranítica y hyalopilítica, de las cuales la primera predomina hoy. La pasta se compone de feldespatos ácidos, por lo regular de iguales dimensiones y de cuarzo y óxidos de fierro. En los poros de la roca.se han infiltrado cuarzo y carbonato de cal que impregnan todas esas dacitas. Los rellenamientos de cuarzo tienen en algunas muestras una extinción ondulada. ; Aunque, como hemos dicho, algunas muestras de estas rocas de Zumpango del Río no contienen fenocristales de cuarzo, parece, sin embargo, que este mi- neral sea uno de los principales de estas rocas, y no vacilamos en clasificarlas como dacitas andesíticas de biotita (Rosenbusch). Respecto a la estructura de la base fundamental, no podemos determinar con seguridad si la microgranítica, que ob- servamos en algunas muestras, es primaria o solamente el producto de una devitri- ficación de una estructura hyalopilítica que observamos en otras muestras. Como las rocas están fuertemente alteradas, nos inclinamos a creer que la base ha sufrido el cambio mencionado. Las rocas que me entregó el Sr. Burckardt, son las siguientes: Roca AL NORTE DE YVECINTLA Lám. 2,991, núm. de entrada 5 (1911) Es una dacita de color gris violado, de estructura portírica, con cristales vi- driosos de feldespatos hasta de un centímetro de diámetro, poco cuarzo y bastante biotita en placas hexagonales. La pasta fundamental de color violado sucio parece 1. Solamente en una muestra de dacita que traje de cerca de Ahuacotzingo, donde se encuentra esta roca verde en intrusiones en el conglomerado rojo, la amfíbola no está alterada y pertenece a una amfíbola verde ya algo katafoícirta con c: hasta 28 grados y a b e con a, verde, amarillo claro; b, café; c, verde olivo. FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO 87 ser cristalina. Al microscopio, la estructura de la base es microcristalina, com- puesta de feldespatos sin lamelación y de cuarzo, y está impregnada con un polvo fino de magnetita. Como fenocristales se observan andesitas y labradoritas alteradas, sanidinas arredondadas, pero intactas, meroxenas poco alteradas, contornos de opacita de un mineral amfibólico, completamente descompuesto en serpentina, carbonatos de cal y uno que otro grano de cuarzo. Como minerales accesorios, merecen men- ción la apatita, que es frecuente, y como mineral raro el jergón. En los poros de la roca se observa cuarzo secundario, algunas veces con una extinción ondulada o en forma de cruz (cruz de Brewster), que solamente se explica por una presión que han sufrido los cristales al formarse o a que todavía están sujetos. Además exis- ten carbonatos como productos de infiltración. Roca DE SaLPACOYA Lám. 2,992, núm. de entrada 6 (1911) Es'una dacita porfírica, con una pasta fundamental de color verde sucio, con cristales grandes de feldespato no muy vidriosos, poco cuarzo, regular cantidad de biotita obscura y manchas de un mineral negro opaco. Al microscopio se observa una estructura microcristalina de la base de feldes- patos y cuarzo, más clara que la pasta de la roca anterior. Los fenocristales de fel- despato están formados por andesitas y labradoritas alteradas y sanidinas intactas. El cuarzo se halla en poca cantidad. La meroxena está en estado de descomposi- ción, mientras que la substancia de la amfíbola desapareció por completo, quedando solamente su margen de opacita rellenado por carbonatos. ROCA DE CERCA DEL CARRIZAL Lám. 2,993, núm. de entrada 7 (1911) Es una dacita menos rica en fenocristales que las unteriores, de color gris claro. Los fenocristales de feldespato son vidriosos; el cuarzo es bastante frecuente y tiene un color ahumado. Además, contiene biotita y cristales prismáticos de un mineral obscuro opaco. La pasta fundamental parece ser cristalina y es algo porosa. : En el microscopio la base se revela también como microcristalina, compuesta de feldespatos ácidos y cuarzo. Los fenocristales de plagioclasa no son tan abun- dantes como en las rocas anteriores, y pertenecen en su mayoría a la labradorita; la cantidad de sanidina ha aumentado, y este mineral fresco está corroído en sus már- genes, lo mismo que el cuarzo. La biotita meroxena es fresca, mientras que las márgenes de opacita de la amtíbola descompuesta se encuentran en cantidad me- nor que en la roca auterior y mucho menor que en la primera. Apatitas en pris- mas bastante grandes se encuentran a menudo, entretanto que el jergón es un mi- neral raro. Como revestimiento de los poros se observa sobre todo cuarzo, mientras que disminuyó la cantidad de carbonatos. 38 DR. CARLOS BURCEHARDT Roca DEL NORTE DEL CAMPO SANTO Núm. ae entrada 8 (1911) La roca, que está muy alterada, se asemeja en su aspecto macroscópico a la da- cita, lámina núm. 2,992, solamente hay algo más de cuarzo en ella. ROCA DE LA FALDA SUR DEL CERRO DE LOS VIEJOS Lám. 2,994, núm. de entrada 9 (1911) La muestra es una dacita de estructura porfírica muy pronunciada por la abun- dancia de grandes feldespatos claros y de cuarzo, que relucen de una pasta funda- mental de color verde obscuro, sucio. La biotita no es muy abundante. Microscó- picamente se observa que las plagioclasas pertenecen a la labradorita y que no son tan frescas, como parecen serlo a la simple vista. Las sanidinas también están algo alteradas. Las márgenes de opacita de la amfíbola, completamente alterada en ser- pentina y carbonato de cal, son bastante frecuentes; la biotita está en descomposi- ción en clorita, y no muy abundante. La pasta fundamental es microcristalina y se compone de ortoclasa (?) y cuarzo. Siendo esta pasta más compacta, sólo se obser- van:rara vez rellenamientos de poros con cuarzo y carbonato. ROCA DEL SUR DE 'TECONGO Lám. 2,995, núm. de entrada 10 (1911) , La roca es una dacita obscura, en la cual feldespatos de color no muy claro, cuarzo ahumado, mica obscura e inclusiones verdes, sobresalen de una pasta funda- mental de color verde obscuro, algo porosa y al parecer cristalina. En el microsco- pio se observa que esta pasta es hyalopilítica. Los fenocristales son de labradorita, sanidina, cuarzo en cantidad considerable, biotita y amfíbola descompuesta. La sa- nidina y el cuarzo se encuentran en formas arredondadas y corroídas; carbonatos de cal y cuarzo secundarios no son muy abundantes. ROCA DE LA CIMA DEL CERRO DE LOS VIEJOS Núm. de entrada 11 (1911) La roca está muy alterada, se parece macroscópicamente a las muestras núme- ros de entrada 8 y 6, y contiene muchos cristales grandes, feldespato alterado, mi- ca y agrupaciones de cuarzo secundario. ROCA DE SOTZOCOLTZIN Núm. de entrada 12 (1911) Es una dacita muy quebrada y alterada. FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO 89 ROCA DE YECINTLA Nám. de entrada 13 (1911) Es una dacita alterada, con bastante cuarzo, parecida a las rocas números de entrada 6, 8 y 10. ROCA DEL NORTE DE TECONGO Lám. 2,996, núm. de entrada 14 (1911) Los fenocristales de esta dacita obscura no son muy grandes y algo amarillo- verdosos. La biotita parece fresca y es abundante, mientras que los cristales de cuarzo ahumado no son muy frecuentes. La pasta fundamental es microcristalina. Las plagioclasas tienen el aspecto de la microtina clara y son fuertemente quebradas. A lo largo de las grietas están alteradas, siendo también las inclusiones, que llevan, descompuestas en carbonatos. La substancia anfibólica se ha transformado por com- pleto en carbonatos de cal y en serpentina, y hasta el margen de opacita ya está algo borrado. De la mica biotita parece haber habido dos generaciones, una ya muy al- terada, la otra fresca. ROCA DE YECINTLA Lám. 2.997, núm. de entrada 15 (1911) Esta dacita de biotita, de un color rojo de ladrillo, está muy alterada. Esmuy pobre en feldespatos, y en apariencia poco porfírica. Al microscopio se observa una estructura fluidal hyalopilítica de la base fundamental, que envuelve gran número de cristales augulosos y corroídes de sanidina y cuarzo. - Como fenocristales hay biotitas grandes, completamente alteradas y llenas de óxidos de fierro y plagioclasas del tipo de la microtina. Además, existen algunos restos de las márgenes de opa- cita de la amfíbola desaparecida. *k XK xk En el Portezuelo, entre Chilpancingo y Zumpango del Río, se halla una roca maciza muy alterada. La forma de esta masa, su posición y las relaciones de su erup- ción no se pueden aclarar, porque en gran parte la roca está cubierta por caliche y por un travertino oolítico (Erbsenstein), siendo además muy alterada. Por compa- ración con otra roca semejante | creo que se trata de un basalto de plagioclasa an- desítico, de estructura spilítica ( Rosenbusch) con hiperstena y poco olivino. Como hemos dicho, la roca está muy alterada, y en partes impregnada con una cantidad considerable de carbonatos, de tal manera, que ya con un ácido diluído se produce una efervescencia muy fuerte. 1. Una roca fresca, al parecer muy semejante a la de este Portezuelo, se encuentra cerca de Olinalá, formando el ces rro del Santuario, Faunas Jurásicas —13. E OÍ A asa y Jia Al f ENT ES E de Ja 54 ars: 2d ADA ic Hi E TER o all 4 Sal el el K pr M4 atada YI PARTE PALEONTOLOGICA PARTE PALEONTOLOGICA En vista del estado poco satisfactorio de conservación de las Ammonitas de la región, que son todas aplastadas y que dejan observar sólo raras veces suturas y parte externa, sólo puedo presentar algunas observaciones paleontológicas, sin atre- verme a crear nuevas especies o a identificar definitivamente las formas con otras ya descritas. 1.—FOSILES DE LAS CAPAS CON SCAPHITES SCAPHITES PARKINSON Scaphites, varias formas del grupo del Scaphites Geinitzi D'Orb in Schliiter Lám, XXII, figs. 1-4 1872. Scaphites Geinitzi Schlúter, Cephalopoden,1. c., p. 75, pl. 23. figs. 12-20, Compárese además: 1910 Scaphites pseudoaequalis Yabe, Scaphiten von Hokkaido, 1. c., p. 163, pl. XV, fig. 2 a, b. Varias formas presentan bastante semejanza con las figuras del Scaphites Get- mitzz, que fueron publicadas por Schlúter, 1. e. 7). Sobre todo, en las capas del Rancho de la Curtiduría se encontraron nu- merosos ejemplares de un Scaphttes que se asemejan al ejemplar del S. Gezmitez, figurado por Schthiter, 1. c., en la lám. 23. fig. 20, y también a la parte espiral del individuo, figurado por el mismo autor en la fig. 12 de la misma lámina. Ade- más, parecen ser muy vecinos de la forma arriba citada del Scaphites pseudoae- qualis Yabe. 'Todos esos ejemplares (lám. XXII, fig. 1) son incompletos, presen- tando únicamente la parte espiral, mientras que falta tanto la «asta» como el «báculo»* Las vueltas se acrecentan con rapidez, abrazándose considerablemente, de modo que el ombligo es estrecho. La parte posterior de la última vuelta está cubierta de numerosas costillas apretadas y bien marcadas, sobre todo, en la parte externa delos flancos. Sobre la parte anterior de la última vuelta se observan cos- tillas principales bastante prominentes, que nacen en el borde del ombligo. Estas costillas son bastante distanciadas y al pasar por los flancos algo encorvadas hacia 1. Propongo en esta ocasión los términos «asta» y «báculo» para designar la parte recta y encorvada de la última vuelta de un Scaphites. «Asta» equivale, pues, al término francés «hampe» y «báculo» a «crosse». 94 DR. CARLOS BURCKHARDT atrás; al alcanzar el segundo tercio de los flancos, se hinchan algo para formar ligeros tubérculos alargados y después se dividen en dos o tres ramas secundarias de menos relieve. Entre las ramas secundarias de costillas principales diferentes, se observan una o dos costillas netamente intercaladas y libres. En un lugar se observa también una costilla principal intercalada que nace a cierta distancia del borde umbilical, formando después un ligero tubérculo como las costillas norma- les y subdividiéndose luego en dos ramas secundarias. Las costillas secundarias e intercaladas son finas, pero bien marcadas y apretadas; son iguales entre sí y separadas por intervalos iguales. Localidad: Numerosos ejemplares provienen de las capas del Rancho de la Curtiduría (Localidad * 2), otros del cerrito en las inmediaciones de Zumpango del Río (Localidad * 3). 2). Un ejemplar (lám. XXII, fig. 2) está caracterizado por una ornamen- tación bastante robusta y por costillas distanciadas y bastante prominentes, prin- cipalmente sobre la asta y el báculo. Este ejemplar ofrece cierta semejanza con la forma del Scaphites Geinitzz, figurada por Schliter, 1. c., lám. XXI, fig. 14. La parte espiral es bastante involuta con ombligo estrecho. La asta y el báculo son relativamente poco desarrollados. El borde del orificio es recto. La orna- mentación de la parte espiral se compone de ccstillas apretadas y más bien finas que nacen en el borde del ombligo y se subdividen en dos ramas secundarias más o menos en la mitad de los flancos. Son algo prominentes en el punto de división, sin formar verdaderos tubérculos. Entre los grupos de costillas secundarias se in- tercala con frecuencia una costilla externa libre. La asta está bastante mal conservada; sin embargo, se ve que existen costillas principales distanciadas que terminan en el segundo tercio de los flancos con tu- bérculos laterales prominentes arredondados y que, además, están bastante hincha- das en el primer tercio de los flancos, formando allí una especie de tubérculos internos alargados. A partir de los tubérculos laterales, las costillas se dividen en tres ramas secundarias, y además se intercalan costillas libres (por lo general dos entre dos haces de ramas secundarias). Las costillas secundarias e intercaladas son bastante robustas y distanciadas. Sobre el báculo se borran las costillas en la mitad interna de los flancos, y los tubérculos laterales se debilitan más y más. Sobre la mitad externa de los flancos se observan costillas distanciadas y angostas, pero promi- nentes. Localidad: Cerrito de Zumpaugo del Río (Localidad * 3). 3). Tres ejemplares se distinguen de la forma antes descrita por una orna- mentación más fina y por costillas externas más numerosas y apretadas (lámina XXIIT, figs. 3-4). Describiré primero uno de los ejemplares, indicando después las diferencias de los otros. El ejemplar en cuestión (lám. XXII, fig. 3) tiene una parte espiral involuta con ombligo estrecho. La asta y el báculo son poco desarrollados, y la primera no es completamente recta, sino algo corva. La ornamentación de la espira no se puede apreciar con claridad; sobre la asta se observan costillas principales algo desiguales, borradas, alargadas y distanciadas que, después de haberse hinchado ligeramente hacia el segundo tercio de los flancos, se subdividen en dos o tres cos- tillas externas finas. Entre las haces de costillas secundarias se intercalan además una a cuatro costillas externas libres, de modo que la parte externa de los flancos está adornada de numerosísimas costillas finas y apretadas. El báculo ofrece cos- tillas principales bastante borradas, con excepción de la primera, que está hinchada FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO 95 en el tercio interno del flauco, formando así un tubérculo interno prominente y alar- gado. En el segundo tercio del flanco se observa una serie de tubérculos latera- les muy prominentes, pero cortos, y de ellos salen dos o tres costillas externas. Los tubérculos laterales son distanciados, observándose en el intervalo entre ellos y entre las haces de costillas externas mencionadas, dos a tres costillas intercaladas y libres. La última parte del báculo muestra costillas simples, que salen a veces del borde interno de la vuelta, o nacen en un punto más alto, habiendo entonces desaparecido completamente los tubérculos. Otro de los ejemplares se distingue principalmente por costillas más robustas del antes descrito. En el límite entre la asta y el báculo se ven aquí dos costillas principales que se hinchan en la mitad interna del flanco para formar tubérculos internos prominentes y alargados. El tercer ejemplar (lám. XXII, fig. 4) es menos involuto que los otros. Los tubérculos laterales que se observan sobre el báculo son más finos, y el último de ellos se encuentra ya muy cerca del borde del orificio. Las costillas externas son más finas y numerosas. Localidad: Cerrito de Zumpango del Río (Localidad * 3). Yacimiento de las formas vecinas: Scaphites Geinitzi D'Orb. in Schlúter se encuentra en el Turoniano de Alemania del Norte. Scapliites pseudoaequalis Vabe (forma joven) se encuentra en las capas con Scaphites del Cretáceo superior de Hokkaido. Scaphites aff. auritus Schliter Lám. XXII, figs. 5-10 1872. Scaphites auritus Schlúter, Cephalopoden, 1. c., p. 77, pl. 23, figs. 7-8. Comp. también 1872 Scaphites auritus Fritsch et Schlónbacl pro parte, Ce- phalopoden der bóohmischen Kreideformation, 1. c., p. 44, pl. 13, fig. 14, 15; excl. aliis. : 7). Tres ejemplares (lám. XXII, figs. 5-8) se parecen mucho a una forma descrita por Schliúter bajo el nombre Scaphites auritus (comp. Schlúter, 1. c., pl. 23, figs. 7 y 8). Desgraciadamente el ejemplar alemán está incompleto, pues sólo presenta parte de la asta y el báculo, lo que dificulta una comparación detallada con los individuos mexicanos. Estos últimos pertenecen a una especie pequeña. La espira está compuesta de vueltas bastante evolutas, de modo que el ombligo no es muy estrecho. La ornamentación de la espira es débil y bastánte borrada, y por esto es difícil apreciarla bien en nuestros ejemplares. La asta y el báculo están bien desarrollados y cubiertos de numerosas costillas finas y apretadas. Son estas costillas ligeramente flexuosas, siendo encorvadas hacia adelante en la parte media de los flancos. La mayoría de las costillas principales, que nacen en el margen interno de la última vuelta, quedan simples, dividiéndose algunas en la mitad de los flancos. Además, se observan numerosas costillas externas, libres, netamente intercaladas, que nacen hacia la mitad de los flancos. Algunas costillas tienen ma- yor relieve que las demás. El borde del orificio es visible en dos ejemplares; se observa una constricción algo encorvada hacia adelante y limitada en su borde ante- rior por un reborde grueso y prominente («Wulst»), que forma una especie de cuello. Delante de este último sigue el verdadero borde del orificio, que se prolonga en 96 DR. CARLOS BURCKHARDT una oreja lateral larga que en un ejemplar tiene la forma de una espátula (véase lám. XXII, figs. 7-8). Localidad: Cerrito de Zumpango del Río (Localidad * 3). Varios ejemplares mal conservados, que parecen pertenecer a la misma especie, se encontraron en las capas del Rancho de la Curtiduría (Localidad * 2). 2). Dos otros ejemplares (lám. XXII, figs. 9-10) se distinguen de los antes descritos por una ornamentación más fina y más borrada. Uno de éstos (lám. XXII, fig. 9) muestra sobre la asta una ornamentación semejante como los ejemplares ya descritos, aunque es más delicada y borrada, sobre todo en la mitad interna de los flancos. Sobre el báculo las costillas son muy finas y aplanadas, redu- ciéndose más bien a varillas auchas y estrías finas de poco relieve. El borde del orificio está muy bien conservado, su parte inferior se prolonga en una oreja lateral de tamaño considerable. La oreja se ensancha hacia adelante en forma de una pa- leta que toca con su borde inferior el margen externo de la penúltima vuelta. Sobre la oreja se aperciben finas estrías concéntricas, eucorvadas hacia adelante. El segundo ejemplar (lám. XXII, fig. 10) tiene una ornamentación todavía más borrada. Sobre la asta las costillas están limitadas a la parte externa de los flancos, mientras que la mitad interna es casi completamente lisa. Sobre el báculo sólo se ven con la lente estrías muy finas. El orificio y la oreja lateral presentan la misma configuración como las de la forma antes descrita, pero aquí se ve que el borde superior se prolonga algo hacia adelante para formar un lóbulo ventral. Los dos ejemplares descritos tienen alguna semejanza con dos ejemplares del Scaphites auritus Fritsch et Schlónbach (1. c., pl. 13, figs. 14 y 15). En esta oca- sión debo mencionar que no todos los ejemplares figurados por estos autores se distinguen netamente del Scaphites auritus Schlúter, como lo pretende Grossouvre ( Ammonites de la Craie, l. c., p. 243). Al contrario, precisamente uno de los ejem- plares citados, que figuraron fritsch y Schlónbach (1. c., pl. 13, fig 14), se aseme- ja mucho al Scaphites auritus Schliter, figurado por este último autor, 1. e., pl. XXITI, figs. 7 y 8. Lalidad: Cerrito de Zumpango del Río (Localidad * 3). Yacimiento de las formas vecinas: Scaphites auritus Schliiter proviene del Turoniano («Scaphiten—Pláner») de Alemania del Norte; Scaphites auritus Fritsch et Schlónbach se encontró en las capas de Priesen de la Bohemia. Scaphites aff. Geinitzi Jahn non (D'Orb.) Schliiter. Lám. XXII, fig. 12. 1895. Scaphites Geinitzi Jabn, Beitráge zur Kenntniss der bolhmischen Krei- deformation, l. c., p. 133, pl. VIII, fig. 3 a-d; comp. además fg. a—c. Un ejemplar incompleto muestra solamente la parte espiral. Las vueltas no se acrecentan muy rápidamente y se abrazan relativamente poco, de modo que el ombligo no es muy estreclro. Sobre los flancos de la parte posterior de la última vuelta, se observan costi- llas finas y apretadas, algo flexuosas. Una parte de ellas, las principales, nacen en el borde del ombligo, siendo algo desiguales entre sí por tener más relieve algunas de ellas que las demás. Algunas costillas principales son simples, pero generalmente se dividen un poco más allá de la mitad de los flancos en dos ramas secundarias, FAUNAS CRETAÁCICAS DE ZUMPANGO DEL RIO 97 de las cuales una tiene la tendencia de separarse de la otra. Además, se observan costillas externas libres y netamente intercaladas. El estado de conservación de la última parte de la vuelta mayor no permite una apreciación clara de la ornamentación. La forma descrita parece ofrecer algún parentesco con Scaphiles Geínitzi Jah (L e, pl. VII, f 3 a), pero se distingue por la concha más evoluta y el acrecenta- miento menos rápido de sus vueltas. Por estos caracteres se acerca también a la forma que /a%ka (1. c.) figuró en la misma lámina, (figura 4 a), bajo el nombre «For- ma transitoria entre Scaphites Geinitzi D'Orb. y Scaphites Fritschi Grossouvre». y Localidad: Cerrito de Zumpango del Río ( Localidad * 3). Yacimiento de las formas vecinas: Capas de Priesen. Scaphites cfr. teshioensis Yabe Lám. XXII, fig. 11. 1910. Yezoites puerculus var. teshioensis Yabe, Scaphiten von Hokkaido, 1. c., p. 171, pl. 1 (XV ); compárese figs. 23 y 25 a b. Menciono este ejemplar, a pesar de que está bastante mal conservado, por su parecido con un pequeño Scaphites del Japón, publicado por Yabe bajo el nombre de Vezoites puerculus Jimbo var. teshivensis Yabe. Siendo invisible la sutura de nuestro ejemplar, no se puede decidir la cuestión si pertenece realmente al nuevo género Vezortes Yabe. La parte espiral de nuestro ejemplar está compuesta de vueltas que se acre- centan lentamente y parecen abrazarse apenas, de modo que el ombligo es aucho y abierto. La asta 1no tapa las vueltas anteriores y está bien desarrollada. El borde del orificio está bien conservado, observándose una fuerte constricción encorvada hacia adelante, y delante de ésta un reborde grueso («Wulst») que forma una especie de cuello. Delante de este último sigue el verdadero borde del orificio que se prolonga en una oreja lateral larga, que toca con su borde inferior el margen externo de la última vuelta espiral. Sobre la oreja se ven estrías concéntricas de crecimiento. La ornamentación de la parte espiral consiste en costillas principales algo encorvadas hacia adelante en la parte media de los flancos, y entre ellas, en cos- tillas externas intercaladas, bastante cortas. La parte posterior de la asta está ador- nada de costillas finas rectas; parte de ellas, las principales, nacen en el borde interior y alternan con bastante regularidad con costillas intercaladas, que nacen a poca distancia de este borde. Parece existir, además, una costilla que se subdivide en dos ramas cerca del margen umbilical. Sobre la última parte de la asta se efectúa un notable cambio de la ornamentación. Aquí se observan unas costillas principales, gruesas, distantes y ligeramente arqueadas, que se terminan hacia la parte externa de los flancos con un ligero hinchamiento. En donde la concha no está destruida se ve que dichas costillas se subdividen, a partir de los hinchamientos, en dos ra- mas secundarias finas, que pasan por la parte externa. Sobre el báculo se borra más y más toda ornamentación. Yacimiento de la forma probablemente vecina: Capas con Scaphites del Cre- táceo superior de Hokkaido. Localidad: Camino de Zumpango a Mezquititlán ( Localidad * 1). Faunas Jurásicas.—14 98 DR. CARLOS BURCKHARDT Las capas con Scaphites contienen, además de las formas arriba descritas, nu- merosos fósiles, desgraciadamente por lo general mal conservados, de modo que una determinación aun aproximada es imposible o muy difícil. Entre estos restos, citaré numerosos fragmentos de Baculites ( véase lám. XXII, figs. 13 15 y 17) y un ejemplar de un /Heteroceras (lám. XXIL fig. 14). Además, se encontraron eu las capas del Rancho de la Curtiduría varios ejem- plares fragmentarios muy interesantes (lám. XXII, fig. 16, lám. XXIII, figs. 1, 2) que parecen pertener al género Barroisiceras y representan un grupo nuevo de éste, desconocido, según parece, hasta hoy. Estas formas están caracterizadas por el fuerte desarrollo de tubérculos marginales y sobre todo de tubérculos laterales, que son muy robustos y forman a veces verdaderos cuernos (véase lám. XXIII, fig. 2). Mientras que los tubérculos laterales son muy distantes, los marginales son separados por cortos intervalos, siendo inclinados oblicuamente hacia adelante y alargados en la misma dirección. No se puede decidir la cuestión si existen tu- bérculos umbicales por ser destruida o mal conservada la parte umbilical de nues- tros ejemplares. Las costillas son muy débiles, reduciéndose a unos hinchamien- tos radiales, irregulares y desiguales. Además, se observan estrías radiales, a ve- ces finísimas, a veces más marcadas. Estas estrías, así como unas ondulaciones que representan costillas rudimentarias, pasan por la parte externa, formando arcos dirigidos hacia adelante; además, se observa sobre la línea sifonal una serie de nó- dulos finos, alargados, que forman una quilla externa (véase lám. XXIII, fig. 1). Mencionaré, por último, que en las capas del Rancho de la Curtiduría se en contraron también algunas formas que se parecen a Barroisiceras Haberfellneri joven (en Grossouvre. l. c.) y a Barroisiceras alstadenense Schlúter. Describiré estos fósiles junto con los Barrozsiceras del Emscheriano (véase abajo, p. 107, 108)... 2. —FOSILES DEL EMSCHERIANO * CRIOCERAS LEVEILLE Crioceras sp. ind. (varias formas) Lám. XXIII, figs 3-7, Lám. XXIV, figs. 1-2 En las capas inferiores de Huastlanapa, debajo del Banco con Barrotzsiceras, se encontraron numerosos ejemplares de Crioceras, entre los cuales podemos dis- tinguir por lo menos tres formas distintas. 7). Cuatro ejemplares (lám. XXIII, figs. 3-6) pertenecen a un tipo con vueltas que se acrecentan bastante rápidamente. La ornamentación consiste en costillas radiales numerosas, finas y apretadas, que pasan en línea recta por los flancos y que son a veces desiguales en fuerza. En la juventud algunas de estas costillas, sin regla alguna, forman en el borde externo de los flancos unos tuberculitos redon- dos, finos, pero bien marcados. Más tarde, dichos tubérculos se debilitan y son sepa- 1 Describiré junto con los Barroisiceras del Emscheriano dos formas del mismo género (Barroisiceras juv. sp. ind. y Barroisiceras cfr. alstadenense Schliiter sp., forma 2) Que se encontraron en las capas con Scaphites del Rancho de la Curtiduría. FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO 99 rados entre sí por intervalos más y más considerables, encontrándose entre dos cos- tillas con tubérculos cinco a seis costillas sin éstos. Un ejemplar, cuya última parte está conservada como impresión, no deja ver con claridad la disposición de los tubérculos. Según parece, se intercalan a veces costillas libres externas entre las costillas ordinarias, sobre todo, en el último tramo de la vuelta mayor. 2). Un ejemplar (lám. X XIII, fig. 7) se parece en todo a los antes descritos, pero en la última parte de la vuelta mayor se ven tubérculos marginales muy finos sobre todas las costillas. 3). Por último, encontré dos ejemplares (uno de los cuales es fragmentario) algo distintos de los otros (lám. XXIV, fig. 1 y fig. 2). Las vueltas se acre- centan aquí más lentamente, siendo en el último tramo mucho menos altas que las de tamaño correspondiente de las formas antes mencionadas. Las costillas son más prominentes, bastante desiguales en fuerza y separadas por intervalos bastante desiguales. Todas las costillas, con excepción de algunas muy finas y débiles, forman eu el borde externo de los flancos tuberculitos redondeados, finos, pero pro- minentes. Se observan entre las costillas normales algunas costillas netamente intercaladas, que nacen a distintas alturas en los intervalos entre las primeras. Además, se ven con la lente unas estrías radiales, finas. Sobre el ejemplar grande se ve en un lugar una espina larga que sale del borde externo del flanco. Localidad: Capas inferiores de Huastlanapa; sobre todo, en las capas inmedia- tamente debajo del banco con Barroisiceras (Localidad * 4). BARROISICERAS GROSSOUVRE emend. Solger Creo poder clasificar como Barroisiceras varios grupos de formas que se encuentran con gran abundancia sobre todo eu un banco de las «capas inferiores de Huastlanapa.» Los caracteres de estas formas concuerdan bien con la definición del género, dada por Solger (Ammonjtenfauna der Mungokalke, l. c., p. 163). Hay que advertir, sin embargo, que por lo general nuestros ejemplares son aplastados y sólo dejan ver un lado por estar muy unidos con la roca. Raras veces es posible observar claramente la parte externa con su quilla nodulosa. La sutura sólo se puede ver en pocos ejemplares, siendo completa en un caso no más. Por lo expuesto, se comprenderá que sólose puede determinar aproximadamente y con cierta reserva las formas en cuestión. Según la ornamentación, se pueden distinguir cuatro grupos diferentes. I.—FORMAS CON COSTILLAS BIEN DESARROLLADAS Y CON TUBERCULOS UMBILICALES Y MARGINALES BASTANTE FUERTES Barroisiceras cfr. Haberfellneri von Hanuer sp. Lám. XXIV, fig. 3. Compárese Ammonites Haberfellneri von Hauer, Neue Cephalopoden aus den Gosaugebilden der Alpen, 1. c., p. 2, pl. I, fig. 1. Desgraciadamente sólo encontré un ejemplar fragmentario que tiene, sin en- bargo, mucho interés por acercarse más al tipo del Barro2siceras Haberfellnerí que 1OO DR. CARLOS BURCKEHARDT cualquier otro de nuestros ejemplares. Es una forma con ombligo estrecho y vueltas altas. En el borde del ombligo se observan tubérculos umbilicales poco distantes, que son bastante fuertes, prominentes y alargados en sentido radial. De ellos se des- prenden una o dos costillas principales de bastante relieve que son anchas y algo flexuosas, por estar ligeramente eucorvadas hacia adelante en la mitad de los flancos. Adquieren el mayor relieve en la parte media de los flancos, en donde están algo hinchadas. Entre las costillas principales se intercalan a veces costillas libres que nacen en los intersticios entre ellas, a diferentes alturas, por lo general no muy lejos del borde del ombligo. Las costillas se terminan en el margen externo de los flancos con tubérculos marginales bien marcados y prominentes, que están algo alar- gados en dirección espiral. Añadiré que en un lugar se observa una bifurcación no muy clara de una costilla principal en la mitad del flanco, y que existen estrías, algo desiguales entre sí, cuyo curso muestra la misma flexuosidad como las cos- tillas. Yacimiento de la forma vecina: Barroisiceras Haberfellneri v. Hauer se encon- tró en las capas de Gosau. Localidad: Capas inferiores (Banco con Barroisiceras) de Huastlanapa (Loca- lidad * 4). Barroisiceras cfr. Neptuni Fritsch et Schlonbach sp. non Geinitz Lám. XXIV, figs. 4-7 Compárese Ammonites Neptuni Fritsch et Schlónbach, Cepbalopoden der bóhmischen Kreideformation, 1, c., p. 30, pl. 14, fig. 3. y Cuatro pequeños ejemplares se parecen mucho a la forma citada que según Grossouvre (1. c., p. 58) puede ser indentificada con Barrozsiceras Haberfellneri Hauer, lo que no me parece enteramente seguro. Las vueltas de la concha involuta se acrecentan rápidamente, y el ombligo es muy estrecho. Las costillas son robustas, mientras que los tubérculos umbilicales y marginales no son muy marcados. Muy finos y pequeños son sobre todo los tu- bérculos umbilicales que siguen en intervalos irregulares y que son desiguales en fuerza, pero a pesar de su fineza muy prominentes y agudos. Las costillas principa- les salen simples o a dos de los tubérculos umbilicales; al pasar por los flancos son algo flexuosas por encorvarse hacia adelante en la mitad de los flancos y ligera. mente hacia atrás en el tercio superior. Algunas costillas principales se bifurcan en la mitad de los flancos, y además se observan costillas libres intercaladas, que nacen más o menos en la mitad de los flancos y que pueden bifurcarse también. Las costillas son muy finas en el primer tercio de los flancos, pero después se en- sanchan, siendo hacia el margen externo bastante anchas, pero aplanadas. Todas las costillas forman tubérculos marginales más bien finos, pero agudos y promi- nentes, que son alargados en dirección espiral. Un fragmento que pertenece con mucha probabilidad al mismo grupo de formas (lám. XXIV, fig. 7) deja ver la parte externa. Se ve que las costillas no se terminan por completo en los tubérculos marginales, pero que, aunque muy borradas, pasan por la parte externa en arcos dirigidos hacia adelante. Sobre la línea sifonal se levanta la quilla externa, for- mada por una serie de tubérculos prominentes, pero delgados, que son alargados en FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO IOI dirección espiral y alternan con los pares de tubérculos marginales. Se perciben sobre todos los ejemplares estrías finas que siguen el mismo curso como las costillas. Yacimiento de la forma vecina: Barroisiceras Neptuni Pritsch et Schlónbach en las capas de Priesen de la Bohemia. Localidad: Capas inferiores (Banco con Barroisiceras) de Huastlanapa (Loca- lidad * 4). 5 ejemplares. : Barroisiceras sp. ind. núm. 1 Lám. XXIV, fig. 8 Un ejemplar fragmentario se distingue por sus costillas distanciadas de las formas ya descritas. En el borde del ombligo se observan tubérculos distanciados, prominentes y agudos, que son alargados en dirección radial. De ellos salen las costillas principales simples, y en los intervalos auchos que se observan entre ellas nacen costillas inter- caladas y libres, a veces en la mitad de los flancos, y a veces más abajo, cerca del borde umbilical. Las costillas son algo borradas en el tercio interior de los flancos, pero adquieren mayor relieve más arriba, aunque nunca sean muy prominentes, sino aplanadas y bastante anchas. Una costilla, sobre todo, se liiucha ligeramente en la mitad de los flancos. “Fodas las costillas son vetamente flexuosas, siendo encorvadas hacia adelante en la parte media de los flancos. En el margen externo de los flancos cada costilla forma un tubérculo marginal fuerte y prominente. Estrías radiales finas, algo desiguales entre sí, cubren tanto las costillas como los intervalos entre ellas. Las estrías que se encuentran sobre la parte central de las costillas, adquieren con frecuencia mayor relieve que las demás. Localidad: Capas con Peroniceras de Chinantla (Localidad * 7). * ES Las formas siguientes se distinguen de las ya descritas, por la tendencia de las costillas de borrarse más o menos. Barroisiceras sp. ind. núm. 2 Lám. XXIV, fig. 11 Esta forma, representada por un solo individuo fragmentario, ofrece todavía costillas bastante claras, aunque ya muestren la tendencia de aplanarse y borrarse. Sobre todo, la parte posterior de la vuelta fragmentaria conservada, sobre la cual se borran casi por completo las costillas flexuosas y apretadas, y en donde la ornamen- tación de los flancos consiste casi exclusivamente de estrias finas, recuerda ya las formas del segundo grupo que describiré más adelante. Hay que hacer notar que en esta parte posterior de la vuelta los tubérculos umbilicales son bastante promi- nentes, pero que los tubérculos marginales som muy finos y se reducen a hincha- mientos de las estrías radiales de más o menos relieve. Sobre los flancos de la parte anterior de nuestro fragmento resaltan más que antes las costillas; parecen simples y son aplanadas y anchas, pero también aquí tienen poco relieve. Estas costillas, que son más auchas que los intervalos entre ellas, son algo flexuosas por estar en- corvadas hacia adelante en la parte media de los flancos. En el margen externo se 102 DR. CARLOS BURCKHARDT levantan las costillas para formar tubérculos marginales bien marcados. Las estrías radiales cubren también aquí la superficie, siendo desiguales en fuerza por presen- tarse algunas con mayor relieve que las demás. La quilla externa parece ser indi- cada por algunos tubérculos, pero no está conservada en su mayor parte. . Localidad: Capas inferiores (Banco con Barroisiceras) de Huastlanapa (Loca- lidad * 4). - Barroisiceras sp. ind. núm. 3 Lám. XXIV, figs. 9,10 La concha de este ejemplar —que es el único con sutura completa — es muy involuta y tiene un ombligo estrecho. Las vueltas se acrecentan rápidamente. “Pu- bérculos umbilicales y marginales son prominentes y bien marcados, mientras que las costillas son muy borradas y reducidas a unas ondulaciones débiles que nacen en los tubérculos umbilicales, son ligeramente flexuosas y desaparecen por lo gene- ral hacia el tercio superior de los flancos. Además de estas ondulaciones, se obser- van estrías desiguales e igualmente flexuosas por ser encorvadas hacia adelante en la parte media de los flancos. Los tubérculos umbilicales son alargados en dirección radial, los marginales, por lo contrario, en dirección espiral. Sutura bien visible en su totalidad (lám. XXIV, fig. 10). Solamente el lóbulo externo no se ve muy claramente, pero parece ser un poco más corto que el primer lóbulo lateral y terminarse con una rama bien desarrollada en cada lado. Primer ló- bulo lateral profundo v bien desarrollado, algo asimétrico por ser la rama terminal algo dislocada hacia el interior, y por ser más desarrolladas las ramas laterales del lado externo que las del lado interno. Segundo lóbulo lateral mucho más pequeño que el primero, ligeramente oblicuo y ofreciendo la misma asimetría comoel pri- mero. Verdaderos lóbulos auxiliares no se observan, si no se quiere considerar como tales a los lóbulos secundarios que dividen la segunda silla lateral. Silla externa ancha, subdividida en dos ramas tripartitas, casi iguales por un lóbulo secundario bastante profundo. Primera silla lateral aucha, casi de la misma altura como la silla externa, subdividida en dos partes desiguales por un lóbulo secundario que está dirigido oblicuamente hacia el interior, siendo la parte interna tripartita, un poco más alta y mucho más ancha que la parte externa, que es bipartita. Segunda silla lateral muy ancha y más baja que la primera, subdividida arriba por dos pequeños lóbulos algo oblicuos. Localidad: Capas inferiores (Banco con Barroisiceras) de Huastlanapa (Loca- lidad * 4). Barroisiceras sp. ind, núm. 4 Lám. XX V, figs. 1,5, 6 Esta forma se distingue de las vecinas por sus costillas, que son bien marcadas y apretadas en el tercio superior de los flancos, mientras que desaparecen casi por completo hacia abajo. El ombligo es muy estrecho y las vueltas se acrecentan rápidamente. La parte alrededor del ombligo está mal conservada, de modo que sólo se percibe a uno de los tubérculos umbilicales que es muy alto y prominente, pero delgado y alargado en sentido radial. Las costillas netamente flexuosas, son muy borradas en los dos FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO 103 tercios inferiores de los flancos, en donde sólo se perciben ligeras ondulaciones. Son encorvadas hacia adelante, en la parte media de los flancos y después ligeramente hacia atrás, en el tercio superior, en donde también adquieren mayor relieve, siendo anchas, apretadas, pero algo aplanadas y no muy prominentes. Una parte de estas costillas externas es la continuación directa de las costillas principales, otras nacen por bifurcación de estas últimas y otras son netamente libres e intercaladas. Hay que hacer notar, sin embargo, que a veces estas relaciones entre costillas principales y externas no son muy claras a causa de la borradura de las primeras. Todas las costillas forman en el margen externo tubérculos marginales delgados, pero bien marcados. La superficie está cubierta de estrías finas. Se perciben fragmentos de la sutura. Primer lóbulo lateral con un troncoancho, del cual sólo se desprenden pequeñas ramas o, mejor dicho, puntas digitiformes. No hay rama terminal bien definida, pues en la base del lóbulo se observan dos puntitas casi de igual tamaño y largo. Las puntas laterales del lado externo son más des- arrolladas que las del lado interno. Primera silla lateral asimétrica, dividida por un lóbulo secundario en dos partes desiguales por ser la parte interna mucho más an- cha y un poco más baja que la parte externa. Segundo lóbulo lateral muy pequeño, pero con tronco aucho y ligeramente oblicuo, del cual se desprenden tres puntitas basales. Localidad: Capas inferiores (Banco con Barroisiceras) de Huastlanapa (Loca- lidad * 4). II.—FORMAS CON COSTILLAS CASI ENTERAMENTE BORRADAS Y CON NODULOS UMBILICALES Y MARGINALES QUE SON FINOS Y DELGADOS Y TIENEN MAS BIEN LA FORMA DE VARILLAS Barroisiceras sp. ind. núm. 5 Lám, XXV, figs. 2-4, 7-9 Numerosos ejemplares que pertenecen a este grupo de formas, recuerdan por la debilidad de la ornamentación la variedad Harléz Grossouvre del Barroisiceras Haberfellnerí (compárese Grossouvre: Ammonites de la Craie supérieure (1. c.), p. 51, 56; pl. II, figs. 2 et 8). Sin embargo, no es posible pronunciarse definitivamente sobre el grado de parentesco con la citada forma europea. Los ejemplares figurados por Grossouvre muestran ciertas diferencias, pero es posible que parte de ellas se explica por la deficiencia de las figuras y del texto de dicho autor. Basándose en las figuras de Grossouvre se puede decir que nuestros ejemplares se distinguen de los franceses por la presencia de tubérculos umbilicales, de estrías radiales flexuosas, finas y apretadas y de indicios débiles de costillas. Además, los tubérculos margi- nales de las formas de Grossouvre parecen ser más netamente alargados en direc- ción espiral, mientras que en nuestras formas son más bien reducidos a varillas, formadas por hinchamiento de las terminaciones externas de las estrías y costillas rudimentarias. En cuanto a las estrías finas y flexuosas que cubren los flancos, añadiré que son muy apretadas y algo desiguales en fuerza, porque hay siempre algunas que tienen más relieve y resaltan más que las demás. Algunos ejemplares (lám. XXV, fig 2) dejan ver una ornamentación más fuerte en la juventud; pues entonces se obser- 104 DR. CARLOS BURCKHARDT van costillas bastante bien marcadas. Más tarde sólo existen indicios parciales de costillas rudimentarias, más o menos borradas. Dos ejemplares que creo poder considerar como pertenecientes al mismo grupo de formas como los antes descritos (lám XXV, figs. 7-9), dejan ver la parte externa. Se observan sobre la parte superior de los flancos restos de débiles costillas y estrías finas apretadas. Algunas de estas últimas, que son más prominentes que las demás, así comio algunas costillas rudimentarias se hinchan en el margen externo de los flancos para formar tubérculos o, mejor dicho, varillas marginales. Siu embargo, las estrías y costillas no desaparecen más allá de los tubérculos marginales, pero pasan por la parte externa formando arcos encorvados hacia adelante. Sobre la línea sifo- nal se levanta además una serie de nódulos prominentes, alargados en dirección es- piral. Dichos tubérculos forman la quilla externa y alternan con los tubérculos mar- ginales. Localidad: Numerosos ejemplares en las capas inferiores (Banco con Barroi- siceras) de Huastlanapa (Localidad * 4). III —FORMAS CON COSTILLAS BORRADAS Y CON TUBERCULOS UMBILICALES Y MARGINALES FUERTES Barroisiceras efr. petrocoriense Coquand sp. Lám. XXIV, figs. 12-13. Compárese Ammonites petrocoriensis Coquand in Grossouvre, Ammonites de la Cra 1 PO 7 pt es: Dos ejemplares sobre todo (lám. XXIV, fig. 13) se parecen mucho al Barroz- siceras petrocoriense Coqguand (l. c.). Estos ejemplares tienen un ombligo no muy estrecho. Las costillas son todavía débilmente indicadas en una de las formas figu- radas, observándose costillas simples que nacen eu los tubérculos umbilicales, se de- bilitan mucho o se borran en la mitad externa de los flancos y reaparecen hacia el margen externo de los flancos para formar tubérculos marginales fuertes y alargados en dirección espiral. Las últimas costillas de nuestro fragmento están casi entera- mente borradas sobre los flancos y sólo tienen mayor relieve en los alrededores del ombligo, en donde se juntan con los tubérculos umbilicales y hacia el borde exter- no, en donde forman tubérculos externos. Entre las costillas principales simples de la parte posterior de nuestro fragmento se observan una a dos costillas intercaladas y libres, que aparecen hacia la mitad de los flancos, o más abajo, no muy lejos del borde umbilical. Se observan estrías finas, algo desiguales en fuerza, que muestran la misma flexuosidad que las costillas, siendo como ellas algo encorvadas hacia ade- lante en la parte media de los flancos. El segundo ejemplar (lám. XXIV, £g. 13) se distingue del antes descrito, por sus costillas todavía más borradas. Aquí sólo se persiben ondulaciones ligeras y es- trías sobre los flancos. En cambio, los tubérculos son bien desarrollados, siendo los umbilicales muy prominentes y arredondados, mientras que los marginales, igual- mente fuertes y prominentes, pero delgados, tienen más bien la forma de varillas y son oblicuamente dirigidos hacia adelante, pudiendo considerarse a veces como hin- chamientos de las terminaciones externas de estrías o costillas rudimentarias. Un tercer ejemplar (lám. XXIV, fig. 12) difiere bastante de los dos antes des- critos y representa seguramente una especie distinta. FAUNAS CRETACICAS DE,ZUMPANGO DEL RIO 105 Aquí también las costillas son casi enteramente borradas, y los tubérculos um- bilicales y marginales muy fuertes y salientes (siendo los primeros alargados en dirección radial, los segundos en dirección espiral), pero aquí los tubérculos de ambas series son mucho más distantes. Los últimos tubérculos marginales de nuestro frag- mento tienen una forma algo distinta de los anteriores, representando más bien hin- chamientos oblicuos de las estrías radiales. Dichas estrías, ligeramente flexuosas, cu- bren la superficie y algunas de ellas tienen más relieve que las demás. El ejemplar está fuertemente comprimido, de modo que no se puede observar bien la parte externa. Yacimiento de la forma vecina: Ammonites petrocoriensis Coquand proviene de la parte inferior del «Coniacien» de Montignac (Grossouvre, 1. c., p. 57). Localidad: Capas inferiores (Bauco con Barroisiceras) de Huastlanapa. (Lo- calidad * 4). Barroisiceras cfr, Nicklesi Boule, Lemoine et Thevenin, non Grossouvre Compárese Schloubachia (Barroisiceras) Haberfellneri, var. Nicklési en: Boule, Lemoine et Thevenin, Céphalopodes de Diego-Suárez, 1. c., p. 45, pl. XI, fig. 2,2 a. Un ejemplar fragmentario tiene un ombligo no muy estrecho; la última vuelta es muy alta. La mayor parte de los flancos es casi enteramente lisa, y sólo se ob- servan algunas débiles ondulaciones o costillas rudimentarias y estrías radiales finas. En cambio, los tubérculos son bien desarrollados, siendo los umbilicales apretados, gruesos y arredondados, los marginales bastante distantes y netamente alargados en dirección espiral. Se ven indicios de los tubérculos que forman la quilla externa. Hay un fragmento de la sutura, observándose la primera silla lateral que es asimétrica y subdividida por un lóbulo secundario en dos partes desiguales. Ambas partes de la silla son bipartitas, pero la parte interna es más alta que la externa. Nuestro ejemplar se parece mucho a la forma de Madagascar antes citada, la cual, a mi parecer, es muy distinta del Barrosiceras Nicklest figurado por Gros- souvre (1. c. Ammonites de la Craie supérieure, pl. III, fig. 2). La forma francesa parece tener un ombligo más abierto y tubérculos umbilicales mucho más fuertes y macizos. Yacimiento de la forma vecina: Barroisiceras Nicklési Boule, Lemoine, The- venin se encontró en las capas superiores del Emscheriano de Madagascar. Localidad: Capas superiores de Huastlanapa (Localidad * 5). IV.—FORMAS CON COSTILLAS BASTANTE BIEN MARCADAS, PERO A VECES TAMBIEN BORRADAS. ADEMAS DE LOS TUBERCULOS MARGINALES Y UMBILICALES EXISTEN, SOBRE TODO EN LA JUVENTUD, TUBERCULOS LATERALES Barroisiceras aff. alstadenense Solger, non auct. Lám. XXV, fig. 10 Compárese Barroisiceras Haberfellneri var. Alstadenensis Solger, Ammoniten- fauna der Mungokalke, 1. c., p. 170, pl. V, fig. 6. La concha tiene un ombligo muy estrecho, y las vueltas son altas y se acre- centan rápidamente. La ornamentación de la parte posterior de la vuelta mayor no Faunas Jurásicas.—15, 106 DR. CARLOS BURCKEHARDT se puede apreciar bien por el estado de conservación deficiente del fósil. La última mitad de la misma vuelta, está adornada de costillas algo flexuosas y apretadas. Cos- tillas principales nacen en el borde del ombligo, formando allí tubérculos umbilica- les poco matcados y algo alargados en dirección radial; tienen bastante relieve en el tramo entre dichos tubérculos y los tubérculos laterales que se observan un poco más acá de la mitad de los flancos. A partir de los tubérculos laterales, que son alarga- dos en dirección radial, poco prominentes y se parecen más bien a hinchamientos de las costillas, las costillas principales son bastante borradas y aplanadas, pero an- chas. Tienen la misma forma como las costillas libres que se intercalan en número de una a dos entre ellas y que nacen en los intervalos a distintas alturas, a veces no muy lejos del borde del ombligo. En el margen externo de los flancos se lhin- chan las costillas, formando allí tubérculos marginales poco marcados. Las últimas costillas de la vuelta mayor son poco claras por ser más borradas que las anteriores. La forma más vecina de la nuestra parece ser Barroisiceras Haberfellnera, var. Alstadenensis Solger (1. c.), de Kamerun. Nuestro ejemplar-se distingue de ella sobre todo por la ornamentación, compuesta de costillas principales e inter- caladas alternantes, mientras que, según .Solger, sobre la última parte de la vuelta mayor de la especie africana, todas las costillas salen del borde del ombligo. Yacimiento de la forma vecina: Barroisiceras Haberfellneri var. Alstadenensis Solger se encontró en las calizas del Mungo (Emscheriano) de Kamerun. Localidad: Capas con Peroniceras de Aguacate (Localidad * 6). v Barroisiceras sp. ind. núm. 6 Lám. XXV, figs. 12, 13, 15 Poseo cuatro ejemplares, que parecen pertenecer a la misma especie. La orna- mentación cambia con la edad. La parte posterior de la última vuelta de dos de nuestros ejemplares muestra costillas principales, casi rectas, que llevan tres tu- bérculos finos, pero bien marcados, de los cuales uno se observa en el borde del ombligo, uno hacia la mitad de los flancos y uno, algo alargado en dirección es- piral, en el margen externo. Alternando con ellos se observan costillas interca- ladas; llevan un tubérculo lateral que puede ser muy borrado o faltar enteramente, y otro marginal bien desarrollado. Con la edad cambia esta ornamentación: los tubérculos laterales desaparecen; las costillas son más flexuosas y menos marcadas. Sin embargo, también entonces se observan costillas principales e intercaladas, las primeras con un tubérculo umbilical prominente y alargado en dirección ra- dial, las últimas (que nacen en los intervalos entre las principales) con un tubérculo marginal a veces más débil que en las costillas principales. Eu esta edad todas las costillas sou netamente flexuosas, encorvándose hacia adelante en la mitad de los flancos. Estrías radiales finas, desiguales en fuerza, cubren la superficie y mues- tran en su curso la misma flexuosidad como las costillas. Sobre todo, en la juventud nuestros ejemplares se asemejan bastante a una forma descrita y figurada por Grossouvre bajo el nombre de «Barroisiceras Haber- Jellner?, variedad intermediaria entre la variedad alstadenensis y la variedad Harlém (véase Grossouvre, Ammonites de la Craie, 1. c., p. 54, pl. II, fig. 7 a—b). Yacimiento de la forma vecina: Coniacien pres Périgueux; capas K de Arnaud. Localidad: Capas inferiores (Banco con Barroisiceras) de Huastlanapa (Loca- lidad * 4). FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO 107 Barroisiceras sp. ind. núm. 7 Lám. XXV, figs. 16, 17 Es una lástima que cuatro ejemplares, representando probablemente varias especies, sean muy comprimidos y bastante mal conservados. Representan un grupo característico de Barrozsiceras que parece desconocido hasta ahora, y que se dis- tingue de losdemás representantes del género por el notable desarrollo de tubérculos laterales, situados en la mitad de los flancos. 7). Un ejemplar (lám. XXV, fig. 17) muy comprimido tiene un ombligo no muy estrecho. Los flancos están adornados de costillas ligeramente flexuosas, muy fuertes y salientes sobre la parte interior de los flancos, entre los tubérculos umbi- licales y laterales. Pero a partir de estos últimos las costillas se debilitan mucho y a veces hasta desaparecen casi; son simples, o en otros casos se bifurcan en dos ramas. Existen además costillas libres, netamente intercaladas. Los tubérculos umbilicales y laterales son altos, pero más bien finos y redondeados, de la forma de espinas. En el margen externo de los flancos las costillas llevan una serie de tubérculos marginales muy prominentes y alargados en dirección espiral. Sobre la última parte de nuestro ejemplar desaparecen los tubérculos laterales. La super- ficie está adornada de estrías finas, algo flexuosas como las costillas por ser encor- vadas hacia adelante sobre la mitad de los flancos. 2). Otros dos ejemplares, algo diferentes entre sí (lám. XXV, fig. 16), se pa- recen al antes descrito. Sin embargo, ostentan costillas más rectas, y uno de ellos se caracteriza, además, por sus costillas menos distanciadas y más anchas, así como por un mayor número de tubérculos marginales más apretados. Localidad: Dos ejemplares (y varios otros mal conservados) provienen de las capas inferiores (Banco con Barroisiceras) de Huastlanapa (Localidad * 4); el ter- cero se encontró en las capas superiores (Localidad * 5) del mismo lugar. Barroisiceras aff. alstadenense Schliiter sp. Compárese Schlúter, Cephalopoden der oberen deutschen Kreide, l.c., p. 151, pl. XL, figs. 13-16. 7). Desgraciadamente, sólo poseo un ejemplar mal conservado de una interesan- te forma que parece ser muy vecina del Barrozsiceras alstadenense Schliter sp. (1. e., figs. 13-15). Sin embargo, la forma mexicana pertenece seguramente a otra especie, distinguiéndose de la especie alemana sobre todo por costillas principales más nu- merosas que son simples y alternan a veces con costillas intercaladas. El ombligo es bastante estrecho y las vueltas no se acrecentan muy rápidamen- te. Costillas principales poco prominentes y cortas reunen entre sí a los tubérculos umbilicales y laterales, que son bastante altos y de forma redondeada. Los tubércu- los umbilicales son más prominentes que los laterales, que son, a su vez, algo desiguales en fuerza y que se encuentran un poco adentro de la mitad de los flancos, No veo ninguna costilla bifurcada sobre la parte no destruída de nuestro ejemplar; por lo contrario, las costillas parecen quedarse simples hasta el borde externo de los flaucos, en donde forman una serie de tubérculos marginales apretados, fuertes y netamente alargados en dirección espiral. Entre las costillas principales se observan a veces costillas libres intercaladas que nacen en los intervalos, más o menos en el primer tercio de los flancos. Todas las costillas son muy gruesas y anchas, pero aplanadas sobre la parte externa de los flancos a partir de los tubérculos laterales. 108 DR. CARLOS BURCKHARDT Sobre la filtima parte de nuestro ejemplar se borra la ornamentación, desapa- recieudo los tubérculos laterales y debilitándose las costillas y los tubérculos mar- ginales. : Localidad: Capas con Peroniceras de Chinantla (Localidad * 7). 2). Un pequeño fragmento de una vuelta de gran tamaño merece especial men- ción por parecerse muchísimo a la cámara de habitación del ejemplar grande del Barrotisiceras alstadenense figurado por Schiiiter (1. c., ig. 13). Sobre el flanco casi liso del fragmento se perciben costillas rudimentarias y fragmentarias, ligeramente flexuosas, algunas de las cuales se hinchan algo en el borde del ombligo y en el centro de los flancos. Además, se observan estrías finas algo desiguales. Ex el margen externo de los flancos existen tubérculos marginales muy alargados en dirección espiral. Son más bien finos y a veces muy distantes, siendo los intervalos entre ellos muy desiguales. Además de las estrías mencionadas, se observan con la lente estrías finísimas, muy apretadas, que cubren toda la superficie. Localidad: Capas con Scaphites del Rancho de la Curtiduría esla 22 Yacimiento de la especie vecina: Barroisiceras alstadenense Schliter, se en- cuentra en el Emscheriano de Alemania del Norte. Barroisiceras juv. sp. ind. Lám. XXV, figs. 11, 14 Compárese Barroisiceras Haberfellneri joven en: Grossouvre, Ammonites de la CGeila lo Es js 5 yla 16 a 1 0Í0s jalo JUL 1 E Un pequeño ejemplar (lám. XXV, fig. 11) se asemeja mucho a las formas jóvenes del Barroisiceras Haberfellnerz, descritas por Grossouvre (1. c.). Es una forma con ombligo estrecho y con vueltas que no se acrecentan muy rápidamente. Costillas principales cortas reunen los pequeños tubérculos umbilicales y laterales. Estos últimos se encuentran algo adentro de la mitad de los flancos, y a partir de ellos se subdividen las costillas en dos ramas secundarias muy débiles, que son por lo general ligeramente encorvadas hacia atrás. Además, se observan algunas cos- tillas intercaladas. En el borde externo todas las costillas forman tubérculos mar- ginales, agudos y prominentes, que son alargados en dirección espiral. La superficie está cubierta de estrías muy finas y apretadas, que son algo desiguales eu fuerza y ligeramente flexuosas. Dos otros ejemplares (lám. XXV, fig. 14) parecen pertenecer a una forma ve- cina de la antes descrita, pero se encuentran eu tal estado, que no es posible deter- minarles con alguna seguridad. Estos ejemplares muestran parte de la sutura, desde la silla externa hasta la comisura. Primer lóbulo lateral bien desarrollado, termi- nándose con dos ramas, o mejor dicho puntas, casi iguales y mostrando además dos puntas laterales principales de cada lado. Segundo lóbulo lateral pequeño. Hacia la comisura sigue un lóbulo sutural muy oblicuo, que alcanza casi la profundidad del primer lóbulo lateral y está formado por una serie de pequeñas puntas oblicuas. Primera silla lateral algo asimétrica, subdividida por un lóbulo secundario en dos partes desiguales, de las cuales la interna es más alta y más ancha. Yacimiento de las formas vecinas: Barroisiceras Haberfellneri joven Grossou- vre se encontró en el Coniacien de Montignac (capas K de Arnaud»), y en las calizas duras de la base de la «craie de Villedieu». Localidad: Capas con Scaphites del Rancho de la Curtiduría (Localidad * 2). FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO 109 PERONICERAS GROSSOUVRE (INCLUYENDO GAUTHIERICERAS GROSSOUVRE) De acuerdo con las opiniones de Xossmat (Súdindische Kreideformation, p. 88, l. c.), Solger (Ammonitenfauna der Mungokalke, 1. c., p. 181) y Pervinguicre (Etudes de Paléontologie tunisienne, 1. c., p. 248) reno los Peroniceras y Gau- thiericeras en un solo género. Peroniceras cfr. subtricarinatum Sturm, non D'Orb. et auct. Lám. XXVI, figs. 1-12, XXVII, 1-6, XXVIII, 1-6, 8 1901. Peroniceras subtricarinatum Sturm, Sandstein von Kieslingswalde, 1. c., p- 60, pl. III, figs. 1-12, 5, 54. Numerosos ejemplares de un Peroniceras pertenecen a un tipo muy vecino del Peroniceras que ha sido descrito por Sturm (1. c.), bajo el nombre de Peroniceras subtricarinatu. La mayor parte de los ejemplares (láms. XXVI, XXVII), es de tamaño me- diano, y son éstos sobre todo que se acercan mucho a la forma descrita por Sturm. La concha es evoluta, compuesta de vueltas que se acrecentan muy lentamente y se abrazan apenas. Los flancos están cubiertos por numerosas costillas, más bien apre- tadas y bastante finas. Dichas costillas son, por lo general, ligeramente encorvadas al pasar por los flancos, y sobre ellas se observan dos series de tubérculos. Una se- rie interna existe en el borde del ombligo, en donde las costillas se levantan porlo general para formar tubérculos débiles alargados. A veces estos tubérculos son muy poco marcados, y entonces se trata solamente de ligeros hinchamientos de las cos- tillas. La serie externa de tubérculos se halla en el margen externo de los flancos. Estos tubérculos, siempre muy marcados y salientes, son alargados en dirección es- piral. Entre las dos series de tubérculos, las costillas son más bien aplanadas y bas- tante anchas, alcanzando casi el mismo ancho que los intervalos entre ellas. A partir de los tubérculos externos, las costillas se dirigen netamente hacia adelante, per- diendo en fuerza y terminándose al lado de las quillas externas. Algunos ejempla- res de tamaño mediano, así como otros de tamaño mayor, dejan ver la parte externa con sus tres quillas, de las cuales la mediana es la más saliente y más fuerte (lá- mina XXVI, figs. 6, 8, 12). Un ejemplar (lám. XXVII, fig. 3) de tamaño mediano muestra una concha más involuta que los individuos ya descritos, y sus vueltas se acrecentan más rápi- damente; otros se distinguen por costillas más distanciadas y fuertes. Uno de estos últimos (lám. XXVII, fig. 6) no está aplastado y muestra una pared umbilical casi perpendicular. Varios fragmentos de ¿amaño mayor (lám. XXVIII, figs. 1-6) ofrecen el mismo tipo de la ornamentación como los individuos más chicos, pero en ellos se observan costillas muy robustas y salientes, separadas entre sí por intervalos más considera- bles. Algunos de estos ejemplares dejan ver sobre la parte interna de los flancos unas estrías longitudinales que alcanzau mayor fuerza, sobre todo al cruzar las cos- tillas (lám. XXVIII, fig. 2). IIO DR. CARLOS BURCKHARDT Un ejemplar (lam. XXVII, fig. 5) se aparta de los otros por sus costillas más robustas y más distanciadas ya en la juventud, y parece representar una especie dis- tinta, como lo indica también la sutura que describiremos más adelante. Las costillas de todas las formas mencionadas son por lo general simples; a veces se observa una costilla bifurcada que se separa en dos ramassecundarias a par- tir del tubérculo interno. A veces también se presenta una costilla netamente in- tercalada. Algunos ejemplares dejan ver estrías finas de acrecimiento sobre los flancos. ] La sutura se observa en dos ejemplares. La impresión de un fragmento de ta- maño mayor muestra una sutura que ofrece la estructura típica de sutura del gé- nero Peroniceras y se asemeja sobre todo a las suturas del Peroniceras dravidicum Kossmat (Súdindische Kreideformation, 1. c., pl. XXITI (1X), fig. 3 d) y del Pe- roniceras Caórnigt Redtenbacher (Cephalopodenfauna der Gosauschichten, 1.c., pl. XXIIL, fig. 4 c). Esta sutura (véase lám. XXVI, fig. 2) es visible desde el pri- mer lóbulo lateral hasta la comisura. Primer lóbulo lateral muy bien desarrollado y muy largo, con una rama terminal y varias ramas laterales poco diferenciadas. Segundo lóbulo lateral oblicuo, mucho más corto y chico que el primero. Primer lóbulo auxiliar muy oblicuo y bifurcado en su extremo, alcanzando mayor profun- didad que el segundo lóbulo lateral. Cerca de la comisura se observa un segundo lóbulo auxiliar apenas inclinado y poco desarrollado. El segundo lóbulo lateral y los dos lóbulos auxilares forman un lóbulo sutural muy bien desarrollado y neta- mente oblicuo, que alcanza en la comisura casi la misma profundidad que el pri- mer lóbulo lateral. Primera silla lateral muy larga, pero más bien angosta, subdi- vidida en el vértice en tres partes principales. Segunda silla lateral mucho más baja que la primera, chica y casi cortada en la base por los lóbulos adyacentes. Silla auxiliar muy baja y chica, bipartita en el vértice. El ejemplar ya mencionado, que está figurado enla lám. XXVII, fig. 5, mues- tra un fragmento de la sutura. Se observa aquí un primer lóbulo lateral bien des- arrollado, con un tronco muy aucho y ramas terminales y laterales pequeñas y poco diferenciadas. El segundo lóbulo lateral, situado cerca de la comisura, es mucho más chico que el primero, pero muestra una estructura parecida. Su tronco es com- pletamente recto. La silla lateral es muy ancha, poco incisa por pequeños lóbulos secundarios. Como se ve, las dos suturas son bastante distintas; la que acabamos de describir se acerca a un tipo de línea sutural característico para el género Mor- tontceras. Las formas que acabamos de describir se asemejan a varias especies ya cono- cidas, sobre todo a Peroniceras subtricarinatum Sturm, non D' Orb et auct (1. c.), y en segundo lugar, a Peroniceras cfr. tridorsatum Schliter sp. (Schlúter, Cephalo.= poden, 1. c., p. 158, pl. XLI, figs. 3-5) y a Peroniceras Mouret? Grossouvre (Gros- souvre, AÁmumonites de la Craie, 1. c., p. 100, pl. XI, figs. 3-4). Las dos últimas es- pecies se distinguen, sin embargo, a primera vista de nuestros ejemplares por la situación de los tubérculos internos que se encuentran a cierta distancia del borde umbilical. En cambio, las figuras de Sturm muestran tanta semejanza con la ma- yor parte de nuestros ejemplares, que sólo el estado deficiente de la conservación me impide identificarlos con la forma de Kieslingswalde. La forma en cuestión re- presenta probablemente una especie nueva y seguramente no tiene nada que ver con Perontceras subitricarinatum D'Orbigny, Drescher y Grossouvre, ui con Pero- uiceras tricarinatum Schliter, con los cuales fué identificada por Stars. Se acerca más a Peroniceras cfr. tridorsatum Schlúter y P. Moureti Grossouvre, distinguién- FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO III dose de estas especies, como nuestra forma, sobre todo por la situación de los tu- bérculos internos en el borde del ombligo. Yacimiento de la forma vecina: Peroniceras subtricarinatum Sturm non auct se encontró en la arenisca de Kieslingswalde que representa al Emscheriano. Localidad en México: Numerosos ejemplares se encontraron en Chinantla (Lo- calidad * 7), otros en Aguacate (Localidad * 6). Formas parecidas se hallaron tam- bién en las capas superiores de Huastlanapa (Localidad * 5) y en Tenantitlán (Lo- calidad * 8). Peroniceras cfr. Czornigi Fallot sp., non Redtenbacher. Lám. XXVIII, fig. 7. Lám. XXIX, fig. 1 1885. Schlonbachia Czórnigi Fallot, Etages moyens et supérieurs du terrain crétacé dans le Sud-—Est de la France, p. 229, pl. l, fig. 1, 1a et b. Comp. también: 1885 Schlonbachia IEpéei Fallot, Hd p. 231, pl. 1, figu- ras 2, 2a. 7). Uno de mis ejemplares (lám. XXVIII, fig. 7) tiene una concha evoluta, compuesta de vueltas que se acrecentan lentamente. El ombligo está muy abierto. La última vuelta está adornada con costillas simples, bastante anchas, pero poco prominentes y separadas entre sí por intervalos del mismo ancho que ellas. Estas costillas pasan en línea recta e inclinadas oblicuamente hacia adelante por los flan- cos; en el borde del ombligo son algo hinchadas, aunque no formen verdaderos tubérculos. En cambio, en el borde externo de los flancos se observan sobre las cos- tillas tubérculos angostos y pequeños, pero bastante prominentes y netamente alar- gados en dirección espiral. A partir de los tubérculos externos las costillas desapa- recen casi completamente, de modo que una faja anclia y casi enteramente lisa separa dichos tubérculos de las quillas externas. Localidad: Chinantla (Localidad * 7). 2). Un segundo ejemplar (lám. XXIX, fig. 1) se distingue del primero, que acabo de describir, por la ornamentación de la última vuelta. Aquí, en efecto, las costillas, todas simples, tienen menos relieve, pero son más anchas que los inter- valos que las separan. Además, los tubérculos externos son menos prominentes. Se ve que la ornamentación de la penúltima vuelta es bastante distinta de la últi- ma por observarse costillas muy finas, angostas y apretadas, a veces bifurcadas, pero por lo general simples. Localidad: Aguacate (Localidad * 6). Las formas descritas se parecen mucho a Schlónbachia Cabrmig? et L' Epéet Fallot (véase 1. c.). En esta ocasión mencionaré que la primera de estas especies se distingue netamente del tipo de Redtenbacher y constituye seguramente otra espe- cie distinta. Yacímiento de las formas vecinas: Grés moyen de Dieulefit (Conizcien), cuenca del Ródano. Peroniceras cfr. Czornigi Redtenbacher sp. Lám, XXIX, fig. 2 1873. Ammonites Cz0rnigi Redtenbacher, Cephalopodenfauna der Gosauschi- chten, 1. c., p. 105, pl. XXITI, fig. 4 a-e. Un ejemplar fragmentario está compuesto de vueltas que no se acrecentan muy 112 DR. CARLOS BURCKEHARDT rápidamente y se abrazan sobre la mitad más o menos. Los flancos están adorna- dos con costillas fuertes y prominentes, separadas entre sí por intervalos conside- rables. Estas costillas nacen en el borde del ombligo, siendo allí a veces un poco hinchadas; al pasar por los flancos son algo encorvadas hacia atrás. En el borde externo de los flancos las costillas forman una serie de tubérculos, siendo después, en el tramo entre los tubérculos y las quillas externas, inclinadas hacia adelante, debilitándose al mismo tiempo en este tramo. En la parte exterma se observan hue- llas de tres quillas. La mayor parte de las costillas son simples; además, se observa sobre nuestro ejemplar fragmentario una costilla que se bifurca en la mitad de los flancos, y otra externa que está netamente intercalada e independiente. La semejanza de nuestro ejemplar con las figuras del tipo (Redtenbacher, 1. c.), * es notable, y con mucha probabilidad sería posible identificarlo, si su estado de con- servación lo permitiera. Localidad: Capas inferiores de Huastlanapa (Localidad * 4). Yacimiento de la forma vecina: Capas de Gosau. Peroniceras cfr. subtricarinatum D'Orbigny et Drescher sp. Lám. XXIX, figs. 3-6 1840. Ammonites tricarinatus A. D'Orbigny: Paléontologie frangaise, Ter- rains crétacés 1, pl. 91, figs. 1-2, p. 370. (Véase también: Grossouvre: Ammoni- tes de la Craie, 1. c., pl. X, fig: 1.) 1863. Ammonites subtricarinatus R. Drescher: Kreidebildungen von Lówen- berg, 1. c., p. 331, pl. VIII, fig. 24: Tres fragmentos se acercan a las formas arriba citadas. 7). El ejemplar más grande (lám. XXIX, fig. 3) tiene mucha sémejanza con la forma de Lówenberg, descrita por Drescher (1. c., pl. VII, fig. 3). El fragmento de la única vuelta visible se acrecenta lentamente. Sobre los flancos se observan costillas bastante distanciadas, ensanchadas y gruesas, pero aplanadas, que pasan en dirección radial por los flancos. Hay más costillas simples que bifurcadas, ob- servándose entre dos costillas bifurcadas una o dos costillas simples. Todas las cos- tillas se terminan con tubérculos, de los cuales los internos, situados en el borde del ombligo, son algo alargados en dirección radial, mientras que los externos, que se hallan en el margen externo de los flancos, son alargados en dirección espiral. La bifurcación de las costillas se efectúa por lo general a partir del tubérculo umbilical, pero una de las costillas se bifurca más arriba, hacia la mitad de los flancos. Hay que anotar que las costillas son algo borradas, y que por este motivo la bifurcación en dos ramas no es muy neta. La parte de los flancos, situada fuera de los tubérculos externos, está bastante ancha y lisa. De las quillas sólo se ve una lateral. Localidad: Huastlanapa, capas inferiores (Localidad * 4). 2). Dos pequeños fragmentos (lám. XXIX, figs. 4-5) se asemejan mucho a la figura del ejemplar tipo del Peroniceras subtricarinatum D' Orbigny en la obra de Grossouvre (Les Ammonites de la Craie, 1. c., pl. X, fig. 1 a et b, p. 94). Las vueltas de estos fragmentos se acrecentan lentamente, siendo los flancos adornados por dos series de fuertes tubérculos reunidos entre sí por unas costillas ensanchadas y más o menos borradas. La mayor parte de las costillas son simples, y solamente FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO 113 una por fragmento es bifurcada. Pero esta bifurcación no es muy neta, por lo con- trario, la rama secundaria tiene la tendencia de separarse de la costilla principal, de modo que se trata más bien de una costilla externa libre e intercalada. Los tubérculos tienen mucho más relieve que las costillas, siendo los internos algo alargados en dirección radial, los externos, al contrario, en dirección espiral. El fragmento más pequeño deja ver sobre la parte externa (que está compri- mida ) tres quillas externas. Localidad: Huastlanapa; uno de los fragmentos proviene de las capas inferio- res (Localidad * 4), el otro, de las capas superiores (Localidad * 5). 3). Mencionaré, por último, un ejemplar grande (lám. XXIX, fig. 6), que re- presenta probablemente una especie distinta, pero que pertenece también al grupo del Peroniceras subtricarinatum D' Orb. Localidad: Chinantla (Localidad * 7). Yacimiento de las formas vecinas: Peromiceras subtricarinatum D'Orb. sp. provieue de la base del piso senoniano (Emscheriano) de los Corbiéres. Peronice- ras subtricarinatum Drescher se encontró en el «Quadersandstein», superior de Lowenberg. Peroniceras cfr. tricarinatum (subtricarinatum) Schliiter sp., non auct. Lám. XXIX, figs. 7-10 1872. Amuonites tricarinatus Schnliiter, Cephalopoden der oberen deutschen Kreide, l. c., p. 44, pl. 13, figs. 1-2. Encontré varios ejemplares que se distinguen de las formas arriba descritas bajo el nombre de Peroniceras cfr. subtricarinatum D'Orbieny et Drescher por la preponderancia de costillas simples. La concha es evoluta, compuesta de vueltas que se acrecentan lentamente y se abrazan apenas. El ombligo es muy abierto, dejando ver asíslos tubérculos externos de las vueltas internas. La ornamentación de las vueltas internas es débil, pero las vueltas externas muestran dos series de fuertes tubérculos ligados entre sí por cos- tillas radiales simples, bastante ensanchadas, pero por lo general muy borradas. Los tubérculos internos, situados en el borde del ombligo, están alargados más bien en dirección radial, los exteriores que se observan en el margen externo de los flan- cos, por lo contrario, en dirección espiral. A veces se observan finas estrías espira- les que cruzan los tubérculos internos. Se ven en varios ejemplares dos de las qui- llas externas. : Las formas descritas se asemejan mucho a la especie descrita por Sch/úter bajo el nombre de 4mmonites tricarinatus (1. c., p. 44, pl. 13, figs. 1-2). Como se puede ver en la figura citada, las vueltas interiores de la especie westfaliana están cubier- tas como nuestros ejemplares exclusivamente de costillas simples, distinguiéndose por este carácter del tipo de V''Orbigry. Un ejemplar (Pl. XXIX, fig. 8) muestra, además, cierta semejanza con una forma descrita por Grossouvre ( Ammonites l. c., p. 98, pl. XII, fig. 1) bajo el nombre Peroniceras westphalicum. Yacimiento de las formas vecinas: Ammonites tricarinatus Schliiter proviene de las margas grises del Emscheriano de Altenessen en Westfalia. Peroniceras westphalicum Grossouvre non Schlúter se encontró en las capas basales de la «Craie de Villedieu» (Touraine). Localidad en México: Tres ejemplares de la localidad Aguacate (* 6), dos de Chinantla (*7y*7a). Faunas Jurásicas.—16 114 DR. CARLOS BURCKEHARDT Mencionaré en esta ocasión un pequeño ejemplar de un Peroniceras (lámina XXIX, fig. 10) que parece ser emparentado con las formas que acabo de describir, pero que se distingue de ellas por varios caracteres. Las costillas, todas simples (una es intercalada ), son muy ensanchadas en el último tramo de la vuelta: mayor, de modo que resultan ser mucho más anchas que los intervalos que se reducen, en cambio, a surcos angostos. Luego, las costillas son ligeramerte encorvadas, los tu- bérculos menos salientes. Eu cambio Jas costillas tienen mayor relieve. Localidad Aguacate (* 6). Peroniceras cfr. subtricarinatum Fric sp. Lám, XXX, figs. 1-4. 1893. Schlónbachia subtricarinata Frid, Studien, V Priesener Schichten, 1. c., p- 74, fig. 48 en el texto. ñ Recogí varios ejemplares de un Peroniceras, que se distinguen de las formas arriba descritas bajo el nombre de Peroniceras cfr. subtricarinatum D'Orbigny et Drescher por su ornamentación más fina, siendo tanto las costillas como los tu- bérculos en estas formas menos pronunciados. Por estos caracteres se asemejan nuestros ejemplares al Peroniceras cfr. baju- varicum Grossouvre que describiré más adelante, distinguiéndose, sin embargo, de esta especie por su concha más evoluta y por el acrecentamiento más lento de las. vueltas. ña Quizá ni hubiera mencionado los ejemplares en cuestión, si no presentaran mucha semejanza con la forma de Priesen, descrita por 4r¿c (1. c. ) bajo el nombre Schlonbachia subtricarinata. La concha es evoluta, compuesta de vueltas que se acrecentan lentamente. El ombligo es muy abierto, dejando ver la serié externa de tubérculos sobre las vueltas internas. La ornamentación es muy borrada sobre las vueltas internas, más tarde ad- quiere mayor desarrollo, pero aún entonces es fina y algo borrada. 1). Los dos ejemplares de Chinantla (lám. XXX, figs. 2, 4) se caracterizan por la preponderancia de costillas simples, muy borradas. Hay dos series de tu- bérculos, una externa y otra interna. Los tubérculos son pequeños y finos, aunque bien desarrollados. Los tubérculos internos son algo alargados en dirección radial, los externos son más bien arredondados. Algunas pocas costillas se bifurcan en dos ramas a partir de los tubérculos internos. Se ven dos de las quillas externas. Localidad: Chinantla (*7y*7a). 2). Dos ejemplares de Huastlanapa (lám. XXX, figs. 1, 3) ofrecen una orna- mentación más robusta. La mayor parte de las costillas se bifurcan, pero muchas veces la bifurcación no es muy neta, y una de las ramas muestra la tendencia de se- pararse. Además, se observan costillas netamente intercaladas y libres. Costillas y tubérculos están más distanciados que en los ejemplares de Chinantla, y los tubércu- los son mucho más fuertes y salientes, siendo su forma más bien arredondada. Localidad: Capas inferiores de Huastlanapa (Localidad * 4). Yacimiento de la forma vecina: Schlonbachia subtricarinata Fric se encontró en las capas 3 y 4 de Priesen, que son, según /ahrm (l. C., p. 140-141 ), con suma probabilidad equivalentes del Exmscheriano. FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO II5 Peroniceras cfr. bajuvaricum Grossouvre sp. non Redtenbacher Lám. XXX, figs. 5-8. 1894. Gauthiericeras bajuvaricum Grossouvre, Ammonites de la Craie, 1. c. p. 88, pl. XII, fig. 2 a—b. 7). Dos ejemplares chicos (lám. XXX, figs. 7-8) están caracterizados por una ornamentación robusta y se asemejan mucho a la parte posterior de la última vuelta del ejemplar figurado por Grossouwvre que acabo de citar. La concha es bastante evoluta, compuesta de vueltas que se acrecentan más bien lentamente. La mayor parte de las costillas salen de pequeños tubérculos situados en el borde del om- bligo y pasan después en dirección casi radial por los flancos, siendo por lo gene- ral bastante borradas. El pequeño ejemplar muestra algunas costillas simples, pero la mayor parte se bifurca a partir de los tubérculos del borde del ombligo en 'dos ramas secundarias. Además, se observan algunas costillas netamente intercaladas que nacen hacia la mitad de los flancos. En el borde externo de los flancos se ter- minan las costillas, levantándose allí en tubérculos pequeños, pero prominentes. Estos tubérculos marginales son arredondados o algo alargados en dirección espiral, y entre ellos y las quillas exteruas (de las cuales se apercibeu dos) se halla una parte lisa, bastante ancha. El ejemplar pequeño (lá. XXX, fig. 8) muestra algunos fragmentos de la sutura. Se ve que la silla externa es aucha y dividida en dos partes principales, casi iguales. El primer lóbulo lateral es corto, pero ancho, y posee cinco pequeñas ra- mas principales digitiformes, muy poco diferenciadas. La rama terminal es la más larga, observándose, además, dos ramas laterales externas casi del mismo tamaño y dos internas más pequeñas. Hay cierta asimetría por separarse las ramas externas en puntos más altos del tronco que las internas correspondientes. Del segundo ló- bulo lateral sólo se ven huellas; parece ser muy pequeño y recto. Localidad: Capas inferiores de Huastlanapa (Localidad * 4). 2). Dos otros ejemplares (lám. XXX, figs. 5-6) son algo más involutos con vueltas que se acrecentan más bien rápidamente y abrazan más o menos la cuarta parte de las vueltas anteriores. Las dos series de tubérculos están bien desarrolla. das, y sobre todo en la última parte de la vuelta mayor del ejemplar más grande se ve que los tubérculos del borde del ombligo están alargados en sentido radial, mientras que los tubérculos marginales están, al contrario, alargados en dirección espiral. Las costillas son muy borradas siendo en parte simples, en parte bifurca- das a partir de los tubérculos interiores. En el último caso, muchas veces no es fácil decir si se trata de ramas secundarias, de costillas bifurcadas o de costillas libres y netamente intercaladas por tener una de las ramas secundarias la tendencia de se- pararse de la otra y por ser además muy borradas las costillas. Localidad: Capas inferiores de Huastlanapa (Localidad * 4). Mencionaré en esta ocasión que la forma citada del Peroniceras bajuvaricum en la obra de Grossouvre (1. c., pl. XII, f. 2)se distingue netamente del tipo del 2. bajuvaricum descritopor Redtenbacher ( Redtenbacher, Cephalopodenfauna der Go- sauformation, 1. c., pl. XXIV, f. 2, p. 107). La forma francesa es más evoluta, po- see vueltas que se acrecentan más lentamente y está adornada de costillas y tu- bérculos más pronunciados y más distanciados, dividiéndose, además, las costillas en dos ramas casi siempre a partir del tubérculo interno y no en la mitad de los flancos como es el caso en la especie de la Gosau. ]1Ó DR. CARLOS BURCKHARDT Extraña es la semejanza de nuestros ejemplares, sobre todo de las dos formas descritas al principio con Mortonicezas Gaudryi Nicklés del Neocomiano del Sureste de España (Nicklés, Recherches géol. sur les terrains secondaires et tertiaires de la Province d'Alicante et du Sud de la Prov. de Valence, 1. c., pl. VII, figs. 1, 1 a, p. 188). , Yacimiento de la forma vecina: Gauthiericeras bajuvaricum Grossouvre (1. e., pl. XII, fig. 2) ha sido encontrado en las calizas de la base de la Craie de Ville- dieu (Touraine). Peroniceras cfr. bajuvaricum Redtenbacher sp. Lám. XXX, fig. 9. 1873. Ammonites bajuvaricus Redtenbacher, Cephalopodenfauna der Gosaus chichten, p. 107, pl. XXIV, fig. 2 a-c. Un pequeño fragmento de vuelta sobre todo (lám. XXX, fi2. 9) se asemeja mucho a la figura citada de Redtenbacher (pl. XXIV, fig. 2 a). Se ve que las vuel- tas son altas y que el ejemplar parece tener un ombligo estrecho. Sobre los flancos se observan costillas poco distanciadas, aplanadas y algo borradas, cuya dirección es casi radial. Los intervalos entre las costillas son algo desiguales, más o menos del mismo ancho que las costillas mismas. Alrededor del borde del ombligo las costillas adquieren mayor relieve y forman tubérculos obtusos, alargados en direc- ción radial. En la parte media de los flancos las costillas son bastante borradas, parte de ellas se divide en dos ramas en la mitad de los flancos o más arriba, otras son simples. Las costillas se terminan en el borde externo de los flancos formando una serie de tubérculos pequeños, pero bien marcados. Entre estos tubérculos y las qui- llas externas se ve una parte lisa, bastante ancha. z Localidad: Capas superiores de Huastlanapa (Localidad * 5). Otros ejem- plares, algo distintos de la forma arriba descrita, provienen de las capas inferiores de Huastlanapa (Localidad * 4). Yacimiento de la forma vecina: Capas de Gosau (Leiner Alpe). Peroniceras cfr. Margae Schliiter sp. Lám. XXX, figs. 10-12 1867. Amumonites margae Schliiter, Beitrige zur Kenntniss der júngsten Ammoneen Norddeutschlands, 1. c., p. 29, pl. V, fig. 2. Sólo poseo dos fragmentos que se parecen mucho a las figuras citadas de Schliter. 7). Un fragmento pequeño (lám. XXX, figs. 10-11) está adornado sobre los flancos de costillas distanciadas, bastante fuertes y anchas, pero no muy promi- nentes. Estas costillas son todas simples y algo inclinadas hacia adelante al pa- sar por los flancos. Son hinchadas en la mitad interna de los flancos, formando allí una especie de tubérculos o más bien hinchamientos gruesos y alargados en di- rección radial. Después las costillas se borran algo al pasar por la mitad externa de los flancos, y sólo en el borde externo de los flancos se levantan de nuevo para formar tubérculos externos muy prominentes y alargados en dirección espiral. En el centro de la parte externa se levanta una quilla. Localidad: Capas inferiores de Huastlanapa (Localidad * 4). 1.—Capas e 1). Scaphites Geinit. 2). Scaphites dl 3). Scaphites auct. 23). Barroisic Sehliter 24). Peronicer: tum Stuz 25). Peronicer: lot sp. nl 26). Peroniceri tenbache 27). Peronicerd tum Dl 29). Peronicerd, tum Fri 30). Peronicera Grossoui cher. 32). Peronicera ter sp. 1 Us). Bacul: les sp» ind. Ls 6). Heteroceras sp. ind. 7): Barroisiceras juv.sp. ind. Schlúter. sp. 8). Barroisiceras cfr. altadenada Barroisiceras Haberfellneri j: en (en Grossouvre). Barroisiceras alstadenense Schlúter. Capas de Priesen (Bohemia). Capas con Scaphites de Hokkaido Japón), «Coniacien» de Montignac; capas Y de Arnaud. Calizas duras de la Base de la Craie de Villediens. Emscheriano de Alemania del Norte. = 9). Harroisiceras sp. ind. ES HUASTLANAPA AGUACATE s OT EU LOCALIDAD" A CAVAS CON T.—Emscheriano. 10). Crioceras 5. ind 11), Barroisiceras cfr. Haberfellne- ri von Hauer sp. 12). Barroisiceras af Neptuni o kirilsch el Schlónbachsp.non Geinitz, 13). Barroisiceras sp. ind. núm, L. 14). Barroisiceras 3p. ind. núm. 2. 15). Harroisiceras sp. ind. núm. 3. OA 16). Barroisiceras sp. ind; núm.4. DARROISICE= CHINANTLA LOCALIDAD * 7, CAPAS CON PERONICERAS. Barroisiceras Haberfellneri v0n Hauer. — | Capas de Gosau (Alpes orienta- les). l Barroisiceras Neptuni Frit- sch el Schlonbach. [| Capas de Priesen (Bohemia): 17). Barroisiceras sp. ind. núm. 5. 18). Barroisiceras cfr. pelrocoriense Coquand. EE 19). Barroisiceras cfr. Nicklesi Boule, Lemoine el Thevenin non Grossouvre. 20). Barroisiceras a/f. Alstadenense Solger non auct. 21). Barroisiceras sp. ind. núm. 6. 1 ES Barroisicras sp ind. má. El ES á 2 Barroisiceras pelrocoriense Cog. Barroisiceras Nic Lemoine el Theve 1 | Parte inferior del *Coniacien» de Montignac. [| Capas superiores del Emscheria- | no de Madagascar. Calizas del Mungo (Emscheria- no) de Kameran. Barroisiceras Haberfelines var. entre la var. Alsa mense y la var. Harléi (en Grossouure): *Coniaciens de Périgucux; Capas K de Arnaud. a 2 23). Harroisiceras af. alstadenense Sehliller sp. 24). Peroniceras cfr. sublricarina- Aim Sturm nión D'Orb. et auch. 25). Peroniceras cfr. Czórnigt Fak tob3p. non Redtenbacher, 26). Peroniceras cfr. Csórnigi Red- tenbacher 5p. -x- AA 21). Peroniceros cfr. sublricarina- Hum D' Orb. el Drescher. lr. . l Barroisiceras Alstadenense | Emscheriano de Alemanii E Sehliter. [Norte A | 5 'Perontceras ublricarinalum| Arenisca deK cheriano). Peroniceras Czórmigi Fallot. Peroniceras L'Epéci Fallot. | Souiacien (grs moyen de Dieu 1efit) de la cuenca del Ródano. Peroniceras Czóri Redl. Capas de Gosau (Alpes orienta- les). E Ñ Peroniceras subtricarinatum | D'Orb. Peroniceras sublricarinatum | Drescher. Eruscheriauo de los Corbitres, «Quudlersandsteinr inferior de Lówenberg. 28). Peroniceras efr. tricarinatum Shlater sp. non quel. 29). Peroniceras cfr. sublricarina- tum Fric 5p. 30), Peroniceras «fr. bajuvaricum Grexiomere. nom Redienda- e Peroniteras tricarinatum | pMater. ll troniceras ruestphalicum 'rossoxvre non Sehlater. Peroniceras sublricarinatum 3P. non auct, Cauthiericeras Dojuvaricam | MS vre non Redtenba- ¿E Y Capas 3 y 4 de Priesen (Bohemia). [| Calizas de la base de la «Craie de Capas de Gosau (Alpes Orienta» 1 lanas del Himecheriano en West. ¡Capas de Gosau (Alpes orienta- la) Margas grises del Emscheriano de Westíalio Capas basales de la «Craie de Vi- Medicus Villedien». les). O py pS E Ea FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO 117 2). Un fragmento de tamaño mayor (lám. XXX, fig. 12) muestra una orna- mentación semejante como la del fragmento ya descrito. Las costillas, separadas por intervalos considerables, son muy gruesas y anchas, formando gruesos tubéreu- los internos y externos. Los primeros, que ocupan la parte interna de los flancos, son alargados en dirección radial, los segundos, situados en el borde externo de los flancos, por lo contrario, en dirección espiral. Este fragmento grande muestra también cierta semejanza con la forma de la Gosau, descrita por Redtenbacher (véase Redtenbacher, Cephalopodenfauna der Gosauschichten, 1. c., p. 109, pl. XXV., fig. 1). Localidad: Chinantla (Localidad * 7). Yacimiento de las formas vecinas: Margas del Emscheriano en Westfalia y capas de Gosau. - «a» > TI PARTE ESTRATIGRAFICA 2 pa PARE ES TAG RATA El terreno pizarreño supracretácico de la región de Zumpango del Río forma una zona de unos 10 kilómetros de ancho. Está limitada en el Norte y Noroeste por rocas eruptivas y masas considerables de calizas grises, compactas, que afloran a lo largo del camino entre Zumpango y Mezquititlán. Dichas calizas representan pro- bablemete al Cretáceo medio, aunque no me fué posible hallar en ellas fósiles de- terminables. El terreno supracretácico se observa en todo el tramo entre las calizas mencionadas y las cumbres que separan la depresión de Zumpango del Río del ancho valle de Chilpancingo. En estas cumbres afloran tobas calcáreas modernas, pero según las formas orográficas es muy probable que debajo de ellas exista otra zona de calizas. Esta situación de las capas supracretácicas entre dos masas de ca- lizas, probablemente más antiguas, sugiere ya la idea que el terreno pizarreño forma un sinclinal acostado de capas más modernas. Otras observaciones parecen favo- recer tal opinión. Así vemos en Huastlanapa (véase corte de la lám. XXXI) capas plegadas en forma de una «C» abierta hacia el Norte, es decir, una curvadura que parece indicar al efecto un sinclinal acostado hacia el Norte. Además, pode- mos aducir razones estratigráficas y paleontológicas en favor de nuestro sinclinal. Al efecto, en la parte central de la zona pizarreña parecen existir las capas más modernas de la serie supracretácica de la región, representadas por las «capas con Peroniceras» del Emscheriano, mientras que en la parte septentrional de la misma que se intercala entre las «capas con Peroniceras» y las calizas probablemente me- socretácicas de Mezquititlán, afloran las «capas con Scaphites», es decir, capas indudablemente más antiguas, que representan o bien la base del Emscheriano o bien ya la parte superior del Turoniano. También hacia el Sur la parte central de la zona pizarreña, ocupada, como acabamos de demostrar, por las «capas con Pero- niceras,» parece ser limitada por capas más antiguas. Aquí aparecen las «capas con Barroisiceras» de Huastlanapa, que se distinguen de las con Peroniceras por el gran desarrollo del género Barroísiceras que prepondera sobre los Peroniceras y que contienen, además, ciertas formas idénticas con los fósiles de las «capas con Sca- phites» (p. e. Scaphites sp. ind.). Hay varias regiones fuera de México, en donde se observa que el Emscheriano o «Coniacien» inferior ofrece dos subdivisiones, siendo caracterizada la inferior por el gran desarrollo de Barrozsiceras y la superior por otros géneros como Peroniceras y Gauthiericeras, Faunas Jurásicas.—17. 122 DR. CARLOS BURCKHARDT Así por ejemplo, se encuentra en la «Aquitaine,» según Coguand, Arnaud y Grossouvre, * la sucesión siguiente: 7. Contacien inférieur 7). Capas K de Arnaud. Arenas, areniscas y calizas caracterizadas por Ba- vroisiceras Haberfellnerí Hau., B. Harlé? Gross., B. alstadenense Schl. in Gross., B. Desmoulinsi Gr., Tissotia haplophylla Redt., Schlóonbachia Nanclasi (Gross. Grossouvre dice expresamente: «Partout Barrozsiceras Haberfellnerí caractérise cet horizon». 2). Capas L 'de Arnaud. Calizas duras y blandas con Barroisiceras Nicklest Grossouvre, Boissellierí Gr., sequens Gr., varias especies de Zissotza, Gauthier?- ceras, bajuvaricum Redt. in Grossouvre, Peroniceras subtricarinatum D'Orb. im Grossouvre, P. Moureti Gross., P. Rousseauxt Gross., varias especies de Scaphttes y Schlónbachia, Gauthiericeras Margae Schl., Mortoniceras. 17. Coniacien supérieur 3). Capas L * de Arnaud con Gauthiericeras Margae Schl. y varias especies de Mortoniceras. En vista de estas observaciones en otras regiones es muy probable que nues- tras «capas con Barroisiceras» sean un poco más antiguas que las «capas con Pe- roniceras», y por esto vemos que no solamente en la parte septentrional de la zona piza- rreña, sino también en la meridional, aparecen capas más antiguas que en el centro. Todo esto nos conduce a la conclusión que la zona pizarreña de Zumpango forma un sinclinal acostado hacia el Norte. En consecuencia, y tomando en cuenta la posición geográfica de las distintas capas y las afinidades de sus faunas, admitire- mos de abajo a arriba la sucesión siguiente de las capas supracretácicas de la región: (a). Parte inferior en el camino entre Mezquiti- ; | tlán y Zumpango. Tp ERES 070 DADAS: 2 b). Parte superior en los alrededores inmediatos | de Zumpango (Rancho de la Curtiduría y Cerrito de Zumpango). 2). Capas inferiores de Huastlanapa con Barroisiceras (arriba el Banco con Barroisiceras). a). Capas superiores de Huastlanapa. 3). Capas con Peroniceras < b). Capas con Peroniceras de Aguacate, Chinan- tla y Tenantitlán. 4). Capascon Actaeonellas Y — Probablemente intercaladas entre las capas de Tenantitlán. 1 con Peroniceras 3 b. 1). CAPAS CON SCAPHITES La parte superior de las «capas con Scaphites» aflora en las inmediaciones de Zumpango del Río, en donde podemos observarla en varios lugares fosilíferos. Cita- ré como localidades fosilíferas principales ? los alrededores del Rancho de la Curti- duría (* 2), en donde fueron encontrados los primeros fósiles de la región por los 1. Grossouvre: Recherches sur la Craie sup. 1. c., pt. I, fasc. 1, p. 374-375. 2. Todas las localidades fosilíferas están indicadas en el corte geológico y en la vista panorámica de la lámina XXXI. FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO 123 Sres. P. Waitz y T. Flores, y la falda septentrional del Cerrito que se levanta inme- diatamente al Sur de Zumpaugo (Localidad * 3). Ñ En el valle al Norte de Zumpango se observan las capas ¿nferiores de la división a lo largo de la barranca y a lo largo del muevo camino carretero que conduce de Iguala a Chilpancingo. Este camino, en su tramo entre Zumpango y Mezquititlán, puso a descubierto las «capas con Scaphites» y en varios lugares pude hallar fósiles en ellas. Se trata principalmente de dos localidades fosilíferas, siendo situada una de ellas a medio kilómetro más o menos al Noroeste de Zumpango, en un lugar adon- de el camino describe una fuerte curvadura (Localidad * 1 b), y la otra, más abajo, a cinco kilómetros más o menos de la población, cerca del Rancho Carrizal (Lo- calidad * 1 a). La potencia de las «capas con Scaphites» es considerable, pero no es posible estimarla sin plano topográfico, tanto menos cuando algunos cambios en la incli- nación de las capas indican plegamientos secundarios del sinclinal supracretácico de la región. Las rocas son uniformes y se distinguen apenas de las demás subdi- visiones de la región, observándose calizas margosas grises, negruzcas, verduscas, parduscas y amarillentas, bien estratificadas, y capas apizarradas y margosas del mismo color. Encontré los siguientes fósiles en las capas con Scaphites: 1). en las capas inferiores: Scaphites cfr. teshioensis Yabe y otros Scaphites im- determinables. 2). en las capas superiores: a. del Rancho de la Curtiduría: Scaphites sp. del grupo del Sc. Geiímitz1 D'Orb. 1n Schlúter. Scaphites aj. auritus Schliter. Baculites sp. ind. Heteroceras sp. ind. Barroisiceras cfr. B. Haberfellner: juv. in Grossouvre. Barroisiceras cfr. alstadenense Schliiter sp. 2 Barroisiceras sp. ind. (varias formas) y muchas formas indeterminables. 5b. del Cerrito al Sur de Zumpango: Scaphites sp. del grupo del Sc. Geinited D' Orb. iu Schlitter. Scaphites ajf auritus Schliter. Scaphites ajf. Gerniter Jahn non aucl.. Baculites sp. ind. c. de un lugar al Norte del cementerio de Zumpango y de otro en la falda del Cerro de los Viejos: Barrotsiceras sp. ind. Cuando queremos formarnos una idea de la edad de las capas, basándonos en los fósiles citados, tropezamos con dificultades considerables. Algunas formas, al efecto, son emparentadas con especies del Turoniano de Alemania del Norte (¿Sca- Phites sp. del grupo Geinitzi D' Orb. in Schliter, Scaphites ajf. auritus Schliter), mientras que otras se asemejan a formas del Emscheriano de Alemania del Norte y de la base del «Coniacien» de la «Aquitaine» y de la «Touraine» (Barrozsiceras joven cfr. B. Haberfellneri juv. in Grossouvre, Barroisiceras cfr. alstadenense Sel 124 DR. CARLOS BURCEHARDT litter sp.). Otras formas, emparentadas con especies de las «capas de Priesen» en Bohemia, cuya posición estratigráfica exacta queda aún desconocida, a pesar de los trabajos recientes de Fritsch y Jahn (1. c.), no pueden darnos ningún indicio sobre la edad de nuestras capas, y lo mismo sucede con otros fósiles que parecen pertene- cer a grupos especiales, desconocidos hasta hoy (p. e. las formas curiosas del Ran- cho de la Curtiduría que referimos con duda al género Barroisiceras). Por lo expuesto se ve que las «capas con Scaplites» pueden representar, o bien la parte superior del Turoniano, o bien la base del Emscheriano, pero no es posible decidir cuál de las dos eventualidades tiene más probabilidades. Ouizá también se trata de capas de transición entre el Turoniano y el Emscheriano. 2). CAPAS CON BARROISICERAS (Capas inferiores de Huastlanapa) En una barranca al Este del nuevo camino carretero de Zumpango a Chilpan- cingo, en la localidad llamada «Huastlanapa,» se observan primero, al Norte, las «Capas superiores de Huastlanapa» (con Peroniceras) que describiremos más adelan- te, y después sigue, hacia el Sur, un afloramiento interesante muy fosilífero (Lo- calidad * 4). Allí se encuentran las «capas inferiores de Huastlanapa,» primero unas calizas margosas y apizarradas verduscas y grises con hojas de plantas terrestres, numerosos ejemplares de Crzoceras y con un Scaphites que se asemeja a las formas de las «capas con Scaphites.» Encima de estas capas (geológicamente hablando) * existe un banco delgado de una caliza margosa gris, cuya superficie está entera- mente cubierta por innumerables Ammonitas aplastadas, que ostentan un bonito color pardusco bronceado. Este banco, que tiene un espesor de pocos centímetros y que he llamado «Banco con Barroisiceras,» forma la parte superior de las «capas 1n- feriores de Huastlanapa» y contiene una fauna riquísima de Ammonitas, entre las cuales pude estudiar las siguientes: Crioceras ind. Barrorsiceras cfr. Haberfellnerí von Hauer sp. Barroisiceras cfr. Neptunt Fritsch et Schlonbach non Geinttz. Barroisiceras sp. ind. núm. 2. Barroisiceras sp. ind. núm. Barroisiceras sp. ind. núm. Barroisiceras sp. ind. núm. 5. Barrotisiceras cfr. petrocoriense Coquand. Barroisiceras sp. ind. núm. 6. Barroisiceras sh. ind. núm. 7. Peroniceras cfr. Ceormigt Redtenbacher. Peroniceras cfr. subtricarinatum D' Orb. et Drescher sp. Peroniceras cfr. subtricarinatum Fric sp. Peroniceras cfr. bajuvaricum Gross. non Rede. Peroniceras cfr. bajuvaricum Redt. Peroniceras cfr. Margae Schliiter. WN $ 1. Todas las capas de la localidad * 5 están inclinadas hacia el Sureste, de modo que a primera vista las que se en-. cuentran hacia el Sur son las superiores, pero como forman parte del flanco acostado inverso de un sinclinal (compárese introducción de la parte estratigráfica y perfil), las que se encuentran hacia el Norte y que son aparentemente las inferio- res son en realidad, geológicamente hablando, las superiores y yacen encima de las otras. Por la misma razón las capa: con Peroniceras del lugar son superiores a las capas con Barroisiceras. FAUNAS CRKRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO 125 La fauna indica claramente la edad de las capas. Estas deben pertenecer al Emscheriano inferior que equivale al « Conzacien injférieur» de los autores france- ses. En efecto Peroniceras cfr. sublricarinatum Drescher sp. non auct. y Perontce- ras cfr. Margae Schlúter sf. tienen sus parientes más cercanos en el Emscheriano de Alemania del Norte, mientras que las relaciones faunísticas con el «Coniacien inférieur» de Francia están indicadas por: Barrosiceras cfr. petrocoriense Coquand (emparentado con B. petrocoriense Coquand del «Coniacien inférieur» de Montig- nac), Barroisiceras sp. ind. núm. 6 (emparentado con Bb. Haberfellneri var. als- tadenense, var. Harlét in Grossouvre del «Conacieninférieur» [Capas Kde Arnaud | de Périgueux), Peroniceras cfr. sublricarinatum D” Orb. sf. (emparentado con el tipo del P. subtricarinatum D' Orb. del «Coniacien inférieur» de los «Corbiéres») y Peroniceras cfr. bajuvaricum Grossouvre non Redt. (emparentado con P. bajuva- vicum Grossouvre de la caliza de la base de la «Craie de Villedieu»). Además se observan relaciones de parentesco con especies de las «capas de Go- sau» en los Alpes Orientales (Barrozsiceras cfr. Haberfellneri von Hauer sp., Pe- roniceras cfr. Caórnig1 Redtenbacher sp., Peroniceras cr. bajuvaricum Redtenba- cher sp., Peroniceras cfr. Margae Schiñiter sh.) y con formas de las «capas de Prie- seu» en Bohemia (Barroisiceras cfr. Neptuni Fritsch et Schlónbach sp. non Geínttz, Peroniceras cfr. subtricarinatum Eric sp. non auct.). La preponderancia del género Barrozsiceras en nuestras capas, es tanto más interesante, cuanto también en otras regiones (p. e. en la «Aquitaine, » véase arriba p. 122, y quizá también en Madagascar, según Boule, Lemoine, Thevenin,1.C.. p. 4) Barroisiceras caracteriza la base del Emscheriano (Capas K de Arnaud en la «Aqui- taine»), mientras que más arriba los Peroniceras adquieren mucha importancia, como es el caso también en nuestras «capas con Peroniceras ». 3). CaPas CON PERONICERAS La parte central dei terreno pizarreño de la región de Zumpango está ocupada por unas capas caracterizadas por la abundancia y preponderancia del género Pe- roniceras. La potencia de esta división es considerable, pero sin plano topográfico no es posible apreciarla exactamente, tanto menos porque forma, según nuestra opinión, el centro de un sinclinal acostado. Las rocas se parecen a las de las otras divisiones de la región; son calizas mar- gosas y pizarras margosas, a veces algo arenosas de color gris, negruzco y verdusco siendo el color más común un gris de humo. Con frecuencia la superficie de las capas está enteramente cubierta con restos carbonosos de plantas terrestres, lo que indica claramente que se trata de depósitos marinos que se formaron cerca de la costa. A veces también se observan hojas bien conservadas de plantas terrestres. Sobre todo tres localidades ( Huastlanapa, capas superiores situadas al norte de las capas con Barrozsiceras amtes descritas, Localidad * 5; Aguacate, Locali- dad * 6, y Chinantla, Localidad * 7 (véase lam. XXXII ); estas dos últimas en las barrancas al este de Zumpango ) son muy fosilíferas y contienen una fauna riquí- sima de Ammonitas. Entre los fósiles desgraciadamente aplastados de las capas pude determinar las formas siguientes: De las capas superiores de Huastlanapa: Barroisiceras cfr. Nicklost Boule, Lemoine, Theventin. Barroisiceras sp. ind. núm. 7. Peroniceras cfr. subtricarinatum Sturm non auct. 126 DR. CARLOS BURCKHARDT Peroniceras cfr. subtricarinatum D' Orb. sp. Perontceras cfr. bajuvaricum Redt. sp. Hamaites sp. ind. De Aguacate: Barrorstceras ají. alstadenense Solger non auct. Peroniceras cfr. subtricarinatum Sturm non auct. Peroniceras cfr. Caóormigi Fallot sp. non Redt. Peroniceras cfr. tricarinatum Schliúter sh. De Chinantla: Barrotsiceras sh. ind. núm. 1. Barrorsiceras aj. alstadenense Schlúter sp. Peroniceras cfr. subtricarinatum Sturm non auct. (muy común ). Peroniceras cfr. Caórnigt Fallot non Red. > Peroniceras cfr. subtricarimatum D' Orb. sp. Peroniceras cfr. tricarinatum Schlúter sp. Peroniceras cfr. subtricarinatum Prtic sp. Peroniceras cfr. Margae Schliiter sp. De Tenantitlán: Peroniceras cfr. subtricarinatum Sturm non auct. Por esta enumeración de las Ammonitas se ve claramente que las «capas con Peroniceras » representan la parte inferior del Emscheriano y son equivalentes del «Coniacien moyen» de los autores frauceses, o del «Coniacien inférieur», en donde estos autores sólo distinguen dos subdivisiones en el «Coniacien». Parecen, pues, riuestras capas representar un horizonte un poco más elevado que las «capas con Barroisiceras» y corresponder al « Coniacien moyen» (Piso «L, » de Arnaud ) de la « Aquitaine, » caracterizado como ellas por el gran desarrollo de los Perori- ceras del grupo del P. subtricarinatum ( compárese p. 122). Entre la fauna encontramos formas relacionadas con especies del «Coniacien iuférieur» y del «Coniacien moyen» de Francia (Peroniceras cfr. tricarinatum Schlitter sp. p. p., vecino del P. westphalicum Grossouvre non Schliiter del «Conia- cien inférieur » [ Base de la «craie de Villedieu»] de la Touraine; P. cfr. subtri- carinatum D'Orb. sp., vecino del tipo del P. subtricarimnatum D'Orb. del «Conia- cien inférieur» de los Corbiéres; P. cfr. Czórnigz Fallot sp. non Redt, vecino del P. Cz0rnigi Fallot del « Coniacien inférieur-moyen » de Dieulefit en la cuenca del Ródano) al lado de otras, emparentadas con especies del Enischeriano de Alema- nia del Norte (Barroisiceras ajf. alstadenense Schliter sp.; Peroniceras cfr. sub- tricarinatum Sturm sp. non auct.; P. cfr. tricarinatum Schliiter sp. non auct.; P. cfr. Margae Schlúter sp.). Por último, se observan relaciones con formas de la Go- sau (Peroniceras cfr. bajuvaricum Redienbacher sp.) de Bohemia (Peroniceras cfr. subtricarinatum Fric sp. non auct., vecino del P. subtricarinatum PFric de las capas de Priesen ), de Madagascar (Barroisiceras cfr. Nicklesi Boule, Lemotne, Theventn, vecino del B. Haberfellneri var Nicklesi B. L. Th. de las capas supe- riores del Emscheriano madagascarino ) y de Kamerun (Barroisiceras ají. alsta- denense Solger non auct., vecino del Barro:siceras Haberfellnert, var. Alstadenen- sis Solger de las calizas del Mungo). FAUNAS CRETACICAS DE ZUMRPANGO DEL RIO 127 4). CAPAS CON ACTAEONELLAS DE 'TENANTITLAN Al Noroeste de las localidades Aguacate y Chinantla se levanta una cresta, (véase lám. XXXI) en cuya falda Noroeste se encuentra la localidad llamada Te- nantitlán. Un campo labrado se extiende en la despresión, situada entre la falda men- cionada y una barranca que sigue hacia el Noroeste. En esta última se observan las «capas con Peroniceras» bajo la forma de rocas apizarradas, negruzcas con varios ejemplares de Peroniceras cfr. subtricarinatum Sturm non auct (Localidad * 8). Las capas tienen una inclinación de 20 grados hacia el Sureste y soportan las «ca= pas con Actaeonellas» que han de aflorar en el subsuelo del campo labrado. Al efecto, sólo admitiendo que dichas capas existen en la profundidad, se explica el hecho que en toda la extensión de la depresión, y sobre todo en los alrededores de un rancho, se encuentran innumerables fósiles sueltos entre los cuales abundan las Actaeonellas ( Localidad * 9). Las capas mismas no afloran en la depresión por ser cubiertas de tierra labrada, pero en el pie de la falda se observan capas margosas amarillentas, verduscas y parduscas que parecen representar las rocas de la división, aunque no pude hallar fósiles en ellas. El hecho de que las «capas con Peroniceras » del Emscheriano inferior se en- cuentran inmediatamente debajo de las «capas con Actaeonellas, » fija netamente la edad de estas últimas. Estas pertenecen, o bien todavía al Emscheriano inferior, o bien representan al Emscheriauo superior, siendo, por lo tanto, de todos modos emscherianas. En Tenantitlán pude recoger los siguientes fósiles de las «capas con Actaeo- nellas» que fueron determinados por mi compañero el Sr. Dr. Emilio Bóse y se- rán descritos por él en una memoria que se publicará en nuestro Boletín bajo el título « Algunas faunas cretáceas de Zacatecas, Durango y Guerrero »: Nerinea cfr. incavata Bronn. Vatica (Amauropsis) azteca 1. sp. Vatica (Amauropsts) ají. bulbiformas Sow. Keilostoma aj. tabulatum Zekelz. Voluta af. raricosta Zekelz. Actaeonella (Trochactaeon) gigantea Sow. sp., var. nov. mexicana Bose. Actaeonella (Trochactaeon) Burckhardtz Bose. Actaeonella (Trochactaeon) Burckhardti Bose, var. obliqueplicata Bóse. Actaeonella (Trochactaeon) pruniformis Bose. Actaeonella (Trochactaeon) Humboldti Bose. Actaeonella (Trochactaeon) quadriplicata Bose. Actaeonella (Trochactaeon) sp. ind. Además, se encontraron varios fósiles indeterminables, entre ellos un frag- mento de un Ammomonites. Las especies citadas muestran, según Bóse, relaciones de parentesco con especies de las capas de Gosau, del Turoniano-Senoniano de Por- tugal, del Senoniano de Francia meridional, del Emscheriano de Lowenberg y de las capas de Cárdenas. El hecho de que pudimos fijar exactamente la edad emscheriana de nuestras capas, es interesante bajo varios conceptos; podemos deducir de él que tanto las «capas de Cárdenas», que fueron descritas por Bóse (Boletín 24, 1. c.) como perte- necientes al «Senoniano inferior», como las «capas con Actaeonella de la Gosau» 128 DR. CARLOS BURCKHARDT pertenecen probablemente también al Emscheriano. Recordaré aquí, además, que las Ammonitas emparentadas con formas de la Gosau se encuentran en nuestra región en capas algo más antiguas, es decir, en las «capas con Barroisiceras» y en las «capas superiores con Peroniceras» de Huastlanapa que representan la base de nuestro Emscheriano, mientras que no se encontraron !* en las «capas con Peronice- ras» de Aguacate, Chinantla y Tenantitlán que soportan directamente las «capas con Actaeonellas». Vimos que las «capas con Barroisiceras» y las «capas con Peroniceras» de nues- tra región de estudio contienen una fauna de Ammonitas que caracteriza al «Ems- cheriano inferior» o «Zona con Barroisiceras Haberfellneri» de Grossouvre. El descubrimiento de esta fauna del Emscheriano inferior eu México-es sumamente interesante, porque contiene aquí, como en las regiones más diversas del mundo, sobre todo dos grupos de Anmonitas en gran desarrollo: los géneros Barrotsice- ras Grossouvre y Peroniceras Grossouvre (incluyendo Gauthiericeras Grossouvre). Para demostrar esta uniformidad de la fauna de Amumonitas del Emscheriano inferior en las regiones y latitudes más diversas, daré aquí un resumen de las principales localidades y faunas de Amumonitas del Emscheriano inferior. La fauna de Ammonitas del Emscheriano de ALEMANIA DEL NORTE re- presenta tanto el Emscheriano inferior, como el superior, siendo caracterizado el primero por Peroniceras Margae Schliter sp.; Peroniceras subtricarinatum D' Orb, ¿n Schliter; P. tridorsatum Schlúter sp.; P. cfr. tridorsatum Schliúter sp., P. westphalicum von Strombeck sp.; Barroisiceras alstadenense Schiiúiter sf., y encon- trándose además varios representantes del género Moxtoniceras, varias formas des- enrolladas y otras especies (véase trabajos de .Schliiter 1. c.). Eu BOHEMIA el Emscheriano inferior debe ser representado por una parte de los «Priesenerschichten», que contienen, según /vitsch (=Fric) y Jahn (1. c.), entre otras las Ammonitas siguientes: Peroniceras subtricarinatum (D'Orb.) Pric sp., P. bajuvaricum Redt. in Jahn, Barroisiceras dentatocarinatum Fric sp., B. Neptuni Fritsch et Schlónbackh sp., Ammonttes (?Barroisiceras) Neptuni Get- nitz sp. Nuestra fauna se encuentra representada en la TOURAINE en las capas ba- sales (calizas duras) de la «Craie de Villedieu et Cangey» con Barroisiceras Ha- berfellneri v. Hauer, Peroniceras Margae Schlúter sp., P. bajuvaricum Redt. in Grossouure, P. tridorsatum Schliiter, P. westphalicum Schlitter ín Grossouvre, P. Moureti Grossouvre y varias especies de 77ssotza y Scaphites (compárese Grossou- via, E) 4 1 330) De gran interés es la serie del «Coniacien» de la AQUITAINE, estudiada por Coguand, Arnaud y Grossouvre (véase Grossouvre, 1. c., I, 1. p. 374-375). Sobre el Turoniano se observa primero el «p7so K de Arnaud» con: Barroisiceras Haberfellneri Hauer sp.; B. Harlér Grossouvre, B. alstadenense Schliúter tn Grossouvre, B. Desmoulinsi Grossouvre, Tissotia haplophylla Redt. y Schlonba- chia Nanclasí Grossouvre. Hacia arriba sigue el «bzso L, de Arnaud» con Ba- 1. Con excepción de un fragmento grande de Peroniceras cfr. Margae de Chinantla que se asemeja a una forma de la Gosau. FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO 129 rroisiceras Nicklesi Grossouvre, B. Boissellieri Grossouvre, B. sequens Grossou- vre, varias especies de Z7ssotia, Peroniceras bajuvaricum Redt. in Grossouvre, P. subtricarinatum D'Orb. in Grossouvre, P. Moureti Grossouvre, P. Roussequxí Grossouvrz, P. Margae Schliúter sp., varios Scaphites, Schlonbachia Fournteri Grossouure, S. Boreaut Grossouvre. El piso siguiente, «L, de Arnaud» representa ya el «Coniacien supérieur.» Para juzgar de la sucesión análoga de nuestras faunas. En los CORBIERES la parte inferior del «Coniacien» está Sd por calizas duras amarillentas con el tipo del Peroniceras subtricarinatum D' Orb. sp. y con 77ssotta Ewaldi v. Buch. La fauna del Emscheriano inferior se encuentra además en la CUENCA DEL RODANO, en donde la zona media de los «grés verts» de Dieulefit contiene: Ba- rroisiceras Haberfellneri von Hauer (según Grossouvre), varias especies de 7%zs- sotia, Peroniceras Czórnigi Fallot sp. non Redt., P. D'Epéei Fallot sp. y P. Tsam- berti Fallot sp. (véase Fallot, 1. c.). Una parte de las capas de GOSAU EN LOS ALPES ORIENTALES debe ser paralelizada, como es sabido, con el Emscheriano inferior y contiene: varias especies de Zissotza, Barroisiceras Haberfellneri Hauer sp., B. Haberfellnerí Red. tenbacher sp., B. Paeon Redt. sp., Peroniceras Ceormigz Redt. sp., P. bajuvaricum Redt. sp., P. Margae Schliter sp. Antes de terminar la revista de los yacimientos europeos, citaré la BULGA- RIA, de donde Z/atarskz (1. c.), cita al Peroniceras subtricarinatum D' Orb. sp. En Africa encontramos los yacimientos de ARGEL, con Peroniceras Czor- nig1 Péron''non Redt., P. Roquez Péron sp., Tissotía y Mortoniceras, mientras que, según Péron (1. c., p. 49), el Barroisiceras Haberfellnerí Hau. se encontraría en el Turoniano, lo que parece ser algo dudoso. De TUNEZ describieron varios autores (compárese Pervinguióre, 1. C., p. 420) las especies siguientes: Peroniceras subtricarinatum D' Orb. sp., P. Czór- nigz. Redt. sp., P. Margae Schlúter sp., Barroisiceras Haberfellner: Hauer sp., B. tunetanum Thomas et Féron sp., B. Romieuxi Pervinquiére y varias especies de Zissotza. Según Boule, Lemoine et Thevenin (1. c.) y Lemoine (1. c.), se pueden dis- tinguir en MADAGASCAR dos subdivisiones del Emscheriano, encontrándose en la inferior: Barroisiceras Haberfellnerí Hau. sp., y en la superior: Barrozstceras Nicklesí Boule, Lemoine, Thevenin non Grossouvre, Perontceras tridorsatum Schli- ter sp., y P. cfr. Margae Schlúter sp. Del ZULULAND cita Crick (l. c., p. 225) varias formas del grupo del Pe- roniceras tridorsatum Schliter sp. Por lo menos, la parte superior de las «calizas del Mungo» en KAMERUN puede ser paralelizada con el Emscheriano, mientras que la parte inferior, que con- tiene según Guzllemazr (véase Guillemain und Harbort, l. c., p. 420), exclusiva- mente especies de los géneros Hoplitordes, Neoptychites y Mortoniceras, es quizás más antigua. Según los trabajos de Solger (1. c.) y Guzllemain—Hartbort, (1. c.) se encuen- tran en las «calizas del Mungo» las especies emscherianas siguientes: Barroisiceras Haberfellnerí Hauer sp., B. alstadenense Schliter in Solger, B. Desmoulinsi Gros- souvre, B. Branco? Solger, varias Tissotia, Peroniceras tridorsatum Schliúter sp., P. dravidicum Kossmat in Solger. Faunas Jurásicas.—18. 130 DR. CARLOS BURCKHARDT Encontramos pocos yacimientos del Emscheriano en Asia. De JERUSALEM cita Diener (l. c., p. 254) al Peroniceras cfr. subtricarinatum D” Orb. in Schlitter; del «"Trichinopolygroup» de las INDIAS ORIENTALES se conoce al Peronice- ras dravidicum Kossmat (1. c.) y de las «capas con Pachydiscus» de Hokkaido en el JAPON cita Yabe (l. c. en Z. d. d. geol. G., p. 440) Barroisiceras sf. n07. y Gauthiericeras sp. nov., mientras que el mismo autor describió de la isla Ama- kusa un Peroniceras amakusense Yabe (1. c., Note). Poco se supo hasta hoy de las faunas de Amumonitas del Emscheriano infe- rior de las Américas. Del Cretáceo de CALIFORNIA describió Gadb. (1. c.), hace mucho tiempo, Peroniceras tehamaense Gabb. sp. De TEXAS no se conocen aún fósiles característicos del Emscheriano inferior, pues la determinación del Barroz- siceras Haberfellnerí Lasswitz (1. c., p. 28), parece ser dudosa (¡figura mala y des- cripción nula!). Por último, fué citado recién de las inmediaciones de Lima, PERU 2 un Peroniceras por Re. Douvillé, (1. c., p. 166). * ? 1. La posición exacta de las capas senonianas de Venezuela, con: Peroniceras Margae Schliiter sp., P. Lenti Gerhar Mortoniceras cañaense Gerhardt, etc., no se conoce aún; Haug (Traité de Géologie, II, fasc. 2, p. 1353) las clasifica en el «Santonien ”. 2. El manuscrito del presente trabajo ha sido terminado en noviembre de 1910. Publicaciones posteriores a dicha fecha no han podido ser tomadas en consideración. 4. Capas con Ac llas (probabl intercaladas e capas con Pe ras). 3. Capas con Pe 7AS. 2. Capas con Bi Ceras. 1. Capas con Sei 1. Los fósiles Li > me añ, 3 A IATA CUADRO DE LAS CAPAS SUPRACRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO 4. Capas con Actaeone- llas (probablemente intercaladas entre las capas con Peronice- ras). 3. Capas con Peronice- vas. 2. Capas con Barroist- ceras. 1. Capas con Scaphites. LOCALIDADES FOSILIFERAS Tenantitlán (Localidad * 9). Tenantitlán (Localidad * 8). Chinantla (Localidad * 7). Aguacate (Localidad *6 ). Capas superiores de Huastla- napa. (Localidad * 5). Capas inferiores de Huastla- napa. (Localidad * 4). CARACTER PETROGRAFICO Y POTENCIA Capas margosas y apizarra- das amarillentas, pardus- cas y verduscas. Calizas margosas y capas api- zarradas negruzcas, grises y verduscas de potencia considerable. Mismas rocas Arriba: Banco de pocos centí- metros de una caliza mar- gosa algo pardusca (Ban- co con Barroisiceras). Abajo: Calizas margosas y api- zarradas verduscas y gri- ses, pocos metros. Capas superiores con Scaphi- tes del Rancho de la Cur- tiduría (Localidad * 2) y del Cerrito de Zumpango. (Localidad * 3). Capas inferiores con Scaphi- tes. Camino entre Zum- pango y Mezquititlán. (Lo- calidad * 1). Calizas margosas y Capas api- zarradas, grises, negruzcas o verduscas. Potencia con- siderable. Mismas rocas. FOSILES PRINCIPALES 1 (Q$_OOO —o—o—o— — —_ —— _— — —— — ———— — — —Á Nerinea cfr. incavata Bronn; Natica (Amauropsis) azteca Búse; N. (A.) aff. bulbiformis Sow; Keilostoma aff. tabulatum Zekeli; Voluta aff. raricosta Zekeli; Actaeonella ( Trochac- taeon) gigantea Sow. sp; A. (T.) Burckhardti Bóse; A. (T.) Burckhardti Bóse var. obliqueplicata Bose; A. (T.) pruni- formis Bose; A. (T.) Humboldti Bose; A. (T.) quadriplicata Bose; A. (T.) sp. ind. Barroisiceras sp. ind. núm. 1; B. aff. alstadenense Solger non auct; B. aff. alstadenense Schliter; Peroniceras cfr. sub- tricarinatum Sturm non D'Orb. et auct. (muy común); P. cfr. Czornigi Fallot sp. non Redt; P. cfr. subtrica- rinatum D'Orb. sp; P. cfr. tricarinatum Schliiter sp. non auct., P. cfr. subtricarinatum Fric sp; P. cfr. Margae Schlú- ter sp. Barroisiceras cfr Nicklesi Boule, Lemoine, Thevenin non Gros- souvre; B. sp. ind. núm. 7; Peroniceras cfr. subtricarina- tum Sturm non auct; P. cfr. subtricarinatum D'Orb., P. cfr. bajuvaricum Redtenbacher. Crioceras sp. ind; Barroisiceras cír. Haberfellneri Hauer sp; B. cfr. Neptuni Fritsch et Schlonbach sp. non Geinitz; B. sp. ind. núm. 2; B. sp. ind. núm. 3; B. sp. ind. núm. 4; B. sp. ind. núm. 5; B. cfr. petrocoriense Coquand; B. sp. ind. núm. 6; B. sp. ind. núm. 7; Peroniceras cfr. Czornigi Red- tenbacher; P. cfr. subtricarinatum D'Orb. et Drescher non auct; P. cfr. subtricarinatum Fric sp; P. cfr. bajuvaricum Grossouvre non Redt; P. cfr. bajuvaricum Redt; P. cfr. Mar- gae Schliter. Crioceras sp. ind; Scaphites sp. ind.; Barroisiceras sp. Scaphites sp. gr. del Sc. Geinitzi D'Orb., Sc. aff. auritus Schliiter; Sc. aff. Geinitzi Jahn non auct;Baculites sp. ind; Heteroceras sp. ind; Barroisiceras juv. sp. ind; B. cfr. als- tadenense Schlúter sp; ? Barroisiceras sp. ind; Inocera- mus n. sp. ind. (dos especies ). Scaphites cfr. teshioensis Yabe; Scaphites sp. Emscheriano inferior. Base del Emscheriano EDAD Emscheriano. Emscheriano inferior. («Coniacien mo- yen»). Emscheriano inferior. («Coniacien mo- yen »). («Coniacien infé- rieur »). o Capas más altas del Turoniano. A O 1. Los fósiles (Gasterópodos) de las capas con Actaeonellas fueron determinados por el Sr. Dr. E. Bose. % UCR, O ES A O de O oa SR AO da son a e za LISTA DE LA LITERATURA CITADA Agutlera, J. 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V.—Le Sénonien dans la Bulgarie orientale, au nord des Balkans et sa division en Emschérien et Aturien. Godichn. Univers. Sofia, IV. 1907. AND ESE 1—FAUNAS JURASICAS DE SYMON (ZACATECAS) INTRODUCCION I.—PARTE PALEONTOLOGICA Págs. Nescrpaondelas especies noo coca a 1 1.—Fósiles de las capas con Mazapilites (Base del PortlandianO) inn. ica H Opa Wenger odio adnb dadas AAA pants Boards ERRE TOS OOO ECO 1 OP odos dal Dio ina Ueolaorisncas ne il WMazaprulitesirenas o ona noeaasancoan on 2 Mazapilites symonensis 1. sp...... 4 » crassicostatus 1. Sp.... 7 » tobosensis 11. Sp........ 9 » CA acne 10 PEnsplncios Wa loa cines coenete eras 11 Supe ón error lacos pincel as loas oe casacas 11 Perisphinctes (Aulacosphinctes) aff. praetransitorius Foto. o 11 ASPECTOS CA ponocotosro dro rap rota Lado OP PRS PON ARO ano ne Oe ES RdA DOPBOONOCO cas SES ASEO 12 Aspidoceras Wuertenbergeri 1. sp 12 » juv. sp. ind B 14 Waagenia Neumayr........ 14 Waagenia sp- ind : 14 2.—Fósiles de las calizas grises con Aulacosphinctes (Portlandiano inferir)... 15 EHaplocera it ansia lo Re Ente RR A os 15 Ena comleamalvta 1d. SiDSgcacio auscsases basaónes eos topon posan Rene roco reos): oo: 15 PES ARES WED econo sacd sedo0o VOI DNOgOsÓIObEOO do OIR OOA OLLE RgLOScÓ Sano NOSE dO nod cUEEOOS 16 Perisphinctes tobosensis 1. sp 16 » 100 eocodondonse occ vaaooco pa sissascha besos EL DO /pOS eE UEnss qe) E dDOdO Ss c00O qSOO 18 » Theodosii n. sp 18 » ARIAS dd 20 » SO e 22 Subgénero Aulacosphinctes Uhlig 23 Perisphinctes (Aulacosphinctes) Pervinquiéri M. SDorrccnrnocicnnnn conocoo coronccncnnnnos 23 » » aff. colubrinus Toucas On AUCt.occconccnoncncnns> 24 » 25 » 26 » 27 » 28 » 32 » 33 » 34 » 36 » 37 Virgatites Paylow 39 Virgatites spa ra onto o tooodo ala acdiin oblea ene crecer de cion sha rar dneseaaraos 39 134 INDICE Págs. 3.—Fósiles de las Calizas negras de Torres con Proniceras (Portlandiano superior)...... 40 Proniceras genus nOvUM....o..oco.oo. 40 » idoceroides M. SPrcccncinnnocco E 42 » meo hispanic a ABRO ondo sado ERE SAD 43 » LOrtESensSe MP MaS ¿opso sedaco vnbaonadoce 44 » A A Sas 45 » aff. Aguileree n. Sp..... ..... EE53a 46 » Victoris n. sp 47 » subpronum n. sp 48 » JU 49 Perisphinctes Mas ie oa S0 PBerisphictes SN 50 SubgénerorAnlacos pct 51 Perisphinctes (Aulacosphinctes) Wilfridi IM. SPeccononno oocccoooccncnocrerenneninncnnanens s1 » » COLLARES NO Z » » aff. eudichotomus Zittel sp S3 Hoplites Neumayr S4 Hoplites¡armicrocanthas Op i O Gob FEDORA SdNoEnDO . S4 4.—Fósiles de las capas limítrofes entre el Jurásico y el CretácicO ..ooooooooconenocnnnooccnno S6 Bra A AO S6 Berriasella, varias especies indetermidadaS...occoocnonncencocooconinonnan aran rennaenos 56 STELLA A e E S7 'Steneroceras, varias especies indeterminadas 57 Criorcras MM SANAR 58 (Gololas yate dado Mao plis Pri Moob oi aiprecobecus cañanocoDbO: pysono 58 Lista de las especies descritas TI PARTEESTRATICRA ICA s9 Corte yA AO eco A NA 61 DescripciónidelaSeniestrat rr E 64 1. Capas con Mazapilites del Cañón del Toboso...oococconococnonnocenonnmece mononoo eecees 64 2. Calizas grises con Aulacosphinctes del Cañón del Toboso....... ... O DARORADOS OS 65 3. Calizas megras de Torres con Peronieeras ona rane ronca iaa 67 4. Capas limítrofes entre el Jurásico y gl CrefácicO..... . como... COLE ERaaró sanucoooo 68 Consideraciones era 69 Cuadro de las Capas suprajurásicas y valangianas de México Central. LISTA DE LASIOBRAS CITADAS ANS 73 2.EL CRETACEO SUPERIOR DE ZUMPANGO DEL RIO. 00occccccnnos: 17 1 INTRODUCCION GEO 79 Apéndice.—Descripción petrográfica de unas rocas de Zumpango del Río, por P. Walt A AN RA ETA 85 TI. PARTE ¡PALEONTOLOGICA A 91 1 Bósiles delas iCapasiconScapiites OS Scaphites Parks ento NN 93 » varias formas¡del grupo dels Gemitz DO A 93 » af. ¡auritus Schlter aA Sa A 95 » att GeinitziJabhn non (DOrb)Schliter load 96 » cfr. teshioensis Wabe ..0.nnooonoo o. 97 LIIAES COVA AAEAO svasmcnso docpscartosedan 98 Croceras ME A o OA 98 Eroceras spin d (Maras o A 98 Barroisiceras Grossouvre emend. Solger 99 Barroisiceras cfr. Haberfellneri von Hauer SD..cccncoccnicooccnnonnno conoonneccccnnono 2onos 99 » cir NeptuniErtsceaebscolonbaciis pr 100 » sp. ind. núm. 1. » sp. ind. núm. » sp. ind. núm. » sp. ind. núm. » sp. ind. núm. INDICE 135 Págs. Barroisiceras cfr. petrocoriense COquand SD...coccoo eononoocanono eonrnnnnancnncononnnonoos 104 » cfr. Niklesi Boule, Lemoine et Thevenin, non Grossouvre... 105 » aff. alstadenense Solger, ON aUCt...ooococcocconcoconononcccncoranicns ... 105 » oe tl sarro ona aocioS OSO Po dE COSTE 106 » Side Math, ELO: Y cóónooco. coto cono pio cusEO NS iadade oooO OL RETcO Ne Ca coca RES 107 » afalstade menso clean oda Di isorgno 107 » JUNO SIB lossdo sanocabococooclrepasdasa, OSO coc Un cORO CL o OOIiOPaROODS OEgANcRO: LOS TS TEA 108 Peroniceras Grossouvre (incluyendo Gauthiericeras GrosSO0UVIe) oooccccnncccnnnncncnns 109 Peroniceras cfr. subtricarinatum Sturm, non D'Orb. et aUCt.ccococcnnccncicno enc. 109 » cfr. Czornigi Fallot sp., non Redtenbacher » cfr. Czornigi Redtenbacher SD... » cfr. subtricarinatum D'Orbigny et Drescher sp » cfr. tricarinatum (subtricarinatum) Schlúter sp., non auct ...... 113 » Sc E o a OO a IRE 114 » cfr. bajuvaricum Grossouvre sp., non Redtenbacherconnnnnnn..co . 115 » cba uyancontRedtenbacherns pee oo learncaoaco econ noia LL » CEM a col RO aan iia lia 116 Lista de los fósiles estudiados TI PARTE/FESTRATICOR AICA ot ooo ao ciao anaconda ds salas ande 119 SHEEP arica cad Enea sanan 121 DEscuUpciónds la Sere estra ocaciones lero esto pencas 122 1, Cas CO SEAS olsgosos don bbnconagocesa OOO cOccosOS POS RoaChbndod OR dadO: OSEEUOU NADOS 122 2. Capas con Barroisiceras (Capas inferiores de Huastladapa) ooo... 124 SGAapasiCOntBeroniceras tooo entire does mtastas men eb 125 A EapasiconrActaconclla dd ocn anano cene nenas 127 Distribución geográfica de las Faunas de Amonitas del Emscheriano inferior......... 128 Cuadro de las Capas supracretácicas de Zumpango del Río. PISTAPDE"LASOBRAS CITADAS cono canooicnasnaota tito es Sonana ns casio Eo nmana asian es Vos 131 ES gr PUBLICACIONES DEL INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO BOLETIN * Núm. 1.—Fauna Fósil de la Sierra de Catorce, por A. del Castillo y J. G. Aguilera.—1895.—56 págs., 21 láms. * Núm. 2.—Las Rocas Eruptivas del SO. de la Cuenca de México, por E. Ordóñez. —1895.—46 págs., 1 lám. * Núm. 3—La Geografía Física y la Geología de la Península de Yucatán, por C. Sapper.—1896.—58 págs., 6 láms. * Núms. 4, 5 y 6.—Bosquejo Geológico de México.—1897.—272 págs., 5 láms. * Núms. 7, 8 y 9.—El Mineral de Pachuca.—1897.—184 págs., 14 láms. * Núm. 10. — Bibliografía Geológica y Minera de la República Mexicana, por R. Aguilar y Santillán.—1898.—158 págs. * Núm. 11 —Catálogos sistemático y geográfico de las especies mineralógicas de la República Mexicana, por José G. Agui- lera.—1898.—158 págs- * Núm. 12.—El Real del Monte, por E. Ordóñez y M. Rangel.—1899.—108 págs., 26 láms. * Núm. 13.—Geología de los alrededores de Orizaba, con un perfil de la vertiente oriental de la Mesa Central de México, por Emilio Búse.—1899.—54 págs., 3 láms. , * Nám. 14—Las Rhyolitas de México (Primera parte), por E. Ordóñez.—1900.—78 págs., 6 láms. * Núm. 15.—Las Rhyolitas de México (Segunda parte), por E. Ordóñez.—1901.—78 págs., 6 láms. * Núm. 16.—Los criaderos de fierro del Cerro del Mercado en Durango, por M. Rangel, y de la Hacienda de Vaquerías, Es- tado de Hidalgo, por J. D. Villarello y E. Bóse.—1902.—144 págs., 5 láms. * Núm. 17. —Bibliografía Geológica y Minera de la República Mexicana, completada hasta 1904, por R. Aguilar y Santillán. —1904.—XITHI. 330 págs. Núm. 18.—Descripción Histórica de la Red Seismológica, por M. Muñoz Lumbier. Núm. 19.—Los temblores de Guadalajara en 1912, por Paul Waitz y Fernando Urbina. Núm. 20.—Reseña acerca de la Geología de Chiapas y Tabasco, por el Dr. E. Bóse.—1905.—116 págs., 9 láms. Núm. 21.—La Faune Marine du Trias Supérieur de Zacatecas, par le Dr. C. Burckhardt avec la collaboration du Dr. S. Scalia. —1905.—44 págs., S láms. Núm. 22.—Sobre algunas faunas terciarias de México, por el Dr. E. Búse.—1906.—96 págs., 12 láms. Núm. 23.—La Faune jurassique de Mazapil, Zac., par le Dr. C. Burckhardt.—1906.—216 págs., 43 pls. Núm. 24. -La Fauna de moluscos del Senoniano de Cárdenas, S. L. P., porel Dr. E. Búse.—1906.—95 págs., 18 láms. Núm. 25.—Monografía Geológica y Paleontológica del Cerro de Muleros, cerca de Ciudad Juárez, Estado de Chihuahua, y descripción de la Fauna Cretácica de la Encantada, cerca del Placer de Guadalupe, Estado de Chihuahua, por el Dr. E. Bóse.—1910.—196 págs., 50 láms. * Nám. 26.—Algunas regiones petrolíferas de México, por el Ing J. D. Villarello.—1908.—122 págs., 22 láms. Núm. 27.—La Granodiorita de Concepción del Oro en el Estado de Zacatecas y sus formaciones de contacto, por el Dr. Al- fred Bergeat.—1910.—109 págs., 9 láms. y 15 figs. Núm. 28.—Las aguas subterráneas en el borde meridional de la Cuenca de México, por el Ing. J. D. Villarello.—12 láms. y un croquis geológico (1:100,000) .—Informe sobre las aguas del río de la Magdalena, por el Prof. J.S. Agraz.—1911. —89 págs. Núm. nes jurassiques et crétaciques de San Pedro del Gallo, Durango, parle Dr. C. Burckhardt.—1912.—264 págs., 46 pls. Núm. da da faunas del Cretácico superior de Coahuila y regiones limítrofes, por el Dr. E. Búse.- 1913.—36 págs., 8 láms. Núm. 31.—La Flora Liásica de la Mixteca Alta, por G. R. Wielaud.—1914.—162 págs., 50 láms. Núm. 32.—La zona megaséismica Acambay-Tixmadejé, Estado de México, estudiada por F. Urbina y H. Camacho. - 1913. —125 págs., 75 láms. Nám. panas as de Symon y Faunas cretácicas de Zumpango del Río, por el Dr. C. Burckhardt.—1920.—137 págs., 32 láms. Núm. 34 —Descripción de unas plantas Liásicas de Huayacocotla, Veracruz.—Algunas plantas de la Flora Liásica de Huau- chinango, Puebla, por Enrique Díaz Lozano.—1916.—18 págs., 9 láms. * Núm. 35.—El Petróleo en la República Mexicana, por el Ing. de Minas M. Bustamante.—1918.—216 págs., 37 láms., 2 car- e tas y 2 perfiles. (12 parte.) Núm. 36.—La seismología en México, por Manuel Muñoz Lumbier.—1918.—102 págs., 32 láms. Núm. o ESO minero de los Distritos de “El Oro” y “Tlalpujahua,” por el Ing. de Minas Teodoru Flores. n prensa. PARERGONES * "Tomo I. Núm. 1.—Los Temblores de Zanatepec, Oax.—Estado actual del Volcán de Tacaná, Chiapas, por Emilio Bóse. —1903.—25 págs., 4 láms. * Núm 2.—Fisiografía, Geología e Hidrología de los alrededores de La Paz, Baja California, por E. Angermann.—El área cubierta por la ceniza del Volcán de Santa María, octubre de 1902, por Emilio Búse.—1904.—26 págs., 3 láms. * Núm. 3.—El Mineral de Angangueo, Michoacán, por E. Ordóñez.—Análisis de una muestra de granate del Mineral de Pi- huamo, Jalisco, por J. D. Villarello.—Apuntes sobre el Peleozoico en Sonora, por E. Angermann.—1904.—34 págs., 2 láms. - * Núm. 4.—Estudio de la teoría química propuesta por el Sr. Andrés Almaraz, para explicar la formación del Petróleo de Aragón, México, D. F., por J. D. Villarello.—El fierro meteórico de Bacubirito, Sinaloa, por E. Angermann,—Las aguas subterráneas de Amozoc, Puebla, por E. Ordóñez.—1904.—24 págs., 1 lám. * Núni. 5.—Jnforme sobre el temblor del 16 de enero de 1902 en el Estado de Guerrero, por los Dres. E. Bóse y E. Angermann. Estudio de una muestra de mineral asbestiforme procedente del Rancho de Ahuacatillo, Distrito de Zinapé- cuaro, Estado de Michoacán, por el Ing. J. D. Villarello.—1904.—26 págs. * Núm. 6,—Estudio de la Hidrología subterránea de la región de Cadereyta Méndez, Estado de Querétaro, por el Ing. J. D. Villarello.—1904.—58 págs., 2 láms. " Núm. 7.—Estudio de una muestra de Grafita de Ejutla, Estado de Oaxaca, por el Ing. J. D. Villarello.—Análisis de las ceni- zas del Volcán de Santa María, Guatemala, por el Ing. E. Ordóñez.—1904.—26 págs. * Núm. e roloBia Subterránea de los alrededores de Querétaro, por el Ing. J. D .Villarello.—1905.—55 págs., 8 láms. y 2 figuras. Núm. 9—Los Xalapazcos del Estado de Puebla, por el Ing. E. Ordóñez. (Primera parte.) —1905.-—54 págs., 1 plano y 4 láms. Núni. 10.—Los Xalapazcos del Estado de Puebla, por el Ing. E. Ordóñez. (Segunda parte.) —1905.—45 págs., 3 planos y 8 láms. * Tomo IL. Núm. 1.—Explicación del Plano Geológico de la Región de San Pedro del Gallo, Estado de Durango, por el Dr. Phil. Ernesto Angermann.—Sobre la Geología de la Bufa, Mapimí, Estado de Durango, por Ernesto Anger- mann. Dr. Phil.—Notas Geológicas sobre el Cretáceo en el Estado de Colima, por el Dr. E. Angermann.—1907. —35 págs., 3 láms. * Nám. 2.—Sobre algunos fósiles Pleistocénicos recogidos porel Dr. E. Angermann en la Baja California, porel Dr. E. Bóse. Sobre la aplicación de la Potasa cáustica a la preparación de fósiles, por Emilio Bóse y Victor von Vigier.— Sobre las rocas fosforíticas de las Sierras de Mazapil y Concepción del Oro, Zacatecas, por el Dr. Carlos Burck- hart.—1907.—31 págs., 1 lám. * Nám. 3.—El Volcán Jorullo, por el Ing. de Minas Andrés Villafaña.—1907.—58 págs., $ láms. s * Náúms. 4, 5 y 6. —El temblor del 14 de abril de 1907, por el Dr. Emilio Bóse e Ingenieros A. Villafaña y J. García y García. —1908.—124 págs., 43 láms. y 1 cuad. * Núm. 7.—El Valle de Cerritos, Estado de San Luis Potosí, porel Ing. Ezequiel Ordóñez, págs. 263-273.—Fuente termal en Cuitzeo de Abasolo, Estado de Guanajuato, por el Ing. Andrés Villafaña, págs. 277-287, láms. LVI-LVIL. * Núm. 8.—Estudio Hidrológico de la región de Río Verde y Arroyo Seco, en los Estados de San Luis Potosí y Querétaro, por el Ing. Trinidad Paredes, págs. 289-337, lám. L,VIII.—1909. * Núm. 9.—Hidrología subterránea de los alrededores de Pátzcuaro, Estado de Michoacán, porel Ing. J. D. Villarello, pázi- nas 339-362.—El hundimiento del Cerro de Sartenejas en los alrededores de Tetecala, Estado de Morelos, por el Iugeniero T. Flores, págs. 363-384. láms. LIX a L,X11.—1909. * Núni. 10.— Catálogo de los temblores (macroseismos) sentidos en la República Mexicana durante los años de 1904 a 1908, págs. 389-467.—1909. * Tomo MI. Nún. 1.—El Pozo de Petróleo de Dos Bocas, por el Ing. J. D. Villarello, págs. 5-112, láms. IXXXVIL.—1909. Núm. 2.—Estudio Geológico de los alrededores de una parte del Río Nazas, en relación con el proyecto de una Presa en el Ca- ñón de Fernández, por el Dr. C. Burckharat e Ing. J. D. Villarello, págs 117-135, láms. XX VIL-XXXVI.—1909. Núm. 3.—Estudio Hidrológico del Valle de Ixmiquilpan, Estado de Hidalgo, por el Ing. Trinidad Paredes, págs. 141-172, láms. XXX VIFXLIV.—Catálogo de los temblores (macro y microseismos) sentidos en la República Mexicana durante el primer semestre de 1909, págs. 173-199.—1909. Núm. 4.—Hidrología subterránea de la Comarca Lagunera del Tlahualilo, porel Ing. J. D. Villarello, págs. 201-251, láminas XIV-XIVIM.—1910. Núm. 5.—Nuevos datos de la Estratigrafía del Cretácico en México, por el Dr. E. Bóse, págs. 25/-280.—Nuevos datos sobre el Jurásico y el Cretácico en México, por el Dr. C. Burckhardt, págs. 281-301.—1910. £ Núnm.. 6.—Estudio Geológico de la región de San Pedro del Gallo, Durango, por el Dr. C. Burckhardt, págs. 307-357, lámi- nas XLIX-LI (Plano Geológico, 1:25,000) y 9 figs. —Plesiosaurus (Polyptchodon?) Mexicanus Wieland, por el Dr. G. R. Wieland, págs. 359-365, lám. ,11.—1910. Núm, 7.—Informe acerca de una excursión geológica preliminar efectuada en el Estado de Yucatán, por Jorge Engerrand y Fernando Urbina, con la colaboración del Ing. J. Baz y Dresch, págs. 369-424, láms. LIN-LXXIV —Estudio químico y Óptico de una labradorita del Pinacate, Sonora, por el Ing. Y. S. Bonillas, págs. 425-432, lám. LXXV. —1910. Núm. 8.—Catálogo de los temblores 'macroseismos) sentidos en la República Mexicana y microseismos registrados en la Estación Seismológica Central, Tacubaya, D. F., durante el segundo semestre de 1909, págs. 435-496.—1911. Núm. 9. —Reconocimiento de algunos criaderos de fierro del Estado de Oaxaca, por Y. S. Bonillas, págs. 499-524, láminas LXXVELXXIX.—1911. Núm. 10.—Catálogo de los temblores (macroseismos) sentidos en la República Mexicana y microseismos registrados en la Estación Seismológica Central, Tacubaya, D. F., durante el año de 1910, págs. 257-571.—Microseismos registra- dos en las Estaciones Seismológicas de Mazatlán y Oaxaca, de agosto a diciembre de 1910, págs. 273-587.—Indi- ces del tomo.—1911. Tomo IV. Núm. 1.—Notas preliminares relativas a un reconocimiento geológico por el curso del Atoyac (Río Verde) Oa- xaca, por P. Waitz, págs. 8-32.—Catálogo de los microseismos registrados en la Estación Seismológica Central durante el año de 1911, págs. 43-85.—1912. Ez * Núm. o OT de la Comisión que exploró la región Norte del Territorio de la Baja California, págs. 89-533, 112 áminas.—1913. “Tomo V. Núms. 1-3.—Catálogo de los movimientos registrados en las Estaciones Seismológicas de Mérida, Mazatlán, Oaxa- ca y de los macroseismos sentidos en la República Mexicana durante el año de 1911, 76 págs.—1913. Núm. 4.—Análisis hechos en el Laboratorio de Química del Instituto Geológico. Núms. 1-279.—109 págs.—1913. Núm. 5.—Apuntes acerca de la Hidrología Subterránea del Estado de Coahuila, por el Ing. J. D. Villarello.—Informe rela- tivo al agua solicitada por los vecinos de Pueblito, Querétaro.—Informe sobre el pozo de Yurécuaro, Michoacán, por el Ing. T. Paredes.—34 págs.—1913. Núms. 6-7-8.—Catálogo de los seismos registrados en la Estación Seismológica Central y en las de Mérida, Zacatecas, Oa- xaca y Mazatlán, y de macroseismos sentidos en la República Mexicana durante el año de 1912.—125 págs.—1914. Núm. 9.—Rocas Mexicanas clasificadas al microscopio en el Instituto Geológico, págs. 353-426. 1914. * Núm. 10. Las aguas subterráneas en los Municipios de Acatlán y Jaltepec, Distrito de Tulancingo, Estado de Hidalgo, por el Ing. Vicente Gálvez, págs. 429-475, 15 láms.—Los recursos de aguas del Valle de Tecalitlán, Estado de Ja- lisco, por el Ing. Trinidad Paredes, págs. 477-501.—1916. ANALES Núnm:. 1.—Diatomeas fósiles mexicanas, por Enrique Díaz Lozano.—27 págs. 2 láms.—1917. * Núm. 2.—Las Salinas de México y la industria de la sal común, por José C. Zárate, 1 lám., 71 págs. y 1 carta.—1917. Núm. 3.—Las aguas subterráneas al E. de la Bahía Magdalena, Baja California. — Hidrología subterránea de los alrededores del pueblo de Tequisquiapan y Hacienda de la Labor, Distrito de- Temascaltepec, Estado de México. —Estudio sobre la probabilidad de encontrar aguas subterráneas en el Potrero de la Ciénega, D. F., por el Ingeniero de Minas Vicente Gálvez.—58 págs., 12 láms.—1918. * Núm. 4.—Análisis de un petróleo crudo del campo del Alamo, por Salvador S. Morales.—Análisis de una nafta, por A.M. de Ibarrola.—Nota sobre un Corundo de una nueva localidad de México, por Carlos Castro —Captación de aguas potables en el Mineral de Jacala, por Heriberto Camacho.—47 págs., 3 láms. y un plano.—1917. Núm. 5.—El Tequesquite del Lago de Texcoco, por el Ing. de Minas Teodoro Flores.—61 págs., 15 láms. y un plano.—1918. Núm. 6.—Apuntes sobre el Mineral de Puerto de Nieto, Gto., por el Ing. de Minas Vicente Gálvez.—9 págs. con un croquis. —Breves consideraciones para el estudio de las arcillas que tienen aplicación entre los materiales de construc- ción, por el Arquitecto Benjamín Orvañanos.—5 págs. Núm. 7. Algunos datos sobre las islas mexicanas para contribuir al estudio de sus recursos naturales, por Manuel Muñoz Lumbier.—54 págs. y 9 láms. Núm. 8.—Las aguas subterráneas de Tlanalapam, Dto. de Apam, E. de Hgo.—23 págs., con dos planos y un croquis.—In” forme de las aguas subterráneas del Valle de Tecamachalco o Valsequillo, E. de Puebla, por Heriberto Cama- cho.—Págs. 27 a 38, con 9 láms., un plano, 2 perfiles y un croquis.—Ligeros apuntes sobre el sistema de ''Elo- tación,” por el Ing. Luis Goerne.—Págs. 41 a 50 con $ figs. Núm. 9.—Depósitos diatomíferos en el Valle de Toxi- Manantiales en el Pueblo de Tepexi de Rodríguez, E. de Pue., por Enrique Díaz Lozano. FOLLETOS DE DIVULGACION * Núm. 1.—Los temblores de Guatemala, por M. Muñoz Lumbier. * Núm. 2.—Procedimiento para el cuanteo volumétrico del Manganeso, por el Prof. C. Castro. * Núm. 3.—Informe que rinde el Jefe de la Sección de Química acerca de unos minerales de Manganeso que remitió el De- partamento de Minas para que se viera si tenían substancias radio-activas. Núm. 4.—Informe condensado sobre la construcción de edificios de madera a prueba de temblores. MONOGRAFIAS * «El Goniógrafo.»—(La Plancheta) ,—Su aplicación práctica para levantamientos topográficos y de configuración orográ- fica. —Con 12 láms., 2 tablas, 3 formularios y varias figuras en el texto, por el Ingeniero Luis Bolland. * Agotado.—0Out of print. —Epuisé.—Vergriffen. 2 08 Ínpustara, Comercio. Y TrasaJo— DerarraMeNto DE ExeLoracioNES Y ESTUDIOS. GEOLOGICOS epartamento y Director del Instituto Geológico: Ingeniero L. SALAZAR SALINAS ASTITUTO GENLOGICO DE MEXICA BOLETIN NUM. 33 NAS JURASICAS DE SYMON (ZACATECAS) A Bi Y e -—FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO (GUERRERO) POR EL DOCTOR CARLOS BURCKHARDT CON 32 LAMINAS TOMO I.-—ATLAS PODER EJECUTIVO FEDERAL > - DEPARTAMENTO UNIVERSITARIO Y DE BELLAS ARTES.—DIRECCION DE TALLERES GRAFICOS PRIMERA CALLE DE FILOMENO MATA NUM. 8 MEXICO 1921 MDI IN E % E ' Sa 7 - Sicweranta ve Ívousrata, Cowercio y Tragajo—Deranranento De BxpLonacioNeS Y Ésrunos GuoLoGIcos del Departamento y Director del Instituto Geológico: Ingeniero L. SALAZAR SALINAS NSTITUTO GEOLÓGICO DE MEXICO BOLETIN NUM. 33 - FAUNAS JURASICAS DE SYMON (ZACATECAS) | FAUNAS CRETACICAS DE ZUMPANGO DEL RIO (GUERRERO) POR EL DOCTOR CARLOS BURCKHARDT CON 32 LAMINAS TOMO I.—ATLAS PODER EJECUTIVO FEDERAL DEPARTAMENTO UNIVERSITARIO Y DE BELLAS ARTES.—DIRECCION DE TALLERES GRAFICOS PRIMERA CALLE DE FILOMENO MATA NUM. 8 MEXICO 1921 NSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA 1. q (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE LA SIERRA DE SYMON 2 _125.—Mazapilites symonensis m. sp. Cañón del Toboso. Véase pág. 4. -—6.—Oppelia sp. ind. Cañón del Toboso. Véase pág. 1. 7.—Oppelia sp. ind. Cañón del “Toboso. Véase pág. 1. S.—Oppelia sp. ind. Cañón del Toboso. Véase pág. r. 9.—Mazapilites symonensis n. sp. Cañón del Toboso. Véase pás. 5. -10.—Oppelia sp. ind. Cañón del “Poboso. Véase pág. 1. : os originales de las demás figuras provienen de la parte superior de las ca- con Mazapilites (Base del Portlandiano). eN Pe Bin Sali e Dt tap Dori sde E ea Se e A 0 sein SECAS Col UE haa 1d Face Yi NETA de te, ei E mw TU BOLETÍN N933, INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO. LAM.I. Phot. F.de P.Carbajal Werner u Winter, Frankfurt2M INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA Il. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE LA SIERRA DE SYMON (cou excepción de los originales de las figs. 11- 13.) Figs. 1, 2, 7. —Mazapilités crassicostatus n. sp. Cañón del Toboso. Véase pág. 7. Figs. 3, 6, 10. —Mazapilites crassicostatus n. sp. Cañón del Toboso. Véase pá- gina 7. Fig. 4. —Mazapilites crassicostatus n. sp. Cañón del “Toboso. Véase pág. 7. Figs. 5, S, 9. —Mazapilites sp. ind. Cañón del Toboso. Véase pág. 9. Figs. 11, 13. —Mazapilites Zitteli. 1ob. Puerto del Quemado, Sierra de la Caja, Mazapil. Véase pág. 6. (Comp. Boletín 23 pl. 29; figs. 8-12, pl. 30, fig. 9.) Fig. 12.—Mazapilites fissilobatus n. sp. Puerto de Quemado, Sierra de la Caja, Mazapil. Véase pág. 6. (Comp. Boletín 23, pl. 29, fig. 14.) Fig. 14.—Mazapilites sp. ind. Cañón del Toboso. Fig. 15.—Mazapilites sp. ind. Cañón del Toboso. Véase pág. 7. Todos los originales de esta lámina provienen de las capas con Mazapilites (Base del Portlandiano); los de Symon de la parte superior de dichas capas. o: E E An pa PRO e lO 49 E : : Sl Sa ri es NADA, qe de os AN e A ENE Shot IR elas aid E 5% E EE ee dns qe cmo total pidio de ee de ad JE cda pe do se LS Sai id CARA 49h E EN : A E o 0 3 a q A ; a j ES — ñ 7 4 BOLETÍN N9383. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICC LAMI. 10 Phot.F.de P Carbajal INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA III. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE LA SIERRA DE SYMON (con excepción del original de las figs. 1 a 3.) Figs. 1-3.—Mazapilites mexicanus del Castillo et Aguilera sp. Catorce. Véase Figs. 4-6, 9, 10.—Mazapilites tobosensis n. sp. Cañón del Toboso. Véase pág. o. Ejes. 7, 8, 11, 12.—Mazapilites carinatus n. sp. Cañón del Toboso. Véase pá- E) gina 10 Fijos. 13-15.—Perisphinctes aff. preetransitorius Fontannes. Cañón del Toboso. Véase pág. 11. Todos los originales de esta lámina provienen de la parte superior de las capas con Mazapilites (Base del Portlandiano). Ml A? E PA: EMITE La e ARIS PRA AE a ANS csciralga Ani 18% iS BOLETÍN N9393. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO LAM.m Pho!. F.de P.Carbajal 14 WerneruWinter Fra INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA IV. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE LA SIERRA DE SYMON (con excepción del original de la fig. 12.) Figs. 1-2—Aspidoceras juv. sp. ind. Cañón del Toboso. Véase pág. 14. Figs. 3, 6-8. —Aspidoceras Wuertenbergeri n. sp. Cañón del Poboso. Véase pá- gina 12. Figs. 4, 5, 9, 10.—Aspidoceras juv. sp. ind. Cañón del Toboso. Véase pág. 14. Fig. 11.—Waagenia sp. ind. Cañón del Toboso. Véase pág. 14. Fig. 12.—Waagenia cfr. hybonota Oppel sp. (impresión). Pico de Teyra (Coll. A. Carranco). Véase pág. 15, nota infrapaginal. Figs. 13, 15-17.—Haploceras complanatum n. sp. Calizas grises del Cañón del Toboso. Véase pág. 15. Figs. 14, 18-21. —Perisphinctes (Aulacosphinctes) Pervinquieri n. sp. Calizas grises del Cañón del “Toboso. Véase pág. 23. Los originales de las figs. 1 a 10, provienen de la parte superior de las capas con Mazapilites (Base del Portlandiano). El original de la fig. 11 proviene de la parte inferior de las capas con Mazapilites. Los originales de las figs. 13-21 pro- vienen de las calizas grises (Portlandiano inferior). sit alió Y cra ¡BS qe E rd Y na | po 8 e 20H pea E E pos dk 2 o dq ARES A A mon). - 41 E BOLETÍN N9383. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO LÁM. IV Phot. Fde P.Carbaja! Werneru Winter, Frankfurt?M INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA. LAMINA Y. (Todas las figuras en tamaño natural ) Figs. 1-3, 5-—Perisphiuctes (Aulacosphinctes) Boesei n. sp. Calizas grises del Cañón del Toboso. Véase pág. 27. Figs. 4, 6-9.—Perisphinctes (Aulacosphinctes) corona n. sp. Calizas grises del Cañón del Toboso. Véase pág. 25. Los originales de esta lámina provienen de las calizas grises (Portlandiano in- ferior). A eorilaO. 0 4 ippo (ato AG AS a IO A A BOLETÍN N*383. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO LÁMV. Pho!. F.de P.Carbajal WerneruWinter, Frankfurt*vM EXPLICACION DE LA LAMINA VI. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE LA SIERRA DE SYMON 3 3 —Peusphinetes (Aulacosphinctes) Titan n. sp. Calizas grises del Ca- del To oso. Véase pág. 26. Figs. 2 .—Perisphinctes (Aslacosphunetes, aff. colubrinus Toucas non auct. ises del Cañón del Toboso. Véase pág. 24. -Las figs. 5 y 6, representan la vista lateral del mismo ejemplar en dos es diferentes.) nales de esta lámina provienen de las calizas grises (Portlandiano in- Af E Eo asista; pra e d6 4d nos do Y OS soba * val osito) bola vola dee BOLETÍN Ne33. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO. LÁM VI. Pho!.F.de P.Carbajal WerneruWinter, Frankfurt%M a al ETS : E A eN A IE E pa q ' ; A QA ' E Wer G XX. E A NO £ Y INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA VII. (Todas las figuras en tamaño natural ) FOSILES DE LA SIERRA DE SYMON igs. 1-3.—Perisphinctes tobosensis n. sp. Calizas grises del Cañón del Tobo- éase pág. 16. ñ A , ñ , s 2 = Ñ y É a > 2 Be E ñ y - y A ñ CO DE MÉXICO INSTITUTO GEOLÓOGI BOLETÍN N*33. lo] F.de P Carbajal Phot IAS 0 = ea A a 4 a => E Mm. A a INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA VIII. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE LA SIERRA DE SYMON Figs. 1-6.—Perisphinctes Theodosii n. sp. Cañón del Toboso. Véase pág. 18. El original de esta lámina proviene de capas inmediatamente sobrepuestas a las calizas grises (Portlandiano inferior). E ON sto $ : E Id Y PS BOLETÍN N933. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO. LÁM VII. Phot. F de P Carbajal 6 WerneruWinter, Frankfurt*M INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA IX. (Todas las figuras en tamaño natural ) FOSILES DE LA SIERRA DE SYMON Figs. 1-4.—Perisphinctes Alexeii n. sp. Cañón del “Toboso. Véase pág. 20.: Figs. 5-9.—Perisphinctes (Aulacosphinctes) Bangei n. sp. Cañón del Toboso. Véase pág. 30. Fig. 10.— Perisphinctes (Aulacosphiuctes) Titan n. sp. Cañón del Toboso. Véase pág. 26. Los originales de esta lámina provienen de las calizas grises (Portlandiano - inferior). O cant es pic 4 y ALIAS MA AL AN salnai Ae e Ao poque A: ari d e tb tes PU AE (¿jodido y TN ia o ells del sino AIDA Hao 3h: . BOLETÍN N*33. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO Phot. F. de P.Carbajal 2 INSTITUTO GROLOGICO DE MEXICO a A EXPLICACION DE LA LAMINA X. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE LA SIERRA DE SYMON 'S. 4, 5, 7-—Perisphinctes (Aulacosphinctes) neohispanicus n. sp. Cañón del Véase pág. 28. ; | > | | se 4 A py Ñ mal a drid 1 A ULA RNE Ad a Hori á Ñ « o nuda ada) ANS BOLETÍN N9383. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO Phot. F.de P.Carbajal El INSTITUTO GEOLOGICO DI MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA XI. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE LA SIERRA DE SYMON Figs 1-3.—Perisphinctes (Aulacosphinctes) sp. ind. Cañón del Toboso. Véase pág. 32. Figs. 4-7.—Perisphinctes (Aulacosphinctes) symonensis n. sp. Cañón del To- boso. Véase pág. 33. Figs. 8-11. —Perisphinctes (Aulacosphinctes) symonensis 1. sp. Cañón del To- boso. Véase pág. 34. Los originales de esta lámina provienen de las calizas grises (Portlandiano in- ferior). IM NATA ADO Ot A INEA E te lee blas. Ei de é OT ib AO «qm talon oidor E TES UE) Ue st elena (utanislgio silo 2 4 E queria Y) entry coses BLAN AAN prmbl a MS Ya E ¡2 K - A e * d - Y Eu ' e 5 a OS BOLETÍN Ne33. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO LÁM.XI. Pho!. F.de P. Carbajal WerneruWint h Le e INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA XII. (Todas las figuras en tamaño natural ) FOSILES DE LA SIERRA DE SYMON Figs. 1,2, 4, 5. —Perisphinctes (Aulacosphiuctes) diversecostatus n. sp. Cañón del Toboso. Véase pág. 34- Figs. 3, 6-8.—Perisphinctes (Aulacosphinctes) cfr. Kokeni Behrendsen. Cañón del Toboso. Véase pág. 36. Los originales de esta lámina provienen de las calizas grises (Portlandiano in- ferior). q desd e e Ral oa > ¿O inicial a Sd rana ano Ed dio prblass re den A A LÁMIL INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO BOLETÍN N*33. WerneruWinter, FrankfurtM Pho!. F.de P.Carbajal INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA XIII. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE LA SIERRA DE SYMON Figs. 1-5.—Perisphinctes (Aulacosphinctes) subbleicheri n. sn. Cañón del To- boso Véase pág. 37. 4 Fig. 6.—Perisphinctes ( Aulacosphinctes) sp. ind. Cañón ael Toboso. Pág. 39, nota infrapaginal. Figs. 7-9. —Perisphinctes sp. ind. Cañón del Toboso. Véase pág. 22. Los originales de esta lámina provienen de las calizas grisis (Portlandiano in- ferior). SiS ea y iros ld A y aL coato/É Tue ¡DO e e (ON cas ad cos E EstinoñeD. ño 0 puso Y rates ml UN AS BOLETÍN Ne33. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO Phot. F de P Carbajal Werneru Winter, Frankfurt*%M ES INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACIÓN DE LA LAMINA XIV. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE TA SIERRA DE SYMON Figs. 1-3.—Virgatites sp. ind. Cañón del Toboso. Véase pág. 39. Nota.—Las figuras 2 y 3 representan al mismo ejemplar en dos posiciones dis- tintas. Fig. 4. —Perisphinctes (Aulacosphinctes) sp. ind. Cañón del Toboso. Véase pá- gina 39, nota infrapaginal. y Los originales de esta lámina provienen de las calizas grises (Portlandiano in- ferior). ALDO ONO AI es No A L AM XIV. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO BOLETÍN N*33. WerneruWinter, Frankfurt*M Phot. F.de P.Carbajal NE INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA XV. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE SYMON (Sierra de Ramírez.) Figs. 1, 7. —Proniceras neohispanicum n. sp. Al Norte de Torres. Véase pág. 43. Figs. 2-4.—Proniceras idoceroides n. sp. Al Norte de Torres. Véase pág. 42. Figs. 5, 6.—Proniceras neohispanicum n. sp. Al Norte de Torres. Véase pág. 43. Fjgs. S, 10, 12.—Proniceras torresense 1. sp. Al Norte de Torres. Véase pág. 44. Figs. 9, 11, 15.—Proniceras Aguilere n. sp. Al Norte de Torres. Véase pág. 45. Figs. 13, 14.—Proniceras aff. Aguilere n. sp. Al Norte de “Torres. Véase pá- gina 46. Fig. 16.—Proniceras aff. Aguilere n. sp. Al Norte de Torres. Véase pág. 46. Los originales de esta lámina provienen de las calizas negras (Portlandiano su- perior). Pl a Tb alo NA pra: Gia es amo Y sl 0 HAL REG da Job 7 a SO AA A RA: ¿ASA Jun AL SIMON de Ao y pe ATAN dE OA DA As NA + ep A ol AAA de ña ee PY tia RA o E Salhaidl 10) nur sl sl ab esco uc Phot.F. de P.Carbajal INSTITUTO GEOLOG ICO DE MEA AVR JU O Mo AR HAM. XV. INSTITUTO GEOLUGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA XVI. Figuras 23, 33, 34 y 35 amplificadas X 2. Las demás figuras en tamaño natural) FOSILES DE SYMON (Sierra de Ramírez.) Figs. 1-3.—Proniceras Victoris n. sp. Al Norte de Torres. Véase pág. 47. Figs. 4, 6.—Proniceras juv. sp. ind. Al Norte de Torres. Véase pág. 49. Figs. 5,7, 8.—Proniceras juv. sp ind. Al Norte de Torres. Véase pág. 49. Figs. g-11. —Proniceras subpronum 1. sp. Al Norte de “Torres. Véase pág. 48. Ejes. 12, 13-15.—Proniceras subpronum n. sp. Al Norte de Torres. Véase pá- gina 48. Nota.—Las figs. 13-15, representan vueltas internas del ejemplar de la fig. 12. Figs. 16-18, 31.—Proniceras juv. sp. ind. Al Norte de Torres. Véase pág. 49. Nota. —La fig. 31 representa la parte externa del ejemplar de la fig. 17. Figs. 19, 24, 25, 27.— Proniceras juv. sp. ind. Al Norte de Torres. Véase pá- gina 49. Figs. 20-22.—Proniceras subpronum n. sp. Al Norte de Torres. Véase pág. 48. Figs. 23, 33.-—Proniceras juy. sp. ind. Al Norte de Torres. Véase pág. 49. Nota.—Las figs. 23 y 33 representan las vueltas internas del ejemplar represen- tado en las figs. 16 18; amplificación X 2. Figs. 26, 28, 29. —Proniceras subpronum n. sp. Al Norte de "Torres. Véase pá- gina 48. Figs. 30, 32.—Proniceras subpronum n. sp. Al Norte de Torres. Véase pág. 48. Nota.—Las figs. 30 y 32, representan parte de las vueltas internas del ejemplar representado en las figs. 26, 28 y 29. Figs. 34-35—Proniceras subpronum n. sp. Al Norte de Torres. Véase pág. 48. Nota.—Las figs. 34-35, representan el mismo ejemplar que las figs. 30 y 32. Am- plificación X 2. Los originales de esta lámina provienen de las calizas negras (Portlandiano superior.) ; o ds A nd año 1 e sd La 2d o $ Pan y TON eE ps ir “ral ess al IA Li se vo VAL ROTA 0 da EE A or A A AS mn NARA qe 24 ee Gili SAN sí 5 m0 dub hal ad: JO ls tabs estra of dy ca epa D abad A oe EN 5 Sé 5 O book LA AO O A Bu peca mia pos ist Aero asilo dy an! Menicn SE E RN MT JA A Ñ ninio 1 : ¡SN ao ASS a cr pe 7 A Ay E co hos SADA a 320% ni PELOS A 3% SE as 3Sq E cid afactó 12% E A BOLETÍN Ne383. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO. LÁM.XV. Phot. F.de P. Carbajal WerneruWinter, Frankfurt*M e E 3 Ñ : . y 5 - Ll 5 7 ' . R yor á E a ' ñ 5 t e - . : : o SS Sy : JN ) más y E a . CN J y j ' S 5 k ' Í E 2 : ¿ A . - Y , la - E REN A a x £ a E E Ñ . el . Ñ . INSTITUTO GEÉEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA XVII. (Todas las figuras en tamaño natural ) FOSILES DE SYMON (Sierra de Ramírez. ) Figs. 1-3.—Perisphinctes ( Aulacosphinctes) Wilfridi mn. sp. Al Norte de To- rres. Véase pág. 51. Figs 4-6.—Perisphiuctes ( Aulacosphinctes ) torresianus n. sp. Al Norte de Torres. Véase pág. 52. Figs. 7-9.—Perisphinctes (Aulacosphinctes) aff. eudichotomus Zittel sp. Al Nor- te de Torres. Véase pág. 53. Los originales de esta lámina provienen de las calizas negras ( Portlandiano superior). MA NO ; b z ra ree SENSTATER 50 No ¡UE tanda hee ÓN á 5 arde e E pe | alert p Ñ OS AI ES NINE Rafedr “a quibuablcól y rórya AAA 20 A A Po 7 .> 4 4 E > De , Sl j y > 1 . Y . iS $ y >. - 7 ' e A E + y pe Y 157 BOLETÍN N?33. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MEXICO LÁM XVI WerneruWinter, Frankfurt" Phot. F.de P Carbajal ] ; $ Ñ 7 INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA XVIII. (Todas las figuras en tamaño natural ) FOSILES DE SYMON (Sierra de Ramírez.) Fig. 1.—Perisphinctes sp. ind. Al Norte de Torres. Véase pág. 50. Figs. 2-4.—Perisphinctes sp. ind. Al Norte de Torres. Véase pág. 50. Figs. 5-9. —Hoplites aff microcanthus Oppel sp. Al Norte de Torres. Véase pág 54. Nota.—Las figs. 5-6, representan las vueltas internas del ejemplar representado en las figs. 7-9. Los originales de esta lámina provienen de las calizas negras (Portlandiano superior). dro Pd a Ec io e pe as sn aia? hoMii «PAGA SIN BOLETÍN No33. Phot. F.de P. Carbajal INSTITUTO GEOLÓGICO DE DN 77 VIVASI SN ÉTICO > ABLA la) Werne INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA XIX. (Todas las figuras en tamaño natural) Figs. 1-2. —Ammonites Calisto D'Orb. (Original de la Paléontologie francaise, Terr. jur. Tome 1. pl. 213, figs. 1-2; molde). Véase pág. 56. Fig. 3.—Berriasella cfr. calisto D'Orb. Localidad « de la Sierra de Ramírez. Véase pág. 56. : Fig. 4.—Berriasella cfr. calisto D'Orb. Al Norte de Torres (Sierra Ramírez). Véase pág. 56. Figs. 5-7. —Ammonites Callisto Zittel. (Oppeli Kilian). Según el Dr. Dacqué molde del original de Zittel (Strambergerschichten pl. 20, fig. 1). Véase pág. 56. Fig. S.—Berriasella cfr. calisto Zittel. Sierra de Ramírez, localidad 4 Véase pág. 56. Fig. 9. —Berriasella cfr. calistoides Steuer (Behrendsen). Sierra de Ramírez, localidad « . Véase pág. 57. Fig. 10.—Berriasella aff. calisto D'Orb. Al Norte de Torres (Sierra Ramírez). Véase pág. 56. Los originales de las figuras 3, 4, 8-10, provienen de las capas limítrofes entre el Jurásico y Cretácico. DAN ss a poto oie ÓN eii AR nel 4y da road mn pare a So asia NO pedal METE: do Des o) PDA ¡1458 Si O a MR SA Pp 0: EIA PANiapR IO, dE ea pu Mp ab dere 2 lid BOLETÍN N9g3. i 0G [EX MIGO LAM.XIX Pho!.Fde P. Carbaja INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA XX. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE SYMON (SIERRA RAMIREZ.) Figs. 1, 2.—Berriasella cfr. calistoides Steuer (Behrendsen). Sierra Ramírez a, Véase pág. 57. Fig. 3.—Berriasella cfr. calistoides Steuer (Behrendsen). Sierra Ramírez «. Véase pág. 57. Fig. 4.—Steueroceras sp. ind. Al Norte de Torres. Véase pág. 57. Fig. 5.—Steueroceras sp. ind. Al Norte de Torres. Véase pág. 57. E] Fig. 6.—Steueroceras sp. ind. Sierra Ramírez « . Véase pág. 57. Figs. 7, 8.—Steueroceras sp. ind. Al Nornoroeste de Torres. Véase pág. 58. es. . . / 1/ y Fig. 9. —Steueroceras sp. ind. Sierra Ramírez « . Véase pág. 57. Los originales de esta lámina provieuen de las capas limítrofes entre el Jurá- sico y el Cretácico. 1d sE : e doy Or eS A » z aya ml O AAA n OS ; A AE se 0 le e ' (ear AOS A YE de le S NE Dl e > RX, dia ¿ : > ALA lan ges pe tar rai Ss = = =- . ' ñ / ka A , Ne , + E E e .: , 3 > pS 0 : a a = A A, Pho!.F.de P Carbajal y i INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA XXI. (Todas las figuras en tamaño natural,) FOSILES DE SYMON (SIERRA RAMIREZ.) Fig. 1.—Steueroceras sp. ind. Al Nornoroeste de Torres. Véase pág. 58. Fig. 2.—Steueroceras sp. ind. Sierra Ramírez, localidad « . Véase pág. 58. Fig. 3.—Crioceras sp. ind. Sierra Ramírez, localidad x« . Véase pág. 58. Los originales de esta lámina provienen de las capas limítrofes entre el Jurá- sico y el Cretácico. y OS ñ S 7 ñ > AS = ( , BOLETÍN N933. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO. LAM.XXI Phot, F.de P Carbajal WerneruWinter Frankfurt%M 15 . L E AAA OS IN INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA XXIL (Tod s las figuras en tamaño natural) FOSILE. DE ZUMPANGO DEL RIO Figs. 1-4—Scaphites sp. ind. (del grupo del S. Geinitzi D'Orb. in Schlúter). 1 proviene del Rancho de la Curtiduría; 2-4 del cerrito de Zumpango. Véase pá- gina 93. Figs. 5-10.—Scaphites aff. auritus Schlúter. Cerrito de Zumpango. Véase pá- gina 95. Nota: Figs. 7 y 8 representan el mismo ejemplar en dos posiciones diferentes. Fig. 11.—Scaphites cfr. teshioensis Yabe. Camino de Zumpango a Mezquiti- tlán. Véase pág. 97. Fig. 12.—Scaphites aft. Geinitzi Jal non (D'Orb.) Schlúter. Cerrito de Zum- pango. Véase pág. 96. Figs. 13, 15, 17.—Baculites sp. iud. 13 y 17, provienen del Rancho de la Cur- * tiduría, 15 del cerrito de Zumpango. Véase pág. 98. Fig. 14.—Heteroceras sp. 1ud. Rancho de la Curtiduría. Véase pág. 98. Fig. 16.—?Barroisiceras sp. iud. Rancho de la Curtiduría. Véase pág. 98. Los originales de esta lámina provienen de las capas con Scaphites. ARAS a HS mad O ñ É 4 h , E A 5 Lo + CA AI PAINE TS E RAE E AS 13): dos Aé ME A dd pl a e a ae ds E = A ABORDA SEA ARM AS le Da haa Ñ : curs NM dE NOS eS ua ae E Pe Ri: sb. Po =l cub 229 ber E ¡Ae BOLETÍN No33. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO. LÁMXXT. Phot. F de P.Carbajal Werneru Winter, FrankfurtvM s INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACIÓN DE LA LAMINA XXIIL. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE ZUMPANGO DEL RIO Figs. 1-2.—? Barroisiceras sp. ind. Rancho de la Curtiduría. Véase pág. 98. Figs. 3-7.—Crioceras sp. ind. Huastlanapa (capas inferiores). Véase pág. 98. Los originales de las figs. 1 y 2, provienen de las capas con Scaphites; los origi- nales de las figs. 3-7 de las capas con Barroisiceras (Emscheriano.) . E . Ñ A ATA 151 Le pi dal 2d A PO CE AGN Sie 3! Li Ein ¿A o e pu do PT do de cy E INDILLU LA ÍNSPITITPO = L jal P.Carba Phol. F. de va INSTITUTO GEOLUGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA XXIV. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE ZUMPANGO DEL RIO Figs. 1-2.—Crioceras sp. ind. Huastlanapa (capas inferiores). Véase pág.:99. Fig. 3.—Barroisiceras cfr. Haberfellneri von Hauer sp. Huastlanapa (capas in- feriores). Véase pág. 99. Figs. 4-7.—Barroisiceras cfr. Neptuui Fritsch et Schlónbach sp. Huastlanapa (capas inferiores). Véase pág. 100. Fig. 8.—Barroisiceras sp. ind. núm. 1. Chinantla. Véase pág. 1OI. Figs. 9-10.—Barroisiceras sp. iud. núm. 3. Huastlanapa (capas inferiores). Véase pág. 102. Fig. 11.—Barroisiceras sp. ind. núm. 2. Huastlanapa (capas inferiores). Véase pág. IOL. Figs. 12-13.—Barroisiceras cfr. petrocoriense Coquand sp. Huastlanapa (capas inferiores). Véase pág. 104. El original de la fig. 8 proviene de las capas con Peroniceras (Emscheriano). Los originales de todas las demás figuras provienen de las capas con Barroisiceras (Base del Emscheriano.) qe 7 £L setas AS 36 E z 4 S k E E BOLETÍN N933. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MEXICO. LAM. XXIV WerneruWinter, FrankfurtM Pho!.F.de P.Carbajal IN INSTITUTO GÉEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA XXV. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE ZUMPANGO DEL, RIO Figs. 1, 5, 6.—Barroisiceras sp. ind. núm. 4. Huastlanapa (capas inferiores) 7 2 Véase pág. 102 Figs. 2-4, 7-9. —Barroisiceras sp. ind. núm. 5. Huastlanapa (capas inferiores) Véase pág. 103 Fig. 10.—Barroisiceras aff. alstadenense Solger. Aguacate. Véase pág. 105. Fig. 11.—Barroisiceras juv. sp. ind. Raucho de la Curtiduría. Véase pág. 108. Figs. 12, 13, 15.—Barroisiceras sp. ind. núm. 6. Huastlanapa (capas inferiores). Véase pág. 106. Fig. 14. —Barroisiceras juv. sp. 1ud. Rancho de la Curtiduría. Véase pág. 108) Ejgs. 16, 17.—Barroisiceras sp. ind. núm. 7. Huastlanapa (capas inferiores). Z 2 Véase pág. 107. El original de la fig. 10 proviene de las capas con Peroniceras ( Emscheriano); los originales de las figs. 11 y 14 provienen de las capas con Scaphites y todos los demás originales de las capas con Barroisiceras (Base del Emscheriano.) UA bn de sé ¡lali Los Ú BOLETÍN N933. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO Phot.F.de P.Carbajal INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA XXVI. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE ZUMPANGO DEL RIO Ejes. 1-12.—Peroniceras cfr. subtricarinatum Sturm non auct. Véase pág. 109. Los originales de esta lámina provienen de las capas con Peroniceras (Emsche- riano). El original de la fig. y se encontró en Aguacate; los originales de las demás figuras provienen de Chinantla. : A Sd BOLETÍN N9383. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO L AM XXVI. Phot.F.de P.Carbajal y INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA XXVII. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE ZUMPANGO DEL RIO Figs. 1-6.—Peroniceras cfr. subtricarinatum Sturm non auct. Chinantla. Véa- se págs. 109-IIO. Los originales de esta lámina provienen de las capas con Peroniceras (Emsche- riano.) YN AR ¿AAA ar AS LAM XXVI. BOLETÍN Ne33. _ INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO. Phot. F.de P Carbajal WerneruMWinter Fran INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACIÓN DE LA LAMINA XXVIII. (Todas las figuras en tamaño natura!) FOSILES DE ZUMPANGO DEL RIO Figs. 1-6, 8.—Peroniceras cfr. subtricarinatum Sturm non auct. Los originales de las figs. 1, 2 y 4, se encontraron en Aguacate; los de las de- más figuras en Chinantla. Véase pág. 109. Fig. 7.—Peroniceras cfr. Czórnigi Fallot sp. Chinantla. Véase pág. 11r. Los originales de esta lámina provienen de las capas con Peroniceras. (Ems- cleriano.) OS y Ln . . b EN AN ps - ie. A IN AA ON A: ; Y a a z a A PY, X , ¿e E Apo ' : le > 3 Al L á Ñ e . de BOLETÍN N933. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO. LÁM XXVI. WerneruWinter, Frankfurt*M Phol.F.de P.Carbajal A E UR A pnl OS 1 Ñ q an w v Ñ y ' ON a HARE s í A % y p o E E $ . 2, - . E == A y w ( ñ INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA XXIX. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE ZUM ANGO DEL RIO Fig. 1..—Peroniceras cfr. Czórnigi Fallot sp. Aguacate. Véase pág. 111. Fig. 2.—Peroniceras cfr. Czórnigi Redtenbacher sp. Huastlanapa (capas in- feriores). Véase pág. III. Fig. 3.—Peroniceras cfr. subtricarinatum Drescher sp. Huastlanapa (capas in- feriores). Véase pág. 112. Figs. 4-5.—Peroniceras cfr. subtricarinatum D'Orbigny sp. Huastlanapa (fi- gura 4 de las capas inferiores, fig. 5 de las capas superiores). Véase pag. 112. Fig. 6. —Peroniceras aff. subtricarinatum D'Orbigny sp. Chinantla. Véase pág. 113. Figs. 7-10.— Peroniceras cfr. tricarinatum Schliiter sp. non auct. Véase pá- gina 113. (Los originales de las figs. 7 y 8, provienen de Chinantla; los de las figu- ras 9 y 10 de Aguacate.) Los originales de las figs. 2, 3, 4, provienen de las capas con Barroisiceras (Ba- se de Emscheriano); los de las figs. 1, 5, 6-10, de las capas con Peroniceras (Ems- cheriano.) E BOLETÍN N988. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO LAM XXIX Pnot. Fde P. Carbajal WerneruWinter, Franklurt*M INSTITUTO GEOLOGICO DE MEXICO EXPLICACION DE LA LAMINA XXX. (Todas las figuras en tamaño natural) FOSILES DE ZUMPANGO DEL RIO Figs. 1, 3; —Peroniceras cfr. subtricarinatum Fric sp. Huastlanapa (capas in- feriores). Véase pág. 114. Figs. 2, 4. —Peroniceras cfr. subtricarinatum Fricsp. Chinantla. Véase pág. 114. Figs. 5-8. —Peroniceras cfr. bajuvaricum Grossouvre sp. non Redtenbacher, Huastlanapa (capas inferiores). Véase pág. 115. Fig. 9. —Peroniceras cfr. bajuvaricum Redtenbacher sp. Huastlanapa (capas superiores). Véase pág. 116. Figs. 10-11.—Peroniceras cfr. Margae Schliiter sp. Huastlanapa (capas infe- riores). Véase pág. 116. Fig. 12.—Peroniceras cfr. Margae Schlúter sp. Chinantla. Véase pág. 117. Los originales de las figs. 1, 4, 5-8, 10 y 11 provienen de las capas con Barroi- siceras (base del Emscheriano). Los originales de las figs. 2, 3, 9 y 12, de las capas con Peroniceras (Emscheriano. ) - ue . j : ias ario HE 48 cad AAA loe E ai pais fed oro: mariida: M Ms Be COEN : Ti a E india de e 00) pecan O o PAE TAR po disised. ope rn Ma y ds : - A AO AA Hana PU AO e da é | A 3 : : ¡umd pel BOLETÍN Ne33. INSTITUTO GEOLÓGICO DE MÉXICO. MANERA Phot. Fde P.Carbajal WerneruWinter, Frankfurt%M 0 . sl A ES Chinantla *7 y Huastlanapa 5 *% Hacía Chilpancingo — Pizarras supracretácicas en general M f y ar Alesa q : BOLETIN N*393 y INSTITUTO GEOLÓ 1 ¡ J GICO DE MÉXICO. ba XXX XXX A (07) D O p o Ñ o D S (2) o o D 2. 5 [ay] ee o O O =) —i O o D o (9) ES Dl O Mm A S.E. N, W. Cerro de los VleJos Salpacoya Zlumpan go del Rlo Cerrito / 20 i «*la j / a Ea Hacia Chilpancingo < INS Curtldurla *4 (E > > S> É Y 8 IAS *1-9 Localidades fosilíferas 1 fl tácl Capas Capas con Capas con | Capas con Tobas Dacltas a de Pizarras supracretácicas apa agloclasa en neral con 'Scaphltes Barrolslceras Peronlceras ; Actaeonella NSACES PZA ISSS AA) —» PR Escala 13 50,000 54 r "x 07 ' ES 3 4 2 Y EE do b Ú p e y A + y ep y 7 á Y * , , Ai / LAM 9011. ICO DE MÉXICO. J EOLOG INSTITUTO G BOLETÍN Ne 33. Capas con Peroniceras de Chinantla Localidad fosilifera * 7 moru Autor phot EN 34 a: 5 SMITHSONIAN INSTHMI ATT 3 9088 01224 255