p (d M boletín; DEIi MUSEO DE CHILE ^oSeccioriffide Rdministracion i Estadística TOMO I— MüMERO 1 SAN'I'IA(X) DE (;HILE IMPRENTA I ENCUADERNACION UNIVERSITARIA 130 — BANDERA— 130 1910 ^^BOLETIM^^ DEL I MUSEO hRCIOURL DE CHILE Sección de Rdministracion i Estadística TOMO I— HÚMERO 1 SANTIAdO DE CIIII.K 1MI'K.1-;NTA i ENCUADERNACION UNIVERSITARIA USO — HAMiUHA — UiO 1910 I Tomo I. Boletín del Museo Nacional de Chile Núm. 1. Soe (ion (le Artininistraeion i Estadística^ Es mui sensible tener que declarar al mundo científico el fallecimiento del ilustre Director del Museo Nacional i Profesor de la Universidad de Chile, señor don Federico Philippi, acae- cida el IG de Enero de 1910. Ed fallecimiento del señor Philippi, ha llenado de luto a una distinguida familia, al personal del Museo, a nosotros los cpie tuvimos la honra de ser sus alumnos, al Gobierno de la Repú- blica que se asoció al duelo público, i a la ciencia en jeneral, que pierde en él a un colaborador antiguo, activísimo e inteli- jente. La biografía del señor Philippi, arte (iel personal del Museo, de los que existen fuera de él, sean nacionales o estranjeros, i, si el })rogreso de las C'iencias Naturales nos exijen buscar sabios estranjeros, especialistas (pie ño tuviéramos en el jmis, no va- cilaremos, en buscarlos en el Viejo (ámtinente o en los Estados Unidos, incor])orarl()s al Museo i rodearlos de todas las facili- dades necesai'ias a lin de hacer fructífera su obra. Honor es declararlo (pie los Gay, los dos Pliilip})!, los Germain, los La- taste, Büi'ger, etc., lian contribuido eíicazmente a las ciencias chilenas, como en otro tienqx) lo bicieraii Molina, E''rezie]’i otros, i como ahora colalioran en las ciencias naturales de Chile, Reiche, Reed, Wolfsohn, Lenz, Yohow, al lado de los nacio- nales Machado, Quijada, Porte, Rivera, Izquierdo, etc. — 4 — La dirección trabaja por alnir oficialmente el estudio de la Antropolojía, Aivpieolojía i Etnografía ya iniciada con tanto entusiasmo j>or ( iyarzun, Lenz, IMedina, (luevara, J -atcliam, etc.; pcn‘ abrir la sección de las jilantas (Vi ptomaínas; ])or darle gran desarrollo al estudio de la Jeolojía; constiaiyendo la ('arta Jeo- lójica en pos de estudios sistemáticos del suelo; ])or impulsar el estudio de los Invertebrados, i en ellos creando una sección especial rendcr la clasihcacion de las Criptógamas, plantas mui nu- merosas i sobre las que aun casi nada se ha descrito. Existe también, en embrión, una sección de Aríqieolojía, Antropolojía i ICtnolojía, rama importantísima i sobre la cual mui poco se ha podido hacer. Fstaseccion no tiene un jefe téc- nico a su cabeza, de modo que la investigación no es sistemá- tica. Fríi'ílejios esdnsivos. — Fa lei ordena al Director del Museo, custodiar los privilejios esclusivos, dejiendiendo del Ministro de Obras Públicas. Esto es ajeno a un establecimiento cientíhco, i he encontrado la mejor buena voluntad en el señor Ministro para trasladar los })liegos sellados i pruebas de inventos, a las Bóvedas del Ministerio de Industria, bajo la custodia del (qiesus- cril.)e: — ahí estarán mas seguros bajolainmediuta vijilanciadel Jefe ne la creación de una estación marítima destinada a recolectar animales del mar con acuarios es])eciales. Pisto servilla: 1.0 Para aumentar las colecciones del Museo Nacional i de los museos de enseñanza; 2.0 Estudiar la Piscicultura; 8.0 Pdstudiar la Biolojía de la Fauna Marítima; 4.0 Ihi Museo Oceanográlico. El Gobierno posee terrenos en el puerto de San Antonio, i — i por nota he pedido a Ü.S. se sirva recabar del Ministeiáo de Industria mil metros de tierra a orillas del mar }>ara instalar esta estación. C'on este objeto be solicitado en los ])róximos presupuestos i por una sola vez la cantidad de $ 20,000 i como gastos lijos $ 5,400 que servirian paia sueldo de un Conservador i de un Pescador de la estación. El Ministerio posee un barco, el Ale- jandro SeU'ú'k cuyo paradero es San Antonio, i durante las épocas ([ue está en esas costas asi como cuando viaja a Juan Fernandez, puede ocuparse en pescar i mariscar })ara la esta- ción zoolójica. Para completar el estudio de la Zoolojía creo conveniente hacer presente a U.S. (jue de esta sección podria de})ender el .lardin Zoolójico el cual suministra los animales que se mueren. Bajo la de})endencia de la Sección de Zoolojía podria formarse nn Jardín Zoolójico de animales chilenos })ara el es- tudio de ellos i de animales estranjeros, lo que secundaría en bien de la instrucción i del entretenimiento público. Sección dé Botánica. — La llora de Chile está mui bien re- presentada en un rico herbario. El jefe de esta sección está ocupado en la publicación de las plantas chilenas, formando asi un trabajo científico de la mas alta inqmrtancia i preparan- do para el Centenario una monografía sobre las orquídeas chi- lenas. He pedido a U.S. elevar el sueldo de este jefe a seis mil pesos. Sección de pl antas criptóganias. — ^No existe colección de estas plantas ni especialista ([ue se ocupe de ellas. El estudio de los bongos, musgos, heléchos, lífpienes i algas apenas se conoce en (’bile i como no bai jente }>reparada en el país, convendría contratar uno en el estranjero; con este ol)jeto be pedido la in- clusión en el Presiq)uesto de la cantidad de 15,000 francos anua- les. ('reo que se [)odria contratar un especialista jóven en Italia o en Wásliington en la Sección de Industrias de plantas del Ministerio de Agricultura. Ya hemos escrito al señor Minis- tro de Italia i a una personalidad de los Estados Unidos para tener adelantada la elección de la persona (|ue pudiera servir a este puestí). Sección de Jeolojía. — Esta sección es la que sirve para el estudio del suelo del ])ais no sólo por conocer su constitu- ción, recolectar rocas i minerales que clasificados ilustran a los especialistas, sino por las consultas mui frecuentes que hacen los industriales. En todos los ]>aises posee el Estado este depar- tamento de Jeolojía (|ue ilustia científicamente a los mineros i agricultores sin fijarse sino en la verdad, desechando la con- veniencia del negocio. Asi se ha visto que nuestra sección ha 8 — podido concluir con miichísinias empresas costosas que no te- nian como base otra cosa que la ilusión o la especulación; i también ha enderezado industrias mal dirijidas por falta de conocimiento cientílico. Hemos creido conveniente elevar el sueldo del Jefe a $ (),()()(). La existencia de la Sección do Jeolojía no escluye la existen- cia de colecciones en las clases de Jeolojía o de INlineralojía de los establecimientos de instrucción, como tampoco la de socie- dades mineras que tienen otros ol)jetivos. Para bien servir esta sección i levantar la carta jeolójica del pais, se necesita poseer un laboratorio de jeolojía ([ue estudie las rocas, otro de agrolojía (pie estudie la coiuiiosicion del sue- lo, i otro de ({uímica ([ue haga análisis. Para esto se consultan tres ayudantes con $ 8,000 cada uno. Por una sola vez bai que gastar la suma de $ 100,000 pai’a encargar a Europa una sonda de reconocimiento con todos sus accesorios para el estudio de estratificación i la investigación de aguas, carbones i petróleos; i $ 3,000 para un gabinete de Jeolojía, $ 2,000 para el de Agrolojía, $ 2,000 }>ara el de (Ah- mica i $ 5,000 para la carta jeolójica. Sección de Antropolojía, Arqueolojia i Etnolojía. — Las colec- ciones de estas ciencias no tienen un estudio sistemático i se im- pone la contratación de un jefe con 15,000 francos de renta anual. Estas ciencias que tienen tanta importancia en todos los paises i que a(|uí han empezado a despertar, necesitan mucha atención. Instituto de Botánica. — Anexando al Museo el Jardin Botá- nico i con los dos jefes de secciones ya citados, se jiodria hacer un trabajo científico i útil procurando: l.° cpie se recolecten plantas en el pais; 2.'^ cultivando especies nacionales fabriles en el jardín; 8.” clasificando sistemáticamente las especies no clasificadas; estudiando las propiedades (piímicas de las plantas; i 5." estudiando la acción tisiolójica de las medicinales. Como los gastos serian mui insignificantes, bastaría un decre- to de ese Ministeiáo haciendo }>asar el Jardin Botánico, (pie es de su (lei)endencia, a la Dirección del Museo Nacional, }>ara (pie se realizara esta gran olira. Prejtaracion i Timbal saniamient o. — Los ejemplares acumula- dos en el Museo destinados a ser jireparados i los (¡ue se pue- den recolecta]- son tantos (jue, no puede el personal i elementos actuales alcanzar a tej-minarlos: de ahí es (pie ])ido la inclusión en el presujiuesto, [)or una, sola vez, de la cantidad de $ ],()()() para formar galiinete de Taxidermia. Por la misma razón pido se consulte el sueldo del pi-epai-ador en $ 4,000. — 9 — SkpIíIos. — Se han aumentado los sueldos de los jefes de sec- ción a $ 6,000 para poder exijirles la dedicación de todo su tiempo a los tralaijos del Museo. IToi con el sueldo de $ 4,000 dedican solo de dos a tres lloras, lo ipie es insuficiente. líe en- contrado establecida esta costumbre. No se }>uede exijir con sueldos tan exiouos la contracción absoluta a la ciencia, i }>or eso se ven obliuados áhacer clases para formarse una renta que les permita vivir con cierta liolo'ura. Si cuando contratamos sal)ios estranjeros que nos vengan a instruir, pagamos buenos sueldos, justo es que a los sabios del Museo Nacional se les pa- gue honorarios compatililes con su jiosicion, tanto mas cuanto (pie es el Museo Nacional el único establecimiento de investi- gación cientííica en el cual, junto con darse a conocer el pais sirve a la enseñanza de las ciencias naturales i ayuda eficaz- mente a los industriales i agricultores. Hace años que la Junta de Vijilancia pidió ese aumento, reiterando con urjencia su pedido en una nueva nota de fecha 27 de octubre de 1908. Falacio. — En {4I edificio del iMuseo Nacional no caben todas sus colecciones, pues ocupa el Instituto Agrícola toda la parte poniente; a su vez este estalilecimiento, desde hace veintiocho años, se encuentra estrechado en dicho recinto. Por insinuación de I^S. i de acuerdo con el Tnsjiector Jeneral de la Instrucción Agrícola, se ha solicitado a ese Ministerio un decreto, ordenando (jue el Instituto Agrícola se traslade al (Ib- serva torio Astronómico cuando éste haya abandonado esta localidad para irse a Lo Espejo, (ómseguido ésto, el Museo [)0- drá estender al recinto desocupado la Sección de Jeohqía i sus galiinetes. ('asa (le, la Du'p.ccdon. — Está en iiiui mal estado, inhabitalde, i como hai ([ue dedicar gran })arte de ella a la Dirección i a la Bililioteca ([uc no jioseen localidad, no (pieda casa para, el Di- rector. Esto se ha concillado con acuerdo de Su Señoría; edificar hahitaciones para el Director en la pai'te norte de la antigua casa, dentro del recinto ((ue le pertenece a dicliacasa, i al efec- ' to la Dirección do Obi'as Piíblicas ba terminado el plano i ])re- supuestos consiguientes i (pie tengo el honor deqiresentar a Su Señoi’ía, para su a|)i'ol)acion. Este presiqmesto sulie a 60,800 })esos i llena una necesidad urjente, ahori'a el gasto de casa para el Diiector i dedica gran parte de la casa antigua- a la bi- lilioteca i oíicinas. Jiihliolcca. — La bibliot(‘ca del Museo Nacional es maso menos de 2,200 vohiniencs. La, inmensa mayoría ha sido sumi- nistrada [)or los Estados Dnidos en canje con nuestras escasas producciones cientílicas; en segundo lugar vienen las produc- — lo- ciones nacionales, en tercer lugar los canjes con otros paises, sobresaliendo Suecia, Inglaterra i sus colonias; por fín, el resto de la biblioteca, los libros comprados con el exígüo presupues- to que se ba destinado con este ñii. Es menester tener ])resente, que sin libros es])eciales a cada asignatura de las Ciencias Naturales, no se ]mede clasifícar, de tal manera que si los libros en otros repartimentos del Estado son útiles })ara la instrucción i adelanto científíco del personal, aquí es absolutamente indis¡)ensal.)le; sin libi’os de es¡)ecialistas no se puede clasificar, })ues cada especie de los tres reinos de la Naturaleza, cuando se la descubre, se la describe en todos sus detalles, con todos sus caracteres científicos ]>ara no ser confu]i- dida con ninguna otra. Las especies conocidas se encuentran pues i)ublicadas i las nuevas para })ublicarse, se necesita con- sultar los libros mas modernos sobre la materia, evitando así repeticiones inútiles i perjudiciales. Mui pocos son los libros que tenemos para clasificar. Afortunadamente, el Supremo Go- bierno ha aceptado la proposición hecha por ^a sucesión de don Federico Philippi de ceder la Biblioteca Científica valiosísima que posee i que fué formada por el Dr. R. A. Phillippi i por don Federico, por la cantidad de veinticinco mil pesos ($ 25,000). Ese Ministerio ha tenido a bien confiar a la Biblioteca Na- cional el estudio de esta cuestión i un perito especial va a in- formar sobre el mérito de las obras i el precio que han exijido. Puedo adelantar a US. cpie el precio no es exajerado, idea c[ue domina también al citado perito de la Biltlioteca; el núme- ro de volúmenes es mui cerca de ocho mil. Con esta adquisi- ción el Museo Nacional llegaiia a tener una ilqueza diez mil volúmenes i se encontraria a[)to para contestar a cualquiera información soltre las Ciencias Naturales que se le sometiera, a clasificar los ejemplares científicos })resentes i futuros, i i)or fin, a f)roporcionar, sin salir del recinto del Museo, lilíros a los sabios que desearan consultarlos, con cuyo objeto se dispondrá de salas especiales. Esta valiosa colección de obras científicas será colocada en cinco piezas de la casa del ex-Director, en donde estará también la Dirección, la Secretaría i la Sala de espera para consultas e investigaciones. 11 Juforme de los Jefes de Sección. — Acompaño los informes evacuados }>or los jefes de las secciones respectivas. ^fuscos p)-ovi)icicdes. — Su Señoiia ha tenido a bien consul- tarme sobre la conveniencia de hacer de])ender de la Direc- ción del iNIuseo Nacional, la de los Museos de Abüparaiso i Con- cepción. He consultado al señor Intendente de Abdparaiso i concuer- da con las ideas de Su Señoria; el de Concepción ha ido mas lejos })or(|ue ha enviado una nota a ese Ministerio liaciendo ver la conveniencia de dar mayor impulso al Museo depen- diendo del Nacional. Yo estimo la necesidad que dependan del Museo Nacional por las siguientes consideraciones: La existencia de los Museos de (incepción i de Valparaíso se impone como un medio de descentralizar la enseñanza de la Historia Natural, popularizando la ciencia, teniendo nuevos lo- locales para las colecciones i estableciendo asi centros científi- cos en c[ue puedan estudiar los profesores de esas grandes po- blaciones. Ademas existe una razón de economía al mantener una sola Dirección, pues que los ejemplares dobles del Aluseo se repartirían a los locales i las mismas, comisiones científicas encargadas de es})lorar i rec(dectar para el Museo Nacional, lo liacen también para los Aluseos provinciales. Esto estimula también las donaciones jenerosas de los amigos de las cien- cias. (Construcciones en el J\ruseo. — La Junta de Abjilancia del Mu- seo así como el ex-Director sostuvieron j)or notas ante ese Mi- nisterio, la necesidad de construir en el })atio del preparador del Museo una sala especial para eml)alsamar, ju’eparar escpie- letos i en donde tener los instrumentos de los preparadores. He obtenido de la Dii'eccion de Obras Púldicas liaga un estu- dio i [)resupuest(.) i en cuanto él esté terminado, tendré el ho- nor de someterlo a la consideración de Su Señoria, ])aia que si lo tiene a bien, se sirva })oner los fondos a la dis})OSÍcion para consti-uirla. (Conferencias. — A fin de aprovechar los numerosos elemen- tos ({ue existen en el Museo esta Dirección estima conveniente 12 — que los diversos Jefes de Sección den conferencias (juincenales sobre sus respectivas ciencias. Conferencias prácticas desarro- llando en diez lecciones anuales |)ara cada sección, el estudio de la Botánica, Zoolojía, Entoinolojía, Ccolojía, Anti’opolojía, i demás asignaturas. Así tendilan los })i‘ofesores i los añciona- dos de estas ciencias, un campo ])ráctico para refrescar sus co- nocimientos. C(ib-a pai'a los empleados. — Los escasos sueldos con que son remunerados los <|ue se dedican a las (áencias Naturales, liace que éstos no puedan dai' todo su tiempo al Museo Nacional i buscan un aumento de renta dedicándose a la enseñanza eji los Liceos i Colejios })articulares. Ademas viven mui lejos del Museo Nacional. Si ellos vivie- ran en la misma Quinta Norjnal este aborro de casa seiáa una compensación de su exiguo sueldo i una gi-an facilidad para asistir al Museo Estas facilidades la tienen todos los emj Jea- dos de la Quinta Normal, incluso los que de])enden del IMinis- terio de Instrucción Pública, como ser los del 01)servatorio As- tronómico i los del’Jardin Botánico. Someto a la consideración de Su Señoria la necesidad urjen- te de edificar para los cuatro actuales Jefes de Sección para los cuatro que se van a crear, ])ara el Naturalista iVusiliar, [¡ai’a el Secretario, para los tres ayudantes i ]>ara el Pre})arador, en to- tal para catorce familias. Los ocho Jefes de Sección podrian vivir en cuatro chalets de dos [>isos cada uno, los seis restan- tes todos solteros podrian vivir en un solo chalet. Estos cinco clialets podrian cfliticarse en el teri’eno del jardin Botánico, al Sur del Museo Nacional i calle de por medio i su costo sei’ia $ 100,000. Al Jardin Botánico se le podria devolver ese terreno en otra })arte Acecina a su (lej)endencia. Termino, señor Ministro, baciendo notara Su Señoria que la gran ol)ra emja’endida ])or don Rodulfo i don Eederico Phil- lippi de formar el Museo Nacional enri((ueciéndolo con colec- ciones (pie lo ponen a la altura de las mejores de América i clasificando sus ejemplares no lia terminado. El Museo Nacio- nal abarca las Secciones de Zoolojía, Jeolojía, Baleontolojía i Antro])olojía, como existen en los Museos de Buenos Aires i de la Plata, i como el South Kensington (Rama del Museo Bri- tánico) sino ([ue también abarca la Botánica, la Anpieolojía i Etnolojía. Necesita modernizar las clasilicaciones que no hubieren sido aun tei'minadas, recolectar i clasificar secciones enteras aun no estudiadas [lara. publicar toda la l^dora i la Ihiuna. chilena, ha- cer la cai'ta jeoleqiea del pais después de estudiar las eajias de sus suelos i las composiciones agrolójicas i (piímicas. I fixlo 13 — este estudio señor Ministro, con un Hn cientílico i práctico del (jue ol)tendria un i-esultado iuinediato la A^ilcultura, la Mine- ría i la Medicina. Del apoyo (jue le ])reste el Su])i-eino Gobierno al Museo Nacional, resultará (¡ue este estal)leciiniento se colo(]ue a la- altura ([ue exije la cultura del pais i el [)rogi‘eso de las Ciencias Naturales. Dios guarde a US. De. Eduardo Mooee. Iiifonne Santiago, 20 de Abril de 1910. Señor Director: Tengo el lionor de presenta]’ a Ud. el informe solare uiis tra- bajos lieclios bajo la Dirección de su antesesor, el mui recor- dado señor don Federico Pbilippi, conloi’ine Ud. se ba digna- do [)edírmelo. El 14 de Marzo de 1905 fui nomln’ado Naturalista Ausiliar; este puesto del>e íigurai' abora, según el nuevo Reglamento a})robado [)or el Suj)i'emo Gobierno bajo el rul)ro de «Natui’a- ' lista Ayudiiiite». Debo íidvertir (jue, ademas de los trabajos de Catalogación, etc. be tenido a mi cargo el cuidado de algunas colecciones, guarda de los du|>licados, del Herbario i de objetos zoolóji- cos, etc. Durante 1905 confeccioné el Cíibilago de los fósiles. Colec- ción del doctor flon Rodulfo Amando l’lñlippi; faltaban algu- nas etiquetas i me serví de los «Ek'meutos de l’aleontolojía ])or Steimaim i Dénlerlein [>ara determinar el jénero de algunas formas. Esta colección abarca en la Sala de Mineralojía los dos es- 14 - tantes largos divididos en los números desde doscientos veinte i cuatro, hasta doscientos cincuenta i uno inclusive i los nú- meros 214, 218, 220, 222 i 223 i la sala de los bajos del cos- tado sur del eor órdenes, jéneros i es])ecies ya alfabéticamen- te para encontrar con facilidad un jénero i una especie dada. En Marzo de 1905 terminó el contrato del doctor Otto Bür- ger i fué nombrado en su lugar don Rernardino (¿uijada R.; como éste a la razón se encontraba en Europa, fui nombrado interinamente para reemplazarlo; en este año liice el Catálogo de los mamíferos existentes en el INfuseo, sirviéndomt de nor- ma el Catalogus Mammaliun por Throuessart. El mismo año de 1900 después de hal)er puesto en salvo al- gunas colecciones desordenadas por el terremoto, formé una colección de mas o menos novecientas es})ecies de plantas para el Museo de Valparaíso. El 31 de Diciembre de 1906 con la llegada del señor Quija- da volví a ocupar mi puesto de Naturalista Ausiliari me ocupé en la confección de los catálogos de las aves chilenas i estran je- ras separadamente uno de otro i consta cada uno de un catálo- go sistemático i otro ordenado alfabéticamente ‘por fichas. En la conclusión de los fósiles i catálogos de aves me ocupé du- rante los años 1907 i 1908; para allanai-me el camino por entre tan numerosas sinonimias, como existen en las descripciones de aves, tuve que servirme de muchos libros en es})ecial del catá- logo inglés «Catalogue of Rirds of the Rritish Museum» i adojv té la nomenclatura de Mr. E. Dubois'para su Synopsis Avium del Museo de Rruselas. Desde fines de 1908 i durante buena parte del año 1909 me ocupé en formar el Catálogo de los IMoluscos recientes o vivien- tes, terminé los dos estantes del medio de la Sala Norte Ponien- te en los altos; me serví i)ara la clasificación i nomenclatura, del Catálogo de Paetel, ({uedan por revisar algunos otros estan- tes de esta colección ])ero interrumpí el tmbajo })ara dedicarme al envenenamiento del HeiPario en una solución de Sublima- do corrosivo al 15 })or mil (15/1000) en alcohol de 90 grados. A pesar de las precausiones que tomé manipulando con tenazas de cuerno, siempre se humedeció la piel de las manos i al ca- bo de pocos meses me resultó una erupción en la piel de los brazos i me sol)reviiio una grave ]’»erturbacion intestinal; esto sucedió en Diciembre de IbOb. — El señor Philipjú me ordenó entonces esci'ibir las lidias para ordenar la líiblioteca del Mu- seo; terminé este trabajo a princi[iios de Mayo i me ocupo ac- tualmente en ordenar el Herbario. Fuera de los trabajos enumerados me llamaba el señor Di- rector mui a menudo para ayudarle en la ¡larte administrativa del Museo, tanto en la C'ontabilidad como en las anotaciones i guarda de los privilejios esclusivos, corrección de prueba de los trabajos c[ue se publicaban; también tuve a mi cargo la remi- sión de duplicados zoolójicos i de plantas a los especialistas es- tranjeros que las solicitaban i ademas la clasificación de mu- chos objetos, principalmente moluscos (|ue mandaban en con- sulta los rectores i }>rofesores de Liceos. Creo con lo ])recedente haber cuiujdido con su órden verbal de 'fecha 19 del presente. Dios guarde a Ud. Bernardo Gotschlich Al Sr. Pruf. Dr. Eduardo Moore, Director del Museo Nacional. liifoi'iue de la seeeion de Eiitoinolojía Santiago, ahriJ de 1910. Señor Director: La Bi’ovidencia tiene aveces en reserva unas sorpresas tanto mas teriúbles cuanto im])revistas eran. El Dii'ecto]' de este Museo, don Federico Pliilippi, murió el Ifi de enero último, sin (jue una enfermedad seria hubiera he- cho conjeturar esta desgracia. Este golpe lamentable, tanto ]>ara el Museo como para su personal, deja tras de sí un desórden moral en el cual la calma no vuelve fácilmente. I me veo, señor, en la necesidad de diri- jir a su sucesor el informe que cada año, mas o menos en esta época, solia remitirle, dando cuenta de los trabajos ejecutados — 10 — durante el año (jue acababa; ])ei‘o ])ara ser compicndido clara- mente de Ud., es [¡reeiso ([iie éste llegue precedido de unas no- tas esplicativas. Luego después del terremoto de 10 de agosto, (iueeasi causó la ruina del Museo Nacional, los estiierzos (le todo el ])ei‘sonalse dirijieron hácia la. conservación de lo (pie el cataclismo babia. dejado en sus manos; peix) se vi(') Inego (pie despnes de los [>er juicios resultados de la brutalidad del gol])e, era preciso i»rote- jerlo contra los peligros ({ue podia ocasionarle el enjambre de obreros a pasos i movimientos algo }»esados, a los cuales el Museo tuvo (|ue abrir sus jaiertas. Se comprendió entónces (|ue de todas las colecciones del Mu- seo, las mas frájiles i ipie necesitalian nna vijilancia especial, eran las de la Sección Entomolójica; i a consecuencia de esto se resolvió bajarlas del (hmñcilio (pie ocuj)abau en los altos de la parte norte del ediñcio i buscar sn salvación depositándolas en unos cuartos húmedos i sin ventilación al raso del suelo, de la parte sur. Haciendo eso, se obedecia a una necesidad iinjieriosa, que ha sido perjudicial en estrenio a las colecciones, por halieiias condenado durante dos años a una atmósicra tria i húmeda; i ha sido mas perverso aun ^lara la salud del (pie escribe estas líneas. Se comprenderá con (pié alegría vi, por ñn, el dia en que los acontecimientos me jiermitierou de])ositar colecciones (.pie yo cubría con un cariño casi ])aternaí, en sn antiguo aloja- miento de los altos de la parte norte. Entónces vi que ei‘a })reciso, respecto a los insectos chilenos, separar el órden de los colcój (teros de los demas, poi’ ser el mas interesante, i el que por su biolojía está relacionado con la vida del hombre. A consecuencia de esta idea ])roseguí ese dia a arreglar los insectos de este órden, siguiendo un sistema de clasiñcacion metódica, de modo (pie })or los meses de marzo o abril de cada año, se pudiese conocer la calidad de la colee-, clon chilena de este órden, por la lista de su composición, i sn valor, por la nnmeracion de sus ejemplares. Dos años o algo mas han pasado sobre este sistema de arre- glo, i he conseguido (pie la. clasilica.cion met()dica sea un hecho cumplido para la familia, de los coleópteros carnívoros terres- tres, i carnívoros acuáticos, Los pormenores de la. ])arte (pie corresponde a estas íamilias figuran en el informe del año an- terioi-, (pie en fecha exijida fué entregada al señor Director de entónces i ha de figurar en los documentos. Son v(dnte familias las (pie vienen a continuación, áiites de llegar a la gran familia de los lamelicornios. Tero es de notar — 17 — que ellas constituyen un grupo enorme i liai que agregar que abarcan los insectos mas pecpieños de todo el orden; pues, si en unos })ocos, los mas largos alcanzan a b o G milímetros; en los otros la mayoría mide a])éiias 2 o G milímetros, i los liai mas ]»e(jiierios aun, es decir, de 1 o o ¿ de milímetro. Esto indica las dilicnltades que ])resenta el estudio de estos sei’es, el cual solo puede ser vencido jmr el que ha pasado su vida en luchar con él. Para poder vencei- las diíicultades qué presenta este estudio i la clasilicacion de estos pequeños seres, he tenido ([ue hacer mui numerosas (de 200 a GOO) preparacio- nes Con bálsamo de Canadá, que me jiermitiesen poner las par- tes mas íntimas, tarsos, antenas, piezas bucales, sexuales, etc. al alcance del microscopio, instrumento sin el Qual todo estudio es imposible. Philibeeto Germain, Jefe de la Sección de Entomolojía. 18 — Museo Nacional. — Abril de 1910 ('iitálojro de los Coleópteros de bis biiuilias sijíiiieiites: FAMIUAS JÉNEKOS ESPECIKS EJE.AIPLAKES StaplivUiiidic 6(3 156 1 591 ' Pselaphidse 9 33 1 035 : Seydmíenido] 1 20 44 Silpl lidie 8 25 256 Trichupterv^idie d 6 97 Scaphididíe 1 6 113 1 llisteridse 7 14 149 1 Nitidulidse 16 28 364 Troo'osididie 6 19 264 Ck)lvdida3 9 20 175 i Cucujidie 5 8 177 i Crvptopliaoidie 5 21 309 Latlirididce 3 15 158 Mvcetopliayidíc 3 10 69 Dermestidie 4 21 188 Bvrrl lidie () 6 90 : Pai‘1 lidie 2 9 55 Jleteroceridae 1 O O 18 ( leorvsidai 1 1 19 Kl Jp^fe de Sección I 19 — Informe de líi Sección Zoolójica Señor Director: Tengo el honor de dar a conocer a nsted la uiarclia de los trabajos ejecutados en la Sección Zoolójica durante el año C|ue acaba de pasar. Sin descender a todos los detalles de los arreglos i modifica- ciones llevados a cabo en las diversas partes de la Sección pa- ra la conservación i el mayor adelanto de las colecciones, men- cionaré sólo que, obedeciendo a lo dispuesto en el artículo 7.° del Reglamento, se continuó en la confección de catálogos sis- temáticos i por bebas, de los animales eveiáebrados. Están ya listos para })ublicarlos en el Boletín del Museo, los referen- tes a los Rrotovertebrados, Equinodermos i Protozoos, trabajo que se liará tan pronto se termine la impresión de la lista de los ATrtebrados vivientes conservados en el Museo, cuyas co- lecciones se lian enriíjuecido con la esposicion al público de las especies nuevas de Reptiles i Anfibios chilenos descritas por el finado doctor D. R. A. Pbilippi. Como se sabe, los catálogos de estos animales superiores están ajustados en un todo a los publicados por Tbrouessart i Dubois i por los especialistas del Britisb Museum, i la lista de las especies inferiores se lia pre^iarado siguiendo la moderna clasificación de los naturalistas franceses Yves Delage i Edgard Hérouard. En cuanto a las adquisiciones hechas desde el 1." de Enero de 1909 basta el 10 de Abril del presente año, be aquí la lista de los objetos, agrupados según su afinidad natural. Cuadro sistemático de las ad([u¡sicioiies lieclias desde el Ic de Enero de 1909 liasta el 10 de Abril de 1910 1 Monito 1‘abon + 11- 1-1909 En jiiel Jardín Zool. 1 Mono capuchino + 12- 2-1909 » » » 1 Mono + 5- 7-1909 En prepar. » » — 20 - 1 Quique O 29- 1-1909 En piel Jardin Zool 1 Quique O 9- 7-1909 Montado » » 1 Gato uioutes 19-11-1909 En [liel Comprado 1 ZoiTO O 2-12-1909 » Jardin Zool. 1 Liebre de la paiu]»a o 22- 3-1909 » » » 1 C'oipu o ■f 22- 3-1909 » » » 1 Chiiicl lilla o 1- 4-1909 ■ » > » 1 Liebre de las pampas . o + En jirepar. » » 2 Cuyes nuevos unidos.. 29- 4-1909 13n piel Obs. N. N. 1 Coatí o 21- 9-1909 » Jardin Zool. 1 Liebre de las |)aiu[)as. o + 20- 2-1910 En prepar. » » 1 Guanaco o 23- 2-1909 En jiiel » » 1 Marsopa 12-1909 En ])re])ar. Comprado 1 Ciervo o + 15- 1-1910 Esqueleto Jardin Zool. 1 Pudú o 7- 4-1910 En prepar. » » AVES 1 Avestruz de Patagouia. 1 Pajarillo blanco con 0- 1-1909 En cuero Jardin Zool. pico rojo 18- 1-1909 Montado » » 1 Pavo real o J. 27- 1-1909 En cuem » » 1 ('aiióuigo 3- 2-1909 Montado » » 1 Loro verde + J. 27- 3-1909 » » » 1 Loro O 29- 3-1909 » » » 2 Catitas ° c + 3- 4-1909 » » » 1 Cardenal 2 Urracas de la Arjenti- o 3- 4-1909 » » na 10- 4-1909 En cuei'o ( )b. í8. Sáenz 1 Loro o + 10- 4-1909 Montado Jardin Zool. 1 ( lallo de la Pasión 5- 0-1909 » . » » 1 Gaviota 10- 8-1909 En cuero » » 1 Gallina de la Pasión... 20- one de los principales medios directos i accesojíos para ti'abajar al borde mismo del mar, esto es, aparatos de pesca i de investigación, libros, reac- tivos, etc., el gasto se rcduciria al arriendo o construcción de un edificio con todo el confort científico necesaiáo. La instalación poflria liacerse en una rejion marítima de nuestra prolongada costa, a donde jnidiera llegarse en corto tiempo i que, ])or estar en la orilla de un rio i vecina a una laguna litoral, ofreciera al zoéilogo i al botánico la fauna mas — 23 — variada, pues tales medios luolójieos salobres, ])or la propiedad química de sus aji'uas, son capaces de dar asilo a determinadas formas adultas i larvarias, bien distintas de las es[)ecies pelá- jicas, litorales i abisales. Reuniendo estas condiciones, San Vicente de Talcaliuano pai'ece creado es})rcsamente paiu suministi-ar al zoólogo todos los materiales de estudio acumulados tanto en alta mar i las rocas, como en la arena de las i)layas i los fondos submarinos i eu las })osas formadas en las bajas mareas. 1 bastarla esta consideración para elejir la lailiía de San Vicente como asiento de una estación zoolójica, sino se quisiera tomar en cuenta la importancia del ])uerto de Talcaliuano (a donde en cinco minu- tos se llega en carro), los recursos fjue en esta ciudad se en- cuentran, el interes del [uieblo (pie (pieria tener un Centro Cien- tico nuevo, contribuyendo a su jirosjieridad i sobre todo si no se })ensara en el apoyo eticaz de la Armada Nacional para con- seguir de ella una pequeña lanclia a vapor con aparatos de [lesca, indis})cnsable, i la jiresencia continua en la balda de un viejo jionton destinado a mantener víveres, cuyas esperiencias mui bien podrían aprovechar las industrias pesqueras de nues- tro pais.Lo (pie no obstarla para que desde luego se procediera a establecer en tieiTa tirme, en el mismo local del Laboratorio, un acuario para el público concurrente, interesados en el estu- dio de los animales marinos, })udiera conocer de un golpe de vista, su estructura, seguir sus faces i desarrollo i conij)arar los diversos modos (pie tienen de reproducirse. En todo caso, su¡)oniendo que no fuera posible adoptar i seguir desde un }>rinci})io el plan de organización de las Es- taciones Zoolójicas euro})eas i norte americanas que abarcan las mismas secciones con sus respectivos elementos de traliajo (iVcuario, Museo de Pesca i Oceanografía, Museo Zoolójico i P>ibli()teca, Laboratorio princi})al de manipulaciones elementa- les i lal)Oiatori()s ](articulai'es para investigación) el naciente Lahorafoi'io JJioIójico del Facijico del Sur tendria, como toda cosa destinada a durar, el comienzo mas modesto (pie cabe ])ensar. Un gran salón de trabajo con un pequeño taller jiara re- [»araciones i embalaje de ejemplares frescos i con ausilios i reactivos para la recolección i ensayo de ])]'epai‘aciones de ani- males marinos aplicando los métodos usados en la «Estación Zoolójica de Ñapóles» }>ara conservarlos con las dimensiones, la forma i el as})ecto ([ue ¡iresentan vivos; Un salón con estantería ordinaria ])ara las colecciones en formación, con mesas de trabajo escolar ])ara la disección de animales ([ue el })escador llevaria en abundancia a solicitud del — 24 — profesor que visitara la Estación con sus discípulos, para guiarlos en las prácticas i manipulaciones de Zoolojía; Dos o tres laboratorios de investigación ])ara los jóvenes del Instituto Pedagójico i de la Escuela de IMedicina que se inicien en el estudio de alguna especialidad i pai’a los biólogos nacio- nales i estranjeros que en cualquier tiempo necesitan material acumulado de organismos frescos i (piieren trabajar aislada- mente, sin que ninguna preocupación interior los ijerturbe en sus libres investigaciones; Una pequeña pieza, en fín cjue sirviera de Biblioteca, com- puesta ésta de memorias científicas orijinales i oleras ilustradas de Zoolojía, Botánica sistemáticas para ayudarse eñ el trabajo de determinación de las especies marinas, fluviátiles i lacusti-es. lie acjuí cuales seiIan los preliminares (|ue presentaria el «■Lahoratório BíoJójico 'provisorio de Chile», cuya insuficiencia primaria desaparecería en un tiempo mayor o menor con la ejecución de las mejoras materiales de todo órden consultadas, en el plan de reformas sucesivas. Respecto al servicio del Laboratorio, se baria, mientras sa- liera de su período de formación, por dos })ersonas solamente a saber; 1) . Un pescador qile ])or haber es})lorado mucho tiempo la rejion marítima la conociera a palmo (i el ([ue bastarla de un modo permanente en la Estación para cuidar los objetos, aten- diendo en todo tiempo al servicio de animales vivos destinados al Museo, ICscuela de Medicina, Institutos Pedagójico i Nacio- nal, Internados i Liceos); i 2) . Un empleado del Museo Nacional en la capital unas veces i en la costa otras, tendría a su cargo todo lo, que se re- laciona con la preparación de animales marítimos por la vía húmeda (Anestesia, Fijación i Conservación) acompañando a los profesores i alumnos que al Laboratorio se dirijieran du- rante el año escolar, para verificar esperimentalmente los heclK)S esplicados i conocidos teóricamente en clase. 8i estas ol)servaciones, apenas bos({uejadas, 1‘ueren del)ida- inente atendidas por las personas amantes de la ciencia i una vez reconocidas las bondades del proyecto, se dejara sentir la fecunda acción oficial, para realizarlo en toda su amplitud, ([uedaria plenamente satisfecha la as})iracion del autor. 30 METROS Pozo (o) (o) (o) (o) (o) (o) (o) (o) (O) (o) (o) (o) (o) (o) (o) (o) (o) (o) (o) (o) (o) (o) (o) (o) (0) (o) (o) (o) (o) () (f>) (o) (o) (o) (o) (0) (0) (0) (0) (0) (0) ■ (0) (0) (0) (0) (0) (0) ZD G Museo de Pesca i Oceanografía 9X5 m Oí a; ^ o ^ tí o < o ÍQ gl- ^ tí g I . es o cc ^ tO ei X Portero 4 X 1 m Pescador 4 X 4 111 (<)J (0) (<>) (o) (0) (o) (o) Sala de iireparacioncs Acuarios yiortátiles (0) (o) (0) («) (0) (0) • (o) 7 X 5 111 o S_ •4-3 ■1) cq o o o (V ci o CIERRO EN CONTACTO DE EDIFICIOS 1 JARDINES: 30 X 40 ni 40 METROS 26 illeiiioria del Laboratorio de Taxideiauia Señor Director; Adjunta remito a usted la INlemoria de los trabajos ejecuta- dos eu el Laboratorio de Taxidermia durante el año próximo pasado, 1906. Como usted verá, se lian ido completando las colecciones de Ofidios chilenos, con bonitos ejeiu] llares. Aprovecho una vez mas la o})ortimidad para [loner en su conocimiento las deficiencias (|ne se hacen sentir en el taller de mi cargo i que son las siguientes; 1. Se necesita con nrjencia un Laboratorio de Taxidermia montado con cañerías de agua potable, con bastante luz i bien ventilado, con lavatorios i gas para cerrar las pi-eparaciones enfrascadas. El que liai actnalmente es una pieza estrecha i sin ventilación i sólo sirve para comprometer la salud, res}ii- rando gases venenosos. 2. Una })ieza lierméticamente cerrada para la maceracion de esqueletos, con cañones ventiladores. 3. Dos mil pesos para formar un Gabinete de Taxidermia. 4. Que vuelva a crearse el puesto de segundo Preparador que existía en el año 1898, que con mayor razón se liace ne- cesario ahora que el Museo ha tomado mayor incremento, de- biendo el único preparador que liai, atendera los trabajos une, vos i a la conservación de todo el material, incluso el dii})li- cado. 5. El sueldo del actual preparador es mui exiguo i mas auñ si se compara con el sueldo de otros maestros de talleres, como j)or ejemplo, los maestros Jefes de taller de la Escuela de Ar- tes i Oficios, que tienen $ 4,800 de renta al año i sin esponer su salud con gases venenosos tal como el arsénico, sulfuro de carbono i los olores fétidos de la maceracion de esqueletos, ni la labor científica que se exije, i ademas la responsabilidad para la conservación de los objetos preparados. En vista de las ra- zones mencionadas creo justo se asigne a este puesto un suel- do de $ 4,800 año. 6. Se necesita alcohol etílico para las preparaciones, forma- lina i envase alto de vidrio |)ara ])eces; los rpie hai actualmen- te no están l)ien presentados, como seria de desear, debido a (pie el envase es mui chico. Concluyo, señor Director, haciéndole [>rcsente ({ue todo esto se necesita con urjcueiasi se (piiei'c aumentar el material cien- tíhco del Museo Nacional i ([ue los trabajos taxidérmicos que- den irreprochablemente bien ejecutados. Dios guarde a usted. Zacarías Agregara, Preparador del Museo Nac. Santiago, 21 de Abril de 1910. Memoria de los trabajos ejecutados en el Laboratorio de taxidermia durante 1909 PREPARACIONES EN ALCOHOL Oji dios es tranj evos. — Ilisia seytale (L. Cylindrophis rufus (Laur. Tropidonotus matrix (L. » aurita (L. Coluber longissimus (Laur. » » » » (piatuorlineatus (Lae. Ah[)era as[)id (L. Lachesis ammodytoides (Lagl). Naia tripudianus (Merr. Elaphus fulvius (L. A'guana tubemulata (Laur. Ophisaurus apus (Pall. Quito. Célebes. Europa. América Septentrional. Euro])a. » Italia. Euro})a Meiuloza. Célelips. Ecuador. Ecuador. Dalmacia. Ofidios (diilenos. — 52 Preparaciones, bonitos ejemplares. — 28 — Otras. — 40 Preparaciones de Batraquios chilenos. 4 » » » estranjeros. RENOVACION DE FRASCOS I ALCOHOL 14 Amphibios, 20 Reptiles, 15 Moluscos, 15 Vermes. 10 Crustáceos i 5 Equinodermos, i 15 peces en alcohol. Reparación de 65 peces en tabletas. 1 Araña (Epeira gasteracantlioides). Obse([uio del doctor A. Oyarzun; 1 Preparación del Gastrophilus equi. AVES 1 Canónigo, 5 Peri(|uitos del Ecuador, 1 Cardenal, Una Urraca de la Arjentina, 1 Loro del Brasil, 1 Faisan del Cáuca- so, 1 gallo i gallina de la pasión. EN PREFARACION Una Marsopa adquirida a fines de año. — Este cetáceo fué traido de Mejillones. Santiago, 21 de Abril de 1910. Zacarías Vergara Preparador del Museo Naeional. I Privilejios esoliislvos ¡Santiago, 12 de Mayo de 1910. S. E. decretó hoi lo qiTC sii^'ue: «Sección 1.*^ iiiim. 850. — Vista la nota qne precede del Direc- tor del Museo Nacional, i Considerando: Que la lei de patentes de invención de 9 de setiembre de 1840 dis]>one que los pliegos de esplicaciones de los inventos privilejiados se guarden en el Museo Nacional en una arca se- gura, i las muestras, dibujos i modelos en una sala del mismo establecimiento; Que con el notorio incremento que en los últimos años han tomado las concesiones de privilejios i dadas las condiciones actuales del local que ocupa el M,useo, no puede dis})onerse allí de un departamento que reúna las exijencias de comodidad i seguridad que requiere el desarrollo paulatino i constante de este arcliivo; (iue aun cuando la citada lei del año 1840 ordena que las especificaciones de los inventos patentados sean guardados en el Museo Nacional, no establece (|ue sea precisamente su Direc- tor, el íuncionario encargado de la custodia de a(|uellos docu- mentos, quedando, por consecuencia, al arbitrio del Gobierno encomendar ese servicio al eni})leado de la administración que considere mas a])ropiado al efecto; i Que liai evidente conveniencia en ([ue este archivo se con serve bajo la inmediata de})endencia i resi)onsabilidad del fun- cionario que hoi dia tiene a su caigo la atención i despacho de todos los asuntos relacionados con los privilejios de invención, con lo que se consigue dar mas unidad i mejorar este servicio público. — 30 — Decreto: Artículo primero. Autorízase al Dii-ector del Museo Nacio- nal para de})ositar el archivo de esplicacioues de las patentes de invención en algún local adecuado, dependiente del Ministe- rio de Industria i Obras Públicas, el ({ue* se considerará como anexo del Museo para los efectos de lo establecido en los ar- tículos 5.« i de la lei de 9 de Setiembre de 1840. Este archivo quedará l)ajo la de[)endencia i cuidado inme- diato del Jefe de la Sección de Privilejios Esclusivos. Art. 2.° Desde esta fecha todas las funciones que el decreto regiamentario de los privilejios núm. 3121, del 0 de Diciemla-e de 1905, encomienda al Director del Museo Nacional, serán desempeñadas por el Jefe de la Sección espresada, quedando, en consecuencia, modificado en tal forma el i’eferido deci’eto. Tómese razón, comuniqúese, publíquese e insértese eii el «Boletín de las Leyes i Decretos del Gobierno». — Moxtt. — Eduardo Del ano-». Lo que trascribo a Ld. para su conocimiento. Dios guarde a Ud. — E. Alfaniirano I. Memoria de la Seeeioii de Mineralojía i Jeolojía Señor Director; Paso a dar cuenta a JTd. del movimiento habido en la Sec-- don de Mineralojía i Jeolojía del Museo Nacional. Las colecciones se aumentaron en mui pocas muestras mas: ya sean estas de minerales, de rocas o de fósiles; esto se debe en gran parte al poco espíritu científico, que se ha inculcado en estos últimos años a nuestro pueblo, por todo lo que sea una observación dii-ecta de la Naturaleza: esto es mui comprensible porque es mucho mas fácil enseñar de me- moria. En cuanto al mobiliario, puedo decirle que es mui necesario renovarlo completamente; j)orque la estantería (pie actualmen- te se posee sirve solo para almacenar rocas, minerales o fósiles — 81 — i (le ninguna manera a esto se le ])iie(le considerar como estan- tes que ])ermitan mostrar al público estas colecciones que actual- mente están ocultas }>ara ellos. Kn cuanto al local, debo indicar a Ud. (|ue el qne actualmen- te ocupa, la Sección es poi- demas estrecho i jamas se })odrán estender convenientemente las colecciones, de manera (|ue el })úblico pueda darse cuenta cabal de la riqueza minera del pais, en cuanto a variedades de minerales. Hasta la actualidad, desde su iundacion no ha tenido este Establecimiento ni un mal Laboratorio, de manera cjue nunca se ha hecho ni un solo análisis: ni de mineral ni de rocas. Cree- mos (|ue en los actuales momentos tendría un valor inaprecia- hle un })e([ueño laboratorio, puesto (jiie se divisa en un futuro mas o menos cercano un resurjimiento verdadero de nuestra ricjueza minera. A esta Oficina llegan diariamente a consultar algunas perso- nas: ya sobre algún mineral o sobi'e el valor industrial de al- gún mineral o roca. El número de estas personas ha sido mu- cho menor en el año ([ue pasó que en los anteriores; pero en ningún caso ha sido menos de mil quinientas. En el año que acaba de terminar hemos hecho algunos via- jes de estudio a las siguientes zonas: en Mayo fuimos a Sala- manca a estudiar el IMineral de San Francisco del señor Gui- llermo Echavarria. A este mineral luanos ido varias veces con el ol)jeto de seguir paso a paso el desarrollo de esta, mina, por tra- tarse de una foi-macion algo común en Chile; desde ac'pTÍ segui- mosa lllapel a recojer algunas rocas de sus cerros i desde'este lu- gar nos trasladamos a Los Vilos, con el ol)jeto de recorrer una lai’ga zona de terrenos estratificados de color negro i C[ue eiicie- rran muchos fósiles, sobre los (|ue descansan esos conglome- rados rojos que carecen de fó, siles; para lo cual recorrí des- de la Lunta de Talca hasta un poco mas al Norte de Pa- l>udo. Ihi el mes de Junio fui comisionado })or el señor Ministro de Insti'uccion para trasladarme al Sur, a la rejion de Carelma- pLi, a estudiar unos terrenos que dan a la superficie todas las manifestaciones ([ue se exijen q^ara <|ue sean depósitos mas o menos grandes de })etróleo: los resultados que saqué en limpio de este reconocimiento fueron mui buenos, como ])odrá [hl. im- ponerse en el folleto í[ue le acom])año. Hice ademas un estudio en la rejioii de Calen, que en pocos dias mas se })ublicará en el Boletín. En el mes de Febrero nnevamente me trasladé por orden del señor Ministro a, Carelma})U con el objeto de indicar un nuevo punto de perforación, el (|ue se comenzó a trasladar mientras estaba en el Sur i pude constatar que a 60 pies salia un tuerte olor de eter de petróleo: los resultados a que arribé son mui buenos })ara esta, nueva industi'ia que ya está |)or nacer en Cliile, i los cuales los publicai'é eii algiui tieiu}»o mas. Creemos, señor Director, c|ue con solo el enunciado de este gran problema tenemos derecho de ])edii' al Suj)remo (Gobierno los recursos uecesaiáos [)ai‘a seguir en otros estudios, que serán de gran importancia para el tuturo desaiTollo de Chile, como es la confección de la carta jeolójica de Cliile })am la cual cree- mos estar preparados i cuyo plan de trabajo lo es])onemos en un capítulo aparte. Des])ues de mi vuelta de la rejion petrolífera, en el año pa- sado le pedí al Siq)remo (lobierno los fondos necesarios j)ara la compra de una sonda, la que me fue dada; j>ero i-esulta que dicho aparato se vá a poner a la disposición de la Direc- ción de Obras Públicas; creo que si Ud. consigue esta m;i- quina con sus accesorios, nos podrá servir mucho en el estu- (lio del suelo de nuestro pais; ya sea para buscar agua arte- siana, ya sea para estudiar la posibilidad de la desecación de los suelos ¡pantanosos o ya sea para humedecer con los vapores de las aguas que corren sulrterraneamente aque- llos terr-enos f|ue hoi por hoi son secos i que con un tra- bajo previo se pueden dedicar a pradems, tal como ha ¡)asado en el Canadá. Santiago, 15 de Abril de 1910. Proyecto para (ejecutar la Carta Jeolójica de Chile El suelo de Chile encien-a ri(¡uezas inmensas, de las cuales unas son conocidas de un limitado númei’O de personas i otras (¡uedan aun ignoradas. Cuando alguna persona necesita ¡rara el desarrollo de una industria un cuerpo mineral o químico que existe en el suelo, no saben dónde dirijirse para obtener el menor dato i ¡)ierde en viajes i preguntas dinero i llega a ve- ces hasta desistirse de sus ¡)]'imitivos pro¡)ósitos. Desde hace mas de un cuarto de siglo hemos visto tigurar en el presupuesto partidas destinadas a dar principio a esta clase de trabajos e invariablemente los resultados a que han llegado no han correspondido a las esperanzas que el pais había cifrado en ellos. En a(|nellas partes del inundo en que se han hecho o se están haciendo estudios jeolójicos de sus suelos, han tratado siempre de colocar al frente de estas oficinas a personas que dominan la mineralojía, petrografía microscópica, química, paleontolo- jía, jeolojía agrícola i minera, etc. Solo im individuo que ten- ga esta clase de conocimientos puede indicar con mas o menos seguridad la importancia de un centro minero o de un campo agrícola. Naturalmente para principiar esta clase de trabajos se nece- sita contarse de antemano con mui buenos planos topográficos, i por lo tanto es necesario principiar estos estudios en aquellas zonas que han sido planificadas por la Oficina de la Carta del Estado INÍayor i por las de Mensuras de Tierra. x-V medida que el ferrocarril que va al Norte se vaya cons- truyendo, se puede ir estudiando la importancia de los centros mineros cercanos a la línea. Al mismo tiempo se aprovecharían los cortes recien hechos para determinar la roca de que se componen los cerros i se hará lo posible por determinar su edad, por los fósiles que en éstos se pueden encontrar. El personal con que se lie varia a cabo esta clase de trabajo seria en su principio mui poco numeroso i se le puede formar en su totalidad con empleados chilenos que posean ciertos co- nocimientos de ciencias naturales. Actualmente se encuentran repartidos en diversas oficinas públicas personas que reúnen esta clase de conocimientos, de las cuales se les puede sacar sin perjudicar en lo mas mínimo su marcha. Si no se quiere seguir el anterior camino, se podría tomar uno o dos jóvenes Cjue tuviesen algún conocimiento de cien- cias naturales, para que sirvan de ayudantes tanto en el terreno como en el Laboratorio. Lo que hemos propuesto se podría este mismo año dar prin- cipio a su desarrollo; para lo cual tomaríamos la zona ya pla- nificada de Santiago, Melipilla i San /Vntonio; para lo cual se podría conseguir del Su[)remo Got)ierno unos 15,000 pesos, parte de éstos se gastaría en comprar un Laboratorio apropia- do al caso, otra parte en el pago de un empleado i el resto en los diversos gastos que demandarían los viajes que se tendrían que hacer en el terreno. A medida que se fuesen recojiendo los datos, ya sea por co- muna o i)or departamento se les iria publicando en el Boletín del Museo Nacional. 34 PROGRAMA DE TRABAJO I Dar preferente atención a los estudios de los terrenos agrí- colas; determinar su oríjen por los minerales que encierra, su composición química para que cada agricultor pueda abonar o enmendar convenientemente sus terrenos; medir de distancia en distancia el espesor medio de la capa vejetal; se liarían aná- lisis de las aguas c[ue riegan los campos. Ademas se puede in- dicar todos aquellos puntos en que se pueda obtener una caida de agua tratando de avaluar la fuerza que se pueda tener. II Se estudiarían los cerros i los minerales que en ellos se en- cuentren, indicándose al mismo tiempo todas aquellas sustan- cias que tengan un valor comercial. Para clasiñcar sus rocas se harían cortes al microscopio como igualmente un análisis cpnmico de toda variedad. Los fósiles se estudiarían con todo cuidado para poder determinar la edad de los terrenos en que se les encuentra, al mismo tiempo se les compararla con los cjue existen en otros }>aises. Se baria una reseña detallada de cada mineral, dando a conocer su historia i su importancia bajo el punto de vista de la cantidad i calidad de sus minera- les, como igualmente de todos aquellos recursos que convienen a una esplotacion, publicando a la vez un pequeño plano o cróquis de la mina. III Esta misma oficina tendría a su cargo el estudio del terreno de todos aquellos j)untos en que se supone la existencia de carbón, de petróleo, de aguas subterráneas, etc.; para lo cual se le pondría a su disposición una sonda: solo así podríamos ase- gurar que se obtendría un resultado práctico con los sondajes tal como pasa en otros países. Santiago, INIarzo de 1910. — 35 — Ofleio Santiago, alril 28 de 1910. Señor Ministro: Honrado recientemente el infrascrito con el cargo de Direc- tor del Museo Nacional que el Supremo Gobierno lia teñido a bien encomendarle, estima de su deber dirijirse al Ministerio de US. a ñn de liacerle algunas observaciones relativas al ramo de Privilejios de Invención, cuyos pliegos de esplicaciones, a virtud de la lei del año 40, deben mantenerse guardados en el Museo. Cuando se dictó la lei citada del 9 de setiembre de 1840, los inventos que se patentaban en Chile eran mui contados, i apenas si excedian de seis u ocho en cada año. Se esplica, pues, que en aquel entónces no existiese una oficina especial para guardar este archivo, el que se le encargó al Director del Museo por(|ue probablemente no se encontró otro local mas apropiado para el caso. Con el constante aumento de las peticiones de privilejio, el Gobierno consideró necesario crear una oficina para atender este servicio, la que desde abril de 1908 funciona anexa a la Dirección Jeneral de Obras Públicas. No obstante — por dispo- sición espresa de la lei — el archivo de los pliegos de esplicacio- nes de los inventos continúa guardado en el Museo Nacional bajo la responsabilidad de su Director, funcionario que depende de otro Ministerio i que nada tiene que entender con el ramo de los privilejios, tan ajeno a las otras funciones que le están encomendadas. Esta anomalía — que perjudica el Ijuen servicio — tendrá que subsistir mientras se dicta otra lei reformando la del año 1840. Mas, como esta reforma es tardía, el infrascrito se ha preocu- pado de buscar una solución inmediata a este asunto i, de acuerdo con el jefe de la Sección de Privilejios, cree hal)eiia encontrado. Dicha solución seria la siguiente: Que el Ministerio de Industria dictase un decreto autorizando — 36 al Director del INÍiiseo Nacional para depositar los jdiegos de esidicaeiones de los inventos en un local fuera del recinto del INInseo, el que se consideraria como Anexo del Museo Nacional ]>ara los efectos indicados en la lei de patentes. Ese local se elejiria de acuerdo con el Jefe de la Oficina de Privilejios, bajo cuyo cuidado i responsabilidad quedarían esos documen- tos, i dejando establecido, })ara cuni})lir con la lei, que en todo caso el Director del Museo tendrá la supervijilancia superior de dicho archivo. Esta solución no tiene nada de ilegal supuesto que la lei no le fija al iSluseo Nacional un local único i determinado para su establecimiento. Puede, ¡3or lo tanto, autorizado por el Golfier- no, repartir sus servicios en secciones o de})artamentos anexos en los locales que mas convengan al buen servicio. Esto es lo que pasa, por ejemplo, con la Universidad: sus distintas facultades funcionan en locales independientes ubi- cados en diversos barrios de la cai)ital; pero el conjunto de todas es lo que constituye la Universidad. Aceptada esta idea por US., habría que modificar en la parte ])ertinente los artículos 11 i 17 del decreto Supremo núm. 3121 del 6 de diciembre de 1905, encargando al Jefe de la Sección de Privilejios las funciones que allí se señalan al Director del Museo, quien — como ya lo dejo dicho — tendria siempre con- forme a la lei la supervijilancia i dirección inmediata del ar- chivo de privilejios. Con la solución que me ]:)ermito someter a la consideración de US. se conseguirá dar unidad i mejorar en beneficio })úblico, el servicio de las })atentes de invención, que tanto incremento van tomando de cha en cha, pues así el jefe de este ramo podrá tener a la mano el archivo cpie solamente a él le interesa guar- dar i organizar en forma conveniente })ara las consultas Cjue a menudo necesita hacer. I al propio tiempo se conseguirá también retirar del local del iSIuseo un servicio que impone cierta dedicación i atenciones es})eciales que el actual Director no puede consagrarle, por tener (|ue contraer su actividad a una serie de reformas de gran importancia i trascendencia cpie le impiden distraer en otras funciones, el escaso tiempo de c|ue imecle disponer El Jefe de la Sección de Privilejios me ha hecho notar que en las bc3 vedas del piso subterráneo del ÍNlinisterio de Indus- tria hai local apropiado para guardar las es})licaciones de los inventos, c|ue hoi dia ocupan en el Museo un sitio estrecho, inadecuado i sin ninguna seguridad contra los riesgos de in- cendio. Ese nuevo local seria, para los efect(js legales, un vei'dadero anexo del Museo, i allí tendría la indiscutible ventaja de que- dar al alcance inmediato de la oñcina de ([uien depende el ser- vicio en referencia. Es})era el infrascrito que el ^Ministerio de US., penetrado de las ventajas que para el mejor servicio púl^lico presenta la so- lución ([ue me permito someter a la consideración de US., se ha de servir acojer favorablemente la idea propuesta. Dios guarde a US. De. Eduaedo Mooee. ir { 4 •/ "♦ I ■4>‘ V i i I f 1 / I VIDA I OBRAS DE DON FEDERICO PHILIPPI POR BERNARDO GOTSCHLICH l I 4 i / í Don FEDERICO PHILIPPI r- — 41 VIDA I ODIIAS DE DON FEDERICO PHILIPPI I La importancia científica de los Philippi, padre é liijo en Chile, es de aquellas que no admite disensión, sus ser- vicios efectivos abarcan 57 años e. d. mas de medio siglo de majisterio, en que han formado nna pléyade de alum- nos, gloria qne en las ciencias naturales pertenece escln- sivamenté a ellos. Necesariamente tenemos qne recordar a cada paso la actuación del ilustre Lr. don Eodnlfo Amando Philippi porque él es el centro alrededor del cual jiran estos estu- dios. El nombre de la Pepnblica de Chile está vinculado a los Philippi en sns variadísimas producciones, en sn colo- nización de las provincias del snr, en todo orden del pro- greso, desde 18q1. En efecto, Bernardo Ennom BJidippi pasó en ese año por nuestras costas en el bnqne hambnrgnes «Princesa Luisa», en viaje científico i comercial al rededor del mnn- do; venía a bordo el médico aloman Meyen, qnien publicó es¡)ecies nnevas de la Eanna i Plora de f 4iile en Nova Ac- ta Academim Leopold. Charol Natnrm enriosornm en cola- boración con los Naturalistas Walpers Yogel i otros. El año 18,37 volvió l^ernardo Philippi a recorrer el li- toral chileno en el mismo bnqne; ésta vez en compañía del médico aleman Dr. Carlos 8egeth; arribaron a Yalparaiso a principios de 1838, i Philippi siguió en el «Princesa Lui- sa»; desembarcó en Arica, recorrióTacna i llegó hasta Li- ma desde donde regresó a Yalparaiso i siguió como piloto del bnqne (pues en Dantzig habla cursado nántica) a las costas de C'hina i despnes en direcdon a Ilambnrgo, adon- de llegó a principios de Jnlio de 1841. xV fines del mismo año volvió a Chile; esta vez con nu cargo del Museo de Perlin para coleccionar objetos cien- tíficos mediante la remuneración de mil tlialer prusianos o sean 3,000 marcos anuales. Se detuvo en las provincias de Valdivia i Llanquiliue para recolectar objetos para el dicho Museo de Berlin. Vo tuvo conocimiento de los viajes de Ctay»por el ano 1835 a esas rej iones i creyó que el era el primer descaduidor del hermoso lago Llanquiliue: diseñó un mapa de esa rejion i concibió la idea de colonizarla con elementos alemanes, lo cual consiguió después de muchas jieripecias. Acompañó a don Juan Williams en la goleta «Ancud» a Magallanes, a tomar posesión' solemne del Estrecho i fundar alli una colonia chilena. Los conocimientos náuticos i de injeniería, especialmente fortificaciones, que poseía Philippi, eran de gran utilidad en aquella empresa. A la vuelta de la espe- dicion el Sup. Gobierno lo nombró capitán del Cuerpo de Injenieros i como tal fue a Valdivia a sacar la copia de los . fuertes Españoles de Corral, Xiebla i otros. El año 1844 entró en compañía con el cónsul prusiano Elindt i com- praron la hacienda «Bella Vista» al sur del Eio Bueno, cerca de Trumao. Su hermano, el l)r. E. A. Idiilippi re- cibió a la sazón en Ivassel el encargo de «Elindt i Philippi» de contratar 9 familias de artesanos alemanes, los que vi- nieron a Chile en la barca «Catalina». Ene esta la primera semilla de colonización alemana en CJiile. (1). Philippi (don Bernardo) era un hombre de trato fino i agradable, era de buen porte i figura; se conquistó niu- (1) Desde entonces sigiüei’on viniendo a Chile muclias familias; fné ésta la colonización mas escojida i que menos desembolsos ha costado al erario nacioiial. Es sólo comparable a la de los años 1872 a 75 prove- niente de la Bohemia alemana, que nada costó al Estado. La corriente inmigratoria estimulada imr don Bernardo Philipi)i, siguió hasta el año 18G5, sobrevivió en 13 años al infatigable propagandista. Su obra filé mui combatida en Cbile; decíase que únicamente haliia traido protestantes, i a su regreso en Marzo de 1852 tuvo por este motivo un violento encuentro con el ^Ministro don Antonio Varas. Pbilippi comprobó plena i fehacientemente que los Obispos de Pader- born i Fulda habian jirohibido en sus res]iectivas diócesis la emigración de católicos, i la inculpación citadg carecia pues de todo fundamento. El Presidente, don Manuel Montt, ordenó al teniente coronel Philippi trasla- darse a Magallanes en calidad de Gobernador, a fín de restablecer allí la colonia destruida i bacer la paz con las tribus indias que el antecesor, capitán Cambiazo, babia exasperado con su trato imiirudente i sangui- nario. Philijipi desapareció en esa rejion misteriosamente, lo mismo seis personas mas de su séquito. Los indios vengaban en ellos la muerte de siete individuos de su tribu, fusilados por Cambiazo. dios i buenos amii;'os en C^liile; llegó mientras actuaba en C'hile, antes de 184Í), al grado de Sarjento IMayor de iii- jeiiieros i por último al de C-oronel del mismo cuerpo. El Presidente Púlnes lo hizo su Edecán, en ES48 movió a éste a fomentar la colonización alemana en las provin- cias australes; el Presidente encontró buena la proposición i don Bernardo emprende viaje a Europa. Allá se eiicneii- tra justamente en los años asiagos de la Pevolncion, 1848- 49 circunstancias propicias para el éxito de su empresa; emigraron varias familias conspicuas que después han lieclio honor a Chile. El mismo Presidente P)úliies, le firmaba en premio, el 15 de Setiembre de 1851, sus despachos de Teniente-Co- ronel de Iiijenieros. A su regreso se le mandó a Magallanes; llegó a Cá)rral inesperadamente el dia 20 de Junio de 1852 en el buque de guerra Infati(/ahle. En aquella ocasión se despidió para siempre de su hermano mayor , pues encontró en Maga- llanes un triste fin. Iloi en dia la obra de Bernardo Phillippi ílorece en el sur de C-hile i el gobierno de la República le debe grati- tud a este hombre emprendedor. Un sobrino de don Ber- nardo, I)on Teodoro FhUtppi llegó a C9iile en 1848, actuó en Concepción como profesor del Liceo i fundó nn Jardin Botánico; murió a principios de 1852. El Doctor D. Bodulfo Amando IdriHppi vino a Cliile en el bergantin Donito, capitán Zybrank, de la matrícu- la de Ilambnrgo, i ‘tocó suelo chileno en Yali)araiso el 4 de Diciembre de 1851. Su actuación científica i educadora en nuestro pais es conocida en (liile como en el estranje- ro. El Museo Xacional, sus cátedras de Ciencias Xatnrales en el Instituto Xacional i en la Escuela de Medicina, sus 450 producciones científi(*as hasta su muerte acaecida el 25 de Julio de 1904, lo hacen benemérito de la Patria. (1) (1) loH (lias que sifíuierun a su muerte oiinos ron satisfarcinu (]ue los hombres dirijentes de nuestro pais jiensal)an erijirle un monumento que conservase viva su memoria en nuestro ])ueblo i al mismo tiemi)0 signilicase el agradecimiento de la Nación por los importantísimos servi- cios por él ])restados. Creo (pie es tienqio de realizar esta noble idea; el local mas a ju’opósito ¡(ara el monumento l*bili¡)])i ofrecerla la ¡dazuela que está frente a la fachada ¡)rinci¡)al del IMuseo Nacional. — 44 — El señor 1). Federico Pliilippi, entre Otros desem- peñó los puestos de profesor de Eotáiiica, Jefe de la Sección de Eotúnica del IMuseo Xacional i desde el 15 de Abril de LSbT hasta el Ki de Enero de 1910, Director del mismo Establecimiento. Como em})leado público se ha hecho acreedor a la gratitud de todo chileno; del)emos honrar su memoria tanto por los antecedentes de sus antepasados como por los importantísimos, servicios cpie dni-ante o(i años prestó a nuestro pais como empleado pú- blico. II El padre de Don Federico Philippi, Doctor Don Podnl- fo Amando, debió su alta posición científica a sus propios esfuerzos. En su primera escnrsio]i científica por el sur de Italia solia decir a sus compañeros Federico Iloíímann i Ar- noldo Escher; c[ué será ele mí Días tarde, con mis escasos medios de ■ subsistencia: los compañeros nombrados le quitaron esta idea fatalista. A su regreso dió el exa- men de Estado como módico práctico, en 22 de Alnil de 182)8; pero el imevo médico de los «Países Peales» seguía modestamente en sus trabajos de investigación científica sin dedicarse a la Medicina. (1' (1) Ayu(liil)a a la viuda Kohlrausoh en la investi.uacion niieroseópica yobre la feeundaeion de las })lantas; el deseul)niniento le este proceso era aún nuevo en 1S33; ]iercil)ia por este trabajo l'OO Thaler i)rusianos al afio o sean oOO marcos. El ]>rofesor Ehrenl)erg lo tomó a su lado ])ara que le ayudase a ordenar i distribuir las jilantas traito, la Siria, Arabia i Abisinia i litografiara los dibujos; este trabajo le proporcionaba una renta igual a la anterior; ])ercibia también seis ]>esos niensuales o sean IS marcos j>or clases de Historia Natural que hacia en una escuela su])erior de nifias, rejentada ])or una sefiora Lemmers; eran todas sus entradas! Con estas entradas A'ivía mni modestamente, i sin embargo no (lesdefial)an visitarlo con mucha frecuencia en su reducida jtieza habita- ción dos eminencias de esa éi)oca: Alejandro A’on Hum))oldt i Leopoldo von Hucli. (jueria obtener una cáteuesto por Pascua de Besurreccion del afio ISoó. El 1/^ (le Enero de ISdd eontrajo matrimonio con su prima la señorita CVirolina Ernmviede i el o del mismo mes llegó con ella a (Vissel donde vivieron en casa del ar- quitecto Engelliardt. A principios de Febrero de le sobrevino una stuia eníermedatl; el tratamiento i alimentación con leche i fari- náceas no prudnjo efecto i el nunlico Stracke le ¡(rescribió un clima mas benigno, por ejemplo, el de Xizza en Italia. Su mujer liabia lieredado una pepueña suma i ella mis- ma lo animó para trasladarse a Italia; escojieron el sur de esa Fenínsida i se radicaron en Aápoles porque la vida era mas barata, i podia continuar en la investigación de moluscos de Sicilia; salieran de Ivassel el 8 de Abril de 18o7; llevaban consigo nn iiiñito; eor, hasta ([ue no jmdo tomar alimentos; el doctor Zimmermann se jiorto mui solícito, el niño estaba en estado aletargado i le ajilicó cuatro siiuqiismos fuertes: dos en las piernas i dos en los brazos; el niño concilio el sueño i a la mañana siguiente ya se notó una reacción favorable (pie fué aíirmándose. No quedaron por esto fuera de cuidado. En el invierno le vino una dentición anormal, las encías se le hincharon, diez dientes salieron a la vez. A fines de Febrero tuvieron que pensar en regresar a Alemania; en liorna quedaron ocho días i consultaron jiara el niño al médico del Paj)a, doctor Ahlert, un aleman; éste les dijo que la dentición era anormal i que debian alimen- tarlo bien. En la misma ciudad visitó al príncipe Ponaparte, célebre como zoólogo i ])rincii)almente como ornitólogo, hijo de Lucien Ponajiarte i sobrino de Napoleón I; tand)ien el Presidente de la C’orte Suprema de liorna, Monsignor Lavinio dei Medici Simada le hizo un buen recibi- miento. * De liorna se dirijieron a Civita Veccbia, donde tomaron el vapor fran- cés «Pharamond» que los condujo a Marsella. El invierno se mostraba crudo en ese año en la Euroi)a IMeridional, lo que aumentó las molestias del viaje. De Marsella se dirijieron «en diligence» a Lyon, donde des- cansaron un día, i después a .linebra, donde buscó un médico para su hijito (pie empeoraba: el médico no supo darle otra cosa cpie jarabe de Malta! Siguieron viaje tocando en Lausanne, Iverdon i Neufchatel; aipií se (piedaron un día i don liod.ulfo visitó a Louis Agassiz; llegaron a Frankfort sur Maine, donde estaba un hermano; (don liodulfo Armando tuvo, fuera de don Bernardo, dos hermanos mas, Cárlos i Otto) éste se asustó de tal manera al ver al niño que inmediatamente fué en busca del doctor Lejeune. Cuando éste lo vió dijo: «Soi méilico hacen ól años i no be visto nada igual!» Prescribió baños con caldo de patas de ternera i vino de Madeira por cucharaditas; se detuvieron solo dos días i siguieron a Giessen, donde visitaron al doctor Liebig i de allí llegaron por fin a Cassel. Sus aiidgos ya le tenían casa tomada i todo arreglado; el niño mejoró, al princi])io mui lentamente i debido a los solícitos cuidados de su buena madre, pues a los 18 meses de edad pesaba con los vestidos 12 libras; ]iero después se aceleró su mejoría, creció i se robusteció como los niños de su edad. Al sesto año principiaron a torcérsele los jiies hacia adentro de modo (pie no podía pisar en la planta, a los siete años le cor- taron los tendones de Aquiles. La operación surtió buen efecto i pudo andar bien; acomjiañó a su padre en varias escursiones botánicas a los alrededores de Kassel. El niño era mui intelijente, aprendió a leer con una facilidad asom- brosa i su madre — ha llorado muchas lágrimas furtivas cuando veia a su enfermito leyéndole jioesías i trozos clásicos. La torcedura volvió desjuies ])oco a ])oco. El año 1852 — su j)adre estaba ya en Chile — lo llevó su tío Otto Pbilii>pi a Eerlin, donde el doctor Langenbeck le hizo una segunda operación, jiero sin resultado. Así es que el malogrado don Pedro Pablo Figueroa lia sido erróneamente informado cuando dice de don Federico Phili]>])i: «En estas escursiones cientítícas jierdió sus dos jiies quemados ])or las nieves de las cordilleras en el norte i sur de Chile». Pies i jiiernas, es decir las estremiilades inferiores no se le desarrolla- ron, sino (pie conservaron la complexión i tamaño como pertenecientes a un niño de diez o doce años. — 47 — III A la usanza alemana, don Federico aprendió a leer i escribir en su hogar; era la madre o era el padre quienes le enseñaban. Hemos dicho ya que como enfermito dis- traíse con la lectura; ya eiitóiices tuvo la pena de yer morir a sus dos hermanitas Elisa Ida i María Luisa, que- dándole como compañera de juegos Matilde Ileiiriette; a los ocho años le tomaron profesor en la casa; el año 1849 principio a yisitar el Jimnasio. Por acontecimientos que narraremos en seguida, tuyo la familia que abandonar a Ivassel. Mientras su madre i hermanos quedaron en Garls- hütte, en el ducado de Pruuswick, don Federico yisitaba ^1 Jimnasio de Ilildesheim; tenia su pensión en casa del Xotario de la ciudad; allí conoció i tuyo intimidad con el canóniffo Leiinh qiuén escribió una excelente obra clasica de Zoolojía «Synopsis der Zoologie», i otras mas que se consultan hasta la fecha. Visitó el Jimnasio Andreano (Clyinnasium Andreamim) de Hildesheim hasta ñnes de 185o, i pasaba las yacacioiies en Carlshiltte cerca de Delligsen con su familia. IV El I)r. P. A. Philippi seguia con éxito su cátedra eii Ivassel; el sueldo le habla sido eleyado a 700 Thalers anua- les o sean 2,100 marcos; estaba en yentajosas relaciones con los sabios de Europa por sus notables publicaciones. Pero llega el año 1848. Los pequeños i numerosos estados alemanes estaban en cierta manera subyugados a sus go- bernantes, que, o no hablan concedido una Constitución de- mocrática o hadan tabla rasa de ella. Después de las últi- mas guerras Xapoleónicas. 1813-14, el Príncipe de Ilessen- Cassel filé repuesto en su dominio; aspiraba al título de — 48 — Reí, pero el Congreso de Yiena no se lo concedió; tomó entóneos el nombre de Ivnrfürst (principe curial, antigua denominación proveniente de la organización romana, en que las curias en sus comicios elejian al rei, i después a los cónsules, etc.), comnnmente llamado «Príncipe Elector». El liberalismo alemaii aspiraba a tener nna Constitu- ción democrática i principió a moverse en tal sentido por el ano 1848, Por lo jeneral, el movimiento era moderado, pero el so- cialismo estremo ya mostraba en algunas partes sus preten- siones (1). Pliilippi, qne jamas se habla ocupado de polí- tica, filó también arrastrado a ella por este movimiento jeneral; pertenecía al partido liberal moderado. El Consejo Municipal de Cassel descubrió de pronto qne liabian mu- chos habitantes qne no eran ciudadanos; los obligó a ins- cribirse en los rejistros para qne pagasen contribuciones; jurasen guardar la C^onstitucion i se obligasen a aceptar empleos edilicios; se elijieron rejidores i después alcalde, para la inspección de escuelas i otros establecimientos locales, etc. Philippi tomó parte en estas organizaciones i })or su intervención se fundó también nna Escuela de Yiñas para la clase media del pueblo. Hasta aquí todo iba bien, pero la revolución de Eebrero en Erancia contajió a los partidos alemanes. En Ivassel subió nn Ministerio liberal presidido por el ministro Eberhardt-Mhppermaun; a principios de 1849 fue nombrado Philippi, Director de la Escuela Politécnica, a la cual imprimió nuevo vuelo, i el mismo ministro Eberhardt certiñeaba el o de Junio que el establecimiento se encontraba en mui buen pié. Mas, el 3 de Eebrero de 1850 cayó el Ministerio liberal i subió un (1) Se cuenta que paseándose un día el señor Kvnpp, fundador de la gran fundición de acero en Essen, por uno de los ])arc[ues de Berlin, se le acercaron dos individuos del ])ueblo, que iudu(lal)lemente lo liabian reconocido; le hablaron de las libertades individuales, del reparto del eajiital, que al ñu llegaba la época de la igualdad jiara la humanidad, etc. i (]ñe el (Krupp) ya }iensase en la eipiitativa distribiuáon de sus bienes! Bueno, les contestó éste; puedo satisfacerlos en el acto. Los interlocu- tores lo miraron con visible satisfacción! Kru])p continuó: como I"ds. saben, la población de Alemania alcanza mas o ménos a 23.000,000 de individuos: mi haber no alcanza a doce millones de marcos, aqiñ tiene cada lino ñO pfennig i quedamos eu paz. Los dos gañanes se miraron con alguna turbación i se marcharon con sus 50 pfennigs sin proferir ninguna ¡lalabra mas. Buen ejemplo de reparto igualitario social! I — 41» — # liombrc reaecioiiario, llamado en Ilesseii «el odiado» Ila- sseupñug'; disolvió la ('amara en Junio i convocó al nuevo ('On_ij,Teso el 22 de Aí2,‘osto de ese año; también ésto ñió disnelto a principio de ¡Setiembre pues, todo el elecdorado de Essen tnó declarado en estado de sitio el 7 de Setiem- bre de 1850(1). Sn hermano don Bernardo, a la sazón en Ivassel, le instig'aba que abandonase esa (ándad i que se trasladara a C'liile para dedicarse a cultivar nn fundo que habia adquirido poco antes de salir para Alemania, l’or otra parte, sn amigo C. Koch, industrial en vidrios i ñerro en Carlsliiitte, cerca de Delligsen en el ducado de Brunswick, le escribía qué saliese del servicio de ese des- graciado i revuelto electorado de Hessen. Bliilippi aceptó, sn familia encontró cariñosa acojida en la casa de Koch i a principios de Jnlio de 1851 quedó resuelto el viaje del doctor B. A. Bliilippi a Chile. Llegó aquí, como se sabe, en Diciembre de ese mismo año. El coronel Bernardo Ennom Bliilippi redoblaba en esos dias de confusión en Kassel su propaganda chilena; su consigna para todos era: a C¡hile, a Chile. — Bero ya habia preparado su terreno desde antes; los ¡^rimeros colonos enviaban buenas noticias sobre C'hile. C'on anterioridad se habia hecho una propaganda intensa i metódica por bue- nos estraujeros que adoptaron a Chile como segunda Ba- tida. En 184G Bernardo Bliilippi publicó un mapa de la rejion situada entre los grados 51) i 42 de latitud sur. En 1847 publicó A. Bied nn folleto «Dentsche Answanderimg nach C'hile» (Emigración alemana para Chile); encabeza su propaganda con el siguiente lema: C'adum, non animnm mntant qui tans niare cnrrunt; (Xo de espíritu, sino de firmamento cambian los que pasan el océano); da una corta descripción de ('hile i sus productos, etc. (¡orno apéndice publi(;a las cartas dirijidas por los señores A. 8chniidt a sus parientes en Botenbnrg, i de E. W. Dolí a su amigo don Bernardo l’hilippi. Delienios citar aquí una segunda carta del señor E. W. Dolí, ex-discípiilo del doctor B. A. Bliilippi, en f'assel, fe- chada en AAldivia el 22 de Junio de 1848; en ella descri- (1) Por mas pormenores véase P>arros Arana «El díU'tor don K. A. Pldli])]d, su vida i sus obras. Santia^aj l!H)t. P. ( iotscldicli Biografía del doct(U’ R. A. PJdIi])pi. Inipr. ]ami])ert. Valdivia IDO-l. — 50 be su viaje desde Santiago i a través de la Araiicanía para tomar posesión de su ein])leo eoino profesor de liumanida- des en el C'olejio literario de A aldivia». Hizo este viaje en compañía de tres caciques de la costa de Arauco, que por casualidad se encontraban en Santiago i debían estar reconocidos al (fobierno por los inúlti})les obsequios i con- cesiones que éste b'S habia hecho. Xo es del caso contar aquí las peripecias del viaje i re- petir la narración del estado de cosas en (.'hile, qne hace con ftdelidad, buena intención i en estilo bastante espiri- tual; menciona sobre todo al Comisario de Indios, sarjento mayor Zúñiga, que con toda propic'dad llevaba su sable, su carácter i modales eran de verdadero soldadote o matón i despreciaba las comodidades. Da detalles de todos los pueblos, lugarejos i rios por donde pasan, dice cómo se p*repara la chicha de maiz i da minuciosos detalles de las costumbres araucanas; tamlúen da noticias sobre las misio- nes del Tolten i San José. Los indios de Añil arrica se mos- traron liostiles i hid)o que organizar i)atrullas i guardias, i para amedi’entar, se hicieron algunas descargas; vinieron parlamentarios indios i convinieron en reconocer «la sobe- ranía de los españoles en la rejion del Tolten, i en no estorbar el desarrollo de esa población. Amén». Tin el archivo de (fobierno encontramos, ademas, un diseño de las alturas de (Aiilacahuin, hecho por el señor E]-iiesto Frieck; se publicaron también en aleman las ins- trucciones (pie el mayor Fhilippi habia recibido del Cfo- bierno de Lhile, junto con avisos sobre la emigración a nuestro pais, en los siguientes periódicos: «Xene Ilessische Zeitung», del 14 de Febrero de 1S50, en la cuarta paji- na, con la indicación de dirijirse al doctor Eodulíb Aman- do Fhilippi, Director de la Fscuela Politécnica de Ivassel; en el «Frankfürter Journal», en el « AVochenblatt tur den A^einvaltungsbezirk Fulda> , en la «ITnvahler Zeitung» de Derlin, como también en los «Ferliuische Xachrichten», del 2(S de Aliril de 1850; en la «AAAstfadische Zeitung», de Paderborn, del 21 de Diciembre de 1850; hasta en el «ATilkskalender» (Calendario popular), de 1851, que se edita en Cfiessen. — Ilai artículos publicados por Fernardo PJiilippi en el < Trier’sche Zeitung», del 24 de Diciembre de 1S50; Ivarlsrnher Zeitung», del jnéves 21 de Fuero I — ni (le l.Sol; en la «Xaticnial Zeitung'», de Berlín, (le>sde el viernes 21 de Enero de 1851; en el « Wesñnliseher Mer- knr», del ol de Mayo d(3 1851; en el nuevo periódico «Speyerer Zeitiing'>, de 5 de Junio de 1851; en la «Allge- ineine Answanderungszeitnng», del 5 de Junio de 1851; en «llessisclier Ziisclianer», del 8 de Junio de 1851; i en «Ilainbnrger Aacliricliten», de 15 de Xovieinbre de 1850. El año 1851 publicó don Bernardo Bliilippi, en Kassel, nn folleto intitulado: «Xacliricliten über die Provinz Valdi- via» (Aoticias sobre la provincia de Valdivia), en este tra- bajo da noticias exactas sobre nuestro lago Llampiiline i sobre la cultura i costumbres chilenas. En Diciembre de 1851, antes de partir para CJiile, publicó nn folleto: «Aeneste Vaclirichten über die Brovinz Valdivia, beson- ders tur solche die dorthin ansAvandern Avollen». (Ultimas' noticias sobre la provincia de Valdivia, destinadas princi- palmente para acpiellos que qideran emigrar liácia a ella). — Kassel, 1852. Imprenta de G. E. ñVolmann. (1). Ea in- migración fue intensa por aquellos años; en el buque «Hermaun» llegaron 85 familias; en la «Susana» 102 per- sonas; llegaron después los buques «San Pablo», «Adolfo» i otros; en Marzo de 1875 llegó el último, «Etienne», con 135 personas. (2). VI Desde la separación de su familia (20 de Julio de 1851), los acontecimientos mismos se habian encargado de radicar al naturalista Dr. P. A. Pliilippi en Chile. Sobrevino la (1) Alas ])ornienores: B. Got.s(;IiHch Braunauer «Landsleute in (''hile», en los « Braunauer deutsclie Xaelirichten», años 1ÍK)3, 1!H)4 i l!K)ó. Es una Historia de la Colonización alemana i la Historia completa de la Emigra- ción austríaca del distrito de Braunan, ( íohernacion de Kcniiggratz en los años 1S7!2, 1S73, 1S74 i 187Ó. Los orijinales del manuscrito están con- servados en los Archivos de la Ciudad de Braunan. (2) El Gobierno de Chile baria ])ropaganda acertada si mandase a Europa a chilenos hijos de estranjeros que supiesen el idioma i se toma- sen la molestia de visitar la ])oblacion campesina; de las ciudades solo obtendremos los aventureros que no (jnieren trabajar como si tuviésemos que sacar agricultores de nuestra capital! muerte de su liermaiio ])eriiardo i el quedó como lieredero de ^aii Juan; el 7 de Octubre de IcSod se le nombra pro- fesor de Zoolojía i llotáiiica de la Universidad de Chile con uiqsueldo de 1,5(X) pesos i por decreto de 20 de Octu- bre del mismo año, Director del Museo Xacional, también con 1,500 pesos. (1) El 1.*’ de Setiembre de 1854, el señor rhilippi, recieu liabia regresado de su viaje al Desierto de Atacama, llegó su esposa doña Chrolina KruiuAviede con sus cuati'O hijos: Federico, ]\[atihle, Elisa i Carlos; el hijo menor, Bernardo, nacido en Aoviembre de 1850, murió en Brandembui-go a donde se había dirijido la familia, a fines de 1853. Ha- blan hecho la travesía de Hamburgo a Yalparaiso en el bu- que «Susanna» en 109 dias. (2) YII A fines de Diciembre de 185() llevó el Dr. Pliilippi su familia al fundo San Juan; el clima i la vej elación de la rejion austral gustaron sobre manera a la señora i a los (1) Suinal)an juntos o, 000 pesos; en ese año 1853, el promedio del cambio sobie Londres era de 47, -ótl , es decir 4?id, los (]ue constituían 141.750d anuales, equivalentes lioi 15 de iMayo, dia en que estas líneas escribimos al cambio de lO^d a un sueldo de 13.040 ])esos anuales! Compare el lector el valor adijuisitivo de entonces i la baratura c[ue reinaba con la situación de los eni])leados públicos de hoi día i verá la paralojizacion ([ue existe en materia de sueldos, verá (pie son verdaderas raciones de hambre aun los sueldos de (i, 8 i 10 mil pesos; ]>ara qué hablar de los sueldos inferiores! La situación de la familia estaba definida. El doctor IL A. Pbilippi escribió pues a su esposa en Delli.u'sen que debia trasladarse con sus hijos a Chile; así lo hizo, trajo también las valiosas colecciones i la biblioteca. Cd) El entomólogo señor Philibert Cermain, nuestro Decano en el IMuseo Nacional — i sus 84 años i medio le dan derecho a este título — recuerda aún el día de la llegada de la familia; el doctor Philippi, ocupado en ordenar el material traido de Atacama, no sabia el dia de la llegada, cuando ines})eradamente le avisan que su familia estaba en Santiago. Don Eederico era entonces un jóven de K! años, algo tímido i hablaba ya bastante bien el francés. Venian como aconq)añantes de la señora Philippi dos niñas alemanas mui hacendosas: Conradine Pues i Mariétta Andróe; esta última volvió al año siguiente a Alemania i la lu’imera se casó con don Augusto Westermeyer, quien tenia a su cargo el molino de «San Juan». I niños, i durante su permanencia en el sur no lian estado enfermos. Resolvieron pues quedarse en San Juan, para esplotarlo avudados del administrador ])r. don Chirlos Ocli- senius, quien liabia sido discípulo de Pliilippi en Kassel i acompañó a éste en su viaje a Chile. En las vacaciones después de los exámenes de fines de año se trasladal)a Rhilippi al sur al lado de su familia i pasaba agradables vacaciones en su fundo. Sus hijos colec- taban plantas i ejemplares zoolójicos; también solían en- viar objetos etnográficos pertenecientes a los indios Chín- eos, que eran los vecinos de San Juan. El verano propor- cionaba un trabajo abrumador en las faenas del campo. Se cultivaba también la ilustración; nunca faltaban libros instructivos i el señor R. A. Rhilippi siempre trataba de mantener a su familia al corriente del movimiento literario de Alemania, encargando con este fin las mejores produc- ciones de la literatura de su pais. Ochseniiis administró la hacienda hasta el año 1858 i después se vino mas al norte; trabajó durante varios años como injeniero de minas: es- criRió un libro mui interesante; «Das Halblut der Cliile- neim (Jja media sangre de los chilenos) en que estudia la raza chilena en su mezcla de araucano con español. Ee suce- dieron en la administración de San Juan los señores Rodrigo de Stillried hasta 18G2, después Rerghof, Muhlfeld; por lil- timo, cuando don Federico Rhilippi se fue en 1872 a Eu- ropa, quedó como administrador don Julio Róhlendorf, quien en 1873 se casó con doña Elisa Rliilippi. Allí La estadía de lá familia en su fundo se hacia de año en año mas agradable; la agricultura rendia buenos frutos; poco a poco se introdujeron las maquinarias agrícolas para- tácilitar el cidtivo i esplotacion; la siiporficic del terreno, 4 kilómetros de frente por 18 kilómetros de fondo mas o méiios, era completamente esplorada; es probablemente el rincón mas estudiado del pais. En el Museo se tropieza en cada momento con objetos qm' tií'iien la indicación «8an Juan», principalmente en el Herbario Chileno. (1) (,1) Ijíi felicidad de ene liogav recibió rudo.s goljies: el 2(1 de Mayo de ISdo murió la hermana de don Federico, doña Matilde, casaS(12 con el C<)usnl aleman de Valdivia, don (,)tto Mnhm, comerciante residente en dicha ciudad. El mismo año, 2 de Noviembre de 18(!.‘3, se quemaron las casas de la Hacienda, en circunstancias que la familia estuvo ausente, de visita en casa de la familia Berghof, residente en el mismo fundo. El daño mate- rial lo calcnlal)a el señor Jddlippi en 15,000 pesos oro; lo ([ue mas sentia eran los libros diarios sobre sus viajes en el sur de Italia; su esenrsion al volcan Osorno i otros manuscritos de interes: se perdió también la colección de descrijiciones de insectos chilenos })nblicad(js en «iStettiner entomologische Zeitnng»; estas descripciones han quedado i)erdidas, pues ha sido imposible volver a conseguirlas en las librerías europeas. Don Federico se casó con la señorita Juana AVestermeyer; el enlace tuvo lugar el 12 de Marzo de 18(15. De este matrimonio descienden tres varones: Amando, Cárlos i Otto. La descendencia del sabio maestro don llodnlfo Amando Flúlipjñ, debia ])ues conservarse por intermedio de este hijo suyo, que tantos desvelos le habia costado i (pie físicamente llevaba una vida de constante martirio, l)ues el segundo hijo varón, don C'árlos, a (jnien envió a Enro])a en 18(3(1 ])ara estudiar agricultura, se enroló con ¡jermiso espreso de su ])adre en el ejército prusiano i la declaración de guerra franco-})rusiana lo sorj)ren- dió como teniente segundo en el llejimiento de Infantería N.o 4 rovisado; les costó trasladarse en carreta desde (Quinteros a Adña del Alar i de aquí a Santiago, el viaje fué ¡lor demas molesto, ¡mes el tren iba completamente atestado de jente que huía del bomliaixlco de Addparaíso; ese tren no pudo sujetarse a itinerario j)orque todo era confusión i llegaron a Santiago a las 11 de la noche. La mamá de don Federico pagó con su vida la venida a Santiago: como hemos dicho ya, era mni sensible a la iniluencia de los grandes calores i se enfermó de disentería; alivió de esta dolencia i fué con su marido e hija a i>asar los meses de vacaciones a San Agustín de Tango, cerca de San Bernardo, a casa de un señor Alac Lean; mas, todo fué inútil, murió el lo de Alarzo de 18(57. (Quedaba ¡mes don Kodulfo Amando solo c-on su hija Elisa en Santiago; ¡cero esto no duró muchos años, pues el K5 de Alayo de 1S71 murió en San Juan la esi)Osa de don Federico en circuns- tancias (|ue iba a nacer el cuarto vastago, cpie murió junto con la madre, i la señorita Elisa tuvo cpie volver a San Juan i hacerse cargo de sus ])e<|ueños sobrinos que hablan (piedado huérfanos de madre. Estas desgracias abatieron mucho a don Bodulfo Amando i desealca retirarse del servicio del Estado; pero algunos estadistas i amigos suyos consiguieron (¡ue jci'osiguiese en sus tareas. Don Federico Bhili¡)i)i resolvió en 1872 hacer un viaje a Europa ¡>ara rejajiierse del rudo gol¡)e que habia recibido; al mismo tienq)o a¡)rove- Don Federico Fhilippi tenia en sn ilustre padre un ejemplo vivo é inmediato de actividad; ensenado por cd, segada ilustrando en la literatura de las (deudas Natura- les; formaba un buen Herbario de las plantas de San Juan i reñida otros objetos (pu' calan en sus manos, principal- mente insectos; ya entónces publicaba sus descripciones en los Anales de la Fidversidad i otras revistas, como ve- remos en el capítulo de sus obras. En l(SdO hizo con su }>adre una escnrsion botánica a la (fnebrada de San Eamon i en 1I)i, el 2S de Octubre de ISTó; dama virtuosa e ilustrada, enseñaba a sus hijastros i después a sus ])ropios hijos varios idiomas modernos i su lite- ratura i tamihen música; actualmente sus nietos reciben estas enseñanzas de la cariñosa i abnegada abuehta. De este matrimonio resultaron dos hijos: doña Elisa, esi)o.sa del conocido facultativo doctor don Aureliano Oyarzum i don Julio Philipiú Bild, jurisconsulto (pie por su carácter e inteligencia sigue los jiasos de su abuelito el doctor don Eodulfo Amando l’ldlippi. (1) l)esenii)eñó tand)ien el puesto de subdelegado en la subdelegacion de .se residencia; solia contar muchas veces inci(Jentes que habia tenido con los ciuerellantes, sobre todo cuando interesaban por su lado humorís- tico, ]uies hai (pie saher (pie don Federico Philippi estaba siempre de buen humor, cuando su salud se lo ])ermitia. En día se i)resenta un sastre con su cliente, un jóven de menor edad, hijo de buena familia chilena. El sastre lo ocusa (jiie no ([iiiere luigarle el valor de un i)antalon (pie el jóven llevaba puesto; este alegaba que no ])odia jiagarle ]>or(pie sus ]iadres no le dallan dinero i ademas (pie no debia nada, juiesto ([lie era menor- (le edad i el sastre no deberla haber entrado en trato con él; a sus ]iadres tampoco se les pedia compeler al pago por la misma razón. El juez de subdelegacion, viendo la tinteri- llada del jovencito, le exijió la devolución inmediata de los }tantalones, ya (pie habia confesado (pie efectivamente no los haliia pagado. El jóven le suplicó (pie le permitiese ir a su ca.sa i>ara cambiarse i enseguida los man- daria, el juez no dió lugar a esta petición. Entónces resolvió el jóven escribir a sus jiadres, (lándoles cuenta de lo que pasália i se mamló esa carta con un empleado del jiizga(lo. EJ resultado fue el apetecido: en ménos de media hora el sastre obtuvo el valor de la mercadería. Federico Pliilijipi estudiaba también las costuméres cbilenas, sobre todo las indíjenas i jaidia dar interesantes informaciones etnol(\jicas sobre C'hile. El Doctor It. A. Eliilippi estaba próximo a cumplir G() años de edad: se le hacia difícil ateuder tres puestos de responsabilidad, como ser la ])irecciou del Museo, que seguia incrementando, i las clases de Botánica de la Uni- versidad i de Historia Xatural en el -Instituto Xacional. El de Julio de 1874, obtuvo su jubilación en dichas clases con 21 años de servicios, que junto con algunos premios a que lo hacian acreedor sus o'bras didácticas, le pro])orcionabaii una renta anual de 1,237 pesos 50 centa- vos de 441 d. o sean r).40{),875 d. anuales al cambio de ahora 10 ^ d. por peso dan 4,742 pesos anuales, i seguia dedicándose solo al Museo. Por esta época regresa de Europa don Federico Pliil- lippi, quien estaba preparado para tomar las clases deja- das por su j)adre- Cátedra de Botánica eni la Universidad: El profesor Fe- derico Philippi seguia en esta cátedra la norma que le habia trazado su antecesor; servíase para ello del libro de éste «Elementos de Botánica para el uso de los estudian- tes de Medicina i Farmacia en CJiile». El testo citado es mui claro i conciso a pesar de que se le critica por algunos su poca estension en Morfolojía i Fisiolojía vejetal; pero debe tomarse en consideración que en la época en que se editó este libro — i no ha sido reim- preso después — no se exijian tantos conocimientos en este estudio, o mas bien dicho, esta parte cientíñca no habia adquirido el desarrollo de ahora. Iloi dia se cae lamentablemente en el defecto contrario, también en la enseñanza de los liceos; se da demasiada estension a la Morfolojía i no se da a conocer las plantas, principalmente las chilenas. El estudio de la Morfolojía i Fisiolojía vejetal de los liceos va demasiado lejos, abarca los conocimientos que el estudiante debe adquirir en los cursos universitarios superiores, pero para el ochenta por ciento de los estudiantes no tiene interes práctico. Los profesores Philippi padre e hijo salian los dias domingos con sus alumnos al campo a herborizar, enseñaban prác- ticamente a reconocer las plantas con que se encontra- ban. Ao era admitido ningún alumno a exámen que no hubiese reunido por lo ménos 500 especies de plantas bien clasificadas i ordenadas. Los Philippi han hecho escuela eii este sentido i no liai alninno de sn época qne no co- nozca bien la Flora en Cliib'. Xnestro actual Fresidente, el Flxmo. señor Montt, íiié alninno del doctor 1\. A. Pliilipj)!, el profesor doctor Par- ios Moore, nuestro actual Director del ñlnseo Fiacional, tiene mucha añcion por la Botánica; el Museo le debe buenas colecciones de plantas recojidas en tiempo en que era estudiante, i posteriormente en sns viajes por distin- tintos puntos del pais. Los Bliilippi tienen la gdoria de haber formado alumnos en C'hile. Las divisiones i especializaciones habrán contribuido enormemente en el desarrollo científico pero jior sn exa- jeracion tienen sns defectos, no completan el conocimien- to j eneral qne deben poseer las personas qne se llaman ilustradas sobre las distintas ramas de las Chencias Aatn- rales. 8e cuenta de nn sabio especialista qne escribió la anatomía de una planta: es nn trabajo majistral, pero el aludido no sabia el nombre científico de esa planta. Los elementos ch^ Botánica de Philippi bastaban a juicio del profesor para la enseñanza; el perfeccionamiento del ramo se bnsca en las obras fimdamentales, pues no con- viene recargar la memoria del joven estudiante con cosas qne por el momento no necesita saber, ñfas le conviene al estudiante de Medicina i Farmacia saber distinguir científicamente las plantas por sns caractéres estoriores i conocer las propiedades farmacenticas de cada nna de ellas, principalmente de las plantas chilenas. Don Federico Philippi no dejaba por esto de completar el testo con majistrales esplicaciones sobre lo qne juzga- ba necesario, principalmente trataba de precisar i per- feccionar todo lo qne se referia a la Morfolojía i Fisiolojía sin caer en el defecto de tratarlo para descuidar lo de- más. (1) (1) p]ntre los e.studiantes de Medicina era mui querido i popular, por- c[ue ¿qué estudiante no asistia con gusto a las clases de «Philippito», que este era su nondjre estudiantil ara el educando lo que era de interes i jamas descuidaba la parte objetiva. Asi encontramos que con fe- cha 22 de diciembre de 1874 decia lo siguiente al señor Héctor i Consejo de la Universidad: «En el primer año que he hecho clase de Botánica en la E^niversidad i la de Ilistoiáa Aatural en el Instituto, he sentido sobremanera la falta de nnjardin Botánico, que es el elemento mas in- dispensable para que los alumnos a})rovechen estas clases i para despertar en los jóvenes el amor a la Botánica, que es nn ramo de suma importancia para médicos, farmacéu- ticos i agricidtores». Se esmeraba en tener apuntes cien- tííicos exactos, como lo demuestran también los que dicta- ba sobre nociones de Mineral ojia, Baleontolojia i Jeolojía, que enseñaba como apéndice a la Historia Xatural. Xo podremos precisar con exactitud la fecha en que dejó de ser profesor en el Instituto Xacional: probable- mente en los años 189o o 94. Ihi Mayo de 187(5 inició sn curso de Botánica aplicada en el Instituto Agrícola; según reglamento orgánico de este Establecimiento, de G de Xoviembre de 188o, se crea- ron según los núms. 4 i 5, las clases de Botánica i Zoo- 1 — 51) lojía agTÍeulus; los renunció en ol de IMayo de 1‘nrosa exactitud i dia por dia despachaba mnclias notas i consultas, con lo cual le dejalia tiempo a sn activísimo padre para los importantes trabajos a que dió cima. En muchas ocasiones papá solici- taba la ayuda del hijo para la revisión de nn trabajo cien- tíñco, i esto se hizo hasta oficialmente; citaremos sólo una Ocasión (}ne corresponde a la última época de la actividad oficial del doctor don Eodnlfo Amando Philippi; se ve por la sig'uiente nota: (S90. — Santiago 27 de Abril de 189G. — Se ha reci- » bido el oficio de Ed. de fecha de hoi, en que comunica » que desea concluir pronto algunos trabajos zoolójicos » relativos a la fauna chilena i al efecto solicita la antori- » zacion correspondiente para que el Jefe de la Sección » Eotánica don Federico Fhilippi, conocedor de esta rama » de la ciencia como de los idiomas modernos i de latin, » coopere en el trabajo de coordinación de las descripcio- » lies del caso. El ]\[inisterio de mi cargo se ha impuesto » con Ínteres del deseo espresado por lid. i no tiene el » menor inconveniente en prestar la autorización que Ud. » solicita n «(fneda en consecuencia facultado el actual Jefe de la » Sección Eotánica para tomar a sn cargo la coordinación » i la imj)resion de los importantes trabajos que Ud. in- » dica i que prueban la laboriosa e intelijente consagra- » cion que, aun después de i)rolongados servicios, continúa » Ud. })restando a las ciencias en nuestro pais. — ])ios » guarde a Lhl. — Gaspar Toro'». Suponemos que se refiere al trabajo de los l^ósiles se- cundarios de Chile», (LSÍfi)) i a los Miiridios de CEile (Anales del Museo IJOO) i «Aves ('Filenas» (Anales del Museo 1902). láidemos afirmar, sin equivocarnos, que a don Eederico Ifiiilippi corresponde una buena parte con sn ayuda, en los trabajos científicos publicados por sn se- — G2 ñor padre en esos treinta años de \ ida inseparal)le que llevaban, de otro modo no se espliea esa ,i2;raii producción cientíñca, si se la compara con el movimiento diario, ad- ministrativo del ñliiseo, que al)sorve por si solo casi com- pletamente las horas de tral)ajo diarias del ])irector. ] )ien se puede decir que don Federico l^liilippi en su preparación i trabajos cientíñcos es hijo de su padre, i ambos se completan mútuamente. XII Las distintas secciones del Museo Xacional se liabian enriquecido con un material mui apreciable, que ei‘a ne- cesario pensar en la división del trabajo, ya no bastaban los ayudantes, era preciso conñar cada sección a indivi dúos activos i entendidos; así fue como por decreto X.<^ 59 de 10 de Enero de 1S. En vista de este ascenso prt'sentó en 24 de Abril de 1897 la renimcia del puesto de Jefe de la Secci(ui Po- tánica, la que le fue aceptada en 10 dc' iMayo del mismo año. Se preocupó (ui organizar las distintas secciones en que quedó dividido el Museo, a ñn de (|ue con este personal (1) Mas jHirnienores sobre esta espedicion encontrará el lector en el «Diario Oficial» año X X'O 27í)fi. Imprenta Xacional 1S: semimarginatns 3G » sanguineoscinetns 37 » lieterogaster 38 » similis 38 » bistriatns 40 » lieterogenns 41 » gracilis 42 » pyranelienns T\ Pb. Stett. Zeit. 18G1 ■ ^ 28 Maypa Germaini F. Ph. Stett. Zeit. 18G4 323 » similis >' An. Univ. 18G1. 737 En los mismos «Anales de la Universidad de (bule año 18G1, describió: ~ 73 — Pajina INIacrosoma rugulosimi 73() Schizodielus modestiis 73S Ainblyterus variabilis 742 AdeJocera aiigustata 743 ryropliorus inep;alopliysus 744 Asaplies ama'iius 743 Ludiiis niñthorax, syn. de L. ruñcollis 744 Halecia elcgans F. Fh. fue descrita en Stett. Zeit. 1860 p. 245. Fd jéiiero Acanfliostíírnum F. Fli. con la (\specie splen- (lens F. Fli. An. IJiiiy. 1861 p. 73Í), fueron desecliados i reemplazados por: Modialis prasinella F. & G. Keviie Zool. 1360 p. 267. Taris; (úvo panero JAxmpi^odenus F.ldi. con la especie (degmisY. Th. Anal. Uniy. año FS61 p. 749 ha sido aceptado por los entomólogos. Beschreibnng einiger nenen chilenischen Kafer (con el doctor K. A. Pliilippi). Stett. Ent. Zeit, 25 (1864) pajinas 266 i 313. Beschreibnng einiger nenen chilenischen Tnsekten; Stettin-Entomolog. Zeit. yol. 32 (1871) páj. 285 i yol. 34 (1873). Segnn acuerdo del Cñnsejo de Instrucción Piiblica (An. Univ. tomo EXX. 1886 páj. 524 se acordó 'publicar en los X A nales de la Universidad de Chile: el trabajo de don Federico Philippi, Catálogo dolos Coleópteros de Chile, i darle a su autor 300 ejemplares de la obra; ésta apareció en el tom. LXXI año 1887, pajinas 619-806. • En la reyision del precedente trabajo, para hacer una nueva edición de él, se ocupó durante algunos meses antes de morir. Son trabajos iin|)ortantes de F. Philippi, tam- bién los siguientes: Monografía del género Tíhgephenes Schónh An. Univ. tomo C’IV año 1899, pájs. 81-93; a(pií describe algunas especies nuevas: Phycphenes sulcatus F. Ph. R. sípiami- ger F. Ph. i R. mípialis F. Pli. Sobre la posición de Apocinoeera Rl. ])or Fí'derico Plii- lippi. An. Univ. tom. C'XIII. 1903 pájs. 137-140. Emnnerncion de /r/.s BHpreHtldea>i chilenm por F. Philip- pi. An. Univ. tom. C'-XVII. 1ÍK)5. Xos consta que en los últimos años ha estado en comn nicaciones constantes con el doctor Federico (Jliaus, de Berlin, a quien mandaba (ejemplares de la Fauna entomo- l()jica del pais, pero no coeoceaios hasta el prescnite nin- giin trabajo de dicho doctor Ohaus, referente a la sección chilena. Existen diseminados en varias revistas i peri(jdicos, tra- bajos sobre insectos dañinos a la agricnltui-a, por ejemplo, en el tomo XA'III del «Boletín de la kSociedad Xácional de Agricnltnra», sobre Laura rariahilifÍH F. Fh. pero nues- tras ocupaciones no nos ])ermiten reimirlos; ademas que tales trabajos bibliográñcos se dificultan por falta de bue- nos catálogos en las bibliotecas. (1) h) Zoolojía VERTEBRADOS J Ün nuevo raarsnpial chileno (Didelphys australis F. Fh.) Anales de la Universidad, tomo EXXXY. l (Sl)8-94, páj. 81 i siguientes; el mismo trabajo apan'Ció en aleman en Yer- handlungen des deutschen Wiss. Ah'rcúns zu 8antiago II, páj. 818, año 1898; (ui la misma revista III, (Í898), páj. 891 encontramos: Vei'fflrirlnutff dar Saafietiere des Kankasus and Chile (comparación de los mamíferos del Cáucaso con los de Chile). — Jlescripcion de ios mamíferos traídos del viaje de espl oración a Tarapacá. «Anales del (1) E) profesor Cárlos Póiler, dedica en su «Revista Chilena de Misto ria Natural» Nos. 1 i 2 del presente año. algnuas pajinas a la memoria de Philippi. Cita en ellas los sip:uientes artícnhis científicos jmblicados por éste en el «Boletin de la Sociedad Nacional de Ajíricultura»; * J) «Flora Nacional». — Fna breve nota. T. IX pájs. 138 i siguientes. 1878. 2) Sobre la peste del naranjo. T. XII ])áj. 11. 1i. «uVnales de la Univer- sidad», tomo LIY, 1881, pajinas 43-422. Esta otra enu- mera las plantas chilenas i sirve para ordenar sistemáti- camente nuestro Herhíirio. Elementos de Eisiolojía vejetal. Santiago 1882. Imp. Gntemberg. Vegetation of Coquimbo. Journal of Uotany, 21 (1883), páj. 247. A Vhit to the norfhern most foresf of Chile. Journal oí i3ot. 22, (1884), páj. 201, Imidon. Memori(( i Catálof/o de ¡as plantas ndf iradas en el Jardin Botánico hasta (d l , de ]\[a}jo de 1S84. Santiago, Imprenta Nacional. 1884. En Verhandlimqen des deiitscben YUssenschaftlichen Yereins zn Santiago pnblicó: aj Bot. Eeise von Yerbas Buenas nacli Matanzas (Yiaje botánico de Yerbas Buenas a Matanzas). Tomo III, (1894) b) Reise nacli der Brovinz Tarapacá (Viaje a la provin- cia de Tarapacá), I, (1886), j)áj. 135. c) Botaniclie Reise muJi der Brovinz Atacama in Früh- jahr 1885, I, (1887), páj. 214. Yerzeicliniss der vom Yertásser anf der Hochebene der Brovinzen Antofágasta nnd Tarapacá gesammelten Pflan- zen, Leipzig, 1891. Esta publicación corresponde a la de los Anales del Museo, entrega N.'' 8. Expedition von F. Pliilippi, nacli der Brovinz Tarapacá Gartenflora vol. 34 (1885), páj. 216 en que colaboró con sn padre. El árbol de Sándalo de la Isla Juan Fernández. Ana- les del IMuseo, II, Botánica N." 9, ])áj. 5, (1892). Catálogos príevins plantarum in itinerí' ad Tai'apacá lectarum (Anal, del Vluseo Nacional, Botánica, A^III, (1891), colaboró con su padre. Escursion botánica, lieclia de órden del Supremo Go- bierno en Setiembre de 1885 ala })rovincia de Atacama. Diario Oñcial, año X, X/^ 2,798. Imprenta Nacional. 18 Drownea^ 888 » borealis 840 Tomo LXXXIl, 189:2-93: Uristaria inconspícua 802 Tomo LXXXIY, 1893: Pliaca amucana 14 Epilobinin lignosiiin 74G Eugenia pinifolia 758 » ebracteata 758 To n ¡ o L XX X I ", / S 93-94 : Loasa hnmilis G » Willianisi 7 snbandina 8 ( lilandriiiia ( 7iesia 187 Hedyotis inconspícaia 789 (lochnatia nudlitiora 88G Tomo LXXXVII, 1894: Denceria (Uliabraea) nivea 104 lIi])OcJneris (Achyi’opliorns) granditlora 818 » » cu])ressoruin... 818 Conyza setulosa G81 Baccharis Williamsi 701 — 78 — Tomo XC, 1895: C'eplialophora spatliulata 33 Tomo X(T, 1895. Euplirasea aurea 113 Calceolaria georgiana (De Frai Jorje), Enero 1883 133 Potamogetón teimilbliiis 521 » aiistralis 523 Tomo XCUl, 1896. Epipetrnm polyanthes 22 Lapiedra chilensis 144 LeiicocoiTiie Coqnimbensis 273 Nasella obscura 727 Tomo XCIV, 1896. Mélica Paulseni 159 Las callampas comestibles de Chile (en aleman). Hedwigia, 1893. A'aldivia nnd seine Dentschen Einwohuer, aiis Im Neuen Peicbe, 1875, 11. Aliaje a la laguna, de Pndi, Revista Chilena 18, Ju-. nio l.*^ de 1870. Una nueva enfermedad de la parra (Heterodera) i una nueva enfermedad de los árboles frutales con una lámiiiti. Boletín de la Sociedad Nacional de Agricultura, tomo XV, X.<> 11, páj. 225, 20 de Marzo de 1884. Excrecencias de la vid i dos insectos dañinos al agri- gultor. Boletín de la Sociedad Xacional de Agricultura, tomo XVIII, 1887. 71) 1'rabíijos varios La formación carbonífera en ('hile. An. Univ. tomo ('I. 1(SÍ)(S, j)áj. o()7. Descripción de algunas rocas del desierto de Ataca- ma. Trabajo hecho por el ñnado doctor Pdhlmann i tra- ducido por lu'derico Philippi. An. Tbiiv. tomo ('I. 1898, páj.141. Noticias sobi-e el primer (leuso de la provincia de Santa Fe. Verliandl. des deutscli. a\'Íss. A erein. Santiago ll, páj. (11. Las cansas de los terremotos en ('hile, (traducido de la « Frankforter Zeitung del 19 de Setiembre de 1906); «Diario llustrado>. Fuero 1907. Arqi(eo¡(>jUn\i\ la isla de La Mocha, cap. IV. Anales del Museo, 1906 pájs. 16-17. Historia del Museo Nacional de Chile, por el doctor 11. A. Fhilippi (en Setiembre de 1908 jn-eparaba este tra- bajo }>ara la impresión, i a él se debe el capítulo V), or los hombins de ciencia; ademas, la no ac('|)ta(lon d(' una esjiede puede de'ilvarse d('l hecho de lialu'r sido descilta antes ])or otro especia- lista con nombre difeiH'iiti', de modo que la descripción posterior eiitm en la categoría d(' siinjiiimo, aunque sea mejor que la orijinal. — 80 — ('ONÍ’LISIOX CUraiulo el 10 de Enero ultimo, eiirapliendo un deber ineludible pura con el Jefe, Maestro i aini^o, presenciába- mos los últimos momentos del señor Federico Philippi, nos hacíamos la reñexion que perdíamos en él a un jefe modelo, con el cual se estingnia,por ahora, el ultimo natu- ralista de esta familia, en cuyas manos ha pi'ogresado el M aseo Xacional durante mas de medio siglo. Con fecha 22 de Abril último el nuevo Director del Museo Xacional, profesor do(dor don Eduardo Moore, nos (íonñó la redacción de una biografía de su digno predece- sor; recibimos llenos de gusto este encargo el cual suscitó en nosotros la preocupación de reunir los datos mas com- plet(vs i)osibles sobre la vida i labor cientíñca del estinto. Hemos cumplido en la medida de nuestras fuerzas dos compromisos; el uno para con el señor Dii-ector en ejerci- cio i el otro se refiere al profundo reconocimiento que de- bemos al finado señor Federico Philippi, por las muchas distinciones de aprecio i confianza que de él recibimos durante mas de doce años, primero como secretario de su señor padre i durante los cinco últimos años en que filé nuestro Jefe inmediato i maestro. Podemos decir con el doctor don Aureliano Oyarzun, en circunstancias que juntos vestíamos los despojos del buen consejero i maestro: «Hemos concluido con los dos naturalistas Philippi». Santiago, 30 de Mayo de 1910.