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DICaOUBIO

mSTÓRIGO; GENEALÓGICO Y HERÁLDICO.

DE L\S FAMILIAS ILUSTRES

DE LA

MONARQUÍA ESPAÑOLA.

COMPRENDE IrfM orígenes de los apellidos ó linajes de las familias de esta Hoclon: sus cnsos-solnres , varones ilustres que las han engran- deoido con sus virtudes y hazaíias ; entronques y genealogías: do varias ramas esparcidas por la Península ó Islas adyacentes ■lu Títulos, Mayorazgos, Vinculaciones > Capollanías, Memorias y otros Fundaciones ; condecoraciones que hayan gozado ó gocen nu individuos, con sus invenciones, escritos, obras y sus Escudos

de Armas.

ESCRITO POR D. LUIS VILAR Y PASCUAL,

Cmaisla Brj de Armas de S. H. C. la Reina Mra. Sra. Doña Isabel II (Q. D. G.),

Galialier» de la ínclila orden Militar de San Jnan de Jerusalen,

Dipuladu c Individuo de varios cuerpos cienlíGcos y literarios, etc., ele.

TOMO I.

MADUÍI).— 18:í9.

lUrnENTA DF. I). V. S.VXCllK/. Á CAIU'.O DE Ar,lT!¡;TIN E.'^PINOSA,

PLAZrKLA DEL CoNDK DE MIRANDA, NL'M. 5.

Eftia obra es propiedad do so antor, quien perseguirá ante la ley al que la reimprima.

r7ci,;3ira v I' Susentcpa.

*s

SEÑORA,

A la sagrada protección de V. II. se acojen los primeros pasos de mis dfsfelos, les primeros esbozos de mi pluma, solicitando en sn sombra el abrigo que les promete sn Grandeza.

Asunto es, que debe amparar Tnestra magnanimidad, porque es de virtudes y bazafias de las Casas de estos Reinos, en donde Vuestra Va- jesta es Primera, Reina y Protectora. En ellos quedaron heredadas las familias desde sn conquista, y en ellos se eonserran hasta hoy, unas abandonando su primer lustre, otras conserráudole y otras aumentándole.

En lo antiguo fué conocido su esplendor escribiendo sus ascendien- tes en las hojas de sus aceros, teñidos en sangre de los enemigos de estas Coronas, las proezas que les labraron fama; pero con los duros fragantes de los tiempos, como naie fiada á inciertos rumbos en el pro- celoso mar de las Inquietudes comunes, padeció temporales muy recios; y después de tantas tormentosas borrascas de la caprichosa fortuna, con la última y propicia tabla de su naufragio representada en el Dic- cionario Histórico, Genealógico y Heráldico de las familias ilustres de esta Monarquía, que he escrito con grandes pinceladas para afíYar en parte las muertas tintas de tan grande lienzo, tomando luz las sombras ron los claros de sus lineas, besa la blanda y apacible arena del agrada- ble puerto, Trono de.V. II.

A V. M. suplico se digne recibir, por seña de mi oficio y detorion, la pequenez de ofrenda, reyerente humildad de roto, que no deslustra la Majestad del Trono.

Dios guarde á V. H. y Real Familia para el bien de mi amada Patria.

SEÑORA: a £. 01. f. Je, V. J

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BXGIO. SR. CABALLERIZO MAYOR DE S. H.

láí lioMor ie hallinie ilirieMio á 8. 1. á It ériei ie T. LyCtMieira ei

■i esÜBicioM Ub profondo ree^Bocimieito, qae ansioiamente rendidOy

detetka «cuioMei en que BaBifesUr mi gratitad, ofreciéndole y dedicái-

dolé los mai obioqiiosoí reipetoi, como i quien mai so desTela y so

adelanta i todos por la exaltación de la lonarqnia y de la Patria, lero-

ciendo V. I. lu mayores eonianxu de los Regios Sokeruos de ella, en

el espado de tiempo, qne con nnlTorsal aceptación desempeia los encargos

de mayor magnitnd, y con singnlarídad do la li^estad Catdlica de la

Reina llnestra Señora ; á sns Reales Pies espero se ponga este Diccionario

por la interposición do f . I., á qnien Dios gnarde on sn mayor grandeu. IUdrídl3deMayodel85l.

§

DON PABLO Li-VERGIIB T DDRD.

Caballero de la íDcIila orden militar de San Juan de Jerusalen , Cronista Rey de Armas de número mas an- tiguo de S. H. C. la Señora Dona Isabel II (q. D. g.), Reina de las Españas, etc., etc.

Habiendo examinado el Diccionario Histórico Genealó' gico y Heráldico escrito por D. Luis Vilar y Pascual, Caballero de la ínclita orden Militar de San Juan de Jeru- salen, Diputado de la Academia Española de Arqueología, individuo de varios cuerpos científicos y literarios, Cro- nista Rey de Armas de número de la Reina Nuestra Señora (q. D. g.), nuestro compañero; y encontrado en él las mas singulares noticias de Historia y hechos memorables de las familias que honran y enaltecen dignamente á nuestra Patria, tan fecunda en hazañas nobles y generosos ejem- plos; cuyo Diccionario, digno d(» ser codiciado por toda persona ilustrada, á su autor un título mas de estima- ción pública, colocándole á la altura que su perseverancia y acierto en los ímprobos trabajos que en él ha ejecutado, ha sabido conquistarse tan merecidamente:

CERTIFICO: Que cuanto contiene la referida obra, se halla arreglado y conforme con los registros, minutas, historias, libros de Armería, árboles genealógicos, parti- das de bautismo, casamiento y óbito, testamentos, ejecuto- rias, fundaciones y otros documentos heráldicos impresos y manuscritos que existen en nuestro Real archivo y en el de la Biblioteca Nacional de esta Corte. Y para que conste firmo la presente en Madrid á 13 de Mayo de 4859.

^opto Jla-vetaii¿.

á

RETES DE ARMAS,

iSuccedieron los Reyes de Armas á los antiguos Faciales Romanos^ que eran los que publicaban las guerras y las paces en los ejécitos; rargo que tenían entre los Griegos los Caduceatores, y entre lo* Cartagineses los Clarines.

Julio César instituyó estas Dignidades que se daban á doce Ca- balleros antiguos que llevaban en las vestiduras las insignias del Príncipe, como boy se usa, y ningunas armas ofensivas, porque éstos no peleaban, pero si advertían y notaban los hechos valerosos de los soldados para que después se les diese el premio á los bene- méritos. Dióles nombre de Héroes.

Cario Magno perfeccionó estos cargos y del nombre Héroes les llamó Heraldos.

Introdujéronse en la mayor parte del los Reinos de Europa para que sirviesen de intérpretes de sus Soberanos y cumpliesen con las obligaciones que hoy tienen, y son las siguientes:

Escribir de todas las Familias nobles de las provincias del Reino, apuntando los matrimonios é hijos que cada uno tenga, haciendo de ello árboles genealógicos y entronques, para lo cual se les confirió la privativa Real facultad.

Hacer que cada cual traiga las Armas que le pertenezcan do derecho.

Estudiar la Armería, de manera que entiendan las causas por que se dieron á cada familia, y las puedan esplicar cuando se les pida declaración, certificación ó Real despacho; sentándolo todo en su libro de minutas.

Poner en memoria todos los hechos de Armas que en el Reino pasen y asimismo los mensajes, recados, viajes'y fiestas, especificando los actos de cada cosa como en verdad pasaren.

Asistir en las inauguraciones de los Reyes, actos de Cortes, en-

tradas solemnes de ciudades, y en los ejércitos cuando los Principes se hallan en ellos.

Acompañar en los actos públicos á aquellos á quienes los Reyes dan nuevos Títulos.

Asistir á la comida de los Soberanos y cuando van á fuera de la Corle ; y finalmente en los entierros y exequias de las Personas Reales.

Por todo lo cual juran servir bien y fielmente toda su vida d SS. MM., que en cualquier manera ó tiempo que sientan daño ó pro- vecho del Monarca, que á su Oficio toque y pertenezca lo revelarán y dirán á su propia Persona ó á quien por ella les fuese mandado; que en todos los actos harán verdaderas y fieles relaciones y testi- monio, sin quitar, acrecentar, ni menguar cosa alguna por prome- timiento, dádiva, ni respeto, lo mismo que á la honra, loor y fama de cualquier persona; y que si recibiesen algún bien ú honra de un Príncipe, R,ey ó Señor á quien por S. M. fueren enviados se lo manifestarán: y últimamente, que guardarán la justicia y derecho que en el regimiento de Armas de cada individuo toque y corres- ponda.

Estos Oficios los han concedido las Majestades casi siempre por oposición.

Derechos y obligaciones que han sido renovados por multitud de Decretos y ejecutotríados por Sentencias de la Audiencia de esta Corte, y jse dejan ver en los juramentos que prestan al tomar pose- sión del Oficio.

PROLOGO

AuifQUE la naturaleza do hizo distinción algana entre los mor- tales, y á todos los sujetó á las estrecheces del nacer, á las penalidades del tivír y á las amarguras del acabar, todavía les dejó camino, aunque estrecho, para que ellos mismos se labrasen la distinción entre sus semejantes. La inmortalidad, las altas ideas, las acciones heroicas, los universales benefí- eios hacia el Criador y hacia la criatura , que son los únicos medios con que las almas grandes y escelentes se han hecho distinguir de las débiles y comunes ; y como aquella separa- ción de las cosas vulgares y práctica de las sublimes labra es- timación en los iguales, reverencia en los Imperios y amor entre los hombres; este respeto, esta estimación y amor, que con las virtudes dejaron hereditarias en su posteridad , in- mortalizando su nombre, constituyó la nobleza, que es ú cuanto puede llegar la humana ambición y lo que en todos tiempos dispuso de los Supremos Imperios , elevadas digni- dades y grandes honores, con que entre los otros hombres resplandecían con las virtudes propias y hereditarias.

¿Quién ha sido mas humilde que Jesucristo? Sin embar- go, nos dio á entender quién era, comenzando su historia y genealogía por la Real Sangre de David , á quien se la traen los Evangelistas desde Adán hasta Abraham , y desde éste hasta nuestro Redentor por cuarenta y dos generaciones, co- mo se ve en diferentes lugares do la Sagrada Escritura. San Lucas, dice de San Juan Evangelista su descendencia, y

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trac la de San José desde la Casa Real de David. Eusebío Cesa- ríense trata de la Nobleza de Gregorio Nacianzeno y Basilio, y lo mismo refleren San Gerónimo, San Nicolás, San Am- brosio y San Vicente: pues si los Santos Evangelistas y Doc- tores de la Iglesia tratan por cosa acertada y conveniente las genealogías, y las tuvieron por materia tan importante; no solo es justo sino obligación forzosa que fodosindaguen las de sus familias, y que no sea España en esto menos que las de- mas naciones, que tienen condecoradas sus familias con ha- zañas insignes de sus valerosos Capitanes. Es cierto que dis- culpa á esta Monarquía las turbaciones y guerras sangrientas que ha tenido desde su primitiva población, dominada tantos siglos por Fenicios, Cartagineses, Romanos, Godos, Sarra- cenos y otros infinitos dueños y Soberanos estranjeros, usur- padores y naturales, hasta que empezó á respirar mas tran- quila con el dichoso enlace de los Señores Reyes Católicos D. Fernando y Doña Isabel, de gloriosa memoria, en quie- nes se unieron los Reinos de Aragón y Castilla y acabaron de conquistar en el año 1492 toda la Península , desalojando el poder Mahometano que la ocupó desde el 714, que la inun- daron á consecuencia de la cruel derrota del infeliz y úl- timo Rey Godo D. Rodrigo en la batalla de Guadalete, con- seguida por la traición del Conde D. Julián, que originó tantos daños é interminable esclavitud, que obligaron á sus individuos á tener por mas necesario el manejo de la espada que el de la pluma, siendo preciso sentir esta desidia lastimo- sa, que tan en olvido dejó sepultados, no solo los mas glorio- sos sucesos de esta Católica Corona, sino aun muchos de los héroes que los ejecutaron; de que dimana la variedad que envuelven en las mas envejecidas memorias de la Historia, do las genealogías en general y de los apellidos en particu- lar ; siendo un mar de inaccesibles dificultados la averiguación cierta del origen de los linajes, que por su mucha antigüedad se oculta á los genios mas linces para hacer relación seguida de sus legítimos descendientes, concordando la serie de las sucesiones y los enlaces con otras familias; pero ya de hoy en

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adelante no debe admitirse tal pretestoy conviene que la no- bleza de esta Nación se dilate por todo el Orbe en historias y genealogías.

GoDsta, que la nobleza , tomó nombre del verbo anoscen- dOf que es lo mismo que decir de notorio; así como de ignoto^ que quiere detir oscuro y no conocido linaje , le tomaron los que no la tienen; por lo que los Nobles se llaman de claro linaje, y los que no lo son, de oscuro. Virgilio Valero Máximo Plinio, en la epístola que escribió á Rufino y Lucano, los llamó elarissima proles; y Tácito , de claros Padres j y de este modo otros muchos escritores, que los han cognominado es- pléndidos, altos, sublimes, insignes, ínclitos é ilustres. Ti- raquello dice, que la Nobleza es dignidad escelente, y Bartulo discurre largamente si una y otra es una misma cosa , y con- cluye que no; pero que entre nosotros fué iovenlada á seme- janza de la que asiste á Dios, porque en su presencia es no- ble aquel á quien asiste y comunica su gracia; y entre nosotros, lo es á quien el Príncipe ó la I^y favorecen ó en- noblecen.

Los hombres valerosos por sus virtudes, riquezas, cien- da , industria , elocuencia , ó por hazañas hechas en la guer- ra ó en la administración de la república , ó por sus grandes dignidades, vinieron á conseguir una estimación ó ventaja sobre los otros, que admirados de sus virtudes los diferencia- ron délos demás, pareciéndoles casi divinos, y como tales los honraban levantándoles estatuas, y dándoles título y nom- bre de notusy que significa ser conocidos por buenos y vale- rosos.

La Nobleza es un resplandor ilustre y conocimiento claro, que por sus virtudes dieron de algunas cosas animadas ó inanimadas , con que de su naturaleza son mas estimadas: y aunque esta definición es genérica, comprende las cuatro partes principales en que se divide la Nobleza , que son:

1.^ La sobrenatural é teológica, que es la que tiene el hombre que está en gracia de Dios, y guarda sus preceptos divinos y eclesiásticos, de que tratan los Teólogos; como nos

tienc. Mayor número de Santos hay en la Iglesia de Dios de linaje noble que del plebeyo, porque la virtud de los ante- pasados, de donde procedieron, les llevó á conservarla y aumentarla con la propia, pero también el ánimo virtuoso y generoso se puede hallar no solo en los caballeros, sino en los plebeyos, y aun en los esclavos; como asevera Séneca, y se verifica en Décio Quinto, de quien dice Tito Livio, que era patrón de una armada, hombre de bajo linaje, mas, esclare- cido por sus esforzadas hazañas y gloria militar. Yintidio Baso, subió por sus virtudes y hazañas á Cónsul; fué natural del pueblo de Asculo, del cual triunfó el padre del gran Pompeyo y le trajo cautivo siendo muchacho, y después mancebo dejó de ser arriero por ir á la guerra con Julio César, y llegó á ser grande amigo de Marco Antonio: eligiéronle Tribuno del pue* blo; después fué Pretor, en cuyo tiempo le juzgaron por ene- migo, pero como la fortuna le guardaba, restituyó su dignidad y fué Pontífice y Cónsul, Valentiniano y Valente, Emperado- res, hijos de Graciano, soguero de la ciudad de Cimbales de Hungría, lo fueron porque este se aplicó á la Milicia, y su virtud le puso en estado do conseguir su elección. Justino, primer Emperador de Constantinopla subió de pastor. Publio Herbio Pertinaz, por ser bueno, llegó á esta misma dignidad, siendo de baja y oscura línea; pues su padre fué esclavo y él mercader, luego preceptor de gramática, abogado, soldado y Emperador. Tulio Máximo, de pastor pasó á soldado, de sol- dado á Emperador, año 237. Severo alcanzó esta dignidad de oficio en oficio. Décio, Emperador, fué de los mas ínfimos hom- bres de Dalmacia. Diocleciano también fué de humilde naci- miento. El gran Tamorlan, Rey de Persia, que murió en 1430, de soldado y antes pastor, vino ¿ ser el mayor Rey que hubo en su tiempo en el mundo. Omiche ú Oroix, cognominado Barbarroja, Rey de Argel, fué hijo de un ollero: Aradin su succesor, el Rey Abdelmon y Mahomat Aben Alhamar, primer Rey moro de Granada, fueron pastor, cavador y soldado. Otros muchos subieron á la grandeza del Imperio por virtud, y sus vicios los bajaron despeñados, como Miguel Calafates,

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Emperador de Constantinopla, Gesalarico, Rey de los Godos, AgatoeleSy hijo de un aceitero de Sicilia, que fué General afio 475 de la fundación de Roma y por tirano fué desterrado; el Emperador Commodo Antonino, hijo y nieto de Empera- dores buenos, fué malo y murió aborrecido; el Rey Egica, su bijo y sucesor Wiciza, y D. Rodrigo por sus desórdenes y vi- cios perdieron la vida, el Reino y á España; y D. Pelayo la empezó ¿ recuperar recobrando el Reino y la dignidad, sin embargo , todos ellos eran Godos y de sangre generosa. No atendiendo el noble á propias acciones honestas y entregán- dose á las torpes, echa borrones en las imágenes y memoria de sus antepalados con tanto mayor oprobio y mancilla, cuanto ellos fueron mas ilustres, por lo que dice Aldana, que pierden la noblesa; lo que corroboran Marco Aurelio al decir: el hom- bre con la virtud se hace mas que hombre, y con el vicio menos que hombre: Erasmo; ninguna cosa tanto ofende al bueno como el vicio: Fray Diego de Estela; el vicio pierde la honra: Manuel de Faria; nunca fué bajo de linaje quien eje-» cuto grandes obras, ni grande el que las tuvo viles: Tiraquello; degeneran los hombres con los vicios y se hacen menores, y la virtud levanta y adquiere nobleza: culpando Salustio, ca- ballero romano, á Cicerón de que no tenia nobleza, le res- pondió: yo por mis letras, valor y virtud he ennoblecido á mis pasados; pero con tus vicios has afrentado y oscurecido á los tuyos: y Marcial le dijo; el ingenio, el fausto y aparien-» eias y el linaje de donde te jactas, son de caballero,- mas lo demás que tienes, es de plebeyo: Mario, según afirma Salustio, se preciaba diciendo: mi nobleza es nueva; pero estimo mas h^ria engendrado, que corrompido habiéndola recibido de otro. A Sócrates le fué dicho que era hijo de un zapatero, y él muy agudamente contestó al baldón: mi linaje comienza en mí, pero el tuyo acaba en tí; y Séneca dijo: las personas en quienes la virtud falta, aunque se conozcan por los Escudos y hazañas de sus mayores, son mas notadas que nobles. Las ri- quezas hacen y realzan los linajes, porque, como dijeron: Alano; el dinero vence, el dinero reina y el dinero impera en

TOMO I. 2

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todas las cosas; PlatoB, las riquezas hallarán amigos y honores: Horacio 9 la hacienda como rica linaje y hermosura: San Gerónimo y Aristóteles, la nobleza del mundo no es otra cosa que inveteradas riquezas y virtud; Bartulo, la nobleza es una posesión antigua de dineros y hacienda, acompañada de buen regimiento y costumbres: Marco Aurelio, en los tiempos pasa-* dos no tenian por honrados sino á los mas virtuosos» ni por infames sino á los viciosos; pero después que entraron en el mundo estos pronombres, mió y tuyo, anejaron á las riquezas la honra y á la pobreza la infamia. Como los tiempos ysils injurias tengan jurisdicción en la nobleza, eosa como las de- más sujeta á los caprichos de la fortuna, y que tiene su prin- cipio, incremento, estado, decadencia, fin ó muerte, no que-» dando muchas veces memoria, reliquia ni vestigio de la qu6 fué mas celebrada, y en especial de la hidalguía y caballería antigua, en donde por haberse transferido los nobles de unos lugares á otros, y por razón de los incendios de archivos y poco cuidado de los cinco libros, se han perdido tantos privile^ gios feudales y de hidalguía, y con ello y la decadencia de bienes hasta la memoria de los primeros que la ganaron, ocul- tándose el privilegio entre las densas nieblas que soele echar el tiempo sobre los acontecimientos humanos, solo qnedó por una singular casualidad y fortuna á estas familias It posesión- inmemorial, en que siempre estuvieron de su hidalguía^ man- teniendo á sus padres', abuelos y antecesores el goce y fueros de su nobleza y el escudo de sus armas sobre las puertas prin- cipales de sus casas; lo cual es bastante, porque nuestros Reyes, con el prudente fin de que los descendientes no quedasen privados de la gloria que adquirieron sus mayores en servicio de la Patria, establecieron leyes, ordenando y mandando, sean declarados por hijos-dalgo los que, aunque no conserven el privilegio, probaren haber estado en posesión de tales, ellos, sus padres y abuelos por espacio de 20 años y de tanto tiempo acá, que memoria de hombres no sea en contrario; como lo confirma la ley 7/ y 8.*, título 11, libro II de la Recopilación; y asimismo conceden las leyes de nuestros Soberanos, qu^

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intentando solo el amparo de posesión baste á conseguirse con las mismas tres personas «acreditándola» y por los mismos 20 afios, como lo espresa bien patente dicba ley 8.^, bien que en tal caso debia quedar reservado el juicio de propiedad. Para la decisión de estas causas instituyeron antiguamente los Reyes de Castilla dos Jueces ó Alcaldes de hijos-dalgo, que fueron en su origen el Marqués de Poza y D. Luis Castillo de Albornoz, los cuales ponian sustitutos cuando no residian en la Corte; mas después se crearon en las Chancillerias y Audiencias las Salas de Hijos-dalgo, que conociesen de los de sangre y de los que pretenden probar su hidalguía por medio de la posesión y del Solar conocido y así á ellas tocaba y pertenecia el conoci- miento de semejantes causas en grado de apelación; asimismo de las mercedes ó privilegios de hidalguía , de cuyo valor, subsistencia y legitimidad decidian los Oidores; pero si la cuestión era de hecho puramente, por ejemplo : si el preten- diente debia gozar en ciertos casos, podian decidirlo los infe^ rieres, esto es, las justicias de los pueblos; en una palabra, si se trataba del privilegio tocaba á la Real Sala, si del privile- giado á la justicia del pueblo. Esto es lo conforme á la ley 1.^ y siguientes^ título 11. libro II de la nueva Real Recopila- ción.

Y 4.* La política y civil, que es una calidad concedi- da por el Príncipe, en virtud de la cual se aventaja á los bue- nos hombres plebeyos, aquel á quien se le concede; y ninguno, como dice la ley de Partida , se la puede tomar por su autori- dad, pues solo el Príncipe, que no reconoce superior en lo temporal , es quien la puede conceder.

Entre estas dos últimas clases de Nobles, los de privilegio nunca se han reputado con igualdad á los de sangre , pues á éstos se les ha dado siempre mayor realce por su antigüedad en practicar la virtud: llámanse de privilegio, aquellos que lo ex- hiben para acreditar su hidalguía ; y de sangre, los que la prueban por el Solar ó por los correspondientes actos de pose- sión , de donde la ley 22 , título 11 , libro II de la Novísima Recopilación) hizo esta distinción ; pero no por esto deja de

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suponerse que los ascendientes de los de sangre hayan obtenido privilegio, pues en su defecto jamás hubieran podido prescri- bir contra el Real Fisco, antes bien, todas las pruebas se redu- cen á inducir presunción de que lo consiguieron, suponiendo titulo la inmemorial , y creyéndose que realmente precedió alguna gracia de los Reyes, ó espresa ó tácita, por lo menos á favor de los progenitores del que ganó Ejecutoria. Esto lo con- firma el sabio Rey D. Alfonso, diciendo: «cuanto dende ade- víante mas de lueñe vienen los hombres de buen linaje, tanto »mas crecen en su honra é en su fídalguía.» Partida 2.% títu- lo 21. De forma, que los hombres de inmemorial y de sangre merecen ciertamente mucho aprecio y respeto; pues como dice aquel Rey: como quier que el linaje es noble cosa, la bondad pasa é vence; mas quien las ambas, éste puede ser dicho en verdad Ricohome ; ley 6.*, titulo 9.°, partida 2.* La ley 2»% titulo 21, partida 2.*, dice también : «é como quíer que estos que lo ganan por sabiduría ó por bondad, son por derecho Ha* mados Nobles é gentiles; mayormente lo son aquellos que lo han por linaje antiguamente ó fac^n buena vida.»

Sin embargo, de todas las opiniones antiguas, de que por Casas solariegas, por entonces, se entendieron los Palacios, que los Ricos-hombres tenian y sostenían en despoblados , á causa de haberse retirado cuando las guerras á las montañas, y otros que posteriormente afirman, que también se debe en- tender por casa solariega la de los Señores y Caballeros nobles, que después restituyeron sus casas ó Palacios á los pueblos, y las sustentan en el dia ; se entiende casa solariega aquella que los Hijos-dalgp han mantenido siempre con sus Armas á las puertas, en señal de la antigiíedad de su nobleza, y en esta clase de Nobles nunca falta la posesión , pues la sustentación de las Armas en sus puertas principales es la mayor notoriedad de no haber declinado de ella; y aunque los hijos de una mis- ma casa casen en otros pueblos, y uno solo lleve por herencia esta, y los demás solo un dote á proporción del caudal, no por ésto quebrantan la inmemorial de sus padres y abuelos, ni pierden el acto posesorioi ni el de propiedad, y no se debe en-

- 21 tender solicitan posesión porque acudan ante la justicia del pueblo adonde transfirieron su vecindad, y pidan con instru* montosy que en aquel pueblo se les incorpore y guarden las consideraciones de tales Caballeros Hijos-dalgo, pues por la notoriedad consta la hidalguía ; por consecuencia , es un am- paro que se solicita de ella, no necesitándose mas acto que este reconocimiento y fijar sus armas. Así que, cuando se de- tentaba ya de la posesión jurídica de alguñ infanzouy por no- toriedad pública y la inmemorial , se admitia querella á éste contra el atentador, y siempre las Audiencias mandaban á costa del culpado reponer y restituir en la posesión al infanzón, y emplazaban al juicio de propiedad.

En todas las naciones cultas y políticas del mundo es cos- tumbre muy antigua escribir las genealogías de los varones insignes, que por sus elevados méritos merecieron llegar á la regia dignidad; y no hay familia opulenta, que para conservar sus derechos y propiedades, no tenga bien aclarada y probada sn generación. Registremos las historias y hallaremos , que entre los Chinos hay 22 familias que han obtenido el Imperio, cuyas genealogías conservan muy aclaradas, desde Fo-hi, fun- dador de él, que comenzó 2952 años antes de Jesucristo. Los asiáticos, africanos y europeos, han cuidado en todos tiempos de escribir las de los Emperadores , Reyes , grandes Sefiores, parientes de ellos y de todos los memorables sugetos que se han distinguido del pueblo, y han gobernado las repúblicas y los Reinos. En la América hallaron la misma costumbre los descubridores españoles en todos aquellos pueblos mas cultos que dominaban á los demás, particularmente los Peruanos, cuyos Incas ó Emperadores cuidaron mucho de sus genealo- gías desde Maneo-Capach, que fundó la ciudad del Cuzco en ii25: y nótese, que aquellas familias se han mantenido opu- lentas por muchos siglos, porque han tenido mas bien justifi* cadas sus genealogías; y por el contrario , se ven desposeídos de sus propiedades y ricas pertenencias, aquellos ignorantes de este precioso estudio, que lo juzgan por fanático y ridículo, sin que siquiera sepan distinguir las genealogías y hechos ve-

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lidíeos de los fabulosos. Obsérvase que todas las genealogías que se hallan escritas, son de las familias roas ilustres; que en ellas se nota un particular esmero en la averiguación de sus mas remotos orígenes, y en preconizarlos hechos memorables de sus causantes; las dignidades y riquezas que por ellos ad- quirieron, y cuanto puede resultar en honor y gloría del suc- oesor. Pero por mas que maldigan los hombres abatidos y de bajos principios, que semejantes papeles se oponen á la sólida virtud, ¿ las rectas máximas del cristianismo, y ¿ las ¡deas de libertad, serán confundidos de su error, si leen que el libro mas antiguo de que hay noticia, y prímero que escribió Moi- sés en caracteres alfabóticos, fué el Génesis, donde se relacio- nan las escelencias y dignidades con que Dios adornó al pri- mer hombre , haciéndole á su imagen y semejanza , duefio y señor de la tierra y heredero de su Reino; la creación del uni- verso, la genealogía de los Patriarcas , el Diluvio , un catálogo de los descendientes de Noé hasta Abraham , la vida de este Patriarca, de Isaac su hijo, de Jacob su nieto, y de Josef su biznieto ; y la historia de todos los descendientes de Jacob, hasta la muerte de Josef, que componen 2390 años. Este mis- mo libro fué el que Esdras tradujo en letras hebreas^ y colocó el prímero en la Sagrada Biblia, que se ha venerado y gobier- na la Iglesia Católica, y de los^mismo libros Sagrados y Santos Evangelistas, resultan bien probadas las sucesiones de todos los antiguos Patriarcas , Profetas y hombres memorables por sus virtudes, hazañas, riquezas y dignidades que disfrutaron, y principalmente hallarán el mejor modelo en el libro de la generación de Jesucristo , en el cual unánimes los sagrados Cronistas buscaron el mayor honor del mundo para tan divi- na progenie diciendo: «Líber generationis Jesucrísti filü Da- vid:» esto es, descendiente del segundo Rey que gobernó el pueblo escogido de Dios; y después á fin de darle la mayor an- tigüedad, la principian desde Abraham, porque éste fué el Pa- dre de los creyentes, á quien prometió el Señor, que su suc- oesion seria la dichosa, pues habia de proceder de ella el Me- sías» y que sería su generación mas dilatada que las estrellas

del CMo «Q premio de su grande fé» según todo se veriDcó en el pueblo que ret»ultó de los Israelitas, hebreos ó judíos; y «n- ire estos fueron las genealogías muy exactas y sagradas para no meiclar unas tribus ó familias con otras; siendo eseIuido$ de los de Leví, que era la de los Sacerdotes, aquellas que de&r pues de la cautividad que padecieron en Babilonia no pudie*- rea probar sus entronques; por estas razones los cristianos acoiv daron en el Santo Concilio, de Trente que hubiese en las paiw roquias los cinco libros, donde se sientan las genealogías de loft bautizados, confirmados, casados y muertos; y no se ad* 0Üte á Ordenes Sacras al que por lo menos no prueba su Um-^ píexa de sangre.

Hijos-dalgo es el fundamento de toda nobleta , es como el esmalte en el oro, que no le mas valor, sino mas adorno y hermosura; y es tan escelente este nombre, que en él com- prenden las leyes á los Duques, Marqueses, €ondes , Vizcon^ des. Barones y Grandes del Reino; y así en los interrogatorios de probanzas de la orden Militar de Santiago se hace la cuarta pregunta de, si sus padres y abuelos paternos y matemos son tenidos por Hijos-dalgo, según costumbre y fuero de Espaüa; y no pide mas circunstancias, que no ejercer oficios viles ni reprobados, ni haber sido castigados con nota de infamia ó ser ilegitimes; y la orden de Alcántara, en la quinta pregun- ta, espresa lo mismo como la de Calatrava y otras. Todas las dignidades de la Nobleza de España , desde el Rey abajo, se fundan en la hidalguía ; pues en ella está mas en su centro la virtud de que se deriva la nobleza. Los Clérigos y Religiosos por su estado, son nobles: las mujeres del estado pechero, que casan con hidalgos la adquieren, y por el contrario, la hijo- dalgo que casa con villano, durante el matrimonio la pierde.

Esta superioridad de algunos aventajados á los demás, pa* ra demostración de mayoría , introdujo un antenombre, que los significase, siendo el Don en España; que significa Señor, desde el tiempo de los Romanos; Monseñor en Italia, Mosen en Cataluña, Mizer en Valencia y Monsieur en Francia; po- niendo eatas distinciones, pronombre, nombre, cognombre,

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agnombre ó renombre; ei primero es el Don y sus equivalen^ tes; el segundo ef nombre propio; ei tercero el apellido^ que para mayor distinción se introdujo , siendo el mas usado en los primeros tiempos el patronímico, derivado del nombre propio que tuvo el padre, de donde vienen Peres de Pedro, Alvares de Alvaro , González de Gonzalo , Fernandez de Per* nando, Martínez de Martín, etc.; el cuarto es el alcufia, ad* quírido de acciones ó sefiales naturales, ó hazafias, ó quedé el pueblo ; como el de Cerda, porque nació con una el origi* nario; Cabezón porque tuvo gran cabeza; Acuña, por las ha* zafias de las Cufias en la conquista de Lisboa; Córdova, por ser ganadores de ella, etc.: otros apellidos se adquirieron por la naturaleza ó Sefiorio de lugar.

La Regia Magostad no es una quimera fundada sobra la estupidez humana en provecho de algunos seres privilegiados* Aunque no sea mas que por respeto así propios, todos los homr bres sensatos tienen la conciencia de esa veneración que exi^ gen las Dignidades instituidas en las diversas sociedades de que hacen parte; el mismo Dios parece haber querido rodear estas distinciones terrestres con una aureola sagrada, cuan-^ do á través de los siglos nos muestra constantemente, que los pueblos, á los cuales ha concedido la mas larga duración de orden y de poder, son los que han proclamado la estimación y el respeto para con la grande ó indispensable gerarquía sociaíi» cuyo primer grado debe presentarse continuamente á los ojos de la multitud rodeado de brillantez y majestad, ya sea Reyt Emperador ó Patricio quien en él se halle elevado. Esta es la causa porque á cualquiera clase que uno pertenezca, no pue* de penetrar en el Palacio de los Reyes sin esperimentar una emoción involuntaria , que aun el mas fanático partidario de la igualdad, es tan impotente á reprimir, como loes el incré- dulo ó impío cuando al traspasar el umbral de la antigua Gasa del Señor levanta los ojos, los pasea por la vasta profundidad de los Santos lugares, y luego los baja á la tierra aturdido de la pequenez de su ser bajo el arco aéreo de la nave gótica.

Las Dignidades son de dos clases: de naturaleza, que es mas

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Bobie, cuanto mas se aproiima á la Sangre Real; y de adqui- sieioD por méritos personales. Gradúense las Dignidades por al orden siguiente:

Emperadores y Reyes: según la ley, son los mas nobles hombres en honra y poder. El título de Emfierador es menos antiguo que el de Rey , el cual se introdujo por los Romanos para Capitán general de los ejércitos, y después se apropió la superioridad del gobierno político , señoreando lo uno y otro y se hizo Estado Soberano , el primero de lo temporal; signi- ficando guardador, así como el de Rey es la primera dignidad del Reino, de que tomó nombre su estado, concediéndole las repúblicas esta jurisdicción y autoridad. i

Principe, que quiere decir primero ó principal, fué el pri- mero en Castilla , con sefialamiento del Estado de Asturias, continuado en los sucesores el Rey D. Juan I de Castilla por capitulación de su casamiento en vida de su padre D. Enrique; y en Portugal el Rey D. Alonso, hijo de D. Duarte, á imitación de lo que se usaba en Inglaterra con el primogénito y usaron jos Reinos de Aragón y Navarra. Vulgarmente se suele llamar en común. Príncipes á los Reyes y otros señores, aunque tam- bién hay títulos con este nombre, como el de Príncipe de Es- quilache, de Melito, de Astillano y otros que se usan mucho en Italia.

Infantes sen los demás hijos de los Reyes; siendo solo nom- bre sin Estado.

La clase de los Grandes ó magnates es la de los Condes y Ricos-hombres antiguos, que fueron los primeros Títulos y Dignidades instituidas por los Reyes , pues la de Duques y Marqueses lo fué por el Rey D. Enrique II, como cons- ta por la ley de D. Alonso el Sabio, en que ordena se con- firmen las donaciones y privilegios Reales, llamados Ro- dados, por los Prelados, Condes y Ricos-hombres, Alférez y Mayordomo mayor. Entre los honores de esta dignidad de la Grandeza ó Rica-hombría, es uno el de cubrirse en presencia de los Reyes. En tiempo deD. Felipe I de España vinieron acompañándole algunos títulos de Flandes y de Alemania, en

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donde nadie se cuhria delante de las personas Reales, y sen- tidos de esta desigualdad, los de España por hacer lisonja á su Rey se descubrieron, y muerto éste volvieron á su costumbre en presencia de U Reina dod9 Juana, basta que en 15S0, en la eoronacioii del Emperador Garlos V en Aquisgran , volvió ¿ haber el mismo sentimiento por parte de; los Títulos estran* jeros, y el Emperador pidió á Jos espadóles que dejasen de cubrirse: acabada la Dieta mandó cubrir, á algunos que por tener casas y estados aventajados y ser á la vez cabezas de los Knajes y familias mas ilustres, les honró tratándoles con tíMilo de Primo y á otros de Pariente ; lo cual se ha conservado en práctica de los Reyes D. Felipe 11, III y IV: después de las Personas Reales es la mayor dignidad : confirmaban los prí vUegiosy mercedes que tos Reyes daban, firmando ellos y loe Prelados alrededor del sello Real, por lo que los que llevaban esta solemnidad se llamaban Rodados. Estos Ricos-hombres, llamados boy Grandes del Reino, se les debe dar precisamente* Seftona, y por cortesia Escetencia , según la ley.

Duque , se deriva de Dnco , ducis por guiar, ó de Dux, que significa Capitán, ya sea general ú ordinario: esto es, Caudillos que conducen huestes. Era el Capitán general que, en ausencia del Rey , gobernaba el ejército , y préseme éste llevaba el Estandarte Real, como á su Alférez: ahora es Estado y. Señorío con succesiop; la primera dignidad de los títulos y no oficio, porque cuando lo era se introdujo por los Ropaa- Bos, y según Mariana, habían de ser Capitanes generales en alguna ciudad ó comarca, y batiai^ moneda para el sueldo de sus gentes, de lo que procedió llamarse en España el escudo ducado. Dio este título el Rey de Aragón á su hijo menor e! Infante D. Femando en 14 de marzo de 1390.

En Alemania hay Archiduques, que es mas que Duque, por lo que llaman al primogénito Archiduque y á los segun- dos. Duques; pues la palabra Archos significa Príncipe.

Conde, se tomó de Comes ó compañero, por la compañía que haeian al Rey en el gobierno ó guerra : antiguamente se usaba dar este título á los Gobernadores principales de pro-

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vineia, siendo el primero que lo verificó, el Emperador Róma- Bo Antonino Vero el Filósofo ^ en el año 139 , y el Emperador Dioeleeiano los iatrodujo en España en el de 330. Hoy es dig- nidad de título y no oficio, y se concede por despacho del Rey» siendo sus Estados y nombre hereditarios. En tiempo de los primeros Reyes de España, después de su restauración de los Moros, usaron sus hijos y nietos de los títulos de Infantes y Condes para denotar la cercanía á la Persona Real. Los Go- dos tuvieron Condes palatinos, que eran los que tenían los Oficios de Palacio, y hoy se conservan en el estranjero.

Vixoonde, es grado menor que Conde, aunque equiparado con fuerza ó veces de Conde, por lo que dice la ley, que qaie- redecir tanto como Oficial, que tiene lugar de Conde, gober- nando su Estado y administrando justicia, y eran los primogé- nitos de los Condes como mayorazgos, que esperaban las veces paternas, quetenian en sus ausencias:, consignándoles porción en el Estado de sus padres, para que gozasen de ella hasta que heredasen, á semejanza de los Romanos, que, el que liabia de ser Emperador, era César en vida de su padre; hasta el pre- sente se ha tenido por título necesario para ascender á Conde ó Marqués.

Condestable, significa compañero permanente; era Capitán general y justicia mayor de Ejército, Título y Grande en Casti- lla donde se introdujo á imitación de Francia en 1382 fior merced del Rey D. Juan I. de Castilla, á favor de D. Alonso de Aragón, Conde de Denia y Marqués de Villena; el cual suc- cedió en lugar del antiguo oficio de Alférez del Rey.

Almirante, es también Titular y Grande y era en la mar el mismo oficio que Condestable en tierra, como dice la ley.

Adelantado, era Título y Grande, oficio de jurisdicción, ca- beza de Gobierno y Capitán general, yj significa hombre ante- puesto ó preferido, según la ley.

Marqués se denomina de Marchia ó Marca, que es límite 6 provincia junto al mar ó á reinos estraños; y se daba su Go- bierno político y militar con este nombre, equivalente á Capi- tán de Frontera.

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Garlo-Magno, el afio 778 en la Dieta de Gerbna, viéndose ya dueño desde esta Ciudad á Narbona, á fin de dar asiento y gobierno á lo conquistado, dividió la Gatalulla en nueve partos que apellidó Condados, estableciendo en cada Condado y bajo su sujeción un Vizcondado, una nobleza y una Yalvesoría. De modo que en Cataluña habia de primitiva creación constitu- yendo parte de la mas gloriosa nobleza titular, nueve Condes, nueve Vizcondes, nueve Nobles y nueve Valvesores. Todos es^ tos títulos, lo mismo que los de Carlanes ó Catanes y otros que en aquellos tiempos espresaban los distintos grados superiores de la Milicia, son conocidos hoy con el nombre de Barones, que se interpreta por hombre fuerte y valeroso, que lo ha mos- trado en guerras, en cuya acepción ya en los tiempos de su creación venian comprendidos, al par que hoy con la palabra Jefes se espresan las distintas graduaciones de Brigadieres, Coroneles, Comandantes etc., de modo que ya entonces se ITa« maba indistintamente ó Vizconde ó Barón ó Noble ó Valvesor ó Carian al que poseía alguno de aquellos títulos, equivalen- tes al delnfanzonen Castilla, que es el de los Caballeros Hijo^ dalgo, Señores de vasallos ó de Casas fuertes, que eran como caudillos y cabezas de compañías de Infantes, que ahora se entiende por el pariente mayor del linaje noble, y su casa so- lariega se llama infanzonada. Los Carlanes ó Catanes erairi Ca- pitanes y los Valvesores ó Valvasores eran t^orteros del Palacio Real por derecho.

Potestad, era, en lo antiguo justicia Mayor y ejercían po- derío en grandes Castillos, y eran escogidos para Regidores de las Villas.

Vicarios, llamaban á aquellos oficiales, que fincaban por Adelantados en lugar de los Emperadores, Reyes ó Grandes Señores en las Provincias ó Condados.

Merinos, es lo mismo que después Adelantados, ahora Go- bernadores, por lo que se daba á los Ricos-hombres, y tenian gobierno, y confirmaban privilegios , como los Alféreces de Rey y los Mayordomos, que eran personas de cuenta, que te- nian los Reyes para recoger las rentas en cada Provincia.

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Mariscal, es también título y oficio de Maese de Campo; se introdujo por el Rey D.Juan el I. de Castilla en 1383, y le dio á D. Femando Alvarez de Toledo y á D. Pedro Ruiz Sar- miento; á ellos pertenecía señalar y repartirlas estancias de la gente del ejército según costumbre de España; oficio que entre los Romanos se llamaba Tribuno de soldados. Este nombre viene de Marscalco, que en alemán significa, hombre amaes- trado en cuidar caballos, y de Scale viene la de Senescal, que significa hombre que gobierna bien la familia. Alférez ma- yor. Condestable y ahora Capitán general, aunque no es títu- lo ni Grande, tiene Escelencia, como el Maestre de Campo, el Brigadier y el Coronel Señoría.

Hijos-dalgo notorios de Casa y Solar conocido, son los que tienen su nobleza por posesión, antigüedad y origen cierto de linaje, derivado de padres á hijos, conservando la antigua memoria en herencia transferida de la virtud y valor de sua mayores, lo cual se halla introducido desde el principio del mundo por el derecho de las gentes; han tenido libertad y franqueza hasta el presente reinado desde el tiempo del Rey Don Sancho de Leen, llamado el Gordo, año 9K5. Dícese de Gasa y Solar conocido, por la certidumbre del origen su no- bleza, manifestada en la memoria ó tradición inmemorial de la raix ó cimiento del linaje de donde proc/cde, que por mas conocido tuvo solar y casa señalada en que habitaron susmas antiguos; y la palabra notorios^ denota ser cosa recibida de todos por tradición sin contrariedad, ó por juicio de Juez competente: se dice también de devengar 500 sueldos á fuero de España, parque el Rey D. Ramiro, cuando ganó á los Mo- ros la insigne batalla de Clavijo, hizo esta merced á los hijos- dalgo, que le ayudaron á defender el Pecho y tributo de las doncellas y SOO sueldos de oro porcada una anualmente (lla- mado el pecho del Burdel)« De esto procedió el fuero, que el que matase á hijo-dalgo pagase 500 sueldos por el homicidio, lo mismo que el que le hiriese ó deshonrase, ley 65 y 131. Apellidanse co^ otros nombi*es como el de Infanzones, Gen- tiles-hombres y Escuderos, que es un mismo significado sin

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alterar su eseocia, porque Noble absolumente lo es aquel á quien el Rey ennobleció y sus descendientes.

En la restauraciou de España, los Españoles, que se habían recogido á las montañas de Vizcaya, Burgos, Asturias, Galicia Navarra, Cataluña, Aragón y montes Pirineos, adonde con la aspereza de la tierra, y con algunos fuertes que se edificaron, se defendieron valerosamente de los Árabes, y visto que había muerto el Rey D. Rodrigo, alzaron por su Rey y Señor natu- ral al Infante D. Pelayo para que los acaudillase, año 714; en los Pirineos á D. García Giménez y en Cataluña en la Cueva de Pavón á D. Garcia Ifiíguez, Caballeros principales de los Go- dos; cada uno, por su parte, comenzóla restauración, hacien- do Casas fuertes, adonde se recogían, y de donde podian hacer daño á sus enemigos; las cuales son los verdaderos y antiguos solares de la Nobleza de España, y á los caudillos de ellas los llamaron Infanzones, y éstos y sus descendientes eran los No* bles. Desde ellas ganaban tierras y despojos, con que se hicie*- ron ricos y poderosos, pero se hacían de estimar, tanto el pri* mogénito, que heredaba el cargo y casa, como los segundos y demás descendientes; aunque fueren pobres se llamaban Iii* fanzones; igual que sucedió en tiempo del Conde Fernán Gon- zález, y que tienen en Vizcaya, Aragón y Cataluña; pero siendo pobres les llamaban Escuderos, porque servían á los Rico»- hombres llevándoles las armas y el Escudo; y lo mismo es Gentil-hombre porque así se nombran en la Casa Real y en las de los Señores los criados de estimación. No solo se tienen por casas solariegas aquellas primitivas, sino las fundadas después en otras partes por haberse trasplantado en ellas ramas de aque- llas, ó dádoles origen hechos famosos, ó serlo sus fundado- res ú otras causas. En Navarra se intitulan Palacios, en Ara-* gon casales y en otras partes otros nombres.

En la procreación consiste permanecer la naturaleza bu- mana, que es uno de los dos preceptos del Santo Sacramento del matrimonio, instituido por Dios en nuestros primeros pa- dres Adán y Eva, dicióndoles, creced, multiplicad y llenad la tierra: del matrimonio sale el linaje, porque él es la unión del

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hombre y la mujer, hecha con la intención de vivir «iempre en uno.

Los espafioles antiguos, desde el tiempo de Túbal, tenían por costumbre y solemnidad pedir á Dios fecundidez en los matrimonios, según Noé lo habia enseñado á sus hijos. Los Cartagineses usaban invocar el favor divino, y hacian sacri-í- ficios á su Diosa Venus, á la cual invocaban, enlazando los recien casados con una toca larga, como lo usamos en las velaciones, al varón por los hombros, porque se le pone en ellos la carga del matrimonio, y á la mujer sobre la cabeza^ denotando la superioridad del marido, que es suya, y que á su sombra ha de guardar su honra. Los antiguos Romanos hacian tocar con la mano agua y fuego á los desposados, por-* que el agua limpia, y el fuego afina, y á la novia la entrega-* ban una rueca, dando á entender debia ejercitarse en las faenas domésticas, y por estimación de su honestidad se in* trodujeron las arras y la esponsalia largitas, como por dote que el marido á la mujer, y el que ella lleva es para su8<> tentar las cargas del matrimonio. Los Hetruscos no daban ni recibían dote, solo enviaban un anillo de hierro á la novia ofi seftal de parsimonia. Por Decreto antiguo no se podian casar las viudas en el primer año de su viudez, y tenian penas por ello, hasta que lo reformaron las leyes 3.* y 4.' título 1.^ libro V de la Recopilación. Lamech fué el primero«que se casó dos veces; y el primer divorcio por repudio fué el de Carvilio Ruga, que dejó á su mujer por estéril, y lo admitió el Senado Romano año 3729 de la creación. En el de 225 áé Cristo, prohibió el Pontífice Calixto los matrimonios entre parientes.

Los Babilonios juntaban á las doncellas en lugar público y dia señalado , y las graduaban por su hermosura , y el que mas precio daba se llevaba la mas hermosa para mujer. Igual hacían los antiguos Venecianos , aunque estos por la que era de mediano parecer ni daban ni recibían. En Francia habia costumbre de dar el padre un convite á muchos mancebos para que escojiesen entre sus hijas, y era aceptado aquel, á quien

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primero daba aguamanos la doneella. El mal casamiento nan« ca se acaba de llorar , y jamás será bien casado el que despre- cia á su suegro; y e) refrán castellano dice, caáar y encompa- drar ha de ser con igual. El que casa y toma parientes mas honrados que él, señores toma á quien servir, según Lucio Floro. El pobre que se casa con mujer rica, no recibe mujer sino señora , según Eurípides. Dice la ley: «aquella con quien casases tenga en cuatro cosas; primera, que venga de buen Unaje; segunda, que sea hermosa; tercera, que sea de bue- nas costumbres; y cuarta, que sea rica, porque cuanto de me- jor linajo fuere, tanto será él mas honrado, y por lo mismo loe hijos que de ella hubiese: cuanto mas hermosa, mas la ama- rá, y mejor parecerán entre los otros hombres; cuanto de me- jores costumbres sea, tanto mayores placeres recibirá de ella, y mejor guardará su honra y la de su marido; y cuanto mas rica, mayor comodidad y mas llevaderas las cargas del matri- monio« «Platón dijo: solo la hermosura es digna de aer amada. EUodoro; la hermosura es un don de naturaleza, que tiene gran fuerza de atraer á los coraiones y benevolencias de los que. la miran. Aristóteles; que conmueve mas que elocuentes escritos. Séneca, que es una honra muda. Lucio Floro ; el que se casa con mujer de buen parecer, toma cuidado, y el que con fea lleva tormento. Bion; si el hombre casare con fea, tendrá perpetro dolor, y si con hermosa será insufrible y común. Mar- co Aurelio; á gran trabajo se ofrece el que con mujer hermosa 86 casa, pues la ha de sufrir su soberbia, gastos y locura. Armi-» aio; gran filósofoi no quiso casar en su mocedad, y pregun- tado por qué , contestó , porque si es fea , téngola de aborre- cer; si rica, de sufrir; si pobre, de mantener; si hermosa, de guardar; y cuando era viejo y ciego, del demasiado estudio, casó por regalo, y tuvo una bija de quien descendieron los Amilcares Gartegineses, competidores de los Scipiones Ro- manos. El jurisconsulto Estoveo sienta, que la mujer se dice de amolicie, que es blandura del entendimiento, y por ello siempre testimonio vario y mudable; que es un mal perpetuo y aecesario en el mundo. Mimo Públio, que es para casa sa-

lud y ilafto. Tubenal, so hay cosa mas iosufríble ni intolera- tile que la mujer rica; y que la primera pregunta de los ca- samientos es lo hacienda , y la postrera las costumbres. Plau- to; que iolamenlB sujeta al marido la que siu dote se recibo, Earípides; que la desposado sin dote nunca tiene libertad de hablar. Tito Livio: si á la mujer haces igual, mayor la haces. Aristóteles: generalmente la mujer tiene mas 'piedad que el hombre, pero mayor envidia, mas malicia, y ongafia con mas facilidad. Mas todo elio no debe agraviar á las que no les toca, cuya estimación y loa sobrepuja i todo, porque Gaya Celia y Ta- tosio fueron enltoma dechado de buenos casados en tiempo dol fteyTarquinoPrisco,quedandoporejemplo éntrelos Romanos, ignal que TaSaquil y Servia Tulio'; y basta para su alabaaia la ocasión qne dieron las Romanas pera que se las concediese el poder ir en catTosas y que fueses loadas en su muerte co- mo los varones. La majer es parte yTacton entera del hom- bre, segnn Virgilio. San Crisóstomo: la mujer fuá formada solo para el servicio y regalo del hombre después de la gene- ración. Si el mundo estuviese sin mujer, fuera árbol sin boja, prado sId yerba, fuente sin agua, y ciudad sin gente. Eun'pK dej: en las deegraoias de fortuna y enfermedades, es ja mujer para su mando uña cosa suavísima. Penélopa fué tan recogi- da; qUe guardó lealtad á esposo Ulises, sin saber en mas de veinte aios si tn'' la guerra era muefl» ó vivo, y pedida de mnchos ea casamiento ha entretuvo hasta la llegada de su ma* rido. la valerosa Pastbea^ viendo al suyo atravesado de una lanzo y muerte «ft la guerra, se lavó- ton la sangre de la he- rida, y se diú' tturáteoott bl propia lajiia. Porcia Romana, bija de Horco Porcib, tuvo iiatioia de la. muerte de su marido Bruto en la gnfem de.FarsaIÍB, y habiéndole quitbdo todo gé- nero de amas (Jará que no pudiese suieidarte por su dolor, muirá comiendo ascuas de fuego. La valerosa mujer Tébana, viando'qae Abitaialech se bahin apoderado de la Ciudad, es- peró llegase á quemar la puerta de la torre donde estaban re- cojidos, y tirando una teja le hirió la cabeza , de que murió y puso al ejéroitoea buida, d^ndo Ubre la Ciudad. Teniendo

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ios Laoemones presos muchos nobles de los Minos, y senten- dados á muerte, sus mujeres con ruegos, lágrimas y dones consiguieron de las guardas poderlos visitar, y trocando los vestidos los libraron , quedándose ellas en la prisión, y por tan singular fineza las perdonaron con sus maridos, honrándolas con grandes privilegios. Igual acción hizo Doña Sancha, mu* jerdel Conde Fernán González, Señor de Castilla, hermana del Rey D. García de Navarra. Muchas han adelantado á los varones, pues Pánphila, bija deLatheo, en la Isla de Theo, inventó el tejer, la Reina Céresel arar, sembrar, trillar, mo- le^ el trigo y amasarle. Semíramis, Reina de Babilonia, cuya ciudad cercó de ladrillo, inventó las medias para los hom- bres, é hizo grandiosos edificios. La valerosa Pantasilea in- ventó la acha de armas y usó de ella en las guerras. Phenisa inventó la ballesta y las xaras. La fama de Roma y Grecia se poso en competencia , nombrando doce mujeres Romanas y otras doce Griegas, las mas sabias; y puestas en discusión, las Griegas, por su elocuencia quedaron por mas sabias, pruden- tes y hermosas. Cornificia hablaba en verso como el mas des- pierto y locuaz en prosa. La Griega Areta leyó muchos años filosofía, haciéndose lugar entre los mas principales filósofos. Delvora fué doctísima y valerosa en armas. Istrinia, Reina de los Scitas , enseñó á su hijo Silen las letras griegas y latinas y otras ciencias. Temistoclea, hermana de Pitágoras, escribió muchas sentencias, y tuvo grandes opiniones, de que se apro- vechaba su hermano en lecciones públicas. Manto, que dio nombre á la Ciudad de Mantua, fué gran baticinadora y es- darecida en letras. Hipocralia, discipula de Mirtido, escribió cinco libros de epigramas, y venció en público certamen cinco veces á Píndaro, príncipe de los Úricos. Pola Argentina, mu- jer de Lucano , le ayndó en la enmienda de los tres libros de laFarsalia, y con elegancia acababa muchos versos, que su marido comenzaba sin acertar á concluirlos. Diotinia y Aspa- sía fueron tan escelentes en filosofía , que Sócrates se llamaba su discípulo. Eudoxa, mujer de Teodoro Júnior, á mas de ser hermosa y honestísima en estremo , fué tan señalada en letras,

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que dejó escrito un libro de admirables consejos y singulares doctrinas. Théono, natural de Mesopotania ó Creta, de profe- sión pitagórea, mujer de Brutino Grotomata, trató de la vir- tudy y escribió sobre la filosofía versos y apogtemas en mucha suma. Zenobia, Reina de los Palmirenos, escribió un Epito- me de la historia oriental y Alejandrina, y fué maestra de sus hijos los Principes Hereniano y Thimolao, y armada á caballo animaba ¿ sus soldados , orando elegantísimamente ; gobernó el Imperio en la Siria, muerto su marido Odenato, y venció y «prisionó á Sapor, Rey de Persia. Aspasia , mujer de Milesia, leyó públicamente filosofía y retórica, y fué graduada de maes- tra, y después casó con el famoso^Perícles. Abigail tuvo tantas letras y discreción, que supo aplacar laira del Rey David con- tra Naval, su marido, y viuda casó con el Rey. Delvora fuédoc- t/sima y valerosa en armas, y rigió mucho tiempo el pueblo de Dios, consiguiendo grandes y famosas victorias: según la Sagrada Escritura ó historias, dejando de relatar otras infinitas. También hay casamiento clandestino, que es el que se ha- ce sin la solemnidad dispuesta por la Santa Madre Iglesia , y es de tres maneras: 1.^. cuando lo hacen encubiertamente sin testigos de ello, por cuya razón no se puede probar: 2.*, cuan- do lo hacen ante alguno , mas no piden la novia al padre ó madre ó parientes , que la tienen en guarda, ni les dan sus arras ante ellos, ni hacen las honras que manda la Iglesia; y 3.^, cuando no lo hacen saber en la Parroquia á que perte- necen, que es con amonestaciones y concurrencia de Cura; y la ley 3.*, título 3.^, partida 4.*, pone por pena, que no sean sus hijos tenidos por legítimos.

Los hijos legítimos tienen mas estimación , porque son ciertos y mas conocidos que otros que nacen de mujeres, que no se pueden guardar , y hasta por naturaleza deben ser mas ricos y mas esforzados, porque no caen en vergüenza , y porque los parientes y los demás los honran y los adelantan mas; y según la ley 2.^, título 13, partida 4.*, pueden recibir dignidades , Ordenes Sagradas y demás honras seglares ; he- redan á sus padres, abuelos y otros parientes , lo que no pue-

--se- den hacer los que no son legítimos. Los hijos que fueren na- cidos de alguna mujer casada, durante el matrimonio de ella y su marido, son tenidos por legítimos. Las hijos que nacieren de alguna mujer casada con hombre que tuviesen otra mujer, son legítimos si ella no lo sabia, asimismo son legítimos los legitimados por el Rey, pero aunque éstos suceden á los pa- rientes en las honras, no suceden á sus padres ni madres, ni otros ascendientes ex-testamento, ni abintestato^ teniendo ios tales hijos ó nietos legítimos ó legitimados por subsecuente matrimonio, salvo en el quinto de los bienes, si ellos los de- jaren, como lo pueden hac^r , á cualquiera estraño. Los hijos que no son legítimos hacen legítimos por el bautismo, pero po tiene lugar esta ley si no fueren legitimados por carta o privilegio de tal. En lo antiguo llamaban bastardos á los hijos 'ilegítimos, aunque fuesen naturales, hasta que por la ley 11 de Toro, se distinguió esplicando, que hijo natural es el naci- .dode padre y madre solteros, aptos para contraer matrimonio, y quedo en uso entenderse .por bastardos los hijos ilegítimos de padre ó madre, casados con diferente persona de la que en- gendró el hijo. Es legítimo el hijo cuando su padre lo llama así en su testamento, nombrando la madreen quien le hubo, ó le dejare por su heredero, no habiendo otros hijos legítimos, ai el Rey confirmase la merced que le hizo su padre. Asimis- n\o se legitima el hijo cuando al padre, ante Escribano públi- co y testigos, hizo carta en que lo llama su hijo, y de quien le Jiubo; pero no debe decir que sea hijo natural, porque no se- .ria válida la legitimación, y los hermanos de padre y madre de este legitimado, lo son también, aunque no se nombren en aquel documento. Si una hija natural casaré con algún Ofi- cial público de alguna Ciudad ó Villa, por este hecho queda legitimada. Solo el Rey ó quien de él tenga poder, puede legi- l\m¡^T á los ilegítimos. Los legitimados que nacieren de daña- da unión no gozan de hidalguía; y la Ley 12, titulo 2.^, li- bro 6,^ de la Recopilación, escluye á todos los legitimados de gozar hidalguía; Bastardos son todos los que nacieren fuera de casamiento, perolosque nacieren de parientes dentro del cuar-

N

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logrado, ó si Jos padres óalguoo de ellos fuere de Religión, se llamaQ iocestuosos. Si la mujer de quien naciere algún hijo fuere pública, ó que viviese en la mancebía , se llamará man- ecres y será espúreo. Son hijos bastardos , cuando los padres, (MI tiempo que fueron concebidos, se podrían casar sin dis- pensación, aunque no viviese la madre en la casa del padr^ Los hijos naturales, que llaman bastardos, pueden gozar de la nobleza de sus padres, escepto los espúreos 6 incestuosos. Si la madre no hubiese hijos legítimos, su hijo bastardo ó espú-< reo la sucede ex-testamento y abíntestato, salvo si los tales hi- jos de parte de la madre fueren de dañada y punible unión, en cuyo caso, aunque la madre les puede dejar en su testamento en vida ó en muerte hasta la quinta parte de su hacienda, para que puedan hacer de ella lo que quieran, no la suceden los tales espúreos, ni por testamento ni abíntestato. Union carnal llamada dañada y punible, es la de la mujer que por ella in- curre en pena de muerte natural, ó cuando el adúltero es clérigo, ó ella monja profesa. Espúreos, en latin, quiere decir, hijos que nacen de mujeres barraganas, que son las que tie- nen algunos fuera de sus casas, y que á mas se entregan á otros, y propiamente son aquellos que se ignoran sus padres, aun- que también lo son, los que tienen padre cierto, pero no pue- den honestamente nombrarle, como son los de pariente cerca- no de la madre y los de Fraile ó Clérigo. Fornecidos son li- mados los que nacen de adulterio, ó son habidos en parienta ó mujer de orden. Incestuosos son los que tiene los hombres en sus parientas hasta el cuarto grado ó en cuñadas ó en reli- giosas. Natus ex damnato coitu, es el que nació de mujer re- ligiosa, que es unión dañada por sentencia de ley. Nothos, son los que, aparece han nacido de marido que tiene á la mujer en su casa , sin serlo. Manceres son los que nacen de mujer prostituta, y significa en latin pecado infernal.

En las Cortes que^ celebró en Tarragona el Em^Kírador Adriano, se acordó, que el padre (|ue tuviese un hijo, fuese para la guerra; si dos, el segundo para las ciencias; si tres, eJ tercero so ocupase en servir á la república.

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Hombre, se dijo de humo, que significa tierra, y según San Agustín, es el mayor ornamento de ella, y uno de \o9 grandes milagros que hay en el mundo, y por las leyes, es Isr mas digna entre todas las criaturas. Dios le distinguió por grados, porque unos nacen mayores y otros menores, en dis- tintos sentidos, y el título 6, partida 1/ espresa: habiendo mayores y menores conozcan los menores á los mayores por mejoría, esto es, ó por dignidad ó por parentesco. Hay paren- tesco natural ó de consanguinidad, que es el de padres, her- manos, tios, sobrinos, y primos; y de afinidad que es el de padrastro, madrastra ó entenados, yerno, nuera, suegros y eafiados. Es como un cuidado de los padres acaudalar méritos para dejarlos en herencia á sus hijos. Los bienes de fortuna son nobleza; muchos buenos amigos riqueza, y muchos hijos y nietos, buena edad y vejez. Según D. Francisco Petrarca, los hijos son el principal don de felicidad, la riqueza y des- canso de los padres. Entre los hijos, el mayor ó primogénito hace cabeza y sustitución de padreen su falta. Solón, Licurgo, Prometeo y Numa Pompilio mandaron en sus leyes, que todos honrasen á los mayores y mas viejos; costumbre recibida en todas las repúblicas del mundo. Eschiles, filósofo, en una ora- ción que hizo á los Rodos, dijo: Que todas las Islas Baleares no tenian mas que siete leyes: adorar á Dios; apiadarse de los pobres; honrar á los viejos, obedecer á los Príncipes; resistir á los tiranos; dar muerte á los ladrones, y no peregrinar por pueblos ajenos. En Roma los viejos, llamados veteranos, tenian cinco privilegios: siendo pobre, sustentarse del horario pú- blico; poderse sentar en los templos; ponerse anillos en los dedos; comer á puerta cerrada y usar de la vestidura hasta los pies; lo que duró hasta la muerte del dictador Quinto Cinci- nato; y se gozaba de estas escepciones, desde los 47 afios en adelante. Licurgo mandó se honrasen mas los hombres canos; Solón, los de mas hijos; el Rey Prometeo, los que administrasen justicia en las repúblicas; el Rey Dridamo los Sacerdotes; Brias, Rey de los Argibos, á los filósofos; Numa Pompilio á los que hubiesen vencido famosa batalla; y Anacharzo al que

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en tiempo de paz aconsejase á la república, y en la guerra la defendiese. Entre los Lacedemonios y Romanos era ley, que los que generosamente vivieren y por la repútítica murieren fuesen muy loados y tenidos por bienaventurados. Tales, uno de los siete sabios de Grecia, daba gracias á Dios de que le hubiese hecho hombre y no bestia; varón y no hembra, griego y no bárbaro. San Pedro estableció en el año 44 de Cristo, que los hombres se cortasen el cabello y se diferenciasen de las mujeres en e) traje. Plinio refiere, que hasta el año 454 de la fundación de Roma, llevaban los de ella el cabello largo, y que el primero que usó quitarse la barba diariamente fué Africano y después César Augusto; y D. Pedro Fernandez de Villegas dice: que las mujeres traen el cabello largo en señal de servidumbre ó sujeción á sus maridos.

El que mucho debe á su sangre trae siempre aquella obli- gación sobre sí, y no se le representa posible faltar á ella, según San Gerónimo; á los que no son nobles el temor los confunde, según D. Pedro Fernandez de Villegas. La fama es lo mas precioso del mundo, y según la ley, es el buen estado del hom- bre, que vive rectamente con buenas costumbres, sin tener en mancilla ni difamación, porque la infamia es peor que la muerte, y se cae en esta por hacer pleito homenaje de dar ó cumplir una promesa y desdecirse en juicio ó por corte de la cosa, porque los vicios pierden la dignidad humana y solo los de buena fama deben ocupar dignidades y oficios preemi- nentes, y conseguir nobleza, aumento de ella ó equiparación, según el ejercicio y escepciones que se les hayan concedido; pues por ellos ó por heroicos hechos se introdujo en los pue- blos y repúblicas la nobleza, apropiando estimación y mayoría; primeramente á los Príncipes porque los amparasen y guar- dasen manteniéndolos en paz y justicia; á los sabios, porque enseñaban quitando la ignorancia y porque con su consejo se gobierna y administra justicia; á los militares por defensores; y es de quienes procede la mayor parte do los nobles linajes. La virtud vence las cosas, y la fortuna sigue á la virtud; así lo enseñó Dios, diciendo: escojí de vuestras Tribus, varones

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sabios y nobles, é hícelos Príncipes, Gobernadores y Capita- nes, lesucrísto en sn Apostolado eligió mayor número de nobles, pues de los doce lo eran siete, San Pablo, San Bar«¿ tolomé , San Tadeo , los dos Santiagos , San Juan y San Simón.

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ICA HASTA LOS CUARTOS ABUELOS.

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1,293

1,183

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1,243

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1,343

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ABos 620. AS» 776, Afios930.

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Por esta demostración se verá lo imposible de encontrar e) guarismo á que ascenderían, dando á cada uno de los que en este estado se encuentran por uno solo, varios hijos , sobri- nos, primos, etc., y ninguno por ignorante quesea puede des- conocer que su sangre corre mezclada hasta lo infinito sin advertirse; por lo cual á nadie es dado afirmar ni negar pa- rentesco con las mas altas familas ü oscuras prosapias, pues sin pasar de los octavos abuelos se puede formar dilatadísima ^nealogía con los linajes en ellos contenidos.

La mayor dignidad es la Pontificia, y como tal ennoblece el linaje del que llega aserio; y si lo es, lo ilustra. Cardenales son los que asisten al Pontífice y le eligen representando el Clero ; y lomaron el noimbre de Cárdines, que es el eje de la rueda. Entre las dignidades eclesiásticas hay el nombre de Patriarca, que se interpreta Caudillo de Padres: el de Arzo- bispo, Príncipe de Obispos; el de Obispo, Superintendente. Otra dignidad es la de Abades Mitrales, Cabezas dje Iglesias con jurisdicción de Obispo , en parte , á que se siguen otras de las Iglesias Metropolitanas y Catedrales, como el Dean, que quiere decir caudillo de diez: Arcediano , que significa cau- dillo de Evangelistas, y es Vicario del Obispo: Chantre, que es como cantor ó maestro de música, lo mismo que Capiscol ó Primicerio : Tesorero, que es el que guarda las cosas sagra- dras y bienes de la Iglesia como Sacristán mayor: Maestres- cuela , que es Regente de Estudios y Escuelas y lo propio sig- nifica Canceller. A estos se siguen los.Canónigos, que son Se- maneros de las misas cantadas, lo mismo que de Evangelios y Epístolas los Racioneros y medios Racioneros: Arcipreste es caudillo de Prestes , y Preste quiere decir viejo en preeminen- cia de puesto y honra , porque en lo antiguo llamaban viejos á los que tenian lugar honrado y habian de hacer las cosas de importancia, cuyo nombre daban también á los Sacerdotes en significación de caudillos sagrados. Clérigo se interpreta, esco- gido en suerte de Dios, y Diácono, servicial; y Sub-diácono, menor en Ordenes que ésto. Aristóteles enseña , que entre los Oficios y dignidades, de que han de constar las repúblicas para

u

conservarse en paz y buen gobierno; el principal y de mas au- toridad ha de ser el del Sacerdocio.

El derecho llama ilustres á los Consejeros del Rey y á los que en oficios honrosos asisten al lado de los Reyes y Prín- cipes.

Dijeron; Erasmo: mucha mas gloria y fama es edificar y levantar una ciudad y república, que destruirla ni conquis- tarla. Aristóteles: la policía de la república consiste en man* dar y sujetar con orden los que la rigen y mandan. San Grí- sóstomo ; entonces se alentará y esforzará todo el cuerpo de la república en la firmeza de su fuerza, cuando cada cosa tenga situado su lugar y asiento, y hubiese en los oficios un justo repartimiento, y no una confusión dudosa. Plinio: no hay or- nato mas firme para todas las repúblicas, que la muchedumbre de ciudadanos honrados. Dos cosas ennoblecen y engrandecen una república bien compuesta y acabada; las letras y las ar- mas; porque las letras descubren el valor del alma, y las ar- mas arguyen la perfección del cuerpo, y para estar bien or- denada la república ha de tener religión, bastimentos, armas, artes y dinero, y las armas para usarlas en las ocurrencias, en la necesidad y en su defensa; porque la vida de los hombres es guerra , como dijo Job.

El hombre sabio no debe tener apetito sino voluntad; no temor, sino cautela; no deleite, sino gozo; no ha de adquirir si no es con razón; ni prevenirse si no es con sosiego; ni ale- grarse si no es con lo honesto; ni entristecerse si no es por la culpa; ni perturbarse como dice David; y así sucede que el sabio suple con el ingenio, lo que le falta de caudal; como el necio suple con malicia, lo que le falta de discreción. Es sabio el que sabe querer lo bueno, no el que acierta á definir lo oscuro; el que modera sus afectos , no el que alarga discursos el que sujeta sus pasiones naturales á las de la razón y justicia, no el que se deja llevar y vencer de los actos voluntarios; el que se humilla y mortifica por no «aer en desgracia, no el que movido de amor propio se ensalza y alaba con desprecio de otros; el pobre de espíritu que se contenta con lasuerte que

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Dios le ofreció, libre de apetencias mundanas, no el apibi- cioso y codicioso, cuyo ánimo nunca se sacia; el que mas quiere sufrir las asperezas del camino de la mortificación por no tropezar en el de la perdición, no el que gasta sus días en deleites y placeres mundanos; el que recompensa las injurias y calumnias con beneficios y buenas obras, el vengativo, que con su ánimo dailado, ciego de sus pasiones, solicita la venganza y raina de otros: el que con amor y temor de Dios gobierna sus pasiones y operaciones internas y estemas; el que con maliciosa intención pronuncia con los labios lo con- trario á lo que tiene concebido en su dañado corazón; el que habiendo caido, se levanta, purificando su conciencia; el obstinado en vicios, ni el que solo sirve á su cuerpo; el que solicita la paz, unión y quietud así propia como común; no el sedicioso que turba los ánimos moviéndolos á iras: el que tiene mas horror á la culpa que á la muerte; no el vicioso que temerariamente atrepella leyes divinas y humanas: el que se desnuda para vestir al pobre necesitado; no el que se viste y alimenta con sudor ajeno : el que tiene la voluntad resignada en la Divina; no el que obra movido de sus pasiones: el que habiendo vivido bien libra sus esperanzas de la eterna felici- dad en la infinita misericordia; no el que instigado y tentado del espíritu de soberbia se justifica y santifica despreciando k los demás: el que tiene siempre la memoria de la muerte y la miseria de su ser; no el que según sus obras y proceder se olvida que es mortal: el que confiesa sus culpas y faltas y calla las ajenas ; no el que censurando se constituye juez inicuo en el obrar de los otros: el que no satisfecho su ánimo con ser virtuoso, procura con su buen ejemplo y doctrina lo sean otros; no el que causando escándalos y ruinas en los espíritus es causa de la perdición de otros: el que cierra los ojos y oidos para el mal y los abre para el bien; no el que con ma- liciosa curiosidad solicita saber cosas que mas dañan que aprovechan: el que con especial cuidado, como materia que tanto importa, procura la pureza del corazón y conciencia, que es el único y eficaz remedio para endulzar las amarguras

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y suavizar las penalidades de este mundo mientras miiitamos en él; no el que sumerjido en las delicias mundanas se olvida del fín para que fué criado; y finalmente el bueno porque teme el vicio, no el malo, que teme la muerte.

Las riquezas no son malas, pero su uso vicioso trae con- sigo impedimentos para la paz y sosiego del ánimo; porque pretendidas inquietan, divierten y turban los sentidos; y se- gún Casiodoro, se adquieren con trabajo, se poseen con sobre- ^hos y cuidados y se pierden con aflicción y lágrimas. Es engaño pensar que el mas rico es mas dichoso, porque cuanto más tenga, más necesita, y no le falta menos; y al pobre solo le falta lo que ha menester naturaleza; por lo que las riquezas corporales están llenas de pobreza, y es menester guardarse de la hidrópica sed de riquezas, como de las dulzuras de las Sirenas, que vienen adormeciendo: y estar alerta como el cocodrilo, que, cuando piensan sus contrarios que duermo, vela para defenderse y despedazarlos; y armarse como Hiéne* mon, enemigo intestino del áspid, que se previene para casti- garsu osadía y atrevimiento; guardarse del aire de todas las in- teligencias^ astucias y seguridades que prometen las demasia- das, riquezas, pues son éstas ásperos puntosos erizos, qíie tiéiien disposición para dilatar sus partos, pero son contra sí, porque sus^ hijuelos crecen sus púas y les cosen las entrañas. Y verdaderamente las riquezas son mas fiera servidumbre en el mundo que la de los ídolos de Marco Craso; y no se es- tingue la avaricia, sino se. aumenta con las cosas deseadas; por lo que, según el Psalmo 61, no debe ponerse el corazón en las riquezas. Dejar grandes riquezas á los parientes ó hijos es aojarles mucho que perder y con que se pierdan; el padre ó pariente que afane por adquirir hacienda/ descuidando que adquieran sus hijos ó parientes virtud, mientras mas dichoso hombre fuere, será mas desdichado padre ó pariente; porque mas se deja á un hijo ó pariente con las buenas costumbres, que con grandes herencias; y mas vale sepa el hijo ó pariente adquirir hacienda, que gastar la adquirida; aquello causa la virtud, esto las riquezas: si ellos fueren buenos, jdo les faltará

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lo necesario; si malos, con las riquezas serán peores: mas vale sor pobre y huraildo , que rico y soberbio. El docto Pedro líejía aborreció á los codiciosos y los tuvo gor viciosos, malos pagadores, tramposos, mentirosos, eDgaña*(}ores, usurarios, perjuros, robadores, tiranos, traidores y cobardes; para niu^ guno buenos y para si malos. La fortuna y riquezas no signen á los hombres sabios sioó á los ignorantes, como siente Arís^ totolos diciendo; en dónde hay mucho entendimiento y razón está escasa la fortuna; y al contrario, en donde hay mucha fortuna alli hay menos entendimiento. Dicev San Ambrosio^ ninguno si no es rico se juzga digno de honra, pucs^ no hay mas razón en muchos sino sus mismas pasiones y afectosl Esta doctrina es de hombres doctos y timoratos y muy útil para el acierto de las operaciones mundanas.

En todos tiempos ha sido grande el número de las gentes que honraron y celebraron las letras y las virtudes heroicas, dando por esta razón una inmortal honra y fama á los que al- oanzaroaestas virtudes. Adlante lasconsigaió por la.astrologia; Aníjon y Therpaadro, por la música; Licabon, por los juegos gimnicos; Belerophonte, por la muerte que dio con poderosa mano en los montes de Licia á la espantosa Chimera; los Ceii» tauro^,por la militar disciplina; Cadmo^ por las letras que halló cnando buscaba á su hermana Europa y mató la serpien- te, de .cuya dentadura sacó la invención de los caracteres, qué ios poetas fingieron que eran hombres armados, en que se trasfdrmaron los dientes; aun(|ue las letras, en la corriente opinión, fuoron halladas por Mercurio ó por los Fénices,. de quienes las tomó Cadmo y las llevó á Grecia ; trasladándolas después los Dárdanos á Italia, ó por los Asirios ó por los He- breos, como dicen muchos do los sagrados escritores. La ciencia es para pobres riqueza, para ricos primor, para víe* jos deleites, y para Príncipes y Señores, ornamento. El Em- perador Alejandro Severo hizo óptimas leyes» favoreció á los Cristianos y tenia grandes Jurisconsultos. Alejandro Magno es- timó mucho a Aristóteles , y sintió que hubiese publicado su fiiosofia, diciendo: que se preciaba mas de la ciicncia, que no

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de ser hombre de armas: envidió á Homero y no á Aquiles; y decía, que mas obligación tenia á Aristóteles, que á su mis- mo padre. Julio César estimó mucho á Marco Tulio, y referia: que mas obligación tenia el pueblo Romano á éste que á to- dos sus Capitanes. Pompeyo, habiendo vencido en batalla ¿ Mitridates, volviendo á Roma, supo que Posidonio, filósofo, estaba enfermo y lo fué á visitar sin insignias Imperiales. Sci' pión, africano, mandó que la estatua de Quinto Ennio fuese puesta en su sepulcro, para gloriarse de haber tenido amistad con aquel sabio. Dionisio Tirano de Sicilia, recibió á Platón, enviándole una nave adornada en la forma que usaban para las cosas sagradas, y cuando llegó al puerto salió á recibirle en una carroza de cuatro caballos blancos, haciéndole entrar en ella y poniéndose Dionisio por cochero. Los Reyes de Egip- to y Macedonia enviaron Embajadores con la Armada rogando á Menandro, poeta, fuese i visitarlos. £1 pueblo Romano hon- raba mucho á Virgilio, y cuando subia al teatro para recitar sus versos, se levantaba aquel y hacia la reverencia que acos- tumbraba al Emperador, y celebraba todos sus años el dia de su nacimiento. Artagerges, Rey de Persia , entendida la fama de Hipócrates , le convidó con su corte y con todo el oro y plata que quisiese y el primer lugar junto á él sobre todos los otros. Settimio Severo, que con fuerza de armas conquistó el Importo Romano, se dolió y quejó con el Senado, porque ha- bía favorecido á Albino , su competidor, con el titulo de lite- rato, pareciéndole que esto solo le hacia mas digno del Impe- rio. Alfonso, Rey de Aragón, dijo, que por la ciencia daría to- dos sus siete Reinos y riquezas. Ludovico de Turíngia Lant- grave, siendo elegido Emperador, no aceptó por conocer que no era literato ^ y valiente guerrero. Trajano , cuando entró triunfante en Roma, quiso llevar en carro triunfal á Dion, sofista, para hacerle partícipe de su gloria. Constantino el Du- que Emperador, solia decir, que quisiera mas ser ilustre por la gloria de las letras, que por el Señorío del Imperio. León, Emperador Griego , fué muy liberal en hacer mercedes á los literatos, y diciéndole que aquellos gastos seria mejor reser-

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varios para los soldados, contestó: Ojalá en mis tiempos su- ceda que los estipendios de los soldados se tomen para los Doc- tores de las artes. Hieren , Rey de Siracusa , fué tan liberal con los literatos, que á Arquímides, poeta, por un epigrama que hiio, le mandó dar mil fanegas de trigo. También los honraba mucho Segismundo, Emperador, aunque fuesen de baja suerte, y decia, que la misma naturaleza habia querido fuesen superiores á los demás. Teodosio , Emperador , hizo tanta estimación de las letras, que al hacer á sus hijos disci- pulos de Arsenio, le dijo: si tales se conozcan, que compon- gan las cx)stumbres á la disciplina y á las leyes de Dios , les entregaré el Imperio, pero sino será mas útil que vivan pri- vados, que sin alguna doctrina imperen con peligro. Car- los IV, entrando un dia en una escuela de Praga , y estando cuatro horas oyendo la disputa de los literatos ; al avisarle que era tiempo de cenar, respondió: de ninguna forma tengo tiempo, porque mi cena es esta. Roberto, Rey de Ñápeles, dijo á Petrarca: te juro que me son mas amables las letras que el Reino; y si hubiera de carecer de uno ú otro, escojeria per- der la mitad de la diadema. Alciato hace un emblema de que la elocuencia es mas fuerte que la fortaleza. Salomón fué vi- sitado de muchas gentes por oir su sabiduría. Quintiliano amonesta á inquirir de continuo nuevas cosas, y Séneca dice á Lucilo, que la perfecta sabiduría hace bienaventurada la vida.

Por masque se quieran sublimar las armas , y decir de su grandeza: se quedará escasa la mas delicada pluma; publiquen pues los Israelitas con Moisés esas alabanzas en aquel cántico del Éxodo, que después de haber pasado el mar Rojo , libres ya de Faraón y su ejército, celebraron icón fiestas y bailes, cati- tando y dando repetidas gracias á Dios; y luego empezaron á conturbarse los Príncipes de Edon; los fuertes de Moab, des- mayaron los Gananeos y á todos llegó el pavor. Publiquen también las hermosas todas de Israel la grandeza de las ar- mas, saliendo á recibir con adufes y otros músicos instrumen- tos, cantando: mil mató Saúl, y David diez mil; haciendo co-

SO- TOS y baUes á este PríDcipe triunfante con la victoria que al- caníó del soberbio gigante Goliat. La Milicia templa el orbe, y quita Reinos y vida»; ninguna república ó estado ñore- ció sin ella, ni se perpetuó. De los tres grados de honra que se adquieren por armas, letras ó riquezas, debe ser el segundo el que se adquiere por armas, pues la fortaleza con que se ga- na es también virtud del alma como la sabiduría, y el tercero y mas inferior es el de las riquezas ; pues^ son bienes de fortu-^ na qiie no hacen mejora su poseedor. Dios mismo quiere la gloria de las armas , pues se ha nombrado Dios de los ejérci- tos, como parece de la Santa Escritura , la cual nos á en- tender que es tan noble la profesión militar, siendo bien go- bernada; que la elocuencia, letras y artes, tan estimadas de los hombres, están defendidas de la virtud militar. La pobreza engendra humildad, la humildad riqueza, la riqueza soberbia^ ia saberbia guerra y de ésta nace la paz ; como del trabajo el descanso. La primera baialla campal que hubo en España fud junto á Tarifa, en que venció el Rey de Egipto Osirís Dionisie y sus egipcios, á Déalós Gerion, africano. Los de Caria fueron los primeros que por sueldo se encontraron en guerras ajenas, y los primeros españoles que recibieron salario de munición Romanos, fueron en tiempo de los Scipiones, y usaban por añilas palos con punías tostadas. Palámides,hijo de Neauplío, Rey de Nigroponte, in Ventó en el cerco de Troya, ordenar ei ejército por hileras, numerar los soldados, dar señal para la batalla y píoner centinelas nocturnos; y en la misina guerra in- trodujo Sinon las atalayas: inventó las treguas Licaon , y las alién^ ó confederaciones Teseo: Hércules fué el prihiero que trajo corazas de piel de León para defensa: nías ^e 1300 años anles del nacimiento de Cristo, fué Licinio Caooel primero que en España hizo forjar <en fraguas, y labrar armas de hW- ro, de petos, brazaletes, armaduras de cabeza, cuchillos, espa- das, puntas de l^nza y ótrds defensivas y ofeñéivaís: algunos atribuyen á Comba, hija de Assopo, la invención de las armas de metal: Zoy lo labró coseletes: los Cares inventaron las ca- ñas de piernas y los penachos antes qué los Tártaros: Miadas,

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Mesenio la cota de malla y loriga: los Etolios las lanzas: la es- pada , asta 9 capacete, almete ó morrión, los Lacedemonios: Pretoy Acrasio, batallando entre sí, hallaron los escudos: los de Caria pusieron en ellos embrazaduras de cuero, é inventa- ron llevarlos con alguna señal ó pintura para conocerse; como los franceses llevaban la banda blanca y los espafioles la roja: Pantasilea, Reina de las amazonas, inventó la aéha de armas, el martillo y las segures, y pelear con ellos: los dardos arroja- dizos con amientes , Etolio, hijo de Marte : Tireno las lanzas, ginetas, astas voladoras y el pilo ó dardo, que arrojaban los guerreros de á pié: Piseo el venablo: los Cretenses la ballesta de tomo: Siros ó Dionisio la catapulta ó mantas para arrojar grandes piedras, á modo de trabucos: los Fenicios otros inge nios arrojadizos, la ballesta común y hondas; aunque algunos dicen, que las hondas fueron invención de los isleños de Ma- llorca y Menorca , que usaron tanto de ellas, que negaban la comida á sus hijos si no la derribaban con sus tiros : las fle- chas, saetas y arco para tirarlas, fueron invención de Saites ó Siten, hijo de Júpiter; yPerseo las introdujo en su tierra: Ar- quimedes Siracnsano, fué inventor de las máquinas de guer- ra: los Asirlos del escorpión ó ballesta de garrucha: Epeo llevó á Troya los cameros de combatir muros: Piseo Toscano inven- tó la trompeta: Midas la cometa, en Frigia: el uso de la artí- lleria y pólvora se aplica á Arquímedes, que usó de ello en la guerra céntralos Romanos: otros dicen fueron los Chhios, otros que un alemán y otros que un fraile germano, grande fíló- 8ofo y alquimista, que estando moliendo salitre y azufre cayó en el mortero una centella, que convirtió la materia en exha- lación, con cvyo motivo se dio á perfeccionarlo: las armas de fuego las inventó Bertoldo de Alemania, y la primera vez que 86 usó de artillería y pólvora fué en el año 1366, en la guerra entre Venecianos y Genoveses, según otros ; llamándose los eañones bombardas, introduciendo después los arcabuces, que antease llamaban espingardas, que significa rempujar, mosque- tes, escopetas largas y cortas , pistolas , pistoletes y carabinas, cafiOB entero, medio cañón, coarto cañón , culebrina , media

TOMO I. 4

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culebrina, mortero, petardo, trabuco , esmeril , falconete, sa- cre, pedrero: las escopetas de pedernal son invención de los alemanes: el Conde Pedro Navarro fué el gran maestro de mi- nar con pólvora: desde el tiempo de Salomón y de Faraón se usa andar á caballo, siendo en Tesalia donde primero se doma- ron , y el andar en ellos y correrlos fué invención de Velero- fonte: de Peletronio el freno, silla y demás jaeces: de los Tésa- los el pelear á caballo, de que se compuso la fábula de los cen- tauros en el monte Pelion de Tesalia: de los de Frigia el carro de dos caballos: de Erictonio el de cuatro. El Rey Gécrope fué el primero que hizo pueblo cercado , llamándose por él Ge- cropia la fortaleza de Atenas : las torres fueron invención de los Cíclopes ó ios Tirintios , y las murallas de Tráson : la pri-' mera población del mundo la hizo Cain , llamándole Enochia, y la primera ciudad fué Argos, fundada por Foroneo , ó Dios Polis de los Egipcios, ó Siciona, ó Licosuria en Arcadia: el primero que labró barro para formar casas fué Dóxio , apren- diéndolo de las golondrinas cuando hacían sus nidos: los pri- meros que en Atenas edificaron casas de adobes fueron Eu- riato é Hiperbio, hermanos, porque antes moraba la gente en cuevas ó chozas de ramas de árboles: Cinira dio principio á las tejas: Cadmo formó las canteras; en Tebas ó Fenicia; los de Ca- ria instituyeron los almacenes para guardar los pertrechos de guerra.

La primera nao que flotó las ondas del mar fué el arca de Noé y Neptuno enseñó á los Atenienses á navegar; los Sidones fueron los primeros que navegaron con dos maderos atados uno con otro, los cuales halló en el mar rojo, entre unas islas el Rey Eritro, y dicen fué invención de los Misos y Troyanos en el Hesponto cuando pasaron contra los Traces. Plinio cuenta : que en el Océano británico se hacian en su tiempo bajeles de Sarmientos, cubiertos de cuero, y en el Nilo de papel, juncos y cañas. Florian de Ocampo dice: que en el afio 256 antes de Cristo, los Españoles Sileros navegaban en barcas de cuero, cosidas con correas, y en algunos esquifes de un madero socavado todo de un lefio, regidos por pocos

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hombres; y ¿ este estilo son las canoas que tienen los Indios y se usan en la navegación del rio grande de la Magdalena y otros. Muchos son los nombres de los bajeles chicos, medianos y grandes, pues hay batel, chalupa, bote, hotequin, lancha^ barca, falúa, faluca, góndora chata, barco largo, barco, mas- telero, taratana, carabela, carabelón, zabrá, pinaza, gabarra, fusta, bergantin, sUipote, fragata, urca, convoy, carraca, cara- muzal, patache, galeoncete, galeón, nao, navio, navio de alto bordo, galera, galeota, galeaza, balandra, saetia, mahona, go- londra, garbo, charrúa, boyante, champan, piragua, balsa, canoa, curiana, cárabos, carrazones etc. Fanat, hijo de Du- deni, hizo navios para ir á buscar tierras donde poblar; Danao trajo de Egipto la primera nao á Grecia, dándole su nombre; el primero que navegó en nao larga ,fué Sason, ó Páralo , ó Samira SafiTo de Semiramis, ó Eglon: el bajel de dos órdenes de remos fué inventado por los Eritreos; y de tres por Ami- nodes Corinto; de cuatro por los Cartagineses, de cinco por Nesicton Salomino; de seis por Xenágoras Siracusio; de siete hasta diez por Nesigton; y de once y doce por Alejandro el Magno; Prolomeo acrecentó hasta quince; Demetrio Antigonio hasta treinta, Ptolomeo Filadelfo hasta cuarenta y Ptolemeo Filopator hasta sesenta. Inventaron los remos los Copés y su anchura los Píateos: Hipo natural de Tiro la nao para llevar carga; los Cirinenses el Lemba, bajel pequeño; los Fenices la cimba, barca chica descubierta; los Rodos las celoses, barcas cubiertas; los de Chipre los cercurones ó navios ligeros; la nao paracoiiducir caballos los Samios, ó Pericles Ateniense; las naos largas y cubiertas los Tásios; las velas de marear Icaro; el árl)0l, entena y jarcias Dédalo: el timón Tifo, á imitación del Milano, que con su propia cola, torciéndola á una ú otra parte, gobierna su vuelo; las áncoras los Copes, ó Toscanos de Italia, ó el Filósofo Anacarsis; y Eupalamio la hizo de dos dientes; Anac^masis los tirrenos y los garños, ó arpeo paraaferrar un navio con otro cuando abordan peleando; los Fenices hallaron la cuenta de las estrellas en la navegación, y regirse por el Norte; Fabio Napolitano la aguja de marear

en el año 1250, aunque hay quien dice la habia antes con diferente forma y nombre de bersoria: los Portugueses com- pusieron la carta de marear, y el astrolabio, de que usaban los antiguos para conocer el movimiento de las estrellas. La pri- mera bandera que hubo en el mundo fué la camisa de Nem- brot en la guerra contra sus hermanos: los Romanos traian primero un manojo de paja ó heno atado en un asta por ban- dera, y también una mano enastada, por lo que se dio el nombre de manipúlanos á los Alféreces; después usaron unas bandas en la asta de donde se tomó el nombre de banderas, y haciéndolas mas anchas pintaban en ellas dragones, lobos y otros animales, y por instrucción de Mario trageron en la insignia superior y general una águila, de donde provino llamar, al que la llevaba, aquilifer^ después Alférez, quedando el águila por señal de Imperio, y conservarse en él con dos cabezas, porque comprendia á oriente y occidente, ó porque tenia superioridad en las jurisdicciones temporal y eclesiás- tica, pues aun en la cristiandad confirmaba los primeros Pon- lífices. El Emperador Constantino Magno puso en sus ban- deras el lábaro ó cruz de Cristo, y desde entonces hay esta costumbre cristiana. Del sueldo que se por paga y satis- facción de su ejercicio al que ejerce lo militar, se nombra soldado, el cual si no es noble de linaje por ello no lo tiene, á pesar de ser ocupación honrosa, pero por sus hazañas la consiguen, y es mas fundarla que heredarla, porque ninguna obra de virtud merece mas alabanza- y premio, ni á nadie se debe mayor reconocimiento, que al que, meoiiipfettnando su vida, la espone en servicio de su Rey y Patria, telOi <íyi tierra eomoenmar. >

La República Romana, célebre por su singular disposición j gobierno, con prudente acierto ordenó varias cosas, que han servido á otras naciones de norma para loables institutos, y entre ellos el de la caballería, que tomó nombre de andar á ca- ballo, y de ella el de Caballero, según la ley; principió este gre- mio de caballeria para la defensa propia y ofensa ajena , esco- giendo hombres fuertes y aguerridos, entresacándolos de los

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oficiales eomuneá, hasta ^ue la esperiencia enseñó no ser á propósito semejantes personas según la ley, y los reformaron, eligiéndolos de la nobleza; de mil se escojía uno, de que vino el nombre de milicia, y milites á los soldados. A esta imita- ción se introdujo en España la caballería de espuela dorada,

que se daba á Hijos-dalgo y no la podian tener los que no lo fuesen, y los alistaban en el libro y padrón de- caballeros según la ley, y era tan gran dignidad, que los Emperadores y Reyes no podian ser consagrados ni coronados basta ser he- chos caballeros, y no se podia dar á mujer, ni religioso, ni al impedido, ni al mercader al pormenor, ni al que no tuviese hidalguía, ni al pobre, pues es imposible que los criados en miseria, si no tienen gran sobra de virtud natural, puedan ha- cer bondad, ni tener quietud, ni regir sus oficios como deben conforme á los dichos de Homero. Juraban los caballeros i.^ DO recelar de morir por su ley, si fuere menester; 2.^ por su Rey; 3.^ por su Patria; y cuando esto habian jurado se les daba una pescozada para que viniesen en memoria de su jura- mento, diciendo: Dios le guia á su servicio y le deje cumplir lo que prometió; con la espada en la mano diestra desenvainada y descubierta la cabeza, en señal de no haber cometido ver- güenza, ni miedo, y después la besaban en señal de fé, de paz y hermandad entre los demás caballeros; y antes de esto le calzaban las espuelas ante sus padrinos. Si degeneraba al- guno de ellos, y se hacia indigno por su mal obrar, era de- gradado. Egi^iaballería de espuela dorada se incorporó á las que seí4ÍmBeron de San luán de Jerusalen, Santiago, Ca- latrava, T3(tfinra, Montesa, Cristo y otras órdenes Militares, ÍRstitutos trien notorios y de calificación de hidalguía. Hay tres diferienclas ó estados en estas órdenes, Caballeros, Freiles y Monjas. En el primero entraban los Comendadores, llama- dos así porque teoian encomiendas, que les daban renta para Bustentarse: los Freiles eran eclesiásticos y probaban ser cristianos viejos en Unas, y lo mismo que los caballeros en otras; y las Comendadoras ó Monjas hacian las pruebas que loe eaballérM. Tienen las órdenes Militares Consejo supremo

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de por sí, para todo lo que les toca, con jurisdicción en que ponen Ministros, y el Rey de España es Administrador per- petuo de las órdenes Militares, con lo que se estinguió el Título de Maestres, que tenian antes por cabeza.

TRATADO DEL BLASÓN.

El Hijo-dalgo de cuatro costados ó abolengos trae timbre en su escudo de armas, y aunque estas testifican la nobleza de su dueño, no las menester el Hidalgo para serlo, porque ellas no dan nobleza, sino proceden de ésta, aunque sea con- secuencia de nobleza usar de ellas, siendo propias. Tuvieron origen de las antiguas estatuas que ponian en las sobrevistas y armas de vestir, para ser conocidos por estas señales en el conflicto de la batalla, pues traian cubierto el rostro con las celadas; y las llamaron divisas porque con ellas se divisaban y conocían, se dividían y diferenciaban unas familias de otras, siendo su común nombre Escudo de Armas, y heráldicamente armerías por la costumbre de pintarlas en los paveses y es- cudos.

Cuatro son los ñnes porque se usaron, tomaron y traen los Nobles los Escudos de Armas: 1.^ por prodigio ó agüero de que hicieron gran caso los Gentiles; 2.^ para ser los hombres conocidos y diferenciados de otros; 3.^ por sefiál de Nobleza ó virtud, como las trajeron los 15000 Caballerot que escogió Poncio, Emperador de Samnites, contra los Romanos entie 60,000 á los cuales dio escudos pintados de oro y plata, y sobreseñales ricas, yelmos, inventivas, cimeras ó timbres para ser conocidos, y fueron llamados la Compañía Lincea, ios cuales, según Tito Livio, fueron los primeros que usaron timbres; y 4.^ por representación de algún acto glorioso, como traer un Rey .preso en un escudo, según usa la Casa de Cór- dova, que pinta al Rey Chico de Granada á quien prendió.

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Jacob cerca del fin de sus días, como Príncipe de sus hijos, consideró la condición y calidad de cada uno, y les dio ó in- ventó las armas; al mayor ondas de agua ; á Judas el León, y otras á los demás. En tiempo de Moisés y Abaron, les fué mandado traerlas en banderas y pendones» Héctor, en la guer- ra Troyana, trajo tres leones rojos en escudo de oro. Josu^ fué el primero que tuvo en su sepulcro escudos y armas de sus proexas, pues dándole los suyos sepultura sobre el Monte Ga- gas, pintaron un sol y un monte: á Eneas pusieron armas, señal y bandera sobre su sepultura; y en aquella época los espafioles tomaron de los griegos el llevar luto por los difuntos y colgar sobre su sepulcro la cota y el pendón; así como cor- tarse los cabellos los parientes, amigos y allegados. Hércules traia por armas ó insignia una piel de León con crueles col- millos y uñas de oro, y Jason el Vellocino dorado, que ganó en la Isla de Coicos, que representa el Toisón.

Nadie puede usar de las armas ajenas porque es hacer in- justicia á su dueño, y se espone á que se las quite según de- recho. Solo el que tiene título puede usar corona en su es- cudo, como lo espresa la ley; así como de los Prelados mi- trales arriba ponen el capelo ó sombrero con sus cordones y borlas. Las armas son los astros que resplandecen en el firma- mento de la historia, con geroglíficos ó emblemas que en breve demostración manifiestan los gloriosos hechos de las fa- milias, conmoviendo á los succesores á ejecutarlos, de lo que dimanó entre los Egipcios la inmemorial costumbre de colgar en los atrios y pórticos de sus antiguos palacios las alas del buitre; entre los Arcadas el establecimiento de que los Patri- cios llevasen en el pecho un marco de oro sellado para dis- tinguirse de la multitud plebeya; y entre los Romanos la in- vención de dar á los soldados escudos en blanco para que, se- gún las operaciones que cada uno ejecutase, pudiese escribir en ellos sus progresos y hazañas : á su imitación nuestros an*- tiguos Monarcas confirieron ú sus nobles vasallos escudos en la misma forma, por ó por sus Reyes de Armas , para que en ellos quedasen rubricados sus altos renombres é ilustrada

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su inmemorial gloria, y se conociese por sus figuras, metales y colores el lustre, calidad y esplendor de ~las familias, que representan , viniendo por ellas en conocimiento de sus haza- ñas y virtudes.

Fijáronse sus principales reglas y preceptos en el siglo XI, á cuyo fin se instituyeron los oficios de Reyes de Armas, que son los que tienen los registros de las casas ilustres y quienes examinaban los testimonios, vestidos y armas, y prohiben usar de ellas á quien no está facultado; y se perfeccionaron en esta época las armerías con motivo de los Torneos de Ale- mania del siglo X, con términos, preceptos y reglas ciertas y determinadas, caracterizándose sus figuras por símbolos de nobleza, trasferibles de padres á hijos, y aumentándose con las de alianzas. En |el Escudo de armas, ni interior ni este- nórmente debe haber nada supositicio ni arbitrable, sino todo propio y sujeto á los preceptos del Blasón ; y habiendo alguna usurpación de los Escudos de los Soberanos se idcur- re en el crimen de lesa Majestad, y en el de falsario si fuere de ojtros nobles. Por ello son necesarios los Cronistas Reyes de Armas para evitar estos abusos con las demás comisiones que tienen á su cuidado , y organizar los Escudos de armas de los Caballeros, que por tan precisos se han conservado en todo el mundo ; no habiendo Soberano que no los tenga con esta denominación ó la de Heraldos , ú Oficiales para arreglar las armas, genealogías y entronques de la nobleza de sus Reinos, Estados y Señoríos. La voz Heraldo se deriva de las alemanas Heer, que significa armado, y Aid que se interpreta oficial, lo cual hoy se llama Cronista Rey de Armas.

El Blasón es el arte, que, con términos y voces propias de él, enseña en la inteligencia del Escudo de armas la de los es- maltes, figuras y ornamentos, el orden de componerlos con reglas y preceptos ciertos , por lo que daremos una idea con que se llegue á comprender, pues no es decente á personas de calidad y distinción ignorar las reglas de las armerías, el linaje de donde descienden, al menos hasta su cuarto grado» sus armas , las del Bey , el conocimiento de los colores , el

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-T-ÍÍ9~

método de blasonar y los preceptos generales, primera cosa que debo saber el que se precia de Caballero.

Estos principios generales del Blasón consisten en el cam- po , esmaltes y figuras con su postura y disposición en el tim- bre y ornamentos esteriores, y modo de blasonaries por orden con términos propios del arte ; fundamentos que formarán el cuerpo de la idea para hacerla comprender con mayor breve- dad. Estos términos son de dos especies; unos que son pro^ píos de los esmaltes y de las figuras de que se componen las armerías, y otros de que se sirve para esplicar la postura y formas diferentes de sus piezas: ó lo que es lo mismo, unos de los sugetos y otros de sus atributos. Los de los sugetos, hay unos comunes como los de las águilas, leones, grifos y gene- ralmente de los de la mayor parte de las cosas naturales y ar- tificíales que su denominación es notoria; y los otros de los jftributos que han retenido en el Blasón los nombres antiguos, que por no usarse, para ser conocidos, se necesita una inter- pretación particular que espondremos en el siguiente

DICaONARIO DE ATRffiUTOS.

A.

AccoLAoo, tiene cuatro sentidos; el primero se toma por dos cosas que están asidas ó puestas de lado, unidas, que es la forma en que las mujeres unen sus escudos con los de sus maridos , j viene este uso por representación de alianza , que es como se entiende también la unión de dos Reinos ; igual pueden ser aecoladas las figuras cuando se tocan por sus flan- cos , y para decirse así no ha de estar llena el escudo de ellas, porque entottoes muda enteramente el sentido : el segundo es

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cuando quiere decirse guarnecido de collar, como un león ú otro animal que lleve collar ó corona al cuello ; pero no se en- tenderá en las aves, porque entonces se llamará colietado; el tercero se dice á un árbol, crqz ó columna que estén rodea- dos de hiedra, sarmiento ó culebra ; y el cuarto sirve para las llaves, bastones, maias, espadas, banderas, etc., que se po- nen en sotuer detrás del Escudo. Véase lámina 1.*, núme- ros 1, 2, 3 y 4*

Acompañado, se dice cuando al rededor de una pieía prin- cipal se bailan otras piezas que las acompafian y rodean. Lá- mina l.%núm. 5.

Acornado , se dice de todos los animales que llevan cuer- nos, siempre que sean de otro esmalte que lo restante de su cuerpo. Lám. 1.*, núm. 6.

Acostada, se dice la pieza de alguna longitud, puesta en palo ó en banda, cuando tienen otras á sus costados en el propio sentido. Guando los billetes están derecbos se dice acompafiados, y lo mismo de otras figuras, cuya situación puede ser indiferente, siendo menester declararlo como su número, principalmente habiendo seis, porque pueden tam- bién estar puestos en orla. Cuando las piezas son redondas como tonillos, hozantes, rosas y anilletes, se puede usar in- diferentemente del término acostado 6 acompañado. Lám. 1.', núm. 7.

Acrupido , se dice de los animales» silvestres que se ven en la postura de las liebres, conejos, etc, encogidos, que es su postura ordinaria, cuando ni corren ni andan. Lám. 1.*, núm. 8.

Agolado, se dice del caballo puesto sobre sus ancas y otros animales; de dos cañones ó mas sobre sus cureñas con las bocas afuera , como los que lleva el General de Artillería al pié del Escudo por marca de dignidad. Lámina !•% nú- mero 9.

Adiestrada, se dice de la pieza á cuya derecha se pone otra ú otras. Lám. 1.% núm. 10.

Adiuraoo » se dice de las aberturas del jefoi de cualquien^

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figara que gean , redonda,- cuadrada , etc. , tocando con ellas al estremo del Escudo. Lo mismo se entiende de las ventanas de una casa ó torre cuando son de diferente color; pero cuan- do por dichas aberturas se viere distintamente el campo ó las figuras que estén debajo, se dice abiertas, esceptuándose de esta regla los macles, rustres y rosetas de las espuelas, que aunque tienen abertura en Armería no son adjurados*.. Lámi- na 1.% núm. 11.

Afrontados , se dice de dos cosas que están puestas de frente como dos animales que se miran uno al otro. Lám. 1.*, núm. 12.

Ajbdrezado , se dice del Escudo y de las piexas principa- les y aun de algunos animales, cuando se componen de pie- zas cuadradas, alternativas, en forma de ajedrez, y ba de tener por lo menos 20 cuadros, porque si hay 9 se dice equi- polado, y si quince, de 15 puntos de ajedrez. Las bandas, fa- jas y otras piezas de su forma , deben tener por lo menos dos hileras para decirse asi\ porque de una sola se dirían compo^ nadas. También selhmdijaqueladoy escacado y damado. Lá- mina 1.*, núm. 13.

Aguzadas, son las piezas que sus cabos terminan en forma de punta. Lám. 1.% núm. 14.

Alado , se dice de las piezas que tienen alas contra natu- raleza, entendiéndose también de las aves que las tienen de diferente color que el cuerpo. Lám. 1.', núm. 15.

Alzado, se dice de la pieza que se coloca mas alta de la si- tuación ordinaria , entendiéndose al contrario del jefe y de la faja bajadas, siempre que lo estén de su regular situación. Lá- mina l.\ núm. 16.

Almenadas ó greneladas, se llaman las torres, fajas, etc., que tienen almcQas. Lám. 1.*, núm. 17.

Alta, se llama la espada con la punta hacia el jeje y la guarnición abajo, de lo contrario se espresará en la forma que estuviere. Lám. 1.% núm. 18.

Angrkladas, se llaman lasborduras, cruces, bandas, etc., que tienen. dientes muy menudos y los lados son redon-

>v

dos por la parte iaterior con las puntas afuera , á diíérencía del endentado que son triangulares en ioda su forma. Lámi- na i.^, núm. 19.

Angulada, se dice á la crui y al sotuer, cuando tienen iguras largas con puntas que salen de sus ángulos, como la de San Juan de Jerusalen, que es angulada de cuatro flores délis. Lám. 1«% núm. 20.

Animada, se dice de la cabeza de un caballo y desús ojos cuando parece estar en acción de acometer, como lo bace al otr la trompeta y caja. Lám. 1.% núm. 21.

Antigua , se dice de las coronas con puntas y rayos , que eran los adornos de las mujeres romanas y griegas, y así se dice , bustos de reyes coronados á la antigua ; lo mismo se dice de los vestidos , edificios y nichos góticos que tienen al- gunas ciudades por armas. Lám. 1.*, núm. 22.

Apalmada , se llama la mano abierta cuando se le ve la palma. Lám. 1.^, núm. 23.

Apareados, son los perros de caza atados juntos ó en pa- rejas y otras cosas en el mismo sentido. Lám. 1.*, núm. 24.

Apuntadas ó de punta, se dice de dos cosas que se tocan con sus puntas, como dos chevrones, tres espadas, etc. Pue- den ser también apuntadas en corazón; y de la misma forma tres flechas. Lám. 1.*, núm. 2S.

Ardiente ó ardiendo , se dice de un carbón ú otra cosa ardiendo. Lám. 1.% núm. 26.

Armado, se dice de los animales perlas ufias y garras que la naturaleza les dio para su defensa: á'los dragones y grifos, k) mismo que á las aves , cuando sus miembros y uñas son de otro esmalte que el cuerpo los compreuJe el término «tem^ brado , y lo mismo á las flechas y otras armas cuyas puntas correspondientes á las de hierro son de otro color que la ma- dera, é igualmente á un soldado de á pié ó de á caballo cuan- do está armado. A esta voz se añade mochas veces la de lam^ pasado j para espresar aquella las uñas, y esta la lengua de los leones, cuando son de diferente esmalte que el cuerpo, porque la palabra lenguada sirve para las águilas, y algunos

es- usan de la depüadUy pero esta debe entenderse por el pico. Lám. i.% núm. 27.

Abrancados, se llaman los árboles y plantas que descu- bren sus raices, y también las cabezas y miembros de anima- les que no estén bien cortados, pareciendo pieziis estraidas con violencia. Lám. 1.% núm. 28.

Arbestado, detenido ó parado, se dirá de un animal puesto sobre sus cuatro pies, sin pasar uno delante del otro, que entonces seria la postura de pasante. Lám. i.', núm. 29.

Azorantes, ezorantes ó azoradas , se dice de las aves que solo abren las alas á medias para tomar el viento, y cuando miran al sol, ó como si estuvieran asustadas y cansadas ó en acción de querer dar su vuelo. Lám. 1.', núm. 30.

Bajadas, se dice de las piezas que se ponen mas bajas de su situación regular, eqmo el jefe que ocupa ordinariamente el tercio superior del Escudo puede ser bajado á otro jefe de concesión, patronato ó religión ; por loque los comendadores y caballeros de la orden de San luán , que llevan jelfes en sus armerías, los ponen debajo del jefe de su religión : la faja es bajada cuando se pone mas baja del tercio del centro del Escu- do que ocupa ordinariamente : el chevron , vuelo y alas de las aves son bajados cuando en lugar de levantarlas hacia el jefe las bajan hacia la punta. Lám. l.'^, núm. 31.

Bandados, se dice de todos los escudos cubiertos y llenos de bandas, en número igual de metal qy de color, enten- diésdose tomismo de los jefes, fajas, etc., y de animales que •siúi bandados. Guando no se declara el número de piezas se •iitieBde seis, pues de lo contrario debe espresarse el número de 4, 8, etc. Lám. 1.*, núm. 32.

Barbblados ó barbbtados , se dice de los gallos y delfines cuando sas barbas son de otro esmalte que su cuerpo. Lámi- na 1.*, núm. 33.

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BoRDAj>Oy se dice del caballo enjaezado. Lám. 1.% nú- mero 34.

Barrado, se dice del Escudo que, en el mismo sentido que el bandada, está cubierto de barras. Lám. 1.', núm. 3S.

Bastilladas, se dice de las piezas que tienen almenas vueltas abajo. Lám. 2.', núm. 1.

Batallada ,^ se dice de la campana que tiene su lengiíeta de diferente esmalte. Lám. 2.', núm. 2.

Bbzantbada, se dice de una pieza cargada de bezantes. Lám. S^.^ núm. 3.

Bigarrada ó matizada, se dice de la mariposa y cualquie- ra otra cosa que tenga diversos colores. Lám. 2.*, núm. 4.

BiLLETADO , se dicc del Escudo y de las piezas sembradas de billetes. Lám. 2.', núm. 5.

BiszADo , se dice de una pieza ó de un escudo lleno de serpientes ó culebras. Lám. 2.*, núm. 6.

Bordadas, se dice de las cruces, bandas y demás cosas que tienen sus bordes de diferente esmalte, que regularmente es un filetede la sesta parte de su anchura. Lám. 2.*, núm 7.

Bordonada , se dice de una cruz buyos brazos están tor- neados por sus estremds como los bordones de los peregrinos, á lo que otros llaman pometada. Lám. 2.', núm. 8.

Botonado, se dice del botón de una rosa ú otras flores cuando es de diferente esmalte que su resto. Lám. 2.% nú- mero 9.

Brettesadas, se dice de las piezas creneladas que parecen con almenas por lo alto y bajo alternativamente. Lám. 2.% núm. 10.

Brisadas, se dice de las armerías de los cadetes ó bijos segundos, donde hay alguna mudanza por adición, diminu- ción ó alteración de alguna pieza para distinción de las ramas de los linajes. También se dice de los chevrones cuya punta es disyunta. Lám. 2.*, núm. 11.

Brocuantb ó sobrepuesta , se dice de la pieza que está so- bre otra, como una faja que aparece sobre un león. Lám. 2.% núm. 12.

65

BuGLKADosÓHBBiLLADOSy SO llaman los collares de un porro, etc., que tengan hebillas. Lám. 2.% núm. i3.

BuBLTos y se dice de los crecientes que miran á la derecha del Escudo , porque mirando á la siniestra se .dicen contorna- dos. Lám. 2.\ núm. 14.

BüRBiADo , se dice del Escudo lleno de fajas desde diez, doce ó mas en número igual , y de dos diferentes esmaltes, entendiéndose burelado el número de diez fajas, pues pasando de este se ha de especificar. Lám. 2.', núm. 16.

C.

Calzado, se entiende cuando el Escudo está dividido en forma de chevron ranversado, de modo que llegue su punta á lo bajo de la del Escudo , y las piezas que le acompañan ha- cen la acción de calzar, subiendo de lo bajo á lo alto, supo- niéndose por campo el espacio que hay entre las dos líneas de dichas piezas. Lám. 2.% núm. i6.

Cantonada , se dice la cruz acompañada en los cantones del Escudo de algunas otras figuras , y lo mismo se entiende de otras piezas ó figuras. Lám.- 2.'. núm. 17.

Cargadas, se dice de todas las piezas sobre las*cuales hay otras. Lám. 2.', núm. 18.

Carnación , se dice á todas las partes del cuerpo humano, en particular de la cara, manos y pies , cuando se representan al natural. Lám. 2.', núm. 19.

Castillada, se dice de una bordura y de un lambel car- gado de castillos. Lám. 2.', núm. 20.

CiNTRAoo,se dice del globo ó mundo imperial, cercado de un círculo y de un medio círculo en forma de cinta que pasa por medio de él. Lám. 2.', núm. 21.

Chappé, se dice del Escudo, bajando las divisiones desde el centro del jefe hasta los ángulos diestro y siniestro de la punta, en forma que se abre como una capa, chevron ó pa- bellón, que es lo contrario del calzado. Lám. 2.% núm. 22.

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Chaperonados, &e dice de los halcones, aves de rapifia y otros animales por la caperuza con qne les cubren la cabeza. Lám. 2.% núm.23.

Chbvblada ,. se dice de una cabeza que tiene los cabellos de diferente esmalte. Lám. 2.', núm. 24.

Chbvronado , se dice de una pieza ó de un escudo qne se halla Heno de ellos, siendo igual el número de las piezas de tnetal que las de color. Lám. 2.^, núm. 25.

Circulado, se dice de un tonel que tiene arcos ó círculos de diferente esmalte. Lám. 2.', núm. 26.

Clarinado, se dice de un animal que lleva campanillas ó cencerros. Lám. 2.', ñúm. 27. '

Clavado, se dice de un collar de perro y de las herradu- ras de un caballo cuando los clavos son de diferente esmalte que el collar ó herradura. Lám. 2.', núm. 28.

Clbchada, se dice de la redondez de los cabos de la cruz cuyos estremos acaban en forma de anillos de llave antigua, viéndose por la abertuVa interior el campo del Escudo. Lámi- na 2.', núm. 29.

Componadas , se dicen las borduras y otras Bguras com* puestas de piezas cuadradas de alternativos esmaltes, como una hilera de tablero de ajedrez, siendo su número regular 18 compones, délo contrario debe espresarse. Lám. 2.', nú- mero 30.

Contornados, se dice de los animales ó de las cabezas de ellos vueltas á la siniestra del Escudo ; igual se entiende de los crecientes que vuelven sus puntas al mismo lado. Lám. 2.', núm. 31.

Contrae ANDADO, CONTRABARRADO , CONTRABRSrBSADO, CON-

tracuartblado, gontrafajado, contraflorado, contrapalado, CONTRAPOTBNZADO, ctc. , son píezas cuyas barbas, bandas, ^c, tienen opuestos los metales de Jas nnás á los calores de las otras; observándose en cuanto ¿ espresar el número de las piezas de que constaren, lo que se dice de sus figuras princi- pales. Lám. 2.% núm. 32.

Contrapasando , se dice de dos animales cuando el uno

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pasa de un lado y el otro del otro y marchan encontrados. Lá- mina 2.% núm. 33.

Cordado , se dice del laúd , arpa y otros instrumentos, co- mo arcos de tirar flechas, cuando sus cuerdas son de diferente esmahe. Lám. 2.*, núm. 34.

Coronados , se dice de los animales y otras cosas que lle- van coronas. Lám. 2.% núm. 35.

Corriendo , se dice de todo lo que esté en esta postura y acción. Lám. 3/, núm. 1.

Cortado, se dice de un escudo partido horizontalmente en dos parte% iguales, y también de los miembros de los ani- males cuando se hallan cortados perfectamente. Lám. 3.% nú- mero 2.

Cosido, se dice del jefe cuando es de metal sobre metal ó de color sobre color. Lám . 3.*, núm. 3.

Cotizado, se dice del campo ó Escudo lleno de bandas de colores alternados en número de diez, porque pasando de este ha de especificarse. Lám. 3.% núm. 4.

Cramponadas, se dice de las piezas cuyos estremos tienen una media potenza. Lám. 3.', núm. 6.

Crestados, se dice de los animales que llevan cresta de diferente esmalte que el cuerpo. Lám. 3.*, núm. 6.

Cruzado, se dice del globo imperial, de las banderas y otras piezas qne llevan cruz. Lám. 3.*, núm. 7.

Cubierta, se dice de una torre que tiene techo. Lám. 3.* núm. 8.

Curvado ó corvado, es la la situación de los delfines y de los barbos que por naturaleza están curvos. Lám. 3.^, nú- mero 9.

Danchado, ó endanchado, ó dentado, ó endentado, se lla- ma el jefe, faja, palo y otras figuras, cuando terminan en puntas agudas de forma de dientes. Lám. 3.*, núm. 10.

TOMO i. 5

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Dkntbiadas, se dice de las cruces y otras figuras con dien^ tes menudos, diferenciándose de las danchadas en que tienen los dientes mas menudos y cortos, y aquellas, mayores, mas largos y cortos. Lám. 3/, núm. 11.

De espaldas, se dice de dos animales que se hallan ram- pantos de espaldas el uno al otro , y mirando al flanco opues- to; lo mismo se dice de las llaves, dallas ó guadañas , achas, martillos, etc., cuando sus palas ó dientes se hallan hacia fue- ra mirando á distinto lado cada una. Lám. 3.*, núm. 12.

Del uno al otro, se dice de las figuras puestas sobre dos piezas de cualquiera partición que pasaa el esmalte que tienen de la una partición á la otra, quedando formada la figura de los dos colores, alternados del uno al otro. Lám. 3.^, núm. 13.

Del uno en bl otro, se dice del partido, cortado, etc. cuan- do están cargadas sus divisiones de muchas piezas, que las de la una parte son del esmalte de la otra. Lám. 3.*, núm. 14.

Desmembrado, se dice de cualquiera animal que tiene al- guno ó algunos miembros cortados, y cuando es el de la cabe* za se dice descabezado. Lám. 3.^, núm. 15.

Despuntadas, se dice de todas las armas que tienen rota la punta. Lám. 3.^, núm. 16.

Dlademada, se dice del águila cuando tiene un círculo al rededor de la cabeza. Lám. 3.^, núm 17.

Defensas, se llaman los dientes de los javalíes y otros ani- males cuando son de diferente esmalte que el cuerpo. Lámi- na 3.*, núm. 18.

Diapreadas, se dice de las fajas y otras piezas bigarradas ó matizadas de diferentes colores en forma de follaje. Lám. 3.*, núm. 19.

Difamado, se dice de todo animal sin cola. Lám. 3.*, nú- mero 20.

DoNJONNADAs, sc dicc dc las torres y castillos que tienen otras torres encima, especialmente cuando la del medio es ma- yor que las demás. Lám. 3.*, núm. 21.

Dos Y UNA, se dice de la disposición ordinaria de tres pie- zas, de las cuales hay dos en jefe y una en punta, que es lo que

69-

Uamaban los antiguos triájigulo mayor. Lám. 3.% Dúm. 22. Dragonado, se llama el león que termina en cola de dra- gón. Lám. 3.*, núm. 23.

Ebrjlncado, se llama un árbol que tiene cortadas sus rai- ces. Lám., 3.* núm. 24.

Echado, se dice de los animales cuando están en esta pos- tura. Lám. 3.*, núm. 25.

EcoTADOs, se dic^ de los troncos y ramas de los árboles cuando parecen cortados los ramos menores. Lám. 3.*, nú- mero 26.

Elanzado , se dice del ciervo que corre. Lám. 3.*, nú- mero 27.

El uno sobue el otro, se dice de los animales que están

puestos encima uno de otro, dejando intervalo entre ellos. Lám. 3.*, núm. 28.

Embrazado, se dice de una figura formada de dos líneas que salen de los dos ángulos, alto y bajo, diestro del escudo y se juntan en el centro del flanco siniestro, como si fuera un Chevron echado, teniendo lugar de campo, lo que está dentro de las líneas y de embrazado las dos piezas que le acompañan; si lo embrazado estuviere á la diestra es menester especificar- lo. Lám. 3.^, núm. 29.

Empeünado, se dice de un dardo, flecha ú otra cosa que tiene sus alitas ó plumillas al cabo. Lám. 3.^, núm. 30.

Empietando , se dice de las aves de rapiña cuando están sobre su presa, teniéndola asida con sus garras. Lám. 3.^, núm. 31.

Empulgada, se dice de una flecha que está sobre el arco en el punto donde se dispara. Lám. 3.*, núm. 32.

Empuñado, se dice de un manojo de flechas, etc., cuando son en número de tres ó mas, la una en pal y las otras en sa- tuer, juntas y cruzadas en el centro del Escudo : igual se en-

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tiende de cualquiera pieza que esté asida con la mano ó gar- ra de algún animal. Para que las flechas, dardos, etc., sean propiamente empuñados han de estar liados en medio. Lámi- na 3.*, núm. 33.

Emusblados, se llaman los osos, camellos y otros animales que tienen atados los ocicos para que no muerdan ni coman. Lám. 3.^^, núm. 34.

Encajadas ó bmanchadas, se dice de las particiones del es- cudo cuyas piezas se encajan las unas con las otras en forma de triángulos gruesos y largos, de la tercera parte de la longi- tud ó latitud del escudo, según el sentido en que se coloquen, de partido, cortado, etc. , pero siendo jefe tienen la mitad de pié y lo restante de punta, y si fuese faja se forma de trián- gulos alternados que la llenan toda: el campo de la partición se entiende por e) que ocupa la parte superior del escudo , sien- do pieza la inferior de la punta ; debiéndose especiGcar el nú- mero de los triángulos enteros y medios que tuvieren en pa- sando de uno, y asimismo el sentido en que se haym de co- locar departido, cortado, etc. Lám. 3.*, núm. 35.

Encabados ó enmangados, se dice de los cahos de los martillos, etc. , que son de diferente esmalte. Lám. 4.*, nú- mero i.

Encendidos, se dice de los ojos de los animales cuando son de otro color, de una zarza encendida, y de una antorcha cuando la llama es de otro esmalte. Lám. 4.*, núm. 2.

Enclavado, se dice de un Escudo partido, cortado, etc., cuando una de sus particiones enclava en la otra con una ó mas piezas largas cuadradas, cuyo número se ha de especificar pasando de una. Lám. 4.^, núm. 3.

Encerrado, se dice del león cuando lo está en un trechor. Lám. 4.% núm. 4.

Enfiladas, se dice de las coronas , anilletes y otras cosas redondas y abiertas pasadas en banda , palo , faja , lanzas y demás que parece estar ensartadas. Lám. 4.*, núm. 5.

Englantado ó englandado, se dice de un roble cargado de bellotas. Lám. 4.', núm. 6.

rN

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Engoladas, se dice de las bandas y demás piezas cuyos es- treñios entran en las bocas de leones, leopardos, dragones, etc. Lám. 4/, núm. 7.

Enguighadas, se dice de las trompetas y otros instrumen- los cuando tienen cordones que sirven para tenerlas pendien- tes, cuando no se toca con ellas , siendo estos de diferente es- malte. Lám. 4.*, núm. 8.

Ensangrentados, se dice de los animales que llevan man- chas ó gotas de sangre. Lám. 4.*, núm. 9.

Entado, se dice del escudo y piezas, cuando sus particio- nes y estremos entran los unos en los otros por unos encajes redondos que parecen junturas de los huesos del cuerpo hu- mano. Lám. 4.*, núm. 10.

Entado en punta, es una entalladura que se hace en la punta del escudo , por dos líneas circulares que terminan en el ombligo del escudo , y no llegan á los dos ángulos de la punta de él. Lám. 4.*, núm. 11.

Entrelazados , se dice de tres crecientes , anillos y otras cosas semejantes pasados los unos en los otros. Lám. 4.% nú- mero 12.

Entretenido, se llaman dos cos^s tenidas entre mismas, como dos llaves por sus anillos. Lám. 4.% núm. 13.

Equipado, se dice de un navio y de cualquiera embarca- ción que tiene sus velas, jarcias y demás que le pertenece. Lám. 4.^, núm. 14.

Equipolados, se dice de nueve cuadrados de que está lle- no el escudo, de los cuales cinco son de un esmalte y cuatro de otro alternativamente. Lám. 4.", núm. 15.

Escamado, se dice perlas escamas de los peces. Lám. 4.% núm. 16.

Escorchados, se llaman los lobos de color gules, por re- presentar estar desollados. Lám. 4.*, núm. 17.

Espantado, se dice de un caballo levantado en acción vio- lenta y como asustado, en la postura del león rampante. Lá- mina 4.% núm. 18.

EsPANuiDos, se dice de los lirios cuyos botones parecen

m

72 -

un poco abiertos, como las flores de lis de Florencia. Lámi- na 4.% núm. 19. ,

EsPLAYADA , se dice del águila cuando tiene dos cabezas. Algunos han confundido esta voz con la de pasmada^ que es cuando tiene las alas caidas, y otros la han entendido por las alas estendidas que es la postura natural, sin necesidad de es- presar voz alguna. Lám. 4.^, núm. 20.

F.

Paludo ó rompido , se dice de los chevrones que tienen separada alguna parte de sus flancos. Lám. 4.', núm. 21.

Falsas, se dice de las armenias que no observan las reglas del arte, como cuando tienen color sobre color, ó metal sobre metal. Lám. 4.^, núm. 22.

Fajado, se dice del escudo cubierto de seis fajas de metal y color: lo mismo se entiende de cuatro y de ocho piezas, aunque en este caso se ha de especificar el número, y en lle- gando á diez es hurelado. Lám. 4.^, núm. 23.

FiBRBZA, se dice de la ballena, cuando descubre los dien- tes teniendo las aletas y la cola de gules. Lám. 4.*, núm. 24.

Fiero, se dice del león erizado. Lám. 4.*, núm. 25.

Figurado, se dice del Sol que se representa con cara bu- mana y lo mismo se entiende de los tonillos, vezantes y otras cosas. Lám. 4.^, núm. 26.

Fijadas, se dice de las cruces, cuyos pies terminan en pun- ta. Lám. 4.*, núm. 27.

Flambante, se dice de los palos ondeados y punteados en forma de llamas. Lám. 4.*, núm. 28.

Flanqueadas, se dice de una figura que parte el escudo del lado de los flancos , unas veces por medios óvalos y otras por medios losanges que vienen desde el ángulo del jefe á el de la punta del mismo lado , de donde toman su principio. Lám. 4,% núm. 29.

Floradas, se dice de las bandas, borduras y otras piezas

^

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cuyos estremos terminan en flores y en hojas de trevol, aun- que en este casólas llaman algunos trevoladas. Lám. 4.^, nú- mero 30.

Florknzadasóflordelizadás, se dice de las cruces cuyos brazos terminan en flores de lis. Lám. 4.*, núm. 31.

Floridos, se dice de los rosales y otras plantas cargadas de flores. Lám. 4.*, núm. 32.

Flotantes, se dice de las embarcaciones, peces y aves que están sobre el agua en forma de navegar ó nadar, á dife- rencia de equipados que no necesitan estar sobre agua. Lámi- na 4.*, núm. 33.

Franjado, se dice de los gonfalones ó gonfanones que llevan franjas cuyo esmalte debe especificarse. Lám. 4.^, nú- mero 34.

Frbtado, se dice del escudo y de las piezas principales cu- biertas de cotizas ó bastones cruzados y entrelazados en sotuer que dejan espacios vacíos iguales en forma de losanjes y de figura de celosía. Se compone de seis piezas, tres que vienen del ángulo diestro superior al inferior siniestro y del opuesto siniestro del jefe al diestro de la punía, cruzándose y entrela- zándose unos con otros: cuando sean cotizas se ensancharán mas las listas y serán menores los espacios y mayores cuando sean bastonea por ser mas estrechos que las cotizas. Lámina 4.®, núm. 35.

Frutado, se dice de un árbol cargado de fruto. Lám. 5.*, núm. 1.^

Furioso, se dice de un toro levantado en sus pies en la for- ma del león rampante. Lám. 5.\ núm. 2.

Fuselado ó fusado, se dice de un escudo ó pieza cargada de fusos, siendo el número regular de seis de latitud y dos y medio de longitud. Lám. 5.^, núm. 3.

Fustado, se dice de un árbol cuyo tronco es de diferente color que sus hojas f y de una lanza ó pica que su asta es de diterente esmalte que su hierro. Lám. 5.^, núm. 4.

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G.

GiBONADo y se dice de un escudo dividido en ocho girones que son partes ó piezas triangulares, cuyas puntas se unen en el centro del escudo. Se compone de las divisiones del escu- do > partido, cortado, tronchado y tajado ; si hay mas ó menos girones se debe especificar. Lám. 6.*, núm. 5.

Grillvtadas, se dice de las aves de rapiña coando llevan cascabeles en los pies. Lám. 6.*, núm. 6.

Gru(goladas\ se dice de las cruces y otras figuras que ter- minan con cabezas de serpientes. Lám. 5.^, núm. 7.

GuARNBCiDA, SO llama la espada que tiene la guarnición de otro esmalte que la hoja. Lám. 6.^, núm. 8.

Hbrizonado, se dice de un gato encojido y erizado. Lámi- na 5.*, núm. 9.

Horadadas, se llaman las piezas agujereadas y pasadas descubriendo el campo por sus aberturas. Lám. 6.*, nú- mero 10.

I.

luMBLADAs Ó GKMBLADAS, SO dico do las fajas compuostas de dos gemelas , é igual se puede entender de las bandas. Lá- mina 5.*, núm. 11.

L.

Lampasada, se dice por la lengua de los animales. Lámi- na 5.*, núm. 12.

Lbnguadas, se dice de las lenguas de las águilas. Lámi- na 6.*, núm. 13.

75

Lenguados, se llaman los leopardos rampantes. Lám. 5.',

núm. 14.

Lbopardado , se dice del león pasante. Lám. 5.*, núm. 15*

Lbvaih'ado , se dice del oso y otros animales terrestres que eslán en palo y sobre los dos pies. Lám. 5.*, núm. 16.

Liadas, se dice de las figuras atadas con una cinta ó cor- don. Lám. 6.*, núm. 17.

Lleno , se dice del escudo de otro esmalte lleno; enten- diéndose lo mismo de las figuras que están cargadas de otras de diferente color que lo son ellas y el campo ocupando la ter- cera parte de su anchura por diferencia de las bordadas que son de la sexta, y denlas cargadas que son de la mitad. mina 5.*, núm. 18.

LoRRADAs, se dice de las aletas con que nadan los peces, siendo de otro esmalte. Lám. 6.% núm. 19.

LosANjADO, se dice del escudo y piezas cubiertas de losan- jes. Lám. 5.% núm. 20.

Malordknadas, se dice de tres piezas puestas una en jefe y dos paralelas en punta , que es igual á lo que llamaban an- tiguamente triángulo menor. Lám. 6.^, núm. 21.

Maltallada , se dice de una manga de casaca cortada con estravagancia. Lám. 5.*, núm. 22.

Mantelado, se dice del león y otros animales que llevan un mantillo al cuello, y también se entiende por el escudo abierto en capa ó chappé y que algunos impropiamente llaman terciado en mantel. Lám. 5.*, núms. 23 y 24.

Marinos, se dice de los leones y otros animales que termi- nan en cola de pescado. Lám. 5.*, núm. 25.

Masgarado, se dice del león que lleva máscara. Lámina 6.*, núm. 26.

Mazonado, se dice de las bileras de las piedras que for- man las torres, castillos, etc., de cantería , entendiéndose este

r

76

término por las líneas de su división ó travazon con que están unidas y pegadas. Lám. 5/, núm. 27.

Mbdiopajettido, se entiende el escudo que está partido de dos armerías y que en cada parte de la partición no hay sino la mitad de las piezas y figuras de una^armería. Lám. 5.', número 28.

Hembradas, se dice de las piezas de las águilas y otras aves que son de diferente esmalte que el cuerpo. Lám. 5.% número 29.

Monstruosos, se llaman los animales que tienen cara hu- mana ó alguna de las otras partes de su cuerpo es de otros animales. Lám. 5.% núm. 30.

Montante, ó montando, se entiende de los crecientes que tienen sus puntas hacia el jefe del Escudo, de las abejas, mariposas etc., que vuelan hádalo alto. Lám. 5.', núm. 31.

MoRNADo, se llama el León que no tiene dientes, lengua ni garras. Lám. 5.', núm. 32.

Movientes, se llaman las piezas que nacen ó salen del jefe de los flancos y de la punta del escudo como si estuvieran pegadas á ellos y que tiran hacia otro lado. Lám. 5.', nú- mero 33.

Naciendo, se dice de los animales que muestran la cabeza, el cuello, las dos manos y parte de las espaldas, representán- dose como saliendo de alguna de las estremidades ó superficie del escudo. Las aves descubren la cabeza, el cuello, pecho y la mayor parte de sus alas. Lám. 5.', núm. 34.

Natural ó al natural, se dice de los animales, flores y frutos, representados con el color que ellos tienen, por lo cual no se reputan como colores de armería los de naturaleza, y por ella no repugna al arte ponerlos sobre los suyos. Lám. 5.*, número 35.

Nebulaoo, se dice de las piezas hechas en forma de nube,

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mezclándose las unas en las otras. Lámina 6.% número 1.

Keryado, se dice del elecho y otras yerbas, cuyas venas y fibras son de diferente esmalte. Lám. 6.% núm. 2.

NuDADO, se dice de la cola del león cuando tiene nudos, del bastón y de otras piezas que los tienen, ó los hacen con su figura. Lám. 6.% núm. 3.

NuRiDO ó NouRiDo, SO dico del pié de las plantas cuando no muestran sus raices, y lo mismo de las flores de lis óuando no aparece su punta inferior ó pié. Lám. 6.', núm. 4.

O.

Ondadas, se dice de las fajas y otras piezas en forma do ondas. Lám. 6.', núm. 5.

Orbiados, se dice de los delfines y de las conchas, que se representan con puntas de diferente esmalte. Lám. 6.*, nú- mero 6.

p.

Palado, se llama el escudo y figuras cargadas de palos en número de seis, pues en otro se ha de especificar, y en llegando á diez es verjetado. Lám. 6.', núm. 7.

Palizadas, se dice de las piezas en forma de palos, fajas punteadas, ó agudas, encajadas las unas con las otras. Lámina 6.', núm. 8.

Palladas ó diaprbadas, se entiende por las figuras carga- das de dibujos de lienzos ó de pajas. Lám. 6.', núm. 9.

Papelonado, se dice del escudo y figuras que se represen- tan como escamas de pescado, formadas de unos medios cír- culos que las puntas miran contra lo alto, y los medios círculos contra lo bajo, puestas en hileras las unas sobre las otras. Lo lleno de las escamas tiene lugar de campo y los bordes de estas piezas se entienden por figura. Lám. 6.', núm. 10.

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Partido, se dice del escudo y otras piezas divididas en pal de arriba abajo en dos partes iguales perpendicularmen- te. Lám. 6.% núm. 11.

Paciendo, se dice de los animales cuando tienen la cabeza baja como que pasturan. Lám. 6.\ núm. 12.

Pasmado, se dice del delfín sin lengua con la boca abierta, y también se dice de las águilas que tienen las alas bajadas. Lám. 6.% núm. 13.

Pasado ó puesto bn sotuer, se dice de las cosas puestas en foma de cruz de San Andrés. Lám. 6.', núm. 14.

Pasando, se dice de los animales que parece que marcban con la acción de su natural movimiento de tener levantada la mano derecha. Lám. 6.', núm. 15.

Patté, se dice de las cruces cuyos estremos se ensanchan poco. Lám. 6.', núm. 16.

Pendientes, se dice de tres, cuatro ó cinco pendientes de los lámbeles. Lám. 6.', núm. 17.

Perchadas, se dice de las aves puestas en ramas. Lámina 6.', núm. 18.

Picadas, se dice de las aves» cuyo pico es de diferente es- malte. Lám. 6.', núm. 19.

PiÑONADAs, se dice de las piezas que se elevan en forma de escala ó grada de una y otra parte piramidalmente. Lámina 6.', núm 20.

Plumetado ó plumado, es igual que mosqueado^ maripo^ sado^ 6 papillonado, Lám. 6.', núm. 0.

Pometadas, se dice de las cruces y rayos cuyos estremos terminan en forma de bolas. Lám. 6.', núm. 21.

PoTENZADAs, SO dicc dc las piezas terminadas en T. Lámina 6.*, núm. 22.

QuARTBLADo, OS propiamente el escudo dividido en cuatro partes iguales en forma de cruz, porque el cuartelado en sotuer puede equivocarse con el flanqueado. Lám. &', núm. 23.

79 -

R.

Ramado, se dice de las astas y cuernos de los ciervos y gansos cuyas puntas ha de especificarse su número. Lámina 6.% núm. 24.

Rampante, se dice de los animales que se enderezan en la postura de la banda, debiendo especificarse esta voz en todos los animales escepto el león, grifo y leopardo leonado, que es su situación ordinaria, y los caballos, unicornios, carneros y otros que tienen su término particular. Lám. 6.*, núm. 25.

Rastrillada, se dice la puerta que aparece en los castillos como segunda puerta, que era un rastrillo levadizo, llamado órgano, en la fortificación antigua, de forma enrejada con puntas de hierro en lo bajo. Lám. 6.*, núm. 26.

Rabisante, se dice de un lobo que está en la postura del león rampante. Lám. 6.', núin. 27.

Ratonante, se dice de los rayos resplandecientes que salen de los cuerpos luminosos. Cuando en un sol no lleguen, ó pasen de 16, y en las estrellas de cinco, se debe especificar su número. Lám. 6.', núm. 28.

Recortadas, se llaman las piezas honorables, cuyos cabos no llegan á los lados de los escudos, ni á sus ángulos ni flan- cos. Lám. 6.% núm. 29.

Rbgrucetadas, se dice de las cruces que tienen otras en sus brazos. Lám. 6.', núm. 30.

Rbdondadas, se dice de algunas cosas que siendo redondas naturalmente, ó por artificio, se ponen ciertos rasgos en ellas que sirven para hacer desaparecer su redondez. Lám. 6.', nú- mero 31.

Rbsarcelaoas, se dice de las figuras guarnecidas de un filete de distinto esmalte que el de la pieza y costea todos sus estremos y no las puntas, separada de ellos la misma distancia que tiene el filete de ancho. Lám. 6.', núm. 32.

RtHRADAs, se dice de las bandas, palos y fajas, que sola-

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mente muestran parte de su figura en la situación donde to- man su sentido en el escudo. I^ám. 6.% núm. 33.

Rompidos , se llaman los ehevrones fallidos y los jefes que no tienen sino la tercera parte de su anchura regular. Lámi- na 6.\ núm. 34.

RuANTB , se dice del pavo real que estiende las plumas de su cola. Lám. 6.^, núm. 35.

s.

Salibndo, se dice de los animales cuando solo aparece la cabeía, parto de su cuello, la punta de una mano y la estre- midad de la cola contra el jefe , á diferencia del naciendo que descubre hasta las espaldas. También se dice cuando salen de un bosque ó de una casa y no muestran sino la mitad de su cuerpo, y de la figura humana, aunque ordinariamente áésta se la llama saliente. Lám. 7.', núm. i.

Saltante ó saltando , se dice de la cabra ó carnero puesto en la situación del león rampante. Lám. 7.% núm. 2.

Sembrado , se dice cuando se halla el escudo cargado de piezas sin número ; y son sin número cuando en las estremi- dades de aquel parecen la mitad ó parte de las figuras de que está lleno. Lám. 7.^ núm. 3.

Sentado , se dice de los animales que están en esta postu- ra. Lám. 7.% núm. 4.

SiLLADo,se dice del caballo con silla, pues cuando lleva una cinta por medio del cuerpo, de distinto esmalte, se llama cinchado, lo mismo que de otros animales. Lám. 7/, nú- meros.

Siniestrado , se dice de una pieza que lleva otra á su si- niestra. Lám. 7.', núm. 6.

Sobre el todo, se dice de las piezas, como de un escuson que se halla puesto sobre el centro de un cuartelaje , que bro- chan ó están puestas sobre otras. Lám. 7.', núm. 7.

Sobre el todo de el todo , se dice de un escudito que estíl

~8^

sobre otro escuson mayor puesto en el centro del cuartelaje de un escudo, que se halla ya sobre el todo, y siempre será del tercio de la longitud y latitud del Escudo sobre que se so*« brepone. Lám. 7.% núm. 8.

Sombreadas, se dice de las figuras trazadas de negro. Lá- mina 7.% núm. 9.

Sostenida, se dice de una pieza que tiene otra debajo uni- da á ella. Lám. 7.% núm. 10.

SuRMONTADA, SO dicc dc uua pieza que tiene otra encima; y lo mismo de un jefe cuando la parte inferior de él escede á la superior, siendo de diferente esmalte. Lám. 7.*, núm. li.

T.

Talladas , se dice de las palmas y flores por el tallo , ra- mitas ó cabos que sostienen la flor. Lám. 7.', núm. i2.

Tajado , se dice del escudo dividido diagonalmente de iz* quierda á derecha en dos partes iguales. Lám. 7.'', núm. 13.

Terciado, se dice del escudo dividido en tres partes, en largo, ancho y diagonalmente, con tal que sea de tres distin- tos esmaltes. Lám. 7.', núm. 14.

Terrasa, se dice de la punta del escudo en forma de una lista estrecha y sin regularidad que cubre las raices de las plantas y árboles sobre que se ven diferentes figuras , y la demuestran algunos en forma de campo lleno de yerbas , lla- mándola al natural cuando no es de los esmaltes propios de armería. Lám. 7.', núm. 15.

Timbrado , se dice de un escudo adornado de un casco ó celada que está puesto esteriormente sobre la parte superior del escudo ; y se debe entender timbrado todo lo que se pone sobre el escudo^ sea yelmo^ cimera^ corona^ etc.^ que sirva de ornamento al Escudo de armas. Lám. 1/, núm. 16.

ToRTiLLAifTB^ SO dico dc la culebra^ gibre, víbora ó ser- piente que hace vueltas y ondas con la cola. Lám. 1»', nú- mero 17.

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Trazado 9 se dice de las figuras que están sobre el primer dibujo ó líneas para la formación ó idea de dicha figura. Lá* mina 7.% núm. 18.

Trellisado, es lo mismo que el {retado ó enrejado, con la diferencia que está siempre clavado en el centro donde se sobreponen y cruzan los bastones ó listas que se atraviesan en sotuer. Lám. l.\ núm. 19.

Trbs^ dos t una , se dice de seis piezas dispuestas , tres en jefe en una misma línea^ dos en faja y una en punta. Lá- mina 1.*, núm. 20.

Tronchado^ se dice el escudo dividido verticalmente en dos partes iguales, como si viniera una línea del ángulo dies- tro del jefe al siniestro de la punta. Lám. 7.'^ núm. 2i.

V.

Vacias^ se dice de las cruces y otras piezas abiertas que por medio de ellas se ve el campo del Escudo. Lám. 7.'^ nú- mero 22.

Vbrado , se dice del escudo y de las piezas cargadas de veros que son de otro esmalte que de azur y plata. Lám. 7.% núm. 23.

Vbrgbtado^ se dice del escudo lleno de diez palos en igual número de metal y color. Lám. 7.*^ núm. 24.

Ybstido , se dice del espacio que deja un gran losange que toca á los cuatro flancos del escudo^ y también de las figuras humanas que tienen algún ropaje. Lám. 7.', núm. 25.

ViLKNADO; se dice del león ú otro animal cuando se deja ver el sexo y es de otro esmalte que el cuerpo. Lám. 7.% núm. 26.

ViROLADO, se llama á las moldurítas de las hebillas^ de los hierros , de los anillos de las cornetas que parecen en sus estremos con una guarnición de diferente esmalte. Lám. 7.% núm. 27.

Vibradas , se dice de las fajas y otras piezas que tienen su

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figura en ondas cuadradas de una parte, y otra á modo de gradas. Lám. 7.% núm. 28.

U

Uñado, se dice de las uñas de los animales que tienen ios pies hendidos como los de los ciervos, bueyes^ etc.^ y que son de diferente esmalte que el cuerpo^ así como las de las aves se llaman membradas y las de los leones armadas. Lám. 1/, Dúm. 29.

DE LA FORMA Y CAMPO

M LOS ESCUDOS T DIFERENCIAS ENTRE LAS NACIONES.

Lo que en las armerías parece fondo ó plano, donde se representan ó colocan las piezas ó figuras, se llama Escudo, que realmente no es otra cosa que el campo ó espacio conte- nido entre sus líneas estremas, de cualquier forma que resul- te y sea su figura, denominada por muchos adarga, broquel, tarja, rodela, etc. Su uso viene de la antigua arma defensiva que la gente de guerra traia al brazo izquierdo para resguar- darse de los golpes de lanza, sobre el cual pintaban cifras y figuras, según la costumbre de cada pais, como la parte mat vista de todos, quedando por fin en las armerías para espresar las honras y hechos que comprenden. Al principio se hacian de madera de sauce, de fresno, de álamo, de higuera, de corcho y de mimbres entretejidos; su forma en la antigüedad era redonda, de tres pies de diámetro; el escudo de los latinos estaba hecho de cueros de buey; la adarga era mas larga que ancha y después la hicieron convexa, y era de pié y medio de ancho y cuatro de largo, cubierta de pieles de buey y plan- chas de hierro. El escudo de las amazonas era en forma de luna. La forma de los escudos puede ser infinita como la

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r.

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invención de los hombres, pero entre los españoles es costum- bre traerlo cuadrilongo, redondeado por lo bajo ó con punta, en medio de la base. Los franceses lo usaron antiguamente cuadrado, y boy en punta como los españoles. Los alemanes los tenian enganchados ó agujereados al lado diestro, donde afianzaban ó sujetaban la lanza, y de otras hechuras. Los ita- lianos se sirven del círculo y del óvalo á imitación de los ro- manos, y por símbolo de su imperio universal. Los eclesiás- ticos usan la figura circular. Las doncellas lo traen en forma de lonsaje, que es la de un rombo, puesto sobre uno de sus ángulos, de modo que los agudos correspondan á lo alto y bajo, y los obtusos á los lados. Las ciudades y villas lo han usado en el mismo sentido. Las viudas le pueden tomar tam- bién para hacer ver que vuelven á la misma libertad que las solteras. Las casadas acolan sus escudos con los de sus mari- dos, y estos los de sus mujeres, poniendo los de estas á la siniestra y los suyos á la diestra. Las abadesas, prioras y otra cualquiera suerte de señoras los han de traer como doncellas. Lámina 7.', números 30, 31, 32, 33 y 34.

PROPORCIÓN, PUNTOS Y PARTES

PRINCIPALES DEL ESCUDO T LUGAR QUE EN ÉL TIENEN LAS FIGURAS.

La proporción del Escudo consiste en su longitud y latitud. La longitud es la distancia que se considera desde lo alto del jefe á lo bajo de la punta, comprendida en seis partes ó dimen- siones iguales: la latitud es la capacidad que tiene de un lado á otro, dividida en cinco partes de las seis iguales de su lon- gitud: Lám. 7.' núm. 35, esceptuánse los escudos circulares y otros irregulares, que no pueden guardar esta precisión, por lo cual no debieran usarse, por no caer en estos inconvenien- tes, y para evitar la licencia que los grabadores y dibujantes se toman, poniendo, por su ignorancia, algunos adornos, que no redundan en mucho honor del sugeto que los trac, y fal-

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lando á la ley inviolable de las armerías, de que no debe ha- ber en el Escudo de armas interior ni esteriormente punto, línea ni ornamento, que no tenga su significado y representa- ción. Los puntos y lugares principales del escudo son nueve tres que pertenecen al jefe del escudo, representan la cabeza del hombre y significan el entendimiento, el juicio y la me- moria, marcados con las letras a, 6, c. Lám. 8/, núm. 1: uno que corresponde al cuello del hombre llamado punto do honor, letra d; otro llamado centro, medio, abismo ó corazón del escudo en representación del del hombre, de donde dimana el valor, letra e; otro conocido por ombligo del escudo, y significa el estómago del hombre por ser por donde recibe el cuerpo humano el primer alimento en el vientre de la madre representando en armería la memoria que se ha de tener delante de la virtud, manteniéndose contra los vicios, letra /; y los restantes corresponden á la punta del escudo en represen- tación de las piernas del hombre y símbolo de la constancia y firmeza que debe tenerse contra las adversidades de la fortuna, letras ^, ft, t. De la representación de estos puntos resultan otros que sirven para la situación de las piezas y se denominan centro del escudo, cantón diestro del jefe, centro del jefe, cantón siniestro del jefe, flanco diestro del escudo, flanco siniestro del escudo, punta del escudo, cantón diestro de la punta, cantón siniestro de la punta, diestra y siniestra del escudo. Así que cuando solo haya una figura que colocar en el escudo ocupará el medio por ser su postura natural y las demás se espresará el punto donde se hayan de colocar con su deno- minación. Las divisiones del escudo son aquellas partes que separadas con líneas las constituyen independientes unas de otras formando distintas particiones, que son de tres especies; primera, por partes iguales, que son las que dividen en mutuas {>articiones de recíproca igualdad y proporción entre sí, como son partido lám. 6.', núm. 9; cortado, lám. 3.*, núm 2; tron- chado, lám. 7.', núm. 19; tajado, lám. 7/, núm. 11; terciado, lám. 7.' núm. 12; cuartelado en cruz, lám. 6.', núm. 21; y sotuer, lám. 8.', núm. 2; y gironado, lám. 5.', núm. 4; par-

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tido es cuando una línea recta perpendicular divide el escudo en despartes iguales; cortado se hace con una línea horizontal, que pase por medio del escudo, formando dos partes iguales; tronchado se hace con una línea diagonal tirada del ángulo diestro del jefe al siniestro de la junta; tajado es al contrario del tronchado, del ángulo siniestro del jefe al diestro de la punta; terciado es cuando dos líneas parten ó cortan el escudo en tres partes iguales; cuartelado en cruz, es cuando las dos líneas perpendicular y horizontal cruzan y dividen el escudo en cuatro partes iguales; en sotuer se hace con las dos líneas diagonal y vertical cruzadas en aspa, y gi roñado es el escudo dividido con las cuatro líneas perpendicular hofizontal, diago- nal y vertical. Segunda: por partes iniguales, que son piezas ó particiones, que se colocan en el escudo sin tener igualdad en él, ni con las demás divisiones regulares, llamándose por su disminutezé inigualdad, chappé, lám. 2.', núm. 22; cal- zado, lám. 2.', núm. i6; embrazado, lám. 3.*, núm. 29; en- cajado, lám. 3.*, núm. 35; enclavado, lám. 4.', núm. 3; adiestrado, lám. 1.', núm. 10; y siniestrado, lám. 7.*, nú- mero 4; de cuyas piezas se ha dado noticia en el Diccionario de los atributos de las figuras. Tercera: por cuarteles, que son una composición bien ordenada de las particiones del escudo «n que se colocan las diversas alianzas de las casas ilustres de donde un noble desciende, sirviendo para espresar en olios las armas que cada uno de estas tiene, que pueden ser de alianzas de patronato, de concesión, de dignidad y de pretensión. Alian- zas son las divisiones en que se representan las armas de las familias nobles con que un caballero está coligado haciéndose las particiones según el número de los cuarteles correspondien- tes á las alianzas que deban ponerse con orden y simetría, de donde viene á formarse el pendón genealógico que es el gran escude lleno de otros pequeños que en sus repartimientos figuran las armas de cuantas alianzas un noble tiene depen- dencia. El escudo partido se practica en las armerías para colocar las armas del padre á la derecha y de la madre á la siniestra, lo mismo que el cortado, tronchado y tajado. Tam-

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blen sirve para este objeto el cuartelado en cruz, puet se colocan en el 1.^ y 4.^ cuartel las armas principales de la casa que son las del padre y en el segundo y tercero las de la alianza que son las de la madre. El terciado sirve para tres alianzas, poniendo en el primer cuartel las armas de la casa, en el segundo la alianza de madre y en el tercero la última; siendo el de cuatro cuarteles en cruz ó en sotuer el propio para el de cuatro alianzas, poniendo en el primero las del padre, en el segundo las de la madre, en el tercero las de la abuela paterna y en el cuarto las de la materna; para cinco alianzas el mejor y mas hermoso escudo es el cuartelado en cruz con escuson sobre el todo, el cual debe tener el tercio de lo largo y ancho del escudo principal, colocándose en él las armas de familia y en los demás las de alianzas por su orden, lúm. 8/, núm. 3. Cuando el escudo esté lleno de seis cuarte- les se dice partido de uno y cortado de dos rasgos, que hacen seis escudos, siendo el i.°, 2.° y 3.° los tres superiores y el 4.**, 5.^ y 6.° los inferiores, todos por su orden de derecha á izquierda. Lám. 8.', núm. 4. El de siete cuarteles, se dice partido de uno, cortado de dos y escuson sobre el todo, lá- mina 8.', núm. 5. Para ocho cuarteles se dice partido de tres, cortado de uno, ó bien cuatro cuarteles sotenidos de otros cuatro, observando dicho orden en la colocación de las alian- zas, poniendo en el 1.^ las de padre, en el 2.^ las de ma- dre, en el 3.^ las de abuela paterna, en el 4.^ las de la ma- terna, en el 5.^ ó sea i.^ de los cuatro sotenidos las de la bisabuela paterna de primer grado; en el 6.^ las de la bisa- buela paterna de segundo grado; en el 7.^ las de la bisabuela materna de primer grado, y en el 8.^ las de la bisabuela materna de segundo grado; y en los demás se observará esta misma regla, siguiendo el orden de tatarabuelos, choznos y otros grados hasta el número que se desee, y se seguirá di- ciendo: el de 9 cuarteles, partido de tres y cortado de uno con escuson sobre el todo; el de 10 cuarteles partido de cuatro rasgos y cortado de uno, ú bien cinco sostenidos de otros cinco; el de It como el anterior con escuson sobre el todo; el de

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18 partido de tres, cortado de dos; el de 16 partido de tres cortado de otros tantos ó cuartelado y contracuartelado; el de 24 partido de cuatro rasgos y cortado de tres; el de 32 partido de siete y cortado de tres, siendo siempre el primer cuartel el de la casa principal y el resto los de alianzas, y se reputa como primer cuartel en los que llevan escuson éste. El mismo orden sirve para la coordinación de los patronatos, concesiones, dignidades y pretensiones, siendo las divisiones de cuarteles espresadas las que se usan, pues de mas número es confusión.

METALES, COLORES Y FORROS.

Estos son la materia y ornato de las armerías, y sus tér- minos vulgares y propios para los esmaltes de armería, son: Amarillo, en armería oro; para los títulos topacio, para )os Soberanos Sol. Blanco, en armería plata; para los títulos per- la, para los Soberanos Luna. Rojo, en armería gules; para loa titulos rubí, para Soberanos Marte. Azul, en armería azur; pa- ra titulo Záfiro; para Soberanos Júpiter. Negro, en armería sa- ble; para títulos diamante, para Soberanos Saturno. Verde, eo armería sinople; para titulos esmeralda, para Soberanos Venus. Violeta, en armería púrpura; para titulos amatista, para Sobe- ranos Mercurio. El Padre Silvestre Petrasanta inventó el uso de las lineas y puntos con que se distinguen en los grabados los colores, siendo ley inviolable en todas las naciones, no haber mas que estos dos metales y cinco colores, á escepcion de los ingleses que añaden el leonado, anaranjado y sanguí- neo, y en todas partes se llaman los siete colores con la voz genérica esmalte. También se toman por esmalte los forros que son dos, llamados arminios^ que se componen de plata y negro, y veros que se componen de plata y azur; y sus dife- rencias que son, contra-arminios, contra-veros, veros en pun- ta, verados, contraverados y verados en punta. Y últimamen- te, se toman por esmalte las figuras al natural.

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El oro, que se caracteriza con puntos, simboliza de las piedras preciosas el topacio, de los planetas el Sol, de los sig- nos Leo , de los elementos el fuego , de los dias de la semana el Domingo, de los meses el de Julio, de los árboles el ciprés, de las flores el girasol , de las aves el gallo , de los cuadrú- pedos el león, de los peces el delfin, de las virtudes la justi- cia, benignidad y clemencia, de las calidades mundanas la nobleza, caballería, riquezas, generosidad, esplendor, sobera- nía, amor, pureza, salud, solidez, gravedad, alegría, pros- peridad, eternidad, poder y constancia. Los que le usan en sus armas , tienen obligación de hacer bien ú los pobres, de- fender á sus Reyes y pelear por ellos y la patria hasta derra- mar la úitimagota de su sangre. Lám. 8.% núm. 6.

La plata, que se representa dejando el campo liso del escudo, cuartel ó pieza, simboliza de las piedras la perla, de los planetas la luna, de los signos Cáncer, de los elementos el agua , de los dias de la semana el lunes , de los meses Enero y Febrero, de los árboles la palma, de las flores la azucena, de las aves la paloma , de los cuadrúpedos el arminio, délas vir- tudes la humildad , inocencia, felicidad , pureza, templanza y verdad, de las calidades mundanas la hermosura, franqueza, limpieza, integridad, elocuencia y vencimiento, sin sangre, de los enemigos. Los que traen este metal en sus armas, están obligados á defender á las doncellas y amparar á los huérfanos. Lám. 8.', núm. 7.

El gules, que se representa por líneas sutiles perpendicu- lares ó en pal, simboliza de las piedras el rubí, de los plane- tas Marte, de los signos Aries y Escorpión , de los elementos el fuego, de la semana el martes, délos meses Marzo y Octu- bre, de los metales el cobre, de los árboles el cedro, de las flores el clavel , de las aves el pelícano , de las virtudes la ca- ridad, de las calidades mundanas la valentía, nobleza, mag- nanimidad, valor, atrevimiento, alegría, victoria, ardid, ge- nerosidad, honor, furor y vencimiento con sangre. Los que usan este color tienen obligación de socorrer á los oprimidos con injusticia. Lám. S.'*, núm. 8.

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El azur, se. espresa con líneas horizontales, simboliza de las piedras el záfiro, de los planetas Venus, de los signos Tau- ro y Libra, de los elementos el aire , de los metales el acero, de la semana el viernes, de los meses Abril y Setiembre, de los árboles el álamo , de las flores la violeta , de las aves el pabon, de los cuadrúpedos el camaleón, de las virtudes la justicia, de las calidades la alabanza, hermosura, dulzura, nobleza, perseverancia, vigilancia, recreación, celo y lealtad. Los que usan este color en armería , están obligados á socor- rer á los fieles servidores de los Príncipes que se hallan sin re- muneración de sus servicios. Lám. 8.', núm. 9.

El sable, se representa por lineas perpendiculares yhorí- zontales; simboliza de las piedras el diamante, de los planeta, Saturno, de los signos Tauro y Virgo, de los elementos la tierra, de la semana el sábado, de los meses Diciembre, de los metálese] plomo y hierro, de los árboles el olivó y pinp, de las aves la águila, de las virtudes la prudencia, de los acci- dentes el duelo, la aflicción, dolor, sabiduría, ciencia, grave- dad, honestidad, firmeza, obediencia, memoria, ventaja, muerte, silencio y secreto. Tienen obligación los que le usan de socorrer á las viudas, huérfanos, eclesiásticos y gente de letras. Lám. 8.*, núm. 10.

El siNOPLB, que se representa por lineas diagonales ó en banda, simboliza de las piedras la esmeralda, de los planeta» Mercurio, de los elementos la tierra, de la semana el miérco- les, de los meses Mayo, de los metales el azogue , de los árbo- les el laurel, de las flores la siempreviva, de las aves el papa- gayo, de las virtudes la esperanza, de las calidades la honras cortesía^ abundancia, amistad, campo, posesión, servicio y respeto. Los que traen este color en sus armas están obliga- dos á socorrer á los paisanos y labradores, huérfanos y pobres. Lám. 8.*, núm. il.

La púrpura, se representa por líneas verticales ó en barra, y simboliza de las piedres el amatisto, de los planetas Júpiter, de los elementos el aire, de la semana el jueves, de los meses Febrero y Noviembre, de los metales el estaño, de los árboles

Ol- la Sabina , de las flores el lirio» de los signos Sagitario y Pis- cis, de los cuadrúpedos el león, de los peces la ballena, de las virtudes la templanza y devoción, de las calidades la nobleza, grandeza, soberania, gravedad, recompensa de honor, abun- dancia, tranquilidad, riqueza, dignidad, autoridad y liberali- dad: Los que traen este color en sus armas, han de defender á los eclesiásticos y religiosos. Lám. 8/, núm. 12.

Los ARMiKios se toman por el campo blanco sembrado de manchuelas negras, como mosquitas, significan en Armería la inclinación divagante que tienen los hombres á ir por mar y tierra, y representa la pureza, pues Fernando Y, Rey de Ara- gón, cuando echó de la Calabria al Duque de Lorena, descu- bierta la conspiración del Príncipe de Resana su pariente, con que quedó posesor del Reino de Ñapóles , instituyó en 1483 un orden de Caballería del Arminio , dando á los Caballeros de él un collar de oro con un arminio pendiente, y por divisa el epígrafe: «Malo morí quam faedari,» para mostrarles, que primero se debe morir que vivir sin honra. También dio mo- tivo para tenerse por dignidad el traerlos por forros en sus vestidos los Gobernadores y personas de representación. Cuan- do se blasona un Escudo se dirá , trae de arminios, y se po- nen 7, 11 y hasta 16. Lám 8.*, núm. 13.

CoNTRAARMiNios, se dicc, cuaudo el campo es de sable, y las mosquinas de plata. Lám. 8.', núm. 14.

Vbros, son unas fígunas como copas ó vasos, representadas en forma de campanitas que siempre son de plata y azur. Se traen en representación de haber administrado justicia con fortaleza y verdad : significan dignidad, y se tienen también por el orden de la Caballería que instituyó Carlos Martel en señal de la Victoria que tuvo en África contra Abderramen, en la que habiéndose encontrado un gran botin de pieles de un animal como una gineta, que se halla en África, y tiene su piel blanca por el vientre y cenicienta por la espalda , las pu- sieron aquellos en sus armas, que continúan hoy sus suceso- res. Su disposición ordinaria es hallarse un Escudo cargado de cuatro hasta seis hileras de ellos, y habiendo mas se dice:

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veros menudos, y menos, veros grandes. Para serpropiamenle veros, han de ser de plata y azur, y opuesta la base de la figura del metal á la base de la figura del color. Lám. 8.%núm. 15.

Contraveros, se entiende cuando en estas figuras se halla la base de la del metal puesta contra la base del metal , y las bases de las del color con las bases de las del color. Lám. 8.*, núm. 16.

Veros en punta, serán cuando las puntas de unas piezas se ponen opuestas á las bases de las otras. Lám. 8.' , núm. 17.

Vbrados, se dice cuando los veros son de otro metal y co- lor que no sea plata y azur. Lám. 7.^, núm. 21.

Contraverados, es cuando no siendo los veros de plata y azur, guardan la disposición de los contraveros. Lám. 8.^, nú* mero 18.

Vbrados en punta , son los que en la propia inteligencia de no ser de plata y azur, siguen el orden de los veros en pun- ta. Lám. 8.% núm. 19.

FIGURAS DE ARMERÍA.

Las figuras de las armerías, son aquellas piezas, alhajas y muebles con que se carga el Escudo interiormente, que es la forma y acción que dan el ser á todo el compuesto artificial del Blasón. Sírvense las armerías de tantas figuras cuantas se incluyen en lo sublunar y celeste y en la fantasía de los hom- bres, desde lo artificioso á lo quimérico, por lo que se distin- guen y entienden genérica y especiticamente en cuatro espe- cies: propias, naturales, artificiales y quiméricas.

Las propias de Armería ó heráldicas , y las mas esenciales del Blasón, son las que representan las mismas armas que los Caballeros traian para su uso y defensa , del mismo modo que las señales délas heridas que sacaban en las funciones de guer- ra, así en las personas como en sus Escudos ; se entienden también de cuatro suertes para comprenderse con mas facili-

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dad; en particiones del Escudo, en piezas honorableS| en dis- mínnidas y en seantes. Las figuras propias, que son particio- nes del escudo , están comprendidas en las divisiones, })artt¿o, cortado^ tronchado, tajado^ terciado, cuartelado, etc. Las pie- zas honorables, llamadas así por ser las primeras que se usa- ron en Armería, como símbolos de nobleza y señales de honor, y que ocupan los lugares mas honorables del escudo, denotan ¡os ornamentos mas necesarios en los nobles y Caballeros, da- dos en señal de las heridas que sacaban de las funciones, por que antes, después de las batallas, las Cronistas Reyes de Ar- mas, presentaban al Rey ó General del ejército, aquel comba- tiento que se habia distinguido contra los enemigos, y que por su esfuerzo y valor habia contribuido mas á la victoria ; en su consecuencia, el Rey por premio de su virtud le ennoble- cía, poniéndole sobre su Escudo alguna de estas piezas, ó au- mentándolas, si las tenia, para su gloria. Las piezas honorables principales son aquellas figuras simples, que no dependiendo de otras, tienen primer lugar, y se ven solas muchas veces en armería. Disminuidas, son aquellas que resultan como parte ó diminución de éstas. Y seantes, las que rara vez ó nunca se ven como no sean juntas, en cuyo sentido se entenderán tam- bién por su denominación las naturales, artificiales y quimé- ricas, por el orden siguiente:

Jkfb, aunque se entiende en Armería por la línea mas alta del Escudo, es una pieza honorable , que tiene el primero y mas alto lugar junto al borde del escudo, tirado de un flanco áotro y ocupando la tercera parte de su latitud ó longitud; simboliza el casco del Caballero; el círculo y corona de aquel, que debe ser honrado; es siempre de diferente esmalte que el campo. Lám. 8/, núm. 20.

Palo, se pone perpendicular en medio de donde parte el escudo, colocado desde lo alto del Jefe ala punta del escudo; es de la tercera parte de lo ancho ó de lo largo de éste, cuando se halla solo; simboliza la lanza del Caballero, denotando ha- ber sido el primero que rompió la estacada de los enemigos en plaza 6 en campaña. Lám. S.'*, núm. 21.

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FuAy M coloca horizontalmente donde corta el escudo, desde an flanco á otro; es de un tercio de latitud ó longitud y sepera el jefe de la punta ; representa la coraza del Caballero armado, la pretina y el ceñidor y se trae en representación de las heridas que sacaban de las batallas, en el cuerpo, y por traer tefiida de sangre de los enemigos la coraza ó el ceñidor. Lám. 8.% núm. 22.

La cruz, que cuando está sola en el escudo, ocupa un tercio , y cuando acompañada se estrecha un poco para dar si- metría á todo lo demás, se compone del palo y faja, llamándose ordinariamente cruz plana; representa la espada del Caballe- ro, y se daba al combatiente que la sacaba teñida de sangre. Del tiempo de las Cruzadas quedaron algunas familias con la cruz por armas, pintándola los españoles roja , los franceses blanca, los italianos azul, los alemanes negra, los sajones ver- de, los ingleses de oro y alguna vez roja. Lám. 8.% núm. 23.

La banda , atraviesa diagonalmente el escudo ; tiene un tercio de lo ancho y largo de aquel, y significa el tahalí del Caballero y la banda, quetraia atravesada del hombro diestro á el costado siniestro, que es la situación en que se coloca en el escudo , habiéndola puesto por armas muchos de los que fueron á las Cruzadas, con el color del uso de sus Naciones: se trae por acción de guerra y por divisa de la Caballería de la Banda, que D. Alonso XI, Rey de Castilla y de León, ins- tituyó en 1330, trayéndola algunos por armas después que se estinguió el orden ; y el representarlas con cabezas de drago- nes que la tragan, que es banda engolada, significa fortaleza de Caballeros guerreros , usándose en España por la bataUa del Salado que ganó contra los Moros dicho Rey en los cam- pos junto á Tarifa, á 30 de Octubre de 1340. Lám. 8.**, nú- mero 24.

La barra ó gontrabanda , es del mismo ancho y forma que la banda, sin otra diferencia y significado que situarse al contrario verticalmente y servir comunmente para los hijos na- turales. Lám. 8.*, núm. 25.

El sotuer , aspa ó cruz de San Andrés , ocupa también un

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tercio y su anebura y forma es como si se compusiera de la banda y barra cruzadas. Esta especie de cruz de Borgofia re* presenta el estandarte ó guión del caballero ; se trae por la ba* talla de Baeía ganada contra los moros dia de San Andrés del ño i227. Lám. 8/, núm. 26.

El CHEVRON y es en forma de un medio sotuer, alargándose su punta hasta el centro del jefe, quedando como un compás medio abierto: tiene también el tercio del alto ó largo del Es* eudo; representa las botas y espuelas del caballero, y es sím- bolo de protección, conservación, constancia y firmeza. Lá- mina 8.*, núm. 27.

Labordüra, de anchura de la mitad de la banda, que es la sesta parte de la latitud del escudo, rodea toda su circuu-« ferencia sin dejar intervalo alguno entre ella y los estremos de él, viniendo á quedar como un ribete ó borde: es símbolo do protección, de favor y recompensa, sirviendo de reparo á aquellos que quieren los Príncipes asegurar en su favor, y an- tiguamente representaba la cota de armas del Caballero. Lámi- na 8.*, núm. 28.

La orla, que tiene forma de un filete y se pone dentro de! escudo , aunque separada de sus estremos otra tanta distancia cuanto ella tiene de ancho, que es la duodécima parte déla latitud del escudo , no se diferencia en otra cosa de la borda- ra sino en la situación y proporción. Lám. 8.**, núm. 29.

La perla, se compone de tres cotizas movientes de los dos ángulos del jefe y de la punta, que se juntan en el centro ó corazón del escudo en forma de una Y griega: se daba por premio de la carrera á caballo. L^m. 8.% núm. 30.

La campaña, es una figura que ocupa la tercera parte baja del escudo, y se tiene por una especie de rebatimiento. Lá- mina 8.% núm. 31.

El gibon , se forma en figura triangular con una punta lar- ga como si fuera un pedazo de tela cortado en triángulo irre- gular. Tuvo su origen en D. Rodrigo Garcia de Cisneros, por- que en una batalla contra los moros , habiéndole* muerto al Rey D* Alonso su caballo , dándole éste caballero el suyo le

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eortó tres girones de la sobrevesta al tiempo de montar el Rey en él f que puso después en memoria por armas y acrecentó el mismo Rey con el castillo y león de las Reales, dejando por bordura los 15 puntos de agedrez de oro y gules por no perder las antiguas de su casa: ocupa la octava parte del escudo, y de cualquier lugar que salga acaba en abismo. Lám. 8.*, nú- mero 32.

La piul, que algunos llaman punta ranversada, es de con- traria situación de la punta , naciendo del jefe del escudo, de los dos tercios de su anchura, bajando en diminución hasta su punta, sin tocaren ella. Lám. 8.% núm. 33.

El trbghor, es una orla estrecha, de la mitad de su an- chura, correspondiente á la cuarta parte de la latitud de la bordura y la 2i.* del escudo: los hay simples y dobles; algu- nes veces floronados, otras contrafloronados y también florde- Usados. Lám. 8.*, núm. 34.

El cantón , es una parte del escudo sin proporción fija, pues debe ser el cuartel disminuido de un tercio: se plaza al ángulo diestro del Escudo , y también al siniestro, y ordina- riamente se toma por marca de bastardía. Lám. 8.*, núm. 35.

Franco-cuartel, ó cuartel de honor, es el primer cuartel del escudo ó el cantón diestro del jefe, un poco menor que el verdadero cuartel del cuartelajo , y sirve de brisura ; debien- do ser de diferente esmalte que el campo. Lám. 9.', núm. 1.

El escuson, es un pequefto escudito que carga á otro ma- yor, que cuando está solo en el centro de éste se dice en abis- mo, pero cuando carga á otros escudos se dice sobre el todo. Su proporción es del tercio de la longitud y latitud del escudo mayor, pero solo se entiende por pieza honorable cuando está solo en el escudo, porque si hay otras particiones sirve para poner en él las principales armas de la casa, siempre que ei mayor esté lleno de alianzas; asi es que, al verle, se entiende que las que incluye son las del nombre ó título de aquella fa- milia , y las otras sus alianzas. Lám. 9.\ núm. 2.

La punta, ó parte mas baja del escudo , dicha asi porque todo escudo debe estar hecho en punta, ó considerarla para la

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inteligencia de sus puntos principales, es también figura del Blasón , montante de lo bajo á lo alto del escudo , mas estre- cha que el chappé: es triangular, de las dos terceras partes de la latitud déla punta que sale de ella, saliendo en diminución proporcionada hasta el jefe sin llegar al estremo del escudo. Lám. 9.% núm. 3.

El ulmbbl, es una especie de brisura, las mas noble de to- das las que se practican para diferenciar las armas de los hijos segundos de una casa; su forma es de un filete de la 9/ parte de la latitud del jefe, con tres pendientes en forma de cufia de carpintero, que unidos á él sin separación de líneas caen dos tantos mas que tiene el filete de ancho, puestos dos en sus cabos y una en medio; siendo su situación ordinaria en medio de lo largo del jefe, sin llegar á los bordes del escudo ; pero cuando tiene cuatro , cinco ó seis pendientes, que es el mayor número que se encuentra, es menester especificarlo: significa la cinta con lazos que traia al cuello la juventud, como hoy las corbatas, sirviendo para distinguirse de sus padres: para no estar en su situación se ha de especificar. Lám. 9.*, núm. 4.

ATRIBUTOS

DE LAS PIEZAS HONORABLES PRINCIPALES.

Cuando el jefe es de metal ó de color, como el campo, se dice cosido^ para salvar con esta voz la contra-regla de poner metal sobre metal ó color sobre color, y se entenderá mejor la voz cosido non un perfil de otro esmalte que divida el jefe del campo. Lám. 3.", núm. 5.

El jefb PALO, es cuando unido al jefe y sin separación de línea baja un palo hasta la punta, haciendo de las dos una figura, en forma de T, toda de un metal ó de un color. Lámi- na 9.% núm. 6.

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El jgfs CHEVRON, son estas dos figuras juntas sin división

de líneas y de un mismo esmalte. Lám. 9.% núm. 7.

Jefe barra, es una figura compuesta de las dos con las

condiciones dichas en la anterior. Lám. 9.*, núm. 8.

Jefe sostenido, se dice cuando de las tres partes de lo an- cho del jefe sostiene á las dos altas la una de abajo de distinto esmalte que lo es el jefe y el campo. Lám. 9.*, núm. 9.

Jefe surmontado, es cuando la tercera parte mas alta del jefe es de otro esmalte que el resto. Lám. 9.*, núm. 10.

Jefe estrecho, es cuando el jefe tiene solo dos tercios de su anchura ordinaria. Lám. 9.*, núm. 11.

Cuando hay mas de un palo es necesario estrecharlos á proporción, de modo que sean iguales los palos á los interva- los que queden de campo; cuando el número de ellos de co- color es igual al de los intervalos que forma el campo de me- tal se dice palado, y por la diferencia que hay en esto es me- nester espresar el número de unas y otras piezas; siendo el número de palos impar, se dice de tal esmalte y tantos palos. Lám. 9.', núm. 12.

Cuando el escudo es cortado y los medios palos del jefe de metal ó de color se ven opuestos á los de color ó metal de la punta, se dice palado y contrapalado de tantas piezas. Lá- mina 9.*, núm. 13.

Palo cargado ó sobrecargado, es cuando sobre un palo de color se carga otro de metal ó viceversa. Lám. 9.*, núm. 14.

Cuando el número de fajas de metal y de color de que se encuentre lleno un escudo es impar, se necesita espresar su número. Lám. 9.% núm. 15.

Cuando un Escudo *está lleno de pequeñas cruces, se dice sembrado de crucetas. Lám. 9.*, núm. 16.

La cruz recortada, se diferencia de la común en la lon- gitud, porque aquella toca en los estremos y ésta no llega con los suyos á ellos, quedándose en medio separada de sus bor- des. Lám. 9.% núm. 17.

Cruz bordada, se llama la rodeada por toda su circunfe- rencia de un fílete de metal ó color distinto del que ella tiene,

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de la sesta parte de su anchura ordinaria. Lám. 9.", nú- mero 18.

La cruzpotenzada, forma en sus estremos una potenza ó figura de la letra T. Lám. 9/, núm. 19.

En las bandas se hallan los mismos atributos que en las fajas.

Los sotueres y se cargan y adornan del propio modo que las cruces.

También se encuentran muchos chevrones como fajas, bandas, etc., y por eso se ha de especificar su número: cuan- do se halla alguno mas bajo de la situación ordinaria, se dice bajado: todos los que tienen sus puntas en el corazón del es- cudo y se oponen el uno al otro, estando el uno vuelto, se di- cen apuntados. Lám. 9.', núm. 20.

Ghbvron bchado , es aquel cuya punta mira al flanco dies- tro del escudo , sostenido sobre una de sus piernas, en lugar de tener su punta á la parte del jefe, y cuando la punta está vuelta al flanco siniestro del escudo, se dice echado contor- nado. Lám. 9.', núm. SI.

Ghbvronado, se dice cuando el escudo está lleno de ellos en número igual de metal y color. Lám. 2.*, núm 25.

Chkvronado y contrachevronado, es cuando el escudo es- tá partido y el color está opuesto al metal, y éste al color. Lá- mina 9.*, núm. 22.

El chkvron brisado ó rajado es el mas natural de todos y el menos usado. Lám. 9.% núm. 23.

Chevron rompido, es el que tiene alguna de sus piernas rotas, estoes, separado en dos. Lám. 6.', núm. 32.

La bordura simplb, es toda de un color ó metal, y se po- ne en los Escudos por brisura: como figura se puede compo- nar, puntear, dentar, cargar, agedrezar, etc.

Cuando el escudo tiene tres orlas está lleno, y se especi- fica su número. Lám. 9.% núm. 24.

La campaña, cuando se dice cortada en faja y sobre ella iiáeia la punta en potenzas de azur, por unos se dice bajo bar- ra, y por otros campaña potenzada. Lám. 9.*, núm. 25.

TOMO I. 7

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Del cantón, cuartel y e;^cuson, se entenderá lo de las pie- zas antedichas.

Sabido lo que es pila, y no ignorando lo que sea punta, consiste la inteligencia de sus atributos en la situación y sen- tido en que se ponen en flanco, en banda, en barra ó en fa- ja , tanto solas como en cualquier número que sean.

Los lámbeles pueden ser de cuatro y cinco pendientQs , y cargados de otras piezas.

Las piezas disminuidas se llaman asi por ser diminuciones de las principales honorables, y son :

CoMBLÉ, que es un jefe disminuido de las dos terceras par- tes de su anchura ordinaria.

La YBRGErA ó VERGUETA , quc cs uu palo disminuido de la tercera parte de su anchura.

La divisa, que se entiende en tres sentidos: i.^ por la sefial ó divisa que tomaban los Capitanes para distinguirse de los soldados; 2.^ por el lema ó mote en que se manifiesta el designio particular que uno tiene ; y 3.^ la división y par^ ticion de la faja reducida á un tercio de su anchura or- dinaria.

ELTBANGLé, que es una sesta parte de la anchura de la faja y de una mitad de la divisa.

Lasbürelas, que son fajas disminuidas en dos terceras partes con estas dos diferencias, que sean en número par y que con ollas llene el escudo de 10 piezas con lt\s que tiene en lugar de campo, y en este caso se dirá barelado.

Las gemelas, que son una especie de fajas dobles de la cuarta parte de su anchura , llamándose asi por ponerse dos juntas y en pareja con una distancia que las separa igual á la latitud de ellas, y se plazan en el mismo lugar de la faja, ha- biendo solo unas.

Las tercias, son fajas en divisa de la sesta parte de su anchura y se ponen de tres en tres, formando una sola faja y ocupando su lugar ordinario , ó el de la banda si se ponen en este sentido , y si hay mas se proporcionan á igual distancia con el campo.

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La. estrecha, es una cruz disminuida en la mitad de su anchura.

El FasTBy que se ve ordinariamente en banda, en faja, en cruz y en orla, no contiene en su anchura mas que la octava parte de la latitud de la orla; su representación es señal de bastardía.

La FiLiERA, es un diminutivo de la bordura de las tres partes de su anchura, puesta en la misma situación; cuando esta fuere angrelada se dice simplemente angrelura.

El flanquis, es un sotuer que no tiene sino el tercio de su anchura.

El estáte, es un chevron disminuido en un tercio de su anchura.

La GonzA, es una banda disminuida en la mitad, de la misma situación de la pieza principal, y cuando es marca de bastardía se pone en barra.

El bastón, es la mitad de la anchura de la cotiza y unas veces tira de una estremidad á la otra del escudo, otras se queda en medio de él como una piececita cortada ó encojida sin salir sus cabos del centro del escudo, ni estenderse sus puntas sino á una quinta parte de la longitud que tiene la banda ó la barra.

La traversa, que es una especie de filete de la mitad de la anchura del bastón , sirve ordinariamente para los bastar- dos colocada en la situación de barra.

Las seantes, particiones llenan el escudo á distancias igua- les, en cuya inteligencia puede tomarse el fajado, palado, ban- dado, cuartelado, verado, plumetadoyotroscon las siguientes:

Puntos equipolados, se dice á nueve cuadros en forma de tablero de agedrez, cinco de un esmalte y cuatro de otro, alternados, blasonándose los segundos con la voz equipolados. Lám. 9.', núm. 26.

Agedrez, representa un campo de batalla, por lo que se trae por armas por haber espuesto la vida en las batallas; tiene diferentes nombres; jaqueles, escaques, tablero, damas y agedrez, y son las piezas compuestas de los cuadros de este

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juego, que son los unos de metal y los otros de color alternados; para que el escudo sea agedrezado La de tener seis órdenes ó hileras de estas piezas, ó por lo menos han de pasar de 15 y se blasonará primero el metal ó color que debe tener el primer cuadro y en seguida el del segundo, y de no tener las seis hileras de cuadros es menester espresar su número, lo mismo que en las piezas que se compongan de estos cuadrados. Lám. 9.*, núm. 27.

Encajes, se dice de las piezas del escudo partido, cortado, tajado y tronchado, donde sus particiones formadas de largos triángulos piramidales de color y metal ocupan por lo regular el tercio de la longitud ó latitud del escudo, y se encajan las uñasen las otras. Lám. 9.', núm. 28.

Los FBETEs, se componeu de seis cotizas, tres en banda y tres en barra; que enlazadas las unas en las otras dejan unos intervalos como losanjcs de diferente esmalte, que tienen lugar de campo. Lám. 9.', núm. 29.

El losanje, es una figura cuadrangular puesta de punta en forma de rombo, un poco mas larga, en altura que en anchura, eon la proporción de que habiendo en un escudo siete losanjes en longitud, debe haber cinco en latitud; representa la ala- banza de hechos y acciones memorables, por lo que algunos le llaman lisonja; cuando el escudo está lleno de ellos, ó bien las otras piezas, se dice losan jado. Lám. 9.', núm. 30.

Los Fusos, se ponen de punta, son largos y agudos , en lo alto y bajo obtusos y casi redondos por los lados, en lo cual 86 diferiencian de los losanjes; cuando el escudo está lleno de ellos, sin número determinado, con iguales piezas de metal y color, se dice fusado ó fnselado; es símbolo de rectitud, de prudencia y de equidad. Lám. 9.*, núm. 31.

Los MACLBs, son cuadrados, parecidos á los losanjes y de la misma forma, con la diferiencia de estar vacies por dentro, siguiendo la figura que tienen esteriormente, á modo de ma- llas de coraza, de red de pesca ó de caza, diferenciándose de los

RusTROs, en que éstos tienen su abertura interior redonda. Lám. 9.*, números 32 y 33.

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Los BiLUETBSy son cuadríioDgos con sus cuatro ángulos .rectos; son señales de franqueza y esencíon de derechos: se tienen por símbolo de sabiduría, bondad, constancia y equi- dad. Lám. 9.', núm. 34.

Los ANiLLETEs, son rcdoudos en forma de anillos; repre- sentan la franqueza, nobleza, secreto, amor y fuerza. Lámina 9.', núm. 3S.

Los TOBTiLLos, son rcdondos llanos y llenos, diferencián- dose de los hozantes en que éstos son de metal y aquellos de color, que es el orden de blasonarlos. Lám. 10, números 1 y 2. Algunos los llaman en general róeles. Su origen es del orden de Caballería de la tabla redonda que Artus, rey do Inglaterra, instituyó en el año 1200, dando á Ganasio el fuerte, un escudo de oro y trece tortillos gules y á Pérsides, el gentil, de plata y seis tortillos de azur, de donde lo tomaron los españoles. También tienen estas figuras sus atributos, pues hay tortillos de color y de metal, partidos, cortados y tronchados ó del uno al otro, que se llaman tortillos bezantes cuya forma se ha de especificar. Los bezantes los ponen en sus escudos los que fueron á la conquista de la tierra Santa, dejándolos á la pos- teridad por señal de haber estado en la Palestina y derramado su sangre por la Religión cristiana. Hay bezantes tortillos que tienen en primer lugar el metal; significan estas figuras for- tuna y eternidad

El papelonado, ó mariposado se representa en forma de escamas de pescado, ó medios círculos, con los cabos contra el jefe y la circunferencia hacia la punta , puestas por orden las unas sobre las otras, así como se ven las pizarras y azulejos con que se cubren las casas, torres y chapiteles; lo lleno de estas figuras tiene lugar do campo, y los bordes de las piezas, de ornamento ó figura. Lám. 6.*, núm. 8.

Figuras naturales, son los astros, metéoros, elementos, minerales, plantas, cuadrúpedos, aves, peces, reptiles, insectos y figuras humanas, con algunas de sus partes. En los astros se puede incluir el Sol, la Luna, las estrellas, los cometas, arco-iris, etc.

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El sol, se demuestra con doce rayos, mitad derechos, mitad ondeados; y habiendo mas ó menos se ha de especificar su número; representa la unidad, verdad, claridad, gracia, majestad, abundancia, riquezas, liberalidad y benevolencia. Lám. 10, núm. «1.

La luna, y el creciente se tiene por señal de poder y de nobleza, representándose ordinariamente con las puntas hacia el jefe, que se llama creciente montante; hállanse en diferen- tes situaciones que se espresarán, como cuando se hallen cuatro juntas por sus puntas formando círculo se llama luneK En 1268 se instituyó en Mesina de Sicilia un orden de Caballería de la Luna ó del creciente, por Carlos de Anjou, hermano de San Luis, Rey de Francia. Lám. 10, núm. 4.

Las estrellas^ se diferencian de las rosetas ó rodetes de las espuelas en que estas tienen su abertura redonda por el centro y las estrellas están cerradas; ordinariamente tienen cinco rayos ó puntas derechas, y en pasando de este número se debe espeoifícar. En 1352 se estableció en París por el Rey D. Juan un orden de Caballería de la Estrella para atraer á los grandes señores de aquella curte, que estaban malconten- tos por haber degollado en la cárcel al condestable Raould, último Conde de Euson : ésta figura es imagen de la fecun- didad, grandeza, majestad, paz, prudencia, por lo que se persuadieron los platónicos que las almas de los héroes eran las estrellas que brillaban en el firmamento , donde volvian después que morian, manifestando desde allí las acciones generosas que habian hecho en esta vida. Lám. 10, núme- ros 5 v 0.

Diferéncianse de las estrellas los cometas en que los rayos han de ser ondeados, ó tenor alguna cola, y siendo rayos erizados han de contar el número de 8 y sino de 16. Lám. 10, núm. 7.

Las nubes, son símbolo de liberalidad.

Los ELEMENTOS, sc reprcseutau en Armería al natural como la tierra, montañas, rocas, colinas; pero es menester espresar en éstas las puntas que tuvieren.

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En las aguas y ondas se observan algunos rasgos pequeños para marcarlas.

También se observa lo mismo en el aire^ nubes ^ rayos y fuego^ significando éste, en Armería^ haber adquirido gloria combatiendo con ardor por el honor de su Príncipe y patria.

La sjojücándra, significa constancia en la adversidad. Lá- mina iO^ núm. 8.

Los ARBOLAS^ se conocen y nombran por su fruto^ aunque los que no le tienen se llaman simplemente árboles : su situa- ción es en pal; pero si estos y las plantas tuviesen otra se es- presará^ igualmente que la que tuvieren las ramas y su nú- mero por hallarse muchas veces cruzadas y enlazadas. Se pin- tan al natural como los frutos y flores^ espresando el color^ si fuese distinto, y el número de hojas que le acompañan; to- das las flores y frutos se dicen sostenidos para esplicar la rama, tallo ó cabo de donde penden. Lám. 10^ núm. 9.

bosx^ tiene hojas sin número ; pero cuando tiene cinco se luce de quinqué folio; hallándose el Escudo lleno de flores se dice sembrado, y siendo solo una parte de él se dice mati- zado: significan los árboles lealtad y fidelidad , teniendo ade- más cada uno su especiaf moralidad, pues el pino simboliza perseverancia y fecundidad: la palma victoria, justicia y constancia : el manzano fecundidad y amor. Lám. 10, nú- mero iO.

El LEÓN, simboliza vigilancia, autoridad, dominio, mo- narquía, majestad, y denota también al Príncipe clemente que perdona á los que se le humillan y destruye á los que se le resisten; su postura natural es rampante, que es con las manos levantadas, la diestra alta , la siniestra un poco mas baja, con la cabeza de perfil, la boca abierta, sacando la len- gua mostrando sus presas, viéndosele solo un ojo y una oreja. Lám. 10^ núm. 11. Cuando hay mas de cuatro leones en un escudo basta 16, se dice sin número de leoncillos.

Ellbopardo, siempre se coloca pasante con la cabeza de frente y caída la borla de la punta de la cola afuera : repre- senta los valerosos y esforzados guerreros que ejecutan alguna

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atrevida empresa con fuerza^ valor y prontitud; y también de- notan victoria obtenida sobre los ingleses. Lám. iO^ núm. 12.

La PANTERA, simboliza braveza^ ligereza y variedad. Lá- mina 10^ núm. 13.

Los GRIFOS^ son animales imaginarios, la mitad águila y la mitad león por denotar la fuerza, junto con la prontitud y ardiente vigilancia en guardar las cosas de su encargo. Lá- mina 10, núm. 14.

El ciervo > es símbolo de prontitud, ligereza, temor y re- celo: cuando se vieren menos de 13 puntas en sus astas es menester especificarlo; cuando corre y está contornado es ge- roglífico de uno que , habiendo perdido todo lo que tiene , se escapa prontamente: su situación natural es de perfil; si fuese de otro color que el natural se dirá, ramado de tal esmalte. Lám. 10, núm. 15.

El unicornio , es semejante al caballo, con cabeza de cier- vo, las uñas de elefante, la barba larga como cabra, el pelo mas largo que el del caballo, y un cuerno enroscado, largo y agudo én medio de la frente ; su acción ordinaria es pasante: es símbolo de la fuerza y velocidad, y se compara á los esfor- zados guerreros que quieren antes morir que caer en manos de sus enemigos. Lám. 10, núm. 16.

El JAVALÍ, muestra solo un ojo y una oreja, represen- tándose pasante, de color sable, con dos grandes colmillos; es símbolo de furor impío y guerrero. Lámina 10, nú- mero 17.

El lobo , es geroglífico del hombre de guerra , devorador de los enemigos con vencimiento y despojos: también se compara á los tiranos que usurpan y chupan la sustancia de sus vasallos. Lám. 10, núm. 18.

El oso, cuya hembra es mas cruel que el macho, repre- senta al hombre magnánimo y generoso. Lám. 10, núm. 19.

La ZORRA , denota aquellos que tienen mas espíritu y con- ducta para gobernar á otros. Lám. 10, núm. SO.

El CABALLO, es símbolo de la guerra, osadía, ligereza, im- perio y mando. Lám. 10, núm. 21.

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El camello, es geroglíGco del trabajo y riqueza. Lám. 10, núm. 22.

El BUEY, es símbolo de trabajo, abstinencia y fertilidad: su pos- tura, como la del toro y vaca, debe ser pasante: entre el buey y el toro no hay diferencia; porque se represen tan con el hocico gordo y corto y una guedeja de pelo entre las astas; pero la vaca no tie- ne esta guedeja y el hocico es largo. Lám. 10, núms. 23 y 24.

Elcarkero, es símbolo de guerra y atrevimiento, porque es el animal de que se sirvieron los antiguos para declarar la guerra ásus enemigos, arrojándolo en sus fronteras. Es sím- bolo de blandura, bondad, candor, inocencia, paz y abun- dancia. Lám. 10, núm. 25.

La cabra, es símbolo de lujuria y deshonestidad , y se trae por armas en señal de haber sujetado á algún perverso ene- migo: su situación es pasante. Lám. 10, núm. 26.

El perro, denota haber hecho servicios señalados á los Príncipes , no solo con valor y fidelidad sino también con ce- leridad y prontitud: su diversidad en armería consiste prin- cipalmente en su postura; unos pasantes, otros corriendo, echados, sentados, levantados y rampantes, y habiendo dos se afrontan ordinariamente y los mas se comprenden con la palabra lebrel. Lám. 10, núm. 27.

El gato, es animal lunar, como el león lo es solar, por lo que le relumbran y centellean los ojos en la oscuridad, cre- ciéndoles y menguándoles su pupila á imitación que lo hace la luna , según la luz que recibe del sol : es símbolo de la li- bertad, porque no puede estar encerrado sin desesperarse: pónense en armería mostrando siempre los dos ojos y las dos orejas como los leopardos. Lám. 10, núm. 28.

La liebre t el conejo tienen significación de vigilancia, cuidado, temor, fecundidad y soledad. Lám. 10, núm. 29.

El elefante, es el mayor de los cuadrúpedos y nunca dobla sus rodillas, por lo que representa la Majestad del Rey, que solo á Dios se arrodilla: se toma por geroglífico de la dul- zura de un Imperio justo y bien arreglado, y significa en fe- nicio, César. Lám. 10, núm. 30.

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Ujn niño y cuando se representa surmontando algún ani- mal, manifiesta el entendimiento, la razón y el espíritu del hombre, que tiene dominio sobre todas las cosas de la tierra. Lámina iO, núm. 31.

£s Ley heráldica que todos los animales deben mirar siempre á la derecha del Escudo , á no ser por alguna parti- cularidad, que se especiGcará; deben representarse en su ma- yor perfección y naturalidad; los feroces en su mayor feroci- dad, los domésticos en su mayor domesticidad , etc., y todos con la mano derecha delante.

Las aves en general se pueden hacer servir de símbolo á la vida contemplativa y activa, porque entre ellas hay unas que aman la sociedad humana á otras que la aborrecen por su natural feroz; denotan generalmente la libertad, porque la prefieren á todo, la ligereza y el temor; en armería se repu- tan mas nobles las aves de rapiña y feroces que las domésti- cas, y sobre todas la águila.

La águila no debi$ darse por las Majestades ni por sus Reyes de Armas en su nombre , sin gran conocimiento de causa, y solo á aquellos que escedan en valor, en generosidad y en braveza á los demás, á aquellos que habiendo hecho ser- vicios señalados á los Reyes y á la Patria, pueden merecer por favor singular y concesión honorable esta gloriosa señal en recompensa de sus trabajos, y en proporción á los servicios hechos; se puede dar á unos la águila entera, á otros la águila naciendo y á algunos la cabeza sola, etc.; tráense también por haber deshecho tropas imperiales , ó haberse señalado en los combates contra aquellos que las traen en sus banderas, ó haberlas ganado, sirviendo de trofeo al victorioso; hay águilas coronadas , otras membradas y picadas de diferente esmalte que el cuerpo, y otras con cabeza humana y de lobo , que se llaman moostruosas; ordinariamente es sin corona y de un solo esmalte, las alas estendidas y levantadas, con la cola esparci- da; cuando trae cabeza de mujer es la figura que los poetas fingen ser arpía, y cuando se representa desplumada, simbo- liza el hombre que ha perdido sus bienes y todos sus cargos:

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gi hay muchas en un Escudo , con pico y piernas de diferente esmalte que el cuerpo, se dicen aguiletas; y si hay mas de 16, se dice sembrado de aguiletas, y si se pierden la mitad en sus bordes, llámanse sin número; si se hallan sin picos ni pies son aguilones , que denotan imperiales rendidos y desarma- dos. Lám. 10, núm. 32.

El GALLO, es símbolo de combate, orgullo, generosidad, vigilancia , majestad y victoria , porque ama mas el morir que apartarse do la pelea que emprende. Lámina 10, núme- ro 33.

La grulla, es símbolo de vigilancia y prudencia; para hacer una divisa se pinta una grulla con un pié levantado, te- niendo una piedra y estas palabras. VigilanticB cusios. Lámi- na 10, núm. 34.

La cigüeña, manifiesta piedad, caridad y agradecimiento. Lám. 10, núm. 35,

El cuervo , patentiza la constancia y larga vida , y puede tomarse por el soldado sangriento. Lam. 11, núm. 1.

La paloma, denota pureza, limpieza, fidelidad y amor. Lám. 11, núm. 2.

El algaraban , es símbolo de soledad ó vida contempla-* ttva. Lám. 11, núm 3.

El PAVO REAL, representa orgullo y fantasía. Lám. 11, Dúm. 4.

La golondrina, representa el adulador disimulado, in-* grato y falso, que acompaña mientras dura el buen tiempo y desampara en la adversidad. Lám. 11, núm. 5.

El buho, es señal de desgracia, infelicidad, miseria y muerte. Lám. 11, núm. 6.

La lechuza, significa prudencia y sabiduria. Lám. 11, núm. 7.

El murciélago , manifiesta vigilancia, pero con aborreci-- miento de la verdad. Lám. 11 , núm. 8.

La cohujada, es geroglífico de fertilidad y abundancia, Lám. 11, núm. 9.

Las MiRLKFAs, son pequeñas aves puestas de perfil, con

lió- las alas plegadas , sin pico ni pies , simbolizando otros tantos enemigos vencidos. Lám. 11, núm. 10.

Las MARIPOSAS, significan inconstancia y amor. Lám. 11, núm. 11.

Las abbjas, se toman por señal de la obediencia que los pueblos deben tener al Jefe del Estado, y se comparan al hombre bueno y económico que se provee en buen tiempo para que no le falte en el malo. Lám. 11, num. 12.

Las moscas ó tábanos, representan la importunidad , la poca vergüenza y el ningún raparo. Lám. 11, núm. 13.

Las diferencias de los insectos consiste solo en el esmalte, cuando no son al natural , y entonces se dicen matizados.

Los reptiles no tienen mas de particular que el símbolo y la postura que les corresponda de frente , espaldas , mordien- do su cola, en pal, en faja, en banda, etc.

Los CARACOLES, significau tardanza y comodidad, á causa de llevar consigo la casa , que es toda su conveniencia. Lá- mina 11, núm. 14.

Las serpientes t víboras, representan ingratitud y pru- dencia, y mordiéndose la cola la eternidad. Lám. 11, nú- mero 15.

El caduceo , es geroglífico de paz y reconciliación. Lámi- na 11, núm. 16.

El dragón, se tiene por vigilancia y custodia segura. Lá- mina 11, núm. 17.

Los LAGARTOS, sou fidelidad y afición. Lám. 11, núm. 18.

El delfín, se toma por la clemencia, sabiduría y pruden- cia de un Príncipe que ama estraordinariamente á su pais, tanto que no sabría apartarse de él sin morir : se tiene por el rey de los peces; su diferencia consiste en la situación y dis- posición de palo, faja, banda, etc., y en la de los ojos en- cendidos, espejados ó al natural: ordinariamente se pone curvo y mirando á la diestra, y si está al contrario se dice contornado; si mira á la punta, echado, y si al jefe vuelto: hay dos suertes de delfines, vivos y pasmados; al vivo se le ve un ojo, los dientes, las barbetas, cresta y orejas de diferente

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esmalte ; y al pasmado se le ve todo de un esmalte sin ojos ni dientes. Lám. 11, núm. 19.

Las truchas, denotan guerreros que superan todos los obstáculos hasta conseguir su empresa , por ser peces que na- dan contra la corriente de los torrentes mas impetuosos. Lá- mina 11, núm. 20.

La langosta , representa la prontitud retardada por pru- dencia con el epígrafe: Festina lente. Lám. 11, núm. 21.

La tortuga, figura la pereza y guardia de virginidad. Lám. 11, núm. 22.

Las sirenas y TRrroNES , son el signo de la elocuencia y eficaz fuerza de persuasión. Lám. 11, núm. 23.

Las figuras humanas se hallan unas veces en cuerpos en- teros, en bustos y por partes, en representación de santos, de hombres armados, de mujeres, do niños, de color y de me- tal ó de carnación y otras veces en forma de Royes , de ánge- les, etc. ; su colocación es de frente y de perfil , voces que se espresarán. Los brazos y las manos si son siniestros se espe- cifican , y si estas tuviesen los dedos hacia abajo , se dice vueltos: los brazos son armados, desnudos ó vestidos , arran- cados, vueltos ó empuñados, según el sentido en que estén. Las cabezas de moro son siempre de sable y puestas de perfil^ con una venda que las ciñe por la frente, que se espresa con el término tortilladay especificándose cuando concurran otras circunstancias de adorno, forma, situación y disposición, así estas como los cuerpos enteros y sus partes. La cabeza de Ar- gos significa vigilancia. La mano abierta simboliza liberalidad y largueza , y cerrada lo contrario ; y los cinco dedos, de que ella se compone, representan las cinco virtudes que son ne- cesarias al hombre para perfeccionar sus obras. Dos manos derechas juntas están consagradas á la , concordia y fideli- dad. Las piernas marcan firmeza y constancia , y los pies, largos viajes.

Las figuras artificiales se sacan de las artes por lo que son obras ó instrumentos. Las artes son de dos especies, liberales y mecánicas: las liberales son las que participan mas del en-

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tendimiento que del trabajo , y se cuentan generalmente sie- te: gramática , retórica, lógica, aritmética, música, geome- tría y astronomía. Las mecánicas se ocupan en obras esterio- res de afán y fatiga, principalmente á las manufacturas, que contemplan las necesidades ó comodidades de la vida, con- tándose agricultura, caza, guerra, arquitectura, cirugía y medicina, arte de tejer, platería, diamantería y náutica. De todas sus figuras y otras de ceremonias sagradas y civiles usa el blasón.

La campana, que fué inventada en la ciudad de Ñola, de Italia, según Polidoro y otros, para poner en las atalayas y avisar la venida de los enemigos, significa doctrina y predi- cación, y con ella se denota á los hipócritas y aduladores que cantan y publican las alabanzas de aquellos que les son favo- rables en su prosperidad, y después les cargan de imposturas y falsedades en su desgracia y adversidad. Lám. 11, núm. 24.

La lanza, denota fuerza con prudencia. Lám. 11, nú- mero 2S.

La clava, que fué el primer instrumento ofensivo de guerra , es símbolo de virtud y de autoridad soberana. Lámi- na 11, núm. 26.

La ESPADA, es índice de guerra, crueldad, justicia y po- der. Lám. 11, núm. 27.

Los INSTRUMENTOS DE MÚSICA , sou gcroglífico de coucordia, amor, alabanza, gracia, prosperidad y alegria. Lámina 11, núm. 28.

Los de caza y guerra indican valor y ardimiento.

La trompeta, patentiza fama. Lám. 11, núm. 29.

Los CASTILLOS, cuseñan grandeza, elevación , asilo y sal- vaguardia. Lám. 11, núm. 30.

Las torres, que flanquean las murallas de las villas y cas- tillos representan constancia, magnanimidad y generosidad. Los Reyes, y sus Reyes de Armas, acostumbran dar las tor- res y castillos por armas á los que las ganan por fuerza , por asalto ó por haber sido el primero á subir sobre la brecha y muralla , y ú los que las hacen fabricar y defienden con valor.

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ú que lo hayan ganado en batalla á algún enemigo que lo tra- jese en sus estandartes sirviendo de trofeo al vencedor. Lámi- na ii, núm. 31.

El puente, es señal de alianza, porque por medio de él se juntan ó unen las distancias. Lám. il, núm. 32.

Las murallas ó muros, ocupan todo lo ancho del escudo, y no ocupándole, parte de muro , debiéndose espresar el nú- mero desús almenas; hallándose en aguase á'xce plantado y y estando sobre cualquiera otra pieza, sostenido. Lám. 11, nú- mero 33.

Las llaves, significan reposo, tranquilidad, seguridad y honestidad bien guardada; su Inventor fué Jano. Lám. 11, núm. 34.

Los MAZOS, indican guerra, igual que los martillos. Lá- mina 11, núm. 35.

: Las calderas, antiguamente eran marca de rico-hombre en Espada, teniendo su origen del pendón y calderas que da- ban los Reyes por insignia á aquellos Caballeros que hacían Ricos-hombres Grandes del Reino; diferéncianse solo en los esmaltes y forma de las piezas de que se cargan. Lám. 12, núm. 1.

Los toneles, marcan abundancia y riqueza. Lám. 12, nú- mero 2.

La áncora, presenta esperanza, seguridad, confianza, prudencia y constancia. Lám. 12, núm. 3.

La guadaña, representa el tiempo que consume todas las cosas. Lám. 12, núm. 4.

El compás , es símbolo de la equidad , sabiduría y pruden- cia. Lám. 12, núm. 5.

Las CADENAS, hacen ver servidumbre, cautiverio, amor, templanza y castidad , y la mayor parte de las familias espa- ñolas que las usan lo hacen en memoria de haberse hallado sus ascendientes en la batalla de las Navas de Tolosa, en Sierra- Morena, el año 1212, y roto el palenque de Miramomelin, guarnecido de gruesas estacas y cadenas muy fuertes. Lámi na 12, núm. 6.

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La naval, era la segunda, y se hacia de un circulo de oro relevado de proas y popas de navio y de galera^ del mismo metal , y se concedía á los jefes y soldados marinos que abor- daban los navios enemigos y eran los primeros á entrar en ellos con jipada en mano.

La vallar ó castrense, que era también de oro relevada de palos y estacas, la daban los generales de ejército á los ca- pitanes y soldados que derrotaban al enemigo y franqueaban los primeros el paso en sus palizadas.

La mural , que era un círculo de oro relevado con alme- nas y torres de lo propio, se daba al primero que montaba la muralla de una ciudad ó castillo sitiado y ponia el estandarte sobre ella.

La cívica, hecha de ramos de encina, servia para honrar al ciudadano que habia conservado la vida de otro en batalla ó sitio de alguna ciudad.

La TRIUNFAL, formada de hojas de laurel, símbolo de vic- toria , se daba al General del ejército que vencía á algún pu- jante enemigo.

La gramínea ú obsidional, compuesta de grama y otras yerbas del canipo, donde estaba el enemigo, se daba al Ge- neral que obligaba al contrario á levantair el sitio que tenia sobre alguna phza, villa ó ciudad.

La olímpica, hecha de cogollos de olivo, se concedía á los que por su capacidad y saber manejaban los encargos de la paz y concordia entre dos enemigos á satisfacción del pueblo!

Después de la ruina y decadencia del Imperio Romano, de la observación de estas y otras coronas y á su imitación , vino el uso de coronarse los Soberanos, poniéndolas también sobre sus Escudos de Armas por indicación de dignidad , poder, soberanía , autoridad é imperio.

La de los Reyes de España es formada de un círculo de oro, enriquecido de piedras preciosas con ocho florones seme- jantes á las hojas de apio, entrepuestos de una perla, levan- tados, cubiertos de otras tantas diademas, cargadas de per- las, cerradas por lo alto , y sobre ellas, unido á la parte que

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se juntaD, un globo de oro centrado y cruzado de una cruz llana de lo mismo, á causa del título de Rey católico. £1 pri- mero que se coronó , usando de cetro y vestiduras reales, fué el Rey godo Leovigildo, en el año 574, teniendo su corte en Sevilla, aunque sin tantas circunstancias lo habia sido en la misma ciudad Teudio , Rey ostrogodo , el 548, por la Reina Teudctusa. D. Alonso VIII, con la autoridad del Papa Ino- cencio II, se coronó Emperador de España, dando por ello el título y corona imperial á la ciudad de Toledo. Lám. 13, núm. 1 .

El Príncipe de Asturias trae la misma corona cerrada, con ia diferencia de poner solo cuatro diademas. Lám. 13, nú- mero 2.

Los Infantes usan la misma corona, pero sin diadema al- guna. Lám. 13, núm. 3.

Los Duques, que son Grandes, traen la corona toda de oro, engastado el círculo de pedrerías y perlas, realzado de ocho florones semejantes á las hojas de apio ó de perejil. A esta corona debe siempre acompañar el manto forrado de ar- minios propio de esta dignidad. Lám. 13, núm. 4.

Los Duques sin grandeza, los Generales de Ejército y Ar- mada y los Ministros de la Corona , mientras lo son , aunque pueden traer la misma corona deben diferenciarse en que sea de plata. Lámina anterior.

Los Marqueses traen sobre sus armas , y no en otra parte, las coronas de oro realzadas de cuatro florones con doce per- Im, puestas entre los florones de tres en tres, y sobre pe- queñas puntas que las levantan del círculo, engastado de pie- dras y perlas^ aunque antiguamente la usaban también de otra hechura. Lám. 13, núms. 5 y 6.

Los Condes traen también solo sobre sus Escudos de Ar- mas coronas de oro, guarnecido su circulo de pedrería y real- zado de 18 gruesas perlas. En otras partes , como Alemania, ponen las 18 perlas de tres en tres. Lám. 13, núm. 7.

Los Vizcondes no tienen sino un círculo de oro puro ó co- rona esmaltada y relevada de cuatro perlas gruesas sosteni- das de puntas de oro. Lám. 13, núm. 8.

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Los Barones tienen un círculo de oro esmaltado y rodeado en banda de un brazalete doble ó filete de perlas comunes. Lám. 13, núm. 9.

Como las coronas se ponen , como los escudos , de frente, por esto no parece sino la mitad de su adorno ; y así de las coronas de Rey con ocho diademas no se ven sino tres y dos medias ; en la del Príncipe de Asturias una entera y dos me- dias ; en la de Duque tres florones y [dos medios , y en la de Conde nueve perlas.

Las Reinas, Princesas y otras Damas tienen el derecho y privilegio de ponerlas mismas coronas en sus armas que usan los maridos en las suyas por sus títulos. Esta es la regulari- dad que se observa en todo el mundo , á escepcion de algunos vanidosos ó ignorantes que traen en sus armas indiferente- mente cualquiera corona, creyendo consiste en la voluntad del grabador ó pintor^ ó en el arbitrio del que las usurpa , por lo que se les hace presente que hay leyes que prohiben á toda suerte de personas el uso de las coronas si no son Duques, Marqueses, Condes, Vizcondes ó Barones, ó tienen privilegio especial de los Reyes , quienes facultan la denuncia é impo- nen el castigo.

Los morteros son la insignia y señal de la justicia , por lo que los traen los Chancilleres, Oidores, Regentes y Presiden- tes, aunque con alguna diferencia.

El Chanciller le trae redondo de tela de oro , bordado de lo mismo^ la vuelta levantada y forrada de arminios, que po- nen sobre la celada y aun por cimera de las armas como los Oidores. Lám. i3, núm. iÓ.

Los Regentes ó ^primeros Presidentes le traen de tercio- pelo negro guarnecido de dos grandes galones de oro en los dos bordes alto y bajo, que ponen de la propia forma sobre el timbre. Lám. 13, núm. 11.

Los Presidentes de Sala ó Chancillerias ordinarias le traen de terciopelo negro con un galón de oro al borde de abajo. Lám. 13, núm. 12.

El Pontífice pone la tiara Papal , que es una mitra ó bo-

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nete piramidal ovado, cerrado y levantado, con dos listas pendientes, franjadas al cabo, sembradas de crucetas y pues- tas una á cada lado^ ceñido de tres coronas ducales, cimado de un mundo ó globo de oro centrado y cruzado de lo mismo. Lám. 13, núm. 13.

La corona imperial es de oro , como la de los Reyes , con ocbo florones y un bonete de escarlata en forma de mitra, con dos listas franjadas al cabo , pendientes una á cada lado, abier- to, elevado y mantenido de dos diademas de oro cargadas de perlas^ una á cada lado de la abertura, y saliendo del me- dio de ella otra diadema de lo mismo, que sostiene un globo centrado y cruzado de una cruz de oro. Lám. 13, nú- mero 14 >

Los Reyes de Inglaterra traen una corona de oro realzada de cuatro flores de lis , por imaginaria pretensión al reino de Francia, entrepuestas con cuatro cruces patees, a causa del título que se les dio de defensores de la , que ban perdido por haberse separado de la religión católica , cubierta de ocho diademas cargadas de perlas, y sobre el lugar donde se jun- tan sus puntas un globo de oro cruzado de una cruz como las otras. Lám. 13, núm. 15.

Los Electores del Imperio tienen un bonete de grana, la vuelta levantada, con ocho puntas circulares de arminios, dia- demado de un medio círculo, cargado de perlas, cimado do un globo centrado y surmontado de una cruz de oro; el mis- mo que toman otros Soberanos y Príncipes de Alemania. Lá- mina 13, núm. 16.

El Emperador de los Turcos , llamado Gran Señor, no usa de corona de oro sobre su cabeza y menos sobre el Escudo de Armas, pero trae un gran turbante vacio por dentro y cu- bierto por fuera de una tela blanca de algodón, redondeado por medio de un hilo de alambre arqueado, adornados los dos lados de una riquísima joya de diamantes y carbunclos, de donde salen dos plumajes de garza y penden gruesas perlas y algunas veces crecientes ó medias lunas, que son las armas de su Imperio, teniendo dos cadenas de oro y pedrería que pa-

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san de un lado á otro por delante del turbante. Lám. 13, nú- mero 17.

Los Bajaes y otros Señores traen un turbante de diferente forma que hace cada uno á su fantasía.

La celada es la primera pieza de las armas , así como la cabeza lo es del cuerpo humano , para cuya defensa fué insti- tuida: tiene otros nombres como yelmo, casco ó morrión* Del uso de traerlas en la guerra para adorno y defensa vino el ponerlas sobre los escudos por timbre. Su inteligencia con- siste en la materia , forma y situación. La materia de las ce- ladas de los Reyes es de oro ; la de los Príncipes , Grandes y Duques^ Marqueses, Condes, Vizcondes y Barones, Condes- tables, Almirantes, Generales de ejército. Gobernadores de provincia, Chancilleres, Regentes, Presidentes y Caballeros antiguos con jurisdicción, son de plata perGladade oro. La de de los Caballeros particulares y Nobles , do acero bruñido. La forma de las coladas consiste en tener toda la visera abierta y levantada, enteramente caida con una pequeña abertura y cubierta con rejillas ó grilletas , que son las barretas que se ponen en la abertura, que aunque cubre y defiende el rostro no embaraza enteraraenle la vista. La situación de la celada es estar de frente, terciada ó de perfil mirando al lado dies- tro , porque vuelta ó contornada al siniestro es señal de bas- tardía.

Nuestros Reyes la traen de oro, grabada, forrada de ter- ciopelo carmesí y puesta de frente, la visera abierta sin grille- tas , surmonlada de la corona Real y pendiente del cuello el Toisón, como Jefe y Soberano do esta orden. De la misma forma la traen los demás Emperadores y Reyes, diferencián- dose en su corona peculiar y sin Toisón. Lám. 13, núm. 18.

Los Príncipes y Duques la traen también de oro, forrada de gules y puesta de frente, coronada de la peculiar suya y sin visera , pero no tan abierta como la de los Reyes y Empe- radores. Lám. 13, núm. 19.

Los Príncipes y Duques sin Grandeza, los Condestables, Almirantes , Generales de ejército , Gobernadores de provin-

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cia, GhanoUleres y otros cargos elevados la deben traer de plata , la visera levantada y bordura clavadas de oro , forrada de gules, puesta de frente, con nueve rejillas y surinontada de la corona particular de su título ó dignidad. Lúm. 13, nú-, mero 20.

Los Marqueses la traen de plata con siete rejillas, puesta de frente, la bordura y grilletas clavadas de oro, forrada de gules y surmontada de su corona. Lámina 13 , núme- ro 21.

Los Condes, Regentes y otras dignidades la traen de pla- ta , terciada , mostrando siete rejillas de la visera , estas y la bordura claveteadas de oro , forrada de gules y surmontada de la corona de este título. Lám. 13, núm. 22.

Los Vitcondes la traen de plata, terciada , con siete reji- llas, claveteadas de oro como la bordura, forrada de gules y coronada de la de su título. Lám. 13, núm. 23.

Los Barones la traen de plata bruñida, terciada, con cinco rejillas, claveteadas como la bordura de oro, forrada de gules y surmontada de su corona. Lám. 13, núm. 24.

Los antiguos Hijos-dalgo, empleados y militares que tie- nen encargo de embajada ó negocios importantes, y los que tienen alguna jurisdicción , la traen de plata bruñida , tercia- da, mostrando cinco rejillas, clavadas como la bordura do oro, forrada de gules, surmontada de un burelete de los es- maltes de su blasón. Lám. 13, núm. 25.

Los Regentes que no sean nobles por su casa usarán de la anterior.

Los Nobles de tres líneas paternas y maternas la traen de acero bruñido, puesta de perfil , la visera abierta y levantada con tres rejillas, clavadas como la bordura de oro y forrada de gules Lám. 13, núm. 20.

Los Escuderos y nuevos Nobles , sea por armas , oficios ó riqueza como los primoros de su familia, la traen de hierro, puesta de perfil, con la bordura clavada de oro, sin rejillas, solo un poco abierta la visera, dando á entender con esto, que siendo el primer noble de su linaje no tiene que ver las ac-

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ciones de otro y corresponderle obedecer con sileneio. Lá- mina 13, núm. 27.

Los Bastardos traen sus celadas como los nuevos nobles, pero mirando á la siniestra. Lám. 13, núm. 28.

Representa esta figura generosos pensamientos.

La cimera es una pieza de armería que se pone sobre lo alto de la celada. Sácase ordinariamente de las figuras de las armerías principales del escudo , con tal que no sean las ho- norables del blasón y otras que no tienen consistencia por ellas mismas, como las cintas, riberas, aguas, etc. ; también se loman para espresar alguna acción señalada ú otra cosa muy considerable para el propio individuo que la usa , para su familia ó su pais ó por concesión de los Soberanos.

Los lambrequines son aquellos penachos que salen por de- trás del yelmo y penden en su circunferencia por los dos la- dos; unos parecen en forma de hojas entrelazadas y otros son compuestos de plumas naturales que se reputan por menos honorables porque aquellos son emblema de antigua nobleza y estos de nueva. Por lo regular son de los colores de los campos de los escudos y de las figuras.

Los Cardenales traen sombrero forrado de gules , guarne- cido de cordones de seda del mismo color, entrelazados el uno en el otro y pendientes á los dos lados, cada uno liado en la- zos de 15 borlas, terminando en cinco y ordenadas 1, 2, 3, 4, 5; el cual dio el Papa Inocencio IV en la promoción que hizo en el primer Concilio de León, que fué el 13 de los generales en el año 1245, en la persecución del Emperador Friderico II, y el primero á quien lo concedió fué á Alban. Los Cardenales que son Patriarcas , Arzobispos primados ó que han tenido legacía en algunas provincias, ponen bajo del sombrero forrado de gules y detrás del escudo de sus ar- mas una cruz doble de dos traversas trevolada de oro. Lámi- na 13, núm. 29.

Los Patriarcas que no son Cardenales timbran sus escudos de una cruz doble trevolada de oro y un sombrero forrado de sinople con 10 borlas á cada lado, 1, 2, 3, acabando en cua-

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tro. Los Arzobispos primados timl)ran del mismo modo. Lá- mina 13, Dúm. 30.

Los no primados timbran de un sombrero forrado de si- nople con sus cordones entrelezados de seda del propio color y pendientes con diez borlas de cada lado y una cruz sinople de una traversa , trevolada de oro, puesta bajo del sombrero en pal, detrás del escudo. Lám. 13, núm. 31.

Los Obispos ponen el sombrero forrado de sinople con cordones de seda del mismo color entrelazados , pero con seis borlas en cada lado ordenadas, 1,2, 3, y una mitra puesta en el lado diestro del escudo, de frente, con sus ínfulas ó listas blancas y el báculo pastoral do oro á la izquierda. Los que tienen título timbran con su corona á mas. Lám. 13, nú- mero 32.

Los Abades mitrados timbran sus escudos bajo de un sombrero negro con sus cordones de lo mismo, entrelazados con tres borlas del propio color orJonadas, 1 y 2, de la mi- tra y báculo pastora] , la mitra á la derecha , terciada á la si- niestra, y el báculo á la izquierda vuelto adentro; pero si tie- nen jurisdicción ponen el báculo hacia fuera del escudo y la mitra terciada ; y como estos tienen tres borlas los Obispos usan seis. Lám. 13, núm. 33.

Los Abades religiosos traen el mismo timbre que los mi- trados , con la diferencia de poner el sudario por marca de su regularidad, que es un pequeño tafetán blanco atado al bácu- lo. Lám. 13, núm. 34.

Los Abades religiosos, de abadías reales, no ponen el su- dario.

Los Abades que no tienen derecho de traer mitra ponen solamente til báculo con el sudario vuelto á la diestra , cu- bierto del sombrero negro con sus cordones de seda del mis- mo color, entrelazados con tres borlas dispuestas en dos ór- denes, 1 y 2. Lám. 13, núm. 3o.

Los Protonotarios tienen por timbre el sombrero negro con cordones y tres borlas en la misma forma que los Abades, ú igualmente los Deanes no mitrados, los Arcedianos, los Sa-

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crístanesque son dignidad, los Camareros y Canónigos de Iglesias metropolitanas y catedrales.

Los Priores ponen detrás del escodo un báculo pastoral de plata, en pal , hecho en forma de un bordón de peregrino y rodean el escudo de un rosario de sable. Lám. Ift, núm. i.

Los Chantres ponen el bastón que tienen en su Iglesia. Lám. 14, núm. 2^

Las Abadesas con derecho á báculo timbran el escudo con él , poniéndole en pal , vuelto á la derecha detrás de su escu- do, que es en losanje, rodeado de un rosario negro. Lám. 14, núm. 3.

Los Caballeros de San Juan de Jerusalen ponen por señal de su religión detrás del escudo la cruz del orden , con un rosario de coral ó de oro que rodea el escudo , entrelezaodo con él las puntas de la cruz y añadiendo al escudo de sus ar- mas un jefe de gules con la cruz de plata , que son las armas del orden. Lám. 14, núm. 4. Sus Comendadores ponian de- trás del escudo en pal una espada, la punta alta y la guarni- ción de oro en lo bajo; y el Gran Maestre timbraba su escudo de una corona de Príncipe, que fué dada por el Papa Grego- rio XIII á Hugues de Loubens de Vcrdallc, en Francia, el año 1582, y en lugar de poner las armas de la religión en jefo las cuartelaba con las suyas : antes de esta concesión ponian solo al rededor el rosario, como los demás Caballeros , y acosr- taban el escudo de dos manos armadas que sallan de una nube , teniendo cada una una espada flamboyante con estas palabras: «Por la fé.»

£1 manto ducal, ó especie de capa de escarlata puesta en forma de tapiz, es la verdadera cota de armas donde los gran- des Señores espresaban sus armas , y se diferencia del mante- lete en que este es mas estrecho y corto , poniéndose antigua- mente sobre el yelmo por los Caballeros Hijos-dalgo y nobles particulares, y el manto era para cubrir el cuerpo y armas de su defensa los Príncipes y grandes Señores , siendo admitido su uso en armería desde poco menos de 200 años. Lámi- na 14y núm. 5.

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Los oficios de la Casa Real tienen cada uno su señal ó ge- roglíQco , que los representa poniéndose por ornamento este- rtor del Escudo de Armas de aquel que lo ejerce. El Mayor- domo mayor trae por marca de su cargo dos bastones guarne- cidos de plata sobredorada , terminados los cabos de lo alto de dos coronas reales, puestos en sotuer detrás del Escudo de sus Armas. Lám. 14, núm. 6; y el Camarero mayor dos lla- ves de oro con los anillos bajos terminados de la corona real, que pone en sotuer detrás del Escudo de sus Armas como los Gentiles-hombres. Lám. 14, núm. 7.

Consisten los títulos de las Reinas, Princesas v otras Da- mas casadas, en poner á las coronas de su dignidad adornos de palmas verdes ó ramos de laurel ó mirto , que es el sím- bolo del amor conyugal. Lám. 14, núm. 8.

Los de las viudas, poniendo en lugar de palmas cordones de seda blanca y negro, nudados ó entrelazados en cuatro partes, atados ú los círculos de las coronas y rodeando el es- cudo enteramente. Lám. 14, núm. 9.

Y las doncellas traen el escudo en losanje con el timbre de su dignidad y las armas puras de su varonía ó estado. Lá- mina 14, núm. 10.

Las Damas ilustres que no tengan por ni por sus mari- dos coronas , podrán poner los ornamentos esteriores que las otras, como se ha dicho para las solteras y casadas, mas las viudas timbran su escudo de una cinta entrelazada en cuatro partes señal de libertad. Lám. 14, núm, 11. A este sexo no es permitido poner yelmo.

Los Generales de marina cifran su representación por dos áncoras puestas en sotuer detrás del escudo, encabadas de las armas reales de España, con corona y manto ducal , y los ofi- ciales con las áncoras lisas hacia fuera y bajo del escudo. Lá- mina 14, Qúms. 12 y 13.

Los Generales de ejército ponen dos bastones de gules y de plata en sotuer, detrás del escudo, el primero marcado de Castilla de oro á la diestra, y el segundo de Leones gules á la siniestra, con manto y corona ducal, como los anti-

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guos Condestables y Almirantes. Lámina 14, número 14.

Los Generales de artillería ponen dos cañones sobre sus afustes ó cureñas de espalda con las bocas hacia fuera y bajo del escudo. Lám. 14, núm. 15.

Todos los Jefes del ejército pintan el distintivo de su arma en la forma de las bocas ó puntas hacia fuera y bajo del es- cudo. Lám. 14, núm. 16.

Los ornamentos que las armerías toman de las órdenes de Caballería no son hereditarios, como no lo son tampoco los eclesiásticos, civiles ni militares, ni trascienden á los hijos por ser timbre personal que honra solo á aquellos que se lo han sabido merecer. La forma de ponerse las encomiendas en los escudos es unas veces rodeándolas con una cinta y la encomienda pendiente al cabo en una medalla , y otras veces colocar la misma encomienda detrás del escudo, puesta en pal , saliendo sus estremos por el jefe, flancos y punta del es- cudo que es lo mas practicado en España. Lám. 14, núm. 17.

Los órdenes que tienen collar le ponen en sus escudos, rodeando su circunferencia con ellos; es reglamento del Or- den del Toisón que sus Caballeros no hayan de traer collares ni encomiendas do otras órdenes sin previo permiso del Jefe y Soberano de él, á escepcion de los Emperadores, Reyes y Duques que fuesen Jefes de otros. Cuando un Caballero es de mas de un orden á un mismo tiempo , pondrá el collar del mas antiguo arrimado al escudo, y á la parte de afuera el que fuere menos. Lám. 14, núm. 18.

Bandera es una insignia un tercio mas larga que ancha, y la Real dos veces mas larga que ancha. Lám. 14, núme- ros. 19 y 20. El ginon ó estandarte de caballería es cuadrado y pequeño. Lám. 14, núm. 21. El cabdal es otra insignia casi cuadrada con tres zarpas ó puntas redondas al cabo, que usa- ban los Señores que traian mas de 100 caballos de vasallos su- yos, las villas, ciudades y los órdenes de caballería. Lám. 14, núm. 22. El pendón es un tercio mas largo que ancho y re- dondo por el pendiente. Lám. 14, núm. 23. El estandarte es dos voces y media mas largo que ancho, abierto hasta mas de

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la mitad, de donde salen dos puntas derechas disminuidas y sesgadas por la punta. Lám. 14, núm. 24. El confalon«es tres veces mas largo que ancho , ocupando el cuerpo de esta in- signia una parte entera y las dos puntas ondadas en disminu- ción. Lám. 14, núm. !25. Pendón se llama á la figura dos veces mas larga que ancha, cortada en diminución hasta su punta aguda , con algún sesgo encima. Lám. 14, núm. 26. Tráense en representación y señal de cargos y empleos perso- nales de guerra, que no trascienden á otros fuera de los que los ejercen. El General de infantería pone por timbre seis banderas de los colores de España. El de caballería seis estan- dartes y cuatro cornetas. El de artillería seis banderas. Los Brigadieres cuatro, y los Coroneles dos. También las tienen algunas familias por haberlas ganado sus ascendientes á los enemigos, así como otros diferentes adornos y trofeos de guer- ra que usan por concesión y privilegio de los Reyes.

Los tenantes y soportes son ciertas figuras de ángeles, hombres y animales, que se ponen como adorno á los lados del escudo esteriormente, ó bien detrás de él apoyándole con las manos ó garras como sosteniéndole. Llámanse tenantes las figuras de ángeles, niños, doncellas, religiosos, hombres ar- mados, centauros, salvajes, sirenas, Apolos, Hércules, Pa- las, moros y turcos. Los soportes son figuras de animales cua- drúpedos, aves ó reptiles, en actitud de guardar el escudo, con una postura fiera , á diferencia de los tenantes que parece tienen simplemente el escudo^ Lám. 14, núms. 27 y 28. Para el que tiene derecho á ponerlos se sacan ordinariamente de las figuras que componen las armerías, aunque alguna vez son enteramente diferentes y por concesión. Los Obispos, Arzo- bispos, Patriarcas y Cardenales, por su poder espiritual, pue- den tomar ángeles por tenantes, lo que no es permitido á los Grandes Señores seculares ni á los Nobles, sin especial con- cesión, por ser estos propios de los Soberanos.

Divisa se dice generalmente en el blasón á las cifras, em- presas, caracteres y epígrafes de pocas palabras, que por alu- sión con los nombres de las personas ó por figuras, hacen co-

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nocer la nobleza, las partes ó los empleos que las distinguen; puedes reducirse á dos especies; perfecta, que es compuesta de alma y cuerpo , esto es, que consiste en ciertas cifras ó figu- ras acompañadas de palabras convenientes, cortas y espresi- vas de la pasión dominante de aquel que las trae : de modo que la figura en este caso es el cuerpo, y las palabras el alma; imperfecta, que significa la pasión del héroe, pero sola- mente por figuras ó palabras separadas. Colócase ordinaria- mente separada de las armas y también en una lista estrecha y ondeada que sale de la cimera. No es como las armas de fa- milia que se continúan de padres á hijos , por ser del designio de cada particular, pudiendo usar cada persona muchas ala vez. Lám. 14, núm.29. Hay algunas familias y corporaciones que traen divisas con alma y sin cuerpo , como la casa de Borbon que tiene la palabra ^esperanza;» los Reyes de Inglaterra •Dios y mi derecho;» los Caballeros del orden de San Miguel mlnmensi tremor occeani;» los de Sancti Spiritus •Duce et auspice ;• los del Toisón de Oro 9iPretium non vile laborum;» ios de la Jarretiere mHonny soit qui mal y peusa;» los Señores de Campo Tejar tíServire Deo regnare esi;» los de Sierra-Brava •Veritas vincit,» Otras tienen cuerpo y alma como el orden del Puerco-Espin, instituida por Carlos, Duque de Orleans, padre de Luis XII , que tenia por cuerpo de su divisa un puerco-es pin , y por alma estas palabras: mCóminus et émi^ nu$;w Enrique IV el Grande, Rey de Francia, una espada por cuerpo de su divisa, y por alma ^Raptum diadema repo^ nit;* y Luis XIV ponia un sol y las palabras ^^Nec pluribus impar.» Los Hurtados de Mendoza ponen un globo centrado y cruzado , surmontado de una mano que le tiene asido , y otra moviente del lado diestro con una espada que le atraviesa en barra , saliendo la punta por lo alto de la siniestra y las palabras en faja •Non suffiscit orbis;* esta divisa la tiene de- bajo de la punta del escudo, y en lo alto fuera de él, •Gloria non moritur.9

La voz de guerra, que algunos llaman grito, se compone de una ó dos palabras, que son aquellas de que los Soberanos

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y Príncipes se vnlen en sus ejércitos para unir las tropas en la confusión y hacerse conocer entre ellas. Hay cuatro especies: 1.^ cuando no se dice otra cosa sino el nombre de la casa 6 del señorío del jefe de los soldados: 2.* cuando se compone <]e términos de demostración, presagio, ayuda ó asistencia di* vina por medio de la invocación de algún santo: 3.^ la que se inventa á fantasía y servia de contraseña para los desafíos; y 4/ la que se usa á manera de contraseña , que se da antes de la función por el General del ejército ó por el que conduce la empresa , sirviéndose de la primera palabra de su fantasía por inclinación ó devoción, principalmente de noche, á fín de co- nocer los amigos y enemigos, como se usa hoy en los ejércitos y plazas para las rondas, reconocimiento de guardias y pues- tos avanzados. Su colocación es como la divisa en un listón volante ondeado por adorno esterior de las armerías. Lám. 44, núm. 30.

El pabellón es un ornamento esterior de las armas que in* cluye y cubre el escudo de los Soberanos, que no dependen sino de Dios y de su espada, y solo á ellos pertenece el dere- cho de traerle. Gompónese de dos partes; cumbre, que es el sombrero, y cortinas que hacen la falda y son el manto. Los Reyes electivos y los Duques, aunque Soberanos porque de- penden de otro Príncipe, quitan la cumbre. L¿'im. 44, nú- mero 34.

DIFERENCIAS DE LAS ARMERÍAS.

Ordinariamente se numeran nueve especies de armerías. Armas de dominio, que son aquellas que tienen los Sobera- nos siempre de un mismo modo por las tierras , señoríos y Reinos que poseen por ser anejas á sus Estados. El modo de ordenar en cuartelaje estas armas es poner las de los Reinos en primer lugar; en segundo las de los Archiducados; en ter- cero las de los Ducados; en cuarto las de los Marquesados; en

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quinto las de los Condados, y seguidamonto las de ios Vízcon- dados, Baronías, etc., colocando en Jefe las de los primeros, y por su orden las de los demás hasta la punta , observando lasque se hallaren con mas órnenos proximidad al parentesco para la preferencia de lugar. Cuando las armas que se hubie- ren de cuartelar recaen en algún titulo particular, aunque sea menor en dignidad á los otros , se ponen lá^ de éste sobre el todo por preferirse el tronco de su familia y casa. En esta clase se comprenden las armas de sustitución, que son las que por algunas cláusulas testamentarias tienen los legatarios y sucesores obligación de traer con ciertas condiciones. En esta nación hay muchos ejemplares de mayorazgos y fundaciones con condición de haber de traer las armas del fundador, en lo que cumplirá el sucesor con traerlas partidas en lassuyas, ú ordenándolas en cuartelaje, poniéndolas en el segundo lu- gar inmediatas y seguidamente con aquellas que llevan la línea masculina ó femenina en quien recae la sucesión ó herencia de aquel legado con preferencia á todas las demás. También hay instituciones que declaran y mandan traer á los herederos las armas del fundador sin mixto de otras, lo cual debe onion- dersc sobre el todo, porque no se puede embarazar, prohibir ni precisar á traer solamente un cuartel sin las otras alianzas, pretensiones, derechos, etc. , á no ser que el institutor de- clare que el que hubiese de suceder en tal herencia ó mayo- razgo ha de usar únicamente de sus armas y no de otras dis- puestas ni ordenadas con las suyas. Las armas de alianza son las que las familias ilustres toman por los casamientos aña- diendo á las propias las de las otras familias con quien han emparentado. Se ordenan como las armas de dominio y como queda demostrado. Las de comunidad son las que usan las repúblicas, provincias, reinos, villas, iglesias, academias, capítulos, compañías, congregaciones, etc. Estas se distin- guen en dos especies, eclesiásticas y seculares; las eulesiásti- oas son los capítulos, las parroquias, las diócesis, los monas- terios, las órdenes de religiosos, las congregaciones, los se- minarios, las cofradías, etc. Los seculares son los reinos, las

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repúblicas, las provincias, las villas, universidades, acade- mias, colegios, artes, oficios, compañías de comercio, cuer- pos de mercaderes, etc. ; estas, la mayor parte, son solo mar- cas de distinción para hacerse conocer y diferenciar entre sí, y no propiamente armas, pues no son señales de nobleza. Las de concesión ó adopción son las que los Príncipes dan y per- miten traer en todo ó en parte de sus mismos escudos á los vasallos y personas que quieren honrar por sus servicios y otros motivos reservados al Soberano. Las cuartelan muchos con las de su casa, aunque lo mas regular es colocarlas en Jefe ó en un franco cuartel. Las de dignidad se hacen conocer por el cargo, empleo ó ejercicio que tienen, eclesiástico, civil ó mi- litar , que generalmente son ornamentos esteriores del escudo que se añaden á los de familia. Las de patronato son las que los patronos ponen por las tierras ó jurisdicción que poseen^ por obligación de alguna fundación ó en memoria del insti- tutor, que ajustan alas suyas, como lo hacen los eclesiásti- cos y gobernadores de provincia, ó las cuartelan con las su- yas propias , ó las ordenan en Jefe. Las de sucesión son las que los^ herederos ó legatarios toman por las cláusulas testa- mentarias con los derechos de sus predecesores', poniéndose según fué la voluntad del testador ; pero cuando no hubiere éste se cuartelan en el lugar correspondiente como las armas de sustitución. Las de pretensión, son aquellas de los reinos, principados, dominios y jurisdicciones sobre que algún señor tiene derecho ó pretensión, aunque lejana, que aumentan á las suyas, aunque no los posean ó no sean dueños de ellos. Y las de familia son los blasones con que se distingue una casa de otra, dividiéndose en ocho diferencias: paWant^^, que 86 llaman así por la conformidad, similitud ó alusión que tienen con el nombre de la persona que las trae : arbitrarias^ que son las que se toman por capricho y fantasía de algunos que, habiendo hecho fortuna, so las atribuyen como les pa- rece, sin habérselas sabido merecer, por lo que no son signos de honor ni de virtud , y solo sirven para admirar su orgu- llo : verdaderas ó legitimas^ que son compuestas y ordenadas,

TOMO I. O

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según las leyes del arte heráldico siguiendo el uso de la na- ción : falsas ó irregulares^ que son contrarias á las proceden- tes, que no guardan las reglas del arte, como cuando hay metal sobre metal y color sobre color : puras y llanas , que son las que no tienen mas piezas del blasón que aquellas que pn^ cisamente deben tener, siendo las roas simples y menos con- fusas, como en las que se re solo una crui, un castillo, etc., y son las que propiamente se deben traer , pues esplican la varonía del tjue las usa , porque le conocen y debe hacerse conocer, sin confundir las de sus alianzas que le son casi es- trafias : brisadas^ son aquellas á que se añade alguna brisura, esto es , alguna pieza del blasón con que se altera la simplici- dad de ellas para diferenciárselos hijos segunios: cargadas^ son las armas á que se carga ó añade alguna pieza ó figura por merced ó premio de algún hecho señalado : difamadas^ infamadas ó descargadas^ que son las armas que se les quita y corta alguna pieza, ó parte de ella, por castigo, nota, bajeza ó infamia de aquel que las trae. Su origen dimanó de la cos- tumbre antigua de publicar por infame en todas partes la per- sona del Caballero convencido de algún delito que le deshon- raba , como el de falsario, mentiroso» adúltero, ladrón, trai^ dor y crimen de lesa majestad.

BRISÜRAS.

Son las ideas con que se distinguen las armas de los hijos entre sí, de modo que por la nueva adición de estas piezas se conozcan las armas del hijo segundo con alguna diferencia de las del primogénito, y las del tercero con las que debe tener el segundo: y estas piezas, que hacen la distinción y diferencia «n las armas puras y llanas de una casa y familia entre los hermanos y otros descendientes, se llaman brisuras. El orden mas regular de servirse de ellas es: para los hijos segundos el Umbela para los terceros la bordura ; para los cuartos la

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orla ; para los quintos el bastón ; para los sestos la cotiza y y asi sucesivamente con estrellas, crecientes, soles, animales, etc. A estas brisuras simples para los hijos y hermanos de una casa se añaden las sobre brisuras, brisuras dobles ó car- gadas, que toman y ajustan los hijos de estas en esta forma: el que pone por brisura un lambel simple de tres pendientes, supuesto que su hijo primogénito traiga las armas del propio modo que su padre; el segundo las pone con alguna diferen- cia aumentando los pendientes á cuatro, y el tercero á cinco; después de esto por sobre brisura cargan el lambel de alguna figura. La primera sobre brisura de la borduraes hacerla an- grelada ; la segunda cargarla de bezantes ó tortillos; la tercera componada; y últimamente, se carga de diferentes figuras lo mismo que en las demás brisuras. Solo ha sido práctica el bri* sar las armas en las casas Reales de España y Francia.

LEYES HERÁLDICAS

Y SUS KSCEPCIONES.

Las leyes heráldicas se hallan practicadas en todas las na- ciones del mundo ; aunque son reglas y preceptos del blasón todas las que se han dado, la principal y mas célebre ó invio- lable de él es que no se ponga metal sobre metal ni color so- bre color; y como no hay regla sin escepcion, tiene ésta en- tre los heraldos seis escepciones ó casos estraordinarios de privilegio: primero, cuandolas armas son de inquirir, que son las esquisitas ó estraordinarias donde se hallan figuras de color sobre campo de color, y sobre campo de metal figuras de metal, que dan motivo á inquirir y saber la razón por qué están de tal forma sin incurrir en defecto contra el arte: se- gunda, cuando los jefes de color se hallan puertos sobre cam- pos de color, y para salvar esto que seria falsedad se llama Jefe cosidoy aunque en este caso lo mejor es dividir campo

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del Jefe con un perfíl de otro esmalte: lo mismo se entiende también de la faja, banda, chevron, etc.: tercera, aunque el color de púrpura ó violado se toma ordinariamente por co- lor, bay armasen que se emplea por metal , por lo que no se encuentra falsedad en poner colores y metales sobre la púr- pura y viceversa, por ser privilegiado este color, lo mismo que los arminiosy veros, que unas veces se bailan sobre me- tal y otras sobre color, porque unos y otros se componen juntamente de metal y color : cuarta , igualmente lo son to- das las figuras bumanas y sus partes con el color de carnación, los animales, plantas y frutos con su color natural sin incur- rir en faldedad contra el arte : sesta, las brisuras de la mayor parte de los Soberanos, y especialmente de los Príncipes de sangre y otras familias de España y Francia que se encuen- tran metal sobre metal y color sobre color.

Es regla universal en armería usar de los términos pro- pios del arte, á escepcion de los que son particulares en cada país á algunas piezas y figuras, y otros comunes y vulgares que están dispensados en el blasón.

Es regla general que todas las figuras propias de armería han de estar en la situación y lugar que les corresponde , siri poderse alterar en nada ni en parle de su sentido ordinario y regular, sino en los casos porque so esceptúan y quedan esplicados en las dicciones y atributos; pero las figuras natu- rales, artificiales y quiméricas han de colocarse en el escudo de forma que, teniendo por punto general su centro, lleve el campo de él el de la partición ó el de la pieza que hubiere ocupar sin tocar en los estremos. Esceptúanse también los lambrequines que por alguna concesión singular de los So- beranos se dan á algún Caballero, de otros colores que del eampo y figuras de su escudo por alguna acción seña- lada.

También es regla inviolable que todas las cimeras de figu- ras humanas, animales, aves, etc., deben ponerse de lado mirando á la diestra, á escepcion de las de los Príncipes y Soberanos <[ue se plazan de frente , y las de los bastardos que

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miran á la siniestra. En estos siete preceptos se comprende universal mente lo mas necesario para la composición de las armerías.

El método y orden de blasonar los escudos , sus piezas, figuras, timbre y ornamentos esleriores se entenderá y apren- derá por los ejemplos que se hallarán al organizar las armas de los apellidos y ramas que comprenderá este Diccionario liistórico, genealógico y heráldico.

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BORBON

fíespues de la dominación Romana , en el año 4ü5, e^i- Iró la de los Francos en las Galias , apoderándose de ellas y dándolas por nombre el suyo propio , y fue su primer Rey Faramundo^ sucediéudole los que es- presamos en la siguiente tabla:

1." Faramündo, primer Rey de Francia, falleció año 42o. 2.° Clodjo, su hijo, que reinó 23 años. 3.° MoKOVEO, su hijo, reinó 10 años. 4.° CuiLDERico, su hijo, cuarto Rey de Francia, 26 años. 5.° Clodoveo, su hijo , primer Rey cristiano de Francia, reinó 30 años y falleció el 514.

Childeberto , Rey de París.

Glotario, Rey de Soisons.

ovco.

o í Clodomiro, Rey de Orleans. ) .... , ITeodorico, Rey de Metz. J ^ 7.° Glotario, solo Rey de Francia, reinó hasta 594. Ghereberto, Rey de París. Sigisberto, Rey de Metz.

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,, íChilpekico, Rey deSoisons. ) „.. , , m . 8." I ^ ti j r^ 1 > Hijos del Rey Clolano.

(Gentran, Rey de Orleans. j ' ■'

9.^ Chilperico, solo Rey de Francia, reinó hasta 588.

10. Clotario II, hijo de Chilperico, reinó hasta 632.

11. Dagobbrto i, hijo de Chilperico, hasta 646.

12. Clodoveo II, hijo de Dagoberto, hasta 664.

13. Clotario III, hijo de Clodoveo, hasta 669.

14. Childerigo II, hijo y hermano de Clotario, hasta 679.

15. Teodorigo, hermano de los anteriores, hasta 689.

16. Clodoveo III, hijo de Teodorico, hasta 693.

17. Childebebto II, hijo y hermano de Clodoveo, has- ta 710.

18. Dagoberto II, hijo de Childerico, hasta 715.

19. Chilperico II, hijo de Dagoberto, hasta 720.

20. Teodorico I, hijo de Dagoberto, hasta 739. CARLOS Martel, Príncipe de los Franceses, 41 años.

21. Chilperico III, hijo de Teodorico, llamado el Desfor- tunado, último de la primera línea de los Reyes Francos, hasta 751.

DESCENDENCIA DE PIPINO.

22. PiPiNO, Rey de Francia, hijo de Carlos Martel, reinó 52 años.

23. Carlos el Grande, hijo de Pipino, reinó 47, falle- ció el 814.

24. Luis I, su hijo, reinó 26.

25. Carlos el Calvo, su hijo, reinó hasta 877.

26. Luis II, su hijo, reinó dos años.

27. Luis III, su hijo, y Carlo-Magno, hermano bastardo, cinco años.

28. Carlos el Grueso, hijo de Luis II, reinó hasta 888.

29. Odón, hijo de Roberto , Conde de Anvers, reinó 11

años. :]0. Carlos el Simple, hijo de Luis 11, falleció el 929.

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31. RoDULFO, Rey de Borgoña, reinó siete años, falleció el 936.

32. Luis IV, hijo de Carlos el Simple, reinó 18, falleció el 954.

33. LoTÁRio, hijo de Luis IV, reinó hasta 986.

34. Luis V, su hijo, reinó hasta 987.

DESCENDENCIA DE HUGO CAFETO.

35. Hugo Cafeto, Conde de París, por el favor de los Franceses ascendió al trono Real de Francia, falleció el 998.

36. Roberto, su hijo, reinó hasta 1032.

37. Enhico i, reinó hasta 1060.

38. Felipe I, hijo de Roberto, reinó hasta 1109.

39. Luis EL Grueso, sesto del nombre, hijo de Roberto, reinó hasta 1137.

40. Luis el Joven, séptimo del nombre, hijo de Felipe I, reinó hasta 1180.

41 . Felipe Augusto, segundo del nombre, hijo de Luis VI, reinó hasta 1223.

42. Luis VIII, hijo de Felipe Augusto, reinó hasta 1226.

43. San Luis, noveno del nombre, Rey de Francia, su hijo, reinó hasta 1270.

44. Felipe III, su hijo, reinó hasta 1285.

45. Felipe IV el Hermoso, su hijo, reinó hasta 1314.

46. Luis X Hütin, Rey de Francia y Navarra, su hijo, rei- nó hasta 1316.

47. Felipe V el Luengo, su hermano, reinó hasta 1321.

48. Carlos IV, su hermano, reinó hasta 1327.

DESCENDENCIA DE VALOIS.

W. Felipe de Valois, sesto del nombre, segundo nielo do. San Luis, reinó hasta 1350.

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50. JuuANo I, su hijo, reinó hasta 136'¿.

51. Carlos V, su hijo, reinó hasta 1380. 5!¿. Carlos VI, su hijo, reinó hasta 1422.

53. Carlos VII, su hijo, reinó hasta 1401.

54. Luis XI, su hijo, reinó hasta 1483.

55. Carlos VIII, su hijo, reinó hastó 1498.

SUCESIÓN DE ORLEANS.

56. Luis XII, hijo de Carlos de Orleans y segundo nieto de Carlos V, reinó hasta 1515.

SUCESIÓN DE ANGULEMA.

57. Francisco I, hijo de Carlos, Conde de Angulema y tercer nieto del Rey Carlos V, reinó hasta 1547.

58. Enrico II, su hijo , reinó hasta 1559.

59. Francisco II, su hijo, reinó hasta 1560.

60. Carlos IX, su hermano, reinó hasta 1574.

61. Enrico III, Rey de Polonia, su hermano, reinó has- la 1589.

DESCENDENCIA DE LA AUGUSTA CASA DE BORDÓN.

62. Enrico IV, hijo de Antonio de Borbon, Rey de Na- varra y noveno nieto de San Luis, reinó hasta 1610.

63. Luis XIII, su hijo, reinó hasta 1643.

64. Luis XIV EL Grande, su hijo, reinó hasta 1715.

65. Luis XV, su segundo nieto, reinó hasta 1734.

143

REAL ÁRBOL DE LA DESCENDENCIA DEL PROGENITOR

DE LA AUGUSTA CASA DE BORBON, REINANTE EN ESPAÑA.

Ansegio y Vega, Príncipes de Brabante, año 658. PiPiNo 11, cuarto Príncipe de Brabante. Carlos Martel, Príncipe de los Franceses. PiPiNO, Rey de Francia. Carlo-Magno, Emperador y Rey de Francia.

UVIDIQUINDIO I. UVIDIQUINDIO II. UviDIQUINDIO III.

Roberto el Grande.

Roberto II.

Hugo el Grande, que casó con Helvida , liija de En- rique I de Borgoña, Emperador, viudo de Isabel de Ingla- terra.

Hugo Capoto, Conde de París.

Roberto, Rey de Francia.

Enrique I, Rey de Francia.

Felipe I, Rev de Francia.

Luis el Grueso, seslo del nombre, Rey de Francia.

Felipe Augusto, segundo del nombre, Rey de Francia.

Luis VIH, Rey de Francia.

San Luis, Rey do Francia en 1270.

Roberto, Señor do la casa de Borbon, Conde de Clcr- mont, etc.

Luis de Borrón, primer Duque de Borbon.

Jacqües de Borbon, Conde de la Marcbe, Condestable de Francia, etc.

Juan de Borrón, Conde de la Marche.

Luis de Borbon, Conde de Vandoma.

Juan de Borbon, segundo conde de Vandoma.

Francisco de Borbon, tercer Conde de Vandoma.

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mSTÓRIGO. GENEALÓGICO T HERÁLDICO.

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monarquía ESPAftOLA.

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venal del orbe, entrando en España 224 años antes de Cristo, nos enseñaron escribir en cifra, las ferias, los timbres en las armas, los sellos^ raparse con navaja, los baños, las cajas en la guerra, alistar hombres á sueldo, las banderas^ trompetas, y para tener las mujeres en clausura ponerlas chapines, cos- tumbre que observaron las españolas y ahora sirven de gala en paseo. Tuvieron estos largos tiempos guerras sangrientas con los Cartagineses hasta que

Julio César, hijo de Lucio Vergento y de Aurelia, su es- posa^ sujetó del todo á España, año 46, ganando 1076 plazas, é introduciendo en ella el comunicarse los amigos por bille- tes, las cabelleras postizas, correr toros á caballo^ celebrar Cortes y el oficio de Reyes de Armas^ que después perfeccionó Carlo-Magno; imperó cuatro años y medio, al fin de los cua- les le quitaron la vida en el Senado con 23 puñaladas su hijo natural Bruto, que le hubo de Servilla, y Casio en 15 de Marzo del año 42 antes de Cristo^ siendo de 56 años, quienes le persuadieron antes que despidiese la guardia española de que se servia por su fidelidad á imitación de Marco Perpena y Longino nuestros gobernadores. Este Príncipe habia muer- to 1.192,000 enemigos en 52 batallas campales, ganadas por su persona, y desde entonces, como los Equites gente clarí- sima en nobleza romana que peleaba á caballo, se llamaron en España Caballeros los caliGcados en linaje.

Octaviano Augusto, que significa cosa divinaj hijo de Oc- tavio^ Pretor de Macedonia, y de Accia esposa suya^ hija de Marco Accio Balbo y de Julia, hermana de Julio César, fué el primero que formó chancillería en su palacio y vino á apaci- guar á los valerosos Cántabros el año 26 antes de Cristo. Es- tuvo en esta empresa cinco años; fundó algunas ciudades , en la de Tarragona estableció el edicto que refiere San Lucas para registrar las cabezas de familias de su monarquía; tuvo el im- perio de Roma y señorío de España, como también los suce- sores hasta Arcadio y Honorio, 56 años, y á los 42 de su impe- rio, 38 de la era suya, que nuestros españoles en las compu- taciones usaban, nació de la Virgen Santísima Cristo, Reden-

149

tor del linaje humano, en la ciudad de Belén , dos leguas de Jerusalen, á la media noche, antes de amanecer el domingo 25 de diciembre, año del mundo creado 3961, del diluvio general 2305, de la venida deTubal á España 2163, y de la reedificación de Roma por Rómulo y Remo 752: murió el 18 de setiembre del año 15 del nacimiento de Cristo, de edad de 76 años.

Tiberio César, hijo adoptivo de Octaviano, por serlo legí- timo de su esposa Libia, casó con Julia, hija del mismo Octa- viano ; ordenó no se hablase á los Príncipes sino por memo- riales; imperó 23 años , murió el de 38, habiendo espelido de Roma á los judies y gitanos. En su tiempo vino el apóstol Santiago á predicar la en España y fundó el primer templo de la ley de gracia que es el Pilar de Zaragoza.

Cayo Cah'gula, llamado así por cierto género de calzado de que usaba, sobrino de Tiberio, hijo de Germánico y de su mujer Agripina, tan dado á glotonería que gastó en una cena el tributo de tres provincias: imperó tres años y diez meses, murió el de 42.

Claudio, tio de Calígula , usó del oficio de Maestre sala, para que gustando primero de ios manjares se asegurase la salud y vida del Príncipe; de quien se originó en España: im- peró 14 años y murió el de 56.

Nerón, yerno y sobrino de Claudio^ por estar casado con Otavia su hija, siéndolo él de Julia Agrípina, de nación ga- llega, esposa del mismo Claudio y de Domicio Nerón su prí- mer marido, con quien le engendró: Nerón, en lengua Sabi- na, significa hombre fuerte: imperó 14 años y murió el de 70 en quien acabó la linea y prosapia de los Césares.

Sergio Galva, imperó un año y murió el de 71.

Otón Silvio, de la antiquísima familia de Silvia y proge- nitor de ella en España, derivada del troyano Eneas, Rey de los latinos: imperó cuatro meses y murió en el mismo 71.

Vitelio, imperó ocho meses y murió el de 72.

Vespasiano , grande amigo de los Españoles, pues les con- cedió el privilegio de naturales; llamado Lacio Itálico, para

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qae fuesen tenidos y reputados como nacidos en Italia: eligiú por Ministros á los mas ancianos y sabios, diciendo que de los ▼iejos podridos salian los sanos consejos, y desús cuerpos ei^ fermos la salud á la república : imperó mueve afios y mari6 el de 81.

Tito, su hijo, solía decir que mas quería consenrar h vida de \xj\ vasallo que ganar una ciudad: imperó dos años y mu- rió el de 83.

Domiciano, hermano segundo de Tito, Príncipe descui- dado que prohibió á los Españoles plantar viñas porque |io faltasen tierras donde sembrar y apacentar los ganados : era gran cazador de moscas en su palacio, ejercicio ocasionado por su ociosidad ; imperó 15 años y murió el de 88.

Nerva, español, imperó año y medio y murió el de l(Xh

Trajano, natural de la villa de Pedraza en Castilla la Vieja, aunque otros quieren de Cádiz y algunos de Itálica, cerca de Sevilla, hijo adoptivo de Nerva , solia decir que mejor era á los Monarcas y grandes Señores vivir en pobres posadas que de sudores ajenos , labrar casas ricas y también estar mas obligados á mantener lo que prometen que procurar lo que deseen ; imperó 19 años y medio y murió el de 119.

Adriano, hijo de Domicia Paulina, natural de Cádiz, y so- brino de Trajano, Príncipe magnánimo, en particular con los soldados que le servian , pues les premiaba antes de las em- presas, y decia: primero que comiences á pelear te lo quiero agradecer, que ai fin mas haces en arriesgar por la vida que yo en darte parte de mi hacienda. Fué el primero que instituyó Fisco Real; imperó 21 y murió el 140.

Marco Antonio, Pió, renombre que le dieron sus acciones, mandó en el año 180 dejasen los Españoles todos los idiomas que usaban y hablasen solo el Romano, levantando por ello escuelas, de donde vino llamarse Romance nuestro idioma cas- tellano; obedecieron el decreto, escepto la Cantabria que cobh prendía la montaña de Burgos, señorío de Vizcaya, reino de Navarra con las provincias de Álava , Guipúzcoa y la Rioja: fuá este Príncipe hijo adoptivo de Adriano; imperó S3 aloe y

murió el de 163, dejando introducidos los correos y postas^ á que dio principio Pirro, Rey de los Ipirotas.

Marco Aurelio , insigne filósofo, yerno de Marco Antonio, Pió, casado con su hija Faustina^ y Lucio Gommodo Yero Antonio, su yerno ^ imperaron juntos diez años: después el primero siguió solo 19 años y murió el de 182, y estando ne- cesitado de dinero y apurado con guerras, por no gravar mas al pueblo, mandó hacer almoneda pública de todas las joyas y recámara de la Emperatriz su mujer, acción digna de un Príncipe tan sabio como él.

Gommodo Antonio, hijo de Marco Aurelio, imperó 12 años y ocho meses, murió el de 194.

Publico Pertinaz, notable avariento, imperó tres meses y murió el de 195.

Juliano, imperó siete meses, murió el mismo año.

Séptimo Severo, imperó 18 años y diez meses, murió el da 24 3.

Basiano Antonio Caracala y su hermana Jeta, hijos de Severo, imperaron juntos algún tiempo, y muerta ésta, por su hermano, imperó él solo seis años y murió el de .219.

Marcaino, imperó un año y murió el de 220.

Antonino Eliogábalo, hijo de Basiano, fué el primero que usó vestido entero de seda. Fué torpe, pródigo y vicioso ; im- peró cuatro años y murió el de 224.

Alejandro Severo, su primo y sucesor, tenia por perdido el dia que no se ejercitaba en la lección de los libros; imperó 13 años y murió el de 237 , dejando establecido que los No- menclátores, que eran los genealogistas Reyes de Armas, asis- tiesen cerca déla persona del Príncipe para informarle do la calidad, nobleza y servicios de los que aspiraban á premios: que las mujeres de mal vivir no pudiesen andar en coche y no se vendiesen oficios do la república, porque dccia que el que compra la justicia es fuerza que la venda.

Julio Maximino imperó tres años y murió el de 240.

Popiano, natural de Cádiz, y Balbino, imperaron dos afios y miurieroA el 242.

-152

Gordiano, muy honrador de las buenas letras, imperó cinco años y murió el de 247.

Filipo, primer Emperador cristiano y feliz anuncio para los de este nombre en España, imperó cinco años y murió el de 252.

Décio , gallego por parte de madre, imperó dos años y mor rió el de 254.

Galo, imperó dos años y murió el de 256.

Emiliano, imperó cuatro meses y murió el mismo año.

Valeriano, imperó cuatro años ; prendióle el Rey Sapor de Persia el de 260, y fué el primero que puso corona imperial en su cabeza.

Galieno, hijo de Valeriano, imperó 11 años; murió el de 271.

Claudio II, imperó dos años y murió el de 273.

Quintilio, hermano de Claudio, imperó 17 días.

Aureliano, imperó seis años y murió el de 279, sin haber consentido ¿ su mujer traer vestido tejido de seda y oro.

Tácito, imperó seis meses.

Florian, su hermano, imperó dos meses; murió el mismo año 279.

Probo , concedió á los españoles plantar vifias^ imperó seis años y cuatro meses; murió el de 285.

Caro, imperó dos años y murió el de 287.

Carino y Numeriano, hermanos, hijos de Caro, imperaron un año; murió Carino el de 288.

Diocleciano, hijo de un Escribano, y Maximiano, impera- ron juntos 19 años[; dejaron el Imperio el de 307, en cuyo tiempo se hallaron en España los primeros Condes, y lo fué Severo Romano.

Constancio Cloro y Galerio , hijo de Claudia, sobrina del Emperador Claudio II, imperaron cinco años; murió Galeno el de 312.

El esclarecido Constantino Magno, hijo de Constancio Cloro y déla Emperatriz Sanu Elena, su esposa, junto con Maxencio y Marco Licinio, imperaron algún tiempo perma-

453

neciendo Constantino 30 años; bautizóle el de 324 San Silves- tre, Papa. En este Príncipe la cristiandad halló público pro- tector y floreció gloriosamente con su amparo : repartió en el año 335 los Arzobispados de España en seis, y los Obispados en 62: murió el de 342 lleno de triunfos y victorias y dejando dividido el Imperio en Constantino, Constancio y Constante, hijos suyos.

A Constantino dejó España, Francia y las provincias occi- dentales. A Constancio Italia, África y las islas confinantes. Constante Tracia, cuya metrópoli es la famosa ciudad de Constantinopla, con las provincias orientales de la Asia me- nor, Mesopotania y Egipto: imperaron los tres juntos algunos años, y permaneció Constancio solo 21 años y murió el de 364.

Juliano, apóstata, cuñado y sucesor de Constancio por ha- ber casado con su hermana Elena, prohibió á los cristianos la poesía, imperó dos años y murió el de 366.

Ibbiano, imperó ocho meses y murió al año siguiente de glotonería; fin igual al que tuvo Valentiniano su sucesor.

Valentiniano y Valente, hermanos, hijos de Graciano, po- bre soguero, natural de Panonia, hoy Hungría, imperaron 11 años; después Valente solo 15, y murió el de 382; en cuyo tiempo instituyó en España Colegios y Seminarios, Audencio, Arzobispo de Toledo, y campanas en las iglesias el Obispo San Paulino, natural de Barcelona.

Graciano y Valentiniano II, hermanos, hijos de Valenti- niano I, imperaron cinco años.

Teodosin , español , hijo de Teodosio y de su mujer Ter- mancia, linaje del gran Emperador Trajano, cuyo nombre significa en Griego dado de Dios , nació en la villa de Coca, Obispado de Segovia: imperó 10 años y murió el de 397, de- jando ordenado que no se casasen primos, y que en sus ejér- citos solo ocupasen puestos los católicos.

Arcadio y Honorio , hijos suyos y de la Emperatriz Placi- dia su esposa, le sucedieron y prohibieron la entrada de es- tranjeros, principalmente mercaderes, fundándose en que además de traer consigo los vicios de su patria, abren las puor-

454

tas ¿ la ruina de las provincias que los admiten. En este tiem- po vinieron contra el Imperio Romano los Godos , Vándalos, Alanos, Suevos, Silingos y Hunnos, gentes septentrionales de la Scitia de Europa; y porque de estos resultó reinar los Go- dos en España, mostraremos su origen.

Mogog, hijo segundo de Jafet, menor hijo de Noó, fué el primero que pobló la Gotia, llamada por otro nomhre Escan* dinavia, en el mar septentrional, año después del diluvio 88, que es del mundo criado 1745; y fueron sucediéndose Beri- con Gadárico, llamado el Magno, hijo del Rey Balto de la Sci- tia que pobló á Dácia; Filimer, Zalmogen, gran filósofo, Ta- nauso, Harpedon^ Telefo, que casó con Laodice, hermana del Rey Priamo de Troya, Anciro, Pagudila, cuya hija Medum fué esposa del Rey Filipo de Macedonia, Sitalco, Borbista, Eumosico, Dorpaneo, Harpaneo, Ostrogota, Guida, Geberíg, Hermcnerico, Fredigerno y su hijo Atanarico,en cuyo tiempo recibieron la de Cristo por la predicación del Santo Obispo Gudila, de la misma nación, inventor de las letras góticas; pero duró poco por haberles enviado el Emperador Valente arrianos^ secta que siguieron hasta el tiempo del cristianísimo Rey Recaredo. Y últimamente reinó entre ellos Radagayso y Alarico que destruyó á Roma: reinó año 410 y dominó á Ita- lia, por cuya muerte eligieron los Godos á Ataúlfo, cuñado suyo ó hermano según otros quieren, primer Rey de esta na- ción en España , provincia que el Emperador Honorio le re- nunció, casando con su media hermana Gala Placidia^ y que- dó absoluto señor de ella, en donde entró año 416, y dio prin- cipio al tronco de nuestras genealogías reales.

Ataúlfo, primer Rey Godo en España, entró á poseerla siendo sumo PunliTice Inocencio I, imperando en Roma Ho- norio; en Constantinopla Teodosio II; gobernándola Francia, con título de Duque de Franconia, Marcomiro, á quien tam- bién llaman Merobeo, padre de Faramundo, primer Rey de aquella corona. Puso Ataúlfo su corte en Barcelona, goxando

á Cataluña, la Aquitania y la Narbona; casó con Gala Placidia, siendo viuda de Euquerio, hijo de Stilicon, pero sin sucesión: matáronle los suyos en la misma ciudad , junto con seis hijos que tenia de antes de casarse con Gala^ siendo caudillo de tan enorme conjuración un enano llamado Bemulfo, en 2 de agosto de 417, habiendo reinado s«)is, y uno solo en Espafia: está sepultado cerca de la iglesia mayor en cuyo epitafio se veian las armas que él y sus sucesores trajeron , compuestas de un escudo cuartelado, en el 1.^ una corona de oro en cam- po gules; 2.°, tres fajas de sable en campo de oro; 3.^, un león gules en campo de plata, y 4.^, otro león gules en campo de oro.

míos DEL BEY ATAÚLFO Y SU ESPOSA GALA PÍACmU.

Teodosio, llamado así por su abuelo materno, murió niño, y yace en un oratorio cerca de Barcelona. Atailda que casó con Jofre de Rocaberti, de quienes descienden los Vizcondes de Rocaberti , Condes de Peralada y Marqueses de Auglesola.

2."

Segerico, sucedió al Rey Ataúlfo; fué Príncipe escelente y valeroso, aunque cojo; á los pocos meses de reinar le mataron los suyos, año 417, por intentar paces con los Romanos^ obli- gado de la Reina viuda Gala que las deseaba como católica; fué sepultado en su corte de Barcelona.

HU06 DEL REY SEGERICO.

Jeserico.

Hunerico.

Gudamundo. ]. Padecieron con su padre muerte alevosa.

Trasamundo.

Hilderico.

r

Walia, en idioma címbrico, poderoso , sucedió en la co- rona á Segerico; envió á la Reina Gala Placidia á su hermano

456-

el Emperador Honorio, que la casó con el Conde Constancio y le híxo sucesor en el Imperio Romano. Hecha después tre- gua por Walia y Honorio para echar de España á los Vánda- los, Suevos y Alanos, quedaron sujetos á los Romanos. Reinó Walia tres años y murió el de 420 en la ciudad de Tolosa, adonde había pasado la corte, que permaneció poco tiempo*

Teodoredo, según otros Teodorico, fué deudo mas cercano de Ataúlfo, por cuyo derecho sucedió á Walia. Era del claro linaje délos Baltos en la Goüa, procedido de Balto, Rey suyo, de quien se deriva la familia de Valdés en España: reinó 31 años y murió atropellado de los suyos en una sangrienta ba- talla, la mayor que se aGrma haber visto en el orbe^ porque pasaban de un millón los combatientes^ y se dio entre Attila, Rey de los Hunnos, llamado el azote de Dios^ y nuestro Teo- doredo en los compos catalánicos cerca de Tolosa, ciudad de Francia, año 451.

HIJOS DE TEODOREDO.

Friderico, que quiere decir en Godo , Principe amigo de paz.

Reccinero.

Himerico.

Tuvo á mas dos hijas cuyos nombres se ignoran ; la una casó con el Rey Ricciario, de los Suevos de Galicia. La pri- mera de ellas recibió la de Cristo. La otra casó con Hume- rico, hijo y sucesor del Rey Genserico de los Vándalos en An- dalucía.

5;

Turismundo, en gótico hombre elocuente , sucedió en la corona al Rey Teodoredo su padre: venció en batalla al cruel Attila, y después fué muerto en Tolosa ó Narbona de Francia por sus hermanos Teodorico y Eurico, año 454^ habiendo rei-- nado tres.

187

6;

Teodorieo sucedió á su hermano Turismundo: fué el pri- mero que tuvo poder para conquistar tierras en España, favo- recido del Emperador Valen tiniano: fué muy dado al Gobier- no^ despachando las partes con brevedad y justicia. Venció entre Astorga y León á su cufiado Ricciario, Rey de ]os Sue- vos en Galicia, y le cortó la cabeza; pero habiendo Teodorieo reinado 13 años, le mató el de 467 su hermano Eurico.

HIJA DEL REY TEODORICO.

Se ignora su nombre y se sabe casó con Remismundo, Re} Suevo de Galicia que dejó la católica á instancia de aquella y se hizo arriano.

r

Eurico, hijo de Teodoredo, mató á su hermano Teodorieo y se quedó con la corona: casó con Sisenanda; conquistó mu- chas tierras en la provincia Tarraconense y las ciudades de Pamplona y Zaragoza; en Francia, Arles, Marsella y algunas en Lusitania: fué el primero que dio leyes escritas á sus Go- dos, imitando á Semíramis que las estableció para los Asirlos; como Minos á los Cretenses; Solón á los Atenienses ; Licurgo á los Lacedemonios; Foroneo á los Argibos; Mercurio Trime- gistro á los Egipcios; Asclepio á los Rodos, y Numa Pompilio á los Romanos; nación que echó de España después de ha- berla poseído tantos siglos: reinó 16 años y murió en Arles el de 483, donde está sepultado.

su mjo

Benudo, de quien desciende la familia de Biedma tan ilus- tre en España.

8;

Alarico, sucedió en el reino á su padre Eurico; casó con Teudetusa ó Amalasinta, hija del Rey Teodorieo do los Ostro-

158

godos de Italia, muy docta en letras griegas y latinas. Tuvo guerra con Clodoveo, primer Rey de Francia , que recibió el bautismo de mano de San Remigio , Obispo de Rems^ el año 499, por quien fué vencido y muerto en los campos bogladen- sesy afio 503, habiendo reinado 23 , y mandado publicar el Código Teodosiano recopilado en suma.

Gesalarico, hijo bastardo del Rey Alarico, á quien sucedió, aunque algunos dicen ser su hermano. Tuvo sangrientas guerras con Gundivaldo, Rey de Rorgofia, por otro nombre Java: reinó cuatro años y murió el de 510, pasando el rio Druencia de Francia.

iO.

AmalaricOy que en Godo signiGca Principe demuchos ami- goSf hijo de Alarico, sucedió á su hermano bastardo Gesalari- cOy y por paces que hizo con los Franceses tomó por esposa á Clotilda, hija del Rey Clodoveo, con quien hubo en dote los estados de Tolosa y otras tierras de aquella corona ; pero siendo católica y él arriano, tratándola mal, vinieron sus her* manos con el Rey Cbildiverto y entraron en Rarcelona, donde resídia Amalarico, y le mataron el año 531, habiendo reinado 21 , de los cuales 16 lo hizo su abuelo materno Teodorico Os- trogodo por ser niño. Está la Reina Clotilda sepultada en la iglesia de Santa Genoveva de París. En este tiempo , y año 517, se comenzaron en España las letanías, confirmadas des* pues en 636.

11.

Teudio , de los Ostrogodos, en nuestro lenguaje Godos orientales como Visigodos occidentales, fué deudo de la Reina Teudetusa, que le mandó venir de Italia y sucedió en la co- rona á Amalarico. En 535 tuvo principio en España la com- purgación por el hierro ardiendo al que se le imputaba algún delito sin prueba bastante. Viniendo los Reyes Childiverto y

159-

sa hermano Glotario con ejército numeroso de Franceses des* fruyeron la provincia Tarraconense á cuya defensa salió nues- tro Príncipe , acompañado de su gran capitán Teudiselo y auxiliados del mártir San Vicente, y en breve espacio fué re- chazado el enemigo. Reinó 17 años, y le mató un hombre fin- giéndose loco el de 548, por haber mandado ahogar en un baño á la Reina Tcudetusa que le habia dado la regia dig* ni dad.

12.

Teudiselo, Capitán general de Teudio, á quien sucedió en la corona, fué hijo de una hermana de Totila, Rey de los Os- trogodos de Italia, y por haberse depravado en vicios desho- nestos mató á muchos ',Godo3 de España para quedarse con sus mujeres y haciendas: los deshonrados aspiraron á liber- tad, dándole muerte en Sevilla, donde tenia su corte, el año S49, habiendo solo reinado un año.

i3.

Agila, movió guerra á Córdoba porque no le obedecía, y habiendo sido muerto y desbaratado, un hijo suyo huyó á Mé- rida, en cuya ciudad le mataron sus vasallos el año 554*, ha- biendo reinado cinco años.

u.

Atanagildo, Capitán del Rey Agila , á quien sucedió, casó con Gominda, francesa, según otros española toledana: se ocupó en echar de sus reinos á los Romanos que él mismo habia introducido en ellos; fundó en la ciudad de Toledo el monasterio Agállense , orden de San Benito, donde murió» año 567, después de reinar 13 años.

sus HIJOS

Gosuinda, muy católica Princesa, que casó con Chilperíco, Rey de Soisonsen Francia.

Brunichilda, también católica, que casó con Segiberto

#

160

Rey de Austracia, hoy Lorena, hermano de ChilpericOy hijos del Rey Clotarico de Francia y de la Reina Gondeaca, Prin- cesa de Turingia, nietos de Clodoveo, primer Rey cristiano de aquella corona y de la Reina Clotilda su mujer, Princesa de Borgoña. Procrearon á Childiverto, Rey de Austracia, que de su esposa Feliba ó Faldubrada, hija del Rey Leovigildo, Godo de España, tuvo á Teodoberto, Rey de Austracia, el cual engendró en su consorte Teudechilda, Princesa de Tu- ringia, á Segiberto el Desheredado, Rey de Austracia, que casó con Eugeltruda, hija de Herimberto, Duque deFranco- nia, y fueron padres de Segiberto, Duque de Alemania y pri- mer Conde de Habsburg que , en Luitverga , Duquesa de Suevia, su mujer, procreó á Otovero, Conde de Habsburg, que casó con Blesinda, Condesa de Salma, y fueron padres de Roperto, Conde de Habsburg, que casó con Hermentruda, Condesa de Gems en Saboya, y engendraron á Otoverto, Conde de Habsburg, que en Rosina su esposa tuvo á Ram* perto. Conde de Habsburg, que casó con Alisa, Condesado Bouro, y de ellos nació Guntramo, Conde de Habsburg, que en Rosinda, Condesa de Borgoña, su consorte, hubo á Leu- tardo, Conde de Habsburg, el cual casando con Berta , Prin- cesa de Lotaringia, procrearon á Luitfrido, Conde de Habs- burg, que en su mujer Bribada, Duquesa de Suevia, tuvo á Hunifredo, sucesor de los estados, marido de Anastasia, Mar- quesa de Ransperg, de quienes nació Guntramo, Conde de Habsburg, que casó con Luit^rada, Condesa de Brigancia, y fueron padres de Betzon , Conde de Habsburg , que en su esposa Udahalda, Condesa de Ibisperg , engendró á Rapten, Conde de Habsburg, que casó con Ida, Princesa de Lotarin- gia, y nació de este consorcio Uvernero, Conde de Habsburg, que casó con Hildegarda, Condesa de Ferreta, de quienes fué hijo Otón, su sucesor, que en su consorte Ida, Condesa de Homber, tuvo á Uverneto, Conde de Habsburg, que procreó en Gertruda, Baronesa de Star Komberg, su mujer, á Alberto, Conde de Habsburg, que casó con Ida, Condesa de PíTulen- doríTy Brigamia; nació de ellos Rodulfo, Conde de Habs-

161

burgy que casó con Inés, Condesa de Stauffen, cuyo hijo fué Alberto, Conde de Habsburg, que en su esposa Heduvige, Condesa de Kimburg, engendró al esclarecido Príncipe Ro- dulfo, primer Emperador de la gran casa de Austria, que casó con Ana, Condesa de Hohemberg, padres de Alberto, primer Duque de Austria, Emperador de Alemania, que tuvo en Isa- bel su consorte, Duquesa de Carintia , Condesa de Tirol y de Goricia, á Alberto, Duque de Austria, marido de Juana, Con- desa de Porreta, de los cuales nació Leopoldo, Duque de Austria y de Stiria, que casó con Yírida ó Verde, Princesa de Hilan, y fueron padres de Ernesto, Duque de Austria, que casó con Cimburga de Mosovia, de cuyo matrimonio na- ció Federico, tercero del nombre, Emperador de Alemania, que en su mujer doña Leonor, Infanta de Portugal, hija del Rey D. Duarte, procreó al Emperador Maximiliano I, que casó con Mme. María Carolina, Duquesa de BorgoQa Bra- bante, Condesa dePlandes, etc., y tuvieron por hijo á Feli- pe I, Archiduque de Austria y demás estados de su madre, Rey de Castilla , padre del Emperador Carlos V, que lo fué de Felipe II, y éste de Felipe III, de quien fué hijo D. Feli- pe IV, y de éste Carlos II.

OTROS UUOS DEL REY ATANAtiUJ)0 Y DE SU ESPOSA GOSUINDA.

Esteban, que casó con Lucía, hermana de San Euge- nio, tercero del nombre. Arzobispo de Toledo, y procrearon al glorioso San Ildefonso, Arzobispo también de aquella ciu- dad en donde nació el año 609.

Ofilon, que casó con Evancia, hermana de San Eugenio, y nació de ellos Ofílon, tronco y progenitor de la gran casa de los Toledos.

Liuva, sucedió en el reino de España á Atanagildo; hizo compañero en el Gobierno á Leovigildo^ hermano suyo, no hijo como algunos quieren, dándole la Citerior y quedándose

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- 168

con hGalíi Narbonense, y habiendo reinado cinco años, mu- rió el de 572 en Narbona.

16.

LeoTigildOy sucedió en la corona á su hermano , fué el primero de nuestros Reyes Godos que se mandó llamar Se- ftor. y usó vestidura de púrpura con cetro y corona real; fué Príncipe de altos pensamientos, pues procuró deshacer el se- ñorío de los Suevos y Romanos que aun permanecía en Es- paña: hitóles guerra y ganó muchos pueblos. Enmendando las Wyes góticas promulgó otras de nuevo: trasladó su corte de Sevilla á Toledo, y desde entonces se nombra ciudad Real. Casó dos veces: la primera con Teodora, hija de Severíano, Gobernador, Duque y Capitán general de la provincia de Cartagena . y hermana de los Santos Isidoro y Leandro, Ar- zobispos de Sevilla, Fulgencio, prelado de Cartagena y Ecija, y de Santa Florentina monja. La segunda con la Reina Go- minda, viuda del Rey Atanagildo: reinó cuatro años en com- pañía de su hermano Liuva, y solo, hasta 14, muriendo cató- lico en Toledo el de 586. En su tiempo y año 575 vino de .Vfrica á Espña Donato con 70 compañeros y estableció eo ella la vida monástica.

iiiK>> DE si: nuxEB ]Linuxo?ao.

San Hermenedldo. que casó año 579 con la Princesa In- gunda . hija del Rey Se^bi»lo de Austracia y de su esposa Bruniobilda« que («mi Sin Leandro redujo á su esposo Her- uiene^lJ.^ a ii te cal. tica* v tomó en el bautismo el nombre de JudLU « de que re$iilu> aprisMoarle su padre Leovigildo en una torre ie Sevilla « Joade coa ásperos cilicios y rigurosas renUeacias se armo pan construir la corona del martirio en II de airil de 3^ Dejó un hijo nombrado Teodorico que iriuno de certa edad en Constantinopla. y su madre In- ¿ua ii en P;i¿entt>K ciudad de Sicilia. La cabeza de este ilus- ire aartir tiie ciíi^ida por el Rey D. Felipe II el año 1585 •0 ej KimI cvwi^e«U> del Es4n>riiL

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Feliba ó Faldubrada , que casó con Childeverto, Rey de Austracia^ de quienes procede la casa de Austria.

fiREYE NOTICIA DE LOS REYES SUEYOS

QUE RCINAKON EN GALICIA, Y SU CRONOLOGÍA.

1.° Hermerico ó Hermeneríco, era Rey de los Suevos cuando en 411 entraron en España y ocuparon parte de ella^ principalmente á Galicia: reinó 32 años y murió el 443, en cuyo tiempo cuenta San Isidro y Paulo Orosio hubo tan gran- de hambre y pestilencia en España, que los hombres se co- mian unos á otros.

2.^ Rechila, su hijo, reinó siete años y murió el de 450.

3.*^ Recciario, su hijo, fué el primero de los Suevos que recibió la do Cristo, dejando la secta arriana; casó con hija de Teodoredo, Rey Godo de España: reinó nueve años y murió el de 459 por orden de su cuñado el Rey Turismundo.

4.^ Maldra ó Masdra, fué electo Rey de los Suevos; era hijo de Mafíla, linaje real : reinó tres años y murió el de 462. Luego los de esta nación en discordia colocaron por Príncipes suyos á Frauta y á Rechismundo que acabaron en breve.

5.° Fumario, sucedió en la corona Sueva por elección, y hallándose algunos de los suyos malcontentos levantaron otro llamado Remismuudo, hijo de Maldra: reinó dos años y murió en batalla vencido por Remismundo en 464.

6.^ Remismundo, sucedió y dejó la de Cristo, volvien- do á la secta arriana inducido de un hereje Jlamado Ayace ó Yax; casó con hija de Teodorico, Rey Godo de España; dejó por hijo al Infante Sardamiro que casó con una gran señora llamada Salerna, de quienes desciende el noble linaje de Sar- . miento.

7.^ Teodomiro, comenzó á reinar año 558, dejó el arria- nismo y se convirtió al catolicismo por la predicación de San Martin, Obispo de Dume Mondoñedo y Arzobispo de Braga, primer capellán mayor suyo , quien instituyó en España, año

TOMO I. 4 4

164 -

562, capilla on su real palacio : reinó 12 años y murió el de 570.

8.° Miro ó Artamiro, sucedió á Teodomiro su padre; casó con Sisigunda: reinó 13 años y murió el de 583 en la batalla que se dio entre el Rey Leovigildo y el santo Príncipe Herme- negildo su hijo. Proceden de él las familias de Altamirano y Arias.

9.^ EvoricOy hijo y sucesor de Miro, fué desgraciado, pues se levantó contra él Andeca, deudo suyo, que estaba ca- sado con la Reina Sisigunda su madre ^ obligándole á entrar monje en el convento de Dume; pero llegada tan abominable acción á noticia del Rey Leovigildo, vino con numeroso ejér- cito contra el tirano Andeca, prendióle y cortándole el cabello por ignominia, que era la mayor que entonces se usaba, le hizo inhábil para la corona; y según afirman algunos le ordenó de sacerdote y le envió á la ciudad de Beja en Portugal á pa- sar el resto de su vida; con lo cual el reino Suevo de Galicia, que duró 174 años, se juntó al Godo y quedó toda España obediente á esta nación en 585. Tuvieron estos Reyes Suevos algún tiempo su corte en la ciudad de Lugo y otro en la de Braga, trayendo por armas en campo de oro un dragón sino- pie, de quienes procede la familia de Dragón en Portugal, que usa la misma insignia.

17.

Flavio Recaredo , sucedió en la corona gótica á su padre Leovigildo, fué hijo del primer matrimonio y nació en Sevilla en 566; casó dos veces; la primera con Bada^ hija de Artur, Rey de Inglaterra, uno de los nueve que celebra la fama, aun. que otros quieren lo fuese de Fonta Yalerico , Conde de los Patrimonios en Galicia, de nación godo, progenitor de los Valladares. La segunda con Ciodosinde, hija de Segiberto, Rey de Francia, Dejó este Príncipe totalmente la secta de Ar- rio, y obedeció á la Iglesia romana en el tercer concilio tole- dano de 8 de mayo do 489, por donde mereció que el conci- lio y el Papa Pelagio II, como otros San Gregorio Magno, le

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465 -

diesen el renombre de Católico , cristianísimo y padre de la patria. En el mismo año dio principio Recaredo á enviar á dar la obediencia al Pontífice recien electo, estableciendo también que ningún infiel militase bajo las banderas reales. En su tiempo hallamos mas clara noticia de dignidades seglares, principalmente Duques que batian moneda en sus tierras^ lla- mada ducado. Instituyó en España el Camarero mayor, nom- brando el primero á Armengundo con nombre de cubiculario. Después de célebres victorias que ganó á Romanos y France- ses en 15 años de reinado, murió en Toledo el de 601, y está sepultado en Santa Leocadia de la Vega. En este reinado se tomó el uso en España de hacer el señal de la cruz albostezar, y decir Jesús ó Dios te ayude al estornudar, por ser gran peste que se desarrolló en Roma.

HIJO DE RECAREDO DEL PRIHER MATRIMOMO.

Geila, á quien amó en estremo el Rey Flavio Suintila, su hermano, entregándole el gobierno y guarda de su persona; pero desatento pasándose al bando de Sisenando, sobrino y enemigo suyo, acabó miserablemente.

18-

Liuva , segundo del nombre, sucedió á Flavio Recaredo su padre; era hijo del primer matrimonio y no bastardo como al- gunos dicen; estuvo dotado de gran cristiandad, prudencia y hermosura, siendo muy amado de sus vasallos, pero por la ambición de reinar le mató el Conde Witerico , natural de la ciudad de Mérida en Estremadura, personaje de opulento es- tado en 603.

HIJO DEL REY LIUVA.

Pedro, joven de heroicas acciones, de donde descienden los Reyes de España por línea de D. Alonso I el Católico.

19.

Witerico, sucedió en el cetro y se aventajó en las guerras

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166

contra Romanos; masía omnipotencia divina que no deja bien sin premio ni mal sin castigo^ permitióle matasen los suyos en un banquete en 610, séptimo año de su reinado , sepultando su cuerpo vilmente después de arrastrado muchas veces.

HUA DE wrrERico.

Hermemberga, que casó con Teodoríco, Rey de Borgofta, nieto de la Reina Brunichilda, hija del Rey Atanagildo.

20.

Flavio Gundemaro, sucedió á Witerico; fué deudo del Rey Recaredo, católico Príncipe; casó con Ilduara, ilustre se- ñora de Galicia. Después de grandes victorias que ganó á los gascones Franceses, y dos años de reinado, murió en Toledo el de 612, dejando establecida ley que no se sacasen de la Iglesia los delincuentes que á ella se acogiesen.

SI

Sisebuto^ sucedió en la corona al Rey Flavio Gundemara; fué muy celoso de la religión cristiana , y persuadido por el Emperador Heraclio espeliese de su reino los judíos en 613, salieron de España 90.000 y quedaron en ella bautizados 30.000. Tuvo insignes victorias de los Romanos , echándolo» fuera de su corona: dióse á la historia y compuso algunas obras ; edificó en Toledo la iglesia de Santa Leocodia , dond« murió en 621, habiendo reinado ocho años y medio, y allí está sepultado en la de la Vega.

HUA DE SISEBUrO.

Teodora, que casó con el Rey Flavio Suintila.

22.

Recaredo, segundo de este nombre, sucedió á su padre Si- sebuto: reinó tres meses.

167

23-

Flavio Suintila, hijo del Rey Recaredo I, del segundo ma- irimonio, sucedió á Recaredo 11; tuvo renombre de padre de los pobres, y ocupóse en espeler de su reino á los Romanos con lo que quedó absoluto Rey de España: casó con Teodora, hija de Sísebuto, y murió en Toledo en 631 , décimo de su reinado.

HIJOS DE FIAVK) SUINTIIA DEtEGmMO KATRIMONIO.

Reehimiro, que reinó en compañía de su padre y falleció el mismo año que él: Sisenando Chintila y Flavio Chinda- suindo.

24.

Sisenando, sucedió á Suintila su padre y Rechimiro su hermano; reformó las leyes godas que habia en sus reinos desde el año 468, recopilándolas en el libro llamado Fuero Juzgo que es fuero de los Jueces. Congregó concilio nacional en Toledo el año 634 , decretándose que el Misal y Breviario de España fuese uno ; que á ningún judio obligasen á bau- tizarse por fuerza, y que se castigasen los falsarios y ladrones con azotes y raparles la cabeza en señal de perpetua infamia. Murió en Toledo el año 635, cuarto de su reinado.

25.

Chintila, sucedió á su hermano Sisenando; no tuvo guer- ras porque todo lo compuso con prudencia, única madre de los buenos aciertos, y murió en Toledo á los tres años de su reinado en 638.

26.

Tulga, hijo de Chintila á quien sucedió: era en virtudes viejo y en acciones heroico; administró justicia y ostentó li- beralidad haciendo á sus vasallos magníficas mercedes : á los buenos para que fuesen mejoresiy á los malos para que no

f.

168 -

fuesen peores: reinó dos años y murió el de 640: está sepulta- do en Toledo en la iglesia de Santa Leocadia de la Vega.

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Flavio Ghindasvinto, sucedió á Tulga su sobrino ; fué hijo de Flavio Suintila y de Teodora ; mantUTo en tranquilidad sos reinos por medio de fíeles gobernadores. Congregó concilio en Toledo en 646, estableciendo en él viniesen los Obispos mas cercanos por meses á acompañar la persona Real en la corte. Casó con Rensiberga, hija de Erancio, hermano de San Eu- geniOf Arxobispo de Toledo, donde murió en 650, décimo año de su reinado. Fué sepultado con su esposa en el monasterio de San Roman^ entre Toro y Tordesillas, fundación suya.

HUOS De ESTE XATRIMOMO.

Flavio Recesvinto, que le sucedió en la corona.

Teodof redo , Duque de Córdoba , que casó en la misma ciudad con Rezolina , señora de la real sangre goda , y de ella luvo i Rodrigo, último Rey de esta nación ; á Luz, esposa de Favila, su tio, y á Grates, Caballero que vivió en Alcántara de Estremadura. Sacaron á Teodofredo los ojos por mandato del Rey Witiza en 701.

Favila, que en Godo significa centella^ casó con su sobrina LuZ;. de quienes nacieron el preclarísimo Infante D. Pelayo, glorioso restaurador de España; doña Teresa que casó con Sorre Ferrandez^ tronco de la ilustre casa de Sotomayor, her- mano de Arias Ferrandez de Saavedra, progenitor de los Saavedras; D. Leyica, á quien mató desgraciajlamentesu ayo, dicho Sorr« Ferrandez de Sotomayor, tirando á un pájaro; doña Recilona á quien el moro Muza deshonró con palabra de esposo, y doña Mana qué casó con Teodorico^ gran Caballero Godo, de quienes procede la familia Montenegro. Fué muerto Favila por el Rey Witiza en la ciudad de Tuy en 705, y le $«»pultait>n cerca del rio Orbego, en un lugar llamado Doce- mauos y después Palacios.

Glasttinda Flavia^ que casó con Ardebasto , Conde en Es-

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paña, de nación griego, de los cuales nació el Rey Fiavio Her- vigio, siendo viudo de Tavira Ferrandez^ hija de Froila Fer- randez, progenitores de los Temez, gran casa de Córdoba. Viu- da Glasainda Flavia casó de segundas nupcias con Casúnaldo, Caballero Godo.

28.

Fiavio Recesvinto, sucedió á Fiavio Chindasvinto su pa- dre, y enmendó las antiguas leyes godas. En el concilio de Mérida se estableció que en la misa se haga la rogativa por el Rey de España, Principe y ejércitos, que empieza : Ei fámu- los tuos etc. Tuvo una feliz victoria de los Gascones que en- traban en sus tierras: reinó 22 años y murió el de 672, sien- do sepultado en la Iglesia de Santa Leocadia de Toledo.

29-

Wamba, Caballero de la real sangre goda, natural de Ida- ña, ciudad de Portugal, sucedió por elección á Fiavio Reces- vinto, fué coronado en Toledo y ungido en la iglesia de San Pedro y San Pablo de Quirico su Arzobispo, á la cual enno- bleció y cercó de segunda muralla. Reforfnó el clero y tuva felices victorias, principalmente la de 270 velas de moros que venían contra España en 675. Hizo nueva división de Arzo- bispados y Obispados. Conjuráronse contra él muchos mag- nates, siendo el caudillo Paulo, natural de Grecia: vencióles en Nimes, ciudad de Francia, en 673, y usando de su acos- tumbrada clemencia les perdonó, cortándoles solamente el cabello largo, entonces insignia de nobleza, como permaneció haata reinar en Castilla el Emperador Carlos Y. Traia por ar- mas una v^cia y en ella dos caracoles, significando la renun- cia que voluntariamente hizo en 618 de la pompa majestuosa del mundo, tomando el hábito de monje Benito en la villa de Pampliega, donde vivió religioso siete años después de haber reinado nueve. Su cuerpo fué trasladado á la iglesia de Santa Leocadia de Toledo.

50.

Flavio Hervigioy hijo del Conde Ardebasto y de Glasuinda Flavia, hija del Rey Chlndasvinto, sucedió en la 'corona. En el concilio toledano de 682 se estableció perteneciese á su Ar- zobispo la provisión de los Obispados de España y de la Ga- lia Narbonense que vacasen estando el Rey ausente. Dio prin- cipio en su reino el oficio de Merinos ó Jueces mayores, de donde vinieron á llamarse Merindades sus j urisdicciones. Tam- bién se ordenó entonces que estando algún Godo enfermo lla- mase al médico y concertase con él para curarse; si lo conse- guía cumpliese puntualmente lo prometido, y si muriese, el médico pagase las medicinas. Murió en Toledo en 687, siendo casado con Luivigotona y habiendo reinado seis años: ambos yacen en Toledo.

51.

Cigílona sucedió en el reino á su padre Flavio Hervigio y casó con Flavio Egica, sobrino del Rey Wamba, hijo de Arí- berga su hermana. Fué este Príncipe cristianísimo: Ireinó 14 años y murió en Toledo el de 701, donde se halla sepultado. Dejó recopilado nuevamente el Fuero Juzgo. En 691 , cele- brándose concilio en la ciudad de 2^ragoza, se estableció que las Reinas viudas de España entrasen en religión.

HUOS ESTE MATRIMONIO.

Oppas, Arzobispo de Sevilla é intruso de Toledo, fué preso en una batalla por el Rey D. Pelayo, y atado á la cola de cua- tro caballos fué despezado en 728.

Fandina que casó con D. Julián, Conde de Ceuta^ Señor de Espartaría, que es Cartagena, Consuegra, Algecira y otras tierras en Lusitania , era de nación romana , de cuyo matri- monio nació Florinda, llamada después por los moros Cava, que en su lengua significa mala hembra, riiina de España. Mandó Muza en 718 cortar la cabeza al Conde D. Julián, ape- drear á su mujer y á un hijo; prendiéronle en la villa de

k

i7i Loarte, donde está sepultado como consta del epitafio.

32.

Witiza, hijo de Flavio Egica y de la Reina Cigilona, á quienes sucedió, mató á Favila, Duque de Cantabria , padre de D. Pelayo, por querer tener amores con su esposa Luz, de tan inviolable castidad ; hizo sacar los ojos al Duque Teodo- fredo, y después que fué Rey su hijo Rodrigo dio la misma pena cruel á Witiza, que murió miserablemente prisionero en Córdoba en 711, habiendo reinado 10 años, cuatro de ellos en compañía de su padre: yace en Toledo.

HIJOS DE wmzA.

Evan ó Evanco^ á quien el Rey D. Rodrigo desterró de España en 711, yéndose á África, donde le amparó Recila, Conde y Gobernador de Tánger, gran amigo de su padre Wi- tiza. Vino en ayuda de los moros por capitán de un grueso escuadrón en 714: murió en la Península por orden de Muza en 718.

Sisebuto, que acompañó á su hermano Evan en su acción y muerte.

33.

Rodrigo, que en Godo significa poderoso en gente y beli- cosOj hijo de Teodofredo, Duque de Córdoba, y de su mujer Recilona, sucedió á Witiza; tuvo por confesor y capellán á Lay- mundo Ortega, escritor de las antigüedades Lusitanas, natu- ral de la ciudad Dejar, y también á Leonesindo, Obispo del Padrón en Galicia, y ¿ D. Servando, Obispo de Orense, que escribió los sucesos de su tiempo y el origen de algunos linajes; casó D. Rodrigo con Egilona, Africana, hija del Rey Hahomet Abhenhedin, la cual se volvió cristiana. Deshonró á Florinda Cava, dama de Palacio, hija del Conde D. Julián, quién viéndose afrentado introdujo los moros en España, ha- ciendo de un singular delito una pena general. Salió á la de- fensa D. Rodrigo con un ejército de 130,000 infantes y

172

23,000 caballos contra los moros en número de 180,000 de ¿ pié y 40,000 de á caballo, como dice el moro Abalacin, dando en las riberas del rio Guadalete, cerca de Jerez de la Fronte- ra, la sangrienta batalla de 11 de noviembre de 714^ que doró ocho dias. Ultrajada la fortuna de los Godos, los que queda- ron se retiraron á Galicia, Asturias^ montañas de Burgos, Pi- rineos, Francia, Italia y Alemania, haciéndose los moros alH solutos señores de nuestra católica Península española. Huyó el infeliz Rey en su caballo Orelia, que le presentaron de Fe- nicia, dejando la carroza ó litera de marfil, y pasóá Portu- gal, donde murió con tres años de reinado: yace en la ciudad de Viseo, según lo declara el epitafio que allí se descubrió el año 848, reinando en León D. Ramiro I, que dice: «Aquí yace Rodrigo, último Rey de los Godos.» Introdujeron los Árabes en España el vestirse de seda, la adarga, juegos de cañas, sor- tijas, hacer el copete, levantar los bigotes y decir por cortesía beso la mano, todo invención de Mahoma.

HIJOS DE DON RODRIGO.

Egilona, llamada así como su madre, que casó con Abde- laciz, hijo de Muza, concediéndola viviese en la ley de Cristo que él también recibió, y por ella le martirizaron en 716.

54.

D. Pelayo, hijo de Favila, Duque de Cantabria, y de la castísima matrona Luz, su mujer y sobrina: nació en Toledo; le crió en la villa de Alcántara, Grafes^ su tio, y vivió algún tiempo en la ciudad de Tuy ; fué Capitán de la guardia del Rey Wítiza; hizo romería á Jerusalen en 709, acompañado de un Caballero llamado Ceballos, y vuelto á España le eligieron los nobles Godos en Covadonga, montaña de Enseba, sobre el valle de Cangas, cerca del lugar de Riera en Asturias de Ovie- do el año 718, por Rey, siendo sumo Pontífice Gregorio II, imperando en Constantinopla León III, reinando en Lombar- día Luitprando,.en Francia Dagoberto II. Honraron á Pelayo sus vasallos con el título de Don, permitido hasta entonces

173

soloá los santos; casó con doña Gaudiosa, cuarta nieta de OGlon, hermano de Esteban, padres de San Ildefonso, Arzo- bispo de Toledo: el Obispo D. Servando, sa cronista y con- fesor, la llama Gaudrosa Ferrandez, y afirma ser hija de Tra- samando Ferrandez, Conde de los Patrimonios de Galicia, cargo que ^/Orresponde á Presidente de Hacienda: después de milagrosas y célebres victorias contra mahometanos, murió D. Pelayo en Cangas á 18 de setiembre de 737, habiendo rei- nado 19 años : está sepultado con su esposa en la iglesia de Santa Haría de Covadonga, fundación suya: ganó la ciudad de León en 722, y tomó por armas las que usaba aquella ciu- dad desde el tiempo de los Romanos , á saber: león rapante purpúreo en campo de plata, que son las Reales de España, y antes traia una cruzMe plata en campo azul. De sus heroicas empresas deriva la antigüedad del Consejo de guerra.

HUADEDON PELAYO Y DONA 6AUDI0SA.

Doña Falauila Pelaez, que casó con Esveriañez Mesia, Ca- pitán general del Rey su suegro. Señor de 67 lugares y cinco villas en los reinos de León y Galicia: fundaron el convento de San Clemente, orden Benita^ junto á Melgar, en 732, y de ellos proceden las familias de Mesia, Ovalle, Parada y Tabeada.

35.

D. Favila, que en Godo significa centella j sucedió en la corona á sus padres Pelayo y Gaudiosa; casó con doña Froi- liuva, que es lo mismo que Froila López, señora dotada como su esposo de singulares prendas en lo católico, en lo atento y en el amor de sus vasallos. Así como el Emperador Adriano en la caza se quebró una pierna^ el Infante D. Sancho, hijo de D. Fernando II de León, acabó la vida en manos de un oso; el Rey D. Felipe el Hermoso de Francia en las de un javalí; el Rey D. Juan I de Aragón en las de lobos, y el Rey D. Dio- nis de Portugal escapó milagrosamente de las de un oso: don Favila fué muerto por uno en 739, habiendo reinado dos

474

años y medio, y está sepultado con su esposa en Santa Cruz de Cangas que fundaron, sin dejar sucesión.

36.

Doña Hermenesenda , hija mayor del Rey D. Pelayo y doña Gaudiosa, sucedió en el cetro á su hermano *D. Favila: casó en 738 con D. Alfonso I, que en Godo significa /ie/, amado y favorecido^ hijo de Pedro, Duque de Cantabria, nieto de Recaredo, segundo nieto de Pedro y tercer nieto del Rey Liuva 11^ hijo del famoso Rey Flavio Recaredo I. Venció D. Alfonso á los moros en 34 batallas campales; fué tan reli- gioso que se llamó el Católico por concesión del Sumo Pontí- fice Zacarías I de 745. Murió en 757 en Cangas, siendo de 64 años y habiendo reinado 18: está sepultado con su esposa en la iglesia Santa María de Covadonga.

IIIJOS DE ESTE MATRIMONIO.

El Infante D. Wimarano, muy esforzado y virtuoso, pa- dre del Rey D. Bermudo I, llamado el Diácont» : matóle en 766 su hermano el Rey D. Fruela.

57.

D. Fruela, hijo de D. Alonso el Católico y doña Herme- nesenda ú c[uienes sucedió: casó con doña Mencía ó Momera- na, hija de Eudon 11, Señor do Vizcaya, hijo de Andeca, pri- mer Señor de aquel Estado. Prohibió este Principe el uso de casarse los clérigos que introdujo el Rey Godo Witiza. Consi- guió una gran victoria de moros en 762, donde murieron 54,000, por cuya causa empezó en España la costumbre de no comer carne los sábados y solo grosura en Castilla: reinó 11 años y le mató su hermano D. Aurelio, vengando á Wi- marano, en Cangas el año 768: está sepultado con su esposa en la catedral de Oviedo.

HIJOS DE ESTE MATTIMONIO.

D. Alonso 11, llamado el Casto.

175-

Dofta Gimena que casó clandestinamente con D. Sancho Diazy Conde de Saldafia, uno de los grandes señores del Rei- no, de quienes nació en León en 794 el célebre Bernardo, cognominado del Carpió por un castillo que con este nombre labró entre Salamanca y Alba de Termes; permanente doma- dor valeroso de la nación Gálica, terror , espanto y miedo de la morisma. Escribe el Rey D. Alonso el Sabio que casó en Francia con Mad. Calinda, bija del Conde Alarcos, de quien tuvo por hijos á Cáliz Calindez, llamado de otros Willelmo, y á doña Calinda Bernardo, tronco de las familias Bernardos de Quirósy Saldañas. Murió el Conde D. Sancho Diaz en el castillo de Luna, prisión en que el Rey D. Alonso el Casto, su cuñado, le tenia, y doña Gimena en el convento de Santa Ana de Oviedo. Acabó Éernardo del Carpió la veloz carrera de su vida coronado de inmortal fama en 876, de edad de 82 años, y está sepultado en el monasterio de Aguilar de Campó.

HUOS DE DON FRUELA FUEeA DE MATRIMONIO.

El Conde D. Ramón, á quien otros nombran Yeremundo, que es Bermudp, que se interpreta Príncipe bien razonado, ' cuyos hijos fueron D. Rodrigo Romaes y doña Juana Romaes. D. Rodrigo tronco ilustre de los Fajardos y Lugos: de aque- llos proceden los Marqueses de los Velez con otros títulos y Caballeros. De los Lugos descienden los adelantados de Cana- rias, los Señores de Villalba de Adaja y D. Juan de Lugo Qui- roga, Cardenal de la iglesia romana con título de Santa Bal- bina, y pasando un romano á Portugal produjo por varonía á D. Gaspar de Seijas Yasconcellos y Lugo, del orden militar de Cristo, Contador de la mayor de cuentas de aquel Reino. Doña Juana Romaes, casó con el Conde D. Mendo Rausona, * hermano de Desiderio, último Rey de los L'ongobardos de Ita- lia. De este matrimonio nació el Conde D. Fruela Méndez que en su esposa doña Grísodora, hija del Conde D. Alvaro de Asturias, hubo al Conde D. Bermudo Froyaz que engen- dró en su consorte doña Aldonza Rodríguez, hija del Conde Monterroso D. Rodrigo Romaes al valeroso Conde D. Fruela^

176

ó Froyaz Bermuez, progenitor por varonía de la ilustre casa de Córdoba y de la familia de los Pereyras en Portugal.

D. Aurelio, hijo del Rey D. Alonso el Católico y de doña Hermenesenda, sucedió á su hermano D. Fruela, y habiendo reinado seis años murió sin hijos en Yanguas el de 764» donde está sepultado en la iglesia de San Miguel.

39.

Doña Adósinda ó Usenda, hija del Rey D. Alonso el Cató- lico y de doña Hermenesenda, sucedió en el Reino ¿ su her- mano y casó con D. Silo, derivado de la real sangre Goda, que hizo paces con los moros y guerra á Galicia, á la que venció en el puerto de Cebreros, cerca de Samos. Dieron principio en 774, año primero su gobierno, á la dignidad suprema de Ricos-hombres, desde cuyo tiempo comenzaron á' confirmar los privilegios reales, junto con los prelados. Las insignias y armas de los Ricos-hombres eran un pendón y cal- dera de oro en campo gules, mostrando con la primera tener facultad de levantar gente para la guerra , y con la segunda ser poderosos para sustentarla. Duró esta dignidad 733 años, hasta el Rey católico D. Fernando V que en 1516 le mudó el nombre en el de Grandes de España, dejando desde entonces de confirmar los privilegios : reinó D. Silo nueve años y mu- rió el de 783 en Oviedo, donde está sepultado con su esposa en el convento de San Juan de Pravia que fundaron.

HUO DE ESTE MATRIMOMO.

D. Adelgasto ó Aldelgaster, que casó con doña Brunilda de Cantabria, y fundaron el convento de Santa María de Oca- ña de monjes Benitos en el concejo de Tineo, año 781, donde están sepultados, dejando entre otros hijos progenitores de ilustres casas, á doña Brunilda, que casó con Arias Lucido de Saavedra, Señor de la casa de Saavedra, tronco de los Condes de Castellá, Villalonso, Marqueses de Rivas y Malagon.

<77--

40.

A D. Silo y á doña Adosinda sucedió en el Reino don Alonso Ily llamado el Casto, sobrino de la Reina por ser hijo del Rey D. Fruela su hermano , teniendo á la corona mas de- recho que fortuna, pues fué despojado por Mauregato, hijo bastardo del Rey D. Alonso I el Católico y de Sisaldra su es- clava, quien para conservarse se confederó con Abderramen, primero del nombre, Rey de Córdoba en 783, ofreciéndole cien doncellas en tributo cada año , la mitad nobles , ó qui- nientos sueldos de oro por cada una que faltase, moneda que valia cada una 400 maravedís de los nuestros. Fué casado con hija de D. Alonso de Braga : reinó cinco años y medio y murió el de 788 en Pavia , donde está sepultado , sin dejar sucesión.

41. .

D. Bermudo, que signiGca bien razonado^ primero del nombre, á quien llaman el Diácono por haberse ordenado de Evangelio, fué hijo del infante D. Wimarano que lo era del Rey D. Alonso I el Católico, sucedió en la corona á Mauregato^ y casó con la ilustre señora doña Usenda y se apartó de ella en 791, reconociendo la obligación á las órdenes sacras que tenia, y pasó lo restante de la vida religiosamente, habiendo reinado seis años y medio y renunciado el cetro á D. Alonso el Casto su primo hermano, y murió en 795. Sepultáronle en el monasterio de San Juan de Corias, cerca de Tineo, y después fué trasladado á la catedral de Oviedo con su esposa. En 791, 1.^ de mayo, dia de San Felipe y Santiago, acaeció aquella tan celebrada hazaña de los cinco Caballeros hermanos^ llamados Pedro, Sancho, Ferrando, Sueiro y Alonso, del li- naje de losFerrandez de Temez, tronco de la .casa de Córdo- ba, los cuales, habiéndoseles quebrado las espadas, con ramos de higuera defendieron á 30 doncellas que los Moros llevaban de tributo en Petoburdelo, sitio entre las ciudades de la Co- ruña y Betanzos, yendo entre ellas Sancha y Homerana, her-

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manas suyas, por cuya acción tomaron el apellido Figueroa, y por armas cinco hojas de higuera sinoples en campo de oro, quedando progenitores délas nobles familias deFigueroa, Fi- güera y Figueredo.

HUOS DEL ANTERIOR MATRIMONIO.

Ramiro, primero del nombre, que sucedió en la corona á D. Alonso el Casto^ su tío.

D. García, que reinó con su hermano D. Ramiro I.

Doña Cristiana, que está sepultada con los Reyes sus padres.

Dofla Teresa Bermudez, que casó con Gonzalo Ovequez Mesia, donde se propaga este linaje.

hUo de bermudo fuera de matrimonio. D. Ñuño, de quien desciende la familia de Bastardo.

42.

D. Alonso II, llamado el Casto, nació en 7S8, y después del despojo de Mauregato sucedió á su primo hermano don Bermudo I. Tomó título de Rey de Oviedo, dejando el de León, Asturias y Gijon: casó con Mad. Berta ó Bretinalda, hermana del Emperador Cario Magno , Rey de Francia, de quien no tuvo sucesión. En 835 se halló en Compostela el cuerpo de nuestro glorioso patrón Santiago. Venció en 800 la famosa batalla de Roncesvalles con el valor de su sobrino Ber^ nardo del Carpió, y otras muchas contra los moros. En el año 800 se originó el condado de Castilla , siendo el primer Conde D. Rodrigo. Estableció D. Alonso que en juicio y por justicia pidan los Reyes á sus vasallos lo que les pertenece y los vasallos á los Reyes: reinó 48 años y medio y murió el de 843, de 85 años, y está sepultado con su esposa en Santa Hab- ría de Recasto^ iglesia de Oviedo que fundó.

45.

D. Ramiro I, que en Godo significa Principe que se acón--

seja^ hijo del Rey D. Bermudo I y doña Usenda, sucedió en la corona á D. Alonso el Casto su tío; casó con doña Urraca, por otro nombre Paterna; ganó á los moros la batalla de Cla- vijo en los campos de Albelda, pueblo dos leguas de Logro- ño, en que murieron 60,000 moros, libertando á España del odioso tributo de las cien doncellas, que en 61 años que duró contribuyó con 6,100: suceso que aconteció en 25 de mayo 8i4. En esta memoria fundó el Rey D. Ramiro la cofradia de la Espada de Santiago en Galicia para asegurar de ladrones el camino á los peregrinos que visitaban su cuerpo , señalando 13 Caballeros en memoria de Cristo y sus doce Apóstoles, y lo fueron Velasco , Arias Noguerol, Gundicino, Ferrandez de Boan, Ñuño Pérez de Andrade, Guillelmo Gundimaro, nieto de] Rey D. Ramiro, Diego López de Lemos, Gonzalo Pérez de Figueroa, Ñuño de Biedma, Rodrigo de Roíanos, Ferrando Sánchez de Ulloa , Pelayo de Rivadeneira, Odoario Osores de Anaya, Adulfo Arias y Ero de Tabeada, origen de la orden militar de Santiago, que después aprobó y dio regla el Papa Alejandro III en 1175, en la cual hubo 42 Maestres, hasta que la incorporaron á su real persona los Reyes católicos D. Fer- nando y doña Isabel en 1494, siendo el 1.^ D. Pedro Fer- nandez Fuente Encalada; 2.^ D. Fernán Diaz; 3.^ D. Sancho Fernandez de Lemos; 4.^ D. Gonzalo Rodríguez; 6.® D. Gon- calo Ordoñez; 6.° D. Suero Rodriguean; 7.° D. Sancho Ro- dríguez; 8.^ D. Fernando González de Marañon; 9.® D. Pedro Arias; 10, D. Pedro González de Aragón; 11, D. Garci Gon- zález de Gandamio, á quien llaman D. Garci Sanz; 12, D. Fer- nán Pérez Coci; 13, D. Podro Alonso, hijo natural del Rey don Alonso X de León; 14, D. Pedro González Mengo; 15, D. Ro- drigo Iñiguez; 16, el famosoD. Payo Pérez Correo, lusitano; 17, Gonzalo RuizGiron; 18, D. Pedro Muñiz; 19,D. Gonzalo Mar- tel; 20, D. Pedro FernandezMata; 21, D. Juan Osores; 22, don Diego Muñiz; 23, D. Garci Fernandez de Trujillo, portugués; 24, D. Vasco Rodríguez de Coronado, apellido corrompido en Cornado; 25^ D. Vasco López de Lemos; 26, D. Alonso Mén- dez de Guzman; 27, D. Fadrique, hijo natural del Rey don

TOMO I. 42

-. 180

Alonso XII; 28, D. García Alvarez de Toledo; 20,D.GonEalo Mesia de Virues; 30,0. Fernando Osores; 31, D. Pedro Fer- nandez Cabeza de Vaca; 32, D. Pedro Muñizde Godoy, que lo habia sido de Galatrava; 33, D. Garci Fernandez de Villagar- cía; 34, D. Lorenzo Suarez de Figueroa , progenitor délos Duques de Feria; 38, el Infante de Aragón D. Enrique, hijo del Rey D. Femando I de aquella corona; 36, D. Alvaro de Luna, Condestable de Castilla, Conde de Santisteban ; 37, el Infante D. Alonso, hijo del Rey D. Juan II de Castilla; 38, don Beltran de la Cueva, Conde de Ledesma^ tronco de los Du- ques de Alburquerque. Entró segunda vez el Infante D. Alon- so por mano del Papa Paulo II, á súplica de la orden; 39, don Juan Fernandez Pacheco, Marqués de Yillena^ de quien pro- ceden grandes casas en España; por su muerte hubo grandes disensiones y parcialidades sobre la elección de Maestre cuan- do renunció la dignidad en su hijo el Marqués Diego López Pacheco con consentimiento de la mayor parte de los 13 y del Rey D. Enrique IV^ quedando en número 40. Luego se levantaron competencias eligiendo el Prior de San Marcos de León y los 13 á D. Alonso de Cárdenas, Comendador mayor; por otra parte el convento de Uclés en Castilla declaró Maes- tre á D. Rodrigo Manrique, primer Conde de Paredes, por lo que á un mismo tiempo se hallaron dos Maestres, llenando el número de 42. Permaneciendo D. Alonso de Cárdenas por capítulo general en la vida de Azuaga en 1477. Tiene este or- den 99 encomiendas que rentan 300,000 ducados. Después que el Rey D. Ramiro I consiguió célebres victorias, murió en Oviedo en 880: reinó siete años, quedando sepultado con su esposa en la iglesia catedral de Santa María.

HIJOS DEL REY DON IL\llimO I.

D. García, que yace con sus padres. Doña Ildonicia, qne nació ciiiga. Doña Hermenesenda^ que casó con Gurban, hijo de Neo- meno, Duque de la menor Bretaña , que vino á España en

181

834, quedando progenitores de la gran casa de Guzman, aun- que otros la derivan del Rey Gundimaro, godo.

u.

D. Ordeño, primer hijo de los Reyes D. Ramiro y doña Urraca á quienes sucedió: casó -con Munia Dona ó doña Nu- ña, adquirió célebres victorias de los moros , haciendo sus vasallos á los Reyes de Toledo, Zaragoza y Huesca: reinó 12 años y murió de gota en la ciudad de Oviedo en 862^ donde está sepultado con sus padres y esposa en la iglesia catedral de Santa Haría.

HIJOS DEL REY DON ORDONO I.

D. Bermudo, á quien su hermano el Rey D. Alonso III hizo sacar los ojos por sospechas que tuvo de que se conjuraba contra él, pena que se usaba en aquel tiempo.

D. Ñuño Fernandez, compañero de su hermano en el castigo, fué padre de doña Jimena Fernandez ó Hunia, es- posa de D. Gonzalo Nuñez, Gobernador de Castilla^ hijo del celebrado juez Ñuño Rasura, de cuyo matrimonio nació el valeroso Conde Fernán González, gloria y honor de España.

D. Oduario, que padeció la misma pena que sus her- manos.

D. Fruela, que también le sacaron los ojos.

Doña Aragonta ó Urraca, que casó con D. Sancho Abarca, Rey de Navarra.

45.

D. Alonso ni, llamado el Magno, cognomen que adquirió por sus h*)róicas acciones en 17 batallas campales ganadas á los moros, como también el título de Católico, nuevamente confirmado por el Papa Juan VIII en 880. Sucedió en la corona á sus padres D. Ordeño I y Munia Dona : nació en la ciudad de Compostela en 860; casó con Madama Amelina, des- pués llamada doña Jimena, de la casa real de Francia. Ayu- dóle en sus empresas militares d valiente Bernardo del Car-

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182-

pío» que falleció en este tiempo: reioó 48 años y morió en Zamora el de 910 á la edad de 60, y está sepultado con su es^ posa en la catedral de Santa María de Oviedo.

HUOS DE ESTE MATRIMONIO.

D. Bernardo^ que murió niño y reposa en la santa iglesia de Astorga.

D. Ramiro, casó con doña Urraca, de quienes nació don Alonso, que llamaron Nieto por serlo del Rey D. Alonso III, tronco de la familia de Nieto.

D. Gonzalo, á quien el Rey D. Alonso el Sabio de Castilla llama D. Gregorio, fué Arcediano de Oviedo, donde yace.

46.

D. García^ que en godo significa Principe de graciosa 9if- la, sucedió ¿ sus padres D. Alonso III y doña Jimena; casó con doña Nuña, hija del Conde D. Ñuño Fernandez de Ama- ya; ganó de los Moros algunas victorias, y murió en Zamora sin sucesión en 913^ habiendo reinado tres años y quedando sepultado en la catedral de Oviedo.

i7,

D. Ordeño II, bijo de los Reyes D. Alonso III y doña Ji- mena, sucedió á su hermano D. García; casó tres teees: 1.*, con MuniaDona ó doña Elvira, hija do Bermudo Gatoñex, hijo del Conde D. Gaton, poblador de Astorga, Señor del Vierzo, y de su mujer doña Egilona; 2.*, con doña Aragonta, natural de Galicia, que repudió, y 3.*, con la Infanta doña Sancha, hija de D. García Iñiguez, Rey de Navarra. Tomó título de Rey de León , dejando el de Oviedo y Galicia ; ad- quirió felices victorias de los moros, pero oscureció su fama la muerte que mandó dar á los Condes de Castilla D. Diega Porcelos, D. Ñuño Fernandez, D. Femando Anzures, D. Al- mondarez, tronco de los de este apellido, y á su hijo D. Diego. Reinó nueve años y medio, y murió en Zamora de 40 años de

183

edad el de 923: hállase sepultado en la catedral de León, fá- brica suya, con la Reina doña Elvira su primera esposa.

HIJOS DEL REY DON ORDONO Y DONA ELVIRA.

D. Alonso IV, que vino á suceder en el Reino. D. Ramiro II, que también sucedió. D. García. D. Sancbo.

Doña Jimena, que casó con Tello de Heneses, de quienes procede este ilustre linaje.

48.

D. Fruela, segundo del nombre, llamado por sus severas acciones el Cruel , hijo de D. Alonso III y doña Jimena, su- cedió á su hermano D. Ordeño II por quedar sus hijos de poca edad. €asó dos veces, la primera con doña Monílo Gi- ménez, y la segunda con doña Urraca. En este tiempo, ha- llándose los castellanos sin sus Condes por haberlos maerto el Rey D. Ordeño II, eligieron por jueces y caudillos á los celebrados Ñuño Rasura y Lain Flavio Calvo; á aquel para la administración de justicia, y á éste para lo tocante á la guerra. D. Fruela reinó un año y murió de lepra á los 40 de edad en León el de 924: yace en la catedral de aquella ciudad.

HUOS DE DON FRUELA II.

D. Alonso, á quien el Rey D. Ramiro II hizo sacar los ojos en 930.

D. Ordofio^ que casó con la Infanta doña Cristina, bija del Rey D. Bermudo II, á quien también hizo sacar los ojos el Rey D. Ramiro; está sepultado en San Isidoro de León ; de ellos procede gran nobleza por línea de D. Peranzures su ter- cer nieto. Señor de Valladolid, Rico-home Castilla.

D. Ramiro que llevó la misma pena que sus hermanos, y así ciegos los puso en el monasterio de San Julián, cerca de León, y están sepultados en el|real convento de San Isidoro de aquella ciudad.

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t84-

HUOS DE DON FRUELA U FUERA DE MATRIMONIO.

D. Fruela, de quien fué hijo D. Pelayo el DiácoDO, que casó con doña Aldonza Ordoñez, nieta del Rey D. Bermu- do Ily y fueron padres de dofta Teresa Ordofiez^ Condesa de Carrion, madre de sus Condes.

D. Aznar.

D. Ñuño Fruela, tronco de la familia de Prado.

49.

D. Alonso IV, hijo de los Reyes D. Ordeño II y doña El- vira, su primera esposa, sucedió ¿ D. Fruela II, tio suyo; casó con doña Urraca Giménez, bija de D. Sancho Abarca, Rey de Navarra , y después de algunas victorias contra moros, ayudado del valeroso Conde de Castilla Fernán González, re- nunció la corona en D. Ramiro su hermano, y se entró monje Benito en el convento de Sabagun en 927. Después, querien- do volver al gobierno, le mandó sacar los ojos Ramiro en 930, y murió religioso ¿ los dos años, habiendo reinado seis y medio, y está sepultado con su esposa en San Isidoro de León.

HIJOS DE DON ALONSO IV.

D. Ordeño, llamado el Malo, de quien descienden los de este apellido, casó con la Reina doña Urraca, hija del Conde Fernán González, que habia repudiado el Rey D. Ordeño III; quiso coronarse Rey en 956 en competencia del Bey D. San- cho I, pero no prevaleció y murió miserablemente entre los moros cerca de Córdoba: su esposa entró religiosa de San Benito en el convento de Santa María de Lara , donde está sepultada; fué hija suya doña Velasquita, mujer del Rey don Bennudo II, de qaien derivan los del linaje de Ordoñez, aun- que otros quieren de D. Ordeño , hijo bastardo del Rey don Bermudo 11.

D. Alonso, que murió niño y yace con sus padres.

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185

50,

D. Ramiro 11^ hijo del Rey D. Ordoño II y su primera esposa doña Elvira, sucedió en la corona á su hermano don Alonso IV; casó dos veces: la primera con doña Urraca, la se- gunda con doña Teresa, hija de D. Sancho Abarca, Rey de Navarra: ganó en compañía del Conde Fernán González mu- chas victorias ¿ los moros. En este tiempo tuvo principio no pagar pechos los Hijos-dalgo de estos reinos: reinó 19 años y murió el de 980 en León, con gran humildad, «repitiendo lad palabras de Job : «Desnudo nací de mi madre y desnudo vol- veré á la tierra.» Fué sepultado con sus dos consortes en el convento de San Isidoro de León , que era de Canónigos re- glares de San Agustin.

iflJOS DE su PRIMER MATRIMONIO.

D. Sancho. D. Bermudo.

HUOS DEL SEGUNDO MATRIMONIO.

Doña Elvira, religiosa en el monasterio de San Salvador de León, para que lo fundó su padre, fué sepultada en Oviedo. Doña Aldonza, que es lo mismo que Alfonsa. D. Audonio.

HIJOS DE DON RAMmO 11 FUERA DE MATRIMONIO.

D. Alboazar Ramirez, que casó con doña Elena Godinez, hija de D. Godiño de las Asturias^ en quien tuvo dos hijos, D. Trastamiro y D. Hermegio, de los cuales proceden las fa- milias de Acuñas y Amayas. Descienden también de D. Her- migio los Taboras y Tebes: casó este caballero con doña Dor- dia Osores, biznieta del Rey D. Ramiro III de León, de cuyo matrimonio nació entre otros hijos doña Toda Hermiguez Alboazar, esposa de D. Egas Muñiz^ el Gaseo, hijo de D. Mu- ñino Viegas, y procrearon á D. Hermigio Viegas , padre de*

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- 186

D. Muniño Hermigoez, que casó con doña Minaña, llamada por algunos doña Ouroana , de los cuales nació el fiel D. Egas Muñiz^ que casó primera vez con doña Mayor Paez de Silva» hija de Payo Gutiérrez de Silva, y engendraron á D. Lorenzo Viegas y á doña Leonor Viegas , consorte de D. Gonzalo Mén- dez de Amaya, el Lidiador: casó segunda vez D. Egas Mufiic con doña Teresa Alonso, hija del Conde D. Alonso de Astu- rias, y de ella tuvo á D. Alonso Viegas , D. Sueiro Viegas, D. Pedro Viegas, D. Remigio Viegas, D. Rodrigo Viegas, don Gonzalo Viegas, segundo maestre de Avis, doña Urraca Vie- gas, doña Elvira Viegas y doña Dordia ó Dorotea Viegas , do quienes proceden ilustres familias en Portugal, principal- mente los Coellüs, Ataides, Albarengas, Soverosas, Almeidas y Resendes.

Doña Ortega Ramírez, que casó con Gustios González, her- mano del célebre Juez de Castilla Ñuño Rasura: nació de ellos Gonzalo Gustios, Señor de Salas, Lara y Barbadillo, que pro- creó en su esposa doña Sancha Velazquez á los siete Infantes de Lara, llamados Diego, Martin, Suero, Fernando, Rui, Gus- tios y Gonzalo González y Lara, Ricos-homes del Rey D. Ber- mudo IL También tuvo Gonzalo Gustios por hijo en Elicena, hermana de Isen, segundo del nombre. Rey de Córdoba, lla- mado Almanzor , que en árabe significa defensor de su Ify, como el de Miramomelin , Príncipe de los creyentes; al fa- moso Mudarra González de Lara, progenitor de los Manriques de Lara.

51.

D. Ordeño IH, llamado el Fiero por sus terribles hechos, hijo y sucesor de D. Ramiro II del primer matrimonio, casó dos veces: la primera con doña Urraca^ hija del Conde de Castilla Fernán González, que repudió; la segunda con doña Elvira. Apaciguó á los gallegos y adquirió algunas victorias de los moros en cinco años de reinado , y murió en Zamora el de 955, siendo sepultado con su segunda esposa en San Isidoro de León.

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HIJOS DE DON ORDONO IH DEL SEGUNDO MATRIMONIO.

D. Bermudo II, que sacedió en el reino. Dofia Teresa, monja en el monasterio de San Julián de León, donde yace.

52.

D. Sancho I, llamado el Gordo por serlo en estremo, fué hijo de D. Ramiro II y doña Teresa su segunda esposa; suce- dió á su hermano D. Ordeño III: casó con doña Teresa , hija de Assur Fernandez, Conde de Monzón; confirmó nueva- mente el no pagar pechos los Hijos-dalgo en 966. Se libertó Castilla de la sujeción á los Reyes de León por no poder sa- tisfacer D. Sancho al Conde Fernán González un caballo y un azor que le habia vendido en precio escesivo, y desde enton* ees quedó el absoluto gobierno á sus Condes. Rindió el Rey á los gallegos y al Infante D. Ordeño el Malo. Por orden del Conde D. Gonzalo, á quien este Príncipe habia perdonado sus desatenciones y hecho copiosas mercedes , le dieron veneno en una manzana, y murió junto á León en 967, habiendo rei- nado 12 años, y está sepultado con su esposa en San Isidoro de aquella ciudad.

HIJOS DE DON SANCHO I.

D. Felipe, que está sepultado en el convento de Santa Clara de la villa de Allarizen Galicia.

Doña María.

Doña Urraca, que casó con el Conde Nepociano Diaz.

Doña Hermenesenda, en quien su hermano D. Ramiro lll tuvo un hijo llamado D. Sancho Velloso.

5d.

D. Ramiro III, hijo de los Reyes D. Sancho I y doña Te- resa, á quienes sucedió á la edad de seis años; nació en 961: casó con doña Urraca y no tuvo sucesión. Ganó la célebr® victoria de los Normandos que entraban en Galicia, destru-

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yendo la tierra: reinó 15 años y murió en León en 982, y fué sepultado con su esposa en San Isidoro de aquella ciudad.

HIJOS DE DON It^MlROni FUEAA DE MATRIMOMO.

Doña Hermesenda, monja.

D. Sancho, llamado Belloso porque nació cubierto de bello: casó con doña Huñiza de Froyaz , hermana del famoso D. Rodrigo Froyaz, Conde de Trastamara en Galicia, y tuvie- ron por hijo á D. Rodrigo Belloso, Señor de Cabrera y Ri- vera en aquel Reino^ de quien proceden las familias de Ri- verasy Vasconcelos, Velosos, Vellos^ Albelos y Machados.

54.

D. Bermudo II, llamado el Gotoso por serlo, hijo del Rey D. Ordeño III y de doña Elvira su segunda esposa, sucedió en la corona á D. Ramiro III, su primo hermano; casó dos veces: la primera con doña Velasquita, hija de la Reina doña Urraca y de su segundo esposo el Infante D. Ordeño el Malo; la segunda con doña Elvira. Mandó recopilar las leyes de los Godos y que se guardasen los sagrados cánones. Destruyóle muchas tierras Almanzor, Rey de Córdoba, principalmente la ciudad de León, donde Bermudo tenia su corte, y por esta causa la pasó ¿ Oviedo, donde permaneció hasta 1020 que su hijo D. Alonso V la volvió á León. En 986 mataron á los siete Infantes de Lara, entregados con notable traición de su tio Rui Velazquez á los moros: vengó tan grande alevosía Mu- darra González, medio hermano de aquellos, acción que su madrastra doña Sancha Velazquez remuneró legitimándole, metiéndole por la manga de una camisa ancha y sacándole por el cabezón y dándole el beso de paz en el rostro; y así con tan estraña ceremonia quedó heredero del Elstado. Reinó don Bermudo 17 años, y murió en el de 999 en Villabuena del Vierzo, siendo sepultado junto á sus dos consortes en el real convento de San Isidoro de León.

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HIJA DE DON BERMUDO II DEL PRIMER BLVTRIMONIO.

Doña Cristina que casó con el Infante D. Ordoño, hijo del Rey D. Fruela II, de quienes nació entre otros doña Aldonza Ordoñez, esposa de D. Pelayo el Diácono, nieto de D. Fruela II, y procrearon á doña Teresa Ordoñez, mujer de D. Gómez Díaz, que otros llaman D. Gonzalo Gómez, Conde de Carrion, Saldaña y Santa Marta^ padres de los memorables Condes de Carrion D. Diego y D. Femando González^ yernos del Cid: fundó la Infanta doña Cristina el convento de San Salvador de Comeliana, donde está sepultada.

HIJAS DEL SEGUNDO MATRIMONIO.

Doña Teresa, á quien el Rey D. Alonso V, su hermano, casó con Abdalá, Rey moro de Toledo en 1012; y como por milagro escapase de sus bárbaras manos, entró monja en el convento de San Pelayo de Oviedo, orden Benita. Celébrase su memoria en 25 de abril: murió en 1039 en dicho convento, donde yace.

Doña Sancha, monja también con su hermana, donde se halla sepultada.

HIJOS FUERA DE MATRIMONIO.

D. Ordoño, que casó con doña Fronilda, hija de D. Pelayo el Diácono, de quienes [nacieron muchos hijos progenitores de nobles familias.

D. Gonzalo, tronco del linaje Carvajal, como lo afirma el Rey D. Enrique IV en la cédula de título que ofreció dar de Conde de Jodar en 1454 á Diaz Sánchez de Carvajal, que existia original en poder de D. Miguel de Carvajal, Marqués de Jodar, del Consejo real de Castilla.

Doña Elvira.

Doña Yelasquíta.

55.

D. Alonso V, hijo y sucesor de D. Bennudo II y dofia El-

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vira su segunda esposa: nació en 996 y casó con doña Elvira González^ hija del Conde D. Melendo González, de nación ga- llego, Sr. del Vierzo, y de doña Mayor su mujer: reformó las leyes antiguas de sus progenitores y dio fueros antiguos á la ciudad de León, adonde volvió la corte en 1020. Sitió á los moros en Viseo, ciudad de la corona lusitana, y tirándole de dentro una saeta fué muerto en 1028, habiendo reinado 29 años, y teniendo de edad 32, habiendo sido sepultado con su padre y esposa en San Isidoro de León.

HUOS DE DON ALONSO V FUERA DE MATRIMONIO.

D. Ñuño Alvarez de Amaya, á quien debe llamarse don Rodrigo Alvarez, Conde y Gobernador de Asturias, Señor de Gijon, que casó con doña Gontroda Gutiérrez, hijo de D. Gu- tiérrez, de la casa de Castro, cuyos hijos fueron, entre otros^ D. Rubio, tronca de la familia de Salcedo, y doña Teresa Nu- ñez, esposa de D. Diego Lainez, de quienes nació en Vivar, pueblo dos leguas de Burgos, el año 1026 el invencible Cid Rui Diaz de Vivar y doña Tiello Diaz, quo casó con D. Lope Díaz el Rubio, 12.^ Señor de Vizcaya.

Doña Gimena Alfonso, que casó con el Conde D. Gómez Lozano, á quien otros nombran D* Diego Rodríguez, padres de doña Gimena Gómez Diaz, esposa del valeroso Cid su so- brino^ con quien yace en San Pedro de Cárdena.

56.

D. Bermudo III^ sucedió en la corona á sus padres don Alonso V y doña Elvira. Nació en 1017 y casó con doña Te- resa Urraca, hija del Conde D. Sancho García de Castilla, nieto del Conde Fernán González. Desposó D. Bermudo á su hermana doña Sancha, viuda del Conde D. García, con don Fernando, Infante de Navarra, y queriendo cobrar algunas tierras hizo guerra á su cuñado, dándose la batalla junto á las Riberas de Carrion , donde murió D. Bermudo, vencido por D. Fernando en 1037 á los 20 de edad y nueve de reinado, y fué sepultado con su consorte en San Isidoro de León. En

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su tiempo tomó principio el llamarse Infantes los hijos de los Reyes.

HUOS DE DON BERHTÜDO m.

El Infante D. Alonso que murió nifio^ y vino á heredar el reino de León su tia doña Sancha.

CONDES Y JUECES DE CASTILLA.

Habiéndose juntadopor primera yez los Reinos de León, As- turias y Galicia, con el de Castilla, daremos cuenta desús Con- des y Jueces, que tuvieron principio en tiempo del Rey don Alonso* el Casto el año 800, siendo el primer Conde D. Ro- drigo Frolaz , y llegó su gobierno basta el tiempo de los Reyes D. Ramiro I y D. Ordoüo I: era hijo de D. Fruela, Duque de Cantabria, hermano del Rey D. Alonso I el Católico, hijos de Pedro^ Duque de Cantabria, descendiente del Rey Flavio Recaredo 1. En la muerte del Conde D. Rodrigo se originaron en Castilla la Vieja las behetrías^ que eran casas solariegas ó heredamientos propios, libres de tributo y vasallaje: tuvo don Rodrigo por hijo y sucesor en el Condado de Castilla á D. Die- go Porcelos, progenitor de las familias de Porcel en Castilla y Leitons en Portugal; casó con doña Gustia Sulles, y procrea- ron á doña Sulabella, esposa de Ñuño Belchides, hermano de Roldan, hijos de Milon, Conde de Angleria^ y sobrinos del Emperador Cario Magno, como hijos de su hermana Mad. Ber- ta ó Bretinalda, esposa que habia sido del Rey D. Alonso II el Casto. De Ñuño Belchides y doña Sulabella^ nació Ñuño Rasura, Juez de Castilla, en compañía para lo militar de Lain Flavio Calvo, de nación romano, su yerno, por estar casado con doña Teresa Nuñez Bella, hija suya, de quienes descien^ den los Castros, Mendozas, Haros y Orozcos: de este matri- monio tuvieron á Fernán Lainez, padre de Lain Fernandez, y este de Ñuño Lainez, que engendró en doña Egilona su con- sorte, á Lain Nuñez, de quien fué hijo Diego Lainez, que casó con doña Teresa Nuñez, hija de D. Rodrigo Alvarez ó D. Ñu- ño Aivarez de Amaya, hijo del Rey D. Alonso V de León, de

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cuyo consorcio nació Rui Díaz el Cid, vos que en árabe signi- fica campeador y vencedor y casó con doña Gimena Gómez Diaz, su tia, hija del Conde D. Gómez Lozano, según otros D. Diego Rodríguez, y tuvo en ella tres hijos, D. Diego Ro- dríguez, á quien mataron los moros en vida de su padre en la batalla de Consuegra el año 1081, doña Elvira y doña Sol, esposas, la primera de D. Diego González y la segunda de don Fernando González, Condes deCarrion; después casaron doña Sol con el Infante D. Pedro, hijo del Rey D. Pedro I de Ara- gón, sin sucesión, y doña Elvira con D. Ramiro Sánchez, In- fante de Navarra, hijo heredero del Rey D. Sancho Y, lla- mado García, y procrearon á D. García Ramirez, séptimo del nombre. Rey de Navarra, padre de la Infanta doña Rlanca, que casó con el Rey D. Sancho III de Castilla, y así entró en esta corona la sangre del Cid.

Tuvo D. Ñuño Rasura, Juez de Castilla, en su mujerdofia Teuda Urraques, hija de Teudio ó Tendió, adelantado de Leon^ por hijo á D. Gonzalo Nuñez, que le sucedió en el go- bierno de Castilla, y casó con doña Gimena Fernandez, hija de D. Ñuño Fernandez, hijo del Rey D. Ordeño I de León, y procrearon entre otros hijos, de quienes proceden muy nobles familias como la de Contreras, al famoso Conde Fernán Gon- zález, que murió en Rurgos el año 970, habiendo ganado á ios moros 46 batallas campales, y siendo sepultado en el convento de San Pedro de Arlanza, orden de San Renito, fundación suya ; fué casado dos veces, la prímera con doña Urraca^ de quien tuvo á la Reina doña Urraca, esposa de D. Ordeño III; la segunda con doña Sancha, tipo de lealtad y amor para los casados. Infanta de Navarra , hija legítima del Rey D. Sancho Abarca, y fueron padres de D. Garci Fernandez, que le suce- dió en el Condado de Castilla , y c^ó segunda vez con ma- dama Sancha Oña, hija de un Conde de Francia, llamada por algunos doña Aba, y engendraron á D. Sancho García, Conde de Castilla, que en 1013 concedió á su muy leal mayordomo Sancho Pelayez, natural de Espinosa de los Monteros, que él y los demás de aquella villa guardasen de noche la persona

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real. Tuvo el Conde D. Sancho García en doña Urraca su con- sorte^ per hijos, á D. García, á doña Nuña y ¿ la Reina doña Teresa Urraca, mujer de D. Bermudo III. Sucedió D. García en el Condado de Castilla á su padre, y yendo á casarse con doña Sancha, hermana de D. Bermudo III en 1029, le mata- ron en León D. Rodrigo Vola, D. Diego Vela y D. Iñigo Vela, hijos del Conde de Nájera D. Vela, tronco de la familia Vela, quienes después pagaron su delito^ y heredó el Condado su hermana doña Nuña, á quien equivocadamente llaman algu- nos Fluirá, que estaba casada con D. Sancho el Magno, Rey de Navarra, progenitor de cuantos Príncipes cristianos habia en 1675 en toda Europa: sucedió á su madre D. Fernando, hijo segundo, primer Rey de Castilla y del nombre, que por casar con doña Sancha, esposa del Conde D. García el muer- to, y hermana del Rey D. Bermudo III de León, le heredó en el año 1037, y es la primera vez que se unieron los Reinos de Castilla y León.

57.

Doña Sancha, que significa e$tahleciday hija de losljeyes D. Alonso V y doña Elvira, viuda de D. García, Conde de Castilla, sucedió á su hermano el Rey D. Bermudo III en la corona de León : casó en 1032 con el Infante D. Fernando^ cuyo nombre en idioma Godo significa defensor de la religión^ y en Turco paz de la tierra^ hijo segundo del Rey D. Sancho el Magno de Navarra, y de doña Nuña su mujer. Condesa propietaria de Castilla , biznieta del Conde Fernán González; y así tomó legítimamente título de Rey de Castilla por la ma- dre, y gozó el de León por su consorte : estaban los Reyes Femando y Sancho en séptimo grado de parentesco, como sestos nietos del Rey D. Ordeño I. Pusieron estos Príncipes el año 1037 en el escudo de sus armas, á la derecha por varo- nía el castillo de oro en campo gules, insignia de Castilla, y á la izquierda el león rampante de púrpura en campo de plata, propias del reino de León. En 1038 instituyeron los privile- gios rodados. Diéronle á D. Femando sus gloriosos progresos

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el renombre de Magno y Emperador de Espafia : consiguió fe^ lices victorias de los moros, ganándoles muchas tierras, para cuyas empresas vendió la esclarecida Reina doña Sancha sus vestidos y joyas, por no imponer nuevos pechos á sus vasallos como algunos Ministros le aconsejaban, diciendo con el Rey Teodorico, «que cuando la precisa necesidad obligare á echar tributos habian de caer sobre la seda y no sobre el sayal.» De- claróse en su tiempo que Espafia no estaba sujeta al Imperio, y habiendo Fernando dividido entre sus hijos los reinos here- dados y adquiridos con 30 años de reinado , murió en León el de 1067, contando 60 de edad, donde está sepultado en San Isidoro, junto á la Reina su carísima esposa, que falleció en 1067 monja.

HIJOS DE ESTE MATRDIONIO.

D. García, hijo tercero, nació en 1036; le dejó su padre el reino de Galicia y la parte conquistada de Portugal, que des- pués le tomó el Rey D. Sancho, su hermano mayor, en 1071, y le prendió en el castillo de Luna, habiendo reinado cuatro años, y allí estuvo hasta que murió sin sucesión el de 1061 y fué sepultado en San Isidoro de León.

Doña Urraca, que nació en 1032, á quien el Rey su padre dejó la ciudad de Zamora y la mitad del infantado de León» voz usada en aquel tiempo para significar el estado que se daba á los hijos menores de los Reyes: murió en 1103, y yace en San Isidoro de León, en cuyo sepulcro se intitula Reina de Zamora.

Doña Elvira, que nació en 1034, á quien su padre dejó la otra mitad del infantado de León y la ciudad de Toro , casó con el Conde D. García de Cabra y Nájera, tronco de la fami- lia de Albornoz: murió en 1101 y fué sepultada con su her- mana en San Isidoro de León.

HUOS DE DON FERNANDO FUERA DE HATRIMONIO.

D. Fernando, á quien sacó de pila el Papa Yictor II , fué Cardenal de la santa iglesia romana y legado en España. Le

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tuvo el Rey D. Fernando en hija de D. Ramón , gran Señor de Saboya, que el Cid prendió en batalla, dejándola el padre en rehenes hasta efectuar las. paces entre D. Fernando y En- rique 11, Emperador de Alemania, que en 1055 pretendia le feudatase Espafia, mas quedó exenta y sus Príncipes no reco- nocen en lo temporal superior á ninguno del mundo.

D. Martin , llamado por otros D. Muniño Fernandez de Toro, padre de doña Gontrode ó Galamuñiz, esposa del Conde D. Gómez Echigaz, de quienes nacieron doña Sancha Gómez, que casó con el Conde de Celanova en Galicia y D. Egas Gó- mez de Sosa, progenitor de esta familia.

58.

D. Sancho 11, llamado el Valiente, hijo mayor varón de los Reyes D. Fernando I y doña Sancha, nació en 1033 y su- cedió á sus padres en el reino de Castilla hasta el rio Pisuer- ga con la Estremadura y la parte de Navarra hacia el rio Ebro, que había ganado Fernando al Rey D. Sancho García su sobrino, quedando á D. Alonso YI, segundo hermano suyo, el reino de León y las Asturias, conforme la partición que se hizo: casó D. Sancho con doña Rlanca, hija de D. Garci Sán- chez, sesto del nombre. Rey de Navarra, habiendo algunos que la llaman Alberta y que fué francesa. Después de despojar al hermano menor, D. García, de su Galicia y compeler á don Alonso entrase fraile Benito en Saagun en 1071, por usur- parle también lo que era suyo , movió con el mismo intente guerra á sus hermanos, en particular á doña Urraca, á quiei sitió en su ciudad de Zamora, hasta que Bellido Dolfos, hjo de Adolfo, el que mató al Conde D. Ñuño y á su mismo paire ahogándole en el j\o Duero, lo atravesó con un venaMo á traición el año 1073, á la edad de 40, al sesto y medio Je su reinado; fué sepultado en el convento de San Salvador de Gña, orden de San Benito.

59.

I). Alfonso, sesto del nombre , hijo segundo de los Reyes

TOMO I. ^3

-m- .^ ,..

D. Fernando I el Magno y doña Sancha^ nacÍM^en la ciudad de Compostela el año 1035; sucedió en la corona de Castilla á D. Sancho su hermano mayor, á la que juntó la de LieoB, Galicia y parte de Portugal, titulándose Emperador de España; llamáronle de la mano horadada por su gran^eralidad: casó seis veces; la primera con doña Inés, hija de la antigua casa de los Alvaroi de Asturias; segunda, con madama Beatriz, francesa; tercera , con madama Constanza, hija de Roberto, Duque de Borgofta; cuarta, con madama Isabel ó Berta, hija del Rey de Francia Felipe I; quinta, con Zaida , que quiere decir Señora, que se bautizó con el nombre Isabel , hija de Ahenhamet, Rey de Sevilla, trayendo muchas tierras en dote; y sesta con Isabela, hija del Emperador de Alemania. Mandó D. Alonso en 1085 se contasen en España los caminos por le- guas, que hasta entonces era por millas. También mandó en 1001 que las escrituras se hiciesen en latin. Introdujo en 1066 con gran repugnancia el oficio romano á instancia del Papa Gregorio VII, dejando el gótico ó muzárabe en seis antiguas parroquias de Toledo, y entonces se originó el refrán, alié tan liyn dandi fuiaren Rejfes. En 1100 principió á correrse en España toros en las fiestas públicas, sobre lo cual el Papa Pie V en 1567 hizo una constitución contra quien los corre y ve correr: después Clemente Vil en 1596 lo permitió con cier- tas limitaciones. Prohibió D. Alonso los baños, que desde los Romanos se usaban, por parecerle aflojaban las fuerzas á los ^ue peleaban. Ganó á los moros célebres victorias, ciudades y {ueblos, principalmente la imperial de Toledo en lOBS, y bi cqronada villa de Madrid dos años antes, poniendo en aquella poi primer Alcaide, que en árabe significa Cofittm y gum-da dd msíiUOf al ÍAvencible Cid Rui Diaz de Vivar, que en este tien^ acabó su vida en Valencia á 10 de julio de 109S, sien- do de 73 años, y habiendo vencido 79 batallas con su decan* tado caballo Babieca, que le sirvió 40 años, permaneeienda sus dos espadas, la colada, en la real armería de Madrid, y la tizona vinculada en el mayorazgo de los Marqueses de Falces en Navarra: fué sepultado con su esposa doña Gimena en San

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Pedro de Cárdena. Reinó D. Alonso 35 años, y murió en To- ledo el de 1108, de edad de 73, y yace en el real convento de Saagun con cuatro de sus consortes, y las Isabelas en San Isidoro de León.

HIJOS DE DON ALONSO VI DEL CUARTO HATAIMONIO.

Doña Sancha, que casó con el héroe D. Rodrigo González de Cisneros, después llamado Girón por la memorable acción que con el Rey su suegro usó, siendo tronco de la familia de Girón; murió en 1141 y está sepultado en la santa iglesia de Falencia.

Doña Elvira, que casó con Rogerio, Rey de Ñápeles y Si- cilia, en quien tuvo real descendencia de grandes Príncipes, y yace con su padre en Saagun.

HUO DEL QUINTO MATRIMONIO.

D. Sancho, que murió en la batalla de Uclés, de 11 años, el de 1100, en compañía de su ayo D. García, Conde de Cabra y Nájera: fué sepultado con su padre.

HUOS FUERA DE MATRIMONIO BN DONA GIMENA NUNEZ DB OCZMAN, HUA DELGONDE DON ALVARO DÍAZ DE GUZMAN, BIGQ- HOME DE CASTILLA, SESTO SEÑOR DE LA CASA DB GUZMAH

Y PROGENITOR DE ELLA.

Doña Elvira Alonso de Guzman, que casó con D. RamoSi Conde de Tolosa y San Gil, uno de los poderosos señores de Francia, que murió en la ciudad de Trípoli de Suria, andando en las guerras de la Tierra Santa en 1101, cuaivdo se unieron los Príncipes cristianos de Europa para tan gloriosa empresa, llevando por Capitán general á Gudifredo de Bullón, Duque de Lotharingia, con 600,000 infantes y 60,000 caballos, en cuyo tiempo dio principio el hermitaño Pedro Francés, motivador de esta santa liga, al rezo por cuentas: dejaron doña Elvira y D. Ramón por hijos á D. Beltran, que hizo grandes hazañas en aquella espedicion, padre de Ponce, Conde de Trípoli, que

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casó con madama Cecilia , hija del Rey Felipe I de Francia, viuda que era de Tancredo, Príncipe de Antioquía, y pro- crearon á Raimundo, que casó con Odierna, hija de Baldui- no 11 Rey de Jerusalen. Otro hijo de doña Elvira y D. Ra- món fué D. Alonso Jordán, apellido que le dio el rio Jordán donde le bautizaron: sucedió á su padre en el condado de To- losa y San Gil, cuyo hijo fué el Conde D. Ramón, y de él otro del mismo nombre, y de este otro Ramón, padre de ma- dama Juana, Condesa de Tolosa y Poitiers, esposa del Conde Alonso, hermano del Rey San Luis, quienes por no dejar hi- jos pasaron sus Estados á la corona real de Francia.

Doña Teresa Alfonso de Guzraan, que casó con D. Enri- que, hijo de Enrique y su esposa Sibila, nieto de Roberto, Duque de Borgoña, y de Elia de Semer, y viznieto del cris- tianísimo Rey de Francia Roberto el Deseado, y de madama Constanza. Dióle el Rey D. Alonso su padre en dote las tier- ras que tenia en Portugal^ con título de condado, de que tomó posesión en 1090^ gobernando la nave de San Pedro, Urba- no 11; imperando en Occidente Enrique IV; en Oriente Alexio Cogneno; reinando en Francia Felipe I; en Inglaterra Guillel- ' mo II; en Escocia Malcolmo III; en Polonia Uladislao; en Hungría Colomano; en Navarra y Aragón D. Sancho Ramírez; siendo Conde de Barcelona D. Ramón Arnaldo -Berenguer. Y así quedaron tronco y progenitores de los Reyes lusitanos. Murió doña Teresa en 1.° de noviembre de 4130, y fué sepul- tada en la catedral de Braga con su esposo D. Enrique, que falleció en Astorga en illií, teniendo 77 de edad y 22 de go- bierno, habiendo ganado á los moros 17 batallas campales, y siendo sus armas una cruz azur en campo de plata.

HIJOS DE LOS CONDES DE PORTUGAL DONA TERESA Y DON ENRIQUE.

D. Alonso Enriquez, primer Rey de Portugal.

Dofia Sancha Enriquez, que casó con D. Fernán Méndez, gran Señor en Traslosmontes, de quien no tuvo sucesión; ha- bía sido casado primera vez con doña Teresa Suarez, hija de

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Sueiro Méndez de Amaya el Bueno, y quedó progenitor de ilustres linajes.

Doña Teresa Enriquez.

Doña Urraca Enriquez, hija mayor: casó con D. Bermudo Pirez ó Pérez, Conde de Trastamaraen Galicia, hijo del Conde D. Pedro Fernandez de Trava, de quien procede la familia de Lima.

HIJO DE DON ENRIQUE FUERA DE MATWMONIO.

D. Pedro Alonso, primer maestre del orden militar de Avis, quien en 1165, al fin de su vida, tomó el hábito de San Ber- nardo en el real convento de Alcobaza, donde está sepultado.

CRONOLOGÍA DE LOS REYES LUSITANOS.

FILIACIÓN DE LOS DB CASTILLA.

1.^ D. Alonso Enriquez, primer Rey lusitano: nació en la villa de Guimaraens el año {09\; se coronó Rey el de 1139, después de haber ganado la milagrosa batalla del campo de Crique á cinco régulos moros que conduelan cien hombres porcada uno de los de D. Alonso Enriquez, en 25 de julio, dia de Santiago del mismo año 1139, y entonces organizó sus armas con cinco quinas azures en campo de plata, y en cada una cinco dineros del propio metal , que con las cinco gran- des hacen 30, en memoria de Ios30 dineros en que Judas vendió á Cristo. Confirmáronle el título de Rey Inocencio 11, Sumo Pontífice en 1142, y Alejandro III en 1179; casó con doña Mafal- da,híjalegítima de Amadeo, segundo Conde deMoriana y pri- mero de Saboya: reinó 40 años, sin contar nueve que antes ha- bia gobernado: vivió 9 1 y murió el de 1185 en Coimbra, donde está sepultado con su esposa en el conventode Santa Cruz de Ca- nónigos reglares de San Agustin, que fundó, con mas 149 tem- plos y monasterios á su costa. Ganó á los moros la ciudad de Lisboa en 25 de octubre de 1147, y mandó á su confesor Juan Camelo escribiese un nobiliario de los Caballeros que valere-

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sámente le ayudaron en las empresas militares para memoria de su posteridad. Instituyó la orden militar de Avisen 1147, aprobada el de 1162 por poder que para ello dio el Obispo de Ostia, legado en España del Papa Alejandro III, á fray Juan Cerita, Abad de San Juan de Taroca, y fué su primer Maestre D. Pedro Alonso, hermano del Rey ; 2.^, D. Gonzalo Viegas; 3.°, D. Fernán Diañez; 4.^, D. Fernán Ruiz Montero; 8.®, D. Martin Fernandez; 6.*^, D. Simón Suarez; 7.°, D. Egas Martinez; 8.^, D. Juan Pirez; 9.^, D. Lorenzo Alonso; 10, don García Pirez; 11, D. Gil Martinez de Otero, que después fué primer Maestre de la orden de Cristo; 12, D. Vasco Alonso; 13, D. Gil Pirez; 14, D. Alonso Méndez; 15, D. Gonzalo Baz; 16, D. Esteban González Leitan; 17, D. Juan Ruiz Pimentel; 18, D. Juan Alonso de Acosta; 19, D. Diego García; 20, don Martín de Avelar; 21, D. Juan, hijo natural del Rey D. Pedro, que vino á ser Rey de Portugal; 22, D. Fernán Ruiz de Si- qucira. Luego hubo Gobernadores lo mismo que Maestres, y siguen 23; el Infante D. Fernando, hijo del Rey D. Juan el I; 24, el Condestable D. Pedro, hijo del Rey D. Juan el I; 25, el Rey D. Juan II, siendo Príncipe; 26, su hijo el Príncipe don Alonso; 27 y último, D. Jorge de Alcaustre, hijo natural del Rey D. Juan II, en cuyo tiempo unió este maestrazgo á su co- rona el Rey D. Manuel por concesión apostólica. Tiene la or- den de Avis 73 encomiendas, que rentan 67,350 ducados de plata. Creó D. Alonso Enriquez en Portugal el año 1184 la dignidad de Almirante, nombrando el 1.^ á D. Fuas Roufino, y después en tiempo del Rey D. Díonis lo fué; 2.^, Ñuño Fernandez Cogomino; 3.^, Esteban Vaez de Barbuda; 4.^, Manuel Pezaño, genovés; 5.°, Carlos Pezaño, reinando don Alonso IV; 6.**, Bartolomé Pezaño, por el Rey D. Pedro; 7.^ Lanzarote Pezaño en el mismo reinado; 8.^, D. Juan Alonso Tellode Meneses, Conde de Barcclos, hermano de la Reina doña Leonor Tellez de Meneses en el reinado de D. Femando su cuñado; 9.^, Manuel Peñazo en el del Rey D. Juan I; 10, Carlos Peñazo en el mismo reinado; 11, D. Pedro de Meneses, Conde de Villarreal; 12, Rui de Meló, por el Rey D. Alón-

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so V; 13^ Pedro de Alburquerque; 14, Lope Vax de Acebedo, reinando D. Juan II; 18, Antonio de Acebedo, en el de don Manuel; 16, D. Lope de Acebedo, por el Rey D. Joan III; 17, Antonio de Acebedo, reinando D. Sebastian; 18; D. Juan de Acebedo, en tiempo del Rey D. Felipe 11; 19, D. Lope de Acebedo, en los de D. Felipe III y IV; SO, D. Juan de Ace- bedo, hasta el año 1640.

HIJOS DEL REY DON ALONSO ENRIQUEZ.

D. Sancho, que le sucedió en la corona.

Doña Mafalda, cuyo matrimonio se contrató con D. Alon- so II de Aragón en 1160.

D. Enrique , que murió niño.

Doña Sancha.

Doña Urraca, primera esposa de su primo segundo D. Fer- nando, Rey de León, con quien casó en 1169.

Doña Teresa, que casó en 1184 con Felipe I, Conde de Flandes , la cual murió en 1218 ahogada en un lago junto á Fumes, hoy llamado harranco de la Reina, en aquellos Esta- dos , y fué sepultada en el monasterio de Claraval en Bor- goña.

D. Juan, que murió de corta edad.

HUOS FUERA DE ILiTRIMONIO.

D. Femando Alonso, Alférez de la casa real.

D. Pedro Alonso, Maestre del orden militar de San Juan de Rodas, que murió en 1.^ de marzo de 1207, y está sepul- tado en San taren en la iglesia de San Juan.

Doña Teresa Alonso , (¡ue casó dos veces; la primera con D. Sancho Nuñez de Barbosa, progenitor de este linaje, hijo de D. Ñuño, Conde de Celanova en Galicia, hermano de San Rosendo, hijos los dos del Conde D. Gutierre Arias Méndez; la segunda con D. Fernando Martínez el Bravo, Señor de Braganza.

Doña Urraca Alonso, que casó con Pedro Alonso Viegas, nieto del famoso D. Egas Muñiz.

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2.^ D. Sancho I, llamado el Poblador, hijo del Rey don AloDSO Enriquez y doña Mafalda, nació en la ciudad de Coim- bra en 1154: casó con doüa Aldonza Berenguer, parientes en quinto grado, hija de D. Ramón Berenguer, último Conde de Barcelona, y de doña Petronila su esposa, Reina propieta- ria de Aragón: reinó 26 años, vivió 58, y murió el de 1212 en Coimbra, donde está sepultado en el convento de Santa Cruz con su consorte, que falleció en 1198.

HIJOS DEL REY DON SANCHO I.

D. Alonso, que le sucedió en el cetro.

D. Fernando, que nació en 1180, y casó en 1211 con ma- dama Juana, Condesa de Flandcs, hija única heredera de Baldovino, Emperador de Cunstantinopla: murió en 1233 sin sucesión, y fué sepultado con su esposa en el monasterio de Market, en los Paises Bajos.

D. Pedro, Conde de Urgel en Cataluña, Señor del reino de Mallorca'y ciudad de Segorve en Valencia, nació en 1187, y en el de,.1248i ayudó al Santo Rey D. Fernando de Castilla en la conquista de Sevilla: casó en 1231 con Aurembiax, hija de Armengol, Conde de Urgel, de quien no tuvo sucesión: murió en Mallorca en 1258, donde estuvo sepultado en la sa- cristía del convento de San Francisco, que se prendió fuego, quemándose su túmulo de alabastro con los huesos del In- fante. Dejó fuera de matrimonio por hijos á D. Rodrigo, su- gelo eminente en letras, y á D. Fernando.

D. Enrique, que nació en 1189 y murió de poca edad, siendo sepultado en Santa Cruz de Coimbra.

D. Raimundo, que murió niño y yace con su hermano.

Doña Teresa, que casó en 1190 con el Rey D. Alonso X de León, su primo hermano; murió el de 1250, siendo sepul- tada en el monasterio de Lorban, orden de San Bernardo, donde entró religiosa, reformándolo y dolándolo de copiosas rentas, casa real dos leguas de la ciudad de Coimbra.

Doña Mafalda, que casó en 1215 con el Rey D. Enrique I de Castilla, era prima tercera del Rey D. Alonso IX, padre de

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su esposo Enrique; murió en 1256, y fué sepultada en el mo- nasterio do Aroca, orden de San Bernardo, el cual reformó siendo religiosa.

Doña Sancha, que murió en 1229 y yace en el canvento de Lorban , y fundó el de San Francisco de Alenquer en Portugal.

Doña Blanca, Señora de la ciudad de Guadalajara en Castilla, murió sin casar en 1240, y fué sepultada en Santa Cruz deCoimbra.

Doña Berenguela, que falleció de poca edad y yace con su hermana doña Blanca.

UIJOS DR DON SANCHO I FUERA DE MATRIMONIO.

D. Martin Sánchez, Conde de Trastamara en Galicia, Ade- lantado del Reino de León, que casó con doña Ello ú Olalla Pérez de Castro, hija de D. Pedro Fernandez de Castro, y no tuvo sucesión ; fué sepultado en Consinos, tierra de Campos.

Doña Urraca Sánchez, que casó con Lorenzo Suarez.

Doña Teresa Sánchez], esposa de D. Alonso Tellez de Me- neses, poblador de la villa de Alburquerque en Estremadura, de quien proceden las familias de Tellez, Meneses y Albur- querqucs.

D. Gil Sánchez, que murió en 1236 y reposa en Santa Cruz do Coimbra.

Doña Constanza Sánchez, que falleció en 1269 y yace con su hermano Oj*^^

ü. Rui SaMCiie?, que murió en 1245 y fué sepultado en el monasterio do Grijo, cerca de la ciudad de Oporto.

D. Nuuo Sánchez.

Doña Mayor Sánchez.

3.° D. Alonso 11, hijo del Rey D. Sancho I y de doña Al- donza, nació en Coimbra en 1185, y casó con doña Urraca, hija deD. Alonso IX de Castilla, su prima tercera: reinó 12 años, vivió 38 y murió el do 1223: fué sepultado con su es- posa en el real convento de Alcobaza. Creó el oficio de repos- tero mayor en su real casa en 1217, nombrando el primero

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á D. Pedro García. En su tiempo floreció San Antonio, lla- mado en el siglo Femando Martinezde Bullón, hijo de Mar- tin de Bullón, ilustre casa de Francia, cuyo linaje, corrom- pido en Portugal, se dice Bulloens, y de su mujer doña Te- resa Tavera, el cual nació en Lisboa en 1195, y falleció en la ciudad de Padua el viernes 13 de junio de 1231, á los 36 años de edad, 21 de religión y 11 de Canónigo reglar de San Agustin y 10 de fraile Francisco; cuya lengua permanece en- tera; canonizóle en 1232 el Papa Gregorio IX, dejando intro- ducida la disciplina por penitencia en las procesiones de Se- mana Santa como hoy se observa.

IlUOS DEL REY DON ALONSO H.

D. Sancho, que le sucedió en la corona.

D. Alonso, que sucedió á su hermano.

D. Fernando, llamado de Serpa, que casó en Castilla con doña Sancha Fernandez Manrique de Lara, hija de D. Fer- nando Pérez Manrique de Lara: murió en 1246, y fué sepul- tado en Alcobaza^ dejando por hija á doña Leonor, que otros llaman Berenguela, que casó con el Rey de Dacia y Dina- marca Baldemaro IIL

Doña Leonor, que nació en 1211 y casó en 1229 con Bal- demaro II, Rey de Dacia y Dinamarca, y murió sin sucesión.

HUOS DE DON ALONSO II FUERA DE MATRIMONIO.

D. Juan Alonso, que falleció en 1234 ÍT^posa en Al- cobaza. ^*/

D. Fernando, que murió niño vn ISbzy yace con su hermano.

Doña Blanca, hija mayor, nació en 1259. Señora de las villas de Montemayor, el viejo Campomayor, como también del convento de Lorban , y pasando á Castilla en 12B3, fué ¿ los tres años Señora y décima Abadesa del real monasterio de las Huelgas de Burgos, donde está sepultada.

Doña Sancha, que nació en 1264 y fué enterrada en Al- cobaza.

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Doña María , que nació en 1265 y reposa donde doña Sancha.

Doña Constanza , que murió en Sevilla y fué sepultada donde las anteriores.

4.^ D.Sancho II, llamado Capelo por el hábito seráfico que trajo siendo niño, por devoción de San Antonio, hijo ma- yor del Rey D. Alonso II y de la Reina doña Urraca, nació en Coimbra en 1%7, y casó dos veces; primera con doña Men- cía López de Haro^ su prima tercera, hija de D. Lope Diaz de Haro, Señor de Vizcaya, y nieta del Rey D. Alonso X de León, viuda que era de D. Alvaro Pérez de Castro, hijo de D. Pe- dro Fernandez de Castro, nieto de D. Fernando Ruiz de Cas- tro y doña Estefanía su mujer, hija del Rey D. Alonso VIII de Castilla, y segunda vez con doña Urraca Alonso, que viuda volvió á casar con D. Pedro Yañez Gago, de la familia de los Sosas, de quien no tuvo sucesión: reinó 22 años, viifló 39 y murió espulsado en Toledo por su flojedad el de 1246, siendo sepultado en su santa iglesia, y doña Mencía en el convento de Santa María de la ciudad de Nájera, sin dejar hijos.

HIJOS DE DON ALONSO m FUERA DE MATRIMONIO.

D. Alonso Dionis, Mayordomo de la Reina Santa Isabel, 6U cuñada, casó con doña María Paez Ribera y Sosa, hija de D. Pedro Yañez de Portel y de doña Constanza Méndez de Sosa su mujer^ descendientes del Conde de Castilla D. Diego Porcelos y de D. Martin Fernandez de Toro, hijo del Rey don Fernando I el Magno: de este matrimonio procede por varonía la familia de Sosa ó Sousa en Portugal y Castilla: fué sepul- tado en la capilla de San Martin, convento de monjas de la Concepción Francisca de Toledo, de quien era descendiente en 4675 D. Bernardo de Sosa, patrón de esta casa.

D. Gil Alonso, que yace en la iglesia de San Blas de Lis- boa, donde era Bailio de la orden de San Juan.

D. Fernando Alonso, Caballero de la militar orden del Templo, sepultado en la misma iglesia con su hermano.

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D. Rodrigo Alonso, Prior de la colegial de Alcazaba en Santarcn, que murió en i 302 y está allí sepultado.

D. Martin Alonso Chichorro, que casó en la familia de los Sosas, y de él procede la de Chichorro.

Doña Leonor Alonso, que casó dos veces; primera con Esteban Yañez, hijo de D. Juan García de Sosa, llamado Pin- to, progenitor de este apellido, y la segunda con el Conde don Gonzalo García de Sosa, alférez mayor del Rey, tio del primer esposo y hermano de su padre, sin sucesión: fué sepultada en el monasterio de Santaron, que fundó, y siendo viuda fué su religiosa.

Doña Urraca Alonso, que casó con D. Sancho II, y segun- da vez con D. Pedro Yañez Gago.

5.^ D. Alonso III, hijo segundo de los Reyes D. Alonso II y doña Urraca, sucedió á su hermano D. Sancho II: nació en CoimbAí en 1209 y caso dos veces; la primera, en 1235 con madama Matilde, Condesa de Boloña y Danmartin^ viuda que era de Felipe el Crespo, hijo de Felipe Augusto, Rey de Fran- cia, y de María, hija del Dui^ue de Moravia: murió Matilde en 125^; y la segunda con su sobrina doña Beatriz de Guz* man, hija natural del Rey D. Alonso el Sabio de Castilla: rei- nó 32 años, vivió 70 y murió el de 1279 en Lisboa, y fué se- pultado con su segunda consorte en Alcobaza. Añadió este Príncipe por orla de sus armas castillos de oro en campo gu- les, insignia del reino de Algarbe que trajo doña Beatriz en dote, y acabándole de conquistar so tituló Rey de Portugal y del Algarbe; después se redujeron los castillos á siete como hoy están.

HIJOS DE DON ALONSO III DEL SEGUNDO MATRIMONIO.

D. Dionis, que le sucedió en la corona y fué el primer hijo primogénito de los Reyes de Portugal que tuvo casa aparte, puesta por su padreen 1278, teniendo 16 años y me- dio de edad, y le señaló 16,000 ducados de renta.

D. Alonso, Señor de la ciudad de Portalegre y otras villas, nació en 1263, y casó con doña Violante su tia, hija del In-

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fante D. Manuel. Fué sepultado en el monasterio de Santo Domingo de Lisboa: tuvieron un hijo y tres hijas; D. Alonso, Señor de Leiria, doña Constanza ó Isabel, doña María y doña Beatriz, que casaron en Castilla y dejaron ilustre descen- dencia.

D. Vicente, que nació el dia del mártir de su nombre en 1268, y murió de corta edad y fué sepultado en Alcobaza.

D. Juan Méndez de Briteiros que tuvo gran sucesión.

Doña Leonor, monja en Santa Clara de Santaren , donde yace.

6.° D. Dionis, Príncipe magnánimo en la remuneración de servicios y severo en el castigo de los delitos, hijo de los Reyes D. Alonso III y doña Beatriz de Guzman su segunda esposa: nació en Lisboa, dia de San Dionisio Areopagita, 9 de octubre de 1261 ; casó el de 1282 el 24 de junio en la iglesia de San Bartolomé de Troncoso con doña Isabel , una de las grandes Santas que tiene la católica corona de España, canonizada en 1625 por la santidad de Urbano YIII , hija del Rey D. Pedro III de Aragón y de la Reina su esposa doña Constanza, hija de Manfredo, Rey de Sicilia. En 1284 anuló muchas donaciones y escesivas mercedes que engañado había hecho, diciendo: «Lo que se da injustamente, justamente se puede quitar.» Fundó en 1290 la universidad de Coimbra: reinó 46 años, vivió 64 y murió el de 1325 en Santaren^ siendo sepultado en el monasterio de Odivelas, orden de San Bernardo^ dos leguas de Lisboa, fábrica suya, el año 1295; y la Reina en Santa Clara de Coimbra, habiendo muerto en Ec- tremon á 4 de julio de 1336, siendo de 65 edad y permane- ciendo basta hoy su cuerpo entero. Dio principio al oficio de Limosnero mayor, nombrando á fray Martin, y mandó que en su palacio de Lisboa hubiese capilla real á donde cada dia se rezasen las horas canónicas. Compuso los primeros versos en idioma portugués é hizo labrar corona y cetro de finísimo oro sacado del rio Tajo. Instituyó la orden militar do Cristo en 1320, confirmada por el Sumo Pontífice Juan XXII, siendo su primer Maestro D. Gil Martinez de Otero, que lo era de

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Avis;2.^ D. Juan Lorenzo; 3.^, D. Martin González Leitan; 4.^y D. Esteban González Leitan, su hermano; 5.^, D. Rodri- go Yañez; 6.*^, D. Ñuño Rodríguez, por otro nombre D. Ñuño Freiré de Andrade, ayo del Rey D. Juan el I; 7.®, D. Lope Diaz de Sosa, sobrino de la Reina doña Leonor Tellez de Meneses, mujer del Rey D. Fernando; 8.^^ el Infante don Enrique^ hijo de D. Juan I; 9.*^, el Infante D. Fernando, hijo del Rey D. Duarte; 10, D. Diego, Duque de Viseo, hijo de este Infante, á quien el Rey D. Juan II, su cuñado^ mató en Setubal en 1485; 11 y último, D. Manuel, Duque de Beja, después Rey, que unió el maestrazgo á su corona por conce- sión apostólica: tiene el orden 454 encomiendas, que rentan 250,000 ducados de plata. Separó en 1290 la orden militar de Santiago en Portugal de la de Castilla con bula del Sumo PontíOce Nicolao lY, dada en Aquileya en 17 de setiembre, hasta cuyo tiempo obedecieron los Caballeros de ella en Portu- gal á los Maestres de Uclés, desde el reinado de D. Alonso Enriquez que la principió en su Reino, y así eligió D. Dionis Maestres, siendo el 1.^ D. Juan Fernandez; 2.^, D. Lorenzo Yañez Atcaforado; 3.^, D. Pedro Estazo, á quien llaman Es- cacho; 4.**, D. García P¡rez;5.°, D. Vasco Moreno; 6.°, D. Gil Fernandez Carballo; 7.*^, D. Esteban González de Meira; 8.^^ D. Fernando Alonso de Alburquerque, viznieto del Rey don Dionis; 9.^ Men Rodríguez de Vasconcelos; 10, el Infante don Juan, hijo de D. Juan I; 11, D. Diego, hijo de este Infante; 12, el Infante D. Fernando, hijo de D. Duarte; 13, D. Juan^ su hijo; 14, el Príncipe D. Juan, hijo y sucesor del Rey don Alonso V; 15, el Príncipe D. Alonso, hijo de D. Juan II; 16 y último, D. Jorge de Alencastre, hijo natural del mismo don Juan, en cuyo tiempo unió el maestrazgo á su corona el Rey D. Manuel : tiene en Portugal 60 encomiendas que rentan 120,000 ducados de plata , dejando instituida la dignidad de Príor mayor en la villa de Pálmela , cabeza de este orden, siendo el 1.^ D. Juan de Braga, en tiempo del Infante, y Maestre D. Fernando; 2.^, D. Mendo Alfonso de Lamide; 3.^, D. Antonio Prieto; 4.^, D. Juan de Olmedo, confesor de la

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Reina doña Catalina, esposa de D. Juan III; S.^, D. Diego da Govea, que era prefecto en París cuando se fundó la compa- ñía de Jesús; 6.^, D. Diego Manuel de Aragón , por cuya muerte estuvo algunos años vacante y volvió á renovarse en D. Jorge de Melo^ Obispo de Miranda y Coimbra, que fué el 7.^, y el 8.° D. Diego Lobo, basta el año 1640.

HIJOS DE DON DIONIS Y SANTA ISABEL.

D. Alonso, que le sucedió en la corona y siguió contra su padre los pasos de D. Sancho su tio, después Rey de Castilla, cuarto del nombre^ en cuyas revueltas suelen andar la codicia y ambición sin freno, las leyes sin ejecución, las virtudes sin premio y las atrocidades sin castigo.

Doña Constanza, que nació en Santaren en i288 y casó en 1302 con el Rey D. Fernando lY de Castilla su tío. Murió en 1313 y yace en Yalladolid.

HIJOS FUERA DE UATRIMONIO.

D. Alonso Sánchez, Mayordomo mayor del Rey su padre, que casó con doña Teresa Martínez de Alburquerque, Señora de aquella villa, bija de D. Juan Alonso de Meneses y Albur- querque, de quienes descienden los Alburquerques. Ambos están sepultados en el convento de Santa Clara de Villa Do Conde en Portugal, fundación suya.

D. Pedro Alonso, á quien el Rey su padre hizo en 1324 Conde de Barcelós, á quien la nobleza de España debe la me- moria de sus ilustres Hnajes; gozó el oOcio de Alférez mayor del Reino, y casó dos veces; la primera con doña Blanca Pé- rez, hija de D. Pedro Yañez de Portel y de doña Constanza Méndez de Sosa; la segunda con doña María Giménez Coro- nel, aragonesa^ que vino á Portugal por dama de la Reina Santa Isabel, y de ninguna tuvo sucesión. Murió en 1355 y fué sepultado en el convento de San Juan de Taronca, orden del Cister, el primero de esta religión que se fundó en Portu- gal. Fué su madre doña Gracia Franco.

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D. Juan Alonso, Señor do muchas villas^ que casó con Juana Ponce de León, de la casa de los Duques de Arcos.

D. Fernando Sánchez, que eslá sepultado en Santo Do- mingo de Santaren, y fué casado con doña Froila Yañez de Briteros, hija de D. Juan Rodríguez de Enteros y de su mujer doña Guiomar Gil, sin sucesión.

Doña María, que casó con D. Juan de la Cerda, viznieto de D. Alonso el Súbio de Castilla.

Doña María, monja en el convento de Odivelas, donde está sepultada.

D. Fernando Alonso. 7." D. Alonso IV, llamado el Bravo, hijo y sucesor de don Dionis y Santa Isabel, nació en Coimbra en 1290, y casó con doña Beatriz su tia, hija del Rey D. Sancho IV de Castilla: reinó 31 años, vivió 67, murió el de 1357 en Lisboa, y fué sepultado con su mujer en la capilla mayor de la catedral de aquella ciudad.

HIJOS DE DON ALONSO IV.

D. Alonso, que nació en la villa de Pénela, donde murió de poca edad , y fué sepultado en el convento de Santo Do-* mingo de Santaren.

D. Dionis, que nació en Santaren y murió de un año, siendo sepultado en Alcobaza.

D. Juan, que acabó de pocos años y reposa en Odivelas junto ¿ su abuelo D. Dionis.

Doña María, que casó en la villa de Alfayates en 1328 con el Rey D. Alonso XII de Castilla, su primo hermano, y fue- ron padres del Rey D. Pedro de aquella corona: murió en 1357 en la ciudad de Evora, y fué sepultado en la catedral de Sevilla.

D. Pedro, que sucedió en el reino de Portugal.

Doña Leonor, que casó con su primo segundo el Rey don Pedro IV de Aragón en 1348, y murió muy joven, dejando por hija á doña Beatriz, que falleció doncella en Portugal y yace con la Reina su abuela, doña Beatriz, en la catedral de

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Lisboa , y doña Leonor en el Convento de Poblete , orden del Gister en Cataluña, con el Rey D. Pedro su esposo.

8.^ D. Pedro, llamado por su rectitud el Justiciero, de que él se preciaba diciendo con Salomón, «con la justicia se establecen los reinos, sin ella se pierden» fué hijo y sucesor de D. Alonso IV y doña Beatriz; nació en Coimbra, en 13Í0. Fué Príncipe que nunca por la fácil se le perdió el respeto, ni por lo severo el amor; casó con doña Constanza Manuel su tia, en 1334, hija de D. Juan Manuel, nieto de San Fernando, Rey de Castilla; casó segunda vez en vida de su padre , clan- destinamente en 1354 con su sobrina la hermosísima doña Inés de Castro llamada Cuello de Garza , hija de D. Pedro Fernandez de Castro y de la Guerra; Gran Señor en Galicia; nieto del Rey D. Sancho lY, de Castilla: reinó 10 años y 6 meses, vivió 47, murió el de 1367 en la Villa de Estremoz, y fué sepultado en Alcobaza con su segunda esposa, y la prime- ra yace en San Francisco de Santaren.

HIJOS DE DON peono DEL PRIMER MATRIMOMIO.

D. Luis, que murió de ocho dias y fué sepultado en la Catedral de Lisboa.

D. Fernando, que le sucedió en la Corona Lusitana.

Doña María, que casó con el Infante D. Fernando, Mar- qués de Tortosa , su primo segundo, hijo de D. Alonso IV de Aragón, y de su segunda esposa doña Leonor, Infanta de Castilla , hija del Rey D. Fernando IV; de parto de doña Ma- ría falleció su madre la Reina doña Constanza, y el Infante D. Fernando murió en Castellón de la Plana en 1363.

HIJOS DE DON PEDRO DEL SEGUNDO MATRIMONIO.

D. Alonso, que murió joven.

D. Dionís, que casó con doña Juana de Castilla, su so- brina, hija natural de D. Enrique II , de quien proceden los Condes de Villar Don Pardo; fué sepultado con su consorte en la Sacristía de Guadalupe.

D. Juan, que casó primera vez en 1377 con doña Tellez

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de Meneses, hermana de la Reina dofia Leonor, y viuda que era, con un hijo llamado D. Lope Diaz de Sosa , Maestre del orden de Cristo, de D. Alonso Diaz de Sosa; de ella tuvo á D. Fernando de Eza, tronco de la familia de £za en Portugal, dividida en diferentes mayorazgos, siendo uno de ellos el que posee la Marquesa doña María de Noroña y de Eza, esposa de D. Juan Suarez de Alarcon , Conde de Torres-Bedras y Mar- qués do Trocifal. La segunda vez casó en Castilla en 1378, con doña Constanza su sobrina, llamada la Rica-hembra, hija natural de D. Enrique II, á quien D. Juan I su cuñado, en i387 hizo Duque de Valencia de Campos, y de ellos proce- den sus Condes incorporados en la Casa de los Duques de Ná- jera ; fué sepultado en el Monasterio de San Esteban de Sa- lamanca.

Doña Beatriz, que casó en 1373 con su primo segundo D. Sancho, Conde de Alburquerque, hijo de D. Alonso XII de Castilla.

HIJOS DE DON PEDRO FUERA DE MATRIMONIO KN DONA TERESA GIL

LORENZO DE ANDRADE.

D. Juan, 21 Maestre de Avis, que sucedió en la Corona á D. Fernando su medio hermano: fué criado por un Caballe- ro de Lisboa llamado Lorenzo Martínez de la Plaza.

9.° D. Fernando, hijo del Rey D. Pedro á quien sucedió y de doña Constanza Manuel su primera esposa; nació en Coim- bra en 1340; casó el de 1372 con doña Leonor Tellez de Me- neses, hermosa, prudente y sagaz dama, hija de D. Martin Alonso Tello de Meneses, y de su mujer doña Aldonza de Vas- concelos. Fué doña Leonor esposa de D. Juan Lorenzo de Acuña, Señor del Mayorazgo de Pombeiro: reinó 16 años, vivió 43 y 6 meses; murió el de 1383 en Lisboa, y está sepul- tado en el Monasterio de San Francisco de Santaren con su madre, y doña Leonor yace en el Convento de la Merced, que fundó en Valladolid en 1384. Creó en 1382 la dignidad de Condestable en Portugal ; siendo el 1.^ D. Alvaro PireK do Castro, Conde de Arroyólos, hermano de la Reina doña Inés de Castro y tronco de los Condes de Monsanto; 2.^, el

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gran D.Nuño Alvarcz Pereira, Conde de Arroyólos, Oren y Barcelos por el Rey D. Juan I; 3.^, el Infante D. Juan , hijo de esle Rey; 4.°, D. Pedro, Gobernador de' la orden de Avís , su sobrino , bijo del Infante D. Pedro en tiempo de su Regencia; 5.^, el Infante D. Fernando , bijo del Rey don Duarte, reinando D. Alonso V su bermano; 6.^, D. Juan, bijo de D. Fernando, Duque de Viseo ; 7.**, D. Juan, Mar- qués de Montemayor en Portugal, hijo de D. Fernando II, Duque de Braganza por D. Alonso V; 8.^, D. Alonso, bijo de D. Diego, Duque de Yiseo^ reinando D. Manuel su tio; 9.^, el Infante D. Luis, bijo del Rey D. Manuel ; 10, D. Duarte, hijo del Infante D. Duarte, por el Rey D. Sebastian; 11, D.Juan, sesto Duque de Braganza en tiempo del Cardenal y Rey don Enrique; 12, D. Teodosio, segundo del nombre y 7.° Duque de Braganza por Merced de Felipe II ; 13, D. Juan II, su bijo, 8.^ Duque. También creó la dignidad de Mariscal, en el mis- mo año de 1382; siendo el 1.^ Gonzalo Vázquez de Acebedo, primo segundo de la Reina doña Leonor Tellez; 2.'^, Alvaro Pereira, en tiempo de D. Juan II; 3.^, D. Alvaro González, Camelo , en la misma época; 4.^, Gonzalo Yaz Coutino en los reinados de D. Duarte y D. Alonso V, el cual fué después Conde de Marialba; 6.^, D. Fernando Coutino en tiempo del Rey D. Alonso V; 7.°, D. Fernando Coutino, en los de don Juan II y D. Manuel; 8.^, D. Alvaro Coutino, reinando don Manuel y D. Juan III; 9.^, D. Fernando Coutino, por merced del Rey D. Sebastian; 10, D. Fernando Coutino, que murió en la VíHa de Piñel en 1636.

HIJOS DEL REY DON FERNANDO.

Doña Beatriz, que nació en Coimbra en 1372, y fué des- posada en Lisboa, siendo de 9 años el de 1381, con Eduardo, su sobrino, que tenia 5 de edad, hijo de Eduardo Aimon, Duque de Yorcb y Conde de Cambrix, en Inglaterra , y de su mujer doña Isabel, bija del Rey D. Pedro de Castilla ; después casó en 1383 en Badajoz con el Rey D. Juan I de Castilla, su tio y primo segundo, y ambos fueron sepultados en la Capilla

/

Su- de los Reyes sucesores de Toledo, y dos hijos que murieron en tierna edad.

HIJOS DE DON FERNANDO FUERA DE MATRIMONIO.

Doña Isabel, que nació en 1362 y casó en 4373 con su primo tercero D. Alonso Enriques de Castilla y Noroña, hijo del Rey D. Enrique IL

40.° D. Juan I, llamado de buena memoria, por la que dejó vinculada en mercedes á sus Vasallos, hijo natural del Rey D. Pedro; nació en Lisboa en 1357, casó en 1387 con doña Felipa, hija de D. Juan de Gante, Duque de Alencastre en In- glaterra, y de su primera esposa doña Blanca. Era Juan de Gante, hijo del Rey Eduardo III; ganó D. Juan la Ciudad de Ceuta en África , en 14 de Agosto de 1415, y en el mismo esta- bleció en Portugal, á imitación de Castilla, se dejase la era de César y se contase por el nacimiento de Cristo. Fué el primor Rey que usó comer públicamente en las mas solemnes festivi- dades : reinó 48 años, vivió 76, y murió el de 1433, donde habia nacido y fué sepultado con su consorte en el Real con- vento de Santo Domingo déla Batalla, fábrica suya, y su es- posa habia fallecido á 10 de Junio de 1415, en edad de 64 años.

UUOS DEL REY DON JUAN I.

Doña Blanca, que nació en Lisboa y murió de 8 meses ^ habiéndosela sepultado en su Catedral; D. Alonso, que nació en Santaren en 1390, murió de 10 años y fué sepultado en la Santa Iglesia de Braga.

D. Duarte, que sucedió en la Corona.

D. Pedro, que en cuatro años peregrinó mucha parte del mundo , para ver la variedad de sus gentes, Grandes de sus pueblos y Gobierno de sus Príncipes; murió en Lisboa en 139i; fué Duque de Coimbra y Señor de muchas tierras, ca- só con doña Isabel, hija de D. Jaime, Conde de Urgel y de su esposa la Infanta doña Isabel , bija del Rey D. Pedro IV de Aragón; fué muerto en la batalla de Alfarrobera en 1449,

N

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siendo Gobernador de Portugal por el Rey D. Alonso V su so- brino y yerno; yace en el convento de la Batalla, y dejó por hi- jos á D. Pedro, Condestable de Portugal y Gobernador de la ór- dende Avís, á quien los Catalanes alzaron por Rey de Aragón y Conde de Barcelona en 1464, contra el Rey D.Juan II su le- gítimo Señor, y con este título murió en 1466 ; á D. Juan Rey de Chipre por casamiento con Carlota , hija heredera del Rey de aquella Isla , el cual está sepultado en Borgoña ; á doña Isabel, esposa de su primo hermano el Rey D. Alonso V con quien casó en 1448 y murió el de 1456; á doña Felipa, que vivió religiosa en el convento de Odivelas, donde yace, des- pués de haber traducido en lengua portuguesa el libro del primer Patriarca de Venecia San Lorenzo Justiniano ; ¿ doña Beatriz que casó en Borgoña con Adolfo, Señor de Rebastein, hijo del Duque de Cleves y á D. Jaime, Cardenal del título de San Eustaquio, Arzobispo de Lisboa , que murió en Flo- rencia y está sepultado en la Iglesia de San Miniato.

D. Enrique, Duque de Viseo y Maestre de la orden de Cristo, ¿ quien deben su origen las grandes navegaciones de España á que dio principio en 1420 descubriendo la Isla de la Madera con otras en la costa de África , fué famoso Cosmó- grafo é insigne matemático ; nació en la Ciudad de Oporto en 1394 , y murió sin conocer mujer el de 1460 y fué sepultado en el convento de la Batalla que fundó su padre.

D. Juan , Condestable de Portugal y Maestre de Santiago en aquella Corona, nació en Santaren en 1400; casó con doña Isabel su sobrina , hija do D. Alonso, primer Duque de Bra- ganza su medio hermano, murió en 1444 y yace en el con- vento de la Batalla. De ellos se derivan muchos Reyes por lí- nea de su hija doña Isabel, Reina de Castilla, segunda esposa del Rey D. Juan II, con quien casó en 1447; murió el de 1496 y fué sepultado en el convento de Miraflores de Burgos, or- den Cartuja , donde fué tnisladado en 1505. D. Fernando, llamado comunmente el Santo, Maestre de Avis, nació en Santaren en 1402 y murió cautivo en Fez, ciudad de África en 1443^ hállase su cuerpo en el real convento de la Batalla.

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«6-

Dona Isabel , que nació en la ciudad de Evora en 4397 y casó el de 1429 con Felipe II del nombre , Duque de Bor- goña y Conde de Flandes, de cuyo matrimonio nació Car- los II, llamado el Bravo, sucesor en los Estados, que casó se- gunda vez con madama Isabel de Borbon, bija de Carlos, Du- que de Borbon y padres de madama María Catalina, única heredera suya, esposa del Emperador Maximiliano I, de quie- nes nació Felipe I, Archiduque de Austria, Rey de Castilla etc. Están sepultados en el convento de Digeon, ciudad del Duca- do de Borgoña. Instituyó el Duque Felipe en 1429 y dia de sus bodas la ínclita orden militar del Toisón de Oro, en San Bertín de Tomer; es su insignia una cadena de oro eslabona- da con pedernales dando fuego y pendiente la piel de un cor- derino en memoria del vellocino de Gedeon. Tiene por patrón al Apóstol San Andrés, cuya festividad celebran los caballeros tres dias, vistiéndose el primero de colorado en señal del mar- tirio con que se gana el cielo ; el segundo de negro para rogar por los difuntos, y el tercero de blanco en honor y reveren- cia de la Madre de Dios. Fué el primer Maestre el mismo Du- que Felipe; el 2.°, Carlos el Bravo, su hijo y sucesor; 3.®, Maximiliano, primero del nombre. Emperador de Alemania su yerno; 4.^, Felipe I, Archiduque de Austria, su hijo y Rey do Castilla; 5.°, el Emperador Carlos V, hijo suyo; 6.®, el Roy D. Felipe II ; 7.°, el Rey D. Felipe III; 8.% el Rey don Felipe IV; 9.°, el Rey D. Carlos II, etc.

HIJOS DB D. JUAN I FUERA DE MATRIMONIO EN DONA INÉS PIREZ, QUE DESPUÉS FUÉ COMENDADORA EN EL CONVENTO DE SANTOS DE LISBOA^ ORDEN DE SANTIAGO, RECLUSIÓN DE

DAMAS MALOGRADAS.

Doña Beatriz, que casó con Tomás^ Conde de Arondel y Soria, ó Borja, según otros, en Inglaterra, sobrino del Rey Eduardo.

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D. Alonso^ que nació en la ciudad de Leiria ; fué ei pri- mer Duque de Braganza , título que le dio el Infante D. Pe- dro su medio hermano^ siendo Gobernador de Portugal en 4442; la primera dignidad Ducal que hubo en aquel reino. Casó con doña Beatriz Pereira, hija única del gran Condesta- ble D. Ñuño Alvarez Pereira y de su esposa doña Leonor de Alvin^ la cual trajo en dote el Condado de Barcelos, Villas de Pefiafíel, Basto, Guimaraens, Montalegre, Castillo de Picana, Pórtelo, Barroso y otras muchas quintas entre Duero y Miño, con la villa de Chaves , adonde murió el Duque y fué sepu- tado en 1461 , y la Duquesa en el convento del Carmen de Lisboa, fundación de su padro. Fué casado también el Duque segunda vez con doña Constanza de Noroña, hija de D. Alon- so Enriquez de Noroña, Conde de Gijon, hijo del Rey don Enrique 11 de Castilla , sin sucesión. De la primera tuvo dos hijos y una hija ; á D. Alonso, Conde de Oren y Marqués de Valencia de Miño el primer Marqués de Portugal, que murió en vida de su padre en 1460, por lo que no gozó el Ducado de Braganza, á D. Fernando, segundo Duque de aquel Estado y á doña Isabel, esposa del Infante D. Juan su tio.

11.^ D. Duarte, llamado así en memoria del Roy Eduar- do III de Inglaterra su bisabuelo materno ; fué hijo y sucesor do I). Juan I y doña Felipa; nació en la ciudad de Visco en 1391 , casó con doña Leonor, hija de D. Fernando II de Ara- gón , Infante de Castilla: reinó 5 años, vivió 47, murió el de 1438 en Tomar^ y fué sepultado con su esposa, que murió en Castilla, en el convento de la Batalla.

IIUOS DEL REY DON DUARTE.

D. Alonso V, que sucedió en la Corona, y fué el primero que en Portugal se llamó Principe, antes de reinar en 1433 D. Femando, Condestable de Portugal, Duque de Viseo, Maestre de las órdenes de Cristo y Santiago ; nació en 1433, casó con doña Beatriz su prima hermana, hija del Infante don Juan su tio, de quienes nacieron entre otros el Rey D. Ma- nuel, la Reina doña Leonor, esposa del Rey D. Juan II su

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primo 9 COI quien casó eo 1&72 y murió d de 1525 llena de virtudes , que son norte de los cuidados públicos , conserva- ción délos Estados, orden de los Imperios y alma de las ac- ciones de los Príncipes ; D. Diego, Duque de Viseo , y Maestre de la orden de Cristo , ¿ quien mató á puñaladas el Rey don Juan II so cuñado, en la Villa de Setubal, año 1485 y doña Isabel, Duqnesa de Braganza, mujer del Duque D. Fernan- do, segondo dd nombre, el degollado por el Rey Jaan su cu- ñado, en Evora á 22 de Junio de 1&83. Fué sepultado D. Fer- nando en el Monasterio de la Concepción de la Ciudad de Beja, de edad de 37 años.

Doña Felipa , que murió de peste á la edad de 12 años en Lisboa.

Doña LfConor, que casó en 1451 con el Emperador de Ale- mania Federico III, y fneron padres del Emperador Maximi- liano I, y este de Felipe I, Rey de Castilla. Murió en 1467.

Doña Catalina, que murió en 1460 y yace en el Convento de San Eloy de Lisboa.

Doña Juana, que nació postuma en 1438 , y casó en 1455 con el Rey D. Enrique IV de Castilla, su primo segundo; murió en 1475, de 37 años de edad, y fué sepultada en el Convento de San Francisco de Madrid.

HUO FUERA DE MATRIIIOXIÓ.

D. Juan Manuel, Obispo de Ceuta y La Guarda^ Capellán Mayor del Rey D. Alonso V, su medio hermano. De este pre- lado procede en Portugal la familia de Manuel.

12.° D. Alonso V , llamado el Africano por sus heroicas conquistas en aquella parte del mundo, hijo y sucesor de don Duarte y doña Leonor, nació en la Villa de Cintra en 1432- Consumió en Portugal la suprema dignidad de Ricos-homes» y cieó las de Marqués, Vizconde y Barón; casó con doña Isa- bel su prima, hija del Infante D. Pedro su tio: reinó 43 años, vivió 49, murió en 1481, donde nació y está sepultado con su esposa en el Real convento de la Batalla, dejando mandado se cstribiese la historia portuguesa en latin.

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UUOS DE DON ALONSO V.

D. Juan, que nació en Cintra en 1482 y murió niño.

Doña Juana, que nació en 1454 y fué monja en el Monas- terio Dominico de la Villa de Aveiro , donde falleció en 1490, de edad de 36 años, y allí está sepultada.

D. Juan , que sucedió en la Corona. 13.^ D. Juan II, llamado Príncipe perfecto, porque jamás se halló en su boca mentira , ni en su corazón doblez, virtud rara en la soberanía, hijo de los Reyes D. Alonso Y y doña Isabel. Nació en Lisboa, en 1455; casó con doña Leonor, sa prima, hija del Infante D. Fernando, Duque de Viseo. Acabó de organizar el Escudo de las Armas Reales de Portugal en la forma que hoy se ven. Fué el primero que usó la forma de molde para la brevedad del despacho , y se intituló Señor de Guinea por haber ganado aquellas tierras. Reinó 14 años* vivió 40 y murió el de 1495 en la Villa Albor del Algarbe, con sospechas de veneno. Fué sepultado en el Convento de la Batalla y su esposa en el Monasterio de la Madre de Dios de Lisboa, fundación suya, como la Cofradía y hermandad de la Misericordia, que instituyó después de viuda en 1498 por con- sejo de su confesor Fray Miguel de Contreras, Trinitario.

HIJO DE DON JUAN n.

D. Alonso, que nació en Lisboa en 1475, y casó en 1490 con la Princesa doña Isabel su tia, hija de los Reyes Católicos D. Femando y doña Isabel ; murió de una caida de caballo en Santaren, á orilla del rio Tajo en 1491 , á los S6 años de edad, sin sucesión, y fué sepultado en el Convento de la Ba- talla.

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HIJO DE DON JUAN II FUERA DE MATRIMONIO EN DONA ANA

DE MENDOZA , HIJA DE NUNO HURTADO DE MENDOZA Y DONA

LEONOR DE SILVA, LA CUAL FUÉ DESPUÉS COMENDADORA EN

EL CONVENTO DE SANTOS DE LISBOA.

1). Jorgo do Alencastro , que nació en 1481 , fué Maestre de las órdenes de Avís y Santiago , á quien el Rey D. Manuel su tio hizo en 1500 Duque de Coimbra, Señor de Torres-No- vas, Aveiro, Montemayor el viejo y todas las demás tierras que poseía el Infante D. Pedro su bisabuelo : casó con doña Beatriz de Villena, |h¡ja de D. Alvaro de Portugal, hijo del s«;gundo Duque de Braganza D. Femando, de quien tuvo á D. Juan de Alencastre, primer Duque de Aveiro y Marqués de Torres-Novas; á D. Alonso de Alencastre , Comendador mayor de Santiago; á D. Luís de Alencastre, Comedador Ma- yor de Avís; á D. Jaime de Alencastre, Obispo de Ceuta; á doña Elena de Alencastre, Comendadora en el monasterio de Santos de Lisboa, á doña María y á doña Isabel de Alencastrpy monjas en San Juan de Setubal. A mas tuvo el Duque don Jorgo por hijos fuera do matrimonio á fray Jorge de Alencas- tre, religioso de San Gerónimo, á D. Juan de Alencastre, Prior de Avís, á D. fray Antonio de Alencastre, Provincial de San Agustín y Obispo do Lciria. El D. Juan de Alencastre, hijo primogénito del Duque D. Jorge, fué primer Marqués de Torres-Novas por merced del Kcy D. Manuel, y primer Duque de Aveiro por el Rey D. Juan III: casó con doña Juana de Mcneses, hija de D. Pedro de Meneses, tercer Marqués de Vi- llareal , Conde de Alcoitin , Capitán general de Ceuta, de cu- yo matrimonio nacieron D. Jorge de Alencastre, sucesor en la casa y D. Pedro Dionis de Alencastre. D. Jorge de Alencas- tre segundo del nombre. Duque de Aveiro, casó con doña Magdalena Girón, dama de la Reina doña Isabel, tercera es- posa de Felipe H , é hija de D. Juan Tellez Girón, cuarto Con- de de Ureña, Señor de Osuna y Peñafiel, los cuales procrea- ron á doña Juliana de Alencastre, tercera Duquesa de Aveiro,

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que casó con D. Alvaro do Alencastro su tio^ hijo de D. Alon- so de Alencastre, Comendador mayor de Santiago, hijo que era de D. Jorge, Duque de Coimbra. De este consorcio nacie- ron D. Jorge de Alencastre, sucesor, doña Isabel, que murió niña^ doña Magdalena, esposa de D. Dionis, Conde de Faro, doña Violante, que falleció de poca edad, doña María, mon- ja en la Madre de Dios^ doña Inés, que acabó en la infancia, D. Alonso de Alencastre, primer Marqués de Puerto Seguro, y primer Duque de Ábranles, Comendador mayor de Santia- go en Portugal , del Consejo de Guerra , que casó con doña Ana de Sande, segunda Marquesa de Valdefuentcs , que mu- rió á 26 de Enero 1649, y el Duque á 28 de Marzo 1654, de- jando por hijos á D. Agustín de Alencastre y Sande, segun- do Duque de Ábranles, Marqués de Puerto Seguro y tercero de Valdefucntes , y á doña María de Sande y Alencastre, que casó en 22 de Octubre 1654 con D. Pedro de Leiva y de la Cer- da , hijo primogénito de los Condes do Baños, Marqueses do Leiba y Ladrada. Los demás hijos de doña Juliana y D. Al- varo, terceros Duques de Aveiro, fueron D. Luis de Alencas- tre, del orden de Santiago, que en 10 de Setiembre de 1651 casó en Madrid con doña Teresa María de Saavedrn, Marquesa de Malagon; D. Juan de Alencastre, que en la orden de Santo Domingo se llamó fray Jacinto; doña Luisa de Alencastre^ D. Manuel, doña Beatriz^ Priora en San Juan de Setubal do- ña Violante, que casó con D. Lorenzo Pirez de Castro, ter- cer Conde de Basto, doña María, que casó con D. Manrique de Silva, Conde de Porlalegre y primer Marqués de Gouvea, D. Pedro , clérigo y D. Antonio de Alencastre. D. Jorge de Alencastre, tercero de este nombre y cuarto Duque de Aveiro, casó primera vez con doña Ana de Oria , hija del Príncipe de Oria, y segunda con doña Ana María Manrique de Cárdenas y Lara, hija de D. Bcrnardino de Cárdenas, tercer Duque de Maqueda, y procrearon á D. Raimundo de Alencastre « quinto Duque de Aveiro , á D. Juan y á doña María. £1 don Alonso de Alencastre, Comendador mayor de Santiago, hijo segundo de D. Jorge, Duque de Coimbra, casó con dofia

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Violante Enriquez, hija de D. Juan Courinto, Conde de Re- dondo, de quien tuvo á D. Jorge, que murió en África con el Rey D. Sebastian ; á D. Juan, religioso Agustino, á D. Al- varo , tercer Duque de Aveiro por casamiento con doña Ju- liana de Alencastre, Duquesa propietaria su sobrina; á D. Ma- nuel de Alencastre, Comendador mayor de Santiago y Gober- nador de Algarbe; á dona Beatriz, comendadora de Santos en Lisboa; á doña Felipa y á doña Ana Haría, monjas en San Juan de Setubal: también tuvo fuera de matrimonio á D. Ge- rónimo de Alencastre, Prior de Torres-Novas, que tuvo mu- chos hijos. D. Luis, Comendador mayor de Avis, hijo tercero deD. Jorge, Duque de Coimbra^ casó con doña Magdalena de Granada , hija del Infante D. Juan de Granada, y procrea- ron á D. Luis de Alencastre , Comendador mayor de Avís , á D. Juan de Alencastre , Comendador de Coruche; en el mis- mo orden , á doña Magdalena, esposa de D. Juan de Silvey- ra, hijo heredero de D. Diego Silveyra, segundo Conde de Sortella, Señor de Goyo, Guarda mayor del Rey D. Sebas- tian ; á doña María Alencastre^ que casó con D. Juan Gon- zález de Cámara^ Conde de la Galleta; á doña Beatriz, segunda esposa de D. Teodosio, quinto Duque de Braganza, y á doña Ana, comendadora en Santos de Lisboa. El D. Luis de Alen- castre, hijo del primer D. Luis, heredó la casa de su padre y fué Viador mayor de la Real Hacienda ; casó con doña Fe- lipa de Meneses, hija de D. Diego de Silveyra, segundo Con- de de Sortella , de quienes nacieron D. Francisco de Alen- castre, Comendador mayor de Avís^ mayordomo de la Reina esposa de Felipe IV y primer Conde de Alcañede por merced de esta Majestad de 1653 ; casó con doña Felipa de Mendoza y Vasconcelos, hija de Manuel de Vasconcelos, Regidor de la Gasa de Suplicación y Consejero de Estado en el de Portu- gal, y de doña Lucía de Vil lena, su primera mujer, cuyo hi- jo primogénito fué D. Pedro de Alencastre , que casó con do- ña Magdalena de Alencastre, sa prima segunda , hija y suce- sora de D. Luis de Silveyra y doña María de Villena , Condes dt Sortella. Fueron también hijos del Viador D. Luis de

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Alencastre y doña Felipa de Meneses, doña Magdalena, con- sorte de D. Juan Lobo, Barón de Albito y D. Juan de Alen- castre, que casó con doña Paula de Silva, hija de Lorenzo Pí- rez de Tabora, de quien hubo larga sucesión.

14.^ D. Manuel, que en hebreo significa Dios con nosotros^ hijo del Infante D. Fernando, hijo del Rey D. Duarte , sucedió á su primo y cuñado D. Juan II; nació en la Villa de Alconche- te en 1469, supo hacerse tan amado de sus vasallos como temi- do de sus enemigos: casó tres veces, la primera con doña Isabel, hija mayor de los Reyes Católicos D. Fernando V y doña Isa- bel, que estaba viuda del Príncipe D. Alonso; la segunda, con doña María, hermana de la primera, que eran por línea pa- terna sus primas segundas y por la materna sobrinas; la ter- cera, con doña Leonor su sobrina segunda, hermana del Em- perador Carlos V. Reinó 26 años, vivió 52, murió el de 1521 en Lisboa^ y fué sepultado en la fábrica de Belén , Convento de San Gerónimo, que fundó en 1500, con la Reina doña Ma- ría, su segunda esposa. Mandó escribir las historias de sus an- tepasados, honrando con grandes premios á los Cronistas Reyes de Armas. Eximió en 1498 á los Eclesiásticos de pagar sisas y derechos reales , y en el de 1504 á los Caballeros de la orden de Cristo y sus criados. Dio en 1497 principio al fe- liz descubrimiento y heroica conquista de la India Oriental, siendo su instrumento el famoso Argonauta D. Vasco de Gama, progenitor de los Condes de Vidigueira, ú quien el celo de la Religión Católica concedió siempre victoriosos trofeos, hacien- do los Lusitanos 28 Reyes Tributarios suyos , en cuyo tiempo hallaron el astrolabio los maestros Rodrigo y José, Médicos del Rey D. Juan II ; fué el primer Vírey D. Francisco de Almeida, hijo de D. Lope de Almeida , primer Conde de Abrantes , en- viado en 1505; 2.^, Alonso de Alburqnerque, á quien sus memorables hechos dieron nombre de Grande; 3.^, Lope Soa- rez de Albergaría; 4.^, Diego López de Siqueyra; 5.*^, don Duarte de Meneses, hijo heredero de D. Juan de Meneses^ primer Conde de Taronca ; 6.^, D. Vasco de Gama , Conde de Vidigueira, Almirante del mar índico; 7.°, D. Enrique de

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Meneses; 8.^, Lope Yaz de Sampayo; 0.^, Ñuño de Aeufta/ hijo del Valeroso Tristan de Acuña ; 10, D. García de Noro- fia; 11, D. Estébaa de Gama, hijo del Conde D. Vasco de Ga- ma 2.^; 12, Martin Alonso de Sosa; 13, D. Juan de Castro, tan célebre por empeñar los pelos de su barba para gastos del Go- bierno, que se hallaba necesitado en veinte mil pardaos, mo- neda que vale cada una siete rs. y medio de plata; 14, García de Saa; 15, Jorge Cabral ; 16, D. Alonso de Noroña, hijo de don Fernando de Noroña y Meneses, segundo Marqués de Villareal; 17, D. Pedro Mascareñas; 18, Francisco Bárrelo; 19, don Constantino de Braganza, hijo de D. Jaime , cuarto Duque de aquel Estado ; 20, D. Francisco Cobrinto, Conde de Redon- do; 21, Juan de Mendoza; 22, D. Antón de Noroña , hermano del Marqués de Villareal ; 23, D. Luis de Ataide; 24, D. Anto- nio de Noroña; 25, Antonio Nuñiz Bárrelo; 26, Rui Lorenzo de Tabora; 27, D. Diego de Meneses; 28, D. Luis de Ataide, Conde de Atonguia ; 29, Fernán Tellez de Meneses ; 30, don Francisco Mascareñas, Conde de Santa Cruz, el primer Virey después de unido Portugal á Castilla, que envió el Rey D. Fe- lipe II en 1580 ; 31, D. Duarte de Meneses, Conde de Taronca; 32, Manuel de Sosa Cobrinto; 33, Matias de Alburquerque; 34, D. Francisco de Gama, Conde de Vidigueira; 35, Aires de Saldaña ; 36 , D. Martin Alonso de Castro, hermano del Con- de de Monsanto ; 37, D. Alejo de Meneses, siendo Arzobispo de Goa, que gobernó desde que su antecesor fué al mar del Sur , y entró ; 38, Andrés Hurtado de Mendoza ; 39, Rui Lo- renzo de Tabora; 40, D. Gerónimo de Acebedo; 41, D. Fran- cisco Cobrinto, Conde de Redondo; 42, Fernando de Albur- querque, 43, por segunda vez D. Francisco de Gama, Conde Vidigueira , y saliendo entregó el Gobierno á D. Fray Luis de Brito y Meneses, Obispo de Cochin, que es el 44, y por su muerte sucedieron en el cargo: 45, D. Lorenzo de Acuña, Capitán de la Ciudad; 46, Gonzalo Pinto de Fonseca, Chan- ciller mayor de aquel Imperio ; 47 , Ñuño Alvarez Botello, General de la Armada de alto bordo ; 48, D. Miguel de Noroña, tercer Conde de Linares, Caballero del orden de

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Avís, General de las galeras de España; 49, Pedro de Sil-' va; 50, Antonio Tellez de Menescs; 51 , Juan de Silva Tello de Meneses, primer Conde de Averas, enviado en 4640 por D. Felipe lY. También mandó el Rey 1>. Manuel en 1500 descubrir la tierra de Santa Cruz, llamada comunmente e) Brasil, por medio del celebrado Pedro Al varez Gabral.

HIJO DE DON MANUEL DEL PRIMER MATRIMONIO.

D. Miguel, que en hebreo significa quien como Dios y na- ció en la ciudad de Zaragoza de Aragón á 24 de Agosto de 1498, heredero de los Reinos de Portugal y Castilla ; pero la muerte le cogió en flor de 22 meses en Granada, donde yace con sus abuelos maternos.

HUOS DEL SEGUNDO MATRIMONIO.

D. Juan, que sucedió en la corona lusitana.

Doña Isabel, que nació en Lisboa en 1503 y casó en 1526 en Sevilla con el Emperador Carlos V, su primo hermano, do cuyo feliz consorcio nació D. Felipe II: murió en Toledo á 1.^ de mayo de 1539 y yace en el Escorial.

Doña Beatriz, que nació en Lisboa en 1504, y casó en 1521 con Carlos, Duque de Saboya, Rey de Chipre, Príncipe del Piamonte, de quienes nació el Duque Emanuel Filiberto, que en su esposa madama Margarita, hija del Rey de Francia Francisco de Valois, tuvo á Carlos Emanuel^ Duque de Sa- boya, que casó en 1585 con la Infanta doña Catalina, hija del Rey D. Felipe II, cuyos hijos se verán después. Murió doña Beatriz en 1537 y fué sepultada en la ciudad de Niza.

D. Luis, Prior de Ocrato, Duque de Bejay Condestable de Portugal, nació en la villa de Abrantes en 1505: obró gran- des hazañas en la jornada de África en 1535, en compañía del Emperador Carlos V su primo y cuñado : falleció soltero en 1555 y yace en el real convento de Belén. Fué su hijo natural D. Antonio^ Caballero del hábito de San Juan y Prior de Ocrato: murió en París á 25 de Agosto de 1595 y está se-

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paitado en San Francisco, dejando entre otros h¡]o5 á D. Ma- nuel de Portugal, que casó en Holanda con Emilia de Nasao, hija de Guillermo de Nasao, Príncipe de Orange, y de su se- gunda esposa Ana de Sajonia , hija única del Elector y Duque de Sajonia, cuyo hijo fué D. Luis de Portugal , á quien don Felipe IV hizo merced en 1653 en remuneración de sus ser- vicios de Gentil-hombre de su Cámara, del Consejo de Guer- ra, Marqués de la villa de Troncóse y tratamiento de Grande; casó con doña Ana María Capeche Galeota, hija de Juan Bau- tista Capeche Galeota y doña Diana de Spínelo, Príncipe do Monteleon en Ñápeles; fueron sus hijos D. Manuel Eugenio de Portugal, que nació en 1633, y D. Fernando Alejandro de Portugal, que nació en 1634, que sirvió en 1652 con una pica en el sitio de Rocroy y en Arras, de los estados de Flandes, por capitán de caballos corazas españolas , consiguiendo por sus méritos el título de Conde de Sindin, villa en Portugal, que se le dio en fin de febrero de 1656.

D. Fernando, que nació en Abrantes en 1507 y casó con Guiomar Coutino, hija de D. Francisco Coutino, Conde de Marialba: fué muy aficionado á la historia y á honrar á sus profesores, y murió en 153& siendo sepultado en Belén.

D. Alonso, Obispo de Viseo, Cardenal de la iglesia romana creada por el Papa León X en 1516, del título de Santa Lu- cía, Abad de Alcobaza y Arzobispo de Lisboa, nació en Evora en 1509; fué gran protector de las letras: falleció en 1531 y yace en Belén, dejando introducido se escribiesen en las par- roquias los nombres de los bautizados y casados.

D. Enrique, Cardenal^ que sucedió en el Reino por muerte de su sobrino D. Sebastian.

D. Duarte, que nació en Lisboa en 1515 y casó el de 1536 con doña Isabel, hija de D. Jaime, cuarto Duque de Bragan- xa: murió en 1540 y fué sepultado en Belén, dejando por hi- jos á doña María, Duquesa de Parma, á doña Catalina, Du- quesa de Braganza y á D. Duarte, Duque de Guimaraens, Condestable de Portugal, que nació postumo y murió sin su- cesión.

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Doña María, que nació en 1516, falleció niña y yace con sus padres y hermanos en Belén.

D. Antonio , que nació en Lisboa en 1817 : murió en el mismo y reposa en Belén, de cuyo parto murió la Reina doña María su madre.

HUOS DEL TERCER MATIMONIO.

D. Carlos, que nació en Evora en 15%: falleció de pocos meses y está sepultado en Belén.

Doña María, que nació en Lisboa en 1521 : murió el de 1578 sin tomar estado, y yace en el monasterio de Nuestra Señora de la Luz, junto á Lisboa.

15.^ Juan III, hijo de D. Manuel^ á quien sucedió, y de doña María su segunda esposa: nació en Lisboa en 1502; casó con doña Catalina su prima hermana, hija de los Reyes de Castilla D. Felipe I y de doña Juana: reinó 35 años^ vivió 55 y murió en 1557 donde nació, y fué sepultado con su es- posa en Belén. Introdujo en su Reino la inquisición por in- dustria de Juan Pérez de Saavedra , cuya conRrmacion le concedió el Sumo Pontífice Paulo III en 1536, y segunda vez en 1547, siendo primer inquisidor general D. Diego de Silva, Obispo de Ceuta; 2.°, el Cardenal D. Enrique, hijo del Rey D. Manu<)l hasta 1578, en cuyo tiempo, en 1557, se puso el Santo Oficio en la ciudad arzobispal de Goa, cabeza de la In- dia oriental; 3.^, D. Manuel de Meneses, Obispo de Lamego y Coimbra, que murió en África con el Rey D. Sebastian; 4.^, Jorge de Almeida, Obispo de Coimbra, Arzobispo de Lis- boa y Abad de Alcobaza, hijo de D. Lope de Almeida, pri- mer Conde de Abrantes que ejerció la inquisiduría general hasta 1586; 5.°, el Cardenal Alberto, primer Virey de Por- tugal, que lo dejó en 1596; 6.°, D. Antonio de Matos y No- roña, Obispo de Elva; 7.^, D. Jorge de Atayde, Capellán mayor y Obispo de Viseo; 8.^, D. Alejandro, Prior de la co- legial de Guimaraens, Arzobispo de Evora, hijo de D. Juan, Duque de Braganza , que tomó el cargo en 1602 y le tuvo hasta 1605; 9.^, D. Pedro del Castillo, Prior en la Iglesia de

TOMO I. 45

I

San Andrés <ie b rilb de Celorko^ después Obispo Prest JeDte de plació, Vlrev j Capelbn mayor , qse faé quisidor general II año» hasta 1616; iO, D. Feriando Marü- nex Mascareñas, Obispo de Algarfae: II, D. Francisco de Cas- tro, Obispo de La Goarda desde 1630 basta qne norió el ie 1^3. Trasladó la Universidad qne D. Dionis babia fondado en Lisboa á la ciudad de Coimbra en 1553, siendo so primer Rector D. García de Almeida: ±\ el Obispo de Angra; S."*, fray Diego de Morca, religioso de San Gerónimo, ajo de don Doarte, bijo natural de D. Jnan ITI; 4.^, el doctor Alonso de Prado, catedrático de Tísperas en teología; 5.% D. Manuel de Meneses, Obispo é Inquisidor general; 6.^, Martin Gomales de Cámara; 7.^, D. Jorge de Almeida. Anobispo é Inquisidor general; 8.^, D. Aires de Silva, Obispo de Oporto: 9.^, don Gerónimo de Meneses, prelado de aqnella catedral; 10, don Ñuño de Noroña, Obbpo de Viseo y La Guarda, bijo del Conde de Mira; II, D. Femando Martínei Masca retías^ Obis- po Inquisidor general; i% D. Antonio de Mendos, Presi- dente de Conciencia que es órdenes; 13, D. Alonso Hurtado de Mendon, Presidente de aquel tribunal. Obispo de La Guarda, Coimbra, Anobispo de Braga, Lisboa t gobernador del Reino; 14, D. Francisco de Castro, después Obispo Inqvi- sidor general; 15, D. Juan Cootino, Obbpo de Lamegn y Ar- xobispo de ETora; 16, Vasco de Sosa, bijo del primer Conde de Miranda; 17, D. Francisco de Meneses; 18, D. Francisco de Brito j Meneses; 19, D. AWaro de Acosta, después Cape- llán mayor; 99, D. Manoel de Saldafla basu el afio 1610.

HII06 DO. nCT D0>' A'.Oi lU.

D. Alonso, qne nació en b villa de Almeirín en I6S6, y murió mbOy siendo sepultado en Belén.

Dolía María, qne nació en Coimbra en I5S7, y casó en 1543 con su primo bermano D. Felipe IL Rey de España: h^ lleció de parto en 1545 y fué sepuluda en el Escorial.

Dofta babel, qne nació en Lisboa en I5S9: murió nífa y yace en Belén.

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Doüa Beatriz, que nació en Lisboa en 1S30: murió niña y reposa en el convento de Santa María de Espiñeiro en Evora«

D. Manuel, que nació en la villa de Eloito en 1531, y fa- lleció ¿ los tres años, siendo sepultado en Belén.

D. Felipe, que nació en Evora en 1533: murióen el de 39 y reposa en Belén.

D. Dionis, que nació en Evora en 1535: murió en el 57 y está sepultado en Belén.

El Príncipe D. Juan, que nació en Evora en 1537: casó en el 57 con doña Juana, su prima hermana, hija del Empe- rador Cárlois Y, de quienes nació el Bey D. Sebastian: murió en 1554 y yace en el real convento de Belén.

D. Antonio, que nació en Lisboa en 1539 y á los pocos meses fué sepultado en Belén.

HIJOS DE DON JUAN III FUERA DE MATRIMONIO.

D. Manuel, que murió niño y está sepultado en Alcobaza.

D. Duarte, que nació en 1521^ fué Obispo de La Guarda y Arzobispo de Braga : falleció en 1543 y está enterrado en Belén.

16.^ D. Sebastian, ki]o del Príncipe D. Juan y doña Juana, hija del Emperador Carlos V: nació postumo en Lisboa á 20 de enero de 1554;. sucedió en edad de tres años en Ja corona á su abuelo paterno el Rey D. Juan III: reinó 21 años, vivió 24, murió en África á 4 de Agosto de 1578 en la batalla de AI- cazarquivir, Uevando 18,000 combatientes, y el enemigo 150,000 moros, pereciendo en ella de aquellos 9,000 y de es- tos 35,000. Tiene su sepultura en Belén ; fué el primer Prín- ci[>e que en su Reino se acompañó con guarda, usó de corona cerrada, formó Consejo de Estado y se llamó Majestad.

17.^ D. Eorique/hijo del Rey D. Manuel y su segunda es- posa doña María, nació en Lisboa en 1512; fué Cardenal de la iglesia romana, con título de los Santos Cuatro coronados, creado por el SumoTontíQce Paulo III en 1546, Arzobispo de Braga, Evora, Lisbpa, segundo Inquisidor general, Abad de Alcobaza y fondador de la Universidad de Evora en 1559.

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Sucedió á su sobrino D. Sebastian: reinó año y medio, fivió 68 y falleció en 1560 en la villa de Almeitin; fué sepultado con sus podres en Belén , y por su muerte heredó la corona lusitana la Majestad de D. Felipe II su sobrino, hijo de la Emperatriz doña Isabel su hermana mayor.

60.

Doña Urraca , hija del Rey D. Alonso VI de Castilla y León y de madama Constanza^ su tercera esposa, á quienes sucedió en la corona: casó primera vez con D. Ramón, Conde de Galicia, condado que llevó en dote, hijo de Guillelmo» se- gundo Conde de Borgoña, de cuyo consorcio nacieron el Em- perador D. Alonso VIII y la Infanta doña Sancha. Muerto don Ramón en 1107 y sepultado en la ciudad de Gompostela, pasó doña Urraca á segundas bodas en 1108 con el Rey D. Alonso, nominado el Batallador, primero del nombre en Aragón y Navarra y séptimo en Castilla, primo segundo de la Reina su consorte, como biznietos de D. Sancho el mayor de Navarra; pero apartóse de ella en la ciudad de Soria, habiendo rei- nado doña Urraca 15 años: renunció el cetro en D. Alonso su hijo, el afio 1123, y murió en León el de 1126 á los 40 de edad, donde yace en San Isidoro. D. Alonso, su marido, acabó desgraciadamente peleando contra moros en la batalla de Fraga en 1134, siendo de 61 de edad, después de haber ganado con gloria 29 victorias, y por suceder su infausto fin en martes llaman desde entonces á este dia aciago : reinó en Castilla 15 afios^ suponiendo que hasta muerte de doña Urraca se intituló Rey, fueron 18. Su sepultura está en el real convento de Monte Aragón.

HUA DE DOr^A ÜBRACA DEL PRIMER MATRIMONIO.

Doña Sancha^ Señora de las villas de Bolafios, Castrover- de y Olmedo, que dio á la Santa iglesia de Toledo la de De- hesa de Mazarabedas, riberas de Guadarrama; intitulóse Rei- na por el Emperador su hermano: está sepultada en Santiago de Galicia desde 1197; fué á la Tierra Santa peregrinando

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siete afioSy algunos de ellos sirvió á los pobres en el hospital de Jenisaten, y ¿ la vuelta á España tomó en Roma la bendi- ción del Sumo Pontífice Inocencio II, y en Francia la de San Bernardo^ que visitó en su convento de Claraval.

HIJO OR DOÑA URRACA.

D. Fernando, llamado Hurtado^ progenitor de esta familiai que casó con doña Guiomar Alonso de Rosende, Señora en Portugal, y procrearon dos hijos, doña Leonor Hurtado, es- posa de D. Diego López de Mendoza, en quien se juntaron los dos apellidos Hurtado y Mendoza, que han producido en Cas- tilla tan grandes casas titulares, y D. Alonso Hurtado, tronco de ellos en Portugal. Fué padre de D. Fernando Hurlado, don Gómez González Salvadores, nombrado Campde Spina, Conde de la Bureba ep Castilla y su Rico-bome.

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D. Alonso YIII, hijo y sucesor de doña Urraca y de su primer marido el Conde Ramón: nació en Toledo en 1106; pasó la niñez en la ciudad de Avila, que desde entonces se nombró Avila del Rey. Fué intitulado Emperador de España por autoridad del Sumo Pontifico Inocencio 11, coronándose á imitación de los de Alemania, primera vez en Toledo con la unción y pomo de oro en 1135; segunda en León con la corona de plata, y tercera en Santiago con la de oro, ocasio^ nado deque ios demás Reyes y Príncipes de España cristia- nos y moros le pagaban tributo y vasallaje: casó dos veces, la primera con doña Berenguela, hija de D. Ramón Berenguer, Conde de Barcelona; la segunda con doña Rica , hija de La- dislao, Duque de Polonia. Creó en 1135 en sus reinos los oficios de Chanciller y notario mayor, siendo el primer Chan- ciller Hugo. Instituyó también el de Capellán Mayor, eligien- do á D. Diego Geimirez, primer Arzobispo de Santiago en 1141, en cuyos sucesores permanecía en 1675, sirviéndola en la corte su teniente desde el Rey D. Felipe II que lo impetró del Papa Pió V. En este tiempo tuvo origen la orden militar

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de San Juan por Gerardo, Caballero francés, que aprobó y dio regla el Sumo Pontífice Eugenio III en 1445, siendo primer Maestre el mismo Gerardo; 2.®, fray Ramón de Podio; 3.^, Eugenio deBalven; 4.**, Arnaldo deCorps; 5.*^, Gilberto As- sali; 6.°, Gastón; 7.**, Goberto; 8.^ Rugerio deMolins; 9.^, Garverio de Ñapóles de Suria; 10, Hermengario de Aps; 11, Gofredo de Duisou; 12, D. (Pedro Alonso, hijo ilegítimo del primer Rey lusitano D. Alonso Enriquez; 13^ Gofredo Lerat; 14, Guaríno de Monteagudo; 15, BertrandoTejo; 16, Gerino; 17, Beltran de Comps; 18, Pedro Villabride; 19, Guillelmo de Castelnovo; 20, Hugo Rebello; 21, Nicolás Lorgue;22, Juan de Villers; 23, Odón de Pinos, catalán; 24, Guillelmo Villa- reto; 25, Poleo de Villareto; 26, Mauricio de Pagnach; 27, Deodato de Gozano; 28, Pedro Coreliano; 29, Rugerio de Pi- nos; 30, Ramón Berenguer, ambos catalanes; 31, Roberto Ju- liaco; 32, D. Juan Feniandez de Heredia, aragonés; 33, Ri- cardo Caracciolo, napolitano, Prior de Capua, hecho por el Papa Urbano VI, pero no siendo obedecido de la religión eli- gieron de ella á Fíliberto de Nisiaco; 34, Antonio Flubiano; 35, Juan de Lastrich, el primero que gozó título de gran Maestre; 36, Jaime de Milli; 37, Pedro Raimundo Zacosta, aragonés; 38, Juan Bautista Ursino ; 39, Pedro Dauboison; 40, Amórico de Amboisen; 41, Guido de Blancafort; 42, Fa- bricio Garreto; 43, Felipe Villers; 44, Pieríno de Ponte; 45, Desiderio de Tollón ó Santa Jalla; 46, Juan de Omedes, ara- gonés; 47^ Claudio de la Senglc; 48, Juan de la Valeta; 49, Pedro de Monte; 50, Juan Levesque de la Casiere; 51, Hugo de Loubenx Verdala; 52, Martin Garcés, aragonés; 53, Alonso de Viñacourt, 54, D. Luis Méndez de Vasconcelos, portugués; 55, D. Antonio Francisco de Paula; 56, D. Juan Paulo de Lascaris de Castillar, piamontés, Príncipe del Goz- zo. Poseia este orden en Espafia 134 encomiendas que renta- ban 250,134 ducados; tuvo su primer asiento en la isla de Rodas, hasta 1322 que la ganó el gran turco Solimán, dán- dole luego el Emperador Carlos V la de Malta, por lo que re- conocieron á los Rpyt's de España^ dando cada uno un halcón

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y dos aso res. Después que el Emperador D. Alonso VIII ganó felices victorias y repartió los reinos entre sus hijos, con 34 años de imperio y reinado, murió en Freineda de Sierra Mo- rena en 1157 á los 51 de edad, y fué sepultado en la capilla mayor de la santa iglesia de Toledo, y su primera esposa en Santiago de Galicia. Organizó el escudo de sus armas en cua- tro cuarteles; en el primero y cuarto puso el castillo de oro en campo gules, y en el segundo y tercero el león purpúreo ram- pante en campo de plata.

UUOS DEL REY EMPER.\D0H DON ALONSO .Vni DEL PRIMER BLVTmMONIO.

D. Fernando II , liíjo segundo del Emperador D. Alon- so VIII y de doña Berenguela: sucedió en los reinos de León y Galicia que le cupieron en la partición que le hizo su pa- dre; casó tres veces: la primera con doña Urraca, su prima se- gunda, hija del Rey D. Alonso Enriquez de Portugal; la se- gunda con doña Teresa de Lara, hija del Conde D. Ñuño de Lara,y la tercera con doña Urraca López, hija de D. Lope DiazdeHaro, Señor de Vizcaya: reinó 31 años; murió el de 1188 en Benavente, villa de Castilla la Vieja, á los 52 de edad^ y está sepultado en la ciudad de Santiago; su segunda esposa en San Isidoro de León, y la tercera en Santa María de Ná- jera; y de la primera tuvo por hijoá D. Alonso^ que le sucedió en los reinos de León y Galicia ; de la tercera ú D. Sancho, Señor de Aguilar de Campo y otras villas^ á quien mató un oso andando á caza; á D. García, que murió en 1184 y fué se- pultado en San Isidoro de Lcon, y á D. Fernando, que falle- ció en 1187 y yace con su hermano. Fundó D.Fernando II en 1177 la orden de San Juan del Pereíro, pueblo y hermita distante una legua de la villa de Almeida en Portugal, y tres á la raya de Castilla, llamada después esta milicia de Alcán- tara, que confirmó el propio año Alejandro III, Sumo Pontí- fice , siendo su primor maestre D. Gómez Fernandez de Bar- riento; 2.%D. Benito Suarez de Coronado; 3.°,D. Ñuño Fer-

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nandei; 4.^, D. Diego Sánchez; 5.^, D. Arias Pérez Gallego; 6.*^, D. Pedro Yañez; 7.°, D. Garci Fernandez Barraníes; 8.®, D. Fernán Paez, portugués; 9.^, D. Fernán Pérez, gallego; 10^ D. Gonzalo Pérez; 11, D. Rui Vázquez; 12, D. Sueiro Pé- rez Maldonado; 13^ D. Rui Pérez Maldonado su hermano; 14» D. Fernán López; 15, D. Sueiro López; 10^ D. Gonzalo Nu- ñez de Oviedo; il, D. Nuflo Chamizo; i8, D. Pedro Alonso Pantoja; 19, D. Fernán Pérez Poves de León; 20, D. Diego Gutiérrez de Zaballos; 21, D. Sueiro Martinez, asturiano; 22, D. Gutiérrez Goraez de Toledo; 23, D. Martin López de Cor* doba; 24^ D. Melen Suarez; 25, C. Rui Diaz de Vega; 26, don Diego Martinez; 27, D. Diego Gómez; 28, D. Gonzalo Nufiez de Guzman;29^ D. Martin Yañez de Barbuda^ portugués; 30^ D. Fernán Rodríguez de Villalobos; 31, el Infiínte don Sancho, hijo de D. Femando I de Aragón; 32^ D. Juan de Sotomayor; 33^ D. Gutiérrez de Sotomayor; 34, D. Gómez de Cáceres y Solís; 35, D. Alonso de Honroy; 36, D. Francisco de Solís; 37, D. Juan de Zúñiga Pimentel, hijo de D. Alvaro de Zúñiga, Duque de Arévalo y después de Plasencia, proge- nitor de los de Bejar, hasta 1494 que incorporaron el maes- trazgo los Reyes católicos en su corona. Tenia esta orden 38 encomiendas que rentaban 248,114 ducados.

HUOS DE DON SANCHO VIH DEL PRIMER MATRIMONIO.

D. Alonso, que murió niño.

D. García, que falleció de poca edad en 1145 y fué sepul- tado en el monasterio de Oña, orden de San Benito.

Doña Isabel, que casó en 1152 con el cristianísimo Rey de Francia Luis Vil, y de dos hijos que tuvieron fué uno madama Adelodi, esposa del Conde de Pontino, de quienes nació madama María, consorte de Simón, Conde de Poitiers, y procrearon á la Reina doña Juana, segunda mujer del santo Rey D. Fernando III de Castilla: yace doña Isabel con D. Luís su marido en el monasterio de Barbello.

Doña Sancha Reacia, que casó con el Rey de Navarra don Sancho VII, llamado el Sabio en 1162, y tuvieron feliz des-

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cendencia de muchas coronas en Europa: murió doña Sancha en 1179, y fué sepultada en la catedral de Pamplona, templo enriquecido con buena parte de la corona de espinas del Re- dentor, preciosa reliquia que le dio el glorioso Rey San Luis.

HUOS DE DON ALFONSO VHI DEL SEGUNDO MATIUMONIO.

Doña Sancha^ que casó en 1174 con el Rey D. Alonso II do Aragón, llamado el Casto, do quienes nació el Rey don Pedro 11 el Católico, padre del ínclito Rey D. Jaime I el Con- quistador.

D. Fernando, que fué enterrado en San Clemente, monas- terio de la ciudad de Toledo.

HUOS DE DON ALONSO Vm FUERA DE MATmMONia

D. Ñuño.

Doña Estefanía, que casó con D. Femando Ruiz de Cas- tro el Castellano, dándole en dote D. Fernando II su cuñado la mitad del Infantado de León. Matóla inocentemente su ma- rido en 1180. Está sepultada en San Isidoro de León, dejando por descendencia la casa de Castro.

Doña Urraca, que casó primera vez con D. García Ramí- rez, séptimo del nombre. Rey de Navarra en 1144: murió en 1151 y fué sepultada en la Santa Iglesia de Palencia, cuyo cuerpo se halló entero, después de 381 años que estaba enter- rado, en 1532: fué casada segunda vez con Alvaro Rodríguez de Asturias, de quienes procede la familia de los Alvarez de Asturias.

63.

D. Sancho III, llamado el Deseado por sus virtudes, pues era el escudo de los nobles, padre de los huérfanos, defensor de las viudas y tutor de los desamparados: nació en Burgos en 1136; sucedió al Emperador D. Alonso YIII, su padre, en el Reino de Castilla; era hijo mayor del primer matrimonio: casó con doña Blanca, hija de D. García Ramírez, séptimo del nombre, Rey do Navarra, nieta del Cid, por donde entró

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su sangre cd la real de Castilla. Deshizo el oficio de merioos, queriendo él mismo oir los pleitos para despacharlos en justi- cia, virtud que hace seguros los imperios, dichosos los subdi- tos, ricas las repúblicas, perfectas las costumbres; y faltando no hay constancia en el que manda ni seguridad en el que obedece. Instituyó la orden militar de Calatrava en 1158, que aprobó el Sumo PontíGce Alejandro III en 1164, siendo su primer maestre D. García; 2.^, Fernando Escaza; 3.^, D. Mar- tin Pérez Siones; 4.^, D. Ñuño Pérez de Quiñones; 5.^, don Martin Martinez; 6.^, D. Rui Diaz de Yanguas; 7.^, D. RodrL go Garcés; 8.^, D. Martin Fernandez de Quintana; 9.^, don Gonzalo Yañez de Novoa; 10, D. Martin Ruiz; 11, D. Gómez Manrique; 12, D. Fernando Ordoñez; 13, D. Pedro Yañez; 14, D. Juan González, IS, D. Rui Pérez Ponce; 16, D. Diego López de Sansoles; 17, D. Garci López de Padilla; 18, don Juan Nuñez de Prado; 19, D. Diego García de Padilla; 20, D. Martin López de Córdoba; 21, D. Pedro Muüiz de Godoy; 22, D. Pedro Alvarez Pereira, hermano del gran Condestable de Portugal D. Ñuño; 23, D. Gonzalo Nuñez de Guzman; 24, D. Enrique de Aragón y Viliena, el astrólogo memorable, hijo de D. Pedro de Aragón y nieto del Rey D. Enrique II de Cas- tilla; 25, D. Luís González de Guzman, tronco de los Mar- queses del Algaba; 26, D. Fernando de Padilla; 27, D. Alonso de Aragón, hijo ilegítimo de D. Juan II, Rey de Aragón y Navarra, fué después primer Duque de Villahermosa y Conde de Ribagorza; 28, D. Pedro Girón; 29, D. Rodrigo Tellez Gi- rón su hijo; 30 y último, D. Garci López de Padilla, hasta 1494 en que los Reyes católicos incorporaron el maestrazgo á su corona. Tenia esta orden 51 encomiendas que rentaban 135,000 ducados. Reinó un año; murió en Toledo el de 1 158, siendo de 23 de edad, y fué sepultado en su santa iglesia, y doña Blanca en el monasterio de Santa María la Real de Nájera.

,HUO DE DON SANCHO ni.

D. García, que murió niño en 1156, y su madre de su parto.

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64.

D. Alonso IX, llamado el Bueno, porque vivió en el amor desús vasallos, que es la suma felicidad de un Príncipe: nació en li5S; sucedió en el Reino de Castilla á sus padres don Sancho III y doña Blanca; casó con doña Leonor, hija del Rey D. Enrique II de Inglaterra. Unió á su corona la provincia de Guipúzcoa en 1200. Ganó á Mahomat Miramomelin, Rey de Marruecos, y á otros 30 régulos la batalla de las Navas de Tolosa en Andalucia á 16 de Junio de 1^12, donde mandó to- mase por armas la cruz gules en campo de plata á D. Sancho González de Reínoso, tronco de este linaje, de quien procedió el Illmo. Sr. D. Diego de Arce Reinoso^ Inquisidor general de España ; é igual gracia hizo al famoso Martin López de Me- drano, que la puso de plata sobre campo gules, de quien di- manó entre otras ramas la de D. García de Medrano^ Señor de la casa fuerte de San Gregorio, Regente de Sevilla, del su- premo Consejo de Castilla y Presidente de Sala de Alcaldes de Corte , Ministro grande en todo. En esta batalla mataron los cristianos 200,000 moros y cautivaron i85,0U0 á costa de 25^000 cristianos. Fundó D. Alonso la universidad de Pa- tencia en 1200, que después trasladó su nieto D. Fernando el Santo ¿ Salamanca. Hizo merced en 1180 á D. Gonzalo Pé- rez, Arzobispo de Toledo, del oficio de Chanciller mayor de Castilla: confirmóle en 1212 al Arzobispo D. Rodrigo Gimé- nez de Rada y á sus sucesores. Reinó 56 años; murió en Gu- tierre Muñoz, aldea de Arévalo, el de 12í4, de 59 de edad, y está sepultado con su esposa en ol real convento de las Huel-^ gas de Burgos, que fundaron en ii87 según aparece de su privilegio.

HUOS DE DON ALONSO IX.

D. Sancho, que murió niño.

D. Fernando, que nació en Cuenca en 1189 y murió en Madrid en 1211 , y yace con sus padres.

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Doña Blanca, hija segunda, casó en 1201 con el Rey de Francia Luis VIII, de cuyo matrimonio nació en 1214 el glo- rioso San Luis, noveno rey de aquella corona, quedando dofia Blanca en línea délos Duques de Vandoma, duodécima abuela materna de la Serma. Infanta de España doña María Teresa de Austria, por este orden: es hija de la gloriosa Reina doña Isabel de Borbon y D. Felipe IV, nieta de Enrique IV, Rey de Francia y de madama Haría de Médicis: segunda nieta de Antonio de Borbon, segundo Duque de Vandoma, y de ma- dama Juana de Labrit su esposa: tercera nieta de Carlos de Borbon, primer Duque de Vandoma, Par de Francia, y de María Francisca de Alenzon y Lorena su mujer: cuarta nieta de Francisco de Borbon, primero del nombre, tercer Conde de Vandoma, y de madama María de Luxemburg su con- sorte, Condesa de Sampol: quinta nieta de Juan de Borbon, segundo del nombre y segundo Conde de Vandoma, y d^ ma- dama Isabel de Beavan: sesta nieta de Luis de Borbon II, pri- mer Conde de Vandoma y de madama Juana de Laval^ su mujer: séptima nieta de Juan de Borbon, Conde de la Marca» y de madama Catalina, Señora del estado de Vandoma, pro- (*>edido de los antiguos Duques de Normandía: octava nieta de Jaques de Borbon, Conde de Pontien, Marca y Caraloes, gran Condestable de Francia, y de madama Juana de Sampol su esposa: novena nieta de Luis de Borbon, Conde de Claramont, primer Duque de Borbon, y de madama María de Hainante: décima nieta de Roberto de Francia, Conde de Claramont y Caraloes, y de madama Beatriz, Señora del estado de Borbon: undécima nieta de San Luis, Rey de Francia, y de madama Margarita de Ailes, Condesa de la Provenía; y duodécima nie- ta de la Infanta de Castilla y Reina de Francia doña Blanca, que murió en 1252 y está sepultada en el real monasterio de San Dionis de París con su esposo. Por sus raras virtudes quedó en Francia la costumbre de llamar á las Reinas viudas, blancas y madres.

Doña Urraca, hija tercera de D. Alonso IX y doña Leonor: casó en 1206 con el Rey de Portugal D. Alonso II, su primo

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tercero: murió en 1220 á 3 de noviembre, y está sepultada con su esposo en Alcobaza.

Doña Mafalda , que falleció niña en Salamanca , donde yace.

Doña Constanza, primera Abadesa de las Huelgas de Bur- gos, donde está sepultada.

Doña Sancha, que murió niña.

Doña Leonor, que casó en 1221 con D. Jaime I de Ara- gón el Conquistador, y yace en las Huelgas con sus padres.

D. Alonso, progenitor de la familia de los Tenorios.

D. Juan Alonso, tronco de la familia de Benavides.

65.

D. Enrique^ primero de este nombro^ que en turco signi- fica Principe mañoso; sucedió en el Reino de Castilla á sus padres D. Alonso IX y doña Leonor: nació en 1203; casó con doña Mafalda^ prima tercera del Rey su padre , hija de don Sancho I, Rey de Portugal: murió desgraciadamente en la ciudad de Falencia del golpe de una teja que le cayó en la cabeza en 1217, á los 14 de edad^ y fué sepultado en las Huel- gas de Burgos, y su esposa on el monasterio de Aroca, sin su- cesión.

66.

Doña Berenguela, hija mayor de D. Alonso IX y doña Leonor, sucedió en la corona de Castilla á su hermano don Enrique I: nació en la ciudad de Segovia en 1181; casó con el Rey D. Alonso de León, décimo del nombre, tio suyo, por ser primo hermano de su padre, hijo que era de D. Fernan- do II y su esposa doña Urraca, á quien sucedió en 1188. Fué D.Alonso casado antes con la Infanta doña Teresa, su prima hermana, hija de D. Sancho I de Portugal, de quien se apartó en 1199, teniendo ya en ella á los Infantes D. Femando, que murió en 1214, y fué sepultado en Santiago de Galicia; doña Sancha Alonso, monja en el convento de Santa Eufemia de Cozollos, del Obispado de Palencia, que murió en 1270 de 80

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años de edad, en opinión de santa , cuyo cuerpo incorrupto trasladó el Rey D. Felipe IIl en 1608 al monasterio de Santa la real de Toledo; y D. Dulce, sin sucesión, que acompañó á su madre cuando volvió á Portugal.

HIJOS DE DON ALONSO X DE LEÓN FUERA DE MATRIMONIO.

D. Fernando Alonso, Dean de Santiago.

D. Rodrigo Alonso^ Adelantado mayor de la frontera, que casó con doña Inés Rodríguez, hija de D. Rodrigo Fernandez de Balduema.

D. Pedro Alonso, 13 Maestre de Santiago, que murió con sucesión en 1228.

Doña Teresa Alonso, que casó con D. Ñuño González de Lara, llamado el Buenoi Señor de esta casa.

Doña Aldonza Alonso^ esposa del Conde D. Pedro Ponce de Minerva, progenitora de la ilustre familia de los Ponces de León Duques de Arcos.

Doña Urraca Alonso , que casó con D. Lope Díaz de Haro, Señor de Vizcaya, tronco de la gran casa de Haro, Marqueses del Carpió, padres de doña MencíaLopéz de Haro, Reina con- sorte de D. Sancho II de Portugal, su primo tercero.

D. Martin Alonso, que casó con doña Sancha González de Orbanea, y segunda vez con doña María Méndez Girón, hija de D. Gonzalo Ruiz Girón, cabeza y pariente mayor de los fa- mosos Girones, Duques de Osuna: fué sepultado en el monas- terio de Sancti Spiritus de Salamanca.

Doña ¡Urraca Alonso, mujer de D. Pedro Nuñez de Guzr man, Adelantado mayor de Castilla, sin sucesión.

D. Ñuño de León, que casó con doña Gomótrica del Águi- la, de quienes descienden los de este apellido en la ciudad de Avila, Señores del mayorazgo de Villaviciosa y otros Caballe- ros de Castilla: murió D. Alonso X de León en Villanueva de Sarria, en Galicia, en 1230, habiendo reinado 42 años, y fué sepultado con su padre en la catedral de Santiago: su primera esposa doña Teresa en el convento de Lorban; y la segunda, doña Berenguela, Reina de Castilla, en las Hnelgas de Bur-

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gos en 1244 , habiendo fallecido en Toledo á los 63 afios de edad.

HIJOS DE DONA BERENGCELA Y SU ESPOSO DON ALONSO DE LEÓN.

D. Fernando III, que heredó entrambas coronas de Casti- lla y León.

D. Alonso, Señor de Molina, que casó cuatro veces, la tercera con doña Mayor Alonso de Meneses, hija de D. Alonso Tellez de Meneses el de Córdoba, de cuyo consorcio nació la Reina doña María, esposa de D. Sancho IV de Castilla su so- brino, con quien casó en 1282 y falleció en 1322: murió don Alonso en Salamanca en 1272, y está sepultado en el con- vento de Calatrava.

Doña Constanza, monja délas Huelgas de Burgos, donde yace.

Doña Berenguela, que oasó en 1223 con su deudo Juan, Conde de Breña, Rey de Jerusalen por el primer matrimonio con su Reina Violante, de la cual engendró á doña Violante, única heredera que casó con el Emperador Federico 11, Rey de Ñapóles y Sicilia, aportando en dote el título de Reina de Jerusalen, en cuya nieta doña Constanza, esposa del Rey don Pedro III de Aragón, entró en aquella corona y de allí en la de Castilla. Los hijos que tuvo doña Berenguela del Rey Juan Breña, fueron el Conde Alonso, Luis, Conde de Bel- monte en Francia, Juan, Conde de Monforte y Marta, Empe- ratriz de Constantinopla, mujer del Emperador Valduino II.

Doña Leonor, que murió en 1210 y está sepultada en San Isidoro de León.

67.

D. Femando III, llamado por sus virtudes el Santo^ nació en un monte entre las ciudades de Salamanca y Zamora en 1201; sucedió en la corona de Castilla á doña Berenguela su madre, que la renunció en 1217, y en el de 30 en la de León y Galicia á su padre D. Alonso, y así se juntaron estas coro- nas sin haberse dividido mas : instituyó en 1231 la dignidad

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de Adelantado de Castilla, cargo de justicia, cuya residencia tomaba á las demás: casó dos veces, la primera en Burgos con doña Beatriz, hija de Felipe, Emperador de Alemania^ Duque de Suecia, y de la Emperatriz Irene, hija del Emperador Isa- cío Angelo de Constantinopla; la segunda con doña Juana, hija de Simón, Conde de Poitiers en Francia. Dio principio en 1242 á la piadosa y devota acción de lavar los pies, dar de cenar y servir á la mesa á 12 pobres el Jueves Santo. Tras- ladó en 1240 la universidad de Falencia á Salamanca. Fundó el real y supremo Consejo de Castilla en 1246, siendo mas antiguo que el Parlamento de París 46 años: compúsole de 12 oidores, insignes en letras y venerables en virtudes, con los tres requisitos de amor á la república, sabiduría en el gobier- no y valor para la ejecución de las leyes y pragmáticas, com- prendiéndose en este docto Senado la Sala de los Alcaldes de Casa y Corte. En él pedían justicia 15,760 poblaciones: no tuvo Presidente hasta el año 1402 en que D. Enrique III constituyó por primero á su maestro D. Diego de Anaya Mal- donado, fundador del gran colegio mayor de San Bartolomé en la universidad de Salamanca su patria , y Obispo suyo de Orense, Tuy y Cuenca, Arzobispo de Sevilla, Embajador al concilio Constanciense y de Francia; fué el 2.^, D. Sancho de Rojas, Obispo de Astorga, Palencia y Arzobispo de Toledo; 3.^, D. Iñigo Manrique, Obispo de Oviedo y Arzobispo de Sevilla; 4.^, el Príncipe D. Juan, hijo primogénito de los Re- yes católicos D. Fernando y doña Isabel; 5.^, D. Juan de Cas<> tilla. Obispo de Astorga y Salamanca; 6.^, D. Alvaro de Por- tugal, tio de la Reina católica, Señor de la villa de Teutugal, séptimo Regidor de la casa llamada en Portugal Suplicación, 15 Chanciller mayor de aquef reino. Contador mayor. Al- caide de Sevilla y Andujar^ progenitor de los Marqueses de Ferreira y otros títulos, hijo de D. Femando I, segundo Du- que de Braganza, y de doña Juana de Castro; 7.^, D. Juan Daza, Obispo de Oviedo, Cartagena y Córdoba; 8.^, D. Alonso Suarez Yaltodano de la Fuente el Saz, Obispo de Mondo&edo, Lugo y Jaén; 9.^, D. Antonio de Rojas, Obispo de Palencia y

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Arzobispo de Granada, maestro del Emperador Femando I, hermano de Carlos V; iO, D. Juan Tavera, Arzobispo de To^ ledo, sesto Inquisidor general de España y Cardenal de la santa iglesia romana; 11, D. Antonio de Fonseca^ Prior de RoncesTalles, Regente del Consejo real de Navarra, Patriarca de bs Indias y Obispo de Pamplona; 12, D. Fernando de Val- dés. Obispo de Elna en Cataluña, de Orense, Oviedo, León y Siguenza, del Consejo de Estado, octavo Inquisidor general y Anobispo de Sevilla; 13, Juan de Vega, Señor de Grajal, Vi-» rey de Navarra y de Sicilia; 14^ D. Luis Hurtado de Mendoza, tercer Conde de Tendilla, segundo Marqués de Mondejar, Vi- rey de Navarra, Presidente de Indias; 15, el doctor Juan Ro- dríguez de Figueroa, Presidente de Ordenes^ del Consejo de Estado, Comendador de Villanueva de Alcaraz en el orden de Santiago; 16, el Cardenal D. Diego de Espinosa , Obispo de Sigñenza, del Consejo de Estado, noveno Inquisidor ge- neral; 17, el doctísimo D. Diego de Covarrubias y Leiva, Obispo de Ciudad-Rodrigo y Segovia, del Consejo de Estado, á quien los italianos y franceses llaman Bartulo Español; 18, D. Antonio Mouriño de Pazos, Obispo de Avila y Córdoba; 19, D. Francisco Zapata de Cisneros, Comendador de Gua- dalcanal y 13 en la orden de Santiago, primer Conde de Bara- jas, de quien descienden los demás. Mayordomo mayor de la Reina doña Ana de Austria, cuarta esposa deD. Felipell, Ayo de los Príncipes de España, sus hijos, del Consejo de Estado, y Presidente de órdenes; 30, Rodrigo Vázquez de Arce del Con- sejo de Estado; 21, D.Juan deZúñiga Avellaneda y Cárdenas, sesto Conde de Miranda, Comendador de la Membrilla y 13 en la orden de Santiago, Virey del príncipado de Cataluña y Ñapóles, de los Consejos de Estado y Guerra , Presidetato de Italia y primer Duque de Peñaranda, de quien proceden los demás; 22, D. Juan Bautista de Acebedo, Patriarca de las In- dias, Obispo de Valladolid, 16 Inquisidor general; 23, don Pedro Manso de Zúfiiga, Presidente de Valladolid y Patriarca de las Indias; 24, D. Juan de Acuña, primer Marqués de Valle de Cerrato, Presidente de Hacienda y de Indias, hijo del lOMO I. 46

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Conde de Buendía; V&, D. Femando de Acebedo, Anobiip* de Burgos, del CoDsejo de Estado, hermano del Presidevte D. Juan Bautista de Aeebedo; 26^ D. Francisco de Gontrensy Comendador mayor de León y i3 en la orden de Santíag»^ del Consejo de Estado; 27, el Cardenal D. Gabriel Trejo, Obispo de Málaga; 28, D. Juan Santos de San Pedro, Arzc^- bispo de Granada; 29, D. Fernando de Valdés^ también Ap- zobispo de Granada; 30, D. Diego de Gastejon y Fonseca^ Obispo de Lugo y después de Tarazona en Aragón; 31, don Juan Cht^ macero Carrillo y Sotomayor, Caballero del orden de Santiago, Embajador estraurdinarío en Roma y primer Conde de Guaro; 32, el Illmo. Sr. D. Diego de Riafio y Gam- boa, del hábito de Santiago, Presidente que fué de la real Chancillería de Valladoiid, del Consejo que se formó en Caá* tabria y Comisario general de h Santa Cruzada^ Conquistó el Rey D. Fernando casi toda la Andalucia de los tnoros, prinoi- palmente la ciudad de Sevilla en 1248, y estando sobre ella en 1246 creó la dignidad de Almirante, que en árabe significa Capitán general con mero y misto imperio su jurisdic- ción, siendo el primero Ramón Bonifaz, natural de Burgos y tronco de este apellido; 2.^, D. Rui López de Mendoza, por el Rey D. Alonso el Sabio; 3.'', Pedro Martínez de Fé; 4.^ D. Pedro Laso de la Vega, Señor de la casa de la Vega en Aa* turias de SantUlana, progenitor de los Boques del Infantado; 5.^, D. Payo Gómez Cherina, reinando D. Sancho IV; 6.^, D. Pedro Diaz de Castafieda^ de quien descienden los Duques de Frías, Condes de Haro y Señores de Hormaza, hijo de Diego Gómez de Castañeda, Rico-home de Castilla; 7.^, don Nufio Diaz de Castañeda, hermano del Almirante D. Pedro; ^.^, Micer Benito Zacarías, genovós; 9.^, D. Juan Mate de Luna, por el Rey D. Fernando IV; 10, D. Fernán Pérez Mai-* mon; 11, D. Alonso Fernandez de Montemolin; 12, D. Alvaro Paes; 13, D. Diego García de Toledo; 14, D* Diego Gutierres de Ceballos; 15, Gilberto, Vizconde de Castelhó, Gabaliero estranjero; 16^ D. Alonso Jefre Tenorio, por el ReyD. Alon- so XII; 17, D. Alonso Ortiz Calderón, Prior del orden de San

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Juan; 18^ Micer Egidio Bocanegra, hermano del primer Du-<> que de Genova^ de quien vienen los Condes de Palma; 19^ Micer Ambrosio Bocanegra Fiesco, su hijo^ por merced del Rey ID. Enrique II; 20, D. Fernán Sánchez de Tobar, qué llegó basta el tiempo del Rey D. Juan I;2i, D. Juan Fernán- des de Tobar, su hijo, de quien derivan los Marqueses Berlánga y otros señores; 22, D. Alvaro Pérez de Guzman, Señor de Gibraleon, reinando D. Enrique III, su sobrino^ de quien vienen los Duques de Bejar, Condes de Miranda^ des- pués Duques de Peñaranda; 23^ D. Diego Hurtado de Men- doza« hijo deD. Pedro González de Mendoza, mayordomo del Rey D. Juan I; 24, D. Rui Diaz de Mendoza, hijo segundo de D. Juan Hurtado de Mendoza, Señor de Mendivil ; 25, don Alonso Enriquez, por merced del Rey D. Enrique III, su so- brino^ Señor de Medina de Rioseco y otras tierras, hijo de B. Fadrique, Maestre de Santiago, hijo del Rey D. Alonso XII; 26, D. Fadrique Enriquez, su hijo, reinando D. Juan II, y fué padre de doña Juana Enriquez de Córdoba, madre del Rey católico D. Fernando V; 27, D. Alonso Enriquez, hijo de dicho Almirante D. Fadrique, de segundo matrimonio, por merced de D. Enrique IV; 28, D. Fadrique Enriquez, por el católico D. Femando V su primo; 29, D. Fernando Enriquez, que sucedió en esta dignidad á su hermano en tiempo dj Car- los V, y fué primer Duque de Medina de Rioseco; 30, su hijo D. Luis Enriquez; 31, su hijo D. Luis, en tiempo de Fe- lipe II; 32, su hijo D. Luis; 33, D. Juan Alonso Enriquez de Cabrera su bijo. Duque de Medina de Rioseco, Conde do Módica en Sicilia^ su Virey, y de Ñapóles, Mayordomo mayor del Rey Felipe IV, su Gentil-hombre de Cámara, Comen-^ dador de Piedrabuena en la orden de Alcántara; 34, el esce-* lentísimo Sr. D. Juan Gaspar Enriquez de Cabrera^ su hijo^ de la misma orden, que suc^ió á su padre en los grandes esta- dos por merced de D. Felipe IV, y fué casado con doña Men- cía de Toledo, hija de D. Fadrique de Toledo y de doña El- vira Ponce de León, primeros Marqueses de Villanueva de la Valduefia, con sucesión. Y últimamente^ dejando D. Fernanda

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el Santo esublecida la Santa Hermandad vieja en 1249 y tre- molado sus victoriosas banderas en mas de 1,000 pueblos, con 35 afios de reinado, murió en 1252 á la edad de 81 en Sevi- lla^ en cuya santa iglesia yace consu primera esposa, y alganos quieren qne también con la segunda. Mabomad Aben Alamar, Rey moro de Granada, mientras vivió, todos los años envió 100 moros vestidos de negro con 100 antorcbas de cera blanca para qne asistiesen á las exequias de tan esclarecido Príncipe.

HUOS DE DON FEANANDO DEL PRIMER MATRIMONIO.

D. Fadrique, que casó con la Infanta Malespina, hija del déspota de Romanía: mandóle matar su hermano el Rey don Alonso en el castillo de Burgos, donde le tenia preso en 1277, y está ¿epultado en el convento de la Santísima Trinidad, dejando por hi]a á doña Beatriz, segunda esposa de D. Simen Ruiz de Haro, Señor de los Cameros, la cual yace en la villa deSahagun, y no tuvo sucesión.

D. Fernando, que murió niño en 1242, y está sepultado en el monasterio de Santa la Real de Toledo.

D. Enrique, que casó con doña Juana Nuñez de Lara, llamada la Palomina, hija de D. Juan Nuñez de Lara, Señor de esta casa, cuya señora pasó á segundas bodas con D. Fer- nando de la Cerda, hijo del Infante D. Fernando de la Cerda, de quienes hay ilustre descendencia; fué el Infante Señor de Vizcaya, Villar de Atienza, Berlanga , Talayera , Almazan, Grormaz, Roa, Medellin, Dueñas y Ciudad de Ecija, Cobema- dor de estos Reinos, ayo y tutor del Rey D. Femando IV su sobrino, y Adelantado mayor de Andalucía: murió en su villa de Roa en 1305, y fué sepultado en San Francisco de Valla» dolid, derivando de él los Enriquez, Señores de Villalba en tierra de Salamanca.

D. Felipe, que se crió en casa^ de D. Rodrigo Giménez, Arzobispo de Toledo, y gozó algunos beneficios eclesiásticos, entre eUos Abad de Valladolid; fué electo Arzobispo de Sevi- lla, que renunció, y casó en 1354 con doña Cristiana, hija del Rey de Dacia, Noruega y Dinamarca. Dióle el Rey don

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Alonso su hermano, Yaldecorneja con las cuatro villas, Pie- dtahita, el Barco, Dávila, Almiron y Horcajada : murió en Sevilla, siendo sepultado en el convento de San Felices de Amaya en Burgos con su consorte; fué casado segunda vez con doña Leonor Rodríguez de Castro, hija de D. Rui Fer- nandez de Castro , de quien no tuvo sucesión, y fué sepultado con su esposa.

D. Sancho, Canónigo de Toledo, su Arzobispo, habién- dolo sido aiites de Sevilla, Chanciller mayor de Castilla: mu- rió en 1962 en la batalla que tuvo contra los moros cerca de Hartos, yendo á socorrer á Jerez, y yace en la Santa Iglesia de Toledo.

D. Manuel, Señor de Agreda, Escalona, Santa Olalla, Guellar y Peflafiel: casó segunda vez con doña Beatriz, hija de Amadeo, tercer Conde de Saboya, de quienes desciende la familiii de los Manueles; fué su hijo D. Juan Manuel, padre de doña Constanza Manuel , Reina de Portugal, que casó en 1334 con el Rey D. Pedro de aquella corona, y de doña Juana Manuel, Reina de Castilla, consorte de D. Enrique II: hállase sepultado el Infante con su hijo en el convento de Santo Do- mingo de Peñafiel.

Doña Leonor, que murió niña.

Doña Berenguela, monja en las Huelgas de Burgos, donde entró en 1242 y allí yace.

Doña María, que falleció en 1272 y fué sepultada en San Isidoro de León.

UUOS DE DON FERNANDO III DEL SEGUNDO MATRIMONIO.

D. Fernando Alonso, Arcediano en la Santa Iglesia de Sa- lamanca, en cuya capilla mayor está sepultado.

D. Juan, Señor de Marchena.

Doña Leonor, que casó en 1256 con Eduardo, primogé- nito de Enrique III, Rey de Inglaterra, para cuyo matrimonio le intituló su padre Príncipe de Gales, y se continuó en los sucesores.

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D. Luis, cuyo oombre le (lieroii en memoria de su lio San Luis, Rey de Francia.

60.

D. Alonao XI, hijo y sucesor del santo Rey D. Feman- do III y de su primera esposa doña Beatriz; nadó en Toledo en 1221; casó con la Infanta doña Violante, hija de D. Jai- me I de Aragón y de su mujer doña Violante ; llámanle con justa razón el Sabio por haber sido dado á las ciencias, en particular á la historia; compuso la general de España, flore- ció en laastrología, pues halló éimotuitrepidatiafMS del nono cielo cristalino; ordenó las tablas astronómicas, que por él se llamaron Alfonsinas, cuyo original peñnanece en la santa iglesia de Sevilla; rehizo las leyes de las siete partidas; mandó traducir en español muchos libros, promulgando en 1260 qu« todas las escrituras y privilegios que hasta entonces se hacían en latin, se escribiesen en castellano. En 1253 se tituló Rey de Toledo. En 1266 acabó de unir el reino de Murcia al de Castilla. En 1254, sitando los bienes de los prelados difuntos de la real corona , mandó quedasen para los sucesores. En 1255 estableció que cuando hubiese duda en la inteligencia lie algún vocablo antiguo de nuestro idioma castellano, se re- curriese á la ciudad de Toledo como á centro donde se habla mejor la lengua. En 1257 fué electo Emperador de Alemania. En 1267 dio en Burgos 150 quintales de plata á la Emperatriz de Constantinopla Marta su prima hermana, sin que ella le hubiese pedido mas que 50 para rescatar al Emperador Bal- duino II su marido, que estaba preso en poder del Soldán de Egipto. En 1274 impetró del Pontífice los diezmos de las igle- sias, llamadas tercias. En 1282 le hizo guerra á su propio hijo D. Sancho, llamado el Bravo, para cuya defensa empeñó don Alonso al Rey de Marruecos en 60,000 doblas de oro la co- rona de su cabeza: reinó 32 años; murió en Sevilla el de 12S4 .i la edad de 63, en cuya catedral yace sepultado, y las entra- ñas en la de Murcia , mandando ospresamente en su testa- mento, otorgado en Sevillo á 1." de Noviembre do i283, que

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no se Í6 diese sepultura hasta que fuesen pagadas sus deudes y satisfechos sus vasallos , por no ser justo que el cuerpo estuviese en descanso cuando el alma estuviese en pena. Cumpliólo todo puntualmente la piadosa Reina doña Vio- lante.

HIJOS DE DON ALOiNSO EL SABIO.

D. Fernando, que murió niño.

El Infante D. Fernando, llamado de la Cerda por haher nacido en Í2B4 con un pelo largo en el pecho, progenitor de los de este apellido de que son descendientes los Duques de Medinaceli; casó con su tia madama Blanca, prima segunda de su padre, hija de San Luis, Rey de Francia, y de madama Margarita, Condesa de la Provenza, cuyas bodas se celebrarop en Burgos en i268, las mas magestuosas que se han visto en Europa, habiéndose hallado presentes á mas de los Rfeyes, Fe- lipe, Príncipe de Francia, hermano de la desposada; Eduardo, Príncipe de Inglaterra; el Rey D. Jaime I de Aragón y su hijo D.Pedro, sucesor; Mahomat, Rey de Granada; Guillermo, Marqués de Monferrato; Marta, Emperatriz de Constantino- pla; los Infantes D. Sancho, D. Fadrique, D. Manuel y don Felipe, hermanos de D. Alonso el Sabio y tios del desposado: los Infantes D. Pedro, D. Juan y D. Jaime sus hermanos, y el Infante D. Alonso, Señor de Molina, con todas las dignida- des eclesiásticas y seglares que es posible juntarse. De este consorcio nacieron D. Alonso y D. Fernando de la Cerda. Murió el Infante en vida de su padre, estando en Ciudad Real en 1275 do edad de 21 años, y fué sepultado en hs Huelgas de Burgos. D. Juan, que casó en Burgos en 1281 con doña Margarita, hija de Ludovico, Marqués de Monferrato, dándole el Rey D. Alonso, su padre, en dote la villa de Va- lencia de Campos: casó segunda vez en 1287 con doña María Diaz de Haro, Señora de Vizcaya , hija de D. Lope Diaz de Haro, de quien tuvo á D. Juan, Señor de Vizcaya, propagador de los demás de aquel estado, y ú D. Lope de Haro, tronco de principales casas en España; fué también el Infante don

0

Juaoy Sefior de las villas de Oroposa, Santiago de la Puebla» Paredes de Nava, Rioseco y Castro Nufio, tutor del Rey doa Eemondo IV su sobrino, y de su hijo el Rey D. Alonso XII. Murió en la Vega de Granada, en 1319, repentinamente al ver muerto á su sobrino el Infante D. Pedro: fué sepultado en la catedral de Burgos, y de él procede el apellido de Valencia por línea de D. Alonso su hijo, que tuvo del primer matri- monio.

D. Pedro, Sefior de laa Villas de Ledesma , Alba, Salva- tierra , Miranda del Castañar , Galisteo , Granadilla y en Por* tugal , Castel-Rodrígo , Alfayates y Sabugal : casó en 1S81 con Madama Margarita, hija del Sefior de Norbona , en Fran- cia, de cuyo matrimonio nació D. Sancho, llamado de Paz^ Tronco de los de este linaje, que murió en 1.^ de Octubre de 1311, y yace en el Convento de San Francisco de Sala- manca; otro hijo fué Sancho Peh, que falleció en 135Í, y re- posa con su hermano sin sucesión. Murió el Infante en 1S83^ y fué sepultado en la Capilla Mayor de San Francisco de Va^ lladolid.

D. Jaime, Sefior de los Cameros, casó con hija de Guillermo, Marqués de Monferrato, y murió sin suce» sion.

Dofia BercDguela, Sefiora de la Ciudad de Guadalajara y su tierra : nació en 1253, á quien el Soldán del Cayro pidió por mujer, recibiendo los Embajadores por contestación de la Infanta: «No es razón que siendo yo cristiana, bija legítima del Rey de Castilla, tenga por marido á un Moro.» Yace en el Real Convento de Santo Domingo de Madrid.

Dofia Beatriz, que casó con Guillermo, Marqués de Mon- ferrato.

Dofia Violante, esposa de D. Diego López de Haro, Adelan- tado Mayor de la Frontera , de quien tuvo ú D. Lope Diaz de Uaro, Señor de Ordufia, Balmaseda, Miranda , Villalba y Santa Olalla ; á D. Fernando Diaz do Haro y dofia María de Ilaro, consorte de D. Juan Nuñez de Lara, Sefior de la casa de Lara.

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DoDa Isabel. Dolia Leonor.

BUOS DE DON ALONSO EL SABIO FUERA DE MATRIMONIO.

D. Alonso Fernandez, llamado Niño, casó con doña Blan- ca Alonso f Sefiora de Molina, hija del Infante D. Alonso, Sefior de aquel Estado , y procrearon á dofia Isabel ,< consorte de D. Juan Nufiez de Lara, sin sucesión. Dejó dofia Blanca Alonso el sefiorío de Molina á su hermana la Reina dofia María, mujer del Rey D. Sancho IV de Castilla.

D. Martin Alonso, á quien su padre dejó en el testamen- to 40 mil maravedises, moneda considerable en aquel tiempo, el cual después fué Abad de Valladolid.

Dofia Beatriz de Guzman , apellido de su madre dofia Ma- ría ó Mayor Guillen de Guzman ; casó en 1253 con su tío el Rey D. Alonso, tercero de Portugal , llevando en dote algunas tierras de Algarbe ; fué sepultada con su esposo en Alcobaza*

Dofia Urraca, á quien su padre dejó muy encargada á su hermana dofia Beatriz, Reina de Portugal, y dio en dote para su casamiento 200 mil maravedises.

D. Rodrigo Alfonso, que confirmó muchos privilegios del Rey su padre.

69.

D. Sancho IV, llamado el Bravo , nació en 1265 y sucedió á sus padres D. Alonso el Sabio y dofia Violante ; casó con dofia María, su tia , hija del Infante D. Alonso, Sefior de Mo- lina, hijo del Rey D. Alonso X de León; por cuyo matrimo- nio incorporó á su Corona el Sefiorío de Molina , y se tituló como sus descendientes Sefior de ella. Fundó la Capilla de los Reyes viejos en la Santa Iglesia de Toledo, donde murió en 1295, á los 11 afios de reinado y 30 edad : fue sepultado junto al altar mayor, y su consorte en el Convento de las Huelgas de Valladolid, fábrica suya, en 1320. En el último afio de su reinado , que fué el de 1295, se introdujo en Cas-

f

tilla la Sisa, tributo que en 1312 quitó la Reina doña CoDatao- xa, madre de D. Alonso XII, para hacer á este mas-amabla de sus vasallos.

HUOS DFX REY DON SANCHO IV.

D. Alonso y que nació en Valladolid en 1287; murió en 1291 y fué sepultado en el Convento de San Salvador

de Oña.

D. Enrique^ que murió de corta edad, y yace con su her- mano.

D. Pedro, que nació en Valladolid en 1290 ; fué Mayordo- mo mayor de D. Fernando IV, su hermano ; tutor y ayo de D. Alonso XII, su sobrino, Seíor de los Cameros, villas de Almazan, Berlanga, Monteagudo, Deza, Peña de Alcáxar, Velamaian, Peñaranda , Alcocer, Cifuentes y Viana: casó con doña María, hija de D. Jaime, segundo de Aragón, ei que en 1317 instituyó la orden militar de Montesa en el Reino de Valencia, aprobada por el Papa Juan XXII, siendo su primer Maestre Guillen de Eril; 2.^, Arnaldo de Soler; 3.^, Pedro do Thous; 4.^, Alberto de Thous; 5.^^ Berenguer March; 6.^, Ra- món de Corbera; 7.^, Gilleu de Monsoriu; 8.^., Luis Despuig; 9.^, D. Felipe de Navarra y Aragón , hijo de D. Carlos, Prín- cipe de Viana , hijo del Rey D. Juan II de Aragón y Navarra; 10, D. Felipe Boíl ; 11, D. Francisco Sanz; 12^ D. Bernardo Despuig; 13, D. Francisco Lanzol de Romaní; 14, D. Pedro Luis Garceran de Borja, primer Marqués de Navarras , hijo de D. Juan de Borja, tercer Duque de Gandía, en cuyo tiem- po, año de 1590^ unió esta dignidad á su Corona D. Felipe I|. Tenia este orden 13 Encomiendas, que rentaban 23 mil du* cados de plata. Murió este Infante en la Vega de Granada en 1319, de 29 años de edad, repentinamente , por el dolor que le causó el no poder concertar su ejército que habia entra- do en ella contra moros; fué sepultado en las Huelgas de Bur- gos, y fué su hija heredera en los estados doña Blanca.

D. Felipe, Señor de Cabrera y Rivera en Galicia : nació en Sevilla, año 1292; casó con doña Margarita, y murió en Ma-

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drid, a&o de 1324, siendo sepultado eo las Huelgas de Burgos.

Doña Isabel, que nació en la Ciudad de Toro en 1283 : casó con el Rey D. Jaime II de Aragón en 1291, y se deshico el matrimonio por no haber dispensado el Papa el parentesco en que se hallaban, y asi, casó segunda vez la Infanta en 1310 con Juan, Duque de Bretaña y no tuvo sucesión.

Doña Beatriz , que nació en Toro el año de 1293 : c^só el de 1297, siendo niña, y se celebró el matrimonio en 1306, con el Rey D. Alonso IV de Portugal, su sobrino, con quien /está sepultada en la Catedral de Lisboa.

HUOS DE DON SANCHO IV FUERA DE MATBIMONIO.

D. Alonso Sánchez, que casó con doña María Diaz de Sal- cedo, hija de D. Diego López de Salcedo, sin sucesión.

Doña Violante Sánchez, Señora de las villas de Ucero y Trasnedo, en Baldesgueba, que llevó en dote cuando casó con D. Fernán Ruiz de Castro, Señor de Monforte de Lemos, descendiente de D. Fernando Ruiz de Castro, el Castellano, y desu esposa doña Estefanía, hija de D. Alonso VIII, Emperador de España: después de viuda se entró Monja en 1387 en el Mo- nasterío de Sancti Spiritus en Salamanca, donde yace; dejando por hijo á D. Pedro Fernandez de Castro, llamado de la Guer- ra por la inclinación que tenia á las armas , quien en su espo- sa doña Isabel Ponce de León, procreó á doña Juana de Castro, Reina de Castilla, tercera consorte de D. Pedro, y á D. Fernan- do Ruiz de Castro , que casó primera vez con doña Juana, hija de D. Alonso XII, sin sucesión, y segunda con doña Leonor ó doña Isabel Enriquez, do quienes nació doña Isabel de Castro, sucesora en el Estado de Lemos, que casó con D. Pedro Enri- quez, segundo condestable de Castilla, Conde de Trastamara, nieto de D. Alonso XII, de los cuales procede la casa de Castro, Condes de Lemos. Tuvo también el D. Pedro Fernandez de Castro y de la Guerra, fuera de matrimonio , en doña Aldonza Lorenzo de Valladares, á doña Inés de Castro , segunda esposa del Rey D. Podro de Portiigíil, su tio, con quien casó en 13{>4;

ÍM

á D. Alvaro Pirex de Castro, primer Condestable de Portugal, tronco de los Condes de Monsanto en aquel Reino.

Dolía Teresa Sanchex, que casó con D. Juan Alonso de Me- neses y Alburquerque , Señor de aquel Estado^ y por algunas diferencias se pasó á Portugal , donde el Rey Don Dionis le hiio Conde de Barcelos y su Mayordomo mayor ; y al fin , vol- vió á gozar sus tierras en Castilla : pasó á segundas bodas con D. Rui Gil de Villalobos, dejando noble descendencia.

70.

D. Femando IV , llamado el Emplazado , hijo y sucesor de D. Sancho IV el Bravo , y dofia María : nació en Sevilla, en 1285; casó con doña Constanza , su sobrina, bija de don Dionis y Santa Isabel, Reyes de Portugal. Estableció en las Cortes de Valladolid, en 1307, que el Consejo Real de Castilla tuviese consulta con el Rey todos los viernes del año por la tarde. El de 13(M, se compusieron las diferencias con los In- fantes Cerdas. En 1310, fueron concedidos por el Pontífice nuevamente los diezmos ó tercias á los Reyes de Castilla, y se acabaron las leyes del estilo. En el mismo año halló la aguja de marear Flavio Amalsitano, natural de Amaifi, Ciudad de Ñapóles. Llevado este Rey de las informaciones de los ému- los de Juan Alonso de Carbajal y Pedro Alonso de Carbajal, hermanos , sobre la muerte de D. Juan Alonso de Benavides^ persuadiéndole ser estos los agresores, mandó echarlos desde la Peña de Martes : mas siendo los Carvajales inocentes ape- laron de la sentencia para el supremo tribunal de Dios, dejando emplazado al Rey dentro de 30 dias , y en el último, estando en la Ciudad de Jaén, murió repentinamente, en 1312, á los 27 años de edad y 17 de reinado, siendo sepultado en la Catedral, y la Reina en Valladolid.

HIJA DE DON FERNANDO IV.

Doña Leonor, que nació en 1307; casó en 1329 con el Rey D. Alonso IV de Aragón el Piadoso , de quienes nació el

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Infante D. Fernando, Marqués de Tortosa , que casó con su prima segunda la Infanta doña María, hija del Rey D. Pedro de Portugal y la cual después de viuda fué abadesa de las Huelgas de Burgos, y fué sepultada en el coro del Real con- vento de Santo Domingo de Madrid.

71.

D. Alonso XII , hijo de D. Fernando IV y doña Constan- la, á quienes sucedió siendo de un año; porque nació en Sa- lamanca en 1311, fueron sus tutores su abuela doña Mario con los Infantes D. Juan, D. Pedro y D. Felipe sus tios. Ca- só con doña María su prima hermana , hija de D. Alonso IV de Portugal, que con su persona y socorro formando un ejército de 14,000 caballos y 25,000 infantes, ganaron la me- morable batalla del Salado junto á Tarifa á los Reyes Moros Josef Abenhamet de Granada y Alí Alboacen de Marruecos, que traian 60,000 caballos y 600,000 infantes en 30 de Octu- bre de 1330, en la que murieron 400,000 árabes. Unió á su corona do Castilla la provincia de Álava en 1332. El de 1330 instituyó la orden militar de la Banda, que se estinguió rei- nando Enrique IV. Mandó hacer el libro del Becerro por estar escrito en sus pieles > el cual acabó su hijo el Rey D. Pedro y permanece en el archivo de Simancas y trata solo de las Ve- hetrias que habia en las 16 merindades de Castilla , con los tributos reales que pagaban. En 1341 formó la junta de apo- sento de Corte. En 1342 introdujo el derecho real de alca- bala , así llamado porque pidiendo para las guerras ayuda á sus reinos dijo , «dadme al que ,valga.» En 1346 fundó la Universidad de Valladolid, confirmada por el Papa Clemen- te VI. En 1343 se vio en España la primera pólvora y artille- ría cuando conquistó las Algeciras, introducida por un Tu- desco. En 1349 en las Cortes que celebró en la Villa de Al- calá de Henares, tuvo origen diferiencia entre Burgos y To- ledo sobre hablar primero en ellas. En las de Burgos de 1314 estableció hubiese apelación de todos los tribunales al Real Consejo de Castilla, y que este existiese en la Corte. En

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1336 mudó el oficio de Almojarife en Tesorero. En i340 creó el cargo de Alcaide de los donceles , que era guarda de los pajes del Rey , y le dio á Alfonso Hernández de Córdoba , Se- fior de Gafiete. En 1328 hizo en Burgos nueva creación de Condes en Castilla, cuyo título dio Trastamara , Lemos f Sarria á D. Alvaro NuQez Osorio , su desgraciado valido, ma- yordomo mayor, Adelantado y Pertiguero mayor en tierra de Santiago, voz gallega que significa defensor^ Alférez y ius- titia , usando de las ceremonias siguientes para intitularle. Sentóse el Rey en su Estrado público y poniéndole la mesa con sopas mojadas en vino dióle una de ellas y dijo : «tomad Conde:» D. Alvaro con otra contestó; «tomad Rey:» lo que verificaron tres veces: luego el pueblo prorumpió en altas vo- ces: Evad al Conde ^ que es lo mismo que levantad^ mirad al Cande y festejadle: dándole al mismo tiempo el Rey Pendón y Caldera, insignia de Rico-home. Reinó 38 afios y murió de landre, peste general que duró tres años, estando sobref Gibraltar en 1390 á la edad de 39 y fué sepultado en la Ca- tedral de Córdoba con su padre y la Reina doña María su es- posa en la cnpijla de los Reyes de Sevilla.

HUO DE DON ALONSO XII.

D. Femando, que nació etí Valladolid en 1332 y murió al siguiente, siendo sepultado con su padre.

HUOS DE DON ALONSO XII FUERA DE MATRIMONIO.

D. Pedro, llamado de Aguilar por el sefiorío de esta villa-; nació en Vallodolid en 1330, murió en Guadalajara en 1338, y está sepultado en la Santa iglesia de Toledo á la izquierda del altar mayor.

D. Sancho el Mudo, Señor de Ledesma, Bejar, GaKsteo, Montemayor y Granadilla : nació en Valladolid en 1331 , y yace en Ledesma.

D. Fadrique , que nació en Sevilla junto con el Rey dotf Enrique su hermano en 1332 , fué 27 Maestre Santiago electo en 1342 , tuvo dos hijos y una hija , D. Pedro , don

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Alonso y dofia Leonor ó I^bel Enriques: el D. Pedro. Enri- qaex , fué segundo Condestable de Castilla ; casó con dofta Isabel de Castro, hija heredera de D. Fernán Ruis de Castro; Señor de Monforte de Lemos , de cuyo matrimonio nació en- tre otros su primogénito D. Fadríque de Castilla y Castro, Duque de Arjona y Conde de Trastamara » que por su muer- te en 1430, y no dejar hijos legítimos, le sucedió en el estado su hermana dofia Beatriz de Castro , esposa de D. Pedro Al- varez Osorio, primeros Condes de Lemos y tronco de esta gran «asa. Murió el Condestable D. Pedro en 1400, y yace en San Francisco de la Ciudad de Lugo. El D. Alonso Enriques, hi- jo segundo , fué 25 Almirante de Castilla por merced de doii Enrique III su sobrino; casó con doña Juana de Mendoza, llamada la Rica-hembra , hija de D. Pedro González de Men- doza , Señor de la casa de Mendoza , Hita y Buitragó , y pro- crearon 11 hijos, á D. Fadrique, 36 Almirante de Castilla, á D. Enrique Enriquez, de quien vienen los Condes de Alba de Liste , los Marqueses de Alcañices y los de Valderrábano; á dofia Leonor Enriquez, que casó con D. Rodrigo Alonso Pimentel, segundo Conde deBenavente, de quienes descien- den los Condes de Benavente, Marqueses de Tabara y los de Diana ; á dofia Beatriz Enriquez , consorte de D. Pedro Por- tocarrero, Sefior de Moguer, de quienes se derivan los Du- ques de Escalona , Condes de la Puebla de Montalvan y Mar- queses de Villanueva de Barcarrota ; á dofia Aldonza Enri- quez, esposa de D. Rodrigo Alvarez Osorio, Sefior de Cabre- ra y Rivera , tronco de los Condes de Lemos ; á dofia Isabel Enriquez, que casó con D. Juan Ramírez de Arellano, Se- fior de los Cameros, de los cuales se originan los Condes de Aguilar; á dofia Inés Enriquez, mujer de D. Juan Hurtado de Mendoza , Sefior de Almazan, de quien proceden sus Mar- queses; i dofia Constanza Enriquez, que casó con D. Juan de Tobar , Señor de Berlanga , de donde vienen sus Marque- ses, Condestable de Castilla ; á doña Blanca Enriquez, espo- sa de Pedro Nuñez de Herrera , Sefior de Pedraza , con ilus- tre sucesión; i dofia Mencía Enriquez, que casó con don

á

S»8

Juan Fernandex Manrique, segundo Conde de Castafieda, y de ellos vienen los Marqueses de Aguijar, y á dofia María Enriques, consorte de D. Juan de Rojas, cuarto Señor de Monzón y Cabía, de quienes se derivan los Marqueses de Po- za: falleció D. Alonso Enriquez, Almirante en la villa de Guadalupe en 1429, á los 78 de edad y está sepultado con su mujer en Falencia. Y últimamente, do6a Leonor ó Isabel Enriquez , casó con D. Diego Pérez Sarmiento, Señor de Sa- linas de Anaya, Mariscal de Castilla, llevando su reposteria mayor en dote, de cuyo consorcio proceden los Condes de Salinas. Murió el Maestre D. Fadrique por orden del Rey don Pedro su medio hermano en 135S de edad de 20 y está se- pultado en la Santa Iglesia de Sevilla.

D. Fernando , Señor de Ledesma y de Alburqnerque ; na- ció en 1334 , estuvo desposado con doña María Ponce de León, hija de D. Pedro Ponce de Leoni Señor de Marchena y de su mujer doña Beatriz de Lauria , segunda nieta de don Jaime I de Aragón, de quien no tuvo sucesión.

D. Tello, que nació en 1337 , casó el de 63 con doña Jua- na de Haro y Lara, hija de D. Juan Nufiez de Lara y de do- fia María Diaz de Haro su mujer. Señores de Vizcaya, por cuyo matrimonio gozó D. Tello aquel estado junto con el Coa- dado de Castañeda , merced de D. Enrique II su hermano. Murió en la villa de Medellin en 1370 , y está sepultado en San Francisco de Palencia; habiendo dejado seis hijos legiti- mados. D. Juan de Castilla , Señor de Aguilar de Campó y Castañeda , de quien vienen los Marqueses de Aguilar , dofia Juana de Castilla, primera esposa de D. Juan Alonso de Ha- ro y Baeza, progenitor de los Marqueses del Carpió; doña María de Castilla , Señora de Olmeda , de la Cuesta de Cuen- ca, que casó con D. Juan Hurtado de Mendoza, Señor de Mendivil , de quienes se derivan los Marqueses de Almazan y Cañete, Condes de Castro^ Lodosa, Ribadavia y Orgaz; doña Isabel de Castilla, consorte de D. Pedro Velez de Guevara, Señor de Oñate , tronco de sus Condes ; doña Constanza de Castilla , que casó con D. Juan de Albornoz, Señor de Moya,

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Torraiba y Beteta; doña Elvira, mujer de D. Juan Fernandez de Tobar, 21 Almirante do Castilla, de quienes hay ilustre descendencia.

D. Sancho, que nació en 1339; casó el de 1373 con su prima segunda doña Beatriz, hija del Rey D. Pedro de Por- tugal y de su segunda esposa doña Inés de Castro. Hizole don Enrique II , su hermano , Conde de Alburquerque ; mu- rió en Burgos en 1374 , dejando por hija á doña Leonor Ae Castilla, llamada también Rica-hembra, que casó en 1393 con su sobrino el Infante D. Fernando, después Rey de Aragón, hijo de D. Juan I de Castilla ; fué sepultado en las Huelgas de Burgos.

D. Juan, que nació en 13i2, á quien su padre dio Jerez de los Caballeros, hoy ciudad, que después le quitó él Rey D. Pedro, su medio hermano, poniéndole preso en el Alcázar de Carmena, donde murió por su mandado en 1360 y yace en la Catedral de Astorga.

D. Pedro, que nació en 1346 y acompañó á su hermano D. Juan en la prisión, muerte y sepultura en 1360.

Doña Juana, que casó con Fernán Ruiz de Castro, Señor de Honforte de Lemos, hermano de las Reinas de Castilla y Portugal doña Juana y doña Inés de Castro. Se deshizo este matrimonio por ser primos y hallarse sin dispensa y sin hi-^ jos. Pasó doña Juana á segundas nupcias en 1366 con don Felipe de Castro, Rico-home de Aragón, Señor de las Baro- nías de Castro y Peralta , descendiente de D. Jaime L

72.

. O. Pedro, que en griego significa piedra^ llamado coman- mente el Cruel , y propiamente el Justiciero , hijo y sucesor do Alonso XII y doña María; nació en Burgos en 1333, casó tres veces , la primera con doña Haría de Padilla , hija de D. Juan García de Padilla , Señor de Villagera ; segunda eco doña Blanca de Borbon , hija de Pedro, Duque de Bor- boD, de la real casa de Francia; la tercera con doña Juana de

tOMO I. 17

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Casero, hija de D. Pedro Fernandez de Castro y ile la Guerra, y de su mujer doña Isabel Ponce de León. Dolía Jvaoa de Castro era viuda de D. Diego López de Haro , Señor de Via- caya, y biznieta de D. Sancho IV de Castilla, como su mari- do el Rey D. Pedro, por lo que eran primos segundos. Mu- rió este desgraciado Principe á manos de D. Enrique, su me- dio hermano, en Montiel, año 1369, á los 35 de edad y 19 de reinado ; fué sepultado en el convento de monjas de San- to Domingo de Madrid ; doña Mana de Padilla, en la Catedral de Sevilla ; doña Blanca de Borbon , en San Francisco de Je- rez de la Frontera, y doña Juana de Castro, en Santiago de Galicia.

HIJOS DE IK»N PEDRO V DONV MARÍA DE PADILLA.

D. Alonso, que nació en la Villa de Tordesillas en 1359, fué jurado sucesor de estos Reinos en 1362, en las Cortes que se celebraron en Sevilla y murió el 63.

Doña Beatriz , llamada por algunos Blanca ; nació en Cór- doba en 1353 , fué también jurada para suceder la Corona; la dio su padre las villas de Montalban, Capilla, Burguillos, Juncos y Mondejar, y trató de casarla con D. Femando , hijo primogénito de D. Pedro de Portugal , y no teniendo efecto, entró monja en Santa Clara de Tordesillas , fundación saya, donde fué sepultada.

Doña Constanza, que nació en la Villa de Castrojeríi en 1354; casó con Juan de Gante, Duque de Aleneastre, hijo del Rey Eduardo III de Inglaterra , que estaba viudo de la Duquesa doña Blanca. Tuvo este consorcio entre otros hijos á doña Catalina, ¡esposa en 1388 del Rey D. Enrique III de Castilla su primo segundo y muró en 1418.

Doña Isabel, que nació en Morales, pueblo cerca de la •Ciudad de Toro en 1355; casó en Inglaterra con Eduardo Ai- mon. Duque de Joreh, Conde de Cambrix, hermano de Juan de Gante , Duque de Alencastre , de los enales nació su primogénito Eduardo, sucesor en e! Estado , qtte se desposó 'en Lisboa en 1381 con la Infanla doña Beatriz, su tia, hija del

261-

Rey D. Fernando de Portugal , y se deshizo á los pocos meses el matrimonio.

HUOS DE DON PEDRO Y DONA JUANA DE CASTRO.

D. Juan de Castilla, que estuvo preso muchos años en la Ciudad de Soria por mandado de su primo y tio D. Juan I y D. Enrique II , y teniendo su Alcaide D. Beltran de Eril una hija llamada doña Elvira de Eril, rendido el Infante á la belleza de esta dama se casó con ella , y quedaron progenito- res de la familia de los Castillas. Fuá sepultado en el real con- vento de Santo Domingo de Madrid.

HIJOS DE DON PEDRO FUERA DE MATRIMONIO.

D. Sancho , que nació en la Villa de Almazan en 1363 es- tuvo preso en muchas partes por mandado de D. Enrique II, su tio , y acabó su penosa vida en Curiel, y yace en Santo Do- mingo el Real de Toledo.

D. Diego, que estuvo en prisión S5 años, hasta que el Rey D. Juan II de Castills su sobrino, le dio por cárcel la Villa de Coca en 143^, donde murió, y está sepultado con su hermano D. Sancho, dejando dos hijos, á D. Pedro , que casó con doña Beatriz de Fonseca, hermana de D. Alonso de Fonseca, Arzobispo de Sevilla , de quienes hay descendencia allí y en Guadalajara ; á doña María, esposa de Gómez Carri- llo de Acuña, camarero del Rey D. Juan II, hijo de Lope Vázquez de Acuña, y procrearon á D. Alonso de Castilla, que casó con doña Leonor de Toledo, Señora de Pinto, de quie- nes proceden los Marqueses de Caracena , Condes de la Go- mera y otros títulos.

Doña María , monja y Priora en el monasterio de Santo Domingo el Real de Toledo, donde murió en 1424 y está se- pultada.

75.

i). Enrique II, llamado el de las mercedes, hijo de don Alonso XII y de doña Leonor Nuñez de Guzman, viuda; nació

262 -

en Sevilla junto con el maestre D. Fadrique, de un parto en i332: crióle D. Rodrigo Alvarcz de Asturias, Rico-homede Castilla, que por no tener hijos le dejó su opulento estado, y matando al Rey D. Pedro, su medio hermano, le sucedió en la corona: casó con doña Juana Manuel, tia del Rey don Alonso su padre, hija de D. Juan Manuel, Sefior de Villena, hijo del Infante D. Blanuel, que lo era del santo Rey don Fernando iil. Fundó la capilla délos Reyes nuevos en la igle- sia de Toledo. Hizo nueva creación de Marqueses en sus rei- nos en i3C(í, tres antes que heredara, y de Duques en 1371 y 79. Estableció que los confesores de sus descendientes fue- sen de la orden de Santo Domingo, por ser doña Leonor Nu- ñez li Guzman, su madre, de la antigua casa del esclarecido fundador, añadiendo D. Felipe III al confesor una plaza en el Consejo supremo de la general inquisición. Reinó 10 años; murió en la ciudad de Santo Domingo de la Calzada el de 1379, ú los 46 de edad, de veneno, que un moro le dio en unos borceguíes, instado por Mahomat, Rey de Granada, y fué sepultado con la Reina doña Juana, que murió en 1381, en su nueva capilla de Toledo.

HUA DE DON ENHIOCE II.

Doña Leonor, que casó con Carlos III el Noble, Rey de Navarra en 1375, y murió en 1416 en Pamplona, en cuya ca- tedral yace con su esposo, de quien hay larga sucesión.

Otro liijo varón dejó, cuyo nombre se ignora, que fué se- pultado en el convento de la Trinidad de Valladolid.

HIJOS DE DON ENRIQUE II PUBRA DE MATHIMONIO.

D. Fadrique de Castilla, á quien su padre hizo Duque de Benaveate en 1379, cuya hija fué doña Leonor de Castilla, mujer de D. Pedro Maniique de Lara, Adelantado mayor de León, Señor de Amusco y Treviño, progenitores de los Du- ques de Nájera y otras casas titulares de España. Murió preso en iix fortaleza de Almodovar del Rio, cerca de Córdoba.

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D. Enrique, que gozó título de Conde de Cabra y de Du- que de Medina Sidonia.

Doña Haría de Castilla, que casó con D. Diego Hurtado de Mendoza, Señor de la casa de Mendoza y de la Vega, estado de Hita y Buitrago, Almirante de Castilla, llevando en doto las YÍllasde Cogolludo, Tendilla, Torralba y Loranza, cerca de Guadalajara, en cuya ciudad murió y están sepultados sin sucesión.

Doña Constanza de Castilla, llamada Rica-hembra, que casó con su tio D. Juan, primo hermano de Enrique H su padre^ hijo que era del Rey D. Pedro de Portugal y de doña Inés de Castro. Hízole su cuñado el Rey D. Juan I de Castilla en 1387 Duque de Valencia de Campos, de quien descienden sus Condes, incorporados á los Duques de Nájera.

Doña Leonor de Castilla , que se trató de casar con don Alonso de Aragón, hijo de D. Alonso, Marqués de Villena, primer Condestable de Castilla.

Doña Juana de Castilla, que casó en 1378 con D. Pedro de Aragón, hijo de dicho Marqués de Villena, de quienes na- ció el célebre D. Enrique de Aragón y Villena, gran matemá- tico y astrólogo. Conde de Cangas de Tineo, 24 maestre de Calatrava y Señor de Hiniesta, que casó con doña María de Albornoz y murió sin sucesión á 15 de Diciembre de 1434, siendo sepultado en San Francisco de Madrid. Casó después doña Juana con el Infante D. Dionis, su tio, hijo del Rey don Pedro de Portugal y de doña Inés de Castro, de quienes des- cienden los Condes de Villar Don Pardo.

D. Alonso Enriquez de Castilla y Noroña^ de quien proce- den los de Noroña de casas titulares de España: nació en 1385, le hizo su padre Conde de Gijon y Noroña, en Asturias de Oviedo y le casó en 1373 con doña Isabel su prima tercera, hija natural del Rey D. Fernando de Portugal, ofreciéndole en dote la ciudad de Viseo, villas de Linares y Celorico. Perdió D. Alonso sus estados en 1395 por inobediente á su medio hermano D. Juan I y á su sobrino D. Enrique III: después de algún tiempo de prisión se pasó á Francia,

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donde murió en la villa de Marans , como su esposa.

Doña Inés, monja en Santa Clara de Toledo, donde yace.

Doña Isabel , religiosa en aquel monasterio , y sepultada con su hermana.

Doña Beatriz de Castilla, á quien algunos llaman doña Juana; casó en 1369 con D. Juan Alonso de Guzman, tercer Señor de San Lucar, llevando en dote la villa de Niebla con título de condado, de quienos descienden los Duques de Me- dina Sidonia y Condes de Olivares.

D. Pedro de Castilla, que murió desgraciadamente á los siete años, cayendo de los brazos de su ama en el real Alcázar de Segovia en 1366, en cuya catedral está sepultado.

7*.

D. Juan I, que significa gracia del Senor^ hijo y sucesor de D. Enrique II y de doña Juana Manuel: nació en Epila, villa de Aragón, en 1358, y casó dos veces; la primera con doña Leonor, hija de 1). Pedro IV de Aragbn y de doña Leo- nor de Sicilia; la segunda con doña Beatriz, su sobrina y pri- ma segunda, hija del Rey D. Fernando de Portugal y de doña Leonor Tellez de Meneses. Unió á su corona de Castilla el se- ñorío de Vizcaya en 1369^ por derecho de su madre doña Juana Manuel, y así le juraron debajo del árbol de Guernica en 1371 , titulándose como sus descendientes Señor de Viz^- caya. En 1380, en las Cortes de Soria, mandó que anduviesen las mujeres mundanas ú diferencia de las honestas con un pedazo de paño de tres dedos de ancho sobre el tocado. Para las guerras que tuvo en Portugal estando en Ciudad-Rodrigo, creó la dignidad de Condestable en 1382, lo mismo que Justi- cia mayor y Capitán general de los ejércitos. Fué el primero D. Alonso de Aragón, Marqués de Villena, Conde de Denla y Ribagorza, hijo del Infante D. Pedro, que lo era de D. Jaime U de Aragón; 2.°, D. Pedro Ecriquez, Conde de Trastamara, hijo del maestre D. Fadriquo y nieto de Alfonso XII de Cas- tilla, por merced do D. Enrique III, su sobrino; 3.^, D. Luis López Davales, Conde do Rivadco, Adelantado mayor de Mur-

N

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cía, irobco en Italia de los Príncipes de Fraocavila , Montr sarchio. Marqueses del Guasto, comunmente Basto, Arpeya y de Pescara, Condes de Monriso, Duques de Robino; 4.^, don Alvaro de Luna, maestre de Santiago que lo gozó en tiempo de D. Juan II; 5.^, D. Miguel Lucas de Iranzo, reinando don Enrique IV; 6.^, D. Pedro Fernandez de Velasco, Conde Haro; 7.^, su hijo D. Bcrnardino Fernandez de Velasco, por merced de los Reyes católicos; 8.^, su hermano D. Iñigo Fer- nandez de Vdasco, por merced de doña Juana; 9.^, su hijo D. Pedro Fernandez do Velasco, en tiempo de Carlos V; 10, D. Iñigo Fernandez de Velasco, sobrino del noveno Condes- table D. Pedro, como hijo de su hermano D. Juan de Velasco y Tobar, Marqués de Bcrlanga, reinando D. Felipe II; 11, don Juan Fernandez de Velasco, su hijo; 12, su hijo D. Bemar- dino Fernandez de Velasco, Duque de Frías, Marqués de Ber- langa. Conde de Haro, Virey de Aragón y Gobernador de Milán; 13, su hijo y sucesor el Excmo. Sr. D. Iñigo Fernan- dez de Velasco y Tobar, por merced de Felipe IV, el cual fué casado con doña Josefa de Córdoba y Figueroa, hija del Mar- qués de Priego, Duque de Fería , con sucesión. En Aragón liabia instituido esta dignidad en 1379 D. Pedro IV, nom- brando el primero á su hijo y sucesor el Infante D. Martin, y luego estuvo en los Duques de Cardona. En Navarra la esta- bleció en 1455 D. Juan 11, siendo el primero Mosen Pierres de Peralta, hijo del infante D. Pedro, que lo fué de D. Car- los II de aquel Reino, y después pasó á la casa de los Duques de Alba. También creó D. Juan I de Castilla en 1382 el cargo do mariscal, que era justicia en los reales ejércitos, para pro- veer de agua y leña el campo, siendo el primero D. Femando Alvarez de Toledo, Señor de Valdecomeja, progenitor de los Duques do Alba; después lo dieron los Reyes á diferentes Ca- balleros, llamándose unos Mariscales de Castilla, otros de León y algunos de Andalucía, conforme por donde se hacia la guerra. En 1388 en las Cortes de la villa de Briviesca, se originó en Castilla llamarse los primogénitos de los Reyes Príncipes de Asturias, siendo el prímero D. Enrique III, hijo

~56« -

y sucesor de D. Juan I, que para mayor celebridad de su ea- Sarniento con doña Catalina de Inglaterra en Patencia , á imi- tación de los Príncipes de Gales^ se intituló de Asturias con esta ceremonia. Le sentó el Rey su padre en rico trono, pú- sole un manto de púrpura, sombrero en la cabeza, y en la mano derecha una vara de oro y le dio la paz en el rostro; fué ^1 2.^, D. Juan su hijo y sucesor, jurado en Valladolid en 1405; 3.^, la Princesa doña Catalina, hija mayor de D. Juan II en Toledo á falta de varón, en 1423; 4.^, doña Leonor^ bija segunda de D. Juan 11^ en Burgos el año 1424; 5.^, el Prin- cipe D. Enrique, después Rey, cuarto del nombre, jurado en Valladolid en 1425 y segunda vez en 1432; 6.^^ doña Juana, en Madrid año 1462, y segunda vez en 1470 en el valle de Lozoya, cercano ú la cartuja del Paular; 7.^^ D. Alonso, hijo de D. Juan II, en 1464 en el Campo de Cabezón, dos leguas de Valladolid; 8.^^ doña Isabel la Católica, su hermana, en la venta de los Toros de Guisando en 1468; 9.^, doña Isabel, su hija mayor y de D. Fernando V, en Madrigal en 1476; 10, el Príncipe D. Juan, su hermano, en Toledo año 1480; 11, el Príncipe D. Miguel, hijo del Rey D. Manuel de Portugal y de doña Isabel, hija dolos Reyes Católicos, en la villa de Ocafia año 1499; 12, doña Juana, hija segunda délos Reyes Católi- cos, en Toledo año 1502; 13, D. Carlos, su hijo y sucesor, jurado en los estados de Flandes en 1516; 14, D. Felipe II, en Madrid año 1528; 15, el Príncipe D. Carlos, su hijo^ en Toledo en 1560; 16, D. Fernando su hermano, en Madrid año 1573; D. Diego, otro hijo de D. Felipe II, en Madrid afio 1580; 18, D. Felipe III, en Madrid año 1584, el cual fué el primer Príncipe jurado por toda España; 19, la majestad de I). Felipe IV, en Madrid 1606; 20, su hijo D. Baltasar Carlos, en Madrid 1632. Mandó el Rey D. Juan en las Cortes de Se- govia de 1383 se dejase la era de César y se contasen los años del nacimiento de Cristo, escediendo aquella á esta 38 años. En 1387 estableció que si el Rey, Príncipe heredero, Infantes ó cualesquier vasallos católicos encontraran en la calle al San- tísimo Sacramento, tuviesen obligación de acompañarle hasta

567

la iglesia de donde hubiese salido» sin escusa alguna: reinó 11 años; murió en Alcalá de Henares cayendo de un caballo en 1390, á los 32 de edad, siendo sepultado con sus mujeres en la capilla de los Reyes nuevos de Toledo.

HIJOS DE DON JUAN I Y DONA LEONOR.

D. Femando, hijo segundo, llamado el Infante de Ante- quera, Rey de Aragón, primero del nombre, electo en 1412: nació en la villa de Medina del Campo en 1380; casó en Ma- drid el de 1393 con dofia Leonor de Castilla, la Rica-hembra su tia, hija de D. Sancho, que lo fué de D. Alonso XII, de cuyo tálamo salieron aquellos cinco tan celebrados Infantes; el primero D. Alonso V el sabio y magnánimo, que sucedió en la corona á su padre, y en la de Ñapóles por donación de su Reina dofia Juana líen 1420, que acabó de conquistaren 1422; el 2.^, D. Juan, segundo del nombre. Rey de Aragón y Navarra, que nació en Medina del Campo en 1397, y casó primera vez con dofia Blanca, hija heredera de Carlos III, Rey de Navarra, y de doña Leonor, hija de D. Enrique II de Cas- tilla, en Pamplona el afio 1420, de quien tuvo tres hijos, al Príncipe D. Carlos, que nació en Pefiaftel en 1421, autor de la Historia y nobleza de Navarra que se halla manuscrita: fa- lleció el de 1461, dejando hijos naturales á doña Blanca, primera esposa de D. Enrique lY de Castilla, su primo se- gundo, que nació en 1425 y casó en Alfaro en 1437, y á dofia Leonor^ Reina de Navarra, mujer de D. Gastón, Conde de Fox, ios cuales procrearon á D. Gastón, D. Juan y doña Ca- talina, Condesa de Candalla; el D. Gastón, hijo mayor, Prín- cipe de Viana, casó con madama Magdalena, hija de Car- los VII, Rey de Francia , de cuyo consorcio nacieron D. Fran- cés ó Francisco Febo, Rey de Navarra, y de doña Catalina, Reina también de aquella corona, que casó con Juan de La- brid, Príncipe deBearne, padres de Enrique de Labrid^ su- cesor en el estado de Bearne, que en su mujer madama Mar- garita, Infanta de Francia, engendró á madama Juana de La-

I

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brid, esposa de Antonio de Borbon, segundo Doque de Vao- doma, cuyo hijo fué Enrique de Borbon, Príncipe de Bearne, Conde de Fox, Duque de Vandoma, Rey de Francia^ coarto del nombre, abuelo materno de la Infanta de España doña María Teresa de Austria: D. Juan de Fox, hijo segundo de doña Leonor y de D. Gastón de Fox, casó con madama María, hija de Carlos, Duque de Orleans, hermano de Luis XII, Rey de Francia, padres de madama Germán, segunda esposa del Rey católico Fernando V. Casó segunda vez el Rey D.Juan II de Aragón y de Navarra con doña Juana Enriques de Córdoba, hija de D. Fadrique Enriquez, 26 Almirante de Castilla^ de cuyo matrimonio nació el católico D. Femando V. Murió el Rey D. Juan su padre, año 1479, y fué sepultado en Poblóte con su segunda esposa que falleció en 1469. El tercer Infante D. Enrique, 35 maestre de Santiago, que casó con su prima doña Catalina, hija de D. Enrique III, y no tuvo sucesión, y segunda vez con doña Beatriz Pimentel , hija de D. Rodrigo Alonso Pimentel, segundo Conde de Benavente, y procrea- ron á D. Enrique, llamado el Infante Fortuna, Duque de Se- gorve, progenitor do ilustres casas de España: fué el cuarto Infante D. Sancho, 31 maestre de Alcántara; y el quinto don Pedro, Conde de Alburquerque, que murió desgraciadamen- te en Italia, estando con su hermano el Rey Alonso V en la conquista de Ñapóles de 1438. Tuvieron también D. Fer- nando I y doña Leonor dos hijas, doña María, que casó con su primo hermano D. Juan II de Castilla, y doña Leonor, consorte del Rey D. Duarte de Portugal, con quien desposó en 1428, padres del Rey D. Alonso V, lusitano, del Infante D. Fernando, cuyo hijo fué el Rey D. Manuel^ de doña Juana, segunda esposa de D. Enrique IV de Castilla y de doña Leo- nor, Emperatriz de Alemania, mujer de Federico III, de quien se propagó la cesárea casa de Austria. Murió D. Fer- nando I de Aragón, Infante de Castilla , en 1416, y está se- pultado en el real convento de Poblete, en Cataluña, y su mu- jer en el de San Juan de Dueñas, cercado Medina del Campo, y falleció en 1435.

- íed- DoñaMaria, quemuriónifia, y su madre Leonor de parto en la villa de Cuellar en 1382.

HIJO DEL REY DON JUAN I DEL SEGUNDO MATRIMOmO.

D. Miguel, qut) murió de poca edad en 1385.

75.

P. Enrique III, insigne en Religión y Justicia, templado en las felicidades, pacífico en las adversidades y sereno en to- da fortuna , pudiendo servir de espejo á los mayores Monar- cas del mundo. Viniendo un dia de 1407 de caza en Burgos y no hallando que comer, empeño su gabán para comprar una espalda de carnero; fué hijo primogénito y sucesor de D. Juan I y doSa Leonor su primera esposa; nació en Burgos en 1379 ; casó con doña Catalina su prima segunda , hija de Joan de Gante , Duque de Alencastre en Inglaterra y de doña Constanza, hija de D. Pedro de Castilla. Instituyó en 1390, primer año de su reinado, la Sala de mil y quinientas en el Consejo Real de Castilla. En 1400 se vio en España el primer relox puesto en la torre Giralda de Sevilla, asistiendo S. A. á edta novedad. El de 1403 se perfeccionó el uso de la piedra imán tan útil á la navegación. En 1396 dio principio ala jus- ticia que llaman Carregidor. En 1405 en las Cortes de Toro mandó tragesen los judies por señal un pedazo de paño rojo en el hombro derecho , de tres dedos de ancho. En 1407 otro azul algo mayor en forma de luna menguante á los moros. Fué tan deseoso de acertar en su gobierno , que para saber e' de los mejores Príncipes enviaba Embajadores, como lo hizo en 1397 al Gran Tamurbech, comunmente llamado Tamorlan, diciendo que mas temia las maldiciones del pueblo que las armas de sus enemigos. Reinó 16 años, murió en Toledo el de 1407, á los 27 de edad, de continuos achaques, por lo que fué llamado el Enfermo; fué sepultado con su consorte , que falleció en Valladoliden 1418, en la capilla de los Reyes nue' vos de aquella ciudad.

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HUOS DEL REY DON ENRIQUE UI.

Doña María , que nació en Segovia en 1401 , casó el df 1415 con el Rey D. Alonso V de Aragón , su primo hermanoy que conquistó el Reino de Ñapóles ; murió en la Ciudad de Valencia, sin sucesión en 14S8, y fué sepultada en el Real convento de Poblete.

Doña Catalina, que nació en 1406; casó en 14S0 con el infante D. Enrique , su primo hermano, 35 Maestre de San- tiago^ hermano de D. Alonso V , hijo de D. Femando I de Aragón; murió sin sucesión en 1440.

76.

D. Juan II, hijo primogénito de D. Enrique III y dolt Catalina, nació en la Ciudad de Toro en 1405, sucedió asas Padres, en 1407 desde cuyo tiempo se acostumbra en Castilla levantar pendones en la Corte y^pueblos del Reino, jurando y haciendo pleito hoinenaje al nuevo Príncipe con estas pa- labras: Castilla, Castilla, Castilla por el Rey etc., casó dos veces, la primera con doña María su prima hermana, hija de D. Fernando I de Aragón, su tío; la segunda con doña Isa- bel , hija del Infante D. Juan y de su esposa doña Isabel, hi- ja de D. Alonso , primer Duque de Rraganza ; el Infante don Juan era hijo de D. Juan I de Portugal. Ganó D. Juan II de Castilla la batalla de Olmedo en 1445, fué muy aficionado á la Historia, poesía y filosofía, manda.ido traducir muchos li- bros en Romance. En 1415 se comenzaron á conquistar las siete Islas Canarias por Mr. Juan Retancourt , francés, y se llamó Rey de ellas, que en tiempo de los Reyes Católicos afto 1494 acabó de sujetarlas D. Alonso de Lugo, en cuya remu- neración le dieron título de Adelantado mayor de ellas. En 1429 hizo el Rey bendecir las banderas para la guerra contra moros, costumbre que hasta hoy se observa. Murió en 5 de Abril de 1418 en Francia San Vicente Ferrer , valenciano, religioso dominico, dejando introducida en España la devo-

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ta costumbre de la salutación angélica en los sermones, y qu« los disciplinantes llevasen la túnica blanca y el rostro cubier- to en las procesiones. Eu 1442 puso su Alteza en Valladolid la Chancilleria , siendo su primer Presidente D. Alonso de Fonseca y Acebedo, Arzobispo de Sevilla y Santiago ; 2.^, don Diego Pérez de Villamuriel , Obispo de Mondofiedo ; 3.^, don Juan Ruiz de Medina, Obispo de Astorga, Badajoz, Cartage- na y Segovia;4.^, D. Diego Ramirez de Villaescusa, Obispo de Málaga y Cuenca; 5.^, D. Pedro González Manso , Obispo de Guadix, Tuy, Badajoz y Osma ; 6.^, D. Sebastian Ramirez de Fuen Leal , Obispo de Santo Domingo en las Indias y de Cuevas; 7.^, D. Miguel Muñoz, Obispo de Tuy y de Cuenca; 8.^, D. Diego de Alcalá Esquivel , Obispo de Astorga y Avila; 9.^, D. Francisco Tcllo de Sandoval , Maestro del Príncipe D. Carlos, hijo de D. Felipe II, después Obispo de Osma, Plasencia y Presidente de Indias; 10, D* Cristóbal Fernandez Valtodano , Obispo de Palencia y Arzobispo de Santiago; 11, D. Alonso de Santiliana ; 12, D. Fernando de Vega y Fonse- ca, Obispo de Córdoba, Presidente de Hacienda é Indias; 13, D. Juan Zapata de Cárdenas, Obispo de Palencia; 14, don Pedro Deza Cardenal ; 15, D. Gerónimo de Roda ; 16, don Francisco Fernandez de Liébana , de los Consejos Reales de Castilla y Cámara; 17, D. Pedro Vaca de Castro y Quiñones, Arzobispo de Granada y Sevilla ; 18, D. Pedro Junco de Po- sada y Valdés, .Obispo de Salamanca; 19, D. Gerónimo del Corral , del Consejo Real de Castilla ; 20, D. Alonso de Ana- ya, del Consejo Real; 21, D. Pedro Manso de Zúñiga, Pa- triarca de las Indias y Presidente de Castilla ; 22, D. Pedro de Zamora , Obispo de Calahorra ; 23, D. Baltasar de Loren- zana ; 24, D. Juan de San Vicente ; 25, D. Francisco Márquez de Gaceta , Obispo de Avila ; 26, D. Juan de Torres Osorio, Obispo de Oviedo y Valladolid ; 27, D. Juan Quéipo de Lla- no, Auditor de la Rota Romana, Obispo de Pamplona, Virey de Navarra y Prelado de Jaén ; 28^ el Illmo. Señor D. Diego de Riaño y Gamboa , del hábito de Santiago , Comisario Ge- neral do Cruzada, Presidente de Castilla ; 29, D. Pedro Gas-

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rillo de Acufia, Auditor de la Rota Romana, Obispo de Sala- manca y Arzobispo de Santiago ; 30^ D. Juan de Carvajal y Sande, Presidente de Hacienda; 31, D. Tomás Rodríguez de Monroy, del Consejo de la Inquisición ; 32, D. Antonio de Pina y Hermosa, también del Consejo de la Suprema. En 1452 tuvo principio la moneda forera y la cria de seda en Es- paña, principalmente en el Reino de Murcia; poco después entró en Castilla el arte de la Imprenta, inventada en Magun- cia en 1451 por Juan Gutemberg, pero no floreció hasta el tiempo del Cardenal D. Fray Francisco Jiménez de Cisneros, Inquisidor General y Arzobispo de Toledo, que honró mucho á sus Profesores. Murió D. Juan 11 en Yalladolid en 1454 te- niendo 49 de edad y 47 de reinado; fué sepuUado con su se- gunda esposa en el Convento de la Cartuja de Miraflores, me- dia legua de Burgos, que el fundó en 1441, y la primera es- posa yace en el Santuario de Guadalupe, la cual mandó á don Alonso de Madrigal, Obispo de Avila, llamado el Tostado, es- cribiese un libro para saber confesar, y fué la primera Suma que hubo en Espafla ; con ella yace su hijo el Rey D. Enri- que IV.

HUOS DE DON JUAN O DEL PRIHER MATRIMONIO.

Dofia Catalina, que nació en la villa de Illescas en 1422: fué jurada por sucesora de estos Reinos á falta de varón, en Teledo en 1423, y murió en Madrigal en el de 24.

Doña Leonor, que nació en Yalladolid en 1423 , y fué también jurada como su hermana en Burgos, afto 1424, y mu- rió niña.

HIJO DE DON JUAN I! DEL SEGUNDO MATRIMONIO.

D. Alonso, que nació en la villa de Tordesillas en 1453: fué jurado Príncipe en el Campo de Cabezón, dos leguas de Yalladolid, en 1464. Levantóse contra su hermano mayor don Enrique lY en 1462, y tuvo tres años título de Rey, gozó el maestrazgo de Santiago, y murió en Cardefiosa, cerca de Avi- la, en 1468, ahogado con una espina de trucha, y según otros

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envenenado . fué sepultado con su padre en la Cartuja de M i- raflores de Burgos.

D. Enrique lY^ hijo y sucesor de D. Juan II y de su es- posa doña Haría, nació en Valladolid en 1425 y casó dos Te- ces; la primera en 1437 con doña Blanca, su prima segunda, hijo de D. Juan II de Aragón y Navarra, que por sentencia del Sumo Pontífice Nicolao V, se apartaron en 1453; la se- gunda en 1455 con doña Juana, su prima segunda, hija de D. Duarte de Portugal. Venció otra batalla de Olmedo á los que seguian la voz de D. Alonso, su hermano menor en 1467. En 1462 restauró la ciudad de Gibraltar y se llamó Rey de ella. Reinó 20 años; murió el de 1474 en Madrid , combalido de desgracias, teniendo 49 de edad; fué sepultado con su ma- dre doña María en el convento de Guadalupe; sn primera es- posa daña Blanca en San Francisco de Lesear, ciudad en Beame de Francia, y la segunda en San Francisco de Madrid .

UUA DE DON ENRIQUE IV DEL SEGUNDO MATRIMONIO.

Doña Juana, llamada la escelente Señora, nació en Ma- drid en 1462; fué jurada el propio año, y segunda vez en 1470 en el valle de Lozoya: estuvo desposada con Carlos, Du^ que Guiena, hijo tercero de Carlos YII, Rey de Francia, y mu- riendo el Duque no tuvo efecto: fué religiosa en el unmas- terio de Santa Clara de Coimbra, donde profesó en 15 de Se- tiembre de 1480, y donde acabó sus dias y fué sepultada.

78.

Doña Isabel, que en hebreo significa ahxmianciaj hija de don Juan II y de doña Isabel, Portuguesa, su segunda esposa, stH eedió ásu hermano D. Enrique IV: naeióen Madridó Madrigal á 23 de Abril 4451 , y fué jurada Princesa en los Toros de 6oi- sandoen 1468; dí^ el 69 en Valladolid ál8de Octubre con su primo segundo D. Femando V de Castilla, Rey que era de Si-

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cilia y Príncipe de Aragón» hijo de D. Juan 11 de aquella coro- na^ que por su muerte heredó en 1479, y de su segunda esposa doña Juana Enriquez de Córdoba. El Papa Alejandro VI les concedió nuevamente en 1496 el título de católicos. Adquirie- ron de la Santa Sede Apostólica la presentación de las. iglesias catedrales en sus reinos en 1482, con que los Sumos Pontífi- ces el de 1497 comenzaron en España á gozar las vacantes de los Arzobispados, Obispados y Espolios de los prelados difun- tos, así muebles como raices, lo cual confirmó Adriano VI en 1623 al Emperador Carlos V. En 1478 instituyeron el oficio de la Inquisición persuadidos del gran Cardenal de España D. Pedro González de Mendoza, Arzobispo de Toledo, que aprobó el Sumo Pontífice Sisto IV, estableciendo en 1483 su Consejo de la suprema, y fué el primer Inquisidor general fray Tomás de Torquemada. Fundaron los Reyes Católicos en 1476 la justicia de la Santa Hermandad nueva, para asegurar los caminos de salteadores y asesinos con industria de D. Juan de Ortega, su Sacristán mayor, primer Obispo de Almería, después de restaurada, y de Alonso de Quintanilla, Contador mayor de estos Príncipes, adviertiendo que la Santa Herman- dad vieja la estableció el santo Rey D. Fernando III en 1249, y la confirmó Enrique IV el de 1466. Ordenaron el Consejo de la Mesta en 1501 para lo tocante á los ganaderos, cuyas le- yes y privilegios se recopilaron el de 1609. En 1478 incorpo- raron así el Marquesado de Orietan y Condado de Goziano en Cerdeña, poniéndolos entre sus títulos reales. En 1483, por la gran falta de dinero, hicieron moneda de cartón , teniendo en una parte sus nombres y en la otra el valor que después pagaron puntualmente. En 1B03 pusieron en Sevilla la casa de la contratación. Unieron ¿ su real corona la administra- ción perpetua de los tres maestrazgos Santiago^ Calatrava y Alcántara, concesión de Alejandro VI, Sumo Pontífice en 1494, confirmada por Adriano VI al Emperador Carlos V en 1523, aunque la corona de Castilla recayese en hembra, dando principio al real Consejo de órdenes en 1489, y fué su primer Presidente D. Garci Fernandez Manrique, tercer Conde de

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Osorno, Comendador de Honreal, 13 en la ófden de Santiago, de los Consejos de Estado y Guerra; 2.^, D. Fernando de Vega, Comendador mayor de Castilla en la orden de Santia- go; 3.^, D. Diego Hurtado de Mendoza, Conde de Melito, Duque de Francavila, Yirey de Valencia; 4.^, D. Pedro de Córdoba, Señor de la Zubia, hijo deD. Diego Fernandez de Córdoba, tercer Conde de Cabra; 5.^, el doctor Juan Rodrí- guez de Figueroa, Comendador de Villanueva de Alcaráz en la orden de Santiago, del Consejo de Estado, Presidente de Castilla; 6.^, D. Francisco Zapata de Cisneros^ Comendador de Guadalcanal en la orden de Santiago, primer Conde de Barajas, Mayordomo mayor de dofia Ana de Austria, del Con- sejo de Estado y Presidente de Castilla; 7.^, D. Francisco Hurtado de Mendoza, cuarto Conde de Monteagudo, primer Marqués de Almazan, Embajador de Alemania, Virey de Na- varra, del Consejo de Estado y Guerra, Comendador de Veas en la orden de Santiago; 8.^, D. Martin de Córdoba, Comen- dador de Hornachos y Socuéllamos en la orden de Santiago, Virey de Navarra y Marqués de Cortes; 9.^, D. Antonio de Padilla y Meneses, Presidente de Indias, 10, D. Iñigo de Cár- denas Zapata, Señor de la villa de Loeches, Comendador del Corral de Almaguer en la orden de Santiago, Oidor del real Consejo de Castilla; 11, D. Juan Idiaguez, Comendador ma- yor de León, del Consejo de Estado, Embajador de Genova y Mayordomo de la Reina doña Margarita de Austria; 12, don Luis Carrillo de Toledo, primer Marqués de Caracena^ Go- bernador de Galicia, Virey de Valencia, Comendador de Mo- nzón en la orden de Santiago , de los Consejos de Estado y Guerra; 13, el Gobernador D. Alonso de Cabrera, del hábito de Galatrava, délos Consejos de Castilla y Cámara; 14, D. Enri- que Ramón Fóich de Aragón, Córdoba y Cardona, del or- den de Santiago, Duque de Segorve y Cardona, Marqués de Pallas y Gomares, Conde de Ampurias y de Prades, Condes* tabie de Aragón, Alcaide de los donceles, del Consejo de Es- tado y Virey de Cataluña; 15, D. Enrique Dávila y Guzman, primer Marqués de Pobar, Embajador á Flandes, capitán de

TOMO I. 18

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la guarda española, del orden y clavero de Alcántara, Genlil- hombre de cámara; 16, el Gobernador D. Juan de Chaves y Mendoza, dci orden de Santiago^ de los Consejos de Castilla y Cámara, primer Conde de la Calzada, 17, D. Iftigo Velez de Guevara, Señor de Salínillas. Embajador en Saboya y Ale* manía, del Consejo de Estado, quinto Conde de Oñate, Co- mendador de Carrizosa en la orden de Santiago; i 8, D. An* tonio de Toledo Dávila y Zúfiiga, tercer Marqués de Miravel, Comendador de Castilserás en la orden de Calatrava , Gentil- hombre de Cámara , mayordomo de Felipe III , Embajador á Francia, del Consejo de Estado, ayo del Príncipe D. Baltasar Cirios; 19, D. Gaspar de Bracamente y Guzman, Conde ter- cero de Peñaranda, Comendador de Daimiel en la orden de Calatrava, de los Consejos de Castilla, Cámara y Estado, ple- nipotenciario de las paces entre España y Holanda, Presidente de Indias; 20, D. Antonio Sancho Dávila y Toledo, tercer Marqués de Veleda, Comendador de Manzanares en la orden de €alatrava, grande de España, del Consejo de Estado, Go- bernador y Capitán general del estado de Milán; 21^ el Go- bernador del Consejo de órdenes el Excmo. Sr. D. Enrique Enríquez de Guzman, Pimentel y Toledo, quinto Marqués de Tavara, Conde de Villada^ Gentil-hombre de Cámara del Con- sejo de Guerra, Comendador de Sancti Spirítus en la orden de Alcántara, Vi rey de Afagon y Navarra, Gobernador de Sicilia y Capitán general de Castilla la Vieja. En 1492^ por mandato do los Reyes católicos , dio principio al descubrí«- miento de las Indias oecidentaleá el caballero genovés Cristó- bal Colombo, corrompido en España en Colon , progenitor de los Duques de Veraguas, Marqueses de Jamaica, hijo de Do- mingo Colombo, nieto de Lanza Colombo, segundo nieto de Emeríco Colombo, tercer nieto de Ferrarío Colombo, Señor del castillo de Cúzaro; y guiado de los papeles que le dejó en la isla de la Madera Rodrigo Faleiro, peritísimo marino y gran cosmógrafo portugués, salió este famoso argonauta, viernes al amanecer, 3 de Agosto, llevando 120 compañeros en tres navios del puerto de Palos de Moguer, junto á la eosta

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del Algarhe, aprestados con solo 16,000 ducados; que sobre las joyas de la Reina católica dio Luis de San Ángel, escri- bano de Raciones, los cuales navegando 1 ,800 leguas descu- brieron entre otras islas la Española. Después fueron los pri- meros que predicaron, levantaron altares, pusieron cruces é imágenes, bautizaron y Celebraron misa en la nueva España fray Juan Pérez, religioso Francisco, guardián de la Rábida, y fray Bartolomé de Olmedo, Mercenario: en el Perú fray An- tonio Bravo y fray Juan de las Varillas, de la misma orden; resaltando el nombre de América á aquella cuarta parte del mundo de AmérícoVespucbi, Florentino, piloto de Colon; y de vuelta sus compañeros y algunos indios pegaron el mal de bubón á las damas sevillanas; se propagó á Ñápeles y á Fran- cia, de donde se estendió el contagio á las demás provincias del orbe: y trayendo cantidad de oro á España enviaron los Príncipes un pedazo de 20,000 escudos á la santa iglesia de Toledo, de que se hizo su custodia^ y otro tanto al Sumo Pon- tífice Alejandro VI, que en 1493 le dio la investidura del rico imperio occidental, cogiendo por primicias de solo la Nueva España la iglesia en 18 años primitivos diez millones de in- dios bautizados. En 1811 principió el católico Fernando el real Consejo de las Indias, que confirmó y puso en perfección Garlos V en 1824: ocasionado de los descubrimientos y con- quistas conseguidas por los héroes D. Fernando Cortés de Mónroy, Marqués del Valle de Guajaca , y D. Francisco Pi- zarro, Marqués de las Charcas y Atavillos^ á quienes concedió entre otras mercedes se^llamasen Don, prerogativa honorifíca y tan estimada en aquel siglo como abatida en el nuestro. Fué su primer Presidente Ü. Juan Rodriguez de Fonseca, Obispo dePalencia. En 1492, por edicto promulgado en Gra- nada á 30 de Marzo y en Guadalajara á 29 de Abril, hicieron los Reyes general espulsion de los judios habitantes en sus reinos que no se quisieron bautizar, de los cuales salieron en los meses de Junio, Julio y Agosto 170,000 casas en que ha- bla 800,000 personas, derramándose por Asia, África y Eu- ropa. En 1802 y 8, echaron también á los moros. En este

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tiempo ftoreció Gonzalo Fernandez de Córdoba, que por sus hechos adquirió el nombre de Gran Capitán , fué Duque de Sesa, Torranova, San Angelo, Marqués de Vitonto y Condes table de Ñapóles^ cuyo reino conquistó para su Príncipe en i503, y lo cogió la muerte en Granada á 2 de Diciembre de Í515 á los 62 años de edad: fué sepultado en San Gerónimo de aquella ciudad. En 1509 á 16 de Mayo ganó el Arzobispo de Toledo y Cardenal D. Fray Francisco Jiménez de Cisneros á Oran, el cual fundó la universidad de Alcalá de Henares en 1499, en cuyos cimientos, á imitación de los romanos, puso monedas de plata y oro con su nombre grabado para memoria de los siglos venideros. En el mismo año se ganaron Bujía y Trípoli. En 1492 comenzaron en Castilla las compaiiías á re- presentar públicamente comedias por Juan de la Encina, poeta gracioso, festejando con ellas á D. Fadrique Enriquez, Almirante de Castilla, y á D. Iñigo López de Mendoza, se- gundo Duque del Infantado: luego Pedro Navarro, toledano inventó los teatros, y Cosme de Oviedo los carteles. En el mismo tiempo mandaron los Reyes valiese el real de cobre 34 maravedís, y se vieron en España las primeras escopetas. En 1504 ordenaron la guardia española para sus personas, cuyo primer Capitán fué Gonzalo de Ayora, cordobés, que perfec- cionó en Castilla la dbcíplina militar. En 1504 tomaron la plaza de Mazalquivir en África. En 1482 levantaron la uni- versidad de Avila, encargando la obra á su confesor fray To- más de Torqucmada, Inquisidor general, y se concluyó el de 95. En 1494 á 14 de Diciembre formaron en Ciudad-Real la Chancillería que en 1505 se trasladó i Granada , siendo el primer Presidente D. Iñigo Manrique, después Obispo de Córdoba. En 1496 señalaron asientos ¿ los Cardenales, Pre- lados, Embajadores y Grandes de España en su real capilla, que perfeccionó D. Felipe II. Siendo confesor de la Reina católica D. Fray Hernando de Talavera, del orden de San Ge- rónimo, primer Arzobispo de Granada; introdujo que el con- fesor de los Reyes cuando les oyese en confesión estuviese sentado, pues antes estaban ambos de rodilas arrimados á un

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banco. En 1494 estando sus Altezas en Madrid el 19 de No- viembre formaron el sacro , real y supremo Consejo de Ara- gón y de toda la corona, que confirmó Carlos V en 1522, y segunda vez en 1543, eligiendo el católico Rey por su primer Vice-chanciller á Alfonso de.la Caballería, aragonés. Murió do- ña Isabel en la villa de Medina del Campo á 26 de Noviembre de 1504, habiendo reinado 30 años, teniendo de edad 53: fué la mas valerosa matrona, prudente Princesa y religiosa Reina que hasta su tiempo gozó Europa. Está sepultada en la real capilla de Granada fábrica suya. Casó segunda vez el Rey ca- tólico en 1606 con madama Germana, hija de D. Juan de Fox, Vizconde y Señor de Narbona, y de su esposa madama María, hija de Carlos, Duque de Orleans, hermano de Luis XII de Francia. Era D. Juan de Fox hijo del Conde D. Gastón y de doña Leonor, Reina de Navarra, liija del Rey D. Juan 11^ por lo que era Germana sobrina segunda de Fernando, la cual introdujo en Castilla las meriendas. Estinguió D. Fer- nando, gran maestro de los políticos, la dignidad suprema de Rico&-homes, mudándola en grandes de España. Reinó 41 años y pagó la común deuda de naturaleza en Madrigalejo, aldea de Trujillo en Estremadura, asistido de su confesor fray Tomás de Matienzo, dominico, en 23 de Enero de 1516, é la edad de 63 y medio, y habia nacido en Sos, villa de Aragón á 10 de Marzo de 1452: fué sepultado con su primera consorte «n Granada, dejando unidos á la corona de Castilla los rei- nos y estados de Aragón, Cataluña, Rosellon, Cerdeña, Va- lencia, Mallorca, Sicilia, Ñapóles, Jerusalen, Atenas, Neopa- tria y Granada que conquistaron en 1492, incorporando el de Navarra en 11 de Junio de 1515 en las cortes generales de Burgos por investidura de Julio II, Pontífice máximo, con lo que añadieron al escudo general de sus armas en el cuartel alto de la izquierda las cuatro barras gules sobre oro, de Ca- taluña y Aragón, las mismas en sotuer con dos águilas sables en campo de plata coronadas de oro, que son de Sicilia: por Ñápeles una cruz de oro en campo de plata que parte el es- cudo en cuatro; á cada ángulo otra, y son las de Jerusalen:

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por Navarra, en campo gules cadena de oro y enmedio una esmeralda, y por Granada su granada si nople abierta con gra- nos gules en campo de plata. Pasó dofia Germana á segun- das bodas en 1519 con el Marqués de Brandemburgo, y ter- ceras por orden del Emperador Carlos V en 1S22 con don Fernando de Aragón, Duque de Calabria, hijo de D. Fadrí- que, Rey de Ñapóles.

HUOSDE DON FERNANDO Y DONA ISABEL.

El Príncipe D. Juan, que nació en Sevilla en 1478, fué Presidente de Castilla y casó en 1497 en Burgos con madama Margarita, su sobrina, bija del Emperador Maximiliano I y de la Emperatriz madama María Carolina, Duquesa de Borgofia^ Brabante y Condesa de Flaodes. Pusieron al Príncipe D. Juan sus padres en 1496 casa aparte, dándole por pajes muchos hijos de grandes señores: murió sin sucesión en Salamanca el mismo de sus bodas, y yace sepultado en Santo Tomás de Avila, convento dominico, vistiendo todos sus vasallos de ne- gro en señal de luto y sentimiento, pnes hasta entonces se habia usado jerga blanca: casó después Margarita con Fili- berto II, Duque de Saboya, y falleció en Molina en. 1530, ha- biendo sido Gobernadora en los estados de Flandes por el Em- perador Carlos V su primo.

Doña Isabel, que nació en la villa de Dueñas en 1470; casó en 1490 con el Príncipe D. Alonso, primogénito de don Juan II de Portugal, que murió cayendo de un caballo en la villa de Santaren, riberas del Tajo, sin sucesión: casó se- gunda vez la Princesa en 1497 con D. Manuel, Rey lusitano, su primo segundo por linea paterna, y por la materna su tio: murió en Zaragoza de parto del Príncipe D. Miguel en 1498, y fué sepultada en el coro de las monjas de Santa Isabel la real de Toledo.

Doña María, que nació en Córdoba en 1482; casó en 1500 con el Rey D. Manuel, su cuñado, de quienes nació entre otros hijos el Rey D. Juan III y la Emperatriz doña Isabel:

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murió en Lisboa de parto en 1517 y yaC/e con su esposo en Belén.

Doña Catalina, que nació en Alcalá de Henares en 14SB; casó en 1801 con Artur, Príncipe de Gales, primogénito de Enrique Vil, Rey de Inglaterra, con quien estuvo solo cinco meses; casó dofta Catalina segunda vez con su cuñado D. En* rique VIII de aquella corona, á 24 de Junio de 1S09, de los cuales nació doña Haría, heredera propietaria de Inglaterra, que casó en 1554 con el Rey D. Felipe II su sobrino y falleció en 1558 sin sucesión. Murió doña Catalina en Cimbaton del condado de Bedfordia en 1535, y fué sepultada en el Burgo de San Pedro, monasterio Benito.

HUO DE DON FERNANDO EL CATÓLICO Y DE MADAMA GERMANA

SU SECUNDA ESPOSA.

D. Juan, Principe de Gerona, que nació en Valladolíd en 1500 y murió de pocas horas, siendo sepultado en el monas- terio real de Poblete.

HIJOS DE DON FERNANDO FUERA DE MATRIMONIO.

D. Alonso de Aragón, Arzobispo de Zaragoza, que nació en 1469 y murió el de 15S0. Fué sepultado en su catedral, dejando por hijos á D. Fernando de Aragón, también Arzo- bispo de Zaragoza, de quien hay gran descendencia; á do&t Ana de Aragón, esposa de Juan Alonso de Guzman, sesto Duque de Medina Sidonia; y á doña Juana de Aragón, que casó con D. Juan de Borjn, tercer Duque de Gandía, de los cuales nació D. Francisco de Borja y Aragón, cuarto Duque de Gandía, fundador d6 su universidad con bulas apostólicas en 1549 y con privilegio real de 1550 donde se graduó; casó con doña Leonor de Castro, portuguesa, dama de la Empera- tríz doña Isabel; después de ser Virey en Cataluña, Mayordo- mo mayor, Caballero y 13 de la orden de Santiago, entró re- ligioso en la compañía de Jesús on 1540, y murió en 1572 á los 62 de edad, canonizándole la Santidad de Clemente X. Tu- vieron en este consorcio entre otros hijos al primogénito don

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asa- Carlos de Borja y Aragón, quinto Duqoe de Gandía, de qoíen proceden los demás, y á D. Juan de Borja y Aragón, Comeii- dador de Azuaga y 13 en la orden de Santiago, Embajador en Alemania, Mayordomo mayor de la Emperatriz doña Maríai del Consejo de Estado, primer Conde de Ficallo en Portugal, padre de D. Francisco de Borja y Aragón, Conde de Mayai- de, Príncipe de Esquiladle, Gentil-hombre de la cámara de Felipe III, Comendador de ^Azuaga en la orden de Santiago y Virey del Perú; de D. Carlos de Aragón y Boija, Duque de Villahermosa, del Consejo de Estado de Portugal , Caballero del orden militar de Cristo; y de D. Fernando de Borja, Go* mendador mayor de Montesa, Virey de Aragón y Valencia, Gentil-hombre de cámara mas antiguo de D. Felipe IV, Sumi- ller de corps del Príncipe D. Baltasar Carlos y Caballerizo ma- yor de doña Mariana de Austria. Todos tres tuvieron sucesión.

Doña María- de Aragón, monja en el monasterio de San Agustin de Madrigal , donde fué Priora en 1530 y está se- pultada.

Doña Juana de Aragón, que casó con D. Bernardino Fer- nandez de Velasco, Condestable de Castilla, llamado el Gran- de, y procrearon á doña Juliana Angela de Velasco y Aragón, esposa do D. Pedro Fernandez de Velasco, Condestable de Castilla, suprimo, sin sucesión ; yaco con su marido en el convento de Santa Clara de Medina de Pomar.

Doña María do Aragón, monja y Priora como su hermana en Madrigal, año 1547, donde está sepultada.

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Doña Juana, hija segunda de los Reyes católicos D. Fer- nando y doña Isabel, les sucedió en estos reinos de España; nació en Toledo en 6 de Noviembre de 1479; fué jurada allí mismo en 1502; casó en 1496 con D. Felipe^ llamado el Her- moso, primero del nombre, Rey de Castilla, su sobrino, por ser prima segunda de su padre el Emperador Maximiliano I: era su madre la Emperatriz madama María Carolina, Duquesa

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de Borgofia, Bravante y Condesa deFlandcs. Nació D. Felipe en 22 de Enero de 1478, cuyo nombre en griego dice helicoso. En 1406, año de sus bodas, puso la casa real de Castilla a! uso de Borgofia, dando también principio á la guarda de Ar- cheros de la cuchilla: reinó este Príncipe dos años; murió en Burgos i 2S de Setiembre de 1506, teniendo 28 de edad, y le sepultaron en la real capilla de Granada. Por ser D. Felipe Archiduque de Austria, Duque de Borgofia, Bravante, Lu- cenburg, Lorena, Linzburg y Gueldres, Conde de Flandes, Artois y Tirol^ Marqués del sacro imperio y otros muchos es- tados, añadió al escudo de las armas reales de España en ^u derecha una faja de plata sobre gules, insignia de la casa de Austria; por la de Borgofia, abajo tres bandas azures y tres de oro, orlado de gules; á la izquierda flores de lis doradas en campo azur con orla de escaques de gules y plata, que son del condado de Artois; por el ducado de Bravante, abajo un león de oro sobre sable; las del condado de Flandes, otro león sable en campo de oro, puesto en la mitad derecha de un es- cudete que está enmedio y en la izquierda un águila gules co- ronada de oro sobro plata por el condado de Tirol. En 1509 instituyó doña Juana, ya viuda, con su padre D. Femando V que gobernaba por ella, el Consejo de la Santa Cruzada, con- cedida por Panlo 11; siendo el primer Comisario general don Francisco de Córdoba y Mendoza, Arcediano de Pedroche» Obispo de Oviedo^ Zamora y Palencia, hijo do D. Diego Fer- nandez de Córdoba , segundo Conde de Cabra: murió doña Juana en la villa de Tordesillas á 4 de Abril de 1555 á los 75 años y medio de edad y 50 de reinado: yace con sus padres y esposo en Granada.

HIJOS DE DON FEUPE Y DONA JUANA.

D. Fernando, hijo segundo. Archiduque de Austria; na- ció en Alcalá de Henares en 1503. Fué electo Rey de romanos en Aquisgran á 11 de Enero de 1531, después Emperador de Alemania, en quien lo renunció su hermano mayor Carlos V en 1556; casó en 1521 con madama Ana Elisabet^ heredera

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propietaria de Bohemia y Hungría» hija del Rey Uladislao y y de madama Ana su tercera esposa , hija de Vascon , Sefior de la casa de Candalla en Francia, y fué Rey de aquellas dos coronas. Era madama Ana hija do la Infanta doña Cata- lina, Condesa de Candalla, hija de dofia Leonor, Reina de Navarra , media hermana del católico Rey D. Fernando V. Tuvieron los Emperadores D. Fernando y madama Ana Eli- sabet quince hijos; 1.^, á la Archiduquesa Isabel, que nadó en 1526, casó con Sigismundo Augusto, Rey de Polonia, y murió sin hijos en 1545; 2.*^, Maximiliano II, que sucedió á sus padres en el Imperio, reino de Bohemia y Hungría, nació en Viena á 1.° de Agosto de 1527, y casó en 15&8 con la In- fanta doña Haría, su prima hermana, hija de Carlos V, y mu- rió en Ratisbona á 12 de Octubre de 1576, teniendo 60 años de edad y 12 de imperio; 3.^, la Archiduquesa Ana,quenacíó en Praga, corte de Bohemia en 1528, y casó en 1546 con Al- berto III, quinto Duque deBaviera, de quienes nacieron entre otros hijos en Monaco, cabeza de aquel estado, María, esposa del Archiduque Carlos su tio, y Guillermo II, Duque de Ba- viera, que casó con Renea de Lorena, hija de Francisco, Du- que de Lorena y de su mujer Cristerna, nieta del Rey D. Fe- lipe I, y tuvieron á Maximiliano, Duque de Baviera y á la Emperatriz Mariana, primera esposa de Ferdinando II; 4.^, el Archiduque Fernando, llamado el Viejo, que nació en Lintz, castillo de Austria , sobre el rio Onaso en 1529 ; casó dos veces, la primera con Felipa, natural de Augusta, y la se- gunda con Ana Gonzaga, hija del Duque de Mantua, dejando sucesión de la primera; 5.^, la Archiduquesa María, que nació en Praga en 1530 y casó con Guillermo, Duque do Juliers y eleves; murió el de 1584 con posteridad; 6.^, la Archiduque- sa Magdalena, que nació en Inspruch en 1532 y murió reli- giosa en 1590; 7.^, la Archiduquesa Catalina, que nació en Viena en 1533; casó en 1549 con Francisco Gonzaga, Duque de Mantua, y viuda contrajo segundas bodas en 1551 con Si- gismundo Augusto, Rey de Polonia, su cuñado, y muríóen 1572; 8.^^ la Archiduquesa Leonor, que nació en 1534 y casó

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coD Guillermo Gonzaga, tercer Duque do Mantua y Honfer* rato, de quienes hay sucesión; 9.^, la Archiduquesa Margari- ta, que nació en Inspruch en 1536 y murió en el de 67; 10, el Archiduque Juan, que nació en Praga el año 1538 y falle- ció al siguiente; 11, la Archiduquesa Bárbara, que nació en Viena en 1539, casó en el 65 con Alonso II, Duque de Ferra- ra^ y murió en 157¿; 12, el Archiduque Carlos, Duque de Stitia, Carintia, Carmola y Conde de Goricia, nació en Viena en 1540; casó con su sobrina María de Baviera, hija de Al- berto III, quinto Duque de Baviera, y de la Archiduquesa Ana su hermana, y murió en 1590 y su esposa en 1608; 13, la Archiduquesa Úrsula, que nació en Neustat en 1541 y fa- lleció de dos años; 14, la Archiduquesa Elena, que nació en Viena en 1543 y murió religiosa en el convento de Hala en 1574; 15, la Archiduquesa Juana, que nació en Praga en 1547, de cuyo parto murió la Emperatriz madama Ana Eli- sabet su madre; casó la Archiduquesa Juana con Francisco de Médicis, Duque de Florencia, segundo gran Duque de Tos- cana, hijo de Cosme de Médicis, segundo Duque de Florencia y primer gran Duque de Toscana, cuyo título le dio el Papa Pío V en 1568, y de la Duquesa su consorte doña Leonor do Toledo, hija de D. Pedro de Toledo, segundo Marqués de Vi- llafranca, hijo de D. Fadrique Alvarez de Toledo, segundo Duque de Alba; murió la Archiduquesa Juana de parteen 1587, dejando por hija ala cristianísima Reina de Francia ma- dama María de Médicis, que casó en 1600 con Enrique IV, Rey deaquella corona, padres de cinco hijos; el 1.° el cristianísimo Rey Luis XIII, que nació en 27 de Setiembre de 1601, y fué su hijo Luis XV; 2.^ Mr. Gastón Juan Bautista do Borbon, Duque de Orleans, que nació en 25 de Abril de 1608 y casó dos veces; la primera con madama María de Borbon, Duquesa de Montpensier;'la segunda con madama Margarita, hermana de Carlos, Duque de Lorena, con sucesión; 3.^, doña Isabel de Borbon, Reina de España, que nació á 22 de Noviembre de 1602; 4.^, madama Cristina de Borbon, Duquesa de Sa- boya, esposa del Duque Victor Amadeo, que ndció en 10 de

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ase- Febrero de 1606 , S.^y madama Enríela de Borbon , que nació el 25 de Noviembre de 1609 y casó con Carlos Siuard, Rey de la Gran Breta&a, cuyo horrible fin vio la plaia de Lon- dres el martes 9 de Febrero á las dos de la tarde de 1649 á los 48 afios y medio de edad, porque nació i 19 de Setiembre de 1600, dejando por hijos á Carlos II, sucesor; á Earíco, Du- que de Glogester; á Jacobo, Duque de York; á María, Prín- cesa de Orange; á Elisabet y á Enrieta María Estnard: manó madama María de Médicis en Ja ciudad de Colonia en 16&2, y el Emperador D. Femando I en Viena á 25 de Julio de 1564, al séptimo de imperio y 61 de edad, habiendo sido se- pultado con su esposa en la ciudad de Praga. Fueron hijos del Archiduque Carlos y María de Baviera, 1.^, el Archiduque Fernando, que nació en Luzenburg en 1572 y muríó el mis- mo; 2.^, la Archiduquesa Ana, que nació en Gratz, metrópoli de Stiría en 1573, y casó de 18 con Sigismundo III, Rey de Polonia y Suecía, Duque de Lituania^ falleciendo el de 1508, de quienes nació en Cracovia, corte de Polonia en 1595 Ula- dislao Sigismundo, cuarto del nombre. Rey de aquella coro- na^ que murió en 1648, casado con Cecilia Renata Augusta, hija del Emperador Ferdinando II; 3.^, María Cristerna, que nació en 1574; casó con Sigismundo Batoti, Príncipe deTra- silvania, y después de viuda en 1613 se entró monja en el convento de Hala del condado de Tirol; 4.°, Catalina Renato, que nació en 1576 y murió en opinión de santa en 1592; 5.^, Isabel, que nació en 1577 y falleció niña al siguiente; 6.^, Ferdinando II el Magnánimo, que nació en Gratz en 1578 y casó dos veces; la primera con Mariana de Baviera su prima, hija do Guillermo II, Duque de Baviera, y de su esposa Re- nca de Lorena: muríó la Emperatriz en 1616, de cuyo con* sorcio tuvieron al Emperador Ferdinando ÜI, que nació en 13 de Julio de 1608; á Cecilia RenaU Augusta que nació en 10 de Julio de 1611, fué Reina de Polonia, esposa de Uladislao Si- gismundo IV, la cual muríó en 1644; á Maríana^ Duquesa de Baviera, que nació ¿ 13 de Enero de 1610 y casó con el Du-* (|ue Maximiliano; al Archiduque Leopoldo Guillermo, que

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nació en 6 de Enero de 1614 y fué Gobernador de los estados de Flandes; casó segunda vez Ferdinando II con Leonor 6on- zaga. Princesa de Mantua en 1621, sin hijos. Murió el César en su corte de Viena á 15 de Febrero de 1637 á los 59 años de edad y 18 de imperio, y su segunda esposa en 1655; 7/, el Archiduque Carlos^ que nació en 1579 y falleció el siguien- te; 8.^9 Gregoria Maximiliana, que nació en 1581 y murió en 6197, estando contratada de casar con el Rey D. Felipe III; 9.^, Leonor, que nació en 1582 y entró religiosa con su her- mana María Cristernas; 10, Maximiliano Ernesto, Archidu- que, que nació en 1583 y murió en 1616, dejando por hijo natural ¿ D. Carlos de Austria , que vino á España en 1638; 11, la Reina de Espafia doña Margarita de Austria, espejo de santidad, que nació en Gratzia noche de Navidad de 158&, y casó en el 99 con el Rey D. Felipe HI, su primo segundo, mu- riendo en 3 de Octubre de 1611 en el Escorial á los 26 años nueve meses y ocho días de edad; 12, el Archiduque LeopoK do, que significa pies de León, nació en Gratz en 1586; fué Obispo de Passan y Argentina, que renunció en 1625, que- dando Landgrave do Alsacia; casó con Claudia de Médicis, hija de Fernando de Médicis, Duque de Florencia, gran Du- que de Toscana y de su esposa Cristina de Lorena Esta va Claudia de Médicis, viuda de Federico de la Róbere, Príncipe de la casa de Urbino. Tuvieron Leopoldo y Claudia por hijos á Fernando Carlos, que nació en 1628 y se desposó con Ana de Médicis^ Princesa de Toscana, hermana del gran Duque Fernando II, á doña Isabel Clara Eugenia, que nació en 1629 y casó con Carlos III Gonzaga, Duque de Mantua; á Sigismun- do^ Abad del Parco en Sicilia, que nació en 1631 , y á María Leopoldina, que nació en 1632 y casó el de 1648 con el Em- perador Ferdinando III, muriendo de parto en su corte de Viena ¿ 7de Agosto de 16&9: falleció el Archiduque Leopoldo en 17 de Setiembre de 1632; 13, María Magdalena, que nació en 1587: casó con Cosme de Médicis, gran Duque de Tosca- na, y murió en 1631 dejando entre otros hijos á Fernando II, gran Duque, casado con Victoria de la Róbere, Princesa de

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Urbino; 14, Constanza , que nació en 1S88 ; casó con Sigis- mundo III, Rey de Polonia su cufiado, y murió en 1631, cuyo hijo fué Juan Casimiro, que nació en 1609, en el 43 entró religioso de la compafiía de Jesús en Roma; y en el 49 lo eli- gieron Rey de Polonia y le coronaron en la ciudad de Versa- bia; 15, el Archiduque Carlos, que nació postumo en 1500; en el 1618 fué Obispo de Brigia y Uratislan en Sicilia, maes- tre de la orden Teutónica, y viniendo á España en 1624 á los pocos dias murió en Madrid y fué sepultado en el Escorial.

Doña Leonor, que nació en los estados de Flandes en 1499; casó el de 1518 con el Rey D. Manuel de Portugal, su tío segundo, y viuda casó segunda vez en 1526 con el Rey de Francia Francisco I, el cual falleciendo en 1547 sin sucesión^ volvió doña Leonor á España con el Emperador Carlos V su hermano, y murió en Badajoz én 1558 y yace en el Escorial.

Doña Isabel, que nació en Flandes en 1501 ; casó con Cristerno II, Rey de Dinamarca, Suecia y Noruega: murió en la ciudad de Gante en 1525 donde yace: fueron sus hijos Juan, Duque de Alsacia; Dorotea, esposa de Federico, Conde Palatino, elector del Imperio; y Cristerna que casó en 1530 con Francisco María Esforcia, Duque de Milán, restituyén- dole el Emperador Carlos V aquel ducado cuando casó con su sobrina, pero en 1535 murió el Duque, en quien se acabó la linea de la casa de Esforcia, y por no dejar hijos le sucedió Carlos V, quedando unido á la corona de España. Pasó á se- gundas bodas Crislerna en 1536 con Francisco, Duque de Lorena, de quienes nació Renea, esposa de Guillermo II, Duque de Baviera , padres de Maximiliano , Duque de Ba- viera.

Doña María, que nació en Flandes en 1505; casó el 21 con Luis, Rey de Bohemia y Hungría, que murió peleando contra turcos, cerca de la ciudad de Buda en 1526 sin dejar hijos: estando viuda doña María fué Gobernadora de los estados Flandes por su hermano Carlos V, y falleció en Cigales, dos leguas de Valladolid en 1558, siendo sepultada en el Es^ corial.

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Doña Catalina, que nació postuma en la villa de Torque- roada en 1507 y casó el de 24 con el Rey D. Juan III de Por- tugal, su primo hermano^ de quienes nacieron entre otros hijos el Príncipe D. Juan, padre del Rey D. Sebastian y doña María, primera esposa de D. Felipe II, primo hermano suyo: murió doña Catalina en Lisboa en 1577 y yace con su esposo en Belén.

80.

El invicto y augusto Emperador Carlos V, que en armenio significa poderoso^ gloria de la casa de Austria y honor de España, hijo primogénito de D. Felipe I y doña Juana; nació en la ciudad de Gante, metrópoli del condado de Flandes, á S4 de Febrero de 1500; sucedió en la corona de España á su madre y abuelo materno D. Femando V, de que tomó pose- sión viniendo de Flandes en 1517, y por muerte del paterno Maximiliano I, fué electo Emperador de Alemania en 1519; casó en Sevilla el año 1526 ron la Princesa doña Isabel^ su prima hermana^ hija mayor del Rey D. Manuel de Portugal 7 de su segunda esposa doña María. En 1519 se alteró parte de Castilla con voz de comunidad, guerra civil que encendió la ambición de Juan de Padilla, D. Antonio de Acuña, Obispo de Zamora y Juan Bravo, y duró cerca de tres años ; pero al fin el de 1521 en la batalla de Villalar de 23 de Abril venció Cariosa los sediciosos, aquietó los subditos y castigó á los atrevidos. En 1518 fundó con su madre doña Juana el Con- sejo de Cámara de Castilla que perfeccionaron en 1523. En el de 25 tuvo César aquella célebre victoria de Pavía, donde quedó presó Francisco I, Rey de Francia. En 1527 sucedió el saqueo de Roma , acaudillando el ejército Carlos de Bor- bon. En 1520 originó el Emperador el que se cubriesen los grandes de España delante de su Rey, llamándolos desde en- tonces primos, y á los demás títulos, parientes, con distinción en la cobertura, pues los de primera clase hablan cubiertos, los de segunda oyen cubiertos y bablan descubiertos, y los de tercera no hablan ni oyen cubiertos, pero arrimándose i la

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pared se cubren y od las demás fuoeiones. En 1818 creó el correo mayor, haciendo merced de él á la casa de Tasis, Con- des de Vílíamediana, que pasó ¿ la de los Condes de Ofiate. En 1519 estableció que los católicos Reyes se llamasen Majes- tad, pues antes no les daban mas de Alteza. En el mismo afto introdujo la guarda tudesca. En 1526 fundó el Consejo de Estado donde solo preside el Rey como en la Guerra: en 1527 dio principio á la secretaría de las lenguas. Fué coronado pri- mera vez en Aquisgran en 1521 con la corona de plata dorada por Alemania; segunda en Bolonia con la de hierro en 1530, como Rey de Lombardia, y tercera allí mismo el propio afio con la de oro, que es la de Emperador romano, por mano del Sumo Pontífice Clemente VIL En 1531 levantó en la ciudad de Granada su universidad. Continuando ios descubrimien- tos y conquistas de las Indias con el estrecho de Magallanes, instituyó el Emperador la dignidad de sus Gobernadores y Vireyes, siendo el primero de la nueva España D. Femando Cortés de Monroy, Marqués del valle de Guajaca en 1529. Del Perú fué el primero D. Francisco Pizarro, Marqués de las Charcas y Atavillos en 1529. Hizo el Emperador jomada á Túnez y ganó la Goleta en 1535, libertando 20,000 esclavos cristianos. En 1541 pasó á Argel con poderosa armada sin conseguir su intento. En 1546 comenzaron los luteranos de Alemania á hacer la guerra, siendo sus protestantes cabezas Juan Federico, Duque de Sajonia y Felipe, Landgrave de Hesse. El mismo afto se vio en Espafia el primer coche; y don Luis de Castelví, valenciano, inventó enfriar las bebidas con nieve y los pozos para conservarla. En 1545 formó el César la junta de Obras y bosques reales. Trajo en el propio tiempo á Castilla un flamenco el uso de prensar las sedas. En 1555 dio principio al Consejo de Italia, separándole del de Aragón, que acabó de perfeccionar D. Felipe II en 1579, y fué su pri- mer Presidente D. Diego Hurtado de Mendoza y de la Cerda, Príncipe de Helito, Duque de Francavila, del Consejo de Es- tado y Guerra, Virey de Aragón y Principado de Catalulia y Comendador de Guadalcanal en la orden de Santiago. Con

agi- tas gloriosas victorias y memorobles proezas y triunfos que ad- quirió D. Garlos con muerte de 500,000 enemigos, mereció que el Sumo Pontífice Paulo III en 4547 le concediese los re- nombres de Máximo, Augusto, Invictísimo, Germánico, Jus- tísimo y verdaderamente católieo. Adornó sus imperiales ar- mas eon las dos columnas de Hércules, y quitándoles el non fijó el plus uitrüy empresa que le dispuso D. Luis Marliano su médico, dándole en remuneración el Obispado de Tuy, y i la merced añadió el Emperador estas palabras: «Mas os daré^ que merece mvcho el plus ultra que me distes,» como lo hizo en la presentación del de Ciudad-Rodrigo. Hallándose el Cé- sar en Bruselas, estados de Flan des, renunció á 16 de Enero de 1556 los Reinos en su hijo primogénito D. Felipe II y á 17 del mismo mes el Imperio en D. Fernando, su hermano, Rey de Bohemia y Hungría^ electo de Romanos, y se retiró al convento de Yuste, orden de San Gerónimo, fundado en 1410 en la vega de Plaseneia á siete leguas de la ciudad, quedando con solo doce criados y un caballo, donde en 21 de Setiem- bre de 1558 á los dos de soledad religiosa, 42 de reinado en España, 38 de imperio en Alemania y 58 de edad menos siete meses, murió y fué sepultado coa la Emperatriz su esposa en el panteón del Escorial.

HUOS DE CARLOS V Y DE DONA ISABEL.

D. Femando, que murió niño y yace con sus padres.

D. Juan, que falleció de poca edad y reposa allí.

Doña María, que nació en Madrid á 21 de Junio de 1528, y casó en el 48 con su primo hermano el Emperador Maximi- liano II, hijo mayor del Emperador D. Femando I, Rey de Bohemia y Hungría^ y de su esposa madama Ana Elisabet, Reina propietaria de aquella corona. Muerto Maximiliano vino la Emperatriz doña María á España en 1581 en compañía de su hija doña Margarita y el de 1584 se retiraron al real con- vento de las Descalzas de Madrid, donde á 26 de Febrero de 1603 entregó el alma al Criador, teniendo 74 años de edad, ocho meses y cinco días, y allí está sepultadai Tuvieron María lOMO I. 49

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y MaximilUno 16 hijos; 1.^, i la Arcliidaqaett dolía Ana de Austria , que nació en Cigaies, dos leguas de Valladolid en i.'^deNoTieaibrede Í5l9;casóelde70en Udndad deSe- goTÍa con su tio D. Felipe II, de quienes nadó el monarca Fdi* pe ni; murió doña Ana en Badajos á 96 de Odubre de 1580. y fué sepultada en el Escorial; S.*, d Archiduque Femando, que nadó en Cigales á 38 de Mano de 1551 y murió en Si de Julio de 1552; 3.^, el Archiduque Rodulfo, que nadó en Yiena á 18 de Julio de 1552. Se crió en la corte de su tio Fe' lipe n ; sucedió á so padre Maximiliano en d Imperio d afto 1576, con nombre de Rodolfo D, y en el Reino de Hungría, coronándose en la ciudad de Poionio á 25 de Setiembre de 1572; en Praga de Bohemia á 21 dd mismo mes de 1573, y Rey de Romanos á 1.^ de Noviembre del propio año. Rechaió su poder varías veces al del gran torco Amurates, recuperando muchas ciudades, matando en solo dos ocasiones 20,000 bar. baros, ganándoles 30 piezas de artfliería gruesa, y maj^r nú- mero de la menor, y venció otros enemigos acaudillando sus ejércitos el Archiduque Maximiliano su hermano. Muríó en Praga á 31 de Diciembre de 1612, habiendo imperado 36 afios. Dejó por hijos naturales á D. Julio César de Austria; á D. Matias de Austria; á D. Garios de Austría; á dofia Carolina de Austría, esposa de Francisco Tomás de Oiselay, Conde de Cantecroy, caballero del Toisón de Oro, y á dofia Ana Doro- tea, á quien dio título de Marquesa de Austría, que trocó por el sayal de San Frandsco en las Descaías Reales de Madríd, habiendo naddo en Alemania en 1611, y tomó d hábito en 1624 y profesó en 18 de Setiembre de 1628; 4.®, el Archidu- que Ernesto, que nació en Viena á 16 de Junio de 1553, y se crío con su hermano Rodolfo en Espafia, siendo reputado por santo. Gobernó los archiducados de Austría , Stiria y loa es- tados de Flandes; muríó en Bruselas á SK) de Febrero de 1555; 5.®, la Arebiduquesa Isabel, que nació en Viena á 5 de Junio de 1554; casó con Garlos IX, Rey de Francia, de quien hubo á María Isabda, que falleció en 1578, y viuda se volvió á Viena, donde muríó religiosa Francisca en el convento de

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Santa Clara en 1592; 6.^, la Archiduquesa María, que nació en Viena ¿ 27 de Julio de 15S5 y murió en 1B86; 7.^, el Ar- chiduque Matías, que nació en Viena ¿ 24 de Febrero de 1857 y se coronó por Rey de Bohemia y Hungría en 1608, y casó en el 12 con la Archiduquesa Ana Catalina de Austria, hija del Archiduque Fernando el Viejo; sucedió en el Impe- rio á su hermano Rodulfo, luego, que murió por elección en la ciudad de Francfort: envióle ¿^ Viena el gran turco con su Embajador Archisutechaya en 1515 un magnífico presente de seis caballos con riquísimos aderezos , otros tantos perros de casa, un tapete de inestimable precio guarnecido de perlas y joyas, algunos penachos de airón engastados en perlas, dos cogines á la usanza de Turquía, seis vasos de piedra beza lle- nos de almizcle, ámbar y bálsamos, pidiendo paz y amistad: murió su esposa la Emperatriz Ana Catalina en 1618 y el Emperador Matías en Viena á 20 de Marzo de 1619; habiendo imperado siete afios sin dejar sucesión; 8.^, el Archiduque Maximiliano, que nació en Neustat de Austria á 18 de Octu- bre de 1558; vino á España con hábito de peregrino á visitar el cuerpo de Santíago y á su madre la Emperatriz doña María MI las Descalzas Reales de Madrid; volvió á Alemania y fué maestre de la orden militar Teutónica; defendió el Imperio con gran valor contra el Gran Turco, venciendo célebres victo, rias, lo que movió á los polacos á elegirle por su Rey cuando mu- rió Estófano: se retíró Maximiliano á los úUimos años de su vida á hacer la vida contemplatíva, y murió en 1619; 9.^, el Archiduque Alberto, que nació en Neustat á 13 de Noviem- bre de 1559 y s») crió en la corte de su tío el Rey D. Feli- pe II; fuó Caballero del Toisón de Oro, Prior de Ocrato en Portugal, quinto inquisidor general de aquel Reino y su pri- mer Virey, Cardenal de la Iglesia romana con título de Santa Cruz en Jerusalen, creado por el Sumo Pontífice Gregorio XIII en 1577, y electo Arzobispo de Toledo ; y en 1598, renun- ciando el capelo casó al siguiente año con la Infanta doña Isa- bel su prima hermana, hija de su tio Fdipe JI y de la Reina doña Isabel de la Paz, su tercera consorte, llevando en dota

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los estados de Flandes, donde raurió el Arebiduqoe en Bru- selas á i5 de Jtilio de Idil, y le depositaron en ia iglesia dt Santa Gáduia, sin sucesión v con lo qoe volvieron aquellos Paises-Béjos á la corona de Es(Miña por fallecimiento de la In- fanta SB esposa en Bruselas a 1.^ de Diciembre de 1633, en edad de 67 a&os; 10, el Archiduque Wenceslao» que nació en Neustat á 9 de' Marto de 1561 ; se crió en Espada y foé gran Prior en la orden militar de San Jnan de Castilla y León: murió en Madrid á 21 de Setiembre de 1578 y fué sepultado en el Escorial; 11^ el Archiduque Federico, que nació en 1562 y murió al siguiente año; 12, el Archiduque Federico i!, qoe nació en 1563 y acabó en la cuna; 13, la Archiduquesa María, que nadó el afio 1564 y falleció de diei; i4, el Archi- duque Carlos, qoe nació en 1565 y i los pocos meses pasó á la inmortalidad; la Archiduquesa Margarita que nació en Viena á 25 de Enero de 1567; vino á España con la Empera- triz su madre en 1581, y entró religiosa en el convento délas Descalzas de Madrid á los 17 de edad con nombre de sor Mar- garita de la Cruz; profesó en 25 de Marzo de 1585, donde acabó santamente en 5 de Julio de 1633, donde está sepultada» de cuya y singulares virtudes escribió é imprimió nn libro su confesor fray Juan de Palma; 16, la Archiduquesa Leonor, que nació en Viena i 31 de Octubre de 1568, y murió en la ciudad de Praga el 79.

La Princesa dofia Juana ^ que nació en Madrid el dia de San Juan Bautista, 24 de Junio de 1535, casó el 53 con sn primo hermano el Príncipe D. Juan , hijo y sucesor del Rey D. Juan III de Poitugal , de cuyo consorcio nació elRey don Sebastian : vuelta dona Juana viuda á Castilla, mnríó en d Es- corial en 1573 , y yace en el Real Convento de las DesGalttt Franciscas de esta Corte, fundación suya en 1550, con nom- bre de la Madre dd Dios de la Consolación.

HUOS Dl^ CARLOS V FUERA DE MATRIMONIO.

D. Jnan de Austria, qne nació en Batisbona , patria de su madre, Ciiidad déla Suevia, confinante á Baviera interior;

tn 1545 nombróle su hen|iam)( di Rej D. Felipe II General eo la guerra eoDtru los rebeldes, inoriscps do. Gram^da, y en la batalla naval de Lepanto, entne Aci^ya y la S^prea,, ganada á 7 Octubre i57i en que murieron 39,000 iurcos^ 28 capitanes y su General Alí , cautivando también 8^000; y dando liber- tad á iS cristianos y 7,000* eselavos! de cadena; se tomaron 180 galeras del enemigo, echaron á fondo ^, quemaron otras 20, sin el rico despojo que se adqtuÁr¡ó« Traia D. Juan en su bandera una cruz y la siguiente letra : «Con esta señal vencí turcos, y con esta venceré herejes» ; después fué Gobernador Je los Estados de Flandes, donde niurió cerca de Namur en 1578, á \6s 33 afios de edad y fué sepultado en el Escorial, dejando por hijas á do&a Ana de Austria, Religiosa en el Mo- nasterio de Santa María en la Villa de Madrigal, de donde pa- só al de Nuestra Se&ora de Gracia en Avila, y últimamente fué Abadesa de las Huelgas en Burgos en 1610, donde yace; á do- fia Juana de Austria , espora de D. Francisco Branciforte, Príncipe de Botera en Sicilia y de Piedra Porcia, Marqués de Militello, Grande de Espafia, padre de doña Margarita de Aus- tria Branciforte, Princesa de Botera, y den^s estados que casó con Federico Golona, Príncipe de Baliano, Grande de España, Condestable de Ñapóles, Virey de Valencia y Capitán General de Cataluña, que murió en Tarragona en 1641.

Doña Margarita, que casó en 1535 con Alejandrp de Me- diéis, sobrino del Sumo Pontífice Clemente VII, dándole el Emperador su padre en dote el estado de Florencia, con títu- lo de Duque ; matáronle sin deja^ sucesión en 1537, y en el i38 casó segvi^nda ye^ I^largarita ^on el Duque Oef avio Farnesio, hijo y sucesor de Pedroi Lui^, parpcsioj^prípíi^r Duque de Parma y Plasencia, hijo del Papa Paulo líl, que le dio el tí- tulo en 1545. Nació de Margarita y Oxjtavio, Alejandro Far- nesio, Duque de Parma y Plasencia , Gobernador de Flandes por el Rey D. Felipe II su tío; casó <;on doi^a María hija del Infante D. Duarte, que lo era do D, Manuel de Portugal y procrearon á Ranucio Farnesio, sucesor en los Estados , que casó con Margarita Aldobrandina, ipa^hres de Eduardo Farnesio,

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Duque de Parma y Fluencia, que tuvo en su espou dofia Margarita de Médicis y Austria , Prineeaa de Toscana, al Du- que Renació Famesio. Murió dolía Margarita en 1886, y fué sepultada en. la ciudad de Parma.

D. Piramo Conrado de Austria.

Dofia Juana de Austria, que murió de siete afios en 1830, siendo novicia en el Monasterio de Santa María de la Villa de Madrigal, donde está sepultada.

81.

D. Felipe II, hijo y sucesor del Gran César Carlos Y y de su consorte dofia Isabel ; nació en Valladolid en 21 de Mayo de 1S27 : fué jurado Príncipe en el Real Convento de San Ge- rónimo de Madrid en 1828; pusiéronles sus padres en 1848 casa Real aparte al uso de Borgofia; casó cuatro veces: la pri- mera con dofia María, su prima hermana , hija del Rey don Juan II! de Portugal; segunda, con dofia María, tia suya, hija del Rey Enrique VIII de Inglaterra; tercera, con dofia Isabel de la Paz, llamada así por la que trajo ¿ esta Corona, hija de Enrique II, Rey de Francia, y de Madama Catalina de Médicis; cuarta, con dofia Ana de Austria su sobrina, hija de su herma- na la Emperatriz dofia María y del Emperador Maximilia- no II. En 1886, primer afio de su reinado, formó la Real Audiencia de Sevilla; en 1887 á 10 de Agosto ganó la victoria de San Quintín, prendiendo al Condestable de Francia, en que murieron 6,000 enemigos; se rescataron 2,000 personajes y 4,000 peones, en cuya memoria fundó en 1863 la octava Maravilla del Escorial, Convento de San Gerónimo, vocación de aquel glorioso mártir espafiol, é costa de 28 millones, eli- giéndolo por depósito magestuoso de sus ínclitos progeni- tores. En 1864 se recuperó por el valor de D. García de To- ledo Osorio, cuarto Marqués de Villafranca y primer Duque de Fernandina el Pefion de Veles, Castillo en las Marinas de Afríc4i, que habia edificado el Conde Pedro Navarro: en 1868 fe revelaron los moros de Granada y fueron siete veces ven- cidos por el valeroso D. Ifiigo López de Mendoza, tercer

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Marqués de Mondejar, á quienes acabó de sujetar el famoso D. Juan de Austria. En 1662 ordenó D. Felipe II la Milicia de Castilla. Un Marqués italiano para encubrir los lamparo- nes introdujo en este tiempo los cuellos llamados primero por él, Narquesotar, y se usaron en España hasta 1622 que se in- ventaron las golillas. En 1566 dio principio al Real Archivo de Simancas. En 1S60 se le concedió la primera vez el subsi- dio; en 1563 el escusado y también en 1571. En 1567 se co- menzó á comulgar á los que mueren por justicia. En 1569 se fundaron capillas en las cárceles. En 1673 ganó el Reino de Túnez. En 1579 mandó que sus consejeros trajesen garnacha y barba larga para representar la gran autoridad de su puesto á imitación de los Senadores Romanos. En 1577 estancó los naipes^ azogue, solimán y salinas. En 1588 acabó de perfeccio- nar el Consejo de Cámara de Castilla. En 1572 el Sumo Pon- tífice Pío y confirmó la dignidad Patriarcal de las Indias Occi- dentales, ad honoren y que residiese en España, la cual con- cedió el Papa Clemente VII en 1524 á Carlos Y, siendo el primer Patriarca D. Esteban Gabriel Merino, Cardenal y Obis- po de Jaén. En 1566 se descubrieron las Islas que de su nom- bre se llaman Filipinas. En 1583 hizo en Segoviala fábrica de moneda que puede labrar cada dia 30,000 ducados de plata. En 1580 unió legítimamente Portugal á la Corona de Castilla; y en 1582 instituyó el Consejo de Estado de aquel Reino, que existia en la Corte, con lo que acabó de organizar el Real Es- cudo de España poniendo en medio las cinco quinas azules so- bre plata orladas de siete castillos dorados en campo gules, insignia del Reino del Algarbe, timbrado el escudo de Corona cerrada Imperial y adornado con el Toisón. En el mismo año reformó Gregorio XIII el cómputo eclesiástico y Calendario Romano. Por este tiempo empezó Castilla con su lealtad á ha- cer á Su Magcstad el servicio de los millones. Reinó 42 años, murió en el Escorial á 13 de Setiembre de 1598 á la edad de 71 años, donde está sepultado con la primera, tercera y cuarta consortes, y la segunda en el Monasterio de San Pedro y San Pablo de Londres, la cual murió en 1558.

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HUO DE DON FEUPK II DEL PRIMKR MATRIMONIO.

D. Carlos, que nació eu Valladolid en 1548 y murió reclu- so en Madrid en 1568 después de haber sido jurado Príncipe en Toledo en 1560, y fué sepulado en el Escorial.

HIJOS DE DON FEUPE II DEL TECRER MATRIMONIO.

Doña Isabel, que nació en Balsain, bosque y casa de recreo junto á Segovia en 1566; casó en 1599 con su prímo hermano el Archiduque Alberto, Caballero del Toisón de oro^ hijo de| Emperador Maximiliano II y de doña María, llevando en dote los Estados de Flandes. Murió en Bruselas á 1.^ de Diciembre de 1633 ú la edad de 67 años, sin sucesión, y asi volvieron aquellos paises á la Corona Real, y están sepultados en Santa Gudela de Bruselas.

Doña Catalina, que nació en Madrid el año 1567; casó en 1585 con Cirios Emanucl , Duque de Saboya y procrearon nueve hijos: 1.^, á Felipe Emanuel, Príncipe del Plamon- te, que nació en Turin en 1586, y murió en Valladolid en 1605 y yace en el Escorial ; 2.^, Victor Amadeo , que nació en ISS7 ; fué Prior de Ocraio en Portugal y casó en 1616 con madama Cristina de Borbon, hija de Enrique IV, Rey de Francia; sucedió á sus padres en el Ducado de Saboya, y mu- riócn 1637, dejando entre otros hijos á Carlos Francisco Ema- nuel, Duque de Saboya, y á Luisa María , esposa de su tío Mauricio, Cardenal que habia sido: 3.^, Emanuel Friiberto, Gran Prior de San Juan en Castilla y León, que nació en 1568, falleció en 1625, y está sepultado en el Escorial; 4.^, doña Margarita, que nació en 1589; casó en 1608 con Francisco Gonzaga, segundo Duque de Mantua, que murió en 1612; vi- no Margarita á Españn el de 1635, y gobernó cinco años el Reino de Portugal; volvió á Madrid, y al partir para su estado la cogió la muerte en la villa de Miranda de Ebro cerca de Vic- toria á 18 de Junio de 16^i5, y la depositaron en el Real Con- vento de las Huelgas de Burgos en el siguiente 2 de Julio, al lado izquierdo de los Reyes D. Alonso IX y doña Leonor, sus

fuodadores, en el Coro. Tuvieron Margarita y Francisco Gon- zaga por hija á María Gonzaga> Duquesa de Mantua , que casó con Carlos H Gonzaga, hijo mayor de Carlos I Gonzaga de CleveSy Duque de Nivers, en Francia, de cuyo matrimonio nacieron Carlos III Gonzaga, Duque de Mantua y Nivers, que casó en 1649 con doña Isabel Clara Eugenia , Archiduquesa de Austria y do&a Leonor Gonzaga que casó en (651 con el Emperador Ferdinando III; 5.°, doña Isahel, que nació en 1591; casó en 1608 con Alonso de Este, cuarto del nombre. Duque de Módena y Regio, que entró religioso capuchino en 1629 en el Convento cerca de Módena, fundación suya, don- de murió en 1644, dejando por hijo y sucesor á su primogé- nito el Duque Francisco de Este, que estuvo en Madrid en 1638, y fué padrino á 7 de Octubre de la Infanta de España doña María Teresa de Austria, con madama María de Bor- bon, Princesa de Carinan; casó el Duque Francisco dos ve- tes: primero, con María Farnesio Aldobrandina, Princesa de Parma, de quien hubo sucesión; y segunda, en 1654 con doña Lucrecia Barbarino, hija de D, Tadeo Barbarino, sobrino del Papa Urbano VIII. Murió la Duquesa de Módena doña Isabel on 1626; 6.*^, Mauricio, que nació en 1593, Cardenal de la Santa Iglesia Romana, que después coa dispensación del Papa Urbano VIII casó con su sobrina Luisa María; 7.^, doña Ma- ría, que nació en 1594; 8.^, doña Catalina, que nació en 1595; 9.^, Tornas^ que nació en 1596, y casó en 1624 con madama María de Borbon, Princesa de Carinan, hija de Carlos de Bor- bon, segundo Conde de Souson, Par de Francia y de su Real Sangre, cuyos hijos fueron el Príncipe Enmanuel Filiberto Amadeo, Luisa Cristina, Josef Emanuel Juan y Eugenio Mauricio. Murió doña Catalina, Duquesa de Saboya , en su corte de Turin el año 1597, y el Duque su esposo el de 1630*

HIJOS DE DOÑ FELIPE 11 DEL CUARTO MATRIMONIO.

D. Fernando, que nació en Madrid en 1571 ;,fuó jurado Príncipe aquí en el 73^ y murió en el 78 siendo sepultado cn el Escorial.

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D. Carlos Lorenzo , que nació en la villa de Galapagar en 1573; murió en Madrid el 74, y yace con su hermano y padres.

D. Diego, que nació en Madrid en 1575; fué jurado Prín- cipe en la misma villa en 1580, y murió el 82, reposando en el Escorial.

Dofia María, que nació en Madrid en 1580, y falleció el 83, siendo sepultada en el Escorial.

82.

D. Felipe el Piadoso, tercero del nombre, hijo y sucesor de D. Felipe 11 y doña Ana de Austria, su cuarta esposa y sobrina; nació en Madrid el 14 de Abril de 1578. Fué jurado Príncipe en Portugal el año 1583; en Madrid por Castilla y León el de 1584; en Aragón , Cataluña y Valencia el de 1585 y en Na- varra el de 86; fué el primer Príncipe jurado por toda España y dignamente aplaudido del Orbe por sus raras costumbres, acciones y perfección: casó en 1599 con su prima segunda doña Margarita de Austria^ cuyo nombre significa Union y Conformidad^ hija de los Archiduques Carlos y María. En 1806 reformó la Contaduría Mayor de Hacienda, y le dio tí- tulo de Consejo, siendo de aquella su primer Presidente el Li- cenciado D. Juan de Ovando, por meroed del Rey D. Feli- pe II en 1574, que después lo fué de Indias. En 1610 unió á su corona la fortaleza de Larache, Plaza en África , por con- cierto con Muley Xeque. En 1601 trasladó la Corte de Madrid á Valladolid, y viceversa en 1606; en 1610 y 11 espolió de España como último restaurador 900,000 moriscos, permi- tiéndoles llevar sus bienes, muebles, y los raices quedasen á los señores en cuyos lugares vivian de Cataluña, Valencia y Aragón y en los demás se aplicasen al Fisco. En 1608 fundó la Universidad de Pamplona, Metrópoli del Reino de Navarra. En 1614 ganó la Mámora, y habiendo recobrado las Is- las Malucas, adquirido el Marquesado del Final en 1602, y descubierto el estrecho de San Vicente en 1619, con

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32 años de reinado, á la edad de 43 murió en Madrid á 31 de Marzo de 1621 , diciendo : «Que deseaba se hallasen pre- sentes todos los Príncipes del mundo para que viesen el des- engafio de lo que son , y en lo que paraban sus coronas.» Cual otro Rey Antígono, que aunque Gentil, conociendo esta verdad, cuando le pusieron el cetro en la mano y diadema en la cabeza, esclamó : «Oh corona mas hermosa que dichosa, si los Monarcas de la tierra que tanto te procuran y tan á su cos- ta te codician, advirtiesen los trabajos , calamidades y mise- rias que te acompañan en la vida^ y el peligro que causas al partir de ella, no solo no te desearían , mas aun , del suelo si te viesen no te levantarían.» Están D. Felipe III y doña Mar- garita de Austria sepultados en su célebre fábrica del Es- corial.

HIJOS DE ESTOS REYES

La Infanta dofía Ana, que en hebreo significa graciosa^ nació en la Ciudad de Yalladolid á 22 de Setiembre de 1601, casó el 15 con el cristianísimo Rey de Francia Luis XIII , su primo segundo y tercero , hijo de Enrique IV y madama Ma- ría de Médicís , Reyes de aquella corona , de cuyo consorcio nació en 15 Setiembre 1638 su primogénito el Rey Luis XIV, coronado en 1651 , y casado con doQa María Teresa.de Aus- tria , hija de los Reyes Católicos D. Felipe IV y dofta Isabel de Borbon^ con sucesión, y Enrique de Borbon, Duque de Anjou. Murió su padre Luis XIII en el palacio de San Ger- mán de París á 14 de Mayo de 1643, teniendo 44 aflos de edad , y de reinado 33^ y fué sepultado en San Dionis.

Dofia María, resplandeciente lucero de Alemania, que eso signiGca en hebreo y en ciriaco. Señora , nació en Valladolid á 18 de Agosto de 1606: casó en 1631 con su primo herma- no Ferdinando III, Rey de Bohemia y Hungría, hijo del Em- perador Ferdinando II, que fué electo Rey de Romanos en 22 de Diciembre de 1636, y 55 dias después murió el padre; ganó la batalla de Norlingen en 7 de Setiembre de 1634 en compañía de su prímo el Infante Cardenal D. Fernando, des-

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haciendo las belicosas tropas de Gustavo Adolfo el Bravo, Rey de Suecia. De este matrimonio nació Ferdinand^, Rey de Bo- hemia y Hungría en 8 de Setiembre de 1633 , electo de Ro^ manos el de 1653, y en la Ciudad de. Viena á 9 de Julio de 1654. Doña Mariana , Reina de España , nació en 22 de Di- ciembre de 1634 ; casó en 1640 con D. Felipe IV,. su lio. £1 Archiduque Leopoldo Ignacio de Austria; nació en 1637, fué coronado Rey de Hungría en 1655. Murió >doña María la Emperatriz en Lintz á 13 de Mayo de 1646. . i

El Infante D. Garlos nació en Madrid en 14 de Setiembre de 1607, falleció en 30 de Julio de 1632 y fué sepuiudo en el Escorial.

El Infante D. Fernando, nació en el Escorial en 17 de Mayo de 1609: fué creado Cardenal por el Sumo Pontífice Paulo Y en 29 de Julio de 1619; con el título de Santa Ma- ría en Pórtico, Prior de Ocrato, Abad de Alcobaza en Portu- gal , Arzobispo de Toledo , Gobernador de los estados de Flandes ; murió en Bruselas á 9 de Noviembre de 1641, ha- biendo gobernado siete años, y yace en el Escorial, dejando por hija á doña Mariana de Austria, que nació en 1641 y vivió en el Real Convento de las Descalzas de Madrid.

La Infanta doña Margarita , que nació en la Villa de Le- rena ú 24 de Mayo de 1610 y murió el 17 , siendo sepultada en el Escorial.

El Infante D. Alonso, á quien llamaron el Caro, porque de su parto falleció la Reina Margarita su madre. Nació en el Escorial á 22 de Setiembre de 1611 , y murió siguiente, siendo sepultado con sus hermanos. i. -,

85.

D. Felipe IV, hijo primogénito y sucesor de D. Felipe III y doña Margarita. Nació en la Ciudad de Valladolid á 8 de Abril de 1605 ; por sus gloriosas acciones tuvo el nombre de Grande. En 1607 á 13 de Enero le juraron en San Geróni-

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nio de Madrid 1«6 Rernos'de España por sucesor de esta Mo- narquía. Oasóeti la Ciudad de Burgos á 18 de Oetubre 4600 con doña Isabel de Borbon, su prima segunda y térce^ ra^ Ivermana del Rey de Francia , hija de los cristianísimos Reyea Enrique IV y María de Médicis, asistiendo D. Fernan- do áe Acebedo, Arzobispo de aquella catedral, del Consejo de Estado y Presidente de Castilla; la cual murió en Madrid á 6 de Octubi^ dé^^-i644, siendo su cadáver llevado al Panteón del Escorial. Pasó O. Felipe IV á segundas bodas con la kr- chiduqbesa dofia Mariana de Austria^ su sobrina, hija del Emperador Ferdinando HI, su primo, y de la Emperatriz do&a María, su hermana, cuyo matrimonio se celebró en la Villa Nav^lcarnefo, á 5 leguas de Madrid, en 7 de Octubre de 1649, en-presencia de D. Baltasar de Moscoso y Sandoval, Cardenal y Arzobispo de Toledo. En 1624 se descubrió el Gran Catayo y Reinos de Tibet en la India oriental, confí- nanle á ta China hacia la parte septentrional. El mismo año instituyó et Bey las Juntas de Almirantazgo y Minas, y la grande de competencias en 1626. Instituyó la dignidad Guarda-^sellos con su secretaría para el despacho de los Esta- dos de Ftandes, siendo el último fray Iñigo de Brizuela, Be- licoso dominico, confesor del Archiduque Alberto , á quien S. M. dio este cargo y el obispado de Segovia en 16^. En 1628 formó de louevo el Consejo de Flandes y Borgofia, cuyo primer Presidente fué D. Diego Felipe de Gutiman Mesía, Co- mendador mayor de León /primer Marqués de Leganés, Grande de Espafla, de los Consejos de Estado y Guerra , Go- bernado^ de Milán ^ Gentil-hombre de Cámara , Capitán ge« seral de la Artillería de España, Teniente general del Rey, Maestre de Campo, General de sus ejércilos, Virey y Capi- tán |;enerál del Principado de Cataluña; y el 2.^, el Excmo. Señor D. Fáipe Spínola, Marqués de los Balbases, Grande de España, de los Consejos de Estado y Guerra, Comendador mayor de Castilla en la orden de Santiago. En 1631 se esta* bleció pagar la media anata. En 163K en 25 de Junio, rom. «pió la' par Francia con 3spaña. En 1639 á 10 de Marzo, eri-

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gió Felipe IV su real capilla de Palaeio en parroqniv. Eo 1641 maedó recopilar, y se ¡mprimieron en tree tonos las le- yes y pragmáticas de estos Reinos. En 1653 modo k forma de la comisión de millones , en qoe se administraba» los ser- iricios qae se concedian , haciendo la sala aparte del Consej» supremo de Castilla, coyo primer Presidente fué D. Juan Gi- ménez de Góngora , caballero del orden de Alcántara , de los Consejos Real y de Cámara. Faé escesivamente aficionado 4 la poesía y á las representaciones cómicas , lo que se mani- fiesta en el gusto que supieron dar á este género Lope do Vega, Calderón y otros, por lo que puso para prepararlas y mejorarlas muy buenos medios, fundando en Madrid en 1625 en el colegio de Jesuítas, que se llamó Imperial , estu^ dios escogidos y no acostumbrados á usarse en las Universidad des , fuera de los comunes que se ensefieban en ellas, sien* dm ano de ellos la cátedra de erudición , para ker la pulo que llaman crítica, é instruir á los jóvenes en las antigüeda- des. Otra de la Re Militan, para interpretar á Polibio y Ve- genio , y conocer la disciplina militar antigua : y otra de bis- toña cronológica, para leer el cómputo de los tiempos, la his- toria universal y particular. Estableciéronse también cátedras de lengua Griega, Hebrea, Caldaica y Siriaca , y otra de Es- critura Santa, otras de filosofía, para esplicar la Aristóte- les en todos sus ramos, lógica, física , Di miu §t tntmlv ie CíbIo Meí$ori$; de ánima y la metafísica; los libros éticos, políticos y económicos del mismo ; las partes é historia natu- ral de los animales , aves , plantas , piedras y minerales; agre- gándose á esto la cátedra de historia literaria de toda la filo- sofía ó historia filosófica^ de sus Sectas y opiniones de los filó- sofos antiguos; dos cátedras de nutemáticas, una para h geometría, geografía, hidrografía y gnomónioa, y otra para la esfera, astronomía y perspectiva ; componiendo todo seis cá- tedras de estudios menores hasta retórica, y 16 de estadios mayores desde lógica , con lo que se deja ver la instrucción que habia entonces en Espafis ó lo que qaeria mejorarse. Bi ingenio de Lope de Vega celebró este Establecimiento con on

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elegante poema , y el siguiente epigrama que so halla á su puerta las demuestra todas con la mayor concisión.

D. 0. M.

Natura Calo elementis moribus Iteipub. helio, paci tempori facundia Philipus MagnuslVhisp. el Ind. Rex Divite manu ditiori animo, M.DCXXV.

HU06 DE DON FEUPE IV DEL PRIMER MATRIMONIO.

La Infanta doña Margarita María, que nació en Madrid el 14 de Agosto de 1621 , y murió á las cuarenta horas, habién- dola sepultado en el Escorial.

La Infanta dofia Margarita Haría Catalina , que nació en Madrid el 25 de Noviembre de 1623^ y con 29 de edad mu- rió y reposa con su hermana. En esta ocasión hizo dofta Isa- bel de Borbon, su madre, testamento, y entre otras cosas ins- tituia una Iglesia Colegial en la corte de Patronazgo Real, con renta de 60,000 ducados, y ofreciéndole para su fábrica la villa de Madrid 150,000 ducados, contestó estas palabras: «Ad- mito el servicio como no sea de sisas ni tributos cargados á mis vasallos.» Palabras dignas de escribirse en letras de oro.

La Infanta doña María, que nació en Madrid el 21 de No- viembre de 1625, y antes del año murió y fué sepultada en el Escorial.

El Infante D. Baltasar Carlos, que significa Tesoro, nació en Madrid el 17 de Octubre de 1629, y en 1632 el 17 de Marzo fué jurado Príncipe en el Convento Je San Gerónimo, y murió á los 17 años menos 8 dias en Zaragoza el 9 de Octu- bre de 1646, siendo sepultado en el Escorial.

La Infanta doña Mariana Antonia , que nació en Madrid el 17 de Enero de 1635, y murió en 6 de Diciembre del 36, sepultada en el Escorial.

La Infanta doña María Teresa de Austria , que nació en

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Madrid en 30 de Setiembre de i638; casó coa Luis XIV, Rey de Francia, de quien tuvo al Delfin.

HUOS DE DON FELIPE IV Y DONA ÜARUNA DE AUSTRIA.

La Infanta doña Margarita María, que nació en Madrid el 12 de Julio de 1651 ; casó con el Emperador Leopoldo I , en 18 de Diciembre de 1663, y salió de Madrid para su Imperio en 28 de Abril de 1666, y dejando una bija murió en 166, antes de cumplir los 22 de edad.

La Infanta doña María Ambrosia de la Concepción, que na- ció en Madrid el 7 de Diciembre de 1655, y murió á los trece dias^ siendo sepultada en el Escorial.

£1 Príncipe D. Felipe Próspero, que nació en Madrid el 27 de Noviembre de 1657, y murió en 30 de Octubre de 1661.

D. Fernando, que murió niño y yace en el Escorial.

D. Carlos II, que nació en 6 de Noviembre de 1661, y heredó estos reinos de su padre en 17 de Setiembre de 1665, quedando en tutela de su madre doña Mariana de Austria, y pasando á su cuarto en 14 de Abril de 1675, se le puso casa aparte.

HIJO DE DON FEUPE IV FllEilA DE MATRIMONIO.

D. Juan de Austria, que nació en Madrid el 7 de Abril de 1629^ Gran Prior de la orden militar de San Juan de Casulla y León, Virey que fué de Sicilia, su único pacificador , Capi- tán general en la espugnacion de Portolongon y en la reduc- ción de Ñapóles, Virey y Capitán general en el Principado de Cataluña, á quien se rindió Barcelona en 13 de Octubre de 1652 y en el siguiente socorrió su valor á la ciudad de Gero- na derrotando al ejército francés; en 1655 recuperó la de Sol- sona y fué á gobernar los Estados de Flandes.

D. Carlos II, llamado el Hechizado por la credulidad del vulgo en que esta era su enfermedad efecto de filtros supers- ticiosos cuando acaso fué solo de ja violencia ó inoportunidad

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de las medicinas, que nació en 6 de Noviembre de 1661 ^ y heredó estos reinos en 17 de Setiembre de 1665 de su padre D. Felipe IV, que en su testamento dispuso quedase por go- bernadora y tutora de su hijo y Reino, su segunda esposa do- fia Mariana de Austria, nombrando una juntado Estado que había de presidir la Reina, compuesta del Presidente de Cas- tilla el Conde de Castrillo, del Yice-Chanciller de Aragón don Cristóbal Crespi, del Arzobispo de Toledo el Cardenal San- doval, del Inquisidor general, el Cardenal D. Pascual de Ara- gón, de un Grande de España el Marqués de Aytona , y un Consejero de Estado D. Gaspar de Bracamente y Guzman, Conde de Peñaranda. A Gnes de 1675 cumplió D. Carlos 11 14 años, y empuñó el cetro, tomando España con esto vigor; hizo paces con Francia en 17 de Setiembre de 1678 en Ni- mega, ofreciendo restituir el Rey Luis XIV de aquella Nación las plazas de que se habia apoderado de Charleroy, Binch, Ath, Oudenarde y Contray, el Ducado de Limburgo, el pais de la parte de allá del Mosa ó Gante, Rodenhus, Lerve y San Guilaín en Flandes, y algunas otras en Cataluña, reserván- dose el Franco Condado, Besanzon, Valencienes, Bauhain, Conde, Cam^ray, Aire, Sant-Omer, Ipres, Warwich y otras ciudades y plazas. Casó en 30 de Agosto de 1679 con la Prin- cesa María Luisa , sobrina de Luis XIV, hija del Príncipe Felipe, Duque de Orleans, su hermano, que murió sin suce- sión en 12 de Febrero de 1689, y fué sepultada en el Panteón de San Lorenzo. Contrajo segundas bodas D. Carlos II con doña Mariana de Neoburg, hija del Conde Elector Palatino del Rhin Felipe Guillermo y de su esposa Isabel Amalia ; he- chos los desposorios por poderes pasó á Flandes^ enbarcóse en Flesinga el 27 de Enero de 1690, y desembarcó en el Ferrol en 6 de Abril,', recibiéndola D. Carlos en Valladolid, donde se renovaron las ceremonias del matrimonio en 4 de Mayo) del mismo año y entraron en Madrid el 22. En Abril del iño^anterior^volvió á declarar la guerra el francés á Es- paña: originándose esto de las revoluciones de Inglaterra con- tra Jacobo II, á quien desposeído del Reino en 1688 protegía TOMO I. tío

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Luis 'XIV contra el Principo de Orange Statlionder de Holan- da, que fué declarado Rey de la Gran Bretaña en 1689, en nombre de Guillermo III. No podía lograr el francés su em- presa sin dividir las fuerzas de los aliados del Imperio , que se habian prevenido desde la liga de Augsburg, firmada en 1686. En el Congreso de Riswick se hizo el tratado en 20 de Setiembre de 1697 entre los Plenipotenciarios de Francia y España, volviendo á ésta las plazas de Barcelona, Gerona, Rosas y Bclver con otras de Cataluña, en el estado en que habian sido tomadas; en Flandes á Luxemburgo, Chini, Charleroy, Courtray, Mons y Ath, con reserva déla provin- cia de Henao. Murió la Reina madre doña Mariana de Aus- tria en 16 de Mayo de 1689 retirada del gobierno. Hizo don Carlos su testamento en 3 de Octubre de 1700, llamando en primer lugar, por no tener sucesión, al Duque de Anjou, y en su defecto á su hermano menor el Duque de Berri , y en se- gundo lugar, si alguno de ellos sucediese á la corona de Fran- cia y la prefiriese á la de España, al Archiduque Carlos, y en otro c^so por las mismas circunstancias de sucesión al Im- perio, al Duque de Saboya. Aproximábase á la muerte el Rey por la violencia de su enfermedad de cámara», por lo que nombró por Gobernador de sus Reinos al Cardenal Portocar- rero. Arzobispo de Toledo ^ durante su enfermedad ó hasta que en su muerte se abriese su testamento ; y falleció en 1.^ de Noviembre de 1700, siendo sepultado en el Panteón del Escorial.

85,

D. Felipe V, Duque de Anjou, sucedió por testamento á D. Carlos II en el Reino de España á los 16 años; fué hijo segundo del Delfin de Francia D. Luis de Borbon y de su esposa la Princesa Mariana Victoria de Baviera; nació en Yersalles á 19 de Diciembre de 1683 , y aclamado en 24 de Noviembre de 1700 en Madrid y sucesivamente en toda Espa- ña^ reconociéndole por tal todas las Potencias de Europa, es- cepto el Emperador Leopoldo, que ereia tener mejor derecho,

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llegó D. Felipe á Madrid en 18 de Febrero de 1701, bizo la entrada pública en 14 de Abril y se celebró su jura por el Reino en 8 de Mayo en la Real Iglesia de San Gerónimo^ aun- que mandó se escusasen los gastos lo posible. Dedicóse sin pérdida de tiempo á las cosas de gobierno y arregló los empleos y oGcios de Palacio sin casi mudar los individuos . Casó en 1702 con doña María Luisa Gabriela de Saboya, hija de Víc- tor Amadeo, segundo del nombre, 14 Duque de Saboya, pri- mer Rey de Sicilia y de Cerdeña, y de la Reina Ana María de Borbon.

Dejó D. Felipe por Gobernador de estos Reinos al Carde- nal Portocarrero , y se embarcó para Ñapóles en 8 de Abril de 1702 en una armada de ocho navios de guerra de gran porte, adonde llegó con felicidad el 17, y recibió el jura- mento de fidelidad de aquel Reino; de allí pasó á Milán don- de le hicieron los correspondientes rendimientos; de aquí marchó á Cremona donde llegó en 3 de Julio, y en 21 dispu- so dirigirse contra las armas del Emperador que ocupaban el rio Tezon para impedir el paso de las del Rey; pero adelantán- dose el Duque de Vandoma, General de su ejercito, las desba- rató matando á muchos y ahuyentando el resto, llegando el Rey á animarlos con su presencia y á apoderarse del botin que dejaron , entregándose la Ciudad de Reggio. El ejército alemán, mandado por el Príncipe Eugenio de Saboya, pasó el V se previno para dar batalla, en que fué rechazado con pérdida de 6,000 hombres en 15 de Agosto de 1702 ; rindió- se después el castillo de Lúzara y puso D. Felipe sitio á la Plaza de Guastala, que después de una vigorosa resistencia se entregó capitulando en 8 de Setiembre ; regresó á Madrid en 17 de Enero de 1703 entre innumerables aplausos y acla- maciones. Proclamóse en Yiena por Rey de España entre sus partidarios el Archiduque Carlos, á quien el Emperador dio corte y forma de comitiva Real , y partió á Holanda á tentar su obediencia y prevenirse de armas y gente para venir de allí á Portugal, y tocando en Inglaterra, le sirvieron con tro- pas y naves con que vino á Lisboa , donde desembarcó con

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8y()(X) ingleses en Marzo de 1704. Salió D. Felipe 6 campaAa con 18,000 hombres de ú pié y 8,000 de á caballo españoles y francosos, dirigiéndose á Salvatierra, Plaza de Portugal en Frontera, que se rindió coa otras muchas, volviendo el Rey á Madrid. Habiendo poca defensa en Gibraltar, el Almirante Rooch, inglés, se apoderó de aquella Plaza que no pudieron recobrar los españoles. En 22 de Agosto de 1705 se presentó el Archiduque con su armada inglesa á vista de Barcelona, y trayendo á su reconocimiento á Figueras y Gerona, rindió h Barcelona; movió hacia Aragón, rindiéndosele toda esta coro- na escepto algunas principales Pinzas: el Marqués de las Mi- nas, General portugués, entró en Madrid en Junio de 1706 haciendo de Rey por el Archiduque, creando tribunales y dando empleos. Los moros tomaron Oran, y Cartagena por In- gleses. Todo fué calamidad hasta que vino un socorro á don Felipe de 15,000 franceses, que se incorporó con sus tropas en Sopetran. El Duque de Bervik recuperó á Madrid, don- de se restituyeron los tribunales y la Reina , y redujo á obe- diencia muchos pueblos de Valencia. Rindióse al ejército Aus> triaco Milán con el Marquesado del Final. El Marqués de las Minas, General del ejército portugués, Gallobay del inglés y el Conde Donna holandés, buscaban al español para darle batalla. El Duque de Bervik dispuso su ejército ocupando el centro, su derecha el Duque de Pópuli y su izquierda el Señor de la Barre, francés, y presentó combate en que venció ¿ los ene- migos en las llanuras de Almansa, desbaratándoles 18,000 hombres con solo la pérdida de 2,500 por su parte , á fines de Abril de 1707; en cuya memoria se erigió en aquel para- je un obelisco de piedra, que refiere el suceso y permanece; no siendo menor la que hay en el Santuario de Atocha en esta corte al que se trajeron 100 estandartes de diferentes po- tentados del ejército aliado. Premió el Rey al Duque de Ber- vik con el título de Duque de Liria y la grandeza de España. Incorporóse á nuestro ejército el Duque de Orleans, en- tró en Valencia y se rindió toda la frontera escepto Alcira, Al- coy y Játiva: puso á esta sitio el Duque de Bervick y el caba-

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llero Asfell, francés, y pereció anles de rendirse, por lo que el Rey le dio después el nombre de San Felipe; con poco rae- nos estrago se sujetaron Alcoy y Alcira. El Duque de Orleans pasó á Aragón que volvió al reconocimiento. Perdióse el Reino de Ñapóles á pesar de los esfuerzos de los fieles defensores. Nació en 23 de Agosto de 1707 el Príncipe de Asturias don Luis Fernando, esperanza de la sucesión del Reino, con cuyo motivo D. Felipe perdonó á algunos personajes desterrados. £1 Duque de Osuna tomó á Moya ; el Duque de Bay y des- pués el Conde de Aguilar, recobraron á Ciudad-Rodrigo, contribuyendo la ciudad de Salamanca con gente y dinero. Rindióse Lérida al Duque de Orleans y al de Bervick. Aragón y Valencia recibieron reducción en los fueros para que fuesen mas uniformes las leyes del Reino. Los ingleses dieron mayor socorro al Archiduque Carlos en defensa de Barcelona, donde vivia con el aparato real y acababa de celebrar bodas con la Princesa Isabel Cristina de Brunswick en Agosto de 1708. Estrechaba D. Felipe á los catalanes ganándoles á Tortosa, y en Valencia á Denia y Alicante: á los portugueses en su frontera dándoles la batalla de la Gudiña. Partió D. Felipe en Setiembre de 1709 para ponerse á la cabeza de su ejército de Cataluña, y dispuso con acuerdo de su abuelo quedase un cuerpo de 12,000 franceses al sueldo de España, y se retirasen los demás á Francia. En Mayo de 1710 volvió D. Felipe en persona á buscar al enemigo en Balaguer: malograda esta ac- ción ocupó el Archiduque á Zaragoza y la mayor parte de Aragón, pasando á Castilla, y retirándose D. Felipe con los tribunales y la mayor parte de los Grandes y habitantes á Va- lladolid, llegando aquel á Madrid, que halló sin gente y sin afecto. Interceptábanle los víveres por las cercanías D. Feli- ciano Bracamente y D. José Vallejo con sus partidas de ca- ballería. El Duque de Noalles, enviado por el Rey de Francia con 15,000 hombres, se apostó á la raya de Cataluña, por cayo peligro se fué el Archiduque á ella con su ejército: vino D. Felipe á Madrid, de donde partió á perseguir al enemigo enviando delante al Duque de Vandoma , á quien había Un-

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mado de Francia, y logrando interceptar en Brihuega la parte de ejército que componian los ingleses mandados por el Ge neral Stanhop, fortiGcóse este en la villa que sitiaron los es- pañoles, y después de mucha resistencia se entregó con 4,000 prisioneros en 9 de Diciembre: al dia siguiente llegó el Gene- ral Staremberg, á quien acometió el ejército español, que te- niendo á la vista á D. Felipe, dio á conocer su valor, distin- guiéndose el Conde de Aguilar, el de San Esteban de Gormaz y su hermano el Marqués de Moya, el Marqués de Valdeca- ñas, Bracamonte, Vallejo, D. José Améiagay el Conde de Mahoni, dándole la célebre batalla de Brihuega y campo de Yillaviciosa, con que se dio tín al año 1710 y casi á todo el ejército del Archiduque Carlos. Volvió la Reina á Madrid con los tribunales, que desde Valladolid se habían pasado á Vi- toria. El Presidente de Castilla D. Francisco Ronquillo des- terró á los afectos al Archiduque, y el Rey perdonó ala plebe. Desde el campo de Yillaviciosa partió D. Felipe con su ejército á Zarogoza y estrechó á Cataluña, ganando á Gerona en Fe- brero de 1711. En 27 de Setiembre partió para Alemania el Archiduque Carlos con motivo de ser llamado al Imperio por su hermano el Emperador José I, que había fallecido, dejando á su esposa Isabel Cristina por Gobernadora de los barcelone- ses. Murieron en Francia varias personas de la Real Familia^ y por su falta se temía viniese á recaer aquella corona en el Rey D. Felipe, porque este tenia ya dos hijos varones para suceder en España; el uno el Príncipe de Asturias D. Luis, y v,[ otro el Infante D. Felipe, que nació en Madrid á 6 de Ju- nio de 1712; y así^ queriendo proceder al ajuste de la paz, pe- dían los contrarios que D. Felipe hiciese renuncia de preten- sión alguna á la corona de Francia si llegaba á faltar Luis XIV ó un biznieto niño que solo quedaba por sucesor, y después se llamó Luis XV. Convocó D. Felipe Cortes de todo el Reino para hacer aquella renuncia y tratar de mudar el orden de sucesión ú la corona de España, lo cual se veríGoó de común conser.timiento do todo el Reino junto en Cortes, derogando el urden de sucesión en las hembras, habiendo varones en al-

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guna de ambas líneas, recta ó trasversal, no interrumpida, pero con condición de que el sucesor varón fuese nacido y criado en España, y en defecto de Príncipes españoles, la hembra mas próxima al último Rey, lo cual se publicó por pragmática sanción en fuerza de ley. Para proceder á la paz, fué pedido por D. Felipe y las demás potencias beligerantes al Emperador que evacuase la Cataluña, Mallorca é Ibiza, y así salió de Barcelona la Emperatriz Isabel Cristina en 19 de de Marzo de 1713, y poco después las tropas alemanas. Fué reconocida la Reina Ana por legítima en Inglaterra, y D. Fe- lipe por legítimo en España y la sucesión establecida de cada uno en su Reino; que aquella no auxiliase á Austria contra D. Felipe, ni este contra la Inglaterra á b familia católica de Jacobo Estuardo. Arregláronse varios puntos de comercio conforme á lo establecido por Carlos II de España, y el asiento de negros para Indias quedó por los ingleses, escluidos los de cualquiera otra potencia. Firmóse esta paz en Uti*ech á 13 de Julio de 1713. Entregó España á Sicilia para el Duque de Saboya, y le restituyó el francés á Niza, Yillafranca y la Sa- boya. Quedaron por el Emperador Flandes, el ducado de Milán, Ñapóles y Cerdeña. En 23 de Setiembre de 1713 na- ció el Infante D. Fernando, de cuyo parto quedó tan débil la Reina que murió en 14 de Febrero de 1714 á los 26 de edad» y fué sepultada en el panteón del Escorial. Casó D. Felipe en segundas nupcias con doña Isabel Farnesio y Neoburg Ba- viera, bija los Príncipes de Parma Odoardo Farnese y Do- rotea Sofía de Neoburg Baviera en 25 de Diciembre de 1714. Suprimió los Presidentes de las Salas del Consejo Real , y se redujo al antiguo método de gobierno. Concluyóse entre Es- paña y Portugal, en la misma ciudad de Utrech á 6 de Fe- brero de 1715, la paz restituyéndose recíprocamente algunas plazas de nuestra frontera y varios territorios en América. En 20 de Enero de 1716 nació de este segundo matrimonio don Carlos Sebastian , después Rey de E:^paña con el nombre de D. Carlos III. Faltando el Duque de Saboya á varios pactos por los cuales D. Felipe le habia cedido la Sicilia, resolvió

Su- este formar una espedicion contra esta isla y la Cerde&a, á consejo del abate Aiberoni^ haciendo un desembarco en Cer- deña, que se había prevenido en 20 de Agosto de i 717, con el cual se redujo toda la isla á la obediencia del Rey. En Junio de 1718 salió de los puertos de España una armada com- puesta de 20 navios de guerra con gente, municiones y víve- res, y pasando por la Cerdeña á tomar algunas tropas dio fondo on ol golfo de Salento de Sicilia, desembarcando el 1.° de Julio y ganando por tierra algunas plazas fuertes. En esto declaró Francia la guerra á España por las desavenencias de la regencia del Rey niño Luis XV, que habia tomado el Duque de Orleans por disposición de Luis XIV al tiempo de morir en 1715. Nombró D. Felipe para dirigir la armada que habia de libertar á Ceuta del cerco de los moros al Marqués de Ledé, á quien habla concedido la grandeza de Espafia,el cual acome- tió al enemigo en sus mismas trincheras, que destruyó, le ahuyentó y se apoderó de 29 cañones, cuatro morleros, mu- chas municiones y víveres y tres estandartes que presentó luego D. Folipí* en persona en el santuario de Atocha, y uno que envió al Papa que ensalzó su celo. Se dispusieron dos bodas entre España y Francia. Habian muerto dos Infantes llamados Felipes, hijos de la primera Reina doña María Luisa Saboya, y quedaba de esta el sucesor á la corona, jurado ya Príncipe de Asturias, D. Luis Fernando, de edad de 13 años, y el Infante D. Fernando de ocho. De la segunda Reina doña Isabel Farnesio, teníamos al Infante D. Carlos, de edad de cuatro años, para quitan se pretendía la soberanía de Parma; la Infanta doika María Ana Victoria, que habia nacido en 31 de Marzo de 1718, y al Infante D. Felipe^ nacido en 15 de Marzo de 1720. El Regente de Francia, Duque de Orieans, restituidas á España las plazas tomadas en la frontera, pensó on desposar al joven Luis XV, de edad de 11 años, con la In- fanta doña María Ana Victoria, de cuatro, pero que se llevase allá para educarla á su usanza hasta la edad suficiente para el matrimonio: de la misma manera que una hija segunda df^ Duque de Orlean¿^ habia de venir á España para el Infante

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D. Carlos; asimismo se dispuso casar al PríDcipe de Asturias D. Luis con la hija mayor de aquel Duque, doña Isabel de Orleans; aquel de 14 a&os y e^ta de 12; tratados que fueron convenidos, pero no consumados. Mandó construir el Rey don Felipe, próximo á Balsain, un sitio de recreo con un templo dedicado á San Ildefonso, de donde tomó después su nom- bre, el cual disfrutaba como retiro para hallar descanso de sus penosas fatigas y quebrantada salud. Enmendó los abusos y usurpaciones de las rentas reales ; arregló la tropa de la casa real; suprimió la de la cuchilla ó de Borgona, que era la guardia real que había creado Carlos V, cuyo capitán era de la nobleza de Borgona; dejó la de Alabarderos, y formó cua- tro compañías de á caballo de á 200 hombres cada una, nobles y veteranos, llamados guardias de Corpa: estas fueron dos de españoles, una de walones y flamancos y otra de italianos. Formó dos regimientos de guardias de infantería española y walona de á 3,000 hombres cada uno, y sucesivamente los regimientos Cantabria, Asturias, el Fijo de Ceuta, el de Na- varra, el de Milán, los de Hibernia y Ultonia, el de Aragón y Bravante, y los de caballería de la Reina, del Príncipe, de Al- garbe, Calatrava, Santiago, Montcsa, los dragones de Sagun- tOy Numancia, Lusitania, milicias urbanas^ cuerpos de arti- lleros, ingenieros y compañías de guardias marinas, con lo que promovió la disciplina militar y dio mas fomento al comercio y navegación. Formó la academia médica en Sevilla; estableció otra en Madrid y el teatro anatómico. Espidió varias órdenes de reforma á las universidades, y encargó seesplicasen las le- yes del Reino en ellas; prohibió en 1716 con severísimas pe- na^ la bárbara costumbre de los duelos. Satisfecho de haber cumplido sus obligaciones con sus vasallos, confiado en que les dejaba un Rey en su hijo primogénito heredero de sus vir- tudes, renunció el cetro en Luis I á principios de Enero de 1724, retirándose á los 39 años de edad con su amada esposa doña Isabel Farnesio, á vivir como particular y consagrado á Dios, á su sitio de San Ildefonso.

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D. Luis I, que nació en 25 de Agosto de i707; fué jurado Príncipe de Asturias en 7 de Abril de 1709: casó á los 14afio8 do edad con la Princesa de Montpensier Luisa Isabela, bija del Duque de Orleans, y reinó por renuncia de su padre Feli- pe Vy hecha en iO de Enero de 4724, en la cual instituyó una junta de consulta compuesta del Marqués de Mirabal, Gober- nador de la presidencia de Castilla, el Anobispo de Toledo, el Inquisidor general , el Obispo de Pamplona, el Marqués de Valero, el de Ledé, el Conde Santisteban del Puerto y D. Mi- guel Francisco Guerra. Hizo economías y arreglo en la admi- nistración de la real Hacienda. Murió de viruelas malignas en 31 de Agosto de 1724, y fué enterrado en el panteón del Escorial, volviéndose su esposa á Francia. Volvió á reinar don Felipe V su padre, á instancia del Marqués de Mirabal y del Consejo real, como también de la Reina su esposa y otros per- sonajes, atentos á la menor edad del Príncipe Fernando. In- tentó Francia que la joven viuda casase con el Príncipe, que fué jurado tal y sucesor de los reinos en 24 de Noviembre del mismo año, y no teniendo efecto la proposición se apresuró la devolución recíproca de las dos reales esposas tratadas; aque- lla á la Infanta doña María Ana Victoria , que tenia allí para el Rey Luis XV, y España á la Princesa de Beaujeulois, hija menor del Duque de Orleans, que estaba aquí para el Infante D. Carlos. Procurando D. Felipe la paz que tanto se dilataba en Cambray, se le brindó á ello el barón de Riperdá, que ba- bia sido enviado de la república de Holanda, y héchose cató- lico estaba en España siendo Intendente de la real fábrica de paños de Guadalajara. El Barón fué á Viena por rodeos, trató con el Prínci[»e Eugenio, su antiguo amigo, sin que nadie mas que el Secretario de Estado D. Juan de Orendain tuvieso noticia del asunto, y logró la paz sin la mediación de las po- tencias, llamándose el tratado de Viena, firmado en aquella corte á 30 de Abril de 1725, siendo sus principales artículos la ratificación de la paz de IJtrcch y del tratado de Londres de

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1718, y accesión del Rey de España é él en 1722 en cuanto ú la cesión do los estados de Italia y Flandes y renuncia á la corona de Francia; que el Emperador por su parte cedia á la pretensión de España y reconocía á D. Felipe como legítimo Rey de ella; que D. Felipe cedia el derecho de reversión al Reino de Sicilia, pero no el de Cerdeña; que los hijos varones y demás descendientes masculinos de la Reina doña Isabel Farnesio, como heredera próxima á los estados de Toscana^ Parma y Plasencia, sucediesen por su orden á ellos , y que el Infante D. Carlos pasase á tomar posesión cuando llegase el caso de la sucesión conforme á la eventual investidura que ya habia dado el Emperador, quedando puerto franco el de la ciudad de Liorna, cediendo D. Felipe al sucesor de la Tos- cana el puerto Longon y las posesiones del Elba. Además se convino en un perdón general de los subditos de uno y otro que hubiesen seguido sus partidos durante la disputa del Reino de España, en la reintegración de sus bienes ó derechos, con- servación de empleos y dignidades y libertad para volverse cada uno á su patria. Arreglaron varios artículos de comercio, y últimamente ofreció el Emperador por convenio aparte no estorbar la restitución de Gibraltar y Mahon á España. Do resulta de este tratado premió el Rey á D. Juan de Otendain con el título de Marqués de la Paz, y al Barón de Riperdá con el de Duque y la secretaría del despacho de Estado que habia obtenido el Marqués de Grimaldo de los Negocios estr^njeros, á la cual se agregaron después las de Marina, Indias, Guerra y Hacienda. El Duque de Riperdá fué autor del aumento del valor en la moneda, de la supresión de varias pensiones y re- forma de oficinas. Estableció en Vizcaya el Rey D. Felipe la compañía que llamaron de Caracas en 1728, y para mayor amistad y alianza con Portugal se concluyeron dos bodas, una del Príncipe de Asturias D. Fernando, de edad de 16 años, con doña María Bárbara, Infanta de Portugal^ de 18, y otra de D. Jost^, Príncipe del Brasil, con doña María Ana Victoria^ Infanta de España, de 11 años^ que se ejecutaron en 19 do Enero de 1726. Muerto Antonio Farnesio, Duque de Parma

sis- en 20 de Enero de 1731, el Conde de Stampa, Ministro de| Emperador en Parma , tomó posesión de aquel Ducado en nombre del Infante D. Carlos, Nacieron la Infanta dofia María Teresa en 11 de Julio de 1726; A Infante D. Luis Antonio Jaime en 25 de Julio de 1727 en Madrid, y en Sevilla la In- fanta doña Haría Antonia Fernanda á 17 de Noviembre de 1729. En 15 de Junio de 17.32 salió de Alicante una armada de 12 navios de guerra, y el convoy necesario con 26,000 hombres ni mando del Conde de Montemar, que desembarcó el 29 en el paraje llamado de las Aguadas , cercano á Mazal- quivir, donde halló bastante resistencia de moros^ y mayor di- ficultad al mover sus tropas hacia Oran, cuyo Bey y moros, asombrados del armamento que veian delante de Argel y de aquella plaza, huyeron; ocasión que fué oportuna para apo- derarse con presteza de la plaza, que quedó con buena guar- nición al cargo del Marqués de Santa Cruz, y el Conde de Montemar recibió en premio el Toisón de Oro. Teniendo no- ticia el Rey D. Felipe de que Riperdá habin sido recibido por el marroquí en su reino, se le declaró traidor, despojándolo de sus títulos. El Infante Duque D. Carlos, apenas encontró resistencia ni en el pasaje por el estado eclesiástico ni en la entrada del Reino de Ñapóles, ni en la ocupación de esta ca- pital, pues todo lohabia facilitado el Conde de Montemar, Co- mandante del ejército, el cual, después de asegurado el Rey en Ñapóles, desbarató las tropas imperiales que se habian he- cho fuertes en Bitonto. El Infante Duque, que iba con carác- ter de General, se quedó con el de Rey por cesión de su pa- dre D. Felipe en Mayo de 1734, premiando este á Montemar con el título de Duque de Bitonto y la grandeza de Espafia* Reconocido D. Carlos por el Emperador le cedió los estados de Parma y Plasencia. Fué declarado Rey de Polonia Fede- rico Augusto III, elector de Sajonia, padre de María Amalia, que casó después con el Rey de Ñapóles y Sicilia. Celebróse casi á un tiempo las bodas del Infante do Espafia D. Felipe con madama Luisa Isabel , primogénita del Rey de Francia Luis XV, y la paz con Viena, aquellas en 26 de Agosto de 1739,

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y esta en 13 de Julio: murió el Rey D. Felipo en 9 de Julio de 1746, dejando de dofia Isabel Farnesío tres hijos varones y otras tantas hembras; á D. Carlos, Rey de Ñapóles y de Si- cilia; al Infante D. Felipe, General de la guerra de Italia; al Infante D. Luis Antonio Jaime, Cardenal Arzobispo de To- ledo; ádoña María Ana Victoria, Reina de Portugal; á dofia María Ana Teresa, que murió en Versalles, casada con el Del- fín de Francia, y á doQa María Antonia Fernanda, que casó con el heredero de Cerdcña, y fué sepultada en la colegiata de San Ildefonso, fundación suya. Empezó la Academia déla Historia en 1738: en su tiempo se vieron dos Academias mé- dicas y las de Buenas letras de Sevilla y Barcelona , y la de las tres Nobles Arles de pintura, escultura y arquitectura hubie- ran recibido este honor de su mano si no se hubieran cortado sus días por la muerte: el real Seminario de Nobles y la Biblio- teca real fueron hijas de su amor al bien público, á la no- bleza y á la instrucción. En 1734 proTnulgó una severísimn pragmática contra los ladrones.

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D. Fernando VI, hijo de D. Felipo V, y de su primera esposa dofia María Luisa de Saboya : fué proclamado Rey en sucesión á su padre en 10 de Agosto de 1746 á los 34 de edad; casó con doña María Bárbara de Portugal. Firmóse la paz entre Viena , Cerdeña, París y Madrid en Aquisgran en 18 de Octubre de i 748, y sus ratificaciones se hicieron por las respectivas potencias interesadas en Noviembre, tomando posesión de los estados de Parma, Plasencia y Guastala en fines de Enero y mes de Febrero de 1749 las tropas españo- las. Escogió D. Fernando para su ministro de Estado á don José Carvajal y Lancaster , Gobernador que era del Consejo de Indias, y haciéndole Decano del Consejo de Estado le en- cargó su celo para promover la felicidad de la Monarquía. Mandó se pagasen por entero los sueldos de los individuos de planta y número de ejército, marina, del ministerio y de

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las Casas y Caballerizas Reales; que se estinguiese la mitad de los trece reales del sobreprecio de la sal ; que se suspendiese por cuatro años la renta del servicio y montazgo ; que la mi- tad de los arbitrios de su Real Hacienda se aplicase á la cons- trucción de cuarteles para la residencia y tránsito de la tro- pa ; que se satisfaciesen los débitos que se causaren en el tiempo que reinaba, y se procurasen fondos posibles para es- tinguir los que fuesen justos del reinado anterior. Quitó el arrendamiento de sus Rentas Reales , y las volvió á la Admi- nistración de su cuenta con el ánimo de establecer una única contribución, y perdonó muchos débitos de tributos anterio- res; determinó que las Intendencias y Corregimientos fuesen trienales ; creó otras de provincia con el mismo término y constituyendo igual orden en los Gobiernos políticos y mili- tares. Mandó publicar una ordenanza á los Tribunales, Ma- gistrados y dependientes de oGcio de ellos, sobre el modo de invertir y beneGciar las penas de Cámara, y otra á los Intendentes y Magistrados de provincia sobre plantíos, con- servación y cortas de los montes, dehesas y cotos de cada jurisdicción. A fines de 1749 se ajustó el matrimonio de la Infanta doña María Antonia Fernanda, con el primogénito del Rey de Cerdcña, Duque de Saboya. Repartia mucho á los pobres y con particular atención á los enfermos del Real Hospital de esta Corte; estableció un Colegio de ci- rujía en Cádiz; formó la Academia de buenas letras de Sevi- lla , á que dio principio D. Luis Germán , individuo de la de Historia de Madrid, cuyo objeto era promover la enciclope- dia ó erudición universal en las antigüedades y letras huma- nas, la cual admitió bajo su real protección en 18 de Junio de 1752. Cinco dias antes se abrió la real Academia de las tres Nobles Artes, pintura , escultura y arquitectura, á que su padre, D. Felipe V habia dado principio aprobando un pro- yecto de estudio pública de estas artes en 13 de Julio de 1744, bajo la dirección de una junta que formó con el título de preparatoria. Concedió D. Fernando en 1780 12,500 pesos para su subsistencia ; la erigió en real Academia con

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el título de San Fernando en 12 de Abril de 1752, nombran- do por protector de ella á su Ministro de Estado, y después envió pensionados á París y Roma , manteniendo varios jóve- nes para el grabado y sellos en aquella , y en ésta una acade- mia ó colegio con el título de San Lucas, para pintura, escul- tura y arquitectura. Concedió D. Fernando al Proto-medica- to el uso de su real quinta, llamada de Migas Calientes, para que en ella se formase un jardin de plantas^ para el adelanto de la botánica é historia natural^ dotándole con liberalidad, nombrando por Intendente de él á su primer médico Presi- dente del Proto-medicato , que lo era el doctor D. José Su- flol: reformó el arte militar y dio escelentes órdenes para la cria de caballos y las remontas del ejército. Con su real per- miso se estableció en Barcelona una compaQía de comercio para las islas de Santo Domingo, Puerto Rico, Margarita y otras en 1755, y dos años después á la compañía de la Nave- gación del Tajo^ formada á representación de D. Carlos Si- món Pontero, Alcalde de Corte; concedió varias franquicias para promover tan importante empresa ; avivó las fábricas de paños de Guadalajara, Segovia y la nueva que hizo en San Fernando, y dispensó protección á las de otros particulares en Alcoy y Cataluña ; las de sedas de Valencia , Estremadura y Granada y la de lienzos de León ; dio principio á los caminos públicos , allanó los montes de Guadarrama para dar paso á las Castillas y se hizo el magníGco camino de Santader, á cu- ya Ciudad dio Obispo , é hizo un concordato con la corte de Roma por el que reconoció Benedicto XIV el indisputable de- recho del Patronato Real , conviniendo á principios de 1753 en que escepto 52 nombramientos absolutos que reservó á la Silla Romana de varias dignidades , prebendas y beneficios eclesiásticos, quedase en todo lo demás el Rey de España en el derecho y posesión del Real Patronato, y sin la carga de pen- siones ni cédulas baucarias y otras que hasta entonces habian acostumbrado , contribuyendo el Rey D. Fernando con algu- nas sumas por una vez , como en recompensa de lo mucho de que se desprendia la Silla Romana. Levantó el edificio de

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In Visitación ú de las Salesas , fundado por la Reina dolía María Bárbara su esposa ; quiso que hubiese en él un orden monástico de la Beata que entonces era Juana Fremiot ó del Instituto de San Francisco de Sales, un colegio de enseñan- za para niñas nobles de estos Reinos, una casa de oración y un panteón para que eq él fuesen los dos esposos sepultados. Lo empezó en 1750 y se concluyó en siete años, consagróse su Iglesia en 25 de Setiembre de 1757. En 20 de Julio de 1758 enfermó doña María Bárbara y murió en 27 de Agosto 1758, siendo sepultada en el monasterio de la Visitación. Esta muerte entristeció tanto á D. Fernando que enfermó y mu- río en 10 de Agosto del siguiente año á los 45 de edad y 13 de reinado, y fué sepultado con su esposa.

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D. Carlos III, hijo del Rey D. Felipe V y de su segunda esposa la Princesa doña Isabel Farnesio: nació á 20 de Enero de 1716 y casó con la Princesa doña María Amalia de Sajonia, hija de Augusto III, Rey de Polonia y de la Archiduquesa pri- mogénita del Emperador José I en 19 de Junio de 1738. Creó el Rey la orden de San Genaro, declarándose Gran Maestre de ella en Nápoics, y nombró varios oQcios de su instituto : hi- zo Caballeros á ^us dos hermanos los Infantes de España don Felipe y D. Luis y al Príncipe real de Polonia, hermano de su consorte. Dio sus insignias á varios Cardenales, Arzobispos, Príncipes, Duques, Títulos y hombres ilustres de Ñapóles y España, y reservó seis nombramientos á elección de su padre D. Felipe V. Tuvo este feliz matrimonio por hijos á doña Ma- ría Isabel , que nació en 6 de Setiembre de 1740; á doña Ma- ría Josefa Antonia, que nació en 20 de Enero de 1742; á do- ña María Isabel , que nació en 19 de Abril de 1743 , las cua- les vivieron poco tiempo; á doña María Josefa, nacida en Gae- ta el 16 de Julio de 1744 ; á doña María Luisa , que nació en Ñápeles á 12 de Noviembre de 1745 ; la primera Infanta de España, y la segunda Emperatriz viuda de Alemania; en

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1747 naoíó el Príncipe Duque de Calabria D. Felipe, quien quedando débil por enfermedades de la niüíez no pudo después reinar y entró en todos sus derechos su hermano D. Gár* |08 IV. Rey de Es(iaña, que nació en 12 de Noviembre de 1748, pasando la sucesión de Nápoics á D. Fernando, naci- do en 12 de Enero de 1751. Habiendo muerto en 10 de Agos- to de 1750 D. Fernando VI, á cuya sucesión era llamado el Rey D. Carlos de Ñapóles por legitimo derecho, le fué preci- so pensar en venir ¿ ocupar el Solio de España dejando en el ínterin con poder especial por Gobernadora á la Reina madre dofia Isabel Farnesio. Fue proclamado Rey de las Españas y de las Indias D. Carlos IH en 11 de Setiembre de 1759, quien hizo cesión y renuncia del Reino de las dos Sicilias en su hijo tercero el Infante D. Femando , declarándole por emancipa- do Rey y sucesor del Reino y de sus bienes por medio de un real decreto espedido en 6 de Octubre de dicho afio, prece- diendo un consulta del Consejo de Estado y un examen de la indisposición absoluta de reinar por enfermedad de su pri* nrogénito D. Felipe, por lo que se reconoció la primogenitu- ra en el segundo Infante D. Carlos Antonio , destinado para Príncipe de Asturias y sucesor de las Españas ; y por cuanto el Rey joven de Ñápeles se hallaba en la menor edad , formó un Consejo de Regencia bajo cuya tutela y gobierno se dirí-^ giese el Reino basta su mayoría , que habia de ser en cum» plíendo los 16 años. £1 dia 9 de Octubre salió de Ñápeles con so amable esposa la Reina doña María Amalia de Sajonta , y de sus hijos el Principe de Asturias D. Carlos, los Infantes D. Gabrid, que casó en Marso de 1785 con dofia María Ana Victoria, muerta en 2 de Noviembre del 88, hermana de don Joan, heredero de Portugal, de quienes fué hijo el lobnte D. Pedro de Portugal , que nació en 18 de Junio de 1786 y D. Garlos José que nació en 26 de Octubre de 1788 y murió 60 9 de Noviembre de 1768, y su padre en 23 del mismo mes y año; y D. Francisco Javier, el Infante D. Antonio y Infantas dofia María Josefa y dofia María Luisa. Siguióles el pueblo con las lágrimas en los ojos hasta perderlos de vista ^

TOMO I. Ü4

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recordando las virtudes de un Rey (fue habiendo subyugado su Reino con las armas , conquistó los corazones de sus ha* Mtantes con beneficios, elevando el Reino á un estado respe- table. Desembarcó en Rarcclona el 17 del mismo mes y entri en Madrid el 9 de Noviembre por la tarde entre vivas y acla- maciones. Empezó á arreglar su Palacio y gabinete, haoiende poca mutación en el Ministerio que ocupaban los mismos del anterior reinado : el de Estado y Guerra , D. Ricardo Wal, d de Gracia y Justicia, el Marqués del Campo de Villar, y el de Hacienda , el Conde de Valparaíso , á quien nombró para Ja Embajada de Polonia y le sucedió el Marques de Esquila- che. Perdonó en 1760 á los Reinos de la corona de Castilla 4odo lo que estuviesen debiendo á la Real Hacienda por la con- tribución de rentas provinciales y su equivalente hasta fin de 4758, estendiendo después este favor hasta perdonar mas de 3 millones y medio de reales de que eran deudores á U mis- ma varios pueblos y particulares de Valencia, Mallorca, An- dalucía , Mancha , Toledo y Estremadnra , por los préstamos de granos y dinero para poder subsistir y sembrar en 1748 y seis afios calamitosos siguientes. Consignó para pagar las deudas de su padre Felipe 10.000,000 de reales al año, y 50.000,000 de contado para distribuirlos entre los interesados, y mandó que todos los créditos pertenecientes á los cinco reinados anteriores que estuviesen reconocidos por la Junta de descargosfuesen tratados en la Contaduría general de va- lores y socorridos en la Tesorería general con un 10 por 100, y sucesivamente con la prorata que fuesen percibiendo los acreedores respectivos. Restableció los dos regimientos de rea- les guardias ospaftolas y walonas al pié (y fuerza que tenían antes de su última reducción, é hizo ana gran promoeiMí ge- neral de todo el ejército al celebrar su entrada pública de 13 de Julio de 1760; facilitó la correspondencia en lo interior del Reino y con los países estranjeros doblando los dras de estafeta: mandó que conforme al articulo 8.^ del Concordato de 1737 contribuyese el estado eclesiástico del Reino de todos los bienes adquiridos desde entonces , y procuró se redi-

325- miasen los capitales de la Real Casa de aposento. Murió doña María Amalia el 27 de Setiembre de 1760, á los 36 de edad» y fué sepultada en el panteón del Escorial. Mandó hacer cloa- oas para la limpieza de la Villa de Madrid , conductos y yer-> tederos de las aguas , encargando la dirección de estas obras á SD primer arquitecto ingeniero D. Francisco Sabatini, y estableció las postas y correos por todos los dominios de Amó^ rica; alcanzó del Papa Clemente XIII indulto para que en esr> tos dominios se pudiese comer de carne en la cuaresma, escep- to algunos dias, lo cual se continúa, y logró por este medio que no saliesen muchos millones de España. A fines de 1663 estableció la lotería á beneficio de los Hospitales , Hospicios y otras obras pías: fomentó bajo la dirección del inspector D. Juan Pablo Cañáis la granza ó rubia, para los tintes só- lidos de lanas y la trasmutación de los mordientes aplicados á las telas de algodón ó indianas , nombrándole al año si- guiente director general de los tintes de España. Casó su hija la Infanta doña María Luisa con el Archiduque Pedro J^poldo, después Gran Dupue de Toscana y Emperador de Alemania en 1 4 de Febrero de 1764. Casó el Príncipe de Asturias D. Carlos con la Princesa doña María Luisa, hija del Serenísimo Infante D. Felipe, Duque de Parma, en la noche del 2 de Setiembre de 1765. Hizo el Rey D. Cariosa Madrid plaza de armas y nombró Presidente del Consejo de Castilla al Conde de Aranda , Capitán general d^ Valen- cia. Espidió á principios de 1777 una instrucción circular á todos los Corregidores, en que restableciendo la antigua cor- respondencia con los respectivos Ministros del Consejo de Castilla, les mandó que informasen del estado de cada uno ellos, y velasen con el mayor cuidado sobre todos los puntos de Gobierno , como procurar que no se usurpase la Jurisdic- cipn. Real; que se evitasen escándalos graves y la dilación de lea causas criminales; deteniendo sin necesidad á los reos en las cárceles.; ver si se administraban bien los pósitos , los pro- pieey arbitrios; los hospitales, casas de misericordia y de eapAsitos y demás obras pías sobre que tenian también enr

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«argo los Prelados Eclesiásticos, comoUmbieo , que los Bd* ligiosos de las órdenes no fueren por si grangeros, ni e^ tuviesen fuera de clausura , ni hubiese escesos en gastos de cofradías, ajenos del verdadero eullo; el cuidado de los moo* les y plantíos, y que hubiese semilleros para repartir i los vecinos para la plantación de árboles ; observar los sitios des- poblados para poblarlos, los caminos y puentes descompue»- los para componerlos; cuidar del aseo, limpiesa y arreglo de aranceles en las ventas y posadas de tránsito ; si se recogían los vagos y mendigos; si estaban en buen estado las pesque* rías y se guardaban las correspondientes vedas sobre este pun* to ; en fin, si babia alguna industria ó maniobra arruinada para repararla ; á todo lo cual se agregaba el establecimiento de Diputados y personeros del Común para el abasto del pue- blo y mayor vigilancia en el gobierno. A propuesta del Con- de de Aranda, estableció la dístribocion del pueblo de Madrid en 8 cuarteles y 68 barrios^ poniendo el cargo de cada eoartel á Qo Alcalde de Corle , y el de cada barrio á nn Alcalde barrio, que lo debía ser lodos los afios un honrado vecino^ elegido por los mismos habitantes de él : vista la utilidad de esto , mandó después se estendiese á todas las ciudades donde hubiera Audiencias ó Chancillerías. Alcanió del Papa la re» dueeion de Asilos para evitar la fuga de los delincuentes é impanidad de ios delitos: consiguió del Papa Clemente XIII que se venerase en todos sus Reinos como patrona princi- pal de ellos á la Santísima Virgen en el Misterio de la Con* cepcion Inmaculada, y estableció una nueva orden eoa el título de real y distinguida de Carlos III, dedicada á h Purísima Concepción para tenerla propicia en su gobierno, y premiar con este distintivo á los vasallos de mérito. La fundó en 177! con motivo del feliz alumbramieolo de la Prin- cesa dofia María Luisa, en que dio á luz al Infante D^ Cir- ios Clemente en 19 de Setiembro de aquel aflo, y mandó qne los gastos que hubiesen de causar las fiestas públicas, cea este motivo, se empleasen en dotes de doncellas pobres pen eaurse y prevenine de aperos , yvntas é instnunenioe pira

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ÜM artes y labranza. Hizo romper y repartir las tierras bal- días: concedió varias exeaoiones á los labradores , promo* yió las fábricas , protegió el comercio, habilitó puertos, con- cedió franquicias á los que plantificaban alguna industria, cuyos ramos puso al cuidado y celo de la junta general de comercio y moneda: ganó de los ingleses á Menorca en 19 de Agosto de 1781 , para cuya espedicion había nombrado al Teniente General Duque de Crillon, Comandante de laa tropas de tierra, y al Brigadier D. Buenaventura Horenn de las de mar, capitulando el fuerte- castillo de San Felipe & principios de Febrero de 1782, paro quedando la guami*^ cion prisionera de guerra: autorizó el Banco Nacional de San Carlos y creó Montes pios en Granada para socorrer á las viu* das é hijos de los operarios y empleados en las fábricas lonas y lienzos; en Málaga y Alcira pam auxiliar á loseo-^ secheros y premiar á los que mas se aventajasen en algún ramo de agricultura ó industria: erigió Diputaciones de Ca- ridad para que de limosnas formasen escuelas de educaeion y labor para las ñiflas : derogó varias leyes en la parte con- traria á que los hijos ilegítimos pudiesen dedicarse á oficios honrados, y declaró por hábiles para cualquier servicio en la Milicia ó en el Estado á los individuos que llamaban de la calle en Palma de Mallorca : erigió Montes píos para la mayor parte de los cuerpos del ejército; Consulados en los puertos de Espafia donde no los hubiese; restableció la an- tigua compañía de la India oriental y se formaron otras de seguros marítimos y terrestres : creó el tribunal de la Rota; prohibió toda manda y herencia dejada á los confesores para sus personas, iglesias ó comunidades; renovó la ley nacio- nal de que los hijos para casarse obtuviesen el consenti- miento paterno: trasladó el estudio de la botánica de Mi- gas Calientes al jardin botánico , junto al paseo del Prado; estableció el colegio real de anatomía y cirugía de Madrid con el título de San Carlos; formó una superintendencia general de caminos y canales , correos y postas , á cargo del primer Secretario de Estado y del despacho universal qnt

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entonces era el Conde de Floñdablanca : en fio ^ fué padre del vasallo; murió á los72afiosde edad y Í9 de reinado en España en 13 de Diciembre de 1788, y fué sepultado en el panteón del Escorial.

D. Garlos IV, primogénito de D. Carlos HI, que del ma- trimonio que contrajo con dofia María Luisa tUTO por hijos al primogénito Infante D. Carlos Clemente, que nieló en 19 de Setiembre de 1771 y murió en 6 de Marzo de 1774; la Infanta dofia Carlota Joaquina, que nació en 22 de Abril de 1775 y casó con el Príncipe heredero de la corona de Portugal don Juan, luego sesto Rey del nombre; dofia María Luisa, que na- •ió en 11 de Setiembre de 1777 y murió en 2 de Julio de 1782; dofia María Amalia, que nació en 10 de Enero de 1779; D. Carlos Eusebio, que nació en 5 de Marzo de 1780 y murió en 11 de Junio del 83; dofia María Luisa Vi- centa, que nació en 6 de Julio de 1782 y casó con Luis, Rey de Etruria; dofia María Isabel, mujer del Rey de Ñapóles Francisco I, que murió en 15 de Enero de 1781; los Infantes gemelos D. Carlos y D. Felipe, que nacieron en 5 de Setiembre de 1783, y murió D. Felipe en 18 de Octubre y D. Carlos en 11 de Noviembre de 1784; el Príncipe D. Fer- nando, que sucedió en el trono, que nació en 14 de Octubre de 1784; D. Carlos María Isidro, que nació en 29 de Marzo de 1788, y el Infante D. Francisco, que nació en 10 de Marzo de 1794, viudo de la InfanU dofia María Luisa CarloU, hermana del Reí de Ñapóles D. Femando II, padres de D. [Francisco de Asís María, que nació en 13 de Mayo de 1822, que casó con dofia Isabel II (Q. D. G.), Reina católica de Espafia, su pri* ma hermana, y fué declarado Rey en 10 de Octubre de 1846; de D. Enrique María Femando, Duque de Sevilla, Infante de Espafia, que nació en 17 de Abril de 1823; de doña Isabel Feraandina, Infanta de Espafia, que nació en 18 de Mayo de 1821; de dofia Luisa Teresa, InfanU de Espafia, que nació en 11 de Junio de 1824; de dofia Josefa Fernanda Luisa, Infanta

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de Es{Miña; que nació en 26 de Mayo de 1827; de doAa Haríu Cristina, Infanta de España, que nació en 5 de Junio de 1833, y de dofla Amalia Felipa Pilar, Infanta de España, que nació en 12 de Octubre de 1834, casada en 26 de Agosto de 1856 con Adalberto Guillermo, Príncipe de Baviera. Ciñó la coro- na en 1789, dejándole su padre por Ministro á Floridablanca, Consejero antiguo, probo, ilustrado y el único capaz sin duda de apartar á la nación de las desdichas en que fué precipitada por el favorito su sucesor D. Manuel Godoy, Príncipe de la Paz, é invasión francesa. Desórdenes que dieron lugar al de- creto de 18 de Marzo de 1808, y á la abdicación el 19 en fa- vor de su primogénito D. Fernando, terminando su reinado de 19 años, consistiendo su desgracia en haber tenido un fa- vorito y haber vivido en una era sembrada de espinas y peli- gros. Tenia sana índole é intención recta, pero creyó que cualquiera podia dirigir el timón del Estado , y le abandonó en manos de su mujer y su privado.

90.

D. Fernando VII subió al trono en 1808, siendo sus actos de generosidad y política. Restituyó su libertad, títulos y ho- nores á algunos sugetos distinguidos que sufrían el destierro: con este motivo volvieron á la corte el Canónigo Escoizquiz, el Conde de Cabarrús, D. Mariano Luis Urquijo, el ilustre D. Gaspar Melchor de Jovellanos y los Duques del Infantado y Santa Goloma. Destituyó á los Consejeros de su padre Soler y Marqués de Caballero, reemplazándoles con los Sres. Azau- la, Felitt y Pezuela. El Ministro de Estado Ceballos, pariente del Príncipe de la Paz, presentó su dimisión, que no le admi- tió el Rey por probo é ilustrado, asegurándole en su destine y dándole muestras de benevolencia y fina amistad. Seguro^ de que un Rey debe conquistar ó afianzar el amor de sus va- sallos con beneficios positivos y mejoras palpables, suprimió algunos impuestos y abolió la superintendencia general de policía: con tal obrar se hizo digno de una especie de culto y'

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adoración, y iu nombre corría de boca en boca con traaportea de júbilo. En 23 de Marzo de 1808 penetró en Madrid el gran Duque de Berg, Joaquín Morat, cufiado del Emperador Na- poleón, seguido de loi cuerpos de ]a guardia imperial, alojio* dose en el palacio del Buen Retiro, mientras el general Duponl se internaba en el corazón de Castilla, y un poderoso ejército denominado de los Pirineos occidentales á las órdenes del Ma* riscal Bessieres traspasaba el término natural que separa á Es- paña de Francia, apoderándose tranqnilamente del Norte de la Península y amenazando caer sobre las feraces llannras de Cas- tilla. Esta inmensa aglomeración de fuerzas áa objeto ni tín aparente empezó ¿ azorar Ibs ánimos. El Rey entró en Madrid el día 21, y poco después fué llevado con engaños á Bayona de Francia, quedando bajo la férula del Emperador. La inso- lencia, orgullo y engaños de los enmascarados opresores llegó á su colmo, dando logar ú las escenas tan sabidas de todos del 2 de Mayo é inmortalidad de D. Luis Daoiz y D. Pedro Yelarde con otros muchos mártires. El principado de Astu- rios, tan ilustre en todas las épocas de nuestra historia, fué quien lanzó el primero el grito do independencia y estermínio de los usurpadores. El juez D. José Busto y ios Condes de Peñalva y Toreno alentaron á los patriotas. El Marqués, da Santa Cruz ds Marcenado, que presidia la junta que se eele« bró en la sala de la junta provincial, se levanió y etdamó: «No pretendo, señores, cambiar la resolución de los demás, pero en cuanto á mi decir que en cualquier ponto en don* de se levante un hombre contra Napoleón , tomaré un fusil é iré á colocarme á su lado.» Valientes palabras que acabaron con la irresolución. Los esforzados asturianos se reunían sia recato en casa del Canónigo D. Ramón de Llano Ponte » alma del movimiento. Este y D. Manuel Miranda oonsintieron en constituirse jetes de la multitud, y el juez Busto escitaba á loa alcaldes subalteraos para que eomprometiesea á sus subordi- nados á concurrir á la defensa de la causa naeional. El 24 al toque de oraciones entraron por las puertas de Oviedo aam^ rosos grupos de paisanos y recibieron órdenes de Ponte LUno.

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A las doee de la noche tocaron las campanas ¿ rebato; divídense los asturianos en grandes grupos, el mayor se dirige ala casa de armas, donde se apoderado 100,000 fusiles; otro va á la del Comandante La Llave, mientras otros avisan á los miembros de la junta, que se reúnen con precipitación, é instalada nom- bra por su Presidente al Marqués de Santa Cruz, dicta me- didas, organiza un ejército de 18,000 hombres, solicita apoyo de Inglaterra por medio de D. Antonio Ángel de la Vega y Conde de Toreno, que se les da, enviando armas, municiones, vestuarios y demás pertrechos de guerra con el Mayor Gene- ral Sir Tomás Oyer. En 30 de Mayo siguió al principado as- turiano en el grito de independencia la Coruña ; nombróse una junta compuesta de los Diputados pertenecientes á las siete provincias; creó esta un ejército de 40,000 plazas, que puso al cargo del General Filangieri, y muerto este alevosa- mente, al del Coronel Blake^ á quien invistió de Teniente Ge - neral. Pronuncióse Santander el 26 de Mayo, eligiendo Pre- sidente de su junta á su Obispo Menendez de Luarca. León alzó la bandera de la independencia el 1.^ de Junio, y puso á su cabeza á D. Antonio Valdés; siguió Valladoiid , Logrofio, Ciudad-Rodrigo, Vera y todas las poblaciones situadas al Este de la Península. El alcalde de Hóstoles, comprometido por D. Juan Pérez Villamil, secretario del Almirantazgo, firmó la siguiente proclama : «í^a patria está en peligro ; Madrid pe- rece víctima déla perfidia francesa; espafioles, acudid á sal- varle.» Apenas se recibió en Sevilla coligóse el paisanaje con los soldados del regimiento de Olivenza y procedió á la insta- lación de una junta presidida por D. Francisco Saavedra, an- tiguo Ministro de Hacienda, cuya corporación tomó su origen, voz y título de suprema, y mandó poner sobre las armas i lodos los varones de 16 á 45 años, y sondeó el espíritu de las divisiones espafiolas acantonadas en Cádiz y en el Campo de San Roque, enviando comisionados á ambos puntos; acaudi- llábanlas respectivamente el Marqués del Socorro y el General D. Francisco Javier Castaños; este babia entablado inteligen- cias con el Gobernador de Gibraltar á fin de alune epn sqí

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tercios contra las liuestes invasoras. Muerto el Marqués del Socorro^ sucedió en la capitauía general D. Tomás Morla^ que intimó al Almirante francés Rosilly la entrega de su escuadra, que se rindió. Inglaterra ofreció á la junta de Sevilla 5;0ü0 hombres de línea bajo la conducta del General Spencer. La junta formó un cuerpo de ejército con las tropas de Cádiz y San Roque, confiando su mando al General Castaños. Siguie- ron la corriente Granada, Málaga y Jaén, dando el mando de las tropas granadinas á D. Teodoro Reding, y enviando Gra- nada por comisionado á Gibraltar para solicitar víveres y ar- mas al joven D. Francisco Martínez de la Rosa. En Badajoz fué muerto el Gobernador Conde del Fresno: creóse una jun- ta y se confirieron los mandos civil y militar á Amaneio y Galluzo: Cartagena y Murcia secundaron el movimiento en 22 y 24 de Mayo, nombrando esta una junta compuesta de 16 individuos, entre los que se contaba el Conde de Floridablan- ca, y puso el mando militar en manos del Coronel D. Pedro González de Llamas. Siguió Valencia, pero con un cortejo es- pantoso de horrores á que echaremos un velo por demasiado sabidos. Valencia carecia de municiones y pertrechos, que la suministró abundantes Cartagena , y sus tropas se dividieron en dos columnas, una en número de 8,000 hombres, que á las órdenes de D. Pedro Adorno se apostó en las Cabrillas; y otra, que á las órdenes del Conde de Cervellon tomó la ruta de Almansa. Sacudieron también el yugo los zaragozanos: depusieron al Capitán General Gulitelmí, y dieron interina- mente el mando superior al General Morí , que después pa- usaron á manos deD. José Palafóx y Mela, á quien fueron ¿ buscar al castillo de Alfranca, donde se encontraba, levan- tándole al puesto de Capitán General. Este organizó cuerpos de paisanos, poniendo á su frente jefes resueltos y proporcio- nándoles armas en abundancia.

Alzóse Lérida contra el usurpador^ y á sus ecos centesta- ron Tortosa, Villafranca de Paoadés y todas las poblaciones subalternas no ocupadas por los franceses^ y la inmortal •Ge- rona. Mostróse España grande y Aiagestuosa á los ojos de la

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Eoropa y del mundo. Entretanto so verificó el i7 de Junio el reconocimiento de la Dinastía Napoleónica en la persona del Rey José, hermano de Napoleón , por las Cortes que se re- unieron en 15 de Junio en Bayona, y la aprobación de un Có- digo Constitucional el 30, jurando el 7 de Julio dicho José, que cometió el ministerio de Estado á D. Mariano Luis Urqui- jo; el de Negocios estranjeros á D. Pedro Cevallos; el de Gra- cia y Justicia , á Peñuela , y el de la Guerra á Ofarril ; el de Indias á Azanza; el de Marina á Mazarredo, y el de Hacien- da al Conde de Cabarrús; y al Ilustre D. Melchor Gaspar de Jovellanos qniso encomendar el ministerio del Interior, que rechazó respondiendo á los ministros, al Emperador y al nue- vo Roy, que cuando la causa do la Patria fuese tan desespera- da como ellos se pensaban, seria siempre la causa del honor y de la lealtad y la que á todo trance debía preciarse de seguir todo buen español. Retirándose Dupont de Córdoba, y acan- tonado en Andujar, las divisiones andaluzas que guiaban los Generales Castaños, Reding, Lapeña y Compigni,su total 27,000 infantes y 2,000 caballos, alcanzaron para dar frente á Dupont, que auxiliado por los Generales Yedel,Gobert y Liger-Velair y sostenido por numerosos cuerpos de tropas* veteranas, se proponía á su vez desafiar á su enemigo. La van guardia de nuestro ejército, mandada por Reding , encontró en las inmediaciones de Bailen al enemigo , y se travo la ac- ción , y después de doce horas de mortífera lucha , se vieron imposibilitadas las legiones Imperiales de manejar las armas. Ajustóse un armisticio , y después se concluyó un tratado por el cual depusieron las armas 17,000 franceses, habiendo teni* do además 3,000 muertos, recogiendo el vencedor las águilas y artillería en las cercanías de Bailen el 17 de Julio de 1806, cimiento de nuestra gloria y fianza de nuestro porvenir. Lle- gada á Madrid la nueva de este acontecimiento, se apresuró José á trasladarse al litoral del Ebr(9 á Burgos. Enlazábase con este triunfo otro de mayores proporeíones; el sitio de Zarago- za que atrojo sobre los ojos de toda la España ; hubo asal- toS| bombardeos, salidas y cncuentro^^ y después*. de dos me-

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ses do oereOy eo 15de Agosto, quedaroo hnmillados los fna- cescs retiráadose aceleradamente con el baldón del vencí» miento, ]a pérdida de 3,000 de sos mejores soldados, y aa principal Geoerel herido. Cuando los sitiados se bailaban en la situación mas crítica, y ios franceses babian logrado des» pues de cien encamisados combates apoderarse del Hospital y del Convento de Santa Engracia , ediGcios fuertes y de consi* deraciou, Lefebre Desnuets intimó á los xaragoianos la rendi- ción con este mensaje.ssCuartel general de Santa Engracia. BcPaz y Capitulacion.s=EI joven Palafox respondió sin vací- lar.oiCuartel general de Zaragoza.esGuerra ¿ cuchillo. En la puerta del Portillo había una batería espafiola rodeada de ca-^ d¿ veres, nadie se atrevia ¿ acercarse á aquel recinto de la muerte; observólo la joven Agustina de Zaragoza y conocien- do ser aquel punto de la mayor importancia, se acercó silen* cíosa, tomó una mecha, la aplicó á un cafion , y permaneció impávida y serena; á su ejemplo corren muchos á su lado, y disputan al francés aquel sitio con gloria y ventaja. Casi si- multáneo escarmiento recibian los estranjeros en Catalufia. Arribó á las costas de Portugal una escuadra británica que conducía á bordo divisiones in^>lesas regidas por el Teniente general Sir Arturo Welesley. Apenas pisó el bretón el territo- rio Lusitano, empesó á cubrirse de honrosos laureles; Culeaa- beyra fué el primer teatro de sus haxafias, donde quedó der» rotado el imperial belaborde. Junot , noticioso de este suceso, recogió todas las fuerzas francesas del territorio portugués, y presentó batalla el t de Agosto en las inmediaciones de Tor» ras Yedras, donde fué arrollado y apeló i las capitulaciones, eonviniendo en el tratado de Cintra, ajustado en Lisboa el SO de Agoito en que las legiones francesas debían evaeuar el Portugal y dirigirse á su país. En este estado se formó la Jun^ la central suprema gubernativa del Reino , compuesta de vein- te y cuatro individuos nombrados por las Juntas de Provioeia, que se ¡nsuló en Aranjuea el 37 de Octubre y tuvo por Praai* dente á D. Joaé Molüno, Conde de Floridablanea,y aatm sus BÚembroa á D. Gaspar Melebor de Jovellanoe , á D. Anlo-

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nío Valdés y á D. Lorento Calvo de Roías. La junta central <|ue había paudo ¿ Sevilla^ y era el verdadero gobierno de la Ñaeioa á qoien éste acataba, diotaba disposiciones noy opon- tonasi ona de ellas la oelebraeion y otorgamiento de un tra- tado de amistad y aliania con la Gran Bretafia , por el cual reeonocia ésta los derechos al Trono de Fernando VH y su dinastía, prometía ayudarnos á todo trance en la lucha con la Francia. Después de muchos desastres cundió el entusiasmo, y por todas partes se levantaron nuevos Adalides. En las már- genes del Hiño, los Abades de Couto y Valladares con don Martin de la Carrera^ en el Norte de la Península , se presen- taron los guerrilleros Porlier, el Empecinado y los Clérigos Merino y Echavarria. Estos empeñaban escaramuzas, hacían sorpresas, huian para reaparecer de improviso é incomodaban tanto á los franceses, con sus rápidas maniobras é impetuosi- dad en las refriegas, que hasta llegaron á esquivar su encuen* tro. El ejército aliado de españoles é ingleses, en fuerza de U,000 peones y 9,000 ginetes , acaudillado por los Generales Cuesta y Welesley ocupaba estensa línea en el diámetro de Talayera de la Reina y aguardaba colocado en sus posiciones la llegada del francés conducido por el Rey José, auxiliado de los Maríscales Jourdan y Victor, el cual dio frente á los Con- federados el Í7 de Julio de 1809 ; perdieron en esta batalla los franceses vencidos 7,389 hombres , entre ellos dos Gene- rales y 17 cañones; 6,268 los ingleses y 1,200 los españoles, recibiendo por este triunfo los Generales Cuesta y Welesley distinciones y mercedes. El inglés el titulo de Lord Vizconde Wellington de Talavera, y la dignidad de Par. Entre los guerrilleros á quienes sus hazañas alzaron una justa celebrí* dad, se contaban, además de los ya mencionados, Cuevillas, el Clérigo Tapia, D. Juan Gómez y el joven Mina ; los cuales llegaron á reunir bajo su mando algunos miles de soldados de intrepidez y audacia inimitables , obteniendo el título de Ge- nerales. Convino la Junta Central en la formación de la eje- eotlva, compuesta de cinco indi^dnos reelegibles en parte de dos en dos meses, cabiéndolea los nuevos cargos al Marqués d*

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la Romana^ á los Generales Riquelme y Caro, á D. Sebastian de Lozano , á D* José García de Latorre y al Marqués de Villel, cuya junta principió á funcionar en 1.^ de Noviembre, fijan- do la Central la convocación de Cortes para 1.^ de Enero ds 1810. £1 Duque del Parque , caudillo de nue^ro ejército del centro, atacó en 8 de Octubre, cerca de Tamames, al General Marchant, desbaratándole y acosándole hasta los muros de Sa- lamanca. La Junta Central abandonó Sevilla y se dirigió á la Isla de León ; Sevilla desacató su autoridad y creó otra com- puesta del Marqués de la Romana , del Conde del Montijo, y de D. Francisco Palafox. Los reveses de la fortuna obligaron á suceder en el supremo régimen á una Regencia, compuesta de cinco individuos, siendo llamados á desempeñar este cargo los Obispos de Santander y Orense, los Generales Escaño y Castaños, y D. Miguel Lardízabal Uribe. Este gobierno empe- zó á funcionar el 31 de Enero de i 810. Reunidas las Cortes en 2i de Setiembre de 1810^ eligieron por Presidente á don Ramón Lázaro de Doy , y Secretarios á D. Evaristo Pérez de Castro y á D. Manueh Lujan: en el mismo dia se constituye- ron en Cortes generales, reconocieron la legitimidad de Fer- nando VII, y declararon nula y de ningún efecto la renuncia que habia hecho de sus derechos en Bayona; acataron la reli- gión católica; confirmaron á la Regencia en el desempeño del poder ejecutivo, y espresaron la responsabilidad de esta; pro clamaron la soberanía popular delegada en las Cortes por la elección de sus miembros; prohibieron que ningún Diputado recibiese gracia ó empleo. El Duque de Orleans acudió á las Cortes solicitando el mando de nuestro ejército en Cataluña; pero los Diputados desestimaron esta pretensión. Nuestras co- lonias quebrantaron los lazos que las unian con la metrópoU y se erigieron en libres y soberanas , grito que alzándose en el recinto de Caracas vino á perderse en las márgenes del Rio de la Plata. En estas circunstancias renunciaron la Regencia sus miembros y se redujo el número de estos á tres, confi- riendo su cargo al General D. Joaquín Bloque, á D. Gabriel Ciscar, jefe de escuadra, y á D. Pedro Agar, capitán d^ fra-

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gnta. El Paraguay y Tacuman siguioron el ejemplo de Cara^ cas. Dióse nueva orgaoizacion á los ejércitos, dividiendo las mas de las provincias en seis distritos militares. Hormiguea- ban las guerrillas en toda la Península, siendo en mas crecido número en Castilla y la Mancha, regidas entre otros, además de los dichos, por D. Eugenio Velasco, D. Manuel Hernán- dez, llamado el Abuelo, el clérigo Viljacampa, el médico Pa- larea, D. Juan Abril Martínez de San Martin y D. Juan Abad, conocido por Chaleco. En Asturias y Galicia peleaban nues- tras tropas, que acaudillaba D. Nicolás Maby y luego el Ge- neral Castaños, quien introdujo la disciplina que le faltaba. £1 estruendo de las armas correspondia de uno á otro polo de la Península, y Europa entera se aprestaba á contemplar acon- tecimientos mayores y decisivos; así es que el Czar Alejandro allegaba tropas, aumentaba recursos y conquistaba alianzas para lidiar de nuevo contra Napoleón. En este tiempo sucum- bieron cerca de 20,000 personas en el período de seis meses en Madrid de hambre. Entre tanto Wellington, á la cabeza de un ejército de 47,000 hombres cayó sobre las márgenes del Termes, cruzó este rio y se posesionó de Salamanca ; el Ma- riscal Marmont vino á las manos con los anglo-portugueses en el sitio denominado los Arapiles, y quedó destruido por aquellos, por cuyo hecho concedieron las Cortes al General inglés el Toisón de Oro. De sus resultas salió de Madrid José en 27 de Junio. El 30 penetró en esta población el caudillo británico y se confirió el cargo de Gobernador á D. Carlos España. Soult abandonó con sus tropas imperiales á Granada y tomó la ruta de Murcia. Suchet reconcentró sus fuerzas en Valencia y desbarató al General D. José 0*Donnell. El Empe- cinado triunfó en Guadalajara: Porlier y Mendizabal se seño- rearon de Bilbao: el Coronel británico Sterret se hizo dueño de Sevilla , y el alemán Schepeller de Córdoba. Las Cortes abolieron la inquisición, prohibiendo su restablecimiento en lo sucesivo. Nombróse nueva Regencia, recayéndola elección y voto de la Cámara en D. Joaquín Mosquera y Figueroa, Consejero de Indias, en los Tenientes Generales Duque del

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Infanudo, D. Joan María de VUlavíoeDciOi y Conde de la Bisbal, y D. Ignacio Rodrigaes de Rivas , miembro también del Consejo; el la Bisbal renunció el poco tiempo y le sustitn* D. Juan Peres de Villamii. El Duque de Ciudad-Rodríge atravesó el Tormes, y apoderándose de Salamanca, Toro y Zamora, fué á acampar en las inmediaciones de Vitoria, donde le aguardaba el grueso de los ejércitos regidos por José qne había salido de Madrid el 17 de Marzo; dióse allí sangrienta balalla el 21 de Junio, quedando vencedor el ejército confe* derado, perdiendo los imperiales 9,000 hombres entremuer- tos, heridos y prisioneros, y los aliados 5,000. Siguiendo el alcance á los lugilivos los lanzaron de la frontera con el intru* 80 á su cabeza. Adquirieron en estas jornadas nombre inmor- tal los Geperales españoles Girón, LfOnga y Morillo; Suchet sufrió derrota en Castalia, y poco después Durant y Mina des- bandaron las tropas del General Paris y se apoderaron de Za- ragoza. Constituyóse otra Regencia compuesta de tres miem- bros que fueron D. Pedro Agar, D. Gabriel Ciscar y el Arzo- bispo de Toledo D. Luis de Borbon, la cual se trasladó ¿ Ma- drid en Enero de 1814. Wellington derrotó en la batalla de Hortez al Mariscal Solt, que perdió 12,000 hombres. Fué der- rotado Napoleón en Rusia y se vio en la precisión de abdicar la corona y aceptar la sentencia de sus enemigos que le con- denaba á permanecer confinado en la isla de Elba. Las hues- tes confederadas entraron en la capital de Francia el 31 de Marzo de 1814, y el Conde de- Provenza , Luis Estanislao, ciñó sus sienes con la diadema de sus mayores teñida ya en la sangre de un descendiente de los Capelos. La aurora del 18 de Abril alumbró el último dia de la guerra de la Indepen- dencia. Fernando VII, exento de su esclavitud, dejó ¿ sus es- paldas el Pirineo y pisó de nuevo el territorio peninsular, haciendo su entrada en Madrid el 13, en medio de las mas fervientes aclamaciones. Organizó el Gabinete, restableció el abolido Consejo Castilla, dio vida al suprimido tribunal de ia inquisición, restituyéronse é los regulares los bienes de que se les habia privado. Desde la insurrección de Caracas habían

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levantado un estunJarttí sedicioso Buenos Aires, el Perú, Co- chabamba. Cuíco, Chiles, Quito, Nueva Granada, Venezuela y otras muchas provincias. Sabedor D. Fernando á su llegada á Espafia de las ocurrencias de estos países, se dirigió A ellos por medio de una circular que el Ministro de la Gobernación de Ultramar remitió á aquellas autoridades, habiéndoles como un padre que reconviene á un hijo díscolo, lo cual hizo re- nacer el afecto á la Metrópoli en unos , y la calma y postra- ción en otros. Evadiéndose Napoleón de la isla de Elba, hizo sn desembarco cerca de Antivo el 1.^ de Marzo de 1815, le- vantándose la Francia á su favor. Todas las naciones agolpa- ban ejércitos á las fronteras de Francia. Luis XVIIÍ, viendo su causa perdida, huyó precipitadamente á Gaeta, dejando á merced del contrario el trono de sus mayores. Napoleón por su parte no perdía momentos en reunir todos los recursos do que creia sacar algún partido para ir en busca del enemigo; 106,000 era el total de las fuerzas del ejército francés; el de los aliados ascendia á 214,600. El 16 de Junio fué el primer encuentro de ambos combatientes, en el cual quedó derrotada la izquierda de los aliados mandada por el General Blucher, dejando en poder del enemigo 40 cañones , seis banderas y muchísimos prisioneros con 22,000 muertos. Decidióse Na- poleón á atacar el 17 á W*)llington , que mandaba la derecha, mas consideró que las fuerzas de este eran superiores á las suyas, y se detuvo hasta el 18 que llegase Grouchi, que iba en persecución de Blucher. Cayó el parte que mandaba á este con aquella orden en manos de unas partidas sueltas de alia- dos que vagaban por aquellas inmediaciones. Napoleón con 60,000 franceses y 240 cañones atacó á los ingleses en los campos de Wat4^rlóo; pero en vez de Grouchi acudió Blucher con 30,000 hombres á reforzar los 90,000 que componían el ejército de Weltin^on: entró la confusión á los franceses; Soult dijo á Napoleón: huid, señor, que harto felices son ya nuestros contrarios. Marchó á París y después de ponerse bajo la protección do la Inglaterra fué conducido á la isla de Santa Elena, donde murió. Por decreto de 29 de Mayo de

TOMO I. SS

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1B15 restableció la compañía de Jesús. Casó D. Fernando con doña María Isabel de Braganza, y su hermano D. Garlo» con doña María Francisca de Asts, hijas ambas de D. Juan^ Príncipe del Brasil y Regente de Portugal en 28 de Setiem- bre de 1816. Murió el Infante D. Antonio de pulmonía en 20 de Abril de 1817 á los 61 años de edad. En 30 de Mayo de 1817 estableció á propuesta de D. Martin Garay, Ministro de Hacienda, una «nuevay general contribución, insertándose en el decreto cuatro bulas pontificias que autorizaban la imposi-» cion de subsidios eclesiásticos: murió la Reina doña Isabel el 26 de Diciembre de 1818. En 1819 fallecieron D. Garlos IV y doña María Luisa, esta en Roma el 2 de Enero y aquel en Ñapóles el 19 del mismo; sus cuerpos fueron trasladados al panteón del Escorial. En 11 de Junio tuvieron lugar las bodas del Infante D. Francisco con doña Luisa Garlota , hija del Duque de Galabria, heredero del Reino de las Dos Sicilias, y de doña María Isabel, hermana de Fernando, cuyos contratos matrimoniales se otorgaron en Madrid á 12 de Octubre de 1818. Eligió el Rey D. Fernando para esposa á doña María Josefa Amalia de Sajonia, hija del Príncipe Maximiliano^ verificán- dose el otorgamiento de la escritura de contratos matrimonia- les el 14 de Setiembre de 1819, y el 21 ala venida de la Reina se efectuaron los esponsales y celebraron las velaciones. Decre- ti; gracias y exenciones á los que se dedicasen á la construc- ción de canales de riego y al rompimiento de terrenos incultos. Habia D. Fejrnando calmado la sedición en la mayor parte de los dominios de las colonias americanas á su vuelta á España; pero todos los medios para apagar la insurrección, cuando esta con energía volvió á levantar su cabeza, fueron inútiles. Creó D. Femando la célebre orden americana de Isabel la Católica para premiar á los que se distinguían con las armas en la maneen aquellas colonias, para los jefes de las juntas y secretaría del despacho universal de Indias, y para tener afec- tos á sus derechos ó sistema á los naturales de aquellas. Esta fué su creación que después ha venido á hacerse tan comnn. Emancipóse casi todo el vireinato de Garacas con la victoria

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de Carabobo: igual suene cupo á Quilo en 1822 á consecuen- cia de la batalla de Piduincha, y Méjico alcanzó su completa independencia en este año por la ambición del Coronel do^ Agustin Itúrbide. Acabóse la dominación española en el nue- vo mundo con la batalla de Ayacucho dada en 9 de Diciem- bre de 1824. Murió la Reina doña María Josefa Amalia en 17 de Mayo de 1829: casó en terceras nupcias con doña María Cristina de Borbon^ hija de los Reyes de Ñapóles, en Madrid á 11 de Noviembre del mismo año. Restableció la pragmática sanción de 1789, derogatoria del auto acordado en 1713, que introdujo en España la sucesión agnaticia. En 24 de Julio del mismo año 1830 mandó la observancia del nuevo Código de comercio en todos sus dominios: celebró en el mismo un con- venio con el Gran Señor por el que permilia este, mediante el pago de cierto derecho por el tránsito del canal de Constanti- nopla, comerciar ú los buques mercantes españoles. En este año hubo la lucha entre el pueblo francés y su Monarca, que terminó con las armas, siendo tres dias suficientes para deci- dirse la contienda, quedando la dinastía Borbónica confun- dida entre sus ruinas, sobre las que se levantó la nueva rama de Orleans. En 10 de Octubre de 1830 nació doña María Isa- bel Luisa, que á la sazón ocupa el trono de San Fernando^ y en 30 de Enero de 1832 nació doña María Luisa Fernanda, Infanta de España, casada en 10 de Octubre de 184G con An- tonio María Felipe Luis de Orleans, Duque de Montpensier, que nació en 31 de Julio de 1824, de cuyo matrimonio son hijos María Isabel Francisca de Asís, Infanta de España, que nació en 21 do Setiembre de 1848, doña María Amalia Luisa Enriqueta, Infanta de España, que nació en 28 de Agosto de 18ol; doña María Cristina Francisca do Paula, In- fanta de España, que nació en 29 de Octubre de 1852; y doña María de Regla, Infanta de España, que nació en 8 de Octu- bre de 1856. Puso el Rey en manos de su esposa, durante su convalecencia, las riendas del Estado: concedióse un indulto á los que yacian en las prisiones; ordenóse para el 18 de Oc- tubre la apertura de las universidades, y ahriéronse las pucr-

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tas de la patria para los que gemían en la emigración. Los de- fensores de D. Carlos acudieron á la guerra, y D. Femando, que había vuelto á encargarse del régimen de la nación, man* pasase su hermano D. Garlos i Portugal con simulado pretesto. Creyó oportuno jurará la tierna, Isabel como Prin- cesa de Asturias, lo que se celebró en 20 de Junio de 1833 en el monasterio de San Gerónimo del Prado. Un fuerte ataque de aplopegía en la tarde del 29 de Setiembre puso fin á la vida del Monarca á los 49 años de edad y 24 de so reinado, nom- brando en su última disposición tutora y curadora de sus bi- jas y Gobernadora del Reino , durante la menor edad de la Reina, á su esposa doña María Cristina de Borbon. Fué se- pultado en el panteón del Escorial.

91.

Doña Isabel II (Q. D. G.), Reina católica de España, nació en Madrid en 10 de Octubre de 1830; fué proclamada en 29 de Setiembre de 1833, y casada en 10 de Octubre de 1846 con D. Francisco de Asis María, Infante de España, que na- ció en 13 de Mayo de 1822, y fué declarado Rey en 10 de Oc- tubre de 1846, de cuyo ilustre y feliz enlace nació el escelso D. Alfonso Francisco Pelayo Fernando Pío Juan de María de la Concepción Gregorio, Príncipe de Asturias, en 28 de No- viembre de 1857, y doña María Isabel Francisca de Asis Críe- lina Francisca de Paula Dominga, Infanta de España, en 20 de Diciembre de 1851.

DICCIONARIO

HISTÓRICO, GENEALÓGICO Y HERÁLDICO.

ABAD

O ABADES.

Jl ARTE concisa es de la Corona y Monarquía de España, el M. N. y M. L. Señorío de Vizcaya , pues en todos siglos fué el corazón de la dilatada provincia de Canta- bria, que comenzando desde el Oriente, por la parte de los obispados de Bayona y Burdeos, se estendia por la del Poniente por mar y tierra , hasta frisar en Galicia, en cuyo cantábrico distrito estaban las provincias de Guipúzcoa, Vizcaya y sus Encartaciones, provincia de Álava, territorio de Ayala, la Rioja, Merindad y provincia de Bureba, gran parte de Castilla la Vieja, á los que los muy antiguos llamaron Baceos, y las montañas de Asturias de Santillana y Oviedo, cuyas peñas besa el Océano.

Todas las gloriosas memorias de estas provincias, es- parcidas en tantos anales de las edades, se deben al mencionado M. N. y M. L. Señorío de Vizcaya, por haber conservado en todos siglos el valor y proezas de sus mayores, y la antigua nobleza y fidelidad insepara- ble, cuyas prendas, sin desautorizar la veneración que se debe á las demás provincias , merecen inmortales aplausos en las historias.

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Fué el M. N. y M. L. Senorio de Vizcaya el qae con su geDte poso eo espanto y admiración á todo el mundo , porque ni los fuertísimos Wándalos , Suevos, Alanos y Godos, ni los Romanos con todo su poder, ni después los moros ni nación alguna le pudo penetrar ni vencer; causa porque la nobleza, fidelidad, esplendor y gloria, que en los principios, gozó en general toda España, por haber sido pobbda por los descendientes (le Tubal, nielo del Patriarca Noé ; obscurecida y perdi- da después con las avenidas de bárbaras gentes estra- ñas, que la invadieron, turbaron y entraron con muchas jiuerras, siempre se conservó indemne en el M. N. y M. L. Senorio de Vizcaya, por la fortaleza y constancia de sus esforzados héroes, que hicieron invicta resisten- cia, y no les tocó esta peste é inundación, por lo qne todos los vizcainos desde su principio no son hidalgos por privilegios de señores Reyes, sino que ab inilio por serlo su sangre, lo son, que es mas que hijos*dalgo.

Hicieron tanto aprecio los valerosos vizcainos de so primera sangre, que es digno de atención; pueshabien* do sucedido la infeliz pérdida de esta Monarquía, por su último Rey Godo D. Rodrigo el año 714, por la que los moros, victoriosos llegaron á subyugarla; el haberse mantenido los citados vizcainos hasta el de 919 libres do saje.!Íon á ningún Principe , gobernándose ellos por si solos , defendiendo á sus tres provincias de las inva- siones enemigas y dando ayuda á los Reyes cristianos de Asturias y Navarra , como lo refiere la historia vieja, que hizo recopilar el Rey Teobaldo de Navarra, donde dice: que los vizcainos desde la pérdida de España, sustenta- ron la guerra con los moros fronterizos de Navarra y Álava 198, sin ayuda de otras gentes, hasta que después empezó á guerrear por los años 912 el gran Iñigo Aris-

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ta, primer Rey de Navarra, en qaien se confederaron y juntaron los vizcaínos, y se continuó la guerra, ganan- do y restaurando las tierras perdidas, echando de ellas á los moros ; y no solo en el intermedio de este tiempo defendieron los referidos sus provincias , sino que tam- bién ayudaron al Infante D. Pelayo y i sus sucesores en sus conquistas ; redundando de esto , gozar aquella no- bilísima nación la gloría de ser los primeros recup^ radores de esta católica Monarquía.

Fundaron los ilustrisimos vizcaínos sus casas solares, que hoy son de mucha antigüedad, cuya gloria deben sus descendientes á los ínclitos progenitores: consér- vanla aquellos para dar ii entender lo que decia Tulio: que^e debía mas al conservador, que al que fundaba ó erigía: manteniéndola con tan incomparable fortaleza, que ni la mas leve afección de nación estraña ha hecho asiento en ellas, preservándolas del contagio, que pu- diera afearlas en un solo átamo, que no fuese de su no- bleza y cristiana religión, después que esta alumbró á aquella región, sirviendo las soberbias peñas y enrisca- dos escollos donde están fundadas, de recias y fuertes conchas para conservarlas , y que no sean ofendidas ni abstraídas del lugar donde fueron formadas en su primi- tivo ser.

Estas ilustres casas y solares, las mas , se conocen por palacios, que es tanto como decir, casas Infanzonas, ó libres por sus propias hazañas y sangre; siendo de ad- mirar que antiguamente, con estar abstraídos estos pala- cios de la jurisdicción de los Reyes de Navarra , tenían llamamiento y voto en las Cortes de dicho reino, como consta de antiguas memorias ; evidenciándose de lo re- ferido la gran autoridad que se supieron merecer estas insignes casas, de las cuales el mayor blasón es conocer-*

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se por deadas onas de las otras » ¿ interesadas en qoos mismos triunfos, qae tienen tan afianzados y perpetuados en la propagación de su antiguo idioma , primitifos tn* jes, originarias leyes y costumbres, que no bao bastado para interrumpir tanta diversidad de naciones que bao dominado esta Monarquía.

Vizcaya, una de las tres provincias exentas, entendi- da comunmente por el Señorío, esti situada entre la de Guipúzcoa , la de Álava y montañas de Laredo y siete Merindades de Castilla la Vieja; sus últimos términos por esta parte fueron y son las Encartaciones y logares adheridos á ellas; por la de Laredo, los de Limpias y CoHndres, con quienes confinan bicia la costa del mar; por la de las Merindades de Castilla, el valle de Carran- za y villa de la Nestosa, fundada en el territorio de ellas y una de las de Vizcaya ; y por el Norte el mar Océaao cantábrico: constituian el todo de esta provincia diferen- tes partidos ó merindades, anteiglesias, repúblicas. Ta- lles y concejos, compuestos de casas y caseríos apartados unos de otros, sin que tuviesen en los primitivos tiempos villas muradas ó cercadas, por cuya razón se llamó tierra llana, tanto la del condado como la de las Encartaciones: sus naturales imitaban á los Sichenistas en juntarse al pié de un árbol para elegir Señor que los gobernase, á di- ferencia, que estos lo hacian cerca de una encina, como refiere el sagrado testo , y aquellos bajo de un roble: vivian como lacedemonios por no tener leyes escritas y conservar en la memoria sus usos y costumbres, los qmt justificaban para la determinación de sus dudas, ocurren- cias y discordias: tenian sus hermandades para defen- derse reciprocamente de los malhechores y facinerosos, y los iban persiguiendo de una república á otra basta echarlos fuera de Vizcaya según sus leyes.

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El CoQíIado Je Vizcaya se compone de 72 anteigle- sias y 21 villas , ciudad y merindad de Durango , con voz y voto activo y pasivo en las juntas generales de Guernica, según el fuero nuevo de Vizcaya; habiéndose incorporado la merindad de Durango á dicho Condado á principios del reinado de D. Alonso el Noble ó Bueno de Castilla, ó desde D. Diego López de Haro, 15 Señor de Vizcaya, y desde entonces hasta ahora ha tenido en sus juntas voz y voto para el gobierno general y demás asun- tos á ¿I anejos.

Las Encartaciones están situadas en medio de las vi- llas de Hinestrosa, hoy Nestosa, Balmaseda y Portugalc- te , anteiglesia de Varacaldo, que en lo antiguo fué de ellas y se agregó después á las otras del Condado , cu- yos cuatro estremos son de Vizcaya, y por consecuen- cia lo son las Encartaciones: compónense estas de nueve valles ó repúblicas, que son Carranza, Trucios, Arcen- tales, Gordojuela, Zalla, antiguamente Salcedo, Sopuer- ta, Galdames, Soroorostro y Güeñez, en que está inclu- so el concejo de Santurce , y comprende en si las tres villas de Nestosa, Balmaseda y Portugalete, situadas en los valles de Carranza , Zalla y Somorostro.

El nombre de Encartaciones que hace dudar tanto y en si son parte principal de Vizcaya ó adheridos , como vulgarmente se quiere entender, le tomaron desde que en tiempo del Rey D. Alonso el Casto, que reinó desde el año 762 hasta el 850, su sobrino el Conde D. Flabio, comunmente llamado D. Rubio por algunas diferiencias que tuvo con el Rey , huyó de la Corte y se retiró á Viz- caya , la cual antes y después de la muerte del Rey don Rodrigo estaba en su libertad y de por si sin reconocer á los Reyes de León ; y contentándose D. Rubio con el valle de Salcedo, hoy concejo de Zalla, hizo casa en Aran-

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guti, lugar situado en la comprensión de dicho concejo; y habiendo procedido el Rey conlra su sobrino en re- beldía á él y á los demás leoneses de su facción que le hablan acompañado, los llamó por ediclos y como aban- nitos los encartó : este nombre latino significa en nues- tro castellano encartado; y de aquí se deriva el nombre de Encartaciones, que tomaron aquellos nue?e ?alles por haber mantenido y defendido bajo su asilo y protección á los que á ellos se acogieron y refugiaron, anteponién- dole por memoria de esta gloria á su antigua denomina- ción de Señorío de Vizcaya.

Sirva de justificación para lo espresado el conoci- miento que tuvo el César Carlos Y de Alemania y pri- mero de España de la preservada nobleza del referida Señorío de Vizcaya» pues deseando que permaneciese siempre como hasta aquel tiempo, sin mezcla de otra sangre que bajase ni minorase los quilates subidos de aquel acendrado valor, mandó por su Real cédula dada en Valladolid á 13 de Julio de 1527, que en la citada parte no se admitiese por vecino ni se diese domicilio, ¿ quien primero no probase y verificase ser hijo-dalgo notorio de sangre, en confirmación del acuerdo que el mismo año hizo el espresado Señorío en su junta gene- ral, que celebró en la villa de Cestona, sobre la misma prohibición de vecindad á todas las personas que en e' término de seis meses no justificasen concurrir en ellas las mencionadas calidades, cuyos requisitos ó ¡lustres dictámenes no solo afirman su antigua nobleza, sino que la realzan y dan dignísima estimación á sus familias y casas solariegas; y entre las interesadas en tanta anti- güedad, origen tan ilustre y progresos tan señalados, se halla la del noble linaje de Abad ó Abades que todo es uno, sita en el valle de Gordejuela de las Encartaciones

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dc dicho Señorío, donde sus hijos tienen su casa solar y son descendientes de Castro Abad, como asimismo funda- dores de los solares secúndanos de Treviño , en la ante- iglesia de Marín, llamada Santa María, que está en el vallo real de Leniz de aquella provincia, del de la anteiglesia de Dima en la villa de Guevara y del de las montañas de Burgos en el lugar de Huermeces, de donde fué doña Melchora Abad, que casó con D. Francisco Pérez, ambos naturales do Escaray y so aldea de Turiza, padres de don Andrés Pérez Abad , natural de dicha villa de Escaray, provincia y arzobispado de Burgos, el cual casó con doña Sinforosa de Urizarna, y procrearon al Excmo. se- ñor D. Julián Aquilino Pérez Urizarna, caballero gran cruz de la orden americana de Isabel la Católica y de la Real y distinguida de Carlos III, Consejero real de agri- cultura. Señores del Reino y Diputado del cuerpo co- legiado de hijos-dalgo de Madrid. El D. Andrés Pérez Abad y sus hermanos ganaron real ejecutoria en la Chan- ctlleria de Valladolid á 23 de Febrero de 1808, refren- dada por D. Manuel de Estrada y mandada escribir por D. Pedro de Zarandona y Balboa, secretario de la cámara de S. M, por mandado y acuerdo del señor juez mayor de Vizcaya, obedecida y cumplimentada en la villa de Es- caray á 25 de Abril de dicho año y publicada en l.'^ de Mayo siguiente, hallándose congregado el Ayuntamiento y vecinos según costumbre , quedando copia por testi- monio en el archivo del mismo el dia dos, según certi- ficó el escribano D. Basilio de Mata.

D. Martin Fernandez Abad , llamado de Calagurra, descendiente de esta casa y tronco, pasó á la conquista de Aurelia, cuyos términos confinaban con los complu- tenses por Perales, Tielmes y Caravana, donde era y es raya el rio Tajuña ; y con los Oretanos á la parte de Gua-

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danía, por entro Ocaña y Villarubia, donde fundó rama y fueron heredados sus nietos D. Martin Fernandez Abad, Señor áe Castellanos, población en lo que ahora se dice Vega de Colmenar, que con otros puso en riego las tier- ras de Aranjuez, y D. Sancho Abad en Ocana. Tuvo por hijos D. Martin, á D. Fcrnand:>, Comendador mayor y á D. Rodrigo, padre de D. Gonzalo, doña Estefanía y doña Sancha. Tuvo también por primo á D. Martin Abad, primer Chanciller de Castilla, de los Ricos-hombres, el cual fué padre de D. Fernán y D. Juan Abad. Igualmen- te fué su hermano D. Martin , Rico-hombre de Castilla en 1167, y sobrinos D. Fernando Martinez de Fita, Al- caide de Toledo , Comendador mayor del Reino y lla- mado Vice-maestre en 1^04, y D. García Martinez de Cerezo que fué mayordomo de la Reina doña Leonor, sucesor de sus primos D. Martin González de Contreras y doña Marta Gutiérrez. Pobló D. Pedro las seis leguas de Vega del Tajo, desde la junta con Jarama hasta Albo- her, que después se llamó Villamanrique, cuya iglesia se titula Nuestra Señora de Alboher: esto y donde están Chinchón, Colmenar y Belmonte ó Pozuelo de Belmon- te comprendia la rinconada de Perales. D. Martin Abad, sobrino de D. Pedro, era mirado por el Rey como pa- riente, por ser hermano de su tia la Infanta doña Este- fanía , y quiso que entre los dos fuese puesta la prime- ra piedra para la fundación del convento Cisterciense.

Dicho D. Marlin pasó á Aragón, donde fundó en el valle de Tena, montañas de Jaca, casa solariega, cuyos descendientes fundaron otras secundarias que espresare- mos á continuación.

Palmerio Abad, fundó la de Sicilia en tiempo del Rey D. Pedro III de Aragón, aunque hay autores que dicen vienen los de Italia de los Tróvanos. Fueron se-

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ñalados los servicios que prestó su descendiente el capi- tán D. Pedro Abad, que murió en Ñapóles habiendo ocupado distinguidos empleos del real servicio.

Sirvió en las conquistas del Reino de Valencia con gran satisfacción de D. Jaime I de Aragón, llamado el Batallador. D. Pedro Abad, capitaneando un tercio de tropas con que contribuyó á ellas el Abad y monjes del monasterio de Ripoll: adquirió tantos haberes que le hicieron opulento. Fué de los ganadores de la villa de Alcoy en 1355, donde quedó heredado, estendiéndose sus descendientes á la villa de Muro, de quienes proce- de el hacendado D. José Abad, padre de D. Santiago y D. Pascual Abad: á la ciudad de Játiva donde poseía el mayorazgo de esta casa D. Antonio Abad, hermano del antedicho D. José, que le heredó por no tener hijos; á EIda y Novelda en cuya última población tienen su capi- lla y entierro con un beneficio que se ha de proveer en los de este linaje y calle que se llama de los Abades en memoria de haber sido los principales que la poblaron.

Gonzalo Abad fundó la rama de las Asturias, pasan- do sus descendientes al Burgo llamándose González Abad.

De la casa troncal procede también la rama de Gra- nada junto á Guadix, y la de Escobar, de la que fué do- ña María Abad, que casó con D. Pedro Francisco, padres de D. Santiago Francisco , casado con doña Catalina de Vega, padres de D. Manuel Francisco de Vega, que casó en Madrid con doña Maria Diez de Abastos , natural de esta villa, padres de D. Blas Francisco y D. Juan Fran- cisco Abad, bautizados en la iglesia parroquial de San Gi- nés. De esta misma casa fué fray Matías Abad, religio- so de San Francisco de la ciudad de Cartagena, en cuya capilla mayor se conservan sus huesos con reverencia, por haber sido martirizado por los indios del Choco

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caando cnlró á su redacción espiritaral en San Fran- cisco de Atrato , distrito de la ciudad de Anlioqnia en 1650; era nataral de Santander en la villa de Cueto del Arzobispado de Burgos, hijo legitimo de Toribio Abad y de Catalina de la Higuera.

Igualmente salió de esta casa troncal D. Tomás Abad, que casó con doña María Pérez Cordero, y fué padre en la ciudad de Mariquita de Nueva Granada , de doña Tomasa Abad , que casó con el Capitán D. Sebastian Pretel, padres de doña Ana Maria, que casó con don Sebastian de Paslrana, padres de doña Tomasa Pastra- na. Su hermano D.Juan Abad, que casó con doña Ma- ría Félix Valienle también pasó á aquellas conquistas, y fueron padres de dona Luisa Abad, que casó en Ci- mite con D. Juan García Cabrejo, avecindándose en Santa Fé, donde murió en 1652, dejando por hijos á doña Juana, mujer de D. José Salgado; á doña Beatriz, mon- ja de Santa Clara ; á D. Juan ; á D. Pedro, y á don Luis, de quienes hay allí sucesión.

De la casa de Granada y Córdoba, que es una mis- ma, y de su villa de Montero, salió también á aquellas conquistas Pedro de Abad , que casó con doña Fran- cisca Orliz, el cual fué hijo legítimo deD. Pedro Abad y de doña Maria Sánchez \a Molina , y engendró á Juan y Francisco Abad , según su testamento de 1612 en el que declara tener también por hijo nataral á Pedro Gregorio , y de ellos descienden los de allí.

ARMAS de las casas solares del tronco de este ape- llido en Vizcaya y toda Cantabria. En campo gales un castillo de oro con puertas y ventanas azures, bordara de oro Y con letras do azur este mote: «Castro Abad, n las mismas que conservan los de Aragón y Asturias.

Los de las montañas de Jaca y lugar de Barca Po-

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llera traen en campo a^or tres estrellas de oro en trián- gulo menor con ocho puntas cada una, y sobre la alta menguante de oro.

Los de Valencia y el Puig que son unos mismos, traen en campo azur un perro al natural , según les conce- dió D. Jaime I.

Los de Alcoy , Muro, Jitíva, Elda y Novelda con los de Andalucía y América, usan en campo azur un león rampante de oro , surmontado de tres medias lunas de plata, puntas abajo, la de en medio mas alta.

Los de las dos Sicilias tienen escudo azur con una garra de león de oro entre tres estrellas del mismo me- tal, una á cada lado y otra en jefe.

Grupos son de esta casa troncal y sus ramas el Illmo. Señor D. Celestino Mas y Abad, Diputado á Cortes por el séptimo distrito de Barcelona, y Gobernador de la provincia de Alicante; el Illmo. Señor D. Pedro Abades y Soto, Diputado á Cortes por Lérida y oficial segundo primero de la Secretaría de Estado y del Despacho Uni- versal de la Guerra ; el Illmo. Señor D. José Freiré de Andrade y Abad, Marqués de San Marcial, creado en 1834; el Illmo Señor D. Teótimo Abad y Escudero, Ba- rón de la Torre de Arias, titulo creado en 1790; don José Ayuso y Abad, -segundo Comandante , Teniente Co- ronel graduado del segundo batallón que se creó en 31 de Marzo de 1837 del regimiento de Cuba número 7; D. Manuel Abad, Capitán de fragata desde 1854, y Co- mandante de la provincia de Tortosa ; D. Fidel Abad y Manchero, segundo Comandante del primer batallón de Luchana número 28, y Teniente Coronel graduado.

AB ALOS ,

IVALOS. DáTUOS O DÁBALOS.

Rui López de Haro , tercer Seíiur ue la Guardia, tuvo por hijos, de sa mujer doña Sancha Jufre Tenorio á D. Lope Ruiz y ¿ D. Sancho Ruis de Baeza, de quien procede esta casa y familia de Abalos, el cual fué Caba- llero de la Banda y casó con doña Mencia Dábalos , Se- ñora de esta casa, cuya antigüedad es de las mas ilustres, porque siendo Procónsul en España por el Senado Ro- mano Marco Atilio Régulo dedicó un padrón eo Cala- borra á Sancho Dibalos Calagurritano; la cual fué hija de D. Lope Fernandez Dábalos, Alcaide de Ubeda, y la varonía de este Caballero provenia también de la de los Señores de Vizcaya por D. García Iñiguez, progenitor de las primeras sucesiones de esta casa de Avales, hijo de D. Iñigo López, séptimo Señor de Vizcaya, y Conde por la gracia de Dios, y Señor también de Durango y Nájcra , y de su mujer doña Toda Ortiz. D. Sancho y doña Mencia tuvieron por hijo y sucesor á D. Rui López Dábalos, Señor de esta casa, padre de D. Diego López Dábalos, que lo fué de D. Rui López Dábalos, á quien el Rey D. Enrique 111 »lió el mayor valimiento, siendo su Camarero mayor , Adelantado mayor de Murcia , Conde de Rivadeo, Señor de las villas de Colmenar, Arenas, La- brada, Castil de Sayuela, Candeleda, Arcos, Arjona, la Higuera y otras, y Gran Condestable de Castilla; celebró tres matrimonios: el primero con doña María Gutiérrez de Fontecha, de quien tuvo por hijos á D. Pedro, don Diego y doña María Dábalos; el segundo con doña Elvira

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de Guevara, hija de D. Pedro Velez de Guevara , Señor de Oñate, y de sa esposa doña Maria de Ayala, de cuyo segundo matrimonio fueron hijos D. Bellrany D. Hernan- do» doña Mencia» que casó con D. Gutierre Manrique, primer Conde de Osorno, y doña Constanza Dábalos, que casó con D. Luis Maza ; el tercero con doña Constanza de Tobar, hija de D. Sancho Fernandez de Tobar, Guar- da mayor de dicho Rey D. Enrique, y de su mujer doña Teresa de Toledo, y de esta tercera unión fueron hijos D. Iñigo Dábalos, D. Alonso, que no tuvo sucesión, y D. Rodrigo Dábalos, que siguió la parcialidad del Infan- te D. Enrique de Aragón, por lo que perdió sus bienes, y habiendo casado en Toledo con doña Mencia Carrillo, tuvo por hijos á D. Pedro Carrillo Dábalos, á doña Ma- rta y doña Juana Dábalos. También fueron hijos del Condestable D. Iñigo y doña Leonor Dábalos. Fué el Condestable de los héroes mas esclarecidos de esta na- ción; pero derribado del valimiento y empobrecido por la fortuna, le fué preciso huir de la saña de sus contra-, rios, retirándose á Aragón con algunos de sus hijos. Don Pedro López Dábalos, primogénito del primer matrimo- nio del Condestable, fué Adelantado mayor de Murcia; casó con doña Maria de Orozco , Señora de Tamajon y Manzaneque, hija del Maestre D. Lorenzo Suarez de Fi- gueroa, y de su segunda mujer doña Maria de Orozco, Señora de Santa Olalla, y tuvo por hijos á Rui López Dá- balos, Regidor de Toledo, y á Lorenzo Dábalos, Cama- rero mayor del Infante D. Enrique de Aragón, descen- diendo por hembra de esta linea los Condes de Oropesa y otros. D. Diego López Dábalos, segundo génito del primer matrimonio del Condestable, casó en Toledo con doña Leonor de Ayala, hija de D. Pedro López de Ayala, primer Señor de Fuensalida , y de su consorte doña El-

TOMO I. 23

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vira de Castañeda, y tavo por hijos i D. Rui López Dá- balos, á D. Pedro Lopee de Avala , á Fernán Pérez j á Iñigo López Dábalos y Avala , Regidor de Toledo, que casó con doña Mencia Romero y fueron padres de doD Diego López Dábalos, cuya mujer fué doña Leonor Car- rillo : de estos hijos el D. Rui López Dábalos casó con doña María de Ayala, hija de D. Diego López de Ayala, Señor de Cebolla, y tuvo por hijo á D. Diego López Dá- balos, llamado el Chiquito, que casó con dona Catalina de Aponte, hija de D. Diego López de Aponte y de su esposa doña Marquesa de Rivera, y tuvo varios hijos que no dejaron sucesión, y á doña Mencia Dábalos, que le» heredó y casó con Vasco de Acuña, 13 de Santiago, nieto de Lope Vázquez de Acuña, Duque de Huete. Don Beltran Dábalos, primogénito del segundo matrimonio del Condestable , cuando las persecuciones de su padre se pasó al reino de Ñapóles, donde casado ilustremente tuvo por hijo á D. Juan de Guevara y Avales, Conde de Potencia, de quien descienden los señores de este Esta- do. D. Hernando Dábalos, hijo segundo del Condestable y de doña Elvira de Guevara, casó en Toledo con doña María Carrillo yPalomeque, hija de Alonso Carrillo y de doña Maria Palomeque, y tuvo por hijos áD. Alonso Dá. balos y á D. Ruiz López Dábalos, que casó con doña Teresa de Guevara, hija de D. Juan Carrillo de Toledo, Adelantado de Cazorla, y de doña Teresa de Guevara, y tuvo por hijos á D. Fernando, que no tuvo sucesión, y á D. Pedro Velez de Guevara y Dábalos, que antepuso el apellido materno y casó con doña Constanza de Ayala Dábalos, hija de D. Diego López Dábalos, Comendador de Mora, y de doña Isabel Zapata, quienes fundaron el mayorazgo y patronato de la capilla mayor de Santa la real de Toledo, en que sucedió sn hija doña Geróuima

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de Abalos, que casó con D. Hernando de Rivadeneira, Mariscal de Castilla, cuya hija y sucesora fué doña Fran- cisca, que casó con D. Juan Pacheco, sucedíéndola su hija doña Ana Pacheco , mujer de D. Antonio de Luna, Señor del Carrascal, y por su muerte se dividió entre D. Martín Ruiz de Alarcon y la Condesa de Villalba, por auto del Consejo de i de Junio de 1646; y de su matri- monio fué hijo D. Rui López Dábalos, Caballero de San- tiago, castellano de Plasencia en Lombardia y Mayordo- mo de la Reina doña Ana de Austria ; casó con doña Blanca de Herrera Enriquez, hija de D. Luis y do doña María de Castilla, y de esta unión fué hijo, entre otros, D. Pedro Dábalos, Señor de los bienes de esta linea. Ca- ballero de Santiago y castellano de Plasencia, de cuya línea descienden los Señores de Ceuti. D. Iñigo López Dábalos, primogénito del Condestable y de su tercera esposa, pasó á Aragón cuando la declinación de la for- tuna de su padre, donde sirvió al Rey D. Alonso el Mag- nánimo, acompañándole en 1442 á la conquista de Ña- póles contra los del partido de Anjou , por cuyos servi- cios el Rey le creó gran Camarlengo de aquel Reino, y le hizo merced de muchos de sus lugares; casó con doña Antonia de Aquino, hermana de D. Francisco de Aquino, segundo Marqués de Pescara, hijos ambos de Berardo Gaspar de Aquino, primer Marqués de Pescara, Conde de Loreto, y de su mujer doña Beatriz, y de esta unión tuvo por hijos á doña Constanza, doña Hipólita, doña Beatriz, D. Federico, D. Iñigo y D. Alonso: el D. Iñigo fué creado primer Marqués del Basto, y aunque casó con doña Laura de San Severino no dejó sucesión: don Alonso fué cuarto Marqués de Pescara, y segundo de los Dábalos, y en sucesión á su padre gran Camarlengo del reiao de Ñapóles; casó con doña Hipólita, ó según otros

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doña Diana de Cardona, j faeron sus hijos D. Alonso, D. Iñigo y D. Fernando Francisco, que como primogé- nito fué quinto Marqués de Pescara y uno de los mas gloriosos Capitanes de su siglo, siendo el principal ins- trumento de las mayores victorias que consiguió en Italia el Emperador D. Carlos Y, coronándolas todas con el desprecio que hizo de la Monarquía de Ñipóles i que le querían encumbrar los potentados de Italia, y aunque casó con doña Victoria Colona no dejó sucesión. Don Alonso Dábalos, hijo segundo de D. Alonso, el cuarto Marqués de Pescara, sucedió á su hermano D. Fernando, y habiendo muerto sin sucesión su tío D. Iñigo Dába- los fué también Marqués del Basto y Capitán general en Italia por el Emperador D. Carlos V y Gobernador del estado de Milán; casó con Layinia de la Róbere, bija de Guido Ubaldo, Duque de Ursino, y de su mujer Victoria Farnese, y fueron padres de D. Fernando Francisco, que murió sin heredar, y de doña Isabel Dábalos, en quien recayó la sucesión de esta casa, cortándose la varonía. D. Iñigo Dábalos , hijo tercero del cuarto Marqués de Pescara D. Alonso , fué gran Camarlengo del reino de Ñapóles, Caballero del Toisón de Oro, y casó con su so- brina doña Isabel Dábalos, hija de su hermano D. Alon- so, por lo que fué séptimo Marqués de Pescara, y tuvo por hijos á D. Alonso, que sucedió á sus padres y fué oc- tavo Marqués de Pescara; pero habiendo fallecido sin sucesión recayo en su hermano segundo y á D. Diego Dábalos, noveno Marqués de Pescara y del Basto, gran Camarlengo del reino de Ñapóles, que casó con dona Francisca Carrafa, hija de D. Gerónimo, segundo Prin- cipe de la Róncela, y habiendo fallecido en 1667 dejó por hijos á D. Fernando Francisco y áD. César Dábalos: el D. Fernando Francisco fué 10 Marqués de Pescara y

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del Basto, y habiendo casado con doña Isabel de los Co- bos Sarmiento, hija de D. Manuel de los Cobos, cuarto Marqués de Camarasa, falleció en 1672, dejando por hijo único á D. Diego Francisco Dábalos, 1 1 Marqués de Pes- cara y del Basto, que falleció de tiernos años en 1687. Sucedióle su tio D. César Dábalos, 12 Marqués de Pes- cara y del Basto, Principe de Isernia y Grande de Espa- ña, que casó con doña Hipólita Dábalos, hija de D. Juan Dábalos, Principe de Troya, y de su mujer y prima her- mana doña Julia Dábalos, la cual tuyo por padres á don Andrés Dábalos, Principe de Montesarcho, y á doña Juana de Guevara , siendo una misma la varonia de los Princi- pes de Troya y de los de Montesarcho que la de los Mar- queses de Pescara.

Los de Murcia y Andalucía tienen su descendencia de San Félix Dábalos de Navarra, donde fueron natura- les y heredados. Siendo su primer Señor Guillermo Ava- len., descendiente de la casa real de Inglaterra , por el año 901 , en el reinado de D. Sancho Abarca , al cual hizo merced de la Sonsierra de Navarra , donde fundó este la casa y palacio Dábalos como asimismo en Lesa- ca, donde posee el palacio solar deZabaleta D. Juan José Dábalos y Lebrija. En 1162 eran personas de mucha cuenta del Reino de Navarra , D. Gimeno Dábalos, don Juan Martínez Dábalos, D. Sancho Martínez Dábalos y D. Garci Nuñez Dábalos , hermanos ; el D. Gimeno hizo donación á San Millan de la Cogulla de toda la parte que tenia en la villa de San Félix Dábalos. Entre los que sa- lieron de Navarra con su Rey D. Carlos II, para socorrer al Rey D. Juan I en las guerras de Portugal, se halla D. Diego López Dábalos , Alcaide de San Vicente de Na- varra ; siendo su origen de un Infante de aquel Reino, de quien también descienden los Señores de la casa de

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Tosantos; de modo que de Navarra pasaron á Castilla, de Castilla al Reino de Aragón , de este al de Murcia , y de aqoi á los de Andalucia. Pero Gómez Dábalos fué teniente de Adelantado de Alfonso lañez Fajardo, el pri- mero en 1382 , después fué D. Rui López Dábalos, Condestable de Castilla , Adelantado mayor de Murcia en 1396, y nombró por su Teniente á su hermano Lope Pérez Dábalos, el cual casó con doña Mencía de Cerva- tos, Señora de la aldea del Javali, que fué quien hizo la noria que hoy existe, con otra aldea de su nombre. Dia Gómez Dábalos, Lope Rui Dábalos, Pero Gómez Dába- los, Pero López Dábalos y Murtin López Dábalos fueron Alcaldes, Alguaciles mayores y Procuradores á Cortes. En 1443 fué D. Sancho Dábalos, Comendador de Lor- qui y Señor de Cepti, del Hábito de Santiago, de cuya encomienda le hizo merced el Rev D. Juan II, en la villa de Arévalo á 10 de Mayo; fué Regidor de Murcia, y por carta del Rey, su fecha en la villa de Escalona 6 de Julio de 1445 se manda que le acudan con los dere- chos del regimiento , aunque no residiese en Murcia; murió en el mismo mes, y el 16 de él se hizo merced del regimiento á su hijo Pedro. En 1374, á 20 de Agos- to, fué pronunciada sentencia de revista en favor de don Juan y D. Gabriel de Abalos, vecinos de Murcia , sobre el pleito de su hidalguía, de qne ganaron ejecutoria en la Real Chancilleria de Granada , j entre las pruebas de preeminencias, se halla la de que su padre D. Pedro de Avales fué de la orden de Santiago como su abuelo D. Diego, y que su hermano D. Gaspar de Abalos fué Ar- zobispo de Granada, y después de Santiago, que eran dea- dos dentro del cuarto grado de la casa de los Vclez, de suerte que D. Juan, D. Gaspar, D. Gabriel y doña Catalina Dábalos tuvieron por padre á D. Pedro Dábalos, Caballé-

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ro de la orden de Santiago, casado con doña Ana de Agüero, y por abuelo á D. Diego, de la orden de Santia- go, casado con doña Aldonza Fajardo, y por bisabuelo á D. Pedro Dábalos , y por rebisabuelo á D. Sancbo Dá- balos, del hábito de Santiago, Comendador de Lorqui, y por cuarto abuelo á Lope Rui Dábalos. El Rey D. Juan 11 hizo merced á la ciudad de Murcia de los oficios de Regi- dores y Jurados perpetuos, su data en la ciudad de Tole- do á 14 de Marzo de 1424. Entre los primeros Regido- res perpetuos qiie lodos eran IG, lo fueron Pero Gómez Dábalos y Lope Ruiz Dábalos. D. Juan Dábalos , Mayo- razgo y Señor de la villa de Cepti; casó con doña Fran- cisca Fernandez de Córdoba, descendiente de los Duques de Sesa. D. Gaspar de Agüero y Dábalos , poseedor del Mayorazgo de Agüero, ca^ó con doña Beatriz de Benavi- des, hija deD. Juan, Señor de Javalquinto y de doña Ma- ría Bazao, hermenadel Marqués de Santa Cruz. D. Gabriel Dábalos, Mayorazgo y Señor de Alborea , casó primera vez con doña Luisa Fajardo, hija del Señor de Montalegre, y segunda con doña Catalina de Ayala, de quien tuvo á D. Gabriel Dábalos, que casó con doña Violante Rocamora y Maza, hija de D. Juan Rocamora, Señor de la Granja, y á D. Diego Abalos; doña Catalina Dábalos, casó con D. Juan Fajardo, hijo deD. Pedro Fajardo, primer Marqués de los Velez.

El Capitán D. Juan Bautista Dábalos pasó á las con- quistas de América; casó con doña Alaria del Campo, y tuvo entre otros hijos á D. Ciprian de Abalos, Encomen- dero de Támbia, en el distrito de Nuestra Señora de Alta Gracia de los Sutagaos, el cual casó en 1614 con doña Agustina de Menses que murió en 28 de Julio de 1666 en la ciudad de Santa llena de virtudes, quedando fundada una rama de esta familia. D. Fer-

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nando VI hizo merced de titulo de Coode de casa Dá- balos á D. Joan Dibalos y Ribera, vecino de la ciudad de Lima, por Real cédula espedida eo 3 de Agosto de 1744, declarándole libre perpetuamente de lanzas y medias anatas: por haber fallecido sin sucesión entró en su goce su sobrino D. Manuel Gallegos y Dábalos, el cual casé con doña María de la Concepción Castillo, hija de los Marqueses de Casa Castillo, y tuvo entre otros hijos á D.José Vicente Gallegos, que como primogénito sucedió á su padre en el titulo , mudando su residencia á estos Reinos á los que pasó también su madre , que volvió á casar con D. Fernando de Rojas, Regidor de Lima, Ca- ballero del orden de Santiago, de quien hay muchos hi- jos. El Rey D. Carlos II hizo merced de titulo de Conde de Santa Ana de las Torres á D. Nicolás Dábalos y Ribe- ra , vecino de la ciudad de Lima por su Real Decreto de 98 de Mayo de 1684, el cual casó con doña Luisa Mendoza y Fernandez de Córdoba , y tuvo á doña Maria Venancia Dábalos, que como hija única heredó el titulo, y casó con D. José Gregorio Ceballos, Caballero del orden de Santiago , Oidor de Lima y Gobernador de Gaancavélica, y fueron padres de su sucesora doña Jose- fa Ceballos, que casó con su primo D. José Damián de Ceballos, Oidor de Lima, de cuyo enlace nació D. Juan José de Ceballos, cuarto Conde de las Torres , del orden de Calatrava, Mayordomo de Semana de los Señores Reyes D. Fernando VI y D. Carlos 111, del Consejo de Hacienda, que casó en Lima con doña Brianda de Saave- dra y Cabrera, novena Señora de la villa de la Atalaya, y tuvieron á D. Juan Ceballos, que sucedió en el titulo y Mayorazgo de esta casa , y por su muerte debia entrar en su goce su hermano D. Nicolás , pero se disputa en aquella audiencia su capacidad.

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ARMAS de la casa troncal y palacio de Navarra.— Es- cudo jaquelado de plata y gules.

Las demás ramas traen las que concedió el Rey don Enrique III al Condestable de Castilla D. Rui López Dá- balos, que son Escudo campo azur con castillo de oro y bordura con las antiguas de su linaje de jaqueles de oro y gules; diferenciándose los de Aragón y Valencia en que los jaqueles son de plata y gules.

Forman Grupo de estas casas el Ilustre Señor D. Ge- rónimo Moreno Ruiz Davales , Marqués del Vado, titulo creado en 1690; el Ilustre Señor D. Prudencio Saenz Avales, Oidor de la Sala primera de la audiencia de Va- lladolíd ; D. Escolástico Saenz y Abales , teniente Coro- nel graduado primer Comandante del Batallón de Logro- ño número 13, de milicias provinciales; El Excmo. Señor D. Ildefonso Avales, Caballero Gran Cruz de la Real orden Americana de Isabel la Católica.

ABELLANEDA

o AV£LLABíEnA.

ll« Lope Díaz de Haro, 10 Señor de Vizcaya , de sa mujer doña Aldonza Ruiz de Castro tuvo por el quinto de sus hijos á D. Martín López de Haro, que casó con doña Urraca de Avellaneda , Señora de esta casa y villa de Avellaneda, en la Rioja, y murió en 1174, dejando por hijo á D. Lope Martínez, segundo Señor de la casa de Avellaneda, cuyo solar y Señorío sirvió de apellido á sus descendientes: este se halló en la batalla de las Na- vas de Tolosa en 1212 y en 1227 en la conquista de Bae- za; fué casado con doña Elvira González de Aza, hija de D. Gonzalo Gómez de Aza y Roa; y de su esposa doña Leonor González Girón , de cuyo matrimonio tuvo por hijo á D. Diego López de Avellaneda , que se halló en 1248 en la conquista de Sevilla , y casó con doña Toda de Guzman, hija de D. Diego de Guzman y su consorte doña Toda de Guzman , Señores de Izcar , el cual falle- ció en 1280 dejando de este matrimonio á D. Lope Diaz de Avellaneda , Señor de esta casa , que casó con doña Aldonza Diaz de Fuente Almejir , sesta Señora de la casa de Fuente Almejir, hija de D. Diego González de Fuen- te Almejir, quinto Señor, y de doña Marquesa de Villa- lobos , y fueron padres de D. Diego López de Avellane- da, quinto Señor de esta casa, que murió en la Vega de Granada en 1319, habiendo sido casado con doña María de Ochoa , Señora de esta casa , de la que tuvo por hijo á Ochoa Martinez de Avellaneda, sesto Señor de esta casa,

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que casó con doña María de Aza , hermana de D. Fer- nan Rodríguez de Aza , como hijos de Alvaro Rodríguez de Aza y de doña Constanza de Villalobos , y fueron sus hijos D. Pedro González de Avellaneda , Comendador y Alférez mayor de la orden de Santiago ; D. Lope Ochoa de Avellaneda, Señor de Gumiel de Mercado, de quien descienden los Condes de Castrillo y otros , doña Men- cia de Avellaneda , mujer de D. Pedro Nuñez de Guz- man, Señor de Gumiel de Izan, y á D. Juan González de Avellaneda, séptimo Señor de esta casa y también de de la Aza por merced del Rey D.* Enrique II de 1571, el cual fué Caudillo mayor de los escuderos del Rey y Alférez mayor de D. Enrique 111: fundó Mayorazgo del Estado de Peñaranda en 1395 y fué casado con doña Leonor de Rocafull, hija de D. Juan de Rocafull y de doña Juana de Luna, Señores de la casa de Rocafull, que trae su origen de la de los Condes de Mompeller, de cuyo ma- trimonio tuvo entre otros hijos al primogénito D. Pedro Nuñez de Avellaneda, octavo Señor de esta casa v Alfe- rez mayor de Castilla , el cual murió en 1415 después de haber sido casado con doña Aldonza de Guzman , her- mana de Fernán Pérez de Guzman, Señor de Batres, ambos hijos de D. Pedro Suarez de Guzman, Rico-hom- bre , Señor de Batres , y de doña Elvira de Ayala ; de su matrimonio fué hijo único D. Juan de Avellaneda, nove- no Señor de esta casa, que falleció en 1426 habiendo sido casado con doña Constanza de Arellano, hija de don Carlos de Arellano, Señor de los Cameros, y de doña Constanza Sarmiento de Villamayor, de cuya unión que- dó embarazada doña Constanza , dando á luz postuma á doña Aldonza de Avellaneda, 10 Señora de esta casa y sucesora en las demás de su padre , la cual casó con D. Diego de Zúñiga , primer Conde de Miranda , en cu-

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yos descendientes se conserva la primogenílura y Esta- dos de la casa de Avellaneda.

D. Francisco de Zúñiga Avellaneda, tercer Conde de Miranda, caballero del Toisón, casó con doña Maria de Cárdenas , y faerun padres de D. Francisco de Zúñiga Abellaneda, cuarto Conde de Miranda, que casó con doña Maria de Bazan, Vizcondesa de Valdnerna, y tuvie- ron por hijo á D. Juan de Zúñiga Abellaneda, primer Duque de Peñaranda , Virey de Ñapóles , Presidente de Castilla y del Consejo de Estado, el cual casó con doña Maria de Zúñiga Abellaneda , sesta Condesa de Miranda, como hija de D. Pedro de Zúñiga Abellaneda, quinto Conde de Miranda , hijo del cuarto Conde D. Francisco de Zúñiga , y fueron padres de D. Diego de Zúñiga, sép- timo Conde de Miranda, Duque de Peñaranda y Gentil- hombre de la Cámara , que casó con doña Francisca de Sandoval , hija de D. Francisco de Rojas y Sandoval, cuarto Duque de Lerma , y de Doña Catalina de la Cer- da, hija de D. Juan de la Cerda , cuarto Duque de Me- dinaceli, y fueron padres de D. Francisco de Zúñiga Abellaneda , octavo Conde de Miranda y Duque de Pe- ñaranda , el cual casó con doña Ana Enriquez de Acebe- do , Marquesa de Mirallo y Valdunquillo, y hubieron por hijo á D. Isidro de Zúñiga Abellaneda, Conde de Miran- da y Duque de Peñaranda.

D. Pedro de Abellaneda, cuarto Conde de Aguilar, casó con doña Ana Ramírez de Arellano su sobrina, Con- desa propietaria, y fueron padres de D. Felipe, quinto Conde de Aguilar, que contrajo matrimonio con doña Maria de Zúñiga , y hubo de ella por hijo á D. Felipe, Conde de Aguilar, que casó con doña Juana Manrique, hija del sesto Conde de Paredes D. Enrique, y fueron padres de D. Juan , Conde de Aguilar , Grande de Cas-

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tilla en 1640, Comendador de Aledo en la orden de Santiago, Gentil-hombre de Cámara, Gobernador de Tarragona y Lngar Teniente General de la caballería de España, quien casó con doña María de Mendoza, según* da Marquesa de la Hinojosa , y tuvo por hijo á D. Juan Domingo, Conde de Aguilar, Marqués de la Hinojosa, Señor de los Cameros , que enlazó con doña Mariana de Guevara, hermana de la Condesa de Oñate, y fué hija doña María de Abellaneda, Condesa de Aguilar, Marque- sa de la Hinojosa , que enlazó con D. Rodrigo Manrique, segundo Conde de Frigiliana , padres de D. Iñigo de la Cruz , Conde de Aguilar.

D. Pedro Ortiz de Zúñiga, Señor de Valencina, casó con doña Mayor de Avellaneda , de quien tuvo por hijo á D. Alonso Ortiz de Zúñiga Abellaneda, 24 de Sevilla y suprior de Cortes, Señor de Valencina, el cual casó con doña Constanza Ponce de León, que le dio á luz á D. Luis Ponce de León, 24 de Sevilla, Corregidor de Avila y Salamanca, Señor de Valencina, que de su es- posa doña María Ortiz de Sandoval , tuvo á D. Pedro, Señor de Valencina, que casó con doña Ana de Guzman, y fueron padres de D. Luis Ortiz de Zúñiga Abellaneda Ponce de León y Sandoval, primer Marqués de Valenci- na de Alcor, Vizconde de Alquería y caballero de Cala- trava, quien contrajo matrimonio con doña Mencia Or- tiz de Sandoval, Señora de Alquería, y procrearon á D. Alonso Ortiz de Zúñiga Avellaneda , Marqués de Va- lencina, caballero de Calatrava.

D. Juan Ortiz de Zúñiga , hijo del Comendador de Azuaga, Señor de Valencina, casó con doña Juana do Avellaneda y Sandoval , y fueron padres de D. Diego Ortiz de Avellaneda , marido de doña Leonor de Men- doza , padres de doña Juana Ortiz de Avellaneda , es-

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posa de D. Joan Grimaldo, caballero de Santiago, de quien dio á laz á doña Ana de Zúñiga Abellaneda y Grí- maído , Camarera mayor de la Emperatriz doña Marta y esposa de D. Egas Benegas Girón , caballero de San- tiago y del Consejo de Ordenes, y fueron padres de D. Juan Girón Benegas, Señor del Yerbe, Comenda- dor de Pozo Rubio , Aposentador mayor del Real Con- sejo de Ordenes y Gentil-hombre de Cámara del Em- perador, quien casó con doña Catalina Benegas, hija del primer Conde de Luque, y fueron padres de don Gaspar Girón Benegas, Señor del Yerbe, Comendador de Pozo Rubio, Aposentador mayor de S. M. y Gen* til-hombre de la Cámara del Emperador.

Otra rama de esta familia es la de los Marqueses de Ontiyeros por D. Luis Bañuelos Carrillo, que casó con doña Mencia de Avellaneda , padre de D. Luis de Bañuelos Abellaneda, marido de doña María de Yas- concelos su segunda mujer . y padre de D. Antonio de Bañuelos Abellaneda, Corregidor de Salamanca y Jaén, esposo de doña Teresa Muñiz de Godoy , su prima se- gunda , padres de D. Luis de Bañuelos Avellaneda, ca- ballero de Calatrava, casado con doña Maria de Peña- losa y Yivero , de quien tuvo á D. Manuel de Bañue- los Abellaneda y Yivero, caballero de Santiago, del Consejo de Guerra , Mayordomo de la Reina madre y Almirante General de la Armada Real , primer Marqués de Ontiveros, quien casó con doña Maria deSandovaí, Señora de Ontiveros , y fueron padres de doña María de Bañuelos Avellaneda y Sandoval , segunda Marquesa de Ontiveros, que casó con D. Fernando de Cárcamo y del Conde de Canalejas, Adelantado de la Florida.

Otra rama formaron D. Juan de Acuña y doña Constanza de Abellaneda , padres de D. Lope de Acuña

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Abellaneda y Portugal, General de la caballeria de Plan- des, casado con doña Isabel de Lompre, de quien tuvo á doña Constanza de Acuña, que casó con su primo don Diego Sarmiento de Acuña, primer Conde de Gondomar, Embajador de Inglaterra, padres de D. Lope Sarmiento de Acuña Abellaneda, que casó con doña Aldonza de Sotomayor, Señora de los Cuartos de Pedro Carrillos, padres de D. Diego Sarmiento Acuña Abellaneda , se- gundo Conde de Gondomar, Señor de los Cuartos y Go^ bemador perpetuo de Bayona , casado con doña María Francisca de Toledo y Noboa, Marquesa de Bélvis, á quien D. Felipe IV hizo Marquesa de Montalbo , y fue- ron sus bijos D. Pedro de Toledo , tercer Conde de Gondomar, del Consejo Real, casado con doña Josefa de Vargas y Eraso, heredera de las casas del Puerto y Hu- manes; García de Toledo Sarmiento y Acuña Avellaneda» Marqués de Montalbo, Capitán Teniente de la guardia de Corps y D. Antonio de Toledo, Oidor de Granada.

Asimismo formaron rama D. Luis Carrillo y doña María Abellaneda, padres de doña Maria Carrillo Abella- neda, que casó con D. Gonzalo de Saavedra, 24 de Cór- doba, de quien procreó á D. Martin de Saavedra Carri- llo Abellaneda, 24 de Córdoba, marido de doña Francis- ca de Torreblanca , de quien hubo á Gonzalo el Tuer- to, 24 de Córdoba , casado con doña Juana Galindo de Guzman, de cuyo matrimonio fué hijo D. Martin, 24 de Córdoba, Gentil-hombre de Boca del Principe Filiberto, Barón de Prado, Señor de las villas de Carrocino y Acosta, Presidente y Capitán del nuevo Reino de Grana- da , el cual casó con doña Luisa de Guevara Manrique» hermana de la Condesa de Escalante , y fueron padres de D. Martin Domingo, Conde de Tahalú, de doña Fran- cisca de Saavedra Carrillo de Avellaneda y Guevara, que

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casó con D. García tle Cárdenas, Conde de la Puebla del Maestre y de dona Marta , que casó con D. Luis de Se- queira y Sotomayor, Caballero de la orden de Santiago^ faijo del Conde de Priego. De los mismos D. Luis Car- rillo Y doña Maria de Abellaneda , fn¿ hija doña Maria Carrillo de Abellaneda, esposa de D. Gonzalo de Saave- dra, padres de D. Martin de Saavedra y Carrillo de Abe- llaneda, qne contrajo matrimonio con doña Francisca de Torreblanca, tuvieron por hija á doña Leonor Godoy, la cnal casó D. Gerónimo de Gnzman, de qiiíen tiiTO por hija á doña Inés de Gnzman, segunda esposa deD. Alón* so de Acebedo, padres de D. Gerónimo de Acebedo, Ca- ballero de la orden de Santiago, 94 de Córdoba, que casó con doña N. de Cárdenas , bija de D. Jnan de Clr* denas. Caballero de Calatrava, 34 de Córdoba y de doña María Lazo de la Vega.

Formó otra rama D. Bernardino de Abellaneda , Se- ñor de Valverde y Castrillo, y sn esposa doña Isabel Del- gadillo de Abellaneda , Señora de la casa de Delgadillo, padres de D. Juan Gonzalo de Abellaneda, Señor de Val- verde y Castrillo , marido de doña Francisca de Leyba y padre de D. Bernardino Abellaneda Delgadillo, primer Conde de Castrillo, que casó con doña Maria Vela de Acuña, de quien tuvo á D. Juan de Abellaneda Delgadi- llo, Caballero de Calatrava, consorte de doña Inés Por- tocarrero, de quien hubo por hija á doña Juana de Ave- llaneda, hermana de la Condesa de Castrillo doña Maria de Avellaneda, mujer de D. García de Avellaneda, Conde de Castrillo, Presidente de Castilla y Gobernador de Es- paña, padre de D. Gaspar Manuel de Avellaneda, que pasó 1665 de Capitán de los guardas á la recuperación del Reino de Portugal, donde en la batalla de Villavicio- sa quedó prisionero , y de las heridas que recibió murió

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sin dejar sacesion , aunque fué casado con doña Leonor Moscoso y Mendoza, hija de ios Marqueses de Almazan, y mujer de D. Miguel de Navarra, cuarto Marqués de Cortes , Mariscal de Navarra , quienes fueron padres de D. Juan Manuel de Navarra y Abellaneda , Marqués de Cortes, Mariscal de Navarra, que casó con doña Juana de Abellaneda y Haro su prima hermana, tercera Condesa deOastrillo.

La rama de las Américas la formó el Capitán Juan de Abellaneda Temiño, descubridor, conquistador y po- blador del nuevo Reino de Granada con el General don Nicolás Federman; fué Alcalde ordinario de la ciudad de Santa en los años 1549, 50 y 86, y en el de 4554 fundó la ciudad de San Juan de los Llanos, habiendo pa- cificado los Indios de su provincia ; fué natural de Villa- fría, é hijo legitimo de Hernando de Abellaneda Temi- ño y de María Dia2 de Montoya ; casó primero con doña Quiteria de Alda, natural de Sevilla, de cuyo matrimo- nio quedó por hija doña Dorotea de Abellaneda , que heredó á su abuela doña Beatriz de Alda , y segunda vez con doña Ana López de Carrion, de quien tuvo á doñq Gracia Abellaneda Temiño, que casó con don Juan García de Valdés, Regidor de la ciudad de Ibague, á quien dejó el suegro el mérito de sus servicios por codicilio de 17 de Marzo de 1588, ante Pedro Sarmiento, escribano.

De la rama establecida en Aranda de Duero , del obispado de Osma , fué doña Isabel de* Avellaneda, que casó con D. Martín Vázquez de Acuña , padres de don Pedro de Acuña y Avellaneda, Oidor de Valladolid , del Consejo de órdenes y de la suprema inquisición y Obis- po de Astorga, prenutado por el Emperador en 1549, y sin tomar posesión de la presidencia de Castilla para que

TOMO I. ^A

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fué nombrado , murió en la yílla de Aranda en 34 de Setiembre de 1555.

Los de la Mancha, Cataluña y Madrid» descienden de D. Francisco Javier de Avellaneda Sandoval y Rojas, segundo Marqués de Valdecañas, el cual nadó en 9 de Julio de 1701 y fué bautizado en la parroquia de San Martin de esta Corte el 16 del mismo ; fué bíjo de dos Melchor de Avellaneda, primer Marqués de Valdecañas, Teniente General de los ejércitos de D. Felipe Y, nata- ral del Campo de Criptana y de dona Lieonor de Lucena y Vintimilla, natural de Málaga. En 1705 le hizo S. M. me. ced por decreto de 36 de Noviembre del hábito de Santia- go, gozando la encomienda de Viveras en la de Calatrava. En 1733, con el grado de Brigadier, pasó con su regi- miento de Vitoria á la plaza de Ceuta , donde hizo una salida en 17 de Octubre, desbaratando las trincheras de los moros, haciéndose dueños del campo ; pasó luego á la de Oran , donde en 31 de Noviembre hizo otra salida con el Marqués de Santa Cruz de Marcenado, Goberna- dor de aquella plaza, y después de un porfiado combate de seis horas, se declaró la victoria por los cristianos, pero con la muerte del Gobernador y prisión del Marqués, que fué llevado á Argel, donde estovo cautivo cinco anos, hasta que le rescataron los Religiosos Mercenarios, con- tribuyendo el Marquesa este fin con 19,800 pesos, y vuel- to á esta Corte en 16 de Marzo de 1738 le nombró S. M. Mariscal de Campo y después Teniente General é Inspector de la infantería española é italiana, con cuyos empleos falleció en la ciudad de Barcelona el 6 de Mayo de 17*7.

Las ARMAS de este linaje son en camp)o de oro, dos lobos andantes, sables cebados ; bordura gules con ocho aspas de oro. Los Condes de Miranda, los Duques de

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Peñaranda y los Marqueses de Baneza', úDÍcamenle dife- rencian el escudo en ser su campo de piala.

Grupos. El muy Ilustre Señor D. Pedro Soldado y Abellaneda , Marqués de Torremayor , tilulo creado en 1691, Marqués de Coprani de Valdecañas, creado en 1703 y Conde del Peñón de la Vega, creado en 1709, la Señora doña Gertrudis Gómez de Avellaneda, bien co- nocida en el mundo literario, D. Manuel Gómez de Abe- llaneda, Caballero de la indita orden Militar de San Juan de Jerusalen, D. José Gómez de Avellaneda, Cón- sul en Malta.

ABELLA,

ATRLLA . ABELLO O A¥ELLO.

JjiL apellido ó denomíoacioii de Avella y la Baronía de ésXdi familia proviene desde los antiquísimos pobladores de las montañas de Asturias , que del nombre de unos^ pueblos de Italia, asi llamados, donde estuvieron los Tróvanos antes de venir á España, conservaron esta de- nominación y apellido y de ello hace mención Plinio, Calepino y otros autores. De esta familia han salido va- rias ramas á avecindarse en distintas partes de España, produciendo héroes insignes en armas y letras que ilus- traron la claridad de su origen, entre los cuales no es de olvidar la memoria de tres hermanos que florecieron en Aragón por los años 1500 y siguientes: estos fueron doD Bernardo Avella, D. Fray Fcrrer Avella y D. Berenguel Avella: este fué creado Cardenal el año 1309 con el nombre de Cardenal de Rodas, y habiendo venido á Es- paña por legado Apostólico, se halló en Barcelona el referido año , á tiempo que con asistencia de su herma- no D. Fray Ferrcr de Avella, de la orden de Santo Do- mingo y Obispo de Barcelona, electo por la Santidad de! Papa Juan XXll, se celebró á 10 de Abril la traslación del cuerpo de la gloriosa mártir Santa Eulalia, con asis- tencia del Rey D. Pedro IV de Aragón y de la principal nobleza de su Reino.

D. Berenguel Avella, hermano de estos dos Prela- dos , fué General de las armas del mismo Rey D. Pe- dro IV de Aragón, cuya confianza desempeñó con el ma*

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yor acierto y valor, sosegando las alteraciones de los aragoneses y catalanes. La antigua grandeza de los po- seedores de este solar y sus bienes, decayó mucho en el reinado de D. Enrique II, por haber seguido el. partido de su legitimo Rey D. Pedro , por cuya infeliz trajedia padeció esta familia los rigores del sucesor D. Enrique, confiscándole los bienes que poseia y conservando en lo sucesivo algunos escasos medios con respecto á su anti- gua opulencia : y el primero que después de estas con- tiendas se restituyó á su antiguo domicilio y se avecindó en Luarca, fué Gómez Arias Avella de Luarca , Señor de la casa y solar de los Avellas, el cual fué padre D. Pe- dro Avella de Luarca , que casó con Catalina Menend^z de Posada, padres de Juan Fernandez de Avella y Posa- da, Señor del solar de los Avellas, que contrajo matri- monio con doña María Gutiérrez de Bánces , en quien procreó al Capitán Pedro Avella de Luarca , Señor de esta casa y solar, el cual casó con doña Catalina Fer- nandez Avello y Rayón, Señora propietaria de la casa los Avcllos, torre y solar de Brieves, hija de Fernando Rayón de Luarca y de su mujer Teresa Menendez Avello, á quien perteneció la torre y solar delosAvellos en Brie- ves, por ser hija y heredera de Lope García Avello, nie- ta de Guillen García Avello y biznieta de Guillen García Avello el viejo, todos Señores de la torre y solar de los Avcllos, sito en el lugar de Brieves en el mismo Concejo de Valdés, y por este matrimonio del Capitán Pedro Avella con Catalina Fernandez Avello, se unieron los dos distintos solares de Avellas y Avellos, que hoy poseen sus descendientes en calidad de vinculo, por haberle fundado por su testamento Teresa Menendez Avello el ano 4577 á favor de su nieto Juan Fernandez Avella, hijo de los anteriores, Señor ae esta casa, que casó con daña

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Maria Alvarez Faerles de Sierra, bija de Domingo Fuer- tes de Sierra, Señor de la casa de Fuertes de Aodés j de su mujer Leonor Rodrigues de Paredes, j fueron padres de Pedro de Avella de Luarca y Sierra, Señor de la casa y solar de los Avellas, Regidor perpetuo del Concejo de Valdés , el cual casó con doña Teresa Menendez de la Rúa, y fueron padres de doña Maria AWarez A?ella Fuer- tes, esposa de D. Pedro Trelles Villamil, de D. Pedro Avella Fuertes y Sierra y de Alonso Menendez A?ella de la Rúa, que siguió el estado eclesiástico y fué cura de Goaña y comisario del Santo oficio.

El D. Pedro Avella Fuertes fué sucesor en la casa y solar de su familia. Regidor perpetuo del Concejo de Val- dés, y casó con doña Maria Menendez de Coronas Villa de Moros, hija de D. Francisco Garcia de Coronas Villa de Moros y de doña Leonor Alfonso de Miramontes, de este matrimonio fueron hijos D. Domingo Avella Fuer- tes , que sucedió en los Mayorazgos de esta casa ; don Pedro Avella Fuertes, que siguió el estado eclesiástico y fué cura de San Esteban de Teinás, doña Leonor Avella Fuertes, que casó con D. Diego Snarez Villa de Moros, Señor de esta casa , de quienes hay larga sucesión, y doña Maria Avella Fuertes, que casó con D. Lope Gonzá- lez Villa de Moros de Luarca y dejaron mucha sucesión.

El D. Domingo , poseedor de los Mayorazgos de su casa. Regidor perpetuo del Concejo de Valdés, casó con doña Inés de Llano Navia y Valdés , hija de D. Luis de Llano y Valdés, y de su mujer doña Maria de Navia, Se- ñores de la casa Tebongo , en el Concejo de Cangas y de la antigüedad de la casa de Llano , y tuvieron por hijos á D. Pedro Avella Fuertes, que sucedió en la casa; á don Alonso de Avella Fuertes , caballero de la orden de Al- cántara, Oidor de Méjico, Vilftador de la Audiencia de

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Manilty Capitán General interino de Filipinas ; á D. Luis y D. Domingo de ATella Fuertes , qoe siguieron el esta- do eclesiástico; i doña María y á doña Elvira, religiosa en el Monasterio de San Pelayo de Oviedo.

D. Pedro, sucesor en los Mayorazgos y Regidor perpétao del Concejo de Valdés , casó con doña Leonor Meneodez Lnarca y Tineo , hija de D. Lope Menendez Loarca y Tineo, y de so mujer doña Antonia de Arango y Valdés; de este matrimonio Tueron hijos D. Francisco, D. Domingo, D. Pedro, D. Alonso, D. Juan, doña Fran- cisca y doña Antonia de Avella Fuertes : estas dos seño- ras se bailaban en 1760 monjas en Santa Clara de Riva- deo; el D. Pedro falleció en lo mas florido de su edad; D. Alonso fué colegial en el Mayor de Coenca de la Uni- versidad de Salamanca, Canónigo de la santa iglesia de Osma, Provisor y Vicario general de su obispado ; don Juan Gerónimo fué colegial en el Mayor de Santa Cruz de Valladolid y falleció en su flor.

D. Francisco como primogénito fué sucesor en las casas y Mayorazgos de sos padres , y casó de primer ma- trimonio con hija de los Señores de la casa de Tebongo, de quien no tuvo sucesión , y segunda vez casó con doña María Lorenza Castrillon , hija y heredera de D. Pedro Alvarez Castrillon, y de su mujer doña Josefa Antonia Menendez Valdés, de cuya unión dejó por hijas á doña Juana María ; doña María Elena y doña Antonia Marfa de Avella Fuertes; la doña Juana fué sucesora en algu- nas de las casas y Mayorazgos que poseyó su padre, y en 17ti9 era casada con D. Joan Matías Menendez Luarca y Tineo, Señor de la casa de Setienes y sus agregados, y fueron sos hijos D. Matías, D. José, doña María, doña Isabel y doña Ana Menendez de Luarca Avella Fuertes.

Doña María Elena casó con D. Diego Vicente Castri -

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llon , hijo y sucesor de Diego Castrillon y de dona Ana María Meneodez de Luarca, y son sns hijos D. Joan, D. Ramón y D. Gregorio Castrillon y Avella.

D. Domingo Antonio , hijo segundo de D. Pedro y doña Leonor Meoendez, casó en la villa de Navia con sn prima doña María Jacinta Fuertes de Sierra, hija de D. José Domingo y de su mujer primera doña Jose- fa Antonia Menendez de Navia, y de esta unión tufo por hijos á D. Domingo Jacinto , á D. Vicente , á D. Juan y otros que no tomaron estado, á escepcion de dos hijas que fueron religiosas. En el año 1759 Domingo Ja- cinto Avella casó con doña Mana Lorenza Castrillon Me» nendez» viuda que habia quedado de D. Francisco Ave- lla, su tio , de cuyo matrimonio tuvo cuatro hijos, don Manuel, D. Matías, doña María Jacinta y doña María Agustina Avella Fuertes.

D. Manuel como primogénito sucedió á su padre en las casas y Mayorazgos de sus ascendientes que pedían Baronía, que poseyó hasta pocos años.

Doña María Alvarez Avella, que se nombró, fué ca- sada de primer matrimonio con Sao Juan García Villa de Moros, y de segundo , como se ha dicho, con D. Pedro de Trelles Villámil, y de él tuvo por hijo único i don Pedro de Trelles Villamíl y Avella, que casó con doña Ma- ría Avello Villa de Moros Florez, de cuya unión nacieron tres hijos, que fueron D. José Manuel, D. Pedro Fran- cisco y D. Juan José, de los cuales el D. Pedro Francis' co de Trelles pasó á los Reinos de la América , en don- de falleció el año 1738 sin haber tomado estado; don Juan José pasó á los mismos Reinos y casó en Puerto Principe con doña Mariana de Moya , hija del Capitán D. Diego de Moya y de su mujer doña Francisca Najarro, y tuvo de este matrimonio i D. Pedro, D. Juan, doña

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María de los Angeles y dona Isabel Maria de Trelles Vi- liamil y Villa de Moros , de los cuales, D. Pedro pasó al servicio de S. M. á España; D. Juan residió en Méjico; doña Isabel fue religiosa capuchina en Méjico, y doña Maria de los Angeles casó alli con D. Alvaro de Ocio y Ocampo 9 bijo de D. Agustín Julián de Ocio y Ocampo, Regidor de Santa Fé, y de doña María Evarista Sánchez de el Cueto , y tienen sucesión.

D. José Manuel , primogénito entre sus hermanos, fué poseedor de la casa de sus padres, y habiendo servido á S. M. de cadete de sus Reales Guardias y obtenido repelidas veces los empleos honprificos de república y otros del Real servicio, :uvo por hijo á D. José Genaro Trelles, que en 1760 se halló sirviendo á la Reina Msidre en su Secretaria de Estado.

Rui García Abella Cienfuegos fué Señor del lugar de Valtravieso, y casó con Maria Rasanta Rico Villa de Moros, y fueron sus hijos Lope Abella, Gonzalo García Abella, que murió en Indias y dejó 4,000 pesos para fundar la capellanía de San Roque en la villa de Luarca, Alonso López Abella y Maria Rasanta Abella , que no dejaron sucesión*

Lope Abella Rico, el primogénito de estos hermanos, casó con Catalina Suarez Castrillon, y fueron sus hijos Rodrigo García Abella y Pedro García Abella, doña Maria y doña Leonor Abella, Doña Maria Rasanta casó con Lope González Pico y doña Leonor con Antonio Villa de Moros Rico, de quienes hay sucesión.

NOTIGU DE LA FAMILIA Y BARONÍA DE ABBLLO.

El linaje y familia de los Abellos en el Concejo de Valdés, cuya cabeza es la villa de Luarca, es uno de los

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cuatro solares anlígaos de aquella jurisdicciou. Su solar fué en los prmcipios en el lugar que llaman San Félix, de aquella jurisdicción, y después por mayor comodidad de los Señores de esla casa , pasaron su habitación al lugar de Brieves de la misma jurisdicción, donde hoy se conserra una torre ruinosa, cuadrada, de bástanle robus- tez. En el archivo de la yilla de Luarca por las mutacio- nes que padeció con las ¡nvasiones de los Normandos y otros accidentes, solo se conser? a memoria de que en los reinados de D. Enrique U y D. Juan I era Señor y pa- riente mayor de esta casa y familia Lope García Abollo, el cual concurrió por el Concejo de Valdés á la Junta que se celebró el año 1378 para oponerse al reparti- miento, que á favor del Conde de Gijon D. Alonso, intentó hacer Gonzalo Suarez de Arguelles, y ya antes reinando D. Alonso el Sabio, hay memoria de Guillen García Abollo, Señor de esta casa , que contrajo matri- monio con María Garda Rico, hija de Fernán González Rico y de su mujer Toda Garda de Paredes.

Fernando Garda Abollo, llamado el viejo , Señor de esta casa, el cual vivió en el lugar de San Félix, donde se conservan fragmentos del antiguo solar de esta familia, y tuvo 'alli muchos bienes como en Bríeves y otros de aquella inmediación, según consta de su testamento, que otorgó en la villa de Tineo ante Rui Garda, escribano, en 27 de Setiembre de 1531, y la partición de sus bienes se hizo en la Pola de Luarca en 1536 y resulta haber sus hijos Lope Garda Abollo, Guillen Garda Abollo, Diego Garda Abello y Fernando Garda Abello : Lope Garda Abello, el primero , casó con Beatriz de Miranda, y por su testamento otorgado en 1547 ante Suero Pelaez de Cañero, escribano, hace mejora y funda vinculo i favor de su hijo Fernando Garda Abello ; y además de

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cfttc lO¥0 por hija á Teresa Menendez Abello , á qaiea correspondió en la partición de bienes la torre y solar de Brieves con otros mas, y esta casó con Fernando RayoQ de las Alas, de quien tavo i Catalina Fernandez Abello, heredera de la torre y solar de Brieves; y el ma- trimonio de esta Señora con Pedro Abolla de Lnarca» y h sucesión de ¿I qaeda citada. Dicho Fernando García Abello casó con doña Leonor de Quirós , y fneron sns hijos Lope, que signe la linea, Pedro y Fernando García Abello, y de este Pedro , son descendientes los Abellos que se conservan en el lugar de Gadavedo. El Lope Gar- da Abello casó con doña Inés Alvarez de Albuerne, y de esta unión fué hijo y sucesor D. Lope Garda Abello, cuyo matrimonio con doña Mariana Abello produjo á D. Lope Abello, y este casó con doña María Abello y Valdés, i quienes sucedió su hijo D. Lope Abello y Val- dés, que casó con doña Lucia Rico Villa de Moros según queda dicho, y fué su sucesor D. Lope Abello y Valdés, que casó con doña Menda de Llano y Miranda , quienes tuvieron por hijo á D. Lope Abello y Valdés, poseedor en 1760 de esta linea en Trevies, y se hallaba casado con doña María de Miranda Abello, de quien hay sucesión.

El Guillen Garda Abello , i jquien llamaron e\ Mozo, á distinción de su padre, heredó diferentes bienes de los de esta casa en el lugar de Carcedo y otras partes, y tuvo de su matrimonio por hijo á Fernando Garda Abello, que sucedió en los bienes de esta linea , y de su matri- monio dejó por hijo y sucesor i Lope Garda Abello , á quien llamaron de Carcedo, por haber vivido en el lugar de este nombre, y casó con Inés Fernandez Villa de Mo- ros y Salas, hija segunda del Señor de la casa de Villa de Moros, y de su mujer Inés Fernandez de Salas y Valdés, que son los ascendientes de la Baronía principal de la fa-

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miiia de Villa de Moros, y por este matrimonio le tocaron á Lope diferentes bienes de la casa de Villa de Moros en el lagar de este nombre y sus cercanías, y dejaron por hijo y sucesor á Diego Fernandez Abello Villa de Moros, el cual fabricó nuera casa y solar inmediato á la torre antigua de Villa de Moros, como consta del vinculo que fundó , y como los sucesores en este solar y torre, des- cendientes de la linea primogénita y Baronía vivían au- sentes, Diego Fernandez Abello y los sucesores en este solar secundario se hicieron dueños del primitivo solar y torre de esta familia, contigua á la nuevamente funda- da : casó con dona Catalina Rodríguez Villanueva y Ma- lleza, hija de Lope Rodríguez Villanueva, Señor de es- ta casa, y de su mujer doña Catalina Rodríguez Malleza, de cuyo matrimonio fueron hijos D. Lope, que no dejó sucesión, D. Alonso que fué eclesiástico, D. Diego que tampoco dejó sucesión , D. Fernando por quien se con- tinúa la linea, doña Catalina Abello, que casó con don Juan Garcia de Paredes, Señor de esta casa, de cuya sucesión se ha hablado, y doña Inés Abello, que casó con D. Lope Abello y Valdés, Señor de la casa de los Abellos en Castañedo, y de esta unión fueron hijos don Juan Amonio, D. Lope, D. Diego, otro D. Lope, don Francisco v D. Andrés Abello y Valdés.

D. Juan Antonio, como primogénito, fué sucesor en los Mayorazgos de esta linea y celebró cuatro matrimo- nios, del último de los cuales tuvo á D. Juan Antonio, i don Félix y á otros; D. Juan Antonio el padre vivió mas de 100 años, y conoció propagada su descendencia.

D. Fernando Garcia Abello Villa de Moros sucedió á sus padres en los Mayorazgos de su casa, y casó con doña Catalina Florez, en quien tuvo por hijos á D. Alonso que continúa la sucesión , i doña Catalina, á doña Ma-

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riana, á dona Inés, doña Águeda y doña Maria; doña Mariana y doña Inés casaron con D. Diego y D. Lope Soarez Villa de Moros, hermanos; doña Águeda fué mon- ja en Santa Clara de Rivadeo; doña María fue segunda mujer deD. Pedro Trelles VíUamil y Abella, do quienes se ha tratado , y de este matrimonio fueron hijos don José Manuel, D. Pedro Francisco y D. Juan José; don Pedro, hijo segundo, pasó á la América y falleció eo Mé- jico el ano 1737 sin haber tomado estado; D. Juan, hijo tercero , pasó también á América , donde casó con doña Mariana de Moya , y teniendo su residencia en Méjico, falleció en aquella ciudad el I.*" de Marzo de 1755, de- jando de su matrimonio á D. Pedro Antonio, D. Juan Francisco, doña Maria de los Angeles y doña Isabel Ma- ría Trelles Villamil y Villa de Moros. El primogénito D. José Manuel, autor de Asturias Ilustrada, en doña Manuela Marín de Contreras, su esposa, tuvo por hijo á D. José Genaro, que en 1760 tuvo á su cuidado los papeles del bolsillo secreto de S. M. la Reina viuda, por hallat^e sirviendo en su Secretaría.

D. Alonso Abello Villa de Moros fué en sucesión á su padre , Señor de los Mayorazgos de esta linea , Ca- pitán de Milicias del Partido de Cadavedo y Juez por el ISstado Noble del Concejo de Valdés , pero habiendo fa- llecido sin tomar estado, se cortó esta linea y Baronía y pasó la sucesión de esta casa á su hermana doña Catalina.

D. Juan Abello Castrillon y su esposa doña Francis- ca Alvarez Castrillon, (ueron ps^dres de D. Juan Abello Castrillon , Obispo que fué de Oviedo , y de D. Arias Abello Castrillon , que casó con doña Maria Rico Villa de Moros , y de su matrimonio tuvo á D. Juan Abello Castrillon, Regidor perpetua del Concejo -de Valdés, marido de doña Francisca Villa de Moros, y á doña

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Isabel Abelio Castrillon, qoe casó en Gastropól con don Gaspar de Acebedo, con sacesíon.

D. Lacas Abelio casó con doña Josefa Rico y dejó sQcesion.

Estas son las ramas que han salido á a? ecindarse en distintas partes de España, produciendo héroes insignes en armas y letras que ilustraron é ilustran la claridad de su origen.

Aunque las familias de Abellas y Abellos fueron en- tre si distintas en sus principios , después por enlaces y hereccias se juntaron, como queda espuesto , y usa- ron casi de las mismas armas , con solo la diferencia de aumentar ó disminuir figuras.

Las ARMAS de la familia de Abolla, mas antiguas, se organizan de un escudo campo sinople , árbol al natu- ral, y una colmena con abejas volando al rededor del irbol, y una podadera puesta sobre la colmena.

Las de los Abellos primitiTas se componen de escu- do campo sinople , con una colmena ó receptéculo de abejas, que en Asturias llaman Truevano, algunas de ellas esparcidas por el campo , y al otro lado un cas- taño con ramas sinoples, asaltando la colmena un oso y un hombre armado en acción de herirle con la lanea, todo al natural ; con lo cual no se falta á las reglas he- ráldicas, pues es una de las escepciones.

Los Abellas de Barcelona se distinguen con cuatro palos centelleantes de sable eu campo de oro, que son las que les concedió D. Pedro IV de Aragón.

Los de Aragón suelen mudar los palos por tres abe- jas sables ; otros pintan en plata tres fajas ondeadas de sable ; otros los palos ondeados.

Y los que se llaman Abillas usan escudo fajado de plata y sable.

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Estas ramas y casas hao pnnlw^ído el distinguido Grupo siguiente: Excino. é Itlmo/Sefiór'D. Pablo Gar- da Abella , Arzobispo de Valencia y Gran Cruz de la Real y distinguida orden de Carlos III; D. Venancio Abella, Tesorero General de Hacienda en la Isla de Cuba ; D. Tomás Abello , Vice-cónsul de Portugal en Sa- lón ; D. Manuel Abello Valdés , Juez de primera instan- cia de Córdoba ; D. Manuel Arias y Abella , Teniente Coronel graduado, primer Comandante del batallón ses- to de reserva , Granada ; D. José de Abella y Conde, Co- ronel del cuerpo de artíUeria ; D. Pedro Abello , Coro- nel de ingenieros; D. Venancio Abella y Casariego, Caballero de la indita orden militar de San Juan de Jerusalen.

ABENDAftO

O ayesdaSo.

ü« Garci Sánchez, tercer Señor del valle de Orozco y de Zurbano , y su mnjer doña Aldonza Iñigúez de Men- doza tuvieron por uno de sus hijos á D. Sancho Garcia, que heredó el Señorío Zurbano y pobló allí, casan- do con la Señora del solar de Avendaño , de la cual dejó entre otros hijos á D. Pedro Sánchez que heredó el so- lar de Avendaño , titulándose él y sus descendientes de este apellido ; aunque algunos escritores tienen á este Pedro , progenitor de la casa de Avendaño por yerno y no por hijo de D. Sancho Garda , dejaron por hijo y sucesor á Juan Pérez de Abendaño, que casó con hija y heredera de Pedro Orliz, Señor de Aramayona, descen- diente de los Reyes de Navarra , y tuvo por hijo á Pedro Ortiz de Avendaño, que pobló en Urquizu y dejó este solar á sus descendientes ; casó con hija de D. Pedro Ortiz de Gualiqui, de quien tuvo á Hurtado García de Abendaño y á Martin Ruiz de Abendaño, heredero del solar de Urquizu, el cual vivió reinando D. Alfonso XI, y casó con doña Mencia de Guevara, habiendo sido sus hijos Juan de Avendaño á quien llamaron el Malo^ y he- redó la casa de Urquizu, habiendo tenido sus compe- tencias con el Conde D. Tello, Señor de Vizcaya, her- mano del Rey D. Enrique II , por lo que perdió la vida en 1356 ; y Juan de San Juan de Abendaño , que quedó por la muerte violenta que padeció su hermano, here- dero de la casa de Urquizu, llamándose de San Juan

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por haber nacido en San Juan de la Pena en ocasión que sus padres se hallaban allí retirados con motivo de los bandos que seguian contra otros caballeros sus compa- triotas ; fué Ballestero mayor de D. Enrique II y primer Señor de Villareal por merced de este Monarca de 1571 , y habiendo casado con doña Mayor González de Tobar, dejó por hijo y sucesor á Martin Ruiz de Avendaño , Se- ñor de la casa de Urquizu, y segundo de Villareal de Álava ; casó con doña Maria López de Gamboa , Señora de la casa de Olazo , hija y heredera de Juan López de Gamboa , Señor de la casa de Olazo y de los patronatos á ella agregados , y nieta de Rui Pérez de Gamboa , que murió en 1550, biznieta de Fernando Yañez de Gamboa, Señor de esta casa y de la de Olazo , que falleció en 1295, y tercera de Juan López de Gamboa, Señor de esta casa en Guipúzcoa, una de las que tenían el distintivo deju< rar Príncipe de Castilla, y este fué á quien el Rey don Alonso el Sabio en 1267 hizo merced del Patronato de San Bartolomé de Olazo y de otras iglesias. Murió Mar- tin en el sitio de Antequera de 1410: de este matrimo- nio fueron hijos Fernando de Gamboa y Juan de Aben- daño, Señor de Urquizu y tercero. de Villareal de Álava, el cual casó con doña Teresa Manrique, hija de D. Gó- mez Manrique, Señor de Santa Gadea, Adelantado ma- yor de Castilla, y de doña Sancha de Rojas; murió Juan llamado el Viejo en 1456; fueron padres de Martin Ruiz de Abendaño, que dio Baronía á la casa de Villela, do Juan de Abendaño, de doña Maria de Abendaño, de doña Sancha de Abendaño que casó con Martin Ruiz de Artea- ga. Señor de esta casa , procedida de la misma Baronía de Abendaño, y á Pedro de Abendaño , Señor de Urqui- zu, y cuarto de Villareal de Álava, Doncel del Rey don Juan II y su Ballestero mayor, el cual casó con doña

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Inés de Mendoza, hija de Juan Hortado de Mendoza, Se- ñor de Mendivil , y de doña Maria de Rojas , j foeron padres de D. Joan de Abendaño el Mozo, que murió antes que su padre , violentamente á manos de los Oñe- cinos en los bandos que segnia su casa ; era casado con doña Beatriz de Ulloa, hijo de Pedro de Ulloa, Señor de Villarbarba, y de doña Isabel Quijada, de quien dejó por hijos á doña Leonor de Abendaño y á D. Pedro de Abendaño, quinto Señor de Villareal de Álava y de la casa de Urquizu, el cual casó con doña Aldonza de Ve- lasco, hija de D. Juan de Velasco, primer Conde de Si- ruela, y de doña Isabel Manrique, y habiendo fallecido en 1500, dejó de este matrimonio por hija y heredera á doña Francisca de Abendaño, sesta Señora de Villareal de Álava y de la casa de Urquizu, la cual falleció sin dejar sucesión. Dichos D. Martin Ruiz de Abendaño y doña Maria López de Gamboa tuvieron por hijo segundo á Fernando de Gamboa, que usó el apellido materno y gozó los Patronatos de la casa de Olazo , que le fueron confirmados en 1417; casó con doña Maria Ortiz de Irae- ta , y dejó por hijo y sucesor á Martin Ruiz de Gamboa» Señor de la casa y Patronatos de Olazo, el cual casó con doña Juana de Butrón, de cuyo consorcio nació Juan López de Gamboa , Señor de la casa de Olazo y sus Pa- tronatos; casó con doña Leonor de Abendaño , hija de Juan de Abendaño, Señor de Villareal, y de doña Bea- triz de Ulloa ; estuvo prisionero en Francia y costó sq rescate 200 doblas de oro, y de este matrimonio quedó por hijo y sucesor Martin Ruiz de Abendaño y Gamboa, Señor de ambas casas y séptimo de Villareal de Álava, por haber heredado á su prima doña Francisca; casó dos veces, la segunda con doña Isabel de Velasco, hija de D. Bernardino de Velasco, tercer Conde de Haro, y de

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dona Clara de Orense; sirvió al Emperador D. Carlos V en la guerra contra los Comuneros, y tuvo por hijo á D. Prudencio de AvenJaño y Gamboa, Señor de esta casa y octavo de Villareal de Álava , el cual casó con dona Luisa de Beaumont y Navarra, hija de D. Francés de Beau- mont y de doña Beatriz Icart, nieta de D. Juan de Beau- mont y doña Luisa de Ortubia, cuyoD. Juan era hijo se> gundo deD. Luis de Beaumont, Conde de Lerin, Con- destable de Navarra , y la doña Luisa de Ortubia fué hija de D. Juan de Monreal, Señor de la casa de Or- tubia, y nieta de MoscnJuan de Monreal, Señor de los Palacios de Arazuri y otras grandes casas de Navarra; y aunque fué casado segunda vez con doña María de Mendoza, no tuvo sucesión de esta , y si de la primera á doña María de Avendaño y á D. Diego de Avendaño y Gamboa, Señor de ambas casas y noveno de Villa- real de Álava, el cual casó con doña Luisa Sarmiento, dama de la Princesa de Portugal , y tuvo por hijos á D. Francés de Avendaño y á doña Isabel Angela de Aven- daño, que falleció sin sucesión aunque casó con don Martin de Zabala, de la orden de Santiago, pasando la de las casas de Avendaño y Gamboa con el Señorío de Villareal, á doña María de Avendaño y Gamboa, su her- mana , que se hallaba casada con D. Antonio de Gue- vara, sesto Conde de Escalante, en cuyos descendien- tes se conservan estos Estados. El segundo hijo de Pe- dro Ortiz de Avendaño, el que pobló en Urquizu, fué Hurtado García de Avendaño , que fué heredado en el sotar de Arteaga y en los de Mogica y Aramazona, y tuvo tres hijos que fueron Pedro Ortiz, Portun García y Juan Galindez, y doña María de Avendaño, que casó con Ochoa Ortiz de Zamudio; el primero de los hijos falle- ció sin sucesión; el segundo fué heredado en Arteaga,

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y el tercero pobló el solar de Mogica. El Portan ó Hur- tado García de Avendaño dejó á sus descendientes el apellido de Arteaga, habiendo sido muerto en Villa- real por orden del Rey D. Pedro , dejando por hijo i Martin Ruiz de Arteaga , de quien sigue este linaje.

Tuvo D. Prudencio á mas hijos naturales, á don Martin de Avendaño, Señor de la casa de Arandia, por haber casado con doña María de Arandia, y de ellos nació D. Martin de Avendaño y Arandia; á doña Marta de Avendaño, que casó con el Contador Lejalde, y á D. Juan de Avendaño, que casó con doña María de Bil- bao, y nieta de Sancho de Bilbao, de quien tuvo por hijos á D. Martin , doña Isabel , mujer de D. Iñigo de Velasco , y doña Magdalena , que casó con D. Diego de Riaño, Regidor de Burgos, padres de D. Juan Alonso, del orden de San Juan; Fray Martin, predicador del Rey y General de la orden de San Benito; D. Antonio de la orden de Calatrava; D. Pedro de la de San Juan ; D. Mi- guel, que murió en el ejército de Flandes; doña Mag- dalena , mujer de D. Diego de Sanzoles , caballero de Calatrava, abuelos maternos de doña Antonia Enriquez, Señora de Rioseco y Tapia , mujer de D. Fernando de Tobar, primer Marques de Valverde, Señor de la tier- ra de la Reina, D. Diego, 13 de Santiago, Arcediano de Cuenca, Obispo de Jaén, Presidente de Castilla^ Comisario General de Cruzada , primer Conde de Villa- riezo, y D. Francisco que fué el primogénito, caballero de Santiago, Regidor de Burgos, Corregidor de Jerez de la Frontera y Gobernador de la Habana, del cual y de su mujer dona María de Meneses , nació D. Diego Luis de Riaño y Gamboa, segundo Conde de Villariezo, Señor de Viliagonzalo , Villayuda y Castañares , Regidor de Burgos , de la orden de Santiago y Consejo de Ha-

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cieoda , cuyos hijos y de su mujer doña Maria Magda- lena de Gaceta, fueron D. Manuel, Caballero de San- tiago , D. Diego , doña Magdalena , mujer de D. Beni- to de Salamanca , Señor de Berberana , y D. Antonio José, tercer Conde de Villariezo, Vizconde de Villa- gonzalo, caballero de Santiago, Regidor de Burgos, que casó con doña Mariana de la Cerda , hija de D. Fran- cisco de la Cerda, Señor de las villas de Pioz, Alanzon y los Yelmos , caballero de Santiago , y de doña Lucía de Brizuela y Arteaga su mujer.

Doña Leonor de Avendaño casó con D. Juan de Zamudio, Señor de esta casa, y fueron padres de don Ordoño de Zamudio Avendaño, consorte de doña Ana Osorio , de quien tuvo á doña Leonor de Zamudio Aven- daño , Señora de la casa de Zamudio, que casó con don Francisco de Noboa , General de la flota , de quien tu- yo á doña Catalina de Noboa Zamudio Avendaño, Mar- quesa de Bélvis, esposa de D. Pedro de Toledo, primer Marqués de Mancera, Virey del Perú, padres de doña María Francisco de Toledo y Noboa, Marquesa de Bél- vis, á quien D. Felipe IV hizo Marquesa de Montalvo.

D. Marlin Ruiz de Avendaño, Señor de Viilarcal y Urquizu , Ballestero mayor de Vizcaya , casó coniífloña Isabel de Velasco , de quien tuvo por hijo á D. Pruden- cio de Avendaño, Señor de esta casa, de la de Villareal y Urquizu, que casó con doña Luisa de Beaumont y Na- varra , y fueron padres de doña María de Avendaño y Gamboa, que heredó á su padre y casó con D. Antonio de Guevara, Conde de Tahalú, Señor de Escalante, Co- mendador de Mure y Benacuze en Santiago, padres de D. Pedro de Guevara y Avendaño, Caballero de Alcán- tara, hermano de D. Luis, primer Conde de Escalante, el cual casó con doña Francisca de Mendoza , de quien

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tuvo á doña Luisa de Guevara Abeodaño, bermana de la Condesa de Escalante, y casó con D. Martin de Saave- dra, 24 de Córdoba, Barón de Prado, Señor de las villas de Carrocino y Acosta, Presidente y Capitán del noevo Reino de Granada, padres de D. Martin Domingo, Conde de Tahalú de dona Francisca, que casó con D. García de Cárdenas, Conde de la Puebla del Maestre y de doña Maria de Saavedra, que casó con D. Luis Sequeira, Ca- ballero del orden de Santiago, bijo del Conde de Priego.

D. Pedro Avendano, bijo segando detesta casa, casó con doña Mayor de Villela, Señora de esta cssa en Mqq- guia de Vizcaya, y fueron padres de D. Ruiz de Avenda- no Villela , Señor de esta casa, que casó con doña Maria Manrique de Padilla , de quien tuvo á D. Pedro Avenda- no de Villela, Caballero del orden de Santiago, esposo de doña Constanza de Munguia , padres de D. Pedro, Caballero de Santiago , hermano mayor de D. Juan de Villela , Presidente de Indias y marido de doña Isabel Zorrilla de Arce, de quien tuvo á D. Pedro Avendano de Villela , Caballero de Santiago, Conde de Lencés, Mayor- domo de la Reina Madre , asistente de Sevilla , Gentil- hombre de Boca y Señor de las casas de Villela y Arce, que casó con doña Isabel Idiaguez de Álava, cuarta Con- desa de Tripiana, padres de D. Antonio de Villela y Álava, de doña Luisa Teresa, Dama do la Reina Madre, casada con D. García de Toledo, Marqués de Montalvo.

La rama de este linaje en Navarra desciende del mencionado D. Francés de Avendano y Sarmiento , Se- ñor de los palacios de Arazuri en la Cendea de Olza, de la ciudad de Pamplona y de Montalvan en el Valle de Yerri, de la ciudad de Estella. Fray Sebastian de Avenda- no, religioso de San Francisco, faé Prefecto de la orden,

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Secretario del General en Roma y grande Orador; es- cribió el SpectUum Spiriluale de Humance vitas miseriis^ de Mms monis effeclibusj el difuse de Exellentis purga- torii : en Roma 1642, en folio.

D. Juan de Avendaño, conquistador de Cubagua, Quito y Gobernación de Popayan y del nuevo Reino de Granada, donde entró por Alférez dea caballo del Gene- ral D. Sebastian de Benalcazar , y se halló en la funda- ción de la ciudad de Tunja, en cuyo distrito fué Enco- mendero de Tuta, Gameza y Saliva , que tenia por pri- mera repartición y continuó con titulo del Adelantado, D. Alonso Luis de Lugo de 7 de Junio de 1544 , en que se dice csoís persona híjo-dalgo.» Fundó la rama de esta casa que existe en las Américas ; le sucedió su hijo legitimo D. Juan de Avendaño , Capitán de infantería del número de la ciudad de Tunja su patria, á quien sucedió su hijo D. Francisco de Avendaño Maldonado, que dejó por hijo á otro D. Juan de Avendaño, padre de doña Maria , D. Miguel, D. Alonso María, doña Ana, doña Elvira y doña Leonor, monja de Santa Clara en Tunja, todos con posesión en la misma Encomienda, has- la 4 de Noviembre de 1662 que se proveyó en D.Fer- nando de Vargas.

D. José García Avendaño pasó á residir en Alcázar de San Juan , donde casó con doña Francisca Martinez Cabeza de Vaca, y tuvieron por hijos á D. Inocencio Gar- cía Avendaño, Presbítero, bautizado en Alcázar de San Juan á 7 de Enero de 1749 y á doña Francisca María Josefa García Avendaño, bautizada en la misma villa á 18 de Agosto de 1751 , la cual casó con D. Cipriano Rioja, natural de Alcázar de San Juan , y de esta unión fué hijo D. José Sabas de Rioja y Avendaño, bautizado en Alcázar á 9 de Diciembre de 1780. También fué de

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esta casa D. Alonso Giménez Avendaño , que casó con doña Claudia Rubalcaba y D. Vicente Avendaño, qoe contrajo matrimonio con doña Josefa Caballero y murió en 1 1 de Febrero de 1787.

Las ARMAS de la casa troncal de Vizcaya que es la misma de Galicia, de donde fueron sin razón desterrados sus hijos, se componen por este motivo de un escudo campo de oro con banda sable que atraviesa el escudo.

Los de Navarra , Mancha y otras partes usan escudo sinople con una camisa de plata pasada de tres flechas de oro, una en banda, otra en palo y otra en punta.

Los de América tomaron escudo partido, á la dere* cha en plata banda sable, á la izquierda cortado, en lo alto en plata tres panelas sinoples y en lo bajo en plata un lobo al natural enrejado.

De esta casa es el llustrísimo D. Joaquin Avendaño, Cónsul de S. M. en Portland de los Estados-Unidos de América.

ABREÜ

AVREÜ. EVRED, EVREDI O EBRIO.

HisTA ilustrisima casa tavo su origen de la villa de Evreux de la alta Normandia, que es Obispado sufragáneo de Rouen y tenia antiguamente sus Condes particulares; Roberto, Arzobispo de Rouen, hijo segundo de Ricar- do primero del nombre, Duque de Normandia, fué Con- de de Evreux y murió en el año 1307. Después de los dias de Guillermo, Conde de Evreu, que falleció sin hijos, Enrique I, Rey de Inglaterra se apoderó de este Condado, que se rindió á Amadeo de Monlfort, tercero del nombre, que era legítimo heredero como hijo de Agnes de Evreu que lo fué de Ricardo, Conde de Evreu. Amadeo de Mont- fort, quinto del nombre, vendió el Condado de Evreux al Rey Felipe Augusto en el año 1200. El Rey Felipe, el Largo, erigió el Condado de Evreux en dignidad de Par el mes de Enero de 1316 en favor de Luis de Francia, hijo segundo del Rey Felipe el Atrevido , y también fué concedido por otras letras del mes de Enero de 1326 á Felipe su hijo el Condado de Evreux y Reino de Navara. Carlos de Evreu, tercero del nombre. Rey de Navarra, su hijo pequeño, cedió el 9 de Junio de 1404 al Rey Carlos VI en permuta del Ducado de Nemours dicho Condado, con lo que quedó abolida esta dignidad de Par, Carlos VII en Enero de 1426 dio este Condado para te- nerla en dignidad de Par á Juan Stuart, Conde de Arley, Señor de Aubigní, Condestable de las armas de Escocia, qutt estuvo al servicio de Francia basta 1429. El Rey

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Carlos IX le erigió Ducado y dignidad de Par en Octubre de 1560 á favor de Francisco de Francia , Duque de Alenzon su hermano , y muerto este Principe sin hijos en 1584 se unió á la Corona. Después fué dado sin dig- nidad de Par el 20 de Marzo de 1651 á la casa de Boui- llon en compensación del principado de Sedan. De la casa Real de este Reino descendió por Baronía Gonzalo Rodríguez de Evreux, que fué uno de los caballeros es- cogidos que acompañaron al Conde D. Enrique de Por- tugal y salieron de Galicia en donde tenia su asiento.

En una escritura de donación que hizo la Reina doña Urraca á la Iglesia de Tuy, entre otros bienes y haciendas que la dá, espresa lo siguiente: «concedo asimismo á la dicha Silla la heredad que fué de VascoNuñezde Abreu; doy enteramente do quiera que fuese hallada en cual- quier territorio asi en Limia como en Portugal y en el valle del Rio Vesi, hoy Valde Vez, la cual Yo Urraca se la doy y dono: y esta heredad me la dio el dicho Vasco Nuñez de Abreu de su libre voluntad porque yo le avudé siempre en todo lo que él me dijo y de la manera que él me la dio, Yo Urraca la doy y concedo, etc.» Su data es en 13 de Enero de 1071, con lo cual se nota la antigüe- dad de esta familia en Galicia , y que siendo entonces poseedores de Jurisdicciones y Señoríos, precisamente serian de lo.s primeros personajes del Reino.

Fué el antiguo solar de esta familia la torre de Abreu que está en el lugar de Coto de su mismo nombre , en la provincia de entre Duero y Miño, montaña y feligre- gresla de San Pedro de Monrufe, cerca de las tillas de Valladares, que es la comarca en donde estaban hereda- dos la mayor parte de los Señores y Ricos-hombres de Portugal.

El referido Gonzalo Rodríguez de Abren fué uno de

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los mayores Señores que bubo en Portugal y en la Corte del Rey D. Alonso Enríquez ; obtuvo el empleo de su Mayordomo mayor y por consiguiente la dignidad de Rico-hombre, habiendo dejado ilustrisimas sucesiones que en todos tiempos han dado pruebas nada equivocas de su valor y lealtad. Fué su hijo otro Gonzalo Rodríguez de Abren, Rico-hombre del Rey D. Sancho, hijo y suce- sor de D. Alonso II, el cual se halló en la toma de Elvas el año 122S; casó con doña Mencia Rodríguez Fafes, hija de Rui Fafes y de su mujer doña Teresa Pérez Alca- forado, hija esta de la casa de Aguilar, biznieta de Fafes Luz, Alférez mayor 4^1 Conde D. Enrique, el cual fué nieto del Conde D. Fafes Sarracin de Lañoso, que falle- ció con otros caballeros en la batalla de Aguas Mayas, los cuales tuvieron dilatada y gloriosa descendencia de padres á hijos, enlazándose á casas las mas nobles de Por- tugal y Castilla, entre las cuales merecen memoria el casa- miento de D. Lope Feijó de Abreu, hijo segundo de don Francisco de Abreu Feijó, Señor de Villar de Cas y de sq mujer doña Isabel de Sotomayor , con doña Sancha de Ulloa y Noboa, hija de D. Alonso López de Lemas y de doña Elvira de Noboa, nieta de D. Pedro Yañez de No- boa y de doña Juana Diaz de Cadórniga , hija esta de D. Alonso Diaz de Cadórniga , Regidor de Orense y úl- timo Alcaide del castillo de Castel-Ramiro , de quien proceden casi todas las casas de caballeros que hay en Orense y otros pueblos de Galicia , repartidas por el resto de las provincias de España: doña Margarita de Abren, hija de Payo Rodrigez de Araujo, llamado asi en Portugal y Galicia , casó con D. Diego Sotomayor, Con- de de Camuña: D. Luis de Abreu floreció en el reinado de D. Enrique IV de Castilla y resistió valerosamente á los que se oponian á todo dominio de Señores en Gali-«

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cia, en la villa de Allariz: D. Lope Gómez de Abren, Señor de Agrá , casó con doña Teresa Yañez de Mos- coso y Montenegro, de la sangre de los Marqueses de Astorga, Condes de Altamira, hija de Payo Sorrez de Montenegro, Señor de Mourente: D. Rodrigo de Soto- mayor celebró sus bodas con doña Margarita de Abreu, hija del caballero de Aranjo: D. Fernando Yañez, Se- ñor de la casa de Solomayor, hijo de D. Fernando y de doña Teresa de Sotomayor, parientes, casó con doña María de Abren y Noroña , hija de Lope Gómez de Abreu.

Siguiendo los héroes y descendencias de este linaje se halla á D. Francisco de Abreu, que floreció en tiempo de D. Felipe II, aprobando el derecho que este Monar- ca tenia á la Corona de Portugal: á Pedro Gómez de Abreu , que sustentó el partido de la Reina doña Leonor y del Rey D. Alonso el V contra el Infante D. Pe- dro, su tío, llamado el Regente: á Vasco Gómez de Abreu y á Diego Gómez, su hijo, que fueron en su tiem- po de los mas poderosos Señores del Reino de Portugal, perdiendo la mayor parte de sus Estados por seguir el partido de D. Juan el I de Castilla , á quien toca- ba la Corona por su mujer la Reina doña Beatriz: la misma suerte esperiraenló Diego Gómez de Abreu por su lealtad al Rey D. Alonso el IV contra el Infante don Pedro, su hijo, perdiendo su casa y haciendas: á Lope González de Abreu, que fué muerto en la batalla que dieron los rebeldes que seguian el partido del Infante D. Alonso contra su padre, entre Duero y Miño el año de 1319, cuya muerte fué muy sentida del Rey: á Pedro Gó- mez de Abreu, que imitando á dichos sus abuelos y ascen- dientes , fué ejemplo de lealtad con su Rey D. Felipe IV, el Grande , siendo el primero que pasó de Portugal i

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Castilla por los a5o3 1641 ea apoyo y aclamación d< este Monarca que le honró mucho, mandando al Conde de Lemus, D. Francisco de Castro, pariente suyo, y á otros caballeros de su Corte le fuesen á recibir para conducirle á su Real presencia á la que llegó con sa mujer, una hija y ocho hijos, los cuales armados de capas y espadas se ofrecieron á S. M. para servirle y morir en su servicio ; premió el Rey estas acciones con el titulo que le concedió de Conde de Regalados, para si, sus hijos y sucesores, cuya honra disfrutó muy poco tiempo, pues falleció al siguiente año de 1642, habiendo sido su cuerpo depositado en San Antonio de los Portu- gueses de esta Corte ; estuvo casado este Gran caballero con doña Ana de Brito y Castro, que descendía por Ba- ronía de los Reyes de Navarra y por otras líneas de los de Portugal y Castilla, hija única y heredera de D. Gas- par de Araujo y Castro, Señor de Vegia y de su mujer doña María de Puga y Quiñones: dejaron entre los refe- ridos hijos á D. León de Abreu, segundo Conde de Re- galados, que murió en las guerras de Cataluña con otros de sus hermanos, habiendo heredado el titulo D. Fran- cisco de Abreu, que casó en esta Corte con doña Juana de Sandoval, hija del Conde de Saldaña D. Gómez y her- mana de padre de D. Iñigo de Mendoza, Duque del Infan* do, y de padre y madre de Diego Gómez de Sandoval, Duque y Conde de Lerma, de cuyas grandes sucesiones se pudieran escribir dilatadísimos volúmenes, relacio- nando méritos y servicios particulares del citado Pedro Gómez de Abreu, primer Conde de Regalados. Fueron Señores de esta casa, no solo de Regalados sino de otros muchos lugares, castillos y fortalezas de que se conser- vaban aun algunos Señoríos pocos años.

Es de notar que en los tiempos de los Señores Reyes

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D. Alonso y D. Dionis de Portugal , había mochos per- sonajes de esta familia con los primeros cargos, que tam- bién poseyeron y gozaron en los reinados de D. Pedro y D. Fernando: fueron dueños de más de 16,000 tasalios» según consta de Ioh libros de las Chancilierias de los Reyes, en las villas y logares de Regalados, Valladares, San Fins, Robea, la Pela y Rarbeita ; en las villas de Castel de Vides, Monforte con sus tierras y de diez Alear- dias Mayores de villas , que tuvieron en sus tiempos diversos caballeros del apellido de Abreu , como son Melgaro , la Pela, Monzón, El vas, Castel de Víde, Alter de Chau , Monforte, Miranda, Campo Mayor y Siempre Novia, dejando todos estos sugetos honradas su- cesiones.

D. Gaspar Gómez de Abreu fué del Consejo deS. M. en el de Estado de Portugal , Fiscal del de Hacienda , v Juez del de los caballeros de las tres órdenes militares de aquella Corona : Pedro Gómez de Abreu murió en en Flandes, valeroso Capitán: Lope Gómez de Abren sirvió también en Flandes: doñaCasimira de Abreu, na- tural de Toledo , casó con D. Rodrigo Valladares y tu- vieron por hija á doña Isabel de Valladares, esposa de D. Francisco de Tiesa jr Rojas, hijos-da!go en Toledo y la Puebla de Montalban, de donde fueron ambos natu- rales y vecinos , y este ejerció los oficios honoríficos de República, dejando por hijo i D. Juan de Tiesa y Rojas, natural de la villa de la Puebla de Montalban y vecino de Toledo , el cual hizo información en la ciudad de Tole- do de la hidalguía de esta filiación; de su mujer doña Ana María Moreno Juárez de Segovia, y de ser padres de D. Joan de Rojas Moreno , qoe se hallaba en Cádiz próximo á embarcarse para Indias, el cual fué bautiza- do en San Nicolás de Toledo á 13 de Febrero de 1693,

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y oblttvo varios empleos honorificos, y entre ellos el de 24 del ¡lastre cabildo de la ciudad de la Paz.

Doña Violante de Abren , casó con D. Gonzalo Díaz Marmolejo, 24 de Sevilla, y fueron padres de doña Bea- triz, que casó con D. Pedro de Céspedes, y tuvieron por hija á doña Gregoria, mujer de D. Francisco de Men- chaca , Comendador de Torres y Cañamares en la órdeo de Santiago , del Consejo y Cámara de D. Carlos V y de la Inquisición, padres de D. Juan de Menchaca de Abren, del Consejo de Hacienda y Contador Mayor, Comenda- dor de Torres y Cuñamares en Santiago , casado con do- ña Ana Enriquez de Guzman , de cuya unión fué hija doña Gregoria, mujer de D. Antonio de Monroy, Alférez mayor de plaza, de quien tuvo por hijo á D. Juan de Monroy, primer Marqués de Monroy, del Consejo de Guerra, Gobernador de Málaga y Mayordomo de la Reina*

Doña Felipa de Abren casó con D. Bartolomé de Pavia, ayo y camarero del Rey D. Juan el III, Alcaide mayor de Belén , y fueron padres de doña Violante de Abreu, esposa deD. Antonio de Acuña, Señor déla casa de Asentar, de cuyo matrimonio fué hijo D. Luis de Acuña Abreu, Señor de Asentar, Barreyto y Señorin, marido de doña Arcángela de Tabora en primeras nupcias, de quienes fué hijo D. Pedro de Acuña, que sucedió á su padre en los Señoríos , y de su consorcio con doña Elvira de Villena tuvo por hijo á D. Lope de Acuña, primer Conde de Asentar, del Consejo de Guer- ra y Castilla , casado con doña Violante de Meneses, en la que hubo á D. Pedro de Acuña , primer Marqués de Asentar, Maestre de Campo y General de Flandes, quien unido en matrimonio con doña Francisca, hermana del tercer Marqués de Vedmar, tuvo á doña Manuela de Acuña, segunda Marquesa de Asentar.

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D. Pedro Gómez de Abren, Señor de Regalados y Valladares, casó cou doña Ginebra de Magallanes, y ta- vieron por hijo á D. León, el de Abren de Lima, Señor de Regalados y Valladares , y Alcaide mayor de la Pela, que contrajo matrimonio con doña María de Noroña en segandas nupcias, de quien tuvo por hijo á D. Lope Gó- mez de Abreu , Señor de Agrá , Comendador de Sexas y Canelas en la orden de Cristo , marido de doña Teresa de Moscoso, padres de doña María de Abreu y Noroña, Señora de Agrá, esposa de D. Fernán Yañcz de Soloma- yor. Señor de esta casa. Vizconde de Crecente el año 4627, en quien hubo por hija á doña Francisca Luisa de Sotomayor de Abreu, Vizcondesa de Crecente, Señora de la casa de Sotomayor, que casó en el año i 639 con D. Juan Fernandez de Lima, primer Marqués de Teno- rio y de los Arcos, Vizconde de Villanueva de Cerveyra y General de la caballleria de Galicia, y fueron padres de D. Femando Yañez de Sotomayor, segundo Marqués de Tenorio, y segundo Conde de Crecente, Vizconde de Villanueva de Cerveyra , marido de doña Catalina de Chaves, hija de D. Juan de Chaves y Sotomayor , del hábito de Alcántara, y de doña Ana de Chaves, hermana del segundo Conde de la Calzada.

D. Bartolomé Cerezo de Abreu casó con doña Jua- na Vendo de Quirós, y fueron padres entre otros hijos de doña Isabel Cerezo de Abreu, mujer del licenciado D. Juan Ibañez de Ibarra, Presidente de Santo Domin- go, de quienes fué hijo D. Cristóbal Pérez de Ibarra, Señor de esta casa , cónyuge de doña Magdalena de Ma- llea, en quien hubo por hijo á D. Juan de Ibarra, Se- cretario de Hacienda é Indias , Comendador de Morata- les en la orden de Calatrava , y del Consejo de Cámara é Indias , que casado con doña Catalina de Aguilera y Ro-

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jas, Señora del Congosto, tuvo de ella á D. Francisco de Aguilera Ibarra, caballero deCalatrava, Comendador de Tala en Indias , Señor del Congosto , marido de doña Antonia de Basto Cepeda y Alderete, y padres del Conde de Mora.

D. Leonel de Abreu, Señor de Regalados, Vallada* res y la Pela, ca.^ó con doña Leonor de Noroña, herma- na del cuarto Vizconde de Villanueva , y tuvieron por hijo á D. Francisco de Abreu, Señor de Regalados, que de su consorte doña Francisca de Silva tuvo entre otros hijos á D. León de Abreu, Señor de Regalados y Valla- dares, Alcaide mayor déla Lapa, que casó con doña Inés de Lima , y fué padre de D. Pedro Gómez de Abreu, el primer Conde de Regalados y Señor de Valladares, esposo de doña Ana de Brito y Castro, como se ha dicho. Señora de Beja, padres entre otros muchos de D. Fran- cisco de Abren, Conde de Regalados, que murió sin su- cesión, casado con doña Maria de Sandoval y Rojas, que era viuda del Conde de Orgaz y hermana del quinto Du- que de Lerma y de Juan Gómez de Abreu , Conde de Re- galados, y de doña Inés Maria de Abreu, dama de la Rei- na doña Isabel, y en 1795 Señora de honor de la Reina doña Mariana de Austria y Condesa de Regalados, mujer de D. Jorge Sanz de Villarragut, primer Marqués de Llaneras, segundo Conde de Olocau, Comendador de Villafamés y Burriana en la orden de Montesa , de quien tttvo por hijos á D. José Sanz de Villarragut, tercer Con- de de Olocau, segundo Marqués de Llaneras, caballe- ro de la orden de Montesa, que sirvió en Cataluña con una compañía de caballos; á doña Inés, Condesa de Re- galados, por haber casado con su tio Juan Gómez de de Abreu, sin sucesión , y á doña Margarita, dama de la Reina madre y Marquesa de Llaneras para casar como

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casó con D. Isidro Tomás de Chiriboga y Mendoza, Mar- qués de Valmediano y Gentil-hombre de Cámara.

El D. Fernando de Abren, Señor del Mayorazgo de la Siempre Novia, tnvo entre otros hijos á doña Mayor de Abren, qnc casó con D. Fernando de Silva, Alcai- de mayor de Alterdocham y de ellos nació único don Pedro de Silva y Abren , que vendió las tierras que po* seia en Castilla , y vivió en Evora , en cuyo distrito es- taba su Mayorazgo ; fué Mayordomo mayor de la Infan- ta doña Isabel , Duquesa de Guimarans , mujer del In- fante D. Duarte de Portugal, hermano del Rey don Juan ill, casó con doña Isabel de Abreu, hija de Rui de Abreu , Alcaide mayor de Elvas , y de doña Catalina Teixeyra, su tercera mujer, hija de Juan Teixeyra Lobo, Chanciller mayor de Portugal. Rui de Abreu fué hijo de Martin de Abreu y de doña Beatriz de Silva , nieto de Micer Antón Pezaña y de doña Juana de Ahreu, biz- nieto de Micer Lanzarote Pezaña, Almirante de Portu- gal, Señor de Odemira, y de doña Catalina su mujer, y rebizníeto de Micer Manuel Pezaña , Almirante de Por- tugal por el Rey D. Dionis, que le trajo de Genova para servir este puesto, haciéndole merced de las ca- sas y coto de la Pedriña y de las rentas de Alguis y Sa- caben. De este matrimonio tuvo D. Pedro sieto hijos, i saber : Fernando de Silva , que heredó su casa ; Rui Telles de Silva ; Juan de Silva de Meneses , que pasó á servir á la India, y en 1550 le nombró el Goberna* dor Jorge Cabral Capitán de una de las cuatro Fustas que envió á tomar jnoticia de los Rumes y después eo Ghembe murió peleando; doña Blanca de Meneses Abreo, que casó con D. Antonio do Silva Meneses, su primo, hijo de los Alcaides mayores de Campo Mayor y General de diversas armadas en la India, cuyos hijos se verán al

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tratar de esta casa; doña Catalina de Meneses Abreu, que casó con Vicente Pegado, Capitán de Sofala; doña Felipa de Meneses Abren, que casó con Manuel de Abreu, su primo hernoiano, Comendador de la orden de Cristo, Señor del Mayonizgo de Alcarapiña,hijo de Bartolomé Sousa de Abreu, y nieto de Rui de Abreu, Alcaide mayor de Elvas; de este matrimonio nacieron Fernando de Sousa de Abreu, Comendador de la orden de Cristo, que no dejó sucesión; Juan González de Abreu, religioso de la Piedad; Sebastian de Abreu, que murió en la India; Pedro de Silya, que murió de corta edad ; dos hijas, monjas en Santo Domingo de Elvas, y doña Beatriz de Meneses, que casó con D. Francisco Manuel , Comendador de Moreira en la orden de Cristo. La cuarta hija de Pedro de Silva, doña Francisca de Meneses, casó con Juan de Gama de Acebedo, y fué su hija única doña Violante de Silva, mujer de su primo hermano D. Pedro de Silva, como se veri cuando tratemos de su linaje, y la quinta y sesta fueron doña Ana y doña Gniomar.

D. Miguel de Silva, Comendador de Mazaan en la orden de Cristo, casó en Yelves con doña Isabel de Abreu , hija de Alvaro Pezaña de Abreu y de doña Lucia de Abreu de Vasconcelos, hija de Manuel de Abreu de Vasconcelos , y fueron sus hijos D. Fernando de Silva Abreu, que sucedió en la casa; D. Alvaro, que casó tres veces, una de ellas con doña Beatriz de Silva , hija de Sancho Sánchez Mascarcñas y de doña Isabel de Silva, pero no tuvo sucesión de ninguno de estos matrimonios y procreó fuera de ellos á Rui de Silva, Religioso de la Compañía de Jesús y á Fray Miguel de Silva, Carmelita de la Observancia ; doña Luisa de Silva , mujer de Mel- chor Pinto Pereira, Señor de la Quinta de Borjardin, junto á Porto, hermano del Doctor Francisco Vaz-Pinto,

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Dean de Porto y Chanciller mayor de Portugal , de quie- nes hay sucesión; doña María de Silva, Monja de Santo Domingo de Elvas ; doña Leonor Enriqnez , cuarta mu- jer de Pedro de Meló de Castro, Alcaide mayor de On- teyro.

Doña Isabel de Abreu casó con D. Juan Enriquez, hijo tercero de D* Enrique Enriquez y de doña Felipa de Noroña, su primera mujer, Señores de las Alcazobas y fueron padres de D. Alonso Enriquez Abreu y D. León Enriquez Abreu , clérigo de la Compañía de Jesús , lla- mado comunmente el Apóstol. El D. Alonso tuvo mucha sucesión, que parte de ella siguió el linaje paterno y parte el materno.

La casa de la villa de Evreui en la alta Normandia trae Escudo sembrado de Francia con banda compona- da de plata y gules.

Los descendientes de la casa solar de la torre de Abreu, sita en el lugar y Coto de su nombre en la pro- vincia de entre Duero y Miño , que son los mismos de Italia, de Galicia, Aragón, Cataluña, Andalucía, América y demás provincias y dominios de España por donde se han estendido; tienen Escudo campo gules y en él cinco cotos ó alas de águila, de oro, puestos en sotuer, y por timbre otra ala estendida del mismo metal.

De esta casa es el Señor D. Francisco Abreu y del Monte, Coronel graduado, primer Comandante del quinto Batallón de reserva del regimiento de Lugo.

ACEBEDO

O AGEYEDO.

Vm Melendo Paez Bofin ó Bofiño , hijo de D. Arnaldo de Bayam, de su mujer doña Sancha Paez, tuvo dos hijos, el uno fué D. Ermigo Méndez, Rico-hombre de Galicia, y el otro D. Pedro Méndez que fué el progenitor de la gran casa de Acebedo, que tuvo sus Estados y casa solar en Galicia, tierras de Orchse y Limia, donde aun se conserva un lugar nombrado San Jurjo ó San Jorge de Acebedo: fué Rico-hombre del Emperador D. Alon- so el VII, lo que manifiesta cuanta serja la nobleza y opulencia de su casa por aquel tiempo. La denominación de este apellido se tomó del pueblo de Acebedo , funda- do mucho antes del reinado de dicho D. Alonso en la jurisdicción de Lisboa , Corte de Portugal ; por cuyo tiempo ya eran los de esta estirpe, no solo nobles hijos- dalgo de casa y solar infanzonado sino Condes y Proce- res de Galicia y de la Corona Lusitana; habiendo fun- dado sus ilustres descendientes un solar cerca de León, que existe, nombrado Acebedo, otro en tierra deSahagun y otro en las inmediaciones de Oviedo. Fueron sus des- cendientes legítimos D. Gómez Paez de Acebedo y Vasco Paez de Acebedo, hermanos, que casaron el primero con doña Constanza Rodriguez, y el segundo con doña Ma- ría Rodriguez, hermanas; Esteban Paez de Acebedo que casó con la otra hermana doña Guiomar Rodriguez; las tres hijas de D. Rodrigo Yañez de .Vasconcelos y de su mujer doña Mencia Rodriguez ; D. Lope Acebedo, Almí-

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ranle de Portugal, marido de dona Gaiomar de Yillena, y D. Juan Rodrigaez de Acebedo , cónyuge de doña Ma- ría de Eza y padres de doña CatalÍDa, mujer de D. Fer- nando de Miranda, trinchante mayor del Infante D. Fer- nando de Portugal y de doña Marta, esposa de D. Alonso de Noroña, Capitán general de Ceuta y Virey de la India; cuyas sucesiones se hallan estendidas por Jos dominios de ambas Coronas.

Doña Francisca de Zúñiga Ulloa y Viedma, segunda Condesa de Monterey , hija única y heredera del primer Conde D. Sancho Sánchez de Ulloa y de su mujer primera doña Teresa de Zúñiga y Viedma , sucedió en los Esta- dos de Viedma, Ulloa y Señorío de la casa de Ribera y Pertigueria mayor de Santiago , con lo cual fué una de las mas ricas Señoras de su tiempo en los Reinos de Cas- tilla y León , tanto que los Reyes Católicos acordaron casarla, para lo cual mandaron á Hernando de Vega, Comendador mayor de León , Gobernador del Reino de Galicia, fuese al castillo de Pórtela, donde i la sazón se hallaba aquella Señora y la trajese á su Real palacio de Rarcelona en donde se hallaban SS. MM., y verificado, sin embargo de las capitulaciones que estaban hechas entre los Condes de Monterey y Renatente que la que- rían por nuera, la mandaron desposar con grandes fies- tas y solemnidad con D. Diego de Acevedo , hijo de don Alonso de Acetedo y de doña María de Ulloa, Señora de Cambados, según parece de una escritura que está en el archivo de la casa de los Condes de Monterey , en que se refiere que fué á celebrar su desposorio D. Diego de Acevedo con la Condesa doña Francisca de Zúñiga r Ulloa, en medio de dos parientes suyos, que fueron aquel gran caballero Antonio deFonseca, Señor de Coca 3 Alaejos, Comendador mayor de Castilla, primo de don

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Alonso de Fonse^a y Acevedo, su padre, y de Rodrigo de Ulloa, Señor Ide la Mota , progenitor de los Marque- ses de esta casa, pariente de doña María de Ulloa , su madre, ambos del Consejo de Estado de los Reyes Ca- tólicos y muy grandes privados suyos, por cuya contem- plación hicieron este casamiento y entró en esta casa de Z&ñiga, Ulloa y Viedma la linea de Varón del nobilísimo y antiguo linaje de Acevedo, cuyos mayores fueron ca- balleros generosos y muy antiguos en los Reinos de Por- tugal y Galicia, de donde pasaron á Castilla. Acrecentó el Conde D. Diego de Acevedo á la casa y Estado de Monterey los Mayorazgos de Acevedo y Fonseca en tierra de Salamanca y los lugares de Moriningo, Sando- mingo , Buenabarba , Garcigalindo y la villa de Bavila- fuente, y las casas principales que hoy poseen los Condes de Monterey en Salamanca y lugar de Huerta, y en la Estremadura, Santa María de la Ribera, Loriana y otros muchos heredamientos, con el entierro donde están se- pultados los Señores de esta casa, en el Monasterio de la Anunciación de la ciudad de Salamanca. Tuvo este ma- trimonio por hijo único á D. Alonso de Acevedo y Zúñiga, tercer Conde de Monterrey , Señor del Estado de Viedma y Ulloa y de la casa de Ribera, Pertiguero mayor de Santiago, en sucesión de su padre y madre y de los de- más Mayorazgos de Acevedo y Fonseca ; sirvió al Empe- rador D. Carlos en las vistas de Bolonia con el Papa Clemente y en el socorro de Viena , en la retirada del Turco Solimán que fué la mas famosa jornada que hizo el César y en el socorro de Perpiñan, donde envió una compañía de lanzas á su costa; tuvo grandes diferencias con el Conde de Lemos, Marqués de Sarria, sobre la Abadía de la Trinidad de Orense, que el uno queria para D. Dionis , su hijo, y el de Monterey para D. Alonso de

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Fonseca» el suyo, en las que el Conde de Monterey salió con su pretensión, después de las guerras que hubo entre ambas casas; fué uno de los Señores de estos Reinos lla- mados por el Emperador á la ciudad de Gomña para dar- les cuenta de la elección del Cardenal Adriano, que quedaba por Gobernador de estos Reinos por su marcha fuera de ellos : fué Adelantado de Cazorla por titulo de D. Alonso de Fonseca , su tio, Arzobispo que fué de To- ledo y Cazador mayor de la Reina doña Juana y del Em- perador D. Carlos, como consta de la venta de Mr. de Gebres al Marqués de Aguilar ; acrecentó á los Mayo- razgos que heredó las villas de Verin, Pozos y Ribera; fundó en su villa de Monterey un Colegio de la Compa- ñía de Jesús, donde se mandó enterrar: casó con doña María Pimentel , hija de D. Alonso Pimentel , quinto Conde de Benavcnte y de doña Inés de Mendoza, hija de D. Pedro de Mendoza, Conde de Monteagudo y de doña Isabel de Züñiga, su mujer, y fueron sus hijos D. Geró- nimo de Acebedo, que sucedió en la casa, D. Alonso de Fonseca y D. Diego de Acebedo Pimentel , que sirvió y acompañó al Católico Rey D. Felipe 11 siendo Principe, cuando pasó á los Estados de Flandes . donde murió sin sucesión: tuvo también D. Alonso fuera de matrimonio tres hijos, D. Alonso de Accvedo, caballero de la orden de San Juan, Comendador de Bradon, D. Diego de Zúñi- ga. Capitán de lanzas de la compañía que envió su padre al socorro de Perpiñan y D. Juan de Fonseca, Consejero

en Indias.

D. Gerónimo de Accvedo y Ziiñiga, cuarto Conde de Monterey, Señor de los Estados de Viedma y Ulloa y de la casa de Ribera, y Pertiguero mayor de Santiago, fué gran caballero , de mucho valor, virtudes y prudencia» y muy afinado á las letras; sucedió á la edad de 37 años»

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se halló en la rilla de Berlanga cuando vino la Reina doña Isabel con el Condestable , su cunado ^ y en la de Benavente á las bodas de dona Maria Pimenlel, su prima hermana, hija del Conde de Benavente, que casó con D. Fadrique de Toledo, Duque de Huesca, hijo primo- génito del Duque de Alba, yendo acompañado de muchos caballeros del Reino de Galicia y ciudad de Salamanca, con muy grandes aderezos y gasto de casa , como lo tenia de costumbre en todas las ocasiones que se ofrecian de punto y honra; hallóse en 1543 en las bodas del Rey D.Felipe II, siendo Principe, con doña María, Infantado Portugal, hija del Rey D. Juan el III, saliéndolaá recibir con la ciudad de Salamanca, en cuya ciudad vivió siem- pre muy retirado y en su villa de Bavilafuente; pero con el Católico D. Felipe II conociese su gran talento, le mandó que desde ella le fuese á servir de Embajador estraordinario al Concilio de Trento el año de 1561, lo cual no aceptó por razones particulares : casó con doña Inés de Velasco y Tovar, hija de D. Juan de Velasco y To- var , Marqués de Berlanga y de la Marquesa doña Juana Henriquez de Ribera, su mujer, de cuyo matrimonio fueron hijos D. Gaspar de Acevedo y Zúñiga que sucedió en la casa ; D. Baltasar de Zúñiga , Comendador mayor de León, Embajador en Roma, que sirvió en la jornada de Inglaterra , militando por la causa pública de la Reli- gión Católica; pasó á los Estados de Flandes donde sir- vió al Católico Rey D. Felipe III de su Embajador, y ha- biendo asistido por algún tiempo en la Corte de los Sere- nísimos Archiduques, le fué mandado que pasase al Rei- no de Francia con el mismo titulo de Embajador, y de alli á la Corte del Emperador Matías , donde se le tuvo por de los acertados Ministros que ha tenido esta Coro- na, y vuelto á España, el Católico D. Felipe III, en con-

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sideración á sus señalados servicios le honró en los Con- sejos de Estado y Guerra ; fué Ayo del Rey D. Felipe IV» y después su Consejero y Ministro, que con toda verdad se puede contar entre los mejores por la cscelencia de su piedad y templanza : amó á los profesores de buenos estudios y letras : casó con doña Francisca de Glarut, Dama de la Serenísima Infanta doña Isabel , hija de La- moral de Clarut, Barón de Maldeguera y de Madama Francisca de Hones, Condesa de Croia, y fueron sus hijos D. Gerónimo, que murió niño , doña Margarita y y otros; D. Melchor de Fonseca que murió colegial ma* yor del Arzobispado en Salamanca ; doña María Pimen- tel, que casó con D. Enrique de Guzman, segundo Con- de de Olivares, Embajador en Roma, Virey de Ñapó- les y del Consejo de Estado, de quien se tratará en sa linaje; doña Juana y doña Ana que murieron antes de tener estado.

D. Gaspar de Acevedo y Zúñiga , quinto Conde de Monterey, Señor de los Estados de Viedma y Ulloa, y de la casa de Ribera , Pertiguero mayor de Santiago, fué tan grande en virtud , valor y letras como su padre; de 18 años vino i Madrid á besar la mano al católico don Felipe II y i ofrcerle su persona, casa y estados para la empresa de Portugal , que se aprestaba por la suce-* sion de aquel Reino , para lo cual nombró los Señores que habían de hacer la guerra en las fronteras, tocando la de Galicia á los Condes de Monterey y Lemos , par- tiéndola con la ribera del Miño , y señalando al de Le- mos desde ella hasta el mar, y al de Monterey desde el rio á la raya de León, marcándole por sitio á Monterey; hizo el Conde en estas ocasiones grandísimos gastos, enviando por el Reino de Portugal 6,000 infantes y 300 caballos , todos de su casa y vasallos , sin los que TÍnic-

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ron á servir á sus órdenes de los demás Señores de Ga- licia: tomó 14 lugares en el Reino de Portugal; fué al socorro de la Coruña cuando vino sobre ella Francisco Draque con 1,000 infantes y 100 caballos, como apare- ce por privilegio de merced del Rey D. Felipe 11 á su favor y el de sus hijos, fué nombrado Virey y Capitán General de Méjico, para que gozasen los Reinos del nue* vo mundo de su saber, prudencia y cristiandad, en cuyo tiempo y su industria tuvo feliz suceso el descubrimien- to y conquista de los estendidos y dilatados Reinos del nuevo Méjico, tan abundantes en riquezas y gentes, para lo cual hizo elección del valeroso y esforzado caballero D* Juan de Oñale, bien conocido por su nobleza, valor y honra de Asturias y Vizcaya ; y por su teniente de Ga* pitan General á D. Cristóbal de Oñate, su primogénito; y por sus Maestres de Campo á los dos hermanos don Juan y D. Vicente Zaldivar, todos valerosos por sus he* chos dignos de eterna gloria y fama: luego mandó S. M. pasase á gobernar los Reinos del Perú, lo que hizo coa tanta satisfacción de sus vasallos, que inmortalizó sa nombre con obras tan desapasionadas de las riquezas,, que murió empeñado y pobre , adquieriendo en cambia la gloria de su buen nombre. Murió gobernando en los años de su edad de oro , llorado por aquellos vasallos coh lágrimas públicas: fué trasladado su cuerpo y colo- cado en la capilla mayor del convento de religiosas de la Concepción de Santa Ursola de la ciudad de Salamanca, fundación y sepultura común de sus mayores. Casó con doña Inés de Velasco y Aragón , su prima hermana, hija de D. Iñigo de Velasco, Condestable de Castilla , y de la Duquesa doña Ana Angela de Aragón , su mujer, y fueron sus hijos D. Manuel de Acebedo, que sucedió en la casa por muerte de su hermano mayor D. Gerónimo;

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doña Inés de Zúñiga, que casó con D. Gaspar de Gqz* man, su primo hermauo, Conde de Olivares » Gentil- hombre de la Cámara del Serenísimo Principe D. Feli- pe IV, y Samiller de Gorps, á quien dio titulo de Gran- deza , como se yerá en su casa y apellido ; doña María de Aragón , qne murió antes de tomar estado; doña Ca- talina de Fonseca , monja en Santa Cruz de Valladolid, de la orden de Santiago , y doña Isabel de Zúñiga y Fon- seca, Marquesa de Tarazona, que contrajo matrimonio con D. Fernando de Ayala y Toledo , Conde de Ayala, Señor de Villoria, 13 de Santiago, Gentil-hombre de Cámara , Virey de Sicilia y del Consejo de Estado , pa- dres de doña Francisca de Zúñiga y Fonseca, séptima Condesado Monterey Ayala y Fuentes, Marquesa de Ta- razona , que casó con D. Juan Domingo de Haro y Guz- man, Gentil-hombre de Cámara, Gobernador y Presi- dente de Flandes, sin sucesión.

D. Manuel de Acevedo y Zúñiga, seslo Conde de Monterey y tercero de Fuentes, Señor de los Estados de Viedma Ulloa y de la casa de Ribera, Pertiguero ma- yor de Santiago desde 4621 , fué caballero de la orden de Santiago y resplandecieron en él las virtudes y clara sangre de sus mayores; casó con su prima hermana doña Leonor María de Guzman , hija de D. Enrique de Guz- man, segundo Conde de Olivares, y de doña María Pi- mentel y Zúñiga, su tia, hija del Conde D. Gerónimo de Acebedo , su abuelo ; sucedió D. Manuel en el Con- dado de Fuentes de Valdeopero , por muerte de la Con- desa Joña Juana de Acevedo, su tia. Señora de este Estado, aunque no cu el título de Grandeza que tuvo el Conde D. Pedro, su antecesor, marido de doña Juana, por haber sido personal por gracia y merced de don Felipe III , por cuya causa el católico D. Felipe IV le

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honró con titulo de Grandeza, y le mandó ir por Emba- jador estraordinario á Roma á dar la obediencia á su Santidad, cuya jornada hizo en 4 de Noviembre de 1621 con lacido acompañamiento , y no tuvo sucesión.

La Condesa doña María Pimentel , hija de D. Geró- nimo de Acevedo y Zúñiga , cuarto Conde de Monterey, y esposa de D. Enrique de Guzman , segundo Conde de Olivares, Virey de Ñapóles, tuvo de este matrimonio por hija á doña Francisca de Guzman , hermana y here- dera del Conde-duque, la cual casó con D. Diego López de Haro y Solomayor, quinto Marqués del Carpió, Gran- de de Castilla, Caballerizo mayor de D. Felipe IV, Ca- pitán de su guardia , y fueron padres de D. Luis Méndez de Haro , Conde-duque de Olivares , Marqués del Car- pió, primer Ministro de esta Monarquía, marido de doña Catalina de Aragón y Cardona, hija de D. Enrique de Aragón , Duque de Segorbe y de Cardona , y de su es- posa doña Catalina de Cardona, y fueron padres de don Gaspar do Haro y Guzman, Marqués de Eliche y del Carpió; D. Juan Domingo, Conde de Monterey; doña Antonia, Duquesa de Medinasidonia, sin sucesión; doña Manuela, Condesa de Luna, sin sucesión, y doña Ma- ría, Duquesa de Pastrana; los cuales vivian por los años 1700.

D. Diego Osorio , segundo Señor de Valdunquillo, casó con doña Catalina de Acevedo, y tuvieron por hijos á D. Francisco Osorio de Acevedo , torcer Señor de Val- dunquillo y á doña Mayor Osorio de Acevedo ; D. Fran- cisco casó con doña Catalina de Ayala y Zúñiga , y fue- ron padres de doña Catalina Osorio de Acevedo , Seño- ra de Valdunquillo, que casó con su primo hermano D. Fernando de Valdés y Acevedo , Señor de Mirallo, casa de Valdés y torre de Horcajo , caballero de Santia-

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go y Genlil-hombre Je boca, hijo de D. Fernando de ValdéSy Señor de dichas casas, y de sa mujer doña Ma- yor Osorio de Acevedo, hija esta como queda dicho de los Señores D. Diego Osorio y doña Catalina de Aceve- do, y de estos primos hermanos fué hija doña Francisca Osorio de Valdés, Marquesa de Mirallo y Valdunquillo, esposa de D. Rodrigo Enríquez , hijo del séptimo Almi- rante de Castilla T>. Luis Enríquez, tercer Duque de Me- dina, de cuya unión fueron hijas, primero doña Ana En- ríquez de Acevedo, Marquesa de Mirallo y Valdunquillo, que del matrimonio que efectuó con D. Francisco de Zú- ñiga Avellaneda, octavo Conde de Miranda y Duque de Peñaranda, tuvo por hijo á D. Isidro de Zúniga, Conde de Miranda y Duque de Peñaranda, de quien se tratará en su casa y linaje: segundo, doña Manuela Enríquez, esposa de D. Gaspar de la Cueva y Benavides, tercer Marqués de Vedmar, Comendador de Moratalla, Gentil- hombre de Cámara , y Mayordomo de la Reina ; de cuyo consorcio fueron hijos D. Melchor de la Cueva, Marqués de Vedmar, D. Isidro de la Cueva, doña Francisca, dama de la Reina y doña María también dama , que casó con el Conde de Fuensalida; y tercero, doña Catalina En- ríquez , cónyuge de D. Fernando Arias de Saavedra, sesto Conde de Castellá , Marqués de Malagon, y pa- dres de doña Teresa María de Saavedra, séptima Con- desa de Castellá, Marquesa de Malagon, esposa de don Baltasar de la Cueva, caballero de Santiago, de la Cá- mara del Rey, Embajador de Alemania y Virey de Nueva España; los cuales cuatro hermanos vivian por lósanos de 1700.

De esta misma casa fué D. Fernando de Acevedo j Vera, Conde del Sacro Imperio, caballero de Santiago, y Gobernador de Cómo, que casó con la Condesa doña

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Aldonza de Vargas, en qaien habo á doña Mariana de Vera y Zúñiga, Condesa del Sacro Imperio, heredera de la Roca, esposa de D. Fernando Ladrón de Guevara, caballero de Santiago, del Consejo y Contaduría mayor de Cuentas, de quienes fué hijo D. Fernando Ladrón de Guevara, Conde de la Roca, Corregidor de Trujillo, es- poso de doña Antonia de Chaves Zapata, quienes tuvie- ron eii sucesión á D. Pedro de Benavides, Conde de Tierra Brava, que vivia en 1720.

D. Luis de Acevedo y Fonseca , Señor de Badajoz, casó con doña María Enriqucz Maldonado, de cuya unión fué hijo D. Pedro de Acevedo , Corregidor de Badajoz, que de su mujer doña Juana Ramírez de Perea tuvo por hijo á D. Pedro Arias de Acevedo, casado con doña Leonor de los Rios, por cuya unión fueron padres de D. Pedro Acevedo de los Rios, caballero de Santiago, 24 de Córdoba, que contrajo matrimonio con doña Isa- bel de Hoces, en quien tuvo á D. Alonso de Acevedo, Í4 de Córdoba , que en su segunda mujer doña Inés de Guzman procreó, primero, á D. Gerónimo de Acevedo, caballero de la orden de Santiago, 24 de Córdoba , que por los años de 1700 estaba casado con hija de D. Juan de Cárdenas y Ángulo, caballero de Calatrava y 24 de Córdoba, y de su mujer doña María Laso de la Vega, y se- gundo á doña Leonor Maria de Acevedo y Guzman, espo- sa de D. Diego de Córdoba Ponce de León, caballero de Calatrava, Gobernador de Málaga, Señor de la Campana, Alférez mayor de Córdoba , padres de D. Luis Fernan- dez de Córdoba, Vizconde de la Puebla de los Infantes, Señor de la Campana, Alférez mayor de Córdoba, casado con doña Urraca de Góngora y de los Rios, hija de los Señores de la Zarza , de D. Baltasar Fernandez de Cór- doba, de doña Beatriz, Marquesa de Valencina, y de do-

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ña Catalina , Vizcondesa de Miranda , que ?ivian por los años de 1700.

D. Juan López de Acebedo, Señor de Aguiar y Pena, San Juan de Reis y otros lugares, casó con doña Lieonor Leitam, y fueron padres de doña Beatriz de Acebedo, que casó con D. Vasco Martínez de Meló, hijo segundo de Martin Alonso de Mcio , Guarda mayor del Rey den Juan el 1 , y de su segunda mujer doña Briolanja de Soa- sa: fuó Alcaide mayor de la ciudad de Evora y de Cas- tello de Vide, y de este matrimonio fueron hijos Fer- nando de Meló de Acebedo, que continuó la linea como se yerá en su linaje; Juan , Conmcndador de Casabcl en la orden de Santiago, con sucesión; doña Mencia, qne casó con Vasco Fernandez de Sampayo, Alcaide mayor de la torre de Moncorbo y Señor de Villallor y otros lu- gares.

Doña Aldonza de Meneses , hija del primer Conde de Víllareal, casó primero con Rui Nogueira, Señor del Mayorazgo de San Lorenzo y Alcaide mayor de Lis- boa, y después con D. Luis de Acebedo, Veedor de la hacienda del Rey D. Alonso V, perteneciendo la sucesión de este último matrimonio á los Condes de Penaguiam.

Doña Juana de Acebedo, hermana de D. Juan de Acebedo, Obispo de Porto, y de doña Felipa, segunda Condesa de Atouguia , hijos los tres de D. Luis González Malafaya, Rico-hombre, Veedor de la hacienda del Rey D. Alonso V, y su Embajador en Roma para dar la obe- diencia al Pontífice Caliste 111 y de doña Felipa de Ace- bedo , su mujer, hija de Lope Diaz de Acebedo , Señor de Aguiar , Pena y San Juan de Rey y de doña Juana Gómez de Silva , su mujer, hermana de Juan Gómez de Silva, segundo Señor de la casa de Vagos, por cuya linea tenían Alonso Tellez y doña Juana de Acebedo parentcs-

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co dentro de cuarto arado , casó con D. Alonso Tcllez de Meneses, tercer Alcaide mayor de Campo Mayor y Ouguela, Capitán general de Alcázar Ceguer, cuya suce- sión se hallará en su linaje.

Dicho D. Lope Diaz de Acebedo y su consorte doña Juana Gómez de Silva fueron padres de Juan López de Acebedo , Señor de Aguiar y Pena, progenitor de esta casa; de Fernán López de Acebedo, Comendador mayor de Cristo y Embajador en Roma por el Rey D. Alonso V, de quien proceden los Castros, Alcaides mayores de Melgazo por una hija suya; de Martin López de Acebedo, progenitor de los Señores de la Quinta y Coto de Ace- bedo; de D. Lope de Acebedo, ascendiente de los Se- ñores de Puente de Soto, Alcaides mayores de Sintra; de Luis de Acebedo , Veedor de la hacienda del Rev don Alonso V; de doña Felipa de Acebedo, que casó con Luis González Malafaya, Rico-hombre, Veedor de la hacien- da del Rey D. Alonso V y su Embajador en Roma ; de doña Juana de Acebedo, que casó con Martin Coello, el viejo, Señor de Filgueiras y Vieyra, y fueron progeni- lores de aquella casa; y de doña María Coello, Señora de Falles, que nació antes que sus hermanas y casó dos veces: la primera con Gonzalo Arez de So usa , Rico- hombre de Portugal , Señor de Mortagoa, sin sucesión, y la segunda con Alvaro de Meyra, Señor de Pampillosa, de quien tuvo á doña Maria de Meyra, Señora de Jalles y Pampillosa , que casó con Gómez Martínez de Lemos, Señor de la Trofa, cuya sucesión se verá en su linaje.

D, Andrés de Acebedo de Vasconcelos y su mujer doña Beatriz de Villena fueron padres de doña Juana de Acebedo de Vasconcelos, que casó en Elvas con don Antonio de Silva, que sucedió á su padre en esta casa y Mayorazgo, y tuvieron de su unión por hijos á D. An-

TOMO I. 27

po- dres (le Silva, qae murió mozo;á doña Isabel de Castjo, primera mujer de Andrés de Acebedo de Vas€Dnceloa, su primo, sin sucesión, y á doña Beatriz que beredó la casa y casó con Andrés de Silva , su primo hermano, como se verá en su linaje.

D. Duarte de Acebedo casó con doña María de Silva, y fueron sus hijas doña Guiomar de Acebedo de Silva, mujer de D. Vasco Deza, hijo de D. Juan Deza, Alcaide mayor de Villaviciosa, y de doña María de Meló, su mn- jer, con sucesión , y doña Blanca de Acebedo de Silva, esposa de D. Diego de Miranda, Comendador de Gástelo, de Vide y de Altér Pedroso, en la orden de Avls, ci^yos hijos fueron Francisco de Miranda , Comendador de Ca- beza de Vide y Alcaide mayor de Allér Pedroso, de quien por hembra proceden los Señores de Murza ; Mar- tin Alonso de Miranda Acebedo, Capitán mayor del Ma- labar, de Dio y del mar de la India, que dejó sucesión; Fernán de Miranda Acevedo, Comendador de la Espada de Elvas, en la orden de Santiago, doña Ana Enriqaez Acebedo, que casó con Fernán de Mendoza, Comenda- dor de Serpa; la tercera hija de D. Duarte de Acebedo y doña María de Silva, fué doña Isabel, segunda mujer de Duarte Peyxoto, Señor de Peñaficl de Sousa, que llama- ron la Calzada, con sucesión.

Doña Juana Enriquez, que tomó este nombre en me- moria de su abuela paterna , hermana de D. Fernando de Silva , Marqués de la Favara , Presidente y Capitán general de la Sicilia y testamentaria de su padre, que la mandó el Casal de las Fingueiras, casó con D. Francisco de Acevedo de Meneses, Señor de la villa de Puente de Soro y Alcaide mayor de Sintra, hijo desónzalo de Acevedo, Señor de la misma villa y Alcaldía mayor, y de doña Leonor de Meneses, su mujer, de la casa de Can-

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lañede. AI mismo D. Francisco de Acebedo de Meneses, dejó nombrado testamentario sayo D. Francisco de Silva, su suegro, y asi tomó posesión de las villas de Chamus- ca y Ulme, y de los otros Mayorazgos por el Principe Rui Gómez, y en virtud de su poder el año 1567 y des- pués las gobernó muchos años como se lo había encar- gado su suegro, y no tuvo sucesión.

Los Señores de la casa del Condado de Fuentes de Valdeopero descienden de D. Alonso de Acebedo , Pa- triarca de Alejandría y Arzobispo de Santiago, fiel Servi- dor de los Serenísimos Reyes Católicos D. Fernando y doña Isabel, como lo mostró en Galicia durante las guer- ras del Reino de Portugal , hasta el fin de ellas, es- tando la ciudad de Tuy y los de su parcialidad por el Rey de Portugal , y entrando Pedro de Mendaña y otros Capitanes portugueses por el Reino de Galicia con cuatrocientas lanzas y mil infantes, poniendo cerco á Bayona, que venció y desbarató á muchos de los que seguían aquella opinión, entre ellos á D. Alonso de Por- tugal, Capitán general de aquella frontera, al Conde de Gaminia y al Alcaide de Castronuño que traian mas de trescientas lanzas y gran número de infantes, cercando el castillo de Soberoso, donde los destruyó. Recibió este caballero las Hermandades y resistiéndolas el Reino de Galicia, le obligó á ello por fuerza de armas. Llevó á la Serenísima Infanta doña Isabel á la ciudad de Vitoria, donde estaba la Reina doña Isabel, su madre, junto con D. Gómez Suarez de Figueroa , Conde de Feria » y á la Infanta doña Catalina de Inglaterra , juntamente con el Conde de Cabra cuando fué á casarse con el Principe de Gales, hijo primogénito y sucesor del Rey de Inglaterra; y cuando los Reyes Católicos fueron á la guerra y con- quista del Reino de Granada, quedó por Virey de Casti-

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lia con el Condestable D. Pedro Fernandez de Yelasco. Fué hijo de D. Diego González de Acebedo, fiel ser?i- dor del Rey D. Joan el 11, como lo mostró en la batalla de Olmedo, en que rindió á Suero de Quiñones, según parece por un privilegio dado á su casa , en que refie- re el Rey D. Juan los servicios que le ha hecho ; fué Contador mayor de Castilla y Señor del Mayorazgo de Tejado , y casó con doña Catalina de Fonseca, hija de D. Juan Alonso de lllloa y de doña Beatriz Rodríguez de Fonseca, su mujer, primer nieto de D. Juan González de Acebedo, del Consejo del Rey D. Juan el 11 , á quien hizo señalados servicios y particularmente al Infante don Fernando en la elección de Rey de Aragón , al cual asistió , pasando con el Rey á Aviñon donde estaba la Corte del Ponlifice , y siendo Embajador particular al Rey de Navarra y otras tres veces al Pontífice, y de doña Aldonza Diaz Maldonado, su mujer. Tuvo el Patriarca de Alejandría y Arzobispo de Santiago , D. Alonso de Acer* hedo, por hijos en doña María de Ulloa, Señora de Cam- bados , hija de Lope Sánchez de Ulloa y de doña Inés de Castro, su mujer , Señores de los heredamientos de Monteroso y lllloa, á D. Diego de Acebedo, que casó con doña Francisca de Zúñiga Ulloa y Viedma, Condesa de Monterey y á D. Alonso de Fonseca, Arzobispo de Tole- do, primado do las Españas, gran Prelado y valeroso ca- ballero , que hacia grandes mercedes ordinariamente i los muchos caballeros é hijos-dalgo que le servían; gozó del Arzobispado de Santiago por orden del Cardenal Adriano, Gobernador de estos Reinos; pacificó á ios Agermanados de Valencia ; siendo ya Arzobispo de Tole- do, le mandó el Emperador D. Carlos cuando concerló casarse , que juntamente con los Duques de Calabria y Medina Sidonia fuese á la frontera del Reino de Portugal

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á recibirá la Emperatriz doña Isabel, su mujer, Infanta de aquellos Reinos para traerla ¿ la ciudad de Sevilla, donde los casó por sus manos y después en Yailadolid bautizó al Católico D. Felipe II: en las ausencias que bizo el César de estos Reinos, lo dejó en compañía de la persona de la Emperatriz , que diariamente le llamaba padre y le veneraba como á tal, en cuyas ocasiones hizo grandes gastos sin faltar á sus obligaciones, distribuyendo grandes tesoros en obras pías, entre las cuales figura el Colegio que fundó en la ciudad de Santiago, en las casas que fueron de Lope Sánchez de Ullon, su abuelo mater- no, á imitación del de Alcalá, con Universidad dentro de él con muy buenos estipendios para las Cátedras de arles, Teología y Medicina, en el cual ha habido personas emi- nentes; dejó el patronato de esta obra á los Condes de Monterey con voto en el Claustro y en las Cátedras que se proveyesen por él. Hizo mucho bien en la San- ta Iglesia de Santiago , adornando el claustro, como se por los Escudos do sus Armas que tiene en diferentes partes. Fundó en la ciudad de Salamanca el famoso Co- legio, llamado del Arzobispo; mandó hacer dentro de él una escelente capilla, asi en fábrica como en servicio y ornamentos , donde se hacia una fiesta solemne el ter- cer dia de Pascua del Espíritu Santo, en acción de gra- cias á su buena memoria, por el señalado servicio que bizo á aquella ciudad, comprando renta con que perpe- tuamente se pagase á los Reyes el valor del pecho , ali- viando de esta carga á la gente pobre, é igual libertad dio á la ciudad de Santiago. Hizo un Mayorazgo á favor de su hijo D. Diego de Acevedo habido en doña Juana Pimentel, consistente en la villa y fortaleza de Fuen- tes, con otros heredamientos en Castilla y algunos luga- res en el Arzobispado de Santiago con la villa de Camba-

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(los, y su jurisdicción que heredó de su madre dona Ma- ría de Ulloa y de Lope Sánchez de Ulloa, su abuelo, lla- mando á la sucesión de este Mayorazgo en falta de don Diego de Acebedo y sus descendientes á los de la casa del Conde de Monterey: fué sepultado en medio de su Capilla del Colegio mayor que fundó en Salamanca.

Su hijo D. Diego, poseedor de dicho Mayorazgo, fué caballero generoso, que siguió al Emperador D. Carlos en diversas jornadas : se halló en el socorro de Viena: alcanzó la gracia de D. Felipe II , siendo de los prime- ros cuatro Mayordomos que le sirvieron cuando se le puso casa, con sus compañeros el Marqués de las Navas, el Conde de Olivares, y D. Gutierre López de Padilla; tuvo el cargo y título de Tesorero de la Corona de Ara- gón, que después sirvieron los Condes de Chinchón, ejercitándole á satisfacción del Rey y de los naturales de aquella Corona: mandóle S. M. levantar una Corone- lía para llevar á los Estados de Flandes , adonde pasó con el Rey, asi como á Inglaterra; sirvió de Embajador e¿^traordinario en Roma y después le proveyó D. Feli- pe II por Virey y Capitán General de los Reinos del Pe- rú, con ayuda de costa de 180,000 ducados, cantidad notable en aquellos tiempos; alcanzó el tiempo del Em- perador D. Carlos, y siendo Conde de Fuentes fué al socorro de Viena ; llegado á Valladolid el año S9, enfer- mó en las casas de D. Luis de Villa , que son en frente de San Salvador, donde murió, y fué sepultado en la capilla mayor de San Francisco de Salamanca, entierro de doña Elvira de Acevedo, su mujer. Señora del Ma- yorazgo de Tejado , hija de D. Alonso de Acebedo y de doña Mayor Dávila , su mujer, hija de Pedro Dávila, primer Conde de Risco, y de doña Elvira de Toledo , su esposa , nieta de Luis do Acebedo y de doña Teresa de

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Haro, cónyuges y Señores del Mayorazgo de Tejado, biz- nieta de Diego GoDzalez de Acebedo y de doña Catalina de Fonseca, esposos, y de su unión fué hija única y he- redera doña Juana de Acebedo y de Fonseca , primera Condesa de Fuentes, Señora de la villa de Cambados y otros heredamientos, la cual casó dos veces: la primera con D. Francisco de Fonseca , Señor de Coca y Alaejos, como queda dicho; retirándose doña Juana á los tres años de matrimonio á un convento con doña Elvira, su madre, poniendo demanda á su marido por inhábil para el ma- trimonio, por cuyo pleito se disolvió éste: suplicado D. Felipe II por doña Juana para que la mandase traer á su Corte desde Sancli Spiritus de Salaman- ca, mandó á un Alcalde de Corte de Valladolid que la acompañase hasta entrar en Madrid, y la depositase en la Concepción Gerónima, y después de algunos meses se efectuó su segundo matrimonio con D. Pedro Enri- quez, hijo del Conde de Alva de Liste, que fué el nue- vo Conde de Fuentes, que acompañó al Rey D. Feli- pe II á las Cortes de Monzón, tuvo á los Aragoneses y fué nombrado por uno de los dos caballeros, por este Principe, para tratar los negocios que se ofrecieron en ellas, y componer las diferiencias que hubo con los del Reino, de lo cual se dio por bien servido del Conde en esta ocasión, y dentro de poco tiempo le envió á Turin a visitar al Duque de Saboya y á su hija la Infanta doña Catalina y á tratar con ellos algunos negocios graves, y de paso tomó posesión de Capitán General de la caba- llería de Milán, de donde dando la vuelta á España, que fué al tiempo que el Rey Católico mandaba juntar aque- lla grandiosa armada , poco dichosa , que envió á Ingla- terra el año 88, en que perceió gran nobleza de estos Reinos, sirvió el cargo áe Capitán General del Reino de

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Portugal, en que se halló el año simiente, cuando la Reina de Inglaterra quisó restituir en el Reino de Por- tugal á D. Antonio, Prior de Ocrato, juntando una grue- sa armada que echase gente en la costa de Portugal, lo cual sabido por el Conde, salió al encuentro y la de- fendió con valor y bizarría. Después de haber servido algunos años este cargo, le mandó D. Felipe II á servir á los Estados de Flandes con grandes comisiones y Ulu- lo de Capitán General, para entrar en Francia conti- nuando los socorros que este Principe mandaba hacera los católicos de la Liga contra el Rey Enrique IV. Lle- gado á aquellos Estados, halló que murió en Arras el Duque de Parma , Gobernador de ellos, sucedióndole Ernesto, Archiduque de Austria, que al año sucumbió á sus achaques, dejando en su nombre al famoso Conde de Fuentes por Gobernador y Capitán General de aque- llos Estados, quien dispuso las cosas de los reales ejér- citos y de las provincias, de tal manera, que pudo en- trar en Francia y ganar en ella á Jatalet, plaza princi- pal. Puso después sitio á Durian, y llegando socorro de los franceses, les salió al encuentro venciéndoles con muerte del Almirante, y volviendo sobre la plaza la asal- tó y tomó por fuerza; de alli partió para Cambray, que al cabo de un mes se le rindió. Salió de aquellos Esta- dos á principios del ano 9fi, entregándolos al Archidu- que Alberto, y vuelto h estos Reinos, fué recibido de la Corte con mucha estimación. D. Felipe III en premio desús servicios le mandó cubrir y le hizo de sus Conse- jos de Estado y Guerra, y le mandó al Gobierno de Mi- lán, que gobernó ron prudencia hasta que murió sin dejar sucesión do su mujer doña Juana de Acevedo, que dejó de existir cuatro días después que él en Madrid, sucediéndoles en su casa y Condado de Fuentes y Se-

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ñorio de Cambados D. Manuel de Acebedo y Zúñiga, sesto Conde de Monterey, sobrino de dona Juana; y en el Mayorazgo de Tejado, que fué de dona Elvira, su ma- dre, sucedió doña Francisca Osorio de Acebedo , Seño- ra de Valdunquillo, como queda escrito.

De esla casa salieron á acompañar y servir al Señor Rey D. Fernando el Santo en sus conquistas y victorias de Andalucía frey D. Pedro Fernandez de Acebedo, Co- mendador de las casas de Talavera en la orden de Cala- Irava; Fernán Méndez de Acebedo, Comendador de Cas- trotoraf en la de Santiaj^o; frey Suer Gómez de Acebedo, Comendador en la de Alcántara ; D. Alonso Pérez de Ace- bedo, Comendador de Villarubia en la de Santiago en tiempo de su Gran Maestre D. Enrique de Aragón y Muño Diaz de Acebedo, que fue uno de los 300 caballeros que beredó el Rev en la frontera de las villas de Baeza v Ube- da con sus tierras y castillos, siendo los repartidores D. Gutierre de Padiella , D. Rubio, D. Arnalte y Garci Velez, de quien proceden los de allí.

En Asturias liay otra familia do Acebedo que tiene común origen con la de Villamil, cuyo solar se baila el lugar de Acebedo del Concejo de Caslropol, y tiene su origen y sucesión en esta forma: Alfonso Alvarez de Villamil y su mujer doña María de Ilevia, tuvieron por el segundo de sus hijos (\ I). Juan Alvarez, que se llamó de Acebedo por haber sido heredado en el lugar de este nombre, el cual casó con doña Mencia de Mendoza v los Cameros, hija de D. Garci Sánchez de Orozco , tercer Señor de Orozco, y de su mujer doña Aldonza Iñiguez de Mendoza y los Cameros, de cuyo matrimonio fué hi- jo y sucesor D. Alonso AUarez de Acebedo, cu>a exis- tencia y filiación consta de una información ad pcrpe- mam rci memortaw, que se hizo en Caslropol con re-

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conocimiento de instrumentos el año 1698, y casado con doña Aldonza Fernandez de Miranda; fueron sus hi- jos D. Bartolomé, que sigue la linea, doña Catalina, que casó con su primo Lope Yañez de Villamil, Señor de esta casa , y doña Teresa Alvarez de Acebedo, que casó con D. Pelayo García de Villa de Moros, Señor de esta casa.

El D. Bartolomé, que sucedió en la casa y bienes de Acebedo, habiendo servido al Rey D. Alonso XI; este le concedió varios privilegios , y casado con doña Elvira Sánchez de Coaña, á quien otros apellidaron Navia y Sier- ra, dejó por hijo y ruccsor á D. Mendo Fernandez de Acebedo, que casó con doña María Alvarez de Trelles, y de su segundo matrimonio con doña Isabel de Nava, patronos de la capilla mayor de la iglesia de Acebedo; fué su hijo D. Marcos Fernandez de Acebedo, Señor de esta casa, marido de doña María Alvarez Castrillon, una de las siete hijas que tuvo D. Rodrigo Alvarez Cas- trillon , Señor de esta casa, y fué su hijo primogénito D. Fernando Diaz de Acebedo, que casó con Constancia López de Coaña y Villamil , y produjo esta unión á don Suero Fernandez de Acebedo , que fué el primero que se bajó á vivir al lugar de Baúl en el mismo Concejo de Castropol , y contrajo matrimonio con doña María Sua- rez Villamil , hija de D. Arias Fernandez Villamil , fun- dador del vínculo antiguo de aquella casa , quienes hi- cieron también vínculo y mejora á favor de su hijo pri- mogénito D. Suero Fernandez de Acebedo, llamado el Mozo , que casó con doña Catalina Suarez de Trelles é hizo agregación de vínculo con referencia al que habia hecho su padre á su favor en 1833, y dejó por hijo y sucesor al doctor D. Pedro Alvarez de Acebedo, quien en los tiempos que reinaba D. Felipe II , y que por con-

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cesión apostólica vendió este Monarca vasallos de la igle- sia , perteneciendo la jurisdicción de Caslropol al Obis- po de Oviedo y dispuso que los vecinos la tanteasen y redinoiesen á su favor, y ordenó sus fueros y constitu- ciones para su régimen , y fué su primer Alcalde mayor;

celebró su matrimonio con doña María de Andrade v

Sanjurjo, hija de Fernando Sanjurjo , Señor de esta ca- sa en villa Sivil, y de su mujer Aldonza Rodríguez de Trelles, y de esta unión tuvieron á D. Pedro, que con- tinúa la sucesión, y tres hijas, dos monjas en Santa Cla- ra de RivadeOy y la otra llamada doña Catalina, mujer del Capitán D. Antonio López de Miranda, Señor de la casa de el Pevidal y de otras que después poseyó la fa- milia de Miranda , que vivia en Abres, Concejo de Cas- tropol.

El Licenciado D. Pedro Alvarez de Acebedo", que sucedió en el Señorío de esta casa , casó con doña María Pardo, hija de D. Juan Nuñez Pardo y de su mujer do- ña María Valledo y Vahamonde, y de este matrimonio fueron hijos D. Pedro y D. Juan de Acebedo; D. Pedro fué colegial en el Mayor de Cuenca, y habiendo entrado religioso, dejó la sucesión á su hermano segundo don Juan, que contrajo matrimonio con doña Catalina Villa- rail y Bolaño, hija de D. Antonio Pérez Valderrin y de doña María Villamil y Bolaño, y de su matrimonio na- cieron diferentes hijos , que muchos siguieron el estado religioso, á escepcion de doña Catalina, que casó con D. Antonio Villamil, Señor de esta casa, y de D. Grego- rio de Acebedo, que sucedió en la de Acebedo, y casó con doña María Josefa Pardo y Tabeada , hija primogé- nita del Capitán D. Juan Pardo de Cela , y de su mujer «lona Antonia Vallcdor y Presno, que fué heredera do los Mayorazgos y bienes de sus padres; esta unión produjo

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diferentes hijos, entre ellos D. Carlos de Acebedo, que casó con d^ña María del Carmen Llano y Cigaran , hija única de D. Juan de Llano Osorio, y de su mujer doña Marta Nicolasa de Cigaran, de quienes son hijos D. Car* los y doña Francisca Javiera de Acebedo y D. Gaspar de Acebedo y Taboada , poseedor de estas casas y Mayoraz- gos á ellas pertenecientes , casado con doña Isabel Abe- llo y Rico, hija de D. Arias Abello Castrillon, Regidor perpetuo de la villa de Luarca , y de su mujer doña Ma- ría Rico, y son sus hijos entre otros D. Juan y D. José.

D. Alonso Fernandez de Acebedo y su mujer doña Dominga Rodríguez, naturales délos lugares de Gaitoso de Miranda y Prismo, Obispado de Oviedo, Principado de Asturias, fueron padres de D. Domingo de Acebedo, que nació en la ciudad de Segovia, donde casó con doña Tomasa de la Peña, y tuvieron por hija á doña Teresa de Acebedo, que casó en Pedrosa á 4 de Julio de 1697 con D. Lucas Anguiano, bautizado en esta villa de Pe- drosa á 18 de Octubre de 1674, y fueron padres de do- ña Teresa de Anguiano, natural de dicha villa, la cual casó con D. Ignacio Pedrobueno, natural de Genova, y vecino de Madrid, padres de doña Josefa, D. Benigno, D. Manuel, D. Andrés Pedrobueno Anguiano y Acebedo.

Las ARMAS primitivas de la casa solar de Galicia trae Escudo cuartelado en cruz , primero y cuarto en campo de oro, un árbol acebo sinople; segundo y terce- ro en campo de plata, un lobo sable.

Los de Portugal usan Escudo cuartelado, primero y cuarto en pal, á la derecha en campo de oro, águila vo- lante, sable, á la siniestra en campo sinople una media luna de plata, puntas abajo; segundo y tercero en campo azur, cinco estrellas de plata y bordura gules con ocho aspas de oro; sobre el timbre águila sable, volante

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oon una estrella de plata en el pecho, según se hallan en la sala de la Armería da Lisboa.

Los de las montañas de Burgos y Castilla traen Escu- do gules con un acebo sinople, y atado á él un lebrel de oro y plata.

Los de Asturias, Aragón, Cataluña y Valencia, pintan en campo de plata un acebo sinople con dos lebreles al natural atados á él.

Los de Andalucía, Vizcaya y otras partes , traen las primitivas á cuarteles y bordura gules con ocho aspas de oro.

Do esta casa y ramas proceden los Señores del Gru- po siguiente: D. Antonio de Acebedo, Intendente hono- rario de provincia, D. Juan Acebedo y Pérez, Coronel Secretario de la Inspección general del cuerpo de Cara- bineros del Reino; D. Estanislao Acebedo y Pérez, tercer jefe de la Comandancia de tercera clase de Bilbao del dicho cuerpo de Carabineros; D. Manuel Acebedo y Corio, caballero de la orden militar de Santiago.

AGOSTA,

AGOSTA, COSTA. COSTÉ. COSTILLA O ZACOSTA.

Vray Mariano de la Ribera en su historia de la Merced y fray Mateo Gousan Court, en sus memorias de los Már- tires de la Religión de Mal ta^ contestes, afirman ser todos los del epígrafe un mismo apellido, lo que también cor- robora el genealogisla Vidal en su primer tomo de apun- tamientos originales, diciendo se pronuncia en Francés Costé ó Costilla ; en Italiano, Latin y Portugués, Costa, Acosta y Agosta; en Lemosin y Catalán, la Costa y enMa- llorquin Zacosta.

El bienaventurado fray D. Simón Costa triunfó yale- rosamente en defensa de la Religión Católica contra los enemigos de ella en la ciudad de Spra, donde murió el año 1552 con las armas en la mano contra los Turcos; fué natural de la provincia del Dclíinado en Francia, hijo de Godofre Costa, Escudero y Señor del lugar de Costé y de Juana San Germán , hija de Jaime y de Lucia Castillo Nuevo, originarios estos de la provincia del Llemosin en aquel Reino. El Godofre fué hijo de Pedro Costilla, llamado asi por Bosio, y de Enriqueta Bellgard. El Pedro lo fué de Francisco Costé , originario de la noble casa de San Berron y de su consorte Marta Costilla, hija de Juan de Costé, Señor del referido lugar de este nom- bre, de cuya descendencia fué Oliver de Costa, Religioso Mínimo, llamado el Padre Hilarión de Costa, que según Cousan Court, procedió por línea materna de una her- mana de San Francisca de Paula.

Eí&tc es el origen del apellido Costilla que se estable-

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ció en el lugar de Costella del Val de Broto, y dice don Tomás Rarairez de Monleon ser el mismo y de an prin- cipio, que el de Costa, como los del lugar de Valdcras, en el Reino de León , de quienes es la rama radical en la villa de Linares, Bailen, Andujar, Jerez de la Fron- tera é inmediaciones del Reino de Jaén, advirtiendo que de la nominada villa de Linares por disputas que tuvie- ron con otras familias les fué preciso salir después de haberla disfrutado desde los tiempos de la conquista de Andalucía á que fué Alonso de Costilla el heredado por el Rev D. Alonso el Sabio. De los de Jerez de la Fron- tera procedió doña Gerónima Costilla y Gallinato , her- mana segunda de doña Francisca de Costilla , y mujer de D. Alonso de Nuncibay , natural de esta misma ciu- dad, el cual pasó á Indias de fundidor y ensayador de la Real casa de Santa Fé.

Proviene este apellido de los Romanos, quienes fun- daron diversidad de solares en Francia, España y Portu- gal, en cuyos Reinos están en la posesión inmemorial de su hidalguía, emparentados con las primeras casas de sus grandes é Infanzones, con líneas muy calificadas en Estremadura, Andalucía, Corona de Aragón y otras par- tes, siendo su troncal propagador Pedáneo Acosta ó Costa, Cónsul Romano y legado de Marco Bruto á varias provincias, conservándose su memoria en muchas mo- nedas de oro y plata del tiempo del dominio de Julio César.

De él fué descendiente Martin Roiz de Lemos de Acosta, Comendador de San Vicente de la Beira y su mujer doña Isabel, hija de Martin Yaz da Costa y de Margarita Yaz da Costa , los cuales fueron padres de don Alvaro de Acosta, Camarero mayor y Armero mayor del Rey D. Manuel, fidalgo de su casa, Embajador á Castilla

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y Veedor de la hacienda de la Reina doña Leonor de Austria, el cual casó con doña Beatriz de Payba, hija de Gil Yañez de Magallanes el Caballero, y de doña Isabel de Payba, hija de D. Duarte Alvarez de Payba, los cua- les fueron padres, primero de D. Gil Yañez de Acosta, Veedor de la hacienda del Rey D. Sebastian, de su Con- sejo de Estado y Embajador á Castilla , quien casó en primeras nupcias con doña María de Oleiro, y en segun- das con doña Juana de Silva , hija de D. Felipe de Sonsa; 2.% D. Manuel de Acosta, clérigo; 3.% doña Ana de Acosta, primera mujer de D. Fernando de Noro- ña, Comendador de Villacoba, en la orden de Cristo, Camarero mayor del Rey D. Manuel ; 4.**, D. Duarte de Acosta, Gobernador del Brasil, marido de doña María de Mendoza, hija de D. Francisco de Mendoza, Capitán de Urmuz ; y 5.*", doña Isabel de Acosta de Payba , esposa de D. Manuel de Sousa , Señor de Miranda, Alcaide ma- yor de Arronches.

D. Gil Yañez de Acosta, primero de los hijos de don Alvaro de Acosta, fué padre, primero de D. Juan de Acosta, Alcaide mayor de Castro Marín, que casó prime- ro con doña Juana de Faria, hija de D. Luis de Faria, Comendador de Cerracedo , y en segundas nupcias con doña Antonia de Meneses, hija de Antonio Correa; en terceras con doña María de Aragón, hija de Ñuño Ruiz Bárrelo, Señor de la Cuarteyra, sin sucesión, y de cuar- tas con doña Juana de Vasconcelos, hija de D. Luis Fer- nandez de Vasconcelos y de doña Blanca de Villena, sin sucesión; 2.^, de doña Catalina de Acosta, que casó con D. Luis de Silva, hijo del Señor de Vagos; 3.% de don Alonso de Acosta, Dean de la Guarda, que dejó sucesión; 4/, de D. Antonio de Acosta, Señor del Mayorazgo de su padre, que casó con doña Margarita de Villena, hija

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de Fernán Tellez, Señor de Uñón ; 5.**, de D. Gil Yañez de Acosta, General de Ceuta, Presidente del desembargo de palacio y del Consejo de Estado , el cual casó con doña Margarita de Noroña, hija de D. Rodrigo Lobo, Señor de las Saróedas ; 6.^ de doña Felipa de Silva, que casó con]). Fernando Mascareñas, General de Arcila, Co- mendador de Rosmaniñal , y 7.°, de doña Elena de Silva, que casó con D. Tomás de Noroña , Señor del Mayoraz- go de su padre y Embajador á Francia.

D. Duarte de Acosta , cuarto hijo de D. Alvaro de Acosta y marido de doña María de Mendoza, tuvo por hijos: 1.^ á D. Alvaro de Acosta, que casó con doña Leonor de Sousa, hija de Fernán Dálvarez de Sonsa, el de la Bruja ; 2.^ á D. Juan ; 3.% á D. Lorenzo ; 4.% á D. Francisco de Acosta, Armero mayor de Portugal, Em- bajador á Marruecos , casado con doña Juana Enriquez, hija de Gonzalo Yaz Pinto , Señor de Ferreyros y Ten- daes; 5.^ á doña Ana de Mendoza, esposa de D. Anto- nio Moñiz Barrete, Gobernador de la India, y 6.^ á doña Margarita de Mendoza, que casó con D. Duarte de Meló de Silva , seslo Señor de Povolidc y Castroverde, que acompañó al Rey D. Sebastian en la batatalla de Al- cázar el año 1578, donde perdió la vida.

Doña Isabel de Acosta de Payba, hija quinta de Al- varo de Acosta, que casó con D. Manuel de Sousa, Se- ñor de Sousa y Miranda, del Consejo del Rey D. Juan III, Alcaide mayor de Arronches, tuvo de esta unión por hijos: 1.^, á D. Andrés de Sousa, Señor de Miranda, cuyo hijo Manuel de Sousa, Señor de Miranda, murió sin sucesión ; 2.^, á doña Beatriz de Villena , que casó con Fernán de Silva, Señor y Comendador de Alpallaon, Castellano de la torre de Belén , y 3.^, á D. Alvaro Diaz de Sousa, Señor de Miranda, sin sucesión.

TOMO I. 28

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D. J«aD (le Acosta , primogénito de D. Gil Yanez de Acoftta, tuvo de su segunda mujer doña Antonia de Me* nescs por hijos: 1.% á doña Juana de Silva, monja en Almoster; i¡.% á D. Gil Yañez de Acosta, Alcaide mayor de Castromarin, el cual casó con doña Francisca de Vat- concelos , hija de D. Rodrigo de Sonsa j de doña Juana de Vasconcelos; 3.^, á D. Francisco , jesuita; 4.% i doo Aharo; S.^, á doña María de Meneses, que casó con don Gaspar de Sonsa , Señor de Alcubi , y 6.**, á D. Felipe, que murió quemado en un galeón por los holandeses.

D. Antonio de Acosla , Señor del Mayorazgo de su padre, que casó con doña Margarita de Villena , hija de Fernán Tellez de Meneses, Señor de Uñón, y de doña María de Castro, fué padre: I."", de doña Maria de Acos- ta, que heredó la casa y casó con D. Juan Mascareñas, hijo primero de D. Ñuño Mascareñas, su primo hermano, y 2.% de doña Juana de Silva, que casó con D. Antonio de Saldaña de Alburquerque , hijo de D. Arias , Virey de la India y General de Tánger.

D. Gil Yañez de Acosta, General de Ceuta, hijo quinto de D. Gil Yañez de Acosta y marido de doña Margarita de Noroña , tuvo por hijos á D. Antonio de Acosta, fraile Francisco; á D. Rodrigo de Acosta, Co- mendador de Pernes , marido de doña Juana de Noroña, hija de D. Alvaro de Sonsa , Capitán de guardia de Por- tugal , á D. Gil, á D. Alonso; á D. Juan y á doña Maria, que casó con D. Pedro de Alcazoba, nieto del Conde de Idaña.

Doña Felipa de Silva, sesta hija de D. Gil Yañez de Acosta y mujer de D. Fernando Mascareñas , tuvo por hijos: 1.^ ¿ D. Manuel Mascareñas, General de Masa- gan y sucesor en la casa , que casó con doña Pracisca de Atayde ; S."", á doña Paula de Silva, que easó con don

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Duarte de Acosla, sa primo hermano, j 3.^, D. Loren- zo de Silva, que casó con D. Francisco Carnero, Señor de la Isla del Principe, progenitor de sus Condes, á don Vasco, D. Gil Yanez, D. Francisco, D. Martin y D. Fe- lipe, todos grandes soldados en la India, donde murie- ron, y doña María y doña Leonor, monjas en Santa Ciara de Santarep.

Doña Elena de SiWa, séptima hija de D. Gil Yanez de Acosta, y mujer de D. Tomás de Noroña, Señor del Mayorazgo de su padre y Embajador á Francia, tu?o por hijo á D. Marcos de Noroña , que casó con doña Maria Enriquez , hija de D. Francisco de Acosta , Armero mayor.

D. Alvaro de Acosta , primer hijo de D. Duarte de Acosta y marido de doña Leonor de Sonsa , fué padre de D. Duarte de Acosta , jesnita , y de D. Antonio de Acosta , que casó con doña Mariana de Castro , hija de D. Miguel Tellez de Moura , sin sucesión.

D. Francisco de Acosta, Armero mayor de Portugal, Embajador á Marruecos, hijo cuarto de D. Duarte de Acosta, y esposo de doña Juana Enriquez, fué padre: 1 .% de doña Violante Enriquez , que casó con D. Luis de Miranda Enriquez, Señor de Ferreyros y Tendaes; 2.*, de D. Gonzalo de Acosta, Armero mayor, que casó se- gunda vez con doña Francisca Coutíño, hija de D. Pe- dro de Almeida, Capitán de Bazaim; 3."^, de D. Duar- te, que murió sin hijos, y i."", de doña Maria Enriques, que casó con D. Marcos de Noroña.

Doña Margarita Mendoza, sesta hija de D. Duarte de Acosta y consorte de D. Duarte de Meló de Silva, sesto Señor de Povolide, tuvo por hijos á doña Inés, séptima Señora de Porolide , que casó con D. Simón de Acuña de Atayde, con ilustre sucesión , y á doña Luisa de Silva

Asa- que casó con D. GonstaDtino de Sáa, General de Ceylan.

Dona Beatriz de Villena , hija segunda de doña Isa- bel de Payba y D. Manuel de Sousa, y mujer de Fernán de Silva, Señor de Alpallaon, hubieron por hijos á doña Mencia de Villena, que casó con D. Enrique de Sousa^ primer Conde de Miranda, Alcaide mayor de Arronches, Señor de Bougapodcntas , del Consejo de Estado y Go- bernador de la Chanciileria de Oporto , y á doña Isabel de Viileoa, que casó con D. Antonio de Meló, Alcaide mayor de Elvas.

D. Gil Yañez de Acosta , segundo hijo de D. Juan de Acosta, y marido de doña Francisca de Vasconcelos, fue^ ron padres de D. Juan de Acosta, Alcaide mayor de Gas* tromarin , primer Conde de Soire , que casó con doña Francisca de Noroña, Marquesa de Soire, hermana del primer Conde de Villayerde y de D. Pedro de Acosta.

Doña María de Meneses, quinta hija de D. Juan de Acosta y mujer de D. Gaspar de Sonsa , Señor de AIcu- bi, tuvo por hija á doña Margarita de Tavora, mujer de D. Iñigo , primer Conde de Frigiliana.

Doña María de Acosta , hija primera de D. Antonio de Acosta y heredera de esta casa, que casó con D. Juan Mascareñas, su primo hermano, fueron padres: I.**, de D. Antonio de Mascareñas, primer Conde de Palma, Al- caide mayor de Troncóse y Castello de Vide, Comenda- dor de esta villa y de la de Niza en la orden de Cristo» que casó con doña María Tavora , dama de la Reina do- ña Isabel de Borbon , hija de D. Luis Alvarez de Tavo- ra , primer Conde de San Juan , y de su consorte doña Marta de Villena, y murió sin sucesión ; S."^, de D. Nu^ ño, Señor de Palma, que casó con doña Beatriz da Meneses, hija de D. Francisco de Casteloblanco , primer Conde de Sabugal y Merino mayor de Portugal , y de su

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mujer y prima hermana doña Luisa Coutiño , y fueron sus hijos D. Juan, que sucedió en la casa, don Francis- co y dona Felipa, de quienes hay sucesión; 3.**, D. Pe- dro, que murió en la India; 4/', D. Fernando, que mu- rió mozo; 5."^, D. Francisco, religioso en los Canónigos reglares; 6."*, D. Manuel, Canónigo en la Sania Iglesia de Coimbra; T."", doña Margarita de Villena, que casó con D. Francisco de Mascareñas, su tio, del Consejo de Estado y Virey de la India; 8."^, doña Juana de Cas- tro; 9.^, doña Estefanía, monja en Santa Clara de Santa- ren, y 10.% doña Isabel, monja en la Esperanza de Lisboa. El D. Juan de Mascareñas de Acosta sucedió en toda la casa de su padre y en la del Conde de Sabugal, su abuelo, y fué segundo Conde de Sabugal y Merino mayor de Por- tugal. Sus sucesiones se verán en la casa de Mascareñas.

Doña Juana de Silva, hija segunda de D. Antonio de Acosta y mujer de D. Antonio de Saldaña de Alburquer- que, fueron padres de D. Arias de Saldaña, de D. Juan y de doña Margarita de Villena.

D. Rodrigo de Acosta, Comendador de Pernes, se- gundo hijo de D. Gil Yañez de Acosta, y marido de doña Juana de Noroña, tuvo por hija á doña María de Acosta, que heredó la casa de sus padres y casó con D. Antonio de Alcazoba , Alcaide mayor de Campomayor, y su pri- mo hermano.

D. Manuel Mascareñas , General de Mazagan, hijo de doña Felipa de Silva y de D. Fernando Mascareñas, y consorte de doña Francisca de Alayde, tuvo en este á D. Fernando Mascareñas, primer Conde de la Torre, General de Ceuta y del Brasil , que casó con doña Ma- ría de Noroña , hija de D. Luis Lobo , Señor do las Sarcedas , y á doña Magdalena , quo casó con D. An- tonio de Almeida.

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Dona Lorenza de Silva y cuarta hija de dicha doña Felipa y D. Fernando, y mujer de D. Francisco Car- nero, Señor de la Isla del Príncipe, tuvo de este á D. Luis Carnero, primer Conde de la Isla del Prínci- pe , que casó con doña María de Faro.

D. Marcos de Noroña, primer hijo de doña Elena de Silva y de D. Tomás de Noroña , y marido de do- ña María Enriquez, tuvo de ella por hijos: l.°,á don Tomás de Noroña, tercer Conde de Arcos, que casó con doña Magdalena de Borbon ; %.'', á D. Francisco de Noroña , Gobernador de Mazagan , y de San Gian; 3.% á D. Gil Yañez de Noroña, Capitán de Chaul, y 4.%á doña Violante, que casó con don Juan de Almeida, el Hermoso, Alcaide mayor de Alcazoba.

Doña Violante Enriquez, hija primera de D. Fran- cisco de Acosta y mujer de D. Luis de Miranda Enriquez, tuvo por hijo á D. Enrique Enriquez de Miranda. Don Gonzalo de Acosta, Armero mayor, hijo segundo de don Francisco de Acosta, de su cónyuge doña Francisca Cou- tino , tuvo por hijo á D. Pedro de Acosta , Armero ma- yor. Comendador de San Vicente de la Veira en Avis.

Doña Mencia de Víllena, hija primogéniia de doña Beatriz de Villena y D. Fernán de Silva, de su esposo D. Enrique de Sonsa , primer Conde de Miranda , tuvo por hijos: 1.^, á D. Diego Lope de Sonsa, segundo Conde de Miranda, que casó con doña Leonor de Men- doza, hija del Conde de Penaguiaon ; %^y k doña Mag- dalena de Villena, que casó con Lorenzo Pérez de Carvallo, Señor de la Azambujeira ; 3.*", á doña María de Silva , que casó con D. Lorenzo de Silva , Señor de Vagos, y 4.®, á doña Antonia de Villena, que casó con D. Francisco de Meló, primer Marqués de Bellisca, y Gobernador de Milán y Flandes, Conde de Asumar, Vi-

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rey de Cataluña y Aragón, y Gentil^hombre de Cámara.

Doña Isabel de VilleDa, segunda bija de dicha doña Beatriz y D. Fernán , de su esposo D. Antonio de Meló, Alcaide mayor de Elvas, tuvo por hija á doña Maria de Villena, que casó con D. Sancho de la Cerda, primer Marqués de la Laguna, del Consejo de Estado, y Mayor- domo mayor de la Reina.

D. Juan de Acosta, primer Conde de Soire, tuvo por hijo de su mujer doña Francisca de Noroña á D. Gil Yañez de Acosta , segundo Conde de Soire , que casó con doña Maria de Portugal, hija de los Condes de Avei- ras, y á doña Juliana de Noroña, que casó con D. Juan de Silva, tercer Conde de Aveiras.

Doña Margarita de Tavora , dama de la Reina doña Isabel de Borbon, hija de doña Maria de Meneses y de D. Gaspar de Sousa, Señor de Alcubi, del Consejo de Estado de Portugal, Gobernador del Brasil, y esposa de D. Iñigo Manrique, primer Conde de Frigiliana, Gober- nador de Cádiz, caballero de Alcántara, Mayordomo de la Reina, Alcaide de Alcazoba de Málaga , tuvo por hijo á D. Rodrigo Manrique de Lara , segundo Conde en Fri- giliana, Conde de Aguilar, Virey de Valencia, marido de doña Maria de Valbanera Ramírez de Arellano y Men- doza, 10/ Condesa de Aguilar, de quienes se tratará en la casa de Manrique.

D. Ñuño, Señor de Palma, hijo segundo de doña Maria de Acesia , que heredó la casa, y de D. Juan Mas- careñas, de su mujer doña Beatriz de Meneses, hija del segundo Conde de Sabugal , tuvo por hijos á D. Juan, tercer Conde de Sabugal , á D. Francisco y á doña Luisa Coutiño , que casó con D. Manuel Tellez de Silva , se- gundo Conde de Villarmayor.

Doña Margarita de Villena , hija tercera de doña Ma-

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ría de Acosta y D. Juan Mascareñas, de sa marido y tío D. Francisco Mascareñas, del Consejo de Estado y Virey de la India , tuvo por hijo á D. Juan Mascareñas , cuya sucesión se verá en esta casa.

D. Fernando Mascareñas , primer Conde de la Torre, General de Ceuta y del Brasil, primer hijo de D. Manuel Mascareñas y doña Francisca de Atayde, tuvo de su mu- jer doña Maria de Noroña por hijos á D. Luís Mascare- ñas , Señor de la casa de la Torre ; á D. Juan , á doña Francisca , dama de la Reina doña Mariana de Austria; á doña Eufrasia, que casó con D. Francisco de Sonsa, y á doña Teresa, Marquesa de Nisa, cuyas sucesiones con- tinuarán en la casa de Mascareñas.

D. Luis Carnero , primer Conde de la Isla del Prin- cipe , hijo do doña Lorenza de Silva y de D. Francisco Carnero, de su mujer doña Maria de F^ro, tuvo á don Francisco Carnero , segundo Conde de la Isla del Prin- cipe.

D. Tomás de Noroña, tercer Conde de Arcos, hijo de D. Marcos y de doña Maria Enriquez, de su mujer doña Magdalena de Borbon tuvo por hijos: 1.®, á don Marcos, cuarto Conde de Arcos; 2.**, á D. Bernardino; 3.®, á doña Elena, Señora deTaroca, Condesa de Villar- mayor; 4.®, á doña Victoria, Condesa de Atouguia y Viz- condesa de Ponte de Lima ; S."", á doña Maria Antonia, Condesa de Abintes, y G."", á doña Antonia, segunda Condesa de San Miguel.

Doña Violante , hija cuarta de D. Marcos de Noroña y doña Maria Enriquez , de su esposo D. Juan de Almei- da tuvo por hijos á D. Pedro de Almeida , Virey de la India , á D. Luis y á D. Diego, Alcaide mayor de San- taren.

D. Diego López de Sonsa, segundo Conde de Miran-

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da , primogénito de doña Mencia de Villena y de D. Ed- riqae de Sonsa , de su mujer doña Leonor de Mendoza tuvo por hijos á D. Enrique, tercer Conde de Miranda, primer Marqués de Arronches ; á D. Luis de Sousa, Ar- zobispo de Lisboa , y á doña Mencia , Condesa de la Ri- beira Grande, cuyas sucesiones se continuarán en la casa de Sonsa.

Doña María de Silva, tercera hija de doña Mencia de Villena y de D. Enrique de Sonsa , de su esposo D. Lo- renzo de Silva , Señor de Vagos , tuvo por hijo á D. Luis de Silva , Conde de Vagos.

Doña Antonia de Villena , hija cuarta de doña Men- cia y de D. Enrique, antedichos, de su marido D. Fran- cisco Meló , primer Marqués de Bellisca y Gobernador de Flandes, tuvo por hijos: 1.^, á D. Gaspar Constanti- no de Meló , Marqués de Bellisca , Conde de Asumar, y Gentil-hombre de Cámara por los años 1700; 2.**, á do- ña Beatriz de Meló, Marquesa de Mora; S.'', á doña Mencia , Marquesa de Flores Dávila , y 4.**, á doña Ma- ría Teresa, Marquesa de Navalmorquende , cuya suce- sión continúa en la casa de Meló.

D. Gil Yañez de Acosta , segundo Conde de Soira» Señor de los Mayorazgos de Tregente y de la Isla de San Miguel, Alcaide mayor de Castromarin, Comendador de Becelga y Soure, en la orden de Cristo, casó en 1671 con doña Maria de Portugal.

D. Esteban de Brito, Señor de los Mayorazgos de San Esteban de Bejay San Esteban de Lisboa, casó coa doña Isabel de Acosta en segundas nupcias , y hubo en ella á D. Lorenzo de Brito Acosta , Señor de los Mayo- razgos de su padre y marido de doña Antonia de Castro, de quienes fué hijo D. Luis de Brito Acosta, sucesor en dichos Mayorazgos , y marido de doña Inés de Lima, en

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qaien procreó á D. Lorenzo de Lima y Brito, Vizconde d% Villanaeva de Cerveyra, Señor de los referidos Mayo* razgos, del Consejo de Estado y Presidente de palacio, cuya descendencia se verá en la casa de su linaje.

D. Luis de Aco^la^ que pasó á la conquista del nuevo Reino de Granada, donde fué Regidor y Alcalde por su estado noble en la ciudad de Santa Fé, fué casado con doña Francisca de Silva , de la que tuvo mucha sucesión con cuantiosos Mayorazgos; obtuvo confirmación de su nobleza y blasón de Armas el año 1552, y de ella resulta era hijo de D. Juan Suarez de Acosta y de doña Marga- rita Cardoso, su mujer, nieto deD. Luis Fernandez de Acosta, segundo nieto de D. Diego Fernandez de Acosta tercero de D. Juan Fernandez de Acosta y de doña Feli- pa Nuñcz, y cuarto de D. Fernando Yañez de Acosta, hermano de D. Juan de Acosta, Obispo de Lamego y Prior de Sania Cruz de Coimbra , espresando la misma confirmación que Costa y Acosta es un mismo linaje, y que de esta casa fué D. Pedro de Acosta , uno de aque- llos doce caballeros que salieron contra otros tantos Mí- lores de Londres en duelo; D. Simón de Acosta Freyre, Señor de Pancas, que casó con doña María de Noroña, en segundas nupcias, de quien no tuvo sucesión; D. Félix de Acosta Hurtado de Mendoza , Regidor y depositario general de la Habana, que ejecutorió su nobleza , y fué padre de D Félix de Acosta Riaza , que obtuvo los mis- mos destinos, padre entre otros de doña María Ana de Jesús de Acosta, mujer de D. Juan de Sequeira, segundo Conde de Lagunillas, cuya ascendencia y sucesión se escribe en esta casa de Sequeira, y D. Rodrigo Pérez da Costa , Regidor de la villa de Noya, Señor de Sereijo, marido de doña Inés de Mendoza, de quien descienden los de Galicia.

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D. Gil Yañez de Costa, Capitán general de Ceuta, del Consejo de Estado de Portugal, Presidente de pala- cio y de la Cámara de Lisboa , que casó con doña Marga- rita de Noroña , hija de D. Rodrigo Lobo Coutiño y de doña María de Noroña, Señores de las Sarcedas, y pro- ' genitores de los Condes do esta casa, tuvo por bija entre otros á doña María, que casó con D. Pedro de Alcazoba, noveno Alcaide mayor de Campo Mayor y Ouguela, y en sucesión á su madre. Alcaide mayor de Idaña la Nue- va y Comendador de las Idañas, de cuyo matrimonio fué hijo único D. Antonio de Alcazoba y Costa , 10.^ Al- caide mayor de Campo Mayor y Ouguela y Comendador de las Idañas, el cual casó dos veces, la primera con doña Maria de Acosta y Noroña, su prima hermana, hija heredera de D. Rodrigo de Acosta, su tio, hermano de su madre, que fué Comendador de Marmeleiro en la orden de Cristo y Capitán mayor del mar de la India , donde murió peleando el año 1633, y de doña Juana de Noroña, su mujer, quienes por no tener sucesión pasó su casa de los Alcazobas á su pariente D. Juan de Acosta Fogaza, que casó con doña Maria de Meneses, de quien tuvo á D. Gonzalo de Acosta , Maestre de Campo del tercio de infantería de Lisboa, poseedor de esta casa, y á D. Ma- nuel, Gobernador que fué del rio Janeiro.

D. Diego de Acosta , natural de la ciudad del Puer- to de Santa María, originario de esta casa, se avecindó en Madrid, y de él provino D. Duarte de Acosta, del Consejo de Hacienda, en el Tribunal de la Contaduría mayor de Cuentas , según Real despacho autorizado por D. José Alfonso de Guerra y Villegas á favor del pri- mero.

D. Pedro Martin de Acosta fué natural de la villa (le Escacena del Campo, donde fué recibido noble y nom-

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brado Alcalde por su estado de Caballeros Hijos-dalgo eo los años 1697 y 1701, como consta de testimoDio dado por AloDSO González Gallardo, escribano de cabil- do de aquella villa ; casó con doña Leonor Maria López Romero , natural de la ciudad de San Lúcar la Mayor, y tuvieron por hijo entre otros á D. Antonio Martin de Acosta , natural de la ciudad de Moguer, recibido de no- ble en dicha villa de Escacena del Campo, y Regidor en ella por su estado de Caballeros Hijos-dalgo en el año 17S7 , como resulta de testimonio dado por José Pérez Gales, escribano de cabildo de aquella villa, el cual casó con doña Ana Roldan Ponce de León, y fueron padres entre otros de doña Josefa de Acosta, que casó con D. Fernando Verdugo, hijo de D. Juan Antonio Verdugo y doña Juana Oliver , descendientes de los con- quistadores de la villa de Morón; como todo consta por la ejecutoria ganada por el D. Pedro Martin de Acosta en la Real Chancilleria de Granada el año 1615, y por otra en contradictorio juicio, en la villa de Escacena y Paterna del Campo de 5 de Abril de 1817, y Real Des-* pacho librado por D. Julián Zazo y Ortega.

D. Baltasar González de Acosta y su mujer dona Ca- talina de Acosta , naturales de la Isla de la Palma, fueron padres do D. Melchor González de Acosta, natural de la misma Isla, que casó en la Habana á 26 de Noviembre de 1S94 con doña Anastasia de Merlo, natural de ella, en que fué enterrada á 26 de Setiembre de 1619, de- jando de su unión entre otros hijos á doña Ana de Acos- ta, bautizada en la Iglesia mayor de la Habana el 13 de Julio de 1600 y casada con D. Martin de Morales, nata- ral de Jerez de la Frontera, donde se bautizó en 3 de Diciembre de 1586, empadronado en la villa de Toma- res en 1613 como hijo-dalgo. Alcalde ordinario por el

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estado noble en la villa de Gastilleja en el mismo año; el caal pasó á la Habana, donde fué Alférez, fiel ejecu- tor, j otorgó su testamento ál8 de Agosto de 1639 ante D. Francisco Hidalgo , escribano público , y se enterró en su Iglesia mayor el 2 de Setiembre del mismo ano, quedando por su hija doña Isabel de Morales, bau^ tizada en dicha parroquia mayor en 31 de Octubre de 1622, y casada con el Capitán D. Juan de Palma; otorgó su testamento en la misma á 22 de Octubre de 169S ante D. Francisco de Flores Rubio, escribano público , y se enterró en su Iglesia mayor el 21 de Agos- to de 1698, dejando la sucesión que se verá en su linaje.

D. Diego Rodríguez de Acosta y su esposa doña Cus- todia de Pavía fueron padres de doña Isabel de Acosta, que casó en la Habana en 20 de Mayo de 1603 con don Juan Pacheco, natural de Ciudad-Rodrigo, que pasó á establecerse á la Habana , y testó en 28 de Diciembre de 164S ante Francisco Hidalgo, y se enterró en ella el 26 de Diciembre de 1647, y fueron padres deMoña Maria Pacheco de Acosta , bautizada en la misma á 28 de Marzo de 1608, donde testó á 18 de Abríl de 1673, ante José de Ozcoa, y casó el 22 de Mayo de 1636 con D. Antonio Franco, de quienes y su sucesión se escribe en la casa de Franco.

De esta casa de Portugal provino D. Ramón de Cos- ta , que se halló al servicio del Rey D. Jaime I de Ara- gón en las conquistas del Reino de Valencia, á quien envió á la Ollería , cuyo puerto habian cerrado los Mo- ros con multitud de piedras que él con su compañía des- barató , abriendo paso para que el ejército continuase las conquistas, tomando dicha villa como sitio importan- te para desde ella ganar todo el valle de Albaida , como

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se consiguió, por lo que aquel Monarca le hizo grandes mercedes, heredándole y concediéndole nue?as Armas que usan sus descendientes en memoria de sus hechos.

La rama de Mallorca desciende de Mateo Costa, que en el siglo XIII poseía una grande hacienda en aquella Isla, adonde pasó desde la casa solar del Val de Broto, j fué jurado en 1256 y su hijo Bernardo en i279, fué Baile general de Mallorca é interrino con su hermano Mateo en el nombramiento de Síndicos, que en iO de Diciembre del mismo año hizo D. Jaime II en la Iglesia de Santa Eulalia de Palma, para que fuesen á prestar juramento al Rey D. Pedro de Aragón. De él descendió por linea recta de Varón D. Gerónimo Costa, que casó con doña María Magdalena Rada, Baronesa de ViWar, y fueron padres de los Doctores en ambos derehos D. Die- go y D. Gregorio Costa, que en 13 de Marzo de 1659 ob- tuvieron confirmación de su antigua nobleza y estendie- ron sus ramas i Sineü, i Pollenza, cuyo representante es D. Miguel Costa ; y á Mercadal de Menorca, dond» des- de el siglo XVII han alternado sus hijos en los oficios de república del Brazo mayor.

Otra casa hay de Costilla distinta de la que llevamos espuesta , la cual tuvo origen en la forma siguiente :

Habiendo casado en segundas nupcias el Rey don Alonso el VI de Castilla con Zayda, hija del Rey Moro de Sevilla, la cual hecha cristiana tomó el nombre de Ma- ría, recibió aquel Soberano en dote los lugares de Ocaña, lluete, VeleZy Cuenca y otros; revolucionóse esta última, y D. Alonso que viajaba por Aragón tuvo que ir i ella á sujetar á los revoltosos : mandaba los reales Fernán Ruiz Minaya, y dando el asalto en 23 de Maya de 1106, Flores Pardo, que acaudillaba la gente de Zamora, ven- ció una puerta, entrando con su gente en la hoy ciudad

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de Cuenca. Al ganarla este caballero qnedó desarmado, y tropezando con un esqueleto de caballo le tomó y se defendió con él hasta que clavó una costilla en un ojo al Jefe de los Moros , con lo que huyeron los demás, y él pudo reunirse á los suyos ; por cuya acción aquel So- berano le dio el blasón que se dirá , para él y sus des- cendientes, llamándole desde entonces Pardo Costilla ó el de las Costillas. De esta casa fué la abuela paterna de D. Bartolomé de Tejeda Diez Costillas y Diez, natu- ral de la ciudad de Toro, Obispado de Zamora, y veci- no de esta Corte, Arquitecto de la Real Academia de San Fernando, caballero de la real y distinguida orden de Carlos III, Director de caminos vecinales, Individuo de la Sociedad Económica Matritense, Arquitecto Director de la Sociedad de Seguros Mutuos de Incendios de Ma- drid, y del Tribunal de Visita Eclesiástica, del Banco Nacional de San Fernando, y de otras corporaciones y casas, que casó con doña Antonia Rodríguez Fernandez Diez de Tejeda, su pariente en cuarto grado, natural de Madrid, en 2 de Agosto de 1822, en la parroquial de San Pedro el Real de esta Corte , de cuya unión son hijos D. Antonio , D. Fernando y D. Ecequiel de Tejeda Diez y Rodríguez Fernandez Diez.

D. Juan de Acosta, casó con doña Inés García y fueron padres de doña María de Acosta , esposa de don Andrés Diaz de Brito, natural del lugar de Buenavista y Breña en la Isla de la de Palma , de cuya unión fué hijo D. Luis Diaz de Brito, natural de la Laguna de Tenerife, el cual casó con doña Teresa Susana Babo, y fueron pa- dres de D. Miguel, natural de Calata en Constantinopla, á cuyo favor se libró real despacho en 16 de Diciembre de 1844.

La casa solar de Galicia que hoy llaman Costas-Dia-

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qaez por haber casado Domingo Diaquez, vecino del la- gar de Pentes, Jarisdiccion de la Gudiña en el Obispa- do de Orense, con la hija de Joan de Costa, llamada Ana María de Costa. Domingo era hijo de Diego Ramirez de Arellano , y este de Juan Ramirez, que casó en Mora, tierra de Toledo, con Ana de Pentes ó Pontes, descen- diente de los Villarinos del lugar de Pentes de Galicia.

Las ARMAS de la casa solar de Francia y provincia de Llemosin se organizan de un escudo campo gules con tres costillas de plata.

Los de la casa solar de Portugal , Mallorca y Menor- ca, traen escudo campo gules, seis costillas, qué llaman en Portugués costas, de plata.

Los de la rama de León usan escudo campo sable con una cruz llana de plata, que forma cuatro cuarteles; en el primero y cuarto dos saetas de oro puestas en so- tuer ; segundo y tercero cinco costillas de plata, también en sotuer, aunque algunos por impericia ponen en lu- gar de las costillas lunas de oro, y la cruz también este metal.

Los de Val de Broto pintan escudo campo de oro con un león de su color, echado entre tres carrascas de si- nople ; orla azur con ocho estrellas de oro.

Los de Valencia muestran escudo campo de plata con un monte fragoso al natural, y en él un león también al natural , en ademan de querer llegar á la cumbre ^ y un enjambre de cuervos sables impidiéndole el paso, que son las que concedió D. Jaime 1 á D. Ramón de Costa.

Los de Andalucía forman su escudo de campo de pla- ta con un árbol sinople, y en su copa cinco cuervos sa- bles, y á su tronco una costilla de oro.

Los de Zamora y Cuenca ostentan escudo campo de* oro con un pino sinople , recostado al tronco un espina-

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zo de caballo con dos coslillas al natural, que son las que concedió D. Alonso VI á Pardo Costillas.

Los de la villa de Escacena del Campo y los de la Habana, escalpen su escudo partido; á la derecha en campo azar rueda de Santa Catalina, de oro ; á la sinies- tra en campo gules, cinco castillos de plata.

Los de Aragón , Cataluña é Islas Canarias ponen en su escudo campo de oro una banda azur entre tres florea de lis del mismo color, dos en lo alto y una en lo bajo.

Los Costas del Grado tienen escudo en sotuer: en el alto y bajo, de gules en cada uno tres Uses de oro , y en los de los flancos, de azur, y en cada uno un castillo formal de plata, orpasado sinople, y empinante á cada uno un león de oro lampasado gules.

Los Costas-Diaguez de Galicia llevan escudo campo de oro con banda azur, entre dos lises del mismo color.

Y en otras partes suelen colocar en su escudo campo de oro, una encina sinople con bellotas de oro y una costilla atravesada al tronco , y en orla azur tres estrellas de plata y tres rosas al natural.

De estas casas solares son los Señores del Grupo si- guiente: D. Joaquín Acosta, caballero de la orden de Santiago; D. Antonio Bernardo Dacosta Cabral, caballe- ro gran cruz de la real y distinguida orden de Carlos III; D. José Antonio Costa Guimaraens, Vice-Cónsul de Mon- zón en Portugal; Excmo é Illmo. Señor D. José Domin- go Costa y Borras, Arzobispo de Tarragona, Senador del Reino y caballero gran cruz de la real orden Ameri- cana de Isabel la Católica; D. Antonio Joaquin Acosta, Intendente honorario de Provincia ; D. José Marta Acos- ta y Bejarano, Auditor de Guerra honorario; D. Fran-^ cisco Acosta y Albcar, Comandante del segundo regi-

toMO I. 29

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miento de caballería, Reina, segundo de lanceros; lias- trísimo Señor D. Salvador Tavira y Acosta , caballero de la orden de Santiago, Conde de Montealegre de la Ribe- ra , creado en 1830 ; D. Manuel Gómez Costilla , Magis- trado de la sala primera de la Audiencia de Burgos ; don Pedro Martinez Acosta, Teniente Fiscal de la Audiencia de Mallorca ; Illmo. Señor D. Pedro Pablo Gómez y Cos- tilla , Regente de la Audiencia de Oviedo ; D. Norberlo Blanco y Costilla, Juez de primera instancia de Tuy; D. Esteban Blanco Costilla , Promotor Fiscal de Zamo- ra; D. Joaquin Costa Fernandez, Censor de la Sociedad Económica de Murcia; D. José Joaquin Dacosta de Ma- cedo, corresponsal en Lisboa de la Real Academia espa- ñola de la Historia ; D. Juan Acosta y Mañoz, primer Co- mandante del primer batallón del regimiento de África, número 7; D. Francisco Costa y García, Teniente Co- ronel graduado, primer Comandante del primer batallón del regimiento de Bailen , número 24; D. Luis Cueto y Acosta, Coronel graduado, primer jefe déla Coman- dada de Almería ; D. José Costa Herrera , Teniente Coronel y Sargento mayor de Cádiz ; D. Felipe Tavira y Acosta, caballero profeso de la orden militar de Santia- go; D. Pedro Fernando de Tavira y Acosta, caballero de la misma orden ; D. Francisco Acosta y Albear , Coman- dante del regimiento de la Reina, segundo de lanceros en Cuba.

ALCALDE

fluAN Alcalde, Rico-hombre de Castilla , y uno de los roas valerosos Campeones qne florecieron en los felices reinados de los Señores D. Alonso el VI y D. Alonso el VII , habiendo sido su primario albergue en lo mas enriscado de las montañas de Burgos, en el valle de Trasmiera, dejando vinculado á su posteridad su alto renombre y las hazañas que ejecutó en las conquistas en que acompañó á dichos Monarcas contra las agare- nas huestes qne infestaban á España ; confirmó como Rico-hombre en la donación y privilegio que el Rey don Alonso VI hizo al monasterio de San Fernando de la ciudad de Toledo en la era de 1133, y en otro privile- gio que el Señor Rey D. Alonso el Vil dio al monaste- rio de San Clemente de dicha ciudad de Toledo á 4 de Calendas de Diciembre de la era de 1156. Asimismo consta por el acopiamiento general que hizo del Reino el Señor D. Alonso el Sabio, que Juan Alcalde era Señor de los lugares de Quintana y Masella, en Asturias de Santillana y otros pueblos del valle de Trasmiera. Halló- se este héroe en la famosa conquista de Toledo , y ha* biéndose casado con doña Gontroda González, tuvo de su matrimonio por hijo á

Juan Yañez Alcalde, Rico-hombre, como su padre, que como tal confirmó por los años de 1 1G9 y 1177 en que se ganó á los moros la ciudad de Cuenca, á cuya con- quista acompañó al Rey D. Alonso el IX; casó con hija de la casa de Alvarado , de Asturias de Santillana , en quien tuvo por hijos á Ausejo Garda Alcalde , de cuya sucesión se tratari después y á

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Fernán Yañez Alcalde, Rico-hombre de Castilla, y uno de los que mas se señalaron en la conqaista de Caenca, en serficio del referido D. Alonso IX que la ganó á los moros dia del Apósiol San Mateo de 1177; casó con doña Toda Alvarez Velarde, hija de la casa solar de la villa de Santillana ; procreó por sus hijos á

Rui Fernandez Alcalde, á Gonzalo Fernandez Alcalde, que casó en Igollo , junto á Santander, con doña Isabel Gómez de Oreña y á Juan Ferdandez Alcalde, que cas6 en Reocin con doña Ana Martinez de Cosió , y de ambos hay ilustres descendientes en las montañas de Burgos.

Rui Fernandez Alcalde, hijo primogénito que hereda de sus padres, junto con la sangre su ardor militar , pues fué uno de los héroes que mas se señalaron en servicio del Señor Rey D. Alonso el IX, en la milagrosa batalla de las Navas; después se halló con el Santo Rey D. Fer- nando en las conquistas de Andalucía , señalándose eoF los de Córdoba y Sevilla, en la que como uno de los Ricos-hombres fué heredado y tuvo repartimiento en ambas ciudades como conquistador; casó con doña María Gómez Quintanilla, de cuyo matrimonio hubieron por sus legítimos hijos á

Gonzalo Ruiz Alcalde , Ñuño Ruiz Alcalde, Señor de Cojeces, en Castilla la Vieja , y á doña Aldonza Ruiz Alcalde, que casando con Suero Martinez de Ron, fue- ron progenitores de los demás Señores de la casa de Ron. Gonzalo Ruiz Alctilde se halló con su padre en la famosa conquista de Sevilla , en la que fué heredado por el Señor Rey D. Alonso el Sabio en veinte aranzadas de olivar, seis aranzadas de ^iña, dos de huerta y seis yu- gadas de tierra de pan llevar, y fué uno de los doscientos caballeros de linaje que nombró el Sibio Monarca para poblar aquella ciudad; fué Rico-hombre de San Fernán-

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do y de su hijo D. Alonso el Sabio, y casado con doña Juana Martínez de Ron , hermana de Saero Martínez de Ron ; fueron sus hijos

Lope González Alcalde, Fernando González Alcalde, que fué doncel del Rey D. Sancho el Bravo, de quien descienden los de este apellido en Estremadura ; Juan González Alcalde, que produjo la linea que hizo asiento en San Vicente de la Barquera, y Gómez González Al- calde, que tuvo en tenencia á Jerez de la Frontera; Lo- pe González Alcalde , hijo primogénito , fué Rico-hom- bre del Rey D. Sancho el Bravo , y como tal fué uno de los que fueron llevados en rehenes á poder de D. Juan Nuñez de Lara , en seguridad del contrato que dicho Mo- narca hizo con él de cederle unos castillos el año 1290; fué uno de los mas esforzados caballeros de su tiempo, y casado con doña Angela Martínez de Escobar, tuvo de •u unión por hijos á

Diego López Alcalde; Pedro López Alcalde, pro- genitor de esta familia en tierra de Campos, Fernán López Alcalde, de los que hicieron asiento en la ciudad de Jaén y Juan López Alcalde, tronco de los de Lerma y Rioja; Diego López Alcalde, hijo primogénito, fué Rico-hombre del Rey D. Sancho el Bravo y de D. Fer- nando el IV, á quienes sirvió con grande fidelidad con- Ira D. Alonso de la Cerda; fué casado con doña Mayor García de Tagle, hija de García Gómez de Tagle, Se- ñor de Villapresente y de muchos vasallos en tierra de Santillana, y de su mujer doña Teresa Martínez de Ar- ce, hija del Señor de esta casa; falleció en 1327 y se enterró en la Iglesia colegial de Santillana, y del men- cionado matrimonio hubieron á

Lope Diaz Alcalde; Ñuño Díaz Alcalde, caballero de la Banda y uno de los que armó el Señor Rev D. Alonso XI

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el día de sa coronacioa en la ciudad de Burgos; Pedro Diaz Alcalde, progenitor de los que se exornan con este apellido en las ciudades de Toro , Zamora , BenaTenle y Medina de Rioseco; Lope Diaz Alcalde tuvo el litólo de Vasallo del Rey, dignidad que se concedia por los Mo- narcas i los sogetos de mas acendrada nobleza; fué Señor de Villapresente, fundador y poblador de la villa de Pa- jares, en la provincia de la Alcarria, y una de las per- sonas mas recomendables que hubo en el reinado del Señor D. Pedro , único de este nombre entre los Reyes de Castilla , asi por sus escelen tes virtudes y esiremado valor, con las que solicitó adelantar las gloriosas accio- nes con que sus progenitores pudieron eternizar su nom- bre, procurando con sus parientes y deudos el común alivio de algunos pueblos que llevaban muy impacientes el pesado gobierno de aquel Principe; pero padeciendo en aquel turbulento tiempo el Rey mas nocivos acciden- tes de los que podia presumir el mas leal afecto, ni pen- sar el mas prudente juicio de cuantos esclarecidos varo- nes florecieron en aquel tiempo , mandó le quitasen la vida en la ciudad de Sevilla, pero avisado por la Reina doña María de Padilla, salió aceleradamente de ella por la noche y al poco tiempo desbocándose el caballo en que iba, le arrastró y perdió desastrosamente la vida, por cuya justa razón le llamaron el desgraciado Lope Díaz Alcalde; fué casado con doña Maria Ruiz de Villegas, hermana del Adelantado mayor de Castilla D. Pedro Roiz de Villegas, á quien mató por sus mismas manos el Rey D. Pedro ; tuvieron de su matrimonio á

Doña Victoria López Alcalde, de quien luego se hablará, á D. Diego y á D. Fernán López Alcalde, á quienes mandó también quitar la vida dicho D. Pedro, porque seguían como padre al Señor D. Enrique, su hermano, y no ba-

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biendo dejado sacesion, recayó toda la herencia y repre- sentación de la casa de Alcalde en la espresada doña Vic- toria López Alcalde Ruiz de Villegas, la que casando con D. Suero Alvarez Alcalde, llamado por algunos Alvarez Carreño, ¿ quien por los grandes servicios de los padres y hermanos de doña Victoria, confirió el Señor Rey D. En- rique el empleo de Merino mayor de Guipúzcoa en 6 de Octubre de 1376 y el de 1383 el gobierno del principa- do de Asturias, para sosegar los grandes alborotos que causó el Conde de Gijon y Noroña , y siendo este caba- llero descendiente legitimo del mismo tronco, queso mencionada esposa es preciso decir era hijo de D. Alva- ro Suarez Alcalde, que se apellidó Carreño por el anti- guo derecho que tenia al Concejo de este nombre en Asturias, Señor de San Andrés en el valle de Trubia en Asturias de Oviedo, y del lugar de San Andrés , junto a Guadalajara, y de doña Ana Gutiérrez de Nevares, hija del Señor de esta casa en Asturias, nieto con la misma legitimidad de Suero Martínez Alcalde, Señor de San An- drés en Asturias, y del lugar de San Andrés en Guada- lajara, que fué Rico-hombre y camarero del Señor Rey D. Alonso el XI, en cuyo palacio se habia criado siendo su doncel, y de doña Andrea Rodríguez de Ron, hija del esclarecido héroe Fernán Nuñez , Señor de la casa de Ron, que falleció el año 1352, como lo aseguran las me- morias que dejó á la Iglesia de San Vicente de Oviedo; biznieto de Martin Suarez Alcalde, Riro-hombre de Tos Señores Reyes D. Sancho el Bravo y D. Fernando el IV j de doña Ana Fernandez de San Andrés , Señora de esta casa, en el valle de Trubia , hija de Fernán González de Tibaza y de doña Mayor Mnrañez de Cienfuegos, Señores que fueron de San Andrés en el enunciado principado, y fundadores del lugar que con este nombre hay en tierra

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de üuadalajara, en donde fueron heredados sos mayores, luego que Albar Fernandez Minaya sacó del bárbaro po- der de los Scrracenos aquella ciudad ; siendo esta casa de San Andrés la primera que orló sus Armas con los sotue- res de la memorable batalla de Baeza, las cuales se componían de un Escudo campo gules con la Imagen del Apóstol San Andrés puesta sobre el sotuer de oro y la orla de gules con los sotueres de oro, dividida con perfi- les de este metal; tercer nieto de Suero García Alcalde, Señor del Concejo de Carreño, y de doña Maria Hermi- gniz Suarez, hija de D. Hermigio Méndez de Acebedo y de doña Examea Paez Snarez , biznieta del celebrado héroe el Conde D. Suero de Campos , hijo del Conde D. Men González de Amaya ; cuarto nieto de Ausejo Garda Alcal- de y de doña María Muñiz, Señora del Concejo de Carre- ño , cuyo Señorío motivó en algunos descendientes suyos el apellido Carreño ; este Ausejo García Alcalde era hijo de Juan Yañez Alcalde y nieto de Juan Alcalde, tronco grnoral de la casa de Alcalde ; por cuyo casamiento se unieron las dos lineas principales de esta casa y procreó esta unión á

D. Lope Suarez Alcalde ; á Alvaro Suarez Alcalde, que heredó el Señorío de San Andrés en Asturias , como hijo primogénito y casado con doña Mencía de Ribe- ro, y teniendo una hija, pasó por su casamiento este Se- ñorío á la casa de Valdés, y á Francisco Suarez Alcalde, que hizo asiento en Salas de Valdés. D. Lope Suarez Al- calde, hijo segundo, fué Señor del lugar de San Andrés en tierra de Guadalajara , y muchas heredades en los Yelmos de arriba y de abajo y en el lugar de Picazo, y habiéndose casado con doña María López Terreros , Se- ñora de üncibay y Landaverdc en Vizcaya , tuvo por hijos á

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D. Hernán López Alcalde, D. Gonzalo López Alcalde, que llamaron de Pajares por haber heredado alli varios bienes de sus progenitores, y á D. Pedro López Alcalde, qae casó con doña Mayor Pérez de Caervo , Señora de la casa de Prendes en Aslurias. D. Hernán López Alcal- de, qae foé Señor del lugar de San Andrés en tierra de Guadalajara , por los años 1439 sirvió al Señor Rey don Juan el II en las guerras de Ronda , Setenil y Anlequera; fué casado con doña Dorolea González de Bolívar , hija de D. Baltasar González de Bolívar, castellano del cas- tillo de Gogolludo é Hita, y de doña María de Guevara» nieta de D. Melen González de Bolívar, Señor de esta casa en Álava , y de doña Leonor Martínez de Olabe, nieta materna de D. Cár!os de Guevara y de doña María Pecha y Valdés, según consta de las capitulaciones ma- trimoniales que se otorgaron en Gogolludo á 8 de Febre- ro de 1426 ante Francisco Gómez de Uceda, escribano real; produjo este casamiento á

D. Lope Hernández Alcalde González de Bolívar; D. Diego Hernández Alcalde, que heredó el Señorío de Uncibay y Landaverde, que falleció sin sucesión, por lo que le heredó su hermano Fernán Hernández Alcalde, y de él descienden los demás Señores de este titulo; doña Angela y doña Leonor Hernández Alcalde, cuyos estados se ignoran. D. Lope Hernández Alcalde, que usó del apellido de Carreño por el derecho que tenia á este Se- ñorío, sirvió al Rey D. Enrique IV, siendo castellano del castillo y fortaleza de Tendilla» de donde pasó á ser Al- caide de la Alhambra en el Campo de Montiel,y tam- bién á los Señores Reyes Católicos en las guerras de Por- tugal , los que le premiaron sus servicios con el hábito de Santiago y una encomienda en dicha orden ; hallóse en la famosa conquista de Granada; fué casado con doña

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Juana Je Arroyo, hermana de D. Gonzalo de Arroyo, Co- mendador de Peña Usende en la orden de Santiago , am- bos hijos de D. Fernando González Arroyo y de doña María Gómez de Angalo, de cuyo ilustre enlace fueron hijos

D. Lorenzo López Alcalde; D. Lope Soarez Alcalde, caballero de la orden de Santiago y Comendador de Rei- na en la misma, que se halló con so padre en la con- quista de Granada, falleció sin sucesión; D. Francisco López Alcalde, que casó en Auñon con doña Beatriz Diaz Altamirano, y tuvo dilatada sucesión, y á doña Beatriz López Alcalde, que casó en Guadalajara con D. Gonzalo de Bedoya, caballero principal en ella, de quien tuvo su- cesión. Don Lorenzo, heredó de sus padres la hacienda que tenian en los lugares de San Andrés, Pajares y Pi- cazo en tierra de Guadalajara, y otros muchos bienes en la villa de Paredes de Nava en Castilla la Vieja, donde fué castellano; sirvió á los Señores Reyes Católicos, y después al Señor Emperador D. Carlos V contra los co- muneros, por cuyos señalados servicios obtuvo el em- pleo de Capitán de caballos ligeros, que dejó luego por haber salido herido de una pierna en la batalla de Villa- lar; casó con doña Isabel de Reinoso, hija de D. Fernán Yañez Beltran y de doña María de Reinoso, su mujer, familias ilustres de Guadalajara, y fueron padres de

D. Toribio Alcalde, de D. Francisco Alcalde, que vivió muchos años retirado en el lugar de Pajares, y heredó la hacienda del lugar de San Andrés, casado en la ciudad de Guadalajara con doña María Sánchez de Brihuega , hija de D. Melchor Sánchez de Brihuega y de doña María de Bedoya, de cuyo matrimonio deja- ron sucesión ; de D. Pedro Alcalde, que heredó de sos padres la hacienda de Paredes de Nava y casó con doña

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Ana Becerra , de cuya unión hubieron á D. Lope, D. Francisco y D. Lorenzo Alcalde Becerra, los cuales litigaron ejecutoria contra el Concejo, Justicia y Regi- miento del lugar de Corrales, Jurisdicción de la ciu- dad de Zamora en la Real Chancilleria de Valladolid, á 6 de Abril de 1S58, y la sobrecarlaron en 6 de Agosto de 1567, en la que costa parte de la referida filiación y la notoriedad y posesión de su nobleza, don Toribio Alcalde se avecindó en el lugar de Salcedillo de las montañas de Burgos, por tener alli sus parientes, que eran de las familias de mas esplendor; habiendo cada uno en su tiempo obtenido los oficios honoríficos que como á nobles Hijos-dalgo notorios de sangre les han correspondido, como consta por la informa- ción de nobleza hecha en dicho lugar de Salcedillo en 7 de Noviembre de 1769, con citación de Francisco Ruiz, Regidor en él, y ante Miguel Gutiérrez Ramírez, escribano de S. M. y del número de la villa de Aguilar, por comisión del Señor Licenciado D. Baltasar Fernan- dez Albaruiz , Abogado de los Reales Consejos , Corre- gidor y Justicia ordinaria en dicha villa de Aguilar y su jurisdicción ; casó con doña María Canduela, vecina, y de las principales familias del lugar de Salcedillo, y de su unión hubieron á

D. Toribio Alcalde, D. Juan Alcalde, que sirvió al Señor Rey D. Felipe II de Capitán de caballos lige- ros, y con este grado se halló en la famosa batalla do San Quintin el año 1557, y por sus servicios se le dio en tenencia el castillo y villa de Brihuega, habiendo obtenido pocos años antes el de la villa de Pareja, como consta del titulo que se le dio en Cuenca el 8 de Noviembre de 1533; celebró primer matrimonio con doña Sancha Hernández Crespo de Belmonte, natural de

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Pareja, hija de D. Francisco Hernández Crespo, fami- liar del Santo Oficio de la Inquisición y de doña Maria de Belmonte, y segundas nupcias con doña María Fran- cisca de la Riba y Guillarle, natural de Auñon, como consta de las escrituras matrimoniales que se otorgaron en Auñon el 15 de Febrero de 1556, y de ambos matrimonios dejó sucesión. D. Toribio Alcalde casó en el lugar de Sal- cedillo el año 1506 con doña Mariana del Rio, Señora de las mas nobles de aquel lugar, como consta por la de su casamiento, que se halla presentada con el empadro- namiento y otros instrumentos en la información ya cita- da, que se dio en dicho lugar de Salccdillo, hija legiti- ma de D. Baltasar del Rio y de su mujer doña Feliciana Alonso, y de dicho matrimonio provinieron

D. Andrés Alcalde del Rio , D. Lorenzo Alcalde, que casó en Guadalajara con doña Ana Fernandez de Buen- dia, de quien tuvo sucesión, y D. Julián Alcalde y la Riva, que casó en Salmerón con doña Isabel Vela, de quienes hubo sucesión, que pasó á las Indias y hoy subsis- te en Méjico y en el nuevo Reino de Granada. D. Andrés Alcalde, nació en el lugar de Salcedillo en 30 de Noviem- bre de 1507 , como consta de su de bautismo presen- tada en la citada información; fué caballero Contino de la Casa Real , y con tal empleo se hallaba el año 1572, y en el de 73 fué nombrado por la ciudad de Guadalajara por uno de los Capitanes de las milicias, que de dicha ciudad y su tierra pasaron á la conquista de la ciudad y Reino de Túnez , en cuya conquista y espedicion cumplió con la obligación de su sangre; estuvo casado con doña Francisca Martínez del Egido, Señora descendiente deles- forzado Hernán Sánchez del Egido, llamado asi por haber hecho á los moros una gran matanza cerca de la villa de Cáceres, el que fué Teniente de Alférez mayor del Rey

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D. Alonso IX y uno de los principales conquistadores dt Alcántara el año de 1213 ; compruébase este matrimo- nio por una escritura que se otorgó en el lugar de Paja- res, jurisdicción de la villa de Brihuega , el 19 de Junio de 1569 ante Alonso López, escribano de S. M. y de dicha villa , consta que ambos juntos hicieron donación al Bachiller D. Martin Alcalde, su hijo, de diferentes tierras, casas y viñas que estaban en la población y tér- mino de Pajares, para que se espiritualizasen y se pu- diesen ordenar y seguir el estado eclesiástico ; asimismo consta del testamento que esta Señora otorgó en el lugar de Castillo, media legua de Pajares, ante Simón del Amo, escribano de S. M. y del Ayuntamiento de dicho lugar en 18 de Febrero de 1587, que fueron sus hijos legítimos

D. Juan Alcalde y Egido , el Bachiller D. Mar- tin Alcalde, que fué Cura propio del lugar del Castillo, quien fundó una capellanía, llamando á la obtención y goce de ella á sus parientes , en el año de 1593, y en 25 de Octubre de 1624 un Mayorazgo regular, como cons- ta de escritura otrgada en dicho dia ante Gerónimo Pé- rez , escribano público de la villa de Castil Mimbre , y después de otros llamamientos personales que hace lla- ma á los hijos de su hermano D. Juan Alcalde, y á sus descendientes, prefiriendo el mayor al menor en la for- ma, como se acostumbra en las vacaciones regulares de otros Mayorazgos , y el que lo obtuviese habia de usar del apellido de Alcalde. D. Juan Alcalde, fué Teniente de Alconero mayor , y nació en el nombrado lugar de Pajares el año de 1537 , y testó el de 1608 ante Juan de Trigueque , escribano ; y por él consta haber estado ca- sado con doña Librada Asenjo, Señora Ilustre, como proveniente de D. Francisco Asenjo , que fué armado

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caballero por el Emperailor D. Carlos V en la ciadad de Boloña el año 1535, y el prí?¡le^io de que añadiese á sos armas que eran tres bandas de oro entre cinco ajen- jos ó palmas sinoples, una ágaíla imperial sable en cam- po de oro; procrearon de sa matrimonio por sos hijos h

D. Juan Alcalde Asenjo, D. Andrés Alcalde Aseujo, que tiene sucesión en aquella tierra, y D. Pedro Alcalde Asenjo , que fué Alcaide del castillo de Pareja y de la Inquisición de Cuenca, en cuya ciudad casó con dona Juana de Arcas , de quien hay sucesión en Bonache de Alarcon, Bara de Rey, Sisante y oíros lugaresde su Obis- pado. El D. Juan Alcalde Asenjo nació en Pajares el año 1577, y casó en la villa de Duron en 1629 con doña Ana González, que nació en la misma villa en 1610, y era hija legitima de D. Cebrian González y doña Ana , su mujer, como consta del testamento que otorgó ante Pedro Rui- mayor, escribano de aquella villa, y tuvieron por su hijo legitimo á

D. Juan Alcalde , sesto del nombre en esta genea- logía, que nació en la villa de Duron el año 1633, y en ella casó el de 1657 con la ilustre Señora doña Li- brada Muñoz , natural de la misma en que habia nacido el año 1633, hija legitima de D. Bartolomé Muñoz, que nació en 1600 y se casó en el de 1622, nieta paterna de D. Gaspar Muñoz y de doña Magdalena Morena, ca- sados en Duron el año 1595, y materna de D. Miguel Serrano y doña Ursola , lodos naturales de Duron, obis- pado de Sigüenza, habiendo por eslo casamiento entrado en la familia de Alcalde la ¡lustre y antiquísima sangre de los Muñoces. Procreó este matrimonio por su hijo legitimo á

D. Francisco Alcalde Muñoz, que nació en la villa de Duron el año 1675, como parece de su de bautismo, y

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por la íle su casamiento consta haberle celebrado en dicha villa el año 1700 con doña Francisca Gutiérrez Marchante, hija legítima y de legitimo matrimonio de D. Joan Gu- tiérrez, que murió en la espresada villa el año 1634, y de doña Francisca Marchante, natural de la villa de Alocen, en la que nació el año 1648, y contrajo matrimonio el de 1679, niela paterna de D. Bartolomé Gutiérrez y de doña María Carrasco, que ambos nacieron en Duron, el primero en 1600 y la segunda en 1609, y contrajt^ron su matrimonio el de 1625, biznieta paterna de D. Gebrian Gutiérrez y de doña Catalina Noreña, cuyo casamiento celebraron en Duron el año 1599 , y la doña María Car- rasco, era hija de D. Juan Carrasco y de doñaMaria del Olmo, quienes casaron en la repetida villa el año 1604, nieta materna de D. Miguel Marchante y de doña Ana Pérez de Salcedo, naturales de Alocen, que él nació el año 1610 y ella el de 17, donde casaron el de 36, biznieta de otro D. Miguel Marchante y de doña Fran- cisca Serrano, y la doña Ana Pérez, hija de D. Juan Pérez Salcedo y de doña Francisca Dorado , todos veci- nos de la espresada villa de Alocen. Dicho matrimonio de D. Francisco Alcalde Muñoz y doña Francisca Gutiér- rez Marchante, procreó k

D. Juan Alcalde Gutiérrez Muñoz y Marchante, á don Bernardo Alcalde, D. Antonio, D. Francisco, religioso del orden de San Francisco, y doña Teresa Alcalde. El D. Bernardo casó en Duron con doña María de Castilla, y hay sucesión. La doña Teresa casó con D. Alfonso Car- rasco, y hay también sucesión; y el D. Juan nació en Du- ron de la provincia de Alcarria el 9 de Febrero de 1707, y pasó á las Indias y Reino del Perú, donde hizo asiento en la ciudad de Santiago de Chile , y en atención á sus grandes servicios le dispensó la Majestad del Señor don

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Garlos 111) titulo de Conde, como consta del original firmado de su mano y refrendado de D. José Ignacio de Goyeneche, su secretario de Gracia y Justicia y Estado de Castilla, su fecha en el Real Sitio de San Lorenzo á 22 de Octubre de 1767, de cuyo real despacho resulta haber tomado la denominación de Conde de Quinla Ale- gre, y recaer en persona noble y hacendada, con la su- perior gracia de libre de lanzas y medias annatas á su per- sona y á las de sus hijos y legítimos sucesores; el cual casó en la espresada ciudad el año de 1730 con la Ilus- tre Señora doña Isabel Hernández de Velasco Cabrera Hernández de Rivera y Alguacil , hija legilima del Capi- tán D. Juan Francisco Hernández de Velasco Hernández de Rivera, natural de la ciudad de Barcelona, y de doña Juana de Cabrera y Alguacil, natural de Guaura en el Reino del Perú, nieta paterna de D. Francisco Hernán- dez de Velasco y de doña Margarita Hernández de Rive- ra, nieta materna de D. Luis de Cabrera, natural de la ciudad de Granda, y de doña Isabel Alguacil de Paredes y Padilla, natural del asiento de Caillona en Indias, biz- nieta materna de D. Juan de Cabrera y de doña Clara Espin del Arroyo, naturales ambos del Principado de Cataluña , y de D. Francisco Alguacil de Paredes, fami- liar del Santo Oficio, natural de Don Benito en Estrema- dura, y de doña Juana Padilla, natural de Caillona en el Perú, prima del Marqués de Salinas, que residía en el Perú. Los primeros Condes de Quinta Alegre tuvieron por sus hijos legítimos á

D. Juan Ignacio , D. José Antonio y doña Maria- na Rosa Alcalde , que casó con D. José Antonio Le- caroz en Santiago de Chile. El D. Juan Ignacio y don José Antonio Alcalde Hernández de Velasco Gutiérrez Cabrera Muñoz Hernández de Rivera Marchante y Al-

467 guacil, que el primero nació en la espresada ciudad de Santiago de Chile el año 1732, y el segundo en el de 1739 , obtuvieron real despacho en Noviembre 1767 confirmatorio las referidas armas.

Como queda dicho, de esta casa troncal proceden todos los caballeros de este linaje, y entre ellos con particularidad D. Nicolás Alcalde y Lastres, Maeslran- te de la Real de Granada ; D. Juan Francisco Alcalde, Magistrado de la sala primera de la Audiencia de Bur- gos, y D. Higinio Alcalde y Uriel, Teniente coronel graduado , primer Comandante del segundo batallón del regimiento de reserva de Toledo.

TOMO I. 30

ALDARET

iLDilITC. ALDRITS O ILDEIKTK.

1 iBKEN SU primitiva casa solar cimentada en ios montes de Aslorias, cerca de Ofiedo, y fué su fundador él Conde D. Aldredo, llamado de León , por haberse halla- do en la conquista de aquella ciudad en el año 719. Este Conde como tronco de la estirpe de Alderete, fué cabe- za de linaje en Burgos ; fué Godo y no Francés , como suponen algunos por haber contraido matrimonio en aquel Reino con Princesa de su Real sangre; sus des- cendientes fueron estableciéndose por diferentes parles de estos Reinos, según se fueron conquistando, como en la ciudad de Tordesillas, de Castilla la Vieja; en Ara- gón, Valladolid, Salamanca y Galicia, donde tienen casa solariega, que lo era también de la de Silva, entre el Duero y Miño, de que fué Señor D. Gutierre Aldaret , y de ella vienen los Silvas, Duques de Pastrana, Grandes de España y los Condes de Cifuentes. Dicho D. Gutier- re Aldaret fué Rico-hombre de D. Alonso el VI, y le sirvió en la conquista de Toledo el año 1075: D. Diego de Alderete, caballero de la orden de Alcántara, en 1524 se halló en la memorable batalla de Pavía, en el estado de Milán cuando se hizo prisionero al Rey de Francia Francisco I, y fué hijo de D. Miguel Alderete de Ribera, Oidor de Granada , y de doña Elvira Romero , y nieto de D. Pedro de Alderete y de doña Marta Collado, natural de Andalucía; D. Gaspar Alderete, fué del orden de Santiago y del Supremo Consejo del Rey D. Felipe IV

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El usar por Armas el brazo armado que tiene esta linea por timbire sobre la celada con espada desnuda en la mano, es pofque un caballero de ella nunca quiso armarse el brazo derecho para entrar eh las batallas j en la última eh qué halló ganó el estandarte real del Rey de Bohemia , el cual pliso luego éh la Iglesia de San Llórente.

D. Manuel de los hios Gdíupó , vecido de la tilla de Tordesillas y Regidor, tuvo de doña Juana Rodríguez de Aldfete, stt mujer, puf hijos á D, Nicolás Ahtonio de los Ríos Aldrete ■, D. Pedro Ródfiguez Aldfete, dófia Isa- bel y doña Juána; D. Nicolás litigó sU nobleza en Valla- dolid y sacó ejecutoria én posesión de los Alcaldes de Hijos^dalgo y Notario del Reino de Castilla en 6 de Se- tiembre del año 15b0, firmada del licenciado Juan Ma- nuel, Doctor Arbizo y Doctor Espinosa, refrendada de Esteban de Gorostiza , escribano mayor de Hijos-dalgo, condenando al Concejo de Carrion y otros y al Fiscal Real , y declarando á aquel en posesión de Hijos-dalgo según las sentencias de los Alcaldes de vista y revista de la Chancilleria , la cual se presentó y obedeció por el cabildo de la villa de Carrion en 20 del mismo mes V año.

En Jerez de la Frontera hay rama de esta familia, de que fué D. Juan Manuel Pérez Alderete, Alcalde de aque* lia ciudad en 1781 pof el estado de Hijos-dalgo, padre de doña Rafaela Pérez Alderete, que casó con D. Manuel del Calvario Ponce de León y Padilla, único descendien- te por linea de vafon délos Excmos. Señores Duques del Afeo, Marqueses de Zahará, Señores de Yillagarcia, cuyos Mayorazgos y grandeza de primera clase poseia en 1839 la Eicma. Señora Duquesa Condesa de Benavente, Du- quesa de Bejar y Gandía por descender con rigurosa a]^-

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nación del quinto Duque de Arcos D. Rodrigo Ponce de León , noveno abuelo del espresado D. Manuel del Cal- vario Ponce de León , cuya hija y de la nominada Se- ñora doña Rafaela fué doña Maria de la Consolación Ponce de León y Pérez Alderele , que casó con el Señor D. Gabriel José Pérez Alderele.

De la referida nobilísima casa de Alderele provino legilimamenle D. Diego Pérez de Alderele, natural de la ciudad de Velez Maga , el cual casó con doña Ana Alde- rele y Manrique 9 hija deD. Diego Alderele y de doña Ana Manrique, los cuales vinieron á esta Corte y i Valdemoro , donde gozaron de su acrisolada nobleza y fueron cuartos abuelos paternos de primer orden de don José Gabriel Pérez Alderele y hubieron por hijo legítimo á D. Gabriel Pérez Alderele, primer Marqués de Casinas, Regidor perpetuo de la ciudad de Cádiz , el cual desde sus primeros años abandonó la quietud y reposo de su casa y se dedicó al servicio de la Real Armada y sin in- termisión de tiempo sirvió en la plaza de Ceuta y su sitio, luego en la de Oran , Gibraltar y otras partes, con apro- bación de sus Generales, habiéndole colocado sus glo- riosos hechos de Capitán de infantería Española y des- pués en la misma clase de mar y guerra del Navio llama- do la Perla ^ con el que se halló en la conquista de la Isla de Ccrdeña y toma de las plazas de Palermo y Mes- stna; y Bnalmente fué jefe de escuadra, según todo cons- ta de relación de sus servicios que presentó con los docu- mentos que lo comprueban en la Secretaria de la Guerra el dia 20 Mayo de 1713; casó este caballero con doña Ge- rónima de Castilla y Camas, de cuya legitima unión tuvo por hijo á D. Juan Manuel Pérez Alderele y Castilla, Marqués del mismo titulo de Casinas, caballero del or- den de Santiago , natural de Cádiz , Regidor perpetuo

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como sus padres dt la misma ciudad , y Brigadier de la Real Armada , que casó en la ciudad de Arcos y fué velado en la de Cádiz con doña Francisca Morales y Mal- donado, natural de la ciudad do Jerez de la Frontera, hija de D. Diego Ignacio Morales , 24 de esla ciudad , y de dona María del Puerto; de cuya unión resultó por hijo legitimo D. Gabriel "Pérez Aldereie y Morales , abuelo paterno de primer orden de D. José Gabriel Pérez Alde- rete, Capitán de fragata, bautizado en Cádiz á 30 de Marzo de 1733, empadronado como Flijo-dalgo notorio en el Becerro formado en virtud de real provisión de la Chancilleria de Granada en la referida ciudad de Jerez de la Frontera en 21 de Febrero de 1782, en virtud de dos testimonios de nobleza de linea paterna y materna, el uno practicado ante el Corregidor de la ciudad de Jerez de la Frontera á instancia de la Señora doña Ra*- faela Pérez Alderete, Marquesa de Casinas, dado en ella á 21 de Mayo de 1829 por dos escribanos públicos y de cabildo, comprobado de otros tres en 22 de los mis- mos, y el otro dado por D. Ramón Lorenzo Calvo, dei Consejo de S. M., su Secretario de Cámara en el Real y Supremo de Guerra, del Real cuerpo de Guardias de la Persona del Rey y de fos demás de la Guardia Real y su juzgado privilegiado, notario do los Reinos é indi- viduo del Ilustre Colegio de esta Corte con fecha 3t de Marzo de aquel ano; y asimismo aparece de la di- cha información de nobleza que en otro cabildo cele- brado por la justicia y regimiento de la propia ciudad el dia 31 de Mavo de 1776 se vio v levó una real cédu- la titulo 24, espedido á fa?or del mismo D. Gabriel Pé- rez Alderete, á quien competentemente obedecido le fué dada la posesión de tal 24, previo el correspondiente pleito homenaje que hizo como caballero Híjo-dalgo d^

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uao 7 hiero de Espafia: pa$ó k la ciudad de la Hah^iiaa donde casó á 33 de Novieoil)re de Í7S8 co^ d<^ Loreí^ za Feraaodez Pacheco , baQtiza4a en aquella parroquia de San Grislóbal á 19 de Jqlio de 1733. I^tpi benaano de D. Juan Manuel Ferez Alderele, padre de la referida Señora Marquesa de Gasinas y Alcaide de U Sanl^ Her- mandad, que fué por el estado de ^ballero6 Vijoa^algo ootoriQs en la referida cioidad de ier?% de la Frontera el ano 1783. D. Gabriel y dona Loreíaa fneron, padres de D. Gabriel Pérez Aldecete , Maestréate de la Real de Ronda, bautizado en la villa de la Isla de l^eoB á 9 de Agosto de 1771 y casado con do^a Rosalía Gop^alez del Gorral en la ciudad de la Habana y parroquia mayor de San Cristóbal á 36 de Febrero de 1788, con dispensa de S. S. por ser parientes de consanguinidad en segundo grado igual, pues sus madres eran hermanas; bautizada en la misma á 5 de Enero de 1775: fueron padres de D. José Gabriel Pérez Alderete y González del Corral, natural y vecino de la ciudad de la Habana, bautizado en ella á 19 de Diciembre de 1796.

D. Gaspar de Alderete pasó con dona Juana de Soto- mayor y Anaya , y entre otros hijos tuvo este matrimonio á doña Gregoria de Alderete, esposa de D. Luis Vázquez, caballero de Santiago, Gobernador de Araojuez^ Señor de este Mayorazgo en Tordesillas, y patrón del hospital de Mater Dei y de los Cartujos, padres de doña Juana, que casó con D. Gómez de Busto, caballejo dja Alcántara, patrón del Colegio de la compañía de Ojcaña, padres de doña Antonia de Busto y Alderete, q«e del matrimonio que contrajo con D. Francisco de Aguilera, cabaUeüo de Calatrava, Comendador de Tula en Indias, Señor del Congosto, tuvo por hijo al Conde de Mora.

El Doctor Benavente casó con doña Dionisia de Al-

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dereU » j fueron padres de doña Isabel de Alderete, mujer de D. FraDcisco de Castilla, asistente de Serilla y del Consejo Real; padres de doña Dionisia, que casó coa D. Pedro Zapata , Comendador de los Barrios y Pa- lomas en Santiago, Gentil-hombre déla Cámara de don Juan de Austria, y su Mayordomo, Corregidor de Mála- ga y Córdoba ; padres do D. Pedro Zapata , caballero de Santiago, Veedor general de Sicilia, y del Consejo de Guerra; marido de doña Catalina Zapata, Condesa de Osorno; padres de la Marquesa de la Torre doña Maria Zapata.

La rama establecida en Olmedo , obispado de Avila, produjo á D. Pedro de Alderete, Bachiller legista, que fué Juez Metropolitano del colegio viejo de San Barto- lomé, de donde salió para Oidor de Valladolid. Diéron- le una canongia en la iglesia de Sevilla el año 15S6, y en el 57 S. M. le hizo Regente de aquella Audiencia, sucediendo en ella al Doctor D. Fernando Pérez de la Fuente , y murió el 59.

De la línea establecida en esta corte fué D. Juan de Alderete y Quevedo, hijo de D. Juan de Alderete y San Pablo, caballero de la orden de Santiago, Gentil-hom- bre de boca del Archiduque Alberto, Caballerizo de la Reina v Familiar del Santo Oficio, natural de San Mar- tin de Valdciglesias , y de doña Margarita de Quevedo y Villegas, natural de Madrid, hermana del insigne don Francisco de Quevedo ; en 31 de Agosto de 1624 le hizo S. M. merced de hábito en la orden de Santiago, en atención á los méritos de su padre, tios y demás deudos; Y el Real Consejo de las órdenes le mandó dar título en 27 de Setiembre de 1626. Sobresalió ventajosamente en prendas de entendimiento y valor: siguió la carrera mi- litar, y se halló en el ejército contra Portugal con el

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puesto de Capitán de caballos corazas espaooles, en que se portó con bizarría.

Traen por ARMAS los de este linaje , escudo campo gules con uua craz de Galatraya, de oro, y orla azur con ocho flores de lis de oro. Y por timbre sobre la ce- lada un brazo armado con espada desnuda en la mano. Y aunque hay quien pone siete flores de lis, y otros el campo de plata y la cruz gules, las primitivas y ciertas son estas.

De esta casa son los Señores D. Victor Alderete, Ayudante de término de obras públicas, Ausiliar de la Comisión de la carta geográfica del Reino ; D. Guiller- mo Alderete, Ausiliar supernumerario de obras públi- cas. Vocal de la Comisión de la carta geográfica del Rei- no. La Illma. Señora doña Rafaela Pérez de Alderete, Marquesa de Casinas, titulo creado en 1735.

FIN DRI. TOMO PRIMERO.

índice

DE LAS MATERIAS CONTENIDAS EN EL TOMO PRIMERO DEL DICCIONARIO HISTÓRICO, GENEALÓGICO Y HERÁLDICO DE LAS FAÜIILIAS DE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA.

Págioas.

Reyes de Armas 40

PRÓLOGO,

QUE TRATA DE LAS MATERIAS SIGUIENTES.

De la Nobleza y sus clases H

De las dienidades Civiles y Militares ti

Del hombre en sus diferentes posiciones so- ciales 38

Del matrimonio 30

De los hijos y sus clases 35

De las dignidades eclesiásticas 43

Del orden de procedencia genealógica hasta los

cuartos abuelos 44

Demostración de los apellidos distintos que ca- ben hasta los cuartos abuelos, y procreación

del género humano 42

Caballería de la Espuela Dorada 55

ídem del Arminio 91

Ídem de la Ginela ó del Yero 94

ídem de la Banda 94

ídem de la Tabla Redonda 4 03

ídem de la Luna ó del Creciente 104

Ídem de la Estrella 404

Tratado del Blasón 56

Diccionario de Atributos 59

Forma y Campo de los Escudos 83

Proporción, puntos y partes principales del Es- cudo 84

Metales , colores y forros 88

Figuras de Armería 9i

Atributos de las piezas honorables 97

Ornamentos esteriores del Escudo 41-;

Diferencias en las Armerías 429

Brisuras 432

Leyes heráldicas y sus esccpciones 433

ÓRDÜNES CREADAS

POR LOS seFIores reyes de u casa de borbon.

Págioas.

Cofradía de la Espuela de Santiago en Galicia,

ú Orden Militar de Santiago 479, «08 y «74

Orden Militar de AlcáuUra 233 y 274

ídem id. de Atís 200

Ídem id. de Calatrava 236 y 274

ídem real y distinguida de Carlos IH 326

ídem Militar de Cristo 207

ídem id. de San Genaro. « 322

ídem real Americana de habel fa Católica 340

Ídem Militar de San Juan 231

DICCIONARIO

DE LOS LINAJES O APELLIDOS.

Abad, su origen, entronque, ramas, genealogías

y Armerías 343

Abalos id. id. id 354

Abella 374

Abellaneda 364

Abellü 374

Abendaño 386

Abreu 396

Acebedo 405

Acevedo 405

Alcalde 453

Aldaret 468

Aldarele 468

Alderele 468

Aldrete 568

Avalos 354

Avella 374

Avellaneda 364

Avello 374

A vendaíio 386

Avreu 395

Borbon 439

Dábalos 354

Dávalos 354

Ebreu 395

Evreu 395

Evreux 395

LISTA

DE LOS SEtORES ^UáCRlTORES AL DICCIOIARIO HISTÓRICO,

6EHEAL061C0 T HERÁLDICO.

S. M. LA REINA, Que en 21 de Mayo próximo pasado se digaó declararse pro- tectora y primera suscritora.

S. M. EL BEY.

S. A. EL Sermo. Señor Príncipe de Asturias. S. A. LA Serma. Señora Infanta. E\cmo. Señor Conde de Puñonrostro. Excmo. Señor Duque de Regla. Excmo. Señor Ministro de Estado.

Excmo. é III mo. Señor Arzobispo de Santiago de Cuba, con- fesor de S. M. Excmo. Marqués de Bellisca« Excmo. Señor Marqués de San Saturnino, lllmo. Señor Conde del Valle. Illmo. Señor D. Ramón de Campoamor. lllmo. Señor Juan Manuel Vasco. Illmo. Señor D. Salvador de Brocd de Bofarull. Illmo. Señor Conde de Premio Real. Illmo. Señor D. Pedro Mendoza. Iltre. Señor D. Lauriano Pascual deBallester. Iltre. Señor D. Joaquien Pascual y Jimeno. Iltre. Señor D. Domingo Morelló. Señor D. Francisco Ferrer y Valles^ Señor D. José María Bordalonga. Señor D. Miguel María Puche. Señor D. Francisco Lorenzo Pérez. Señor D. Bartolomé Fanés. Señor D. Juan Antonio Jiménez. Señor D. José Ibañez y Martinez. lllmo. Señor D. Manuel Moreno y Redondo.

Señor Ü. Alonso París Moreno.

SeQor D. José Spuche Ibaíiez.

SeQor D. Angosto de Comas y Arques.

Señor D. Antonio Ramos de Menoscs.

Señor 1). Eufi^enio Diaz Cendrera.

Súñur i). Bartolomé Ríquer.

Señor I). Mariano Bardaxí.

Señor D. Felipe Mico y Dolí.

Señor D. Manuel Suarez.

Señor I). Uamon Santos Tovar.

Señor D. Juan Chomon y Marquina.

Señor I). Blas Manuel Posada.

Señor 1). Gabriel de Aguiar.

Señor D. Manuel de Cal.

StM'ior 1). Uamon de Cal.

Señor D. Juan Arólas.

Señor I). José Baños.

Iltre. Señor D. Carlos Calderón y Molina.

Señor I). Germán Piferrer.

Señor D. José María Ortiz de Pinedo.

Señor 1). Francisco Gasó y Liñana.

Señor D. Manuel Alhambra.

Señor D. Serapio Artigues.

Señor D. José Plá.

Señor D. Jos»» de lllescas y Cárdenas.

Señor D. Ramón Piñeyro.

Señor D, Juan María Varona.

Señor D. Leoncio González Perejon.

Señor D. Justo Pelayo Cuesta.

Señor D. José María Guillen.

Señor D. Joa(|uin María Bover.

Señor D. Francisco de Herenas.

Señor D. Isidoro Gómez de Aróztegui.

Señor I). Santiago Knrique de Luna y Bonis

Señor I). Antonio Ridaura.

Señor D. Enrique Tudela.

Señor D. José Miranda.

Señor D. Matías Casaus.

Señor D. José Rodríguez.

Señor D. Blas Cintora.

Señor D. Francisco Auge.

Señor D. Manuel Marsiila.

Señor D. José Gumersindo Hernández de León.

Señor D. Juan Nogués.

Señor D. Ángel Rodrigalvarez.

Señor D. Gabriel de Unzuela y Morgado.

Señor D. Tomás Bermudez Alonso.

Señor D. Manuel de Priego Cubero.

Señor D. José de Zayas.

Señor D. Francisco Morelló y Segura.

Señor D. Luis Pérez Hervás.

Señor D. Juan Ramos.

Señor D. Ensebio de Guevara.

Señor D. Juan Ladrón de Guevara.

Biblioteca de Instituto Agrícola Catalán de San Isidro.

Biblioteca de Instituto de Orense.

Biblioteca del Instituto de 2." enseñanza de Almería.

Señor D. José de Pan y Agua y Pérez.

Señor D. Diego del Valle y Chaves.

Señor D. Miguel do Aquino y Giménez.

Señor D. Fernando Solísy Arias de Saavedra.

Señor D. Cándido Soldevila.

Señor D. Pablo La-Vergne y Durú , colaborador.

(Si continuará,)

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ADVERTENCIA.

Los retratos de S. M. la Reina y del antor, deberán colocarse á continuación de la portada del Diccionario.

Las 14- láminas de ejemplos de los Escudos de Arme- ría , por su nnmeracion correlativa, deberán colocarse al final del tratado de Armería, entre las páginas 136 y 137.

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