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COLECCIÓN

DE DOCWIEMOS INÉDITOS

PARA LA HISTORIA DE tSPAÑA.

COLECCIOIV

DE

PIRA

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POR

LOS SEiÑORES MARQUESES DE PIDiL Y DE MIRAFLORES ¥ D. MIGCEL SiLTi, Individuos de la Academia de la Historia.

TOMO XLI,

MADRID.

IMPRENTA DE LA \IIDA DE CALERO. Calle de Saoia Isabel, núm. S6.

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Cé6-

t.lfl

CONTINUACIÓN

DE LOS DOCUMENTOS RELATIVOS A LOS llELNOS DE

NAVARRA, CASTILLA Y ARAGÓN,

durante la segQüda mitad del siglo XV.

Copia del traslado del sobreseimiento entre el rey de Navar- ra y el principe su hijo, 3 de diciembre de 4454.

Archivo general de Simancas. Capitulaciones con Aragón y Na- varra, legajo núm. 1.*

Sepan cuantos este público inslrmnento vieren como en el año del nascimiento de nuestro Salvador Jesucristo de mili é cuatrocientos é cincuenta é cuatro años, en la cib- dad de Borja , que es en el regno de Aragón , á saber es; dia martes que se contaron tres dias del mes de diciembre dentro de una cámara de la posada donde posaba la ilustrí- sima é muy virtuosa señora doña María, reina de Aragón é de las dos Secilias, é en presencia de su alteza é mi se- cretario prolonotario é notario público, é de los testigos de yuso nombrados, fueron personalmente constituidos el ilus- trísimo principe é señor D. Jolian , rey de Navarra, infante é gobernador general de Aragón é de Sécula, en nombro é

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así como á logar teniente general del serenísimo príncipe D. Alfon, rey de Aragón é de las dos Secilias, é así como rey de Navarra é en su propio nombre de la una parte , é el muy honorable é discreto Enrrique de Figueredo, guar- da é vasallo, é en nombre é como procurador del ilustrísi- mo príncipe é señor don Enrrique, rey de Castilla é de León de la otra parte , habiendo para esto pleno é bastante poder del dicho señor rey de Castilla , por virtud de una carta su- ya de poder que ende tenia é demostró, firmada de su nom- bre é con su sello sellada ; é otrosí , el muy honorable é dis- creto don Pedro de Rulia , doctor in utroque, alcalde de la corte, é así como procurador del ilustre señor don Carlos, príncipe de Viana de otra parte, habiendo para esto pleno é bastante poder del dicho señor príncipe de Viana por vir- tud de una carta suya de poder que ende tenia é demostró, firmada de su nombre, é con su sello sellada é signada de su secretario é escribano público, las cuales cartas de poder del dicho señor rey de Castilla primero , é después del dicho señor príncipe don Carlos, de palabra á palabra son de la forma é tenores siguientes :

"Don Eryrique por la gracia de Dios, rey de Castilla, de León, de Toledo, de Gallicia, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Jahen, del Algarbe, de Algeciras, é señor de Vizcaya é de Molina. Por cuanto por causa de las disen- siones, é diferencias é debates acaescidos entre nos é los muy ilustres reyes de Aragón é Navarra , nuestros muy ca- ros é muy amados tios, é nuestros regnos, é tierras, é se- ñoríos, é vasallos, é subditos, é naturales dellos fueron fe- chos, firmados é jurados por el muy ilustre de gloriosa me- moria rey D. Johan, nuestro señor é padre, cuya ánima Dios haya, mediante la muy ilustre doña María, reina de Aragón é de las dos Secilias, nuestra muy cara é muy ama-

da lia , ciertos capítulos de sobreseimiento de guerra é de otras cosas en aquellos espresadas, de que largamente en aquellos se face mención , los cuales después del glorioso tránsito del dicho rey, nuestro señor é padre, fueron confir- mados, é aprobados é jurados, asi por nos como por la dicha reina nuestra muy cara é muy amada lia , é asimesmo por el dicho rey de Navarra nuestro muy caro é muy amado tio, por é como gobernador del dicho regno de Aragón é logar teniente general del dicho rey de Aragón, nuestro muy caro é muy amado tio, de que mas largamente se fa- ce mención en los instrumentos que en esta razón pasaron, que son firmados de nuestros nombres é sellados con nues- tros sellos, después los cuales, mediante la dicha muy ilus- tre reina, nuestra muy cara é muy amada tía, é otrosí el dicho justicia de Aragón son por ellos movidas é comenza- das á se fablar é tractar algunas cosas tocantes á la cesa- ción de los dichos debates, c discordias é diferencias, é pa- ra la ejecución de aquellas, porque el tiempo del dicho so- breseimiento se cumple en breve, conviene aquel ser pro- rogado; é porque en esta parte haya logar de se facer lo que cumple á servicio de Dios é á bien común , é paz é concordia de todos, é por evitación de los escándalos é in- convenientes que de lo contrario se podrían seguir , por la presente confiando de la prudencia é legalidad de vos el nuestro fiel Enrriquede Figueredo, nuestro guarda é vasa- llo, vos damos é otorgamos hbre é llenero, complido é bas- tante poderío para que por nos é en nuestro nombre é de nuestros regnos, é tierras, é señoríos, ó vasallos, é subdi- tos é naturales dellos, podados prorogar é proroguedes una, dos é mas veces el dicho sobreseimiento por el tiempo ó tiempos que á vos visto fuere, seyendo fecha esa mesma pro- rogacion ó prorogaciones, é en esa mesma forma é con esas

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raesmas cualidades por las otras partes á quien tañe, la cual prorogacion ó prorogaciones se hayan de facer é fagan por los mesmos capítulos é so las mcsmas penas, é firme- zas, ó inslrurncnlos, é votos, é pleitos, é homenajes é re- nunciaciones contenidas en ios capítulos é instrumentos del dicho sobreseimiento. E nos desde agora lo facemos é olor- gamos segund é por la forma é manera que vos en nuestro nombre las ficierdes é otorgardes, é con aquellas mesmas cláusulas é firmezas, aunque aquellas sean de tal natura é cualidad que requieran haber nuestro especial mandado, é nos obligamos por nos é por nuestros regnos, é tierras, é señoríos, é subditos, é vasallos é bienes, así fiscales como patrimoniales, é otros cualesquier, de lo haber por firme, estable é valedero para siempre jamás, segund é en la ma- nera que vos por nos é en nuestro nombre lo ficierdes é otor- gardes, é en nuestra ánima lo juráredes é promeliéredes de non ir, ni venir, ni pasar, ni consentir ir ni pasar contra ello, ni contra cosa alguna ni parte dello, agora ni en al- gund tiempo. E así lo prometemos é juramos en nuestra verdadera palabra efe real, é mandamos á todos nuestros subditos é naturales de cualquier estado ó condición, pre- eminencia ó dignidad que sean, que lo guarden , é observen é cumplan en todo é por todo segund é por la forma é ma- nera que vos por nos é en nuestro nombre lo prorogáredes, é ficierdes é otorgáredes como dicho es, é que no vayan, ni pasen , ni consientan ir ni pasar contra ello ni contra co- sa alguna ni parte dello, m las penas en el dicho instru- mento contenidas, de lo cual mandamos dar la presente firmada de nuestro nombre é sellada con nuestro sello. Da- da en la villa de Arévalo treinta é un dias de otubre, año del nascimiento de nuestro Señor Jesucristo de mili é cua- Irocienlos é cincuenta é cuatro años. Yo el Rev. Yo el

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doctor Fernando Dias de Toledo, oidor é referendario del rey su secretario, la fiz escribir por su mandado."

"Sea manifiesto á todos que nos diarios por la gracia de Dios principe de Viana, señor propietario del regno de Navarra, duque de Neinos é de Gandía, acatando como entre el señor rey D. Johan de Castilla, nuestro lio, de gloriosa memoria, á quien nuestro señor perdone, por é por el muy illustre príncipe é muy excelso rey, é nuestro muy preciado señor primo don Enrrique , por la gracia de Dios rey de Castilla é de León, las horas príncipe su fijo, é sus regnos, tierras é señoríos, subditos é naturales dellos, é asimesmo en nombre nuestro é por nos é por las cibdades, villas é fortalezas, tierras é subditos nuestros deste dicho nuestro regno, estantes en nuestra obediencia de la una parle, é el muy alto é muy excelente príncipe é muy re- dutable señor é padre, el señor rey don Juan por é por las cibdades, villas, logares, tierras é pueblos que están por él en este dicho regno nuestro, é asimismo como logar te- niente general del serenísimo príncipe, é mi mucho honrado é preciado señor lio el señor rey de Aragón é de las dos Se- cilias, é por los regnos de Aragón, é Valencia, é los sub- ditos é naturales de'los, mediantes el magnífico mosen Fer- rer de Lanuza, justicia de Aragón, su legítimo procurador para ello constituido, de la otra interviniente la muy escla- recida é muy excelente princesa, é muy cara é preciada tia señora la señora reina de Aragón, por algund sosiego é reposo de las diferencias dislruisias que entre nos las dichas partes é nuestros dichos regnos, tierras, é señoríos é sub- ditos, instigante el negocio de natura, eran sucitadas é se continuaban con esperanza de concordia de aquellas é paz, hobiese seido tratado, otorgado, concluido, fecho é firma- do sobreseimiento é cesación de actos de guerra, para tiem-

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po de un año en cierta forma é manera , é so ciertas condi- ciones, segund que por los capítulos del dicho sobresei- miento largamente se contiene , que fueron fechos é firma- dos en la noble villa de Valladolid á siete días de diciembre del año de mili é cuatrocientos é cincuenta é tres postrimera- mente pasado, é signados de las manos é nombres de los dichos señores rey don Juan de Castilla, á quien Dios haya, é reina de Aragón é de mosen Ferrer de Lanuza , procura- dor sobredicho , sellados de sus sellos, é corroborados é sub- signados de las manos é nombres del egregio doctor Ferran- do Diaz de Toledo , secretario é referendario del dicho señor rey de Castilla é notario en todos sus regnos é señoríos, é de Pedro de Sames, notario apostólico é secretario del di- cho señor rey de Aragón , dentro del cual sobreseimiento por algunas ocupaciones interpuestas non se ha podido ob- tener concordia alguna.

E por cuanto por el dicho señor rey de Castilla , mi muy preciado señor primo, asímesmo por la dicha señora reina de Aragón, nuestra mucho honrada tia señora nos ha seido enviado rogar 6 encargar por sus embajadores é cartas que nos teníamos de dar logar por nuestra parte á alguna proro- gacion del dicho sobreseimiento, porque los fechos non quedasen en rompimiento, ó la dicha concordia é paz tanto deseada se pueda tractar é haber, queriéndonos conformar con la voluntad de sus escelencias, confiando plenamente de la fe , lealtad , prudencia é discreción de vos el bien amado é fiel consellero é alcalde de nuestra corte don Pedro de Ru- tia, doctor in utroque, quier seades presente ó no, é non revocando los otros procuradores por nos constituidos é ins- tituidos de nuestra cierta ciencia é buen grado vos facemos, constituimos, instituimos, creamos é ordenamos procurador nuestro enuncio especial, actor éexpeditor, é de las cosas in-

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fraeseríptas general nuncio, así que la especialidad á la ge- neralidad non derogue, ni la generalidad á la especialidad, mas la una por la otra sean roboradas é firmadas, para que por nos é en nombre nuestro hayades é podades intervenir ante la dicha señora reina, nuestra tia, junto con el procu- rador ó persona habiente poder del dicho señor rey de Casti- lla, nuestro primo señor, en la prorogacion facedera del di- cho sobreseimiento, é contratar, praticar, concordar, con- cluir , otorgar é firmar el dicho sobreseimiento ó proroga- cion de aquel por nos é en nuestras dichas cibdades , vi- llas, fortalezas é subditos, é naturales deste nuestro reino, gentes é parciales estantes en nuestra obidiencia é servicio, con el dicho señor rey D. Johan, nuestro padre, ó con las persona ó personas habientes para ello poder de su alteza por en las cibdades é villas, lugares, tierras, pueblos, gentes é parciales que están por él é en su servicio en este dicho nuestro reino, para el tiempo ó tiempos que fueren acordados , é á vos parezcan ser convinientes é acebtos á nos., écon las cualidades, é condiciones, é cláusulas, é obli- gaciones ó provisiones, penas, submisiones, estipulaciones, é solepnidades , é firmezas é juramentos en los antedichos capítulos del dicho presente sobreseimiento declaradas é expresadas, é otras eualesquier que á vos paresceran ser útiles é complideras á nuestro servicio, é por razón de la di- cha prorogacion é capítulos que dende se segiran, é farán facer é prestar en ánima nuestra eualesquier juramentos, é pleitos, é homenajes, é ver é facer aquellos á las otras par- te ó partes , c obligar en general é en especial eualesquier bienes nuestros , é asímesnio para facer en nombre nuestro é por nos cualquier requestas é protestas que al caso ó ca- sos se requieran, é á disentir en lo necesario é á vos bien visto, é cerca de todo lo sobredicho ó eualesquier otras co-

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sas que fueren interese nuestro de mandar é facer retener, instar é haber cartas é instrumentos públicos, uno ó mas, cuantos bien vistos vos serán generalmente para todas é cualesquier otras cosas é actos , en é cerca de las sobredi- chas, é cada una dellas expedientes é oportunas facer é li- bremente ejercer, dando é otorgando vos como vos damos é otorgamos por el presente público instrumento, para en todas las cosas sobredichas é cada cosa é parle dellas con sus incedentes, dependientes c emergentes, é de aquellas acesorias en cualquier manera (I), veces é logar, bastante é coinplido poder con plenísima facultad, é libera, é gene- ral administración, que las fagades é cumplades como si nos personalmente presente seyendo las faríamos é podríamos faceré complir, aunque fuesen tales que requiriesen haber mandado mas especial , prometientes en poder del notario é secretario nuestro, infraescripto estipulante, élaeslipula- cion é la obligación en selepnemente recibiente en vos é en nombre de todos aquellos é aquellas á quien pertenecerá, haber por firme, agradable é seguro, agora é todos tiem- pos, cualquier cosa que por vos el dicho D. Pedro de Rutia en nombre nuestro 6 por nos , en é cerca de las dichas co- sas é cualesquier dellas sea convenido é practicado, trac- tado, concordado, concluido, otorgado, promeso , jurado, obligado, é firmado c fecho, é dicho prometido, é aquello non revocar é estar á drecho c pagar la cosa judgada con todas sus cláusulas so obligación de todos nuestros bienes é rentas habidas é por haber.

Dado é otorgado fué este poder en la nuestra muy no- ble é leal cibdad de Pamplona el postrimero dia del mes de noviembre, lanio del nasciniiento de nuestro Señor de mili

(i) Hay una palabra que no su puede leer.

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é cuatrocientos é cincuenta é cuatro años. Senial + de nos Carlos por la gracia de Dios príncipe de Viana, señor pro- pietario del dicho reino de Navarra , que las cosas sobredi- chas otorgamos é firmamos, é el presente instrumento pú- blico de procuración é poder con nuestro sello al de yuso sellar mandamos Charles. Testimonios fueron á todo lo sobredicho presentes, llamados é rogados los reverendos D. Carlos de Beaumente, protonotario apostólico ó arcedia- no de la tabla en la iglesia catedral desta dicha cibdad don Miguel de Beamonte, abad del monesterio de Jecucli é Mi^ guel de Haayt, clavero de Asiani, consellcros del dicho se- ñor príncipe. Signo de Juan dcMon Real del dicho prín- cipe nuestro señor,. secretario é referendario, é notario por su real actoridad en todo su regno de Navarra que á las co- sas sobredichas á una con los dichos testimonios, presente fui é aquellos en nota recibe de la cual el presente poder é otorgamiento , é mandado de su señoría en pública forma reduje é de mi mano propia é escribí é cerré. Los cuales di- chos señores reina de Aragón é rey de Navarra, é Knrique de Figueredo é doctor don Pedro de Rutia, procuradores su- sodichos en los dichos nombres, é cada uno dellos dijeron é en efeto propusieron que por cuanto por causa de las disen- siones , diferencias é debates acaescidos entre los dichos re- yes señores reyes de Aragón , de Castilla , é de Navarra, é príncipe de Viana, é entre los regnos, tierras é señoríos, va- sallos, subditos é naturales dellos é de cada uno dellos en vida del ilustrísimo señor don Juan , rey de Castilla é de León, de buena memoria, eran estados, fechos, firmados, otorgados é jurados por el dicho señor rey don Johan de Cas- tilla, por la dicha señora reina de Aragón é por el dicho señor rey de Navarra en los dichos nombres, é asimesmo por el dicho príncipe don Carlos por él é por las tierras é gen-

les que eran é son de su parle en el dicho regno de Navar- ra , fuera de la obediencia del dicho señor rey de Navarra cierlos capítulos de sobreseimiento de guerra á tiempo de un año, é de otras cosas en aquellos espresadas de que en ellos largamente se face mención, los cuales dichos capítu- los así jurados é firmados después fueron personalmente re- teficados é aprobados, firmados é jurados por los dichos se- ñores reyes de Aragón é de Navarra, é príncipe de Viana, é aun después del tránsito dei dicho señor rey don Juan de Castilla fueron confirmados, aprobados é jurados por el di- cho señor rey don Enrrique , agora regnante en los dichos regnos de Castilla, é por la dicha señora reina de Aragón, é asimesmo por los dichos señores é príncipe don Carlos de que mas largamente eran é es fecha mención en los instru- mentos é recabdos que en esta razón .pasaron, que eran é son firmados de sus nombres , é con sus sellos sellados. E otrosí , por cuanto el tiempo de un año dei dicho sobresei- miento debia finar é acabar, é finarla é acabaría el seteno dia del presente mes de diciembre, por ende los dichos se- ñores reina de Aragón é rey de Navarra , é Enrrique de Fi- gueredo, é dolor don Pedro de Rutia, en los dichos nombres, é cada uno dellos por lo que les loca é pertenesce, é por tirar toda ocasión de escándalos é inconvenientes que se podrían fácilmente subseguir entre las partes sobredichas, regnos, tierras, subditos, gentes é vasallos de aquellas, é de cada una dellas en grande ofensa de nuestro señor Dios, é danos inreparables de los dichos regnos de Aragón , de Castilla é de Navarra por medio de intervención de la dicha señora reina de Aragón. E otrosí, porque las cosas que serian (l)por medio de la

(i) Parece que aquí falla la palabra concertada ú otra equivalente.

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dicha señora reina entre los diclios señores reyes é princ¡i)e de una hayan logar de se facer é complir como cumple á servicio de Dios é á bien é común paz é concordia de todos, é por esquivar los escíindalos é inconvenientes que de lo contrario se podrían seguir, dijeron que otorgaban é otor- garon prorogacion del dicho sobreseimiento, é de nuevo lo firmaban é firmaron, es á saber: del dicho seteno dia que debe finar el año del dicho sobreseimiento fasta por to- do el me^ presente de diciembre en que finará el año pre- sente de mil é cuatrocientos é cincuenta é cuatro años, dentro del cual tiempo, placiendo á nuestro Señor Dios, será dado orden é complida concordia entre las dichas partes, por manera que los dichos señores reyes é regnos de Cas- tilla, de Aragón é de Navarra, é príncipe de Viana, tierras, é subditos, é vasallos dellos, é de cada uno deilos, venie- ran en paz é sosiego 6 tranquilidad, la cual dicha proroga- cion é sobreseimiento de guerra dijeron que facian, é ficie- ron , ó otorgaban , é otorgaron , ó de nuevo firmaban é fir- maron en los dichos nombres é cada uno dellos los dichos señores reina de Aragón, é rey de Navarra, ó Enrrique de Figueredo, é dotor don Pedro de Rutia como procuradores susodichos, é por virtud de los poderes á ellos é á cada uno dellos dados é otorgados fasta por todo el dicho mes de diciembre inclusivamente, con los mesmos capítulos é so las mesmas penas, é firmezas, é juramentos, é votos, é plei- tos, é homenajes, é renunciaciones contenidos é contenidas en los capítulos é instrumentos del dicho sobreseimiento, é segund, é por la forma, é manera, é con aquellas mesmas cláusulas é firmezas que el dicho sobreseimiento de un año fué firmado por virtud de los dichos capítulos, los cuales dijeron é quisieron las [dichas partes que fuesen hobidos

aquí por injerios é cncorporados , así como si de los dichos capítulos é de cada uno dellüs, de palabra á palabra ahí fuese fecha expresa mención, por lo que acata é acatar pue- de á las dichas partes é á cualquier deüas singula singulis uti convenir etreferendo, el cual dicho sobreseimiento fasta por todo el dicho mes de diciembre juxta forma de los di- chos capítulos de los contratos é instrumentos públicos de- Uos é de cada uno dellos dispedicntcs ó resultantes , los di- chos señores reina de Aragón, ó rey de Navarra* é Enrri- que é doctor don Pedro de Rulia en los dichos nombres, é de cada uno dellos dijeron que prometían é prometieron, é se obligaban é obligaron de los tener, guardar é complir, é de los fer tener, guardar é complir por todos los rognos , tierras é señoríos, subditos, vasallos é gentes de los dichos regnos de Aragón , de Castilla ó de Navarra inviolablemente, so las penas, juramentos, votos, pleitos é homenajes, é otras obligaciones generales é especiales en los capítulos del di- cho sobreseimiento contenidas é contenidos, para lo cual todo é cada cosa é parle dello tener, guardar é complir, dijeron que obligaban é obligaron la dicha señora reina é el dicho señor rey de Navarra todos regnos, tierras, drechos é bienes del dicho señor rey de Aragón é suyos, é el dicho Enrrique en nombre é como procurador del dicho señor rey de Castilla, é el dicho dolor don Pedro de Rulia en nombre é como procurador del dicho señor príncipe, los regnos, tier- ras, rentas, drechos é bienes del dicho señor rey de Casti- lla, é del dicho señor príncipe sus principales, donde quier que estén é fueren, é cuanto quier que fuesen previllegia- dos, é segund é por la forma é manera, é con todas las firmezas é seguridades, penas é obligaciones espirituales é temporales, cláusulas é cautelas que por vigor de los di-

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olios capítulos del dicho sobreseimiento , así por los unos como por los oíros que los firmaron, otorgaron é (I) fueron asignados especial ó generalmente obligados así 6 en tal manera que las cuantías que se han de pagar por virtud de los dichos capítulos se hayan de pagar por la rata del tiempo, é aquel mesmo respeto é todas las otras cosas que non son ya complidas é han habido su efeto, se hayan de guardar é cumplir enteramente por la forma é manera que en los dichos capítulos es contenido, refiriendo cada cosa á la parle á quien loca é es obligada de lo servar é complir segund que dicho es. É por mayor firmeza é seguridad de to- das las cosas sobredichas é de cada una dellas, é de las con- tenidas en los dichos capítulos é cada uno dellos, la dicha señora reina de Aragón é señor rey de Navarra, en los nom- bres susodichos del dicho Enrrique , en nombre ó en ánima del dicho señor rey de Castilla, é el dicho doctor D. Pedro de Rutia en nombre é en ánima del dicho señor príncipe don Carlos, juraron á Dios é á ios cuatro Sanios Evangelios, con sus manos drechas corporalmente tañidos, en poder de Antonio Nogueras, secretario prolonolario é notario público de yuso nombrado, como pública é auténtica persona é exci- biente estipulante por ellos, é por todos aquellos de quien es ó de quien puede ser inclusive de aquí adelante, é ficie- ron pleito é homenaje el dicho señor rey de Navarra é los di- chos procuradores, é cada uno dellos en persona é logar de los dichos sus principales, una , dos é tres veces á costumbre de España, en poder é manos del magnífico mosen Ferrer de Lanuza, justicia del reino de Aragón, como caballero é ome fijo dalgo, de tener, guardar é complir por é por todos los reinos, tierras, subditos, gentes, vasallos naturales de

(í) Hay una palabra qae no se puede leer. Tomo XLl 2

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los dichos señores reyes, é reina é principe, é de cada una dellos , é que contra ello ni parle dello non farán , ni ver- nán, nin consentirán , ni permitirán que sea fecho ni venido por alguna causa que sea ó ser pueda , antes guardarán é complirán é farán guardar é complir realmente é con efeto todas las cosas susodichas, é en los dichos capítulos conte- nidas, segud que á cada una de las dichas parles acata é pertenece como dicho es. Fechas fueron las dichas cosas, é otorgadas, firmadas o juradas por los dichos señores reina de Aragón, é rey de Navarra, é Enrrique de Figeredo, é dolor D. Pedro de Rutia en los dichos nombres, é cada uno dcllos en los logares , dia , é mes é año susodichos , é qui- sieron é mandaron que de la firma é otorga micnlo del di- cho sobreseimienlo é otras cosas susodichas, segund que pasaron é fueron firmadas, otorgadas é juradas en la forma susodicha, fuesen fechos uno é diversos con semblantes pú- blicos instromentos firmados de los nombres de los dichos señores reina de Aragón, é rey de Navarra , é Enrrique de Figueredo, é dotor D. Pedro de Rutia como procuradores susodichos, é con su sello sellados. Testigos que fueron pre- sentes á las cosas susodichas los magníficos caballeros me- sen Ferrer de Lanuza, justicia de Aragón, é mosen Bernad Calvo, mayordomo, é Galceran Oliver, tesorero de la dicha señora reina. La reina. El rey Juan. Enrrique. El doctor de Rutia.

É yo Antón Nogueras, secretario del serenísimo señor rey de Navarra, é por acloridades dellos é del iluslrísimo señor rey de Castilla , notario público por los sus regnos é señoríos fui presente á todo lo susodicho en uno con los di- chos testigos; é por mandado de la dicha señora reina de Aragón é del dicho señor rey de Navarra , é otorgamiento de los dichos honorables é discretos Enrrique de Figueredo é

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dolor D. Pedro de Rulia procuradores susodiclios , esle pú- blico instrumento escribir fice. (Siguen las enmiendas). É en testimonio de verdad fice aquí este mió signo que es á tal Registrada.

Con el documento anterior se halla el siguiente.

Don Enrrique, etc. A los duques, condes, marqueses, ricos omes, maestres de las órdenes, priores, comendado- res é subcomendadores , alcaides de los castillos é casas fuertes é llanas, é á todos los Concejos, alcaldes, alguaciles, regidores , caballeros, escuderos é omes buenos de todas las cibdades, é villas, é logares de los mis reinos é señoríos, é á cualquier ó cualesquier de vos é á todos los otros vasallos, é subditos, etc. , á quien esta mi carta fuere mostrada ó el traslado della signado de escribano público, salud é gracia. Bien sabedes que por otras mis cartas vos envié mandar que guardásedes é ficiésedes guardar el sobreseimiento de guerra fecho, é firmado, é jurado mediante la muy ilustre reina doña María de Aragón , de las dos Secilias , mi muy cara é muy amada tia, entre el muy ilustre rey don Juan mi padre é mi señor, que Dios tanto paraíso, é mis reinos, é tierras , é señoríos, é vasallos, é subditos é naturales dellos, é los muy ilustres reyes de Aragón é Navarra mis muy caros é muy amados tíos é sus regnos, é el muy ilustre príncipe de Navarra, mi muy caro émuy amado primo, é sus tierras, é señoríos, é vasallos, é subditos é naturales dellos, segund que mas largamente en las dichas mis cartas se contiene. E agora por cuanto es concordado de entre é los so- bredichos, mediante la dicha reina mi muy cara é muy amada tia , que el dicho sobreseimiento dure prorogado fasta quince días del mes de enero primero que viene del año del Señor de 1455 años, mandé dar esta mi carta para

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vos, porque vos mando á todos é á cada uno de vos que guardedes é fagades guardar el dicho sobreseimiento é ca- pítulos del en todo c por lodo, segund que en ellos é en ca- da uno dellos se contiene; fasta los dichos quince dias del dicho mes de enero primero que viene, é que durante el di- cho tiempo non fagades, nin consintades, nin permitades facer nin que sea fecha por persona alguna de cualquier estado ó condición , preheminencia ó dignidad que sean , guerra, nin males, nin daños, nin otros movimientos, nin innovaciones algunas contra los dichos reyes nin contra sus regnos, é tierras, é señoríos, é vasallos, é subditos, é na- turales dellos, nin contra alguno dellos: ca por esa misma via lo han de guardar é guardarán los sobredichos reyes, ésus regnos, é tierras, é vasallos, é subditos é naturales dellos. Lo cual todo susodicho mando á vos las dicháts mis justicias que fagades así apregonar públicamente por las plazas, é mercados é otros lugares acostumbrados desas di- chas cibdades, é villas é logares de las dichas fronteras por pregonero é ante escribano público, para que venga á noti- cia de todos, é dello non podades ni puedan prender ino- rancia; é los unos ni los otros non fagades ende al por algu- na manera , so pena de la mi merced é de perder los cuer- pos é cuanto habedes, é de como esla mi carta vos fuere mostrada, é el dicho su traslado signado como dicho es, mando so pena de la mi merced é de privación del oficio de 102) mrs. para la mi cámara á cualquier escribano pú- blico, etc.

Don Enrrique, etc. A los duques, condes, etc., é á los mis alcaldes é guardas de las sacas é cosas vedadas de los puertos de mis regnos que son en frontera de los regncs de Aragón é Navarra; é á los mis arrendadores délos diezmos é aduanas de los dichos puertos, é á cualquier ó cualesquier

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de vos á quien esta mi caria fuere mostrada , salud é gra- cia. Sepades que mesen Martin de Peralta é mosen Pero Va- ca vinieron á mi de parle del muy ilustre rey D. Juan de Navarra mi muy caro é muy amado lio, sobre algunas co- sas tocantes al sobreseimiento de guerra entre é el muy ilustre rey don Alonso de Aragón, é de las dos Secilias, mi muy caro é muy amado lio, é el dicho rey de Navarra mi tío, é el principe de Navarra, sufijo, mi muy caro é m.uy amado primo, é nuestros regnos, é tierras, é señoríos, é vasallos, é subditos é naturales dellos, los cuales se van é tornan para el dicho rey de Navarra mitio, porque vos mando á todos é cada uno de vos que los acojades é reciba- des en esas dichas cibdades, é villas, é logares, é tierras, é en cada una dellas, á ellos é á los que con ellos van, é les fagades dar buenas posadas en que posen , é guia de omes de pié é de caballo donde menester los bebieren para poder ir seguramente, lodo esto sin dineros, é viandas é las otras cosas que menester oviesen, por sus dineros; é los tra- tedes bien é honestamente, é les non fagades ni consinta- des que les sea fecho mal, ni daño, ni otro desaguisado al- guno; é si algunos cometieren de lo facer ge lo éscarmen- tedes vos las dichas justicias, é procedades contra los tales é contra sus bienes, por manera que á ellos sea castigo é á otros ejemplo. E yo les tomo é rescibo so mi seguro é am- paro é defendimiento, é salvo conducto.

Olrosí, vos mando que les dejedes 6 consintades sacar libremente por esos dichos puertos , ó por cualquier dellos con 15 ó 20 cavalgaduras muías ó rocines pequeños de brida, é con sus acémilas é bajilla de plata, é sus joyas, é ropas, é armas, é con todas las otras sus cosas, é que los non catedes nin escodrinedes , nin consintades calar, nin escodrinar, nin les demandedcs, nin consintades deman-

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dar diezmo, nin aduana, nin portadgo, nin pasaje, nin peaje, nin otro tributo, nin derecho alguno: ca mi merced es que lo non paguen, él os unos nin los otros, etc. , priva- ción de oficios, confiscación de bienes, etc.

Muy ilustre reina, muy cara é muy amada tia. El rey de Castilla é de León vos enviamos mucho saludar como aquella que mucho amamos é preciamos, é para quien quer- riamos que Dios diese tanta vida y salud , é otra cuanta vos misma deseades. Muy ilustre reina , mi cara é mi ama- da tia.

Faceos saber que nos acordamos de enviar é envia- mos á vos al nuestro muy fiel é bien amado don Juan Pa- checo, marqués de Villena, nuestro mayordomo mayor, é con él al doctor Fernando Dias de Toledo, é el licenciado Andrés de la Cadena, nuestros oidores é referendarios, é otros todos del nuestro Consejo , sobre los fechos é negocios que al presente , vos mediante , ocurren é son comenzados á tratar entre nos é nuestros regnos, é los muy ilustres re- yes de Aragón , é Secilia é de Navarra , nuestros muy caros é muy amados tios, é el muy illustre príncipe de Navarra nuestro muy caro é muy amado primo, é sus regnos, é tierras, é señoríos, é subditos é naturales dellos, los cuales van complidamente instruios é informados de nuestra en- tencion, porque vos rogamos lo mas afectuosamente que podemos, que querades llegar vos á la vuestra cibdad de Tarazona, é escribades al dicho rey de Navarra, nuestro muy caro é muy amado tio, é otrosí al Justicia de Aragón que eso escribo, venga ende, porque mas prestamente sin dila- ción se pueda entender cerca de lo que tañe á los dichos negocios, é dar en ellos la conclusión complidera á servicio de Dios é á bien de todos, é que sobre todo vos plega dar Cumplida fe é creencia al dicho marqués de todo lo que por

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él de nuestra parle será explicado, bien así como si nos por nuestra persona vos lo dijésemos , é á cesación de todas di- ferencias é disensiones. Muy Illustre reina muy cara é muy amada tia. Dios vos iiaya todos tiempos en su especial guarda. Dada

Copia de una confederación y amistad original que se asentó entre el rey D. Enrique de Castilla y el rey D. Juan de Navarra , no innovando lo capitulado entre dichos seño- res reyes, fecha á 20 de mayo de 1457.

Archivo general de Simancas. Capitulaciones con Aragón y [Navarra, legajo man. 1."

Yo don Enrrique por la gracia de Dios rey de Castilla é de León , é yo don Juan por esa misma gracia rey de Na- varra. Acatando el fraternal amor é singular dilección , é los grandes é muy cercanos debdos que entre nosotros son; 6 porque sea acrecentado en mayor grado por nuestra con- formidad é unidad el amor é benivolencia de entre noso- tros, somos acordados de facer nueva amistad é confedera- ción non inorando nin parando perjuicio en todo, nin en parte á la paz perpetua, firmada é jurada entre los reyes é regnos de Castilla, é Aragón é Navarra, nin otrosí lo contratado, é capitulado, é firmado, é jurado entre nos- otros amos, é don Alfon , fijo de el dicho rey de Navar- ra, é con don Pedro Girón, maestre de Galatrava, é don Juan Pacheco , marqués de Villena , en Agreda é Almazan el año de cincuenta é cinco, lo cual después, por nos los dichos señores reyes de Castilla é de Navarra fué otorga- do, firmado é jurado, antes todo aquello é cada cosa dello

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loando, é aprobando, é quedando en su fuerza é vigor, é si menester es ratificándolo segund é por la forma é mane- ra que en ello se contiene, de nuestras propias, é libres, é agradables voluntades, prometemos é seguramos que nos guardaremos el uno al otro, é el otro al otro, nuestras per- sonas, casas é estados reales, é regnos, é señoríos, é ren- tas, é pechos, 6 derechos, é que cada uno de nos daremos todo favor é ayuda para quel otro sea obedecido, reverido é temido de sus subditos é naturales, é que sean complidas sus cartas é mandamientos, é obedescida, é ejecutada su justicia, é que en todo sea guardada su real preeminencia; é que nos, nin alguno de nos, non seremos de dicho, ni de fecho ni de consejo, en que se faga ni tiene de facer lo contrario de lo susodicho, ni de cosa dello, non enbar- gantes cualesquier feés, ni ligas, ni confederaciones 6 amis- tades con cualesquier seguridades é cláusulas, pactos, é vínculos, é firmezas que nosotros ó cualquier de nos ten- gamos fechas , yo el dicho rey de Castilla con el príncipe don Carlos, é con don Juan de Beamonte, é la cibdad do Pamplona, o con cualesquier subditos é naturales del diclio rcgno de Navarra; é yo el dicho rey de Navarra, con cua- lesquier subditos é naturales de vos el dicho rey de Castilla. Asimismo , yo el dicho señor rey de Navarra acatando como vos el dicho señor rey de Castilla tenedes cerca de vos al muy reverendo padre in Cristo don Alfon de Fon- seca, arzobispo de Sevilla, é á don Pedro Girón, maestre de Calalrava, é á don Alvaro Destúñiga, conde de Plasen- cia, é á don Juan Pacheco, marqués de Villena, é la con- fianza que dellos fascedes, é la granil lealtad é fidelidad que en ello habedes fallado e fallades, por la presente les prometo é seguro en mi fée é verdadera palabra, como rey señor, que guardaré á ellos é á cada uno dellos sus per-

L'Ü

sonas, cosas, é estados, é dignidades, é honras, é fas- ciendas, é vasallos, é rentas.

E nos los dichos arzobispo de Sevilla , é maestre de Calalrava, é conde de Plasencia , é marqués de Yillena, de licencia é mandamiento de vos el dicho señor rey de Castilla, nuestro señor, besando las reales manos á vos el dicho señor rey de Navarra por lo que vuestra señoría nos segura é promete, segund dicho es, juramos, é promete- mos é seguramos nos é cada uno de nos, que antepuesto el servicio de vos el dicho señor rey de Castilla, guarda- remos el servicio de vos el dicho señor rey de Navarra, é su persona, é casa, é estado é preeminencia real. Lo cual todo susodicho é cada cosa dello nos los dichos señores re- yes de Castilla é de Navarra, é asimismo nos los dichos arzobispo, é maestre de Calatrava, é conde de Plasencia é marqués de Yillena juramos á Dios é á Santa Maria é á esta señal de cruz + que corporalmente con nuestras ma- nos tocamos, é á las palabras de los Santos Evangelios, do quier que stan, é votamos solepnemente á la casa santa de Jerusalen, é facemos pleito é homenaje, una, é dos é tres veces, segund fuero é costumbre Despaña. Yo el di- cho señor rey de Castilla , en manos de vos el dicho don Juan Pacheco, marqués de Yillena; é yo el dicho señor rey de Navarra, en manos de mosen Lope de Yega, mi chanciller mayor, caballeros é homes fijosdalgo questan presentes , é lo de nos é de cada uno de nos resciben ; é nos los dichos arzobispo, é maestre, é marqués en las ma- nos reales de vos el dicho señor rey de Castilla nuestro se- ñor; é yo el dicho conde de Plasencia en manos de (1) caballero é borne fijodalgo, que nos é cada uno de nos, en

(1) Hay an claro.

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lo que á cada uno incumbe, tememos, é guardaremos é compliremos todo lo susodicho en esta escriptura conteni- do, é cada cosa é parte dello, realmente á todo nuestro leal é verdadero poder, cesante todo fraude, cabtela, arte/ é engaño , é ficción , é simulación , é toda otra cosa que en contrario sea é ser pueda, é que non queremos, nin ver- nemos, nin pasaremos, nin consentiremos, nin permitire- mos ir, nin venir, nin pasar contra ello ni contra cosa al- guna ni parte dello en alguna manera nin por alguna cab-: sa nin razón ni color que sea é ser pueda.

Otrosí , juramos é prometemos en la forma susodicha de non pedir nin rescebir de nuestro muy santo padre, ni de otro alguno que poder para ello haya, absolución, nin relajación, nin conmutación del dicho juramento , nin usa- remos della aunque nos sea otorgada de propio motu ó á nuestra postulación, ó en otra cualquier manera, é aunque todo concurra ayuntada é apartadamente. E porque el pre- sente los dichos maestre de Galatrava é conde de Plasencia son absentes , es acordado quellos hayan de firmar é sellar esta escriptura de confederación é la enviar é entregar al dicho señor rey de Navarra dentro de cuatro meses , é que si non la enviaren é entregaren en este dicho tiempo, que sean habidos por no comprehensos en ella. En testimonio de lo cual firmamos en esta escriptura nuestros nombres, é mandémosla sellar con nuestros sellos, que fué firmada é jurada por el dicho señor rey de Castilla en la mi vi- lla de Alfaro, é por el dicho señor rey de Navarra en la mi villa de Corella, é por nos los dichos arzobispo de Sevilla é marqués de Villena , en la dicha villa de Alfaro veinte dias de mayo , año del nascimiento de nuestro Se- ñor Jesucristo de mil é cuatrocientos é cincuenta é siete años Yo el Rey.

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Por bajo de esta fii*ma hay un sello grande sobre cera encarnada con las armas de Castilla y León , y luego sigue la firma que dice *'EI Rey Juan." Por bajo hay otro sello grande sobre cera encarnada con las armas de Navarra Alvar Gomes A. Nogueras.

Copia de la donación ó cesión que la princesa doña Blanca hizo del reino de Navarra á favor del rey D. Enri- que IV de Castilla, fecha en San Juan de Pié del Puerto á 50 de abril de 1462.

In Dei nomine amen. Como notorio é público sea quel regno de Navarra bebiese seido del rey don Carlos III , de loable recordación, abuelo de la princesa doña Blanca, primogénita é propietaria señora del dito regno é el dito rey durant su vida, por é como suyo lo tuvo é poseyó pacífi- camente sin estorbo ni intervalo alguno, et empues días é fin del tuvo é poseyó el dito regno la reina doña Blanca, de ínclita memoria, cuya ánima Dios haya, como fija legítima del dito rey don Carlos, madre é señora de la dita prin- cesa doña Blanca, é con la dita señora reina ensemble é por causa della el señor rey don Juhan de present rey de Aragón, mi señor padre, durant la vida de la dita reina tuvo é posseyó el dito regno, et empues dias é fin della, por perjudicar é cuanto en éll era perjudicado á mi señor her- mano el príncipe don Carlos, de gloriosa recordación, que fué, el cual sucedió é debria suceir é sucedió drechament en el dito regno y herencio daquell, tanto segund drecho de natura y encara drecho y ley de escriptura , como segund los testamentos de los ditos rey don Carlos é reina doña Blan- ca,, é en virtut del contrato matrimonial dentre los ditos rey

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don Jühan é reina doña Blanca , por el dito príncipe ser fijo primogénito et legítimo deilos , é por ser é descender el di- to regno por la via é parle maternal, el dito rey don Johan olvidando el amor é deudo paterno por él al dito su fijo el príncipe debido, é movido con cudicia desordenada, sea por si mesmo ó por consejo ó inducion de algunos no leales navarros, é otros extranjeros qui aderieron á éll, empren- dió de privar, é quitó, é le privó al dito príncipe del título de propietario heredero del dito regno, y empues le tomó é ocupó el dito regno contra toda razón é justicia; é porquel dito príncipe quiso leforzar el drecho suyo, visto que por muchas suplicaciones (1) que el dito su padre le bebiese fecho acerca la reparación de la cosa, el dito señor rey su padre demostrando grant odio contra éll y los suyos comenzó fazer grandes (2) rigorosas en sus servi- dores, porque el dito príncipe proseguía su drecho como me- jor podía, sobre seguro lo tomó preso y tuvo encarcelado por dos veces por largos tiempos y en fuertes casticllos é presiones, diciendo quel dito regno era del dito señor rey, é faria dél como de cosa propia, de modo que causante los grandes trabajos é malenconías é penas sufridas por el dito príncipe, é segunt fama é dito de muchas gentes por otra via mallfica hobo de fenescer sus dias el dito príncipe, ad- heriendo en esto á la voluntad del dito señor rey la infanta doña Leonor, mi hermana, mujer del conde de Foix, y el dito conde por muerl del cual dito mi señor hermano el príncipe, é de los ditos mis agüelo é madre, segunt los anteditos drechos y leyes, y encara fuero expreso del dito regno de Navarra, sucesiva ó drechamente como fija mayé)r

{\) Está roto el papel. (2) ídem.

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(le la dita señora reina, empues el dito príncipe yo sucedí en el drecho de heredar, haber, cobrar, tener é posedir el dito regno enterainent, por é como mío, como bienes maternales; é seyendo yo así la primogénita é propietaria señora y heredera del dito regno , é segunt drecho yo te- niendo, é posediendo, ó perteneciéndome tener é posedcr aquell como dito es, el dito señor rey, mi señor é padre, sea á instancia ó importunidad déla dicha infanta mi her- mana é conde de Foix , ó otrament íinte de ser finado el dito príncipe y empues éll finado, seynaladamente me ha feto te- ner en lugares fuertes bien guardada, cuasi como presa, é yo esperando que su señoría entendria en reparar mis fetos é mi drecho, como de continuo me lo proferió así por car- tas como de palabra , dio orden como el fijo mayor de los ditos conde de Foix é infanta contrayese matrimonio con la hermana del rey de Francia , é por ó por medio de sus embajadores trató que empues dias suyos hobiesen de su- ceyr é heredar el dito regno de Navarra los ditos conde é in- 'fanta ó su fijo, y la hermana del dito rey de Francia é yo luego hobiese á ser echada, é desterrada é desheredada del dito regno é. puesta fuera del dito regno , presa en poder de los ditos rey de Francia ó conde de Foix. E concluido entre ellos aquesle grave y enorme caso , yo seyendo en la villa de Olit, el dito señor rey mi señor é padre me mandó hobie- se de partir de ahí et ir con él á ultra puertos, donde se habia de ver con el dito rey de Francia, diciéndome que quería me casase ahí con el duque de Berry que era her- mano del dito rey de Francia, é porque yo era sabidora de lo que los ditos mi padre, hermana y conde de Foix tenían tractado de facer de , dije á su señoría que en ningún caso no iría ni quería ser homicida ni enemiga de mes- ma, el dito señor é padre me fezo partir por fuerza é

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contra mi voluntad daí, é me dio é ordenó gente ultra la que primero tenia , para que bien goardada me llevasen á ultra puertos, como me han traido forzadamente á esta villa de Sant Johan, en donde he seido á pleno certifica- da quel dito mi señor padre, á instigación é importunidat de los ditos conde de Foix é su mujer, mi hermana, me lieva para desterrar, echar y desheredar del dito mi regno de Navarra , é facerme facer donación , renunciación é transport del dito mi regno , ó de parte dell é de otros se- ñoríos, tierras, rentas é derechos que yo he é á perte- nescen, á los ditos conde de Foixé su mujer, ó á sus fijos é nuera, é á otros, é entregáronme presa en poder del dito rey de Francia ó conde de Foix, lodo á fin que los di- tos conde é infanta , ó fijo suyo é nuera hayan de haber el dito regno de Navarra y regnar en aquell contra todo drecho, justicia et buena razón, no hobiendo ni podiendo haber drecho alguno , ante si por causa mia ó empues dias mios la dita infanta ó sus fijos algún drecho podrían ha- ber en el dito regno, aquel han é deben haber perdido por haber cabido (sic) tácita ó expresamente en el destierro, desheredar, capción é presión mia; é debrian suportar et padescer otras penas todavía, porquel dito mi señor é pa- dre es principal percuptor y destruidor de mi honor , he- redat é drechos, y en seguient los ditos conde, infanta é sus fijos. En cuanto al dito mi señor padre no quiero ni en- tiendo proceir á otra cosa por respeito de me ser padre, su- plico al Señor Dios que le quiera perdonar aqueste tan grave caso é pecado contra que soy su carne propia cometido, é le quiera iluminar el entendimiento, de ma- nera que venga en conoscimiento , é faga verdadera pe- nitencia. En cuanto á los ditos conde é infanta é su fijo mayor, que es casado.con la hermana del dito rey de Fran-

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cia, nombrándolos por personas qui han seido é son causa y causadores de las persecuciones , iras paternas dañosas, actos, presiones, destierros é desheredamiento é innume- rables danios en las personas, honor y heredat del dito glo- rioso príncipe mi señor hermano é mia fetos, aunque se- gunt el delicto dellos por otra via requieren ser puynidos, é yo la dita princesa doña Blanca primogénita é señora propietaria del dito regno de Navarra, de present stando en mi plena libertad, ordeno, mando é dejo á la dita infanta do- ña Leonor mi hermana por legítima herencia una arincada de tierra blancua en el jardín (I) ques en la dita villa de Olit , é suele tener el concerje de los palacios reales de la dita villa , el cual jardín es de la corona de Navarra , é es mío é pertenesce á mí, é con la dita arincada de tierra á una m.ando á la dita infanta xxx sueldos carlines en dineros para facer de la dita arincada de tierra , é xxx sueldos carli- nes á sus propias voluntades. E si alguno ó algunos otro ó otros herederos legítimos míos parescian , que de drecho el dito regno y los otros bienes míos debiesen heredar , á ca- da uno de tal ó tales ordeno, mando é quiero sean da- das sendas arincadas de tierra en el sobredito jardín, é ca- da xxx sueldos carlines en dineros á facer (2) pro- pia voluntat, é con la dita arincada de tierra é xxx suel- dos, redro é aparto á la dita infanta é á todos los otros que parecerán é será conoscido por heredaros legítimos míos, así del dito regno de Navarra como de todos é coalcsquiere otros señoríos , tierras, rentas, drechos, honores é bienes que de é por causa mia podrían ó debrian haber y here- dar en cualquiere manera.

. (1) Hay una palabra que no se lée.

(2) Hay una palabra que'no se puede descifrar.

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E queriendo proveir é proveyendo en cuanto al dito reg- no y herencio é recuperación daquel , y si facer se ix)dia á la libertat de mi persona, y perseguir a los que tantos é tan graves é grandes danyos han tractado en las personas, honor y heredat del dito príncipe é mia , é mirando que á ninguno ni alguno aquesto así bien no cumple ni perle- nesce como á vos el muy alto, esclarescido é poderoso se- ñor don Enrique, rey de los reinos de Castilla, señor pri- mo del dito glorioso príncipe é mió, qui en las persecucio- nes, trabajos é necesidades del dito príncipe continuada- mente en los tiempos pasados vos habéis demostrado coa mucho amor, y con grandes gentes é gastos en persona ficistes guerra contra los adversarios del dito príncipe por libertar su persona é recobrarle el dito regno, seguiendo las pisadas del señor rey don Johan vuestro padre, mi señor, el cual en persona entró en el dito regno con grandes po- deres por en favor del dito príncipe por le recobrar la parte del regno de Navarra que le tenían ocupada, por la cual causa ficiestes grandes expensas é recebistes muchos da- nyos en gentes muertas, presas et destrozadas, y es cosa convenient rendir premio á los semejantes, porque segunt recuenta la Santa Scriptura todas las cosas traspasan salvo las buenas obras é misericordiosas, é porque á amor de Dios é del prójimo nos debemos mover; por aquestas causas é por otros justos respectos que de present non curo exprimir, yo la dita princesa doña Blanca, primogénita é señora pro- pietaria del dito regno de Navarra, á la hora de la factoría ó otorgamiento deste contralo, seyendo en mi plena liberlal é sinse goarda alguna, no forzada ni por otra via alguna á esto inducida mas de mi buena libera é agradable voluntad, certificada de todo mi buen drecho en la mejor é mas sana via, forma é manera que de drecho é de feto dicir , facer ni

o o

inlerpretar se puede al bien é ulüidal é seguranza de vos el donatario infraescrilo, otorgo é conozco que en aquesta hora para en adelante , para siempre jamás á perpetuo , por virtut desta present carta he feto é fago gracia , cesión , do- nación é trespasamiento, excausa, donaciones pura, per- fecta et non revocable en ningún tiempo del mundo, á vos el sobredicho señor rey don Enrique» rey de Castilla, que es- •taesabsent, á saber, del dito regno de Navarra é de todas las ciudades, villas, villeros, castellos, lugares, valles y co- marcas daquel, é del direto senyorío é dominio del dito reg- no, enterament sin retenimiento ni reservación de cosa algu- na; é con el dito regno ensemble vos fago gracia, cesión, donación é transport de todas las rentas é drechos ordinarios y extraordinarios daquel, é de las libertades, honores, pre- eminencias é prerogativas qjie yo he ó me pertenescen, é los reyes é señores propietarios é drechureros del dito reg- no, predecesores míos, hablan, tenian é posedian, é les per- lenescian de haber, tener é posedir en cuoalquiere manera en el dito regno é en las ciudades, villas, villeros, lugares, valles et comarcuas daquel , así en lo poblado como non poblado, é sobre las personas habitadoras en aquellos, de cuoalquiere ley, grado, preeminencia, dignidat é condición sean, otorgando é dando vos facultat que vos en vuestro tiempo é vuestros sucesores ó qui aura causa de vos en el suyo, hayades é podades gozar é aprovechar vos de aque- llos á vuestro beneplácito por siempre jamás á perpetuo, como de regno é cosa vuestra propia, asi bien hayades é podaes facer é fagaes justicia criminal é cevil por vos mes- mo ó por los alcaldes, jueces ó oficiales que creareis é dipu- tareis para ello en cuoalesquiere casos que acaezcan, é para que hayaes é podaes requerir é requiras á los alcaides de los castiellos é detenedores de las ciudades, villas, villeros, Tomo XLI 5

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fortalezas, lugares, tierras, valles é comarcuas, en cargo de la fidelidat que me son tenidos, vos hayan á dar, en- tregar é librar luego que requeridos serán realmente el feto los tales castillos, ciudades, villas, villeros, fortalezas, lu- gares, tierras, valles é comarcuas, de manera que aquel quiera, y enteramente vos é vuestros sucesores tener é posseir podaes á vuestra voluntat como regno é cosa vuestra propia, encomendándolas tenencias é regimientos de los tales castillos, ciudades, villas, é lo otro restante del regno aquí por bien terneis: car entregándolo á vos ó á diputado vuestro , yo los do por absueltos de los liomenages ó fideli- dat que á serian é son tenidos. E si requeridos graciosa- mente, non querrán entegrar ni dar vos el dito regno ó la parle que me está ocupada, vos facultat para que les hayaes é podaes facer é fagaes procesos á los tales, é darlos por traidores el confiscar sus bienes, é proceir contra ellos dándoles las penas del drecho, ó alivianar, ó si queréis re- meterles aquellas, é en seguient por via de feto con mano armada, ó otramente como mejor podréis de vuestra pro- pia autoridat é sin mandato ni autoridat de juez alguno eclesiástico ni secular, por vuestra mano hayaes á tomar é toméis el dito regno ó la parte que estara rebelde, en virtut daquesta presenl carta, de manera que enleramente tener é possedir lo hayaes é podéis por vos é vuestros sucesores, é por virtut daquesta present carta; é del dia de hoy en ques feta é otorgada en adelante para siempre jamás, me des- apodero, desisto, é me desvisto del dito regno de Navarra é de todo el drecho, tenencia, propiedal, é posesión é direto dominio, voz, razón é acción que yo he, é tengo, é me pertenescen de haber é tener en el dito regno é en las ciu- dades, villas, villeros, castillos, fortalezas, lugares, tier- ras, valles, é comarcuas, poblados é non poblados, ó sobre

Oi)

las personas é bienes de los habitadores en aquellos, é por tradición y enlegramienlo daquesta dita present carta apo- dero, cntegro, envisto é traspaso á vos el dito señor rey don Enrique é vuestros sucesores lodo el dito regno, ciu- dades, villas, villeros, castillos, fortalezas, lugares, valles, tierras é comarcuas, é personas habitadores en aquel, é todo el diretto dominio, drecho, voz, razón, tenencia, propiedat é seniorío real, corporal, criminal , cevil é natu- ral vel quasi, con todas las acciones reales, personales, úti- les é direltas, é cuoalesquiere otras que yo he, é á per- tenescen é pertenescer deben en cuoalquiere manera é por cuoalquiere título, drecho é razón que sea ó ser pueda, para que del hayades é podaes facer vos señor en vuestro tiempo é los vuestros sucesores en el suyo, vuestras propias voluntades como de regno é cosa propia. Todavía en tal manera é condición he feto é fago la sobredila donación, que vos el sobredito señor rey en vuestro tiempo, é los su- cesores vuestros en el suyo, hayan á ser é seaes tenidos de faceré fagaes las cosas infrascriptas: primeramente vos el dito señor rey seaes tenido, cuanto presto ser podrá, con to- das vuestras fuerzas por via de fuerza é guerra, ó otramente obren la soltura é libertat de mi persona, é recobrar el dito regno de Navarra enteramente, y de que yo, cobrada sol- tura y libertat, haya á tener é possedír, tenga é possida el dito regno é regimiento daquell, aprovechándome del usu- fructo é revenidas daquell ; si caso era que yo contrajese matrimonio é hobiese fijos legítimos, vos el dito señor rey é vuestros sucesores seaes tenidos de relajar esenlamente lodo el dito regno, ciudades, villas, castillos, fortalezas, lugares é tierras daquell enteramente, non obstante la pre- sent donación, á si viva era ó á mis fijos, ante todas cosas satisfaciendo é pagando vos lo que habréis gastado

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por la liberlat mia é recuperación del dito regno. Et en caso que la liberlat de mi dita persona haber non se podie- se , ó hobida aquella yo fallesciere sen criaturas legítimas, vos el dito señor rey é vuestros sucesores teméis por vues- tro el dito regno de Navarra, é gozar daquell como dito es, con condición que seades tenidos de demandar, é proseguir é vengar, é demandéis, prosigaes é venguéis la muerte, in- jurias et danyos del dito glorioso príncipe mi señor herma- no, é así bien los mios, de manera que los que han seido causa é causadores, facedores, consentidores é participan- tes en ello, hayan la pena que sus deméritos requieren; é así bien con condición que vos é vuestros sucesores por siempre seades tenidos de sustentar, favorir, ayudar é dar tanto de lo vuestro como del dito regno de Navarra , aque- llo que les convendrá á saber es: á don Luis de Beamont conestable de Navarra, é sus fijos é fijas, á don Johan de de Beamont é á sus herederos, é á mis criados é servido- res, é á los del dito príncipe qui han seido martirizados é destruidos por seguir la justa querella del dito señor pi-ín- cipe é mia, é por nuestro servicio, (de manera que hon- radamente cada uno, según qui es é ha servido, é sus sucesores hayan con que vivir é sustentarse á su honor, de manera que sean por siempre conoscidos.

E vos, señor, teniendo é cumpliendo aquestas condicio- nes é cosas sobreditas en vuestro tiempo, é los sucesores vuestros en el suyo, yo la dita princesa doña Blanca dona- dora he en convenio, prometo é me obligo de tener, servar, cumplir é goardar con effeto é segund pertenesce , con las ditas condiciones, la sobredita gracia, cession, donación é transport del dito regno é de todo lo en él compreso, como de parte de suso es especificado, é facer valer aquella á vos el sobredito señor rey don Enrique en vuestro tiempo, é

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empues vos á vueslros sucesores, sin contravenir á ello en manera nenguna por ni por otri. E si acaescia que por ó á causa mia por otro á vos ó á vuestros sucesores fuese puesto algún empacho contra esto ó mala voz en el dito regno, y en lo otro ques compreso en la sobredita donación en todo ó en partida, lie en convenio, prometo é me obligo de todo tal empacho contra esto é mala voz qui- tar, redrar é apartar é facer vos buena, firme é valedera sin mala voz, mengua, ó sin costas algunas la sobredita donación por á vos feta , como sobredito es. E allende desto he en convenio, prometo é rae obligo de non revocar, contradecir , anullar , ni retractar la sobredita gracia , ces- sion, donación é traspasamiento en tiempo ninguno, vos en vuestro tiempo é los sucesores vuestros en el suyo, te- niendo, goardando et compliendo las condiciones de parte de suso specificadas, é cada una dellas, por ninguno ni alguno otro caso ni casos que los drechos ponen , porque las donaciones pueden ser revocadas, aun en caso que me fuésedes ó seades desagradecido, é comeliésedes de ser en contra mi honra , ni por otra razón alguna ; car yo certifi- cada de todo mi buen drecho, renuncio 6 aparto de los ditos drechos, é cuoalesquiere otros que para revocar, anular , mengoar ó contradecir esta dita donación en todo ó en parle me podrían dar favor é ayuda, aunque sean casos igoales, mayores ó semejables, de los que aquí son compre- sos. E si acaesciese que en todo ó en parle por fuese revocada, anulada, mengoada ó eontradila la dita dona- ción , é contra aquella ficiese acto alguno desde agora para la hora, é de la hora para agora, revoco, caso é anulo la dita revocación, anulamiento, mengoa é contradicion , é otro cuoalquierc acto que en contrario desto é de lo conte- nido de parle de suso ficiese, certificando é declarando.

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como certifico é deciaro á cuanlos la present verán que la tal revocación, anulamiento, mengoa ó conlradicíon, é otro cuoalquiere acto en contrario feto, seria é será feto facer á forzadamente é contra mi volunlat, detenién- dome presa ó fuera de mi libertat é por temor de ser peor tratada; mas no porque mi querer ni voluntat sea de ani- (piilar ni contravenir en tiempo nenguno á la dita donación por á vos feta, en todo ni en parte en ninguna ni alguna manera, é á tener, servar, cumplir é goardar con cfe- lo (\) grficia , cesión, donación é Iransport, é cada una de las otras cosas en el present contratro contenidas, sen contravenimiento alguno, yo la dita princesa doña Blan- ca me obligo so encorrer é pagar ¿e pena é ¡)or pacto con- vencional, que entre vos é quiero sea la suma ó cuantía de un cuento ó milion de doblas doro de la banda, buenas é de buen oro é justo peso de las que se usan é corren en el dito regno de Castilla , de la quoal dita pena si encorrer acaescia, quiero, consiento é me place que la mia parle haya á ser é sea para la Sede apostólica ó cuoalquiere otro con- sistorio é juez eclesiástico ó emperador, rey ó señor secular ante quien será feta demanda ó quistion á causa 6 razón de la conservación é comjjlimiento de la sobredita donación, é de todo lo otro de parte de suso expresado, á fin que me compelan á tener é cumplir todas é cada una de las cosas sobreditas, á la jurisdicción, coerción, conoscimiento é jui- cio é compulsa de los cuales é de cada uno é cuoalquiere dellos me someto; é las otras tres partes de la dita pena hayan é sean para vos el dito señor rey de Castilla ó vuestros sucesores ó hobientes causas, el en cara; quiero , consiento é rae place que, pagada la dita pena ó non pagada una ó

(í) Hay una palabra que no se lee por estar rolo el papel.

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mas é cuantas vegadas acaezcira encorrer, que la sobredita gracia , cession , donación é transport del dito regno é de las otras cosas sobreditas sea siempre valedera é surta su de- bido efelo é valor, según de parle de suso es especificado é contenido sin contrasto, empacho ni impedimento alguno. E para esto é cada una cosa é parte dello así tener, cum- plir, servar é goardar sin contravenimiento alguno, yo la dita princesa doña Blanca ante todas cosas juro é prometo mi buena fe real por una, dos ó tres veces, et en seguient obligo el dito regno de Navarra é todas é cuoalesquiere otros señoríos, rentas , drechos é bienes muebles y raices que yo he é €*í pertenesccn de haber é habré en adelante en cualquiere regnos é señoríos en cualquiere manera, é suplico cuanto humilmente puedo á nuestro señor el papa, é do poder cumplido á los cardenales, arzobispos, obispos é sus delegados ó auditores, é al señor emperador é á cuoalquiere rey ó señor, ó sus alcaldes ó jueces por ánle quien esta present carta será mostrada, é fuere demandado compli- miento de lo en ella contenido, que pronuncien sus senten- cias contra é me condepnen é costreyngan por todos los remedios del drecho á tener é goardar é facer cumplir é haber por firme é valedero todo lo que dito é contenido es en la present carta. E por seguridat, inicien é goarda de to- do lo sobredito, generalmente renuncio é aparto de mi é de mi favor, ayuda é defensión toda ley, fuero, drecho, uso, costunbre, é toda buena razón é defensión, é todo acorro é auxilio de drecho ordinario y extraordinario, canónigo é cevil, eclesiástico et secular, scrípto é por escribir. Asimes- mo renuncio toda protestación o protestaciones que yo ó otro por haya dito, ó feto, ó protestado, ó ficiere,dijiere é protestare daquí adelante ante cuoalesquiere alcalde 6 jueces, ó ante otras personas cuoalesquiere para ir ó ve-

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nir en contra lo que dito es, ni en contra parle dello en ninguna ni alguna manera, especialmente renuncio á la \ . . (i) . . s drechos dicen que general renunciación ....

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é yo así la renuncio, que non me vala ni

acorra ni aproveche en ninguna ni en alguna manera. Et en ultra yo la dita princesa, para en este caso; é para en razón de lo contenido en la present carta renuncio especial- mente y expresa las leyes de los emperadores Jusliniano é Beleyano (2), que son é fablan en favor de las mugeres, é renuncio á mi propio fuero , juez y alcalde , é á toda su defen- sión é ayuda, que contra lo sobredilo dellos é de cuoalquiere dellos haber, ni fallar, ni aprovechar me pediese. Las cua- les ditas leyes, drechos é fueros por renunciados me fueron fetos entender por el notario et secretario infrascrito. Feta fué aquesta carta en la manera sobredicha. Testigos

(1) En estos claros esta roto el papel en el original.

(2) No se encuentra en la historia emperador alguno así llamado, echándose de ver por consiguiente una grosera corrupción en esta fórmula jurídica de que usaban con harta frecuencia los notarios de la época. Lo que querrían decir, según se puede sospechar con fun- damento, es que se renunciaba, siempre que se hacia uso de aque- llas palabras, á los privilegios introducidos por Justiniano en favor de las mujeres, y al senado-consulto Veleyano, mas comunmente conocido en los tiempos medios con el simple nombre de Veleyano, el cual hizo cambiar de una manera notable la condición de la mu- jer en materia de obligaciones.

El ver escrito Beleyano en lugar de Veleyano no causará extra- üeza á quien haya observado en todos estos documentos la estrecha afinidad que hay entre la lengua y escritura de Navarra y la lengua y escritura de Francia , donde á cada paso se ven instrumentos pú- blicos de la edad media , en los cuales, usándose de una fórmula igual á la de esta escritura de cesión, se lee que renunciaban las mujeres au bcncfice BcUeyan et Dividryan , ele.

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son Ximeno de Vergara, maslrc de boslal, é Pero Pérez de Irurita, cambiador de dineros, anio mgccclxíj, xxx.° dia de abril, en la villa de San Juan [derPié del Puerto Nota- río Boronder.

Copia de capitulación original entre los reyes de Aragón y Castilla, sobre la conducta que habían de observar con los que habian seguido su partido en la merindad de Es- tella, fecha á 2 ij 21 de marzo de 1464.

Archivo general de Simancas. Capitulaciones con Aragón y JSavan'a, legajo núm. •I».

Por senyal de buen amor é concordia es apuntado é con- cordado entre los señores reyes de Castilla é de Aragón lo siguiente:

Que , entregadas al dicho senyor rey de Castilla ó á quien su poder hobiere por el dicho senyor rey Daragon, los lugares é fortalezas de Moniardin é Dicastiüo que son en la merindat de Stella , é asimismo las villas é fortalezas de Miranda é la Raga, que dende en adelante el dicho señor rey de Castilla deje é desampare á todos los que le han seido é son rebelles al dicho senyor rey Daragon en el dicho su regno de Navarra, de cualquiere ley, stado ó condición sean ó ser puedan, salvo aquellos que son é entran en la dicha merindat de Stella, por lo que tienen en ella, que des- de alli adelante no les dará favor ni ayuda alguna púbiica ni secretamente, diiele ni indirete, é mandará expresamente por sus pregones, sopeña del mal caso é fidelidat, á todos los de sus regnos, é asimismo á todos los otros vasallos suyos que están so su señorío ó obediencia en el regno de Na-

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varra, que non gelo den, é asimismo que mandarán prego- nar que cualesquier sus subditos naturales que con ellos están que los dejen é desemparen é no les den favor ni ayuda alguna; é si non lo ficieren, que el dicho señor rey de Castilla proceda contra ellos é contra sus bienes, é que esto mismo haya de facer é faga el dicho senj^or rey Daragon á cualesquiere personas sus vasallos, é sub- ditos é naturales decualquiere estado ó condición que sean, que rebellaren é ocuparen al dicho señor rey de Castilla la dicha villa de Stella ó sus fortalezas, é otras cualesquier cosas de su merindat, ó las dichas villas que agora le dan en las dichas prendas como dicho es, é contra los que les dieren favor é ayuda, según que en el dicho caplíulo se con- tiene, que lo ha de facer el dicho señor rey de Castilla á sus subditos é naturales; pero que si los caballeros é otras personas que tienen bienes é heredamientos en la dicha merindat de Stella, fueren á facer la dicha fidelidat debida al dicho senyor rey Daragon por si é por sus procuradores por lo que tienen en sus regnos fuera de la dicha merindat, é le entregaren las dichas fortalezas que tuvieren del dicho senyor rey de Aragón , después que fueren entregadas las susodichas villas é fortalezas en ochenta dias, que el dicho senyor rey Daragon los perdone é restituya; é si no lo ficie- ren , que el dicho señor rey de Castilla los deje por lo que tienen de fuera de la dicha merindat.

ítem, es apuntado é concordado que si el dicho señor rey de Castilla tuviere manera que dentro de ochenta dias primeros siguientes don Juan de Cardona é Don Jaime, Daragon é otros cualesquier de los regnos Daragon é de Valencia, que se hayan mostrado por ól otros tiempos pasa- dos, que entreguen algunas fortalezas, si tienen del dicho senyor rey Daragon, é le fagan la debida fidelidat por ó

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por sus procuradores, en los dichos regnos acostumbrada, quel dicho senyor re} Daragon los perdone é resliluya. E si non lo ficieren dentro del dicho término , quel dicho señor rey de Castilla los deje é desempare, é no les ni consien- ta ser dado favor ni ayuda, antes proceda contra los que el contrario ficieren, según se contiene en el capítulo antes des- le que lo ha de facer contra los que favorecieren á los re- belles en el dicho regno de Navarra; é otrosí, que los di- chos senyores reyes non den favor ni ayuda alguna á cua- lesquiere ciudades, villas, lugares é fortalezas que están rel)elles ó se rebellaren en sus regnos é senyoríos, para que de ellos fagan danyos algunos en los regnos del otro; é que el dicho seííor rey de Castilla mande pregonar que cuales- quier sus subditos é naturales que están en Catalunya en la parte rebeile al dicho senyor rey Daragon, que se ven- gan á sus regnos, é si non lo ficieren, proceda contra sus personas é bienes por todo rigor de drecho.

Lo cual todo susodicho é cada cosa dello , los dichos senyores reyes de Castilla é de Aragón juraron á Dios é á Santa Maria, é á esta senyal de -f* é á las palabras de los Sanios cuatro Evangelios do quiere que están , é ficieron pleito é homenaje una, dos é tres veces, al fuero, costum- bre Despanya el dicho senyor rey de Castilla en las manos de Don Juan Pacheco, marqués de Villena ; é el dicho sen- yor rey Daragon en las manos de moss. Rodrigo de Rebo- lledo, caballeros é hombres fijosdalgo que estaban presentes, é dellos lo recibieron que ternán, guardarán é complirán todas las cosas é cada una dellas en esta escriptura conte- nidas, é cada una dellas realmente con efeto, cesante todo fraude, cautela, é enganyo, é ficción, é simulación é toda otra cosa que en contrario sea ó ser pueda, del cual jura- mento non demandarán absolución, dispensación ni con-

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mutación , ni usarán della en caso que les sea atorgada de propio niotu por su postulación, ni en otra cualquiere ma- nera. De lo cual los dichos senyores reyes mandaron facer dos escripturas en un tenor, para cado uno dellos la suya, las cuales firmaron con sus nombres é sellaron con sus sellos, que fueron fechas é alorgadas, firmadas é juradas por el dicho senyor rey Daragon en la villa de Gorella á dos dias de marzo, anyo del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo mil é cuatrocientos é sesenta é cuatro anyos, desdel cual dia corren los términos en esta escriptura contenidos; é por el dicho señor rey de Castilla, en la villa de Madrid veinte uno dias de marzo del dicho anyo. Yo el Rey Rex Joannes. Hay un sello grande debajo de la firma del rey de Aragón y Navarra.

Copia de la capitulación original de tregua por un año entre don Gastón , conde de Foix y su miiger dona Leonor , á nombre del rey don Juan de Aragón y Navarra, y el rey don Enrique de Castilla, fecha á 9 de julio de 1464.

Archivo general de Simancas. Capitulaciones con Aragón y Navarra, legajo núm. 1.°

In dei domine amen. Manifiesto sea á lodos que en el año del nascimiento de nuestro Señor Jesucristo mil cua- trocientos sesenta é cuatro de la dozena indicción é del Santísimo in Ghristo padre é señor nuestro Pió por la divi- na providencia, papa segundo, año sexto, á nueve dias del mes de julio, en la ciudat de Pamplona, dentro una cámara del palacio donde de presente están aposentados los muy ilhistrcs señores don Gastón, conde de Foix é de

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Begorra, é señor de Bearn, é doña Leonor por la gracia de Dios infante de Aragón é de Navarra, condesa de Foix, etc., su muger, lugar tenientes generales por el muy alto é muy esclarecido príncipe é señor, el señor don Johan , rey de Aragón é de Navarra , en este su regno de Navarra , pre- sente mí notario é secretario, é los testigos infrascriptos, personalmente constituidos los dichos señores conde é in- fante, por é como lugar tenientes generales sobredilos, é el manífico licenciado Antón Nuñes, oidor é referendario é del conseio del muy alto é muy poderoso príncipe rey é señor don Enrique, rey de Castilla é de León, en nombre é como procurador del dicho señor rey de Castilla , segund que de su poder consta por carta firmada del nombre del dicho señor rey de Castilla, é sellada con su sello, despa- chada por Alvaro Gómez de Cibdad Real, secretario de su alteza , Ja cual en el fin de los capítulos siguientes es inser- ta, apuntaron, concordaron, firmaron é juraron los capítulos infrascripto todas é cada unas cosas en ellos, é en cada uno dellos contenidas, los cuales son del tenor siguiente.

Las cosas apuntadas é concordadas entre el muy alio é rauy poderoso príncipe, rey é señor don Enrique, por la gracia de Dios, rey de Castilla é de León, é el licenciado de Cibdad-Rodrigo del su Consejo, en su nombre, é por vir- tut de su poder especial que para ello tienen, el tenor del cual va de yuso inserto de la una parte, é los muy illus- tres señores don Gastón , conde de Foix é de Begorra , é doña Leonor, infante de Aragón é de Navarra, condesa de Foix, etc. , su muger, en nombre é como lugar tenientes generales en el regno de Navarra, del muy esclarecido é muy excellenle príncipe, rey é señor don Juan , por la mes- ma gracia, rey de Aragón, é de Navarra, su padre, é por é en nombre dellos de la otra son los siguientes:

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Primeramente, es apuntado é concordado que entre el dicho señor rey de Castilla é sus regnos é señoríos, é en las villas, é lugares, é castillos, é fortalezas, é tierras, é ca- balleros, alcaides, capitanes, escuderos, é personas, é gentes é vasallos que él tiene é posee , é por él están en la merindat de Stella, é las otras cualesquiere que tiene, é por su parte ó á su obediencia ó servicio están en el di- cho regno de Navarra, é los que están en voz é en nom- bre de la illustre princesa doña Blanca , en el dicho regno de Navarra, é todos los otros sus señoríos, personas, va- sallos, subditos é naturales, é sus adherentes, amigos, é aliados, é parciales en el dicho regno de Navarra de cual- quiere estado, condición, dignidal ó preeminencia sean, é cualquier ó cualesquiere dellos de la una parte , é el dicho señor rey de Aragón é de Navarra, é los dichos señores conde é infante por é como lugar tenientes generales del dicho señor rey, su padre, é todas las Cibdades, é villas, é lugares, castillos é fortalezas é tierras, caballeros, capi- tanes, alcaides, escuderos, personas é gentes cualesquiere del dicho regno de Navarra que á obediencia é servicio del dicho señor rey de Aragón é de Navarra, é de los dichos conde é infante , é por la corona del dicho regno de Navarra están, é sus adherentes, amigos, aliados é parciales, é cualesquiere é cualquiere dellos de cualquiere estado, con- dición , dignidat ó preeminencia sean de la otra , haya é se guarde, é tenga tregua é sobreseimiento de guerra en los dichos reinos é señoríos de Castilla é de Navarra por tiempo de un año complido, contadero desde el primero dia del mes de junio mas cerqua pasado de aqueste año mil ccccLX quatro en adelante.

Ítem, es apuntado é concordado que durante el tiempo del dicho año de la dicha tregua é sobreseimiento de gucr-

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ra, las unas partes contra las otras, ni las otras contra las otras , ni ninguno ni alguno de los susodichos principales adherentes ó aliados de la una parte contra los de la otra, nin contra cualquier dellos, nin los otros contra los otros se hayan de facer, nin fagan, nin consientan facer por ma- nera alguna guerra , robos , presiones , lomas nin embar- gos, nin otros males nin daños en personas nin en bienes, nin en las villas é castillos, fortalezas, ni tierras que tie- nen é por ellos están, nin en otra manera alguna por ni por otros, pública ni ocultamente, direte ni indirete, nin por causa de entregas, prendas, reprendas, marquas, nin contra marquas, nin por otros daños algunos fechos en tiem- po de paz ó de guerra, ó de sobreseimiento, ó de treguas pasadas, nin por otra causa ni razón, nin color, que sea pensada ó por pensar , antes que hayan de estar é estén por todo el dicho tiempo de un año los unos con los otros é los otros con los otros en todo buen sosiego é cesamiento de guerra, é que asimesmo sean seguros cualesquiere extran- jeros de cualquiere nación, estado, dignidad, condición ó preeminencia sean, que en este dicho tiempo de esía dicha tregua fueren, vinieren ó estovicren en los dichos regnos é señoríos de Castilla é Navarra.

Ítem, por cuanto la voluntad de los sobredichos señores es que, durante el tiempo del dicho sobreseimiento, los rei- nos é señoríos de cada una de las partes vivan en toda tran- quilidal é reposo, es apuntado é concordado que los de los reinos é señoríos del dicho señor rey de Castilla , é de lo que por su alteza está en el dicho regno de Navarra, é los so- bredichos que tienen el nombre é voz de la dicha señora princesa, puedan libre é seguramente venir en cualesquier cibdades, é villas é lugares del dicho reino de Navarra, es á saber: en los que están á la obediencia é servicio del di-

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cho senyor rey de Aragón é corona de Navarra, é los oíros puedan ¡r libre é seguramente á cualesquier cibdades, vi- llas é lugares, tierras é señoríos del dicho señor rey de Gas- tilla, é á su obediencia ó á nombre é voz de la dicha seño- ra princesa en el dicho reino de Navarra estantes , é los unos con los otros, é los otros con los otros puedan conver- sar é conversen, comuniquen, é hayan é fagan sus merca- derías é comercios, pagando sus drechos acostumbrados, é que, durante el dicho tiempo del presente sobreseimiento, el dicho comercio por intereses ó causa alguna non pueda ser vedado nin revocado, con aquesto empero que en las cibda- des, villas, castillos é lugares cercados de la una parte, ninguno de la otra parte, nin los de la otra á los de la otra pueda entrar si non demandada é obtenida primero licencia del capitán, alcaide ó alcalde, ó juez ordinario de cualquier de las tales cibdades, villas, castillos é luga- res cercados. E si caso fuese que alguno ó algunos sin la li- cencia sobredicha entrasen, que sea arbitrio del capitán ó del principal oficial ó juez ordinario del tal lugar de le dar la pena que querrá.

ítem, es apuntado é concordado, por evitar todas causas é ocasiones de rompimiento de la dicha tregua , que cual- quiera ó cualesquiere facultades ó mandamientos dados ó. otorgados á cualquier ó cualesquiere personas, villas ó lugares de los dichos reinos de Castilla é de Navarra para facer prendas, reprendas, entregas ó represarías sobre los daños ó cosas fechas en los tiempos pasados en paz, ó en tre- gua, ó en guerra , ó en otra cualquier manera, sean suspen- didos, é las partes, ni personas, ni justicias á quien atañe ó se dirigen, no puedan usar ni usen dello en el dicho tiem- po del dicho año de tregua , é que á mayor ahondamiento los dichos señores reyes é infante , é cada uno dellos los

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hayan de suspender é suspendan por el dicho tiempo por sus cartas patentes , las cuales hayan de facer publicar é pregonar dentro de cuarenta días primeros siguientes en los lugares de las fronteras, é dende en adelante en el dicho tiempo de un año no hayan de dar, ni otorgar, di den, ni otorguen otros mandamientos ni facultades algunas de nuevo sobre la dicha razón, é si se impetrasen que no sean cum- plidos.

Ilem, es apuntado é concordado que, puesto que den- tro el dicho tiempo del dicho año desla dicha tregua é so- breseimiento de guerra, alguna prenda ó reprenda, corrida, ó otro mal ó daño se fagan de una parte á otra , é de la otra á la otra , una , é dos é tres ó mas veces , lo que Dios no quiera, que por aquello non se pueda facer reprenda, ni se entienda la dicha tregua por aqnello rompida, antes la dicha tregua se guarde é tenga , é quede firme en su fuer- za é vigor todo el dicho tiempo del dicho año, en tal ma- nera empero que si la tal cosa se ficiere por los de la parto del dicho señor rey de Castilla, é de los que están en voz é en nombre de la dicha señora princesa , quel dicho señor rey de Castilla sea tenido é obligado de lo facer restituir, é tornar, emendar é reducir en el primero estado realmente é con efeto, é sin poner en ello compensación, ni dilación ni tardanza alguna; é asimesmo si se ficiere por alguno ó al- gunos de los de la parte del dicho señor rey de Aragón é de Navarra ó de la dicha señora infante, ó de aquellos que por la corona del dicho regno de Navarra están , que su señoría é cada uno ó cualquier dellos sean tenidos é obli- gados de lo facer restituir, é tornar, é emendar, é redu- cir en su primero estado, segunt é en la manera é forma que dicha es; é que allende de la dicha emienda é restitu- ción, que los quebranta dores de la dicha Iregua sean puni- ToMO XLI 4

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dos corporalmente, es á saber: si fuere noble, ó caballero, ó gentilome, que sea descabezado; é si fuere de otra condi- ción, que sea enforcado; é que la tal pena non pueda ser ni sea redemida, diminuida, quitada ni perdonada por rescate, favor, auloridat ni por otra causa ni razón alguna.

ítem, es apuntado é concordado por mayor conservación é entretenimiento de la dicha tregua, que cuatro personas por la parte del dicho señor rey de Castilla, cuales los di- chos señores conde é infanta, por carta signada de escriba- no é firmada de los nombres suyos , é sellada con su sello nombrarán, é los alcaides de los castillos, é capitanes, é merinos, é alcaldes, é justicias, é regidores de las cibdades é villas de Logroño, de Calahorra, de Alfaro, de Viana , de los Arques, de la Raga, de Miranda, de Dicastillo, de Le- rin , de Azagra, de Sant Adrián, de Montjardin, de Torral- ba é de Agreda , los que de presente son ó por tiempo serán de la una parte, é cuatro otras personas por la parte del di- cho señor rey de Aragón é de Navarra, las qucl dicho licen- ciado, en nombre del dicho señor rey de Castilla, por carta signada de escribano, é firmada del nombre del dicho licen- ciado, é sellada con su sello nombrará, é los alcaides, é capitanes , é merinos , é alcaldes , é regidores de las cibda- des, é villas, é lugares de Pamplona, de Stella, de Tudela, de Arguedas, de Vallierra, de Villafranca, de Olite, de Peralta, de Marzilla, de Falces, de Tafalla, de Artajona, de Mendigorria é de la Puente de la Reina, que son de pre- sente ó por tiempo serán de la otra , hayan de facer é fagan juramento solemne queternán, é guardarán, é farán tener é guardar bien é fielmente la dicha tregua, é non consin- tirán, ni darán lugar que desde las dichas ciudades , villas, castillos, fortalezas é lugares, ni de alguno dellos sea que- brada ni fecho robo, ni mal, ni daño, ni prenda, ni repren-

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da contra el tenor é forma de lo en esta escriplura é capí- tulos contenido; é que si lo contrario se Gciere ó tentare por cualquiera ó cualesquiere personas, que luego como lo supieren o sintieren en cualquier manera, lo vedarán é re- sistirán, é con toda diligencia é sin cautela alguna, prende- rán é tomarán á los que lo ficieren, é todos los bienes é co- sas que levaren ó toviereo, para facer dellos justicia, reslilii- cion , emienda é satisfacción á los danmificados , la cual ha- yan de facer é fagan luego sin detenimiento alguno; é que los dichos señores reyes, conde é infante, sean tenidos de compellir é compelían á los sobredichos cada uno, á los de su parte, que en todo caso é en toda manera fagan el dicho juramento é solemnidat de hoy dia de la fecha desta escrip- tura en cuarenta dias primeros siguientes, é hayan de dar é den delio la una parte á la otra, é la otra á la otra ins- trumento signado en forma pública dentro de otros diez dias primeros siguientes en adelante.

E si conteciese por ventura que los quebrantadores de la dicha tregua, llegando en ciudat, villa, castillo, fortaleza ó logar alguno de los sobredichos con cabalgada ó robo al- guno, por culpa ó negligencia de los sobredichos oficiales ó de alguno dellos, se fueren en tal manera que sus personas, para facerse justicia, é los bienes que robado habrán para se restituir, haber no se iwdrán, que en tal caso los alcaides, si en los castillos, ó fortalezas, é los capitanes, alcaldes, jus- ticias é pueblos, si en ciudades villas ó logares, ó en alguno dellos retraídose habrán, sean tenidos é obligados satisfacer, pagar é emendar los daños fechos á los damnificados , lo cual ejecutar é les facer tener é complir hayan de facer las personas que .en el siguiente capítulo de parle de yuso con- tenido, para entender en la observación de la presente tre- gua, depulados serán.

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ítem , es apuntado é concordado que por mayor con- servación é ejecución de la dicha tregua é de lo sobredicho hayan de ser é sean nombradas é diputadas dos personas, la una por la parte del dicho señor rey de Castilla, é la otra por la parte de los dichos señores rey de Aragón é de Na- varra, conde é infante, con poder é facultad para ver, é librar, é determinar, é facer restituir, é emendar todos é cualesquier males, é daños, é cosas que durante el tiempo del dicho año de la tregua , é contra el tenor é forma de lo en esta scriptura é capítulos contenido, fueren fechas é acaescieren en cualquier manera de la una parte á la otra, é de la otra á la otra. E porque puedan proceder é proci- dan contra los quebrantadores de la dicha tregua, é ejecu- tar é ejecuten en sus personas é bienes, é de cualquiera dellos las penas susodichas é las otras en que de derecho incurrieren, asimesmo hayan de tener é tengan poder é fa- cultad para ver, é librar, é determinar, é facer justicia á las partes á quien atañe cerca de los daños, é prendas, é reprendas, é cosas fechas, é acaescidas en la tregua que aun dura, la cual comenzó correr del noveno dia del mes de mayo mas cerqua pasado.

ítem , es apuntado é concordado que sean luego asi- mesmo deputadas otras dos personas, una por cada parte, las cuales hayan poder é facultad para ver, é determinar é facer justicia é restitución á las parles á quien atañe acerca de los daños é cosas fechas desde la firma de la tre- gua fecha en Corella fasta el dicho noveno dia de mayo.

Ilem , es apuntado é concordado que si las cuatro per- sonas que han de jurar por la parte del dicho señor rey de Castilla de tener é guardar esta tregua , los cuales han de ser nombrados por los dichos señores conde é infante , se- gunt que de suso en estos dichos capítulos se contiene,

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non la quisieren jurar, aeceplar, é estar por ella, que sus personas, é bienes, é las villas é logares de su palrimonio que tienen en la dicha merindal Destella, é las otras que por ellos é sus parciales están en cualquiere manera en el dicho reino de Navarra, queden fuera de la dicha tregua; é que el dicho señor rey de Castilla por sí, nin por sus gentes, nin por otras interpósilas personas , non les haya de favorecer, ni ayudar, ni favorezca, ni ayude durante el dicho tiempo de la dicha tregua, directamente ni indiretta, públicamen- te ni oculta , aunque por la parte de los dichos señores rey de Aragón é de Navarra , é conde de Foix é infante les sea fecha guerra; é que por esto non parezca ni se entienda que- brada la dicha tregua, antes quede en su fuerza é vigor.

ítem , es apuntado é concordado que si las cuatro per- sonas de la parte del dicho señor rey de Aragón é de Na- varra, que han de jurar de tener é guardar la dicha tre- gua , los cuales han de ser nombrados por el dicho licencia- do en nombre del dicho señor rey de Castilla , seguut que de suso en estos dichos capítulos se contiene , no quisieren jurar, acceptar é estar por ella , que sus personas é bienes, é villas , é lugares de su patrimonio que tienen , ó por ellos ó por sus parciales están en el dicho regno de Navarra en cualquiere manera, queden fuera de la dicha tregua ; é que los dichos señores rey de Aragón é de Navarra , é conde é infanta, ni alguno dellos por sí, ni por sus gentes, ni por otras interpósitas personas, non les hayan de favorescer , ni ayudar, ni favorezcan, ni ayuden durante el dicho tiempo de la dicha tregua, directamente ni indirecta, públicamente ni oculta , aunque por la parte del dicho señor rey de Cas- tilla les sea fecha guerra ; é que por esto non parezca ni se entienda quebrada la dicha tregua, antes quede en su fuerza é vigor.

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Ilem, por mayor firmeza é seguredat de lo susodicho es apuntado é concordado que el dicho señor rey de Castilla, dentro de veinte dias primeros siguientes, contaderos de la fecha de la presente scriptura, haya de confirmar, é aprobar é jurar, é confirme, é apruebe, é jure solemnemente la di- cha tregua, é todo lo en esta dicha escriptura é capítulos contenido, el cual juramento haya de facer en presencia de la persona que por los dichos señores conde é infante, lugar tenientes sobredichos para ello deputados será, á la cual per- sona se haya de delibrar la dicha confirmación ó juramento por escriptura auténtica, firmada del nombre del dicho se- ñor rey de Castilla é sellada con su sello.

ítem, es apuntado é concordado por mayor corrobora- ción de lo sobredicho, que el dicho señor rey de Aragón é de Navarra haya de confirmar é aprobar, é jurar, confirme, é apruebe, é jure la dicha tregua é todo lo en los presentes capítulos contenido, de lo cual haya de constar por escrip- tura patente, firmada de su nombre é sellada con su sello, la cual se haya de entregar c entregue en poder del dicho licenciado ó del alcaide de la Raga , ó de su lugar teniente dentro de veinte dias primeros siguientes.

ítem, es apuntado é concordado que asimesmo el sere- nísimo é cristianísimo señor rey de Francia, por cuyo aca- tamiento é contemplación se face é otorga la dicha tregua, haya de prometer é prometa poj* su fe é palabra real, c i)or su carta patente firmada de su nombre é sellada con su se- llo, que la fará tener é guardar á la parte del dicho señor rey de Aragón é de la dicha señora infante 6 regno de Na- varra, la cual se entregue al que el dicho licenciado por ella enviare.

ítem, es apuntado é concordado que la dicha tregua é sobreseimiento de guerra se haya de publicar, é pregonar,

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é publique, é pregone por las villas é logares de las fronte- ras dentro de diez días primeros siguientes, lo cual se haya de mandar facer é poner en obra por cada una de las dichas partes, en los lugares é villas de sus fronteras.

La forma del poder del dicho licenciado es segunt se sigue.

Don Enrique por la gracia de Dios rey de Castilla , de León, de Toledo, de Gallicia, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Jaén, del Algarve, de Algecira, de Gibraltar, é señor de Vizcaya é de Molina. Por cuanto el rey de Fran- cia, nuestro muy caro é muy amado hermano, primo é aliado , nos envió rogar é exhortar con su embajador que sobre ello á nos envió, que nos pluguiese de dar é otorgar tregua al regno de Navarra , é á las villas é logares , cas- tillos é fortalezas del ; por ende , por acatamiento é contem- plación del dicho rey de Francia , nuestro hermano , é con- fiando de la discreción é legalidat de vos el licenciado Antón Nuñez, nuestro oidor é referendario é del nuestro Consejo, por esta nuestra carta damos é otorgamos todo nuestro po- der complido segunt que lo nos habemos, é segunt que mejor é mas compiidamente lo podemos é debemos dar é otorgar de drecho á vos el dicho licenciado, para que por nos é en nuestro nombre podados tratar, é apuntar, con- cordar, fírmar é jurar tregua é sobreseimiento de guerra entre nos é nuestros regnos, é tierras é señoríos, é las vir Has, é tierras, é fortalezas, castillos, é logares, é gentes que nos tenemos , é por nos están en el dicho regno de Na- varra, así con el ínclito conde de Foix, é con la infante, su mujer, nuestros muy caros é muy amados primos, é con cada uno dellos, como con otra ó otras cualesquiera per- sonas que para ello poder tengan , por el tiempo é en la forma é con las cláusulas, vínculos, é condiciones, é fir-

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mezas, é obligaciones, é juramentos, votos, submisiones que á vos bien visto fuere, é para que la dicha tregua por vos así asentada la publiquedcs é fagades publicar é prego- nar, é mandedes de nuestra parte guardar en todas las cibdades, é villas é logares de nuestros regnos é señoríos, é los que tenemos en el dicho regno de Navarra, para que sea guardada é non sea quebrantada so las penas é casos que vos de nuestra parte les pusierdes é mandardes, las cua- les nos les ponemos por la presente; é para que podades diputar é nombrar cuaiquiere persona ó personas para en- tender é determinar sobre cualesquiere prendas é cosas que se ficieren é cometieren de una parte á otra, é desatar cualesquiere agravios, porque la dicha tregua mejor sea guardada é conservada. E cuant complido, é bastante po- derío é facultad nos habemos para todo lo que dicho es , é para cada cosa dello, tal é tan complido lo otorgamos é da- mos á vos el dicho licenciado con todas sus incidencias, dependencias, é emergencias, é conexidades. E todo cuan- to por vos fuere fecho., é asentado, apuntado, jurado, pro- metido, votado é obligado, é cuaiquiere tregua, seguro é sobreseimiento que vos en nombre nuestro fizierdes é asen- tardes, firmardes, promelierdesé concordardes, por la pre- sente prometemos é nos obligamos de lo guardar é mandar guardar, é tener, é compür, é mantener realmente é con efecto, todo fraude é cabtela cesante, so obligación de nues- tros bienes fiscales é palrimoniales que para ello expresa- mente obligamos, é por mayor firmeza juramos á Dios é á Santa María, é á esta señal de Cruz + é á las palabras de los Santos Evangelios de lo tener, é guardar, é complir, é man- dar guardar realmente é con efeto, en testimonio de lo cual mandamos dar esta nuestra carta firmada de nuestro nom- bre é sellada con nuestro sello. Dada en la villa de Madrid

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á cinco días de junio año del nascimienlo de nuestro Señor Jesucristo mil cuatrocientos sesenta é cuatro años. Yo el Rey. Yo Alvar Gómez de Cibdad-Real, secretario de nuestro señor el rey, la fice escribir por su mandado. Re- gistrada.

La cual dicha escritura é capítulos é todo lo en ellos contenido, los dichos señores conde é infante, como lugar tenientes generales en el dicho regno de Navarra por el dicho señor rey su padre, é por mesmos é en su nombre, é el dicho licenciado en nombre del dicho señor rey de Cas- tilla, por virtud del dicho preinserto su poder, é cada uno dellos otorgaron , é seguraron , é prometieron , é por mayor firmeza los dichos señores conde é infante en ánima del dicho señor rey su padre é suya dellos, é el dito licenciado en ánima del dito señor rey de Castilla, juraron á Dios é á la señal de la Cruz + que con sus manos tocaron, é á las palabras de los Santos Evangelios, do quiere que están, de lo así tener, é guardar, é complir, é de no ir, ni pasar, ni consentir venir, ni pasar contra ello en ningún tiempo ni por alguna manera, todo fraude é cautela cesantes. De lo cual é de todo lo en ello contenido así los dichos señores conde é infante, en los nombres sobredichos , como el dicho licenciado Antón Nuñez, en nombre del dicho señor rey de Castilla, requirieron á mi dicho é infrascrito secretario é no- tario, que recibiese é testificase carta pública, una ó mu- chas , é cuantas demandasen é haber quisiesen , de la cual por agora quisieron é mandaron que les sacase dos con- semblantes instrumentos é de un tenor, firmados de sus nombres é sellados de sus sellos. Fecho fué aquesto en la ciudat, año, indicion, pontificado, dia, mes é logar sobre- dichos. Presentes testigos fueron á las sobredichas cosas llamados é rogados , é qui por tales se otorgaron , los re-

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verendísimos in Chrislo padres venerables, nobles é muy magníficos é honorables señores raosen Tristan , obispo de Aire, don Nicolás, obispo de Pamplona, don Johan de Egues, prior de Roncesvalles, mosen Martin García, señor de Labedan , senescal de Begorra , don Pedro de Navarra, marichal , mosen Martin de Peralta, chanceller de Navarra, mosen Charles de Manleon , caballero señor de Rada, mosen Picrres , señor de Ros, caballero , mosen Atenant de Casaus, doctor en decretos , maestre Pere Miquel , todos del Con- sejo de los dichos señores conde é infante, é maestre Martin de Bilana , bachiller en leyes , é Rodrigo Amix , jurados de la dicha ciudat de Plamplona. Gastón. Leonor.

E yo Francisco López de Barbastro, se- Aqm el signo, y ^retario de los sobredichos señores conde en uno de sm ras- ,. ^ , , . ., , ..,•

d'ce- ''Bar- ® i''íl''^'^l^^ j ^ por auctoridades apostólicas é

bastro" imperial, notario público, á la concordia,

firma é juramento de los dichos é preinser- tos capítulos , é á todas las cosas sobredichas, é á cada una dellas, á una con los sobrenombrados testigos, presente fui, é por mandado de los sobreditos señores conde é infanta é á requesta de su alteza é del dicho licenciado de Ciudat Rodrigo, procurador sobredicho , aquellas en nota recebí é testifiqué, de la cual dos con semblantes instrumentos pú- blicos firmados de los nombres de los dichos señores conde é infante, é del dicho licenciado, é sellados délos sellos de sus armas, de agena mano, por yo estar ocupado en otros arduos negocios, scriptos, ó con aquella, bien é fielmente comprobados, aqueste en treze planas de paper, con aquesta del fin de la presente mi signatura, saqué. Consta de razón. Siguen las enmiendas. E en fe é testimonio de todas las sobreditas cosas , é de cada una dellas puse aquí

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mi acosturabrado signo de arfe de notarla , mandado de lo así facer, é rogado dello é requerido.

Hay dos sellos grandes, y señales de otro pequeño.

Copia de otra de la concordia que se fizo entre la señora reina doña Juana de Aragón y la princesa doña Leonor, fija del señor rey don Juan , princesa y heredera de- Na- varra , fecha en Exea de los Caballeros , á 20 de junio de 1407.

Archivo general de Simancas. Capitulaciones con Aragón y Navarra, legajo núm. 1.** «

Las infrascriptas cosas son estadas, apuntadas, con- cordadas, firmadas é juradas entre la serenísima señora reina doña Juana Daragon, de Navarra et de Sicilia ^ etc., de la una parte, é la illusrtísima señora princesa doña Leonor, heredera et primogénita de Navarra, condesa de Fox et de Bigorra, etc., fija del serenísimo señor rey don Johan Daragon, de Navarra, de Sicilia, etc., bien aventu- radamente regnant de la otra. Porque no obstante et tan cer- cano deudo que hay entre la dicha señora reyna é el illus- trísimo señor príncipe don Fernando, fijo del dicho señor rey primogónilo heredero de los regnos Daragon, de Sicilia, de Valencia, de Mallorca, de Ccrdcnya et de Córcega, del condado de Barcelona, de los ducados de Alhenas et de Neopatria, et en cara de los condados de Rcsellon é de Serdanya, é la dicha señora princesa doña Leonor, primo- génita del reino de Navarra é del ducado de Ncmos, algu- nos con mala intención esfuerzan poner mal é zizania é sus- pecciones, segunt el deudo de la razón scusadas, por con-

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tentación de voluntades é seguredat de sus ánimos, de su deliberada volunlat quisieron tomar, é en aquesta hora to- man hermandat, alianza é amicicia estrecha para agora é por asiempre jamás, para que sean como lo son, é juran solepnemente sobre la cruz -J- é Sánelos Evangelios manual- mente locados por las dichas señora reina é señora prince- sa, que son é serán amiga de amiga, et enemiga de enemi- ga contra todas las personas del mundo , sin escepcion de persona alguna , para conservación de sus vidas , honores é stados, é del dicho señor príncipe don Fernando, é así que la dicha señora princesa será en conservar la sucesión de los dichos reinos Daragon, de Sicilia, de Valencia, de Mallorca , de Gerdenya é de Córcega , condado de Barcelo- na, ducado de Alhenas é de Neopalria, é encara condados de Rosellon é de Gerdania, que pertenescen al dicho señor principe don Fernando su hermano, é para él ; é las dichas señoras reinas é príncipe serán en conservar la sucesión del dicho regno de Navarra é ducado de Nemos, para la dicha señora princesa después de los bienaventurados dias del dicho señor rey don Juan, padre del é della, bienaventu- radamente regnanl, é assí porque fuesen seguros juran de lo facer é de no facer lo contrario directamente ni indi- recta, antes si por algunas personas lo que contra aquesto fuese se les viniese (1) lo farán el uno al otro é el otro al otro saber por mesmos ó por personas fiables. En segure- dat de las cuales cosas é testimonio mandaron facer dos semejantes scripturas la una de la otra, firmadas de sus nombres é selladas con sus sellos, é sotascriptas de ma- nos del illuslre é reverendísimo señor arzobispo de Zarago- za^ fijo del dicho señor rey, é del venerable obispo de Pam-

{\) Es decir les i>iniesc á su noticia.

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piona, de su consejo. Dadas, fechas, firmadas é juradas fueron las dichas cosas en la villa de Exea de los Caballe- ros, á 20 dias del mes de junio, en el anyo de la nalivi- dad de Nuestro Senyor Dios; mcccclxvíj.

Copia de otra de letra de carácter de ¡a carona de Aragón, de la promesa del rey Católico á ¡a condesa de Fox , de restituirle á Pamplona y otros lugares de Navarra luego que entren en su poder , concluidas las diferencias entre él y su padre; y de la carta de este al rey Católico sobre lo mismo, fecha á i de octubre de J475.

Archivo general de Simancas. Capitulaciones con Aragón y na- varra, legajo núm,

Yo don Fernando por la gracia de Dios rey de CasUlIa, de León, de Sicilia, de Portugal, etc. Visto por muy constantes actos , con experiencia aprobados, que vos la illustrísima princesa de Navarra doña Leonor, mi muy cara é muy amada hermana , habéis fecho por conservar el estado del muy exclarecido y serenísimo señor rey de Aragón y de Navarra, vuestro señor y padre y mió, y habéis refusado grandes partidos á vos ofrecidos por el rey de Francia, porque consentiésedes entrar la armada suya por el regno de Navarra para ofender al dito señor rey é á en los regnos é señoríos de su alloza é mios ; y allende que el estado vuestro habéis puesto á todo arrisque por el deudo y amor que tenéis con su alteza é conmigo, habéis consentido y dado lugar á gran requesta mia de recebir en la obediencia del dito señor rey é vuestra á don Luis de Beamont, don Johan de Beamont, é lodos sus secases y

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parciales, y remitirles las erradas que fecho han al dicho señor rey y á vos; y mas habéis dado lugar porque los ditos don Luis y los otros de su conformidat no hayan causa de tomar partido y dar entrada al dito señor rey de Francia con la ciudat de Pamplona y las otras fortalezas que ellos tienen, que aquellas que en su poder son sean puestas en poder mió; é porque consiste en mucha razón que ya coa aquel deudo y amor que debo haya de reconocer á vos la dicha princesa, de tornar vos á vuestro poder y mando la dicha ciudat é los otros lugares que en mi poder serán pues- tos; é porque el ánimo vuestro quede mas reposado dende agora para cada é cuando me fuere entregada la dita ciudat é los otros lugares , vos doy mi fée real é juro á Dios é á los Santos quatro Evangelios por mi mano,tocados, y reverencialmente adorados, que pasado el tiempo que el rey mi señor é yo habemos de declarar las diferencias é questiones daqueste regno, cada é cuando por vos ó por otro en nombre vuestro, ó por los habientes causa de vos yo sea requerido, que vos tornaré y entregaré realmente y con efeto en poder vuestro ó daquel que poder ó causa hobiere de vos la dita ciudat y todos los otros lugares y fortalezas que en poder y mando mió serán puestos por los ditos don Luis y sus adherentes, segunt y por la via y forma que por el dito rey mi señor y por juzgado y senteneia- . do será , et aquellos no deterné ni daré lugar que otro los detenga por nenguna diferencia, question ni daño que sobreveniese, é consentiré, y daré lugar que vos acudan de las receptas reales, segunt en tiempo de paz han acos- tumbrado facer no res menos, porque conozcaes con cuan- ta voluntad é amor tengo de entender en vuestros fechos, vos doy palabra y fee real de trabajar con todas mis fuerzas, saber y poder con la illustrísima reina de Castilla , mi muy

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cara é muy amada mujer, y en cualquier otra manera como los lugares de la Guardia, San Vieent, los Arquos, y cualesquier oíros que fueron puestos en raenes por la li- bertad de la serenísima señora reina mi señora y madre, á quien Dios santa gloria , sean tornados á vos é á la corona de Navarra cuanto mas presto podré, sifrancos, li- bres y desembargados, como de primero solian ser, de la dita corona de Navarra. E porque todo lo sobreditó quiero que surta á su debido ser y efecto, vos doy el presente car- tel firmado de mi mano, y sellado con el sello de mis armas. Fecho en la ciudat de Tudela á cuoatro dotubre, año á nativitale mil cccclxxv. Yo el Rey. Por mandado del Rey. Gaspar Daryno, secretario.

Al serenísimo principe don Fernando, rey de Castilla ^ de

León, de Sicilia, nuestro muy caro é muy amado

primogénito.

Serenísimo rey nuestro muy caro é muy amado primo- génito. Oremos sabéis que cuando se fizo aquella capitula- ción entre nos y el illustrísimo rey de Castilla don Enrrique, nuestro sobrino, que Dios haya, por seguredat é reenas de facer lo que á nos se tocaba , pusiemos en poder suyo las villas y lugares de la Sonsierra del regno de Navarra , é después fecho por nos lo que se habia de hacer, causándolo la indisposición de los tiempos, jamás el dito rey restituyó las ditas villas y lugares, antes siempre han estado por él é con gente suya. Agora que, loado nuestro Señor, es venida en vos la felicísima sucesión de aquexos regnos de Castilla, estará todo en las manos vuestras , é á lo que vos querréis disponer, rogamos vos por esto muy caramente que por respecto nuestro de quien es aquel nuestro regno

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de Navarra , ó apres de nuestros felices días, de la illustrísi- ma princesa de Navarra, nuestra fija, vuestra hermana, queráis con efecto mandar que de continente las ditas villas é lugar sean libradas por vos á la dita illustrísima princesa, ó á quien ella quiera : que cosa justa é igoal es sea tornado al patrimonio de Navarra, pues lo es estado daquel y no ha hobido otro empacho sino lo que dito es. E asimes- mo no inoraes cuanto aquel regno está mal tratado por al- gunos, los cuales en dias pasados fecimos publicar que no solamente tienen gran parte daquel tiránicamente é mala, mas continuamente trabajan en destruir é haber lo que resta y está en nuestro servicio, en grande servicio nuestro, é por esto vos rogamos queraes escribir ó mandar á todas esas fronteras , é si vos parecerá enviarles persona propia que en aquellos fetos de Navarra ayuden á la dita princesa vuestra hermana , en lo que hobiere menester , é vos ha- bréis aquella en todas sus cosas é fetos en singular comen- dacion : que allende que en ello fares lo que es de razón é requiere la natura é obligación de deudo que y es, á nos fares grandísima complacencia. Data en Girona á 16 de genero añe mccgglxxv. Rey Johñes. Goloma,- secretario.

Copia de promesa original de la princesa doña Leonor de pagar al rey Católico , su hermano , todas las costas y gastos que hiciere en defensa de su persona y regno de Navarra, contra los rebeldes, fecha á 4 octubre 1476.

Archivo general de Simancas. Capitulaciones con Aragón y Navarra, legajo nüm.

Yo doña Leonor por la gracia de Dios princesa primo- génita heredera del reino de Navarra, infanta de Aragón

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é de Sicilia , condesa de Fox , ele. Por cuanto vos el muy alto y muy esclarescido príncipe don Fernando por la gra- cia de Dios rey de Castilla é de León, mi muy caro y muy amado hermano señor, habéis deliberado y prometido á mf, visto los afrucntos á que me he puesto, y recebir espero del cristianísimo rey de Francia, por haber refusado los partidos é ofrescimientos que á mi facia porque yo bebiese de consen- tir entrar en España la armada suya por aqueste reino de Navarra , que empues los bienaventurados dias de la ma- jestad del rey de Aragón y de Navarra, vuestro padre , se- ñor é mió , me viene por recta línea y dependencia el debi- do herencio y sucesión de aquel, lo cual por esguarde del servicio que al dicho señor rey y á vos como hermano venir podia, no hobe querido aceptar ni aceptar entiendo, á vos plaze, }X)r renderme lo mesmo, poner vuestra persona y esta- do con todos vuestros reinos y señoríos, gentes é sustancias de aquellos, por defensión de mi persona y estado, y daqueste reino para el dicho señor rey en sus bienaventurados dias, y después de aquellos para como debida heredera y su- cesora , y me sostener y mamparar en aquel cuantos dias á Nuestro Señor le placerá prestarme la vida , para lo cual así facer é cumplir se vos han de subseguir grandes des- pensas y gastos, los cuales está en razón vos sean asegura- dos y pagados á los tiempos é plazos que puestos serán entre vos é mí, cada é cuando el tiempo será que me hayaes de restituir en nombre y por el dicho señor rey vuestro padre é mió, y como á debida heredera y lugar teniente general de su alteza en aqueste reino la cibdad, villas, lugares y fortalezas que por los rebelles á su majestad é á vos serán entregadas , que ante de facer la entrega por la for- ma sobredicha, vos pagaré ó aseguraré y asegurar faré, á vuestro querer y voluntad, á las personas, cibdades, vi- ToMO XLI. 5

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Has, lugares del reino, todas las cuantías que por buena verdal se fallarán vos haber puesto y gastado del dia que las recebistes fasta la hora y mas cuantos gastos , sueldos y despensas habréis fecho y puesto en defensión daquellas y de lo restante que está á la obediencia del dicho señor rey é mia, contra cualquier ó cualesquier que lo quieran ocu- par á su majestad é á por cualquier título, causa, de- recho ó razón que sea ó ser pueda.

E atendido que así la princesa de Viana , como los fijos é nietos mios , y eso mismo los Estados de Bearn por mis embajadas dobladas veces hayan scido requeridos, y entre otras venida á la embajada de Bearn, assí de perlados como de caballeros y letrados á la villa de Olite, presente los del Consejo del dicho señor rey é mió, y parte de los es- tados y renícolas del reino á conseio de todos ellos, les hobe fecho las mesmas requestas faz á faz con el proteste facedero, los cuales ni por tanto jamás han querido socorrerme ni sen- tirse de los daños y mengoas que al dito señor rey é á han asayado facer los rebeles, que así tiránica y malvadamente nos tienen ocupada la mayor parte del reino , ante han tra- bajado sin sabiduría del dito señor rey ni mia, de los ha- ber á su obediencia, quitándolos de la nuestra, no res me- nos por muchas veces habemos recorrido al dicho cris- tianísimo rey, el cual fasta estas horas siempre nos fué pro- tector y defensor , y como á tal y tutor de los dichos mis fijos é nietos, á menos de yo consentir en la destrucción de vos, siendo hermano mió, y poner en ventura la persona y estado del dicho señor rey, padre vuestro é mió, y sus reg- nos y señoríos que era contra obediencia filial y naturaleza, facer no lo ha querido, ni aun darme seguredad en debida forma para ello, sin la cual á fuera reputado á gran in- humanidad y. cargo de conciencia.

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Vistas las cosas sobredilas , c que por la gratitud que para ello entendéis de mostrar y poner por obra , si lo que Dios no mande acaescerá ante de venir el tiempo que yo hobiese de traspasar para la gloria, quiero é me place que no vos puedan ser quitadas ni demandadas las cibdades, villas, lugares ni fortalezas por nenguna persona ó per- sonas que derecbo pretendiesen haber en el herencio da- queste dicho reino de Navarra, sino que ante toda cosa vos hayan pagado y paguen las sobredichas despensas que yo á pagar bebiera si viviera, y allende daquello y cumplido aquello, sean tenidos de facer vos la seguredad ó seguredades que por vos serán demandadas, que por nengun titulo, causa ó razón que sea ó ser pueda nunca vos sení fecha guerra, danos, ni males á la majestad del dicho señor rey ni á vos, ni á los vuestros, ni á los reinos y señoríos suyos é vuestros ; ante para en todos tiempos haya de quedar y quede aqueste reino aliado y confederado con aquellos, é por firmeza de lo sobredito como persona que tan grande graliiud y beneficio recibe de agora para la hora y de la hora para agora , loo y apruebo y he por firme y va- lederas todas las cosas sobreditas y cada una y parle deltas, constituyéndovos como por el presente cartel vos constituyo mi procurador general y especial para en las cosas sobre- ditas, que si lo que Dios no mande (1) de mi podáis mandar facer las escripturas para ello necesarias á consejo de letrados para la guarda y conservación de vuestro de- recho por vía de empéñame, con obligación de todo el rei- no, cada que vos pluguiere, á cualquiere notario ó notarios que bien visto vos será, que de agora para la hora y de la hora para agora loo y apruebo, y he por ralo, gralo , fir-

(I) Aquí hay una palabra que no se puede descifrar.

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me y valedero. Y para no ir ni venir agora ni por algún tiempo, nin consentir ir ni venir contra la escriptura sobre- dicha , ni cosas contenidas en aquella , prometo mi buena fée real é fago juramento á Dios y á las palabras de los cuatro Santos Evangelios y á esta señal de Cruz -f- de lo assi guardar y facer servar y tener sin alguna contradicion , en testimonio de lo cual y por corroboración de todo lo sobre- dito, firmé el presente cartel de mi mano, y mandé sellar con el sello de mis armas, y al secretario mió infrascripto que aquí pusiese su signo acostumbrado. Fecho en la cib- dad de Tudela á cuatro dias del mes de octobre del año del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, de mil é cuatrocien- tos é setenta é seis Leonor— Sigue un sello grande sobre cera encarnada.

E yo Gharlesde YrayQO (1), secretario de la señora prin- cesa, nuestra natural señora, y notario de la su corte ma- yor que á las cosas sobreescriptas fui presente de mandado por su alteza á mi fecho en presencia de los muy spettables, nobles y magníficos señores mossen Fierres, señor de Pe- ralla, condestable tle Navarra, conde de Sant Estevan, y Dionis de Cossa, capitán general, por el rey nuestro señor, y por la dita señora princesa en este su reino , y de su Con- sejo, la presente escritura fice de mi mano, en la cual puse aqueste mi sig (aquí el signo) no usado y acostum- brado en testimonio y fée de verdad.

. 1) Asi.

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Copia de escrituras originales del cardenal de Fox y del condestable de Navarra, tocantes al matrimonio del prin- cipe don Juan , hijo de los reyes Católicos, con la reina doña Catalina de Navarra, en 50 de mayo de 1483, 25 de junio de 1485 y 10 de octubre de 1484.

Archivo general de Simancas. Capitulaciones con Aragón y Navarra, legajo núm. í.°

IHS.

Nos Pedro, por la gracia de Dios cardenal é infante de Na- varra, etc., por cuanto nos somos certificado que los muy altos é muy poderosos el rey é la reina de Castilla é de Ara- gón, etc. , mis señores tios, por conservar, unir é mas acrecentar el debdo de consanguinidad que tienen, amor que siempre han guardado é mostrado á la casa de Fox é de Bearne, donde nos somos natural, especialmente después que pervino á ella la subcesion del reino de Navarra, han delibrado de procurar como la serenísima doña Calalina, rei- na de Navarra, mi sobrina, señora, sea ayuntada por ma- trimonio, segund orden de la santa madre iglesia de Roma, con el muy esclarecido señor don Johan, su fijo, príncipe primogénito heredero de sus reinos é señoríos, é nos cree- mos aquello ser mucho servicio de Dios é utilidad é prove- cho á sus reales estados, é grand honor é acrecentamiento de la dicha señora reina, mi sobrina , é de la dicha casa de Fox é de Bearne, é del dicho reino de Navarra, el cual por esta vía conseguirá perpetua pacificación é tranquilidad; é nos considerando é acatando el grande honor é aumento

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que la dicha reina, mi sobrina é señora, é su casa é estado resciben por el dicho matrimonio, é non menos nos é los otros fijos é naturales de la dicha casa, é por el debdo que nos con sus altezas leñemos, é honor que de aquellas habe- rnos recibido, é el deseo que siempre tovimos de los servir en cualquier cosa que ocurriese á nos posible, habemos de- librado de lo poner así en obra , por ende por las cosas su- sodichas é por otras muchas justas é legítimas que á ello nos mueven, por la presente prometemos, é seguramos, é damos nuestra fée de servir é seguir á sus altezas fiel é verdaderamente á buena fée, sin mal, engaño, así como ser- viríamos é seríamos obligado de servir á nuestro padre le- gítimo é natural, procurando, avisando, consejando é ayu- dando realmente é con efeto por todas las vias é maneras publicase secretas que pudiéremos é supiéremos, é sus al- tezas quisieren é mandaren así, con la illustrísima señora princesa de Viana, nuestra hermana, madre de la dicha reina, nuestra sobrina señora, como con todas las otras personas que cumpliere como el matrimonio de los dichos señores príncipe don Johan é reina doña Catalina se faga, é sea traído á total efe lo; é que la persona de la dicha se- ñora reina mi sobrina, sea puesta en mano é poder de sus altezas, ó en tal lugar é en poder de tal persona ó personas de quien sus altezas sean seguros é contenlos , para que la dicha señora reina mi sobrina haya de celebrar matrimo- nio por palabras de presente con el dicho señor príncipe, seyendo él de legítima edad, é que aquel sea entrellos con- sumado segund orden de la sania madre la iglesia de Roma, é non con otro alguno; é faremos é pornemos en obra cerca del dicho matrimonio todo lo que por los dichos rey é reina, mis señores tios, ó por cualquier delios nos fuere dicho é mandado contra todas é cualesquier personas

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de cualquier estado, condición, preeminencia é dignidad que sean , aunque sean reales é de estirpe real, é á nos con- juntos en cualquier grado de consanguinidad é afinidad que sean , que quieran impedir el dicho matrimonio en cualquier manera, con tanto que non sea encargo de capi- tanía de gente, porque esto es en derogación de lo que de- bemos guardar por nuestro honor é dignidad de cardenal, é otro si les serviremos é seguiremos en todas las otras co- sas qne á nos sean posibles en la forma é manera que sus altezas se querrán de nos servir con todas nuestras fuerzas é poder, con tanto que non sea en derogación de lo que de- bemos guardar por nuestro honor é dignidad de cardenal, k) cual todo guardaremos é pornemos en obra, cesante todo fraude, cabtela, simulación é disimulación. E porque sus altezas sean mas ciertos é seguros que así lo faremos, é guardaremos, prometemos, é damos fée de quien somos, é juramos á Dios é á Santa María , é á las palabras de los Santos Evangelios, é por nuestros pechos consagrados, en los cuales ponemos nuestra mano derecha, que lo así fare- mos, é guardaremos, é cumpliremos real é verdadera- mente, é con efelo; é prometemos é juramos en la forma susodicha de non pedir absolución , relajación nin conmuta- ción deste dicho juramento á nuestro muy santo padre nin á otra persona alguna que haya facultad para nos lo conce- der; é si nos fuere dado ó conceso propio motuo ó en otra cualquier manera, no usaremos dello, porque nuestra final é determinada voluntad es de servir á sus altezas fiel é ver- daderamente en todo é por todo, y expresamente en que el dicho matrimonio sea concluido é efetuado entre los dichos señores príncipe é reina doña Catalina, é que la persona della sea puesta en poder de sus altezas ó de su mano, ó en tal parte é poder que sus altezas sean seguros é conten-

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tos, que ella fará é efeluará el dicho matrimonio con el di- cho señor príncipe , seyendo él de legítima edad, é non con otro ninguno. En (estimonio de lo cual damos el presente cartel firmado de nuestro nombre con nuestra propia mano, é sellado del sello de nuestras armas. Fecha esta escriptura en la cibdad de Santo Domingo de la Calzada á treinta dias de mayo, año del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo de mili é cuatrocientos é ochenta é tres años. Pedro, carde- nal, infante de Navarra. Hay un sello pequeño sobre cera encarnada. ^ Sigue una firma que parece decir "Nargara"

Lo que don Pedro de Peralta, condestable de Navarra, promete de facer por servicio de la señora reina de Castilla é de Aragón, etc., es lo siguiente:

Primeramente, que para el dia que el cardenal de Fox llamare las Corles de Navarra para la cibdad Destella, como fijo de la casa real de Navarra, é persona principal del consejo della, que el dicho condestable é las otras personas sus parientes que nescesarios serán para entender en las di- chas Cortes, é las personas nescesarias de las universidades para entender en ellas las que nescesarias serán, que se- guieron al dicho condestable en servicio é por servicio de los señores rey é reina de Navarra, que santa gloria haya, fasiendo su debido , y que agora le siguen , serán allí en la dicha cibdad, para el dicho dia para entender é asentar, é el dicho condestable dará su voto é procurará con todas sus fuerzas que lo den todos los otros para que haya de ser fecha una embajada por parte de las dichas Cortes á la princesa de Viana, á le suplicar que el casamiento de la señora su fija con el señor príncipe de Castilla é de Aragón haya de efeluarse luego sin dilación alguna , dando luego aquellas

seguridades que al caso pertenescen, para que esto será cierto, visto que el dicho señor príncipe non es de edat para se casar luego. E esta suplicación farcí la dicha embajada con todas las cosas é actos que convengan é sean debidos para descargo del dicho reino , vista la perdición en que el dicho reino eslá, por manera que el dicho reino quede libre segund sus fueros.

Ilem , el dicho condestable promete que fará é asimesmo trabajare! que todos los oti'os sobredichos hayan de facer é otorgar, firmar é jurar, é él fará, é firmará, é jurará é otorgará en las dichas Cortes todo lo que el dicho cardenal de Fox allí feciere é otorgare , é á él fuere bien visto que se deba facer é otorgar, asi antes que la dicha embajada haya de ir á la dicha señora princesa , como después que sea venida, asi en facer cualquier elección é apellidar, como en facer otros cualesquier actos que convengan é menester sean para el servicio é seguridat de la dicha señora reina de Castilla é de Aragón, é para paz é seguridad é reposo del dicho regno de Navarra, todo segund é en la manera que por ePdicho cardenal fuere acordado é otorgado, é para la conclusión destos negocios se jurarán é conformarán con él, é trabajará como las dichas Corles se continúen en toda paz é sosiego, sin discordia alguna. Y con esto el dicho condes- table suplica á la dicha señora reina de Castilla é de Aragón non mande facer novedat por via de fecho en el dicho reino de Navarra , fasta tanto que el término que fuera asig- nado por el dicho cardenal para se juntar en las dichas Corles en la dicha cibdad Destella sea cumplido, porque el dicho condestable fará é cumplirá en las dichas Cortes todo lo susodicho en lo que á él toca, é trabajará é procurará á todo su leal poder que todos los que allí fueren ayuntados de los dichos sus parieutes'lo fagan é cumplan así.

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Lo cual todo el dicho condestable promete é segura de guardar é cumplir realmente é con efeto, cesante lodo frau- de, cabtela , engaño , feccion é simulación , é que no irá ni verná contra ello ni contra parte dello, por seguridal de lo cual juró á Dios é á Santa María é á la señal de la Cruz -j- en que puso su mano derecha , é á las palabras de los Santos Evangelios, é otrosí fizo pleito homenaje una, é dos é tres veces, segund fuero é costumbre de Spana, como caballero fijodalgo, en manos de Juan de Luxan, criado de la reina nuestra señora, caballero fijodalgo que del lo rescibió, que terna é guardará é cumplirá todo lo susodicho, é cada una cosa é parte dello sin arte é sin cabtela alguna so pena de perjuro , é so aquellas penas é casos en que caen los que pasan é quebrantan juramento , pleito homenaje fecho de su propia voluntad. E por firmeza de lo susodicho firmó en esta escriptura su nombre, que fué fecha á veinte é cinco dias de junio, año del nascimiento de nuestro Señor Jesu- cristo de 1483 años. Sigue la firma del notario que no se lee con claridad.

Nos don Pedro, cardenal, infante de Navarra , otorga- mos é conoscemos que rescebimos de vos el dotor Rodrigo Maldonado, del Consejo del rey é de la reina de Castilla, de León, de Aragón, de Secilia, etc., mis señores tios, una escritura firmada del dicho rey é sellada con su sello, que es aprobación de otra escriptura de la dicha reina, mi señora tia, la cual su alteza quedó conmigo de me facer dar den- tro de cierto término, la cual dicha escriptura vos nos dis- tes en su nombre en el dicho tiempo á que nos bobo de ser dada. Por ende otorgámonos della por contento, por cuan- to vos nos la distes en nuestras propias manos é la nos rescebimos de vos, en testimonio de lo cual vos dimos la

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presente firmada de nuestro nombre , fecha á diez dias de octubre de mili é cuatrocientos é ochenta é cuatro años. P. cardenal , infante de Navarra.

Copia de otra de lo que se asentó entre los señores reyes Católicos y el cardenal de Fox , sobre la renta que se le habia de dar, á 31 Je mayo de 1483.

Archivo general de Simancas. Capitulaciones con Aragón y Navarra, legajo núm. {."

Lo que se asentó é concertó por los muy altos é muy poderosos príncipes, rey é reina, é señores el rey é la reina de Castilla, de León, de Aragón, de Secilia, etc., con el illustre é muy reverendo cardenal de Fox , infante de Na- varra , su muy caro é amado sobrino, es lo siguiente.

Primeramente, que porque entendiendo que así cumple á servicio de Dios é á pacificación perpetua de sus reinos é del reino de Navarra , é por quitar algunos inconvenientes que podrían nascer de lo contrario , sus altezas han delibra- do de procurar como el señor príncipe don Juan , su muy caro é amado fijo, se despose é case con la señora reina doña Catalina, sobrina del dicho reverendísimo cardenal, en lo cual el dicho reverendísimo cardenal puede mucho aprovechar por el mucho debdo que con la dicha señora reina tiene é por quien él es, é por su abtoridad , el cual, conosciendo lo susodicho ser así é el honor é acrecenta- miento que por el dicho casamiento rescibe la dicha señora reina, su sobrina, é la casa de Navarra, é de Fox, é de Bearne, de donde él es fijo natural, ha delibrado de procu- rar con todas sus fuerzas é poder como el dicho matrimonio

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se concluya é haya efelto, é así es cosa razonable quél res- ciba merced é acrecentamiento, es concordado é asentado que, si el dicho reverendísimo cardenal ficiere que la dicha señora reina , su sobrina , sea puesta en poder de los dichos señores rey é reina de Castilla , de León , de Aragón , ó de tal persona y en tal lugar de que sus altezas sean ciertos, é seguros, é contentos para que se faga é celebre el dicho matrimonio entre los dichos señores príncipe don Johan é reina doña Catalina, por palabras de presente, é lo consu- man segund orden de la santa madre iglesia de Roma, que en tal caso , así por lo susodicho como porquel dicho reverendísimo cardenal tenga mas renta en la iglesia de Dios para sostener su estado é dignidad, los dichos señores rey é reina de Castilla é de Aragón hayan de facer é fagan quel dicho reverendísimo cardenal sea proveído del arzobis- pado de Zaragoza por resignación de la persona que lo to- viere, é le farán dar la posesión pacífica del, por manera que dende en adelante lo tenga é posea, é le hayan de facer proveer de otra tanta renta en la iglesia de Dios que sea equivalente á la renta del dicho arzobispado.

Otrosí , es concordado é asentado que el dicho reveren- dísimo cardenal non feciere que la dicha señora reina, su sobrina, sea entregada en la manera que dicha es, ofre- ciere todo lo que pudiere en servicio de los dichos señores rey é reina de Castilla é de Aragón para quel dicho matri- monio se faga , é concluya , é celebre, é consuma (sic) entre los dichos señores príncipe don Juan é reina doña Catalina, segund lo tiene prometido por una escriptura firmada de su nombre, é sellada con su sello, que en tal caso los dichos señores rey é reina de Castilla é de Aragón, habiendo aca- tamiento á la voluntad é deseo quel dicho reverendísimo cardenal ha mostrado é tiene á su servicio, é al bien del

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dicho negocio, é que segund quien él es é su dignidad, es razón que sea mas acrecentado en la iglesia de Dios , sus altezas hayan de procurar é facer quel dicho reverendísimo cardenal sea proveído en la iglesia de Dios é en sus regnos é señoríos, de Ires cuentos é medio de renta , con retención de las iglesias, é beneficios, é dignidades é pensiones que agora tiene, é para ejecución é cumplimiento dello los di- chos señores rey é reina de Castilla é de Aragón, etc., mandarán dar é darán todas las suplicaciones para nuestro muy santo padre, é todas las cartas é provisiones que para Giras cualesquier personas fueren necesarias, é insistirán en ello verdaderamente, é non desistirán fasta quel dicho re- verendísimo cardenal sea proveído en los dichos sus regnos de Castilla é de Aragón, de los dichos tres cuentos é medio de renta como dicho es; é así proveído le farán dar pose- sión de todo ello, por manera que lo tenga, é posea, é lleve los frutos, é rentas dello, para lo cual le mandarán dar é darán todo el favor é ayuda que menester hobiere. E porque su voluntad es de facer merced al dicho reverendí- simo cardenal, para ayuda al sostenimiento de su estado, entre tanto que es proveído de alguna parte de los dichos tres cuentos é medio de renta , los dichos señores rey é rei- na de Castilla é de Aragón le seguran é prometen de le facer merced de dos cuentos de renta en cada un año, los cuales le mandarán luego situar en rentas ciertas é sanas de cualesquier cibdades, é villas é lugares de los obispados de Burgos, é Osma , é Calahorra, ó de cualquier ó cuales- quier dellos mas cercanos al reino de Navarra, donde me- jor se pueda facer é donde quepan , los cuales non le sean quitados ni embargados por sus altezas, ni por sus oficíales é contadores; de lo cual le mandarán dar é darán todas las cartas é provisiones libradas de los sus contadores mayores

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que menester hobierc, por manera que pueda gozar é goce de los dichos dos cuentos de renta por virtud dolías, sin haber de sacar otro libramiento ni mandamiento alguno, ni de los dichos sus contadores mayores ; de los cuales di- chos dos cuentos de renta los dichos señores rey é reina de Castilla é de Aragón quieren é es su voluntad que goce el dicho reverendísimo cardenal, é le sean pagados desdel primero dia deste mes de mayo, é dende en adelante fasta que sea preveido de dos cuentos de renta en la iglesia de Dios , en cuenta de los dichos tres cuentos é medio que , asi por esta escritura prometen de dar de renta al dicho reverendísimo cardenal ; é que seyendo j)roveido de los di- chos dos cuentos de renta, é habiendo conseguido la pose- sión pacífica dellos, non haya ni goce dende en adelante de los dichos dos cuentos de renta que sus altezas así le mandan situar, é la dicha situación sea ninguna; é el dicho reverendísimo cardenal sea obligado de entregar luego á los dichos señores reyes é reina de Castilla é de Aragón, ó á quien sus altezas manden todas las cartas é provisiones que le hobieren mandado dar de la merced de los dichos dos cuentos, é de la situación dellos. Pero si acaesciere quel dicho reverendísimo cardenal fuere proveí- do de obispado, ó otra dignidad, ó dignidades, ó benefi- cios, ó pensiones, é no llegare al valor de los dichos dos cuentos de renta que desde quel fuere dello proveído é hobierc conseguido la posesión dello en adelante, non go- ce del dicho situado en aquella suma en que así fuere proveído , é solamente goce de lo que reslare para cumpli- \ miento de los dichos dos cuentos de renta, éque así se faga é cumpla en todo lo que fuere proveído , fasta que haya los dichos dos Cuentos de renta en la iglesia de Dios, como dicho es; ó seyendo provoido de los dichos dos cuentos de

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renta, la dicha merced é situación de los dichos dos cuen- tos sea así ninguna como dicho es, quedando todavía los dichos señores rey é reina de Castilla é de Aragón encargo é obligación de procurar é facer que sea proveído el dicho reverendísimo cardenal del un cuento é medio que restare para cumplimiento de los dichos tres cuentos é medio, de las primeras vacantes que en los dichos sus reinos de Cas- tilla 'é de Aragón acaesciere vacar después que así fuere proveído de los dichos dos cuentos de renta; por manera que sean cumplidos los dichos tres cuentos é medio de renta de las dichas vacantes.

Lo cual todo que dicho es é cada una cosa é parte dello, yo la reina de Castilla, é de Aragón, é de Cecilia, etc., seguro é prometo por mi fée é palabra real de facer é cum- plir realmente é con efeto, sin arte, é sin engaño, é sin cab- ida alguna, é que no iré ni verné contra ello ni contra parle delk) en tiem[K) alguno, ni por alguna manera que sea ó ser pueda. E porquel rey mi señor está absenté é non pue- de agora su señoría firmar esta escriptura, por la presente seguro é prometo á vos el dicho cardenal de Fox, mi sobri- no, por mi palabra é fée. real , de vos dar desde hoy fasta sesenta días primeros siguientes escriptura, de fée é seguri- dad del rey mi señor, firmada de su nombre é sellada con su sello, por la cual su señoría vos segure é prometa é ju- re solenemenle de lo así facer é cumplir como dicho es, por seguridad de lo cual vos di esta mi carta firmada de , mi nombre, é sellada con mi sello, fecha á treinta y un dias del mes de mayo , año del nacimiento del nuestro Se- ñor Jesucristo, de mili é cuatrocientos é ochenta é tres años.

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Copia de otra de letra coetánea de la capitulación asentada entre Madalena de Francia, don Juan de Navarra y doña Catalina, reina propietaria de Navarra > con los reyes Católicos don Fernando y doña Isabel, á 23 de enero de 1494.

Archivo general de Simancas. Capitulaciones con Aragón y Navarra, legajo núm. 1.°

Madalena de Francia, princesa de Viana, é don Juan, por la gracia de Dios rey de Navarra, duque de Nemos, de Gandía, de Momblant, 6 de Penafiel, conde de Fox, señor de Bearne, conde de Ribagorza , de Ponliembre é de Peyregort, vizconde de Lemosin, par de Francia é señor de la cibdad de Balaguer, etc., é doña Catalina, por la mis- ma gracia reina propietaria del dicho reino, duquesa de los dichos ducados , condesa é señora de los dichos conda- dos é señoríos. Acatando el amor é buena voluntad con que á vos los muy altos é muy poderosos príncipes los señores rey don Fernando é reina doña Isabel, rey é reina de Castilla, de León, de Aragón, de Sicilia, de Grana- da, etc., i^lugo de nos recebir é tomar por vuestros amigos, é aliados, é confederados, é de tener paz con nos é con el nuestro reino de Navarra , é señoría de Bearne, é que no fareis ni consentiréis que nos sea fecha guerra, mal, ni daño, nin otro desaguisado alguno en los dichos reino de Navarra , é señorío de Bearne nin á los subditos é natura- les dellos, por las gentes de vuestros reinos é señoríos nin de fuera dellos, desde los dichos vuestros reinos é señoríos, por manera que los unos é los otros vivan en toda paz, é

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puedan contratar seguramente segund é como lo ficieron cuando todos los dichos reinos é señoría estovieron en toda paz, segund que mas largamente en la escritura que vos- otros señores dello mandasteis dar firmada de vuestros nom- bres, é sellada de vuestro sello es contenido.

E porque nosotros queremos que vosotros señores seades ciertos que nos faremos é guardaremos asimismo á vos é á vuestros icinos é señoríos , por la presente nos otorgamos por vuestros amigos, aliados é confederados, é seguramos é prometemos de tener 6 guardar toda paz con vuestros señoríos, é con vuestros reinos é señoríos, é que del dicho nuestro reino de Navarra é señoría de Bearne, por gentes dellos, nin de fuera dellos non será fecha guerra, mal ni daño, ni otro desaguisado alguno en vuestros reinos, tier- ras é señoríos, ni en vuestros vasallos, subditos é natura- les, antes serán todos ellos bien tratados, por manera que vivan en toda paz é sosiego. E asimismo seguramos é pro- metemos que non consentiremos en manera alguna que gen- te extranjera que non sean nuestros subditos é vasallos en- trel dicho reino de Navarra é señoría de Bearne, ni desde ellos ni por ellos sea hecha guerra, mal ni daño alguno en vuestros reinos é señoríos, subditos é naturales. E si gente alguna extranjera quisiere entrar en el dicho reino de Na- varra é señorío de Bearne, lo defenderemos á todo nuestro poder, é si menester fuere para lo defender, vos lo faremos saber, é nos juntaremos con nuestras gentes é poder con vuestras gentes é capitanes para resistir la dicha entrada é los echar fuera si fueren entrados , por manera que del dicho reino de Navarra é señoría de Bearne, ni por ellos non se harán mal, guerra ni daño alguno á los dichos vues- tros reinos é señoríos , subditos é naturales dellos , ni á vuestras gentes ; lo cual todo prometemos é seguramos por Tomo XLl 6

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nuestra fce é palabra real de hacer guardar é cumplir á buena fée, sin mal , engaño, sin fraude ni cabala alguna, guardando vosotros señores lo contenido en la dicha vuestra escritura. Y á mayor cumplimiento juramos á Diosé á esta señal de Cruz é á las palabras de los Santos Evangelios que con nuestros manos tocamos, en manos de don Juan de Ribera , vuestro capitán general en la fronlera que de nos la recibió, en presencia de mosen Pedro deOncano, vues- tro embajador, de así tener, servar é cumplir todas é cada una de las cosas susodichas. E otrosí prometemos por nues- tra fée é palabra real que non defenderemos nin permitere- mos ser sostenidos ni defendidos en el dicho reino de Na- varra ni en alguna parte della, alguna ó algunas personas de cualquier estado, grado ó condición que sean ó fueren, naturales ó no naturales de los dichos reinos é señoríos de Castilla é Aragón, que en ellos ó en cualquier parte dellos cometieren caso de traición, crímin de lesa majestad , en cualquier de los casos en que se comete traiciou aleve, se- gund las leyes donde se cometieren , ó de muerte pensada, ó saltearen caminos, ante el tal ó tales, si en nuestro reino de Navarra se recogiere, luego que noticia dello á nos ó á nuestros oficiales se diere, faremos prender la tal persona ó personas, podiendo ser habidos, é los mandaremos é fare- mos entregar á los oficiales de los dichos señores rey é rei- na de Castilla, ó á quien de su parte ó de los dichos oficia- les sobrello nos requeriere á nos ó á nuestros oficiales del dicho nuestro reino , lo cual guardaremos é cumpliremos realmente é con efeto , guardando é cumpliendo asimismo los dichos señores rey é reina de Castilla, de León, de Aragón, etc., lo en esto capitulado contenido en los seme- jantes casos que en nuestro reino de Navarra fueren cometi- dos, segund que en la mesma forma nos lo prometen é se-

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guran , por seguridad de la cual dimos la presente escri- tura firmada de nuestros nombres é sellada con nuestro sello, hecha en la nuestra cibdad de Pamplona á (1) días del mes de henero, año de la nalividad de Nuestro Señor Jesucristo de mili é cuatrocientos é noventa é cuatro años.

Copia de la ratificación original de guardar un capittdo so- bre los matrimonios de los hijos de los reyes Católicos con los de Navarra , hecha por estos y otros personajes de su reino , fecha á \{) de enero de i 494.

Archivo general de Simancas. Capitulaciones con Aragón y Na- varra, legajo niim. i."

Don Johan por la gracia de Dios rey de Navarra, du- que de Nemors, de Gandía , de Momblanc, é de Peniafiel, conde de Foix, señor de Bearn, conde de Begorra, de Ri- bagorza, de Pontiebre, de Peyregort, vizconde de Lemo- sin, par de Francia é señor de la ciudat de Balaguer, etc., el doña Catalina por la mesma gracia , reina propietaria del dito reino, duquesa de los ditos ducados, condesa et señora de los ditos condados et señoríos,. etc. Por cuanto por parle de los muy altos é muy poderosos príncipes don Fernando é doña Isabel, rey é reina de Castilla, de León, de Aragón, de Granada, etc., nuestros tios, nos fué pe- dido que por mayor conservación del dcbdo que con sus altezas é con su real casa tenemos; é porque con mayor ra- zón y causa hobiessen de mirar por lo que á nos y á nues- tro reino de Navarra tocare, como nos lo han scrilo, pro-

(4) Hay un claro.

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ferido 6 cumplido, mandando á don Johan de Ribera, su capitán general de la frontera desde dito nuestro reino de Navarra que veniese á nuestra entrada, recibimiento é co- ronación en este dito nuestro reino , con la gente que nos le escribimos que trujiese y estuviese con nos todo el tiempo que á nos bien pareciese é fuese necesario , lo cual él ha muy bien cumplido á nuestra voluntad, hobiésemos de prometer y segurar de facer é cumplir lo en el capítulo yuso contenido; é porque á nos plugo é place de lo así fa- cer é cumplir, por ende por la presente seguramos á los ditos señores rey é reina de Castilla , de León , de Aragón, de Granada, etc., nuestros lios, de facer é complir lo que abajo será contenido en la forma siguiente.

Otrosí, prometemos é damos nuestra palabra real que queriendo los ditos señores rey é reina de Castilla contraer matrimonio de la muy ilustre princesa doña Ana, nuestra fija, con el muy esclarecido príncipe su fijo ó con el nieto que Dics les diere, é dándonos Dios fijo varón, é los ditos señores rey é reina de Castilla lo quisiesen para alguna de las infantas sus fijas ó de las nielas que Dios les diere, que podrían ser en mas conforme edat, que faremos é conclui- remos el tal casamiento ó casamientos ante todo otro cuoal- quiere. E cuoando el tal casamiento ó casamientos no se fi- ciesen por algunos respectos ó causas que los dichos señores rey é reina de Castilla para ello toviesen , que en tal caso por corresponder al deudo que con ellas tenemos, y al amor y buena voluntad que nos han mostrado y muestran , les faremos saber del tal casamiento ó casamientos que así nos saliere , antes de lo hacer é concluir, para que se faga con su sabiduría, buena voluntad y consentimiento, y no en otra manera.

En testimonio de lo que dicho es mandamos facer é

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darnos la presente seguridat, firmada de nuestros nombres é sellada eoii el sello de nuestras reales armas, é á mayor cumplimiento lo juramos á Dios y á esta senyal de Cruz -f y á las palabras de los Santos Evangelios que con nuestras manos tocamos, en manos del dito don Johan de Ribera, capitán general por los ditos señores rey é reina, nuestros tios, que de nos lo recibió, y en presencia de mossen Pe- dro de Hontamyon, su embajador, de tener, servar é complir , é facer tener , servar é complir lo en el capítulo susodicho contenido en la forma susodicha, y de no ir ni venir contra ello por cosa alguna que sea. Fecha en la nues- tra ciudat de Pamplona á i9 dias del mes de jenero, año de la natividat de Nuestro Señor Jesucristo mil cuatrocien- tos noventa é cuatro. Johan. Catalina. Hay un sello grande sobre cera encarnada. Por mandado del rey é de la reina. M. del Espinar.

Nos Madalena de Francia, princesa de Viana, vista la seguredat en la precedente scritura contenida, é considera- das las causas y respectos que al rey é á la reina, nuestros muy caros fijos, han movido á facer y dar aquella, los cuales así bien mueven á nos á facer lo mesmo, por ende por la presente seguramos é promeleraos que tememos, guardaremos é compliremos en cuanto en nos es y á nos toca ó puede tocar, fareraos tener, goardar é cumplir to- do lo contenido en la dita scritura , segunt que en ella se contiene, é que no iremos ni vernemos contra ello ni con- tra cosa alguna de lo en ella contenido. En testimonio de lo cual mandamos facer é damos la presente seguredat fir- mada de nuestro nombre é sellada con el sello de nuestras armas, é á mayor complimienlo lo juramos á Dios é á esta senyal de la Cruz -f y á las palabras de los Santos Evange- lios que con nuestras manos tocamos, en manos del dicho

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don Johan de Ribera , eapilan general por los dilos señores rey é reina de Castilla, de León, de Aragón, de Grana- da, etc. , nuestros tios, que de nos lo recebió, y en presen- cia de mosen Pedro de Hontanyon , su embajador , de te- ner, servar é complir, é facer tener, servar é complir en lo que á nos pudiere tocar, lo en el capítulo de la segure- dat susodicha contenido en la forma susodicha , y de no ir ni venir contra ello por cosa alguna. Fecha en la ciudat de Pomplona á dizenucve dias del mes de jenero , año de la natividat de Nuestro Señor Jesucristo mil cuatrocientos no- venta é cuatro. Madalena. Bay un sello sobre cera en- carnada.— Por mandado de la princesa M. del Espinar.

Nos Alam, señor de Labrit, conde de Drux é de Aura, Capdal de Bux, etc. Vista la seguredat en las escrituras precedentes contenida, é consideradas las causas y res- pectos que al rey é á la reina de Navarra , nuestros muy preciados señores fijos, é á la muy excellente señora prin- cesa de Viana han movido á facer é dar aquella , los cua- les así bien mueven á nos facer lo mesmo ; por ende por la presente seguramos é prometemos que tememos, goar- daremos é complimeros en cuanto en nos es y á nos toca é puede tocar, faremos tener, goardar é cumplir todo lo contenido en la dita scritura, segund que en ella se con- tiene, en testimonio de lo cual mandamos facer é damos la presente seguredat firmada de nuestro nombre é sellada con el sello de nuestras armas , é á mayor cumplimiento lo juramos á Dios é á esta senyal de la Cruz "f- y á las pala- bras de los Santos Evangelios que con nuestras manos to- camos, en manos del dito don Johan de Ribera, capitán general por los ditos señores rey é reina de Castilla, de León, Daragon, de Granada, etc., que de nos lo recibió, y en presencia de mosen Pedro de Hontanyon, su embaja-

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dor , de tener , servar é compür en lo que á nos toca ó pu- diere tocar lo en el capítulo de la seguredal susodicha con- tenido en la forma susodicha, y de no ir ni venir contra ello por cosa alguna que sea. Fecha en la ciudat de Pom- plona á dizenucve dias de jenero, anyo de la nalividad de Nuestro Señor Jesucristo mil cuatrocientos noventa y cua- tro.— Alara. Hay una señal de haber tenido un sello gran- de sobre cera encarnada. Por mandado del dito señor de Labrit. M. del Espinar.

Copia de la confirmación de la paz y alianza que se hizo entre el rey é la reina nuestros señores, rey é reina de Navarra, fecha en Medina del Campo á 50 de abril de 1494.

Archivo general de Smancas. Capitulaciones con Aragón y Navarra, legajo núm. i."

Don Fernando é doña Isabel, por la gracia de Dios, etc., acatando el amor é buena voluntad que tenemos á vos los muy illustres doña Madalenade Francia, princesa de Viana, é don Juan é doña Catalina, rey é reina de Navarra, se- ñores de Bearnc , etc. , é el debdo que con nosotros tenéis, vos habernos rescebido por nuestros amigos, aliados é con- federados, é nuestra voluntad es de tener con vosotros é con el dicho vuestro reino de Navarra é señorío de Bearne paz por nosotros ó por nuestros reinos de Castilla , de León, de Aragón, de Sicilia, de Granada, etc., 6 vosotros nos prometistes que non fareis niu consentiréis que sea fecho guerra , mal ni daño , ni otro desaguisado alguno en los di- chos nuestros regnos de Castilla , é de León, é de Aragón,

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de Sicilia, de Granada, ni á los subditos é naturales dellos por las gentes de vuestro reino é señoríos de Bearne, nin de fuera dellos, desdel dicho vuestro reino é señorío de Bearne, por manera que los unos é los oíros estén en toda paz é puedan contrabtar seguramente segund é como lo fi- cieron cuando lodos los dichos reinos é señoríos estuvieron en paz, segund que en la escriptura que vosotros dello nos distes firmada de vuestros nombres é sellada de vuestro sello es contenido. E porque nosotros queremos que vosotros seades ciertos que nos faremos é guardaremos á vos é á vuestro reino é señorío de Bearne lo susodicho , por la presente otor- gamos que vos rescebimos por nuestros amigos, aliados é confederados, é seguramos é prometemos de tener é guar- dar toda paz con vosotros é con vuestro reino é señorío de Bearne , é que de los dichos nuestros reinos de Castilla , é de León, é de Aragón, é de Seciüa, é de Granada, por gentes dellos ni de fuera dellos non será fecho mal, ni daño, ni desaguisado alguno en el dicho vuestro reino de Navarra é señorío de Bearne, ni en vuestros vasallos, subditos é na- turales del, antes serán todos ellos bien trabtados é vevi- rán en toda paz é sosiego, por manera que de los dichos nuestros reinos de Castilla, de León, de Aragón, de Sici- lia, de Granada no se fará mal, guerra ni daño alguno al dicho vuestro reino de Navarra é señorío de Bearne, é sub- ditos é naturales dellos, ni á vuestas gentes ; lo cual todo prometemos é seguramos por nuestra fée é palabra real de facer, é guardar, é complir realmente é con efeto á buena fé, sin mal engaño, sin fraude é sin cabtela alguna, guar- dándonos vosotros todo lo contenido en la dicha vuestra escriptura que nos distes tocante á esta dicha liancia, é por mayor seguredad juramos á Dios ó á Santa María é á esta señal de la Cruz -J- é á las palabras de los Santos Evange-

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Üos, que con nuestras manos tocamos, en manos de don Juan de Fox, moss de Larnlret (1) que de nos rescibió el dicho juramento en presencia del vizconde de Sera, del dotor don Juan de Jaso, é de Miguel del Espinar del vuestro Consejo, que en compañía del dicho moss de Lan- tret vinieron á nos por vuestros embajadores, de tener, é guardar, é complir todo lo susodicho é cada una cosa é parle dello, cesante lodo fraude, é cabtela é engaño, é que non queremos ni vernemos contra ello ni contra parte dello en tiempo alguno ni por alguna manera que sea ó ser pue- da, guardando vosotros todo lo que así tenéis prometido cerca de la dicha alianza.

Otrosí , prometemos en nuestra fée é palabra real que non defenderemos, ni sosternemos, ni permitiremos ser sostenidos ni defendidos en los dichos nuestros reinos de Castilla, é de León, é de Aragón, é de Granada, ni en al- guna parte dellos, alguna ó algunas persoaas de cualquier estado, grado ó condición que sean, que fueren naturales ó no naturales del dicho reino de Navarra é señoríos de Bearne, que en ellos ó en cualquier parte dellus cometiere caso de traición, crimen de lesa majestad, en cualquier de los casos en que se comete traición ó aleve , segund las le- yes del reino donde se cometiere , ó de muerte pensada , ó salteare caminos, antes al tal ó tales si en nuestros reinos é señoríos le recogieren , luego que noticia dello á nos ó á nuestros oficiales se diere, faremos prender la tal persona ó personas, pudiendo ser habidas, y los mandaremos é fare- mos entregar á los oficiales vuestros ó á quien por vuestra parte ó de los dichos oficiales sobrello nos requiriere á nos ó á nuestros oficiales de los dichos nuestros reinos de los

{{) Mas adelante se le llama Lautrec y Antrec.

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logares donde fueren fallados , lo cual guardaremos é corn- pliremos realmente é con efeto, guardando 6 cumpliendo vos los dichos princesa de Viana é rey é reina de Navarra, nuestros sobrinos, lo en este capítulo contenido en los se- mejantes casos que en nuestros reinos de Castilla é de Ara- gón fueren cometidos, segund é en la misma forma que nos lo prometéis é seguráis. Por seguridad de todo lo suso- dicho, mandamos dar é dimos la presente escriptura fir- mada de nuestros nombres é sellada con nuestro sello , fe- cha en la nuestra villa de Medina del Campo, treinta dias del mes de abril, año del nascimiento de Nuestro Señor Jesucristo, de mil é cuatrocientos é noventa é cuatro años. Yo el rey. Yo la reina. Yo Fernando Alvares de Toledo, secretario del rey é de la reina nuestros señores, la fiz es- cribir por su mandado.

Copia de respuesta original de los reyes de Navarra á lo que por parte de los reyes de Castilla se les habia envia- do á decir en razón de la paz de aquel reino, y otras co- sas. Fecha á de agosto de 1494.

Archivo general de Simancas. Capitulaciones con Aragón tj Navarra, legajo húm. í.°

Lo que de parte nos la princesa, el rey é la reina de Navarra, vos mosen Pedro de Hontanyon, embajador de los muy altos é muy poderosos rey é reina de Castilla, nuestros muy caros tios señores, habes de decir á sus exce- llencias en respuesta de lo que de su parte nos hablastes, es esto que se sigue.

En* cuanto á las cosas contenidas en el primer capítulo,

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ánle de venir á las otras particularidades, agradecemos á sus altezas cuanto (Dodemos el deseo que tienen para nos ver en mucha paz é sosiego , é quitos de todo enojo con nuestros subditos, y que seamos de todos ellos acatados y servidos, é todos los inconvenientes que en ello atravesar se pediesen se apartasen, lo cual sus excellencias ya ante de agora en diversas maneras han demostrado por obra, y muestran todos días, porque ultra la afection que para les acatar tenemos, les quedamos en muy grande obligación, et les dires que ni ataquí han travesado, ni daquí adelante travesariin inconvenientes por nos en ello : que si todos dubdáran tanto de les enojar como nos deseamos compla- cerles , no travesaran los inconvenientes que por algunos ataquí se han travesado, los cuales veyendo ante nuestros ojos aun después que el illustrísimo señor de Laulret nues- tro primo , é los que en su compañía en embajada á sus excellencias enviamos, volvieron tan mal tractar, vejar, fa- tigar é forzar los subditos nuestros de Artajona por el fijo y gentes del dito condestable, como por muchas é diver- sas suplicaciones que en nuestra pública y real audiencia nos han presentado parece, por respeto de sus excellencias hemos ataquí tollerado , por lo que el dicho nuestro primo y embajadores de su parte acerca dello nos digieroo.

Y tocante lo que en el dicho capitulo nos ruegan en las cosas pasadas con el condestable cerca lo de Artajona perdamos enojo, etc. , en el cual capítulo face mención de cierto memorial dado á sus excellencias por el dito condes- table, etc., referiéndonos cerca daquel á la respuesta fecha á las cosas contenidas en el dito memorial, en cuanto á todo lo restante contenido en el dito capítulo , dires á sus altezas que como quiere los desacatamientos y desobedien- cias que el dito condestable cerca desto de Artajona nos

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ha fecho, como sus excellencias ya han seido informados, pues él tanto se había atrevido pasar la seguredat que aquellas por él tenían dada, y contra aquella é su debido tan desordenadamente ofender y desobedecer á nos en tan mal enjemplo y escándalo de otros, requeriesen mas puni- ción é castigo para refrenar tales atrevimientos que la re- prehensión que le ha seydo dada , pues por sola aquella que es cuasi oculta, no se satisface á nuestra pública ofen- sa, ni él escusará mas de hacer lo que le parecerá por aque- lla aldelante que ha fecho ataquí, por la seguredat que por él sus altezas por escripto é sellado tienen dada, con todo, aunque segunt quedamos con tanta ofensa y mas por otros respetos mucho cumplientes á nuestro servicio, segunt el estado de los fechos deste regno, que no cumple declara, nos sea grave y fuerte, é poco nos convenga, y el perdón no se deba dar sino al corregido y emendado ; empero por- que en mayores cosas á nos posibles deseamos complacer- les, asi por contemplación suya seremos contentos de per- der todo enojo nuestro particular que de dito condestable, por la causa susodicha, tengamos, é de mirar por lo que á él tocare, como si las cosas susoditas no pasaran, él obe- deciendo é serviéndonos como bueno, leal y fiel subdito, debe y ha tenido hacer.

Toda vez, aunque el enojo nuestro particular, por res- pecto y contemplación de sus altezas, hayamos de dejar, y no se diga de emienda alguna para el desacatamiento y ofensa á nos sobre este caso fecha, segunt por los ditos señores Delantrec y embcijadores nos fué referido se habia de hacer, puesto olvidemos lo que á nos alanye el intere- se de la justicia que á sus altezas, por ser aquella virtut co- mún, no menos que á nos toca, puesto ataquí por lo que el dicho señor del Antrec y embajadores nos referieron.

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hayamos deferido, no podemos dejar perder oin detener que nuestra sentencia su debido efecto una vez no surta, por muchas razones que de suyo están diciías é conocidas, y no cumple declarar. E así porque á ninguno quede en- jemplo de conseguir por fuerza y desobediencia utilidat nin gloria, la dicha sentencia surtiendo é hobiendo ánlo todas cosas su debido efecto y ejecución , y soltando el dito condestable á los ditos de Artajona el juramento que por fuerza y contra nuestros mandamientos les fizo facer éres- tituidoseles los bienes que les han seido tomados, después de aquello cumplido, segunt de razón é justicia se debe ha- cer, no porque seamos tenidos por el capitulado, segunt el dicho condestable dice en su memorial, pues todo lo fecho y declarado fué por justicia, mas por contemplación de sus altezas nos placerá de nuevo facerle gracia del dito lugar de Artajona en la mesma forma é manera que se contiene, por la gracia que le fué fecha con todas las cláusulas opor- tunas para que por la dicha sentencia day en adelante no se pueda perjudicar, y mas de le remeter é quitar todas las penas que por la dicha causa ha é podría haber incorrido. Cuanto al segundo capítulo en que fabla del infante don Jaime, nuestro tio, tocante la villa de Miranda, dires á sus excellencias que ya el dito infante sabe con cuanta amor é voluntat nos le habemos siempre mandado dar la dita villa, é si aquello no ha hobido efecto, ha seido por los impedimentos que unos é otros en justicia le han puesto, porque en la declaración dcllo podria haber dilación, é haa alguna dificultad por muchas razones que nos han seido remostradas que no cumple expresar. Por ende afin que el dicho infante consiga utilidat por la intercesión de sus alte- zas, y conozca el amor é voluntat que le tenemos por el deudo que con nos tiene, le daremos otra tanta renta en

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este nuestro regno y en las otras. cosas que le pertenesce- rán. También daremos orden con los tres Estados de nues- tros señoríos que se faga todo lo que fuere de razón.

Cuanto al tercero capítulo que fabla de don Johan de Mendoza, nuestra voluntad ha seido y es de guardar á quien quiere su justicia , é mucho mas al dito don Jaban por res- pecto de sus altezas ; mas él sabe los fines porque (1) á cuya instigación jamás ha venido á querer mostrar debida- mente en nuestro consejo su derecho para que pueda decir se le haya puesto alguna dilación. E porque sus altezas sean informadas enleramente desle fecho, les dires como lodos tos actos y cosas que ante que nos viniésemos en este nuestro reino , contra el dito don Johan por la causa de Bimuel hablan seido enancadas é proveídas, por lo que don Johan de Ribera y vos nos rogastes de parte de sus altezas, ficimos anullar é tornar al tiempo que aquil vi- nimos, á su primer estado. Después acabo de algún tiem- po porque fiiemos informados que al dito don Johan no perlenescia otro derecho en el dicho lugar sino mil é qui- nientos florines que en tiemi)o pasado sobrel á su agüela habían seido asentados , considerando que dándole aquellos justamente podíamos tomar lo nuestro, queriendo; nos certi- ficar de la verdat ante todas cosas, mandemos venir á nos el dito don Johan, é nos la reina le dimos noticia dcllo, é le dijimos como nos hablan informado y que le queríamos dar lo suyo é nos dejase lo nuestro, á lo qual quasi otor- gando aquello ser así , sin dar ni alegar otra razón nos res- pondió que lo suyo siempre podíamos tomar y no empezáse- mos en él. Et como vio que dándole lo que le podia perle- nescer, queríamos haberlo nuestro, alegó que lo tenia por

(1) Aquí hay una palabra que no se puede leer.

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gracia é merced , y no por los dichos mil é quinientos flo- rines, sobre lo cual le mandemos traer la que decia gracia para cierto dia , y aquella asignación recebida , partió de- ciendo él nos la Iraeria , é pasado aquel dia, por su parte nos fué pedido é le fué dado mas tiempo, deciendo para aquel vcrnia con la dita gracia, y en lugar de venir con aquello envió con un su criado cierta que decian era copia de la dita gracia, que no satisfacía á ello , y le fué asignado para otro plazo trujiese la dita gracia ó veniese, si mas queria decir. E como quiera que el dito su criado perferió vernia el dito don Johan ó él con la respuesta para el dito dia, nin el uno ni el otro curaron de venir, sobre lo cual dejado que segunt los fueros y leyes deste reino se podia to- mar el dicho lugar, y demandar lo que en tanto tiempo ha- bla levado, á mayor cumplimiento mandemos depositar la dicha cuantidat para su pago en poder de los alcaldes de nuestra corte mayor, y en seguiente, por mas justificar, por ciertos comisarios que para ello deputamos mandemos le- var la dita cuantidat al dito don Johan si era en el dicho lugar de Bunuel , y en su absencia fué presentado á los que tenían la dita fortaleza, y no la quisieron recebir, obe- decer nin cumplir nuestros mandamientos, sino facer rebe- lión , segunt el dicho don Johan les tenia mandado , por cuanto él sabe á consejo de cuales deste reino que sus inte- reses querían con él esperimentar á defender por fuerza, en escándalo y mal enjemplo de muchos habla fecho y fazia fortificar la fortaleza del dicho lugar, seyendo nos en el rei- no, lo que no fizo en los tiempos de las guerras, y poner gen- te de fuera del regno en guarnición en ella, dando entender que mas con resistencia é fuerza que con drecho ni justicia que tuviese, habla de tener y defender lo que nos tenía de nuestro patrimonio, porque del tomasen enjemplo y estudo

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los que gelo aconsejaban para en sus intereses. E comoquie- ra por lo que sus altezas nos scribieron y enviaron rogar con el dicho señor de Lantrec y embajadores quisiéramos y en- tendíamos, en endrecera del dicho don Johan diferir la recu- peración de lo que nos tenia, mas por la murmuración que ya en el pueblo habia por las práticas que sobre ello se leva- ban entre algunos deste regno, veyendo que si lo disimulá- bamos, mayores inconvenientes deilo se nos podian seguir por dar adaquellos, y á él conocer que ni el dicho don Johan ni otro alguno. subdito nuestro debia presumir por resisten- cia ni fuerza de tener nin defendernos lo nuestro, mande- mos proveer de ciertos comisarios y proceir en ello segunt pertenescia en tal caso, cumpliendo empero primero con el dicho don Johan ó los que por él tenian cargo, como dicho es, todo lo que nos fué dicho le podia pertenescer; é venido el dicho don Johan en Tudela, el alcalde de la dicha ciudat uno de los comisarios que para ello teníamos deputado, é los jurados de aquella le dieron noticia de todo ello, é no obstante la rebelión por él y sus gentes fecha , é que mu- chos bienes é provisiones habia fecho tomar por fuerza á los del dito lugar, y poner en la fortaleza , ante de mas procedir en ello le requerieron cumpliese nuestros manda- mientos, ó á lómenos pusiese la fortaleza en manos de la dita ciudat ata consultar con nos, lo cual le movieron por espediente, preferiéndole justicia, afín que la murmuración que de la fortificación é práticas susodichas en gran ofensa nuestra en el dito regno habia, siquiera por aquella fingida obediencia, ó mas verdaderamente tercería, fuese alguna- mente atajada , é tanta fué su presumpcion y la esperanza que en sus práticas pensaba tener íjontranos, que aun aquella aparente obediencia no quiso hacer, salvo que les respondió queria venir en persona á nos por cumplir lo

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que le mandásemos, y partió de Tudela deciendo venia á nos á Olit donde al tiempo estábamos, y de medio del ca- mino volvió é fué para Alfaro, y comenzó á en guerrear y levantar gente en las fronteras de los regnos de Gasli- Ha é Aragón. E venido esto á noticia dolos dichos comisa- rios, y considerado las cosas susodichas; porque la conse- cuencia dello á otros que lo deseaban no aprovechase, fue- ron á ejecutar su comisión, y fechas sus requestas, no fa- llando en los de la dicha fortaleza obediencia debida , sino manifiesta rebelión y resistencia le pusieron setio porque nuestros mandamientos fuesen obedescidos y cumplidos, y los de la dicha fortaleza ficieron asaz muertes y feridas en las gentes que fueron con los dichos comisarios , donde se siguieron grandes gastos. Y después el dicho don Johan con mucha gente de caballo y de pié de los reinos de Castilla é Aragón, puestos en batalla, entró en nuestro reino contra nos é nuestros comisarios, y gentes encorriendo en las pe- nas del fuero y otras que saben á crimen de lesa magestad, donde parecieron senyales de los consejos, prácticas y es- peranzas que entre otros con algunos particulares deste di- cho regno habia llevado, por forma que se levantó el dicho setio. E así les pidires que, consideradas las cosas susodi- chas, quieran mirar qué se debia en ello hacer , é les dirés que cierto por la voluntat que sus altezas en favor del dicho don Johan han demostrado, tenemos enojo y nos desplace á mas no poder que él haya hobido tan mal consejo, é se haya mezclado y enfrascado en tantas cosas, que forzadamente por excusar otros inconvenientes, nos haya cuasi costreñido ad aquello; y agora también no conociendo su error y se- guiendo su acostumbrado mal consejo, desconfiando de la intercesión de sus altezas, por |)oner albolole (1) en los Es-

(4) Así. Tomo XLI. 7

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lados que, tenemos juntados, por empachar é impedimos las cosas que mucho cumplen á nuestro servicio, lo que contra él ha seido fecho, ha puesto por agravio, suplicando á los Es- tados ata que él sea reparado no entiendan en atos nengu- nos. Por lo cual dirés á sus altezas, por lo que decís sobre esto particularmente os ha seido scriplo, pues así es, nos ha- yan por excusados de lo que de su parte nos habes referido, que tal razón mandaremos dar al dito su agravio que lo que se ha fecho segunt las leyes é fueros deste reino, no se- rá reputado que sea cosa de fecho como á sus altezas ha sei- do dado á entender, mas de justicia, é si agravio hobiere, como él pretiende, le será reparado; é si justicia demanda é la loviere, aquella le será ministrada; et si en algo ha caido y encorrido , lo cual ataquí por el respecto de sus al- tezas se le ha disimulado, pues quiere tener tales formas, también estará en razón se les faga justicia á nuestros ofi- ciales sobrello : que lo que él ha presumido é cometido no es para de subdito á reyes , ni creemos sus altezas lo habrán por bueno. Toda vez lo susodicho, non obstante porque aquellas conozcan la rogarla suya , queremos prefieran á la culpa del dicho don Johan, é somos contentos que él tome y goce la renta del dicho lugar de Bunuel, segunt fastaquí ha fecho , ata que la causa sea conocida é declarada por justicia.

Cuanto á lo que loca al cuarto capítulo que habla del obispado de Pamplona, lo que acerca dello por nos procura- ron, aunque no haya surtido efecto, les gradecemos cuan- to podemos, y así bien lo que paral delante nos ofrecen de no dar posesión en lo que al dito obispado pertenesce en sus regnos, sino al que fuere proveído á nuestra nominación; é como quiere que en esto nos vaya tanto interese de haber obispo á nuestra voluntal, y residente en el dicho obispado,

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é loviésemos deliberado de insistir en ello ata obtener lo que es tan razonable y justo, pues por el papa Inocencio, de buena memoria, interveniendo el papa Alexandre mo- derno, nos estaba proferido, con todo por contemplación suya seremos contentos de prometer y dar lugar que el dito cardenal de Santa Anastasia de nuevo tome la posesión del dito obispado, renunciando á la que dicen tomó, porque nen- guno presuma habergela dado, ni él entienda poder haber tomado nin tener sin nuestra licencia, con que ante todas cosas no la bulla plumbada que daquí adelante no se proveirá del dicho obispado é otras dignidades de nuestro regho é señoríos, sino á nuestra voluntad, segunt al tiempo que á don César de Borja, por contemplación de sus altezas, dimos lugar se diese la posesión, fué otorgado; é cumplien- do las otras cosas que con el dito cardenal y procuradores suyos han seido praticadas , é que el vicario general , ofi- cial, chanciller, alcaides é cualesquiere oficios, arciprestes é claverías del dito obispado, agora é cada que vacaren, sean dadas á nuestra voluntad ; porque si esto no se cum- plía primero, segunt las práticas que algunos llevan en Roma, é algunos avisos que nuevamente sobrello habe- rnos hobido de lo que se tracta acerca deste obispado, para pacificar otros que el dicho cardenal en litigio tiene, podría- mos ser defraudados y decebidos, como fuésemos al tiem- po del don Cesar de Borja. De la ciudat de Pamplona á xj dias del mes de agosto, año de mil cuatrocientos noventa y cuatro. Madalena. Johan. Catalina. Por mandado de la princesa, é del rey é de la reina, M. Jaureguizar.

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Copia de promesa original de los reyes Católicos á los reyes de Navarra , de tener en rehenes por cinco años á su hija ¡a infanta doña Madalena, y que la devolverán cumplidos que sean, si se ha cumplido lo capitulado entre ellos. Fecha á i de marzo y 26 de marzo de 1495.

Archivo general de Simancas. Capitulaciones con Aragón y Navarra, legajo núm. 1."

Nos don Johan é doña Gathelina, por la gracia de Dios rey é reina de Navarra, etc. Reconoscemos haber liobido é recebido en nuestras manos é j)oder , de vos el magnífico é noble primo, bien amado nuestro, don Johan de Ribera, capitán general de los muy excellentes rey é reina de Gas- tilla, nuestros muy caros tios señores, una su provisión en la seguiente forma.

Don Fernando et doña Isabel , por la gracia de Dios rey é reina de Castilla, de León, de Aragón, de Sicilia, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Ma- llorcas , de Sevilla , de Gerdenia , de Górdoba , de Cór- cega , de Murcia , de Jahen , del Algarbe , de Algecira, de Gibraltar é de las islas de Ganarla, condes de Bar- celona, señores de Vizcaya é de Molina, duques de Ate- nas é de Neopatria, condes de Roselion é de Gerdanya, marqueses de Oristan é de Gociano. Por cuanto en cierta capitulación é asiento que agora fecimos con los muy illus- tres rey é reina de Navarra, nuestros muy caros é muy amados sobrinos, se contiene que para seguredat que lo contenido en la dicha capitulación se cumplirá por su par- te, nos entregarán en nuestro poder á la illuslre infante doña Magdalena, su fija, nuestra muy cara é muy amada

sobrina, para la tener por tiempo y espacio de cinquo años cumplidos primeros seguientes, dentro de los cuales se ha de cumplir lo contenido en la dicha capitulación, por ende por la presente prometemos é certificamos por nuestra pa- labra y real que, seyendo la dicha infanta doña Magda- lena nuestra sobrina, entegrada y puesta en nuestro poder, ó de don Juan de Ribera, nuestro capitán general de la frontera de Navarra , que en nuestro nombre ha de recebir- la é la traer á nos, que la tememos en nuestro poder, é se- yendo cumplidos los ditos cinquo años, los cuales comienzan á correr é se contar desdel dia que se ñciere la entrega de- Ha, que cumpliendo los dichos rey é reina de Navarra, nues- tros sobrinos, lo contenido en la dicha capitulación, torna- remos é les restituiremos en su poder á la dicha illustre in- fante doña Magdalena, nuestra sobrina, puesta en el di- cho su reino de Navarra en una de las ciudades ó villas del que ellos quisieren é nombraren libremente, é sin otra dila- ción, con todas las personas que con ella aquá eslovieren, lo cual faremos é cumpliremos realmente é con efeto, ce- sante toda cautela, fraude, ficción y simulación, por segu- redat de lo cual dimos esta nuestra carta firmada de nues- tros nombres é sellada con nuestro sello. Dada en la nues- tra villa de Madrit á cuatro días del mes de marzo, año del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo de mil cuatrocien- tos noventa y cinquo años. Yo el rey. Yo la reina. Yo Fernand Alvarez de Toledo , secretario del rey é de la rei- na, nuestros señores, la fice escribir por su mandado.

Et porque lo susodicho pasa así en verdal, mandamos dar las presentes firmadas de nuestros nombres é sellada con el sello de nuestras armas reales. Dada en nuestra ciudat de Pamplona á 26 dias del mes de marzo, año de natividat de Nuestro Señor Jesucristo mil cccglxxxxv. Johan.- Ca-

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talina. Por el rey é la reina. M. Jaureguizar. Al res- paldo hay un sello grande de las armas reales sobre cera encarnada.

Copia de una ratificación original del asiento y capitulación hecha entre los reyes Católicos y los de Navarra^ «44 de marzo de 1495.

Archivo general de Simancas. Capitulaciones con Aragón y Na- varra, legajo núm. 1.°

Lo que fué asentado é concertado por mandado de los muy altos y muy poderosos príncipes y señores los señores rey é reina de Castilla, y de León, de Aragón, de Sicilia, de Granada, etc. , con Miguel del Spinal, secretario é fiscal de los muy illustres señores los señores rey é reina de Na- varra, etc., y en su nombre, por virtut de la creencia que de sus altezas trujo, es lo siguiente.

Primeramente que las alianzas fechas entre todos los di- chos señores seané queden firmes, estables y valederas, y en su fuerza é vigor como en ellas se contiene, para que sean guardadas é cumplidas enteramente, y si necesario fuere, sean de nuevo ratificadas é juradas por todos los di- chos señores.

ítem , para mayor seguredat y certenidat de lo en ellas contenido , y porque los dichos señores rey é reina de Cas- tilla sean ciertos que los dichos señores rey é reina de Na- varra cumplirán lo que por las dichas alianzas son obliga- dos; y asimismo para que no entre gente extranjera de fue- ra del dicho regno de Navarra é señorío de Bearne en el di- cho regno de Navarra , de manera que se puedan apoderar

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del dicho reino de Navarra ni de parle dé!, ni para hacer guerra á los dichos reinos de Castilla y de Aragón, es asen- lado que, dentro de veinte dias primeros siguientes conta- dos del dia de la fecha desta scriptura , los dichos señores rey é reina de Navarra hayan de entregar á la señora in- fanta doña Magdalena, su hija, en poder de los dichos se- ñores rey é reina de Castilla y de Aragón, y de don Johan de Ribera , su capitán general de la frontera de Navarra, en su nombre, para que la traya ó envié á sus altezas, la cual sus altezas han de tener en su poder por término de cinquo años cumplidos primeros siguientes, contados desdel dia que asi fuere entregada por seguredat de lo en esta es- criptura contenido.

ítem , darán la tenencia del castillo de Sangüesa y la tenencia de la villa é castillo de Viana al dicho don Johan de Ribera, entregándole el dicho castillo de Sangüesa á él, ó á quien su poder hobiere , é apoderándole en lo alto y bajo del á su voluntad desdel dia de la fecha desta scriptura en doce dias primeros siguientes, y asimismo dándole manda- miento de los dichos señores rey é reina de Navarra para el conde de Lerin, que entregue la fortaleza de Viana al di- cho don Johan de Ribera, y le alzan la fidelidat y segure- dat que por ella tiene fecha, la cual carta luego ha entre- gado Miguel del Spinal ásus altezas, firmada de los dichos señores reyé reina de Navarra, é sellada con su sello, y den- tro de los dichos doce dias darán carta los dichos señores rey é reina de Navarra, para cualquiere persona que tiene ó tuviere la dicha villa de Viana la entregue al dicho don Johan de Ribera , el cual terna las dichas fortalezas é villa por el dicho tiempo de los dichos cinquo años para segure- dat de ambas partes de lo contenido en esta escriptura con pleito homenaje en ella contenido.

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ítem, que el señor de Lantrec (I) por sí, y los Estados del reino de Navarra, y las ciudades é buenas villas princi- pales del regno de Navarra, con poderes especiales para ello, é los caballeros é alcaides de los castillos del dicho regno fagan seguredat é pleitos homenajes que suplicarán que los dichos señores rey é reina de Navarra cumplirán lodo lo contenido en las dichas alianzas y en esta escriptura ; y si no lo cumplieren, se juntarán con los dichos señores rey é reina de Castilla y de Aragón para que se guarde é cumpla por los dichos señores rey é reina de Navarra lo en ellas contenido , las cuales dichas scripturas de seguredades sean tenidos los dichos señores rey é reina de Navarra dentregar al dicho don Johan de Ribera, dentro de trenta dias prime- ros seguientes, contados desdel dia que sus altezas juraren é firmaren esta capitulación, y los dichos señores rey é rei- na de Navarra les den licencia é facultad por sus cartas para hacer la dicha seguredat é cumplirla , y para ello les alcen la fideüdat que les deben, y cualesquiere pleitos ho- menajes que les tengan fechos.

ítem, que por ningún caso que sobrevenga no se pue- da decir que las dichas alianzas son quebrantadas de una parle á otra, ni nenguna de las partes pueda proceir á via de fecho , salvo cuando fuere visto y determinado por cua- tro perlados nombrados por ambas partes, dos por cada parte, que son quebrantadas las ditas alianzas, los cuales ante de entender en aquello lomarán mediante juramento, un lercero, para si ellos no se concertasen, para que lo que la mayor parle determinase, aquello valga, y las parles sean tenidas de lo cumplir; pero sea entendido que si la dita gente extranjera de fuera del dito regno de Navarra y

(1) Puede leerse Lfltt/rcc.

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señorío de Bearne entrare en el dito regno de Navarra para se apoderar del ó de parte del ó para hacer guerra á los di- tos regaos de Castilla , é de Aragón , é á los subditos é na- turales dellos, ó los del mesnio regno de Navarra é señorío de Bearne entraren á facer la dita guerra á los ditos regnos de Castilla y de Aragón, y no los castigaren los ditus seño- res rey é reina de Navarra, é ficieren emendar los danios, ó gente de Castilla é de Aragón entraren á Navarra por les hacer guerra, mal ó daño contra las dichas alianzas, y no lo castigaren los dichos señores rey é reina de Castilla , é ficieren emendar los danios, que en cualquiere de los dichos casos se entienda que las dichas alianzas son quebrantadas, é se pueda procedir á via de fecho por las dichas parles y cada una dellas que fueren dapnificadas.

ítem, que si durante el dicho tiempo de los dichos cinquo años entrare gente extranjera al dicho regno de Na- varra, que no sean naturales del regno de Navarra y señorío de Bearne, para se poderar del dicho regno de Navarra ó de parte dél , ó para hacer guerra , mal ó danio á los dichos regnos de Castilla y de Aragón , y á los subditos é natura- les dellos, y los ditos señores rey é reina de Navarra no ge lo resistieren, y en su absencia los del dicho regno de Navarra no ge lo resistieren, y si ellos no pudieren hacer por no se juntaren con los dichos señores rey é reina de Castilla y de Aragón é con sus gentes y capitanes para resistir la dita entrada y apoderamiento del dito regno de Navarra, ó para los echar fuera si fueren entrados , que en tal caso el dito don Johan de Ribera ó las personas que tu- vieren las ditas fortalezas seguntla forma desta capitulación, hayan de entregar y entreguen las ditas fortalezas de San- güesa, y villa é fortaleza de Viana á los ditos señores rey é reina de Castilla y de Aragón , ó á su cierto mandado,

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cada que por ellos fueren requeridos. Pero si estando los di- tos señores rey é reina de Navarra en el dicho reino, ó los del dito reino se juntaren con los ditos señores rey é reina de Castilla, é con sus gentes é capitanes para lo susodicho, y ñcieren todo su poder, ó los ditos señores rey é reina de Castilla no dieren sus gentes para ayudar á los ditos seño- res rey é reina de Navarra y á los del dicho reino cada que fueren requeridos por ellos, para echar cualesquiere de las dichas gentes extranjeras que no fueren naturales del dito regno de Navarra é señorío de Bearne, que fueren entrados en él en la manera que dicha es , para se apoderar del ó para hacer guerra, mal ó danio á los dichos regnosde Cas- tilla é de Aragón, que en tal caso se entienda que ellos no han quebrantado lo contenido en este capítulo, y las ditas fortalezas hayan de estar en la dita tercería por los dichos cinquo años como dicho es.

ítem , que los ditos señores rey é reina de Castilla y de Aragón sean tenidos de dar la dita gente para ayudar á re- sistir la entrada de la dita gente de fuera del dito regno de Navarra, ó para los echar fuera del si fueren entrados, cada vez que por parte de los ditos señores rey é reina de Na- varra fueren requeridos, tanto que el dito requerimiento se haga con evidente necesidat, el cual requerimiento pue- dan asimesmo hacer los Estados del reino de Navarra , y la gente den á propias costas de los ditos señores rey é rei- na de Castilla.

ítem, que el condestable de Castilla el don Enrrique Enrriques, mayordomo mayor del dito señor rey de Casti- lla, é don Gutierre de Cárdenas, comendador mayor de León y contador mayor de sus altezas en los reinos de Castilla y de Aragón, y el arzobispo de Zaragoza y el gobernador de Aragón hayan de prometer , jurar 6 obligarse con pena que

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siempre suplicarán y procurarán á todo su leal poder que los ditos señores rey é reina de Castilla y de Aragón cum- plan lo que tienen prometido por las dichas alianzas y por esta escriptura.

ítem , que si lo que Dios non quiera los dichos señores rey é reina de Castilla y de Aragón, contraveniendo á las di- chas alianzas que así están asentadas é juradas entrellos y los ditos señores rey é reina de Navarra, hiciesen guerra al dicho regno de Navarra é señorío de Bearne , que en tal caso el dicho don Johan de Ribera , ó quien después del toviere la dita villa é castillo de Viana é castillo de Sangüe- sa, sean obligados de los restituir á los ditos señores rey é reina de Navarra (1) ücieren ó mandaren facer guerra á los ditos reinos de Castilla y de Aragón, contraviniendo á las ditas alianzas, que en tal caso el dito don Juan de Ribera ó quien después del toviere los dichos villa é castillo de Via- na, é castillo de Sangüesa, sean obligados de los entregar á los ditos señores rey é reina de Castilla y de Aragón , ó á su cierto mandado luego que lo tal acaesciere sin deteni- miento alguno.

ítem , que los ditos señores rey é reina de Castilla y de Aragón sean tenidos é fagan que el conde de Lerin, dentro de veinte cinquo dias primeros seguientes, entregue la villa de Olit á los difos señores rey é reina de Navarra, ó á su cierto mandado, con toda la artillería que en ella estaba al tiempo que la tomó, y con todos los bienes y otras cosas que se pudieren haber , de los que el dito conde de Lerin é sus gentes tomaron en la dicha villa; y que lo que las per- sonas que son castellanos y entraron ad ayudar al dito con-

(1) Aquí parece que faltan las palabras siguientes ú otras se- mejantes: y si los señores rey é reina de Navarra.

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de tomaron en la dita villa, los ditos señores rey é reina de Castilla y de Aragón manden á los que así los tomaron que los restituyan luego , ó de sus bienes de los tales do quiere que los tovieren ge lo manden restituir.

ítem, cuanto á los otros bienes que han tomado el dito conde de Lerin é los suyos que no se pueden haber , que se pongan dos personas nombradas por los ditos señores rey é reina de Castilla y de Aragón, y otras dos personas nom- bradas por los ditos señores rey é reina de Navarra, para que vean y averigoen lo susodicho, y lo que ellos averi- goaren sea tenido el conde de Lerin de lo pagar dentro del término que por ellos fuere declarado , y sus bienes sean obligados á ello, las cuales dichas cuatro personas tengan término para averiguar lo susodicho dentro de dos meses primeros seguientes, después que fuere entregada la dita villa de Olit.

ítem, que el dito conde de Lerin sea obligado, al tiempo que entregare la villa de Olit, de soltar todos los presos que ha prendido en aquella villa y en aquellas partes, y dar por libres cualesquiere fianzas que bebieren dado por ; y asi- mesmo los ditos señores rey é reina de Navarra suelten to- dos los presos que tienen del dito conde de Lerin y de los suyos, y cualesquiere fianzas que por bebieren dado, ex- cepto el alcaide de Artajona , porque ya está suelto.

ítem , que el dito conde de Lerin sea desterrado del dito reino de Navarra por toda su vida, ó hasta que por inter- cesión y ruego de los ditos señores rey é reina de Castilla y de Aragón , á los ditos señores rey é reina de Navarra plega de le alzar el dito destierro por sus provisiones paten- tes, el cual dicho destierro sea obligado de cumplir el dito conde de Lerin so las penas é limitaciones que los ditos señores rey é reina de Navarra le pusieren; y los ditos

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señores rey é reina de Castilla y de Aragón prometen de ge lo hacer guardar, ó que no le favoreceriin nin permitirán ser favorecido por gentes de sus reinos para que no lo guar- de é cumpla.

Ítem, que si el dito conde de Lerin no entegrare la dita villa de Olit como dito es, y se saliere del dito reino de Na- varra , que en tal caso lus ditos señores rey é reina de Cas- tilla y de Aragón sean obligados, si los ditos señores rey é reina de Navarra quisieren, de poner gente suya sobre ladila villa de Olit, en las mesnias instancias donde agora tienen puestas sus gentes los ditos señores rey é reina de Navarra para resistir al dicho conde y á sus gentes, que no hagan robos, mal ni danio en el dito regno de Navarra; porque el dicho regno de Navarra no se gaste y destruya con las ditas gentes que agora tienen puestas en las ditas instan- cias. E si ios ditos señores rey ó reina de Navarra le quisie- ren cercar, que los ditos señores rey é reina de Castilla les ayuden y den gentes suyas para ello hasta que sea tomada la dita villa de Olit. E si los ditos señores rey é reina de Navarra quisieren puedan procedir contra él é contra sus bienes, como quisieren, que los ditos señores rey é reina de Castilla no ge lo impedirán por ruego ni de otra manera, ni permitirán que de sus reinos le ayude gente alguna: ante la gente castellana que estoviere en su favor manda- rán luego salir de ahí y de cualquiere parte que estoviere en su favor : la cual dicha gente que los dichos señores rey é reina de Castilla han de poner en las instancias que ago- ra están sobre la dita villa de Olit, han de ser por quince días contados desde que se cumpla el término que el dito conde de Lerin ha dentregar según de suso dice.

ítem, que sus fijos don Luis é don Fernando sean dester- rados del dito regno de Navarra por el tiempo que á los di-

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tos señores rey é reina de Castilla é rey ó reina de Navarra pareciere.

ítem, los ditos señores rey é reina de Castilla y Aragón prometen y seguran por su palabra y real , é dello da- rán su carta patente, que pasados los ditos cinquo años que la dicha señora infante doña Madalena ha de estar en su poder , como dicho es , la restituirán libremente y la por- nán en el reino de Navarra, en cualquiere ciudal ó villa que por los ditos señores rey é reina de Navarra les fuere nombrado ó senialado con todas las personas que con ella estovieren, sin dilación ni excusa alguna.

ítem , los ditos señores rey é reina de Castilla y de Ara- gón prometen y seguran que, pasados los ditos cinquo años en que han de estar la dita villa é castillo de Viana y cas- tillo de Sangüesa en la dicha tercería, ge las mandarán res- tituir libremente, realmente y con efeto á los ditos señores rey é reina de Navarra ó á su cierto mandado sin dilación ni excusa; y desde agora mandan al dito don Johan de Ri- bera que así lo cumpla é ponga por obra, y á ello darán su carta patente la mas en forma que ser pueda.

ítem, que el dito don Johan de Ribera faga juramento y pleito homenaje de hacer la dicha restitución en la ma- nera que dita es, pasados los ditos cinquo años, realmente y con efeto, sin fraude nin cautela alguna á los ditos seño- res rey é reina de Navarra, ó á cualquiere dellos, ó al hijo ó hija que en su lugar sucediese que heredase el dito regno de Navarra , y que por mandamiento que en contrario des- to se le haga por los ditos señores rey é reina de Castilla y de Aragón, ni por el señor príncipe su fijo, ni por otra cual- quiere persona de cualquiere grado ó preeminencia que sea, no dejará de cumplir lo susodicho, ni de restituir la dich;i villa y castillo de Viana y el dito castillo áe Sangüesa á lo»

m

ditos señores rey é reina de Navarra, y por mayor segure - dat é firmeza, faciéndose natural del dito reino de Nav ar- ra , para en este caso solamente y quedando libre de la obli- gación de la naturaleza é fidelidat que á los ditos señores rey é reina de Castilla y íi la corona de Castilla debe , con expresa licencia de sus altezas fará pleito homenaje en ma- nos é poder de los dichos señores rey é reina de Navarra, de facer la dicha restititucion sin ninguna otra dilación ni cautela, pasados los ditos cinquo años, sopeña de caer por ello en mal caso y en las otras penas que segunt las leyes y fueros de Espanya caen los que quebrantan pleito home- naje. Para lo cual dará el dito don Johan su carta firmada de su nombre y sellada con el sello desús armas, la mas firme que se le demandare.

ítem, que si caso fuere, lo que Dios no quiera, que el dito don Johan de Ribera failesciere desta presente vida durante el dito tiempo délos cinquo años, que en tal caso, tenga la dila villa é castillo de Viana é castillo de Sangüe- sa don Johan de Silva, su hijo mayor, con las mesmas con- diciones y cualidades que el dito don Johan de Ribera las ha de tener, y haciendo el dito don Johan de Silva el dito juramento y pleito homenaje, el cual faga desde luego para en su tiempo y lugar. E si el dito don Johan de Silva fa- ilesciere desta presente vida durante el dito tiempo, terna las ditas fortalezas é villa don Pedro de Silva, su fijo se- gundo del dito don Johan de Ribera. Y caso que el dito don Pedro fallesciese, que la dila villa é castillo de Viana y castillo de Sangüesa haya de tener otra persona natural de Castilla, la cual fuere nombrada por los dichos señores rey é reina de Castilla y rey é reina de Navarra, con las mes- mas seguredades, ó pleitos homenajes que el dito don Johan las ha de tener ; é que al que así fuere nombrado harán los

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ditos señores rey é reina de Castilla é de Aragón, que haga el dito pleito homenajeen la forma susodicha.

ítem, que los alcaides y los hombres (jue estarán en los ditos castillo é villa de Viana sean libres de la obligación de fidelidat y naturaleza que deben á los ditos señores rey é reina de Castilla , é á la corona real de sus reinos, para que tengan libertad de acudir al dito don Johan de Ribera ó á los ditos sus fijos ó á la dita persona que asi fuere nom- brada para tener la dita villa é castillos en los casos susodi- chos; y desto den su carta patente los ditos señores rey é reina de Castilla.

ítem, que los ditos alcaides que estarán en los ditos cas- tillos fagan pleito homenaje á los ditos señores rey é reina de Navarra, de los restituir en absencia del dito don Johan, é de los dichos sus fijos en los casos susodichos, luego que fueren cumplidos los ditos cinquo años, sin otro requeri- miento alguno.

ítem, que los ditos señores rey é reina de Castilla, ni el dicho don Johan de Ribera , ni los ditos sus fijos', ni las otras personas que fueren nombrados para tener la dita villa é castillos en los casos susodichos, ni los alcaides que en ellas estarán, no pornán impedimento alguno ni se empacharán en el mando de la jurisdicion ni ejecución alguna, fuera de los ditos castillos. Antes así las ditas villas de Viana y San- güesa, como los otros lugares cercanos á ellos que son del reino de Navarra estarán como hoy están en la obediencia de los ditos señores rey é reina de Navarra , y recebirán sus rentas libre y desembargadamente, sin que por los di- tos señores rey é reina de Castilla, ni por el dito don Johan de Ribera, ni por nenguno de los sobrcdilos sea puesto ni consentido poner impedimento alguno, ni fecha vejación nin molestia alguna á los vecinos é habitantes en las ditas vi-

|{as (le Viaaa c Sangüesa y otros lugares de! Jilo regno de Navarra.

ítem, que el dito don Johan de Ribera y las otras per- sonas que segunt lo suso contenido han de tener la dita vi- lla é castillo de Viana y castillo de Sangüesa, los ternán á expensas de los ditos señores rey é reina de Castilla, y que al tiempo que la dita reslitucioa se fará pasados los ditos cinquo años, los dichos señores rey é reina de Castilla ni el dito don Johan de Ribera , ni otro alguno de los sobredichos no demandarán satisfacción ni enmienda alguna por gas- tos de guarda ni por reparaciones ni fortificaciones; antes aquellos restituirán sin cautela, dilación ni excusación algu- na, libre y desembargadamente como dito es.

ítem , que en lodos los casos que de suso en esta escri- tura se contiene que han de ser restituidos la dita infante doña Magdalena, las ditas villas é fortaleza de Viana é forta- leza de Sangüesa á los ditos señores rey é reina de Navar- ra, cumplidos los ditos cinquo años, se ha de entender que les ha de ser fecha la dicha restitución, cumpliendo ellos lo contenido en esta escritura, y conforme con lo en ella con- tenido, se han de entender cualesquiere provisiones que sobrello dieren los ditos señores rey é reina de Castilla y de Aragón, y todos los pleitos homenajes que el dito don Johan de Ribera y sus fijos ficieren; é que cuando algo quedare por cumplir por los ditos señores rey é reina de Navarra por donde se debiese de tener la dita restitución de las dichas villas é fortalezas, sean luego requeridos, cada que acaesciere, para que lo cumplan ó sea visto por los di- chos cuatro perlados que de suso face mención, si son de- lio obligados , de manera que las cosas antepasadas al tiem- po que se hobiere de facer la dita restitución sean sabidas Tomo XLI. :gi -

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ante ; y no se guarde para requerir por ellos al tiempo que se haya de facer la dita restitución.

ítem , que la seguredat que los dichos señores rey é rei- na de Castilla dieron al dilo conde de Lerin para que sus altezas farian que los dichos señores rey é reina de Navarra cumpliesen con él lo que asentaron para la conservación de la paz y de lo entrellos capitulado , y la que á los dichos se- ñores rey é reina de Navarra entonces dieron por el conde de Lerin, sean en ningunas para en lo de aquí adelante, y sean habidas por revocadas , y que para en lo pasado , si se hobieren de ver por justicia las cosas del conde de Le- rin queden en su fuerza é vigor ambas á dos escripluras, á cada una de las partes la suya, y que haciéndose en ello jus- ticia, no se proceda en ello por vía de fecho.

ítem, por cuanto el dicho castillo de Viana, non pue- den luego entregar los ditos señores rey é reina de Navar- ra , porque lo tiene el dito conde de Lerin , hasta que se sa- que del, que el dicho don Johan de Ribera desde luego fa- ga el juramento é pleito homenage por él para cada é cuan- do le fuere entregado ó venido á su poder , así como lo ha de hacer cuando ge lo entregaren , segunt el tenor desta capitulación. Siguen las enmiendas.

Nos el rey é la reina de Navarra , señores de Bear- ne, etc. Por la presente scriptura ratificamos, loamos é aprobamos, confirmamos é de nuevo otorgárnoslos capítu- los de alianzas quede suso face mención, que entre los muy altos é muy poderosos príncipes rey é reina de Castilla, de León, de Aragón, de Sicilia, de Granada, etc. , nuestros muy caros tios señores , é nos fueron asentados , jurados é firmados. E asimesmo otorgamos todo lo susodicho esta capitulación de suso escrita contenido, que á nos incumbe,

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6 prometemos y aseguramos y nos obligamos de lo tener, guardar é cumplir todo realmente y con efeto , y cada una cosa é parte dello, cesante todo fraude, cautela, enga- nio, fiction y simulación; y nos obligamos de no ir con- tra ello ni contra parte dello, ni venir en tiempo alguno por alguna manera , causa , razón ó color que sea ó ser pueda, so obligación de nuestros bienes patrimoniales é fis- cales. Y por mayor seguredat de lo susodicho, juramos á Dios y á Santa María y á la senial de la Cruz + en que pu- simos nuestras manos drechas, é á las palabras de los san- tos Evangelios, do quiere que mas largamente son scriptas, en presencia del dito don Johan de Ribera, capitán general de los ditos rey é reina de Castilla en la frontera , y de mos- sen Pedro de Hontanyon su embajador, de tener, guardar é cumplir todo lo susodicho que é nos incumbe, á cada co- sa é parte dello, segunt é de la mesma manera que de suso va declarado, so el cual dicho juramento juramos de non pedir relajación ni absolución del nuestro muy santo padre, ni otro algún perlado, ni juez que poder tenga de nos lo dar, y caso que propio motu nos sea dado, no usaremos del. Por firmeza de lo cual firmamos esta capitulación de nuestros nombres, y la mandamos sellar con nuestro sello, que fué fecha en la ciudat de Pamplona á catorce dias del mes de marzo año del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo mil cuatrocientos noventa y cinquo. Johan. Catalina. Si- gue un sello grande sobre cera encarnada. Yo M. Jaure- gúizar, secretario del rey é de la reina, nuestros sobera- nos señores, la scribíporsu mandado, y vascriptaen cua- tro fojas y media plana de papel, y en fin de cada plana va cerrado (1) de mi senial é mano.

(1) Asi, tal vez en lugar de signado.

. J16

Copia de otra de instrucción dada á fray Juan de Vadeto y á fray Juan de Rro. para tratar con los reyes Cató- licos. Dada por los reyes de Navarra en 5 de mayo de 1499.

Archivo genei^al de Simancas. Capitulaciones con Aragón y Navarra, legajo núm. 1."

Instrucción para los venerables padres fray Juan de Va- deto , guardián del monasterio de los frailes mendicantes de señor San Francisco de la villa de Orles, é para fray Juan de Rro. así bien guardián de la misma orden de la casa de San Sebastian de la villa de Tafalla , de parle del rey é de la reina nuestros señores, acerca de las villas, fortalezas é rentas á sus altezas é á su corona real de Na- varra pertenecientes , que están ocupados por los serenísi- mos é muy altos príncipes de Castilla é de Aragón, sus tios señores, épor el duque de Nájera, en los reinos de Cas- tilla é de Aragón , como en el mismo reino de Navarra.

Primeramente , después de dadas las encomiendas á los dichos rey é reina , sus tios señores , referirán como en los reinos de Castilla (1) el Infantadgo, las villas de Medina del Campo, Olmedo, Peñafiel, Cuéllar é otros muchos lugares, é en el reino de Aragón el ducado de Gandía, el condado de Rivagorza, las villas de Monblant, Ralaguer é otros mu- chos lugares quel rey don Juan , de gloriosa memoria , su visabuelo , é padre de los dichos reyes de Castilla , tenia (i poseía al tiempo que casó con la reina doña Blanca de glo-

{\ ) Parece que faltan aquí las palabras tienen ocupados , ú otras equivalentes.

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riosa recordación, su visabuela, pcrtenccieates á los dichos reyes é á su corona real de Navarra por viDclamiento feclio al tiempo que se contrató el dicho matrimonio de los dichos reyes don Juan é doña Blanca, sus visabuelos, según que estensamente consta y parece por el contrato matrimonial entre sus altezas fecho al cual se refiere.

Otrosí, después de fallecida la dicha reina doña Blan- ca , su visabuela , y el dicho rey don Juan , su visabuelo, casado con la reina doña Juana, de gloriosa memoria, madre del dicho rey de Castilla , y su alteza ya crescido infante de Aragón, susticadas (1) diQriencias muy grandes entrel dicho rey don Juan, su visabuelo, y el príncipe don Carlos, su hijo primogénito y heredero universal, tio de los dichos reyes de Navarra, en el año de cincuenta, y duran- do aquellas fasta el año de sesenta é uno, é venido el rey don Juan , su visabuelo , en la subcesion de los reinos de Aragón, don Enrique, rey de Castilla, de felice recorda- ción, hermano y predecesor de los dichos señores rey é reina de Castilla , por medio del arzobispo de Toledo y del marqués de Villena, se bobo de entremeter entre los dichos rey don Juan é príncipe don Carlos, padre é fijo, por igua- lar sus difiriencias , los cuales se posieron por vía de arai- Iraje, el dicho año de sesenta é uno, en poder del dicho don Enrique, é de ciertos otros caballeros con él, y para en se- guridad que los dichos rey é príncipe observarían é compli- rian todo lo que por el dicho rey don Enrique é los dichos ca- balleros que habían de ser con su alteza seria declarado acer- ca de las dichas difiriencias, se habían de poner cuatro for- talezas por parte del dicho rey don Juan , é otras cuatro por

(<) Acaso por sustificadas , coya palabra se lée mas adelante, y que equivale al parecer á JUJciVot/aí.

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parle del príncipe, su hijo, todas en Navarra, en poder del marqués de Villena, del maestre de Galatrava, é del comen- dador Juan Fernandes Galindo, los cuales é cada uno dellos hicieron juramento é pleito homenaje, é dieron sus carte- les al dicho señor rey don Juan , su visabuelo , que fecha la declaración é pasado el tiempo del compromiso , restitui- rían los dichos castillos é villas á su alteza sin empacho al- guno, estando las cosas en este estado, y entregadas las villas é fortalezas de San Vicente, de la Guarda , de los Ar- cos, éde Miranda antes que las otras cuatro se entregasen, fálleselo el dicho príncipe don Carlos, por cuya muerte espi- ró el dicho compromiso. E como quier que luego debieran volver las dichas fortalezas é villas los dichos caballeros, di- firióse fasta el ano de sesenta é tres , rebelándose el princi- pado de Cataluña. Susiguiéronse el sitio de Gerona é otros muchos inconvinientes, 6 entre los otros los catalanes é al- gunos aragoneses é valencianos llamaron al dicho don En- rique para su socorro contra su rey é señor, tomándolo por su rey é señor al dicho don Enrique, é así envió el dicho don Enrique mucha gente de armas á los dichos reinos de Aragón, é de Valencia é principado de Cataluña, como ea su cabsa propia contra el dicho rey don Juan , su vis- abuelo.

Sustificada esta guerra nueva entre los dichos reyes de Aragón é de Castilla , en la cual el dicho don Enrique y sus gentes hacían guerra é ocupaban cuanto podían en los dichos reinos de Aragón , Valencia é principado de Ca- talunía, el señor rey de Francia don Luis, el cual al tiem- po tenia sus alianzas é confederaciones con entramos los reyes de Castilla é de Aragón, se atravesó entrellos, y para entender en la negociación , hobo de venir en vistas con el dicho don Enrique entre Fonle-Rabía y San Juan de Luz en

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el mes de abril del año de sesenta é tres , é eso mismo la señora reina doña Juana, madre del dicho señor rey de Castilla, fué ende con procuración del rey don Juan, su ma- rido señor, para entender en la dicha negociación, é igua- la; é el dicho señor rey de Francia non se quiso ver coa el dicho rey don Enrique , fasta tanto que comprometiesen los dichos dos reyes de Castilla é Aragón las dichas difi- riencias é quistiones en poder suyo. E así el dicho rey don Enrique por , y la dicha reina doña Juana , como procu- ratriz del dicho rey don Juan , su marido , hobieron de fa- cer cierto compromiso, según se dice, en manos del dicho rey de Francia, el cual rey de Francia, como arbitro, entre otras cosas declaró quel rey de Castilla dejase la acción que pretendía haber en los reinos de Aragón é de Valencia é prin- cipado de Cataluña, é sacase toda la gente de guerra que ende tenia, é restituyese todas las villas é fortalezas que te- Dia ocupadas en los dichos reinos é principado, é se desis- tiese de todas las otras acciones é intereses que había con el dicho rey de Aragón é sus regnos, é para en recompen- sa de todo esto, que el dicho rey don Enrique hobiese de ha- ber la merindad de Estella para é para la corona de Cas- lilla, é que ante todas cosas el dicho rey don Juan de Ara- gón hobiese de restituir los sobredichos carteles que tenia de los dichos marqués é maestre de Calatrava é comenda- dor Juan Fernandez, á cabsa de la restitución de las villas é fortalezas de San Vicente, la Guarda é los Arcos para que aquellas y lo restante de la merindad se hobiese de poner en poder de don Lope Ximenez de Urría , visorey de Sicilia, y empues en poder del arzobispo de Toledo é del marqués de Villena, dentro en treinta días, para que ellos le hobie- sen de entregar toda la merindad al dicho don Enrique en sacando de la gente de los dichos reinos de Aragón , Valen-

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cia é principado de Gatalunia, é restituyendo las villas é for- talezas que ende tenia, como dicho es; é fasta tanto que el dicho rey don Juan de Aragón cumpliese lo susodicho , es á saber, restituyese los dichos carteles á los dichos marqués, maestre é comendador, para que ellos podiesen entregar las dichas villas é fortalezas al dicho rey de Gaslilla , como di- cho es, y entregase eso mismo todas las otras fortalezas de la merindad de Estella á los dichos arzobispo é marqués como dicho es, fué apuntado que la dicha reina doña Juana con la infante doña Juana, su hija, estoviesen en rehenes en la for- taleza de la Raga en poder del arzobispo de Toledo, la cual él tenia al tiempo en tenencia, é así como quiera que el rey don Juan de Aragón no fuese contento , ni aprobase la dicha sentencia dada por el dicho rey de Francia fuéle for- zado, por cobrar de las señoras reina é infante, su mujer é fija , de restituir los dichos carteles é mandar eso mismo cuanto en él se entregasen las otras fortalezas de la merin- dad á los dichos arzobispo é marqués. E así después acá con este color ó ocasión injusta el dicho rey don Enrique mientras vivió, é después las altezas del rey é reina de Castilla tienen ocupadas contra toda justicia é á grande car- go de sus conciencias reales las dichas villas é fortalezas de San Vicente é la Guardia, los castillos de Toro é de Her- rera , las villas de la Uraca é Berbedo con todas sus aldeas, é algunas otras cosas en la dicha merindad que se dejan de escribir por no ser cosas tan granadas, cuyas rentas en todo el sobredicho tiempo que estaban en poder de los so- bredichos caballeros, el dicho rey don Juan las tomaba, é llevaba é pagaba las tenencias de las dichas villas é forta- lezas , como parece largamente por legítimos documentos, á los cuales se refieren.

E como quiera que manifiesto parcsce la dicha aserta

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sentencia no dar drecho alguno á sus altezas para tener así ocupadas las dichas villas é fortalezas ni otras cosas del dicho reino de Navarra, por no tener tal poder ni facultad el dicho rey de Francia; ni el dicho rey don Juan, su vis- abuelo, podia disponer de las villas é castillos, ni de otras propiedades del dicho reino de Navarra , alienando por vía de compromiso ni en otra manera, mayormente por ser el rey del dicho reino usofrutuario tan solamente, é non tener facultad alguna , como dicho es, de alienar, lo cual tam- poco podrían facer los reyes propietarios, obstantes las leyes del reino, mas aun allende desto la dicha reina doña Juana recelándose , segunt se dice, de lo que el dicho rey de Fran- cia queria hacer, un dia antes de la dicha aserta sentencia protestó con notario público é apostólico, que ella fallándose fuera de su libertad en poder del dicho rey de Francia, por su expreso mandado é por fueraa é contra su voluntad, ha- bia fecho el dicho compromiso, é protestaba é de fecho protestó de no acebtar cosa alguna quel dicho rey de Fran- cia declarase , aunque fuese en favor del rey su señor.

Otrosí, protestó asimismo la reina doña Leonor, su abuela, al tiemi)o princesa é señora propietaria del dicho reino, por é por sus subcesores, que no consentía en la dicha alienación. Lo mismo protestaron los tres Estados del reino de Navarra al mismo rey de Francia en su presencia, asignando las cabsas porque ello non se podia facer, el qual respondió que lo que él hacia no era sentencia , ni era su voluntad de adjudicar la dicha merindad al dicho rey de Castilla como non lo podia hacer, segund que todas estas cosas parecen por mas extenso por los instrumentos públi- cos de las dichas protestaciones. También está en verdad que al tiempo que la dicha sentencia se trataba de dar, al- gunos subditos de los reyes de Navarra, así navarros como

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brearneses dijieron al dicho rey de Francia por qué quería dar lo de Navarra por las questiones de Aragón é Catalunia, el cual dicho rey de Francia respondió que no lo hacia sin cabsa é por librar al rey de Aragón del trabajo tan grande en que lo tenia el dicho rey don Enrique en su reino de Aragón, é de Valencia é principado de Catalunia, ocupan- do aquellos injustamente, é que si en Aragón, ó en Valen- cia ó en Catalunia le diera algunas villas é fortalezas al di- cho rey de Castilla en recompensa de las cosas contenidas en el dicho compromiso , é por ventura aquellas pedieran ser por alguna razón alienadas, mas quedando en Navarra y en Castilla lo que no era del rey de Aragón en propiedat, mas de los señores propietarios del reino de Navarra, no le daban cosa alguna al dicho don Enrrique, ni pensaba facer en ello engaño alguno, é que deste parecer fueron el arzo- bispo de Toledo y el marqués de Villena que contrataban con él por el rey de Castilla. Vista la gran sinrazón que él hacia al dicho rey de Aragón, rescatándolo injustamen- te en la forma sobredicha, por mayor seguridad de los herederos é señores propietarios del reino de Navarra él queria dar é dio un cartel sellado al principe don Gastón é á la reina doña Leonor, sus abuelos, enlonces príncipes é señores propietarios deste reino, por el cual cartel juraba é se obligaba el dicho rey de Francia de facer restituir la di- cha merindad Destella á ellos é á la corona de Navarra, dentro del tiempo de dos años , é que aun en este medio les daría recompensa que mas valiese en Lenguadoche.

Otrosí, fallescidos los reyes don Enrrique é don Alonso, hermanos é predecesores de la dicha señora reina de Casti- lla, é venidas sus altezas en la legítima é bien aventurada subcesion de los reinos de Castilla, etc., el dicho rey don Juan, su visabuelo, é la reina doña Leonor, su abuela, en-

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viaron sus mensageros , á saber es á raicer Fernando For- nel é á don Hernando de Vaquedano á los dichos rey é rei- na de Casulla , sus hijos é herederos , rogándoles que man- dasen restituir las dichas villas é fortalezas á la dicha reina doña Leonor, cuyas eran, pues era magnifieslo que el di- cho don Enrique injustamente las tenia ocupadas. E por cuanto al tiempo que los dichos mensageros fueron á los dichos señores rey é reina de Castilla, el dicho señor rey es- taba en Zamora y la señora reina en Burgos, cada uno dellos por respondieron que conoscian que las dichas vi- llas é logares eran del reino de Navarra é no debian ni po- dían ser alienados en la forma que estaban , é quende aina fuesen los dos ensemble, quitados los embarazos que tenían de los sitios, mandarían poner á ejecución lo quel señor su padre les mandaba á la reina , al tiempo princesa é señora propietaria del dicho reino, su hermana : é con esto respon- dieron á los dichos mensageros.

Asimismo el señor rey de Castilla dio un cartel á la rei- na doña Leonor , estonces princesa , su hermana , firmado de su mano é sellado con el sello de sus armas, por el cual jura solepnemente de hacer restituir las dichas villas é for- talezas á la dicha princesa. También hay el traslado de la data quel rey su padre le escribió.

Otrosí, después acá algunas veces que personas del consejo del rey é de la reina nuestros señores enviados por otros negocios á sus altezas han fecho mención adaquellas de la restitución destas villas é fortalezas, siempre han res- pondido sus altezas, especial la señora reina, que bien tiene conoscido que el rey de Francia non podía dar á ellos lo de Navarra; pero que hacia mucho á su estado tener las di- chas fortalezas durante las dichas diferencias que tenían con el dicho rey de Francia: que quitadas aquellas, ó res-

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tiluirian sus lugares, de forma que los dichos reyes de Na- varra quedasen contentos.

Otrosí, que la alteza de los reyes de Castilla, en especial el señor don Enrique, mucho consideraron que ni el rey don Garlos, suegro del dicho rey don Juan, su visabue- lo, ni el príncipe don Carlos, ni la reina doña Leonor, ni el príncipe don Gastón, padre de la reina, nuestra señora, ni el rey Febus, su hermano, ni el rey é la reina nuestros señores , todos herederos é señores propietarios deste reino, subcesivamente han habido jamás cuestión ni diferencia con los reyes de Castilla para que los hobiesen de ocupar su reino ni parte de aquel, ni aun el rey don Juan, su vis- abuelo, por cabsa deste reino de Navarra; antes todos los daños que ha recebido este reino, que son muy grandes é inestimables, ha sufrido por las diferencias é cuestiones quel dicho rey don Juan, su visabuelo, tovo siempre con los reyes de Castilla por los fechos negocios é intereses que él tenia en los mismos reinos de Castilla, en los reinos de Ara- gón, Valencia é principado de Gatalunia, pues quien quier puede ver qué injusto es é inhumano quel reino de Navarra, por haber servido lealmente á su rey, aunque usofruluario, allende que queda del todo desolado, los señores propietarios por haber seido tan obidientes su alteza como hijos é pa- dre deben ser , hayan de perder tan gran parte de su reino por las diferencias é intereses de Castilla, é por conservar los reinos de Aragón , Valencia é principado de Gatalunia para la alteza del señor rey de Castilla. Ni debe sufrir su alteza como católico príncipe tal injusticia á tan grande cargo de su conciencia é del dicho rey su padre, aunque los reyes de Navarra fuesen extraños y no les fuesen tan caros é obedientes sobrinos como son.

Otrosí, allende de las cosas sobredichas están puestas

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en tercería en poder de castellanos é del mismo rey de Cas- lilla las fortalezas é castillos de Viana, Sangüesa, Santa Cara, Zarraga, Moxar, Dini, Leria é otras villas cuyas rentas é jurisdicción baja é mediana tenia otro tiempo don Luis de Beamont, las cuales al presente pertenescen entera- mente en propiedad á los rey é reina nuestros señores , con ciertas condiciones é capitulaciones, é para cierto tiempo, cesando las diferencias que los reinos de Castilla tenian é recelaban haber con el rey de Francia difunto, por segu- redat que por este reino de Navarra non recibirían deservi- cio sus altezas, ni dapno alguno en sus reinos é señoríos, según que por las dichas capitulaciones mas largamente consta. Y pues por gracia de Dios, Nuestro Señor, hay bue- na paz, amor é confederación entre los dichos señores reyes de Castilla é Francia , y cesa la cabsa porque se die- ron las dichas fortalezas, suplicarán á las altezas de los señores rey é reina de Castilla de parte de los reyes nues- tros señores, como estas fortalezas que últimamente fueron dados en la forma susodicha, sean restituidas ensemble con las penas, puesto asi que el tiempo que asi hablan de estar no se haya complido.

ítem , por cuanto cabsante la (1) condición

de los tiempos de disensiones y guerra que dentro del dicho reino de Navarra han concurrido de grandes tiempos, algu- nos subditos del dicho reino porque se velan maltratados, y corridos , de necesidad compelidos , porque sus vidas é haciendas, podiesen conservar así como los del logar de Vxanabilla (2) se encomen-

daron al duque de Nájera para que los defendiese de quien

(1j Hay una palabra que no se puede descifrar. (2) Asi en el original, j

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quier que los quisiesen, al tratar el cual dicho duque des- pués acá así los tiene los dichos logares como que fuese» suyos, á gran cargo de su conciencia, y porque aquello* son de los dichos señores rey é reina nuestros señores, & de la corona suya de Navarra , suplicaron á los dichos se- ñores rey é reina de Castilla que pues el dicho duque es vasallo de sus altezas, manden que vuelva los dichos loga- res á los dichos rey é reina de Navarra, sus sobrinos, como justos é católicos príncipes é reyes.

Expedida fué la presente instrucción en el castillo de la villa de Pau á cinco dias del mes de mayo, año del nasci- miento de Nuestro Señor de 1499 años. Johan. Catali- na.— Por mandado del rey é de la reina. M. Amicus, se- cretar i us.

y^* C C C «

CORRESPONDENCIA

DEL

DOCTOR BEMTO ARIAS BONTASO CON FELIPE II

el secretario Zajas ) otros sngetos , desde 156S basta 1580 (j)^.^;

Carta autógrafa del doctor Arias Montano á Zayas. De Anvers á 20 de julio (2) .

(Recibida i 9 de agosto.)

Encarga que se proporcione dinero á Plantino para la impresión de

la Biblia.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILLUSTRE SEÑOR.

Las cartas que trajo Noncarmes pasaron de aquí á Bol- duq, donde estaba el d'Alba, y las que á raí me locaban rae

(í) La Academia da la Historia ha publicado en el tomo Vil de sus Memorias el elogio histórico de Arias Montano, -escrito por D. Tomás González Carbajal, quien le ilustró con muchos docu- mentos.

(2) No se expresa el año; pero debe ser ucl 1568, pues Arias Montano entró en Ambcres el 18 de mavo de dicho año.

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enviaron hasta esta hora que el correo que ésta lleva venia por aquí , y tan de prisa , que no pude hacer mas que dar aviso á v. m. de haberlas recibido: todo el pliego venia con resobre escrito de Albornoz. Habrá doce dias que escribí á S. M.^ y á v. m. y á muchos otros (1) míos, y antes he escrito muchas veces. A estas responderé despa- cio. V. m. envíe un capítulo á Guriel, para que vaya dando á Plantino los dineros, tomando en prendas sus casas que va- len mas de 4,000 sendos, y mas la obra hecha y que se fue- re haciendo: que acabada valdrá mas de 20,000 sendos; porque no demande, fianzas por demás : que no fian aquí si no con grandes intereses y partes de las ganancias. Y mien- tras por mas tiempo fian, mas interese piden, y esto no puede sufrirse en cosas de obra , donde apenas los maestros sacan su trabajo y no ganan sino gastan, cum estin merca- toris negotiis. Guarde Dios la ilustrísima persona de v. m., al cual suplico me avise á menudo de la salud suya y de mis prendas de Sevilla. En Anvers dia de la Magdalena.

Al Sr. D. Luis beso las manos, ya yo tenia desecha la venta de los primeros lienzos por caros, y por cierta inven- ción hallamos otros mejores y casi la mitad mas baratos. De todo escribiré largo á s. md.

Besa las manos de v. m. Arias Montano. Tiene rú- brica.

Sobre. Al ilustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, se- cretario de Estado de S. M.'^ y de su Consejo en corte.

(f) Hay un claro.

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Copia Je minuta de orden del rey al doctor Arias Montano, De Madrid á iQ de agosto de 1568.

Congratúlase Felipe II por la feliz llegada de Arias Montano á Flándes, y por haberse dado principio á la impresión de la biblia.

Archivo general de Simancas. Estado, libro 2.° del legajo nti- mero 4570, folio 90.

Al doctor Arias Montano.

EL REY.

Doctor Arias Montano nuestro capellán. Por relación de Zayas habíamos entendido el discurso de vuestro viaje, y el trabajo y peligro que habíades pasado en mar y tierra , y holgado de que en fin hubiéredes llegado á salvamente , y dado tan buen principio al negocio desa impresión; pero mucho mas holgamos de ver por vuestra carta de 27 de julio la particularidad de lo que hasta aquel dia habíades hecho y tratado, así ahí como en Lovaina, y la satisfacción que mostráis tener de la suficiencia de Plantino y de la asis- tencia y buen recaudo que os da Hierónimo de Curiel : que con esto y vuestro cuidado y buena diligencia tenemos por cierto que la obra saldrá con el cumplimiento de perfección que conviene y se pretende.

Yo he mandado escribir á la universidad de Lovaina en la forma que advertís , y va con esta mi carta para que vos se la podáis llevar ó remitir como mejor os pareciere. De Madrid á xvj de agosto de 1568. Yo el Rey. Zayas. TdMO XLl 9

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Párrafos de carta autógrafa del doctor Arias Montano & S. M.^ De Anvers á 30 de setiembre de 1568.

(Kecibidaen 91 de noviembre.)

Agradece los consejos y avisos del rey en lo que mira á la impre- sión de la Biblia Envía muestra de la forma de letra que le ha parecido mas á propósito para esta obra. Esfuerzos que hace Plantino para que salga con la posible perfección Gran cuidado que se pone en la corrección.

Archivo general de Simancas. 'Estado, legajo núm. 583. S. C. R. M."*

La carta que de V. M.'^ recibí fecha en G de agosto hizo en los efetos que la palabra de un rey cristianísimo y afecionadísimo á la piedad, culto divino y bien público puede hacer en el ánimo de un criado suyo , obligado por profesión y estudio al servicio de la religión, y por ley divi- na y afecion propia al honor , obediencia y servicio de su rey. Porque allende de me dar ánimo y esperanza para sa- lir con cualquier empresa que conforme á la flaqueza de mis fuerzas se me hubiere impuesto , me exhorta al cuida- do y estudio de lo que debo hacer, admirando el ejemplo que en esto V. M.*^ me da, en tener cuenta con avisarme y encargarme lo que yo de mió debo tener muy á cargo, que me hace esto cierta la vigilancia de V. M.*' acerca de todas las cosas, con aquel espíritu que Dios comunica á los príncipes que de veras conocen y hinchen bien la plaza en que los tiene puestos. Él lo acreciente en V. M.** para go- bernarlo todo , y en sus criados la industria y lealtad para ejecutarlo como conviene.

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A la grandeza y autoridad desta obra , y al nombre de V. M.^ y á la mayor policía que en estos tiempos hay y es- pero adelante habrá en el estudio de la divina scritura , pa- reció convenir, no solamente sacar la Biblia de aquella in- fancia AA y BB , en que se habia sacado á luz la que el Cardenal imprimió, sino ampliarla también en espacio de colunas y renglones que se leen con mas descanso , y tiene mas decoro , y adornarla con los mejores caracteres que se pudiesen usar conforme á la propiedad de las lenguas, y des- embarazarla de muchas abreviaturas , que en lo griego y en lo latino habia: que por ahorrar carta, gastaban el tiem- po y alguna vez la paciencia de los lectores. Y ansí después de haber impreso el primer pliego en cuatro formas que pa- recían mas á propósito para este intento, agradó sumamen- te la que á V. M.*^ envío con esta por ser mas hermosa y mas útil que las demás, y salir con tanta gracia que me parece promete claridad y facilidad en la lección y conoci- miento de las lenguas.

Los de Lovaina me rogaron efeluase con Plantino que emplease en una obra como esta las mejores formas de le- tras que se pudiesen haber, y los del Consejo privado de Bruselas que entienden destas lenguas, me pidieron hiciese también procurar el mejor papel que se pudiese hallar. Y cierto he conocido en Plantino grande afición al servicio de la Iglesia y de V. M.*^; porque emprendieron á cortar nue- vos caracteres hebreos, y salieron los mejores y mas distin- tos y grandes que hasta hoy se han visto. Y puesto que le haya de costar mucho mas la obra , se animó con el favor de Dios y de V. M.*^ á hacer en dos planas, como va, y en tres suertes de papel ; y añadió otro papel para hacer me- dia docena dellas con anchísimo margen.

Demás de esto en la corrección y diligencia hay grande

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ventaja en lo que eslá hecho , sobre cuanlo hasta aquí ha- bernos visto impreso , y una cosa entre otras muchas en nombre y loor de V. M.*^, que es el paráphrasis chaldeo con la pronunciación verdadera y cierta, conforme á la scritura de Daniel , que es cosa deseada antes de todos los dottos y tentada por algunos dottísimos, y no cumplida hasta agora. Espero en Dios que V. M.** dará á la Iglesia una Biblia que en cuanto á perfección de Biblia en todas lenguas de erudición no haya que desear, y en cuanto á los adherentes que después terna, será biblioteca entera para los estudio- sos de la Divina Scritura, de los cuales no trato agora por- que cuanto á lo primero queremos sacar la Biblia pura en sus lenguas , y después en lugar cómodo poner las cosas que han de ser para su ornamento é inteligencia. En la que escribo al secretario Zayas trato algo mas que aquí desto por no cansar á V. M.*^ con cosas particulares.

En Anvers 30 de setiembre de 1568.— S. G. R. M.**— Besa las reales manos de V. M.* su capellán y criado, B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. A la Sacra Católica Real Majestad el rey nuestro señor.

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Copia de carta autógrafa de Arias Montano á Zayas. De Anvers á9 de noviembre de 1568.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo niím. 583.

Se queja del largo silencio de Zayas. Da cuenta de unos libros y otros objetos que ha mandado á diferentes personas. Dolor que le ha causado la muerte de la reina. Ofrece escribir , si se le permite, sobre las cosas de losPaises Bajos. Estado en que se halla la impresión de la Biblia. Códices comprados á un mercader griego cou deslino á la biblioteca del Escorial. Llegada de Martin de Cáceres á Flándes. Pide que se le en- víe lo que se debe de su salario.

ILLUSTRE SEÑOR.

Ha tantos dias que no tengo carta de v. m. que he per- dido la cuenta y casi la paciencia, aunque en unas postreras de mis hermanos de Sevilla, encaminadas por mano de V. m., en el sobre escrito venía de su letra buena nueva de su salud , que es una de las cosas que yo mas deseo y mas á menudo querría haber; empero por lo menos ha mas de mes y medio que aquellas cuatro letras fueron scritasde V. m., y quien no se solia hartar de su conversación, aun- que le estorbase en sus ocupaciones mas justas, buena hambre se pasa agora los meses enteros. Dios lo remedie y á v. m. la salud que yo le deseo.

Por cuantas vias se me han descubierto he escrito á v. m. por mar y por tierra, y hasta agora no tengo noti- cia ni aviso de que algunas de mis cartas hayan aportado. Pesarme lila mucho de cualesquiera que se perdiese; por- que no he escrito carta doble ni quedádome con minuta. La causa es porque no tengo quien me* ayude á cosa ni me

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traslade un renglón sino es en latín, y aun desto, tengo mal recado.

De Baptre Gossen, mercader flamenco, que vive cerca de Santiago, no me ha escrito vm. si aportó allá. Con él envié un Canisio para D. Juan Manrique y otro para don Fadrique, aparte, y los antojos en urfa caja, treinta pares para Jácome de Trezzo. Y respondí á los señores Treviño y Lastanosa sobre las medallas de que me pedían cuenta. Después he escrito á vm. muchas veces y á los señores D. Luis Manrique y D. Luis de Rojas, para los cuales tengo hecha otra nueva cargazón de libros , allende de nueve co- fres que envié los días pasados para D. Luis de Rojas, en los cuales iba para vm. un papel y ciertos libros que había demandado.

Dos pliegos otros despaché juntos cerca de un mes ha. En el uno, que iba por tierra, escribía á S. M.*^ y á vm. y á otras personas ahí y en Sevilla; en el otro por mar, envié un cuaderno de nuestra obra. En estos cofres del señor don Luis Manrique van muestras de todas las suertes de papel, y la de pergamino en un rollo envuelto todo. Creo que agora llegará en tiempo triste ; porque acá también lo es mucho con la nueva del fallecimiento de la reina católica (1), que Dios tiene en su gloría. Cierto á me ha puesto el dolor que debe sentir quien considera como buen criado de sus Majestades , lo que debe en tal suceso. Plega á Dios por quien él es, guardarnos al rey y mirar por su iglesia y república. A vm. suplico me siempre aviso de la salud de S. M.** y de la paciencia y ánimo que Dios le da en todos estos trances , y de las cosas que entiende ser bien que sepa un

(4) Doña Isabel de Valois, tercera mujer de Felipe II, que falleció el 3 de octubre.

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criado suyo que aficionadísimamente lo ama y encomien^ da á Dios; porque por otra via que el aviso de v. m. yo no puedo tener nueva que me satisfaga.

Cuando á v. m. le pareciere que yo puedo escribir á S. M.*^ me dará aviso; porque si se sirve de que yo senci- llamente y como buen criado suyo y como cristiano y que tiene alguna noticia de cosas, parte porlecion y parte por lo que con cuarenta y tres años de vida y peregrinaciones de los mas dellos , y observación de lo que he visto , y co- municación de personas de todas suertes he cogido , le es- criba lo que sintiere, aunque no sea yo parte para compa- rarme con los muchos que en esto le sirven, hacerlo sin ningún otro respetto que el servicio de Dios y el suyo y el bien público. Y si en esto no importa mi servicio, con en- tender de V. ra. que ello es ansí, cumpliré con mi deseo, y serviré en lo que siempre , que es rogar á Dios por su igle- sia y religión , y por el bien de mi rey y de la república cristiana , y procurar de no faltar en estotro que me es en- comendado y encargado , de lo cual espero en Dios que tememos buen succeso porque todo se nos va haciendo bien. Sea él loado por todo.

El Génesis está acabado, y vamos sobre el Éxodo, y de esta semana en adelante melemos otra emprenta mas. A no me falta obra ni me sobra tiempo , de manera que aun las fiestas tengo bien en que entender. Y agora se me ha ofrecido otro cuidado que me ejercita en las noches, y es que entre los libros caldeos que el Cardenal tenia para imprimir, faltaba un tomo que no parecía en Alcalá, que era el de los Profetas que llaman Primeros, que son Josué, Judices et libri Samuel et Regum , el cual quedó en poder de Zamora cuando el Cardenal murió. Y este libro se había desaparecido en España, y estando aquí supe que había

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aportado á Roma y que allí lo había comprado Andreas Ma- sio, secretario del duque de Baviera y su embajador ordi- nario, al cual, pasando este estío por aquí con embajada al duque d'AIba, hablé y le pedí me lo prestase para juntarlo con los demás en esta Biblia ; y habiéndomelo prometido, rogué á Plantino que de vuelta de Francafor viniese por allí y lo trajese, y cuando me lo trajo con su carta hallé que no estaba traducido en latín sino solo en caldeo , escrito de mano , y solo del primer capítulo comenzados á traducir veinte versos, y ansí en caldeo acá lo teníamos en las Bi- blias de Roma y Venecia, de manera que rae ha sido forza- do traducirlo yo porque vaya todo el caldeo con sus traduc- ciones, y ansí lo he comenzado á hacer con la ayuda de aquel qui dat lasso virtutem, al cual suplico á vm. me en- comiende.

En otro pliego que envié por tierra respondí largo á la carta de León (i), la cual respuesta iba tan solamente para vm., y ansí le suplico que no la muestre á persona, sino mande sacar la sustancia delia, si alguna tiene; porque á no me incumbía responder aquella carta, mayormente tomando contención de defender á Pagnino; porque en nuestra Biblia él no va hasta agora, ni ya que fuese podría ir en parte donde los que no están bien con él pudiesen ca- lumniar. Y sepa V. m. que de París y Lovaina se pidió que se pusiese, y esto después que yo estoy aquí : que antes no se habia tratado del en estas partes que digo, é yo le res- pondí que no habia lugar por agora. Empero si v. m. qui- siese escribir á León que dentro de cuatro meses ó tres le enviase los lugares que le ofenden en aquella versión, y es- to con toda caridad y sencilleza, podría ser que fuesen pro-

(1 ) Es probable (jue alml#al Maestro León de Castro.

veciiosos algunos de sus avisos, y que con agradecimiento se le recibiesen, é yo ordenase como él consiguiese su in- tento. Porque sepa v. m. para entre nosotros, que yo por deseo del provecho común he propuesto esto en la universi- dad de Lovaina, y rogádoles que lo vean de nuevo con dili- gencia, y se va haciendo. Y si León enviase algo que fue- se de importancia, seria bien recibido; porque este intérpre- te, por ser católico y literal , audit hené apud omnes etiam si non omnia asseciitus est. Y si v. m. entiende que allá no se ha de hacer esto sencillamente , mas valdrá dejarlo por- que acá lo harán bien y sin pasión.

Aquella universidad se holgó en estremo con la car- ta de S. M.*^ , y prometieron de ayudarme en todo cuan- to se ofreciese, y no dejaré de ocuparlos en algo que sea de su oficio.

Acerca de la inteligencia que debo tener con D. Fran- cés d' Álava sobre los libros para la librería de San Lorenzo ó de todo el reino por mejor decir, yo tengo escrito al em- bajador y no he habido respuesta hasta agora.

Estos dias pasados me ha sucedido una buena suerte en esta razón, en la cual he servido á S. M.** como se lo debo, y holgaria que se me ofreciesen otras ansí , y es que un mercader griego de libros originales, al cual yo conocía en Venecia, y le había comprado harta suma de libros y bien caros , y el obispo que es agora de Segovia , Govarrubias, también había comprado del en mili escudos, pasaba por aquí con unos libros que llevaba á la reina de Inglaterra con esperanza de tornar con gran premio, y sucedióle que los soldados enemigos lo despojaron en el camino, y llegó aquí con tres compañeros y con sus libros, y sin una placa, y procuró vender dos ó tres libros para pasar adelante; y como pedia tan caro por ellos, ninguno osó comenzar á com-

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praiie, y los que deseaban haber algunos, me dieron aviso dello para que yo le tomara algunos y hiciera precio para ellos. Yo le hice llamar, y como me conoció, tomó contento y rogóme le socorriese con dineros hasta Inglaterra , y le diese cartas para el embajador de S. M/ que allí está, que le favoreciese, y para algunos por el camino, porque se lemia de mal tratamiento, estando la tierra tan revuelta por acá. Yo le di luego cartas para el embajador; empero plí- sele la dificultad que habia en el viaje y el incierto succeso que con la reina de Inglaterra ternía estando las cosas de aquella isla en el estado que están , y siendo estos libros to- dos eclesiásticos y católicos, salvo algunos philosóphicos; y con esta ocasión dije que me los vendiese á mí, y de cuantos le habia comprado caros, que fuesen estos agora en buen precio. El amedrentado de lo que habia pasado , y con lo que yo y otros dijimos de lo que podia esperar ó temer, trató de venderme parte dellos. Yo le dije que no le compraría uno sin otro ó sino todos, que son cuarenta libros entre ori- ginales antiguos y copiados buenos , y jamás sintió él ni los otros que deseaban comprarle algunos, que yo los que- ría sino para mí; y con esperanza de que á sus cabales les daría parte me ayudaron mucho en no comprarle ellos nin- guno, y en solicitar que me los vendiese, y ansí él fué for- zado á tratar conmigo, porque no tenia un real ni hallaba modo de habello; y pidióme luego que se los pagase con- forme á como yo sabia que valían , y que no quería mas. Yo no quise sino que nombrase el precio porque yo no se los podia pagar por el valor, estando fuera de mi tierra y con poco dinero. Pidióme cuatrocientos escudos. Parecióme que se ponía en buena razón ; porque cierto los libros va- len largos trescientos escudos. Yo le dije que no tenia que cíen escudos para le dar, y que no quería mas hablar en

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ello, y que era razón que él con su necesidad se conforma- se con la mía, pues le habla yo ya comprado y hecho com- prar en mas de mil escudos. Desla manera lo tuve cuatro dias yendo y viniendo , hasta que visto no podía mas me los dio por ciento y quince escudos , y procuró aquí como se los fuesen pagando por el camino de Italia por los luga- res donde habia de pasar para gastar en el viaje. Yo creo que él no hizo en su vida mas mal empleo ni yo mejor. Cuando los codiciosos acudieron por parte , yo los dije que pensaba servir con ellos á S. M.*^, y que no podia quitar ninguno. Ellos que me tenian por muy sencillo, se espan- taron del artificio que tuve con el griego y con ellos. Yo les dije que quien habia gastado tanto tiempo y dinero en esta mercaduría, no era mucho echase algún buen lance, y V. m. tenga por cierto que si el grecheto entendiera que eran para S. M.*^ no los hubiéramos por quinientos ducados; porque ninguno hay que valga de cuatro escudos abajo, y hay algunos que valen sobre cuarenta. Gerónimo de Guriel pagó los ciento y quince escudos, los cuales ordenará v. m. como se le tomen en cuenta; y porque quiero de hoy mas entender en allegar los libros que S. M.*^ me manda para cumplir la Biblia (l)de San Lorenzo, ansí impresos como ori- ginales, envíeme v. m. el catálogo de los que hay ya en la librería para que por él vaya viendo lo que es menester añadir, etc.

Martin de Gáceres llegó aquí maltratado del trabajo de la navegación y del camino, porque tuvieron trabajoso via- je. Yo me holgué con él por ser de casa de v. ra. y herma- no de quien es , aunque no me dio contento ver que haya lomado este propósito de seguir guerra, pudiendo tomar

(1) Asi dice, acaso en lugar de biblioteca.

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otro camino mas siguro, y viendo lo que pasa en este géne- ro de vida.

Dile diez escudos que me dijo debia para desempeñar sus vestidos, y escribí á Albornoz para que lo encaminase y collocase como á cosa de v. m. No he sabido mas del de diez dias á esta parte. Venia entonces bueno de salud, y luego vino galano y con un criado harto bozal. Encargúele me avisase de su asiento. Sabiendo cómo y dónde está, es- cribiré á los amigos que tengo en el campo , para que mi- ren por él. A su hermano beso las manos.

A v. m. suplico mande cobrar lo que se me debe de mi salario , y dar orden como se me envíe : que no faltará quien se ofrezca como lo hizo Isuncia muy bien, que luego me dio los feudos del señor don Luis Manrique ó por via de mercaderes.

El señor Diego Diaz me envió una cédula de que me he valido, porque todo es menester, no tanto para raí que á cualquiera cosa me acomodaría con la gracia de Dios, cuan- to para algunos que por fuerza he de tener conmigo estan- do en lo que estoy, y por quien acá me envió; y por fuerza también se ha de socorrer á personas de nuestra nación, cuyas necesidades son manifiestas , y que tienen pocos acá á quien acudir.

Al señor don Luis de Rojas avisará v. m. de que sus co- fres están á punto para ir á las naves á la hora que esta es- cribo; yo creo he acertado á le servir en los libros, y en los precios. '

Esta va también como otras por rodeos, plegué á Dios aportarla. Las cartas que van para Juan de Juni y para el jardinero del rey, suplico á v. m. mande enviarles y dar- les aviso que respondan á su casa y envíen lo que hubieren de enviar. Son de un hombre dotlo que se entiende con

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ellos en este menaje de yerbas y plantas, y de acii tam- bién se les enviarán cosas á ellos como se les ha enviado. A todos mis señores y amigos mande v. m. dar mis besa- manos, cuya ilustre persona nuestro Señor prospere en su servicio. En Anvers 9 de noviembre de 1568. Besa las ma- nos de V. m. su servidor Arias Montano Tiene rúbrica.

Por la carta en favor y honor de Gennua suplico á v. m.

De Beccano escribiré á v. m. en otra, el cual envía á V. m. uno de sus libros en los cofres del señor don Luis Manrique. En él también leerá v. m. su nombre.

Sobre. Al ilustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, se- cretario de Estado de S. M.*^ y de su Consejo En corle.

Ck)pia de carta autógrafa 'del doctor Arias Montano á Za- yas. De Anvers á íi de hebrero de 1569.

Pérdida de alguaos regalos enviados por su madre y hermanos, en una nave apresada por los ingleses. Trata de su continuo tra- bajo en la impresión de la Biblia y de cómo los protestantes de Alemania habían comenzado la publicación de otra en tres lenguas y con viciosas traducciones. Escasez de escribientes de que podia valerse para el buen desempeño de su comisión. Chapin Viteli y Guiciardini.

Archivo general de Simancas. Estado , legajo núm. o83.

ILLÜSTRE SEÑOR.

Después que envié á v. m. el prólogo ó epístola general de la Biblia , he escrito otras dos veces por la via de Fran- cia, y en arabos pliegos he enviado muestras de la obra; en el primero una hoja del primer cuaderno, en el segun- do otra segunda. Con este va la tercera., porque no son

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sino ternos todos, que son mas cómodos para la obra. Ya pla- ciendo á Dios habrán llegado aquellos y todos los demás que habían ido por mar , y ansí no será necesario enviar mas muestras hasta que envíe á S. M.*^ un cuerpo acaba- do, el cual enviaré. Dios queriendo, luego después de pocos dias que haya recibido el dicho prólogo de retorno; porque al fin de este mes será acabado el primero cuerpo y en desembarcándose esto de Inglaterra , con las primeras naos enviaré dos ejemplares, uno de pergamino y otro de papel , si á S. M.** le agrada ansí.

También á me ha alcanzado parte de la pérdida en esto de Inglaterra, porque mi madre, que esté en gloria, y mis hermanos me enviaban grandes regalos y en grande cantidad en una nao que entre otras no parece. Sea Dios bendito por todo , y vida y su espíritu al rey: que de todo lo demás no sentiré falta , aunque me duele la pérdida por ser de donde quien tan bien me quería , y el postrero que mi señora doña Isabel, mi madre, me envió en su vida.

Puesto que los fríos han sido acá recísimos y muy lar- gos , que aun agora están en su peso , no habernos parado en la obra mas que tres dias, que todas las artes pararon. Yo, bendito Dios, aunque con indisposición no he cesado ningún día, hasta agora, ni fiesta, ni feria, de hacer algo escribiendo, y trasladando, y traduciendo, y ordenando lo que conviene para la obra, y respondiendo á las cartas que acerca della se me envían de diversas partes, y á los avisos y apuntamientos que se me hacen.

He sabido que en Alemania los herejes habían comen- zado á imprimir una Biblia trilingüe, con traducciones de ruines autores, de la cual ya no se habla mas con el pre- gón público que desla hay. Por todo entiendo que el Spíri- tu Santo ha inspirado á S. M. y á los que han movido esta

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obra para mucho provecho y para estorbar mucho daño que los herejes pudieran hacer, ansí corrompiendo las ver- siones como los textos, que se sospecha de sus atrevimien- tos que llegarán á tanto como esto. Y ansí tengo por cierto que de aquí á diez aiíos, y dende en adelante esta Biblia será tenida en grande veneración como piedra de toque de todas las que después se imprimieren ó escribieren en cual- quiera lengua.

Agora se están corlando dos planchas para la muestra deste primer cuerpo , que serán de buena obra y de muy acomodada significación. Yo hice la invención dellas de carbón y plomo, y ha traído Plantino un muy buen pintor de Malinas, que las sacó en perfil, y tenemos un buen cor- tador que las corta en cobre ; son ambas glosa de la misma Escritura, mayormente la una dellas.

Yo tengo dos secribientes para las cosas latinas, y aun no me bastan para sacar en limpio lo que les doy en borra- dores ; empero para escribir cosas en español ni copiar no son buenos, porque no lo entienden, y aun en latin no ha- cen buena letra sino francesilla y oscura. De los demás hay rarísimos. Yo no he podido haber ninguno hasta agora, aunque lo he procurado en Lovaina y en otras parles, y por tanto me conviene hacerlo todo á mi mano y Dios es el que me hace la merced en todo.

El marqués Chapin Viteilo y el Guiciardino besan las manos de v. m., y tienen grande esperanza de que por su mano se ha de proveer la abadía á aquel buen hombre de quien ellos y todos dicen tanto bien.

Las piezas de que hago relación á v. m. en un memo- rial que con esta va , me han contentado en extremo , por- que son dignas de emplear en alguna obra de S. M.**, y son tan graciosas que si yo pudiera comprarlas no las de-

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jara por ningún precio. Don Fadriquc las fué á ver conmi- go, y le contentaron muy mucho. Si v. m. entendiere que S. M. tomaria gusto en que se las llevasen , creo fácilmen- te seria servido con ellas; porque la villa ó magistrado, á trueco de hacer al dueño aquí alguna comodidad, se las lo- maría y las enviarla de buena gana. Y entendiendo v. m. que podrá servir en esto á S. M.^, podrá escribir un capítu- lo al Duque, porque con la menor palabra que él diga, no verán otro mayor contento que enviárselas. Yo he dicho y rogado al que las tiene que no venda ninguna pieza de las que yo señalo ni la trueque ; porque podrá ser se las com- pre yo juntas, y ansí me lo ha prometido hasta que yo le suelte la palabra. Gomo me ven con hábito de Santiago y con nombre de criado del rey, piensan que soy rico, y ten- go crédito de palabra no mas; porque no se ha venido has- ta agora á la prueba de la obra , y deso me guardaré yo, guardándome Dios el juicio. V. m. me avise cerca desfo su parecer y lo que manda que yo haga, y me avise por to- das vias de su salud y de la de los demás mis señores.

Cuando vienen cartas de Spaña todos acuden á pa- ra saber nuevas; porque piensan v. m. me las envía, y tienen aquellas por mas ciertas, y nunca las hallan. A v. ra. suplico mande á un paje que me escriba alguna copia de cosas públicas que no sean de su oficio; porque estas tales, demándeselas v. m, el padre predicador , que yo no quiero. Estas van por la via de Francia. Nuestro Señor la ilustre persona de v. m. prospere en su servicio. En Anvers 11 de febrero 1569. Besa las manos de v. m. su servidor B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. Al ilustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, secretario de Estado de S. M.'' y de su Consejo. En corte.

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Copia de carta autógrafa de Arias Montano á Zayas. De Anvers á último de febrero de 1569.

Siente que no lleguen á sus manos las cartas que le dirige , y que se le acuse de perezoso en escribir. No ha tenido respuesta á varios despachos enviados á D. Francés de Álava, embajador en París. Males que resultan de no componerse pacíficamente las cuestiones de Inglaterra. Agradécele el interés que muestra por sus cosas. Deseo que tiene de ir áRoma.— Plantino. Don Luis Carrillo.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 585.

Recibida i 98 de marzo. ILUSTRE SEÑOR.

Yo DO puedo atribuir á otra cosa que á desgracia mia el aporlar tal mal y tan pocas veces mis cartas á manos de V. m., pues que no menos cuidado y diligencia pongo en escribirlas y entregarlas que las demás cuyos pliegos lle- gan. No pasa semana que, ó por la mar, cuando se nave- gaba, ó por tierra, con cuantos correos ó particulares que parlen , ó por via del embajador de Francia , no escribo muchas cartas, y todas de mi mano, porque no puedo ha- cerlo menos. Desde la víspera de Navidad he enviado siete pliegos y con este ocho , y en muchos dellos han ido hojas de la Biblia, y en otras muestras del Spino del Cardenal, y en otras hojas de la Silva de Slrella. Dame grande pena saber que no aporten , porque cualquiera defecto puede ca- ber en ; empero el ser negligente en servir á los que de- bo, en cuanto pudiere , siempre lo he huido como cosa age- na de mi condición; y pésame mucho que v. ra. sabiendo ToMoXLI. . 10

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cierto cuanto le amo y cuan tierno soy en este afeto, me trata tan ásperamente en persuadirse que tengo negligen- cia en le escribir; pues si á v. m. no, á quién?

A don Francés he escrito tres semanas arreo con des- pachos , y no he recibido respuesta suya un mes ha. Yo no dejaré de hacer lo que debo mientras pudiere, y el su- ceso encomendarlo á Dios. Mucho me pesaría y pesa siempre que que alguna carta se me pierde.

Las cosas de Inglaterra están tan embarazadas y tan á nuestro daño como v. m. habrá entendido, y es mucho mas de lo que se puede decir ; porque si de Dios y del rey no viene buen remedio, toda esta contratación se pierde , y muchas personas quedan destruidas. A me da gran pe- na ver lo que pasa. Por amor de Dios v. m. haga lo posi- ble en que se componga por agora con paz: que nunca es buena la guerra , y agora menos que nunca estando las co- sas destos Estados cuales están.

Por otras he dado aviso á v. m. de una tapicería que tengo mandada guardar para v. m., de cuatro anas, que está igualada á dos sendos y pocas placas mas, con condi- ción esperen el contento de v. m.; y deseo el aviso del para conforme á ella mandar hacer las antepuertas.

Beso á V. m. las manos (1) por el aviso del despacho de Roma. Bien que en todas las cosas de honor ó facul- tad mia no tengo que pensar donde se prodrán procurar. Dios mucha vida á v. m.; que no he yo menester mas para lodo: empero lo que yo soy obligado para el honor de vm. yo lo haré con el favor de Dios et dignum prwstabo me etiam pro laude merentes. Mande v. m. avisar á mi her- mano Diego Diaz de lo que cuestan las bullas , porque luego

(1) Hemos suplido las palabras de bastardilla qae faltan en el original.

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lo enviará ó pagará donde se le mandare. Yo escribiré de aquí á don Juan de Zúñiga dándole las gracias por mi parte y reconociendo á v. ra. por autor de todo.

Por una mia habrá v. m. entendido el deseo que tengo de ir á Roma, y no digo mas acerca dello, porque me bas- ta que V. m. lo entienda para que lo ordene.

Mi señora doña Mariana acusa á v. ra. en una suya que me escribió la postrera , que no la vée y que está enojada dello. Mal hace v. ra. porque los servicios que v. ra. le ha hecho es razón que se satisfaga dellos en vistas y buena gra- cia, yaque estamos ciertos que no habrá otra satisfacion, aunque cada mes le presente unos aforres, etc.

Deseo que v. m. me mande trasladar y enviar una copia de la instrucción cristiana que le envió el dotor Ar- cos, mili, porque tengo necesidad della acá, y no tengo co- pia alguna. Y avíseme v. m. qué siente della, porque mi intención no fué sino declarar cuan simple y claro es el ofi- cio comuu de los cristianos en las cosas de importancia, y que han de ser demandadas á todos.

Con esto va una muestra del Spino del Cardenal. Harto raal será que no esté allá ya la plancha, y las cien piezas que envié con ella en los cofres del señor don Luis Man- rique.

Plantino está bueno y tan aficionado y obligado á v. m. como es razón. En algunos pliegos míos han ido cartas suyas para v. ra. Otra vez afirmo á v. ra. que en toda mi vida he visto hombre de mas habilidad junta con mas bondad y mas conocimiento de virtud y uso de ella. Cada día hallo en él co- sas que me mueven á alabará Dios, y sobre todo la grande humildad y paciencia increíble que tiene á la mucha envi- dia que los de su arte y trato le han mostrado y tenido siem- pre, á los cuales pudíendo con mucha justicia hacer mal,

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jamás ha dejado de hacer bien. En nombrándole al rey llo- ra de afección que le tiene. En Roma se hace grande estima del, y el papa le ha enviado un breve y carta, mandándole imprima el breviario general, porque después de impreso tres veces en Roma por Manulio , impresor del papa y pue- blo romano, no ha salido ninguno perfecto ni corregido. Imprime otra biblia pcqueñila muy portátil, á instancia de estudiosos que desean traerla consigo.

Don Luis Carrillo, alcaide deHaustrat, dice que v. m. es su protector y todo su arrimo, y que ha escrito á v. m. suplicándole haga por una letra suya que don Pedro de Var- gas, hijo del embajador Vargas, le pague doscientos scu- dos que le debe, conforme á una letra suya que tiene, á cuya fíucia él paga cada año ocho por ciento; porque con- fiado de que se cumplirla con él, los tomó acá. V. m. le haga esta merced de hacer que se le pnguen, porque cier- to tiene necesidad, y dello me consta á asaz.

Plega á Dios tengan esta mas dicha que las otras en llegar mas ciertas y mas presto, y prospérela illustre per- sona de V. m. en su servicio. En Anvers último de febre- ro 1569. Besa las manos de v. m. su servidor, B. Arias Montano.

Sobre. Al Illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, secretario de S. M.^ y de su Consejo. En corte.

Dentro desta carta hay otra de igual fecha, también au- tógrafa , cuyo tenor es el siguiente :

Por otras tres he avisado á v. m. como la biblia de la iglesia y de S. M.*^ iba en buen punto, y que esperábamos acabar el Pentateuco en lodo este febrero. Y estuviera aca- bado si no se hubieran recrecido estos grandes frios que

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sobrevinieron á extraño liempo, tales que alaron las ma- nos á todos los artífices , sino fueron los herreros y fundi- dores. Acabarse han, placiendo á Dios, dentro de cuatro dias. Yo he estado doce dias en la cama con gravísimo ca- tarro, y muchos dellos con fiebre; empero no habernos ce- sado de hacer cada dia algo en las traducciones y en lo que cumplía.

Para poner en orden este cuerpo todo, estoy esperando que V. m. me envíe el prólogo ó epístola que le he enviado dirigido á la iglesia universal, en que doy la razón de todo lo que se hace y del acuerdo que S. M. ha tenido en esta santa obra. Envíelo para que S. M.*' lo viera y quien mas fuese razón, y enmendado se me enviase.

Mis traducciones del caldeos en latin están en vista en Lovaina con otras cosas que con aquella universidad he co- municado , en la cual tengo dos dotlores teólogos, canóni- gos y catedráticos nombrados por procuradores de mi dili- gencia en las cosas que propusieren en aquella universidad, y el uno dellos viene á tratar conmigo y consultar las cosas que se ofrecen. Yo he estado dos veces allá y dado larga cuenta de toda la orden que llevamos. Todos desean ver acabada esta obra é yo mas. En pasando Pascua , placien- do á Dios, pienso de añadir otro prelo, de manera que se hagan seis pruebas al dia. V. m. me avise si será S. M. servido le envíe luego un Pentateuco, en acabándose, de los de pergamino; porque pienso enviarle dos, y si le agra- dare ansí será el uno dellos de los que digo, porque vea la obra que ha mandado hacer, que cierto es cosa para ala- bar á Dios.

El duque d'Alba me ha scrito esta semana que vea las librerías de Breda y Hauslrat , porque se han de vender, para que desfrute yo lo que hallare bueno para S. M.**. En

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estando en disposición para salir de casa, iré luego, pla- ciendo á Dios, á aquellos lugares. Ya he pedido á v. m. por muchas veces me envíe la lista de los libros que allá hay en la librería, porque comienzo á comprar otros para la li- brería real. Por agora no se me ofrece otra cosa acerca de estas materias. En Anvers último de febrero i 569. Besa las manos de v. m., B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Copia de caria autógrafa de Arias Montano á Zayas, De Anvers á i de marzo de i 569.

Da cuenta de hallarse restablecido de su enfermedad y de estar dis- puesto á salir de Arabéres á desempeñar una comisión. Catálogo de libros prohibidos. Ha terminado la impresión del Pentateuco y ofrece mandarlo á España fuego que el ponga el prólogo , ad- vertencias, etc.

Archivo general de Simancas. Estado , legajo núm. 583.

Becibida á 33.— Respondida en 7 de abril. ILUSTRE SEÑOR.

En este punto me avisa Curiel de un mensajero secre- to que va á España de parte de no qué mercader , y era cuando yo estaba esperando el carro para ir á Breda, y da- me aviso que envíe solamente hasta un pliego ó dos. Un dia antes habia yo enviado á Albornoz un pliego con har- tas cartas para v. m., y para esa corle, y para Sevilla tam- bién. Plega á Dios todas lleguen á manos de v. m. Esta no me sirvirá de mas que dar á v. m. noticia de mi dispo- sición, que no es tan grave como estos dias pasados, y

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ansí me atrevo con la ayuda de Dios , á hacer este camino á Breda y Haustrat, y de vuelta, si estoy para tanto, ha- bré de llegar á Bruselas.

Aquí se hace un catálogo de libros que se vedan , en el cual entiendo yo por mandado del duque, y sobre él otras cosas habré de ir á Bruselas.

El Pentateuco se acabó por merced de Dios á prime- ro de marzo. V. m. rae envíela epístola ó prólogo, porque no le falta otra cosa sino los principios, que son epístola y advertimientos, etc. Y suplico á v. m. me escriba mas largo porque aunque v. m. me acusa de negligente en es- cribir , si aportaren allá mis pliegos, verá v. m . que ni he sido negligente ni corto. A todos esos mis señores beso mu- chas veces las manos. Nuestro Señor la ilustre persona de V. m. prospere en su servicio. En Anvers 4 de marzo de 1569. Besa las manos de v. m. su servidor mas afi- cionado , B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. Al ilustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, se- cretario de Estado de S. M.** y de su Consejo. En corte.

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Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Za- y as. De Anvers á Q de abril de 1569.

Duélese de que no llegen á manos de Zayas los despachos que le envía. Recuerda la recomendación de Chapín Viteli y Guic- ciardini. El duque de Alba. Libros de que ha tomado nota, durante su comisión , para mandar á España. Sobre la impre- sión de la Biblia. Desea tener alguna noticia acerca de los nue- vos prelados de las iglesias de Sevilla y Guadix. Da cuenta de tener en su poder la bula de su pensión y agradece á Zayas el interés que toma en este punto. Advertencias sobre la prefa- ción y título de la Biblia que se imprime bajo su cuidado y di- rección.— Habla del epíteto de Philipica que pudiera llevar la Biblia.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILUSTRE SEÑOR.

Muchos dias ha que v. ra. me aflije con pocas cartas suyas, y esas brevísimas; si es castigo, no sede qué culpa, pues quien á v. m. tanto ama , no puede hacer exceso que merezca tanta pena, cuanto mas que no siento en mi cons- ciencia falta que á sabiendas haya hecho, por la cual deba con paciencia llevar tal aflicción. Pocos mensajeros ha ha- bido que no hayan llevado pliegos mios , y destos ninguno hay que yo haya tenido aviso de su partida , con el cual no haya escrito. Por via de Francia he enviado en cinco se- manas cuatro envueltos , y en los tres dellos algunos plie- gos de la Biblia. No si todos han aportado á n:anos del embajador. En una que tengo suya de diez desle me dice haber recibido un despacho: de los demás no hace mención. Yo bien que se ha hecho toda la diligencia en ellos, y

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que se encargó el maestre de postas de Bruselas del recado de todos. Cualquiera que se me pierda tengo por grande desgracia; mas por mayor el fallarme las cartas y consuelo consiguiente de v. m. Bien entiendo las ocupaciones de V. m.; mas también entiende v. m. cuanto yo le amo.

Muchas cosas particulares y ajenas y encomendadas tengo escritas á v. m. en diversas veces, á las cuales, por cumplir con buen oficio como debo, deseo ver respuesta, como á la recomendación del doctor Gemma, al negocio que desean el marqués Ciapin Vitello y Guicciardino acerca del prior de Dunas; y lo que los hebreos del Estado de ¡Milán tratan sobre sus asientos en aquel Estado para renovarlos, que algunos amigos de Véncela de nuevo me instan en ello con ofrecimiento de servir á v. ra.-el favor que en esto les diere para que se efetúe. Si esto es cosa que con poca pesa- dumbre V. m. puede cnlreprender, responderles bien, y trataré con ellos lo que viere ser honesto en este caso. Suplico á V. m. sea servido responderme á estas materias y otras tales que en mis cartas hay lo que sea muy sin pesadumbre.

Estos dias estuve en Bruselas donde el duque D'Alba me hizo toda merced y trató conmigo de v. m. como es ra- zón ; mas quisiera yo con el amor que tengo poder lo que puede para otras muestras de la afición de las que él da. Entiendo que esto es común con todos, y ansí, aunque me duelo que con v. m. no se haga lo que es razón, no me ma- ravillo. Deseo á v. m. el verdadero premio de quien no deja cosa que buena sea sin remunerar, en el cual creo que V. ra. tiene puestos sus ojos y esperanza toda.

Al duque di razón de la visita que hice de las libre- rías de Haustrat y Breda , y lo poco que hallé en ellas , de lo cual él pidió una lista para enviar á S. M., por saber lo que me manda se haga de los libros que yo aparté; si es

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servido se junten para llevarlos á España á la librería real del monasterio , ó se queden para la librería destos Esta- dos, porque el presidente Viglio pretende esto. Por lo rae- nos holgaría que S. M. pasase allá los que aparté en Breda, porque son libros de mas eslima que yo he significado acá. La razón es que estos libros son los originales que los auto- res mismos dedicaron á los mayores del príncipe de Orange, y aunque algunos andan impresos y otros no, aun los que están impresos, están en grandes, importantes y largas par- tes defectuosos del original , y no en livianamente , sino que por ventura hay en estos originales mas que la tercia parte de ventaja de lo que se halla en los impresos. Los que aparté en Breda, aunque son pocos, costaron mas de dos mili escudos á escribir é illuminar, y por ser como digo tan perfectos originales, no tienen precio. No he querido explicar acá tanto esto por no ponerles mas dentera á los que pretenden detenerlos por acá. Si S. M.^ fuere servido que se lleven á España , podrá avisar al duque haga que se aparten de aquellos todos los que á me parecieren para juntarlos con los demás que voy allegando para la li- brería de allá, y ansí con esta disimulación escogeré aque- llos. Y tornóme á afirmar en que son libros de mucha im- portancia , mayormente para las cosas que pertenecen al co- nocimiento de estado, guerra, etc. Solos los libros de la historia inglesa me parecen un grande tesoro, cuanto mas las dos historias francesas con ellos.

Por muchas he pedido á vm. el catálogo de los li- bros qne tenia Cenjas, porque quiero ir, placiendo á Dios, despachando mis negocios en servicio de S. M.*^, y ahor- rando cuanto pueda el tiempo. Y ansí con el favor de Dios pienso y espero hacer en lo de la Biblia universal ; que pa- sando Pascua meteremos tres prelos y crecerá mucho la

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obra , aunque crezca mi trabajo y la costa á Plantino ; por- que allende de los oficiales de la composición y lirada, se añaden también correctores, que es lo más dificultoso de haber. Tenefhos hasta agora cinco que entienden en esta obra: los dos entienden todas las lenguas; los tres griego y latin, y mas yo y mi ayudante, con el cual repaso todas las lenguas. Es tan grande el deseo que todos tienen de ver acabada esta santa obra , que á me acrecientan el mió. Dios lo ordene todo para su servicio.

También deseo saber si v. m. recibió un pliego en que enviaba muestras y relación de unas piedras que aquí hay dignas de collocarse en alguna obra de S. M.**, porque son por extremo buenas y bien aderezadas, y cuanto veo seme- jante lo deseo para mi rey, porque lo emplea bien. V. m. me aviso del recibo deste pliego y de la estima que allá haya acerca desto.

Acá se ha dicho que hay nombrado arzobispo de Se- villa, y no se declara quién sea, aunque el prior don Fer- nando me dijo haber oido mentar al de Santiago. Deseo á aquella iglesia un principal y diligente pastor. También de- seo saber á quién se ha encargado la de Guadix : que por ser la primera que mi buen padre el arzobispo de Valencia Ayala sirvió, le deseo siempre otro semejante prelado.

El aviso de la expedición de las bullas de mi pensión y la copia del breve recibí : de todo doy muchas gracias á Dios, y reconozco á v. m. por ministro suyo y autor mió, y espero en la divina misericordia que no se arrepentirá V. m. de lo que por hace. El breve es cumplido y su- perabundante, porque Su Santidad y el buen embajador responden bien al deseo de v. m. ; que sin el breve basta- rán las bullas con una mención en ellas de mi milicia, y una adiccion in quo tecum dispensamtis .

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A V. m. suplico diga al señor Laslanosa que me envíe dineros los que estuvieren cobrados míos ahí en corle, por- que ya ha dias que gasto sobre mi palabra.

La prefación que á v. m. al principio eAvié iba llena de menudencias, como v. m. y los señores mis maestros y amigos de Alcalá avisaron; y bien lo estendí yo desde el principio , aunque estaba bien congojado y con mucha tris- teza al tiempo que la escribí, como v. m. advertirá por las mis cartas que con ella iban , y por eso en ellas supliqué notasen lo que se debia quitar y lo que habia de quedar. En otras que después escribí dije lo mismo, y reconocí haber muchas particularidades de las cuales dejaba el jui- cio y arbitrio en manos de v. m. y de los que mas ordena- se , con tal que en lo que tocaba á las personas que en es- to han entendido , ansí nombrados como los que no lo son expresamente, no se me quitase cosa; porque esta obra aun- que és general y en la prefación no se sufran tantas parli- cularidades, no puede dejar de haber algunas que concier- nen la expedición dclla, y el orden, consejo, cuidado y obra que se ha puesto por parte de S. M.^ y de sus minis- tros, y el deseo que todos tienen de osla obra, y el honor de los que de veras la han procurado y favorecido, como son el rey, el presidente y Consejo de Inquisición, Gabriel de Zayas, por cuyas manos este negocio, como cosa de Maj.** y Estado y Religión pasa, conmemoración de la diligencia, fée y habilidad de Plantino, porque en toda la cristiandad es tenido y llamado el mas célebre impresor della , y por tal le ha enviado el papa con literas misivas á mandar que él solo imprima el Breviario romano en estos Estados, y en- viádole un ejemplar correcto sellado para ello ; porque por todas estas partes se conozca haber sido bien conocida la importancia de esta obra, y buscádole todas las buenas

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comodidades. El duque D'AIba debe también ser nombrado, porque cierto tiene grande cuenta con esto y está muy afi- cionado á la obra , habiendo oido lo que por acá se dice della. De la universidad y biblia de Alcalá es necesario ha- cer honorífica mención , por haber allí sido el origen desta obra, y por habérselo ansí prometido S. M.*^

A lo que en el advertimiento se dice que no se debe lla- mar Biblia philípica, tienen mucha razón de que no se impri- ma tal título en una obra tan grave y general; empero no es esto lo que yo dije que el impresor pedia sino es de saber que los libros, allende de sus títulos que traen prefijos, suelen ser llamados entre los libreros y estudiantes, etc., por otros nombres mas breves, con que se señalan y distinguen, ó de los lugares, ó de las personas, ó de algunas otras notas, y esto es práctica común en los libros raros ó impresos en di- versas partes , como de las Biblias mismas oimos Biblia complutensia, véneta, constantinopolitana, romana, Biblia Roberti Stephani, Tigurina Benedicti, etc., y de otros libros ansimismo como Tabulas Alfonsinae, y esto no está impreso en los libros ansí, sino de la razón dellos resulta para nota y abreviación. Conforme á esto Plantino y otros muchos que han sido deste parecer, decían que el nombre abreviado y de nota debía salir del principal áuspice y autor de esta impresión, que íuese pkilippica ó philippensia como com- plutensia. Y si á esos señores no les parece que esto se deba admitir, seguiremos su consejo; empero no puede escapar de tener un nombre en entre mercaderes y estudiantes, y siendo del rey, -es mas á su honor y celebración. Cuanto toca á la infancia del nombre Philipica que de suyo sea odioso en parle, es cierto, ansí que fué odioso á PhiUppo Macedón y á sus fautores el título que Demóstenes puso á sus oraciones contra él , y que el que Cicerón puso, no fué

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tanlo por hacer odiosas sus oraciones , cuanto porque com- pelia con Demóslenes en elocuencia, y ofreciéndosele seme- jante negocio demostrar su libertad contra otro príncipe como la mostró Demóstenes contra el suyo, quiso dar tal título por illustrar mas su hecho y libertad, y ansí no pre- tendió tanto en el nombre de Philípica vejar á Marco An- tonio , cuanto dar muestra de que sus oraciones no tenían menos nervios que aquellas famosas de Demóstenes, y ansí fueron estimadas por la mas alta obra que él en este género hizo, como los oradores antiguos lo notan, y al- guna deltas tiene epíteto de divina y celebérrima , como la llama Juvenal.

Quam te conspicuce divina Philippica famce, Volueris aprima quce próxima, etc» (1)

Y el nombre Philippicus no es de suyo odioso , lo cual se prueba por la moneda de oro que en Grecia y casi por todo el mundo corrió en tiempo de Philipo, y de su poste- ridad y sucesores, que se llama hasta hoy Philípicos. Y aquí en estos Estados, hay una de plata que tiene seme- jante nombre de nuestro rey. De no ser el nombre muy latino en significación pasiva en que lo usaron Demóste- nes y Cicerón es la verdad ; empero en significación activa y posesiva es muy usado y regular, ansí que no me parece inconveniente el decirse destos nombres Phih'ppica, ó Phi- lippensia ó Philippina ; y esto no toca á nosotros, sino como digo á los libreros é impresores.

Holgara mucho que v. m. y esos señores me enviaran no- tada y corregida la epístola , para que yo en todo siguiera su

(1) Son tomados estos versos del libro IV, Sátira X.

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guía. Con esta envío la misma, empero abreviada de todas las menudencias que abreviándola se pudieron fácilmenle caer; otras quedaron porque son algo gruesas y no caben por mi harnero, mayormente que de los antiguos hallo semejan- tes ejemplos como en Ensebio, que, contando el hecho de Pto- lomeo acerca de la traducción de los 70, aunque es historia y breve, pone muchas menudencias de personas y cosas, y muchas mas el libro que anda publicado con el título de Arisleas sobre el mismo cuento: porque con tales menu- dencias encarecen aquellos autores el cuidado y afición que el rey y los de su Consejo pusieron en aquel negocio.

Parecióme tan bien el consejo del señor Ambrosio de Morales que le hiciese á la epístola exordio con alguna doc- trina , que luego lo puse por obra. No si les contentará á vs. mds.: á mucho lo que allá me mandaren ó se- ñalaren que haga. Y sepa v. m. que tenemos acabado to- do el Pentateuco, bendito Dios, y no nos falta que poner mas que esta epístola y las demás que pertenecen á la direc- ción de los letores en el uso de la obra: que estas como no son sino índices, cuasi no serán menester enviarlas allá. Tam- bién se están corlando tres tablas de cobre para poner en los títulos desle primero cuerpo, que todas tres servirán de símbolo y argumento del libro; estas he imaginado á contemplación del señor don Luis Manrique. Será la estam- pa dellas extremada , porque cuestan mucho á cortar, y se hacen muy despacio. En estando acabadas enviaré á v. m. las muestras. Cuestan las dos planchas á cortar ochenta es- cudos; la primera no la he aun dibujado, porque no me faltan ocupaciones.

El duque D'Alba ha proveído al doctor Gemma , hijo de Gemma Phrisio, de la letura de medicina por elecion dqj nuigislrado de Lovaina, informado de sus muchas virtu-

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des y letras. Todavía suplico á v, m. por la carta en su fa- vor y honor; porque será dorar sobre plata, y á él añadirle ánimo para sus buenas ejercitaciones. Y si á v. m. parecie- re, que en la caria se haga mención de tener S. M/ noticia de la buena elección y provisión que el duque ha hecho, y aprobarlo y encomendarlo para lo de adelante por sus buenas partes, que son muy raras, y por los méritos de su padre. Nuestro Señor la illuslre persona de v. m. prospere en su servicio. En Anvers 6 de abril de 1569. Besa las manos de v. m. su servidor amantísimo, B. Arias Mon- tano.— Tiene rúbrica.

Sobre. Al illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, se- cretario de Estado de S. M,** y de su Consejo En corte.

Copia de una lista de libros en cuya carpeta dice de letra de Arias Montano (1):

Lista de los libros qoe aparté eo Haastrat y Breda.

Dentro. libros que en haustrat se apartaron.

Decrelum. De mano de Montano: Manuscrip.

Líber de penilentia, MS.

Confessionale Antonini cum alus anllquaí impressionis.

Apparatus Innocentii 4.", MS.

Clemenlinse, MS.

Magisler Senlentiarum , MS.

Speculum historíale, MS.

Bernardus Guidonius, de nominibus Pontificum, MS.

(4) Va dentro de la carta precedente

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Tres libri expositionuin decretalium , MS. Fr. Petras Praemonstralensis in Psalmos, MS. Le second liure de Tristan , MS. Fortalitium fídei, antiquae impressionis. Verbum abreviatura. Biblia, impressa 1475. Bonifacii decreta , MS.

Cassianus, de institutione sacerdotum, impressus. Dispulalio catbolici et infidelisR. LuUii, MS. Summa C, MS.

Postillae Fr. Thomoe Anglici, MS. Glossarium super Decrelum, MS. Summa Fr. Johannis Alberti de vitüs, MS. Petrarcha, de remediis utriusque fortunae, MS. Richardus de Media Villa, super sentenlias, MS. Gesta tempore Godefridi Bulonii, MS. Chrónica d'Aragon, impresa. Le jardín de devotion, MS. Ogier le Danois, en rithme, MS. Recueil des premiere s voyages de Ch. V., MS. Ordonnances pour redification de la raaison á Bruges. Les chevaliers fameux , imprimé. Des estáis du Duc de Bourgogne, MS. Les chroniques de Dom Pedro, imprimé. Speculum Durandi, MS. Policie de la ville de Hedmfort, MS. L'Historie de M. Gerard de Roussillon, MS. L'ordre des obseques de madame Anne de France , MS. Condoleanees de la mort du tres victorieux Duc de Bour- gogne. Les erreurs de Luther, a l'empereur Charles. Descriplio alicujus porlus. Granate obsessio.

Tomo XLí. il

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,,. íPiclurae seu delineationes diversarum gen- / liura, cum nonnullis aliis delineationibus figurarum.

monumenti. )

BREDAE- SEQUENTES MANÜSGRIPTI , OMNES IN PERG AMENO.

Petrarcha, ilalicé.

Les chroniques de France, en frangois.

Les hsloires de Froissard, en frangois.

Modus et ralio, en frangois.

Le liure de monsieur de Gourcy.

Psalmi, arabicé.

L'histoire de M. Jehan Millet, en frangois.

L'hisloire de Monslrelet, en frangois.

La premiere guerre des romains , en frangois.

Gerard de Roussillon , en frangois.

Les clironiques d'Angleterre , en frangois.

L'histoire de Gillon de Trasignies, en frangois.

Bocachardiere , en frangois.

Les oeuvres de Molinet, en frangois.

La genealogie des frangois.

Speculum humanfe salvationis.

L'histoire des pisans, en frangois.

Busclialus, en frangois.

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Copia de carta autógrafa de Arias Montano á Zayas. De Anvers á i de julio i56í>.

Pídele COQ grande cDcarecimiento que le envíe nuevas de su sa- lud.— Viaje de Plantino á París con objeto de proveerse de al- gunas cosas para la impresión de la Biblia.

Archivo general de Simancas. Estado , legajo núm. 58o.

A los tres desle llegó á esta villa un correo despachado de Medina con cartas de diez del pasado, y con nuevas de Sevilla no buenas; y por ninguna parte he podido sa- ber de V. ra., ni visto carta suya, ni tenido aviso de la salud de mis hermanos en Sevilla. Estoy tan afligido deslo que no de mí, y con mis pensamientos que acerca de los que bien quiero jamas reposan, hago doscientos discur- sos á la hora, y todos tristes. Por amor de Dios que v. m. no deje venir correo con quien siquiera una palabra no me escriba , y esta sea la mas importante á mi salud , que sea aviso déla de v. m. y de los que v. m. sabe debo amar. Porque ha pocos días escribí á v. m. largo, y agora no ten- go cosa nueva , sino tristeza y cuidado que no me deja en- tender en cosa que me gusto, no seré mas largo en esta.

El buen Plantino se parte á París un dia después de la fecha, á procurar cosas para esta santa obra. El besa las manos de v. m., é yo las de mi señor don Luis Manrique. Nuestro Señor la illustre persona de v. m. prospere en su servicio. En Anvers 4 de julio 4C69. Besa las manos de V. m. su servidor, B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. Al illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, secretario de Estado de S. M. y de su Consejo. En corte.

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Copia de caria autógrafa del doctor Arias Montano á Za~ yas. De Anvers á 9 de julio de 1569

Dice que ha mandado unas biblias manuales y para qué personas venian destinadas, con algunas muestras de la que se impriraia bajo su dirección. Manifiesta sus deseos de ir á Roma, y pide que se le alguna comisión á este fin. Ofrece mandar luego el frontispicio del Pentateuco y algunas cosas para el impresor Alonso Gómez.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

Diez dias ha que escribí á v. m. y envié con aquellas carias dos biblias de las pequefiitas que Plantino ha hecho, la una para S. M."' y la otra para v. m., con condición que V. m. no la y por tanto se puso el nombre de v. m. en las labias ut habeas perpetuum ¡j.vn[j.¿avvov amicii

Parecióme de hacer encuadernar otra para S. M.*^ en una forma de encuademación que á me agrada mucho, la cual va con esta también encomendada á este correo Chatellar, que es uno de los hombres honrados que andan en el viaje y muy aficionado á v. m. y deseoso de le ser- vir. Va juntamente con ella otra para el señor don Luis Manrique, y protesto y requiero á vs. mds. que si se quie- ren servir destas por ser tan manuales y tan córrelas y agraciadas, no las den á persona alguna; porque acá hay pocas: que se han ido todas en manos de caballeros y de religiosos, y no sabemos cuando podrá Plantino imprimir otra tal.

Con las otras dos que he dicho iban también muestras de la biblia grande, el principio de Josué y un ejemplar del Spino del Cardenal, pintado ó impreso, y otro del deSire-

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lia. Yo lo encomendé bien á Albornoz para que hiciese po- ner cobro en ello. Plega á Dios haya tenido buen viaje el que lo llevó.

Con los pergaminos que Albornoz envía á v. m. va un pliego de lo que se estampa en pergamino, para que S. M."* lo vea, si no han llegado los cofres del señor don Luis Man- rique, donde iban todas las muestras. Yo esloy con cuidado grandísimo por no saber de la salud de v. m. y de la de las prendas que tengo en Sevilla, de donde no tenemos por acá buenas nuevas. A v. m. suplico me consuele y saque destas sospechas con darme aviso de cómo está v. m. y aquella casa suya de Sevilla.

Por una que no si ha aportado á manos de v. m., le daba á entender mi deseo de ver una vez á Roma , porque no la he visto, y para persona de mi profesión y del nombre en que v, m. ha querido ponerme, importarme hía mucho dar una vista á aquella corte siquiera por un mes, y pudiéndose ofrecer algún negocio en que yo fuese encaminado por v. m. en servicio de S. M.**, estando en esta tierra, tal como á tra- tar de la indulgencia de Su Santidad para las cosas que en esta tierra han pasado, habiendo ya, bendito Dios, en ella la grande enmienda que hay, ó con otro cualquier nombre que V. m. sabria ordenar para una tal mi jornada; porque aunque la hiciese en tanto que esta obra se acaba, no baria mucha falta mi ausencia por tres ó cuatro meses, en los cuales se podrían imprimir las gramáticas y vocabularios y otras semejantes cosas que se añaden para facilitar las len- guas. Y si no hubiese comodidad en este medio tiempo, lo podría V. m., placiendo á Dios, ordenar para cuando esto se concluya: que con la voluntad y á favor de nuestro Señor espero será en dos años, porque en uno acabaremos el viejo testamento. Deslo no tengo mas que decir sino significarlo

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á V. m., á cuyo cuidado que está mas rui honor y como- didad que al mió propio.

Presto, placiendo á Dios, enviaré las muestras del princi- pio del Pentateuco que de tres están ya cortadas las dos. Ya por otras he dado aviso á v. m. que tengo comprada buena parte de las cosas que pide Alonso Gómez, el impre- sor, y que él no tenerlas ya allá está por lo de Inglaterra.

Suplico á V. m. me avise como le va á mi señora doña Mariana y á su casa, y como estamos en su gracia v. m. é yo, y si pretende v. m. de me tornar á hospedar á ella, cuando Dios quiera que yo allá torne.

Vuestra merced me avise si han aportado ya acórtelos cofres de aquellos señores y las cosas que iban en ellos para V. m., cuya ilustre persona Nuestro Señor prospere en su servicio. En Anvers 9 de julio 1569. Besa las manos de V. m. su servidor, B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. Al ilustre señor mi señor Gabriel deZayas, se- cretario de Stado de S. M.*^ y de su Consejo En corte.

Copia de puntos de carta del doctor Arias Montano á Za- yas. De 7 de enero 1570.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. S83.

Que ha tomado setecientas docenas de pargaminos para S. M., y de Hierónimo de Curiel mili y quinientos escudos para la paga dellos. Pide se prevenga á contadores mayo- res para que hagan buena esta partida.

Que en Lovaina están ocupados tres jueces y un notario todos los dias, dos horas cada dia, y el notario mas de cua- tro, en la censura y vista de lo que pertenesce á la Biblia.

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Son liombres doctos y versados en lo de las lenguas , y dan su parecer y refieren á la universidad lo que importa. Es razón darles alguna satisfacción honoraria, por lo menos un vaso de plata de á 20 escudos á cada uno. Querría saber si se los podrá dar á cuenta de gastos extraordinarios.

Refiere lo que por otras tiene escrito del doctor Becano, afirmando que para servir á S. M. de médico y de filósofo é historiador, y para el particular gusto que S, M. tiene del conocimiento de cosas naturales, no se hallará hombre mas á propósito que él. Desea que S. M. le mandase dar algún don honorario de collar , ó cadena ó vaso, porque lo meresce mucho.

Que la obra de la Biblia va tan buena ^ con tanta per- fección que, siendo forzado acrescentar el gasto hasta 20 mili escudos, no hay quien no crea que se gastan mas de 60 mil. Ayuda mucho á esto la buena industria de Plantino.

Usa de gran diligencia y ardid para allegar libros ma- nuscriptos originales para la librería de S. M.*^ Tiene ya mas de 70 que le han costado la décima parte de lo que á otro se vendieran. Tiene en su poder los que halló en Haus- trat, y de París le han traido otros griegos. Con estos y los suyos manuscriptos, de que piensa hacer heredera la li- brería de S. M.*, dice se podrán juntar hasta 500, que de- sea se pusiesen en la librería en pieza aparte.

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Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano al du- que de Alba, De Anvers á iZ de hebrero de 1570.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

( Sobre el repartimiento de los 4,000 florines cada

Cabpeta.

I año que se da á los ingleses.

ILLMO. Y EXCMO. SEÑOR.

Francisco Inglefid vino aquí á los once deste, y trajo la lisia de los ingleses religiosos , y clérigos , y estudiantes y legos que hay en estos Estados en Lovaina, Brujas, An- vers, Malinas, Bergas, Duay y en otras partes. Pusimos en tres capítulos la suma de lo que S. M.*^ les hace mer- ced, repartida á tres monasterios que S. M.*, pidiéndolos á la reina de Inglaterra, hizo venir á estos Estados, que son de personas nobles y necesitadísimas. Se constituyeron primeramente sus porciones á razón de cuarenta y cinco flo- rines por año á cada persona , que es lo menos que pudi- mos arbitrar para comida y vestido: que de ninguna parte tienen socorro estos.

El segundo capítulo fué de personas nobles, doctas, y despojadas de sus bienes, algunos dellos por ser muy no- loria su pobreza , y que no tienen de dónde la remediar. Se les asignó cierta porción. Entre estos es uno en quien estu- vimos diferentes Inglefid é yo, por no saber la voluntad de V. E. en este particular, y es Edmundo Hargat, que In- glefid decia debérsele particularmente asignar cien flori- nes, por ser recomendado encarecidamente á V. E., é yo, diciendo que no tenia tal noticia y que era poco paño para

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cortar y cubrir muchos, no me conformaba con él, y am- bos dejamos este nombre á la disposición y mandato de V. E. En el tercero capitulo restaban cincuenta y seis perso- nas entre sacerdotes, estudiantes y legos, los cuales son pobres; empero algunos dellos personas que podrán, el tiempo andando , hallar comodidades con que puedan vivir sin la limosna , y otras muy necesitadas que no pueden en- cubrir sus necesidades, y otras que las encubren lo mejor que pueden , mas que tienen noticia dellos y de sus necesi- dades ciertos buenos sacerdotes, que son como maestros y consoladores de |los demás. Y porque era poco el resto en- tre tantos pusimos una de dos formas, dejando á V. E. la aprobación de cual mejor le pareciere : la una fué , que el número de aquellas personas honradas y beneméritas, alas cuales se asignase una cierta porción cada año, llegase á diez y siete nombrados , y que el resto del dinero se repar- tiese cada año por manos, arbitrio y consciencia de cinco repartidores , personas principales que nombramos , y estos lo repartiesen á las personas que se nombran en el tercero dicho capitulo, conforme á la necesidad y dignidad que ellos conocían en cada uno; porque a eslos les sería cierto cuando uno tenía necesidad, y cuánta y cuándo salía della, y escribirían cada año la razón deste repartimiento ; porque repartirlo nosotros por nombres era cosa incierta, y allende desto estar nombrada la porción que á cada uno se le ha- bía de dar, era indigno del nombre de limosna real, no pudiendo caber á cada uno, unos con otros, ocho ó diez florines , y era la misma cosa y mas cierta , y con mas honrado título decir mili florines, para que se repartan en- tre los demás, conforme á la necesidad del que la tuviere. Esta fué la primera forma que va con esta.

La segunda fué que |>or parecer también ¡wca la parte

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que á los dolores y personas dignas se !es asignaba en aquel número de diez y siete, que era á unos cuarenta y á otros veinte, etc., quedasen nombrados los cuatro que tenian manifestísima necesidad y ningún socorro, y los demás fue- sen con los otros al arbitrio de los repartidores; porque ellos admitirían y echarían fuera al que les pareciese tenía ó no tenía necesidad de la dicha limosna, y temían su libro de la razón deslo cada año. Ambas van con esta parar que V. E." lo mande ordenar como mas servido sea.

Una cosa tengo por aviso , en la cual V. E.* mandará dar la orden que sea servi- do: que á los monasterios de Brujas se les debe entera la limosna de todo el año pasa- do, cumplido por la Navidad próxima, que no se les ha dado, porque dicen han tenido dificultosa cobranza, y han comido sobre taja á esperanza de cobrar.

Inglefid se encarga de la cobranza de aquí adelante, y del entrego á las personas nombradas y á los repartidores. Y suplico á V. E.* sea servido mandar nombrar día de las soluciones, y poner en buenos sitios la pa- ga deljos en cosas que sean cierlas ; porque dicen haber andado nueve meses tras los de finanzas, por cobranza de una limosna parti- ., , , cuhr, uno 8l quien se libró. Los advertimien-

Jl margen ae ' ^

otra letra. (os aceíca de las emprentas envió en este pa-

i^dí'Íos°?aca?I ^wefó á Juan de Vargas, que por mandado de

tes para la pubii- y g a ^^ j^g |^^ euvíado á pcdír. Cuya

Illustrísima y Excma. persona y casa Nues- tro Señor prospere en su servicio. En An- vers 13 de febrero 1570. Illmo. yExcmo. señor. Besa las illustrísimas manos de

cacion.

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V .E.'suciiado y capellán, B. Arias Montano. Tiene rú- brica.

Sobre. Al Illustríslmo y Excmo. señor el duque D'Al- ba, raí señor, en su corte.

Con esta carta se halla la lista nominal de los ingleses que debían participar de esta limosna.

Copia de carta autógrafa de Arias Montano á S. M. De Anvers á 40 de mayo de 4570.

Da cuenta del estado de la impresión de la Biblia y de haberse pnesto dos prensas mas á fin de terminarla cuanto antes. Catá- logo de libros prohibidos y reforma de las escuelas en los Paises Bajos. Observaciones que ha tenido ocasión de hacer en la visi- ta de ciertas librerías. Códices escritos en varias lenguas y gran número de impresos adquiridos para la del Escorial. Sis- tema que debería adoptarse para conservar en esta los manus- critos originales y lo que se practica sobre este punto en las bi- bliotecas de Italia. Falta de dinero para continuar la impresión de la Biblia, por la ausencia de Gerónimo Curiel, y medio que ha discurrido para atender á esto. Lentitud con que se hace en Roma la corrección de la Vulgata.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583,

S. C. R. M.*»

Cuando Dios fué servido que yo cayese de la enferme- dad peligrosa que tuve este invierno , estando los médicos y los demás en duda de mi vida, ninguna cosa me daba tanta pena, en la consideración de salir della, cuanto lo que á todos les parecía desta santa y real obra que por servicio de Dios y de V. M.'* aquí se hace, la cual quedarla corla-

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da y destroncada , ae manera que no podría tan preslo tor- narse á poner su orden para proseguirla, á causa de la mu- chedumbre y variedad de personas que en ella entienden, y de las cosas que son necesarias para su cumplimiento , y que por tener yo mediana inteligencia deslo parecia ser cosa dificultosa y de muy mas excesiva costa de la que se hace, si yo faltara en este tiempo. Y el no poder yo acabar este servicio de la iglesia que tanto importa á los católicos, y de que tanto renombre se sigue perpetuamente á V. M.* me era mas penoso á considerar que la consideración de la misma muerte. Puesto que yo me tenia persuadido que, lle- vándome Dios, él sabia lo que hacia y hacia lo que á me cumplía , y él sabría muy bien hallar y levantar ministros mas idóneos que yo, pues que puede de las piedras levantar hijos á Abrahan, y que la obra se acabaría, pues es tan santa y tan á su servicio, y el mayor tesoro de sabiduría que en la tierra hay, dado por beneficio suyo á los hombres para grande provecho dellos mismos y para gloria de su santo nombre; y con esta consideración me consolaba también en esta parte. Fué su grande misericordia servida de pasarme del peligro y dejarme en la tierra, contra la es- peranza de los que me vieron en el aprieto de la enferme- dad, y desde entonces le he suplicado y suplico me gra- cia para que yo emplee la vida que me dejare en su servi- cio y en el de V. M.**, que va muy encaminado al suyo; y ansí por quien él es me ha dado ánimo y en mis pocas fuer- zas de convalescencia aliento para que hayamos pasado muy adelante, porque me ha crecido en extremo desde mi enfermedad el deseo de ver acabada esta santa empresa ; y ansí traté con Plantino que, aunque fuese á mas diligencia y costa suya, y ocupación mía, acrecentásemos los pre- los, y donde había antes dos en que se imprimían dos

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pruebas al dia pusiésemos otros dos, uno ordinario cada dia y otro tras ordinario para los adherentes de la obra ; y ansí lo habernos hecho después que yo me hallé con mas alivio, y prosiguimos cada dia mas imprimiendo ordinaria- mente un lernio y algunas veces un pliego mas, y puesto que me sea necesario estar cada dia once horas estudiando, escribiendo, recorriendo y visitando lo que se hace y ha de hacer, y esto también las fiestas como los otros dias, me hace Dios merced de poner la mano en ello, de mane- ra que se me acrecientan antes los spíritus que no se me disminuyen. Estarán cuatro cuerpos acabados dentro de quince dias, placiendo á Dios: que no faltará en ellos mas que el caldeo de los Proverbios de Salomón , por el cual yo he escrito al secretario Zayas y á Alcalá de Henares para que de allí se me envíe; porque toda la lección ordinaria desta Biblia quiero que vaya conforme á los ejemplares de España. En la obra trabajan siempre cuarenta hombres, cada cual en su orden, y menester es una cosa para ala- bar á Dios, y no viene persona de entendimiento á esta vi- lla que no vaya á ver la armonía y frecuencia que hay en casa de Plantino, y el artificio que hay para esta obra. Espero en el que todo lo perfecciona que saldrá la mayor cosa que jamás se ha visto ni pudo pensar, y que ni los de buena y santa intención y que tienen buen juicio tengan que desear ni nuestros adversarios que tachar.

El duque D'Alba por servicio de V. M.'^ me mandó el año pasado hacer un catálogo de los libros que entendiese debian ser reprobados, para repurgar las librerías deslos Es- tados. Yo lo hice y conforme á él se repurgaron , é yo asis- tí á la repurgacion de las dcsta villa, y fué Dios servido que se hizo por todas partes bien y sin perjuicio de persona. Después di aviso que para hacer un catálogo cumplido era

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necesario escribir á las universidades y obispos, para que ellos diesen noticia de todos los malos libros que habian parecido en esta tierra estos tiempos pasados, ansí vulga- res como latinos , y ansí se hizo , y después se celebró una junta en Bruselas, de los inquisidores generales, el obispo de Bolduque, al presente de Anvers, y Tiletanus, que ya es fallecido, y el deán de Bruselas que V. M.*^ ha hecho obis- po en Bolduque, y Fray Alonso de Contreras, Tjue también es difunto, y á ella fui yo mandado ir para que allí se vie- sen los avisos de los obispos y universidades, y se diese or- den en hacer el catálogo general para purgar toda la tier- ra. En la consulta que duró diez dias se determinaron tres cosas: la una fué la ordenación y disposición del catálogo, la cual remitieron á los diputados , con los avisos y acuerdos que para ellos fueron necesarios. El catálogo se hizo bien cumplido, y juzgando las cosas con mucha equi- dad , el cual se ha publicado acá y se obedece con grande observancia. Yo di un ejemplo al duque para que lo envia- se á V. M.'' y otro para el inquisidor general; porque en- tiendo ser úlil en todas partes, y ansí también lo llevan á Italia, y á Francia y al obispado de Lieja.

La segunda cosa que resultó de la consulta fué el orden que se podría tener para que las impresiones de estos Esta dos fuesen muy fieles y seguras; porque dello resultaría sa nidad en la doctrina para toda la cristiandad, y grande utili dad y renombre por esta parte en estos Estados de V. M.'' y del orden y capítulos que útilmente se podrían considerai en esta razón, yo di la suma por mandado del duque, y porque á V. M.** le ha agradado este acuerdo se vaya po- niendo en efecto; espero en Dios será muy provechoso á toda la iglesia.

La tercera fué la reformación de las escuelas de mo-

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chachos y maestros dellas, lo cual también se va enla- biando: guíelo Dios todo á su servicio y al de V. M.*

Restaba una cosa que es importantísima á toda la igle- sia, y que el concilio de Trento en su catálogo decretó, y to- do el mundo la desea ba, sino que por falta de ejecución esta- ba muerta con grande daño y perjuicio de personas y dine- ros, y es que hay muchos libros que andan éntrelas manos públicamente, que tienen necesidad de ser repurgados, ó por tener ellos mismos en la lección principal cosas no tan sa- nas como conviene , ó por haber en ellos anotaciones en parte muy útiles, y en parle dañosas. En este número en- tran las obras de S. Agustín y S. Gerónimo y Tertuliano, y otros autores graves. El concilio determinó que semejan- tes libros se repurgasen, y ansí se vée decretado en las re- glas del catálogo del Concilio que van en el catálogo que aquí se ha hecho, de que V. M."* tiene un ejemplo. Desque se celebró el concilio, todo el mundo ha deseado ver esta corrección y repurgacion, y nunca se ha hecho por haber po- cos que quieran emprender obras públicas sin interese.

Agora en esta Junta que en Bruselas se hizo , se ordenó modo con que en estos Estados de V. M.*^ pudiese hacerse esta repurgacion de semejantes libros buenos, y provecho- sos, repartiéndose los libros entre las universidades, y obispos y letrados caliíicados que acá hay; yo di razón desto al Duque y me ofrecí á la parte de diligencia que en ello me cupiese , y di aviso de los repartimientos como se podrían hacer con comodidad y del modo que se tenia, para que no hubiese necesidad de gastar dineros en esta re- purgacion, y hale agradado al Duque, conociendo cuan im- portante cosa es esto para toda la iglesia, y está comenzada la tratación desto, que entiendo bien será una de las cosas dignísimas del nombre y providencia de V. M.'', allende

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del servicio de Dios , que de aquí resultará. Creo que el Duque dará cuenta desto á V. M.** y será obra de V. M.** el animarle á que lo concluya y efectúe.

El otoño pasado comencé á hacer visita por las libre- rías de las abadías destos Estados , y hallé mucho destrozo hecho en libros originales , que por negligencia se habian perdido y vendido á libreros y encuadernadores en estos años pasados, y estos eran en todas facultades, y cada dia se disminuían mas; y entendí del ingenio de la gente de por acá, que si le pidiese alguna persona grave un solo li- bro, el menor de todos, comprado ó prestado, no lo darían, pensando ser algún grande tesoro , y por otra parte vi que habian vendido ó perdido grandes piezas de buenos autores. Acordé diferir el cumplimiento de la visita hasta hacer una diligencia, que no me ha sucedido mal, de que el Duque está muy contento, y fué disimuladamente enviar á los li- breros comarcanos de los monasterios, para que comprasen todo lo que pudiesen de libros originales en pergamino, por- que desta manera habríamos algunos para la librería real que V. M."' instituye en Sant Lorenzo, y ansí me han traído buena suma dellos en tan buen precio, que si yo comprara tres dellos de las mismas abadías, me costaran mas. Hánme traído cosas de provecho, y otras que no sirven mas de para pergamino viejo ; porque yo di orden á que se com- prase todo, y lo que no es de provecho lo doy á los impreso- res en el mismo precio casi ; porque yo lo he comprado de manera que los buenos me salen baratísimos. También he hecho traer á mi posada los libros que hallé en Haustrat, que algo valían.

De París me escribieron los días pasados enviándome lista de unos libros griegos que se vendían originales, si los quería haber para V. M.^ y la nota de lo? precios

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con ellos ; y porque yo no puedo sufrir que el rey com- pre mas caro que sus vasallos , y por esto he procurado siempre comprar en mi nombre, respondí que no eran muy necesarios aquellos libros á V. M.**; empero que yo los lo- ma ria como un estudiante particular y pobre, si me los daban en la tasa que los envié como yo los habia comprado en Venccia y en Trenfo, y en otras partes; y escribí á un amigo que hiciese diligencia en habérmelos y pagarlos por mí, y plugo á Dios que me los hubo en menos de sesenta escudos, habiéndome pedido mas que ciento y veinte. Yo los estoy esperando que me vengan de Paris: venidos los haré encuadernar al modo de los demás que para la librería de V. M.** encuaderno, porque aquí se hace esto bien, y en buen precio, y enviaré la lista de todos los originales que tengo, ansí griegos que compré el año pasado de Andrea Griego, que traia de Venecia para Inglaterra, como latinos que he habido destas abadías.

También he hecho traer de Alemania, deFrancaforl, y de León, y de Paris, buena copia de libros impresos para el enriquecimiento de la librería de V. M.**, los cuales también hago encuadernar. Espero en Dios hará V. M.'* un grande tesoro en esta materia de tanto lustre y provecho.

Servicio de V. M."^ y provecho grande seria de la libre- ría, que V. M.*^ mandase hacer en la librería misma una pie- za aparte ó atajada con muro ó con reja de madera , que fue- se como tesoro de los libros originales, porque aquellos han de servir por ejemplares perpetuos, y por piedras de toque de la verdad , y no es necesario que estén en la comunidad de los otros que han de estar expuestos al uso de todos los que quisieren estudiar en ellos; y estando ansí guardados, serán mas estimados en el monasterio, y con mas curiosi- dad consullados de las personas doctas que dellos se qui- ToMO XLI. 12

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sieren aprovechar, y libres del peligro que suelen tener se- mejantes originales, que ó los hurtan los que saben qué va- lor tienen, ó los mozos los despedazan por quitarles las illu- minaciones, ó para el uso del pergamino los despojan. Yo tengo originales que valen mas de mili escudos , y no los daría yo por ningún precio para ser quito dellos. Son he- braicos, griegos, caldeos y latinos, y los tengo mandados en mis testamentos á la librería de los originales de vues- tra Majestad. Con una mediana pieza que se apartase en la librería hasta doce cobdos en cuadro , ó á proporción desto, bastaría. En las librerías de Italia tienen los libros raros en cajas con llaves cada una en su caja , y ansí hacen más venerable la auctoridad del libro.

Por ser forzado Gerónimo de Curiel de ir á España á entender en sus negocios con Bernuy, no puede concluir la suma que V. M.^ le ha mandado prestar á Plantino para im- presión de esta santa obra, y para que consiguientemente yo vaya comprando los libros para la librería y parando esto, se hace un daño grande á Plantino, y la obra se de- tiene. Por servicio de V. M.*^ y buenandanza de la obra, he rogado á un amigo mió, vasallo de V. M.**, de Górdoba, que vive aquí en Anvers, que tome con comodidad la resta que no puede ya tomar Curiel , y éílo hace de muy buena voluntad , porque es muy hombre de bien y aficionadísimo al servicio de V. M.**, y muy erudito en letras y lenguas, y según opinión pública, el mas sano desta bolsa, en la co- modidad del tomar estos dineros. Será V. M.*^ también ser- vido como del que mejor lo pueda y sepa hacer. Llámase Fernando de Sevilla. A V. M.^ suplico mande á su tesorero cumpla las cédulas que se le libraren por el dicho en esta razón con carta mia.

De lo que en Roma se hacia en corrección de la tra-

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duccion vulgata, me han enviado la parte que estaba he- cha, para que la ponga en el aparato que se añade á esta de V. M.^; empero es casi nada todo, aunque lo enviasen aca- bado, en comparación de la mucha diligencia que acá po- nemos en esto y otras cosas ; y en un mes se hace aquí mas que en Roma en un año, como ellos mismos lo con- fiesan. Por la relación que antes rae hablan dado el pa- triarca de Aquileya , que Dios tenga en su gloria , y el car- denal Granvela, bien conjeluraba yo que no era mucha cosa. Todavía les escribo que hagan cuanto mas pudieren, que mano puesta ayuda hace; empero yo que nunca acabarán, y cuando aca|jaren, en un cuaderno al fin de la obra puede ir todo ello. Dios á V. M.^ Vitoria contra sus enemigos á ensalzamiento de su fé, y prosperidad y vida cuanta este su vasallo y criado le desea. En Anvers 9 de mayo 4570.— S. C. R. M.*^— Besa los pies de V. M.*^ su capellán y criado, B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. A la S. C. R. M.** nuestro señor— En manos del secretario Zayas.

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Copia (Je carta autógrafa de Arias Montano á Zayas. De Anvers á 9 de octubre de d570.

Siente la mudanza de gobierno de los Países Bajos , y que se licencia al duque de Alba para retirarse de aquellos Estados. Desea que se le envíen ciertos cuadernos de la universidad de Alcalá , para la conclusión de la Biblia, y un privilegio del rey en favor de Planlino. Aprueba el parecer de que esta obra se ofrezca á Su Santidad.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILLUSTRE SEÑOR.

Tengo grandísima pena de la mudanza que he entendi- do hay en el gobierno desta tierra; porque he visto como han caminado hasta aquí las cosas della y al punto en que han llegado, y que para el buen asiento dellas faltaba aun alguna parte que no cómo se concluirá con nuevos minis- tros, los cuales primero que tengan experiencia del estado de la tierra y, de los hiftnores que agora mueven á las gen- tes, habrá pasado algún tiempo, y en tanto no si las cosas caminarán para adelante; mas pues es esta la volun- tad de S, M.'\ pienso que terna bien visto lo que cumple al servicio de Dios y suyo, que es lo que mas importa en todo. Plega á Nuestro Señor dar tan buen suceso como yo lo de- seo: que cierto el celo del bien común que depende del asien- to de la religión católica, y de la paz y buena justicia me hace estar siempre en cuidado; y desque supe en secreto que al duque d'Alba se le había dado la licencia que ha pe- dido, tengo grandísima congoja. Yo cierto nunca fuera de parecer que se le diera [)or agora ; empero el Consejo

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de S. iM/ irá mucho mejor fundado que mi deseo y pare- cer , y entiendo que S. M-'' habrá escogido persona cual cumpla al bien de la cristiandad y servicio suyo. Mientras en esta tierra Dios me tuviere y S. M.*^, serviré en lo que me fuere mandado según mi pobre talento, y entre tanto y siempre donde estuviere rogaré á Nuestro Señor por las co- sas de su iglesia, y por el bien de los cristianos, y vida y prosperidad de mi rey.

Yo espero con harto deseo los cuadernos que se me han de enviar de Alcalá para la perfección desta santa Biblia, y espero también la prefación , digo lo que parecerá acerca della á aquellos mis señores de Alcalá. Y con esta envío una forma del privilegio que S. M.^ mandará dar en favor de Plantino, de la cual v. ni. mandará hacerlo que fuere ser- vido. Yo por obedecer, concebí aunque con priesa y emba- razo estos pocos borrones ó muchos. De la sentencia desta se pueden sacar las carias que se escribirán á los principes de l%.cristiandad para que ellos también den sus privilegios por el mismo tiempo en honor y aplauso de la buena obra que S. M.'* ha hecho en esto y en favor de Plantino,- que tanto merece ser favorecido de todos los cristianos. Y en- tienda V. m. que estamos ciertos que ningún particular, por muy rico que sea , emprenderá á imprimirse semejante obra entera en la forma que esta saldrá; porque es cuenta clara, visto lo que lleva de obra y de costa, que para tornarla á im- primir, trasladándola puntualmente desta, é imitándola en todo, serán menester mas de 40 mili escudos, dejando á parte las personas que en esta obra se han ocupado de ordinario, muy necesarias como se verá por la narración que se hará en su lugar acerca desto ; porque aunque se gastase un grande tesoro no se juntarían las personas que aquí en Lovaina ha Dios juntado para este efecto, las cua-

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les tampoco no eran necesarias cuando ya otra vez se hu- biese de imprimir esta Biblia ; porque no será menester si- no buen corrector, y sacar deste original, que ya está apurado por mucho trabajo y estudio; mas con todo eso era necesario grande dinero, y si no fuese algún príncipe no lo pudiese emprender: y espero que príncipe ninguno podrá llegar á semejante obra aunque la quiera emprender. Hay empero en esta obra muchas partes que salen ago- ra á luz debajo del nombre de S. M.^, las cuales podrían imprimir algunos particulares por ser muy útiles, y en esto podría venir grande perjuicio á Planlino; porque otros ha- llarían molido y cernido lo que con grandísimo trabajo y grande costa de Plantino, y mucho estudio de los que nos han ayudado, agora saldrá á luz; y siendo necesario tor- narse á imprimir semejantes partes, es buen derecho que las imprima Plantino, pues tanto le ha costado llegarlo has- ta este punto. Los privilegios de los otros príncipes y seño- rías allende, que son necesarios para que esta obra corra por todas partes con nombre de S. M.*^, son también muy de- centes al honor que á S. M.** todos deben en esta parte de la religión como en las demás; porque servirán de apro- bación y aplauso de un tan santo consejo y efeto cuanto es- ta obra trae consigo y muestra.

El ofrecer esta obra á su Santidad en siendo acabada, como á nuestro principal y cabeza de la iglesia católica , para cuyo uso principalmente esta obra se hace , tengo por acertadísimo consejo y por cosa necesaria y de grande de- coro al honor de S. M.^, que será cosa gratísima á toda la corte romana , y un ejemplo grande y consuelo de los ca- tólicos, y que S. M.*^ envíe á ello persona idónea que entien- da las partes de la obra, y la elegancia y uso dellas, y buena relación de lodo á su Santidad , y saque la bendición

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y buena gracia del pontífice con una bulla en favor de la obra y honor de S. M.*^ y commodo de su protolipógrafo. Y en este acuerdo convienen también todas las personas doctas y religiosas de acá con el parecer de los de allá; porque demás de ser estos tiempos, en los cuales las cosas semejantes tienen mayor gracia, ofreciéndose á la iglesia, tenemos también muchos ejemplos de nuestros antepasa- dos , reyes y príncipes que ansí lo hicieron en cosas aun de menor cualidad , y mas que el papa tiene mucha noticia desta obra, y la mandó visitar y bendecir por su nuijcio, que envió aquí con el estoque al duque de Alba, y vino de Bruselas aquí á verla. Este ofrecimiento será, agradando á S. M/, después de concluida la obra, y para entonces conviene que estén ya acá los privilegios , primeramente el de S. M.**, que v. m. me podría enviar despachado por via de estado, por ante v. m., y los demás hacer que los embajadores de Francia, Alemania, Venecia, Portogal (no si este hará al propósito) me envíen con brevedad los pri- vilegios que simplemente confirmen é sus diciones lo que S. M. manda en la suya propia, ó como v. ra. mejor juzgare que convendrá pedirlo.

No me ha avisado v. m. si aportaron á sus manos las simientes que al principio deste verano pasado envié para los jardines de S. M.** .

Nuestro Señor la illustre persona de v. m. prospere en su servicio. En Anvers 9 de octubre de 1570. Besa las manos de V. M.** su servidor , B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. Al illustre señor mi señor Gabriel de Zayas, se- cretario de Estado de S. M.^ y de su Consejo En corle.

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Copia de carta autógrafa de Arias Montano á Zayas. Anvers á 9 de octubre de 1570.

Pide que se le satisfagan sus gajes para atender á sus necesida- des.—Dice que el duque de Alba le ha comunicado en secreto su partida. Recomienda á un joven flamenco por su buena forma de letra y su conocimiento en lenguas. Conveniencia de que se impriman los breviarios y misales en Ambéres.— Solicita para Plantino una ayuda de cinco ó seis mil florines.— Número de ejemplares que se imprimen de la Biblia, tanto en papel como en pergamino, y precio á que podrán venderse.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 385.

ILLUSTRE SEÑOR.

Con esta van dos cartas de Fernando de Sevilla , una para v. m. y otra para el tesorero. V. m. mandará que se cumplan; porque allende del servicio de S. M."* recibiré yo en ello grande merced; poi'que si hubiese menester pedir aquí grande summa de dineros , me la darían estos señores de la nación, todos sobre mi palabra: y bien saben esto losqueacá gobiernan , y no es por mas que por su virtud , y porque entienden de no trataré sino verdad.

También sepa v. m. que desque salió Lastanosa de esta corte, no he recibido un real de mis gajes , y se me debe ya cerca de un año , ó lo que parecerá perlas cuentas. Quedó esto á cargo del señor doctor Luzon. V. m. le mande hablar una palabra, porque yo tengo mucha costa y mucha ver- güenza para pedir prestado.

Los cofres de v. m. llevarán estos señores cuando se vayan. El duque me ha certificado su ida en secreto, etc.

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Plcga á Dios la elección liccha sea muy acertada. Aunque no quisiera mudar patrones mientras aquí estuviese, toda- vía será forzado entrar en nuevos conocimientos. V. m. ha- ble allá como suele y sabe para que yo esté en gracia, puesto que pai a sería lo mas gustoso no ser conocido de per- sona sino de v. m.

Avíseme v. m. si será servido de un mozo de diez y nueve años, bien nacido y de honestas costumbres, harto modesto y de buen parecer. Entiende bien latin , y habíalo muy espedilameute; es muy humilde, y escribe muy bien la letra francesa y otra italianiJla, conforme está un capí- tulo que envío á v. m., que el arcediano de Brabante es- cribió acerca de la prefación de la Biblia. Yo le conozco de mas de dos años. Habla latin, flamenco y francés; es natural de San Andomado. Porque v. m. me había escrito de un tal que lo hiciese procurar en Lovaina, he pensado en este, y que será perpetuo, porque es hijo de nobles padres, y que lo ternán por muy buena suerte que su hijo sirva á v. m. Sabe también algo de griego, y toca de laúd y tecla.

Estando escribiendo esta, recibí la de v. m. de 20 del pasado, que vino por la via de D. Francés, y no me avisa V. m. en ella si recibió los breviarios que iban para el car- denal y para el arzobispo de Valencia , y el que iba para el licenciado Ortega, de mi orden , capellán de S. M.^, con su diurnal.

Huelgo que haya llegado allá mi carta en que yo Ira- taba del útil que se podría sacar de los breviarios en servi- cio de S. M."' Torno á afirmar por esta, que si S. M-** es servido deslo, sacará por lo menos el tercio mas, mandán- dolos imprimir aquí que allá; y allende desto , la obra será buena y sin tachas, como las han tenido v tienen cuantos

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se imprimen en Roma y Venecia, que son intolerables. Yo qu$ cosa es impresión, y cómo se imprime allá, y á qué precio y en cuál forma, y la dificultad que hay en impri- mir dos colores; y torno á decir, que la melad por menos se ganará y aventajará, imprimiéndose acá. E yo daré in- venciones con que allende del breviario haya oíros aprove- chamientos que necesariamente acrecienten la codicia de comprar los breviarios.

Lo mismo será de los misales que saldrán de aquí con grandísima ventaja, y valdrán muy mas barato y sacará dellos S. M.^ una grande cantidad de escudos.

Habrá cuatro dias que el pontífice envió á Plantino el privilegio del misal, con el mismo misal y aviso de que ha costado una infinidad de dineros hasta llegarlo al estado en que está, y v. m. vea cuan desgraciada cosa es. Y en el pri- vilegio da también á entender el pontífice lo mucho que les ha costado. Y sepa v. m. que son sus parientes los que lo imprimen, los cuales ha querido enriquecer por esta via. Piden á Plantino el décimo de los misales que imprimiere; que sea este décimo para su Santidad , dados aquí en An- vers, y que se lleven de aquí á cosía de los romanos. Esta condición tenga v. m. secreta, porque no quieren se sepa. Afirmante ha costado esta impresión mas de diez mili du- cados la tarea , y díceme Plantino que no le costará á él cuatro mili una tarea.

Su Majestad hará grande merced á Plantino en man- darlo ayudar con cinco ó seis mili florines, porque cierto merece toda ayuda, su industria y diligencia.

Las biblias que se imprimen son mili y decientas, y las doce de pergamino tendrán cada una ocho cuerpos gran- des: pasarán de mili pliegos de marca real. Venderse han creo 25 sendos la suerte, salvo las decientas que son de

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otra marca y otro papel , muy caro ; porque estas son á pro- pósito para universidades é iglesias catedrales. Costarle han impresas largos treinta mili escudos. No ganará en la impre- sión cosa ninguna, sino es el servicio que ha querido ha- cer á Dios y ai Rey, y aprovechar en la república cristiana; empero ganará después algo en imprimir con los privilegios las partes que aquí van añadidas , imprimiéndolas en me- nor forma y papel, porque son necesarias y se le ven- derán.

No se ha de dar noticia del costo, porque todos cuantos hay piensan que cuesta cien mili escudos, y que los pone su Majestad, y que por respeto del bien público no tienen al precio ni venta del libro, aunque se venda por menos de lo que cuesta de obra. Esto es lo que lodos se tienen persuadido de mismos.

Este correo está de priesa y no puedo yo alargarme mas en esta , porque tengo bien en que entender. Nuestro Señor la illustre persona de v. m. guarde con mucha prosperidad espiritual. En Anvers 9 de octubre 1570. Besa las manos de v. ra. su servidor, B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. Al Ilustre Señor Gabriel de Zayas, secretario de Estados de S. M.** y de su Consejo.— En corte.

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Copia Je minuta de carta del secretario Zayas al doctor Arias Montano, 24 de enero 1571.

Manifiéstale cuánto agradece el rey sus consejos en lo que toca ai gobierno de Flándes ; aun cuando es negocio resuelto la separa- ción del duque de Alba. Privilegio en favor de Plantino, y merced que trata de hacer el rey á las hijas de este impresor. Pensamiento de regalar á su Santidad un ejemplar de la Biblia en pergamino, y otro al duque de Alba, trayéndose los diez res- tantes á las bibliotecas de España. Muerte del cardenal de Se- villa.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm, 585.

K Arias Montaao.

En 17 del presente recibí dos cartas de vm. de 28 y 29 del pasado, y con ellas el contentamienlo posible por saber de la salud de vm.: que entender eslo me conserva la mia, con la cual quedo agora, á Dios gracias; y lo mismo en- tiendo de los hermanos de Sevilla por aviso fresco que de allá tengo.

La de 28 contiene tan buenas cosas, que acordé de mostrarla á S. M.**, y habiéndola leido con harta atención, me mandó que de su parte escribiese á vm. las gracias de lo que contiene, y señaladamente en el parliculai* del du- que de Alba, y en lo que toca al gobierno de esos Estados: que todo ello está muy bien considerado y con celo de buen criado y buen cristiano ; mas ya no hay volver atrás en la provisión que está hecha del sucesor.

Los papeles y recaudo necesario para la impresión de los breviarios irán sin falta con correo expreso, que par-

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tira dentro de cinco ó seis días para ahí ; que este no va mas que hasta la corle de Francia. La minuta del privile- gio que digo en la otra que va con esta, que no parecía, la hallé muy guardada, y también lo despacharé y enviaré lue- go, y así lo diga vm. al buen Planlino con mi besamanos, y que entonces responderé á su carta de 6 de diciembre, en que vienen los nombres y edades de sus hijas, que ha holga- do de entenderlo S. M/, y tengo por cierto le hará la mer- ced y gratificación que su virtud y grande ingenio merece.

A S. M. parece basta llevar á Italia una de las Biblias en pergamino para que vm. la presente á Su Santidad: que con otras personas allí no hay que cumplir ; y así será bien que vm. la envíe con la conducta secretamente, y el buen recaudo que vm. mismo dice que conviene, porque se gane tiempo.

Visto lo que vm. me escribe del duque de Alba y la razón que hay para le dar gusto, tiene por bien S. M., que vm. le una de las Biblias en pergamino, y que cuando sea tiempo haga v. m. encuadernar las diez que se han de traer acá como sabe que conviene, habiéndose de tener en librerías públicas donde tanto se manejan.

En esta hora tengo carta de Bilbao de 16 deste, por donde entiendo que Bertandona se baria á la vela en sirvién- dole el tiempo, y él traerá de buena gana las dos arquime- sas en que huelgo vengan los libros del padre fray Juan Regla ; y si sobraren algunos vacíos, hínchase de hilo papel de Francafortey algunas otras bujerías que agraden á vm., y aun demás desto holgaría que viniese una pipa de velas de sebo hechas aposta ahí ó en Brujas, que en mi tiempo de allí eran las mejores, aunque por ruines que sean valdrán mas que las de cera de acá: y ande en lodo buena cuenta y no parezca blanca.

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Muriósenos en dia y medio el Cardenal de Sevilla en Jaén, de la,,hijada y cólica, que ha sido un buen sermón; y el señor don Fadrique queda harto peligroso. Dios sea con él y con todos, amen De Madrid á 24 de enero 1571.

Copia de minuta de despacho para el doctor Arias Monta- no. De Madrid á i." de febrero 1571.

Manifiesta hallarse satisfecho del celo y diligencia que tanto él co- mo Plantino han puesto en la impresión de la Biblia.

Archivo general de Simancas. Estaño y legajo núm. 583.

Al doctor Arias Montano.

EL REY. .

Doctor Arias Montano mi capellán. Por la relación que Zayas rae ha hecho de lo que le habéis ido scribien- do después que llegastes á esos Estados, y por los pliegos de papel y pergamino que habéis enviado, he visto el buen progreso que en la impresión de la Biblia , mediante vuestra buena inteligencia y cuidado , y la diligencia de Plantino, se ha llevado , de lo cual y de que vaya tan al cabo y con tanta perfecion, he holgado mucho, y también de entender lo que habíades tratado con Plantino sobre la impresión de los nuevos breviarios, misales y diurnales que se han de traer á estos reinos : que teniendo por cierto que ahí se hará con la brevedad y en la abundancia que es menester, es- cribo al duque de Alba lo que del entenderéis, para que

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luego se ponga mano á la obra, habiendo mandado proveer que así en lo de los dos miil florines que ha pedido Plantino como en lo de la casa ó solar se le haga la comodidad po- sible. Vos haréis en ello lo que el duque os dijere y orde- nare, guardando en la impresión las advertencias que os envía fray Francisco de Villalba, mi predicador, y asis- tiendo vos mismo á la corrección, porque salga como con- viene. Y á Piantino diréis que estoy muy satisfecho del buen celo y cuidado con que se ocupa en estas cosas que son del servicio de Dios y de so iglesia, y que así terne con él la cuenta que merece. De Madrid A 1.° de hebrero de 1571,

Bien será añadir aquí que no.se han de imprimir diurnales de los chi- 1 quitos ni misales, hasta que se les avi- En la carpeta Je^^' venido cierto recado de Roma. Y letra del rey. \enviadmelas advertencias de fray Fran-

cisco de Villalba para que pase los ojos por ellas , entre tanto que se scri- ben estas cariasen limpio.

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Copia de minuta de despacho para el duque de Alba , sin

fecha.

Le envía una cédula de dos mil florines á fin de entregarlos á Plantino para impresioja de breviarios, misales y diurnos.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 5oi.

Al duque de Alba.

Ya leñéis entendido como nuestro muy santo Padre, en ejecución y cumplimiento de lo acordado y decretado en el santo Concilio de Trento, hizo ordenar un breviario y misal que sea universal para todo la cristiandad, y para todo género de personas eclesiásticas, y ha mandado por su breve especial que todos los que son obligados recen por él desde el tiempo que en el mismo breve se señala; y porque deseando yo que en estos mis reinos y en las Indias haya destos tales libros la copia y abundancia que se re- quiere he acordado que los imprima Cristóforo Plantino , mi prototipógrafo en esos Estados , con intervención y asis- tencia del doctor Benito Arias Montano, mi capellán, que el uno y el otro lo harán con' la buena inteligencia y cui dado que dellos se confía , y para este efecto se envian á Montano algunas advertencias de importancia que aquí se han ordenado por personas que tienen mucha plática y ex- periencia destas cosas. Será bien que vos en recibiendo es- ta le enviéis á llanftar que él os dirá lo que cerca desto tie- ne platicado con Plantino, y como para se encargar de la obra ha pedido que ante mano se le presten dos mili flori- nes para papel y una de las casas conliscadas en Anvers ó

algún solar en que pueda hacer las piezas necesarias en que se pueda tender y enjugar lo que se fuere imprimiendo, que acomodándole destas cosas ofresce que dará cada tres meses seis ó siete mili breviarios y otros tantos diurnales, y cuatro mili misales á los precios que entenderéis de Arias Montano, que acá ha parescido harto moderado, y lo que pide, allegado á razón ; y así he mandado que se os envíe á vos la cédula de los dichos dos mili florines para que, con- certado fl negocio, se los podáis hacer librar juntos, ó como os pareciere mas convenir, comunicándolo con Arias Mon- tano; y juntamente con el dinero le haréis prestar algunos de las casas confiscadas en aquella villa, y si no la hubiere como para este efecto es menester, le mandareis señalar al- gún solar donde él haga las piezas á su modo , entendién- dose que lo uno y lo otro ha de ser prestado por el tiempo que durare la impresión de los dichos breviarios, misales y diurnales , en los cuales le habéis de encargar y mandar muy expresamente que ponga el mas fino y mas blanco pa- pel que se pudiere haber; y si para traerle de Francia á Anvers fuere menester licencia , yo tengo por bien que vos en mi nombre se la deis, y todo el favor necesario, á fin que ponga luego mano á la obra y se pueda enviar con la brevedad posible alguna buena cuantidad de los dichos bre- viarios y diurnales en las formas que al doctor Arias Mon- tano se advierte; que los misales no se han de imprimir hasta que yo lo mande, que será venido cierto recaudo que se espera de Roma, etc.

Tomo XLI. 43

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Copia de un papel cuyo epígrafe dice: Los advertimientos que don Francés envió al doctor Arias Montano sobre la com- pra de los libros para el Escorial.

(Sin fecha).

"Los avisos que se escribieron al doctor Arias Montano por mandado del señor embajador acerca de los libros que compra son estos."

Archivo general de Simancas. Estado , legajo núm. 583.

1.** Que para comprar los libros que se suelen vender de lance seria menester que enviase aquí crédito, y se diese cargo á algu- na persona que los detuviese , como seria el secretario Aguilon; porque en un lance no se puede esperar la respuesta de Anvers.

2f Porque los mas y mejores libros deste reino no se darán á vender , pero á trasla- dar, sería menester que el rey tuviese aquí algunas personas que no se ocupasen en otra cosa que en escribir semejantes libros.

5.° Porque aquí en Paris salen cada dia á luz muchos libros nuevos de diversas libre- rías , y podría ser que en habiendo comprado el rey un libro de precio lo imprimieren aquí por otra parte, con lo cual se desminuiria la auctoridad y estima de los libros del rey, se podrian imprimir algunos en acabándose de iia¡sÍásuhl7fa- trasladar, diciendo: Ex nobili et locuplete bi- i r^^ n'^'^° bliothecá Philippi Regís, e/.\ para hacer jun- to «í /war¿'en.- lamente mucho provecho á la iglesia, y jun- Esio no hay para tamcntc afamar la nueva librería y ocurrir al

que se haga, y así . . , ,

se avile. mconvemcnlc sobredicho.

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Enviósele también aviso de algunos libros en parliculf^r, y que cuando fuese menester, se le podrían enviar los catá- logos de lodos los libros que hay en este reino.

fy ( Advertimientos de mano de S. M. sobre los que

Carpeta. < ^

{habia hecho el padre Villalba para la impresión

de los breviarios, diurnales y misales romanos nuevos.

Hízolos S. M. en Madrid á primero de hebrero de 1574.

Archivo general de Simancas. Secretaría de Estado, legajo número o83.

DENTRO.

Paréceme que de los breviarios de cámara sean tres do- cenas dellos en pergamino, la una para mi capilla, con el cuaderno de los santos mas principales destos reinos , y la otra docena para la orden de Santiago, con su cuaderno, y la otra docena para la de Sant Hierónimo, con su cuaderno, porque estos pueden servir para el Escurial para en lugar de capitularlos y leccionarios, entretanto que se escriban de mano los que se hubieren de escribir y se iluminen.

Cuando en los breviarios no se quisiesen poner dos pri- mas, una para las dominicas y otra para las ferias, aunque en los de cámara y los que no fuesen muy pequeños, bien está que se pongan mas, en los pequeños y diurnales se po- drian excusar, se podría poner solo una después de las lau- des del sábado, poniendo primero el himno, y después Deiis in nomine tuo, y despuesel salmo que sirve para los domin- gos con sus reglas , y después los de ferias , como se ponen en este primer cuaderno , y luego Becti immaculati y retri-

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bue, y luego el Quicumque vult para los domingos, y luego la capitula del domingo con sus responsos breves, y luego la de la feria con los suyos, y luego las preces ordinarias y las feriales , todo esto con sus reglas al propósito : y de esta manera parece que donde se ha dicho se podría ex- cusar la una prima , y no habria que ii* volviendo atrás á buscar otras cosas que lo quedasen.

En donde dice al fin de lo que se Irata de la segunda forma de breviarios, y estos breviarios se podrán impri^ mir en dos tomos , si pareciere; me parece que dirá mejor: y destos breviarios se podrán imprimir algunos pocos en dos tomos, si pareciere; porque por algunas causas me parece que agora se traigan pocos de los de dos to- mos, y que es mejor que los mas vengan en uno. No si los pequeños tendrán mucho bulto, y si por esto se podria excusar en ellos solos, que en los demás bien es poner los salmos de los nolurnos en el común, enteros y en el ofi- cio de Nuestra Señora, y de difuntos y otras partes, y si en estos pequeños por esta causa se podria excusar esto, en que se hará lo que mas convenga.

En la fiesta de la Exaltación de la Cruz se vea si se dirá algo en el verso del himno O crux ave spes única; porque en la cuaresma dice: in hoc Passionis tempore, y en la in- vención, in hoc Paschali íempore, y nada desto no conviene para esta fiesta de setiembre ; y así será bien notar allí lo que se pondrá en aquel lugar, y también si ha de acabar el himno en Gloria Ubi Domine qiii natus es de Virgine, por caer en la octava de su natividad.

En el oficio de los sábados, y en el oficio menor, yo creo que estaba mejor como agora viene en la antífona de Magnifica beata mater et intacta que no innupta como se ponia antes, si innupta quiere decir no casada, como yo

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lo pienso ; pues si esto quiere decir, mas propio y mas ver- dadero es intacta que no innupta.

En el cuaderno de las preces para los diurnales, en las preces pro Rege en el verso Domine sahum fac Regem, y en lodas las demás parles que en el breviario se pone este verso, se podria añadir al Regem, nostnim, porque parez- ca que ruegan por el propio, y no por el ajeno, tanto mas poniéndose oremus pro Papa nostro, que está muy bien, aunque no era tan necesario, pues no bay ni puede baber mas que un papa, y muchos reyes. En las mismas preces en las de dar gracias, se pone la oración Deus ad qtiem digné laudandum , me parece que en el misal nuevo , en la misa desle oficio, no se pone esta oración sino otra. Mírese si seria mejor poner aquella ó esta, ó entrambas.

Hoy he entendido la tabla para el concurrir las fiestas, y me parece que si está justa , como me lo parece , ques muy bien ponerla y mucha claridad para los que la enten- dieren. En el calendario romano al principio en el dia de la Circuncisión está una T colorada, que creo que se ha de quitar por no estar allí en otra parte como están en los de la orden de San Hierónimo. Porque se halle mas presto ca- da cosa de las que aquí digo , va doblada una esquina de la hoja donde está cada cosa.

De los cuadernos que tocan á la orden de Sant Hieróni- mo no he visto agora nada por no tener tiempo, y creer que son los mismos que habia visto antes.

En el calendario que ha de servir solo para la orden de Sant Hierónimo, pues se pone su figura en él, es muy bien se vea si seria bien que se pusiese demás de lo que allí se pone, ques según la orden de Sant Hierónimo, como se ponia en los breviarios antiguos della, pues creo yo ques- tos calendarios se ordenan para poner al principio de los

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breviaros que hubieren de servir para la orden. Si eí>lo pa- reciere, aunque agora no se envíe hasta enmendarlo, ha- brá tiempo para enviarlo después, entretanto que se impri- men algunos breviarios. Y si esto es como aquí digo^ con- vendrá advertir agora que los calendarios sean cuaderno por sí, porque se puedan poner los que quisieren , y véase si destos se han de hacer también de la forma de los diur- nales y cuantos. Para la orden de Santiago convendrá ha- cer lo mismo, y poner también su figura; pero para esto habrá tiempo por la causa que se acaba de decir , y así no hay para que vaya agora.

Las lecciones para San Hermenegildo se podrian que- dar agora, y no ponerse en lo general; y después en lo par- ticular se podrian poner en los mas obispados que parecie- se; porque poniendo tantos santos de acá en lo general, y mas siendo semidobles, se viene á quitar mucho lo ferial, que no debe de ser la intincion del papa, ni aun de los antiguos según aquel decreto de Girona. Y mírese en la quinta lección deste Sancto donde está doblada la hoja en el segundo renglón donde dice copus, que es nombre que no entiendo; si ha de decir corpus, falta la r.

Lo de la orden de Santiago no habrá para que vaya agora, pues tiene tiempo ; y entretanto se podrá ver el bre- viario antiguo della, si se halla , y mirarse mas cómo se pondrá y lo del calendario ; y así esto se podrá mirar mas despacio.

Del otro cuaderno queme dio después fray Francisco de Villalba no hay que tratar por agora hasla que se trate de lo particular de cada obispado , y así no ha de ir agora ú Flándes.

De la tercera y cuarta forma de breviarios, por ser muy pequeña la letra, no si se saldría también como de

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los otros; y por eslo se mire si seria bien que destos no se hiciese agora mucha cantidad , sino alguna, y mas de los de la primera y segunda forma , hasta ver cómo se sale de las primeras. Esto apunto, que yo no lo sé.

De los cuadernos que están atados á parte, que son los de la orden de San Hierónimo , no si seria bueno hacer uoa división ; porque quizá no todos los clérigos querrán rezar aquello y las fiestas de la orden , sino las destos rei- nos; y pareciendo bien, se podrían dividir aquellos en dos cuadernos, uno de solos los sánelos destos reinos los mas generales , para que esto pudiesen rezar los clérigos si qui- siesen, y otro de las fiestas de la orden, para queste sirva solamente para los religiosos deltas. En esto se mire lo que mas converná, porque si bien se me acuerda, creo questá mezclado allí lo uno con lo otro. Y si estos cuadernos han de ir por sí, también se podrían dejar de enviar agora, pues hay tiempo entretanto que se imprimen los breviarios.

Creo que debe de haber borradores de los papeles que han de ir á Flándes, que será bien, porque si se perdiesen, se puedan sacar otros de los borradores.

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Copia Je carta autógrafa del doctor Arias Montano al secretario Zay as. Fecha en Anvers á 5 de febrero de 1571.

(Recibida á 10 de marzo).

Motivos que le impiden ocuparse de las cosas públicas de Flándes. '■ Opina que S. M. ha recibido de Dios el cargo y cuidado de conser- var el catolicismo. Necesidad de mirar por la pureza de la reli- gión en aquellos Estados. Cosas que deben tenerse presentes para la buena administración de ellos. Deplorable situación en que se hallaban los Paises Bajos. Mejoras y reformas adoptadas durante el gobierno del duque de Alba. Inconvenientes de que éste deje el mando.

Archivo general de Simancas.' Secretaria de Estado, legajo núm. 583, fol. 24.

ILLUSTRE SEÑOR.

En un capitulo de la que v. m. me escribió á 28 de di- ciembre, me manda de parte de S. M.'', y con afirmación de su servicio, que yo escriba franca, libre y abiertamente y bien largo todo lo que siento conviene al servicio de Dios y de S. M.*^, y al bien y tranquilidad de esta provincia. Del cual mandamiento yo me he hallado muy apretado por muchas partes, y la primera es, porque como leal vasallo de Su Majestad, y obligadísimo criado suyo, soy obligado á obe- decer y cumplir todo lo que me mandare, mayormente en nombre de servicio de Dios y suyo, y del bien público de la cristiandad. La otra es mi insuficiencia é inhabilidad y poca comodidad y menos auctoridad para esto y para cual- quiera otra cosa de importancia ; porque allende que yo re- conozco bien lo poco que alcanzo de mió en cosas semejan-

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tes, he estado tan ocupado el tiempo todo que he residido en esta tierra , en lo que toca á la expedición y ejecución del mandado á que vine acerca de la impresión de la Bi- blia católica , que no he tenido espacio para atender con al- gún detenimiento á las cosas públicas ni particulares de esta tierra , como lo he hecho en otras que he andado , en las cuales gustaba de conocer la cualidad de la región, y los ingenios y costumbres de los naturales y huéspedes della. Aquí he tenido todos los dias once horas de ocupación en estudiar, leer y escribir lo que hacia al propósito de mi mi- sión, y si algo me quedaba de tiempo , lo ponía y pongo en las otras cosas que por servicio de Dios y de S. M.** el du- que aquí me ha mandado, de las cuales por ventura signi- ficaré algo en esta antes que la concluya. Allende de esto, yo bien que S. M,*^ Católica , por el buen juicio y espí- ritu de que Dios lo ha dolado para gobierno de sus pueblos, tiene entendimiento y consejo justo y acertado, al cual yo no puedo servir mas que con la oración y buen deseo, supli- cando á Nuestro Señor favorezca y prospere sus designos para gloria de su santo nombre y buenandanza de la cris- tiandad, y. que para ministerio de sus reales propósitos y consejos, tiene la consulla de escogidísimos ministros, y presidentes y oficiales tales en valor, entendimiento, cono- cimiento de las cosas, y tan celosos del servicio deS M.^ y tan diestros y experimentados , que ninguna persona de las demás, por muchas partes que tenga de sciencia y ex- periencia, puede llegar á la sombra del menor dellos, cuanto mas yo que, como tengo confesado, conozco en todo y por todo la insuficiencia de habilidad y aucloridad que hay en mí. Allégase á todo lo de arriba la particular ofensión en que un pobre hombre como yo puede incurrir, tratando de cosas que toquen de directo ó indirecto al particular, ó propósito.

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ó commodo, ó designo de los personajes á los cuales seme- jantes materias de golpe ó de resurtida alcanzan , cuya in- dignación y ofensión yo no podria evitar, no pudiendo ha- blar en una tal razón á gusto de todos. Y puesto que á la obediencia debida S. M."^ y á su mandado, es debida toda posposición de particulares respetos, y por mi parte esto tengo profesado por título de cristiano y criado y vasallo leal de S. M.*^, con todo esto, es temeridad no considerar y entender todas estas dificultades, que juntas con la insufi- ciencia propia y con la poca experiencia y auctoridad, pue- den estrechar un par roio y tenerlo confuso y mas encogido de lo que de suyo sea. Empero con todo esto, la primera parte es tan poderosa (siendo considerada según es debido), que lira tras de si todos los otros respetos y consideraciones para ser obedecida y seguida simple y llanamente, que es el mandamiento expreso de S. M.*^, con presupuesto y título de servicio de Dios y suyo , y del bien común, en cuya satisfacción se ha de ofrecer y sacrificar toda la voluntad y obra posible con sana intención , sin tener reguardo al su- ceso particular, sino solo á la obediencia de un principe tan pío, justo y vigilante en la vocación que Dios le ha puesto. Y ansí, encomendándome á Nuestro Señor que sabe y es entero juez de mis entrañas, y conoce el propósito y volun- tad de mi pecho , y la fidelidad y servitud que en él hay acerca del honor y obediencia y reverencia de S. M."^ Real, y el deseo que tengo de su prosperidad , diré en esta fran- camente lo mas breve que pudiere , lo q ue yo puedo con mi poca capacidad decir para satisfacer al mandamiento de Su Majestad, suplicándole humildemente reciba en servicio la devoción de mi ánimo en le obedecer , y esta supla á to- das las faltas de habilidad, suficiencia, consideración, ad- vertencia, frialdad, prolijidad, y todas las demás tachas

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que en raí y en mis razones hubiere, que aunque yo reco- nozco muchas, hay muchas mas.

Primeramente afirmo á v. m. que cuando yo en alguna carta mia le significaba mis imaginaciones y temores, pen- sando en la breve ausencia del duque destos Estados, yo no lo escribia mas que para v. m., como la amistad suelie forzar á los hombres á que descansen sus fantasías y temo- res con explicarse con aquellos que bien quieren y tienen por amigos discretos y bien intencionados, y no fué mi propósito que v. m. mostrara semejante capítulo á S. M.*, porque siendo ajeno mi ser y oficio de tal materia , no te- nia por qué imaginar que llegara la cosa á tal punto; sino como por acá comunmente ha puesto alteración y temor esta nueva déla salida del duque de Alba de estos Estados tan bre- vemente como se decia , y esta alteración hacia hablar á los que algo entienden desta tierra unos con otros, y ha hecho, creo yo también, escribir por allá y por otras partes, tam- bién yo como muchos otros escribí á v. m. aquellos capítu- los acerca de esto, puesto que como tengo dicho, ni los otros ni yo entendemos lo que conviene, ni tales imagina- ciones particulares y exteriores hayan de entrar en cuenta; porque á tenerse respeto á semejantes imaginaciones, nun- ca habría resolución en los negocios , ni se efectuaría nada con orden. Es cierto que aunque de Sevilla y de otras par- tes me escribían que temían esta ausencia tan breve del du- que destos Estados, á persona no he escrito palabra sobre esta materia sino á v. m., y al fin que he declarado y no mas.

Empero, pues á v. m. plugo mostrar á S. M.*^ lo que yo no pensara quisiera, y S. M.'^ mandó en nombre de ser- vicio suyo, que yo escribiera mas largo lo que sentía, co- menzaré á escribirlo encomendándome á Dios y á la buena

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gracia de S. M."^, debajo del mismo nombre y propósito que á V. m. escribí, que fué de particular imaginación y re- celo mió , y no con otra cualidad ni intención , ni para que se haga mas caso dello.

Yo tengo entendido que Dios ha puesto á S. M.^ en un tiempo de los mas notables que ha habido desde el princi- pio de la Iglesia cristiana hasta agora , y le ha encomen- dado un ministerio de los mas importantes y de mayor peso y momento, que por ningún ejemplo pasado podemos seña- lar ni comparar; porque no es menos lo que tiene sobre sus hombros que la conservación y sustento de la Iglesia cató- lica y su reparo en tiempo que, por su antigüedad y la de- generación délos hombres y siglos, ella estaba trabajada, y por obra, astucia y deligencia grande de Satanás, enemigo de la divina gloria y del bien humano, y por una infinidad de miembros suyos, falsos ministros , y de otra varia y grande potencia mundana, áeste propósito del mismo Satanás so- licitada por tantas partes, ha sido y es combatida continua- mente cuanto nunca jamás lo fué esta república cristiana católica. Porque no fué tanta ni tan peligrosa la batería, y contradicción y estorbo (según mi parecer) al tiempo de su fundación , cuando por una parte el judaismo y por otra la gentilidad toda la contradecían y expugnaban; y si era tan- ta la contradicción de fuera, era mayor mucho sin compara- ción la resistencia della y la que por su parte se hacia, que la que agora se hace; lo uno, por ser el edificio nuevo y edificado con mucho espíritu, con grandes milagros y con una doctrina copiosísima é insuperable , y que las piedras frescas y recien labradas se trababan y fraguaban unas con otras lenacísimamente con la fé, y la caridad 'y espe- ranza que fervia todo esto entonces , y Dios lo prosperaba todo como lo iba edificando con tanta conformidad de las

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partes del mismo edificio , el cual él amaba mucho hallando en los supuestos del aplilud para ser amados, y los defendía del ímpetu de las potencias exteriores, y si las permitia en alguna parle ser fatigadas, era á propósito de tentación y probación, ^ias en este tiempo va la cosa de otra manera; porque los enemigos exteriores son muchos y mas mañosos y diestros que entonces, y son los mas dellos ladrones de casa, llenos de toda malicia y de lodo cumplimiento de fuerzas y ardides, y el capitán y príncipe de las tinieblas tanto mas rabioso cuanto mas lastimado , y tanto mas entendido cuanto mas viejo, y mas obstinado también, y tanto mas diligente cuanto mas número de seguida suya halla , y cuanto mas conocida tiene la flaqueza desta república cris- liana que , ó por la malicia de los tiempos, ó por otras cau- sas vé que las piedras muchas dellas hacen vicio y sedes- pegan unas do otras, parte por falta de viva y esperan- za, y la mayor parte por el grande resfriamiento de la ca- ridad y por la innumerable copia de vicios que tienen gas- lados á los hombres, y por concluirlo en una palabra, bien se entiéndela ventaja que hace un edificio nuevo y que se va acrecentando para sustentarlo, á un viejo y por algunas partes cascado, y que lo van por muchas combatiendo. Ansí como la edificación de la iglesia no se pudo hacer ni •efetuar en tanta contradicion , sin particular y manifiesta providencia, asistencia y gracia de Dios, y en esto se vio que era obra suya , en que con tanta resistencia y repug- nancia exterior todavía crecia y prosperaba, ansí de la misma manera quiere mostrar en este tiempo su mano y poder, sustentando su iglesia entre muy mayor batería que la de entonces, y en tiempo que él permite que los eneini- gos le den guerra, no solo para probar los fieles y constan- tes, sino para castigar también los malos en parte y refor-

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mar los que quedaren y conocieren su error y se convirtieren á él; y este testimonio de que la obra y sustentación della es de Dios , entonces es mas manifiesto cuando por menos su- puestos humanos y con menos aparato de lo que el mundo usa, se efectúa; y no por eso se ha de tener menos confianza sino mayor de que Dios quiere hacer obra que se muestre manifiestamente suya. La persona principal entre todos los príncipes de la tierra que por experiencia y confesión de todo el mundo tiene Dios puesta para sustentación y defensa de la Iglesia católica es el rey don Philippo, nuestro señor, porque él solo francamente, como se vée claro, defiende este partido , y todos los otros príncipes que á él se allegan y lo defienden hoy, lo hacen (3 con sombra y arrimo de S. M.^, ó con respeto que le tienen; y esto no solo es parecer mió, sino cosa manifiesta, por lo cual la afirmo, y por haberla ansí oido platicar y afirmar en Italia, Francia, Irlanda, In- glaterra , Flándes y la parte de Alemania en que he andado. De manera que á él solo principalmente con el nombre le ha dado Dios la comisión y autoridad para sustentar y de- fender la religión católica é iglesia romana , no solamente en las partes de su jurisdicción y señorío, sino en las otras donde los príncipes son católicos, ó donde no lo son y hay parte de católicos vasallos , los cuales después de Dios tie- nen puestos los ojos en el rey de España , y con las esperan- zas que del tienen , se animan á pasar la estrechura en que viven. Este es un grande cargo y cuidado que de mano de Dios tiene S. M.^ allende del que como rey le compete en lo que loca á sus propios reinos y señoríos, que era y es tam- bién grandísimo según la grandeza de sus Estados y domi- nios, que del uno y del otro no sabemos ejemplo en lodos los tiempos pasados de la cristiandad : el uno pues es gran- dísimo , que es ser rey de tanta parte del mundo , y el

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otro mayor que es tener el cuidado y solicitud de todas las iglesias ansí católicas y verdaderas para conservarlas y am- pararlas, como seclarias y erradas ó iglesias de Satanás, para desear y procurar de reducirlas á la unión y verdad; y para este menester le ha dado Dios una reputación y nombre en la tierra bastantísimo y de grande calidad, por- que es tenido por fuertísimo, celosísimo, cuidadosísimo y felicísimo en sus empresas. Todo esto lo tiene bien visto y entendido S. M/, y ha pensado en ello mas veces que nin- gún otro de los suyos , pues lo siente todo cargado sobre sus hombros.

También ha entendido S. M/ que para la administración deslos sus cargos le son necesarios ministros y criados lea- les y diligentes, en los cuales Dios, dador de todo bien, haya puesto partes y habilidades á propósito de diversos ofi- cios que se pueden encargar en el gobierno de un cuerpo que tiene tantos miembros, y que ellos, para obediencia de Dios y de su rey y servicio de sus cargos, hayan puesto es- tudio en las cosas que de su parte deben tener, y están de- claradas por la palabra de Dios, que son sabiduría, temor de Dios, verdad y aborrecimiento de avaricia. Porque ha- biendo semejantes habilidades y cualidades, con pocos hace Dios mucho mas que el mundo con multitud de los suyos. Teniendo S. M.*^ buena copia de tales instrumentos, con la providencia y favor de Dios, y con el nombre , autoridad y reputación de S. M.^, y buena diligencia de los tales, no so- lamente se hace y hará buen efecto con las obras en el lugar donde se trataren las empresas, sino fuera de allí en otros con sola la famay respetóse hacen buenos negocioso preparacio- nes para ellos. Ministerios hay que se pueden encomendar á ministros nuevosque sean suficientes y cualificados, yesto es donde hay menos peligro y contradicción y mayor obedien-

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cia, y donde no se demanda tanta reputación, cuanto eje- cución limpia y diligente del oficio, y otros requieren minis- tros de práctica y experiencia , y que allende de sus calida- des, tengan ganada afección en muchas partes entre los del mismo bando , y reputación en todas las mas y entre todos, y los príncipes tienen bien noticia del un género y del otro de personas de que se pueden servir, y en todo género el experimentado y que tiene conocimiento de los lugares y personas, ingenios, costumbres y humores, lleva grande ventaja para jugar el juego limpio y con destreza, y salir bien del.

Siendo pues á cargo deS. M.** el general gobierno de sus Estados y la defensión y protección de la Iglesia católi- ca , entiendo que los Estados de Flándes tienen calidades para el uno y el otro fin, que por ningún género de riesgo, dificultad, interese, respeto, ni otra consideración hu- mana se deben desamparar ni dejar perder ni cesar de res- tituirse y confirmarse en el mejor y mas próspero estado que sea posible, ansí en lo temporal como en lo espiritual: y para confiímacion desto, de muchas cosas que tengo no- tadas diré solas dos, pues escribo á donde todo se entiende y conoce muy mejor de lo que yo, ni quien mas que yo en- tendiere , puede alcanzar.

Una causa principalísima es la espiritual que estos Es- tados viven y practican mas de dos millones de ánimas, por las cuales Jesucristo vino del cielo á morir, y comprarlas con precio inestimable de su sangre y vida , y si estos fue- ran aun gentiles, que nunca hubieran entrado en el gremio de la iglesia, ni fueran sujetos y encargados á S. M. por hacerles tanto bien cuanto era el traerlos á la cristiandad, era digna empresa de un tal rey venirlos á ganar por los medios y negocios que sin ofensa á Dios y conforme á la

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doclrina cristiana se pudieran emplear en la demanda, aun- que fuera á mucha costa de hacienda y con riesgo de der- ramar mucha sangre, no tanto dellos cuanto de los que vi- niesen á ganarlos para Dios y su iglesia, cuanto mas sien- do sujetos y encargados por Dios y recomendados al cuida- do y gobierno de S. M.**, á quien Dios tan encargadamente ha encomendado y cometido esta empresa, y tanto ha fa- vorecido y favorece en ella ; y siendo cristianos y habiendo estado todos en la unión de la iglesia , y estando aun los mas en ella, es razón conservarlos unos y reducir los otros, y defender que Satanás no enajene del libro y casa de Dios con sus astucias y engaños y malas artes, lo que con tanto precio comprado estaba dentro de la casa y posición de la iglesia que es la heredad de Dios. A esta razón añado que estando en estos Estados las cosas de la religión en su ser, dellos mana grande utilidad, para que en todas las otras partes de Europa los que están en buen punto se conserven, y los otros sean alumbrados y reducidos ansí por la frecuen- cia de todas naciones que aquí concurren, que se pueden corregir cou el ejemplo y conversación que aquí hallaren, y vivir y morir aquí en la católica, ó llevar la doctrina y ejemplo de aquí á sus tierras , donde puedan hacer mas provecho que yendo de otra manera; porque esto es cierto que la conversación hace grande efecto ansí en lo bueno como en lo malo, y también principalmente por la comodi- dad que hay aquí de imprimir los libros, y de repartirlos por todas las provincias, que en el mundo no la hay tal; y estando la gente católica, la doclrina saldrá limpia como al presente por merced de Dios y autoridad de S. M.'' se ha ordenado, y no estando sanos estos Estados corre toda la tierra grandísimo riesgo de contagión por estas vias que he dicho.

Tomo XLI. U

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La olra razón porque no se deben tener en poco estas tierras es temporal, importantísima, y no sin mezcla de lo es- piritual, como luego declararé, y es que según la experien- cia y noticia de los tiempos todos, el príncipe de cuya parle está el tráfico y la contratación, es señor sobre todos los otros aventajado , y á quien todos los demás tienen respeto y miramiento; porque ni ellos ni sus gentes pueden bien vivir sin el trato o vendiendo lo que les sobra, y en sus tierras abunda, ó comprando lo que les falta para sustentación de la vida humana ; y demás desto donde es el concurso del trato está siempre la comodidad de saber cuanto pasa por toda la tierra y partes delia , y la condición de todas las gentes y señoríos y potestades, y la cualidad y facultad de todas ellas; porque siempre hay gentes de todas naciones, y "nuevas y relaciones frescas, y esta comodidad en ninguna junta de hombres ni en cortes , ni concilios , ni otras partes es mayor ni mas perpetua que en los públicos comercios; y cuanto esto importe para los gobiernos del reino y para los consejos del , bien lo entienden los que traen las manos ea los negocios de Estado, pues á lo que yo he visto y á la no- ticia que tengo de geografía, y á la relación de cuantos han andado por el mundo, en todo él no hay lugar que mas pa- rezca y se pruebe ser hecho á propósito de la contratación humana que son los Estados de Flándes, ansí por el sitio que Dios los dio poniéndolos en medio de toda Europa y en lo mas llano de toda ella , con aire y cielo apto para que lo sufran todas las naciones, ansí de tierras calientes y tem- pladas como frias, ajeno de enfermedades agudas y graves, donde la peste no corre de una casa á otra su vecina, ni de un lugar á otro, lleno de puertas y de entradas de tierra y agua por todas partes, y travesado de venas de agua para navegarse y trafagarse todos los lugares que en todo este

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silio liay , y (le lo que en ellos parlicularmenle quiso Dios producir para ocupar la genle menuda y flaca dellos, á este propósito de mercancía , la mas abundante tierra que hay en lo poblado , digo de lino, cuya suma es inmensa, y en el resto para que las otras tierras tuviesen consorcio y contrato necesario con esta, puesto que abundasen de mucbas cosas, puso en la gente desta habilidad, industria y paciencia para con el artificio adobar y mejorar las cosas de las otras que aquí se comportasen para mejor uso dellas; y esto es tanto en esta tierra que tengo por cierta relación hecha la suma de lo que vale sola la manifatura que se ejercita en estos Es- tados, y pasa sola ella sin la materia en que trata (que esta no tiene cuento) muchos millares de florines, adelante de cuarenta y cinco millones, de los cuales me afirman que sola Lila y su tierra labra los nueve y mas, esto fuera del lino y lienzos que es cosa natural en la tierra. El príncipe, que es señor de la tierra, donde hay esto, no solo tiene la gloria de que tanta gente y tanto ingenio y arte viva debajo de su gobierno , sino que tiene de su parte ó la devoción ó el res- peto de todas las otras regiones y potestades, mayormente siendo señor destos Estados un Rey tan poderoso y tan res- petado como lo es el de España, pues en tiempo que el du- que de Borgoña tenia solos estos paises y la afección de sus vasallos y lealtad en su servicio, todas las naciones cercanas y remolas lo respetaban ó temían.

Allende de lo dicho el señor destos Estados, siendo como es rey de España y de otros muchos señoríos, tiene en las manos la facultad de poner barreras y trabas á todos cuantos hay, que en alguna parte de sus dominios se le quieran atre- ver á meter alguna alteración, lo cual es importantísimo aun en tiempos que todos los señoríos estuviesen conformes en la unión de la y religión , para conservar la paz.

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cuanto mas en liempos como los de agora, de lanta disensión de corazones y de estudios , y tanta turbación de sectas y errores, que todo esto engendra invidias, enemistades, re- celos, sospechas y recatos, y si no se atreven á tentar cosas cuevas es por temor de los lagares que hay, desde los cua- les podrían derribarlos ó jarretarlos al principio ó medio de la carrera. Desde estos Estados se pueden hacer tener á raya todas las tierras de Alemania y se enfrena Francia, y se ata Inglaterra, y no teniéndose esto otro estando siguro, no lo está España de Francia é Inglaterra , ni lo están las cosas de Italia de los comarcanos ó naturales della; y mi parecer es , y no creo me engaño en él , que los sectarios que hay agora por toda Europa, y desean que sus errores y sus ambiciones lo aniden lodo (dejado por principal presupueslo el socorro de Dios que sustenta el resto de los católicos y no consiente que el mal se extienda por todo) mayor tropiezo hallan en estos Estados y sitio y señorío dellos, que en todo lo demás que humanamente en sus discursos imaginan ; y esto puedo afirmar por buenas razones, y por comunicación de algunos buenos hombres que tengo amigos en todas las tierras que he dicho , devotos y aficionados á la corona de S. M.^, los cuales no me es lícito nomibrar por carta, y por ser esto ansí ha procurado Satanás por todas vias y minis- tros de todo género de maldad , desencasar estos Estados de la iglesia católica , y de la obediencia y afición del rey de España , y principalmente de cincuenta y cuatro años á esta parte ha puesto toda la obra , industria y diligencia posible para efetuar su propósito, y llegara á grande punto del, si Dios por su misericordia y particular providencia en esta parte no lo estorbará y atajará con la autoridad y cuidado de S. M.^, y con el buen oficio de los ministros que para ello escogió y envió.

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Tres cosas son las principales que para buen gobierno (le las repúblicas y prosperidad dellas y buena afección con sus príncipes (que es la mayor y mas fuerte defensa humana que yo hallo contra todos los insultos exteriores) son necesa- rias, presuponiendo á todo género la voluntad y favor de Dios , que es el que guarda las provincias y conserva los reinos, y los puede y suele trasmudar conforme á su justo juicio: la primera de estas tres es la buena y sana religión, le- gítima y santamente guardada y observada; porque esta con- cilía la gracia de Dios sobre las repúblicas, y traba y con- serva la gracia y caridad de unos hombres con otros, y los hace un vínculo invencible. Esta religión se establece, con- serva y aumenta con abundancia de sana doctrina y frecuen- cia de ejercicios della, y con buen crédito y ejemplo de los mi- nistros de la misma religión, cada cual en su orden y grado.

La segunda cosa necesaria es la silla firme y franca de la justicia, que sin ningún dolo, ni fraude, ni particular in- terés se debe ejercitar legítimamente y en su oportunidad, ansí en lo que toca á lo civil como á lo criminal ; porque el debido culto de esta virtud destierra las injurias públicas y particulares que son vicios aborrecidísimos de Dios, y que enajenan de su favor los lugares donde ellos reinan , y esta justicia pone paz, igualdad y seguridad en la tierra donde ella está en su grado, y no solamente entre los naturales, sino también á los extranjeros da sosiego y quietud , y los hace afecionar á la tierra y señor della, y planta la prospe- ridad y buena andanza en lo poblado y en lo despoblado.

La tercera es la facultad pecuniaria que los antiguos acertadamente llamaron nervios de la república; porque esta es necesaria en las cosas de la paz para sustentación sufi- ciente de los ministros della , y para las comodidades y or- namentos convenientes públicos y privados, y en tiempo de

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guerra para un innumerable número de gastos necesarios que en ella se ofrecen. Esta pecunia puede estar en tesoro y facultad pública como es en poder del príncipe, y de las ciudades mismas , ó en poder de los particulares , como son gente noble , mercadanles , ciudadanos y otros bombres ri- cos en la abundancia. En cualquiera parte de las dos es útil y cónmoda para todo evento; empero lo mas cierto y mas cónmodo para el franco y buen gobierno, y con mayor au- toridad del príncipe es que él tenga razonable ó buena copia de moneda juntada por las maneras mas fáciles y tolerables á los vasallos, que por el consiguiente será mas duradera y perpetua, y que esta facultad esté en la tierra que se ha de gobernar, y se emplee en aquello para que es, porque con tal noticia y evidencia los vasallos sufrirán mejor las contri- buciones é imposiciones, y en caso de mayor necesidad ayudarán con lo que tuvieren, estando ellos sobrellevados y bien parados: que de muy buena gana lo darán por el amor que necesariamente han de tener al príncipe que los mantie- ne en sana religión, en buena justicia, y en buen uso de sus familias y haciendas; y sobre todo es lo mejor que el erario público no sea pobre ni ande alcanzado ni adeudado de gastos, y los vasallos tampoco no estén necesitados ni exhaustos , porque lo uno terna el príncipe mayor autoridad entre sus vasallos, visto que ellos tienen mas necesidad del que él dellos, y que no les ha de pedir extraordinarios sino en ocasiones mas importantes á ellos que á él , y lo otro los vecinos, émulos y acechadores ternán mayor respeto viendo que dentro de la tierra tiene el príncipe los ánimos de los subditos y hacienda suya y dellos bastante para la defender y hostigar á quien les quisiere tocar ; y esto todo no se puede encubrir, que ello mismo se pregona, demás de que en todas partes hay espías y reportadores.

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Para destrucción desta tierra y anhilamiento del bien della, ansí en lo temporal como mncho mas en lo espiritual, habla usado nuestro enemigo de tanta diligencia é industria, y metido tanta obra por mano de muchos y varios ministros que le tenia minados los fundamentos á estas tres columnas, de tal manera que á no ser socorrida de Dios con la autori- dad del rey católico y con su consejo y hacienda, y con la buena diligencia de los ministros ó ministro que aquí envió, ellas estuvieran totalmente arruinadas , y la república con ellas, y todo lo que á esto pertenece, la cual agora por la bondad de Dios no está sino sustentada ; empero aun sobre cuentos que no tienen aun los fundamentos toda su instau- ración y resarcimiento entero.

Primeramente, de cincuenta y tres años á esta parte nun- ca ha cesado el enemigo de contaminar, gastar y descarnar la religión, introduciendo por varios y expuestos ministros, unos secretos, otros públicos, mas cautelosos, y por descui- dos y disimulaciones, flojedades ó ignorancias de los que de- bian velar y proveer sobre esto, tantas sectas de perdición, unas malas y otras peores, que no se pueden bien contar, luteranos, zuinglianos, anabaptistas, calvinista?, adamistas, libertinos, ateístas y otras pestilencias innumerables que han destruido y apartado de la verdad y del camino de sal- vación á una inestimable y miserable infinidad de ánimas, en los cuales juntamente con la disensión y enajenación de la iglesia católica, se pegaba de necesidad la desobedien- cia interior y desamor á su rey y príncipe , lo uno por sa- ber que era de profesión contraria á la suya , que es una de las cosas que mas aparta á los ánimos y voluntades, y lo olrd por temerlo necesariamente, sabiendo ser el mayor estorbo que en esta vida tenían para caminar con la libertad que ellos deseaban, según sus ititenciones cada uno; v este fue-

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go se fué encendiendo poco á poco encubiertamente, y lle- gó á tanto que cuando pudo alzar llama, aunque no tanta cuanta se mostrara si la libertad que se imaginó ó se pro- bó saliera cierta , con todo esto fué tan grande que no se podrá creer, contando della , y los que la vieron no se pue- den recordar della sin horror y admiración, y los que tie- nen celo del honor de Dios y bien público no pueden tratar della sin grande Icástima y dolor de sus ánimos.

Juntamente con esto nuestro adversario habia gastado y desbaratado en estos Estados el fundamento de la justicia tanto, cuanto jamás yo entiendo por las historias haya estado desbaratado en ninguna república, por desatinada que sea. Lo uno porque los ministros públicos todos han vivido y hasta hoy viven de cohechos y dádivas, tan abierta y des- caradamente que si los negociantes se tardaban ó descuida- ban en esto, ellos lo demandaban como juro ó renta, ansí á la una parte como á la otra , y porque les durase mas el poyo de una causa, hacian ciento y todas inmortales é inresolubles; y lo otro porque en lugar de leyes y derechos se ha usado y usa de una barbarie endemoniada, que llaman ellos costumbres, en las cuales no hay entrada ni salida, ni constancia ni uniformidad, no solamente en diversas ciudades y distritos, mas en un mismo distrito, en una misma villa, en un mismo año, en un mismo juzgado, ni en un mismo dia, de manera .que pocos alcanzaban buena justicia, y ninguno la conseguía por tiempo, y muchos desperados ó cansados la dejaban de seguir, y todos pechaban intolerables cohechos y tributos, y habia mayor agravio y mas común en esta 'parte del que se puede encarecer por ningún exceso de pa- labras, y esto no solamente enajenaba los ánimos de los sec- tarios, sino también de los católicos, porque era la plaga co- rnun y no solo los que lo padecian sino los que lo entendían

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(que era público) también se afligian y aborrecían la tierra donde tanto abuso babia. En lo criminal era tanta la abomina- ción que aquí se usaba cuanto, siendo confesada por los mis- JDOS ministros que la cometían ó consentían , se entenderá por la reformación que por mandado y autoridad de S. M.* acerca desto ba becho el duque de Alba. Es consecuente, se- gún la verdad de las divinas letras , que esta injusticia pú- blica tuviese á Dios muy ofendido é airado contra esta tier- ra , y para dejarla de su mano y gracia, si por misericordia suya no diera lugar á que un Moisés , y un (i) inter- cedieran para que Dios no la desportillara y la dejara rom- per y destrozar de los enemigos y de las bestias salvajes, quiero decir, sino inspirara en el corazón del rey y de sus consejeros que interpusiera su autoridad y oflcio real, y usa- ra de los ministros , consejos y obras y provisiones que ha usado y todavía va prosiguiendo.

No menos habla Satanás consumido y disipado el funda- mento y estribo de la tercera columna, que es la pecunia pública y privada, porque siendo de antes los propios de los pueblos destos Estados tan grandes que tanto por tanto con- sideradas las cualidades de la tierra , no les hallo compara- ción en ninguna parte de que yo tenga noticia, y pudiendo tiacer grandes tesoros y erarios públicos para servicio de su príncipe y administración pública y las otras necesidades, vino esto á ser manejado por manos de oficiales que lo con- sum.ieron y tornaron todo en humo, gastando algunas par- tes en edificios y cosas que se pudieran excusar ó moderar, y á las vueltas desto , consum.iendo lodo el resto entre ellos mismos en malos recados, banquetes, conviles y otras co-

(I) Hay una palabra que do se paede leer.

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sas tales y peores, de manera que se vino lodo á destruir, y lo mas á la mano y lo mas firme á empeñar y enajenar, y para pasar adelante con sus aprovechamientos ó disi- paciones, comenzaron y 'prosiguieron en poner malfotas, imposiciones, asisas y oirás infinitas exacciones sobre los mantenimientos y bebidas del pueblo, y porque la gente de suyo es aficionada á beber ; y tras desto, por la mayor parte expende cuanto adquiere en lugar de con bueno y cristiano celo de caridad y provecho común , buscar modo y orden, para esto buscaban é inventaban modos y ocasiones para que hubiese mas concurso y mas frecuencia en el beber, y creciese el vezo y el vicio con todo lo que desto nace , que es horrible ; y por otra parle los mas ricos , ansí naturales como huéspedes de la tierra, á imitación y emulación unos de otros, se desbarataron en excesos de comidas, y trasor- dinarios trajes, y usajes y gastos superfinos y no alabados de máscaras nocturnas y otras cosas tales con que, como por experiencia en esta tierra se ha visto, laíiacienda se ar- ruina, la caridad se enfria, la honestidad se combate y ex- pugna, las costumbres se corrompen y las personas se apo- can y afeminan , y Dios las aborrece á ellas y á sus cosas, y quedan mal vezadas al vicio y sin facultad para cumplirlo á su apetito y sin favor de Dios, de que yo no qué se puede esperar sino lo que aquí sucedió, que viendo el dia- blo que ya tenia hartas cartas y mal pintadas, como él las queria, determinó barajarlo todo y jugar abiertamente, y á un tiempo, hallándose esta tierra contaminada toda de mala doctrina, llena de agravios é injusticias, cargada de vicios y menoscabada de facultad pública y privada, y reventando de varios humores y apetitos, movió á los que acechaban la tranquilidad pública y tenían ó envidia ó deslealtad al rey,

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y ardian de ambición y avaricia , y no podían valerse Qon las deudas que debían á que revolviesen el bato, y levanta- sen al pueblo en odio y desobediencia del príncipe y 'señor legítimo, á unos con prometer y procurar libertad que ellos llaman de conscieucias; á otros con esperanzas de mejor y mas justo gobierno y administración de justicia; á otros con que ansí saldrían de sus deudas y empeños; y á otros con que este era el más fácil modo de salir de noiseria y po- breza, y dejar el trabajo y cansancio de artesanos y merce- narios; porque ó por inducción de otros ó imaginación pro- pia, ansí fueron movidos todos, cada cual según su humor y pretensión , y llegó la cosa á estado que las herejías y cismas se predicaron piíblicamenle con increíble concurso; y se comenzaron á alzar y negar la obediencia algunas vi- llas, y ni los magistrados pudieron ó no osaron ó no quisie- ron resistir al peligro evidente, por lo que ellos se saben, y porque se les atrevían los menudos á zaherir en las barbas sus malos oficios y ministerios pasados ; ni aunque quisieran con ánimo hacer su deber tenían facultad para ello, porque las rentas públicas estaban perdidas y empeñadas, y los particulares vejados y cansados de pagar y contribuir, y en- fadados y enajenados los ánimos por las causas que he sig- níGcado, y otras muchas que no refiero aquí. De manera, que fué grande maravilla y singular gracia de Dios, no re- surtir la cosa en el miserable fin que en España se temió, y acá mucho mas , y en los vecinos y no bien intenciona- dos se esperó y persuadió que sucediera.

Para lo cual inspiró Dios en S. M.'' el consejo de enviar al duque de Alba , viendo que la cosa estaba del todo rom- pida y no amenazaba menos que sangre y fuego, y se fun- daba en muchos personajes de autoridad y de ingenio para mal , y que con sus arles lenian parte ganada, parte en-

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canlada y embaucada á la mayor parle de la gente (con los cuales ningún buen concierto era seguro ni firme, aten- to que movidos ó de su ambición ó del temor y recelo que les habia de quedar, no babian de estar quedos en viendo la suya, y la babian de procurar en lo posible) para que por via de las armas aquietase y pacificase la tierra con toda clemencia , no usándolas contra los que se quisieren repo- sar , sino contra los rebeldes que llevasen su mal propósito adelante, y destos, castigando los caudillos, auclores y tru- jamanes; y puesto que esto parecia imposible, y no era per- suasible en España , Italia, Alemania ni otras partes , y me- nos en estos mismos Estados , porque los que aquí eran del mejor deseo y sentencia, tenian por imposible é ineficaz otro remedio que sola la presencia de S. M/ en estos Estados, para lo cual habia tanta dificultad como allá se sabe, é yo he visto de antes y después que por acá estoy, y al mismo duque le parecia que esto era ó imposible ó dificultosísimo, según yo imagino que le debia parecer de razón humana, y no traia otro estribo en que se afirmar sino la gloria y ayu- da de Dios, con la auctoridad y buena causa de S. M.^. Con todo esto y lo demás que se puede pensar y decir, quiso Dios que evidentemente se mostrase su favor de parte del rey en esta causa , y en defensa de la iglesia y singular mi- sericordia que quiso usar con esta tierra , aceptó la elección del duque de Alba para este negocio, y dio allanados y pa-" cados en pocos dias por via de las armas estos Estados, dán- dole ganadas una en pos de otra dos batallas gruesas y de gente desesperada y porfiada , tan presto y tan fuera de los ejemplos ordinarios que él mismo y los soldados que en ello se hallaron con ser gente que con la edad y acostumbrada presunción déla nación española, suelen adelantarse con- tando sus hazañas y valentías, lodos confiesan que fué esta

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manifiesta obra de Dios, y que ellos no saben como se pu- dieron vencer aquellas batallas tan presto con tanto estrago de los enemigos mejor armados y en mejores puestos que ellos, y con tan poco riesgo suyo, ydespues habiendo torna- do los rebeldes con un poderoso ejército á pié ú á caballo con intención de salir cQn la suya ó destruir la tierra , y que como desesperados se debian temer , y como gente de punto y que hablan hecho grandes promesas á los suyos , y púes- tose en teatro del mundo, ofreciéndose ellos á una empresa con la cual si no sallan hablan de quedar afrentadísimos, lo salieron ansí, echados á repelones y con pérdida de mucha gente, quedando gastados y perdidos, sin perderse en lodos estos riesgos cien soldados de los del rey. Con estos sucesos y con la opinión que al duque se le acrecentó de buen ca- pitán y celosísimo ministro de un rey tan poderoso, se caye- ron los pensamientos y esperanzas á la mayor parte de gen- te dañada que en estos Estados habla , y se puso freno á loí? vecinos que estaban á la mira esperando su oportunidad, y se les atajaron los pasos á una infinidad de bandidos y fugi- tivos que están fuera de los Estados, con propósito de no tor- nar á ellos sino para libre uso de sus opiniones y pretensio- nes antiguas, y como con esto se juntó el castigo de los mas culpados que se pudieron haber, auctores y entrevenidores de los desmandos pasados, cobraron grande temor los que se hallaban con las conciencias aigo cargadas, y resollaron y co- braron esperanza de sosiego los católicos y bien intenciona- dos, y comenzóse á sosegar la tierra y á menear el trato y artificio , cual estuviera hoy muy mas adelante, aunque va instaurándose, si el demonio no rodeara el embarazo y daño que por parte de Inglaterra vino el año pasado con grande desmán de toda la contratación y del común de esta tierra.

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En este medio y después deslo el Duque , por satisfacer .como ministro cristiano y leal á todas las partes de su ofi- cio en que S. M.*' le mandaba servir, entró de veras á enten- der la orden que habia en estas repúblicas, y aunque tenía noticia de los abusos por las veces que aquí babia estado, entiendo que nunca temió habria tanto mal como bailó. Uno de los grandes y acertados consejos y acuerdos que S. M.** tuvo para la buena administración de lo de aquí, fué ordenar y criar un Consejo que estuviese al lado del go- bernador, que acá llaman Consejo de Tnibles; porque por la autoridad y diligencia y vigilancia de este Consejo, no solamente en las cosas criminales de estas Irublas ba babido Ubre y cumplido despacbo, mas con buena maña se han venido y alcanzado á reconocer todas las órdenes y desór- denes de todos los Estados y los ministros y ministerios dellos en criminal y civil, y se le ba puesto á lodos grande respeto y recato con la auctoridad ysuperintendencia de este Con- sejo, y esta auctoridad ha alcanzado á los Estados y brazos, ansí eclesiásticos como seglares, y en todas suertes de causas y materias ó de gobierno y justicia ó de hacienda, de todo lo cual S. M/ terna buena noticia ya. Desde aquel puesto se ha podido bien ver qué estado tienen las cosas , y de que pié cojean los ministros dellas en general y particular , y perpetuándose este Consejo con las personas que para él con- vendrán, S M.^ y su gobernador ternán las riendas en las manos de lodos los carros en que caminan todos los demás magistrados para con consejo y oportunidad templarlo todo sigun Dios y justicia.

Con esta ayuda añadida á su buen cuidado y deseo, y encomendándose á Dios, á y á todo lo que toca al servicio de S. M.** y de la del rey, vino el duque á descubrir la Ba- bilonia de los abusos que por todas p¿írtes habia por esta

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tierra en lodos géneros de administraciones de gobierno, justicia y hacienda, y Iraló de querer reformarlo, conociendo que esto era lo que mas dañaba la tierra y la enajenaba de Dios y del rey. Yo, el año primero que aquí vine, entendí parte d estas cosas, advirtiendo algunas que no podia huir la noticia dellas por ser públicas, y siendo avisado de otras por personas que, simplemente ó por descansar , contando los agravios, me lo refirian , y me maravillaba cómo era posible que esta república durase tanto en tan grande confusión.

Tornando á mi propósito, el duque halló esto todo muy extragado , y la oportunidad del tiempo buena ; porque cou las Vitorias pasadas, y con la justicia y castigos ejecutados, todo el mundo le tenia respeto, y ninguno se osaba abierta- mente menear contra el servicio de S. M.*^, puesto que los que tenían las manos en la masa de la república, les pesaba y ha pesado mucho de tener sobre quien tanto se las en- tienda, mayormente estando ciertos que no se podia corrom- per ni descantillar con los golpes que en "España dicen que quebrantan peñas, de que ellos, á sus tiempos y cuando hace á su propósito, suelen ser grandes artífices, y según lo que yo tengo visto por experiencia , y lo que el duque y otras personas que bien lo entienden me han cerliñcado, el pue- blo, ciudadanos, paisanos, mercadanles, artes^inos y toda la demás gente que no está constituida en magistrado ni auto- ridad, son dóciles y fáciles de guiar á cualquiera parte, como tuvieren los que llevan la danza bien ó mal intencio- nados, y por tanto fueron tan fáciles de engañar por los se- ductores; y ansí muchos dcllos se han fácilmente reducido por el perdón general con pocos otros medios de los que en tal caso se acostumbran y requieren ; empero los guiones de todas las partes y ministros de los oficios están tan dañados y obstinados en su uso antiguo de buscar su particular y

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oprimir á los demás, y en lodo lo que á eslo se allega, que la conquista y reformación deslos tuve yo siempre por muy mas dificullosa que la de los oíros con las armas y muchos mas que fueran; y ansí lo entendió el duque luego que en- tró á adobar los negocios. Y para defenderse ó defender sus pretensiones tienen grande unión y conformidad los unos con los otros, y grandes mañas, y mucho estudio, como lo suelen hacer los hombres que emplean todos á una sus in- genios en una materia, y mas si es mala y deste siglo, que son los hijos del mas pri/dentcs que los hijos de la luz. Ya se hacen ignorantes é incapaces de entender lo que se les dice; ya ponen inconvenientes inraaginables; ora procuran ellos que los haya; ya cansan con llevar las cosas despacio y hacerse- tontos y olvidadizos. Otras veces despuntan de agudos, y secretamente se aperciben y avisan unos á otros, desde el general hasta el particular, para excusarse los unos con el escándalo de los otros, y ellos son sumos artífices destos escándalos, porque el mayor, después que no le han valido todas otras mañas, hace y trata con el inferior oficial inmediato á él que ponga de nuevo dificultades ó las pro- cure, y aquel induce á otro y este á los demás, y ansí cuando parece que está la máquina para mover , y no hay que concertar mas, remanecen cient traviesas donde no se pensaba, que detienen el curso de los negocios; y hay tanto desto que no es posible creerse ni aun contarse como ello es, sino es metiendo en presencia cualquiera materia des- tas; y en estos medios por sus ministros escandalizan al pueblo crédulo, y procuran ponerlo mal con el rey y con el gobernador y sus oficiales, pintándoles las cosas al revés de lo que son , ó muy mas graves , y dándoles á entender que son subjeciones nuevas contrarias á la libertad de la tierra y á sus privilegies, y que son conquistas y opresiones y

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paliada inquisición , y luego se siente el ruido y la murmu- ración por las casas y calles (porque el vulgo deslá tierra es muy suello en hablar lo que quiere, ó por el poco entendi- miento vulgar, <3 por antigua costumbre, ó á semejanza de cuando eslcán beodos) y no se oye menos que libertad, opre- siones, sujeciones, tiranías y otros vocablos ansí invidiosos y escandalosísimos, y decir que no se ha de consentir, y que se ha de despoblar la tierra , y que ellos no merecieron es- tas opresiones, y que los que pecaron en lo pasado son ausen- tes ó muertos; y por otra parle claman privilegios, acuer- dos, (i) entradas, y desto todo hay una infinita suma de embarazos , que por parte de los ministros se ponen cuan- do se quiere corregir cualquiera ministerio ó instituir cual- quiera cosa de nuevo , que toque al servicio de Dios , del rey ó del bien público: que como he dicho, de mucho tiempo tie- nen estos oficiales conocido ansí el pueblo para saber los mo- dos de escandalizarlo, como estudiadas sus mañas y artes para estorbar cualquiera cosa que sea contra sus pretensiones y modos de proceder. Cuando últimamente vienen, ó conven- cidos ó inducidos á poner en efecto alguna cosa tal, inventan los medios que sean mas dificultosos , mas odiosos al pueblo, mas flacos ó mas ridículos, porque errándose y no pudiendo perpetuarse, salgan ellos con la suya. Seria nunca acabar tratar deslo, porque no tiene fin, y entiendo que S. M.** y los del su Consejo tienen bastantísima noticia de todo ello. Para remedio desto y para contraminar estos ingenios y poder hacer lo que convenga al servicio de Dios y del prín- cipe y bien commun, son necesarias principalmente (des- pués de la oración y encomendarlo á Dios) dos cosas: la una es tener conocidas y alcanzadas las tretas que estos suelen

(1) Hay una palabra que no se puede leer. Tomo XU. 15

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usar para ganar el juego o hacerlo mam (sic) que son como digo muchas, y cada dia se acrecientan; y la otra es tener- los sujetos sienipre con autoridad y constancia, porque ninguna otra cosa los rinde al fin, sino el respeto, recelo ó temor , no la razón , no la blandura ó el tratarlos por vía de nobleza, ni otros medios loables y deseables con que los hom- bres se suelen mover, y lo que mas es no la beneficencia; -porque yo creo que en lo descubierto de la tierra no hay gente mas interesada para sus particulares, ni de mas corto, frío y poco durable agradecimiento que los de aquí, hablando en general de grandes y menores ( exceptuando algunos particulares que también aquí como en todas partes los hay de mas aventajada consideración). Finalmente lo que yo entiendo es mas bastante para domarlos y atraerlos á lo bueno es la autoridad y nombre del rey con una severidad, ó firmeza , ó natural, ó bien disimulada en el ministro ó go- bernador, reglado todo esto con la equidad, razón y buen propósito de mejorar o corregir las cosas, y paciencia para sufrirles y esperarles sus deslizamientos y corcobos , y para hacerles corregir lo que mal ordenaren, y buen juicio para pensarlo, forjarlo y limarlo todo.

Por el mes de agosto que pasó, al fin del hizo un año que hablando yo con el duque de Alba á solas en San Miguel desta villa , y dando muchas gracias á Dios que habia puesto en tan buen ser las cosas de la guerra , y que lo que tocaba á la ejecución de su justicia ejemplar estaba también casi aca- bado, venimos á tratar del asiento de las cosas públicas y de paz tan necesaria en esta tierra, y diciendo yo al duque que cuanto antes se habia hecho en guerra, justicia, etc., no era mas que abrir el camino para asentar estotro, y él me res- pondió que lo entendía así, y por su gracia y como á criado de S. M.^ que él me tenia por leal y bien inlencio-

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nado, y deseoso del bien público, me reürió las cosas que tenia entendidas ser necesarias para el provecho coraun y servicio de S. M/ ansí en lo que toca á la reformación de la justicia criminal y civil , como en' lo de la doctrina y reli- gión, y también lo de la hacienda. Viendo yo que tan bien tenia conocidas las cabezas de todo este gobierno, y la au- toridad , y respeto en que estaba con los bien intencionados, y el temor que le tenian los contrarios, le supliqué que, en- comendándose á Dios, pusiese manos en la obra y procurase poner en estudio y efecto lo que tanto cumplía y tanto se debia al oficio y cargo en que S. M.*^ aquí le tenia. Respon- dióme que era cosa de mucho tiempo y de mas fuerzas y sa- lud que la suya, porque pasaba de sesenta y dos años y con enfermedades, y qué habia muchos con que combatir, y repugnantísimos. Yo le repliqué que Dios habia hecho las cosas de antes en menos tiempo y con menores dificultades de las que él pensaba ni persona ninguna , y esto se habia hecho con la autoridad del rey y con su ministerio; que el mismo Dios le facilitaría en expedición, y abreviaría en tiempo el concierto de cosas tan buenas y útiles. Díjome que él daría razón y noticia dello todo á S. M.*^ para que con su autoridad y ministros lo mandase proveer, y declaróme que tenia pedida ó quería pedir (que no me acuerdo bien cual destas palabras fué) licencia para tornarse á España. Yo le dije que si tuviera mi deseo y voto alguna eficacia, yo le es- torbara por todos los ruegos y medios posibles que no pi- diera tal licencia por entonces, y suplicara á S. M.* que no se la diera aunque se la pidiera. Díjome que él no queria holgar sino servir en todo lo que pudiese; mas que aquí sir- viesen otros. Yo no si él tenia algún otro respeto ó moti- vo, ni refiero mas de lo que pasó entre su Excelencia y mí. Porfiando yo todavía con mi deseo en la disuasión, sentí que

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se habia desabrido ó enlrislecido; porque me dijo que via yo no tenia consideración á su edad y trabajos pasados y pre- sentes, ya que era tiempo de recogerse á donde de mas cerca dispusiese á su casa y cosas en que los de su edad es razón que entiendan; á lo cual respondí con la mayor mo- destia que pude estándome todavía en mi deseo y opinión, y declarándoselo ansí; y aunque oia después que pedia licencia, nunca entendí que se la diera S. M/ hasta que tuviera asen- tado loque aquí convenia, y mayormente viendo que se iba ordenando la reformación de la justicia criminal; como ha sa- lido la reformación y la expargación de los libros y doctrinas, librerías públicas y particulares, y emprentas é impresores, en el cual ministerio entendía yo; y viendoque Diosloencami- naba y allanaba todo, aunque con dificultades, empero que se via claramente que la voluntad y mano de Dios andaba en todo ello, porque ya lo que á tocaba eslá casi todo efetuado. Agora después que la majestad de la reina nuestra se- ñora , que Dios prospere, partió destos Estados, como luego de á pocos dias se sonó la salida del duque de Alba dellos, y antes que se declarár¿i sucesor, y después también vi mani- fiestamente turbadas las cosas y las gentes, cado uno según sus pretensiones ; porque los que bien entendían las cosas y consideraban el suceso dellas, tenían y tienen temor de la sa- lida tan breve del duque , los que por otras intenciones le tienen respeto y lo sienten por tropiezo dellas se holgaban con la nueva , entendiendo que no podría venir quien tan presto ni con tanto curso llevase adelante las cosas que iban ya encaminadas ó enderezadas á contrarios fines de los que ellos pretendían porque, como es verosímil de pensar) cual- quiera sucesor , ó por soler ansí ser las cosas entre los hom- bres, ó querrá andando por otro camino ó por otros medios pomo parecer discípulo del predecesor, ó ya que quiera jugar

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el juego como estaba entablado por las mismas piezas y re- glas, primero que venga á conocer las cosas y las personas, y enterarse en todo, pasarán un par de años y mas los que pudieren alargar los que tanto desean que no se haga sino lo que ellos quieren , y entre tanto jiet aliquid spero , como decia el cómico, mayormente quellos no se dormirán, y el adversario que no duerme dejará de los solicitar ; y ansí vi que luego comenzaron á meter requeslas para la dilación de la ejecución de los placartes tocantes á lo criminal , y á poner dilayes (sic) en otras cosas importantes, y desbara- tar con malos medios y decretos otras ordenanzas que esta- ban ya determinadas, y hacer dificultosa y corta la pecunia presente, y poner flaquezas y malas invenciones en la orde- nación de los pechos y contribuciones, que se instituían para lo venidero; habiendo tanta turbación por todas partes no pude yo dejar de turbarme, y recelar lo que recelo, y aun me temí que desde luego aflojaran todos mucho mas y perdieran al duque todo respeto; porque ya que cosa es populacho cuando entiende que un corregidor entra y otro se , y conozco ansimismo este populacho y los vientos que le soplan. Yo supliqué al Duque no aflojase ni diese lu- gar á dilayes en la ejecución de la reformación criminal, y dijo que él baria lo posible , y ansí lo ha hecho, aunque al principio todos tiraban de la cuerda para hacérsela soltar, y de aquí se puede entender cuanto es el respeto que le han tenido, pues que no se han atrevido á perdérselo del todo; y al principio bien entendí se comenzaban á asomar, sino que con no descomponerse el Duque , y con ver que no se apresuraba la venida del sucesor, se atajaron.

Al presente (para decir libremente lo que siento) me pa- rece que el Duque , como quien está sobre un pié , no res - Iriba mucho en cosas que podrían moverse adelante con

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autoridad y constancia, salvo en lo de la religión, que en estas no afloja en un punto, y que los de la otra parle atienden á llevar la máquina hacia su propósito, ya que no pasan adelante, sustentan á hombro junto porque no se la rezaguen; porque en ninguna manera pueden tragar este bo- cado de ser mandados y obligados del rey , sino lo que ellos solían, y como acostumbraban dar á entender al rey que les era obligado, y cada dia le podian obligar de nuevo ; y entiendo que este brio les es antiguo desde que se crió aquí el emperador Garlo, nuestro señor, que Dios tiene, que como estuvo como pupilo y gobernaba sus cosas por ellos, y des- pués las reinas y gobernadoras que aquí han estado , no han salido ni sabido adelante de lo que ellos mostraban, y eran gobernadores ellos en cuanto al manejar de los nego- cios en todo género, parecíales que cualquiera merced que se les hacía, no era merced sino deuda y paga, y no entera. Y como ven que agora se entonan las cosas por otros señores, tienen por terrible el dejar su punto viejo, y trabajan lo po- sible por sustentarlo, y es mayor cosa que se puede pensar el haberse llegado los negocios al punto y lugar en que es- tán, y es manifiesta obra de Dios y no de los hombres. Porque yo tengo hecha esta consideración : que si esta pro- vincia estuviera despoblada totalmente de gente, y no tuviera otra cosa sino las casas, y edificios y heredades, y partie- ran de España mil naos cargadas de gente, con quinientas mil ánimas y un general y gobernador con autoridad y en servicio de S. M.*^, todos de una conformidad en todo género de obediencia y con un ánimo y deseo de poblar y acrecen- tar esta tierra, y desembarcaran prósperamente en Gelanda y en estos puertos , y sin tener contradicción ni estorbo de dentro ni de fuera de la tierra, comenzaran á asentarse y poner en efecto su intento, no puedo entender que, por mu-

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cho noosejo y grande acuerdo y diligencia que en ello se pu- siera, hubiera bastante espacio en doce años para poner las cosas en orden y reducirlas, no digo aún á entera- forma, sino á aparente sombra de república; porque para dar orden y traza á las cosas de la religión, á las de policía y justicia, á las cosas de hacienda , á los ministros y ministerios , anexi- dades y dependencias dellas, yo no sabria bien tasar el tiempo que para esto era necesario, si no, véase por lo de las Indias que son pasados ochenta años, y no está aún asen- tado en forma de república bien ordenada, con haberse puesto en ello el consejo y obra posible; pues quien en estos Estados donde hay una inmensa confusión y variedad de naciones, ingenios, humores, voluntades, que toda la parte mayor desta turba deseaba y procuraba la total ruina de los Estados , unos á sabiendas y otros ignorantemente, y todos á porfía quien derribaría mas parte , y por lo menos estaba la mitad y aun las tres partes derribado, y no preten- dían menos que mudar del todo estado, y obediencia, yju- risdicion , y religión , y manera de vivir , y tenían dentro grande autoridad de personas que atizaban este incendio y estorbo de la provincia, muchos vientos que lo soplaban, y haberse este mal tan grande atajado y curado la mayor par- te del, de manera que la enferma ó casi desesperada repú- blica haya llegado al punto en que está, sino del todo con- valescida al menos fuera del manifiesto peligro , y que se sustenta en pié y anda y camina, y va cada dia mejorando con la cura que se le ha hecho, y se confirmará con ella misma prosiguída, pues es evidente el provecho que hasta agora se ha hecho con ella , y todo esto se ha efectuado en espacio de tres años, poniendo en orden lo eclesiástico y lo seglar , manifiesto es ser esta obra de Dios, y que él ha mos-

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Irado agradarle se efeclúe por los medios y minislerios que por parte y autoridad hasta agora se han puesto.

Y porque de lo que resta por concluir debo taníbien de- cir mi parecer brevemente, aunque pudiera alargarme mas en estas materias, entiendo que lo que agora es necesario procurar muy de veras es la total instauración de la buena religión, y la reformación de la justicia y el asiento de la hacienda con la mayor facilidad y menos grave carga en el pueblo que ser pueda; porque estas tres cosas conservarán la gente en gracia y favor de Dios, y en afección á S. M,** y en prosperidad y buena compañía unos con otros

La mas cierta y mas eficaz manera de instaurar la reli- gión, es constituir buenos ministros de la doctrina cristiana, no solamente virtuosos y de buen ejemplo de vida, mas que allende desto sean doctos y muy doctos, y bien intenciona- dos y de buen ánimo para trabajar. Porque el mayor reme- dio contra la falsedad es la verdad, y contra la mala disci- plina es la buena doctrina, y base de curar el mal por los oidos por donde entró, si se pretende que las ovejas del to- do sanen. Empero al presente no hay en esta tierra tanta comodidad como era menester para este efeto; porque para la grandeza de la miese hay pequeña copia de obreros que tengan las partes que se requieren , y los que hay y ha ha- bido mas escogidos no pueden henchir los vacíos, por ser la tierra grande, mas en población que en sitio, y el resto fue- ra destos son gentes de pocas partes y frías, que muy poco pueden aprovechar; los buenos que entiendo se pueden ha- llar están casi todos empleados y quedan muchas plazas va- cas. Digo que carecen de suficientes ministros, aunque hay en ellas quieo las ocupe mas con poco fruto. Para reparo y asiento desta parte puede S. M.'^ ordenar y proveer algunos

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medios con que la copia vaya creciendo. En el entretanto y siempre para que si algún mal hay encubierto no se des- cubra, ó si se descubriere se ataje y cauterice, porque no cunda, es necesario el orden que está dado con los placarles y ejecución diligente de la justicia, el cual seguido como debe seguirse es de mucha importancia para la sustentación de la tranquilidad presente.

La reformación de la justicia civil, si se hace conforme á la que está hecha en lo criminal, y lo uno y lo otro se pone en oportuna ejecución, es la total salud de la república en esta parle, y bien tiene entendidos el duque de Alba los medios para efectuarse esto; y si con la autoridad franca y bastante de S. M/ él quiere insistir en ello, cosa es que es- pero dentro de un año será concluida; y una de las cosas que para esto es necesaria es tener rendidos, ó ligados, ó obligados los magistrados y ministros que antes han sido y agora son; porque la mayor ó total resistencia está en ellos, y para esto fué acertadísimo acuerdo el de S. M.* en excep- tuarlos del perdón general; porque consentirse cargados y no hallarse perdonados ni libres , no se atreverán á tanto como harian, viendo que de lo pasado no se les demandará cuen- ta; y á cuanto entiendo ellos por acá hacen grande instancia y diligencia por estar fuera de esta red ; empero yo no seria de parecer que se les hiciese mal ni daño conforme á lo que por la divina misericordia y por la clemencia de S. M.'' se ha practicado hasta agora; mas tampoco entiendo se lesde- bria remitir esta trailla que tienen á los pies, porque si se les antojase contra razón y buen servicio de Dios y del rey dar corcobos, hubiese siempre comodidad de reprimirlos.

Queda también el asiento de la hacienda, para el cual entiendo que el Duque ha hallado trazas bien acertadas, no solo para que á S. M.** se le perpetúe la contribución ordina-

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ria que se ha concedido, sino también para que las villas se desempeñen', y liberten, y moderen, y dispongan bien sus rentas , y el pueblo se descargue y libre de las asisas y mal- totes que con grande pescidumbre, y según entiendo con ini- posibilidad de sufrirse y tolerarse, pagan sobre la comida y bebida, y sobre las cosas que les son mas difíciles y de me- nos utilidad para el servicio de S. M/ y demás confusión y oscuridad para ser entendidas, sino es de los de finanzas que hacen por estas vias sus negocios, mas á propósito suyo que del bien común ó servicio del rey , de la cual gente yo no que decir mas sino que la tengo por un bosque entrin- cadísimo de fieras indómitas y astutas.

Estas y otras consideraciones que he tenido, que mejor se entenderán sin mis letras, porque parte son públicas á todos y parte se refieren por mejores advertencias que las mias, me han movido á desear que S. M.^ no diese licencia al duque de Alba para salir de aquí hasta tanto que com- pusiese lo que resta de lo que tiene entendido y comenzado, lo cual se podría hacer con el favor de Dios en un año, que no es mucha la dilación de su deseo ó propósito ; y dejando hecho esto, S. M.*^ poniendo aquí gobernador español que entiendo de otra nación no cumple, puede fácilmente desde Es- paña gobernar estos Estados por los derechos y consejos de España , ó con poca diferencia destocon aviso y persuasión que tengo en que si hubiese invasión de guerra civil ó de fuera, no estando las cosas de dentro bien instauradas, seria no si imposible, humanamente hablando, por lo menos en extremo dificultoso, poderse remediar y defender sin la per- sonal presencia de S. M.*^, cuya real corona y vida Nuestro Señor prospere en toda felicidad como este su criado desea y le suplica.

Háme parecido bastará lo hasta aquí escrito para signi-

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ficar mis conceptos, y aun me persuado que he sido prolijo, principalmente con v. m. que liene entera y dará noticia de todo, á quien suplico me perdone y eche á buena parte cual- quiera yerro mió en esta materia, y no difina con otro nombre las faltas que hallare; porque los yerros yo los re- conoceré, mas otra culpa en mi intención sabe Dios que no la hay, y desto reportará v. m. á S. M.*^ la parte de que eulendiere será mas servido. La Divina á v. m. aquello que mas cómodo le sea para conseguir el suramo bien. Ea Anvers, 5 de febrero 1571. Besa las manos de v. m. su servidor afeccionadísimo, B. Arias Montano.

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á la- yas. De Bruselas á 18 Je marzo de 1571.

Propone la compra de algunos cuadros del pintor Francisco Flores.

Archivo general de Simancas.— Estado , legajo núm. 583.

ILLÜSTRK SEÑOr.

Esta escribo en Bruselas, que vine aquí llamado por el Duque de Alba, y pienso tornar luego á Anvers y de allí á Lovaina.

Máseme ofrecido de dar aviso á v. m. que lacques Hunghelinghe, scultor de S. M.*^, cuya casa tengo por alojamiento en Bruselas, tiene unos lienzos al olio que fue- ron de Hunghelinghe, su hermano, que es fallecido, los cuales pintó Francisco Flores, el mas famoso de estos Esla-

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dos, que también es fiíllecido, y son cosa rara, de los tra- bajos de Hércules, los cuales he oído que vio S. M.* en Anvers en la casa del campo de Hunghelinghe y le conten- taron. Estos reformó el mismo maestro dos años antes que muriese, y están agora en venta para pagar deudas de Hunghelinghe que debia á S. M.'S y hánse vendido otrasmu- chas cosas dél, curiosas; mas estos, por ser muchas piezas que no se pueden desermanar, no se han vendido hasta que haya quien los compre juntos. Si S. M.** fuese servido dellos podrían tomarse por tasa en cuenta de alguna parte de la deuda de Hunghelinghe, y sobre esto podría S. M.'' mandar escribir al Duque. 18 de marzo 1571. Besa las manos de V. m. B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. Al illustre señor mi señor Gabriel de Zayas, secretario de S. M.** y de su Consejo.

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Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Za- yas. De Anvers á 18 de marzo de 1571.

(Recibida en S de abril.)

Impresión de los breviarios. Pondera el ingenio de Plantino y da cuenta de una de sus invenciones. Superioridad que llevaba Flándes sobre las demás naciones de Europa en el arte de impri- mir.— .aprobación de la Biblia regia por el obispo de Ambéres y el consejo de censores instituido en esta ciudad.

Archivo general de Simancas.— Estado , legajo uúm. 583.

ILLÜSTRE SE.ÑOR.

En esta responderé á lo que hasta agora tenemos acá pensado acerca de los breviarios , para que declarando lo que á esto loca, v. m. me avise de lo que S. M.** será ser- vido que yo concluya en este caso. Y seré breve en los capítulos, porque no puedo alargarme mas por agora; em- pero lo mas que pudiere rae declararé.

Los avisos que he recibido en los papeles que me ha enviado v. m. oi-denados por el padre Villalba, y por los demás desla consulta , son muy acertados y harán muy fá- cil el oücio y cargo de rezar, y será con ellos el breviario mucho mas acepto , y en conformidad dellos haremos acá todo lo posible por facilitar mas la cosa en cuanto en nos fuere, encomendándonos á Dios que nos guíe en todo como puede. Y á todos cuantos hay que saben letras en estas tierras y en esa, entienden que Dios ha dado especial gracia á Plantino para que ponga en el esmero el arte de la im- presión, cuyo ingenio en esto es admirable, y el cuidado

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y perpetua diligencia increíble, y ansí no tiene carne sino spírilu todo; ni come ni bebe, y duerme muy poco, y entre otras cosas grandes que ha alcanzado en este arte es una maravillosa, que dándole cualquiera forma de letra que le den, la reduce á ciertas proporciones que él entien- de solo, coQ las cuales corta oíros punzones, y hace que aquella letra, sin ser mayor ni menor, y sin crecer mas los renglones á la larga, sin entrar tampoco en una plana mas ni menos renglones , crezca á la vista la tercia parle mas que le propusieron , ó disminuye la tercia parte menos como él quisiere. El ejemplo deste ingenio mostró al du- que d'Alba y á el año pasado , cuando cortó aquella le- tra de las horas de la duquesa; que es la mas perfeta letra y la mas proporcionada que jamás se ha visto ni se en- tiende puede ser, y ansí llaman aquella letra todos los que saben el arte el Parangón , que es dechado de todas las letras ; y bien se vée en esto como en lo demás todo el juicio de S. M.*^, que Dios prospere; porque entre todas escogió aquella letra para los breviarios grandes, por la me- jor, como de hecho lo es. Y porque la otra mayor que vino expresamente señalada para los breviarios grandes, por ser mas grande y mas esparcida , será mas acepta y mas pe- dida, ansí para ancianos y de corta vista como para bre- viarios de coro, ha.Plantino hecho una muestra de aque- lla misma letra que vino de allá, la cual hace crecer á la vista mas que la tercia parle, sin caber por eso mas ren- glones en una plana que en otra, y sin estar mas espacio entre unos renglones que entre los otros , ni ser necesaria mayor marca de papel como se verá por dos pruebas deslo que envío con las demás piezas, las cuales contienen la misma sentencia que la que vino della, señalada con las mismas letras en el mismo espacio, que todas comienzan

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Sapienli nihilpoíesí, y acaban en quieté ferat, por las cua- les se verá el exceso que la letra hace en la vista, y por el consiguiente la habilidad de Plantino. Esta letra será muy á propósito para los breviarios grandes, y no crecerá por eso mas el volumen ni el precio dellos.

Hecha la calculación de lo que allá viene mandado se añada adlongum y de todas las otras cosas, hallamos que el breviario terna cuarenta hojas mas que el que hasta agora ha impreso Plantino; porque crece tí)do esto mas la escritura conforme á lo notado y advertido, y esto se en- tiende sin los otros cuadernos que aun no se me han en- viado de los santos y fiestas provinciales, de manera que acrecentándose estas cuarenta fojas , es necesario subir el precio de los breviarios, y todo lo uno y lo otro es tan moderado que no es posible poderse imprimir por menos de lo que tenemos acordado, ni habrá hoy impresor en Italia, Francia ni otra parte que tan barato los imprima y tan perfetos; porque este hombre no atiende á otra cosa tanto cuanto á hacer bien su obra , y en cuanto al renovar las letras, cada año las refunde, y ansí está en nuestro acuerdo.

También se debe advertir que no se pueden comenzar agora luego todas las formas de breviarios que se piden en foja entera, en otavo en pequeño, todas juntas en diversos prelos; porque habiendo grande diferencia en papel y marr cas y las otras partes , podria ser se errase en algo ó se dejase en alguna de las impresiones algún descuido, ansí en las remisiones y reglas como en lo dernás, y esto seria daño, y detrimento, y falta de la obra, por lo cual tene- mos pensado de hacer desde luego la copia que pudiere raos en octavo y enviarla á España, y entretanto se hará papel aposta y las otras cosas necesarias para siguir todas las formas; porque esto todo requiere tiempo y diligencia.

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Allende las oirás comodidades que se añadirán en eslos breviarios, será una de grandísima importancia para la fa- cilidad del oficio , la cual Plantino con toda diligencia va agora trazando, y es que quiere medir de tal manera las le- tras y papel, que ningún breviario exceda á otro en número de liojas, ni de planas, ni columnas, ni renglones ni letras, sino que lo que estuviere en el breviario grande á diez bojas ó diez planas y á tres renglones al medio, al principio, al fin, ó como quiera, esto mismo esté en el mediano y en el de olavo, y en el pequeño en el mismo lugar, sin discrepar punto; y que si diez rezaren en cuatro breviarios diferenles en marca y letra , en hallando uno en el suyo lo que busca, todos lo tengan cada uno en el suyo, que es comodidad admirable y que le costará dineros al prototipógrafo para reducir las letras á proporción, según su arte: que él en- tiende desto se verá prueba en los ejemplos que con esta envío.

Es también de notar que las suertes del papel son di- versas en valor y bondad , y ansí es necesario hacerse acá el precio para pagarlos al impresor según la ventaja , y allá también para darlos cada suerte por su valor, lo cual se hará y entenderá bien, porque de acá irán marcada cada suerte, allende que los papeles cada cual trae su marca co- nocida.

Con esta serán cuatro muestras de formas de brevia- rios diversas en papel y caracteres de letras, y los precios de cada una dellas conforme al papel que llevan, y esto es lo último con que se pueden igualar con certificación de que hace tanto servicio cuanto va á decir en los breviarios de octavo de diez y seis á veinte : que á los mercaderes que han de ganar en ellos los á 20, y á cuasi (como pa- rece por la cuenla) la cuarta parte menos: que él no pre-

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lende sacar mas para de un jornal simple y no gana dos por ciento, y en algunos aun uno y medio no cabe.

A lo que el padre Villalba me escribió si sería posible añadir algunas imágenes conforme á las horas que este año imprimió, respondo que por el presente no es posible, y cuando lo fuere , no puede ser con tanta expedición ni con abundancia y sin costa notable ; porque ninguna plancha de aquellas con que se imprimieron las horas cuesta menos, cortada, de 14 sendos, y no sufre el cobre impresión de mas de mili hojas, que luego se gasta y es menester cortar otra de nuevo, y ansí no podrían salir mas que mili brevia- rios con aquellas figuras, y esperar á cortar otras era tardar mucho la expedición de la obra; empero para los misales va cortando extremadas figurasen madera, y el tiempo an- dando, placiendo á Dios, procurará sacar un millar de breviarios grandes con figuras cortadas en cobre , que sea cosa real y rarísima , y agora presto sacará otra cosa de fi,- guras que dará grande contento á todos, porque tan bien quiere aventajar la estampa en las pinturas como en lás le- tras.

Cuanto á lo de los breviarios en pergamino, conviene advertir que en todo un estío no se puede bien á buenas adobar tanto pergamino cuanto baste para cien breviarios grandes que se piden ; porque para una centena de brevia- rios son menester por lo menos treinta mili pieles, las cua- les costarán á cuatro placas la píele, que son cerca de tres mili sendos, y esto es al buen precio, y pagándose luego como se recibe píele por píele; porque los que labran esta mercadería enHolanda, jamás alargan la paga, y ordinaria- mente deben ellos á los mercaderes antes que los mercaderes á ellos. Y también se ha de considerar que estos breviarios en pergamino serán muy gruesos, porque seiscientas hojas Tomo XLI. í6

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(jtie'ternén por lo menos harán mayor volumen que nove- cientas de papel. Espero la resolución deslo, y si se han de mandar hacer , es necesario tener el aviso en las primeras 'cartas por ocupar este estío en Holanda á los pargamineros ^n labrar estas pieles, y también será necesario hacer pro- visión de dinero para ellos.

Con estas cartas envío el índice de los libros originales antigubs y griegos y otros copiados, los cuales hube aquí parlé y la mayor de Andrea d'Armari , y parte me trajeron de París. También va otra lista de libros latinos y franceses escritos de mano en pergamino, que he comprado en estos Estados , sacándolos de las librerías de los monasterios por ííiedio de encuadernadores, que para ello envíe disimulada- hSente , y cada dia voy procurando mas.

Con otras, placiendo á Dios, enviaré la lista de algunos libros que aparté en Haustrat y en Breda, que me parecie- ron los mejores ; aunque no son antiguos empero algunos son muy buenos. Estos no están aun en mi poder lodos: yo los espero presto recibir. También irá otra de los impresos que he allegado, los cuales aun no he hecho encuadernar ni los originales tampoco, porque el frió no ha dado lugar á hacerse cosa buena. Esle estío, placiendo á Dios, los por- todos en orden.

'' Otra cosa se me ofrece acerca de los breviarios, y es qué entre las otras piezas se me enviaron por muestras unos cuadernillos de diurnal, impresos en Salamanca , y una hoja de breviario en octavo, allí también, según imagino, im- presa, la cual hoja en octavo no puede servir de ejemplo á ningún impresor, porque no es posible imprimirse un libro entero con aquella pulideza , desparcimiento y delicadeza , sino aquello sirve de mostrar hasta cuanta diligencia po- drá un artífice poner en su arte, entendiéndose en una hoja

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ó dos, mas dar así una obra entera, ó una tarea ó media, yo asigiiro que ninguno de allá se obligue á ello, y si se obligare yo no le fiaré el cumplirlo por ninguna condición que se rae proponga : y desto entiendo yo tanto que á lo menos no me podrán burlar: que á quien cuece y amasa, no hay que hurtarle hogaza. Esto puedo afirmar, que si cosa polida y acabada se puede hacer, hay aquí mejor apa- rejo para ello que en Venecia, Alemania, Francia, ni en toda Europa ; y para decir lo que siento de aquella muestra, la letra es mala y desigual , y las madres dellas están mal justificadas: solamente aplace el papel batido y delgado rauy blanco y las letras apartadas.

Yo iré, placiendo á Dios, á Lovaina dentro de diez dias y sacaré los auctos de las cosas mas principales que van aña- didas á la biblia real, todos en una común y testimonio, aunque aquí los tengo en particular, que se me han ido en- viando juntamente con cada pieza , y daré las gracias á aquella universidad por la ayuda que nos ha hecho , y pre- sentaré los vasos á los jueces, que cierto han trabajado mucho y con grande cuidado y afección.

Por algunas otras cosas particulares que tocan al apa- rato, ha hecho el Duque que el obispo de Anvers, junta- mente con el colegio de los censores que aquí están insti- tuidos, las vean y con solemnidad las aprueben. Todo esto, placiendo á Dios , saldrá con la autoridad que es razón que tenga una obra tan principal.

Mis comentarios sobre los profetas han parecido por acá bien á personas doctas y versadas en la scritura : sean á Dios las gracias de todo, el cual prospere la illustre perso- nas de v. m. en su servicio. En Anvers 18 de marzo 4571. Besa las manos de v. m. su servidor aficionadísimo, B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

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Sobre. Al iilustre señor mi señor Gabriel de Zayas, secretario de Stado de S. M.*^ y de su Consejo. En Corte.

Dentro de esta carta hay una minuta , cuya copia literal se pone á continuación (1).

Copia.

SEÑOR.

Hallándose S. M.*' en el Escorial cuando llegó el correo que trujo las muestras para la impresión de los breviarios, misales y diurnales, y habiendo de ir el padre Villalba á le predicar el Mandato, Pasión y Resurrección , acordé quél lo llevase para lo poder comunicar con mas comodidad de S. M.'', hallándole en aquel suceso. Hízolo así el segundo dia de Pascua y escribióme lo que á S. M/ habia parescido, y después otra carta, de las cuales irá aquí una copia jun- tamente con la oreginal de otra tercera que vino anoche con las muestras de letras que se han escogido con apro- bación de S. M.**, de manera que á no me queda que decir sino que v. m. haga cumplir todo lo que allí va apun- tado , con la diligencia y perfección que se espera , y vaya V. m. enviando cuadernos con los correos que vinieren; y si acaso no estuviere ya por allá el misal , hágalo traer de Roma V. m., pues de ahí se tiene tan ordinaria y breve correspondencia en aquella corte, que la copia del Breve que se ha de imprimir en él irá también aquí comprobada y rubricada por : que desta manera bien creerá Plantino

(1) Es muy probable que sea del secretario Zayas.

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sin otro teslimonio que es auténtica , y déle v. m. mi besa- manos, que en verdad yo se lo envío muy cordialmente. Dí- gale V. m. que si se pudiesen imprimir estos libros virgu- lados, seria de mucho contentamiento; porque en efecto ayuda mucho á levantar la letra y á dar mucha claridad á la scriptura ; y cuando no pudiesen ser de color las vergu- ías bastaría que fuesen de negro.

Mucho conviene , y así se lo suplico muy encarescida- mente, que v. m. busque quien le ayude á scribir, porque demás de lo que importa á su salud, ganará v. m. harto tiempo á mi juicio para las otras cosas que tiene que hacer; y para esto creo que seria á propósito aquel mancebo de Brujas de quien v. m. muestra tener tanta satisfacción; y serviria también para que v. m. hiciese onotomía de lo que digo en la otra carta; y mire v. m. que en esto no ha de haber falta ni réplica, porque me daria muy gran pena lo contrario.

El padre Villalba fué á Vélez y me trujo una carta del prior que envío á v. m. y ochocientos reales que quedaron en mi poder para se los enviar con la primera comodidad, aunque podría ser fuesen en cédula con este; pero en fin ellos están seguros. V. m. sobre este presupuesto podrá ha- cer al prior el placer y comodidad que vée que es razón.

Y porque no sea todo negocios y v. m. se alegre, le hago saber que desde los 20 de marzo falta su regla á la reina nuestra señora, de que esperamos en Dios saldrá el fruto que habemos menester. Y porque Juan Paulo Poggíni ha hecho una medalla del rostro de la reina, harto buena, suplico á v. m. piense un poco qué reverso y letra le po- dríamos poner que hinchese á tanta dignidad y majestad, y á las circunstancias deste matrimonio, que Dios Nuestro Señor tan milagrosamente ha traído á ejecución. El guarde

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y prospere la muy magnífica persona y casa de v. m. como yo deseo. De Madrid á 21 de abril J571.

Copia de un documento autógrafo de S. M. el rey don Felipe II.

Archivo general de Simancas. Negociado de Estado f legajo número 583.

[ Lo que S. M.^ ha advertido de su mano sobre Cabpeta . ha impresión del misal. En Madrid á \9 de junio (de 1571.

Demás de lo que diré luego sobre lo que se me ofrece destos papeles que van aquí , digo que me parece que no se pongan en el misal las conmemoraciones que se han de ha- cer en las misas , como están en el que vino de Roma , ques mucha prolijidad y hacer el libro de mucho bulto, y tam- bién es embarazo para los que dicen las misas rezadas, y así no hay para que ponellas allí sino al fin del misal donde se acostumbran, pues con facilidad las hallará allí el que las buscare. Y aunque lo dije así á fray Francisco de Villalba, me ha parecido acordarlo aquí , porque lo tengo por de im- portancia y por de confusión como está en el de Roma.

Dícese en el advertimiento que se envía á Plantino, y lo mismo me dijo fray Francisco de Villalba, que en las pri- meras hojas del misal se ponga la imagen de San Hieróni- mo; y aunquel me dijo la causa que habia para ello, ha- biéndolo pensado mas, me parece que no se ponga; porque como muchos deslos misales han de servir para otras órde- nes , creo que á los de ellas, no entendiendo la causa que hay

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para ello, sino pareciéndoles quel misal, en tener aíjuejla imíígen es de la orden de San Hierónimo como las de hasla aquí, se les hará de mal el tomarlo ; y así me parece questp seria de inconveniente, y lo mismo creo que seria en muchos obispados; y por esto me parece que en el principio no fuese imagen sino el título del libro , pues es general y podría servir para todos, ó que llevase al principio para cada libro la imagen del sancto de cada orden ó de la iglesia princÍT- pal del obispado para donde hubiese de ser; pero téngolo esto por embarazo y por mejor el no poner imagen en el principio como he dicho. Si se hace cuaderno para la orden de San Hierónimo , en el principio del estará bien esta su imagen ¿ en la misa de su fiesta : que allí, aunque fuese en lo general, se sufriría; pero no se podria poner en lo general el introito para su octava , pues no se debe de hacer sino en su órdei^ ó se podria poner con alguna regla á este propósito. Y, ixjL- rese si en esta primera impresión seria mejor no poner esta imagen ni ninguna otra de las que se dicen en estos adver- timientos, sino que se dejasen para otra impresión; y creo que seria esto lo mas conveniente , así porque quizá en esta primera no se podrá acertar todo , tanto que no sea menes- ter hacer otra, como también porque, habiéndose de hacer segunda impresión, se vendería y saldría mejor della llevan- do imágenes y cosas nuevas que no llevase la primera. Y paréceme que en lo de los breviarios se ha apuntado de allá algo desto , y así se mire y escriba lo que en esto fuere mejor.

Aunque se me acuerda, Zayas, que me dijistes como se habia de decir en griego la palabra que dije, no se me acuerda si habia de ser paraclitus ó paracletus, y veo que en los breviarios de Plantino, ques de creer que deben de ir bien corregidos, en esta parte dicen siempre paracletus^.y

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éíi cslos advertimientos dice que diga paraclilus. No cuál es la verdad : si acá se sabe, está bien, y si no seria mejor remitirlo allá á Arias Montano que sabrá bien cómo se ha de decir ; y en caso que sea paraditus será menes- ter advertir que en los breviarios pongan lo mismo, porque séqg, gran desconformidad que en los misales dijese para- clxius y en los breviarios paracletus, como agora lo dicen. Y porque creo que habrá mucha dilación en esta impresión por la mudanza del canto y otras cosas, y por la falta que hay de misales, mírese si seria bien que se hiciese luego una impresión de algunos misales, aunque fuesen pequeños y tuviesen nada en canto sino las letras, sin el que po- driah servir para las misas rezadas , y por ellos, con el canto de los misales de acá, se podrían decir también las cantadas, entre tanto que vienen de allá los de canto. En esto se ga- nai'iá mucho tiempo á lo quQ creo; y sin los misales muy mal Se puede rezar en los breviarios nuevos, sino es con mucha disconformidad de lo uno á lo otro; y si esto no es mucha costa, será muy bueno y servirán estos de prueba para los demás.

' 'Lo que se me ofrece en los advertimientos es que aun- que á fray Francisco de Villaiba le parcela que en estas re- glas nuevas se contradice y que en una parte dice que se diga en las misas de difuntos Lababo ínter innocentes sin Gloria patri, y en otra que no se diga el salmo, á mi pa- recer en entrambas dice que no se diga el salmo, aunque en la primera parte se pudiera declarar un poco mas; pero declarándolo en la segunda no tengo duda sino que fué esta la intincion que no se dijese el salmo, como tampoco se dice en la confesión el de Judica me Deus. Pareciendo así, sería menester quitar la enmienda dello, y antes declararla primera parte, añadiendo aquí psal mus prwlermittilur, con

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que estaría clara la una regla y la otra; y otras muchas cosas ordena que se dejen de decir en las misas de Réquiem, por donde parece que también se debe de dejar todo el La- babo. En las oraciones del viernes Santo y bendición del ci- rio del sábado ha de decir et pro Catholico Uege nostro N. , y en la otra ad christianum benignum imperium (1), como lo tengo en un libro que fué de mi bisabuelo, y como lleva razón siendo para estos reinos: que para Francia eslaria muy bien et pro Christianissimo. También en la bendición del cirio del sábado Santo se ha de poner Catholicwn Regem nosírum N. , y no como allí está ; y esto ya creo que lo dije á fray Francisco de Villalba. Aunque debe de ser así, no se me acuerda que se ponga en las reglas quentre Pascua y Pascua se pongan dos allá al fin de los introitos; y en lo antiguo no creo que habia mas que una. Véase lo que hay en esto y asi se ponga ; y así debe de ser , como dicen los advertimientos.

Advertimientos de mano de .S. M. sobre lo que Carpeta. ¡ toca al misal. Fechos en San Lorenzo el Real á \1 de julio ib7 i.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. S83,

Dentro todo cíei' Yo creo que según las reglas délos bre- letra de Felipe II.\ viarios y misales nuevos, que no se les puede añadir ningún oficio, sino solos los de las fies- tas á los sánelos de la provincia, ó los de la orden en par- ticular, ó los que ya tuviese alguna iglesia de antiguo

(1) Estas palabras están testadas ea el origiaal.

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aprobados, como allí dice; y fuera desto cuanto mas con- forme fuese lo que agora se añidiese al misal y breviario de Su S/, tendría por mejor; y así se mire si lo seria para la Concepción de Nuestra Señora no se pusiese otro ofi- cio ni misa , sino que se dijese el de la Natividad , pues lo manda así el papa, y el oficio están aprobado y devoto. Lo mismo digo en lo que toca al breviario en los oficios de la Trinidad y Transfiguración y otros tales: que con estos tales oíicios, que no son de la orden ni de la provincia en parti- cular, y mas siendo en días tan señalados, tendría por mejor que no se mudase nada de lo nuevo, sino que en todo fue- sen conformes, pues en esto se consigue mas puntualmente la intención del papa ; y solo creo que habría inconveniente en esto haber escritos los otros oficios en los libros de canto del coro. Podríase mirar qué remedio se podria dar en esto.

Esto no toca á las fiestas de la Expectación y Descensión de Nuestra Señora, por ser fiestas particulares desta provin- cia, y así es bien que se pongan sus oficios.

Todavía me parece que la fiesta del Ángel Custodio se debía de pasar al primer día de marzo, pues aquel dia es fiesta de guardar en este obispado donde hay tantos mones- terios desta orden y de los mas principales; y seria gran desconformidad haber de guardar la fiesta en estos mones- teríos en marzo y celebrarla en octubre; y importa poco que en cuaresma haya una fiesta mas ó menos, y también se habrá de celebrar en ella la de Sant Gabriel, pues es de esta provincia , á lo menos deste obispado.

Las oraciones de Sant Torcuato y sus companeros se mire si son al propósito, ó si seria mejor ponerlas del común; y en caso que parezca que queden estas, sería justo poner en la primera y segunda también martyres donde dice pon- tífices, pues lo fueron como está en la postrera.

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En la fiesta de la Visitación de Nuestra Señora digo que se mire lo mismo que en la de la Concepción, y tanto mas que trae misa propia en el misal nuevo.

La primera misa de Santiago que se pone en este cua- derno difiere tan poco de la ordinaria, que se podria poner asi en el misal si pareciere (1).

En la misa de Sancta Ana se mire si seria mas conforme al misal nuevo, y por esto mejor poner la epístola Mulie- rem fortem.

En la misa de las XI mil vírgines se vea si se ha de po- ner la conmemoración del sancto: que en lo nuevo se pone aquel dia por fiesta, trocándolo en conmemoración.

En la Presentación de Nuestra Señora se mire lo mismo que en la Concepción y Visitación. En la misa de Sant Hie- rónimo se podria poner lo mismo que en la de Santiago, si pareciere que es para su orden.

Las misas votivas y bendiciones que aquí se ponen, pa- rece se podrían excusar, pues muchas dellas parece que vienen en el misal nuevo; y algunas bendiciones particula- res de la orden parece que seria mejor que estuviesen en los libros particulares de los monesterios, pues para cada uno bastaría una copia que podría ser de mano , y en los libros viejos, que no hay para que ponerlas en los misales que han de ser generales.

Si estas fiestas no se han de poner en el calendario principal , seria menester que en esta hoja primera se pu- siese cuales son dobles y semídobles; y siendo tan pocas las misas que se añaden, no sería mejor que estas fiestas se añadiesen en el calendario al principio del misal , y las misas se pusiesen dentro del en los mismos meses y luga-

(4) Lo de bastardilla está tachado en el original.

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res en que caen , y desta manera se podría excusar el cua- derno dellas. Mírese si seria bien esto si no lo contradice la orden del papa , y en las reglas no parece que hay cosa que lo contradiga. Otras cosas se habrán apuntado allá visto el nuevo misal, después que se enviaron estos cuadernos. Y esto es lo que cuanto á ellos acá se ha ofrecido , habiéndolo mirado aprisa y tarde por no embarazar á otros negocios.

Antes de comenzar á imprimir el calendario general se me muestre un año del para si se ofreciere algo sobre él. En este misal nuevo impreso en París se ha ofrecido. En el Evangelio de la Magdalena, que se remite á la hoja 65 del misal nuevo, se mire que falta una palabra de los misales viejos. Se mire si está bien así ó será menester advertirlo á Flándes : es lo que falta tras magistcr (1).

Esto es en el misal nuevo de París , y en el mismo pa- rece que está errada una regla en la misa de la vigilia de San Lorenzo donde dice que, si la fiesta cayere en lunes, se haga conmemoración de la vigilia el sábado; es contra las reglas generales que dicen que cese la misa de Nuestra Se- ñora en sábado por la de vigilia. Lo demás desta regla está bien.

También parece que contradice á las reglas generales una particular que está al fin de la misa de la Asunción de Nuestra Señora, donde dice que en su ochavarlo se digan las conmemoraciones que allí dice, y no la del ochavarlo de San Lorenzo, que por las reglas generales creo que se ha de decir. Mírese todo esto si es así ó no : que yo lo he mirado apriesa y notádolo por tocar á esta casa de Sant Lorenzo. Y podría ser que mirándose este misal, se hallen otras cosas de que sea bien advertir á Plantino, como lo

(1) Hay una palabra latina que no se puede leer.

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será deslas que he dicho, si es así como aquí se dice : que puede ser que yo me engañe, porque agora no he visto les reglas generales. Aquí se verá qué maltratados vinieron estos cuadernos, que es como van agora, aunque esto no me ha embarazado para verlos.

Copia de carta autógrafa de Arias Montano á Zayas, De Anvers á 28 de agosto 1571.

"Inconvenientes y daños de ia colectación del décimo dinero."

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. o83.

Esta tierra está al presente enferma y muere alguna gente de peste , Dios lo remedie ; mas sobre todo está muy afligida con el edicto de diez por ciento que se ha publica- do; porque cierto si no se declara de otra manera que agora se entiende , la mercancía desta tierra es desbaratada, y es- to se hará muy de prisa.

Cuando me deciau desto estos señores era otra orden la que entonces me declaraban y era soportable; mas visto lo que ha salido, no que diga sino que lo de Inglaterra y esto son dos cosas que arruinarán del todo la tierra y en- riquescerán á los vecinos y enemigos.

Otra mejor y mas cierta manera de hacer aquí hacien- da para el gobierno destos Estados tuviera yo por acertada, y se la comencé á decir al Duque y le agradó , sino que en- lendicj no ayudaría en ella el estado eclesiástico, y esto se pudiera remediar por buena orden. Ya digo que hablando muchas veces con el Duque, me dijo que no se echaría diez por ciento, sino en las cosas que aquí se consumían en la

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tierra, como era pan, vino y cerveza, carne y vestidos (i), mas no en las mercaderías, porque esto es averiguado que de cient suertes de mercadurías, en las noventa no se ga- nan ordinariamente á tres por ciento. Pues echarlo en las manifaturas es despoblar la tierra de los artífices, como se despobló Lovaina de los pañeros, y Bergas y otros lugares; porque ninguno dellos gana en sus manifaturas á tres por ciento, sino cinco ó seis placas por día, secas, sin otro pro- vecho, y ansí se ha poblado Amburg, y Embden, y Rúan y otros lugares, donde crece el trato en gran manera , y son tierras de herejes y no se aprovechan las almas de los que allá se pasan á ganar su vida.

Muy de otra manera va el negocio agora en todo este gobierno de lo que iba agora un año , y bien lo temía yo cuando scribia que no me páresela ser de provecho el tener aquí al Duque con el sonido del sucesor, porque él aflojaría en el regimiento, y la gente de la tierra no ayudaría á ser bien regida, y así ha pasado á vista de ojos. Digo lo que siento y pesarme en el alma de la perdición desta tierra, porque no solamente será perdición de hacienda sino de muchas almas, y no se aventajará nada en el servicio del rey. Plegué á Dios no sea este uno de los tratos del diablo para la perdición desta tierra, y que haya puestea estos de los Estados en ordenar este negocio por esta via para poner al rey en odio de sus subditos. Yo bien que antes de agora ellos han hecho al revés de lo que era razón en lo que el Duque dejaba en sus arbitrios, y el Duque lo sabe muy bien , y que por ventura habrán querido hacer cosa con que el Duque salga de aquí con desgracia, y el sucesor se vea en embarazos primero que pueda remediar , si se hubiere de remediar algo. Nuestro Señor, etc.

(1) lo dfi bastardilla está subrayado en el original.

255

Copia de minuta de carta del secretario Zayas al doctor Arias Montano. De Madrid á 30 de agosto 1571.

Encárgale que envíe muestras de letra para la impresión de las Horas.— Privilegio que se ha pedido al papa, en cabeza de Plantino, para la impresión de los breviarios y misales. Pide seis docenas de vitelas para el Escurial. Le advierte que man- de cuantos libros tenga comprados con destino á la biblioteca de dicho monasterio^ con la armada en que venga el duque de Alba. ^' •'

Archivo general de Simancas. Estado, legajo niím. 583.

SEÑOR.

Con Guevara scribí á v. m. largo. Después recibí su caria de tres del presente, y en esta se satisfará á lo que della requiere respuesta.

Mostréla á S. M.^ con la letra para las Horas, y paré- cele bien que se imprima. Hay mucha cuantitad dellas para estos reinos, de todas suertes y tamaños, y para ello manda que se hagan y envíen luego las muestras como se hizo de los breviarios y misales.

Para la impresión de los cuales y de las Horas se ha enviado á pedir á Roma privilegio en cabeza de Plantino, y yo escribí á don Luis de Torres que enviase el breve du- plicado uno aquí y otro allá, como lo verá v. m. por la co- pia que de lo uno y de lo olro le envío.

También va con esta la copia que v.m. pide, déla car- ta de S. M.* que v. m. llevó para el duque de Alba, y los advertimientos que verá: haga v. m. que se guarden ad

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unguem estos y los pasados, que así conviene y así se quiere.

Para el monasterio de Sanct Lorencio son menester seis docenas de vitelas; hágalas v. m. escoger y enviármelas con el primero por cuenta de S. M.^, que con su sabiduría las pido.

También me ha de enviar dos partes deslivales del bre- viario, encuadernadas la una con las armas de S. M.*, co- mo vino la parte hiemal que acá está , que por esto no la he dado á S. M/, y la otra bien sin armas, pero dorado el cuerpo, porque corresponda á la que acá está.

Es menester que envíe v. m. con el armada en que vi- niere el duque de Alba todos los libros que v. m. tuviere comprados para Sanct Lorenzo, así de mano como los im- presos, en sus cofres; porque así lo manda S. M.^, y con el correo una memoria de los que vinieren.

No se congoje v. m. en el remitir los pliegos, pues por grandes que sean, con enviarlos al secretario Albornoz los pondrá en los partes de los correos que los traerán de ojos. Vale.— De Madrid á 30 de agosto 1571.

¿o i

Copia de minuta, cuya carpeta dice: Para enviar al señor doctor Arias Montano. 5 de octubre , i 571.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

^ Memoria para Ghristóforo Planlino, prototipógrafo Dentro.^ de S. M., en Anvers.

CUANTO A LOS BREVIARIOS.

Los cuadernos de los breviarios que agora últimamente se enviaron , casi todos ellos estaban acá , y así no hay que decir acerca de ellos sino lo que ya allá está advertido. Lo que de nuevo se dice, es que con toda brevedad se en- víen los cuadernos que faltan, y en ellos niesmos se adver- tirá lo que se ofreciere , y se volverán á enviar.

Es necesario que con toda brevedad se imprima el cua- derno de los oficios de los santos de la orden de Sanct Hie- rónimo y de la orden de Santiago , y se envíe.

Que los breviarios que estuvieren impresos, se envíen con toda brevedad, porque son acá muy necesarios; y si es- tos qne agora se imprimen no pudiesen venir este año de setenta y uno, se envíen algunos de los que estuvieren ira- presos , aunque no sean destos nuevamente correctos.

CUANTO A LOS MISALES.

En los cuadernos del misal que acá se ha enviado, fal- ta el cuaderno de la bendición de las fuentes del sábado santo, y aún son dos cuadernos, porque falta desde la pá-

Tomo XLÍ. 17

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gina 229 inclusive, hasta la página 240 inclusive, que son doce folios. Estos dos cuadernos se envien luego, por- que se pueda encuadernar este misal que acá está , porque sin ellos no puede servir.

En la rúbrica de coloribus et qualitate paramentorum, en el título alho colore utitur , en el número diez , donde dice , fe&to S. Johannis Baptist. , ha de decir : Festo S. Jo- hannisBaptisl., ó mejor diria in Nativitate S. Johannis Bap- tist. , y asi está en los misales impresos en París y en Ve- necia; porque en su degollación, que es martirio, utitur co- lore riibeo, y así débese añadir en el título: rúbeo colore in decollatione Sancti Johannis Baptistce , si ya no quieren que se entienda en el número donde dice Festis martyrum^ aun- que mejor sería explicar in decollatione Sancti Johanis Baptist.

La letra de los misales sea la mesma de que (1) con es- tos cuadernos que acá están , pues si se hiciesen todos de la letra del canon, crecerla mucho el volumen. Podríase qui- tar á cada columna uno ó dos renglones, porque quedase mas margen en la parte de abajo : allá lo podrán trazar como mejor pareciere. Pues de Roma se ha enviado últimamente original correcto y firmado del cardenal Garrafa , sígase en todo el tal original, sino fuere en aquellas cosas que parli- cularmente están explicadas en el breve que Su Santidad concedió á esta provincia de España , cuya copia allá tie- nen, y se ha de poner al principio de los misales como ya está advertido. Y las tales cosas, como son el canto, el nombre del rey en el canon, y en la bendición del cirio, y en las oraciones del viernes Santo , y las demás co-

(1) 'Parece que faltan las palabras t'iiio muestra ú otras seme- jantes.

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sas tocantes á esta provincia, ya están allá señaladas en el misal que de acá se envió. Fuera dellas , sígase en todo el original que el cardenal Garrafa envió, pues es con autori- dad de Su Santidad y no se puede alterar.

La rúbrica que está post introitiim in coena Domini, ubi dicitw, et ut piilsanttir campanee, póngase como está en el ejemplar enviado de Roma, pues así lo quiere Su Santidad , aunque en esta provincia no hay tal costum- bre, mas guardarse de aquí adelante, pues Su Santi- dad lo quiere así. Finalmente se siga en todo el ejemplar romano, pues viene tan correcto, si no fuere en las cosas ya dichas que se explican en el breve de Su Santidad para los reinos de España.

Que con toda brevedad se envíen algunos misales, y si fuere posible trayan el canto toledano como de acá se envió.

Y pues hay copia de misales impresos, fácil cosa será añadir el canto y canon y el cuaderno de las misas de los santos de España, y enviarlos, por la necesidad que acá hay dellos, que es muy grande. En Madrid, á cinco de octubre 1571.

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Í Capítulos de cartas del doctor Arias Montano á Zayas. De Bruselas á 14, 19 y 23 Je diciem- bre 1571.

(Recibidas á \k de enero.)

Archivo general de Simancas.— Estado, legajo núm. 1571.

"Capítulos de carta del doctor Arias Montano á Zayas, de 14 de diciembre 1571."

Yo holgara mucho que v. m. me enviara el privilegio de S. M.^ para la Biblia y aparato della, porque, bendito Dios, en lo uno ni en lo otro no hay tropiezo , que todo va bien mirado, y pesado y aprobado, y la bendición del papa viniera muy bien sobre la obra acabada y presentada á Su Santidad , que ansí como ansí, no se excusa el enviarle per- sona que se la presente, y por piezas le vaya mostrando lo que en ella hay; y á este propósito, en conformidad de lo que V. m. muchas veces me ha scrípto, he enviado once cuerpos de la Biblia en pargamino, que estaban acabados, con la conducta secretamente á Roma , que allí estén en sus cajas hasta que vayan los otros, que serán cinco (por que las de pergamino salen cada una en diez y seis cuerpos; las de papel en ocho). Aquellas (llegando á Roma, pla- ciendo á Dios) estarán guardadas y secretas hasta que toda vaya y S. M.^ mande lo que se ha de hacer. Estando la obra allá , Su Santidad se pudiera hacer muy bien capaz con ella presente y la admirará; mas pues á S. M.^ y á los de su Consejo ha parescido que antes también se le envíe la re- lación y suplicación de parte del duque de Alba, yo lo he hecho así, y venido á Bruselas (donde se escribe esta) he

261

scripto una relación en lalin de toda la obra y del motivo de S. M.*^ y del estado en que ya la tenemos , y con esta re- lación se envían muestras de cada tomo delia, y de algu- nas partes del Aparato sacro ; y he scripto otra carta larga al embajador, y otra al cardenal Pacheco, como eclesiás- tico y criado de S. M/, y el Duque ha scripto al papa y al embajador, y con este color de no haber enviado antes las muestras por ser la obra tan dificultosa que parecía increí- ble el poderse acabar, por las muchas personas y cosas que eran necesarias para ella , no parecía cosa grave ni bien pensada que se publicase hasta ver en qué punto se podría poner; y habiendo llegado al en que está agora , ha que- rido el Duque pedir á Su Santidad la bendición desta obra; para enviar á Su Santidad la primera muestra della bendí- cha. Yo he encarescido la obra, no tanto como ella me- resce, y el coste della mas de lo que ello es, y añadido que S. M. ha hecho y hace mercedes de honorarios, collares, vasos y otros dones á muchas personas que en esto han ser- vido. Todo el mundo por acá tiene entendido, y cada cual piensa, viendo la obra y la gente que en ella se ha em- pleado y otras cosas, que cuesta sobre ~ escudos, y para decir á v. m. la verdad, no pasa de ^ toda la costa que se hace por parte de S. M/ y de Plantino. De los cua- les S. M.** ha ayudado con seis mili por una parte, y 3,000 por otra, que son 9,000, cumpliendo el tesorero lo que S. M."^ ha mandado, y yo tengo por orden , y mas lo que cuestan los pergaminos de doce Biblias, que por man- dado de S. M/ he hecho imprimir, que (como digo) cada una terna diez y seis cuerpos. Deslas tengo enviado los once cuerpos á Roma, y otros once dados al Duque, como V. m. por una suya de parte de S. M.«*me avisó y mandó, y después se les añadirán cada cinco. El Duque guarnece la su-

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ya de plata muy ricamente, y esto, secreto has- ta que se acabe de imprimir y publique. Imprí- mense mili y ciento y cincuenta biblias, de las cuales hay tres suertes: la una carta real, y otras dos de carta mas cara y mas grande : destasno hay masque cincuenta, y otra media docena de un papel hechizo, que cuesta á es- cudo la mano. Plantino no sacará su caudal de la pbra ni espera ganancia, sino de tornar á imprimir el Aparato sacro, porque será muy De mano de despachado por las cosas raras y necesarias ^ '''^ ' que en él van. El precio de las biblias de carta

ver"o que ¿e saca- rcal CU papcl, scrá dc 25 á 30 escudos, las de carta mayor, de 30 á 35; las de la media do- cena no se pueden vender menos de á ciento y veinte florines en papel ; mas estas no las ha impreso para vender.

Por estar aquí en Bruselas no envío con

Id. de Feli- ^ u j i 4X

pe u. este correo un breviario de los que ya están

Si no hay licen- acabados, quc no nos falta mas de unas ho-

cia no convendría , ,,...,

pasar adelante, jas quc sc han dc imprimir de nuevo, no por falta sino porque primero habían venido de allá con remisiones, y después nos enviaron orden que se pusiesen ad longum. Serán aca- bados dentro de ocho días, y luego cargaré en las naos vizcaínas toda la impresión en- tera ; y mientras esta llega enviaré un bre- viario, ó lo que del no ha aun ido allá, para que con lo que está allá se vea todo y se avise de lo que se ha de añadir ó quitar; que con esta última resolución se embarcarán to- das las emprentas en todas suertes dellos, y entonces se hará con mucha priesa grande

263

abundancia. Ha sido grandísimo trabajo lle- garlo al punto que está, y agora no será mucho correr con las tareas si no se muda nada ó se muda poco.

En la flota he enviado alguna cuantidad de misales en buenos cofres, encaminados á V. m., y con los breviarios enviaré mas mi- sales, mudado el canto según el uso español; y destos se podrán ir gastando mientras se imprimen los que se han comenzado, según el orden enviado de allá. Bien puede v. m. ase- gurar que irán presto estos breviarios y misa- les, porqu» en las primeras naos que de aquí •t^vin! partan las enviaré placiendo á Dios.

Con esta envío un ejemplar de los monu- mentos para S. M.*^ como salen de la im- presión, sin colores, porque tenga S. M.*de una manera y de otra, que acá agradan mu- cho estas estampas sin colores por ser tan limpias.

En la flota envío un Theatrum orhis, pin- tado de colores de mano del mismo Ortelio, autor del libro, para S. M.**, y también aque- lla pieza de la historia de Tobías, fecha de agujas, que yo tenia aquí para S. M.**

De mano de ^^^ ^^^^^ ^^^ ^^^° UOticia á V. m. dc al-

Feíipe IJ. gunos bucnos personajes que hay en Lovai-

beí*df viiTa'íce'nl "^ P^'"^ scrvicio de la repúbüca o iglesia, en- río ¿eSfcedeiTos! ^^ los cuales es uno principalísimo Cornelio Reynerio Gondano, escogido entre miU para cualquier cosa buena que se le encargare, del cual tiene noticia el Duque y los del Con- sejo y todos los prelados. Es catedrático y

204

canónigo y rector del colegio de los teólogos; sobre este yo descargaría mi conciencia en cualquiera ministerio. Otro es Agustino Hu- neo, catedrático real de Teulugia, hombre muy docto y de ingenio apto á cualquiera disciplina, y á sufrir trabajo, y regocijada condición, cual se quiere en los preceptores para animar á los estudiantes, de edad de cuarenta y nueve años. Propuse á este para que V. m. diese noticia á S. M.** del, que cuando tuviese oportunidad, le hiciese mer- ced de alguna pensión sobre iglesia ó aba- día ó otra pieza , porque tenga honesto en- tretenimiento y no salga de aquella univer- sidad, para la cual es muy á propósito, y to- dos desean salir de allí por ser pequeños los salarios y el trabajo continuo, y salen en hallando mejor comodidad; algunos dellos lleva el emperador á Alemania. Y por una parte me da pena que los que podrían apro- vechar en esta tierra salgan della , y por otra huelgo que hombres buenos católicos y doc- tos vayan á donde no los hay tales, porque harán mas bien que los que allá hay de otra suerte. Salen de aquí con aventajados nom- bres de partidos, á lo menos con seiscientos daldres y su provisión de casa y raciones. No si allá les pagan tanto ó si la paga es cierta cada año : yo me recelo que no.

Si S. M.^ hubiese de hacer orden militar en esta tierra, es la casa de Hauslral la mas bien sitiada y mas á propósito para el con- vento que yo he visto, porque se está hecho

265

muy hermoso , y los caballeros que allí resi- diesen ternian guardada la campiña.

Ya he significado la costa que harán las Biblias impresas y las suertes dellas. El or- den que llevan es el que se sigue.

Lo que es Biblia va en cinco tomos gran- des: en el primero el Penlatéuco. En el se- gundo los proietas primeros , que son Josué, Jueces y Reyes y Paralipomenon. En el tercero los profetas postreros. En el cuarto los Hagiógraphos , Psalmos , Job , Prover- bios, etc. En el quinto el Nuevo Testamento. Hay otros cuerpos de aparato sacro, que es de aquello que pertenece para entender las lenguas, y para entender la sentencia de la scriptura con facilidad, quitadas las dificul- tades que cada hora se ofrecen en el senti- do literal á los que desean apurar todas las partes de disciplinas que se hallan en la Scriptura,

El primer tomo contiene gramáticas he- brea, caldea, griega y siriaca, y los voca- bularios de todas estas lenguas , copiosos y muy acertados.

El segundo tomo para ejercicio de la len- gua hebrea y griega, contiene el Testamento Viejo en hebreo, con interpretación interli- near latina de verbo ad verbum y de phrasi ad phrasim, y en la margen la varia lección y las raíces de los verbos hebraicos, cosa que dentro de cuatro meses hará entender bien la lengua hebrea á quien quisiere emplear en ella este poco tiempo, y sino certificará á

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los latinos de la verdadera phrasi hebrea y del peso della. En este mismo tomo va un libro de declaración de las frases hebreas en latin, para ayudar á la inteligencia de la len- gua y sentencia. Va hecha la misma diligen- cia en el Testamento Nuevo griego, y todo en este segundo tomo. Esta diligencia se pidió de España por las cartas que v. m. me envió de Serrano, fray Luis de Estrada y Am- brosio de Morales, y fué muy acertadamente pedido.

El tercero tomo es la copia rei^um neces- sariarum ad studia sacranim liíeranim: contiene los volúmenes siguientes, íil fifi De arcano sermone. . . . librum 1

De actionibus et habitibus

sacris librum 1

De ponderibus et raensuris

sacris librum 1

De sacris fabricis librum 1

De geographia sacra. . . lib 3

De varia Bibliorum in óm- nibus linguis lectione. . lib 4

En 19 del mismo escribió los capítulos siguientes. De mano de ggjg^ scrvirá de aviso á V. m. como yo

Felipe 11. •'

^ .^.„ quedo empacando dos mili breviarios, y mas

Escribidle que n r ' .;

cSeoTigíino'en- ^^ ^^s quc sc han Bcabado , conforme á to-

cuadernado.entero. ^^g j^g avisOS qUC dc allá habcmOS Icuido;

y con esta enviaré los cuadernos del que aun no se han enviado, para que luego se vean, y se tornen á enviar todos juntos con

2G7

las ñolas en el margen que allá paresciere se deben poner en advertimiento de las impre- siones que luego se comenzarán; porque co- mo no tengamos mas en que embarazarnos acerca de la disposición de la obra , sino se- guir un ejemplo correcto, se correrá á grande diligencia en todas las formas de octavo, de diez y seis, y los grandes.

V. m. sabrá como yo cobré para el Mas- sio una cadena de 500 escudos que me dio el Duque, y aun Su Excelencia quisiera que fuera mucho más, y le paresció muy poco esto por la cualidad y partes de la per- sona ; con todo esto me pareció mejor atar el pájaro que tenia en la mano que esperar los buitres que podriaraos cazar, visto que aquí hay tanta estrecheza de dineros y con tanta diflcultad se cobran aun las deudas que se deben, y también porque si esto era poco, en pié se quedan los méritos de Andreas Massio y la liberalidad de S. M.** para ade- lante. El Duque scribió muy bien remitiéndo- se á mi carta; Ego autem munus Regitim or- navi verbis quantum potui . El es tan caballe- ro y tan bien agradecido, que para testimonio de su ánimo ha dedicado su translación y co- mentarios que ha hecho sobre Josué á S. M.**, los cuales saldrán presto en su nombre, que ya están aprobados y en manos del impresor. El duque de Alba, llevándolo Dios allá, significará á S. M.*^ cuan importante es la persona del Massio en el lugar donde está, y con la autoridad en que está para el servicio

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de S. M.^ y buena vecindad á estos Estados. También sabrá v. m. como al Surio de Colonia no se le han dado sus 600 florines que S. M.*^ le hizo merced , y que esto ha sido porque no ha habido persona de auto- ridad que los pida , y la razón fué porque V. m. me avisó 'no hablase yo en ello hasta ser preguntado por el Duque, y yo no he ha- blado en ello. El Surio sabe que S. M. se los ha mandado dar, que de allá se lo han avisa- do. Alguno que de su parte lo ha tratado con Albornoz no ha hallado tanta claridad como debiera , y así él no hace que scribir á sus amigos que se los cobren. Ellos acuden á ; yo les digo que no tengo tal orden de cobrarlos por él. Importará que para que esta buena obra y merced de S. M.^ se efectúe, que V. m. lo torne á acordar al Duque en un capítulo de las cartas de S. M.*^, ó que par- ticularmente se lo encargue á Albornoz, por- que en él está toda la conclusión desto.

En 23 escribió el capitulo siguiente.

En la postrera que de v. m. tengo con la buena nueva del príncipe que Dios nos ha dado (sea él muy loado y bendito por ello) me manda le envíe la lista de las obras que parescen por acá de Santo Isidro, impre- sas ó de mano; porque S. M.*^ las quiere mandar imprimir. Lo que tengo que respon- der á esto es que habrá un año ó cerca que Henrico Petri, el mas antiguo del raagistra-

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do de Basiléa , hombre muy de bien y cate- drático, según el testimonio de cuantos le co- nocen de trato y conversación , y según al - gunas diligencias suyas de que acá nos cons- ta, me escribió que él emprendía de imprimir todas las obras que se hallasen de Santo Isi- dro en pliego entero y de muy buena impre- sión y muy costosa ; y me rogaba que si yo* como español tenia noticia de algunas obras de aquel santo prelado, fuera de las que an- daban públicas en diversas impresiones, ó si habia algunas en España de mano, que pro- curase yo como él las pudiese haber , y que por servicio de Dios y honor de España él pornía toda la diligencia en que saliesen to- das de su casa muy bien impresas. A lo cual respondí de palabra al que me trujo la carta, que yo no podia, estando aquí, hacer la dili- gencia que pudiera hacer estando en España; mas que si á mis manos viniese algo, de buena gana se lo enviaría ; y después yo no he scrito mas sobre esto, ni recibido del otra cosa acerca desta materia, mas de que se han comenzado á imprimir las obras que se hallan, y hace diligencia por hallar las que pudiere. Y si S. M.^ es servido deslo, parés- ceme buena ocasión para que se cumpla su servicio á menos costa; que pues aquel buen hombre las ha comenzado á imprimir en su oGcina, que yo tuviese modo como no pasa- se adelante hasta que la lista de las obras que él tiene, que es de todo lo que se ha hallado por Italia y Alemania y por estos Estados, se

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rescontrase con la que en España se podría hacer por mandado de S. M.*^, de las obras que allá se hallaren; y habiendo algunas que se pudiesen añadir se las enviásemos, y con algún premio honorario que S. M. le diese de una cadena ó vaso, etc., al uso de acá, sal- dría la impresión dedicada á S. M.* y hecha como por su mandado , como mas sea su servicio , que yo tenia orden para efectuar esto con la ayuda de Dios. Entretanto que V. m. me avisa de lo que puedo y debo hacer' en esto, iré juntando la nómina de las obras que por acá se pueden haber; y aviso á v. m. que en la librería del arzobispo de Valencia De mano de ^^" Martin dc Ayala había algunas obras de Felipe II. Santo Isidro, que no creo las hay impresas, '

es^Suvicsefen cscriptas CU pergamino. Véase si las truje- dañólo' sab?á.*^'"' You CU los líbros quc compró S. M. de aque- lla librería, y no escríbase á Valencia á los testamentarios, que por el inventarío se verá á quien se vendieron. También me acuerdo haber visto en la librería de Nues- )iq> sí) 8. tra Señora del Pilar de Zaragoza mas obras

de Santo Isidro, escrípfas de mano, que en otra parte haya visto. Podráse sacar de allí la lista V también de Sant Isidro de León.

271

p j Copia de minuta de carta de Zayas á Montano.

' í De Madrid á 13 de abril de i 572.

Archivo' general de Simancas. Estado, legajo ntitn.oSo.

.i;(a)ENTRO.

k ModUdo.

He recibido la? de v. m. de catorce de hebrero , ca- torce y diez y seis de marzo en que dice v. m. tan larga y parlieularraente lo que toca á su ida á Roma y lo que le parece que se debe hacer: que no queda cosa por apuntar de acá , aunque ya habíamos ganado de mano como v. m. lo habrá visto por lo que S. M.** escribió á v. m. y al duque í)álbá , que también le habrá proveído del dinero necesario para el viaje, que (como v. m. advierte) se tendrá tan se- creto como conviene por los inconvenientes que del publi- carse podrian resultar. Y con el primero enviaré á Roma las cartas de S. M/ que pide v. ra. y las hallará en poder de don Juan de Zúñiga.

Por hallarse S. M.** en su monesterio, no he podido ne- godar que se envíe á v.m. un crédito para los gastos de ahí. En viniendo (que será de aquí á dos o tres dias) lo haré, y de allí lomará v. m. su entretenimiento.

Hasta agora no ha llegado aquí cosa ninguna de las que v. m. ha enviado, porque Juan Martínez de Recalde se excusa con que los cofres y líos son tan grandes que ningún recuero los quiere ni puede traer; y así le respondo que los aljiere; y v. m. haga allá lo mismo de los que hu- bieren de venir, teniendo cuenta con que sean de tal peso que dos hagan carga de acémila.

f7i»

Por el libro de los munimentos illuminado beso á v. m. las manos muchas veces, que es tal que meresce muy bien la condición con que v. m. me lo envía, y yo lo acepto con la misma.

Cuando viniere flota no hay para que asegurar las co- sas que V. m. enviare, mas siendo pocos navios y que ve- risímilmente pueden correr riesgo, asegure v. m.; de ma- nera que esto queda á su buen juicio , según el estado de las cosas y del tiempo.

Al maestro fray Luis de León , doctor Martínez y Gra- jal han prendido por la Inquisición (1); que por ser nom- bres tan señalados, ha causado harta admiración.

(1) En la Biblioteca Nacional se conservan los procesos origina- les de estos catedráticos de la universidad de Salamanca. El del maestro Leon ya vio la luz pública en los tomos X y XI de esta Colección.

\tú

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á S. il/.** De Anvers «18 de diciembre de 1572.

(Recibida á 10 de enero de iS73.— Respondida en il de hebtero de 1573.)

Da cuenta de su viaje á Roma y de las diligencias que ha practi- cado en aquella corte relativamente á la Biblia. Informe qae ha dado á Su Santidad sobre el estado de los Paises Bajos. Empe- íio hecho por los cardenales de que Montano permaneciese en Roma para ayudarles en la corrección de la versión Yulgala y de las obras prohibidas. Libros comprados en varias ciudades de Italia , con destino á la biblioteca del Escorial.

Archivo fjeneral de Simancas. Estado, legajo nt'im. 080.

S. G. R. M.*»

Por cartas del embajador de V. M/ que eslá en Roma, y por las que yo he escrito al secretario Zayas, tendrá V. M.*^ noticia del proceso y suceso de mi viaje á Roma, que por mandado de V. M.^ hice, saliendo destos Estados por fin de abril pa.sado, para presentarla Biblia y toda esta santa obra que V. M/ ha mandado hacer para provecho común de la Iglesia cristiana al pontífice , y de hacer las obligaciones y dificultades que en aquella corle se habian levantado, entiendo que por parle del enemigo de la verdad divina , que quisiera desbaratar el grande fruto que desta obra se produce y goza ya en la tierra; y esto se comenzaba á armar por vía de algunos que no tanto creo yo por envi- dia y malicia (como después en Roma se me afirmal.a) cuanto por ignorancia de no haber vislo la obra ni enten- der loque en ella habia, ponian enfermedad en ella; y esto Tomo XLI. 18

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que fuese ansí, lo entendí luego que vi la lisia de los en- convenientes que el embajador envió al duque d'Alba, y aun de Roma ; porque todos mostraban poca noticia que se tenia de la obra, y solo uno era razonable y justo, que fué el no querer probar ni privilegiar una obra tan importante sin verla : que yo siempre tuve y afirmé ser bien que en Roma se viese primero que se sacase el privilegio del pon- tífice, porque ansí saldría entre los nuestros con mayor au- toridad, y los adversarios no dirían que en Roma se daban las gracias sin conocer los méritos: que aunque desla obra no se podría con razón decir por ser tan excelente y sin ta- cha alguna, bendito Nuestro Señor por ello, hánlo dicho de otros libros y obras antiguas; y confirmaran su falsa aserción con un ejemplo como este en cuanto al hecho, si se hiciera ansí alguna aprobación ó bendición sin ser vista la pieza.

La dificultad había nacido en Roma de dos partes: la una fué, que los romanos tuvieron celos de que una obra tan insigne y tan universal en uso y provecho saliese de España, sin darles á ellos parte, de manera que pareciese que ellos y su autoridad habían hecho este bien al mundo; y esto lo declaró Pío V, de buena memoria, á muchas per- sonas, y los cardenales dieron en esto, y ansí me dijeron el cardenal Pacheco y el obispo de Badajoz y los otros minis- tros de la Inquisición, criados de V. M/, que estaban en aquella corle, que si al principio se les hubiera hecho á los romanos un poco de sumisión en esto, ninguna dificultad hubiera habido. La otra parte fué, que el papa pasado, afir- mándosele ser esta obra imjiortantísima , dijo al embajador que quería tener entera relación y noticia de ella , y remi- tió el conocimiento á Sirleto, que sin comparación y por pública confesión es el mas docto de todo aquel colegio, y de

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vana ieccion y ordinario juez en todas estas malcrías ue letras que tocan á la particular cognición y expedición del poníífice, y á Tiani, que fuera de la via de Santo Tomás, en que es versado, otro género de esludios no ha tenido, y ansí este solo pudo en esta parte seguir el juicio de Sirleto y las relaciones de otros, como lo hizo. Porque Sirleto es- taba ocupado con oíros ministros, y la obra no estaba pre- sente, pidió que le hiciesen relación della por los papeles que yo habia enviado dende Bruselas, y acertaron á estar en Roma algunos letrados españoles, á los cuales el embaja- dor encargó este cuidado, y no comprendiendo bien la re- lación de la obra , no pudieron bien referir la sustancia della , y de aquí nació ocasión de las dificultades que se pusieron , que como yo entonces escribí á Zayas y di- je acá al Duque, eran cosas muy disparadas y fuera del propósito; y á esta causa , y porque pareció ansí á los cria- dos de V. i\I.'' que estaban en Roma, pareció ser necesa- ria n)i ida allá como yo lo hice, mandándomelo V. M.**, confiado mucho de Dios, cuya es esta obra, que ella ter- nía tanto mas autorizado buen suceso, cuanto mas difi- cultades entonces se hablan puesto según me afirmaron el cardenal Gran vela y dos camareros del pontífice pasado, estos de palabra , y el cardenal por cartas. Ya Pío V te- nia no qué relación de por unos scritos mios que des- pués habían visto en Roma Sirleto, y Carrafa y Madrucio, el mas joven , y deseaba verme en Roma , y muchas veces preguntaba si yo iría allá, y ansí también me lo certificó Sirleto, y estaba el papa con otra opinión de la obra que primero, cuando por sola relación dio la respuesta que á V. M.** se le escribió.

Llegado á Roma , halíé al cardenal Pacheco y al emba- jador y á los demás criados de V. M.^, con grandes recelos

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y temores de que aquellos romanos quedan pasar adelante con su porfía y contradicción, y eran de parecer que la obra se publicase y vendiese sin sacar privilegio del papa, pues conforme al concilio no se podia prohibir ; porque si queríamos tentar otra cosa, era menester entrar en pleito ordinario, que no ternía fin. Yo les respondí que V. M.*^ me enviaba á presentar la obra al papa, y que habia de hacer lo que me era mandado; y pues yo estaba comenzando lo del j)riviIegio, que antes se perdería lo gastado en la obra que dejarla salir á luz sin él; y les rogué que no lomasen cuidado dello, sino que me dejasen á abrir los libros y mostrarlos á quien los entendiese, y que pusiesen las dificultades que cada uno quisiese; que yo esperaba en Dios, que sería para mayor lustre de la grandeza de la obra, y que no quería que en aquello hubiese la menor negociación del mundo, porque yo confiaba de los ingenios italianos que cederían á la verdad en conociéndola , y que los nuestros nos podrían dar mas negocio que los extranjeros; y les di á entender en lo que estaban errados, ansí en lo que me habían escrito del nombre del Thalniud, que pensaion que era algún hombre extraño que se llamase ansí, y otras cosas seme- jantes que fuera bien no haberse dicho ni escrito por ellos como en el nombre de Andreas Massío, que habían pues- to sombra con él á Pió V, nombrando aquel en lugar de otro que después me dijo el cardenal Pacheco, quien era el otro en cuyo nombre se habían trastrocado, y otras cosas que tocaban á particulares, no bien entendidas; y ansí con esta resolución comencé á tratar con Sirleto y con Ma- drucio , y el Vermiense y otros doctos de aquel colegio y de aquella corte, los cuales conocieroii la obra, y publica- ron de elia nobiiísímamente lo que sentían , mayormente Sirleto que la vio con grande diligencia, y dijo della y del

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bien que con ella V. M.** hace á ia cristiandad , lo que de- bia decir conforme á su sciencia y consciencia ; y declaró que primero no habia entendido lo que era , y que agora no podia dejar de decir lo que senlia. Lo mismo dijeron todos los demás, alabando ;i Dios que tal beneficio nos hu- biese hecho en estos tiempos por mano de V. M.**

En este tiempo llegaron las cartas de creencia de V. M."* para el papa. E yo le presenté la Biblia en nombre de V. M/, y le di á conocer el fruto della, y él me respondió muy larga y benignamente lo que en suma yo referí á Zayas en una mia; y sin pedírselo yo,- mandó escribir luego á V. M.^ el breve de aprobación y agradecimiento que el embajador envió á V. M/; y hablándole yo del privilegio, respondió que estaba de muy buena voluntad para darlo, y que, vista la grandeza de la obra, entendía debérsele dar en la mas graciosa y favorable forma , que era motu pro- pio, y ansí lo declaró al datarlo , y se sacó aquel breve de tanta aprobación y favor , cuya copia yo envié al secre- tario Zayas; y con esta envío uno de los originales dupli- cado, para que se ponga en alguno de los archivos de V. M.** para memoria y testimonio auténtico deste beneficio público hecho por V. M/ al mundo, aprobado por la Iglesia. Lo que después sucedió y cuanto ha sido estimada y encare- cida esta santa obra , y cuanto agradecido públicamente este beneficio de V. M.*^, no hay para que yo lo refiera por exhorto, porque no tiene fin esta relación ni lo terna, como se verá por lo que cada día se publicará por palabras y scri- yiras en muchas partes acerca desta materia , y porque el embajador de Roma y de Venecia, y otros ministros de V. M.** le habrán scritoy escribirán de lo mismo.

Después de esto dende á ocho días torné á besar el pié al papa, y estando solo con él me demandó razón y relación

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de las cosas destos Estados, en lo que tocaba h la religión y culto divino y personas eclesiásticas de todos grados y estu- dios, y letrados, y universidades y estudiantes De lodo lo cual yo le di aquella relación que entendía ser verdadera é útil , y sin perjuicio de ningún estado ni persona alguna , y creo que Su Santidad se satisfizo de lo que yo debia hacer y hice en tal tiempo y oportunidad ; y después le di cuenta y razón de mi vida y estudios y propósitos como á mi su- premo padre spiritual en la tierra , y recibi de Su Santidad consejo y mandato de lo que debia hacer con mis estudios en servicio de la religión católica. Aunque sin autoridad ni cualidad , salvo la del zelo del servicio de Dios y bien co- mún y universal de la iglesia , humildemente propuse y re- mostré á Su Santidad mi deseo acerca del ánimo con que yo deseaba curase las cosas spirituales concernientes á estos Estados , y recibi del benignas respuestas en esta razón , y conoci un ánimo paterno y comunal para con todas las na- ciones, no apasionado por particulares respectos, aficionado al contento y buenandanza de V. M.'', y en esto sin pasión, y que de veras entiende ser V. M.*^ ministro autorizado por muchas vias de Dios, para sustento y aumento de la religión é iglesia católica.

Otras veces hablé á Su Santidad suplicándole algunas cosas que me eran encomendadas, ninguna que concer- niese á mi particular interese : en todo se me mostró muy gracioso y benigno de palabras y obras.

Después entendí que por los cardenales se pidió que yo quedase en Roma para ayudar á la corrección de la versión vulgata que se ha comenzado desde el fin del concilio, y no cuando lo terna ella , y para la corrección de los libros vedados"; porque hablan visto la diligencia que se puso en aquellos ciento que el año pasado se corrigieron y expurga-

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ron en eslos Estados de V. M.**, asistiendo yo á ella. Mas don Juan de Zúñiga intercedió á esta ocupación que se rae aparejaba, diciendo á Su Santidad y á los cardenales que eo ello entendian, que el servicio de V. M/ era que yo tornase á estos Estados, y ansí en esta coyuntura yo pedí licencia al papa para salir de aquella corte, y me dijo que no pensó habia yo entrado en ella por tan ix)co tiempo, y que no me la daba muy de su voluntad , sino porque yo no faltase al servicio de V; M.** De Roma vine á Yenecia, en donde el embajador Guzman de Silva mostró el motu propio del papa al Duque y á la Señoría , y pidió privilegio en nombre de Planlino, prototipógrafo de V. M.'^, y se concedió con el loor que el mismo embajador habrá scrilo á V. M."* Yo es- pero por horas aquel privilegio, que no tuve tiempo para esperarlo allá , recelando del invierno que se me entraba á mas andar, y los dias se variaban cada hora mas. Allí dejé comprados algunos libros hebreos para la real librería de Sanct Lorenzo, y dado orden como se me buscasen algunos mas por unos amigos y correspondientes en cosas de letras que allí tengo. Dejé estos libros en poder del embajador con otros que él tenia latinos y griegos, buenos, y habidos en bonísimo precio. Desto he dado razón á Zayas y á Gracian , y de lo que también en esta lazon dejé en Roma, que será cosa de importancia para la librería y muy barata por la orden que yo he dejado. En Milán el gobernador me hizo todo favor y buen recibimiento como á criado de V. M.*^ y por su servicio, y dejé allí inteligencia para que el gober- nador fa voreciese al que viniese por allí en mi nombre en busca de ciertos libros, que es un amigo mió de Venecia que se me ofreció á ello, no entendiendo todos sino que son para mí.

Llegué á estos Estados, por merced de nuestro Señor,

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primero desle, algo mal tratado de las postreras jornadas de mi camino, mas con el ánimo pronto de servir leal y afecionadamenle á V. M.** aquí y donde quiera que me mandare, y en lo que me fuere mandado; y entre tanto que se me da nueva materia de servicio, y que mejoro de mi indisposición, quedo poniendo en orden lo que toca á la im- presión de los privilegios para la conclusión de la Biblia, y en lo de los breviarios, misales y horas, y en las cuentas de lo uno y de lo otro.

He entendido debia dar á V. M.^esta cuenta, suplicán- dole humildemente la tome de buena parte, y me perdone la prolijidad y cualquiera otra falta , de las cuales afirmo delante de Dios que ninguna hay en mi ánimo para el servi- cio de Y. M.^, cuya real persona , y casa y corona Dios pros- pere para gloria suya. En Anvers 18 de deciembre 1572. S. C. R. M.*^— Criado y capellán de V. M.'^ que sus reales pies besa. B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. A la S. G. R. M.** el rey.— En manos del se- cretario Zayas.

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Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Za- yas. fJe Ánvers á Í5 de hebrero de 1573.

( Recibida en 37 del mismo.— Respondida en parte á 8 de marzo.)

Breve de Su Santidad. Pide que se le manden sin tardanza los privilegios del rey para la Biblia. Pondera los gastos que hace Plantino en su imprenta, é insta para que se le provea inmedia- tamente de dinero.-^ Mal estado en que se hallan las cosas de Flándes. El duque de Alba. Recoraiéndanse los negocios de varias personas. Envía de parte de Juan Moreno, un reloj en forma de libro, para la duquesa de Alba.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILLUSTBE SEÍSOR.

Con todos los correos que de aquí han partido he scrito á V. m. después que llegué á estos Estados, y he dado por otra larga cuenta de mi viaje á S. M.** y á v. m.; y luego recien llegado aquí recibí de Roma un breve cerrado pa- ra S. M.**, el cual envié con una raia, encargado al maes- tre de postas desta villa, y supliqué á v. ra. en aquella carta me enviase la copia de aquel breve, porque yo he entendido que S. S.*^ escribía en él lo que loca á la espedi- cion de mi legación; y porque es aprobación de summo pontífice en mi favor, me cumple para mi honor y contenió tenerlo.

También supliqué á v, m. por aquella y por todas las que después he scrito, enviase luego los privilegios de S. M.** para la Biblia, porque hasla venir estos no serán impresos

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los siete que acá tenemos , y no se vende Ja obra por falta de los privilegios, los'Cuales no ser ya publicados nos ha em- pecido , porque algún demonio que siempre adversatur di- vino honori esparció por estos Estados la fama de la difi- cultad que al principio se hizo en Roma sin declarar en qué cosas estaba la dificultad; y como me han visto de vuelta de Italia y no han visto el motu propio impreso ni los de- más privilegios, háse derramado por los oidos de muchos, y entre ellos personas muy graves, que en Roma no se ha dado privilegio, y han venido muchos á preguntarlo, á los cuales ha sido menester mostrarles el original ; y ansí han tornado contentísimos, mas esto no se ha podido mostrar á tantos cuantos hablan oido lo contrario, y así veo que nos ha hecho daño el no tener acá los de España cuando yo llegué á esta tierra.

Ya V. m. entiende en el aprieto de dineros que se halla Planlino, con tanto empleo como tiene hecho, y si no des- pacha sus obras, se pierde totalmente, porque él paga in- terese de trece mil escudos, y el tiempo está muy estrecho de ventas; y si eso poco que se puede vender se le detie- ne, es forzoso que del todo se arroine. Si acaso cuando esta llegue v. m. nos ha enviado los privilegios, por esta verá V. m. la necesidad que hay de tenerlos ya acá.

También he avisado á v. m. que Plantino tiene todas sus emprentas embarazadas en los breviarios, misales y horas, y, tiene empleado ya en obra hecha, y no pagada, nueve mil florines y otros tantos casi en lo que se acabará al fin desta cuaresma, y no tiene donde sacar un real por estar la tierra como está, y por no poder vender él cosas destas que hace que se hacen para el servicio de S. M.**, y es necesario proveerle de dineros para pagar lo que está he- cho, porque él ya lo debe todo á los mercaderes del papel y

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n los obrero."?, y ansímismo debe lo que está haciendo, y hasta agora no licne blanca adelantada, sino lodo loque ha recibido lo tiene entregado en obra. Cumple que si él ha de ir con este concierto adelante, se le cometa esta provisión de dineros aquí á un hombre, el cual provea obra recibida obra pagada, y aun ayude con algún adelantado para el' prosiguimiento de la obra. Y no estén vs. mds. en que hay pocas emprentas: que agora que es acabada la Biblia, él la- brará con veinte en los breviarios y misales si se le provee de dineros que basten para ello; porque esto de la emprenta ninguno puede entender como va sino el que lo tiene á cuestas, que al presente gasta cada semana cuatrocientos florines en solo los obreros de casa, y proveyéndosele de dine- ros él cumplirá sin fallaren todas las órdenes y condiciones de aquí adelante, porque los primeros misales, como yo á v. m. por otras he advertido, fueron pedidos ansí por la falta que allá habia, mas de aquí adelante la obra irá al justo de los avisos; é yo haré en eslo todo mi mejor.

En cuanto á lo de los accentos, suplico á esos seño- res se contenten sean de negro, porque de rojo es doblar tiempo y costa, y no aventajar en el provecho; y si no se le provee á tiempo de dineros él suplica , é yo de su parle, que se le alce la palabra que tiene dada, y se le licencia que venda su obra á quien pudiere y en el precio que pudiere.

Con esta van las muestras de lo que hasta agora está hecho , las cuales se añadirán á lo que allá está , y se verá por todo como Plantino jamás falta de proseguir con la obra; y yo afirmo á v. ra. que no pudiera haber allegado hasta donde llega si un amigo mucho mió no le hubiera sobre su crédito procurado ocho mil ílorines con su interese, con los cuales se ha ido entreteniendo, esperando que le fueran

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ya enviadas provisiones tle dineros de España, digo que V. m. le hubiera enviado recado. V. m. procure que se pre- vea de allá abundantemente de dineros, pues la obra es tan útil y necesaria allá y de tanta ganancia, que de acá se hará toda la diligencia posible para que vaya abundancia de obra.

De las cosas de acá yo no tengo que escribir por agora, porque no creo entiendo parte dellas, salvo afirmar que es- tán miserabilísimas, y rogar á Dios que las remedie, y nos á entender á nosotros que sin él no se puede hacer cosa alguna que valga algo, y que si no siguimos sus reglas en lo que se debe hacer por nuestra parte, todos desatinaremos: todo está lleno de división , defección y contención. Allá escribirán unos dism-inuyendo el mal que hay, y otros au- mentándolo; unos culpando á otros, y otros á otros, y nin- guno á mismo. Yo no escribo sobre lo presente porque en cosas de guerra no me entremeto; empero una cosa en- tiendo, y es que la soberbia derribó siempre á los que se tuvieron por mas fuertes , y ansí hará á nosotros si Dios no nos da á entender cual es la verdadera fortaleza y la loable reputación.

El gobernador desta villa hace bien su oficio en cuanto puede, y en esto se funde v. m. que es verdad, refieran otros lo que quisieren; empero como hay división, ni lo que él hace ni lo que lo^ otros tampoco aprovecha.

Lo que habia de estar junto para prosperar las cosas está dividido en tres ó cuatro partes: servicio de Dios, servi- cio del rey, bien común del público ; aquí está divididísimo que no concierta lo uno con lo otro , y cada uno piensa que lleva bien su parte , y va todo despedazado. Ruego á Dios que del cielo y del rey venga el remedio.

El duque d'Alba está mas afligido que v. m. , ni perso-

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na otra alguna podrá creer, y no es posible menos aña- diéndose laníos cuidados y trabajos á tanta edad y enfer- medad. Si fuere Dios servido de asentar de una vez las co- sas de la guerra , entonces podré yo servir lo que entendiere ó Dios me diere á entender, |)ara la conservación de la paz. Dios la como sea mas á su servicio.

De las cosas particulares mias y ajenas no tengo que escribir agora , porque el correo está para partir á la hora , sino suplicar á v. m. favorezca á don Luis Carrillo hablando una palabra al señor Cárnica, para que se le envíe su libran- za; el señor Lastanosa lo solicitará. También le suplico acuerde acá la merced queS. M.*^ hizo al Surio de Colonia, de los seiscientos florines , que hasta agora no se le ha dado plaza , y es cosa poca , y loca ya al honor de S. M.*^ habién- dose publicado esta merced por ledas partes. V. m. asimis- mo me la hará mandando despachar á Sevilla con la prime- ra comodidad las que con esta van. A esos mis señores desa corte don Luis Manrique , Santoyo y los demás no escribo hasta tener respuesta de las que antes les he scrilo después que aquí vine.

El señor Juan Moreno me entrega, al punto que esta iba escribiendo, un relojico en forma de libro para mi señora la duquesa de Alba, diciéndome bese por su parte en esta á v. m. las manos, y le avise mande entregar esta aquel caballero de mi hábito Antonio de Elada que sirve á la du- quesa, para que se lo envíe. Va en este paquete porque irá mejor tratado y mas disimulado entre laníos papeles. Ansí me podría v. m. enviar algunas cosillas de las que trujesen de Sevilla. Nuestro Señor la illustre persona y casa de v. m. prospere en su servicio. En .\nvers 15 de febrero 1575. Besa las manos de v. m. su servidor obligadísimo, B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

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Sobre. Al illuslrc señor Gabriel de Zayas, mi señor y secretario de Slado de S. M.'' y de su Consejo. En Corle.

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montuno á Za- yas. De Anvers á 27 de hebrero de 1575.

(Recibida en 13 de marzo.— Respondida á 18, miércoles sanio en la nocbe.)

Elogia las circunstancias de un sugelü, á quien parece se le llama- ba de Espaiía para algún negocio importante. Pide para algún cargo en los Países Bajos. Necesidad de aplicar pronto remedio á la situación de aquellos Estados.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILLÜSTRE SliÑOr.

El portador desta , por ser muy señor mió y con cuya conversación he recibido muchas veces grandísima merced, me la hizo señalada en venir por mi casa y darme aviso de su jornada, la cual entiendo debe ser con argumento de grandísima importancia, ansí por lo que conozco de su buen entendimiento y valor, como por la falta que entiendo y ten- go bien cierto hace con su ausencia, á quien lo envía, que pues no teniendo otra compañía con quien se desenfadar en sus trabajos y cuidados, acabó consigo el parecer del y enviarlo, es me fácil de entender que á lo que va to- ca mucho al servicio de Dios y del rey, á los cuales el que está bien aficionado, y lo ha mostrado y muestra con sus ejercicios, y vida y conversación, la cual si v. m. una vez gusta, como yo la he gustado, muchas entenderá cuánta razón tengo de escribirlo, que aquí he escrito de su

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persona , aunque por significación mas que por explica- ción ; porque no sufren mas los tiempos ni los caminos. Agora V. m. se entere del y le saque todo lo que siente y se fie bien de su verdad, y conocimiento y secreto; y so- bre nú cabeza que de su celo se puede bien fiar, porque yo bien que es lal que se fian del algunos que no se osa- rían fiar según las cosas van en el mundo, si no tuviesen conocida muy en particular su valor y condición. Hallarlo V. m. en letras no menos bien empleado que lo han visto con ia lanza los que con 61 han andado en semejanles mi- nisterios que el que él s\ne. Yo me he holgado grandemente que él vaya , porque que dtcenda , tacenda quce cállel. Vuestra merced me la haga en particular allende de lo que su persona y ser de la parte que es, merece mostrarle agradecimiento á la buena compañía que me ha hecho to- do el tiempo que he estado en esta tierra. Es obligación an- tigua la que yo tengo á su casa y hermano mayor desde mi niñez, la cual me ha él mismo acrecentado con mucha merced que me ha hecho. Sabe Dios la soledad que me deja, mas tengo paciencia con persuasión que va á hacer buen servicio.

En lu que toca á mi particular afirmo á v. m. delante de Dios que yo soy muy ajeno de ambición, de dignidades ni otros estados, y que el mayor que siempre he deseado ha sido hasta agora tornarme á mi Peña, porque jamás me ha pasado por el pensamiento escoger oficio , sino dejará Dios el arbitrio entero de y de mis cosas : que que 61 solo sabe y puede darme lo que he menester para mi salvación, que es lo que mas deseo y solo debo desear. Una sola cosa ha sido la que me ha rendido la voluntad á desearla y pro- curarla , que es servir á Dios y á ¿u iglesia católica con mis studios, entendiendo que, pues él me ha hecho tanta

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merced en ellos, no ha sido sino por servirle, y por eso he procurado y deseado la comodidad y aparejo para ello. Ya V. m. oyó y vio en España lo que acerca desto algunos doctos y temerosos de Dios me decían y escribían ; en Ita- lia ha sido muy mayor la balería que sobre esto me han da- do, y muchos de Francia, también hombres entendidos y catolicísimos, entre los cuales es uno el obispo de Arras, que es rarísimo en sus letras y elocuencia, y agora veo que comienzan de Alemania los católicos y doctos que allí hay, á combatirme por su parle. E ya sabe v. m. que los cató- licos de Alemania son gente de grande Valor , porque en lanto tiempo y entre tantos enemigos, y con lanías impug- naciones han resistido y permanecido.

Visto esto, y entendiendo que debo sacrificarme al prove- cho común, ando deseando tiempo, y lugar y comodidad para ello; y porque queriéndose S. M.** servir de en al- guna cosa tocante á sus ministros , hallaba por mi cuenta que, habiendo plaza en Venecia, podía yo allí servir, porque no hay tanta distracción como en otras parles podría haber, y juntamente estudiar, ó en otra cosa que se ofreciese en Roma, ó que v. m. pudiese y supiese rodear para allí, es- cribí á v. m. aquesta materia, la cual jamás me ha salido de la boca ni de la pluma, si para v. m. no, en cuyas ma- nos después de Dios he puesto mis suertes. Y sepa v. m. entre nos, que allende de los demás motivos é impulsivos que he tenido, fué recísimo el del papa, que la segunda vez que le hablé , me dijo que mas servicio haría á Dios y á la Iglesia con la pluma en la mano, que con cuantos otros negocios hubiese en el mundo, y nunca se me ha quitado de la imaginación esta sentencia, y lo que me añadió sobre ella. Entendiendo yo que para esle propósito podría hallar en Italia mejor comodidad de libros y personas que me

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3} udaseo, que no en España , doaJe yo que terne mas envidia que ayuda, propuse á v. m. aquella condición, la cual no siendo aprobada de v. ra. no lo será de mí; y no pensaba que esto fuese por mucho tiempo, sino por cuanto me bastase para concluir algunas cosas que tengo entabla- das, las cuales espero saldrán con provecho común. Torno pues en esto á decir , que no trataré mas de aquello que á V. m. agradare , y que si á v. m. le parece que aun es am- bición el nombre del Consejo para las cosas de aquí, tam- bién lo dejaré, mas nunca fué mi propósito otro que tener mejor color y facultad para servir con esto á S. M/ y á esta república, en la cual, si Dios pusiere composición con su gracia y con la del rey (que la tengo por mas eficaz que las armas) podré yo hacer algún servicio ansí en las co- sas de letras , y religión y eclesiásticas , como en la elec- ción de muchas personas que son necesarias para proveer plazas de ministros eclesiásticos y en otros negocios seme- jantes, y decir á los ministros mi parecer, que no creo yo que será mal intencionado, y procuraré que sea el mejor fun- dado que yo pudiere ; y en este ministerio me podré dete- ner aquí, placiendo á Dios, por un año, si á v. m. le pare- ce ansí , en el cual tiempo nuestro Señor abrirá camino para ser servido de en lo de adelante. Todas estas cosas las encomiendo á su divina Majestad y á la consideración y traza de v. m.

En este año con el divino favor acabaré el Isaías y lo que voy haciendo sobre el Psalterio y sobre los Evangelios y Epístolas del Nuevo Testamento. Y si v. m. ordena como S. M.*^, me haga merced de una razonable ayuda de costa para componer mis cosas, será esta para muy grande, mas de lo que v. m. puede creer, á quien suplico me perdo- ne , porque todas mis flaquezas apoyo sobre sus hombros.

Tomo XLl. i9

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que son para llevar las necesidades ajenas con esfuerzo de Dios.

En lo que loca á las cosas de acá, no puedo dejar de suplicar á V. m. con todos los consejos y medios posibles de personas y otras cosas, sea auctorá S. M.^que recobre los corazones destos sus vasallos, y que mande á sus minis- tros que entiendan en esto muy de propósito: que con este solo negocio se pueden confirmar y asentar bien los luga- res que agora están debajo de su obediencia, y facilitarse mucho la reducción de los que están revueltos, rebeldes y fuera del servicio de Dios y suyo ; y si por este camino no será, yo veo manifiesto un trabajo perpetuo y una expensa intolerable y perdición de innumerables ánimas y vidas, también ansí de los nuestros como de los contrarios.

Cuanto á lo de Lieja yo he entendido aquí antes que fuera á Italia y en Roma, y del Duque y de lodos, la mer- ced que S. M.'' pretende y procura hacer al obispo en lo del capelo, mas lo que yo he tratado no se suelda ni soldará con la amplificación del obispo, si no se atiende á que la iglesia y ciudad esté contenta , y esto se puede hacer sin mucho negocio y sin gasto alguno; y afirmo á v. m. que en otra manera no tengo por siguros estos lances , porque aunque el rey lo quiera y el papa lo conceda, con todo esto ellos recla- marán siempre que se invitis acta siint omnia , y no es cosa que se debe tener en poco, pudiéndose remediar y excusar.

Suplico á V. m. por el bien público, y sosiego y con- cordia de los vecinos, mire esto de fundamento. Nuestro Se- ñor la illustre persona de v. m. prospere en su servicio. En Anvers 27 de febrero 1575. B. Arias Montano.' Tiene rúbrica.

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El privilegio de allá para la Biblia se dilata con grande daño de acá.

El retrato del señor don Luis vino bien tratado; es muy bien hecho y seméjale mucho; v. m. me debe el suyo que ha cinco años lo tengo comprado á deseo. Suplico á v. m. que para satisfaacion deste agravio de dilación pasada, me lo envíe presto y del mismo maestro que hizo el del señor don Luis.

Yo he dado á hacer 24 lienzos para el señor Velasco, á cuarenta y dos placas la pieza , que valdrán mas de á se- senta según la forma que les he dado: los doce de cosas de devoción y los doce de poesías con bellos paesages.

Sobre. Al illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.^ y su secretario de Stado. En corte.

En lo que toca á las impresiones remíteme á lo que escribe Planlino por agora.

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Copia de párrafos de minuta de carta de Zayas al doctor Arias Montano. De Madrid «17 de julio de 1573.

Se congratula por el restablecimiento de su salud. Le dice que pida parecer á personas honradas , naturaleg de Flándes, sobre el remedio que podría aplicarse á las cosas de aquellos Esta- dos.— Acusa el recibo de ciertos libros y otros objetos. Encarga que remita un ejemplar de la Biblia á D. Juan de Zúñiga, resi- dcftte en Roma. Se ha mandado proveer de dinero á Plantino. Advertencias sobre breviarios , misales , etc .

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

De Zayas al doctor Montauo.

He recibido todas las cartas que v. m. me ha escripto desde 11 de abril hasta 17 de junio, y aunque creo haber respondido á algunas de las particularidades que contienen, todavía diré en esta cuanto ocurriere.

Lo primero que he holgado en extremo y dado infinitas gracias á Dios de que v. m. hubiese cobrado la salud que rae escribe, con la cual yo también quedo, á él gracias, y lo mismo el señor Diego Diaz, que pudiera v. m. excusar de encomendármele, pues sabe que le quiero y tengo por tan hermano como v. m. , y no hago mucho ni aun nada según lo que él merece.

Con las susodichas carias de v. m. han venido dos dis- cursos harto buenos del miserable estado de esa provincia, y así lo he referido á S. M.^; pero lo que quiere y en lo que V. m. le servirá mucho, es en que de los mismos de la tierra entienda v. m. como de suyo, cual es el verdadero remedio que se podria poner, tratándolo con hombres cris-

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líanos y de bondad pura y sencilla , y que juntamente con los medios digan cómo se podrán poner en ejecución, que en esto suele haber la principal dificultad de las mas de es- tas cosas que se discurren que , venidas á meter en obra, no reusxen fsicj; y S. M.*^ desea el remedio como verda- dero padre, y asi lo ha de dar v. m. á entender en todas las partes y comunicaciones que se ofrecieren.

Hánse recibido los libros y dos paquetes de matrices que V. m. ha enviado en este tiempo, yentrellos los cuadernos de la Biblia en que están los breves y privilegios ; pero no los he mostrado á S. M.^ ni á nadie hasta entender si se habrán podido enmendar conforme á lo que tengo advertido á v. ra., que cierto conviene, aunque se gaste algo, porque no que- dase cosa de que trabar, á los que no la mirasen con los ojos limpios, y asi espero desto respuesta con mucho deseo.

Y porque no se me olvide, S. M.*^ tiene por bien que V. m. envíe á don Juan de Zúñiga la Biblia; mas al empe- rador, rey de Francia, Portugal y otros potentados, dice que no hay para qué, ni v. m. cure dello.

De las ciento once balas que se han encaminado por París no tengo aun aviso que hayan llegado á España.

El amigo Plantino es proveído tan cumplidamente como V. m. verá por otra carta y recaudos que irán con esta, y así es justo que él se anime y meta gran mano á hacer una muy copiosa estampa y muy perfecta de todos estos libros; y v. m. ha de enviar con el primero un fenesciraiento de la cuenta que tiene con él desde que empezó la impresión hasta fin deste mayo pasado, así de breviarios, misales, diurnales y horas de Nuestra Señora como de las biblias y de todas las otras obras en que ha intervenido el servicio y hacienda de S. M.*^

Demás desto ha de saber v. m. que en los misales en

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pargamino que acá están, faltan los cuadernos de las fies- tas votivas de España, y así conviene que se envíen luego porque hacen mucha falta.

ítem, querría S. M.*^ se imprimiese una docena de misales en pargamino muy ñno y muy delgado para Sancl Lorenzo; porque los que acá están son tan altos y tan pesa- dos que no pueden servir.

Asimismo querría S. M.*^ que para el convento de su mo- nasterio se imprimiesen algunos breviarios de cámara en pargamino delgado, y si pareciere que saldrán muy altos, podríanse dividir haciéndoles de dos tiempos ; lo uno y lo otro se remite á la traza de v. m. y á lo que allá pareciere mas á propósito.

En Paris se han imprimido unos breviarios de cámara en cuarto , de papel de marca mayor, que agradan acá por no ser tan grandes como los de Plantino; dígaselo v. m. para si paresciere hacer una tarea dellos, que muy bien serán recibidos.

Las cincuenta biblias que se han tomado por cuenta de S. M.^ serán muy bien venidas, y ha holgado de que se traigan á vender en estos reinos las que v. m. dice y mas si se pudiere.

Es así que yo escribí á v. m. que se le habían de en- viar mil ducados para ayuda á estas impresiones; pero después se suspendió y se embebe toda la provisión en la que agora se hace.

De los tres cofres que v. m. dice había remitido Planti- no á París, no he tenido particular aviso. Holgaría viniesen con las otras balas, porque creo deben estar ya en España; y seria bien enviarme la memoria de lo que viene dentro de los dichos cofres, y cómo se ha de repartir, aunque creo debe venir en ellos mismos.

295'

Pues quedaban acabados los 24 lienzos para don Luis de Velasco, suplico á v. ni. orden que se envíen con la primera comodidad, que yo hago bueno el coste dellos y lo enviaré á v. m.

La tabla de Cehetes me será muy gustosa, y el crucifijo iluminado de muy gran regalo y devoción. La vidriera no entiendo cómo pueda ser que haya de venir bien á la ven- tana á que sea menester, si v. m. no me lo declara.

ítem , en lo de los reposteros no tengo que decir mas de que holgaría que estuviesen acá para el invierno; y si no se abre el paso de mar ni hay en él mas seguridad que hasta aquí, yo no de qué nos habrá aprovechado el concierto con Inglaterra.

El doctor Ortega, médico de cámara de S. M.*^, es un muy honrado hombre, y mi vecino: paréceme que espera libros de allá y desea que vengan con los de S. U.^; así lo suplico yo á v. m.

Ortelio debe haber ya recibido su título; y si le puedo ayudar en otra cosa , lo haré como lo merece su bondad y habilidad; y pues ha enmendado el Theatrum, justo será que le gocemos.

S. M.** holgaría saber en qué términos va la Biblioteca regia , y por qué orden y de qué manera se han de tener los libros , por ver si habrá que tomar la traza ó algo della para los de su monasterio.

También quiere saber cómo sucede el uso del placarte que ahí se hizo sobre las impresiones de los libros, y si se podría acomodar y hacer otro tal para estos reinoá. V. m. que entiende lo uno y lo otro, avise de lo que le pareciere, porque si es á propósito lo mandará ejecutar.

Hice relación á S. M.** de la virtud y letras del dominico Berghin Milanés, y así ha mandado á Vargas que lo tenga

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en memoria para se lo acordar cuando se proveyere cosas eclesiásticas en aquel Estado.

Yo no acabo de entender los discursos de Thomá» Marqui; si véev. m. que tienen alguna sustancia y que pueden ser de provecho, avíseme dello v. m., que con su parecer lo diré á S. M.'* y no de otra manera.

Copia de párrafos de carta autógrafa del doctor Arias Mon- tano á Zayas. De Anvers á 31 de diciembre de 1573.

Notable alivio que encuentra después de una larga indisposición. Pláticas que han pasado entre él y el comendador mayor. Da cuenta de ciertas cosas que ha enviado á España y de otras que piensa mandar á la primera ocasión. Merced que cree debiera hacer el rey á Abrahan Ortelio. Suplica que se despache á la mayor brevedad el negocio de un portugués , llamado Andrés Diaz , preso en Flándes.

Archivo (general de Simancas. £stado, legajo núm. 583,

Particular.

ILUSTRE SEÑOR.

Yo confio que v. m. habrá recibido todas las mias que le he escrito después de la llegada del comendador mayor á esta tierra desde Bruselas, y desde aquí en todo este tiempo desque torné de Bruselas; he estado muy mal tra- tado de un catarro con accidentes y dolores de pechos y es- paldas. Estoy tanto aliviado, que puedo escribir estas y sa- lir algunos ratos de casa á hablar al comendador mayor que está aquí.

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En conformidad de lo que v. m. de parle de S. M.* me ha mandado, sirvo en lo qiie manda con toda lealtad y con conciencia sencilla y sana.

Yo escribo á v. m. tan abiertamente como á mi cora- zón propio, estando persuadido que v. m. ninguna cosa prefiere al servicio de Dios y de S. M."^ y bien público, y procede sencillísimamente; y ansí se lo he afirmado y cer- tificado al señor comendador mayor por tres veces, y dí- chole que en la obra hallará que v. m. ninguna cosa pro- pone á lo que tengo declarado; y puesto que sea muy grande y muy leal servidor del duque d'Alba, como es grandísima razón de serlo de un príncipe tan grande y que tanto ha trabajado en servicio, celo y studio de su Dios, de su religión y de su rey, y que su Excelencia y todo el mundo, ó todos los que tienen del buen conocimiento, lo reverencian, observan y honran; con todo esto, y ansí co- mo el Duque ninguna cosa contra razón que él entendiere querría hacer, ni que se hiciese por él mismo , ansi nunca prendo tanto á v. m. que fuese posible por su causa pasar de la razón y verdad , ni tal demandara el Duque de v. m., aunque hubiera materia para ello, mayormente no la ha- biendo, ni V. m., aunque fuera demandado, hiciera cosa contra su conciencia ; y ansí puede estar siguro y cierto Su Excelencia que v. m. hará no menos diligente y sencilla- mente su oficio con él, que lo ha hecho con el Duque.

Parecióme importar que yo diese á v. m. aviso destas pláticas que habemos pasado á solas, y animarle también, aunque que no es necesario, á que con todo calor pro- cure por su parte, y expida lo que pertenezca al remedio des- tos miserables Estados , quiero decir , al servicio de Dios y de S. M.**, y se afirme en pensar y creer que el comenda- dor mayor es cabalísimo y bonísimamente intencionado y

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animado; y aunque ha tomado esta máquina tan cascada y destrozada á menear, espero en Dios con su favor y con la autoridad y provisión de S. M.**, y con el buen ministerio de V. m. hará buenos efetos en ella; mas importa mucho la brevedad en las resoluciones y en los socorros , y paré- ceme cierto que v. m., podrá granjearse mucho al co- mendador mayor por la condición suya que he conocido, y porque entiendo antes de agora ha sido muy afecionado á V. m.

He dado aviso á v. m. de algunas cosas que le he en- viado para su servicio y para otras personas, que han ido en los cofres de los libros, digo de los breviarios y misales. Tengo noticia de que han aportado allá parte destos cofres; V. m. dará allá orden al que los recibe que ponga en cobro aquellos paquetes y los envíe á v. m., y lo mismo de los que agora entiendo navegan en diez cofres, que última- mente envío con ropa del Duque, de que he dado aviso an- simismo al señor Birbiesca.

En los primeros que empacaré, enviaré á v. m. un buen presente que el capitán Zayas le ha aprestado aquí por mi mano , de pinturas y otras cosas que entiendo le da- rán gusto, porque yo he procurado salgan buenas, y no ha- brán allá llegado hasta agora mejores. Yo las acomodaré lo mejor que pudiere.

Deseo mucho hayan llegado bien tratadas las vidrieras que envié en la caja del señor Santoyo, postrera.

V. m. mande hacer un memorial de las cosas que yo en las cartas le aviso que le envío , ansí para su servicio como para otras personas, porque conforme al memorial vayan requeriéndolas y cobrándolas.

Abraham Ortelio me dará presto un rico Teatro pai'a v. m., colorido por una hermana suya, doncella, y será tan

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bueno como el que envié á S. M.^ y el que lleva el Duque (1). V. m. procure que S. M.^ le haga alguna honoraria merced por mi mano , porque allende que su virtud y studios mere- cen mucho, no se puede creer cuanto concilian los ánimos de todos los doctos y buenos, ansí naturales como extran- jeros al servicio de S. M. , unos semejantes ejemplos, y con poca costa, entre muchas que se hacen en otras cosas , se hace grande efecto y se ponen estatuas perpetuas á la gloria de los príncipes, que uno de sus grandes loores es haber sido amigos y favorecedores de doctos y virtuosos. Aunque no sea sino una cadena de 300 florines, entiendo será de valor de muchos mas en la estimación de los buenos, con que ha- ciéndole S. M.*^ la merced, ordene v. m. se efectúe presto, no como la del Su rio.

Las cartas que con esta van para el arzobispo de San- tiago, suplico á V. m. mande dar á Luis de Barahona, agente suyo en esa corte. A mis hermanos no escribo por agora por estar ocupadísimo y con poca salud.

Nuestro señor prospere la de v. m. con toda su casa en su servicio. En Anvers, postrero de diciembre J573. Besa las manos de v. m. su servidor obligadísimo, B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Obra de caridad. A v. m. suplico orden en cómo se despache el negocio de un Andrés Diaz, poriogués, que está preso aquí algunos meses por orden de España, so- bre cosa de moneda, de que se clama por inocente, y toda la nación testifica de su bondad y me piden suplique á V. ra. Los jueces no hallan causa de prisión. Podríase dar en fiado, que hallará bien quien lo fie.

Sobre. Al illuslre señor Gabriel de Zayas, mi señor, secretario de Estado de S. M.** y de su Consejo. En corte.

(1) Lo de bastardilla está subrayado en el original.

oOO Dentro de esta carta hay un extracto de ella, cuya epígrafe

dice:

Capitulo de carta de Arias Montano á Zayas. De Anvers á postrero de diciembre 1575.

A continuación del final del extracto, hay el párrafo siguiente, al parecer escrito por Zayas, encuyo margen hay otro de Felipe II Dicen así:

F^ii 7?"° '^^ ^* ^' ^''^ ^^ ^'^^^^ por bien, esloes muy

Podrései'c darlo, J^^to, pucs dedicó SU obra (1) á V. M.^ y ha

d?ce- mi*rÍd"i se'íán ^uviado dos Ubros iluminados que le debie-

se^omo'fuerí mel TOD COStaf rCalcS.

jor.

De la dilación que hubo en lo de Surio, tuvieron allá la culpa: que libranza de V. M.* se envió con orden se cumpliese luego.

(1) Abrahan Ortelio.

i

oOI

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Zayas. De Anvers á 14 de febrero de 1574.

Recomienda á Fernando de Balboa , criado del duque de Alba , para que se le haga merced de algún empleo.

Archivo general de Simancas.— Estado, legajo núm. 583.

ILLÜSTRE SEÑOR.

Fernando de Balboa , criado del duque de Alba y comi- sario que ha sido en esta tierra de S. M.*^ en las cosas de la armada, tiene bien testimonio de su bondad , habilidad y buen servicio que ha hecho, ansí en lo que locaba á su mi- nisterio, como en las cosas que sus amigos le encomendaban, y á como á uno de ellos me ha hecho grande placer de encaminar bástalos puertos y hacer embarcar las balas y co- fres de breviarios y misales que en servicio de S. M.^ he en- viado estos dias pasados, y las cosas de v. m. y del señor Santoyo, de los señores presidente Covarrubias y Ovando, del señor don Luis Manrique y de todos los demás, por lo cual soy muy obligado á encomendarlo por mi parte á v. m. allende que él por sus buenas virtudes será encomendado del Duque y de todos los de su casa que lo quieren bien. El tiene partes de pluma, cuenta, lenguas é inteligencia pa- ra servir á S. M.*^ en las cosas que tocare á su habilidad, y ansí suplico á v. m. lo favorezca en lo que pretendierci porque confio en Dios dará buena cuenta de , é yo terne contento de haber dado testimonio tal que no me habré alar- gado mucho cuando mucho lo encomendare. El tiempo y los negocios declararán mejor aquello en que él podrá emplearse, y V. m. por me la hacer ansí por su parle como por la de-

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sos mis señores á quienes él ha hecho servicio, lo adelantará y ayudará de manera que su edad y habilidad hagan buen fruto. Nuestro Señor la illustre persona y casa de v. m. prospere en su servicio. En Anvers 14 de febrero 1574. ; Besa las manos de v. m. su servidor afeccionadisimo.— B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre, Al illustre señor el secretario Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.*. En corte.

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Zayas. De Anvers á iH de abril de 1574.

(Recibida en 24 de mayo.— Respondida á 16 de junio.)

Remítese á lo que ha escrito en otra anterior sobre no serle con- veniente su regreso á España. 'Desea que se le mande con al- guna comisión á Roma, permitiéndosele después residir por cuatro años en aquella corte ó en Milán, Le agradece la mer- ced que se hizo á un recomendado soyo. Dispone sea imprimir muy en breve sus Elucidationes sobre los cuatro Evangelios. Rumores que circulaban en Flándes contra el duque de Alba, su hijo y el licenciado Vargas. ^Justifica la conducta del prime- ro.— Promete mandarle un breviario y un ejemplar del Theairum OrbiSt de Ortelio. Regalo que se ha hecho á este impresor de parte de Felipe II. Necesidad de dinero para salir de sus com- promisos.— Biblias que piensa enviar á España para varios su- getos. Mándasele llamar de Bruselas para consultarle algunas cosas de gobierno.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm, 583.

ILLUSTRE SEÑOR.

En 17 desle recibí la de v. m. de tres del con una bue- na nueva y de muy deseada, de la salud de v. m., que

305

Nuestro Señor prospere en su servicio por largos tiempos como yo lo deseo. En ella rae escribe v. m. absolutamente que lo que mas me conviene es volverme á esa corte, y que lo encaminará diestramente de manera que S. M.*^ me lo mande. Yo no si liabria v. m. leido la postrera que acerca deslo le escribí, dándole cuenta de lo que habia pasado con el papa y con los demás prelados y gente religiosa y docta; y si habiéndola v. m. leido se resuelve en eso, yo lo enco- miendo á Dios y á V. m. que ordene de lo que me esté mejor para el servicio de Nuestro Señor y su Iglesia. Y lo mismo digo acerca de la consulta: que Nuestro Señor me en- camine aquello con que le tengo de servir, y desvíe lo con- trario. Otros entiendo ser de otro parecer que v. m.; em- pero mas me aterné al de v. m., que bien mira mis cosas mas de cerca y con mas cuidado.

En cuanto al servicio que yo acá hago , como no tengo particular oficio ni administración, ni título ni otra cosa en que me emplee mas de decir mi parecer cuando se me pre- gunta, y algunas veces yo de raio dar algunos avisos y en- tretener este cuidado que aquí se debe tener de la buena corrección de todos los libros, y que no se admitan libros malos de fuera, en esto yo hago lo que puedo en lo uno y lo otro, y lo que alcanzo, con toda llaneza, limpieza y sin pasión, en lo cual confío se sirve Dios; empero fuera desto ni tengo cargo de que haya de dar cuenta, ni lo que en esto hago nace, como digo, de obligación ó vocación ordinaria, sino acaso.

El comendador mayor me hace mucha honra y merced, y rae comunica cuando estamos en un lugar algunas cosas, en las cuales digo lo que siento y entiendo desapasionada- mente, y allende desto le doy noticia de algunas personas

eclesiáslicas y seglares , idóneas á mi parecer para ser- vir ; empero todo esto es danzar sin concierto ni concer- tado.

Hay otra cosa : que el tiempo que aquí puedo ahorrar ó libertar de las enfermedades y ocupaciones , lo empleo en estudiar y escribir lo que puedo, y tengo este por especial servicio de Dios y de su iglesia en esta era. No si en Es- paña terne tanto aparejo y espacio si no me voy á la Peña, y estando allí estaré bien falto de ayudas. Siempre me he inclinado á que si v. m. pudiese con honesta ocasión enca- minarme á Roma ó á otra parle de Italia hasta estar allí si- quiera aunque fuese cosa de poco tiempo lo que allí hubiese en que servir á S. M/, y que después me quedase en Roma ó Milán por cuatro años , queriendo Dios dármelos , se po- drían hacer buenas cosas con ayuda y comunicación de buenos personajes que allí hay. Destas tres cosas, ó hacer este viaje, ó quedar aquí, ó tornar ahí, v. m., encomendán- dolas á Dios, escoja la que le pareciere mejor y encamínela: que yo en todo me remito á v. m. Esto respondo obedecien- do á lo que v. m. me manda responder, en recibiendo la que ayer recibí. Cualquiera de las dos salidas que yo haya de hacer ó para Italia ó para España, suplico á v. m. esté se- creta hasta que esté hecha; lo uno porque no se puede salir de aquí sin peligro siendo persona conocida como yo lo soy tanto que me pesa; y lo otro porque á muchos desta tierra les pesará de que yo salga de aquí, porque me tienen afición y les parece que con mis relaciones, intercesiones y otros ofi- cios que hago sin pasión ni afición, soy provechoso en ello, y desto puede tener v. m. hartos testimonios cuando fuese servido dellos, uno dellos es este de carta del doctor del Rio, de 20 de marzo , de Bruselas.

50 Capitulo lo de la posada de v. m. luego se hizo

sobre cierta cosa ,

que Arias Montano lO qUC Cl'a 06 FaZOD , }' V. íll. CS dC tOdO cl

^::^JX n^^ndo tan bien quisto que ad nomen Mon- ciavines de Bru5e- lani tamqiiam benefactoris patrice et civium omnes assurgunt et Icetantur, omnes ceríatim gratiosé cupiunt. Y si es contentamiento como en efecto lo es ser amado, no ha pasado de España acá muchos años ha á quien mas y quieran ni de quien mejor opinión tengan, esta es la pura verdad. Otro capítulo La mcrccd que v. m. hizo á aquel genlil-

locante una provi- , , ^ . , t o

sion en Brujas de un houibrc Curtevilla para raí es tan grande

burgomaestre del i -i n

Sur como SI yo propio la recibiera, y por ella

beso á V. m. muchas veces las manos, y me crea que lo que por manos de v. m. Su Es- celencia hiciere , será acertado , y de lod os mas aceptado porque entenderán que no hay otra cosa de por medio que la virtud.

Semejantes testimonios podrá v. m. tener allá del señor Juan de Vargas y de Roda acá y de los demás que tienen parte en gobier- no ó en consejo, de donde entiendo les daria tristeza mi salida de aquí, y por mi natural terneza me daria pena grande; yo no rehusí» el vivir desterrado de mi tierra como pueda emplear mi peregrinación en manera que con ella llegué á la verdadera patria que para siempre ha de durar, aunque amo mu- cho á mis hermanos, y deudos y señores y amigos, empero Dios se ha de anteponer.

Presto placiendo á Dios se comenzarán á imprimir mis Elucidaciones sobre los cuatro Tomo XIJ. 20

506

Evangelistas, que ya eslá sacado el privilegio y aprobada la obra, y al presente está en poder del obispo para la con- firmación de la aprobación. En Isaias llego al capítulo 25, bendito Dios, con cuyo favor deseo acabarlo, si tuviese tiempo para ello. Doy cuenta á v. m. de todos mis desig- nios para que los encamine y favorezca por la vía que me- jor le pareciere.

Acá se han derramado en estos dias algunas cosas con- tra la estimación del duque d'Alba y de su hijo , y del li- cenciado Vargas y de los demás sus ministros, las cuales he tenido y tengo por falsas, y ansí las contradigo abierta- mente. Han venido de allá las simientes dello, y no lo pue- do creer, porque entiendo el duque llevó de aquí su con- ciencia saneada, y que hizo cuanto pudo por curar esta república, la cual se enfureció como frenética, aborreciendo al médico, y no dejándose curar del. Dcsto pudieron nacer trabajos é inconvenientes por nuestros pecados, y tengo para por cierto que es y ha sido ira de Dios , el cual hiere mas no á dos manos, porque al presente ha dado una grande sobardada á nuestros enemigos con esta vitoria habida cerca de Nimega, sea el alabado por todo, y no nos trate según nuestros merecimientos sino conforme á su grande miseri- cordia.

Con el primero correo que parta enviaré á v. m. el bre- viario en octavo de dos cuerpos, que luego lo haré encua- dernar, y dentro de pocos dias, placiendo á Dios, le envia- ré también un rico y cumplido Teatro de Abrahamo, el cual me dio y le pagué para v. m. en buen precio antes que le diera la cadena, ni supiera della. Hésela dado con una medalla de oro de S. M/ que estima en grandísima mer- ced, y ansí lo escribirá á v, m. {)ara que en su nombre bese las manos á S. M.'': todos se lian holgado desfe honor que

50/

«

se le ha hecho por merced de S. ¡M.*, y el comendador mayor se holgó también mucho, aunque quisiera fuera mayor el don. Yo lo adorné cuanto pude con atestación déla buena voluntad que S. M.'^ y sus ministros, v. m. principalmente le tienen , y esto estima él grandísima merced.

Ya V. m. estará cansado de oir las quejas raías de no haber cumplido el tesorero mis letras pasando ya de razón y habiéndose mandado cumplir en Consejo de Hacienda. Su- plico á V. m. no cese de hacérmela hasta que se cumpla como es razón, porque estoy con mayor pena desto de la que puedo significar, y veo mi honor y mi conciencia car- gada sin culpa mia, sino por hacer servicio y cumplir con mi debido á S. M.^

Por otra pocos dias ha escrita tengo avisado á v. m. como tenia empacadas las Biblias para el inquisidor gene- ral y para los duques, y estaba encuadernándose en parga- mino la que pertenecía al secretario, y esta semana, pla- ciendo á Dios, las enviaré á Calés para que se envíen por mar en algún buen navio inglés ó vizcaíno, y daré á v. m. aviso dello y libraré el costo sobre v. m., que allá lo cobra- rá de esos señores.

Los trescientos ducados de mi entretenimiento deste año tomaré á cuenta de los dineros de breviarios, etc., como V. m. me ordena, y sobre esto escribo á Briviesca; suplico á v. m. le hable para que esté advertido para los pasar en cuenta. Si S. M.** me hiciere en la consulla alguna buena merced enviaré á v. m. por albricias alguna buena pieza que le contente, como á autor de todas mis comodi- dades después de Dios ; y que la haga que no, todo lo que fuere mió es de v. m., cuya salud é illuslre persona y casa Nuestro Señor prospere en su servicio. En Anvers 48 de

308

abril 1574. Besa las manos de v. m. su servidor obliga» disimo, B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Acabando de escribir esta recibí una del comendador mayor de i 7 deste. Un capítulo della, después de ciertas cosas que trata, dice : ** Y para tratar de estas cosas y de »otras que son muy del servicio de Dios y de S. M."* y no «para en carta, deseo ver á v, m. ; harámela de llegarse »aquí la semana que viene, que no requiere que en esto »haya mas priesa, y con la vista satisfaré á lo demás que »en esta podría decir, digo que podría ser aquí á los 22 ó »25 deste, etc." Ansí lo haré placiendo

Sobre. Al illuslre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.** y su secretario. En corle.

Copia de copia de carta del doctor Arias Montano á S. M.^ De Ánvers á Q de junio 4574.

Pide que' se obligue al tesorero á pagar ciertas letras, cuyo plazo habia vencido, y estaban mandadas satisfacer anteriormente, tanto por el rey como por el Consejo de Hacienda.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

Forzado de la razón y justicia que tengo y de la afrenta que se me hace, y el cargo de conciencia que se me pone en deservicio de V. M.*^ y daño de terceros, me atrevo á remostrar á V. M.*^ que por servicio suyo y orden del se- cretario Zayas , con cartas que para ello tuve del tesorero Herrera , tomé aquí por abril de 72 dos mili y cuatrocientos y seis ducados para feria de octubre de Medina del Campo. Asimismo en 18 de marzo de 73 tomé tres mili y doscien-

309

los y veinte y siete ducados para la misma feria , los cuales pagué á Planlino por misales y breviarios que en aquellos tiempos se enviaron á España , y se recibieron allá , y son muchos dias ha vendidos y distribuidos. Pasé letras destas sumas sobre el tesorero , que debian ser pagadas muchos meses ha , así por ser pasado el tiempo dellas como por ha- ber mandado V. M.* que se pagasen, y ser asimismo man- dado en Consejo de hacienda. Yo he entendido que, cansados los que las han de cobrar de las dilaciones y respuestas aviesas ó secas del tesorero, ó las han protestado ó andan en eso; y no teniendo yo cosa con que sufrir el protesto si- no con la poca razón que hay de que se haga contra mí, no tengo otro remedio, sino suplicar á V. M.* mande que yo sea sacado desta afrenta, deuda y cargo de conciencia; y asimismo suplicarle me perdone con su real benignidad, si en alguna manera yo contra mi propósito y deseo paso los límites de mi bajeza en escribü* esta en semejante ma- teria á V. M.^ cuya ele. De Anvers á 6 de junio 1574.

ÓIO

Copia de carta aulógrafa del doctor Arias Montano á S. M.^ De Anvers 9 de octubre 1574.

ftecibidü en ij de noviembre.— Respondida de San Lorenzo á 29 de noviembre.

Pide licencia para salir de Flándes y retirarse á su casa. Insta porque se mande al tesorero pagar ciertas letras que habia li- brado años antes de cantidades invertidas en su comisión.

Archivo general de S¿ma?icas. Estado, legajo núm. o83.

S. C. R. M.*^

Por grande merced he tenido la que V. M.^ me ha hecho en darme licencia y mandarme que salga destos Estados (1), en los cuales ha tanto tiempo que he estado después que torné de Roma , sin ser de provecho en ellos en- servicio de V. M.*^, al cual 5^0 soy aficionadísimo y obligadísimo; em- pero por ser yo tan para poco en donde quiera que estuviere en servicios de importancia, entiendo que cada vez seré menos por irme ya cargando la edad y flaquezas della , de manera que ea una cosa sola pienso que podré servir conti- nuada y afecionadamente, que es en orar y suplicar á Dios por toda la felicidad de V. M/, que aunque indigno de ser oido por mi imperfección, espero por hacer lo que debo será aceito mi oficio á Dios y á V. M.*^, mayormente estando re- suelto de emplear los pocos dias que me quedan de vida en procurar la salud de mi ánima, recogiéndome para ello en la Peña ó en algún otro retraimiento mas apartado; y lodo cuanto he pretendido hasta agora no pasa de aquí , y ansí

(íj Añadimos esta palabra que falta en el original.

511

suplico á V. M.** por la pasión de aquel que murió por me salvar, sea servido de darme enteramente licencia para que yo me recoja y que salga ya deslos Estados. Con esta mer- ced y consuelo de V. M.^ saldré de aquí mas rico que con el cumplimiento de la mas rica protección que pudiera tener en la tierra, la cual me es Dios testigo, y será juez queja- más he tenido. V. M.* tiene grande copia de principales personajes, y muchas habilidades y suficiencias que en todas cosas de importancia le sirven y servirán en corte y fuera della ; yo como un pobre clérigo que salí de una er- mita á su servicio, me tornaré con la bendición de Dios y de V. M.* á la ermita, á servirle en lo que tengo dicho, que es cosa que mientras mas retirado estuviere , espero mejor y mas cómodamente poder cumplir.

También suplico á V. M.** como fiel criado, y que con todo mi ánimo, y honor y valor, ese poco que tengo, he deseado servir en todo cuanto he podido, que V. M.^ sea servido mandar á su tesorero que antes que yo de aquí salga, pague aquellas cédulas que por servicio de V. M.^ yo libré aquí tanto tiempo ha, que nunca se han pagado, por lo cual mi conciencia está cargada y mi honor mas empeñado de lo que fuera servicio de V. M,^, cuya real persona , corona y estado Dios para gloria suya prospere. En Anvers 9 de octubre 1574. S. C. R. M.*^ Menor capellán y criado de V. M.*^ que sus reales pies y manos besa, B. Arias Mon- tano.— Tiene rúbrica.

Sobre. A la S. C. R. M.** el rey nuestro Señor. En manos del secretario Zayas.

r>i2

Copia de carta autógrafa del doctor Artas Montano á S. M.^ De Roma á 29 de julio 1575.

Recibida último de agosto.— Respondida 7 de setiembre.

Da cuenta de la benévola acogida que le han dispensado los sabios de Italia. Pide licencia para residir algún tiempo en Roma, á fin de acabar ciertas obras con el auxilio de las bibliotecas y del. gran número de hombres versados en todas ciencias que vivian en aquella corte, Manifiesta su disposición á aceptar cualquier empleo en que poder servir al rey y al Estado.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. S83.

S. C. R. M.*»

El secretario Zayas , ansí por cartas del comendador mayor como por Jas mias, habrá dado razón V. M.** de mi , venida por Italia á causa del peligro evidente de Francia, y de como llegando á Milán y no hallando conmodidad de embarcación por causa de las revueltas de Genova, vine á ganar el jubileo desle año santo en Roma, y á presentar al Papa algunos escritos mios que este año han salido á luz. Yo he sido bien recibido en toda esta Italia donde era cono- cido, y mas. aquí en Roma, de todos estos personajes eclc- siíisticos y seglares que tienen gusto de los estudios en que me he empleado , cuyas aprobaciones y exhortaciones me animan á que pase adelante en algunas cosas que tengo comenzadas, á la empresa de las cuales me ha forzado mi conciencia contra la cual no puedo hallar resistencia, enten- diendo que Dios será servido y su Iglesia católica, en que yo emplee el tiempo que me fuere posible en este ejercicio; y

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esla sola consciencia me ha hecho que yo haya escrito tantas veces á V. M. y á sus ministros, personas eclesiás- ticas suplicando licencia para me recoger en la Peña ó en otro tal recogimiento. Vista la disposición que aquí hay, y la comodidad de bibliotecas raras y copia de hombres estu- diosos en todas facultades y lenguas, he entendido que en dos años que aquí estuviese y aun en menos, por merced de Dios, podría acabar algunas obras que tengo entabladas y juntamente irlas mostrando á los censores que aquí están conslituidos, para que como yo las fuese haciendo, ellos en el mismo tiempo las fuesen viendo y en breve saliesen con la aprobación y autoridad desta santa iglesia para cuyo ser- vicio general yo las he comenzado. Suplico á V. M.*^ por honor de Dios que es solo el que á esto me mueve y ningún otro interese ni respeto humano, sea servido de me dar esta licencia con la limitación que le pluguiere, en la cual me esforzaré con las fuerzas que Nuestro Señor me dará, á concluir algunas cosas por las cuales los presentes y veni- deros entiendan que V. M.*^ tuvo criado que empleaba en utilidad pública y servicio de la iglesia católica ansí en el ministerio de las letras como en lo demás; y puesto que de- lante de Dios declaro á V. M.*^ que no pretendo dignidades ni aventajamienlos en la tierra, ansímismo afirmo que no rehusaré cualquiera servicio suyo y de la república en que V. M.*^ sea servido de emplearme, si entendiere ser yo para servir en algo que sea de importancia ; la hora que haya cumplido con este pleito que traigo con mi conciencia acerca del servir á la iglesia en esto que he comenzado; porque son sin número las cartas que de todas partes recibo, de hombres siervos de Dios que me encargan la conciencia para que yo pase adelante con estas obras. Prospere Dios la vida, felicidad y reales empresas de V. M.** para bien de

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su iglesia ciisfiana y gioria de justo nombre. En Roma 29 de julio 1575.— S. C. R. M.** humillísimo criado de V. M.** que sus pies besa, Benito Arias Montano. Tiene rúbrica. Sobre, A la S. G. R. M.*^ el Rey nuestro señor.

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Za- yas. De Roma á 6 de agosto de 1575.

(Recibida en 13 de setiembre.)

Ruégale que medie con el rey para que le conceda la gracia de permanecer en Roma siquiera un año, á íin de continuar sus tra- bajos en la Biblia.— Reclama nuevamente la satisfacción de las deudas que contrajo en Fláades. Dinero que ha recibido del Co- mendador mayor á cuenta de su entretenimiento.

' Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm 583.

ILLUSTRE SEÑOr.

Con tres ordinarios he scrito á v. m. dándole razón de mi estada en Roma por agora, y del contento que han teni- do lodos estos personajes y hombres doctos con mi venida aquí, y del aposento que tengo, y suplicándole me la hiciese en ganarme la gracia de S. M.^ para que yo me detuviese aquí algunos dias, hasta dar fin á ciertos escritos que para servicio de la Iglesia católica tengo comenzados, por hallar aquí buena comodidad de libros y copia de hombres studio- sos y afeccionados á ayudarme; y la semana pasada envié á V. m. una mia para S. M.^ suplicándole, si le pareciese, se la presentase; porque tengo confianza que S. M.** leyéndola me haria esta merced, entendida mi intención, á lo menos

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por dos años ó año y medio; porque si en este tiempo se ofreciese materia alguna de servir á S. M.'' en Fiándes, ó en España ó en Italia en servicio que fuese de su gusto, yo no rehuso trabajo alguno mientras viviere, y solo deseo no perder tiempo desta breve vida, que pueda emplear en cum- plir con mi conciencia en razón de mis estudios y de lo que debo y deseo á la iglesia. Agora suplico á v. m. que, aunque sea por un año no mas, alcance esta licencia y gracia de S. M."^, porque yo no querría hacer cosa en otra manera, y podría, teniendo salud, con el favor de Dios, concluir con Isaias y lo que me queda de las elucidaciones del Nuevo Tes- tamento. V. m. tome esto como negocio en que yo pienso y deseo servir á Dios , y con este presupuesto lo remito todo á lo que yo entiendo v. m. me desea y me la haga de me screbir en breve.

Y ante todas cosas procure de que yo salga de la obli- gación que tengo en Fiándes acerca de aquellos dineros; porque me aflijo mucho con el cargo de la conciencia, y de ' la honra y crédito que me impwta en esto que yo no debo y estoy obligado á cumplir.

Con esta envío la carta del comendador mayor que en la semana pasada escribia enviar á v. m., y por descuido la dejé fuera del pliego.

Ya escribí á v. m. como yo habia recibido del comen- dador mayor quinientos escudos de 39 placas por razón de mi entretenimiento, que eran los trescientos escudos, y el resto para ayudar á pagar mis deudas y hacer mi viaje; porque yo no le pedí cosa mas que mis gajes y la paga de algunas cosas que habia comprado para S. M.^ y su servi- cio. Preguntándome él que cuanto quería, le respondí que lo que yo merecía que era nada, y ansí se hizo como yo lo dije.

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El papa ha tenido acá ciertas demandas con el embaja- dor y conmigo acerca de mis acomodamientos y empleos. El embajador le respondió lo que era. Prospere nuestro Se- ñor la ilustre persona y casa de v. m. en su servicio. En Roma G de agosto 1575. Illustre señor. Besa las manos de V. m. su servidor afeccionadísimo, B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. Al illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.*^ y su secretario, en Madrid.

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano al IluS'

trisimo y Reverendísimo señor el obispo de Cuenca. De

Roma á i2 de agosto 1575.

( Recibida en 13 de setiembre.)

Rumores levantados dentro y fuera de España por el maestro León de Castro contra la Biblia. Pide consejo sobre lo que deberá hacer para que se ponga en claro la verdad.

Archivo general de Simancas.— Estado, legajo núm. 583.

ILLÜSTRÍSIMO Y REVERENDÍSIMO SEÑOR.

Cuasi por todo este postrer año que he estado en Flándes he sentido un grande rumor que un maestro León de Castro que vive en Salamanca, ha levantado en aquella univer- sidad, reprendiendo y desacreditando la mayor obra que jamás en género de letras ha salido al mundo impresa, que es la Biblia Real que S. M.** para beneficio de la cris-

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tiaudad mandó imprimir en Anvers por iiiinislerio mió; y según he entendido el asa que ha tomado para decir mal della ha sido ver allí en el Aparato una parle de la Biblia de Sáneles Pagnino, que se puso en aquel lugar por petición de muchos varones doctos, y por consulta y votos de las univer- sidades de Lovaina y París, en la parte que se intitula Exer-- cilatio linguarum; y como las cosas de vituperio crecen caminando por las tierras, esta sonó mucho en Flándes, y tuve noticia del origen della, aunque no muy especificada, por cartas de Paris; y para acudir á esto habia pedido li- cencia á S. M.*^ para tornarme á Espaíía ; con propósito y deseo de recogerme en mi Peña , y antes desto quejarme á Vuestra Señoría Ilustrísima del desacato del maestro Leoii contra toda la Iglesia y contra el servicio de S. M.** C. y contra el honor de España , de donde la primera y esta segunda vez se ha comunicado este tesoro á la cris- tiandad, y suplicarle que le mandara dar dello razón de- lante de personas dotas y desapasionadas y bien instruidas en la facultad de las lenguas, y que yo también respon- diese lo que alcanzase dello, y conforme á verdad y equi- dad S. M.**, cuya obra es esta , y V. S. lllm.' con su autori- dad y como quien es, mandase poner el medio ó remedio para que no pasase adelante la intención de León , que ha sido de infamar esta santa obra, y con ella á y á to- das las personas que, por servir á Dios y por el bien público, han trabajado y entendido en ella. Con tal propósito partí de Flándes este mes de mayo y vine por Italia para evitar d peligro de Francia. Hallando en Milán aviso de mal aparejo de embarcación á causa de las revueltas de Genova, vine á Roma con deseo de ganar el jubileo deste año santo; por- que de muchos airas deseaba hallarme aquí en tal tiemp, y entrando en Roma hallé que entre todas las naciones que

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aquí habia eslaba derramado esto del maestro León , y que lodos los cardenales y otros personajes que habían sido cen- sores desla obra , cuando aquí fué recibida y aprobada por Su Santidad, estaban escandalizados é indignados por esta causa, y que Su Santidad lo sabia también, y todos rae preguntaban qué fuese esto ó qué fundamento tuviese, y quien era el maestro León. A los cuales no pude satisfacer con decirles ser imaginación y porfía antigua suya contra todas las versiones latinas y entre ellas contra Sanctes Pag- nino, y que en España era muy conocida su condición, y que yo creia estaban allá bien enterados de lo que él pre- tendía y lo tenían bien visto, y no era otra cosa que rumor, el cual se desharía fácilmente, vista la obra por los hombres dotos que allá hay , (X)mo ha sido vista por muchos aquí en Roma, donde hay cerca de sesenta Biblias destas en po- der de cardenales, colegios, moneslerios y letrados. No pude con esto satisfacerles, porque me dijeron que en Roma habia cartas de León y otros mandados y negocios de su parte, con que procuraba levantar aquí mayor escándalo y ruido que en España, y que á esto ayudaba mucho ser él menos conocido aquí; empero que en manos de personas de crédito se habían visto aquí cartas suyas por las cuales pre- tendía encender aquí este fuego de infamar aquella obra, y de resurtida á y á todos cuantos hubiesen trabajado en ella, y que se entendía ínsistia en hacer preyudicios de la edición vulgala , y condenar todas cuantas otras versiones hai)ia de Sagrada Escritura, y entre ellas la de Sáneles Pagnino, que es la quél tachaba en el Aparato sacro de la Biblia Real, y que convenia que aquí se viese esta cosa, en donde, después que se concluyó el Concilio de Trento , está instituida por los pontífices una congregación de cardenales, prelados y dotores, cu la cual se trata de la corrección de

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la Vulgata , y por consecuencia de las otras versiones, por- que la definición destas correcciones pertenece á esta Sánela Sede Apostólica.

Habiendo pues yo manifiestamente visto lo que aquí en Roma y en toda esta Italia , se ha derramado por parte del maestro León, que es mucho mas que lo que se ha sparcido por España, y que esta causa de las Biblias y versiones se está aquí juzgando en particular congregación instituida para esto , y que Su Santidad, como supremo en esta causa, tiene grande cuidado della, he determinado dar cuenta desto á Vuestra Señoi'ía illustrísima como á señor mió , y suplicarle, puesto que yo jamás le haya servido sino átenlo á que esto toca al servicio de Dios y al bien universal de la Iglesia católica, y al renombre de S. M.'', y á la autoridad de nuestra nación, de la cual ha salido este bien para la cris- tiandad, primeramente del cardenal Jiménez que imprimió esla Biblia, y después de S. M.** que con tanta riqueza la instauró y augmentó, sea servido de favorecerme con justi- cia, mandándome avisar lo que debo hacer para que con brevedad y equidad consiga mi fin en servicio de Dios y de S. M.*, y se deshagan con entera luz estos nublados que, como yo creo, el enemigo de la Sagrada Escritura ha procu- rado levantar contra ella, aprovechándose del celo del maes- tro León, que parece cierto ser celo, y Dios con la verdad aclarará si ha sido secumdmn scientiam. Y porque yo creo que habiéndose comenzado este ruido en Salamanca y lle- gado á esa corte, y derramádose por España y hasta Flándes, Vuestra Señoría Illustrísima lerna entera noticia dello, por la misma gloria de Dios le suplico sea servido de mandarme dar aquella parte desta noticia que para servicio y gloria de su Divina Majestad me sea á útil y necesario tener, sin perjuicio ni daño de León ni de otra persona alguna;

porque no pretendo olra cosa que la claridad de la verdad, ni soy perseguidor de emulaciones y enemistades, ni tengo condición ni disciplina para empecer á ninguno que me ha- ya hecho ó quiera hacer mal , y mayormente en este nego- cio que á por mi particular me importa muy poco, qui- tado de por medio la gloria de Dios, el provecho de la Igle- sia y el servicio de S. M.^, lo cual todo excusará delante de Vuestra Señoría Illustrísima este atrevimiento que ansi se podria llamar, no tocando esto como toca tan de lleno á las parles que tengo propuestas, y si locara á mí, solo confio no fuera interpretado por tal nombre de Vuestra Señoría Illus- trísima, por ser quien es y saber qué cosas son razón, jus- ticia, verdad y mundo, mayormente si estuviese enterado de la simplicidad y claridad con que vivo en el mundo y he vivido, como lo son enterados algunos que me conocen.

Mientras en esta corte estuviere y donde quiera que Dios me tuviere, en España ó fuera della, tiene Vuestra Se- ñoría Illustrísima en un afeccionadísimo criado y cape- llán , y terne por grandísimo regalo verme empleado en su servicio , cuya illustrísima y reverendísima persona y casa prospere Nuestro Señor largos tiempos para gloría suya y bien público. En Roma 12 de agosto 1575. Illustrisimo y reverendísimo señor. Besa las manos de Vuestra Señoría Illustrísima su capellán, B. Arias Montano. Tiene rú- brica.

Sobre. AI Illustrisimo y Reverendísimo Señor el obispo de Cuenca, Inquisidor general en ios reinos. En propia mano. En Corle.

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Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Za* yas. De Roma á i9 de agosto de 1575.

(Recibida en 13 de setiembre.)

Pide justicia contra los agravios que ha pretendido hacerle el maes- tro León de Castro. Insta por el pago de las letras que debió ya haber satisfecho el tesorero marqués de Auñon ; y ruega que encomiende á Lastanosa que solicite hasta el fin este negocio.

Archivo general de Simancas. Estado , legajo núm. 583.

ILLLSTnE SEÑOR.

Yo suplico á V. m. por Dios Nuestro Señor, al cual todos debemos obedecer, amar y servir sobre todas las cosas, que no interpi-ete carta alguna de cuantas le he escrito de aquí de Roma ni de otra parte, á otro fin ni motivo sino al que en ellas declaro, de sei-vir á Dios y á su Iglesia católica, en la cual nací y vivo; porque de todas mis pretensiones este es el fin: cumplir con mi conciencia y satisfacer á lo que buenos y doctos y gente amiga de la simplicidad cristiana me han escrito, aconsejado, exhortado y aun reñido; que esta con- ciencia me hace que yo procure no perder el tiempo que pudiere emplear en los estudios para este efecto; y puesto que esto no se entienda por agora en España, de que no me maravillo, en algún tiempo se entenderá, aunque pienso bien que no falta también allá quien lo entienda ansí ; empero obligado soy no solo á los cristianos de España sino á los de otras parles que desean esto, y principalmente los que en esta iglesia tienen preeminencia y conocimienlo juntamente de Tomo XLI. 21

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sacras lelras, y por solo esto he suplicado á S. M.'' primera- mente por licencia para estar aquí hasta dos años, ó año y medio ó uno entero, con la voluntad de Dios que me quiera dar vida, y por solo esto he pedido después la licencia y favor para tratar aquí desta causa que León por solo su consejo ha querido mover; y no contento con lo que ha esparcido por España, ha deseado y procurado hacerme aquí mas mal, y emprendido una cosa que no le era á él lícita, estando aquí en obra un juzgado sobre materia de que él ha querido ha- cer perjuicio, y no es razón ni servicio de Dios ni de S. M/, ni honra de España que esto haya aquí pasado sin que se aclare y se entienda si hay algo y se remedie; y si no es la cosa cual él se imaginó, que ansí también se declare y sé- pase quien es el que lo inventó y sus condiciones , y no se diga públicamente por Italia y Alemania y otras partes, que los españoles se comen unos á otros; porque no lo hacen todos los españoles, y hay muchos mansos y modestos y bien intencionados por uno que se muestre al contrario. Yo no pediré jamás otra cosa que justicia con buena inteligencia de las cosas. Suplico á v. m. á entender esta mi inten- ción á S. M.^, la cual es, delante de Dios, de servirle en todo y por todo; y porque y tengo por evidencia que en lo uno y en lo otro será S. M.^ católica servido para el presente y para la posteridad, le he suplicado lo conlenido en mis pasa- das , y Dios no me lo que me importa para mi salud del ánima si Otra es mi intención.

Primeramente le supliqué por el tiempo que señalaba; porque no pretendiendo yo cargos ni dignidades ni otras cosas que S. M.^ tiene para hacer merced á los que la me- recen, de la cual yo me estimo por indigno, todo es uno ser- virle en ausencia ó estar en su corte donde están de mejor gana los que son dignos de semejantes mercedes, pues de

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presente yo no hallaba en España ni en Flándes materia en que yo pudiese emplearme en su servicio, la cual perdiese sazón por un año ó dos mas; es verdad que en las cosas ecle- siásticas y de disciplinas de letras yo pudiera haber servido mas y continuado el servicio si hubiera tenido alguna au- toridad: con no tenerla hice lo que me fué posible, y ansí en las cosas de Anvers, públicas, donde la gente me tenia afección, por persuadirse que yo era desinteresado y no mal intencionado, y ansí les desnudaba ó me desnudaban sus pen- samientos los buenos de aquella villa y el magistrado; empe- ro fuera de allí no creo al presente haya en España materia para la cual no haya muchos de mas partes y mas suficiencia que yo. Delante de Dios digo que si pensase otra cosa, no diria esto ni dejarla un punto de servir en lo que con buena posibilidad rae fuese dado ; porque que no nacieron los cristianos para estar en ocio, sino para servir á Dios y á su república, cada cual con lo que Dios le repartió. Esto es cuan- to á mis ocupaciones; cuanto toca á la Biblia en la cual aquel buen hombre con su celo que él llama, ha querido poner tacha dañosa y fea , no entiendo, pues él no se con- tentó con lo de allá, sino procuró pasar tan adelante acá, pueda dejar de volver por lo que en mi conciencia entiendo tener la razón por parte desta obra; y si otro entiende mas y me mandan que haga otra cosa, con ser enseñado que es otro lo conveniente y ser mandado, habré cumplido con Dios y con las naciones á cuyas noticias esto ha pasado.

Yo me he hallado en la plaza desta justa y debo opo- nerme á ella, pues tengo la causa dello y no he sido el que levanté el polvorino.

Empero ni para esto ni para otra cosa yo puedo tener tiempo, lugar, ni libertad ni juicio, si S. M.** no manda que sea yo ya finalmente fuera del agravio que hasta agora me ha

hecho y continuado su tesorero el marqués de Auñon, de no pagar aquellas letras por las cuales yo en servicio de S. M.** estoy obligado; porque yo salí de Flándes habiéndo- me V. m. certificado por sus cartas que ya estaba esto éon- cluido; y puesto que salí secreto por causa de los peligros del camino, yo di cuenta de mi viaje á los acreedores aun- que no les declaré para donde, sino pedíles licencia por cin- co meses, pasados los cuales, si no fuesen ellos pagados , me obligué á ley de hombre de bien y cristiano ponerme pre- sente en su poder hasta que ellos estuvieren satisfechos; y agora cuando tenia esta deuda por pagada y á por libre deste embarazo, tengo cartas de Flándes en que refieren aviso de Medina de 41 de junio no solo de no eetar pagados, mas ni aun sacadas las libranzas del Consejo para que se pague conforme á como se mandó y ordenó, aunque tengo por cierto que v. m. hará que yo no padezca mas. En este particular escribo al presidente Ovando.

Suplico á v. m. encomiende á Lastanosa que le la carta y solicite hasta el cabo este negocio, porque yo no hice mi deber en salir de Anvers sin estar pagada esta deu- da, y no hiciera tal falta si no tuviera por cierto lo que tan afirmadamente se me habia escrito. Ninguna honra se me puede hacer después tan grande que cubra la fealdad que yo siento me será faltar mi palabra y confianza que de se tiene, de que no he de hacer villanía, ni agravio, ni enga- ño á persona. Prospere Nuestro Señor la illustre de v. m. y su casa en su servicio. En Roma 19 de agosto 1575. Besa las manos de v. m. su servidor obligadísimo, B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. Al illustre señor Gabriel de Zayas, del Consejo de S. M.** y Stados. En corte.

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Copia de carta autógrafa del doctor Artas Montano á Zayas. De Roma á 26 de agosto de 1575.

(Recibida en 37 de setiembre.)

Reproduce lo dicho en otras cartas anteriores respecto al maestro León de Castro y á las deudas que tiene contra en Flándes.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILLUSTRE SE.NOH,

Cuatro ó cinco veces he escrito á v. m. consecutiva- mente en estas semanas pasadas, dándole aviso de mis in- tentos acerca del servicio de Dios y de su Iglesia y del de S. M.*^, y últimamente le declaraba la razón que yo tenia de querer que estas tinieblas que el buen León ha querido esparcir por el mundo conti'a el honor de S. M.*^, infamando la Biblia ó algunas partes della, se aclarasen como, bendito Nuestro Señor, por acá se tienen aclaradas, y lo estarán mientras no muestre León mas de lo que ha mostrado, y si lo mostrare, también; y esto supliqué á v. m. fuese con todo secreto y buen consejo, como convenia. Todo esto fué presuponiendo que yo estaba ya libre de Flándes por agora, y quedaban asentadas las cosas de allá que á tocaban, ma- yormente las deudas de S. M/ sobre mi crédito , por ha- berme escrito V. m. y Lastanosa que bien podria salirme de allí, porque ya estaba del todo concluido este negocio, puesto que yo quedaba obligado hasta que se pagasen, mas que la paga era cierta. Agora paréceme que no lo es, y que yo estoy como merezco obligado y reobligado é inhabilita- do para hacer cosa alguna antes que salga desle trabajo,

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que para mi lo es y será muy grande; si saliere del y me quedare vida y fuerza, haré lo que pudiere en lo demás , y si no, con mi buen propósito espero agradar á Dios, ya que no agrade á las gentes que juzgan de las cosas como se les antoja.

Yo escribo á S. M.** acerca desta mi desgracia, y por- que no parezca que hace v. m. tanto mis partes, ó que es autor destas mis querellas, le envío mi carta por mano del Sr. Santoyo. A v. m. suplico cuando á su noticia ó comi- sión viniere este negocio , haga lo que entendiere ser de conciencia y del servicio y honor de S. M.^

Maravillado estoy de no haber tenido letra de v. ra. después que estoy en Roma. Prospere Nuestro Señor la ilustre persona y casa de v. m. en su servicio. En Roma 26 de agosto 1575. Besa las manos de v. m. su servidor afeccionadísimo , B Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. Al ilustre señor Gabriel de Zayas , mi señor, del Consejo de S. M.*^ y su secretario.— En corte.

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á S. M.^ De Roma á 20 de octubre 1575.

Muestra su conformidad en volver á España para desempeñar cierta comisión que trata de confiarle el rey.

(Recibida & 28 de noviembre.)

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. S83. S. C. R. M."*

Luego que recibí el mandato de V. M.*^ por la carta que me mandó escribir á 7 del pasado, dejados todos los demás

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propósitos que me parecía ir encaminados al servicio de Dios y de V. M/, me afirmé en solo el de la obediencia que á- V. M.^ debo, y no trato de otra cosa que aprestarme para ir á servir en lo que V. M.** me mandare; y con este inten- to hablé luego á don Juan de Zúñiga, embajador de V. M/, mostrándole su mandato y pidiéndole consejo y ayuda para mi pasaje. Háme respondido que cree habrá presto comodidad de galeras en Givitavechia, porque en Genova no le parece la puede haber tan pronto por causa de las revueltas que allí hay. Aunque luego di aviso al secretario Zayas de mi determinación, me pareció debia escribir esta á V. M.* para significarle mi prontitud en su servicio y para hacer lo que soy obligado según mi conciencia, pues V. M.^ ha sido servido de tenerme por hombre de confianza para este negocio de las Centurias, y es que siendo el servicio de V. M.** que esto se ponga por obra, entiendo, según lo poco que al- canzo, que antes que se publiquen las personas que han de ser nombradas para esto, importa que V. M,*^ sea advertido de algunas particularidades de buena consideración, por las cuales se podría mejor y mas presto y mas claramente expedir esta empresa , y estas no son para carta ó á lo menos para que otra persona las entienda primero que V. M.**, y. no se perderá tiempo en que no se publique esto ni se nombren las personas antes de mi llegada á España; porque antes se ahorrará tiempo en acertar con el modo si no me engaño yo, y creo no me engaño, por tener noticia alguna destas materias y de las gentes en cuyo favor y con- tra quien se emprende este negocio, el cual deseo que salga tan acertado como otros muchos que V. M.'^ en servicio y gloria de Dios ha tratado acerca de la religión, y felizmen- te han sucedido. Prospere y ensalce Nuestro Señor la real corona de V. M.^ con todas sus empresas en su servicio. En

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Roma 20 de octubre i575.— S. C. R. M."— Capellán y criado de V. M.** que sus reales pies besa, Bened. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. A la S. C. R. M/ del rey nuestro señor, en su mano.

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Zayas, De Roma á 24 de diciembre 1575.

(Recibida tn 23 de abril 1576.)

El maestro León de Castro. Grandes elogios hechos á la Biblia Regia por un príncipe napolitano.

Archivó general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILLUSTRE SEÑOR.

He estado estos 17 dias pasados encerrado en mi mo- nasterio de Santa Práxedes sin venir á Roma, como lo hago todo el tiempo que lo puedo excusar, y siempre he deseado tener aviso de la salud de v. m. y de todos esos mis señores y de las cosas que me tocan á mí, especialmente de la paga de aquellas leti'as por las cuales estoy en deuda y vergüen- za, y también de la resolución y mandato de S. M.*^ acerca de lo que yo debo hacer aquí en procurar que se allane lo que el maestro León ha querido revolver y levantar sobre la impresión de la Biblia ; porque aunque yo creo que en esta hora él no quisiera haberlo comenzado, no es ya parte para recoger ó deshacer el ruido que ha hecho, pues donde menos ha sonado ha sido en España , y todas las otras na- ciones están muy sentidas dello por parecerles que da á en-

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tender estar todos ciegos, y que él solo tiene ojos; y como esto ya no es cosa particular sino general de la Iglesia y de todos los estudiosos, y loca al servicio de Dios y de S. M.**, á todos parece no conviene que se deje de ver en este juzgado de la Sede Apostólica, donde esta obra fué pre- sentada, vista y aprobada, y á la cual principalmente per- tenece esta causa como a madre y protectora de la verdad católica. Cuanto á ni me hace esto ni me deshace, ni lo que aquel buen hombre tacha me toca en arte ni en parto como á autor; empero tócame en que he sido ministro de S. M.** en este grande beneficio que va hecho al mundo, y en la gloria que de aquesta obra ha ganado, y en que es- pero en Dios de saber dar razón della donde me fuere de- mandado, ansí de lo que hay en ella ajeno como de loque hay mió. Hoy rae ha dicho el cardenal Sirleto que un prín- cipe del reino do Ñápeles pidió esta semana le dejasen ver la Biblia que S. M/ habia enviado al papa, el cual dice que es muy docto , y habiéndosela mostrado dijo cosas en loor della , que todos quedaron muy edificados de que entre los seglares también fuese tenida en tanta estima. Yo estoy esperando de hora en hora el mandato de S, M.'' para cum- plir y servir lo que en fuere.

Viniendo á esta hora á casa del seúor embajador, me dijo se partía luego un correo, y ansí escribí esla de priesa en su casa para suplicar á v. m. si no me hubiere enviado reca- do ó escrítome cuando este llejáre, tenga cuidado de mí, que no deseo otra cosa mas por agora que el cumplimiento de aquellas letras, y saber si he de detenerme aquí ó irme, para ordenar lo que me conviniere, ó para lo uno ó para lo otro.

Lo de las Centurias será cosa mas larga que v. m. piensa, y de menos efecto de lo que se estima. Acá lo toman

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de otra manera que allá; por mucho que yo viviese no creo que en mi vida veré el fin que esta cosa podrá tener, sin que haya mas que hacer en ella, y ansí lo entienden aquí. Dios lo encamine todo como sea mas á su servicio, y pros- pere la illustre persona y casa de v. m. A todos esos mis señores beso las manos. En Roma, víspera de Navidad, 1575. Besa las manos de v. m. su servidor afectísimo, B. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. Al illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.*^ y su secretario de Stado. En corte.

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Zayas. .f,' De Roma á 22 de marzo 1576.

Fallecimiento del Comendador mayor. Pide que se le algún em- pleo en Flándes. Biblia. Centurias.

Archivo general de Simancas. Estado , legajo núm. 583.

ILLUSTRE SEÑOK.

Para t. m. solo.

Un dia antes de la fecha desta ha llegado aquí la nueva triste para del fallecimiento del Comendador mayor, que me ha dado grande pena y turbación después de la particu- lar afición que le tenia , por causa del trabajo de aquellos Estados, pues los tenia bien conocidos, y suficiencia y pacien- cia para llevar tantas pesadumbres como allí se le cargaban encima, las cuales creo fueron la ocasión natural de su muer-

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te , rnayormenle la materia de dineros que él habia tomada para servicio de S. M,** allí , que era grande suma, y mucha» veces me dijo que sería bastante causa para matarlo el fal- tarle el crédito por no cumplir en España; y después que se detuvieron las pagas, me habia escrito la aflicción en que es- taba con deber sobre su palabra dos millones y doscientos mili ducados, y que andaba tan triste y desasosegado por esto y por los trabajos de la tierra, que recelaba la muerte presta, porque tenia la sangre podrida, y estaba todo lleno de sarna. No un mes que tuve esta carta. Dios perdone su ánima y lo lleve al descanso verdadero, pues todo lo demás es burla, y el mismo Señor provea á S. M/ de otro buen ministro, temeroso de su consciencia, amador de su rey y del bien público, inteligente, y diligente y pa- ciente.

He entrado en grande cuidado después que aquí llegó esta nueva , principalmente de las cosas de aquellos Esta- dos, porque los amo por ser cristianos y vasallos legítimos de mi rey, y gente de suyo sencilla y fácil de guiar al bien, aunque la malicia de los tiempos que corren ha podido da- ñar mucho en su facilidad.

El otro cuidado es de mis cosas, que todas las resumo en verme desempeñado mi crédito y palabra , y descargada mi consciencia, con el cumplimiento de aquella deuda que se debe en Flándes por servicio de S. M.**, por la cual es- toy preso en Roma , y si á esta hora es ya pagada en Es- paña, sería toda mi redención y el fin de mis cuidados par- ticulares por agora; empero, si no es aún pagada, con es- tas mutaciones y necesidades nuevas de Flándes, yo recelo que andará la cosa á la larga, y me costará también la vida á , que por ventura fuera de algún mas servicio á Dios y á su Iglesia católica , para la cual yo deseo cuanto reposo de-

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seo, y que ó yo habré de quedar aquí en Roma preso y pobrí» simo y afrentado, ó lo que será menos mal, tornarme preso á meter en poder de los acreedores en Flándes , que al fin me habrán por fuerza de hacer cumplir mi palabra y obliga- ción que les dejé escrita, prometida y jurada. Y habiendo esto de ser ansi , ya v. m. cuál sería el fin de mis jor- nadas, trabajos y servicios, y cuan honroso para mis deu- dos, y mas para v. m. de ningún contento, pues en la tier- ra, después de Dios , no tengo otra persona á quien deba cuanto soy, y el honor que los buenos me hacen sino á v. m.; y lodos entienden que solo v. m. es mi autor y patrón. Si á V. m. ansí le pareciese y pluguiese , podria haber un medio en esto, aunque con trabajo mió, empero, según confío, no fuera del camino para servicio de Dios y de S. M.'', y me- nos quiebra de mi honor, y dar menos materia de envidia á aquellos que por particulares pretensiones me la tienen, pues S. M.'' ha de proveer nuevo gobernador para Flándes, nombrarle y juntarle personas para diversos ministerios, que yo saliese de aquí para allá por mandado de S. M.**, con al- gún nombre de ministerio en que no se hubiese de entreme- ter materia de hacienda, porque esto no lo quiero ni me per- tenece; mas el gobernador de aquella tierra tiene grande ne- cesidad de una persona que le ayude y administre en las co- sas eclesiásticas y de letras, porque importa mucho esto para el bien de la cristiandad y de los Estados, conviene á saber ; las cosas siguientes en que yo entendí allí por man- dado del duque d'Alba, y por comisión del Comendador ma- yor, de tal manera que no creo fueron mal servidos ni acertaron mal por ministerio mió.

Quien tenga cargo de la materia de los estudios , libros, librerías , é imprentas , y correcciones , y repurgacioues , y prohibiciones, de parte de S. M.^• porque esto se introdujo

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allí en mi tiempo y se hizo mucho en ello, y por merced de Dios lo administré de manera que no lo contradijeron, sino hubo grande obediencia, tanto en eclesiásticos como en se- glares, y grande diligencia y conformidad en la ejecución, y se hizo mucho provecho, y se es necesario que S. M.*^ sus- tente esta autoridad allí por su parle, porque yo asistía ea su nombre, y el obispo de parte de la iglesia.

Que tenga cargo de conocer las personas eclesiásticas y estudiosas de cualquiera grado y condición que sean, para la elección y provisión de los bcneflcios, y prebendas y lectu- ras, y otros semejantes ministerios, pues va tanto en esto pa- ra el servicio de Dios y buena administración de todo, y que con su aviso y cnr;;o de su consciencia se descargue la de S. M.*^ y de su gobernador, nombrando tales personas cua- les convenga, ó las que mas idóneas se hallaren: digo que él sirvadeinformadordeslo al gobernador, que importa mu- cho, porque aunque en este consejo entran los presidentes Viglius y los del Consejo privado alguna vez, empero estos ordinariamente se inclinan á sus parientes, amigos y enco- mendados y presentadores, etc. E yo, bendito Dios, de mu- chos que informé no tengo consciencia de haber acertado mal, ni los gobernadores se arrepintieron de alguno, porque por mi información hubiesen proveído; porque yo tenia catá- logo de todos los hábiles, y de sus virtudes y vicios, hecho con diligencia y grande secreto, y conocía á los mas dellos, y eran proveídos , y no sabían por donde les venían las pro- visiones.

Que tenga atención á las cosas eclesiásticas y al gobier- no dellas, mirando lo que pasa y entendiéndolo bien, ansí en lo que se predica de doctrina, como en lo que hay en las costumbres; porque con autoridad de S. M.**, añadida á la que deben tener los prelados, se hace mejor esto y se puede

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proseguir en la reformación , la cual es necesaria en tiempo <k guerra, y lo será mas también dando Dios paz y sosiego á la tierra; y siendo hombre desinteresado, puede el gober- nador hacer mucho con el que no sea presuntuoso ni mo- lesto , sino modesto y amador de la verdad, y paciente.

Que ansimismo tenga conocimiento de los seglares que se proveen ó eligen para oficios públicos; porque en esto va grande importancia para el servicio de Dios y de S. M.^, y bien y lo sabe el duque d'Aiba y sabia el Comendador ma- yor las pasiones y reveses que en esto hay acerca de los que son en el Consejo, y que la provisión de burgomaestres y esclavines de Anvers , que se hizo el año pasado, casi to- das las personas fueron las que yo informé , y las que excep- tué eran dignas de excepción; y aunque el obispo y gober- nador de Anvers convinieron conmigo en algunas, se des- viaban en lo que manifiestamente alcanzábamos ser pasión particular ú opinión.

Para esto no es menester criar nuevos oficiales, porque la gente de allá no admite fácilmente títulos de nuevos ma- gistrados, sino poner un hombre que por autoridad le baste título del Consejo de S. M/ acerca del gobernador, y tenga sus órdenes en secreto y sus instrucciones de los cabos de su ministerio , y secreta su información al gobernador de lo que hay, para que tenga luz y certeza sin pasión, cuando ocurriere la materia; y sepa este tal darse maña, que él hará mucho mas con buena conciencia y buena inteligen- cia, que con muchos títulos y ditados.

Yo tenia secreta inteligencia en todas las villas princi- pales con las personas mas bien entendidas y mas bien in- tencionadas del país, y con algunas dellas cifra. Por aquí en- tendía, y avisaba al Comendador mayor de muchas cosas primero que saliesen á luz , y de algunas dellas la manera

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como las habia él de recibir y responder , de manera que se admiraban de lo bien que lo hallaban en ello delante de- llos cuando venían á él; y deslo tiene no poca noticia Geró- nimo de Roda, y era la causa porque en todas partes hay buenos y bien intencionados , mas no se osan mostrar, por- que ó desbaratarán los negocios , ó serán después desviados de los consejos secretos de los otros, y desean hallar de quien se fiar; y por la bondad de Dios fiábanse de mí, y desto tenia yo y tengo mas y mayores prendas de las que se pueden y deben declarar por carta.

Tenia ensimismo amistad ó pública ó secreta inteligen- cia con buenos personajes de todas las vecindades, Lieja, Colonia, Cléves y hasta Alemania , y alguna en París y en Inglaterra, y ninguno lo sentía, y, bendito Dios, no dejan de reconocer esto los buenos todos , habiendo visto buenos su- cesos de mis ministerios, y ningún interese jamás en ni de honor ó ambición, ni de provecho mío. Otras cosas mu- chas puede hacer uno que tenga razonables partes y buena inteligencia y consciencia, y digo uno mas que diez , mayor- mente teniendo ya ganado crédito entre ellos, cual Dios por su misericordia y bondad me lo ha dado en aquellos países.

Pareciéndole á v. m. que yo puedo servir en algo acer- ca desto, en su mano estará persuadir á S. M.'^ que convie- ne á su servicio me mande tornar á Flándes , y me escriba con el nombre y título que le fuere bien visto convenir para su servicio; y ansí podré ir preso honradamente entre mis acreedores y los demás, hasta que se cumpla esta desgracia- da deuda, y desde allá terne mas autoridad para solicitar á Cárnica y á los otros ministros por la paga.

Cuanto á mi entretenimiento ya v. m. verá lo que es necesario: que no soy de los que pido á cuatro ni á cinco mil ducados, y por lo menos á dos mili como los que están.

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aquí en Roma, haciendo bien poco, }' en oirás parles tam- bién, sino que me contenlaré con no tener necesidad de an- dar pidiendo ni tomando á cambio, y una honesta pasadía conforme á mi ministerio y al contento de v. m.

Digo que habiéndome v. m. de tener ausente de sí, aunque fuese Alcalá, y teniendo muy pocos otros señores en España que me deseen mucho presente, fuera de mis herma- nos, hasta que Dios ordene, ó que yo muera, ó que S. M/ me coloque en otra cosa que me oslé bien para mi vocación, ó me licencia de retirarme á un rincón , entre tanto me parece que v. m. me terna mejor allí en Flándes, pues tie- ne un servidor en quien se fiar, que le puede servir en de- clararle lo que allá pasare, ansí tocante al gobernador como á S. M/, como al público, y también al particular de V. m.; y espero en Dios que no se arrepentirá ni terna si- niestras relaciones ó nuevas de lo que tocare al personaje que mandare hacer, como hasta hoy, bendito Dios, no lo he hecho en parte alguna.

Restan dos cosas que parecen de mi consideración : la una lo de mis adversarios, y la falta (¡ue haré en no pare- cer á contradecirles en esta. En breve afirmo á v. m. delante de Dios, que en ninguna cosa me tocan de que me puedan dar á mi por autor della, de manera que no soy obligado á responderles, ni aunque vaya á España les responderé tam- poco; porque Dios y su verdad y la razón lesponderán sin duda ninguna; y á me pesa de que v. m. haya mostrado algún recelo delante del de Cuenca , ni besádole ó pedídole las manos por el favor que le prometió en mis cosas; porque confío en Dios y en mi justicia, que aunque su Señoría Illus- trísima no me conociese, sino que fuese el mas extraño hom- bre de su noticia, baria lo mismo sabiendo la verdad. Yo lo he visto acá todo, y mas largo que allá, y he venido á

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solo un partido, que conscnliré que se ponga en lalin, y se imprima y publique, sino que por el honor de España que no se consentirá. Esto para v. m., y no salga de entre ambos: que Dios lo declarará á su tiempo , y ellos cuando vean que no pretendo lo que ellos piensan, por ventura ce- sarán de hacerse mal, que á mi no lo hacen.

La otra es lo de las Centurias: desla en breve diré á V. m. por agora una suma, que puesto que en esto se me haya hecho y haga gran merced, honor y favor, miran- do mas al fin y servicio de Dios y de la iglesia católica que á ningún particular interese, es negocio que, después de gastado en él mucho tiempo y dinero, y mucho seso y pa- pel, no riuscirá en el modo que se piensa de llevar en Es- paña; y desto estaba muy resoluto y certificado el Gomen- dador mayor, que sea en gloria , á quien solo descubrí en qué estaba el secreto; y aunque no saben este secreto aquí, están bien ciertos los que entienden esta materia, cardena- les y los demás, y entre ellos el embajador, que me confesó Iiaber sido uno de los que lo han mentado y promovido hasta él lugar donde allega al presente; y después que yo le dije que en esto habría muchos interesantes y pretendientes, cada uno de.su particular, y declaré las pretensiones, y en- tre ellas la suya del mismo, me dijo que era verdad, y que era obligado yo en conciencia á avisar al rey para que no se hiciese ó se tomase otro camino. E yo escribí en su casa una carta breve á S. M.^, que fué dentro de otras del mismo embajador, en que le suplicaba no mandase hacer mas apa- rato ai provisión en este negocio, hasta que yo, pues me ha- cia tanta merced de confiarse de mi, diese razón á S. M.'^ de lo que sintiese acerca de ser mejor servido en este particular, y pensé de estar ya allá si hubieran pagado la deuda, y haber hecho este oficio y servicio. Negocio es que ha mas de quince Tomo XU. 22

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años que aquí se trata, y nunca se han puesto en ello, porque lo tienen por sin suceso, y, como digo, el secreto está en una cosa que se puede explicar en menos de un pliego de papel, la cual yo no declararé sino á S. M.'^ porque son muchos los interesantes que les pesaría, por ventura, se les corta- sen ó rompiesen sus designios; y entiendo ser S. M.* solo al que interesa la verdad. Guando le dije al papa delante del embajador como yo estaba nombrado para este ministerio, respondió como quien no sentia deste negocio tanto provecho como se pensaba.

Si S. M.'' fuese servido que yo por agora le sirviese en Flándes en algo, no ayudaria poco llevar de aquí facultad y beneplácito de Su Santidad para las cosas tocantes al servi- cio de Dios y culto eclesiástico y buen gobierno de los estu- dios y cosas de letras y libros, etc.; porque con esto se alla- narían mas algunas cosas de diferencias que pudiesen ocur- rir, y fácilmente Su Santidad lo concedería pidiéndose por parte de S, M.^, porque desea el mejoramiento de aquella tierra, y me tiene buena voluntad y en buena opinión.

O se haya de hacer esto ó no, suplico á v. m, no parle de esta carta á hombre viviente, porque v. m. tiene conocido mi ánimo, y los demás no. Ni desto trataría yo con persona del mundo sino con v. m. como con mi señor y autor; y para lo de Flándes v. m. es bastantísimo en cuanto le pluguiere de me acomodar; y para la mayor comodi- dad que yo agora deseo es verme libre desta deuda, ó á lo menos no afrentado y cargado en la conciencia por ella. Con esta envío á v. m. dos cartas con que me hallo de lo que se siente en Flándes, por mi ausencia de allí, entre los buenos tengo otras muchas en Roma, de legos y de otros eclesiásticos que por la bondad de Dios, ya que no de la suficiencia, á lo menos todos testifican de la limpieza. En sus manos enco-

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miendo mi vida y lodas mis suertes, y á solo v. m. torno y nombro por su ministro en esto que á mi particular toca; él guíe el spírilu de v. m. y prospere su illustrísima persona y casa. En Santa Práxedes de Roma 22 de marzo 1576. Besa las manos de v. m. su servidor obligadísimo, Bened. Ai-ias Montano. Tiene rúbrica.

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á S. M.^ De Roma á il de mayo de 1576.

(Recibida en 30 de jonio.)

Recomienda á varios eclesiásticos para los obispados vacantes de Gante y Ambéres.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm, 583. S. C. R. M."

Habiendo entendido que en Flándes han fallecido desde el abril próximo á esta parte dos obispos, Jansenio, el de Gante, y Sonnio, de Anvers, hombres buenos y de buena vida y sciencia bastante, he deseado que V. M.** tuviese buena y cierta noticia de muchas personas idóneas en quien escoger para aquellos ministerios y otros semejantes, y prin- cipalmente para la iglesia de Anvers, que es de grande im- portancia para el servicio de Dios y de V. M.** , por ser el lugar que es y por el concurso de todas las naciones que allí hay.

Cuando estaba yo allí poco antes de mi partida, me pidió el Comendador mayor, que sea en gloria, una lista de los eclesiásticos y seglares que yo conocia en aquellos esta-

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dos, cpu la relación de sus partes y habilidades, y ansimis- mo de sus excepciones y notas, como es razón que la den los que en consciencia son encargados dcsfo. Yo le di en secreto una copia de todos los^ brabanzones y flamencos y holandeses que yo conocía, clérigos, flaires ó legos, sin en- cargar en punto mi consciencia á cuanto yo alcanzaba, con haber hecho en ello buena diligencia; y el primer clérigo que nombré fué el doctor Levino Torrencio, natural de Gante, arcediano de Brabante, canónigo en la catedral de Lieja, y sigillifero en aquel obispado de Lieja, que es la segunda persona después del obispo en el gobierno eclesiás- tico y seglar de aquel obispado, afirmando conocerlo de conversación y plática en negocios spirituales y temporales por siete años enteros, y no haber visto en toda Flándes, ni en Italia, ni en Roma persona eclesiástica de mas partes de sciencia , consciencia y destreza en negociar, ni mas deseoso del servicio de V. M.*^, ni que mejores oficios haya hecho en público y secreto, de que soy bien testigo, y pue- do dar buenos y muchos ejemplos, porque lo bien y la conciencia me obliga á ansí lo afirmar, y en Roma, donde ha estado muchas veces y muchos años, es eslimado por mas de lo que yo declaro.

En segundo lugar nombré al doctor Gornelio Reyneiro Gondano, catedrático de teología en Lovaina, varón de buena doctrina y ejemplo, y de buen juicio y estimado por un ángel en la condición, acerca de cuantos lo conversan; yo lo conversé por siete años. No sabe tanto de negocios cuanto el primero, porque no ha salido de su universidad sino hasta la corte, á negociar con el duque d'Alba y con el Comendador mayor; mas tengo buen concepto de su buena intención y discreción.

Hay en aquellos Estados otro personaje de grandes pren-

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Jas que es el prior Joan Latonio , vicario general y refor- mador de los canónigos de San Agustin , cuya habilidad y elocuencia y destreza en negociar admiró á estos principa- les cortesanos de Roma el año pasado, que estuvo aquí; es para mucho trabajo y ha dado buena muestra' de en su ministerio de la reformación y visita de su orden , que lo que en tiempo de tanto desorden ha hecho, ha sido muy mucho.

De otros muchos di noticia al Comendador mayor; mas estos tengo por muy idóneos y fieles para cualquiera cargo eclesiástico; otros dirán do otros que sean suficientes tam- bién. Soy cierto que se suelen dar allí en Flándes muchas relaciones con particulares intentos; el mió sabe Dios no ser otro que el de su servicio y el de V. M.**, cuya real corona y grandeza su Divina Providencia prospere. En Roma 17 de mayo 1576. S. C. R. M.**, menor criado de V. M.** que sus reales pies besa, Bene^. Arias Montano. Tiene rú- brica.

Sobre. A la S. C. R. M.** del rey nuestro señor, En manos del secretario Zavas.

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Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Zayas. De San Lorenzo el Real, á vltimo de mayo de i 57 7.

(Recibida en 1.° de junio.)

Accede el rey á lo propuesto por Arias Montano respecto al precio de las biblias, y á regalar un ejemplar'á cierto doctor, cuyos servicios recomienda. El maestro Francisco Cano. índice de la biblioteca del Escorial.

Archivo general de Simancas. Estado y legajo nüm. S83.

ILLÜSTRE SEÑOR MIÓ.

En dos días he recibido tres de v. m., que me han con- solado en parte del dolor que sentia con el silencio que v. m. estos dias pasados ha usado con quien tan tiernamente le ama como yo, y desea mas el aumento de salud y buen- andanza de V. ra. que el propio, y sabe cuánto importa comunicar con quien bien se quiere, lo que es razón disi- mular y encubrir á los que no son muy probados ^de et ta- citurnitate.

Yo dije á Mr. de Utrarl lo que á la sazón se me ofre- ció, y ruego á Nuestro Señor haga que v. m. abrace lo que su Divina Providencia inspira á las veces en sus imagina- ciones de v. m., mas en las diurnas que en las de las no- ches: que con esto yo estaría descansado, con grande con- fianza que V. m. no tomaria cuidado donde oíros lo des- echan y pierden, ni se uíligiria para que otros tomen contento, y sería tal para mismo, cual ha sido siempre para otros.

El señor doctor Sandero me escribió deseaba una biblia de las Reales, y mandábame que yo procurase fuese de las

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buenas y en buen precio; holgué que se me ofreciese oca- sión de servirle, y hablé luego con el señor Birbiesca, -que es tal cual v. m. por muchas cartas me pintó ánlesque yo viniese á España, y tan amigo de v. ra. cuanto creo lo es de mismo, y dijele dos cosas: la una, que S. M.** te- nia ciertas biblias en su poder, é yo habia suplicádole al rey las pusiese en precio que pudiesen pagarlas los que las deseaban, y no lenian tanto caudal para pagar GO duca- dos por una; roguéle concluyese en este particular con su Majestad, y le afirmase, con testimonio mió, que los que ponian alguna diligencia las hacian venir do Flándes, que les sallan puestas acá en 44 , ó 45 ó 45 sendos, y que en este precio hablan venido agora cuatro para el marqués de los Veloz, y para el prior de Uclés, y para Felipe Ruiz y el doctor Molina ; que si en este precio las diesen , no les falta- rían compradores que por no esperar las de Flándes las pa- gasen luego.

Lo otro fué, decirle las partes del doctor Sandero, y dar testimonio dcllas , como quien lo conoce tanto tiempo fuera de España y en ella , y cuánto trabaja por la iglesia católica, y cuánto ha padecido por la religión, y cuan digno es de que S. M.** le haga limosna, y todos le sirvamos, y que la biblia sería muy bien empleada en él por su merecimiento y por el provecho público; que dijese á S. M/, como la bi- blia que v. m. pedia para comprar, era para dicho doctor Sandero , que sería bien dársela en merced y limosna. En esto no fué perezoso ni vergonzoso Fernando de Birbiesca, sino tomó de el nombre escrito, y esta mañana le habló, y luego S. M.'^ dijo, que pues á me parecía se debía aba- jar el precio de las biblias, se vendiesen á 45 scudos, que tanto tienen de costa hasta traerlas á Madrid, y que al doctor Sandero se diese una sin llevarle por ella dinero alguno. Vea

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V. m. cómo Dios hace sus cosas y las de sus siervos, y no se canse v. m., como no sueie cansarse, de hacer bien ú Jos buenos, pues talibus hostiis promeretur Deus.

En la caria que v. m. hoy escribió á Bribiesca, se en- tendió que concurriamos ambos en el nombre de Sandero, aunque yo se lo habia ya declarado ; queda concluido que Bribiesca escribirá luego á su casa para que den una Biblia al señor doctor Sandero. Hará v. m. que Robles ú otro que lo entienda, acuda para que se la den entera, que han de ser cinco cuerpos de Biblia y tres de aparato, que son por todos ocho. La que han traído á v. m. de Valencia, ni la ni la preste v. m., porque mientras en corte yo estu- viere, me ayudiiré de la lecion della para mis estudios, y después quiero que v. m. la deje á la capilla de los Zayas en Ecija, ó á alguna iglesia á que tenga devoción , ó á la de Oviedo, pues que á v. m. tomó Dios por primero impul- sor y perpetuo promotor desla obra santa.

Habiendo sido S. M.*^ servido que las biblias que están en Madrid \wv su cuenta, se den por el costo que es hasta cuarenta y cuatro ó cuarenta y cinco sendos, entiendo que la mejor comodidad para el servicio del duque Francavilla es esta, porque se ahorra por lo menos el tiempo de enviar áFlándes por las dos que su Excelencia quiere, y traerlas con el riesgo de la mar, ó de ser bañadas ; y podránse encua- dernar á gusto de su Excelencia y pintar sus armas como es razón, para memoria del beneficio hecho á las iglesias, para las cuales ordena que sean, y es digna obra de su Ex- celencia. Traídas de Flándes no pueden ser á mejor precio, porque allá cuestan á treinta y cinco scudos en papel, por tasa de la corte. De empaca, portes, averías y seguros bicQ pasa de ocho, y á las veces de diez ducados cada una.

Del maestro Francisco Gano tengo muchos dias ha la

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noticia que sus muchas virtudes, letras y buenas obras han dado por todas partes, y le soy afecionadísiino, y huelgo con su testimonio de mis pobres escritos para gloria de Dios, no para la mia. Yo le hubiera escrito sino que estoy tanto lastimado de la ausencia de semejantes personas, que en muchas partes tengo y amo et quos desiderare cogor, que recelo de hacer nuevos conocimientos por causa de mi terneza natural, de la cual no puedo despojarme. <

No deje v. m. de recordar al señor don Juan de Silva á la encomienda de los caracoles y marisco.

Tenga v. m. muy creído que yo amo tiernamente á Zayas, principalmente por ser prenda de v. m., y después por haberse criado en mi tiempo en aquella buena tierra, 'y porque espero se ha de apUcar á virtud y studios , con que Dios le hará merced y será amparo de su orfandad y po- breza con el favor y abrigo de v. m., á lo cual acudiré yo cuanto en mi fuere.

Luego que despedí aquel paje que hirió á su compañe- ro burlándose pesadamente, porque acostumbraba semejan- tes burlas, estuve en punto de enviar á v. m. á pedirlo, para probar su ingenio y condición, porque me quedaba la plaza de uno de dos criados que quiere S. M.*^ que solamen- te estén aquí dentro en la hospedería conmigo; y sin ser visto ni oido á justicia, me encajaron estos padres un paje, sobrino de un flairc honrado del monasterio; y aun- que yo rae excusé, no pude vencer con mi excusa, y con esperanza que tengo de salir presto de aquí , que para en- tonces me descartaré del , abajé las orejas y pasé por ello.

Hasta agora no lo que el rey quiere de , y voy contemporizando y callando hasta acabar este índice que voy haciendo, para pedirle luego la licencia que me ha pro-

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metido para ir á ver á mis hermanos y tierra, y espero de concluir en todo junio, si Dios quiere, habiendo yo de hacer asiento en corte o cerca, que es lo que menos deseo. V. m. ordenará de cuanto le pluguiere, porque yo no seguiré otra cosa, y lo mismo si me dan licencia para residir en mi ermita, queriendo Zayas ser ermitaño conmigo. Dentro de un mes poco mas ó menos tememos alguna luz desto, y en- tre tanto Zayas proseguirá su studio y el ejercicio de la plu- ma, que para todo le será bueno el buen empleo del tiem- po, y si no tuviera este paje intruso, que tiene ocupado el lugar aun por este mes, me fuera regalo tener aquí prenda de V. m., á quien remito la disposición de y de todas mis cosas.

A V. m. suplico no me envíe los jamones ni el uno de- llos, antes me regale en servirse de ambos y comerlos, por- que esto me será mas gusto: que yo en casa de v. m. alguna vez lo comia y comeré, placiendo á Dios. Aquí no he gusta- do carne sino el dia que me purgué, que fué como otra purga, y uno que me habían enviado de Llerena se desapa- reció de donde estaba cuando Monte se fué. Yo no lo guar- daba para sino para cuando algún huésped viniese, que no faltan aquí de una parte ó de otra.

Prospere Nuestro Señor la illustre persona y casa de V. m. con tanta salud y buenandanza como este su servidor desea. En San Lorenzo el Real, 51 de mayo 1577. Illustre señor. B. 1. m. á v. m. su servidor obligadísimo. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Suplico á V. m. mande se den luego las que van para Zarate, que me importan, y la de Pero Martínez que me escribe lo tiene v. m. obligadísimo con el favor y consuelo que le da.

V. m. me habia prometido de excusarme del título del

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grado, y háse olvidado; cierto no me cuadra: que aun el de discípulo no merezco, que hasta esto hago mal, que no deprendo como debria.

Sobre. Al illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.*^ y... de Stados.

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano d Zayas. De San Lorenzo el Real á 9 de junio \ó77.

Siente que Zayas no le haya cumplido la promesa de escribirle. Deuda del impresor Plantino.

Archivo general de Simancas.— Estado, legajo núm. 583.

ILLUSTRE SEÑOR MIÓ.

Esperando he estado con grande deseo la respuesta de la mia que v. ni. prometió de me escribir de su mano para me consolar con ella. No he visto hasta agora el cumpli- miento deste mi deseo. Si yo supiese que v. m. estaba con salud, ó se ayudaba con ánimo esforzado á tenerla, y no ayudaba ó acrecentaba con sus cuidados é imaginaciones la malicia de los dias y la flaqueza de la edad, cui sufficit sua infirmitas ut non aliam ullerius addamus, temía algún reposo, auquc no tuviese de ordinario cartas de v. m. Su- plicóle por amor de Dios atienda á esto y á pedir á Dios que nos lo que ha de durar y es digno solo de desear y pro- curar, y nos haga tener en poco lo que de suyo no es ad- mirable, y que á los que lo desean los desatina y arrastra, y á los que lo alcanzan no da contento ni salisfacion. A los

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hombres servirlos en lo posible con candad, y estar sin en- vidia alguna, y no esperar dellos salud, pues no la tienen ni puedan dar.

De Flándes recibí las que van con esta para el obispo Osorio en Portugal, muy encargadas de Plantino; suplico á V. m. las envíe al embajador con la primera oportunidad.

Asimismo suplico á v. m. mande guiar el pliego que envío para Plantino; porque lo que en él va, importa al ser- vicio de Dios y de su Iglesia y del rey, y al bien del pobre y bueno Plantino, y al honor de este siervo de v. m. Cuanto á la paga de lo que se le debe, le escribo envíe po- der y piezas para que se trate por justicia; porque cualquiera otra diligencia de ruegos veo ser en balde, y lo mismo siente el señor Briviesca, bueno y bien intencionado. Terri- ble cosa es ver lo que pasa en el mundo , y no irse á los yermos quien lo siente. Dios nos su gracia y prospere la salud y vida de v. m. como yo deseo. En San Lorenzo el Real 9 de junio 1577. Illustre señor. B. 1. m. de v. m. su servidor obligadísimo, Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. Al Illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.** y su secretario de Stado

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Copia de carta autógrafa del doctor Arias iíoniano á Zayas. De Sancí Lorencio á 15 octubre 1577.

(Recibida en f<.)

Contesta á la recomeadacioo que ie habían hecho en favor de an tal Lastaaosa.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. S83.

SEÑOR.

En lo que toca á Lastanosa yo no rehusé su venida acá sino porque los padres no tomasen á pesadumbre haber de lener tantos honibres dentro del convento, que cierto se amohinan y no se puede hacer sin licencia del rey, expresa, y por tanto trataba el señor Briviesca de un raochacho, que cuanto á la suficiencia Lastanosa es muy á propósito, y vis- to que el mochacho que v. m. tenia se fué al estudio, di- mos á S. M.*^ noticia de lo que habia que hacer, y que Lastanosa era muy á cuento, y loamos su habilidad, y que S. M.^ le habia hecho merced, y que aquí comenzaría á merecer que se le hiciesen otras; y ansí S. M."* lo tuvo por bien, y está acordado. En conformidad desto ha escrito Briviesca á v. m, que lo envíe.

Lo de la comida, y tiempo y lugar hizo el señor Brivies- ca por provecho y honra de Lastanosa ; porque Gerardo y Zayas comen en la hospedería y son servidos y proveídos mejor que los tlaires mismos, y ninguno de los dos dichos ni aun un ganapán creo trocaría su mesa y concierto della por la mía, y á esto aludió el guarda -joyas en decir que co-

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meria con mis criados, queriendo decir mejor que con- migo. V. m. lo mande luego venir con las condiciones que Brivicsca ha escrito, y encargúele que se deje gobernar por mi consejo en todo, que no le diré sino lo que entendiere cumplirle pro tempore atque loco. A él le está muy bien esto, viniendo con noticia y gracia del rey; empero no haga placa ni alharacas desto, ni conciba humo; y para acertar del todo, siga lo que v. m. y el señor regente Sapena le dirán.

Mañana, placiendo á Dios, enviaré á v. m. unas mues- tras de un mozo de Toledo de 22 años, que me ha escrito desea vivir conmigo. No qué desaliño es de los que se imaginan que yo soy ó valgo algo. De Andalucía, de Ara- gón y de otras partes me ofjecen tantos criados que si se juntasen, ])odrian poblar un convento mayor que este, y Haxa no tiene que comer.

Aquí se ha publicado hoy una relación de una súbita muerte de muchos magistrados que aconteció enOxoma este julio. V. m. me avise quién es el autor y de cuánta auto- ridad es la nueva. Prospere Nuestro Señor la illustre perso- na y casa de v. m. En San Lorenzo 15 de octubre 1577.— B. 1. m. á V. m. su servidor obligadísimo, Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. A Gabriel de Zayas, mi señor, secretario de Stado de S. M.'^

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Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano ú Za- y as. De Sanct Lorencio á ^ de noviembre 1577.

Recibida en 5 del.

Sebastian Santoyo.

Archivo general de Simancas. Estado , legajo núm. 583.

SEÑOR Mío.

Ayer con la grande tristeza de Sebastian de Santoyo estuve tan turbado que no escribí á v. m. Dios sabe cual estuvo mi corazón sobre el camino que Zayas habia hecho el sábado hasta que vi la letra de v. m. Suplico á v. m. es- criba á Santoyo consolándolo , porque el caso es digno dello aun en un muy estraño, cuanto mas en quien tanto ama á V. m. Las que con esta van mande v. m. enviar á sus dueños, y ansí en que le sirva y encomiende á Dios este su peregrino, cuya Divina Majestad prospere á v. m. en su servicio. En San Lorenzo 4 de noviembre 1577. Besa las manos de v. m. su siervo Arias Montano. Tiene rú- brica.

Sobre. A Gabriel de Zayas mi señor, del Consejo de S. M y su secretario de Stado. En Madrid.

úirj

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Zayas. De Sancl Lorencio á 10 de noviembre i 577.

(Recibida en 41.)

Le participa su ida á San Saturnino con el P. Prior del Escorial. Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILLUSTKE SEÑOR.

Mucho sentina la ¡da de la corte de aquí si me faltase el consuelo de las cartas de v. m. en este destierro; por tanto le suplico me socorra con ellas mientras aquí estuvie- re, que yo procuraré acortar el tiempo cuanto me sea po- sible.

Martes que vendrá, á i2 deste, iré con el P. Prior de aquí hasta San Saturnino, y seré de vuelta dentro de ocho dias, placiendo á Dios. Las cartas que se allegaren en este tiempo para mandará v. m. se envíen al señor Sebastian de Santoyo, sobrescritas al corregidor del Escurial, que me las pondrá en recaudo. Las que van con esta suplico á v. m. mande enviar á los que les tocan.

Esta noche ha aportado aquí Clemente con el hábito del hijo pródigo según me dicen. Yo no le he querido ver esta noche, de enojado que estoy por su desatino; he hecho que lo alberguen mal albergado, porque aquí no se puede hacer mejor en este tiempo, sin emplear el hombre su vergüenza, que por el dinero no se halla recado. Mañana le hablaré y daré una fraterna. Dicen que viene muy arrepentido, y que jamás dejará el servicio de v. m. Hasta agora yo he dicho que

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no escribiré á v. m. en su pccomendacion ; por ventura lo haré mañana con la libertad que conviene : que si á v. m. no le viene á gusto, se le procure otro remedio, y sirva don- de sepa lo que es mudarse, hallándose bien. Grande lástima me hacen los que ni tienen arte ni siguen consejo de quien los quiere bien. Prospere Nuestro Señor la illustre peréona y casa de v. m. en su servicio. En San Lorenzo á 10 de noviembre 1577. Illustre señor. B. 1. m. á v. ra. su servidor obligadísimo. Arias xMonlano. Tiene rúbrica.

Sobre. Al illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.** y su secretario de Estado. En corte.

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano áS. M.* De San Lorenzo á 1 de diciembre 1577.

Remitiendo dos cartas en que se habla de las revueltas de Flándes y llegada del archiduque Matías á aquellos Estados.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo mim. 583. S. C. R. M.'»

Entendiendo ser mi debido servir en todo cuanto en fuere á V. M.**, sin dejar pasar menudencia alguna que pueda por ventura ser de algún momento , he trasladado la que con esta envío, que me escribió un buen vasallo de V. M.'', natural de aquellos Estados, y de cuya conciencia é intención yo con largas pruebas estoy muy saneado; y puesto caso que no haya sido su propósito que pasase de rais ojos á los de otra persona, como me lo pide y requiere él mismo, no pudiera yo, hallándome donde V. M.*^ estuviese.

Tomo XLÍ. , 23

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dejar de servir en darle noticiai de algunos punios della; y no siendo esto, tuve por mas cómodo enviar á V. M.^ un verdadero traslado, del cual prudentisimamente V. M."^ en- tenderá los puntos que con brevedad el autor significa. A V. M/ suplico se lo atribuya al buen deseo, y no indiscre- to, y á á la que á V. M.** siempre propuse guardar y guardaré hasta el fin. Cuya real persona y corona Dios en toda felicidad prospere. En San Lorenzo el Real 7 de di- ciembre 1577. S. C. R. M.^ Ministro, criado y capellán de V. M.*^ que sus reales pies besa. Arias Montano.

Sobre. A la S. G. R. M.** del rey nuestro señor. En í^u mano.

Dentro hay una copia de carta y capítulos de otra , que se insertan á continuación.

COPIA. De Anvers á xxiiij de octubre.

Viendo el estado de los negocios por acá y la dificultad en pasar cartas, ó por lo menos ser abiertas, y que no hay palabras que no se puedan interpretar siniestramente, pen- saba excusarme de enviar á v. m. relaciones y contentarme con rogar á Dios en mi rincón por el buen suceso, y aguar- darlo con paciencia de su mano poderosa y misericordiosí- sima, que sabe convertir todo á bien á los que lo aman, y librarlos de enmedio de los peligros. Pero la compasión y caridad me obligan á mudar propósito y posponer todos in- convenientes á trueco de probar medios que, con ayuda de Dios, podrían ser de fruto, pues proceden de buena inten- ción, y se dirigen á v. m. que la tiene aun mejor, y está en lugar y con obligación de emplearla en servicio de Dios y de S. M/ y bien desta afligida tierra , y en víspera de

ODO

serlo mas, si con verdadera penilencia no aplacáremos la justicia de Dios é impetráremos su favor y remedio.

A la verdad, como no el secreto del negocio, ni he visto la justificación que S. A. (i) ha divulgado , solamente la de los Estados , no puedo ni sabria discurrir sino á tiento y á ciegas. Por lo que vemos y es público se descubre la enfermedad de este pueblo grande, y que con las guerras pasadas, antes se ha enconado que mejorado, y es de temer que no acontezca lo mismo con las que nuevamente se aparejan, si Dios por su misericordia no lo remediare sin mirar nuestros pecados.

Ya se comienzan á ver muestras con las caricias y hon* ras que de pura necesidad son costreñidos á hacer los Esta- dos á príncipes y vecinos, para atirarlos y afecionarlos á su ayuda, lo cual no será sin grande peligro y perjuicio de la tierra. Temóme que la enfermedad se extiende á mas pue- blos que este, pues tras tan largas experiencias vuelven á agravarla con nueva cura : mejor fuera llevarla á la larga y con la flema natural desla tierra, sin alterarse de acci- dentes que sobrevinieran, llevándolos antes con paciencia, tendiendo siempre á la fin que se pretende , de la salud y bien deste pueblo , el cual , siendo nuevamente librado del yugo que les pesaba, no era maravilla que luxuriase al principio y se indignase contra los que tenian por sospe- chosos. El tiempo con buena orden y policía lo remediará, como comenzamos á ver experiencias, por los buenos oficios deste magistrado, lo que por guerra y rigor contra Estados todos unos como estos, no puede ser sin manifiesto peligro. DO solamente de los Estados, pero también del señor que ansí los tratare. Vemos que de un tercio amotinado se su-

H) Don Juan de Austria sucesor de D. Luis de Requesens en el gobierno de los Países Baios.

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fren insolencias y los aplacan por bien y con dineros: jeon cuánta mas razón se debrian buscar medios con tanto pue- blo! Tengo por cierto que S. A. con su prudencia y celo y fiándose de consejeros, por ventura demasiado apasionados, pensó poner remedio con instrumentos de los mismos Esta- dos, sin ponerlo's en el extremo y peligro presente. Si se vée frustrado ¿no es mejor mudar consejo que con fuerzas ex- tranjeras y de mucho peligro de ambas partes, prosiguiendo contra su primera intención que no amenazaba tanta ruina al parecer humano? Perdone Dios á los que se lo aconseja- ron, qué si no fueran ciegos de pasión, no se fiaran ni estri- baran en gente de quien conocidamente no se podia esperar otra cosa que lo que ha sucedido. Esta condición y humor de gente no podia constar á S. A. en tan pocos dias que la había praticado; pero debiera ser notoria á los que le acon- sejaron si no los cegara otra cosa. A lo hecho no hay re- medio; á lo porvenir lo Dios.

La venida del archiduque Matías, si hiciese cesar la guerra que se amenaza, y gobernase por S. M.* en confor- midad de los privilegios y la última pacificación, podria ser con ayuda de Dios de fruto, ó se podrían con el mismo fa- vor divino hallar otros medios pacíficos, si de veras se lo recomendásemos y de corazón nos volviésemos á él, con que acabo y estoy en duda de enviarla, por ser contra mi condición y propósito meterme en cosas públicas y de la importancia y delicadeza que esta es; y si anoche no me dijera Grispino Pinto, su amigo de v. m., que me vino á hablar sobre cierto retablo, que era mas que tiempo que to- dos hiciesen los buenos oficios que pudiesen con escribir á sus señores y amigos la verdad del estado destos negocios, y sembrasen por todas vias, y que quién sabe el fruto que Dios podrá ser servido darnos, certifico á v. m. que estaba

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muy fuera de tocar en particular desta materia que excede rai profesión y capto; pero excede aun mas la compasión que tengo desla gente, que de ciega y apasionada no vée al presente el daño que se le allega , y temo que no venga á caer en la cuenta cuando sea tarde, y por no distinguir cual sea esta gente, creo que no erraremos si lo entendiése- mos por todos. Dios nos alumbre para que acertemos cada uno en su oficio.

El ejercicio de nuestra religión católica romana se observa en esta villa con el cuidadoy solemnidad acostum- brada en tiempos antiguos, y el magistrado hace su oficio, y todo el pueblo profesa la obediencia de S. M.*, so cargo de los privilegios que les ha jurado como antiguamente acostumbraron. Placercá á Dios que ansí dure siempre y con augmento. Roguémoselo sin intermisión, y v. m. nos ayude por caridad. Lo mismo entiendo se hace en todas estas pro- vincias, excepto las partes donde años atrás usan otra cosa que Dios remedie. Todo esto conforme y en observación de la pacificación que no tengo por pequeña merced de Dios que se observe en esta parte.

Algunos dicen que no es poca parte para ello el prínci- pe d'Orange que llegó anoche á esta villa desde Bru.selas, elegido de los Estados Ruarte de Brabant , que certifican rehusó harto de acetar, y que lo hizo como por pro- visión , esperando que con la venida del archiduque Ma- tías , que se ha dicho hoy ser llegado á Mastricht con embajadores del imperio, mandará S. M.*^ tomar medio en estas cosas á contento de los Estados, y con que se asegu- ren los señores vecinos dellos , y cese la guerra y destruc- ción que se amenaza, lo cual roguemos á Dios que ordene si ha de ser para su servicio.

Esto es lo que de fuera y como á tiento puedo avisar á

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V. m. Iiasla este dia, lo que será adelante Dios lo sabe , á él lo encomendemos, pidiéndole nos gracia de perseverar de bien en mejor para gloria suya y bien de su pueblo. Esto sea para v. m. solo, supliendo mis faltas con su pru- dencia si en algo me he alargado ó excedido, atribuyéndolo á mi flaqueza y compasión, y no otra cosa; porque de mi deseo al servicio de Dios y de su santa iglesia católica ro- mana nuestra madre, y al de S. M/ real, y al bien y repo- so destas tierras, puede v. m. estar certísimo, á Dios gra- cias, como tengo por cierto lo está.

Copia de copia de capítulos de carta. DeAnvers, de 23 de noviem- bre de i blT.

V. m. me anima á proseguir el hilo que habia dejado por algunos meses por el peligro que llevan las cartas, por lo menos de ser abiertas, y también por lo poco que sirven razones y discursos cuando la suerte de las armas es echa- da y la quieren ansí les hombres, hasta que la experiencia les muestre lo cierto, que no acontece sin grandes daños y ruinas para nuestro castigo. Todavía no pude contenerme á cabo de algunos meses de escribirle sobre estas materias: espero que irá esta cierta, y deseo que sea de algún fructo para bien y remedio destas tierras, y evasión de la guerra y ruina que se le amenaza , que es lo mismo que escribí á v. m.

Después siguieron nuevos rumores y prisiones en Gante, al duque de Ariscot, que era ido á Flándes por gobernador, y á los obispos de Brujas é Ipre , Moss de Rasinghien Slbe- weghen fsic.J y. otros ocho á diez, hechas por el pueblo y al- gunos nobles sobre sospecha de nueva conspiración ó divi- sión, á lo que se ha entendido después de poco ó ningún

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fundamento. Ai Duque libraron y es vuelto á Bruselas. A los demás se espera que librarán en breve, y dícese que de nuevo se coniporná entre los Estados y quitarán toda ocasión de sospechas y desconOanzas entre sí. Ansí les con- viene no tanto para fortificarse, mas también para unidos, y en caridad Dejor impetrar misericordia de Dios y buena gracia de S. M."* nuestro señor y príncipe natural. Podrá ser que sea por medio del archiduque Matías, que se dice verná aquí hoy ó mañana ; aposéntanlo en la abadía de San Miguel , de donde desloja el príncipe de Orange y se pasa á la casa del Fúcar o de Juan de Cordez.

También se dice que de aquí á cinco ó seis dias irán á Bruselas para allí recibirlo por gobernador general ; yo sos- pecho que se va dilatando hasta entender algo de la volun- tad de S. M.^, ó poder colligirla por su silencio. Encomen- démoslo á Dios que sabe lo mejor, y no podemos errar en rogarle por paz en nuestros dias , y que sea por los medios que él fuere servido , los cuales nos encaminará por su mi- sericordia si supiéremos pedírselo con caridad , la cual abra- za á todos y es benigna, etc.

Como la guerra sea castigo de Dios que es placable con penitencia, los príncipes que la manejan también deben estar aparejados para hacerla cesar cuando la razón lo pide y se vée manifiesto daño con la guerra. A apasionados es difícil persuadir esto, porque se excusan con nombre de celo, que es hermoso ; pero con que no sea amargo como lo es el que acarrea la guerra hecha por imaginación ó pasión. Suele Dios á los tales poner delante dificultades, ó convidarlos con otra empresa para desviarlos de su propósito con su volun- tad, como nos acontece á nosotros con nuestros niños, que para quitarles un juguete ó cuchillo les proponemos otro mas hermoso, con que deje de buena gana el que tenia. Por todas

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vías nos proveyó Dios de avisos y remedios para que uo nos quedase excusa: él sea bendito y alabado para siempre ja- más. En esta villa se ejercita nuestra religión católica ro- mana , y la policía y justicia por el magistrado, como por lo pasado. Plega á Dios que ansí dure y con prosperidad en su servicio.

Algunos eclesiásticos se han salido solamente del plé- bano que V. m. no ha conocido, y del pastor del beguinaje y del deán, sin que veamos que nadie los haya persiguido: no que temor sea este. Otros buenos religiosos se quedan á reposo , y hacen bien sus oficios , entre otros Gualtero y Pardo, canónigos amigos de v. m., y otros muchos, con que nos estamos aquí á reposo mientras Dios fuere servido.

Algunos de la nación española están en Brujas con quie- tud. Tener por delante el invierno nos hace recelar menos el furor de la guerra ; y esperamos de aquí á la primavera algún acuerdo como cese, ó que Dios nos abra camino, como la huigamos ó nos librará de medio del peligro: con- fiémoslo todo del atendiendo solamente á obedecerle, é se- guirle é buscar su reino.

Llégame al ánima la afición que v. m. tiene por y los demás sus servidores. A me detienen obligaciones de viudas y menores á mi cargo y de amigos , ultra la fami- lia , y ser patria que tengo en menos con obligación de ma- yor importancia ó apariencia de mayor fruto. Estoy muy aparejado de mudarme cómo y dónde Dios fuere servido; pero por mi imaginación ó particulares respetos ó miedos, no querría errar con mis elecciones. Si en esto me yerro, suplico á V. m. me lo avise, porque mi deseo no es otro que acertar en lo que soy obligado.

Volviendo al público por guerra no veo apariencia de mejoría , con la experiencia que habernos visto de diez años.

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loque con paz y paciencia, y buena orden y policía con buen ejemplo y dolrina de los superiores, y con mansedumbre y para edificación, se podria esperar con la ayuda de Dios. La demasía y desenfrenamiento del pueblo con paciencia y buena orden se podria remediar, 'y el príncipe de Orange podria ser gran parte por la opinión que tiene el pueblo con él en general , si cesasen desconfianzas que le hacen recatar y á lodo el pueblo: que aunque la mayor parte hace profe- sión de católico, «stan lan escarmentados de las guerras pa- sadas, en que ha sido el daño y peligro común, y tan can- sados de los castigos y rigores que han visto sin fruto , que al respeto hablan de ser agora mayores, que entiendo ó temo que no habrá partido que no abrace á trueque de ex- cusar el peligio común: deste conviene buscar medio para asegurarlos. El archiduque Malhías , que es bien instruido y de buenas costumbres y ejemj)lo, á loque dicen, lo podria ser con ayuda de Dios , y se podria esperar gran bien , por- que, á Dios gracias, las razones y argumentos de nuestros adversarios se hanenílaquecido con la verdad que está des- cubierta de nuestra parte. Yo digo como á liento y con la li- cencia que V. m. me ha dados los medios que me parecen, fundándome en paz y no en guerra, misericordia y no ri- gor, hermandad y confianza y no enemistad ni sospechas. Si me he alargado, v. m. corrija mis faltas y las atribuya á este mi deseo que en esto aspira al servicio de Dios y de S. M.*^, no otra cosa alguna ; y si para esto alcanzase otros medios, los avisarla á v. m. y los abrazarla de muy buena voluntad , pues no puedo tener mayor bien que tenerla de- dicada á esto. Cerrada á 23.

Anteayer entró aquí el archiduque Mathías y se le hizo solemne recibimiento; dicen mili bienes de su modestia y buena institución; habla bien lalin, alemana italiano, y

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luego tomará el francés. Yo no le he vislo ; los que lo han hecho dicen que es ver á la reina nuestra señora , su her- mana, que esperan será buena intercesora para que S. M.** lo declare por gobernador destos Estados, y por su medio haga cesar la guerra que se amenaza, con que seria fácil- mente posible que ganase los corazones enagenados, y re- conociesen este beneficio segundo mejor que el primero. Per- done Dios á los que han tenido la culpa. Atribuyámoslo á nuestros pecados por no errar en otros juicios. Iterum vale.

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á la- yas. De la Peña de Aracena á 25 de abril de 1578.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm 585.

ILLUSTRE SEÑOr MIÓ.

Aun hasla agora no he convalecido de la flaqueza con- que vine á esta Peña; mas consuélame este retiramiento, y mucho mas la esperanza de que S. M.^ ha de ser contento de que yo use por algunos dias ó años del , teniéndome por útil para otra vida, ó haciendo Dios lo ordene como sea mas á su servicio.

Por mi indisposición no escribo al señor don Luis Man- rique hasta tener mejor tiempo, y estoy con grandísimo deseo de ver letra de su señoría y de v. m., que son mi consuelo en todos mis destierros. A su señoría besólas ma- nos. Prospere Nuestro Señor la illustre persona y casa de v. m. en su servicio. En la Peña de Aracena 25 de abril 4578. Illustre señor. B. I. m. de v. m. su siervo obliga- dísimo, Arias Montano.— Ttene rúbrica.

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Sobre. Al illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.*^ y secretario de Estado. En corle.

Copia de carta original del doctor Arias Montano á S. M,^ De Seüilla á 25 íie mayo 1578.

(Recibida en 6 de Junio.)

Retratos para la biblioteca del Escorial. El embajador de Roma. El secretario Girgos.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583. S. C. R. M.*»

Don Luis Manrique me ha escrito la merced que V. M.** me ha hecho en tenerse por servido que yo quede en la Peña recogido y depositado , mientras que Dios próspera- mente torna á V. M.** de sus Corles de Aragón, para ser- virse entretanto aquí de por capellán, que haga tal ofi- cio en esta su ermita, y después mandarme lo^que mas fuere su servicio en que yo pueda emplearme. Beso los reales pies de V. M.** por esta merced, y suplico á Dios muestre su grande y particular providencia en favor de sus reales intentos y negocios; y tengo esperanza que este mi retiramiento no será sin algún ejercicio que agrade á V. M.** siguiendo el mandato que V. M.*^ por via de Zayas me hizo.

He escrito al secretario Girgos que prosiga el servicio de V. M.** en lo que toca á la buena expedición de los re- tratos para la librería real, sobreseyéndose por agora en los de los antiguos y gentiles ; porque en los colores destos no se puede bien acertar adivinando, y los de Escritura po-

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drán poco á poco traerse , siendo S. M.** dello servido, los propios originales, ó los vaciados y contrahechos de los ori- ginales, que forma habrá para todo.

No puedo dejar de traer á la memoria á V. M."* que en caso que haya de mudar el embajador de Roma, el dicho Girgos importará á su real servicio tenerlo allí para dar noticia y luz al sucesor de la prática de todos negocios, por- que sabe mucho de todos, y es muy bien intencionado, y para muchas cosas particulares del servicio de V. M/ será muy á propósito, y podráse entretener allí con poca costa de V. M/, porque él está medianamente proveído por lo que ganó con su industria los años pasados por vía de sus . letras y con la merced que V. M.^ le ha hecho. Podríase quedar allí con cualquiera título de servicio de V. M.^ co- mo es con el que tiene de fator del Estado de Milán , que aunque lo tiene por provisión del gobernador de Milán, creo bien seria mas al, servicio libre de V. M.* tenerlo de su mano real como lo tienen todos los demás fatores de sus estados y señoríos que en aquella corte están. Como quiera que sea, soy cierto cumple al servicio de V. M.** que un tan hábil y tan buen hombre , tan limpio y sin co- dicia, no deje jamás de estar empleado en servicio de V. M.* Cuya real persona , corona y casa Dios prospere para glo- ria de su santo nombre y bien de sus reinos. En Sevilla 25 de mayo 1578.— S. C. R. M.^— Criado y capellán de V. M.*^ que sus reales pies besa, Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. A la S. C. R. M.** el rey nuestro señor. En manos del secretario Zayas.

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Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Zayas. De la Pena de Aracena á 13 de junio 1578.

(Recibida en 3 de Julio I

Le felicita por el alivio que nota en su indisposición. Objetos re- galados para el servicio de su casa. Le encarga que en su nombre las gracias á Gaztelu por cierta suma que le ha mandado á cuenta de su ayuda de costa. El duque de Alba. Desea tener noticias de la corte. Triunfo alcanzado en Portugal por ciertos caballeros españoles á propósito de su hidalguía.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILLÜSTRE SEXOR MIÓ.

La hora que recibí la de v. m. en esta Peña, que fué á los 12 deste, afirmo á v. m. que estaba yo triste con un terrible deseo y cuidado por saber de su salud y del suceso de la indisposición pasada de pujamiento de sangre que- mada, que suele ser materia de melancolía, aunque esta ya no es razón que reine en v. m. por via de imaginaciones, como quien tan bien entiende qué cosa es ella, y qué cosa es todo el mundo y su gloria. Alivióme grandemente la carta con la buena nueva de la mejoría y prudente preparación para lo de adelante, que Dios conserve en todo bien.

El calor y la sequía del tiempo bien que han de dar pesadumbre, mas también esto moderará v. m. con buen aposento, y huir del sol et húmido victUy que para todo conviene á su complexión.

Yo habia ido á visitar mis hermanos y sobrinos en Se- villa, y á estorbar un camino al señor Diego Diaz, que á su

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flaqueza no le estaba bien en este tiempo, y huyendo del calor y de la frecuencia de la ciudad, me torné á mi cueva donde jamás hay calur, y agora casi cada dia llueve. Estan- cia es que por ninguna ciudad la trocaria si tuviese á vs. mds. los que en esa corte amo, siquiera cuatro leguas de aquí, como los tengo presentes perpetuamente en mi imaginación, non sine desiderio et votis. Usaré deste tiempo que S. M/ me ha hecho gracia, en la cual suplico á V, m. me conserve con su prudencia y en la buena opinión en que v. m. me ha puesto con las gentes; y de mi parte yo procuraré encomendarme á Nuestro Señor, que v. m. jamás se arrepienta de lo que de ha hecho entender á los que le conversan. Ansímismo suplico lo que por otras, que desde ahí ó donde v. m, estuviere no cese de me con- solar con su letra y nueva de salud.

Yo pienso salir pocas veces del distrito de la Peña, que para mi ejercicio á pié es bastante. Aquí, como á recien ve- nido de tan larga ausencia, no me faltan visitas y hospeda- jes, y hasta agora no son bien tratados por mi pobreza, y porque no hallé en mi casa cosa de cuantas dejé para servi- cio ni uso, que aunque eran pobres me podían servir en el campo y excusar de juntar agora otras para dejar otro dia, si S. M.** no me alarga la licencia; por esto supliqué á v. m. mandase á Guadarrama que me proveyese de una caja de cuchillos de Valladolid , y v. m., como suele, tomó lo mas breve, y quísome proveer áe los de su casa , porque donde quiera que yo esté tu nobis fomiliarem instruas rem. Dios pague á V. m. el cuidado que de tiene, que pagará por la caridad que á esto le mueve.

Los caracoles de que el señor marqués de los Velez me hace merced, no querría se me trajesen acá donde no tengo por agora permanencia, ni allego mas que lo necesario pa-

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ra vivir y hospedar algunos amigos, y ansí se estañen po- der de Sebastian Pérez y de Pedro Martínez las demás co- sillas raias como son libros y caracoles. Suplico á v. m. agradezca el señor Gaztelu el cuidado que tiene de hacér- mela, porque ayuda en esto á v. m.; y cierto parece claro que en la mayor necesidad Dios proveerá mi pobreza y ver- güenza, porque yo no me atreviera á escribir al señor Gaz- lelu sobre los quinientos ducados que restaban de la ayuda de costa, por no darle la molestia de que mandase cobrarlos, y él lo ha hecho como quien es, mandándome enviar poder á Pero Martínez á quien le vendrá también á cuento, por- que estos dias me he ¡do valiendo dél, librando en él algu- nos ducados que he buscado prestados en Sevilla , y agora le escribo que embolse lo que ha pagado , y me envíe acá doscientos ducados.

Gran pena me ha dado lo que v. m. me ha escrito de la indisposición del duque d'Alba, aunque rae la ha mitigado con afirmarme quedaba mejor. Dios á su Excelencia la salud y prosperidad que le desean ios que conocen su valor y el provecho que semejantes ministros hacen en la repú- blica cristiana , y la que habemos menester ios suyos : que yo por V. m. , y por jurar que no tenemos otro arrimo humano mas firme ni mas cierto que este. Hele suplicado por cierta relación importante á mi contento y á mis estu- dios, y no querría que disimulase con mi deseo. V. m. me la haga de interceder y solicitar por su parte, que luego en- tenderá su Excelencia el sugeto que aquí no declaro.

Suplico á V. m. me avise si será cierta la jornada de Monzón y para cuando. Dios la encamine para bien público y de las cosas de Flándes, que me tienen con cuidado. Deseo saber, que acá no se sabe cosa del mundo, ni de Aracena allende, y no es lo peor que tiene esta tierra.

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En mi poder no hay libro alguno de la impresión de Plantino , ni mas que un pequeño breviario de camino , de que uso. Yo he escrito á Luis Pérez que me envíe un cofre de libros mios y entre ellos pido un breviario y un misal de octavo. Si me viniere por Sevilla lo enviaré á v. m., cuya illustre persona y casa Nuestro Señor prospere en su ser- vicio. A todos esos mis señores beso las manos mili veces y muy nombradamente al Illustrísimo Kevenhuiller, cuya me- dalla deseo en extremo en esla soledad. De la Peña de Ara- cena 13 de junio i 578. Illustre Señor. B. 1. m. de v. ra. su siervo obligadísimo. Arias Montano. Tiene rúbrica.

Grande contento me ha dado la vitoria que han habido los castellanos que están en Portugal en la causa justa que defendían, la cual, después de Dios, refieren á S. M.**, y al señor embajador y á v. m. ; y porque los Martínez, ad per- petuam reí tnemoriam, quieren dejar muy claro y asentado lo que toca al particular de su linaje conforme á las pro- banzas honradísimas que dello tienen hechas á propósito desta causa, que locan á caballeros y otras personas princi- pales de Andalucía y Portugal, suplico á v. m. en lo que en este particular fuere menester , prosiga en favorecerlos con S. M,*^ y con los ministros de Portugal. La justicia de los treinta y tantos que han dado por buenos era clara , y la de ios Martínez clarísima : que bastan las probanzas he- chas en Portugal con mucha autoridad y conlradicion de parle , sin las hechas en Castilla con requisitorias de Por- tugal, que son cumplidísimas. Obligados tiene v. m. á todos aquellos desagraviados: bendito sea el que tal ánimo le pone para hacer bien á muchos.

Sobre. Al Illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.*^ y su secretario de Stado. En corle.

369

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Zayas. De la Pena de Ar aceña á ÍQ de octubre 1578.

(Recibida en 30 del mismo.)

Descripción de la Pena de Áracena. Desea que S. M.«i sea patrono de su ermita.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILLUSTRE SEÑOR.

Por no haber visto en cuanto he andado de España, ni aun de otras provincias , un sitio semejante á este de la Peña de Aracena, en el cual concurren muchas cosas na- turales, que, cuando se hallan cada una por sí, son muy eslimadas, como son altura del lugar, templanza del cielo y sanidad de la habitación, abundancia de aguas, anchura de cielo y muy muchas otras partes á propósito de un aco- modado retiramiento, he pensado muchos dias ha ser este lugar digno de ser poseído de un rey, mayormente no ha- biendo en esta Andalucía estancia mas fresca para el eslío que esta, y estando catorce leguas de Sevilla, y no tan grandes que con buena cabalgadura no se puedan andar en un dia ; y siendo toda la tierra de en torno fresca y abun- dante de aguas, y de vino y frutas, y no falta de caza, si se guardase con un poco de cuidado, lo cual se hará sin daño de las heredades por ser la tierra montosa, y que está todo el año verde. Persuádase v. m. que todas las parles necesa- rias para recreación de un príncipe tiene este lugar, excepto los edificios que son de un pobre estudiante como yo. Con lodo esto antes que de aquí saliese, trece años , valia mas

Tomo XLI. 24

570

que tres mili ducados el edificio que yo tenia hecho en igle- sia , casa , estudio , huerta , y viña y prado, que todo esto está sobre lo llano de la Peña, y agora con esta licencia que S. M/ me ha dado para estar aquí hasta que sea de otra cosa de raí servido, he ido reparando algo de lo que hallé arruinado y destruido por negligencia de. un criado mió, que dejé en mi casa. Por estas razones y porque con lodo cuanto soy, valgo y tengo, aunque todo es poquísimo, deseo servir á S. M/, escribí á v. m. estos dias pasados ofreciese de mi parte este sitio á su real servicio , y todavía estoy en el mismo propósito , y me daria grande lástima se quedase este lugar sin patrón después de mis dias, y se tornase al estado en que yo lo hallé cuando vine á él prime- ramente, que era un eriazo y zarzal espesísimo.

Para conservarse en el estado en que yo lo tengo, basta- rá el precio de los frutos que pueden esperarse de lo que yo en ello he plantado y ordenado, que serán mas de quinien- tos reales en cada, un año, cuando por cuatro años fuese en continuación el reparo y plantación que he hecho, y con esto será habitable para cualquiera caballero, para habitarlo un príncipe. Agua, y piedra, y monte, y cal.hay, todo muy cerca, para cuanto se quisiese edificar; y entreteniéndose ansí debajo del nombre y título de algún pairen poderoso, no faltará en todo tiempo persona que lo quiera habitar, ora sea estudiante para pasar con reposo sus estudios , ora algún eclesiástico amigo de aprovechar con buena doctri- na, porque hay aquí buena disposición para ello; pues son mas de mili casas las que están derramadas por estos mon- tes de Aracena, en las cuales quien enseñare sin interese ganará mucho para con Dios,

Este sitio está en término de Aracena, que es lugar de mili vecinos, dos leguas dé!, por un camino fresco; la una

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legua es del mas hermoso camino de España, y ansí cae en la jurisdicion de S. M/, que todos estos montesinos son sus vasallos. El sitio de la Peña es anejo al priorato de la iglesia mayor de Sevilla, como lo son todas las mas ermitas de este arzobispado, de las cuales están ya algunas enaje- nadas en poder de flaires, porque los priores, teniendo poco provecho de las ermitas, y antes costa en visitarlas y repa- rarlas, fácilmente las han cedido á quien las beneficie ; las otras han dado y dan á ermitaños que las habiten , porque no se caigan del todo. Yo hube esta del prior mas ha de 25 años, con contrato de dos vidas de mi compañero que mu- rió aquí sirviendo á Dios y mia. Tengo confirmación apostó- lica del contrato, y cualquiera prior será contentísimo de que S. M.*^ sea patrón de la ermita y se sirva del sitio; porque ninguno querrá encargarse de entretener lo que yo aquí dejare, aunque sea á costa de los frutos , no siendo el mismo prior aficionado á vivir en el campo, ni pudiéndolo hacer, porque ha de residir en su priorato en la iglesia; y solo el nombre de S. M.*^ y de sus sucesores entreterná y sustentará esto con algún alcaide natural de la tierra que ponga aquí el que lo fuere del Alcázar de Sevilla ; y por mi vida ello se entreterná con orden que yo podré dejar, aun- que esté en otra parte sirviendo á S. M., y me esforzaré á mejorarlo entendiendo que es de S. M/, y por el contrario, pensando que mañana moriré y quedará esto sin dueño, perderé el ánimo y propósito que tengo de mejorarlo. Por no ser mas largo no especifico por agora las particularida- des que aquí hay, que son muchas y muy buenas, y sien- do S. M.'* servido, lo haré en otra.

Cuanto á los francolines y faisanes, tengo por cierto "feer esta tierra tan dispuesta para ellos cuanto todos los lugares donde los he visto en Aragón, Gatalunia, Italia y Silva Ar-

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dueña; porque perpetuamente tiene verdura de monte, y pasto de yerba y diversos frutos que caen de las malas, y es caliente, donde jamás cuaja nieve y abunda en muchas par- tes de agua, y es muy larga esta montaña; y cometiéndose la guarda dellos á un ministro de justicia como es el gober- nador del Estado de Almonester, se podrían multiplicar en breve tiempo. V. m. proponga esto á S. M.* para que de y de todo disponga como mas á su servicio fuere , de que el prior de Sevilla será contentísimo de que S. M.^ sea patrón desta Peña. Yo puedo bien prometer y darlo con- cluido en sabiendo que S. M/ es dello servido. Nuestro Señor prospere la illuslre persona de v. m. en su servicio y de nuestro rey. En la Peña 16 de octubre i 578. B. I. m. de v. m. su servidor, Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. Al Illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.'' y su secretario de Estado.

575

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Za^ yas. De la Peña de Aracena ái de enero 1579.

(Recibida á SI del mitmo. Reipondida á S6del miimo y guirdese.)

Quéjase de los muchos huéspedes que le molestan, distrayéndole de sus esludios y pidiéndole recomendaciones. Prefiere su retiro á vivir como particular en la corte. Fallecimiento del embajador de Venecia, y gusto que tendria en servir aquella plaza. Muerte del capitán Aldana. Marcos NuSez. Plantino.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILLUSTRE SEÑOR MIÓ.

La de V. m. de 21 del pasado recibí en 5 deste, que fué parte para me consolar mucho de tristezas que jamás cesan de acosarme con nuevas de muertes de parientes y amigos en España y en diversas otras partes: alabado sea Nuestro Señor por todo; él rae guarde á v. m. y á las prendas^que en esa corte me ha dado , cuyas cartas y buenas nuevas me dan grande consuelo; y ansí suplico á v. m. por amor de Nuestro Señor, y por el que bien que me tiene, me la haga (1) me este contento de buenas nuevas de su sa- lud y de esos mis señores las mas veces que fuese posible.

Por haberme v. m. demandado el modo que yo podría pensar para aliviar mis necesidades y proseguir mis estu- dios, respondí en una larga que creo amohinaría á v. m., dejando el suceso á la disposición de Dios, y remitiéndome

(1) No pueden leerse algunas palabras de esta carta por estar roto el papel, lo cual se indica por medio de puntos.

374

á V. m. en el guiarlo , y por esta resolución no escribo ago- ra acerca dello.

Yo me he quejado siempre que después que aquí vine jamás me han fallado huéspedes ni otros desasosiegos de negocios ágenos, de parientes y amigos, y como yo fui muy conocido desde mochacho y acerté á hallar este sitio en parte tan cercada de parientes, que desde aquí hasta Mé- rida y Badajoz, que son 20 leguas, Mora, en Portugal,

que son ánles 200 casas conocidas de parientes, nunca

me faltaban visitas y embaraz como v. m. escribe era

otro tiempo, y otra edad, y otro pensamiento el de ellos: que el mió no se ha alzado del suelo hasta agora por bene- ficio de Nuestro Señor, y era vivo Roano, mi compañero, que sabía entretener y despedir los visitantes á sus tiempos. Después que entré en casa de S. M.^ pasan las casas de parientes, veros ó apellidados, de seiscientas, sin los de Sevilla y Andalucía, y los pensamientos del menor dellosy las esperanzas ó espettativas puestas sobre el cielo de Júpiter. Estos me han dado mal rato cada dia con visitas, y no ha bastado decirles que tan Arias Montano soy como fui , y no seré mas, antes por ventura menos, lo cual no pueden oir sino me desafian y afrentan sobre ello, imaginándose que los apoco en esta bajeza destado en que me estuve y estoy. Aunque no me declaré tanto como esto en aquella carta de 24 de noviembre, me quejé á v. m. de la molestia que re- cibía, ansí por no hallarme aquí tan solo como yo querría para mis intentos, como por la poca posibilidad que tengo para cumplir como es razón con los huéspedes y con otras necesidades precisas de algunas personas que yo tenia obli- gación de ayudar, si pudiese, y con esta queja descansaba con V. m. que me ama y tiene noticia y experiencia de se- mejantes cosas. ,

o /o

La compasión que v. m. ha tenido de ha pasado mas adelante, que es á querer mandarme ir á corte con re- putación y autoridad, por carta de S. M.*^; y por este ánimo que yo bien conozco en v. ra., y por el deseo que tiene de que yo le vea comoquerria y le sirva en presencia (aunque soy de poco servicio ) le beso las manos mil veces y suplico á Nuestro Señor le el galardón que nunca falta á seme- jantes propósitos y beneficios ; mas pues v. m. manda que libremente hable ó declare mi pecho en carta, certifico á V. m. con todas las prendas que puedo, que ningún deseo ni propósito tengo de salir desta estancia, á lo menos para corte, si no fuese para otro lugar mas retirado y solo que este , aunque no tuviese las bellezas naturales que este tiene, que juntas todas no creo hay en Europa pieza que le lleve ventaja ; y no teniendo yo otra cosa que poder ni deber de- sear en corte sino la conversación de v. m. y del señor don Luis Manrique, y del regente Sapena y muy pocas mas

que vistas que me suceden y pueden ayudará mis stu-

dios y á la salvación de mi ánima con su ejempo y plática, y estando todos también ocupados en sus ministerios , y no teniendo yo alguno forzoso que me obligue á residir en cor- le , sufriré la pena que siento deseando sus presencias con el alivio desús cartas, y con esperanza de visitarlos alguna vez de año á año , cuando S. M. me hubiese hecho la mer- ced de dejarme continuar en mi retiramiento , que entonces terne, con el favor de Dios, libertad para ir á corte no con otro negocio que á besar las manos de v. m., como solia yo visitar cada año á mis amigos y señores en Castilla la Vieja y emplear en esto tres meses ó cuatro, comunicándoles mis estudios del tiempo de atrás ejercitados en esta Peña , en la cual me tornaba á encerrar por el resto del año, y á esta vida deseóle haciéndome S. M/ merced para continuar

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mi propósito, y cuando olra cosa me manda ndiendo

ser ansí su voluntad y servicio lo haré; empero por lo me- nos la merced que me ha hecho de dejarme aquí depositado hasta su felice tornada de Cortes de Aragón, no me la revo- cará, según espero, ni v. m. por amor de Dios trate de se- mejante cosa ; porque aunque aquí tengo por agora el em- barazo que á V. m. he significado, hay comodidad para emplearse un hombre en ejercicios del servicio de Dios y bien de algunos fieles que están por esta montaña tan ham- brientos de dotrina y de otros ministerios eclesiásticos, de que en corte y otras partes hay abundancia; y también es- pero que esta concurrencia de visitas avadará, porque mu- chos vienen á nombre de recien venido de tan larga ausen- cia; y con este vado, teniendo reparado mi aposento, seré , placiendo á Dios, señor de mas tiempo para ver mis libros, que el que puedo tener en el Escorial ni en Madrid. Al fin no siendo yo sino un pobre criado de S. M.^ , sin ministerio alguno extraordinario perteneciente á su servicio, para la vida privada entiendo me está mejor este retiramiento que el resplandor de corte, y S. M/ no entiendo piensa que yo sea para mayor empleo que ser su capellán , y desto le puedo servir aquí y donde quiera que estuviere, nisiquidy lu sua- vissime Zaya, dissentis , á quien tengo mas respeto y mas deseo de agradar que á persona de la tierra. En lo demás me remito á la mayor que á v. m. escribí antes desta.

He hecho clérigo á un paje mió que me habla servido aquí los años pasados, y traerélo aquí para que tome cargo desta pobre casa, y terne algún alivio con él si tengo pan que le dar.

Por carta de 14 de otubre, de Milán, tengo nueva de ser fallecido el embajador de Venecia, y que habia nuevo embajador, y no me ha escrito v. m. cosa desto, siendo

i

muy mi amigo y señor Guzman de Silva. Algunas veces escribí á v. m. que de i)uena gana sirviera yo aquella plaza por ser retirada de frecuencia de españoles, y de no mucho negocio que me estorbase mis estudios, y vecina la ayuda de los estudiosos extranjeros, entre los cuales tengo alguna autoridad y mucha amistad por merced de Nuestro Señor, y facilidad para haber libros de Levante que son á mi pro- pósito. Emi)ero como digo, no debo ser estimado por de provecho alguno, y ansí me está mejor remitirme á lo que oíros de juzgan que á mi imaginación, que se puede bieu engañar con propio.

Grande pena me ha dado la muerte del capitán Aldana, y no me la ha aliviado el tener casi pasado este trago con la sospecha grande que dello tenia: siempre alabado sea Dios, que ansí nos ha castigado por esta parte de Portugal, y nos- otros no como lo sentimos.

Todavía suplico á v. ra. favorezca á Marcos Nuñez en lo que fuere posible, porque merece toda honra.

En lo de Plantino escribiré como v. m. me manda, aunque no moviéndose allá los que son causa de tanto da- ño con las cartas de la conciencia, no qué prestará mi letra.

Huelgo que v. m. tenga macho á su contento: Nuestro Señor se lo deje gozar y otros muchos. Beso á v. m. las

manos por la muía baya que siempre me ha dicho

mia. E yo bien que todo lo de v. m. es mió para mi so- corro , y todos lo saben ; mas no teniendo por agora propó- sito de ser cortesano; podrá v. m. aplicarla á otro uso que le pluguiere, porque para traerla acá seria inconveniente el luengo camino y vernia maltratadísima, y causaríame pe- na, ultra que aquí no hay lugar para tanta caballería por la carestía de la cebada, y porque ya en tres meses no salgo

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inedia legua de la Peña , y para esto me compran mis her- manos un cuartago en Sevilla, que es mas á propósito para esta tierra, y el machonazo que en Madrid compré sirve de acémila, y esto me sobraría aunque tuviese mas pasto para bestias: que hay gente mucha por estos montes en cuyas casas la cebada seria mejor gastada, porque desean haberla para comerla con sus hijuelos este año trabajoso. Con algunas cosillas que no coman, que aportaren á mano de v. m., á propósito del gusto de este retiramiento, me hará v. m. siempre regalos como suele y como lo ha sido la caja de cuchillos, que aunque no ha aun llegado acá, me da contento pensar que viene de mano de v. m., cuya illustre persona y casa Nuestro Señor prospere. En la Peña de Aracena 4 de enero 1579. B. 1. m. de v. m. su servi- dor obligadísimo. Arias Montano. Tiene rúbrica.

A V. m. suplico encamine las que van á Roma, que im- portan á la caridad, y las que van á Pero Martínez, que lle- guen á su mano. Y no olvide v. m. de dar esta Peña al rey que cierto hace al servicio de S. M.''

Sobre. Al illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.*^ y su secretario de Estado. En corte.

379

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Zayas. De la Peña de Aracena á 22 de marzo 1579.

(Recibida el 19 de abril.— Kespondida el mismo )

Pide algunas recomendaciones. Crítica de sus obras. Fr. Fer- nando del Castillo.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILLUSTRE SEÑOR MIÓ.

En grande manera deseo siempre cartas de v. m., que son mi consuelo grande, ó á lo menos nuevas cartas de su salud , y que estas me viniesen á menudo, y ha mu- chos dias que no las tengo mas de que Pero Ponce, por una suya de 9 deste, me escribe que v. m. quedaba buena al presente : sea Nuestro Señor alabado por ello.

Yo salí de Sevilla con mala disposición de catarro y calenturillas que disimulé, porque me dejasen venir, y cre- cióme de manera que me ha puesto muy flaco. Bendito sea Dios que sabe mejor lo que rae cumple. Desde allí envié á V. m. cartas que habia escrito en esta Peña, y otras cuyos argumentos se me afrecieron allí; confio habrán llegado á sus manos ; después no se rae ofrecen raas que dos cosas hasta ver respuesta de v. m., y antes que las escriba, advier- to á v. ra. que rae han dicho que las cosas de los Martínez no fueron del todo rompidas, y holgaría mucho se conser- vase su honor por nuestra parte, y también que no perdie- se cosa alguna Casnedo , que todo lo que ha remitido acá ha sido para hacer bien á amigos, y ansimismo que yo no

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padeciese detrimento en lo que tengo en su poder, porque dello me valgo para mis necesidades y deudas. Remito todo esto á la prudencia y caridad de v. m.

Pero Ponce me ha pedido suplique á v. m. por unas car- tas de recomendación de parte de S. M.*^ para el papa y el embajador de Roma , y otra de v. m. para el mismo emba- jador]en favor de un flaire de Santo Domingo, pariente suyo, que está en esa corte de camino para Roma: díceme que v. m. le ha dado otras para otro pariente ó amigo suyo, y por tanto no se atreve á importunarle. Suplico á v. m. por mi parte le haga esta, y entienda él cuan poco se importuna v. m. ha- ciendo bien. Merece su bondad y toda buena amistad, porque también es oficioso y muy agradecido , como lo muestra la modestia desla intercesión en que á me pone para con V. m. Escríbeme que v. m. le ha dado cierta caja que me envíe : holgaría fuese lo que Gasnedo encomendó en Roma á monseñor Fromento , para que me trajese y lo consignase en esa corle á v. m. ó á Martínez, de que por otra mia v. m. sería avisado ya antes de agora.

Entienda v. m. que mis ejercitadores, que otros llaman émulos, no cesan, porque parece debe ser esto cosa que me cumple, y ansí Dios lo permite, sea para gloria suya y bien mió. Ciertos padres de Sevilla en aquella ciudad y en otros lugares de Andalucía hacen diligencias exquisitas en mis escritos muchos días ha , y aunque yo lo he sabido desde antes que viniera á España, he callado y sufrido con espe- ranza, que por ventura sus diligencias me harían provecho hallando ellos con sus ingenios y agudezas lo que ni mi ru- deza alcanzaba, ni la erudición y simplicidad de todas las otras naciones que los leen y han leido , han hallado en ellos, y me avisarían de algunas cosas que pudiesen mejorarse en mi vida ; v nunca he hallado en todos ellos tanta carídad

58!

como la hallé en el padre fray Fernando del Castillo , que habrá seis años me advirtió de alguna cosa que se pudo muy bien mejorar y dar á entender. Estos padres de acá han to- mado otro modo, y es andar burlando de mis scritos ó de mi nombre, que Dios ha querido darme por quien él es, en al- gunas conversaciones en Andalucía, y aun en tiendas de li- breros, y en conventos, de manera que han escandalizado ya á algunos bien intencionados, y apretándoles que decla- rasen algunos lugares, no lo han querido hacer, sino res- pondido en general, que no guardo en algunas cosas el es- tilo de las escuelas, el cual yo ni profesé guardar en todo y por todo, ni entendí deberlo hacer. Helo sentido, porque hallo mi consciencia sana, y aunque callo y rue^o á los que desto hablan, que no tomen pasión alguna, me ha parecido no debo pasarlo sin dar noticia al Illustrísimo Cardenal de Toledo y al Consejo de Inquisición en que su Señoría Illustrí- sima preside, suplicando por el remedio que puede ser en mi derecho; y ansímismo escribo á S. M.* suplicándole se lo encargue como cosa del servicio de Dios, y que redunda eo honor de España, que de no hago caso. V. m. con todo secreto, sin dar parte á tercero ninguno, mirará en esto y dará al Inquisidor general el pliego que con esta va; y si le pareciere que conviene también dar la que va para S. M.** en su mano, la dará sin dar á entender que sabe lo que contiene, ni hablar mas en ello de lo que S. M.* fuere ser- vido de tratar. Una cosa le podrá cerliñcar v. m. viniendo á propósito, que yo estoy muy saneado en mi conciencia para con Dios y para con los bien intencionados , y sólidamente doctos. El proceder y suceso desto remito á la Divina Provi- dencia, y que siempre me ha hecho grandes bienes, y hará si no lo estorban mis pecados y deméritos. El prospere la ¡lustre persona y casa de v. m. en su servicio. En la Peña 22

582

de marzo 1579. B, 1. m. de v. ra. su servidor obligadísi- mo, Arias Montano. Tiene rúbrica.

A V. m. suplico mande encaminar la que va á Roma para Gasnedo, que importa mucho á la caridad y remedio de una alma.

Con estas envío á v. m. la copia (i) de las que escribo al rey y al arzobispo. V. m. comunicará primero esto con Sebastian Pérez , el maestro del Cardenal, que es docto y amigo grande, y entiende estos negocios de flaires, etc.; yo le he escrito que bese las manos á v. m. y hablen acerca desto; á otro ninguno se descubra, porque yo entiendo con- venir ansí.

Ciérrase esta á 26 de marzo, y en esta hora recibo la de V. m. de 16 deste, á la cual respondo aparte.

Sobre. Al illustre señor Gabriel de Zayas , mi señor, del Consejo de S. M.^y secretario de Estado en su mano. En corte.

(4) No está.

583

/ Copia de capítulos de carta del doctor Arias Carpeta J Montano á Zayas. De la Peña á xxvj de ( marzo i579 ( I).

Conocimientos de Arias Montano en Portugal. Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

Acerca de las inteligencias y amistades que tengo en Portugal , lo que puedo decir es que esta tierra está en frontera de una villa principal y antigua, y de las mejor paradas de aquel reino que se dice Moura. En la cual hay muchos fidalgos y hacen buena vecindad á Aroche, villa de S. M.'', antigua y fuerte y de honrada gente. En esta Moura, hay uno muy principal y de grande crédito en el reino y muy aperen- tado en corle y por toda la tierra , que se dice Alvar Gómez de la Negrita , y es señor de una gran heredad y torre deste nombre, junto á la raya de Castilla ; tiene muy bue- na fama por esta tierra y mucha inteligen- cia con lo mejor de Portugal; que es bien intencionado y tiene afición á S. M.*, porque él me lo dio á entender siendo yo su huésped , cuando el año pasado salí de Portugal para esta frontera; y en suma

(1 ) Las notas marginales de esta carta son de mano descono- cida.

384

puedo decir que cuando yo estuve allá se trataba entre personas de cualidad y cor- dura de la sucesión en el reino (porque afirmo á v. m. tenian la determinación de su rey , que Dios tenga en gloria , por tal ruina suya y de su reino, y muchas ve- ces hablaban conmigo desto , y los mas bien intencionados al bien público se inclinaban al rey nuestro señor, allende de algunos po';u;d?e'n'et'"'. paiticularcs que yo tenian por clara la crito es saber «que justicia de S. M .** , couio lo €8 el doctor Bor-

Pedro Barbosa tenia

la opinión del dere- bosa , del cousejo del reu , que es aquel que

cho de S. M., lo cual , <. .

me dijeron á allá, lia gauado fama dc cristiano y rectísimo

pero no lo del mis- . , . ,, . . i

mo.» y si asi es que Jucz y dcsapasionadisimo, y cierto le sigue Som«n1,'í%ta''oca" ^^«ta fama con grande razón; este y los que

sion bastante para ^^^ Jg gy opioioU ticnCn Cabida COU Cl pUC- hacerle ir a Lisboa á ' ^

▼er si prevarica; no j^JQ, y nie mOSlrarOU graudc afección y de- si seria buen ach<|- •/ o 1/ que enviar altey con VOCÍOU qUC tCUian á S. M.*^ FuCra dCStC Ca-

jde pergamino. ballcro Ó fidalgo , como ellos llaman , que he

dicho Alvar Gómez, no tengo conocimiento alguno en esta frontera si no es con algunos priores de villas. Los cuales me han escrip- to aquí , aunque yo hasta agora no los he conversado. Dentro en Lisbona y por aque- llas partes tengo mas amigos conoscidos y no conoscidos de , de los que yo podría nombrar, y todos los mas dellos son de cua- lidad y muy emparentados allende de los de la casa de Braganza, digo los tios del du- que , con los cuales S. M.** terna mejores inteligencias que las mías. De otros de mu- cha suerte escribiré aquí los nombres que

385

me ocurren al presente , algunos dellos son

de la casa y sangre de los reyes, otros son

muy trabados en parentela con los mejores

del reino, y oíros tienen cabida con los

demás.

A este clérigo abor- Diego Mendez de Vasconcellos, inquisi-

ircmo^d re"" ^^' dor quc fué CU Ebora , varón de muchas y

buenas parles , canónigo , sobrino de don

Gonzalo Piñeiro, obispo que fué de Viseo;

este era muy estimado cuando allí estuve.

Destos dos herma- Don Autonio y dou Juan de Vasconce-

nos el lego se cree

que murió en la ba- Hos , hemianos, uuo canónigo dc Lisboa,

talla. Luis Cí'sar es i i r n ,

amigo estrecho de otro comcndador . Luis César, supennteu- fsub° maf'erVy dente de todas las cosas de la India.

con él.

Estos son ricos y Alonso de Torrcs, el viejo, y Alonso de

primos de don Luis

de Torres, el de Tofrcs Magallanes, su sobrino, caballeros y comendadores de Christus, ricos en Lis- bona. En este tememos El doclor Pablo Alfonso, dcscmbargador

poca ayuda. j i ti

do Pago do rey es muy entendido; empero

no se tiene por muy recto.

De Barbosa ya es- Doctor Barbosa , desembai'gador do Pa- ta dicho. , . , . , ,

co, de quien he scnlo antes, grande per- Este es gran le- sonage. Fr. Francisco Forevro en Sant Do-

trado y singular . 111 1 *^ , , .

predicador; tan abor- uiiugos, hombrc dc uiucho valor y dc priu-

recido del rey que .1 . ,

siendo del Consejo CipaleS parientCS.

',:.i.6° :r:ar l: Juan de la Barreyra , fidalgo rico .que

comenzando á rei- y^yg ¿ Sauclos, dondc cl rcv solia mas ro- ñar, y lo mesmo " hizo con Manuel de sidir. Quadros del mesmo Consejo, y desem- bargador de palacio.

Tovo XLI. ' 25

586 Luis Aitareí Pe- Luis Alvarez Pcreyí'a , comendador de

rcyraesdepocaim- pi - portancia.DonFran. VjUUSIU».

uTaprir;;",^';: Don Francisco de Portugal . contador solo el Barbosa po- ^avor v sumillcr del rey.

dna Anas Montano j ^ j

llegarse allá, y si £1 doctor Manuol dc Quadros, desenl- ie ganase no habria

perdido el camino. bargadoF del rey.

Estos lodos trataban en Lisbona conmigo muy familiarmente, sin otros muchos cu- yos nombres no me acuerdo, y muchos hombres de letras, lodos en Lisbona.

El obispo de Algarbe Hierónimo Osorio, hombre de grandes letras y valor, con quien tuve estrecha amistad y comunicación de cosas de poridad. A todos estos sentí bien inclinados á nuestra parte. Este Al- varo González (1), que he dicho que vive en Moura , aunque está el mas tiempo en cor- le, tengo por persona importante por estar tanto en nuestra frontera y tener machas prendas.

Mis vecinos castellanos de las fronteras tienen, también parientes y amigos en Por- tugal. Si en alguna manera yo fuere de al- gún servicio , deseo en todo y por todo el de S. M.*^ , aunque yo soy en todo para muy poco.

(1) De quien ánles ha hablado es de Alvar Gómez de la Ne- grita.

587

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Zayas. De la Peña de Aracena á 50 de marzo 1579.

(Recibida en 40 de abril.— Respondida á 18 del mismo.)

Censores de sus escritos. Le da las gracias por uua cama de seda que'le ha regalado. Recomienda á un criado suyo para que se le permita sufrir el examen de escribano en Sevilla, sin necesi- dad de ir á la corte.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núni. o83.

ILLÜSTRE SEÑOR MIÓ.

Habrá tres dias que escribí á v. m. largo y le envié cartas para S. M.*^ y para el inquisidor general, y di noti- cia á V. na. de los ejercicios que Dios me da también en Andalucía , como en Castilla , por manos de hombres de letras que procuran hallar en mis escritos algún tropiezo para notarlos, y hacen extraordinarias diligencias para ello, que tengo por grande merced de Dios que pasa esto mien- tras me dura la vida y el sentido.

Escribía al Arzobispo suplicando me hiciese guardar jus- ticia, y al rey también, que S. M.** la encomendase. En cuanto al dar la carta al rey poníalo en el juicio de v. m. con la comunicación de solo Sebastian Pérez. Con esta va el duplicado de aquellas cartas: habiendo v. m. recibido las primeras, quemará estas ó las guardará inter secretissima para si en algún tiempo fueren menester.

Por una que recibí de Guadarrama he entendido la que V. ra. me ha hecho de fornirme de la cama de seda que tuve en el Escurial, de que me maravillé mucho, que ha-

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biéndome escrito v. m. que la quería tener en casa para cuando yo tornase á ser cortesano, quiera que la tenga yo siendo ermitaño en una montaña donde las esteras se han de tener por brocado. Ella no pertenece para mí, y loa huéspedes que aquí vienen, aunque sean prelados, y prio- res, etc., deben contentarse con lo que la tierra puede sus- tentar. En casa de v. m. donde 'se ejercita tanto la caridad y hospitalidad, están muy bien semejantes y mas arreos, y por tanto holgaria, si ñola ha enviado ya Pero Ponce, que Guadarrama la mandase tornar á casa y se estuviese en mi nombre, y si ha ya caminado para Sevilla y llegase á la Peña, la semana Santa servirá en el monumento para el Santísimo Sacramenlo, y el resto del tiempo se estará en nombre de v. m. en una pieza, la mejor de la casa, como señor della y del morador. Dios pague á v. m. tanto cuidado cuanto de tiene sin yo merecerlo; y lenga v. m. por muy cierto que entiendo me ha dado Nuestro Señor á v. m. por uno de los presidios y consuelos que su providencia ordenó para mis propósilos y estudios.

No puedo dejar de acudir á v. m. con mis importuna- ciones, mayormente en materia de cnrldad, entendiendo cuan de buena gana la ejercita, aunque jamás quería pedir cosa que no tuviese cabida en justicia y equidad. El año pasado, estando yo en San Lorenzo, supliqué á v. m. favo- reciese á un mozo criado en mi casa, que desde que nació ha estado muchas veces y mucho tiempo en esta Peña con- migo y con los mios, al cual su padre habla renunciado una escribanía pública en Aracena antes de su muerte, y por ser legal y buena la renunciación , la pasó y confirmó Sevilla; empero para el ejercicio del oficio le faltaba la edad; pretendió el suplemento de ella en esa corle, y esperando se le hiciese la merced, gastó lo que tenia y tornóse con Es-

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paña mi criado sin darme aviso de su partida , hasta que V. m. me escribió que eran salidos de Madrid, y que ya casi les tenia negociado el suplemento de la edad. El se vino á Aracena inopia coactus , y ha estado en el dicho lugar esperando se le cumpliese la edad, la cual es ya cumplida del todo; que ya sin suplemento puede usar el oficio. Sola- mente le queda el irse á presentar á corle, y examinarse y traer la licencia ordinaria de ser escribano del rey para usar de su oficio. Estos exámenes y licencias suelen remitirse al asistente de Sevilla ó al regente, ó á otro ministro de S. M.** en Sevilla, cuando en la persona que ha de ser examinada hay impedimento de vejez ó enfermedad, el cual no hay en este pretendiente sino otro muy grande, que es pobreza grande que le dejó su padre por ser buen hombre y legal en su oficio. Con el tiempo trabajoso que acá corre, y con asis- tir á una madre vieja, viuda, y á su mujer y hijos, se vée tan necesitado que no se atreve al gasto del camino, ni yo rae hallo con posibilidad para socorrerlo; y porque es muy hábil para el oficio, y virtuoso, deseo que el señor presidente rae hiciese la merced de mandar remitir el examen desta per- sona, y la provisión ó licencia de scribano del rey, á Sevilla, á quien á su Señoría Illustrísima pluguiese. V. m. me la haga de hablar una vez al señor presidente y entender si se puede esto hacer por amor de Dios, y hací^'rmela á grande; por- que conforme al aviso que v. m. me enviare, haré ó que se lleven los recados necesarios para el despacho, encomendan- do la solicitud al procurador de Aracena que está allá, ó sino haremos que se ponga en camino como pudiere con toda la necesidad que tiene. Prospere Nuestro Señor la illustrc perso- na y casa de v. m. en su servicio, como yo se lo suplico. En la Peña de Aracena 30 de marzo 1579. B. 1. m. de v. m. su servidor obligadísimo» Arias Montano. Tiene rúbrica.

Suplico á V. m. por la respuesta deslo que toca á An- tonio Cid, escribano, etc., lo mas breve que sea posible.

Sobre. Al illustre señor Gabriel ¿e Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.*' y secretario de Stado. En corle.

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Za- y as. De la Pena de Aracena á i2 de abril de 1579.

( Recibida en 26 de ideiu.)

Pretensión del cardenal Deltino. Archivo generen de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILLUSTRE SEÑOR.

Por la de v. m. de 26 del pasado que recibí en esta Peña á 5 dcste , he entendido lo que S. M.'' me manda acer- ca de la pretensión del cardenal Delíino para dar della razón. Y obedeciendo como debo, la daré en esta lo mas claro y breve que yo pudiere.

El cardenal Delfino es veneciano , hombre elocuente y de buena opinión en corle romana, y donde quiera que es conocido, especialmente en Alemania donde fué legado de la sede apostólica muchos años, y liene mucha noticia de toda aquella tierra y gente, y es bien advertido y de inten- ción piadosa , como lo ha mostrado siempre.

Dijome en Roma que habia muchos años deseado de- clarar á S. M.^ un propósito suyo, del cual, viniendo en efecto, esperaba resultado del honor de Dios y del aumento de la fe católica y provecho de muchas ánimas en univer- sal; y me lo queria comunicar encargándome la consciencia

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para que yo fielmente lo declarase á S. M.**, é yo con la propuesta de laa grandes importancias rae dejé aplazar para un jardín fuera de Roma , en donde á solas me contó una historia que habia pasado en su presencia, de que un hombre principal de Alemania , entre los herejes muy esti- mado ansí por sus letras como por su persona , no había con- sentido jamás en el error de los sacraméntanos, y siempre profesaba, y reprimiendo á los que en él estaban, argumen- taba instantemente en loor y comprobación de lo que la iglesia romana tiene y confiesa acerca del Santísimo Sacra- mento de la Eucaristía, y decía que no bastaría toda la sa- biduría humana á mudarle de lo que él habia embebido en su ánima desde niño , tomando de memoria la sequencia (que por otro nombre se dice prosa) que aquel día de Corpus Chrisli y en su otava se canta, que comienza: Lauda Sion Salvatorem; lauda ducem et pastorem in hymnis et canti- cis, etc. , en la cual se contiene el misterio del Santísimo Sa- cramento. Deste ejemplo que pasó en su presencia concibió el cardenal Delfino una imaginación , que si la iglesia roma- na ordenase que en todas las fiestas principales del año se cantasen semejantes prosas ó sequencias en las cuales estu- viesen repacidos y declarados todos los artículos importan- tes de nuestra fe, y de lo que cualquiera cristiano debe saber, creer y hacer, saldrían los efetos dichos concernientes al ho- nor de Nuestro Señor, y á que los hombres, mayormente los eclesiásticos y los que entienden latín, bebiesen aquella do- trina y la mantuviesen con toda entereza y perseverancia. Díjome también que desde el punto que tal imaginación le vino, que había ya mas que diez y seis años la tenía sin cesar en ella, le había venido también persuasión que con- venía esto se moviese al principio , á lo menos por la auto- ridad de S. xM.^ Católica como príncipe celoso de la Cristian-

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dad y del bien de la Iglesia ; y dióme una narración del hecho ya dicho, escrita de su mano, y unos ejemplos de una ó dos sequencias, no para que aquellas viniesen á luz, sino que por ellas se viese lo que él senlia , y que viniendo á efeto , se ordenasen cuantas y cuales fuesen vistas con- venir.

Yo hablé una vez á S. M.** acerca desto en breve, y fui mandado que escribiese yo toda la relación como aquí la he escrito, y ansí lo hice y torné á hablar segunda vez á S. M.'^, y me alargué mas y le dejé en su cámara en San Lorenzo dicha mi relación y la escrita por el Cardenal y las sequencias, y S. M.*^ me dijo las mandarla ver y man- daría se escribiese á liorna al embajador, para que mas lar- gamente en particular comunicase este negocio con el Car- denal , y entendiendo sor cosa conveniente, ordenarla' se es- cribiese al papa sobre ello, y remiliría la asistencia á su embajador y la solicitación al mismo Cardenal y á los que fuesen de su parte. Y en este estado dejé yo el negocio en la cámara y mano de S. M.*^ y hasta agora no he entendido mas acerca desto, ni tengo noticia si S. M.*^ mandó guardar las piezas á Mateo Vázquez, ó las mandó retener ó dar á otro secretario ó criado suyo, ni yo he tratado mas con persona sobre este particular mas de que en aquella sazón escribí al cardenal Delfino, y le di noticia de haber hecho el oficio que me encargó, y que S. M.'' lo habia oido y recibido con el ánimo y semblante que suele recibir todas las cosas que tocan A la piedad y cristiandad, y que Dios ordenaría el efeto que fuese su voluntad , al cual convenia encomendar- lo. Después acá no he sabido masdeste particular hasta 26 del pasado que recibí en esta Peña una carta del Cardenal, de la misma fecha desla que él escribió á S. M.**, cuya copia v. m. me envió; en ella me dice que siempre ha ido

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ponderando este negocio y ha hallado cosas por donde se afir- ma cada vez mas en que será para gloria de Dios y extir- pación de las herejías, que con eslos vocablos lo trata, y de ornamento de gloria al nombre de S. M.*^ Católica, y me pide que sin tardanza torne yo á corle á tratar desto.

No creo me queda cosa particular acerca deste sugeto que referir, y con esto podrá S. M.** mandar lo que fuere servido, para lo cual no entiendo sea necesario que yo salga de aquí, porque el negocio es llano : que agradando á S. M.* el entablarlo, á mi pobre juicio parece bastará comenzarlo mandando escribir al embajador y á Girgos , que es hombre bien entendido y de buenas letras, y de bonísima intención, para que lo traten con el Cardenal, y con la prática que tie- nen en Roma vean qué entradas y salidas terna , y den ra- zón á S. M.*^ de lo que hallaren, para que conforme á ello se vaya conociendo lo que podrá hacerse y esperarse en ello. Yo no di puntada desto en Roma ni otra significación á persona alguna, por que se me encargó el secreto hasta ponerlo en noticia de S. M.''; y cuando ello se hubiere ya allanado para efectuarse, como quiera que de parte de Es- paña no sea menester olra cosa que la autoridad de S. M/ que lo pidiese para que en Roma se ordenase, y de allí se comunicase á toda la Iglesia católica. Tampoco era necesa- ria mi diligencia, lo uno porque en Roma se habia de ha- cer y ordenar todo, y el Cardenal lo sabrá bien solicitar, y lo otro porque, siendo menester ministros de España!, hay muchos otros que me llevan grande ventaja en letras y jui- cio y en otras partes convenientes, y holgarán mucho ser empleados y servir semejantes empresiis.

Ordene Dios en esto y en todas las cosas lo que mas á su servicio sea, en el cual prospere la illustrc persona de v. ra. En la Peña de Aracena 12 de abril 1579. B. 1. m.

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de V. m su servidor afectísimo, Arias Montano. Tiene rú- brica.

Sobre. Al ülustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.** y su secretario de Estado. i:^Q corte.

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Zayas. De la Peña de Aracena , á 13 de abril t/e 1579.

(Recibida en 25 del mismo.)

El cardenal Delfino. Émulos de Arias Montano. Escasez de recur. sos pecuniarios. Antonio Pérez.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. S83,

ILLUSTRE SEÑOR MIÓ.

Siguiendo lo que v. ni. me mandó en la suya de 26 del pasado, escribo en otra que con esta va lo que entiendo conviene referir á S. M.^ acerca de la pretensión del car- denal Delfino , que cierto es buena y santa , y espero será de fruto inspirando Nuestro Señor á S. M.** que con calor mande tratar de semejante negocio.

Mas habiendo yo hecho mis partes primeramente en refirirlo á S. M.^ de palabra, y dado las piezas que recibí en Roma, y agora de tornarlo á relatar por escrito, no entien- do tengo otra obligación que cumplir, ni que es caso este que requiera mi presencia en corte ni mi salida de aquí dejando lo que aquí hago, que aunque es poco he dado por otras mias á v. m. razón de parecerme serme mas á proposito que la estada en corte por agora, mayormente que cuan-

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do S. M/ fuese contento que lo de la demanda del Cardenal se prosiguiese, liabia allá otros mas hábiles y mas deseosos de semejantes ocupaciones y diligentes para solicitarlas.

Por otras mias que v. m. habrá recibido, terna noticia de la diligencia extraordinaria que ciertos padres predica- dores han hecho en Sevilla, buscando en mis escritos co- sas que reprender; y para prevenirme á la defensa de mi inocencia y justicia escribí al arzobispo de Toledo lo que pasaba y lo que entendía debo pedir para guarda de mi de- recho, y á S. M.*^ escribí también suplicándole se lo enco- mendase, y á V. ra. dejé la elección de dar mi carta á S. M.** ó no darla. Si esto ha llegado á manos de v. m. y están ya las cartas en sus lugares, estará bien y conviene que se- pa V. m. lo que hay de nuevo acerca dello. Entiendo que los autores principales de aquella diligencia se vinieron á resolver en que las cosas que ya tenían buscadas no eran de importancia, y que lo que había mas que notar era que en aquellas cosas (que son pocas en número) yo no usaba de los términos de escuelas sino buscaba otros latinos, y hallaron mas atajado el negocio sabiendo que las dos que tenían mas apariencia para su propósito, las bahía yo muda- do en nueva impresión , y no tenían ya el asidero que de antes, de manera que se han resfriado al parecer desde quíbce días á esta parle; empero no pudieron revocar el decir que andaba ya entre personas entendidas, que estaba muy roto; porque algunos de su orden que sabían de tal diligencia, dando á entender que ellos también eran parte, se alabaron en ciertos lugares pública y secretamen- te, y hablaron en tiendas de libreros; y cuando los autores quisieron poner silencio no pudieron, porque era ya tarde. Las cosas todas que notaron han venido á mis manos des- pués que yo escribí á v. m., y envié el pliego para el Arzo-

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hispo; porque Dios que conoce mi intención y consciencia, me hace siempre estas mercedes, y sea él bendito , que nin- gún cuidado me han añadido ni añadirán. Esto me pareció avisar á v. m. perqué no tome cuidado por acerca de se- mejantes cosas , mas de el que tiene de encomendar y rogar á nuestro Señor que las risga y á mi con ellas.

De mi particular provisión que v. m. me manda le avise, yo* la tengo muy estrecha, y tal que si no es en la Pena donde paso como quiera como ermitaño, no podria pasar en otra parte , mayormente que el obispo nuevo de Badajoz no ha pagado lo corrido de mi pensioncilla , con que yo ayudaba mis obligaciones eclesiásticas y otras semejan- tes. Pone por excusa ser nuevo en el obispado y estar em- peñado: paciencia.

En Sevilla me prestó un amigo doscientos ducados y díle letra sobre Pero Martinez. Dícenme la ha acetado: no como estaremos de cuenta; todavía creo me de- berá; no le escriba v. m. cosa acerca de hasta ver si paga, mas de encargarle provea mi necesidad, porque la tengo. Hele escrito me envíe la cuenta, porque deseo concluir con él. También suplico á v. m. le escriba cum- pla hidalgamente lo que conviene á Casnedo, porque im- porta al honor de sus amigos.

Deseo saber de las bullas del señor don Luis.

Torno á besar á v. m. las manos mil veces por la que me ha hecho enviándome el baúl de la cama y el rollo de Genova, pintada, aunque todo estaba en casa de v. m. mejor que en la mia.

Llegado aquí he tenido noticia del particular de Anto- nio Pérez. V. m. deje hacer á Dios y arrímese á su temor y servicio como suele , quia in manu eius sunt omnes fines terral. Él prospere la illustre persona y casa de v. m. en su

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servicio. En la Peña de Aracena 13 de abril 1579. Besa la mano de v. m. su servidor obligadísimo. Arias Monta- no.— Suplico á V. m. mande encaminar luego la que va para Sebastian Pérez con paje que le conozca y la en su mano.

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Zayas. De la Peña de Aracena á 29 de mayo 1579.

El doctor Barbosa. Opinión de los portugueses sobre el derecho de Felipe II á la corona de aquel reino. Se excusa de ir á ne- gociar á Lisboa.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILLUSTRE SEÑOR.

En 28 desle recibí la de v. m. de 19, en que me manda le escriba y declare lo que me pasó con el doctor Barbosa enLisbona acerca del derecbo que S. M.^ tiene á aquel reino. Yo no tuve ocasión alguna de tratar con él acerca deste particular, ni aunque entonces la tuviera pudiera tomarla sin dar sospecha contra la buena intención de S. M.*^, pues que se entendía que era estorbar al rey su sobrino con amor de padre, y retirarlo de aquel propósito y asunto que habia tomado de hacer la infelice jornada. Y siendo yo conocido por criado de S. M.** no podía en tal tiempo hablar con per- sona acerca de la sucesión, sin que gente tan puntosa con- tra castellanos sospechase lo que no era verdad, y ansí ja- más di á entender á los que trataban conmigo acerca de la jornada, sino que S. ¡M.*^ no la tenia por fundada, como los mismos portugueses tampoco la tenían, y que ansí en- tendía baria toda la diligencia con su rey dellos, que podría

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hacer con su propio hijo, y á esto respondian algunos per- sonajes cuerdos: "bien muestra el rey don Filipe su cris- tiandad y su valor en eso ; porque pudiendo él decir á su so- brino— yo no te diró que des con tu cabeza en las paredes, mas si te quieres dar tantas que la hagas pedazos no te es- torbaré— no solamente no pasa con esta disimulación, sino con grandísimo cuidado y con toda diligencia procura de es- torbar al rey que no se pierda, pudiéndole ser á él su pérdida gananciosa." Y destos que me dijeron semejantes cosas fué uno Alvaro González (1), aquel fidalgo de quien yo di noti- cia en mi carta, el cual me dijo que lo mismo se habla con- siderado y hablado entre él y otros personajes de mucha cua- lidad en aquella corte. Yo acudía siempre el confirmar la buena opinión y persuasión que mostraban tener de la en- tereza y buena intención de S. M.*^, y cuando trataban del interse que podía pretender en falta de su rey, ó callaba yo ó daba á entender que era la cosa mas agena de la con- dición de S. M.*^, que podía ser tener mira á su particular interese. Y porque estas pláticas venían muchas veces, y entre muchos, no advertía notar los que las trataban, y siempre daba á entender que en semejantes cosas yo no te- nia entrada ni salida mas de una noticia que era pública y averiguada en Castilla: que S. M.*^ deseaba toda felicidad á aquel rey y á su reino; y ansí en cuatro veces que me mandó llamar el rey para hablar conmigo en diversas cosas, jamás hablé en la materia de su propósito de aquella jorna- da, aunque él me apuntó algo dello en las tres veces, por ^ tentar si yo salia á ello, y siempre me retuve hasta la quinta vez. Después ya de tener licencia suya para partirme , que

(1) Así, aun cuando en un principio le llamó Alvar Gómez de [a Negrita.

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me mandó llamar, y cenó temprano, y rae tuvo en su cá- mara desde las ocho de la noche hasta las once, y me pre- guntó luego qué sentía el rey su tio de aquella su determi- nación de ir ii África, y qué se decia en Castilla della; yo le respondí que acerca de aquel particular S. M.'^ le habria dado noticia larga de su sentimiento por sus cartas y em- bajadores; que yo no era mas que un pobre capellán su- yo , y no tenia noticia particular de sus Consejos, mas que una general notoria á cuantos le sei'viamos, y era ser ver- daderamente rey cristiano, y lo que daba á entender por sus palabras ó escritos ó embajadores, en cosa alguna ni parte ser diferente de su ánimo ; y que también sabia que S. M.** era una de las mas amadas prendas que el rey mi señor tenia en la vida, y conforme á esto S. M.^ sabria ya lo que el rey mi señor scnlia ; que á lo que se decia en Castilla yo respondería lo que habia oído, aunque el público no es siempre buen censor de la intención de los reyes; y con esta ocasión le dije lo que por ventura no habia oído de sus privados y consejeros portugueses, y entró en dispu- ta conmigo acerca de su propósito y determinación, y con el acatamiento que yo debía le respondí y repliqué por mas espacio que una hora, hasta conocer que le faltaban razo- nes y le sobraba voluntad; y esto callé yo hasta hoy como debía, aunque él dio á entender á los de su cámara que yo por indirectas le habia dicho cosas no oídas antes.

Tornando á lo de Barbosa, en dos veces que le hablé no le traté de tal materia de sucesión, porque no me estaba bien para el servicio de S. M.** tratarla, ni él me salió á ello, mas de que diciéndole yo la noticia que S. M.^ tenia de su rectitud y letras, y la voluntad que por esto le tenia en particular como á todos sus semejantes siempre tiene , me mostró holgarse mucho dello , y dijo que de tal príncipe

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como S. M/ tenia él tal persuasión para todo bien, y que por ser en esto muy probada su grandeza, él le era devotí- simo siervo, y rogaba á Dios por su felicidad y larga vida, y conocia cuan de otra manera se trataban en Castilla las cosas de justicia, y cuanto las celaba el rey. Después como algunas personas, por ocasión del mal concepto que tenían del suceso de la jornada, á las veces acometían ti hablar de sucesión, decían que no fallaban portoguescs que tenían por clara la justicia de S. M/ en comparación del príncipe de Parma; é yo no atendía mucho á esto por no dar sospe- cha fuera de tiempo, y entre otros nombrará Barbosa, y lo mismo me dijo don Juan de Silva día de San Matías en la tarde, cainino de Belcm. Otras prendas mas particulares no tengo de Barbosa. En este sugeto también decir que muchos nobles conocían cuánto les importaba la compañía y hermandad con castellanos, por la estrecheza de aquel reino y de sus comodidades, y por las grandezas que en esto tenia el reino de Castilla; empero que el vulgacho aborrecía á los castellanos. Esto oía muchas veces, y por ser cuasi común plática no hice reflexión en ella. Ansí que no tengo mayores testimonios de la opinión de Barbosa que este de oídas, ni autor que me acuerde mas cierto que al embajador. Y aunque fuese ansí que Barbosa estuviese en el derecho de S. M.'', no me maravilla quedando agora lu- gar á la pasión del vulgo portugués ó por otro respeto al- guno muestre ser de otro parecer. Yo creo bien que S. M.* tiene en Lisbona personajes á su devoción que podrán disi- mulada y prudentemente hacer buen oficio con semejantes personas como la de Barbosa, y no tengo asaz competente color para ida á Lisbona el presentar la Biblia al rey, nia- yormente no habiendo entre Barbosa y mas precisas prendas que las dichas; mas como quiera que sea, á lodo

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servicio de S. M.** esloy y estaré siempre con la obediea- cia y prontitud que debo de mi parte, poniendo todo lo de- más en su prudencia y voluntad y mandatos, cuyos reales propósitos Dios prospere para gloria suya, y la illustre per- sona y casa de v. m. en todo bien conserve. En la Peña 29 de abril 1579. B. 1. m. de v. m. su servidor obligadí- simo, Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. Al illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.*^, su secretario de Estado.

Copia de carta original de Diego Diaz Becerril al doctor Benito Arias Montano. De Sevilla 18 de setiembre 1579.

;Kecibida en 23.)

Avisa la mejoría que nota en su enfermedad, y recomienda á un sobrino suyo para que se le el cargo de factor del rey , va- cante en la ciudad de Arequipa. Gómez de León.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm 585.

ILLUSTRE SEÑOr.

Por la última carta que á v. m. tengo escrita avisé cómo quedaba en la cama de los dolores de mi gota. M presente, á Dios gracias j esloy fuera della y con mejoría, y ayer jueves me purgó el doctor Olivares con unos polvos de Gerardo que dice son propios para evacuar este mal hu- mor , y bice tanta evacuación con ellos que he quedado con harta flaqueza. Tiene el doctor esperanza que me han de ser de mucho provecho para no me dar tan amenudo estos

dolores. Nuestro Señor ordene lo que mas me convenga. Tomo XLI. 26

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En i 3 desle luve carta del secretario Zayas en que por ella me avisa que á ios 8 habia v. m. llegado á esa corte y con buena salud, á Dios gracias, que fué nueva muy alegre y regocijada para esta casa, y oslábamos con mucho deseo de saberlo á causa de que, después que v. m. de aquí partió, hizo tan riguroso tiempo de soles y calor que temíamos no hobiese sido ocasión de haber llegado con falla de salud, bendito sea Nuestro Señor que se la ha dado á v. m.; él sea servido de se la conservar muchos años para su servicio.

Ya tengo avisado á v. m. como el arriero de Alcalá lle- va la ropa que acá dejó v. m. Partió desta ciudad habrá siete ú ocho dias.

Las muías que v. m. llevó llegaron á esta ciudad á los diez y seis desle en la noche , que sigun Juan de Guadar- rama escribió, fué un dia antes de lo que estaba obligado el que las Iraia; luego se entregaron á su dueño.

Por una caria que tuve de Gaspar Velez , que vino en el pliego donde venia la que á v. m. envié , me avisa como un Manuel de Cortinas, que era factor del rey en la ciudad de Arequipa, era fallecido, y este oficio estaba vaco; y por ha- ber venido pocas cartas de pésame, parece no habrá aviso dello en el Consejo, y por esla razón me ha parecido pro- curar este oficio para Alvarez, que aunque no es de mucha calidad ni interese, ya que ha de hacer esta jornada, hol- garía fuese con este cargo, para que entrase con honra y abtoridad en el Perú. Escribo sobre ello al secretario Zayas, y ayudándole v. m. por su parte, tengo por cierto se alcan- zará pidiéndolo v. m. á S. M.'\ y teniendo por tan amigo al presidente del Consejo de Indias, y representándole que la persona para quien se pretende tiene pluma , cuenta y habi- lidad para poder servir este oficio, que si conviniere ir á esa corte para que allá lo vean, avisándomelo v. m., lo envia-

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ré; y porque que este negocio y los demás que me locan los tiene v. m. por suyos, no tendré mas que tratar sobre ello.

Doña Isabel y sus hijos y hijas tienen salud , y besan á V. m. las manos; y la enfermedad de Diego ha declinado pa- ra mejoría, pues está ya casi libre de calentura , aunque con mucha flaqueza. El señor Gómez de Lcon, después que V. m. de aquí partió, le ha ido su enfermedad apretando mas, que es de manera que nos parece le va llegando el fin , que nos tiene á todos con la pena y congoja que v. m. podrá entender. Mi señora doña María anda todavía con sus indisposiciones , aunque fuera de la cama. Guarde nuestro Señor la illustre persona de v. m., y en su santo servicio conserve como puede. En Sevilla i8 de setiembre 4579. Illustre señor. Besa las manos de v. m. su verdadero ser- vidor y siervo, Diego Diaz Becerril. Hay una rúbrica.

Sobre. Al illustre señor doctor B. Arias Montano, mi señor, capellán de S. M.** de la orden de S'

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Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Zayas, á 23 de setiembre 157Í).

Conducta que debe seguir con los aduladores, y con los enemigos que le suscita su fortuna. Pretensión de Diego Diaz. Su des- agrado por la comisión que se le ha dado en el Escorial. Pedro Martínez.

Archivo (¡eneral de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILLUSTRE SEÑOU MÍO.

Con dos de v. m. he recibido grande consuelo con la buena esperanza que tengo por ellas de su salud , y la per- suasión antigua del buen ánimo que Dios le ha dado pa- ra pasar los trabajos anejos á los oficios públicos en que está versado siempre, y de los cuales no puede carecer ya por manifiestos inconvenientes que se seguirían si los de- jase del todo; y ansí lo que cumple es buen coraje, persua- diéndose que Dios puede ser muy servido en ese nuevo car- go , siguiendo dos consideraciones: la una hacer justicia al que la tiene, sin otro respeto alguno, y esto será mas á cargo de los jueces que al de v. m. ; la otra que las eleccio- nes sean en personas suficientes, y que en cuanto fuere po- sible se entienda que temen á Dios. Cuando v. m. en esto hiciere su parte, tiene razón de estar contento con una se- mejante consciencia.

Quédale una sola hecha á v. m. fuera de lo de arriba, que es oír quejas de unos y lisonjas de otros , y sobre todo y peor que todo, murmuraciones de los ausentes; á esto hay un remedio solo de sciencia, prudencia y cristiandad, que es entrar por un oído y salir por otro, sin hacer jiias

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movimiento en v. m. que si oyera consejas, y aun algunas veces rechazar las murmuraciones con buena gracia , y cuando no con mala si fuere menester. A este propósito su- plicaba yo á V. m. que por ocho ó diez dias, mientras dura- ban las gratulaciones, se retirase donde no tuviesen en- trada; porque no pueden tantas palabras dejar de remover humor, mayormente cuando él comienza á humear como lo hace el nuestro de ciertos en ciertos dias; mas pues v. m. se ha puesto á pasar la grita , póngase agora á pasar la pur- ga, que espero le hará grande provecho, y de ahí adelante paciencia y prudencia : y en cuanto á los remedios de me- dicina aténgome al doctor Ribera, que ama á v. m, y en- tiende su arle. Todavía persisto en que hará provecho un sudor matutino de 15 en 45 dias con la bazarfina fsicj, y dos dellos bastarán ; yo he dado hasta diez granos de una vez, ñeque unquam me pccnituit.

Por el cuidado que v. m. tiene de mi salud y de mis compañeros beso á v. ni. muchas veces las manos. A en- trambos pajes les va mal de sus fiebres, y estas tengo yo en el corazón sin poderlo resistir, y ansí estoy con ellos todo el tiempo del dia y mucho de la noche, allende de lo que siento por estar en parte donde por fuerza he de embarazar y dar molestia en comunidad y de flaires, que aunque to- dos desean hacernos merced y me la hacen , yo me deshago por no darles un punto de cuidado y pesadumbre. Sea Dios bendito por todo , que ansí me debe cumplir.

En lo que toca á la provisión que Diego Diaz pretende para un sobrino, yo haré el memorial como v. m. me manda y que se á S. M.** en comenzando á negociar, puesto que me es gravísimo pedir cosa para mis parientes, y por mi suerte tengo temor del suceso. Escribiré al señor presi- dente don Antonio, y v. m. me la hará de tratarlo con calor

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que con cslo lerné esperanza. Por lo menos conozco que no le faltan partes á mi sobrino , allende de la buena disciplina que sus padres le han enseñado, pues sobre lengua latina y noticia de hacienda y negocios, tiene destreza en cuentas y la pluma que v. m. ya habrá visto y verá por la que con esta va, que holgaré á su tiempo la vea el señor don Anto- nio de Meneses.

Hasta hoy no he besado las manos al rey por causa de su indisposición. A la reina las besé recien llegado, y hice mi mensaje hablándole acerca del por dos veces. El señor embajador habrá tenido respuesta según creo.

Entiendo que mi venida aquí es para servir á estos pa- dres en lo que cualquiera lego con poca instrucción podria servir mejor que yo. Paréceme que en todos los ministerios que S. M.^ tiene, no se debe hallar otro en que yo preste. La mas medrada merced que yo pienso sacar destos empleos mios es pérdida de tiempo y corrimiento de los que mues- tran quererme bien y silvos de los émulos; mas lo primero estimo mas que todo, por ir tan adelante la carrera de mi vida corta y mal aprovechada. La de v. m. prospere Nues- tro Señor largos tiempos en su servicio y bien público. En San Lorenzo 23 de setiembre 1579, B. 1. m. de v. m. su servidor obligadísimo, Arias Montano. Tiene rúbrica.

A V. m. suplico me la haga en mandar encaminar la que va para el obispo de Tuid con brevedad y certeza , por- que es respuesta de otra de importancia que recibí aquí en- caminada por mano de v. m.

Pero Martínez pide con instancia una carta de S. M.** para el rey de Portugal en recomendación de la casa de Gonzalo Pero Martínez, para que de lo que el rey le debe, ó los reyes pasados, se les pague alguna parle con que cumplan su débito y honor. Entiendo se les deben mas de

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90 mili ducados; impórtales cobrar, y será esta carta para obligarlos á que cumplan con v. ra. y acudan con lo que deben á Gasnedo y á mí. Suplico á v. ra. provea en esto lo que conviniere.

Sobre. Al illustre señor Gabriel de Zayas , mi señor, del Consejo de S. M/ y su secretario de Estado, en Madrid.

Copia de carta autógrafa del doctor A rias Montano á Zayas. De San Lorenzo á 40 de octubre 1579.

Desgracias que le rodean. Quéjase amargamente de la iodiferen- cia con que le trata el rey , después de haberle hecho salir de su retiro. Alaba las prendas del secretario Delgado.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILLUSTRE SEXOR MIÓ.

Si Dios no nos tuviese de su mano; asaz materia se ofrece cada dia para henchir cerebro, corazón, estómago, bazo, y por concluir, cuerpo y alma, de melancolías. Porque allende de ver lo que en el mundo pasa, se añaden muer- tes de parientes, cuñados y amigos; desamparos y orfanda- des de sobrinos y sobrinas; extrema pobreza en para poderles ayudar; ninguna esperanza de mejor comodidad; evidencia de mayor pobreza cada dia, y de aquí en adelan- te enfermedad de mis criados, larga y sin mejoría alguna, desmán grande de estar en casa ajena cinco personas re- partidas en. tres partes á arbitrio y sujcccion de mozos, de porteros, etc.; en Madrid el Leon(l) bramando y procuran-

(1) Aludirá al maestro LeoD de Castro?

408

do tragarme; deshonr¿mdome por las audiencias y oidores y plazas é iglesias y monesterios, ayudándose de la terribleza y ímpetus de Lindano y de los demás que lo encienden.

Haberme mi amo dado tanta priesa para que dejase mi rinconcillo, con propuesta de que era mi llamada para gran- de servicio de Dios y de su iglesia y suyo, y que esto se pregonase por el mundo y con trabajo mió y de mis criados y desamparo de todo el nada que tenia en mi choza, pasado ya un mes que estoy aquí no haberme visto, ni oido, ni entender que me quiera para otra cosa que para servir á esta casa en cosas que un muchacho podria y sabría mejor servir, y por solo memorial de un flaire verme ocupado en cosas de ningún fruto, con cincuenta y tres años á cuestas y con mucha fla- queza y ningún regalo. Persuasiones vanas de los que bien me quieren, de que por fuerza he de crecer en estatura de un gigante, antes hoy que mañana. Burlas y risadas de mis ejercitadores ; contento de los que desean que mi nom- bre se rematase en el mundo. Escarnios, quise decir, títu- los de librero mayor. Asechanzas contra de los que confiesan haber sido beneficiados y honrados por mi reco- mendación y diligencia. Todas estas cosas presentes y fer- vientes y otras muchas que destas nacen y nacerán, son bastantes para criar melancolía en las piedras, y aun des- baratarlas y quebrantarlas con ella, cuanto mas con el cuer- po y sugeto tan frágil como el mió. Sino que Dios me hace merced de socorrer á mi enfermedad para pasarla con consideración de la brevedad de la vida presente y de la vanidad que en toda ella hay, y con la esperanza de su divina misericordia, que no faltará jamás á quien lo invocare con verdad.

Suplico á v. m. consuele sus accidentes con saber que otros tienen causas de sentirlos mayores, y antes tenga

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ánimo para consolar á sus servidores en sus flaquezas, que no para dejarse llevar de las suyas. Eslo de arriba solo sea para con v. m.: que á otra persona yo jamás lo fiaría sino á quien scit compati infinniíatibus fraírum tentatus per omnia.

Cuando fuere tiempo v. m. me echará del reino, y sino Dios rae echará fuera del ó de la vida. Lo que mas agora deseo es saber de la salud de v. m. y que se esfuerzo á te- nerla y me mande avisar della á menudo. En el secretario Delgado tiene v. m. grande amigo y amigo varón, que yo he entendido lo que ha dicho y hecho estos dias pasados en lo que tocaba á v. m.

Deseo mucho saber si v. m. encaminó mi carta para el obispo de Tuid, porque importaba al servicio de Dios y al obispo.

Ansimismo suplico á v. m. mande dar buen recado, y breve y cierto á las que van para Girgos. Prospere Nuestro Señor la iliustre persona y casa de v. m. en su servicio. En San Lorenzo Real 10 de octubre 1579. B. 1. m. de v. ra. su servidor obligadísimo, Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. Al iliustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.*^ y su secretario de Estado, en Madrid.

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Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Zayas. De San Lorenzo á 14 de octubre de 1579.

Elogia las virtudes de Alvaro de Lugo.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo nútn, 583.

ILLüSTRE SEÑOR.

No me acordé en la pasada de responder á v. m. en el particular de Alvaro de Lugo. Lo que en esto podré decir es que lo he conocido desde su juventud y mia, ageno de codicia y ambición, y que en su poder no para dinero; lar- guísimo en repartir lo que tiene, (aunque es poco amigo de vivir recogido en ermitas,) y predicando y confesando, y ha- ciendo bien. Pocos dias después que entró en Roma le envió Pío V, de buena memoria, el arcedianato de Reina ó de Xerez, que no me afirmar cual de los dos, y no lo ace- tó. Cualquiera cosa que él acetase entiendo, la administra- ría con temor de Dios; no me atrevo á declarar mas del propósito que al presente puede tener. Poco se podría inte- resar en mandárselo preguntar en secreto por vía de Girgos ó de otra persona. Nuestro Señor prospere la illustre perso- na de V. m. en su servicio. En San Lorenzo Real 14 de octubre 1579. R. 1. m. de v. m. su servidor, Arias Mon- tano.— Tiene rúbrica.

Alvaro de Lugo es noble y sabe bien las artes liberales y la teología.

Sobre. Al illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.'^ y su secretario de Stado. Madrid.

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Qopia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Zayas. Del Escorial á iO de noviembre 1579.

Recomienda un negocio del pintor Pedro Villegas. Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILLUSTRE SEÑOR.

A V. m. suplico escriba una carta al conde del Villar, que es asistente de Sevilla , en que le encargue ó ruegue que, sin preceder términos de justicia ni otra información, á la calle de la Garvancera (que ansí se llama), y á una mujer enamorada que vive en una casita nueva que sale de la de Pedro Villegas, pintor, la lance luego della hacién- dole pagar lo que debiere de alquiler al dicho dueño de la casita; porque le habian abonado al buen Villegas esta al- quiladora, y ha hallado ser de tal trato como es dicho, y hállase el pobre afligido, porque los jueces menores llevan la cosa por términos de justicia, y está la dama allí á pesar de su dueño y con mal ejemplo de su buena vecindad. Háme escrito que pida esto á v. m., no él mismo sino el veinticuatro Diego Nuñez Pérez, que le duele verlo tan afli- gido, y escríbeme que le encamine á él la carta , que él la dará al Asistente, y se irá con él al efecto. V. m. mande dar la carta al señor Marcos Nuñez Pérez que ésta dará á V. m., que es también veinticuatro electo, para que luego la envíe á su hermano. Esta es obra digna de v. m. para un tan buen hombre y amado de los buenos.

Yo quedo ya en el Escorial retirado en la casa de San- toyo y como ermitaño en ella, por agora suplicando á Nues- tro Señor á v. m. la salud que yo le deseo, y á v. m.

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que me avise della y de lo que yo puedo servir mas que de capellán. Mal acomodado estoy de ropa y servicio; empe- ro menos descontento que dando pesadumbre á los padres, aunque ellos tienen (anta caridid que no la recibian con- migo. En el Escorial 10 de noviembre 1579. ~B. 1. m. de V. m. su servidor obligadísimo, Arias Montano. Tiene rú- brica.

Sobre. Al illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.^ y su secretario de Stado, en Madrid.

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Za- yas. De San Lorenzo á 9 de enero 1580.

Encarga el secreto sobre su asunto de Italia. Dale las gracias por el socorro que, mediante su favor , le tía hecho el rey. Ma- nifiesta qué género de pensión le satisfaría.

Archivo general de Simancas. Estado, legajo ni'im. 583.

ILLUSTRE SEÑOR MIÓ.

Ojalá viera yo entrar á v. m. por esta casa cuando lle- gó Lastanosa ; y si esto es mucho, viérame yo con algún re- poso entrar por la de v. ra. donde fuera yo mas regalado y recibiera mayor merced que v. m, servicio en esta po- breza. Los consuelos spiriluales son dones de Dios, y uno dellos es el de los trabajos y descontentos desta vida,, con resolverse el ánimo nuestro á conocer que con ellos enseña el buen maestro á no tener lo de acá en mucho, y desear lo de la otra, que es el fin deste destierro; y tenga v. m. por cierto que esta consideración me es á de grande pro- vecho saber que no está aquí mi bien, y que esto de acá es nada y se acabará muy presto.

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Ni el nuevo oficio daría á v. m. tanta molestia, ni el pasado le darla notable contento con la verdadera resolu- ción y persuasión. Müitia vita hominis super terram. Mi señor: pues venimos á ella, en cualquiera parle que nos echa- ren no digamos, aquella otra nos estarla mejor, porque no lo sabemos sino el dia que estamos eivla matrícula de la sol- dadesca. Si nos mandan ir á emboscada vamos; si hacer la guarda, hagámosla; si tomar la bandera ó la gineta, lomémosla; y profesando nuestra insuficiencia para todo, em- pleemos nuestro trabajo en lo présenle sin mirar á pasado ni á venidero, sino á solo el fin desta milicia, dejando aparte el juicio de los hombres y procurando sanar el de nuestra consciencia.

Suplico á V. m. que en lo que me loca para Italia v. m. no parte de mi deseo á persona alguna , sino cuando se ofreciese la coyuntura lo efeclúe con la gracia de Dios. Si no me atormentara la consciencia del perder tiempo , buen estar era en corte con tantos que yo amo y me quieren bien; mas á tanta prueba y experiencia , y quedando ya tan po- ca vida y flaca , es pensar que los rios tornarán contra cor- riente, quien se persuadiere que la corle no será para lo que ha sido siempre, si yo no soy totalmente otro ; y si esto fuese sería entonces mucho menos para corle. Yo me de- clararé mas algún dia á v. m.: entre tanto le suplico mire por al propósito que le he significado.

A V. m. beso las manos por el socorro que rae ha im- petrado de S. M.'', que á v. m. lo debo después de Dios; yo no pensaba en ello, mas es dura cosa haber de estar pen- diendo de ayudas de costa, que cansan al que las y al que las impetra, y atajan al que las recibe si es vergonzoso.

Cuanto á la pensión, pues que v. m., como quien es para mí, rae conjura le descubra mi poridad, afirmo que

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ansí como jamás he profesatlo que no como carne , aunque no la como de buena gana, ansí nunca profesé, ni publiqué, ni dije afirmando que yo no quería pensiones. A solo aquel amigo dijo lo que oirás veces he referido, que me vernian mas el cuento cuatro mil ducados de una vez que cuatro mil de renta por la Iglesia , y aunque lo decía por mí, sabe Dios que se lo decía también por caridad por mi nuera, si- no que él se debió burlar de la parte que le cabia, si me entendió, y la mi parte glosó en sentido anagógico. Esto es lo que de mi boca ha salido , y no mas que hasta tanto; puedo empero afirmar que cuando salió aquella afluencia de pensiones , me holgué muy mucho que no se oyese mi nombre entre tantos beneméritos. No dije esto á persona, y debajo del mismo sigillo digo á v. m. en esta incomuni- canda que maldito el deseo tengo de renta eclesiástica de ningún ministerio, ni tampoco de pensiones, que según di- cen las gentes es la mas segura; y ansí ningún propósito tengo de pedirlas ni v. m. las pida para , ni solicite á persona alguna que las pida.

Cuando salí de Madrid el año de 78 , escribió S. M.'^ á Gaztelu un billete que mirase en qué cosa se me podría asen- tar un honesto entretenimiento para cuando yo tornase. Yo no llevaba deseo ni propósito de tornar aunque vía mi po- breza y afrenta , y dije al señor Gaztelu que á mi parecer cosa que no fuese á costa de S. M.*^ ni ministerio ó renta mero eclesiástica, podría ser cómodamente señalarme un miembro de encomienda en alguna que S. M.*' proveyese, porque esto seria con honor mió, sin daño de persona al- guna ni menoscabo de pretensores, y que no vernía á posl- pelo, pues no soy incapaz della, teniendo el hábito tan legí- timamente como cual se quiera de la orden. Resta una difi- cultad que es la común: hasta agora no se ha usado dar ú

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sacerdote déla orden encomiendas ni miembros, y seria abrir la puerta á conseeuencias. Tiene tres respuestas; háse usa- do darles obispados y arzobispados, y dignidades en que puede acaescer mas yerro que en dar un girón ó miembro de encomienda , ni una encomienda entera. Segunda res- puesta : tampoco se ha usado tener sacerdote en la órdeu que haya trabajado mas y con menos costa della , servido mas á ella y á su príncipe ; la tercera : cuando se ofreciese haber muchos que tuviesen méritos y servicios para ser hon- rados y acomodados en esta forma, no era consecuencia sino justicia ; porque ni ellos lo desmerecían, ni sabrían me- nos usar de la renta, según Dios y orden, que los legos la usan, aunque sean los mas aventajados entre ellos. Heme alargado con haberme v. m. estirado mandándome por está me declarase, y v. m. sepa que apretándome Granvela le dije lo mismo, y no discutió de raí ; si v. m. conviene con él hará mas que cuantos, etc.

Pues habemos llegado á este punto , suplico á v. m. me la haga á en particular y servicio de Dios y favor á la virtud y bondad, de que ponga en tabla á S. M.^, que pues queda Girgos en Roma, buen varón y doto y honestí- simo, y buen criado, lo honre esta coyuntura de quedar en vacante, con mostrar tener memoria del en alguna pen- sión acá ó en la corona de Aragón , ó en alguna pavordía ó otro beneficio simple en aquellos reinos. Yo he estado mo- vido para escribir acerca de esto á S. M.'^, y se lo hubiera su- plicado á boca si me viera en su presencia. V. m. me avi- se si será bien se lo escriba yo, y también si le besaré por escrito las manos por la merced de ayuda de costa que v. m. me ha avisado habérseme hecho, Viéneme grandemente á propósito porque me ayuda en parte á pagar cierto débito en Roma, que rae aíligia asaz la consciencia y honra; y pues

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V. ni. está tan puesto en aconinodarme , le suplico lo procu- re , pues con el oficio podrá hallar medio por donde yo re- mita á Roma doscientos ducados sin daño ó con poco. Pros- pere nuestro señor la illustre y benéfica persona y casa de V. m. como yo deseo. En el Escorial, 9 de enero 1580. B. 1. m. de v. m. su servidor obligadísimo, Arias Mon- tano.— Tiene rúbrica.

Sobre. Al Illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.*^ y su secretario de Stado y de Italia. En Madrid.

Copia de carta autógrafa del doctor Arias Montano á Za^ y as. Del Escorial á 9 de marzo 1580.

Avisa su próxima partida á Madrid. Archivo general de Simancas. Estado, legajo núm. 583.

ILLUSTRE SEÑOR.

Estando aderezando mi partida para mañana á las seis de la tarde , llegó este correo ; y porque estoy ya despedido de todos los de acá, lo torné luego á enviar con esta con propósito de responder á v. m. , placiendo á Dios, mañana en la noche á boca. Iréme á apear á casa del doctor Sebas- tian Pérez ó del embajador del emperador, por estar cerca de V. m., cuya illustre persona Nuestro Señor prospere en su servicio. En el Escorial 9 de marzo 1580. B. I. m. de V. m. su siervo, Arias Montano. Tiene rúbrica.

Sobre. Al illustre señor Gabriel de Zayas, mi señor, del Consejo de S. M.^ y su secretario de Stado, en Madrid.

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Copia de dos libranzas originales á favor de Arias Montano y de Miguel Gaste,

Archivo del Excmo. señor duque de Alba.

Mis contadores, ó la persona ó personas á cuyo cargo fuese tomar las cuentas á Gonzalo Cano, mi tesorero. Yo vos mando le recibáis y paséis en ellas cincuenta y nueve flo- rines de á veinte placas de Brabante cada uno, y nueve placas mas. Los cuarenta florines y cinco placas dellos por otros tantos que por mi mandado dio al doctor Arias Mon- tano para ciertas cosas que yo le mandé hacer, que no con- viene declararse; y los diez y nueve florines y cuatro placas restantes, que dio y pagó á Miguel Gaste, pintor, por una Roma en lienzo que del se compró para mi servicio. Y mando que en virtud desta, habiendo tomado la razón Hierónimo González Gante, en nombre de Diego González Gante, se le reciban y pasen en cuenta sin otro recado alguno. Fecha en Anveres 4 de noviembre 1573. M. el duque de x\lba. Tomó la razón. Albornoz.

V. E.^ manda le reciban y pasen en cuenta á Cano cincuenta y nueve florines que V. E.'' mandó dar al doctor Arias Montano para algunas cosas de servicio de V. E."

Al dorso. Libranza, cincuenta y nueve florines, fecha á 4 de noviembre 1573.

Pagó esta libranza G. Cano. Tomada en cuenta.

Tomo XLL 27

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Hecibos que se hallan dentro de la anterior libranza : son originales.

Yo el doctor Arias Montano rescebí de Hernando de Bal- boa cuarenta florines y cinco placas, y son los veinte y cuatro florines por un soldado que tañe en un alambor, y los diez y seis florines y cinco placas, por quince hojas de unas Horas que yo hice luminar, y dos retratos pequeños de Su E.*, todo para mi señora la duquesa; y por la verdad la firmo de mi mano. En Anveres á postrero de agosto 1575.— B. Arias Montano.

Yo Miguel Gaste, pintor, rescebí de Hernando de Balboa doze florines de á 32 placas, á buena cuenta de una Roma que pinté para Su E.*; y por la verdad la ñrmo de mi mano. En Anveres á 51 de agosto 1575. Michael Gaste, pintor.

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CARTAS

DEL

AHIRAME DE ARAGÓN D0.\' FRANCISCO DE MENDOZA.

AL

relatifas en su mayor parte á la guerra de Fláades, desde

Se han sacado de un tomo en folio que conserva entre sus Ma- nuscritos la Academia de la Historia, perteneciente á la Colección de Sálazm-, signado A. 62. Fuera de algunas cartas autógrafas, son en su mayor número minutas, aun cuando se les da constante- mente cl nombre de copias en el respaldo de las mismas. Muchas de estas tienen adiciones y enmiendas de mano propia del Almirante, lo cual se advertirá oportunamente.

De este nos ha dejado una breve noticia biográfica don An- tonio Carrillo de Mendoza, en la Serie cronológica de los obispos de Sigüenza, que escribió en 17ol , y de la que existe copia en la Biblioteca Nacional, sala de MSS. Dd. 96. Dice así: "Don Fran- " cisco Mendoza, 2." de el nombre, hijo de don Iñigo López de "Mendoza y de Dona María de Aragón, marqueses de Mondéjar, "casó con Doña María Colón de Córdoba, cuya era la dignidad "de Almirante, y viudo sin hijos de esta señora, fué mayordo-

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» mo mayor de el Rey Phelipe 2.° y del archiduque Alberto; de los » Consejos de Estado y Guerra; general de la caballería de Flán- '»des; embajador de Alemania y de Polonia. Gobernó los Paises- Bajos por ausencia del Archiduque, ganando renombre de famoso «capitán y valiente soldado. Hiciéronle prisionero los holandeses, '»y padeció no poco por el envidia de sus émulos; pero libre de to- adas las calumnias y en la gracia de los Reyes, se dedicó á el es- piado eclesiástico con edificación universal. Presentólo Phelipe 3." '>para el obispado de Sigüenza, de que tomó posesión, y viniendo '>á residido , murió en Alcalá de Henares á 1 de marzo' de 1623. "Yace su cuerpo en el colegio de la Compañía de Jesús de aquella '> ciudad , sin mas epitafio que la fama de sus virtudes y proezas. "Asegura Gil González Dávila escribió un libro devoto y erudito de ida generación de Nuestra Señora (1)."

(1) Esta noticia fué copiada con algunas alteraciones de la que escribió Sánchez Portocarrero en su Nuevo Catálogo de los obispos de la Santa Iglesia de Sigüenza. (Madrid 1646, 4.°)

Gil González Dávila publicó también una reseña biográfica de nuestro Mendoza, algo mas extensa que las anteriores, en su Tea- tro eclesiástico de las Iglesias Metropolitanas y Catedrales de los rei- nos de las dos Castillas, tomo i página 203.

I

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Copia de carta del Almirante mi señor á S. A. , fecha á 5 de diciembre en Augusta (i).

Embajada de Polonia. Buen hospedaje que le hace el arzobispo de Salzburg. Da el hábito de Calatrava á un hermano de es- te.— Muéstrase agradecido al Archiduque por las mercedes qne le ofrece.— Cumplimientos que conviene hacer con algunos electo- res y príncipes del Imperio. El duque de Baviera. Proposi- ción hecha á los Fúcares á fin de que provean de dinero para la guerra de Flándes. El archiduque Matías.

SERENÍSIMO SE.\OR.

A los 14 de noviembre recibí en Entz las cartas de V. A. de primero del, estando para partir de allí, y el mismo dia respondí á ellas de Veltz, avisando á V. A. como babian llegado á mis manos, y baria lo que V. A. me mandaba cerca de la jornada de Polonia, sin embargo de las difi- cultades que se me ofrecian para ello del rigor del tiempo, de la destemplanza de aquellas regiones y de mi edad , y de lo que siento el estar ausente del servicio personal de V. A., y como por bailarme tan cerca de Insprucb continuaba mi camino para visitar al serenísimo archiduque Matías , así por baber dias que S. A. me esperaba, como por ser el Tirol tan á trasmano para volver allí después de la jornada de Polonia ; y que de allí me iria á Augusta á esperar los des- pachos que se me babian de enviar para Polonia, y en el ínterin procuraría tratar con los Fúcares los negocios de V. A. y tomar algún asiento en ellos. Y lo que después acá se me ofrece que decir á V. A. es, que llegado á Salsburg,

(I) No pone el año; p«ro es indudablemente el de 1590.

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me recibió y hospedó allí el arzobispo de aquella ciudad con tanto amor y grandeza, que mostró bien la de su Es- tado, que es el mayor en rentas de los príncipes eclesiásti- cos de Alemania , y el ser uno de los mas aficionados á la Casa de Austria que hay en ella , el cual trató conmigo de algunos negocios de que daré mas particularmente cuenta á V. A. antes que me aparte mucho de Augusta.

Di allí el hábito de Calatrava con la mayor solemnidad y cumplimiento que pude, al coronel Aníbal de Rotlenoy su hermano, que me aguardaba con los despachos de S. M., y yo iba prevenido para ello dende Praga con todo lo ne- cesario para dársele, de manera que S. M. y V. A. se sir- viesen en ello , de que el arzobispo y su hermano queda- ron satisfechos y muy agradecidos. Y queriéndome partir otro dia después del hábito para Inspruch, tuvo aviso con correo propio el coronel Aníbal Rottenoy del camarero ma- yor del serenísimo archiduque Matías, que estaba de par- tida para Monaco y Augusta, y que toda su corle era ida adelante, y S. A. hobia quedado allí coa tan poca , que le habia parecido avisárselo para que me lo dijese; y entendien- do lo que esto podia significar, dije al coronel escribiese al camarero mayor como yo me hallaba allí, y que pues S. A. estaba para partir de Inspruch tan presto, por no detener- le holgaría se rae avisase donde era servido S. A. le fuese á esperar ó le saliese al camino para visitarle; y con esto se le despachó correo. Y el arzobispo de Salsburg no per- mitió que yo partiese de allí hasta que vino la respuesta de S. A., en que me mandó le viniese á esperar á Augusta, y con esto me partí de Salsburg, y el arzobispo y su her- mano me hicieron muchos regalos; y sabiendo que iba á Polonia, me dieron un coche húngaro con ocho caballos transilvanos muy buenos, y yo al coronel en los aparatos

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del hábito y á los criados del arzobispo mas que montaba su présenle, paresciéndome por algunos respetos que era mas justo dejarlos obligados que irlo en esta parte, ya que en lo que toca á cumplimientos cada uno por la suya habia hecho lo que habia podido.

Llegué á Augusta el primero dia de diciembre, y aun- que yo habia enviado un criado mío delante para que me alojase , los Fúcares no lo consintieron , y Cristóforo Fúcar, hijo de Joan, salió al camino y me llevó á su casa donde de presente me hallo tan bien hospedado y regalado, como lo be estado en todo este camino ; y otro dia después de llegado , fui á ver á Joan Fúcar que está malo de la gota, y por no perder tiempo le di la carta de V. A. que venia para él y para Marcos, porque Marcos está perlático y no trata ya de negocios, ni tiene disposición para ello; y en virtud de mi creencia traté los de V. A. con Joan, y aun- que mostró gran voluntad al servicio de V. A., la falta de salud con . que se halla y alguna discordia que hay entre él y sus sobrinos, hijos de Marcos y Jacobo, y la estrechura de los tiempos le tienen muy embarazado pa- ra hacer lo que le he pedido. Insto en ello y lo haré con lodo el calor que pueda, valiéndome de la misma dis- cordia y de otros medios que podrian aprovechar para ello, y de lo que resultare daré á V. A. aviso, para que confor- me á ello vea V. A. la orden que se ha de dar para valer- se de la hacienda de España.

En Augusta hallé al hijo de Westernach que habia lle- gado cuatro dias antes que yo á ella , con quien recibí tres cartas de V. A., una de su serenísima mano, fecha en 19 de noviembre , y otra de mano ajena , de la misma data, y el triplicado de la de 1.** de noviembre, y las joyas y los demás papeles que V. A. me mandó enviar para la

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jornada de Polonia. Y por el aviso que V. A. me da de su salud y de la de SS. MM. y A A. , que es la nueva prin- cipal y que yo siempre mas deseo, beso á V. A. las ma- nos. Y en cuanto á la jornada de Polonia, aunque todos me la dificultan mucho por el tiempo y la esterilidad de aquel pais, y el mal acogimiento que hacen á los extran- jeros, me partiré, placiendo á Dios Nuestro Señor, para allá, en visitando al serenísimo archiduque Matías, que será mañana; porque según he entendido, entrará hoy aquí, y creo que viniendo S. A. de paso para Viena, y sa- biendo que yo lo estoy para Polonia, no se detendrá ea despacharme.

En lo que toca á los negocios de cumplimiento y de Es- tado que S. M. y V. A. me mandan trataren Polonia, haré lo que pudiere sin perder tiempo en nada, pues yo no voy á otra cosa ni la deseo tanto como volverme al servicio de V. A.

Por lo que V. A. me dice cerca de mis particulares, le beso los pies, y fundo mas la esperanza de que S. M. me ha de hacer merced en ellos, en lo que inerezcopor ser criado de V. A., que por lo que yo he servido ó puedo servir á S. M. en esta jornada y en lo que me queda de la vida. Déla Dios á Y. A. tan larga y felice como yo se la deseo , que teniéndola V. A., nada me puede faltar.

Aunque las cartas del rey de Polonia llegaron tarde para que S. M. enviase persona para el baplismo de su hijo, si para esto yo no llegare á tiempo, creo que llegaré tem- prano para sacarle de pila otra hija que le nació á los pos- treros del mes de setiembre, de que vino nueva estando yo en Gratz.

Al rey y á la reina de Polonia visitaré ansimismo de parle de V. A., y liaré con ellos el cumplimiento necesario

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para que no se eche menos la respuesta de la emperatriz nuestra señora.

Hierónimo Veslernach lia deseado llegar á Polonia, y por esto no le he despachado desde aquí y rae le llevo con- migo.

Gilibertode Santillez, con quien envié sus cartas al sere- nísimo rey Maximiliano, se detuvo allá veinte y seis dias por no haber hallado á S. M. en Cassovia , y haberle anda- do á buscar por diferentes caminos que S. M. tomó vinien- do con solos dos criados por algunos respectos, hasta que llegó á Noistat donde se las dio y le visitó; y S. M. respon- dió á V. A. y á con tanto cumplimiento y tan justas sa- tisfacciones de no haber respondido á mis cartas, que me ha obligado á no volverme á esos Estados, aunque rodee mucho, después de vuelto de Polonia, sin visitarle, sino le topo á la ida en Viena ó Noistat como lo procuraré , por- que á la vuelta pueda volverme por la Sajonia en que se ahorrarán muchas leguas de camino.

Yo reservaba los cumplimientos que V. A. ha de hacer con los electores y príncipes del imperio, que tienen mayor afición y obligación á la Casa de Austria, para cuando yo volviese; y visto lo que esto se difiere y lo que importa te- nerlos gratos, me ha parescido avisar á V. A. que será bien que V. A. les escriba luego con el cumplimiento que se debe á cada uno, que el secretario Veslernach está informa- do á cuales y como escribió de ahí el serenísimo archiduque Ernesto , que haya gloria , y lo podrá hacer no olvidando al arzobispo de Salsburg , que es el mas aficionado príncipe á la Casa de Austria y á las cosas de España que hay en Alemania, como yo lo diré mas particularmente á V. A. en otra, ni al obispo de Birbursch que lo es también mu- cho. Y si V. A. no quiere cansarse en enviar de allá perso-

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ñas que se ocupen en esto, mandando V. A. enviarme las cartas, las enviaré yo con estos caballeros que vienen con- migo , y lo harán muy bien y con menos costa hallándose acá, y ellos tendrán por premio de su trabajo el servir á V. A. en esto.

Al duque de Baviera no he visto , aunque pasé por muy cerca de Monaco, por no traer cartas de V. A. para él; y háme enviado recaudos de tanto cumplimiento y muestras de amor y voluntad que tiene al servicio de V. A., que si lo entendiera así antes, sin cartas hubiera hecho la visita; y si no viene muy á trasmano, partiendo de aquí para Polo- nia , la haré. Pero , sin embargo desto, conviene que V. A. le escriba con el cumplimiento que es razón , porque cierto fuera de ser gran príncipe y tan deudo de V. A., ama á V. A. con afición particular y ternura; y esta y las demás cartas podrá V. A. mandar que se encaminen con las que á me mandare V. A. escribir á Praga: que yo tendré siempre cuidado de avisar al embajador del camino que fuere haciendo , para que me envíe los pliegos de V. A. que llegaren á sus manos.

Hoy he apretado mas á los Fúcares en el negocio de V. A. ; y aunque por su modestia y atentada manera de proceder , no han querido dar orden precisa á Tomás Carg ni ser primero informados del estado de las cosas de V. A. y suyas de España, de personas que traten sus negocios, para que provea á V. A. por meses, al fin lo hacen en la forma que V. A. lo verá : que con la buena voluntad que Tomás Carg tiene de servir á V. A., me parece que basta para que V. A. sea bien servido en esta parte y con poco daño de su hacienda. Y aunque ellos me ofrecieron de en- viar la orden con el primero ordinario para mayor breve- dad y seguridad del negocio de V. A. , tomé yo dos copias

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deila, originales, que la una va con este ordinario, y la otra irá por otra vía , para que perdiéndose la una , sirva la o Ira. Yo quisiera haber negociado mas y mejor con ellos; pero cierto que no he podido por agora sacarles otra cosa. Heles propuesto que tomen en arrendamiento el arzobispa- do por cinco o seis años en precio de cien cuentos en ca- da uno, con cargo de proveer á V. A. de doce mili duca- dos al mes sin ningún inicíese, todo el tiempo que estu- viere fuera de España , ó en administración con el mismo cargo de proveerá V. A. los doce nil ducados al mes, con solo siete por ciento de interese al año, del dinero que desembolsaren del suyo cuando no lo tuvieren de V. A; y la resolución deslos dos artículos reservaron para cuando Tomás Carg les haya respondido á las diligencias que so- bre todo le han mandado hacer; y en esto no les quise apretar mucho, viendo que sin información particular no se habian de resolver en ello. Y con muy poca diligencia que se haga con Tomás Carg, quedará asentado lo de la provisión que traío en primer lugar, al cual han apro- bado lo que ha hecho hasta aquí en servicio de V. A., co- mo él lo deseaba , y dádole gracias dello , con que é! que- dará contento del servicio que ha hecho á V. A. , y con mas aliento para continuar lo que se le ordena de nuevo, habién- dolo remitido á su arbitrio.

Teniendo escrita esta hasta aquí, he entendido que ha llegado á esta ciudad el serenísimo archiduque Matías, y luego envié á avisarle como ha cuatro días que le espero aquí, como rae lo mandó, y á suplicarle me audiencia para visitarle de parte de V. A. , en que creo que no habrá ninguna dilación, ni, hecho este cumplinñento, yo me detendré mas aquí habiendo acabado con los Fúcares.

Estando para pedir audiencia al serenísimo archiduque

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Matías, me previno S. A. envi¿indome á decir con un ca- marero suyo, cómo era llegado, y deseaba saber cómo me habia iiallado aquí desde que vine á esperarle ; y poco des- pués vino Octavio Cambriani, caballerizo mayor de S. A., á verme y á saber cuando quería visitar á S. A. Yo le besé las manos con la reverencia debida por lo primero, y remití lo demás á la voluníad de S. A. , y así me la dio para ma- fiana entre las dos v las tres.

Copia de carta del Almirante mi señor á S. A., de Olmutz á d de enero de 1597.

Entrevistas que tuvo cu Viena con los archiduques Matías y Maxi- miliano,— Continúa su viaje á Polonia. Conveniencia de que el rey de Espaíía muestre su sentimiento al emperador y átoda Alemania por los desastrosos sucesos de la guerra de Ungría, ofreciendo á la vez algún socorro de tropas. Su designio de ir á Varsovia. Pide cartas para el prÍQcipe de Transilvania.

SERENÍSIMO SEÑOR.

De Augusta escribí á V. A. el día que partí de allí, y como iba á embarcarme á Ratisbona para ir por el Danu- bio á Viena. Hícclo á los 18 de diciembre, y la víspera de pascua llegué á Viena temprano, donde hallé juntos á los se- renísimos archiduques Matías y Maximiliano , y Sus Altezas se sirvieron de enviar luego á saber de raí , y si estaba con la comodidad que habían mandado se me hiciese; y por no ser costumbre en Alemania dar audiencia el primero y se- gundo dia de pascua, yo diferí el visitarlos para el tercero, que se hallaron desocupados. Visité primero al serenísimo archiduque Matías que me detuvo mas de hora y media , y

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después fui al aposento del serenísimo archiduque Maximi» liano , y estuve con él casi oirás dos. Ambos me hicieron mucha merced, y el rey Maximiliano, como no mehabia vis- to, me preguntó mucho de la salud y victorias de V. A. , y me dio muy particular cuenta de sus sucesos, y me dijo que me lo mandaria dar todo por escrito para enviarlo á V. A., porque no son buenas muchas de las relaciones que se han extendido por el mundo, así de algunos que las han hecho con pasión y fines propios, como de otros que han querido disculpar a S. M., y lo han hecho de manera que sus disculpas son mas subjeclas á calumnias, que lo que ver- daderamente pas(); y entendiendo que el rey Maximiliano se habia de partir el domingo siguiente, volví á despedir- me de S. M. el dia antes, y me detuvo hablando en lo mis- mo que el dia primero que le vi, otras dos horas; y este dia no vi al serenísimo archiduque Matías. El siguiente se partió el rey Maximiliano para Praga , y el perenísimo archiduque Matías me envió á mandar |K)r Octavio Caní- briani fuese á comer con S. A. , y yo le obedecí , y antes y después de la comida se entretuvo mucho conmigo tratan- do de cosas de España y de las victorias de V. A. , con grande gusto y deseo de que S. M. G. y V. A entiendan, que ninguna cosa desea mas que agradarlos y contentarlos. De V. A. le he asegurado las veces que me habló en esto, lo mismo, y del rey nuestro señor, que lo creo y tengo por cierto así como S. A. lo habia entendido de losque Jian tenido comisión para representárselo , y se podía creer de las demostraciones que conS. A. hacía, y particularmente en esta última del Tusón que S. A. me dijo tenía aviso se le enviaba.

Acabado lo que yo tenia que hacer en Viena, que era proveerme de dineros para pasar á Polonia , y prevenirme

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de algunos reparos (para y para los míos) para los frios de aquel reino, me fui otra vez á despedir de S. A., y me hizo la misma merced que las de antes ; y habiendo lle- gado á su noticia que el marqués de Burgao que estos príncipes tienen en la figura que V. A. sabe, no habia he- cho ningún cumplimiento conmigo en Praga ni en Viena las dos veces que estuve allí antes desta, y que la última me envió un recaudo por un camarero suyo, mucho me- nos cumplido que los que el emperador y SS. AA. me los habían enviado; desagradado desto el serenísimo archidu- que Matías, el día antes que yo saliese de Viena, S. A. en anochesciendo me envió á decir que quería venir á mi posa» da, y aunque envié á suplicar á S. A. se sirviese de no ha- cer aqueste exceso, poco después del recaudo vino á ella donde estuvo gran rato haciéndome merced; y lodo el tiempo que estuve en Viena no hubo día que el archiduque Matías y el rey Maximiliano, antes de su partida, no me enviasen recaudos y regalos de venación y volatería y otras cosas de comer. Salí de allí á los cuatro deste, y voy si- guiendo mi camino de Polonia y con salud , á Dios gracias. Es grande el lodo de Moravia, de manera que de la maña- na á la noche, el día que más no se pueden caminar sino tres ó cuatro leguas ; porque no ha helado mucho, y cuan- do el hielo sea mayor, creo se pasará mejor.

De Praga he tenido cartas de un ministro de S. M. Ce- sárea, que me obligan á volver por allí á la vuelta de Po- lonia; porque el embajador me habia también apuntado al- go dello. No me aclaro mas por no tener cifra particular de V. A., ni ser cosas para escribirlas de otra manera, de que confio en Nuestro Señor ha de ser muy servido y SS. MM. Cesárea Católica, y toda la Casa de Austria. Dios lo encamine y guie como puede , y entretanto que yo vuel-

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vo áesos Estados, ó tengo forma de escribir á V. A. mas abiertamente, suplico á V. A. haga el oficio que pudiere con el rey nuestro señor para que muestre mucho senti- miento de los trabajos del Emperador y de toda Alemania por la guerra de Hungría y sucesos pasados , y ofrezca al- guna ayuda , no de dineros , sino de infantería y caballería para este año, pues mili españoles que se pueden traer de Itaha y mili valones que en esos estados harán poca falta, y mili caballos que se podrían sacar de Lorena y de Sa- boya, pues aquellos príncipes tienen paz con Francia, ha- rían acá mucho al caso y mayores efectos de los que yo puedo representar en claro á V. A. , remitiendo al embaja- dor haga este ofrecimiento, como él sabe que es menester, para que resulten del los efectos que convienen al bien de toda la cristiandad ; y si la respuesta de S. M. pudiese ve- nir antes que se acabe el convenio del Imperio, que se ha de hacer en todo el mes de hebrero y á mas tardar en el de marzo (por no haber lugar de tener dieta) para dar orden en las cosas de la guerra de Hungría, seria grande cosa así para los negocios del rey que truje á mi cargo en las instrucciones de V. A., como para otros de que V. A. no trata en ninguna de las instrucciones; y importaría (si Dios fuere servido que tuviese efecto, como yo espero de su mise- ricordia) mas para la pacificación de esos Estados, que cuantas diligencias se han he'cho hasta agora y se pueden hacer. V. A. se sirva de mandar se me envíe una cifra, para que yo me pueda aclarar mas; y si no hubiese venido cuando yo llegue á Praga de vuelta de Polonia , placiendo á Nuestro Señor, y allí entendiere destos particulares algu- nas cosas que piden mas brevedad que la que mi viaje pue- de tener, me valdré de alguna cifra del embajador ; y si agora la tuviera, me alargara mas, porque hay mucho que

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decir en la materia , aunque se- puede diferir y es de menos inconveniente que publicarse en esos Estados ú en olra par- te. Y porque V. A. no este tan suspenso no aclarándome mas, viendo la postrera palabra del capitulo octavo de la instrucción secreta de mano propia de V. A., que traje, en- tenderá luego lo que es; y si V. A. no tiene este papel, viendo la palabra treinta y una del capítulo sexto de la ins- trucción que V. A. me mandó dar despachada por el secre- tario Manzizidor, que trata de las ciudades marítimas, en- tenderá V. A. lo mismo.

El embajador don Guillen (1) me ha escrito que los fraibutes (sic) han tomado unos despachos que iban para V. A. : no si iban entre ellos algunas carias raías, y te- mo no sean algunas que escribí á V. A. de Viena dende los tres de noviembre hasta los ocho del mismo , que partí de allí la segunda vez que estuve en aquella ciudad , en que di cuenta á V. A. de lo sucedido en Hungría, y le envié la misma carta que el rey Maximiliano escribió al Emperador, dándole aviso de la rota; y no las duplico, porque, como eran de mi mano , no me quedó copia dellas , y va sola la carta del rey para el Emperador.

Por cartas del Legado para don Guillen de Sant Clemen- te, he entendido que la hija del rey de Polonia, para cuyo baplismo fueron convidados la emperatriz y el rey nuestros señores segunda vez, está ya baptizada, y sin embargo de esto continúo mi camino como V. A. me mandaba lo hiciese, aunque estuviese hecho el primero baptismo , cor- riendo la misma razón en el segundo, no obstante que al em-

(1) Don Guillen de San Clemente enviado á la corte de Viena por Felipe II para tratar al casamiento de la archiduquesa Margarita con el principe su hijo.

l^üó

bajador y al legado les pareSeia que yo podia excusarlo, no sabiendo la primera orden que tuve de V. A., ni la que lie* vo de tratar de otras cosas. Nuestro Señor la serenísima per- sona de V. A. guarde y ensalce como sus criados lo desea- mos. De Olmulz á 9 de enero de 1597.

Teniendo escrita esla caria, be entendido que el rey de Polonia está en Cracovia , y así habré de tomar el ca- mino de Varsovia, que es cincuenta leguas mas adentro, y también he entendido que el príncipe de Transilvania es- tará en Praga cuando yo vuelva; y holgaría que V. A. me enviase allí cartas para él , por no dejarle quejoso como al duque de Baviera, aunque con haberle enviado yo á visi- tar con el gobernador de Carpen, se sosegó algo, y él me envió á visitar á con su camarero mayor con mucho cumplimiento, y me alcanzó dos jornadas antes que yo lle- gase á Ralisbona.

Memoria de las cosas de que ha de tratar el Almirante de Aragón en la jornada que hace á Alemania , demás de las que lleva á su cargo por unas instrucciones que se le han dado (1).

Dióse cuenta á S.M. Cesa- Dar cuenta al emperador

rea desto, y holgó mucho de de la pretensión que tienen

que S. A. no se hubiese re- mis hermanos Matías y Ma-

suello sin su parecer. Y res- ximiliano, de que yo les deje

pondió á este cabo lo que se gozar la parte que me cabe de

verá por la respuesta en for- la herencia de mi hermano

(1) De esta memoria se hace mención eu la carta precedente. Las notas marginales, según se puede deducir del contexto, son puestas por el Almirante. Tomo XíJ. 28

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ma (le cancelería que llevo dello.

Antes que hubiese audien- cia de S. M. , hablé con

Ernesto y mi tio Ferdinando, que estén en el cielo. Y pues S. M. tiene la misma preten- sión , y mis cosas no están al presente en términos que me den lugar á que pueda re- nunciar la dicha herencia en ninguno dellos, y S. M. ha gozado hasta agora los frutos desta herencia, como tam- bién de lo que me quedó de mi padre , no me he querido resolver con ninguno de mis hermanos , hasta saber pri- mero la voluntad del empe- rador , y si gustará de que yo señale á alguno dellos ó á entrambos alguna parte de la dicha renta, y en qué canti- dad, para que conforme á eso yo me pueda resolver me- jor en responder á mis her- manos, y el emperador en- tienda la voluntad con que deseo servirle en todo.

Dará recados mies á Rumph y á Trauzen (4), y les

(1) En la relación del viaje del Almirante de Aragón á Alema- nia y Polonia, que escribió en laÜQ el jesuíta P. Tomás Sailly (Bruselas, 1598, en 4.°) llama á estos dos Romffe y Trausen. Uno y Ciro figuran entre los principales señores que, por encargo del

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Rumpf y Trauchtson y les di los recados de S. A. con mu- cho cumplimiento y amor, y les pedí parecer en los cabos que había de tratar con el Emperador, de que S. A. me mandó les diese cuenta, y con su parecer me guié en ellos.

A las mujeres de Rumpf y Trauchtson visité el dia que S. M. me dio audiencia, des- pués della, y les hice los ofre- cimientos que S. A. me man- dó, y el mismo dia visité á doña María Manrique, y los mas dias que estuve en Praga la vi y le hice los ofrecimien- tos que S. A. me mandó. Y después vi otras veces á las mujeres de Rumpf y Traucht- son; y pSrecléndoie al emba- jador que era necesario rega- larlas, les di las holandas y mantelería, repartido entre

pedirá consejo en todo lo que allá se ofreciere, y les asigu- rará de la mucha confianza que tengo de que holgarán de ayudar á mis cosas en todo lo queseme ofreciere; y en par- ticular de Rumpf hará caso, para seguir su parecer en to- do lo que se ofreciere tratar y hacer allá , de manera que sea á satisfacción del empe- rador lo mas que sea jmsible. Visitará de mi parte á sus mujeres , y así también á do- ña María Manrique , y á esta con mas particularidad , por haberme sacado ella de pila en compañía de Parnestan su marido.

Emperador, recibieron ostentosamente en Praga al embajador espa- ñol, coya entrada debió verificarse en setiembre ú octubre de <596, h.'ibiendo emprendido su jornada en agosto.

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ellas como al embajador le pa- reció , de que ellas y sus ma- ridos quedaron muy agrade- cidos y dieron las gracias.

Con don Guillen hice el oficio que S. A. me mandó, dándole cuenta de todos los negocios y lomando su pare- cer en ellos, y guiándolos con- forme á él. Y el embajador hizo también el suyo : que no contentándose con regalarme en su casa , hizo todas las di- ligencias que pudo para el buen despacho de todo y pa- ra que S. M. me honrase mu- cho y me hiciese el favor y merced que me hizo , y todos los embajadores y ministros de S. M. me visitasen y asis- tiesen en lo que á cada uno tocaba respectivamente.

Este cabo consulté con el embajador y con Rumpf y Trauchtson, y procuré que Rumpf supiese la voluntad de S. M. Cesárea, y S. M. me mandó decir por medio de Rumpf, que por muchos res- pectos le parescia que fuese primero á Graz y visitase á aquellos príncipes, y después

De don Guillen de Sancl Clemente hará también el caso que se debe á ser minis- tro del rey mi señor, y el lu- gar que tiene en Alemania, y yo mucha confianza de que ha de holgar de ayudar á en- caminar bien todas cosas. Y en esta conformidad le po- drá dar también recado mió y pedirle parescer en lo que se le ofieciere hacer y tratar.

A todos tres lo pedirá so- bre la orden que guardará en visitar á mis hermanos y tia, y á sus hijos; pues no se le puede dar precisa agora , por no saberse á donde estará cada uno dellos cuando él llegue. Y cuando sobre este particular se pudiese enten- der la intención y voluntad

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al rey Maximiliano, y des- pués al archiduque Matías, y que con esto cesarian todos los inconvenientes y se excu- saría algún rodeo; y así lo hice.

Hice toda la diligencia po- sible en esto; y por tener el emperador los papeles, no ha- llé en Praga, Viena ni en Graz quien me diese luz entera de- 11o; y el secretario (I) que lo pudiera hacer y me lo habia ofrecido, y á quien yo regalé con una cadena de cien es- cudos por que. lo hiciese , no se atrevió á dármelo, porque debió de tener orden del em- perador para ello , que sabia que yo lo deseaba, por habér- selo yo dicho y pedido áS.M. por orden de S. A. que tuve para ello. Y instando á S. M. por medio de Rumpf me man- dase dar relación desto, me envió á Viena la que llevo , que es á mi parecer corla en las rentas, y larga en las deudas.

He hecho dili¿:encia en es-

del emperador, será bueno y se debria seguir.

Procurará enterarse muy particularmente del estado y cualidad de las herencias de que se trata en el primer ca- pítulo, y del valor dellas, y de la parte que me puede to- car, con las mayores particu- laridades que pudiese saber, para traerme muy particular cuenta y luz de todo.

Asimismo procurará pe-

(4) El nombre está en blanco.

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lo, y llevo á S. A. razón dello.

He hecho asirnisino dili- gencia en esto, y se ha de hacer mayor en las corles del rey Maximiliano y Matías; y para lo que toca á los prín- cipes y electores de Alemania, llevo orden de lo que se de hacer, con parescer del emperador.

nelrar y traer luz de lodo lo que es bien que yo tenga en- tendido, para dar salisfacion al emperador , así en el go- bierno destos Estados, como en todo lo demás, aunque sean cosas particulares.

Lo mismo procurará en- tender para con los demás mis hermanos y los príncipes del imperio.

Llevo una relación de los Estados de la Casa de Aus- tria, y de los que quedaron por muerte del archiduque

Con los Fúcares tratará en Augusta á la ida ó á la vuelta lo que lleva entendido acerca de las cosas de mi ha- cienda.

En la dicha ciudad ó en otras por donde pasare, pro- curará haber algunas cosas curiosas y extraordinarias, y algunas que sean á propósito para enviar á España , y las mas reliquias que pudiere.

También procurará hacer- me sacar algún summario de todos los privilegios y pre- eminencias y estados que fue-

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Ferdinando, y un summario de los privilegios principales de la Casa de Austria , y un disignio de el escudo de ar- mas que S. A. ha de traer conforme á la costumbre y leyes de Alemania y la Bula Áurea, y un libro grande de los recesos de las dictas , y un elenco en alemán de có- mo se ha de escribir á todos los príncipes de Alemania, y el compás de muchos usos con el libro de su declara- ción , y algunas reliquias que me dio el emperador para S. A. y ocho hacas portantes.

ron concedidos á la casa de Austria. Y si fuere necesario mandarle sacar de nuevo del archivo, que pienso está en Viena , y pedir licencia para ello al emperador, y asalariar para esto persona propria , y dejarlo encomendado á don Guillen ó á otro que le pares- ciere podrá atender á ello mejor, lo haga de la manera que le paresciere necesario, para que se haga el dicho summario mas brevemente.

Hice diligencia en esto pa-

En caso que adonde estu- vieren mis hermanos, le ha- blen ellos mismos ó criados suyos en lo de la herencia que pretenden les deje, po- drá responder que lo he he- cho proponer al emperador, como era razón no resolver- me en cosa desta cualidad sin darle cuenta dello, y que con su respuesta procuraré resolverme lo mas pronto que pudiere, y servirles en todo lo que lo pudiere hacer. Informarse en la corle

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ra hacer el cumplimiento ne- del emperador, de las perso cesarlo en nombre de S. A., ñas que hay en las casas de con los que se hubiere de mis hermanos, con quien se hacer cuando llegue á aque- deba de hacer algún cumpli- llascíjrles. miento en particular; y lo

hará conforme á lo que en- tendiere que conviene y se acostumbre á hacer.

En las casas de mis herma- nos estarán lo que entien- do) Octavio Cambriani en la de mi hermano Matías, y en la de mi hermano Maxi- miliano Hohenburguer. Am- bos me sirvieron, estando yo en Alemania en compañía de los dichos mis hermanos; y así será bien darles á enten- der que tengo memoria de- Uos, si le hablaren en mí, co- mo es de creer que lo harán. Llevo las ocho hacas que Si pudiere haber un par el emperador envía á S. A. de hacas buenas para cami- sin habérselas pedido. nar sin pedirlas á ninguno de

mis hermanos , las procura- rá traer consigo.

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Copia de carta del Almirante de Aragón á S. A. De Cra- covia á 25 de enero de 1597 (1).

Recibimiento que se le ha hecho en Cracovia. Dispónese á mar- char á Varsovia. Liga entre el emperador y el rey de Polonia, y díticultades que se oponen á su realización.

SERENÍSIMO SEÑOR.

De Viena avisé á V. A. á los postreros de diciembre co- mo me hallaba allí de vuelta para Poloaia; y de Olmutz volví á escribir á V. A. á los 10 de enero, diciendo á V. A. como habia partido de Viena en los 4 del mismo , y iba siguiendo mi camino con razonable tiempo, respecto del que otros años suele hacer en este.

A los 18 de enero llegué á Cracovia , y aunque por no estar aquí los reyes ni persona de cuenta en esta ciudad, los cardenales, legado, y el de Radzivila , que es obispo de Cracovia, me enviaron á rescibir como ellos lo acostum- bran , procurando hacer de su parte la demostración que pudieron, para mostrar la obligación y deseo que tienen de servir al rey nuestro señor , y de los dos entendí que el rey y la reina están en Lituania en una casa de campo , donde por este tiempo suelen ir cada año á caza de montería, y que vendrán á Varsovia , que es en la Polonia mayor , y dista 42 leguas de aquí , á una Dieta general que está con-

(í) Esta carta, asi como las anteriores, debió dirigirse á Flán- des, donde se encontraba el archiduque Alberto. En agosto de 1o9o habia salido de la corte de España para aquellos Estados con el en- cargo de gobernador, en reemplazo del archidaque Erneito, que habia fallecido el 21 de febrero del mismo año.

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vocada para los diez de hebrero. Y porque á la redonda de Varsovia no hay lugar donde esperar con comodidad la ve- nida de los reyes, ni SS. MM. quieren que entre allí hasta que ellos hayan vuelto á la corle , he hecho alio en Craco- via, de donde partiré, placiendo á Nuestro Señor, a los 28 deste, por llegar á Varsovia á tiempo que haya cuatro ó cinco dias que los reyes estén allí , que es lo que el car- denal Uadzivila me ha dicho de parte de SS. MM. holga- rán que haga.

Procurando saber el estado de la hga que Su Santidad desearía se hiciese entre el emperador y el rey de Polonia, he entendido que, aunque no está de todo punto rompida la. plática della , no se hará ni se puede hacer por la dificul- tad é imposibilidad de las condiciones que piden al papa y al emperador, y porque ellos prometen algunas cosas qu» es evidencia que no las pueden cumplir; y cuando Su Santi- dad y Majestad Cesárea las aceptasen y concediesen todo lo que se les pide, tampoco se haria la liga, así porque los polacos no han levantado y proseguido esta plática por pensar concluirla , sino por otros fines que tienen con el turco y con el moscovita, para que les importaba mostrarse tan gallardos que no tenían necesidad de ad mitir otras plá- ticas suyas, y si oían las del emperador era pidiendo cosas con que divirtiesen al turco de algunas exorbitantes que les pedía, como porque el rey de Polonia no puede hacer paz ni guerra, ni determinar ningún negocio del reino, grande ó pequeño, sin dieta general y consentimiento de todos los Estados del. Y siendo tantos los que concurren en las dietas parliculares para nombrar los nuncios y procurado- res que han de ir á la dieta general, y tantos ansimismo los que concurren en la dicha dieta general, y necesario conforme á los estatutos deste reino, que todos unánimes

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y conformes, sin discrepar ninguno, quieran la liga, se pro- inetia mucho quien se pudo persuadir que era posible efec- tuarla , sabiéndose esto y las grandes disensiones que hay entre los nobles, y que algunos de los palatinos, y nun- cios de los palatinatos y caslellanías , son herejes y tienen correspondencias con el turco , y orden de las dietas ter- restres para desviar todo lo que fuere daño suyo, sin mu- cha seguridad deste reino.

El legado y todos los que le asisten están bien desen- gañados desto; y aunque ha dias que desea irse á Roma, se ha dejado de partir por haberle mandado el papa que se detenga hasta que los polacos respondan clara y abierta- mente que no (juieren la liga ; y aunque ofreciendo lo que no pueden cumplir, y pidiendo con tanta instancia lo que no se les puede conceder, se bien claramente su intención, no se entiende se aclararán mas por otros términos con el legado, porque su intento es justificar por este medio su causa con la cristiandad y mejorarla con el turco, y de re- cudida asentar paz firme con el moscovita, que es lo que los polacos desean mas , y les importa para no ser dañados de los tártaros por aquella banda*.

El legado rehusa ir á la dieta de Varsovia, pareciéndole que su presencia no ha de ser allí de ningún efecto, y es- pecialmente no habiendo embajador del emperador con quien se pueda tratar este negocio; y ha replicado al papa pidiendo licencia para irse en caso que el embajador del emperador no venga ; y ha suplicado á su Majestad Cesá- rea con instancia se sirva de enviarle, no tanto porque piensa que aunque venga se hará ninguna cosa, cuanto porque si no viene , los polacos saldrán con su intento de decir que no ha quedado por ellos el efecto de la liga, sino por su Majestad Cesárea, pues al tiempo de la dieta.

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que es el mas oportuno para la conclusión del negocio, ha dejado de enviar embajador que trate del y procure se efectúe.

Esto es lo que yo he podido entender desta liga , y no refiero á V. A. lo que hasta agora he entendido que los polacos ofrescian al papa y al emperador , y lo que pedian á Su Santidad y su Majestad Cesárea para efectuar esta liga, ansí porque creo que el rey nuestro señor y V. A. están informados dello por medio de otros que han tenido las manos en este negocio, como por hacerlo después de ha- berme hablado en la dieta general; en que podré tomar mas particular luz de lodo, y entonces enviaré á V. A. re- lación copiosa dello, para que V. A. noticia al rey nues- tro señor de lo que paresciere y fuere servido; porque yo no he escrito á España, y cuando lo haga, no trataré de ne- gocios, remitiéndome en ellos á lo que escribo y escribiré de aquí adelante á V. A., cuya serenísima personna guar- de y ensalce Nuestro Señor como deseo, etc. De Cracovia á 25 de enero 1597.

Embajada de don Francisco de Mendoza, Almirante de

Aragón por don Philipe segundo rey de España, al Rey

de Polonia. Año de 1597 (1).

A los diez de enero de 1597 años llegó el Almirante á Cracovia , ciudad mas principal de todo el reino de Polo- nia, diez leguas de la raya de Alemania, situada en parte de aquel reino que llaman la Polonia menor, sobre la Vís-

(í) Real Academia de la Historia: Jesuítas , tomo 89 de papeles varios f núm, k'¿ duplicado.

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tula, rio navegable que enriquece mucho aquel reino, lu- gar en que los reres residen dorJinario ; y habiendo estado allí doce dias esperando la orden del rey para pasar adelan- te, que se hallaba en caza de montería en Lituania, sien- do mientras allí estaba muy regalado del cardenal Radzvila, obispo de la dicha ciudad, y del cardenal Caetano, legado á latere de Su Santidad, que habia venido á el negocio de la liga entre el emperador y el- rey de Polonia, partió de allí el postrer dia de enero para la ciudad de Varsovia de la provincia de Marsovia, ques en la Polonia mayor, situa- da asimesmo sobre la ribera de la Vístula , yendo con él un caballero de la casa del cardenal Radzevila y un comerni- que del rey, que lo iban alojando y regalando por el cami- no; y á los diez de hebrero llegó á Varsovia donde estaba ya el rey y la reina con loda su corte y muchos obispos pa- latinos y príncipes de aquel reino, que habían venido á la dieta. Y habiendo sido el rey avisado del comernique que venia con el Almirante , del dia y hora que habia de entrar en la corte, envió á recebille al obispo de Polosco y al pa- latino de Pomerania con mucha gente de su casa y corte y ducientos aillucos de su guardia, y un caballerizo y mu- chos lacayos con un caballo turco muy bien aderezado á la española, con guarniciones y gualdrapa de terciopelo negro bordado de avalorio, con su telliz, para el Almirante, y otros caballos para los caballeros que venían con él; y vcniendo el Almirante solo en un coche de seis caballos, y los caballe- ros y algunos de sus criados en otros cuatro coches ansimes- mo de seis caballos cada uno, y otros criados á caballo (1), y cuatro hacas que traían á la mano para la persona del

(1 ) Setenta personas acompañaron al Almirante en esta emba- jada, según la relación de Sailly.

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Almirante, topándole un cuarto de legua de la ciudad, se apearon el obispo y el palatino y muchos de los caballeros que iban con ellos. El Almirante salió en su coche á encon- trarlos, y el obispo le hizo un parlamento en lalin, dándole la bienvenida de parle del rey, á que el Almirante le respon- dió en español, porque el obispo le enlcndia. Y pasado esto, el obispo le preguntó al Almirante si queria coche ó caballo, y diciéndole el Almirante que tomaría lo que sus señorías mandasen, el obispo le dijo como S. M. le enviaba caballos, y el Almirante dijo que los tomarla por gozar de la merced y favor que S. M. le hacia. Y luego llegó el caballerizo del rey, y quitando el telliz del caballo, subió el Almirante en él, y el obispo y el palatino le tomaron en medio y le fue- ron entreteniendo, hablando en latin y respondiéndoles el Almirante de la misma manera. Y llegados á la ciudad, le llevaron á una posada muy buena que el rey le tenia ade- rezada cop muchas tapicerías de oro y una cama de broca- do verde; y habiéndole entretenido un rato, se despidieron del dejándole en su posada con un caballero de la casa del rey, llamado Felipe Ovadoski, que sabía la lengua española, á quien el rey habia encargado tuviese cuidado del regalo y servicio del Almirante y buena comodidad de todos los caballeros y criados y caballos del Almirante, dando á to- dos muy cumplidamente lo necesario todo el tiempo que el Almirante estuvo en aquella corle, y una escuadra de ayu- llucos que le hacían la guardia de ordinario. Y en sabiendo el rey que el Almirante era llegado, le envió á visitar con dos caballeros de su cámara , y la reina á Constanislao Fo- gue Veder (1), su canciller, que ha estado muchos años en España, y cada día hacian los reyes lo mismo.

(1) Fogeheder en la relación latina antes citada.

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El siguiente vinieron á visitar á el Almirante algunos prelados y palatinos y el gran canciller; y habiendo envia- do á pedir audiencia á S. M. por medio del mariscal del reino de Polonia, que es el mayordomo mayor y el que go- bierna la corte y hace justicia en lo civil y criminal a todos lo que vienen á la dieta , y por cuya mano se dan las au- diencias á el rey, se la señaló para el jueves siguiente, que fueron trece de febrero á las ocho de la mañana ; y llegado el plazo, el rey envió al obispo de Luceoria y á León Sappia, gran canciller de Lituania, con mucha gente y coches para llevar al Almirante; y llegado á palacio al pié de la escalera salió á rccibille Nicolao Gabridostri , mariscal del reino, con mucha gente de la casa y corte de S. M., pasando por al- gunas piezas que estaban llenas de mucha gente muy bien aderezada , porque los polacos gastan mucho en vestir y en aforros preciosos. Llegados á la cámara del rey , estaban con S. M. el cardenal Radzevila, el arzobispo Degnesma, primado de Polonia y primer príncipe del senado, que presi- de en los tres regnos , y el arzobispo de Leopoli y otros obispos y muchos palatinos y principes de aquel reino ; y en entrando el Almirante , hizo al rey grande acatamiento dos veces, y el rey siempre le respondió quitando la gorra, y á la tercera llegó el Almirante á pedirle la mano y el rey se la tocó á la alemana, y el Almirante comenzó á expresar su embajada en español , y Felipe Ovadoski la refirió á el rey en polaco, y S. M. respondió de la misma manera, y el vicecanciller que estaba á su lado, que es caballero y mi- nistro muy principal del reino, refirió al Almirante la res- puesta del rey en latin ; y habiendo pasado dos ó tres ré- plicas de cada parte por medio del intérprete, el vicecan- ciller se apartó, y el rey comenzó á hablar en latin con el Almirante, porque hasta entonces siempre habían hablado

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polaco, y el Almirante le respondió de la misma manera, de que él recibió mucho contento ; y al cabo de la plática le dijo que , pues tenían lengua con que entenderse sin in- terlocutor , holgaría de verse con él mas en particular pa- ra informarse muy bien de las cosas de España y de los Es- tados Bajos , y de lo que se ofrecía ó podia ofrecer en que él pudiese servir á S. M. Católica y a S. A.; porque lo de- seaba mucho. Y queriéndose el Almirante despedir del rey, le dijo S. M. que mandase llamar los caballeros y criados que venian en su compañía para tocarles la mano, y el Almirante lo hizo; y habiendo lodos besado la mano á el rey, se despidió el Almirante de S. M. y hizo cortesía á los pre- lados y palatinos que se hallaron allí, y el obispo y el pa- latino que le habían traído, y todos los demás que venian acompañándole, volvieron con el Almirante hasta su posa- da, y el mariscal bajó con él hasta el coche.

La reina señaló su audiencia al Almirante para otro dia á las nueve de la mañana , y á esta hora vinieron el obis- po de Venda y el palatino de Breschi Lituano con mucha gente á llevarle con los coches del rey, como el día antes; y Stanislao, lafriski de nación, mayordomo mayor de la reina , salió á recibirle hasta el patío , y llegado á la cáma- ra de S. M. , donde estaban muchas señoras principales del reino de Polonia y las damas de la reina , el Almirante hizo dos veces gran reverencia á S. M. que lestaba espe- rando en pié , y la reina siempre le hizo mesura con gran cortesía , y á la tercera , el Almirante hincó la rodilla en el suelo para pedirle la mano , y la reina le levantó y le tocó la suya y se la dejó besar, porque las reinas la dan á todos los eclesiásticos y seglares en Polonia por mayor favor. Y lue- go vino un repostero con una silla como otra en que .estaba la reina, y poniéndola al Almirante y no queriéndola tomar.

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la reina no le quiso oir hasta que se hubiese asentado y cu- bierto; y habiéndolo el Almirante rehusado mucho, lo hubo de hacer por obedecer á S. M. y que le diese lugar para hablar; y habiendo comenzado á hacerlo, se volvió el Al- mirante á descubrir, y la reina lo interrumpió mandándole que se cubriese , porque no le oiría de otra manera. Y ha- biendo el Almirante acabado su razonamiento, el canciller Fouge Vcder lo refirió á S. M. en alemán, á que la reina res[)0iidió muy graciosamente, mostrando grande alegría y contento de que S. M. hubiese enviado aquella enibajada, y disculpándose de haber baptizado su hija por haberla te- nido muy indispuesta, y temido no se le muriese sin agua de baplismo. Visitó asimesmo á la reina de parte de S. M., de la em[>eratriz y del serenísimo archiduque Alberto, y de todo mostró la reina el mismo contentamiento. Y habiendo entretenido la reina al Almirante mas de media hora , el Almirante pidió las joyas para presentarlas á S. M., las cuales tenia allí Gaspar Rs.° de Figueroa Varíen, serval de S. A., en sus cajas envueltas en unos tafetanes de oro y en dos salvas doradas muy lindas , y his del rey nuestro se- ñor al conde Fernando Espinóla, gentil hombre de la boca del serenísimo archiduque Alberto, y la de S. M. la empe- ratriz al barón de Pimorani ; y tomando el Almirante cada una de por sí, .se levantó y las presentó á S. AI., haciendo con cada una su razonamiento, y la reina las recibió y res- pondió con mucho gusto al Almirante, y ella misma desco- gió los tafetanes y abrió las cajas y miró las joyas con mu- cha atención, y las alabó mucho y holgó que las viesen los que estaban [)resentcs. Y queriéndose el AInúrante des- pedir, pidió licencia á la reina para hablar á la princesa Anna xMaría su hija, que estaba á su lado , y la reina se la dio; y habiéndolo hecho, habló después á la camarera raa- ToMO XLI. 29

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yor y á todas las señoras y damas que estaban en la cá- mara de S. M., tocando á todas la mano á su usanza, d¡- ciéndoles por medio de intérprete cuánto holgaría de saber la lengua polaca y alemana para poderles hablar y entre- tener mejor. Y mientras el Almirante hacía esto, llegaron los caballeros que venian con el Almirante y sus criados, á besar la mano á la reina, que la dio á todos, y despidién- dose el Almirante de S. M. le dijo que para otra audien- cia mas familiar reservaba muchas cosas que tenia que tratar con él, y el darle unas cartas que tenia de la Archi- duquesa su madre, y el Almirante dijo que estaba apare- jado para cuando S. M. le mandase llamar. Y con esto se salió de la cámara de la reina, acompañándole su mayor- domo mayor hasta el coche , y el obispo y el palatino y los demás que le hablan traido, hasta su posada.

Este dia en la tarde fué el Almirante á visitar al obispo de Sant Severo, nuncio de Su Santidad, que le habia visto el dia antes, y á la noche el rey y la reina enviaron á con- vidar al Almirante á comer con los tesoreros del reino de Polonia y gran ducado de Lituania , para el domingo de carnestolendas; y sin embargo de que el Almirante co- mía á costa del rey, sus Majestades cada dia le enviaban regalos de venazon y aves extraordinarias de aquel reino, y todos los dias por la tarde y por la mañana visitaban al Almirante muchos prelados y palatinos , senadores y seño- rías principales de aquel reino.

El domingo de carnestolendas el Almirante madrugó para ir á acompañar á el j'ey á la misa , donde el rey estuvo sentado con su dosel sin cortina, en un sitial delante, en unas sillas -de coro que esjaban en la iglesia maycfi' de Var- sovia; y en otras siilas en frente de las del rey se sentaron el cardenal Radsivila v el Nuncio de Su Santidad v el Al-

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mirante, y luego consecutivamente el arzobispo de Leopoli y los demás prelados del reino que hablan venido á la dieta, aunque solos , el Cardenal nuncio y el Almirante tenia de- lante un sitial con ahnohadns puestas sobre las formas de las sillas, y otras almohadas para hincarse de rodillas. La misa fué muy solemne, porque el rey de Polonia tiene muy buena capÜla ; y al tiempo del sermón bajó el rey de su asiento para el cuerpo de la iglesia , donde tenia otro para oirle mejor, y llevaron á S. M."^ de brazo, porque así es la costumbre de Polonia, el cardenal Radzevila y el Almiran- te; y por ser en polaco, mientras se predicaba, se salió el nuncio á decir misa , y el Almirante con él; y acabado el sermón, volvieron á aconjpañar á el Rey, asistiendo á la misa hasta que se acabó, y después deÜa volvieron á tomar al rey de brazo el Cardenal y el Almirante y le llevaron hasta la puerta de la iglesia , donde se despidió dellos para entrar por una puerta falsa de palacio , que está cerca de la iglesia, y el Nuncio y el Almirante se fueron juntos á la po- sada del Nuncio, que es niuy cerca del palacio, para espe- rar que ios llamasen á comer, y cuando fué hora vinieron por ellos el gran canciller de Lituania y el tesorero del reino de Polonia, con grande acompañamiento; y habiéndoles hecho olro nuevo razonamiento como si estonces les convi- daran , y respondiéndoles el Nuncio y el Almirante , los lle- varon á [>alacio á la cámara del rey que les estaba esperan- do, donde se entretuvieron con S. M. hasta que el maris- cal del reino avisó á el rey que era hora de salir á comer, y S. M. con el Nuncio y el Almirante fueron hasta donde estaba la mesa cubierta con solos los manteles , y allí espera- ron á la reina. Y aunque S. M. estaba con dolor de mue- las, por favorecer mas al Almirante, salió á comer acom- pañada de muchas grandes señoras de Polonia y de sus da-

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mas ; y habiéndose lavado el rey y la reina , cada uno de por sí, en una fuente de cristal guarnecida de oro, y el Nuncio y el Almirante juntos en una de nácar, ansimesmo guarnecida de oro , echó el Nuncio la bendición de la mesa, ayudándole los capellanes del rey, y Sus Majestades se sen- taron en su lugar, y á la mano derecha del rey pusieron dos sillas en el testero de la mesa ; y habiéndose rogado el Nuncio y el Almirante sobre los lugares, hubo el Almirante de tomar el mejor por habérselo mandado el rey ; y sentado junto á S. M., el Nuncio se sentó consecutivamente junto al Almirante. Y no habiendo en la mesa mas, como se ha dicho , de solos los manteles , vino un oficial que hace ofi- cio que en la Casa de Borgoña llaman sumiller de panete- tería , con una escusa baraja grande, oval , de plata, en que venian los servicios del rey y de la reina, y un gentil hom- bre de la boca con grandes ccrimonias los sacó y puso á Sus Majestades; y después vino olro repostero con dos ser- vicios aderezados dende el aparador, y los dio á otro gentil hombre de la boca , el cual los puso á el Almirante y á el Nuncio. Acabado esto, en que se tardaron gran rato, vino el mariscal con veinte gentil hombres de la boca ó mas, con la vianda, trayendo cada uno dos ó tres platos y algunos cuatro, todos asidos con unas toballas blancas por encima, y sobre las toballas unos tafetanes negros, por traer el rey lulo por la reina Anna, su tia, que ha seis meses que mu- rió; y puestos todos en hilera, hicieron reverencias al rey y á la reina á la par, y fueron llegando á la mesa y dando los platos á los trinchantes que los salvaban y iban po- niendo por su orden. Y el rey comenzó á comer de un plato y dio á la reina del, y después hizo señal que le pa- sasen á el Almirante y á el Nuncio, porque el mayor re- galo que ios reyes de Polonia hacen cuando convidan,

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es que coman los huéspedes de su mismo plato. Después de haber ellos comido, hubo segundo y tercero servicio de viandas muy bien aderezadas, de todo género de ve- nazon y diferencias de aves, aunque todo guisado con muchas especias, de que usan mucho en Polonia por la gran frialdad de aquellas regiones. Y habiendo turado la comida casi tres horas, el rey hizo señal y alzaron el último servicio, y quitados los manteles, trujeron las fuentes, y habiéndose lavado los reyes y el Almirante y el Nuncio en diversas fuentes, como lo hicieron al principio, cubrieron la tabla sobre otros manteles gayados de unas labores muy anchas de oro y plata, que hablan quedado sobre ella, de mucha diversidad de confituras y conservas de España y aceitunas de Sevilla , y de frutas secas y verdes de la tier- ra, de las que en aquel tiempo habia. Y estando la comida en este estado, mandó la reina que se sacasen sus hijos por hacer mayor fiesta á el Almirante, y sentó cerca de si á la princesa Anna María, y el príncipe Ladislao se puso á la par- te del rey , vestido á la polaca en los brazos de su ama , y el ley les dio confiles porque estuviesen mas alegres con el Almirante. Alzadas las confiterías, quitaron los últimos man- teles, y los reyes se levantaron, y el Nuncio dio las gra- cias ; y el rey hizo señal al Almirante que tomase á la reina de brazo para llevarla á su aposento, mandándole que en habiendo dejado á la reina en él, se volviese al suyo, y el Almiraníe lo hizo ansí , y el Nuncio se despidió del rey. Y quedándose el Almirante solo con S. M. , tomó el rey una silla y mandó traer otra para el Almirante, y se entretuvo con él informándose con mucho gusto de la salud de S. M. Católica, y de la Emperatriz, y del príncipe de España, y de la señora infanta doña Isabel y de las. Vitorias del Ar- chiduque. Y después desto, el Almirante dio al rey la creen-

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cia que le traía de S. A., y en virtud de ella, cuenta de los negocios que Iraia á su cargo; y habiéndolos el rey oido con mucho gusto y muestra del deseo con que se hallaba de servir á S. M. Católica y á S. A., el Almirante dijo á el rey que si S. M. se servia de ello, le daña un memorial; y diciendo el rey que holgaria mucho de ello para tratar de todo con algunos senadores, el Almirante se lo dio en latin y se despidió del rey, y S. M. mandó fuesen con él á su posada algunos señores y caballeros de su Gasa y Corte, que estaban en la antecámara. Y á cabo de tres ó cuatro dias que el Almirante habia ocupado en recebir y pagar vi- sitas, y en hablar y informar sobre sus negocios á los gran- des cancilleres de Polonia y Liluania, y algunos prelados y palatinos con quien el rey los habia comunicado, le envió S. M. á decir que para tomar mejor resolución en ellos, an- tes de hacerlos habia señalado cinco senadores muy graves que fuesen á la posada del Almirante á platicarlos y comuni- carlos con él, que eran el obispo de Culma, los grandes can- cilleres de Polonia y Lituania y el vicecanciller de Polonia, y el general campestre. Y el dia diputado fueron á la posada del Almirante, como el rey se los habia mandado, y trataron muy particularmente de cada cabo, diciendo ellos las dificul- tades que se les ofrecían, y el Almiranlc las salidas que cada una tenia, en que se dctuxieron casi cuatro horas. Y pareciendo que iban satisfechos de sus dudas , se despidie- ron del Almirante, y de allí á dos ó tres dias el rey volvió á junlar los senadores que habia consultado sobre los ne- gocios de Esjiaña, y los comisarios que los hablan platica- do y confei'ido con el Almirante , y se resolvió en ellos y envió la respuesta por escripto á el Almirante con el canci- ller Foguer Vedcr; y contentándose el Almirante della, en- vió á pedir audiencia á el rey para despedirse y darle las

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gracias en nombre de S. M. Católica, por el acuerdo que habia tomado en todo , y S. M. se la dio y envió por el Almirante dos palatinos , que fueron el de Siradia y el de Urates Lavia (i), duque de Urales Loski, con mucho acom- pañamiento y los coches , para que le llevasen á palacio, donde le esperó con gran majestad de prelados , palatinos, senadores y otros príncipes de aquel reino ; y habiendo el Almirante estado un rato con S. M. hablando en los nego- cios, le hizo grandes ofrecimientos de servir á S. M. Cató- lica y á S. A. serenísima, y con esto se despidió el Almi- rante del rey y de todos los prelados, palatinos y príncipes que estaban con él , y fué al aposento de la reina, con quien estuvo otro grande rato sentado , como lo hablan estado la primera vez en el audiencia pública, y la segunda que la reina le dio otra audiencia particular , en que le detuvo mas de dos horas informándose de cosas del rey nuestro señor, y de sus hijos, y de la majestad de la Emperatriz, y de la Serenísima infanta Margarita , y particularísimamente de las del serenísimo cardenal Alberto y de sus Vitorias , y de lo que habia parecido al Almirante, de Gratz, cuando fué á visitar á la archiduquesa María, madre de la Reina de Po- lonia y á sus hermanos , y mostrándole todos sus hijos y la princesa Catalina que habia de sacar de pila ; y despi- dióse el Almirante y todos los que con él iban, de la reina, de la camarera mayor, de todas las señoras y damas, tocándoles las manos y hablándolas por intérprete, y se salió. Y vuelto á su posada , gastó dos ó tres dias en pagar visitas y despedirse de las personas principales que le ha- blan visitado y convidado ; porque en lunes de carnesto- lendas hizo un gran banquete al Almirante, que duró cuatro

(t ) Así, en lugar Uraíistavia, hoy Breslaw.

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honis , el mariscal del reino do Polonia , y el dia siguiente le hizo otro m,iyoi' el gran canciller, en que se hallaron el legado que habla llegado el dia antes á Varsovia , y el cardenal R;ulzcvila, y el Nuncio y algunos prelados y pa- latinos de los mas principales de Polonia. Y queriéndose el Almirante partir, le enviaron el rey y la reina un timbre de cebillinas, las mejores que se habían visto en aquel reino, y cuatro piezas de plata, doradas, muy hermosas; y á los caballeros que llevaron las joyas , y al intérprete que el Almirautc tuvo en la segunda audiencia parlicular de la reina, que S. M. quiso fuese de los que vrnian con el Almirante, una copa de plata á cada uno, y el Almirante dio una cadena y una sortija de un rubí al caballero que se lo trujo , que era el que asistía con él en su posada, y mando repartir mil floriiics entre los criados del rey, que le hablan servido, y dar á los huéspedes de dos casas en que vivia , sendas copas de plata, con que todos quedaron muy contentos.

El gran canciller y el vicecanciller de Polonia , y el mariscal del reino, que es, como se ha dicho, el mayordo- mo mayor, enviaron al Almirante tres caballos polacos , y el Almirante los recibió y dio á sus caballerizos una copa de plata á cada uno , y á los mozos que los traían cuatro táleros, con que asimesmo quedaron contentos, y general- mente lo quedaron todos, de la cortesía y trato del Almi- rante , el cual partió de Varsovia el primer dia de marzo. Y S. M. envió con él un caballero de su Ci'imara y un co- merniquc de su corle que fueron con el Almirante seis jor- nadas , hasta la raya de Polonia, haciéndolo la cosía por el rey, y aposentándole ; y el Almirante dio al caballero de la cámara del rey una cadena de oío, y al comernique cincuenta táleres y una copa de plata , y al huésped de

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la casa de la postrera jornada , que era caballero y tenien- te de C!n-¡stófoio Eshorosai, castellano de Decrepitse, ca- ballero rany prinei[)al de Polonia y senador, otra copa de plata , con que asiuicsnio quedaron todos contentos. Y despitliéiulose los criados del rey de Polonia á la raya, el Almirante entr<3 en la Silesia, que es de la corona de Bohe- mia, y pasando por Urales Lavia , que es una de las mas lindas ciudades de toda Alemania, llegó á Praga á i7 de marzo, y á los 20 tuvo audiencia do S. M. Cesárea , en que le dio cuenta muy en particular de todas las cosas de Polonia, y se despidió del para pasar á los Estados Bajos, y partió de Praga á los 24 de marzo, y á los 26 lo topó un despacho de S. A. , con que volvió á Praga de dos jor- nadas della, y hasta agora no se sabe á qué, aunque hay hartos discursos sobre ello.

Carta del Almirante á S. A. Fecha en Bruselas á ^ de agosto de 1597 (1).

Disposiciones que convendría adoptarse sobre el ejército de Flándes.

(Original.)

SERENÍSIMO SEÑOR.

Sirviéndose V. A. de sacar de Géldres al conde Eurico Hermán de Bergs, podrá ir allí el capitán Eurico Xalon que está en Durlan, y tiene su compañía desarmada ; y sa-

(i) En el mes de junio ya se encontraba el Almirante en los Paises-Bajos de regreso de su embajada.

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liendo de Brujas Foretle , podrá entrar don Pedro Ponce en su lugar.

Está señalado para ir á servir á V. A. Nicolás Basta con su compañía; y porque paresce que sería de algu- na consideración que don Francisco de Padilla saliese á servir en esta campaña , aunque tiene deshecha su com- pañía, mandándolo así V. A., podría quedarse Nicolao Basla á gobernar la caballería , y la com[)añía de Sforcia Spicínardo podría ir en lugar de la de don Francisco de Pa- dilla á Berta; y con estos y los ciento y cincuenta caballos de la compañía de Grovendon, que quedan en Diste, se su- plirán poco más ó menos los doscientos y sesenta y ocho caballos que yo habia dicho á V. A. que podían quedar.

Para que las compañías que están en Güéldres y en Lu- zemburch vengan á tiempo á servir en esta ocasión , es ne- cesario avisarles desde luego el puesto donde han de venir á tomar la orden de lo que han de hacer , y el día que se han de hallar allí, porque están lejos; y para que les llegue la orden y aprestarse, habrán menester por lo menos diez dias. Conforme á esto y á lo que V. A. piensa hacer , se servirá V. A. mandarme lo que les he de avisar, porque no falte tiempo. Nuestro Señor la serenísima persona de V. A. guarde y ensalce como deseo, etc. Palacio á 2 de agosto 1597. Serenísimo señor. Criado y hechura de V. A. El Almirante Hay una rúbrica.

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Copia de carta que el Almirante mi señor escribió á S. A. Del campo sobre Moníhulin á 27 de setiembre de 1597.

Sitio y toma del fuerte de Montolin.— Número de muertos y heri- dos que ha habido en esta jornada.

SERENÍSIMO SEÑOR.

El dia que parli de Pas marché tres leguas con la parle del ejército que V. A. me mandó venir, y el segundo otras seis y media ; y fué el dia tan áspero de agua y de viento, que me fué de grande estorbo para la jornada , y de tanta incomodidad para la gente, que de la infantería me faltó casi la cuarta parte y alguiía caballería , aunque después se ha recogido [jarte de todo. El jueves vine á alojar á Renlin, por ser tanta la peste de Bercoch y Fochemberg, que no rae atreví á entrar allí , y antes de entrar en Rentin envié al coronel de la Barlota , y al capitán Catricio , y á Torres , teniente del conde de Bueoy, y á Joan de Sesé, teniente del conde Joan Jacobo Bcljoyoso , que es uno de los mejores soldados que hay en la c:iballería, y mas pla- tico deste país, y á d(tn Joan de Br'acan^.onte , y á don Die- go de Acuña con trescientas lanzas y cien arcabuceros de á caballo para cerrar á j\Ionthulin; y por parecerles al co- ronel de la Barlota y á los demás que, por la disposición de la tierra, no bastaba caballería para cerrar la plaza , envié con ellos quinientos infantes del regimiento de la Barlota, y á todos di las órdenes de que envió copia á V. A., y todos las cumplieron tan bien, que el jueves á las tres estaba cerrada la plaza , tomándolos tan descuidados que no pudieron meter en ella cincuenta y cinco soldados de su

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guarnición que estaban en Debrc , que es un villaje poco mas de un tiro de mosquete de Monthulin. Y habiendo reconocido de dia y de noche el coronel de la Barlola , el capitán Galricio y los demás la plaza, les pareció mucho mas fuerte de lo que tcnian entendido, porque el sitio lo es de naturaleza, y tiene foso muy hondo, y Iraveses , y tres spoloncs; y todos se resolvieron que, atento el estado de las cosas y que esta empresa no se podia hacer en mu- chos dias, y que para solo plantar el artillería eran me- nester seis por lo menos, y que el socorro les vendria tan á tiempo que no convenia ponernos sobre ella , y me en- viaron al capitán Caliicio á Rentin para que me informase de todo, y me topo el viernes al amanecer y lo hizo. Y luego junté á don Luis de Velaseo , don Ambrosio Landria- no , el coronel Sleguel , Hieronimo Dentiche , el conde de Bucoy , don Alvaro Osorio y al comisario general de la caballería, y les propuse lo que habia entendido de Catri- cio , y él mismo rifirió en presencia de lodos lo que me habia dicho, con su parecer y el de la Barlota, que juzgaban no nos pusiésemos sobre la plaza; y todos, ncmine discrepante^ aunque por diferentes motivos, se conformaron con ellos, de que yo tuve harto grande disgusto por parescerme á solo lo contrario. Y aunque yo les dije que, pues todos eran de aquel parescer, yo me quería conformar con ellos, to- davía les dije que considerasen cuál pesaba mas: volverme dende allí sin ver por vista de ojos lo que Gatrieio decia hallándome tan cerca, ó retirarme d'jl ejército del rey de Navarra (i), pudiéndolo hacer sin peligro cuando él viniese á socorrerla plaza con ejército tan poderoso que me obligase

(í) Enrique IV de Francia, el primero de la Gasa de Borbon, que entró á reinar en 1589.

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á levantarme del sitio; porque lo primero no podía parescer bien á todos, y lo segundo no podía parescer mal á nadie, hallándome yo . con tan pequeña parle de las fuerzas del Rey nuestro señor, y orden expresa de V. A. de no aven- turarlas con desigualdad conocida; y que no apartándome del parescer de todos, yo me resolvía en llegar á Montbu- lin y oír de nuevo á los que había enviado á cerrar esta plaza y reconoscerla muy particularmente y emprenderla. Hecho esto, resolveríamos mejor si convenia perseverar en el sitio della , hasta tener aviso de que le venia socor- ro, que me obligase con razón y no con discursos á la re- tirada. Los más se conformaron con esto, porque yo les dije que si sentían otra cosa se había de escribir el parecer de todos y le habían de firmar, para que yo me pudiese justificar con V. A.; y esto, creo, que movió á los mas á conformarse conmigo. Y luego envié al comisario general de la caballería con el resto que me habia quedado della, para asegurar la demás, y la infantería que tenía cerrada la plaza, y yo me partí dentro de dos horas con el ejército y llegué á Monthulin ayer á las tres después de medio día, y le alojé en los sitios que Martin López y el cuartel-maestre habían señalado, atacando de manera la plaza, que no ha entrado un pájaro en ella ni salido persona que no se haya tomado. Y luego con algunos soldados plátícos de los que vienen conmigo, reconocí muy bien toda la fuerza, y no me pareció menos flaca que á ellos; pero tam[K)co me pa- rcscieron las dificultades tan grandes que no pudiese pro- bar. Y así di orden se comenzase á trabajar luego para plantar el artillería , y por un bosque muy cerrado aunque bajo, con marrazos, hachas y zapas, se hizo un camino por donde se llevó bien , y se trabajó de manera que esta mañana al amanecer estaba acabado el camino , y hechas

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las explanadas, y plantada toda la artillería en dos parles: los cinco medios cañones en una, para batir un espolón , y en otra la culebrina para batir las garitas que servían de defensas ; y se hicieron cincuenta gaviones , y se plantaron antes que anmnesciese, con que se cubrió el artillería y otros puestos de la infantería, y al amanecer comenzamos la batería, y á las diez se nos hablan acabado las balas, de manera que no nos quedaban sino veinte y cuatro ó treinta , con ({ue hubo de cesar quedando en estado que no se podia arremeter por ella; y aunque dende Rentin y dos veces después de llegado aquí, yo habia escrito al conde de Rus, gobernador de Sant Omer, me enviase balas y pólvora, no han venido; y viendo la falta <|ue me hacían, volví ix escribir tercera vez al conde y á la villa, que pues V. A. les habia mandado me asistiesen, y ellos sabían bien lo que importaba al servicio de S. M. , y h su bien propio la toma desta plaza , me enviasen las municiones que les habia pedido y algunas escalas. Y envié las cartas con uno del consejo de Sant Omer, que de parte de aquella villa habia venido á pedirme perseverase en esta empresa, ofresciéndome todo lo que pudiesen ayudarme para ella ; y antes que llegase aquí , les habia pedido unos manteletes y gentes, y me los habían enviado con doscientos hombres de escolta ; y también habia pedido al gobernador de Calés algunos artificios de fuego, y ayer tarde me los envió, y un artillero muy platico y ciento y veinte soldados. Y co- mo hoy tan temprano se me acabaron las balas, hicimos diligencia para cobrar en los jardines las que habían pa- sado de la fuerza , y cobramos algunas con que ir tirando cpn una pieza de cuando en cuando, porque el enemigo no conosciese la falta, tomando achaque de enviarle un trom- peta para que se rindiese , y por otro cabo mostrándole es-

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calas aunque no teníamos mas que unas que se hallaron en un casar , que eran pocas y corlas. Y haciendo gran provisión ilc fagina con la caballería é infantería, y estando yo con harto cuidado de verme sin balas y que no venían las de Sant Omer, y que con doscientas ó trescientas más se acabaría la batería, y que anochecía y se llegaba el tiempo del socorro, pensando por último remedio escalarla esta noche, aunque fuese con pérdida de alguna gente; sa- lió un alambor de la plaza y llamaron para parlamentar, y luego envié á don Luis de Velasco con otro atambor á sa- ber lo que querían ; y aunque comenzaron como suelen los franceses, al ün nos concertamos que saliesen mañana á las nueve con sus armas y bagajes y rindiesen la plaza libre, como V, A. lo verá por la copia del concierto que Vií con esta (1), y ellos me dieron en rehenes un caballero deudo de monsieur de La Serge , que es gobernador de Monthu- lin, hombre principal y muy rico; y salido él, meteré en ella la gente que fuere necesaria , reconoscida la plaza de más cerca para sustentarla, y otros dos castillejos que se dan la mano con ella, que el uno se llama Ebre , y el otro Salles, que el uno está ya rendido y el otro me ha enviado á decir que hará lo que hiciere xMonlhulin; y pienso dejar en ella, mientras V. A. manda otra cosa, al capitán Catri- cio , así por ser el más suficiente de los que aquí se hallan para ello y haber trabajado mas que ninguno, como por haberme pedido lo mismo el conde de Bucoy y el coronel de la Barlota , y ser ellos los que han trabajado ansímismo mucho en lo que hasta aquí se ha hecho. Y aunque por ser él tan útil para la artillería, como verdaderamente lo es, yo holgara de dejar otro para este país, importa tanto

(4) Noeslá.

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esta plaza, y €s tan cierto que han de procurar recobrarla, que no rae ha parecido que podia excusarlo para asegurar- la , habiendo de ser walon el gobernador della ; y porque está muy desprovehida , he escrito al gobernador y villa de Sant Omer y la de Avenas hagan provisiones de muni- ciones y víveres para meter en ella , y mañana procuraré reparar lo que se ha destruido con el artillería , y yo haré una jornada corta retirándome la vuelta de Sant Omer con el ejército, con el espacio que la falta de vituallas diere lugar para darle yo á las municiones que espero para me- ter aquí.

Daño no hemos rescibido de consideración, porque los muertos deben de ser ocho , y los heridos treinta en todos, y si llegáramos al asalto, por buena que estuviera la bate- ría, no pudiera dejarse de perder mucha gente por la dis- posición del sitio de la plaza y de las casas matas, que no le podíamos gustar sin aproveclmrnos do la pala y zapa para mejorar el artillería , y para esto no habia tiempo eu diez dias.

He dado á V. A. cuenta particular del discurso de la jornada, por no haber escrito dende que partí de Barlin- curt; y otras menudencias referiré cuando V. A. se sirva de darme licencia que vaya donde V. A. se halle, la cual esperaré en Sant Omer, ó cerca de allí.

A algunos capitanes y soldados heridos, que se han señalado mucho , he dado algunos dineros que no han po- dido excusarse, y antes creo que parescerá á Y. A. poco que mucho lo que he hecho.

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Copia de carta del Almirante mi señor á S. A., fecha en Arques á 29 de setiembre 1597.

Disposiciones para poner en buen estado el fuerte de Montolin. Alojamiento de la caballería.

SERENÍSIMO SEÑOR.

Ayer avisé á V. A. de la toma del fuerte de Monthulin y como quedaba en él ya puesta la guarnición. Y lo que agora tengo que decir es, que después de esto yo entré en el fuerte y le reconocí lodo con algunos soldados pláticos, de los que vienen conmigo, y tiene disposición para ponerse en estado que tiniendo municiones y gente se pueda defen- der de cualquiera ejército, mientras le durare; y con el pa- rescer de los que mejor le podían dar y del capitán Ca- tricio, ordené se hiciesen algunas cosas para reparar las rui- nas de la batería y mejorar otras de la fortificación, que se pueden hacer sin mucha costa, entretanto que se hace lo demás. Hallé solas cuatro piezas de artillería , un cuarto de cañón de bronce y tres de hierro , y obra de dos mili libras de pólvora y algunas balas, y ninguna provisión de víveres, que me espantó ; porque entendí que este castillo estaba pro- veído de todo para muchos días, y por no tener yo que darle, por haberse acabado el pan de la munición el dia an- tes, dejando la gente que he escrito á V. A. , me partí ayer la vuelta de Sant Omer, y quedo hoy alojado en Arques esperando la orden de lo que V. A. es servido que haga; y aquí he hecho las diligencias que he podido con el goberna- dor de SanlOmer y los del magistrado, para sacarles con qué Tomo XLí. 30

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bastecer aquel fuerte, y esta noche á las doce irán veinte ó veinticinco carros cargados de harina, sal, queso, cer- veza y buturo , y los acompañarán doscientos caballos y quinientos infantes; porque con menos no irá seguro el con- voy, y de Sanl Omer y de Casel procuraré sacar todo lo que Catricio me ha pedido ó la mayor parte dello, Y porque yo no tenia qué comer, por habernos faltado el pan de la munición y por otros respectos, no me detuve á procurar de bastecer á Monthulin de trigo de los castillos circunveci- nos, porque en el tiempo que estuve sobre aquel fuerte, fuera de ser tan corto, hubo harto en que entender sin po- derme divertir a esto, y después no pude hacerlo sin aven- turar á que se me deshiciese la gente por la falta de la vi- tualla, que comenzaba á sentirse mucho en el ejército. Y aunque habia prevenido al oficial del general de los víveres tuviese esto proveído de pan , no hemos hallado aquí nin- guno; pero creo que esta noche ó por la maííana vendrá, y los de Sant Omer nos ayudarán (si cumplen lo que hoy me han dicho) con ocho mili panes que tienen cocidos; con que nos entretendremos mientras llega el de la muni- ción.

En el castillo de Sayes tuve puestos trece ó catorce sol- dados ; y viendo que se partía el ejército, los apretaron de manera los villanos , y obra de cuarenta caballos , que se salieron del, antes que llegasen veinticinco soldados con un sargento del regimiento del conde de Bucoy que yo habia ordenado se metiesen allí; y agora lleva orden don Diego de Acuña de volver á meter la guarnición con el calor de la caballería é infantería que lleva á su cargo, y creo que lo hará.

Otros tres ó cuatro castillejos hay á la redonda, que son ladroneras de fraibutes que se recogen en ellos para robar

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esle país; y cuando no haya otra cosa de mayor impor- tancia á que atender, con quinientos caballos y mili infantes y un cañón , se pueden todos allanar y meter soldados en ellos ó arruinarlos, aunque los mas son de parescer que se sustenten con guarnición, que por moderada que sea, ase- gurará mas este pais y trabajará el enemigo.

En lo que toca álos víveres, yo haré aquí lo que pu- diere para bastecer á Monthulin, y avisaré á V. A. de lo que se hiciere, para que si no fuere lo que basta para sus- tentarle , se sirva de mandarlo proveer por otra via , pues ya que se ha ganado é importa tanto para este pais, es justo conservarle.

Pero demás de los víveres hay necesidad de otras co- sas , que son las contenidas en el papel que va con esta , que V. A. se sirva de mandar que se provean luego, por- que sin ellas no se puede pasar.

También hay muchos de parescer , que para acabar de asegurar esle pais, seria necesario poner enMonthulin, Ebre y Salles una compañía de arcabuceros de á caballo, con quien no se atreverán caballos del enemigo á dañar y ha- cer entradas en nuestro país; y sin expresa orden de V. A. no me ha parescido hacerlo.

La caballería está aquí muy mal alojada en dos villajes que son Werderque y Campaña , porque no hay ningún forraje en ellos ni otra ninguna cosa, ni patrones en las casas, y las de ambos villajes son tan pocas, que parte de la caballería está descubierta. Y aunque don Ambrosio y todos los soldados encarescen esto mucho, y mueren por pasar á otros villajes de Flándes, no me ha parescido mu- dar la caballería sin orden de V. A. , ni lo haré hasta te- nerla , aunque me dicen que si persevero en esto, se irá la gente á la deshilada á Flándes por comer. V. A. vea lo que

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es servido que se haga para obviar los inconvenientes que he apuntado. Nuestro Señor, etc. De Arques á 29 de setiem- bre de 1597.

Copia de carta del Almirante mi señor á S. A.^ de 2 y 3 de octubre de 1597.

Disposiciones militares.

SERENÍSIMO SEÑOR.

Con el capitán don Fernando de Guevara rescibí las cartas de V. A. de 29 y 30 de setiembre; y por la merced y favor que V. A. me ha hecho con ellas, beso á V. A. las manos , y quisiera yo que el servicio que he hecho á V. A. en Monlhulin fuera mayor, para que cayera mejor sobre él el agradescimienlo de V. A., que responde mas á su grandeza y deseo que tengo de servir á V. A. , que á lo que yo le he servido ni puedo servir.

Cuanto pude rehusé dejar en Monthulin al capitán Ca- tricio; pero el conde de Bucoy y el coronel de la Barlota me lo pidieron de manera , y él lo deseaba tanto , que jun- tándose esto con lo que él habia trabajado y la satisfac- ción que yo tengo de que lo hará bien , no pude excu- sarlo, aunque en el recaudo que le dejé, no queda mas que en el ínterin que V. A. mandare otra cosa; y con cualquiera ocasión le podrá V. A. mandar que salga á servir.

Yo habia alojado la caballería é infantería que viene conmigo en estos contornos lo mas cerca que hubo lugar; y por estar lodos los villajes, ó á lo menos los mas dellos

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desiertos, no ha bastado diligencia humana para impedir que dejen de entrar en Fiándes algunos de la infantería y caballería, y he enviado oficiales que los recojan, y creo, que en viéndome marchar , volverán.

A Calés enviaré las compañías del caballero Melzi y Coradin , y á Ardres las de Dimitri y monsieur de Ricurt, y á Monlhulin la de Viilanfan, que es de arcabuceros, por- que para allí bastan cuarenta caballos por no haber dispo- sición para poderse cubrir más.

A las compañías de Nicolo Basta , Jeorje Cresia , con- de de Garpeña , Longinos y Fabini di orden que entrasen en Durlan , y hasta agora no he sabido que hayan dejado de hacerlo, porque no he tenido carta de don Joan de Cór- doba ni de Jeorje Cresia, en que me digan cosa en contra- rio; y las de Ricurt y Dimitri no fueron porque me afirma- ron que no cabrían allí , y estas envío agora á Ardres.

Monlhulin estaba tan desproveído , que aunque se le llevaron las provisiones que V. A. habrá visto por una memoria que envié con La Barlota , me paresció necesario hacer otro convoy para enviarles mas vituallas y municio- nes de Sant Omer, Ere y Gassell ; y voy haciendo cuanta diligencia se puede para juntarlas, y melitlas allí, me par- tiré siguiendo el camino que V. A. me manda , y con el advertencia necesaria.

La compañía de caballos de Velincurl envié á Fiándes, como V. A. lo mandó. Nuestro Señor, etc. De Arques 2 de octubre de 1597.

Andando con cuidado de enviar el convoy á Monthu- lin, he rescibido una carta del secretario Mancicidor en que me dice V. A. manda vaya luego por allá con las tro- pas de infantería y caballería que tengo aquí, y que ansimismo lleve la caballería que se habia puesto en He-

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din y Reiilin. Y al punió que esta escribo, me parlo, y he enviado orden á la caballería me venga á topar , y dejo encargado al gobernador y magistrado de Sant Omer , re- cojan estas vituallas que me hablan ofrecido los de Ere y Cassell, y las guarden juntamente con las suyas para lle- varlas, en habiendo comodidad ; y yo haré la diligencia que pudiere, y siento harto lo que me han detenido aquí, porque holgara mas de estar allá. Nuestro Señor, etc. De Arques 3 de octubre.

Copia de carta del Almirante mi señor áS. A. , fecha á 4 de octubre de 1597.

Estado de la fuerza que lleva á sus órdenes. Lugar en que se encuentra alojado.

SERENÍSIMO SEÑOR.

A los dos y tres deste, respondí á dos cartas de V. A. con que me hallaba de 29 y 30 de setiembre, y despaché un correo propio que me trujo otras del secretario Mancicidor, dándome prisa en lo mismo que V. A. habia mandado; y una hora después me partí yo con la caballería é infantería que se hallaba conmigo; y aunque se había desmandado alguna gente, y esta mañana me páreselo. se habia reco- gido poca, á la tarde me ha parescido que falta menos en la infantería de la que yo pensaba, aunque todavía no hay tanta como yo quisiera, porque de todas las naciones en- tiendo que debe de haber mas de cuatrocientos enfermos, según me han dicho los coroneles. No si es ansí ó si lo hacen por disimular la que se ha entrado al país de Flándes.'

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La caballería viene muy deshecha , porque con la ne- cesidad por UQ cabo, y por otro la ocasión de tener la co- mida cerca, se ha ido alguna, no obstante que se han hecho todas las diligencias para estorbarlo; y he enviado oOciales á recogerla y viniendo, pero todavía f¿ilta mucha.

A las compañías de Hedin y Renlin se dio luego orden se viniesen á juntar conmigo, y yo entendí hallarlas cerca de Betuna, y hasta agora no he tenido ningún aviso dellas.

Para Calés habia señalado las compañías del caballero Melzi y Coradin, y para Ardrés la de Dimitri y la de Ri- 'curt. Por recoger la gente que andaba como la demás, no habia podido partir hasta esta mañana; y por hallarse tan cerca, y no haber venido los de Hedin y Rentin, y pares- cer que, conforme á los avisos que hay del enemigo, será de mas servicio acá que allá, la hice llamar y la traigo conmigo.

Yo quedo alojado en los burgos de Betuna, y mañana, plasciendo á Dios, iré á Lens marchando con la orden y re- cato que conviene; y si llegásemos allí muy temprano, pa- saré adelante donde pueda cubrir y estar con seguridad, por llegar el lunes temprano ahí , si V. A. no manda otra cosa, que mandándola haré mas diligencia, aunque trabaje la gente. Nuestro Señor, etc. Del burgo de Betuna á 4 de oc- tubre á las cinco de la tarde.

Si conforme á los avisos que V. A. tiene del enemi- go paresciere necesario reforzarme de caballería, prosu- puesto que yo no llevo mas de quinientos caballos, y aun dudo si son tantos, podrá V. A. mandar que la que se halla ahí me venga á topar á Lens, aunque acá nos paresce por lo que hasta agora sabemos que vamos bien.

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Copia de carta del Almirante mi señor á S. A. En Mons, 3 de junio de 1598.

De las compañías que debieran reformarse, y de otras, cuya con- servación seria conveniente.

Ayer envié á V. A. la relación del alojamiento que de presente tiene la caballería, y una memoria la distribución que se ha hecho de los treinta mil escudos que V. A. mandó señalar para encabalgarla; y por no estar á mano dejé de enviar á V. A. la relación señalada de V. A. que yo tenia y va agora con esta. Y habiendo considerado lo que toca á la reformación, siendo V. A. ser- vido de hacerla, me paresce que convendrá ñias al servi- cio de V. A. ponerlo en ejecución que diferirlo, así por des- cargar el país y darle la satisfacción que ordinariamente res- cibe con las reformaciones, como porque comiencen á go- zar de los buenos efectos de la paz.

Las compañías que V. A. señaló con cruces son las que á V. A. páresela que debían quedar en pié, y las que no tienen esta señal son las que V. A. pensaba reformar; y después desto V. A. se sirvió de proveer la de don Pedro Ponce en don Bernardino de Ayala, y que á Pedro Gallego se le diesen 1,400 escudos para rehacer su compañía, con que vienen á quedar estas dos en pié, que estaban inclui- das en la reformación. Y ya que V. A. no se sirve de re- formar ninguna compañía de lanzas españolas, pues Miguel Tellez es buen soldado y tiene mas de 60 caballos, si V. A. fuese servido, podría quedar su compañía en pié, y darle algo con que la rehiciese, para que haya cuatro compa- ñías de arcabuceros españoles, que para la guerra de Ho- landa serán de mucho servicio.

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Lo que toca á los albaneses he considerado; y prosu- puesto que V. A. quiere conservar dos compañías desla nación, y que es justo y conveniente hacerlo, habiendo con- siderado asimismo los servicios de Andrea Alambre, y de Dimilrio Gapuzimadi, y la edad y disposición de ambos, enliendo que para servir de presente es mas á propósito conservar á Dimilrio que reformarle, y dar después com- pañía á Andrea; porque es mas diligente y raas activo y determinado, y sabe más que Andrea, aunque en lo de los aprovechamientos ha habido mas quejas de Dimilrio que de Andrea, si bien es verdad que no se le ha per- donado nada ; y como no se trata de ocupar estos hom- bres en oñcios de tesoreros ni de confesores, sino para servir y pelear, no puedo dejar de proponer á V. A. por mejor el que tengo mas á propósito para esto, que es Dimilrio á lo que he podido juzgar por lo que he visto, y por relaciones que diferentes personas me han hecho, y de advertir á V. A. que aunque Jcorje Basta y Nicolo Basta son mata mejor de Andrea que de Dimilrio, conocen la diferencia que hay entre los dos, y proponen la persona de Andrea, entendiendo que Y. A. por causas particulares pen- saba reformar á Dimilrio (para que no se acabasen las com- pañías de su nación). V. A. lo mandará ver y resolver lo que mas convenga á su servicio.

Aunque á Simón de Lalre le achacan que no es escru- puloso en buscar con que vivir, es uno délos buenos soldados que hay en la caballería, y tiene muy buena compañía, y con muy poca ayuda la haria de cien caballos, y los que tiene son tan buenos, y los soldados tan probados, que ten- dría por cosa conveniente al servicio de S. M. y de V. A. no reformarle, y en su lugar podrían reformarse Chalón el mozo, que es capitán de lanzas, porque es manco de en-

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trambos brazos y no puede servir, y el viejo que, como V. A. lo tiene acordado ■. es capitán de arcabuceros, porque no es tan á propósito para servir como Simón de Lalre , que como he dicho á V. A. es hombre de mucho servicio, y aquí se ha gobernado bien , y en la rota que se dio á la guarnición de Bolonia fué uno de lOs que mas se señala- ron; y si no cayera en un pantano dándole la carga , se en- tiende que no se escapara hombre, según me han informa- do personas que se hallaron presentes, y particularmente Daniel de Guaure, que le tengo por hombre de verdad.

El capitán Francisco Goradino teme la reformación, viendo que no se ha dado á Cosme Goradino su hijo dinero para rehacer su compañía; y me ha hablado apretadamente en ello, alegando mas de cuarenta años de servicios muy particulares , y que ha veinte y dos que levantó esta com- pañía á su costa, y hecho con ella algunos de mucha consideración ; y que pues V. A. por hacerle merced en remuneración y recompensa de sus servicios, la pasó en su hijo, y si él se hallara con ella, cree que V. A. no la refor- mara, siente mucho que sirviéndola su hijo, y él en las ocasiones de salir en campaña que se ofrescen , se trate de reformarla -

V. A. conosce al capitán Goradino, y está informado

de sus servicios, y teniendo consideración (1)

que toca á los demás, mandará lo que fuere servido en ellos.

En el número de las compañías que se reforman de itahanos y del país, se consideró lo general de las naciones para dejar nueve de italianos y otras tantas del país, sin

(1) No se pueden leer tres ó cuatro palabras por estar roto el papel .

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descender á lo particular de las provincias ; y como en la ilaliana hay alguna diferencia entre los napolitanos y los demás, y á ninguno dellos se ha dado dineros para enca- balgar la compañía , han juzgado los napolitanos que que- dan todos reformados, y no han discurrido mal , porque Juan Tomás Spina, Carlos de Sangro, Federico de Aflic- lis, Aníbal Macedonio y Cosme Coradino lo están en la memoria de V. A. Mirado el negocio sin esta considera- ción, creo que los que V. A. ha señalado para quedar con las compañías, sen los que con ellas pueden mejor servir, y solo represento esto á V. A. por haberme hablado los na- politanos en ello, aunque no hallo que alterar en lo que V. A. habia pensado, si esta consideración no es de algún momento. Nuestro Señor, etc.

A continuación viene la siguiente carta del Almirante á S. A., en la que no consta el lugar ni la data.

En lo que toca al negocio del maestre de campo don Alonso de Mendoza, dejé de responder á V. A. dende Nos- Ira Dama de Hao, para hacerlo con mas acuerdo, habién* dome V. A. mandado le diese mi parescer eo él como lo haré en esta por obedecer á V. A. , remitiéndome en todo á la determinación que V. A. se sirviese de tomar en él, que estoy cierto será mas acertado que lo que yo puedo decir, aunque lo piense mucho.

Y prosupuesto que V. A. desea entretener á don Alonso en estos Estados, por tenerle por útil y conveniente para el servicio de S. M. y suyo, representaré á V. A. lo que se me ofrece para ello , y los inconvenientes y las salidas que les hallo.

Cuanto á lo primero, es cosa sin duda que si V. A. do

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hace merced á don Alonso y le honra , abandonará sus ser- vicios y esperanzas, y se irá á España á vivir en un luga- rejo que tiene cerca de Zaragoza ó á Pomblin, para donde está proveído.

Lo segundo, que lo que hay en estos Estados en que V. A. le pueda hacer merced conforme á sus servicios y talento, que V. A. ha conoscido del, son los cargos de maestre de campo general, el de capitán general del artille- ría, el castillo de Ambéres ó una plaza del Consejo de Guerra con sueldo competente, cerca de la persona de V. A. y con privilegio de hallarse en los consejos particulares de guerra, y entrar en la junta que se ven los memoriales tocantes á ella.

Lo tercero, que aunque don Alonso es suficiente para cualquiera destas cuatro cosas , no tiene salud para servir las dos primeras,. que son los cargos de maestre de campo general y el del artillería.

Lo cuarto , que para las otras dos en que podría servir sin que su indisposición y estropeadura de los brazos se lo impidiesen, que son el castillo de Ambéres y el Consejo de la guerra, le ponen por objecto que si V. A. le hiciese mer- ced del castillo, se agraviarían todos los maestres de cam- po que tienen tercios ó los han (enido, que son mas anti- guos que él y le pretenden; y si V. A. le hiciese merced de la plaza del Consejo de la Guerra, se podrían agraviar los mismos y todos los que tienen cédulas del Consejo, y no entran en él en los particulares que se hacen , y en la jun- ta ordinaria que se ven los memoriales. Y prosupuesto que no queda otra cosa en que hacerle merced y que se ha de pasar por el menor inconveniente para gratificarle y no per- derle, tendría yo por el menor, hacerle merced del casti- llo de Ambéres , que de la plaza del Consejo de Guerra en

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la forma que he dicho; y particularizando esto, los que pre- leoden el castillo de Amberes sin don Alonso , son seis: los tres maestres de campo que actualmente tienen tercios, y los otros tres que los han tenido; y aunque todos dicen que dándose el castillo á don Alonso, dejarán los tercios y suel- dos y se irán á España, es cierto que cada uno de por si no sentirá menos (como no se le á él) el darlo á otro cualquiera que á don Alonso; porque ellos no le resisten mas que á otros, tanto por aversión particular que tengan contra él, cuanto por figurarse cada uno que es don Alon- so el que mas le embaraza para su pretensión en ello; y al cabo no creo que aunque V. A. provea á don Alonso, se irá mas que solo uno que sin duda se ha de ir si V. A no se le provee á él aunque le á otro cualquiera; y lo que me mueve á esto es lo que diré. Don Agustín IMegía, que es el mas antiguo maestre de campo de todos, me ha dicho diversas veces, que si V. A. se sirve de dotarle Cam- bray , y darle patente de aquel cargo, se contentará con él y no pedirá otro.

Don Luis de Velasco, pues se sosegó cuando V. A. pro- veyó el gobierno de Calés en Joan de Ribas , habiéndose envarado tanto en aquella pretensión, también se contentará con mas facilidad destotro para no dejar el cargo , fuera de que aunque quiera hacerlo y irse á España, su poco caudal no le dará lugar á ello, porque dejándole no le queda con que vivir ni soltero ni casado, ni en su poca edad, aunque muy valiente caballero, parescerá bien en España que se agravió de que se le prefiriera hombre que cuando él nasció era ya soldado , y de que no le den oficio de asiento; y antes parecería mejor, que en caso que V. A. se le diese, no le quisiese aceptar, por no dejar el tercio andando V. A. en campaña , como yo se lo dije cuando trataba de lo de Calés.

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Don Antonio de Zúñiga es cierto que á cualquiera que V. A. le prefiera de los maestres de campo , se irá á Espa- ña, porque desea hacerlo, y dicen que anda con cuidado de buscar alguna ocasión colorada para ponerlo en ejecu- ción .

Don Diego Pimentel es mas amigo de don Alonso de Mendoza que de ninguno de los otros maestres de campo , y por muchos respectos sentirá menos que le prefieran que á otro; y en ningún caso por lo que toca al castillo de Am- beres, se irá á España por estar embarcado en otras preten- siones mayores.

Manuel de Vega, cosa llana es que se quejará, pero no se irá ni dejará el sueldo , porque es bueno y él no mas bien quisto en España que del ejército por el rigor de su condición.

Joan de Tejeda también tratará de sus quejas sin mu- cho recato; pero no osará dejar el sueldo ni ir á España, donde le tienen en figura de tan voluntarioso como soldado; y siendo esto así como yo lo entiendo , y que todo el ejér- cito estima en mucho á don Alonso de Mendoza , y que de la gente principal y popular del país es el español más esti- mado y más acepto á todos, por tenerle por buen cristiano, cuerdo y desinteresado, creo que sería de menor inconve- niente, habiéndole V. A. de ocupar y hacer merced, como es justo que V. A. se la haga por sus servicios , y porque no deje estos Estados, darle el castillo de Ambéres que la plaza del Consejo de la Guerra, cuando él se contentara con ella; porque de lo primero se agraviarían seis, y se iria uno solo, y los demás se consolarían presto; y de lo segundo, se quejarían los mismos y cuantos tienen cédula del Con- sejo, y si se han de ir, no tendrían menos color para hacer- le dando á don Alonso lo que al juicio de cada uno podrían

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tener todos , que lo que se ha de proveer á uno solo ; y por esto dije á V. A. que se me ofrescian inconvenientes y difi- cultades en lo de la plaza del Consejo. V. A. se servirá de considerarlo y hacer lo que fuere más á propósito , si no lo fuere lo que á se me ofresce, de que yo no me aseguro. Nuestro Señor, ele.

Copia de carta del Almirante mi señor á S. A., fecha en Paris 25 de junio 1598 (1).

Uecibiraientoqueha tenido en la corte de Francia. Audiencia con el rey. Desabrimiento entre don Luis de Velasco y el presi- dente del Consejo de Flándes. Reformación de la caballería. Personas encargadas de recibir ciertas plazas luego que sean evacuadas por los españoles.

SERENÍSIMO SEÑOR.

A los 18 deste llegamos á París y fuimos rescibidos como V. A. lo entenderá por las cartas comunes que lleva este correo. Fué grande el concurso de la gente que fuera y dentro de la ciudad salió á ver la entrada; y algunas particularidades que concurrieron en ella reservo, para dar cuenta dellas á V. A. á boca por no ser para carta. El dia

(t) Por mandado del archiduque Alberto pasó el Almirante de Aragón á la corte de Francia , juntamente con el conde de Arem- berg, el duque de Ariscot y don Luis de Velasco, general de la ar- tillería de Flándes, con el fio de asistir al juramento de la paz re- cientemente ajustada entre Felipe II y Enrique IV, y de quedar en rehenes hasta la evacuación de las plazas que debían devolverse al monarca fraucés. Verificóse el juramento el 21 de junio en la igle- sia mayor de París.

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siguiente nos dio el rey audiencia ; y nos juntamos todos en casa del conde de Sant Poli para ir dende allí á palacio juntos á visitar al rey ; y aguardando que nos llamasen se ofresció una dificultad entre el presidente Richardote (1) y don Luis de Velasco, que yo holgara harto se excusara. Allí se pasó como pudo, y después para la misa y el juramento se remedió de propósito guardando la orden de V. A.; y como ahí no se dijo nada á don Luis de Velasco , y á él se le habia hecho muy nueva en Arras, cuando la entendió de mí, estuvo como V. A. lo podrá juzgar por otras cosas semejantes , y Richardote tan templado al principio , que yo entendí que no tuviéramos en qué topar, y después que nos juntamos en casa del conde de Sant Poli se trocó de manera, que me pusieron los dos en cuidado, estando tan quejosos de como si les hubiera muerto á sus padres. Al fin se compuso de manera que la orden de V. A. se guar- dó, no obstante que se publicó mas la diferencia de lo que yo quisiera; y aunque no disculpo á don Luis en esto, fué mucho mas culpado en ello el presidente Richardote, por- que antes y después del caso hizo diligencias que pudiera excusar, como yo lo referiré mas particularmente á V. A. con otras cosas que yo lemia en esta jornada mas que mis incomodidades ; pero por servir al rey nuestro señor y á V. A., he pasado por ellas, de manera que no he reparado en algunas que se pudiera tropezar.

En lo que toca á la reformación de la caballería , estoy

(1) Juan Ricardot ó Ricardotto, presidente del Supremo Conse- jo de Flándes , fué enviado á Pariscon ei objeto de tratar las paces entre España y Francia. Fueron en su compañía Juan Bautista de Tasis y Luis Barriquen, tesorero y secretario del Consejo de Esta- do. Sus negociaciones dieron por resultado el tratado de paz de Vervins, que fué solemnemente publicada en 2 de mayo.

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cierto que la resolución que V. A. mandare tomar, será la mas conveniente, estando tan informado de lodo, y co- nociendo las personas.

Aunque aquí nos han recogido muy bien, y el rey nos hace mucha merced y parle de la costa, todavía deseo mucho se acabe esta jornada por ir á servir á V. A. ; y por el cuidado que V. A. tiene dello le beso los pies.

Al rey y á sus ministros se ha dicho lo que V. A. me escribió en su carta de 18 de este sobre ello; y S. M. ha mandado que el conde de San Poli, gobernador de Picar- día , vaya á Bolonia para enviar dende allí las personas que han de rescibir las plazas de Calés y Monthulin, y la de Ardres cuando esté desembarazada; y al conde Jauna, gobernador de Perona, las de Chatelete , y la Cápela, y la de Düurlan, cuando se haya acomodado el molin; y yo les he dado las cartas para los cuatro gobernadores, y les daré las otras dos cuando sea tiempo, conforme á la orden de V. A.

Las nuevas que el correo de España ha traído de los negocios de V. A., me han alegrado mucho, y quisiera que Joan de Frías viniera por Francia, pues está ya el camino abierto, y es mas cierto y corto que el de la mar; y pues el correo le dejó en Madrid al tiempo de su partida, no estoy sin esperanza que ha de venir por aquí. Plegué á Nuestro Señor que V. A. lo goce todo, con contento y des- canso que yo deseo y espero en Dios que le ha de dar.

Lo que á me escriben de España, verá V. A. por las cartas que van con esta, y en otr^ diré á V. A. lo que se me ofrece en mi particular. Nuestro Señor, etc.

Tomo XLL 51

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Copia de carta del Almirante , mi señor, á S. A., fecha en Paris á 2 de julio de 1598.

Carta del archiduque Alberto al rey de Francia. Desea regresar á Flándes. Hospedaje y tratamiento que debe hacerse en Bru- selas al mariscal Virón, enviado del rey de Francia. Condicio- nes de aquel personaje. Discursos sobre la permanencia del legado pontificio en París. Deserciones del ejército de Flán- des.— Don Alonso de Cárdenas. Liga contra el turco, inten- tada por el Papa, y males que podrían ocasionarse de la msima.

A los 29 de junio rescibí la carta de V. A. de 27 dél, y de saber que V. A. tiene la salud que yo deseo, me he alegrado infinito. Pliegue á Nuestro Señor de conservarla muy largos aííos como la cristiandad y sus criados lo ha- bernos menester.

Siempre entendí que V. A. no sentiría bien de la dife- rencia de don Luís de Velasco y el presidente Ríchardole, porque fué muy sin propósito, y en lugar y tiempo que la agravó. Eu la ocasión hice lo que pude para atajarla y en- cubrirla , porque me corrí mucho de que la entendiesen los franceses; y creo que á Richardoíe le pareció poco y á don Luis tanto, que los dos sospecho que tienen queja de mí; y después para el dia del juramento les dije resolutamente mi parecer, con que el negocio se redujo á lo que V. A. había mandado; y de no haberse hecho antes, tuvo mas culpa el presidente que quiso medio (sic) en ello, estando don Luis llano en Arras en pasar por todo, aunque con sus acedías y grande queja de mí.

La carta que V. A. escribe al rey de Francia he visto, digo , la copia que viene con ella , y mostrádola á los de- más, y á lodos nos ha parescido que es bien darla juntos

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al rey, como lo haremos si nos envía á llamar á San Ger- mán donde está , ó en viniendo aquí ; y aunque á don Luis le parescia se le enviase con uno destos caballeros que vie- nen con nosotros , dando algunas razones para ello , no nos ha parescido á los demás cosa á propósito , y asi se hará lo que he dicho.

Bien cierto estoy que V. A. mandará se haga lo ne- cesario para sacarnos de aquí , y cierto yo lo deseo por muchos respectos, y porque el humor desta gente es tan diferente del nuestro, y somos tantos que no querría que saliésemos con algún disgusto; porque aunque el rey hace demasiado con nosotros y todos estos señores en lo público y general, en particular no nos ha visitado hasta hoy nin- gún francés, sino ha sido el duque Dumena que me ha visto á y enviado un hijo suyo á ver los demás.

El raarejalde Biron (1) no ha partido, ni se sabe cuándo lo hará, y aunque el hospedaje del rey no nos duró mas de seis dias, yo sería de parescer que allá se diese á Biron y á los demás de comer todo el tiempo que estuviesen ahí, y que V. A. mande que no aposenten juntos á Biron y á los demás, sino que él esté en mi posada, y Beliebre y Zeleri en otra. Hombre es el Biron que no pierde ocasión de acrescenlarse , porque en esta ha sacado título de du- que y par de Francia, en que fué erigido el lunes pasado ó el martes, y es hombre con quien es menester andar con gran tiento, porque es muy favorecido del rey, y quiere que se entienda y que él no se funda en esto, sino en su estado y valor, y que desea mostrarle fuera de Francia; y

(1) El rey de Francia envió á Flándes al mariscal Biron y á los plenipotenciarios Beliebre y Sillery para que presenciasen el juramanto de la paz de Yervins, que hab'a de hacer el archiduque Alberto, cayo acto lavo lugar en Bruselas el 26 de junio.

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yo pienso que es todo arte para sacar y descubrir tierra y avisar á su rey ó tenerle con sospechas y cuidados, que le haya menester á él y le engrandezca más. Puede ser que yo me engañe.

El legado (1) se está aquí, y aunque él dice que desea irse, no falta quien piensa que no está de balde, y que de- be el rey de detenerle para el negocio de su divorcio, en que hay un rodeo extraño; porque para salir con él pien- san , según me han dicho , que al papa y al legado á entender que lo desea por salir de pecado, y que los enga- ña con decirles que se piensa casar con la sobrina del gran duque de Florencia, que se trató con el emperador, y que en realidad de verdad lo que él desea es casarse con la duquesa de Beofort , que le tiene fuera de sí, y le ha pa- rido tres hijos que el rey ama mucho. Encamine Dios lo que mas ha de ser para su servicio , que bien es menester según la disolución de aquí.

Cada dia pasan por aquí soldados españoles sin licen- cia; y aunque Richardote y yo suplicamos al rey no diese lugar á ello, no veo que lo remedia. V. A. vea la diligen- cia que es servido se haga, porque si los soldados toman esta vereda, no quedará español ni italiano en Flándes. Yo hice prender ayer tres que se vinieron de Mabuja de la compañía del maestro de campo, y creo son algo culpa- dos en el motin que allí se intentó, ó á lo menos en saber- le y no manifestarlo ; y cuando esto no sea , harta culpa es venirse sin licencia. Antes que los hiciese prender, que me culpaban de no poner algún remedio en ello, y después que lo hice, dicen que es crueldad, y que no me toca el hacerlo ni conviene que aquí se haga justicia de españo-

(1) Era el cardenal de Mediéis.

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les; y yo pienso que para cerrar este paso, importaría mas ahorcar estos aquí, que muchos mas en nuestro país. V. A. mandará avisarme lo que es servido procure se haga dellos.

Don Alonso de Cárdenas, gentilhombre de la cámara de V. A., me ha pedido suplique á V. A. escriba á S. Al. suplicándole le haga merced en la provisión de las enco- miendas de su orden que están vacas. Suplico á V. A. se sirva de hacerlo, pues sabe V. A. lo que don Alonso me- resce por los servicios de su madre y de don Gonzalo Cha- cón, su tío, y por lo que él lia servido á Y. A. en esos Es- lados después que salió de España.

Las joyas que el conde de Arambergue escribió á V. A., he visto , y son muy diferentes de los retratos dellas que se enviaron á V. A.; porque las treinta y cinco perlas son la tercera parte mas menudas, y no muy iguales, ni de buen color; ni de qué pueden servir siendo tan pocas; y todo lo demás es asi y yo no rae resolvería en lomar ninguna destas joyas para V. A., porque no son raras, ni tan buenas como las que la infanta mi señora tiene deste género; y lo que me ha parescido es, que se procure que este hombre vaya con ellas para que V. A. las vea, y aun esto rae parece superfluo, porque dudo que V. A, tome ninguna dellas , y que no es dinero muy bien empleado el que se gastará en la costa que este hombre hará aunque no sea mucha; y porque el conde escribirá mas largo en esta materia , aunque no si seremos conformes, no digo mas en ella. Nuestro Señor la serenísima persona de V, A. guarde y ensalce, como deseo. De París á 2 de julio de i598.

Entendido que Su Santidad trata de hacer una liga contra el turco; y aunq^ie su intención es santa y

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buena, creo que es cosa movida por los franceses con harto diferente intención de lo que suena : porque el deshacer al turco que es enemigo común de la iglesia católica, es muy santo y justo y conveniente procurarlo ; pero es bien con- siderar que si esto se cuajase, el rey de Francia tiene in- tención de ser general de la liga, y hallarse personalmente con el ejército en Hungría , y esto no conviene á la Casa de Austria, porque si con la reputación y inteligencias que tiene en Alemania, y la opinión que los herejes tienen del, se hallase con las armas en las manos, V. A. no dude de que intentaría tiranizar el imperio y excluir al emperador del; y esto tiene tan grandes inconvenientes en lo espiri- tual y temporal de todo el mundo, que es bien prevenirlo y obviarlo de lejos con cuidado y suavidad , pues estamos en tiempo de hacerlo con un poco de cuidado ; y quizá el de Florencia trata del casamiento de su sobrina con este disiño ú otros peores , porque no cesa jamás de revolver estas maquinaciones, etc.

Copia de carta del Almirarde, mi señor, á S. A. En París á 12 áe julio de 1598.

Noticias de la Corte de Francia.— Próxima partida del duque de Viren y otros caballeros para Bruselas. Fuerza enemiga que se dice haber aparecido en la frontera de Lucemburgo. Dispónese el Almirante á marchar en breve á los Estados de Flándes.

Después que aquí se tuvo aviso que se habían entrega- do las plazas de Calés, Chatelete y la Cápela, vino el rey á París , y otro dia nos envió á decir con el marejal de Biron que holgaría nos fuésemos con él á San Germán ; y

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el jueves pasado fuimos todos á palacio á acompañar á S. M. , y antes que saliese fuera , nos paresció seria bien darle la carta de V. A. , y á que lo hiciese el duque de Ariscot ; y aunque él se rogó conmigo, yo no lo admití y le dije lo que á se me ofrescia que se podía decir con la carta, y se la di , de que él quedó liarlo contento. Y en saliendo el rey, llegamos todos á S. M. , y el duque le ha- bló y le dio la caria ; y el rey nos dijo que se holgaba mu- cho con ella y lo mucho que deseaba servir á V. A. , y la leyó luego. Salimos todos á caballo con S. M., que fué ca- zando por un bosque , y después tomó el coche y nos man- dó entrar á todos en él , y llegamos á San Germán donde comimos con S. M. y su hermana. A la tarde fué á caza de conejos, y á la noche se fué á cenar con todos al apo- sento del duque de ümena, y otro dia á comer al del con- destable, y á cenar al del duque de Epernon. Ayer se fué á comer á una abadía, una legua de San Germán, y nos hizo sentar todos á su mesa , y después fuimos á la caza del ciervo, y yo le seguí un rato, y después me paresció que no era ejercicio para mi edad y me vino á esperarlo á San Germán, y con su licencia nos vinimos todos á dormir á París; y mañana nos tiene convidados para ir por la posta á Fontenableo, y de allí nos han dicho que nos dará licen- cia que nos vamos, de que yo estoy muy contento por ir- me á servir á V. A. ; y en cuanto en fuere , V. A. crea que procuraré que el rey quede servido y su corte satisfe- cha; y hasta agora no creo que hay cosa en contrario de esto, ni se ha ofrescido otra en que topar, sino fué el en- cuentro del presidente Richardote y don Luis de Velasco. Y lo demás que V. A. apunta en su carta de ocho deste, no es cosa que merescia llegar á sus oidos ; porque si la fun- dan en que en un serao que se halló el rey en casa de la

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duquesa de Guisa , se cubrieron algunos, lo que pasa es, que habia muchos cubiertos, franceses y extranjeros; y el capitán de la guardia dijo á los franceses que se descu- briesen , y advertió á Coradino que no lo decia á los espa- ñoles por mi respecto, y yo le dije que no los habia visto, y que si los viera no esperara que él me lo advirtiera ; y aiií los envié á decir que no se cubriese ninguno: y en rea- lidad de verdad la bulla era tanta, y la ceremonia de aquí es tan poca, que no se mira ni repara en nada, y que an- tes tienen á los españoles por demasiados en las ceremo- nias. Y de dónde sale esto yo lo diré á V. A., asegurándole que por esto no quedará mala satisfacion de los españoles en Francia cerca de las personas reales ni otra ninguna.

Por la merced que V. A. me hace en mi particular, beso á V. A. los pies , y siempre lo he creído y esperado así de su grandeza , y que no me dejará de su mano para que nadie me pueda dañar. Y estoy con cuidado si este correo que partió de España á dos deste, trujo algo que toque á los negocios de V. A. , y si ha llegado Joan de Frias.

El duque de Biron y los demás me han afirmado que partirán mañana, y yo lo creo, porque ayer fué á despe- dirse del rey á San Germán; y si acaso no parten, procu- raré lo hagan : que ya no se detienen por el rey , sino por las galas de Biron que quiere ir muy lucido. La partida de monsieur Legrand se va difiriendo, y uno de los que van con él me ha dicho , que no partirá hasta fin de agosto, habiéndome él mismo dicho que partiría dentro de diez á doce dias.

La junta de la caballería en la frontera de Luzem- bourg no debe ser cierta , aunque se puede temer , ha- biendo en Francia tanta gente armada y desembarazada.

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Y habiendo hablado al condestable en ello y al duque de Umena en lo que el condestable de Castilla escribe á V. A., me ha dicho el condestable que habló al rey, y le respon- dió que no sabia nada dello, y que el aviso que de aquella frontera tenía , era que el coronel de la Barlola habia lle- vado á su regimiento cuatrocientos soldados mas del regi- miento de Lanua; y el de Umena me ha dicho, que se re- mediará luego lo de los soldados de Marsella, y que él me dará una carta particular para el duque de Guisa sobre ello.

En lo que toca á los soldados que se iban á España , haré la diligencia que V. A. me manda; pero dudo que idos nosotros de aquí estorbarán el paso á ninguno, por- que no cuidan algunos mucho de nuestros negocios, aun- que el rey pienso que no nos hará daño, porque real- mente quiere conservar la paz y gusta mucho mas de la caza y de la música y de otras cosas que de la guerra.

Del secretario Mancicidor he entendido la merced que V. A. ha sido servido de hacerme; y de los demás he entendido la que V. A. les ha hecho , y por todo beso á V. A. las manos. Plegué á Nuestro Señor de guardar á V. A. muchos años para su servicio, y que lodos le sir- vamos.

Yo espero que podremos partir de aquí á los 15 ó IG deste; porque no es razón hacerlo sin visitar á algunas per- sonas y dejar las mas que pudiéramos satisfechas; y en ocho dias nos pondremos ahí, placiendo á Dios, y su divina Majestad guarde la serenísima persona de V. A. y la en- salce como deseo. De Paris á 12 de julio 1598.

Escrita esta me vieron los presidentes Belieure y Ce- lery, y me dijeron que su partida seria mañana sin duda. Habléles en lo de la junta de la caballería de la frontera de

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Luzembourg, y lo que el condestable escribió á V. A., y me ofrecieron de hacer en lo uno y en lo otro la diligencia necesaria antes de su partida, avisando al rey, como es lo que se pide conforme á lo asentado en la paz, y asegurán- dome que se remediará, y que procurarían se me diesen los recaudos necesarios para ello antes de mi partida etc.

Carta del Almirante mi señor á S. A. En Paris 20 de ju- lio de 1598.

Negocios diplomáticos. Salida del Almirante para los Países Ba- jos.— El príncipe de Lorena. Felicitaciones por haber determi- nado el Archiduque dejar el hábilo cardenalicio. La Reina de Inglaterra desea hacer paces con España. Reforma de algunos regimientos en Francia.

La carta de V. A. de 12 de julio, rescibí a los 14 del en Fontanableo donde el rey nos habia llevado, y luego le hablé sobre el negocio de la restitución de Opol, juntamen- te con el duque de Ariscot y los demás , y nos respondió que el gobernador de aquella plaza se hallaba en Paris, y que en volviendo S. M. allí , que seria cl sábado siguiente, le mandaría que la restituyese. Yo acepté esto y le repliqué que demás dello era necesario darme orden por escrito para ello, que pudiese llevar la persona que el duque de Feria en- viase á recibirla, y aunque estuvo un poco renitente en esto, al fin se allanó en que lo haria, y con esto me vine á Pa- ris á esperarle.

Otro dia que fué viernes, llegó aquí un correo despa- chado por mercaderes para España, sin cartas para mí, ni para España, de V. A., y por no perder la ocasión, le he detenido para enviar el despacho de Opol con él. Vino

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el rey de Fontanableo el sábado como me había dicho , pero tan tarde , que no se pudo negociar con él ; y ayer cenó en casa de la duquesa de Nemurs y allí le hablé, y me prome- tió de darme hoy el despacho y licencia para que todos nos vamos á esos estados , aunque no nos despedimos de S. M., porque quiere que pasemos por Murceos, que es una casa de la duquesa de Beofort, casi en nuestro camino. Háse par- tido el rey hoy para allí , y nosotros, placiendo á Dios, ire- mos á dormir esta noche á Glucy, y mañana á comer á Murceos y á dormir tres leguas mas adelante. Hasta esta hora que serán las once ánles de mediodía no me han traí- do el despacho de Opol, aunque traigo á Santiiler tras el secretario Villeroel para que le cobre. Haré lo posible para que le lleve el correo que va á España y á mas no poder le dejaré ir y quedará aquí persona que le cobre y me lo en- víe. El padre generalísimo ha heclio diligencia por su parte con Villeroel sobre este negocio; y cierto la inquietud y des- orden de aquí es de manera, que no como se acaba ja- más ninguno, ni cuando atienden á ellos, según el embe- becimiento de otras ocupaciones en que andan sumidos. El trato de la liga se va calentando mas cada dia, y creo que piensan enviar al padre generalísimo á España á él.

El príncipe de Lorena ocho dias que llegó aquí, don- de ha sido poco regalado; y aunque algunos dicen que está hecho su casamiento, hay hartos que dudan dello y creen que no se hará. El duque de Saboya ha picado en él, y su embajador ha tratado el negocio de manera, que ha desau- torizado mucho á su amo , porque le han respondido con desprecio, y desacreditádose á mismo por el término, con que lo ha intentado, que ha dado poca salisfacion; y él no creo que lo entiende así, ni se desengaña de la esperan- za con que lo comenzó, y se queda aquí con ocasión de que

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desea ver á V. A. con hábito corlo, y espera correo del Du- que para congratularse dello con Y. A. Y cierto es una de las cosas que mas me han maravillado, que el de Saboya haya apetescido tal cosa y que éste caballero se la aconseje; porque no tiene ningún género de comodidad para tiempo de paz ni de guerra, y es lleno de mili males para todo, y mas siendo la dama tan pertinaz en su secta y enemiga de su hermano, aunque en lo exterior no lo parescen; y lo bueno que en ello hay es , que no se hará ; pero de querer- lo é intentarlo se pueden juzgar y seguir hartas cosas que no son á propósito.

Mucho contento me ha dado saber que V. A. habia de mudar el hábito á los 13 deste (1). Plegué á Nuestro Señor que V. A. le goce muchos años en compañía de la infante mi señora y de muchos hijos, y que le vea yo mudar á V. A. por el imperial antes que me muera, que con esto iré contento desta vida.

La reina de Inglaterra desea la paz con el rey nuestro señor; pero no la quiere por medio ni intervención del rey de Francia, porque está muy quejosa y ofendida del ; y con lodo lo que pasó en Bervin no acaba de creer que el rey nuestro señor y V. A. la quieren. Hánme dicho que ha he- cho diligencia para certificarse dello, y que seis dias que un confidente suyo le despachó un correo de aquí ase- gurándola, que el rey nuestro señor y V. A. la quieren y que fué con su beneplácito y sabiduría lo que franceses le

(i) Una vez resuelto Felipe II á casar á su hija la infanta Isabel Clara con el archiduque Alberto, renunciando en ellos la soberanía de los Países Bajos , mandó ésle al Papa , con una muy atenta carta, la renuncia del capelo, y al mismo tiempo la del arzobispado.de Toledo, que se dio á don García de Loaisa^ maestro del príncipe.

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habian propuesto en esta materia. Esto he entendido de per- sona fidedigna á quien se puede dar crédito.

El rey de Francia ha reformado lodos los regimientos de alemanes y esguízaros que tenia, dejando solas las compa- ñías de los coroneles, y dellos con sus entretenimientos en el regimiento de su guardia. Hánme hablado algunos capi- tanes de los reformados diciéndome que tienen hasta ocho- cientos soldados muy buenos, porque hcá diez y doce años que sirven, y que holgarían de ir á servir á V. A., diíndo- les solo un tercio de escudo por soldado, para ir de aquí á la plaza de muestra que V. Á. les señalare. Vea V. A. lo que es servido se haga, porque ellos esperan la respuesta en Corbi hasta el sábado primero que viene, que se con- tarán !¿5 desle mes de julio.

También me ha hablado un Petardier, que según me han informado , es muy bueno y católico, para ir á servir á V. A. Vea V. A. si es servido que vaya. Nuestro Señor, etc. Paris 20 de julio 1598.

Copia de carta del Almirante mi señor. De Cluey á 21 de jidio de 1598.

Sobre la devolución de varias plazas ocupadas por los franceses.

Aunque esperé ayer hasta las ocho de la tarde el des- pacho del rey de Francia para la entrega de Opol y lo de- más que franceses tuvieron ocupado en la frontera de Ca- taluña, no me lo dieron. Dejé persona que le cobrase, y llamando el correo de España que le habia de llevar , hallé que se habia partido por la mañana en un caballo de alqui- ler sin que el correo mayor lo supiese , que habia mandado no se le diesen caballos de posta hasta que yo le entregase

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mi despacho. Hoy me le han enviado, que son dos carias, una para el duque de Ventador, y otra para monsieur de Fosseuse, de que envío copia á V. A., y las originales con copia dellas envío á España á manos de don Juan de Idiá- quez por medio de Hierónimo Gondi , que es un mercader muy caudaloso, nacido en Valencia, que mas de cuaren- ta años que vive en Francia y es muy aficionado al servi- cio del rey nuestro señor, y me ha ofrescido de enviarlo con brevedad h recaudo, y estoy cierto que lo hará. Y despa- cho este correo para que V. A. entienda lo que se ha hecho, y se sirva de avisarme lo que es servido que se haga en lo que toca á los alemanes y al Petarquier (1) de que trato en la carta que escribí á V. A. ayer de Paris. Nuestro Se- ñor la serenísima persona de V. A. guarde y ensalce como deseo, etc. De Cluey á 21 de julio de 1598.

Copia de carta que el Almirante mi señor escribió á S. A., fecha de Chessel áZi de agosto de 1598.

Pertrechos de guerra. Plan de campana. Fuerza de caballería é infantería. Necesidad de víveres.

SERENÍSIMO SEÑOR.

De Lovaina escribí á V. A. como se habia quedado atrás el dinero que V. A. mandó proveer para gastos del ejército, y hasta hoy no he tenido ningún aviso del. Aquel dia vine alojar á Brusten , que es un villaje una legua mas adelante de Ginlron , y á los 29 muy temprano llegué á

[^) Peiardier se le llama en la carta anterior.

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Mastrique, donde me regaló mucho el gobernador; y aun- que yo hice diligencia para traerle conmigo, se excusó de salir de allí con su falta de salud.

Al coronel de la Bailóla me lopé en Mastrique con bue- na relación de lo que se deseaba entender, y allí concerta- mos lo que se habla de hacer, y á los cuatro de setiembre, placiendo á Dios, espero que nos juntaremos para ponerlo en ejecución , si no lo embarazan dos cosas (1) de mucha im- portancia que nos faltan: la una los caballos del artillería; porque no hay uno solo, ni me puedo valer de los caballos que traían los pontones y barcas, y otros pertrechos de la artillería ; porque hasta agora no han llegado ni tengo aviso donde se hallaren ; y la otra el tercio de Zapena que habia de llegar ayer á Kessinghe, que es cuatro leguas del pasa- je, se quedó tres leguas mas atrás, de manera que no á qué hora llegará mañana y pasará que podamos marchar con el ejército. La otra que don Luis de Velasen no ha llega- do, y aquí se puede pasar mal sin él ; porque con su ausen- cia y la de algunos oficiales y pertrechos de la artillería que quedan atrás, sirve de poco lo que traemos. La otra, que monsiur de Vanetin no ha venido, y el comisario Robertin, que hace aquí su oficio por él, dice no tiene mas que ochenta mili panes, que es comida de cuatro días escasos para la gente que hay en el ejército, y sin esto no se puede mar- char y aunque dice que hará diligencia para proveernos de pan, dudo que lo cumplirá : y sin pan ni artillería ni oficiales della, no cómo ha de ser posible hacer buen efecto.

Ayer que fueron 30 de agosto, llegué á Ornen, que es junto á Ramunda , y hoy han pasado la ribera los tercios

(1) Cuatro parece debería decir según lo que escribe á conti* nuacion.

de Luis del Villar y don Alfonso Dávíjlos, y las coronelías del conde de Bucoy y del conde Federico y los irlandeses; y quedo esperando á don Carlos Coldma, que pasará esla tar- de, y la caballería me pareció que pasase por Maslrique con todo su bagaje y alguno de los tercios de españoles que se hallaron cerca de allí, y el comisario general Gontreras pasó con las compañías que tenia Nicolo Basto á su cargo y la mia que estaba en Maslrique ayer por allí; y hoy ha- bla de pasar don Ambrosio con las que trae de Herentales, y creo que ya lo ha hecho, aunque hasta agora no he tenido aviso suyo dello. Y Nicolo Basto y el caballero Melzi par- tieron esta mañana, Nicolo para Herentales, y el caballero Melzi para Neoporle, donde ha de entrar en lugar de don Joan de Bracamente que ha de venir con su compañía al ejército.

Mañana , placiendo á Dios , procuraré se junte toda la gente en Brach , y hacer algún camino, aunque sea corto, por llegar á las cuatro al puesto ó á las cinco, conforme al aviso que tuviere de la Barlota, que piensa podérmele dar, para que todos lleguemos á un punto.

La artillería de Maslrique no se sacó, porque no era á propósito para nuestro intento, por ser pesada y tener ruines afustes, y así llevo el de la Barlota con treinta caballos que pudimos acaudalar, tres piezas de cinco y de seis y de sie- te libras, y las municiones necesarias para ellas, y palas y hachas; y plegué á Dios, que sin embargo de las dificulta- des que me dan harto cuidado y trabajo para vencerlas, se haga algOw

El ejército que se junta es grande; porque, conforme á un tanteo que se ha hecho, hay 22,000 infantes, y la ca- ballería pasará de dos mili caballos; y sustentándole, confio en Dios que se podrán hacer algunos efectos de importancia

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para el servicio de Nuestro Señor y de V. A. Y pues V. A. sal)e mejor que yo la intención general de todos, suplico á V. A. humilísimamente, que ánles que salga de los Es- lados Bajos, deje dada orden segura para que seles den tercios ó medias pagas de quince á quince dias y que haya pan ; porque los conservemos siquiera hasta tomar pié don- de puedan alojarse; porque de otra manera no bastará in- dustria, trabajo ni cuidado humano pora sustentarlos, y V. A. perderá su ejército y la ocasión de tomar sus Esta- dos rebeldes, y yo mi reputación y la que V- A. me ha dado con emplearme en esto, y todo debe de mover á V. A. á hacer mas que lo posible para obviarlo.

Copia de carta del Almirante mi señor á S. A. En Hoirsten 4 de setiembre de 1598 ( I ).

Da cuenta de varias operaciones militares, y pide víveres para el ejército.

SERENÍSIMO SEÑOR.

De Chessel escribí á V. A. á 31 de agosto lo que hasta entonces se me ofrescia; y lo que después acá tengo que decir es, que el dia siguiente llegaron temprano los tercios de los maest-res de campo don Garlos Coloma y Gaspar Za- pena, y se embarcaron y yo con ellos, y fuimos á alojar á Bracb, que es dos leguas mas adelante de la Mossa, don- de se juntó todo el ejército, excepto la caballería que había

(1) En estamiaota hay varias adiciones y enmiendas Je mano del Almirante.

Tomo XLI. 32

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pasado por Mastrique , que lenia orden para alojar en otros villajes cerca de allí , y el dia siguiente se juntó toda con- migo; y con muy buen tiempo fuimos con lodo el ejército á alojar á Balbech y otros villajes de la redonda , donde se pudo cubrir la caballería y tener algún forraje. Y sirviendo poco la diligencia que se hacia en marchar con el campo viniendo sin el artillería y municiones que estaban en Rore- monda, por falta de los caballos y de los carros que traían el puente y las chalupas, escribí á monsieur de Huerpen, go- bernador de Mastrique, que si los caballos de la artillería se hallaban allí, los hiciese venir á Rorcmonda para ser- virnos dellos , y envié (3rden al capitán Joan de Liñan, teniente de la artillería, que en llegando á Roremonda el puente y las chalupas, lo dejase allí todo, y que con los ca- ballos que lo tiraban, me siguiese con cuatro medios ca- ñones y las municiones necesarias para ellos, trayendo con- sigo, para su seguridad, las compañías de caballos y la mitad del regimiento del conde Federico, que dejé en Ro- remonda para el mismo efecto, y que la otra mitad de los alemanes con las demás municiones que se habían de lle- var por el agua á Arsen , que es un castillo fuerte que está sobre la Mossa dos leguas de Gueldres, y tiene guar- nición de alemanes del mismo regimienlo del conde Fede- rico, viniese por la orilla del rio cubriendo las barcas.

Y el dicho capitán Liñan esperó hasta los dos de se- tiembre por todo el dia , los caballos de la artillería que habían de venir de Mastrique, y no llegando, volvió á em- barcar los cuatro medios cañones que tenia en tierra para seguirme, y me avisó que con todo lo que allí se hallaba, partiría á los tres de setiembre en amanesciendo para el castillo de Arsen , llevando embarcados en los navios los marineros de Ambéres y algunos soldados del regimienlo

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Jel CDiidtí Federico , y los demás por la orilla del agua, co- mo se le habia ordenado; y hasta esta hora que serán las ocho de la mañana , no tengo aviso que hayan llegado á Arsen.

Después deslo, tuve aviso este dia que el train de la artillería con el puente y chalupas, venia marchando la vuelta de Venelo, juntamente con el bagaje de la infante- ría y con la escolla de caballería que dejé para que le con- voyasen; y luego ordené á los oflciales de la artillería que lo traían á su cargo, dejasen el puente y barcas en Vene- lo, y envié otras dos compañías de caballos para que de allí llevasen los caballos de la artillería á Arsen para ti- rarla.

Y teniendo después aviso , que habia junta de caballe- ría del enemigo en Nimega , y que en ocho horas podian llegará Arsen y quemarme las municiones, no obstante que yo habia ordenado al capitán Liñan se pusiese todo en la baja corle de Arsen á buen recaudo , para irlo trayendo de allí á Gueldres, envié luego al comisario general de la caballería con otras cinco compañías de caballos, para que con ellas y las otras, se asegurase mas el negocio y se tra- jese todo con mas brevedad á Gueldres, y de allí al cam- po cuando hubiese comodidad para traerlo.

Después de partido el comisario general, llegaron el conde de Bucoy y el capitán Catricio á este alojamiento, y me avisaron que dejaban el train de la artillería con el puente y barcas y el bagaje de la infantería entre Venelo y Estralen, y como venían con esto las tres compañías de caballería primeras que envié antes que fuese el comisario general, y la infantería del bagaje de los tercios de los maestres de campo Luis de Villar y Zapena , que pasaron la Mosia por Maslriquc. Y que no sabían nada de lo que

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estaba en Rorcmonda. Y luego avisé dallo al comisario ge- neral , ordenándole que, pues esto se hallaba tan cerca de Venelo , meliese allí el puente y chalupas y encaminase para aquí el bagaje de la infantería con su escolta y una compañía de caballos, y él sin perder ningún tiempo, con las siete com[)añías y los caballos de la artillería, se fuese á 4rsen y trújese á Gueldres en uno ó mas caminos todo lo que el capitán Liñan llevaba por agua á Arsen, y después me siguiese con la artillería y municiones que se pudiesen traer con los caballos que hay.

Llegado el comisario general á Arsen , no halló allí al capitán Liñan, y tuvo aviso que estaba en Venelo, y luego le volví á despachar ordenándole que si era así, dejase allí á buen recaudo lo que se liabia de traer á Arsen, y de allí á Gueldres, y él se viniese para el campo con los cuatro medios cañones y sus muDiciones y algunas palas y zapas.

Este dia al anochecer llegó Liñan á Arsen antes que el comisario general pudiese ir á Venelo, y le dijo como ha- bía dejado en Venelo el puente y las chalupas, y él traía todo lo. demás allí; y los dos me avisaron que por lo menos serian menester tres dias para meterlo en Gueldres, que me dio harto cuidado ; y por esto y por ha'berme hecho ayer el dia muy áspero de agua y viento y no tener ningún aviso del coronel de la Barlota ni nueva del, aunque he tenido espías que partieron esta mañana á las seis del puesto en que nos hemos de juntar, ha sido forzoso hacer hoy alto aquí, no sirviendo de nada el llegar yo al puesto sin él, así por la falta de la artillería, como porque las personas que he enviado á reconoscer la ribera, para ver si hay algún rumor, no han sentido nada mas de que los de Rindbergue han retirado todos los pontones y barcas que había erj el rio, tres leguas arriba y abajo de aquella villa , y todavía

tengo persona sobre la misma ribera que en habiendo al- gún rumor en ella me avise ; porque estoy en un puesto que en dos horas con alguna gente suelta me puedo poner allí, y con todo el ejército en cuatro; y para el efecto que se ha de hacer, no creo que dañará el alto, antes será de provecho; porque todos generalmente juzgan que voy á Rindbergue, y me importaría llevar siquiera la parle de la artillería que se puede tirar con los caballos que tenemos, y que se junte la gente que se ha quedado atrás por el mal camino y aspereza gramle del dia de ayer, que con ser la jornada corta, que no fué mas quede cuatro leguas, y haber salido del alojamiento antes de las seis, llegó aquí la retaguardia á mas de las diez de la noche; porque ha- llamos junto á Gueldres dos pasos muy malos y angostos, que forzaron á pasar la infantería por contadero; y con esto y con llegar el bagaje que traemos casi á dos mili car- ros, se tardó la retaguardia quince horas en llegar aquí.

Don Luis de Velasco no ha venido, ni tengo ninguna nueva del ; ni del dinero mas que haber llegado á Mas- trique, porque el que le trae no me ha avisado si viene con el train de la artillería y bagaje de la infantería que pasó la Mossa por allí , aunque un soldado me ha dicho que viene con este convoy; pero no lo sabe cierto.

Vanetten tampoco ha venido, y el pan que hay durará hasta los seis deste, y Roberlin, que hace aquí el oficio de los víveres por él, me ha mostrado una carta suya en que le escribe que no ha partido de Bruselas, porque no se le ha dado mas que la mitad del dinero que V. A. le mandó pa- gar para la provisión de treinta dias, y que si parte, no le pagarán la otra mitad. Por acá no hay forma para suplir es- to, y en este país que me hallo no hay un bocado de pan, ni ayer se halló en Gueldres, tanto que á la puerta de la villa se

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vendía un pan por un florín. Suplico á V. A. humilísiaia- mente, que pues sabe cuan vedriosa cosa es el sustento de un ejercito y la intención de algunos soldados deste, se sir- va de mandar que no nos falle el pan, y que haya algún di- nero con que entretener y contentar la gente; porque aun- que agora va contenta y con mucho brío , todo esto se per- derá brevemente si falta el pan y dinero siquiera (como he escrito otra vez á V. A.) hasta que se pongan los pies donde se pueda hallar, aunque se busque con sudor de sangre. Nuestro Señor la serenísima persona de V. A. guarde y ensalce como deseo, etc. De Hoirslen 4 de setiembre de i598.

Copia de caria del Almirante á S. A. Fecha en Orsoy á G de setiembre de 1598.

Combate del coronel-La Barlota con tres navios enemigos.— Ocupa- ción de Orsoy.— Fortificaciones que se hacen para forzar el paso del Uin. Necesidad de ingeniero para estas obras.— Escasez de mantenimientos. Aprestos militares. Dinero que se ha recibi- do.—Pide el Almirante que se le envíe una persona versada en la lengua alemana , para la correspondencia con los príncipes del imperio.— Reclama sueldos para sus secretarios.- Señaladas muestras de respeto con que le trata el ejército. Males que se podrían seguir de admitirse en la junta de la guerra dos sugetos que nombra.— Pagas que se adeudan á los marineros de la ar- mada, reclutas y varios regimientos.

SERENÍSIMO SEÑOR.

A los 4 deste por la mañana escribí á V. A. lo que hasta entonces se me ofrescia , y en esta diré lo que después acá me ocurre, y es, que estando resuello (por no aventurar al

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coronel de la Barlota y la gente y artillería que llevó) de partir yo sin ella de Huirsten para Orsoy, á las diez de la noche llegó el capitán Chalón allí, y me avisó como el co- ronel de la Barlota, aunque con algunas dificultades, había llegado á los tres de setiembre al amanescer á Colonia , y pasado el rio y peleado con tres navios de guerra que habia allí, hasta que los desalojó matando al Almirante de el principal dellos, y apoderándose de todas las barcas que estaban compradas para este negocio y de los pontones de Dona , y que seria con lodo y su gente á los cinco de se- tiembre antes de medio día en el puesto que nos habíamos de juntar; y con esto y la resolución que yo tenia de no pa- rar mas, partí ayer del alojamiento muy de mañana , y lle- gué á Orsoy antes de las nueve, y hallé que el de la Barlota habia llegado al puesto y echado la gente y la artillería en tierra, y comenzado á trabajar; y luego que me reconosció envió las barcas á esta banda del Rin , y en muy poco tiempo le envíe tres mili españoles, dos mili y cuatrocien- tos del tercio de Luis del Villar, y seiscientos de don Car- los Coloma, y mili italianos y alemanes y walones, y tres compañías de caballos , de manera que hasta ahora están de esotra banda del Rin, con la gente de la Barlota, cinco mili infantes y trescientos caballos, y el conde Federico con lodo ello, por quitar competencias de jurisdicción. Y mientras la gente se embarcaba , yo envié á tratar con el gobernador del estado del duque de Juliers, que acertó á hallarse en Orsoy, me diese la villa para el pasaje deste ejército; y estando muy renitente en hacerlo, hube de ir yo en persona á hablarle; y no bastando ninguna cortesía ni buenas razones para convencerle, me aparté con él un poco de la puerta de la villa, donde estábamos tratando, y ordenando á don Ambrosio Landriano que le entretuviese.

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me llegué yo á la villa y di <3rden al capitán Luis Bernardo que se halló allí con su compañía, que procurase nos abrie- sen las puertas por bien los que estaban en la guardia dolías, y que si después de habérselo rogado y protestado los daños no lo quisiesen hacer, las rompiese y tomase por ' fuerza, no consintiendo que se pasase de allí, ni se hiciese ningún daño en la villa, porque mi intención no era de saquearla, sino de apoderarme della. Y perseverando los de Orsoy en su pertinacia, Luis Bernardo llegó á la puerta con su gente y la comenzó á romper , y los de la tierra ti- raron algunos arcabuzazos, de que los soldados se enojaron tanto, paresciéndoles que me pudieron herir, que tuve ne- cesidad de apearme y meterme entre ellos hasta poner- me á la puerta, porque acabada de romper no saqueasen la villa; y aunque me costó trabajo y hartas voces y cu- chilladas para excusarlo, no enlró hombre en ella, sino los que yo metí por contadero, ni se hizo daño á ninguna per- sona, mas que si no entráramos en ella, ni hubo mas que un burgés herido en una pierna, que estaba sobre la puerta y nos tiró, y le tiraron para quitarle de allí.

He metido de guarnición solamente la compañía de Luis Bernardo ; y con ella y la que entra de guardia á mi posada , paresce que basta mientras el ejército está aquí. Un castillejo que hay dentro déla villa, se detuvo un poco hasta que yo fui en persona y les aseguré que no se les haria daño, y luego se rindió.

La villa tiene buen sitio y cuatro baluartes reales; pero muy imperfectos, y la muralla sin terrapleno ni aun ron- da en que poder poner las centinelas; pero con poco se po- dría poner muy fuerte si hubiese tiempo y dineros para ello, y si pudiese hacerse sin escandalizar los príncipes de Alemania que, creo, tomarán mal el apoderarse de la plaza

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y fortificarla. Yo no lo pienso dejar sin orden de V. A., y estoy dudoso si rae meteré en la fürlificacion della; porque fuera de que ha menester tiempo y dineros, las personas con quien lo he comunicado hallan algunos inconvenien- tes en ello, y pesándolos todos y confiriéndolos con las ór- denes que traigo de V. A. , tomaré la resolución que me paresciere mas conveniente al servicio de S. M. y de Y. A., y mas conforme á sus órdenes.

Para la gente que tengo de esotra banda del Rin, ha hecho en veinte y cuatro horas el de la Barlola un reduelo en que se puede defender muy bien todo él del poder del enemigo, no trayendo artillería; y hoy he pasado allá jun- tamente con el conde Federico y los maestres de campo y coroneles de naciones, y hemos mirado donde se podrá hacer el fuerte para asegurar el paso, y hubo grande varie- dad en la elección de los sitios; porque los puestos que esco- gimos para ello tienen sus dificultades; uno de la crecien- te del rio; otro del terreno que no es aposento (i) para la fábrica; otro por un padrasto no lejos que le señorea; otro por estar algo lejos de la villa, y esle, creo, que elegire- mos, porque al parescer de los mases el mejor, y mañana, plasciendo á Dios, se comenzará la obra. Y porque la cor- riente del rio es tan grande que las barcas no pueden atra- vesar de la villa al fuerte en cualquiera parte que se haga, sin tomar el pasaje mas arriba de la villa, son lodos de parescer, sin discrepar ninguno, que es forzoso hacer otro fuerte de la misma manera en esta banda del Rin, para que las barcas salgan de allí, y puedan, bajando con la corriente, desembarcar en el fuerte que se ha de hacer de esotra parte del rio , y en lo uno y en lo otro se meterá ia mano á uu tiempo.

(1) Asi, acaso eo lugar de á propósito.

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Ingeniero no tenemos ninguno, porque el conde Pa- cliioto eslá preso ahí por una causa , según me lian dicho, ligera , que podria acabarse ó darle licencia que viniese á servir en esta campaña; y los demás no han parescido, y holgara yo harto de tener aquí alguno para que en lo que se hace no haya yerro, que será después menester tiempo y nuevo gasto para enmendarlo.

Hoy he escrito al duque de Juliers quejándome de que su gobernador no me quiso dar paso por Orsoy , ni entrar en la villa, siendo el duque amigo y deudo de S. M. y de V. A., asegurándole que mi intención no es usurparla, sino de guardarla para que el enemigo no la tome, y la gente de S. M. tenga el paso seguro, y las vituallas pue- dan venir sin peligro.

También he escrito al magistrado de Colonia pidiéndole que nos envíen vituallas para el sustento del ejército, co- mo lo suelen hacer, asegurándoles que les serán pagadas y los que las trujeren muy bien tratados; y lo mismo he es- crito á otras villas que están sobre el Rin ; pero sin embar- go desto, si V. A. no da orden que el pan de munición no falte, y que se envíe algún dinero, no será posible conser- var este ejército que es lucidísimo, y con él espero en Dios de hacer a V. A. grandes servicios en poco tiempo, si soy asistido; porque el enemigo está muy temeroso y la gente de las islas, y cree que todo lo que se pudiere emprender ha de tener buen suceso, con la ayuda de Dios y la buena dicha de V. A.

En Berchenrin hay gran pesie y poca gente; y el dia que hice alto en Hoirslen, fui con mili infantes y trescien- tos caballos hasta las puerlas della por deslumhrar lo de Orsoy , y no me tiraron seis cañonazos ni salió hombre de la villa á escaramuzar; y están con tan grande temor que

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no esloy yo sin esperanza de tomarla ; y me hubiera pueslo sobre ello si tuviera artillería y algún dinero con que en- tretener la gente, con que se excusaria el tiempo que se ha de gastar en estotras fortificaciones, y podrian ocuparle en pasar adelante.

Ayer tarde llegó Liñan aquí con cuatro medios caño- nes y alguna munición para ellos; y el comisario general rae avisó como iba metiendo todo lo demás en Gueldres; y entre hoy y mañana, creo, se acabará de poner allí; y en llegando los caballos de la artillería que se levantan , lo traeremos aquí todo , no dejando entretanto de traer lo que pudiéremos con lo que hay.

El oficial del pagador vino con el dinero con la escolta que trujo el bagaje de la infantería española; y habiéndo- me dicho el secretario Mancicidor que traia quince mil phi- lipes, no ha traído mas que once mili, que es tan poco que no me he atrevido á tocar á ellos, porque en comenzando á gastarlos, ha de haber tantas demandas que sea peor. Y dice que los cuatro mil philipes que tallan de los quince mili, se dieron á don Luis de Velasco por orden de V. A., aunque no me la ha mostrado como me ha mostrado otras de la forma que ha de haber en la distribución del dinero, que cieo no la dio V. A.; porque sabiendo V. A. que no ha habido español en los estados de Flándes que haya vi- vido y tratado las cosas de la hacienda del rey con la lim- pieza que yo, creo no consintiera que se pusieran las limi- taciones que se pudieran poner á los que se aproveclian della|; aunque como yo no la pienso hacer , no repararé en ello ni he reparado mas de en cuanto puede ser estorbo para el servicio de S. M. y de V. A. , que es lo que tengo siempre delante de los ojos, y no mis comodidades.

Para gobernar un ejército tan grande como este y de

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tantas naciones y tenerlo en buena disciplina, es necesario tener ministros y autoridad para que haya respecto y te- mor. Los ministros pedí á V. A., apuntando que sería ne-* cesarlo darme algún hombre de pluma que supiese la len- gua alemana , para tratar con los príncipes y villas de Alemania , de quien tengo cartas cada dia , y es trabajo buscar quien las lea y responderles en lengua que ellos no entienden. Y el auditor general que pensé me pudiera ayudar para esto, porque me lo dijeron ansí, no sabe ale- mán alio, ni el preboste de Gante, que pudiera suplir esto es venido; y convendría que V. A. le mandase venir para ello y para otras cosas.

También supliqué á V. A. se sirviese de señalar en- tretenimiento á mis secretarios , como lo han tenido otros délos generales de la caballería; pues los mios viven tan limpiamente que lo merescen y no trabajan menos; pues no solo ponen las manos en las cosas de la caballería; pero en todo lo que agora pasa por las mías , que es de harto trabajo y continua ocupación y sin ningún género de de- recho ni provecho.

Todos los maestres de campo y coroneles de el ejército, sin haberlo pedido ni querido yo, han hecho conmigo lo que se hizo con el conde Carlos y otros que han gobernado el ejército sin las prerogativas que V. A. ha sido servido de darme, y otras circunstancias que concurren en mi perso- na , á que yo no he resistido por parescerme que, cuanto mas respecto se me tuviere, podré yo mejor servir á S. M. y á V. A. y gobernarlos á ellos, de que me ha parescido avisar á V. A. , porque V. A. lo entienda de antes que de otro, y sepa con la conformidad que aquí vivimos, de- seando yo dar contento á todos y todos honrarme á mí, que creo no es de los menores servicios que á V. A. se pue-

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den hacer, habiendo sucedido tantos inconveuieutes de lo contrario.

Aquí se ha dicho entre algunos soldados , que don Fer- nando Carrillo y Domingo de Orbea pretendían entrar en la Junta de la Guerra, y tener mano en el despacho de sus memoriales, y ea la provisión de las compañías de infante- ría y caballería, y distribución de las ventajas, entreteni- mientos y sueldo; y generalmente se toma tan mal, que paresciéndome que seria de gran disgusto para todo el ejér- cito, y que no se halla en estado que es justo darle este descontento; pues lo que los dos pueden servir á S. M. en esto es tan poco, no he podido excusarme de supli- car á V. A., si esto tiene algún fundamento, se sirva de no permitirlo; pues con dejar V. A. ordenado que no se den entretenimientos ni sueldos nuevos, y que las ventajas se den por servicios efectivos, no es necesario añadir otros ministros para esto , siendo Joan Baptisla de Tassis y el secretario Mancicidor tan bastantes para ello. Y también su- plico á V. A. se sirva de considerar que esto es en mi re- putación; porque dejando V. A. ordenado que esto se haga con consulla mia, lo que yo aconsejaré al teniente gene- ral de V. A. , no son hombres don Fernando Carrillo ni Do- mingo de Orbea que pueden corregirlo, no conosciéndolos ni tratándolos como yo, ni teniendo ellos el deseo y obli- gaciones de servir á V. A. que yo tengo. Y fiando V. A. lo que fia de mí, no es justo que en lo que es de menos im- portancia se me pongan correctores , que á la cosa mas justa del mundo busquen inconvenientes para disgustarme y desautorizarme, y ponerme tropiezos para no acertar en lo que tengo entre manos. Suplico á V. A. se sirva de con- siderarlo y acordarse de las causas que yo tengo para re- catarme de don Fernando Carrillo, y de considerar otras

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muchas cosas que á V. A. le ocurrirán, haciendo reflexión en esta, tan justificadas que creo obligarán á V. A. á re- parar en ello.

Los marineros de la armada no tienen aquí con qué sustentarse si no se les dan las raciones que tenian en Am- beres, que montan ciento y catorce florines de á veinte pla- cas cada dia, que vienen á ser mas de mili philipes al mes. Y como hay tan poco dinero y yo no tengo ninguna orden para esto, estoy dudoso de lo que haré, y procura- ré detenerme en ello hasta que V. A. me mande lo que he de hacer, si puedo hacerlo sin perderlos.

Algunos coroneles de walones me han informado que hicieron reclutas por mandado de V. A. , y que seis y ocho nTeses que sirven los soldados dellas, y que no se les ha librado esta última paga que se dio al ejército, de que tienen grande descontento los soldados de las reclutas, que serán como mili ó pocos mas, y se les quieren ir. Y siendo cierto que han servido este tiempo como ellos lo dicen y me lo han dicho algunos de los oficiales que les tomaron la muestra, aunque yo no el crédito que se puede dar á los unos ni á los otros, paresce que seria justo darles esta paga ó alguna manera de socorro. Suplico á V. A. se sirva de mandarlo mirar, y que se les haga merced y con- tento en lo que hubiere lugar, porque los coroneles y los soldados sirven bien , y merescen que se les haga merced.

Algunos regimientos no han rescibido la paga que V. A. mandó dar al ejército para sacarle en campaña; por- que los mandaron marchar después que dieron la muestra, antes que llegase el dinero. Y aunque V- A. mandó que los comisarios fuesen tras dellos y les diesen el dinero donde los alcanzasen, no lo han hecho algunos y particularmente los que habian de pagar el regimiento del conde Federico,

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por estarse gozando de las vacaciones mientras no se hace el pagamiento, pudiendo haber venido conmigo ó con la escolta que trujo el dinero del ejército, de que se siguen inconvenientes y cierto merescerian castigo. Suplico á V. A. mande que el dinero se traiga; y me paresce seria justo que viniese á costa de los comisarios, pues por su culpa se ha detenido si allá no se les ha dado alguna orden para ello; porque yo no mas de la queja que me ha da- do el conde Federico, y que pudiera liaber venido este di- nero con lo demás, si es verdad que está enAnamur.

Copia de carta del Almirante , mi señor y á S. A. , fecha en Orsoy á S de setiembre 1598.

Operaciones raililares. Reclámase en nombre del duque de Juliers la evacuación de Orsoy.

SERENÍSIMO SEÑOR.

Hay tan mal aparejo de poder despachar correos de aquí sin peligro de perderlos, que me he determinado de enviar esta y otras cartas que he escrito á V. A., por la vía de Co- lonia ; y lo que tengo que añadir después que escribí á V. A. á los seis deste es, que ayer fui con trescientos caba- llos y mili españoles y otros mili soldados de naciones, á re- conoscer la isla de Berchenrin , porque de noche no puede hacerse de manera que aproveche; y llevé despiezas peque- ñas para desalojar los navios del enemigo que están en la ribera para estorbarlo; y aunque se defendieron bien , al fin los echamos del puesto y se reconosció muy bien que no la tienen fortificada toda , sino solamente la punta que mira á

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la vil'a, y paresce que liá poco que la forlificaron , porque la obra está nueva , y todavía trabajan en ella y la tienen harto alta. Y si yo tuviese seguridad del pan y algún dine- ro, pienso que en pocos días podria llevarla ; y ofreciéndose ocasión con lo que tengo, no la perderé de hacer loque se pudiere; porque la gente que hay dentro es poca y la pes- te mucha, porque hay dia que mueren mas de treinta per- sonas, y el que menos mueren dieciocho ó veinte, y to- dos están con deseo de no sufrir sitio ni admitir mas gente para su defensa, porque haciéndolo crescería mas la enfer- medad.

Aunque anteayer escribí á V. A., que de los cuatro sitios que habiamos visitado para hacer el fuerte desoirá banda del Rin , estábamos lodos mas inclinados al que es mas lejos de Orsoy por ser el mejor de lodos, considerando solamente el sitio de la planta del, habiendo mirado mas el negocio, las mas de las personas que he consultado so- bre ello ó casi todas han mudado de parescer, y me aconse- jan que le haga lo mas cerca de la villa que pudiere en uno de los cuatro sitios que habiamos visitado , que es el que el coronel de la Barlota habia elejido; y así me he resuelto en ello, porque es cosa sin duda que habiendo de tener la villa, es mas á propósito que los otros, y para el padrasto se ha hallado remedio, y hoy se ha comenzado á poner la mano en él ; y también se trabaja en la fortificación de la plaza de armas y de los cuarteles, para estar con la segu- ridad y recato que conviene.

Hoy he tenido aviso de don Luis de Velasco que está en Gueldres, y del comisario general de la caballería, que tiene ya toda la artillería , municiones y pertrechos de guer- ra que estaban en Arsen, metidos en la dicha villa de Guel- dres; y les he enviado otros mili infantes para que vengan

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de Gueldres aquí con mas seguridad , y traigan de la ar- liileria y de las municiones lodo lo que pudieren tirar ios caballos que tenemos.

El embajador del emperador (que así se llama él) que me hablo en Gueldres , ha venido aquí y vuelto á hablarme para que deje esta villa, poniéndome delante los grandes in- convenientes y daños que se le siguen al duque de Juliers de tenerla con guarnición deste ejército , respecto del daño que el enemigo le podria hacer por esta causa en otras par- les, exagerándolo mucho con las razones comunes de todo el imperio. Yo le he respondido con muy buenas palabras con que se sosegó mas que en Gueldres cuando no sabia lo que yo habia de hacer, y le he convidado á comer, y res- pondido á otra carta del duque de Juliers que tuve en res- puesta de la mia. Y también me pidió que escribiese al Em- perador; y aunque si estuviera don Guillen de Sant Cle- mente en su corte, esto se pudiera excusar, por faltar della, estoy dudoso en lo que haré; pero no tengo duda de que conviene que V. A. le escriba y disculpe lo que se hace; que si yo me resolviere en escribirle , procuraré justificar la causa lo mas que sea posible. Nuestro Señor, etc.

Tomo XLI. 33

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Copia de carta del Almirante, mi señor. De Orsoy á 12 de setiembre de 1598 (1).

Fortificaciones para el pasaje del Rin.— Aproximación de la fuerza enemiga al ejército español, y número de aquella. Provisión de barcas y pontones. Deserción de algunos soldados por no abonarles sus pagas. Donativo que convendría pedir á los Es- tados de Flándes.

SERENÍSIMO SEÑOR.

La caria de V. A. de 4 de selicrabre rescibí á los 9 del mismo, y mucho contento de entender que V. A. tiene la salud que yo le deseo, que plegué á Nuestro Señor de con- servar por largos y felicísimos años.

De que por acá pasa hasta los 8 deste he dado cuenta á V. A. por diversas cartas de que envío el duplicado pop la duda que hay de la seguridad del camino. Y si después que V. A. me escribió á los 4 de setiembre, me ha man- dado escribir otra vez hasta los diez del , puede V. A. man- dar que se duplique ; porque por una carta que he tenido de fray Tomás de Villarroel, que trae el hospital á su car- go, fecha en Roremonda á 10 deste, me avisa que aquel día había topado el enemigo con un correo, y le había to- mado algunos despachos que traía , y pesarme hia que fue- sen de V. A. y cosa de importancia, y en que se pudiese perder tiempo.

Aquí le tenemos bueno, y se emplea en fortificar este pasaje en que no se ha hecho tanto como yo quisiera ; por- que como no habia ingeniero, y sobre cada cosa se ofrescian

(I) Esta minuta tiene muchas adiciones y enmiendas de mano del Almirante.

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tantas dudas, cierto que me han tenido confuso, y al fin me he resuelto, como lo tengo escrito á V. A., en hacer el fuerte de esotra banda del Rhin, en el sitio que la mayor parte ha elegido, y desta parte que yo me hallo se repasa la villa lo mejor que podemos, aunque lo uno y lo otro es obra larga; porque creo que durará mas de quince dias, sin los que hemos estado aquí.

El otro fuerte que se habia de hacer desta banda para que las barcas pudiesen tomar la corriente del rio, se ha comenzado, y ha cesado la obra; porque marcando y ni- velando el terreno , se ha hallado que el sitio en que se fa- bricaba, que es el mas alto de toda la ribera desta banda, se inunda con las crescientes del Rhin, y con esto y no ha- ber otro sitio mas alto (y que cuando le hubiera era tan lejos que el enemigo se podia meter entre él y la villa y estorbar que las barcas no suban) ha parescido que no hay para qué hacerlo, y asi toda la obra anda en la fortificación de la villa y del fuerte, que está desotra banda del Rhin; y aunque son soldados los que trabajan , todos llevan dineros, sino son los españoles, y también cuestan algo porque se les pan doble y cerveza, y desta manera no es posible hacer nada. Y considerado que es mucho el tiempo que en esto se ha de gastar y que es bueno el que tenemos, y prosupuesto que este sitio se habia de dejar en teniendo el de mas adelante , que V. A. me ha mandado que tome, yo estaba muy inclinado á dejar aquí un buen golpe de gente, y ir yo con doce mili infantes y mili y quinientos caballos á tomar esotro puesto, y el tiempo que se hubiese de gas- tar en fortificar este pasaje, emplearle en la fortificación del segundo, porque hasta agora no tengo aviso que el ene- migo le tenga ocupado , y he dejado de ponerlo en ejecu- ción; porque aunque la Lipa se puede esguazar á caballo,

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la infantería no la puede [Misar, y es fuerza esperar el puente para servirnos del; y también se ha suspendido por- que estando Rindbergue por el enemigo, no es posible des- amparar este paso para tener vituallas , porque el camino de Guoldres á esotro segundo puesto, es inaccesible de lodo, y tan dificultoso el traer por allí las vituallas , que no se puede traer en un convoy tantas que basten para esperar que se haga otro, y en la tierra no las hay; y si se dejase este pasaje del Rliin, peresceríamos en cuatro dias de hambre; y así viene á ser lance forzoso fortificar este pasaje y sus- tentarle, aunque tomemos el segundo para valemos de los dos , y aun con todo esto será menester mucho vigilar para poder sustentar tan grande ejército en país donde, aunque hay muchos que son neutrales, en efecto no hay ninguno que nos ayude de su voluntad, sino tan forzado, que apar- liíndonos un poco cesará su asistencia sin remedio.

Ayer tuve aviso que el enemigo estaba en Biselich con 2,500 infantes y 400 caballos, que es cuatro leguas de aquí, y tuve alistados 4,500 infantes y 500 caballos para darle una mano. Y habiendo tenido otro segundo aviso que la gente del enemigo pasaba de ocho mili infantes y de mili caballos, lo suspendí hasta poder ir mas fuerte y dejar este pasaje mas seguro ; y después he tenido aviso cierto de que el enemigo hace su junta cerca del fuerte de Erchenche, en un lugar que llaman Neerelte, siete leguas de Orsoy, donde tiene hecho ya un puente de barcas sobre el Rliin , con que pasar de una parte á otra por cualquiera que se le acome- ta; y que allí piensa juntar todo su ejército y estarse á la mira de lo que hace el nuestro, con intención de ponerse sobre Grave ó Bolduque, en caso que acá nos pongamos sobre Rindbergue ; y cierto que si yo me hallara con artille- ría y algún dinero, creo que fuera lo mas acertado poner*

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me sobre Rindbergue por quedar señor del Rliin , y no dejar plaza del enemigo á las espaldas , y porque en ella no hay masque cualrocienlos ó quinientos soldados hasla lioy, y eslíín muy apretados de la peste ; y creo que en pocos dias nos la lleváramos, y con esto no fuera necesario gastar tiempo en la fortificación deste pasaje de Orsoy ni susten- tarle , y se conservara mejor lo de adelante , teniendo las vituallas del Rhin hasla el campo seguras, y las que quisiése- mos de nuestro país por medio de los convoyes; pero la fal- ta 4e lo que he dicho me embaraza para emprender lo de Rindbergue, y la necesidad de las vituallas ha de tenerme en la fortificación de aquí para asegurar este pasaje; porque como he dicho á V. A. , no se puede en ninguna manera dejar , según el parcscer de todos y la dificultad que hay en tener las vituallas de otra parte, si llegados allá no nos mostrare la experiencia otra cosa de que no me maravilla- ría, según la variedad y contrariedad de los paresceres.

Las barcas que se trujeron de Colonia, son pocas parca llevar y dejar aquí, y muy débiles para pasar artillería y caballería ; y ayer se nos ahogaron doce alemanes y un ca- pitán de la Barlota , de los mejores que había en su regi- miento, rompiéndose una en mitad del rio, sin que hubie- se forma de poderlos socorrer, ni tampoco ellos se ayudaron mucho. Para lo que se ha de hacer, me ha sido forzoso enviar por doce pontones á Colonia, tomándolos como pu- diéremos, para pagarlos después á sus dueños; porque por Lien era cosa llana que no nos los darían por respeto de la neutralidad que tienen con el enemigo, y así será necesario que si los de Colonia se quejaren de la fuerza, V. A. man- de al pagador general orden que se pague lo que mon- taren los dichos pontones ; porque para los pasos de adelante son necesarios y tienen propósito los marineros de pasar

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con ellos por Rindbergue , y creo que lo harán y nos serán de mucho provecho.

Vituallas vienen algunas de Colonia ; y con esto y con la venida de Vanetten se podia pasar bien , si esta jenle tu- viese algún dinero, que no siente menos el no tenerle para comprar lo que viene, que se sintiria la falta de las vitua- llas si no las hubiese; y ya comienzan algunos á írsenos por Colonia, y particularmente italianos, que en tres ó cuatro tropas se han ido mas de ciento : hánse ahorcado los que hemos podido haber á las manos. También se han ido al- gunos españoles y walonesy alemanes; y. aunque se hacen las diligencias posibles para excusarlo, ninguna seria tan substancial como darles algún dinero y pasar adelante para meterlos donde están sitiados del agua y del enemigo, de manera que por el temor é impedimento de lo uno y de lo otro, y teniendo algo con que vivir, dejen de ponerse al peligro de todo lo que la hambre les hace fácil ó menos difi- cultoso que padescerla. Suplico á V. A. humilísimamentc se sirva de remediar esto , y asistirnos de manera que se viva aunque sea estrechamente , y que podamos con el ejér- cito tan lucido hacer algunos efectos de que Dios Nuestro Señor y S. M. y V. A. se sirvan, y sus subditos sean be- neficiados, y que en esto no haya dilación, porque la mur- muración del ejército va cresciendo cada hora, y yo no hallo ni con que remediarlo; y siento entrañablemente los inconvenientes que se van acercando y los buenos efec- tos que se podrían hacer si se atajasen con tiempo.

V. A. ha hecho tan gran merced y beneficio á todas las provincias de esos Estados en que estaba alojada esta jente, en aliviarlas del peso de ejército, que no es posible que en reconoscimicnto desto y por su propio bien é interese, dejen de ayudar para el sustento del , siquiera para tenerle fuera

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dellas, y no seria dificultoso, según me ha dicho el prehos* te de Gante, que diesen á V. A. ochenta ó cien mili escu- dos al mes; y con ellos y con otros ochenta y cinco mili que se proveyesen por el ejército, que todos fuesen 185,000 philipes , que es lo que monta la paga , se podria entretener de manera que no se deshiciese ni se descompusiese; y cuando esto no se pudiese acaudalar , con darnos sesenta y dos mili escudos cada quince dias, vendriamos á entretener el ejército sesenta dias con una paga y un tercio , de ma- nera que si V. A. estuviese ausente seis meses, se podría todo sustentar con cuatro pagas que seria 740,000 escu- dos, y menos lo que pudiésemos sacar del país cuando le metiésemos en contribución, sin lo que toca á los víveres, porque esto va por otra cuenta , y es fuerza proveerlo de manera que no haya falta , pues en faltando el pan de mu- nición, falta todo, y sin la artillería que hasta agora es

precisamente lo que me (1) de manera que con

. 124,000 escudos al mes, podría V. A. sustentar un ejército de 22,000 infantes y mas de 2,000 caballos que tiene V. A. aquí. Y si las provincias dan á V. A. 80,000 ducados, con 44,000 que se pongan del ejército, viviremos, y la artillería y los marineros se podrán entretener á mi pa- rescer con otros 14 ó 15,000 escudos al mes, y los gas- tos extraordinarios con otros 10,000; de manera que con 150,000 escudos al mes se podrá entretener todo' lo de aquí. Y pues esto importa tanto, vuelvo á suplicar á V. A. con el encarecimiento que puedo , se sirva de man- darlo proveer y disponer así , antes de su partida como cosa tan necesaria para el servicio de Dios y exaltación de su fe, y para el castigo y opresión de los enemigos della, y para

(1) Hay una palabra que no se puede leer.

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encaminar la paz y el remedio de tantas calamidades como las que trae la guerra , no olvidando V. A. que soy su cria- do y hechura , y que además desto me tiene empeñado con este ejército; y que conociendo yo el peligro de las necesi- dades , no rehusé de venir á servir á V. A. en esta ocasión, confiado en Dios y en el cuidado que V. A. habia de tener del remedio dellas, como quien lo tiene mirado y pesado lodo mejor que nadie. Y aunque paresce que pudiera yo omitir lo que me toca deste negocio por no ser de suyo com- parable con la importancia del principal, la grandeza de V. A. califica tanto el haber metido mi persona y reputación en estO) que no es fuera de propósito juntarlo con lo demás; y plugiera á Dios Nuestro Señor que el reparo de todo es- tuviera en consumir yo todo mi caudal en ello cuando fuera mayor del que es, ó en derramar toda mi sangre y emplear mi vida: que cierto lo hiciera de mejor gana, que dar á V. A. pesadumbre en suplicarle lo que que desea mas que nadie. Pero el deseo de servir á Dios y al rey y á V. A. me hace usar del remedio que puedo para acertar á cum- plir con todo. Orsoy 12 de setiembre.

Don Luis de Velasco llegó aquí á los nueve deste con la artillería y train della que pudieron tirar los caballos que tenemos; y con ellos y con los que se esperan, se trai- lo demás que ha quedado en Gueldres y en Venelo.

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Copia de carta del Almirante^ mi seúor , áS. A. De Orsoy i^ de setiembre 1598.

Contimía la construcción del Tuerteen las orillas del Rhin. Mur- muraciones del ejército y peligro de que éste se desbande por fal- ta de víveres. Disposiciones militares. Noticias de haber lle- gado alguna fuerza de Inglaterra para unirse con los rebeldes. Facilidad de poderse recobrar Rheinberg. Pretensión del go- bernador que entregó esta plaza al enemigo.

SEREMSLMO SEÑOR.

A los 12 deste escribí á V. A. por la vía de Colonia , de que envió el duplicado; vio que después acá se me ofresce de que dar cuenta á V. A. es, que nos vamos dando loda la prisa posible en la fortificación desla villa y fábrica del fuerle, y tengo esperanza que dentro de ocho ó diez dias estará lo uno y lo otro en estado que pueda defenderse, y yo pasar adelante con el ejército si tuviésemos algún di- nero con que arrancarle de aquí ; porque algunos bien in- tencionados han echado fama que no se les ha de dar un real , y esto trae todo el ejército desasosegado y con algu- nas murmuraciones que me tienen con harto cuidado; y ansí no puedo excusarme de suplicar á V. A. repitiéndolo muchas veces, se sirva de remediarlo dejándonos algo con que vivir antes que V. A. salga de esos Estados.

En las fábricas se consume grande dinero , porque Ira- baja mucha gente, y los alemanes y walones llevan diez placas cada dia, y los españoles é italianos pan doble y cerveza, como lo tengo escrito ; y al paso que vamos se con- sumirá en esto lodo el dinero que hay , y habiéndose de

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hacer oirás obras de mas importancia que estas. Y estando ya establecido el pagar los alemanes y walones, y no sien- do posible excusarlas para sustentar lo de adelante y tener el ejército seguro , es necesario y forzoso que V. A. se sir- va de mandar se provea algún dinero para estos gastos ; y lo mas cómodo y fácil es proveerlo por la via de Colonia y en oro , porque se ganan dos reales en cada dobla de á treinta, que viene á ser á mas de seis por ciento. Suplico á V. A. se sirva de mandarlo proveer, porque no es cosa que se puede diferir ni suplir con otra , ni excusarla si hemos de pasar adelante con este ejército, como conviene hacer- lo y V. A. lo tiene mandado.

Vanetten vino aquí á los 9 deste , y otro dia me pidió licencia para ir á Colonia á dar orden en lo de las provi- siones , y de allí se ha vuelto á Bruselas sin decirme que lo pensaba hacer cuando salió de aquí; y después ha escrito á don Alonso de Luna que le fué forzoso volver á Bruselas antes de la partida de V. A., y que deja proveído el pan de munición hasta fin deste. Suplico á V. A. se sirva de mandarle acomodar en lo que hubiere lugar en lo pasado y por venir, presuponiendo que si falta el pan de munición, peresceremos de hambre y se deshará el ejército infalible- mente. Porque en lo que resta deste mes, con lo que aquí y en el paso de mas adelante hay que hacer, aunque el enemigo no nos haga ninguna resistencia, no hay tiempo para ponerme en parte que nos pueda sustentar el país, ni estas son cosas que admiten otra razón , sino haber ó no haber lo necesario para vivir.

Entretanto que se entiende en estas obras, he enviado dos mili infantes y quinientos caballos á cargo del maestre de campo Gaspar Zapena á Venelo, para que de allí y de Gueldres traiga el puente y las chalupas y otros pertre-

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chos de la artillería que se había quedado por la falta de los caballos.

De Inglaterra han venido cuatro mili infantes ingleses, según dicen las espías y algunos prisioneros que hemos tomado; pero hasta agora no tengo aviso que se hayan jun- tado con la gente de las islas que está en Keerelle, donde el enemigo hace su junta.

La peste de Rindbergue va adelante , y hasta agora no le ha entrado ninguna gente, y si tuviésemos dinero para entretener la nuestra y alguna arlilleria para sustentar la isla, se podría tomar con facilidad, porque, como he escrito á V. A., no tiene fortificada mas que una punta della que mira á la tierra.

El capitán Esnalere que era gobernador de Rindbergue, ha hecho grande instancia conmigo por medio del conde Federico, le licencia para venir aquí ante el auditor general , por la culpa que se le pone de haber entregado aquella plaza , ofresciendo fianzas legas , llanas y abonadas de estar á derecho y pagar lo juzgado y sentenciado , y de no salir de aquí sin licencia hasta que el negocio se acabe. Y paresciéndome que no hay inconveniente en ello, y que si tiene culpa se le podrá cortar la cabeza, sin embargo de la seguridad que él tiene de su inocencia , le he dado li- cencia para ello; y si allá hay algún proceso ó papeles con- tra él ó alguna cosa de que advertirme, será bien que V. A. mande se envíen, que yo procuraré se mire bien el negocio. Nuestro Señor haga justicia en él, etc. En Or- soy 15 de setiembre de 1598.

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Copia de carta del Almiranle, mi señor, á S. A. De Orsoy á '16 de setiemhre 1598 (I).

Mal estado del ejército.— Niéganse algunos soldados á conliniiar las obras de forlilicacion. Temores de una alteración gene- ral.— Necesidad de pagar algunas barcas lomadas en Colonia.

En algunas carias mias he avisado á V. A, de la nece- sidad del ejército y la murmuración que dalla hay, y lo que la temia, y iba cresciendo cada dia. V. A. sabe la inten- ción de todo él antes que le mandase juntar, y hoy se ha añadido á esto el haber rehusado los soldados del tercio de don Carlos Goloma , el trabajo de la fortificación , diciendo que es cosa dura é incomportable servir y trabajar sin comer; pero al fin trabajaron por darme gusto, aunque de manera que la obra luce poco; y el cuidado que estas liber- tades pueden dar, cresce mucho, y todos los hombres expe- rimentados y bien intencionados que aquí se hallan , temen y juzgan que sin duda habrá alguna alteración general si dentro de seis ó ocho dias no se les algún dinero, que por lo menos sea tercio de paga, y yo creo algo desto; porque me consta que padescen mucha necesidad, no por falta de vituallas, que de Colonia vienen hartas, sino porque no tienen un liarte con que comprarlas, y faltán- doles el dinero y no consintiéndoseles las pecoreas, por- que los matan ó se huyen con lo que toman, se puede temer que no den en este extremo. Y aunque todos saben que procuro el remedio , me han hecho grande instancia que yo envíe persona propia deste ejército á solicitar este

(1) Hay en esta minuta algunas correcciones de mano del Al- mirante.

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negocio, y por no mostrar lanta desconfianza de los solda- dos haciendo mucho ruido, he lomado por medio despachar este correo propio para cumplir con todos y advertir á V. A. de lo que pasa, suplicándole se sirva remediar con la bre- vedad que la importancia y peligro del negocio lo requiere, y aunque la fortificación desta villa y del fuerte no está en estado para dejar este puesto con la seguridad que conviene, creo que me lía de ser foraoso pasar adelante por ocupar mas la gente y atajarle los pasos para volverse á esos Esta- dos , que es el intento que llevan alterándose , porque por acá no podrán mantenerse como en esos paises.

Los marineros padescen lo mismo y son menos sufridos, y los del almiraníadgo los han enviado aquí sin orden de lo que se ha de hacer con ellos, ni dinero para pagarlos; y porque no se me huyan una noche con las barcas , ha sido forzoso darles diez placas cada dia, que es lo que me han afirmado y asegurado que Y. A. ha mandado que se les dé. V. A. se sirva de avisarme si se continuará y de dón- de se ha de pagar adelante.

,.^ Los de Colonia no nos quisieron dar las barcas de su vo- luntad, como yo lo habia sospechado ; pero permitieron que se las lomásemos, y aunque hicieron demostración de que- rerlas defender para cumplir con la neutralidad , la resisten- cia fué lan templada que se trujeron dos pontones grandes y algunos pequeños con que podremos pasar la artillería y gente desoirá parte brevemente. Y es neceserio que V. A. se sirva de mandar al pagador general orden se paguen á sus dueños, porque ansí está concertado con ellos.

Los comisarios que vinieron á pagar el regimiento de la Barlota, pusieron dificultad en dar la paga á algunos ca- pitanes que ha dias que sirven, porque no se les han libra- do sus patente?. Y poique esto seria deshacerle el regimicn-

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to, les he ordenado se la den constándoles que mas de un mes que son capitanes.

Copia de carta del Almirante, mi señor ^ á S. A. Fecha en Orsoy á, , . . de 1598 (1).

Medios que emplean los rebeldes para que los príncipes del impe- rio dificulten el paso del Rhin por el ejército español. Con- ducta de los herejes del ducado de Gléves sobre este particu- lar.— Falta de numerario para continuar las obras de fortifica- ción.— Peligro que han corrido dos convoyes de caer en manos del enemigo. El conde Federico. Designios militares que trata de ejecutar el Almirante.

SERENÍSIMO SEÑOR.

No hallándome con ninguna carta de V. A. después que salí de Bruselas, sino la que V. A. me mandó escribir á los cuatro de setiembre, despaché á los 16 del correo pro- pio por la via de Colonia, avisando á V. A. de lo que hasta entonces se ofrescia, después de haber escrito á V. A. dos cartas á los 4 y otras dos á los 6, y otras á 8, 12 y 15 del mismo, dando particular cuenta á V. A. de lodo lo que por acá ha pasado. Y lo que agora tengo que decir es, que hallándose los herejes y rebeldes de las islas tan flacos que no tienen fuerzas para resistir á este ejército, hacen muchas diligencias para defenderse con maña, que- riéndose valer de los príncipes del imperio, indignándolos contra S. M. y V. A. para que nos impidan y embaracen

(1) No se expresan en esta carta el día ni el mes; pero se in- fiere del contexto que es de octubre.

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el paso y la ejecución de lo que V. A. me ha mandado. Y como el duque de Cleves está impedido, y el gobierno de sus Estados eslá por la mayor parte en poder de herejes, se asisten y ayudan mucho mas las cosas de los enemigos que las nuestras. Y ha ocho días que se vio con el conde Mauricio en la abadía de Niecloslro , que es entre Arnera y Emerique, donde es de creer que no trataron de cosas de nuestro provecho; y en Wessel ha metido ochocientos hombres, y dicen que junta caballería en aquellos contornos, y que resultó de la junta escribir al Emperador y á todos los príncipes del imperio grandes quejas deste pasaje, para que todos le ayuden á impedirle. Y tendría por cosa conveniente que V. A. mandase hacer diligencias (si no se han hecho) con el Emperador, con quien se debe cumplir y con los príncipes de Alemania, para sosegarlos y procurar que no nos embaracen ni tomen por suyo el partido de los enemi- gos de Dios y de S. M. y de V. A., que son causa de to- dos estos desasosiegos; pues si ellos no fuesen rebeldes, no tendría Y. A. necesidad de pasar por aquí su ejército pa- ra coercerlos.

En la fortificación desla villa y fábrica del fuerte que se hace de esotra banda del Rhin, se entiende con mucha prisa; y estoy con cuidado de pensar de donde tengo de sa- car lo necesario para vituallar estos dos puestos; porque en las fábricas se gasta tanto , que con el dinero que se trujo, no hay para lo uno y lo otro. Y porque yo no me detenga ni esto quede á beneficio de natura , será bien que Y. A. mande que el comisario de los víveres provea de Colonia las vituallas para ambos puestos, y yo he ordenado que se metan en cada uno, porque yo no tengo mas que el pan de munición que nos dan cada día, y dicen que no durará mas que hasta el postrero deste mes, ni dineros para pro-

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veerlos; y lo poco que queda del dinero que se trujo, servi- rá para comenzar los fuertes que se han de hacer adelante que me dicen los ingenieros que costarán mas de treinta mili ducados ; y al respecto de lo que cuesta lo de aquí, no me maravillaría ¿ello habiendo de ser esotra obra mas fun- dada que esta. V. A. se sirva de mandarlo considerar y proveer lo que convenga, como cosa que no puede dar es- pera, ni acá hay medio para suplirla (que yo siento harto), porque holgara mas de ocuparme en hacer guerra á los ene- migos, que en cansar á V. A. con las necesidades de sus soldados ; pero no es posible excusarlo ni hacer la guerra sin que se orden en el sustento de la gente , y que sea con brevedad; porque un ejército, por grande que sea, es un vi- dro, y cuanto mayor mas quebradizo, y en cuatro dias que falle la comida , se deshace; y querría mas mili muertes que ver esto, siendo cierto que si se mantiene este ejército, se acabará la guerra , porque el enemigo está flaco y todo el país muy alborotado y escandalizado de miedo, y creo que buscarán cualquier medio de paz si pasa el ejército adelante y comienzan á sentir el castigo de su rebeldía.

En mi carta de 15 avisé á V. A. como habia enviado al maestre de campo Zapena á Venelo y á Gueldres, por él puente y las chalupas y otros pertrechos de la artillería, que se habían quedado, y él se dio tan buena maña á la ida y á la vuelta, que aunque los condes Mauricio y de Olach con mucha caballería y alguna infantería pasaron el agua para romper el convoy, no le toparon; y habiendo ido con otro don Carlos Coloma después que Zapena volvió, tuve aviso que el conde Mauricio le aguardaba con el mismo intento, y envié mili y quinientos infantes y doce compañías de ca- ballos para reforzar el convoy, y don Carlos hizo tan buena diligencia, que tampoco toparon con él, ni fué necesario

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que toda la caballería que le enviaba , llegase al puesto que se le había señalado, de que me dicen que ha vuelto el conde Mauricio algo corrido, por haber venido él en per- sona á ejecutar esta facion.

El conde Federico me ha dicho, que el conde Mauricio se ha visto con la condesa de Vergas su madre, y tratado de hacer neutrales sus tierras; y aunque lo he disimulado, no me ha parescido bien que estando el ejército lejos dellas, hayan estado por el enemigo , y que hallándose aquí, las quieran hacer neutrales para que no nos podamos aprove- char dellas, ni lener asistencia suya; y cada dia hay tanta comunicación de una parte á otra, y todos los condes an- dan tan cargados de criados puestos por su madre , que es cosa de harto cuidado y dificultoso prevenir el daño que podria resultar dello en que yo ando con harto cuidado.

El conde de Bruch, que es vasallo del duque de Juliers, y herege y grande enemigo de la Casa de Austria , tiene una legua de Orsoy un villaje que llaman Mulen , en que hay un castillejo ; y después que yo estoy aquí ha comen- zado á fortificar el villaje y metido trescientos hombres en él, y hace daño á los nuestros como si fuese enemigo, y ú los que nos traen vituallas por el rio; y yo he hecho dili- gencia para saber si la gente que ha metido es del enemi- go ó suya, porque. si es suya, con mucha cortesía le amo- nestaré que la saque y no fortifique el casar, ni embarace el pasaje del rio; y si es del enemigo, enviaré mili hombres y alguna artillería para que la echen de allí, y desmante- len la fábrica que tiene hecha en el villaje, porque podria ser de mucho daño para este pasaje; pero no se usará des- te rigor, hasta después de haber usado los medios de cor- tesía, convenientes para justificar nuestra causa con Dios y con todos los que quisieren mirarla sin pasión.

Tomo XLÍ. 34

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También oreo que habré de poner en Uurort 50 ó 40 soldados, para que no consientan hacer daño á los que nos traen vituallas por el rio; porque admiten allí á annoveres, que son unos soldados del duque de Juliers, peores que fraybutes, que roban y maltraían los vivanderos que vie- nen por el rio y por tierra, y nos hacen mas hostilidad que los enemigos.

Copia de carta del Almirante, señor, á S. A.

(Sin fecha.)

Quejándose del modo con que le trata el Cardenal gobernador de Flándes, y dando cuenta de lo que ha hecho y adelantado día por día con el intento de pasar el Rhin.

SERENÍSIMO SEÑOR.

Aunque creo que el Cardenal (1) habrá escrito á V. A. lo que ha entendido por mis cartas, del progreso deste ejér- cito , y que el secretario Mancicidor habrá enviado copia do- lías, como se lo he encargado diversas veces, todavía me ha parescido dar á V. A. sumariamente en esta, cuenta de todo lo que ha pasado hasta hoy, para que si acaso el

(í) Cuando el archiduque Alberto dejó á Bruselas para cumplir el encargo hecho por Felipe II de traer á España á Margarita de Austria, que debía casarse con el príncipe, y celebrar asimis- mo sus bodas con la infanta Isabel Clara, quedó por gobernador de los Países Bajos el cardenal Andrés de Austria, hijo del ar- chiduque Fernando y de la archiduquesa Margarita, cuyo cargo desempeñó hasta la vuelta de aquel, verificada en setiembre de 1599.

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Cardenal escribe mis cosas por el término que ha comenza- do á tratarlas, sepa V. A. puntualmente lo que pasa, y que por mi parte no se le ha dado la menor ocasión del mundo para tener ningún disgusto, ni alterádome con muchos que me ha dado, acordándome (jue soy criado de V. A., y que estos Estados y negocios son de V. A. y no del Cardenal, y que porque él no los trate ni los entienda como V. A., no tengo yo de dejar de servir á V. A. como soy obligado, y procurar que todos le sirvan como es razón. Y lo que de mi parle he hecho para esto, y las dificultades que he alla- nado, y las sinrazones y agravios que he sufrido, y la mo- destia y paciencia y el término con que he pasado por to- do, remito á lo que podrán escribir é informar á V. A. el secretario Mancicidor y otros que son testigos delío , y pa- resciéndoles que tenia razón de sentirlo , me han exhortado que tenga paciencia, como creo habriin escrito á V. A.; y el camino que el Cardenal ha tomado en su gobierno que obliga mucho á V. A. á abreviar su vuelta, para que los que son autores y consejeros de tan dañoso arbitrio, no salgan con su intento.

De la poca asistencia que se me ha dado no me quejo; porque «tinque paresce que el Cardenal no ha puesto el cui- dado que fuera necesario en sustentar este ejército, las necesidades que corren y que pueden embarazar á cual- quiera, cuant-o mas á quien trata las cosas de prestado y no está muy informado de lo que importan, ni de las in- comodidades ó inconvenientes que hay en ayudarlas ó des- cuidarse dellas.

Ni tampoco me quejo del término que usa conmigo; porque representando la persona de gobernador general, se le puede sufrir cualípiiera cosa, si bien pudiei*a conside- rar la diferencia que hay de V. A. á él; y yo me conten-

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tara con que. no siendo yo su criado, hiciera conmigo lo que hace V. A siéndolo ó porque lo soy: que yo no quiero que me haga merced por otro tílulo.

Ni de que haya proveído cuanto ha vacado en este ejército sin que yo lo sepa , á hombres que no han puesto sus pies en él, ni los antepusiera V. A. á muchos de muy diferentes cualidades y servicios , que han disgustado y desasosegado á tantos que me cuesta harto Irahajo conso- larlos y entretenerlos, para que no dejen el servicio y sé- quilo deste ejército, que les cuesta tanto trabajo, y se va- yan á Bruselas á buscar otros medios menos trabajosos para alcanzar los premios que allí se dan á los mas importunos. Y hay en esto tanto que decir, que por no gastar en ello el tiempo que he destinado para dar á V. A. cuenta de otras cosas deque V. A. que estará con cuidado, lo dejo para otro tiempo y para otros que creo que le tendrán mas sobrado para tratar dellos.

Y porque como el Cardenal ó no está bien informado de las órdenes de V. A. que truje, ó no sabe la intención con que V. A. me envió á estas partes, le paresce que se ha marchado mas despacio y por diferente camino del que convenia, y ocho dias después de haber pasado el Rhin con el ejército, me envió á persuadir con Grimaldi, secretario del consejo privado, que j)asase el rio, siendo la cosa del mundo que yo mas habia deseado y procurado y tenia puesta en ejecución ; envío á V. A. una relación de lo que se ha hecho dende el dia que salí'deíBruselas hasta hoy, para que V. A., como quien está. mas informado de las cosas destos Estados, y sabe las órdenes que truje suyas , juzgue si se ha podido hacer mas, ó si llevando tan grande ejército por país falto de vituallas y tan sospechoso aunque neutral y con tan po- ca asistencia de dinero, se ha podido alargar mas el paso.

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Yo salí de Bruselas á 27 de agosto con orden de llegar á la Mossa á los 50, como lo hice, y de allí hasta Horslen llegué en tres días, y allí hice alto á los 4 de setiembre por esperar nuevas del coronel de la Barlota que había ido á Colonia; y este mismo dia á las diez de la noche tuve avi- so suyo como tenia las barcas y venia con ellas, y luego di orden para marchar otro dia. A los 5 de setiembre lle- gué á Orsoy y ocupé aquella villa sin que se hiciese ningún daño en ella, y pasé desta banda del Rhin 4,500 infantes y 500 caballos, y con ellos ai conde Federico, y se hizo gran diligencia en fortificar un puesto para entretener la gente mientras se levantaba el fuerte que se había de ha- cer ; y otro dia siguiente procuré de elegir sitio para el di- cho fuerte y reconoscí toda la villa para ver la fortificación que se podia hacer dentro ó fuera della para asegurar aquel pasaje. Y por ser varias las opiniones que hubo en- tre los soldados cerca desto , y de consideración los incon- venientes que habia en levantar fuertes sobre la ribera por la disposición del terreno y las grandes crescientes del rio, y en fortificar las villas por ser grande el sitio y mucha la fábrica que se habia de hacer conforme á la fortificación comenzada que no se podia estrechar, y por no haber lle- gado los instrumentos de gastadores que venían con la ar- tillería , no se pudieron comenzar las fábricas del fuerte y de la villa hasta los 9 de setiembre , que tomé resolución en ello y llegó la artillería , y á los 10 se puso la mano en todo.

' A 12 de setiembre escribí á V. A. la necesidad que había de tomar la villa de Rhinberghe para pasar adelante con este ejércilo y sustentarle , y lo que yo habia podido entender de la fortificación y presidio della. A 16 respon- dió Y. A- á mis cartas, dándome licencia para emprenderlo

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si yo juzgase que se podría salir con la empresa. A los 21 reseibí las cartas de V. A. por la vía de Colonia. A los 22 junté los cabos desle ejército para tratar deste negocio, no para tomar parescer sobre si lo haría ó no; porque yo con las diligencias que tenia hechas y con la licencia de V. A., estaba resuelto en ello, sino para la forma de intentarlo y ponerlo en ejecución con sabiduría de todos. Y aunque los mas fueron de parescer que convenia tomar á Rhinber- ghe, no faltaron algunos que, respecto del tiempo y de la falta del dinero y de las vituallas, y de la poca artillería que teníamos, lo contradecían por entonces; y sin embargo desto, yo me resolví en hacerlo y ordené que partiese luego un teniente de la artillería para Namur á traer ocho caño- nes, porque yo, como V. A. sabe, no me hallaba mas que con solos dos y ocho medios cañones y dos medias culebri- nas y tres piezas pequeñas que saqué de Mastrique, cuando el coronel de la Bartola fué á Colonia. A los 23 partieron el teniente Vingarde para Namur á traer esta artillería y algunas municiones que eran necesarias para ella, y otro comisario que envié á Colonia á hacer cuatro mil instru- mentos de gastadores de que habia necesidad para el servi- cio del ejército; porque los que se habían traído cuando vino don Luis de Velasen con la artillería, estaban casi consumidos en las fcíbrlcas de la fortificación de Orsoy y del fuerte que se levantaba enfrente de aquella villa. A los 24 fui en persona con artillería á ocupar á Arsen, por excu- sar el daño que la caballería del enemigo hacia en la gente de nuestro campo que salía á forrajear hcácla aquella parte. A los 28 fui con 4,000 infantes, 2,000 por esta banda del rio y otros 2,000 por esotra y alguna caballería por ambas partes, á reconoscer los esguazos de la isla de Rhinberghe y el fuerte que el enemigo levantaba en ella, llevando por

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el agua 800 hombres embarcados y dos piezas de artillería á cargo del sargento mayor Alonso de Ribera , para que si hallásemos ocasión, se ocupase la isla, y si no la hubiese, nos volviésemos á esperar la artillería para emprenderlo todo junto ; y por no guardar la orden que se les dio á los que iban por esotra banda del Rhin , y por llegarme allí aviso que no era posible tener pan para la gente mas que para solos dos días ,• después de tener dos mili hombres den- tro de la isla, fueron tantas las exhortaciones que me hi- cieron que no me empeñase en ella , que hube de retirar la gente harto contra mi voluntad, y volverme á Orsoy á es- perar la artillería y algún dinero con que entretener la gente, porque hasta entonces no se me habia enviado un real dende el dia que salí de Bruselas.

A los 4 de octubre tuve aviso que la artillería estaba en Venelo , y ordené que fuese por ella un convoy.de fres mili infantes y mili caballos y don Luis de Velasco con él para traerla. A los 8 de octubre llegó todo á Orsoy y 20,000 es- cudos que fueron los primeros que se.trujeron á esle cam- po, y sin perder una hora de tiempo, envié otro dia por la mañana que fueron 9 de octubre 4,000 infantes y 800 caballos por la una banda y otra del Rhin á tomar los pues- tos, y á los 10 por la mañana partí yo con todo el ejército á sitiar la villa , con un dia tan tempestuoso que tuve har- tas contradiciones y me recalaba de pasar por delante de los escuadrones hasta que cesó la tempestad. A los 11 aca- bé de acuartelarme y molí guarnición en Rurich y en Murs, por asegurar el campo y cubrir la caballería y se comen- zaron las trincheras.

Esle mismo dia por la mañana tuve aviso que el ene- migo enviaba cuatrocientos hombres de socorro en barcas para entrar en Rhinbeiguc , y fui á la ribera con 600 ar-

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cabuceroa y dos piezas de arlilloría qué puse en un buen puesto sobre la ribera ; y cuando llegó el socorro á donde se podian descubrir las barcas de nuestro puesto, las hice tirar, y habiéndoles hecho algún daño, porque la artillería y la gente estaba cubierta, se retiraron con grande prisa, y á la noche se continuó el trabajo de las trincheas , y todos se dieron tan buena maña en ellas, que á los i 5 se des- embocó la de los coroneles Barlota y Achicourt en el foso.

Copia de carta del Almirante, mi señor, á S. A.; fecha en Rees á 20 de hehrero de 1599 (i).

Alojamiento forzoso del ejército español en el territorio de Cié- ves y Juliers. Justificación del Almirante. Artificiosa con- ducta de los herejes. Actitud hostil del emperador y de varios príncipes de Alemania. Satisfacción que se trata de dar á estos mismos y por qué medios. Provisión de víveres y pertrechos de guerra. La empresa de Wesel felizmente aca- bada.

SERENÍSIMO SEÑOR.

A los 7 deste rescibí tres cartas juntas de V. A. de 4, 5 y 12 de enero, y las copias que con ellas venían de otras del secretario de la embajada y de Rumpf ; y aunque por la relación que he enviado á V. A. y por lo que he escrito so- bre esta materia de las quejas del imperio sumraariamente

(1) Estaba á la sazón el archiduque en Italia. Desde el raes de noviembre de 1o98 le vemos en Milán, Ferrara y otras ciudades vecinas. A mediados de marzo del 99 arribó á los puertos de España.

I

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(y mas largo al cardenal de Austria de que creo se habrá enviado copia á V. A.) , se habrá entendido parte de lo que en esto pasa , diré agora lo que se me ofresce y el estado en que se hallan las cosas, prosupueslo que aunque ha ha- bido algunos excesos en la gente de guerra, no son la cen- tésima parte de lo que se dice, ni tantos los príncipes de Alemania ofendidos en ello como se quejan; porque no ha entrado soldado deste ejército para alojar ni correr en país ninguno de Alemania, fuera de algunos del elector de Colo- nia y duque de Juliers, y dos terrezuelas del conde de Ben- lamo, como lo he avisado al Cardenal; y toda la Weslpha- lia está reservada á instancia del elector con salvaguardias del Cardenal y mias.

El paso deste ejército por Orsoy fué forzoso, como V. A. sabe, para lomar puesto sobre el Rhin; y el tiempo que es- tuve allí fué necesario para levantar el fuerte y asegurar la villa, hasta que V. A. me mandó sitiase Rhinbergue; y cuando traté de hacerlo di cuenta dello al elector y lo tuvo por bien, y con su sabiduría me puse sobre aquella plaza y se tomó. Y en todo el tiempo que estuve en Orsoy, que fué desde 5 de setiembre hasta 10 de octubre, no se dio un real de paga ni socorro al ejército, fallándonos algu- nos dias el pan de munición; y desconíiándome los comisa- rios de los víveres de que, pasado el postrero dia de setiem- bre , no nos darían una ración de pan , empeñé lodo lo poco que yo tengo para que continuasen la provisión hasta que el cardenal de Austria lo mandase proveer, y fué forzoso en- tretener el ejército sobre el pais. Y estando en el sitio de Rhinbergue-llegó el primero tercio de paga que se rae en- vió con que se hizo aquella jornada y. se pasó el Rheno, y con él se pudo suplir mal la grande necesidad que había en el campo; y lomadas las plazas de Rces, Emericque, Dolhe-

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cum, Anholc y Sclmlenburg , y dejadas Orsoy, Burik, Al- pen, Buuk y Murs que ánles se habían ocupado, por no ser ya necesarias para nuestro intento ( y por satisfacer al em- perador y al imperio) el tiempo se gastó de manera que ni fué posible ponerme sobre Duisbourg, ni tuve vituallas ni artillería ni municiones, ni los instrumentos de gastadores necesarios para ello, y la gente se hallaba tan cansada y afli- gida del tiempo y de la hambre, que, como he escrito á V. A. , no hubo hombre en el campo que fuese de parescer que intentásemos esta empresa. Y considerando lo que im- portaba la conservación del ejército y el estado de las cosas, me resolví de procurar no se deshiciese, aunque me costase el trabajo y pesadumbres excesivas que se han padescido y duran todavía.

Hecho el repartimiento y cuarteles del ejército, comen- por Bucholt á alojarle , y hallando allí al arcediano Bo- chaut, camarero y consejero del elector de Colonia, que salió el hablarme con una carta de creencia'suya, le hablé confidentemente dándole cuenta de lo que me movia á alo- jarme y cómo pensaba hacerlo; porque es católico y hombre de quien yo sabia que se podia hacer esta confianza, y se satisfizo tanto de mi resolución y de la fuerza de las causas que me hablan movido á tomarla, que no solo fué parle pa- ra que se allanase la villa como se hizo, pero me ofrcsció de satisfacer al elector y procurar de sosegarle; y creo que ha cumplido de su parte lo que prometió, y que el elector, con las cartas mias que le llevó y con los oficios que él hizo, quedó interiormente satisfecho.

Y después se fué continuando el alojamiento conforme á las órdenes que en el casar de Rees di para ello, y los de Dorsten que son gente dura , quisieron resistirlo, y habien- do lierido á don Luis de Vclasco, se rindieron y rescibieron

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la gente. Lo mismo hicieron los de Reckelenchuyscm (1) , donde nos matáronlos capitanes don Cristóbal de Velasco y Alonso Gallardo, y cuatro alféreces reformados de los hon- rados que habia en el ejército, y hirieron al capitán Mo- gica y treinta y ocho soldados, no obstante que don Luis de V'elasco en Dorsten y el maestre de campo Gaspar Zapena en Reckelenchuysem enviaron mis cartas para las villas, y hicieron todas las diligencias que se podiaa desear para negociar por bien con ellos. Todos los demás de los paises de iMunster, Essem y La Marca lomaron la gente sin fuerza y se acabó de alojar el ejército, y desoirá banda del Rhin los de Kalcar también quisieron resis- tir al coronel de la Barlota que habia de alojar allí coa su regimiento , y después se allanaron; y en todos los cuar- teles se han dado las órdenes de que enviaré copia á V. A. con otros papeles (que no he tenido tiempo de enviar ago- ra) para que se guarde la buena disciplina militar que con- viene , y el país sea relevado. Pero ha sido necesario que el país sustente la gente, y en unos cuarteles han dado de comer á los soldados, y en otros han gustado mas de darles la contribución en dinero, y esto han sentido mucho y re- sistídolo con importuna negociación algunos príncipes; pero yo no he podido excusarlo no teniendo con qué pagar y sustentar la gente ; porque en seis meses no se me han dado mas que tres tercios de paga para el ejército, y esto V. A. sabe bien que no basta para sustentar los soldados, y que sin comer es imposible vivir, ni lo fuera haber sustentado y entretenido el ejército entero como lo está.

Y aunque lodos conoscen esto y entienden que ha sido lance forzoso, los rebeldes de las islas no han perdido la

{{) Hoy Recklíngihausen.

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ocasión sirviéndose della para indignar conira nosotros al emperador y al imperio, exagerando por medio de los prín- cipes del que son sus amigos, los desórdenes de los soldados y el agravio de parescerles que he hecho tributario al Im- perio, derivando las quejas de sus amigos á los indiferen- tes y á los nuestros, con que los han movido á todos para mostrarse quejosos desto, y entre ellos muchos á quien ni en el alojamiento ni en las contribuciones no hemos ofendi- do, ni los soldados han llegado con las pecoreas á sus Esta- dos; porque solo hemos entrado en los del duque de Clcves y el elector de Colonia , y dos ó tres terrezuelas del conde de Bentamo, como he dicho áV. A.; y toda la Westphalia y paises de los demás príncipes vecinos, se han guardado como los ojos. Y para castigo y remedio de las desórdenes sucedidas en los paises que hemos campeado y alojamos , he hecho hartas diligencias y algunos castigos, que adelante se referirán.

Pero como no nasce desto el disgusto del emperador y descontento de los príncipes de Alemania , sino de la cizaña que los rebeldes siembran en ella para entretener su tira- nía y defenderse del castigo del rey nuestro señor y de V. A. (que temen no hallándose con fuerzas para resistirle), bus- can medios artificiosos y perversos para suplir su flaqueza, no dejando cosa de las tejas abajo que no muevan para esto, echando famas extrañas para enflaquecer nuestras fuerzas y desacreditar nuestra causa , y engrosar las suyas y justificar su pertinacia ; y aunque se alargue esta , no pue- do dejar de referir á V. A de donde comienzan esta obra y hasta donde han llegado con ella.

Primeramente, para alterar los Estados pacíficos que V. A. tiene, procuran sembrar fama en ellos y persuadirles que V. A. no ha de volver, y que el rey no ha de pasar

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por la donación que su padre hizo á la infanta raí señora y á V. A. destos Estados; y aunque esto no tiene substan- cia, hace diferentes efectos en los pechos de algunos, con que unos andan descontentos, otros alegres y otros dudo- sos, y todos generalmente desasosegados.

Deslo mismo se valen en las islas para dos efectos : el uno para quietar el pueblo ; porque con la mudanza del do- minio y seguridad que esto les promete de que se ha de usar con ellos de rnayor clemencia, no apetezcan mas la paz y gobierno de V. A., que la guerra y tiranía con que ha tantos años que tienen opresas aquellas provincias; y el otro para conservar entre ellas el miedo que tienen de que el rey nuestro señor ha de castigar con rigor su rebeldía y desacatos hechos contra su padre.

Y en este ejército siembran lo mismo para que no sirva á V. A. con aquel deseo y entrañas que lo ha hecho, me- tiéndolos en sospecha de que V. A. no está tan en gracia del rey, como lo estaba de su padre.

Y á esto añaden , que V. A. les quita las provisiones y las gasta en sus propios usos, y que todas las necesidades y trabajos que padescen , nascen desto ; y que el rey está disgustado de que, poniéndose él en necesidad para proveer este ejército , V. A. le quita el sustento necesario. Y en esto hacen embustes extraordinarios por fuedio de sus aGciona- dos: que de Anvércs y de otras muchas partes de los Esta- dos bajos envían aquí cartas para personas de todas na- ciones que lo divulguen por lodo el mundo y en el campo.

También juntan con esto que el emperador está disgus- tado con V. A., y que hizo muchas diligencias para que no le viese, y que llegado V. A. allá, le trató con gran seque- dad y quedaron mas disgustados que antes que se viesen.

Y para el mismo efecto siembran también en este ejér-

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cilo nuevas, de que el rey de Francia de secreto, y mu- chos príncipes de aquel reino , y parlicularmente el duque de Bullón, les lian prometido mucha caballería é infantería para la jornada deste año , y que de Inglaterra esperan también mucha gente y otras asistencias de las que la reina puede darles, y que piensan salir muy temprano en campaña con muy poderoso ejército, y hacer grandes era- presas, que en los ánimos de los que no saben el calibre do sus fuerzas y caudal , hace impresión, como generalmente suele suceder en el vulgo.

En Alemania esparcen esto mismo , y publican y mul- tiplican los desórdenes de los soldados y la carga del aloja- miento, para provocar en ella la nobleza y el común contra nosotros, á los unos con la vanidad de su grandeza, y con la esperanza de buenos sucesos por las asistencias que se prometen , y las que aseguran que á nosotros nos han de fallar, y al pueblo, con los daños que les dicen que hemos hecho, y á lodos los herejes con el celo de la falta de reli- gión, y al emperador y á sus ministros, con el miedo de quitarles por nuestra causa las asistencias que le dan para la guerra del turco, que algunos tienen lejos, por acudir al remedio de nuestros disignios, que ellos quieren que sean excesos, que les toca mas cerca y en lo vivo.

Los herejes y políLicos andan en esto con grande soler- cia y cuidado , encendiendo el fuego, y los católicos y ami- gos del bien público no hacen tanta reflexión en ello como seria necesario; y con esta generalidad muchos acuden al emperador y concurren con los clamores y quejas de los herejes que lo turban todo. Y demás de lo que V. A. habrá entendido hasta los 12 de enero, que es la última carta de V. A., con que me hallo, han llegado las cosas á los térmi- nos que diré.

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A los 24 de enero, víspera de la conversión de San Pablo, volvió á esta villa de Rees, que habia poco habia partido della, Carlos Mutselir de Sunderspuhel, agente del empe- rador, y muy larde este mismo dia me pidió audiencia, y yo se la di, entendiendo que, como él habia intervenido en las cosas de Wessel y de Goch, traía algún negocio depen- diente dellas que tratar conmigo; y después de grandes preámbulos me dijo que tenia algunos negocios de S. M. Cesárea que proponerme en presencia de los del consejo de guerra que asisten aquí ; y yo le dije que seria bien antes de llamarlos me advirtiese la substancia de los negocios, porque conforme á ella yo viese si era necesario hacer aque- lla junta; y aunque rehusó algo de hacerlo , al fin me dijo, que quería notificarme un bando imperial en que S. M. Ce- sárea, con acuerdo de los electores , me mandaba salir con el ejército de los confines ,del imperio y desembarazar las plazas del duque de Juliers, que tengo con guarnición, por términos tan rigurosos que no son para decir, y tan breves que no excedían de dos días. Y yo le respondí que pues él sabia como testigo de visla, déla maneía que este ejército ha procedido y cuan voluntarias son las quejas de algunos príncipes, y el daño que esto podía causar á toda la cristian- dad y áeste ejército, suspendiese el hacer esta diligencia y avisase al emperador de todo; pues no era razón que esto pasase adelante sin oírme Su Majestad Cesárea y haberse satisfecho de la verdad de las quejas; y que era cosa de gran admiración , que habiendo mas de treinta años que los de las islas están rebelados con'.ra Dios y contra su señor natural , teniendo el imperio la misma obligación ó mayor de defender los Estados del rey contra los que quieren tira- nizarlos, que los del duque de Juliers y elector de Colonia de quien no hace mas que alojar en ellos en cuatro meses,

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se haya resuelto de hacer una demoslracion tan rigurosa contra el ejército de S. M. y de V. A, por lo que no tiene substancia, liabiendo disimulado (an largo tiempo la inso- lencia de los rebeldes y tiranos y de los que públicamente los han asistido y ayudado, y actualmenle lo hacen para sustentarlos. A que me respondió que también tenia otro bando semejante para intimarlo al conde Mauricio y á los rebeldes de las islas; y á esto le repliqué, que aunque ha- bía sido tardía resolución y de poca satisfacción para la queja que yo le había representado, sería bien que comen- zase por ellos, porque si los rebeldes se allanaban en des- embarazar el fuerte de Schemque y las demás plazas que tienen de príncipes del imperio , y reducirse á la obedien- cia de su señor natural, podría nolificarme el bando, y con- forme á lo que los rebeldes fuesen haciendo, podría yo res- ponder á todo y mover este ejército; y aunque no se alla- nó en esto, yo le puse tantos inconvenientes en tratar de la notificación , que quedó casi llano en no hacerla, Y otro día comió conmigo y medio mudado de lo que el anlece- donte habíamos tratado, volvió á insistir en nolíficarme el bando , y repitiéndole las causas que había para suspen- derlo, se volvió á eleves sin notificarme ninguna cosa, y hasta hoy no ha tratado conmigo mas dello; y yo le volví un pliego de cartas del emperador que un caballerizo del duque de Gleves me había dado poco antes que el embaja- dor llegase, que yo no había abierto, paresciéndome que era bien guardarlo todo para cuando se resolviese la mate- ría del bando.

Los del círculo wesfálíco hicieron su junta por procura- dores en Colonia, sin intervención de ningún príncipe, y yo ordené que acudiesen allí Fernando López de Villanova, gobernador de Kerpen, y el doctor Nicolás de Languem-

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bcrg , con los papeles y cartas de que he enviado copia á V. A. ; y aunque Fernando López no fué allí por no hallar- se bueno ó por otro impedimento, el doctor hizo sus dili- gencias, y he entendido que lo que en esta junta se resol- vió fué, que se levantasen diez mili hombres pagados por un mes, para echarnos de las tierras del imperio, y que sea cabeza desta gente el conde de la Lippa , gobernador del círculo wesfálico; y lo demás han remitido á las juntas de Confluencia (que se ha de hacer á primero de marzo) y á la de Spira, donde se ha de tratar del mismo negocio, y la forma y medios que han de tener para repartir y sa- car el dinero que es menester para ello , que ha sido reso- lución que no me da rauclio cuidado, porque la gente es poca para dañarnos, y el tiempo que ha de campear corlo, y el espacio con que se hace tanto que, creo, tendremos tiempo para gozar del alojamiento, y dejarle antes que se pongan en armas los alemanes para obligarnos á ello ; y e! conde de la Lippa creo lo dispondrá de manera que no se llegue á las manos. Y de todo he avisado al Cardenal para que mande que Fernando López se halle en Confluencia y Spira , y allí procure sosegir esta tormenta mostrando que no hemos entrado ni alojado en país de ningún príncipe, sino es como he dicho, en los de Munster, Reckelcn- chuysen y Essen, que son del Elector de Colonia, y en el de eleves y La Marca , que son del duque de Juliers , y en dos villas ó villajes del conde Benlamo, que con- finan con el país de Munster ; y que los excesos que se han hecho no son los que se dicen, porque ni se han que- mado iglesias ni saqueado ni quemado villas ni villajes, ni robado monasterios ni tantas cosas de gentiles hombres, como nos achacan; y todo cuanto mal se ha hecho, viene Tomo XLL 55

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á parar en haber tomado los soldados en las pecoreas algu- nos caballos y ganado ; y todos los caballos que yo he teni- do noticia que se han robado, los he hecho restituir y mu- chas veces el ganado. Y el mayor exceso que se ha hecho después que yo salí en campana , ha sido saquear una casa de unas monjas que está tres leguas de aquí y dos casti- llos de gentiles hombres , y llegado á mi noticia mandé al auditor general hiciese justicia en ello y lo castigase con rigor, y el gentil hombre del un castillo se puso luego en libertad sin llevarle una blanca, y á las monjas se ha vuel- to todo cuanto se ha podido hallar de lo que tenían, y se ha valuado lo que les falta y ordenado se les pague de lo que hubieren de haber los soldados del tercio de Zapena y otro regimiento de naciones, que eran los que alojaban mas cerca de aquella casa, por no haberse podido hallar perso- na particular contra quien proceder y castigar por este de- hto; y lo del segundo castillo pagarán los del tercio de don Alfonso Davales y él en particular, porque avisándole el capitán Marlin López de Ay var que soldados suyos querían robarle, estando junto á su alojamiento, no lo remedió pu- diendo hacerlo. En esto se resumen todas nuestras culpas graves; y después que el ejército se alojó, no ha sucedido cosa de que nadie pueda con razón y con verdad quejarse para hacer tanto ruido con ello ; porque todas han sido me- nudencias que, llegadas á apretar, no ha habido materia para castigo riguroso, según me han informado. Y para mayor averiguación desto y moderar cualquiera demasía que haya habido en el sustento y contribución, he ordena- do la visita del marqués de Montenegro y el auditor gene- ral , para que hagan el examen necesario para conserva- ción del y aUvio del país y entera satisfacción de los prín-

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cipes á quienes toca, que es lo último que se puede hacer, y lo mas que se puede pedir y desear por el emperador y príncipes del imperio , si se satisfacen con lo posible y ra- zonable en cosas tan achacosas como las de la guerra y de los que participan de las incomodidades della , y fonien- lándoias ellos como si fueren dulces , quieren atribuir des- pués su amargura á los que tienen la mano en el gobier- no, quejándose de las que sienten por su propia culpa, no agradesciendo otras infinitas que con grande trabajo y cuidado mió se excusan. Y en este tránsito y alojamien- to se hubieran excusado casi todas, si los príncipes y sus vasallos hubieran querido asistirme y concurrir conmigo pública ó secretamente para componer las cosas sin haber- lo remitido todo al beneficio de natura, como lo han hecho los mas, poniendo de su parle cuantos estorbos han podido para embarazarnos, y dar ocasión á que se hiciese con dis- gusto y de manera que tuviesen mayores ocasiones para quejarse, habiendo advertido dello á los príncipes interesados diversas veces y pedídoles personas que me asistiesen , y llamado los marejales del país y los drosartes y amanes y mayores de las villas, para tratarlo con ellos y hacerlo todo con su intervención y por su mano, para guiarlo mejor y que les costase menos; y donde no han querido salir á ello ha sucedido lo que se ha visto , y en algunas partes que lo han considerado mejor, han hecho los mismos del país el alojamiento y repartido la contribución como les ha pares- cido , de que ellos y nosotros hemos quedado satisfechos, po- niéndome los que no han querido concurrir mayores tropie- zos que si fueran enemigos; y ninguna cosa destas ha bas- tado para que deje de guardárseles el respeto y decoro de- bido, y siempre he procedido y procurado se proceda de la

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misma manera que si nos hubieran asislitlo y ayutlado. Y es tan poderosa la razón y la verdad, que tengo cartas del Elector, del duque de Gleves, de sus consejeros, del conde de la Lippa, del obispo de Padeborne y de muchas villas que lo confiesan, no pudiendo negar lo que han visto y entendido de mí.

Este es el estado en que nos hallamos, y aunque el rigor del bando es grande y la cizaña que el enemigo siem- bra, mucha, y la mala voluntad de los herejes excesiva, y la tibieza de los católicos conoscida, y la memoria de los beneficios rescibidos de S. M. calólica y de toda la Gasa de Austria ninguna , y la pasión de todos tanta que dando testimonio de los daños que los herejes han hecho en estas partes, las ruinas de tantas iglesias y abadías y casas sanctas como tienen destruidas, y la despopulacion de tan- tas villas y lugares como están yermos, y tantos hombres desterrados y desparcidos pelegrinando por todo el mun- do por estas calamidades, no solo no se acuerdan dellas, pero tampoco sienten ni habUm en los daños presentes, no habiendo cuatro meses que el enemigo tomó el Tholus y la villa de Zebenar, que son del duque de Cleves, y la saqueó y quemó, y hoy dia quema los hórreos y feniles, y estorba que los villanos no siembren ni labren los campos; y de ocho dias í\ esta parte ha saqueado y quemado algu- nos villajes del ducado de Juliers y tomado en ellos mas de doscientos prisioneros y gran cuantidad de caballos y mucho bolin, en que no se habla mas que si no hubiera su- cedido, que es señal de la pia afección que tienen á las co- sas de los herejes y la poca voluntad á las nuestras; pues lanío sienten el darnos lo forzoso para vivir, teniendo algu- na obligación de liacerlo , y toman con tanta paciencia la

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Iioslilidad que nuestro enemigo les hace, por el daño que á nosotros nos viene do que él se sustente y enriquezca. Y con todo esto confio en Dios que, entendiendo el emperador y sus ministros, y los príncipes católicos bienintenciona- dos, y los herejes indiferentes y políticos de Alemania ía verdad de lo que pasa , el artificio del enemigo y el fin y cuidado con que siembra esta cizaña, y el daño general de todas estas provincias en mover nuevas guerras y estorbar los progresos deste ejército, y el daño particular de cada uno dellos, no darán lugar á que por desalojar un ejército de amigos que ha de desembarazar tan brevemente sus países, se junten dos ejércitos en ellos, levantando el uno á su costa, y comiéndoles los dos su país, que no es muy buena grangería, cuando no concurriesen con esto los de- más inconvenientes que hay en mover esta guerra.

Y aunque antes del bando yo había escrito á Su Ma- jestad Cesárea y á algunos príncipes del imperio para no llegar á esto, diré á V. A. lo que después acá se ha hecho por no esperar que nos llegase el agua á la boca, para que con las diligencias que creo que hará el cardenal de Aus- tria y con esto se encamine mejor todo; y adelante iré haciendo lo demás quft entendiere que puede aprovechar para nuestro negocio, y dello iré dando aviso á V. A.

Primeramente han partido el marqués de Montenegro y el auditor general para la visita de todos los cuarteles y castigo de los excesos que se hallaren, y moderación de las contribuciones, aunque no tengamos listas ni se haya lomado muestras, que nos hace grande falta para esto.

He vuelto á escribir al emperador suplicándole no crédito á las quejas, é informándole particularmente de lo que se le pticde decir de la invención del enemigo y de los

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que ayudan su causa, y suplicándole mande se suspenda la notificación y ejecución del bando (pues se despachó an- tes de rescibir las primeras cartas que le tenia escritas , y de oirme como se debe de derecho divino y humano, hasta que se acabe la visita , pues han de asistir á ella los agentes de los príncipes agraviados ; y conforme á lo que resultare desta diligencia, S. M. los podrcí satisfacer á ellos ó proceder contra nosotros.

También he escrito á Rumpff y á Trautzon y á Barvi- tio , y dado prisa á Fernando López de Villanova que vaya con las carias que tiene del Cardenal, y con los apunta- mientos que yo he enviado de que he enviado copia á V. A., y con otras de creencia para los que le paresciere de la corte del emperador que pueden ayudarnos, y los informe á todos y haga grande instancia para que el emperador mande sobreseer el bando hasta el tiempo que he dicho, y que no se notifique ni publique á nuestra parte hasta que se haya intimado á los rebeldes y respondan, que seria de grande importancia; porque á buen seguro que ellos no le übedescerán , ni dejarán lo que tienen ; y no haciéndolo, no habrá razón para que el emperador ni el imperio nos com- pela á nosotros á que le obedezcamos.

También he ordenado se hagan muy capaces deste ne- gocio los electores de Maguncia y Tréveres, que aunque son tibios, neutrales y viejos, y el de Tréveres está quejoso de tiempo atrás de nosotros; los dos son tímidos y natural- mente pacíficos y enemigos de ruidos y de meterse en oca- siones de rescibir daños ó de gastar dinero ; y esto y su buena intención y celo nos ayudará mucho para que ellos excusen nuevos movimientos; y creo sin duda que bien in- formados, los tendremos para esto muy propicios.

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Al arzobispo de Salsburg y al obispo de Birsbui'g he vuelto á escribir con mas calor; y por las mismas razones generales y por su particular interese, y por la afición y devoción que tienen á las cosas de S. M. y de V. A., y porque son hombres muy prudentes y bien intencionados, creo que ayudarán nuestro partido.

También creo lo mismo del obispo de Padeborne , cuyo Estado he guardado mucho de alojamiento y contribución, aunque es harto vecino, de que él está agradescido, y me ha ofrescido de hacer buenos oficios. Y con lo que he escrito de nuevo , y con haber enviado persona que le informe, no tenge duda dello.

Los obispos de Panberghe, Bormatia y Spira no he tra- tado ; pero tengo información que son prudentes y bien in- tencionados, y les he escrito y ordenado se haga la misma diligencia con ellos , y creo nos asistirán.

De los consejeros nombrados por el rey nuestro señor, que asisten en la cámara de Spira , también me he valido, escribiéndoles y ordenando se haga la misma diligencia y oficio con ellos.

Al conde de la Lippa que es gobernador del círculo wesfálico, he escrito asimismo, y á este tengo muy propi- cio , porque demás de haberle reservado su Estado de alo- jamiento y contribución, nos hemos tratado y escrito siem- pre con mucha amistad, y yo regalado á los suyos que han venido á este ejército , de manera que han ido contentos, y él lo está de y ofrescídome hacer grandes oficios, y afirmándome haberlos hecho por lo pasado.

También he escrito al administrador de Sajonia, que es aficionado á la causa católica y á la Casa de Austria, y ordenado se haga con él y con los duques de Dos Puen-

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tes y con el duque de ;Brunsvic y conde Adolfo de Schaben- bourg (que hasta agora no se han movido contra nosotros) las mismas diligencias, aunque yo estaba sospechoso dellos. Y creij que, entendiendo todos que nuestra estada aquí ha de ser tan corta, y que no es razón ofender á S. M. y á V. A. en cosa de tanta importancia con peligro y cosía suya, se reportarán y darán á este negocio alguna salida.

Y demás de lo que he escrito diversas veces al elector de Colonia, he ordenado al marqués de Montenegro se vea con él y procure de satisfacerle , y no quitándole la esperan- za del motivo con que dicen que él ha exajerado tanto su queja, creo que nos hará buenos oficios con la diligencia del marqués de Montenegro y las cartas que lleva mias, que le hallarán dispuesto cou las que habrá tenido de V. A,, y le dispondrán las órdenes que he dado para servirle y darle gusto en algunas cosas que últimamente me ha pedido.

Y el coadjutor, con quien también he hecho y haré nuevas diligencias, no dejará de asistirnos, porque es prín- cipe bien intencionado y muy devoto, y no querrá meter fuego en Alemania, y hará de su parte lo que pudiere para apagar los que se van encendiendo.

Lo mismo he escrito á las ciudades de Colonia Augus- ta, Norinberghe y otras que están bien afectas al servicio de S. M. y de Y. A. ; y yo tengo conocimiento con algunos de los magistrados dolías que las gobiernan, y que son hombres mas amigos de paz que de guerra, y creo que será de algún efecto.

Esto es lo que he podido hacer de mi parle en maleria de negociación y justificación deste ejército. Y para la se- guridad del se vive en todos los cuarteles con mucho reca- to. Y el piienie estará hecho en todo este mes ó pocos dias

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enlrados del que viene sobre el Rlieno, para pasar infante- ría, caballería y bagaje en tiempo de necesidad; pero con determinación de no hacerlo hasta mas no poder; y cuando este caso suceda , pasaremos el bagaje con guardia bastan- te y esperaremos lo que los alemanes quisieran hacer desia banda; porque si yo pasase el ejército, perderíamos este puesto y á Dolhecum , Anholt y Schulembourg (que sería mal caso) y nos embarazarían totalmente para hacer por aquí la guerra al enemigo, siendo el camino derecho.

También voy procurando se haga provisión de al- gún feno y avena para dos meses, porque si juntásemos el ejército sin esto antes de las yerbas, peresceríamos de hambre.

Y ansimismo he pedido con instancia al Cardenal , me con qué montar la caballería, porque se halla en el es- tado que he escrito á V. A. , y para la guerra con el ene- migo es conveniente repararla ; y si la hemos de tener con él y con Alemania , es mucho mas necesario reforzar la ca- ballería, pues con la suya es con lo que piensan hacernos la resistencia.

Los alemanes temo que nos han de fallar si venimos en rompimiento, con terror del bando del imperio; pero con el ayuda de Dios y la buena fortuna de V. A. , y los españoles, italianos y walones que tenemos, y los que se pueden levantar haciendo recluías de walones, creo que podremos resistir y ofender á quien quisiere dañarnos.

Artillería y municiones de guerra y de víveres, me es- cribe el Cardenal que quiere proveer en abundancia ; y aunque yo haré de mi parte cuanto pudiere para no venir en rompimiento , y confio en Dios que se ha de sosegar y componer todo por bien, en caso que suceda, V. A. se per-

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suada que será á mas no poder y voluntad de Nuestro

Señor, y que le ha de ayudar y dar victoria contra cuantos

le quisieren hacer guerra ó ponerle impedimentos en lo que

V. A. hace á los enemigos de la Iglesia y déla paz pública

y rebeldes á su corona ; porque los caminos y fines de V. A.

y los de por acá son muy diferentes, y Nuestro Señor no

puede dejar de ayudar á quien defiende su causa. V. A. se

ayude para lo uno y para lo otro cuanto pudiere, con el

papa, con el emperador, con el rey y con el elector, y con

otros principes de Alemania: que yo, en lo que V. A me tiene

encargado, haré por acá mis diligencias para procurar por

bien el sosiego del imperio, como si no tuviésemos armas,

y con las armas y la vida cuanto todos pudiéremos para

defender el servicio del rey y de V. A. y su causa, como

si no hubiese negociación humana ; y creyendo que todo se

acabará bien por el primer camino, no desconfio de tener

buenos sucesos por el segundo. Dios lo encamine todo como

puede, y guarde y ensalce la serenísima persona de V. A.

como deseo, etc. De Rees á 20 de hebrero 1599.

Después de todas estas borrascas , he metido guarni- ción en Goch , de quinientos infantes y doscientos caballos, y en Geneppe, de trescientos infantes y una compañía de caballos ; pero ha sido con negociación y sin mas fuerza que cartas y arengas en que se ha gastado mas tiempo que se pudiera ocupar en un sitio; y metí en ello al embajador del emperador, porque no nos embarazase y nos fuese contra- rio á lo menos en lo público.

Lo de Wessel se acabó muy bien , porque á los 8 y 9 deste se consagraron las iglesias y se predicó públicamente nuestra católica, apostólica romana, y se va continuando con grande provecho del pueblo. Y Su Santidad está tan

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conlenlo solo de saber que se había comenzado , que rae ha enviado un breve muy agradescido dello, encargándome que lo continúe, etc.

Copia de carta del Almirante á S. A., fecha en la isla de Bommel á 6 de junio de 1599.

Operaciones del ejército. Desaciertos del Cardenal gobernador y de sus consejeros. Mal estado de las cosas. Piopónese como único remedio el pronto regreso del Archiduque á Fiándes.

SERENÍSIMO SEÑOR.

Con Giles Du Faing, gentil hombre de la boca de V. A. escribí lo que se me ofrescia hasta los primeros de mayo, que el Cardenal le despachó para España; y aunque des- pués acá hasta hoy no he rescibido cartas de Y. A. ni de otra ninguna persona de España, de que lodos estamos con harto cuidado, diré en esta lo que por acá se ofresce de que dar aviso á V. A. , y es que habiendo hecho todas las dili- gencias que pude en Rees y en Emericque para que el Cardenal se previniese de todas las cosas necesarias antes de salir con el ejército en campaña, para ocuparle, no fui parte para ello, y nos forzó á que fuésemos aponernos con el ejército sobre el fuerte del Schenque antes que don Luis de Velasco viniese con la artillería y municiones necesarias para la empresa , y sin tener las barcas ó chalupas y pon- tones que eran menester para pasar á la isla ; y habiendo estado allí dende los 26 de abril hasta (1) de mayo, ha-

(<) Hay un blanco.

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cicndonos el enemigo algiin daño en los cuarteles con su artillería sin que pudiésemos remediarlo, cuando lo mas deslo era pasado y se tenia aviso que don Luis de Velasco venia con la artillería y cuantidad de municiones, y que de Colonia venían algunas barcas y pontones, echando de ver el Cardenal la dificultad desta empresa, y aprovechán- dose dello los que no pudiendo disuadírsela con razones que fuesen buenas, habían procurado que la intentase intem- pestivamente para aparlarle della y del inlento que V. A. tuvo siempre de que se hiciese la guerra al enemigo por aquella parte del Uheno, que era la entrada mas cierta, mas segura y mas cómmoda para la Holanda, persuadie- ron al Cardenal se apartase della y procurase hacer la en- trada por la isla de líommel , facilitándola tanto y exa- gerando de manera las commodidades della, que hallándo- se el Cardenal con las dificultades que he dicho, en el sitio del fuerte del Schenque, le inclinaron tanto á estotro, que se resolvió en dejar aquello por emprenderlo, y á los 29 de abril me dio cuenta dello. Y representándoseme los daños é inconvenientes de la mudanza y los fines é intenciones que podían tener en procurar los autores deste consejo, dije al Cardenal que era negocio para pensarlo antes de darle parescer en él , y otro día le hablé y le dije todas las ra- zones que V. A. verá en el papel que va con esta , sin otras muchas mas particulares tocantes á diferentes personas, que no son para carta. Y aunque el Cardenal reparó algo en ello, todavía, dando mas crédito álos autores desta nue- va empresa que á mí, y hallándose embarazado con la del fuerte de Schenque, perseveró en su resolución y me man- dó hiciese las órdenes para ponerla en ejecución. Y sintien- do yo mucho los daños que en ello se me representaban,

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y viendo que no bastaban los oficios que babia bocho con el Cardenal para persuadirle perseverase en lo comenzado, y no intentase lo que tenia mayores dificultades y era tan diferente de lo que V. A. babia acordado, dije las mismas razones.al secretario Mancieidor; y diciéndome que él no era parte para remediarlo, envié á llamar á iMoreansarl y bice el mismo oficio con él, primero á solas y después en pre- sencia de los coroneles Stanley y la Bourlote, y el capitán Martin López de Ayvar: y iMoreansart, como autor de la empresa, la defendió siempre con mucha pertinacia , de manera que no solo no mudó parescer ; pero antes hizo ma- yores diligencias para que el Cardenal perseverase en la resolución que babia tomado, y me mandó hiciese las ór- denes para ponerlo en ejecución, enviándome un papel de mano de Moreansart, de lo que qucria que se hiciese en to- do, y yo las hice en la forma que V. A. verá por h copia dellas que ansimismo envío. Y la gente partió del campo á los 2 de mayo; y paresciéndole al Cardenal que todo se encaminaria bien con la presencia de Moreansart, le man- dó ir con ella, y al conde Juan Jacobo para que le trújese las nuevas del buen suceso, teniéndole por tan seguro co- mo Moreansart le babia dicho, como si no pudiera esperar otra cosa ; y llegada que fué dcL campo á Genepp con los coroneles Stanley y la Burlóte para juntarse con la que allí tenia el maestre de campo Gaspar Zapena, aunque del campo hablan partido antes de lo que se les habia ordena- do por ganar algún tiempo, llegaron los coroneles Stanley y la Bourlote diez horas mas tarde que los españoles á Wa- tembouras, que era el puesto en que habían de embarcar- se; y teniendo menos recaudo de barcas en la Mossa, del que Moreansart habia prometido y asegurado, y tardan-

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dose después en desalojar las navios del enemigo que es- taban en la Mossa, por donde nuestras barcas habían de pasar á la misericordia del artillería y mosquetería del fuerte de Boren , por donde los coroneles Stanley y la Bour- lote habían de pasar con sus tropas para tomar los puestos, el uno en la isla de Boren lo mas cerca del fuerte que pu- diese junto á Tiel, y el otro en la Betua junto Emertowa- rich, y parescíéndoles á todos que esto no podía ejecutarse por haber llegado tarde y estar el enemigo prevenido, avi- saron al Cardenal dello, y esperando la orden de lo que harían, el Cardenal me dio cuenta de lo que pasaba, y yo le dije que seria bien dalla á todos los cabos del ejército. Y habiéndolos mandado juntar para esle efecto en Griethusen donde el Cardenal alojaba, á todos parescíó que, si la em- presa sucediera como se había prosupuesto, fuera muy im- portante negocio; pero que habiendo fallado lo principal, pues no se podían tomar los pucslos de Boren y la Belua, era bien que toda la gente que habia salido del campo se retírase á él, y la que había salido de Genepp se volviese á su puesto. Y con este acuerdo se disolvió la junta, y yo envié las órdenes para que la gente se volviese á sus pues- tos; y por otra parte, á lo que sospecho, con consejo de solo el maestre de campo Joan de Tejada , el Cardenal escribió á Moreansart (antes ó después desta junta, que esto no he podido verificar bien cuándo fué) que en caso que no se pudiesen tomar los puestos de Boren y la Betua , se tomase el de la isla de Bommel que habia de ocupar el maestre de campo Zapena con su tropa.

Y habiéndose hecho otra junta por orden del Cardenal en mi alojamiento , para lo que se haría en la empresa del fuerte de Schenque que teníamos entre manos, ó el expe-

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diente que se podia tomar para emplear el ejército en caso que no tuviésemos las cosas necesarias para pasar adelan- te con ella, paresció allí una carta del secretario Morean- sart en respuesta de otra del Cardenal, en que decia, que, sin embargo de las órdenes que liabia para ocupar los tres puestos de Bommel , Boren y la Betua , en caso que los dos no pudiesen ocuparse, se ocupará el tercero de la isla de Bommel como el Cardenal lo mandaba por su car- ta; y siendo esto tan contrario de lo que en la junta se había acordado, y de lo que páresela que se debia de hacer para el buen enderezo de las cosas, yo pregunté al secretario cómo y cuiíndo se habia dado aquella orden, porque yo no tenia noticia della ; y preguntados ios demás decían lo mismo. Y el secretario Mancicidor me respondió, que deseando el Cardenal que se biciese algo antes de sa- ber si se habia ejecutado lo que se iba á hacer en todos tres puestos , el Cardenal escribió aquello. Y el maestre de campo Joan de Tejeda añadió á esto, que habiendo tenido el Cardenal ciertos avisos á tiempo que no pudo darme á ni á los demás parte dellos , habia lomado aquella re- solución de su propio molu; á que yo le dije que me ma- ravillaba delio, porque entendía , que aunque todos los que allí nos hallábamos, eramos de parescer que tomándo- se los tres puestos como se habia ordenado , y asegurando los coroneles Stanley y de la Bourlote y secretario Morcan- sart que se haría , que era bien intentar la guerra por aquel camino, resuelto el Cardenal de dejar el del Rheno que yo y otros teníamos por mas á propósito, no creía que ninguno diera parescer á su Alteza, que se contentase con el puesto de la isla de Bommel saltando los de Boren y la Betua que eran los que hacían el caso. Y aunque allí paresció á

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todos que la gente se retirase, como estaba acordado; con la orden que Moreansart tuvo del Cardenal para meter la genle en la isla de Bommel , se hizo sin ninguna dificul- tad ni resistencia. Y escribiendo el dicho secretario Mo- reansart al Cardenal que nuestra genle estaba en la isla y que la villa de Bommel era una plaza muy flaca, y que se podia tomar con mucha facilidad, y que por allí se tendría el paso cierto y seguro sobre la Wael (1) para entrar en la Betua, el Cardenal se resolvió de acudir con todo el ejército á ello, y de dejar el camino del Rheno que estaba ya tan abierto y asegurado para nuestro ejército con el fuerte de Rees que yo edifiqué , y con la villa y fuerte de Rhinber- gue que se ganó del enemigo, y la villa, fuerte y puente de Rees que yo habia ocupado y hecho, y con la villa de Emericque que está sobre el mismo Rheno en la frontera del enemigo, que yo habia recuperado, y con la villa y castillo de Dothecum y Schulembourg sobre la ribera de la Issel vieja que va á juntarse con la Issel nueva junto á Duis- bourg que yo habia tomado del enemigo, y la de Anholt que está sobre la misma ribera que yo habia ocupado por trato. Y por acudir á todo con mas genle y menos cuidado, ó por deshacer lo que yo habia hecho el año pasado, se resolvió el Cardenal hacer donación al conde Federico de Berghes, en cierta forma, de Dothecum y Schulembourg, para que hiciese neutral aquella villa y castillo, y sacó el gobernador y guarnición de españoles y alemanes que yo tenia en ambas plazas, y metió en ellas quinientos alema- nes del regimiento del conde Federico, y quitó la caballe- ría é infantería que estaba de presidio en Anholt y Eme-

(í) El rio Fahal ó fVahal.

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ricque, siendo dos puestos muy iniporlantes para hacer la guerra por aquel cabo al enemigo; y mandó que se des- mantelase el fuerte de ()rsoy, aunque esto no se ha hecho por haberse ainolinado Rhinberg y el fuerte de su isla seis ú ocho días después de llegado el Cardenal al campo, por haberles faltado el sustento que yo les daba mientras estaba á mi disposición el dinero, sin haberlo querido remediar, advirliéndolo yo al Cardenal, por decirle los que andan cerca del, que era curiosidad y encarescimiento mió y no necesidad, que se pedia temer causaría lo que sucedió después. Y también sacó las guarniciones de infantería y caballería que tenia puestas destotra parle del Rheno en Gult, Calcar y Goch, para trabar el comercio y comunica- ción de la Mossa con el Rheno, ansí para quitar el paso al enemigo, como para valemos de las comodidades y vi- tuallas de las dos riberas ; y solo ha dejado guarnición en Rees y en el fuerte que yo hice en frente della, para guardar la ribera del Rheno y el puente que allí se hizo, y en Genepp, que es cerca de la Mossa, aunque no tanto que dende la villa se pueda guardar la ribera. Y hecho esto, partió deEmericq tan arrebatadamente que no hubo tiempo para retirar el puente de Rees, que se había baja- do á aquella villa, ni la artillería, municiones, navios de guerra, chalupas, barcas y pontones que se iban juntando para la empresa del fuerte del Schenque, donde el enemigo habia aflojado tanto, sabiendo que nuestra gente estaba en la isla de Bommel , que es cosa sin duda que si el Cardenal diera lugar para ello, se pudiera echar gente en la isla del fuerte de Schenque, y que tomado pié en ella, en menos de tres semanas se ganara el fuerte con la pala y zapa y las galerías que estaban prevenidas para pasar el foso y [ionernos en el remparo (sicj por dos parles, y con unas Tomo XLI. o6

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máquinas como las de la estacada de Ambéres que maestre Miguel estaba haciendo , con que afirmaba se haría tanto daño en el fuerte, que se podría detener poco. Y pasando el Cardenal por esto, y dejando todo lo que he dicho que es- taba en Emericque á beneficio de natura, de manera que si el enemigo quisiera, con muy poca gente lo pudiera que- mar todo, mandó que se adelantase el conde Federico de Berghes con una tropa de infantería y caballería, y fuese á juntarse con nuestra gente, que estaba en la isla de Bom- mel, y sitiase el fuerte de Crevecuer como lo hizo, apre- tándole de manera, que se rindió á los trece de mayo; y siguiéndole el Cardenal, levantó el sitio de el fuerte de Schcnque , y fué á alojar á Genepp , donde se había hecho un puente de barcas cargadas de feno, que se habían traído para la provisión del ejército, que fué una cosa nueva y por donde pudo pasar muy bien toda la infantería , caba- llería y bagaje; y la artillería que llevábamos que era poca pasó en los pontones, y de la que don Luis de Velasco ha- bía traído de Anamur, que había venido hasta Grave por el agua, pasó alguna hasta Genepp y se desembarcó en el mis- mo puesto; y otro día vino el Cardenal á alojar una legua mas adelante de Genepp con todo el ejército, y el siguiente llegó á Bolduq y el ejército alojó en unos villajes cerca de Ja villa; y otro día fué el ejército á juntarse con toda la de- más gente que el conde Federico había llevado de vanguar- dia, para dar calor á la nuestra que estaba en la isla de Bommel , y nos alojamos en un casar que llaman Bocoven. Y otro día vino allí el Cardenal á dar prisa al paso de la gente en que no se caminaba tanto como se deseaba y con- venia , y vio el Cardenal por vista de ojos que, habiéndole afirmado Moreansart que había mucha cuantidad de barcas y pontones para pasar á la isla , no se hadaron mas que sie-

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le tan pequeños , que no cabia en cada uno mas que un carro ; y allí hizo una junta de los cabos del ejército en que se ordenó que el conde Federico pasase la Mossa con el tercio de don Carlos Coloma , y el resto de los italianos y del regimiento de Achicourt , y que juntándose con toda la gente que tenían en la isla el maestre de Campo Zapena y los coroneles Stanley y la Bourlote, y con la artillería y ca- ballería que allí tenia, y con otras cuatro compañías mas de caballos, fuesen á ocupar los puestos de los diques de la villa de Bommel que están á la una parte y á la otra de la plaza, el cual pasó luego, y por ser tarde alojó con toda la gente aquella noche en el casar.

Y juntando el conde Federico los cabos del ejército, para tratar cómo se ejecutaría lo que se habia de hacer otro día , fueron todos de parescer, que habida consideración á las fuerzas que el enemigo tenia juntas y á la grande distancia que habia del un dique al otro, de manera que la gente que se pusiese en el un puesto no podía darse la mano con la del otro, y que era necesario estar en cada uno tan fuerte que se pudiese pelear con todas las fuerzas del enemigo, y ansí mismo por entender que el enemigo tenia ocupado el dique de la mano izquierda y fortificado con reductos, trincheras y estacadas, de manera que era menester tanta gente y ar- tillería para ocupar aquel puesto , como para lomar puesto en el remparo de la villa , no teniendo gente ni artillería para hacer lo uno y lo otro, y mucha falta de palas y za- pas y municiones de guerra para pelear , se resolvieron de ocupar el día siguiente el dique de la mano derecha, y lo hicieron peleando con el enemigo , y alojaron la gente lo mejor que se pudo. Y dando aviso dello el conde Fede- rico al Cardenal y á mí, otro día vino el Cardenal de Belduque al campo, y mandó que me diese toda la prisa

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posible á pasar con el resto del ejércilo , para que se ocupase esotro puesto del dique de la mano izquierda. Y visto que para pasar todo el bagaje era menester mucho tiempo, y que en un dia que ocupé en esto, se habia pa- sado poco por la falta de los pontones y de los marine- ros, me resolví de pasar con cinco compañías de caba- llos á los quince de mayo ; y otro dia junté los cabos del ejército para entender el estado de las cosas y lo que se podria hacer para pasar adelante con la empresa, y to- dos, nemine discrepante, fueron de parescer que no se podria ocupar esolro dique, hasta que pasase la retaguardia del ejércilo y se juntase todo; y entretanto se pasó adelante con la trinchera que se abria por el dique, y se comenzó á hacer un trincheron grande dende el cuartel de los italia- nos hasta el dique, para que la gente pasase cubierta al so- corro de la trinchera; y se hizo una buena espalda cerca dcsle trincheron, para plantar cuatro piezas con que se har- ria la campaña y se batia la puerta de la villa que sale al dique. Y por estar la trinchera tan adelante que con difi- cultad podia ser socorrida, haciendo el enemigo surtidas, se ordenó se hiciesen á la una parte y á la otra del dique reductos y medias lunas con que reforzarla, y tener gente de socorro para la trinchera. Y desto di aviso al Cardenal I)ara que mandase dar prisa al puente para el pasaje del resto del ejércilo que nos hacia falta, y para el tránsito de las vituallas y municiones de los víveres, de que habia tanta penuria, que habia tres dias que no se daba pan de munición á los soldados, y los vivanderos del campo y de Bolduque dejaban de acudir por la dificultad del pasaje. A los 17 de mayo, estando yo en las trincheras , me enviaron á decir de la cabeza dellas el maestre de campo D. Alfonso Dávalos y el coronel de la Bourlote, que el ene-

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migo habia hecho un trincheron , y tenia gente en él con que les estorbaba el trabajo, y les hacia daño en la gente que se ocupaba en él , y que ellos tenían concertado de ga- narle, si yo les daba licencia para ejecutarlo, no para sus- tentarle; porque estaba en parte que de dia no podia haber gente nuestra en él , sino para que de noche no la hubiese allí del enemigo , y les estorbase el trabajo como se ha di- cho ; y yo les envié á decir , que si se podia hacer sin aven- turar mucha gente, ni desasosegar al enemigo, de manera que no estorbase nuestro trabajo, lo hiciesen y no de otra suerte ; porque yo tenia por cosa de menos inconveniente que el enemigo tuviese aquel puesto, que levantar nosotros de todo punto- la mano del trabajo que se iba haciendo en el nuestro, para avanzarnos y ir ganando tierra al enemigo. Y entre las once y las doce de la noche lo intentaron, y no guardando en la ejecución con puntualidad la orden que se les habia dado , que era que arremetiesen treinta soldados españoles , italianos y walones al trincheron, y procurar echar del al enemigo, y alojarse en él para que nuestra gente pudiese trabajar hasta el dia, y que estuviesen otros trescientos soldados de socorro para darles calor si el ene- migo los cargase con mucha fuerza, no la guardaron, an- tes arremetieron todos juntos los que hablan de hacer el efecto y los que hablan de acudir al socorro, y se embara- zaron unos á otros de manera , que aunque echaron al ene- migo del trincheron, con la confusión se hicieron algún daño los nuestros entre mismos, y salió herido don Alfon- so Dávalos de un mosquetazo que le pasó por la hijada de- recha, aunque fué por parte que no le tocó en lo hueco; y con esto se dio en el inconveniente que yo temia; porque toda la noche estuvimos en arma y no se pudo trabajar na- da de la una parte ni de la otra.

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A los 19 de mayo ú medio dia hizo el enemigo una sur- tida á nuestras trincheras con gran golpe de infantería y alguna caballería, en que paresció habría mas de seis mili hombres; y habiéndose escaramuzado mas de una hora en difercnles partes, se peleó en todas bien y nos mataron obra de 15 ó 20 soldados españoles y de naciones, y entre ellos al capitán Juan Ruiz de Movellan que murió dentro de tres ó cuatro dias; y nosotros matamos el coronel de los escoce- ses y obra de cincuenta enemigos que quedaron muertos en la plaza, y se hirieron otros sesenta ó mas, de que dicen han muerto muchos en la villa.

A los 22 de mayo hizo el enemigo otra surtida al ama- nescer, con gran golpe de infantería y caballería, estando el coronel monsieur de Achicourt de vanguardia en la cabeza de la trinchera ; y peleando los nuestros bien , hiciei'on re- tirar al enemigo con mucha mas pérdida suya que nuestra; porque todos los muertos de nuestros soldados fueron diez ó doce, y los heridos no llegaron á treinta, aunque entre ellos fué herido el coronel monsieur de Achicourt de un ar- cabuzazo en un muslo, y otro capitán walon del regimien- to de la Bourlote, y el capitán Aldana en la cabeza: que por haberse mezclado mucho con los enemigos y estar caido, no le pudieron retirar, y le llevaron preso á la villa; y de los enemigos murieron el coronel de ios ingleses y algunos ca- pitanes y personas particulares, y otros muchos soldados, y fueron heridos mas de doscientos, y dellos dicen que han muerto muchos en la villa. Y ansímismo refieren algunos soldados que se han venido á rendir, que en la caballería del enemigo se hicieron mucho daño los unos á los otros, porque los franceses erraron el nombre que se les habia dado para !a salida, y pelearon con los suyos propios pen- sando (|ue eran nuestros.

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Después deslo , acabé el puente que se hacia sobre la Mossa , y pasó la retaguardia del ejército y don Luis de Velasco con alguna artillería y municiones ; y estando ya el enemigo fuerte en los reparos que se habian hecho fue- ra de la villa , y teniendo todo su ejército junto, y no pu- diéndosele quitar el socorro, el Cardenal quiso saber de todos los cabos del ejército lo que convendria hacer para pasar adelante ó retirarse del sitio desta villa, y para ello vino en persona al campo; y habiendo platicado el negocio conmigo y con lodos los demás cabos del ejército que aquí se hallan, se resolvió en pedirles á todos parescer por es- crito, y me llamó y meló dijo, y que me escribiria un bi- llete mandándomelo para que yo pidiese el dicho parescer á todos, como V. A. verá por la copia del mismo billete; y conforme á él yo escribí otros tales al conde Federico, á don Luis de Velasco, al marqués de Montenegro, don Carlos Coloma, Gaspar Zapena, Stanley, LaBourlote, Martin López y á los gobernadores de La Cápela, Rhinbergue y Dothecum , que se hallaron aquí de las personas con quien yo habia comunicado las cosas tocantes á esta jornada des- pués que nos pusimos en eJla, y todos respondieron que se- gún el presente estado de las cosas, no se podia pasar con la empresa adelante sin esperar las reclutas y los regimien- tos del conde de Embolem y del Malgrave de Ambéres, y sin proveer cuantidad de palas, y zapas y artillería y muni- ciones de guerra ; y que presupuesto que no se podia qui- tar el socorro á la villa, y que el enemigo tenia todo su campo junto para defenderla , en que habia tanta infante- ría como en el nuestro y mas caballería , y que tenia fuera de la villa hechas tan grandes fortificaciones que seria me- nester mas tiempo y genle para ganárselas que la misma plaza , y que cuando todas nuestras fuerzas y las municio-

nes de víveres y de guerra estuviesen juntas , seria me- nester mas de dos meses para tomar esta plaza, los mas fueron de parescer que se levantase el sitio della y se hi- ciese un fuerte á la cabeza desta isla, en una angostura que hacen en ella las riberas de la Waell y de la Mossa , tan estrecha que no hay mas de cuatrocientos y tantos pa- sos de la una agua á la otra; porque con esto se tendria lo mismo que con la villa de Bommel , y se haría mas presto que la conquista de la villa y á menos costa de gente.

Y enviados todos los dichos once paresceres y el mió, el Cardenal nos envió un escrito con el secretario Mancici- dor , de que envío copia á V. A. , á que respondimos lo que V. A. verá ansioiismo por la copia de nuestra respuesta.

Y habiéndose el Cardenal resuelto en lo que en ello habia de hacer, me mandó ir á Belduque para declararlo en pre- sencia de los cabos que allí se pudiesen juntar ; y yo fui á los 29 de mayo á Belduque á la hora que el Cardenal me mandó; y habiéndole hablado y dádole cuenta del estado de las cosas, me dijo que, por lo que él habia podido entender y yo le decia y colegía de los pareceres de lodos, se resol- vía en que el ejército se retirase y fuese á tomar el puesto conveniente para hacer el fuerte, y que aunque cuando me llamó, habia pensado juntarnos para ello, después le habia parescido que no era necesario; y con esta determinación y orden me partí del y me vine al ejército, y tras de llegó orden para que lo suspendiese hasta otra orden suya.

Y otro dia vino el Cardenal al cuartel de la artillería, y hizo allí otra junta en que se resolvió lo mismo cerca de retirar el ejército y levantar el fuerte en el sitio que he dicho, y me ordenó que lo ejecutase luego; y poco después de par- tido el Cardenal vino otra orden para suspenderlo, y envió al conde Paccioto para que juntamente conmigo y con el

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conde Federico, que habíamos acordado de ir á reconoscer mas parlicularmeute los puestos del fuerte y de los cuarte- les que se habían señalado del ejército , el dicho conde de Paccíoto los rcconoscíese y llevase relación de todo al Car- denal. Y aunque íi lodos nos paresció el sitio del fuerte muy bueno respecto de la comniodidad de las dos riberas, paresciéndonos tan bnjo para la inundación, y falto de tierra para la fábrica del fuerte, y muy subjeto á un dique que hay de esotra banda de la Valí, muy alto, que el enemigo tiene ocupado y armado con mucha artillería que jugando no dejaría trabajar los nuestros en la fábrica del fuerte, para ver esto podía tener algún remedio, nos pares- ció no enviar al conde Paccioto aquel día á Bolduque, y juntar al siguiente á todos los maestres de campo y coro- neles y llevarlos conmigo al mismo puesto y sobre la misma obra, y platicar y vinlílar las diCcullades, y enviar al Car- denal la resolución dellas. Esto se hizo al día siguiente á las seis de la mañana, que fué el postrero de mayo, y después envié al conde Paccioto para que como hombre platico y que se habia hallado presente á todo, hiciese relación al Car- denal dello. Y aunque me habia enviado trden para que retirase el ejército sin esperar otra ninguna cosa , á las nue- ve de la noche el mismo día me envió al capitán Alonso Sánchez de Víllarreal, entretenido cerca de su persona, con un billete del secretario Mancicidor, en que me decia que sin embargo de todas las órdenes que me había dado, suspen- diese la retirada del ejército por dos días, y envíase quinien- tos hombres á hacer faginas, y que del puente vendrían otros quinientos para lo mismo, y yo ejecuté lo que se mandó.

En este estado nos hallamos, y el ejercito tan descon- tento de la necesidad que se pasa (que es grande) y del

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daño que la artillería del enemigo hace en los cuarteles, perdiéndose cada dia tanta gente sin pelear ni hacer nin- gún servicio, y destas mudanzas de las órdenes, y de estar persuadidos que el Cardenal, por la gloria de tomar alguna tierra por poco que importe , no se le da nada de perder el ejército pudiendo excusarlo, que temo algún gran desastre; y no si los que guian estas cosas desean mas esto que los buenos sucesos por otros fines que V. A. habrá enten- dido por los avisos de Inglaterra y de otras partes, de que he avisado al Cardenal, y suplicádole que mire en ello; pero véole tan sospechoso de mi intención y tan poco movido con esto, importando tanto, que siento harto ver las cosas en estado que no las hallo ningún remedio sino la breve veni- da de V. A, , porque acá están los naturales y extranjeros tan incrédulos della, como los discípulos en la resurrección de Cristo antes que la viesen ; y cada uno procura en este tiempo, por el camino que puede, malo ó bueno, mejorar su negocio, para en caso que V. A. se tarde en venir, ó no haya de volver como lo piensan y publican muchos (1), y otros ponen grande fuerza en arruinar y deshacer este ejér- cito, sabiendo que es el freno que V. A. tiene para todos, y de acabar los que le sirven con fidelidad, con amor y con cuidado: y esto llega á términos que certifico á V. A. que se padesce de manera en el gusto , en la persona, en la reputación y en la hacienda por sustentar y defender su causa, que no si han de bastar mis pocas fuerzas para lo que deseo conservar, conforme al estado de las cosas y á la prisa que se dan ea acabarle antes que V. A. vuelva. Y cierto se maravillaría V. A. si supiese en particular las

(1) Estas palabras del Almirante produjeron su efecto, pues el 20 de junio vemos eu Genova al Archiduque, de vuelta á sus Estados de Fiándes.

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personas y por los medios lan extraños que procuran revol- verme con el Cardenal y con todo el inundo, y apretarme para que alce la mano del servicio del rey y de V. A. , por acabar ellos mas presto con lodo. Y aunque lo gobiernan de manera que para hubiera sido de grande reputación y commodidad aparíarmo deslo, el dia que se vio la muestra, y se vi() de la manera que estaba el ejercito y cómo tenia yo dispuestas las cosas para emplearle por el camino que V. A. me habia mandado que siguiese, y esco- gido por mejor, como en efecto lo es y el tiempo lo mos- trando, no he querido gozar deste beneficio por no dejar el campo franco á los mal intencionados para salir con ello, por hacer ellos sus negocios proprios con tanto daño de los Estados y patrimonio de V. A., teniendo por menor in- conveniente llevar yo parte de la {)ena de sus yerros, aun- que se hagan contra mi parescer, como en efecto sucede, pues hallándome aquí carga sobre gran parle de la cul- pa de todo lo que se hace mal o no sucede bien , hacién- dose lo mas sin que yo lo sepa, y mucho de lo que llega á mi noticia, contra mi parecer, como V. A. (cuando pla- ciendo á Dios vuelva á estos Estados, como yo lo deseo y espero) lo entenderá por relaciones de personas desapasio- nadas y por las mismas cosas: que los que mas calumnian las miéis no pueden negarlas, ni encubrir la pasión con que me han hecho conlradicion en ellas.

No digo esto. Serenísimo Señor, á V. A. para obligar- le, porque no trato dello, ni paia darle cuidado en tiempo que es razón que tenga V. A. tanto gusto con la nueva compañía y estado, sino porque V. A, abrevie su venida dejando todo lo que no fuese precisamente necesario para el sustento de lo de acá ; porque con sola la presencia y persona de V. A., y la mudanza de gobierno que tenemos,

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que todo se funda en la verdad y prudencia de algunos y en la intención de otros que V. A. puede juzgar quien pueden ser, y los efectos que pueden esperarse de su con- sejo, sabiendo el lédento de cada uno y la dirección que puede tener quien se gobierna por ellos, de los naturales y extranjeros que no han rescibido mercedes, honras y be- neficios de V. A. (que son harto pocos) no me espanto que lleven este camino. Pero maravillóme mucho que hom- bres á quien V. A. ha hecho mucha honra y merced, y su- plido con su grandeza, magnanimidad y clemencia algunos defectos con que ellos mismos se- hablan descompuesto y extragado sus negocios , y que saben que yo he hecho bue- nos oficios por ellos, estén tan olvidados de lodo, que ten- gan por accesorio el servicio de Dios y de V. A. y bien de este ejército, por dar lugar á sus pasiones y vengarse de quien les ha hecho mejores obras , que ellos á mismos, pues con las suyas perdieron la gracia de V. A. y el lugar que tenian en el ejército, y con la clemencia de V. A. y los buenos terceros se remedió esto y mejoraron su estado. Pero es tanta la ceguedad de muchos hombres, que ni se conoscen á mismos, ni la merced que V. A. les ha he- cho, paresciéndoles que sus parles merescen toda la que han rescibido, y aun juzgan que es poca para su ambi- ción. Y si hiciesen buen examen de los servicios pasados, y diesen cuenta de sus aprovechamientos, y mirasen atenía- mente la tibieza y poca asistencia con que sirven, se ha- llarían bien confusos. Nuestro Señor, etc. Del campo de Bommel á 5 de junio de 1599.

Escrita esta, vino orden del Cardenal para retirar el ejército del sitio de Bommel, y el dia siguiente se hizo con muy buena orden, y queda alojado en la misma isla junto al puesto en que se ha de hacer el fuerte, si bien pienso

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que no lia de ser posible perseverar aquí, |X)rque no hay ninguna yerba para el sustento de los caballos, y la obra del fuerte parescc larga , y muchos no la tienen por tan útil como el Cardenal piensa.

También he entendido que el Cardenal se ha resuelto de sacar la guarnición del fuerte de Orsoy , y temo, confor- me á la orden que ha dado para desmantelarle, que podria ocuparlo el enemigo antes que se desmantele , de que le he advertido por y por medio de otras personas; y sin embargo desto , ha querido que se ejecute, y también ha ordenado que salga la guarnición de Genepp, con que queda deshecho todo lo que yo habia trabajado para trabar la comunicación de la Mossa con el Rheno. Plegué á Dios que sea acertado; y conforme á esto, temo que otro dia ha de dejar á Rees, con que no nos quede ningún paso por el Rheno estando Rinbergue amotinado. Ciérrase á 6 de junio.

FIN DEL TOMO CUARENTA Y UNO.

ÍNDICE

DE LO CONTENIDO EN ESTE TOMO.

Páginas.

CoQliauacion de los Documentos relativos á los reinos de xNavarra, Castilla y Aragón durante la segunda mitad del siglo XV 5

Correspondencia del doctor Arias Montano con Felipe lí, el secretario Zayas y otros sugetos, desde íoQS hasta io80. 427

Cartas del Almirante de Aragón D, Francisco de Alendoza al archiduque Alberto, relativas en su mayor parte á la guerra de Flándes, desde do96 á i602 419

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DP Colección de documentos

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t.41

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