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IMAGE EVALUATION
TEST TARGET (MT-S)
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HiotograpMc
Sciences
Corporation
23 VEST MAIN STÜEET
WIBSTER.N.Y. 14580
(716) 872-4S03
CIHM/ICMH
Microfiche
Series.
CIHM/ICMH
Collectlon de
microfiches.
Canadian Institute for Historical Microreproductions / Instituí canadien de microraproductions historiques
i
Technical and Bibliographic Notes/Notes techniques et bibliographiques
The Institute has attemptad to obtain the best
original copy available for filming. Features of this
copy which may be bibliographically unique,
which may alter any of the images in the
reproduction, or which may significantly changa
the usuat method of filming, are checked below.
D
D
D
D
D
D
n
0
Coloured covers/
Couverture de couleur
I I Covers damaged/
Couverture endommagée
Covers restored and/or laminated/
Couverture restauróe et/ou pelliculóe
□ Cover title missing/
Le titre de couverture manque
I I Coloured maps/
Cartas géographiques en couleur
Coloured ink (i.e. other than blue or black)/
Enere de couleur (i.e. autre que bleue ou noire)
Coloured platas and/or illustrations/
Planches et/ou illustrations en couleur
Bound with othe material/
Relió avec d'auti ;s documente
Tight binding may cause shadows or distortion
along interior margin/
Lareliure serrée peut causar de l'ombre ou de la
distortion le long de la marga Intérieure
Blank leaves added during restoration may
appear within the text. Whenever possible, these
have been omitted from filming/
II s& peut que certaines pagas blanches ajoutóes
lors d'une restauration apparaissent dans le texte,
mais, lorsque cela ótait possible. cas pagas n'ont
pas otó filmóes.
L'lnstitut a microfilmó le meilleur exemplaire
qu'il lui a otó possible de se procurer. Les détails
de cet exemplaire qui sont peut-étre uniques du
point de vue bibliographique, qui peuvent modifier
une image reproduite, ou qui peuvent exiger une
modification dans la móthode nórmale de filmage
sont indiquós ci-dessous.
n
D
D
0
D
0
n
Coloured pagas/
Pages de couleur
Pages damaged/
Pages endommagóes
Pages restored and/or laminated/
Pages restauróos et/ou pelliculées
Pages discoloured, stained or foxed/
Pages dócolorées, tachetóes ou piquóes
Pages detached/
Pages dótachóes
Showthrough/
Transparence
I I Quality of print varíes/
Qualitó inógale de l'impression
Includes supplementary material/
Comprend du matóriel supplómentaire
Only edition available/
Seule ódition disponible
Pages wholly or partially obscured by errata
slips, tissues, etc., have been refilmed to
ensure the best possible image/
Les pages totalement ou partiellement
obscurcies par un feuillet d'errata, une psiure,
etc., ont otó filmóes á nouveau de fa^on á
obtenir la meilleure image possible.
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Additional comment&:/
Commentaires supplómentaires;
Irregular pagination: 1 - 328, 319 - 407 p.
This Ítem is filmed at the reduction ratio checked below/
Ce documant est filmó au taux de róduction indiquó ci-dessous
10X 14X 18X 22X
26X
30X
J
12X
16X
20X
24X
28X
32X
Th« copy filmad h«r« has baan raproducad thanks
to tha ganarosity of :
Library División
Provincial Archives of British Columbia
Tha imagaa appaaring hará ara tha batt quality
pouibla conaidaring tha condition and lagibility
of tha original copy and in kaaping with tha
filming contract apacificptiont.
Original copias in printad papar covar» ara filmad
baginning with tha front covar and anding on
tha last paga with a printad or illustratad impras-
sion. or tha back covar whan appropriata. All
othar original copias ara fiC.^ad baginning on tha
first paga with a printad or iilustratad impras-
sion, and anding on tha last paga with a printad
or illustratad imprassion.
Tha last racordad frama on aach microficha
shall contain tha symbol — ^> (maaning "CON-
TINUED"), or tha symbol V (maaning "END"),
whichavar applias.
Maps, platas, charts, etc.. may be filmed at
different reduction ratios. Those too larga to be
entiraly included in one exposure are filmed
beginning in the upper left hand córner, left to
right and top to bottom, as many f ramas as
required. The following diagrama ¡Ilústrate the
method:
L'axamplaira filmé fut reproduit greca á ia
générosité da:
Library División
Provincial Archives of British Columbia
Las imagas suivantaa ont été raproduitas avac la
plus grand soin. compta tanu de la condition at
de la netteté de l'exemplaira filmé, et en
conf ormité avac las conditions du contret de
filmaga.
Les exemplalras orlginaux dont la couvarture en
papiar est imprimée sont filmes en commenpant
par la premier plat et en terminant soit par la
darniére paga qui comporta une empreinte
d'impression ou d'illustration, soit par la second
plat, aalon le cas. Tous las autras exemplalras
orlginaux sont filmes en commen^ant par la
pramiére paga qui comporte une empreinte
d'impression ou d'illustration et en terminant par
la darniére paga qui comporta une telle
empreinte.
Un des symboles suivants apparaitra sur la
darniére ¡maga de chaqué microfiche. selon le
cas: la symbole — ^ signifie "A SUIVRC". le
symbole V signifie "FIN".
Les cartas, planches, tableaux, etc., peuvent étre
filmes é des taux de reduction différents.
Lorsque le document est trop grand pour étre
reproduit en un seul cliché, il est filmé é partir
de l'angle supérieur gauche, de gauche é droite,
et de haut en bes. en prenant la nombre
d'images nécessaire. Les diagrammas suivants
illustrent le méthode
1
2
3
1
\ a
t
1 ■■
4
8
6
•»w
r
^m
mufmmm
*' t
NOTICIAS AMERICANAS:
ENTRETENIMIENTOS PHISICOS - HISTÓRICOS ,
SOBRE
La América Meridional, y la Septentrianal Oriental,
COMPARACIÓN GENERAL
De los Territorios , Climas , y Produciones en las fres
especies , Vegetales , Animales , y Minerales^
CON RELACIÓN PARTICULAR
"De las Petrificaciones de Cuerpos Marinos de los Irh
dios naturales de aquellos Paises, sus costum-^
bres , y usos:
DE LAS antigüedades:
Discurso sobre la Lengua , y sobre el modo en qu&
pasaron los primeros Pobladores.
SU AUTOR
Don Antonio de Ulloa , Comendador de Oca ña , en
el Orden de Santiago , Gefe de Esquadra de la Real
Armada , de la Real Sociedad de Londres , y de
las Reales Academias de las Ciencias de
Stockolmo , Berlín , &c.
<— ■— ^ ■ ■ ■ ■ ■ — - . - - ■ I.JI ^1 !■ ^1 ■ 11 '
EN MADRID:
En la Imprenta de Don Francisco Manuel i?¿ MenAj
Calle de ¡as Carretas,
M.DCC.LXXII.
Con las Ucencias necesarias.
m
'f^
"no
"
AL REYNJ'' S.""
SEÑOR,
w^^ssmnasi»»;'^ S obligación de la
lealtad tributar al Señor lo que
le pertenece ; y es ley inviolable
* 2 del
í o
Ulii
f i
del vasallagc ofrecer al Sobera-
no , que nos colma de benefi-
cios 5 el fruto de las propias ta-
reas : estos dos preceptos se ha-
llan tan recibidos en mi fideli-
dad 5 que no cumpliera con ellos
si dexase de poner á los Reales
Pies de V. M. las pequeñas pro-
duciones de mis tareas , en los
ratos menos ocupados de mi
principal atención. La materia
de esta Obra es tomada de los
Países que pertenecen á V. M ,
cuya grandeza estiende sus vas-
tos Dominios por todo el Mun-
do, sin que se encuentre Región
donde no se hallen^baxo del sua-
ve jugo de su soberanía ^ Impe-
rios
)bcra-
enefi-
as ta-
je ha-
ideli-
cUos
eales
pro-
1 los
; mi
tcría
los
M,
un-
ión
;ua-
w
ríos dilatados : á corrcspondicn-
cia de ello son varias las gentes
que los habitan , y maravillosos
los Fenómenos que se obser-
van : su relación es por conse-
cuencia de las cosas raras que
contienen los mismos Dominios
de V. M 5 por cuya razón, ofre-
ciendo á sus plantas lo que le
pertenece , no es mas que des-
empeñar la parte mas esencial de
la obligación: deseando manifes-
tar al mismo tiempo los mas ar-
dientes deseos de que subsista
colmada de felicidades la gran-
deza de V. M 5 y que la Divina
Providencia conserve su pre-
ciosa vida para beneficio y con-
: : sue-
i i
sucio de sus Pueblos los mu-
chos años que á todos nos im-
porta^ &c.
SEÑOR,
A los Realeis Pies de V. Magestad
su mas humilde y fíel Vasallo
Antonio de Ulloa.
IN-
)s mu-
3S im-
íagestad
alio
INTRODUCCIÓN.
£Í4h deseo de hacer comunicables las no-
ticias de las indias ha sido el objeto de esta
Obra , fundándose en la escasez de Auto-
res que traten de lo mucho que encierran
aquellos dilatados territorios ; pues á cor-
respondiencia de su extensión ministran
materia sobre que hacerla abundantemente.
No ha sido el intento formar una descrip-
ción general y completa que lo abrace to-
do , porque á tanto empeño sería necesa-
rio componer una Obra que correspondie-
se á lo vasto del objeto , y haberlos exami-
nado enteramente coa este fin en sus largas
distancias , cuyo asunta pide la vida de va-
rios que se ocupasea en formar memorias
de las particularidades que fuesen encon-
trando. Esta se reduce á las noticias gene-
rales que sirven para el conocimiento de
aquella parte de Mundo, y de la Física na-
tural , con las correspondientes á lo que se
registra en ellas de mas. particular ; siendo
esto lo que parece mas conforme al intento
y á la comprehension de las raras producio-
nes
vr
nes de la naturaleza. Estos asuntos han
merecido en todos los tiempos la aplicación
dcí los hombres, tomando por principies
fundamentales de sus luces el estudio de
aquella sabia maestra , y la comparación
de sus obras con otras, pues en ellas se
encuentra quanto hay de raro y admirable
en el Mundo , hasta los términos á donde
puede llegar la comprehension humana.
Los Pueblos que no conocen cultura,y
son de alcances limitados , puede decirse
que lo son por carecer del conocimiento
reflexivo de las obras de la naturaleza , cu-
ya falta los tiene sumergidos en el estado
infeliz de la barbarie; y la distancia que hay
de ella al discernimiento racional hace la
diferiencia entre las dos constituciones mas
opuestas de los hombres : los unos cultos
y en estado de discurrir , y los otros cer-
canos á equivocarse en muchas cosas con
los brutos : aquellos , con el conocimiento
de las obras de la naturaleza , comprehen-
den lo que son en sí , saben darles el grado
de estimación que corresponde , y usar de
los medios de discurrir, de pensar , de re-
flexionar, y producir : los otros, ignorando
los principios de las cosas , lo miran tcdo
con
é
itos han
plicacion
rincipics
udio de
paracion
ellas se
Imirable
á donde
lana.
ultura,y
decirse
imiento
íza , cu-
I estado
^ue hay
ace la
es mas
cuícos
s cer-
as coa
iento
rehén-
grado
tsar de
le re-
Irando
tcdo
con igualdad , lo estiman con índiferien-
cia , no perciben las particularides de cada
una , y no sintiendo la diferencia , ni esti-
man lo bueno , ni desprecian lo que no lo
es. El Mundo para estos es igual en to-
dos modos , y su cuidado solo se ocupa
en aquello que es indispensable para la sub-
sistencia de la vida , al modo que los irra-
cionales que buscan la amenidad de 1 s pra-
dos para la necesidad , sin conocimiento
de la hermosura que les comunican los ma-
tices que los adornan : acudiendo á los lu-
gares abrigados para no perecer con los in-
temperies, ó con el fuerte calor que comu-
nica el Sol con sus rayes , sin que su instin-
to alcance á discernir la diferiencia que hay
entre lo llano y lo escabroso. La tierra pro-
fiqua ofrece á esta especie de gentes todo
lo necesario , sin conocer ellos la causa pri-
mera que le comunica la virtud para que
sea abundante , y no detienen la considera-
ción sobre las propriedades , Ir s efeílos , y
lo raro de las cos:.s en sí , porque no llegan
á tocar con el entendimiento el mérito que
encierran , y la diferiencia que hay de lo
uno á lo otro. Las gentes mas sabias son
asimismo las mas cultas ; cuya ventaja ad-
^# quie-
■tx
quieren por medio de la instrucción , sien-
do sus rudimentos el estudio que hacen del
Mundo por sus partes. A medida que se ale-
jan mas de estas luces , se acercan á la ig-
norancia hasta degenerar en la barbarie. Pe-
ro si se mira la vida como puramente rús-
tica, no es necesario mas conocimiento
que el que corresponde al instinto de la ir-
racionalidad ; y asi lo acredita , no solo lo
que sucede con los Indios , que permanecen
en su primitivo estado , sino también coa
distintos Pueblos Europeos , acia lo mas re-
tirado del Norte , del Jsia , y del África , en
algunas, partes, que discrepan poco entre sí,
con la diferiencia en que los de las Indias ,
hasta el término en que entraron los Espa-
ñoles , eran quasi todos bárbaros , apartán-
dose poco de esta esfera con los escasos ru-
dimentos que adquirieron por medio de
los Soberanos que con mas luces que el
resto pudieren levantarse con la soberanía;
y que en las otras partes hubo Naciones y
Pueblos cultos , que siempre se diferencia-
ban de los que , subsistiendo en el primi-
tivo estado, vivian en la mayor tosque-
dad ; y aun todavía hay bastantes en estas
partes civilizadas , que no conocen mas re-
glas que las de la vida animal. El
1 , sien-
tacen del
Lie se ale-
I á la ig-
árie, Pe-
ínte rus-
:imiento
de la ir-
Q solo lo
manecen
bien con
mas re-
frica , en
entre sí,
1 Indias ,
)S Espa-
apartan-
:asos ru'
dio de
que el
)eranía;
El conocimiento que se adquiere de
las Naciones rústicas incultas dá reglas para
comprehender lo que se debe á la instruc-
ción, y que sin ella se carecería de los prin-
cipios que distinguen sensiblemente á los
hombres de los brutos. Esta instrucción,
quanto se halla mas adelantada , despierta
mas los entendimientos , y les enseña á
pensar y discurrir ; por cuyo medio se dis-
tingue lo mejor de lo que no es tan bueno,
y se hace justicia al mérito , que consiste
en el modo de pensar y discernir las cosas
mas conformes , y arreglado á razón. El
que carece de tales principios no puede per-
cebir los ápices de perfección que concur-
ren en les objetos que se le presentan; y
graduándolos por un modelo, los iguala en
su opinión , sin que los unos le causen mas
novedad en la estimación que los otros.
Este modo de pensar es el que se advierte
en los Indios que están reducidos á lo retira-
do de las seibas, siguiendo á tiempos las
fieras para vivir, ó embarazados en una ca-
noa persiguiendo el pescado , al modo que
las aves del Mar lo hacen, con el fin de siis-
tentarse. Tales gentes no conocen pudor :
se dexan ^rrastar enteramente de las pasic-
^^2 nes.
i!
nes , y no se alteran por las cosas del Mun-
do y porque no las conocen ; sucediendoles
lo mismo que á los irracionales , que co-
men perqué la necesidad les oprime: duer*
men porque el exercicio de comer y de di*
gerir les inclina á ello , y no adelantan mas
las funciones , porque tienen sin uso las po-
tencias para poderlo hacer.
Las noticias del Mundo , y de lo qué
contiene en sí , no se adquieren sin el de
las partes que lo componen , pues una sola
no dá idea délo que encierra en todo el res-
to. Este desvelo es el que adelanta ks gen-
tes al termino de elevarse sobre los que sa-
ben menos , y por grados vá subiendo de
punto desde lo Ínfimo hasta los términos
mas altos á donde puede llegar k compre-
hension. Los que mas se aplican á ello son
los que consiguen la superioric^ad , median-
te las luces que el entendimiento les minis-
tra para hallar los recursos que no pueden
conseguir los limitados. Si los Indios hubie-
sen sido igualmente instruidos que los Espa,"
ñolcs^no hubieran sido sojuzgados con tanta
facilidad, ni se les hubiera hecho estraño ver
gentes blancas,y con barbas,ni otras muchas
cosas que les sorprendieron. Esta compara^
cion
del Mun-
ediendoles
» que co-
ne : duer*
i: y de di^
mtan mas
so las pQ«
Je lo Qué
sin el de
una sola
ío el res-
las gen-
J que sa-
pndo de
erminos
:ompre-
ello son
iiedian-
minis-
pueden
hubie-
)s Espa-'
1 tanta
ño ver
luchas
ipara^
cion
clon es como de lo máximo á lo mínima,
entre cuyos términos caben otros muchísi-
mos , y en todos ellos es principio seguro,
que el que tiene la superioridad en las luces
del entendimiento, la tiene igualmente en
el modo de pensar y discurrir con suje-
ción á la razón.
Después del Descubrimiento de las Jn^
¿tás no se ha trabajado con la aplicación
que se requería en conocer lo que encierran
de raro , haciendo poco aprecio de esta par-
te , como menos apetecible , siendo pocos
los que han parado la consideración en ella ,
fuera de aquellas primeras noticias que sé
adquirieron en los tiempos inmediatos á la
Conquista : no se han repetido , ni se han
hecho especulaciones para adelantarlas ; por
esta razón son mas extrañas , y con parti-
cularidad las que pertenecen á la Física ter-
restre , á las antigüedades , á las costum-
bres , y al carafter , genio , é inclinaciones
de aquellos habitantes, en su estado natu-
ral , y en el que tienen después de haber
entrado baxo de otra dominación, ofre-
ciendo cada uno de estos asuntos no pocas
particularidades en que ocupar el juicio, que
son otros tantos documentos para el cono-
cí-
A
í ¡ \
cimiento del Mundo y de las variedadqs
que encierra. La Física terrestre descubre
allí unos Fenómenos que no son comunes
€n las otras partes , siendo tales , que si b
idea se los figurase , sin haberlos visto , se
persuadiría no ser posible que existiesen, sin
que el orden natural dexase de seguir las
precisas reglas de la uniformidad, porque
es repugnante á la comprehension lo que
dexa de acomodarse á los sentidos. Sin em-
bargo de esto queda convencido el entendi-
miento, y persuadida la razón , quando ad-
vierte , que en los preceptos de la Creación
usó la Omnipotencia de sus maravillas , y
sin interrumpir el orden general que impu-
so á las<:csas creadas , varió los accidentes
por una de aquellas providencias reservadas
á la Sabiduría , con lo qual mudó entera-
mente los efeftos , conservando en todo su
vigor las causas » á fin de que el juicio hu^
mano tuviese mas que alabar , admirando
el orden y método con que las coordinó.
Este conocimiento, que ministra mayoic^
motivos para adelantar el del Supremo Au-
tor, no amplificaría las luces que franquea
si permaneciesen sepultadas en la ignorancia,
aquellas particularidades ; y asi quando de
ello
i
variedadqs
e descubre
n comunes
que si la
avisto, se
stiesen, sin
seguir Jas
d , porque
on Jo que
5 Sinem-
1 entendí
íando ad-
Creacion
villas, y
ue impu-
:cidenres
íservadas
) entera-
todo su
icio Jiu-
nirando
ordinó.
^ayoiw
no Au-
anquéa
orancÍA
ndo de
ello
ello no se sacase otro adelantamiento mas
que este , bastaría para arrastrar el desvelo
y la aplicación de los hombres.
Los fósiles y petrificaciones Marinas
son el conocimiento demonstrativo de los
acaecimientos del mundo , cuya parte no
es la que menos interesa , aun separando la
que pertenece á la instrucción , considerada
como mera curiosidad. En ella se descubre,
que aquella diferiencia sensible que varía
ios territorios , no fue impedimento para
que participasen con igualdad de unos mis-
mos accidentes, conservando señales que
lo testifican, sin dexar de ello equivocación.
Estos monumentos llenan de confusión la
incredulidad , siendo bastante motivo para
que merezcan en todos tiempos la mayor
aceptación , y el aprecio de los hombres
sabios , que apoyando en ello las verdades
mas recomendables de la Fé , han conse-
guido combatir con señales palpables , que
no admiten interpretación , la temeridad de
los impíos , reduciéndolos á confesar la
realidad , contra lo que la malicia les ins-
piraba.
El conocimiento de los diversos Pue-
blos de la tierra , sus usos , costumbres , é
in-
I ^1
;
inclinaciones , ilustra el entendimiento,dan-
do luz de loque se diferiencian entre sí: unos
inclinando á la mayor cultura , y al adelan-
tamiento de las luces naturales ^ y d(=í la ra-
zón : otros declinando al estado de la ma-
yor ignorancia en la vida inculta y animal,
al trato torpe y tosco, semejante al de los
brutos , y á la impropiedad en t das las ac-
ciones.De esto se SAca el provecho de saber
estimar la instrucción , de percibir lo q le
se debe á las reglas de la enseñanza en el
conocimiento de lo bueno , y la abomina-
ción de lo malo , y que sin tales documen-
tos el entendimiento no sabría usar de sus
facultades, como 1^^ sucede á los IndloSj
que se mantienen en el estado de ía barba-
rie , haciendo vida de ñeras , sin conoci-
miento de Dios , y sin señales de raciona-
lidad. Estas noticias proporcionan también
el conocimiento de la dispariedad que hay
de unas gentes á otras, y que no son todas
iguales , aunque en la total estructura son
parecidos , con la diferiencia de algunas
alteraciones que se notan. Enseña á cono-
cer las providencias del Supremo Criador,
que habiéndoles dado un mismo origen, las
ha diversificado después por unas causas
tan
entoldan-
*esí: unos
al adelan-
' d(=í la ra-
le la ma-
y animal,
al de los
3s las ac-
de saber
t: lo q le
:a en el
bomína*
>cumen-
r de sus
I' Indios^
barbá-
conoci-
aciona-
imbien
uehay
todas
ra son
Igunas
cono-
iador,
en, las
:ausas
tan
-tan ocultas que no alcanza á penetrarlas el
entendimiento humano , obstentando mas
en ello su grandeza , y lo inmenso de sus
providencias, á fin de que se distingan se-
gún los varios parages, regiones , y lugares
que habitan ; y dando á conocer al mismo
tiempo, que de un principio único dimanan
cosas distintas en los accidentes, sin que se
cambien,© se altere la esencia:al mcdo que
en lo reducido de las familias no se verifica
semejanza perfefta,saliendo los que la com-
ponen de un mismo tronco. Estas noticias
animan el entendimiento, le sacan del letar-
go de la estupidez , le enseñan el modo de
-discurrir por comparaciones , y mantienen
en exercicio sus facultades ; pues de no ser
asi se hallarian tan reducidas y limitadas,
como las de aquellas otras gentes que no
tienen mas conocimiento que el de las co-
sas presentes y forzosas para la vida.
Las memorias de la antigüedad son las
demostraciones verídicas de lo que fueron
las gentes en los tiempos á que se refieren :
por ellas viene á averiguarse lo que alcanza-
ron , el modo en que se manejaron, su go-
bierno , y economía ; y á este respeélo , lo
que han adelantado, ó perdido , lo numero-
•7^•7^7^ so
so de sus gentíos , la industria , el valor , y
las máximas de manejarse , sin los monu-
mentos,que, sin embargo de la ruina de los
tiempos , se conservan en alguna parte, no
habría documentos formales por donde in-
ferirlo. De ellos se comprehende la seme-
janza que tubieron unos Pueblos con otros,
y por este medio llega , en aquella forma
que es posible, á desentrañarse su:origen,
que es una de las particularides que mas in-
citan el deseo , como sucede con los Indias j
que por estar separados de las otras tierras,
y por tener disonancia en el color , y en
>otros accidentes de la contestura , dificulta
el juicio el modo de haber transitado á po-
blar , y el origen de donde salieron. Es-
tos asuntos serían de la mayor confusión
para el entendimienta si no se les encontra-
se una solución regular en los vestigios de
las cosas , en los usos , las costumbres, y
ks demás particularidades que descubre la
investigación , ayudada de la inteligencia*
Estas son las ventajas que se adquieren
con las noticias de la antigüedad, con las
relaciones de lo que produce la tierra , con
el conocimiento de sus regiones, ó tempe-
ramentos, y con las luces de la forma y ex-
truc-
>kU
F,
4
valor, y
)s monu-
na de los
►arte, no
onde ifi'
a seme-
)n otros,
i forma
origen ,
mas in-
)S Indios^
tierras,
í y en
lificulca
3 á po-
5n. Es-
nfusion
:ontra-
;ios de
es, y
bre Ja
ncía.
uierea
)n las
con
¡mpe-
y ex-
:uc-
truftufa de las partes que constituyen el
globo total, siéndolos medios, como se
ha dicho , de que aprendiendo á compre-
henderlo se sepa discurrir y discernir , sin
que las confiínda la falta de luces , como les
sucede á los que carecen de ellas , pues no
acertando á darles sentido no tienen faculta-
des para hacer distinción de ellas , y darles
el grado de aprecio que les conviene según
sus utilidades, '
Si hay gentes que conserven parte del
primitivo estado de los hombres, deben ser
los Indios ; y es la razón, porque habiéndose
mantenido en una situación que les sepera-
ba del comercio y comunicación de las de-
más , es natural que mantuviesen entre sí
algunas cosas de las que llevaron los Pobla-
dores , mayormente no -nanifestando dis-
posición ni talentos para inventar , ni para
hacer novedades,en las que son regulares al'
uso preciso de la vida ; y asi puede inferirse
de lo que se reconoce en ellos, hablando dé
ios que subsisten en la total incultura,lo que
serían los hombres en le primitivo , antes
que empezasen á civilizarse con el exercicio
de las ciencias naturales, por cuyo medio
consiguieron el adelantamiento que se ha di-
###a cho
'H
niyl!
i ■
dio de las cosas de la tierra , de los Astros,
y por el conjunto de todas, del Criador, de
sus providencias infinitas, y del orden y
coordinación con que todo lo dispuso : co-r
nociendo igualmente lo que se debe á estos
rudimentos y luces particulares, sin lasqua-
les el entendimiento sería como una joya
encerrada en las canteras profundas de la
tierra , sin lucimiento , ni provecho*
La presente Obra está dividida en E/í-
tretemmientos , cuyo titulo se les ha dado por
interesar la curiosidad, al paso que dan ins«
truccion : siendo regular esto en los asuntos
que tratan de materias de Física , y de la
Historia de los Pueblos, las quales se ha-
cen gratas á los Leftores por las luces que
les ministran de las cosas poco conocidas ;
pero con particularidaa quando se recono-
ce sobresalir en ella el estilo de la verdad ,
con preferencia al de admiración que causa
lo raro, cuyodefefto suele experimentarse
tratándose de regiones distantes, mayor-
Hiente si ha faltado el escrúpulo con que se
deben examinar las que son poco comunes:
sücediendojio pocas veces errarse el concep-
to que se forma de ellos, ó div demasiado
vabr á las exposiciones, de la vulgaridad , y
c. . de
^-iii»-^.
4
s Astros,
iaclor,de
orden y
jso: co-í
e á estos
1 las qua«
una joya
las de la
lO*
a en £«-
iado por
dan ins-
> asuntos
y de la
J se ha-
ices que
locidas ;
recono-
verdad ,
e causa
lentarse
mayor-
que se
muñes:
:oncep-
lasíado
lad, y
de
de Incurrir en uno , ó en otro defeílo se si-
gue sorprender al Público , llenándole de es-
pecies inciertas , que admite gustoso por la
propensión que tenemos á lo que dá mas
golpe en los sentidos. Aquí se han procura-
do salvar estos defeélos, haciéndole una
pintura exáfta de las cosas, y discifrando lo
que representan de extraordinario , con el
juicio de las causas , de donde procede la»
disigualdad , para que en este modo, al pa-
so que divierta su leftura , se registren en
aquellos Países retirados la diversidad de los
territorios , las distintas especies de climas,
y temperamentos, las producciones, con
todo lo demás que encierran , y quede sa-
tisfecho el entendimiento,encontrando la ra-
zón de todo ello: reconociendo al mismo
tiempo que las diferencias sensibles que tie-
nen , á lo que es regular en el conocimien-
to común de las gentes, es preciso que sean
asi, por hallarse conformes á los accidentes
que ocasionan la variedad.
Solo resta desear que el Público , sien-
do el interesado , por haberse escrito á su
beneficio, la reciba como prueba de los fi-
nes que han movido á hacerlo, franqueán-
dole las noticias que por sí no puede alcan-
. - , zar.
It
II
zar, y el medio de que registre otros Países
distintos de aquellos que cada individuo co-
noce, ó otros fenómenos, otras gentes,
otros animales,y otras producciones: si con
estos fines selogra tener su aprobación , se-
rá una recompensa muy apreciable y cor-
respondiente al trabajo que se ha impendí-
do en escribirlas , y á los afanes de la apli-
cación en el cuidado de observar con proli-
gidad las cosas mas notables del Mundo , y
las obras maravillosas de la Naturaleza.
^
TA-
'4.^
ros Países
viduo co*
! gentes,
íes: si con
ion, se-
!e y cor-
'mpendí-
. la aplí-
)n proli*
undo , y
eia.
TABLA
DE LO QUE CONTIENEN
los Entretenimientos de esta
Obra.
I
I. "T? Ntretenimíento : Sobre las varias dís-^
m^É posiciones que tienen los territorios en
diferentes partes de la tierra , y los efeCtos que
esto ocasiona en los temperamentos , no menos
que en las producciones^ pag. i.
IL Entretenimiento: Ed orden y disposición en
que están los terrenos de las Indias Occidenta"
les ^ y de la notable variedad que bay en ellos j
pag. 12.
III. Se explican ios temperamentos y climas de
los diversos territorios de aquellas partes del
' Mundo , pag. 40.
IV". Continúa sobre los varios temperamentos^
pag. 57- .
V. Sobre los distintos temperamentos de la parte
de la América , efeCtos que producen , y causas
de lo que alli se experimenta contra el orden ge^^
neral de las otras partes^ pag.f 8.
VI. De las producciones vegetables de los varios
territorios, pag.9J^.
VIL Be los animales y sus particularidades^
pag. 122.
VIIL De las particularidades de los volatileSypSL^
gina 1 49.
IX. Sobre los Pescados particulares^ipsLg^ 161.
X.iS*<}-
'i\ IJ
! i ii;
X. De los Lagos f de los Rios^ dando mticia délo
que contienen de particular^ pag.ijrs.
XI. De las dolencias que son particulares ^segun la
variedad de los climas ^y su comparación^ P» 19S*
XII. De los Minerales^ y principalmente de los de
Plata^ydel modo de entablar su trabajo ^p.2iS»
XIII. Continúa el asunto de los Minerales^ y se
explican quales son las principales Caxas , y lo
que se funde de Plata en ellas ^ P^g^^SS*
XIV". Sobre el estado aClual dt las Minas , y las que
se benefician por eifuego^ó por el azogue^ p.248.
XV. Se trata delAwgue^y de la Sal^materias pre-
cisas para el beneficio de la Plata , y de las Mi-»
ñas de estas dos especies^ pag. 25ri.
XVI. Trata de los Fósiles , y particularmente de
las Petrificaciones y pag. 286.
XVIL De los Indios naturales de las dos Améri^
cas 5 de sus costumbres y usos^ pag. 305.
XVIII. Continúame las noticias del caraCter y
costumbres de los Indios , con la comparación
de unos con otros , pag. 322.
XIX. Tratase de la Religión de los Indios 9 de sus
entierros , de su disminución y y de las castas de
Mestizos^ pag. 335.
XX. Dase noticia de las antigüedades de los Indios j
y de las cosas que se conservan de ellos ^pzg.^^o.
XXI. Explicanse algunas obras de los Indios para
sus precisos menesteres , y de algunas figuras á
manera de ídolos^ ódixecillos^ pag. 369.
XXII. Sobre la lengua de los Indios^ y juicio del
modo en que se pudieron poblar las Indias ^^p, 385.
EN-
♦•u
'■í^
mticia délo
res y según la
\te de los de
?rales^ y se
?axas , y lo
33-
is, y lasque
^ue, p.248,
aterías pre^
' de las Mi-^
lar mente de
ios Améri*
^- 305.
caraófer y
omparaeion
'ios , de sus
s castas de
los Indios j
íPag-350.
hdios para
s figuras á
69.
ajuicio del
EN-
Pag. I
jík* ^3w
>3C
ENTRETENIMIENTO
PRIMERO,
So¿r^ /¿lí "varias disposiciones que tienen
los terrenos en diferentes f artes de la
tierra \ y los efeéíos que ésta ocasiona en
los temperamentos j no menos que
en las produciones.
I ^^i^^f^ S admirable la naturaleza en
todas sus obras, y partici-
pan de esta prerrogativa con
singular recomendación las
úiif'/oiov/oííTv^s distintas disposiciones que
dio á los territorios , supliendo con la hermosa
variedad, en que los dispuso, las ventajas que de-
xó de franquearles en las recomendaciones de los
lugares que les destinó. Por este medio repartió
sus apreciables dotes tan generalmente , que al
paso que se esmeró en ostentar su fecundidad con
los mas pingues, no dexó de comunicar sus pro-
digios á los que parecía tener menos ventajas^
bien fuese por la situación en que están , ó por
los accidentes que concurren en ellos. Acostum-
brados á aquello primero en que nos criamos , se
A nos
•fi i'
I'
i I
a ENTRETENIMIENTO
nos hace difícil comprehender , que los Países
que no conocemos puedan ser diferentes de ellos^
ó que siéndolo participen de las propiedades que
son regulares en los que habitamos : sin excep-
tuarse de estas dudas los sugetos mas instruidos ,
los mas aplicados, y estudiosos, ni aun los que
miden los arcanos de la naturaleza con la. espe-
culación. Todos incurrimos en esta flaqueza,
como efedo indispensable de nuestra limitación ^
y esto procede de que lo que se considera con las
luces del entendimiento puramente , no hace la
misma impresión que lo que se toca desde luego
con los sentidosjy pasa de ellos al convencimien-
to del alma. La Zona Tórrida hace muchos años
que se conoce habitada : pero no hace tantos que
entre los hombres Sabios y Físicos consumados,
se comprehendió, que no solamente era habitada,
sino que hay en ella regiones dilatadisimas , en
que se experimentan los efedos de la frígida , y
de la templada. No se ignoraba que habia mon-
tañas en las inmediaciones de la Equinocidl^ pero
no se comprehendía bastantemente que la menos
densidad del ayre moderaba de tal modo los
efedlos de los rayos del Sol , quando están mas
perpendiculares sobre la tierra , que pudiese ser
esto un equivalente á la obliquidad que tienen,
quando este Astro se halla m-^s apartado del Ze-
m'th^ y que produzca nieves, nielos , y frialdad
por este medio , como en las Regioner que se
acercan acia los Polos. Tampoco se alcanzaba á
comprehender , que en los parages en donde el
ayre llega á tener una dilatación tan considera-
ble
-V (.
los Países
es de ellos^
edades que
sin excep-
Instruídos ,
un los que
3n la espe-
flaqueza,
limitación ^
lera con las
no hace la
2sde luego
vencimien-
uchos años
tantos que
msumados,
i habitada,
isimas, en
"ígida, y
labia mon-
wciál^ pero
la menos
modo los
;stán mas
idiese ser
le tienen,
lo del Ze-
frialdad
Y que se
lanzaba á
londe el
msidera-
ble
PRIMERO. 3
ble, que á corta diferiencia es la mitad de la que
por naturaleza tiene sobre la superficie total de
la tierra, considerada llana como lo estái los Ma-
res , pudiese haber vivientes. No entendían que
pudiese haber parage en donde perennemente se
experimentasen los efedos de los quatro tiempos
del año, sin que en la duración de los dias y las
noches hubiese variación sensible. Tampoco po-
dían concebir los que habitan en aquellas partes ,
en donde ni el frió , ni el calor molestan , que se
pudiese resistir á la alternativa continua de In-
vierno con fríos excesivos , y de Verano con ca-
lores extremados. A unos les parece cosa rara la
igualdad de los dias y de las noches , sin igno-
rar la razón que lo dispone asi 5 y á otros , sin
carecer de la que hay para la desigualdad , les
, parece que será penosísimo á la vida acomodarse
á unas noches largas , y pasar después á tenerlas
aun mas cortas que lo fueron los dias en aquella
precedente estación.
2 Muchas otras cosas se hacen difíciles á la
credulidad , hasta que la experiencia fecundiza
las ideas de la comprchension , y desvanece la
repugnancia en lo que parece menos regular, T.a
naturaleza, próvida en todas sus obras , seabró
el Mundo de maravillas, sin sujeción á la limi-
tación de los entendimientos : siendo ella misma
la que con facilidad enseña la concordancia que
les dio , distribuyéndolas con tal igualdad , que
lo que parece mas raro en unas partes , es común
en otras. Por este término vienen á quedar igua-
les entre sí , sin que tengan que embidiarse , por-
A2 que
A
i
I *
i
1
4 ENTRETENIMIENTO
que en todas se vive con regularidad ^ y la vida,
que es la prerrogativa mas principal de las cria-
turas, no tiene ventajas en los Países que logran
una Primavera continua, sobre los ocros, en don-
de entre el Estío , el Otoño , y el Invierno, com-
ponen las tres quartas partes del año. En todos
subsisten las gentes y los animales , y las parti-
cularidades de los climas benignos no tienen pri-
vilegio para alargar la vida , respedo de los que
habitan en otros llenos de molestias y pen-
siones. Los rigores del calor son tan propios á
los que se habitúan á ellos , como los destemples
del frió á los que están acostumbrados á sobre-
llevarlos 5 y como si la naturaleza hiciese fuego
de sus accidentes , iguala entre sí los tempera-
mentos mas distantes dentro de una misma re-
gión , colocando en los ardores de la Zona calu-
rosa las frialdades de las partes glaciales. Esta
sola circunstancia basta para que no cause repug-
nancia lo que parece menos conforme, pues á
vista de unir los dos extremos mas opuestos, que-
da persuasible todo lo demás: si los propios he-
chos no lo demostrasen, no se creería que podrían
estar unidos baxo de un mismo distrito el calor
y la frialdad , el fuego y el hielo : las Ilubias
abundantes y la esterilidad de las nieves , sin
mas distancia que los separe , que la elevación 5
pero la naturaleza , maestra de los mayores pro-
digios, se gobierna por leyes tan sabias, y tan
próvidas , que lo abraza todo.
3 Los Países remotos , y particularmente los
de las Indias ^mlíiisirm cosas bien raras al juicio
de
» Wiam MWMM
y la vida,
le las cria-
que logran
is, en don-
erno, com-
En todos
las parti-
tienen pri-
de los que
as y pen-
propios á
destemples
> á sobre-
iese fuego
s tempera-
misma re-
Tiona calu-
ales. Esta
use repug-
e, pues á
estos, que-
'opios he-
iie podrían
o el calor
as Ilubias
eves , sin
evacion ^
ores pro-"
ias , y tan
mente los
al juicio
de
PRIMERO. 5
de los que las registran de lejos , y se harían re-
pugnantes si ella misma no enseñase el convenci-
miento de la posibilidad. Debemos llamar aque-
llos Países el Mundo moderno , á distinción de
las otras partes que estaban conocidas, en lo que
alcanza la memoria de los hombres ^ pues aunque
ias partes Orientales del Asia , y las Meridiona-
les del África lo fueron por los Europeos , mu-
cho después que el resto , hay sobradas noticias
de que en los mas retirados siglos se traficaba á
ellas , siendo regular , que hallándose contiguas,
ó unidas entre sí las Naciones, de unas en otras
penetrasen hasta lo mas retirado, no sucediendo
lo mismo con las Indias Orientales y porque me- 0:^Í(U
diando un ámbito de Mar bien dilatado , que las
separa del África y de la Europa por la parte
Occidental^ y del Asia por la Oriental , no ha-
bia para con ellas la misma proporción que tie-
nen las otras. Isli hay memoria alguna que indi-
que con bastante seguridad esta comunicación ,
aunque se quiera buscar su noticia en las histo-
rias mas antiguas. De aqui viene , que quanto se
reconoce en ellas es nuevo , causando tanta estra-
ñeza , como si en realidad se hubiese pasado de
un mundo á otro. Nace de aqui el nombre que
se le dio desde luego de Nuevo Mundo ; porque
de un modo era nuevo para los que habitaban en
las otras partes ^ y de otro lo era por las parti-
cularidades que encierra en todo genero de co-
sas , como se reconoce en la forma y disposición
de los terrenos : en las diversas produciones que
tiene, según la naturaleza de los temperamentos:
en
H
H
nj
i 'I
^
Ó ENTRETENIMIENTO
en los temples varios , que no son semejantes en-
tre sí : en los animales de la tierra ^ y en los vo-
látiles del ayre, no menos, que en las otras cosas.
Esto llega á ser tan extraordinario , que en aquel
Nuevo Mundo se deben considerar dos , el uno
dentro del otro, como lo indican las dos regiones
opuestas , que se experimentan en un mismo espa-
cio : la una calidísima, y la otra muy fria, sin de-
xar de participar ambas de una propia dirección
de los rayos del Sol^ y como si estuvieran apar-
tadas de una quarta parte del Globo , se experi-
mentan Climas 5 Phenomenos , y efedos entera-
mente diversos y encontrados : pues se vén los
de las partes medias del África^ y los de las mas
Septentrionales de la Europa^ que es quanto pue-
de observarse de mas raro en la naturaleza.
4 Muchos hombres sabios y curiosos se han
dedicado con aplicación al conocimiento del
Mundo, por el de sus produciones^ con cuyo de-
signio han formado Gavinetes prolijos y abun-
dantes de quanto se produce en sus distintas Re-
giones , y se cria en los particulares Territorios
de ellas : cuyo trabajo dá solo conocimiento de
una parte de lo raro , sin extenderse á dar luz de
las principales particularidades, que consisten en
la física de la corteza, ó parte exterior del Globo,
que es en la que reside la propiedad y causa pri-
mitiva de las produciones. Estas se hacen reco-
mendables por su particularidad al juicio de los
que no tenían noticias de ellas , y quedan preocu-
pados de la misma novedad , sin penetrar el ori-
gen. Ínterin que no lo desentrañan: para ello se
re-
'O
mejantes en-
y en los vo-
s otras cosas,
que en aquel
dos 5 el uno
dos regiones
mismo espa-
fria^ sin de-
a dirección
ieran apar-
5 se experi-
6tos entera-
í se vén los
> de las mas
quanto pue-
aleza.
iosos se han
miento del
►n cuyo de--
)s y abun-
stintas Re-
Territorios
imiento de
dar luz de
insisten en
del Globo,
causa pri-
cen reco-
io de los
n preocu-
ar el ori-
ello se
re-
.|| PRIMERO. 7
requiere una aplicación prolija , y examinar las
causas , que son el fundamento de quanto se ob-
serva de masestraño.Las produciones^cn las tres
clases en que los Físicos dividen la naturaleza,
dan luz de lo que puede formar la convinacion
y concurso de los climas; pero dexa en confusión
la parte mas principal , que es la matriz en donde
se imprimen sus influjos , para que resulten dfe
ello las produciones : esto es lo que debieran ha-
ber explicado 5 pero escasos de noticias no han
podido pasar adelante con sus deseos.
5 Los Gavinetes de Historia Natural son sin
duda los Archivos de la naturaleza , en donde la
curiosidad registra lo admirable , y lo raro que
se encuentra en diversas partes del Mundo : esta
especulación no es suficiente para dexar satisfe-
chos los designios del entendimiento en el empe-
ño de conocer fundamentalmente la causa de la
variedad. La naturaleza es admirable en sus pro-
duciones , y tal se reconoce generalmente ; pero
el confesarlo asi, no la hace mas comprehensible.
Descubrense los efedos en la diversidad sin al-
canzarse el origen ^ y hay infinidad de maravi-
llas que las perciven los sentidos , sin que el en-
tendimiento se detenga á considerarlas : del mis-
mo modo en otras cosas se detiene poco la refle-
xión, por no poder encontrar lo que encierran de
raro , ó de particular : naciendo de esto, que con-
tinuamente se trabaja en investigaciones , por
cuyo medio se adelantan los descubrimientos,
aunque sin llegar á ver el fin.
6 El Mundo nuevo tiene muchas cosas es-
tra-
%
'■■II,
8
ENTRETENIMIENTO
trañas para los de las otras partes , y entre ellas
hay algunas tan escondidas al juicio , que no se
pueden explicar sus causas de un modo que con-
venza : de este número son los Minerales de pla-
ta , que siendo especial patrimonio de aquellos
Países, son raros en lo restante del Mundo , sin
que la circunstancia de haber montañas elevadas,
ni la del calor y el frió , ó la humedad y la se-
quedad sean las únicas de donde dependa , por-
que en las otras hay los mismos accidentes , sin
ser comunes como allí los Minerales de este me-
tal. Otras cosas hay que parecen particulares de
aquellas Regiones , pero en correspondiencia fal-
tarán en ellas algunas , que lo son en las que no
participan de las suyas: para ello no hay mas ra-
zón física que lo enseñe , que la de haberlo dis-
puesto asi el Autor de la Naturaleza, no siendo
posible penetrar sus arcanos mas allá de lo que
alcanza la comprehension del entendimiento,
pues aunque se quieran hacer composiciones de
temperamentos y de terrenos , de vientos y de
humedades , nunca llegaremos á formarlas con
tal precisión , que no se encuentre alguna seme-
janza en los que carecen de esas produciones ; y
se reputan por raras, nacido de estar acostumbra-
dos á otras que se diferencian de ellas. Algunos
Físicos trabajaron mucho en explicar la causa
de la corpulencia de unas Naciones respeto de
otras , que son pequeñas ; del color negro de los
que habitan la mayor parte del África , y de la
blancura de las que viven en las mas Septentrio-^
nales^ó Meridionales del Globo, y después de pa-
re-
<■ \.
)
entre ellas
que no se
io que con-
lies de pia-
le aquellos
[undo , sin
s elevadas,
d y la se-
snda, por-
lentes, sin
le este me-
iculares de
diencia fal-
las que no
ay mas ra-
aberlo dis-<
, no siendo
de lo que
ndimiento^
dciones de
ntos y de
arlas con
ma seme-
Iciones ^ y
pstumbra-»
Algunos
la causa
espeto de
;ro de los
1, y de la
\eptefitriO''
íes de pa-
re-
4
PRIMERO. 9
recerles haber adivinado las leyes ocultas de la
naturaleza , se vén precisados á conocer que con
qualquier accidente se desvanece lo mas esen-
cial del sistema , demostrando , que quanto se es-
tablecía como seguro, se halla desacreditado por
la experiencia : continuamente se palpan estos
desengaños con los quales se viene en conocimien-
to de la facilidad que acompaña los juiciosjquan-
do se separan de ella ^ y que para acertar no hay
otro camino que el de llevarla por guia , y razo-
nar con la misma.
7 Las causas primitivas de quanto se regis-
tra sobre la tierra , se explican bastantemente por
las reglas comunes ^ pero luego que se encuentra
nueva observación que desdiga , varían entera-
mente los principios \ y de aqui se origina , que
el juicio mas bien fundado se hace falible.
8 La dirección de los rayos del Sol sobre la
tierra debe ser causa del mas, 6 menos calor ^ y
nos fundamos en la propiedad que tienen de ca-
lentar , y el modo de penetrar la athmosphera
para hacer su impresión : sin embargo de ser es-
te un principio innegable, alguno de los acciden-
tes del segundo orden , como sucede en las I«-
dias Occidentales , hace que varíe en parte ^ y no
solo dexan los rayos diredtos, ó perpendiculares
de causar el calor que correspondía , sino que se
experimenta frialdad , con todos los efedos, que
son consecuentes á ella^ de cuyo modo aquel
principio, tan seguro á nuestro juicio , muda con
la casualidad de concurrir otra causa accidental,
que modifica su fuerza. A este simil sucede con
B los
lO
ENTRETENIMIENTO
t iil
''I
¡I'
i
los vivientes de todas especies en los vegetales y
en los minerales , siendo preciso para no errar en
los juicios, gobernarse por la observación , sin
atender á los principios de la theórica, que deter-
minan lo que debería suceder , según las reglas
generales , pero sin el total acierto en los efedos
que son correspondientes á los accidentes casua-
les que intervienen,
9 En las partes que se hallan fuera de la
Zona calurosa se observa, que quando el Sol está
mas inmediato al Zenítb^ se experimentan los ca-
lores grandes ^ y quando está mas apartado, los
frios y los hielos. Este principio , y la circuns-
tancia de suceder lo contrario en el ámbito de la
tierra , en donde debia experimentarse el mayor
calor , son la señal mas convincente de que allá
existen otras causas, que apartan la naturaleza de
su orden común ^ y que su Autor quiso subordi-
nar los entendimientos de las criaturas , limitan-
dolos para que no pudiesen penetrar enteramente
los arcanos de la Providencia 9 aun en las cosas
mas palpables.
10 Es reparable que los mayores entendi-
mientos, después de un trabajo constante de toda
la vida, se hallen de este modo contenidos por
uno de los accidentes extraordinarios que sobre-
vienen , sin que el discurso , acostumbrado á tra-
bajar sobre las cosas de la naturaleza , les minis-
tre las luces necesarias para el acierto ; y que
quando discurrían tener baxo del dominio de sus
ideas la clase general de las cosas del mundo, se
hallen engañados , careciendo aun en muchos ca-
sos
f
PRIMERO*
II
vegetales y
10 errar en
icion , sin
, que deter-
las reglas
los efedos
ntes casua-
Liera de la
el Sol está
itan los ca^
artado, los
la circuns-
nbito de la
5 el mayor
de que allá
turaleza de
so subordi-
5 limitan-
nteramente
n las cosas
entendi-
e de toda
nidos por
ue sobre-
ado á tra-
les minis-
í y que
nio de sus
nundo, se
uchos ca-
sos
sos de la comprehension de lo mas trivial. Causd
novedad á varios sabios del primer orden el ver
que se podia vivir sin mayor incomodidad en
donde el ayreera tan ligero, que discrepaba muy
poco de la mitad del peso que tiene en la super-
ficie total del G/obo, Las razones en que funda-
ban esta opinión , se hallaban apoyadas sobre
principios regulares de física , con varios experi"
mentos 5 pero no tenian presente que la naturale-
za se sirve de otros medios distintos de los que
alcanza la comprehension humana para obsten-
tar sus providencias. También admira , y no sin
sobrado fundamento , que en la Zona Tórnela ,
inmediato á la Equinocíal, haya parages en don-
de las gentes sean de una blancura y hermosura,
de colores tan particular , que no tengan que em-
vidiar en ello á los Países mas señalados de la
Europa^ ó del Asia 5 y que los accidentes del
temperamento no influyen en ellos , como sucede
en otras partes en donde son de color menos blan-
co: los que concurren en unos hacen variar la re-
gla general de los otros , y estas son las provi-
dencias admirables de la naturaleza. Muchas
otras cosas se notan en aquellos parajes , que no
son menos estrañas que las antecedentes^ y 5i has-
ta aquí no se ha tenido puntual conocimiento de
ellas , es por no haber habido quien se dedicase
á observarlas , y hacerlas comunicables con la
extensión y prolixidad que merecen , desprecián-
dose este genero de noticias en aquellos parages,
porque la principal atención la arrastran unos in-
centivos que lisongean la inclinación de las gentes.
B 2 EN-
i
! ^- r.
T
li
I i:
12
i»
ENTRETENIMIENTO 11.
El orden y disposición en que están los
Terrenos de las Indias Occidentales >
y de la notable variedad que
hay en ellos.
g E reconocen de ordinario, por
las parf icularidades que se notan
en los efedos , los atributos de
las causas : asi sucede en la na^
tuialeza , que por las obras se
hacen perceptibles las singularidades de su provi-
dencia 5 y lo confirma la variedad que reyna en
ellos , sin apartarlas de las leyes precisas para la
subsistencia. Si las cosas fuesen en si iguales, sin
discrepancia,no ha^bria motivo para quetubieseque
admirar la especulaciün,ni para hacer comparación
de unas con otras. La uniformidad es de ordinario
poco recomendable á los sentidos, porque no se dis-«
tingue en ella cosa que sobresalga y llame la aten-
ción : por el contrario , la variedad suspende la
atención é la primer vista de los objetos , que oo
siendo semejantes tienen una misma perfección,
sin ser dable discernir qual sea mas completa en
su especie. Una montaña y un valle son dos co-
sas diferentes f y si en la primera admira la espe-
culativa la corpulencia y las desigualdades de
que se compone, no se recrea menos en la llanu-
ra é igualdad del segundo j pero un llano dilata-
do
SEGUNDO.
13
II.
estm los
ntales y
que
inario^ por
jue se notan
tributos de
e en la na^
is obras se
Q su provi-
e reyna en
sas para la
iguales, sin
tubieseque
mparacion
e ordinario
e no se dis-"
le la aten-
spende la
, queoo
erfeccion,
mpleta en
n dos co-
a la espe-
dades de
la llanu-
10 dilata-
do
s
do, donde se pierde la vista , molesta tanto como
una serranía continuada ^ y parece que en ésta
y en aquel hace falta la variedad , para que los
objetos se diversifiquen , y no sean siempre unos
mismos. En la tierra dispuso la naturaleza lla-
nuras, montañas , valles, desigualdades, riscos,
lagunas, rios caudalosos, arroyos , fuentes , y
aun dio á la tierra varios coloridos para que no
fuese todo una misma cosa , y que la alternativa
de unas con otras hiciese mas completa la obra. A
esta semejanza no hizo las partes de la tierra con
rigorosa igualdad ^ pero le dio á cada una cierta
forma en su estrudura, ó en las produciones que
le señaló, por donde se distinguiese de las demás.
Esto lo hizo sin apartarse de las reglas generales
que guardó con todas, cuya circunstancia es
otro aditamento muy recomendable La parte
Meridional de las Lidias Occidentales , conocida
por América Meridional^ se diferencia de las
otras sensiblemente en sus dilatadas llanuras , y
en sus elevacioneá considerables , que tienen el
nombre de Cordilleras , siendo tan espaciosas ,
que parece haberse dispuesto un pedazo de mun-
do superior al otro, en bastante altura , y dentro
de él , tan desemejantes entre sí , que quasi no se
parecen ^ porque lo material de los territorios , la
disposición , y simetría de sus partes, las estacio-
nes del año , los temples , las producioaes, y los
animales , todo es diverso , ó se halla encontra-
do : siendo muy particular , que en un propio
continente , y no á muchas leguas de distancia,
sea Verano en una parte, mientras es Invierno en
otra^
r1
'^
li
14 ENTRETENIMIENTO
Otra 5 y al contrario , que los arboles que produ-
ce el un territorio , sean tan distintos de los del
otro, como si entre ellos mediasen centenares de
leguas 5 y que en los frutos, animales, y aves su-
ceda esto mismo.De aquí resulta poderse concep-
tuar, según queda dicho, como dos Mundos dis-
tintos dentro de uno.
2 El ámbito de la Zona Tórrida^ que es el que
hay desde el un Trópico al otro, coje toda la Isla
de Cuba^ la de Santo Domingo , con otras ^ y la
Ciudad de la Habana se halla á muy corta dife-
rencia debaxo del de Cáncer^ estendiendose has-
ta Morro-Moreno , cerca de la Bahía de Mexillo-
nes , al Sur , cosa de un grado del Puerto de
Cobija^ en las costas del Mar del Sur , y Países
del Reyno del Ferú, Los climas que se recono-
cen en estos ^'^ grados , son muchos , y la varia
disposición de los territorios lo mismo : á cuyo
respedo son las produciones , sín que esto siga
un orden preciso , por el qual los que se acercan
mas á la Equlnocial sean los mas cálidos : ni por
el contrario mas moderados de las influencias del
Sol los que se hallan mas próximos á los Tropí^
eos ^ cuya disonancia no la alcanza la especula-^
cion de la física, sín el auxilio de la experiencia,
mediante que en el orden natural correspondía,
que el calor mas intenso •estubiese en la medianía
del espacio que anda el Sol en el discurso del
año, y que fuese moderándose , á medida que se
aparta de aquel punto : esta contrariedad hace
rara la cosa, originándose de ello el deseo de
averiguar la causa , porque lo cí^m ano , según el
or-
.^ . —
ro
s que produ-
s de Jos del
entenares de
i, y aves su-
erse concep-
V^undüs dis-
ue es el que
toda la Isla
otras ^ y la
corta dife-
endose has-
de Mexillo-
Puerto de
5 y Países
se recono-
, y la varia
> : á cuyo
; esto siga
se acercan
los; ni por
jencias del
los Tropi^
especula-*
cperiencia,
respondia,
medianía
curso del
ida que se
dad hace
deseo de
según el
or-
i
SEGUNDO. 15
t)rden natural de las cosas , mueve la curiosidad
é descubrir el origen que tiene , y á penetrar los
«ecretos de que se sirvió la naturaleza para apar-
tarlo de las reglas comunes de su providencia.
3 No son todos los territorios del espacio del Glo^
§0^ según se ha dicho, semejantes: hay en él Países
inuy baxos , otros que son alguna cosa altos, res-
|)edo de aquellos , y otros que son altísimos : de
estas diversas graduaciones procede después la
variedad de temperamentos , que son la causa ac-
tidental, ó segunda de la dispariedad que se ex-
perimenta en ellos. lia Isla de Cuba^ considera-
da por sus Costas , es en mucha parte baxa , y
en parages tanto , que parece estar igual con el
Mar, lo que se nota particularmente en los que
llaman Cayos, Por lo interior de ella se vén mon-
tes y alturas; pero no son estos de una elevación,
•comparables con otros, que hay en distintas par-
tes de la tierra. La Isla átjamayca y (\u^ dista
poco de la de Cuba , y está á la parte del Súr^
•es alta en forma de montañas , desde las oiillas
•del MdiX , para su interior ; haciéndose reparable,
que en un ámbito tan corto como el que las divi-
de se encuentre esta dispariedad , pues en dias
claros se vé desde la primera la áejawayca. Las
Costas de la América Meridional ^ que náran acia
el Norte ^ son en lo general de una altura regu-
lar, descubriéndose en ellas acia lo interior mon-
tañas medianas , y en ciertos distritos serranías
tan altas, que se doxan ver de mucha distancia :
siendo tanto lo que se elevan , que hallándose
poco apartadas del Eciuifiocial , están cubiertas
1
I 1
I
.i'
i!
•! '
t6 entretenimiento
de nieve , excediendo aquel punto de la athmos-.
phera , en donde se forma la congelación. En las
partes Occidentales de la América Meridional^
que es de las que se ha de tratar principalmente,
se vé de todo; pero las tierras que se reputan por
baxas, no lo son tanto , como se ha dicho de la
Isla de Cuba y Golfo Mexicano, Las Costas que
siguen por el Occidente del Mar de Cartagena.
desde Honduras^ por Tucatán^ Golfo de México^
dando la buelta por la Luisiana y Florida^ y las
que corren acia la Nueva Inglaterra por el Canal
de Bahama^son igualmente baxas,y rasas en tan-
to grado, que parecen á un nivel con el Mar, asi
como los Cayos de la Isla ácCuha.
4 'Esta ^siVíQ áQ IsL Ainérica M rl ^ ^al y Occz-
d¿ntal es principalmente la que representa el par-
ticular fenómeno de la disigualdad en territorios,
y consequente á ellos en los climas y p»*oducio-
nes , debiéndose mirar como dos Países diversos
en uno .nismo. El ámbito que mira acia el Mar
de! Sur es baxo, formando como una faxa , que
corre desde elChocó en ^, ú 8 grados de la parte
del Norte de la Equinociál , hasta los 26, ó 28
de la éúSúr<^ cuya anchura es con varied id des-
de 8 hasta 20 leguas, ensanchándose f ;íjos
parages mas que en otros. Desde donde ttri v en
estas llanuras baxas empiezan las serranías que
llaman Cordilleras ^ elevándose tanto, que parece
ir á rematarse con las nubes. Allá en lo alto for-
man otro País, interrumpido en lo dilatado de sus
distancias de varias montañas y quebradas; y
éste se estiende en lo largo, todo lo cv^ tiene
aque-
' .».*'.
TO
e la athmos-»
ricion. En las
Meridional^
ncipalmente ,
i reputan por
dicho de la
is Costas que
ie Cartagena.
1 de México^
^lorida^ y las
por el Canal
rasas en tan-
n el Mar, asi
'■^^ii/y Occi-
senta el par-
ía territorios,
y pí'oducio-
íses diversos
acia el Mar
faxa , que
)s de la parte
os 26,0 28
ariedxd des-
osé f ;ííos
nde tetiv en
erranías que
que parece
lo alto for-
atado de sus
leb'idasi y
lü .11 'e tiene
aque-
SEGUNDO. 17
aquella América , pero en lo ancho es con varie^
dad de 30 á 50 leguas : al fin de ellas , por el
lado del Oriente , buelven á descender las serra-
nías para formar otro País baxo , que es el que
corre desde su pié hasta las orillas Orientales de
la misma América ¿ n el Brasil ; siendo ésta á la
jque allá se le da el nombre de Montaña de los
Andes , nacido de dos razones : la una , porque,
aunque es País baxo , no faltan en él montes, ni
dexa de ser escabroso y desigual en partes : la
ptra, por ser poblado de bosques espesos , que es
á lo que por allá dan el nombre de montaña, aun
quando el suelo es llano. De esto se vé , que en
lo interior de aquella América hay una faxa de
territorio sensiblemente mas alto que todo el res-
to , y mas que los Países habitados de las otras
partes del Mundo , porque su elevación es tanta ,
que excede á las que se conocea en ellas , como
lo tienen demostrado los experimentos y medidas
^ue se han hecho para su averiguación.
f 5 En esta parte alta de la América liay luego
otros cerros , que se levantan de su suelo á unas
alturas considerables , lo mismo que sucede en
los Países mas conocidos de Europa ^ pero en la
parte poblada alta , que les sirve de base , hay
Provincias , y aun Reynos de mucha extensión y
gentío : hay también en ella despoblados dilata-
dos 5 y como si fuese otra tierra distinta de la
baxa , varía todo allí en tanto grado , que quasi
no hay cosa que sea igual del uno con el otro $
debiendo ser asi, porque variando el clima, va-
rían todas las produciones de la tierra. Es con-
C ve-
i
firr
■ /(i
I lit
I i'l"
I
i8
ENTRETENIMIENTO
veniente para la inteligencia segura de esta tier-
ra superior , no equivocar la que llamamos parte
poblada alta , con la mayor elevación que tienen
los montes y serranías que se levantan de ella ^ y
para esto se debe suponer , que la parte habitada
tiene de altura , respeto de las tierras baxas que
están inmediatas al Mar, 4536 J varas ^ pero las
cuoibres de las montañas, que nacen de la misma
planicie alta , tienen mas de 6600 varas , y con-
sequentemcnte respe(íto de aquella 2100. Asi se
establecerá haber tres graduaciones de tierra,
que son la baxa , que está contigua al Mar : la
alta , que está en lo corpulento de la Cordillera ,
ó Serranía^ y la mas alta y que son las montañas
que se levantan de ésta. Si estas alturas fuesen
con poca diferiencia semejantes á las de las mon-
tañas de que se tiene noticia en las otras partes
del Mundo, no darían asunto para que se reputa-
sen por cosa rara ^ pero no es asi , su elevación
excede á lo que conceptuaba el juicio , originán-
dose de ello lo estraño y particular que se nota ,
y la diversidad de cosas nada comunes que pro-
ceden de este principio..
6 En el territorio baxo dominan los areniscos,
y esto sucede en distancias bastante dilatadas:
hay también algunos espacios de tierra limosa.
Como no faltan montañas en algunos parages,
hay en ellas canteras , y toda, especie de tierras ,
como es regular en todos los Países que tienen
extensión. En la parte alta , que asi la nombra-
mos mirada en total, no faltan espacios bien gran-
des de arena, infiriéndose de ello no poderse ab-
so-
de esta tier-
namos parte
n que tienen
n de ella^ y
rte habitada
s baxas que
isf pero las
de la misma
ras, y con-
loo. Asi se
1 de tierra,
al Mar : la
L Cordillera ,
is montañas
uras fuesen
de las mon-
otras partes
e se reputa-
elevación
originan-
se nota,
s que pro-
le
areniscos,
dilatadas:
:ra limosa,
parages,
le tierras,
que tienen
i nombra-
bien gran-
)derse ab-
so-
SEGUNDO, ip
solutamente atribuir á la inmediación del Mar los
largos terrenos de esta especie. Parece que la na-
turaleza anduvo jugando con sus obras al dispo-
ner aquella parte del Mundo , y que para inter-
rumpir el orden de los climas formó un pedazo
de tierra sobre otro , sin diferenciarlos mucho
/en la especie 5 pero poniendo tan elevado el uno,
^que tubiese semejanza con los que están mas
apartados.
>^ La tierra alta se dilata con corta diferencia
íanto como la baxa , corriendo desde las partes
que corresponde á las Costas de Caracas^Sta.Mar-
ta^Cartagéna^y el C^orí?, hasta muy cerca delEs-
trecho de Magallanes \ pero con una particulari-
dad ) y es , que asi como lo mas ancho de la
\Afnérica está en la Equinocial^ y sus inmediacio-
nes , es también lo mas ancho, y alto de la tierra
alta en este parage. La tierra de esta América^
mirada en su totalidad, vá estrechándose á pro-
porción que corre para el Sur , y lo mismo le su-
cede á la parte alta; pero hay otra particularidad
mas , y es , que desde los 30 grados, iS'ttr en ade-
lante , el clima es correspondiente á las mutacio-
nes de la 2iOnu templada , en las divisiones de
Invierno y Verano ; y como menos necesario de
allí en adelante «iplir con la altura lo que falta
á la naturaleza del clima, fue haciendo algo mas
taxa la alta de lo que está en la Equinocial: de
modo , que ésta que puede figurarse como una
colina de muchos centenares de leguas , vá sien-
do mas estrecha, y menos elevada , quanto se
acerca mas á la« partes Meridionales : lo qual
C2
es
ao
ENTRETENIMIENTO
i\
1 ;
•*;• .
5' t
es regular en este modo , porque de lo contrario
sería intratable , por lo wuy frío en ticrpo de
Invierno^ pues si la tierra de la Equinoc»al ^ por
razón de su mucha elevación , es fria de conti-
nuo , conservándose cubiertos de nieve todo el
año los cerros , si esta altura, en la Zo«¿í templa-
da , en donde hay Invierno y Verano fuese la
misma , se duplicarían las causas de la frialdad
con la obliquidad de los rayos del Sol , y sería
intolerable por la mucha nieve y hielos que la
cubrirían ^ y asi , próvida la naturaleza en sus
obras , se manejó en ésta de tal modo , que dis-
minuyó la causa accidental que puso allá para
que en nada hubiese exceso. En aquellas cordi-
lleras de la parte mas al Sur no se han hecho
experiencias del barómetro , como en las de la
Equinocial^ y solo puede congeturarse por el jui-
cio prudente de la vista , y por lo que indica el
grado de frialdad en el Verano: convendría mu-
cho asegurarlo con observaciones formales. No
se trata en esto de lo que se elevan las otras mon-
tañas y serranías sobre la tierra alta, porque en
aquellas, como que no las disponía para que fue-
sen habitables , dexó de ceñirlas á la regla que
guardó en las segundas^ y asi se vé, que quando
en las Provincias que están entre los Trópicos son
tratables en todos los tiempos las serranías altas,
las que están de los 30 grados en adelante , no lo
son en el Invierno , porque la abundancia de la
nieve, que cubre la tierra, no lo permite.
8 No son comparables aquellas dos tierras
alta y baxa , con las que se vén en las demás
par-
>^
■ iimnii.'mu j um.iuit. i
SEGUNDO.
21
lo contrario
n ticrpo de
time, al ^ por
ia de conti-
ieve todo el
Zona templa-
ano fuese la
í la frialdad
•ol, y sería
lielos que la
ileza en sus
lo , que dis-
;o allá para
ellas cordi-
han hecho
en las de la
e por el jui-
pe indica el
tendría níiu-
rmales. No
1 otras mon-
porque en
ra que fue-
regla que
]ue quando
rópicos son
mías altas,
ante , no lo
icia de la
te.
ios tierras
as demás
par-
fpartes del Mundo ^ porque aunque en todas hay
«erranías dilatadas , y en sus alturas y valles no
«faltan Poblaciones , sin embargo de las nieves
•que caen en ellas en sus tiempos , no se encuen-
tran las llanadas estendidas , que en las de
allá , siendo tales , que estando allí no parece ha-
blarse sobre los pináculos de la tierra 5 y asi, los
nacidos en aquellas eminencias , que no han sali-
do de su patria , juzgan que toda la parte habi-
table del Globo está en la misma altura , ó nivel,
«in figurarse la gran distancia perpendicular que
ti Mar está mas profundo que ellos ^ y al contra-
fio , los que nunca subieron á aquellas cumbres
no pueden comprehender la diformidad de la
mole de tierra que se halla levantada sobre la
planicie regular del Mundo, costando de muchos
centenares de leguas en lo largo , y de bastantes
en lo ancho.
n 9 La tierra está en aquella parte alta entre-
cortada de aberturas , ó quebradas, según allí las
nombran, de una anchura muy grande^ siendo
estas el ámbito que dexan entre sí unas llanuras ,
6 serranías , con las del lado contrario ^ y son ta-
les, que tomadas por el ayre tienen algunas dos le-
guas, ó mas de anchura: éstas van estrechándose
tonto , quanto son mas profundas , y por lo mas
Mondo es por donde corren los rios , llevando su
cauce á corta diferiencia por la medianía^ y en la
parte baxa de los Quebradones, por los dos lados,
dexa otras llanuras de competente extensión. Lo
notable es, que las bueltas y tortuosidades que
hacen los rios 3 corresponden á las que forman
las
I ^f'.t
(i I
í
■■■i.
M
ii ,
^^
ENTRETENIMIENTO
las alturas de los dos lados 5 de tal modo , que
si se llegasen á juntar , se ajustarían exaótamente
la una con la otra , y formarían un territorio se-
guido, sin rotura alguna. Estos rios van conti-
nuando su carrera siempre por entre aquella ca»
xa de montañas hasta salir al terreno baxo , y de
allí al Mar ^ pero el cauce que forman en esta se-
gunda parte es de poca profundidad , hallándose
á corta diferencia como en la superficie de ella :
de esto se puede colegir, para formar verdadera
idea , que quanto son mas elevadas las cordille-
ras , los cauces de los rios son mas profundos : la
abertura de las tierras es mas ancha por la parte
de arriba, y en lo profundo son asimismo mas es-
paciosas las llanadas que acompañan alrio,que es
á lo que allí dan el nombre de valles, á imitación
del que tienen los Países de la parte baxa de la
América , que los distinguen con el propio nóm-
brela distinción de la habitada alta , que llaman
Sierra,
10 En la Provincia de Angaraez^ entre los
muchos juegos de la naturaleza , que son tanto
mas varios y maravillosos , quanto son los Paí-
ses mas espaciosos y dilatados , se observa una
cosa bien particular : consta aquella Provincia ,
que es la que pertenece al Gobierno de Guanea-
vélica:^ de varias dodrinas , ó partidos : en una
de ellas, que se llama de Conaica^ hay un Pue-
blo pequeño , llamado Juinas : en la distancia que
corre desde éste hasta el principal Cómica , que
es de 9 leguas , se pasa á las 5 de ellas un cerro,
nombrado Corosunta : baxase de éste , y se entra
en
TO
ú modo, que
n exa6lamente
1 territorio se-
os van conti-
e aquella ca-
no baxo , y de
lan en esta se-
1 , hallándose
rficie de ella :
lar verdadera
s las cordillc'
profundos : la
i por la parte
nismoTTias es-
1 al rio,que es
;s,á imitación
2 baxa de la
propio nom-
, que llaman
ez, entre los
\UQ son tanto
son los Paí-
observa una
i Provincia,
de Guanéa-
los : en una
ay un Pue-
istancia que
maica , que
as un cerro,
, y se entra
en
SEGUNDO. 23
|»n una abertura, por donde corre el rio que lia--
man Chapllancas ^ éste , por espacio de media le-
gua, va encallejonado por una caxa, cuya anchu-
ra es de 6 , á 8 varas , y mas de 40 de altura ,
sin ensancharse sensiblemente por la parte supe-
rior mas que por la de abaxo : por este sucio ,
que en donde se angosta ocupa el rio. todo su an-
cho , vá el camino que conduce al Pueblo de Co-
naica^ y solo en los ámbitos donde la anchura es
de las 8 varas que quedan dichas , se transita por
la una de las orillas> y se. atraviesa 9 veces, bus-
cando aquella en donde se aparta del murallon
que forrria la caxa^ lo qual sucede principalmente
en donde hace bueltas ^ ó recodos ,, porque en
donde vá derecho no tiene mas anchura que la
precisa para darle paso al agua. Esta caxa, ó cau-
ce está cortado en peña viva con tanta precisión,
que las desigualdades del un lado entrantes , cor-
responden á las del otro lado salientes , como si
aquella altura se hubiese abierto expresamente,
con sus bueltas y tortuosidades , para darle trán-
sito á los aguas por entre los dos murallones que
la forman f siendo tal su igualdad, que si llega-
ren á juntarse se endenlarían uí; ^ con otro , sin
(dexar hueco. El caminar por allí no, tiene peli-
|ro , porque siendo, peña sólida no hay el de que
■^ desprenda alguna parte al tiempo de andarlo,
y el agua no lleva tanta rapidez que ocasione pe-
ligro : con todo, esto causa horror , y se estreme-
ce él cuerpo de verse encerrado en aquella estre-
cha caxa, cuya elevación, y la perpendicular
guardan no menos que la correspondiencia de
par-
i^í
1
11
I
I I
I)'
24 ENTRETENIMIENTO
partes salientes del un lado, y entrantes del otro,
que parece indican quererse juntar en cada ins-
tante para bolver al primitivo ser que tubieron.
1 1 Esta abertura es un nnodelo de las gran-
des quebradas, dando á entender lo que fueron
en los principios , quando su profundidad no
era mayor que la que tiene ella , y que entonces
los costados , que al presente están con regular
declivio, serían perpendiculares, ó poco menos,
como sucede con ésta 5 pero que á medida que el
curso del agua fue profundándolos , y haciéndo-
los mas hondos , se han ido derrumbando por lo
alto , no pudiendo mantenerse perpendiculares ,
en cuyo modo han ido buscando la inclinación
que tienen. A esta semejanza es regular , que con
el cursa del tiempo , y el efecto que las Ilubias,
los hielos, y el Sol hacen en los cuerpos mas du-
ros y recios , vaya desmoronándose la de Cbap^
llancas , y pierda la igualdad de anchura que
ahora tiene de alto á baxo, habiéndola conservado
mas que otras por la circunstancia de i;er de pie-
dra dura , y no hallarse interpolada con betas de
tierras , fáciles á moverse ; pero asi como debe-
mos persuadirnos á que solo la frotación del
agua ha socabado aquella nudre hasta el punto
en que al presente se vé ^ el tiempo que reduce á
arenas los peñascos mas compaélos y duros , irá
haciendo el proprio eíeíto para ensancharla por
la parte de arriba, di lo qual se vén bastantes
señales en los pedazos menudos de piedra que
hay en el cauce, y en los que se encuentran en la
planicie quando el arroyo sale de la montaña á
territorio mas ancho. Sea
'*»«>«4*^^^
TO
ntes del otro,
en cada ins^
je tubieron.
I de las gran-
o que fueron
)fundidad no
que entonces
i con regular
poco menos,
ledida que el
y haciendo-
bando por lo
)endiculares ,
i inclinación
llar , que con
i las Uubias,
irpos mas du^
la de Chap-
anchura que
a conservado
jer de pie-
con betas de
como debe-
rotacion del
íta el punto
ue reduce á
duros , irá
ocharla por
n bastantes
piedra que
entran en la
montaña á
Sea
SEGUNDO. 25
11 Sea por efeílo de la frotación de las
aguas , que se haya formado aquel cauce pro-
fundo , hasta el estado que tiene al presente,
ó por el de algún terremoto que abrió la mon-
taña, para que el arroyo , que antes iba por otra
parte, entrase por allí , no tiene duda que esta
abertura es posterior á la disposición en que que-
daron las tierras después del Diluvio ^ y que á su
exemplo , las quebradas disformes que hay en
aquella parte alta de la Américay las ha formado
ti tiempo con la frotación que hace la rapidez
de las aguas , pues se observa , que en la fuerza
fon que corren quasi todos los rios de aquella
fiarte , arrastran peñasquerías extraordinarias de
grandes, y en parages dexan en medio del cauce
vestigios de lo que profundizan , á modo de da-
dos, de un tamaño excesivo, por no haberlos
podido dividir con la misma facilidad que el res-
to. En el Rio de Iscuchaca , cerca del Lugar del
mismo nombre , hay uno de estos, cuya figura es
precisamente como la de un dado , teniendo fue-
;|"a del agua , quando el rio está baxo , de 7 á 8
varas, y por cada lado, enquadro, como 125
^para que este , y otros menores , que hay en los
idos , de diferentes figuras , quedasen asi , es pre-
ciso , que el agua haya ido descarnando las pie-
dras y arenas que estaban contiguas á ellos , y
^arrastrándolas los hayan dexado desmembrados
por todas partes , en cuya forma se mantendrán,
hasta que profundizando mas , encuentre por su
^ raíz algunas betas de materia endeble, las pene-
i tre , deshaga , y debilite su subsistencia; después
D de
^6
ENTRETENIMIENTO
(l,
\\
■I
■f,
■I
- ». :
de tenerlo vencido en una de las grandes crecien-
tes , en que de las 8 varas solo queda fuera co-
rno una , lo arrancará , y hará correr , con cuyo
movimiento, y el choque que hace contra otras
peñas menores , se irá rompiendo , y se reducirá
á partes mas pequeñas que rueden con menos
dificultad : á esto debe atribuirse verse aquellos
rios en todo su cauce , y en las orillas mas cerca-
nas al agua llenas de peñasquería suelta, y de ta-
maños tan disformes , que no es posible mover-
las con las fuerzas humanas. Para que se pueda
formar idea de la profundidad que tienen aque-
llas quebradas , respeAo del territorio , ó suelo
habitable de la parte alta de la América , será
bien citar algunas experiencias que lo manifiesten.
La Villa de Guancavelica se halla fundada en
una quebrada, que forman varia ' cordilleras de
cerros: en ella se mantiene el M< "io dentro del
tubo del Barómetro en i8 pulg?.Jas, i[ línea,
siendo el medio entre i i y i^ , que es la mayor va-
riación que se experimenta allí : según ésta , es
su altura sobre el nivel del Mar 1949 toesas, ó
45365 varas. Én lo alto del cerro de la Mina de
Azogues^ que todavía es habitable, habiendo
otros inmediatos que le superan otro tanto , como
él supera á Guancavelica , se mantiene el Mercu-
rio en 16 pulgadas: su altura sobre el nivel del
Mar es 233^^ toesas, ó 5448 varas , con que
desde la planicie alta del cerro de la Mina , has-
ta el suelo en donde está fundada Guancavelica^
hay 912 í varas, que se han profundizado por
los varios rios que baxan por aquel cerro des-
pués
"^■¿iiiifct
TO
ndes crécíen-
eda fuera co-
er, con cuyo
contra otras
y se reducirá
n con menos
erse aquellos
as mas cerca-
elta, y de ta-
sible mover-
que se pueda
tienen aque-
io 5 ó suelo
nérica , será
) manifiesten,
fundada en
ordilleras de
¡o dentro del
i[ línea,
a mayor va-
un ésta , es
9 toesas, 6
la Mina de
habiendo
anto , como
el Mercu-
;1 nivel del
, con que
Mina , has-
ancavelica^
lizado por
cerro des-
pués
4
SEGUNDO.
rj
pues del Diluvio , los qualcs van á juntarse con
el de Guancavelica ^ que lleva su origen de otra
parte que llaman el Tcbo.
13 En el Pueblo de Iscuchaca ^ que dista
cosa de una legua del de Comüca (y es del pro-
pio partido,) y de Guancavelica 8 , la altura del
Mercurio es 19 pulgadas, y 10 líneas, que cor-
responden á 1575 toesas, respedlo del Mar , ó
5668 varas: aquel suelo está mas baxo que el de
Guancavelica Sgjr varas ^ y el Rio de Iscucbaca^
en su quebrada , ha profundizado toda esta can-
tidad 5 pero el de Guancavelica entra en él , y
en el parage en donde se hace la unión está mu-
cho mas baxo que en hcucbaca : con que allí la
escavacion de las aguas ha sido desde lo alto del
cerro de la Mina 15^69' varas, y además todo
Ip que se halla mas baxo que en Iscuchaca,
R 14 El terreno, ó planicie, en donde está el
Pueblo de aquel nombre , es mas alto que las
M^uas del rio, quando éstas se hallan en su altu-
III regular de 10 á 12 varas, siendo desigual en
extensión , como después se dirá : con que las
iguaá han hecho esta segunda escavacion suce-
•fvamente, hallándose sobradas señales de ello,
f 16 son el que por la parte que está cercana al
cauce del rio se !ialla la misma peñasquería
Éieha que hay en aquel, no dexando duda,
^ae corrieron por su nivel en otros tiempos , y
4«e á fuerza de desmembrar las partes del suelo
Ití han ido profundando.
i ig Como abundan aquellos territorios de
fios , flo habiendo abertura de tierras, ó de mon-
Da ta-
í1
'IrñF
n i
1 . 1
I (
•I y
í ■;;
i :|
I
II 1
tO ENTRETENIMIENTO
tañas por donde no corra alguno , sucede , que
en los parages en donde hacen unión ^ la lla-
nada de su cauce es mas dilatada que en l>s otros,
porque el cerro, ó eminencia que se halla en él
con curso , parece haberse disminuido en la par-
te donde habia de formar la punta , á efedo de
lo que las aguas han ido robándole por uno y
otro lado, á medida que le han profundado. Es-
tas llanuras están en forma de graderías , unas
mas altas que otras , como que se fueron dispo-
niendo con casualidad , á medida que las que-
bradas fueron haciéndose mas profundas. Al con^
trario sucede en las partes donde los rios llevan
el curso algo derecho , que quasi no tienen ex-
tensión las orillas altas^y siendo en estas en don-
de los caminos se hallan cortados, en el poco de-
clivio iiz las pendientes , son muy estrechos y
peligrosos, pues apenas tienen la anchura precisa
para que pueda sentar los pies un animal. En
donde el rio hace vuelta ti*;ne mas capacidad la
llanura dé la orilla alta , pero no tanta como en
donde hay unión de rios ^ y es la causa , porque
al dar vuelta las aguas se esplayan mas que
quando van línea derecha , y comen la punta de
las eminencias por el lado qpe rodean, ó que ha-
ce como centro á la vuelta que toman.
1 6 De lo que queda dicho se puede colegir
toda la elevación que tiene la parte alta , ó «er-
ranía de la América^ respedo de la baxa-^ y que
en ella misma hay parages profundos , á modo de
senos,que tienen, como se ha explicado, 1^691
varas perpendicularmente^ y mucho mas, con cs'
ten-
¡ucede, que
ion ^ la lia-
en los otros,
halla en él
lo en la par-
, á efedo de
e por uno y
bndado. Es-
icrías , unas
lieron dispo-
que las que-
ndas. Al con-
3S rios llevan
10 tienen ex-
estas en don-
en el poco de-
f estrechos y
ichura precisa
I animal. En
capacidad la
anta como en
ausa , porque
yran mas que
n la punta de
an, ó que ha-
an.
puede colegir
: alta , ó «er-
díbaxa-^ y que
3S , á modo de
cado, 15^691
3 mas, con cs'
ten-
SEGUNDÓ. 2p
tensión suficiente para poblaciones, y sembra-
dos de muchas especies, pero se halla entre-
cortada con estas aberturas , ó quebradas dis-
formes , unas mas profundas y anchas que
otras : debiendo entender , que á imitación de
lo que queda explicado, es toda aquella parte del
Mundo , que se particulariza en ello.
• 17 Para el asunto presente es indiferente que
aquellas grandes quebradas , ó aberturas sean la
obra de los rios , d formadas por otra causa : lo
^ue i.e intenta explicar es , que al respedo de la
mucha elevación que tiene aquella tierra , son
«las profundas , y mas anchas^ no siendo compa-
rables con ellas las de las otras montañas que se
tonocen en las demás partes del Mundo , porque
exced ^n á las mas afamadas en altura , y en mu-
4:has leguas en la extensión de lo ancho.
1 8 Dexemos ahora las altas Cordilleras de
aquella parte de la América^y pasemos á examinar
algunos de los Países que van acercándose acia
la Equinocia/y Y ácsÚQ allí se dilatan por elEmis-
ferio del Norte , en los quales , aunque se en-
cuentra alguna semejanza, no dexan de tener bas-
tante disparidad. En la parte de Guayaquil , que
.^ está en 2 grados, 11 minutos Súr^ poco mas,
icuyo rio es uno de los caudalosos de las costas
de la América del Mar dtl Sur , son las tierras
tan llanas y baxas, que se inundan, por espacios
dilatados de muchas leguas en el tiempo de las
Ilubias , que es lo que llaman Invierno ^ y em-
í pieza allí en el mes de Diciembre , quando el
. Sol está en el Trópico de Capricornio^ por cau^
30
. li
! : il
1 ', i
í'^;
■.. I
■I ^
ENTRETENIMIENTO
sa de la llanura del terreno : los rios no tienen
pendiente sensible , y con las Uubias , que son
muy copiosas , crecen saliendo de madre ^ y con
poco que se levanten sobre el nivel regular , es
suficiente para que cubran la tierra en el modo
que vá dicho , y asi se camina en cabalgaduras
por dentro del agua , dirigidos de los que son
prácticos, sin que exceda la altura en unos pa-
rages mas que en otros. La tierra es limosa , y
está pobladisima de árboles , que con la abun-
dancia de la humedad y el calor , crecen , y se
hacen fornidos en corto tiempo. En los otros ter-
ritorios baxos , que siguen de allí para el Sur ,
no es tanta la igualdad , y la poca elevación ,
que den lugar á que se inunden las tierras, que
por lo general son de arena 5 de modo que se di-
ferencian en estas dos circunstancias de la mas , o
menos altura, y en la calidad.
19 Las altas Cordilleras siguen quasi hasta
la vecindad del Mar del Norte , en las Costas
que corren desde Cumaná acia Portovelo , y dan
la vuelta por el Golfo de Honduras , pero los
parages adonde concluyen , hasta las orillas del
Mar 5 el territorio es baxo en bastante distancia,
en partes anegadizo , y en otras con alguna mas
elevación que les liberta de ello 5 pero general-
mente los de las cercanías de los Rios caudalo-
sos , como el Orinoco , Madalena , el Sinú , el
Chocó y los demás , las llanadas tienen mas le-
guas de extensión , y sus orillas empiezan por
ser tierra muy baxa , que en algunos se mantiene
mas que en otros , sin salir de aquel nivel : no
fal-
ro
os no tienen
as, que son
[ladre , y con
regular , es
en el modo
:abalgaduras
los que son
en unos pa-
s limosa 9 y
con la abun-"
:recen , y se
los otros ter-
ara el Súr^
i elevación,
tierras, que
io que se di-
de la mas , o
i quasi hasta
{ las Costas
velo^ y dan
y 5 pero los
5 orillas del
e distancia,
alguna mas
ro general-
)s cándalo-
1 Sínü^ el
en mas le-
3Íezan por
e mantiene
1 nivel : no
fal-
í SEGUNDO. 31
faltan Naturalistas que piensen que los rios cau-
dalosos van extendiendo la tierra con el limo , y
las otras materias que arrastran , depositándolas
en las orillas del Mar por su desembocadura , y
qoe alejan el Mar de las orillas antiguas ^ or;gi-
nándose de esto , que la parte mas inmediata á
ü es la mas baxa, y que entrando algunas leguas
é lo interior, vá levantándose el nivel alguna
Cesa. Otros han pensado diversamente 5 pero de
qtialquier modo que suceda , es constante que los
gtandes rios de aquella parte , antes de salir al
Mar, corren grandes distancias por parages muy
Iknos , y que en las inmediaciones á él son tan
blxos , que luego que crecen los cubren entera^
mente con sus aguas.
' i 20 Otro tanto sucede por la parte. del Orfen"
íí*í de aquella ^wer/V¿?, desde el Orinoco ^ hasta
ti Rio de la Plata 5 y asi, la parte alta de que
íe habla está rodeada de una faxa de territorios
baxos, los que por este ultimo lado aun tienen
fíias anchura que por el 'accidente , pues corres-
ponden á él las Pampas de Buenos ayres , que son
itílatadisimas, y las del Paraguay , y el Tucúman-^
pero como estos Países se hallan distan te^ del
Mar, no se inundan , y su nivel es de alguna mas
akura.
-¿Í2I La Isla de Curazao , que ocupan los Ho-
fándeses , es alta, al modo de un pan de az- ar:
la áejamayca es de serranía bien elev-vid 5 y
tstando cerca de la de Cuba , sus inmediaciones
al Mar son baxas y rasas por la parte del Súr^ y
sé anegan muchas en los aguajes que ocasionan
í los
1
' u
1,1
: í í.
i' I
, I
;: :'l '■
I !
3a
ENTRFTENIMIENTO
los tcrrporales. Las tierras montañosas y altas
están acia ti centro de ella, y no son muy ele-
vadas: la jarre del Poniente^ por el lado del
lS¡one , es baxa , y la del Oriente alta , haciendo
montañas , aunque tampoco son éstas compara-
bles en la altura, con mucha diferiencia , á las de
la América Men'dwnal^ según se dixo antes. La
Isla de Santo Domingo es alta , en la mayor par^
te , y acia el lado del Occidente escarpada ^ y asi
se vé 5 que la naturaleza parece que no guardó
regla fixa en las disposiciones que les dio, para
que no hubiese uniformidad , pues en distanciai
cortas vario las cosas de una misma especie.
22 La Florida , y las tierras que corren des-
de ella acia el Norte , en lo que ocupa la Nueva
Inglaterra^ hasta llegar al Rio San Lorenzo , son
Países, por lo general, lian ds, dilatándose en esta
forma acia lo interior algunas leguas , hasta las
Montañas de Apalaches^ que corren del Sur para
el Norte ^ y están apartadas de las costas de Fir-
ginia Y Carolina de 25 á 30 leguas. Lo mismo
sucede con las que corresponden al Seno Mexi-
cano en toda su circunferencia 5 y las tierras altas
se hallan por lo común distantes de la Marina,
de modo , que parece que la naturaleza quiso co'
locar las que tienen elevación acia el centro de
los espacios de tierra , haciendo tan rasas y igua*
les las que se aproximan al Mar , que en muchas
se representasen como que empiezan á salir de él,
pues no son pocas las que por largos espacios
quedan sumergidas en las crecientes , y solo se
descubren en las aenguantes. En las costas de
la
<é V
TO
iñosas y altas
son muy ele-
>r el lado del
Ita, haciendo
stas compara^
^ncia , á las de
ixo antes. La
la mayor par^
[^arpada ^ y asi
|ue no guardó
les dio 9 para
en distancian
i especie,
ue corren des-
:upa la Nueva
! Lorenzo , son
andose en esta
las, hasta las
1 del Síir para
:ostas de Fñ-
is. Lo mismo
Seno Mexi-
s tierras altas
e la Marina,
eza quiso CO'
el centro de
rasas y igua-
ue en muchas
á salir de él,
gos espacios
ts , y solo se
as costas de
la
SEGUNDO. 33
vía Habana j por la parte del Súr^ es bastante co-
mún en los que llaman Cayos '^ pero donde se hace
mas perceptible es en la Ensenada de Panzacola^
Y la Luisiana , cuya circunstancia dá motivo á
detenernos en su explicación.
. 23 Son tan baxas las tierras de la desembo-
cadura del Rio Misisipi , que mucha parte de
billas están anegadas , y solo se conocen por los
carrizales que sobresalen : por esta razón aque-
llas , y quasi todas las costas contiguas son di-
ficiles para llegar á ellas, porque el Mar las con-
funde, no pudiendo reconocerse estando algo
apartados: otras quedan sobre el agua en las
menguantes , y debaxo en las crecientes : esto
3ucede hasta 15 leguas mas adentre de la boca 5
y de allí para adelante es tan corta la diferiencia^
que para embarazar que el agua las bañe , quan-
do el rio está crecido , levantan diques, ó mura-
Uones de tierra de toda la altura que toman aque-
llas , según lo tiene enseñado la experiencia de
muchos años. A corta diferiencia sucede esto en
quanto aquel rio corre para el Norte ^ pasando de
§50 leguas las conocidas. Esto no obstante , se
vé que el País mas distante del Mar es algo mas
^Ito que el que está inmediato^ de la propia can-
tidad que el rio tiene su pendiente , resultando de
«lio no ser tan ordinario el anegarse ^ pero es
poca cosa lo que quedan mas altas que el agua en
las crecientes.
• 24 A esta semejanza aquel dilatado espacio,
que corre acia el Poniente y el Norte^ts de llanu-
ras muy grandes, entrecortadas de rios , que jun-
% E tan-
I
I
•\'
I ;
34 ENTRETENIMIENTO
tandose unos con otros van al fin á descargar las
aguas al Misisipi, y de algunas niontañas salpi-
cadas en la larga extensión. En este modo siguen
hasta ir muy al Poniente i encontrar las monta-
ñas elevadas de la América Septentrional , que
corresponden acia el Mar de California ^ y por el
"Norte de esta ^ siendo centenares de leguas de
tierras baxas y llanas las que se cuentan desde
las Serranías de Apalaches , hasta donde empie-
zan aquellas montañas Occidentales : en esta con-
formidad puede mirarse la parte de América^ que
corre desde los 25 grados de latitud para el
Norte , dividida en dos partes : la mas dilatada
del Sur al Norte , y del Oriente acia el Occiden-
te 5 llana en ámbitos espaciosos , muchos de es-
tos de territorio baxo , y dividida por muchos
ríos , y por montes salpicados ^ y la otra , que
corresponde al Mar Occidental de la California
alta, de terreno elevado, al modo del de el Ferú^
siendo ésta la que compone los Reynos de Nueva-
España ^ Nueva-Galicia^ y Nueva-Vizcaya '^ y
aunque estos son bien anchurosos , no tienen
comparación con la parte que vá desde sus pen-
dientes hasta la Serranía Occidental de ios Apa^
laches , y desde la Oriental de ésia al Occeano^
por las costas de la Nueva-Inglaterra,
25 Aquella parte de territorio elevado acia
el Mar de California , del qual no se tiene cono-
cimiento para poder hacer juicio de su altura so-
bre el nivel del Mar, ni tampoco délo que se es-
tiende en lo ancho de Oriente á Occidente , es la
continuación de la América Meridional ^ que des-
pués
í ».
o
lescargar las
itañas salpi-
nodo siguen
las monta-
'rional ^ que
niaj y por el
le leguas de
entan desde
onde empie-
en esta con-
América^ que
itud para el
ñas dilatada
a el Occiden-
ichos de es-
por muchos
la otra , que
la California
1 de el Perú^
os de Nueva-
Vizcaya ^ y
no tienen
sde sus pen-
de ios Apa^
al Occeanoj
a,
ílevado acia
tiene cono-
su altura so-
lo que se es-
fdente , es la
íal, que des-
pués
SEGUNDO. 3 ^
pues de haberla ocupado en su medianía desde
el Sur acia el Norte , hasta cerca de las costas
de Caracas, Santa Marta , y parte del Bariél, se
comprimen : pasan por el Reyno de Tierra-Fir-
me y hmo de Panamá, en donde van reducidas á
una cordillera estrecha , y no muy alta 5 y des-
pués, siguiendo por la Provincia de Goatbemala^
¡vuelven á estenderse , y tomar elevación , conti-
nuando asi por las Provincias de los Reynos de
Nueva-España , hasta perderse en los Países del
Norte de aquella América , que están desconoci-
dos por no haber llegado á ellos los descubrí-
íüientos.
' 26 En esta América dominan mas las llanu-
ras y territorios baxos que las tierras eleva-
das , lu que no sucede en u Meridional, no obs-
tante de las muchas que tiene desde Buenos-Ayresj
hasta el Tucumán , y por la parte de los Rios
Grande Marañon, Orinoco, y otros, que son cau-
dalosos , y de bastante anchura , pues las tierras
altas se estienden todo lo que se ha dicho, y ocu-
pan la parte interior y centro de aquel dilatada
espacio de Mundo.
2^ El Rio Misisipi no tiene conocido ori-
gen , ni se sabe el curso que trae hasta los 43
grados 5 pero por las relaciones de las Naciones
^e Indios , que habitan aquellos territorios mas in-
teriores , se deduce que viene de las partes de Oc-
cidente , y que nace en las cordilleras de Monta-
ñas, que corresponden acia el Mar , mas arriba
ÁQ California, cuyos Países , aunque son conti-
nente con los Reynos de ÍSlueva-España , no
f E2 se
r
I ;,
,::'!
II,,
fi i. .a ;. 'í
I ;. ,
^6
ENTRETENIMIENTO
se han reconocido bastantemente , y asi son con-
fusas las noticias que se han adquirido en este
asunto. Se ofrece una reflexión bastante curiosa,
yes, que en el Perú^ los parages á donde menos
se ha internado el empeño de los Descubridores,
son los Países llanos que hay desde las faldas
Orientales de la Cordillera acia el Occeano , por-
que entre ellas y los del Brasil hay territorios
muy estendidos , que se mantienen en el primiti-
vo estado que les dio la naturaleza , habitados
de Indios , tan incultos y distantes de la civili-
dad , que viven como las fieras , y solo se dife-
rencian de ellas en la figura. En la América Sep^
tentrional son conocidos los dilatados espacios
de llanura , que corren desde las límites Occi--
dentales del Occeano en la Nueva-Inglaterra^ has-
ta las Montañas de Apalaches^ en los que conti-
núan desde estas hasta el Rio Misisipis^ y en los
que van desde este Rio hasta las que forman la
cordillera de la parte Occidental ^ pero las otras
que corresponden -^ estas llanuras , y á las Pro-
vincias de la Nueva-Inglaterra , hasta la latitud
del Canadá^ se hallan tan desconocidos como
las llanuras del Perú entre los Rios Orinoco y
Marañon : entre éste y el Rio Grande^ y siguien-
do hasta Buenos- Ayres^ y el Súr^ no encontrán-
dose mas motivo para lo uno que para lo otro^
porque si en la Septentrional se quisiere atribuir
á lo frígido de aquellas montañas , por hallarse
desde los 3^ gradoS hasta los 46 : en Isl Meridio-
nal los ámbitos desconocidos corren desde las in-
mediaciones de Isi Equifwcial hsLStSíBuenQS-Ayres,
y
*' (.
TO
r asi son con^
lirido en este
ante curiosa,
donde menos
escubridores,
de las faldas
^cceano , por-
ly territorios
sn el primiti'
, habitados
de la civili-
solo se dife-.
imérica Sep^
dos espacios
límites Occi^
yjaterra^ has-
os que conti-
ipis^ y en los
je forman la
ero las otras
y á las Pro-
sta la latitud
Dcidos como
)s Orinoco y
[í, y siguien-
o encontran-
ara lo otro^
iere atribuir
por hallarse
i la MeridiO"
desde las in-
lenos-Ayres^
y
SEGUNDO. 37
y Estrecho de Magallanes ^ y no ofreciéndose el
impedimento de lo frígido , ni ei de lo áspero y
CÉcabroso de las cordilleras , no hay otra mas
que la de no haberse cumplido el término que
hay en todas las cosas , para qtie se penetre á
unos y á otros para que se conozcan.
28 Las cordilleras de los Andes^ en la Amé-
rfca Meridional^ estaban habitadas por gentes
cultas , y según sus leyes y costumbres, civiliza-
das 5 por esto se entró en ellas , y se conquista-
ron con facilidad. Las llanuras que desde aquel
Mundo alto corren hasta el Brasil^ lo están por
Naciones barbaras y feroces, que no conocen
■ningún genero de civilidad , y por esto ha sido
difícil introducirse en ellas, establecer algún tra-
to sociable , y llegar á conocer lo que son. Esto
mismo sucede en las montañas de la Septentrio-
nal^ y permanecerán asi unas y otras, hasta que
corriendo mas el tiempo se vayan insensiblemen-
te abriendo caminos por donde se facilite la co-
ijaunicacion , y se venga á saber con certeza lo
^e contienen en calidad de gentes, de animales,
de plantas , y de otras cosas particulares , que no
'íean comunes á las demás partes del Mundo.
•' 29 Debaxo de las aguas parece que el sue-
?J^, ó fondo de ellas imita en lo llano, y en las
^sigualdades la disposición que tienen las tierras
que se hallan fuera de ellas ^ y asi en aquellas
panes, donde los territorios son muy rasos , ba-
jitos , y que siguen con igualdad largos espacios,
^s que están contiguos á ellt)s debaxo del agua
•on en la misma forma , y esto es á lo que en la
Isíuu-
m
f t
i I I
I I
llíj
i
if í
!■:;.'■
*í
tí
38 ENTRETENIMIENTO
Náutica se llama Sonda ^ porque en bastante dis-
tancia de la tierra visible, ó superior á las aguas,
se encuentra el suelo , ó fondo , y la cantidad de
agua se vá disminuyendo poco á poco hasta la ori-
lia. Asi se experimenta en las costas de la F/orí-
da , en la Ensenada de Panzacola , y en todo lo
que se conoce baxo de el nombre de Seno Mexh
cano ^ que comprehende las costas de Campeche^
hasta las de Honduras, No es asi en donde hay
tierras elevadas inmediatas al Mar, ó poco dis-
tantes , porque en sus orillas se halla mucha pro-
fundidad , y asi en las del Mar del Sur no se eii'
cuentra sonda , siendo preciso estar á la vista de
tierra, y algo cerca para hallar el fondo. Las lla-
nuras del fondo del Mar son tan iguales como las
de la tierra , enseñándolo asi los Placeres , que
son parages donde hay poca profundidad : el de
la Víbora se atraviesa por la parte del Oeste del
Cascavel^ y se andan sobre él 1 2 leguas del Sáí
al Norte , siendo tal la igualdad del suelo , que
en esta distancia no baxa de 12 brazas, ni llega
á completar 13 5 pero luego que se sale de él se
conoce , y se aumenta de repente la profundidad
en tanto grado , que no se encuentra el fondo coo
50 brazas. De esto puede colegirse , que si las
aguas baxasen de toda la cantidad que lo cubren,
se descubriría una llanada , que tendría de largo
del Norte para el Sur las 1 2 leguas que se han
dicho, pero ésta se hallaría al modo de las tier-
ras altas de la America Meridional ^ en lo alto de
unas eminencias , respedo de las profundidades
que la rodean.
Na-
H t
ro
bastante d¡s<
r á las aguas,
\ cantidad d(
3 hasta la ori<
s de la Floñ-
Y en todo le
e Seno Mexu
le Campeche^
;n donde haj
, ó poco dis-
a mucha pro-
Sur no se en*
• á la vista de
)ndo. Las Há-
lales como las
^¡aceres ^ que
ididad : el de
del Oeste del
guas del Súí
;1 suelo , que
izas , ni llega
sale de él se
profundidad
i el fondo con
2 , que si las
[ue lo cubren,
dría de largo
que se han
o de las tier-
en lo alto de
rofundidades
Na-
SEGUNDO. 3p
^ 30 Navegando desde la Trinidad al Bata^
baño , se hace la mayor parte de este camino por
P/acer de poca profundidad , por cuya causa so-
lo pueden ir por allí Embarcaciones pequeñas.
Entre las varias profundidades que se vén en él,
hay un tramo , que llaman el quebrado de Cayo
Cacao , sobre el qual solo hay 1 1 pies : las Em-
barcaciones , que necesitan agua de éste , van ar-
rastrando la quilla sobre él ^ y si no fuese tan
igual no sería practicable , porque habiendo de
hacer camino por espacio de hora y quarto, que-
darían estancadas, si hubiese en su distancia al-
gunas desigualdades donde el agua disminuyese:
en sus inmediaciones es la profundidad desde
xa hasta 20 pies , y sin aumento siguen asi dis-
tancias de 3 , ó 4 leguas. A la semejanza de es-
t^s llanuras , que están debaxo del Mar , son las
de la misma Isla de la Habana , hallándose tan
iguales 5 que se anegan con las Ilubias , por no
tííaer pendiente alguna para que corran las aguas.
.:u 31 De las alturas y llanadas dilatadas que
Imy sobre las tierras a/tas de la América , ó de
a<|uel Mundo empinado, se ha venido con la
kiéa á dar una noticia de las que están cubiertas
c|e un piélago dilatadisimo de aguas , para que
sd admire la providencia del Autor Supremo en
clorden de semejanza que guardó en ciertas co-
tas, al paso que en otras quiso que no se parecie-
sen , y también que la variedad no fuese regla
fixa que hubiese de prevalecer en todo.
EN-
m
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, "■'
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1
J
1 i
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^
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:.'!!.
40
ENTRETENIMIENTO III.
5^ explican los temperamentos y clíma¡
de los diversos territorios de aque-
llas partes del Mundo.
I^fe^fe^g N el conjunto de partes que
constituyen este Globo , era
consiguiente que se correspon-
diesen unas á otras _» y que la
g!S!u^^^^:^ variedad fuese participable
cada una de ellas. Asi se ob-
serva en los temperamentos que en sus desigual-
dades imitan las que tiene la tierra. Los ardores
de la TiOna Tórrida Meridional se encuentran en
ella, pero no en todos parages^ y se reconocen
también en la templada , en la estación del Estk
Los frios y hielos de ésta , en lo rígido de los
Inviernos , son naturales en ella , y sin parecerlo,
en la calurosa se experimentan tan excesivos co-
mo donde mas incomodan : no solamente se ha-
cen naturales allí , sino que á imitación de aque<
lias partes en donde por el retiro del Sol son me-
nos estrafios los efedos de la frialdad , se vén
continuados , con corta intermisión , entre las dos
estaciones mas opuestas. Los tiempos siguen or-
dinariamente la regla de los rayos del Sol, y por
esta causa en aquellos parages , en donde hieren
mas perpendicularmente,se impregna la tierra de
mas
(h y
I
TERCERO.
ro iiL
tos y climai
• ae
ido.
aque-
de partes que
te Globo 5 era
e se correspon-
tras ., y que la
participable á
as. Asi se ob-
1 sus desigual'
i. Los ardores
encuentran en
se reconoceo
ion del Estk
rígido de los
sin parecerlo,
excesivos có-
lmente se ha-
cion de aque-
;1 Sol son me-
dad, se vén
entre las dos
)s siguen cr-
eí Sol, y por
londe hieren
a la tierra de
mas
41
mas partículas ígneas : la reflexión es mas sensi-
ble quanto es mas eficaz , y quanto los rayos re-
flexos están mas próximos á ser coincidentcs con
los de iiiflcxion:de donde dimana,que la impresión
que hacen sobre loa cuerpos es mas fuerte , y se
dcxa sentir mas el calor, incomodando, á pro-
porción que es mas grande. La varia dirección
de los rayos, mas obliqua , ó mas cercana á la
perpendicular , causa las divisiones del año, se-
gún todos saben : por esta regla tan generalmen-
te recibida , el calor debería ser mayor , que en
ninguna otra parte, en los Países que están deba-
SK) de la EqiiinociaL Asi se creyó en lo antiguo,
y que á este respecto sería mas sensible en los
que están cerca de ella , que en los que se van
apartando 5 pero no sucede asi , porque hay otras
causas que interrumpen esta regla, que sería segu-
fa,si las circunstancias fuesen iguales en todas par-
les^ pero como no sucede asi, dimana de ello, que
en algunas partes cercanas á la Eqinnocial ^ y
baxo de ella misma se experimenta un clima fri-
Í idísimo, como en el de las T^onas templadas en
is proximidades de Idisfrias'^ y por la contraria,
en los extremos de la Zona Tórrida , y en la te in-
flada hay otros parages en donde los calores son
tan incómodos, como en los que mas molestan
eercp. de la Equínocial^ y en ella misma,
r 2 La primer causa del calor es sin dificul-
tad la adividad de los rayos del Sol sobre la su-
|)erficie de este Globo ^ pero luego hay otras cau-
ijales, que pueden llamarse secundarias , las qua-
des lo modifican , interrumpen todo el efedo , y
^ oca-
'! I
II
J
ifll'
V*
^•'1
i r
42 ENTRETENIMIENTO
ocasionan contrarias influencias. Una nube inter-
puesta entre el Sol y una parte de la tierra , es
un pavellón que , no dexando tránsito á sus ra-
yos , eítorba que pasen hasta élla^ y debiendo
ser caluroso con exceso aquel espacio , lo es con
moderación , tanto mas, quanto la nube fuere
m.as permanente. La elevación de un parage,
res pedo de otro , hace el ayre mas sutil y me-
nos pesado : los rayos del Sol, subdivididos en
partículas mas menudas que quando la athmos-
phera es densa , reflexan con la misma sutileza,
y no tienen, lugar para unirse : siendo consequen-
te , que el grado de calor debe ser menos que
quando penetran por un ayre mas pesado y den-
so, el qual une las panículas ígneas , se impreg-
na de ellas, y las refleda con mas adividad. En
los lugares elevados , por lo común , no falta al-
gún movimiento en el ayre, que en los baxos, por
el contrario, no es tan común , y éste esparce las
particulas ígneas en diferente dirección de la que
lltvan en la inflexión de los rayos , y con la que
retroceden en la reflexión. La. elevación de los
parfiges y sus desigualdades no permiten que el
número de rayos que caen sobre ella sea tan cre-
cido como en el nivel general del Globo , y ésta
es otra causa que altera su cRdo para el dema-
siado calor..
3 A las razones antecedentes , que se hallan
sostenidas con la experiencia , se agrega otra muy
poderosa 5 y es , que según los Naturalistas , el
áccido nitroso es, de los tres que se conocen en
la naturaleza , volátil y n^uy ligero , atribuyen-
do-
ro
a nube ínter-
la tierra, es
ito á sus ra-
; y debiendo
io , lo es con
1 nube fuere
: un parage,
5 sutil y me-
)divididGS en
io la athmos-
sma sutileza,
lo consequeri"
ir menos que
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j , se impreg-
dividad. En
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os baxos, por
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lobo ^ y ésta
ra el dema-
jue se hallan
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conocen en
atribuyen-
dü-
T E R C E R 0# 43
dose á su concurso la formación de la nieve , el
granizo, y el hielo, lo qual sucede en una re-
gión algo elevada de la athmosphera : quanto los
territorios estuviesen mas altos en ella, tanto mas
cercanos se hallarán de esta región, y los efec-
tos serán contrarios al calor : por esto se experi-
menta , que en las cumbres de las montañas altas
hay nieve quando en su pie no se vé , y por el
contrarióse experimenta calor, cuyo fenómeno
es tan común , que no hay País en donde dexe
de verse ; y si la montaña se figurase ser de una
altura tan excesiva como los terrenos altos de la
.América Meridional ^ y de la extensión que tie-
nen aquellos , se comprehendería mejor ser na-
tural en ellos, aunque se hallan debaxo de la
Eqiiinocial , ó en sus cercanías , lo mismo que en
las montañas de la Europa : con la diferencia de
que lo que acá se experimenta en una altura de
1^00, ó 2000 varas , allá necesita que sea de
4^ ó 5y , ó tal vez mas, según las otras circuns-
tancias que concurren en él.
4 Por estos términos la naturaleza ha forma-
do un juguete tan particular de sus obras , que
por medio de un accidente ha variado enteramen-
te los efedos , apartándolos del orden en que de-
berían estár,si se ciñesen á la causa general. Esto
mismo sucede por el orden contrario , pues en los
Faíses que debieran ser menos cálidos , y apro-
aámarse á ser fríos , no sucede asi ^ y la continúa-
don de las llanuras dilatadas y baxas , el poco
movimiento que el viento tiene en ellas, y la den-
sidad y gravedad de la athmosphera , concurren
F 2 pa-
II
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f v^
; «I ni-
i!, Ir;,,
i l!
44 ENTRETENIMIENTO
para que el efedo de los rayos del Sol sea mas
sensible 5 y estando en los ámbitos de la 7ma
templada se experimentan los efedos , que son
proprios de la ardiente, ó calurosa.
5 Por lo común es temible el atravesar la
Equinodal en las navegaciones , donde es precisa
hacerlo , á causa de los accidentes que se atribu-
yen al mucho calor , yá las enfermedades que
son de este numero : en realidad sucede asi , pe-
ro los calores no son tan excesivos, como se cree;
aunque es cierto que sobrevienen enfermedades de
escorbuto^ que son las que ocasiona el calor, pero
esto se verifica quando concurre la circunstancia
de ser en navegaciones largas. El calor, es mas
grande que en el Mar debaxo de h Linearen tier-
ra apartados de ella, y aun fuera de la Zona Tor-
ridiJ^ y con todo no es regular que ocasione es-
corbutos ^ aunque sí otras enfermedades propias
de la dilatación de las partes de la agitación de
los fluidos, y de la eorruccion de la sangre^ con-
cluyéndose de ello, que el calor excesivo puede
contribuir á que el escorbuto se declarase mas
pronto, sin ser la causa primitiva de él., Esta de-
be considerarse en el ayre que se respira en las
Embarcaciones, en los alimentos mal sanos que
se usan , en el agua corrompida, y en la athmos-
phera que circunda las personas , distinta de la
de tierra; y asiese vé, que en las navegaciones
krgas, el frió excesivo ocasiona tanto el escorbu-
to como el calor^y que esta enfermedad no es tan
temible al pasar por la Línea ^ quando no hace
¡nucho tiempo que se ha salido del. Puerto, como
quan-
I- i'
ro
Sol sea mas
j de la Zona
os 3 que son
atravesar la
de es preciso
|ue s€ atribu-
nedades que
:ede asi , pe-
:omo se cree;
rmedades de
;1 calor, pero
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la Zona Tor-
ocasione es-
ades propias
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sangre^con-
esivo puede
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jpira en las
1 sanos que
la athmos-
stinta de la
avegaciones
) el escorbu-
adno es tan
io no hace
lerto, como
quan-
TERCERO.
45
quando se navega por parage muy frió , como
ni Cabo de Hornos ^ ó el de Buena Esperanza ^
flespues de haber estado largo tiempo en el Mar
sin refrescar los víveres en algún Puerto , y re-
poner la naturaleza en su estado natural con los
ayres propicios de tierra.
^6 En el Mar .^el Sur se atraviesa frequente-
Diente la Línea ^ pasando del Callao^ó de Guaya^
quil á Panamá , y al contrario , sin experimentar-
se efedo alguno perjudicial á la salud v y es sin
éuda por ser de cortos dias estas travesías : sien-
do natural , que si fuesen largas sucedería lo mis-
nao que en las otras en donde hace destrozos las-
timosos contra los navegantes^ y asi. parece , que
no deben atribuirse tanto al demasiado calor, que
se supone, como á las otras causas que son inse-
parables en los viages largos por el Mar.
( 7 Para comprobación de no ser el calor, ba-
xo de la Línea en el Mar ,. tan grande como en-
1^ parages que están fuera de ella-, se hará rela-
ción de los que se han observado en varias par-
las , cuya noticia podia servir de convencimiento.
£1 año de 1^58 , cortando la Equinocial^ según
la frase que se acostumbra en la Náutica, en el
mes que el Sol debia hacer iodo el efedo de sus
♦rdüres, por ser en Marzo quando hace su trán-
títo por ella,, el día 3 , teniendo de declinación
Meridional 6 grados y 42 minutos , y estando la
Embarcación en ^ grados , 47' minutos Septen-
trional ^ el termómetro de Mv. d'Reaumur señalo
á las 2 de la tarde 20 grados J de calor. Desde
-este grado fue aumentando poca cosa.. El dia 14
'^ la
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^6
ENTRETENIMIENTO
la declinación Meridional era 2 grados, 35 mi^
ñutos: la Embarcación se hallaba en 31 minutos
al Norte de la Equinocial^y el termómetro marcó
expuesto al ayre á las 6 de la mañana 23 1 gra-
dos , á las 2 de la tarde 2 5 , y á las 1 1 de la
noche 24. El viento que reynaba era muy ñoxo,
porque la Embarcación, quando mas andaba,
era una milla , y en algunos intervalos solo me-
dia , y venía del Nordeste, El dia 16 quasi fue
todo él de calma , pues en las 24 horas solo se
andubicron 5 millas : el Navio se halló por la
observación en la E^wV2í?£'zW: la declinación del
Sol fue un grado , 38 minutos Meridional^ y el
termómetro marcó constantemente 25 grados á
las 6 de la mañana , á las 2 de la tarde , y á las
II de la noche, habiendo habido variedad en el
tiempo , porque hubo nubes rasgadas en ciertos
tiempos , en otros estubo despejado , y á las 9
de la noche hubo aguaceros.
8 El dia i^ fue calma, como el anteceden-
te: la Embarcación se hallaba en 35 minutos
Súr-Adi declinación del Sol Meridional un grado,
14 minutos: el termómetro á las 6 de la ma-
ñana 25 grados , á las 2 de la tarde 26 , y á las
II de la noche 25. Durante el dia, el Sol estubo
fuerte: á ratos hubo nubes ^ desde las 9,- de la
noche aguaceros fuertes , relámpagos , truenos ,
y turbonadas de viento. Este fue el dia de mas
calor que hubo en el paso de la Línea,
9 El 1 8 la declinación del Sol gor minutos
Meridional^ la latitud un grado y 1 3 í- minutos,
el termómetro á las 2 de la tarde 24 grados. El
19
ro
ios, a 5 nih
31 minutos
Tietro marcó
la 23 ' gra^
\s II de la
i muy ñoxo,
las andaba,
>s solo me-
6 quasi fue
3ras solo se
alió por la
linacion del
iional^ y el
5 grados á
de , y á las
iedad en el
en ciertos
y á las 9
anteceden-
;5 minutos
/un grado,
de la ma-
6 , y á las
Sol estubo
s 9, de la
truenos ,
ia de mas
minutos
\ minutos,
rados. El
19
TERCERO. 47
10 en 2 grados , 6 minutos de latitud : el termó-
metro á las 2 de la tarde 24 grados.. El 20 el
Sol quasi en la Equinodai: la Embarcación en 3
grados, 2 minutos Mt?r/¿//í>«^/: el termómetro á
las 2 , 25' grados, habiendo tenido el viento
Esueste^como el dia antecedente moderadamente
recio. Tres, ó quatro dias se mantubo el calor en
ti mismo tenor , á diferencia de un grado, ó de
medio ^ pero desde el 26, en la altura de 11
grados, empezó a disminuir á 23' , y con la
flpisma lentitud que habia aumentado,bolvió á ser
iienos..
< 10 En el año de 64, en el mes de Noviem-
iré, atravesando la Equinodai en el Mar del
Sur el dia 28, la Embarcación se hallaba en 52
minutos Sur', á las 5 de la mañana , el mismo
termómetro marcaba 21 grados,á las 2 de la tar-
de 23! , y á las 1 1 de la noche 22! : el viento
vario , floxo por el Sur y Sueste^ y Suduestc: la
athmosphera opaca mucha parte del dia.,
11 El dia 29, á las 5 de la mañana, 22
! {rados , á las 2 de la tarde 24 , y á las 11 de
a noche 23! : el viento y la athmosphera lo
iaismo que en el dia antecedente : la latitud 35
lliinutos Septentrional'^ de suerte , que en el inter-
fl|edio de un dia al otro se hizo la travesía de la
lánea.
1 2 Por este término se mantubo el calor to-
do lo que duró el viage, hasta Panamá^ sin ex-
ceder á las 2 de la tarde de 23 grados, y á las 5
de la mañana de 21 ,, siendo í;u mayor alteración
con las calmas y el tiempo cargado un grado,
en cuya disposición duraba poco. En
11
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^
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1, 11 \
I « " • :
'I I ;.
48 ENTRETENIMIENTO
13 'EnPanamd no señaló él termómetro mas
calor, que en el Mar, y en el tránsito de la L¿^
nea. Desde el día 4 de Diciembre hasta el 1 8,á
las 5 de la mañana, marcaba 21 grados, á las
3 de la tarde 23 1 , y uno, ú otro dia llegó á su.
bir hasta 24. En aquella ocasión es quando ce-
san los vientos Sures , y empiezan á recalar algo
las Brizas ^ pero esto no sucede todos los dias,
ni en todos los años es en un propio tiempo,acon-
teciendo , que en unos se adelantan mas , y en
otros se retardan : en aquel se adelantaron , y
desde el dia 8 hasta el 12 recaló á las 2. de la
tarde: el i3fuefloxa,y el termómetro estubo
en 24: el 14 no la hubo, y estubo en 24,- : el
15 la hubo, y el termómetro estubo en 23* En
esta forma siguió aquellos dias. En el año de
1^36, los dias s y 6 deEnero,el termómetro mar-
caba á las 6 de la mañana 20í ., á las 12 del día
23 1 , y á las 3 de la tarde 25. Esta corta dife-
riencia , que rigorosamente es de medio grado,
proviene de que en aquel año se retardaron mas
las Brizas^ no habiéndose exper 'mentado hasta
entonces , y también de no ser el termómetro el
mismo que el que sirvió el año de 64 : también
pudo concurrir á ello la disposición que tenia en
cada uno de estos dos tiempos. La latitud de
aquella Ciudad está determinada de 8 grados,
58 minutos Septentrional^ por las observaciones
que se hicieron el año de 36.
14 Poaría escusarse la repetición de noticias
del calor en Portovélo y Cartagena no teniendo
sensible diferieíicia á los que se expresan en la
Obra
ro
nómetro mas
to de la L¡^
lasta el i8,á
;rados , á las
ia llegó á su-
í quando ce-
recalar algo
los los dias,
tiempo,acon-
mas, y en
plantaron , y
las 2. de la
netro estubo
I en 24Í : el
3 en 23* En
n el año de
lómetro niar-
as 12 del d¡3
a corta dife-
nedio grado,
tardaron mas
entado hasta
jrmómetro el
)4 : también
que tenia en
a latitud de
í 8 grados,
ibservaciones
)n de noticias
no teniendo
presan en la
Obra
TERCERO. 4p
Obra de Observaciones , hechas de orden de
S. M. , y impresas en Madrid en el año de 48 5
pero como ésta yá es rara, no se dexará de ha-
cer memoria de ello , tanto mas que se tendrá la
serie de los grados de calor , sin la necesidad de
irlas á buscar á aquella.
1K 15 Desde el dia 23 de Diciembre, hasta
A 29 del propio año de 64 , el termómetro es-
taba á las 5 de la mañana en Fortovélo en 2 1
grados , á las 2 de la tarde en 22' , y á las 1 1
de la noche en 22. En la Obra de Observacio-
nes, el 4 de Diciembre de 1^35 , á las 6 de la
mañana marcaba los mismos 21 , y al medio
cÜa 235 la diferiencia es medio grado , que pue-
ée consistir en haber sido entonces [sls Brizas mas
endebles, y no haber refrescado tanto la tierra,
oomo quando están mas entabladas. La latitud de
aquella Ciudad , determinada por las Observa-
ciones del año de 35 , es de 9 grados, 34! mi-
nutos Septentrional,
i: 16 En Cartagena de Indias estaban entabla-
das las Brizas^ y con bastante fuerza en el mes
de Enero de 1^65 5 y desde el dia 10 hasta el
14 constantemente el termómetro marcaba á las
í de la mañana 22 grados, á las 12 del dia 24,
f á las 2 de la tarde 24'. El año de 35 , el 19
de Noviembre , tiempo en que las Brizas no es-
taban entabladas , el termómetro marcaba de 1-4
á 26 grados, que en rigor es grado y medio mas
que lo que se observó en el ultimo. La latitud de
aquella Ciudad es , por las observaciones , 10
«rados ,25} mmwios SeptentrionaL
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!'i,
5a ENTRETENIMIENTO
I?" No se hace mención por ahora del tempe-
ramento de Lima , cuya Ciudad está en 1 2 gra-
dos , 2] minutos en el Emisferio Austral^ porque
aquel sigue otro régimen distinto de el de las
partes, de que se vá tratando , y se irá desde lue-
go á ver el de la Habana^ en las extremidades de
la Zona Tórrida^ y vecindad de la templada. En
este parage se encontrará un efecto contrario al
orden que se debia esperar. En algún modo sería
regular que en la Habana el calor fuese menos,
que en los parages que quedan citados , por ha-
llarse mas apartado que ellos de la Equinocial\^
pero si se atiende al mas tiempo que el Sol se
mantiene perpendicular en el Zernth , ó inmedia-
to á él , el calor deberá ser mas fuerte que en los
lugares que se hallan en la Equinocial , ó cerca
de ella , suponiéndose igualdad en altura de los
terrenos , que es , con toda precisión, lo que acre-
dita la experiencia..
1 8 El calor de la Habana^ en los meses que
el Sol se halla de la Equinocial para, el Norte^Qs
rrias fuerte, que- en Panamá^ Portovélo^ Cartagena^
y que debaxo de la Linea ^ en el Mar del Súr\
y en el tiempo que corren los 6. Signos Australes^
es igual al de aquellos. La Ciudad se halla en
23 grados , 10 minutos de latitud Septentrional^
en una bella disposición de terreno; por el un la-
do tiene la Bahía, por otro el Mar grande, y por
el resto País llano, en el qual, aunque hay algu-
nas eminencias , es á larga distancia , y no son
de mucha altura , con que los vientos la bañan
sin embarazo. Las observaciones del tempera-
men-
ro
a del tempe-
á en 1 2 gra-
rír¿z/, porque
de el de las
rá desde lue-
remidades de
templada. En
contrario al
n modo sería
fuese menos,
os, por ha-
i. Equinocial\
ae el Sol se
' 5 ó inmedia-
rte que en los
:ial >) ó cerca
altura de los
5 lo que acre-
os meses que
el Norte^ es
, Cartagena^
ar del Sur]
)s Australes^
se halla en
eptentrional^
por el un la-
rande , y por
hay algu-
i , y no son
os la bañan
el tempera-
men-
TERCERO.
51
tnento se hicieron unas allí, y otras en Guana^
hacua^ Lugar que dista dos leguas, y se tiene
por mas sano y menos caluroso que la Ciudad ,
por estar siruadí) en una mediana altura , donde
le bañan los vientos , que templan el calor del
jBol.
19 En la Ciudad,el ;r de Febrero de ij^óg,
i las 6 déla mañana, marcaba el termómetro
i8í , á las 12' 20 , en la tarde hubo turbona-
das de viento, y algunos aguaceros. Asi perma-
neció hasta el dia 19, que fue mayor el calor , y
í las 6 de la mañana estubo en 20 grados, y á las
13 del dia en 22 y medio: de las 3 de la tarde
á las 4 mudó el tiempo con aguaceros , y calmó
el viento : á las 5 empezó á correr por el Norte ,
y refrescó el tiempo , de suerte , que én el si-
guiente dia 20 , á las 6 de la mañana , estaba
en i^ grados , continuando sin aumento el resto
del dia, y en los dos siguientes,
. 30 Él Verano fuerte empieza allí en Mayo:
pn aquel mes , á las 5 de la mañana , el termó-
metro señalaba 22 í grados, á las 11 del dia
-«51- , y á las II de la noche 22!. En Junio 23
S'ados, 261 , y á las II de la noche 23 1. En
gosto y Septiembre sucedió lo mismo. En Oc-
íllbre se reconoce algo moderado el calor , por
no mantenerse constante el termómetro , pero no
por eso faltan dias en que se vé el licor hasta 25
grados, siendo lo regular de 23 1 á 24. En No-
viembre es lo regular á las 2 de la tarde desde
pi\ á 23 1. Esto propio sucede en Diciembre y
Enero , que son los meses del Invierno , en los
G 2 qua-
Mi
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i í I.
I
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í' : í
1 i
'I I
5a ENTRETENIMIENTO
quales se dice, que se siente frió, con que la di-
feriencia entre estas dos estaciones es de 3 gra-
dos. Debe entenderse , que este grado de calor
en todos tiempos es , situando el termómetro en
alguna pieza abierta , donde reciba las impresio-
nes del ayre, sin que el resplandor del Sol le hie-
ra , pues quando se coloca en parage donde par-
ticipe de él , se dilata el licor hasta 30Í grados.
31 En los meses de Invierno siempre vie-
nen los vieiitos del Norte , se comprime el licor,
y es quando se siente mas frescura. En los de Ve-
rano , aunque Uueba , como sucede de continuo,
no se modera el calor , porque de ordinario so-
breviene á la Ilubia algún intervalo de calma ,
y después vuelven los vientos á la parte del Súr^
que son calurosos. Ivío es lo particular el grado
en que ascic Je el licor del termómetro , sino la
permanencia que tiene en él , y lo poco que varía
de una estación á la otra , pues en la Zona tem-
plada^ y bien al Norte de ella sube á los mis-
mos grados , pero esto es por espacio de un mes,
ó poco mas, en algunos dias , y después vuelve
á descender por los mismos términos que fue su-
biendo. En Diciembre , quando el Sol está en el
Trópico de Capricornio , dista del Zenitb de la
Habana 4f grados , lo mismo que dista del de
las partes Meridionales de la España, En 20 de
Odubre, acabado de pasar el Verano^ y en 20
de Febrero, quando vá terminando el Invierno,
en el primero de estos dos tiempos el termóme-
tro , á las 6 de la mañana, señala en Cádiz 141
grados , á las 2 de la tarde lói , y á las 11 de
la
* <.
ro
on que la di-
2s de 3 gra-
ido de calor
rmómetro en
las impresión
leí Sol le hie-
z donde par-
30Í grados,
siempre vie-
>rime el licor,
En los de Ve-
de continuo,
ordinario so-
lo de calma,
)arte del Súr^
alar el grado
letro, sino la
)oco que varía
la Zona tem-
)e á los mis-
io de un mes,
spues vuelve
)s que fue su-
Sol está en el
Zenitb de la
dista del de
\fa. En 20 de
ano ^ y en 20
) el Invierno,
1 el termóme-
en Cádiz 14!
^ á las II de
la
I TERCERO. 53
la noche de 1 5 á 16. En el segundo , á las 6 de
la mañana, señala de 12 á 13 grados, á las 2 de
la tarde de 14 á 1 5 , y á las 1 1 de la noche de
13 á 14, y asi hay de 8 á 9 grados menos ca-
lor , que allá quando el Sol dista del Zenitb el
propio número de grados, según queda explica-
do. Por estas experiencias se reconoce , que aun-
que la Habana está distante de la Equimcial to-
do lo que el Trópico^ esto no es suficiente causa
para que el calor se experimente menos fuerte
que en los lugares que están cercanos á ella,
guardando igualdad en quanto á la forma de los
terrenos , porque, en las partes que quedan anota-
das, son baxos, llanos , é inmediatos al Mar.
a2 La causa de esto es, como queda dicho , la
dirección perpendicular de los rayos del Sol, que
en la Habana es mas permanente que en los otros
parages que se hallan mas cerca de la Equino-
cial^ porque el movimiento del Sol en declina-
ción es lento quando se acerca á los Trópicos , y
acelerado quando está inmediato á su medianía,
y por esto permanece mucho mas tiempo en las
cercanías del Zenith de aquella Ciudad , que en
la de los otros parages , á cuyo respecto calienta
mas la tierra, y la penetra con mas adlividad que
fli donde pasa acelerado sin detenerse. Desde el
21 de Junio , hasta el 1 2 de Julio , está el Sol
sobre el Zenitb de la Habana , á diferiencia de
un grado: este intervalo es de 22 dias; pero en
las dos estaciones , que pasa por el de Panamá en
Abril y en Agosto, solo está 11, 5; en cada una,
esto es, desde que se acerca el grado iuaiediato^
I an-
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i 1
54 ENTRETENIMIENTO
antes de llegar , y después de haber pasado por
él , con que viene á ser la mitad del tiempo ^ su-
cediendo esto con la intermisión de 6 meses, en
la qual se ha temperado el calor que se impri-
mió en la tierra en los 5Í dias primeros, al re^
petirse los segundos : con que aun es menos de
la mitad de la influencia la que recibe el territo-
rio de Panamá^ de la que percibe el de la H.ih^
na^ en donde los 22 dias son continuos. Para la
mejor inteligencia se ha de suponer, que un gra-
do de calor igual , repetido en varios dias en I3
tierra que lo recibe, se aumenta en cada uno de
ellos mas de lo que fue en el antecedente, porque
como la encuentra impregnada de las partículas
ígneas que recibió en las antecedentes, quantc
mas se repita el grado de calor., tanta mas dis'
posición encuentra en ella para conservarle.
23 Otro exemplar convencerá mas esta ra-
2on. Supóngase que la adividad sensible de los
rayos del Sol se experimenta dentro del espacie
de 10 grados , antes de llegar el Sol al T^enilh,
y hasta bolverse á apartar de él la misma canti-
dad: desde 20 de Abril empieza el Sol á entrar
en los 10 grados próximos al Zsn/tb de la Haba-
na^ y hasta el 21 de Agosto no sale de ellos,
siendo 4 meses continuos. En el primer tránsito,
por el Zeni'tb de Panamá , está desde 29 de Ju-
lio hasta 20 de Septiembre, que es un mes y 21
dias: en el segundo, viniendo del Emisfirk
Austral^ desde 20 de Marzo hasta 10 de Mayo,
que son otro mes y 20 dias , y ambos tránsitos
componen 3 meses y 1 1 dias , asi está 20 dias
mas
ro
r pasado por
1 tiempo ^ su-
6 meses , en
jue se impri-
leros, al re-
es menos de
ibe el territo.
de la H.iku
nuos. Para la
, que un gra-
os dias en la
cada uno de
dente, porque
las partículas
entes, quantc
inta mas dis*
servarle,
mas esta ra-
ensible de los
del espacie
ol al Zenith,
misma canti'
Sol á entrar
b de la Hab[i'
lie de ellos,
imer tránsito,
de 29 de Ju-
un mes y 21
iel Emisfirk
10 de Mayo,
nbos tránsitos
está 20 dias
mas
TERCERO. 55
mas dentro del espacio de los 10 grados inme-
diatos al 7ue}íitb . en el de la Uabcim , que en el
de Panamá^ siendo estos últimos interrumpidos
de 2 meses y 10 dias, corriendo el Sol Signos
Septentrionales , y de 6 meses , con corta dife-
riencia, quundo anda por los del Emisferio Me^
ridional '-) con que por precisión el calor ha de
ser mas sensible en la Habana , estando quasi en
tiTropico^ que fuera de allí en los paraj^es que
están cercanos á la Equinocial'^ y los efcdlos de
\ñ'Zona Tórrida deben ser, y son mas percepti-
bles en aquel , que en estos otros.
;^ 24 Para perder la tierra el calor que ha per-
«bido por espacio de 4 meses continuos, necesi-
tscinucho mas tiempo, que si estos 4 meses hu-
biesen sido interrumpidos de un espacio de tiem-
po en que el Sol hubiese estado mas apartado
del Zenitb que los 10. grados,, y por esta cau-
sa ) aun después de estar fuera de ellos , perma-
nece el calor, que es lo que se vé en Septiembre
y> muchos dias de Octubre, en cuyo tiempo el
grado es el mismo, que quando está dentro de
lo$ 10 grados próximos al Zenitb, Se siente allí
d'-efedo que hacen los rayos diredos , ó perpen-
diculares del Sol en las aguas subterráneas, pues
qüindo en todas partes se hallan frias , respcdo
del ayre exterior de los meses de calor, allá se
reconocen mas calientes : sucediendo asi con la
délos aljives, y de las fuentes que salen de la
tierra 5 pero ea las que. corren sobre ella no es lo
mismo , porque estas están iguales con el ayre
exterior. La causa de esto no es otra , sino que
el
"9t .
■iii I
ENTRETENIMrCNTÓ
Vá
5^
el calor del Sol , con la continuación , va ca-
lentando la tierra , y éste calor penetra quanto
mas dura , tardando después otro tanto, como lo
que ha estado en penetrarla, en desvanecerse,
Las aguas , después que salen de los senos de la
cierra , participan del ambiente exterior f y aun-
que sacan el calor que han percibido , lo pier-
den , y se ponen en igualdad con el mismo ayre.
2 5 Los vientos , según la parte de donde
corren, contribuyen al mas , 6 menos calor: si es
del Norte, en aquellas partes lo moderan sensi'
blemente 5 pero al contrario , si van de la región
del Sur lo aumentan. En la Habam r^ynan los
primeros , aunque no son continuos, desde No-
viembre hasta Marzo , pero lo rigoroso es hasta
Febrero : en las costas de Cartagena „ Portovélo^
y en Panamá les llaman Brizas , y no son preci-
samente del Norte, inclinando acia el Nordeste ,
que es entre el Norte y el Levante , como todos
saDen : allí empiezan en Diciembre , y duran
hasta Mayo , sí bien , como queda dicho, en P¿i-
namá se retardan algo rras.
26 Contribuye también al mayor calor la es-
tada del Sol sobre el Orhoite ^ pues en Panam,
el dia que se halla en el Zc?«/Y^,alumbrad()ce ho-
ras y 12 minutos, y la noche tiene 11 horas i
48 minutos ^ pero quando en la Habana llega a
Zemth^ alumbra 13 horas y 26 minutos, y h
noche es de 10 horas y 34 minutos 5 con que ca-
lienta una hora y 14 minutos mas, y esto misnii
dexa de temperar la tierra y el ayre en la noche
respe(^o del otro parage y cuyos eff¿tos son sen-
sibles. EI^-
TO
57
vá
ion 9 va ca-
)enetra quanto
anto, como lo
desvanecerse.
js senos déla
erior f y aun-
>ido , lo pier-
;l mismo ayre.
rte de donde
IOS calor : si es
loderan sensi'
1 de la región
na reynan los
\s , desde No
oroso es hasta
ía y Portovélo^
' no son preci-
a el Nordeste,
, como todo!
Dre , y duran
dicho, en h
^or calor la es-
ís en Panami^
libra doce ho-
í II horas j
íbana llega al
ninutos, y \i
s ^ con que ca-
y esto misiTii
e en la noche
t;¿tos son sen-
ENTRETENIMIENTO IV.
Continúa sobre los varios tempera-
mentos.
I 8;56í*52|£5^?f| A variedad que se observa en
í : n los temperamentos, sin sujetar-
I ! jLA 3 ^^ precisamente á la regla de \o
{; « ma-j ó menos apartados que se
ak^vfe^'v^ls hallan los territorios de la E^«z-
nocial^ no sería persuasible, si la experiencia no
lo convenciese. La Provincia de la Luisiana es
uno de los que mas se distinguen en ello , pues
que hallándose en 30 grados , y minutes de la-
titud su Capital , el Nuevo Orleans , los calores
de los 4 meses de Verano , desde Junio hasta
Septiembre, son mas fuertes que en la Habana^ y
que en los otros parages que están mas cerca de
híEqidnocial: á este respedlo, en los meses de
Invierno se alternan los frios y los calores con
tanta repetición , que después de 3 , ó 4 dias de
fcertes hielos, siguen otros en que el calor es po-
Ü menos que en los regulares del Verano ^ pero
áin mas extraordinario es,que con el mismo viento
qae hiela en el Invierno , se experimenta en el
Verano el mayor calor. Estas variedades , que
no- son regulares en otras partes, hacen particular
aquella , y parece contra lo natural , que en el ri-
gor del Invierno , quando reynan las nieves y
Jbs hielos, se vean alternados dias calurosos,
H co-
i^V
1-
']
Si
! i
1 1.
i* $ ''"".
I !
^%i^' ^''
f í'
58 ENTRETENIMIENTO
como si los rayos del Sol cayesen diredos sobre
aquella región. Los vientos están allí en conti-
nuado gyro, siendo raro que permanezcan dos
dias por la misma parte. En el Invierno Iluebe
con los del Sueste y Súr^ y en la misma hora
que cesa de llover hace la vuelta al Norte^ y em-
pieza el frió : quando sucede que se detiene en
esta parte mas de un dia, y que aumenta de fuer-
za , es seguro que hiele , pero quando sigue la
vuelta sin permanecer , y que llega á pasar del
Norte para el Levante^ aunque sea cosa muy coi'
ta, el frió no es grande: siendo cosa cierta, que
no ha de durar constante , y que pasando pronta'
mente al Levante^ y de allí al Sur y Sudueste se
repite la Ilubia, la nieve, y buelve á hacer nue-
vo gyro como el primero.
2 Los vientos del Noroeste y Norte son los
que allí causan el frió en el Invierno , hasta el
término de helar fuerte. Estos mismos vientos
ocasionan el mayor calor en Verano , hasta tér-
minos de sofocación ^ pues es tal , que si su dura-
ción pasase de dos , ó tres dias , moriría mucha
gente de no poderla resistir. La razón de los
frios , que causan en el Invierno estos vientos , es
la misma que se conoce en todo úEmisferioSef^
tentrional '^ pero no hay otra para el calor, que el
venir de aquellas dilatadas llanuras , de los bos-
ques espesos, y pajonales dilatadísimos, los qua-
les , con la humedad y el calor intenso de los
rayos del Sol , exalan vapores ardientes , y ad-
quiriendo el ayre su misma qualidad , en luga:
de refrigerar , sofoca en tanto grado , que es mas
sen-
ledos sobre
lUí en comi-
lanezcan dos
ierno Iluebe
misma hora
Norte, y em.
le detiene en
lenta de fuer-
ndo sigue la
a á pasar del
:osa muy cor-
sa cierta, que
sando pronta'
y Sudueste se
á hacer nue-
Norte son los
:no 5 hasta el
ismos vientos
o, hasta tér-
u: si su dura'
loriría mucha
razón de h
üs vientos, es
msferio Se^^
calor, que el
, de los bos-
nios , los qua-
Intenso de los
entes , y ad-
|ad , en luga:
, que es mas
sen-
CLU ARTO, 5p
sensible este ayre, que el calor que se siente quan-
do'hace calma.
; 3 Para el convencimiento de estas sensibles
desigualdades, será bien congeturarlas con las
observaciones hechas en el termómetro. Los dias
de mas calor, en el Nuevo Orleans , el año de 6^
fueron el 12,13, y 14 de Agosto. El primero de
estos , á las 5 de la mañana , el termómetro se-
ñalaba dentro de una sala , que estaba rodeada
de ventanas y puertas , todas abiertas, 23Í , y
expuesto al ayre al resguardo de una galería es-
faciosa , y cubierta 22z 5 á las 3 de la tarde, ea
la sala 2jr , y fuera 32 5 á las 12 de la noche,
dentro 26Í , y fuera 26: todo el discurso del día
y noche estubo claro : por la mañana no habia
viento : á las 3 lo hubo floxo Oessudueste , y en '< -' /^
ia noche Oesnor oeste» %i .\
4 El d¡a 13, á hs 5 de la mañana, 24 den-
tro, y lo mismo fuera: á las i' í de la tarde, den-
tro 2;rf , y fuera 33I : á las 3 1 de la tarde 28
y 321 : á las 5 28} y 32^ . á las 12 de la no-
che 2f ; fuera, y igual dentro: el viento era flo-
xo Norte.
f. 5 El día 14, á las 5 déla mañana, esta-
ba en la sala en 25; , en la galería abierta
^ , la athmósphera clara , el viento floxo
Norte: tn las siguientes horas del dia,como se vé:
A las 9 en la Sala 26J. Galería 30^. a las s de la mañana elbaróme-
á la I delante 2jl 22',. "° ^'^^^^''^ «" 27 pulgadas, 7^
álaSjí 28 J 2 2^. '^"'-^ ' * 'as 3 í de la tarde 27
alas 5{ 29Í 52Í. pHigadas, 7j:ítias sí ,27puI-
df.asI2delanoche27[ 28.^ ^''^''*' 7^ -íi ¡as 'a de la noche
azPHlüarf-is, 7\ líneas.
* H 2 ües-
4.
I
1
«1
ir
I: ' I
I '
60
ENTRETENIMIENTO
1 1*
1 ; mt
, iiir
Desde las 9 del día , con la fuerza del calor ,
cesó el viento , y solo á ratos se experimentaron
ventolinas del Norte por la parte del Este : la
athmósphera estaba ofuscada, y en la noche hu-
bo algunos relámpagos, efedto proprio del mu-
cho calor,
6 El siguiente dia 1 5 se experimentaron al
amanecer los efeíios que habia dexado en !a
athmósphera el calor del dia antecedente 5 y á
las 5 de la mañana estaban por consecuencia los
termómetros en 26 grados mas altos que en igual
hora el dia antecedente , lo qual anunciaba ma-
yor calor que en aquel , pero el viento habia yá
./.5/ corrido por el Nordeste al Esueste'^ y asi , á las
4i de la tarde, que fue el mayor calor de aquel
dia, el termómetro estaba en la sala en 2^ gra-
V. "'^- pn la Galería 295 á las 12 de la noche den-
tro 24, y 24! fuera. El barómetro estubo á la
primera hora en 2'^ pulgadas , '^\ líneas : en la
segunda 8í líneas, y en la tercera gl líneas : la
athmósphera con algunas nubes altas y rasga-
das , y el viento , desde las 5 de la mañana , fue
,.i /.' por el Sueste algo recio.
^ Segur, el juicio de aquellos naturales , fue
el calor de los 3 dias mayor que el que se expe-
rimenta en años regulares 5 y en efedo, en los de
66 y 68 no llegó á tanto , y en el ultimo , el 18
de Agosto era 26 grados dentro de la sala á hs
3r de la tarde ^ y en la galería 30J : el viento
A II 'estaba floxo Noroeste , la athmósphera alp-o em-
pañada con celages , y el barómetro señu^aba 27
pulgadas , ij líneas.
Eíi
'O
I del calor
j
perirrentaron
del Este: k
la noche hu-
irio del mu-
mentaron al
Exado en la
edente^ y á
lecuencia los
que en igual
unciaba ma-
lte habia yá
y asi , á las
lor de aquel
en 27 gra-
, noche deii'
estubo á la
leas: en la
i lineas : la
as y rasga-
nañana , fue
Urales , fue
ue se expe-
), en los de
mo , el 18
i sala á I ^^
el viento
a al 0*0 em-
eñw^aba 27
íq^u arto. 61
8 En el año de 66 se experimentó el mayor
calor en los dias ijr, hasta 25 de Julio ^ pero el
mayor fue el 21 , que á las 4 de la tarde el ter-
mómetro estaba en la sala en 27 grados , y el
de la galería en 31 , el tiempo claro , y el vien-
to Noroeste floxo. Los otros dias se vio desde '*<>
hasta 26 'í 5 y en la galería desde 29 hasta 31 ,
siendo el viento totalmente ninguno , ó por el
Noroeste,
-lí 9 El Verano es allí largo, pues desCiS me-
diados de Mayo se experimentan calores : ccios ,
subiendo el termómetro, en lo pesado de* dia, á
«3*. grados en la sala, y á 2jr en la galería, aun-
que esto no es en todos ; y en Odiubre , en el
año de 6f , los dias 7 , 8, y 9 subió en la sala
de 24 hasta 25 grados, y expuesto en la gale-
ría, á 28 y 29, que es el grado de calor fuerte
en España-^ y asi dura el Verano fuerte cinco me-
ílcs completos , sin contar los meses que le prece-
den, desde Marzo hasta Mayo, en que empieza
á sentirse alguno, y hay dias en que lo hace muy
competente: ni desde Odubre hasta Noviembre,
en que vá dexando de ser tan fuerte, para cam-
biarse á la estación del Invierno.
; 10 Se sienten allí los efedos de este gran
calor por unos modos que no son regulares en
Otras partes. Caminando en tiempo de Verano ,
después que el Sol se ha puesto , se entra de re-
pente en un clima mucho mas caluroso que por
el que se llevaba : dura esto por una distancia de
20, ó 30 pasos, y con la misma prontitud se sale
de él , buelve á darse en el primero, como si ha-
bie-
\h\
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m.
11
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;,s #
i'
i
'{ 'T'
(ía ENTRETENIMIENTO
biese faxas , ó Zo;wj de un temperamento qu^
fuese mas caluroso que el resto , y en el distrito
de un quartode legua suelen experimentarse 3,0
4 de estas mutaciones. La causa de esto no es fa<
cil determinarla , aunque puede atribuirse á vi
rios accidentes , porque allí no tienen cabímcn-
to las quemazones de los campos , después de
recogidas las cosechas , que es lo que suele ca^
lentar el ayre, mas en aquella parte para donde
vá, que en otras. El territorio es igual en qua-
lidad y forma, y no puede juzgarse que el ca«
lor de los rayos del Sol se fixe mas en unos ám-
bitos que en otros. Solo puede tener verosimill-
tud,que en las colunas de ayre, consideradas Orü
zontales , unas quedasen paradas después de ha*
berse puesto el Sol , y otras se moviesen mudan-
do de lugar ^ y en esta forma , las primeras se
sentirían con el calor que tenian quando el Sol
hería en ellas, y las otras lo perdiesen con el
movimiento de un ayre muy floxo que las agita-
se : con esto conviene la circunstancia , de que
quando se experimentan estas mutaciones es
quando no se percibe viento. Otro efedo raro
de los rayos del Sol son los que se llaman gol-
pes de él^ ó mas propiamente asentarse el Sol;
allí sucede con tanta fuerza y prontitud , que se
ouedan muertos los hombres de repente, con se-
ñales no equívocas de haber sido la adividad
del Sol la que les quita la vida. En la gente de
trabajo , que para hacerlo están parados en una
parte , es en los que mas comunmente se vén es-
tas desgracias , y es raro el año en que no se ex-
perimente alguna. Por
ÍTO
peramcnto qu^
en el distrito
imentarse 3,0
esto no es fa<
tribuirse á vá.
;nen cabímcn-
, después de
que suele ca^
e para donde
igual en qua-
irse que el ca-
} en unos ám-
;r verosimili-
sideradas Orú
espues de ha-
^riesen mudan-
5 primeras se
:iuando el Sol
iiesen con el
que las agita-
mcia , de que
utaciones es
> efedo raro
í llaman gol-
liarse el Sol:
itud , que se
ente , con se-
la adividad
la gente de
ados en una
ite se vén es-
[ue no se ex-
Por
■ QJJ A R T O. 6^
: X I Por las observaciones , que quedan citadas,
sí comprueba , que aunque el Nuevo Orleans es-
tá en algo mas de 30 grados de latitud , y que
el Sol no llega á estar nunca con diferiencia de
61 grados en su Zeriitb^ es el calor en el Verano
roas fuerte que en la Habana , y que en los otros
lugares que están cerca de la Equinocial, La ra-
zón de esto es la igualdad de aquel País , y los
bosques espesísimos de arboledas altas que hay
en él ^ y siendo por lo general floxos los vientos
en aquella estación , no les dá entrada á los si-
tios en donde están las poblaciones. A esto se
agrega, que hallándose distante del Mar con di-
icultad penetran hasta ella los que reynan allá, y
««;muy común no sentirse ayre en lo rigoroso del
Verano. Si corre del Norte^ biene sobre la tierra,
atiavesando las dilatadas llanuras y bosques en
donde contrahe la misma propriedad que tienen
los vapores que se levantan de ella , resultando
dé todo 5 que contra la regla que parece regular
de la m¿iyor distancia del Sol al Zenítb^ en aquel
territorio es mas adivo que en los que distan me-
nos , y que se experimenten los raros efedos que
quedan referidos.
r|M2 Aunque en el Verano es allí el calor
érn^o queda dicho, no sucede como en la Ha-
bana , que se concentre tanto en la tierra, duran-
do: sus efedos en las partes subterráneas algún
tkmpo : por el contrario se vé , que las aguas del
Misisipi , aunque por arriba están calientes , sa-
cadas de la profundidad se encuentran frias, y en
gastante grado ^ lo qual indica , que el calor del
' Sol
A
' I
I . I <
i!
!í
!M'
4^4 ENTRETENIMIENTO
Sol no puede penetrar hasta lo mas profundo;
siendo la que tiene , por el parage de la Ciudad,
de 20 á 25 brazas, porque aquel es un calor ac-
cidental , aumentado de la falta de viento , y de
la calidad de los vapores que exalan las arbole-
das, y tierras húmedas , los quales se agregao
al natural de los rayos del Sol.
13 En un País donde el calor llega al gra-
do que allí, y que es de tanta duración, no pu^
diera presumirse que en el Invierno , por el con-
trario , fuesen los fríos y hielos tan grandes,
como se experimentan, que es otro fenómeno,pro-
pió únicamente de aquel clima.
14 El temperamento de Noviembre , por h
regular, es de ijr á iB grados á las 6 de la ma-
ñana . de 19 á 20 á las 2 de la tarde 5 y de i^
á 1 8 á las 1 1 de la noche. Hay dias que repen-
tinamente baxa ^, ú 8 grados , y con la misma
prontitud buelve á subir la misma cantidad en el
siguiente* El año de 68 empezó á helar desdi
el dia 8 de Enero ; pero los mas fuertes fueroo
en los if y 18. En éstos el termómetro baxo
del término de la congelación, dentro de la sala,.
cerradas puertas y ventanas , á las 6 de la maña-
na 2 í : en la galería 7» : á las 2 de la tarde sU'
bió dd término de la congelación ^\ grados: á
las 1 1 de la noche estubo mas baxo que ella 2
grados : en la galería de 5 á 6 : las orillas del
Misísipi se helaron de 6 á 8 varas por cada una
dentro del rio , en agua corriente : es por demás
decir que el agua de las basijas, que estaban den-
tro de la pieza donde se hallaba el termómetro,
• se
is profundo;
ie la Ciudad,
un calor ac-
viento , y de
1 las arbole-
se agregan
llega al gra-
Lcion , no pu^
, por el con-
tan grandes,
ínómeno,pro'
mbre , por lo
s 6 de la ma-
de 5 y de i^
as que repen-
con la misma
:antidad en el
L helar desá
fuertes fueroo
lómetro baxo
ro de la sala,.
5 de la maña-
e la tarde su^
3^: grados: á
co que ellas
as orillas de!
3or cada una
es por demáj
estaban den-
termómetro,
se
QJJ A R T O. 6^
•elieló enteramente. Los días 19 y 20 heló
también , pero con moderación: el 21 se sintió
calor ^ y el 22 , á las 6 de la mañana , el termó-
metro, en la sala, estubo en 12 grados de calor,
en la galería 1 1 í : á las 4 de la tarde 165 y
i^J , y á las ni de la noche I5¡ y 14Í 5 pero
el dia 29 subió , en la sala , á if J , y en la ga-
lería á 2 1 i : con que en el corto intervalo de
3,04 dias se experimentaron los temperamen-
tos contrarios de Países frios y cálidos , en hie-
los fuertes, y calores sensibles. Estas alternativas
de frió y calor son allí muy comunes , aunque no
todas tan grandes como la que queda referida ,
siendo lo regular entre 8, ó 10 grados de un dia
frk) á uno caluroso. Aquel año anunciaban los
arboles la Primavera en el Invierno , porque en
filies de Diciembre habían cesado los grandes
ffios ; y hacía calor : se hablan vestido de ojas
y flores , con particularidad los naranjos , y este
íidelantamiento que tenian fue su perdición 5 por-
gue sobreviniendo los hielos quando estaban en
la fuerza de los brotes , los secó , cuyo accidente
se suele repetir allí con alguna frecuencia , por la
desigualdad que tiene el temperamento. De esto
l^ce que, hasta que pasa el mes de Marzo , y es
«filrado Abril , no hay seguridad de haber cesa-
do el Invierno , no obstante que se experimenten
calores de Verano.
15 El año de 66 , el dia 14 de Marzo , á
las 6 de la mañana, el termómetro estaba en 2^-
grados mas alto que la congelación : el 8 había
jado á la misma hora en 1 6 j^^, y el 16 estubo
I en
!íí^ 1
,M.
üi'i
'il
<.Ol.i! í
t i';
^(í ENTRETENIMIENTO
en 165 ^ pero el ijr bolvió á estar en i' : el 23
subió á la propia hora á 13+ , de suerte, que en
el discurso de 14 dias hubo tres Veranos, y dos
Inviernos, acaeciendo esta novedad por la varié-
dad de los vientos , frios quando ventaban del
Norte , y calurosos quando venían del Sur, Es-
tas alteraciones , que no las alcanza el discurso
con la precisión que ellas son sin el auxilio de
la experiencia , son mas extraordinarias por cau-
sa de no haber montañas en aquellas inmedia-
ciones , ni en algunos centenares de leguas , j
consiguientemente no hay mas nieves que enfrien
el ayre, que las que caen en aquellas dilatadas
llanuras , donde no permanecen , porque lucgc
que los vientos cambian á la parte del Sur se
derriten enteramente. La razón de estos frios tar
repetidos , y variados con el calor no puede
encontrarse en otra causa que en los hielos de
los lagos espaciosos que están acia la parte dei
Norte del Misisipi^ desde los 42 grados en ade-
lante : estos se hielan , y corriendo los vientos
por ellos , contra hen la frialdad que van á co-
municar á la Luisiana: siendo esta la causa , es
accidental el frió, experimentándose quando cor-
ren aquellos contrario á lo que sucede con los del
Nordeste^ Levante^ y partes del Súr^ que por ir
¿el Mar son calientes.
16 En el corto distrito que hay desde P¿í«/j-
má y Vortovélo hasta la Luisiana se han visto
temperamentos diversos , y que no corresponden
á la distancia que tienen de la Equinocíai: siendo
extraordinario , que fuera de la Zona Tórrida <
don-
'O
;n i' : el 22
aerte , que en
;ranos, y dos
por la varié-
ventaban del
del Sur, Es-
a el discurso
el auxilio de
rias por cau-
[las inmedia-
le leguas , j
es que enfria
lias dilatadas
porque lueg[
:e del Sur se
estos frios tan
lor no puede
ios hielos de
i la parte de!
rados en ade
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QJJ ARTO. 6^
donde los rayos del Sol nunca llegan á ser per-
pendiculares , los calores sean mas aótivos que
qn los parages que se hallan con mas inmediación
á ella ^ y por el contrario mas fuertes los frios
que en otros de la Zofia templada^ en donde de-
ben hacerse sentir con exceso. Ahora toca pasar
¿íéi Emisfer 10 Boreal 3l\ Austral j para comparar
otros temperamentos de la Zona Tórrida con los
que quedan explicados, reconociendo en ellos,
no con poca admiración , los fenómenos estraños
de la naturaleza , que por el contrario, de los ex-
tremos en frió y calor que se vén en la Lnisianji
contra el orden rigoroso de las reglas de los cli-
mas, es templado lo que debia ser cálido, y con
exceso frió lo que parece que indica efedos del
i;pas insoportable calor.
- i^ El temperamento de aquella faxa de ter-
reno baxo , que corre lo largo de la América Me-
ridional^ en elMar áúSúr^ está explicado en
la^Obra de Observaciones con la individualidad
que pide la materia 5 pero para comprobación de
aquello , y continuar la comparación que se vá
haciendo , será conveniente renovar aquí las no-
ticias con las observaciones del termómetro, que
alendo siempre el mismo de que se usó en las que
"Ván explicadas, será mas segura la consecuencia
que se saque de ellas.
18 A la parte del Sueste de Lima^ y 34' le-
guas de aquella Capital,hay un valle bien dilata-
do , que forman dos colinas de montañas , y es
ííi'nocído por el nombre de las Capillas ^ y aun-
que su latitud no está determinada por observa-
1 2 ció-
IMAGE EVALUATION
TEST TARGET (MT-3)
1.0
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11.25
12.8
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2.2
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2.0
1.4
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Sciences
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WEBSTER, N.Y. US80
(716) 872-4503
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^8 ENTRETENIMIENTO
clones, se puede computar por la de Liwa , y á
corta diferiencia será de 13 leguas. £1 día 23 üe
Oáubre del año de 58 , á íás 6 de la mañana ,
estando el termómetro expuesto al ayre, marcaba
1 1 grados , y á las dos de la tarde 1 8 : debiendo
advertirse dos cosas, la primera, que el Sol se ha-
llaba quasi en tlZemtb de aquel parage, pasando
al Trópico de Capricornio: la segunda, ser aquel
un valle entre dos colinas de serranía , donde el
calor es por lo regular mas intenso que en los pa^
rages abiertos ^ pero estas observaciones harán
mas convincente la moderación de aquellos.
19 Desde el dia 8 hasta el 23 de Odubre
del año de 64, en el Lugar de Eellorvista^ pró-
ximo á las Ruinas del Callao^ el termómetro ,
puesto á la sombra, dentro de una sala espaciosa,
marcó constantemente , á las 5 de la mañana, de
^5 ^ '5^ grados^ y la mayor diferiencia , en el
discurso del dia, era de un grado, que subía en
las horas desde las once á las dos de la tarde ,
cuya poca alteración procedia de que el tiempo
era nublado. En los mas de los dias se experi-
mentaban todavía lo que llaman Garúas de In-
vierno , que son Uubias menudas , ó mas propia-
mente niebla, que llega á reunirse, y se preci-
pita : el Sol se descubría muy cortos intervalos
en el dia, que no pasan de una, ó dos horas ,
volviendo á encubrirse con las nubes , que con
igualdad ocupaban todo el ámbito de la athmós-
phera. En estos ratos que el Sol aparecía, era
quando se sentía aquel poco de mas calor , que
en el termómetro causaba la diferiencia de un
grado , como queda explicado. Des*
•*- -iMíiiuu»,.
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1
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QJJ A R T o. 6p
20 Desde el 23 de Odubre hasta el g de
Noviembre aumentó el termómetro un grado , y
en lo mas caluroso del día h^.sta 2 í ^ de modo ,
que á las 5 d¿ la mañana estaba en 16, ó i6l ,y
á las 2 de la tarde subía hasta 18,0 i8i , sub-
sistiendo todavía la athmósphera ocupada de
nubes altas y contiguas, que tenían cubierto el
Sol lo mas del dia: solo desde las 10, ó loi has-
ta las 2 1 de la tarde se disipaban , y se sentia al-
gún calor.
21 Estos meses de Odubre y Noviembre
son allí los de la Primavera , que empieza á re-
conocerse desde Septiembre , causando la distin-
ción de tiempos aquella obscuridad de la athmós-
phera , que como si fuese un velo , que se le pu-
siese al Sol, no permite, que con la eficacia de
sus rayos, penetre hasta la tierra^ y siendo igual
la privación en todas las horas del dia , quando
no se ronipe , sucede serlo el grado de calor , sin
que haya causa que lo aumente mas en las del
dia que en las de la noche : de esto nace , que
las mañanas, que regularmente son frias réspede
del dia en todas partes , allí sea muy corta la di-
feriencia que . e nota. En las Capí Has era algo
mayor , por sor aquel valle cerrado , y por ha-
ber estado el termómetro mas expuesto al res-
plandor.
22 La Primavera del Nuevo Orleans em-
pieza , como en el Emis ferio Septentrional ^ en
Marzo : Abril y Mayo son los meses que corres-
ponden á los que quedan citados de Bella-vista
y las Capillas, Desde el 20 de Abril del año
de
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70 ENTRETENIMIENTO
de 68 en adelante, era el calor , á las 6 de la
mañana, en el Nuevo Orleans ^ de ijr grados
para arriba , y á las 3 de la tarde de 21 , estan-
do el termómetro en la misma situación que en
Belld-vista -^ con que hallándose este parage en
30 grados , y minutos de latitud , y el otro en
12, era mayor el calor en el Nuevo Orleans de
5 grados , coii la variación de 4 desde la maña-
na al medio ci i a , y con la diferiencia de que el
Sol distaba del íernth del Nuevo Orleans en
Abril 1 8 \ grados , y en Odubre de el de Be lia-
vista grado y medio solamente. A la verdad, son
necesarias las experiencias para convencer una
disparidad tan notable como esta, la qual disue-
na , según el orden regular de la naturaleza , y
las regias comunes de sus disposiciones 5 pero asi
como el que estuviese cerca de una grande ho-
guerajresguardado de algún antemural que le de-
fendiese de los efedos del fuego, percibiría me-
nos calor que otro , que sin esta providencia , es-
tuviese algo mas distante , la naturaleza dispu-
so que, en sus tiempos , el antemural de las nu-
bes no dexase paso para que los rayos del Sol
penetrasen hasta la tierra , y que hiciesen mems
impresión en ella , moderando el calor en el pri-
mer tiempo que hace curso por el Téenith de aquel
parage, concediéndole este privilegio , de que
no participan los otros. Siendo la principal causa
del mas , ó menos calor la dirección de los rayos
del Sol, tubo la naturaleza providencia reservada
para que allí no molestar-e con la aélividad que
parecía regular. Esto mismo sucede en lo que cor-
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1
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M
OJO ARTO. 71
re aquella faxa de territorio baxo , desde los 3
grados, en la parte Meridional^ hasta el Trópico
del mismo lado , ó con corta diferiencia , y ea
quanto se extiende en anchura.
23 Es conveniente pasar después de lo que
queda dicho á explicar la variedad que hay en-
tre la faxa , ó mundo inferior en el Perú , y el al-
to , porque en estas distintas situaciones se reco-
nocen efeétos no menos particulares que los que
quedan dichos ^ y se verá , que los frios excesivos
del Nuevo Orleans , ¡guales á los de otros para-
ges que están en mas latitud , son los mismos
ene los de la medianía de la "Zona Tórrida, entre
la Equinocial^ y el Trópico de Capricornio-^ y que
los calores mas adivos de aquellos parages , en
donde la respiración se sofoca , y dilatados los
poros del cuerpo , se disipan las fuerzas , se en-
cuentran en tan corta distancia , que en lo que
puede andarse en un dia sin violentar el paso ,
se vén aun tiempo los dos opuestos temperamen-
tos 5 siendo necesario , que bs resortes del cuer-
po ^pasando aceleradamente por los grados inter-
medios 5 las dilaten y compriman , para acornó*
darse al grado que les conviene..
24 Son los temperamentos de aquellas dos
distintas partes encontrados , no regulándolos la
vulgaridad con atención á la posición delSol, si«
no á los accidentes^ y asi y en la parte alta lia,-
man Verano al tiempo en que no Uuebe , sin em-
barazarse en que sea entonces quando hiela y ha-
ce mas frió 5 y llaman Invierno al llovioso , aun-
que el Sol haga su carrera por aquel Emisferio.
En
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JZ ENTRETENIMIENTO
En h parte alta empieza el Verano en Mayo,
siendo éste mes en el que se prepara la entrada
del Invierno en la baxa. Dura hasta Noviembre,
que van cesando los hielos en aquella ^ pero en
ésta cesan entonces las Garúas ^ y se disipa el
toldo que tiene escondido á el Sol, y formaba el
Invierno de ella* Empieza éste en la parte alta
en Diciembre, y entonces es quando desembara-
zado el Sol comunica su calor á la tierra en la
otra. De este modo , quando es Invierno arriba,
es Verano abaxo, y al contrario , sin que medie
mas distancia entre ellas , que lo que se tarda en
subir aquella escala que conduce á los pináculos
del Mundo.
25 Será notable, que allí, donde el calor
están escaso, que propiamente son grados de
hielo los que se experimentan quasi todos los dias,
las mieses tomen la perfección á que pueden lle-
gar con estos mismos hielos , supliéndose con
ellos lo que le falta de fuerza al Sol para comple-
tar la obra de la reproducion ^ pero este asunto
será de otro lugar , dexandolo suspenso por aho-
ra , para continuar el del temperamento que vá
tratándose.
26 El Verano se distingue allí del Invierno,
en que es el tiempo en que toman las mieses el
ultimo grado de madurez, no obstante de ser en-
tonces quando reynan los hielos, y el frió es mas
constante : también en la circunstancia de ser los
dias claros , el Sol está despejado, y no es regu-
lar llober , nevar, ni granizar: los vientos no son
violentos , y los que reynan son de la parte de la
eos-
^^™ÜI
¡n Mayo,
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1
CLU A R T O. : 7 3
costa, tocando algo del Sur con moderación. En
el Invierno sucede todo por el contrario, los días
son nublados y obscuros , cesan los hielos , y el
frió , aunque no es tan grande , es mas molesto,
introduciéndose con las humedades de las nie-
blas congeladas en el cuerpo , porque entonces
son frequentes : estas caen unas veces en copos
grandes, y otras en partículas muy pequeñas, que
penetran por los intersticios mas sutiles : entonces
graniza , Iluebe , truena , y vienta con variedad,
sin que haya hora segura en que no sobrevenga
alguno de estos incidentes. Los vientos son va-
rios , y por lo ordinario de las partes de tierra :
cesan enteramente los que corren del lado del
Mar , las Ilubias copiosas, y no pocas veces se vé
llober y granizar á un mismo tiempo , mezcladas
las gotas de agua con los granizos. ?
27 Es regla general allí , que en el Verano,
quando se suspenden los hielos dos dias , se si-
gue inmediatamente llober , pero luego que falta
la Ilubia, buelven á continuar aquellos. Del mis-
mo modo , quando quiere cesar el Invierno , se
suspenden las Ilubias, y inmediatamente hiela, de
suerte , que alternándose estos con aquellos , es
raro el dia en que no hiela mas, ó menos fuerte ,
ó que no Ilueba , nieve , ó granice \ por este tér-
mino es mas visible que en otras partes la agita-
ción continua de los tiempos en la repetida mu-
tación que tienen quando se interrumpen las Ilu-
bias, pasando el clima al opuesto extremo de
hielo : cesan los vientos de las partes de tierra, y
dominan los de la costa , penetrando hasta allá ,
K y
■^'.>í
■'i'
1:11
Mi
I.-
74 ENTRETENIMIENTO
y asi los vientos siguen el orden de las estaciones,
28 Aquel temperamento varía muy poco en
las distintas horas del dia : lo mismo sucede en
el Verano , que en el Invierno : de las 2 de la
tarde á las 6 de la mañana, ó á las 11 de la no-
che , es la diferiencia i de grado 5 ó í , y rara
vez llega á medio grado ; por una serie de obser-
vaciones de cerca de 6 años , desde Noviembre
de 1738 , hasta Agosto de 15^64 , está compro-
bada esta igualdad , sin que en unos años hubie^
se mas diferiencia que en otros,
29 El Invierno empieza en Diciembre, como
queda dicho:el temperamento es en las piezas ha-
bitables de 8 i grados de calor hasta 9: expues-
to á el ayre , pero sin recibir el Sol , ni su refle-
jo 5 es de 5 grados hasta 6, debiendo entenderse
por piezas habitables las que tienen precaución
de vidrios y ó lienzos que las resguardan del ayre
exterior. Este temperamento dura hasta Abril ,
y desde Mayo empieza el Verano con los hielos,
según se ha dicho ^ entonces es lo mas común
señalar el termómetro , expuesto al ayre , el tér-
mino de la congelación , y lo mas que baxa es 3
grados de hielo ^ pero estando en el resguardo de
las viviendas se conserva en 8 grados, ú 82 , sin
que en ellas haya fuego que las caliente. Estos
grados de frió no son á la verdad considerables,
pero siendo quasi continuos , y corta la diferien-
cia que hay entre el Verano y el Invierno , pues
consiste la mayor en 9 grados , resulta , que los
hielos son permanentes ^n los parages que no
baña el Sol. Allí no es extraño mantenerse el
ter-
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1
taciones«
poco en
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QJJ A R T Oi
11
6 20 días en el
termómetro constantemente 1 5
término de la congelación 5 y á la hora que sube
de él es Indicio de que se suspenden para llober
en la forma que se ha explicado.
É 30 Comparando , pues , aquel temperamen-
* lo con el de la Luisiana^ se vé la diferencia no-
table que hay entre uno y otro. En una parte,
entre el Invierno y el Verano, solo hay 9 grados
de diferienciajque empiezan en 3 grados de hielo,
ó congelación , y terminan en 6 de calor. En el
otro es 41 i grados, desde 7 ¿mas baxo que el
término de la congelación hasta 33 1- En la Lui^
sima es interrumpido el Invierno por dias calu-
rosos lo que vá de jrf grados de hielo á aii de
calor : en la parte alta del Perú el Invierno lo
está por dias de hielo y frialdad ^ y aunque el
Verano lo es también , por otros de nieve y Ilu-
bia , rigorosamente es mudanza de voz , por la
corta diferencia de 4 , ó 5 grados , que es en lo
que varían , y en la especie del frió , que el uno
es húmedo , y el otro seco.
31 El Verano de aquella parte alta será re-
' parable sobrevenir en los mismos meses que en
Europa^ porque empieza en Mayo , y finaliza
en Oétubre, ó Noviembre , contra lo que debia
ser si se arreglase á la mayor inmediación del
Sol á el Zenith 5 pero allí no se sigue esta regla,
y en su lugar se toma la de estar el Sol descu-
bierto 5 y que caliente la tierra , lo qual sucede
en los meses que se han señalado , y no en los
I otros. El decirse que calienta las tierras , parece
i contra lo que se ha explicado antes de la frial-
I K % dad
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i ,*
í
'
1
r
y 6 ENTRETENIMIENTO
dad de aquel clima en todos tiempos 5 pero no
es asi , porque en efeáto calienta el Sol en Vera-
no, y quando mas calienta es quando son mas
completos los hielos. Este Verano, y el calor de
él no sobrevienen quando el Sol corre los seis
Signos de la parte Austral^ como queda dicho,
sino quando corre los Septentrionales 3 hallándo-
se mas apartado del TLenitb,
32 Llaman de ordinario allí Sol de Puna al
Sül que se siente en los meses de Verano^ y quan-
tos conocen aquellas tierras saben que es muy ac-
tivo , porque quando dá de lleno calienta tanto
que no se puede tolerar , y causa dolores de ca-
beza fuertisiiros , con otros maíos accidentes. Es
tal su fuerza, que parece hacer mas impresión que
en los Países que son calientes por naturaleza ,
siendo allí expresión general decir que el Sol
abrasa , y la sombra hiela. Varias veces se ha
hecho la experiencia, estando en un ámbito cer-
rado por todos quatro lados , á la una del día,
puesto á la distancia de dos pies fuera de la línea
de la sombra no se podia tolerar el calor , y pa-
sando otros dos pies mas adentro de la sombra
no había resistencia para el frió. La causa de esto
es la sutileza del ayre, que no retiene en sí los
corpúsculos ígneos que refleélan en la parte ilu-
minada , y asi no hay allí resplandor : la parte
donde el Sol no hiere , es verdadera sombra en
quanto al temperamento , y la otra es parecida á
un bolean : por esta razón , el calor que la tierra
contrahe en el discurso del dia es casual , per-
diéndolo desde luego que se oculta, y desde esta
mis-
i
."í'Hli.U*^
pero no
I en Vera-
lo son mas
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•e los seis
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1 del día,
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ior , y pa-
la sombra
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e en sí los
i parte ilu-
: la parte
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úal , per-
iesde esta
mis-
ay ARTO. 77
misma hora empieza á helar , porque la athmós-
phera no conserva las qualidades del calor como
en las partes donde el ayre tiene otra densidad.
33 En el Invierno acontece muy diverso de
esto, los dias son nublados, el Sol quando se
descubre es por pocas horas , los vientos son re-
cios y varios , las Ilubias quasi diarias , según
que queda dicho, y las tempestades de truenos les
acompañan por lo común. En la entrada del que
allí tiene lugar de Otoño , el frió , aunque no es
de hielo , es mas molesto , porque penetra , y no
hay Sol que caliente ^ pero entre todas estas co-
sas , la que distingue con mas propiedad las dos
estaciones , es la vegetación , que al igual de Ett-
ropa hace sus progresos desde Noviembre hasta
Abril, renovándose entonces las simientes y plan-
tas. Sigue después el Estío desde Mayo hasta
Odubre , en cuyo intermedio todo está secó y
árido : de aquí procede la particularidad de que
las estaciones sean encontradas al orden regular
del curso del Sol , determinándolo por los efec-
tos y accidentes , y por el orden de la repro-
duclon.
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h.
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1:
'til
'7jj,
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legumbres.
la división
os á otros
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.43
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QJJ I N T O. Oí
ficiente para no dexar de hacer daño alas plantas.
5 Dentro de un territorio de cortas leguas
se vénalli los quatro Tiempos del año constante-
mente : en uno, los fríos rigorosos del Invierno :
en otro, las delicias de la Primavera , sin las mo-
lestias del Otoño 5 y en otro, los calores fastidio-
sos del Verano , y las produclones de la "Lona
Tórrida. Esto sucede siendo notable el tenerlas
trastornadas , mediante que quando el Sol se ha-
lla mas distante del Zem'tb, se experimenta el
Verano, como queda prevenido , y quando está
mas próximo , y que debería calentar mas , es el
Invierno. De esto sacamos que la naturaleza no
se sujeta á reglas precisas , y que tiene reserva-
das providencias para invertirlas , sin interrumpir
el orden necesario para la subsistencia.
6 En la corta distancia de lo leguas , que
es todo lo que puede mediar entre el territorio
baxo y el alto , se vé el extraordinario fenómeno
de estar encontrados los tiempos. Parece deberse
mirar esta circunstancia como una de las mas ra-
ras particularidades que hay en aquellos Países.
La diferencia de altura, y las profundidades en-
caxonadas y abrigadas pueden ocasionar , como
se ha explicado, el mas , ó menos frió , y el gra-
do de calor mas adivo , pero la contrariedad de
tiempos es cosa mas singular. El Invierno es en
el terreno baxo en los meses de Junio , hasta No-
viembre, que es en el que corresponde, por la
carrera que lleva el Sol en aquel tiempo en los
Signos Septentrionales ^ pero que en este propio
tiempo sea Verano, cuya estación es diametral-
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82
ENTRETENIMIENTO
mente opuesta en la parte alta^sia que medie en«
tre las dos mas distancia que la que hay desd^e el
uno al otro por aquel tránsito inclinado de las
montañas por donde sctiré,^ parece repugnante á
la comprehension , no menos que el que la natu-
raleza los distinguió tan por entero , que no hu-
biese cosa en ellos que tubiese semejanza.. Las
nubes continuas y las Garúas causan el Invierno
en la parte baxa : las nubes con las Uubias, nie-
ves, y granizos lo causan igualmente en la alta^
sucediendo lo contrario en el Verano ^ y asi es
consiguiente, que quando abaxo el tiempo es cla^
ro , lo sea arriba obscuro , y á este modo anden
opuestas las estaciones^
7 La floxedad de los vientos Sures ^ y tal
vez la suspensión de ellos , por intervalos de al-
gunos dias, causa la nube que encubre el Sol en
la costa y parte baxa y porque no habiendo vien-
to que las mueva , están los vapores húmedos ,
que se lebantan de la tierra, parados^. Esta nube
no se pone tan alta , como lo está la parte supe-
rior de la tierra , deteniéndose á una determina-
da elevación. Los vientos Sures , rué son los
continuos en aquellos Mares, llamándose asi aun-
que toquen algo del Sudoeste y pierden la fuerza
en la parte baxa de la athmósphera , mantenién-
dola en la que está mas alta^ y corriendo por un
espacio superior á las nubes , igualan con el ni-
vel de la tierra alta , y corren por ella sin emba-
razo. En este modo , no solo no dan lugar á que
se formen allí nubes , sino que siendo constantes
las disipan, haciéndolas correr para la parte
opues-
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n emba-
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QJJ í N T O;* S5
opuesta. Por el contrario , en el Verano de la
tierra baxa , los vientos corren con fuerza inme-
diatos á su superficie, disipan las nubes y los dias
son claros. Estos vientoft^flo se levantan entonces
á toda la elevación que necesitarían para bañar
la alta , y dominando entonces con variedad los
de tierra, dan lugar á que se formen las nubes^
que se hagan densas , y que ocasionen Uubias ;
pero como en la rarefacción que el ayre tiene
allí , agregada á la abundancia de partículas ni-
trosas, que por su sutileza se levantan hasta aque-*
lia altura , ocasionan el frió , que es común en
todo tiempo: nace de ello, que lo que habia de
ser agua se congela unas veces en granizo, otras
en nieve , y no pocas mezclado esto con el agua.
Los vientos Sures ^ en aquellas partes, son lo
mismo que los Nortes en el Emisferio Septentrión
nal: limpian la athmósphera , son frios, porque
corren de las partes Meridionales ^y t\ Sol se halla
en aquella estación en la mayor distancia del Ze-
nitb : todas estas causas concurren para que se
experimenten hielos \ siéndolo también para que
estando en la sombra se sienta frió , y pasando al
Sol calor : con los hielos se endurece la tierra ,
comprimiéndose sus poros : la reflexión del Sol
debe ser mayor entonces , que quando sus rayos
hieren una superficie esponjosa 5 y á esto se debe
atribui»* , que el Sol de Puna sea mas adivo é h-
soportable que el de los territorios templados , ó
cálidos en donde todos los cuerpos están dilata-
dos , y sus porosidades son mayores que en el
otro caso. Del mismo modo , los poros del cuer-
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S4 ENTRETENIMIENTO
po se hallan cerrados con el frío: la actividad del
Sol no encuentra disposición para la transpira-
ción , y el efedo del calor es mas sensible en las
partes externas , que las quema , ó achicharra ,
que los de temperamentos que son verdadera-
mente cálidos. Otra particularidad tiene el Soldí
Puna^ y. es 5 que aunque parece que abrasa , y
estando parados es inaguantable, no causa sudor,
ni es suficiente para ello el que se agite el cuer-
po 5 regularmente la causa es por la frialdad que
conserva el ayre , la qual comprime los poros ,
no dándoles lugar á que transpiren con facilidad^
de suerte , que de una parte se siente el calor por
la reflexión de los rayos del Sol, por otra el frió,
que es natural en la ligereza de aquella athmós-
phera ^ y en esta contrariedad de climas , á un
mismo tiempo padece la naturaleza , y sobre»
vienen las incomodidades que quedan dichas,
pues si pudiese desahogarse descansaria,asi como
sucede en los temperamentos cálidos.
8 Sin otra causa mas que los vientos Sures ^
y la forma en que reynan , parece estar explica-
da la de las estaciones encontradas en aquellos
parages, y la de los Inviernos frios en la media-
nía de la Zona Tórrida ^ entre \diEquinocial ^ y el
Trópico de Capricornio^ contra lo que debia suce-
de! si solo se atendiese á la proximidad del Solj
pero su influencia se modera con las otras causaíj
y en donde el calor debia ser continuo es mode-
rado , respedo del que hay en otros parages. La
diferiencia de alturas , y el abrigo de las abertu-
ras, ó quebradas son causa, aun allí mismo, para
la
íiíí
vidad del
transpira-
ible en las
bicharra ,
erdadera-
e el Soldé
brasa , y
usa sudor,
e el cuer-
al dad que
os poros ,
facilidad^
i calor por
ra el frió,
i athmós-
ñas , á un
y sobre-
n dichas,
asi como
os Sures ^
: explica-
aquellos
la media-
cial^ y el
;bia suce-
i del S0I5
is causaíj
es mode-
ages. La
s abertu-
tno, para
la
C^ . Q^U I N T d, SjT
la variedad en los climas^ bien que las estaciones
no son encontradas , como sucede respedo del
País baxo.
9 El temperamento de la Luisiana , en el
Verano , es mucho mas cálido, sin comparación,
que el del territorio baxo del Verú , y que el de
las profundidades del alto'^ y no obstante este
mas calor, laCaña de Azúcar prevalece en él con
dificultad , quando en estos otros se cria regular-
mente : Ja causa de ello es , que en los meses de
Verano, en la Luisiana ^no tiene todo el tiempo
que necesita para completar el periodo de la ve-
getación , interrumpiéndola los frios y hielos al-
ternados del Invierno. En el otro País no sufre
estas alteraciones, porque la desigualdad del
temperamento entre el Invierno y Verano no es
grande, y necesitando allí el término de tres
años para ponerse en estado de madurez , no le
perjudica el temperamento de los del Invierno
que intervienen : lo que en la Luisiana no puede
ser , mediante que entre dos Veranos median hie-
los que la secan y detienen el curso de la vegeta-
ción , siendo preciso que crezca y tome madurez
en el tiempo que dura el Verano.
10 Por medios opuestos sigue la naturaleza
cierto régimen de semejanza , y parece confor-
marse unos climas con otros, aunque estén muy
apartados. En la Luisiana alternan en el Invier-
no dias de tanto calor , que pudieran tomarse por
Verano de otras partes ^ pero en el Verano no al-
ternan dias de hielo , y los tiempos , según que-
da dicho, están en continua variación de frió y
ca-
. •
i 1/
S<5
ENTR.ETEKXMIENT0
I
calor. En el Verano de la parte alta del Perú
sucede lo propio. Los dias de hielo , que son los
de Verano, están interrumpidos con otros de In-
vierno, al modo de aquel País, porque suspen-
diéndose la fuerza de aquellos , siguen inmedia-
tamente las Ilubias , nieves , y granizos , que son
señales de Invierno, y el temperamento se halla
igualmente en la misma agitada alternación que
la que tiene allá. Lo que esto tiene de particular
no es la cesación de un temperamento, para que
le suceda otro mas moderado en su especie, sino
el exceso de pasar repentinamente del uño al otro
en exti'emos opuestos.
1 1 £1 Verano de la parte alta del Perú dá
la ultima sazón á los frutos, pero si se adelanta
los pierde enteramente. Puestos en sazón, duran-»
te el Invierno , con las Ilubias y la moderación
del frió, luego que empiezan los hielos, desde
el primero se agostan , y al tercero están entera-
mente secos , haciendo el hielo y el S0Í de Puna
lo que hábia de resultar solo del calor del Sol :
de esto nace, que quando sobrevienen los hielos,
antes que hayan tomado toda la madurez que
conviene , se secan fuera de tiempo , y quedan
sin sustancia. Los efedlos del hielo son mas pron^
tos que los del Sol, porque en el término de uno,
ó dos dias hacen con las mieses lo que el Sol
por grados en el discurso de muchos.
12 En las profundidades no son los hielos
los que perfeccionan las cosechas , porque aun-
que alcanzan algunos, según queda explicado,
no son fuertes , ni continuos, pero quando empie-
za
I del Perú
\ue son los
:ros de In^
je suspen-
1 inmedia-
5, que son
) se halla
lacion que
particular
, para que
)ecie, sino
jño al otro
;1 Terá dá
; adelanta
on, duran-I
loderacion
)s, desde
lo entera-
?/ de Puna
: del Sol :
ios hielos,
durez que
y quedan
mas pron-
10 de uno,
ue el Sol
los hielos
rque aun-
íxplicado,
do empie-
za
. *
i QJJINTO» 87
I 2a la estación de ellos en lo mas alto y siendo^
' los dias claros está el Scí descubierto , y calien-
ta lo bastante para que se perfeccionen y y por
esto su total madurez la tienen del calor del Sol.
De este modo se vé alli el raro fenómeno de
{ que en una parte se hace por efedo del frió , lo
que en otra procede del calor , siendo en todas,
á un mismo tiempo»
13 Los efedos del hielo y de la sutileza
del ayre son tan sensibles, que se perciben igual-
mente en los cuerpos y en los metales» Los ayres
son secos y sutiles y estos causan tal aridez , que
las partes delicadas del cutis se rajan , y parti-
cularmente los labios , poniéndose doloridos , y
brotan sangre : las manos se ponen ásperas y es-
camosas , y en las articulaciones de los dedos,
i por la parte superior de ellos , son las escamas
! mas gruesas que en el resto , tomando un color
renegrido, que permanece , sin que el lavarse de
I continuo lo quite : á esto llaman Chuño , que es
i palabra de la Lengua de los Indios , y significa.
I cosa arrugada y curtida con el frió» Observase
ten los metales la penetración del hielo en aque-
I lia athmósphera , y lo manifiestan las campanas,
J que generalmente se rajan ,. sin que las liberte
j de este mal la precaución de darles mas grosor
que el que se acostumbra de ordinario» Esta, que
no se vé tan común como alli en otras partes.
I donde hay hielos mas fuertes , prueba que con-
I curre á ello á demás la sutileza del ayre, ó su
ámenos densidad»
I 14 La frialdad del clima en el Verano pre-
1 t:i
í m
i.'
1.1:
i^
É
cave
i
i! I
.'■I 1 1' ,
88 ENTRETENIMIENTO
cave allí de corrupción , siendo de tal modo, que
los pescados que se cogen en el Mar de 50, 6 60
leguas , se llevan y se comen tan frescos y bue-
nosocomo si se estuviese en la misma orilla de él.
No solo se usa de ellos quando llegan , después
de haber hecho viage largo , sino que se guar-
dan el tiempo que se quiere , y se encuentran
siempre en aquel mismo estado que tuvieron al
principio. Para esto tienen la precaución de ha-
cer las pescas de parte de tarde , y luego que
llegan con él á las Playas lo abren para sacarle
las tripas , y puesto en las banastas caminan por
el País baxo la primer noche , de modo que al
amanecer hayan llegado á las primeras alturas
de la Puna : estando allí no tienen peligro de
que se dañe , porque recibiendo la primer helada
del nuevo temperamento , queda asegurado para
conservarse todo el tiempo que se quiere. El pes-
cado en esta forma está endurecido ^ quando se
quiere usar de él se pone en agua por espacio de
media hora , lo qual se hace para que se des*
hiele , y buelva á su estado natural , en cuyo
modo buelve á quedar como si se acabase de sa-
car del Mar. La diligencia de deshelarlo es tan
precisa , que sin ella no se le puede separar la
escama , ni cuece , quedando siempre duro y
empedernido 5 pero puesto en agua fria , que es
la del tiempo , se liquidan las partes que están
coaguladas , y queda flexible y dócil : en agua
tibia 5 ó caliente no se deshiela como en la del
tiempo. Lo mismo que con el pescado sucede
con las carnes y las frutas : las primeras duran
quan-
I
■■"•"Mt^f-ii
í
modo, que
e so, 6 6o
:os y bue-
illa de él.
i , después
e se guar-
¡ncuentran
Livieron al
on de ha-
luego que
ira sacarle
minan por
lo que al
ras alturas
peligro de
ler helada
arado para
re. El pes^
quando se
espacio de
le se des-
5 en cuyo
)ase de sa-
irlo es tan
separar la
re duro y
ia , que es
que están
i : en agua
en la del
do sucede
eras duran
quan-
Q^U I N T O. S^
quanto se tarda en consumirlas , sin que dismi-
nuyan su bondad : las segundas se conducen de
las profundidades , ó de otros territorios baxos,
que llaman calientes, y con el beneficio del hielo
se mantienen sin sobrevenirles corrupción. Lo-
grase la ventaja de que no habiendo en las partes
a/tas fruta alguna , se consiguen las mejores, por-
que todas ellas están heladas naturalmente. En
el Invierno no disfrutan de esta comodidad aque--
ílos Países, embarazándolo la abundancia de las
Ilubias , que son frequentes , como queda dicho,
I s Aunque en el Invierno es aquel País tan
Ilubioso , que son raros los dias en que no suce-
da , es el ayre seco en todos tiempos : suelen las
paredes de las casas estar manando agua, que se
introduce por las porosidades de los materiales,
y los suelos estar húmedos durante el tiempo de
las Ilubias , sin que por esto se reconozcan los
efedtos de ella, ni en la salud , ni en los metales,
que uno y otro se conservan sin alteración. AI
contrario sucede en el territorio baxo : las Ilubias
son cortísimas , pues consisten en aquellas menu-
das que no llegan á formar gotas sensibles, y sin
embargo es el ayre húmedo con exceso , no pu-
diéndose conservar las cosas de hierro , ó acero
sin que desde luego los entre el moho , á cuyo
respedo sucede con las demás. Los Países cali-
dos son por lo general llobiosos, y se experimen-
tan todos los accidentes de ello.Esta diferiencia
que hay con el territorio alto no puede proceder
de otro principio, que de la diferente densidad de
la athmóspherajque en donde lo es mas,tiene dis-»
M po-
m.j \
r'
'i''!'
'f
i
f%'
FT
I í
I
1
pO ENTRETENIMIENTO
poscion para contraher las partículas menudísimas
del agua, y al contrario no las admite en donde
es mas ligero. Esto procede de no tener bastan-
te cuerpo para mantener las fluduantes , y asi
sucede que se precipitan convertidas en Ilubias,
dexando el ayre libre de ellas. Asi como el ca-
lor del Sol en aquellas elevaciones se siente de
distinto modo que en los Países baxos , el frió
se hace sensible de otra suerte que en los climas
que naturalmente lo son , por la obüquidad de
los rayos del Sol. Luego que se sube del País
baxo , siente el cuerpo un desconsuelo tan ex-
traordinario , que es mayor que el frió : ningún
abrigo es suficiente para moderarlo 5 el calor del
fuego no lo corrige , ni el abrigo de la cama mas
bien preparada y mejor mullida basta para miti-
garlo. Esto , que dura algunos dias , hasta que
la naturaleza se acostumbra , molesta aun mas en
la noche que en el dia 5 y los efectos de la frial-
dad , sin embargo de los abrigos exteriores y de
las precauciones que se toman , se hace sentir en
lo interior del cuerpo á semejanza del frió , que
precede en las calenturas tercianarias. La razón
de ello puede ser la mudanza repentina de un
clima templado á otro frió f y no habiendo te-
nido en tan breve tiempo el suficiente para que
los poros se compriman en la correspondencia que
conviene , las partículas frígidas se introducen
con libertad , y hieren las fibras delicadas de
los nervios, causando una sensación extraordina-
ria,que ocasiona la displicencia del cuerpo^y por
esta causa ni basta el abrigo , ni el calor , ni la
agi-
fl
ínudislmas
en donde
ler bástan-
os , y asi
sn Ilubias,
imo el ca-
siente de
s , el frió
los climas
quidad de
; del País
lo tan ex-
3: ningún
I calor del
cama mas
para miti-
hasta que
un mas en
le la frial-
lores y de
e sentir en
frió , que
La razón
na de un
>iendo te-
para que
encia que
itroducen
cadas de
raordina-
•po5 y por
ór 5 ni la
agi-
QJJ I N T o. 91
agitación para evitailo. Esta incomodidad dura
20, ó 30 dias , hasta que poco á poco se dismi-
nuye , y la naturaleza se habitúa al clima. La
misma novedad en los principios buelve en lo
succesivo por el lado opuesto. Acostumbrada la
naturaleza á aquel temperamento,no se le hace
después tan sensible el frió , como sucede en las
partes donde entre el Verano y el Invierno hay
muchos grados de diferiencia. Las casas tienen
poquísimas precauciones. En el vestuario, aunque
regularmente se trahe el de Invierno , no es con
la duplicación que parece pedirlo la destemplan-,
za del ayre. No se usa de fuego para calentarse,
y á este respedo se vive como si se estuviera en
una Primavera , sin faltar aquellas señales que
convencen lo contrario en el chuño de las ma-
nos , en las aberturas de los labios , y la aridez
del cutis, verificándose en ello la disposición
que tiene la naturaleza para acomodarse sin mo*
lestia á los distintos temples quando son conti-
nuos.
16 Por lo que queda explicado debe enten-
derse variar aquellos temperamentos á proporción
de la mayor elevación en que se hallan , ó de la
profundidad en que están , y que en esta parte se
diferiencia la tierra alta de las restantes , pues las
reglas , que son comunes , se vén totalmente va-
riadas en tanto grado, que las estaciones, los tiem-
pos, y los efedos son diversos : allí es Invierno,
quando correspondía ser Verano ; reinan los vien-
tos contrarios á los del País baxo: llueve mucho,
y es el ayre seco : hiela , y entonces es quando se
M2 ma-
,^í
'4;
Vi
é
'M
(f
' í"l
'k
pl ENTRETENIMIENTO
maduran las mieses , ó á lo menos toman el ulti-
mo grado de perfección, aunque son pocas las es-
pecies que pueden prevalecer : y últimamente , el
frió y el calor se sienten de distinto modo que en
las demás partes , el uno abrasando , y el otro
obrando en lo mas interior del cuerpo.
17 Las personas que no están habituadas á
traficar por allí, además de la novedad que expe-
rimentan en los primeros dias de frió , están ex-
puestas á otra mas molesta y extraordinaria ^ es-
to es, el Mareo de la Puna , siendo raros los que
se libertan de él. Consiste en un mal tan incómo-
do y penoso como el del Mar , guardando el or-
den de los accidentes , que son comunes en aquel.
La cabeza se desvanece, y se acalora con fuertí-
simos dolores : á esto acompañan nauseas y fa-
tigas, que producen vómitos viliosos,el cuerpo
descaece y siente la falta de fuerzas , que es re-
gular , y también suele acarrear calentura : el ali-
vio que hay en ello es el vómito^ pero algunos
llegan á ponerse tan abatidos , que dieran cuida-
do , sino se tubiese certeza de que todo el mal
no es otra cosa que Mareo. Dura esta incomodi-
dad uno , ó dos dias , y después quedan buenos.
No es en todos igual^ según la disposición de las
personas es mas , ó menos grave , pero es raro el
que no lo padece. Después de haberlo pasado
una vez no es regular que repita quando se buel-
ve á transitar por Puna , yendo á ella del País
baxo , ó de otras partes , cuyo temperamento es
cálido. Este accidente no puede atribuirse al frió,
porque si solo fuese esta la causa, sería común en
to-
1 el ultí-
as las es^
nente , el
lo que en
y el otro
Ltuadas á
:jue expe-
2stán ex-
aria^ es-
)s los que
i incómo-
ido el or-
en aquel.
;on fuerti-
;éas y fa-
el cuerpo
jue es re-
ra : el ali-
y algunos
an cuída-
lo el mal
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ti buenos,
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es raro el
pasado
) se buel-
del País
imento es
se al frío,
:omun en
to-
¡■I QJJINTO. P3
todos los parages donde lo hace, y es preciso que
proceda de/la qualidad del ayre , bien sea por su
ligereza, ó por otra que no está bien conocida.
En el territorio alto de la parte de Quito, que no
lo es menos que el de la parte del Perú, no se re-
conoce tal mal , siendo distinto de el de en Prf-
ramarse , ó á lo menos no se experimentó quando
se hicieron las Observaciones , y por esto no se
trata de él ^ pero en la parte que conduce á aque-
llas otras es general , observándose también que
las personas que son propensas á él en el Mar, lo
son en las Punas, y al contrario no lo padecen las
que allí no lo han experimentado , bien que nun-
ca dexan de tener novedad. En las altas monta-
ñas de la Europa , y en las de las otras partes de
la sierra , no dexa de sentirse algo que se pare-
ce á esto , particularmente por las personas de-
licadas ^ pero no son los efedlos tan sensibles y
graves, ni tan generales como allá, procedien-
do en estas partes de la rarefacción del ayre y el
frió que se experimenta en las alturas , cuyas dos
circunstancias es preciso que causen algunas al-
teraciones.
1 8 Otro accidente se observa con los aní-
males en aquel clima , y es , que quando suben
de las planicies á los cerros , ó Punas , como del
parage en donde se halla alguna Población , á
los que le circundan , es tanto lo que se les com-
prime la respiración , que sin embargo de hacer
varias pausas para que tomen aliento , suelen de
repente caerse , y quedar muertas. Las gentes de
allí llaman á esto pasarles la veta , pretendiendo
que
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lut'
P4 ENTRETENIMIENTO
que generalmente por todas aquellas Serranías no
faltan vetas de minerales de algún metal , y que
de ellos se exhalan,por las porosidades de la tier-
ra , partículas de Antimonio , de Azufre , de Ar-
sénico y otros , atribuyéndoles estos accidentes.
Semejante opinión tiene en su contra , que si fue-
se asi 5 los que van montados en las bestias ex-
perimentarían el mismo daño , y también aque-
llas quando están paradas f pero no sucede esto,
porque ni los unos , ni los otros reciben mal 5 y
es de creer , que la causa sea la sutileza del
ayre, ayudada de algún otro cuerpo que se halle
esparcido en éljsin salir inmediatamente de los po-
ros de la tierra. Hay para ello también la circuns-
tancia de no tener probabilidad que se encierren
minerales en lo interior de todas las alturas , ó
montañas en donde sucede esto , por no recono^
cerse señal exterior que lo indique , y que para
que fuese asi , sería preciso que todo aquel terre-
no a/to en muchos centenares de leguas estu-
viese contaminado de ellos , sin que hubiese cer-
ro, ó eminencia en donde no se hallase alguna.
19 Hay también otra razón que se opone,
siéndolo que , si los minerales causasen este ac-
cidente 5 sería común en Europa en los muchos
parages que los hay, sin que por ser de plata^ de
azogue^ ó de otro metal dexase de suceder, pues
se encuentran de todas especies. Mirada la opi-
nión por otro sentido, no es tampoco persuasible,
porque aquellas gentes son muy escasas de luces
en estas materias , no teniéndolas de la densi-
dad, ó ligereza del ayre, ni conociendo los efec-
tos
#
V.
Tamas no
al , y que
de la tier-
e , de Ar-
ccidentes.
que si fue-
)estias ex-
ien aque-
cede esto,
n mal ^ y
itileza del
le se halle
de los po-
la circuns-
: encierren
ilturas 5 ó
10 recono-
r que para
quel terre-
rúas estu-
biese cer-
alguna,
ise opone,
n este ac-
s muchos
plata^ de
íder,pues
la la opi-
rsuasible,
de luces
la densi-
los efec-
tos
QJJ I N T O. p 5
tos que de ello pueden seguirse , y faltándoles
estos principios mal pueden determinar la causa
con certeza ^ y asi lo executan en lo que está
mas aparente á su comprehension, que es las Mi-
nas , persuadiéndose á ser tan comunes , que no
se puede romper la tiera por alguna parte en
donde dexen de encontrarse. Sus conocimientos
de phísica subterránea , no obstante ser el exer-
cicio de muchos las Minas , son tan escasos, que
por lo general carecen aun de los mas vulgares
principios ^ y asi para ellos el ayre de aquellas
elevaciones, y el de la parte baxa es uno mismo
en propiedades , sin pasar de aqui : no conocen
lo que es elasticidad , densidad , ni gravedad.
También los racionales experimentan , quando
son nuevamente entrados en aquellos climas,algo,
que tiene semejanza con lo que queda dicho de
los animales , porque al andar sienten una fatiga
á modo de sofocación que les molesta mucho,
obligándoles á hacer largas pausas , y esto su-
cede aunque sea por tprreno llano , para lo qual
no hay otra causa que la sutileza del ayre ^ pero
á proporción que los pulmones se van habituan-
do á aquella athmósphera , vá siendo menos,
bien que siempre que se intenta subir alguna cues-
ta se encuentra la dificultad , no siendo posible
pra£licarlo,como se hiciera en otra parte,en don-
de la athmósphera tuviese la densidad regular.
20 Por la misma razón de ser el ayre ligero
es propicio para los Asmáticos , que contra hen la
enfermedad en otra mas densa. Conocen allá ésta
por el nombre de Ahogos , y es bastante común:
por
*r
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mi
0'
! '!!
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i i '
C^6 ENTRETENIMIENTO
por esto los que la padecen en el País baxo pro-
curan irse al alto , en donde , aunque no sanen
del todo , viven sin molestia. Por el contrario,
los que la padecen en el País alto se hallan bien
pasando al baxo , y asi la mudanza de athmós-
phera de mas á menos densa , y de menos á
mas , es medicamento seguro para este genero
de achaque, cuya noticia podia ser útil en la Me-
dicina , embiando los enfermos de unos parages
á otros,aunque la diferiencia de altura no fuese tan
considerable como aquella.
2 1 Alguna cosa de esta dificultad en la res-
piración , se reconoce en los territorios altos de
la Provincia de Quito , pero no es tanto como en
la otra parte , debiéndose atribuir á la circuns-
tancia de estar la una en la Equinocial , ó muy
cerca , y la otra no : de esto nace la opinión
común , de que las Punas del Perú son mas rí-
gidas y fuertes que las otras 5 debiéndose enten-
der, que lo que se dice de las de Guancavelica es
general en todas las otras que corren acia el Sur,
32 Para la mejor inteligencia , antes de con-
cluir este Entretenimiento , es conveniente adver*
tir , que lo que llaman Puna en el Perú , es lo
mismo que Páramo en el Reyno de Quito^ y que
todo aquel País frígido descampado , en donde
Ro se habita , ó no hay poblar'*ones , tienen el
propio nombre , bien que hay unas Punas mas
altas que otras , según se hallan mas elevadas.
De aqui proviene darles á los Soles fuertes la
denominación de Soles de Puna , la misma que
á los vientos friosj desapacibles, é incómodos.
EN-
97
baxo pro-
no sanen
contrario,
alian bien
! athmós-
menos á
te genero
en la Me-
>s parages
3 fuese tan
en la res-
s altos de
) como en
i circuns-
' , ó muy
1 opinión
)n mas rí-
se enten-
^avelica es
:ía el Sur,
:s de con-
itc adver*
'ú , es lo
ito^ y que
en donde
tienen el
unas mas
elevadas,
viertes la
isma que
[iodos.
EN-"
,1
ENTRETENIMIENTO VI.
De las Froduciones vegetables de los
varios territorios.
J^^C^^ieC o es particular que en climas di-
ferentes , y donde los tempe-
ramentos son tan diversos , las
producciones de la tierra sean
distintos entre sí. El calor y la
humedad son los medios sensibles de la vegeta-
ción 5 y á proporción que es mayor el grado de
cada una de estas dos causas, hallándose unidas,
la vegetación es mas pronta y vigorosa en aque-
llas especies que lo requieren^ y del mismo modo,
otras que necesitan de menos calor , y aun de al-
gunos grados de frialdad prevalecen er. donde la
encuentran , sin que se vean en los terrenos cáli-
dos, ni en los parages que abundan de humedad:
de aqui nace , que tan favorable es para las unas
el calor en grado excesivo , como para las otras
la frialdad mas, ó menos grande ; entendiéndose
lo mismo de la humedad, ó sequedad. Con todo
esto es mas común que los campos se vistan de
toda suerte de plantas en los climas cálidos y
húmedos, que en los frios ^ y son muchas las es-
pecies que prevalecen en aquellos respedo de
las pocas que visten la tierra en estos otros , su-
cediendo que los unos son naturalmente frondo-
sos , y los otros se miran como áridos : en aque^
N líos
i1.i
■\:\
l.'ll
I i "'
i I
f i
il^i'^^
p8
ENTRETENIMIENTO
líos vé renovarse la naturaleza por instantes , y
en estos , aun quando quiere dar señales de su
mayor vigor , se registra desnuda la tierra , y
que miseramente dá algunas señales de no ser
del todo estéril. Esta proporción con lo,« tempe,
ramentos es necesaria para la variedad , que es
la hermosura de la naturaleza , pues por su me-
dio se vén multiplicadas las especies en tanto
grado , que se requiere mucho estudio y aplica^
cion para conocerse las mas comunes,.
2 La naturaleza liberal en todas sus provi.
dencias distribuyó los dotes de su generosidad
con proporción á los climas , á los territorios , y
á las propiedades del ayre : hizo comunes entre
todos , 6 en los mas , ciertas cosas , y reservó
otras para distinguir con ellas aquellos que le vi-
niese mejor.
3 Entre la parte baxa del Perú , y la alta'^
entre estas y las que están cerca de la Equino-
eial 5 y entre unas y otras , y las que están deba-
xo del Trópico , se reconoce tanta diferiencia,
que parece variada la naturaleza , porque lo que
se vé en la una, no se encuentra en las otrasjpero
lo notable es y que en la Luisiana se hallan al-
gunas cosas de las que son comunes en la cerca-
nía de la Equirjocia/^y otras diferentes de ellas é
iguales á las de Europa^ no faltando también al-
gunas que son estrañas de uno y otro País.La par-
te ¿?axa del P-
locotones , Ciruelas^ y Olivos 5 pero entre unos y
otros no se vén Encinas , Alcornoques , ni Cjstd"
ños , y si de estos hay algunos es acia las par-
les del Reyno de Chile , cuyo clima es totalmen-
te igual al de España , con las quatro Estaciones
del año bien distinguidas*
4 Es necesario también hacer distinción de
la parte baxa con atención , no á la mayor in-
mediación de la Equi nodal , sino á los vientos
N2 que
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ENTRETENIMIENTO
que reynan. En aquel dilatado espacio , en don-
de los vientos Sures son perpetuos, que es desde
los 26 , ó Í27 grados al Sur de la Línea , hasta
los 3 r grados del propio lado donde está el Pue-
blo de Tumbes , prevalecen con mas , ó menos
abundancia las plantas , que quedan dichas , y
además de ellas hay también las Parras y Cepas
deubas^ pero desde los 3? grados Sur hasta
pasar la Línea , y todo el ámbito que hay desde
ella hasta el Trópico de Cáncer , abunda solo en
arboles silvestres y frutales , no prevaleciendo en
plantas menores otras mas que las que son pro-
pias de Países de mucho calor y humedad , y
asi los Cedros de distintas castas, los Caobos , los
Ceibos 5 las Mari asilos Evanos ^Granadilks^ las
Palmas de muchas especies , y otros diversos
se encuentran tan tupidos , y son tan corpulen-
tos , que no pueden penetrar por entre ellos los
rayos del Sol , texiendolos una infinidad de
t'ejucos mas , ó menos gruesos , y las plantas pe-
queñas, con tanto enlace, que es difícil desemba-
razarse de su confusión. La parte del País baxo,
donde los vientos Sures son continuos , carece
de Ilubias , y aunque tiene el grado de calor
que conviene á aquellos otrOvS arboles , les falta
la correspondencia de humedad que es esencial
para el brote de la vegetación. En los parages
donde ésta se halla por la industria del riego,
que los cequiones distribuyen , sacándose de los
ríos , no dexan de prevalecer f pero son arboles
plantados expresamente, y no producidos por sí,
y sin cuidado, como sucede ea los otros.
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SEXTO.
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5 I>csde la parte haxa hasta la alta , cuyos
temperamentos y el ayre son enteramente opues-
tos , se siente por grados la diversidad de pro-
ducciones. En las quebradas profundas , y en los
parages menos altos se produce con vigor la Caña
de Azúcar^ no tanto con el beneficio del riego^
quanto por la abundancia de las Ilubias, y á este
respcdo los arboles y frutas que crian son las de
los climas de la parte baxa ^ pero como el gra-
do de densidad de la athmósphera no es el mis-
mo que allá , quanto esta es mas ligera , son lasí
vegetaciones menos prontas , pero los frutos na
son de inferior sazón» En los parages que no son-
quebradas profundas , ni tampoco de los mas al^
tos , prevalecen especies que son regulares e»
Europa , y que requieren temple frió , como el
Trigo 5 la Cebada , y otras simientes ^ pero en ar-
boles es muy escasa , no- hallándose allí los Pz-
fios , Robles , Castaños , Encinos , Alcornoqiiesy
cuyas especies son desconocidas , y solo de los
Vinos se dice , que se encuentran en la parte Me-
ridional acia el Reyno de Cbik , no habiéndolos
en lo demás de la Cordillera , desde la Equino-.
cial , hasta los 33, ó 24 grados. Ijos Sauces soa
muy comunes en aquellos temperamentos medios,
y los Cedros no dexaa de prevalecer en ellos^aun-^
que con lentitud. >
6 Los parages elevados, que verdaderamen*.
te son frios , crian tres especies de arboles parti-
culares á ellos, estos son los Quinuales^ Especias;,
y Casis : todos indican en su estrudura , y en el
colorido de las hojas la desapacibilidad del tem-.
pe-
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lOZ ENTRETENIMIENTO
peramento. Son los QuinualeSy ó por otro nom-
bre Quismles de regulai altura y corpulencia,
poblados de ramazón competentemente , y como
á la altura de dos varas se divide el tronco en
distintos brazos. La hoja es menuda y gruesa
al modo de las Encinas , ó mas propiamente al
de las Carrascas : su color es opaco , de un ver-
de obscuro macilento : su corteza es particular
en circunstancia del quantíoso número de capas
de que se compone ^ con el que parece haber in-
tentado la naturaleza hacerle á el tronco otros tan-
tos abrigos para defenderlo de la rigidez de los
climas en donde prevalece : es está en el gro-
sor de una pulgada poco mas ^ compuesta de cre-
cido número de capas , que estando pegadas en-
tre sí se separan con facilidad, y no es fácil ave-
riguarlas ) pues habiendo contado mas de 1 50,
faltó la paciencia á vista de no haber llegado á
la mitad. Estas capas son muy delgadas, aun mas
que el papel , lisas , suaves al tado , y de un co-
lor que tira á roxo claro. Al arrancar del tronco
un pedazo de corteza empiezan á dividirse de
sí mismas; y debaxo de aquel pedazo, que pare-
ce ser el tronco , se saca otro de innumerables
capas , y mas delgadas , tersas , y jugosas que
ks exteriores. Al fin de todas está el tronco , que
es de una madera obscura, dura , Compaña , y
pesada. El fruto es una especie de grano nienu-
do en forma de racimos,del que no se conoce uso
alguno.
7 Se podría equivocar el árbol que llaman
Especia con el Quinual ^ mirado de repente,
si
ttá
SEXTO. 103
si SU corteza no fuese enteramente di versa. La de
éste es del grueso de dos á tres líneas , bastan-
te dura , y aunque tiene algunas pequeñas grie-
tas 5 en el total es unida , dura , y se baila
tan adérente al tronco , que no se dexa separar
con facilidad. La hoja es algo mas grande que la
del otro , pero del mismo color ^ y la frutilla que
dá es igualmente mayor. La flor de estos arboles
es al modo de los Olivos , pero de color obscuro,
de modo, que es preciso mirarlos, con cuidado
para distinguirla de la hoja..
8 En alturas mas elevadas , cuyo, clima es
asimismo mas frío , se crian los Casis , cuyo ár-
bol es menor que I0& antecedentes 5 y á propor^
cien el tronco menos grueso : al simil de aque-
llos dá muestras del rígido y continuado Invier-
no , á el que resiste con su dureza: la madera es
obscura, y la corteza delgada, y muy unida con
el tronco : es de mucha dureza y peso , y no te-
niendo, nada de vidrioso y. la prefiere» para las
obras que se hacea en la interior de las Minas.
Fuera de estas tres especies de arboles no se
crian de otros por allí , lo qual conviene con lo
que se ha dicho , de ser escasa de prodúcelo*
nes naturales..
9 Aun en las yerbas hay también notable
diferiencia. Desde que se sube á temperamento
algo frió se empiezan á ver Pajonales , que en
nombre proprio son letales , porque á la paja
que crece allí se llama íc/^o : el de temperamen-
to menos frió es mas largo que el de mayor
frialdad , y también mas espeso , y la hoja mas
fuer-
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104 ENTRETENIMIENTO
fuerte , pareciéndose al Esparto , del qual se
diferiencia en ser mas endeble.
10 En la parte baxa la yerba común es la
Grama ^ y no se encuentra entre ella J(?í&í? algu-,
no ^ de modo que cada clase de terreno tiene
por yerba común una distinta del otro. Además
de estas , que son las de abundancia , no faltan
de otras varias especies , lo qual sucede en las
cercanías de los arroyos , ó nos, en las partes
donde el frió reyna menos , y en las quebradas.
El Trevol es entre todas de las mas comunes en
aquellos parages donde no prevalece el Icbo,
1 1 En los lugares donde el frió no es de lo
mas excesivo, hay una planta que brota un bás^
tago como de una vara , ó vara y media de alto,
y al fin de él hace como un penacho : el grueso
de éste bástago es como pulgada y media de diá-
metro: íntroducense en él ciertos gusanos, como
de dos pulgadas de largo , y grueso algo menos
que el dedo pequeño. Quando el bástago se po-*
ne seco , los gusanos están «n su mayor vigor , y
son de un color ceniciento. Estos comidos tienen
la propiedad de hacer venir leche á las mugeres,
aunque no estén en positura de tenerla. El modo
de usarlos es cocidos , ó fritos 5 no tienen gusto.
fastidioso , ni malo, consistiendo su carne en una
crasitud , al modo de tocino. Es experiencia he-f
cha varias veces , no de casualidad , sino con in-
tento determinado , y nunca han faltado los efec-
tos. Estose hará repugnante por no ser común,
pero allá es tan corriente, que en pidiendo gusa-
nos para la leche, luego los trahen en sus básta-
gos,
■-«*tá
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SEXTO. lojr
«os, que son al modo de cañas, y usan de ellos
las niugeres que los necesitan para facilitársela,
6 hacer que abunde. Igual virtud tiene la yerba
llamada Nuñu-quehua, El nombre Nuñu signi-^
íica los Fechos , y de él deriva el de el Ama que
dá de mamar.
I a Otra Planta hay de una rara virtud pa^
ra curar y cicatrizar toda suerte de llagas \ Ha-
manía Terba de maWduras^ en la lengua de los
Indios Huallhua^ por ser con la que curan las de
las bestias : es tan efícáz , que en cortos accidentes histéricos, curan feliz-
mente , y por esto allí hacen mucho caso de ella.
19 Ha hecho notable pérdida la Botánica
en la retardación del regreso á Europa del Pro-
fesor de la Real Academia de las Ciencias de
París Don Joseph de Jusieu , que en el año de
^^35 P3só , en compañía de los Académicos de
ambas Nacione^j , ccn f»! cargo de examinar las
Plantas particulares de aquella parte del Mundo;
pues hubiera podido ilustrar la Historia Natural
con noticias muy nuevas y útiles , habiéndose
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lio ENTRETENIMIENTO
esmerado con la mayor aplicación y penalidad
en correr de un cabo al otro el Perú en sus dila-
tadas distancias ^ pero un conjunto de accidentes
imprevistas malograron las esperanzas , que de-
bían fundarse en su sobresalier.»te aptitud y dili-
gencia ^ pues habiendo determinado , con el de-
seo de acrecentar sus observaciones , y el motivo
de las Guerras que sobrevinieron desde los años
de 1^40 en adelante con la Inglaterra, pasar de
Lima , donde se hallaba , á Buenos-Ayres , pa-
ra de allí transferirse al Brasil, y hacer su Suel-
ta á Europa baxo de vandera segura : hecho yá
la mayor parte del viage , le sobrevino , que un
sirviente que le habia asistido macho tiem^^'>^
de quien tenia confianza , por robarle el dii.ciu,
y las cosas de algún valor que llevaba ^ aprove-
chando la ocasión mas oportuna , se le desapare-
ció con la Petaca , que contenia el principal te*
sóro de su trabajo . consintiendo en los Herbarios
que habia formado , y los Quadernos de las des-
cripciones de Plantas y otras cosas que tenía
observadas : y aunque desde luego se dieron efi-
caces providencias por los Governadores y Jue-
ces para descubrirlo , no se pudo encontrar luz
de él 5 dexandose inferir , que tomaría el camino
para alguna parte del Brasil. Viéndose despoja-
do del fruto de sus tareas , y que era vergonzoso
venirse á Europa sin las noticias que se espera-
ban , que su naturaleza se hallaba cansada , y no
estaba capaz de bolver á emprender el trabajo
que habia hecho antes para formar nuevas rela-
ciones de Historia Natural^ resolvió retroceder
á
^\
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SEXTO.
III
á Lima , donde se mantuvo haciendo vida priva-
da 5 entregado á la ledura y examen de algunas
plantas que se le proporcionó 5 pero al tiempo de
estarse escribiendo esta Obra se supo haberse re-
gresado por la Habana^ y que habia llegado á
Madrid^ con lo qual debe esperarse que hará pu-
blicar las noticias y observaciones que pudo
pradicar en el tiempo que se demoró.
20 La Coca es planta muy común en los ter-
ritorios ¿í/íe^í de aquella parte: el modo de usarla
es con la tierra llamada Toccra j ó Llipta , que es
una pasta que componen á manera de bollos de
chocolate , aunque algo mayores , y del mismo
color : estos, son preparados con las cenizas de la
mazorca del Maíz sia granos , y la de algunas
otras plantas silvestres, abundantes de sales, lo
qual amasan junto , y queda duro quando está
seco.^ Las Coqueras , que son por lo regular In-
dias 5 ministran graciosamente este ingrediente en
proporcionada cantidad á los que se la ;.ompran,
como que sin él le falta la mejor sazón á la yer-
ba. £1 aprecio que los Indios hacen de ella es
extremoso, y no traba jarian con gusto si los fal-
case: antes de dar principio se sientan á preparar-
i , á lo que llaman Acullicar , y poniéndose en
^a boca una buena porción, con un pedacito de la
Toccra^ la van hur^iedeciendo y reduciendo á
una [ Iota : quando la tienen bien amasada , la
sacan y ponen en la bolsa , ó saquillo en donde
guardan la Coca , y tomando otra porción hacen
con ella lo que con la primera : esto lo repiten^
hasta tener S 3 ó 6 bolas , que son las que consu-
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II
112 ENTRETENIMIENTO
men en 2 , ó 3 horas de trabajo. Luego que se
les acaban , buelven á Acullicar para seguir ade-
lante con la obra : cada bola la mantienen en la
boca todo el tiempo que sienten el gusto áspero
y fuerte de la hoja 5 y quando le falta la arrojan,
y toman otra. Usan de unas bolsas hechas del
pellejo entero de algún animal pequeño, co-
mo de Zorrillo , ú otro equivalente , y en e^te
traben la Coca y la Toccra pendiente de la cin-
tura , al modo que en Europa los que usan del
tabaco , traben el de polvo en caxas , y el de hu-
mo en bolsas proporcionadas para él.
2 ""iS muy común allí la yerba que llaman
Hedion^ , cuyo nombre dice bien con su propie-
dad, porque el olor que despide tocándola, ó
moviéndola es muy fastidioso é incómodo: es una
de las muchas especies de Solano que hay^ y esta
de que se trata crece en arbusto bastante grande.
Usan de ella para varios medicamentos ^ y en la
Luisiana , donde también es muy común , para
matar las Lombrices^ siendo eficaz para ello.
Esta no prevalece en los temperamentos mas
frios , pero sí en los que son moderados y cá-*
lidos , y así viene á ser común en ambos.
23 Parece, por lo que la experiencia enseña
allá, que el Ajo es natural del temperamento frió:
en aquellos parages altos no se cultiva , y es una
de las yerbas nocivas que inficionan las tierras,
porque en las que empiezan á nacer propagan
tanto, que se inutilizan para producir otras cosas:
aun la vecindad es incómoda por el olor fuerte
que exalan ^ asi este genero no cuesta allí mas
que el trabajo de cogerle. La
SEXTO.
113
33 La naturaleza tiene reservadas sus prer-
rogativas para distribuirlas en distintos Países , y
no á todos los hace igualmente participes de unas
propias cosas. Los de la Luisiana , acia la par*
te de su medianía , son abundantes de Viñas na-*
tura es, y crecen con tanta lozanía y perfección,
como si se hubiesen plantado á roano, y estuvie-
sen cultivadas. En e^e modo se reconocen en el
territorio que niédia éntrelos Opeiusasy losNat^
cbitechas, cuya distancia es de 40 leguas. LasF/-
ñas forman á modo de cepas , ^stendiendo los
sarmientos con sobresaliente vigor. En principio
de Mayo se hallaban cargadas de racimos de
uba en algo mas que esquilmo , y señales de dar
buen fruto , y abundante 5 pero no llega á ma-
durar, porque la muchedumbre de Feriados^ Ga-
mos^ y Osos que hay en aquellas partes las
consumen antes de tomar sazón.
24 Las plantas de Fresas son igualmente
naturales en aquel territorio , y el fruto es tan
bueno como «1 que se coge en los jardines , dán-
dole la cultura regular. En el Reyno de Chile ^
en las Campañas de la Concepción , que están
en poca mas altura Meridional quie los campos
expresados de la Luisiana , son igualmente na-
turales estas dos plantas , hallándose esparcidas
por ellas en la misma forma que allá. En esto
se vé la igualdad que tienen los dos Países , sin
embargo de la mucha distancia qoe media entre
ambos 5 pero no se vén en el territorio de la par-
te alta del Perú , donde reyna el temperamento
frió , ni en la que goza mas templado , sin ex-
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114 ENTRETENIMIENTO
ceder en estos dos extremos : debiéndose colegir
de ello , que estas plantas no solamente necesi-
tan de un grado de calor moderado , que alter-
ne con el frió del Invierno , y lo mas cálido del
Verano , sino una athmosphera proporcionada,
cuyo ayre no sea tan sutil y ligero como el que
reyna allí.
25 Los campos de la Luisiana son muy fér-
tiles y abundantes de plantas: circunstancia que
debe experimentarse en ellos , porque el clima
les favorece , y las alternaciones de Ilubias
y Soles los fecundizan. Son asimismo vírgenes,
no habiendo tenido cultura alguna , y con esta
circunstancia crian lozanamente aquellas plantas,
que son proprias de ellos.
26 El TiUrzafrás es árbol muy común, y de
aquellos que contribuyen á hacer espesos é impe-
netrables los bosques. El Capiler^qat vulgarmen-»
te llamamos Culantrillo , se produce abundante-
mente acia las partes altas del Misislpi^ por los
Ilinoeses , y mas acia el Norte , y el de allí es
estimado con particularidad por la eñcácia de sus
virtudes.
2jr En las partes mas al Norte de la Luisia->
na , acia lo interior del Rio Misuri , que vá á
confinar con Santa Fé^tn el Reyno de Nueva Es^
pañaj Y por el Norte de esta Provincia, se halla
la planta llamada por los antiguos Mandragora^
de la qual hablan bastante los Historiadores de
aquellos tiempos , haciéndolo con particular es-
timación. De ésta, dicen los Tratantes de la mis-
ma Luisiana , que son los que se introducen por
aque-
.«,^u
SEXTO, 115
aquellos parages , observarse en ella, no solo la'
semejanza que tiene á la figura humana , sino
que se distinguen los dos sexos 5 y aunque con-
ducen algunos trozos , no se percibe por ellos
la semejanza que pretenden atribuirle. Hay Au-
tores que aseguran haberla en el Canadá , lo que
no tiene dificultad , porque los dos parages se
dan la mano uno con otro 5 y de haberla en al-
guno de ellos , es regular que participe el que se
halla contiguo. En la Provincia de Pequin , en la
China , las hay , bien que , según la opinión mas
acertada , no es allí donde se cria , llevándose
de la Tartaria. Llamanla los Chinos Ginsengs
aludiendo á la figura de hombre que tiene , y los
Tártaros Orhota , que significa la primera de las
plantas , dándole este nombre por razón de las
excelencias de sus virtudes. Son tantas y tan
particulares las que se le atribuyen , que se mira
entre ellos con el mayor aprecio. Las principa-
les consisten en restablecer los espíritus vitales , y
vigoiizar las fuerzas quando se hallan desfalleci-
das por alguna fatiga del cuerpojy entre otras mu-
chas que se le apropian, dicen que prolonga la vida
en los ancianos, y la renueva en los que padecen
achaques. Sin embargo de ser cara en donde se
coge , por venderse á peso de plata , no lo es
tanto como corresponde á las grandes virtudes
que se refieren. El primer descubrimiento que
se hizo de ella en la Luisiana , fue en el añ > de
ij^68. Aunque no se dé crédito á todo lo que
ponderan las relaciones Chinas , y las que ha-
cen los Tártaros , sería muy digna de que se
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Jl6 ENTRETENIMIENTO
mandasen recoger algunas porciones para hacer
experimentos en la Medicina , pues con una par-
te que se verificase, de lo que se relaciona, sería
bastante para deberla estimar entre las cosas mas
preciosas.
28 Lo que falta de frondosidad á los terrn
torios de la parte alta del Perú , tiene de abun-
dancia la huisiana en Arboles de muchas espe-
cies : la tierra está tan cercada de ellos,^ que la
hacen impenetrable : son de una elevación muy
alta 5 y en todo lo que corre aquel Rio no se des-
cubre espacio que no esté pobladisimo de ellos,
y por bastante distancia acia lo interior» Como
esto sucede en las orillas de los rios , y sus inme-
diaciones , y son tantos los que corren por aque-
llos dilatados Países , dando el caudal de las
aguas al Misisipi , se propagan á correspondien-
cla los bosques, y solo algo retirados de los
rios es donde las tierras parecen descubiertas,
formando praderías dilatadas.
29 Los Arboles mas comunes son los que
llaman Sipks , cuya madera es muy semejante á
la del Pino del Norte , y por lo tanto la aplican
á hacer tablazón y viguería, el Laurel^ el Roble^
el Álamo , el Sauce y el Pino , siendo varias las
especies en que se divide cada una de estas. Otras
dos especies de Arboles se encuentran allí , que
parecen ser particulares de aquel Pak : la una de
estas llaman Pacanos, que es un genero de Nogdi
de mas corpulencia que elbs , pero en madera y
hoja muy semejante : El fruto es en el gusto pa-
recido al de la Nuez, mas delicado y fino, con
me-
SEXTO. iiy
menos partes aceytosas : en la figura es diferen-
te, y se parece á los Dátiles , siendo en el tama-
ño quasi el mismo , ó poco menor ^ la cascara es
muy delgada y lisa , sin las escabrosidades que
tiene la Nuez. El otro es el Árbol de Cera \ éste
es mediano , acopado, y dá una semilla en forma
de racimos, que es con la que se hace la Cera, El
modo es , quando tiene la madurez regular , her-
virla en agua , con la qual se extrahe una parte
grasosa , que recogida , se coagula , y es la Cera-^
su color es verdoso obscuro , y la luz que hace
tira á éste , no siendo tan clara y viva como la
de Cera de Abejas , ó la de Esperma , de que se
fabrica mucha en la Nueva Inglaterra, Le dan el
nombre de Ceya por la consistencia que toma , sin
derretirse ^ ni ablandarse con calor moderado,
como sucede con el sebo ^ propiamente no es O?-
ra , sino una materia oleosa crasa , que toma con-
sistencia , y forma cuerpo duro , diferenciándose
en esto de los otros aceytes de que abundan cier-
tas semillas , como la del Lino , la del Cammo,
del Navo , del Colsac , y otras distintas. Suelen
beneficiar esta Cera, extrayendo de éíU 'ion repe-
tición de evoluciones las partes mas impuras, con
lo qual pierde el color verdoso en mucha parte,
pero siempre conserva algún viso , que no dexa
equivocación de ser materia vegetal.
30 Los Arboles del Misisipi en la vigorosa
frondosidad que manifiestan , a^ igual que se vén
vestidos de hojas , se reconocen poblados de una
producción , ó planta estraña , que en la estación
del Estío, quando se despojan de aquella, queda
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II
8
ENTRETENIMIENTO
mas visible , y los afea , representándolos como
viejos y en el ultinno estado de decadencia. Esta
planta , que allí conocen por el nombre de Bar'>
ba-Española ^ se compone de un conjunto de fila-
mentos delgados de color ceniciento obscuro , y
dividida en multitud de ramificaciones flexibles
parece como una maraña de hilos que cuelgan
de las ramas en tanta abundancia que lo pueblan
por todas partes : quando se hallan vestidos de la
hoja , y adornados con el verdor de ésta , no se
percibe tanto^ pero luego que con el Estío se des-
pojan de ella , se vén las ramazones , y hasta el
tronco desfiguradas con ellos , manifestando tris-
teza. Lsta planta se arrayga en la corteza del
Arbol,y vejeta: sus semillas,llevadas por el ayre,
van á los otros , siendo este el modo de propa-
garse, y de hallarse tan cundida. Sirvense de ella
para hacer colchones y otros reenchidos , á cuyo
fin la ponen á secar y !a varean 5 y con esta dili-
gencia despide la cortecilla , y queda el corazón,
que es de un color negro : en esta forma engaña,
porque parece cerda rizada , no distinguiéndose
de ella ni en el color , ni en el grueso , y los que
no están hechos á verla la equivocan fac Imente.
En esta y otras particulares producciones se reco-
nocen los juegos de la naturaleza, que entre la
distante vaciedad de sus dotes imita con ellos lo
que parece mas disonante. En varias partes de
( los Países calientes de América , ú Árbol llama-
í-u do Ceibo^ imita con su fruto la Lana de los Ani-
males , y sirve para muchos usos de los que se
aplica aquella. El Algodón es una especie de se-
da
SEXTO. I 19
da finísima y suave. La Tina de Indias es en la
figura parecida á la que dan los Finos , y en la
sustancia totalmente diversa, los Arboles de Cera
la dan , como se ha dicho , semejante á la que
laborean las Abejas ^ y la que llaman Barba:
siendo una producción vegetal y se toma por las
Clines de los animales.
31 Entre la diversidad de plantas que son
comunes en aquel clima , puede mirarse como
especial , la que llaman Viperina : esta es de la
clase de las menores , y se encuentra acia las
partes altas del Misisipi : su virtud es muy cono-
cida para libertar de malas resultas á las mugeres
después que han parido, y la usan en estos casos con
buen éxito ^ no menos que para purificar la san-
gre y corregirla en el retroceso que hace la Le-
che al tiempo de extraviarla el curso natural , pa-
ra que se les seque. A esta semejanza hay otras
muchas que conocen los Naturales , adequadas
para varias enfermedades , y asi se vé que se cu-
ran con ellas aun de las mas peligrosas y difíci-
les. Sería muy conveniente que en cada País se
hiciese un catálogo de las Plantas y sus virtudes
con el modo de aplicarlas, para que las cono-
ciesen y se aprovechasen de ellas en los que no
las hay.
32 Otra Planta menor hay no menos rara
que las antecedentes: ésta, quando se halla en sa-
zón , que está florida , tiene la propiedad de coa-
gular el agua, al modo que el quajo, ó la flor
del Cardo lo hacen con la Leche ^ quedando aque*
lia con la misma consistencia que ésta , y coagu-
la-
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I20 ENTRETENIMIENTO
lada no es perjudicial á la salud : es bastante
abundante por aquellos campos.
33 El Añíl^ como se ha dicho, es de las
plantas que se cultivan en los territorios de la
Luisianai del mismo modo lo son el Tabaco y la
Caña de Azúcar^ el primero de estos hace mejo-
res progresos en su vegetación que la segunda,
bien que su calidad no iguala con mucha distan-
cia al de la Isla de Cuba , ni tiene la fortaleza y
olor que el de la Española. £1 Azúcar es de in-
ferior calidad , y por la misma razón que abun-
da de humedad el País , y que sus colores son
repentinos , no quaxa á proporción de lo que
abunda en jugo la caña. Esta se siembra de un
año para otro , y no tiene mas que un corte , ori-
ginado de sobrevenir los frios grandes del In-
vierno después de haberse hecho : en esto e^ di-
ferente de lo que sucede en la parte baxa á V-
rú 5 llamada Falles , y en las quebradas de b. al^
ta , pues en ambas tarda desde que se siembra
con brevedad, dos, ó tres años , hasta que se cor-
ta en madurez , y después de este primer corte
dá otros dos en los años consecutivos : siendo el
tercero el que llaman Soca , que sirve para bol-
verla á plantar. Por esto en aquellas haciendas
de caña, que en unas partes llaman Trapiches^ y
en otras Ingenios , con alusión á la máquina don-
de se muele , tienen quatro suertes , que plantan
en distintos años , y cortan en cada una la que
corresponde estar madura , de cuyo modo nunca
cesan de moler , ni de fabricar azúcar. Contribu-
ye á ello la poca diferienc¡^ que hay en el tem-
pe-
SEXTO.
121
^^Hfr'
peramento entre el Invierno y el Verano , y por
ello son igualmente favorables para que el Azu-*
car quaxe. No sucede asi en la Luisiana , en la
Habana , ni en los otros parages donde son gran-^
des las diferieacias de los dos temperamentos , ó
donde reyna con exceso el calor , porque enton-
ces no quaxa con perfección , y solo muelen en
aquella coyuntura que es favorable á el in-
tento.
34 El Tabaco^ sin ser de la mejor calidad,
es regular. £1 consumo que tiene es en Andullos j
6 Rollos para hacer Rapés , y en hoja para fu-
mar : no tiene mucha extracción , y por esto son
moderadas las cosechas : es no obstante superior
al de las colonias de Virginia y resto de la Nue>*
va Inglaterra^ y al que se cultiva en Holanda^
y en las Provincias Septentrionales de Alemania:
por esto si se le procurase dar salida no dexaria
de tener aceptación , y pudiera ser uno de los
ramos de comercio considerables de aquel País,
al modo que lo es d de Virginia^ Brasil^ y otras
partes.
EN-
ín-
i^
1. ttí
laa
ENTRETENIMIENTO VÍL
Ve los Animales y sus farticularidades.
;^fe^^^ Espues de haver explicado lo cor-
D4 respondiente á plantas, es consi-
I guíente seguir con los Animales^
^»^^^ cuya materia ministra un caripo
sobradamente extenso , si se hubiese de tratar
con la expecificacion correspondiente f pero se
ceñirá su noticia á lo mas particular y digno de
ser sabido , para que sirva de ilustración á el co-
Rocimiento mas completo de lo que se registra
en el Mundo. La ciriosidad no siempre se con-
tenta con la relación de las cosas que están fuera
de los límites de nuestra vista , sino que desea
conocer sus circunstancias particulares , los mo-
dos de que pueden ser útiles , y los usos á que
las destina la industria en cada País : por esto,
quantas mas luces puedan adquirirse de ellas ,
serán mas auxilios para el logro de estos fines , y
el de comprehender las obras de la naturaleza en
quanto alcanza el entendimiento»
2 Entre los Animales particulares de la tier^
ra alta del Perú son los mas comunes las Vicuñas^
Alpacas^ y Uacmas , tres especies , que en la ex-
trudura se diferiencian poco , pero se distinguen
en el tamaño, en las propiedades, en el color, y
en lo largo de la lana. Sobre estos Animales hay
varias cosas que decir,
• . j Las
""n
SÉPTIMO^ 12.3
3 Las Alpacas son en la especie semejantes
á los Guanacos , y la mayor diferiencia consiste
en la lana , que la de este ultimo es tosca , de co-»
lor pardo , y de poco uso , lo que no sucede con
la de las A/pacas. Estas y las Llacmas , que tam-
bién llaman Carneros de ¿a tierra , se domesti-
can , lo que no sucede con la Vicuña , que siendo
de las tres la de menos cuerpo, de fígura mas
ventajosa , mantiene siempre con lo arisco la pro-»
pensión á buscar la lioertad 5 suele por curiosi-
dad tenerse alguna en las casas , que por no ser
animales dañinos , no hacen mal , pero no se su-
jetan á la carga como los otros , ni se olvidan de
los campos que la naturaleza les dio para correr
sin sujeción.
4 Andan en tropas , ó manadas, mas ^ ó me-
nos crecidas , pero no lo son tanto , que pasen de
20 , ó 30. Su mansión es en las Fuñas desiertas
y frias , donde crece el Ichú , ó Pajón , de que se
alimentan : es animal muy sentido , que no dexa
se le acerque la gente : corre con tanta , ó mas li-
gereza que los Gamos ^ y no viéndose persegui-
do , está con sosiego paciendo lo mas del dia.
El son que hace con la boca es agudo , á modo
de silvida^ no correspondiente al cuerpo ; y es-
tando en su libertad, lo repite á menudo, tenien-
do mas semejanza al silvido de algún Pajaro,
que al ruido de animal quadrupedo. No es fácil
cazarlo con la escopeta , ni detenerlo con los Per-
ros , por la ligereza con que corre. Es ayroso de
todos modos , pero en su libertad mas , por la
disposición y señorío con que lleva la cabeza le-
Q 2 van-
V
1 .
\Ml
i
I
124 ENTRETENIMIENTO
yantada , y haciendo con el cuello como una S,
sin descomponerla aunque corra velozmente. Lo
que se aprovecha de él es la lana por su £neza y
suavidad: sino tuviera el defeéto de ser floxa,
pudiera sacarse mayor ventaja de ella para dis-
tintos tegidos y sombreros, cuyo defecto le quita
parte del valor que tendría.
5 No siendo fácil cazarías con la escopeta,
ni con berros , hay otro medio y que es causa de
su destrucción : este es el de hacer Chacos , voz
que en la lengua de los Indios ^ 6 Inca significa
unión , ó compañía de muchos para alguna cosa.
Es la Vicuña animal muy tímido , qualquier rui-
do lo azora , y con facilidad se espanta : con este
conocimiento disponen cerrar una cañada con al-
guna cuerda que la circunde , dexando un corral
bastante espacioso , y con una sola entrada : la
cuerda la ponen en altura proporcionada , de mo-
do que corresponda á la medianía del pescuezo
de las Vicuñas ,^ y en pequeñas distancias ponen
«nos colgajos de lana colorada , ó de otros colo-
res , para que se muevan con el ayre. Antes de
disponer este cerco tienen examinado el sitio don^
de pacen algunas manadas , y lo mas cercano á
ellas lo forman. Estando preparado hacen una
especie de batida , ayudándose la gente de algu-
nos Perrillos que tienen industriados para el in-
tento 5 y llevan acosadas las Vicuñas , hasta que
logran entrarlas en el cerco : ellas , viéndose en-
cerradas, procuran escapar, pero advirtiendo los
colgajos , se espantan , sin determinarse á saltar
por encima de la cuerda, ni á humillar el cuello,
pa-
Li^-J
SÉPTIMO.
125
rm ''* úf*^'
í^^*
para pasarla por debaxo. En esta forma entran
los hombres que las enlazan y matan , desollán-
dolas para conservar la lana en los pellejos. Por
lo común son Indios los que se ocupan en este
exercicio , ó algunos Mestizos : es duro y penoso
por hacerse en las Punas rígidas , cuyos parages
son despoblados , sin que en la inmediación , ni
en algunas leguas se encuentre población , ó al-
bergue donde recogerse. Necesitan estar meses
en él para hacer cacería de algún fundamento:
la carne de las Fiemas y el Maíz que llevan les
sirve de alimento ^ y quando el tiempo es malo,
que nieva , ó que los vientos son muy recios , se
albergan al respaldo de algunas peñas , ó en lo
abrigado de alguna cañada.
6 Entre las manadas de Vicuñas suelen en-
contrarse algunas Alpacas ^ pero también se vén
otras de estas , aunque no en tanto numero como
aquellas. Estos Cazadores no separan la lana de
los pellejos, porque si lo hicieran, no se los com-
prarían , á causa del fraude qi ^ ha solido ha-
cer en mezclar la de Alpaca coa ia de Vicuña^
siendo fácil por ser esta de un mismo color , aun-
que mas larga , y no ian suave y fina. Los Tra-
tantes que la compran en pellejos , la mandan se-
parar , y después la empaquetan para remitirL. á
España. ' '
f Por esta causa matan quantas entran en e!
Chaco , hembras y machos , de donde resulta la
diminución de la especie , y esto sin necesidad,
porque estando encerradas podrian trasquilar las
hembras, y minorar el numero de los machos,
- ' se-
P
ilH
h
lió
ENTRETENIMIENTO
según se hacia en tiempo de los lacas , con cuya
providencia se multiplicarían , y cada vez habría
mas abundancia de lana, quando al presente cues-
ta trabajo encontrarlas. Las Alpacas , y los Gua^
nacos son de las tres especies la mayor , y con-
servando una semejanza á la Vicuña , son feas:
su pescuezo largo y grueso , pero no en figura de
S como la Vicuña , -sino quasi derecho , levanta-
do arriba , perpendicular á las espaldillas : la ca«
beza y parte alta del cuello poblada de lanas
largas y espesas, lo que no sucede á la Vicuña 5 y
el resto de las lanas también es largo , particular-
mente en los brazuelos, y acia el vientre. Se do-
mestican como las Llacmas y la Alpaca: sirve
para cargar, pudiendo llevar á proporción del
cuerpo mayor peso que ellas , pero el Guarda--
co no.
8 El animal mas útil para los Indios , y que
se acomoda mas á su caráder es la Llacma , ó
Carnero de la tierra : con él hacen toda suerte de
carguíos , no solo en las minas , sino para trans-
portar lo que se ofrece de unas partes á otras. La
estimación con que le miran pasa los términos de
la racionalidad , y manifiesta su natural ignoran-
cia. A todos los animales domésticos tienen un
genero de afección, que no se vé en otras gentes,
pero es mayor con las Llacmas , y asi lo dan á
entender por las demostraciones que hacen.
9 Antes de empezar á servirse de ellos para
la carga hacen un festejo , que á lo que indica la
exterioridad , es como celebrando tenerlos por
compañeros. Este se reduce á traerlos á el cer-
ca-
^i>^r
SÉPTIMO.
127
^1
cadíto de su choza , engalanarlos , poniéndoles
muchas cintas y colgajos de seda , ó lana en la
cabeza : preparan porción de Chicha , de Aguar-
diente 5 y de Maíz tostado , y convidando á los
Indios 5 sus amigos , concurren todos con bUs mu-
geres é hijos en el cercado ó corralillo donde
están las Llacmas : tocan sus tamborilillos y fíau-
tillas 5 y empieza la danza , que dura un par de
dias, continuándose en la noche como en el dia
por intervalos. Quando están fatigados lo sus-
pc¿^ien,y buelven á seguir luego que toman nue-
vos brios 5 ó que los vapores de la bebida se di-
sipan. De tiempo en tiempo van á los animales,
que por lo ordinario se hallan recogidos en uno
de los rincones del corral , y los abrazan , ha-
ciéndoles mil agasajos : les presentan las Totu--
mas 5 ó calabazas de Chicha y de Aguardiente 5 y
aunque no las beben , se las aplican al hocico,
quedando satisfechos con esta demonstracion:
también les hablan en su lengua, diciendoles mil
cosas de amistad y cariño , asi como pudiera ha-
cerse con una persona con quien se tratase de al-
gún genero de alianza : concluido este festejo,
que es como anuncio de la amistad , empiezan á
servirse de ellos , pero sin quitarles los adornos
y galanerias que les pusieron.
10 Antes de haberlos puesto á la carga los
tratan con tanta moderación , que no es regular
ni apurarlos en las marchas , ni castigarlos, aco*-
tnodandose al paso de ellos , y se sirven del sil-
vido para gobernarlos. Con facilidad se hacen á
la carga, aunque no dexa de haber algunos que
lo
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I
■A
laS ENTRETENIMIENTO
lo resisten , pero esto es de un modo que se co-
noce no inclinarse á hacer daño , y que su resis-
tencia es por no sujetarse á llevar el peso que les
intentan poner. No come este animal mas yerba
que la que coge del campo , y se puede pasar sin
alimento dos dias , y aun mas tiempo quando no
trabaja. Si llega á cansarse, y se tira en el suelo,
sea por haberle dado mas camino del que puede
sobrellevar, por estar necesitado de alimento , ó
por haberle puesto mas carga de la que sus fuer-
zas permiten, no buelve á levantarse mas, y allí
se queda hasta que muere , siendo inútiles quan-
tas diligencias hace el Indio para ponerlo en pié 5
cuya particularidad es bien rara , por no ser re-
gular en los otros animales , como tampoco el
que, domesticándose en el modo que se ha dicho,
no coma mas que la yerba que pace : por esta ra-
zón caminan tanto de noche como de dia , y van
cogiendo la yerba que encuentran en las inmedia-
ciones del camino ; pero sin embargo de ello les
dan descanso en distintas horas , y en ellas, des-
pués de haber pasteado, se echan en el suelo pa-
ra rumiar y recuperar nuevas fuer2;as , mante-
niendo siempre la cabeza alta y el cuello derecho
acia arriba. El modo de echarse también es par-
ticular , diferenciándose de los otros animales:
para ello se hincan lo primero de rodillas , y en-
corbando las piernas las acomodan debaxo del
vientre , una por cada lado 5 en esta forma queda
el cuerpo derecho, lo mismo que los que están en
pié , el espinazo en medio , y no se les vé pierna
ni brazo , porque las encubren enteramente con
el cuerpo. Quan-
X.
SÉPTIMO. Iip
1 1 Quando empiezan á cansarse , ó que se
encolerizan , hacen un chillido agudo , distinto
de el de las Fiemas , á modo de quexido , pero
diferente quando es por cansancio, de quando
están embravecidos. Yendo cargados , sin tener
cansancio , llevan en continuo movimiento la ca-
beza , mirando con señorío á uno y otro lado,
como para registrar la campaña. La lana es bas-
ta respe£to de las Vicuñas y Alpacas , y la apli-
can á ciertos usos, en que no se requiere fina: tie-
nen variedad en los colores , porque hay algunas
manchadas de blanco y acaneladas : otras de
blanco y negro , sucediendo á los Guanacos lo
mismo 5 pero lo mas regular es el color de cane-
la, menos subido que el de las Vicuñas, En los
tiempos presentes no hay de estas LUcmas mon-
taraces , siendo manadas domesticas las que se
encuentran en las Punas , en cuyos parages las
tienen sus dueños para que procreen con libertad
en el clima y pastos que son propios para ellas;
de suerte, que estando allí sin encierro, ni suje-
ción , no se hacen ariscas , como lo son siempre
las Vicuñas.
1 2 Asi como las plantas tienen sobre la tier-
ra sus distritos particulares para vegetar sin pro-
pagarse por toda ella con igual generalidad, tie-"
nen igualmente los animales sus domicilios seña-
lados por la naturaleza para procrear y mantener
la especie sin pasar á otros territorios distintos
de los que les destinó. Las Llacmas son comu-
nes en el Reyno de Quito'^ y las Vicuñas son par-
ticulares de este ultimo , en el del Ferú , sin ha-
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130 ENTRETENIMIENTO
liarse en el otro, no obstante ser todo un contí-
nente5ser muy uniforme el clima en la sutileza del
ayre y en los pastos, habiendo en uno y otro
País Punas con el mismo grado de frialdad, sien-
do la yerba común el Ichu.<, y la qualidad del
ayre, en quanto alcanza á percibirse, la misma.
Asi hay motivo de creer que concurra alguna
causa no perceptible á los sentidos por donde se
distingan las Pmas , y parte alta de aquella tier-
ra , en la Equinocial^ y grados inmediatos de la
otra , que está mas apartada, y que ésta es la le-
gitima razón de que los animales , que son natu-
rales de la una , no puedan prevalecer en la otrr-»..
13 Tal vez aquella causa que ocasiona el
Mareo en las Punas del Peruy cuyos eftños no se
experimentan en las del Reyno de Quito , pue-
de variar lo esencial del clima en tanto grado
que sean diversos , sin embargo de ser iguales
en la dilatación del ayre , en la frialdad > y en
las yerbas*
14 Al contrario sucede jon la casta de Co-
nejes silvestres : el haberlos con abundancia en
el Reyno de Quito , siendo de la misma especie
que los de Europa en todas sua circunstancias ,
de tamaño, figura, color , y gusto^ y en el Rey-
no del Perú no los hay , porque aunque no dexa
de verse la raza de los que llaman Caseros , es
distinta de la otri?. , y estos solo se vén en las ca-
sas donde la curiosidad los mantiene» En corres-
pondiencia de los Conejos que faltan en el Perú
hay otra casta de animales, que IhmanViscacbas,
de que el Reyno de Quito carece enteramente:
son
SÉPTIMO,
151
son en la figura y en el color del pelo ío mismo
que el Conejo , y se diferiencian de é\ en que tie-
ne rabo largo, poblado de pelo esponjoso , al
modo de las Ardillas : acia el nacííniento es muy
ralo , y acia la punta espeso y largo : no lo tra-»
hen buelto acia la cabeza como la Ardilh , sino
tendido quasi orizontalmente : las articulaciones
son menudas y escamosas. Se esconden en los
agugeros de las peñas , y en ellos tienen sus ma-»
drigueras , no haciéndolas «n la tierra como los
Conejos : allí están juntas muchas , y lo mas del
tiempo se les vé sentadas sin comer : se alimen-
tan de las yerbecillas , y de los arbustos que se
crian entre las mismas peñas: íon de mucha vi-
veza ; su escapada no la tienen en la carrera , si-
no en la prontitud de buscar la concabidad , y
meterse en ella : de ordinario lo executan quando
se sienten heridas , y por esto el modo de matar-
las es tirándoles á la cabeza , pues aunque reci-*
ban el golpe en otra parte , y les hagan mucho
daño, tío dexan de ir á morir á lo interior de la
madriguera. Tienen la particularidad de que lue-
go que mueren se les cae el pelo , y por esta ra-
zón , aunque es mas suave , y algo msts largo y
fino que el del Conejo^ no se pueden aprovechar
sus pieles para los usos comunes. La carne es
blanca , pero no de buen gusto , por ser fastidio-
sa , con particularidad en algunos tiempos , en
los que del todo repugna,
1 5 La <;asta de losConéjos parece ser una de
las que están mas cundidas en la tierra , siendo
raro el País en donde no se encuentren de un
R2 mo-
... < ítí*^'
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132 ENTRETENIMIENTO
modo, ó de otro. En la Luisiana los hay, y aun-
que de la misma especie que los de Europa , son
algo mayores , como en un medio entre la L/V-
bre y el Conejo : no hacen madrigueras en la tier-
ra, y en su lugar buscan los arboles viejos que
tienen el corazón podrido , y si hallan huecos en
ellos se recogen , internándose hasta lo mas alto
que pueden penetrar 5 por esto , el modo de co-
gerlos es haciendo humareda en la parte inferior
^ y cerrando las correspondencias de arriba para
■'• que la fuerza del humo los sofoque , y despren-
diéndose caygan. Los perros con que se les per-
sigue 5 dan indicio del árbol á donde se acogen
los que han sido perseguidos. Puede inferirse de
aqui , que la propensión de hacer madrigueras
debaxo de tierra no es general en todos los Paí-
ses, y que varía según las circunstancias. La
abundancia de Arboles de la Luisiana , en la es-
tension de aquellos bosques,proporciona muchos,
que con la vegéz están huecos , y ^ste animal se
aprovecha de ellos para su guarida , evitando la
humedad de la tierra , y las inundaciones , que
son regulares allí por la gran llanura del terreno
y la poca elevación que tiene , respedo de los
Ríos.
16 La parte alta de la América Meridional
es poco abundante en especies de animales silves-
tres ^ pero las que hay no se sabe que sean comu-
nes á las restantes del Mundo. Las Vicuñas , Al--
pacas , y Llacmas no las hay en la Luisiana , ni
en todo lo que se estienden los Reynos de Nue^
va-España j ni fuera de la América , pero en el
Pe-
Hn.illtMug .
SÉPTIMO, 133
Terú no se ven O boros , Martas , Castores , y
otros de pelo fino : en ambos Países hay Conejos^
Patas montesas , Corzos ^ Gamos , y Osos^ aun-
que con algunas diferiencias , que las ocasionan
los clinnas , y asi hay unos animales que son co-
munes , y otros particulares á cada territorio, sin
que se tengan noticias de que la falta presente
proceda de haberse extinguido con la sucesión
de los tiempos los que no hay , teniendo el clima
proporción para mantenerlos.
i^ El Ciboro es animal proprio de la Lui^
siana y de las partes Septentrionales de Nueva-
España : comunmente le dan el nombre de Baca
silvestre ^y los Franceses le llaman Buey silvestre.
Es parecido al Toro ó Baca domésticos en la fi-
gura , tamaño, y sabor de su carne, diferencián-
dose en tener una lana fina rizada y corta, en lu-
gar de pelo. Hay mucho consumo de su carne ,
y la usan salpresada , no pudiéndose conducir de
otro modo , á causa que las cacerías se hacen
lexos.
18 En los Países de Buenos- Ayr es ^ cuyas es-
paciosas llanuras son abundantísimas de pastos,
hay , como se sabe , crecidas tropas de Bacas
silvestres , que no reconocen mas dueños que los
que van á matarlas^ pero estas son de la misma
especie que las de Europa , sin que se reconoz-
ca la de Ciboros , cuya falta no puede atribuirse
á la calidad de los pastos , ni al ayre , porque
en donde se mantienen las unas con tanta abun-
dancia , desde que se hizo la Conquista , po-
dían haberse hallado los otros , como sucede en
las
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I 34 ENTRETENIMIENTO
las partes del "Norte, Débese admirar en esto, co^
mo en otras cosas, las providencias del Supremo
Autor , que dispuso no fuesen comunes unas mis^
mas produciones en todas las partes de la tierra,
para que cada País tubiese,en las que le son pro-
pias , el dote que le correspondía , y con el in-
centivo déla variedad se hiciesen comunicables.
19 Uno de los animales comunes es el Oso ,
que lo hay en la parte alta del Verú , y en U
América Septentrional , y en otros muchos Paí-
ses del Mundo antiguo , pero en la Luisiana
abunda mas que en otras partes : allí se hacen
crecidas m.'itanzas de ellos,y el ^^¿[y^e que se saca
de sus mantecas es el que se gasta para condi-
mentar los alimentos. La carne S3 aprovecha;
pero lo principal son las piernas y brazuelos , de
que hacen jamones al modo de los áúFuerco.
120 Estambien ordinaria «n aquellos bosques
la Ardilla , que no solo se encuentra en los pa-
rages montuosos de la América , sino en las de-
más partes de la tierra. En la Luisiana hay una
casta enteramente negras^ sin exceder en el cuer-
po á las del color regular: estas se hallan acia la
parte ¿i/í¿i de Misisipi^y no son comunes.Las mas
particulares , y que no se vén en otros Países,
son las voladoras , las quales hacen un vuelo co-
mo de la distancia de 20 varas,ayudandose para
ello de dos membranas que les salen por los cos-
tados del vientre , y se unen con las piernas y
brazos: para volarlas estiende ^ y asi pradíca
los tránsitos de unos arboles á otros, midiendo
lo que puede sostenerse sin caer con la distancia
que
SÉPTIMO. 135
que hay entre ellos. Son algo mas pequeñas que
las ordinarias , pero parecidas á ellas en el pena-
cho que forma la cola , en la extradura de la
cabeza y cuerpo , y en la agilidad y prontitud
de estar siempre en movimiento*
21 En la parte ba::a de la AméricaLIeridio-
;;j/, conocida con el nombre de Valles^ no se vén
sabandijas , ni animales ponzoñosos. Tampoco,
los hay en la parte alta. La primera goza de un
calor moderado en Verano, sin participar dellu-
bias f la segunda de un frió mas , ó menos gran-
de , llobiendo con abundancia 5 pero hay parages
intermedios en donde , sin ser los calores de los
mas fuertes , ni participarse de las Ilubias de la
parte ¿7/if¿7 , abundan las sabandijas ponzoñosas,
y particularmente las Víboras , cuya adividad es
tanta , que su mordedura es mortal , como suce-
de en Europa. Esto se observa en los valles y
cañadas que están al pié de la serranía, entre ella
y los Países baxos inmediatos al Mar. A 34 le-
guas de Lima , por la parte del Sur y del Este^
están los Valles de las Capillas , de Huaquina ,
Huama-conacbi j y del Topara^ que confinan unos
con otros, y en ellos abundan mucho las Fiboras^
pero á la corta distancia de 4 leguas, sea subien-
do la serranía , ó dirigiéndose á el País llano,
no se vén , s^^ediendo lo miimo en el Valle de
Luna-Guana^ cuya situación ts como la de los
antecedentes , á el pié de la serr¿\nía , y distante
de ellos cosa de 1 2 leguas , en e) que no hay ta-
les sabandijas ^ de que se debe inferir , que en la
tierra hay alguna qualidad que no se percibe
pa-
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1^6 ENTRETENIMIENTO
para que prevalezcan en los unosjy dexen de ver-*
se en los otros,
22 Quál sea ésta en los Países que no soíí
montuosos y húmedos como los de Guayaquil^
"Panamá , ó Cartagena , no es fácil de averiguar,
pero puede atribuirse á que el criarse las Víboras
y otras sabandijas ponzoñosas en determinados
parages , dimana de ser la naturaleza de la tier-
ra algo pedregosa , y no de arena pura , como la
es la de los valles en general.
23 Ostenta la naturaleza por todas partes sus
maravillas en la extraña variedad con que colo-
có las cosas , sin dexarnos penetrar las reglas de
su providencia. En la Isla de Cuba hay abun-
dancia de Culebras , pero su picada , ó mordedu-
ra no causa daño de consideración , como acaece
en los otro¿ climas cálidos y pluviosos de la Amé^
rica 5 y en ella no se vén las Culebras^ Corales , y
las Cascabeles , no obstante que son tan frequen-
tes en Cartagena y Tierra- Firme j y que también
son comunes en la Luisiana , donde se vén de
unos tamaños disformes : fuera de estas dos espe-
cies hay allí otras varias : las mas ordinarias son
de color negro , siendo rara la que no sea ponzo-
ñosa y del mayor peligro. Durante el tiempo frió
del Invierno no se vén , siendo opinión muy va-
lida , que se mantienen dormidas enterradas en el
lodo , pero al calentar el tiempo salen del lecho
en donde están, siendo entonces peligroso an-
dar por donde hay yerba , por lo abundantes
que son.
24 La circunstancia de ser Isla la de Cuba
no
SÉPTIMO. 137
no parece suficiente motivo para que falten en
ella y en las otras sus confinantes los animales
ponzoñosos , que pudieron haberse propagado en
ellas , como los que no lo son. Allí son comu-
nes , entre esta clase de Reptiles, \dis Culebras de
tamaño disforme, que llaman Bobas ^ al modo
que las de los Rios Orinoco^ Marañon^ y otros de
la América. El InseCto^ tan general en las Indias^
llamado Nigua ^ 6 Fique ^ cuya incomodidad es
frecuente , como el peligro que se corre después
de la extracción , si por casualidad se moja el pié
en la Isla de Cuba , no le hay en la Luisiana,
Por el contrario , se encuentran en la Provincia
de Quito , no obstante h pureza de su ayre , que
DO permite animales ponzoñosos , ni de Insectos
molestos á la vida.
25 La parte aka del Perú logra esta prerro-
gativa mas de no participar de su molestia ; y
aunque la casualidad haga que alguno las lleve,
sin haberlas sentido , kego que llega á aquellas
partes, se mueren, y la naturaleza las haré salir
sin diligencia , por separarse ellas mismas de h
carne. Posible será que en los valles de las Que^
bradas j cuyos temperamentos son calientes, no
falten ^ pero saliendo de ellos para las partes af-
tas^ perecen. Los frios grandes de la Luisiana
en los intervalos de Invierno pueden ser causa de
que no subsista allí este Insedo, sí bien hay otro
tanto , ó mas pequeño, y no menos incómodo que
las Niguas.
26 Las yerbas de aquel País , al paso que
son viciosas , producen con abundancia un insec-
S ti^
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138 ENTRETENIMIENTO
tillo de los mas molestos que se puedan discuN
rir 5 basta el pisarle , para que se pegue á las
piernas: llamanle los Franceses^ hete rouge , ani"
mal rojo : es tan pequeño , que se necesita tener
una vista muy perspicaz para distinguirlo , y con
la ayuda del Microscopio se reconoce tener la fi-
gura de un Cangrejo^ y que es colorado: se intro-
duce por el cutis , y causa una picazón tan viva,
que parece fuego : si se rasca en donde se siente,
se imposibilita después el sacarlo , porque se in-
terna en el cutis ^ con cuya advertencia se procu-
ra sufrirla , y se extrahe con la punta de un alfi-
ler ^ luego que sale cesa el ardor : éste ocasiona
ampollas, que se llenan de agua , y llegan á ha-
cer materia , como sucede con las quemaduras,
ó con los cáusticos , lo que es bastante prueba de
la adtividad que tiene en la mordedura. Parece
imposible que un animalillo tan pequeño , que lo
es como la punta de un alfiler , pueda hacer mal
tan sensible. No es solo en las piernas en donde
se introduce , sino en todo el cuerpo , no habien-
do parte reservada para él. El remedio para miti-
gar el ardor es labar con vinagre la parte d^. de
está 5 y repitiéndolo , se muere , pero nunc¿ es
tan pronto , que no dure algunos dias.
2jr Aquel País es de los mas pensionados de
Insedos molestos , que puedan verse : las Moscas
cantáridas son muy comunes , y las Garrapatas
de monte,que llaman los Franceses^ Pou de bois^
Piojos de bosque-^ con dificultad puede andarse
por entre ellos siri encastarse. No son estas GaV"
rapatas de las grandes que se conocen en otras
par-
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i,.
SÉPTIMO. I3P
partes. Su tamaño es como la quarta parte de un
grano de trigo , pero los efcdljs no son menos
que los de aquellas : al arrancarlas de la parte
donde se pegan es necesario tener la precaución
de aplicar aceyte y sebo , ú otra cosa , para que
suelten , porque de lo contrario se rompen por el
cuello , y quedando la cabeza dentro de la piel,
causan el propio mal que si el animal estuviese
entero , y dura por muchos dias , hasta que á la
continuación de aplicar cosas untuosas , llega á
perder la fuerza. La cabeza , separada del cuer-
po, se siente morder á ratos ^ de donde se inñe-
re, que no muere del todo, ni pierde la adivi-^
dad , que es lo mismo que se observa en el Poli-^
po de Agua.
28 Entre los varios Inse£los,que abundan en
la Luisiana^ hay Mosquitos de distintas especies,
cuya incomodidad es tanta , que no le excede la
de los Ríos y climas mas calorosos y húmedos:
en parte alguna se puede estar , que no se experi-
mente el ardor de las picaduras ^ y además de
los comunes que llaman Mosquitos , ó "Zancudos^
y Gegenes hay los llamados Frape dábor , pega
de repente^ Damoiseles^ Moscones^ cuya picada
es sin ardor , y hace saltar la sangre , de modo,
que son inumerables en especie y cantidad. Por
esta razón es un mueble muy común el Mosqui-
tero de lienzo , y generalmente usan calzón lar-
go , que cubra toda la pierna ^ pero la cara y ma-
nos , que no pueden estarlo , se hinchan con el
veneno que introducen las picaduras i¡ siendo mas
insoportable quando se viaja por los Rios , que
S 2 es
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140 ENTRETENIMIENTO
es el modo mas ordinario de transitar alH.
29 La humedad excesiva de aquel País, los
charcos y lagunillas que se forman en su plani^
cié , y el calor del Verano , que es bien grande,
según queda explicado , T^on suficientes motivos
para que abunden los Sapos, Forto'iJelOj donde
son tan comunes , no es comparable en esto con
la Luisiana ^ los hay de diversas castas y tama-
ños , siendo una tan disforme , que solo el cuer-
po^ sin comprehenderse las piernas^ tiene de diá-
metro una teiCid, ó algo mas , y extendidos casi
tres quartas : el ruido de estos , en I0 bronca y
r
Jante , con cuernos largos , y varias puntas en
ellos y al modo de los de Venados : son peligrosos
por el daño que pueden causar en los ojos , me-
diante que se lanzan contra la cara con mucha
violencia : su color es negro , y el tamaño como
el de los Escarabc^os grandes.
3 1 Las Cucarachas , que son comunes en la
Habana y en los otros climas cálidos , no lo sen
menos en la Luisiana ^^ con la circunstancia dfc
ser allí de peor calidad ^ llamanles Ravers ; son
mayores que las de Cartagena^ ó de Cuba^ de
fas-^
'''"'^«'Jlv
SÉPTIMO.
141
r»-*!
fastidioso olor , y tan perjudiciales , que hacen
los estragos que los Ratones 5 porque no hay co-
sa que no roán y destrocen con mucha ligereza,
y por esto es necesario gran cuidado para con-
servar papeles de importancia , ó la propia ropa:
son muy sentidas y astutas , y huyen con gran li-
gereza á el mas leve ruido.
33 Entre las especies de animalillos que
hermosean la tierra en distintas regiones , debe
mirarse coma rara y vis;osa la de k>s Cucuyos^
que abunda mas en la Isla de Cuba^ que en las
otras inmediatas. Estos son de la clase de las Lu-
aernaSyquQ se vén volar de noche, pero muy
diferentes de las comunes , y distinguiéndose de
ellas en la viveza y claridad de la luz que dan,
y el no ser él animal de la de gusanos con alas,
á manera de Mariposas. Su extrudlura es al mo-
do de las Curianas j 6 de las Cucarachas , tenien-
do quatro alas , que desembuelven de la concha,
ó costra que las cubre por la parte superior. En
medio de la barriga tienen dos depósitos á cada
lado el suyo , por los quales despide la primer
luz, siendo del grandor de dos pequeñas lentejas.
Otros dos tiene en la cabeza en el lugar donde
corresponden los ojos , y estos son algo menores
que aquellos ; asi entre todos quatro hacen una
luz bastante grande y luciente. El animal la des-
cubre por intervalos á su voluntad, manteniéndo-
la bastante tiempo , y quando quiere la oculta. Po-
niéndolos en agua se alegran y vivifican 5 aclaran-
doseles la luz si están opacos , ó adormecidos,
basta moverlos para que la den quando por sí no
lo
l,r' !
M
¥
142 ENTRETENIMIENTO
lo hacen. Dexase comprehender abundar mucho
en msitevlsL phorforosa-^ debiendo notarse, que los
parages luminosos son de color baxo amarillo
quando muere , ó retira la luz. En el tiempo de
Verano, que es en el que llueve , y de mayor calor,
es quando se vén en abundancia, no encontrándose
en el de Invierno. Su alimento es el jugo de laCí-
ña de Azúcar , que crece y toma sazón en la mis-
ma estación^ y por esto es en los Cañavera/es donde
se hallan con mas abundancia. No los hay en la
Luisiana^ sin embargo de la cercanía en que está,
y de cultivarse la Caña-^ como tampoco en los pa-
rages donde ésta planta prevalece. Pueden man-*
tenerse en jaulas pequeñas , que se hacen para el
intento, quasi dos meses,dandoles de comer térro-
nes de azúcar, cuya sustancia chupan, y es la que
les conviene, como extrahida de la Caña.
33 Siendo de noche quando este animalillo
se dexa ver , y que esto sucede por causa de la
luz que despide estando volando , no seria fácil
cogerle si propenso á la hermosura de su brillan-
tez, no se engañase con las asquas de fuego , á las
quales acude luego que se le presentan , aunque
buele en larga distancia, y acercándose á ella se
dexa coger. Esta propensión procede de parecerle
ser otro animal de su propia especie , y venirlo á
buscar: asi se vé, que luego que vén la brasa
acuden á ella quantos hay por allí , no sucedien-
do lo mismo con la luz w.e la vela.
34 En el tiempo que parecen estos Cucuyos^
quando la Luna no alumbra , es una hermosura
ver los campos poblados de tan brillantes Lucer^
ñas.
SÉPTIMO.
143
ficis. Las gentes se divierten en cogerlos para
ponerlos en jaulas 5 sueltan algunos en una pieza
obscura para que la llenen de claridad , sien-
do entretenido ver gyrar las luces por varias par-
tes en todo su ámbito. Las mugercs , quando se
pasean de noche buscando el fresco, suelen ador-
narse las cabezas, el cuello, y los brazos con
sartas de ellos, colocándolos de varios modos, y
van resplandecientes como si llevasen coronas y
collares de luces naturales.
35 En los otros Países de temperamento cá-
lido , donde se produce la Cam , y en muchos
donde no las hay, no faltan Lucernas ^ pero estas
son de la especie de Mariposas nodurnas , y la
luz que dan no es comparable con la de losCucu^
yos^ pues con uno de estos en la mano se lee muy
bien qualquiera letra.
36 Parece que este animal se sirve de su
propia luz para dirigir el buelo , con el qual se
remonta bastantemente para distinguir los cogor
líos de la Cam , de donde se ha de alimentar.
De dia está adormecido , y entonces es quando
no dá luz , sucediendo lo contrario en la noche.
37 También es común á la huisiana la Mu-
cmuca 5 ó Chuca : llamanle Rá devois , Rata de
Bosque , y tiene las propias particularidades que
las de los otros Países : asi se vé ser este uno de
los animales que se hallan esparcidos en las dos
Américas.
38 Parece que los rigores de los frios y hie-
los del Invierno no debían permitir allí ciertos
animales que son como naturales de los tempera-
men-
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144 ENTRETENIMIENTO
mentos cálidos , y de esta clase es el Caimám
pero no sucede asi , siendo tantos los que hay
en aquellos Rios , que no cede su abundancia á
la que se nota en los de la Ttona Tórrida^ y se en-
cuentran de disforme tamaño : diferenciándose
los de allí de los de Guayaquil^ Cbagres , y otros
Rios , en que son de un color obscuro , tirando á
negro, á contraposición de otros que tienen el
color de tierra parda. Danles el nombre de Cocth
dríllos^ y son dañinos con los animales, y con las
personas quando se hallan hambrientos. Su tra-
gadero es tan amplio , que tragado el cazonete
de media vara de largo , y el cebo con él, lo en-
gullen hasta su vientre , y al tiempo de llegar
cerca de la orilla , tirado por la cuerda á que es-
tá asido, lo suelen vomitar, quedándose con la
carnada, de lo que hay experiencias repetidas.
39 Los animales que se juzgan dañosos por la
inclinación que tienen á mantenerse á costa del tra*
bajo de los hombres, no dexan de participar de al^
guna particularidad , por donde se remunera lo
que causan de perjuicio. Las Hormigas son noto-
riamente de esta clase , por lo que disminuyen las
semillas recien sembradas en la tierra , para pro-
veer sus graneros. Las plantas mas útiles y bien
cuidadas se aniquilan con el estrago que hacen
en ellas, royéndoles sus raices y cortezas, siendo
temibles quando abuitdan , y particularmente las
castas que hay de tamaños grandes. En las casas
no son menos perjudiciales , porque se proveen
para su sustento á costa de muchos daños. Este
animal , que por todas partes es destruidor y mo-
les-
SÉPTIMO. 14^
lesto eti los Andes del Perú , es un grande auxi"
lio contra las sabandijas venenosas. Es de supo-
ner, que aunque la parte alta de aquel dilatado
País se denomina Cordillera Real de ¡os Andesj
allá se entiende por Montañas de los Andes los
Países montuosos de las vertientes Orientales de
la Cordillera , cuyo clima es cálido y húmedo,
porque Hube mucho en él , y viene á correspon-
der en altura á la parte baxa Occidental ^ llamada
Valles , donde no Hube. Es abundante en Cule-^
tras de las especies venenosas mas adivas , co-
mo Corales , Cascaveles , las que llaman de dQ^.
Cabezas , Bejuquillos , y otras ^ En Cientopies j
Alacranes^ y de las demás clases comunes. Aque-
llos Países abundan también de una especie de
Hormigas grandes , que por el tamaño son fuera
de lo regular , y sería inhabitable si se dirigie-
sen contra los racionales con el ímpetu y voraci-
dad que lo executan contra las sabandijas. Estas
Hormigas no pudiendo subsistir con el método
que guardan las ordinarias, tienen otro muy par-
ticular. Son viageras por los campos , y andan
á caza de sabandijas en tropas , ó compañías nu-
merosisimas , trepando en los arboles , y buscan-
do en la tierra el alimento, sin dexar animal que
no consuman. Del mismo modo que corren los
bosques y las cañadas , se apoderan de las casas
que hay esparcidas en las orillas de los rios y
campos , y subiendo por las paredes no dexan
rincón que no visitau , ni sabandija que no des-
truyan. Las Culebras , de mas ponzoña y de ta-.
maño grande , los Cientopieses , Alacranes , los
T Sa-
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i; M-.ti
w^
ií
1^6 ENTRETENIMIENTO
Sapos , y Lagartijas ; y quanto anímalejo se
procrea á beneficio de la humedad y del calor,
no tiene resistencia para librarse de la persecu-
ción de estos Hormigones. Luego que la casa
queda limpia , la abandonan , y continúan su
marcha buscando otros parages en donde en-
cuentren igual pasto. Es tanto ol número que car-
ga sobre qualquier animal , que sin dexarle ar*
bitrio para escapar , lo devoran al mismo tiem-
po que hace sus esfuerzos para desembarazarse
de la persecución ^ reconociéndose en ello , que
el gran número triunfa con facilidad de la fuerza,
de la ligereza, y de la adiva ponzoña que hay
en los que son acometidos. Llaman Chaco á estos
crecidos hormigueros , o exércitos de hormigo-
nes , y hacen tal ruido c,jbre las hojas secas de
los arboles , caídas en tierra , que se sienten áes-»
de alguna distancia. Con este aviso las gentes se
salen de las casas dexandolas yermas , hasta que
reconocen que han salido , y entonces buelven á
ocuparlas , con el beneficio de hallarlas limpias,
y la seguridad de que el Chaco no ha de bol ver
por allí hasta el tiempo que es regular , porque
sin duda sienten con algún instinto los parages
en donde hay sabandijas. La naturaleza , que se
lo dio proporcionado á los animales , puso en
estos la propensión de alimentarse de los mas ve-
nenosos , colocándolos en aquellos territorios que
son mas abundantes de ellos ^ y asi no es de ad-
mirar que no busquen á la gente, ni á otros ani-
males , fuera de los que son incómodos y peli-
grosos por el veneno que encierran. La voz
Cha-
^
SÉPTIMO. 1^7
Chaco se ha dicho antes que significa junta , ó
compañía ^ y asi aquí explica compañía de Hor"
migas 5 como allá de Vicuñeros y Vicuñas.
40 No están libres aquellas partes del terri-
torio alto del Ferú , sin embargo de lo frió del
clima, de las plagas que suelen padecerse en Ew-
ropa. La de la Langosta se experimenta algunas
veces. En el año de 6 2, por el mes de Diciembre,
la hubo en la Provincia de Angaraez , del Go-
bierno de Guancavelica , cuyas quebradas , que
en unas es el ancho media legua , y otras mas,
se cubrieron de este insedo en tanta abundancia,
que quando volaba formaba nubes espesisimas, y
permanecían varios dias pasando sin cesar , de
suerte que se fatigaba la vista con la perturba-
ción que le causaba el movimiento acelerado y
continuo de ellas. Quando se sientan hacen mu-
cho daño , particularmente si encuentran tierno
el bástago de la mies : entonces se observó, que
el curso que hacia era contra el de las aguas de
los mismos rios , y que no llegaban á las altu-
ras, manteniéndose en la parte baxa de ellas, en-
tre las Cordilleras que las forman de una y otra
parte. Esta plaga no sobreviene con frecuencia,
sin embargo del poco esmero que se pone en ani-
quilarla : pasado el año en que sucede , me-
dian muchos sin que se reconozcan reliquias de
ella. Aunque causan daño en los sembrados , no
es tan considerable como el que se experimenta
en Europa , y puede ser la causa la diferiencia
de temperamento , porque en Europa sobreviene
quando los calores son mas fuertes en el Verano^
T2 y
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I
148 ENTRETENIMIENTO
y el ..emperamemo de ía quebrada de Jseucha^
r¿i , y de otras semejantes á ella y es como el de
Primavera,
41. No seria bien pasar en silencio lo que
se han propagado en la Isla de Cuba^ por la par-
te de la fíavana , los enjambres de Avejas do-
mésticas , en el corto tiempo desde el año 64,
después que se hizo la paz coala Inglaterra, An-
tes de esta Época no las había allí, pues aun-
que no faltaban de las otras , que llaman monta-
races, son distintas e» especie ; y habiéndose
tranferido allá las familiias que habitaban en San
Agustín de la Florida , quando se evaquó , lie-
vart>n consigo algunas Colmenas , que pusieron
en Guanavacoay y en algunas estancias,por modo
de curiosidad : estas se multiplicaron de tal suer-
te , que se difundieron en los montes , y se co-
nocía que empezaban á perjudicar en las planta-
ciones de Caña^ de cuya sustancia se mantenían:
su fecundidad era tal, que sin tenerlas con los
resguardos que se acostumbran en Europa^ daba
cada Colmena un Enjambre en el mes , y á veces
dos 5 el uno regalar y el otro pequeño , castrán-
dose mensualmente 5 y en la Cera y Miel que se
sacaba, no eran menos abundantes que acá en
djnde solo se hace esta operación una , ó quando
mas dos veces en el año. Es tan blanca la Cera ,
y la M/V/tan clara y de buen gusto como lo me-
jor. Con estos principios , sin aplicar demasiado
cuidado en su fomento, ni descuidar el cultivo de
la Caña como principal , podría ser el ramo de la
Cera y Mielan aquella Isla de los mas ventajosos
para el comercio Nacional. EN-
■ / . . . s ■■'■'f. .... , : . : ■■■■ >>^.--
V > l-d-r-,-
I4P
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1*
ENTRETENIMIENTO VIH.
Ve l^s particularidades de los Volátiles,
5
, ^^^^ A parte alta deiPerú no es abun-
^ dante de especies de Volátiles^
■ particularmente los de pluma-
^ f ges hermosos y canto suave y
ilryT'rT^r^ armonioso 5 parece que la cir-
cunstancia de ser el clima frió, es causa de no ha-
berlos. Al contrario sucede en los climas calien-
tes de la Ttona Tórrida : la Luisiana , que parti-
cipa de uno y otro en los Veranos , é Inviernos,
no tiene la variedad y hermosura que hay en la
Habana , Cartagena , y demás parages semejan-
tes , pero logra algunas especies de los pluma
bien matizada , cuyo gorgéo es divertido y agra-
dable. El Sinsonte en la pluma no tiene cosa par-
ticular , pero en la armonía del canto y en la
variedad de sus trinados es de un enveleso sin-
gular quando se halla en libertad : su modo de
cantar no es estando parado , sino revoleteando
y haciendo mil juguetes con las alas en el ayre,
como dexandose caer cerca de algún bástago de
árbol, en el qual se posa, y levanta prontamente
cosa de 4 , ó 6 varas : entretanto que permane-
ce en este genero de revoleteo no cesa de cantar,
y muda de tonos con la misma ligereza que de po-
situra ; luego que se posa enteramente entra en
silencio^ por esta razón , estando encerrado no se
par-
I !
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150 ENTRETENIMIENTO
participa de toda su melodía. Los Franceses le
llaman Moqueur^ burlador^ porque arremeda á
quantos animales oye ^ en lo que , y en la varie-
dad del canto , é inquietud que le acompaña ma-
nifiesta su alegria y viveza natural. Esta es cau-
sa de que en viéndose encerrado , se entristezca,
y que muera prontamente ; á lo que también con-"
tribuye el ser delicado para mantenerse en jaula:
sin dificultad puede mirarse como el Rey de los
Pájaros por el canto : su alimento son los Mos-
quitos , Moscas , y otros Insedos , y por esto tie-
ne el pico largo y delgado , dispuesto para co-
gerlas.
2 Son igualmente propios de aquellos Paí-
ses otras tres especies de Pájaros , cuyo canto es
divertido y particular : los Franceses , atendien-
do á los matices de los colores , los nombran á
los unos Papas , á los otros Cardenales , y á los
terceros Obispos ^ unos y otros abundan muchoj
los que llaman Papas son los que en Español se
nombran Mariposas^ aludiendo á la perfección
de los coloridos que tienen sus plumas tornasola-
das : los Obispos son los que llamamos Azulejos:
estas dos especies son menores que la de los Car*
denales , y todas tres tan delicadas para mante-
nerlos encerrados , que mueren muchos antes de
conseguirse alguno que resista.
3 Asi como los Cardenales tienen la pluma
de todo el cuerpo colorada , hay otros Pájaros
del propio tamaño , que tienen parte amarillo el
cuello, y los encuentros de las alas negros, y
son los Turpianes j cuyo canto es también éntre-
te-
OCTAVO, 151
tenido : otros , que son de un color rosado her-
moso, y á este modo mucha variedad ^ todos
ellos son de paso, mediante que en el Invierno
íio se vén por ninguna parte , y sin duda van á
buscar clina mas benigno , adequado á su natu-
raleza.
4 En las partes altas del Perú , los Pájaros
mas particulares sen los Piches , muy comunes
en todas las Indias., y tienen buen canto : también
hay Gilgueros , y en las quebradas no faltan Pe--
riquitos , ó Cotorritas de casta pequeña ^ y al pié
de la serranía , que son las cabeceras de Valles^
se vén en abundancia Cotorras ^ de la especie re-
gular de los Países cálidos ^ siendo reparable,
que en ia parte que se denomina Valles , no las
hay. Aun mas digno de notarse es , que siendo
abundante la Isla de Cuba y costa de Campeche
de Pájaros grandes de plumage , matizados de
colores vivos , como Guacamayos , de distintas
especies, y Cotorras 5 ni estos , ni los Periquitos
se vén en la Luisiana. La razón que puede en-
contrarse para ello es , que estos necesitan de
temperamento , que constantemicnte sea Cc^üdo,
por no ser capaces de resistir los frios del Invier-
no^ y no siendo de tránsito, que con el buelo
puedan atravesar el Mar como otros , no pueden
subsistir allí , donde los hielos del Invierno los
aniquilarían. En el territorio baxo del Perú no
dexa de haber Invierno, aunque el frió es mode-
rado, procedido de mantenerse cubierto el Sol
por espacio de algunos meses , y de experimen-
tarse las Garúas, En las quebradas de las cabe-
ce-
ww
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15a ENTRETENIMIENTO
ceras , que están lexos del Mar , no son tan per-
manentes 5 y á correspondiencia aun es mas mo-
derado el grado de frío ; resultando de ello, que
en alguna parte se hallan las aves de tempera-
mento cálido , y en la otra no.
S En las Cotorras y Guacamayos se observa,
que se posan sobre las Palmas , ú otros arboles,
en crecido numero , en cuya forma se les tira , y
caen quantos puede abrazar la munición ^ entre
ellos no dexa de haber algunos que solo están
lastimados 5 estos , viéndose sin facultades para
volar , graznan sin cesar , y al ruido acuden los
que espantados al tiro salieron volando ^ y revo-
leteando al rededor del caído , se les tira ^ con
cuyo arbitrio es considerable la mortandad que
se hace de ellos , que es un modo divertido para
los Cazadores.
5 Las aves de agua parece que se acomodan
mejor á todo genero de temperamentos ; las espe-
cies de Patos , que son distintas , se hallan con
abundancia en los Rios de la parte alta del Perú , y
en Lagunas que están sobre los cerros de mas ele-
vación , cuyo grado de frialdad es bastante : sien-
do las especies mas comunes las que llaman Pa-
torras , que son de los mayores , Labancos , Pa-
tillos , y Gallaretas, De estas propias especies se
encuentran en los Valles ; los hay en Guayaquil^
en todos los Países de la Zona Tórrida , en la
Habana , en la Luisiana , y en las partes mas al
Norte de la América Septentrional ^ de modo,
que es entre las aves la mas difundida y abun-
dante. Esto propio se observa en las partes mas
frí-'
ül
OCTAVO. 15^3
frígidas acia el Sur , lo qual confirma su gene-
ralidad.
^ Son muy crecidas las matanzas que se ha-
cen de ellos en la Lulsiam : diariamente se vén
Cazadores cargados de ellos quanto pueden so-
portar , siendo la carne mas ordinaria que se con-
sume desde Noviembre hasta Marzo , y por lo
regular las familias tienen un Indio , ó Mulato
Cazador, que saliendo por la madrugada , buel-
ve á hora competente con porción necesaria para
el gasto del dia.
8 En las Lagunas de la parte alta del Perú
hay una especie semejante á la Gallareta , que
llaman Jujui : ésta es de pluma negra , y engaña
con el eco de la voz , imitando en ciertas sylabas
ía de las personas , con tal propiedad , que los
Cazadores se equivocan , creyendo ser los com-
pañeros que los llaman : no levantan vuelo , y su
defensa es zambullirse al sentir el rastrillo de la
escopeta : esto propio sucede con los Zambullí'*
dores , que tampoco lo levantan , y es otra espe-
cie diferente de la de Patos : en el tamaño son
como Palomos ^ la pluma blanca , y á manera de
pelo 5 el pico agudo , sin paletas : las Gallaretas
son comunes á todos temples , encontrándose con
abundancia en las lagunas que son fecundas de
aves.
9 Son vistosas y particulares entre las aves
aquátiles las Perionas por el color , siendo eti el
cuello 5 pecho , y hasta la medianía del lomo
de un rosado muy vivo , y tan hennoso , que
se viene á los ojos : desde allí va disminuyendo,
y y
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t
I i:
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154 ENTRETENIMIENTO
y termina en blanco por la parte de la rabadilla^
su cuello es largo y encorbado , al modo del de
las Garzas ^ el animal es del tamaño de las Abu^
tardas , y vuela en vandada , mahieniendose
de los animalillos del agua , y de las raíces de
plantas que se crian en ellas : después de muerto
se apaga sensiblemente el color , perdiendo la vi-
veza 5 y queda amortiguado : por esta razón es el
ave en donde propiamente se distingue la vitali-
dad de la plup^í». En la Luisiana hay de estos
Fajaros^ y en oiu. apartes de las Lidias^ como
en los Cayos de la Isla de Cuba por la parte del
Norte : danles también el nombre de Flamencos^
y tienen un olor fuertísimo de Mariscos , que los
hace insoportables , bastando solo tocarlos , para
infeccionarse. El pico es largo y grueso , ade-
quado para cortar las raíces de las Eneas y Jun-^
eos»
10 En los valles de la parte baxa del Perú
son mas abundantes las Garzas , que en la alta-^
y en sus especies hay variedad : en la Isla de Gu-
ia los hay con mayor frecuencia^ y en la Luisia*
na son igualmente comunes. En esta clase hay
una especie , qut no se encuentra en la parte al-
ta^ y si en la baxa del Perú ; llamanla Espátula^
porque su pico es precisamente en figura de ella^
su largo es de 3 á 4 pulgadas , una , ó poco me-
nos de ancho , y en la extremidad hace una figu-
ra circular , siendo mas ancho que el resto. Es
al mismo tiempo muy delgado , consistiendo en
dos hojas finas y lisas 5 de suerte , que no tiene
diferiencia á la Espátula : el modo que tiene de
pes-
ca
lia
I I
OCTAVO. 15^
pescar es particular, haciendo un medio círculo
con la Espátula , tanto de un lado como de otro^
y usa de ella con tanta destreza , que no se le es-
capan los Pescadilhs quando la dirige acia ellos:
en el tamaño del cuerpo y en el color es como
las Garzas pardas de la casta pequeña. Es la
Lulsiana mas abundante de Fajaros de agua que
los demás Países : la casta de Amares silvestres
es mas crecidísima ^ la de Grullas y Abutardas
igualmente , y la carne de estas aun es mas gus-
tosa que la de los Fatos , sin el defedo de sentir
amarisco , como sucede coa estos, particularmen-
te desde Febrero en adelante , en cuyo tiempo
sobresale de tal modo , que no se pueden comer
sin fastidio.
1 1 Allí son de paso estos Fajaros de agua^
viniendo de las grandes lagunas que están acia
la parte del Norte : en el Verano no se vén, y e;n
los dias que hace hielo es en los que son mas fre-
cuentes las vandadas 5 pero si al frió acompaña
alguna niebla y viento, entonces vuelan mas cer-
ca de la tierra, y se pueden tirar mejor : de aque-
lla costa de la Luisiana y Florida pasan á Cuba^
y á las otras Islas , y nunca se les vé bolver á
buscar los Países del Norte en tiempo de calor.
1 2 Otra especie de Fajaros hay en la parte
i^l¡d del Ferú , que no entran al agua , y andan
siempre á las orillas de las Lagunas : su tamaño
es como el de una Gallina : el color obscuro , ti-
rando á negro , la zanca larga , y el pico largo,
"ncorbado , y delgado , al modo de la Gallineta'^
vuela regularmente , y su carne es buena : de es-
V2 ta
in
1^6 ENTRETENIMIENTO
ta especie no se encuentra en la parte baxa , ni
los hay en la Luisiana , porque necesitan temple
frió para mantenerse.
1 3 Los Sarapícos y los Chorlitos son de la
especie de los comunes á distintos temperamen^
tos : con igual generalidad se vén en aquellos
destemples de la parte alta , como en los de la
bax i del Ferú ^ y en la Luisiana no son menos
abundantes.
14 Lo propio sucede con otra casta, que lla«
man Frayletes , y algunos les dan el nombre de
Gritadores : son en algo parecidos á las Aves
frias. De ordinario están en la parte en donde
hay humedad , siendo los enemigos de los Caza-
dores , porque luego que los sienten se levantan
gritando con un graznido agudo y penetrante,
que sirve de aviso á la caza ^ y espantada antes
de tiempo , alza el vuelo , sin dexar proporción
para tirarle.
15 La parte alta del Perú^ por razón del cli-
ma frió, y la baxa^ por la de no Uober, son di-
ferentes de los territorios cálidos en donde llue-
be , y del de la Luisiana : en aquellos la tierra se
halla desnuda , y los arboles están esparcidos , á
excepción de las quebradas, en donde el temple y
accidentes varían ^ y estos otros se hallan tan po-
blados de ellos , que convidan á las aves para
que vayan á anidar entre la frondosidad de sus
hojas , y mantenerse con la diversidad de sus
producciones. Estas circunstancias facilitan que
haya en ellos las que son propias de monte. Las
Pabas mantesas es una de las especies que alli se
.. , crian
OCTAVO, I 57
crian con bastante abundancia , cuyo tannaño es
mayor que las de otras partes , y que las domés-
ticas : su carne es gustosa ^ y es tan poco lo que
se diferiencian unas de otras en la figura , que se
equivocan. Tienen el vuelo ligero como otras
aves , siendo esto en lo que mas se distinguen de
aquellas.
1 6 En correspondiencia de esto , la parte
alta del Perú logra tener Fer dices , y criarse Al-
eones muy finos , con los quales se hace una de
las cacerías mas gustosas y entretenidas que pue-
de verse. Las Perdices se encuentran en los Icha--
les^ que son parages fríos , y no se vén en las
quebradas , cuyo temperamento es mas benigno,
ni se juntan en vandadas , como en Europa : allí
andan apareadas , ó solas, y esto es causa de que
no sea tan fácil su caza : los Países son doblados,
y lo que llaman Llanadas , son Lomas , mas , ó
menos pendientes , y baxos , ó cañadas , que con
la frequencia de cuestas , y la fatiga que causa
en la respiración la sutileza del ayre , no per-
miten hacerla con escopeta, y por esto se usa de
los Aleones insdustriados por los Indios , en cuyo
modo la Perdiz que lebanta el buelo, acosada por
los perrillos , baxa precipitada entre las garras
de aquellos que van en su seguimiento. Allí son
sin comparación mas que en el Reyno de Quito.
En los cerros de la parte baxa las hay también, sin
embargo de que el clima no es con mucha dife-
riencia de la frialdad que el de la alta. En la
Isla de Cuba , que es temperamento cálido , las
hay asimismo , aunque en algo diferentes.
Las
ál
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158 ENTRETENIMIENTO
ijr Las Becasinas se encuentran al símil de
las antecedentes en lo destemplado de aquellas
eminencias , no siendo menos comunes en la Lui^
siana-^ suelen encontrarse también en la parte
baxa , aunque no con abundancia.
1 8 Los Condores , cuyas singularidades me-
recen no pasarse en silencio, son sin duda de las
aves que vuelan , la mayor que se conoce , sir-
viéndonos de esta frase para distinguirla de los
Avestruces , que aunque se sirven de sus peque-
ñas alas , no son suficientes para el vuelo. Estos
otros, por el contrario , son de los que mas se re-
montan en aquella aíhmosphera, cuya densidad
desde luego se puede asegurar sin error ser la mi-
tad de la que tiene en el nivel de la Mar. El es
tan propio de los climas frios como de los ca-
lientes, encontrándose en lo alto de las Punas del
mismo modo que en los Valles-^ pero no los hay
en las partes que están pobladas de arboles , ó
son montuosas como Guayaquil^ Panamá^ y otras:
su pluma forma un eníretexido tan bien prepara-
do , que no lo penetra la bala de fusil , ni el ani-
mal se inmuta al recibir el golpe. Ha sucedido
tirarle 8 , ó 10 tiros seguidos , oyendo dar las
balas sobre él, y caer éstas al suelo de rechazo
sin haberle hecho daño alguno : por varias veces
repetida esta experiencia en la parte alta del Pe^
TÚ , no hubo exemplar de poderles penetrar con
tiros regulares. Debe suponerse que lo que suce-
de allí puede no ser regla para otras partes , por-
que con el frió del temperamento están los poros
juas cerrados ^ la piel es menos flexible para de-
xar-
OCTAVO. I 5p
xarse penetrar , y á su semejanza la pluma , con
particularidad en una Ave que está tan bestida
de ella. En las playas del Mar del Sur ^quQ des-
de los quatro grados por aquella parte empiezan
los Falles^ hay mucha abundancia de ellos sa-
ciando su voracidad en el Pescado muerto , que
arroja el Mar , y se tiene por peligroso pasar por
donde están , pues siendo animal de tanta fuerza
darán fin de quien lo intentase.
19 La variación que tienen las cosas en el
Mundo se toca á cada paso ; y lo que un dia se
registra de un modo, con el discurso del tiempo
se halla diverso otro. El Rio de Chagres es muy
diferente al presente de lo que era ahora 20 años:
la frondosidad de sus orillas , la abundancia de
animales propios de aquel temperamento, la her-
mosura en los matizes de las distintas especies de
Aves que s^ registraban entre los pimpollos de
los arboles, y alternaban en sus cantos, y el con-
junto de un verdor muy vivo y variado , se ha
transformado en casas de madera , fabricadas á
distancia unas de otras por las gentes que se han
establecido allí , las quales, desmontando desde
las orillas hasta cierta distancia en lo interior ,
han dado cultura en la tierra , desterrando por
este medio la abundancia de aves y animales que
poblaban antes aquel Rio.
20 A vista de este exemplar no es dudable
que con el curso de los tiempos las cosas de aque-
llos Reynos muden de aspedo tomando otro di-
verso, y acercándose al que tiene Europa, Eri
estas novedades se conservan las razas de Ani-
ma*
!í I
í'
160 ENTRETENIMIENTO
males , y de las Aves , sin alteración , con solo
la diferiencia de que unas se retiran de los para^
ges donde no encuentran las proporciones que ne-
cesitan para hacer sus nidos y alimentarse 5 y
las otras se minoran sensiblemente , como sucede
con las Vicuñas , á fuerza de perseguirlas , y de
hacer crecidas matanzas en ellas.
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EN-
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A\
ENTRETENIMIENTO IX.
Sobre los Pescados particulares.
^ O es menos abundante el ele-
mento del agua en los Pesca-
dos 5 que los de la tierra y el
ayre, en los animales y voláti-
les. Estos se mantienen de los
alimentos que les dá la misma tierra ^ y á medi-
da que varían, por causa del temperamento , ó
por la de la sutileza del ayre >, es menos estraño
que se diversifiquen entre sí, y que los que se ha-
llan en una región no sean comunes á otras. En el
agua y en sus produciones parece que no debería
ser tan sensible la variedad, por no constar de la
convinacion de partes que constituyen aquella^
no obstante se observa , que las produciones de
animales aquatiles no son unas mismas ^ y que las
especies que hay en unos Mares no son comunes
á otros , si bien hay algunas que lo son. De esto
debe inferirse, que ademas del temperamento, y
de los pastos de que se alimentan concurre la
generalidad de las semillas, ó su falta. El Mac
del Sur es abundante de Pescados : la parte alta
en sus Ríos y Lagunas no lo es tanto en el Pt?rí/,
y menos en la de Quito ^ sin que esto pueda atri-
buirse á ser mas templadas las aguas en unos que
en otros, ni á la circunstancia de llevar mas ra-
pidez, porque en esto son iguales. Pero antes de
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l6z ENTRETENIMIENTO
explicarlo será bien decir algunas particularida-
des de aquellos Mares.
2 Las Ballenas son bastantemente comunes
en el del Sur , no solo en la Bahía de la Concep^
cion , y de allí acia mayor altura , sino en los
parages dentro de los trópicos y y hasta los 12,0
13 grados de latitud. En Europa es regular irlas
á buscas los que se ocupan en su pesca , á los
climas frios del Norte ^ siendo raro verlas de los
40 grados acia menos latitud. La causa de esta
diferiencia no es fácil averiguarla , porque si
fuese por razón de ir á los Mares en donde no
hay Sardina , las costas de Galicia son abun-
dantisimas de ella , y no por esto se vén con
frecuencia , como sucede en el Mar del Sur» Lo
que allá se repara es que acuden á la Anchoba^ ó
Anchobeta , cuyo Pescado es abundantísimo , y
que con este incentivo se vén en cantidad , y al-
gunas quedan baradas en las playas , por ir en su
seguimiento , y allí mueren , después de mucha
brega.
3 No es fácil decir si las que allí frecuentan
las costas de poca altura son con toda precisión
del mismo tamaño que las de los Mares de Euro-
pa , pero lo que no admite duda es que son pare-
cidas en la figura,y disformes en el grandor, pues
las hay tales , que puestas al costado de una Em-
barcación de jroo toneladas cogen tanto espacio
como las tres quartas partes de su largo, conside-
rándolas desde el principio de la cabeza hasta la
extremidad de la cola 5 de suerte que pueden es-
timarse á corta diferiencia de 25 varas de largo^
\í
NONO. 16^
y como entre ellas hay mayores y menores , no
puede ser este tamaño regla fixa para todas las de
aquel Mar. Sus cabezaj, como si fueran peñas^
eos donde batiese el Mar, se hallan llenas por la
parte superior de escaramujos y de conchas de
varias especies que se pegan y hacen allí su pro-
creación , no menos que de verdín , al modo del
que se cria en las mismas peñas , ó en las partes
de los Navios que baña el agua , después de mu-
cho tiempo de no haberse limpiado,
4 Este pescado monstruoso se sustenta de la
Anchaba^ y el modo de proveerse es digno de no-
tarse. Se acerca á los parages en donde hay car-
dumen, esto es, que se halla en gran porción por
ser comederos ^ y allí , azotando el agua con la
cola muchas veces , y batiéndola á fuertes gol-
pes, mata quanta puede alcanzar, que por ser
grande y muy abierta tiene bastante extensión :
asi continúa hasta que el cardumen se divide hu«
yendo de la persecución , entonces come la que
queda muerta , y buelve después en busca de
aquel para darle nueva embestida. Sucede en los
Pescados lo que entre los animales terrestres, que
unos andan separados , y otros en compañia : la
Sardina y Anchoba son de la clase de estos se-
gundos ^ y los parages en donde tienen comede-
ro están tan poblados de ellas que no se vé otra
cosa : de aquí viene que las matanzas que hace
en la muchedumbre son correspondientes á lo
que necesita para mantenerse.
5 Es perseguida la Ballena de otros Pesca-
dos que tiene por enemigos , pero principalmente
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1^4 ENTRETENIMIENTO
del Pexe Espada y Pexe Sierra : su defensa es
con la cola , como que siendo de un tamaño dis-
forme es la mejor arma de que se puede servir.
El combate de uriO con otro es. entretenido por
las bueltas y movimientos extraordinarios que
hace con ella, y con la cabeza: unas veces saca
fuera del agua la una y que parece salir un pro-
montorio : otras la otra y como si fuese vela de
Embarcación , en donde rebervera el Sol como
si diese en un espejo , y dexandola caer rabiosa-
mente sobre el contrario , azota el agua fuerte-
mente, levantándola en gruesos borbollones. En-
tonces se le percibe estar enfurecida , y lo denota
no solo en la forma de moverse y manejarse , si-
no también en los mugidos roncos que despide,
siendo tales que se perciben á la distancia de una
legua de la Playa. Es cosa sabida ser este Pes-
cado de la clase de los que arrojan por las trom-
pas y Ó aberturas que tienen sobre la cabeza, el
agua que recibe por los condu£los de las quija-
das y agallas. Esta lo hacen al tiempo de sobre-
nadar en el agua , y la que levantan en penachos
muy altos es en bastante porción. Quando descu-
bren la cabeza por estarse combatiendo , no son
tan altos , ni tan abundantes los penachos , sien-
do la causa ?a agitación que padece ; pero quan-
do no milita este empeño, ni el de la pesca, pare-
ce que se recrea ^ porque con tranquilidad descu-
bre la cabeza señoreándose en las aguas, y con
el bufido , ó soplo despide los pron:ontorios de
ellas , que divididos en el ayre hacen una vista
hermosa , á lo qual ayuda el reñexo del Sol que
dá en ellos. Asi
NONO, 1^5
6 Asi como tiene combates con sus contrarios,
y persigue á los que necesita para alimento , se
exercita otras veces en retozos con sus semejan-
tes: entonces se aproximan sacando la cabeza
fuera del agua á un tiempo , se ponen muy cer-
ca la una de la otra, y haciendo demostración de
quererse asir con la boca, se desembarazan como
burlándose la que huye de la que acomete : otras
veces se enroscan por las colas^ y entre estos mo-
vimientos sacan del agua mucha parte del cuer-
po con ligereza , como haciendo amago de sal-
tar. Todos estos exercicios son por lo regular di-
latados : en el combate suele mantenerse una ma-
ñana entera : en el retozo , ó juego con las de su
especie lo mismo^ y en la pesca permanece quan-
to le dura el hambre , ó halla cardumen en don-
de cebarse. Los dias serenos, quando el Sol está
mas vivo , son por lo común en los que dá seña-
les de retozo : en los turbulentos y opacos es re-
gular no parecer^ y al nadar sobre las ap;uas para
arrojarlas , saca la cola , después de zambullir la
cabeza , haciendo tantos remolinos como los que
h^ma. un Navio por su popa.
JT Tiene espiración, que es con la que des-
pide el agua: en ella suele arrojar erudtos de tan-
ta fetidez que inñcionan el ayre en dilatado es-
pacio , siendo tan fastidiosos é insoportables que
no se pueden resistir quando los repite mucho :
este es efedto de la porción de escrementos, ó ma-
terias indigestas que encierra en su estomago.
8 En Europa se van á buscar á las partes
frígidas del Norte, armándose Embarcaciones
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i66
ENTRETENIMIENTO
expresamente para ello, y esto se hace coh el fin
de convertirlas en aceyte, y de aprovechar sus
agallas, que es lo que comunmente se llama Bar^
ba de Ballena, En las costas de la Nueva-Ingla^
térra se hacen también pesquerías con bastante
espendio ^ y de lo que llaman Esperma se fabri-
can las velas que tienen este nombre , siendo de
tanta , ó mas duración que las de cera , con las
vantajas de ser mas blancas , transparentes , no
correrse, ni dar olor alguno: hacen la luz muy
clara , y nada pesada para la cabeza. De lo que
se saca de este Pescado se proporcionan distintas
cosas para el uso de la vida y del comercio. En
el Mar del Sur , donde sin trabajo y sin arma-
mentos, ni costos pudieran hacerse pescas creci-
das , aun dentro de las mismas Bahías , y sin
apartarse de las costas, no se ha pensado en ello,
y se desprecian las utilidades que facilitarían, no
solamente á aquel Reyno , sino á la España , por
las crecidas cantidades que se gastan en Barba y
Cera del Norte para alumbrarse, y para el con-
sumo de ambas Indias, En éstas se hace poco
aprecio de lo que no es plata , ú oro , siendo
esta la causa del abandono en que se advierten
esta y otras especies de comercio , sin considera-
ción á que la plata se desaparece como los vapo-
res de la tierra quando faltan las otras cosas ne-
cesarias para la vida , y que sin tener los me-
dios de conservarla es un engaño de la aprehen-
sión. Allí podrían hacerse grandes pesquerías,
sin mas trabajo que ir sobre ellas por las costas
en Lanchas, con los atavíos necesarios. El Acey-
te
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NONO. l6j
te tendría el propin uso que se hace de él en las
demás partes ^ y las Agallas , osamentas, y gra-
sa producirían muchos quintales de Esperma^asl
como en la Nueva-Inglaterra , donde son estas
cosas parte de las minas que les proporcionan las
riquezas que atraen con ellas.
9 De los Pescados que abundan mas en aquel
Mar es uno el que Ihman Chita: su calidad es
delicada, y se conduce fresco sin sal para el
consumo de la parte alta. Su tamaño es como de
media vara, y tiene de ancho cosa de una tercia,
haciendo figura quasi obal : su carne es en hojas,
y éstas muy blancas, al modo de la Corbina-^ y el
grande expendio que hay de el , asi fresco , como
salado , acredita su abundancia ^ la que también
se verifica de otras especies que son comunes.
10 De los Pescados de Rios , los de la parte
alta , por lo común , se reducen á dos clases, que
son Preñadillas y Bagres , y solo se distinguen
en que las primeras son pequeñas , no excediendo
de pulgada y media , ó dos ^ y los segundos los
hay hasta de mas de tercia : unos y otros son de
cabeza chata y redonda , de pellejo que tira á
obscuro , y sin escama , sobre el qual hay una
baba pegajosa , que para comerlos es necesario
quitarla estregándolos mucho con ceniza , porque
de Ip contrario les comunica olor y gusto fastidio-
so. La carne es blanca , delicada , y sabrosa , y
no tienen mas espinas que la de en medio. En los
Ríos , que corren por aquellas quebradas, es en
donde los hay , pero no con mucha abundancia.
En el Reyno de Quito^ aunque en algunos de sus
Rios
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ENTRETENIMIENTO
Ríos se crian Frsñadilias^ los mas de ellos no
tienen Bagres , siendo asi , que ni en tempera-
mento, ni rapidez tienen desigualdad. Solo acia
la parte de Cuenca se encuentran de ellos , cuyo
temperamento es desde 13 hasta 15 grados de
calor , constantemente todo el año : dos grados
mas que el de Iscuchaca , en Invierno , y uno mas
fresco que el mismo en Verano ^ pero sin llegar
á aquel parage hay cerca de la Ciudad de Quito
muchas quebradas, en cuyos terrenos se cria la
Caña de Azúcar^ que requiere clima mas cálido
que el de Cuenca^ y sin embargo de ello no los
crian ^ de lo que se debe inferir, que el no ha-
berlos es por faltarles la especie. Tienen también
los Ríos de las Quebradas de la parte alta dü
Perú un anfivio , que llaman Zaramagul/on : es-
te es todo negro , el cuello largo , y el pico al
modo del de los Patos ^ pero mas estrecho: su ta-
maño es como el regular de aquellos, y la plu-
ma tan pequeña , que es un medio entre pluma y
pelo: en su carne sobresale mucho el gusto de ma-
risco , de que se inñere que se mantiene con las
Preñadi/las , ó con los Bagrecillos chicos.
11 En los lagos situados en partes frígidas,
superiores al terreno en que están las poblacio-
nes, no se encuentra especie alguna de pescados,
dexandose entender no ser adaptado el clima pa^
ra ellos por causa de la mucha frialdad.
1 2 Parece que los pescados mas grandes de<
berían tener mayor resistencia al frió que los
pequeños^ y que aquel clima en donde empieza á
haber proporción para la susistencia de estos vi-
yien-
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NONO.
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vientes había de verificarse en aquellos que son
de mas corpulencia , con respedo á Ja cantidad
de agua que llevan los Rios, para que pudiesen
nadar ^ pero no sucede asi , siendo muy al con-
trario, que los mas pequeños son los que se crian
en ellos. En aquellos , cuyo clima es mas frió
que el de las quebradas , como de 5 á 6 grados
sobre la congelación , se crian unos Pesvaditos
tan chicos , que aun no llegan al tamaño de me-
dia linea ^ llamanles Chiches : son de la hechura
de un Besuguito , y abundan tanto , que no tienen
numero ^ nadan por la superficie del agua , y los
Indios los pescan con unos cedacitos , ó esterillas
de junco , metiéndolas en el agua como para es-
pumarla : hacen de ellos unas tablillas de media
quarta de largo , y quatro dedos de ancho , con
medio de grueso , poniéndolos en prensa para
que se unan unos con otros , y después los prepa»*
ran al humo : sirven asi para condimentar las co-
midas , á las quales comunican un ligero gusto
de marisco , que se acomoda al paladar de aque-
llas gentes agradablemente. Eti Lima , como en
todo el Ferú , se hace considerable consumo de
ellos , entrando «n el numero de las especerías.
No s€ encuentran en todos los Rios , siendo se-
ñalados en los que los hay , y se cogen en donde
hacen remanso. Nunca llegan á crecer mas de
aquel tamaño^ y los hay también en temperamen-
tos algo cálidos. La circunstancia de estar en la
superficie del agua dá á entender , que viven de
lüs insedos imperceptibles del ayre que se man-
tienen de la misma agua.
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I yo ENTRETENIMIENTO
13 Los antiguos Indios usaban del Chiche
para aderezar sus comidas 9 y de ellos lo apren^
dieron los Españoles , siendo la Esterilla , en su
hechura , y el modo de usarla y semejante á lo
que acostumbraban para otros fínes , y ellos son
los que se ocupan en este genero de pesca , que
pide bastante paciencia , habiéndose de mantener
en el agua hasta la rodilla ^ en cuya forma van
andando lo largo del Rio, y espumando el agua,
como queda dicho , para sacarlos. Quando están
vivos se les nota algún movimiento , pero sin sal-
tar mucho , tal vez porque su pequenez no se lo
permite.
14 No se reconocen en aquellos Ríos otras
especies de pescados mas que estos , y es natural
que sea por no haber en ellos la semilla corres-
pondiente 5 pues asi como los que se han nombra-
do & sten, pudiera haber otros, que en Rios de
climas tirígidos, y de bastante corriente no faltan.
1 5 Dexando los Países Australes , se pasará
á dar noticia de algunas particularidades en los
de la parte del Norte de la Equinocial: y empe-
zando por la Habana , será lo primero la infec-*
cion de la Ciguatera'^ esta es una enfermedad,
que comunica el pescado quando se halla malefí-
ciado de ella , y con particularidad cierta espe-
cie , que dicen ser mas propensa á él que las
otras : basta comer una vez de él , para contra-
her el mal. Esto se atribuye, á que come la fruta
que llaman Manzanilla^ la qual es de las que crian
aquellos campos, y se tiene por venenosa^ á lo
que corresponden los efedos que causa 3 por esta
ra-
NONO. I y I
razón está prohibida la venta de los que llaman
Ciguatos , y dicen que se conoce en que tiene los
dientes amarillos ^ y poniéndole en la boca quan-
do está cociendo algo de plata , toma el color de
cobre. Los efedos de este mal consisten en laxi-
tud de todo el cuerpo ^ ponerse el color pálido,
el semblante abatido y macilento , la vista triste,
dolores fuertes en las coyunturas y huesos por
todo el cuerpo , y enflaquecerse sensiblemente,
acompañándolo la inapetencia á comer , y dis-
gusto á todo. Sino se procurase atajar el progre-
so, terminaría fatalmente. £1 remedio que comun-
mente pradícan , es , usar del Aguardiente bebi-
do , y de algunos apositos que aplican para mi-*
tigar los dolores : la parte espirituosa de este li-
cor anima los espíritus , pone en movimiento la
sangre para que se sacuda del humor maligno
que la inficiona , y se restablece la naturaleza»
pero no sin que se tarde algunos dias , y aun m&<
ses en ello.
1 6 Esta qualidad nociva de los pescados no
se conoce en las costas de Cartagena , Tierra-
Firme , ni en las otras de aquella parte , sin em-
bargo de haber por allí el árbol del Manzanillo
con abundancia , y de tenerse su fruta lo mismo
que en la Habana por venenosa , y reputarse has-
ta su sombra por dañosa ^ siendo digno de no-
tar , que en los pescados afedos á este vicio no
queden señas del veneno en la carne , ni se ad-
viertan á la vista desmedrados y enfermos.
i^ La Tortuga es muy común en aquella Is-
la, y se vende su carne del niLsmo modo que la
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Baca : la pesca grande de estas se hace en la par-
te Occidental en los baxos de Santa Isabel^ y en
otros parages de ella, que el Mar tiene poco fon--
do : para ello se echan al agua los Pescadores , y
siguiéndolas, se abrazan con la que encuentian,y
la trastornan , poniéndolas boca arriba , cuya di--
ligencia les quita la facultad de nadar. En este
modo las colocan en las embarcaciones, para lle-
varlas á la Habana^ y alH las ponen en corrales
de estacadas que tienen hechos dentro del agua,
para que se conserven vivas , hasta que llega el
tiempo de matarlas , para venderlas. La carne es
blanca como la de la Gallina^ pero de mas con-
sistencia. En la estación del Estío busca este
animal las playas de arena , para poner sus hue«
vos en ella, y el instinto les hace elegir los para-
ges donde peligren menos con los Pescadores que
las persiguen: las Islas de los Caimanes son de las
que mas se pueblan ^ y luego que sacan las crias,
se buelven con ellas á los antiguos comederos.
1 8 También abundan aquellas costas de Ca-*
reis ^ y aunque estos son parecidos á aquellos,
por ser una de las especies de ellas, hay mucha
diferiencia en la carne , siendo nociva para la sa-
lud , en vez que la otra no lo es : las costas y de-
más Islas de aquel Mar , particularmente las que
están entre la Equinocial y el Trópico de Can--
cer , son abundantes de las primeras , pero fuera
de las inmediaciones de la Habana no son fre-
cuentes los Coi'eyes. En el Mar del Sur no son
tan generales las Tortugas , y en la Luisia-
na son bien raras 3 pero en los Ríos que entran
en
NONO. 173
en el Misisipi las 'iay , cuyo grandor es hasta de
media vara ^ siendo muy pequeñas respedo del
tamaño que tienen las del Mar, y particularmente
desde la Habana^ácia, Cartagena y Tierra-Firme,
19 El Rio Misisipi^ sin embargo de ser uno
de los grandes de la América^ y de tener la pro-
fundidad que se ha dicho antes , es pobre de
pescados , y entre las pocas especies que tiene el
que mas abunda es despreciable» Este es uno,
que llaman Barbudo , áe la figura deí Bagre-^
los hay muy grandes , y tienen alguna semejanza
en el vientre á los Taburones, La carne es iüuy
floja , flemosa , y de un gusto insípido 5 por esto
solo la come la gente pobre y los Negros. Los
lagos que por la parte del Norte forman la Isla
en que está el Nuevo Orleans , y son formados de
la entrada que hace el Mar entre la costa firme
de la Movila y la Isla , tienen abundancia de
pescados , siendo de estos de los que se abastece
la Ciudad. Las aguas del Rio son frias en todo
tiempo , cuya circunstancia puede ser causa de la
escasez que tienen de pescados en especies y en
cantidad.
20 No sucede asi con los Camarones y con
los Langostinos , de los quales parece estar sem-
bradas las tierras con sus semillas , según la
abundancia y facilidad con que se procrean, mul-
tiplicándose sin termino. Cada especie de estas
tiene su tiempo , y es tanto lo que hay de ellos,
que vulgarmente dicen allí ser el Mand del País,
porque en realidad se suple la necesidad de
aquellas gentes, sirviéndoles en parte de alimen-
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174 ENTRETENIMIENTO
^o y de gusto. Con las lluvias en tiempo de Ve-
rano , que son copiosas , se llenan de agua los
parages desiguales , y los hoyos de donde se ha
sacado alguna tierra , que luego se encuentran
con los Langostinos en bastante numero \ pero
consumida el agua , porque dexa de llover, buel-
ve á quedar el parage seco , sin indicios de ha-
ber en ellos tales animales. La causa de esto pa-
rece no ser otra , que comunicarse las semillas
con las mismas aguas del Rio , quando estas en
las crecientes rebosan por las orillas , ó por me-
dio de los caños , ó cequiones que abren para los
molinos^ y esparcidas por la tierra, se recogen en
las lagunillas , y procrean en ellas con brevedad:
allí es regular ir por la tarde á pescar los Lan-^
gostinos que han de servir de cena : cada familia
envia algún muchacho de sus esclavos , y estos
hacen la provisión que se necesita , sin que se re^
conozca menos abundancia en todo el tiempo
que es regular haberlos 5 pasado éste , no buel-
ven á verse hasta el año siguiente.
21 Quando concluye el tiempo de los Lan--
gostinos , empieza el de los Camarones ^ no sien-
do menos abundantes que aquellos : y aunque es-
tas especies las hay en otras muchas Provincias
y en los Rios del Ferú^ no son fuecuentes como
en la Luisiana.
22 De los otros pescados,que son ordinarios
en los Mares y costas , hay abundancia 5 pero la
Isla de Cuba lo es en Conchas y Arborizaciones
Marinas , de las quales hay variedad de especies,
cuya descripción y noticia pedia un Tratado par-
ticular. EN-
175
i , f:
ENTRETENIMIENTO X.
De los Lagos y de los Ríos , dando noti-
cia de lo que contienen de particular.
i S|í=»5^íKíl^ Os Países mas abundantes de
Ríos , en terrenos desiguales y
escabrosos j parece que deben
serlo también de Lagunas^por^
que de éstas salen aquellos , y
se forman , recogiéndose el agua en los valles, ó
llanuras algo profundas, hasta que rebosando
por la parte que está menos alta se desahoga por
ella , distribuyéndose en uno , 6 mas Rios , se^
gun la división que después hace , ó los distintos
surtideros por donde se derrama , sin que esto
obste á que las haya en los llanos donde concur-
ra la misma razón , y aunque no en tanto número
son regularmente de mayor extensión,
2 En el Canadá^ por la parte que correspon-
de al Sur y al Occidente , entre ella y la Luz-
síana , hay varios Lagos , y algunos de 6o á 8o
leguas de largo , con el correspondiente ancho,
siendo asi que el País es llano y baxo ^ pero esta
misma circunstaricia contribuye á ello, porque las
aguas que se recogen en su anchuroso espacio ,
encontrando terrenos baxos é inferiores al resto
de la llanura por donde corren , los llenan hasta
ponerlos ¡guales , con la que sigue por donde se
les franquea el paso hasta el Mar.
De
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17^ ENTRETENIMIENTO
3 De este modo se forma el Rio de San Lo^
renzo , ministrándole el caudal de aguas el Lago
Hontario. Este las recibe del Erie , á quien las
comunica el Huron^ y á éste las dá el Superior ^
que está de los 46 grados para el Nerte , ocu-
pando entre todos de Oriente á Occidente como
400 leguas.
4 No solo recibe cada uno de estos Lagos el
agua del inmediato que le precede, sino también
de muchos Arroyos y Rios que van á dar á ellos:
por esto vienen á hacerse Mares en medio de la
tierra , debiendo reputarse por tales quando son
de tanta extensión. Lo mismo sucede en Europa^
y en las otras partes del Mundo. Las desigualda-
des de la parte alta de la América Meridional^
siendo correspondientes á la frequencia é inme-
diación que tienen las montañas elevadas, no pue-*
den dexar parages llanos de tanta magnitud co-«
mo aquellas.
5 Dáseles también el nombre de Lagos,aun-'
que impropiamente, á algunas ensenadas que for-
ma el Mar entre dos tierras , introduciéndose , ó
teniendo su comunicación por alguna boca estre-
cha. De esta clase son los Lagos Borgne , Pont-
chartrain , y Maurepas , que por la parte del Sur
se hallan contenidos con la Isla del Nuevo Or^
¿eans. A estos , si no se les quisiese aplicar el
nombre de Bahía ^ por su poco fondo, pudiera
dárseles le de Balsas^ ó Ensenadas del Mar para
distinguirlos de los otros.
6 Hay otra suerte de Lagunas que forman
los Rios quando su caudal es corto en las orillas
del
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-I**
DÉCIMO. 177
del Mar, pues al modo que los grandes forman
barra, los pequeños, no teniendo fuerza para
romper el impedimento que las olas les oponen ,
se rebalsan , franqueándose paso unas veces por
entre las concavidades y poros de las piedrecillas
y arenas que los contienen, y otras rebosando por
encima á donde el impulso de aquellas no alcan-
za. De lo que queda dicho se vé, que los La-
gos deben entenderse de tres modos : en el uno
los grandes de una extensión de muchas leguas
como Mares ; otros pequeños 5 y otros los de las
orillas del Mar. Que los primeros están en las
llanadas de mucha extensión: los segundos en los
Países altos de serranía escabrosa ^ y los terce-
ros en donde los Ríos van á dar al Mar,.
f En los territorios baxos y llanos los Ar-
royos y pequeños Rios, juntándose en un solo
parage , si encuentran proporción para ello , for-
man lo primero una Laguna : el desagüe de ésta
es un Rio, que después engruesa con las que se
le juntan en el tránsito hasta el Mar. En los Paí-
ses montañosos se recogen las aguas del circuito
de las montañas en el valle que forman entre sí ,
como si cayesen en la concavidad de un estanque:
de su desagüe se forma algún Rio , y tiene prin-
cipio la quebrada por donde corre : aquel y ésta
son en el origen pequeños , pero el primero se vá
engrosando , y la segunda vá tomando profundi-
dad de tal modo , que á la distancia de dos , ó
tres leguas forman cauce ^ la profundidad y las
eminencias, que le sirven de caxa, son montañas
de bastante altura , en cuya proporción quanto
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178
ENTRETENIMIENTO
mas se apartan del origen son mayores. En este
modo viene á conocerse el nacimiento de aque-
llas grandes quebradas , ó aberturas , que por sus
cabeceras no son de consideración, y después au-
mentan de profundidad y anchura.
8 La parte aita del Perú se halla por todos
lados dividida en quebradas , por las quales cor-
ren otros tantos Arroyos , que por lo común tie-
nen su principio en los Lagos, como se ha dicho:
asi no es estraño que sean allí mas frecuentes que
en otras partes, y que se encuentren á cortas dis-
tancias unos de otros , como de dos , ó tres le-
guas ^ pero por lo regular su extensión no llega á
un quarto de legua en lo largo. Crecen en sus
orillas , ó en las Islas que forman algunos carri-
zales , eneas , y juncos : lo mas ordinario es ha-
llarse en las partes superiores á las Poblaciones ,
y muchos de ellos en donde no consiente el cli-
ma, por lo frió, que crezca el Icho, ó Pajón.
9 Estos Ríos , que baxando de la cordillera
siguen su curso por el País llano , padecen dimi-
nución de sus aguas , por las que se emplean con
necesidad en fertilizar las tierras que no partici-
pan del riego del Cielo, y no llevando fuerza su-
ficiente para entrar en el Mar quedan detenidas
las aguas,esparciendose con el rebalso que hacen^
para lo qual contribuye también la circunstancia
de ser muy llano el territorio y sin declivio. Es-
tas Lagunas desaguan filtrándose , según se dixo,
por entre las mismas piedras , ó rebosando por el
bordo que las detiene.
10 Por lo general los Rios de la parte Om-
f .!
DÉCIMO. lyp
dental del Perú , que van at Mar del Sur , no son
tan caudalosos como los de la Oriental que sa-
len por las costas del mismo lado, porque el ma-
yor espacio que corren estos últimos \^s facilita el
ingreso de mas aguas que los van engrosando.
11 En las Lagunas donde es excesiva la
frialdad del clima, y que ésta comunica esterili-
dad á la tierra, no se vén animales^ y los vola*
tiles , á excepción de los que son propios de
agua , se vén muy raros 5 pero hay otras en que
abundan con tanto exceso, que las aguas están
cubiertas de ellas , y por lo ordinario son estas
las que están en parages mas descampados , por
hallarse los cerros mas distantes entre sí , y por
lo regular situadas en los lugares mas altos, ó en
otros que no están inmediatos á las Punas mas
eminentes, donde nunca se desaparece la nieve:
de lo que puede inferirse que estos animales bus-
can lo mas desembarazado , sin que les perjudi-
que lo mas frió.
1 2 Del mismo principio que tienen allí los
Arroyos y Rios nace la abundancia de los ma-
nantiales que se vén: los receptáculos de agua
dexan filtrar mucha de ella por las porosidades
de la tierra ^ hallándose en elevación corre por
los conauctos subterráneos hasta que se abre sa-
lida por donde encuentra menos resistencia. Por
esta razón son tan comunes, que se encuentran
ojos de agua á cada paso , y algunos de ellos tan
considerables, que desde su principio forman Ar-
royos: estos corren á juntarse con el Rio mas
cercano, y la concurrencia de muchos lo engrue-
Aa 2 san.
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180 ENTRETENIMIENTO
san ; asi , aunque la parte que rebosa de las La*
gunas no sea considerable, desde luego que sale
de ella vá aumentándose con la que le tributan
los innumerables surtideros , ú ojos que vá en-
contrando en el camino ^ unos dimanados de la
propia Laguna, otros de diversas, y todos siguen
por donde corre el principal brazo. De aqui re-
sulta que aquel territorio esté dividido en ramifi-
caciones de Arroyos y Rios por todas las partes
que se mira , cuya pintura da idea de las aguas
subterráneas, pues siendo tantos los surtideros, es
correspondiente el número de Veneros, ó Arro-
yos ocultos , que la penetran.
13 En los territorios baxos y llanos corren
los Rios á su centro naturalmente con curso lento,
y nada estrepitoso:las vueltas y tornos que forman
dilatan su camino, y esto ayuda á fecundizar mas
parte de tierra 5 supliendo asi en el Perú la falta
que le hacen las Ilubias , las fuentes , y arroyos,
pues en ellos es preciso andar algunas leguas pa-
ra encontrarlos.
14 Por lo común son las aguas del País alto.
delgadas, cristalinas, y muy puras: naturalmen-
te siempre están frias, conservando esta qualidad
del clima de donde provienen ] pero es bastante
regular incorporárseles otras de ciertos Veneros
que las vician : allí llaman á estas Colpales^ sien-
do propiamente Vitriolicas : ^sta qualidad la to-
man de los minerales por donde pasan ; de ello
se origina , que tanto quanto son saludables antes
de la unión , son nocivas después de ella , y no
solo se distinguen en el gusto , sino en el color
que
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DÉCIMO.
8
151
que comunican á las peñas que bañan , y á las
crillas , poniéndolas roxas anaranjadas, procedi-
do de la costra que van formando en ellas. La
abundancia que hay de este genero de aguas in-
dica ser bastante con; un el Pltriolo y los betu-
nes en aquellas tierras^ por esto varios Rios gran-
des, que en el origen tienen aguas buenas , des-
pués de haberse engrosado son malas , y de gus-
to salobre ; pero éstos mismos , juntándose antes
de salir al País baxo con otros de igual , ó ma-
yor caudal , que no participan de tal deíedo ,
buelven á mejorar perdiendo la malignidad»
También concurre á disminuirla el sedimento
que dexa por donde pasa, no menos que aquella
costra que forma en la peñasquería que vá laban-
do ^ por esto en la parte del territorio baxo , que
corre desde que entran en él , no se percibe el
muí gusto , y son útiles para el regadío , y para
beberse.
1 5; Hay ciertas aguas con ía propiedad de
petrificar las cosas que caen en ellas , como las
hojas de los arboles , las maderas , los huesos , lí
otras , especialmente si abundan en porosidades:
la causa de ello es que contienen mucha parte de
limo sutil y y algún decido mineral ^ que al paso
- que se para aquel , se une y endurece , fixan-
dose en los remansos, ó en el mismo suelo del,
cauce^ pero es particular que la misma agua pier-
da la fluidez, siendo una de las qualidades esen-
ciales de ella , y que se fixe , formando canteras
como las de qualquiera otra piedra. Es común el
concepto de decirse que la Villa de Guancavelica,
es-
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182 ENTRETENIMIENTO
está fabricada con Fiedra de aguw^ y que allí la
de ciertos manantiales que están inmediatos se
convierte en piedra , que después cortada y la-
brada se emplea en los edificios. Si lo anteceden-
te es tan estraño , no deberá serlo menos la cir-
cunstancia de que esta agua, de que se forma la
piedra, es tan cristalina , transparente 5 y pura
que parece no contener cuerpo estraño. Aquella
Villa está rodeada de estos manantiales, y en ca-
da uno de ellos hay canteras de la misma piedra:
el agua es caliente en tanto grado , que de con-
tinuo humea , pero particularmente al salir de la
tierra, de tal modo que aunque no llega al gra-
do de herbir , no se puede tener la mano mucho
tiempo en ella. Reposada en un grande estanque
cortado en la misma piedra, que está inmediato á
uno de e^tos mismos ojos , ó manantiales , no se
reconoce que haga incrustación en los costados ,
ni que por el suelo deponga la materia, que petri-
ficada disminuya la profundidad. En el se crian
aquellas yerbas que son regulares en donde está
el agua retenida. Los derrames del estanque, ba-
ñando la tierra por donde corren , sin haber per-
dido del todo el calor , hacen, en quanto hume-
decen, una costra delgada , que tira á color ama-
rillo, y ésta, con el transcurso del tiempo, vá
engrosando y tomando cada vez mas cuerpo : en
los principios no es dura , pero á medida que vá
quedando mas profunda adquiere mas consisten-
cia. Las yerbas que no están arraigadas , las as-
tillas, ó ramas que se quedan paradas en algún
remanso se petrifican igualmente , y se encuen-
tran
ll í :^
DÉCIMO. 183
tran incorporadas con las mismas costras. Esta
piedra es ligera , aunque no tanto como el agua ,
porosa y blanda para cortas , cuyas qualídades
conserva aun después de haber pasado tiempo de
estar al ayre. La hay de dos especies , una ce-
nicienta clara , y otra naranjada: la primera es de
mas consistencia que la segunda , siendo diversas
las canteras ^ de lo qual debe colegirse , que se-
gún la especie de la tierra que baña el agua , asi
resulta la piedra distinta en el color y solidez.
16 El gusto del agua es malo, por ser grue-
sa y salobre , pero los cfedos son peores , y por
esto los animales no la beben aunque estén preci-
sados de la sed. En el olor no se le percibe cosa
estrafia , y usan de ellas para baños , sin que se
haya reparado haber ocasionado malos efedos.
\^ Inmediato á Guancavelica^ y por su fren-
te , hay un cerro de regular altura , que llaman
htocche : del pié de este, á cortas distancias, sa-
len varios ojos de agua ^ los unos las dan en ex-
tremo saludables y delicadas , y los otros noci-
vas en el mayor grado : las primeras salen en el
grado de frialdad , que es regular en aquel tem-
peramento 5 las otras con humadera tan abundan-
te y densa , particularmente en la estación de los
hielos , que forma nube sobre ella : de las unas á
las otras habrá medio quarto de legua , y en esta
corta distancia se encuentra repetida esta gran
diferiencia. Las calientes son las que , como vá
explicado , forman la piedra : de lo que se dexa
inferir , que aunque se hallan tan cercanos entre
sí los surtideros por lo interior de la montaña,
si-
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184 ENTRETENIMIENTO
siguen distintos condudos, que no se comunican;
siendo muy particular , que alternándose unos
ojos con otros, y siendo varios los que hay de
cada especie, no se crucen por adentro, ni salgan
sus aguas mezcladas.
18 Estas aguas calientes petrificantes son
muy regulares en la parte a/ta ¿/tf/Pc?r«, encontrán-
dose en muchos parages, pero en ninguno son tan
abundantes , como en aquel territorio de Guancd-^
vélica. Sobre la formación de la piedra se ofre-
ce uii reparo , y es , que los parages que baña
donde se reconocen las incrustaciones , no se vé
que con el transcurso de los tiempos hayan cre-
cido sensiblemente en altura , mas que las tierras
contiguas , hallándose iguales con ellas : y las
canteras de donde se saca la piedra , están desde
aquella superficie profundando para abaxo 5 de
modo, que se hacen, hoquedadas hondas en don-
de se abre cantera, lo mismo que sucede con las
de otras especies : esto dá lugar á creer , no que
el agua, como cree la vulgaridad , se convierta
en piedra por un modo de coagulación , sino que
tiene la prppiedad de unir las partes de la tierra,
y darles la dureza que se vé en la piedra : de no
ser esto , era preciso que el estanque que se ha
dicho , después de los años que existe , se halla-
se macizado de la misma piedra ; que las tierras
que baña el agua , creciesen sensiblemente en al-
tura, respecto de las otras inmediatas que no ba-
ña^ y que los surtideros, que están al igual de
ella, se tapasen y succesivamente se abriesen por
otros parages mas altos de la montaña , pero no
hay
DÉCIMO.
185
hay tradición de que haya sucedido 5 y asi no
hay indicios de la mutación del agua en piedra,
no obstante las incrustaciones que se vén de ella,
19 La parte baxa es sumamente escasa de
manantiales , y los que hay están en las pendien-^
tes de la alta. La falta de lluvia y de congelarse
hielos no permite que haya depósitos de ella : la
igualdad del País es otro impedimento : y asi se
diferiencian también en esto , pues lo que mas
abunda en la alta es lo que mas escasea en la ba'
xa , la qual no podria subsistir sino le contribu-
yese la abundancia de Rios de la otra que la ba-
ñan para fertilizarla.
20 En los territorios cálidos como Panamá
y costas de Cartagena^ que son baxos, no son
frecuentes los manantiales , y los que hay dan el
agua en el mismo grado de calor que tiene el ay-
re , sin que la circunstancia de haber corrido por
lo interior de la tierra las haga algo mas frescas,
procediendo de que lo^ Veneros no están á mu-
cha profundidad , y el calor del Sol penetra has-
ta ellos 5 que es lo que se dixo tratando del tem-
peramento de la Habana. Portovelo está rodeado
de montañas de bastante altura, siendo los ra-
mos de las cordilleras que pasan por el Ismo : allí
hay abundancia de arroyos , cuyas aguas son
muy delgadas , puras , y cristalinas ; y son asi-
mismo algo mas frescas que el temperamento del
ayre , aunque la diferiencia no es m.ucha : la mis-
ma causa que concurre para que los mana a^H"^
de terrenos baxos en aquellos climas se hal í^l P^'
el grado de su temperamento , contribuye poi el
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ENTRETENIMIENTO
contrario para que en Portovelo sean diferentes
en las montañas de alguna altura ^ no hace tanta
impresión el calor como en las llanadas baxas. A
proporción de la altura son los Veneros mas pro-
fundos , y alcanza menos parte de calor ^ y por
consecuencia el agua lo percibe menos ; y quan-
do sale de ellos se siente con alguna frescura,
que no llega á ser frialdad.
2 1 Las aguas del Bio Misisipi , á la vista,
parecen las mas impuras y nocivas^ pero en rea-
lidad no lo son : de continuo están turbias , y tan
sobrecargadas de Limo y que al tomarlas en un
baso empiezan á hacer asiento , y se vén mover-
se las partículas terreas en el agua en tanta abun-
dancia , que repugna á la vista i en el tiempo de
las crecientes son muchas tas palizadas que ar-
rastra , trayendolas de distancias muy dilatadas,
unas de arboles, que tienen algo de verdor, otras
de troncos grandisimos, secos y podridos en par-
te : esta abundancia de arboles y troncos no pue-
de dexar de darle al agua muchas partes de la
sustancia que en sí contienen f pero, no solo no se
percibe en ella , sino que la experiencia tiene
acreditado ser saludables y benéficas para la na-
raleza.. Entranle también arroyos y Rios , cuyas
aguas están mezcladas con materias estrañas;
otras salobres , pero la porción considerable de
las suyas , no dá lugar á que sobresalga la mala
calidad de las que recibe, predominando siempre
A^ liarte saludable. En el Verano, quando se ha-
aJb ^n su mayor menguante, están algo claras, y
entonces no son tan buenas como quando está
ere-
DÉCIMO. 187
crecido, siendo la causa por que le entran las de
el Mar á alguna mas distancia con las mareas, y
hacen rebalso las dulces , sin que por esto sean
perjudiciales para la salud. Entonces se sienten
calientes por la superficie , pero en lo profundo
mantienen la frescura.
22 Siendo tan limosas como se ha explicado,
no engendran piedra , debiéndose suponer , que
por mas clarificada que esté , siempre dexa mues-
tras de contener algún limo : de ordinario se lle-
nan varias vasijas para que tenga tiempo de asen«
tarse , y se bebe de la mas antigua : esta misma,
después de reposada , aunque sea por tiempo de
un año , tomada en algún baso , no se le descu-
bre á la vista señal de cuerpo estraño , porque se
reconoce tan diáfana y pura como el cristal mas
transparente, y dexada allí uno, ó dos dias, se vé
en el asiento un limo sutillsimo,que parece jabón,
el qual se nota también sobrenadar en las vasi-
jas grandes donde se pone , para que se aclare.
La gente común, y la que trafica por el Rio la
bebe turbia como viene naturalmente , y no hay
exemplar de que les haya ocasionado mal , aun
usándola quando se hallan fatigados y sudosos
del trabajo de remar.
23 La qualidad fria que tiene, puede proce-
ceder de venir de las partes del Norte , y de las
muchas nieves que se derriten en ellas , que son,
según lo que puede juzgarse , las que le dan ori-
gen : desde ellas sigue recogiendo las de aque-
llas dilatadísimas llanuras , que tiran acia el Po-
niente y Norte de los 45 grados en adelante , en
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88
ENTRETENIMIENTO
cuyo largo curso, y en el que hacen los otros
Ríos que lo engruesan , se carga de las partes li-
mosas de aquellos territorios , y á fuerza de man-
tenerlas agitadas en el movimiento de tanto via*
ge , las adelgaza y sutiliza en los términos que
se vén ^ pues miradas en el baso parecen como
un humo que ocupa su capacidad. Esta misma
sutileza del limo , siendo de tal modo ligero , es
sin duda la que comunica al agua la qualidad oa^
ludable para que facilite la digestión , avive el
apetito , y mantenga la salud sin las intercadeQ>«
cias que se experimentan con las que no son tan
buenas.
24 Observase allí con las aguas de las llu-
vias una particularidad , que no se oye de otras
partes , y es , que en ciertos tiempos , quando son
mas abundantes, se vé sobre ella una nata amari-
lla 5 que parece Azufre ^ esta la hay en los char-
cos y en las vasijas de madera que usan para re-
cibirla ^ es en bastante abundancia , recogiéndo-
se acia los bordos , en la que está detenida.
Aquella athmósphera parece que abunda de par-
tículas sulfúreas , y lo acreditan las fuertes tem-
pestades que se experimentan , siendo muy raro
el qn'^' llueva , sin que acompañe alguna con for-
midables truenos, que hacen estremecer los edi-
ficios. Según lo que dida la experiencia , trahe
el origen de los bosques espesos de arboles , que
abundan en resinas, los quales exhalan lo mas
sutil , y en estas materias van mezcladas las par-
tes azufrosas sutiles , que siendo en mucha abun-
dancia, se incorporan y precipitan con la nu-
be
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DÉCIMO.
i8p
1^*..! '• '!^
be que dá el aguacero y tempestad. Esta na-
ta^ 6 azufre es tan ordinaria, que desde luego
está visible , y en unas ocasiones se nota mas
abundante que en otras, procediendo de aqui la
vulgaridad allí esparcida , de que llueve Agua
y Azufre , aunque no pueda tomarse mas que por
la parte oleosa sutil de éL
25 El Rio , cuyas aguas quando crece se
ponen mas altas que el territorio vecino , y lo
inundan en las partes donde no tiene Malecón , ó
Dique que las contenga , sirve de mucho benefi-
cio en aquel País donde toman las que necs^sitan^
y conducidas por cequiones, ó canales, las apro-
vechan para los Molinos , ó Sierras de aserrar
Madera , siendo una de las principales industrias
que tienen aquellos vecinos. Aunque es tan cau-
daloso y ancho el Rio Misísipi , se repara con-
tra lo regular de otros no hacer mayores estra-
gos en las orillas, lo qual se atribuye á la pro-
fundidad que tiene , y que por esta razón lleva
la mayor fuerza su corriente por la parte baxa
del Cauce , como que allí es en do -«de concurre
todo el peso y rapidez : por esto los Diques , ó
Malecones que hacen, para evitar que se explaye,
no son anchos, ni se les dá mas ahura que la que
toma el agua en su mayor creciente.
26 Estas aguas que se toman del Rio , y las
que se juntan con las lluvias , van á dar á los
Lagos en la extensión que tiene la Isla donde es-
tá situado el Nuevo Orleans , que desde la embo-
cadura del Rio hasta el caño que llaman im«
pro-
IpO ENTRETENIMIENTO
propiamente "Rio de Ivervila , es de 68 leguas
del Sueste al Norueste , contando las bueltas que
hace. El declivio que las tierras tienen llevando
los desagües para el lado de los Lagos ^ hace
percepable , que el limo que el Rio depone , le-
vanta con la continuación las tierras que baña , y
juntamente su cauce ^ de donde procede aquella
inclinación para la parte que está mas distante.
Parece por las señales , que el cauce se levanta
al igual que las tierras de su inmediación , dan-*
dolo á conocer la circunstancia de necesitar siem-»
pre de un Malecón , ó Dique que lo contenga pa-
ra que no inunde las poblaciones , ni los lugares
que se desmontan para el cultivo , no conocién-
dose diferiencia de la altura que tenia en lostiem-»
pos pasados , á la que tiene en los presentes.
3^ En la desembocadura al Mar hay tam-
bién alguna señal de levantarse el cauce ^ y con-»
siste, en que ahora 50 años tenia 24 pies de agua
la Barra ^ y al presente solo tiene 12 en las ma-
reas llenas , conservando por la parte de adentro
la misma profundidad que tenia entonces. Bien
pudiera suceder , que la Barra , en ias distintas
desembocaduras que tiene el Rio, creciese en al-
tura , sin que el cauce se levantase 5 pero siendo
uno mismc el volumen de agua que llevaba ei
lo antiguo, que el que lleva á el presente, y con-
siguientemente igual la fuerza de esta contra los
embates de las olas, parece que no hay razón
para que ahora se detengan las arenas sobre aquel
nivel en mas cantidad que entonces ^ y parece
mas
■ J
5 '
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%
DÉCIMO.
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mas regular que sea el cauce el que se haya le-
vantado 5 lo qual contribuye á que estén mas es-
tendidas , y que lleven menos fuerza que quando
salían por canales mas reducidos y profundos.
28 Llama la atención sobre las aguas, de que
se ha dado noticia , y de sus qualidades, una cu-
riosa comparación entre las calientes de la parte
alta delPerú^y particularmente en el Govierno de
Gmncavelica , y estas de que acaba de tratarse:
aquellas son cristalinas , transparentes, y puras á
la vista , y no obstante esto; que manifiestan en la
apariencia , forman canteras de los territorios que
bañan , reduciendo á la misma especie las cosas
que caen en ellas : estas otras son turbias , sobre-
cargadas de limo, de tierras,y de las partes gomo-
sas de los arboles , y no ocasionan piedra á los
que la beben , ni resulta otro algún mal , pues se
ha dicho ser saludables y buenas. Estas dos
opuestas propiedades , que recaen sobre acciden-
tes encontrados , no pueden proceder de otra ra-
zón , que de contener las primeras , en partes im-
perceptibles a la vista , unas materias propias á
unir y endurecer la tierra luego que se detienen
en sus porosidades , y que el limo de las segun-
das , por el contrario , subsiste en partículas muy
menudas, que sobrenadan, y no se unen , ni for-
man concreción^ pero siempre es particular por
el e*igaño que causan á la vista unas y otras.
29 Aquellos Lagos Borgne^ Pontchartrain^ y
Maurepas , que por la parte del Norte y Levante
circundan la Isla del Nuevo Orleans^ son la en-
tra-
" ti
mi
I:: ! 'í
ip2- ENTRETENIMIENTO
trada del Mar, entre ella y la tierra firme, cuyo
paso llaman el Rigole^ y su anchura es compe-
tente para que puedan entrar toda suerte de Em-
barcaciones: acia la parte del Mar tiene de i6 á
1 8 pies de agua, pero en todo su largo hay de
10 á 12 brazas: de esta profundidad se buelveá
disminuir á ii, ó 12 pies, que es la que tiene el
Lago Pontchartrain : después de éste el Maure-
pas , á donde se entra de él^ de suerte que ladis<
tancia que hace aquella garganta , cuyo largo es
de tres leguas, hace un pozo que excede en pro-*
fundidad á su entrada y salida en 50 pies por lo
menos. El primero de los tres Lagos , llamado
Borgne , ó Tuerco , es menos profundo que los
otros dos. no teniendo mas que de 6 á 8 pies sus
aguas acia el lado del Levante ^ y aunque son dul-
ces, son gruesas, de mal olor, y gusto, de un color
verdoso, al modo que lo están las encharcadas:
desde la medianía para el Poniente son del color
de las del Rio, y buenas para beber. Esta dife-
riencia viene de que por este lado no le entran
caños, ó esteros que vicien la calidad de los der-
rames del Misisipi^ y por el opuesto sí. De este
Lago se sale al Mar , é inmediato á su emboca-
dura está el Rigole^ que es la entrada á los otros
dos Pontchartrain y Maurepas : sus aguas son sa-
ladas, mezcladas con las dulces que caen en ellos
por varios esteros, ó caños que les entran, donde
se recogen las de la Isla del Nuevo Orleans,
30 Descúbrese Orizonte en todos tres, y aun-
que su profundidad es poca , se agita el agua lo
bas-
i ,1
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DÉCIMO. ip3
bastante quando sobreviene tormenta de viento.
Las Embarcaciones que los navegan son peque-
ñas, con cubierta , no permitiendo las de mayor
porte la agua y las barras,que tienen los caños de
S.Juan Tiguyu y otros que van á dar cerca del
Nuevo Orleans , en las quales solo hay de uno y
medio á dos pies : son muy abundantes de pesca-
dos de varias especies y buenos , con particulari-
dad los que llamam Peges colorados^que son gran-
des: de estos Lagos se provee el Nuevo Orleans
y aquellos habitantes que están en las orillas
del Misísipi,
3 1 Cada País tiene sus costumbres y usos
particulares , sucediendo lo mismo con las di-
versidades de las gentes. En el Nuevo Orleans ,
molestados sus habitadores de los grandes calo-
res,y convidados de las proporciones que ofrecen
los Lagos en la bondad del suelo y poca profun-
didad de sus orillas, es uno de los entretenimien-
tos que pradícan ir á bañarse y pescar. Para esto
van á ellos en Barquitos pequeños , y sin despo-
jarse de la ropa se meten en el agua , por la qual
corretean y juegan, haciéndose varias burlas, co-
mo si estuviesen en tierra. La ropa no les inco-
moda por ser delgada la que usan ^ y pueden pa-
searse hasta larga distancia de la orilla sin que
les moje mas arriba de la cintura , porque hasta
estar bien apartados de ella es el fondo igual ,
siendo después de esta distancia quando empieza á
reconocerse la profundidad. Tendiendo las redes
los Pescadores, se divierten las personas que es-
táa de paseo en tirarlas hasta la orilla y ver salir
Bb el
t
ip4 ENTRETENIMIENTO
el pescado que vá en ellas: esto se repite las ma-
ñanas enteras, sin que resulte daño. Después se
retiran á las casas de los mismos Pescadores, que
hay allí , donde mudan de ropa , y concluyen la
función con la comida que se prepara en mucha
parte de los pescados que «e han cogido. El La-
go Pontchartrain está en buena proporción para
estos paseos , que se concluyen en el mismo dia
pasando á él por el Caño de S. Juan,
EN^
IP5
i .
^ 4x^m
ENTRETENIMIENTO XI.
De las dolencias que son particulares^
según la variedad de los climas y
su comparación.
^^ S regular que la naturaleza de
W^ las gentes y los animales par-
,\Í7 ticipe de las distintas qualida-
^ k des de los temperamentos , y
•* que, según la variedad de es-
tos , sea la disposición de los humores, y propen-
sión á las dolencias que predominan en ellos. Los
temperamentos frios están preservados de mu-
chas de las enfermedades que reynan en los cáli-
dos , y en estos son comunes las contrarias á las
que allá son ordinarias: en unos proceden de la
constipación , de la falta de transpiración , de la
coagulación de los humores , y de la demasiada
tensión y entumecimiento que sufren las fibras: en
los otros de la mucha disipación de laxitud de
estas : de la agitación de los fluidos ^ y de la
corrupción puede decirse , que en el primer caso
la naturaleza se halla demasiado comprimida, y
que en el segundo peca por muy relaxada. Los
territorios que están fuera de la "Zona Tórrida
participan de ambas intemperies con otro exceso
distinto , procedido de pasar de un extremo al
otro, pues en el Verano se experimentan los efec-
Bb 2 tos
lili
!iAi
1
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I J;
lp6 ENTRETENIMIENTO
tos del calor, y en el Invierno los del frió , sin
mas intermedio que la Primavera y el Otoño,que
son los que preparan para pasar á ellos.
a La diferiencia de temperamento del In-
vierno al Verano en las cercanías de la Equino^
cial y aun en lo que coge la 'Lona Tórrida y no
son considerables , y asi se observa en la parte
a/ta , como en la baxa del Perú ^ de aqui nace ,
que las intercadencias de la salud son quasi las
mismas en todas estaciones , con la diferiencia de
ser en unas mas repetidas que en otras ^ pero la
naturaleza trabaja menos , porque no pasa de una
especie de temple á otro enteramente opuesto. La
juventud está muy expuesta en los climas cálidos
por la disposición que tiene á la fermentación de
los humores. La vejez se mantiene bien y ad-
quiere otras fuerzas distintas de las que tendría
en donde el clima no guarda estabilidad : unos
y otros viven sin mayores incomodidades en los
que son frios , porque una vez connaturalizados á
ellos no tienen que fatigarse en acomodarse á las
extremosas desigualdes de las dos estaciones
opuestas.
3 En la parte alta del Perú se dice comun-
mente,que el que vá sano se mantiene en el mis-
mo estado; pero que el que lleva enfermedad pa-
dece mas que en el parage de donde la sacó: esto
no sucede con todas, pues hay algunas que se cu-
ran solo con la mudanza del clima. En la baxa
no es asi, porque hay enfermedades, que quando
el grado de calor aumenta, sobrevienen á los que
están sanos y del mismo modo que á los que pa-
de-
I n
i I
»♦.•
UN D E C I M o, ip7
decen males habituales. Hay no obstante una di-
feriencia entre estos climas calurosos y los que
pasan de un extremo al otro, y es, que habiéndo-
se liabituado á ellos €on -la larga residencia no
viven tan expuestos^ y asi , todas las incomodida-
des se sobrellevan , y nunca son tan penosas co-
mo el salir de un Invierno crudo , y entrar en un
Verano caluroso, exercitando la robustez con
pruebas de enfermedades y epidemias encon-
tradas.
4 Son las enfermedades ordinarias de la par-
te alta las que provienen de Constipac iones ^Afec^
tos de Pecho ^Fieuresi as , y algunos Reumatismos^
Estas son mas , ó menos graves , según la dispo-
sición en que encuentran los sugetos \ y quando
están bien humorados no es regular que les so-
brevengan. Li'as Fiebres intermitentes y las pútridas
no reynan allí 5 pero se nota en ellos que los que
van de la parte baxa las llevan , y aunque parez-
can sanos, á cortos dias de llegados, se manifies-
tan , causando accidentes penosisimos , que en
algunos son de peligro , pero no se comunican á
otros, ni transcienden á las gentes que están acos-
tumbradas al País.
5 En las quebradas profundas de aquella
misma parte, donde se produce la Caña de Azú-
car^ sucede por el contrario^ las Fiebres intermi-
tentes son comunes^ siendo tal el estrago que
causan , que llegan á despoblarse las haciendas
por la mortandad que ocasionan en los Indios , y
demás gente que las habita. Esta enfermedad es
maligna^ á distinción de las fiebres de la parte
ba^
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1, ■ .11'
Ip8 ENTRETENIMIENTO
baxa , que aunque sean molestas por la duración,
no suelen ser de peligro^ sin ser remedio suficien-
te salir de allí , y pasar á curarlas al tempera-
mento frió , porque esto prueba en unos , y en
otros no.
6 En algún modo tiene semejanza con la
intemperie de algunas partes de Italia , quanto á
contraherse con facilidad , y á reynar por tiem-
pos, dexando de molestar en otros. Quando está
en vigor basta hacer mansión en la Quebrada
para contagiarse^ y si llega á dormirse en ella,
sea de dia , ó de noche , es infalible contraher el
mal ^ por esto los que caminan no escusan rodear
algunas leguas , yendo á buscar la cabezera de
las quebradas para evitar el tránsito por ellas ^ y
los que mas se arriesgan lo hacen sin detenerse
en el camino , procurando atravesarlas en ho-
ras que sea lo menos nociva que se pueda. De
continuo se padece este mal en tales parages, pe-
ro no son malignas en todo tiempo : hay alguncjs
en que se declaran tales , lo qual dura uno , dos,
ó mas años , en cuyo término se despueblan, mu-
riendo la mayor parte de la gente , y huyendo la
poca que queda, después de haber visto los es-
tragos y su permanencia; de suerte, que hacen al
fin lo que deberían pradicar en el principio. Pa-
sado algún intervalo de tiempo vuelven á quedar
habitables , y se pueblan de nuevo con aquellos
restos que salieron fugitivos , y otros que se les
agregan , si embargo de no ser nunca sanos. La
causa de esto es natural : aquellos lugares están
profundos , no se ventilan : los vientos corren se-
gún
I 1
U K D E C I M o.
ipp
gun las quebradas van , unas veces de un lado,
otras del contrario , y asi los vapores que se le-
vantan del Rio , los que salen de las tierras hú-
medas y movidas para la cultura de los Cañave-
raks , y los que esta misma planta exála , y la
reberveracion del Sol en aquellos sitios encerra-
dos se junta todo para inficionar el ayre, y hacer
el temple enfermo. Después que; se despueblan
cesan la cultura y labranza de las tierras : los
plantíos de Cañas , los humos del caldo de ésta,
en las oficinas donde se reduce á Azúcar, ios
bagazos , y las heces de aquel , que todo se cor-
rompe, y ayuda á inficionar el ayre^ por esto,
después que pasa algún tiempo de la despobla-
ción, cesa el mal ayre y buelve el temperamento
al estado regular de un clima caluroso, propenso
á las enfermedades que son ordinarias en los de
su especie.
jr En la misma parte alta^ fuera de las que-
bradas, siendo las enfermedades comunes del
Vecho , suelen ocasionar Asmas , pero viven con
ella los que las padecen mucho tiempo: allí le
dan el nombre de Abogidos. El remedio mas pro-
pio que se conoce es ir á la parte baxa , asi como
los que la contrahen allá convalecen mudando de
ayre á la alta: en los unos el demasiado resorte
y compresión de las fibras , y la sutileza del ay-
re ocasiona la enfermedad : en los otros procede
de un ayre muy denso, pesado, y de la debili-
dad de las fibras ^ por esto , mudando de clima
los unos á donde el ayre es mas pesado y cálido,
y los otros á donde es sutil y frió consiguen me-
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' ií
200 ENTRETENIMIENTO
joría , y que no les moleste tanto el accidente.
8 Dos causas hay en aquella parte alta^ pa-
ra que la naturaleza se debilite , sin que le apro-
vechen las prerrogativas del clima: una es el mal
Venéreo que está muy propagado ; otra el uso in-
moderado de las bebidas espirituosas: sin ellas
vivirían las gentes con mucha robustez, y sin ex-
perimentar las indisposiciones y achaques que
padecen ; asi se vé , que las Pleuresías , los Aho^
gidos , y las Fluxiones de pecho sobrevienen re-
gularmente á los que están tocados de aquel mal,
y á los que usan con desorden las bebidas.
9 Esto se advierte mas bien en el tiempo de
los hielos , y se confirmó en el año de i7'S9 en
«na epidemia general que sobrevino^ en la que
perecieron los que estaban con mala disposición^
y al contrario , de los que no padecían de aquel
mal, ni estaban habituados con exceso á las bebi-
das, aunque lo padecieron, no peligraron.
I o El estrago que hizo en los Indios fue con-
siderable , ayudándose á esto la demasía con que
se entriegan á la embriaguez : á estos sucedía,
que desde los principios del mal se aparataban
de muerte , y duraban pocos días : conocido este
daño , se prohibió la venta del Aguardiente , y
luego se sintió el beneficio , cesando la mortan-
dad ^ y aunque la epidemia continuó, no eran tan
fatales sus estragos.
I I Pudiera tomarse por anuncio de este mal,
sí se reputasen por seguras las ideas antiguas , la
aparición del Cometa que se vio entonces, con
corta diferiencia de meses : este apareció en
aque-
UNDÉCIMO.
20 t
aquellas partes desde 25 de Abril, llevando su
curso de las partes Meridionales á las Septentrión
nales', la epidemia se declaró en Guancavelica^
acia los fines de Julio, y corrió toda aquella bas-
ta extensión de País ^ empezando igualmente en
las partes Meridionales , de donde fue succesiva-
mente siguiendo á las Septentrionales ; y como si
fuese cosa viagera , pasaba de unas Ciudades á
otras , conociéndose por la distancia de estas, á
corta diferiencia , lo que tardaría en llegar á las
de mas adelante : su principio fue , como vá di-
cho , en las partes del Sur ^ pero como aquellos
Países son de tanta extensión , quando se tuvo la
noticia en las mas cercanas á la Eqainocial fue al
tiempo que estaba en Potosí y Cbuquisaca : de
allí pasó á la Paz , á Oruro , Chucuito , el Cuzco y
Guama nga , Guancavelica , Xauja , y Lima , y
fue siguiendo después por los territorios alto y
baxo acia Quito y demás Provincias. Sus progre-
sos eran rapidisimos , de tal forma , que si hubie-
se tenido la malignidad á correspondiencia de la
generalidad , sería bastante para la extermina-
ción del genero humano , en quanto comprehen-
dió , pues en el termino de 5 , ó 6 dias no que*
daba persona grande, ni pequeña, que no adole-
ciese de ella , manifestándose en unas con mas ri-
gor que en otras : las calles quedaban desiertas,
siendo raras las personas que en ellas se veían:
las casas solitarias, y postrados quantos vivian en
ellas : las plazas de la provisión totalmente yer-
mas , sin haber ni quien vendiese , ni pudiese ir
á comprar , y en este conflido faltaba la regular
Ce asis-i
K' í
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^\ \.
20Z ENTRETENIMIENTO
asistencia , porque todos estaban en el caso de
necesitarla. La Providencia de Dios permitir que
lo fuerte del mal durase á las personas bien com-
plexionadas solo por dos , ó tres dias ; y aunque
quedaban con una debilidad extraordinaria ^ po-
dían en algún modo dar auxilio á las que se ha-»
liaban mas agravadas»
1 2 El mal consistía en un gran desvaneci-
miento y pesadez de cabeza , flaqueza en todos
los sentidos, y dolores fuertes en el cuerpo, indis-
tintamente en las partes de él 5 calentura no muy
violenta , lasitud general , sangre por boca y na-
rices , sordera y un gran abatimiento , con total
inapetencia : á los que padecían males habituales,
particularmente del pecho ^ se les agravaban 5 y
alargándoseles la enfermedad , morian : los que
no estaban en aquel estado mejoraban usando
de sudoríficos y de abriga para mover la trans-
piración : después de pasado lo fuerte del mal se
sentían en la convalecencia los efedos de él,
siendo larga y penosa , porque quedaban débiles
los cuerpos , la vista perturbada , el aspefto tris-
te, y el animo abatido , necesitándose mas de un
mes para disipar estas reli-.;üias.
13 Observóse entonces , que lo; Perros par-
ticiparon del mal epidémico : en las calles se
veían tendidos , sin poderse poner en pié ; algu-
nos murieron , pero se observó , que también fue
benigno para con ellos.
i 4 As' como fue rápido en empezar y en
propagarse en los vecindarios de las poblaciones,
donde picaba , fue pronto en terminarse , cesan-
do
UNDÉCIMO. 203
do en cosa de un mes. En las partes por don-
de empezó fue mayor la mortandad , por faltar
el conocimiento de la curación^ observándose,
que el uso de las sangrías era pernicioso y aun
mortal, con cuyo antecedente, sin embargo de
los grandes aparatos que le acompañaban , se re-
ducía después la curación al método que se ha
dicho.
15 En aquellas partes no conocen la enfer-
medad de la Feste , ni tienen en lo común idea
de ella ^ con esta escasez de noticia , le aplicaron
el nombre de tal , como lo hacen en todas las en-
fermedades epidémicas , las quales se experimen-
tan por tiempos , y son mas comunes en la parte
haxa 5 que en la alta. La causa del mal , según
toda apariencia , estaba en el ayre ^ y entre las
señales que lo persuaden, lo es el que en aquel
mes , y desde fines de Abril reynan los vientos
Sures arriba , y la epidemia corría , como ellos,
del Sur al Norte ^ porque sino fuese asi , y la co-
municación procediese solo del contagio de unas
personas á otias , no las comprehenderia tan ge-
neralmente como sucedía , y menos á los irracio-
nales que van expresados.
16 En los parages cálidos de la parte baxa
es enfermedad común la de las Tercianas^ ó Fie^
bres intermitentes 5 duran muchos tiempos en las
personas á quienes dan , pero sin la malignidad
que las de las quebradas de la ulta f, y aunque no
dexan de morir algunos , es quando se les com-
plican con otros males , ó después de largo tiem-
po de padecerlas , sin hacerse cura formal que lo
Ce 2 ex-
1 .
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204 ENTRETENIMIENTO
extinga ^ y así acaece á muchos , que viviendo en
aquellos campos esparcidos , y lexos de las po-
blaciones principales , no tienen proporción para
ella.
ijr Este genero de enfermedad es sin duda
el mas común en los parages que por naturaleza
son cálidos y ó participan de Veranos calurosos,
y en los primeros son tenaces y difíciles de extin-
guirse. La gente del campo , en la Isla de Cuba^
tiene una observación particular , y es , que quan-
do se mojan y yendo de camino y si el agua les
cae sobre la ropa y aunque sea en poca cantidad,
juzgan por seguro que les han de sobrevenir Ter-
ciarías y pero no asi recibiéndola sobre las carnes;
y que quanto mas copioso es el aguacero , menos
riesgo hay de que les haga mal : por esto , luego
que empieza á llover , se quitan la ropa que lle-
van 5 que es bien ligera , y quedan de la cintura
arriba en cueros , afirmando ser esto lo misiro
que bañarse :; y que lavándose el cuerpo por igual,
no experimentan el daño que percibiendo la hu-
medad de la ropa , durante el tiempo que cami-
nan , y el calor que comunica quando está mo-
jada.
18 El País de la Liiisiam es propenso á la
misma dolencia en tiempo de Verano : quando
los calores son fuertes , y las lluvias á turbiona-
das, ó borrascas pasageras, muere bastante gen-
te de ellas, á causa de que algunas son malignas,
lo que procede también de la falta de curación;
pero luego que se declara el frió con los prime-
ros Nortes en Noviembre , cesan y se convalece
de
ív
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UNDÉCIMO.
205
;ndo en
las po-
on para
in duda
turaleza
lurosos,
le extin-
Je Cubct^
le quan-
agua les
antidad,
?n ir Ter-
nte gen-
lalignas,
:uracion5
>s prime-
onvalece
de
de ellas, la mayor parte sin otro medicamento
mas que la mudanza del temperamento.
19 El mal que llaman de Siete-dias en las
criaturas recien nacidas , es general en ambas Amé^
ricas ^ y no menos peligroso en la parte alta^ que
en la baxa'. muchas de las que nacen perecen con
él , y sin t*: ner antecedente para sospecharlo , ha-
llándose, al parecer, sanos y robustos, les sobre-
viene acompañado de Alferecía : es muy raro el
que escapa si llega á darle. Aunque en Europa
se conoce igualmente , no es tan general , ni tan
grave c?mo en aquellas partes ; y por esto acos-
tumbran resguardarlos del viento, hasta que pase
aq '^ termino, fuera del qual quedan libres: de
rtqui viene , que le llaman de Siete-dias , porque
dura el peligro este tiempo..
20 En Guancavelica hay otra enfermedad en
los niñoó .) bien rara : salidos del peligro de los
Sitte-dias , se crian regularmente hasta que tie-
nen 3 , ó 4 meses 5 entonces empiezan á padecer
de Tos y Afe(jlo al pecho , que -laman alli IPechu-^
güera ^ van agravándose , sin que los medica-
mentos que se les aplican les alivien: á esto sigue
el incha^ e y á poco de estarlo, mueren. Este
estrago ^. c .p*rimenta con los Blancos ^ hijos de
'Españoles^ no r jcediendo lo mism.o con los Indios
y Mestizos , cuya resistencia es mayor. El modo
de precaverlos c , sacarlos de allí antes que
pasen de los dos meses, y llevarlos á climas mas
benignos en alguna de aquellas quebradas, que
están i poca distancia : la vulgaridad atribuye
estapocw resistencia á la frialdad, é intemperie
del
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20^ ENTRETENIMIENTO
del clima : en mucho puede contribuir , pero tam-
bién es parte de ello el estar los padres mal hu-
morados , y los humos azufrosos que se respiran
de continuo , procedidos de los hornos en donde
se extrae el Azogue^ los quales son en tanta abun-
dancia , que en tiempo de Verano con los hielos
forman nube densa , que cubre el ámbito de la
población.
2 1 Las Lombrices , en toda suerte de perso-
nas grandes y pequeñas , es enfermedad muy co-
mún en la Luisiana , y de las diversas castas que
hay de ellas se \)decen las mas , quando no sea
de todas , sin exc. e el Toenia , ó Solitario : la
causa que esto tenga puede ser las grandes hu-
medades de aquel territorio, la abundancia de
semillas de insectos y reptiles que allí hay , y la
calidad de los alimentos , pues se observa con la
fruta , particularmente con las de hueso , v con
las legumbres , que no duran ; y á los dos dias
de cortadas se empiezan á podrir y se corrom-
pen , procedido de ser de un terreno enguachar-
nado, y de una athmosphera siempre húmeda:
con esta enfermedad sobrevienen fuertes calen-
turas, mucho descaecimiento, languidez, y me-
lancolía : la curación que se tiene mas conocida
es el zumo de la yerba llamada Hedionda , ó de
Lombrices , que yá se ha nombrado. También
usan el Aceyte de Nueces , que en algunos hace
buen efedo 5 pero se nota , que no todas las per-
sonas curan radicalmente , repitiéndoles después
de pasado algún tiempo.
22 Las Viruelas i enfermedad tan conocida
por
V N D E C I M o.
207
h
por lo muy propagada que está en el Mundo , no
0ienos que por los lastimosos estragos que causa,
tiene sus tiempos. En todo el Perú , no siendo
annuales, como sucede en Europa^ se pasan va-
rios años sin habe las 5 pero quando reynan oca-
sionan mucha mortandad , no solo en los Blan--
foj, que allí llaman Españoles ^ sí también en los
Indios y Negros: el año de 64 las hubo en la
parte baxa^ y pereció mucha gente de todas eda-
des y experimentando este quebranto las principa-
les familias de aquel Reyno. Aunque los climas
son tan diversos , no puede hacerse juicio de que
sean mas malignas las de la parte a/ta , que las
de la otra , mediante que en una y otra fue creci-
do el numero de los que murieron. En la alta
suelen usar un método de curarlas , muy contra-
rio á las precauciones que se han acostumbrado
en Europa , porque las Indias no resguardan del
ayre á sus hijos quando las padecen, y los tienen
junto á sí acostados sobre alguna zalea , con el
poco abrigo que usan ^ pero aunque aquel clima
es tan frió , no mueren mas de este m.odo, que de
los que se resguardan con las precauciones mas
escrupulosas : á esto se junta no usar ellos el au-
xilio de Medico , ni de medicina , dexando á la
naturaleza que haga toda la costa : quando mas,
se valen de algunas yerbas que conocen , y éstas
se las aplican, como si fuera sanalotodo, á quan-
tas enfermedades les sobrevienen. Quando las
Viruelas les cogen grandes, son pocos los que es-
capan, porque teniendo el cutis grueso, encuen-
tra el humor impedimento , y no se hace con re-
gu-
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S
ENTRETENIMIENTO
gularidad la erupción : por esta razón son mas te-
mibles en ellos , que en las otras gentes , causán-
doles horrible desolación. No lo serían tanto, ni
tan generales sus extragos si las hubiese anual-
mente , pues entonces las pasarian de poca edad,
y no morirían tantos , acreditándolo asi la expe-
riencia en los que encuentra pequeños.
23 Sobre este particular imprimió Monsiur
de la Condamine^ de la Academia Real de las Cm-
cias^ y de la de Bellas Letras^ en el año de 1^6/^
cinco Cartas que escribió al DoCtor Maéy , de la
Sociedad Real de Londres , dándole noticia del
estado en que se hallaba la controversia sobre
la utilidad de la Inoculación en aquella Capital, y
los fundamentos del partido que la sostenía. En
estas Cartas desvanece los recelos que hasta en-
tonces se tenían del peligro á que voluntariamen-
te se exponían los que se Inoculaban^ y el concep-
to de no quedar preservados , para no bolverlos
á padecer por contagio 5 cuyos exemplares son
los mismos que han dado lugar á los de la Nue^
va Inglaterra^ para hacer general esta operación,
que se halla no menos puesta en uso en la Vieja,
24 En los territorios cálidos de la T^ona Tór-
rida no son tan perniciosas 5 pero quando median
algunos años sin haberlas , causan bastante mor-
tandad : esto mismo se observa en la Luisiana,
concluyéndose de ello , que no es felicidad el
que intervengan 10, ó 12 años sin sentirse sus
efedos , si al cabo de ellos es mas sensible el da-
ño : sin duda ha contribuido este conocimiento
en la Nueva Inglaterra para el uso público de
la
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!' » . -
UNDÉCIMO. ^0p
la inoculación establecida allí , por cuyo medio se
precaven desde la edad pueril , quedando para
en adelante sin los temores de peligrar en las Vi^
ruelas ^ y es tan corriente , que hay casas públi-
cas y Hospitales , donde se pradican con el ma-
yor acierto en toda clase de personas. Con este
potivo acuden también de fuera , y de la Luisia-
m ha habido varias , que en una edad crecida se
han hecho Inocular allá. Muy conveniente sería
que de los Países, donde no se conocen bastante-
mente las grandes ventajas de esta providencia
preservativa , se diputasen Médicos hábiles para
que fuesen á examinar las resultas que tienen los
Inoculados durante el curso de la operación : que
se asegurasen por el quantioso numero de los que
la han pasado , si quedan con el mismo peligro
de padecerla en las grandes Epidemias"^ y en ca-
so de esta reincidencia de que calidad son , si
benignas, ó perniciosas ; si con la providencia de
estar Inoculados todos, ó los mas, se extingue la
causa 'Epidémica 5 el método de preparar , y in-
troducir la semilla : la elección de la que usan,
las precauciones que se guardan durante sus efec-
tos , la estación del año mas propicia , el tempe-
ramento, y aquellas otras circunstancias que con-
ducen al pleno conocimiento de este asunto 5 por
donde pudiera preservarse de perecer la mitad^
ó la tercia parte de las criaturas que nacen en ca-
da estado , grande , ó pequeño ^ y lo que es mas
que todo , las cabezas de los Imperios , y sus fe-
lices succcsiones , pues con unas observaciones,
practicadas por sugetos de conocida reputación,
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y-
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2IO ENTRETENIMIENTO
sabiduria y concepto , se desvanecerían los re*
paros y contradiciones que ofrece la novedad de
esta invención, que se hace repugnante por recaer
en un mal , cuyas consecuencias son fatales.
2 5 Asi como los AfeCtos de pecha son comu-
nes en la parte alta , lo es también el arrojar san^
gre por la boca , lo qual sucede en ios parages
mas frios. En Gmncavelica es bastante ordinario,
y viven con ella algunos años : suelen los que lo
padecen sanar enteramente pasando á otro tem-
pe ^mento menos rígido , pero otros mueren, sin
que haya regla fija eaquanto á la duración. Aquel
no es temperamento de éticos , sin embargo de
lo que se padece del pecho , sienda raro verse al-
guno \ por el contrario ,, el territoria baxo es pro-
penso á ellos , no siendo común el arrojar San--
í^re^ En la Luisiana se padece bastante de ambas
enfermedades , abrazando en esta parte los dos
males mas peligrosos de los territorios alto y ba-
xo del Perú^
26 El accidente del Pasmo es temible en la
parte baxa del Perú por la facilidad que hay de
contraherlo, y por ser mortal: lo primera suce-*
de con muy ligero motivo , no siendo capaz de
tenerlos presentes para precaverse de todos ^ bas-
ta salir algo caluroso de una pieza , y que dé el
ayre , para que se siga el Pasmo. Esto no sucede
siempre , pero es una de las causas : otra es. salir
al ayre, ó ponerse en donde haya correspondien-
cia acabados de beber el Mate y que es al modo
del Té: en la parte alta no se conoce tal enfer-
medad 5 y siendo como inevitable quando ha ha^
bi-
>
UNDÉCIMO.
21 I
bido alguna picadura en las plantas de los píes,
que sin reflexión se mojan , 6 se humedecen , no
corre este peligro en la otra. En la Isla de Cuba
y en todos aquellos temperamentos cálidos es
igualmente peligroso , sin que se conozca cura-
ción segura contra ello , siendo raro el que esca-
pa. En la Habana no obstante se citan modera-
damente algunos exemplares de haber curado^
pero el método no se halla tan entablado , que
no sea siempre arriesgado. De esta enfermedad
participa algo la humana en los casos de pica-
dura , pero sin ella no la hay.
27' Goza también la pr^rte alta del Perú el
beneficio de no ser comunes en ellas las Perle^
sías , que allí llaman A^jre 5 y aunque del todo
no faltan , no son tan frecuentes como en la baxa:
esto procede de la igualdad del temperamento y
de ser siempre frió , sin mutación de Invierno , ni
de Verano , y de estar los poros del cuerpo cer-
rados 5 en disposición de resistir la introducción
del ayre 5 asi quando sobreviene semejante acci-
dente 5 es en personas de abanzada edad , que yá
se sienten achacosas. Los insultos Apopléticos
son rarísimos , y en este particular no es menos
favorecido el un País que el otro : en el discurso
de muchos años no se oyen estos casos , cuyo be-
neficio debe también atribuirse á la poca varie-
dad en el temperamento entre las dos estaciones
opuestas , pues los humores se conservan en un
mismo ser , los alimentos no varían , y el ayre
que se respira es , á corta diferiencia , el mismo.
Asentados estos principios , es necesario que en
Dd2 la
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ENTRETENIMIENTO
la athmósphera haya cuerpos desconocidos im^
perceptibles , que son la causa de los Pasmos ,
pues de otro modo podría sobrevenir una consti-
pación de aquellos ligeros descuidos , pero no
una contracción tan terrible como la del Pasmo ,
y la muerte que se sigue á ella en término de cor-
tos días.
28 Siendo, como queda dicho, las Pleure-
sías el mal peligroso de aquellos climas frios de
la parte alta , no son estas muy comunes en las
personas bien complexionadas , pero sí en las
que se hallan mal dispuestas de las enferme-
dades venéreas , í ue la fuerza de los licores es-
pirituosos. Se conoce por remedio eficacisimo
contra ellas el hígado del Zorrillo tomado por
la boca, y se vén curas prodigiosas. Na es de el
caso que sea fresco , ó viejo , porque de todos
modos son seguros sus efedos , y dicen , que ha-
biéndolo usado quedan asegurados para que en lo
succesivo no repita el mismo mal.
29 En la vida desarreglada délos Indios ^quQ
tienen por único deleyte la embriaguez , y pasa
toda comparación lo que beben de aguardiente ,
no se vé que sean propensos é Pleuresías , ni á
otras enfermedades del pecho , cuya particulari-
dad debe atribuirse á la fortaleza de su comple-
xión , y á ser muy raro en ellos el mal Venéreo.
30 Es bastante común en los climas cílidos
el mal de la Lepra , conocido por mal de S, Lá-
zaro : en la parte alta del Perú no se conoce; en
la baxa , aunque lo hay , no es en abundancia: en
las costas de Tierra-Firme y que corresponden al
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V N D E C I M O.
ai3
Norte , se propaga lo bastante , y en la Habana
es una de las partes donde se vén sus estragos
con lastimosas consecuencias. Allí juzgan proce-
der de la calidad de la carne de Puerco , que se
gasta con abundancia , pretendiendo que el fruto
de una especie de Palma, distinguida con el nom-
bre de Rjal^ á que llaman Palmiche^ y come mu-
cho este animal , aumenta la causa. La carne
que se ha mantenido con él se distingue en ser
mas abundante de glandulillas que la otra , sien-
do estas de color negro , y desde luego son per-
ceptibles en toda la parte del pescuezo. Aunque
tal opinión corre por segura , debe mirarse como
principal en el origen la introducción de Negros
Africanos , en cuyas partes es muy antigua , y
como naturaLContra semejante accidente, que por
todos motivos es de los mas horrorosos, se debe-
rían duplicar las precauciones , y emplear el ma-
yor cuidado en que se fuese extinguiendo , para
que sus estragos no fuesen comunicables. En la
Luisiana no se conocía, y de poco tiempo á esta
parte ha empezado á padecerse.
3 1 La enfermedad de la Culebrilla , muy
conocida en aquellos climas cálidos, es otra, que
se cree haberse introducido en ellos por los Ne-
gros de África. Puerto del Principe y su territo-
rio experimentó con mas generalidad que otros
parages , aun de la misma Isla de Cuba^ los efec-
tos de este mal ^ pero habiéndose convencido de
que se adquiría por contagio, tomaron providen-
cia para contenerlo , y fue la de quemar los tra-
pos que servian para las curaciones j de los qua-
les.
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214 ENTRETENIMIENTO
les, después de secos, resultaban infinidad de in-
seguios, que esparcidos por el ayre la hacían co-
municable á los que estaban buenos 5 y con solo
esta precaución , y la de curar á los Negros re-
cién llegados de su País quando se reconoce es-
tar con ella , ha sido bastante para que no sea
tan común.
32 Es cosa sabida que no se conoce en aque-
llas partes el mal de Rabia en los Perros , ni en
algún otro animal ; y esto sucede , no solo en la
América Meridional , sino también en todas las
Indias'^ pero en su lugar padecen otro que es ge-
neral , y del que resulta mucha mortandad en
ellos. Este entra en la clase de los que llaman
"Peste; de ella no resulta la propensión á morder,
que la rabia les dá, ni el daño de comünirla. En
algún modo es un equivalente de las Viruelas en
los racionales. Empiezan por ponerse tristes , no
querer comer, enflaquecerse , é írseles la cabeza,
de modo que se caen , y no pueden andar: en es-
ta forma están por espacio de 15,0 20 dias, resis-
tiendo unos mas que otros, y al fin la mayor par-
te muere. Les acomete de ordinario en el primer
año , siendo Cachorro; pero habiéndolo pasado
una vez no les repite. Los Perros estimados para
la Caza , se procuran curar , que es el modo de
que escapen algunos mas : los medios que se po-
nen para ello es cortarles la punta del rabo , ó
de hs orejas , á fin de que desangre , y darles á
comer los higados de las reses cocidos y mez-
clados con buena porción de flor de azufre : se
les unta el lomo con manteca de Puerco, y se tie-
ne
M
'».» .
UNDÉCIMO. 215
ne cuidado de sobarlos acia el rabo,con cuya di-
ligencia se les vé expeler por la cortadura, hecha
en él, porción de podre, á modo de filamentos,
lo qual parece ser la causa del mal. El año de 6^
hubo en la Luisiana una epidemia de estas , que
los exterminó quasi del todo, habiendo sido muy
pocos los que escaparon»
33 Otra enfermedad particular padecen las
Muías , que llaman mal del Baw. Las crecidas
tropas de este ganado, que se conducen del Tu-
cuman por todo el Perú anualmente, y constan de
millares de ellas , suelen tener pérdidas crecidi-
simas, procedidas de ella. £1 mal es en los cas-
cos , sin tener semejanza con el Hormiguillo : se
les inchan las ranillas , pasa el mal á lo interior
d** las piernas y mueren : su contagio es tan cfi-
V que aseguran los que hacen este trato , que
so>o de pisar por donde han andado las que lo
tienen y se comunica» Esto procede sin duda de
dexar entre las yerbas algunos insedÜllos, que
sean la causa del mal. Esta crecida porción de
Muías sale de los territorios del Tucumán , en
tropas de dos, ó otres mil, en tiempos determina-
dos , para hacer el largo viage de 600 , y aun
hasta 1000 leguas desde allí á la Tablada átTu-
cbe y en la Jurisdicción de Guancavelica , que es
donde se hace la Feria de ellas , y pasan algunas
partidas hasta el Rey no de Quito. Para caminar
tanta tierra eligen ¡r por las Fuñas menos frias
aprovechando los pastos , y regularmente siguen
unas tropas á otras, siendo el cuidado de los que
van posteriores informarse si ha picado el mal en
las
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i6
ENTRETENIMIENTO
las que preceden para extraviar viage, y no ir por
sus huellas en los pasos precisos, evitando asi que
se comunique el contagio. En cada tropa obser-
van el mismo cuidado , separando las que se re-
conocen picadas, y llevándolas por sendas extra-»
viadas para que no se inficionen las buei.as.
34 No llegan estas crecidas partidas en todo
su número á la Tablada ác Tuche ^ porque antes
de salir del Tucuman tienen hechos tratos sus
dueños con tos Corregidores de Provincias de las
cantidades que necesitan , y al tránsito las van
d oxando 5 y asi solo entran aquellas que no han
tenido salida hasta aquel término, y son las que
después pasan á las Provincias de los Falles ^iCíh
icamarca , y hasta QJto.
35 En las Mugeres se eynerimenta con bas-
tante frecueíícia en el Perú el nial temible del
Cancro^ que, según la opinión allí admitida,se di-
funde por comunicación: sus estragos van en au-
mento , haciéndose mas común cada vez : en es-
te modo se ha propagado á la parte alta^tn don-
de 20, ó 25 años hace nc se conocía. Algunas
observaciones han dado indicios de que el origen
sea de África , por ser en las Negras y en sus
generaciones mas ordinario 5 y que siendo estas
las que sirven de Amas , comuniquen con la le-
che á las personas blancas la disposición á él.
Esta opinión tiene dos contras : la piimera el no
ser regular en los otros Países de las Indias , en
donde la mayor parte de las Poblaciones se com-
ponen de Negros y de gente de castas: la segun-
da , el que las Europeas que pasan ^ allá no es-
tán
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yn
UNDÉCIMO. 217
íán libres de él , de lo qual hay exemplares muy
autorizaaos. Lo que se sabe de seguro es , que
sobrev:3r;r, de resultas de algún grave pesar , de
algún quebranto sensible que indispone el animo,
y lo mantiene en continuo disgusto , y que en las
doncellas no es regular , como en las casadas.
Muy en los principios suele contenerse el progre-
so con frequentes baños, con cosas humeílantes,
con diversión , y poco exercicio ^ pero es muy ra-
ro cue llegándose á formar se contenga , siendo
lastimosos y fatales los fines,que terminan con do-
lores y accidentes cruelísimos , y con la vida.
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EN-
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ENTRETENIMIENTO XII.
De los Minerales y principalmente de los
de Plata j y el modo de entablar
su trabajo..
l ^=^^=^^^^ L incentivo n^ayor de las Na-
ciones ha sido en todos tiem-
pos las riquezas y metales pre-
^ ciosos , que son los medios de
^s¿^^^;^ adquirir las demás cosas. El
Oro y Plata tienen en sí tanta
recomendación , que sin fixarles valor seguro se
miran en el mayor aprecio aun entre las Nacio-
nes que menos los necesitan para sus tratos. Estos
metales dan la ley en el Mundo, y los Principes,
según el estado adual de las cosas , no pudieran
hacerse respetables , si careciesen de ellos , y no
se hallasen en proporción de sostener los gastos
indispensables de la Soberanía. Asi como dan la
ley 5 dan el valor , arreglándose las demás cosas
por la abundancia 5 ó escasez en que ellos corren:
con que son verdaderamente la balanza general
entre los menesteres de la vida, que se regulan
por partes pequeñisimas de ellos. En esta clase
entra , como principal, el trabajo de los hon^bres:
desde el mas alto al mas humilde no hay quien
dexe de recibir la recompensa de su mérito , de
su habilidad, ó de sus fatigas, en las misnas
partes de ellos,proporcionadas álü entidad dtí las
obias
DUODÉCIMO. 2Ip
obras de cada individuo. Los Chinos trabajan
incesantemente para adquirir Plata , que no da
su País , siendo una de las Naciones que menos
la necesita. Los Europeos afanan mucho para ad-
quirirla 5 con el fin de servir á los Chinos , lle-
vándoles lo que apetecen. Los Moros Africanos
hacen continuas piraterías , anhelando á adquirir
Vlata^ y se valen del medio de esclavizar hom-
bres , para tener prendas que se la proporcionen,
aun siendo las Naciones mas bárbaras y que trafi-
can menos de quantas se conocen. Los Europeos
se exponen á toda suerte de peligros para abas-
tecerse de estos metale;; ^ y llenos de una emu-
lación interminable , se aniquilan reciprocamen-
te en las guerras que suscitan , por el deseo de
poseer la mayor porción de ellos, hos A ¡neri ca-
nos desentrañan la tierra , introduciéndose por
sus profundos s-^nos, con la esperanza de ser mas
felices con el dominio de semejantes IJolos ^ pero
son los que menos gozan de ellos , porque insen-
siblemente se les desaparecen , y en brevi^" no
tiempo los encuentran haber hecho la mitad del
gyro de la tierra , pasando sin detenerse de las
manos de varios poseedores, á los que se hallan
mas distantes. Su poderío excede en cierto modo
á las ideas de los hombres , y los precisa á que
se traten unos con otros , pues sin este atradivo
serían incomunicables las Naciones , mantenién-
dose cada una en el distrito de su territorio , sin
incomodarse en ir á buscar las mas remotas , y
menos conocidas. Con las partes diminutas de
ellos se mueven las voluntades á quanto se in-
Ee 2 ten-
V •
■ í.
)' '
22.0 ENTRETENIMIENTO
tenta ^ y acrecentándolas á medida de las difi-
cultades , se allanan los caminos de lo que pare-
ce imposible , y se hace fácil lo mas arduo.
2 Por esta razón pueden tenerse la I^lata y
el Oro por unas materias , que sirven de medida
común entre las gentes, y estas con su incentivo
se mueven á distribuir el tiempo en las ocupacio-
nes, trabajos, y desvelos de la vida humana^ con-
curriendo á este destino la disposición de la mis-
ma naturaleza en no haberlas hecho tan comunes,
que se consiguiesen fácilmente , pues á serlo , se
disminuiría su aprecio , y también en no haber-
las depositado con igualdad en toda la tierra , á
fin de que los parages donde faltasen se valiesen
de los medios correspondientes para atraherselos
á expensas de la mayor industria y de la cons-
tancia en la aplicación. En todas las partes del
Mundo suele haber algunos débiles indicios de
estos estimados metales 5 pero la misma escasez
con que se encuentran en las mas , ó la suma difi-
cultad que hay para conseguirlos , los hace mas
apetecibles, sirviendo aquellas cortas reliquias de
muestra para que se conozcan , y que el deseo se
esfuerce á lograr con abundancia lo que la suerte
les repartió con escasez.
3 Las Indias Occidentales , que gozan por
privilegio de las minas de Plata y Oro en mayor
abundancia que las otras partes de la tierra jun-
tas , tienen unos naturales , quales son los Indios^
Nación de suyo lu mas desidiosa y menos apli-
cada á todo genero de trabajo de quantas se co-
nocen 5 y quando hacen alguno los que ¿c tienea
por
'
DUODÉCIMO.
221
por civilizados , es á fuerza de muchos cuidados
y de precisarlos á ello ^ pues si se les dexase en-
teramente á su voluntad , se pasarían los dias sin
moverse de un lugar , como lo pradtícan los no
reducidos : por esto la Plata y Oro que ellos mis-
inos poseen los primeros se les desaparecen de en-
tre las manos , y van corriendo de dueño en due-
ño, sin hacer mucha mansión en ellos.
4 No solo está la dificultad de adquirir es-
tos dos metales en su extracción de las entrañas
profundas de la tierra , sino que parece haber de
proposito separado el Supremo Autor de lo cria-
do 5 de las otras partes de ella , con Mares dila-
tadisimos , la que habia de lograr el privilegio
de tenerlos con mas abundancia ^ y sobre la re-
gular alíuia de su redondez hizo aquella tierra
elevada , que predomina á todas las restantes,
como indicando cierta analogía lo physico con lo
iroral^pues asi como el terreno no reconoce otras
elevaciones , que puedan comparársele en la al-
tura , no se conoce tampoco materia alguna que
sirva de medida al poder , á la autoridad , al do-
minio , á la dignidad , al gusto , al porte , á la
decencia , y descendiendo por todas las gradua-
ciones desde la buena suerte hasta la mas des-
valida mendicidad de los preciosos metales que
en él se contienen.
5 Antes del descubrimiento de las Indias , y
en lo que alcanza la memoria del Mundo , habia
Oro y Plata , que en todos tiempos han servido
al destino que vá expresado 5 pero después de
aquel famoso suceso , haa venido á ser el pode-
ro-
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1
i?
t-^
222 ENTRETENIMIENTO
roso incentivo de mantener á todas las Naciones
en movimiento , y de inducirles á un continuado
empeño y emulación para adquirirlos. La solici-
tud de estos metales ha sido causa de civilizarse
las gentes entre sí con el trato ; de poblarse los
Mares de flotas numerosas , que navegan sobre
las aguas , como si fueran Repúblicas enteras^
ha adelantado las Artes , sutilizado la industria,
ilustrado las gentes , y les ha proporcionado el
conocimiento de la tierra , que antes estaba muy
incompleto , ignorándose muchas de sus produc-
ciones propias, y sus particularidades.
6 Es cierto, que en correspondiencia de es-
tas utilidades , el descubrimiento de los tesoros
ha ocasionado otras malas consecuencias , y par-
ticularmente para la Nación , en cuyo seno na-
cen , siendo las principales su propio descaeci-
miento y las guerras repetidas que se le originan
por la embidia que resulta á las demás en la pre-
tensión que cada una tiene sobre la preferen-
cia para disfrutarlas ^ bien que estas , es de creer
no faltarían , aunque cesase la razón del incenti-
vo que añaden las riquezas ^ porque siempre ha-
bría los otros que acredita la experiencia haberlo
sido entre las Naciones , en quienes el uso de es-
tos metales no se halla introducido por lo difícil
que es contenerse los anhelos del corazón huma-
no dentro de los limites de lo que cada qual go-
za y posee.
JT El Reyno del Perú es uno de los grandes
depósitos del Mundo , donde están los metales:
allí los hay de todas especies , de Plomo ^ de Co^
bre^
Naciones
Dtitinuado
La solici-
:i vil izarse
blarse los
yan sobre
s enteras^
industria,
ionado el
itaba muy
s prodúc-
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3S tesoros
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seno na-
descaeci-
origínan
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preferen-
í de creer
I incenti-
ímpre ha-
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)n huma-
qual go-
s grandes
metales:
5 de Ci9-
bre^
DUODÉCIMO. '^13
^e, de Estaño , de Azogue .^ de Tlata^ y de Oro\
los hay igualmente de los que se llaman Semime^
tales , y los hay particulares de Sal común , de
Azufre^ y de Betunes-^ pero se llevan la principal
inclinación los de P/ata y Oro , como mas pre-
ciosos , y como tales apetecidos con igualdad de
las gentes , y aunque en los otros también se tra-
baja , sacando el regular fruto , no es con tanta
aplicación,
8 Parece que aquella tierra elevada fue dis-
puesta expresamente para que sirviese de caxa , ó
receptáculo de la Piata , siendo particular á ella
las Minas ^ y aunque en las cabeceras de la baxa
no dexa de haber algunas , son pocas y de corta
entidad. La experiencia enseña , que este metal
se halla en las Punas y parages mas frios^ asi co-
mo es lo ordinario estar los de Oro en los mas
cálidos , aunque suelen encontrarse algunos en
territorios que no lo son tanto. Los Minerales de
Flata no son en el crecido numero que se persua-
de la vulgaridad , imaginándose haberlos en ca-
da cerro 5 y que solo se necesita abrirlos , y des-
enterrarlos para que se haga patente. Este error
es provechoso , pues sirve con el engaño de in-
centivo para empeñarse á buscarlos por todas
partes , y si unos fallan otros se aciertan,,
9 La misma preocupación que se figura ser
tan comunes los Minerales de Plata ^ los supone
todos ricos , y conviene también este segundo er-
ror^pues, en tanto que se encuentra la abundancia,
que la idea se promete , se saca alguna Plata , no
obstante de ser con duplicado , ó triplicado cos-
to
I:
^^4^ ENTRETENIMIENTO
to de su valor ^ la pérdida en estos casos es para
los que hacen los gastos ^ pero la cantidad se au-
menta y en el público se goza. No hay entrete-
nimiento mas agradable para los que se entriegan
á él , ni asunto en que se gasten los caudales con
mas fratiqueza , sin quedar el remordimiento de
haberlo malogrado. Embelesados los Mineros en
las señales de su veta , que es el nombre que dan
á la Mina , en la distancia que llevan trabajada,
en las calidades de tierras que han ido encon-
trando, en la clase de metales que pintan , (asi
llaman á la tierra , ó materias que sacan de ellas)
á los visos de Plata que suelen reconocerse de
tiempo en tiempo , y á las Historias que les re-
fieren los que se ocupan en este exercicio , lo úni-
co que sienten quando se les acaba el caudal es
no tener á su disposición otro tanto como el que
han consumido, para continuar la empresa, y asi,
aunque gasten mucho y recojan poco , no se con^
sideran perdidosos , contando por mas pingue el
que esperan que les produzca la Min: Algunos
en el crecido numero lo consiguen ^ y el exem-
plar de pocos mantiene á los demás gustosos y
satisfechos de su alhaja , embelesados en conti-
nuar la obra , para encontrar con el tesoro. Es
de tal modo la pasión que se contrahe con las Mi-
nas 5 que el hombre que llega á mezclarse en
ellas , aunque sea ligeramenle y por modo de en-
sayo , queda viciado y dispuesto á hacer el sa-
crificio de quanto caudal posee por el deseo de
disfrutar sus riquezas , siendo el exercicio único
en que no se conocen los económicos y míseros;
por-i
DUODÉCIMO. 225
porque en el empeño de llegar á lo rico de la
veta donde esperan cortar la Plata á cincel , y
poseer un tesoro sin límites , no escasean el di-
nero 5 ni se acortan Ínterin que les dura , por cre-
cidos que sean los gastos. No es lo mas notable
en este asunto que gasten en Minas de crédito,
que prometen esperanzas , sino que lo hagan en
las que después de haber sido la destrucción de
otros, estaban abandonadas, y en el embeleso
que tienen de ocuparse en buscarlas, haciendo
varias aberturas en los cerros , movidos para ello
de ciertas señales exteriores que encuentran , y
del concepto que forman de que debe haberlas
con precisión. Para el primer empeño siguen la
opinión de que las riquezas son depósitos que
Dios tiene reservados para los que los destina ^ y
que aunque muchos hayan empobrecido buscan-
dolos , no siendo para ellos para quien estaban,
no se llegaba el termino de que se hiciesen pa-
tentes. A lo segundo les mueve la disposición y
forma de la peñasquería del cerro , la dirección
que lleva , la positura de las Lajas ^ el ancho que
tienen , la figura del cerro en su total , su magni-
tud, y aun hasta las yerbas que se crian. El con-
cepto de estas señales se vigoriza con el juicio
de los que tienen opinión de inteligentes, y sobre
cada circunstancia forman un pronostico , y exa-
geran como infalible la mejor pintura de la ri-
queza que debe haber : para ello usan de un len-
guage particular de Minas , que tiene la virtud
de apartar de la imaginación todo otro asunto , y
de recrearla. Con estos preparativos el hombre
Ff mas
r;j4r<»^ }'
.!-«■*
'I'ff
^^6 ENTRETENIMIENTO
mas apretado se hace generoso, el mas indiferen-
te se dexa poseer de la persuasión , y creyendo
de dia en dia , y de hora en hora que se cumple
el instante de tener baxo de su dominio la rique-
za mayor , se entriegan á su solicitud con tal
empeño , que ni piensan , ni tratan , ni entienden
de otra cosa , reduciendo todas sus conversacio-
nes y negocios á éste,
10 El incentivo de la P/ata llega hasta el
termino de que claudiquen los hombres de mas
peso , madurez, y juicio , sin que haya desen-
gaños , ni razones que los persuadan , una vez
que se empeñan en ello. Todas sus conversacio-
nes se reducen á tratar de los asuntos de
las Minas , de las dificultades vencidas , ó
que faltan por vencer , de las señales que prome-
ten su abundancia , de los medios de su habilita-
ción , y de los exemplos de las grandes fortu-
nas de los famosos Mineros , y felices descubri-
mientos,
1 1 No siempre , ni aun por lo común , los
que se ocupan en este exercicio son hombres de
posibles y ricos : los mas de ellos son pobres sin
recurso » y no pocos los que se pierden en la
mercancía. Estos se agregan de compañía con
algún Cateador , y pasan á denunciar una de las
Minas que tienen reconocidas , ó á pedir la ad-
judicación por compra al Rey de alguna de las
que se hallan despobladas, cuyo valor es de muy
poca monta. También suelen negociar con el
dueño de otra de las Corrientes , que les cedan
veta en ella : de qualesquiera de estos modos so-
li-
m
^i
DUODECI MO. 227
licitan la posesión, y afianzan en la Caxa Real,
adonde toca dársela, pagar al Rey el Diezmo de
la Plata que sacaren , y el importe del Azogue^
que necesitaren para el beneficio.Este es el prin-
cipio , y los débiles fundamentos que tienen
los trabajos considerables de desentrañar cerros
enteros para extraer la Plata, Con la posesión no
basta quando falta lo princial , que es el caudal
que se ha de emplear en ello , y en esto es en
lo que entra la industria , la persuasión , y el in-
fluxo, que la riqueza tiene aun para vencer álos
mas cautos y reservados.
12 Con las muestras de los metales ricos,
que suponen ser de la suya , se dirigen á algún
sugeto de caudal , y haciéndole manifestación de
ellas con gran mysterio y mucha reserva, le ha-
cen observar los filamentos de Plata que la atra-
viesan : le ponderan la bondad de la veta , su
grueso, con las demás señales que tiene favora-
bles, dándole á entender ser de los Pallacos que
están fuera,y que solo con la diligencia de poner-
la corriente se descubrirá el metal, suponiéndole,
que de resulta de cierto derrumbo se abandonó^
pero que sacados los escombros,y llegado á lim-
plarse,quedará clara: áesto añaden no ser necesa-
rio mucho caudal para conseguirlo^y formándole
un Plan de lo que hay que hacer , le van sabo-
reando para que entre en el empeño, con una no-
ticia muy prolija de lo que se sacó en otro tiem-
po , antes del accidente del derrumbo^ reducien-
do al fin el discurso á persuadir, que con un gas-
to moderado como de r^oo pesos, de 1000, ó por
Ff 2 este
^^
8
ENTRETENIMIENTO
este tenor de una cosa de poco momento , está
facilitado todo. Para acabarlo de vencer, le ofre-
cen que será de su quenta toda la Pi/ía que se sa-
que , y que no se necesita del dinero en especie,
sino en Ropa , Aguardiente , Hierro , Acero , y
otros efedos que se distribuyen entre los traba-
jadores. Aunque á la primera diligencia no sur-
ta el efeéto que se pretende , queda sembrada la
semilla pan que labre en el ánimo , disponién-
dolo á facilitar la primer cantidad.
1 3 Con este método hacen tentativas en dis-
tintos sujetos , procurando que no sepan unos de
otros , para lo qual tienen la facilidad de ele-
girlos en Lugares distantes como en Lima , y en
Guamanga^ ó el Cuzco , la Paz , Guacavelica , ú
otra de las muchas Ciudades y Villas de aque-
llas partes. Con estas persuasivas no dexa de ha-
ber alguno que se anime mas que los otros , y
no pocas veces son dos, ó tres los concurrentes,
que se ofrecen administrar para los gastos. Con-
sumido el primer caudal , es forzoso ampliar nue-
va cantidad por no perder aquella , porque estos
que son los que llaman Aviadores no tienen de
donde hacerse pago , hasta que la Mina lo pro-
duzca. Los Mineros , mirando siempre el fin de
que los desembolsos sean menos violentos , les
presentan nuevas señales de irse logrando el in-
tento ^ y aun suelen llevarles á los Aviadores
algún Piñoncillo de pocos marcos que se lo con-
firme. En este modo se gastan cantidades 50, ó
ó 60 mil pesos insensiblemente^sin adelantamien-
to conocido.
Es-
■:íí«
1
DUODÉCIMO, 22p
14 Estos grandes expendios , que no tienen
nías límite que lo que duran los caudales , á nae-
nos de que la fortuna sea favorable , ofrecen dos
cosas notables : la primera , que los dueños que
ios franquean queden tan satisfechos de haberlo
hecho , que no conociendo la flaqueza en que
han incurrido , no les resulte sentimiento contra
quien les induxo ^ y que los que son escasos para
otros expendios , no lo manifiesten en el de esta
especie , de lo qual se vén muchos exemplares:
lo otro , que corrido largo tiempo de estarse
trabajando sin sacarse fruto de entidad , nunca
falta en su inteligencia mas obra para encontrar
la veta rica que la que se puede hacer en un dia,
cuyo término, al parecer, corto, no tiene fin, por-
que siempre sobreviene nueva dificultad que lo
dilata otro tanto , y de este modo pasan muchos,
y se cumplen años sin verse el éxito que tiene
presente !". imaginación.
1 5 Quando sucede que el trabajo se hace en
Mina antigua , que estuvo abandonada , ó en
veta de mina corriente , no dexa de sacarse al-
guna P/ata ^ pero es tan poca , que no tiene com-
paración con lo que se gasta , y el marco sale
por tres, ó quatro tantos de su valor : ai contra-
rio , si después de muchos afanes , y expendios
se logra la felicidad de d-^'r con la riquezv-i , se
recupera en breve tiempo lo consumido , y q can-
tos tienen partéenla mina se enriquecen, el Av:a-^
dor , el Minero , y el Cateador , que de ordiria-
rio es el capataz , y quien dirige los trabajos.
Los buenos éxitos , que la casualidad proporcio-
'4 \W
Ilí i r
i"
230 ENTRETENIMIENTO
na á una parte de los que se dedican á este exer-
cicio , animan á muchos á que permanezcan con
constancia 5 pero siendo todo casualidad , es aun
mas seguro el riesgo de perder , que el de ade-
lantar.
16 De esto proviene decirse comunmente
entre los Mineros ser ellos los que hacen un ser-
vicio distinguido ai Rey • porque á no entrar
con tanto empeño y facilidad en el trabajo de
las Minas , exponiendo caudales considerables,
no se sacaría la Plata , que constituye la riqueza
de la Monarquía. En algún iDodo van fundados,
porque en realidad sucede asi ^ pero si se mira
bien el fin que en ello llevan , no es enrique-
cer la Monarquía , sino hacerse ellos poderosos
con la posesión de mucha Plata , cuyo deseo es
el que los enagena á los términos que se han ex-
plicado.
ijr De ordinario hay junto á las Minas, que
han estado abandonadas , montones de descom-^
bros , siendo los que quedaron allí por inútiles,
quando se trabajaban : los que se dedican á po-
nerlas corrientes, hacen escoger en ellos aquellos
pedazos de mineral que manifiestan buenas piu-
cas , y los benefician , con cuya diligencia sa-
can alguna Plata , y en ocasiones les dan mas
que el Mineral recientemente sacado. A estos
pedazos llaman Pallacos ^ y la diligencia de es-
cogerlos Pallaquear : de esto ha nacido la opi-
nión , de que la Plata se cria con el tiempo , y
que la piedra , ó tierras de la veta son el vehí-
culo en donde se fixan las semillas , que prepa-
ra-
este exer-
ízcan con
i 5 es aun
íl de ade-
Tiunmente
:n nn ser-
no entrar
abijo de
iderables,
a riqueza
lindados,
i se mira
1 enrique-
}oderosos
deseo es
e han ex-
linas, que
descom"
inútiles,
an á po-
aquellos
ñas pi:i-
ncia sa-
dán mas
A estos
a de es-
la opi-
mpo , y
el vehi-
e prepa-
ra-
DUODECIMO. 231
radas con las varias nnaterias que contiene , se vá
perfeccionando y creciendo : para ello suponen,
que quando los abandonaron fue por no contener
parte alguna de Plata , pues á no ser asi no las
huvieran despreciado. Este didamen pudiera
tener la réplica , de que , en el tiempo que los
abandonaron , los miraban de poco provecho,
respedo de la mayor ley que tenia el Mineral
que beneficiaban ^ pero es tan común hallarse
Wa , en razonable cantidad , en los Pal/acos
antiguos, que no está totalmente desnuda de fun-
damento la ¡dea, hallándose apoyada del exem-
piar de suceder lo mismo en las Minas de Azogue^
y de experimentarse dentro de las vmsmdi^vctas que
lasque se abandonaroUjpor no sacar de úlSisFiata
alguna ^ vueltas á trabajar, dej-pues de 60,0 n-as.
años la dan, y tal vez con regular abundancia.
18 Corr(bora lo antecedente , el que en
tanto que la Mina mantiene señales de P/ata^
y que no falta dinero para sus gastos, no se aban-
dona , subsistiendo la esperanza de encontrar la
riqueza que se solicita 5 y asi quando estaba
abundante no era regular hacerlo , y quando es-
casea se aprovecha todo , con la consideración
de que aunque sea poco lo que rinda , siempre
ayuda ; con que no puede suponerse como cier-
to, que los Pallacos tuviesen Plata al tiempo que
se extraxeron de la Mina , y que se desperdi-
ciasen , por haber otros que rendían mas.
19 Quando se trabaja en vetas que no han
declarado la Plata , ó quando la que rinden es
poca 5 se procura Pallaquear , si se encuentran
des-
?
i
i
1
I
232 ENTRETENIMIENTO
descombros en que hacerlo ^ y fuera de lo que
contribuyen para los gastos , sirven los Piñones
y las piedras sobresalientes que se encuentran
para sostener el concepto con los Aviadores i
quienes las presentan , en apoyo de las noticias
que les dan sobre los progresos que se van ha-
ciendo, y asi mantienen las esperanzas de que irá
siempre en aumento : con estos convencimientos
abren la mano , y franquean caudal para llevar
la obra á su perfección.
20 No hay satisfacion que iguale á la de
un Aviador , ó dueño de Mina , que la hace tra-
bajar por medio de Administrador , quando le
presentan algún Piñón , ó Pina por premio de
sus expendios , entregándole una , ó varias pie-
dras donde se dexa ver la señal de la Plata en
algún filamento. El gusto que en ello reciben,
hace olvidar la memoria de quanto ha costada,
que suele ser por cada marco , uno , 6 varios
miles de pesos. Esta complacencia , adquirida á
tanta costa , dexa descansado el ánimo , no solo
por la esperanza que confirma del logro total,
sino por la circunstancia de ver el parto de la
tierra en el metal precioso , cuyas señales , como
principio del triunfo , las ponen con cuidado en
el principal lugar de la casa donde esté paten-
te á todos,y á quantos concurren se las muestran,
para que ayuden á la celebridad y á los plácemes:
entonces se repiten las relaciones , que el Minero,
ó el Capataz han hecho sin faltar señal alguna^y
s€ embele-^a la imaginación , prometiéndose ver
multiplicadas las Piñas^ á correspondencia de los
deseos. EN-
233
til < >.
^.«■4.
k^ h:
ENTRETENIMIENTO XIII.
Continúa el asunto de los Minerales y y
se explica quales son las principales
caxas 3 y lo que se funde de
Plata en ellas.
•^ N el anterior Entretenimiento se
I hadado noticia de los déviles
fundamentos con que se da prin-
cipio al trabajo de las Minas,y
"^ que emprendidas muchas de
ellas por hombres que no tienen caudal alguno,aun
para la propia subsistenciajse gastan por sus manos
crecidos miles en solicitud de la Plata, En este
se seguirá , dando la de los Minerales , y del
modo en que se manejan en ellos, por no ser esta
de menos industria y habilidad, que el conseguir
fondos con la vana idea de multiplicarlos en
las cosechas abundantes de P/«¿i,que se proponen
sa "c.- de ellas : para esto es preciso dar idea del
modo en que se ministra el Azogue , por ser el
principal agente , que facilita el laboreo de las
Minas.
2 El Azogue es la medida de la Plata , 6
el mas seguro testigo de lo que se extrahe de las
Minas , porque beneficiándose generalmente por
el método de la Amalgama , no puede separar-
se del Mineral sin el auxilio de este metal. Hay
Gg no
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lili
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I :i
h .^
234 ENTRETENIMIENTO
no obstante algunas Minas que se trabajan por el
fuego , pero sun pocas , y además concurre el in-
conveniente de no haber con abundancia la leña
en donde están , ni el Icbo , que es un equivalen-
te para suplirse : por esta razón , aunque algunos
Minerales podrían rendir mas por este segundo
método , que por el primero . no es prad^icablo.
Asentado pues que la mayor parte se hace por
medio del Azogue , conocido el consumo de este,
puede averiguarse , con alguna corta diferíencia^
lo que se saca de aquellas.
3 Es opinión corrL..te por allá, y muy com-
probada, que las principales Minas de crédito
en lo antiguo han ido en descaecimiento 5 allí lo
han sido las de Potosí , y en realidad no rinden
al presente , ni á mucha distancia con la abun-
dancia que en otros tiempos^ esto procede de dos
causas , la una de hallarse en tal profundidad
parte de sus vetas , que el costo de desaguarlas,
con el de las obras que necesitan para que se
mantengan , y el de atraher los metales , son ma-
yores que las utilidades que rinden : la otra, por-
que á fuerza de haber sacado lo mas pingue de
ellas por largos años , han descaecido ^ y aunque
esto no suceda en todas , se experimenta en las
mas , considerándolas por lo que vá corrido de
este siglo : parece que al paso que unas van en
decadencia , se descubren vetas algo sobresalien-
tes en otras , resultando que en el total de aquel
dilatado País no se extrahe menos Plata al pre-
sente , de la que se sacaba ahora '^o , ü 80 años,
con la diferiencia de haber mudado de lugar.
£1
DECIMOTERCIO. 235
4 El cerro de Totosi debe considerarse co-
mo un panal de Abt^jas en las inumerables bocas
que tiene , y en las concavidades y minas que
hay en su interior , y asi lo dá á entender la
ir.onstruosa cantidad de material que se ha saca-
do de sus entrañas , para lograr la parte del Mi-
neral 5 que ai modo de venas se halla repartido
en él , siendo de este del que se saca después la
Plata ^ y asi 5 si fuese dable registrarlo de una
vez, quitada la capa exterior, se descubriría un
sin fin de caminos y calles subterráneas , condu-
cidas sin regularidad en las direcciones, según la
disposición en que van las vetas. Aquellos Mi-
nerales , que en el lenguage común llaman Meta-*
les , después de los primitivos tiempos inmedia-
tos al descubrimiento , en que fueron muy ricos,
quedaron de poca ley ^ siendo tal , que sino tu-
vieran la ventaja de ser dóciles para extraherse,
y para el beneficio , no se podrían aprovechar^
pero con esta circunstancia viene á ser la docili^
dad compensativo de la falta de riqueza. Otros
Minerales hay en distintas partes , que siendo de
mas P/ata son menos proporcionados para el tra-
bajo por la dureza , por los gastos que de ella se
siguen , ó por la mezcla de Antimonios y de otras
varias materias , que no dan lugar á que se pon-
gan en punto de que el Azogue obre en ellos.
Aun con estos inconvenientes es tal el atradivo
de unos y de otros , que no falta quien se dedi-
que á probar suerte , sin reparar en la baxa ley,
en la dureza , ó en la dificultad de acertar con el
método del beneficio que requieren.
Gg a Ha-
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t:m
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23,^ ENTRETENIMIENTO
5 Hallanse repartidas las Minas de "Plata en-
varias Provincias , y parece que en esto guardó
la naturaleza un orden correspondiente al de los
Animales y Plantas , no. haciéndolas comunes á
todos los Países , aun del mismo Continente , co-
mo lo acredita el que siendo Punas de quasi
igual altura y frialdad , las que corren desde la
parte del Norte de Lima hasta el paralelo de Po-
tosí , y de allí hasta Chile , es ea el ámbito que
hay desde el de Lima al de Potosí donde abun-
dan , y en los que corren desde el mismo parale-
lo de Lima acia la Equinocial van siendo menos,
como lo confirman las pocas que se conocen en
el Reyno de Quito , y de allí acia la parte de
Santa Fé , en cuyo ámbito son. mas regulares las
de Oro^ bien que estas están en los climas calien-»
tes, siendo muy raro que las haya fuera de ellos.
Lo mismo sucede desde Potosí acia el Sur , en
cuya larga extensión por gran casualidad se sabe
de alguna. La physica mas sutil no. facilita re-
glas seguras para explicar de un genero que sa-
tisfaga este raro phenómeno , mediante que al
parecer concurren unas mismas circunstancias en
todos eUos^
6 Habiéndose de beneficiar los Minerales
de Plata por medio del Azogue , tomó el Estado
en sí, el cuidado de ministrarlo y para que este
principal ingrediente , sin el qual no podían ser
útiles aquellos, no estuviese expuesto á contin-
gencias ,, y que sin embarazo pi iiesen dedicarse
los Mineros á las labores ,. con seguridad de te-
nerlo siempre ^ue lo necesiten., A este fin se es-
ta-
fl
.j
•^v|.
I>ECIMOTEIlCIO. 237
toblecieron varias Caxas en aquellos parages
donde había mas abundancia de Minerales, sien*-
do estas otros tantos depósitos de él , y por con»-
secuencia los lugares determinados á donde debe
llevarse á fundir lo que se saca de Tlata para sa-
tisfacer al Rey el derecho del Diezmo y el valor
de los Azogues , que se franquea á cada indivi-
duo en el discurso del año^
f Entre estos Depósitos , ó Caxas Reales se
halla una principal , que ministra á todas las
otras el Azogue , y es la de Guancavelica , si-
guiéndose luego por la parte del Norte , Jauja^
Pasco , Lima , y Trugillo : por la del Sur el Cuz-
co , Chucuito y la Paz , Ce y liorna , Carangas , Oru-
ro , y Potosí , de suerte que en todas vienen á ser
12 ^ pero no en los distritos de todas hay abun-
dancia de Minerales, pues en algunas son tan es^
casos , que apenas hay indicios de ellos. De es-
tos Depósitos sacan sus provisiones los Mineros
que están en cada jurisdicción 5 y se ks submi-
nistran fiados por termino de un año , para faci-
litarles que puedan trabajar , sin hacer de pronto
desembolso , por ser uno de los mayores costos
que tienen. El método que se sigue en esto es
acudir los Mineros á la Caxa Real , y afianzar el
Azogue que necesitan para el uso de los metales
que deben sacar de la Mina en el discurso del
año 5 con obligación de tenerlo pagado al tiem-
po de cumplirse. Este año se cuenta empezando
por un antiguo uso, el primer dia de Mayo^ y
finalizase el ultimo de Abril. Observase asi no
solo en lo perteneciente al Azogue y sino en todos
los
VA
■ üf
,1:
J
■ f
238 ENTRETENIMIENTO
los Ramos de la Real Hacienda , porque en
aquel dia deben concluir todas las cuentas de las
Caxas Reales , y empezar otras nuevas , que lla-
man cerrar ¿as Cartas-Cuentas,
8 Es de mucho alivio , como se dexa com-
prehender, para los Mineros la proporción de
tener el Azogue , sin hacer de pronto el desem-
bolso de su valor , usando de este caudal por el
discurso de un año ^ y con la misma Plata que
les facilita , lo pagan , pero aun todavía no basta
para que se sostengan , acaeciendo con bastante
frecuencia hallarse, sin cumplirse el año, sin fon-
dos para salir de este empeño, que es consecuen-
te, ó á la poca ley que tiene el metal , ó á los
gastos que se les aumentan , bien sea por su du-
reza y dificultades que hay para sacarlo , ó por
las obras y trabajos que necesitan hacer dentro
de la Mina. De aqui se origina , que se abando-
nan aquellas que no sufragan para sostenerse
quando los dueños no poseen caudal propio , ó
tienen Aviadores que se lo subministren. Las Mi-
nas se deben considerar como un juego de fortu-
na , que para el que está favorable le enriquecen,
y por el contrario destruyen y aniquilan al que
les es contraria.
9 El que dexa de corresponder á la paga
del Azogue de un año , no puede prometerse
tenerlo en lo succesivo ; y careciendo de este
principal agente, se inutiliza la Mina y se aban-
dona , bolviendo á ponerse en aquel primer es-
tado en que la halló el que emprehendió su tra-
bajo : se hacen derrumbos considerables , las
aguas
DECIMOTERCIO, ^l^p
aguas se aumentan aunque fuesen pocas ^ se cie-
gan las calles; y al cabo de tiempo , quando otro
la emprehende de nuevo , tiene que hacer el
mismo trabajo que el antecesor con mucho es-
pendió.
10 Al ver las considerables porciones de
^hita^ que se conducen todos los años de las In^
Has á España , no es fácil de concebir la difi-
cultad que cuesta de conseguirla en su propio
origen , y que se logra á expensas de muchos
caudales , y de la infatigable pasión de los que
se dedican á este exercicio , que es la que los
empeña , según se dixo en el Entretenimiento an-
terior 5 para no abandonarla , ínterin que se les
proporciona el modo de tener Azogue , aunque
sea muy poca la Plata que saquen de ella ; y asi
esta providencia es uno de los mayores auxilios,
que tienen para promover su trabajo.
11 Sin duda fue fundada en este conoci-
miento la disposición en aquellos Reynos de
franquear el Azogue al costo que tiene ; contri-
buyendo también la circunstancia de ser bastan-
te crecido , respecto del regular en España ; por
cuya regla no es igual en todas partes,proporcio-
nandose á las distancias ; y asi en Guancavelica
es á 7'9 pulgadas iZL, en Jauja á 85 ^ , en
Vasco á 84 J7l_, en Lima á 84 . 7^^ ^ ^q Truxi-
lio se les carga el mas costo que tiene su conduc-
ción desde Lima allá : en el Cuzco á 05 _£Zl, en
Cay-^
( "^ t ,1
240 ENTRETENIMIENTO
Cay liorna id6 ÉZ^ en Carangas á 04 i? ,
•^ i DO ■ >► "^ I 00 '
Or//r(? á 9?" 10 » , en Potosí á 99
eu
12:
JOO
siendo
del cargo de los Mineros la conducción después
desde las caxas hasta los asientos de las Minas.
13 El Erario gozaba los dos derechos que
le correspondían en el q.iinto del Azogue^ que se
sacaba, y en el de la P/ata: este ultimo se rebaxd
al décimo en el año de 1737 > en fuerza de
reiteradas representaciones que hicieron los Mi-
neros 5 y de serias justificaciones : por donde se
aberiguó , que la situación de ellas no permitía
tanta contribución ^ pues por no sufragar á ello,
se abandonaban muchas, y el Estado padecía el
detrimento de su pérdida. Con iguales fundados
motivos se libertó á los Mineros, r el año de 61,
déla contribución del quinto del Azogue por tiem-
po de dos años,reservando á la voluntad de S.M,
y á lo que la experiencia ensenase , el dexarlo asi
para lo succesivo^ 6 que espirados bolviesen á
contribuir 5 pero parece que hasta el presente vá
corriendo en la misma forma , que es convincente
prueba del descaecimiento de su respediva Mina,
y que mirado este asunto, como el mas importan-
te para la subsistencia de las de Plata ^ se ha te-
nido por menos inconveniente perder la Real Ha-
cienda aquel ingreso , que mantenerle con el me-
noscabo de que se arruinasen las otras ^ con que
la única utilidad que ha quedado á su beneficio
es el Diezmo de la Plata que se saca, bien que sin
disfrutarlo integramente* Las
DECIMOTERCIO,
14.1
13 Las Minas en su generalidad subsisten en
rcguJar estado ínterin que se trabaja en ellas, por-
que á medida que se adelantan en lo largo y
profundidad , se tiene cuidado de irlas aseguran-
do con Empotrados^ dexando además los cor-
respondientes Estrivos de distancia en distancia
para la fortaleza, á cuyo fin h^y Ordenanzas yLe-
fs que lo previenen ^ pero quando les sobrevie?'
nen aguas en cantidad , y que no hay advitrio
para hacerles Socabones por donde desagüen , es
preciso abandonarlas , aunque se hallen en el tér-
nnino de la abundancia de la I* lata. El trabajo
que se pradíca en ellas es continuo , haciéndose
tanto de noche como de dia , y lo mismo el be-
neficio de Metales en todas sus funciones, pues
por una parte se muelen los que se sacan , hasta
convertirlos en polvo muy menudo, y por otra se
preparan los cuerpos para la Amalgama , y se
¡aban los que tienen disposición para ello. De es-
to resulta ser preciso que el Azogue esté pronto,
sin lo qual experimentarían grandes pérdidas los
Mineros ^ y una de las mas considerables sería
el hallarse precisados á suspender las manipula-
ciones. Por esto es necesario mirarlas como un
encadenamiento en donde los eslabones están en-
lazados el uno al otro, siendo el principal el Aw-*
gue^ sin el qual quedan divididos los demás.
14 A proporción que los metales son mas
ricos , necesitan de mas Azogue para la Amalget^
ma
^ y al respecto que la Mina es mas opulenta
de metales , por estar sus vetas mas pujantes , se
saca mayor porción de ellos , que es lo que los
Hh due-
■í
m
m
a42 ENTRETENIMIENTO
dueños apetecen , pues aunque la ganancia sea
corta , la hace crecida la abundancia : por esta
razón , los consumos del Azogue no pueden ser
iguales , ni tener regla la distribución^ pero cada
uno sabe á corta diteriencia, según las vetas que
trabaja, su grosor y riqueza, lo que puede necesi-
tar para darles el ultimo beneficio en el discurso
del año . y procura proveerse de él con antici-
pación,
1 5 Por las cantidades de Azogue expendi-
das en el discurso de varios años , en 1 1 de las
caxas que se han nombrado,y son las principales,
no incluyendo la de Lima , se podrá venir en
conocimiento del estado presente de los minera-
les de Piata de aquel Reyno ^ y para la mejor
claridad se pondrá por su orden:.
i)'
CAXAS.
Afro de 1759.
efe 17CM. , de 1761. 1
de 1762. (tt i-r;;7
Qs. lib. 011/.
Qs. lib. onz.
242. 00. 00.
Qs. Iil> cin?.
Qs. lili. miz.
200. 00. 3-I-
La Pa:... . ...
32. 20.
9-
«4- 3^- 4.
49. 94. 3*
31. 75. 10.
30. :.v 1
(V/v/A ma... ..
396. 00. 00.
288. 50. ou.
292. 50. 00.
374. 5SÍ.
Carairas
230. 6.
191. 2"'. On.
420. 31. 1.
330. 00. 00.
150. 4.
Oruro
1253. 7S'
6.
I25I. 60. II.
1472. 54- 00.
I06I. 38. 00.
12(^4. C\, 1
Polos'
|1544. 21.
"47-!"' 51
2.
10.
i(>94._9v_2.
5,^75. 21. I.
iRi^. 28. 14.
1903. 5?,' 14-
519';. 41. 14
lyji. 8^;. 1
Sumas.
'^IC)^. "C^. 3.
524.S. 1. !
16 El consumo del primero de estos 5 años está
incompleto , faltando lo correspondiente á las
caxas ácTruxI/lo y de Cay liorna: en el segundo y
tercero falta el de la primera, y aumentándolo de
lo correspondiente por el de los años de 62 y 63,
vendrán á completarse , y serán el año de ^9
D n c r M o T E R C I o.
2.4-1
-62.
(1c i-rí',.
. miz.
Qs lili OH
lO. ()»).
14:. 1^:.
0. 00.
247- 42. 9
6. II.
7-^';. 01'. n
[2. 8.
i3i« !:• 0
W« 3^
0. 00.
i> 5,1.
3C'> 3-I-
5. 10.
S». 2.V 1
0. 00.
374. 59.
0. 00.
1 5(1. 4.
8. 00.
nf)4. Co. 1
53. 14-
1792. 86. 1
I. 14
5245' 1- 1
5 1 1^15 quintales, 94 libras y 2 onzas: el de i^'^í),
55()3^,uintales,63 libras y 9 (jnzc\s;y elde i/'ói,
1^424 quintales , 1 8 libras , y Ü onzas : en esta
forma , tomando un medio entre todos cinco , es
5304 quintales y 84 libras.
i^ Son varias la opiniones sobre la cantidad
del consumo que se experimenta en el Azogue
que se emplea en la Amalgama de la Plata : unos
lo fixan á 14 onzas por marco , otros á 12 , y
otros lo ponen en algo menos ; pero generalmen-
te convienen, en que el preciso y verdadero con-
sumo es el equivalente al peso de la Plata que se
saca ^ por cuya regla , el marco de ésta debe
consumir media libra de Azogue , y á todo el
exceso llaman pérdida. Hay metales , según la
opinión de los Mineros , que por su calidad con-
sume mas que otros , y de estos dicen tener mas
pérdida , contándola en lo que excede al peso de
la Plata ^ y asi la Mina que necesita para cada
marco 13 onzas de Azogue , sin bolver á reco-
gerse, tiene de pérdida 5 onzas 5 la que necesita
14 onzas, 6 5 y por este término , otros metales
hay que pierden menos, pero no se conoce algu-
no que poca , ó mucha no la tenga. Sin hacer
quentas imaginarias puede terminarse el consu-
mo y pérdida del total de las Minas , unas con
otras , por 1 2 onzas el marco , y en esto convie-
nen los mas 5 en cuyo caso , los 5304 quintales
y 84 libras que se gastan €n el año deben pro-
ducir 70^7^3 1 2 marcos de Plata de Pina , que
son 5.658^496 onzas de la misma Plata. A esta
cantidad debe aumentársele la que corresponde
Hh2 al
í
'I !
244 ENTRETENIMIENTO
al menos Azogue que las 1 2 onzas por marco de
consume , y la que se saca por fundición , cuyos
dos puntos son inaveriguables^no siendo fácil con-
seguir, que con ingenuidad digan los Mineros en
lo que consiste su verdadero consumo y pérdida.
18 Es mysterio tan reservado la noticia fija
de la cantidad de marcos de P¡/ita que cada Mi-
nero saca del Azogue que consume , que la mas
eficaz diligencia no es suficiente para conseguir-
la ^ pero averiguado esto del niayor número de
las caxas, podrá formarse el cómputo de la Plata
que sacaron, y la que íaltó pnra completar laque
correspondía al Azogue que consumieron.
19 El año de 1^63 la caxa ái'Gvancavdica
dio por consumidas 13^448 1 bras de Azogue
menos que lo expendido: fund;ó i8yo2i marcos,
por los quales contribuyó por el Real derecho
de JD/ezmos y Cobos 17^^43 pesos y 3 reales. Se-
gún la regla délas 12 onzas , debia haber fun^
dido solo 1 ^"930 r , y asi tubo de aumento 90Í
marcos , que no son de consideración en el todo
déla cantidad. Será reparable que los consumos
de Azogue para esta cuenta de marcos , no son
iguales á los expendios de él en el año ^ y f'sto
procede unas veces de no fundir todos los Mine-
ros la Pina que sacan en el corriente del mismo
año que recibieron el Azogue , y otras de aumen-
tarse las fundiciones con los que dexaron de ha-
cerlas en el año antecedente.
3o La de Jauja consumió 26^^42 libras mas
que lo expendido: fundió i4y:c;65 marcos , por
lo que solo contribuyó de derechos 14^340 pe-
sos
I arco de
, cuyos
icil con-
ñeros en
pérdida,
ticia fija
:ada Mi-
: la mas
inseguir-
imero de
la Flatcí
:ar la que
I.
vcav:lica
í Azogm
[ marcos,
derecho
:alcs. Se-
aber fun-
lento 90i
n el todo
consumos
no son
^ y esto
os Mine-
1 mismo
e aumen-
1 de ha-
brás mas
eos , por
J340 pe-
DECIMOTERCIO. ^\')
SOS y 3 reales : debia haber fundido 35^656
inarcos , y haber contribuido 3 5TJ1 05 pesos y
irreales ^ con que le faltaron para la cuenta
21^091 marco 5 y dexó de contribuir 20^^65
pesos.
21 La de Chucuito consumió 42^962 libras,
fundió 48^063 marcos y 3 onzas , pagaron
4^g322pesos y 3 reales : su fundición de Plata
debió haber sido de 57^282 \ , le faltaron
9^219 y 3 onzas , por los quales dexó de contri-
buir 9^065 pesos y 3 reales.
32 La de la Paz tubo de consumo de AzO"
^uc 3^025 libras, fundió lyóoi marcos , por
l,)s quales contribuyó lyST'i pesos y 5 reales:
debería haber fundido 4^034^ marcos: vino á
ser diminuta la fundición de 2^432' marcos , á
los quales corresponden 2^395 pesos y 2 reales,
que dexaron de contribuirse.
23 La Caxa de Cay liorna consumió 49^059
libras de Azogue '.st fundieron [¿0^029' marcos,
cuya contribución de derechos fue 27^596 pe-
sos, 7; reales, pero la fundición debía haber
sido de 65^412 marcos , y hubo de menos
37^382^ marcos; y el importe de los derechos
disminuyó de SÓgSo^ pesos, 5', reales.
24 La de Carangas consumiió i5goo4/<í li-
bras: fundió 22^3^4 marcos y una onza^ por
los quales contribuyó de derechos 22^076 pe-
sos : su fundición excedió , al respedo de las 1 2
onzas, en 2[|299 marcos y una onza.
25 La Caxa de Orttro consumió 12 £5^463!
libras de Azogue: su fundición fue de 121^:856
mar-
h
-!^' I
2 4^ ENTRETENIMIFNTO
marcos, 4 onzas,pur los que contribuyó i iQuojri-
pesos, '^[ reales 5 pero según el Azogue consumí",
do debió haberse extendido la fundición á
16^^284 marcos, mayor que la que se hizo de
45ü42f • marcos , cuyos derechos corresponden
ser 44^^72 6 pesos y ^! teales.
26 En las cinco Caxas que quedan nombra-
das hubo de menos en fundición de marcos y de
derechos Reales como se sigue.
i de
CAXAS.
Falta en la fun-
dición.
Disminución de dere-
chns R.nilcs.
La de Jauja | 21.
La de Chucuito.*»
La de la Faz
La de Cay liorna,,.
La de Oruro
Total disminución
(1c marcos ,
20. j?'65. 2.
9. 065. 3.
2. 392. s.
36. 805. 5.1
44. f26. jr.i
115. 552.^ |ii3'r55»P»n
27 El importe de los derechos que el Rey
sacó de las 1^ linas de la pertenencia de las siete
Caxas que quedan nombradas fue :
De las de Guancavelica,, 1*^, 5^43, 3.
De las de Jauja 14. 340. 3.
De las de Chucuito 47'. 322. 3.
De las de la Paz, i. gj^i. 5.
De las de Caylloma 2jr. 596. 7!
De las de Carangas 22. 0^6.
De las de Oruro 119- 9J75. ^f
-----
Suma 250. 626. 3Í:
il De modo , que de las siete Caxas recibe
la Real Hacienda la quarta parte de un millón de
pe*
r ^' H
^9Ü9^5
onsumi-
icion á
hizo de
sponden
nombra-
eos y de
cioii de (lere-
Roales.
65.
2.
65.
3'
92.
s.
05.
5.1-
26.
r.i
'ss.p-n'-
e el Rey
las siete
3-
3-
3-
5.
7\
3Í
is recibe
lillonde
pe-»
DECIMOTEK CIO. 247
pesos 5 a corta diferiencia,ydexa de percibir mas
de la decima parte del millón..
29 Las quatro Caxas restantes son Vasco^ en
la Provincia de Tarma , que es de consideración:
la del Cuzco , que no funde Plata: la de Triíxillo^
que es mediana ^ y la de Potosí^ que es la mayor,
pues excede á la de Oruro en 54^ libras de Azo--
pie de consumo ^ y haciendo un juicio prudente
no llegará á medio millón codo lo que reditúan á
S. M. en cada año las Minas del Ferú que usan
deéL
30 La cantidad de marcos que dexan de
fundirse en sus respectivas Caxas , respedo del
Azogue que se les ministra , y la mas porción que
benefician quando el consumo y pérdida no llega
á las 12 onzas por marco , no menos que toda la
que se saca por fuego, tiene tres destinos : una
parte se extravia , otra se funde para convertirla
en vaxilla , y otra pasa á fundirse á la Caxa de
Límj por especial gracia que se les concede^ pero
rigorosamente debería llevarse á la Caxa que mi-
nistra los Azogues^ que es la del distrito,as} por ser
la níias inmediata , como para satisfacer los dere-
chos con ella , y hacer constar haberse hecho el
uso que corresponde con el que se les ha minis-
trado..
EN-
¡H
r---^
S"
51'*'
ENTRETENIMIENTO XIV.
Sobre el estado añud de las Minas y
las que se benejician por el fuego,
ó por el Azogue.
SL^
I
"^ A jurisdicción del Cuzco es li-
mitada 5 en su distrito no hay
Minas , y por esto allí no se
funde Plata : el corto Azogue
que . ' ^onsume , es para las
manifaduras , de las quales
hay bastantes en aquella Ciudad , siendo sus ve-
cinos industriosos en obras de mano.
2 En los tiempos pasados fue rica la Pro-*
vincia de Castro Virreyna por las muchas y so-
bresalientes Minas de Plata que se trabajan en
ella , de modo que tenia fama en esta parte ^ pero
ha venido á tal decadencia , que es al presente
de las mas pobres , y solo se trabajaba escasa-
mente en una , ú otra por sugetos de pocos arbi-
trios, que lo mas que hacen es TMlaquear^ y ha-
cer las cortas fundiciones que les permite este ar-
bitrio^ es dependiente de lu Caxa de Guancave-
lica,
3 La de Fílcas-Guanian tiene algunas Mi-
nas , aunque solo se trabaja en una con buenas
muestras de dar riqueza : en la de Guanta se sa-
caba P/ata de otra ^ pero ésta habia arruinado al
que la tenia por su cuenta , gastando en ella un
cau-
r
^♦>*i
zco es li-.
o no hay
lili no se
o Azogue
! para las
as quales
.0 sus ve-
i la Pro-
has y so-
ibajan en
rte ^ pero
presente
>a escasa-
)Cos arbi-
ar , y ha-
este ar-
ruancaid'
unas M¡-
n buenas
íta se sa-
uinado al
ella lui
cau-
DÉCIMO Q^U ARTO. 2^p
caudal bastante crecido , en cuya cor espondien-
cia le daba algunos marcos de Pifia de tiempo
en tiempo lo suficiente para mantener las esperan-'
zas , mas no para poder enteramente costearse.
4 En la de Angaraez hay algunas que están
abandonadas f una de ellas, de mejor señal que
las otras , la tomó á su cargo un sugeto de cono-,
cido caudal , que lo consumió en ella, contentán-
dose con sacar algunos Piüones de poco valor , y
algunas piedras de Plata blanca , que también
llaman Machacado , cuyas muestras servían de
embeleso al amo y de dar por bien empleado el
caudal que consumía en los trabajos emprehendi-
dos hasta conseguirlas, porque con estos indicios
se prometía lograr la riqueza grande , que supo-
nía en la Plata,
5 Quasi todo el Azogue que se expende por
la Caxa de Guancavelica vá á la Provincia de
San Juan de Lucanas^ que es donde hay algunas
Minas de consideración , y particularmente una
que tuvo bastante crédito ^ pero como en ellas
son regulares las altas y baxas , descaeció á tér-
minos de no sufragar á sus costos : no obstante,
con la fama que tenía por la riqueza que había
dado , se continuaba su trabajo con constancia,
esperanzados que la veta bol viese á su primer es-
tado de mayor abundancia.
6 La Caxi de Pasco se halla en la jurisdic-
ción de la Provincia de Tarma^ y no está en la
principal Población, por haberla situado en la
inmediarlüii á las Minas para la mejor propor-
ción de proveerse de Azogues , y de conducir las
li Pi-
i -i
■ii-i •
mí
§ñ
250 ENTRETENIMIENTO
Tinas que se deben fundir. De algunos anos á
esta parte han tomado incremento , prometiendo
que se hará allí uno de los Minerales pingues
del Reyno : son varias las Minas que se trabajan
con utilidad conocida , acreditándola asi «1 con-
sumj del Azogue^ que un año con otro sale por
500 quintales á corta diferiencia.
^ Las del distrito de Chucuito se mantienen
en regular estado en lo presente 5 y aunque en el
consumo de Azogue se repara que en los dos pri-
meros anos de la comparación subía á f 33 ^ y
J740 quintales , y en los tres siguientes sale uno
con otro á 450 quintales con la disminución de
cerca de 300 ^ no procede esto de haber descae-
cido ,, en el termino de estos cortos años j; la fla^
queza de sus Minas viene de tiempos mas distan-
tes , originada , ó de la mucha profundidad que
tienen unas, ó de los impedimentos que se en-
cuentran en otras , para llegar á sacar el metal
de buena ley^
8 De las Caxas de Trugillo se proveen aque-^
lias Minas que hay en la serranía que corre des-
de donde terminan las jurisdicciones de las de
Jauja y Tarma para el Norte , yendo acia el
Keyno de Quito , en donde están las de Caxa-
marca , Chachapoyas , con otras : por el consumo
que tiene anualmente se comprehende su corte-
dad , proveyendo desde '¿Uí quantas hay en un
espacio de mas de 200 ieguas , hasta los térmi-
nos de las Caxas de Piura y Cuenca , adonde no,
se hacen remisiones de Azogue»
9 Reconócese , que lu Caxa de Carangas
fun-
t -••• •
5 años á
metiendo
pingues
trabajan
^1 con-
sale por
antienen
ue en el
dos pri-
rssí y
sale uno
icion de
' descae-
> 'i la fla^
Ls distan-
idad que
;ie se en-
el metal
en aque-
)rre des-
las de
acia el
Ciixa-
consumo
corte-
y en un
termi-
onde no,
.arangas
fun-
DECIMOQJJARTO. 2^1
fundió 3299 marcos de Vlata mas de lo que cor-
respondía al Azogi/e que expendió ,j y parecerá
por este aumento haber habido en los Minerales
de su distrito menos pérdida que en los de las
otras Caxas, pero no sucede asi, y tal vez será
mayor en ellas , de que hay bastantes indicios.
En la pertenencia de aquella Caxa se hallan las
famosas Minas de Huantajaya , y tanto en estas,
como en el mayor numero de las de su jurisdic-
ción , se benefician los metales por fundición, sin
necesitar de Azogue'^ con que siendo el menor nu-
mero y las de menos riqueza las que gastan las
150004 j% libras de aquel metal, debería ser la
fundición de Marcos mucho mas quantiosa , y
no faltan pruebas que lo convenzan.
10 Entre los grandes descubrimientos de Mi-*
nerales de Plata que se han hecho en el Rey no
del Perú , ha sido famosisimo el de Huantajaya
en los tiempos modernos , porque en su riqueza
fue tal , que quanto cogia el ancho de la veta era
de Plata maciza , que se cortaba á cincel , de
modo que verdaderamente le decia el nombre de
Mina de Plata , por estar visible este metal en
quanto se descubría f y tuvo parages , donde for-
mando nudos la veta se sacaban pedazos muy
gruesos de ella. Esta famosa Mina ha tenido,
como sucede con todas , sus variaciones ^ y aun-
que no ha seguido en la abundancia de riquezas
con que empezó , se sostiene , y trabajaba sin
descaecimiento, dando siempre buenas porciones
de aquel precioso metal.
1 1 Confirmase con la situación de esta Mi-
li 2 na
i i.
I i
■!ií
' .''>'
' k
íIíéI
í ■ ' ■
f !
ii
ii'
0
2jr2 ENTPvETENIMIENTO
na la singularidad que la naturaleza guarda con
los metales preciosos de colocarlos en la tierra
tan resguardados , que no sea dable desentrañar-
los sin mucha penalidad y costos ^ pues siendo
tan abundante de ellos, son excesivos los costos
que se ocasionan. La naturaleza eligió para ha-*
cer aquel rico deposito de P/ata el País mas so-
litario y mas estéril de quantos hay en aquellas
partes, en un despoblado retirado de las playas
del Mar alguna distancia , y en un terreno de
arena muerta : entre cerros difíciles de transitar
por lo pesado del piso , que es de la misma are-
na , tan desproveído de todo , que no se produce
cosa alguna 5 siendo necesario que hasta el agua
que se ha de beber , por no haberla allí , ni en
las inmediaciones, junto con los víveres para ali-
mentarse racionales y animales , se conduzcan de
afuera en Embarcaciones , y que puesto en tier-
ra , buelva a transportarse por aquel País difícil,
hasta el sitio donde está la Mina. A este respec-
to es costosísimo el beneficio de los metales, por-
que igualmente carece de leña aun para prepa-
rar el mantenimiento , siendo forzoso llevarla de
lejos. Allí se reparte todo por ración del mismo
modo que se hace en las navegaciones largas 5 y
aseguran los que han estado ser tan escaso , que
en ocasiones cuesta una botella regular de agua
un peso. Se han pradicado muchos Pozos , se
ha reconocido el País, y ni en los unos se ha en-
contrado agua , ni en las exploraciones se han
visto indicios de algún manantial , ó arroyo, no
menos que de plantas , de donde pudiese sacarse
le-
rda con
a tierra
ntrañar-
i siendo
5 costos
lara ha-
mas so-
aquellas
5 playas
reno de
transitar
5ma are-
produce
el agua
í 5 ni en
para ali-
jzcan de
, en tier-
's difícil,
; respec-
les, por-
i prepa-
^^arla de
1 mismo
argas 5 y
aso , que
de agua
)zos , se
¡e ha en-
se han
oyó, no
: sacarse
le-
DECIMOQUARTO. 253
lefia para los grandes consumos que se hacen en
la subsistencia de la gente , y en el beneficio de
los metales : hallándose este parage en la Pro-
vincia de jln'ca , y es el Puerto mas inmediato
que tiene para los embarcos y descarga de cosas
el de Iqiííque,
12 De este modo la abundancia y riquezas
de tan especiales vetas se consume en el propio
costo de trabajarlas ^ y empleado en ella misma
lo que dá , no es mayor la ganancia de sus due-
ños que las de otros, cuyas Minas, sin iguales
inconvenientes, son de ley muy inferior, igualán-
dose por este termino la mas rica y abundante,
con la que no lo es , para que asi se mantenga en
equilibrio la estimación de la Plata por las pena-
lidades que se superan para conseguirla , en unas
partes de la escasez , y en otras de la dureza de
la piedra en donde se halla incorporada , ó bien
por la demasiada profundidad , por la abundan-
cia de agua que las anega , por los metales extra-
ños que están interpolados con ella , ó por las di-
ficultades de los lugares donde están , como su-
cede con la de Huantajaya,
13 En las Minas de Potosí^ famosas en lo
antiguo , sucede lo contrario que r.n las antece-
dentes : su ley es tan baxa en los tiempos presen-
tes , que no podrían aprovecharse , si las propor-
ciones que ofrecen para el beneficio , no lo faci-
litasen 5 son dóciles para sacarse y molerse ^ no
tienen mayor dificultad en las operaciones que
deben pradicarse con ellos hasta sacar la Pím^
logran la comodidad de la célebre Laguna , que
fe*(,*V'/|'*^'
'/U-
H'
í \
M I'
254 ENTRETENIMIENTO
á gran costo se dispuso en el espacio que forman
entre varios cerros, donde se recogen las aguas
llovedizas, que saliendo después por un Rio, sir.
ven para los ingenios en que se muelen los me-
tales , cuyos ahorros recompensan en mucha par-
te lo que les falta de Plata, Aquel cerro ha da-
do en otros tiempos metales bien ricos , de don-
de procedió su gran fama : aun todavia subsisten
en algunas vetas señales de su primitiva riqueza^
pero por lo general son de escasa ley los que se
trabajaban. Fuera de las muchas vetas que tiene
el ámbito del cerro, hay otras distintas Minas en
las Provincias de sus contornos , que han tenido
fama en lo antiguo , pero al presente las mas de
ellas han descaecido á semejanza de las de aquel:
estas se proveen de Azogue de las mismas Caxas,
debiendo hacer en ella la correspondiente fundi-
ción de Plata , y generalmente ha sido la parte
mas abundante de ellas en todo el Perú.
14 Dudariase de la gran riqueza de aquel
cerro en lo antiguo , si se hubiese de congeturar
por la de sus Minas en el tiempo presente , y no
tratasen de ella Autores de toda fé ^ porque es
tanta la distancia que hay de unos á otros , que
no tienen comparación , y á éste simil sucede con
las otras Minas famosas de aquel Reyno^ pero
para que se comprehenda esto , se hará una bre-
ve comparación entre lo que se dice en el libro
Pretensiones del Potosí^ que imprimió el Procu-
rador General de aquella Villa Don Sebastian de
Sandovaly Guzman en el año de 1634 , y lo que
al presente manifiesta el consumo de Azogues , de
que se ha dado noticia. El
entrí
bicni
deeí
í forman
as aguas
Rio, sif'
los me-
icha par-
í ha da-
de don-
subsisten
L riqueza^
os que se
que tiene
Minas en
m tenido
s mas de
de aquel:
as Caxas,
ite fundi-
I la parte
de aquel
)ngeturar
te , y no
)orque es
tros , que
cede con
no^ pero
una bre-
el libro
;l Procu-
tstian de
y lo que
\gues , de
El
DÉCIMO QJJ ARTO. 2^5
15 El descubrimiento de aquellas Minas se
hizo en el año de 1545, tan reciente á la con-
quista , que solo habían pasado 1 9 años de la
entrada de los Españoles en aquellas partes , ha-
biendo sido en el de 1 526 , que es buena prueba
de estar vírgenes los cerros , brotándose la P/ata
por ellos con abundancia. En aquellos principios
je beneficiaba por fundición , siendo en tal gra-
do la riqueza, que de cada quintal de metal se
sacaba la mitad de P/ata , con cuyo atradivo se
1 establecieron mas de seis mil Guairas , ó Horni-
¡Üos en donde se fundía. Esta abundancia no du-
ló mucho, pues en el año de iS^^i , que habían
pasado 26, se hallaban bastante disminuidas^ y
no siendo suficiente el método de fundir para ex-
traher la Plata ^ se entabló el del Azogue por Pe-
to Fernandez de Ve lasco , bien que no con la
jierfeccion que al presente se pradíca , pues á
medida que los metales han ido descaeciendo de
!ey, se ha sutilizado el modo de aprovecharlos y
de sacar de ellos la mayor utilidad que pueden
dar , trabajando mucho en descubrir el método
de beneficio que necesita cada uno.
16 En aquel tiempo el quintal de metal da-
ba , según lo que queda dicho , 50 libras de Pía-*
fíj, que son cien marcos , y venía á salir á marco
k 'Plata por libra de metal. En el presente, se-
gún noticias muy seguras , la Mina de aquel cer-
ro, que dá quatro marcos de Plata por cajón de
metal, es buena y dexi competentes utilidades á
su amo : se trabajan nuchas que no llegan á
esta ley 5 y las que dan de quatro marcos para
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2^6 ENTRETENIMIENTO
arriba se consideran sobresalientes. El cajón de
metal , en las Minas de Plata , es de 50 quinta-
les , que en el pié de los 4 marcos corresponde á
3 i adarmes de Plata por cada arroba de metal,
y sale la proporción como i á 12505 esto es,
que de la cantidad de metal que en aquel princi-
pio se sacaban 1250 marcos , se saca ahora sola
uno. Esta disforme disminución sería increíble
sino se hallase verificada por la autenticidad de
la obra que queda citada, y fue dispuesta para
presentarla á S. M. 5 bien que no es la misma es-
ta proporción en la disminución que han teaido
los Quintos,
i^ Desde el año de 1545 , que fue el des-
cubrimiento de la Mina, hasta el de 1564 dio
de Quintos aquel cerro '^6 millones de pesos en-
sayados de 13 * reales de Plata: corresponden
en cada uno de los 19 años á 4 millones de
pesos.
18 Desde 1564, hasta 1585 dio 35 millo-
nes 5 corresponde á cada uno de los 21 años
1,666^666 pesos ensayados y 5.
19 Desde 1585 , hasta 1624 se pagaron de
derechos 52 millones, y habiendo sido 39 años,
corresponde á cada uno 1.333^333 pesos ensa-
yados y \
20 Desde 1624, hasta 1633, ^"^ ^"^ ^^
antecedente al en que escribió , se pagaron 6 mi-
llones ; y habiendo corrido 9 años , corresponde
á cada uno 666^666 \ pesos ensayados.
21 En el año de 1^63 Potosi consumió en
las Minas de su cerro j y en las de las Provin-
cias
cajón de
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de metal,
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D E C I M OQj; A R TO. 2^7
cías comarcanas 1^^9^2861 libras de Azogue ^
rjor la regla de las 1 2 onzas de consumo en
I cada marco de Plata corresponde haber sacado
! 239^049 marcos, á los quales pertenecen por 5"
j y cobos, á corta diferiencia,42 6^463 pesos de á
8 reales , que reducidos á los ensayados de 13 j
I reales son 252^^19 , y viene á ser como i , á
La gran diferiencia que hay en esta pro-
'Dí'
porción de lo que contribuye , á la que resulta
de la ley del metal , nace de dos causas ^ la pri-
mera de hallarse comprehendidos en los marcos
^ue se funden al presente , los que proceden de
lodas las otras Minas que se proveen de Azogue
áe aquella misma Caxa 5 la segunda , de que la
jortedad que la ley tiene al presente , obliga á
Jíacar incomparablemente mayor numero de caxo-
aes de metal , que los que se sacaban quando és-
era abundante en Plata ^ y asi suple al presen-
ite en parte el mayor trabajo á lo que falta de
|ley.
22 Esto se confirma con el cómputo de los
|]oe debieron sacarse en cada uno de los 1 9 años
brimcros , y los que se sacan al presente : los 4
pillones de pesos ensayados de Quintos que con-
ibuyeron al Rey aquellas Minas anualmente en
tiempo primitivo corresponden á 20 millones
ie los mismos pesos de total saca de Plata , que
acen 33.^^50^000 pesos de á 8 reales,ú onzas de
ha ] y siendo la mitad de lo que se sacaba en
ktal , venían á ser 4.218^^^50 libras de éste,
Rue componen 42^187 \ q^iintalcs.
23 Al presente , suponiendo que la ley del
Kk me-
rv:
i- i
: ! *
'lí!;
258 ENTRETENIMIENTO
metal sea , tomándola por un medio , á 4 marcos
pe: caxon, para sacar los 239^049 marcos, se
necesitan 59^^62; caxones , que hacen 2.98811
100 quintales , y entonces se conseguía la misma
P/íJta con solo 2^390 quintales de Metal , en lo
que se vé la gran diferiencia que hay de aquellos
tiempos á los presentes^ y si á esto se junta la
porción de desmontes qiae se necesitan sacar aho-
ra para lograr los 59y^'62 caxones de Metal, iría
la quenta incomparablemente mas larga : debien-
do suponer, que este número de caxones se saca
de todos los Minerales de la jurisdicción de aque-»
lia caxa , como antes se dixo,
24 Desde el año de 1633 hasta el tiempo
presente ha tenido de disminución la Plata qu
se saca de solo aquel ce 10 algo mas de las do!
tercias partes , sucediendo esto en el discurso d
130 años: á cuyo respecto , si continuase la mis-
ma disminucion,se inutilizarían aquellas Minase
otro tanto tiempo , ó en menos^ y por esto es mu
conveniente en aquellos Países el fomento de lo
nuevos descubrimientos , con lo qual se recom
pensa en el modo posible el descaecimiento qu
tienen las mas antiguas con las modernas.
25 La gran riqueza de las Minas antigual?
está confirmada en la circunstancia de sacar Pla-
ta de ellas los Indios y porque estos no conocían|
otro beneficio que poner al fuego , en tiestos , ei
Metal donde la Plata estaba visible y abundan
te , y derritiéndose la recogían : en cuyo mod
sencillo, solo la que estaba limpia de otros me
tales podia fundirse. De esto ha nacido conser
var
V • ,. "••
DE C IM OQU A R TO. 2^9
var el nombre ácCayana los hornos en donde se
hace la fundición de la Piña\ porque en la Len-
gua de los Tacas significa tiesto. De esta grande
abundancia se participó en los tiempos primeros
de la Conquista ^ y aun en los presentes sucede ,
que las Minas que por alguna rara inclinación
manifiestan los Indios á los Españoles^ cuyas no-
ticias conservan de sus antepasados , tienen la
flata visible , siendo desde luego perceptible su
riqueza.
26 El Azogue que distribuye la Caxa de la
faz es en corta cantidad , como queda visto: par-
itede él tiene su consumo en las Minas de La-
maxa^ Jaraca ^ y otras que hay en su jurisdic-
ción: estos van á quintar á las Caxas de Lima^
teniendo permiso del Virrey para hacerlo asi. Las
m 'Plata que están corrientes no son mas, ni de
I la abundancia que tubieron en los tiempos pa-
sados.
27 Los Minerales de Caylloma se sostienen
Icón regularidad, sin ser de los mas abundantes 5
pero hay opinión de que mas bien han aumenta-
Ido que disminuido. Entre todos los de aquellos
iilatrdos Reynos,son ahora los mas sobresalien-
tes los de Oruro^ á cuyo parage parece irse trans-
firiendo las riquezas que gozaron en lo pasado las
Minas del distrito de Potosí: por el consumo de
\Awgue se vé lo que vá acercándose , pues un año
con otro consumió quasi 1^300 quintales,y se ase-
gura por varios sugetos inteligentes y dignos de
fé, que la ley de los Metales , en la mayor parte
de los Minerales , era buena , respedlo de las de
Kk 2 otras
H.
lí
ii;
i ■
'■ IV
z6o ENTRETENIMIENTO
Otras Minas , y que se reconocía ir en aumento.
28 De la noticia que queda dada se conclu-
ye , que en el total de aquellos Reynos no han
disníiinuido sensiblemente las Minas de Plata de
lo que fueron en el principio de este siglo , ó en
las cercanías de entrar ea él^ pues si en unas par-
tes han ido á menos , en otras se ha reconocido
aumento, como sucede en Pasco ^ Oruro^ y Ca^
rangas^ de que es prueba la regularidad de sa-
tisfacer el importe del Azogue los Mineros: al con-
trario de aquellos que trabajan en vetas pobres ,
que quando llega el fin del año es forzoso proce-
der contra ellos y sus fiadores para hacer efec-
tivo el Entero en Caxas, á que están obligados.
29 En el año de 60 solicitaron los Vecinos
de la Provincia del Tucumán que se les proveye-
se de Azogue^ por tener esperanzas de ciertas Mi-
nas que empezaban á descubrirse , y por carecer
de él no podian darles el beneficio necesario , ni
averiguar lo que producirían ^ y siendo en aque-
llos Reynos uno de los principales asuntos el fo-
mento de las Minas de Oro y Plata , obtuvieron
50 quintales , pero parece que no correspondie-
ron á lo que se pensaba ^ porque hasta el de 63
no habia muestras de ello. Quasi lo mismo suce-
dió en el Reyno de Chile ^ donde se creyó que se
hablan descubierto del mismo metal, y que pro-
metían abundancia 5 pero las que allí se han ha-
llado no son de la entidad y firmeza que las del
Perú^ y por lo común consisten en Mantos^ que
son superficiales, y llegadas á profundar pierden^
flo sucediendo lo mifmo con las Minas que van
en
D E CIM OQJJ A RTO.
^6í
amento,
e conclu*
5 no han
Plata de
lo, ó ea
unas par-
íconocido
o, y C¿í-
id de sa*
)3: al con-
is pobres ,
)so proce-
icer efec-
aligados.
s Vecinos
5 proveye-
fiertas Mi-
3r carecer
esario, ni
en aque-
llos el fo-
)btuvieron
'espondie-
el de 63
smo suce-
íyó que se
r que pro-
e han ha-
ue las del
ntos^ que
r pierden^
que van
en
b
(d vetas entre Caxas formales ^ pues aunque hay
muchas , que la mayor riqueza la tienen en la su-
perficie , siempre conservan alguna parte en lo
profundo, sucediendo en otras al contrario, que
hasta llegar á las humedades na manifiestan toda
íu ley.
30 La Pina y los Texos de Oro , quando no
están quintados, llevando en los sellos que se les
imprimen la marca , son cotiiravando en todo el
fim , y solo es permitido conducirlos via reda
desde los Minerales á las Caxas á donde perte-
necen, para fundirlos allí, y pagar al Rey los
derechos que le pertenecen del Diezmo y Cobos ^
pero en aquellos Países dilatadisimos , donde las
; Poblaciones están apartadas unas de otras, y que
se anda por lo regular por los despoblados para
buscar los Pastos , hay facilidad de conducirlas
extraviadamente , y por esto no se verifica fun-
dirse en las Caxas toda la que se saca de las
Minas.
3 1 Los Establecimientos de fundición están
en las Caxas Reales donde hay depósito de Azo-*
lues'^ y á estas fundiciones llaman Cayana^ como
queda explicado. En estas Oficinas se convier-
ten en Barras , y se van numerando desde uno
en adelante, empezando con el año y concluyen-
do con él : se les pone el año en que se han fun-
dido , el peso que cada una tiene en marcos,on-
zas,y adarmes,y la ley^á cuya noticia se agregan
los Seilcs Reales: con esto quedan convertidas á
una moneda del valor de 2, ó 3 mil pesos, y aun
solían pasar.En esta forma se tragína á donde se
quie-
i
:im^
ñúLl
l(i-'
*';^|.
! '■'
Z6z ENTRETENIMIENTO
quiere dentro del Reyno , porque llevan los re-
quisitos que manifiestan quantas circunstancias son
precisas para la buena fé , y la de haber contri-
buido al Rey sus Reales derechos. Las Bjrras
yá selladas , y lo mismo los Texos , iban á parar
después á las Casas de Moneda de Lima: allí se
bolvian á examinar de peso y de ley , para ver
si habia equivocación , ó descuido en la que se
fundieron , cuya diligencia se pradíca con pre-
sencia de los interesados, y se convierten en Mo-
neda. Las de Potosí no hacían este curso , por-
que en atención á ser allí donde están las Minas
mas antiguas y acreditadas del Reyno , hay es-
tablecimiento de Casa de Moneda: modernamen-
te se han hecho en Santiago de ChiieyOruro\)2iva,
evitar la incomodidad de conducirlas hasta Liwa.
32 La Plata ^ como se ha visto , sale de las
Minas á expensas del trabajo de los Mineros :
corre desde ellas á las primeras Caxas Reales,
quando no se extravía , ó se convierte en baxíllaj
y sigue después á la Casa de Moneda. Conver-
tida allí en pesos duros viene á España , para re-
partirse por todo el Mundo , sin que le sirva el
signo que lleva mas que para la primer venta ,
porque después se admite , y es apetecida como
materia sin respeto al signo.
33 No son siempre los Mineros los que con-
ducen de su cuenta las Pinas á las Caxas Reales
para fundirlas y pagar los derechos. Esto solo se
pradíca por los acaudalados que las trabajan sin
empeñarse ^ pero los que no se hallan en este ca-
so pagan con ella á los Aviadores , que los fo-
men-
'an los re-
tancias son
ber contri^,
/as Barras
)an á parar
n¡a: allí se
I para ver
1 la que se
1 con pre-
terí en Mo-
irso , per-
las Minas
), hay es-
dernamen-
Oruro para
lasta Líwa,
jale de las
Mineros :
as Reales,
m baxüla,
. Conver-
! , para re- *?
e sirva el
ler venta ,
:ida como
s que cen-
cas Reales
tsto solo se
abajan sin
;n este ca-
le los fo-
men-
D E CI MO Q^U A R T o. ló^
dientan, ó la dan á los Rescatadores en pago de
los efectos que les llevan á las Minas para el con-
jurno de los trabajadores, y para Ja habilitación
délos menesteres, siendo ellos los que las presen-
tan en las Caxas para que se fundan. También en-
ira en parte de la habilitación el Azogue , á cuyo
fin los mismos Aviadores y Rescatadores lo soli-
citan , á fin de que no haya motivo de que cese
el trabajo , ni el beneficio , por ser esto en lo que
(ienen la utilidad. El negocio de ir á comprar
hña á las Minas, llaman rescatar^ y de ello to-
man nombre de Rescatadores los que llevan cosas
que vender»
34 Los Mineros acomodados, siendo asi que
es de la Mina de donde consiguen las riquezas ,.
no son continuos en ellas: unos van de tarde en
tarde, y otros rara vez, ó ninguna, haciendo con-
fianza de los Capataces que dirigen los trabajos,
y cuidan de los gastos. Esto nace de que por lo
regular están en parages desabridos y muy incó-
modos por el frió, y por la intemperie que rey na,
pero desde allí hacen conducir los Metales al
Asiento, siendo en él donde se benefician, en cu-
yo modo los tienen á la vista para presenciar las
habas , que es la ultima diligencia que se hace
para sacar la Flata,
35 Los Metales se conducen de las Minas á
los Asientos en Llacmas , ó Carneros de la tierra^
y en Alpacas , siendo estos los animales mas pro-
pios para ello por lo escabroso de los caminos ,
cuya aspereza es tal, que los de otras especies se
maltratarian mucho , y no podrían traficar. Esta
es
(>■
Ti
1'
"^•i; -; u
. k
2^4 ENTRETENIMIENTO
es una de las grandes providencias que tienea
aquellos Reynos, asi como en la Lapouia son los
Renes los adequados para manejarse en la des-
igualdad de las montañas , y en los hielos. El
carguió se hace en costales , cuyo ramo , y el de
las cuerdas con que los atan sobre los animales
es la entrada mas segura y quantiosa que tienen
los Indws del Pueblo de Juli en el Gobierno de
Chucuito^ por ser allí donde se hacen y se llevan
á la mayor parte de los Minerales del Reyno.
36 No es bastante que las Minas sean de
buena ley para que sus trabajos se costeen con lo
que rinden, ó que produzcan utilidades á los
dueños : hay en ellas varios accidentes que in-
terrumpen sus progresos : estos son las pérdidas
de las vetas , dividiéndose en ramificaciones muy
delgadas , hasta que enteramente no se descubre
metal en ellas , en cuyo caso es precisa mucha
desrr?7q. y buen acierto para bolverlas á encon-
trar el Ínterin se trabaja sin recoger prove-
cho, y con la duda de lo que durará la suspen-
sión de los metales. Los toros que se encuen-
tran , y son unos nudos de piedra durísima que
inturrumpen la veta , ignorándose lo que tendrán
de magnitud , ni qué partido convendrá mas , si
el de atravesarlos con la Mina, que se vá abrien-
do, ó el de pasarlos rodeando por alguno de sus
lados. Lo que se sabe de cierto es , que vencido
el toro buelve la veta á continuar con igual , ó
mayor riqueza que la que tenía antes. Los terre-
nos de naturaleza falsos , que necesitan muchos
empotrados , y obras de materiales para sostener
los
V
|ue tienen
iii s(3n los
I la des-
ielüs. El
' 5 y el de
animales,
uc tienen
5ierin) de
se llevan
leyno.
sean de
en con lo
Íes á los
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pérdidas
:)nes muy
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á encon-
r prove-
suspen-
encuen-
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tendrán
mas , sí
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de sus
[vencido
;ual, ó
)s terre-
I muchos
sostener
los
DÉCIMO QJU ARTO. ^(í^
los derrumbos, y las aguas, quando son abundan-»
tes, y están muy profundas las Minas , cuyo in-»
conveniente suele equiponderar á sus mas so*
bresalientes riquezas , obliga á praéticar so»
cabones á mucho costo por donde se facilite et
desagüe , cuya diligencia no en todas tiene pro-
porción, por no permitirlo la disposición del cer-
ro. Estos y otros varios embarazos minoran sen-
siblemente las utilidades en tales términos , que
ponen á los Dueños mas próximos á la pérdida
que á las ganancias.
37 El trabajo se hace con Indios y Mestizos ,
anos voluntarios y otros de obligación: estos últi-
mos son los Mitayos: la diferiencia que hay en
estas dos clases es, que los primeros son contin»
gentes, y los otros seguros, pues en quanto á los
jómales son iguales , siendo muy competente el
que se les dá, y es arreglado á Arancel, poc
cuya regla nunca es menos de 4 reales de aque-
lla moneda , aunque hay Minas , como sucede
en Potosí^ que ganan un peso los dias que traba-
jan. Es vulgaridad muy errada la de que el tra-
bajo de las Minas es recio , y que aniquila estas
gentes, porque ni uno, ni otro sucede: siendo
buena prueba la de acudir los Mestizos y otros
Indios^ á quienes no toca la. Mita ^ á ofrecerse
voluntariamente , y que los mismos Mitayos ^cotí-^
duidas las horas de su trabajo, se convidan á do-
blarlo , que es trabajar noche y dia , para ganar
mas , ó todos los dias seguidos. Los trabajos
que allí se ofrecen unos son subterráneos, y otros
fuera , que consisten en acarreos de Metales , y
Ll de
K
w
266 ENTRETENIMIENTO
de materiales en las varias manipulaciones para el
beneficio, sin que se reconozca que por causa de
ellos enfermen , ni les sobrevenga mal de consi-
deración. En este destino logran la mejor y mas
puntual pagadequantas pueden tener en las otras
ocupaciones^ y asi, al exemplo de los volrmarios
se quedan varios de la otra clase después que
concluyen el tiempo preciso de la Mita^
38 Los Mitas duran seis meses, y concluí-
dos se cambian , haciéndose asi para que se res-
tituyan á sus Pueblos , y cultiven las tierras que
les pertenecen : después tienen dos , tres , ó mas
años libres , sin bolverles á tocar turno , según
son mas , ó menos crecidos de vecindario los
Pueblos. Ademas de los Mitayos siempre nece-
sitan de gente libre las Minas , pues la que goza
6, ü 8 de aquellos , ocupará 15 , 20 , ó mayor
número ^ á proporción de las vetas que se traba-
jan. Por razón de la mucha frialdad de aquellos
parages no se acomodan á ellos los Negros^ que
luego mueren , lo que no sucede cori los Indios^
cuyas naturalezas son propias para tales climas ^
y asi los resisten sin pensión.
39 Se dixo antes que el consumo de Awgue
es la cantidad de este Metal equivalente á la
Plata que se saca , y que lo que excede de esto
es lo que llaman pérdida. Por esta regla puede
sacarse Plata sin pérdida , pero no sin consumo;
y asi, el que saca cien marcos de ella, ha de con-
sumir en el beneficio por la Amalgama 50 libras
de Awgue por lo menos : de esto ha nacido la
opinión de que se convierte en Plata este metal ^
es-
.-t.--"
DÉCIMO QJJ ARTO. l^J
esforzándola con la circunstancia de no ser visi-
ble la Piata en la m^yor parte de los Metales, co-
mo sucede con los que llaman Pacos , que son de
color de tabaco , y los que mas abundan : supo-
nen para ello , que el Mineral contiene materias
propias para fijar el Azogue , y purificarlo de los
cuerpos estraños que tiene, y que los Metales don-
de la Plata es visible , que son los que llaman
Machacados y se hallan en esta forma, porque en
su Mina abundaron las materias primitivas del
Azogue en tanta cantidad, quanto es suab:indan-
cía ^ pero que además de esta , que es sensible á
los sentidos , la restante materia que está con ella
convinada con el Azogue que se le incorpora , lo
fija y redux-c á Plata. Esta opinión , según el
sentir de los mas bien instruidos entre ellos , es
efedo de la ignorancia ^ porque hay otras distin-
tas causas para el desperdicio del Azogue ^sln que
sea preciso ocurrir á que mude de especie , por
razón de la mixtura con las partículas metálicas
de la Mina : concluyendo , que si las operacio-
nes hubiese arbitrio para hacerlas en otra forma
se bolvería á recoger todo el que se incorpora en
las Amalgamas^ y en efeéto, los grandes Meta-
lúrgicos de Europa , que tienen conocimiento
prádico de ellas , se admiran del desperdicio ex-
cesivo de Azogue que se hace en las Minas de In-
dias , atribuyéndolo á no valerse de los métodos
mas seguros é industriosos para evitarlo.
40 En realidad , después del largo tiempo
que el mejor y mas pingue patrimonio de la Es-
fm son las Minas de Plata y Oro de los doslm-
LI2 pe-
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^8
ENTRETENIMIENTO
perios de las Indias , hubiera stda conveniente
establecer ^laboratorios de ensayos , donde la
aplicación adquiriese el conocimiento prádico , y
especulativo á cerca de el modo de beneficiar los
Metales, con aprovechamiento del Azogue , y de
los de Plata y Oro^ pues á todos se estienden las
pérdidas en muchas ocasiones por faltar la inte^
ügencia para separarlos de los cuerpos extraños
que los perjudican , como el Vitriolo , el Antimo"
nio^ el Arsénico^ Alumbre^ Arnfre^ Oropimente^
y otros varios , que de ordinaria acompañan á
la Plata , y es forzoso apartarlos antes de hacer
la incorporación con el Azogue , pues de no prac-
ticarse esto con la exactitud que conviene, resul-»
tan dos daños : uno el de no sacarse toda la Pla^
ta que contiene el Mineral por estorvar la inter-
posición 5 Ó mezcla de alguna parte de estas ma-*
terias , que el Azogue se una bien , y abrace to-í
das las partículas de quella , que están conten i-*
das en el Mineral: otro , que absolutamente no se
consiga la Amalgama , siendo esto á lo que lla-
man disparar los cuerpos , porque subdividido el
Azogue en partículas minutísimas y ligeras, se es«
capa con el agua , y la Plata^^ no habiéndose He--
gado á juntar , también se desaparece^
41 Logrado el fin de purgar los metales de
Plata de las materias estrañas que le dañan , y
el de hacer las incorporaciones del Azogue sin la
fuerza de repasos que se les dan, se trabajaría en
evitar los consumos de élf y quanto mas se apro-
vechase tendría menos costo la Plata : los Mine-
ros escusarian este gasto , y se harían útiles mu-
chas
I
iveniente
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útiles mu- '
chas
D E C I M o QJJ A R T O. z6p
chas Minas que se abandonan por no alcanzar la
ley de sus metales á los costos del beneficio^ pues
en el supuesto de consumirse 12 onzas encada
marco , al respedlo del precio que tiene en Potosí,
son 6 reales lo que importa solo el coste del Azo^
pie. Además , habría también la ventaja de no
estar pendientes del Azogue para tener la Piata^
pues siempre que faltase aquel cesaría la extrac-
ción de esta , y las Minas quedarían inútiles.
Por el contrario , sí el Azogue no tuviese consu-
mo , ó á lo menos este fuese corto , con una can-
tidad moderada habría bastante para algunos
años 9 y en ningún caso sería sensible la falta de
su abundancia. El descaecimiento de la Mina
del Almadén , que puede suceder de lo qual ha-
ya exemplar , es un peligro que amenaza á la
subsistencia de las de Plata, Las guerras que pue-
den sobrevenir es otro , y todo se salvaba con el
medio que se ha dicho. Los Mineros se aplican
en quanto pueden al conocimiento de sus meta:^
les, y al modo de aprovecharlos, pero recayen-
do en unas personas que nunca tuvieron princi-
pios de ello , ni conocimiento de la facultad de
Minas y Metales , á quienes la falta de otra ocu-
pación les inclina á este exercício , y el parecer-
Íes que para sacar Plata vasta mover las tierras,
nunca pueden adelantar cosa de sustancia, y quan-
do lo consiguen es después de bastantes pérdi-
das , quedando siempre con sobradas imperfec-
ciones los métodos que descubren. Los Beneficia-
dores son asimismo gente de pocos alcances, que
aprehenden lo que vén hacer á otros, y al paso
" que
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ayo ENTRETENIMIENTO
que son hábiles en esto,no tienen la mejor dlspo*
sicion para adelantar ni discurrir por si , ni para
mudar de método en las operaciones: conocen
bien el Mineral que contiene Plata , pero no los
medios de separarla con perfección de las otras
materias á que está unida , cuyo punto es esen-
cialisimo como se ha dicho. No saben discurrir
modos de aprovechar el Azogue^ que es otro muy
principal. Ño ha faltado Autor grave, y Minero
faabil de aquel Reyno que lo ha conocido asi; y
que es de opinión que puede hacerse el beneficio
sin consumirse , ni desperdiciarse Azogue alguno.
Este invento , en que debiera pararse mucho la
consideración, valdría tanto á la Monarquía como
las Minas de Plata que le proporcionan las rique«
zas que posee , y se las aseguraría para lo succe-
sivo, disfrutándolas sin desperdicios. A fin de
que esto sea mas perceptible será bien decir que
se reconocen Minas , cuyos metales en los ensa-
yos pequeños manifiestan una riqueza increible ,
y trabajados en grande nunca dan la ley , y mu**
chos disparan en el beneficio.
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ENTRETENIMIENTO XV.
U trata del Azogue y de la Sal , mate-
rías precisas para el beneficio de
la Vlata y de las Minas de
estas dos especies^
í
EN-
I ]lHCX^Oc^L beneficio de los metales nece-
If sita dos ingredientes esencia^-
^ les , que son el Azogue y la
^ Sal: sin estos no podria tener
S^^^iQRQS^^ íugar h Amalgama, siendo el
primero el que los líne , de
donde nace , que su obra se llame Incorporación^
k segunda los dispone, para que aquel pueda
obrar , á cuyo fin los purifica de las muchas par-
dculas estrañas que tienen. Además de la Sal
hay otros , de que también se usa para el mismo
efedo , según lo requieren las distintas materias
que se hallan interpoladas con ellos. De este tra-
bajo están libres en parte los metales que se be*
nefician por fuego , pero son pocas las Minas que
tienen disposición para ello.
2 El Rey no del Perú fue privilegiado res-
pedo del de Nueva España en la conveniencia
de tener una Mina abundante de Azogue ^^ con
cuya proporción no ha estado dependiente de
España para el que necesita , y en ocasiones ha
contribuido al otro con algunas porciones , cuyo
au-
1,
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272 ENTRETENIMIENTO
auxilio ha sido muy importante , pues á haber
faltado , era preciso que hubiesen padecido mu-
cho sus Minas,
3 La Mina de Azogue se halla en el distri-
to de Guanccpvelica , nombre corrompido de Huari"
ca Vilca , que son dos de la lengua de los Indios^
propios de Naciones entre ellos ^ el cerro don-
de está se halla distante como legua y media de
la Villa , que tiene el mismo nombre , la qual es-.
tá á su pié : los que le han reconocido y visto,
igualmente que el de Potosí, aseguran guardar
mucha semejanza el uno con el otro.
4 No guardan igual semejanza en la dispo^
sicion interior, porque el de Potosí consta de mu-i
chisimas bocas , que dan entrada á otras tantas
Minas de distintos dueños , hallándose por todo
él difundidas las ramificaciones de vetas, y el de
Guancavelica solo tiene quatro entradas por lo|
mas alto^ que €s la cumbre del cerro, y tres so-
cabones , que sirven para darle viento y desa-
güe , no porque tenga manantiales , sino para la
que le entre de las goteras.
5 Esta Mina no tiene extensión á lo largo,
y consiste en un gran Pozo, bien que cerrado
por la parte superior , sin mas abertura que las
puertas de entrada que se han dicho , cuyo cir-
cuito es de ibo varas su extensión, ó diámetro
de 60, y su profundidad de 513 ^ en éste ámbi-
to han estado contenidos los metales que han
producido el Azogue, con que se abasteció aquel
Reyno desde los principios , y fuera de él no lo
hay 9 en lo antiguo fue abundante , pero faltan-
do-
Día.
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do-
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D E C I M OQJJ I N T o. 273
áole extensión , está reducida oy á un esqueleto
de palizadas , y algunos retazos , que habiéndo-
se dexado con el fin de sostener la Mina y preca-
ver sus ruinas , han podido escapar de la astucia
de los Mineros : les dan el nombre de Estrivos^
estos se disminuyen sensiblemente todos los dias
por sacarse de ellos principalmente el Azogue
para el abasto regular. Pertenece á la Corona , y
esto ha contribuido no poco á su mala conserva-
ción , por la circunstancia de estar cedida á un
oumero de personas que la trabajan por compa-
ola, siendo la mayor parte hombres destituidos
de posiblesjy forasteros que se recogen alli á ten-
tar fortuna , sin principios , ni conocimiento del
aercicio. El Rey les paga un tanto por cada
quintal de Azogue que lé entregan , y les adelan-
ta caudal para que empiecen á trabajar : en otros
tiempos, que la capacidad de aquel gran Pozo, ó
Deposito se hallaba en mucha parte macizo , lo-
caban sobresalientes utilidades, sin perjudicar
á la Mina ; pero no asi al presente por la falta
ide ley á que han venido los metales. La Villa,
í]ue es bastante grande , se mantiene de la Real
Hacienda por las utilidades que dexa el Awgue.
6 Se trabaja como las de Plata con Indios
de Mita , pero además de estos exceden los vo-
luntarios , uoi de la misma casta , como de Mes-
tizos. La ley del metal en el día es baxisima,
correspondiendo á cada caxon , que se regula
allí de 6 arrobas , siendo distinta esta medida
(jue los de las Minas de Pluta , desde menos de
libra, hasta 2^,63. Las débiles señales que han
Mm que-
^ií
It '.*. •
m.
f-'ii
274 ENTRETENIMIENTO
quedado de cstrivos, tienen la de 8, ó 10 librai
pero quando estaba en su fuerza la habia de 2
á 30 libras , que llamaban Metal de Apunchai
palabra India , que significa metal rico. Veesi
allí repetida una particularidad semejante á L
de los metales de Plata sobre la regeneración d(
ellos ^ pues en los par ages que han estado abanj
donados por largo tiempo , como de 60 , ú 8(
años , bueltos á habilitarse , se encuentran en si
superficies unas costras, ó capas mas, ó men<
gruesas , cuya ley es sobresaliente , y quitad
buelve á quedar la piedra de una calidad metaUJ
ca , pero sin contener Azogue , ó tan poco , qui
es despreciable. Esto hace creer , que la mejoríj
de ley que se halla es posterior al tiempo di
abandono ^ porque quando se hizo fue por ni
contener cosa de sustancia $ habiéndose aprove^
chado con codicia los metales de ley regular ei
todos los tiempos , sin escusar trabajo para solici]
tarlos. A esto se agrega no ser natural que lo
abandonasen quando les quedaba el grosor d<
una vara , poco mas , ó menos , habiendo hechi
grandísimas escavaciones en aquellos mismos sil
tios para extraher otros , que tal vez no serial
tan buenos como estos que se encuentran en loi
tiempos presentes. Si esto solo se viese en unj
parte , podria atribuirse á casualidad , pero ex-
perimentándose en todos los que se encuentran,
cuya memoria está quasi perdida , hay bastanti
motivo para discurrir, que la ley fue posterioi
al abandono 5 lo que comprueba también el poa
gí-
grosor de las capa$«
c
¡ti.
La
10 libras
bia de 21
ápunchad
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en el poa
La
1
DE CIMO QJJ I N T o. 275
*f La piedra donde el Mercurio se ñxa es de
un color y gran particular 5 y aunque no lo con-
¡engan , se conoce por ella , que en mas profun-
didad , ó sacando algunas capas , se encontrará
d cinabrio natural , que es la misma Piedra , el
iizogue y el Azufre unidos y misturados. A esta
piedra llaman Metal de Awgue , á distinción de
¡a otra en donde nunca lo hay , á la qual dan el
nombre de Desmonte , y es al modo de Pitarra.
Esto asentado , se puede concluir , que después
de sacado el metal útil de un parage lo abando*
Daban y quedaba macizado con los escohombros
que echaban en el de los otros cercanos. Los
efluvios y partículas primitivas que constituyen
el Awgue , subiendo de lo mas profundo , cir-
cundan por las porosidades de la Piedra Mctali^
iTi, que tiene disposición para recibirlos, y al
llegar á la superficie se detienen , no teniendo
jiatriz por donde continuar la circulación ^ y
unidas con la piedra mudan su color obscuro,
dándole el que tira á rubicundo mas , ó menos
vivo , según son abundantes las partículas mer-
curiales , y los Azufres que les acompañan , de
cuyo modo aquella piedra estéril vá sobrecar-
pdose de ellos, y reduciéndose á cinabrios : de
esto resulta , que á proporción que ha corrido
mas tiempo desde el abandono , ó que la memo-
ria de él está mas perdida hasta el descubrimien-
to, es mas, ó menos espesa la capa que se en-
cuentra de la que contiene Azogue. Suelen ser
Í'ían abundantes en algunas extremidades de la
^,iedra MetAlica. las partículas del Azogue^ que
Mm 2 no
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ENTRETENIMIENTO
no pudiéndolas mantener fijas , é incorporadas en
si , se vén en su propia forma ^ y sacudiendo la
piedra contra una cosa dura despide glóbulos de
Azogue^ al modo que la pina de Plata quando
está en pasta , y se comprime, despide el Awgue
superabundante, sin otro auxilio: las piedras que
contienen el Azogue en su forma metálica tienen
un color de Piorno brillante , que rira á rublcun^
do , y en donde él está hace briscado semejante
á las cristalizaciones menudas que se suelen en-
contrar en las Minas.
8 También entre los escohombros antiguos
que han pasado por el fuego , se encuentran al-
gunas piedras que contienen Azogue , de lo qual
ha nacido , como en las Minas de Plata , persua-
dirse á que la piedra por su calidad es la matriz
donde el Azogue se fíja , comparando su propie-
dad á la de la Esponja que recibe el Agua ^ y
que comunicándosele con el ayre las partículas
sutilísimas del Azufre^ y de las partes que for-
man el Azogue , buelven á adquirir en parte la
unión que tenían en la Mina con este metal. Que
sea esto , ó el no haber quedado totalmente des-
pojadas de él quando se hizo la operación, lo
cierto es haber Mineros , que se dedican quando
la Mina no les produce con regularidad á esc(h
ger 5 ó pallaquear , y aprovechan lo que encuen-
tran para sacar Azogue.
9 Los lugares profundos de la Mina , que
después de largo tiempo de haber estado ciegos
con los escohombros, se abren, tienen un ayre de
naturaleza , que mata de improviso si se respira,
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ob-
DE CIMOCLUINT o. ^J'J
observándose en esto varias particularidades.
Llaman á esta especie de ayre Umpé ^ en su peso
j elasticidad no se conoce circunstancia por don^
dep'u-vlv; venirle esta propiedad, pues introdu-
dendo un Barómetro con industria donde lo ha-
bla ) no mudó al Mercurio sensiblemente de si-
tuación de como estaba á k parte de afuera don-
de no lo habia , siendo tan efícáz y pronto , que
al presentar tres velas de sebo unidías y encendi-
das , cuya luz era bien grande , luego que entra-
ron en el Umpé se apagaban , sin dexar señal de
haber estado encendidas en los Pábilos : tampo-
co en el Termómetro se reconoció mutación , ni
en las demá^ qualidades de húmedo y seco , 6
las que pueden percibirse por el olfato ; y no
obstante esto, quando falta precaucicii en los
Trabajadores , al llegar á romper alguna antigua
concabidad suelen quedarse muertos y^ no bol-
ver con ninguna diligencia : para experimentar
estos raros accidentes no es necesario que el agu-
gero que se abre sea grande , basta el que hace
la punta del pico , ó de la palanqueta con que
trabajan. Precavense de este peligro con el cui-
dado de no respirar al dar los golpes, quando
sienten estar próxima á romperse la comunica-
don , y luego que se abre presentan una luz , la
que introducen por toda la abertura en un pala
quanto éste puede alcanzar ^ sino se apaga es se-
ñal de no haber U^npé^ pero por el contrario ex^
tinguiendose lo hay , y el término es todo el es-
pacio en donde sucede esto.
10 De esta qualidad tan rara del ayre , que
no
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Sii:
ii:
Si
1 I
■ ■• I :! ':íIJ;,'
278 ENTRETENIMIENTO
no consiste en su peso , ni en su elasticidad , esj
nnuy difícil asignar la causa , pero se nota que se
reproduce y se mueve en el mismo ayre , dándo-
lo á conocer la circunstancia de sobrevenir en al-
gunos parages donde no se habia advertidu ; y
sin esperarlo, ni haber antecedente para ello, se
vé que las luces se quieren apagar , lo qual se in-
dica de un modo raro. La luz entera se separa
del pábilo , y sube acia arriba con mucha pron-
titud , bolviendo á baxar hasta el mismo pábilo^
donde se mantiene un breve rato , y buelve á re-
petirse el mismo salto , hasta que en alguno de
ellos se desparece enteramente : en estos saltos
sube como media quarta , sin dexar en el pábilo
señal alguna de haber estado encendido^ pero
quando sube demasiado es señal de que el Umpé
tiene fuerza, y entonces al segundo, ó tercer sal-
to se apaga. Estando en este término aun puede
resistirlo por breve rato la vida de los hombres,
pero quando de repente se apaga sin dar estos
saltos , con la misma prontitud instantánea caen
muertos.
II La propiedad de moverse se percibe , en
que unas veces se mantiene en aquellas conca-
vidades donde se descubre ; otras se adelanta á
la calle por donde se hizo la entrada ^ y diaria-
mente abanza alguna cosa : y se observa , que
teniendo una luz en la mano donde no se perci-
ben los efeítos, y alargando el brazo á donde
son sensibles , la luz se queda apagada 5 enton-
ces con la que está en la otra mano se buelve á
encender , y quantas veces se repite el introdu-
cir-
i
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3ta que se
■ ) dando-
^nir en al-l
'CYÚáo ; y
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á donde
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introdu-
cir-
cirla
DÉCIMO Q^U I N T O. Z^p
, tantas sucede ¿1 apagarse.
1 2 Las personas que impensadamente se han
encontrado donde empieza á haber Umpé^ que
no esté en toda su fuerza , sienten un hormigueo
grande por el cuerpo , pero con particularidad
en las extremidades, en la cara, y en la cabeza^
sordera y mucho sonido en los oídos ; los ojos
hinchados, como que se les quieren salir del cas-
co, que son los efedos que ocasiona la extrac-
ción del ayre dentro de la Máquina Pneumática,
Para conocer si los del Umpé eran provenidos de
igual causa de rarefacción de este ayre , se han
hecho repetidas experiencias en dos parages di-
versos donde lo habia , y no podian subsistir lu-
ces encendidas: para esto puso unos lienzos al
rededor de las narices y boca la persona que se
preparó para entrar , y reteniendo el resuello,
llevó el Barómetro montado 4 varas mas adentro
de donde se apagaban las luces, y colocado allí,
salía y entraba para ver si hacía movimiento , lo
reconocía distintamente con la claridad que co-
municaba una luz puesta del lado de afuera 2
varas del límite del Umpé. En esta forma obser-
vó mantenerse el Mercurio en i^ pulgadas , i \
lineas ; sacado á fuera y puesto en el lugar don-
de estaba la luz, que era al mismo nivel , estaba
en 17 pulgadas y a lineas, la diferiencia era me-
dia linea , que nunca podia causar éste particular
efcdo. En el segundo parage donde se hizo la
experiencia que igualmente el Umpé no admitía
luz , y es lo mas hondo de la Mina llamada Ho^
p Negro y estuvo el Mercurio en 17 pulgadas,
^í.
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280 ENTRETENIMIENTO
2 I lineas. Al mismo tiempo se introduxo un Ter- i
mométro^ y tampoco tuvo alteración , respedo
de como estaba del lado de afuera 5 sacándose
de aqui , que la qualidad nociva de aquel ayre
no procede de una gran rarefacción , ni de ser
mucho menos pesado que lo que corresponde á
la athmosphéra de aquella altura. En estos para-
ges no habia mas que una entrada sin tener cor*
respondiencia.
13 £1 modo de disipar el Umpé es haciendo |
otra abertura al parage donde lo hay, y que el ay-
re tome movimiento^ de cuya circunstancia pue-
de inferirse venirle aquella qualidad de estar sin
él algún tiempo enteramente. Si esto contribuye,
ó no á que pierda la elasticidad en el todo , ó en
alguna parte , no es fácil averiguarlo , pero se
dexa conocer le adquiera alguna propiedad par-
ticular dañosa á la vida, indicándolo asi la pron-
titud con que ésta se termina donde lo hay.
14 Esta propiedad singular del ayre se co-
noce igualmente en distintos parages de Europa^
en algunos Pozos no muy profundos , y en la
Gruta del Ferro ^ según la llaman en Italia ; pero
no basta la sola circunstancia de estar parado el
ayre , pues son raros los Pozos en donde se vé,
lo que también sucede en las Minas ^ pero se nota,
que donde hay metal de algún provecho , ó lo
ha habido , es mas expuesto que donde no lo
hay 5 de lo que se colige , que los efluvios de
éste pueden comunicarle algunas partículas , que
son contrarias á la vida. No sería estraño , que
la materia ígnea ^ ó la EleCtrica^ que se hallan
es-
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DE CIMO C^U I N T o. iSl
esparcidas por el ayre , las absorviesen en sí los
metales , y que por esto la luz no tenga subsis-
tencia , faltándole en el ayre particulas corres-
pondientes para animarla, pues entonces, sin ha-
ber mutación en el peso , ni en la elasticidad po-
dría producir los efedos que se vén. No sucede
en aquella Mina azogarse la gente que trabaja en
ella , como se cree comunmente : en lo antiguo
se dice era mas frecuente este daño , y se atri-
buía á dos causas ^ una la porción mayor de Azo^
lue que contenía el Mineral ^ otra el modo de
desprenderlo de la Mina con el pico, entonces el
pol y o que despedía introduciéndose por la respi-
ración en la sangre , les causaba el mal. Los que
presente se azogan son pocos , y estos lo contra-
ben en los Hornos al tiempo de cargarlos, por
entrar en ellos quando están todavía calientes;
pero siendo los metales de poca ley, ni aun asi es
común.
1 5 Los que se azogan prañícan allí un re-
medio fácil , con el qual se ponen buenos en po-
co tiempo , quando no pueden resistir mas , por-
que se vén en continuo temblor de todos los
miembros. Estenuados y macilentos se transfie-
ren á alguna Quebrada de temperamento cálido.
En ella se aplican á labrar la tierra , con la qual
sudan mucho y espelen el Azogue , poniéndose
del todo buenos 5 y después que lo consiguen,
buelven á tomar el antiguo exercicio , sin que les
violenten á ello.
16 Creyóse un tiempo , que las Minas de
Azogue eran en el Perü tan comunes como las de
Nn Pía-
hÍ!(i(í;';i
i''íflií;;'!
íkmi% ^
•■;'i
U' ■'
;.l
aSa ENTRETEN IMIÍ-NTO
Plata , y con escrupuloso cuidado se dispuso qtje
no se trabajase en donde al parecer se hablan en-
contrado indicbs de ellas para estorvar que en
Azogue y en Plata se le defraudase al Rey los
derechos Reales 5 peroquando llegó el caso de
Becesitarlas,por el descaecimiento de la de Guaih
Qavelica , se halló ser engaño del poco conoci-.
miento ; y aunque se praé^icaron quantas diligen*
cías di¿bron el deseo y la importancia y solo se
encontraron desengaños y el convencimiento da
que las que en lo antiguo se tenian por Minas de
Ázogus j lo eran de Hierro y de otras materia»
de esta naturaleza 5. cuyo color tira á rojo , coma
lo manifestaron muchos y prolijos ensayos que se
lian hecho. Las que se denunciaron en distintas
Provincias y y las del Reyno de Chüe no han da-
do mas indicioi» de Azogues que las otras. £n es-
ta escasez que se nota de tales Minas y se recono-
ce la Providencia del Criador , que como menos
útil que los otros metales por su rara qualidad de
ser fluido y é inestable y aun siendo tantas las de
los metales preciosos de Plata y Oro que distribu-
yó en todo el Mundo ^ y de que hizo ostentación
en aquellas dos Afnericas y son tan raras las que
se conocen de Azogue , que se hallan reducidas á
la de Guancavelica en el Perú , la del Amaden
en España y y la de Frieste en el FruíU*^ pues de
haber otras, son de poc?i reputación, y no las
hay en la América Septentrional^ cuyas Minas de
Plata no son menos pingues que las del Perú^
como lo tiene acreditado la porción que se saca
de ellas todos los años.
Ei
en
mi
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r>«» ^J' I
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spuso qtje
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>jo, como i
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5 pues de
y no las
Minas de
iel P^rw,
e se saca
Ei
D E C I M OQ^U I N T o. 283
if El Azogue se emplea también en Amal--
^amas de las Minas de Oro quando éste se halla
en particulas tan diminutas , que no se puede re-
coger por la fundición , ni por las Labas, De al-
gún tiempo á esta parte se usa de él en JPortové^
lo con motivo de haber encontrado en los cerros
inmediatos Minas de este rico metal , las que al
didtamen de los inteligentes prometen aumento,
i medida que se vayan adelantando sus trabajos;
pero como allí no ha sido regular hacer consumo
de Azogue^ padecen escasez, y esto perjudicaba
á los progresos que deseaban sus dueños.
18 Proveense las Minas de la Sal que nece-
sitan 5 unas de la que se coge en el Mar , y otras
de la que se saca de las Minas que hay propias
de ella , según la proporción en que están , sien-
do uno de los renglones de expendio que tienen,
y en las que se hallan muy retiradas es bastante
costoso. Goza en este particular aquel País la
ventaja de ño ser necesario que intervenga el tra-
bajo , 6 industria de los hombres : se forma la
Sal^ ó la congela la naturaleza de sí misma , sin
mas pensión , que rrla á coger. En el distrito del
Pueblo de Chilca , que es del Corregimiento de
Qmete , baña el Mar con las crecientes algunos
Valles , entre alturas de poca elevación , dexan-
do en lo mas hondo Lagunas , que se renuevan
de continuo. Este agua , por la calidad del sue-
lo, se congela en Sal^ siendo tanta su abundan-
cia, que se abastece con ella much.i parte del
País , pero no tienen facultad para extraherla de
allí otros mas que los Indios de aquel Pueblo,
Nn2 y
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'I, ,
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ím
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284 ENTRETENIMIENTO
y son estos los que se ocupan en conducirla á los
demás parages donde se necesita. A esta seme-
janza hay en aquellas cosías otros lugares, que
son Salinas naturales.
19 En la parte alta del Perú , que parece
h:.ber!a proporcionado la Providencia para de-
pósito de toda suerte de Minerales , los hay de
Sal^ y son en la misma disposición y estruáura*
que las de los metales : en ellas hay las entradas
regulares , y la Sal se halla en cuerpo duro , ma-
cizo , y continuo como la piedra : se corta á fuer-
za de pico, en pedazos proporcionados , para que
las bestias de carga puedan llevarla , y asi se
conduce á las Poblaciones y á los Minerales 5 á
la vista es engañosa, teniendo semejanza de pie-
dra de color morado , que tira á obscuro , con
vetas al modo del Jaspe , y la venta no se hace
por peso , ni por medida , sino por piedras , en
cuyo tamaña es poca la diferiencia. De estos Mi-
nerales de Sal se encuentran en casi todos aque-
llos Países , y su especialidad consiste en la du-
reza , en el color , y en estar en aquellos cerros
de tanta elevación al igual de los de Plata y de
Mercurio , cuya variedad contribuye á hacer ad-
mirables en todo las obras de la Providencia.
20 Puede ser digno de repararse , que ha-
biendo sido tantas las riquezas , especial - ente
del Oro que se sacaba en las Islas de Santo Do-
mingo y de Cuba en los tiempos cercanos á su
Conquista , al presente se encuentran tan cortos
indicios de ello. En la de Cuba subsisten vesti-
gios de antiguas Minas con solo el nombre^ á
po-
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res, que
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jro , ma-
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ibre^ á ;
I
DE CI M O QJJ I N T o. 285
poca distancia de la Habana^ por la parte de
Bdcuranao^ hay unos cerros de poca elevación,
y allí un parnge que llaman la Mina , por haber-
la, aunque ni está corriente , ni parece haberlo
estado de mucho tiempo á esta parte , sucedien-
do lo mismo á las otras. Hay noticia no obstan-
te , de que lavando las arenas del arroyo Escam--
tray , que está tres leguas de la Villa de Santa
Clara , en el hato de Manicaragtia y en algunos
otros de la jurisdicción de Ir Trinidad^ se saca
algún Oro en polvo y pajillas ^ refiriéndose otro
tanto de los que están acia la Ciudad de Holguin'^
pero son muy cortas estas señales para comparar-
se con la fama de la riqueza antigua. En la Isla
de Santo Domingo no son tampoco de mas enti-
dad que en aquella , y á esta semejanza sucede
lo mismo en las otras de donde se sacó algún
Oro en los tiempos de su descubrimiento.
21 En la Luisiana , uno de los incentivos
que tuvieron los Franceses para poblarla , á costa
de muchas vidas que perdieron en los principios,
fue la esperanza de encontrar Minas de metales
ricos , guiados por la congetura de ser un mismo
Continente con la Nueva España 5 y aunque en
su solicitud y descubrimiento han praélicado al-
gunas diligencias , y en efedo han logrado des-
cubrir algunas de Flomo y de Cobre ázia la parte
de los Ilinueses 3 pero ninguna de Oro, ni Plata^
, ; , ,)i4'
! ..
EN-
26
Hí>,!''.
WW
ENTRETENIMIENTO XVL
Tratase de los Fósiles yj particularmente
de las Vetrifcaciones.
^^^^^ A sido siempre uno de los des-
% velos de los hombres el averi-
f guar lo pasado , y descubrir
f testimonios visibles que locon-
átejoTT^^^ venzan^ y quanto mas remotos
son los asuntos , mas eficaces y mayores son las
diligencias para conseguirlo^ Con este designio
no ha quedado cosa que no registre la diligencia,
ni ha habido obstáculos que no venza la constan-*
cia á costa de las mayores fatigas. Los hombres
se han repartido por el Mundo con el objeto de
examinar por sí lo que refieren las Historias sin
dexar Región esenta de sus especulaciones , ni
lugar adonde no les haya introducido este deseo
de saber. Este mismo fin es el que ha dado lu-
gar al estudio de las Antiguedades,en el qual la
inteligencia^alumbrada de los descubrimientos^usa
de sus facultades para descifrar los testimonios de
lo pasado desfigurado con el tiempo , y por su
medio vienen á descubrirse convencimientos de
los mas prodigiosos acaecimientos del Mundo.
3 No hay quien ignore el circulo continuo que
hacen las cosas , decayendo después de haber
llegado al punto mas alto de su auge , y pasan-
do con la misma aceleración que subieron al mas
in-
ma
^]
he
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Bes
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m al mas
in-
DECIMO SEXTO. 287
Ínfimo de suruína,cuya alteración es el testimonio
mas irrefragable de la inestabilidad á que están
sujetas» Los Inaperios mas famosos se han des-
hecho y desvanecido , lo mismo que el humo se
disipa en el ayre. Las Ciudades mas opulentas,
populosas , y ricas se han aniquilado, deshacién-
dose los marmoles y los bronces que las adornaT
ban j como si sus fundamentos hubiesen sido
aprehensiones de la fantasía : y hasta las Nacio-
Bes se han extingido j como si se hubiesen des-
aparecido de entre las gentes. El Mundo mismo
por partes tiene variedades , y las montañas que
representan mas corpulencia , y parecen incapa-
ces de mutación , experimentan con el transcur-
so de los tiempos , y los acaecimientos que so-
brevienen, novedades muy sensibles , y disminu-
ción de sus alturas. Los Rios mudan de cauce ^ y
unos pierden la profundidad que antes tenían, al
paso que otros se abren distintos caminos para di-
tigirse al Mar. En este no son menos sensibles
las mutaciones, como lo testifican las Playas y los
Puertos , las Ensenadas, los Promontorios , y las
Islas , unas que se rompen y se disminuyen , otras
que aparecen de nuevo como si creciesen desde
lo profundo del fondo ; y en este modo con el
curso de los tiempos todas las cosas corren, ha-
ciendo un periodo continuo de variaciones.
3 Este convencimiento induce á indagar los
acaecimientos mas notables del Mundo para sa-
ber lo que fue en su primitivo estado, y conside-
jrar las mutaciones que ha tenido hasta llegar á la
disposición en que se halla al presente , pasando
por
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AJÍ. -i
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88
ENTRETENIMIENTO
por grados de una positura á otra, sin que se no-
ten las variedades , hasta que el intermedio d
muchos años , y de siglos las hacen sensibles.
No se satisface el gusto con las relaciones que se
adquieren de la antigüedad, yá sea por no hallar-
se con la extensión , ó claridad convenientes , 6
por sospecharlas desfiguradas con interpolación
de las fábulas que vician lo que está enlazado en
ellas ^ á que se agrega la particular recomenda-
ción de afianzarse con señales visibles , que des-»
vanezcan todo genero de duda en lo que se ad-.
quiere de la tradición ^ y la de ver que en medid
de las grandes alteraciones que han sobrevenida
en el Mundo, se conservan reliquias de los acae-
cimientos mas grandes y remotos. No hace mu-
chos años que la liberalidad del Rey de Dlna^
marca despachó varios Sabios de aquella Na
cion, para que pasasen al Asia^ y parte áúAfrl
ca ^ y corriéndola por todas partes , examinase
prolijamente una serie de asuntos de la Antigüe
dad , cuyo catálogo componía un volumen de
bastante bulto ^ y para amplificarlo mas en ob-;
servaciones de entidad , fueron combidadas las
Academias y Congregaciones de Sabios de Eu-
ropa , para que propusiesen los puntos y asun-»
tos que les pareciesen convenientes, á fin de eva-
cuarlos con igual exaftitud.Esta expedición, que
tenia en expediacion á los Sabios y Curiosos , no
llegó á perfeccionarse , por haber experimentado
la desgracia de morir en ella los comisionados, á
excepción de uno que pudo escapar del rigor de
las intemperies , y de las grandes fatigas que ex-|
pe- ;
reí
se
36 se no-i ^
nedio dei
jensibles.
es que se
10 hallar-
ientes , ó
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iazado en
comenda-
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hace mu"
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y asun-
ta de eva^l
icion, que I
iosos , no I
imentado
nados, áj
1 rigor de]
s que ex-»j
pe-
DECIMOSEXTO. iSp
perimentaron en este encargo. No obstante este
sensible contratiempo,apetece el deseo de ver las
resultas de lo que hablan adelantado , aunque
se crea haber quedado incompletas las averia
guaciones.
4 Otros muchos han tomado por objeto ave-
riguar por sí mismos las cosas de la Antigüedad
para hacerlas comunicables al público , contri-
buyendo á que se determinen á ello , sin reparar
en los peligros , ni en las incomodidades , igua-
les motivos á los que van expresados. Las Indias
Españolas no han estado en el caso que las otras
partes de la tierra , concurriendo para ello dos
causas ; La primera , ser unos Países modernos
en el descubrimiento: La segunda, la total igno-
rancia que tenia de ellos antes de descubrirse,
sin haber Autor antiguo de quien seguramente
se pueda decir , que diese ni aun confusa luz de
sus particularidades ^ y hallándose separados en-
teramente de las otras tres partes , según lo que
se tiene reconocido hasta aquí , no participaron
en ningún modo de los acaecimientos , y grandes
revoluciones que han sobrevenido en estas otras,
después de la renovación total de la tierra con el
diluvio , manteniéndose por espacio de tantos si-
glos con entera independiencia. Se agrega á esto
ser tan reducidas las memorias que se han halla-
do de las suyas particulares , que no pasan por
lo tocante al Perú de los 1 3 Incas , que se sabe
haber reynado antes del descubrimiento y Con-
quista , los quales dándoles lo mas que pueda re-
putarse 5 será en cada uno 30 años de reynado,
Oo que
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apO ENTRETENIMIENTO
que no llegan á 400 ; los que rebaxados de loj^
1525 , que se contaban quando se empezó I4
Conquista,vienen á ser 1 1 25 de la Era de Chris-^
to 5 con que los sucesos y alteraciones de aque-;
lia parte se reducen á 6 siglos y medio : Epocc^i
la mas antigua , en que puede considerarse ser
extensiva su Historia.De esto se vé haber subsis-
(ido como en lo confuso de un caos , mediante
no saberse cosa alguna de lo que fuese , ni de le
que sucedía entre sus habitadores en el largo esi
pació de mas de 4^ años 5 y aun en los 4 primea
ros de los 13 Incas tiene mas parte el discurso d^
los Historiadores en lo que se refiere, que las ver4
daderas Historias fundadas en los Quipos» PoJ
esta causa son escasísimas sus noticias , no ha^
liándose señales que dirijan el discurso de ]os|
tiempos mas retirados , ni aun con el defedo di
la confusión^
S La total reforma del antiguo Mundojy si
renovación , completa con el Diluvio Universal!
fue como una segunda creación. Rara será la Na^
cion de Gentes que no conserve alguna idea d(
ello,aunque en muchas se mezcle parte déla fabu-»
la con lo verdadero^ y aun entre las Bárbaras n(
dexan de alcanzar confusamente sus especies.Poi
lo tocante á los Indios , hay Autores que asegu-
ran haberse encontrado, al tiempo de la Conquisa
ta, algunas noticias de este famoso acaecimientol
aunque desfigurado y confuso. En los tiempos
presentes no se halla en ellos indicio alguno que^
lo convenza, sucediendo esto con los civilizados,!
ó que fueron conquistados, como con los que han
sub-
vw
»s de lo^l
le Chris
de aqu<
) : Epocí
rarse sei
er subsis*
mediante
, ni de 1(
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4 prime-
iscurso d(
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5 no ha-I
so de loj
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ando,y si
Jniversall
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a idea d(
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rbaras nc
)ecies.Püi
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Conquis
cimiento,
j tiempos
Iguno que
vilizadosJ
s que lian:
sub-
DECIMOSEXTO. Ipl
subsistido en su plena libertad. Esta falta de no-
ticia puede nacer de la indiferiencía con que mi-
ran el curso de la vida, como se explicará en su
lugar ^ y asi no saben lo que fue Diluvio , ni tie-
nen idea de sus portentosos efe£Ios , no siendo
capaces de comprehenderlo aunque se les quiera
explicar , no debiendo parecer extraño mediante
no descubrirse en ellos mas luces que las de la
vida animal ^ y la memoria de los Incas sus
Soberanos , de cuya Época na pasan sus mas
antiguas noticias.
6 Entre las ocupaciones de los Historiado-
res y Antiquarios ha sido de lasque mas han lle-
nado su atención el descubrir señales del Dilu-
vio , que no se puedan equivocar con otros aca-
sos posteriores, y son tantas las que ha encontra-
do la aplicación que no tienen número , sacando
de lo alto de las montañas mas elevadas , y de la
dureza de sus entrañas Peces del Mar , embuti-
dos y engastados en el macizo de las peñas , al-
gunos de ellos , en tal disposición , que aun se
conserva la espina principal y la cabeza , estan-
do lo restante del cuerpo y las escamas señala-
das, y con el lustre que tienen quando están en
el animal. Por este término se sacan Conchas pe-
trifícadas de distintas especies , y de las mismas
que solo se crian en el Mar , á diferiencia de los
Caracoles de tierra , y de las Cónchalas que sue-
len encontrarse en algunos Rios. También se sa-
can Arborizaciones Marinas , caracoles blancos
y roxos , y toda suerte de plantas que se crian
sn el fando del Mar , las quales están encer-
Oo 2 ra-
^' V^
m
[f I
■ir
*:
♦L'lí
'^,P:
ipa ENTRETENIMIENTO"
radas en el corazón de las piedras , sirviendo de
señal incontestable de haberlas dexado alli las
aguas.
{r Las montañas de la parte alta del "Berúj
según se ha dicho en el segundo Entretenimiento^
exceden en elevación á quantas se conocen en las
otras partes del Mundo. Las diligencias que se
han repetido en estas , no hablan tenido propor-i
cion en aquellas , dudándose si también se halla-
rían las mismas señales , procedido de ser poco
frecuentadas de personas inteligentes. La parte
correspondiente al Reyno de Quito , fue recono-
cida quando se pradticó la medida de los grados
de Meridiano , para averiguar \ñ figura y magni-^
tud de la tierra ^ pero aunque con este motivo es<«
tuvieron frecuentadas sus montañas, no se descu-
brió en ellas señal alguna de las que indican la
estada de las aguas allí ^ y siendo lo largo del
espacio que entonces se anduvo de 90 leguas,
empezando algo al Norte de la Equinocial hasta
el Sur de la Ciudad de Cuenca , se creyó que en
lo restante de la tierra alta^quQ corre por éíPerú,
sucedería lo mismo , cuya circunstancia si se lle-
gaba á verificar sería particularidad de aquel
País, respecto de lo que se advierte en los otros,
y tanto mas digna de reparo , quanto son mas^
dilatadas aquellas eminencias que corren desde
el Isnjo del Panamá^ hasta el Estrecho de Maga-
llanes , ó cerca de él un espacio de 60 grados de
Norte á Sur , que es la sexta parte de la redon-
dez de la tierra.
8 En el Reyno de Chik ) por las cercanías
de
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ie aquel
38 otros,
>on mas^
desde
Maga-'
idos de
redon-
;rcanías p
de
DECIMOSEXTO. 2^^
Je la Concepción , se hablan visto Minas de Con*
(bas en cerros algo elevados , pero su altura
apenas llegará á ser la séptima parte de la que
tiene el territorio alto ^ de modo que el encon-
trarse allí, no concluye que las debiese haber en
él. Además de esto , las que se encuentran en
Übile no son petrificadas, ni unidas hacienda
cuerpo con los peñascos , sino sueltas en Bancos^
ó capas enteras de ellas , rodeadas por todos la-
dos de tierras según la calidad de la de aquellos
Lugares»
9 Esta duda se halla yá del todo desvane-
cida con las Petrificaciones que hay en la parte
lita , en los cerros que se elevan cerca de Guan-*
mélica , y aun en el mismo donde está la Mina
de Azogue , donde las hay en abundancia y con
diversidad de especies , cuyo exemplar conven-
ce que las debe haber en otros muchos parages
de aquellos dilatados y altos Países.
10 En los peñascos que aparecen en aque-
llas montañas, quando la continuación de las llu-
vias descarnan la tierra que los encubrían , se
vén embutidas las Conchas enteras petrificadas^ y
haciendo cuerpo , de tal modo, que la parte que
ftie Concha siempre se distingue en el color, en la
estructura, y en la qualidad de la materia, de
k piedra que las rodea , y de la ,que maziza el
hueco interior entre sus dos tapas ^ asi rompién-
dola, se reconoce en ella cada cosa distintamen-
te , sin que pueda padecer engaño , ni equivoca-
ción la vista : la mayor porción de ellas es de
la especie de Bihalbos j y en quanto á los tama-
ños
•'V-
1 '1 I
\ I I
: !'i^
I !
ík !' ; ' í-r
\m.
M^í'
2p4 ENTRETENIMIENTO
ños no hay regla fixa , encontrándose pequeñaif
como de una pulgada , y aun algo menores , ^
grandes hasta de quatro pulgadas por su mayoi
largo , con 3 f de ancho : otras hay medianas J
las chicas son por lo común de figura convexa]
en las dos tapas , sin discrepancia la una de la]
otra ^ y las de los otros tamaños son de la espe-j
cié que comunmente llaman Concha de Peregrino,
teniendo la una tapa convexa , y la otra plana j
todas son estriadas , y derechas las estrías , en«j
cajando las de una tapa con las de la otra per-|
fédtamente.
1 1 Estas Conchas dan á entender haber pa-
decido algo con el movimiento pi'onto y fuertel
de las aguas 9 y con los choques que tuvieron en-]
tre si , pues se encuentran algunas en que las dosj
tapas se hallan desquiciadas , y no obstante es->j
tan cerradas , pero sobresaliendo la una de laj
otra alguna cosa, y sin ajustarse las estrías entre
si 9 dexandose percibir , que el nervio , ó tendón
que las juntaba por la articulación, se relaxó, y
dio lugar á que perdiesen la igualdad. No sería
tampoco irregular , que la compresión que hacia
en ellas la materia , quando se iba endureciendo
y petrificando ,no siendo igual , y el animal, ha-
llándose yá muerto, precisase la una de las tapas
á resbalar sobre la otra la cantidad que permi-
tiese la relaxacion del tendón.
1 2 Por la circunstancia de estar completas
las dos tapas y cerradas , se dá á entender , que
el animal estaba vivo , quando la materia que
las contenia se endureció ^ porque lo regular,
quan-
'cqueñai
)res , yg
mayoi
dianas ^i
convexa í
a de lat
la espe-i
regrinoj
i pianau
as , en-í
itra per-J
tante es-¡
a de laj
ías entre
) tendón
elaxó, y
!^o sería '
ae hacia
eciendo
nal, ha-
as tapas
permi-
nnpletas
er , que
;ria que
•egular,.
quan-
DECIMOSEXTO. 1^^
quando este muere , es perder la fuerza del ten-
dón , y abrirse la Concha , y asi parece sin duda
foeron llevadas desde los abysmos del Mar á
aquellas grandes eminencias,yse mantuvieron vi«
vas, Ínterin que la materia de las piedras estaba
líquida ^ pero luego que empezó á endurecerse,
faltándoles la humedad con que se manten ian,
murieron los animales , y ellas no pudieron
abrirse porque la compresión de la materia que
rodeaba , y se iba endureciendo , no les daba
las libertad para apartarse.
13 La materia lapidifica donde están las
Conchas no es en todo igual , unas se sacan de
color negro , cuyo grano es muy fino , y á cor-
respondiencia su peso y dureza : otras de color
ceniciento obscuro , no tan dura y pesada como
aquella 9 y otras en piedra blanquecina porosa,
sucediendo esto según la calidad de las canteras,
ó de los cerros ,cuyo interior ocupan. Hay al-
gunas en peñascos tan duros , que no ceden al
pedernal , y cuesta dificultad sacarlas enteras^
pero al praáicarlo se reconoce que la piedra y la
Concha no hicieron unión perfeda , pues á ia
fuerza de los golpes , dados con alguna maza de
hierro , se separan , quedando la Concha con sus
estrías dividida de la piedra , y señaladas en ésta
las mismas estrías en toda su profundidad».
14 Además de las Conchas de las especies
que han explicado, se encuentran bastantes de
otras diversas : estas son llanas univalbas , de la
clase de hongos , cuyas estrías salen de un pun-
to que no está precisamente en el centro de su
am-
\:^u
^p6 ENTRETENIMIENTO
ámbito , y hacen tres 6 quatro curbaturas , en-
contradas hasta llegar á los bordos de ella,sie
do estas en figura de S repetida : el tamañ) es
vario , pues llegan las mayores á tener 5 pulga-
das de diámetro por donde mas se estienden, e
una figura quasi obal: su grosor es de una lin
en poca diferiencia , y se distingue como en la
otras de la piedra donde está, notándose la mis-
ma , circunstancia que en las otras », de romperse
aquella separándose la Concha , y dexando la
estrías enteras como que nunca luv'eron cuerpo,,
ni formaron perfeda unión con ella,
1 5 Supuesta la grande altura que tienen aqu
ilos parages respedo del Mar , y la particula
ridad de hallarse estas en el corazón de aquello;
peñascos que forman el corazón , ó interior d
los cerros , se hace preciso inferir que no era
piedra quando las aguas las depositaron allí , ]
que su dureza es adquirida después , siendo en
tonces la materia tan líquida , que penetraban po
ella sin impedimento los varios mariscos que
encuentran , pues de otro modo era imposible;
siendo pues líquida la materia , que ahora es la
mas dura , pesada, y compada , parece que las
otras menos compactas y recias lo serían igual-»
mente , siguiéndose de ello la precisa conclusión
de que toda aquella tierra elevadisima debia ha-
llarse en la misma disposición.
16 Aqui se ofrece una dificultad bien rara
sobre el estado liquido de la materia en los tiem-
pos mmediatos después del Diluvio , y es , que
en esta disposición no podía mantenerse eleva-i:»,
sin
«
Bff^"
as , en-^
ila,sieti-.,
nañ) es
; pulga-
iden , m
na lin
10 en las|
i la mis-
•omperse
ando la
i cuerpo,
nenaqu(
)articula^
aquellos
terior d(
: no eral
n allí , yj
iendo en-
aban poi
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n posible J
ora es la]
; que lasj
n igual-
)nclusioríi
ebia ba-
ilen raraj
los tiemH
es, que i
lelevaia,
sin
DECIMOSEXTO. 2p7
sin ponerse á nivel con las otras partes que esta-
ban interiores. La solución que esto tiene , es su-
jwner, que lo mas interior de las altas serranías
no experimentó las grandes mutaciones que hubo
en las partes mas próximas á la superficie , y que
sirviéndoles de apoyo las que no se liquaron , se
sobstuvieron y fueron agregando á ellas las que
lo estaban , y por esto no corrieron á buscar la
igualdad 5 á lo que se agrega , que antes de di-
vidirse en Quebradas profundas de mucha an-
chara, eran territorios poco menos que iguales,
donde se mantenían sin notable desigualdad,
las que al presente son montañas : esto es lo mas
natural y verosímil , pues solo en este modo se
puede comprehender , que las Conchas del Mar
estén embutidas en las Peñasquerías , y que se
sobstuviese la materia adonde alcanzó la liqui-
dación , formando aquella altísima eminencia de
tantos centenares de leguas en lo largo que hace
la parte alta de la America Meridional.
i^ Es natural , que asi como quedaron Con-
ibas en lo interior de hs Montañas y de sus Ban-
cos , ó Canteras , se detuviesen muchas en la
parte exterior de su superficie , pero como menos
arraygadas y fixas fueron las primeras que cor-
rieron á buscar su primer centro , siendo ésta la
causa de no encontrarse sueltas y esparcidas so-
bre la tierra , ni sin estar petrificadas. La dismi-
nución que tienen las montanas , &lr. embargo de
su solidez y de la dureza de la materia que en-
cierran , llega á ser perceptible en algunas de es-
las mismas Conchas petrificadas que se encuen-
Pp tran
ii;:
i 'i
mm
ap
8
ENTRETENIMIENTO
iran en los Rios que descienden de ellas^ Estas
se vén separadas enteramente de la piedra, donde
estaban contenidas aígunas tan perfe^as en susH
Estrías^ que no les falta cosa alguna, y otrad
conservando algún pedazo pequeño de la piedra
exterior , como testimonio de haber sido des-
men brada de ella: todo lo que con las lluvias,
los soles , los hielos , y las nieves se separa de
aquellas Montañas y hasta descarnarse lo interior
de sus canteras , y dividirse las Conchas que es-
taban embutidas en ellas, es diminución que tie-
pen de su primitivo estado, y á proporción fue
mas fácil que las que no se hallaban tan sólida-*!
mente retenidas y siguiesen con las agidas y sin de f
xac indicios de haber estada allí , á menos dí, |
suceder lo que se vé en la Concepción de Chile^
de quedar baxo de tierra y cubiertas con un grue*
so banca de ella , cuyo volumen en los tiempos
inmediatos del Diluvio no es fácil determinar*
Otra señal no menos convincente de haber esta-
do las aguas en aquella vasta eminencia , y de Ja
liquacion de la materia exterior de la tierra se
hace perceptible en las concreciones de variaa
piedras , que en canteras considerables se en-
cuentran igualmente en loa cerros. Estas consis*
ten en una porción grandisima de Guijos menu-
dos , unidos por medio de otra materia lapidifi-
ca, y el todo forma una argamasa durisima , que
es lo que corresponde á la naturaleza de la ma-
teria que las incorporó i al paso que con la dimi-
nución de la capa exterior que cubre las monta-
ñas, van descubriéndose en ellas los Bancos cun-.
si-
sld(
de
ees,
aio
^ Estas
I5 donde
i en SU&
y otras
a piedraj
do des-
lluvias, i
ípara del
interiort
que es-
que tie-
cion fue
sólida-*!
,sin é.:-U
lenos de. ^
fe CH/e^:
un grue-:
tiempo&l
erminar*
er esta-
, y de la
ierra se;
varia&i
se en-
consis*
menu-
apidifi-
a,que
la ma-
dimi-
monta-
os cun^
si-
DECIMOSEXTO. ap^
slderables de canteras, aparecen igualmente los
de esta especie , siendo de una magnitud bien
grande, pues por espacio de un quart.) de legua^
y aun á mas distancia , se reconoce extenderse lo
que de ellos se manifiesta á la vist^. La piedra,
ó guijos que hacen la concreacion , es , como
queda advertido , pequeña , del tamaño de nue-?
ees, y menores; diversas en las figuras, unas cha-r
tas , otras ovales , y también mas redondas que
largas : la materia que las une es de color de ce-»
n'za blanquizca , con grano , pero durísima y pc^
sad'i.
18 Estos guijos en si son como las Conchas
•precedentes al Diluvio , y la concreción se for-
mó de sus resultas , mediante que para ello era
preciso que la materia que las unió estuviese lí-
quida para que pudiese llenar los intersticios que
había entre ellas , consideradas en montón , pues
de lo contrario se hubiera hecho la concreción
perfeda en las partes exteriores , y en lo interior
habría quedado solo con la presión que se comu-
nicaban unas á otras. Corroborase esto con la
circuníTsticia de que en aquellos Mares es muy
coinu/^ . » iiigar de arena , ó de Lama ser su fon-»
doctiu d. Jas orillas de este genero de guijos, lo
^ual se vé asi por ámbitos de bastantes leguas,
de suerte , que lo que en otras partes es arena en
sstas es guigena , sin mezcla , ni unión de aque-
lla. Los embates disformes que las aguas ten-
drían durante el Diluvio , con el mismo poder
.que levaron las Conchas á aquellas eminencias,
llevaron sin duda la guijería, haciéndose enton-
Pp 2 ees
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i !i;
•i-
m
.vtr~
300 ENTRETENIMIENTO
ees una mezcla de las cosas que antes estaban di-
vididas , unas como propias del elennento del
agua, y la otra como perteneciente al de la tierra.
Puestas allá , y embueltas en una materia que se
hallaba líquida , se incorporaron con ella : las
que encontraron la que era propia para petrificar-
se formaron concreción 5 las que no quedaron
sueltas , y por esto se encuentran también otros |
Bancos donde la guijería no la forma , hallándo-
se suelta y mezclada con distintas especies de
tierras 5 pero como las de esta clase se hallan mas
expuesta i rodar con las aguas, no son subsisten-
tes como . ::llas después que pierden la capa
exterior que las mantenía , siendo en tal modo
las concreciones que salen de la tierra, que al
modo que los picachos de la demás peñasquería,
se levantan de ella á proporción que se van des- |
carnando de tierras.
19 En estas concreciones se vén, como en
las Cenchas , dos materias distintas , que se ha-
llan incorporadas , ó unidas la una con la otra.
Esta circunstancia obliga á conocer , que la una
fue primero que la otra 5 y que la que hizo la
unión se hallaba líquida quando la que se uniój
se introduxo en ella , cuya obra no pudo perfe-
cionarse en otro tiempo , que quando con las
aguas experimentaron la mayor alteración todas
las cosas de este Globo.
20 En las peñas que contienen 0?«¿^tope-j
trincadas se encuentran también otros cuerpos,
que indican ser maderas, persuadiéndolo asi la'
disposición de las fibras y porosidades en la que
se
--• *
)an di-
to del
tierra,
que se
a : las
xificar-
ledaron
:n otros
Uando-
cies de
lan mas
ibsisten-
la capa
il modo
, que al
isquería, ^
grandes-
DECIMOSEXTO. 3OI
se distingue la corteza de las otras partes leño-
sas. Esta circunstancia aumenta la particularidad
por no criarse Arboles grandes , ni pequeños en
las eminencias, bien que en algunas distancias de
ellas, acia ^as partes menos rígidas hay los Ca-
sis , Especias , y Quinuales , de que se ha dado
noticia ^ y asi en el cuerpo de un mismo peñasco
se descubren las señales de las cosas del Mar y
de las producciones de la tierra antes del Dilu-
vio» De esta no es posible congeturar si entonces
era mas fecunda de plantas mayores que lo que
se vé después \ pero sí , que para que succediese
sin salir del orden natural de las cosas , era pre-
ciso que el clima fuese mas benigno , y para ello
aquella parte de Mundo habia de ser menos ele-
vada de lo que se halla , respedo de que de su
mayor elevación resulta la menos densidad del
ayre , y de ésta la frialdad y congelación.
21 De esta mayor elevación que tiene aque^
lia parte de la tierra , comparada con las otras,
se saca por consecuencia , que aunque se le llama
"Nuevo Mundo , con atención á su descubrimiento
por los Europeos , es verdaderamente el Mundo
Viejo , ó mas antiguo ^ porque fue el primero que
$alió de las aguas después del Diluvio^ y aunque
no fuesen mas que instantes los que precediesen
de la aparición de las tierras mas altas á las que
no lo eran tanto , basta esto para que tuviesen la
antelación.
22 Suele descubrir la casualidad ciertas co-
sas, que hacen titubear el juicio , sin acertar á
darles una interpretación adequada , y tal , que
no
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fl-^'^r-yr'^íf^:
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302 ENTRETENIMIENTO
no dcxe dudas y dificultades. Esto sucede con
unas Pirámides que se hallan en el Llano de Pau"-.
cara , las quales al parecer son obra de la natu-
raleza 5 aunque por otra parte no se conforman
con ello las circunstancias que en sí tienen. El
Pueblo de Paucara es uno de los que componen
la Doítrina , ó Curato de Acobamba en la Pro-
vincia de los Angeles , del Govierno de Guanea-'
vélica. El clima es de lo mas frió de aquellos en
donde no granan las siuienteras ^ allí las serra-»
nías se apartan y dexan espacio bastante dilata-*
do para una llanura , que hace algunas pendien-
tes en forma de Lomas, En esta llanura se vén
sembradas unas piedras, en forma de Piramides^^
redondas , cortadas con toda perfección , siendo
cada una de una pieza : en su altura hay variev
dad por serlo unas mas que otras : algunas Ueganí
á 10 varas, otras á 8, y otras mas pequeñas^ pe-»
ro sus superficies son seguidas , é iguales , yendo
á rematar en punta \ y muy pocas se hallan trun-
cadas por ariiba , lo que debe atribuirse á la lui-
na que causan los tiempos ^ en quanto al numero
no se puede determinar , estando repartidas por
aquellas Lomas , sin que en sus inmediaciones se
encuentren otras piedras de diferente figura : el
color de estas es blanquecino , y no se reconoce
en ellas grietas , ni rajaduras. Algunos han pen-
sado ser obra artificial de los Indios , teniendo
por muy estraño que pueda serlo de la naturale-
za 5 á la verdad se hace difícil de concebir qua-
les fuesen los moldes de que ésta se valió para
dexar en lo espacioso de aquel llano unas obras
tan
tan
que
;ae con-
ie PaiK
a natu-
iformaa
len. El
mponen
la Pro-
juanca^
ellos en
s serra-»
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i se vén
, siendo» \
y varíe-
,s Ueganí
ñas^ pe-i i
, yendo
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la lUl-
numero
das por
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conoce
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niendo
turale-
ir quá-
ó para
obras
tan
DECIMOSEXTO. 3O3
tan adniirables , en figura de tanta perfección , y
que . jese á poner allá los modelos de lo que el
Arte había de imitar después en las que eligie-
ron los Egypa'os con el fin de inmortalizarse.
23 A que sea sola obra de la naturaleza, in-
clina el crecido número que hay de ellas. La
circunstancia de ser de una sola pieza la altura
y magnitud , y la dureza de la piedra y dá mo-
tivo para discurrir bastante sobre las que erigie-
ron los Egypcios y cuya idea pudo haber sido he-
redada por la succesion de los tiempos ^ pero si
por el contrario se atribuyen á obra de los hom-
bres 5 es forzoso pensar haberla llevado de don-
de la tomaron los Egypdos : en este caso se abre
camino con alguna mas facilidad para discurrir
jobre el origen de los Indios , y el modo en que
se poblaron aquellos Países, sobre que se ha pen-
sado tanto , sin acertar á determinarlo de un
Biodo que satisfaga á la razón.
34 En el Rey no de Quito se vén las Guacas,
que servían de monumento donde se enterraban
los Indios ^ y aunque no son precisamente en fi-
gura de pirámides tienen semejanza con ellas en
quanto lo permite la tierra , que es el material
de que las hacían , y la precisión de darles la
pendiente necesaria para que se sobstuviesen. En
la parte de Guancavelica , y por aquellos Países
que corren en adelante , no se encuentra este ge-
nero de. monumentos, porque en cada País varían
los usos , aunque generalmente eran propensos á
conservar la memoria de los que morían : hay
además de esto tradición , de que en el llano de
Fau^
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304 ENTRETENIMIENTO
Paucara era el parage á donde se iban á enter-l
rar los Curacas y Caciques de aquellas Comar-|
cas , que sobresalían en poder, y eran de la pri-.|
mer consideración ^ y asi no sería irregular que I
hiciesen erigir las pirámides , que ahora se véni
asi como en el Reyno de Quito. Establecían las|
Guacas^ quQ era obra no menos grande, por la
cantidad de tierra que entra en ellas , siendo unos
cerros artificiales , hechos en forma de Pan de
Azúcar de bastante altura.Esto no se opone á que
en otras Provincias del Perú sean igualmente re-
gulares las Guacas^ como sucede enlaparte baxa^
que también son comunes ,y el nombre lo indící
en su generalidad.
25 Las piedras monstruosas de la fortalezí
del Cuzco , han hecho dudar de la posibilidaí
de su conducion á los parages donde están colo-t
cadas,dando campo á discurrir que pudieron p(
seer losindios el arte defundirlas,como se supone
en los Antiguos : solo considerándolas esta ha-j
bilidad pueden vencerse las dificultades que s(
ofrecen sobre la formación de las Pirámides^ qu<
por qualquier medio que se elija no se les encuen^
tra solución ^ y si se les concede á los Indiosesu
Arte,será fácil deducir su origen en donde lo tu^
vieron los Egypcios^ mediante ser una misma la
obra , y las dificultades para hacerlas.
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^=^==^¿'
ENTRETENIMIENTO XVII.
Ve los Indios naturales de las dos Amé-
ricas ,y de sus costumbres,
y usos.
I ^=Ífe^fe^Ntre los asuntos que principal-
mente llaman la curiosidad
de los hombres , es uno el
conocimiento de las gentes
de varias regiones ^ el de sus
costumbres , usos , y propen-
5iones , nacido de que teniendo todas un mismo
origen , es tan extraordinaria la variedad que se
reconoce entre unas y otras, que parece á pri-
mera vista difícil convinar la evidencia de aquel
principio con la diversidad de propiedades que
en muchas se advierte. Esta suele ser en algunas
tan sensible , que en todo se notan diferir. Asi
sucede en el color, en las facciones , en la con-
textura , y mucho m¿.s en las costumbres , en el
genero de vida^y en los usos.Ünas de las que mas
se apartan entre sí,son las que se diversifican por
los tres colores , de Blancos , Negros , y Roxos:
cada una de estas se divide y subdivide después
en tanto número de otras , quantas son las Re-
giones , los Estados , y las Provincias. Le lo
blanco á lo negro hay toda la distancia que per-
mite la oposición de los dos colores mas opues-
tos 5 como comparar lo claro del dia con las ti-
Qq nic-
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'AÍí:}!:):';; !
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lii
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30^ ENTRETENIMIENTO
nieblas de la noche : el colorado es un medio
entre los dos , distando tanto del uno como del í
otro : este es el de los Indios ^ y aunque ellos ^
no paran la consideración en ello , los de la par-
te del Not'te se dominan Hombres colorados p^írsL
distinguirse de las otras dos especies. No ha fal-
tado quien intente dar solución á la variedad
de colores en el linage humano ^ pero muy dis-g
tante de conseguirlo , ha sido imaginario quan-1
to se ha explicado sobre ello , hallándose falsi-|
ficado el sistema con las mismas razones en que
se ha fundado 5 y además de la debilidad quei
en él se advierte , queriendo atribuirla á lo cá-
lido y frió de los climas, nunca se dá cumplida]
satisfacción á la diversidad de contexturas ,
dispariedad de las facciones , en lo que hay tan-
la disonancia como la que se percibe en los co-
loridos.
2 Los Indios son de un color que tira á roxo,
y á fuerza de tostarse con el Sol y con el viento,
toman otro que obscurece 5 pero es necesario ad4
vertir , que lo frió de los temperamentos , ni lol
caluroso , no induce en esto variación sensible^
y asi los Indios de la parte alta se equivocan coi
los de la baxa del Perú , y entre estos los del
País que llaman Falles , con los de otros mas ca-
lurosos ^ sucediendo lo mismo á los de la partí
Meridional desde los 40 grados acia ú Súr^y loí
ie la Septentrional desde los 40 grados,y de alli
para el JSÍortej los quales no se distinguen en el
color de los que habitan acia la Equinocial ^ dé
modo ^ que mezclados unos con otros no es facill
dis-
tante
. I'
en que'
ad quer
lo cá-
implidaj
iras,
ay lan-
íos CQ-
dis- í
DECIMOSEPTrMO. 3O7
discernir qual sea de una parte , y qual de la
otra ^ porque recayendo sobre el color propio, el
cfeéto que causa el Sol, el ayre, y el frió, vienen
i quedar todos de un roxo obscuro, que es el ge-
neral entre ellos , como se asentó. En la raza de
Indios se distinguen menos las diferiencias que en
las otras : como por exemplo , entre los Negros
hay unos be/fos de nariz aplanada , y ojos car-
gados de carne , que comunmente se llaman G-
tudos , y en lugar de cabellos tienen lana. Otros,
cuyo color es tan negro como el de aquellos , y
las facciones son semejantes á los Blancos , parti-
cularmente en boca , nariz, y ojos , y el cabello
es Idcio , aunque grueso ^ hay algunos colorados,
[ otros de color claro , tirando al de los Muía-
t9S. En los Indios se percibe poco la diferiencia
del color, y aunque en las facciones varían bas-
tante , las que son propias de la raza son sensi-
bles en todo , como es, la frente muy pequeña y
poblada de cabello hasta las extremidades , ó la
medianía de las cejas , los ojos pequeños , la na-
riz delgada , pequeña y encorbada acia el labio
superior , el todo de la cara ancha , las orejas
grandes , el cabello renegrido , lacio y grueso,
las piernas bien hechas , los pies pequeños , y
los cuerpos fornidos y dobles , el ser lampiños,
pues solo quándo llegan á viejos tienen alguna
barba, pero nunca en las mexillas^ y aunque ten-
gan alguna discrepancia en esta contextura , con-
servan siempre el ayre de la raza , y no se equi-
vocan con los Mulatos , que son los que les acer-
:an algo en el color.
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308 ENTRETENIMIENTO
• 3 Visto un Indio de qualquier Región .^ se *
puede decir que se han visto todos en quanto al *
color y contextura ^ pero en quanto á corpulen-
cia no es asi , variando según los parages. Los
de la tierra alta del Perú son de mediana estatu-
ra : Los de la baxa la tienen algo mayor , aun-
que la diferiencia es poca. No asi los de las par- i
tes Meridionales desde los 36 grados para tlSúry
ni los de los Cayos en la parte de la Florida^
ni los de la parte Septentrional desde los 30 gra-
dos para el Norte , en quanto hay conocido por f
el Misisipi , el Canadá , y acia la parte de la|
"Nueva España , que son de estatura alta,bien he--
chos y fornidos , cuya diferiencia no puede atri-
buirse ni al frió , ni al calor , mediante que en
el Ferú hay de uno y de otro , en tanto grado,
como en los Países de mucha latitud , ó en le
que no la tienen. Poco menos que con el color ^
sucede por lo tocante á usos y costumbres, al ca-
ra£ler , genio , inchnaciones , y propiedades, re-
parándose en algunas cosas tanta igualdad como
si los territorios mas distantes fuesea uno mismo., f
Todas las Naciones de Indios han gustado mu- 1
cho de pintarse los cuerpos de colorado, buscan- 1
do para ello las tierras que dan este color ^ y la 1
Mina de Guacavelica no tenia otro uso entre loa
del Ferú^ que servirse del Cinabrio para este fin:
los de la Luisiana^ del Canadá ^ y los mas remo-
tos acia el Norte , propenden á pintarse con ex-
tremo , y no hay mejor mercancía para ellos que
el Bermellón, Parecerá particular , que siendo de
naturaleza colorados usen tanto de este color;
pe- Ji
, m^
DECIMOSÉPTIMO.
309
pero en esto no hacen mas que lo que se pradlíca
entre las Naciones mas cultas de 'Europa , que
jiendo blancas usan varios ingredientes para ha-
cer sobresalir mas la blancura. Los Indios civili-
zados del Verü no lo acostumbran yá , pero lo
usaban antes de laConquista^y entre las Naciones
que subsisten en su libertad no dexan de pradti-
cario. En las de la parte del 'Norte es general,y
para ello se sirven, además del color roxo^ que es
el principal , de blanco , negro , azul^ y aun verde.
4 La obra de pintarse en los Indios de la
Luisiana , y en los que pueblan aquellos dilata-
dos Países acia el Norte^ viene á ser como en las
Naciones cultas el vestirse y ponerse decentes
para parecer. Llamanle ellos MaCtachér^ y es en
lo que emplean sus talentos , pradicanüolo con
la mayor prolixidad y delicadeza ^ en lo que se
dtxa conocer su paciencia j siendo la única cosa
que hacen sin pereza , y para que están siempre
prontos* Necesitan 5 5 ó 6 horas, que es una ma-
ñana entera, para esta operación \ y la Dama mas
delicada y prolixa no hace tanto uso del Espejoy
para tocarse , como ellos : van aplicando los co-
lores con tal arte , que se requiere tener destreza
para hacerlo : por la raíz de las Fe' tañas , sobre
los dos Parpados , ponen dos lineas de color del
grosor de un hilo : lo mismo executan en los L¿í-
bios , en las aberturas de las Narices^ y sobre las
Cejas : en las Orejas también ponen , haciendo
las mismas bueltas que ellas tienen. El resto de
la cara lo distribuyen en varias figuras , siendo
el rojo el que sobresale , y los otros sirven para
real-
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¡"5
310 ENTRETENIMIENTO
realzarlo. También parte del Pescuezo entra et
esta galanura , y de ordinario sobre las Mejilla^
ponen chapas bastante espesas de Bermellón, Pa-
ra inventar las figuras que han de hacer, y tirar!
las lineas con sutileza y perfección necesitan dell
tiempo que se ha dicho 5 y como no siempre cor-
responden á la idea que se forman , sucede el!
borrarlas después que están hechas para sobsti-l
tuír otras que les quadren mejor á su modo dej
juzgcr. Es tal la presunción y el deleyte que tie^j
nen en esto , que después de estar MaCtaches no'
sueltan de la mano el Espejo^ ni cesan de mirar- j
se en él , recreándose con su propia figura : el I
resto del cuerpo queda á lo natural , y lo mismo
la cabeza, sin ropa que les cnbra la carne ^ sien- 1
do lo común andar en cieros , y solo con lo que|
Uamaü Tapa-Rabo.
5 Los Indios guerreros, que son como losj
Capitanes de valor y crédito, se distinguen de
los otros en traer pintado el cuerpo en estampa-
do , introduciendo los colores por el pellejo que
llaman Piqueteado, por hacerse á fuerza de pique-
tes, y á proporción de las prohezas se extiende
este modo de pintura 5 los unos no traen mas que
los brazos , otros aumentan las piernas 5 en otros
se estiende á los muslos , y en otros desde la cin-
tura arriba , que son los principales en la guerra:
de este modo , á medida que las acciones y la re-
putación van creciendo , lo vá también el estam-
pado.
6 Estos guerreros usan también de Pluma-
ges , que ponen en la cabeza en forma de Gam^
(j,en
IdS tol
íiisriiO
d los
7
misma
los del
isimis
1 <»*■•'•
luetie-l;
'hes no*
mirar- f
jra : ell
mismoj
í, sien-
lo que
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nen de
tampa-,
jo que
pique-
cticnde
as que
n otros
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ruerra:
r la re-
estam-
Huma-
DECIMOSÉPTIMO. 3II
(j, en los brazos y en las piernas , mas arriba de
|(is tobillos , al modo de Brazaletes , siendo asi-
misriiO distintivo de las Armas y señal ae valorj
■¿\ los que no son guerreros no los traen..
^ La propensión al ocio y á la desidia es la
misma en los de la Luisiana y el Canadá , que en
los del Perú y partes Meridionales de la Ameri^
m , civilizados , ó gentiles ^ y los únicos exerci-
cios en que se ocupan los que subsisten en su li-
bertad, es la caza y la pesca ^ lo qual sucede
isiinismo á las Naciones que están vecinas al Pa^
fUguay en las Pampas de Buenos Ayres : las mu-
cres son las que tienen el cuidado de hacer
anos cortos sembrados de Maíz , y de algunas
Mabazas , las que lo muelen para prepararlo ett
¡1 modo que lo usan , y las que disponen las be-
Mas que acostumbran, cuidando al mismo tiem-
50 de los hijos , porque en esto no se embarazan
os padres. Las Indias reducidas de toda la Ame^
ica Meridional usan lo que llaman el Urcu , que
lignifica el cerro, y estirarse el cabello desde la
nitad de la cabeza , sobre la frente , y cortarlo
todo al rededor, desde las orejas , por encima
le los ojos , tapando con él la frente y cejas. Es-
ío mismo pradícan las del Norte \ unas y otras
atan el resto del pelo atrás , haciendo coleta , y
ion tan ¡guales en ello , como si se hubiesen mo-
delado las unas por las otras. Esta uniformidad
hace ver venirles la moda desde la primera raza
en que empezaron á esparcirse por aquella in-
mensidad de Países.
8 No sucede lo mismo con los Indios en este
par-
¡!^
'i 'I
rA\
ií
ii'i
iif ?•!;;■' ■!■■■ 71'
', t
3X2 ENTRETENIMIENTO
particular ; los del Perú en la parte alta traen el
cabello largo y tendido , sin cogerlo , siendo es-.
to un genero de galanura^ los de la ba^a mu-
chos lo cortan , haciéndolo asi por causa de los
calores , é imitando á los Blancos \ los de la LuU
siana se lo arancan de raíz desde media mollera
adelante , para hacer la frente grande , habién-
dosela dado muy pequeña la naturaleza , y el
resto de él lo cortan corto : esto lo hacen para
que en la guerra no tengan los contrarios de don-
de asirlos , ni facilidad para arrancarles las ca-
belleras, quando caen en su poder, porque es
uso entre ellos llevar los vencedores por triunfo
las cabelleras de los vencidos. El modo de sa-
carlas es cruel : los asen por los cabellos quan-
do son Europeos , que los acostumbran largos , y
cortándoles el pellejo de la frente al rededor,
meten los dedos por entre él y el hueso , y ar-
rancan de quajo todo el pellejo de la cabeza , y
el cabello que está con él : sin embargo de ser
tan inhumana y dolorosa esta operación , viven
algunos que han pasado por ella : quando no tie-
nen cabello los vencidos es mas difícil la tal
obra , faltando de donde asirlos para tenerlos
sujetos.
9 Generalmente es inhumana esta Nación, y
se observa lo mismo en los del Pertí , civiliza-
dos , ó libres , que con los de la Lui siana , dife-
rienciandose , en que la circunstancia de estar
civilizados los unos , y sujetos á leyes y govier-
no , no pueden practicar su inclinación en los ra-
cionales 3 pero con los animales se les vén hacer
co-
\>\^
.*— • »
traen el
;ndo es-*
txa mu-
a de los
e la Lttz-
L mollera
hablen-
za , y el I
icen para |
5 de don- |
s las ca- I
porque es I
or triunfo )
lo de sa- ?
los quan- :
largos, y f
rededor,
¡o, y ar-
abeza , y
;o de ser
m, viven
io no tie-
cil la tal
tenerlos
vjacion, y
civiliza-
^na^ dife-
de estar
y govier-
en los ra-
yen hacer
co-
DECIMOSEPTIMO. 3I3
cosas 5 que no dexan duda en ella. Su gusto en
las fiestas de Toros es llamarlos con 6 , ú 8
lanzones, guarnecidos de rejones anchos , y cla-
várselos á la envestida á un tiempo , cada uno
por donde puede , bastando esto para que sin
mas diligencia cayga el animal en tierra : inme-
diatamente acuden á cortarle el hocico , rabo , y
varios pedazos de carne de los muslos , y los co-
men antes que acabe de morir 5 para qualquiet
cosa que sea de crueldad se les encuentra dis-
puestos 5 reconociéndose en la alegría que mues-
tran tener complacencia de ello. De esto se pue-
de colegir j que si viviesen en toda su libertad
como los d(2 la Luisiana , Florida , y los de las
pavtes mas Meridionales^ harían con los racionales
lo mismo. Lo mas notable en estos casos es exe-
curar las crueldades á sangre fria , sin manifestar
cólera , ni tener en que fundarla , al modo que
hicieran qualquier otra obra que no participase
de inhumanidad.
10 La particularidad de sei lampiños y no
tener bello en parte alguna del cuerpo e<í general
en toda la raza , desde las partes Septentrionales
á las Meridionales^ y en esto se distinguen de las
demás gentes.
11 Tienen el pellejo grueso, la carnadura
recia , y menos sensible que los de las otras par-
tes del Mundo , y entre varios cxem piares que se
pudieran referir y lo confirman , será bueno el
de la Operación de la Piedra : ha sucedido en és-
ta tardarse 27' minutos en extraherla á un Indio^
sin dexar de manipular en él , quando lo regular
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314 ENTRETENIMIENTO
es de 3 , á 5 ^ porque estaba adérente , y al tiem-*
po de quererla tirar se escapaba de la tenaza:
fueron muchas las veces que el Operario la intro-
duxo y salía sin ella , en cuyo tiempo no se le
notaron los grandes estremecimientos y sensibili-
dad que regularmente causa el dolor , ni mas
que un quejido lento que de tiempo en tiempo
daba , al modo que v~^uando se siente alguna leve
incomodidad. Por ultimo salió la piedra al caba
de repetidas diligencias , y á los dos dias clama-'
ba el paciente, porque le diesen de comer, de-
xando la cama antes de los 8 dias sin dolerle
nada , aunque la abertura no estaba del todo cer-
rada. Otro tanto les sucede en fraguras de hue-*
so , en heridas , y los demás accidentes , notan-'
se , que con facilidad curan , y que no demues-»
tran tanto dolor como las otras gentes* Reconon
cidos los cráneos que se sacan de las sepulturas
antiguas , se vé tener mas grosor que lo regular,
siendo de 6 , á f lineas 5 lo mismo se repara en
el pellejo , manifestándolo asi las operaciones de
Cirugía y los Esqueletos que se sacan de los Se-
pulcros* De esto se infiere ser en ellos la organi-
zación mas tosca y de mayor resistencia; por lo
qual es menos sensible. Lo acredita también la
resistencia con que ¿obrellevan las miserias y
las intemperies. Los de la parte alta del Perúy
que se exercitan en ser Ganaderos, habitan en las
Punas mas rígidas donde el frío y la nieve son
quasi continuos 5 y siendo muy poca la ropa que
usan, se acomodan átales destemples, sin mo-
lestia 5 ni experimentar los efectos que causan ea
las
rano
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ínaza:
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DECIMOSÉPTIMO, 3I5
las personas de contextura mas delicada. Mucho
puede contribuir el habito , pero éste no les li-
bertaría del todo , si la disposición de los poros
y el grosor del pellejo no ayudase. Los de la
parte del Norte , semejantes á aquellos , resisten
los grandes frios y hielos del Invierno , sin de-
xar de ir á cazar , y no usan ropa con que abri-
garse 5 porque aunque se ponen sobre las espal-
das una Manta de lana , que no ciñe al cuerpo,
ó en su lugar alguna Tiel de animal , mas parece
que lo Sacen por gala, que para resguardo^ por-
que en lo fuerte de los calores la traen igualmen-
te quando las otras gentes Blancas y Negras no
pueden sufrir ni aun las cosas mas delgadas d¿
Lino , ó Seda 5 y quando están cazando no !a
acostumbran para hallarse mas desembarazados,
y llevar menos estorvos al penetrar por aquellos
Bosques llenos de ramazones y de espinas ^ sien-
do de opinión , que estas resbalan sobre el pelle-
jo, y sobre cosa de ropa hacen presa.
12 En todos tiempos andan con las cabezas
desnudas , sin ponerse cosa alguna que los res-
guarde de la impresión de los rayos del Sol , ni
del efedo de los hielos , y no se vé que padez-
can de las incomodidades que causan , ni en la
Luisiana de los violentos efedlos del Sol en Ve-
rano , que matan prontamente á los de otras ra-
zas. La costumbre y el habito desde pequeño
contribuyen sin duda en mucha parte, y estas
tienen mayor vigor quando recaen en complexio-
nes fuertes, que de suyo son poco sensibles. En
la America Meridional se diferiencian los Indios
Pvr 2 en
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31^ ENTRETENIMIENTO
en los trages modernos , no siendo general uno "
mismo. Los del Rey no de Quito conservan el *
que acostumbraban en tiempo de sus Reyes : ei> I
k parte de Falles y tierra alta del Perú visten I
en parte á la Española , y en lugar de Sombre- I
ros se sirven de Monteras de paño muy pesadas I
y dobles , sin que les molesten quando van á los '
parages calientes , ni les hagan falta en los mas
frios quando no las tienea: no usándolas todos t
con igual precisión, andan desrmdos de piernas t
y pies , y lo mas que suelen usar es Alpargatas
de pellejo de Buey , que humedecidas despiden
un olor muy malo : éstas no se las quitan de los I
pies para dormir, ni para secarlas, manteniendo-
las hasta que se rompen , y es una de las señales]
de su desaseo , y de no conocer fastidio á las co-^l
sas mas impuras^
13 Es general en esta gente la propensión áj
ht embriaguez , y para ello prefieren siempre losj
licores mas ftiertes. Los del Perú usaban de lal
Chicha hasta de pocos años á esta parte , que porp
la utilidad de los dueños de haciendas en la par^f
te baxa , donde se crian Fifias , y principalmente
en los Valles de Tea , Pisco , y Na¿xa se ha in-l
troducido el Aguardiente^ con el qual se aniqui*
lan visiblemente. Igual inclinación se nota en lasl
muchas Naciones que pueblan la América Sep-q
tentrional desde la Florida y el Misisipi , hastaf
los parages descubiertos mas al Norte , á quienes^
los Ingleses de la Nueva Inglaterra por una par-*-
tie , y por otra los Franceses de la Luisiana^ y los
que habitabaa en el Canadá los. han habituado á -
' es- í
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DECIMOSEPTTMO. 3I7
esta bebida , siendo el medio de que se vayan
exterminando , y asi se ha reconocido haberse
disminuido sensiblemente cada Nación.
14 La grande afición que conservan al ocio
y á la flogera les induce á ser extremosos en el
uso de las bebidas que embriagan ^ siendo tal el
desatino que tienen por ellas , que lo atropellan
iodo 5 arrastrando por quantos peligros pueden
oponérseles, por saciar esta desenfrenada pasión.
En la Luisiam se ha visto , no una sola vez , el
hdio de mayor confianza , y al parecer de mejor
razón , matar á su Amo alevosamente acompa-
ñándole á la caza , ó yendo de viage, solo con
el fin de robarle una Limeta de Aguardiente que
le habia notado , y esperar para hacer el golpe
el instante en que estuviese dormido, beberse el
Aguardiente y dexar la Limeta vacía á cortos
pasos del cadáver. En la parte alta del Perú se
vé con frecuencia amanecer muertos en las calles,
de resulta de la embriaguez , quando perdido el
sentido se quedan á dormir en ella, y el hielo
los enfria , sin que estos exemplares lastimosos y
repetidos les intimiden , ni las amonestaciones
conánuas que^se les hacen les persuadan para
contenerse , ó para valerse de alguna precaución
que les liberte del peligro. En Qmto era costum-
bre no beber las Indias , y acompañar á los mari-
dos para recogerlos quando no pudiesen , á fuer-
za de embriagados , con sus cuerpos. En el Perú
beben las mugeres al igual de los maridos , se
privan con ellos , y no pueden socorrerse uno á
otro 5 pexo lo que es mas particular en este exce-
so
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318 ENTRETENIMIENTO
so es , que las madres incitan á los hijos desd#
muy tiernos de el pecho, dándoles de lo mismdl
que ellas beben, y antes de dispertar á las luce^
del conocimiento los acostumbran á la embria-
guez. ' ' : . ! ,
1 5 Les sucede con este vicio lo que es regu^
lar en todos , que quando empiezan á beber m
tiene termino el exceso , continuando hasta qud
enteramente caen , y quedan privados de senti-i
do ^ y aunque se procure separarlos , fuera de|
lo mucho que lo resisten, buelven á él llamadoá
del frenesí de la pasión. Son en esto,como enla^
otras costumbres, hermanos legítimos los de una.^
partes con los de las otras, sin que las distancian
mas dilatadas de los Países causen diferiencia.
En Guancavelica , con motivo de los muchos Iiu
dios que allí acuden para los trabajos de las Mi-
nas , en Votosí , y en los otros Minerales gran*
des 5 se toca mas que en otras partes la fuerza^
de este exceso : es el uso allí pagarles los Do-
mingos lo que han trabajado ^n la semana á losí
que no son Mitayos , y á estos darles á cuenta la|
mitad , quedando el resto para satisfacerseldj
junto al tiempo de concluir la Mita, Este paga-*]
mentó se concluye á las 4 , ó 5 de la tarde porí
los Mineros , é importa en Guancavelica cosa de |
loy pesos^ los 4y,á corta diferiencia,se beben de
Aguardiente en el resto de la tarde y noche; ori-
ginándose de aquí , que los Lunes hasta la no-
che es poco lo que se trabaja , á causa de no
estar los Indios para ello , y asi no les queda di-
nero para el gasto de la semana, y pagan el Do-
min-
mingo]
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Do-
lin-
DECIMOSÉPTIMO. 3ip
mingo siguiente lo poco que consumen de alimen-
to en el discurso de ella. Ha habido Indio que se
ha bebido en aquellas cortas horas el importe de
j pesos , que vendrá á ser lo que cabe en doce,
o trece limetas , sin que de pronto le resulten as
daño que la embriaguez , siendo bastante prueba
de su resistencia. La Chicha les embriaga en
fuerza de la gran cantidad 5 pero no les resulta-
ban los daños que se vén con q\ Aguardiente^ cu-
yo uso deberla eítár tan seriamente prohibido
conno si fuese veneno , mirando á la conservación
de aquellas gentes,y que quanto mas se disminu-
ya irán por precisión en mayor descaecimiento
en aquellos Reynos, siendo ellos los que se exer-
citan en toda suerte de trabajos recios de Minas,
labranza de Tierras , Guardas de Ganados , y
Oíros.
16 Si es perjudicial la embriaguez con los
Míos por la disminución de la especie, y la fal-
ta que hace á la subsistencia de aquellos Rcy-
no6 y no lo son menos por los desastres que acar-
lea de unos con otros, pues es ordinario dimanar
alborotos , quimeras , y acabar en tragedias,
que por no ser regular permitirles armas , no son
de las mas lastimosas ; pero no dexa de correr
la sangre en las lastimaduras que se hacen con
piedras , ó con palos , y alguna vez con cuchi-
llos ^ de suerte , que el dia de Domingo , que
debia ser solemnizado con la mayor reverencia
y temor ,^ se vén las Poblaciones llenas de gen-
tes sin sentido , unos con las caras ensangrenta-
das 5 otros con las cabezas rotas , otros lastima-
dos
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320 ENTRETENIMIENTO
dos en el cuerpo , y por este término con reí
quias de la privación, hasta que rendidos se tirí
por las calles á templar con el sueño las furia
de los vapores.
I jr Las muertes que los Indios del Norte ex<
cutan en Blancos , ó Negros , ó con los de otrc
Naciones de ellos mismos , aun estando en
con ellas , no tienen otro origen que el de
embriaguez , con la qual se enfurecen , y
muy ocasionados á hacer daño , no respetando
ni temiendo cosa alguna ^ y aun los mismos qi
les ministran la bebida, es preciso que se precaí
clonen contra sus frenesíes , siendo esto en al^
modo el principio que tienen las guerras que
suscitan entre varias Naciones : pues siendo
gla entre ellos satisfacer el agravio con igu£
dad en la pena, la cabeza del que mata es laqull
desvanece el sentimiento en la que se halla ofet
dida ; y quando esto no se puede cumplir, ó haj
resistencia en darla , pasa á ser la satisfaccic
motivo de disensión , debiendo tomar la vengar
za completa hasta la extensión de la Nación , |t
fuese posible , de donde fue el agresor. En A
trato y comercio que estas Naciones admiten df
los Europeos , es el principal renglón el Aguaifh
diente , sin el qual no apetecerian las otras ce
sas por haberlos acostumbrado á ello ^ y á est
respedo , los regalos que reciben han de cor
prehender parte de este licor , que es el que me
viéndoles los espiritus al partido de la alianj
les incita también á la ira , y á cometer con ca^
guedad las mas inhumanas atrocidades j llegan*»
fible.
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5 y
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TÍOS qi
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que
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DECIMOSÉPTIMO. 32I
do el aprecio á tanto , que le llaman Leche de
sus amigos , comparándolo con el primer nutri-
mento. Otro tanto sucede con las Naciones Bar--
liaras del Reyno de Chile , y con quantas mantie-
nen trato con los Españoles en las partes Meri-
dionales del Perú : resultando de su pasión des-
mesurada , no conocer amistad donde falta el
regalo de la bebida \ y siendo forzoso condes-
cendreen ello , se procura minorar quanto es po*.
lible.
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EN-
322
; ENTRETENIMIENTO XVIII. '
Continúanse las noticias del cara¿ter y
costumbres de los Indios^ con la com-
' ..i paracion de irnos con otros.
tJT-vi.
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I ^^^^^^ O son temibles los Indios pot
fÁ AT lil ^" valor, como lo son por sus I
m -W ÉÁ alevosías y las astucias de
m-^^-^^^ ^"^ s^ valen para cometerlas,
#^^í3feí^^^>^Ks*. , Vencedores por sorpresa son
inhumanos hasta el extremo, sin conocer piedad,
ni compasión , y esto lo hacen á sangre fria, de-
ley tandosejen la camicería^Vencidos son los mas
cobardes y pusilánimes que se puedan ver : en
el primer cas« tienen complacencia en derrama
la sangre de los infelices que han sorprehendidojí
y en el segundo se hacen inocentes , se humi
lian hasta el desprecio , disculpan su incon-
siderado arrojo , y con las suplicas y los ruegos
dan seguras pruebas de su pusilanimidad. To*|
das estas son propiedades que convienen con la|,
cobardía , y con la alevosía , que es el carato|
propio de ellos: ó lo que refieren las Historias d
la Conquista, sobre sus grandes acciones , es e
un sentido figurado , ó el carader de estas gen
tes no es ahora según era entonces ; pero lo qu
no tiene duda es , que las Naciones de la part
Se¿t(íntrma¿ subsisten, en la misma libertad qu
3
om-
ios pot
por sus
:ias de
leterlas.
esa son
piedad,
iria, dé-
los mas
^ér : en
erramar
endidoy*::
2 humi-*^
incon- A
í ruegos
d. To*Í,
con la|
cara£ter|
orias d(
es et
3 gen-
io qu(
la partí
tad qu(
siena-
DECIMOOCTAVO. 323
siempre han tenido,sin haber sido sojuzgados por
algún Príncipe extraño , y que viven según su
régimen y costumbres de toda la vida, sin que ha-^
ya habido motivo para que muden de carader^
y en estos se vé lo mismo ^ que sucede en Iog del
Perú , y de toda la América Meridional , reduci-
dos , y que nunca lo han estado.
2 No pueden , aunque se intente , atribuir-*
se estas propiedades en los reducidos del Perüj
i las circunstancias de haber mudado de due ño,
de hallarse dominados de una Nación extraña
para ellos , de la sujeción en que están , ni á las
demás causas que vienen con esta ^ atento , que
asi como no han mudado de lengua , de usos,
de propensiones , ni de costumbres , no es regu-
lar que mudasen de carader , mayormente quan-
do se vé no haber entrado después de los años
]ue van pasados de la Conquista en las de la Na-
< lon dominante : además, que la sujeción no es
tal como se suele figurar la idea , porque ellos
viven en sus Pueblos con entera libertad , sien-
do gobernados pos sus Curacas y Caciques , al
modo que lo estaban antes de ser conquistados ;
y lo que en este asunto se advierte de particu-
lar , es la igualdad que hay v^n los reducidos
con los que nunca lo han sido , tanto de aque-
lla misma parte, como de las mao distantes de
ellas.
3 No habrá exemplar de que hombre á hom-
bre , ó número igual de una parte y otra , hagan
frecuente los Indios á otras gentes,sean Europeos^
ó Negros Africanos , ni que los esperen aunque
Ss 2 sean
ii
: 1 '
il
.i.fj
i'
^l6 ENTRETENIMIENTO
varillas ,pra6iicó el asesinato quando faltaban las*
mismas tres , ó quatro varillas que se habían qui-r
tado á las otras Naciones , y por esta razón no
pudo ser á un tiempo en todas 5 lo que dio lugar
á que descubriéndose la conjuración se tomasen
providencias para la defensa , y para cortarle el
curso , sin cuya casualidad hubiera sido inevita<«
ble el premeditado intento.
5 De este modo destruyeron los Indios de I3
Provincia de Macas , en el Reyno de Quito , la |
rica Ciudad de Logroño , la Población def
Guamboya , con su Capital Sevilla del Oro , que*f
eran muy pobladas , perdiéndose la memoria de
losparages donde estuvieron, y de los que dabaa.
las crecidas cantidades de oro , por donde ad-
quirió el nombre : en el Reyno de Chile , la Zv;<(
perial^ con otras de su dependiencia , por los Ih"
dios Araucos y Tucapeles : los Pueblos de Mi-
siones de los Chmchos , en la jurisdicción del
Gobierno de Tarma : los del Dariel^ en el Rey-
no de Tierra-Firme ; y otras varias que se han I
experimentado er, distintos tiempos en aquellos
Países , siendo iguales en el método de las con-
vocatorias , en el disimulo con que guardan -1
sigilo , sin que falte por alguno de los convo-
cados 5 y aun en las horas que eligen para exe- É
cutar el golpe , no menos que en la clase de |
crueldades que cometen, quitando la vida á san-j
gre fria , y sin conocido motivo de sentimiento,
á los Varones de todas edades , y conservando
la^ mugeres, como despojo del triunfo alevoso, ^
para servirse de ellas.
No
íf'--
con
'in
:onvn-
exe-
No
DECIMOOCTAVO. 327
6 No se trata aqui de las inhumanidades
que executan en tales ocasiones , y del secreto
que guardan en ellas como cosa extraordinaria,
pues estas mismas son regulares en iguales acae-
cimientos en todas las gentes : lo particular en-
tre los Indios es la conformidad que guardan, sin
que las distancias en que viven causen variación
en el método y la inhumanidad con que lo execu-
tan^ sin que pueda atribuirse á tenerles oprimi-
dos, pues las Naciones que pueblan los vastos
territorios desde la Lufsíana y Florida para el
IVbríí?, no han sido sojuzgadas, ni privadas de su
libertad para que pudiese atribuirse áello^ y aun-
que son limitadísimos de entendimiento, y tor-
pes en los asuntos en que se necesita obrar ton re-
flexión , en los de esta especie en que se mez-
cla la inhumanidad , la infidencia , y el interés
del pillage en los despojos de la acción , los de
la Luisiana , y los de Chile , los de Quito , y
los de Tarma , con todos los otros , son hábiles
y expertos , como si hubiesen tomado las leccio-
nes en una misma Escuela^ y como parte de ellas
son tan cautos en la observancia del sigilo , que
no flaquean con motivo alguno.
7 Aquella gente no cuenta los dias nume-
rándolos , ni distingue los de la semana , siendo
para ellos todos como uno mismo : solo conocen
las Lunaciones por ser objeto visible , no gustan-
do de que trabaje la memoria con semejante em-
barazo, y por esto quando deben hacer alguna
convocatoria con otras Naciones \qs embian un
mensagerü y un manojillo de varillas con tantas
de
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328 ENTRETENIMIENTO
de ellas , como días han de pasar desde el que'
premeditan la cosa , hasta el que se debe execu-*
tar , que es lo mismo que decir dentro de tanto^
dias, i
8 Es preciso advertir , que el agravio par^
ticular de un solo 'individuo entre ellos, ó di
una Nación, se hace causa común , comprehen*
diendo aun á las mas distantes , y que para estf
caso no les detiene el pado de !a amistad reci-»
proca en que se hallan íig.idos , con la que in*
tentan ofende- ni el reconocimienro de los I»
nefícios que reciben de ella , atropellando esto^
respetos , y con ellos ht buena fe : acreditase co%
ello la poca seguridad que puede haber en sug
palabras , siendo forzoso vivir en desconfianza f
con cautela , pues no es seguridad la amistad ps^
ra estar libres de sus conjuraciones imprevistas. 4
9 Acometen con resolución y ferocidad i
algún individuo que encuentran indefenso , pc|
robarle lo que tiene y vestirse de sus despojo^
Lo mismo hacen con astucia y prontitud en at*
na casa retirada de Poblado, asaltándola por \m
paredes con mucho sigilo , ó introduciendosl
con silencio sin ser vistos , siendo la primera di*
ligencia el asesinato de los que duermen 5 y ea^
tando asegurados en esta parte roban lo que en^
cuentran ^ pero si perciben disposición para resií^
tirles,se retiran con eí mismo silencio que emprec»
hendieron , y buelven á emboscarse hasta hallai
mejor ocasión. Se observa en los de la parte ddl
Norte , que quando se calientan con la bebida,
y que se quiere incorporarlos con la Tropa , c^.
ino Sí
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ase o^%
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vistas. 4
:idad|
JO, po|
íspojof I o
319
líio se pradicaba en las guerras que ha habido
entre Franceses é Ingleses ^ son arrestados , pero
no subsisten mas que ínterin que pasa el fervor
de los vapores del licor , y que se vén bien sos-»
tenidos ; pero faltando una de estas dos circuns-
tancias, se separan para bolver á su modo de
emboscadas. A esto alude la frase que usan los
indios civilizados del Perú ^ que hablan algunas
palabras mal pronunciadas en Español: quando
se alborotan empiezan por beber bastante Aguar^
iiente^ y á esto llaman animó^ pronunciado largo,
que es lo mismo que decir , tomar valor. Con
ellos no dexan también de experimentar alboro-
tos repentinos, juntándose muchos, y á pedra-
das acometen con intrepidez y gritería ^ pero con
poca gente que se les opongan buelven la espal-
da , se ponen en fuga , huyendo sin tino por dis-
tintos lados , para disimular haber tenido parte
en el alboroto.
Por su ninguna fe, por su facilidad en
en
por \m
iendosl
era dm
5 y ea*
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empreí»
hallé
arteddl
^ebiday
|pa, co-
ma
alborotarse , y por la complacencia con que con-
curren á todo lo que mira á hacer daño ha, sido
una de las providencias que se han dado la mas
prudente y sabia para el gobierno de las Indias
Españolas no consentirles Armas á los que está»
reducidos y subordinados , ni darles conocimien-
to de su manejo , tenerlos sujetos , y precisarlos
á que trabajen en las cosas que se les ocupa , co-
mo son las Mitas de Minas y de Haciendas de
labor ^ porque de no observarse asi no habría se-
guridad de mantenerlos en obediencia , como lo
manifiestan los varios levantamientos , ó alboro-
Tt tos,
i f i.
ÜF
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I ' !
'•f
520 ENTRETENIMIENTO
los, que con muy ligeros motivos suceden en la»
Provincias , los quales si llegaran á tomar cuer-»'
po , serían temibles. Las Naciones Francesa , é|
Inglesa se han manejado en las partes del NortÁ
de distinto modo. Les introdugeron Armas def
fuego , y les enseñaron á usarlas , con el fin de^
que hiciesen mas crecidas cacerías para que fue-»
se mas considerable el comercio de las I^ieles , y|
con la máxima también de aumentar sus Tropaa|
quando las necesitasen , para emplearlas recipro-4
camente la una contra la otra ; pero de aqui h»
resultado haberlos armado y dispuesto contra si^
pues siempre que no les conceden quanto piden J
buelven las Armas contra los mismos que se la J
han franqueado* Cometen correrías y violencia^
en sus establecimientos : les precisan á solicitar!
su amistad por medio de regalos y gratificacio-<í
nes , sin poder contar con su amistad ^ porque ení
la ocasión son de quien mas les dá de pronto yf-
olvidando contribuciones y beneficios pasados, y
por esto es una de las principales máximas de^
.aquellas partes tenerlos gratos , no darles ni a«í»
remotos motivos de quexa , y quando la fbrmanl
procurar con dones aplacarlos , aunque sean mal|
fundadas»
Esta gente tiene la propiedad de dormir
II
poco y de pasar lo mas de la noche en vela : susl
funciones de alegría y regocijo , que son insepa-^
rabies de la embriaguéi duran tanto de dia co-l
mo de noche : quando se sienten cansados indis- f
tintamente se tienden y duermen, y á la hora^
que despiertan buelven á continuar , sucediendo-
Íes
enl;
cuer-
I ^'"■■'
se lasl
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)lÍGÍíac|;
cacio^
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las de^
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brmanl.
iñ malj
lormic-
a : susl
sepa-#
¡aco-t
mdis-i
hora!
endo-^
les
DECIMOOCTAVO. 3^1
les lo mismo en qualquíer tiempo , y asi quando
todo el Mundo está entregado al descanso : ellos
andan vagueando de un lado al otro, sin objeto
determinado , ni serles impedimento el tener que
trabajar después en los destinos que les ha im-
puesto la sujeción. Los que subsisten en su liber-
tad en las partes de Cbile , Pampas de Buenos
Ayres^ y en los demás Países át Montaña^ y los
de todo el Norte desde la Florida en adelanta,
tienen esta misma costumbre , no obstante la pre-
cisión de buscar el alimento en la Caza , ó en la
Vesca.
1 2 Por lo que queda explicado se reconocerá
ser la vida de estas gentes semejante á la que
hacen los brutos , sin horas determinadas para
las distribuciones , y que también les parecen en
ser de poco sueño , manteniéndose en vela la ma-
yor parte de las Naciones : lo mismo se advierte
en el modo de descansar , ó de mantenerse quan-
do no se hallan ocupados : los de los Países muy
cálidos se tienden en las Jamacas que ellos mis-
mos fabrican, pero los demás lo hacen en el sue-
lo unos entre otros , sin distinción de sexos , ni
de estados 5 de donde puede inferirse las conse-
cuencias que sobrevendrán , propias de una vida
brutal. ' ■■ ^ * • •> • ' í -:•• 1- ■=! ' ' <-
13 A la rusticidad y barbarie , de que res-
petivamente se hallan poseídos, se sigue la cor-
tedad , ó falta de nociones ^ yá se ha dicho no
contar los dias , ni distinguir semanas. La Luna
quando la vén les indica el termino de un tiem-
po 5 sin embarazarse en los dias que contiene : los
Tt 2 frios
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i-, !■
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322 ENTRETENIMIENTO ¡
frios en el Invierno , y los calores en el Ferano
ó la alteración de hielos y de nieves les deter-fí
minan el periodo de un año , pero sin ocupar la
memoria en retener el numero de Lunaciones que
contiene , mucho menos las otras medidas ma& I
pequeñas del tiempo: quasi no tienen idea de lo ^
que es año , y examinando á algunos , que mani-
fiestan mucha vejez de los mas civilizados del
Ferü^ sobre la edad que tendrán, nunca se puede
sacar de ellos mas noticia que la de los Governa-
dores , ó Caciques que han conocido , y aun asi
son imperfedas las que dan ^ sucediendo tam-
bién , que conservan la de los mas antiguos , y i-
no se acuerdan de otros que ha habido posterior ■.
res , porque tal vez son los acaecimientos partí-» "
Guiares los que se los hacen tener presentes. Lo
mismo sucede con los que se mantienen en su
primitiva libertad , sin percibirse que pongan I
cuidado en mantener especies de lo pasado , ni '
en ampliar las ideas á lo succesivo: únicamente
se ocupa su imaginación en lo presente, y de ello
en lo que tienen mas inmediato. No sería esto
notable sino se advirtiese ser igual entre los que ?
reciben documento de cultura , y los que carecen
de ella , pues los reducidos del Perú , que de
continuo se están rozando con Españoles^ que
tienen Curas que quasi diariamente les doctrinan ;
y les instruyen , que tratan con las gentes de to-
das clases sociablemente , son en este particular í
tan indiferentes y torpes como los que siempre
han vivido en la primitiva barbarie entre las fie-
ras 5 haciéndose mas notable á vista de los iV¿-
gros
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Ne-
tros
DECIMOOCTAVO. ^^
p-os de África , que llaman allí Bozales , porque
estos con menos instrucción , y quasi sin doctt-
mentos, después de haber estado allá algunos
años , adquieren el conocimiento de numerar los
dias , los años , y otras luces muy distintas que
[os Indios ^ de donde procede , que aun siendo
Esclavos se tienen en mas que ellos , y les miran
con desprecio como incapaces , y sin discerni-
miento de racionalidad.
14 Los del Ferú^ en tiempo de los Incas sus
Señores Naturales , conservaban memoria de los
hechos notables , y tenían cierto modo de Poli-
cía^que refieren sus Historias. Esta cultura la de-
bían principalmente al cuidado de aquellos So-
beranos y al régimen que entablaron con ellos,
precisándolos á vivir con reglas de racionalidad,
dando lugar á discurrirse haber sido aquellos
Legisladores de alguna raza mas culta y civili-
zada que la de los demás Indios comunes , de la
qual no se percibe conservarse algunos.
1 5 Son por lo general de larga vida , aun-
que difícil de averiguar el número de sus años,
por la razón que vá enunciada f pero hay dos se-
ñales , que manifiestan quando son de edad muy
abanzacia ^ la una las canas , y la otra las bar-
bas : aquellas no empiezan á parecer hasta que
están en 70 años , ó cerca de ellos : estas otras
hasta que pasan de 60 , y siempre son pocas 5 y
así quando se vén del todo encanecidos y que las
pocas barbas lo están igualmente , se juzga que
pasan de un siglo, Preguntándole á uno , cuyas
señales indicaban ser de mucha vejez , su edad,
res-
t
Ili ./
324 ENTRETENIMIENTO
respondió , que tendría mas de 20 años 5 y exa-*
minándolo por otros medios , decía que su Ma-*
chú le hablaba quando era niño de las cosas de
los Incas^ á cuyos Principes habia alcanzado^ se-
gún esta relación , era preciso que entre los dos
hubiesen compuesto 232 años á lo menos: el
Machú venía á ¿er el Abuelo 5 y éste de quien se
trata, en el año de 64 aparentaba mas de 120
años 5 porque fuera de tercr blanca toda la cabe-
za y barba , estaba muy agoviado del cuerpo,
pero sin indicios de impedimento,© achaque que
le causase la edad. Esta larga vida y la sanidad
con que la mantienen , es consecuente á la falta
de asuntos que ocupan sus imaginaciones; á la
vida puramente animal que hacen 5 y á no tener
que desear , ni que temer 1 sus interiores ; á la
organización menos delicada y mas tosca , ó vas-
ta que las otras gentes , pues sino se aniquilasen
tanto con las guerras que subsisten entre sí los
Gentiles , que los Franceses llaman S alhajes , ori-
ginadas únicamente de la venganza , ni fuesen
tan extremosos en el desorden de la embriaguez^
con las bebidas fuertes , sería una raza de gente,
que disfrutaría las conviencias de la libertad y
de la independiencia con perfección , y estaría
menos expuesta á perecer temprano.
16 Es costumbre de ciertas Naciones de J«-
dios del Perú abrirse las orejas todo al rededor
por el pliegue mas exterior , para hacerlas mayo-
res , teniendo esto por galanura , lo qual se con-
serva acia las partes del Marañon^ en las que por
alusión los llaman Orejones: otras acostumbran
ha-
m
..*^
exa-«
Mrt-
as de
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s dos
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Istaría
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con-
|e por
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Iha-
DECIMOOCTAVO. 325
hacerse agugeros en las ternillas de las narices,
en los labios , y en la barba , para poner en ellas
unas varitas delgadas , cooio de una quarta de
largo , al modo de las púas del Puerco-Espln,
Esto mismo pradícan las Naciones generalmente
del Norte , y asi están conformes en ello unos y
otros , no dexando duda de haberse conservado
en ellos estos usos desde los primeros Poblado-
res de aquel Mundo , y que su antigüedad viene
de los mas remotos tiempos. Lo notable en este
particular es , que guardando tanta uniformidad
las Naciones que habitan aquel Nuevo Mundo , á
tan grandes distancias las unas de las otras , no
se encuentra igual semejanza con los Pueblos de
las otras partes del Mundo antiguo , cuya cir-
cunstancia induce á concluir , que desde los pri-
meros hombres que se repartieron por aquellas
(ierras se han conservado los usos y costumbres
sin variación , y que las que tienen son coetá-
neas á su población.
i^ Entre los Indios de las partes Septentrío--
mies se nota introducida la costumbre de tomar
otra muger , quando la que tienen envejece , sin
separar á ésta de la casa , la que queda haciendo
cuerpo con la familia , y sirve para cuidar de los
pequeños sembrados , moler el Mah , y preparar
á su moda la comida y la bebida , de suerte, que
viene á ser como la Criada que sirve á los de-
más : la joven acompaña al marido á la Caza y á
la Pesca , y es la que carga las piezas que mata:
cada una cuida de los hijos que la pertenecen,
hasta que crecen y se separan de los padres.
Quan-
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^^^ ENTRETENIMIENTO
Quando salen á cazar quedan sus Pueblos , 6
Rancherías al cuidado de las mugeres reforma^í^
das como por modo de descanso , no contem-f
plandolas bastantemente robustas para resistir lasj
fatigas que son anexas á el exercicio.
1 8 Los Indios civilizados del Perú no tienen i
proporción para hacer otro tanto , porque no se»?
les permite , y se les reprehende con castigo ]
qualquier desorden que toque en esto 5 pero ha-^
cen un equivalente en cambiarse las mugeres , y»
en tomar alguna otra soltera , dexando á la pro-^
pia, sin que en ello tengan rubor ni cautela, sien4
do uno de los cuidados que tienen los Curas , losi
Corregidores , y aun los propios Amos á quiei
sirven , aunque con poco fruto , por no ser ellos
pundonorosos , ni hacerles la mayor impresión!;
las amonestaciones , ni consejos que se les dún^
De esto se puede inferir , que si tuviesen la li«
bertad que los otros , harian lo mismo que ellos^
Las Indias reformadas no manifiestan sentimien-f
to , conformándose sin repugnancia con lo qu^
miran admitido por costumbre , que en ellos sal
reputa por Ley. * .
19 Por lo tocante á el modo y disposición!
de sus alojamientos, se nota haber concurrido la
necesidad , ayudada de la naturaleza , á darlesl
reglas de edificar con sencillez para resguardoé
de los temporales en las horas y tiempos que
lo requieren ^y asi se vé, que las Naciones, sin|
embargo de su barbarie y falta de civilidad , se
hallan juntas , y tienen Poblaciones á su moda,*
donde viven y hacen la principal residencia»
Las
D E C I M o o C T A V o,
327
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Las
Las casas de los Indios son en figura redonda, y
hasta la altura de un hombre,ó poco menos^ sube
la pared derecha , después cierran con la tecunp,-
bre en forma piramidal, y al rededor ponen por
i) interior un tablado ,que les sirve para tender-
le sobre algunas pieles de los animales que ca-
jan : en el centro hacen el fogaril , y la pieza
w tiene mas abertura que la puerta , la qual es
bien estrecha , y del alto preciso para entrar : el
humo sale por ella , y por entre las ramazones
] hojas que hacen la tecumbre : el material es
sn unas barro y piedra , en otras madera , cer-
:adas las junturas con el barro en donde no hay
de aquella.
20 Por la parte de adentro en la pared ha-
cen unos nichos quadrilongos de un pie , ó media
ura de alto , y una quarta de ancho , al modo
de los que se vén en los Palacios de los Incas en
d Verú , que les sirven para poner las pocas co-
sas de que hacen uso.Cada familia tiene su casa,
ó choza dispuesta en la misma figura , siendo
mas mas grandes que otras.
21 En cada Población hay también una
Casa común con tablados al rededor; esta es mu-
cho mas grande que las particulares , en figura
íuadrada,ó quadrilonga, y sirve para juntarse, y
bcer sus Concejos, en que tratan sobre el tiempo
en que han de salir á hacer caza , ó pesca ; los
que han de ir en cada quadrilla ; los parages
adonde se han de distribuir ; el tiempo que han
de estar fuera para bolverse á juntar , y también
el modo de hacer las correrías contra los Estran-
Vv ge-
ñ
ti .
328 ENTRETENIMIENTO
geros establecidos , y lo que han de pra6licar tti
ellas , que todos son asuntos interesantes. En estaí
se juntan para beber , y para celebrar sus festivi-I
dades con danzas : sobre ella tienen el granero*
donde recogen el Maiz y las Calabazas que lesl
ha dado la cosecha. Estos Pueblos no guardant
formalidad de calles, ni de plaza , estando lasí
casas sin orden , y de ordinario las hacen en las^
orillas de los rios. Aun todavía conservan los^
Indios civilizados del Perú el mismo modo dei
casas , ó chozas , -^ el tener en cada Pueblo unaf
común para hacer sus juntas, y tratar de sus n'>i
gocios particulares , con la diferiencia de \q?, no*
reducidos^ que los que lo están deben ceñirse w
las Cofradías ,y Mayordomías, cuya invención,
quando es moderada , y no con el exceso que^
suele introducir el abuso , es muy buena para te-
nerlos sujetos y en obediencia , por ministrarles?
asuntos sobre que tratar, muy distante de los que*;
les inspira la propensión con que se inclinan á
lo malo.
22 Los Jueces y Curas no obstante zelan
mucho sobre estas juntas , evitando que traten en
ellas cosas de alborotos , ú otras que puedan te-'
ner malas consecuencias , y para ello tienen al-
gunos de confianza que les dan noticia de lo que ,
pasa ^ y quando se sospecha que se apartan de
lo que les está permitido , van allá , y los sepa-
ran , aplicando algún moderado castigo á los,,
autores que inspiran en las otras malas ideas, sien-;
do suficiente esta diligencia para desvanecer lo
que premeditaban;^ pero quando se sospecha asun-
to
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'cer lo
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to
DECIMOOCTAVO. 3 2p
to de mayor gravedad , se procura contener con
providencias y castigos de mas formalidad.
23 No es posible apartar esta Nación, des-
pués de tantos años de reducidos , de sus anti-
guos usos y costumbres , y si se intentase resul-
tarían mayores inconvenientes, pues de prohi-
birles en una parte pública las juntas , irían á te-
nerlas de noche á los parages retirados donde
no fuese averiguable lo que discurrían en ellas.
24 Yá queda dicho y comprobado , que el
trabajo que hacen los Indios en bs Minas del
Perú no tiene cosa de perjudicial á su subsis-
tencia ; y el señalar Mitas para ellas , y que
verdaderamente vayan con poca voluntad, es p(>r
repugnancia natural que tienen á todo genero de
trabajo , pues si se dexase á su arbitrio nunca
hicieran mas que los pequeños sembrados , al
modo de los que pradícan los que subsisten sin
sujeción.
2 5 Las Mitas ^ ó servicios de las Haciendas j
y guardería de Ganados tampoco los disminu-
ye quando en el trato hay regularidad. La de los
Obrages seríalo mismo si en estos hubiese menos
rigor , y mas consideración para el régimen de
las tareas, y el jornal que seles hubiese de
pagar , proporcionado á que pudiesen subsistir^
pero mirando los dueños á su propia utilidad , y
no al bien de los Obreros , los tratan con poca
humanidad , y de ello resulta la disminución
de los que entran : el remedio sería absoluta-
mente quitárselas del todo , y que sus dueños
tínpleasen gente libre de la mucha que abunda
Vv 2 sin
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[1
iíK
L-^X
**!•
í!^^
I;
I.
330 ENTRETENIMIENTO
Sin oficio , ni ocupación , Mestizos , y de otra3
castas,prohibiendose el perpetuo encierro para los
que no estuviesen por orden de las Justicias , y
juntamente que en ellos no se pudiese castigar
corporalmeiite como se hace al arbitrio de los
que los tienen á su cuidado , sino que en toda
se gobernasen al modo que lo están las manufac-
turas en Europa, Ciertos castigos moderados son
precisos en los ludios , porque sin ellos son irre-
ducibles al cumplimiento de lo que se les dedica,
predominando en ellos la propensión á la ociosi-*
dad , y al abandono 5 pero esto no se debiera
permitir que se praélicase por los Amos á quienes
sirven , que se exceden , y los maltratan en lu-
gar de corregirlos , sino por la Justicia ^ en cuyo
modo serían moderados , y en ellos harian mas
impresión , sin quedarles el resentimiento de que
sea la fuerza , y no la Justicia quien los castigue.
De Cite modo hay suficiente experiencia, que en-
seña no ser necesaria como pretende la vulgari-
dad , y la facultad despótica, p?ra que cada uno
sea arbitro de castigar sin limiíacion á los que le
sirven , siendo los instrumentos por donde au-
mentan sus riquezas. La total desidia y el aban^
dono propio de su carader obliga siempre á
estar en continua batalla con ellos para que tra^
bajen aun en aquellas cosas que son de propio
provecho y beneficio suyo , como es en los sem-
brados comunes , y en las otras ocupaciones que
les han de sufragar para vestirse: en ellos no
obra la razón , ni se reconoce que las persua-
siones mueVwHn sus voluatw^des : uno y otro lo
des-
\ .^""
.-^^
DECIMOOCTAVO.
33Í
»c.-*
desprecia la inclinación al ocio , y por esto se
hace preciso que 5.e les apremie con el castigo,
y que se les den destinos á las Mltas^ donde por
necesidad vivan ocupados * pero aun en este
modo la obra que hacen en el discurso de un dia,
apenas corresponderá á la que un hombre regu-
lar acabará en la mitad del tiempo á lo sumo:
esto nace , no de faltarles fuerzas , sino de aque-
lla natural propensión que ios hace tardíos en
las operaciones , y lentos en lo que es trabajo.
La caza y la pesca son los únicos exercicios
entre los que viven en su primitivo estado^ y esto
es , lo uno porque la necesidad \qs obliga á to-
mar este empleo para mantenerse ^ y lo otro ,
que son exercicios donde el discurso, ni la pre-
cisión trabaja mas de lo que apetece el gusto , y
que no lo hacen de continuo , pues guardan las
carnes para algunos dias , y en tanto que duran
no se molestan , pasándolos en inacción , y en-
tregados á la ociosidad.
2Ó Los conquistados que viven en obedien-
cia hacen un sembrado común , para lo qual se
juntan todos los de la Parroquia, hombres , mu-
geres , y muchachos , á lo que llaman tan bien
Chaco ^ y la obra que entre seis , ú ocho hom-
bres pudieran descansadamente acabar en el dia,
la hacen ellos entre 6o , ó ^o de todas edades
y sexos : llevan porción de bebida , los tambo-
rinos , y flautas , y al son de estos instrumen-
tos trabajan , beben , comen , y descansan á ra-
tos , reduciéndose á un dia , ó dos de diversión.
Otro tanto pr^.dtican quando recogen la cosecha,
en
r
I.
33
ENTRETENIMIENTO
en cuyo modo la mayor parte de su produ£b
queda consumida en estos días ^ y si les faltasen
tales atradivos de bebida y bayle , no concur-
ririan.
27 Las personas que no tienen experiencia
propia del carader, propensiones, genios,y inclir-
nacion de los Indk se persuaden á que el ubli-
garles á que trabajen, ^I destinarlos á las Minas,y
darles otras ocupaciones tiene visos de tiranía^ y
tjo es asi , porque cada Nación y raza de gentes
tiene sus leyes propias para gobernarse , dis-i
puestas con conocimiento , que miran al fin de
mantenerse baxo de un buen orden , como lo
pide el bien común de la sociedad : las de los
Indios es preciso que sean muy diversas de todas
las otras , asi como sus inclinaciones y propie-
dades lo son. El inmoderado uso del Aguar-
diente, destruye mas Indios en un año , que las
Minas en 50 , aun entrando en estas los extraor-
dinarios accidentes de derrumbos que pueden so^
brevenir. Los obrages los aniquilan por la in-
humanidad con que se les trata , sin que hayan
sido remedio las visitas que se praítícan de tiem-
po en tiempo, pu^s r! cabo de tantos años no se
reconoce enmienda. Éstas dos cosas convendría
que se reformasen por respedo á la humanidad,
y á lo que debamos al próximo , y por ciinve-
niencia propia , para cuidar de la conservación
y aumento de una raza , que sin embargo de sus
malas propiedades , vicios, y desidia , es por la
que se mantienen aquellos vastos dominios.
28 Se cree esta raza de gentes mas adver-
tl-
iUiun.
,.,.-^ ^
il-
DECIMOOCTAVO. 333
tida y habí! que la Europea , siendo en ellos
iguales los que pueblan las vastas campañas del
Norte 5 con los del Perú civilizados , ó monta-
races 5 pareciendoles que no hay gentes que pue-
dan ser tan sabidas como ellos. Esta presunción
es hija de la malicia y pasión propia , y tam-
bién de sus alcances^ y quando sucede salirles
al encuentro en alguno de los muchos engaños
que premeditan , dicen que los Españoles^ ó Vi^
racocbas quieren yá saber tanto como ellos. Los
de la Líiisiana , y todas aquellas partes están
persuadidos á que los Europeos no pueden igua-
larles en transcendencia , nacido de que su inten-
to es siempre engañar sin que se perciba , y no
ser engañados: asi se sienten mucho , y no per-
dcnan el sgravio quando se les falta á lo que se
!es promiCte : siendo asi que no conocen buena
fe 5 ni legalidad , pues en lo mas urgente de las
ocasiones faltan , disculpándose después con pre-
textos que forjan al intento. Son solicitados para
la paz, sin solicitarla ellos, y esto por libertar-
se de sus correrías : son temibles por la liber-
tad', y astucias de que se sirven para sorprehen-'
der : son despóticos , no reconociendo subordi-»
nación á otro : son obsequiados con regalos , y
ellos no los hacen , con el fin de que no cometan
robos ^^ asesinatos ^ y de aqui forman ellos el
concepto de ser mas hábiles , sabios , y astutos
que los qije los solicitan , los temen, y los obse-
.aían. La mentira y el engaño son tan propios
en ellos como la embriaguez , y no se sonrojan
quando se les descubre , buscando salida á los
car-
\ *• -y*
Y
Él''
Mu- ~
■i
11,),
334. ENTRETENIMIENTO
cargos , aunque no vengan al asunto. Sobre tan
errados principios y débiles fundamentos se
sostiene la creencia que aquellos Indios forman
de sus ventajas y superioridad.
29 Quando tienen Parlamentos^\os que viven
en su libertad , con las Naciones Enropsas , ha-
cen unos discursos, á su parecer , pomposos, pero
sin coordinación, ni método, hablando por fi-
guras y comparaciones , que por lo regular tie-
nen el fundamento en el Sol ^ por su luz, por
su calor , y por la carrera que hace, y esto lo
acompañan con acciones y señas demonstrativas:
son largos en losdiscursos,repitiendo muchas ve-
ces la misma cosa , y durarían el dia entero sin
añadir nada á lo que dixeron al principio , si no
se les procurase cortar : piensan mucho lo que
han de decir , y al cabo no producen mas que
aquello que les parece propio á persuadir para
que se les dé lo que desean. En este modo de
perorar con presunción , fundan también su cienr
cia,y la habilidad con que sobresalen á las otras
personas Europeas con quienes tratan , persua-
diéndose á que los inducen á franquearles lo quei
desean con su grande eloquencia. Los Indios re-,
ducidos son lo mismo en sus discursos , largos,-
cansados , é importunos hasta el extremo, uo te-
niendo termino en ellos, de suerte que no se di-
feriencian ^ y si el Lnguage no fuese distinto, po-»
dria creerse que un Indio del Perú hablaba en el>
Norte y ó al contrario. i
EN-
335
I ,,„-!«—* ♦
O, po-,
en eL
:N-
ENTRETENIMIENTO XIX.
Tratase de la Religión de los Indios , de
sus Entierros y de su disminución , y
de las castas de Mestizos.
i
1 ^^^^ os Indios de la America Meri-
^ diof^al , sujetos al Imperio de
los Incas , tributaban cultos ai
^. Sol ^ á quien erigieron varios
^r/oiov/oir^T.^ Templos , y sus vestigios aún
se conservan: los que no lo estuvieron, y que
hasta los tiempos presentes permanecen incultos,
sin sujeción , ni señas de civilidad , no se sabe
que lo den al Sol^ ni á algún otro objeto deter-
minado ^ son supersticiosos por herencia 5 y se-
gún las proporciones que les ofrece la casuali-
dad , suelen tener veneración á los objetos mas
despreciables que se les ofrecen á la vista , aun-
que sin llegar á la formalidad de darles culto.
Lo propio se observa con los de las partes del
Norte en las muchas Naciones que habitan sus
dilatados territorios. Distintos Franceses han vi-
vido entre estos por espacio de 10, ó 12 años,
con el fin de aprender las lenguas; y según las
relaciones que hacen , no tienen ni aun ligeros
indicios de Rito, ni de cosa que se parezca á
Religión , asegurando no haberles descubierto
ideas , que den luz de tener conocimiento de una
primera causa , ni sensaciones , de que dependen
Xx de
^
33(í ENTRETENIMIENTO
de un Criador que lo hizo todo ^ que para ellos
son iguales todos los dias y las horas ^ que no se
les advierte rezo, deprecación, sacrificio, ni otro
genero de adoración ^ y siendo , como vá dicho^
supersticiosos , sin atribuir los acaecimientos á
una voluntad suprema , se dexa inferir , que sin
sujeción á Ley mas que la de la propia volun-
tad , ni aun siguen la natural en un método re«
guiar.
3 Este modo libre de vida sin precepto, ni
ley contra la propensión á las pasiones , ni freno
que modere los impulsos de los vicios, ha cau-
sado mucho daño á varios de los Europeos esta-
blecidos en aquellos Países , que seducidos coi)
el mal exemplo se hallan entregados al mismo
genero de vida, no solo en lo perteneciente á la
Religión , sino también en las otras costumbres.
Estos se hallan retirados por los campos con sus
Esclavos , ó Familiares , sin acordarse de dar al
Supremo Criador , á quien debemos el ser , y
quanto nos concede , el tributo justo de las gra-»
cias que el reconocimiento y la obligación debe
ofrecerle, ■■") -.h -,;.> í;;*-) • •..\':;-rií ;■••);; .■.;^^:■
3 Los Indios civilizados del Perú conocieron
desde el tiempo de los Incas una primera causa^
y aunque sus Templos estaban dedicados al Solj
y le daban culto , no dexaron por esto de tener
alguna idea de que habia otra , que era mas po'«
derosa , sin tener necesidad de gyrar continua-
mente para dar ser y vida á las cosas. Estos
consagraron al Sol sus ofrendas , como Deidad
nías perceptible á los sentidos, atribuyéndole los
be-
<*m f
DECIMONONO. 337
beneficios , que por medio de su calor y luz recH
be la tierra; y ésta fue doctrina que les enseña-
ron sus Soberanos , y á que no alcanzaron otras
Naciones de Iridios^ que no estaban tan civÜH
zados. . > .
4 Estos í«¿//
340 ENTRETENIMIENTO
tas vandas, y después los colocaban en los Ni^^
chos , 6 Sepulcros que hacían ^ adequados pact^
su conservación. También >se dexa percibir en laj
circunstancia de ponerles comestibles ^ sea por el i
jin que se quisiere interpretar , que conocen no^
morir el espiritu con el cuerpo , y que tienen idéai
de la inmortalidad del Alnia^ porque de no setii
asi , no tendría objeto la ceremonia de acompai
ñarlos con tales cosas. Quál sea el modo en quej
ellos lo conciben no es fácil de averiguar, porj
ser en sus explicaciones sobre este particular li^^
mitadisimos y confusos. • - ► < >v*.í.m.. ni i ;>.
8 En algunos parages de la parte baxa dt
Perú , y principalmente en los Pueblos que habla]
en los Valles de las Capillas y sus contiguos so|
encuentra otra suerte de Entierros diferente d<
los de la Luisiana. Estos están en las propias ca^í
sas , y cada uno tenía el suyo á manera de Panr^X
teon: para ello destinaban una de las piezas, cu-»
ya capacidad , aunque variaba á proporción de^
la voluntad, 6 representación de los dueños, la i
regular era tener de 4 á 6 varas en quadro:
el uno de sus ángulos correspondía el lugar se^i
pulcral subterráneo , con 3 varas de largo, 2 d<
ancho , y de i ^ á a de profundo , dándoles h
figura oval. Las paredes de estos Panteones, qua^
aún se conservan , eran de piedra de mampostea]
ría y barro : su techo lo disponían con troncos d<
Arboles sin labrar , que servían de vigas, y por^
encima de estas acababan de cerrar con cañaj^
brava y tierra , haciendo suelo firme , que es el*^
que sirve de tocho si Panteón^ 6 Sepulcro. Esta
pie-
fktsí
ionde
quartaj
estrech
aunque
sas son
elanch
rior se
inejant(
casas
común (
Dadas p
$arias a
9 I
ras que
pulcros ,
grandes
resto de
congetur
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en cada i
poníendc
nariesen
drian á 5
aquellos '.
Huáscar
ÍDCÍXHI I^
iespondei
Í21 añoi
un tiempo
iijuellos I
m
DE CIMONONO.
341
pi'^ta parece que no tenia otro uso : la puerta por
iionde se entraba en ella solo tiene de alto tres
quartas 9 y de ancho dos tercias ^ siendo por su
estrechez bien incómoda para entrar y salir ^ y
aunque generalmente las otras de las mismas ca-
tas son pequeñas , llega su altura á una vara , y
el ancho entre media y dos tercias. £n su inte-*
rior se observan varios nichos , ó alacenas , se-*
(nejantes á las que se han dicho hablando de las
casas de los Indios de la Luisiana , cuyo uso es
común en las del Ferú \ pero en las piezas desti-^
Dadas para Sepulcro no las hay , como no nece«
$arias allí. ; « 7 t ^ - m
9 Es bastante crecido el numero de calave-
ras que se encuentran en cada uno de estos Se«
pulcros, como de 30 á 40 ^ unas de personas
grandes , y otras de pequeñas , hallándose allí el
resto de los Esqueletos : por cíte número puede
congeturarse el de la antigüedad de los Pueblos,
mediante que cada matrimonio tenia su casa , y
en cada una de estas habia su entierro^ y asi su->
poniendo la famila át6 personas , y que de estas
muriesen 4 en el discurso de c;ada 25 años , ven^*
drian á ser 250 años, y esta la antigüedad de
aquellos Pueblos antes de la Conquista. Los I»*
^(»,que se sabe haber reynado hasta el ultimo
\kascar ftn Qxx^o tiempo terminó su Imperio^
íneíxm 13^ y excluyendo á éste, vienen á cor-
lesponder los 250 años, entre los 12 que hubo,
á2i años de Reynado unos con otros, que es
un tiempo algo corto ^ pero se debe suponer, que
i^ueUos Pueblos no se civilizaron desde el tiem-^
po
j/^p' '^^
^ .^ -
I «
;'i
ñ
m
ú
I v
i
34^ ENTRETENIMIENTO
po del primer Inca , y que sus Entierros y Po-<
biá :iones tomarían toda su formalidad despu<
que fueron juzgados , é instruidos por ellos.
10 En los Sepulcros se encuentran los v<
tuarios que usaban , y eran blancos , de algodón^
tegidos al modo que ahora lo hacen , con al|^
ñas lavores y colores diversos ^ pero están íí
consumidos con el tiempo, que al tocarles se des
hacen como si fueran de hiesca. También se en-i
cuentra lana de Alpaca ^ y no viéndose la osa^
menta de este animal , se infiere pondrían con k
cadáveres algunas pieles de él , y es regular qi
fuesen las mismas que en vida le servían pai
dormir, y de todo se deducé la uniformidad,
diferiencia que en quanto á ésto observaron h
varias Naciones de Indios esparcidas por aqu(
líos vastos Países.
11 Es opinión por aquellas partes bastan!
cundida , que ciertas Naciones de Indios mas r<
sueltos, ó de mayor corage que las otras, al v^
sojuzgados aquellos Países por una gente estn
ña , tomaron el desesperado partido de enterrai
se vivas con sus familias , huyendo áú tran<
duro de sujetárseles quarido no les quedaban
peranzas de defender la libertad : aunque estj
fuese asi , y que los de aquellos Valles se seíís
lasen en esta resolución , nunca se opone á qi
fuese costumbre en ellos tener los Sepulcros del
tro de sus mismas casas , como lo manifiesta
que se vé en ellas, y la solidez con que están h<
chas : el no encontrársele otro destino , y el líp
faltar en ninguno de los muchos Pueblos que ha||
biaf
bia p(
á la n
verles
qual c
gunos
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12
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que lo i
Europa
cado, 1
pendió
tante.
man el
DECI MONONO.
343
bia por allí , y acaso la circunstancia de tener
á la mano el lugar donde enteramente pudo mo-
verles á tomar esta barbara resolución : para lo
qual era preciso que en cada Pueblo quedaran al-
gunos que cerrasen los Panteones , formando los
terraplenes de los suelos en la sala que está sobre
ellos en el modo que se encuentran.
1 2 Los Indios de la parte del Norte acostum-
bran el Caluma , que es una Pipa , cuya canali-
Ua tiene como una vara de largo , y de una mis-
ma chupan el Tabaco quantos están en la compa-
ñía. Este Caluma sirve de cumplido , ó saludo
entre ellos , cor^o entre los Europeos el brindar-
se con el vino. El uso del Tabaco es alli bastan-
temente moderado. Entre los del JPerú no se nota
introducido , principalmente en los de la parte
alta 9 y en los de \zbaxa en pocas partes , y en
estos no de continuo: en que es digno de adver-
tir 5 que siendo este fruto propio de aquellas par-
tes , no sea general , ni muy frecuente su admi-
sión entre los naturales de ellas ^ y que en Euro^
pa se haya hecho tan común y necesario , que
forma al presente uno de los mas quantiosos Ra-
mos de las rentas de los Principes y el mas segu-
ro,por el gran consumo que de él hay.Los Indios
que lo usaban era únicamente en humo 5 pero en
Europa lo gastan en humo , en polvo , y mas-
cado , lo que igualmente conduce á que su ex-
pendio sea tan quantioso como á todos es cons-
tante.
1 5 Los Indios del Norte de la América to-
man el Tabaco de humo en las Pipas largas que
Yy se
•J\
1 ' ■
344 ENTRETENIMIENTO
se ha dicho , y estas están engalanadas con la-
bores de varios colores , y colgados de plumas
diferentes , cuya moda es la misma que acos-
tumbran los Orientales , que obsequian á las per-
sonas que los visitan , presentándoles Pipa para
que fumen , y Café , ó otras bebidas 5 y asi sin
haberse comunicado unas Naciones con otras,con-
vienen entre sí,siendo de las partes mas remotas de
la tierra : lo qual arguye, asi por el uso como por
el modo , haber tenido principio en un mismo
tiempo. Las Pipas , en la parte donde se pone
el Tabaco , no son tampoco parecidas á las que
usan los Europeos , diferenciándose en la figura,
asi como lo son en la caña.
14 No puede juzgarse que el uso del Taba-
co en humo vino á los Europeos de las Indias Oc-
cidentales , porque siendo muy antiguo en el
Oriente , era preciso que se comunicase de allí
desde que hubo Comercio por tierra de aquellas
partes con el Mediterráneo , el qual hacían los
Venecianos^ antes que los Portugueses descubrie-
sen el paso por el Cabo de Buena Esperanza en
1487 9 pero lo que no admite duda es , que des-
pués del descubrimiento de ellas se fue haciendo
general hasta el termino en que al presente se
vé , y que desde entonces empezaron á variarse
los métodos de usarlo , advirtiendo los que hay
de componerlo 5 y asi esta moda y el uso del
Chocolate^ han venido del Occidente al Oriente^
aumentándose con ellas las cosas precisas en el
uso de la vida. > j
15 £s cosa constante irse disminuyendo por
tü-
todas ]
los estr
bien p(
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nancia
trañas ,
nación
que son
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las Islas
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tigios qu
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I en
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del
mte^
el
por
DECIMONONO. 345
todas partes el número de los Indios, bien sea por
los estragos formidables que hacen las Viruelas,
bien por el uso de las bebidas fuertes y su inmo-
deración incapaz de contenerse,bien por la repug-
nancia que les causa verse sujetos á Naciones es-
trañas , y precisados á trabajar contra su incli-
nación , ó por otras causas menos visibles , aun-
que son bastantes las antecedentes. En las Islas
de Cuba , Santo Domingo , Jamayca , y las de-
más de aquella parte , sucede en este particular
lo mismo que con el Oro y la P/ata , que puede
dudarse si los ha habido antes de la Conquista,
ó á lo menos si eran con la abundancia que se
hallaron , según las pocas señales que subsisten
de ellos. En la Isla de la Puna , que está en la
embocadura del Rio de Guayaquil , y en todas
las Islas de la Costa de Panamá , han faltado
también los Indios ^ y lo mismo se observa en
los varios Pueblos que habia en las cabeceras de
la tierra baxa del Perú , donde empieza á subir-
se á la alta, en los Valles de las Capillas , el Ta--
para , Luna Guana , y otros diversos. Los ves-
tigios que subsisten de los muchos que habia en
tiempo de la Gentilidad, indican lo muy pobla-
do de Indios que eran , pues cada quarto de le*
gua , ó cada media legua se encuentra uno con
sus casas y calles , dispuestas en toda forma, sin
faltarles mas que las techumbres,y al presente es-
tán despoblados. Las Naciones comarcanas á las
Colonias Europeas de la Luisiana , y las que lo
están en lú parte de la Nueva Inglaterra , se vén
tan disminuidas, que se componen de doce ó
Yy 2 quin-
• t
1. 1
ii
rjt
';íií': ;"'^
34^ ENTRETENIMIENTO
quince familias cada una , «siendo asi , que quan-
do se empezaron á establecer allí los Euro^
péos eran crecidas 5 y sensiblemente se vé su dis-
minución en el termino de pocos años, dexando-
se comprehender , que en breve se hallarán ente-
ramente extinguidas como las anteriores. En
la parte altano es tan considerable la disminu-»;!
cion , aunque no dexa de reconocerse bastante, ¿í
particularmente en los Pueblos que hacían ca-i
beza de Partido , y eran la residencia de los
Curacas.
16 Al paso que se extingue la raza de Indios ^
en aquellas tierras , se pueblan estas de £»ro-i
péos , y de las castas que dimanan de las Afri^]
canas 5 bien que los Negros , en su primer gra-í
do no subsisten , á proporción del quantioso nú-;
mero que se ha introducido de ellos , procedi-l
do sin duda como en los Indios de la sujeción que I
se les impone al trabajo contra la vida holga-^
zana , que ellos usan en sus tierras. En cierto!
modo parece , que el empeño de los hombres y^
su ocupación es transferir las gentes de las dos
partes del Mundo antiguo á la Población delí
nuevo , al paso que las cosas de este ., y princi-i
pálmente la Plata y el Oro por uii orden contra^
rio lo sacan de allí para depositarlo en el lodc
de la tierra. Por este termino, considerado lo^
que se han mudado aquellos Países en los prime-
ros tres siglos después de su descubrimiento yj
Conquista , se puede suponer , que en el discur-
so de otros tantos serán muy pocos los restos d<
Indios civilizados que subsistan , y que con h
con-
confusic
cana , (
de una
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Aquel 1
tes que
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creación
nio , ó d
de Indios
primero
calidad .
ZOSO , Cl
y en otrc
en Indias
tributos ,
Indios y .
Padres,
mixtas ,
acrecenta
la de Ina
.JlH *
I .i.-
M
DECIMONONO. 347
confusión de mezclas de castas Europea , Afri -
cana , é India , vendrán á poblarse enteramente
de una rai.? mixta que participará de todas , sin
ser perfedamente de ninguna de las primitivas.
Aquel Mundo , nuevo á la verdad para las gen-
tes que no lo conocían , podrá serlo también en
sus Pdbladores, respedto de las otras partes.
i^ Los vecindarios de los Pueblos del Pera
se componen en gran parte de Mestizos^ que son
dimanados de la generación de Blancos y Indios^
cuyas razas van después haciendo por grados
otras distintas. En la parte baxa hay igualmen-
te con alguna abundancia la de Tuimbos^que pro-
cede de la mezcla de Indios con Negros : en ía
sita son pocos los de esta especie , por no ser
muchos los Negros que van á ella , á causa de
no permitirlo el clima por su mucha frialdad. La
de Mestizos proviene en lo general de la pro-
creación de Indias con Blancos fuera de matrimo-
nio , ó de Mestizos , siendo raros los que se vé»
de Indios con gente Blanca ^ porque asi como lo
primero se tiene por distintivo apreciable de la
calidad , lo segundo es despreciable y vergon-
zoso , cuya recomendación se imprime en unos
y en otros con la prerrogativa,que los de Blancor
en Indias están fuera de la obligación de pagar
tributos , no sucediendo lo mismo C(3n los dé
Indios y Blancas , que siguen la condición de los
Padres. Esta esencion favorece las generaciones
mixtas 5 dimanando de ello una de las causas de
acrecentarse las razas de Mixtos , y disminuirse
la de Indios puros 5 porque es muy raro , y se
tie-
M
' n:l
i*y
! . ¡\:
348 ENTRETENIMIENTO
tiene á cosa vergonzosa y despreciable , aliarse,
de nuevo las Mestizas con ellos , ó al contrario
18 Lo mismo sucede con la raza de Z¿7m
bos , aunque en el primer grado no es tan comu
la esencion de Tributos \ bien que siendo un
generación que se equivoca por el color con lo;
Mulatos^no es muy corriente estar sujetos á"*ellos
y siempre al segundo grado están esentos por-|
que no se mezclan tampoco con los Indios, D
ello se origina ser abundantes las generacione
que resultan de Indias , quanto mayor es la dis-ir
minucion de los Indios puros , que según su im-^
portancia , para toda suerte de trabajos en aque
líos Reynos , recomiendan la aplicación de t
dos los medios conducentes á que se mantuvie-
sen á lo menos , yá que no fuese posible que
se acrecentasen. Esta ha sido una de las prin«
cipales politicas del Gobierno ^ pero la experien-
cia ^ ver no ser suficientes las precauciones
dirigiuus á este fin , y que sería conveniente es-
tablecer , que los trabajos de cultura de Tierras
de Minas , las Manufaduras , ú Obrages , y los
oficios mecánicos , se hiciesen indistintamente
por la gente Blanca como por los Indios , sin que I
en ello hubiese distinción, en cuyo modo se iría |
entablando este régimen , y después de consegui-
do no seria tan sensible su disminución. Solo en
los Países poseídos por los Españoles miran con
desprecio los Blancos tales trabajos , pues en las
Colonias de las otras Naciones , y en lo que se |
estiende la Nueva Inglaterra , es la gente blanca 5
Europea 9 la que se ocupa en ellos sin distinción |
al-
alguna
Europa
bladas ,
ricas, c
siempre
tuviesen
¡es , ac(
demás ,
gobierní
número
aquellos
rera , ci
oiento d
dedícase
oes , ye
]iie es la
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basta el <
^ -' 1
í los
íente
que
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con
las
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:ion
«
il-
DECIMONONO. 3 4^
alguna , del mismo modo que lo pradlican en
Europa : siendo el modo de que estén bien po-
bladas , aprovechadas sus tierras ^ opulentas, y
ricas, con las producciones que dan.
19 No sería obra difícil conseguirlo asi,
siempre que por el Gobierno se expidiesen y sos-
(uviesen con empeño las providencias convenien-
¡es , acomodadas á su logro; y sin alterar en lo
demás , las sabias y justas Leyes por donde se
gobiernan , se adelantaría extinguir el crecido
numero de gente vagamunda y ociosa que llena
aquellos Países , haciéndola ntil en alguna car-
rera , cuya política contribuiría no poco al fo-
mento de las Minas , pues habría mas que se
dedicasen á trabajarlas en todas susmanipulacio-
oes, y que se estableciesen formando familias,
]üe es la máxima que han llevado las otras Na-
ciones para poblar las suyas , y que florezcan
basta el estado opulento en que se hallan*
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1.- (
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EN-
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í I
ENTRETENIMIENTO XX.
Dase noticia de las antigüedades de lo$
Indios , y de las cosas que se con-
servan de ellos.
^ AS Memorias de los Indios d(
Perú^ anteriores á su Conqui4
ta , se conservan en las Pobl%
Clones, Edificios, y Muros
las Guacas , ó entierros ,
también en aquellas cosas que les eran de propij
uso , como son herramientas , ó instrumentilh
de que se servian para hacer sus obras , y e|
las figuras de ídolos que al modo de dixes acoí
tumbraban , pero los que viven en su natural li|
bertad por aquellas partes y en las del NorU
no dan muestras de servirse , ni de fabricar coi^
ningún fin figuras humanas , ni de animales. Ese
tas antiguas Memorias de los que fueron sujeto|
al Imperio de los Incas , ministran larga idea d§
lo que eran aquellos Pueblos , y del punto d|
civilidad á que hablan llegado : distinguiendo!
se entre ellos y los que no lo estaban algún geí
ñero de cultura , que sin apartarlos de las pral
pensiones proprias de la raza , hacen perceptil
bles la distancia que hay entre el hombre abanf
donado á la barbarie, á la desidia, y al ocio , |
el que subordidado á las leyes de una superioril
dadi
ÚAá
racio
nistr
blaci
gadoi
bucio
como(
se co
otras
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rustico^
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taron ,
fue el e
por est(
Hos
;s.
is
VIGÉSIMO. 351
d^d mas instruida , adquiere conocimientos de
racionalidad en las lecciones que aquella le niH
nistra.
a Los Indios del Perú civilizados tenian Po-
blaciones en toda forma, aun antes de ser sojuz-
gados por los Incas , y les daban aquellas distri-
buciones que eran correspondientes al genero de
comodidad que acostumbraban ^ y asi entre ellos
se conocía este adelantamiento , réspede de las
otras Naciones de la misma raza , que aun se
mantienen , sin tanta formalidad , reducidos á lo
mas preciso , é indispensable. Esta mayor forma-
lidad no se opone en nada á lo que se ha d^ho
en el Entretenimiento anterior sobre ^us propie-
dades y propensiones , y principalmente la desi-
dia ^ porque el carader natural de una especie
de gente es diverso de la mas , ó menos perfec-
ción que den á las cosas que son indispensables
para el uso , asi como en la irracionalidad de los
brutos se vén unos , que con mas instinto que
otros , ó con mas propiedad ^ á nuestro modo de
juzgar, disponen los nidos y, hacen las cuebas, y
los parages en donde se han de recoger. '
3 En el Perú se conservan bastaptes vesti-
gios de los Palacios de los Incas , que son de
otro orden y solidez que las obras de los Indios
rústicos , 6 por mejor decir , que las que hicieroa
las Naciones antes de ser conquistadas por ellos;
reconociéndose , que entre las cosas que adelan-
taron , sujetándolas á reglas mas metódicas , lo
fue el edificar con algún genero de suntuosidad:
por esto pueden mirarse las habitaciones , ó vi-
) Zz vien-
> ■ *• #•
Mí
\\
m
¡m
352 ENTRETENIMIENTO
viendas de los Indios en tres clases : la primera la
que les enseñóla necesidad desde los tiempos mas
remotos , reducido á unas Cabanas , ó Chozas en
frgura circular como las que se han explicado en
los anteriores Entretenimientos^ y se hallan to-
davía entre el común de ellos y en las Punas ^
como también en las Naciones de la parte del
Norte . que no han reconocido ningun genero de
cultura : la segunda es la que se vé en los Pue-»
blos antiguos del Perú ^ y la tercera la que se
prafticó con las disposiciones y reglas que in^
ventaron los Incas : en todas ellas hay alguna
parte que guarda semejanza , aunque varían en U
figura de los edificios , en la altura , y en las
Com particiones interiores: los de la primera es-
pecie no necesitan mas explicación que la que se
ha dado , siendo el método general que usan las
Naciones, que permanecen en la primera rustici-
dad en todas las partes del Mundo.
4 Son bien comunes ios vestigios que se
conservan en el Perú de las Poblaciones anti-
guas , y los hay en todas sus Provincias , infi»^
riéndose- por ello su crecido número antes de la
Conquista. Entre otros parages que lo testifican,
son , á lo que parece , de los que estuvieron mas
poblados los Valles de las Capillas , por su pro-
p'o nombre Guanquina , Guanca-Conacbi , y To-
pai a y cómo yá queda en parte advertido. Asi
en las distancias que hay del parage que al pre-
sente llaman Capillas , hasta Topara , que es de
4 á 5 leguas , caminando acia la sierra , se vén
por uno y otro lado rastros de 1 5 , ó 20 Pueblos
• ' ' - que
VIGÉSIMO.
3?3
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ñas
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pro- I
Asi i
pr^ i
es de I
3 vén r
eblos
que i
que allí habi^^ y siguiendo para I4 parte opues-
ta , que es la que conduce al Mar en la misma
conformidad , al presente no hay Población for-»
mal en aquellos parages , y solo tal qual casa , 6
rancho donde habitan Mulatos , ó Mestizos , y
estas están muy separadas unas de otras , siendo
de cañas su construcción. .í vm ,
5 Las Poblaciones estaban regularmente en
las pendientes de los cerros que forman aquellos
Valles^ y aunque en estos hay bastante exten-
sión, no la ocupaban , eligiendo los lugares ele^
vados que dominasen , acaso para tener esta ven-
taja ^ y en caso de ser acometidos por los que les
hacían la guerra poderlos rechazar con mas faci^
lidad , y no estar expuestos á ser sorprendidos.
También llevaban en ello la mira de que estuvie-
sen sus Pueblos ventilados y libres de los vapo-
res que se levantan de las llanuras por donde
corren los Rios , que eran las tierras que aprove-
chaban en sus sembrados , lo qual debia hacer-
las menos sanas que las otras que estaban con al->
guna elevación.
6 La capacidad de estas Poblaciones era
varia ^ pero regularmente se observa desde 300
pasos de largo en unas , hasta 600 , que era la de
los mayores, siguiendo si^gun corren los Valles»
Su ancho es de 80 á 100 pasos con corta dife-
riencia : este ámbito ocupaban las casas , y sepa-
rado de ellas , acia la parte alta del cerro , se
conservan los vestigios dje fortalezas , no en to-
das 5 pero sí en las mayores , y hay apariencias
de haber sido establecidas por los Lwas después
Zz 2 que
^i
P ]i
, i'
354 ENTRETENIMIENTO
que sojuzgaron aquellas Naciones , asi por ía^
circunstancia de dominarlas , coma por su cons-^
truccion , que es uniforme á la que se vé en las
que se fabricaron por disposición de aquellos So-
beranos, consistiendo entres murallas, con sus
terraplenes, las quales están en forma de grade-
ría , superiores unas á otras , con aquella altura
que vá tomando el terreno de los cerros de aba-
xo para arriba. Estos muros siguen las desigual-
dades que tienen los cerros por la parte exterior,
y baxo de cada uno se reconoce haber estada
rodeados de un foso. '' ' • ?
5^ La precisa disposición de las casas está
desfigurada con las ruinas que causa el tiempo,
pero se conoce bien que constaban de 3 , ó 4
piezas habitables , siendo una de estas la que
destinaban para abrir en su suelo el Panteón , ó
Sepulcro donde se enterraban : las puertas de su
entrada son pequeñas y estrechas, teniendo de
altura cosa de una vara , ó poco mas , y dos ter-
cias de ancho , como yá se dixo , siendo la única
respiración que habia en ellas 5 pues no acostum-
bran ventanas. Dentro de las piezas , en el grue-
so de las paredes , hacian unos nichos como ala-
cenas , cuyo ancho era de dos tercias , su alto
una , y de profundo una quarta : de ordinario
hacian dos contiguas , que distaban entre sí vara
y media , ó dos. Este uso fue general en toda la
raza de Indios'^ pues en las casas de los de la
Luisiana , y de todo el Norte lo siguen , sin di^
feriencia en los tamaños , y en la disposición de
hacer dos contiguas , como para que sirviesen de
' .. ador-
h'
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K
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So-
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rior,
1 ■
tada
VIGÉSIMO. 355
adorno en la pieza , al nriismo tiempo que de co-
modidad , para poner aqueHas pocas cosas usua-
les que tenian.
8 La materia de las paredes es de tierra , en
forma de tapias^ pero no las hacian al modo de
las de Europa : tas suyas seguían á lo largo, todo
el que tenian las paredes^ y quando la extensión
de estas era demasiada , las hacian en dos , ó tres
trozos. Los tapiaks no tienen una misma altura,
variando mucho en ello : el uno suele tener 3
pies, y el inmediato alto , ó baxo dos, ó solo
uno ; ni tampoco tienen la misma altura en todo
su largo : por el un lado es de dos pies , ó algo
mas de alto , y luego vá disminuyendo hasta fi-
nalizar el uno en el otro ; pero esta desigualdad
la suple el que está inmediato por la psirte de ar-
riba, ó por la de abaxo de ella. Las mas altas
de estas paredes , compuestas de 4 , ó 5 tapiales,
no tienen mas que dos varas , ó dos y media ^ y
hallándose sin techos las casas , no puede saber-
se todo lo que tenian ^ pero juzgándolo por las
puertas , y por la generalidad de no exceder en
el tamaño algunas de las muchas que existen , se
infiere ser ésta su altura regular : sobre ellas se
levantaba la techumbre, que sería correspondien-
te á la figura de las casas quadradas , ó quadri-
longas. El grosor de las paredes es algo menos
de media vara ^ siendo digno de reparo , que sin
otra fortaleza que ésta , y sin techumbre han re-
sistido desde su construcción todo lo que ha cor-
rido de tiempo hasta el presente.
9 Estos edificios que allí hacian de tapiales
en
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3 5^ ENTRETENIMIENTO
en Otras partes eran de adoves , en otías de pie-»
dras brutas, ligadas con barro ^ en otras de ma-*
dera , y en otras de caña , correspondientes á los
materiales que tenian mas á la mano , y á los
climas que cada Nación habitaba. - • r
' lo La misma especie de casas se halla en la
parte alta del Perú^ en donde tenian Pueblos for-
males , bien que en estos no faltaban de las otras
mas simples, en figura redonda, al modo que to-*
davia las hay en los Lugares despoblados ^ y se
extiende igualmente á ellos la prádica de los Se-»
pulcros subterráneos ^ pero con alguna mas pro-
íigidad que los de los Falles de que se ha trata-
do ^ porque los enlucían por adentro con un ge-
nero de composición tan dura y lustrosa, que
quedaban muy lisas , é impenetrables á las hu-^
medades, no menos que á las savandijas que sue-«
len criarse en tales lugares ^ infiriéndose de ello
el particular cuidado que tenían en la conserva-
ción de los cadáveres.
II Entre los edificios grandes en que se
acredita la magnificencia y poder de los Sobera--
nos del Perú , es de los principales el del Valle
de Pachacamac , nombre que entre ellos significa
el Dios Supremo , invisible , y desconocido , ó el
Criador, Este se halla cerca del Pueblo de Lu-
rin , que dista de Lima 5 leguas. Al presente so-
lo existen de él ruinas , con algunos trozos que
están en pié : hallanse divididos en tres distintos
parages, que consisten en umPalacio^ una For^
taleza , y un Templo , ó Adoratorio , reconocien-
se en lodos por aquel termino que les permitía la
rus-
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so-
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tos
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ín-
la
VIGÉSIMO. ' 357
rusticidad , un ayre suntuoso y grande , que de-
nota las ideas de los Soberanos que los hicieron
fabricar.
12 Acia la parte del Mar, donde termina
el Valle de Pacbacamac , en un parage elevado
de arena están los vestigios del Falacia^ cuyos
muros subsisten todavia hasta la ahura de 4 á 5
varas , mirado por la parte exterior 5 pues por la
de adentro no es tanta su altura. Descubrense en
él varias habitaciones , ó viviendas 5 y á no ha-
llarse comprehendido debaxo de una cerca , con
la qual unen los murallones de las comparticio-
nes interiores, y sin disposición de calles, podría
discurrirse , que mas bien era Población , que
Palacio , por tener mas de media legua de cir-
cuito ^ pero este ámbito no componía , á lo que
denotan las señales , mas que un edificio 5 y no
puede formarse juicio de las distribuciones que
tenia, porque se halla desfigurado en montones
considerables de adoves , que se han quitado de
las paredes, con el fin de descubrir entierros, y
aprovecharse de las riquezas , que se dice habla
ocultas, incitando á ello la noticia de haberse
sacado algunas de consideración. , .
13 Como 600 pasos de este Palacio, sobre
un cerro de arena como el antecedente , y si-
guiendí 'empre acia el Mar , está la Fortaleza^
que tarabien es de ádoves , y consta de tres mu-
ros , mas anchos que los del Palacio , dispuestos
en forma de gradería , de modo que el mas in-
terior domina al de afuera succesivamente. Ca-
da muro tiene su terraplén bien ancho , y la al-
tu-
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358 ENTRETENIMIENTO
tura de ellos es muy competente , excediendo
también la que subsiste á la del Palacio : su ca-
pacidad es de un quarto de legua en circuito,
ocupando la cumbre del cerro con parte de su
pendiente al rededor de él : distinguense todavía
las viviendas de los que se mantenían en ella , y
los nichos, que al parecer eran Cuerpos de Guar^
día , del mismo modo que los que tenían en las
Fortalezas de piedra que hacían los Incas en otras
partes.
14 A una legua de la Fortaleza , en la me-
dianía de la pendiente de un cerro bien alto , al
Sur del Valle, está el Templo nombrado Pa-
chacamac , cuyas paredes exteriores subsisten eti
toda su altura , ó poco menos ; pero en lo ínte-t
ríor se halla muy deshecho, con el mismo moti-
vo que hubo en los otros^de buscar ent'trros. Su
exterior es correspondiente en lo grande á la de
las otras obras , sucediendo lo mismo en quanto
á la solidez. Por razón de la altura señorea los
demás ediñcíos , descubriendo con ventajas las
llanuras de aquel País. : , . , .
15 En todo esto se ofrecen varías cosas que
notar , y son , los adoves de que están hechas las
obras , la elevación de los parages , la magnitud
que les dieron , y las dificultades que vencieron
para conseguirlas. i '
16 Los adobes son de distinto tamaño que
los regulares , pues tienen do*-, tercias de largo,
media vara de ancho , y una quarta de grueso.
La tierra de que se hicieron fue preciso llevarla
del Valle , medíante á que en los cerros donde
es-
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leso.
[arla
)nde
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VIGESIMO. 3 5^
están los edificios no hay mas que arena muer-
ta , y son totalmente áridos : su composición es
tierra y arena , pero sin estar cocidos son de una
dureza como piedra : se conservan sin rajarse,
ni haberse deshecho con el tiempo , aun los que
se hallan fuera de colocación en montones , re«
cibiendo la humedad de las Gañías ^ lo qual dá
lugar á pensar que tuvieron algún particular mé-
todo de trabarlos para que se endureciesen sia
abrir rajas , cuyo secreto se ignora al presente,
pues los que se fabrican on estos tiempos no tie-
nen esta macicez y dureza > aun siendo menor
su volumen.
ijr Es reparable que teniendo allí cerca el
Valle de Pacbacamac^ fertilizado por el Rio del
mismo nombre 9 y de mucha amenidad , lo de-
xar»en y fuesen á establecer el Palacio y el Ado-
raiorio en la aridez de la arena , y en aquellos
cerros donde la vista no tiene cosa que la recree.
La causa de esto parece que fue el darles una si-
tuación ventajosa para que no pudiesen ser sor-:
prehendidos , mirando la seguridad de las per-*
sonas de los Soberanos , con preferencia á las
comodidades y á la diversión : á esto se junta
ser lo mas ventilado y menos expuesto á enfer-
medades , pues en el Valle , por razón de estar
en baxo y de los vapores húmedos del Rio , no
son los ayres tan puros y saludables como en las
alturas , donde siempre corren los que son ge-
nerales en aquellas costas.
18 La grandeza con que hicieron estos edi-
ficios no pudo ser mayor , como lo dicen los di--
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3^0 ENTRETENIMIENTO
latados recintos que ocupan el grosor extraordi-
nario de los muros exteriores , que no tiene com-
paración con ninguno de los que se conocen de la
antigüedad , principalmente en los Palacios de
niac obstentacion , y otros del uso civil , pues
aun exceden al grosor que se dá modernamen-
te á los muros de fortificación. La igualdad con
que están trabajados parece explica el designio
de que hiciesen resistencia á lo mas dilatado de
los tiempos , y se mantuviesen contra sus ordi-
narios acaecimientos ^ -como hubiera sucedido
por muchos siglos , si el deseo de buscar las
riquezas , que se juzgaban enterradas , no se hu-
biese empleado en demolerlos , anticipando su
destruicion á lo que podían discurrir , los quales
fabricaron , y quedando para memoria aquellas
partes de muros , disformes en sus proporciones,
que indican lo que serian en las comparticiones
interiores..
J9 Para su fabrica , siendo de tanta magni-
tud , son sin número los adobes que se emplea-
ron, y preciso conducirlos del Valle , que dista
algo mas de media legua , venciendo además de
■ri^.r^kJ la distancia las causas para ponerles en las altu-
ras , agregándose al trabajo del transporte el de
la precisión de llevar el agua para las mezclas
de las obras , y para el crecido número de gen-
te que se empleaba en ellas , pues en sus inme-
diaciones no la hay , ni indicios de que pradi-
casen pozos , cuya invención parece no cono-
cían , por no encontrar señales de ellos en sus
poblaciones 3 pero aun quando qo fuese asi , allí
no
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no
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VIGÉSIMO. 361
no eran de uso , por las circunstancias de los pa-
rages 5 y es de presumir que la llevaban del
Rio, por ser la mas inmediata. Este inconvenien-
te subsistía después para el crecido consumo de
aguada , que debían hacer los que se aposenta-
ban en aquellos edificios , que á proporción de
sus capacidades vendrían á componerse en ve-
cindario , capaz de formar una Ciudad, ó grande
Población, por cuyo motivo se hacia preciso que
se emplease un número muy quantioso de Indios
solo en el exercicio de conducir el agua ^ luego
se agrega el correspondiente á los demás menes-
teres 5 y asi hacen comprehendet estas circuns-
tancias el gentío numeroso que habia en aque-
llos Países antes de haberse hecho la Conquista^
pues en la lentitud natural de ellos , y en la cir-
cunstancia de hacer los acarreos por lo mas co-
mún á espaldas de Indios^ tenian abundantemen-
te para perfeccionar tales obras , y superar las
dificultades que parece se acrecentaban de inten-
to á fin de hacerlas mas recomendables.
20 Descubrense entre las mismas ruinas y en
las demoliciones que se hacen osamentas de cada-
veres en bastante porción, y muchas délas calabe^
ras,conservando todavía el cabello,pedazo de va-
sijas de aquellas que eran de su uso, y entre
estas cosas una gran red rota y consumida por
partes , que á lo que se reconoce serviría para
pescar , cuyo hilo es de pita , siendo estas co-
sas lo único que ha quedado después de las mu
chas piezas de alguna curiosidad , y de otras de
valor, que han sacado los que han tenido la ocu-
Aaa 2 pa-
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lili,
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• ^6z ENTRETENIMIENTO
pación de deshacer los edificios , cuyo embeleso
aun no ha cesado, exercitandose en él de tiem-
po en tiempo algunos que se aplican á continuar
la demolición. j
2 1 Por las tradiciones y noticias de aquellos
tien^pos eran este Palacio, Adoratorio,y Fortaleza,
las más considerables obras que se encuentran de
su especie por aquellas partes ^ y asi lo dá á en-^
tender la extensión dilatada y solidez con que
la dispusieron , haciendo obstentacion del poder
que tenían , y de su-aplicacion á grandes empre^
sas , aunque sin gusto , apartándose de la limi-
tación de luces que se notan, generalmente en los
Indios , cuyas ideas , por lo ordinario , es-
tán ceñidas á lo que piden las necesidades de la
vida , sin ttanscender á suntuosidad y ni magni^
ficencia. ' > r .
32 No se sabe con certeza quien fuese el
Autor de estas memorables obras ^ en lo co-
mún se tienen por de los Incas , y hay señas que
lo persuaden ^ pero esto tiene la contra de que
al tiempo de hacer ellos la Conquista de aquel
Valle , estaba yá en él establecido el culto al
Dios Pacbacamac^ y edificado su Templo. , bien
que este podria haber sido ampliado y mejorado
por los Incas y quienes según las Historias de
sus reynados no dexaban de conocerlo , y lo
veneraban interiormente como una de las Dei-
dades supremas^ pero por no ser visible lleva-
ban la opinión de que no correspondía hacer,
respeüo de él, las demonstraciones exteriores que
pradicahaacoa el Sol y con U Luna. El Señor
: ... que
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VIGÉSIMO.
3^3
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que dominaba en aquel y en los otros Vaiks
contiguos , llamado Cuismancu , tenia por el
primero de los Dioses á Pacbacamac^ á quien re-
conoció por Autor , y Mantenedor de todas las
cosas , y en esta ¿^tención estaba erigido el Tcm-<
pío en aquel Valle , y debería atribuirse á Ca- \
vismancu , ó á sus antecesores ; pero la grande-*
za de los edificios , el método y orden en que
estaban dcispuestos ^ y su extrudhira , siendo en
todo iguales á los que se fabricaron por orden
de los Incas , sin otra diferiencia que el mate-
rial ^ hace prevalecer la conjetura de que sea
obra suya éste de cuyos vestigios se trata , al
menos en la ampliación, y reedificación.
33 Se hace preciso recordar ahora lo que se
advirtió antes tocante á la aptitud , descerni*-
miento , y alcances de los Indios antiguos por lo
que dicen las Historias , y lo que se reconoce en
sus monumentos , comparándolos con las cosas
de los modernos. En aquellos habia , según to-^
das las noticias , Religión, conocían Idolatría^^
daban culto , y hacían sacrificios. Los Indios
aduales son totalmente indiferentes en ello en
tanto grado, que no se les encuentran señales que
lo persuadan , ni de seguir Rito algutío en su in^
terior. Todavia subsisten Naciones dilatadísimas
en elPerí^ que no han sido sojuzgadas, y en ellas
no se vé otra cosa mas que una vida animal , sin
que puedan percibirse señales que los diferien-
cien f pero lo que se nota es , que en tratándose
de culto interno d€ sujeción á cosas espirituales,
deliran y b tienen por superñuo, al modo que
c . i aque-
A í.í;-:í í\.
in
í 1
3 ^4 ENTRETENIMIENTO
aquellas cosas que se hacen sin objeto , ó fin
determinado.
24 Lo que de esto puede inferirse con mas
probabilidad , es , como no pocos han pensado,
que la raza de los Indios fue gente que por uno
de los efedos raros de la Providencia pasasen allí
de otra parte , del mismo modo que conduxo los
primeros Pobladores , y los de las Islas que es*
tan habitadas en medio de los Mares 9 y que es-
tos llevando instrucción de la Idolatría , dirigida
al Sol^ la introduxeron allí , la qual no apartán-
dose de lo aparente y exterior, halló disposición
en ellos , porque son inclinados á todo genero de
aftos deísta especie $ y por aqui se propagó con
facilidad, tanto mas que sus fíestas han sido siem-
pre acompañadas de la embriaguez y bayles,
que es lo que mas les agrada, y que aquel culto
no les sujetaba á ocupar las ideas en los ados in«
ternos del alma, que miran con indiferiencia. Es-*
tos mismos les darían el modo de hacer grandes
edificios , y abundando mucho el gentío lo de-
dicaban á fabricar los que se vén , pradicandolo
con la que habla de sobra, cuya máxima siguie^
ron los Incas para evitar que con la ociosidad
cavilasen alborotos , y se sublevasen.
2 5 En esta forma los edificios de PacbacamaCj
con otros diversos que se encuentran , no obstan-
te lo que dicen los Historiadores , debe creerse
que concurrieron á su fabrica los Incas en algún
modo, y por esto fueron tan semejantes á los del
Cuzco , á los del Reyno de Quito , y de otras
partes donde se extendió el Dominb, pues no
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I
sos
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les
VIGÉSIMO.
las
3^5
-é-
les falta circunstancia ^ y asi las compartícíones,
en lo que puede alcanzarse á reconocer,los Cuer-
pos de Guardia , el orden de colocar los adobes,
y los restantes requisitos son lo mismo que los
que se reconocen en aquellos otros. Además de
esto, el Señor de Pachacamac y de Bimac no po-
dia ocupar un Palacio tan disforme , y solo para
los Incas ^ con toda su comitiva , venía bien^
porque no se tiene noticia que otros Soberanos,de
los que habia en aquellas partes, tuviesen familia,
y séquito tan crecido , que necesitasen ediñcio.
de tanta magnitud para hospedarse.
R 26 Otro Palacio algo semejante al antece*
dente hay en Herbay , que es la orilla Meridio-
nal del Rio de Cañete , distando de Pachacamac
23 \ leguas : es de bastante magnitud , aunque
no tanta como aquel , teniendo de largo 400 pa-
sos , y el correspondiente ancho : su situación es
sobre el barranco que forma el Rio , y está cons-
truido de arboles de igual tamaño á los otros: las
paredes se mantienen en pie con la regular altura
que tenian 5 pero en lo interior se halla demo-
lido con igual motivo al que se dixo del otro.
2^ También se conservan á retazos las pare-
des que acompañaban los caminos en el que con-
ducia del Cutxo á Lima. De estas se encuentran
en distintos tránsitos de aquella larga distancia,
manteniéndose en pie , sin que hayan hecho me-
lla en ellas los incidentes del tiempo , pues en
los tramos que se han arruinado ha sido por la
diligencia de deshacerlas para aprovechar sus
adobes en las fabricas modernas.
En
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*'4
^66 ENTRETENIMIENTO
.38 En la raza de los Indios es necesario dis^
tinguir los aétos y operaciones del entendimien-
to de los que son de pura manipulación , ó in-
dustria : ó por otro modo aquellos en que traba-
ja el discurso de los que solo se terminan á los
sentidos: en los primeros son totalmente negados,
torpísimos , y sin descernimiento, ni comprehen-
sion 5 dimanando de ello no hacerles impresión
aquellas cosas que se les dicen para que conozcan
k razoUjy la distingan de lo que se opone á ella:
no alcanzan á sentir lo que puede resultar de las
malas operaciones, y por esto obran sin reflexión,
ni pensar mas que en lo presente. Lo propio su-
cede en los asuntos de Religión , oyen con sere-
nidad quanto se les dice 5 pero ni se les impri-
me , ni causa en sus ánimos novedad , de suerte
que con la misma disposición reciben lo que se
les anuncia de la verdadera , que de qualquiera
otra , porque ninguna mueve la voluntad , ni les
sujeta á seguirla por razón de convencimiento, y
de formar idéa,que de ello deben esperar una vi-
da eterna. Si se quiere que concedan en alguna
cosa , lo hacen sin dincultad^ y si aquello mis-
mo se les persuade á que lo nieguen,convienen sin
repugnancia. Por exemplo , se les dice , que el
Liablo es malo : responden , que no les ha hecho
mal alguno ; pero asi será. Se les dice del
mismo modo de uno de los Santos , que es bue-
no ^ y responden igualmente que asi será. Si esto
se les buelve al contrario , convienen en la mis-
ma forma ^ sacaj'dose de ello , que ni uno ni otro
hace efecto en sus ánimos.
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DECIMONONO. 3(^7
29 De las cosas de este Mundo ni desean,
ni esperan mas de aquello preciso para eldia,yen
éstas el satisfacer la pasión de la embriaguez : de
las del otro las ideas que puedan tener son muy
débiles , y según ellas no necesitan hacer méri-
tos para ir allá, porque no dan luz del modo en
que la conciben , figurándose que en este Mun-
do , como en aquel , todo es igual en la clase de
hombres , y que el fin es uno mismo 5 con que por
estas señales no puede penetrarse qual sea el fin
que llevan en la Idolatría estos que son civiliza-
dos, y la conservan , según el sentir vulgar, des-
de los tiempos de la Gentilidad : no se les vé sa-
crificar , ni hacer ofrendas, ni otros ados que lo
acrediten , ignorándose en qué consiste la que se
les atribuye.
30 Las cosas aparentes y ados exteriores
ocupan todo su cuidado , y son en algunas obras
industriosos 5 pero esto no es particular , ni argu-
ye las mayores luces del entendimiento : pues de
los animales se vé que disponen las obras para la
conveniencia con tanta delicadeza , que trabaja
el discurso de los hombres en imitarlas , y nun-
ca lo consiguen con la perfección que ellos las
hacen. Las redes de la araña indican la mayor
industria y artificios 5 lo mismo sucede con los
capullos de los gusanos , las casas de los castores
dispuestas dentro del agua, y sin que les entre,
ni moje ésta su delicado y suave pelo 5 la varie-
dad de nidos de los pájaros , que no tiene fin , ni
pueden imitarse , y otras muchas cosas que
les enseña el instinto , y dida la necesidad : por
Bbb es-
►,-it-i
^6S ENTRETENIMIENTO
esto en las de los Indios puramente exteriores,aun-
que parezcan grandes no contienen cosa de dis-
cursivo por donde se perciba haber trabajado
mucho el entendimiento , diferenciándose en lo
mas, ó menos grande, pero sin variarse, ni en-
contiarse adelantamiento de unas á otras ^ y asi
vista una , lo están todas. Los de la parte del
Norte hacen pinturas en algunos cueros, que pre-
paran al modo de gamuzas^ pero en ello imitan
aquellas figuras que tienen mas presentes 5 y em-
pleando una lentitud y paciencia sin igual , ne-
cesitan que la vista vaya corrigiendo lo que yerra
el tino , y que les dé reglas que suplan por la
falta de idea en lo que desean sacar, convencién-
dose en ello ser en todo materiales.
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ENTRETENIMIENTO XXI.
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Explicanse algunas obras de los Indios
para sus precisos menesteres y y de al-
gunas figuras h manera de ídolos,
óDixeállos.
N-
I ]fc^5b^]fc!S[ A necesidad ha sido la primer
^ ^ tr S M^^^^^^ ^® ^^^ gentes para las
tj jL 4 n3 cosas del preciso uso^'y con la
% ^^ • ^ aplicación han pasado á lasque
llS^^^O^^iC^^ son de gusto , ú de convenien-
cia, resultando que las mas in*-
clioadas al trabajo han adelantado mas que las
otras. En los Indios se reconoce poca variedad
en punto de obras 5 pero no obstante se advierte
haber hecho algunas para la comodidad , ó para
el adorno , distinguiéndose en esto las Naciones
entre sí según el grado de cultura , ó de civili-
dad que llegaron á tener. En una cosa han sido
iguales > y sin discrepancia industriosos , que es
en las Armas,pues generalmente todos usaban del
arco y flechas , y los hacian sin diferiencia sen-
sible de un mismo modo , imitando en ello á las
Naciones de la antigüedad que poblaban el Asia^
y las otras dos partes del Mundo 5 de modo que
siendo comunes en ello se deduce haberse deri-
vado de un mismo principio , y que fueron las
primeras Armas de que usaron, aunque después
fueron introduciéndose otras. Entre los Indios ci-
Bbb 2 vi'
*J
I J
370 ENTRETENIMIENTO
vílizados del Perú no se conserva yá memoria de
ellas 5 y aunque del todo no está perdida en las
Naciones del Norte , es muy raro el manejo que
hacen de ellas , habiéndose acostumbrado á la
escopeta , cuyo uso les han introducido las Na-
den es Europeas , Francesa é Inglesa , como
queda dicho : enseñan pues el del arco yfiecba
á los muchachos , y son diestrisimos en él ^ pero
después quando llegan á grandes lo dexan para
aplicarse á las otras. Las Naciones que viven re-
tiradas de los Europeos en el Norte , sin tener
trato con ellos , y las que permanecen en su li-
bertad en lo dilatado de las dos Américas , no
conocen otras , sirviéndose ágilmente de ellas
para la Caza , para Pescar , y para las Guerras.
Los arcas los hacen de madera recia flexible 5 la
cuerda es de nervio de animal ^ y XdiS flechas de
otra madera recia y pesada , cuyas puntas , ó las
endurecen con el fuego , ó engastan en ellas pe-
dazos de pedernal para herir.Tambien usan Lan-
2íis de poco mas de dos varas de largo , no grue-
sas , de madera igual á la de las fléchaselas qua-
les arrojan con la mano diestramente , y con li-
gereza. Los civilizados del Perú no conocen al
presente mas Armas que las piedras , y estas las
despiden asimismo con la mano , sin la ayuda de
tondas, dirigiéndolas con particular acierto. Esta
Nación es muy diversa al presente de lo que fue
antes en quanto á la agilidad, con que hacia
aquellas cosas de que se servían quando se mante-
nían baxo del dominio de sus Soberanos natu*
rales. ; i
En-
.— *■
VIGESIMOPRIMO. 3yi
- ^ 3 Entre las piezas que se encuentran en las
antigüedades son las Hachas de cobre -^ estas, por
el un lado tienen el cortante , y por el otro una
punta aguda : en el medio tienen el ojo por
donde se encababan : ési? cabo no era mas largo
que lo necesario para el manejo con la una ma-
no \ por lo que se vé les servían á un tiempo de
señal , 6 insignia distintiva de la Soberanía , y
de armas ofensivas que usaban los Reyes. Lo
primero era al modo que los Cetros^ donde se
indica la suprema dignidad y el poder 5 y lo se-
gundo como insignia propia de la justicia. Es
regular , según el numero que se suelen hallar,
que además de los Soberanos las usasen los otros
Gefes, en quienes substituían parte del poder,
para que governasen los Pueblos. Los que esta-
ban empleados en el mando para las Conquistas
y guerras , y los Principes de la Sangre Real,
las tenian con alguna distinción correspondien-
te á la autoridad y exercicio de cada uno.
3 Igualmente se encuentran otras piezas en
figura de Estrellas , cuyo diámetro , tomado de
las extremidades de las puntas , es de 5 á 6 pul-
gadas , y en estas las hay de dos materias , y de
4 diferentes modas : la primera es de Cobre , con
el diámetro que se ha dicho : en la medianía tie-
ne un agugero de pulgada y media de diámetro,
para que entrase el cabo : su circunferencia está
dividida con igualdad en seis partes: cinco de
estas son las que forman la Estrella ^ y la sexta
es el Cortante de Hacha : las puntas son redon-
das, rematando agudas. '
La
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■.i.'í /f ;
3^2 ENTRETENIMIENTO
4 La segunda especie es en tamaño y figu-
ra como la primera ;; pero se distingue , en que
no tiene cortante de hacha , constando de 6 pun-
ías iguales , en forma de estrella , y son redon-
das. ' ■ : ■,' ¡ -'. •■ .-
5 La tercera se diferiencia de la anteceden-
te 5 en que las 6 puntas que hace la estrella no
son redondas , sino en figura de hojas , con filo
por los dos lados y por la punta , siendo su an-
cho el que tiene la estrella, que por la encabadu-
ra es de una pulgada , ó poco mas , y vá dismi-
nuyendo acia las puntas que no rematan agudas,
sino algo circulares. ! ,i
6 La quarta es como la segunda , á diferien-
cia de ser piedra , y ésta es de una calidad dura
y de color obscuro ^ siendo digno de reparo, que
no teniendo herramientas de acero, ni de hier-!
ro , porque no conocían estos metales , pudiesen
darles la perfección que tienen , y hacerles el
agugero en el medio , en figura circular perfeda,
lo qual no podia conseguirse de otro modo que
con mucha paciencia , á fuerza de frotar unas
con otras. , t .» *;•>• ::!
jr La primera de estas quatro especies era,
según lo demuestran las señales, la que servía de
Insignia á los Soberanos ^ y las otras á los que
gobernaban , usándolas también como armas pa-
ra la guerra , al modo que era común en la anti-
güedad con las mazas , pues su antigüedad y ta-
maño indican no ser para otra cosa , que para
drfíscargar sobre los enemigos ofendiéndoles. Es-
te uso se vé , que á semejanza del de las flechas
lo
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que
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hach
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VIGESIMOPRIMO.
373
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lo llevaron desde los principios , habiéndolo ad-
quirido en donde lo tuvieron las demás gentes
que guarnecian con puntas las mazas de armas.
8 Los Indios de la parte del Norte usan unas
hachas de mano , semejantes á las de cobre que
se han explicado , con punta y corte : los Fran- .
ceses les llaman Casatete ^ y asi esta Nación , co-
la Inglesa , son las que les proveen de ellas , di-
ferienciandose en ser de Hierro y Acero 5 pero
es regular que la figura fuese tomada de las que
vieron en sus principios, acreditándolo asi la cir-
cunstancia de no ser arma que se acostumbra en
Europa , pues aunque las pradícan en los Na-
vios no dexan de tener alguna diferiencia 5 y de
ello se colige , que fue común este uso entre los
de la parte Meridional y los de la mas Septen-
trional-^ de suerte, que en las mas de las cosas se
reconoce uniformidad , sin que las dilatadas dis-
tancias y el curso largo de los tiempos , que ha
pasado desde que se dividieron del origen , las
hayan variado aun en los accidentes menos esen-
ciales.
9 Hallanse también hojas de metal de 5 á
6 pulgadas de largo , y poco mas de una de an-
cho, siendo su grueso dos lineas : por la una ex-
tremidad hace filo algo circular , y por la otra
es la cabeza al modo de los Escoplos de hierro,
indicándose ser herramienta para corte , al modo
(Je las que usan los Carpinteros. Otra especie de
Hacha se encuentra de la misma materia que las
antecedentes : su grandor y figura circular es co-
mo las cuchillas que usan los Turrón eros \ con
la
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a-
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^■^
374 ENTRETENIMIENTO
la difcriencia 5 que la empuñadura, para hacer
fuerza , es del mismo metal que la hoja.
I o Conocían aquellos I«¿//(?í las mezclas de
los metales en alguna parte , y se manifiesta en
los colores de las piezas que se han explicado:
unas son coloradas, tirando al del Cobre natural:
otras amarillas como el Latón , y entre estos dos
hay variedad , unas piezas son mas parecidas
al Laten que otras ; pero en todas ellas se repara,
que sin estar cubiertas de betún alguno , no crian
verdín , ó cardenillo ^ sacándose de ello , que la
mezcla que les ponian era tal , que mudaba en-
teramente la qualidad del Cobre , ignorándose
este secreto ^ pero lo mas raro es , que habiendo
conservado los Indios^ por el largo espacio de
muchos siglos , sus usos y costumbres , y el mo-
do de hacer aquellas cosas que entre ellos eran
comunes,en el corto que ha pasado desde la Con-
quista han olvidado enteramente la memoria de
las cosas ingeniosas , sin sucederles lo mismo con
las primeras ^ y asi es un asunto para ellos des-
conocido en el tiempo presente la fundición y
mixtura de los metales , el modo de vaciarlos , la
fabrica de las vasijas antiguas , de que se dará
razón mas adelante , el modo de labrar la piedra
dura , con aquellas herramientas de metales dó-
ciles, y el de fabricar las armas de que se ser-
vían entonces ; siendo tal este olvido , que los
Civilizados no acertarían á preparar una Flecha^
engastándole el pedernal , ni á colocarle las plu-
mas , para que fuese derecha á donde la encami-
nase el impulso j mucho menos á disponer el ar-
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VIGESIMOPRIMO, 375
co en la debida proporción ; y esto mismo que
a^ para los que subsisten en la barbarie primitiva es
un juguete, para los succesores, de los que fueron
en un tiempo mas ágiles, es un imposible, sin
que haya mas razón para ello que la falta de
uso.
I II No solo en las estrellas y en las hachas
se distinguian,sino que unas eran de color que tira
á rojo, y otras amarillas: sucedía lo mismo en las
herramientas para trabajar, lo qual dá idea de que
hacían las mezclas para darle dureza al Cobre , y
también para variar el color , y que fuesen mas
particulares á la vista.
1 2 Usaban de Pinzas que hacían del mismo
metal que las otras piezas , no hay duda que las
diferienciarian en los tamaños ^ pero las regula-
res son pequeñas , de pulgada y media de largo,
y media de ancho ^ delgadas , consistiendo en
una hoja de metal , doblada por la mitad de su
largo , con fílo en las bocas , y alguna elastici-
dad. Éstas les servían para arrancar los bellos de
la cara , quando con la vejez empezaba á salir-
Íes , porque siendo por naturaleza lampiños , se
miraría como cosa impropia dexarlo crecer quan-
do la edad lo producía 5 al modo que por el
contrario en las Naciones Orientales , y entre los
Mahometanos es irregular cortar la barba , ó en
los Europeos en estos tiempos mantenerla creci-
da, á excepción de algunas Naciones del Norte ^
que las conservan como en lo antiguo ^ pero los
Indios civilizados en el tiempo presente no lo
practican. ...
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37(í ENTRETENIMIENTO
13 No se encuentra entre los vestigios de
aquellas antigüedades instrumento que sirviese
para golpear , como martillo , ó maza , y es que
estos los harían de piedra , y se hallarán desfi-
gurados ^ pero siempre es reparable , que en las
Huacas , ó Entierros no los haya. Al modo que
fundían los metales para los fines que se han ex-
plicado , hacian con ellos ciertas figurillas \ unas
eran macizas, y otras vaciadas, sumamente delga-
das y pequeñas , como para traerlas colgadas ^ y
no solo las disponían de metal, sino de Plata^
de Oro^ de Piedra^ y de Barro cocido» Su re-
presentación era de los Indios que llaman Opas^
que son monstruosos , é insensatos , no recono-
ciéndose que hicieran de otras menos disformes.
Esta especie de defeduosos abunda mucho entre
ellos en uno y otro sexo , y parece que á la cir-
cunstancia de la disformidad , es consecuente la
demencia , porque no se reconoce lo uno sin lo
otro« Sus figuras son horrorosas en cara , cabé*<
za , y cuello , teniendo este poblado de eminen-
cias , ó Paperas quasi tan abultadas como la ca-
beza. Los Indios los atribuyen varias particulari-
dades , y principalmente la de ser Adivinos^
consultándoles en sus urgencias : los miran con
veneración , y como que tienen algo mas de par-
ticular que los otros hombres , por cuya razón
formaban sus figuras en modelos á modo de Dz-
íces , que es lo que se tiene por ídolos , bien que
no se sabe que les diesen algún culto , ó adora-
ción , ni que en la antigüedad los reputasen por
cosa divina. En los que viven á su libertad no
se
-¥•
VIGESIMOPRIMO. ^jy
se reconoce tampoco semejante Idolatría , porque
si tal fuese procurarían conservarlos y mantener-
los con alguna veneración ^ de lo que puede con-
cluirse , que los que estuvieron civilizados con-
trageron este uso, de las leyes que les impusieron
los Incas , ó los primeros hombres que pasaron
de otras partes á sojuzgarlos.
14 Las ofrendas que dirigían al Sol en sus
Templos tenían por objeto el agradecimiento á
los beneficios que les hacia por medio del calor
que comunicaba á la tierra y á la luz con que
alumbraba , porque dexandose llevar de lo apa-
rente , aunque conocían al Dios invisible Pacha--
camac , se contentaban con venerarlo interior-
mente , y atribuían al Astro brillante , por los
efedos aparentes , lo que correspondía al Criador
que lo govierna 5 pero no se encuentran entre las
figuras que hacían alguna que lo representase , ni
otras que no sean las que se han dicho , no sien-
do fácil comprehender qué fin llevaban en ello.
1 5 Reconócese en estas gentes particular in-
clinación y complacencia á las figuras feas con
estravagancia 5 siendo de esta especie las Masca-
rillas que hacen de madera para desfigurarse 5 y
sin tener estas cosa de monstruoso , son tan feas,
que no les imitan las de Europa , sin embargo de
las varías ideas extraordinarias que hay para
ello : quando llega el caso de disfrazarse toman
los modos mas estraños y ridiculos que se pue-
dan inventar : á este respeto no es estraño que en
los T>ixes , ó Idolillos copiasen á los Opas , que
son ios mas feos y horrorosos de quantos la idea
Ccc 2 pue-
378 ENTRETENIMIENTO
pueda figurarse en la especie humana. Algunos
quieren que estas figuras las tomasen de aquellas
en que se les aparecía el Diablo para inducirlos
á que se mantuviesen en sus errores , vicios , y
superstición^ pero de esta opinión es forzoso
prescindir por las dudas que pueden ocurrir so-
bre el modo y circunstancias de estas aparicio-
nes : lo mas regular es atribuir á la grande igno-
rancia el aprecio y distinción que tributan á es-
tas figuras y á las personas de notable deformi-
dad ^ y aun al presente en los casos de cosas per-
didas, ó en los ganados extraviados acuden á
ellos para que les den noticias de sus paraderos,
confirmándose su inadvertencia en la flaqueza de
suponer con mas dotes naturales á los dementes,
que á los que tienen cávales los sentidos. Por
estas cosas queda el discernimiento y la razón
en ellos en el estado de la infancia , aunque lle-
gan á la mayor edad , pues al simil de los mu-
chachos se entretienen con aquellas figurillas,
sin que el aprecio pase mas allá de lo que es di-
versión , y depositan en la estupidez las esperan-
zas de sus deseos. Cierto Sabio del primer orden
en Europa , tratando de los Indios , decia que era
de las cosas mas particulares en el Mundo que
hubiese una Nación dilatadi.'^ima , que subsistían
siempre en el estado de niños , aunque tuviesen
ochenta años , atento que sus operaciones eran en
qualquier edad que se hallasen como sino hubie-
sen salido de los 7' , ó 9 años.
16 Sacanse también de los Entierros unas
vasijas de barro cocido , que tienen mucha seme-
jan-
-♦.)
VIGESlMOPRIMO.
379
inas
íme-
janza con las que se suelen ver de la antigüedad
Romana^ Griega ^ ó Egypcia^ cuyas figuras se
encuentran representadas en los Hieroglificos y
en los Dibujos Mosaycos de aquellos tiempos. El
tamaño de estas es de vara y quarta , ó algo mas:
el cuerpo de la vasija es mas largo que grueso,
rematando en punta por la parte de abaxo: el
cuello largo y seguido, y la boca ancha, hacien-
do como embudo : en otros no es la boca tan es-
parcida , pero guarda la misma figura, y el barro
se reconoce estar bien cocido. Estas piezas, de las
quales no dexa de haber bastantes , indican que
la norma de hacerlas fue llevada por los prime-
ros Pobladores, habiéndola tomado del misma
origen de donde la tuvieron aquellos Pueblos.
ijT Al presente no hacen los Indios moder-
nos las que tienen para el uso en esta moda , y
asi se distinguen fácilmente unas de otras. Tam-
bién haciari otras pequeñas , y algunas represen-
tando la figura de la Llacma , estando echada,
que por el medio del vientre tiene hr.eco , no pu-
diendo reputarse por cosa de ídolos , sino que les
daban aquella figura para variar la pieza, al mo-
do que se hace entre las demás gentes. Otras ha-
cian algo semejantes á las Jarras Catalanas de
beber ^ observándose también , que variaban en
la calidad de los barros, pues 8*^ vén algunas
negras , aunque en las vasijas grandes lo común
es ser blancas.
1 8 Los Indios modernos conservan sin duda
el uso de las Valanxas desde la antigüedad f las
que manejan son sin fiel , consistiendo en dos
asicn-
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I' lí
380
ENTRETENIMIENTO
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asientos de calabazos chatos , suspendidos por
unos hilos de un palo , con otro hilo en el me-
dio para levantarla 5 las pesas son unas piedras
proporcionadas á su modo , que no guardan
igualdad con el marco de España, Estas les sir-
ven para vender la Coca , el Algodón , y la Lana^
que son entre ellos los géneros que necesitan pe-
so , entendiéndose en todo lo demás á ojo : en las
piezas de antigüedad se encuentran Valanzas pe-
queñas 5 cuyos platos son de Plata , y lo mismo
la Barretina por donde se suspende^ aquellos no
son llanos , sino rematando en punta al modo de
Conos al revés. Estas por el tamaño parece que
les servían para pesar cosa de Oro^ ó Plata ^ por-
que para las de otro volumen no son suficientes:
no se encuentra ic^ual adelantamiento entre los
Indios no reducidos ^ los quales parece no necesi-
tar de ello , porque en sus canvalaches se entien-
den al tanteo. Los de la parte del Norte en el
Canadá y Luisiana en el comercio que hacen con
las pieles de los animules que matan de todas es-
pecies , tienen un genero de tarifa dispuesto por
los Europeos , Ingleses , y Franceses , y con aten-
ción á ella está establecido lo que se les ha de
retornar de las especies que son usuales entre
ellos por cada piel , proporcionado á la clase de
las que venden. Otro tanto sucede con los del
Sur del Reyno de Chile , y con aquellas Nacio-
nes de la parte del Paraguay confinantes con los
reducidor»: concluyéndose por ello, que el uso
del peso sería introducion que hicieron los Incas
en aquellas Naciones qne conquistaron. No se
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n-
VIGESIMOPRIMO.
381
encuentran medidas , pero es regular que las tu-
viesen 5 las quales , considerando el modo de las
de estos tiempos , serian algunas de aquellas va-
sijas de barro que fabricaban , pues las que aho-
ra acostumbran para cosas liquidas y grcnos son
unas hollitas de barro de la misma especie que
las que tienen para hacer sus comidas.
19 Esta generalidad de cosas que se vén
entre los Indios , iguales á las que fueron comu-
nes á las gentes de las demás partes , persuade á
que los que pasaron á ser Pobladores de aquellas
tierras no eran en corto numero 5 porque para
mantener las especies de muchos asientos se ne-
cesitaba que hubiese Pueblo formal de gentes
que las observasen. Los antiguos Persas , Gne^
gos , y las demás Naciones Orientales , yendo á
la Guerra , tomaban figuras particulares para ani-
mar el valor y aterrorizar al enemigo: se vestían^
ó se pintaban de Serpientes y de Leones^ de T/-
gres , y de otros animales feroces , y se cubrian
los rostros con mascaras y que los desfiguraban..
Esto mísr.o han pradicado los Indios y conser^
van todavía las Naciones que subsisten en su ¡i*
bertad. El uso de las plumas de los Pájaros para
engalanarse , puestas en forma de Penachos , ó
GarMas en las cabezas , en los brazos , y en las
piernas en forma de brazaletes , el de los carca-*
xes de flechas y de arcos engalanados para des-
pedirlos , el de las lanzas para lirarse á la mano,
y todo lo demás que se ha referido no dexa du-
da en que salieron de un mismo origen ias pri-
meras razas. El cubrirse por las espaldas con
pie-
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l'Ü
i»
382 ENTRETENIMIENTO
pieles de animales es otra costumbre común , en-
galanándolas con pinturas , y asi miradas con
cuidado las cosas de los Indios y las de los Pue-
blos antiguos , se hallan muy conformes , tanto,
quanto son diversas y disonantes de los moder-
nos. ' • •■■í ■■ •■''> > ••*• * '•■ '
20 En la linea de tegidos se encuentran to-
davía en los Entierros las Mantas que hacian pa-
ra cubrirse : estas eran de Algodón 5 lo mas co-
mún eran blancas, otras hacian con listas rojas
y azules , cuyos tintes daban con el Achote , con
diversas yervas , y con una especie de papas sil-
vestres , llamada Chaucha , que se crian en la
parte alta^ y dan el color azul: aun todavía usan
de ellas las Indias. Hacíanlas también negras,
y estas eran las que servían á las mugeres para
Llicllas , que e^ una especie de manta quasi qua-
drada , con que se cubren las espaldas , ponién-
dola sobre los hombros , y prendida en el pecho
con un punzón , que llaman Ticpe : de estos se
encuentran en los Entierros algunos , y son de
Plata , pero las Indias del común suelen hacerlo
de madera , ó de espinas , de las quales se crian
en los campos bien largas. Por lo que se vé al
presente los Indios usaban el color blanco en las
vestimentas , y las Indias el negro , diferiencian-
dose aquellos de los del Reyno de Quito , que
acostumbraban este mismo.
21 A excepción de estas piezas de que se ha
dado noticia , no se encuentran otras en los En-
tierros , y de ellas se conservan pocas ^ ocasiona-
í de Oro , ó de Flata las funden , y
do , de que
lü
^
J . IT
VIGESIMOPRIMO. 385
1q mismo sucede con las de Cobre , ó Metal com-
puesto , sirviéndose de ellas los Plateros para ha-
cer las mezclas. Además de esto , en los tiem-
pos presentes es con menos abundancia lo que se
saca de los Entierros , que en los pasados , ha-
biendo sido exercicio muy común desde la Con-
quista hacer escavaciones en los parages donde
se sospechaba que pudiese haber depósitos para
aprovechar la Plata y Oro que en varias figuras
encerraban , fundiéndolos inmediatamente , sin
reparo á las ideas que podian ministrar de la an-
tigüedad. Este mismo incentivo e& el que ha
ocasionado la ruina de los edificios , que según
l^ solidez con que estaban trabajados hubieran
durado algunos siglos , sin mas que dexarlos al
curso y accidentes regulares de los tiempos.
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384
ENTRETENIMIENTO XXII.
Sobre la lengua de los Indios j y juicio
del modo en que es regular que se po-
blasen las Indias.
su
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pet
$$^P^p.:
3^=^=^S opinión muy valida entre las
personas eruditas, que poseen
con perfección la Lengua ^«/^
cbuá 5 traer ésta algún ori-
gen de la Hebréa^Qovi la qual
_ / ' le hallan mucha semejanza,
por aquellas palabras que en la Sagrada Escritu--
ra se conservan de ésta 9 y siendo en la pronun-
ciación , y en el sonido iguales , no dexan de
ser bastantes las que se notan con esta indma se-
mejanza: de suerte, que juzgándolo por este prin-
cipio no admite duda guardar entre sí mucha con-
sonancia. Resta seber si el significado que tienen
en la Hebrea^ es con precisión el mismo que en
la otra , porque las palabras de la Sagrada
'Escritura , que se hallan en la Quichua , son por
!o común aquellas en que los Interpretes no se
han hallado conformes , ó que no les han podi-
do encontrar la inteligencia que les corresponde,
no siendo extraño que en lo uno se parezcan , sin
suceder lo mismo en el significado : para poder
determinar sobre ello con propiedad , sería pre-
ciso que los sujetos instruidos en la Quichuá^des^
. - de
m
m
VIGÉSIMO SECUNDO 385
de la infancia que la hablan y entienden en toda
su fuerza , por serles natural como á los mismos
Indios poseyesen el Hebreo antiguo con la misma
perfección , y entonces podrían hacer la compa-
ración de una con otraj^y por la semejanza de al-
gunas frase ,de las expresiones, y de los nombres
de las cosasjvendrían en conocimiento de 1?. igual-
dad que conservan entre sí , y tal vez no sería
difícil darle la interpretación que se requiere á
las que se mantienen en obscuridad en el Hebreo.
2 En la Quichua hay una frase , entre otras
varias , que se nota ser de las primeras que pro-
nuncian los Párvulos quando quieren empezar á
hablar , sucediendo esto con los de todas la Na-
ciones , y fuera de los Indios no es usual en el
lenguage : esta es Apa , que es la primera del
verbo Apani , Apanqui , traer , cuyo imperati-
vo es Apamui 5 y si se repara bien quando los
niños la pronuncian , es señalando alguna cosa,
que quieren que les acerquen, 6 que les den:
comunmente no se les hace caso , ni se les perci-
be , porque no se pone cuidado en ella á causa
de ignorarse su alusión 5 pero entre los Indios^
que se cbnoce por ser propia de ella , cuidan de
darles lo que señalan : Apachiy es el imperativo
de remitir , ó embiar; y Apariy el de tomar , ó
llevar ^ y asi para pedir , para embiar , y para
llevar empiezan los verbos con las dos sylabas
Apas : la palabra Mama , que en todos los Idio-
mas es asimismo de las primeras , es la que pro-
piamente significa Madre entre ellos ^ y asi aun-
que entre las otras Naciones empiezan las criatu**
Ddd 2 ras
wt
'^Só ENTRETENIMIENTO
ras á prorrumpir este nombre en lenguage natu-
ral, después lo varían , conservándolo en su ser
y fuerza solo los Indios. A este respedo se nota,
que otras varias palabras -, pronunciadas en los
principios antes que tenga lugar la enseñanza,son
las primeras por donde empiezan los nombres , ó
expresiones del Idioma , sin que muden el sonido
para e\ lenguage usual ; resultando de esto , que
de no ser el de los Indws el que mas se acerque
al natural , es el mas semejante á la primer pro-
nunciación de los niños.
3 Es cortísima esta lengua en quanto á las
voces , y al mismo tiempo muy abundante de
expresiones , nacido de que una palabra mudan-
do el acento significa varias cosas. Muchas de
sus expresiones consisten solo en la repetición de
la precedente sylaba , y al fin un acento , ó
una letra mas que es lo que determina lo que se
intenta explicar. Por exemplo, Acacau significa
me quema , hablando del Sol , ú del fuego , ú
de lo que se come , ó bebe : Alalaus^ tengo frió:
Ananaü , me duele ^ y asi estas tres frases expli-
can las tres principales sensaciones de calor ,frio,
y dolor ^ pero mudándoles la final , mudan del
todo el significado, como Alau-ni buay , ten las-*
tima de mí , ó compadéceme : Anallau , qué cosa
tan buena , ó tan dulce : á cuya semejanza su-
cede con muchas otras. Hallase reducida á reglas
de Gramática , con Diccionario correspondiente^
y se há escrito sobre su origen y elegancia , con
la extensión que pide la materia, como tratada de
intento. , > : : * r . í .
Es
1*
6*
'9
VIGÉSIMOS E CUNDO. 387
4 Es asimismo suave y tierna , dudándose
que haya otra que le iguale en frases propias de
agí.sajo y de cariño : no hay en ella composicio-
nes de periodos largos , ni frases pomposas : en
lo reducido de las que tiene es elegante , com-
prehensiva y agradable , sin tomar cosas de las
otras lenguas usuales , como que nunca estuvie-
ron en proporción de hacerlo 5 por estas circuns-
tancias se hace juicio de ser una de las primiti-
vas , participando de algunas palabras de la
Hebrea , según se ha dicho : de lo que se puede
inferir haberlas tomado muy en su origen , y que
el Pueblo de donde salieron aquellos primeros
Pobladores , si en el todo no eran Hebreos , era
alguna otra Nación de las que vivian contiguas
á ellos ^ con cuyo motivo , conservando su len-
gua natural, tomaron parte de los que estaban en
mas inmediación. Para prueba de ello hay algu-
nas otras señales en las propensiones y costum-
bres que se observen en los Indios , que se acer-
can á las de ^os Hebreos : tales son la que tienen
á la mentira y al engaño , no pudiendo formar-
se juicio de lo que dicen en muchas cosas , por
ir embuelto en este vicio , y con la misma faci-
lidad que afirman , niegan la propia cosa. El en-
gaño es tan ordinario en ellos , que se necesita de
mucha sutileza para no caer en él , hallando
pronta salida para la disculpa quando se les re-
conviene : son zalameros , se hacen inocentes , y
con extremo ceremoniaticos 5 propiedades todas
que se encuentran en los Hebreos^ y en unos y en
otros son naturales por herencia , sin que parez-
ca
lí'
Vi
388 ENTRETENIMIENTO
ca que en ello hay estudio» De estos anteceden-
tes se debe concluir lo que se ha dicho sobre la
antigüedad de la lengua , pues en los principios
quando no habia estudio de Ciencias , ni uso de
otras facultades y oficios , debian ser las que se
pradicaban al modo de la de los Indios reduci-
da , expresiva , y elegante , supliéndose con la
diversidad de los asuntos que les daban á unas
mismas sylabas^lo que faltaba de palabras en las
distintas convinaciones de ellas ^ y asi aunque es
breve y sucinta , en un modo es abundante, y ex-
p -siva ^ suave y tierna en el otro: nacido de que
con los acentos acompañan los afedos que se in-
tentan explicar. La lengua Quichua es la gene-
ral en el JPerú 5 pero después las distintas Na-
ciones de Indios tienen otras particulares, en lo
qual hay mucha variedad, sucediendo entre ellos
lo que en las demás partes de la tierra ; pero es
rara la que no tiene algunas palabras semejantes
á ella , ó totalmente conformes ^ lo mas regular
es , que varíen en la pronunciación tomando di-
verso sonido. Las de los Indios de la parte del
Norte , con ser totalmente distintas de aquella , y
pronunciadas con otra fuerza y acento gutural,
tienen muchas palabras de la Quichua^ siendo
bien reparable que habiendo entre unos y otros
distancias tan largas , aun conservan estas señales
de ser todos de una misma raza, descendientes de
los primeros Pobladores que pasaron á la Amérí-*
ca 5 lo qual corrobora lo que se ha dicho sobre
ios usos y costumbres , y que en el origen mantu-
vieron las cosas en el estado que las llevaron jsien-
do de esta clase la lengua. Se-
|ral,
ido
tros
lies
de
?n-
Ibre
[tu-
len-
VI GE SIMO SECUNDO. 38^
5 Semejantes á las particularidades que se
han dicho de la Quichua son las que se conocen
en la Hebra a^sknáo amplísima en expresiones al
paso que es elegante , suave , y sucinta , cuya se-
mejanza, si no confirma el didamen de proceder
de ella , dexa indicios de serle muy parecida,
recomendándola como la que tiene mas analogía
con la que se reputa por la primitiva.
6 La Quichua es común en toda la parte
alta , siendo la primera que hablan entre sus ha-
bitadores, y en la que se hallan versados. La Ej-
pañola es también regular^ pero no dexa de tener
sus imperfecciones , particularmente en el acen-
to, cuyo vicio contrahfí del que es natural en la
otra. Entre las mugeies es mas fácil explicarse
en la Quichua , sucediendo esta con las de todas
clases , á lo qual contribuye servirse de gente
India de ambos sexos , y Mestizos , asi como en
la parte baxa se hace con la Negra , y de estas
castas. No es la misma la Quichua en toda la ex-
tensión de la parte alta ; en el Reyno de Quito^
y por aquel lado es diferente de la que está en
uso en el Perú , vr.riando bastante en los noni •
bres de las cosas , y en la significación 5 pero la
verdadera Quichua es la del Perú , y por lo tal
la general , con la qual se entienden las otras , á
lo menos en las cosas usuales y mas precisas, por-
que las frases y verbos principales son quasi los
mismos , á diferiencia del modo de la pronun-
ciación.
7 Ha sido siempre muy grave la dificultad
de determinar el modo como pasaron los prime-
ros
4
/
-■'-Ji
^ I]
3C?0 ENTRETENIMIENTO
ros Pobladores á las Indias después del Diluvio
Universal , trabajando mucho el discurso en bus-
car continuación de tierras por las partes frigidi-
simas del Norte , para que hiciesen transito por
ellas, ó por las Orientales del Asia , que son las
que se conocen mas próximas á las Occidentales
y Septentrionales de la America : por otro mé-
todo se ha pretendido iniaginar un paso en la con-
tinuación de tierras desde el Cabo de Bojadór en
el África y Islas de Canarias , hasta las de Bar*-
¿evento , atravesando el Océano en 800 leguas de
distancia, y que estas dilatadísimas tierras hayan
ido despareciendo después , y reduciéndose á
Mar todo el espacio que divide por esta parte
las Aniéricas del África , de modo que se pre-
tende que los Indios fuesen Europeos ^^Lníes de ha-
ber pasado á aquellas partes , por otro juicio que
fuesen Asiáticos, y por otro Africanos : de algu-
na de estas partes es preciso que saliesen ; pero
en el modo se ofrecen dificultades grandísimas,
que parecen insuperables al entendimiento, quan-
do no se supone que hubiese navegación mas ó
menos larga en el transito ^ y siendo principio
constante que pasaron , es consecuente que quan-
do sucedió no subsistían las dificultades que aho-
ra se figura la imaginación.
8 Tenemos por principio asentado , que las
es pee '.es de vivientes de la tierra que se reserva-
ban para la nueva Población , se salviron del
Diluvio , por disposición de Dios , en eí Arca:
que esta aduvo flotante sobre las aguas , hasta
que disminuidas , y descubierta la tierra descan-
só
I
■rl
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k
las
rva-
del
'ca\
lasta
an-
só
VIGESIMOSECUNDO. 3pi
80 sobre ella. Sábese tanrjbicn , que después de
estar la tierra bastante poblada , el desvanecí*
miento de los honr.bres intentó fabricar la Torre
de Babel , con el fin de conservarse si bolvia á
verse la tierra cubierta de las aguas. Antes de lie*
gar á esta resolución, y teniendo presente el Arc(t
en que 'Noé con su familia se habian salvado, era^
regular que fabricasen otras semejantes , aunque
no fuesen de tanta capacidad , para el mismo
intento ; y aun separando de la idea aquel moti-
vo , la memoria del Arca , en los tiempos y si-^
glos siguientes al Diluvio , dieron á los hombres
la primer idea de Embarcaciones para navegar,
capaces no solo de llevar personas , ó á lo me-^
nos para mantenerse sobre las aguas sin sumer-
girse , sino también animales de todas especies.
Con esta idea basta para discurrir , que aquellos
primitivos tiempos fuese una de sus ocupaciones
hacerlas al modo del Arca , y navegar por los
Ríos y los Mares , reconociendo si al igual de
la; tierras, que fueron las primeras pobladas, ha-
bía otras , y examinando lo que contenían : para
esto no podian tener objeto mas adequado que
el mismo Arca , la qual ministraba toda la luz
conveniente del modo de juntar los maderos, de
la figura que debían darles para que se mantuvie-
sen notantes , y de las comparticiones que con-
venia hacer : en este modo , sin apartarse de lo
natural , y sirviéndose de las luces que le minis-
traba aquel portentoso suceso , es facilísima la
Población de las Indias, escusando el recurso á
los climas inhabitables de la Zona Frígida , ó de
Eee que
I
Pífl
m^
392 ENTRETENIMIENTO
que el Océano no lo hubiese sido antes , sino
tierra que se convirtiese en Mar , después de ha-
ber dado paso á los Pobladores de aquella parte,
y sin que de lo mas Oriental^ y Septentrional del
Asia fuesen á embarcarse para pasar á lo mas Sep'
tentrional y Occidental de las Américas. En las
Embarcaciones propuestas de aquellas primeras
gentes pudieron llevar cómodamente animales,
fuese de propio intentó , ó por casualidad ^ asi
como después de la entradíi de los Españoles allá
se han llevado las especies que no habia , y han
multiplicado con la abundancia que se vé : en
todo lo ; qual no hay cosa que repugne á la
razón.: t: o , --. 1 .¡.;} ".'.v. \ jL uío^ím' ;;.»•••"•,
. 9' Mas regular es que en aquellos tiempos los
hombres fabricasen Embarcaciones grandes , y
que navegasen , que el que dexasen de hacerlo
entonces , y que lo pradicasen muchos siglos
después 5 porque teniendo el exemplar mas pre-«
senté , conocían lo que podia aguantar una Em-
barcación , y que los mas fuertes embates de las
olas del Mar agitadas no eran suñcientes par^
deshacerlas ^ sabiendo al mismo tiempo que po-
dían unirse muchas piezas de madera 5 en tal
modo, que el agua no penetrase por sus junturas^
y en fin , tenian presente el exemplar para se-
guirlo , mas bien que después de corridos mu-
chos siglos ^ y no obstante de estar la memoria
mas remota , se fabricaron Embarcaciones , se
dispusieron Flotas numerosas, y se navegaron
los Mares, cuy3 arresto ha sido ordinario en
todos los tiempC'S , como lo testifican las noticias
mas distantes. Por
f
po-«
tal
iras^
se-
imu-
loria
se
iron
en
ñas
%
VIGESIMOSECUNDO. 393
10 Por este modo fue facU poblarse las In^
dias en aquellos primeros siglos después del Di^
luvio , no menos que la muchedumbre de Islas
distantes de la Tierra Firme^ de que están llenos
los Mares ^ muchas de las quales aun no están*
enteramente conocidas^como lo acreditan los des-
cubrimientos que frequentemente se hacen , par^
tlcularmente en el Emispherio Austral,
IX El tránsito á las Inciias desde las partes
Orientales es regular , por ser los vientos favo-
cables y bonancibles para ello en todo tiempo,
pues qualquiera Embarcación que se dexe cor-
rer á su voluntad desde las Costas de Knropa en
las partes Meridionales , u de las de África ha
de ir por precisión á dar á las Indias mas ó me-
nos apartadas de hEquinocial entre losTropicosy
sin necesitar de Aguja , ni del conocaniento de
las Estrellas para dirigirse , porque los vientos
son de la parte del Levante desde las Islas deCi«
^r/¿í^ en adelante , que llaman ^w/ij 5 y ocu-
pando las Américas toda la parte del G/^^i?, des-
de las del Norte á donde han podida llegar los
descubrimientos hasta los 55 grados en el Emis-
fherio Astral , era preciso que Ja Embarcación
que se dexase llevar de ellos ftiese á dar á qué-
lias tierras. En los tiempos qw^ el Mundo empe^
zaba á poblarse de nuevo era regular que las
gentes procurasen esparcirse tanto por tierra^ par
sando de Región i Región, como en Naves^ que
imitasen , según se ha dicho , laque habia con^
servado las especies de vi vientes, dexandose con-
ducir por los vientos ^ y de las corrientes ^ a$i
Eee 2 co-
kJi
3P4 ENTrvETE!*!MIENTO
eoino el . "^rca estuvo á la voluntad de estos Ele-
mentos, hasta que descansó en tierra; pues aunque
esta iba gobernada de la mano de Dios, que lo te-
nia dispuesto , los hombres inclinados á imitar lo
que vén, tenian bastante con aquel exemplar, para
no detenerse en poner por obra lo que les incli-
naba la curiosidad , y el fín que les movia de
ocupar toda la tierra para hacerse dueños de ella.
Pasados aquellos tiempos en que se emprenderían
estos viages , y visto por los contemporáneos,
que no bolvii ninguno de los que iban en ellos,
ni se tenia noticia de su paradero ,es natural que
lej entrase el temor de las resultas , y que no se
determinasen á hacer nuevas tentativas : asi como
no hubiera habido resolución para seguir los pa-
sos de Colon , si no hubiese regresado del primer
Viage , ni se hubiese tenido noticia de haber
llegado á descubrir tierras nuevas felizmente.
Con esta desconfianza , no solo cesaría el empe-
ño de arriesgarse , sino el motivo de hacer Em-
barcaciones grandes , y asi se iría perdiendo el
método de fabricarlas, hasta que corriendo los
tiempos bol vería á renovarse , como sucedió por
los Argonautas , en parte guiados de la disposi-
ción de las Embarcaciones pequeñas , en parte
de algunas luces que no dexarían de conservarse
de hi antigüedad , y al mismo tiempo , alentados
del conocimieií'jo de las Estrellas , del curso de
los Astros^ y de las luces de la Astronomía , que
yá se tenian en la Grecia , y empezaron á nave-
gar y á establecer Naves , capaces de surcar los
Mares con seguridad , y con conocimiento dis-
tin-
se-
P'M
VIGÉSIMO SE CUNDO. 3py
tinto del que podían tener las primeras gentes,
I lara la dirección de sus viages.
12 Los que pasarían por el método que sé
ha dicho á las Indias^ no podian bolver de ellas
por la misma razón que les era favorable para
ir5teniendo los vientos contrarios: debiendo supo-
nerse que entonces no poseían todo el conoci-
miento necesario para el manejo de las velas , ni
el correspondiente de la Náutica para hacer rum-
bos contrarios á donde el viento les impelía: por
esto se hallarían precisados á permanecer en las
primeras tierras que encontraron , abandonando
enteramente la idea de restituirse algunos de
ellos al parage donde habian salido ^ debiendo
suponer , que al emprender el viage no pre-
sumirían , ni que estuviese tan distante , como
después experimentaron, la tierra, ni que les fue-
se imposible el regreso. Llegados allá , reca-
pacitarían sobre lo que habian tardado en lle-
gar , y las contrariedades que se ofrecían para
la buelta : todo lo qual les determinaba al par-
tido de permanecer en las primeras tierras, que
serían naturalmente las Islas de Barlovento : irian
pasando succesivamente en Embarcaciones chi-
chas hasta la Tierra Firme , y en ella se consti-
tuirían nuevos Pobladores , y dueños de una
gran parte del Mundo , manteniendo los usos y
modales que llevaron de donde habian salido^
«nos se harían rústicos y feroces , otros mas dó-
ciles y sociables : los primeros serían , como
todavía se vé , los que habitaban en los Países
montuosos de bosques , donde hay fieras y ani-
ma-
3p^ ENTRETENIMIENTO
Oíales dañosos en abundancia : los segundos los
que se establecieron en parages donde no hay
bosques , ni arboles , al modo que la parte baxa
del Perú , en lo que llanian Valles , y en la alta
que tampoco se crian espesuras , ni la pueblan
animales feroces.
13 La comunicación después de los que se
establecieron en las Indias con la Europa , y el
África^ por la parte Oriental^ era imposible, fal^
tandoles el conocimiento de navegar por varios
rumbos, el de la Aguja magnética , ó en su lugar
el de las Estrellas, como también el de dispo-
ner las velas para que las Naves hiciesen cami-
no quando el viento no era favorable , porque no
siendo prafticable por entre los Trópicos , se
hacia preciso buscar otro camino donde constan-
temente no fuese contrario como allí ; y esto pat-
ra unas gentes que se habian dexado llevar por
los vientos , no era asequible : asi , puestos allá,
quedaron aquellas tierras en la misma ignorancia
que estaban antes de haberse poblado para los
que habitaban en las otras partes. Por la parte
Occidental de la América^ y las Orientales del
Asia , las Islas de los Ladrones y Filipinas se
ofrecen los mismos embarazos , necesitándose de
tomar cierta altura para buscar los vientos me-
nos contrarios ^ y asi por todos lados se halla-
ban atajados , reducidos á subsistir en donde se
establecieron , olvidando estos mismos con el
tiempo que hubiese mas tierras que las que ha-
bitaban.
14 Los vientos desde la Equinocial^ y aun
al-
ri
, ,.^-^
lel
Ise
el
m
VIGESIMOSECUNDO. 3P7
algo mas al Norte , hasta quanto corre la Anjé"
rica Meridional^ en el Mar del Súr^ son constan-
tes del Sur para el Norte en todo tiempo hasta
k distancia de 8o á loo leguas de las Costas^
y desde Mayo hasta Noviembre siguen igual-*
mente en el espacio que hay desde la Equinocial
hasta las Costas de Panamá: desde Diciembre
hasta Mayo son del Norte para el Sur en este
ultimo espacio , y suelen recalar asi hasta los 3
grados Sur , que llaman Brisas, Lo mismo
sucede en las demás Costas que van dando la
buelta 9 y forman la América Septentrional , que
unas veces corren del un lado y otras del opues-
to ^ pero siempre según ellos : por esto para ha-
cer largas travesías es preciso forcegear con las
Embarcaciones muchas veces contra el viento,
y ir á buscar los que son menos contrarios á los
parages donde reynan , siendo preciso para con-
seguirlo Civ^ncia Náutica , y conocimiento de los
Mares ^ de todo lo qual carecían aquellas gen-
tes primeros Pobladores , y por conse» mcia era
imposible que saliesen de allí para ningiuia par-
te , porque aunque lo intentasen los habían de
bolver los vientos á las propias Costas de donde
habían salido , á menos que por una providencia
particular de Dios se mudase el orden de los
vientos del curso regular que les dio , de modo,
que siendo natural el que qualqüiera Embarca-
ción que se alargase un poco de las Costas Me-
ridionales y Occidentales de la Europa , ó de las
Occidentales del África vaya á dar á las Islas de
Barlovento , sería sobrenatural , que las que es-
tu-
1'
3p8
ENTRETENIMIENTO
m
i" .■- ■' ,'
tuviesen en estas, entregándose al impulso de losi
vientos , viniesen al África , ó á la Europa ^ cu-
ya circunstancia dá motivo á admirar los secre-
tos de la Providencia , que pudienda haber de-
tenido el Arca en las altas cordilleras de las f/i*
días , que por ser las mas elevadas de la tierra,
son , como se ha dicho, las primeras que se des-
cubrieron ^ no lo permitió asi , porque en este
caso era necesario obrar un segundo milagro,
haciendo que el curso de los vientos que vá , se-
gún el orden natural , de Oriente á Occidente ea
el ámbito de la Zona Tórrida^ y Mares gran-
des , y en lo restante del Globo varía según las
Estaciones , sin regular fijeza : mudase á la di-
rección opuesta de Occidente á Oriente , que era
lo mismo que trastornar una parte de la natura-
leza en aquel primer impulso que le dio su po-
der ^ y asi le destinó el lugar para descansar en
el vasto Continente , que comprehende tres par-
tes de las quatro del Mundo ^ porque desde ellas
era preciso que se esparciesen las gentes y ani-
males á la otra que se hallaba enteramente se-
parada de ellas , sin sacar las cosas del orden
natural* v ^ . -. : i • /• - . i •
1 5 Christoval 'Colón fue al descubrimiento
de las Indias por la noticia y los derrotaderos
que tuvo antecedentemente , de donde supo que
había tierras por aquella, parte , siendo en la Isla
de !a Madera donde los consiguió del Piloto que
en su casa estuve hospedado. Este habia sido
arrojado allá por los vientos ^ y aunque con cer-
teza n^ se sabe en qué forma hizo el viage, es
- • ^ na-
VIGESIMOSECUNDO. 3p9
natural que navegandose entonces de las Ter^
ceras á las Costas de Portugal y de España^ en
alguno de los viages los vientos del Norte le
cargasen mucho , y le llevasen á menos latitud,
donde los del Este son continuos; y puestos en
la región de ellos , lo fuesen llevando , sin te-
I ner arbitrio para bolver á tomar el parage de
donde habia salido , hasta que llegó á reconocer
la primer tierra. Este exemplar , y el de Co/órt,
que le siguió y sucedió en los siglos modernos,
: abren camino á la idea , para conocer que un
acaso , ¿<,brevenido en los tiempos que habia
conocimiento de la Náutica enseña lo que suce-
dería en los que se ignoraba; y que asi como
fueron estos dos con Embarcaciones pequeñas,
írian en los primeros siglos con otras de la mis-
ma especie , ó mayores , aunque con menos co-
nocimiento de la Náutica, y ninguno del método
de Navegar por rumbos obliquos yextraviadps á
los mismos parages* '''n-?^' < ' ' •
- i6 La casualidad en mucha parte, por el
curso de las corrientes , ayudada de la Astrono-
nomía y de las reglas de la Náutica, fueron las
Maestras de estos dos célebres Pilotos para dis-*
currir el modo de regresarse á Europa , desem-
bocando por los canales que forman las Islas de
Barlovento , y poniéndose en altura para buscar
otros vientos distintos de los que les habían lle-
vado , porque yá sabían que desde los 25 á 30
grados para el Norte no eran los mismos que
desde aquella latitud acia la Equinocial , como
que traficando ellos á las Islas de la Madera y
Fff Ter^
4
m
400 ENTRETENIMIENTO /
Terceras ,que están entre los 32 y 40,'expierl-
mentaban ser los que allí reynaban del Norte^
; del Nordeste , y del Oeste en unos tiempos , y
que aunque en otros eran de las partes opuestas,
no se mantenían fixos sin cambiar , como sucedía
desde la cercanía de los Trópicos en la Ttona Tor-*
riela : sabían el modo de tomar la altura por las
Estrellas y aquellas otras reglas precisas para en-
caminar las !Naves á donde intentaban ir. Con es-
tos fundamentos no fue difícil discurrir el de re-
gresar desde ella , poniéndose en la altura donde
la experiencia les tenia enseñado que hallarían
vientos , que les conduxesen á las mismas Islas y
ú Europa, Si el primero de estos dos no hubiese
buelto , no hubiera tenido luces el segundo para
emprender su viage 5 y si éste con sus compañe-
ros se hubiesen quedado por allá , se hubiera
confírmado de temeridad su empresa , como se
creyó quando la propuso , estimando por fabulo-
sas las tierras que pretendía buscar , y que ha-
bían perecido en los Mares , que es lo que se de-
be creer que sucedería , respedo de los primeros
hombres que pasaron allá , y de otros que la
misma casualidad llevaría ^ de donde fue resul-
tando poblarse aquellas Americas j y una parte
de la muchedumbre de las Islas que hay en el
Mar , por toda su extensión 5 pues si en el creci-
do numero se han descubierto algunas que no lo
están , es porque la misma casualidad que llevó
gentes á las que se encuentran pobladas, dexó de
llevarlas á las que se reconocen desiertas , sin
indicios de haberlo estado» .. ^
El
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el
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lo
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V IG E S I M OS E C r ^TDO. 40*I
-' TJ' El uso de Embarcaciones y de navegar
es tan antiguo , que no se le encuentra principio
sino se le busca en la mysteriosa navegación del
Arca : todas las gentes , y en todos los tiempos
han navegado y han tenido Embarcaciones: unos
se sirven de ellas en los Rios caudalosos y pe-
queños , para atravesar los de una vanda á otra,
y para navegarlos como corren las corrientes , no
menos que haciéndoles oposición y subiendo con-
tra ellos: otros las usan para surcar en los lagos
y pescar en ellos : otros en el Mar exponiéndose
á salir buena distancia de sus Costas , y por es-
te termino cada Pueblo, según los parages en
qué ha hecho su e&tablecimiento,lo pradíca ^ pe-
ro generalmente sé repara , que los Indios han
preferido las orillas del agua en Rios 5 juagos,
Q Mares para establecerse , por la proporción
que les ofrecen de la Vesca , que es uno de sus
principaleis alimentos : siempre han usado Em*
barcaciones de distintas figuras y tamaños , fami-
liarizándose de tal modo con este Elemento, que
parecen Amphivios^ pues se exponen sin temor
en Canoas endebles , donde ninguna persona de
reflexión lo hiciera : ellos no solo son Nadado-,
res desde pequeños , sino ágiles en el agua co-
mo Pescados ^ hacen sus embarcaciones de tron-
cos de Arboles , unas mayores que 'otras , de
cortezas de los mismos Arboles , de hojas , de
pellejos de Lobos Marinos , y de otras varias es-
pecies : con ellas se echan al Mar , sin temor de
las olas , ni desconfianza de la debilidad de la
ipateria, y se alejan quan.to quieren , sin que ha-
Fff 2 ya
I,»
m
4.0a ENTRETE1511AXE1ÍTO
ya embates que se lo impidan. Sobre un solo pa-i
lo redondo van á pescar , y guardan el equili-
brio tan diestramente , que aunque el palo ruede,
y aunque haga muchos tumbos , no caen , ni pa-
rece que trabajan con el cuerpo ^ siendo tan ági-
les pam pescar , como arrestados para salir al
Mar: si la Embarcación se les trastorna no se
alteran , y desde el agua , nadando , buelven á
enderezarla, y se ponen dentro 5 observándose
por regla general , que al paso que las gentes son
mas bárbaras , incultas , y feroces , son mas ar-
restadas y mas diestras en el agua , familiarizan-*
dose mas con ellas, ....
1 8 Las Islas de Juan Fernandez en el Mar
del Sur distan 100 leguas de la Costa de Valpa-^
raiso , esto es , la que está mas inmediata ^ y los
Mares de este intermedio son recios y alterados,
por ventar los Sures con fuerza , y ser esto con-
tinuo; de lo qual resulta, que los Navios traba»
jan bastante en esta travesía. Por los años de
38, ó 39, hallándose en ellas unPílc*o de aquel
Mar llamado T^&ii 'Pedro he Gu , que habia ido
con el fin de hacer pesca , por ser entonces muy
abundante de ella , tenia la gente de su Embar-
cación ocupada en este ejercicio en Canoas que
habia llevado para el intento : á cada 3,64
Indios daba una , y los repartía por la Costa de
la misma Isla , á fin de qi^ pasando el dia en
ello , bolviesen á la noche al Puerto , que era
donde se salaba y preparaba el Pescado i en uno
de los dias le faltó una Canoa , y creyó que se
hubiese pasado á la Isla de Fuera, que dista 20
lí ¡'
VIGÉSIMO SE CUNDO,
403
ba-»
de
uet
ido
luy
ar-
ue
4
de
en
ra
no
se
20
leguas de la de Tierra acia el Oeste ^ pero vien-
do que no bolvia , al cabo de algunos dias con-
sintió en que se hubiese perdido : concluida su
pesca , fue con la Embarcación á Valparaíso^
pero quedó bien sorprendido al encontrarse aUí
con los Indios y la Canoa , que sin mas motivo
que el disgusto que tenian de hallarse en aquella
Isla despoblada , resolvieron irse á la de Tierra^
Firme , y únicamente con los Canaletes para bo-
gar : sin mas agua , ni provisiones que las que
habian sacado para el mantenimiento del dia , se
determinaron á hacer el viage, arrostrando á los
peligros 5 y sin embarazarse en las gruesos Ma-
res que no ignoraban que debian experimentar
en la travesía. De estos exemplares hay muchos
que pudieran citarse , con los quales se acredita
la facilidad que tienen los Indios y las gentes mas
bárbaras para hacer tales arrojos.
19 Del mismo modo que en estos tiempos se
vé el modo que tienen los Indios , y otras gentes
bárbaras para hacer travesías en el Mar, es regu-
lar que las hiciesen quando se poblaba el Mun-
do ^ pues no se encuentra mas dificultad , ni tan-
to peligro en atravesar desde las Islas de dw-^»
rias á las de Barlovento , que en hacerlo desde
k de Tierra de Juan Fernandez á Valparaíso \ el
espacio que hay entre la del Ferro en Canarias^
y la Martinica , es de 800 leguas , que á un na-
vegar regular se pueden hacer en trece dias , y
viene á ser al respeélo de 2 i leguas por hora.
También piiede hacerse en menos tiempo , en-
contrando una coyuntura de Brisas algo ma$
fuer--
h
404 ENTRETENIMIENTO
fuertes que lo regular. Esta travesía es tan na^
tural , que los Mares por lo común están sose-
gados , y serenos , sin alteración 5 de tal modo,
que los Navios van andando mucho , y parece
que no se mueven , siendo totalmente distinto de
lo que sucede de la de Juan Fernandez á Valpa--
raíso 9 y asi en Canoas puede praéticarse con
menos riesgo de que se bolteen , que aquella;
originándose de esta tranquilidad , el darles á
aquellos Mares el nombre úq Golfo de ¿as Damas*
Supuesto esta serenidad , queda la dificultad re-
ducida al modo de subsistir los que fuesen en
las Embarcaciones grandes , ó pequeñas , que no
habiéndose prevenido de víveres , y siendo can
cualidad el haber ido , es preciso suponer no
llevaban los convenientes. También debe adver-»
tirse, que las gentes bárbaras que no guardan
régimen seguro en sus cosas, suelen pasarse dos y
tres dias sin comer, sufriendo el hambre por cos-
tumbre , que sus naturalezas están hechas á ello,'
y á desquitcrse después quando tienen propor-
ción , practicándolo asi , aun estando en tierra;
parece regular que un ayuno de 10 , ú 11 dias,
sería en ellos lo mismo que en las que están ar-
regladas y en costumbre de comer varias veces
en el dia el de 4 ó 5 , y esto se ha visto mu-
chas veces en pérdidas de Navios ; pero ni aun
era necesario tal ayuno , porque si los primeros
Pobladores emprendieron el viage desprofeso
para buscar tierras , y ocuparlas , era correspon-
diente que llevasen provisión para algunos dias;
que no se necesitaba hacerla muy grande , por- _
que
DS-
s,
les
u-
n
s
VIGÉSIMO SE CUNDO. 405
íjqc la gente que trabaja poco no es tan consu-
midora como la civilizada,quese emplea en exer-
cicios recios , y necesita alimento á proporción;
pero si se quiere que fuese la casualidad quien
los arrojó allá , es regular que acaeciese quan->
do sallan á pescar , que es el único objeto que
entonces , como ahora , los llevaba al Mar , y
con poco pescado que hubiesen cogido les vas-
taba para mantenerse algunos dias. Además de
esto , en aquellos Mares hay abundancia de B(h
¡adores , que en partidas , ó bandadas grandes
vuelan bastante trecho, huyendo de los Dorados j
TaburoneSj y otros pescados que les persiguen,
y en el vuelo no dexan de caer algunos dentro
de las Embarcaciones : hay también de estos
otros , y con poca porción que tomasen tenían
suficiente para alimentarse , ínterin que llega-
ban á tierra ^ con que de qualquier modo no
había dificultad en que fuesen 9 y se hallasen en
aquellas Islas primeras donde se repondrían de
los ayunos de la navegación.
; 20 Los Indios , aun en los tiempos presen-»
tes , sin embargo de estar civilizados , acostum-»
bran comer el pescado crudo y vivo , quando
e^tá saltando en las Playas acabado de sacar con
las redes , siendo esto tan común en ellos que
hacen su comida al mismo tiempo que pescan.
Esta costumbre la conservan sin duda de lo an-
tiguo 5 debiendo inferir de ello serles mas fá-
cil el sustentarse en qualquier accidente , que á
las personas que necesitan condimentarlo al fue-
go ^ y en aquella forma les sustenta mas , y les
al-
i
¿fo6 ENTRETENIMIENTO
altera menos , necesitando menos de beber , que
quando el alimento está preparado con sal , con
cosas grasas , ó con otros ingredientes que se
le añaden para avivar el gusto.
•r ai Si se quiere que en aquellos tiempos las
gentes no se alimentasen de cosa que tuviese vi-
da , y que lo hiciesen de yervas , de raices , y
de frutas , es necesario que los Pobladores salie-
ran de intento á buscar la tierra , porque no
tenian o! »-o motivo que les moviese á salir al Mar,
faltándoles el de solicitar el pescado para ali-*
mentarse , y entonces era preciso que embarca-
sen los víveres convenientes para determinado
número de dias , sin que embarace la mayor du-«
ración del viage , respedo de los que llevaban,
tal vez sucedería que la necesidad les enseñase á
comer el pescado que hasta entonces no lo te-
nían en uso. Otra razón hay que corrobora 1^
idea de que la Población se hiciese transfiriéndo-
se por Mar , ^^or tierra 5 y es el que para que
se poblasen las Islas terceras , que distan de la
Europa 300 leguas , las de Cabo Verde 100 , y
otras varias , fue preciso que los Pobladores se
transportasen por Mar , porque absolutamente
no habia medio para discurrir que lo hiciesen de
otro modo 5 y esto acredita que en aquellos tiem-
pos era general el emprender los viages de esta
especie , logrando unos encontrar las tierras mas
breve que otros. Las dos Américas en total, por
lo que hasta el presente se sabe, son Islas^ y quan-
do esto no sea , y que tenga unión por el Norte
con la Europa , ó con el Asia , será por parages
tan
se
inte
de
lem-
;sta
las
[por
lan-
)rte
an
VIGESTMOSECUNDO. 407
tan remotos, que son intratables , y no comunica-
bles , por el mucho frió y nieves, siendo un cli-
ma helado que no consiente quasi animal ^ y asi
por todas razones parece no dexar duda , que los
primeros vivientes fueron conducidos por el agua,
que es lo mas natural , m^iyormente si se sigue el
orden de la semejanza : pues habiendo Dios ele-
gido para conservar las especies el medio del
Arca , que era una grande Nave , y que entre-
gada á la voluntad de las aguas y de los vien-
tos , se mantuviese sin detrimento hasta que se re-
tiraron aquellas ^ parece regular que por el mis-
mo medio bolviesen á poblarse las tierras que
habian quedado sin habitantes , y estaban sepa-
radas de las otras , inspirándolo asi á las gentes
para que lo pusiesen en planta , y dándoles por
norma el mismo Arca donde se conservaron tan
prodigiosamente las criaturas y animales , cuyo
portento fue , á imitación del de la Creación , la
Obra de la Omnipotencia , y una de las maravi-
llosas señales que dexó en el Mundo de la Sa-
biduría infinita , y de sus incomprehensibles pro-
videncias , con las quales reparó piadoso lo que
el brazo de su Justicia habia exterminado.
LAÜS DE O.
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EKKATAS ESENCIAIBS DB ESTE UBm,
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Ag. f. Un. 14. Orientales5 lee Oc¡dentales,Dk)\a.^3.g,t6. Nlehet^
lee Nubes. Pag. 10. lin.ji. laclase, lee la clave. V^^>^^. lin.24.
endensarián,lee Endentarían.Vdi^.zá.Vxw.zo li» lee i?;. Pag.4f. Un,
31.20. grados^, lee lo. grados^. Pag-ííj-. lin. 31. xíi, lee i<í|.,
Pag,í(S".rm. i7.repetidos, lee f-ff/íew/mo/.Pag.íS. lin.i. de 13 leguas,
lee de i'^, grados. Pag. 8 2.. lin. 4. se vé, Xttsube*. Pag. j> 8. lin. j i. del
Ayre, lee del Arte, Pag. 10^. lin. 4. se siembra, lee se seca. Pag. 140.
lin.itf. el calor, lee el color. Pag. 14^. lin. 8. y lo. Hube, lee llueve.
Pag. I jz.lin.if.PatorraSjlee Patos JR.í