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“ellos aquí presentes. Pero todo ello habría redundado en alarear /
mi exposición, lo que he querido evitar,
Por otra parte, ereo que se habrá conseguido el mejor de los
resultados cuando los interesados, los campesinos de las regiones
- > alúdicas, sean los primeros en acudir a quienes compete, al ¡eur
de lo que sucede hoy día con la vacunación.
He dicho.
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Ada y Trabajof
Al
traba, os. Sobae
Relarionsa y
Observaciones en los mosquitos anofeles
del norte argentino
.
por el
Dr. RAYMOND C. SHANON
Las observaciones que se mencionan en esta comunicación
están basadas en el Anopheles pseudo-punctipennis, bien conocidos
por todos ustedes como el principal trasmisor del paludismo en
el Norte argentino. El presente informe es incompleto para la
biología de la especie, pues las observaciones han sido hechas
tan sólo en los meses de Marzo, Abril, Mayo y Junio. La mayor
parte del tiempo ha sido frío y en consecuencia desfavorable pa-
ra el desarrollo de los mosquitos. Pero las observaciones del in-
vierno son muy importantes también. Durante el mes de Marzo
y la primera quincena de Abril prevaleció el calor. Luego va-
rios períodos de frío y lluvia trajeron la temperatura invernal,
sobre todo en el mes de Junio. El período de tiempo ineluído
en estos meses produjo un cambio transitorio en la vida de los
mosquitos que disminuyeron gradualmente, durante el frío, su
actividad del tiempo de verano. La mayor parte de las investi-
vaciones fueron hechas en una área de terreno situada cerca del
Río Salí, y a dos kilómetros de la ciudad de Tucumán. El terreno
«le este vecindario es arenoso y se han sacado grandes cantida-
des de arena para emplearla en construcciones. Los trabajadores,
al sacar la arena hacen hoyos, los que se llenan con el agua de
las lluvias, o de las crecientes del Río Salí, y permanecen con el
agua durante varios meses. Cuando observé por primera vez es-
tos charcos, el 12 de Abril, muchos de ellos tenían la superficie
enbierta por densas capas de aleas verdes, y pude encontrar nu-
merosas larvas de Anopheles pseudopunctipennis desarrollándose
en ellas. Puede observarse que la larva Anopheles pseudopuncti-
penmis prefiere los charcos que tienen aleas verdes para desarro-.
llarse en ellos e invariablemente esos charcos tienen numerosas lar-
— 149 —
vas de Anopheles pseudopunctipenmis. Desde luego, las larvas se
desarrollaban en chareos que no contienen aleas, pero es eviden-
te que prefieren siempre los que la tienen. .
Es interesante observar que raramente se encuentran larvas
de otras especies en los chareos que contienen densas capas de
alga verde y en esta región particularmente no se han encontrado
otras especies de anofeles.
A fin de calcular la intensidad del desarrollo en estos char-
eos, fué seleccionado uno de ellos y contado el número de larvas
de anofeles extraídas. Este charco tenía aproximadamente ocho
metros cuadrados y estaba cubierto por una capa flotante de
algas verdes, de más o menos tres metros cuadrados. En una
serie de diez pruebas hechas con un cucharón de un litro fueron
Figura 1
contadas 828 larvas, con un término medio de 82.8 por cada
prueba.
Otro ceáleulo fué hecho con un tacho de medio metro cua-
drado de superficie; éste fué puesto debajo del alea tejida en
el agua, y levantada para reunir las larvas de las algas dentro
de sus dimensiones. Esto fué hecho tres veces, la primera dió
650 larvas, la segunda 427 y la tercera 533, con un término
medio de 513 por medio metro cuadrado de alga. Calculando el
número total de larvas en todo el tejido de tres metros cuadra-
dos, como base de las tres pruebas arriba citadas, había por lo
- menos 3088 en este solo charco. Es probable que este cálculo no
sea más que la mitad o aun menos del número total de larvas que
había en este chareo. Como había einco chareos semejantes en
— 150 —
la vecindad y en esa fecha, 16 de Abril, el número total de larvas
contadas allí sería por lo menos 15,440. Es seguro que el número
de mosquitos desarrollados en este lugar durante el año debe
ser caleulado en cientos de millares. En este cómputo no se ha
tenido en cuenta el número de huevos que había junto con las
larvas, pero se hace notar que se vieron muchos.
Mientras se hacían estos cálculos, se observó, que de ocho lar-
vas, una estaba completamente desarrollada y lista para la trans-
formación. Además, había ninfas en proporción de una por cada
nueve larvas. Las ninfas representan probablemente la producción
diaria de los adultos. En la base del promedio y del número total
de larvas que se han computado en esta región, puede figurar el
DA rg
Figura 2
número de adultos que emergen por día en el área de desarrollo,
más o menos 1.5400 especímenes. Después de estas investigaciones
sobre las larvas, fueron examinadas las habitaciones en esta ve-
cindad a fin de saber el número de mosquitos hembras adultos
existentes. Las capturas realizadas diariamente en los primeros
cinco días en diez habitaciones, dieron cientos de mosquitos con
un término medio de 43 mosquitos por cada casa por día. Hay en
la vecindad, alrededor de 30 casas, y si cada casa recibe al día
más o menos 1.540 especímenes. Después de estas investigaciones
se hizo la nvestigación, habrá un aumento de 1.300 mosquitos por
día, con lo que puede verse aproximadamente la producción diaria
de mosquitos en los charcos como se caleuló el número de larvas
desarrolladas que se encontraron en ellos e indica que el Anopheles
pseudopunctifenmis, es una especie doméstica de alto grado. Es
posible con un cálculo similar, asegurar la relación que debe exis-
— 151 —
tir entre la cantidad de anofeles desarrollados, y el desarrollo del
paludismo en una cierta región. No se hizo ninguna prueba para
saber la cantidad de paludismo que había entre la gente que vive
allí, pero la mayoría se queja de que lo tiene. Se vió a algunas
personas que guardaban cama y que afirmaron encontrarse enfer-
mas con “chucho”.
Durante la mayor parte de la primera quincena de Junio, las
aleas desaparecieron, y con ellas desapareció la mayor parte de
las larvas. La desaparición de las aleas fué probablemente causa-
da por el tiempo frío, que les es desfavorable, como lo es para las
larvas. En 13 de Junio cuando los chareos fueron de nuevo exami-
nados, sólo se encontraron larvas en uno de ellos que apenas con-
tenía pocas aleas y otras pocas fueron encontradas en la margen
del río, donde también había una pequeña alea. En esta época sólo
orandes chareos contienen agua y aunque en aleunos de ellos hay
mucha chara, no hay otras algas y por lo tanto no hay mosquitos.
El estado del hwevo. — El 23 de Junio, cerca del Río Salí. al-
eunas algas húmedas fueron recogidas y llevadas al laboratorio
donde se las colocó en un recipiente con agua. Dos días después
se observó la presencia de una larva, Esto indica que el espécimen
estaba en estado de huevo cuando se recogió esa alva, e indica tam-
bién la posibilidad de que la especie puede permanecer todo el in-
vierno en estado de huevo.
Estado de Tas larvas y pupes, o ninfas. — Hasta el 22 de
Mayo, el número de larvas de todo tamaño encontradas, no dismi-
nuyó en los chareos situados cerca del Río Salí, pero el 13 de
Junio, las algas y las larvas habían desaparecido completamente.
En esta época, hay muy pocas larvas y pupes a lo lareo de
la margen del Río Salí.
Adultos. — El 16 de Junio, coleccionaba larvas, en compa-
ñía del Dr. Davis, cerca de Concepción, cuando sacamos en el cu-
charón, al mismo tiempo que otras larvas y (pupes), una hem-
bra adulta que acabó de salir del estuche del pupe. En el mismo
día una kembra adulta fué capturada en una caballeriza. Aunque
estas observaciones indican que los adultos existen durante el in-
vierno, debe entenderse que su número es sumamente reducido.
Varios períodos de lluvia y frío en los meses de Abril, Mayo y
Junio, redujeron mucho el número de los especímenes que pudie-
ron encontrars en las casas. El último ejemplar macho que se con-
siguió en las casas vecinas de la ciudad de Tucumán, fué en el día
24 de Mayo. En esta fecha, sólo se neontraron 15 hembras en las 8
casas donde se investigó.
yo
Enemigos natwrales de las larvas de los Anopheles pseudo-
punetipenmis. — Los charcos que se encuentran cerca del Río Salí
al mismo tiempo que las larvas de los Anoféles, contienen muchos
otros insectos acuáticos que devoran las larvas de los mosquitos.
Los principales son los siguientes:
Las ninfas de libélulas. Estas permanecen generalmente en el
fondo del charco y aunque devoran las larvas de los mosquitos
cuando éstas están en el fondo, no es seguro que devoren muchas
de las que generalmente permanecen en la superficie del agua y
que están protegidas por las aleas. Probablemente estas ninfas
devoran muchas más cachipollas que tanto abundan en los
charcos.
2. Ninfas y adultos de Belostoma. Estos permanecen en la
superficie del agua, pero como se colocan siempre con la cabeza
hacia abajo, les es difícil cazar las larvas del anoféles, y es por
eso que para ellas esas ninfas no son un serio enemigo.
3.—Corira. — Estos insectos nadan libremente y raral vez
suben a la superficie del asua, así pues no son tampoco erandes
enemigos de las larvas.
4.— Las larvas de Dytiscidae o coleópteros del agua. — Estos
son grandes enemigos de las larvas del anoféles. Vagan de un
extremo al otro del charco, cerca de la superficie, en el fondo, y
aun penetran en las aleas. Se observó que aleunos ejemplares
conservados en el laboratorio, devoraron 24 larvas en el mismo
número de horas. Ninguna mojarrita se encontró en los charcos
estudiados.
Finalmente, debo hacer constar que todas estas observacio-
nes fueron llevadas a cabo con la ayuda y bajo los auspicios del
Departamento Nacional de Higiene.
Dejo constancia también, de mi agradecimiento hacia el De-
partamento Nacional de Higiene y al Instituto Bacteriológico,
por su ayuda y ventileza para conmigo.
Deseo también expresar mi agradecimiento al Dr. N. C.
Davis y 'al Dr. Rufino Cossio (hijo), por el apoyo que prestaron
a mi trabajo.
Y, finalmente, debo agradecer a la señora Agelia Carreras de
O Farrel y a mi esposa que me ayudaron en la preparación de
este manuserito.
Hematozoarios del paludismo en la República
Argentina
por el
Dr. ROBERTO L. DIOS
La presencia de ilustres autoridades en la materia, los profe-
sores Ascoli, Alessandrini y Pittaluga, me permiten, mejor dicho
me obligan a limitar esta ponencia a los resultados obtenidos por
nosotros en las provincias de Tucumán, Salta y Jujuy, bajo la
dirección de nuestro estimado maestro el Profesor Muhlens; pues
creemos que tales resultados parasitológicos contribuyen al mejor
conocimiento de la distribución y frecuencia de las especies de plas-
modios en nuestras zonas palúdicas del norte, cooperando así a
una mejor determinación de este nuestro erave problema nacio-
nal que ocupa como tema preferente la atención de este ilustra-
do Congreso.
Esta fundada limitación del tema, no envuelve una mera
cortesía, porque está firmemente arraigada en nuestro espíritu
la convicción de que las cuestiones parasitológicas aún no resuel-
tas, tan numerosas en malaria, sólo pueden ser consideradas por
quienes como ellos han dedicado todos sus afanes a la investiza-
ción científica.
Antes de entrar en materia, quiero recordar que la primera
comprobación de la existencia del paludismo en la Argentina, se
debe a las investigaciones del Dr. Eliseo Cantón, continuadas
más tarde por una falanee de estudiosos, entre los cuales los nom-
bres de Delfino, Malbrán, Paterson, Alvarez, García, Uriarte,
Penna, Bachmann y Barbieri, merecen citarse preferentemente.
Comenzaremos por dar una breve reseña estadística de la dis-
tribución y frecuencia del paludismo en la época de nuestras in-
vestisaciones.
El año 1924, en los meses de Marzo, Abril y Mayo, en un total
de 7024 individuos examinados, cuyas muestras de sangre fueron
— 154 —
recogidas personalmente por nosotros, encontramos 2331 casos po-
sitivos, lo que representa un 31,7 %. Ahora bien, en estos 2331
casos positivos, 871 eran trópicas, es decir el 37,4 %. Las infesta-
ciones determinadas por el Plasmodium vivax, alcanzaban a 800
o sea el 36,5 %. En cuanto a las cuartanas con 580 casos, repre-
sentaban el 24,9 % de los enfermos. Las asociaciones parasitarias
dobles y triples, llegaban al 4,3 % de positivos.
Los 8.000 exámenes practicados al año siguiente, 1925, con
las mismas técnicas, y que en su mayoría corresponden a la Pro-
vincia de Tucumán, aun cuando confirman la distribución en fo-
cos de las especies parasitarias acusan una sensible disminución
en el porcentaje elobal de positivos.
Así, por ejemplo, en Famaillá, pudimos observar el predomi-
nio de la malaria trópica. Sobre 1.550 examinados con 218 positi-
vos (14,06 %), 94 eran trópicas o sea 43 % de los positivos, luego
seguían las tercianas con 39 %, cuartanas con 11,4 % y por fin
las malarias mixtas, con 5,5 %.
También en la República Argentina, se observa la ya conovida
distribución por focos de las especies parasitarias, Así son focos
de malaria trópica: San José de Flores, provincia de Tucumán,
69 “% de los positivos; Rosario de la Frontera, con 100 % en la
línea del ferrocarril a Antilla; La Mendieta, Jujuy con 66 % de
los positivos. Son focos de malaria terciana las ciudades de Tu-
cumán y Salta; además en 1925, constituían dos focos intensos
de malaria terciana el Churqui y La Ciénaga, con 83 % y 711 %
respectivamente de los casos positivos. Eran focos de cuartana en
1924, Alemania (Salta) 55 % de los positivos; Orán (Monteros)
19 de los 37 positivos eran cuartanas; en 1925, el Rincón de Val-
derrama (Monteros), arrojó un 50 % de los positivos con Plas-
modium malariae.
Estos elevados porcentajes globales y relativos de los diferen-
tes plasmodios, hablan muy alto en favor de la indiscutible supe-
rioridad del método .de la gota gruesa, procedimiento germánico
sobre los otros empleados anteriormente en nuestro país. La sen-
cillez y seguridad de este método facilitó en sumo grado el exa-
men de la sangre de los lactantes entre 6 y 12 meses de edad, dato
precioso para apreciar exactamente la difusión e intensidad de: la
endemia palúdica en una determinada región.
Sobre un total de 172 examinados de dicha edad, obtuvimos
el sieuiente resultado: en Monteros (Tucumán), de 47 examina-
dos encontramos un 67,7 %. Tucumán y alrededores en 40 exá-
menes, 42,5 %. En la Provincia de Salta, 28,9 % y en Jujuy,
66,0 %. El cómputo total de positivos fué de 51,2 %, es decir que
— 155 —
más de la mitad de los lactantes examinados, eran portadores de
parásitos maláricos.
ADVERTENCIA
Método de la gota gruesa. — Sobre el porta objeto se deposi-
tan 2 0 3 gotas gruesas de sanere extraídas del lóbulo de la oreja,
de modo que moviendo el porta, se reunan y distribuyan en es-
pesores diferentes, sobre un mm, de superficie como mínimo. Tan-
to las gotas demasiado gruesas y de espesor uniforme que fácil-
mente se agrietan al secarse, como las muy deleadas y pequeñas
dan muy malos resultados una vez coloreadas. Las gotas gruesas
de sangre se dejan secar al aire en posición horizontal reseuar-
dadas del sol, el polvo y las moscas. Una vez bien secas, 2 horas.
se colorean sin fijar con la solución de Giemsa, una gota por cen-
tímetro cúbico. La tinción debe prolongarse durante media hora.
Uma vez terminada, se voleará el colorante y se lavará suavemen-
te en un recipiente con agua, dejándola secar al aire. Conviene
señalar que las votas deben ser coloreadas en el más breve plazo,
pues de otro modo se sobrecolorean y dificultan el diaenóstico.
En todos los! casos, practicábamos un extendido de sangre
con fines de control,
CARACTERÍSTICAS DE LOS PARÁSITOS
Esquizontes. — Hemos tenido ocasión de observar en las in-
festaciones de Plasmodium vivax, terciana, todas las fases del
desarrollo parasitario, desde las recientes formas de invasión por
pequeños anillos, luego la formación de esquizontes ameboideos en
distintas etapas de desarrollo y las formas de división. De acuer-
do con su cielo, los parásitos de terciana determinan en el glóbu-
lo huésped una hipertrofia. Las granulaciones de Schuffner, au-
sentes en las formas de reciente invasión, se hacen visibles en los
esquizontes medianos para llevar un máximo de abundancia y
nitidez en las formas adultas. leualmente ocurre con el piemento
hasta el momento de su orientación céntrica como sieno precur-
sor de una división esquizogónica inminente.
En muchas preparaciones de terciana, al lado de las formas
de esquizontes más ¡jóvenes (anillos chicos), se observan otros
mucho más desarrollados en plena faz ameboidea, así también co-
mo esquizontes adultos con 3, 4 y más bloques de cromatina, y en
aleunos casos fieuras de esquizogonía perfectamente constituídas
y maduras, listas para el estallido de la mórula y la liberación de
— 156 —
los merozoitos. Se trata en estos casos, con presencia contempo-
ránea de diferentes fases del cielo parasitario, de infestaciones
dobles o triples.
Existen casos en que la abundancia de esquizontes jóvenes,
anillos, es tan erande y en los que 'un observador experto, por el
tamaño, forma coloración y disposición del halo protoplasmático,
puede pronunciarse a primera vista sobre la probabilidad de tra-
tarse de Plasmodium vivax; pero solamente el examen del borde
de la gota permite un diaenóstico seguro; pues los glóbulos con
parásitos de tercianas, situados en su borde, presentan una inex-
plicable resistencia a la hemolisis, y ofrecen entonces una colora-
ción de fondo rosa pálido sobre la cual se destacan nítidamente
los esquizontes de la terciana con su extruetura característica y
en ciertos casos son bien visibles las finas eranulaciones de Schuf-
fner, cuva abundancia está en relación con el desarrollo de los
parásitos. Esa misma condición permite reconocer la hipertrofia
del elóbulo.
En ciertos preparados, sobre todo los provenientes de infec-
ciones masivas de plasmodium vivax en los niños, es tal la abun-
dancia de anillos pequeños, al punto que aparecen como si se tra-
tara de un cultivo puro de parásitos, verdaderas inundaciones de
plasmodios muy semejantes a las comunmente observadas en las
malarias trópicas. Pero en estos casos, las características ya seña-
ladas para los esquizontes jóvenes, la ausencia de gametos semilu-
nares (trópica) y sobre todo los caracteres ya indicados en el
borde de la eota, establecen el diaenóstico diferencial entre la
trópica y terciana.
En cuanto se refiere a los esquizontes erandes y medianos del
Plasmodium vivax, es posible observar la coloración azul celeste
de su protoplasma, con el Giemsa, la abundancia y el tamaño de
las eranulaciones de Schuffner, punto este sobre el cual tanto in-
siste y con razón la escuela italiana en contradicción con la fran-
cesa, y en el que acompañamos respetuosamente a la primera, son
caracteres que unidos a las particularidades del pismento, estable-
ce el diagnóstico microscópico.
El diagnóstico diferencial de los esquizontes de terciana y
cuartana, es indudablemente muy embarazoso y hay autores que
sostienen la imposibilidad de practicarlo en la gota eruesa. Sos-
tenidos por la autoridad del Profesor Muhlens, y la experiencia
adquirida, nos permitimos no compartir esta opinión. Hay, indu-
dablemente, ciertas diferencias que pueden concretarse así: nú-
mero de parásitos, siempre mucho menor en las cuartanas, no he-
mos observado nunca esquizontes jóvenes (anillos chicos) en eran
cantidad, como a menudo se ofrecen en las tercianas y trópicas.
Coloración del protoplasma: en los parásitos de cuartana difiere
de los de terciana. En efecto, en los primeros, el protoplasma toma
un color verdoso que puede atribuirse a ciertas afinidades tinto-
riales o es efecto de una combinación de matices, favorecida por
el mayor espesor del pigmento del Plasmodium malariae. Por
otra parte, la casi totalidad de las formas de cuartana (esquizon-
tes) se presentan compactos y de bordes bien limitados, mientras
los de terciana por varias causas (por ejemplo, la acción de la
quinina), tienen una marcada tendencia al desearramiento, for-
mas dechirés de los franceses.
Agregamos que en la gota gruesa, nunca hemos visto las de-
nominadas formas en bandas características para los esquizontes
«dlel Plas. malariae en los extendidos de sangre.
Por lo que se refiere a los esquizontes jóvenes (anillos) de
Laverania ma!lariae, única fase del cielo esquizogónica, frecuente
en la sangre priférica, existen caracteres diferenciales que se pue-
den resumir así: Gran cantidad de merozoitos (pequeños anillos
con un tenue halo protoplasmático, a veces como una fina línea
azul situada por encima de la cromatina). Total ausencia de es-
quizontes medianos y grandes, Presencia a veces de merozoitos
con cromatina dividida. En el borde de la gota, los equizontes ¡ó-
venes pueden presentarse acompañados por las gruesas y escasas
eranulaciones de Maurer teñidas de rosa.
Formas de división. — Las formas de división de la tercia-
na, mórulas de los autores italianos, hemos tenido oportunidad de
observarlas repetidas veces en la sanere de los palúdicos del norte
argentino, nos parece se distinguen fácilmente de las similares de
trópica y cuartana; por su tamaño, pesición excéntrica del pie-
mento y mayor número de merozoitos.
Las formas de división esquizogónica del Plasmodium mala-
rlae, pueden confundirse com las imilares del Plasmodium falei-
parum, sobre todo por su tamaño casi ieual. Para la diferencia-
ción debe asienarse valor al aspecto más abigarrado y compacto
del pigmento en las formas de trópica en relación con el de las
formas de división del Plasmedium malariae. Adquiere eran va-
lor diagnóstico diferencial la cantidad de formas de división pre-
sentes en la eota gruesa. Excepcionales en los casos de trópica,
son mucho más frecuentes en las infestaciones de tipo cuartana.
Así, hemos observado preparados con 3 a 6 margaritas por campo
microscópico.
Gametocitos. — Separaremos los gametocitos de los Plas-
modium vivax y malariae de los de Laverania malariae.
— 158 —
Respecto a los de las dos primeras especies, pueden extender-
se las mismas consideraciones formuladas, respecto de los esqui-
zontes. Pero es indudable, que ya se trate de terciana o de cuarta-
na, cuando encontramos un plasmodio que tiene ya más de la mi-
tad del tamaño correspondiente a un glóbulo parasitado, sin que
la cromatina nuclear muestre signo de división, debemos conside-
rarlo de hecho como una forma gametógena.
La posible confusión entre los gametos de estas dos especies,
especialmente entre los pequeños gametocitos de terciana y los
orandes de cuartana, se aclara mediante la comparación con las
otras formas en distinta fase de evolución.
En cuanto a la diferenciación de sexos entre los gametocitos
de terciana y cuartana, además de los caracteres de tinción del
protoplasma por el Giemsa, fuertemente azulado en el macro y
mucho más débil en el micro, existe un criterio mucho más aten-
dible y que reside en la disposición .de la cromatina nuclear, más
densa y ubicada preferentemente en uno de los polos bien delimi-
tada en el macrogametocito y menos abundante más difundida,
sin límites precisos en el miecrogametocito. Esta disposición parti-
cular de la cromatina se hace más aparente por la mayor afini-
dad tintorial del macrosametocito.
Gametos de laverania malariae. — La forma y particularida-
des del desarrollo de los gametocitos semilunares de esta especie
son muy característicos y propios, y constituyen una de las razo-
nes principales para su separación del género Plasmodium.
Queremos llamar la atención sobre una forma particular con
la que suelen presentarse los gametocitos de esta especie en la gota
eruesa. Los eametocitos de la Laverania, especialmente en el cen-
tro de la eota eruesa, pueden presentarse con forma redondeada
v de tamaño muv disminuído, caracteres éstos que los hace con-
fundir a menudo con los gametocitos medianos de cuartana. Sin
embargo, basta una detenida observación para distinguirlos, sea
por la acumulación central del pigmento y de la cromatina que
forman un verdadero conelomerado fuertemente teñido de ama-
rillo ocre, rodeado por una zona protoplasmática azulada, o por la
presencia contemporánea de formas típicas semilunares en el bor-
de de la gota eruesa.
En las infestaciones comprobadas de malaria trópica con nu-
merosos gametocitos (20 ( más por campo), hemos encontrado
apreciables diferencias de tamaño entre las semilunas de un mis-
mo preparado, según el espesor de la capa de sangre de la gota
que los contenía.
Los caracteres diferenciales del sexo, son: macrogametocitos
con protoplasma azulado, extremidades afiladas, pigmento con
R. C. SHANNON y N. C. DAVIS
Condiciones de reproducción de
Anopheles pseudopunctipennis
en la provincia de Tucumán
durante la estación seca
Publicado en la “Revista del Instituto
Bacteriológico'” (D. N. de H.)
N?* 7, Vol. IV. - Marzo de 1927
2
BUENOS AIRES
ANTONIO GARCIA., Impresor. — 856, - Perú - 858
14927
Condiciones de reproducción de Anopheles pseudo-
punctipennis en la provincia de “Tucumán
durante la estación seca.
RAYMOND C. SHANNON y NELSON C. DAVIS
Contribución del Instituto Bacteriológico del Departamento Nacional de Higiene
y de la División de Sanidad Internacional de la Fundación Rockefeller.
El objeto de este informe es llamar la atención sobre los
siguientes hechos:
1” Que el Anopheles pseudopunctipennis, principal portador
de la malaria en el Norte argentino, se reproduce durante todo
el año.
22 Que, debido al proceso contínuo de reproducción, la es-
pecie puede mantenerse durante las estaciones desfavorables,
seca y de invierno.
3" Que, durante la estación seca (mayo a noviembre, in-
cluyendo los meses de invierno) su producción y número son
muy reducidos.
4 Que, el tiempo frío de invierno (a veces la temperatura
desciende ligeramente debajo del punto de congelación del agua)
no mata las larvas, prolongando en cambio mucho el promedio
de duración de su desarrollo.
5* Que, los adultos no invernan; pero, por otra parte, el
eran número de adultos que predomina a fines de la estación
cálida, desaparece rápidamente, durante los períodos fríos y li-
geramente lluviosos de mayo y principios de junio.
6% Que, durante la estación seca los lugares de produc-
ción disminuyen mucho en número, debido a que se secan com-
pletamente, o a que las aguas se vuelven impuras, formándose
un ambiente desfavorable a las larvas.
7" Que, se encuentran fuentes permanentes de reproduc-
ción en las quebradas y en ciertos lugares de terreno llano
R. C. SHANNON Y N. C. DAVIS 663
en los cuales se mantiene agua fresca durante todo el año,
sirviendo estos criaderos para conservar la especie durante el
período seco desfavorable.
8 Que, en esta época del año, la fuente principal para los
criaderos, se encuentra en las vertientes y manantiales de las
montañas.
Conjuntamente con estos hechos conviene hacer notar que
la especie alcanza aparentemente su más bajo nivel hacia fi-
nes de la estación seca; pero, es curioso que en Concepción,
tanto en 1925 como en 1926, se haya notado un ligero aumento
en el número de individuos, justamente a fines de esta estación.
Actualmente se conocen las causas de ellos; es posible, que
la especie haya empezado a reponerse de los efectos de la esta-
ción de invierno. La temperatura alta no es aparentemente la
única causa de este aumento, pues aquella es, ya en septiem-
bre, mucho más alta que en mayo, y entonces pueden encon-
trarse gran número de larvas en los charcos de producción.
También es importar «se hacer notar que aunque las algas verdes
que son un elemento favorable a la reproducción de las larvas de
pseudopunctipennis permanecen frescas y verdes en aparien-
cia durante la primera parte del invierno, (aunque, sin duda,
es debido al calor), comienzan a palidecer y decaer al empe-
zar nuevamente el calor a fines de agosto. Cuando las algas
están marchitas, es evidentemente que son desfavorables pa-
ra las larvas, pues rara vez se encuentra a éstas en dichas
condiciones. En las quebradas, las fuertes lluvias de noviem-
bre y diciembre arrastran las algas secas y éstas probable-
mente no crecen y se acumulan en cantidades considerables
hasta fines de la estación lluviosa; y tal vez, durante este tiem-
po la reproducción sea escasa en las quebradas. No obstante
en los terrenos bajos (por ej: en el Río Medinas y en el Río
Gastona) la gran producción de larvas y el mayor crecimien-
to de algas tienen lugar en noviembre y diciembre; con las
lluvias copiosas de verano salen de madre los ríos, reducién-
dose entonces la producción de larvas en éstos.
FACTORES FÍSICOS QUE AFECTAN AL A. pseudopunctipennis
La mayoría de las observaciones en que se apoya este in-
forme fueron hechas en la provincia de Tucumán. La región
estudiada se encuentra a lo largo de una línea media longitu-
664 REPRODUCCIÓN DE Anopheles pseudopunctipennis
dinal, cuyos extremos se acercan a los límites N. y S. de la
provincia. Topográficamente, la provincia puede dividirse en
dos áreas. Las partes Norte y Oeste son montañosas, mientras
al Sud y al Este el país es muy llano. Numerosos ríos bañan
las montañas, muchos de los cuales 'convergen finalmente al
Fig. 1. — Lecho y barrancas del río Tapia. El as-
pecto rocoso y la ausencia de agua es típico de los
pequeños ríos de las quebradas durante la estación
seca. — La Posta, Tucumán.
río Salí, el cual pasa por el extremo Sud-Este a la provincia de
Santiago del Estero. Durante la estación seca estos ríos re-.
ciben agua tan solo de las montañas, y se secan en mayor o
menor extensión, particularmente en el terreno llano. Al Nor-
te de la ciudad de Tucumán, en las montañas, existe cierta
cantidad de rocas calcáreas.
Respecto al terreno, la provincia es semiárida y en la
parte Norte (de Tapia hacia el Norte) el cactus gigante es
R. C. SHANNON Y N. C. DAVIS 665
una característica típica del paisaje; la irrigación es la base
de la agricultura en la región semiárida de la provincia.
La cantidad de lluvia (1) en la ciudad de Tucumán de
los seis meses que comprenden la estación húmeda (noviem-
bre a mayo) es de 832.5 milímetros, con un promedio mensual
de 138.9. Enero, con 184.6 milímetros tiene el más alto pro-
medio. La cantidad de lluvia de los seis meses de estación
seca es de 137.6 milímetros, con un promedio mensual de 22.7.
Julio es el mes de menos lluvia, no pasando de 8.1 milímetros.
Abril, el último mes de la estación lluviosa, y octubre, el úl-
timo de la estación seca tienen aproximadamente el mismo
promedio, 66.6 y 61.1 respectivamente.
El promedio de temperatura mensual de los seis meses de
estación húmeda es de 23.12% centígrados, con el máximo
absoluto de 47.4 grados (enero) y el mínimo absoluto de
2.4% (abril). El promedio de temperatura mensual de la es-
tación seca es de 15.44? con un máximo absoluto de 42.0*
(septiembre y octubre) y un mínimo absoluto de 5.0% (ju-
lio). Las temperaturas.de estación son las siguientes: comen-
zando por los tres meses más fríos. junio, julio y agosto, que
pueden considerarse la estación de invierno, tenemos un pro-
medio mensual de temperatura de 13.0% (extremas: 37.3% y
5.0%) ; la primavera tiene un promedio mensual de 20.27* (ex-
tremas, 43.6* y 0.6*), el verano tiene 24.64” (extremas: 47.4”
y 6.4%); y el otoño tiene 19.29* (extremas: 39.5” y 0.6").
Durante la estación lluviosa el pseudopunctipennis es un
reproductor muy prolífico y una especie muy abundante en la
región llana de la provincia, extendiéndose, no obstante, a las
alturas en las quebradas. Pero con la llegada del invierno frío
y seco, la especie declina muy rápidamente en número, alcan-
zando pronto un nivel muy bajo. Hacia el final de la estación
seca es muy difícil hallar larvas, y aún con una búsqueda sis-
temática en las casas, y usando caballos como cebo, se cazan
muy raras veces adultos. El promedio de desarrollo se retarda
mucho en invierno, y aún en agosto, cuando hay un aumento
de temperatura, el pasaje del estado de huevo a adulto lleva
alrededor de un mes.
(1) Los datos de lluvia y temperatura son tomados de la publicación del
Dr. Miguel Lillo, “Cuarenta años de observaciones pluviométricas y termo-
métricas en la ciudad de Tucumán (1883-1923) .” Revista de la Umiversidad Nacto-
nal de Tucumán, 1924, págs. 1-31.
656 REPRODUCCIÓN DE Anopheles pseudopunctipennis
Durante el mes de mayo — cuya temperatura es más ba-
ja que en septiembre y octubre — las actividades procreadoras
de esta especie se mantienen en un elevado porcentaje (se
han recogido cientos de larvas en los charcos cercanos del Río
Sali, el 22 de mayo de 1926), mientras que en septiembre y
octubre — que son los dos últimos meses de la estación seca
]
de
Fig. 2. — Parte lateral del río Salí. Cerriente lenta,
algas y A. pseudopunctipennis, criándose a ambos
lados del río. — Ciudad, Tucumán, mayo 19-6.
— dichas actividades son muy reducidas. Estos mosquitos
conservan ese bajo nivel hasta la llegada de la estación lluvio-
sa, en la que comienzan a reproducirse en grandes cantidades
PERÍODOS DE PROCREACIÓN
Así, parecería pues que la procreación del mosquito pue-
de reducirse a dos períodos: el período de procreación inten-
R. C. SHANNON Y N. C. DAVIS 667
sa, que coincide con la estación húmeda; y el período de re-
producción reducida que corresponde a la estación seca. Du-
rante el mes de mayo (1925), que corresponde a la estación
seca (cayeron solamente 2.5 mm. de lluvia), el agua de los
lugares temporarios de reproducción no se hallaba suficiente-
mente viciada como para detener la procreación.
Fig. 3. — Charco lateral en el lecho del río Salí,
con gran cantidád de algas y también una intensa pro-
ducción de Anopheles pseudopunctipennis. — Ciudad,
Tucumán, mayo, 1926.
La estación seca produce una gran reducción y se ha de-
mostrado que algunas de las fuentes son tan solo fempora-
rias, pues quedan completamente vacías de Anopheles, mucho
antes de que comience nuevamente la estación lluviosa. Por
lo tanto, es conveniente distinguir entre las áreas de repro-
ducción temporarias y permanentes y es necesario descubrir
668 REPRODUCCIÓN DE Anopheles pseudopunctipennis
el método por el cual la especie se radica nuevamente en las
fuentes temporarias.
Como ilustración de lo que constituye una fuente tempo-
raria de reproducción, describiremos, la citada por Shannon
(1). En abril y mayo podían verse miles de larvas de pseudo-
punctipennis en desarrollo, en los charcos y en los arenales
próximos al río Sali e igualmente a lo largo de las márgenes
del río. Durante la primera parte de junio la mayoría de las
algas de estos charcos desaparecieron y al mismo tiempo des-
Fig. 4. — Criaderos formados por excavaciones artificiales, de donde se ha sacado
arena para construcciones. Durante los meses de marzo, abril y mayo, estos criaderos
contenían grandes cantidades de algas y eran fuentes prolíferas de pseudopunctipennis.
Ciudad, Tucumán, mayo 1926.
aparecieron también la mayor parte de las larvas. El 13 de
junio, pudieron hallarse larvas, sólo en uno de estos charcos,
que aún contenía unas pocas algas, y unas pocas fueron en-
contradas también a lo largo de la márgen del río donde aún
se mantenían algunas algas. El 5 de julio, tan sólo los char-
cos más grandes contenían agua y aunque en algunos de ellos
existía considerable cantidad de chara (otra clase de algas),
no había ninguna larva de mosquitos. Las márgenes del río
estaban igualmente limpias de algas y larvas, pero se descu-
brieron algunas matas detenidas por la desaparición del agua,
(1) Actas y trabajos del Tercer Congreso Nacional de Medicina, Buenos Ai-
res, julio de 1926, págs. 148-152.
R. C. SHANNON Y N. C. DAVIS 669
en el lecho de uno de los brazos laterales del río. Cuan-
do se visitaron nuevamente los charcos y el río, el 24 de julio,
se encontraron absolutamente secos. También, en esta fecha,
fué imposible hallar adultos en las casas de la vecindad. Dos
veces en agosto y una en septiembre, se hicieron búsquedas
en la misma región, pero no se encontraron Anopheles pseu-
dopunctipenmis. Esta sección particular del río permaneció
seca hasta noviembre.
Después de la desaparición del pseudopunctipennis de es-
ta vecindad, se creyó que posiblemente los mosquitos que ha-
bitan la región durante los meses de marzo, abril y mayo, pro-
vienen de mosquitos traidos por el río Sali desde puntos más
lejanos, río arriba, posiblemente en estado de huevos y larvas.
De acuerdo con esto, el 25 de julio, se hizo una excursión al
río Tapia, tributario del Salí y a la sección adyacente del
Salí, a objeto de investigar las condiciones allí existentes. En
el lugar en que el ferrocarril cruza al río Tapia, el lecho de
éste se encontraba absolutamente seco, pero a medio camino
entre el ferrocarril y el río Salí, existen una cantidad de ma-
nantiales que surten un volúmen considerable de agua fresca,
y en el lugar en que el Tapia se une al Salí se ha formado ya
un río de caudal abundante. Había a lo largo del río una re-
gular cantidad de charcos con muchas algas verdes y larvas
de Anopheles pseudopunctipennis y A. argyritarsis en todas
sus estados de desarrollo; también se encontraron ninfas. Pre-
dominaban las larvas de argyritarsis, alcanzando el 85 %, del
número total (80 especímenes) de larvas encontradas. El río
Salí es muy ancho en esta región y a lo largo de él existían
numerosos charcos que contenían grandes cantidades de algas
frescas. El Salí no fué examinado en toda su extensión en este
lugar, pero tres días después, los autores visitaron la Aguadita
del río Salí, unos 20 kilómetros más abajo de la primera lo-
calidad, y a unos 12 kilómetros al Noreste de la ciudad de Tu-
cumán. Tanto arriba como abajo del dique existían grandes
cantidades de algas verdes, encontrándose ambas especies de
Anopheles. Aquí también las larvas de pseudopunctipennis
existían en un 18 % sobre un total de 136.
Dos meses más tarde, el 4 de octubre, se hizo otra in-
vestigación en el río Tapia, y en esta ocasión el río Salí y
el Choromoro fueron igualmente examinados. Las condiciones
del Tapia eran muy similares a las de la fecha anterior. El
670 REPRODUCCIÓN DE Anopheles pseudopunctipennis
lecho del río estaba seco hasta en la parte en que existen los
manantiales. Vimos aún, algas verdes en el agua de los manan-
tiales, coleccionándose 60 larvas en esta ocasión, de las cuales 20
o sea el 33 % eran de pseudopunctipennis, siendo las res-
tantes de argyritarsis. La corriente de agua resultante de
los manantiales tenía un volumen algo menor que el 25
de julio, pero las algas, aunque seguían siendo tan abun-
dantes como en la fecha anterior, estaban ya marchitándose,
habiendo tomado un color amarillento. Muy pocas larvas pu-
dieron hallarse en el curso mismo del río. Después de llegar
al río Salí, lo remontamos hasta donde se le une el río Cho-
romoro, a una distancia aproximada de 60 kilómetros. El Salí
tenía una profundidad uniforme de un metro más o menos y
una anchura de unos 16 metros. El agua estaba clara pero
habían numerosas y extensas matas de algas amarillentas, des-
coloridas, a lo largo de su curso, las cuales daban al agua un
gusto fuerte y desagradable. Las algas, mientras se encuen-
tran en este estado de marchitez, parecen ser desfavorables
a las larvas de Anopheles, pues, en los lugares en que se exa-
minaron las algas, no se encontraron larvas. Sin embargo,
si se hubiera hecho una búsqueda minuciosa a lo largo del cur-
so del río, es muy probable que ellas hubieran podido ser halla-
das. El río Choromoro fué remontado desde el río Salí hasta
el punto en que cruza el ferrocarril. Solamente una pequeña
corriente se deslizaba por el lecho en la parte más baja del
río, pero a lo largo de su curso, se encontraban cantidades de
pozos con manantiales de agua fresca, y algunos de éstos te-
nían larvas de Anopheles.
La ciudad de Trancas fué visitada también el 5 de oc-
tubre, y el río Salí fué examinado nuevamente en este punto.
Las condiciones eran las mismas que las existentes al inter-
narse en su curso. Observamos grandes matas de algas ama-
rillentas existentes en crecido número, no encontrándose lar-
vas en ellas. Sin embargo en la vecindad de Trancas existen
extensos y cenagosos arroyos y lagunas, los cuales ofrecen
condiciones ideales de reproducción para Anopheles. Aquellos
fueron examinados parcialmente pero tan sólo se hallaron al-
gunas larvas que resultaron ser de Anopheles albitarsis y tar-
simaculatus.
El 7 de octubre, los autores visitaron nuevamente la Agua-
dita. Había una disminución visible, pero no grande del volu-
R. C. SHANNON Y N. C. DAVIS 611
men de agua, comparada con la que había el 30 de julio. To-
das las algas habían adquirido color amarillento. Se encon-
traron larvas de Anopheles en varios charcos diferentes. Del
caudal principal de agua, del dique, se sacaron 18 larvas, de
las cuales 6 eran pseudopunctipennis, 11 de argyritarsis, y 1
de tarsimaculatus. En un charco más pequeño a la altura de
la represa se coleccionaron 8 larvas de argyritarsis y 2 de
tarsimaculatus. Un pequeño charco situado más abajo de la
represa contenía 126 larvas, de las cuales 39 eran pseudo-
punctipennis y 96 argyritarsis. Todas las larvas de pseudo-
Fig. 5. — Manantial y subsecuente corriente de aguas tranquilas, con vegetación en un cos-
tado del río Tapia. Esta es una fuente permanente de A. pseudopunctipennis y argyritarsis.
(Fotografía tomada el 1 de octubre 1926 a fines de la estación seca; la mayor parte del río
se encuentra seca como se vé en la Fig. 1.) — La Posta, Tucumán. :
punetipennis, tomadas en el charco últimamente mencionado,
se encontraban en el primero y segundo estado. Del número
total de larvas de la Aguadita, el de pseudopunctipennis solo
alcanzaba al 10 %.
Los manantiales del río Tapia fueron visitados en fecha
posterior, el 13 de octubre, y de las 162 larvas coleccionadas,
solamente 17 eran de pseudopunctipennis o sea el 11 % ; sien-
do las restantes de argyritarsis. Sin embargo, en esta ocasión
se descubrió una gran cavidad en la barranca del río, junto a
“los manantiales, la cual fué examinada, capturándose 10 adul-
tos de pseudopunctipennis y 2 argyritarsis en sus obscuros es-
condites.
672 REPRODUCCIÓN DE Anopheles pseudopunctipennis
El sumario siguiente, comprende a otras observaciones
hechas sobre Anopheles pseudopunctipennis, e incluye todos
los estados, durante la estación seca y de invierno.
ESTADO DE HUEVOS
Las hembras adultas con huevos maduros en los ovarios
fueron coleccionadas en las siguientes fechas en Concepción:
13 y 15 de abril; 13 y 27 de mayo; Y de junio; 10 de agosto
(de 10 hembras coleccionadas, 8 tenían huevos completamen-
te desarrollados) ; 17 y 23 de agosto (se vió que una hembra, de
cada fecha, tenía huevos maduros después de su muerte, al-
gunos días después de su captura).
El 23 de junio se juntaron algunas algas húmedas en la
tierra, junto al río Salí y se colocaron en un recipiente de agua
en el laboratorio. Dos días más tarde se observó una larva
de Anopheles recién nacida en el recipiente. Más tarde se co-
leccionaron algas, sometiéndolas al mismo tratamiento, sin
obtener resultado alguno.
ESTADO DE LARVAS
Se encontraron larvas en todos los estados de desarrollo
durante todos los meses de invierno y la estación seca.
En el año 1925, Davis hizo varias colecciones de larvas
durante los meses de agosto, septiembre y octubre. Encontró
considerable cantidad de Anopheles en reproducción en Ledes-
ma (Cañitas) Jujuy, el 8 de agosto. Muchas larvas fueron co-
leccionadas, pero muchas de ellas murieron, debido a las con-
diciones adversas del viaje. Nacieron un pseudopunctipennis
y un Rondon.
En Medinás, Tucumán, durante el mes de septiembre de
1925, Davis incubó unos 100 Anopheles, pero ninguno de
ellos era pseudopunctipennmis, perteneciendo todos ellos al
grupo Nyssorhynchus.
El 28 de octubre de 1925, fueron coleccionadas diez lar-
vas en el río Medinas. De éstas fueron criadas tres pseudopuncti-
Denis (ESAS de
En Concepción, Tucumán, el 16 de octubre de 1925 fueron
recogidas 175 larvas de todos los tamaños y 20 ninfas de una
zanja que tenía gran abundancia de berros y algas. De este
lote se lograron doce machos y once hembras de pseudopune-
tipennis.
R. C. SHANNON Y N. C. DAVIS
673
IDENTIFICACIÓN DE LARVAS, O DE ADULTOS NACIDOS DE LARVAS
(Mayo a noviembre, 1926)
Fecha
Mayo
>
Mayo 9
Junio
Junio
>
Julio
>
Julio 29
Julio 31
Agosto
Agosto 21
>
Agosto 28
Septiembre
Septiembre
Septiembre 22
Octubre
Octubre 4
Octubre 5
Octubre 6
> 9
» 10
> 11
Localidad
Zona Medinas
Trinidad.
Concepción
Tucumán !
Zona Medinas
Trinidad.
Concepción
Tucumán
Zona Medinas
Trinidad.
Concepción
Tucumán
Tapia
Aguadita
Salí)
Zona Medinas
Trinidad.
Manantial
Concepción
(Río
Manantial
Medinas (Concep-
ción)
Tucumán
Manantial
Tucumán
Río Tapia
Trancas
Aguadita (Río
Salí)
Santa Bárbara
Quebrada de Lu-
les debajo del
dique.
Quebrada de Lu-
les, 30 kils. más
arriba del dique.
Concepción
Río Tapia
Vipos
Concepción
Total de
Anopheles
103
57
Número de
A. pseudo-
punctipenmis
E
Rh=rO0ODn
Anotariones
200 pupas
190 adultos nacidos.
1 macho nacido de
una pupa de la
margen del río
Medinas.
Un espécimen a me-
dio desarrollo con
determinación du-
dosa.
Espécimen de pseu-
dopunctipennis que
no fué identifica-
do por los auto-
res.
(Continúa)
674 REPRODUCCIÓN DE Anopheles pseudopunctipennis
(Continuación)
Total de Número de |“.
Fecha Localidad A. pseudo- Anotaciones
Anopheles | punctipennis
»
> 15 > 1 1 Datos relativos a
> 18 > 1 ] pseudopunctipen-
> 22 > 30 10 mis, referentes Sso-
> 23 > 8 3 lamente a la apa-
> 25 > 53 20 rición.
> 26 > 65 65
> 27 | Medinas 3 3
CAPTURA DE Anopheles pseudopunctipenmis ADULTOS
(Mayo a noviembre, 1926)
Fecha
Mayo
>
> 14
> 2
Junio 4
>
> 7
> 17
> 29
Julio
> 19
> 26
> 30
Agosto 25
>
> 10
> 17
> 27
Septiembre
> 30
Octubre
> 17
> 13
> 22
> 30
Fuente de
captura
Localidad Hembras Machos
Concepción 5 0
Tucumán 400 30
Concepción 18 ()
> 19 (e
> 2, 0
Tucumán 25 O
Concepción 16 0
> 1 0
> 12 al
Tucumán 0 0
Ccncepción 4 1
> 0 0
> 5 0
> 1 0
Tucumán 0 0
Concepción 10 2
> 1 1
> 0 0
Tucumán 0 0
Concepción 2 0
Tucumán 0 0
Concepción 20 8
Tapia 0 el
Concepción ES 6
> 28 7
En caballos
En las casas
En el hospital
En el hospital
En caballos
En las casas
En el hospital
Nacido de la pupa
enseguida de to-
mada en el río.
En el hospital
>
>
En caballos
En el hospital
>
>
>
En pequeñas cuevas
durante el día.
En el hospital
>
R. C. SHANNON Y N. C. DAVIS 675
CARENCIA DEL PERÍODO DE INVERNADA
A base de las observaciones que anteceden, es evidente
que el método por el cual pasa esta especie las estaciones des-
favorables,—seca y de invierno,—es la reproducción contínua,
y no por procesos semejantes a aquellos por los cuales los
huevos resisten a la desecación, o los huevos, larvas, pupas y
adultos se conservan invernando, o los adultos se conservan du-
rante el estío. Aparte de la evidencia prima facie de que no
existe invernada, (las condiciones invernales no son suficien-
temente intensas para incitarla) la negación de que la inver-
nada tiene lugar, queda relegada a los siguientes puntos:
1) El fracaso en la repetida búsqueda de adultos en repo-
so en la vecindad de los lugares temporarios de reproducción,
después de haber desaparecido estos últimos durante la esta-
ción fría y seca.
2) La presencia, sujeta a considerable fluctuación en las
búsquedas periódicas, de los adultos en reposo cerca de los
lugares de reproducción permanentes y probablemente favora-
bles, durante el invierno. (Esto se refiere particularmente a
las capturas en el hospital de Concepción).
3) La presencia repetida de machos entre los .adultos
capturados, lo cual indica una constante eclosión.
4) La captura en ocasiones de pseudopunctipennis con
cebo animal, aún en las tardes frescas de invierno, probando
así que el vuelo no estaba suspendido.
5) El hallazgo de larvas de pseudopunctipennis, aunque
en número reducido, en lugares favorables a raíz de repeti-
das ocasiones, durante los meses de invierno y primavera.
RESUMEN
El curso de los sucesos en la vida de Anopheles pseudo-
punctipennis entre el final de una estación húmeda y el co-
mienzo de la siguiente, puede resumirse como sigue:
1) La llegada de la estación seca elimina ciertas canti-
dades de agua más o menos temporarias, que fueron anterior-
mente lugares de reproducción favorables, y durante esta es-
676 REPRODUCCIÓN DE Anopheles pseudopunctipennis
tación el pseudopunctipennis desaparece completamente de es-
tos focos anteriores.
2) El efecto del tiempo frío, seguido de sequía hace mar-
chitar y secar las algas, las cuales generalmente proveen ali-
mento y guarida a las larvas. Sin duda el alimento microscó-
pico de las larvas, disminuye en concomitancia en gran parte,
debido a las mismas causas: frío y sequía.
3) La reducción continuada del agua, conduce sin duda
a una concentración de materiales disueltos, especialmente de
ácidos orgánicos, etc., provenientes de las algas marchitas y
otra vegetación, las cuales probablemente tienen un efecto de-
letéreo directo sobre las larvas o sobre su provisión de ali-
mentos, o sobre ambas.
4) Sin embargo, durante este tiempo, el mayor número
de adultos restantes, continúa poniendo huevos en las aguas
que quedan depositadas, y de éstos nacen larvas, produciendo
el cuadro anómalo de la existencia de muchos mosquitos, y es-
pecialmente de larvas, bajo condiciones de ambiente comple-
tamente desfavorables. Por otra parte, no sabemos qué nú-
mero de larvas nace eventualmente. Llevándolas al labora-
torio y manipulándolas con gran cuidado, pueden ser incu-
bados en gran número, pero solamente después de prolonga-
dos estados de larva y pupa.
Esto sugiere lo que debe ocurrir en la naturaleza: los
jóvenes están supeditados a la “lucha por la existencia” du-
rante un período inusitadamente largo (sin duda un mes por
lo menos) con tiempo adverso, probablemente provisión redu-
cida de alimentos, sometidos a la persecución de los enemigos
naturales. De esto resulta una elevada mortalidad y una dis-
minución progresiva de adultos; y aunque la reproducción
continúe siempre, solo tiene lugar en las localidades más fa-
vorables (en las quebradas y en los lugares río arriba, ciertos
arroyos y desagies en las tierras bajas que tienen una cons-
tante provisión de agua fresca).
5) El tiempo caluroso llega antes de las lluvias, cosa que
estimula el crecimiento de las algas (por lo menos en las tie-
rras bajas), pero debido a la gran disminución de pseudopunc-
tipennis, hay un retardo más bien prolongado antes de que
pueda notarse el aumento comprobable de la producción de
mosquitos.
R. C. SHANNON Y N. C. DAVIS 677
6) La rápida invasión final de pseudopunctipennis coin-
cide con la llegada de las lluvias debido a:
a) Un estímulo previo a la reproducción, proveniente del
tiempo favorable (aumento de algas y estados de larva y pu-
pa más cortos).
b) La producción de otros lugares favorables, pero tem-
porarios, de procreación, por las lluvias.
c) La extensión del recorrido por los adultos voladores
provenientes de la estación seca favorable.
d) El probable acarreo río abajo hacia nuevas localida-
des, de huevos y larvas, provenientes de los lugares de pro-
ereación situados río arriba.
SOMMAIRE
1? L'Anopheles pseudopunctipennis le plus important trasmmisseur du pa-
ludisme dans le Nord argentin, se reproduit pendant toute l'année.
22 C'est ainsi qu'il se conserve pendant les saisons défavorables, froide
et seche.
3? Dans ces saisons, (Mai jusquw'á Novembre) sa reproduction et sa quantité
son tres reduites.
4* Le temps froid de l'hiver (quelques fois au-dessous de 0%) ne tue pas les
larves, mais la duration moyenne de l'état larvaire est prolongée.
5% Les adultes n'hivernent pas; mais on trouve que, le grand nombre d'adultes
qui prédominent á la terminaison de la saison chaude, disparaissent tres vite
pendant les periodes froides-légerement pluvieuses de Mai et premiers jour de
Juin.
6% Pendant la saison seche, les gites diminuent en quantité, par ce que l'eau
s'évapore ou se putréfie, et les conditions se tournent alors mauvaises pour ces
larves.
72 On trouve dans les ravins des montagnes et dans certains endroits de
la plaine, quelques gites permanentes, dans lesquelles se trouve, pendant toute
lannée, de l'eau fraiche. Ces gites servent de sources pour cette éspéce, pendant
le periode défavorable, et Pleau qui alimente ces gites, a son origine dans les
manantials et petites rivieres des montagnes.
SUMMARY
It has been ascertained that Anopheles pseudopunctipennis, the principal
carrier of malaria in Argentina, (1) breeds continuously throughout the year;
(2) that, by means of the process of continuous breeding the species maintains
itselí during the unfavorable dry and winter season; (3) that, during the dry
season its numbers are greatly reduced; (4) that, the cold weather of winter
678 REPRODUCCIÓN DE Anopheles pseudopunctipennis
does not kill the larvae but merely prolongs their period of development; (5)
that, the adults do not hibernate; (6) that, during the dry season the places
of reproduccion are greatly disminished in numbers and area; (7) that, the
breeding places during the dry season are found in the quebradas where the
mountain streams and springs maintain a sufficient supply of fresh water
throughout the year and these serve as breeding "sources in the dry season.
SCHLUSSFOLGERUNG
1% Es wurde beobachtet das 4. pseudopunctipennis, der haupttúrbertrager der
malaria in Argentinien, sich das ganze jahr hindurch fortplantnzt.
2% Dass, durch dieselbe, die gattung unúunstigen trokenen wintermonate
uber lebt.
3% Dass, wáhrend dieser trokenen jahreszeit dieselben weniger háufig sind.
4% Dass, das kalte klima nicht die larven tótet, sondern ihre entwick, lungs-
zeit verlangert.
50 Dass, die brutplátze sich an zahl un grósse warhren der trokenen zett
vermindern.
6* Das, die Imagos nicht iiberwintern.
7% Dass, die brutplátze wáhrend der trokenen jahreszeit sich in den
thálern befinden, in welchen die gebisrswásser genigend feichtigkeits behalten
um den larven als náhrmittel zu dienen.
a O y e ALL,
La distribución del Anopheles pseudopunctipennis
y su relación con el paludismo,
en la Argentina |
por R. C. SHANNOMN, N. C. DAVIS y E. DEL PONTE
Contribución del Departamento Nacional de Higiene y de la División de Sanidad
Internacional de la Fundación Rockefeller.
(Con las láminas XI, XII y XII)
I. INTRODUCCION
AUSENCIA DEL PALUDISMO EN EL LITORAL Y EN LAS PROVINCIAS
CENTRALES DE LA ARGENTINA
Muchas veces se ha preguntado a los autores, su opinión
sobre la ausencia de paludismo en la región de la provincia de
Buenos Aires, estando más bien confinado a las provincias del
NO.; en Europa el paludismo endémico se encuentra en luga-
res más alejados del Ecuador y con un clima mucho más des-
favorable que el de Buenos Aires.
LA AUSENCIA DE PALUDISMO NO ES DEBIDA A LA FALTA DE
Anopheles
Efectivamente, en la provincia de Buenos Aires se cono-
cen las siguientes especies: A. annulipalpis (1), albitarsis (2),
y argyritarsis (3), y por otra parte hay anofelismo sin mala-
ria, en las zonas del litoral y en ciertas comarcas de las pro-
vincias centrales.
La)
680 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis
CAUSAS DE LA AUSENCIA DE MALARIA EN ESTAS REGIONES
La causa de dicha ausencia se relaciona principalmente
con la distribución del A. pseudopunctipennis, siendo superfluo
revisar los trabajos que acusan a esta especie como trasmisora
en la Argentina; es suficiente recordar, que desde la publica-
ción de Paterson en 1911 (4), en la que se daba la identifica-
ción de la especie y los resultados de las disecciones que prue-
ban su papel trasmisor, se ha publicado un conjunto de tra-
bajos que afirman esta trasmisión.
En este trabajo queremos hacer resaltar el hecho de que
las regiones argentinas más castizadas por esta enfermedad,
coinciden con la distribución del A. pseudopunctipennis y que
aquellos lugares donde el paludismo no existe o es poco impor-
tante (p. ej.: Corrientes y Chaco) no se encuentra esta especie.
Anopheles pseudopunctipennis, COMO ESPECIE ÚNICA EN LA
FAUNA DE LOS MOSQUITOS ANOFELINOS
El A. pseudopuncetipennis, es muy distinto morfológica-
mente de las demás especies argentinas del mismo género, en-
contrándose colocado en un grupo distinto, grupo Anopheles,
en tanto que las otras especies se encuentran en los grupos
Nyssorhynchus y Arribalzagia. Además parece ser principal-
mente una especie de montaña; sus larvas prefieren criaderos
diferentes a los elegidos por las otras especies; los adultos son
eminentemente domésticos. El límite de su distribución se en-
cuentra más al N. que el de las otras especies, pues alcanza
al SO. de los EE. UU., encontrándose en Méjico, América Cen-
tral y los países Occidentales de Sud América. Además el lími-
te SO., en la Argentina, desciende más que el de las otras es-
pecies. Es desconocida en el Viejo Mundo.
POSIBILIDAD DE SU EXPANSION HACIA EL ESTE
¿Existe la posibilidad de que esta especie, se introduzca
en las regiones indemnes de la Argentina y de que se establez-
ca en ellas?
De las especies que conocemos en las provincias occiden-
tales, hay tres que también se encuentran en el E. argentino:
R. C. SHANNON, N. C. Davis Y E. DEL PONTE 651
albitarsis, argyritarsis y tarsimaculatus. ¿Son los hábitos del
A. pseudopunctipennis suficientemente parecidos a los de es-
tas especies, como para poder establecerse en el E. argentino?
Para poder resolver esta cuestión muy importante, es necesa-
rio considerar los factores que limitan su distribución y tam-
bién conocer sus hábitos. Mientras tanto sería conveniente:
1* revisar los datos que hayan sido acumulados en «otros paí-
ses; 2* determinar su área completa de dispersión, en relación
con sus costumbres y con el paludismo; 3* resumir el área geo-
eráfica argentina y su relación con el paludismo en este país.
II. OBSERVACIONES EN OTROS PAISES SOBRE EL A. pseudo-
punctipennis.
Distribución general
Aunque su distribución N.-S. es muy extensa (aproxima-
damente desde los 40% N. hasta los 32* S.), su dispersión E.-O.
es en cambio reducida. Dyar (5), la indica como sigue: “Esta
especie se encuentra desde el S. de EE. UU., en las costas del
Atlántico y del Pacífico, hasta la Argentina, Perú y probable-
mente Chile.” La indicación de que se encuentra a lo largo
de ambos océanos, es posiblemente aleo equivocada, porque
esta especie está en apariencia limitada, en el lado Atlántico,
a las localidades orientales que se extienden desde el Sud de
Texas hasta Puerto España, Trinidad.
Sus localidades norte y centro-americanas conocidas son:
Oregón (dudoso), California: la especie se encuentra desde
el condado de Sonoma y a través de los valles centrales que se
extienden hácia el Sud de Red Bluff, condado de Tehama, al-
canzando los pies de las montañas de San Joaquín y siendo
los anofelinos más abundantes al Sud de Tehachapi (Free-
born, 6); Nueva Méjico, Las Vegas, Texas, Devils River y
Brownsville; Méjico: Monterrey, Tampico, Córdoba; Guate-
mala: Chiquimula; Salvador: San Salvador; Nicaragua: Blue-
fields; Costa Rica: Puerto Limón; Panamá: Río Chagos, Isla
Caldera, Cucaracha y en la zona del canal de Panamá.
Sud América: Los datos publicados indican que dicha es-
pecie tiene una distribución más definida, a lo largo de la cor-
dillera de los Andes. Ellas son: Trinidad: Puerto España;
682 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis
Colombia; Ecuador: Guayaquil; Perú: Huacachina, San Pe-
dro de Lloc, Lima, Chauchamayo, Verruga Cañon, San Bar-
tolomé; Chile (J. Noé) : Tacna y Arica.
Esta especie no ha sido citada para las Guayanas ingle-
sa, holandesa y francesa, ni ha sido'encontrada en el Brasil, Bo-
livia, Paraguay, Uruguay y el Este de la Argentina, y no más
al Sud de los 32%. Las localidades argentinas donde existe es-
ta especie, se citan en otro parte de este trabajo. Siendo exac-
to el hecho de que no se encuentre en las Guayanas holande-
sas, tal como se deduce del extenso trabajo de Bonne y Bonne
Wepster sobre los mosquitos de la región, debemos considerar
a Puerto España, en la isla de Trinidad, como su límite más
oriental; es muy probable que este mosquito se encuentre en
las regiones occidentales de Brasil y Bolivia, aunque hasta
ahora no se sabe que haya sido encontrada en ellas.
Lo que más resalta de esta distribución es su gran coin-
cidencia con la posición de las montañas occidentales america-
nas. Aparentemente es, sobre todo, una especie de montaña y
solamente se encuentra en los terrenos bajos adyacentes a es-
tas, cuando y donde las condiciones lo permiten. Es así que, al
parecer, su dispersión está basada sobre la topografía con-
tinental, acentuándose aún más esa coincidencia en América
del Sud.
Este continente puede ser dividido en 3 grandes zonas:
1* la zona andina, al Oeste; 2* la zona central, baja, que compren-
de las cuencas del Orinoco, del Amazonas y del Paraguay,
cuencas contiguas y sin altas montañas que las separen; 3*
una región más o menos montañosa al Este de la zona central
y al Sud del Amazonas.
Parece que la cordillera de los Andes ha guiado a esta
especie en su expansión hacia el Sud, desde las regiones tem-
pladas (como sucede para otros insectos), siendo la zona cen-
tral una barrera insalvable para su expansión oriental.
COSTUMBRES DEL A. pseudopunctipennis EN OTROS PAÍSES
Estas costumbres son poco conocidas, pero todas las in-
formaciones indican que dichos hábitos no deben ser semejan-
tes en toda su área geográfica. Así sucede que en California
entra raramente en las habitaciones, siendo allí considerada
como una especie poco peligrosa para la transmisión del pa-
R. C. SHANNON, N. C. DAVIS Y E. DEL PONTE 683
ludismo. Se cría en pozos situados a los costados de los cami-
nos e iluminados directamente por el sol, en compañía del A.
maculipennis y continúa viviendo en ellos algún tiempo des-
pués que el agua se vuelve suficientemente impura para impe-
dir la existencia de la última especie citada (Freeborn, 6).
Prefiere los charcos permanentes con plantas acuáticas (Ty-
pha, etc., Dyar, 8), busca los pantanos durables (Dyar, 9);
tiene predilección por las aguas claras, de poca profundidad,
a lo largo de corrientes y que contienen matas de Spirogyra
(Herms, 10); en los arrozales de California las especies más
abundantes son A. occidentalis (maculipennis) y pseudopune-
tipennis (Freeborn, 11).
En Salvador, pseudopunctipennis, es muy abundante al-
rededor de las ciudades o se encuentra en el agua dulce cuan-
do ésta contiene algas (Larde y Arthes, 12).
En la zona del Canal de Panamá, esta especie es muy co-
mún y tiene una amplia distribución, pero sus criaderos se li-
mitan a pequeñas corrientes y canales, lo mismo que a char-
cos aislados que el sol ilumina directamente y con abundantes
alvas. La especie no tiene un vuelo grande ni invade las habi-
taciones; una distancia de más o menos media milla parece ser
suficiente para encontrarse libre de sus ataques (Curry, 13).
Según Dyar (5) “La larva vive en la superficie de charcos,
especialmente en aquellos temporarios, siendo así que esta
especie es abundante en la estación lluviosa y también se ex-
tiende sobre las planicies áridas.”
En Colombia, la larva de pseudopunctipennis ha sido en-
contrada en un charco en el lecho de un río que se encontraba
casi completamente seco.
Stephens (15) dice que durante una investigación hecha
sobre mosquitos anofelinos en un campo de petróleo de Ve-
nezuela, se comprobó que todos los criaderos de Anopheles es-
taban concentrados a un pantano con plantas acuáticas super-
ficiales y en excavaciones arcillosas artificiales, más o menos
a 3 millas fuera de dicho campo. Esta observación incluía a
A. pseudopunctipennts.
Campos R. (16) cita a esta especie como existente en Gua-
yaquil, Ecuador: “especie de los alrededores, poco frecuentes
en el centro de la ciudad, sus larvas viven en pantanos de
agua limpia que contenga abundantes plantas talófilas. En el
mes de diciembre de 1924 visité un criadero de esta especie
681 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis
(Cañitas, O. de la ciudad) localizado en una amplia charca
de aguas claras, tapizado literalmente de verdes algas; las lar-
vas usualmente de color verdoso, no eran muy numerosas, sien-
do necesarios apartar las malezas para descubrirlas. En co-
munidad encontré larvas de Anopheles tarsimaculata, Ura-
notaenta lowi y U. pulcherrima.”
RELACIÓN DEL A. pseudopunctipennis CON EL PALUDISMO EN
OTRAS RESIONES
Durante las experiencias de laboratorio efectuadas por
Darling, en 1910 (17), para poder establecer cual especie de
Anopheles existente en la zona del Canal de Panamá podría
ser infectada con paludismo, encontró que la especie de que
aquí tratamos era susceptible de serlo, pero solamente en un
pequeño porcentaje: 12.9 %. En otros países (excepto Ar-
gentina y el N. de Chile), pseudopunctipennis se considera sin
importancia, como trasmisor del paludismo. Root (18) opina
que su valor como tal, es muy pequeño; Herms (19), en cier-
tas partes de California ha encontrado grandes cantidades de
esta especie, en regiones prácticamente indemnes, y donde el
clima «y la población eran, al parecer, favorables para ello,
mientras que en localidades cercanas, donde se encontró tam-
bién punctipennis o maculipennmis o ambas especies al mismo
tiempo, el porcentaje palúdico era más bien alto.
Larde y Arthes, en su trabajo sobre anofelinos del Sal-
vador (12) llama la atención sobre las experiencias de infec-
ción de Darling, pero es evidente que a esta especie no le asig-
na mayor importancia como trasmisor, creyendo que en esa
región lo hace A. strigimaculata.
La opinión predominante en Panamá, es que A. pseudo-
punctipenfis no es un trasmisor peligroso.
Campos R., en su publicación de mosquitos del Ecuador (16)
en una nota al pié de la página 5, dice: “De las especies enu-
meradas, son patógenas la A. tarsimaculata y A. pseudopune-
tipennis, por trasmitir activamente el Plasmodium falcipa-
rum.” Desgraciadamente no indica sobre que experiencias se
basa esta observación.
El Dr. J. Noé, de Santiago de Chile, ha indicado a uno
de nosotros, que el trasmisor, en Tacna y Arica, es el pseudo-
R. C. SHANNON, N. C. DAvis Y E. DEL PONTE 685
punctipennis. Esta observación es la única hecha en un país
extranjero, donde esta especie se considera definitivamente co-
mo trasmisor del paludismo.
III. DISTRIBUCIÓN DE LA MALARIA Y DEL A. pseudopunctipennis
EN LA ARGENTINA
Distribución del gen. Anopheles en la Argentina
Aparentemente la distribución de las especies de este género
depende en gran parte de la acción concurrente de la lluvia y de
Fig. 1. — Igual que en la fotografía 2, pero to-
mada desde la parte interior de la excavación. El
manantial se encuentra al lado de dicha excavación.—
La Posta, Tucumán.
la temperatura; efectivamente encontramos (Davis, 20) que
la isoterma que marca el mínimo medio de temperatura (11)
686 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis
es la que mejor coincide con el límite Oeste. Al Este de esta.
isoterma (en su porción superior) y al N. de ella (su parte
inferior), el agua pluvial durante la estación lluviosa, al-
canza a un promedio de 200 mm. en el O., aumentándose es-
te promedio hacia el Este, donde "alcanza hasta 2000 mm.
Fig. 2. — Excavación natural en una alta barranca del río
Tapia. Adultos de A. pseudopunctipennis, argyritarsis, se pudie-
ron encontrar aquí durante todo el año. También se encontr:-
ron Phlebotomus Araozi y Bruchomyia argentina en dicho refugio
para estos insectos. — La Posta, Tucumán.
Los límites O. y S. corresponderían a una línea que pasaría
por el O. de las ciudades de Salta y Jujuy, a través del E.
de las provincias de Catamarca y La Rioja, posiblemente to-
mando el extremo N. de San Luis (Quines) y de allí, dirigién-
dose hacia el N. de la provincia de Córdoba, llegaría hasta Ro-
sario, Santa Fe, terminando en La Plata, provincia de Bue-
nos Aires.
R. C. SHANNON, N. C. DAVIS Y E. DEL PONTE 687
DISTRIBUCIÓN DE LA MALARIA EN LA ARGENTINA
Según el mapa dado por Penna y Restagno (21) existe
paludismo en: Este de la provincia de Jujuy, parte central
y E. de la provincia de Salta, toda la provincia de Tucumán,
Este de la provincia de Catamarca y La Rioja, extremo N.
de la provincia de San Luis, una pequeña parte al NO. de la
provincia de Córdoba, a lo largo del río Dulce hasta la ciudad
de Santiago del Estero, lo mismo que en las riberas de los ríos
Bermejo, Paraná y Paraguay, englobando más bien áreas- li-
mitadas a estos ríos, en las provincias de Corrientes y Misio-
nes y en las gobernaciones del Chaco, Formosa y Misiones.
De todas estas regiones, las más afectadas son Salta, Ju-
juy, Tucumán y algo menos, Catamarca.
DISTRIBUCIÓN DEL A. pseudopunctipennis
El cuadro I, hecho de acuerdo con las publicaciones cono-
cidas y completado con nuestras propias observaciones, mues-
tra que esta especie se encuentra más frecuentemente en las
provincias de Salta, Jujuy y Tucumán. Además ha sido encon-
trada en Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja (Catuna)
y en Córdoba (Dos Pozos, Soto y Cruz del Eje). Barbará
(comunicación verbal) dice haber encontrado esta especie en
Villa Rosario y en la toma de agua para la ciudad de Cór-
doba (23).
LUGARES DONDE NO SE HA ENCONTRADO pseudopunctipennis
En un corto viaje a la ciudad de La Rioja, hecho por uno
de los autores, no se encontró esta especie; esta ciudad se en-
cuentra en el borde occidental de la zona palúdica. Nuestra
impresión es de que la ciudad ofrece lugares favorables para
su reproducción en el dique situado a 18 km. de la ciudad se
han observado condiciones que podrían, en un momento dado,
permitir el desarrollo de esta especie, y se dice que hace po-
cos años, ha existido allí una epidemia de malaria entre los
obreros de dicho dique.
683 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis
Esta especie no ha sido encontrada en Milagro, La Rioja,
pero es probable que se encuentre en Ulapes, población situa-
da a unos 70 km. más al S. y donde se ha denunciado recien-
temente paludismo; es posible también que la encontremos en
Quines, San Luis, de donde se tienen noticias de haber exis-
tido epidemias palúdicas. La especie no fué encontrada en San
Juan (17.5.27). Nos ha sido imposible visitar San Luis, sin
embargo Edwards y Shannon no pudieron encontrar Anopheles
en Mendoza o en lugares más australes a lo largo de las lade-
ras andinas. Todos estos datos nos deben hacer considerar
como el límite más austral a Catuna, en La Rioja.
Se han observado lugares favorables para la reproduc-
ción de esta especie, lugares pequeños y ampliamente esparci-
dos, en la parte austral de su área geográfica, encontrándose
también paludismo en pequeños territorios circunscritos. El
Dr. Carlos Bruch, nos ha informado que habiendo hecho bús-
quedas intensivas en Alta Gracia, provincia de Córdoba, du-
rante los últimos 5 años, a pedido de la Dra. J. Petrocchi, nun-
ca encontró ejemplares de esta especie. En la actualidad no
se sabe hasta donde llega el A. pseudopunctipennis a lo largo
del río Dulce, aguas abajo de la ciudad de Santiago del Es-
tero. No hemos encontrado datos acerca de su existencia en
el río Salado: búsquedas cuidadosas en Añatuya y una vi-
sita más rápida a Herrera, ambas localidades en la provincia
de Santiago del Estero, en las barrancas del río Salado, die-
ron resultados negativos.
Esta especie ha sido encontrada por la Dra. Petrocchi
(24) en las barrancas del río Bermejo (cerca de Pichanal,
Salta) pero su existencia río abajo no ha sido comprobada.
Muhlens y Petrocchi (25) no han encontrado a esta especie en
ninguno de sus estados, en la gobernación de Formosa y la
República del Paraguay, ni nosotros la hemos encontrado en
Corrientes o el Chaco, como tampoco en Posadas, Puerto Bem-
berg y Cataratas del Iguazú, en Misiones y V. Encarnación
(Paraguay).
Puede anotarse el hecho de que en colecciones hechas en
Asunción por el Dr. Soper e identificadas por Root (26) y
otras recientemente recogidas por el Dr. Rickard en el mismo
lugar, no se ha encontrado esta especie.
R. C. SHANNON, N. C. DAVIS Y E. DEL PONTE 683
PRESENCIA DE PALUDISMO ENDÉMICO EN CORRIENTES, CHA-
CO, FORMOSA Y MISIONES; PROBABLES TRASMISORES
Y MODOS DE INVASIÓN
Suelen existir en estas regiones endemias palúdicas poco
importantes (Mujica, 1921, (17) y, ocasionalmente se produ-
cen epidemias agudas, como recientemente ha ocurrido en Puer-
to Bemberg, cerca de Puerto Aguirre, en la gobernación de Mi-
siones.
¿Cómo se trasmite, entonces, el paludismo en el NE. ar-
gentino? Sería necesario por ejemplo, para permitir la expan-
Fig. 3. — Laguna en Barranqueras, Chaco Criadero de A. Bachmanni
y albitarsis. — Febrero 1926.
sión oriental del 4. pseudopunctipennis una fuerte lluvia, lo
que no es frecuente. Respecto del agente trasmisor podemos
suponer: 1* una invasión de la especie pseudopunctipennis
desde los orígenes del Bermejo, 2* una invasión de otros ano-
felinos provenientes del Alto Paraná. Creemos que esta últi-
ma suposición es la más probable. En los alrededores de Resis-
tencia (Chaco), hay grandes cantidades de A. albitarsis y
Bachmannt, ambos pertenecientes al grupo Nyssorhynchus, en
el cual sabemos que hay especies trasmisoras de paludismo,
desde Brasil hasta América Central, y también en las Indias
690 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis
Occidentales. En Posadas, Puerto Bemberg y Cataratas del
Iguazú, hemos encontrado las especies albitarsis, aryritarsis y
Fig. 4. — Jacinto acuático en una laguna (Resistencia, Chaco; febrero 1927).
Criadero de A. Bachmanni y albitarsis.
tarsimaculatus, del grupo Nyssorhynchus. Aunque ellas en este
país, presentan un promedio bajo de infección, es fácil con-
cebir que, simplemente por el hecho de una estación más favo-
» Fig. $. — Condiciones artificiales de crianza pseudopunctipennis, al-
bita:sis y tarsíimaculatus Acequia teniendo una gran cantidad de
Pistia; (finca Delacroix, Manantial, Tucumán, 15 febrero de 1927).
rable, sea por su temperatura o por fuertes lluvias, dichos mos-
quitos pueden transformarse en vectores peligrosos.
R. C. SHANNON, N. C. DAVIS Y E. DEL PONTE 691
Creemos que los pantanos temporarios formados por las
lluvias son más favorables para las especies del grupo Nys-
sorhynchus que para el A. pseudopunctipennis.
Fig. 6. — Abajo:
Criadero de pseu-
dopunctipennis y
argyritarsis.
Arriba: Peque-
ña caverna donde
los adultos se es-
conden durante el
día. — Manantial,
Tucumán, febrero
de 1927.
En el hospital de Resistencia, encontramos ejemplares de
A. albitarsis y Bachmanni, especialmente de este último. Las
aguas permanentes en los alrededores de esta ciudad, parecen
no ser favorables para la aclimatación de A. pseudopunctipen-
Fig. 7. — Criadero de A. pseudopunctipennis en el río Arias. — Salta, Marzo 1926.
692 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunetipennis
nis. Hemos encontrado que las algas verdes eran escasas, pe-
ro en cambio había gran cantidad de jacintos (Eichornea sp.)
y helechos (Salvina, Azolla, e:c.) y otras plantas acuáticas.
Miihlens (25) hace resaltar el hecho de que no encuen-
tran larvas de Anopheles cuando existe Azolla; parecería que
las larvas no pudieran convivir con estas plantas inferiores.
FACTORES QUE LIMITARÍAN LA EXPANSIÓN CRIENTAL DEL
A. pseudopunetipennis
Si, como es probable, esta especie se encuentra confina-
da a las provincias occidentales, ¿por qué no se extiende hacia
el E. y el S.? Suponemos, que las causas más probables sean:
1* su característica principal de ser especie de montaña y 2”,
que sus criaderos predilectos serían las corrientes de agua, los
manantiales y los charcos formados por éstos.
La distribución hacia el N. — fuera de la Argentina —
sigue la cordillera de los Andes, habiendo penetrado en este
país, por Bolivia o por el N. de Chile. Luego ha invadido las
tierras bajas, criándose en sus pantanos, charcos y canales.
Hacia el E. y SE., se encuentran vastas llanuras semiáridas
que evidentemente aparecen como barreras insalvables para
la expansión de este mosquito, puesto que las aguas naturales
son de un carácter demasiado temporal o muy pronto se con-
vierten en inhabitables, o porque los ríos que atraviesan esta
región, son demasiados profundos.
Esta especie no es conocida como invernante en ninguna
parte de su área geográfica; las regiones que se encuentran
al S. de su área de distribución (N. de Córdoba y S. de La
Rioja) tendrían condiciones poco favorables de temperatura.
Se ha establecido que, generalmente, la habitación perma-
nente de esta especie, se encuentra a lo largo de los ríos, orl-
ginados especialmente en las montañas, donde los suficientes
elementos, agua fresca y algas, se mantienen durante todo el
año. El crecimiento del agua en la estación de las lluvias
aumenta los criaderos favorables, y con éstos la diseminación
de esta especie. Con la desaparición de los criaderos tempo-
rarios, la especie se retira a sus criaderos permanentes, que
se encuentran cerca o dentro de las montañas.
Por esto encontramos que su distribución es mayor al
terminar la estación lluviosa y disminuye al final de la esta-
R. C. SHANNON, N. C. DAVIS Y E. DEL PONTE 693
ción seca. Muy probablemente durante el curso de una esta-
ción fuertemente lluviosa, la especie podría extenderse a re-
gicnes donde generalmente no existe y entonces allí podría
provocar una epidemia palúdica.
Puesto que los únicos mosquitos Anopheles que hemos
encontrado durante nuestras investigaciones en el N. de Cór-
doba (Dos Pozos, Cruz del Eje) y en el S. de La Rioja (Ca-
tuna) es el pseudopunetipennis, parecería ser cierto que el
paludismo de estas localidades (y aún el de otras como Ulapes,
en La Rioja y Quines, en San Luis) sea debido a esta especie.
Posiblemente con la iniciación de los proyectos de irriga-
ción, en Santiago del Estero y Chaco, el Anopheles pseudo-
punctipennis podrá ser llevado hacia el E., pero es muy pro-
bable que esto no lo haga desertar de sus montañas nativas y
de los ríos de sus valles, que se encuentran muy alejados.
IV. DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis Y DE
LAS ALGAS VERDES
De nuestras observaciones hechas hasta la fecha, parece
ser que el área principal de distribución de las algas verdes,
en la Argentina, está a lo largo de las montañas, en la parte
Oeste de la República.
La distribución de las algas tiene una relación muy im-
a O
a e o ct o
Fig. 8. —A un costado del lago, detrás de dique. Masas flotantes de algas; criadero intenso
de Anopheles pseudopunctipennis. — Cañitas Viejo, Ledesma; Jujuy.
691 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis
portante con la distribución de pseudopunctipennis. Nos afir-
mamos en nuestra opinión de que el desarrollo favorable de
/
> rn > A E — rr —— “
' .
Fig. 9. — Criaderos muy prolíferos de pseudopunctipennis. Confluencia de los rios
Grande y Chico. — Jujuy, marzo de 1926,
las larvas, depende en gran parte de la existencia de algas,
por lo menos para lograr la producción de grandes cantida-
- des de estos mosquitos.
En toda la región argentina, donde se conoce A. pseudo-
Fig. 10. — Criaderos de pseudopunctipennis. — Orán, Salta, febrero de 1926,
punctipennis, las algas verdes constituyen una característica
resaltante de los lugares de reproducción abundante.
Puede comprobarse que cualquier clase de agua que sea
R. C. SHANNON, N. C. DAvIs Y E. DEL PONTE 695
favorable al crecimiento de las algas verdes, es excepcional-
mente favorable para las larvas de A. pseudopunctipennis.
Las larvas se encuentran a veces en charcos en que no hay al-
gas, pero debe tenerse en cuenta que estos charcos no contie-
nen enemigos de dichas larvas. Seguramente las larvas de los
mosquitos de esta especie, dependen mayormente de las algas,
1]
Fig. 11. — Origen
de los criaderos
durante la esta-
ción seca. — Que-
brada de Lules,
marzo de 1927,
en su alimentación y protección, que las de las otras especies
de Anopheles argentinas.
Las algas se han encontrado a mayor altitud (La Quiaca, Ju-
juy : 3442 m.) que las larvas, las que hasta la fecha no han sido
encontradas mas arriba de los 1300 m. (Raco, Tucumán; Shan-
non y Del Ponte). También existen algas más al Sud (en Mendo-
za) del área geográfica de las larvas de pseudopuntipennis.
Más al E. dei radio conocido para esta especie, estas al-
gas parecen ser raras, hasta llegar a las áreas lluviosas del
E. argentino. Existe un interesante ejemplo de la coinciden-
cia de algas y larvas, ofrecido por las condiciones de la región
de los alrededores de la ciudad de Santiago del Estero.
El 17 de febrero de 1927, se coleccionaron 102 larvas de
696 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctivennis
Anopheles en los charcos existentes a los lados del río Dulce,
dos de las cuales eran de pseudopunctipennis y las restantes
de albitarsis. También se capturaron dos pseudopunctipennis
adultos. El 4 de junio se encontraron solamente larvas de
albitarsis. En febrero, existían algas en los charcos a los cos-
tados del río, mientras que en junio solo pudieron encontrar-
se pequeñísimas cantidades de algas. La presencia de algas
en la primera fecha puede deberse a que éstas hayan sido
arrastradas río abajo, desde el río Salí, por las crecientes
debidas a las lluvias de diciembre y enero y la falta de ellas
O acia
.%
a 0.
AS
Fig. 12. —Laguna con larvas de albitarsis. — San Luis del Palmar, Corrientes, 25 de febrero 1927
en junio se puede atribuir a que ellas se hubieran secado de-
bido a las condiciones desfavorables subsiguientes. También
la presencia de larvas puede atribuirse al hecho de que los
huevos de pseudopunctipennis fueran traídos aguas abajo con
las algas y que, con la desaparición de éstas, también desapa-
recieran las larvas.
En Añatuya, en la provincia de Santiago del Estero, y
en Sáenz Peña, en la gobernación del Chaco, se encontró tan
solo escasa cantidad de algas.
Aún en el E. de la Argentina, en la región investigada
por nosotros (Resistencia y Charadai, en el Chaco; Corrientes
y San Luis del Palmar, en la provincia -de Corrientes), las
algas parecían ser escasas y se encontraban en malas con-
diciones, aunque esta podría haber sido el resultado de la es-
tación anormalmente seca (febrero 22-28). Sin embargo exis-
tían otras formas de flora acuática en mayor variedad y pro-
fusión de lo que era habitual en el O. argentino.
R. C. SHANNON, N. C. DAvIs Y E. DEL PONTE
TABLA 1.
697
AREAS VERIFICADAS DE PRODUCCIÓN DE Anopheles
pseudopunctipennts
Provincia Localidad Autoridad | Fecha | Observaciones
|
Salta Salta Muhlens y Petrocchi 1924 Encontradas fuera
P de la ciudad.
> Rosario de
> la Frontera | Múhlens y Petrocchi 1924
> Rosario de
, Lerma Muúbhlens y Petrocchi 1924
> Alemania | Muúbhlens y Petrocchi 1924
> Cerrillos | Muhlens y Petrocchi 1924
> Chicoana | Múhlens y Petrocchi 1924
> Embarcación | Múhlens y Petrocchi 1924
> Embarcación | Paterson y Shannon| 21-IV-27 Buena Vista
l en una casa
2 en una excava-
ción natural de
un bajío.
> Guemes Davis 21-XIl-26 | Larvas encontradas
en un hoyo.
Jujuy Jujuy Muúbhlens y Petrocchi 1924
> > Davis y Del Ponte 11-1926 Ambas larvas y
adultos en gran
abundancia.
> San Pedro | Paterson 1911
> > Muhlens y Petrocchi 1924
> > Paterson y Shannon| 26-29-IV | Adultos en casas.
Larvas.
> > Paterson y Shannon| 24-IV-27 | Arroyo San Pedro
Adultos en las casas
en excavaciones
naturales en ba-
JÍOS.
> Ledesma Strode y Davis VIII-1925 | Un adulto incuba-
Perico del
Cármen
Perico (es-
tación)
La Mendieta
Quemado
Fraile Pin-
tado
Santa
Calilegua
Calilesua
Clara!
Shannon y Davis:
Muhlens y Petrocchi
Davis
Paterson
Paterson
Paterson
Muhlens y Petrocchi
Paterson
Shannon
|
111-1926
1924
14-11-27
1911
1911
1911
1924
1911
5-V-1926
do de una canti-
dad mixta de lar-
vas.
l|Ambias larvas y
adultos muy nu-
merosos.
Adultos encontrados
en el hotel.
Adultos en las ca-
sas: larvas:
(Continúa)
698 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis
(Continuación)
|
Provincia Localidad Autoridad | Fecha | Observaciones
Jujuy Calilegua | Shannon y Del
Ponte »29-III-27 | Adultos en las ca-
-sas. Larvas.
> La Ciénaga | Brumpt, Langeron,
Mazza, Shannon y
Del Ponte 22-1V-1927 | Adultos en las ca-
sas, larvas en ex-
cavaciones artifi-
ciales del suelo.
Tucumán Tucumán (| Lahille 1912 Especímenes propor-
: cionados por el
Dr. Dinelli.
> Tucumán | Shannon 9-IV-1926 | Río Salí. Criaderos
temporarios de re-
producción abun-
dante.
> Tucumán | Shannon 5-VII-1926
» Aguadita | Múhlens y Petrocchi 1924
> > Shannon y Davis | 31-VII-1926 | Existen larvas.
> Famaillá Bachmann 1921
> > Munhlens y Petrocchi 1924
> Monteros > > >
> > Shannon 19-V-1-06 | Existen larvas.
> El Cercado | Múhlens y Petrocchi 1924
> Trancas |Neiva y Barbará 1925
> > Lobo 1927 Comunicación per-
: sonal.
> Lules Neiva y Barbará 1915
> Quebrada de
Lules Shannon 10-X-1926 |Larvas encontradas.
> > Shannon y Del Ponte| 2-11-1927 |Existen larvas y
adultos.
> Tafí Viejo | Neiva y Barbará 1915
> Alderetas > > >
> Villa Alberdi > > >
> Río Choro- ,
moro. Shannon 15-X-1926 |Larvas en agua de
| manantial.
> Raco Shannon y Del Ponte¡6 y 11-X-26¡ Larvas y adultos ha-
llados. Altitud
1.300 metros.
> Río Tapia | Shannon 25-VII-26 |Larvas en agua de
manantial en el
lecho del río.
> > Shannon y Del Ponte|3 y 6-11-1927| Adultos en excava-
q ciones naturales y
en caballos.
> Bajo Hondo! Shannon 15-111-26 |Larvas y un adulto
| debajo de un puen-
| te de piedra.
> > Shannon y Del Ponte” 16-11-27 Gran cantidad de
| larvas en el lecho
| del río.
> Manantial | Neiva y Barbará | 1915 5
> > DAR | 22xI-1926 | Existen larvas, co-
| lección hecha por
el Sr. Díaz Quieta.
(Continúa)
R. C. SHANNON, N. C. DAVIS Y E. DEL PONTE 639
(Continuoclón)
Provincia Localidad Autoridad Fecha Observaciones
Tucumán > Shannon y Del Ponte| 16-11-27 Existen larvas.
Adultos en exca-
vaciones natura-
les.
> Vipos Davis 15-X1-26 Existen larvas.
Colección hecha
por el señor Díaz
Quieta.
> > Shannon y Del Ponte 4-11-27 Larvas y Adultos.
> Medinas Davis X-1925 Larvas halladas en
Río Medinas.
> Concepción | Davis > Larvas halladas en
desagies.
> Lay Trinidad| Davis I1-1926 Larvas halladas en
desagúes.
> > Neiva y Barbará 1915
> La Cocha Davis II-XII-26 |Larvas halladas en
pozo de ladrillo.
> Pala-Pala Neiva y Barbará 1915
Catamarca Catamarca | Davis 10-XII-26 |Larvas halladas en
el río en las repre-
sas de agua de la
ciudad.
Córdoba Dos Pozos | Shannon y Del Ponte 25-I-1927 | Larvas halladas.
Santiago del
Estero Santiago |Lahille 1912 Colección hecha por
4 el Dr. Toreggiani.
> > | Neiva 1913 Material del doctor
Delfino.
> > Shannon y Davis 15-11-1927 ¡2 Adultos en la ca-
sai 2 larvas. (Eos
lección del señor
Díaz Quieta.
700
TABA 15
ESTA ESPECIE
DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis
SITIOS EXAMINADOS, DONDE NO SE ENCONTRÓ
Observaciones
Ni larvas ni adultos
fueron hallados
(se examinaron las
casas y se ensayó
cebo animal).
Localidad muy seca
en el momento de
la búsqueda.
Alrededor de 10 km.
de Añatuya.
Búsqueda hecha en
la ciudad en el di-
que a unos 18 km.
de la ciudad.
Hay algas y otras
condiciones favo-
rables, pero no hay
larvas.
Hay algas y otras
condiciones favo-.
rables, pero no hav
larvas.
Provincia Localidad Autoridad Fecha
Salta Tres Pozos | Paterson y Shannon| 24-V-1926
Tucumán | La Madrid | Davis 6-XII-26
Córdoba [|Alta Gracial Shannon y Del Ponte| 20-22-1-27
> Cruz del Eje > > 24-1-1927
> Serrezuela | Davis 21-V-1927
> Dean Funes| Davis 7-X11-26
> > Shannon y Del Ponte| 23-1-1927
> Córdoba | Shannon y Del Ponte| 24-1-1927
> > Shannon 20-V -1927
Santiago del
Estero Añatuya | Davis 8-11-1927
> > Shannon y Davis 19-11-1927
> > Del Ponte 22-11-1927
> > Shannon y Del Ponte| 29-11-1927
> Río Salado | Davis 8-11-1927
> Herrera Davis 9-11-1927
Rioja La Rioja | Davis 8-9-XI1-26
Mendoza Mendoza | Edwards y Shannon! 12-1-27
> Potrerillos > > 13-127
Chaco Sáenz Peña | Shannon y Davis 20-11-27
Resistencia | Múhlens y Petrocchi X-24
Shannon, Davis y
> | > Del Ponte. 20-23-11-27
> Barranqueras| Shannon, Davis y
| Del Ponte. 21-11-1927
> Puerto Tirol| Muhlens y Petrocchi X-1924
(Continúa)
R. C. SHANNON, N. C. DAvis Y E. DEL PONTE 701
(Continuación)
Provincia Localidad Autoridad Fecha Observaciones
Chaco Las Chozas
> (kilóm. 13) | Múhlens y Petrocchi X-1924
> Charadai | Shannon y Del Ponte 11-1927
Corrientes Corrientes | Muhlens y Petrocchi X-1924
> > Shannon y Del Pontel 16-6-27
> San Luis
del Palmar > > 25-11-1927
Formosa Formosa Muhlens y Petrocchi X-1924
Misiones Posadas Shannon y Del Ponte| 15-V1-27 Tiempo frio; las
algas eran muy
| escasas.
A Puerto Bem-
berg > > | 20--W1-27
> Cataratas del |
E Isuazú > > 23-V 1-27
Paraguay |V. Encarna-
p ción > > 16-6-27
RESUMEN
Existen en la Argentina, un cierto número de especies del
género Anopheles al N. de una línea imaginaria que parte del
O. de la ciudad de Jujuy, sigue por Salta, E. de Catamarca,
pasa por Catuna (provincia de La Rioja) y de allí girando
hacia el SE. (aunque sería posible que tomara el extremo N.
de la provincia de San Luis) pasa por la parte N. de la pro-
vincia de Córdoba. Esta línea termina en la ciudad de La Pla-
ta, provincia de Buenos Aires, pasando por Las Flores, en la
misma provincia.
Creemos que la temperatura y las lluvias son los factores
más importantes que intervienen en esta distribución.
Podemos considerar en la Argentina dos zonas palúdicas
de desigual importancia: 1* la más importante, se encuentra
en las provincias del NO. y son Jujuy, Salta y Tucumán, ha-
biendo también pequeñas localidades en la parte E. de las pro-
vincias Catamarca y La Rioja, N. de San Luis, NO. de Córdoba
y a lo largo del río Dulce en Santiago del Estero, hasta la ciu-
dad de Santiago, donde también existe este paludismo.
702 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis
Estas regiones corresponden a la distribución del A.
pseudopunctipennis (excepto San Luis, en donde no se han
recogido ejemplares); se ha comprobado que esta especie es
la trasmisora más importante en este país y por todo esto
podemos suponer que la prevalencia "de la malaria en el N.
argentino, depende sobre todo de la presencia de esta especie.
2% La otra zona, de menor importancia, se encuentra a
lo largo de los ríos Bermejo, Paraná y Paraguay, compren-
diendo áreas ribereñas de estos ríos en las provincias de Co-
rrientes, Santa Fe y las gobernaciones del Chaco, Formosa y
Misiones. No se conoce en estas regiones, la presencia del
pseudopunctipennis y Creemos que otras especies del gen. Ano-
pheles pertenecientes al grupo Nysshorynchus (albitarsis, ar-
gyritarsis y tarsimaculatus) puedan ser las trasmisoras; por
otra parte es posible que a lo largo del río Bermejo, en el Cha-
co, parte del paludismo sea trasmitido por el A. pseudopune-
tipennis.
Respecto a esta especie, se hace resaltar el hecho de que
ella es la única del grupo Anopheles en la fauna argentina,
diferenciándose de las otras especies por los hábitos de los adul-
tos, por la preferencia de las larvas para vivir en ciertos cria-
deros, no muy favorecidos por las otras especies y también
por su distribución, que es principalmente montañosa. Esta
especie se encuentra fuertemente confinada a las montañas
del Pacífico, tanto en la América del Sud como en la del Nor-
te y solamente se encuentra en el lado E. donde el continente
es más angosto (Méjico, América Central y N. de Sud Amé-
rica: Puerto España, Trinidad).
Hacemos también aquí un pequeño resumen de sus costum-
bres de este mosquito en los distintos países donde ha sido
señalado. Se encuentra en charcos permanentes, cuyas aguas
son sucias y con plantas acuáticas; en pantanos poco pro-
fundos formados por las corrientes de agua, que contienen
Spirogyra, en los arrozales; en las pequeñas corrientes, cana-
les y pantanos que el sol ilumina directamente y con gran can-
tidad de algas; en los pantanos poco profundos temporarios
que abundan durante la estación lluviosa, y durante el cual,
se encuentran también sobre las mesetas áridas; también ha
sido encontrada en la vecindad de las ciudades.
Excepto en el N. de Chile, no es considerada como espe-
cie doméstica, ni como trasmisora peligrosa de paludismo.
R. C. SHANNON, N. C. DAvIs Y E. DEL PONTE 703
Las dos principales costumbres de esta especie, tanto en
la Argentina como en los otros países, parece ser la prefe-
rencia por las regiones montañosas y los criaderos con algas
abundantes. Como el conocimiento de sus hábitos en los otros
países no es muy grande, no sería aventurado afirmar que en
aquellos donde se le encuentre con algunas de estas caracterís-
ticas, podría comprobarse que es un trasmisor peligroso del pa-
ludismo. |
Cierto número de factores limitan aparentemente su ex-
pansión occidental y austral en la Argentina.
1? Es principalmente una especie de montaña, habiendo
penetrado en la Argentina por la cordillera de los Andes.
22 Prefiere criarse en las aguas de corrientes y manan-
tiales que se originan en las montañas y en las charcas late-
rales que ellas forman.
3” Los adultos no invernan, siendo esta la causa de que
los inviernos más fríos del S. impidan su penetración en es-
tas zonas.
4% Hay vastas llanuras semi-áridas al E. y SE. que equi-
valen a barreras insalvables para su expansión.
Estas mismas causas parece que fueran las que limitan su
área geográfica en la América del Sud. Este continente puede
ser dividido en 3 zonas: a) la occidental o andina, b) la cen-
tral o baja, con las cuencas de los ríos Amazonas y Paraguay,
c) la oriental.
Por lo que conocemos, esta especie se halla confinada en
la región occidental o andina (y en los terrenos bajos adya-
centes), al O. de la zona central baja, que evidentemente, sirve
como barrera para su expansión.
Debemos hacer notar que esta especie es más abundante
al fin de la estación lluviosa y que en la misma época, tam-
bién aumenta la distribución E. y S. del paludismo.
Respecto a la pregunta ¿porqué no hay paludismo en Bue-
nos Aires?, debemos contestar que ello es debido a la ausencia
del Anopheles pseudopunctipennis y que las otras especies
existentes son, sin duda alguna aquí, inofensivas como tras-
misoras de esta protozoosis.
701 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis
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REV. INSTITUTO BACTERIOLÓGICO LÁMINA XI.
TOMO IV — AÑO 1927 ART.? SHANNON, DAVIS Y DEL PONTE
El área sombreada, indica la distribución conocida de Anopheles pseudo punctipennis
e
AR E a AAA en”
ATA rr ¿HA ES
REV, INST. BACTERIOLÓGICO LÁMINA XII.
TOMO IV — AÑO 1927 ART.O BHANNON, DAVIS Y DEL PONTE
Distribución del paludismo en la Argentina (tomado de Penna y Restagno y modificado por los autores
Es debido a la impresión, que las zonas Indicadas en el texto, página 687. no son bien visibles
Si p ms A AUT
Az
a
Al
REV. INSTITUTO BACTERIOLÓGICO LÁMINA XII!
TOMO Iv — AÑO 1947 i
ARTS SMANNON, DAVIS Y DEL PONTE
18
198
20.
21.
R. C. SHANNON, N. C. DAVIS Y E. DEL PONTE “705
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giene. Vol. 27, pp. 117-137.
R. C. SHANNON y E. DEL PONTE
Informe de una investigación
preliminar sobre los Anofeles
del río Alto Paraná,
en la Argentina
Publicado en la “Revista del Instituto
Bacteriológico'"” (D. N. de H.)
N?* 7, Vol. IV. - Marzo de 1927 -
2
BUENOS ¿AIRES
ANTONIO GARCIA, Impresor. — 856 - Perú - 858
19527
Informe de una investigación preliminar sobre los
Anofeles del río Alto Paraná, en la Argentina”
por R. C. SHANNON y E. DEL PONTE
De acuerdo con un pedido del doctor Araóz Alfaro, presi-
dente del Departamento Nacional de Higiene, los autores estu-
diaron los mosquitos anofeles a lo largo del río Alto Paraná,
en la gobernación de Misiones (junio, 1927) con el propósito
de cerciorarse cuáles eran los trasmisores de malaria en la
epidemia aguda que tuvo lugar en esa región durante los me-
ses de marzo, abril y mayo últimos. La estación (principios de
invierno) les impidió recoger una impresión completa; igual-
mente, una fuerte lluvia que precedió en algunos días a su
llegada, debió cambiar considerablemente las condiciones
anteriores de los lugares de reproducción. Sin embargo, pu-
dieron obtener algunos datos muy importantes, sobre los cua-
les se basa este informe, indicando a continuación las prin-
cipales observaciones:
1. Esta zona malárica difiere en todo punto de la existente
en el noroeste de la Argentina (provincia de Salta, Jujuy y
Tucumán).
Esto puede comprobarse principalmente considerando
que el vector de la malaria (Anopheles pseudopunctipennis)
del Oeste argentino no existe aquí, y también haciendo notar
que el carácter del territorio y de las fuentes de reproducción
son enteramente diferentes.
(1) Véase en La Semana Médica, pág. 695, septiembre 15 1927, una nota
previa por Shannon, Del Ponte y Oyarzábal. Los datos protozoológicos han si-
do tomados por Oyarzábal.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 707
2. Desde el punto de vista del carácter de la región y de
su fauna anofelina, la zona es una continuación del mismo ti-
po de región existente en el Brasil, posiblemente la meseta de
Matto-Grosso. |
El río Alto Paraná riega la región brasileña que se en-
cuentra al Norte de Misiones; las selvas se extienden proba-
blemente por el lejano Norte dentro del Brasil a lo largo del
emprebadea los
Eldorado, Delicias,
autecteno
puertos d
re ba E co a
ción de Misienes.
so [15 | y
| |
40 7
a E
ope
rado
Gráfico 1.
río y dos de los más peligrosos portadores de malaria del Bra-
sil, Anopheles (Nyssorhynchus) albitarsis y A. (N.) tarsi-
maculatus, fueron encontrados durante nuestras investigaciones.
3. La región es en su mayor parte densamente boscosa,
condición no favorable para la reproducción del anofeles
portador de la malaria perteneciente al grupo Nyssorhyn-
chus, al que nos referimos aquí. Durante los últimos años la
población ha aumentado rápidamente a lo lareo de la frontera
de Misiones y grandes áreas de bosques han sido taladas. En
consecuencia, las áreas favorables para la procreación de los
mosquitos han aumentado, existiendo también una población
que crece rápidamente y que corre el peligro de infectarse.
708 INVESTIGACIÓN PRELIMINAR SOBRE LOS ANOFELES
4. Con la tala de árboles y el aumento de la población pa-
rece inevitable que en la región se implante gradualmente una
endemia malárica de considerable magnitud y gravedad.
Es posible que por medios sencillos se pudiera — en cier-
ta manera — prevenir la endemia malárica intensa de la re-
gión. Trataríase de no cortar los árboles a lo largo de los
ríos, pantanos y vertientes, de modo que estos caudales de
agua quedaran a la sombra, condición desfavorable a la re-
producción del grupo Nyssorhynchus del género Anopheles.
(Las larvas de los mosquitos de este grupo necesitan de la luz
directa del sol para su desarrollo). Esto no eliminaría la mala-
ria, pues sin duda existirán siempre lugares de reproducción
apropiados, pero ayudaría a evitar las epidemias graves.
CONDICIONES FÍSICAS DE LA REGIÓN
Como las condiciones de la comarca son idénticas a ambos.
lados del Alto Paraná, la región que estudiamos incluye los lí-
mites del Paraguay y Misiones, extendiéndose desde V. En-
carnación (Paraguay) y Posadas (Misiones) hacia el Norte,
hasta el río Iguazú. Evidentemente esta comarca forma parte
del valle del Paraná superior, el cual se extiende por el Norte,
casi hasta el borde oriental de la meseta de Matto Grosso, en
el Brasil. Ateniéndonos a los datos, muy probablemente verí-
dicos, recogidos en la región, la malaria existe a lo largo de
la sección brasileña del río. Por lo tanto, todo el valle puede
considerarse como una misma zona malárica.
Las fuentes del Alto Paraná tienen su origen en la par-
te Sud de las planicies brasileñas, que tienen una altitud de
350 a 700 metros, mientras el valle principal del río tiene una
altura que no alcanza a 350 metros. (En el Brasil, se ha ob-
servado que los peligrosos portadores de la malaria existen
generalmente en altitudes bajas).
La roca predominante de la región es de origen volcáni-
co, y frecuentemente a través de ellas los ríos y arroyos so-
cavan profundos canales. La roca citada tiene numerosos ho-
yOS Y pozos, especialmente en los lechos del rio Paraná y del
río Iguazú. El Alto Paraná, entre Misiones y Posadas, es re-
lativamente angosto y profundo con una corriente muy fuer-
te. La mayor parte de las barrancas en ambos lados del río
son altas (alcanzando generalmente hasta 30-50 metros), pero
hay también muchos lugares bajos; los bancos en su mayoría
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 709
son arenosos. Se comprenderá, pues, fácilmente, que el mismo
río y sus límites inmediatos no permitan la procreación de mos-
quitos. Hay, sin embargo, numerosos manantiales y arroyos que
desaguan en el río y también parecen ser numerosos los pe-
queños pantanos.
Las aguas del río, de los arroyos y pantanos fueron exa-
minadas en cuanto a su pH y todas dieron manifiestamente reac-
ción ácida (5,8 a 6,8), debiéndose esto probablemente a la espe-
sa selva de la región; las algas eran muy escasas y no se observó
ninguna otra clase de plantas acuáticas flotantes, aunque la
falta de éstas pudiera ser debida a causas temporales.
La característica más importante es la espesa selva de la
región, excepto en la cercanía de los puertos. La mayoría de
éstos son de reciente construcción (probablemente de los cin-
co a quince años últimos) y alrededor de ellos se ha talado
extensamente la selva, con objeto de cultivar yerba mate. El
suelo es rojizo, semiarcilloso.
CLIMA
Los siguientes datos han sido obtenidos de la “Agenda y
- Mentor Agrícola. Guía del Agricultor y Colono”, 4* edición,
por el doctor Moisés S. Bertoni, 1927.
Gráfico frazade de acuerde con les dates de Meisés Berteni 1927...
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Ene Febr Marz Abr Myo Jno Jul Agos. Sept. Oct. Nov. Dio.
Gráfico Il.
710 INVESTIGACIÓN PRELIMINAR SOBRE LOS ANOFELES
Las cifras dan el promedio de lluvias caídas durante los
últimos 42 años.
Lluvia caída en mm. Temperatura (C?)
CTO: A ALI NE... IO 240 27.0
MAA a o » 180 27.0
META o > OS e 110 26.0
DE MA lo hs CABOS. 230 22.0
ME A A > O 150 19.0
TEMO o BIBI > o 140 16.5
JO a A E 110 16.5
LN a o o ES 055 80 18.0
SEUA a O e 160 19.5
(WectubiE A A IO 250 22.0
November a 170 23.0
Diciembre tt. e, AS - 180 26.0
Mota 2000 Promedio 23.5?
En ciertas ocasiones, durante el invierno, la temperatura
puede llegar hasta 0".
INFLUENCIA DE LAS CONDICIONES FÍSICAS Y CLIMATÉRICAS
Generalmente esta región, en común con otras comarcas de
los ríos del Noreste de la Argentina, tiene un promedio bajo
de malaria, pero periódicamente (por lo común, cada cuatro o
cinco años) la enfermedad se exacerba, presentándose epide-:
mias graves. Por regla general, estas epidemias graves ocurren
(según nos lo explicaron los propietarios de los yerbales) du-
rante los años en que predominan condiciones climatéricas inu-
sitadas, es decir, que a raíz de períodos de lluvias copiosas, se-
guidas de un período de escasa o ninguna lluvia, tiene lugar una
epidemia de malaria durante el período seco. Las condiciones
de este año ofrecen aparentemente una palpable prueba de que
esta suposición es exacta. A fines de febrero y principios de
marzo, cayeron fuertes lluvias seguidas de un período de li-
geras lluvias que duraron hasta el 8 de junio, (época en que co-
menzó una lluvia fuerte que duró varios días). Durante los me-
ses secos (marzo a junio) sobrevino una gran epidemia de ma-
laria en todos los puertos desde Eldorado hasta las Cataratas del '
Iguazú. Esta observación es de considerable importancia, pues
ayuda a explicar, de qué manera ciertos otros factores importan-
tes obran conjuntamente con la lluvia, provocando las epide-
mias.
Especies pertenecientes a dos grupos del género Anopheles,
(grupo Nyssorhynchus y Arribalzagia), fueron halladas en la re-
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 711
gión. Las investigaciones sobre las especies de estos grupos en el
Brasil, han revelado que las del grupo Arribalzagía, consideradas
de poca o ninguna importancia como portadores de malaria, se
reproducen principalmente en sombrías represas de aguas,
mientras que las especies de Nyssorhynchus, que cuentan con
los peligrosos portadores de malaria de esa región, prefieren
procrear en las aguas que reciben la luz directamente del sol.
Anteriormente, mientras el bosque estaba intacto, existía
muy poca malaria en la región, probablemente por la razón de
que habían muy pocos lugares favorables a la reproducción de
Nyssorhynchus, y también debido a la escasa población. Duran-
te los últimos años extensas áreas han sido despobladas de sus
árboles y al hacerlo numerosas aguas que se encontraban antes
a la sombra, reciben ahora iluminación directa del sol, habién-
dose convertido por lo tanto en criaderos favorables para este
grupo.
El hecho de que las epidemias de malaria tengan lugar du-
rante los períodos escasos de lluvias que siguen a las lluvias
abundantes, indica que los arroyos son los principales lugares
de procreación. Las lluvias abundantes llenan los numerosos
pozos y hendiduras del lecho rocoso de los arroyos y durante
el período subsiguiente de tiempo seco, la corriente de estos dis-
minuye y constituyen probablemente los charcos de aguas quie-
tas, expuestos a la luz solar, excelentes lugares de procreación
para los mosquitos.
Sin duda, han existido siempre muchos lugares naturales fa-
vorables a la procreación, pero el corte completo de la selva, ha-
rá que el número de éstos criaderos aptos para las especies del
grupo Nyssorhynchus, aumenten muchísimo.
Los factores probables que dan lugar a que esta región se
convierta en una zona palúdica importante por el desarrollo de
epidemia, pueden resumirse así:
1. La región es una continuación directa de una vasta zona,
quizá una de las de más intensa malaria que existe a lo largo
del valle del Alto Paraná en el Brasil. También parece que el
Brasil es una región más favorable para las especies de que tra-
tamos.
2. Sin duda las condiciones favorables a la procreación, se
encuentran a lo largo de las riberas del Alto Paraná y probable-
mente sus costas sirven de guía para la dispersión de los mos-
quitos río abajo.
112 INVESTIGACIÓN PRELIMINAR SOBRE LOS ANOFELES
3. Hay un tránsito constante de personas aguas arriba y
aguas abajo, muchas de las cuales se hallan afectadas de mala-
ria. Así, hay siempre una reserva más o menos constante de vi-
rus en todo tiempo. S
4. La población a lo largo de la costa de Misiones aumenta
rápidamente. Sólo este hecho permitiría un rápido incremento
de malaria.
5. Las selvas son taladas en grandes extensiones y como
consecuencia aumentan las condiciones favorables a la procrea-
ción para el anofeles transmisor de la malaria.
6. Los arroyos son favorables para la procreación del mos-
quito cuando la lluvia lo permite.
7. Las lluvias copiosas llenan de agua todas las hendiduras
y huecos de los costados del lecho de los arroyos.
8. Durante los períodos de lluvias escasas, las corrientes son -
muy reducidas y las aguas tranquilas estacionadas que quedan
en las márgenes se prestan para la reproducción de los mos-
quitos.
9. Bajo estas condiciones favorables, es posible para las es-
pecies de Nyssorhynchus, desarrollarse en gran número.
10. Y, desde que existen las fuentes favorables a la repro-
ducción en el área despoblada de árboles que rodea las colonias,
es lógico suponer que se produzcan epidemias intensas de ma-
laria.
CONDICIONES FUTURAS
Si las condiciones iniciales en la actualidad, esto es: aumento
de las áreas taladas, aumento de población y facilidades de trans-
porte, se extienden é intensifican, parece inevitable que la
malaria se convierta en una grave amenaza, no tan solo para es- -
ta región, sinó también para la región limítrofe del Chaco, Co- :
rrientes, Entre Ríos, etc. Hasta ahora no se puede comprobar
hasta dónde se extiende la malaria en el interior de Misiones,
pero dado el carácter de la región que la suponemos similar
a la existente a lo largo del río, solo puede esperarse que la en-
fermedad se esparza paulatinamente por todo el territorio.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 7113
CARACTERÍSTICAS DE LAS REGIONES DEL PARAGUAY, PARANÁ Y
URUGUAY
Una de las diferencias más importantes entre las regiones
de los ríos Paraguay, Paraná y Uruguay, respecto al valle del
Alto Paraná, es la escasez de grandes bosques. Si, como lo hemos
ya supuesto, una región sin árboles es la más favorable para
el desarrollo de Anopheles del grupo Nyssorhynchus, ¿porqué
la malaria es en estas regiones poco importante, lo mismo que
en las regiones contiguas del Paraguay, Uruguay y Río Grande
do Sul (Brasil) ?
Es cierto, que hay en estas partes, epidemias ocasionales, a
veces de gran intensidad, pero parecería, a primera vista, que
las regiones sin árboles albergaran gran número de individuos
del grupo Nyssorhynchus y por consecuencia debiera existir un
paludismo endémico intenso, aunque la parte Norte de Corrien-
tes, lo mismo que las ciudades de Posadas y Villa Encarnación,
no han sido atacadas por la intensa epidemia que se produjo
más al Norte.
Poseemos algunos datos, los cuales probablemente son de
importancia para explicar esta situación.
1. La lluvia anual es menor en las regiones últimamente ci-
tadas: 1000 a 1600 mm., mientras que en el río Paraná es de
1800 a 2000 mm.
2. Las barrancas río abajo, desde Posadas, son uniforme-
mente bajas y arenosas (excepto en la provincia de Entre Ríos
donde son más bien altas, estando principalmente formadas por
rocas calcáreas).
3. Una de las características del río Paraguay, es la vasta
área pantanosa existente en la República del Paraguay, contigua
al río. Durante los períodos de aguas altas, grandes camalotes
parten de estos pantanos y son arrastrados, río abajo, por la co-
rriente, llevando consigo mamíferos, reptiles, insectos, etc. Es-
tos camalotes no se conocen en el Alto Paraná.
4. Ausencia de cataratas y caidas de agua en estos otros
ríos. En el caso del río Paraná, practicamente todas sus aguas
pasan por los rápidos de La Guayra y por las cataratas del
leuazú.
714 INVESTIGACIÓN PRELIMINAR SOBRE LOS ANOFELES
5. Una especie de Anopheles, A. (Nyssorhynchus)
Bachmanni, Petrocchi, es una de las más comunes a lo largo
del río Paraguay y en las regiones circundantes. Su presen-
cie brasileña; está caracterizado en parte por mayores altitu-
(a lo menos en la comarca más arriba de Posadas), indica un
tipo distinto de condiciones ecológicas en las dos regiones.
6. Esto puede explicarse por los diferentes tipos de cria-
deros que hemos encontrado durante nuestras investigacio-
nes, hechas en compañía del Dr. N. C. Davis en Resistencia,
Barranqueras y Charadai (Chaco) y en Corrientes y San Luis
del Palmar (Corrientes), en el mes de febrero de 1927. Las
fuentes principales de producción de Anopheles encontradas
en estas regiones eran las numerosas lagunas que se carac-
terizaban por una abundante vegetación (Azolla, Pistia, Sal-
vinta, etc.) Tales lagunas no han sido vistas en ambas orillas
del río Paraná, siendo evidente que la característica general
de la región es tal que no permite la existencia de ellas. Tam-
bién el pH del agua en Chaco y Corrientes, mostró que esta era
alcalina.
7. El agua del río Uruguay es conocida como alcalina.
8. Todos los hechos arriba mencionados indican que la
región del Alto Paraná es de un tipo completamente diferen-
tes del que existe a lo largo de los otros ríos y en las regiones
de Río Grande do Sul (Brasil) y la mayor parte del Para-
guay.
Resumiendo: Geológicamente el valle del Alto Paraná
debe ser considerado como una prolongación de la altiplani-
cia brasileña; está caracterizado en parte por mayores altitu-
des, por rocas volcánicas, grandes bosques y grandes lluvias.
Aunque el lecho rocoso se extiende más abajo de Posadas, es-
ta ciudad se encuentra prácticamente en la parte extrema de
la prolongación de la altiplanicie brasileña; la mayoría de la
región que la rodea (Paraguay, Rio Grande do Sul, Uruguay,
Corrientes, etc.), es baja, sin rocas volcánicas, más o menos
sin árboles y con lluvias menos intensas.
Por todo esto parecería que el caracter de la región del
Alto Paraná es más propicia para la producción de las espe-
cies trasmisoras del grupo Nyssorhynchus, donde los bosques
hayan sido cortados (exponiendo las colecciones de agua a los
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 715
rayos directos del sol), siendo este el carácter de las regiones
vecinas; al E., S. y O. Es también posible que la malaria de
las regiones ribereñas cercanas sea el resultado de una “inun-
dación” de Anopheles provenientes del Alto Paraná.
Las especies de Anopheles, que hemos encontrado, perte-
necen a los grupos Nyssorhynchus y Arribalzagia. El grupo
Anopheles no ha podido ser constatado: la especie pseudo-
vunctipennis Th., la hemos encontrado solamente en el NO.
argentino.
Las especies del grupo Arribalzagia, no son consideradas
como trasmisoras palúdicas, y se encuentran en toda la Amé-
rica tropical. mientras que los trasmisores peligrosos del Brasil
y de otras regiones de Centro y Sud América, pertenecientes al
grupo Nyssorhynchus, han sido encontradas en el Alto Paraná.
LARVAS ENCONTRADAS DURANTE LAS INVESTIGACIONES
Posadas.—En región pantanosa cerca del río Paraná, ali-
mentada por manantiales.
A. (N.) albitarsis, L. Arr.
A. (N.) argyritarsts, Rob. Desv.
Fig. 3. — Pantano en la parte baja de la ciudad de Posadas entre ésta y el río
Paraná (15 de junio de 1927; al fondo la ciudad de Posadas). Criadero de A. albitar-
sis, argyritarsis y tarsimaculatus. S
716 INVESTIGACIÓN PRELIMINAR SOBRE LOS ANOFELES
A. (V.) tarsimaculatus, Goeldi.
Puerto Bemberg.—En un riacho y terrenos pantanosos
adyacentes, más o menos cubiertos por árboles, que le dan un
aspecto umbrío.
A. (Arr.) spp?
A. (N.) albitarsis, L. Arr.
A. (N.) tarsimaculatus, Goeldi.
Fig. 4. — Hotel y alrededores de las Cataratas del Iguazú. Las flechas indican los cria-
deros de Anopheles tarsimaculatus (22 de junio de 1927).
Cataratas del Iguazú. — En una pequeña zanja, con
aguas tranquilas, frente al hotel.
A. (N.) tarsimaculatus, Goeldi.
Viíla Encarnación (Paraguay), frente a Posadas.
1. En un manantial cerca de las barrancas de la costa, que
son de poca altura:
A. (N.) argyritarsis, Rob. Desv.
A. (N.) tarsimaculatus, Goeldi.
2. En un pozo en el lecho rocoso de una pequeña corriente
de agua, completamente sombreada por la vegetación.
A. (Arr.) spp?
A. (N.) argyritarsis, Rob. Desv.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 7117
3. En un arroyo con corriente rápida y que tenía a los cos-
tados cavidades donde el agua permanecia tranquila:
A. (N.) albitarsis, L. Arr.
A. (N.) argyritarsis, Rob. Desv.
Fig. 5. — Lecho rocoso de un arroyo con pozos laterales, que contenían numerosas
larvas de argyritarsis y relativamente escaso número de albitarsis y tarsimaculatus.
(al fondo el río Paraná) — Villa Encarnación, Paraguay (16 de junio 1927).
ADULTOS
Posadas.—Sobre caballo, a los costados del pantano don-
de se recogieron las larvas:
AS NED ttarsisidos Arr.
A. (N.) argyritarsis, Rob. Desv.
Se buscaron adultos de Anopheles, en una casa situada
cerca de dicho pantano, pero no se encontraron.
Puerto Bemberg.—En la casa de la administración y po-
co después de la puesta del sol, se capturaron ejemplares de
albitarsis, cuando ellos estaban picando. Poco más tarde, cer-
ca de las viviendas humanas, sobre caballo, se tomaron dos
ejemplares de albitarsis.
Cataratas del Iguazú.—Sobre caballos, al borde de la zan-
ja donde se coleccionaron larvas:
A. (N.) tarsimaculatus, Goeldi.
A. (N.) albitarsis, L. Arr.
7118 INVESTIGACIÓN PRELIMINAR SOBRE LOS ANOFELES
No nos encontramos en condiciones de explicar satisfac-
toriamente, la causa de la existencia más frecuente de larvas
en los arroyos de Villa Encarnación, y su ausencia en las otras
partes. Sin embargo, teniendo en cuenta las fuertes lluvias ha-
bidas desde el 27 de mayo hasta el 8 de junio, podemos suponer
que los criaderos existieran antes de estas lluvias, y que las
larvas hayan sido arrastradas por la fuerte corriente origi-
nada. Tampoco conocemos las causas que expliquen, según se
nos ha dicho, la ausencia relativa de malaria en Posadas, Vi-
lla Encarnación y las localidades cercanas, en contraposición
con la intensa epidemia ocurrida en los puertos del Norte de
Misiones.
El hecho de que A. (N.) albitarsis, haya sido encontrado
picando dentro de las casas, en Puerto Bemberg, indica que
debe ser una especie más o menos doméstica y que, probable-
mente, sea uno de los principales trasmisores del paludismo en
esa región.
CUADRO QUE INDICA LOS DIFERENTES TIPOS DE ZONAS PALÚDICAS DEL NO.
Y, DEL NE. ARGENTINO
Provincias del N. O. Región del Alto
argentino Paraná
Anopheles (A.)
punctipennis.
pseudo- | A. (N.) albitarsis y tarsi-
maculatis.
Vectores
Lluvias anuales y perío- ¡ Cantidad menor de 1000 | 1800-2000 m/m. Probable-
dos principales de pro- m/m. Durante la esta- mente durante el período
AECI A ción húmeda: diciembre de seca que sigue a las
a junio. fuertes lluvias.
Tipo de los criaderos..
Aguas permanentes y tem-
porarias: manantiales,
pozos con aguas tranqui-
las a lo largo de los ria-
chos; charcos formados
por las lluvias, expues-
tos a la luz directa del
sol; algas abundantes;
reacción de las aguas al-
calinas.
Pozos con aguas tranqui-
las, manantiales y baña-
dos; expuestos a la luz
directa del sol, general-
mente sin algas, aguas
ácidas.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE
Puerto Aguirre
119
PERSO NS. EX ARM TN A D'A'S
VO JONA
39
39
27
25
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28
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Edad
años
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Tiempo de en-
Donde adquirió el
aso fermedad. Paludismo
|
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|
Mujer 3 meses Puerto Aguirre
Varón 4 > “Puerto Mendes (Brasil)
> E Monte Carlo (Misiones)
> 2 > | Puerto Aguirre
> JS | > >
> LS 0 > >
> 20 años Corrientes (Garrucho)
> 2 meses | Puerto Aguirre
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Varón 15 días > >
> Varios años > >
> 1 Y mes > >
Mujer 1H» | > >
Varón 20 días > €»
Puerto Bemberg
Varón | 1 mes | Puerto Bemberg
Mujer | ES ¡Foz do Iguazú
> (> P. Bertoni
> | 6 años ¡| Paranambú (Paraguay)
> | 1 mes | Puerto Bemberg
> En la actualidad > >
Varón 4 años; repitió
hace 2 meses. Cáucaso
> 2 meses ¡| Puerto Bemberg
> Varios años |Carapá (Paraguay)
Mujer 2 meses | Puerto Bemberg
» 2.» > >
» 1 Y mes > >
> 2 meses > >
> 1% >» > >
Varón JETA > > >
Mujer 2s 5 > >
> SS > >
> S > > >
> =— — > >
> > = > >
Varón 3 meses Uruguay
Mujer 2 MS >
> 2 >
> ES Puerto Bemberg
(Continúa)
720
INVESTIGACIÓN PRELIMINAR SOBRE LOS ANOFELES
(Continuación)
No Edad SE Tiempo de en- Donde adquirió el
fermedad. Paludismo
ZO 22 meses > 3 > >
26 19 años > E > >
27 SL Varón Varios años Asunción (Paraguay)
28 JS > 3 meses
29 13. ES > 305 > >
30 IS Mujer eS > >
31 IO > 3 ES > >
32 48 > Varón Varios años Foz del Iguazú
33 Za Mujer ? ? ? ?
34 eS > Varios años Puerto León
35 DS > 2 meses Puerto Bemberg
36 18 meses > Z > >
37 29 años Varón 5 meses Tacurú Pucú
38 67 >» > 155 Flor (Paraguay)
39 40 > Mujer 3 Puerto Bemberg
40 IS Varón 1 mes > SU
41 PAS > 2 meses > >
42 8 » Mujer SI > >
43 SO Varón ES | > >
44 IS Mujer E > >
45 INES Varón IES | > >
46 6 » > TOA > >
47 41 > > ES | > >
48 18 > » A > >
49 IS Mujer 6 meses Foz del Iguazú
50 505 Varón Varios años | Argelia
Delicia
1 3N años Mujer 4 15 meses Pipi Cuá
2 AS Varón SS Delicia
3 AS > 4 > >
4 LINA Mujer Varios años Corpus
5 O > 2 meses Delicia
6 MS > DS >
7 24 >» Varón SS >
8 AD Mujer 4 > >
9 28 > Varón OS »
10 40 > > 20 años Piraí
11 ES Mujer 3 meses Corpus
12 SS » 3 >» | Delicia
13 DES Varón 3 >
14 E Mujer AS >
15 SIA > 3 >
16 SS > 3 >
17 > Varón IN >
18 Lo AS > SS >
19 SS > SS >
20 eS > SM >
ll SONES > 3 > >
Da 19 > > 2 > >
23 LARES > 2 >
24 19 >» > ZO | >
25 e E > En el momento | »
26 SS Mujer 20 días | >
27 IS > 2 meses >
28 1 > > 1 15 mes > (Continúa)
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 721
Eldorado
E Sexo Tiempo de en» Donde adquirió el
N da fermedad. Paludismo
1 AA Varón : 1 mes Eldorado
2 A > 1 Y mes >
3 23 50 > 2 meses - >
4 10 > > 5 años Guayra (Paraguay)
5 A > 3 meses Eldorado
6 A ES > 2 á >
7 19 >» > 2 NS >
8 49. » > 5 >
9 LS > ES >
10 50 >» Mujer | 4 > >
11 LI Varón | 4 >» >
2 21» > | 2 >
13 | OS > 4 > >
14 10H5S > 4 > >
IS IZA > 4 > >
16 pS > 4 > >
17 ZO > 2 meses >
18 10 meses > SS >
19 | 14 años > 1 mes >
ZO LOS > 1 >
2 IS Mujer 2 meses >
22 OS > 4 > Monte Carlo
23 JS Varón 4 años Paraguay
24 E » 3 meses Eldorado
25 OS > 1 > >
NOTA ADICIONAL
Uno de los autores (Shannon) en compañía del Sr. Marcos
A. Riesel, ha hecho recientemente un viaje a la misma región, y
sus investigaciones han sido realizadas desde el 1” hasta el 16
de octubre, con resultados que no contradicen las hipótesis ya
expuestas. Se han observado nuevos hechos, que son citados
ahora.
La ausencia de albitarsis, en todas las localidades visita-
das, fué el hecho más saliente. Es también interesante hacer no-
tar que, según la versión corriente en dichos lugares (Puerto
Bemberg, Puerto Aguirre y Cataratas del iguazú), han habido
muy pocos casos nuevos de malaria, y aún estos serían dudo-
sos. Esto confirmaría la creencia de que la especie trasmisora
fuera Anopheles albitarsis, en la región estudiada.
Anopheles tarsimaculatus era muy abundante en las Cata-
ratas, pues sobre caballo se capturaron más de 300 hembras, y
ny
se encontraron larvas de esta especie en los alrededores de las
7122 INVESTIGACIÓN PRELIMINAR SOBRE LOS ANOFELES
Cataratas y en Puerto Bemberg, aunque en esta última locali-
dad eran muy escasas, no habiéndose encontrado adultos. Es po-
sible que esta especie sea también trasmisora, como ya se ha
dicho, aunque no tan peligrosa como albitarsis, y que ella fuera
responsable de los probables casos de malaria 0 citados, apare-
cidos en la época actual.
¿Cómo podemos nosotros explicar la presencia de la gran
cantidad de albitarsis para producir la fuerte epidemia habida
en dichas regiones y su ausencia en la actualidad ?
En junio último encontramos que la especie albitarsis era
relativamente escasa, pareciendo que la especie desapareciera
durante el invierno. La ausencia total de ella en la actualidad,
que es lo que ha resultado de la última investigación, indica que
ella no se encuentra allí durante todo el año. ¿De dónde provie-
nen estos mosquitos para ES invadir la costa misionera del
Paraná?
Las condiciones actuales del interior de Misiones son com-
pletamente inadecuadas para esta especie y parece que ella deba
encontrarse primeramente en las comarcas superiores o inferio-
res del río Paraná. Los habitantes de la región dicen que sola-
mente hay epidemias después de una gran creciente del río,
seguida de una gran bajante del mismo, y esto sucede general-
mnte cada 5 años. La suposición de que la especie provenga de
las comarcas superiores tiene fuerte apoyo en estos hechos,
siendo“entonces los huevos y las larvas jóvenes arrastradas río
abajo, las que se criarían en los pantanos o charcos temporales
formados por las lluvias, las mismas que causarían las crecien-
tes del río.
Por otra parte, sabemos que albitarsis se encuentra, duran-
te todo el año, en la provincia de Corrientes, situada más al Sud.
Es posible también que esta especie se traslade lentamente ha-
cia el N., a lo largo del río y a medida que avanza la estación,
principalmente por su vuelo o llevada por los barcos que hacen
el trayecto entre Corrientes, Posadas y Puerto Aguirre. Sin
embargo esta hipótesis no es tan probable como la anterior, de-
bido a que la especie albitarsis existente en el Chaco y Corrien-
tes no parece ser un trasmisor importante, pues el paludismo
de estas últimas regiones citadas es relativamente escaso y dé-
bil. Además durante la epidemia pasada, las ciudades de Posa.
das y Villa Encarnación (Paraguay, frente a Posadas), aparen-
temente no fueron atacadas. La explicación más probable sería
aquella de que la especie trasmisora albitarsis proviene de las
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 723
comarcas superiores del valle del Alto Paraná y que ella haya
llegado a Posadas y a Villa Encarnación, en una época del año
demasiado avanzada para provocar una epidemia tan intensa
como la ocurrida en el Norte de Misiones. :
La carencia de informaciones personales no nos permiten
indicar cuales son las condiciones de los ríos Paraná é Iguazú
más al N. del territorio del Misiones, pero la población insiste
siempre sobre la existencia de una malaria intensa a lo largo
del río Alto Paraná en Brasil. Albitarsis es una especie variable
en el Brasil, según Boyd, Davis y Root, siendo la variedad tí-
pica de la especie (Anopheles albitarsis) la trasmisora peligro-
sa, mientras que la variedad brasiliensis (A. albitarsis var.
brasiliensis) es un vector menos importante.
Es de gran importancia efectuar investigaciones adiciona-
les, durante los meses de junio a diciembre, especialmente des-
pués de las grandes crecientes. Sería la mejor época del año
para conocer los tipos de criaderos favorecidos por esta espe-
cie y también para estudiar sus hábitos domésticos.
DU
A
Reprinted from THE AMERICAN JOURNAL Or HycIENE, Vol. VIII, No. 3,
448-456, May, 1928.
THE _HABITS OF ANOPHELES RONDONI IN THE
ARGENTINE REPUBLIC.*
By NELSON C. DAVIS anD RAYMOND C. SHANNON.
(Received for publication February 6, 1928.)
»
INTRODUCTION.
In 1922 Neiva and Pinto (1) described a new species of Anopheles
from the State of Matto Grosso, Brazil, which differed from A. tarsi-
maculatus principally in that the basal portion of the third hind tarsus
was ringed with black, while the corresponding segment in tarsi-
maculatus is entirely white. The authors collected three female spe-
cimens, but no males or larvae. The new species was called Cellia
rondonz.
In 1924, Petrocchi (2) encountered A. rondont at Santa Clara,
Province of Jujuy, Argentine Republic. Brief mention was made of
this species in “Estudios sobre Paludismo y Hematología en el Norte
Argentino” (1925) by Múhlens, et al.
Dr. Paterson of San Pedro de Jujuy tells us that he captured a
specimen several years ago which corresponded in markings to this
species, but no published record was made at the time.
It is interesting that in their work, “El Paludismo” (p. 215),
Penna and Barbieri (3) figure an undoubted rondon: as Cellia albimana
Wied. E
PRESENT OBSERVATIONS.
In August, 1925, Davis and Strode encountered A. rondoni breeding
near Ledesma, Province of Jujuy. A female was bred from a miscella-
neous collection of larvae.
Owing to pressure of other work, no further observations were made
until March, 1926, when, accompanied by Dr. Martin M. Lobo, the
writers visited Ledesma and vicinity. At that time A. rondoni was
found breeding in various places near the village of Ledesma, perhaps
in greatest numbers at a small, outlying settlement known as Cañitas.
* The studies and observations upon which this report is based were carried
out with the support and under the auspices of the International Health Division
of the Rockefeller Foundation and the National Department of Hygiene of the
Argentine Republic.
448
449 NELSON C. DAVIS AND RAYMOND C. SHANNON.
In May, 1926, Shannon and Paterson found A. rondonz at Calilegua
(about six kilometers from Ledesma), Province of Jujuy. In March,
1927, it was found again in this same region by Shannon and Del Ponte.
BREEDING PLACES.
Although the first A. rondoni bred out by us in August, 1925, came
from the edge of a reservoir (water dammed up for irrigation), this
focus was later found to produce a great predominance of A. pseudo-
punctipennis. (See Fig. 1.) However, a shallow ditch at the margin
Fic. 1. Reservoir near Cañitas, Ledesma, Province of Jujuy. Found breeding
A. rondoni in August, 1927, later found to produce a predominance of A. pseudo-
punctipennis.
of a reedy swamp behind the reservoir was a breeding-place highly
favored by rondoni. (See Fig. 2.) This ditch was connected with the
adjacent swampy lake but presented a different flora; its margins were
grassy, the water was fairly clear, there was a certain amount of
detritus present, but no visible algae. On the other hand, the swamp
contained cat-tails, supported a profuse growth of green algae and
bred A. pseudopunciitpennas.
From a collection taken in the ditech on March 2, 1927, 100 con-
secutive larvae were examined. Of these, 98 were of the tarsímacu-
HABITS OF ANOPHELES RONDONI IN ARGENTINE REPUBLIC. 450
latus-rondont group and only 2 were A. pseudopunctipennis. Of 75
emergences from the collection, there were 72 rondon:, 2 pseudo-
punctipennis and 1 tarsimaculatus. On the other hand, of 41 emer-
gences from a collection made on the same date in the reservoir above-
mentioned, there were 39 pseudopunctipennis, 1 rondon: and 1 tarsi-
maculatus.
Fic. 2. Grassy ditch at edge of swamp; a highly favored breeding place of
A. rondont.
On March 31, 1927, the water level in the reservoir and adjoining
swamp was found to have been lowered; the most favorable breeding-
place was drained, but 12 rondon: larvae were taken from some remain-
ing pools in the swamp.
On May 5, 1926, in Calilegua, small numbers of A. rondoni and A.
argyritarsis larvae were found in pockets of clear water among heavy
growths of grass in an overflowed meadow adjoining a cat-tail marsh.
On March 30, 1927, in this same meadow, 38 rondoni, 7 tarsimaculatus
and 3 argyritarsis larvae were found. The contiguous cat-tail marsh
showed green algae and pseudopunctipennis larvae, but no rondons.
On the same date a few rondon: and tarsímaculatus larvae were taken
from a puddle in a road near this marsh.
451 NELSON C. DAVIS AND RAYMOND C. SHANNON.
SEASONAL INCIDENCE.
We have the record of pupation and emergence of this species in
August, the winter season in Argentina, thus indicating that breeding
is not in abeyance during the colder months.
From collections secured at Cañitas on December 18, 1926 (both
favorable and unfavorable localities visited), 443 identifications were
made, mostly of larvae. Of these, 425 were A. pseudopunctipennas,
3 A. argyritarsis and 15 of the tarsimaculatus-rondont group (none of
the latter emerged). A one-hour capture with animal bait on the same
date gave the following: 37 A. pseudopunctipennis, 17 A. rondonz, 15
A. tarsimaculatus, 14 A.argyritarsis and about 15 of the Nyssorhynchus
group which were mutilated beyond possibility of recognition.
On January 14, 1927, more larvae were collected at Cañitas, from
which emerged 38 A. pseudopunctipennis; none of the Nyssorhynchus
group were bred out.
The collections made on March 2, 1927, have already been men-
tioned in connection with breeding places. Total emergences from all
collections made at Cañitas on that date were as follows: 44 A. pseudo-
punctipennis (17 females, 27 males); 87 A. rondon: (38 females, 49
males) and 2 A. tarsimaculatus (1 female, 1 male).
Emergence from collections made in the same neighborhood March
19-20, 1926, yielded the following: 61 A. pseudopunctipennis, 30 A.
rondon:, 11 A. tarsimaculatus, 8 A. argyritarsis and 1 A. albitarsts.
As already mentioned, A. rondont was found in Calilegua in the
month of May. It has been taken in Ledesma in the month of June
(1 specimen).
CAPTURES WITH ANIMAL BAIT.
The night capture made December 18, 1926, has already been
cited. On that occasion flight commenced at 7:10 p.m.
On March 7, 1927, flight commenced at 6:45 p.m. The evening was
cloudy and rain began to fall about 7:30. The distribution of species
is indicated below:
A. A A. A
do- | tarsi- ¿ : a Uniden-
puneti- | maci= | rondoni. | agb | pas. | tiñe | TO
ADIOS 4 35 10 1 = 1 51
LDOST:20) E. 39 16 24 2 1 1 83
Total captured....... 43 51 34 3 1 2 134
HABITS OF ANOPHELES RONDONI IN ARGENTINE REPUBLIC. 452
On March 19, 1926, the flight commenced at approximately 6:30
P.M. The species distribution was as follows:
A. pseudo- A. tarsi-
Unknown Nys-
punctipennis. | maculatus. Total.
A. rondoni.| A. albitarsis. OREA
6:306:40 P.M...
1 — 1 — == 2
6:406:50 “ .. — 2 36 _— =— 38
6:50—7:10 “ .. 1 11 21 1 -— 34
HAND ESOPA 8 2 21 — 1 32
IE A 10 15 79 1 1 106
Although there is a variation between the two captures just tab-
ulated as to the appearance of rondoni and tarsimaculatus, the data
are in agreement that the two species appear slightly in advance of
pseudopunctipennas.
On March 28, 1927, a capture was made in which A. pseudopuncti-
penmis was lgnored. Ina period of one hour some 20 A. tarsimaculatus
and 15 A. rondont were taken. On March 31, between 6 and 7:30
P.M., 50 rondoní were taken on a horse; pseudopunctipennis was
ignored, and very few tarsimaculatus or argyritarsis appeared. The
evening was cool and drizzling. On April 18 another one-hour evening
capture was made in which 18 pseudopunctipennis and 8 rondoni were
secured; no tarsímaculatus appeared. On none of the latter occasions
was the exact time noted when flight commenced.
In all of the foregoing captures the stand was at the same location,
namely, near the dam at Cañitas. All five species were breeding in
the immediate neighborhood, although larvae of albitarsís were rare
and those of argyritarsis not very abundant.
At Calilegua on May 5, 1926, 120 rondont were taken on a horse
between 5:30 and 6:30 in the evening. No other species of Anopheline
appeared. Flight commenced while it was yet quite light. The stand
was near the marsh previously mentioned.
House CAPTURES.
Captures in three houses at Canitas Vieja on December 18, 1926,
yielded 239 pseudopunctipennis and 7 rondoni, or 2.8 per cent. of the
total. :
House captures at Cañitas on March 2, 3, 4, 5 and 7, 1927, gave
629 A. pseudopunctipennis, 1 A. tarsimaculatus and 96 A. rondonz, or
13.4 per cent. of the total. The exact number of houses visited was
not noted.
453 NELSON C. DAVIS AND RAYMOND C. SHANNON.
Captures in six houses at the same settlement on March 20, 1926,
gave 279 pseudopunctipennis and 15 rondonz, or 5.1 per cent. of the
total.
On March 28, 1927, only 9 rondon: were found in five houses; the
pseudopunctipennis were not counted. On April 18, 10 rondoni were
taken in these houses. On June 1, five houses were visited in Cañitas;
these yielded 44 pseudopunciipennis, but no rondoni. Most of the
dwellings at Cañitas are about a half-mile from the heavy breeding
places of A. rondon:.
In the course of routine house visits at the village of Ledesma, only
three A. rondon: have been taken in seven months (December, 1926 to
June, 1927, inclusive), one in each of the months of April, May and
June.
Among a total of approximately 200 rondon: collected in houses at
Cañitas during 1926 and 1927, there has been noted only one male. In
the same collections only two tarsimaculatus and two albitarsis have
been found.
DISSECTIONS OF MOSQUITOES CAUGHT IN HOUSES.
From the house captures of December, 1926, dissections were made
as follows: A. pseudopunciipennis, 37 stomachs, 35 glands; A. rondonz,
1 (stomach and glands). These were all negative. , Since the malaria
season had not yet begun, for statistical purposes we may ignore these
early dissections.
The mosquitoes whose dissections are noted in the following table
were captured in March, 1927, except for 8 rondon: and 2 albitarsis
which were taken April 18.
ds o A. rondoni. | A.tarsimaculatus. | A. albitarsis.
Neg Pos Neg. | Pos Neg Pos Neg. | Pos
SUOMAChS. 4... 10... 361 8 eN e. 2 0 0 8
(An ds oo 362 0 88 0 2 0 2 0
Derncenb tetas 97.8 22 100. E 100. 0 100. ma
ÁTTEMPTS TO SECURE LABORATORY INFECTIONS.
These experiments may be summarized as follows:
Experiment I. March 5, 1927. Fed batch of mixed mosquitoes on case of
quartan malaria. This patient had taken no quinine. The blood was examined
on two successive days to make sure of the presence of gametocytes. March 12,
Dissected all of batch: 9 A. rondoni, 3 A. pseudopunctipennis, 1 A. tarsimaculatus,
—all negative.
HABITS OF ANOPHELES RONDONI IN ARGENTINE REPUBLIC. 454
Experiment II. March 7, 1927. Fed batch of mixed mosquitoes on case of
tertian malaria. This man had taken 1 gram of quinine sulphate 24 hours previously,
but the blood still showed a few gametocytes. March 8. Allowed the mosquitoes
to feed on a second case of tertian malaria; this patient had taken 13 grams of
quinine sulphate 48 hours previously, but still harbored gametocytes. Some of the
batch fed on both occasions and all fed at least once. March 16. Dissected all of
the mosquitoes then living: 7 A. rondoni and 6 A. pseudopunctipennis—all negative.
Experiment III. April 23, 1927. Fed batch of mixed mosquitoes on case of
aestivo-autumnal malaria. This patient had taken 13 grams of quinine sulphate
24 hours previously; the blood was rich in gametocytes. There fed 8 A. pseudo-
punctipennis and 5 (possibly 6) A.rondoni. May 4. Dissected all of the mosquitoes.
A. rondoni all negative. Three A. pseudopunctipennis found with stomach cysts as
follows: one with nine cysts, all large and well along in sporozoite development;
one with eighteen cysts of variable sizes, but even the smallest showing radiate
structures; one with eight cysts, all retarded in development—small, with no visible
internal structures except coarse granules of dark pigment.
The results of the feeding experiments are interesting not only to
compare the infectivity of A. pseudopunctipennis and A. rondonz, but
further to emphasize the fact that P. falciparum gametocyte carriers
are still dangerous transmitters after taking quinine, while the same
appears not to be true of P. vivaz carriers.
EXPERIMENTS IN REARING ADULTS FROM EGGS.
These may be briefly summarized by saying that five batches of
eggs laid by known A. rondoni mothers captured in March were carried
through to the adult stage, the emergences being respectively 52, 26,
24, S and 1, atotal of 111. These were all perfectly typical A. rondon:.
In addition, two batches of A. tarsimaculatus from females secured in
December and two from females caught in March were bred out, the
emergences being, 1, 6, 1, 6, a total of 14 from the four batches. The
young were all typical tarsimaculatus. The mothers in both series
(rondont and tarsimaculatus) were caught in Cañitas, Ledesma.
Although the emergences of A. tarsimaculatus were too small to be
conclusive, the indications are that both tarsimaculatus and rondoni
breed true, the male parents in every case being unknown. Of course,
there is the remote possibility that further breeding experiments would
indicate crossing. The experiments done so far confirm specificity as
determined by size and morphological characteristics.
No adult A. rondonz emerged under 26 days after the eggs were
laid; nearly all were out by the end of five weeks, but a few larvae in
one batch lingered 44 days and died without pupation. This was in
March-April, 1927 (late summer and early autumn). Sex was noted
in 107 of the 111 bred out: 58 females and 49 males. Among the orig-
455 NELSON C. DAVIS AND RAYMOND C. SHANNON.
inal batch of adults captured in Ledesma (from which the young were
reared), some individuals remained alive in captivity for more than one
month, receiving occasional blood meals.
DiscUssSION.
The larvae and male genitalia of A. rondon: will be considered in a
separate publication. The present indications are that it should be
considered a separate species and not a variety of tarsimaculatus as
given by Christophers (4).
The type locality in the State of Matto Grosso, Brazil, is very
distant from the Argentine foci in the Province of Jujuy. A critical
study of material from the two regions might give some basis for postu-
lating parallel evolution from tarsimaculatus stock; however, 1t 1s
much more likely that connecting foci will be discovered in the little-
studied regions of Bolivia or Paraguay, or both.
In this connection, it should be recorded that the species has not
been found at Embarcación, north of Ledesma, near the Bolivian fron-
tier. Neither has it been discovered in the neighborhood of Asunción,
Paraguay, nor in the northeastern district of Argentina (Corrientes,
Misiones, Formosa and Chaco).
SUMMARY AND CONCLUSIONS.
1. The height of the A. rondoní breeding season in the Province of
Jujuy, Argentina, occurs in late summer, probably in March.
2. The heaviest flight of this species takes place slightly earlier in
the evening than that of A. pseudopunctipennas.
3. It is not domestic to the same extent as A. pseudopunctipennas,
but still is found in houses in appreciable numbers.
4. Dissections to date have all been negative. We can confidently
state that it is not so easily infected with malaria as is A. pseudo-
punctipennas.
5. Eggs of known and isolated females have always produced off-
spring marked similarly to the mothers; this is additional evidence
that rondon: is a true species and not a variant of tarsimaculatus.
Bibliography.
1. Nerva, A. anp C. Pinto. “Descripgao de uma nova especie. Cellia rondoni
nov. sp.” Brasil-Medico, Anno XXXVI, Vol. II, 18 Nov. de 1922, No. 46.
2. MúnLeNs, Pebro, RoBerTO L. Dios, JuANA PErrROCCcHI Y A. ZUCCARINI.
“Estudios sobre Paludismo y Hematología en el Norte Argentino.”? Revista
del Inst. Bact. del Dept. Nacional de Higiene, Buenos Aires, Diciembre 1925,
Vol. IV, No. 3, p. 251.
HABITS OF ANOPHELES RONDONI IN ARGENTINE REPUBLIC. 456
3. PENNA, J. Y A. BarBIERI. “El Paludismo y su Profilaxis en la Argentina.”
Dept. Nacional de Higiene, Buenos Aires, 1916, p. 215.
“El Paludismo. Etiología, Patogénia, Sintomotología,
Profilaxis. Segunda Edición corregida y aumentada por el Dr. Antonio
Barbieri, Buenos Aires, 1925, p. 215.
4. CHRISTOPHERS S. R. “Provisional List and Reference Catalogue of the Ano-
phelini.”” Ind. Med. Res. Memoir No. 3. Dec., 1924, Thacker, Spink «e
Co., Calcutta.
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Reprinted from THE AMERICAN JOURNAL OF TROPICAL MEDICINE
Vol. VIII, No. 5, September, 1928
THE BLOOD FEEDING HABITS OF ANOPHELES
- PSEUDOPUNCTIPENNIS IN NORTHERN
ARGENTINA!
NELSON C. DAVIS anD RAYMOND C. SHANNON
The experiments herein reported were undertaken as a part of
studies by the authors on anopheline mosquitoes in Northern
Argentina. The technique employed was that developed by Bull
and King (1).
The abdomens of freshly captured and recently fed anophelines were
mashed and dried on filter paper. When being prepared for examina-
tion, each specimen was soaked for several hours in four or five drops of
normal saline solution. Antisera were secured by immunizing rabbits
against the following animals: horse, cow, dog, hog, chicken, cat,
sheep, goat, and man. The same animal was immunized against both
sheep and goat; hence, the series consisted of eight antisera. Precipitin
reactions were read in small tubes of 1.5 to 2 mm. inside diameter, each
specimen being tested against all antisera, except in a few instances when
that for sheep-goat was omitted.
Before being used, the antisera were tried against dilutions of the
nine sera, ranging from 1:10 to 1:8000. At a dilution of 1:2000 all
were positive with homologous antisera; in higher dilutions doubtful
and negative reactions began to appear. It was found that sheep-goat
antiserum acted promptly against 1:10 dilutions of cow serum, and that
cow antiserum acted, although less promptly, against 1:10 dilutions of
both sheep and goat sera. It is thought that these cross reactions had
little effect on the results of the identification of ingested bloods, because
very few specimens gave a reaction in both antisera.
The 652 specimens examined were selected from a series of
over 1600 female anophelines captured. Nearly all of the
1 The studies and observations on which this report is based were conducted
with the support and under the auspices of the National Department of Hygiene
of Argentina and the International Health Division of the Rockefeller Founda-
tion.
443
Ss”
444 NELSON C. DAVIS AND RAYMOND C. SHANNON
mosquitoes were secured in April, a few in May and June, 1926;
all of the examinations were done in the latter month.
About three-fourths of the series came from the edge of the city
of Tucumán; the rest were captured in Concepción, a town further
south in the same province. In the city, mosquitoes were taken
within 500 meters of their breeding place in the bed of the Rio
Salí, and in Concepción nearly all were caught within 300 meters
of the Rio Gastona flats. Excepting those captured in the
hospital at Concepción, practically all mosquitoes came from
houses of workmen of the poorer class. Closed-in barns were
TABLE I
Reactions to antisera of blood ingested by A. pseudopunctipennis
REDISTRIBUTION
Peronnm- | OF COMBINED
STOMACHS | PERCENT- AGE REACTIONS MODIFIED
o NE A A
652) TOTAL- ORI BLOOD REPRE- AGES
ONLY (580 | ENTEDINA
COUPLET)
A A A 71 10.9
Ma a 277 42.5 47.7 2.3 50.0
EEE 51 7.8 8.8 0.1 8.9
ea aa UA 29 4.4 5.0 0.5 OO
o IO AA 117 17.9 20.1 17 21.8
A A 12 1.8 2.1 0.4 2.5
MAR e E AE 16 SE 2 0.5 31%
DD O as 10 1D: Vi 0% 1.8
Sheep or goat............ 29 4.4 5.0 1.2 6.2
Simultaneous reaction for
two Dlobds.<.. 40 6.1 6.9 (6.9)
not encountered during the searches; open sheds yielded very
few anophelines.
One A. pseudopunciipennis, positive for human blood, included
in the series, came from a horse-shed. One A. tarsimaculatus
var. was found in a house, but proved negative. A. pseudo-
punctipennis captured in houses constituted the remainder of the
series, 650 specimens.
At night many horses and mules were turned loose in the
neighborhood of the houses near the Rio Salí, Tucumán; cows
were seen there in fewer numbers. Extensive pastures, used by
BLOOD FEEDING HABITS OF ANOPHELINES 445
horses, cattle and sheep, bordered the region studied in Concep-
ción. Nearly every house had one or more mongrel dogs;
domestic goats were not uncommon. Upon a few occasions hens
were found sitting on eggs within dwellings; it was not unusual to
find chickens running about in the human habitations. Some
places, e.g., houses no. 1, Rio Salí, and no. 355, Concepción, kept
hogs, but apparently the animals were always shut up outside the
homes.
Table 1 summarizes the data secured by the precipitin re-
actions. In spite of a careful selection of the more promising
specimens, nearly 11 per cent of those examined proved negative.
Of the 581 positive specimens, 40, or 6.9 per cent, gave simul-
taneous reactions for two bloods. Although a couple of multiple
reactions (i.e., for more than two bloods) were called negative for
statistical purposes, there seemed to be no good reason to doubt
an occasional combination. Hence, each blood concerned in a
combined reaction has been allowed half value, and the total
percentages recalculated on this basis, as noted in the table.
In the large series of A. quadrimaculatus examined by King and
Bull (2), the ones taken from inside houses reacted as follows:
man, 38.4 per cent; horse, 20.1 per cent; cow, 18.6 per cent; pig,
7.7 per cent; dog, 10.0 per cent; cat, 2.6 per cent; chicken, 2.6
per cent. It will be seen that our figures are much higher for
man and dog, lower for horse, hog and cow (even if the results for
cow and sheep-goat are combined), and fairly comparable for cat
and chicken. Our percentages resemble somewhat those given
by King and Bull (2) for Killarney.
These findings are readily explained by the exceeding domes-
ticity of A. pseudopunctipennis. This domesticity has been
previously emphasized by Petrocchi (3). Resting adults of this
species were rarely found outside of human dwellings. Asa rule,
dogs sleep at night in the habitations of their masters; on the
other hand, cats commonly prowl around outside the houses at
night. This difference in habits, in conjunetion with differences
in amount of exposed body surface, may well explain the di-
vergence in percentage of the two animals attacked by A. pseudo-
punciipennas.
446 NELSON C. DAVIS AND RAYMOND C. SHANNON
Although pseudopunctipennis appears equally domestic at all
times, the cool evenings in April, when most of the captures were
made, may have modified its feeding habits to a certain extent.
Although the total number emerging may have been reduced, an
unusually high percentage of these may have sought shelter in
houses. On the other hand, the people probably protected
themselves more at night with bed-covers than they would have
done during the summer, and thus have forced the mosquitoes to
feed more on animal blood.
In the captures made near the Rio Salí, we found that first
visits yielded 48 female anopheline mosquitoes per house, while
subsequent daily visits gave 36.4 per house. Hence, a con-
siderable daily turnover took place. The house visits at Con-
cepción, made at intervals of several days, gave an average of 13
female anophelines per positive house.
There was a tendency for more freshly-fed mosquitoes to occur
in the later captures made in certain houses. Thus, in houses
nos. 1, 2 and 4, Rio Salí, where several consecutive searches were
made, only 33 per cent of 255 captured at first visits were con-
sidered suitable for examination, while of 508 caught at sub-
sequent visits, 39.5 per cent were examined. This, in conjunetion
with figures on concentration per house, suggests that some few
mosquitoes stayed more than one night in a dwelling. In the
whole series (Rio Salí and Concepción), approximately 40 per cent
of all females caught were later examined.
Among the female mosquitoes considered unsuitable for
examination (i.e., those without freshly ingested blood), no
statistical distinction was made between those presumably unfed
and those with traces of former blood meals or with developed
ovaries.
The anophelines captured near Rio Salí showed 2.2 per cent
males. The Concepción captures yielded 10.4 per cent males.
At the Concepción hospital 225 anophelines were caught during
the period of two months (April and June). Of these, 33, or 14.7
per cent, were males. Of the 192 females, only 52, or 27 per cent,
were considered suitable for examination. Of the small number
examined, 19.2 per cent were negative, and only 30.8 per cent
BLOOD FEEDING HABITS OF ANOPHELINES 447
had fed on human blood. We conclude, therefore, that the
hospital was used chiefly as a shelter by the anopheline mos-
quitoes found therein.
SUMMARY AND CONCLUSIONS
Examination of ingested blood by the precipitin reaction has
shown that Anopheles pseudopunctipenniss captured in the
houses of two localities in the Province of Tucumán, Argentina,
had fed on various hosts in the following proportions: man,
50 per cent; dog, 21.8 per cent; horse, 8.9 per cent; sheep or
goat, 6.2 per cent; cow, 5.5 per cent; chicken, 3.2 per cent; hog,
2.5 per cent; cat 1.8 per cent. Man and dog being essentially
house-dwellers at night, the results demonstrate a very high
domesticity for the insect.
Ever since the work of Paterson (4) in 1911, it has been recog-
nized that A. pseudopunctipennis is the most dangerous malaria
transmitter in Northern Argentina. Our work furnishes addi-
tional evidence against this species.
REFERENCES
(1) BuLL, CARROLL G., AND KING, W. V.: Amer. Jour. Hyg., 1923, iii, 491.
(2) KinG, W. V., ¡AnD BULL, CARROLL G.: Amer. Jour. Hyg., 1923, iii, 497.
(3) MunzLens, P., Dios, R. L., PerroccHI, JUANA, Y ZUCCARINI, J. A.: Revista
Inst. Bact. del Dpto. Nacional de Higiene (Buenos Aires), 1925, iv, 251.
(4) PATERSON, GUILLERMO C.: Anales del Dpto. Nacional de Higiene, (Buenos
Aires), 1911, xviii, 31.
Ñ
0
Ni
de
A
a
”
Mosquitos de Embarcación (Salta)
con notas sobre la zona biológica del Chaco
(Chaco Lile Zone)
POR LOS DOCTORES
GUILLERMO C. PATERSON RAYMOND C. SHANNON
(Ingenio La Esperanza, San Pedro, Jujuy) (Inst. bac. del Departamento nacional de higiene
La zona vecina a Embarcación (Salta). es casi desconocida entomoló-
eicamente.
La doctora Juana Petrocchi
e registró el Inopheles pseudopunelipennis.
durante una breve visita hecha a la región en mayo de 194.
El año pasado (3 y 4 de mayo 1926), encontramos allí muy pocos
mosquitos, debido a la sequedad de la estación transcurrida: Anopheles
larsimaculata, Aedeomyía squanupennis, Aedes seapularis y varios Cule.r.
No encontramos Anopheles pseudopunclipennis.
Este año llegamos casi al fin de la estación lluviosa (19, 20 y 21 de
abril 1927). Fué demasiado tarde para obtener muchas larvas, pero tu-
vimos en cambio excepcional éxito en la captura de adultos. Durante un
viaje en furgón desde Pres Pozos a Bella Vista, en una distancia aproxi-
mada de tres leguas, capluramos sobre nosotros mismos y sobre las mu-
las quinientos ejemplares del género Psorophora, representantes de más o
menos nueve especies y numerosos ejemplares de Mansonnta lilillans y
lLedes seapularis. Al mismo tiempo realizamos una interesante serie de
observaciones de los anofelinos de la región. Fueron obtenidos represen
tantes de veinte especies, pertenecientes a siete géneros : Anopheles, cuatro
especies, una nueva para la ciencia; Psorophora, ocho especies, dos nue-
vas para la ciencia y dos nuevas para la Argentina: otra ha sido registrada
una sola vez para el país: dedes, dos especies, una nueva para la Argen
tina; Mansonta, una especie; Aedeomyta, una especie; Culex, cuatro espe
cres, probablemente nuevas: Uranotaenta, una nueva variedad. El material
contiene por consiguiente diez formas hasta ahora no registradas para la
Weentina.
Las principales cuestiones de interés, referentes a los anofelinos son:
1” La escasez de Anopheles pseudopunclipennis, el más importante trans
misor de malaria en la Argentina y habitualmente la anofelina de ha-
llazgo más común en las provincias del noroeste;
2" Una nueva especie, de la cual hemos obtenido larvas y machos, asi
como numerosas hembras ;
3* Hallazgo de muchos ejemplares de la nueva especie de Anopheles asi
como de 4. albilarsis, en una habitación.
El predominio de especies e individuos del género Psorophora consti-
tuye el carácter más notable de la fauna de mosquitos de la región. Guatro
de estas especies han sido recientemente descritas como nuevas en el Para-
guay (en localidades que no conocemos exactamente) por Edwards (Bull.
Entom. Research, vol. MIL, pág. 75-77, 1922).
El género Psorophora es conocido solamente en América y considerado
como una evolución del género Aedes. Colecciones transitorias de agua de
lluvia, constituyen criaderos ideales para sus larvas. Los huevos son depo-
sitados en depresiones poco profundas sobre el fondo seco del terreno y son
resistentes por tres años o más a la desecación.
La evolución, desde el huevo hasta el estado adulto, es muy rápida,
exigiendo sólo de cuatro a cinco días en condiciones favorables. Esto es
esencial, puesto que el estado adulto debe ser alcanzado antes que la charca
ertadero se haya secado. Las hembras adultas son muy voraces y muchas
especies pican severamente.
La presencia de tan numerosas especies de Psorophora, existentes en gran
cantidad, contribuyea caracterizar la región. La vecindad de Embarcación,
difiere en muchos conceptos del tipo habitual del país en las provincias del
noroeste. Forma parte evidentemente de una llanura amplia y baja, semiárida,
popularmente designada Chaco. Puede considerarse que se extiende hacia el
este hasta el río Paraguay, por el sud, más o menos hasta el río Salado y por
el oeste confina con los contrafuertes de los Andes. Se encuentra principal.
mente en la zona tropical y está más o menos separada del Valle del Ama-
zonas por altas elevaciones. Políticamente comprende : el territorio dispu-
lado entre Bolivia y Paraguay, Formosa, Chaco, la parte oriental de Salta,
noreste de Santiago del Estero y la parte norte de Santa Fe.
Considerando que otras formas de la vida animal y vegetal son peculiares
de esta región. parecería una zona de vida natural, para cuya denominación
proponemos el término de zona biológica del Chaco (Chaco Life Zone). Que
Embarcación se encuentra en el borde de esta zona lo prueba la presencia
del pseudopunelipenris en su fauna. Agregados a la llanura y condiciones
de semiaridez, la vecindad de Tres Pozos, reune otras características intere-
santes. Posee el rio Bermejo y está cubierta de monte, bosques de palme-
ras, varias lagunas, extensos pantanos y varios amplios pozos. Por ello, es
considerable la cantidad de agua estancada en la región. Hecho interesan-
le fué que en la vecindad de cada una de estas colecciones de agua obtu-
vimos diferentes especies de mosquitos. Hay pocos habitantes en el lugar y
el campo es empleado para ganaderia. El enorme número de Psorophora
que aparece en este sitio durante la estación luviosa del año, debe ejercer
una influencia muy deprimente sobre los terneros recién paridos.
Considerando que una breve clave puede ser de gran utilidad para futu-
ros investigadores damos a continuación una, que servirá además como lis-
ta de las especies encontradas.
CLAVE DE LAS ESPECIES, BASADA EN CARACTERES DE LAS HEMBRAS
pa
. Género Anopheles. Palpos tan largos como el proboscide; Seu-
tellum en formatie media luna A OA )
Palpos mucho más cortos que el proboscide; Seutellum trilo-
bado SS E NE E LO Ad Pa SAR )
na)
2. A. (Anopheles) pseudopunclipenmis Vheobald. Patas enteramente
negras.
Tarsosiposteriores parcialmente blancos... aos a a : )
3. A. (Nyssorhynchus) albitarsis Lynch Arribalzaga.
Tarso posterior todo blanco más allá del segundo artículo.
Tarso posterior con un anillo negro en el quinto artículo... l
h. A. (Nyssorhynchus) tarsimaculalus Goeldi. Gran mancha blan-
ea costal preapical del ala.
A. (Nyssorhynchus) davist. Nueva especie. Pequeña mancha
blanca costal preapical del ala.
>. Uranotaenía pulcherima elnora, nueva variedad.
Primera célula submarginal corta ; nervadura anal termina antes
de la horquilla de la quinta nervadura; cabeza, tórax y alas
con manchas de escamas de brillo azul metálico.
Primera célula submarginal de longitud normal ; extremidad de
la nervadura anal más allá de la horquilla de la quinta ner-
vadura ; especie sin manchas de escamas azul brillante. ..... 6
Ocboseer sedas posiesplraculares o a 7
Carecerue sedas postespiraculares. o dal IS
Género Psorophora. Posee sedas espiraculares......... ..... S
Paltamsedasiespiradulares Ho. a IO o lid 16
S. Mesonotum con áreas longitudinales desnudas... ....... 0)
Mesonotum enteramente cubierto de escamas... ...... LO
9. P. (Psorophora) ciliata Fabricius. Escamas color oro en la línea
media mesonotal ; a ambos lados del extremo posterior de la
línea hay áreas de escamas blancas planas. Color general pardo.
P. (Psorophora) pallescens Edwards. Escamas planas blancas
cubren ampliamente la línea media mesonotal. Color gene
ral gris.
10. Uñas simples: escamas alares blancas y negras.......... : 11
Unas comdeates subbasalés a e o e E
¡$o)
16.
P. (Grahamia) varinervis Edwards. Color general pardo amar
llento : mesonotum con muy pequeñas escamas color oro par-
dusco; patas amarillentas ; extremos de los artículos tarsales obs-
curecidos. Color general negro o gris : mezcla de escamas pardas
y blanco grisáceas en el mesonotun; patas, obscuras, artículos
larsalesteamstaniilos blancas e O do EN e ias
P. (Grahamia) confinnis Lynch Arribálzaga. Tergitos abdomi-
nales con manchas blancas laterales. Tamaño moderado.
P. (Grahamia) paullt, nueva especie. Abdomen con lineas trans-
versas.
P. (Janthinosoma) purpurascens Edwards. Varsos enteramente
obscuros.
Tarsos posteriores con el cuarto y algunas veces el quinto seg-
mento blanco
P. (Janthinosoma) feroz (Wumboldt). Tarsos posteriores con es-
camas erectas y con el cuarto y quinto segmento blanco: meso-
notum con escamas color oro, difusas.
Tarsos posteriores sin escamas erectas ; costados del mesono-
tum con escamas blancas y con una ancha línea mediana obs-
P. (Janthinosoma) diserucians (Walker). Quinto segmento tarsal
posterior blanco.
P. (Janthinosoma) chaquensis, nueva especie. Quinto segmen-
to tarsal posterior blanco.
Género Aedes. Abdomen apicalmente puntiagudo ; escamas ala-
READ O o E IN A e telde: e ed Eos + io
Taeniorhynchus títillans (Walker). Abdomen truncado en el
ápice; escamas alares anchas, blancas y negras mezcladas.
Aedes (Ochlerotalus) stigmaticas Edwards. Vegumento dorsal
torácico amarillo claro: un par de manchas obscuras posterior-
mente.
Ledes (Ochlerotalus) scapularis (Rondoni). Tegumento del Ló-
rax pardo obscuro, la parte anterior cubierta con una ancha
mancha de escamas blancas plateadas.
Ledomyia squamipennis Lynch Arribálzaga. Escamas alares an-
chas, de colores negro, blanco y amarillo. Patas negras; nume-
rosas manchas blancas en las alas.
Género Culex. Escamas alares angostas, negro ; tarsos cOn ani-
llos muy pálidos. Las especies de este género se tratarán en
olra publicación.
T2
|
al
|
RESUMEN DE LAS CAPTURAS (TODAS TIEMBRAS)
£ 4 Múmero de
Lugar de captura Especies E
ejemplares
INOPRRleSIDAVES, o a 25
, E alba ES
Casa en Bella Vista... a OS Do A
Inopheles LarsimaculalaSi o. 0% ,
Inopheles pseudopunclipenmas LA I
Barrancas próximas a lay : ; pS
É Anopheles pseudopuncupennis ..... 8)
INSI CIS /
¡Psorophorar cua EE 300
/ des
Psorophora pallescens o a RE DO
SOT OPÍAOTO COMAS Aa e or h
Sobre el hombre y mu- Psorophora varinervis ooo... 95
e da A A e z ñ
las, entre Tres Pozos y Psorophora paulli ARE vids 0 2d 6
ella ista o Psorophora feror E AR AS 1
Psorophora DUSCRUCIONS PS AE ()
Psorophora CXAMOSCONS VIS e 12
Psorophora chaquensis tie ES 1
Vedles st MANCUA 0. ISA !
)
Ledes CAPITA e ENS 30
IMopcles DIS as eS RA 10)
: Anopheles tarsimaculalas ooo... 5
Sobre un caballo cerca de
Psorophora ENTES A 1
una laguna donde ha- An
s E Ledes seapularis E SN A O I
bia larvas de A. davis:
Ledes ALTO DANCE AR REA NN I
les panda. . SALOON 20
Con luz cerca de la mis- ' >
¿US pulecherrima elnora cons. I
/
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Sobre caballo atado cerca Anophel ; A
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de Tres Pozos... 3..1 Psonaphora a A
Psorophora EU, O ON o)
Ledes seapularis RARA E Yi
CUA PP. Ma A 20
E : UL QUITA NUMECrosos
EN calmas. SE :
- / Ledeomyia SQUAMUPCIVAS os I
NOTAS Y DESCRIPCIÓN DE NUEVAS ESPECIES
r. Anopheles (Nyssorhynchus) Davist, nueva especie.
Caracteres de la larva. — Pelos clipeales anteriores muy dispersamente y
menudamente ramificados: sedas internas bien separadas. Pelos clipeales
posteriores moderados, trifidos. Pelos occipitales externos más bien largos,
penta o exáfidos. Pelos internos del grupo torácico mediano anterior con
ramas semejantes a hojuelas aplastadas parecidas a pelos palmados: 16
hojuelas. Pelos externos de este grupo más cortos que la más larga hojuela
del pelo interno. Posee sedas palmadas metatorácicas: igualmente liene
un par de sedas palmadas en el primer segmento abdominal. El peine la-
Lasuna criadero de Anopheles Davist. Densas masas de vegetación flotante en la superficie del agua: 4Azolla,
Salvinia, Lemna, aleas, ete. Las larvas de davisi fueron halladas en los lapices de alzas
leral del octavo segmento abdominal contiene diez y ocho dientes, cuatro
de los cuales son largos.
La larva de A. Bachmanni difiere por lo siguiente : los pelos clipeales an-
leriores externos son profusamente ramificados ; las hojuelas del pelo in-
terno del grupo torácico mediano anterior son muy delgadas, casi capila-
res; el pelo externo de este grupo es del largo de las hojuelas del pelo
interno ; peine lateral del octavo segmento abdominal contiene 14-16 dien-
les, tres de los cuales son largos.
La larva de A. albímanus es muy semejante a la del Bachmanni. Way
que hacer notar que los pelos clipeales posteriores son simples en esta es-
pecie (3-4 ramificados en Bachmanni). Además hay que agregar que el as-
pecto general de las larvas de Davist y Bachamanni difiere muy notablemente.
La larva de Davist liene sus costados cast paralelos, mientras la Bachmanni,
tiene el tórax distintamente más ancho que el abdomen. lgualmente difiere
entre sí el habilal de ambas larvas (por lo menos en los casos de nuestra
observación). Las larvas de Bachmannt han sido encontradas en lagunas,
viviendo entre plantas flotantes del género 4:0/la, Salvinia y Pistia, mien-
tras que las larvas de Davis: aunque fueron igualmente halladas en lagunas
con abundante vegetación de las plantas mencionadas, no vivían entre
ellas, sino en densos tapices de algas verdes,
Caracteres del adulto. — Daremos sólo los más notables. Palpos : último
artículo con escamas blancas ; penúltimo articulo con un parche de escamas
blancas ; antepenúltimo artículo terminado con escamas blancas y con po-
cas escamas blancas dispersas en el medio; las restantes escamas pal pales
negras.
Patas : tarsos anteriores con pequeños anillos blancos en los extremos
del primer y segundo artículo : el tercer artículo es dos tercios blanco, el
cuarto artículo la mitad blanco; quinto artículo enteramente negro. Tarso
medio con anillos blancos en los extremos del primer, segundo y tercer
artículos, el del tercero es muy delgado.
Varsos posteriores con un anillo blanco muy delgado en el extremo del
primer artículo; segundo artículo algo más de la mitad negro; tercer y
cuarto artículo blancos; quinto artículo con un ancho anillo basal negro.
Mas; mancha costal B,. distante de la nervadura transversa humeral,
habitualmente más corta que la mitad del largo de la mancha negra pre-
cedente; B,, presente como una pequeña mancha o ausente: M, ausente;
M,, presente, pero pequeña. Las distancias entre las manchas B,. M,. Se
y Ap son aproximadamente iguales. Mancha negra más alla de Ap, pero
poco más ancha que Ap. Una mancha blanco amarillenta más bien ancha
en el fleco en el extremo del ala que tiene una pequeña mancha negra co
locada opuestamente a la horquilla de la segunda nervadura. Seis manchas
blancas adicionales en el fleco posterior del ala opuestas a los extremos de
las nervaduras. Es pequeña la mancha negra de la porción basal de la quin
ta nervadura y bien separada de la horquilla de la nervadura.
lbdomen : tergitos 2 a 8 con un mechón ancho. mediano de escamas
amarillentas: cerci con escamas negras y amarillas,
De los Anopheles descritos en la Argentina el que más se aproxima a
esta especie es el A. Bachmann sobre todo por la coloración.
El mejor carácter que hemos encontrado para distinguir los dos del
punto de vista del color es la posición de la mancha negra de la porción
basal de la quinta nervadura. En el Bachmanni esta mancha es más larga
y alcanza a la base de la horquilla. Menores diferencias existen en el mar
cado de las patas. El color negro en el tercer artículo tarsal anterior es un
AR A
poco menos extenso y en el segundo del tarso posterior, el negro ocupa
solamente la mitad del artículo. A. Bachamanní es uniformemente un
poco más pequeño que A. Davist.
Genitales masculinos.
Extremo de los lóbulos dorsales semejantes a los
de Anopheles Bachmanni en que posee un par de quilinizaciones más O me-
nos triangulares (figuradas para Bachmanni por Root, 1926, American Jour-
nal Hygiene, vol. VL, plancha 9).
leregados a estas estructuras, los lóbulos dorsales de Bachmann poscen,
además, un par de expansiones laterales muy anchas, semejando alas y que
parecen acanaladas. ln el Davisr estas expansiones están muy pobremente
desarrolladas. De otros puntos de vista muy semejantes al Bachmann.
Descrito de 6 larvas. 50 hembras y 2 machos.
Localidad tipo: Tres Pozos, Embarcación, Salta (19-21 abril 1927).
Paterson, Shannon y señora de Shannon.
Dedicado al doctor Nelson €. Davis.
2. Anopheles albilarsis, Lynch Arribálzaga .
Una especie común en la zona del pseudopunelipennis del oeste argentino,
pero rara vez hallada en las habitaciones. En el Brasil, donde también
existe. es una de las especies domésticas mejor conocidas y considerada
como el más peligroso vector malárico allí.
Puesto que la malaria reima en la zona de Embarcación y el Anopheles
pseudopunelipennis es muy escaso en ella, parece probable que el A. abbr
larsis pueda comportarse como transmisor aquí.
3. Psorophora (Psorophora) pallescens, Edwards, 1922. Bull. Ent. Re
search, vol: 13: pag. 79-77.
Psorophora ciliata, Lynch Arribalzaga (nec. Fabricius) 1891, Revista
del Museo de La Plata, vol. 1. pág. 384. Figurado en colores. Registrado
en Las Gonchas y Formosa.
Es notable que esta difundida y distinta especie haya permanecido no
descrita hasta 1922.
Probablemente existe en la zona biológica del Chaco.
1. Psorophora (J.) purpurascens, Edwards, 1922. Idem.
Descrita, según una hembra del Paraguay, con los siguientes caracteres :
«Estrechamente vinculada a Psorophora eyanescens Coquillet. Difiere en
el marcado abdominal. Abdomen dorsalmente purpurino, cada segmento
con una banda amarilla completa; las bandas apicales en los lados del
abdomen, pero en el medio están desviadas del borde que lleva una man-
cha de escamas purpúreas. »
En la serie de 159 hembras que tenemos ante nosotros, es considerable la
variación de las bandas. En algunos casos la banda está completamente
interrampida en el medio y en otros se continúa por todo el margen pos-
terior. Por eso, sobre la base de este carácter no puede subsistir la especie.
Sin embargo, como cyanescens ha sido registrada solamente en el sur de
Estados Unidos, el nombre purpurascens debe permanecer hasta que el ma-
cho y la larva sean conocidos, y decidirse sobre el correcto nombre espect
lico que le corresponde.
5. Psorophora (J.) chaquensis, mueva especie.
Especie de tamaño mediano, que leva una ancha banda mediana, lon
edtudinal. de escamas obscuras en el mesonotum, mientras los márgenes
laterales llevan escamas blancas; abdomen purpurino con manchas de
escamas blancas en los ángulos posteriores: primer tergilo con escamas
blancas. Fémures anteriores obscuros en la cará dorsal. con escamas blan-
cas en los dos tercios basales de la ventral, el extremo con escamas blancas
encima; fémur mediano con escamas obscuras, exceplo en la porción ba-
sal de la cara ventral y con extremo blanco; fémur posterior amarillo bri-
lante en los tres cuartos basales, el cuarto apical obscuro más netamente
separado de la otra porción; extremo del fémur posterior blanco. Todas
las tibias y tarsos purpurinos, excepto los dos últimos artículos tarsales que
son blancos. Primer y segundo artículos larsales con escamas semierectas.
Mas con escamas obscuras.
P. diserucians, que es muy análogo, tiene blanco solamente el cuarto
artículo tarsal posterior (el extremo negro). Por consiguiente, en los ejenm-
plares de diserucians, los fémures anteriores carecen de extremos blancos.
Una hembra, capturada mientras atacaba al hombre.
Localidad tipo: Tres Pozos, Embarcación, Salta (20 abril 1927
6. Psorophora (G.) Paulli nueva especie.
Una especie muy pequeña para este género. Proboscide negro con esca
mas blancas dispersas excepto en el ápice; palpos negros con escamas blan-
cas esparcidas; todas las escamas del occipucio blancas; tegumento meso-
notal pardo obscuro, con escamas variados colores que le dan un aspecto
moteado: escamas pardas en la porción mediana del mesonotum, blan-
cas en las partes laterales y rodeando el espacio preescutelar; cuatro man-
chas de escamas pardoobscuras en el disco del mesonotum:; tergitos ab-
dominales con bandas blancas apicales más anchas en su medio; octavo
segmento con escamas blancas dispersas: nervaduras alares con man-
chas alternadas de escamas blancas y negras, con un aspecto manchado (co-
mo en Anopheles); lémures con escamas blancas en la cara ventral, obscu-
ras encima y cada uno con un anillo preapical y extremo blanco; tibias con
escamas claras abajo, obscuras encima con escamas blancas dispersas, tibia
anterior con ápice blanco; todos los artículos tarsales con bases blancas.
Estrechamente relacionado con P. pygmea Teobald (Antillas), pero com
pletamente distinto en coloración (por ejemplo: las escamas en horquilla
del occipucio son negras en pyymea).
Siete hembras, capturadas mientras atacaban al hombre y a las mulas.
Localidad tipo: Yres Pozos, Embarcación, Salta, 20 abril 1927. (Pater
son, Shannon y Sra. de Shannon.)
Dedicado a nuestro gentil mesonero en Tres Pozos, señor Archibaldo
Paull,
AMO), ==
7- Psorophora (G.) varmervts. Edwards, 1922. Idem.
Especie pardoobscura fácilmente reconocida por su color pardo, sus muy
pequeñas escamas mesonotales color oro y escamas blancas y negras de
las alas:
Originariamente descrita en el Paraguay (sitio exacto desconocido, pero
presumiblemente de la zona biológica del Chaco), y desde entonces registra-
daen la Argentina por Petrocchi; 1925. Revista del Instituto bacteriológico,
S. Aedes stigmaticus Edwards, 1922. Idem.
Igual en tamaño a la mayor especie de ese género de la Argentina, albí
Jasciatas. El tórax es amarillo brillante con un par de anchas manchas
NEgras. y
También originariamente descrito como del Paraguay, exacto sitio des-
conocido pero que presumimos pertenezca a la zona biológica del Chaco.
9. Ledeomya squamipennis Lynch Arribálzaga.
Dos ejemplares de esta especie, ingurgitados de sangre fueron hallados
durante la noche en un gallinero de Tres Pozos. Esta observación es de in-
lerés por cuanto la especie que se encuentra eh América Central y las An-
tillas hasta la Argentina subtropical, no ha sido hallada succionando sangre
y siempre se ha dudado sí era hematófaga.
De acuerdo con esta observación sugerimos la posibilidad de que esta
especie se alimente exclusivamente con sangre aviaria, desde que es sabido
que otras especies de Culicidae muestran marcada predilección por deter-
minados animales.
10. Género Culezx.
El material de este género será descrito en otra oportunidad.
11. Uranotaenta pulcherrima Elnora nueva variedad.
Además de tener reducida a una mancha, la línea mediana de escamas
azules, que es normal en los ejemplares típicos de pulcherrima, faltan los
anillos blancos de los tarsos anterior y medio y el quinto artículo del tarso
posterior es de un blanco muy obscuro.
Localidad tipo : Yres Pozos, Embarcación, Salta, 19 abril 1997.
Una hembra capturada con luz cerca de una laguna por la señora Elnora
S. Shannon, a quien está dedicado el nombre.
Los Culicidos en la Argentina
Por R. C. SHANNON y E. DEL PONTE
T: CULICIDA.
1. Sinopsis de ANOPHELINI.
2 > de CuLicini (excepto Culer).
Se > > SABETHINI.
4 > » CHAOBORINAE.
5 > >» DIXINAE.
JI. Catálogo y bibliografía de ANOPHELINI.
JUL > > > de SABETHINI Y CULICINI.
IV. > > > de CHAOBORINAE.
Esta contribución para el conocimiento de los CULICIDAE ar-
gentinos, es principalmente una revisión sistemática de toda la
fauna argentina que se conoce de esta familia, excepto de aque-
llas especies pertenecientes al género Culex. Aunque este trabajo
se basa principalmente en los caracteres de los adultos, poseemos
larvas de muchas especies y que serán comentadas en publicacio-
nes posteriores. Este Instituto posee gran cantidad de figuras
en colores, muy importantes, sobre los mosquitos argentinos, y
esperamos que ellas sean publicadas más adelante.
El dar una revisión completa de los miosquitos argentinos
nos llevaría más de un año y creemos que, mientras tanto, esta
sinopsis servirá de fundamento para las investigaciones veni-
deras.
Diversos autores, especialmente los hermanos Lynch Arri-
bálzaga, Lahille, Brethes, Neiva, Paterson, Petrocchi, Dyar, Da-
vis, etc., han contribuido notablemente a estos estudios, y los
mismos, en compañía de Delfino, Bachmann, Pérez, Muihlens y
otros, han aumentado los conocimientos sobre los Anopheles.
30 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Las publicaciones de Bonne y Bonne Wepster, Dyar, Ed-
wards y Theobald, han sido de gran utilidad para nuestro tra-
bajo, pero éste se basa principalmente en la colección que posee
el Instituto Bacteriológico, que en la actualidad tiene más de
3.000 ejemplares. Este material ha sido coleccionado por Neiva
y Barbará, Petrocchi, Paterson, Davis, Bruch, Sra. de Shannon,
Riesel y nosotros. Además hemos examinado la colección del
Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Aires, que con-
tiene los tipos de F. Lynch Arribálzaga y la colección formada
por Brethes.
Aprovechamos esta ocasión para asradecer al director del
Museo, profesor Martín Doello Jurado y al Dr. Juan Brethes
por su gentileza al permitirnos examinar las colecciones del
Museo.
No quisiéramos terminar esta pequeña introducción sin
recordar la ayuda que en todo sentido nos han prestado el doctor
Gregorio Aráoz Alfaro y el Dr| Alfredo Sordelli, cuyos amplios
conocimientos sobre el verdadero concepto de la entomología son
poco frecuentes y que han sido de gran importancia para la eje-
cución de nuestros trabajos.
Queremos también reeordar al Dr. Leopoldo Uriarte, quien,
con su paciente y cuidadosa labor, nos ha ayudado en la publica-
ción de éste y otros trabajos hechos anteriormente.
El manuscrito original fué terminado en el mes de Setiem-
bre de 1927. Más tarde, Shannon, en compañía de la señora de
Shannon y del señor Riesel, efectuaron una investigación sobre
los Anopheles de Misiones (la segunda investigación llevada a
cabo en dicha región en dicho año) y durante ella se obtuvieron
un cierto número adicional de Culicidos.
Más tarde, visitando el Museo Nacional Wáshington,
Shannon en compañía del doctor Dvar, tuvo la oportunidad de
trabajar sobre este nuevo material, y al mismo tiempo revisar
nuestra obra previa.
Nuevas sinonimias, ya sospechadas por nosotros, fueron
entonces establecidas. Aprovechamos esta oportunidad para
expresar nuestro agradecimiento al Dr. Dyar, por su ayuda.
El número total de mosquitos hasta ahora conocidos de la
República, es de ochenta y dos especies. De éstas, treinta y una
son nuevamente recordadas en esta publicación, para la Ar-
eentina, de las cuales nueve son nuevas para la ciencia. Ade-
más hay probablemente diez especies de Culex (no descriptas
hasta ahora), que harían ascender el número total a 100 es-
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 31
pecies. Agregando los Culicidos no picadores (CHAOBORINAE Y
DIXINAE), se conocerían en la actualidad cien especies de esta
familia. Todos los géneros encontrados en otras partes de Amé-
rica, se encuentran representadas en la fauna argentina, ex-
cepto Deinocerites, Culiseta y Orthopodomyia. En América
los dos primeros géneros han sido encontrados solamente al
Norte del Ecuador; Orthopodomyia es posible que se encuentre
en Misiones. Es, sin duda aleuna, esta comarca argentina, la
que ha de poseer la fauna más rica en mosquitos, y que posible-
mente aumente el número total de mosquitos (CULICINAE) para
la República en más de 100.
La gran distribución — fuera de la Argentina — de la
mayoría de los mosquitos encontrados en esta República, nos
ha sorprendido mucho. La mayoría parece tener una área geo-
gráfica que ocupa la mayor parte de los trópicos sudamerica-
nos; algunos se encuentran más hacia el N. y algunos pocos
llegan hasta el Canadá. Comparativamente, son pocas las espe-
cies (catorce) que hayan sido, hasta ahora, solamente encon-
tradas en la Argentina. Algunas, sin embargo, solo han sido ci-
tadas del Brasil y de la Argentina.
Caracteres de la familia CULICIDX%
Las nervaduras alares — una de la características princi-
pales de esta familia se observa en sus elementos esenciales
en toda ella, y no se encuentra duplicada en ningún otro! Díp-
tero. Puede caracterizarse a los Culicidos como sigue:
Antenas formadas por 15 o 16 artejos; ocelos ausentes;
mesonoto sin una sutura en forma de V'; alas con 10 venas lon-
eitudinales que llegan hasta el margen alar y que se denominan:
subcostal o auxiliar; radio 1 (R,) o primera longitudinal; radio
2 (R.) o rama superior de la segunda longitudinal; radio 3 (Ra)
o rama inferior de la 2* long.; radio 4-5 (R,.,) o 3* longitudinal;
media 1-2 (M,.2) o rama superior de la 4* long.; media 3 (Ma)
o rama inferior de la 4* long.; cubital 1 (Cu,) o rama superior
de la 5* long.; cubital 2 (Cu») o rama inferior de la 5* long.: anal
o 6* vena. El sector radial (base de la 2* vena) se origina más
cerca de la base del ala que la vena transversal que une al radio
y a la media (vena transversal r-m) ; 2* célula basal presente,
célula discal ausente, célula anal ensanchándose hácia el margen,
una vena anal presente.
32 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Hay 3 subfamilias bien definibles entre los CULICIDAE y
que son:
CULICINAE. — Ojos distintamente emarginados en su parte
interna ; flagelo de la antena con 13 artejos; probóscide mucho
más larga que el clípeo y tan o más larga que los palpos; mero-
coxa de forma triangular; venas alares con escamas; margen
posterior del ala con un fleco de escamas; sector radial que se
bifurca más lejos del ápice de la vena subcostal. Las hembras
son frecuentemente hematófagas.
CHAOBORINAE. — Ojos más o menos emarginados en su
parte interna; flagelo antenal con 13 artejos; probóscide muy
corta, siendo los palpos mucho más largos; merocoxa pequeña
y no triangular; venas alares con escamas en forma de pelos;
margen posterior de las alas con un fleco de escamas; sector
radial que se bifurca más lejos que el ápice de la vena subcos-
tal. Los adultos no son nunca hematófagos.
DIXINAE. — Ojos más bien circulares; flagelo antenal con
14 artejos; probóscide muy corta, siendo los palpos mucho más
largos, venas alares con pelos pequeños; margen posterior con
un fleco de pelos; sector radial que se bifurca casi frente al
ápice de la vena subcostal. Los adultos no son nunca hema-
tófagos.
Subfamilia CULICIN ZE
La clave incluye todos los géneros americanos, pero Deino-
cerites, Culiseta y Orthopodomyia no han sido encontrados en
la Argentina. Es posible que este último género se pueda en-
contrar en Misiones.
Las siguientes especies han sido citadas como encontradas en
la Argentina, pero como carecemos de tal material, no se in-
clyen en las claves de esta subfamilia.
Las especies que citamos a continuación, han sido citadas
como encontradas en la Argentina, pero como carecemos de tal
material, no se incluyen en las claves de esta subfamilia :
Sabethes cyaneus (Fabr.).—Dyar (San Ignacio, Misiones).
Mansonia juxtamansonia (Per.).—Petrocchi (Formosa).
Aédes serratus (Theob.).—Lutz (Misiones).
Megahrinus hemorrhoidalis (Fabr.) — Lynch Arrib.
(Formosa).
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 33
Pupa de Anopheles
SHANNONM DEL.
Larva de Culex fatigans
SHANNON DEL.
Pupa de Culex Anopheles pseudopunctipennis Th.
SHANNON DEL. SHANNON DEL.
34
10
Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
CLAVE DE LOS GÉNEROS DE LOS Culicidxe AMERICANOS
(Dyar, 1925).
.—Base de la coxa III, a la misma altura que el márgen
superior del esclerito lateral metasternal; sedas es-
piraculares presentes cuando hay sedas pronotales
(compaárese con EHlemagoguUBWe...... ne
—Base de la coxa III, por debajo del esclerito metas-
verallateral A o a
.—Clípeo más ancho que largo; margen posterior del
escudete más bien redondeado; sedas postnotales
ausentes (Tribu MEGARHININI) ...................
O E A Megarhinus ROB. DESYV.
—Clípeo a lo menos tan largo como ancho; escudete
trilobado; sedas postnotales presentes..............
OS A EE A A O O
.—Sin sedas pronotales; lóbulos protorácicos muy se-
A O E
—Sedas pronotales presentes (excepto en Isostomyia
ESTU E AA AA II A
NS TT
COM edaspEealares. omo ice a E e E
.—Sin sedas propleurales........ Sabethes ROB. DESV.
—Con sedas propleurales......... Sabethoides THEOB.
¡DIM sedas .esprracuiares. +. notas Limatus THEOB.
——Coulsedas esprracularEs:, calke. > ds os dd ias
.—Sedas inferiores de la esternopleura distintamente por
debajo del márgen superior del esclerito lateral me-
LS A A o o
—Las sedas inferiores de la esternopleura se extiende
hasta el márgen superior de dicho esternito, y a veces
MÁS ¡ATTIDATA . 1 o E A A o
.—Escamas alares estrechas; postescudete con escamas
de color blanco-plateado.......... Menolepis LUTZ.
—Escamas alares anchas; postescudete sin escamas.
Dendromyia THEOB.
> aa te ias o.» as da ae ao, a a o 0
.—Escamas alares estrechas, especialmente las escamas
erectas de las bases de R, y R;z... Wyeomyia THEOB.
—Escamas alares anchas............ Miamyia DYAR.
¿=Clpeo Sins edasaotte Mi e SO Ol
—Clípeo con sedas finas.......... Joblotia BLANCH.
cu
10
dl
35
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE
:130 NONNYVHS
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:130 NONNVHS
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36
11
12
13
14
15
16
17
18.
19
Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
.—Sedas inferiores de la esternopleura distintamente
por debajo del margen superior del esclerito metaster-
nara... MA O. Isostomyia CO0Q.
—Las sedas inferiores de la esternopleura se extienden
hasta por encima del márgen superior del esclerito
metastemal lateralBo”....: EE... Goeldia THEOB.
.—Escudete trilobado, con sedas marginales en los ló-
A A A A
—Escudete en forma de media luna, con sedas mar-
ginales uniformemente distribuidas (Tribu ANOo-
PERIS Anopheles MEIG.
.—Mesonoto con mechones de escamas erectas; palpos
de la hembra tan largos como la proboscide (Tribu
ANOPHELINE 10 Panta). tea e. Chagasia CRUZ.
—Mesonoto sin mechones conspícuos de escamas erec-
bas ; palpos de la hembra mucho mjs cortos que la pro-
DOSCIA
.—La vena anal se extiende hasta más lejos de la bifur-
cación del cúbito; alas vellosas; escama superior cl-
hada WIR CUE o a
—La vena anal termina frente o más cerca de la base
que la bifurcación del cúbito; alas sin vello; escamas
no teliadas: (Tribu UÚRANOTAENINI) Hily sms a
A E AAN A Uranotenia LYN. ARR.
.—Sedas postescutelares ausentes; sedas postespiracula-
res ausentes; alas más estrechas que el tórax.......
O A A E Hemagogus WILL.
—Sedas prescutelares presentes; alas mas anchas que
A A ar O
.—Sedas postespiraculares presentes..............-..-.
¿«Sedas espiracularesiausentesr.. . le a
—Sedas postespiraculates ausentes... >
—>Sedas espiraculares presentes, a veces pequeñas.....
e A. O E Psorophora ROB. DESYV.
—La mayor parte de las escamas alares son estrechas, o
cuando son anchas hay sedas en el lado superior de
deMahprimerH vena... a sa ls Aeédes MEIG.
—Escamas alares anchas; sedas ausentes en la cara su-
perior de la base de la primera vena.............
LS E, Me MB Mansonia BLANCH.
.—Cara inferior de la base de la primera vena franca-
13
14
15
16
17
18
19
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 37
SS
WES
ÁS 5
SS 55 SS
ES
A AS
Anopheles pseudopunctipennis
SHANNOM DEL-
38
20.
2
22.
23.
Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
mente pilosa; sedas espiraculares presentes.........
A ie A A Culiseta FELT.
—Cara inferior de la base de la primera vena escamo-
sa Oo desnuda; sedas espiraculares ausentes.........
—Nbo hay sedas en la cara superior dé la base de la pri-
mer vena; escamas alares anchas, negras y pálidas
entremezciadas A A o o
—Sedas presentes en el lado superior de la base de la
primera vena; la mayor parte de las escamas alares
estrechas, de colores oscuros (blancas y negras en
MI A a A ca O
—Hay sedas en la parte media del mesepímero; Eo
artejo del tarso I, a veces ensanchado, tanto o más an-
cho que su lareo. al Orthopodomyia THEOB.
—Sedas presentes en la parte media del mesepímero;
4% artejo del tarso I, más largo que INCA Ar
O A e EE CARA ad Aedeomyia THEOB.
—Sedas en la parte media del mesepímero numerosas.
e ds dE AR AE O: Lutzia THEOB.
—Tres o menos sedas en la parte media del mesepímero
—Antenas mucho más largas que la probóscide.......
E. AO ES e A Deinocerites THEOB.
—Antenas de largo más o menos igual a la probóscide.
Culex L.
SO DEDO O OOOO O OO OOO OA IAORO RO O FOS O ORO OMC RO OO
1.—Tribu ANOPHELINI
Las especies argentinas que pertenecen a esta tribu, pueden
ser reconocidas por su larga probóscide
20
21
22
23
y sus largos palpos (en
la hembra, los palpos son tan largos como la probóscide) por su
escudete en forma de media luma, con las sedas uniformemente
distribuidas, excepto en Chagasia, por sus alas con manchas bien
visibles claras y oscuras; por sus patas posteriores con manchas
blancas en el tarso III, excepto en la especie pseudopunctipennts.
CLAVE PARA LOS GÉNEROS, SUBGÉNEROS Y GRUPOS DE Anophelini
DE LA ARGENTINA
1.—-Escudete trilobado; mesonoto con mechones de esca-
MAS Terectas. Do O A DOA Chagasia CRUZ.
—-Escudete en media luna; mesonoto sin mechones de
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 39
escamasierecias . . y TIA is Anopheles MEIG. 2
2.—Base de la costa (la parte basal hasta la nervadura
transversal humeral) negra. (La parte distal de la ba-
se puede parecer blanca debida a la pérdida de las es-
camas).
Macho. — Dos espinas basales colocadas en una papi-
la cerca de la base de la superficie ventral de la pieza
laferal: no bafespinas accesorias. dale cas o o
y A 0 A (Subgénero Anopheles) 3
—Base de la costa blanca con manchas negras; patas en
Fig. 1. — Nervadura costal de Anopheles Davisi.
Fig. 2. — Nervadura costal de Anopheles Bachmanni.
su mayor parte negras; tarsos III en su mayor parte
blancos.
Macho. — Una espina basal presente; 2 espinas acce-
sorias, fuertes, colocadas casi en la parte media de la
parte lateral.
Larva. — Pelo antenal con pocas ramas; pelos clipea-
les externos (y a veces también los internos) con pe-
queños pelos accesorios; tórax con pelos palmados
(excepto en argyritarsis) ; segmentos abdominales con
pelos palmados (excepto en argyritarsis, que carece
ellosrendel. primer ¡Segmento) oi a acol+ A
O ASA Subgénero y grupo Nyssorhynchus.
> Patás totalmente OsCurasod. . 2 UA o 4
—Patas con marcas numerosas claras y oscuras...... 5
4.—Macho. — Espina basal externa menor que el doble de
la espina interna.
40
Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Larva. — Pelo antenal simple o ligeramente ramifi-
cado; pelos anteriores clipeales simples; tórax, 1? y 2*
segmentos abdominales sin pelos palmados.........
A A Grupo Anopheles.
5.—Patas con manchas numerosas claras y oscuras.
Macho. — Espina basal mayor del doble de la espina
interna.
Larva. — Pelo antenal con ramas numerosas; pelos
clipeales anteriores externos pobremente ramificados.
e E Grupo Arribalzagía.
CLAVE PARA LOS ADULTOS DE LAS ESPECIES DE Anopheles
1.—-Tarso III completamente negro, o con numerosos ani-
llos blandos y negros, a lo menos en los artejos 1* y 2*;
abdomen con o sin mechones laterales de escamas.
(Subreneror A HONMRelEs) e. a. emo... .
—-Tarso III con el primer artejo y la porción basal del
22 negro; blanco en los restantes, con o sin anillo ne-
gro en el 32 o 5” artejos; abdomen normalmente con
mechones laterales de escamas. (Subgénero Nyssor-
NDA AA EA A A
2.—Patas completamente negras (excepto en el fémur y
tibia III, donde existe un anillo pálido) ; borde exterior
del ala (costa) negro, con 2 manchas grandes páli-
das, una en el ápice de la vena subcostal y otra en la
extremidad de R,. Abdomen sin escamas..........
0 ae: A. (An.) pseudopunctipennis THEOB.
—Patas con manchas numerosas, claras y oscuras....
3.—-Costa totalmente negra; abdomen sin mechones late-
rales de escamas. A. (Arr.) annulipalpis LYNCH ARR.
—Costa con manchas blancas; abdomen con mechones
laterales. detescamasa.. E
4.—Escamas alares muy ensanchadas (ovaladas) en los
tres cuartos basales (excepto en la costa) ; tarso III
con la mitad basal del tercer artejo, negro, y el resto
blanco, 4* artejo blanco en la base y en el ápice, con
2 anillos negros y un anillo mediano blanco, 5* artejo
blanco. A. (Arr.) mediopunctatus THEOB.
—Escamas alares normales, mucho más largas que an-
CHAS UI A. A A NE:
41
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE
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42
[ep]
10:
del
Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
.—Apices y bases de los artejos 4? y 5* del tarso III,
blancos. .....- A. (Arr.) pseudomaculipes CHAGAS.
—-4' artejo del tarso III, negro con su ápice blanco; 5*
artejo totalmente negro. A. (4Arr.) maculipes THEOB.
.—Tarso III con los 3 artejos distales totalmente blancos
—Tarso III con el último artejo con un anillo negro.
7.—Tarso TI con el 2* artejo generalmente menos de la
mitad negro (muy raramente más de la mitad) ; pal-
pos con el último segmento blanco y los restantes ne-
gros, con los ápices blancos. A. (N.) argyritarsis R. D.
—Tarsos III con el 2* artejo la mitad o mas (en gene-
ral distintamente más de la mitad) negro; palpos como
en argyritarsis, excepto en el penúltimo segmento, que
tiene escamas blancas y negras entremzcladas en to-
da SU EXtenSsTon o. De A. (N.) albitarsis L. ARR.
.—Tarso III con el artejo 5% con un anillo basal negro;
el 22 mucho más de la mitad, negro; una mancha bien
nítida en la mitad del escudete y que se extiende has-
ta la parte antescutelar; palpos con el último segmen-
to blanco, segmento penúltimo con su base y ápice
negros, antepenúltimo segmento negro con escamas
blancas por encima, ápice blanco; segmento anterior
MEA EE NA A A
EAT A A. (N.) Rondoni NEIVA Y PINTO.
—"Tarso III con el artejo 32 completamente blanco.....
.—Largo de la gran mancha preapical negra de la costa,
menor que la suma de las dos manchas claras que la
limitan. Especies de tamaño regular más bien grandes.
E A. (N.) tarsimaculatus GOELDI.
—Dicha mancha negra es mucho mayor que las dos.
manchas que la limitan. Especies pequeñas.........
—Tarso I con el 4* artejo totalmente negro; ramas su-
perior de la 5* vena longitudinal (Cu,) con escamas
negras, con 2+manchas pequellas ¡claras....J. mn...
A. A A. (N.) Perezi ESPECIE NUEVA.
—Tarso 1 con el 4? artejo blanco y con la base negra;
rama superior de la 5* vena longitudinal blanca, con
3 Mmanehbas pequeñas neeras is at.
.—Mancha negra del peciolo de la 5* vena longfitudinal,
pequeña, bien separada de la base de la bifurcación ;
hay escamas negras (sobre la primera vena, R;),
-]
10
4
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE
debajo de la mancha clara post-mediana (mancha Sc)
de la costa, estando la mancha correspondiente clara
de la primera vena más cerca de la base de ella que Sc.
NT. A. (N.) Davisi PATERSON Y SHANNON.
—Mancha negra del peciolo de la 5* vena larga, y que lle-
10. A
/“% AAA
he pda 1
Fig. 4. — Tórax de Joblotía (según Dyar y Shannon pl
propleura, 3 pronoto, 4 esclerito espiracular, 5 mesopleura, 6 esternopleura
7 mesepímero, 8 merocoxa, 9 postescudete, 10 mesonoto, 11 escudete — A, B
y C: coxas anterior, media y posterior.
: 1 lóbulo pronotal
ga casi hasta la base de la bifurcación; mancha clara
de la costa, Se, colocada directamente frente a la
mancha clara de la 1* vena
A. (N.) Bachmannt PETROCCHI.
CLAVE PARA LAS LARVAS DE Anopheles
1.—-Pelos clipeales anteriores igualmente espaciados, cada
uno de ellos sin pelos accesorios; pelos torácicos an-
teriores internos con 2 o 3 ramas simples; tórax y
43
Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
primer segmento abdominal sin pelos palmados; tu-
bérculo en forma de espinas a cada lado de la hen-
didura, en el márgen posterior de la lámina postes-
piratas del SUISSE MIENTO AI e
A A o 8 A. (4.) pseudopunetipennis THEOB.
—Pelos anteriores clipeales no simples..............
.—Pelos antenales con ramas numerosas; pelos anterio-
res del clípeo poco ramificados. (El conocimiento im-
perfecto de las larvas de este grupo no nos permite
diferenciarlas entre sí). Grupo ARRIBALZAGIA.......
—Pelos antenales poco ramificados o simples; pelos an-
teriores externos del clípeo (y a veces los internos)
con ramas pequeñas y poco visibles)...............
.—Tórax y primer segmento abdominal sin pelos palma-
dos; cada uno de los pelos internos del márgen ante-
rior del tórax está formado por 8 o menos pelos más
pequeños (no laminares) ; pelos anteriores del clípeo
muy aproximados........ A. (N.) argyritarsts R. D.
—Tórax y primer segmento abdominal con pelos palma-
dos; cada uno de los pelos internos del márgen ante-
rior del tórax está formado por 11 o más pelos pe-
VOS SIS rd E e VEN: 20 ER DN 0 AS
.—Pelos internos del márgen anterior del tórax con ra-
mas muy delgadas, algo parecidas a las hojuelas de un
pelo palmado; pelos anteriores del clípeo igualmente
espaciados; peine lateral del 8” segmento con 14-16
dientes, de los cuales 38 son más largos. Larva ma-
dura y pequeña. .... 2... A. (N.) Bachmanni PETR.
—-Pelos internos del márgen anterior del tórax con ra-
mas características en forma de hojuelas.........
.—Pelos anteriores del márgen anterior del tórax bien
Separados Ue
—Estos pelos aproximados, estando las ramas planas
internas de ambos pelos, más o menos entrecruzados.
.—Pelos anteriores del clípeo casi igualmente espaciados,
los internos algo más aproximados; pelos externos del
clípeo muy poco ramificados; peine con 18 dientes, de
los cuales 4 son mayores. A. (N.) Davisi PAT. Y SH.
—Pelos anteriores internos del clípeo distintamente jun-
tos (los pelos internos están más aproximados que
los pelos externos laterales). Larvas madura más bien
pequeña (Rondoni) o de tamaño mediano (tarsima-
IN
]
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE
AFEITAR O A
1.—Pelos anteriores internos del clípeo juntos. (Especie
dudosa para la Argentina). A. (N.) Strodei Roor.
—Pelos anteriores del clípeo casi igualmente distancia-
dorrentresia. tos. A. (N.) albitarsis L. ARR.
45
CLAVE PARA LAS ESPECIES ARGENTINAS DEL GÉNEBO Anopheles
15)
OQ
BASADA EN LA GENITALIA DEL MACHO
.—Dos espinas basales en la pieza lateral; no hay espinas
A A a
.—Espina basal externa menor que el doble de la interna;
mesosoma con dos pares de hojuelas pequeñas, delica-
AA A A A A
SES RO A. (An.) pseudopunctipentis THEOB.
—Espina basal externa mayor que el doble de la inter-
na; par terminal de las hojuelas del mesosoma largo
y más bien ancho, siendo el par basal más corto que
el otro y de aspecto más bien linear. (No tenemos
material suficiente para poder determinar los carac-
teres de las especies de este grupo). Grupo ARRIBAL-
TAXNCB + AAA AO RN
.—Un par único de hojuelas, más o menos destelladas,
dirigidas hacia atrás.... A. (N.) argyritarsis R. D.
—Mesosonma sin va elas. AE dls... «ira
.—Lóbulo fusionados de las vinzitas, desnudos........
—Dichos lóbulos con pelos, excepto a veces en su ápice.
.—Dichos lóbulos con un par lateral de formaciones
Hama resQuUItinoBadas. ¿062. Diaods . Pes GON
—Dichos lóbulos bajos, redondeados, sin expansiones
laterales, más cortos que el mesosoma........ IR
7 TEO O A. (N.) albitarsis L. ARR.
.—Dichos lóbulos de igual largo que el mesosoma, y con
un par de expansiones estriadas bien desarrolladas
por debajo de las expansiones apicales............
E. ARANA A A. (N.) Bachmanni PETR.
—Dichos lóbulos más cortos que el mesosoma:; las ex-
pansiones inferiores pobremente desarrolladas......
o E A A > A. (N.) Davisi PAT. Y SH.
O HH
46 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
7.—Dichos lóbulos a veces de apariencia cónicas, estando
el ápice más o menos truncado; su superficie dorsal
con pelos que se extienden hasta cerca del ápice.....
A A. (N.) tarsimaculatus GOELD.
—Dichos lóbulos con su ápice dilatado; estas expansio-
nesmespudas O e 8
8.—Dichos lóbulos con largos ¡pelos solamente a lo largo
de su b:íse, siendo los otros pelos muy pequeños.....
E A > E A. (N.) Rondoni N. Y P,
—Pelos de los lóbulos dorsales más distintos.........
Anopheles (Anopheles) pseudopunctipenms Theobald 1901
Se encuentra prácticamente en todo el Oeste de Sud Amé-
rica, desde California hasta la provincia de Córdoba. Es prin-
cipalmente una especie de las regiones montañosas más o menos
secas, pues las larvas necesitan aguas frescas y limpias. En la
República Argentina ha sido solamente encontrada en las pro-
vincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San
Luis (?), Córdoba y Santiago del Estero, siendo en ellas el
trasmisor peligroso del paludismo.
Las larvas prefieren aguas tranquilas, con abundante ve-
getación de algas verdes (lama), aunque a veces se encuentran
en charcos sin vegetación y, muy raramente, en recipientes ma-
nufacturados. Los adultos tienen hábitos domésticos muy acen-
tuados en la Argentina (lo que no sucede en Panamá, Califor-
nia, etc., regiones donde no es un trasmisor peligroso del paln-
dismo).
Aparentemente las hembras prefieren sangre humana, ini-
ciando sus vuelos diarios, al oscurecer y durante toda la noche.
Descripción del adulto. — Esta especie difiere de todos los
otros Anopheles argentinos hasta ahora conocidos, por tener
sus patas totalmente negeras (los tarsos III de las otras especies,
tienen manchas blancas visibles) aunque los ápices del fémur
y de la tibia III, son de un color blanco sucio. Los palpos son
aparentemente lisos, con escamas negras, pero con el último ar-
tejo y el ápice de cada uno de los 3 artejos anteriores, blanco.
El margen anterior costal del ala es negro, excepto en las
manchas blancas Se y Ap, siendo el largo combinado de éstas
a veces menor que el de la mancha negra que ellas delimitan.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 47
Un mechón de escamas en forma de pelos en el mársen anterior
del mesonoto; tórax y abdómen sin escamas; superficie poste-
rior de la coxa III con una cerda larga.
Largo de las alas: más o menos 4.75 m/m.
Distribución en la Argentina: Salta (Salta, Rosario de la
Frontera, Rosario de Lerma, Alemania, Cerrillos, Chicoana,
Embarcación, Giúemes, Orán) ; Jujuy (Jujuy, San Pedro, Ledes-
ma, Perico del Cármen, La Mendieta, Quemado, Fraile Pintado,
Santa Clara, Calilegua, La Ciénaga); Tucumán (Tucumán,
Aguadita, Famaillá, Monteros, El Cercado, Trancas, Lules, Que-
brada de Lules, Tafí Viejo, Alderetes, Villa Alberdi, Río Cho-
romro, Raco, Tapia, Río Tapia (La Posta), Bajo Hondo, Ma-
nantial, Vipos, Medinas, Concepción, La Trinidad, La Cocha,
Pala-Pala); Catamarca (Catamarca); Córdoba (Dos Pozos,
Cruz del Eje, ¿Villa Dolores ?) ; San Luis (¿Quines?) (1); San-
tiago del Estero (Santiago del Estero).
Anopheles (Arribalzagia) annulipalpis F. Lynch
Arribálzaga, 1878
La posición de esta especie ha sido muy incierta. La des-
cripción original es vaga y, en ciertas partes, equivocada, aumen-
tando esta incertidumbre la pérdida del tivo. Hasta que Neiva
en 1915, redescribió esta especie, sobre un ejemplar encontrado
cerca de la localidad del tipo, se aceptaba que la especie estaba
incorrecta o insuficientemente descrita, y por lo tanto irrecono-
cible. (Esto era debido en parte, a los caracteres peculiares de
la especie en cuestión).
El hecho es, de que la descripción original no es totalmente
correcta, no siendo entonces, totalmente aplicable a ninguna de
las especies argentinas, pero Neiva designó definitivamente a
la especie que recogió en el Instituto Bacteriológico, el nombre
específico de annulipalpis (a nuestro parecer, correctamente),
debiendo entonces considerarse que annmulipalpis de Neiva, es
el mismo que annulipalpis de F. Lynch Arribálzaga.
Sin embargo, Brethes, al año siguiente, dice haber encon-
trado una especie del grupo Arribalzagia, en la provincia de Bue-
nos Aires, que es visiblemente diferente de annulipalpis, pero
(1) Es probable que haya pseudopunctipennis en esta localidad, lo mismo
que en Villa Dolores, Córdoba, pues allí han sido señaladas pequeñas epidemias
de paludismo (Penna).
48 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
que es la especie a la que se debe aplicar dicho nombre, y que
maculipes Theobald, era sinónimo de annulipalpis; coloca tam-
bién annulipalpis de Neiva, bajo la especie que él había encon-
trado: Arribalzagía annulipalpis (F. Lech. A.) Brethes.
Desgraciadamente nos ha sido completamente imposible ver
la especie descrita por Brethes, pero es evidente que ella se acer-
ca más a maculipes Theob. que a annulipalpis, y es posible que
sea el verdadero Maculipes. En consecuencia, la explicación y la
sinonimia dada por Brethes para annulipalpis no puede ser con-
siderada como correcta.
El material que Neiva coleccionó se encuentra en la colec-
ción del Instituto; la siguiente descripción se basa sobre 10
hembras. Hasta ahora esta esvecie ha sido encontrada solamen-
te en la R. A., en la provincia de Buenos Aires, y es la especie
más austral, hasta ahora, del género Anopheles en América.
Las larvas y los machos son desconocidos para nosotros.
Anopheles (Arribálzaga) anmulipalpis F. Lynch Arr., 1878
Hembra. — Especie grande, de color castaño, con patas inu-
sitadamente largas y costa totalmente negra. Artejos basales de
los palpos con escamas erectas y los restantes aparentemente
lisos; escamas de los palpos principalmente negras, con algunas
escamas blancas en los largos artejos; último artejo con un ani-
llo mediano negro y tan largo como el anterior (en las otras
especies argentinas del mismo género, el último artejo es igual
a la mitad del artejo anterior) ; todos los fémures y tibias oscu-
ros, con manchas blancas esparcidas, solamente el fémur IIi
con una mancha pálida contínua en los 5/6 de la superficie in-
terna. Tarso T: 1%, 2? y 3? artejos con los ápices blancos, el 4*
con la base pálida, 5% totalmente oscuro, (el 1? tiene también
manchas blancas) ; tarsos II con los artejos 1%, 2% y 3? con los
ápices blancos, el 4? y 5% totalmente oscuros (el 1* tiene 5 man-
chas blancas) ; tarsos III con el primer artejo con el ápice blan-
co y 3 manchas blancas, el 32 con el ápice blanco y una mancha .
blanca; el 4* y 5% artejos totalmente blancos. Márgen anterior
del tórax con un mechón mediano de delgadas escamas blancas
y un mechón lateral formado por escamas blancas y castañas;
disco del mesonoto con escamas en forma de pelos, muy delgadas,
curvas y doradas; márgenes laterales con escamas delgadas y
blancas que se extienden desde la sutura hasta el escudete. Ab-
dómen sin escamas, excepto en los “cerci.”
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 49
Largo del ala: 6.5 m/m.
10 hembras.
Distribución: Capital Federal (Instituto Bacteriológico,
8.10.15, A. Neiva) ; provincia de Buenos Aires (La Plata, en la
casa, 31.8.20, C. Bruch; Río Santiago, 28.9.13, C. Bruch).
Anopheles (Arribalzagia) maculipes Theobald, 1903
Petrocchi en 1925 (Rev. Inst. Bact., IV, p. 69) da la siguien-
te distribución: Belgrano (ciudad de Buenos Aires), Chaco,
Iguazú. Hay un ejemplar en la colección del Instituto pertene-
Fig. 15. — Palpos de Megarhínus tucumanus eS
ciente al grupo Arribalzagiía proveniente del Iguazú, que proba-
blemente sea el citado por Petrocchi, en la publicación menciona-
da, y aquí citada como Mediopunctatus, Theob.; no hemos encon-
trado los ejemplares procedentes de Belgrano ni del Chaco.
La otra única publicación de maculipes, como existente en
la Argentina, ha sido dada por Brethes, bajo e Inombre annul:-
palpis L. Arr. Puesto que Brethes supone que maculipes Theob.,
es sinónimo de annulipalpis (equivocadamente) su cita debe ser
referida a maculipes.
A. maculipes es muy parecida a pseudomaculipes (cuya
descripción se encontrará más adelante) y se diferencia de ella
por tener el 4* artejo del tarso III, negro con el ápice blanco,
siendo el 5” totalmente negro.
Poseemos una hembra capturada con cebo caballo (muy po-
co después de la puesta del sol) cerca del Hotel de las Cataratas
del Iguazú (Shannon y Shannon; 5.10.27).
50 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Anopheles (Arribalzagia) pseudomaculipes Theobald, 1903
Posiblemente se encuentre en la Argentina; poseemos un
ejemplar del Paraguay.
Hembra. — Palpos con escamas negras y blancas semierec-
tas y entremezcladas; patas oscuras con manchas blancas espar-
cidas; todos los artejos del tarso IIT con los ápvices blancos, el 4*
tiene también un anillo blanco mediano y el 5* un anillo negro
mediano. Escamas alares moderadamente ensanchadas; costa
con 4 manchas negras principales y numerosas manchas pe-
queñas blancas entre las manchas principales; abdómen con
manchas laterales de escamas.
Largo del ala: 4.5 m/m.
_ Localidad: Paraguay (Migone). Se encuentra también en
el Brasil.
Anopheles (Arribalzagia) mediobunctatus Theobald, 1903
Poseemos un ejemplar del Iguazú (Gobernación de Misio-
nes) que coincide muchísimo con mediopunctatus del Brasil.
Hembra. — Palpos con escamas entremazcladas, de colores
negro y crema claro. Patas con manchas numerosas, más o me-
nos confluentes, blanquecinas. Tarso 1II con: primer artejo
blanquecino con 10 manchas oscuras, 2” artejo blanco en la base
y en el ápice, con 4 manchas blancas entre 5 oscuras, siendo las
manchas basales mayores que las apicales; tercer artejo con un
estrecho anillo basal blanco, seguido por un anillo ancho negro
que se extiende hasta la mitad del artejo y la mitad apical blan-
ca; cuarto artejo con la base y el ápice blancos, con un anillo
mediano blanco; quinto artejo totalmente blanco. Escamas ala-
res (excepto en la parte antero-apical) muy dilatadas; alas con
2 erandes manchas negras y numerosas, habiendo también nu-
merosas manchas más pequeñas blancas y negras; hay escamas
blancas y negras entremezcladas en casi todo el ala. Mesonoto .
con mechones de escamas laterales y medianos, formados por
escamas bien anchas, castañas y blancas, sus costados cubiertos,
en cierta amplitud, con escamas anchas blancas. Abdómen sin
mechones laterales de escamas.
Largo del ala: 5.5 m/m.
Localidad: Iguazú, Misiones (Setiembre 1923; coll.?) Se
encuentra también en el Brasil.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 51
Anopheles (Nyssorhynchus) argyritarsis Robineau
o e 9
Desvoidy, 1827
Esta especie es la que posee un área geográfica mayor que
la de las otras especies del mismo grupo y se encuentra proba-
blyemente en todos los países americanos, desde Méjico y las
Antillas Menores hasta la Argentina, excepto en Chile. En el
Oeste argentino, es la única especie que se ha encontrado tan al
S. como pseudopunctipennis (Catuna, La Rioja).
La capacidad para trasmitir el paludismo es muy variable.
En Surinam es considerada como la trasmisora más importante
(Bonne € Bonne Wepster) ; en aleunas partes del Brasil (esta-
dos de Río de Janeiro y de Minas Geraes), Root considera que
no es un trasmisor peligroso.
En el NO. de la Argentina su papel trasmisor es poco im-
portante, si es que puede considerársele como tal, aunque Pater-
son consiguió infectarla en condiciones experimentales.
En la Argentina, sus larvas prefieren desarrollarse en las
orillas de las corrientes de agua, cuya velocidad sin ser muy
grande, es bastante regular, encontrándoselas a menudo en las
quebradas. No buscan las matas de algas (lama) como lo ha-
cen las larvas de pseudopunctipennis, pero es más fácil encon-
traslas en estas condiciones que las larvas de tarsimaculatus 0
albitarsis. Estas larvas son más abundantes durante la estación
seca que las de las otras especies, pero como para aquellas, su
estación óptima es la lluviosa.
Esta especie al estado adulto puede confundirse fácilmente
con albitarsis, en lo que respecta a los caracteres de coloración,
pero las larvas y las genitalias masculinas de ambas especies
son diferentes.
Hembra. — Aspecto general liso (las escamas son más bien
acostadas) más que en las otras especies argentinas del grupo
Nyssorhynchus, siendo las escamas claras de las alas completa-
mente blancas, mientras que suelen ser de color crema (blan-
quecino) nítido en albitarsis y tarsimaculatus. Palpos negro-
brillantes, con anillos blancos bien definidos en los ápices del
largo artejo basal y del siguiente, el penúltimo artejo compara-
do con las antenas, es liso. Primer artejo del tarso I con su su-
perficie externa blanca; 1*, 2% y 32 con los ápices blancos, 4? y
5* negros; patas II con la superficie inferior del fémur, la tibia
y primer artejo del tarso, blancos y con una línea blanca por
encima (no completa en el primer artejo), artejo tarsales gene-
»
52 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
ralmente sin ápices blancos definidos; primer artejo del tarso
TIIl raramente con el ápice blanco, la coloración negra del 2>
ocupa generalmente menos de la mitad basal, la mitad apical y
superficie posterior de la coxa con 3 cerdas largas, los artejos
restantes son blancos; manchas blancas alares de la costa By, B»
B;,, M», Se y Ap, presentes (siendo todas ellas de tamaño más
o menos variable). Ultimos segmentos abdominales tan anchos
como largos, no visiblemente cubiertos por escamas en la super-
-ficie posterior.
Largo del ala: 4.25 m/m.
Distribución en la Argentina: Salta (Salta); Jujuy (San
Pedro, Jujuy, Calilegua, Ledesma) ; Tucumán (Tucumán, Tran-
cas, Raco, Río Tapia, Aguadita, Manantial, Quebrada de Lules,
Famaillá, Monteros, Concepción, Medinas, La Trinidad); La
Rioja (Catuna); Buenos Aires (Capital Federal). Poseemos
también ejemplares de Villa Encarnación, Paraguay, recogidos
por nosotros en Junio de 1927.
Anopheles (Nyssorhynchus) albitarsis Lynch
Arribálzaga, 1891.
Se ha citado a esta especie solamente de regiones que se en-
cuentran al Sud del Ecuador (Argentina, Paraguay y Brasil).
Las larvas pueden vivir en aguas relativamente impuras y
suele encontrárseles en regiones semiáridas, aunque también
se hallan en las regiones de lluvias abundantes. La especie es
variable, en los estados larval y adulto; con frecuencia es di-
fícil diferenciar de las larvas de tarsimaculatus y de los adul-
tos de argyritarsis. En la mayor parte de la Argentina, su ca-
rácter trasmisor es poco importante o carece de él, pero parece
que en el territorio de Misiones, fuera el vector principal, y se-
ría posible que también lo fuera en la región que rodea a Em-
barcación, en la provincia de Salta.
En el estado de Río de Janeiro es considerado como el
trasmisor más peligroso (Boyd, Davis y Root).
Adulto. — Puede diferenciarse de argyritarsis (el que tam-
bién carece de anillo negro en el último artejo del tarso 111)
por su aspecto más velludo, por el color blanco crema de aque-
llas escamas alares que forman manchas claras; por las esca-
mas blancas entremezcladas con las negras en el penúltimo
artejo de los palpos (y generalmente también en el anterior) ;
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 53
por el ápice del 4” artejo del tarso I que es blanco (el artejo
3? a veces es totalmente blanco) ; por los ápices de los artejos 1”,
22 y 3? (y a veces el 4*) del tarso II, que son blancos; por el
ápice blanco del primer artejo del tarso III, por la coloración
negra que ocupa mayor extensión en el 2* artejo, tomando más
de la mitad basal; por la ausencia de la mancha costal Se; por
el último segmento abdominal que es distintamente más largo
que ancho y con escamas visibles por arriba; 2 largas sedas en
larcoxa TE;
Largo del ala: 4.5 m/m.
Distribución en la Argentina: Salta (Salta, Embarcación
y sus alrededores); Jujuy (Jujuy, San Pedro, Ledesma, Cali-
legua) ; Tucumán (Tucumán, Manantial, Lules, Monteros, Con-
cepción, Medinas, La Trinidad, Aguadita, Trancas); Santiago
del Estero (Santiago del Estero, Añatuya); Santa Fé (Santa
Fé); Entre Ríos (Paraná); Buenos Aires (Capital Federal,
La Plata); Chaco (Resistencia); Formosa (Formosa); Misio-
nes (Posadas, Puerto Bemberg, Cataratas del Iguazú).
Anopheles (Nyssorhyinchus) tarsimaculatus Goeldi
Ha sido encontrada en casi todos los países de la América
tropical, especialmente en aquellos del lado atlántico. Sus lar-
vas se encuentran en aguas tranquilas, relativamente frescas,
y están asociadas con vegetación flotante, excepto en aquellos
raros casos en que se suelen encontrar en charcas con masas
densas de algas (lama), a lo menos en la Argentina.
Las larvas se confunden facilmente con las de albitarsis y
Rondoni, pero en el estado adulto la existencia de un anillo
negro en el último artejo del tarso posterior fácilmente la di-
ferencia de albitarsis y la existencia de dos anillos negros en
Rondont (uno en el artejo 3* y otro en el 5* del tarso posterior)
permite su rápida diferenciación.
Tarsimaculatus se ha encontrado en las comarcas del NO.
y NE. argentino, pero parece que no existiera en la parte cen-
tral del N. o zona biológica del Chaco. Es posible que sea un
trasmisor del paludismo más o menos peligroso en el territorio
de Misiones, pero no tiene importancia en tal carácter en las
provincias del NO. argentino.
Descripción: Ultimo artejo de los palpos blanco, penúlti-
mo artejo con sus extremos negros y ampliamente blanco en
54 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
su parte media, antepenúltimo artejo con el ápice blanco y es-
casas escamas blancas entremezcladas con las negras; todos los
artejos del tarso 1 generalmente con los ápices blancos, a veces
el 4% totalmente negro y el 5” con el ápice oscuro; tarsos II con
los ápices del 1* y 2* artejos y a veces también en los otros,
blancos; tarso 1II con el ápice del primer artejo-.blanco, menos
de la mitad basal del 2* artejo de color negro, escamas blancas
del 22? y 3% artejos semierectas, dando a este artejo un aspecto
ensanchado, un anillo negro en la mitad basal del 5 artejo;
manchas blancas costales B;¿ y M, generalmente ausentes, man-
chas Se y Ap grandes, siendo a veces la suma de sus longitudes
mayor que la mancha negra ancha comprendida entre ellas;
mancha antescutelar negra, no conspícua.
Largo del ala: 4.75 m/m.
Cellia Evansi Brethes 1926, es evidentemente un sinónimo
de tarsimaculatus. El tipo del lóbulo dorsal de la pinzita (clas-
pette) (suponiendo que adoeagus es lo mismo que mesosoma,
como se muestra en la figura de la terminalia de Evansi), debe
haberse tomado de un ejemplar torcido, pues es completamen-
te distinto de los caracteres de la genitalia de los miembros de
este subgénero. Sin embargo el hecho de que los ápices de los
lóbulos dorsales son pilosos — como se observa en la figura —
coloca la forma descrita por Brethes bajo tarsimaculatus.
Distribución en la Argentina: Salta (Salta, Embareca-
ción, Pichanal) ; Jujuy (Jujuy, San Pedro, Ledesma, Calilegua,
Zapla); Tucumán (Tucumán, Manantial, Lules, Monteros,
Concepción, Medinas* La Trinidad, Aguadita, Trancas) ; Misio-
nes (Posadas, Puerto Bemberg, Cataratas del Iguazú).
Anopheles (Nyssorhynchus) Stroder Root, 1926
La existencia de esta especie en la Argentina es dudosa.
La coloración y la estructura del adulto es tan semejante a.
tarsimaculatus que ambas especies son difíciles de diferenciar.
La larva y la terminalia del macho son más facilmente dife-
renciables, pero la terminalia puede confundirse fácilmente con
la de Rondoni. Davis ha obtenido varios ejemplares (de la pro-
vincia de Tucumán) de genitalias similares a las descritas eo-
mo de Strodei, y la existencia de larvas que coincidan en mucho
con las de la especie a que aquí nos referimos, no parece difícil
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 55
de comprobar. A pesar de esto, creemos que la forma verdadera
de Strodet, no se ha encontrado aún en la Argentina y es posi-
ble que dichas formas sean variaciones de tarsimaculatus.
Anopheles (Nyssorhynchus) Bachmanm Petrocchi, 1923
Especie muy pequeña (la menor de la fauna argentina y
de tamaño casi igual a las menores especies americanas) has-
ta ahora solamente encontradas en las lagunas vecinas a los
ríos Paraná y Paraguay, así como también a lo largo de las
aguas tranquilas de estos ríos y de sus afluentes. Comparte con
albitarsis la capacidad para vivir en aguas relativamente im-
puras y generalmente se le encuentra asociada a una vegeta-
ción acuática densa (Salvinia, Pistia, Azolla, ete.), comunes
en dichas aguas.
Hembra. — Palpos con escamas largas, semierectas, la ma-
yoría negras, y blancas en el ápice del largo artejo basal, es-
camas blancas dorsales escasas en el artejo subsiguiente cuyo
ápice es blanco; penúltimo artejo con anillos basal y apical ne-
gro y uno mediano blanco; último artejo con escamas blancas.
Tarso I: todos los artejos con ápvices blancos, siendo los 2/3 del
3? blanco, ápice del último artejo no distintamente blanco. Tar-
so II: ápices del 1% 2% y 3% artejos estrechamente blancos,
4 y 5* artejos totalmente negros. Patas III: tibia y basitarso
estrechamente blancos, mitad basal del 2% artejo negro y los
restantes blancos, el 5 negro en su mitad basal y blanco en el
ápice. Alas: Mitad basal de la sección prehumeral de la costa
blanca; la parte restante negra; otras tres manchas blancas
en la mitad basal de la costa (B., Bz y M») ) ; mancha clara más
allá de la parte media de la costa (Sc) muy pequeña, la mancha
clara correspondiente de la 1* vena, ovuesta y confluente; man-
cha clara preapical de la costa (Ap) más bien grande; mancha
negra en el peciolo de la 5* vena el doble más larga que ancha y
llegando hasta la base de la bifurcación de la misma; rama
superior de la bifurcación de la 5* vena (Cu,) con 2 manchas
oscuras basales y una preapical.
mn
Largo del ala: 2.75 x 3.00 m/m.
Distribución en la Argentina: Corrientes (Corrientes, San
Luis del Palmar); Entre Ríos, Formosa (¿Tirol?, Formosa) ;
Chaco (Resistencia, Barranqueras, Charadai).
56 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Anopheles (Nyssorhynchus) Davisi Paterson y
Shannon, 1927
Especie pequeña (algo mayor que Bachmanni) encontrada
solamente en Tres Pozos (cerca de Embarcación, Salta), re-
gión que ¡pertenece a la zona biológica del Gran Chaco (1). Las
larvas fueron encontradas en tres grandes masas de algas ver-
des en una laguna. Se consiguieron adultos hembras, usando
un caballo como cebo y también se capturaron ejemplares den-
tro de las casas.
Hembra. — Difiere de Bachmanni por los caracteres si-
guientes: Mancha negra en el peciolo de la 5* vena tan ancha
como larga, bien separada de la base de la bifurcación; mancha
costal Se (mancha clara situada más allá de la mitad de la cos-
ta) separada de la correspondiente mancha clara de la 1* vena,
por la existencia de escamas negras en la primera vena; la
mancha clara preapical de l acosta (Ap) menor que en Bach-
manni. La zona negra del artejo 3* del tarso 1 algo mayor que
en Bachmanni y en el 2* artejo del tarso III solamente la mitad
negra.
Largo del ala: 3.20 a 3.70 m/m.
Distribución: Salta (Tres Pozos, cerca de Embarcación).
Anopheles (Nyssorhynchus) Perez nueva especie.
Especie pequeña (de tamaño intermedio entre Bachmanni
y Davisi), encontrada en Tucumán, Jujuy y también proba-
blemente en Santiago del Estero.
Se coleccionaron 14 hembras sobre caballo en la finca
Santa Bárbara (departamento de la Capital, Tucumán) cerca
de una laguna en la que no pudimos encontrar larvas, como
tampoco pudimos encontrar adultos en las casas cercanas.
Hembra. — Es diferente de Bachmanni y de Davisi por
su coloración negra más difundida. Penúltimo artejo de los .
palpos con un anillo blanco mediano indefinido; 4* artejo del
tarso I totalmente negro; tercer artejo del tarso Il sin el ápice
blanco; 2* artejo del tarso III más de la mitad negro; mancha
clara de la 1* vena correspondiente a Se bien separada de éstá;
(1) Véase: Shannon, Contribución a los estudios de las zonas biológicas de
la Argentina, Rev. Soc. Ent. Arg., año 11, N* 4, p. 1-14, 1927.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 57
mancha en el ápice del peciolo de la 5* vena dos veces más
larga que ancha y llegando hasta la base de la bifurcación; ra-
ma superior de la horqueta de la 5* vena con escamas negras
y con manchas blancas en su base y en la vena transversal
m-cu; las demás venas de la mitad apical del ala casi entera-
mente cubiertas por escamas negras (las otras dos especies
tienen escamas claras abundantes sobre estas venas).
Largo del ala: 3 a 3.20 m/m.
Esta especie ha sido durante largo tiempo conocida en la
Argentina, habiendo sido citada por Delfino, Neiva y Petrocchi
como A. albimanus, aparentemente basados en su pequeño ta-
maño y el anillo oscuro del último artejo del tarso III. Sin em-
bargo, parece que albimanus se encuentra solamente al N. del
ecuador; es una especie más grande que Bachmanni, Davist y
Perezi aquí citadas y aunque las manchas alares son más se-
mejantes a las que se encuentran en Bachmanni y Davisi, es-
tas especies son suficientemente distintas, de manera que «al-
bimanus puede ser fácilmente diferenciadas de las otras.
Distribución: Tucumán (departamento de la Capital, lo-
calidad del tipo; 7.4.27, Shannon y Del Ponte; Monteros (Abril,
J. Petrocchi); Jujuy (Ledesma, Davis, 20.3.26) ; Santiago del
Estero (Santiago del Estero?)
En 1915 Neiva cita a esta especie con el nombre de albi-
manus como existente en Jujuy (La Mendieta, San Pedro, Es-
peranza, Calilegua (Paterson) y Tucumán, en los alrededores
de la ciudad.
En 1902 existía en la ciudad de Santiago del Estero un
gran bañado y en dicha época el paludismo era una endemia
importante.
En la actualidad se ha transformado este bañado en el
parque Aguirre y practicamente la endemia malárica ha desa-
parecido. Es muy probable que dicho bañado fuera un criadero
permanente de pseudopunctipennis y Perezi, pero con su eli-
minación,, pseudopunctipennis se encuentra esporádicamente
(probablemente traído por el río Dulce desde la provincia de
Tucumán) y Perezi ha desaparecido totalmente.
Anopheles (Nyssorhynchus) Rondon Neiva y Pinto, 1922
Especie a veces menor que tarsimaculatus y fácilmente re-
conocible por los anillos negros del tarso III. Originariamente
descrita del estado de Matto Grosso, Brasil, no lejos de su lí-
58 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Fig. 6— H: Elemento cons-
titutivo de las cerdas pal-
mares; 1: cerdas palmares;
J: cerdas palmares (perfil).
R. C. SHANNON Y E. DEL PoNTE 59
7%
Fig. 7. — Pelos 1, 2 y 3 (grupo an-
terior submediano torácico) del protó-
rax de una larva de Chagasia Fajardoi.
argy' tarsis
+ ae
A
Fig. 8. — Pelos 1, 2, 3, 4 y 5 del
mesotórax de una larva de Chagasía
Fajaadol.
Fig. 9. — Ultimo artejo del tarso 111 de A. argiritarsis mostrando la uña.
Chagasia Jjardos
Fig. 10. — Ultimo artejo del tarso ll de Chagasía Fajardoi, mostrando las uñas;
2a. y 2b las uñas separadas.
60 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
mite con Bolivia, no se ha vuelto a encontrar en el Brasil. Pe-
trocchi lo encontré en 1924 en la provincia de Jujuy (Santa
Clara, cerca de San Pedro).
Durante los 2 últimos años, Davis y Paterson, así como
también nosotros, han encontrado numérosos especímenes (en
todos los estados) en Calilegua y Ledesma, Jujuy. Los adultos
tienen caracteres específicos constantes, pero las larvas y la
terminalia del macho se acercan tanto a tarsimaculatus, que a
veces es muy difícil separar ambas especies.
La especie parece ser de una dispersión extremadamente
local y que posiblemente sea debida a la necesidad, para sus
larvas, de encontrar aguas muy frescas; no parece que ellas
necesiten asociarse a ninguna forma de vida vegetal acuática.
Los adultos hembras son encontrados frecuentemente en
las casas, pero la especie no aparenta ser un trasmisor palúdi-
co peligroso.
En experiencias de laboratorio, Davis consiguió infectar
ejemplares alimentándolos en enfermos maláricos.
Adulto. — Palpos con manchas como en tarsimaculatus;
ápices del 19%, 2% y 3? y 5” artejos del tarso I, blancos, el 4” to-
talmente negro; todos los artejos del tarso II con sus ápices
blancos, habiendo menos color blanco en los artejos 4” y 5%; tar-
so TIT con los artejos 1* con el ápice blanco, el 2* negro en sus
5/6 basales, el 3% negro en sus 2/5 basales y blanco en la parte
restante, el 4* totalmente blanco, el 5” con anillo negro basal;
mancha conspícua en la parte antescutelar y que comprende
la mitad del escudete y 1 par de manchas negras, menores y
más pálidas sublaterales en la mitad del mesonoto; manchas
blancas costales B¿ y M, generalmente ausentes; mancha negra
entre Se y Ap mucho más larga que la suma de Se y Ap.
Largo de las alas: 4 m/m.
Distribución en la Argentina: Jujuy (Santa Clara, Ledes-
ma, Calilegua).
Género Chagasía Cruz, 1908
Los palpos largos, en la hembra, (tan largos como la pro-
bóscide) y ciertos caracteres larvales, colocan a este género en
la tribu Anophelini. Sin embargo posee ciertos caracteres es-
peciales, que no se encuentran en los otros Anofelinos, y por
ello, Root (1927) considera que es genéricamente distinta de
los otros miembros de dicha tribu.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 61
El siguiente resumen de los caracteres de Chagasia, ha si-
do tomado del trabajo de Root. (1).
Adulto.—Las piezas laterales de la genitalia del macho tie-
ne un lóbulo espinoso interno, que más pareciera corresponder
al lóbulo basal de los Culicineos primitivos que a la región pa-
rabasal de Anopheles. En todos los machos de Anopheles, exa-
minados por Root, los tarsos medio y posterior tienen, cada uno,
un par de uñas pequeñas, iguales y simples, mientras que el tar-
so anterior tiene una uña tan reducida que no es fácilmente
perceptible, siendo la otra anormalmente larga y provista de un
diente basal y otro medio. En Chagasia, las uñas del tarso pos-
terior del macho son, en esencia, como las de los demás Ano-
felinos, pero las patas anteriores y media dichas uñas persis-
ten, siendo una muy ensanchada y provista de dientes mediano
y basal, mientras que la segunda uña es menor (aunque más
larga que la de las patas posteriores) y solamente con un dien-
te basal. En Anopheles, el proepímero (pronoto) es desnudo,
mientras que en Chagasia este esclerito lleva escamas y cerdas.
En Anopheles, el escudete tiene forma de media luna; en Cha-
gasía es trilobado, con un mechón de cerdas en cada lóbulo, co-
mo en Culicini. Los artejos terminales de los palpos en el ma-
cho, tienen una sección circular, y no deprimido como en el
caso de los Anofeles. La larva, posee pelos palmados en forma
de raqueta, con un pelo terminal delgado. El labio anterior del
aparato espiracular termina por un apéndice delgado, en forma
de columna, llevando en su ápice un largo filamento.
Chagasia Fajardo Lutz, 1908
Palpos negros, artejo antepenúltimo con un anillo apical
blanco, mitad anterior del mesonto con escamas blancas, mitad
posterior con escamas erectas negras; espacio antescutelar con
escasas escamas blancas; abdómen piloso, sin escamas; alas
negras con algunas pocas escamas blancas esparcidas en la por-
ción basal anterior; tarsos anteriores y medios con anillos ba-
sales blancos; basitarso posterior con cinco anillos blancos, y
el ápice anchamente negro; cuatro últimos artejos blancos con
anillos apicales negros.
Distribución: Cataratas del Iguazú, Misiones.
(1) Root F. M., 1927. Studies en brazilian mosquitoes. 11. Chagasia Fajar-
doi. Am. Journ. Hyg., pp. 470-470, con 4 láminas.
Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Fig. 11. — Actitud de reposo de Chagasía
» Culex ppiens
c Chagasra fajardo.
Fig. 12. — Forma del escudete e inserción
de las cerdas en Anopheles punctipennis, Cu-
lex pipiens y Chagasia Fajardoi.
Fajardo
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE
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Fig. 13. — Hipopigio del macho de Chagasia Fajardoi.
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C Pajardos
Fig. 14. — Cabeza de larva de Chagasia Fajardoi
63
64 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Una hembra capturada mientras picaba sobre caballo (po-
co tiempo después de la puesta del sol), cerca del hotel. Octu-
bre 5, 1927; Shannon y Shannon.
Esta especie no es conocida fuera del Brasil. La posición
de descanso de esta especie ha sido señalada por Peryassú
(1908), Bonne y Bonne Wepster (1925) y Root (1927). Este
último autor dice que “la posición de descanso de C. Fajardo
tiene un gran parecido con la de Mansonia y Aedeomyia, pu-
diendo ser comparada a una V invertida, estando formado el
ápice de la V por el tórax y el fémur y la tibia, mientras que
la cabeza con sus apéndices, por una parte y el abdómen por
la otra, forman sus brazos. Cuando permanece tranquilo, en
reposo, los ápices de los tarsos vosteriores, se apoyan sobre la
superficie, pero mientras pica, levanta las patas que mueve de
adelante atrás, mostrando sus resaltantes bandas blancas y
negras. Casi todas las hembras de Chagasia (capturadas por
Root), lo fueron picando en el pecho o en el vientre. El ejem-
plar coleccionado por uno de los autores, picaba en la región
central del lomo del caballo.
Root encontró las larvas de esta especie en las corrientes
de montaña, donde el agua corre rápidamente en un estrecho
canal, espesamente bordeado, en ambos lados, por pastos altos
o españadales. Fué entre los tallos de estos pastos, que encon-
tramos las larvas y pupas de Chagasia. Es evidente que la ve-
cindad de las cataratas del Iguazú, es favorable para estos
mosquitos.
2.—Tribu CULICINI
Género Culexr Linneo, 1758
Es, en muchos casos, difícil determinar las diferentes espe-
ccies de este género; la diferenciación específica se basa prin-
cipalmente en los caracteres de las larvas y en la genitalia del
macho, debiendo comparárseles con aquellos de las especies co-
nocidas.
Por el momento nos es imposible hacerlo, pero procurare-
mos efectuarlo más adelante—con claves y descripciones—de las
especies que actualmente tenemos (y de aquellas que podamos
consguir más adelante).
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 65
Las especies que han sido citadas para la Argentina son:
Culex fatigans Wied., 1828 (Brethes, Dyar y Petrocchi).
” pipiens L., 1758 (Brethes, Dyar y Petrocchi).
” dolosa L. Arr., 1891 (Brethes y Petrocchi).
” Brethesi Dyar, 1919 (Dyar).
” imitator Theob. (Petrocchi).
Género Mansonma Blanchard, 1901
Clave de las especies argentinas.
A.—Fémur III sin anillo blanco en su mitad apical; esca-
mas alares en su mayoría Oscuras, con escamas claras
espareidasien todas las Venas... lomos da ce mos cit
ASE ON M. (Mansonia) titillans WALKER.
B.—Fémur III con un anillo blanco en la mitad apical; es-
mas claras solamente en la parte anterior de las alas.
o M. (Rhynchotaenia) fasciolatus L. ARR.
Mansoma (Mansonia) titillans Walker, 1848
Mosquito ampliamente distribuido en los trópicos america-
nos y siempre muy molesto.
Puede ser reconocido por su color castaño, por la probósci-
de con un anillo mediano claro; mesonoto totalmente castaño-
oscuro; escamas alares muy anchas, estando entremezcladas las
claras y las oscuras en todas las venas; ausencia del anillo blan-
co en la mitad apical del fémur III y los artejos tarsales con
anillos blancos.
Distribución en la Argentina: Es frecuente en Salta, Ju-
juy, Tucumán, Santa Fé, Corrientes, Entre Ríos, Chaco y For-
mosa, habiéndosela encontrado también en Buenos Aires.
Mansoma (Rynchotenia) fasciolatus Lynch
Arribálzaga, 1891
Especie menor que titillans y como ella, más abundante en
los trópicos. Puede diferenciarse de la especie anteriormente ci-
tada por la presencia de áreas grandes y longitudinales desnu-
das y la ornamentación del mesonoto, formada por escamas cla-
ras doradas; por el anillo blanco en la mitad apical del fémur
66 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
TIT y las escamas claras más angostas y la casi total ausencia de
escamas blancas en la porción posterior del ala. Es menos fre-
cuente que titillans.
Distribución en la Argentina: Buenos Aires (Navarro,
Lynch Arribálzaga, localidad del tipo), Islas del Paraná (Bre-
thes); Tucumán (Medinas, Neiva, 10.2.16); Jujuy (Ledesma,
Shannon, 30.3.26).
Género Aedeomyia Theobald, 1901
Solamente una especie de este género ha sido encontrada
en la Argentina: squamipennis, originariamente descrita de este
país, pero luego encontrada a través de la América tropical, has-
ta las Antillas y Centro América.
Acdeomvia squamipennis Lynch Arribálzaga, 1878
Caracterizable por su tamaño más bien pequeño, por ser
muy escamosa, hasta en el clípeo. Las alas están cubiertas por
escamas de color castaño, blanco y amarillo; probóscide y patas
con anillos blancos; mechones de escamas en los ápices de los
fémures, más bien pequeños en los fémures 1.
Es probable que esta especie ataque solamente a los pájaros.
Distribución en la Argentina: Especie ampliamente disper-
sa y que ha sido encontrada en Buenos Aires, Corrientes, Tucu-
mán, Jujuy, Chaco y Formosa.
Género Hemagogus Williston, 1896
Sin duda alguna, este género ha sido derivado de Aédes,
como lo muestran los caracteres de las larvas y de la genitalia
del macho, pero los caracteres externos del adulto son tan seme-
jantes a los de la tribu SABETHININI, que únicamente con gran
dificultad, pueden ser separados de las especies de esta tribu.
Es muy interesante comprobar cómo la mayoría de los ca-
racteres peculiares de los Sabetinos, se encuentran repetidos en
Hemagogus, siendo probablemente la causa de ello en que vuela
eran parte del día, resultando así en ambos casos un gran aumen-
to de las escamas y una disminución de las cerdas.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 67
Los siguientes caracteres permiten separar Hemagogus de
los SABETHININI:
Cabeza (vista por encima) más larga que ancha (más an-
cha que larga en los Sabetinos) ; clípeo con una expansión en
forma de collar que rodea las partes externas de la boca (ausente
en los Sabetinos) ; alas más estrechas, patas más cortas, presen-
cia de sedas pronotales y ausencia de sedas espiraculares.
Es fácilmente diferenciable de los otros géneros de CULICI-
NI, por estar cubierto con escamas oscuras azules o verdes.
Ha sido subidividido en 2 subgéneros, definidos como si-
gue: 1) Hemagogus, hembras con uñas simples y machos con
palpos cortos y 2) Stegoconops, hembras con uñas dentadas y
machos con palpos largos.
Sin embargo una de las especies que poseemos (H. Uriar-
tei), tiene uñas dentadas en la hembra y palpos cortos en el
macho, debiendo ser considerada como intermedia entre ambos
subgéneros.
Dos especies de Hemagogus han sido encontradas en la Ar-
gentina, ambas en las provincias del Norte, y pueden ser sepa-
radas como sigue:
A.—Margen posterior ocular distintamente bordeada por
escamas blancas; parte media de la esternopleura con
una cerda bien desarrollada. Spegazzini BRETHES.
B.—Occipucio en su mayoría azul oscuro; parte media de
la estenopleura sin una cerda. Uriarte ESP. NUEVA.
Hemagogus Spegazzini Brethes, 1912
Esta especie ha sido considerada como sinónimo de equinus
Theobald y capricorni Lutz, por las pequeñas diferencias que
existen en la coloración de las hembras. Carecemos de machos
que nos permitan probar — por los caracteres genitales — si es
o no una especie sinónima de las otras dos citadas, y hasta tanto
no lo podamos hacer, la consideraremos como una especie
distinta.
Descripción. — Occipucio, por encima, verde azulado os-
curo, siendo por debajo y a los costados plateado blanco, mar-
gen anterior (que bordea los ojos) totalmente blanco planteado;
ojos distintamente separados de la parte inferior por escamas
blancas; mesonoto cubierto por escamas verde oscuras; lóbulo
protorácico oscuro verdose con su margen anterior blanco; se-
68 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
das: 2 pronotales, 2 propleurales, 4 prealares y 1 en la parte
media de la esternopleura. Dorso del abdómen púrpura oscuro,
incluyendo el primer segmento, sus costados son blanco platea-
dos, excepto en aquellas partes en que el color oscuro del dorso
invade los ángulos posteriores de los segmentos 4 a 8; esterni-
tos blancos con bandas transversales posteriores oscuras, siendo
el 8” enteramente negro.
H. equinus difiere por tener palpos largos; el margen su-
perior de la coxa III está mucho más bajo respecto al margen
superior de la merocoxa (esclerito lateral metasternal) que en
Spegazzini, cuyo desnivel es mucho menor; primer segmento
abdominal azul plateado y los otros con bandas hasales trans-
versales formados por escamas blancas.
H. capricornú tiene también bandas basales transversales
en algunos de sus segmentos.
H. Spegazzini suele ser encontrado más abundantemente
en las regiones boscosas y en tales sitios su picadura es muy
molesta.
Distribución: Jujuy (¿localidad?, C. Spegazzini, 1907; en
la región montañosa cerca de Ledesma, Davis y Shannon,
sl3:20):
Hemagogus Uriarter especie nueva
Ha sido encontrada en diferentes partes, en Córdoba, Tu-
cumán y Jujuy.
Es algo. más pequeña que Spegazzinú, de la que se diferen-
cia por los caracteres siguientes:
Escamas entre los ojos blancas, y con una pequeña línea
muy estrecha de escamas blancas que bordea la porción superior
de los ojos; occipucio con escamas azules oscuras con reflejos
cobrizos y verdosos; mesonoto bronceado con reflejos verdosos y
violetas; lóbulos protorácicos blancos, con escamas verdosas
en el margen posterior; pleuras muy blancas, sin sedas propleu-
rales ni tampoco en la parte media de la esternopleura, con 2
sedas prealares y 1 pronotal; todos los fémures mucho más
blancos en su parte inferior e interna, patas oscuras; dorso del
abdomen — incluyendo el primer segmento — brillante verde
con reflejos cobrizos y azulados; costados y cara ventral como
en Spegazzinúi.
Largo del ala: 4 m/m.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE
b9
Se encontró una larva en la cavidad de un árbol en Vipos,
Tucumán, de la que se obtuvo un macho.
Distribución: Tucumán (Vipos, 22.3.27; Shannon y Del
Ponte, localidad del tipo; Raco, 13.2.27, Shannon y Del Ponte;
Dn
La Posta, en el río Tapia, 22.3.27; Del Ponte); Jujuy (Santa
Clara, 2.1916, Neiva; Córdoba (Alta Gracia, 12.2.18, C. Bruch;
20.1.27, Del Ponte; Deán Funes, 16.2.27, Shannon y Del Ponte).
Hemos dedicado esta especie al Dr. Leopoldo Uriarte, cu-
yos buenos oficios como director de la Revista del Instituto Bae-
teriológico hemos apreciado siempre.
[y
Género Aedes Meigen, 1818
Clave para las especies argentinas.
MA SOSisi mane bas oblancaso E SIRO
=TRarsos cOn atanechasbDÍaneaso ocacion
.—Disco del mesonoto oscuro, con una delgada cinta lon-
gitudinal plateada que parte desde entre los ojos, pa-
sa por el occipucio y llega hasta el margen posterior
deves cute A A E OD ER
A. (Conopostegus) leucocelaenus DYAR € SHANNON.
—Mesonoto sin una línea mediana longitudinal pla-
A a TN
.—Tegumento torácico amarillo brillante, con un par de
manchas negras grandes, sublaterales en la mitad del
mesonoto y una pequeña mancha negra en el pronoto.
AS A. (Ochlerotatus) stigmaticus EDw.
—Terumento, toraciób. castaño OSGUYFO:...: io... islas
.—Mesonoto más oscuro en su parte media que en sus
partes laterales (a veces con una línea mediana pá-
lida muy estrecha) ; clípeo con escamas; abdómen con
una línea longitudinal media de escamas blancas (y
que se va ensanchando hacia el margen posterior de
cada tergito); tarsos a veces con tenues anillos ba-
sales. A. (Ochlerotatus) albifasciatus LYNCH ARR.
—Mesonoto más claro en la parte media que en las par-
AA A E A A AA
.—Mesonoto con una gran mancha totalmente blanca en
los 2/3 anteriores, casi tan larga como ancha......
>. IA A. (Ochlerotatus) scapularis ROND.
o
70 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
—Mesonoto con una mancha alargada (uno por dos)
blanquecina (a veces con escamas de tonos castaños
en su mitad), con expansiones laterales hacia el es-
CUASI 0... a A. (Ochlerotatus) Paterson Nov. sp.
—Area longitudinal media del mesonoto algo más páli-
da que los costados castaños y con un par de estre-
chas líneas castaño oscuras, dentro del área longitu-
dinal media más pálida, siendo ésta alargada (uno
PUOBNTES) 2. REO A. (Ochlerotaus) Lynchi BR.
6.—Abdómen con una línea media longitudinal formada
por escamas blancas; clípeo con escamas; anillos tar-
salespreneralmente OSCURO o. o o
E A A. (Ochlerotatus) albifasciatus LYNCH ARR.
—Ahbdómen sin línea longitudinal blanca............
-]
7.—Mesonoto con un dibujo formado por líneas doradas;
tergitos abdominales con bandas transversales ba-
ales in oe e PO A. (Ochlerotatus) Araozi Nov. SP.
—Mesonoto con manchas blancas...........2........ 8
8.—Lados del mesonoto plateados y parte media oscura;
clípeo desnudo:..... A. (Finlaya) terrens WALKER.
—Mesonto con un dibujo plateado en forma de lira; clí-
Peb COMESCAMAS: A. (Stegomyia) aegypti L.
Aedes (Conopostegus) leucolenus Dyar y Shannon, 1924
Especie intermedia entre Hemagogus y Aédes. Está bien
caracterizada por su coloración oscura con manchas plateadas
dispuestas en la forma siguiente: en la parte inferior y supe-
rior, entre los ojos; occipucio plateado con un par de manchas
laterales y grandes, poco separadas unas de otras y cerca de las
márgenes; mesonoto con una línea mediana que se continúa con
la del occipucio y que llega hasta el márgen posterior del escu-
dete; lados del térax con tres líneas verticales: la anterior for-
mada por las manchas separadas del lóbulo protorácico, pro-
pleura y coxa 1; la línea media extendiéndose continúa desde la
coxa III hasta el pronoto; la posterior pasando a través del me-
sepímero por el costado del mesonoto (frente a las alas), la
mencha blanca en la coxa III en línea con la cinta posterior;
6” y 7* tergitos abdominales con manchas en los ángulos poste-
riores, el 8% con una banda transversal basal, los esternitos con
grandes manchas en los ángulos anteriores; fémures blancos en
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 71
sus bases; fémur III con la mancha en el ápice y en la superfi-
cie externa; las partes restantes de las patas, así como también
los palpos, negras.
El material que poseemos, consistente en 40 hembras y 1
macho, es algo diferente de las formas encontradas en el Brasil
y más al N., hasta Panamá. Los ejemplares argentinos son un
poco más grandes y tienen las escamas torácicas más negras
que azules.
La especie fué encontrada en los bosques y a veces son pi-
cadores muy molestos; sus larvas han sido encontradas en cavi-
dades de árboles (Vipos, Tucumán).
Distribución en la Argentina: Salta (Pichanal, 23.4.16, Nei-
va); Jujuy (Zapla, 10.4.27, Shannon); Tucumán (Vipos,
4.2.27, Shannon y Del Ponte; Raco 13.2.27, Shannon y Del
Ponte).
También ha sido encontrada en Villa Encarnación, Para-
guay (15.6.27, Del Ponte).
Aedes (Finlaya) Terrens Walker, 1856
Especie oscura con manchas plateadas a los costados del
mesonoto, en las pleuras como en Aédes leucocelaenus pero más
pequeñas y más numerosas y con manchas en las patas dispues-
tas de la manera siguiente: fémur 1 con una mancha clara y
con el ápice blanco, fémur III con la base oscura seguida por
un anillo blanco, y también con un anillo blanco en el ápice;
tarso 1 oscuro con una pequeña mancha en la base del artejo 1”
y 2”; tarso II con un anillo blanco en la base del 1* y 2* artejo,
y en el ápice del 1*; tarso III con un anillo blanco en el ápice
del 1* y base del 2" artejo; abdómen con manchas en los ángulos
posteriores del 6%, 7* y 8” tergito; base de los esternitos con ban-
das transversales anchas.
Es más bien una especie rara, que se encuentra en los bos-
ques de la mitad Norte de la Argentina; las larvas han sido en-
contradas en cavidades de árboles en Cataratas del Iguazú, Mi-
siones.
Distribución en la Argentina: Salta (Pichanal, 23.4.16,
Neiva); Jujuy (Zapla, 26.3.16, Neiva; 10.4.27, Shannon) ; Tu-
cumán (Tafí Viejo, 14.3.27, Shannon y Del Ponte); Misiones
(Cataratas del Iguazú, 20.6.27, Shannon y Del Ponte).
12 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Aedes (Ochlerotatus) stigmaticus Edwards, 1922
Pertenece esta especie a un pequeño grupo de especie del
subgénero Ochlerotatus caracterizado por su tegumento toráci-
co amarillo brillante. Además el occipucio, el artejo basal de la
antena y el clípeo es también del mismo color. Hay un par de
grandes manchas negras en el mesonoto y una menor en el pro-
noto; patas con los fémures amarillos con ápices más oscuros
y las partes restantes grises, tarsos sin anillos; base de los sez-
mentos abdominales con escamas doradas.
Esta especie es distinta de las otras por sus palpos franca-
mente largos.
Originariamente ha sido descrita del Paraguay, de localidad
exacta desconocida, pero como ella fué encontrada en la zona bio-
lógica del Chaco (en la Argentina) es posible que también se
encuentre en la parte paraguaya de la misma zona.
Distribución en la Argentina: Salta (Tres Pozos, cerca de
Embarcación, 20.4.27, Paterson, Shannon y Shannon).
Aedes (Ochlerotatus) albifasciatus Lynch Arribálzaga, 1891
(nec Macquart)
Es una especie grande (del mismo tamaño que A. stigma-
ticus) y que parece encontrarse solamente al Sud del ecuador,
pues se ha citado solamente de la parte S. del Brasil, de Chile y
de la Argentina.
Es una especie muy esparcida en la R. A. y aunque en la
actualidad no ha sido encontrada en la región del lago Nahuel
Huapí, se ha encontrado, a la misma latitud, en Chile, lago To-
dos los Santos, lo que permite suponer que también exista en el
lado argentino; el Dr. Sordelli ha observado en el Chubut un
mosquito muy molesto, que por sus caracteres es probable que
pertenezca a esta especie.
Hematófago que prefiere las regiones llanas y secas del país,
probablemente desarrollándose en los pantanos temporarios for-
mados por las lluvias, pero también se encuentra en las regio-
nes más lluviosas del país. Se suele encontrar una variedad ena-
na, la que por su semejanza con la especie tipo, de la que se
separa únicamente por su tamaño, no debe ser considerada ceo-
mo especie diferente.
Se puede reconocer fácilmente esta especie por la línea
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 73
media longitudinal del abdómen, con algunas expansiones hacia
las márgenes de los tergitos, por su torus y clípeo escamosos, y
por su aspecto general grisáceo. El mesonoto tiene líneas an-
chas sublaterales claras y otra de igual ancho mediana de color
más o menos castaño, estando dividida esta última por una cinta
pálida muy delgada; patas grisáceas, artejos tarsales a veces
con las bases algo pálidas; escamas alares oscuras y blancas en-
tremezcladas, especialmente hacia la base.
Distribución en la Argentina: Ha sido encontrada en las
provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba,
Mendoza, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy y en la
gobernación del Chaco.
Aedes (Ochlerotatus) scapularis Rondan1, 1848
(=Ochlerotatus confirmatus L. Arr., 1891)
Se encuentra en la mayor parte de Sud América, y es una
de las especies más molestas que se encuentran en los bosques.
En el campo se pueden reconocer rápidamente por la presencia
de una gran mancha plateada, casi tan larga como ancha, en los
2/3 del mesonoto, y por la ausencia de anillos blancos en los tar-
sos. El abdómen es oscuro con una línea purpúrea, a veces los
tergitos llevan una mancha grisácea en la mitad del márgen
anterior; la cara ventral tiene escamas blancas, excepto en los
ángulos posteriores de los tergitos.
Distribución en la Argentina: Especie muy común en Salta
Tucumán, Jujuy, Chaco y Corrientes; probablemente también
se encuentre en la provincia de Buenos Aires.
Aedes (Ochlerotatus) Patersoní especie nueva
Muy cercana a scapularis, de la que se diferencia por su lí-
nea media torácica que aquí es más estrecha.
Hembra. — Occipucio ampliamente blanco por encima, con
una mancha negra lateral seguida por otra blanca en su parte
inferior; escamas erectas ahorquetadas, blanquecinas, más 0s-
curas hacia los costados; artejo basal de la antena amarillo; clí-
peo, palpos y probóscide negros; largo del palpo igual a 1/5 del
largo de la probóscide; partes laterales del mesonoto amplia-
mente cubiertas por escamas pequeñas castaño-oscuro; una cin-
A Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
ta mediana longitudinal algo ancha que llega hasta el espacio
antescutelar y con expansiones delgadas posteriores y laterales
que llegan hasta el escudete; espacio antescutelar rodeado por
escamas blancas (a veces líneas delgadas de escamas oscuras es-
tán incluídas en la cinta blanca); patas oscuras excepto en la
superficie inferior de todos los fémures, siendo el fémur UI
oscuro solamente en el ápice; abdómen manchado como ef
scapularis.
Largo del ala: 3.5 m/m.
Se obtuvieron 120 machos y hembras, de larvas encontradas
en un pantano temporario con gran cantidad de vegetación, y
formado por las lluvias. También se encontraron allí, larvas de
Psorophora ferox y de Lutzia, cuyas larvas eran predatoras so-
bre las de los otros 2 géneros.
Distribución: Jujuy (San Pedro, 27.4.26; Paterson, Shan-
non y Shannon).
Esta especie ha sido dedicada al Dr. Guillermo Paterson,
uno de los más esforzados e importantes investigadores sobre
malaria y Anopheles, en la Argentina.
Aedes (Temorhynchus) Araozi especie nueva
Es una especie bien distinta de las otras especies argenti-
nas, y hasta hoy encontradas solamente en Salta, Jujuy y Cór-
doba. Fácilmente caracterizable por su tamaño relativamente
erande, color castaño con líneas doradas en el mesonoto, ápice
blanco de la Drobóscide, patas blancas y manchas abdominales
blancas.
Descripción. — Occipucio amarillento blanco con manchas
difusas, formadas por escamas castañas entremezcladas, siendo
la mayoría de estas ahorquetadas; el largo artejo basal ama-
rillento castaño con escamas blancas y pelos castaños; clípeo,
probóscide y palpos castaño oscuros, el ápice de los palpos blan-
co; la probóscide casi 6 veces mayor que los palpos; mesonoto
con pequeñas escamas castaño oscuras y un dibujo formado por
líneas rectas y curvas de escamas doradas, siendo las escamas
que rodean el espacio antescutelar desnudo, y las que se encuen-
tran en el escudete, de color blanco; pleuras con manchas o di-
bujos de escamas plateadas anchas; abdómen con la cara supe-
rior con una cinta longitudinal media de escamas blancas en el
tergito 2* y con bandas blancas, basales y transversales en los
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 75
tergitos restantes; fémures oscuros con ápices blancos, lo mismo
que la superficie ínfero-interna de las bases; tibias OSCUras;
ápices de los artejos 1”, 2%, 32 y del 4” blancos; el 5* totalmente
oscuro; todas las escamas alares son oscuras.
Largo del ala: 5 m/m.
Alrededor de 20 larvas fueron encontradas en un pozo pe-
queño en una roca, tapizado por hojas muertas, muy cerca de un
pequeño torrente, en la quebrada de San Lorenzo, cerca de la
ciudad de Salta. Como ha sido siempre encontrada en condicio-
nes semejantes en Jujuy y Córdoba, es posible que ella busque
ese tipo de criadero.
Distribución en la Argentina: Salta (Quebrada de San Lo-
renzo, 4.8.27, Shannon) ; Jujuy (Zapla, 26.83.16, Neiva) ; Córdo-
ba (¿localidad ?, Schultz coll.)
Aedes (Stegomya) aegypti Linnaeus, 1762
El mosquito de la fiebre amarilla — como suele llamarse
a este insecto — está bien caracterizado por su aspecto general,
de color castaño, con numerosas manchas plateadas en: artejo
basal de la antena, clípeo, último artejo del palpo, occipucio, un
dibujo en forma de lira del mesonoto y otras manchas en el tó-
rax; abdómen con bandas blancas y anillos blancos en los tarsos.
Prácticamente se encuentra esta especie en toda la mitad N.
de la Argentina. El doctor Guillermo Paterson nos ha dicho que
— lo mismo que Culex fatigans — era desconocido en Jujuy,
antes de la llegada de los ferrocarriles, en 1904.
La parte más austral donde la hemos observado, en el mes
de Enero de 1927, es en Deán Funes, Córdoba; durante una es-
tada de varios días en Mendoza (Edwards y Shannon), así co-
mo en la ciudad de Córdoba, no la encontramos.
Es un picador activo, aún en días relativamente frios, pues
aún a la temperatura de 8” es molesto.
Las larvas han sido encontradas en tallos secos y cortados
de bambú, tan frecuentemente como en los recipientes manu-
facturados, que son los preferidos por esta especie.
Distribución en la Argentina: Es una especie común en la
mayoría de las localidades de las provincias de Buenos Aires,
Santa Fé, Entre Ríos, Corrientes, Santiago del Estero, Tucu-
mán, Salta, Jujuy y en las gobernaciones del Chaco, Formosa y
Misiones.
76
89)
1
Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Género Psorophora Robineau Desvoidy, 1827
Clave para las especies argentinas.
.—Mesonoto con áreas desnudas longitudinales nítidas.
(SulbBénero: PSsOrOBRara) A A O 0 2
—Mesonoto más o menos completamente cubierto por es-
o 0 ES o A o 4
.—Tegumento torácico negro; mesonoto con una línea
longitudinal de escamas negras; los 4/5 basales de los
fémures, amarillentos y la mayoría de las partes res-
tantes de las patas, de color negro; tarsos con anillos
A O Ps. (Ps.) Holmbergi L. ARR.
—Tegumento torácico en su mayoría amarillento o cas-
taño; línea media longitudinal del mesonto no negra. 3
.—Los 4/5 basales de los fémures, amarillos; sus ápices
con escamas negras iridiscentes; escamas alares ne-
EAS AA A ais Ps. (Ps.) ciliata FABR.
—-Patas amarillas con escamas negras esparciadas; es-
camas alares claras y oscuras entremezcladas.......
a O A ES EE al Ps. (Ps.) pallescens, EDw.
—Uñas tarsales con dientes sub-basales; escamas alares
Pepitas (UDS. MA niRTIOS OM) ce e OS e E
Maso MIL totalmente neorO tato cr Ed
A O A Ps. (J.) purpurascens EDw.
=Farso 111 con manchesiblanecasi 2... o e acople 6
.—Tarsos III con los artejo 4* y 5” y ápice del 3* blancos
y con escamas semi-erectas. Ps. (J.) feror HUMBD.
do
—Tarso III sin escamas semi-erectas y con el artejo 3
totalmente MEBror Dat 1 ES E dl
.—4* y 5% artejos del tarso III totalmente blanco......
A A E Ps. (J.) chaquensis PAT. Y SH.
5? artejo delitarso: TM Nena. >. O ol rodeos cto RES 8
.—4* artejo del tarso HI totalmente blanco..........
AA - A. E Lc A PSN) discrucionse WALK:
—-4" artejo del tarso III, con la mistad apical negra....
Ps. NJ.) Bruchti. PETR.:
O Y OA O O ORO OOO OOO CO
.—Color general amarillento castaño; mesonoto con esca-
mas muy pequeñas doradas; patas amarillentas; ápi-
ces de los artejos. delstarso OSCULOS a. ti oe
as. NE Ps. (Grabh.) varinervis ÉEDw.
—Color general negro o gris; escamas del mesonoto
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 77
castaño y blanquecino; patas negras con anillos blan-
EOSen JONAS... O... solis ¿UE ES dE > 10
10.—Tergitos abdominales con manchas blancas latera-
les. Especie de tamaño moderado.................
A A OS Ps. (Grabh.) confinnis L. ARR.
—Tergitos abdominales con bandas transversales blan-
cas. Especie de Pequeño taMaño.. .....mms e.
SS. Ps. (Grabh.) Paulli PAT. Y SH.
Psorophora (Psorophora) ciliata Fabricius 1794
(=Psorophora tibialis, R. Desv.; =Psorophora
Lynchi Breth.)
Especie grande, bien caracterizada, que se encuentra en la
mayor parte de América (desde el Canadá hasta la provincia
de Buenos Aires). Es fácilmente reconocible por su gran tama-
ño; por sus áreas lisas longitudinales y una cinta dorada longi-
tudinal en el mesonoto; por las escamas erectas en las patas III;
por tener en los artejos del tarso III escamas negras y anillos
basales claros (más bien oscuro en el último artejo).
Distribución en la Argentina: Ha sido encontrada en las
siguientes regiones: Buenos Aires, Santa Fé, Entre Ríos, San-
tiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy y el Chaco. Es proba-
blemente en la región del Gran Chaco, donde sea más numerosa;
en Tres Pozos (provincia de Salta, cerca de Embarcación) sobre
hombre y mula se coleccionaron unos 300 ejemplares en 2 ho-
sas -(20:4.27),
Psorophora (Psorophora) Holmbergi Lynch
Arribálzaga, 1891
(=Ps. aggogylyia Dyar, 1921)
Especie más bien rara, solamente conocida en la Argentina.
Las patas posteriores están marcadas como en ciliata, pero se
puede fácilmente diferenciar de ella por su tezumento torácico
totalmente negro y por tener una línea mediana longitudinal
torácica negra. Ps. aggoglyia Dyar, fué separada de Holmbergi,
por “la ausencia de las 2 cintas negras sub-laterales del meso-
noto, que están reemplazadas por escamas grises. El abdómen
está también visiblemente cubierto por escamas pálidas y pare-
78 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
ce ser amarillo claro, no casi negro, como se ha descrito para
Holmbergi.” Desgraciadamente Dyar tenía solamente la descrip-
ción de Holmbergi dada por Brethes (copiada a su vez de Lynch
Arribálzaga) como guía para la creación de esta nueva especie.
El examen del tipo de Holmbergi muestrá que estas diferencias
no existen, sino que ha sido erróneamente interpretadas de las
descripciones originales.
Distribución: Localidad del tipo: Gobernación de Formosa
(en el Chaco) ; Gran Chaco, río Tapenaga (Colonia Florencia,
Argentina), localidad del tipo de Ps. agglogya; Buenos Aires
(La Plata, 1M.11:23,.Bruen).
Psorophora (Psorophora) pallescens Edwards, 1922
(=Ps. ciliata, L. Arr., in parte; Ps. stigmatephora
Dyar, 1922)
Especie amarillenta grande, algo menor que ciliata. Aun- .
que las patas tienen numerosas escamas negras, predominan las
escamas amarillas de tal manera que las patas se presentan de
este último color, artejos tarsales con anillos basales blancos;
la línea anterior media longitudinal del mesonto amarillenta (y
no dorada como en ciliata), una pequeña mancha paralateral
casi en la mitad del mesonoto, más o menos alargada y formada
por escamas negras semi-erectas.
El material de que disponía Lynch Arribálzaga, cuando ci-
tó a ciliata, consistía en ejemplares pertenecientes a ciliata y
pallescens, siendo el ejemplar representado como ciliata, perte-
neciendo a pallescens, La descripción original de pallescens,
apareció en el Bull. of Entomological Research, en Mayo de
1922, mientras que stigmatephora fué publicada en Insecutor
Inscitie Menstruus, en Octubre del mismo año.
Distribución en la Argentina: Santiago del Estero (Tron-
cal, a 40 k. de Salvina); Santa Fé (Fives Lille, 27.10.23, C.
Bruch) ; Salta (Tres Pozos, cerca de Embarcación, 20.4.27, Pa-
terson, Shannon y Shannon); Formosa (L. Arr.) También ha
sido encontrada en el Paraguay (Gran Chaco?, Edwards) y en
Asunción (Migone, 1919).
Psorophora (Janthinosoma) ferox v. Humbolt, 1820
Especie tan extensamente dispersa como ciliata, encontra-
da desde el Canadá hasta la mitad de la Argentina. De tamaño
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 79
moderado, de color oscuro, con escamas doradas esparciadas en
el mesonoto, ápice del 3% y del 4% y 5 artejos del tarso III, blan-
cos; tarso III con escamas semi-erectas.
Distribución en la Argentina: Ha sido encontrada en las
siguientes provincias y gobernaciones: Buenos Aires, Santa Fé,
Corrientes, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Cha-
co y Misiones.
DY
Psorophora (Janthinosoma) discrucians Walker, 1856
Es una especie que posee una distribución peculiar. Se
encuentra en el Sud de los Estados Unidos y en Centro Améri-
ca, pero no ha sido encontrada en el área central tropical de
Sud América, pero si en el S. del Brasil y el Norte de la Ar-
gentina.
Puede ser reconocida por la ancha faja media longitudinal
de escamas castañas del mesonoto, limitadas a cada lado por
una ancha faja blanca que hace un fuerte contraste con la faja
media; por las escamas blancas que rodean el espacio desnudo
antescutelar y que cubre al escudete; por las tibias y tarsos os-
curos, excepto el 4” artejo del tarso 111 que es totalmente blan-
co. Tamaño más bien pequeño.
Distribución en la Argentina: Salta (Tres Pozos, cerca de
Embarcación, 20.4.27; Paterson, Shannon y Shannon); Jujuy
(Zapla, 10.4.27; Paterson y Shannon). También ha sido encon-
trada en Buenos Aires, Santiago del Estero y Chaco (vide Bre-
thes).
Psorophora (Janthinosoma) chaquensis Paterson y
Shannon, 1927
Especie más bien pequeña, muy semejante a disecrucians
en su aspecto general, pero el artejo 5* del tarso III, así como
el 4? blanco; también carece del anillo blanco en el ápice del fé-
mur Il.
Distribución en la Argentina: Salta (Tres Pozos, cerca de
Embarcación, 20.4.27; Paterson, Shannon y Shannon).
Psophora (Janthinosoma) Bruchi Petrocchi, 1927
Es evidentemente una especie más bien común a lo largo
de los ríos de La Plata y Paraná. El mesonoto tiene a sus cos-
80 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
tados escamas blancas amarillentas, que hácia la parte central
se Ooscurecen gradualmente, estando ésta a dos clases de esca-
mas no separadas tan nítidamente como en discrucians y cha-
quenstis. La especie puede también diferenciarse por tener sola-
mente la mitad basal del 4% artejo del tarso TIT blanco, siendo
las demás partes del tarso, oscuras. La coloración general y la
genitalia del macho, acercan esta especie a purpurascens.
Distribución en la Argentina: Capital Federal (Buenos Ai-
res (La Plata, Bruch; Río Santiago, 18.11.15, Neiva) ; Entre
Ríos (río Villaguay, 15.3.19, C. Bruch); Chaco (Resistencia,
22.2.27, Shannon y Del Ponte).
Psorophora (Janthinosoma) purpurascens Edwards, 1922
Especie de tamaño mediano, diferenciable de las otras es-
pecies del mismo subgénero por sus patas totalmente negras y
por las bandas transversales — a veces incompletas — forma-
das por escamas amarillo-doradas, que se encuentran casi en
los bordes posteriores de los tergitos.
Originariamente descrita del Paraguay (¿región del Gran
Chaco?) se ha visto después que se encuentra ampliamente dis-
tribuida en el Chaco argentino y en las zonas circundantes.
Distribución en la Argentina: Santa Fé (Fives Lille,
29.10.23, C. Bruch); Tucumán (Quebrada de Lules, 24.6.27,
Shannon y Del Ponte); Tucumán (Tucumán, 17.2.27, Del Pon-
te) ; Medinas, 3.9.26, Shannon; Salta (Tres Pozos, cerca de Em-
barcación, 20.4.27, Paterson, Shannon y Shannon; Pichanal,
20.4.16, Neiva).
Psorophora (Janthinosoma) confinnis Lynch
Arribalzaga, 1891
Tamaño mediano, de color castaño con manchas blancas,
muy parecido por su aspecto a las especies de Mansonia. Carac-
terizable por su mesonoto castaño oscuro, con manchas abiga-
rradas grises plateadas; probóscide ampliamente blanco amari-
llenta hacia la mitad apical; fémur III con un anillo estrecho
en la mitad apical; artejos tarsales con anillos blancos basales,
excepto en el último artejo de las patas I y II; escamas alares
oscuras y claras entremezcladas; abdómen con manchas latera-
les blancas.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 81
Especie bien conocida en la Argentina, ampliamente dis-
tribuida en las provincias del Norte.
Distribución en la Argentina: Formosa (Lynch Arribálza-
ga); Tucumán (Monteros y Concepción, Marzo 1924, J. Petroc-
chi; Tucumán, 4.4.27, Shannon y Del Ponte) ; Salta (Tres Po-
zos, cerca de Embarcación, 20.4.27, Paterson, Shannon y
Shannon).
Psorophora (Grabhamia) varinervuis Edwards, 1922
Mosquito de tamaño mediano, de color castaño, caracteriza-
do por las escamas doradas muy pequeñas del mesonoto; alas
con escamas blancas y manchas y escamas oscuras; abdómen
uniformemente cubierto por escamas blanco grisáceas; artejos
tarsales blanquecinos, con los ápices más oscuros.
Originariamente descrita del Paraguay (¿Gran Chaco?) en
1922 por Edwards, ha sido también encontrada en la Argentina
y citada con el nombre de Psorophora alboaurata (nomen nu-
dum) por Juana Petrocchi muy poco tiempo después, en 1923,
sin conocer la especie de Edwards.
Distribución en la Argentina: ¡Santa Fé (Fives Lille,
29.10.23, Bruch); Salta (Marzo 1924, J. Petrocchi; Tres Po-
zos, cerca de Embarcación, 20.4.27; Paterson, Shannon y
Shannon).
Psorophora (Grabhamia) Paulli Paterson y Shannon, 1927
Especie inusitadamente pequeña para este género, caracte-
rizable por las bandas transversales abdominales blancas; por
las manchas negras y blancas en las alas; por los artejos tarsales
blancos en sus bases. Conocida solamente de la región del Gran
Chaco.
Distribución: Salta (Tres Pozos, cerca de Embarcación,
20.4.27; Paterson, Shannon y Shannon).
y
Género Uranotenia Lynch Arribálzaga, 1891
Clave para las especies argentinas.
1.—Tarsos y tergitos abdominales sin marcas blancas;
alas con 6 a 7 manchas formadas por escamas azules
82 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
159)
plateadas . E. . ¿. E - de
—Tergitos abdominales y tarsos (a lo menos los tarsos
III) sin marcas blancas; solamente 2 grupos de man-
chasihbasales- plateadas en. lasRalas. ni. 3
2. —Sexta vena con un largo grupo de escamas plateadas.
A e U. capitis SP. NOV.
—Sexta vena totalmente cubierta por escamas oscuras.
A a A EN U. Natalie L. ARR.
3.—Cuarto artejo del tarso III, en parte negro........ 4
—Cuarto artejo del tarso III, completamente negro... 6
4.—Cuarto artejo del tarso III solamente blanco en el
ápice y el 5* blanco sucio; mesonoto con una pequeña
mancha azul detrás de la parte central... . coo...
A a U. pulcherrima Elnora P. Y SH.
—Cuarto artejo del tarso III, blanco en su base y ápice;
el 5? totalmente blanco....... E o AS 5
5.—Mesonoto con una cinta media longitudinal de escamas
SAME AA U. pulcherrima pulcherrima L. ARR.
—Mesonoto solamente con una pequeña mancha azul
por detrás de la parte central del mesonoto.........
NS IS Y IA DE U. pulcherrima apicalis THEOB.
6.—Abdómen solamente con marcas laterales blancas; la-
dos del mesonoto amarillos con una mancha gran-
percerca delbala e U. monilis SP. NOV.
—Abdómen con manchas blancas dorso-laterales; tegu-
mento toracicocastalor Mot oo e a oO LA dl
7.—Mesonoto con una línea media longitudinal azul os-
CU A O a RS IA U. urania SP. NOV.
—Mesonoto sin línea mediana de escamas azules......
Uranotema geometrica Theobald, 1901
Una de las más grandes especies de este género. Torus ama-
rillo, clípeo, palpos y probóscide castaño oscuros; una mancha
azul tornasolada en el vertex y en el costado del occipucio; tó-
rax con escamas azules brillantes en el lóbulo protorácico, en el
. escudete, en los bordes laterales del mesonoto y en la mitad de
la esternopleura. Alas con escamas azules en el borde posterior
de la vena basal y en la mitad basal del peciolo de la 5* vena,
las dos manchas contiguas; todas las patas con el ápice del 1,
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 83
base y ápice del 2: y 3%, todo el artejo 4? y 5* del tarso III, blancos.
Distribución en la Argentina: Chaco (Resistencia, 22.2.27;
Shannon y Del Ponte). También ha sido encontrada en el Para-
guay (Trinidad, en el Jardín Botánico, Octubre de 1924, Juana
Petrocchi).
Uranotema pulcherrima Lynch Arribálzaga, 1891
Especie pequeña, de color amarillo claro a castaño oscuro,
con agrupaciones de escamas azules claras en la cabeza y en el
tórax. La forma típica Uranotenia pulcherrima pulcherrima se
caracteriza por una línea media longitudinal delgada, for-
mada por escamas azules en el mesonoto y por tener el 4"
artejo del tarso III blanco en la base y ápice y el 5* blanco; hay
una mancha formada por escamas azules plateadas en el borde
posterior de la vena basal; tergitos abdominales 3* y 5? con ban-
das transversales posteriores blancas.
La forma típica es más bien rara en la Argentina.
Distribución en la Argentina: Capital Federal (Flores,
17.3.21, Petrocchi); Tucumán (Monteros, 12.3.26, Shannon y
Shannon); Chaco (¿Loma Negra?, octubre 1924, Petroccehi;
Resistencia, 22.2.27; Shannon y Del Ponte).
Uranotenia pulcherrima Elnora Paterson y Shannon, 1927
Semejante a apicalis, de la que difiere por tener solamente
el ápice del 4* artejo del tarso 111, de color blanco; el 5” artejo
blanco sucio.
Distribución: Salta (Tres Pozos, cerca de Embarcación,
20.4.27, Elnora S. Shannon).
Uranotenta urama especie nueva
Muy semejante a pulcherrima de la que se diferencia como
sigue: Castaño muy oscura, con manchas de escamas azules muy
oscuras en la cabeza; tórax y coxa I, occipucio con una mancha
en el vertex y otra en el costado, no continuándose esta última
hacia atrás el lóbulo protorácico; una línea media longitudinal
que llega hasta el espacio antescutelar; lóbulo medio del escu-
dete con escamas azules, así como también una línea a lo largo
84 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
de la porción media de las márgenes laterales del escudete; una
mancha grande en la esternopleura, con una mancha pequeña en
la coxa I, todos los fémures y tibias oscuros con sus ápices blan-
cos, tarsos oscuros excepto el ápice del 3%, y todo el 4* y 5? artejos
del tarso III, que son blancos; el 5% por encima blanquecino
(blanco sucio) en la hembra; 3% y 5% tergitos abdominales con
bandas blancas en las márgenes posteriores, no alcanzando és-
tas en el 3* hasta las márgenes laterales.
Una hembra y un macho.
Distribución: Chaco (Resistencia, 20.2.2; Shannon y Del
Ponte).
Uranotema momlis especie nueva
Mosquito muy pequeño, el menor de la fauna argentina,
relacionado con U. Low1, del que difiere por algunos de sus ca-
racteres.
Vertex, entre los ojos, con una pequeña mancha azul bri-
llante; porción longitudinal media del vertex con escamas ne-
gras aterciopeladas, occipucio con una cinta paralateral, platea-
da y a los costados con manchas negras aterciopeladas; tórax
testáceo con una cinta media longitudinal que se extiende a tra-
vés del escudete y del mesonoto; una gran mancha oscura en el
ala y una mancha castaña en la esternopleura; agrupación de
escamas azules plateadas en los lóbulos protorácicos, una línea
corta frente al ala; una mancha en la esternopleura y en las co-
xas 1 y II; patas oscuras; fémur y tibia III con ápices blan-
cos; tarsos III con la mitad apical del 3%, todo el 4* y el 5* artejos
blancos; algunas escamas azules plateadas en la vena basal y
una mancha pequeña en la base de la 5* vena; abdómen con su
cara dorsal oscura; una mancha azul plateada en el costado del
32, 4? y 5? segmentos; vientre blanquecino.
Largo del ala: 1.75 m/m.
12 hembras y 1 macho.
Distribución: Jujuy (Ledesma, 20.3.26, Davis y Shannon;
San Pedro, 2.4.27, Paterson y Shannon) ; Corrientes (Corrien-
tes, 23.2.27; Shannon y Del Ponte) ; Chaco (Resistencia, 20.2.27,
Shannon y Del Ponte) ; Misiones (Cataratas del Iguazú, 21.6.27,
Shannon y Del Ponte).
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 85
Uranotenia Natalie Lynch Arribálzaga, 1891
Especie bien caracterizada y fácilmente diferenciable de
las especies precedentes por su occipucio completamente azul
plateado, patas totalmente oscuras y las 6 manchas formadas
por escamas azul plateadas en las alas y la 6* vena totalmente
OSCUura.
La especie ha sido originariamente descrita de la Argenti-
na, pero luego ha sido encontrada mucho más al N., en la Amé-
rica Central.
Distribución en la Argentina: Capital Federal, 11.9.21, Pe-
trocchi; Núñez, 3.6.19, J. Petrocchi); Buenos Aires (La Plata,
25.4.20, Bruch; Baradero, F. Lynch Arr.; Las Conchas, E.
Lynch Arr.) :
Uranotema capitis especie nueva
Como Natalie, excepto en la 6* vena que posee un grupo
muy extendido de escamas azules plateadas y la mancha en la
base de la 3* vena, que ocupa menos del 1/4 de largo de esta ve-
na, mientras que en Natalie esta mancha se encuentra ocupando
más de 1/3 del largo de dicha vena.
Largo del ala: 2.5 m/m.
Una hembra.
Distribución: Jujuy (Ledesma, 20.3.26, Davis).
Género Megarhinus Robineau Desvoidy, 1827
Mosquitos generalmente muy grandes, de colores brillantes
y de vuelo diurno. Los adultos no son picadores y se alimentan
de los jugos de las flores; la probóscide está fuertemente encor-
vada hacia atrás, habiéndose adaptado muy bien para esta clase
de alimentación. Las larvas se alimentan de las larvas de otras
especies y a veces se puede observar fenómenos de canibalismo.
La colocación de la mayoría de las especies es muy difícil,
siendo su estado actual muy confuso. Esta confusión es mayor
cuando se trata de las especies argentinas.
Lynch Arribálzaga clasificó un ejemplar de este género en-
mo hemorrhoidalis Fabricius y describió una especie nueva muy
86 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
cercana con el nombre de separatus. Más tarde, Dyar y Knab,
creen que separatus es la verdadera hemorrhoidalis, y que el
ejemplar clasificado como hemorrhoidalis por L. Arribálzaga,
es una especie nueva, que ellos llaman Lynchi.
Nosotros hemos examinado el material utilizado por L. Arri-
bálzaga, pero el mal estado en que se encuentra, no hace sino
aumentar la confusión anterior. El carácter principal para se-
parar hemorrhoidalis de separatus, consiste en las longitudes
relativas de los artejos de los palpos. Ks curioso que los palpos
falten en el especímen determinado por L. Arribálzaga como
hemorrhoidalis, mientras que se conservan la probóscide y las
antenas.
Nuestras observaciones basadas en el material de Lynch
Arribálzaga, son las que siguen:
M. hemorrhoidalis L. ARR. (nec Fabr.?) =M. Lynchi DYAR
Y KNAB, 1907.
Macho.—Faltan los palpos; mechones de escamas rojas en
el abódomen, que se extienden hasta el 8” segmento. Vientre pur-
púreo, con escamas doradas a lo largo de sus bordes laterales y
a través de las márgenes posteriores del último esternito; pri-
mer artejo del flagelo algo más largo que los 3 artejos siguien-
tes y con escamas violetas de reflejos dorados, en la superficie
externa; los artejos restantes bien sin escamas; patas entera-
mente oscuras; terminalia intacta.
Tenemos a la vista 2 machos con mechones de escamas ro-
jas, y criados de larvas encontradas en bromeliáceas arborícolas.
Hemos observado ejemplares volando y posándose alrededor y
sobre bromeliáceas terrestres (ananá salvaje) en el Chaco
(Charadai), pero nos fué imposible carturarlos. Es probable que
se trate de especies diferentes de aquellas criadas de brome-
liáceas arborícolas.
M. separata L. ARR.—M. hemorrhoidalis (Fabr.), según
Dyar y Knab, 1907.
Macho.—Palpos y terminalia intactos, sin mechón abdo-
minal de escamas rojas; largos relativos de los artejos de los pal-
pos (comenzando por el largo artejo basal) 1.0:1,20:1,25:2,50.
Patas totalmente oscuras.
Puesto que la verdadera heemorrhoidalis se supone que tie-
ne marcas blancas en las patas 11 y III, y como esta especie po-
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 87
see las patas totalmente oscuras, proponemos que por ahora
se la llame Lynchi. (1)
Clave para las especies argentinas.
1.—Abdémen con mechones de escamas largas, rojas; es-
ternopleura con numerosos peios blancos.........
o O A GAO M. Lynchi DYAR Y KNAB.
—Abdómen sin mechones; esternopleura con muy po-
Ao A A AA 2
2.—Cuarto artejo del tarso II, totalmente oscuro o con
una mancha formada por escamas blancas.........
a NS MA M. tucumanus BRETHES.
—Cuarto artejo del tarso III, totalmente blanco.....
E A 30 M. tucumanus arborealis VAR. NOV.
Megarlanus Lynch Dyar y Knab, 1907
(=M. hemorrhoidalis L. ARR., nec Fabr.)
Los dos especímenes que tenemos (machos) difieren del
ejemplar tipo por tener mechones de escamas rojas solamente
(1) Es muy interesante considerar con detención los siguientes párratos de
F. Lynch Arribálzaga, escritos en la Dipterología Argentina, Culicida, y que
nos muestran el valor de sus conceptos.
Refiriéndose a M. hamorrhoidalis (Fabricius) Rob. Desvoidy (p. 33), dice:
«Esta magnífica especie fué traida por el Dr. Eduardo L. Holmberg, de
Formosa (Chaco). Ninguno de los ejemplares sometidos a mi examen presenta
el menor rastro del anillo blanco plateado que M. Macquart observó en el se-
gundo artejo tarsal de dos hembras recogidas por M. Leprieur en las Guayanas.
Se me figura que no sería aventurado suponer que las hembras a que se refiere
M. Macquart pertenecen a otra especie afine de la que trato; fúndome, para
ello, no solamente en el hecho de que los anillos tarsales rara vez, o mejor dicho,
nunca desaparecen por completo, y que ellos se encuentran las más veces en am-
bos sexos, sinó también en que el género Megarhina parece componerse de es-
fecies muy parecidas entre sí, y apenas separables, más por ciertos detalles de
estructura, que por los colores, como lo corrobora la especie que describo a con-
tinuación». La especie a la que aquí se refiere es su Megarhina separata, m. sp.
El comentario que hace de esta especie (p. 34) es el siguiente:
«El Dr. Holmberg trajo esta especie de Formosa, capital del Chaco argen-
tino austral. La Megarhina separata se parece singularmente a la hemorrhoidalis,
con la cual podría ser confundida, si solo se atendiera a la coloración, y en esta
confusión sería muy fácil incurrir si se examinaran ejemplares con el mesonoto
privado de escamillas; el carácter específico principal se halla en los palpos,
cuyo 4* artejo iguala en longitud al 3*, al paso, que en la M. hemorrhoidalis, el
4% artículo es el doble o un tercio más corto que el 3*, caracter que se nota a
primera vista. En la figura dada por M. Macquart (I, pl. 1%, fig. 1) pinta los
palpos de su M. hamorrhoidalis (macho) con el 4% artejo apenas un poco
más corto que el 3? y los de la hembra de la misma especie con el 3% casi igual
al 4%; por mi parte, las diferencias que he notado son más considerables, en
cuanto se refiere a las longitudes relativas de los dos penúltimos artejos de los
palpos, diferencias que me inducen a pensar, una de dos: o que Macquart no
observó bien, o su M. hemorrhoidalis (hembra) no es otra que la que acabo de
88 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
en el 6%, 7% y 8? segmento abdominales. El ejemplar utilizado
por L. Arribálzaga, tiene también largas escamas rojas en los
ángulos posteriores del 5? segmento; es posible que éste sea un
caracter variable. Patas enteramente negras.
Distribución: Chaco (Las Chozas, octubre 1924; J. Pe-
trocchi). También la hemos encontrado en Paraguay (Villa
Encarnación, 16.6.2; Shannon y Del Ponte).
Megarhinus tucumanus Brethes, 1926
Especie muy abundante en las regiones boscosas de Tu-
cumán, Jujuy y también probablemente de Salta. Las larvas
viven en las bromeliáceas arborícolas y se alimentan con las
larvas de Sabetinos y Culex, que suelen encontrarse allí. Los
machos pueden encontrarse en gran cantidad, posados en las
hojas de las plantas que crecen al pie de los árboles con brome-
liáceas, pero las hembras son raras.
El mesonoto es verde oscuro, más pálido hacia los costa-
describir; esta duda solo podrá ser resuelta con la comparación y examen de los
ejemplares típicos».
Las frases en bastardilla, han sido subrayadas por nosotros.
Bonne y Bonne Wepster, en Mosquitoes of Surinam, 1925, p. 470, al tratar
de M. hamorrhoidalis, Fabr., dicen:
«La sinonimia de esta especie es sumamente confusa. Tomamos de Dyar y
Knab, Smiths. Misc. Coll, quart. iss. XLVIII, 243, 1907, lo siguiente:
El tipo del género Megarhinus era Culex hamorrhoidalis de Fabricius Arri-
bálzaga descubrió que habia dos especies muy semejantes y describió una de
ellas, como nueva. Inafortunadamente la forma que él describió como nueva,
bajo el nombre de Megarhinus separatus, es la hemorrhoidalis de Fabricius, o
a lo menos es—de las dos—la que más se acerca a esta especie. Arribálzaga se
fundaba en que la especie descrita por Macquart no podía ser hamorrhoidalis,
porque las hembras tenían tarsos anillados de blanco, mientras que las hembras
de su (supuesta) hemorrhoidalis no mostraban esbozos de tales marcas. Su se-
parata fué descrita solamente sobre el macho, y como no dice nada de la hem-
bra, ésta debe haber sido desconocida para él. El ejemplar de Macquart, incues-
tionablemente representa la verdadera hemorrhoidalis, por proceder de la loca-
lidad tipo, Cayena y de la cercana Guayana Inglesa, y en la descripción él esta-
blece definitivamente que el 3? y 4* segmentos de los palpos son de igual largo
en el macho. Los tarsos posteriores de sus hembras, son anillados de blanco.
Es así que la M. hamorrhoidalis de Arribálzaga y autores que lo siguen, es la *
nueva especie, y está caracterizada por el largo artejo 3% del palpo del macho
y la ausencia de blanco en los tarsos de la hembra. En su clase de Megarhimus,
Theobald atribuye tarsos anillados de blanco a las hembras de ambas especies,
pero como no da la descripción de la hembra de su hemorrhoidalis, suponemos
que ello es solo por presunción. Lo establecido por Giles, bajo M. hamorrho:-
dalis, que los tarsos medios y posteriores de las hembras son anillados de blanco,
parece ser un error de compilación, pues sus notas parecen no haberse basado
sobre especímenes.
Bonne y Bonne Wepster, dicen al final de esta transcripción, que Dyar y
Knab, proponen el nombre de Lynchi para la hemorrhoidalis de Arribálzaga.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 89
dos; abdómen purpúreo con escamas doradas y los costados de
los tergitos plateados. Parece que esta especie es variable en
lo que respecta a las manchas de las patas. La mayoría de los
machos tienen el tarso enteramente oscuro algunos pocos una
mancha blanca en lado superior del 4 artejo del tarso III; 2
hembras tienen una gran mancha formada por escamas blan-
cas en el 4” artejo del tarso III, mientras que otras dos, tie-
nen este artejo enteramente oscuro; una de estas últimas hem-
bras tiene una mancha blanca en el tercer artejo del tarso II.
Distribución: Jujuy (9.3.16, Neiva); Tucumán (Tafí Vie-
jo, 10.10.26, Shannon y 15.3.27, Shannon y Del Ponte; Que-
brada de Lues, 3.2 y 24.3.27, Shannon y Del Ponte; Parque
Aconquija (en la ciudad de Tucumán), Julio 1926, Riesel; Con-
cepción: Orti, Davis, Riesel, Shannon y Del Ponte).
Megarhinus tucumanus arborealis variedad nueva
Dos hembras, criadas de larvas encontradas en la cavidad
de un árbol, con el 4* artejo del tarso III totalmente blanco.
Como estos ejemplares no poseen otras diferencias con tucuma-
nus, consideramos que ellos representan una variación de esta
especie.
Distribución: Tucumán (Lules, 22.3.27, Shannon y Del
Ponte).
TII.—Tribu SABETHINI
Mosquitos generalmente pequeños, de colores brillantes,
con hábitos diurnos y cuyas larvas se encuentran en el agua
contenida en las bases de las hojas, en ciertas flores y en las
cavidades de maderas, de entrenudos de bambú, etc. Debido a
sus criaderos limitados, son especies generalmente poco abun-
dantes.
Un cierto número de ellas son hematófagas y atacan al
hombre, pero por regla general, ellas no son molestas. La ma-
yoría de las larvas son vegetarianas, pero hay 3 géneros:
Sabethes, Isostomyia y Goeldia, en que ellas son predatoras so-
bre las larvas de otros mosquitos.
Clave para los Sabetinos argentinos.
1.—Tibia III con un ancho mechón de escamas en la mi-
90
Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
tatdianiea!.... ¿Do A. Sabethes Neivar PETR.
—Patasisin dichosmechon der escamas O E
.—Mesonoto abigarrado, con escamas dorado brillantes
y purpúreas; postescudete con escamas doradas....
> A TA Limatus exhibitor ESP. NUEV.
—Mesonoto sin una mancha formada por escamas do-
Fada UIpPUFCAS A E A
.—HEscudete con escamas blancas; postescudete sin es-
ESUMlE Sola SlopioiO alao o ao a o o IIS Soo bo o e
.—Colores abdominales (dorso oscuro y vientre claro)
separados por una nea Teeua.... 00.0... ...
segmento; segmentos restantes oscuros con grandes triángu-
los blanco plateados en los ángulos antero-inferiores.
Largo del ala: 5 m/m.
Macho.—Semejante a la hembra, de la que difiere por la
probóscide encorvada en la parte media, formando durante el
vuelo, la mitad apical con la mitad basal, un ángulo recto de
abertura superior; probóscide bronceada, la mitad apical de la
probóscide, y en su cara inferior, hay 4 manchas de igual largo
formadas por escamas erectas y cuyos colores, a partir de la
mancha central, son: negro aterciopelado, azul, blanco y ne-
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 93.
gro; cara inferior del 4* artejo del tarso II blanco; cara infe-
rior de la pata III hasta el tarso 3%, blanco. Vástago interno de
la pinza (clasper) con una hojuela submediana bien desarrolla-
da (la que no existe en Durham1).
Larva.—Pelos clipeales anteiores en número de 4, muy se-
parados entre sí e igualmente espaciados; la segunda fila con-
sistente en 2 pelos muy separados, estando situados bien afue-
ra de los pelos anteriores clipeales casi en línea recta con ellos ;
2 pelos clipeales posteriores, situados casi frente a los pelos cli-
peales anteriores externos.
Ocho machos y dos hembras, que fueron coleccionados en
las Cataratas del Iguazú, y una hembra y una larva, encontra-
dos en Calilegua, Jujuy.
Es posible que éstas sean dos especies diferentes, pero
como no es posible separar a los adultos, las consideramos co-
mo una sola especie. Dyar (1921) dice que hay dos hembras
de Limatus Leontinie Brethes, de Santiago del Estero y per-
tenciendo esta especie de Brethes a Menolepis, es posible que
los especímenes arriba citados por Dyar, deban pertenecer al
género Limatus, donde fueron colocados, y entonces sería el ca-
so de considerarlos pertenecientes a exhibitor. Sin embargo el
tipo de la región santiagueña es muy diferente de las regiones
donde se encuentran los verdaderos Limatus y por esto que los
ejemplares clasificados por Dyar, pueden considerarse como
Menolepis (Limatus) Leontinisz, que se cría en el agua con-
tenida en la base de las hojas de Typha, planta que posible-
mente abunde en las regiones de Santiago del Estero.
Los ejemplares capturados en las Cataratas del Iguazú, lo
fueron mientras volaban muy cerca de un gran árbol, a pocos
centímetros de él, a poca altura del suelo y verticalmente. Los
machos, en tal ocasión, encurvaban su probéscide hacia arriba,
exhibiendo las manchas negras, azul y blanca de su trompa.
Nos fué imposible hallar larvas en esta ocasión, pero la que
encontramos en Calilegua, lo fué en el entrenudo cortado y
seco de un bambú. Otros entrenudos semejantes fueron revi-
sados con resultado negativo, pero mientras hacíamos esta re-
visación, capturamos una hembra que atacé a uno de nosotros,
queriendo picar.
Distribución: Jujuy (Calilegua, 29.53.27; Shannon y Del
Ponte) ; Misiones (Cataratas del Iguazú, 18.6.27; Del Ponte y
Shannon).
94 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Género Miamya Dyar, 1919
De acuerdo con las clasificaciones más recientes sobre los
Culicidos americanos (1), el género Miamyia se caracteriza
como sigue: probóscide larga, mucho mayór que el clípeo; base
de la coxa III a la misma altura que el margen superior del
meron lateral (esclerito metasternal lateral) sedas espiracula-
res presentes; sedas pronotales ausentes; clípeo tan largo co-
mo el ancho de su base; margen posterior del escudete triloba-
do; sedas metanotales presentes; abdómen generalmente com-
primido y con pocas sedas; sedas prealares presentes; sedas
esternopleurales inferiores distintamente bajo el margen su-
perior del meron medio; escamas alares anchas, especialmente
aquellas eréctiles en las bases de Ro» y de Roa.
Miamna Petrocchie especie nueva
Es un mosquito Sabetino, exquisitamente coloreado; el oc-
cipucio y los lóbulos antepronotales (protorácicos) están am-
pliamente cubiertos por escamas verde-pálidas; mesonoto con
escamas anchas, verde oscuro; pleuras con escamas plateadas;
dorso del abdómen azulado oscuro rojizo; vientre plateado; lado
inferior de los tarsos 111 con marcas blancas.
Hembra.—Occipucio enteramente cubierto en su parte su-
perior con anchas escamas violáceas, pálidas, mientras que su
parte inferior y hacia los costados lo está por escamas blanco
plateadas; artejo basal ensanchado de la antena escarchado
amarillento y con escasas sedas; clípeo amarillo con pubescen-
cia plateada algo prominente; probóscide distintamente más
larga que las antenas, algo ensanchada hacia el ápice, cubierta
por escamas negras, palpos más o menos igual a un sexto del
largo de la probóscide y de su mismo color violeta pálido, del
mismo color que las del occipucio; áreas post-pronotales con
escamas plateadas; mesonoto con escamas anchas, verdinegras;
pleuras en su mayor parte casi completamente cubiertas por .
escamas plateadas con reflejos azulados débiles; patas muy lar-
gas y delgadas, fémures en su parte interna y basal con es-
camas plateadas; patas oscuras, excepto en la parte inferior
de los tarsos II, que tienen escamas plateadas en el cuarto dis-
(1) Dyar y Shannon, 1924. The subfamilies, tribes, and genera oí Ameri-
can Culicidae. Journ. Washington Ac. Sc., XIV, n? 20, p. 475.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 95
tal del 2* artejo, totalmente en el 3* y en los 2/3 partes basales
del 4* artejo, con algunas escamas blancas en el ápice de este
último segmento; 5* artejo completamente negro; prácticamen-
te todas las escamas alares son anchas; peciolo de la segunda
célula marginal (célula bifurcada superior) igual a un tercio
del largo de dicha célula; balancines con la cabeza cubierta por
escamas oscuras; abdómen con todo el dorso, incluyendo el
primer tergito, azul rojizo, con reflejos verdosos y la parte
ventral con escamas amarillo pálidas, superponiéndose ambos
colores cuando ellos se encuentran en las partes a los costados
del abdómen, ápice rodeado por una franja de escamas largas
amarillas.
Largo (sin la probóscide) : 5 m/m.
Cinco hembras, cuando procuraban picar.
Esta especie comparte muy probablemente zon sus aliados,
el hábito de criarse en los agujeros de los árboles, especial-
mente en este caso en que los ejemplares tomados lo fueron
en una región boscosa, donde solamente se encuentran brome-
láceas muy pequeñas (Raco).
Localidad del tipo: Tucumán (Raco, 13.2.27; Shannon y
Del Ponte). También se la ha encontrado en la Quebrada de
Lules, Tuc., (3.2.27) y en Zapla, Jujuy (10.4.27, Shannon y
Del Ponte).
Dodecamyia aphobema Dyar, difiere por tener los siguien-
tes caracteres: Parte superior del occipucio con escamas ne-
gras de reflejos azulados; lóbulos antepronotales con escamas
azuladas negruzcas brillantes y reflejos violetas; mesonoto con
escamas grandes castaño oscuras; abdáómen negruzco castaño
en su parte dorsal y blanco en la parte ventral, estando sepa-
rados ambos colores por una línea recta; peciolo de la 2* célula
marginal superior, más o menos igual a la mitad del largo de
dicha célula; tarso II blanco plateado en la parte inferior, en
la mayor parte del artejo 2* y totalmente en los artejos 3 a 5.
Esta especie ha sido dedicada a la memoria de Juana Pe-
trocchi.
Menolepis Leontinie Brethes, 1921
(=Limatus Leontine Brethes)
Esta especie y Limatus exhibitor, son los únicos mosqui-
tos argentinos que tienen escamas en el postescudete, pero
mientras que L. exhibitor tiene el mesonoto con escamas dorado
96 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
brillantes y purpúreas, la especie Lentiniz tiene el mesonoto y
el escudete uniformemente de color castaño. Los lóbulos proto-
rácicos están cubiertos por escamas cobrizas, la porción infe-
rior con escamas blancas; pronoto blanco plateado; propleura
con dos sedas; esclerito espiracular con 20 3 sedas.
El genotipo, Menolepis leucostigma Lutz, difiere por tener
los lóbulos protorácicos azules y por tener una sola seda espi-
racular.
Las larvas han sido encontradas en la base de las hojas de
Typha, en Ledesma. Los adultos eran más bien numerosos en
Santa Bárbara en la vecindad de una gran laguna, casi com-
pletamente cubierta por estas plantas. Es probable que en aque-
llas regiones del Norte argentino donde abunde Typha, se en-
cuentre este mosquito. Es probable también que con Isostomyia
paranensis, suceda lo mismo, pues se encuentra en condiciones
semejantes en la provincia de Buenos Aires.
La especie de que tratamos pica fácilmente y cuando hay
gran cantidad de individuos es muy molesta.
Distribución: Buenos Aires (Islas del Paraná, 25.1.08);
San Lorenzo en las islas del Paraná, 15.2.19, Petrocchi) ; Tu-
cumán (Finca Santa Bárbara( departamento de la Capital,
8.4.27, Del Ponte y Shannon); Jujuy (Ledesma, 23.326, Davis
y Shannon; 30.3.27, Del Ponte y Shannon).
Dendromya (Calladimya?) Typharum especie nueva
Por su coloración está muy cercana a D. (C.) melanoce-
vhala y por esto es que la colocamos, provisoriamente, en el
mismo subgénero.
Occipucio ampliamente cubierto por encima, con escamas
azules oscuras, una mancha negra en el costado, por debajo de
la cual las escamas son blancas; lóbulos protorácicos por enci-
ma dorados, púrpura en su parte media y blancos por debajo;
mesonoto con escamas oscuras; escudete con escamas azul ver-
doso; pronoto con escamas blanco plateado; pleuras con esca-
mas blancas; tarsos oscuros con la superficie inferior blanca
en el ápice del 2*, todo el 3%, 4? y 5” artejos del tarso II y también
blanco en la superficie inferior del 4* y 5* artejos del tarso III.
Dorso del abdómen oscuro, la cara ventral blanquecina, los dos
colores separados por una línea moderadamente quebrada.
Las larvas han sido encontradas junto con las de M. Leon-
tiniz en el agua contenida en las bases de las hojas de Typha.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 97
La hembra es muy tímida y pica con mucha cautela; ella mues-
tra durante el vuelo muy nítidamente la superficie inferior de
los tarsos medios y posteriores.
Treinta hembras.
Distribución: Jujuy (Ledesma, 19.38.26, Davis y Shan-
non, 30.35.27; Del Ponte y Shannon).
Isostomya Paranensis Brethes, 1921
(=LEwmchiaria paranensis Brethes)
El mayor Sabetinido de la fauna argentina, reconocible
por su color general amarillento, occipucio, lóbulos protoráci-
cos y mesonoto con escamas castañas, con reflejos cobrizos;
tarsos totalmente oscuros.
Hasta donde nosotros sabemos, sus larvas son desconoci-
das, pero puesto que las larvas de las otras especies de este gé-
nero son predatoras de las larvas de los otros Sabetinidos, es
de suponer que tenga el mismo habitat que M. Leontiniz, la
única especie común en la región de Buenos Aires. Los adultos
de estas 2 especies, son: generalmente capturados al mismo
tiempo.
Distribución: Islas del Paraná (enero de 1908, Brethes) ;
Buenos Aires (La Plata, 18.2.15 y 1.3.16, Bruch; Río Santiago,
18.89.16, Neiva y 19.3.19, Petrocchi).
Subfamilia CHAOBORINZE
Forma una de las subfamilias (Chaoborine y Dixine) no
hematófagas de la familia Culicidae; ambas poseen una pro-
béscide corta y completamente inapta para picar.
Excepto para una especie de Chaoborus, descrita del Bra-
sil, esta subfamilia no se conoce en Sud América. Hemos en-
contrado dos géneros de ella en la Argentina que pueden carac-
terizarse de la siguiente manera:
Género Chaoborus Lichtenstein, 1800
Insectos gráciles y delicados, generalmente de color ama-
rillo pálido y con numerosas manchas oscuras. Apice de R, mu-
cho más cerca del ápice del Ra que del ápice de la vena subcos-
98 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
tal; antenas tan o más cortas que los fémures anteriores. Es-
cudete con dos filas marginales de sedas. Las larvas viven en
lagunas o charcos y son predatoras; carecen de tubo respirato-
rio, y tienen la propiedad de poder permanecer horizontales a
diferentes profundidades en el agua, suavemente mecidas por
ella y sostenidos por un par de sacos traqueales. El sifón respi-
ratorio de la pupa está cerrado, pero lleno de aire, sostenién-
dose así verticalmente.
Genotipo: Chaoborus crystalina (De Geer, 1776). Europa.
Género Corethrella Coquillet, 1902
Especies pequeñas y robustas, generalmente con mancha
o nube en las alas; frecuentemente de color castaño y sin gran
cantidad de manchas pequeñas. Antenas mucho más largas que
los fémures anteriores; sedas mesonotales fuertemente desarro-
lladas; ápice de R,¡ mucho más cerca del ápice de la subcosta
que del ápice de Ro»; escudete con una sola fila marginal de
sedas.
Sus larvas viven en los agujeros de los árboles, entrenu-
dos de bambú y en los charcos; son predatoras y tienen sifón
respiratorio.
Las ninfas pueden nadar verticalmente en el agua, o per-
manecer más o menos tranquilamente en la superficie de ella.
Genotipo: Corethrella Brakeleyi Coquillet, 1902. New Jer-
sey, EE. UU.
Género Chaoborus Lichtenstein, 1800
Las dos especies que tenemos a la vista, pueden ser dife-
renciadas como sigue:
A.—-Dibujo en el mesonoto muy pálido, casi tan claro co-
mo el resto del tórax; tibias 1 con 9 anillos oscuros
más o menos bien definidas; anillos oscuros de los ar-
tejos tarsales, pequeños ocupando menos de la mitad
de cada artejo. Chaoborus australia. ESP. NUEVA.
B.—-Dibujo en el mesonoto castaño rojizo, que hace fuer-
te contraste con las porciones más pálidas del tórax;
tibias I con 7 anillos oscuros bien definidos; los ani-
llos oscuros de los artejos tarsales ocupan la mitad
o más de cada artejo. Chaoborus Elnore, ESP. NUEVA.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 99
Chaoborus (Sayomvia) australis especie nueva
Hembra.—Especie pequeña (3 m/m; alas 2.5 m/m.) de
color pálido amarillento con manchas oscuras numerosas en
las patas, tórax y abdómen; alas con dos bandas transversales
algo oscuras. El color negro intenso de los ojos resalta fuerte-
mente con el color pálido de la cabeza y del artejo basal de las
antenas; antenas no muy largas, aleo más cortas que los fé-
mures anteriores, de color amarillento y con la base de los ar-
tejos del flagelo oscuros; tórax pálido amarillento, cubierto
ampliamente con grupos dispersos de manchas negras; sedas
torácicas pálidas y un pequeño mechón de escamas castañas
algo por detrás de la mitad del mesonoto; un par de sedas en el
mesepímero; patas amarillentas pálidas, con numerosos anillos
en los fémures y tibias; ápices de los 4 primeros artejos de los
tarsos I y todo el último, oscuros; alhdómen amarillento con
puntos negros, principalmente a lo largo de sus costados; alas
blanquecinas con pelos amarillos en la costa y en las otras ve-
nas y con 2 bandas transversales más bien pálidas e irregula-
res, una cerca del 1/4 basal y la otra inmediatamente después
de la mitad, teniendo esta última banda dos manchas casi ne-
gras en la 2* y 5* vena; balancines blanquecinos.
Terminalia del macho.—Tercio basal de la pinza (clasper)
y cuart oapical de la pieza lateral más oscuras; pieza lateral
con un lóbulo bien desarrollado, semejante al dedo pulgar y
con una fila de sedas encorvadas hacia abajo, que se extienden
a lo largo de todo el borde interno de dicho lóbulo; 10* esterni-
to largo, estrecho (1 por 4), con el ápice obtuso y con una ex-
pansión muy prominente y muy aguda, paralela a la mitad
basal de la ¡pieza lateral, siendo su tamaño un poco mayor que
dicha mitad basal.
Esta especie está muy relacionada con C. antillum Knab,
de Cuba y C. festivus Dyar y Shannon, de Panamá; estas dos
especies tienen una sola banda alar.
Al parecer, esta especie tiene una gran dispersión en la
Agentina. Tenemos material de Salta, Tucumán y Jujuy; he-
mos encontrado hembras en Resistencia (Chaco), que no po-
demos separar de aquellos ejemplares coleccionados en el NO.
argentino.
Cinco machos y 10 hembras; también larvas.
Distribución: Tucumán (Finca Santa Bárbara, dep. de la
Capital, 6.4.2; Shannon y Del Ponte, localidad del tipo) ; Jujuy
100 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
(Ledesma, 30.3.27; Shannon y Del Ponte) ; Salta (Tres Pozos,
cerca de Embarcación, 20.4.27, Elnora S. Shannon, a la luz);
Chaco (Resistencia, 25.2.27, Shannon y Del Ponte( a la luz).
Chaoborus (Sayomyia) Elnore especie nueva
Hembra.—Diferente de australis por los caracteres si-
guientes: Dibujo torácico castaño rojizo (consistente en un par
mediano de cintas muy aproximadas que se extienden desde el
margen anterior hasta el espacio antescutelar; una cinta la-
teral que se extiende desde la mitad del mesonoto hasta la por-
ción lateral del escudete; un par de manchas cerca del ángulo
anterior del mesonoto y varias manchas pleurales) y que hace
un fuerte contraste con el color restante del tórax; postnoto
castaño oscuro. Abdómen castaño amarillento; primer tergito
muy estrecho, 2? con bandas transversales, basales y apicales
de color castaño oscuro y los tergitos restantes con los ángulos
anteriores castaño oscuros. Alas con una banda oscura irregu-
lar transversal en la mitad apical y una mancha entre la 5* y
6* venas, más cerca de la base que la bifurcación de la 5* vena.
Anillos oscuros de las patas, grandes y distintos; tibia I con
7 anillos, tibia II y MI con 6 anillos (9,7 y 9 en australis) ; los
anillos oscuros en todos los artejos ocupan la mitad o más de
los artejos.
Seis hembras, a la luz, cerca de una laguna.
Distribución: Salta (Tres Pozos, cerca de Embarcación,
20.4.27, E. S. Shannon; localidad del tipo).
Dedicada por los autores a su coleccionista, señora Elnora
S. Shannon.
Género Corethrella Coquillet, 1902
Clave para las especies argentinas.
1.—Esetcamas' alares de UN mISMO*coOlE. 0... Mes o
E edo ed Corethrella Davisi ESP. NUEVA.
—HEscamas alares de dos colores... 7........ho....:
189)
2.— Costa con una machar neprar. a O O
A 18 Corethrella arborealis ESP. NUEVA.
—Costa con dos manchas negras, siendo la apical más
Cl: io. O 004 08 Corethrella puella ESP. NUEVA.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 101
—Costa con 4 manchas negras (con la porción api-
callde lafiranja Mar algo:mas oscura...
O. APIS Corethrella. quadrivittata ESP. NUEVA.
Corethrella quadrivittata nueva especie
Macho y hembra.—Especie muy grande (2 m/m.; ala 1.75
m/m.), de color oscuro y alas con bandas transversales. Ante-
nas amarillento castaño; clípeo castaño oscuro, probóscide y
palpos amarillos; mesonoto castaño oscuro con un ancho dibujo
escarchado y con fuertes sedas y pequeñas escamas como pelos,
amarillentas; fémures oscuros con sus ápices, incluso el tercio
apical del fémur posterior, amarillentos, con una mancha alar-
gada de escamas blanquecinas en la superficie interna de la
tibia III; tarsos oscuros con sus bases y ápices amarillentos;
abdómen oscuro, densamente cubierto por pelos amarillentos.
Alas con el margen anterior (costa) con 4 manchas formadas
por escamas oscuras, partiendo de ellas bandas irregulares
transversales que llegan y comprenden las porciones correspon-
dientes de la franja, la que en la parte apical del ala es algo más
OSCUra.
Se obtuvieron larvas, machos y hembras de esta especie en
Tres Pozos, Salta y larvas y hembras en Resistencia, Chaco.
No hemos encontrado caracteres suficientes, en las larvas o
en las hembras, para separar estos 2 lotes de Corethrellas, y
hasta que no podamos comparar con machos que se obtengan
de Resistencia, los consideraremos como una sola especie.
Las larvas de esta especie fueron encontradas entre las
plantas acuáticas (Pistia y otras) que crecían en lagunas, don-
de eran bastante numerosas. Varias hembras fueron encontra-
das en el hospital de Resistencia, a la luz; también a la luz,
cerca de una laguna, en Tres Pozos, Salta.
Cinco machos y quince hembras; también larvas.
Distribución: Salta (Tres Pozos, cerca de Embarcación,
3.5.26 y 20.4.2, Shannon y Shannon, localidad del tipo) ; Chaco
(Resistencia, 25.2.27, Shannon y Del Ponte).
Corethrella arborealis especie nueva
Hembra. —Difiere de quadrivittata en la coloración de las
alas y de la tibia 1. Hay solamente dos bandas transversales en
el ala: una diagonal en el 1/3 basal y una transversal recta in-
102 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
mediatamente detrás de la mitad. La franja en el ápice del ala
está algo oscurecida. Tarsos 1 oscuros, siendo más pálidos hacia
el ápice; el último artejo amarillento. En quadrivittata el ba-
sitarso del tarso I es amarillento con un anillo oscuro basal y
preapical, los artejos 2, 3 y 4 ampliamente oscuros en sus ba-
ses; el 5 totalmente oscuro.
Una única larva encontrada en Calilegua, cerca de la lo-
calidad del adulto, Ledesma, es probable que pertenezca a ésta
especie. Su diferencia con las larvas de quadrivittata, es mayor
aún que las diferencias existentes entre los adultos de ambas
especies. Esta larva será motivo de un trabajo posterior.
Cinco hembras, coleccionadas en un cuarto de baño.
Distribución: Jujuy (Ledesma, Cañitas Viejo, 30.3.27,
Shannon y Del Ponte, localidad del tipo).
Corcthrella arborealis especie nueva
Macho.—Es parecido por su aspecto general a C. quadri-
vittata, pero su tamaño es algo menor (16.65.; alas 1.65 m/m.)
Las marcas alares separan fácilmente esta especie de todas las
otras del mismo género. Las alas son hialinas, con escamas de
un color amarillento muy pálido, la franja del margen poste-
rior, blanquecina; una mancha oscura cerca de la mitad del ala,
está formada por las escamas y la membrana oscurecida, y una
banda transversal formada de igual manera, incluyendo la por-
ción adyacente de la franja; los ápices de los fémures están guar-
necidos por una pequeña mancha de escamas blancas.
Un macho, obtenido de una pupa encontrada en un agu-
jero de árbol; esta era muy activa y sus movimientos eran se-
mejantex a los de las ninfas de Chironomidee.
Distribución: Tucumán (Vipos, 4.3.27, Del Ponte; locali-
dad del tipo).
Corethrella Davist especie nueva
Macho y hembra.—Esta especie es fácilmente diferenciable
de sus congéneres. Las alas carecen de manchas, las escamas
son más semejantes a pelos y uniformemente oscuras; las patas
son totalmente castaño amarillentas, excepto en el ápice que
llevan mancha nítida formada por escamas blanco-plateadas.
Largo: 1.50 m/m.; alas: 1.50 m/m.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 103
Las larvas de esta especie fueron encontradas en un char-
co con aguas semi-estancadas y con vegetación en sus orillas.
Distribución: Tucumán (en un charco cerca del camino
a Concepción, a 5 km. al Oeste de esta ciudad; 7.4.26, Davis y
Shannon (localidad del tipo).
Es un gran placer para nosotros dedicar esta especie al
Dr. N. C. Davis del International Health Board, Rockefeller
Institute.
Subfamilia DIXIN%
Solamente se conoce un género de esta subfamilia, Dixa
Meigen, 1818, que se encuentra en todas las regiones frías del
mundo. El género está muy extendido en la Argentina y ha
sido encontrada en Salta, Tucumán, Córdoba, Misiones y la re-
gión del lago Nahuel Huapi. Las larvas prefieren manantiales,
pequeñas corrientes de aguas frescas para desarrollarse, pue-
den ser fácilmente caracterizadas, entre los Culicidae, por su
cuerpo cilíndrico, ausencia de sifón respiratorio, 1? y 2* seg-
mentos abdominales con un par de pseudopodios dorsales.
Las larvas quedan en la superficie y al borde del agua en
el sitio donde la capilaridad la hace subir. Cuando permane-
nen tranquilas toman la forma de una U invertida.
Se ha descrito solamente una especie de la Argentina. Di-
xa argentina Alexander, encontrada en Córdoba por Carlos
Bruch.
CATÁLOGO DE LAS ESPECIES ARGENTINAS DEL GÉNERO Anopheles
MEIGEN, 1818.
Género Anopheles Meigen, 1818.
Syst. Beschr. bek. Europaischen Zwetifl. Ins., I. pp. 1-10.
(Para la lista de sinónimos, véanse: Howard, Dyar y Knab,
TV, 1917, p. 962; Christophers, 1924, p. 7; Dyar, 1925, p. 186).
Subgénero «Inopheles Christophers, 1915.
Indian Journ. Med. Res., III, p. 3883.
Anopheles.—Lahille, 1904, p. 79; Root, 1922, p. 379; íd.
1923 p, 2645 Christophers, 1924, p. 7.
104 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Grupo Anopheles Root, 1922.
American Journ. Hyg., 11, pp. 379-392.
Anopheles.—Root, 1923, p. 264; Christophers, 1924, p. 7.
Anopheles (An.) (An.) pseudopunctipennis Theo-
bald, 19012115.
Mon. Cul., TL, p. 305
Anopheles superpictus GRASSI.—Delfino, 192, p. 352.
Anopheles franciscanus MC. CRAKEN, 1904, p. 12; Theo-
bald, V., p. 8 (1910).
Anopheles peruvianus TAMAYO € GARCIA.—Id. 1907, p. 35.
Anopheles pseudopunctipennis THEOB.—Sergent, 1908, p.
58; Paterson, 1911.
Proterorhynchus argentinus BRETHES.—Id. 1912,
Anopheles tucumanus LAHILLE.—Id. 1912, p. 253.
Anopheles pseudopunctipennis THEOB., 1901.—Neiva y Bar-
bará, 1915, p. € (=Proterorhynchus argentinus) BRETHESs, 1912.
Proterorhynchus argentinus BRETHEs, 1912.—Id. 1916, p.
201:
Anopheles pseudopunctipennis THEOB.—Howard, Dyar y
Knab, 1917, IV, p. 1014 (—P. argentinus Br.; Anopheles tu-
cumanus Lah., 1912); Le Prince y Orenstein, 1916, p. 43 y si-
guientes; Dyar, 1918, p. 143; id. 1919, p. 85; Petrocchi, '1919,
p:.299; Carter 1921: Dyar, 192 Bip..148:.Eyans, 1921. p.1445s
Bachmann, 1921%p. 117 5d. 192L. p. :506;; “Brumpt, 1922:
937: 'Root, 1922 p0.3/9: Herms4.923 ;:Betrocehi) 1923: 1D, 106
íd. 1923, p. 139; Christophers, 1924; Petrocchi, 1924, p. 28; Bon-
ne y Bonne Wepster, 1925, p. 519; Dyar, 1925, p. 188; Fox,
1925, p..87; Petrocehi 1925, p.,2b4:. Borzone: 1926: 045905
Brethes, 1926, p. 308; Freeborn, 1926, p. 454; Shannon, 1926,
p. 148; Davis, 1927, p. 168; Davis, Cabarrou y Laino, 1927, p.
414; Paterson y Shannon, 1927, p. 656; Shannon y Davis, 1927,
p. 662; Shannon, Davis y Del Ponte, 1927, p. 679; Shannon y
Del Ponte, 1927, p. 706; Shannon, Del Ponte y Oyarzábal, 1927,
p. 695.
(1) El primer paréntesis corresponde al subgénero y el segundo al grupo
a que pertenecie la especie.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 105
Anopheles (An.) (Arr.) maculipes Theobald, 1903
Arribalzagia maculipes.—Mon. Cul., TI, p. 81.
Arribalzagia maculipes THEOB.—Peryassú, 1908, p. 106;
Neiva, 1909, p. 69.
Arribalzagia annulipalpis (F. Leh. exo) BRETHES (en par-
te).—Id. 1916, p. 199.
Anopheles maculipes THEOBALD.—Bonne y Bonne Weps-
ter, 1925, p. 517; Howard, Dyar y Knab, 1917, IV, p. 990; Car-
ter, 1921; Petrocchi, 1923 b., p. 139; íd. 1924, p. 28; Christo-
phers, 1924; Dyar, 1925, p. 152; Petrocchi, 1925, p. 69.
Anopheles (Arr.) spp?.—Shannon y Del Ponte, 1927, p.
T16 (2) *
Anopheles (An.) (Arr.) aunulipalpis F. Lynch
Arribálzaga, 1878.
Nat. Argentino, 1, p. 149.
Anopheles annulipalpis, L. A. — F. Lynch Arribálzaga,
1881, p. 37; E. Lynch Arribálzaga, 1883, p. 114; Autran, 1904,
p. 144; Blanchard, 1905, p. 175; Autran, 1907, p. 13; Brethes,
1908, p. 282; íd. 1912; Neiva, 1915, pp. 3-11; Neiva y Barbará,
TIL pi 6.
Arribalzagia annulipalpis F. LYNCH ARR. Brethes (en par-
te).—Id. 1916 b, p. 199.
Anopheles annulipalpis PETROCCHI, 1919, p. 299; íd. 1923a,
p. 10; íd. 1923b, p. 139; Christophers, 1924.
Anopheles (Arr.) spp.?.—Shannon y Del Ponte, 1927, p
TAG (42):
Anopheles (An.) (Arr.) mediopunctatus Theobald, 1903.
Cycloleppteron mediopunctatus.—Mon. Cul., TI, p. 60.
Cycloleppteron mediopuncttaus THEOB.—Theobald, 1902,
p. 182 (nomen nudum); Giles, 1904, p. 14; Lutz, ¿n Bourroul,
1904, p. 36, 75, 78; Blanchard, 1905, p. 623; Theobald, 1905,
p. 81d. 1907, IV, p. 54; Neiva, 1909, p. 69; Peryassú, 1908,
p. 80; Theobald, 1910, V, p. 34.
106 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Anopheles mediopunctatus THEOB.—Dyar y Knab, 1907;
Knab, 1913, p. 35; Howard, Dyar y Knab, 1917, IV, p. 993.
Anopheles (Arribalzagia) mediopuntactus THEOB.—Dyar,
1918, p. 146:
Anopheles (Anopheles) mediopunctatus THEoB.—Bonne,
1923b, pp. 115; íd. 1924b; Bonne y Bonne Wepster, 1925, p. 538.
Anopheles (Arr.) spp?—Shannon y Del Ponte, 1927, p.
TL6RCI)
Anopheles (An.) (Arr.) pseudomaculipes Chagas, 1908 (1).
Arribalzagia pseudomaculipes CHAGAS, ¿im Peryassú, Cul.
do Br. pz 108.
Anopheles pseudomaculipes. — Howard, Dyar y Knab,
IMAN ip 1302 Dyar MOS ip. dde,
Cycloleppteron pseudomaculipes.—Pinto, 1923, p. 11.
Anopheles pseudomaculipes.—Bonne y Bonne Wespter,
1920, Di 02 ls DyarikdZo, p. 192.
Anopheles (Arr.) spp?.—Shannon y Del Ponte, 1927,
DD. 116.
Subgénero Nyssorhynchus Blanchard, 1902:
CoRosoc.:Brols Paris llW; 13; pi 799:
Nyssorhynchus.—Root, 1922, p. 397; Td. 1923; pp. 2705
Christophers, 1924, p. 7.
Grupo Nyssorhynchus Root, 1922.
American. Journ. Hyas IL, PRE3S67 EROOt. 192302106
Christophers, 1924, p. 7.
Anopheles (N.) (N.) argyritarsis Rob. Desv., 1827.
Mem: Soc. d'Hist. Nat, p1S2%
?¿Culex pictipennis PHILIPP.—Id., 1865, p. 596.
(1) La colocamos en este catálogo, porque existe la posibilidad de que se
encuentre en la Argentina, pues poseemos un ejemplar del Paraguay.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 107
?2Anopheles Bigoti THEOBAD, 19017 p.m
Nyssorhynchus albimanus WIED.—Blanchard, 1905, p.
202; Autran, 1907, p. 14.
Cellia argyrotarsis R. D.—Bréthes, 1908, p. 283; Peryas-
sú, 1908, p. 16; Sergent, 1908, p. 54; Neiva, 1909, p. 69 y sig.;
Brethes, 1912, p. 18.
Anopheles (Cellia) argyrotarsis.—Patton y Craig, 1913,
DZOD
Anopheles argyritarsis.—Le Prince y Orenstein, 1916, p. 52.
Anopheles (Cellia) argyritarsis.—Dyar, 1918, p. 150.
Cellia argyrotarsis.—Lutz, de Souza Araujo y da Fonseca,
1918, p. 162; Petrocchi, 1919, p. 1 (—=albitarsis L. A.)
Anopheles argyrotarsis.—Evans, 1921, p. 447 (hipopigio).
Anopheles (Nyssorhynchus) (Grupo Nyssorhynchus) ar-
guy ritarsis kk. D:—Root, 1922. P..992: 1d. 1923,p.21T.
Anopheles argyritarsis R. D.—Petrocchi, 1923a, p. 10; íd.
1923b, p. 139; Pinto, 1923, p. 12; Petrocchi, 1924, p. 28; Root,
OZ Doy 201: 1924: 150:
Cellia argyrotarsis R. D.—Bonne, 1924a, p. 132 (—brazi-
liensis Ch.; =allopha Per.)
Anopheles (Nyssorhynchus) (Grupo Nyssorhynchus) ar-
gyritarsis R. D.—Christophers, 1924, p. 37 (—albitarsis F. L.
A.)
Anopheles argyritarsis R. D.—Petrocchi, 1925a, p. 69;
1d. 1925c,+p::266:
Anopheles (Nyssorhynchus) argyritarsis R. D. — Dyar,
1925, p. 193 (—Culezx pictipennis Philippi; — Anopheles albitar-
sis Lynch Arr.; Cellia braziliensis Ch.; Cellia allopha Per.)
Anopheles (Anopheles) argyritarsis R. D.—Bonne y Bon-
ne Wepster, 1925, p. 533.
Anopheles (Cellia) argyritarisis.—Davis, 1925, p. 135-136;
íd. 1926a, p. 1 (hipopigio de la hembra).
Anopheles (N.) argyritarsis.—Davis, 1926b, p. 22; Root,
1926, p. 684; Strong, Shattuck, Bequaert y Wheler, 1926, p. 165.
Cellia Rooti Brethes, 1926a, p. 106; íd. 1926b, p. 305.
Anopheles (N.) argyritarsis R. D.—Shannon, Del Ponte
y Oyarzábal, 1927, p. 695; Shannon y Del Ponte, 1927, p. 706.
108 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Anopheles arguritarsis (Rooti de Brethes.—Davis, 1927,
p. 168.—Davis, Cabarrou y Laino, 1927, p. 629.
Anopheles (N.) (N.) albitarsis F. Lynch-Arribálzaga, 1878.
Anopheles albitarsis.—El Nat. Argentino, 1I, p. 151.
Anopheles albiritarisis.—E. Lynch Arribálzaga, 1883, p.
114; F. Lynch Arribálzaga, 1891, p. 36.
Nysshorhynchus albimanus WIED.—Blanchard, 1905, p.
202; Autran, 1908, p. 14.
Cellia argyrotarsis R. D.—Breéthes, 1907, p. 283.
Cellia braziliensis.—Chagas, 1907, p. 18.
Anopheles albitarsis.—Lahille, 1912, v. 253 (=C. argyro-
tarsis, según Theobald, V, p. 68, 1910).
Cellia argyrotarsis.—Neiva y Barbará, 1915, p. 357.
Anopheles albitarsis. — Brethes, 1916a, p. 175; íd. 1916b,
p. 193; íd. 1916c, p. 124; Neiva y Barbará, 1917.
Anopheles (Cellia) pictipennis.—Dyar, 1918, p. 141; íd.
IDA 09, 10. 1921.p. 48,
Cellia argyrotarsis.—Petrocchi, 1919, p. 7 (—?albitarsis) ;
Bachmaan, 1921, p. 117; A1921b, 506.
Cellia allopha.—Peryassú, 1921, p. 70.
Anopheles (Cellia) argyritarsis.—Brumpt, 1922, p. 932
(=A4. albitarsis F. L. A.)
A. argyritarsis.—Christophers, 1924; (=albitarsis F. L.
A.:; =pictipennis Phil.)
Anopheles pictipennis Phil.—Dyar, 1924, p. 130.
Anopheles albitarsis F. L. A.—Petrocchi, 1923b, p. 139;
1d. 1924,.p. 28. 1d: 1925a,.p:"69: 14119256 pp,.264: y 209;
Anopheles (Nyssorhynchus) argyritarsis.—Dyar, 1925, p.
198; (=Culex pictipennis Phil.; =albitarsis F. L. A.)
Anopheles albitarsis. — Borzone, 1926, p. 436; Brethes,
1926b, p. 305.
Anopheles (Nyssorhynchus) albitarsis. — Root, 1926, p.
684; (=allopha Peryassú).
Anopheles (N.) albitarsis var. brasiliensis Chagas. —
Root, 1926. p. 648 (=Cellia braziliensis).
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 109
Anopheles (N.) albitarsis.—Davis, 1927, p. 168; Davis,
Cabarrou y Laino, 1927, p. 625; Paterson y Shannon, 1927, p.
649; Shannon y Del Ponte, 1927, p. 115; Shannon, Del Ponte y
Oyarzáabal, 1927, p. 60.
Anopheles (N.) (N.) tarsimaculatus Goeldi, 1905.
Os mosq. no Pará, p. 135.
Anopheles Gorgasi.—Dyar y Knab, 1907, p. 198; Theo-
bald (en parte, no Wied.), 1910, V, p. 69.
Cellia tarsimaculata.—Neiva y Barbará, 1915, p. 357.
Anopheles tarsimaculatus.—Zetek, 1915, p. 5; Brethes,
1916b, p. 197; Le Prince y Orenstein, 1916, p. 52; Howard,
Diary nap LOBA p9 To: Dyar, 1918, p. 141
Cellia tarsimaculata.—Petrocchi, 1919, p. 7.
Anopheles (Cellia) tarsimaculata.—Carter, 1921, p. 345 (la
considera como una variedad de albimanus).
Anopheles albimanus var. tarsimaculatus GOELDI.—Evans,
1921 Dodo
Anopheles (Nyssorhynchus) (Nyssorhynchus) tarsimacu-
lata WIED.—Root, 1922, p: 392; íd. 1923, p. 276; íd. 1924a, p.
462.
Cellia tarsimaculata.—Pinto, 1923, p. 14.
Anopheles tarsimaculata GOELDI.—Edwards, 1922, p. 75;
Brumpt, 1922, p. 135; Bonne, 1923a, p. 127; Petrocchi, 1923a,
p. 10; íd.. 1925b%p. 189: bonne, 1924a, p. 132; Petrocehi, 1924,
p. 20,
Anopheles (N.) (N.) tarsimaculata (GOELDI.—Christo-
phers, 1924, p. 39.
Anopheles tarsimaculata.—Bonne y Bonne Wepster, 1925,
p:. aia yiís, 1925: p. 135; Dyar;, 1929, p.: 1950 1d.1929b, Pp.
213; Fox, 1925, p .38; Petrocchi, 1925a, p. 69; 1925e, p. 264.
Anopheles (Cellia) tarsimaculata.—Davis, 1926a, p. 1.
Anopheles Evansi.—Breéthes, 1926a, p. 106; íd., 1926b,
SA
Anopheles tarsimaculata.—Borzone, 1926, p. 436; Root,
1926, p. 684; Strode, 1926, p. 332.
Anopheles tarsimaculatus.—Cleare, 1927, p. 405; Paterson
110 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
y Shannon, 1927; p. 651; Shannon y Del Ponte, 1927, p. 715;
Shannon, Del Ponte y Oyarzábal, 1927, p. 695.
Anopheles tarsimaculatus var. Evansi.—Davis, 1927, p.
168; Davis, Cabarrou y Laino, 1927, p. 626,
Anopheles (N.) (N.) Bachmann: Petrocchi, 1923.
Physis, VII, 1923, p. 13 (nomen nudum) ; íd. 1924, p. 28
(nomen nudum).
Rev. Inst. Bact., IV, 1925a, p. 69-75 (descripción original) ;
Root, 1926, p. 684.
Anopheles (N.) (N.) Perez Shannon y Del Ponte, 1927,
Véase en este trabajo, en la pág....
2A. albimanus Wied, 1921, p. 10.
2A. cubensis Agromonte, 1900, p. 460 (—dubius Theobald
1901, ¿n Blanchard, 1905, p. 204; Howard, Dyar y Knab, IV, p.
984, dicen “We have been unable to trace this name in the
writings of Theobald and are therefore obliged to credit it to
Blanchad”).
¿Anopheles argyrotarsis albipes Theobald, 1901, p. 125.
?Cellia albimana Wied.—Peryassu, 1908, p. 120; Neiva,
1909, p. 69; Sergent, 1909, p. 220.
Cellia albimana Wied.—Neiva y Barbará, 1915, p. 357.
?Anopheles albimanus.—Howard, Dyar y Knab, 1917, IV,
p..979:
¿Cellia albimana.—Lutz, de Souza Araujo y da Fonseca,
1915, pa T6Z:
¿Anopheles (Cellia) *albimana.—Dyar, 1918, p. 141.
Cellia albimana Petrocchi, 1919, p. 7; ?Pinto, 1923, p. 14.
2Anopheles (Celliar) albimanus.—Carter, 1921; Evans,
1921, 64455 Bam pt, 19022.
Anopheles albimanus.—“Root, 1922, p. 391; ?Beyer, 1923,
p. 54; Petrocchi, 19234, pi 10; 1d., 1923b, p.. 139% 7R005, 1925,
p. 216 *Petrocci 1924 p023, ¿ROO MIZ La, PD. 10M. Md. Zas
p. 207; ?Bonne y Bonne Wepster, 1925, p. 516; ?Dyar, 1925a,
p. 1957 2Fox, 1925, p. 38H “Betrogcehii925c; Pp: 264
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 111
2Anopheles (Nyssorhynchus) ¿Nyssorhynchus) albimanus
Wied.—Christophers, 1924, p. 38.
2Anopheles albimanus, Root, 1926, p. 684; Davis, 1926,
¡e
Anopheles (N.) (N.) Rondon: Neiva y Pinto, 1922.
Cellia Rondoni. Brazil Medico, XXXVI, p. 374.
Cellia Rondoni.—Bonne, 1924a, p. 132.
Anopheles (Nyssorhynchus) (Nyssorhynchus) tarsimacu-
latus, var. Rondoni; Christophers, 1924, p. 40.
Anopheles Rondoni.—Petrocchi, 1924, p. 28; Bonne y Bon-
ne Wepster, 1925, p. 522; Petrocchi, 1925c, p. 264; Borzone,
1926; p. 436; Bréthes, 1926b, p. 305; Root, 1926, p. 684.
Anopheles (N.) (N.) pictipennis Philippi, 1865 (1).
Culex pictipennis.—Verh. d. Zool. Bot. Ges. Viena, XV,
P.:596.
Anopheles pictipennis Phil. (—albitarsis L. A.) —Dyar,
IDAS; p. 1415 1d. 199: p89: 1d. 19217p. 148.
Culex (Anopheles) pictipennis.—Dyar, 1924, p. 130.
Anopheles argyritarsis R. D. (en parte).—Christophers,
1924, p. 37. | |
Anopheles pictipennis Phil. — Bonne y Bonne Wepster,
1925, p. 500:
(Esta especie fué nuevamente encontrada en la pequeña
población de Chile, Los Andes, en enero de 1927, por Edwards y
Shannon. Es una especie bien distinta de las otras del mismo
grupo y que aún no ha sido encontrada fuera de Chile).
Anopheles (N.) (N.) Strodei Root, 1926.
American Journ. Hyg., VI, p. 711.
Anopheles (N.) (N.) Davisi Paterson y Shannon, 1927.
Terc. Reun. Soc. Argentina Pat. Reg. del N., p. 653.
(1)- Véase la nota de la. p..... ¡aunque las probabilidades de encontrar
esta especie, en la Argentina, son mucho menores.
112 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
CAST AL O.O
DE Los Sabethin Y Culicini ARGENTINOS
Género Sabethes Robineau Desvoidy, 1827
Mem. Soc. d'Hist. Nat. París, MI, p. 411.
Especie tipo: Sabethes locuples=Sabethes cyaneus (Fabr.)
Sabethes cyaneus Fabricius, 1805.
Culex cyaneus Fabricius. Syst. Antliat., p. 35.
Sabethes longipes Lynch Arribálzaga (nec Fabricius),
1891, 1, p. 67. (No citado para la Argentina).
Sabethes remipes (Wiedemann). Bréthes, 1908 (no citado).
Sabethes longipes (Fabricius). Brethes, 1912 (no citado).
Sabethes cyaneus (Fabricius). Dyar, 1921, p. 148 (San
Tenacio, Misiones).
Sabethes Neivai Petrocchi, 1927.
Revist. Inst. Bact., TI, p. 83, 1923 (nomen nudum).
¡DUI IV, pari2o, 1927.
Género Limatus Theobald, 1901.
Mon. Cul., 11, p 349.
Especie tipo: Limatus Durhami Theobald.
Limatus exhibitor Shannon y Del Ponte, 1928.
Rev. Inst. Bact., en este trabajo, p...
Género Menolepis Lutz.
Especie tipo: Menolepis leucostigma Lutz.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 113
Menolepis leontima Brethes, 1912.
Limatus Leontimie Brethes.—Bol. Inst. Ent. y Pat. Veg.,
1.40. 1.
Limatus Leontinigz Brethes.—Dyar, 1921, p. 148 (Es pro-
bable que este material, efectivamente pertenezca al género
Limatus) Petrocchi, 1923a, p. 9.
Género Dendromwvia Theobald, 1903.
Mon. Cul., IM, pr alo.
Especie tipo: Wyeomyia longirostris Theobald.
Prosopolepis Lutz 1905.—Dyar, 1925, p. 226.
Dendromyia typharum Shannon y Del Ponte, 1928.
Rev. Inst. Bact., en este trabajo, Pp...
Género /sostomya Coquillet, 1906.
Class. Mosqu. N. y M. AMer., p. 16.
Especie tipo: Aédes perturbans Meigen.
Isostomyia paranensis Brethes, 1912.
Eynchiaria paranensis Brethes. Bol. Inst. Ent. y Pat. Veg.,
Lp. 0:
Dendromyía paranensis, auct.
Goeldia paranensis Brethes.—Dyar, 1921, p. 148; Petroc-
chi 1923,:D,,9.
Isostomyia paranensis Br.—Dyar y Shannon, 1924a, p. 4382.
Género Luteia Theobald, 1903.
Mon. Cul., TIT, p. 155.
Especie tipo: Culex Bigoti Bellardi, 1862.
Mem. Ac. Sc. Torino, XXI, p. 200.
Lutzia Bigoti Bell. —Petrocchi, 1923, p. 10.
114 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Género Culexr Linneeus, 1758.
Syst. Nat., ed. 10%, p. 602.
Especie tipo: Culex pipiens, L. ”
Subgénero Culex
Culex pipiens L.—Ibid.
Culex pipiens L., 1758.
Ibid.
?¿Culex flavipes Lynch Arribálzaga (nec Macquart) 1891,
98:
Culex pipiens L.—Brethes, 1911, p. 469; íd. 1912, p. 31;.
Dyar, 1919, p .86;'íd. 1921, p. 148; Petroechi, 1923,'p, 9:
Culex fatigans, Wiedeman, 1828
ASS 0vetil. Ins. L, pa 10.
Culex quinquefasciatus Say, Journ. Acad. Nat. Sci. Phal.,
TL PELO 1823.
?¿Culex (Culex) quinquefasciatus Say (dolosa, de los auto-
res, no de Lynch).—Dyar, 1919, p. 85.
Culex quinquefasciatus Say.—Petrocchi, 1923, p. 9; íd.,
1925, pp. 266 y 269.
Culex dolosa Lynch Arribálzaga, 1891.
Heteronycha dolosa Lynch Arribálzaga (en parte) .—.Dipt.
Arg. Cul., 1, p. 56. (Macho únicamente: Culex dolosa; hembra,
Aédes Lynchi Bréthes).
Culex dolosus (L. A.) —Brethes, 1916, p. 209.
Culex bonariensis Brethes, 1916, p. 213 (sinonimia según
Dyar, 1921, p. 149).
Culex dolosa (L. A.) —Dyar, 1921, p. 149. (Establece que
el macho es C. dolosa (= bonariensis Br.) y la hembra es Aédes
Lynchi (Br.) :
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 115
Culex Brethesí Dyar, 1919.
Culex Lynchi Brethes (unicamente el macho). Bol. Inst.
Ent. y Bat. Veg., 1, 1912, p. 30; 1d. 1916, p. 2£2, con la figura
de la genitalia.
Culex Brethesi Dyar. Inst. Inst. Ments., 1919, p. 86; íd.
1921, p4149: Petrocehi: 1923, p. 9.
Subgénero Microculer Theobald, 1907.
Especie tipo: Microculex argenteoumbrosus Theob. (=imi-
tator Theob.)
Culex (Microculex) imitator Theobald, 1907.
Culex ¿¡mMmitator Theob.—Petrocchi, 1925, p. 269 (lapsus
calami, pro-imitator).
Subgénero Choeroporpa Dyar, 1918.
Ts. Ins Mens VES p. 103:
Especie tipo: Culex anips Dyar.
Culex (Choeroporpa) intrincatus Brethes, 1916.
Culex intrincatus Brethes. An. Mus. Nac. Hist. Nat. Bue-
nos Aires, XXVIII, p. 214 (figura).
Género Mansonia Blanchard, 1901.
CR oSoc. Bal. París, LIL p. 1045.
Genotipo: Culex titillans Walker, 1848, Cat. Brit. Mus. Dip.
I, p. 5. (Temorhynchus, a veces usado en lugar de Mansonia,
es un subgénero de Aédes).
116 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Subgénero Mansoma Blanchard
Mansoma (Mansoma) titillans Walker, 1848.
Culex titillans Walker.—Cat. Brit. Mus. Dip., 1, p. 5.
Temiorhynchus teniorhyunchus (Wiedemann).—L. Arri-
bálzaga, 1891, p. 148.
Mansonia titillans (Walk.) —Brethes, 1912, p. 26.
Teniorhynchus (Teniorhynchus titillans) (Walk.) —Dyar,
1921, p. 149,
* Teniorhyunchus titillans (Walk.) —Petrocchi, 1923, p.
9; íd. 1925, pp. 266 y 269.
Subgénero Rhynchotema Brethes, 1911.
An. Mus. Nac. de Buenos Aires, ser. 3, XIII, p. 470. |
Genotipo: Teniorhynchus fasciolatus Lynch Arribálza-
ga edi:
Temorhynchus (Rhynchotema) fasciolatus
L. Arribálzaga, 1891.
Dipt. Arg. Cul., p. 50.
Rynchotenia fasciolata (L. Arr.) —Brethes, 1912, p. 27.
Teniorhynchus fasciolatus F. Lynch A.—Petrocchi, 1923,
p. 103 1d 192599266.
Temorhyunchus (Rhynchotenia) jurtamansoma
Peryassú, 1908.
Os Culicideos do Brazil, p. 223.
Teniorhynchus juxtamansonia Per.—Petrocchi, 1925, p.
105 1d. 1925, p. 206.
Género Psorophora Robineau Desvoidy, 1827.
Mem. Soc. d'Hist. Nat. París, III, p. 412.
Genotipo: Culex ciliata Fabricius, 1794.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 117
Subgénero Psorophora Robineau Desvoidy, 1827.
Ibid.
Psorophora (Psorophora) ciliata Fabricius, 1794. ..
Culex ciliata Fabricius. Ent. Syst., IV, p. 401.
Psorophora tibialis Rob. Desv., 1827, p. 404.
Psorophora ciliata (Fabr.) Rob. Desv.—Lynch Arribálza-
ga, 1891, p. 40 (Ps. ciliata, en parte y Ps. pallescens Ed-
wards, 1922) ; Brethes, p. 23.
Psorophora Lyncehi Brethes.—Brethes, 1916, p. 204.
Psorophora tibialis R. D.—Dyar, 1921, p. 149.
Psorophora ciliata (Fabr.).—Dyar, 1922, p. 115; Petroc-
chi 1923, p: 10.
Psorophora (Psorophora) ciliata (Fabr.). —Paterson y
Shannon, 1927, p. 651 y 653.
Psorophora (Psorophora) Holmbergí Lynch
Arribálzaga, 1891.
Dipt. Arqg.¡Cul., ps 42.
Psorophora Holmbergi (L. A.) —Brethes, 1812, p. 24.
Psorophora (Psorophora) Holmbergí L. A.—Dyar, 1921,
p .149.
Psorophora (Psorophora) agogglyia Dyar.—Id. Inst. Ins.
Mens., 1921, p. 149 (véase la página...)
Psorophora Holmbergi L. A.—Bonne y Bonne Wepster,
1925, p. 333.
Psorophora (Psorophora) pallescens Edwards, 1922.
Psorophora ciliata Lynch Arribálzaga (nec Fabr.), 1891,
p. 40 (lámina IV, fig. 3, representada en colores, basada en un
especímen de pallescens Ed.)
Psorophora (Psorophora) pallescens Edwards.—Id. Bull,
Ent. Rest., XIIL p. 76, 1922. j
118 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Psorophora stigmatephora Dyar.—Id. 1922, p. 115 (véase
Pis)
Psorophora (Psorophora) pallescens Edwards.—Paterson
y Shannon, 1927, p. 656. E
Subgénero Janthinosoma Lynch Arribálzaga, 1891.
Dipt. Arg. Culic., p. 52.
Genotipo: Culex discrucians Walker, 1856.
Psorophora (Janthinosoma) discrucians Walker, 1856.
Culex discrucians Walker. Ins. Saund., p. 430.
Janthinosoma discrucians (Walker). — Lynch Arribál-
zaga ISI.
Janthinosoma Arribalzagae Giles, 1900, p. 277.
Janthinosoma discrucians (Wl1k.) —Brethes, 1912, p. 20.
Psorophora (Janthinosoma) discrucians (WIk.) — Dyar,
1921, p. 149.
Psorophora discrucians (WIk.) —Petrocchi, 1923, p. 10.
Psorophora (Jantlianosoma) purpurascens Edwards, 1922
Psorophora (Janthinosoma) purpurascens. — Bull. Ent.
Tes... AUD: DIS 1922,
Psorophora Dyari, n. sp.—Petrocchi, 1923, p. 10 (nomen
nudum).
Psorophora (Janthinosoma) purpurascens Edwards.—Pa-
terson y Shannon, 1927, p. 656.
Psorophora purpurascens Edwards, 1922 (Ps. Dyart, n.
sp.) —Shannon y Del Ponte, 1927.
Psorophora (Jantlinosoma) chaquensis Paterson
y Shannon, 1927.
Tercera Reun. Soc. Argentina Pat. Reg. Norte, 192%,
DP: DO
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 119
Psorophora (Janthinosoma) ferox von Humboldt, 1820.
Culex ferox von Humbdolt. Voyage aux regions équinoxia-
les, VIE p. 119
Janthinosoma? oblita Lynch Arribálzaga.—Id. 1891, p. 54.
Janthinosoma centrale Brethes.—Id. 1912, p. 20.
Psorophora (Janthinosoma) posticata (Wied.) — Dyar,
1921, pulido,
Psorophora posticatus Wied.—Petrocchi, 1923, p. 10.
Psorophora (Janthinosoma) ferox (Humboldt). — Dyar,
1923 p..180.
Psorophora posticatus.—Petrocchi, 1925, p. 266.
Psorophora (Janthinosoma) Bruchi Petrocchi, 1927.
In Shannon y Del Ponte. Rev. Inst. Bact., 1V, p. 728.
Subgénero Grabhamia Theobald, 1903.
Mon. Cal... ILL pz dde
Genotipo: Culex jamaicensis Theobald, 1901.
Psorophora (Grabhamia) varimeruis Edwards, 1922.
Buil. Enter estosaSTTT.p. 6, 1922.
Psorophora alboaurata n. sp.—Petrocchi, 1923, p. 10 (no-
men nudum).
Psorophora varinervis.—Petrocchi, 1925, p. 266.
Psorophora (Grabhamia) varinervis Edwards.—Paterson
y Shannon, 1927, p. 658.
Psorophora (Grabhamia) Paulli Paterson y Shannon, 1927.
Terc. Reun. Soc. Argentina Pat. Reg. Nort., 1927, p. 657.
Psorophora (Grabhama) confinms Lynch
Arribálzaga, 1891.
Teniorhynchus confinnis L. A.—Dipt. Arg. Cul., 1891,
p: 49:
120 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Rhynechotenia confinnis (Lynch Arribálzaga) Bréthes.—
Td. 1912, PRZ9.
Psorophora (Janthinosoma) confinnis (L. A.) — Dyar,
1921, p. 149.
Psorophora confinmis.—Petrocchi, 1925a, p. 104; id. 1925b,
p. 266.
Psorophora (Grabhamia) confinnis (L. A.) — Paterson y
Shannon, 1927, p. 652 y 653.
Género Aedes Meigen, 1818.
Syst. Beschr. Bek. Eur. Zwetfl. Ins. 1, p. 13.
Genotipo: Aédes cinereus Meigen.
Subgénero 4Aédes
No se conocen representantes de este subgénero en la Ar-
gentina, siendo probable que se encuentre confinado en la zona
templada del hemisferio Norte.
Subgénero Stegomyia Theobald, 1901.
Journ. Trop. Med. Hyg., 1V, p. 159.
Stegomyia.—Dyar, Ins. Inst. Mens., VIII, p. 103 (defini-
ción del subgénero).
Especie tipo: Culex aegypti Linnaeus, 1762.
Atdes (Stegomyia) aegypti Linnaeus, 1762.
Culex «egypti L. 1762.—Hasselquist, Palestina Reise, p. 470.
Culex argenteus Poiret, 1787.—Journ. Phys., XXX, p. 245.
Culex fasciatus Fabricius, 1805.—Syst. Antl., p. 36.
Culex calopus Meigen, 1818.—Syst. besch. bek. Eur. Zwetf!.
Ins:, LiprasS.
Culex mosquito Rob. Desv., 1827, p. 407; Lynch Arribál-
zaga, 1891, p. 60.
Stegomyia calopus (Meigen).—Bréthes, 1912, p. 25.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 121
Aédes aegypti Lin.—Petrocchi, 1923, p. 10; 1925b, pp.
266 y 269.
Subgénero Conopostegus Dyar, 1925.
Ins. Inst. Mens., XIII, p. 141.
Especie tipo: Hemagogus leucomelas=Aédes leucocelaenus
Dyar y Shannon.
Aédes (Conopostegus) leuocelenus Dyar y Shannon
Hemagogus leucomelas Lutz, 1904 (nec Meigen). In Bou-
rroul. 1924, Mosqu. do Brazil, p. 66.
Aédes leucomelas Lutz.—Petrocchi, 1923, p. 10.
Aedes leucocelaenus Dyar y Shannon, 1924a. — Id. Journ.
Washington Acd. Sc., XIV, p. 484.
Subgénero Finlaya Theobald, 1903.
Mon Cul, MA, Pp. 281
Especie tipo: Finlaya poicilia Theobald.
Aedes (Finlaya) terrens Walker, 1856.
Culex terrens Walker.—Ins. Saund, p. 429.
Hemagogus Oswaldo: Lutz, 1904.—In Bourroul. Mosq. do
Brazil, p. 66.
Aédes Oswaldo Lutz.—Petrocchi, 1923, p. 10.
Subgénero Ochlerotatus, Lynch Arribálzaga, 1891.
Dipt. Arg. Cul., 1891, p. 43.
Heteronycha L. A.—Id. p. 55.
Especie tipo: Ochlerotatus confirmatus L. A.—Aétdes sca-
pularis (Rond).
Aédes (Ochlerotatus) scapularis Rondani, 1848.
Culex scapularis Rondani.—Id. Studient., Baudi e Tru-
quí, p. 109.
122 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Ochlerotatus confirmatus Lynch Arribálzaga.—Id, 1891,
p .46.
Ochlerotatus confirmatus (L. A.) —Brethes, 1912, p. 33;
íd. 1916, p. 208.
Aédes (Ochlerotatus) scapularis (Rond.) — Dyar, 1921,
Pp: 149,
Aédes scapularis Rond.—Petrocchi, 1923, p. 10; id. 19,25
pp. 266 y 269. :
Aédes (Ochlerotatus) scapularis (Rond.) —Paterson y
Shannon, 1927, p. 652 y“bba.
Aedes (Ochlerotatus) albifasciatus Lynch Arribálzaga,
1891 (nec Macquart).
Culex albifasciatus Macquart.—Dipt. exot., 1, p, 35. (Esta
es una verdadera especie de Culex).
Ochlerotatus albifasciatus Lynch Arribálzaga (nec Mac-
quart), 1891. Dipt. Arg. Cul., p. 24.
Ochlerotatus albifasciatus.—Brethes, 1916, p. 208.
Aédes (Ochlerotatus) albifasciatus.—Dyar, 1921, p. 149.
Aédes albifasciatus.—Petrocchi, 1923, p. 10; id, 1925,
p. 266.
Aedes (Ochlerotatus) Lynch Brethes, 1912.
Hembra de Heteronycha dolosa Lynch Arribálzaga. Dipt.
Arg. Cul., 1891, p. 56 (el macho corresponde a Culex dolosa:
L. A.)
Hembra de Culex Lynchi Brethes, 1912, p. 30 (macho
=Culex Brethesi Dyar, 1919).
Hembra de Heteronycha dolosa L. A.—Dyar, 1921, p. 149
(hembra =Culex Lynchi Brethes).
Culex tapinops Brethes, 1917, p. 226.
Aedes (Ochlerotatus) serratus Theobald, 1902.
Culex serratus Theobald, Mon. Cul., IM, p. 45.
Aédes (Ochlerotatus) serratus (Theob.) —Bonne y Bonne
Wepster, 1925, p. 404.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 123
Culex serratus Theob.—Lutz, de Souza Araujo, da Fonse-
car 1918, p. 16%
Aédes serratus Theob.—Petrocchi, 1923, p. 10.
Aedes (Ochlerotatus) crimfer Theobald, 1903.
Culex crinifer. Mon. Cul., III, p. 209.
Culex crinmifer.—Lutz, de Souza Araujo y da Fonseca, 1918,
p. 164.
Aedes (Ochlerotatus) stigimnaticus Edwards, 1922,
BUS: Rest. ATL, p. 76.
Aedes (Ochlerotatus) stigmaticus Edw.—Paterson y Shan-
non, 1927, p..692 y 658.
Género Hemagogus Williston, 1896.
p
Trans. Ent. Soc. London, 1896, p. 271.
Especie tipo: Hemagogus splendens Williston.
Hemagogus Spegazzini Brethes, 1912.
Bol. InStFE NE. AP AE Veg., L,.p3d
Hemagogus capricorníi Dyar (nec Lutz), 1921, p. 149.
Hemagogus equinus Dyar (nec Theobald), 1925, p. 138.
Hemagogus capricornii Lutz.—Petrocchi, 1923, p. 10.
Hemagogus Uriarte Shannon y Del Ponte, 1928.
En este trabajo, p...
Género Megarhinus Robineau Desvoidy, 1827.
Mem. Soc. d'H. N., Il, pp. 403 y 412.
Especie tipo: Culex heemorrhoidalis Fabricius.
124 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Megarhinus Lyncli Dyar y Knab, 1907.
Megarhinus hemorrhoidalis Lynch Arribálzaba (nec
Fabr.), 189% p. 32.
Megarhinus Lynchi Dyar y Knab.—lId. Smiths. Misc. Coll.
QUUFL. ¡SS IAE VTTT, p. 243971907: Bábrhes, 1912, p. TS.
Megarhinus hemorrhoidalis Fabricius, 1794.
Culex heemorrhoidalis Fabricius, Ent. Syst., IV, p. 401.
Megarhina separata Lynch Arribálzaga.—Id, 1891, p. 33.
Megarhinus hemorrhoidalis (Fabr.) —Brethes, 1912, p. 19.
Megarhinus tucumanus Brethes, 1926.
Seg. Reun. Soc. Argentina Pat. Reg. del N., 1926, pp. 80-83.
Género 4deomyia Theobald, 1901.
Journ. Trop. Med., IV, p. 235.
Especie tipo: Aédes squamipennis Lynch Arribálzaga.
AEdeomyia squamipennis Lynch Arribálzaga, 1878.
Aédes squamipennis.—Nat. Argentino, I, p. 151.
Aedes squamipennis F. Lynch A.—Id. 1891, p. 62.
“¿Wdeomyia squamipennis (L. A.) —Theobald, 1910, V., p.
48; Breéthes, 1912, p. 38; Petrocchi, 1925, pp. 266-269; Pater-
son y Shannon, 1927, p. 652, 653 y 653.
Género Uranotema Lynch Arribálzaga, 1891.
Dipt. Argentina, Cul., p. 63.
Especie tipo: Uranotenia pulcherrima Lynch Arribálza-
ga, 1891.
Según Breéthes, 1912, nota al pie de la p. 42, la especie tipo
es Nataliz.
¡$1
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 12
Uranotema pulcherrima Lynch Arribálzaga, 1891.
Dipt. Argentina, Cul., 1891, p. 65.
Uranotenia pulcherrima L. A.—Brethes, 1912, p. 43; Dyar,
1921, p. 150; Petrocehi, 1923, p. 10 y 1925, pp. 266 y 269.
Uranotenia Natale Lynch Arribálzaga, 1891.
Dipt. Argentina, Cul., 1891, p. 64.
Uranotenia Natalie L. A.—Brethes, 1912, p. 42; Dyar,
1921, 7 150.
Uranotenia argentina n. sp.—Petrocchi, 1923, p. 10, (no-
men nudum) ; (=Natalie Shannon y Del Ponte, 1927, p. 725).
Uranotema geometrica Theobald, 1901.
Mon. Cul., 1L, p. 247.
Uranotenia geometrica Lutz.—Brethes, 1904, p. 336.
Uranotenia geometrica Theob.—Dyar, 1921, p. 150.
Uranotema pulcherrima var. Elnora Paterson y
Shannon, 1927,
Ter. Reun. Soc. Argentina Pat. Reg. del N., 1927, p. 658.
Uranotenia pulcherrima var. apicalis Theobald, 1910.
Mon. Cul., V, p. 502.
Uranotenia pulcherrima Arribálzaga. — Bonne y Bonne
Wepster, 1925, p. 447.
Uranotenia urama Shannon y Del Ponte, 1928.
Especie nueva. Véase en este trabajo la p...
Uranotenia monilis Shannon y Del Ponte, 1928.
Especie nueva. Ibid, p...
126 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Uranotenia capitis Shannon y Del Ponte, 1928.
Especie nueva. Ibid, p...
Género Chaoborus Dinstema 1800.
Chaoborus Lichtenstein, Wiedeman's Arch. Zool., 1, p. 174,
1800.
Sayomyia Coquillet, Canad. Ent., XXXV, p. 190, 1908.
Corethra, auctorum.
Chaoborus Licht.—Dyar y Shannon, 1924b, p. 208.
Genotipo: Chaoborus crystalina (De Geer, 1776).
Chaoborus australis Shannon y Del Ponte, 1928.
En este trabajo p...
Chaoborus Elnore Shannon y Del Ponte, 1928.
En este trabajo? p...
Género Corethrella Coquillet, 1902.
Corethrella Coquillet, Journ. New York Ent. Soc., X, p.
IDA OE
Corethrella.—Dyar y Shannon, 1924b, p. 215.
Genotipo: Corethrella Brakeleyi Coq., 1902.
Corethrella Dawvisi Shannon y Del Ponte, 1928.
En este trabajo p...
Corethrella arborealis Shannon y Del Ponte, 1928.
En este trabajo p...
Corethrella puebla Shannon y Del Ponte, 1928.
En este trabajo p...
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 127
Corethrella quadrinttata Shannon y Del Ponte, 1928.
En este trabajo p...
Género Dira, Meigen, 1818.
Syst. Beschr. Zwetfl. Ins., L, p. 316. -
Genotipo: Dixa maculata Meigen, 1818.
ENPEALIOGRAFTA
DE Los Sabethini y Culicin ARGENTINOS
BELLARDI, 1862. Mem. Sc. Torino, XXI, p. 200.
BRETHES J., 1905. Insectos de Tucumán. An. Mus. Nac. de Hist.
Nat., ser. IM, IV, pp. 329-347 (Uranotenia geometrica).
BRETHES J., 1908. Catálogo de los Dípteros de las Repúblicas
del Plata. An. Mus. Nac. de Hist. Nat. de Buenos Atres,
XVI, Pp. 2012309.
BRETHES J., 1911. Dípteros nuevos o pocos conocidos de Sud
América. An. Mus. Nac. de Hist. Nac. de Buenos, XITI,
ser. 3, p. 469.
BRETHES J., 1912. Los mosquitos de la República Argentina.
Bol. Inst. Ent. y Pat. Vegetal, 1, pp. 1-48.
BRETHES J., 1916.—Algunas notas sobre los mosquitos argen-
tinos, su relación con las enfermedades palúdicas, etc., y
la descripción de 3 especies nuevas. An. Mus. Nac. Hist.
Nat. de Buenos Atres, XXVIII, pp. 193-218.
BRETHES J., 1917. Descriptión d'une nouvelle éspece de mousti-
que de Buenos Aires. Physis, III, pp. 226-229 (avec 3 fi-
gures: Culex tapinops).
BRETHES J., 1926. Contribución para el conocimiento de los
mosquitos argentinos con la descripción de un nuevo Me-
garhinus: M. tucumanus. Seg. Reun. Soc. Argentina Pat.
Reg., pp. 80-83, con 2 figuras.
BONNE C., 1924.—Note on Culex flavipes Macq. Ins. Ins. Mens.,
XIII, p. 85.
128 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
BONNE C. Y BONNE WEPSTER J., 1925. The mosquitoes of Su-
rinam. A study on neotropical mosquitoes. Royal Col. Ins.
Amsterdam, Dept. Trop. Hyg., 558 pp.
COQUILLET D. W., 1906. A classification of the mosquitoes of
North and Middle America. U. S. Dept."Agric. Bur. Ent.
Tech. Ser. Ne 11, 31pp., 1 TieUea.
DYAR H. G., 1919. A note on Argentine mosquitoes. Ins. Ins.
Mens., VII, pp. 85-89. (Culex pipiens L.=C. flavipes Mac.;
C. bonariensis Br.; C. Brethesi Dyar, previamente descrito
como el macho de A. Lynchi, Br. (la hembra de A. Lynch:
puede ser sinónimo de A. dolosa Arr.; A. albofisciatus,
Macq., describe la genitalia; J. (Ps.) oblita L. Arr. y J.
centrale Br.=posticata; =ferox).
DYAr, H. G., 1921. — The mosquitoes of Argentina. Inst. Ins.
Mens., IX, pp. 148-150. (cita Sabethes cyaneus, Limatus
Leontinie, Aédes scapularis, Uranotenia pulcherrima, He-
teronycha dolosa L. Arr., macho solamente (=bonariensis
Br.) Heteronycha dolosa, hembra=A4eédes Lynchi Br.; Hee-
magogus Spegazzini=H. capricorni Lutz o equinus Theo-
bald).
DYAR, H. G., 1922.—The species of Psorophora of the ciliata
group. Ins. Inst. Mens., X, pp. 113-117 (cita de la Argenti-
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tephora n. sp.)
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(Ps.) pallescens, Ps. (J.) Fiebrigi, Ps. (J.) purpurascens,
Ps. (G.) varinervis y Aédes (Ochlerotatus) stigmaticus).
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ciatus, Janthinosoma Arribalzage (=Ps. disecrucians), Cu-
lex (Aédes) serratus, Culex (=4édes) crinifer, T. titi
llans).
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Rev. del Mus. de La Plata, 1, pp. 345 y sig. (La “separata”,
a la que siempre nos referimos en el catálogo, está nume-
rada de 3 a 72; 5 láminas. M. hemorrhoidalis, separata n.
sp.; albitarsis, annulipalpis; Ps. ciliata, Holmbergi n. sp.;
Ochlerotatus n. g. albifasciatus, confirmatus n. sp.; T. te-
miorhyfchus, confinmis n. sp.; fasciolatus n. sp.; Janthino-
somia n. g. discrucians, oblita n. sp.; Heteronycha n. g.,
dolosa n. sp.; Culex flavipes, Aédes,. A. squamipennis, Ura-
notenia n. g., Natalie n. sp.; pulcherrima n. sp.; Sabethes
longipes).
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ción de Agramonte).
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cides argentins. Act. 22 Congr. Med. Lat. Americano, 1,
Anopheles albimanus Wied., A. annulipalpis).
pp. 142-144. (Entre una lista de Culicidos argentinos cita:
AUTRÁN, E., 1907.—Los mosquitos argentinos. Examen suma-
rio sistemático de los Culicidos argentinos. (Trab. del Mus.
de Farmac. de la Fac. de Med., N* 16). 4n. Depart. Nacion.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 131
de Hig., XIV, p. 138. (4. annulipalpis L. A., traducción de
la descripción latina de Lynch Arribálzaga; Nyssorhyn-
chus albimanus (traducción de Blanchard, Les moustiques,
1905,.p,,202).
BACHMANN, A., 1921a.—Programa de lucha para llevarse a ca-
bo en Famaillá contra los Anopheles. An. Dep. Nac. de Hig.,
XXVIII, pp. 117-137. (4. pseudopunctipennis, A. albitar-
sis. Es un trabajo interesante, que trata sobre las condi-
ciones fisiográficas y ecológicas de la localidad mencio-
nada).
BACHMANN, A., 1921b.—Notes sur les mcoeurs des Anopheles et
leurs conditions de gites dans la ville de Famailla (Tuc.
Arg.).—Bull. Soc. Path. Exot., XIV, pp. 506-511. (Resu-
men en francés, del artículo anterior).
BEYER, G. E., 1923.—Mosquitoes of Louisiana.—Quart. Bull.,
Louisiana Stat. Bo. of Health., XIV, pp. 54-84. (Cita a
albimanus, en una lista hipotética).
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C. R. Soc. Biol. de París, LIV, pp. 794-795.— (Género Nys-
sorhynchus).
BLANCHARD, R., 1905.—Les moustiques, XIV, 673 pp., París.
(Bibliografía; Subf. Anopheline: pseudopunctipennts, an-
nulipalpis, C. medio-punctatus, N. albimanus (=argyritar-
sis R. D.; =albitarsis L. A.), cubensis Agr.)
BoYp, M. F., 1926: —Studies of the epidemiology of malaria in
the coastal lowlands of Brazil made before and after tha
execution of control measures. American Jouwrn. Hyg. Mo-
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punctatus).
BCNNE, C., 1924a.—Remarques sur les Cellia sud-americaines.
Bull. Soc. Path. Exot., XXII, p. 132-135. (Supone que A.
Gorgasi sea sinónimo de A. tarsimaculatas; C. argyrotar-
sis (=braziliensis Chagas; =allopha Peryassú), C. tarst-
maculata (con sus variedades C. Rondoni, trianulata, cuya-
bensis, tarsimaculata).
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BONNE, C., 1924b.—Ned. Tijdschr. v. Geneesk., LXVITI, 2d. H.
(A. mediopunctatus) Bonne y Bonne Wepster, 1925.—Mos-
quitoes of Suriman. Study on neotropical mosquitoes.-—
Roy. Col. Inst. Amsterdam, Dep. Trop. Hyg., 358 p., 31
láminas. (2 subgéneros en la región: Chagasta y Anophe-
les (p. 495); pseudopunctipennis (p. 519), tarsimaculata
p. 513), albimanus (p. 516), maculipes (p. 517), Rondo-
ni (p. 522), pseudomaculipes (p. 521), argyritarsis (p.
536), mediopunctatus (p. 540).
BORZONE, R. A., 1926.—Distribución geográfica del paludismo
y de las fiebres palúdicas en la Argentina. (4. pseudopunc-
tipennis, tarsimaculatus, albitarsis, Rondoni, de varias lo-
calidades de Jujuy, Salta, Tucumán; da un índice de in-
fección de pseudopunctipennis de diversas localidades).
Act. Ter. Congr. Nac. Med., 1, p. 436.
BRETHES, J., 1907.—Catálogo de los dípteros de las Repúblicas
del Plata. An. Mus. Nac. de Hist. Nat., XVI, p. 277-306
(A. annulipalpis F. L. A., C. argoryrotarsis R. D. (=albi-
tarsis L. A.)
BRETHES, J., 1912.—Los mosquitos de la R. A. Bol. Inst. Ent.
y Pat. Veg., 1, p. 1-48. (4. annulipalpis, Proterorhynchus
argentinus, C. argyrotarsis).
BRETHES, J., 191€a.—El “Anopheles albitarsis” F. L. A.—Phy-
sis, II, p. 124-125. (Es una buena especie, que no puede
confundirse con argyritarsis).
A
BRETHES, J., 1916b.—Algunas notas sobre los mosquitos argen-
tinos (su relación con las enfermedades palúdicas, etc., y
descripción de 3 especies nuevas). An. Mus. Nac. de H. N.,
XXVIII, pp. 193-218. (Arribalzagia annulipalpis (F. L.
A.) (=A4rr. maculipes Theob.), Anopheles albitarsis F. L.
A., Proterorhynchus argentinus Br.)
BRETHES, J., 1916c.—El “Anopheles albitarsis” F. L. A.—Sem.
Méd., pp. 124-125.
BRETHES, J., 1926a.—Description provisoire de 2 especes nou-
velles d'Anophelines argentins. La Pren. Med., XIII, p. 106
(Cellia Evans: y Cellia Rooti).
BRETHES, J., 1926b.—Notas sobre los Anofelinos argentinos.
Physis, VII, p. 305-315.—(A. pseudopunctipennis, albi-
tarsis, Cellia Rooti, Cellia Evanst, C. tarsimaculata, C.
Rondoni, Arr. annulipalpis).
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CARTER, 1921.—The blood-sucking Nematocera, tribe Anophelini.
The practice of medicine in the tropics, I, pp. 345-360. (In-
cluye en una clave para Anopheles a: pseudopunctipennis,
annulipalpis, maculives, albimanus, argyritarsis, pictipen-
nis. Tarsimaculata es considerada como una variedad de
albimanus).
CHAGAS, C., 1907.—Nov. esp. de Cul. Brazil. (Cellia brazilien-
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CHAGAS, C., 1907.—Brazil Médico, XX, p. 419.
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CHRISTOPHERS, R. $S., 1924—. Provisional list and references.
Catalogue of the Anophelini. (Parte 1: Provisional list of
species; parte II; Descriptive synopsis). Indian Jour. Med.
Res. Mem. N* 33, 105 pp. (Se reconoce solamente un gé-
nero en esta tribu: Anopheles. Dos subgéneros en la fauna
argentina: Anopheles y Nyssorhynchus, y tres grupos:
Anopheles, Arribalzagia y Nyssorhynchus, en los que se
agrupan todas las especies argentinas pertenecientes a es-
te género. A. pseudopunctipennis Theob., annulipalpis L..
A., argyritarsis R. D., albimanus W., tarsimaculatus G., se
reconocen como especies válidas, mientras que albitarsis
L. A. y pictipenmis Phil., son consideradas como sinónimas
de argyritarsis, Rondont es considerada como una variedad
de tarsimaculata y maculipes Theob., como una variedad
de annulipalpis) (según Dyar, Ins. Ins. Mens., XIII, p.
192, 1925: The synonymy of maculipes with annulipalpis as
cited by Christophers, is obviously quite erroneus.” Es-
ta sinonimia (p. 34 del trabajo de Christophers) ha sido
tomada de Brethes, 1916b, p. 199).
CLEARE, J. D. Jnr., 1927.—Notes on breeding habits of two
mosquitoes (ill.) —Bull. Ent. Rest., XVII, p. 405 (4. tar-
simaculatus, en agua salada, etc.)
DAvis, N. C., 1925.—A field study of mountain malaria in Bra-
zil. American Journ. Hyg., VI, pp. 119-138 (A. Cellia)
argyritarisis; A. tarsimaculata, A. bellator, A. eisent (ti-
biamaculata, de los investigadores brasileños).
134 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
Davis, N. C., 1926a.—Notes on the female hypopygio of Ano-
pheline mosquitoes with special reference to some brazi-
lian species. — American Jour. Hyg., VI, pp. 1-22 (A. tar-
simaculata, argyritarisis, albimanus, braziliensis, allopha
(pertenecientes al grupo Cellia); pseudo-maculipes (gru-
po Arribalzagia); mediopuntactus (grupo Cycloleppte-
ron?).
DAVIS, N. C., 1926b.—Study on the dispersion of resting Ano-
pheline mosquitoes from dwellings in Brazil. American
Jour. Hyg., VI, pp. 22-23 (A. argyritarsis).
DAVIS, N. C., 1927.—Anopheles pseudopunctipennis as a trans-
mitter in Norther Argentine Republica. American Journ.
Trop. Med., VIII, pp. 168. (4. pseudopunctipennis, argyri-
tarsis, albitarsis, tarsimaculatus var., (“to the latte Bre-
thes recently gave the name A. Evansi, he renamed the ar-
gyritarsis of our tables A. Rooti).
DAvis, N. C., CABARROU, F. Y LAINO, F., 1927.-—Estudios ento-
mológicos en su relación con la lucha antipalúdica.—Terc.
Reun. Soc. Argentina Pat. Reg. del N., p. 626 (A. argyri-
tarsis (=Rooti de Brethes), tarsimaculatus var. Evans?,
albitarsis).
DELFINO, J. C., 1902.—Desarrollo y caracteres del paludismo
en la ciudad de Santiago del Estero. An. Dep. Nac. Hig.,
"pp. 345-357. (Cita un Anofeles muy semejante al super-
pictus).
DYARr, H. G., 1918.—Notes en american Anopheles. Ins. Ins.
Mens., VI, pp. 141-151 (con una clave para los subgéneros :
Coelodiazesis, Anopheles, Cycloleppteron, Sthetomyia, Arri-
balzagiía, Kertezia, Myzorhynchella, Chagasia, Manguinho-
sia y Cellia. Incluye a las siguientes especies argentinas:
pseudopunctipennis (=Proterorhynchus argentinus Br.;
=Anopheles tucumanus Fab.) A. (An.) annulipalpis, A.
(Arr.) maculipes, A. (Arr.) pseudomaculipes, A. (C.) ar-
gyritarsis, A. (C.) pictipennis, A. (C.) tarsimaculata, A.
(C.) albimanus; A. (Arr.) mediopunctatus.
DYAR, H. C., 1919.—A note on Argentine mosquitoes. Ins. Ins.
Mens., VIII, pp. 85-89. (En una lista cita a: Anopheles an-
nulipalpis, pictipennis (=albitarsis L.), pseudopunctipen-
mis (=argentinus B., argyritarsis).
DYAR, H. G., 1921.—The mosquitoes of Argentina. Ins. Ins.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 135
Mens., IX, pp. 148-150. (En una lista cita a: A. annulipal-
pis, pictipennis (=albitarsis L.), pseudopunctipennis
(=albitarsis L.), pseudopunctipennis (=argentinus Br.),
argyritarsis).
DYAR, H. G., 1924.—Mosquitoes from Chile. Ins. Ins. Mens.,
XII, pp. 128-131. (Culex pictipennis Philippi, “described
from a male and believed to be an Anopheles”)
DyYAr, H. G., 1925a.—The mosquitoes of Panamá. Ins. Ins. Mens.
XITM, p. 101-195. (Claves vara los géneros de CULICIDOS,
según Dyar y Shannon, 1924, basadas en: los caracteres
de los adultos, en los caracteres de las larvas, y en la ter-
minalia del macho. Cita a: pseudopunctipennis, maculi-
pes, argyritarsis, albimanus, tarsimaculatus).
DyYAr, H. G., 1925b.—Some mosquitoes from Venezuela. Ins.
Ins. Mens., XII, pp. 213-216. (4. tarsimaculata, pseudo-
punctipennis, vestitipennis).
DYAR Y KNAB, 1907.—Journ. New York. Ent. Soc., XV, p. 198.
(A. Gorgasi =tarsimaculatus).
DYAR € SHANNON, 1924.—The subfamilies, tribes, and genera
of American Culicidae. Journ. Washington Acad. Se., XV,
pp. 4—76.
ELrwARrDs, F. W., 1922.—The mosquitoes of Paraguay, in Mos-
quito Notes, II, Bull. Ent. Res., XII, pp. 75-102 (A. tars:-
maculatus).
Fex, C., 1925.—Insects and diseases of man. Filadelfia 349 pp.
(Trae un resumen general sobre mosquitos, haciendo una
ligera mención sobre: pseudopunctipenmis, albimanus, ar-
gyritarsis y tarsimaculatus).
EVANS, A. M., 1921.—Notes on Culicidae collected in Venezue-
la. An. Trop. Med. Par., XV, pp. 445-454, c/lám. XXV y
XXVI. (4. argyrotarsis, A. albimanus, albimanus var. tar-
simaculatus Goeldi, ala de pseudopunctipennis).
FREEBORN, S. B., 1926.—The mosquitoes of California.—Un».
of Califormia Press, 127 pp. (A. pseudopunctipennis).
GILES, G. M., 1904.—A revisión of the Anophelin*.—London.
(Cycloleppteron mediopunctatum).
GOELDI, E. A., 1905.—Os mosquitoes do Pará. Memorias do
Museo Goeldi, Pará, Brasil. (“Designación original de
Anopheles tarsimaculata. Este nombre no fué propuesto pa-
136 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
ra designar una nueva especie; creyó que sería correcto
corregir albipes. Aquí no se encuentra la descripción ori-
ginal, pero se ha dibujado la especie, y con la discusión
se ha publicado el nuevo nombre”, ¿n Howard, Dyar y
Knab, 1917, p. 978).
HERMS, W. V., 1923.—Medical and veterinary entomology, 2nd.
ed. (Observaciones sobre la biología y hábitos del 4. pseudo-
punctipennis).
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láminas. (Tribu Culicinse, Subfam. Anophelinee. 4 formas:
Cellia, Pyretophorus, Cycloleppteron, Anopheles).
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(A. annulipalpis, albitarsis).
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licide. Rev. Museo La Plata, 1, p. 345 y sig.—(la “separa-
ta”, a la que siempre nos referimos en el catálogo está nu-
merada de 3 a 72, con 5 láminas). (A. albitarsis, annu-
lipalpis).
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especies). Mem. Inst. O. Cruz, I, pp. 69-77. (Cycl. medio-
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 137
punctatum, Arr. maculipes, Cellia argyrotarsis, C. albima-
nus, C. braziliensis).
NEIVA, A., 1915.—Contribución para el estudio de los anofelinos
argentinos. Sem. Médica, XXTIT, pp. 674-677. (A. annulipal-
pis F. L. A., 1878) .—Transcribe la descripción latina origi-
nal, y da una nueva descripción basada en 4 hembras).
NEIVA, A. Y BARBARÁ, B., 1915.—Estudiós de algunos anofeli-
nos argentinos y su relación con la malaria. La Prensa Mé-
dica Argentina, 11, p. 357. (A. annulipalpis, pseudopuncti-
penmis, (=P. argentinus; =A. tucumanus), Cellia albima-
na, C. argyrotarsis (=albitarsis F. L. A.), C. tarsimocula-
ta (=albimana Wied. pro parte).
NEIVA, A. Y PINTO, C., 1922.—Contribucao para o conhecimento
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cita a: annulipalpis, pseudopunctipennis, argyrotarsis, al-
bimanus ,tarsimaculata).
PETROCCHI, J., 1923a.—Estado actual de la sistemática de los
Culicinsee (mosquitos en la R. A.) Enumeración de especies.
Rev. Inst. Bact., 111, pp. 83-93. (la “separata” a la que
siempre nos referimos en el catálogo está numerada de 1
a 11). (4. annulipalpis, pseudopunctipennis, argyritarsis,
tarsimaculata, albimanus, maculipes).
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138 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
gentina de C. N. las siguientes especies: annulipalpis, al-
bitarsis, pseudopunctipennis, argyrotarsis, tarsimaculatus,
maculipes y Bachmanni (nomen nudum).
PETROCCHI, J., 1924.—Mosquitos trasmisores..Guía para su cla-
sificación. Folleto de 38 pp. editado por el Dep. Nac. de
Higiene.—(En la p. 28, trae una clave para: pseudopuncti-
pennis, annulipalpis, maculipes, argyritarsis, albitarsis,
tarsimaculata, Bachmanni, albimanus, Rondont).
PETROCCHI, J., 1925a.—Descripción de un nuevo Anopheles, Rev.
Inst. Bac., IV, pp. 69-75 (Anopheles Bachmanni, n. sp.
Cita maculipes, albitarsis (buena especie), annulipalpis).
PETROCCHI, J., 1925b.—In Mihlens, Dios, Petrocehi y Zuccari-
ni, 1925.—(Cap. IV y V, Culicidee, especialmente Anophe-
les, pp. 244-270). Rev. Inst. Bac., IV, N* 3. (A. pseudo-
punctipennis, argyritarsis, albitarsis, tarsimaculata, Ron-
doni, albimanus). (
PINTO, C., 1923.—Os anophelinas do Angra do Reis. Brazil me-
dico, Il, pp. 77-81). Cita a las siguientes especies: Cycl. me-
diopunctatum, intermedium, maculipes, pseudo maculipes,
Cellia argyritarsis, brasiliensis, allopha, tarsimaculata, al-
bimana, Myzomyia Lutzt.
ROBINEAU DeEsvoIDY, J. B., 1827.—Essai sur la tribe des Culi-
cides. Mem. de la S. d'Hist. Nat., de París, III, «pp. 390.
413| (Descripción original de A. argyritarsis).
RooT, F. M., 1922.—The larve of the Anopheline mosquitos in
relation to classification and identification. American
Journ. Hyg., 1, pp. 379-392. (Clave y descripciones de las
larvas de Anopheles americanos: pseudopunctipenis, albi-
manus, tarsimaculatus, argyritarsis, maculipes, mediopune-
tatus, pseudomaculipes, pictipennis, Fajardo. Reconoce so-
lamente el nombre de Anopheles, como un nombre gené-
rico bueno; también usa dicho término como subgénero, lo
mismo que Nyssorhynchus y Chagasia, Arribalzagia; Nys-
sorhynchus, Anopheles, pueden ser usados como nombres
de grupo).
RocT, F. M., 1923.—The male genitalia of some american Ano-
pheles mosquitoes. American Journ. Hyg., MI, pp. 254-270.
(Clasifica a los Anofeles americanos basándose en la ge-
nitalia del macho, y de acuerdo con la clave anterior de
las larvas).
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 139
RooT, F. M., 1924a..—Further notes on the male genitalia of
american Anopheles. American Journ. Hyg., IV, pp. 456-
465. (tarsimaculata, pseudopunctipennis, (dá a suponer
la posibilidad de que fransciscanus Mec. Craken fuera
una especie diferente), annulipalpis A. (grupo N.) argyri-
tarsis, A. (grupo N.) albimanus). Genitalias de pseudoma-
culipes, intermedia y tarsimaculata).
Roor, F. M., 1924b.—Notes on blood-sucking arthropods collee-
ted at Tela, Honduras and Puerto Limon, Costa Rica, du-
ring the summer of 1924.—United Fruit Co., Med. Dept.,
pp. 207-209. (A. albimanus).
Roor, F .M., 1924c.—American Anopheline mosquitoes, their
classification and their relation to the transmission of mala-
ria. Proc. Int. Conf. Health Prob. in Trop. America (Auspi-
ces of United Fruit C*), p. 149.
Rceor, F. M., 1926.—Studies on brazilian mosquitoes. 1 The Ano-
phelines of the Nyssorhynchus group. American Journ. Hyg.
VI, pp. 684-717, con 9 lám. (Clave para los adultos (albitar-
sis, Darling, argyritarsis, albitarsis, braziliensis, albima-
nus, Bachmanni, Strodei, tarsimaculatus, Rondoni, cuya-
bensis y trianulata; íd. para las larvas, excepto Bachmanni
y los 3 últimos; íd. para las genitalias del macho, excepto
las tres últimas especies; Strodei y Darlingi, son especies
nuevas).
SERGENT, E., 1909.—Determination des insectes piqueurs et
suceurs de sang. 305 pp. y 229 fgs., París. —(A pseudopunc-
tipennis, argyritarsis, Bigoti, albimanus (=Am. (Cellia)
cubensis Agr., 1900).
SHANNON, R. C., 1926.—Observaciones sobre los mosquites
Anopheles del Norte argentino.—Act. 3er. Cong. Nac.
Med., 1, pp. 679-706. (Biología de A. pseudopunctipennis).
SHANNON, R. C. Y Davis, N. C., 1927.—Condiciones de repro-
ducción de A. pseudopunctipennis en la provincia de Tu-
cumán durante la estación seca. Rev. Inst. Bact., IV, pp.
662-678. (A. pseudopunctipennis).
SHANNON, R. C., Davis, N. C. Y DEL PONTE, E., 1927.—La dis-
tribución del A. pseudopunctipennis y su relación con el
paludismo, en la Argentina. Rev. Inst. Bact., IV, pp. 679-
706. (4. pseudopunctipennis).
SHANNON, R. C. Y DEL PoNTE, E., 1927.—Informe sobre una
140 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA
investigación preliminar sobre los Anofeles del río Alto
Paraná, en la Argentina. Rev. Inst. Bact., IV, pp. 106-723
(A. (N.) albitarsis, argyritarsis, tarsimaculatus; A.
(Arr.) spp?) ;
SHANNON, R. C., DEL PONTE, E. Y OYARZÁBAL, J., 1927.—-Infor-
me preliminar sobre los. Anopheles trasmisores del paludis-
mo en la gobernación de Misiones. Constatación protozooló-
vica del paludismo en la gobernación de Misiones. Sem. Mé-
dica, pp. 695-699. (Corresponde al mismo informe ante-
rior).
SILVESTRE, F., 1899.—Los mosquitos y el paludismo. Circ. Méd.
Argentino, pp. 230-234. (Es un relato sucinto de la forma
en que Grassi descubrió la trasmisión del paludismo por
el Anofeles. Con bibliografía).
STRODE, K. G., 1926.—A utilidades do estudos entomológicos em
combate do malaria. Act. 3er. Congr. Nac. de Med., 1, pp.
332-336.
TAMAYO Y GARCIA, 1907.—Las aguas de Huacachina. Mem. Mu-
nic. de Lima, app., p. 35 (Anopheles peruvianus).
THEOBALD, F. W., 1901-1910.—A monograph of the Culicidae
of the worl. British Museum, Londres. (Descripción ori-
ginál de A. argyrotarsis albipes Arr. maculipes, An. pseudo-
punctipennis, Cyel. mediopunctatum).
THEOBALD, F. W., 1902.—Journ. Trop. Med., V, p. 182 (Cyel.
mediopunctattum, nomen nudum). (Véase un resumen en
Lahille, 1904, p. 90).
THEOBALD, F. W., 1905.—Gen. Insect., Diptera, fasc. 26 (Cyl-
mediopunctatus).
WIEDEMANN, C. L. W., 1821.—Diptera exotica. (Designación y
descripción original de albimanus).
ZETEK, J., 1915.—Determining the flight of mosquitoes. An.
Ent. Soc. of America, VI, p. 5. (Determina el vuelo de A.
albimanus y de tarsimaculata).
ZETEK, J., 1920.—The Panamá Canal species of the genus
Anopheles. Proc. Med. Ass. Isth. Canal Zone, XIII, pp.
29-56.
Sexta reunión de la Sociedad Argentina de Patología Regional del Norte
Salta, 29 y 30 de septiembre y 1” octubre de 1930
Organizada y publicada por el Dr. Salvador Mazza, Presidente de la Sociedad y Jeíe de la Misión de Estudios
de Patología Regional Argentina de la Universidad de Buenos Aires en Jujuy
INTERNATIONAL HEALTH DIVISION
ROCKEFELLER FOUNDATION
(Formerly with the Instituto Bacteviolósico, Bucuos Aires)
Listiok species of Argentine culicidae
BIRAYMONDGC. SHEANNON
The present list of Argentine Culicidae combines the records for this
family as given by Dyar (1), and by Shannon « Del Ponte (2). It also in-
cludes the necessary changes brought about by the earlier appearance of
Dyar's work (which gives it priority), certain new synonymy, and a
few additional records. The new synonyms are indicated by an (-;)
and additions to the records of species as given by Shannon «€ Del
Ponte are indicated by an (*%).
I wish to take this opportunity to state the sources of certain figures,
acknowledgement of which unfortunately was omitted in «Los Culi-
cidos de la Argentina». Figures 5 and 6 (eggs and larval details of
Chagasia Fajardoi) are from Peryassú, «Os Anophelineos do Brazil»,
1921. Figures 7 to 14 (various details of the same species) are from Root,
«Studies on Brazilian Mosquitos, 11! Chagasia Fajardot», 1927.
List of Species.
Subfamily Culicinae
Tribe Anophelini
Genus Chagasia Cruz, 1906
l. €. Fajardoí Lutz, 1904. Misiones.
Genus Anopheles, Meigen, 1818
2. A. (Anopheles) pseudopunctipennis Theobald, 1901. Northwestern
Argentina.
(1) The Mosquiloes of the Americas, May, 1928.
(2) Los Culicidos de la Argentina, Revista del Instituto Bacteriológico, N* 1, volu-
men V, november, 1927. The actual date of publication is Nov., 1928.
A
3. A. (Arribalzagia) annulipalpis Y. Lynch Arribalzaga, 1878. Río
Santiago, Buenos Aires.
4. A. (Arribalzagia) maculipes (Th.) 1903, Misiones.
Synonym: A. (Arribalzagia) pseudomaculipes (Reryassú), 1908
5. A. (Arribalzagia) mediopunclalus (Th.) 1903, Misiones.
6. A. (Nyssorhynchus) argyrilarsis Robineau Desvoidy, 1827. Nor-
theastern and northwestern Argentina.
Synonym: Cellia Root Bréthes, 1926
7. A. (Nyssorhynchus) albitarsis, L. A. 1878. Northern Argentine.
8 A. (Wyssorhynchus) tarsimaculatus Goeldi, 1906. Northeastern
and northwestern Argentina.
Synonym: Cellia Evansí Bréthes, 1926
9. “A. (Wyssorhynchus) Stroder Root, 1926. Tucumán. This species
was doubtfully recorded in our «1928» publication. Davis collected
larvae in Tucumán shortly after his arrival there in 1925, but the spe-
cies was not again found. The males reared from the larvae prove to
be the true A. strodet. The species described by Bréthes as Cellia Evanst
(Dyar, 1928, considers A. strode: a synonym of Evanst) is the true tar-
simaculatus (The figure given by Bréthes for C. Evansi (Physts, VIH,
p. 312, 1926) is inaccurate both as to structure and the terminology of
the parts). Bréthes described this «species» from specimens given him
by Davis, who had previously correctly indentified them as tarsimacu-
latus.
10. A. (Vyssorhynchus) Bachmannt Petrocchi, 1925. Northeastern
Argentina.
Variety: A. (Vyssorhynchus) Bachmannií Davist, Paterson «€ Shan-
non, 1927, Salta.
Variety: A. (Vyssorhynchus) Bachmanni Perezi Shannon Y Del Ponte,
1928. Tucumán.
11. A. (Vyssorhynchus) Rondoni Neiva € Pinto, 1922, Jujuy.
Tribe Uranotaeniini
Genus Uranotaenia
12. U. geometrica Th., 1901, Chaco.
13. U. pulcherrima, L. A. 1891. Northeastern and northwestern AÁr-
gentina.
Variety: U, pulcherrima Elnorae Pat. «£ Shn., 1927 Salta.
14. U. urania Shn. € Delp., in Dyar, 1928. Chaco (Original descrip-
tion, in Dyar, 1928).
15. U. Lowúu Th., 1901. Northeastern and northwestern Argentina.
= 490.
Synonym: U. monolis Shn € Del P., 1928.
16. U. Nataliae L. A., 1899. Northeastern Argentina.
Variety: U. nataliae capitis Shn. € Del P., Jujuy.
Tribe Megarhinini
Genus Megarhinus. R. D. 1827
17. M. Lynchi Dyar € Knab, 1907. Northeastern Argentina.
18. *M. solstitialis Lutz, 1904. Misiones.
19. M. Tucumanus Bréthes, 1926, Northwestern Argentina.
Placed as a synonym of M. bambusicola, Lutz « Neiva by Dyar,
1928, but is probably distinct.
Trige Culicini
Genus Aedeomyia Theobald, 1901
20. A. squamipennis L. A., 1878. Northeastern and northewestern
Argentina.
Genus Culer Linnaeus, 1758
21. €. (Mochlostyrax) intricatus Bréthes, 1916. Buenos Aires.
22. *C. (Phalangomyia) articularis, Philippi, 1865. Patagonia
*C. (Culex) interfor, Dyar, 1928. Tucumán.
. €. (Culex) dolosus (L. A.) 1891. Northeastern Argentina.
C. (Culex) Brelhesi, Dyar, 1919, Buenos Aires.
C. (Culexr) pipiens, Linne, 1758. Northeastern and northwestern
¡9
N NN IN
ES
DD
Argentina.
27. C. (Culexr) quinquefasciatus Say, 1823.
(= fatigans Wiedemann) Northern Argentina.
28. *C. Culex) Saltensis Dyar, 1928. Salta.
29. *C. (Culex) Maxi Dyar, 1928, Tucumán. Jujuy.
30. *C. (Culex) coronator Dyar « Knab, 1906, Tucumán, Jujuy.
31. C. (Microculexr) imitalor Th., 1903. Northeastern Argentina.
Genus Lutzia Th., 1903
32. *L. Patersoni Shn. « Del P., in Dyar, 1928. Jujuy (Original des-
cription, in Dyar, 1928).
33. *L. Brasiliae Dyar, 1923. Misiones.
Genus Mansonia Blanchard, 1901
34. M. (Mansonia) titillans, Walker, 1848. Northeastern and north-
western Argentina.
35. M. (Mansonia) fasciolatus L. A., 1891. Northeastern Argentina.
SA
36. M. (Mansonia) justamansont (Chagas), 1907. Northwestern Ar-
gentina (Petrocchi).
37. *M. (Mansonia) Araozi Shn «€ Del P., in Dyar, 1928. Jujuy (Re-
corded as fasciolala Shn. € Del p., nec. L. A., 1928). (Original descrip-
tion, in Dyar, 1928).
Genus Haemagogus Williston, 1896
38. H. Spegazzinú Bréthes. Northwestern Argentina
39. H. Uriartei Shn «€ Del P., in Dyar, 1928. Northwestern Argen-
tina (Original description, in Dyar, 1928).
Genus Aedes
40. A. (Conopslegus) leucocelaenus Dyar «€ Shn., 1924. Northwes-
tern Argentina.
41. A. (Finlaya) terrens WIk. 1856. Misiones, Tucumán. Salta.
42. A. (Ochlerolatus) stigmaticas Edwards, 1922.
43. A. (Ochlerotatus) albifasciatus Macquart, 1838. Northern half
of Argentina.
44. A. (Ochlerotatus) lynchit Bréthes, 1916. Northeastern Argentina.
45. A. (Ochlerotatus) scapularis Rondoni, 1848 Northern Argentina.
46. A. (Ochlerotatus) serratus (Yh.), 1901. Misiones, Chaco, Jujuy.
47. A. (Ochlerotatus) crinifer Th., 1903. Jujuy.
Syn.: A. Patersoni Shn. € Del P.
48. A. (Ochlerolatus) Araozíi Shn. € Del P., Dyar has included this
species under.
A. millert Dyar, 1922. The markings are sufficiently different for 1t
to be regarded as specifically distinct.
49. *A. (Ochlerotatus) Iguaza Shn. € Del P., 1928. Misiones (Origi-
nal description, in Dyar, 1928).
50. A. (Stegomyia) Aegypti Linne, 1762. Northern half of Argentina.
Genus Psorophora R. D. 1827
531. *P. (Psorophora) genu-maculata Cruz, 1907. Misiones. Recorded
as P. cilipes by Dyar 1928.
352. P. (Psorophora) ciliata (Fabricius), 1794, Northern half of Ar-
sentina.
533. P. (Psorophora) Holmbergi L. A. 1891. Northeastern Argentina.
54. P. (Psorophora) pallescens Edwads, 1922. «Gran Chaco» región.
55. P. (Janthinosoma) feror (Humboldt) 1820. Northern Argentina.
56. P. (Janthinosoma) Lutzi Th., 1901. Northern Argentina. Re-
corded as
P. (J.) discrucians Shn. $ Del. P., 1928 (1929).
Variety: P. (J.) Chaquensis Pat. € Shn., 1927. Salta.
OO
51. P. (Janthinosoma) discrucians, Walker, 1856. Northeastern Ar-
gentina.
Syu: Bo (J)BruchitBet., 1927:
58. P. (Janthinosoma) cyanescens (Coquillet), 1902. Northern Ar-
gentina.
Syn.: P. (J.) purpurascens Edwards, 1922.
59. P. (Grabhamia) confinnis (L. A.), 1891. Northern Argentina.
60. P. (Grabhamia) varinervis Edwards, 1922. Northern Argentina.
61. P. (Grabhamia) Paulli, Paterson «€ Shn., 1927. Salta.
Tribe Sabethini
Genus Sabelthes
62. S. cyaneus> (Fabr., 1805). Northeastern Argentina (as S. lon-
gipes L. A. 1891, nec. Fabr.
Genus Sabethoides
63. S. Netvat Pet., 1927. Jujuy. Recorded as Sabethes Netvat, Shn. €
Del P. 1928.
64. S. chloropterus (Humb.) 1820. Misiones.
Genus Limatus Th., 1901
65. L. Durhami Th., 1901, Misiones, Jujuy.
-[Syn.: L. exhibitor Shn. € Del P. 1928.
Genus Wyeomyia Th., 1901
66. *W. (Wyeomyia) oblita (Vh.) Misiones.
67. *W. (Wyeomyia) longirostris Th., 1901. Misiones.
68. W. (Dyarina) tripartita Bonne-Wepster «€ Bonne, 1915. Northeas-
tern «€ northwestern Argentina.
-[Syn.: W. (D.) lateralis Pet., 1927.
69. *W. (Dodecamyia) quasilongirostris (Th.), 1907. Misiones.
Genus Miamyia Dyar, 1919
70. M. Petrocchiae Shn. € Del P., 1929. Tucumán. Jujuy.
Genus Menolepis, Lutz, 1904
71. M. leucostigma Lutz, 1904. Northeastern « northwestern Argentina.
Synonym: M. leontiniae (Brethes), 1921.
A
Genus Prosopolepis Lutz, 1905
72. P. (Calladiomyia) typharum Shn. «€ Del P., 1929. Jujuy, Re-
corded as. «
Dendromyia (Calladimyia») Typharum Shn. € Del P. 1929.
Costa Lima (Mem. Inst. Oswaldo Cruz, 1930, pág. 255) has called
attention to the fact that luteoventralis (the type species of Dendromyia)
is in reality a member of the genus Wyeomyia. Dendromyia therefore
becomes a subgenus of Wyeomyia, while Prosopolepis Lutz, 1905, the
oldest name listed under Dendromyia Dyar (nec Theobald) automati-
cally assumes priority as the generic name of this group. P. typharum
is closely related to Dendromyia (Calladiomyia) melanoides, Root, (in
Dyar, 1928). This species has the white completely encircling the fith,
fourth and the tip of the third hind tarsal segments; presents only on
the ventral surface in our species. If this difference proves to be a mere
Genus Isostomyia Coquillet, 1906
73. 1. Paranensis (Bréthes, 1912. Prov. Buenos Aires.
Genus Goeldia, Vheobald, 1903
4. *G. lunata (Th.), 1903. Misiones.
5. *G. pallidoventer (Th.), 1907. Misiones.
Genus Joblottia Blanchard, 1901
76. *Joblotia species (9). Misiones. Possibly new, but specimen is
badly damaged,
Recorded for the sake of the generic record.
Subfamily Chaoborinae
Genus Chaoborus Lichenteins, 1800
17. E. (Sayomyta) australis Shn. «€ Del P. 1929. Tucumán, Jujuy,
Salta, Chaco.
18. €. (Sayomyia) Elnorae Shn. € Del P. 1929. Salta.
Genus Corelhrellae Coquillett, 1902
79. €. quadrivittala Shn. € Del P., 1929. Salta, Chaco.
80. C. puella Shn. € Del P. 1929, Jujuy. Recorded as €. arborealis
Shn € Del P., R. I. B. 101 € as C. puebla, ibid., 126. This last is a
typographical error and according to article 19, of the International
+ I00: ==
Rules of Zoological Nomenclature, we are at liberty to disregard it
and substitute puella as originally intended.
ol. €. Davist Sbn.. € Del P. 1928 (KR. L B.
Subfamily Dixinae
Genus Dira Meigen, 1818.
82. D. Argentina Alexander.
Sobre una nueva especie del género Phlebotomus
encontrada en las provincias del norte de la República
Varios autores han señalado los insectos hematófogos como posibles
agentes transmisores de la leishmaniosis tegamentaria.
En las zonas endémicas del Africa y Asia, las especies del género Phlebo-
tomus parecen desempeñar este papel, según las observaciones hechas sobre
la existencia de estos dipteros en los distritos más azotados por el botón de
oriente.
Pressat, en 1909, publicó sus observaciones al respecto.
Posteriormente, basándose en esta suposición, los hermanos Sergent y
Lemaire, en 1914. experimentaron con el Philebotomus minulus, pero con
resultados negativos.
Muy interesante en este sentido es el caso de Parrot, en 1919, citado en
la tesis Larousse: mientras este investigador experimentaba con phleboto-
mus capturados en Mac-Mahon, que habían sido puestos en la misma jaula
con gechkos traídos de una zona endémica, los phlebotomus escaparon acct
dentalmente y se dispersaron en la habitación; tres meses después, en el
mismo lugar que realizaba sus experiencias, es decir, en Mac-Mahon, donde
la enfermedad era desconocida, el doctor Parrot, su esposa e hijo fueron
atacados de botón de oriente.
Neiva y Barbará en su publicación sobre la leishmaniosis tegumentaria
americana (1917) citan la observación que en las zonas endémicas del Bra
sil los phlebolomus abundan. mientras que donde la enfermedad no exisie
tampoco se encuentran phlebolomas.
Brumpt, Tejera y Gerquiera siempre los han encontrado en los distritos
endémicos.
O,
Neiva y Barbará, que han estudiado la leisshmaniosis tegumentaria en el
norte de la República Argentina, confiesan que: «a pesar de mucho bus-
carlo en ningún lugar de la Argentina les fué posible dar con ningún ejem-
plar del género Phlebotomas ».
La presente comunicación tiene por objeto comprobar la existencia de
estos dipteros en las provincias de Salta y Jujuy, que són precisamente las
de mayor endemicidad de la lesshmaniosis. Debemos mencionar, sin em-
bargo. que este no es el primer hallazgo desde que Bréthes ha publicado en
1923 la descripción de un phlebotomus nuevo para la República Argentina,
al cual ha dado el nombre de Phlebotomus cortelezz11, y el que fué capturado
en La Plata. Los dibujos de las alas y genitalia masculina que acompañan
el trabajo de Bréthes, demuestran que se trata de una especie distinta a la
nuestra.
Los primeros ejemplares de nuestra especie fueron capturados en el in-
genio «La Esperanza », San Pedro de Jujuy, en el mes de noviembre del año
1925, por uno de nosotros (G. €. P.) de los que se regalaron algunos al
doctor B. Lozado Echenique, profesor de la Universidad de Tucumán, y
otros al doctor Mazza. Más tarde, aprovechando la visita de Shannon al
norte del país, que en el mes de abril del corriente año realizaba, hicimos
una excursión de estudio a Embarcación y Tres Pozos, en la provincia de
Salta; allí hemos podido obtener numerosos ejemplares, siendo ésta preci
samente la zona que, incluyendo Tabacal, es considerada como de las más
azotadas por la e cutánea. En el mismo mes de abril y en mayo.
uno de nosotros (KR. C. S.) ha capturado ejemplares de esta especie en la
ciudad de Tucumán y en Concepción. Es interesante hacer notar que el
primer caso autóctono de leishmaniosis cutánea en la república fué obser-
vado en Tucumán.
Estas observaciones, aunque sean pocas, tienden a confirmar la teoría de
que donde existe la lersshmaniosis existen phlebolomas.
Antes de entrar a la descripción del phlebotomus es de interés mencionar
un trabajo que aparece en el último número de los Anales de medicina tro-
pical y parastología de la escuela de medicina tropical de Liverpool, en el
cual parece que por fin se ha obtenido la comprobación experimental de la
transmisión de la leishmantosis por los phlebotomus.
Adler y Theodor, experimentando en el Instituto de microbiología de
Jerusalén (1925-1926) encontraron flagelados o herpetomonas en el canal
intestinal de los Phlebotomus papatasú capturados en Jericó, en la propor-
ción del uno por mil, aproximadamente, de estos insectos. (Wenyon en
AMeppo encontró el seis por ciento infectado con herpetomonas).
Las herpetomonas de tres phlebotomus fueron inoculadas por medio de
escarificaciones hechas en el antebrazo a tres sujetos que voluntariamente
se prestaron para ello; un mes después dos de estos voluntarios presenta-
ban lesiones típicas de botón de oriente en el sio de la inoculación; el
examen de estas lesiones mostraron formas típicas de leishmania, y de uno
Rp
de los inoculados fué posible obtener cultivos en el medio de Noguchi. Esta
experiencia muestra obviamente que los herpetomonas del cardias e intestino
de Phlebotomus papatasst, producen por inoculación lesiones leishmanió-
ticas.
No menos interesantes son las observaciones de los mismos autores sobre
el desarrollo de flagelados en el trayecto intestinal de 16 phlebotomaus, entre
un lote de 168, que han picado experimentalmente un botón de oriente;
en los 16 positivos se encontraron diferentes formas de flagelación, según
el número de días transcurridos entre la picadura y la disección del phlebo-
tomus; algunas formas aun conservaban el tipo de leishmania; dos días
después de la picadura se presentaban como flagelados delgados, mientras
que desde el tercer día predominaban flagelados largos y gruesos.
Fig. 1. — Ala de Phlebotomus. v, Largo de la rama anterior de la segunda
nervadura longitudinal; £, Distancia entre las dos bifurcaciones de la segunda
longitudinal; y Distancia entre la primera bifurcación de la segunda longitudinal
y el comienzo de la tercera longitudinal, indicado por una nervadura transversa;
3, Distancia entre la terminación de la primera nervadura longitudinal y el co-
mienzo de la rama anterior de la segunda horquilla de la segunda longitudinal
Estos flagelados, recogidos en el momento de la disección de los phlebo-
tomas. fueron a su vez inoculados en escarificaciones hechas en el antebrazo
de siete sujetos voluntarios; los flagelados habíanse desarrollado en los
phlebotomus por un período de tiempo comprendido entre dos y siete días.
Los voluntarios quedaron en observación aproximadamente durante tres
meses, al final del cual ninguno de ellos habían desarrollado señales de bo-
tón de oriente en el sitio inoculado. Los autores suponen que este resul
tado negativo obedece: 1% a que el parásito en su pasaje del hombre al phle-
botomus se hace no infeccioso para el hombre, es decir, que el hombre no es
el huésped natural de herpetomona trópica; 0 2” a que el punto final del
desarrollo biológico del herpetomona trópica en el phlebotomus, necesario
para la producción de formas infecciosas, no ha sido alcanzado en los expe
rimentos citados. Para aclarar el punto nuevos ensayos son necesarios.
Con todo, es un hecho comprobado que la inoculación del hombre por
los herpetomonas encontrados en phlebotomus en su estado natural, produ-
cen lesiones leishmaniósicas.
Las especies americanas del género Phlebotomus descritas hasta el año
gor alcanzan a doce:
|
O?
|
Phlebotomus vexator ..... Coquillet 1907
— CPUCIALUS — 1907
= rostrans ..... Summers 1912
— longipalpis... Lutz y Neiva 1912
-— intermedias ... — 1912
— squamiventris. -— —
=> atroclavatus. . Knab 1913
— verrucarum.. VYowsend LO1A
— walkert...... Newstead —
— brUMpi e Larousse 1920
— legeraaeia. Te Ar N.Sp-
— MÚGONCL Franca 1921
(EST
Fig. 2. — Phiebotomus araozi, m. sp. 1, Los cinco segmentos del palpo, el quin-
to segmento el más largo; 2, cinco segmentos de la antena, mostrando las espi-
: OE E = - 7
nas geniculadas y bigéóminas en los segmentos 3, 4, 5 y 63 3, ala del al SA
genitalia masculina.
A éstos se debe agregar la especie encontrada por Bréthes en La Plata en
el año 1925, y que lleva el nombre de Phlebotomus cortellezzút y otra en-
contrada por Shannon en Panamá que lleva el nombre de Phleb. panamen-
sis, Shannon, 1926.
Nuestra nueva especie difiere de todas éstas, siendo sin embargo sus ca-
racteres más semejante al Phlebotomus migonet, por el hecho de tener la
espina apical del segmento 11 de la gonapófisis superior, la más corta.
Esta especie la dedicamos al doctor Gregorio Aráoz Alfaro quien ha pres-
tado grandes servicios a la higiene en la República Argentina.
Phlebotomus araozt n. sp. o
Color: Amarillo pálido. Piernas y tarsos cubiertos de escamas de color amarillento y
grisáceo. Alas cubiertas de pelos obscuros.
Tamaño: 2,31 milímetros.
Fórmula palpar: 14 (23) Y.
Alas: La extremidad de la primera nervadura longitudinal alcanza a cubrir la rama
anterior de la segunda longitudinal en un poco más que-el tercio de su largo.
Phlebotomus araozi ($ (1 X 23). Preparado natural. Fot Misión Universitaria
U
La rama anterior de la segunda longitudinal dos veces más de largo que la distancia
entre las dos bifurcaciones de la misma.
La primera bifurcación de la segunda nervadura longitudinal es más próxima a la base
del ala que la bifurcación de la cuarta.
Genitalia masculina : El segmento 1 (o distal) de la gonapólistis superior lleva 4 espinas
encorvadas, una apical (la más corta) sobre la terminación cónica del segmento; dos sub-
apicales en la base de la parte cónica, una en el borde superior, otra en el borde inferior;
y otra ventral, situada en la mitad del segmento. La espina más larga es la subapical in-
ferior.
El segmento T (proximal) es dos veces más largo que el IT (distal). No lleva penacho
de pelos en su cara interna, nicotros caracteres de importancia taxonómica.
La gonapófisis inferior es del mismo largo, o apenas un poco más larga que el seg-
mento de la gonapófisis superior. No es armada.
La gonapófisis mediana es simple, es decir, no leva apéndice franjeado, ni digiliforme.
NE
Su forma es sigmoide, con doble curva y provisto de pelos muy finos y cortos. Los fila-
mentos senitales son muy largos, y terminan en punto filiforme.
3 J SA l
Antenas: Las antenas miden 0,89 milímetros de largo, el segmento II es el más largo
La fórmula antenar se expresa 7, uv» es decir, los segmentos 1 a MUI, llevan dos
espinas geniculadas y bigéminas. Estas espinas son muy largas; empiezan en el cuarto pro-
ximal del segmento, y casi alcanzan a la terminación del mismo.
Palpos: Los palpos miden 0,71 milímetros de largo. La fórmula palpar se expresa
14 (23)5 V. es decir, el segmento 1 es el más-corto, y el segmento V el más largo; el
segmento 1V es más corto que el IT y el HI, mientras que el H y THE (en corchete),
son del mismo largo. El V significa que esta fórmula es variable entre individuos de la
misma especie, pero suficientemente constante como característica de la especie.
Patas: El tercer par, que miden 2,78 milímetros, son las más largas. La tibia, en esta
especie es excepcionalmente larga, y mide 1 milímetro,
Las hembras son un poco más grandes que los machos, pero entre ambos se conservan
relativamente las mismas medidas.
Phlebotomus araozi, Mm. sp. oi
ON PCUS. ia O
Mabeza hito noe A EOS 20
13 A E
MA A 0.91
ADO RE 1.16
1% segmento gonapófisis superior.. DES
Largo total... 2.31
pain ea A ; 0527
segmento e 0.19 mM 1Y == Ye
== A 0.08 mM
A O 0.2%
Meesuanlo e 0.2% Seg.! — — abdomen.
Gonapófisis superior z
z MS .
= JU o.14 Seg.? =-—Seg.! Lleva / espinas encorvadas:
- a SE
— A A 0517 t apical (la más corta,
== IM a 0.2% 2 subapicales,
I
1 ventral al — del segmento.
2
o O. a o.66
DI 1.00
Pata HH ió pe
ANAIS e. ao oe o.64
tarso .
O OOOO
Largo lotal.... 2279
Observaciones
sobre la distribución de los flebótomos
de las provincias del noroeste de la República Argentina
Por Los Dres. G. €. PATERSON, R. €. SHANNON y E. DEL PONTE
(Contribución de San Pedro de Jujuy y del Instituto bacteriológico del Departamento nacional de higiene)
Es conocido ya que la leishmaniosis tegumentaria americana es una
enfermedad muy difundida entre los habitantes de las provincias de Salta
y Jujuy, siendo especialmente atacados los que viven en las selvas, y re-
giones boscosas, como son los que se ocupan de los trabajos de desmonte,
los hachadores de leña, y los que forman parte de los campamentos de
peones encargados de la abertura y compostura de caminos, ete. ls, en
una palabra, una enfermedad de los montes, lo que representa, tratándose
de su etiología, un dato fundamental para formar ideas sobre las causas
predisponentes de la enfermedad, y, a la vez, indicar el camino a seguir
para establecer la causa determinante.
Por el hecho de que los dipteros hematófagos son responsables de la
transmisión de numerosas enfermedades tropicales, se sospechaba desde
hace tiempo, que la leishmaniosis debe entrar en esta misma categoria de
enfermedades transmitidas por la picadura de insectos. Ultimamente los tra
bajos de Adler y Theodor en el Instituto de microbiología de Jerusalén
(1925-1926) hacen sospechar que los Mlebótomos desempeñan el papel de
transmisores de Ja leishimaniosis cutánea, basado en el hecho de que se
puede producir lesiones cutáneas en el hombre idénticas al botón del orien-
te, y que contienen leishmania, por inoculación en escarificaciones de la
piel de las herpetomonas que se encuentran en el estómago de flebótomos.
Ha sido. entonces, de mucho interés e importancia saber (1925-1920),
que existian dos especies de flebótomos en las provincias de Salta y Ju
juy. Estos flebótomos fueron descritos en la última reunión de esta So-
ciedad bajo el nombre de P. Araozí Paterson y Shannon, y P. Mazza
Paterson, respectivamente. El doctor Salvador Mazza también menciona
otra especie, aun no identificada, de Tabacal en la provincia de Salta.
El objeto de este trabajo es comunicar las observaciones que hemos
acumulado hasta la fecha sobre los hábitosde las dos especies mencionadas.
OBSERVACIONES SOBRE («(P. ARAOZL» ”
Según los conocimientos adquiridos hasta ahora, P. Araozí parece ser
una especie abundante y muy difundida en las provincias de Salta, Jujuy
y Tucumán (1). Ninguna región parece ser más favorable que esta para
el insecto; se lo encuentra igualmente común en zonas habitadas o no ha-
bitadas, en regiones forestales, o en los distritos semiáridos, pero hasta
la fecha no ha sido encontrado en las sierras.
Las hembras de esta especie facilmente pican al hombre, y frecuentemen-
te entran en las habitaciones con este objeto. También pican al caballo, y
hemos notado que estando el hombre y el caballo presente a la vez, prefie-
ren picar al primero. Se los encuentra en los gallineros, y por el hecho de
que las hembras encontradas ahí están repletas de sangre, indica que se ali-
mentan con sangre aviaria. Hemos observado que pican las orejas de los
perros. Hace pensar que no tienen preferencia por un determinado animal,
pero pican cualquiera de sangre caliente. Desgraciadamente no hemos te-
nido la oportunidad de probar experimentalmente si tienen alguna prefe-
rencia por sangre reptiliana, pero, como las especies de flebótomos en otros
paises se alimentan fácilmente sobre los reptiles, no sería dificil que nues-
tras especies hagan lo mismo.
Hemos observado que cuando los flebótomos atacan el caballo, invaria-
blemente eligen las partes peladas, como el lomo lesionado por la silla,
el sitio de la marca, o cicatrices de heridas aun no cubiertas de pelos. Mues-
tran marcada preferencia por la piel lisa en la superficie interna de las pier-
nas traseras, el escroto, pene, y ano. En el caso de un caballo que sirvió de
cebo para capturar los flebótomos, éste ha tenido una úlcera grande con
una superficie cruenta en una delas patas traseras. Ningún flebótomo, aun-
que habían centenares presentes, se encontraba sobre la úlcera. Esto indica
que no son atraídos por las superficies cruentas desnudas de piel. Al mis-
mo tiempo, el hecho de preferir las superficies peladas en el caballo de-
muestra que más fácil para ellos es atacar los animales de piel lisa, por su-
puesto, entre ellos, los reptiles.
No hemos podido encontrar los larvas de fMlebótomos. ln una ocasión
cuando hemos encontrado la especie muy abundante en Tres Pozos, Embar-
cación (abril de 1926). ya era la estación seca del año ; la superficie del suelo
era muy árida, y cubierta de polvo, salvo en la vecindad de los pozos de
agua; precisamente cerca de uno de estos pozos fué donde hemos captura-
(1) Se nota que esta zona también incluye la distribución de Anopheles pseudopunctipen-
nis, el transmisor más común del paludismo en la Argentina, aunque, en el caso del
mosquito, su distribución se extiende más al este, y especialmente al sur.
do la mayor parte de los ejemplares. Esto nos ha inclinado a pensar que tal
vez los flebótomos desovaban en el abundante excremento de vacunos que
allí había. Al efecto, este año (1927), se ha examinado detenidamente, ex-
cremento de vacunos de esta misma región por la presencia de larvas, pero
con resultados negativo.
Por haber encontrado las hembras de flebótomos en los gallineros sien-
pre repletas de sangre, hemos examinado, con el mismo fin, el excremento
de gallina, pero, otra vez con resultado negativo, aunque el examen ha
durado varios días. Mientras recolectábamos el excremento hemos observa-
do que algunos flebótomos adultos escapaban de los pequeños montones
de excremento, y con el fin de no dejar en duda la suposición que hemos
formado, que allí debemos hallar un posible criadero de flebótomos, he:
mos cubierto con campanas de vidrio una superficie del suelo impregnada
con estiércol de gallima, pensando que en caso que los flebótomos se desarro-
llan en el excremento, debemos encontrar los adultos encerrados bajo las
campanas. Hasta la fecha los resultados otra vez son negativos. Como esas
experiencias, y el uso de las campanas de vidrio han sido realizados a fines
de abril, y en los meses de mayo y junio, tal vez la falta de éxito sea debido
a la estación fria del año.
Uno de nosotros (G. €. Paterson). ha podido conseguir que las hembras
erávidas desoven, encerrándolas en una cámara húmeda que contenía es
tiércol de gallima puesto sobre papel de filtro mantenido húmedo. Se encon-
traron los huevos sobre el excremento, y también sobre el papel a alguna
distancia del excremento. Mantenidos a la temperatura del laboratorio por
cinco días (término medio 209) no hubo desarrollo de larvas. Entonces la cá-
mara húmeda fué llevada a la estufa a 372 por seis días, sin cambio alguno.
Puede ser q.1e esta especie pase el invierno en estado de huevo.
Ha sido posible capturar ejemplares de P. Araozí desde mediados de
octubre hasta fines de mayo. Generalmente se puede conservar las hembras
vivas en cautividad durante cinco días. Las adultas están en actividad
desde el crepúsculo y en noches benignas; probablemente continúen asi
hasta el amanecer. Se ha observado hembras picando un caballo entre las
horas 1,30 y 3,30. Eligen durante el día los lugares abrigados y obscuros
para reposar, y han sido encontradas en las barrancas. árboles huecos, de-
bajo de la cáscara de los árboles, en las hendiduras de paredes de adobes,
corredores de casas, gallineros y excusados. Por la noche son atraídos por
la luz, y se posan sobre las paredes blanqueadas de los corredores en la ve-
cindad de los focos eléctricos. En las habitaciones, pican habiendo o no luz.
La picadura es severa, y deja una pequeña pápula roja visible varios días.
Ha sido examinado el contenido del abdomen de 29 flebótomos hem-
bras que han succionado sangre en el ambiente natural, con el objeto de
buscar herpetomonas en el canal digestivo; algunas de ellas han servido
para las experiencias de desovar en la cámara húmeda. En ninguna se ha
comprobado la presencia de flagelados.
Fecha
Noviembe
de 1925
Marzo 26
de 1926
Abril
de 1926
Mayo 1/4
de 1926
Junio
de 1926
Octubre 14
de 1926
Noviembre
de 1926
Febrero 3
de. 1927
Marzo 14
de 1927
Marzo 23
de 1927
Marzo 209
de 1927
Marzo 3o
de 1925
Abril 18
de 1927
OBSERVACIONES SOBRE
(P. ARAOZI »)
(Cuadro dispuesto cronológicamente)
Localidad
La Esperanza,
San Pedro de
Jujuy.
Concepción ;
Tucumán
Tres Pozos,
Embarcación,
prov. de Salta
Tucumán
La Esperanza,
San Pedro de
Jujuy
Río Salí. entre
Vipos y Cho-
romoro
La Esperanza,
San Pedro de
Jujuy
Río Tapia,
3 kilómetros
de Tapias
Monte cerca
de Montañas
a Viejo,
Pucumán
Quebrada de
Lules,
Tucumán
Calilegua,
Jujuy
Ledesma,
Jujuy
La Esperanza,
San Pedro
de Jujuy
Observador
GUO:
Paterson
Davis
y Shannon
Paterson y
Shannon
Shannon
Paterson
Shannon
Paterson
Shannon y
Del Ponte
Del Ponte
Shannon
Á<
Del Ponte
Shannon
e
Del Ponte
Shannon
Ed
Del Ponte y
Shannon
Paterson y
Shannon
Observaciones
Encontrado picando gente por la noche
en cuarto iluminado; hembras y machos
sobre las paredes de los corredores.
Cinco hembras y dos machos capturados
sobre el lomo pelado de un caballo entre
horas 1,30 y 3,90.
Centenares de ejemplares capturados so-
bre caballos cerca de un pozo. (Hora 17,30
a 19). Hembras picando superficies lisas de
la piel. Machos en cópula.
Una sola hembra observada en el cuarto
de baño de un hotel en el centro de la
ciudad.
Hallazgo de ejemplares de la otra especie
nueva (P. Mazzat).
En localidad lejos de habitaciones; hem-
bra picando caballo.
Flebótomos examinados por herpetomo-
nas; resultado negativo.
Treinta ejemplares, machos y hembras,
encontrados sobre una barranca.
Machos y hembras (también un ejemplar
de P. Mazzai) encontrados en árboles hue-
cos, y debajo de la cáscara. Debris del ár-
bol examinado por larvas, negativo.
Ejemplares encontrados en árbol hueco;
un par en cópula a hora 10,30.
Muchos ejemplares encontrados en el co-
rredor de la casa.
Machos y hembras encontrados en una
casa de material.
Treinta machos y hembras, las últimas
repletas de sangre, encontradas en gallinero
entre hora 23 y 24. Estiércol de gallina exa-
minado por larvas, negativo.
Fecha Localidad Observador Observaciones
Abril 20 Tres Pozos Paterson Hembras repletas de sangre encontradas
de 1927 Embarcación, y Shannon en gallinero por la noche, pero ninguna so-
Salta bre una superficie cruenta de un caballo.
Excremento de vacunos y gallinas examina-
do por larvas con resultado negativo.
OBSERVACIONES SOBRE (CP. MAZZAI »
Esta especie es evidentemente más rara que la P. Araoz1. de manera que
son pocos los datos que hemos podido conseguir de sus hábitos. Los pre
meros ejemplares, machos y hembras, fueron capturados en una casa en el
ingenio «La Esperanza » (San Pedro de Jujuy), a fines del mes de junio,
en días excepcionalmente benignos, y aun calurosos para la estación im-
vernal; en las noches templadas y sin viento no fué dificil encontrar otros
ejemplares. La vecindad alrededor del ingenio no es boscosa, mientras que
la segunda localidad donde fué encontrada esta especie está situada en una
región no habitada, y muy cubierta de bosques cerca de las montañas de
Tafí Viejo en Tucumán. La especie ha sido encontrada en una tercera lo-
calidad, en la finca Santa Bárbara, Tucumán, en abril 6 de 1927 (del
Ponte y Shannon) que es igualmente desprovista de bosques. ln ese sitio
fueron capturados más de cincuenta ejemplares, machos y hembras en los
corredores de una casa de material durante el día y unos pocos ejemplares
durante la noche, cerca de la luz en la misma casa. Este hecho nos indica
que esta especie habita regiones similares a las del P. Araozt, y que sus
costumbres deben ser las mismas. Parece, sin embargo, que la actividad
de los adultos ocurre durante un periodo más corto del año, y en una
época algo diferente, y esto quizá explica por qué se le encuentra tan poco
frecuentemente. Su abundancia en la finca Santa Bárbara prueba que no
es una especie rata.
RESUMEN
1” El P. Araozí es una especie que se encuentra bien representada en nu-
merosos distritos de las provincias de Salta, Jujuy y Tucumán; ataca al
hombre, al caballo, las aves de corral, los perros y probablemente otros
animales de sangre caliente. No se ha observado que suecione sangre de
reptiles ;
2 Guando ataca animales escoge la piel lisa, sin pelos. o las partes pela
das por raspadura, o cicatriz. No elige superficies cruentas ;
3 Se encuentra en lugares habitados y no habitados, en distritos áridos,
sin árboles, o en otros forestales. Sus hábitos son nocturnos, y durante el
día buscan los lugares abrigados y obseuros para reposar ;
4 Abundan desde mediados de octubre hasta fines de mayo:
5 No se ha encontrado los criaderos, pero las hembras grávidas desovan
E TREN
en cautividad sobre estiércol de gallina. Los huevos no han desarrollado en
un mes bajo diversas condiciones en el laboratorio ;
6% El P. Mazzaí es una especie menos frecuente pero no rara. Fué en-
contrada en San Pedro de Jujuy en el mes de junio de 1926, y en Tafi
Viejo, mayo 1927 y en finca Santa Bárbara en abril 1927. Su distribución
y hábitos son muy similares a los de P. Araozt;
7” En los pocos exámenes hechos, no se ha encontrado herpetomonas en
el estómago de los flebótomos ;
8” En vista de la supuesta correlación entre la leishmaniosis y los fle-
bótomos, un estudio más intensivo de los hábitos y parásitos de estos dip-
leros es una materia de mucha importancia.
R. C. SHANNON y E. DEL PONTE
Cuatro notas sobre especies nuevas de
Dipteros, Nematóceros, Hematófagos o no,
de la Republica Argentina
Publicado en la ““Revista del Instituto
Bacteriológico”” (D. N. de H.)
N?* 7, Vol. IV. - Marzo de 1927
2
BUENOS AIRES
ANTONIO GARCIA., Impresor. — 856, - Perú - 858
1 942.7
L
Cuatro notas sobre especies nuevas de Diípteros
Nematóceros, Hematófagos o no, de la
República Argentina.
por R. C. SHANNON y E. DEL PONTE
Primera nota
ALGUNAS ESPECIES NUEVAS DE CULICIDOS ARGENTINOS
por la
Doctora JUANA PETROCCHI + 1925 (1)
En 1923, con el título “Estado actual de la sistemática de
los Culicinae (mosquitos) en la República Argentina (Rev.
del Instituto Bacteriolégico, vol. 3, p. 83, N* 3, 1925), la ma-
lograda Dra. J. Petrocchi citó una serie de mosquitos argen-
tinos existentes en la colección del Instituto Bacteriológico.
En esa lista se incluían once especies nuevas, pero sus des-
cripciones no fueron publicadas; su rápida e inesperada muer-
te impidió la terminación de su trabajo.
Los autores dan a conocer en esta pequeña contribución
una lista de dichas nuevas especies, las que se encontrarán
más adelante.
Las especies del género Culex serán motivo de una publi-
cación posterior.
(1) Las descripciones de esta primera nota han sido redactadas por noso-
tros, de acuerdo con el material que la doctora Juana Petrocchi (fallecida en
1925) había coleccionado para este Instituto y las publicamos como un re-
cuerdo afectuoso.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 7125
,
La especie “Wyeomyia sp.” citada en su trabajo en cola-
boración con Múhlens, Dios y Zuccarini (Paludismo y hema-
tología en el Norte Argentino; Rev. del I. B., IV, p. 269, 1925)
se agrega a esta lista y se da su descripción; así como también
una nueva especie de Psorophora que no había sido incluída
en la lista de 1923.
LISTA DE ESPECIES NUEVAS DE J. PETROCCHI
1. Sabethes sp. (29 , Santa Clara, Jujuy), descrita con el
nombre de Sabethes Neivaz, Petrocchi.
2. Dendromyia sp. (9, Zapla, Jujuy), descrita aquí con el
nombre de Wyeomuia lateralis, Petrocchi.
3. Culex chaquense, N. sp.
4. Culex fusco, n. sp.
5. Culex salteño, N. SP.
6. Culex florense, n. SP.
Estas especies de Culex serán descritas en trabajos poste-
riores.
7. Psorophora Duari n. sv. = Psorophora purpurascens,
Edwards 1922.
8. Psorophora alboaurata n. sp. = P. varinervis, Edwards,
19022,
9. Megarhinus Neival, n. sp.
Especie que no hemos podido encontrar en la colección y
de localidad incierta.
10. Megarhinus sp. (7 y Q, Jujuy) = M. tucumanus, Bre-
thes 1926.
11. Uranotaenia argentina n. sp. = Uranotaenta natalia, Y.
Lynch Arr. 1891.
Las nuevas especies creadas por la Dra. J. Petrocchi son:
Sabethes Neivai, Petrocchi, especie nueva.
Las patas, totalmente negroazuladas y con tufos de largas
escamas solamente en las patas medias, acercan esta especie a $.
cyaneus (Fabricius) y a S. albiprivus, Theobald. De ellas, se pue-
de separar por los caracteres siguientes: Occipucio por encima
126 ESPECIES DE DÍPTEROS, NEMATÓCEROS Y HEMATÓFAGOS
totalmente violeta-oscuro, siendo por debajo y hacia los costa-
dos, blanco; carece de escamas blancas que formen una línea
en las márgenes oculares; parte superior del occipucio y su
tercic inferior con escamas anchas y de color verde claro;
mechones de escamas largas en las patas medias, que envuel-
ven los dos quintos apicales de la tibia y los dos tercios basa-
les del basitarso; peciolo de la segunda célula marginal (cé-
lula bifurcada superior) algo mayor en un tercio que dicha
célula; parte ventral del abdómen bronceado-claro, el dorso
azulado-oscuro con reflejos violeta. -
Largos" nm.:; alas: Sam.
Dos hembras.
Localidad del tipo: Santa Clara, Jujuy (mayo, 1916; A.
Neiva).
Esta especie ha sido dedicada al Dr. Arturo Neiva.
Wyeomyia (Dyarina) lateralis, Petrocchi, especie nueva.
Hembra. Occipucio: dorso con escamas blanquecinas, que
poseen un débil tinte violeta; costados oscuros, siendo blanque-
cinos hacia su parte inferior a lo largo de las márgenes ocu-
lares; torus y clípeo oscuros, cubiertos por una pequeña es-
carcha; palpos y probóscide con escamas oscuras, siendo la
probóscide de igual largo que el abdómen y los palpos más o
menos igual a un décimo del largo de la trompa. Mesonoto
con escamas oscuras, la parte extrema lateral de su margen,
blanco-plata; lóbulos protorácicos de color violeta claro, pro-
noto (proepímero) con escamas blanco-plateadas; escudete con
escamas pleurales blancas; postnoto sin escamas; abdómen o0s-
curo por encima, blanco plateado por debajo, los dos colores
separados por una línea recta; lóbulos del ovopositor amari-
llos. Escamas alares completamente oscuras, estrechas.
Tres hembras.
Localidad del tipo: Zapla, Jujuy (16, 3, 1916; A. Neiva).
Esta especie la hemos colocado provisoriamente en el sub-
género Dyarina. Es muy parecida a W. (D.) Miihlens: en la co-
loración del tórax, pero se diferencia por la falta de manchas
blancas en las patas y por estar separados los colores abdomina-
les por una línea recta.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 127
Wyeomyia (Dyarina) Múhlenst, nueva especie.
Hembra. Occipucio: Vertex de color violeta claro, con
reflejos blancos en ciertas partes; por debajo, a los lados y
contiguo a los ojos, hay una gran mancha formada por esca-
mas blanco-plateado; por detrás de la mancha lateral y exten-
diéndose hasta el margen ocular, separando la parte blanca
del vertex y la mancha blanca lateral, hay una gran área cubier-
ta de escamas muy oscuras; torus y clípeo oscuro, cubierto por
escarcha; probéscide y palpos con escamas oscuras; probós-
cide muy larga y delgada, de largo un poco mayor que el ab-
dómen; largo de los palpos más o menos igual a un décimo
del largo de la probóscide. Mesonoto con escamas bronceado-
oscuras, más pálidas hacia la parte lateral, las márgenes ex-
tremas laterales plateadas; lóbulos protorácicos violeta-páli-
do, con algunos reflejos blancos; pronoto (proepímero) con es-
camas blanco-plateado; escudete blanco-plateado, con man-
chas de escamas oscuras; escamas pleurales plateadas. Dorso del
abdomen rojizo muy oscuro con un tinte verdoso, lados del pri.
mer tergito plateados y segmentos 3 a 7 cada uno con una pe-
queña mancha formada por escamas; cara ventral del abdó-
_men plateada, estando separado este color oscuro del dorso por
una línea recta en los segmentos dos y tres y por una línea que-
brada en los segmentos restantes. Fémures por encima oscu-
ros, de color crema blanco por debajo; todas las tibias oscu-
ras, excepto la tibia media que tiene en su superficie inferior
una línea blanquecina; tarsos anteriores oscuros; tarsos me-
dios oscuros excepto una línea blanquecina en la superficie
externa del segundo artejo, otra más nítida en el tercer artejo
y escasas escamas blancas en la superficie externa del cuarto
artejo; tarsos posteriores oscuros, excepto una pequeña man-
cha formada por escamas blancas, en la base de la superficie
interior del quinto artejo.
Macho: Cuarto artejo del tarso medio engrosado en su par-
te apical; el quinto casi tan largo como ancho. Tarsos ante-
riores completamente oscuros; tibia media con una línea blan-
ca que se continua, por debajo, con la superficie inferior de los
artejos; tercer artejo blanco, excepto en la parte dorsal, en su
ápice; cuarto artejo, blanco en la superficie interna de su par-
te basal; quinto artejo completamente negro. El cuarto y quin-
to artejos de los tarsos posteriores faltan en el ejemplar que
se describe, siendo los tres primeros completamente oscuros.
128 [ESPECIES DE DÍPTEROS, NEMATÓCEROS Y HEMATÓFAGOS
Terminalia: Expansión del brazo basal de las pinzas (“clas-
per”) lisa; gancho apical encorvado.
Esta especie es semejante a tripartita, B. y B. W., en lo
que se refiere a la terminalia del macho, pero se diferencia
de ella por tener el cuarto y el quinto artejos ensanchados.
Por este carácter se asemeja a pallidiventris, Theobald.
Un macho y 10 hembras; ejemplares criados de brome-
lias terrestres.
Localidad del tipo: Chaco (octubre y noviembre de 1924;
J. Petrocchi).
Esta especie está dedicada al Dr. Pedro Muúnhlens.
(Nosotros hemos encontrado, en compañía del Dr. Nelson
Davis, larvas de esta especie criándose en bromelias, en Sáenz
Peña, Resistencia y Charadai, en la Gobernación del Chaco,
y en Corrientes, en la provincia del mismo nombre. Los adul-
tos eran más bien numerosos alrededor de las plantas.
Psorophora (Janthinosoma) Bruchi, Petrocchi, nueva especie.
Macho y hembra: Occipucio totalmente castaño os-
curo, escamas blanquecinas, acostadas, planas formando una
mancha lateral grande, más esparcidas por encima y entremez-
cladas con escamas, en forma de horqueta, de color amarillo ; clí-
peo castaño oscuro; palpos y prosbécide totalmente cubiertos
por escamas rojizo oscuro; palpos más o menos igual a un quin-
to del largo de la probóscide. Mesonoto con escamas muy jun-
tas y acostadas, castaño oscuro en la parte media, en los lados
ampliamente blanquecinas, con algunas escamas entremezcla-
das de color castaño; escamas escutelares blanco-sucio;; esca-
mas purpúreas, excepto en el primer tergito, en las márgenes
laterales del segundo segmento y en los ángulos posteriores
de los segmentos restantes; esternitos con escamas purpúreas
y bandas basales y apicales de escamas blancas. Patas: fému-
res anteriores y medios con escamas bronceado rojizo, excep-
te en su superficie interna cerca del ápice, donde son de color
crema, más oscuros hacia el cuarto apical: dorso de la extre-
midad del segundo y tercer fémur estrechamente blanco pla-
teado. Todas las escamas de las patas son acostadas.
La genitalia del macho acerca mucho esta especie a Pso-
rophora (Janthinosoma) purpurascens, Edwards. Sin embargo
los dos largos pelos de la pinzita (“claspette, cerci”” de la
pieza lateral) están reemplazados en Bruchi, por dos protube-
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 729
rancias tubulares, que llevan cada una de ellas una expansión
en forma de hojuela, La coloración de los adultos no acercan
tanto ésta especie a purpurascens, pues la especie de que tra-
tamos, tiene bandas transversales posteriores en los tergitos,
segundo a séptimo, formadas por escamas blancas y el penúl-
timo segmento de los tarsos posteriores es totalmente oscuro.
Psorophora (J.) fiebrigi Edwards, tiene el cuarto artejo
de los tarsos posteriores, manchado como en esta especie, aun-
que esta última (Bruchi) tiene, las escamas de las patas le-
vantadas y la estructura de la terminalia del macho es dife-
rente, ete.
Un macho, diez hembras.
Localidad del tipo: Provincia de Buenos Aires (1* de abril
235 0: Bruch:):
También ha sido encontrada en Entre Ríos; en Alta Gra-
cia (Córdoba) por Bruch.
Esta especie está dedicada al Dr. Carlos Bruch.
Nota. Además de los ejemplares arriba citados, la colec-
ción contiene tres hembras de Resistencia, Ohaco (22 de fe-
brero, 1927: Shannon y Del Ponte).
La extensión de la parte blanca en el cuarto artejo del
tarso posterior es variable. Un ejemplar tiene solamente un
estrecho anillo basal, en los otros el color blanco se extiende
más de la' mitad del artejo.
Segunda nota
EL GÉNERO Phlebotomus EN LA ARGENTINA
La colección del Instituto Bacteriológico contiene cinco
especies de este género, dos de las cuales son nuevas para la
Argentina, y una de ellas debe ser considerada como especie
nueva.
Coleccionando mosquitos en el hospital de Resistencia,
situado casi en los límites de la ciudad, encontramos en uno
de los pabellones, dos ejemplares de Phlebotomus, macho y
hembra (23 de febrero de 1927); fueron hallados en un rin-
cón oscuro, detrás de una puerta, a las 9.30 de la mañana.
Tres días después y a las 22 horas, se procuró conseguir nue-
vos ejemplares, usando un caballo y una culebra, como cebo,
730 ESPECIES DE DÍPTEROS, NEMATÓCEROS Y HEMATÓFAGOS
pero sin resultado positivo. Sin embargo, durante una búsque-
da hecha en las paredes del hospital, a la luz, se encontró un
ejemplar macho. La noche era fresca, y una brisa más o me-
nos fuerte pudo ser la causante de la escasez de ejemplares.
Esta especie es la 4* encontrada en la Argentina, siendo
la única entre ellas, en la que el macho posee cinco espinas en
el segmento terminal de la pinza superior; a este respecto con-
cuerda con Ph. vexator, Coquillett (Maryland y Virginia) y
Ph. Brumpti, Larrousse (Brasil).
Todas las otras especies americanas (macho de cruciatus,
Coquillett, desconocido), poseen cuatro espinas en este seg-
mento.
Phlebotomus Sordellii, Shannon y Del Ponte, nueva especie.
Color: Tegumento pálido-amarillento. Cuerpo y alas cu-
biertos, con el tipo usual de pelos: largos, erectos y rígidos.
Patas con escamas grises acostadas y con algunas pocas sedas.
Antenas: más o menos igual al largo del cuerpo (2mm.).
Palpos: El artejo basal está fusionado en parte con el se-
gundo; el largo respectivo de los segmentos es 1.0: 6.0: 2.0:
6.0. El largo total es de mm. 0,65.
Alas: La vena subcostal se une con la primera longitudi-
nal en su tercio basal anterior; la primera vena se une con la
costal, frente a la bifurcación de la segunda vena; la rama
anterior de ésta es el doble mayor que la distancia entre las
bifurcaciones de dicha vena.
Terminalia del macho: El basostilo de la pinza superior
es el más ancho de los segmentos de la terminalia, pero su lar-
go es igual al de las pinzas ventrales, y posee algunos pelos. El
distostilo de la pinza superior es más o menos igual a los 5/6
del largo del basostilo, y posee cinco espinas cada una, de las
cuales es algo mayor que la mitad del largo del distostilo. Es-
tas espinas se hallan colocadas como sigue: dos terminales (una
apical, la otra ligeramente subapical), una ventral colocada
aleo por delante de la mitad (estas tres espinas son más o
menos iguales); un par intermedio de espinas más débiles que
se encuentran en los costados del segmento distal, estando si-
tuada una de ellas, a mitad de camino entre la espina media y
terminal y la otra entre ésta y la espina terminal. El par me-
dio de pinzas, no muy grandes, tienen algunas sedas dirigidas
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 131
hacia su base; las pinzas ventrales tienen un cierto número
de largos pelos. Los órganos ventrales, como “cerci? son an-
chos y tienen escasos y pequeños pelos.
La otra especie sudamericana que posee cinco espinas en
el segmento terminal de la pinza superior, es Phlebotomus
Brumpti, que es fácilmente diferenciable, por la colocación
distinta de las espinas, y además por poseer un mechón com-
pacto de pelos, en el lado interno del basostilo de la pinza su-
perior.
Dos machos y una hembra.
Localidad del tipo: Resistencia, Chaco (en el hospital;
'R. C. Shannon y E. Del Ponte, 23-25 febrero 1927.
Es un placer para nosotros dedicar esta especie al doctor
Alfredo Sordelli, director del Instituto Bacteriológico del De-
partamento Nacional de Higiene de Buenos Aires.
Se incluye aquí una clave para las especies conocidas en
la República Argentina. Muy posiblemente existan otras es-
pecies; el Dr. Carlos Bruch, ha observado un ejemplar en Al-
ta Gracia (Córdoba), que sin duda difiere de las especies in-
cluídas en esta clave. Esta, se basa principalmente en los ca-
racteres de la terminalia masculina; los términos basostilo y
distostilo se refieren a los segmentos basal y distal de la pinza
superior.
CLAVE PARA LAS ESPECIES DE LOS Phlebotomus ARGENTINOS
1. Distostilo con cinco espinas; basostilo sin un mechón de
pelos espinosos; terminación de la primera vena longi-
tudinal frente a la base de la bifurcación superior de la
segunda vena; rama superior de la seguna vena igual a
1 15 mayor que la distancia entre las bifurcaciones de
la segunda vena (Resistencia, Chaco).
TAE A A A . AP Sordellii, Shannon y Del Ponte
Disppstiarcon: 4 IESPDINIS.... E o 2
2. Basostilo con un mechón de pelos espinosos (La Plata,
Buenos AUTOS). Moo des. Cortellezii, Brethes
Basostilo sin un mechón de pelos espinosos....... 3
3. La espina apical del distostilo es la más corta; cada una
de las pinzas medias son sigmoideas, con doble curva-
tura; filamentos genitales muy largos con su termina-
732 ESPECIES DE DÍPTEROS, NEMATÓCEROS Y HEMATÓFAGOS
ción filiforme; el último artejo de los palpos es el más
largo. (Tres Pozos, Salta; San Pedro de Jujuy, Jujujy;
Tucumán, Tapia y Concepción, Tucumán).
RO. Araozi, Paterson y Shannon
La espina apical del distostilo es la más corta; las
pinzas medias rectas; filamento genital muy corto, pro-
visto de un pequeño lóbulo en su extremidad; último
artejo del palpo más corto que el segundo o el tercero
(San Pedro de Jujuy, Jujuy)..... Mazzai, Paterson
Además de estas especies, hemos encontrado un macho
en Puerto Bemberg (Misiones; 18 junio 1927). Las condicio-
nes en que se encuentra, no nos permite hacer una determi-
nación muy exacta; esperamos poder obtener más material
de dicha localidad, aunque casi podríamos afimar que se tra-
tara de Phlebotomus Migonez, originariamente descrita del
Paraguay por Franca. Está muy cerca de Araozt, lo que nos
indica que esta especie podría ser un sinónimo.
BIBLIOGRAFIA DE LOS FLEBOTOMOS ARGENTINOS
BreTHES J. Un flebotomus nuevo para la República Argentina. (Descripción
original de Ph. Cortelezs1). La Semana Médica, N? 8, p. 361, 1923.
FrANcA C. Descripción original de Phlebotomus Migonei. Bulletin. Soc. Port.
Sci. Nat. Lisboa. Vol. 3, pp. 215-236, 1920.
Mazza S. Consideraciones sobre flebotomus encontrados en Tabacal y el pa-
pel de estos dípteros en la trasmisión de Leishmaniosis. Con fotografías
y figuras. Bol. Inst. Clin. Outr, números 14-16, pp. 72-76, 1926.
PATERSON C. G. Y SHANNON R. C. Nota preliminar sobre Ph. Araosi, nueva
especie. (Descripción original de Phil. Araosi). La Semana Médica, año 33,
N*? 1697, p. 236, 1926.
PATERSON C. G. Y SHANNON R. C. Sobre una nueva especie de Phlebotomias.
(Descripción complementaria de Ph. Araosi). Boletín del Instituto de Clíni-
nca Owmrúrgica, números 14, 15 y 16, pp. 60-66. Con figuras y fotogra-
fías, 1926.
PATERSON G. C. Sobre otra nueva especie del género Phlebotomus, encontra-
da en la provincia de Jujuy. (Descripción original de Phl. Mazzai). Boletín
del Instituto de Clínica Ouirúrgica, múmeros 14, 15 y 16, pp. 67-71. Con
figuras y fotografías, 1926.
PATERSON G. C., SEANNON R. C. y DeL PonTE E. Observaciones sobre la dis-
tribución de los flebotomos de las provincias del NO. de la R, Argentina.
(3* Reunión Soc. Arg. Pat. Reg. del Norte, Tucumán, julio 19297), Bol. Ins.
Clin. Owtirúrgico, número 21-25, 1927.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 733
Tercera nota
UNA SEGUNDA ESPECIE DE Bruchomyia
El género Bruchomyia Alexander, está considerado como
un género muy primitivo y su posición sistemática es aún in-
cierta, pero es evidente que pertenece a la familia Psychodi-
dae y por su aspecto general es tan semejante a las especies de
Phlebotomus (excepto por su tamaño mucho mayor) que se
está inclinado a colocarlo en la misma subfamilia, Phleboto-
minae. Sin embargo no es hematófago y su aparato bucal pare-
ce totalmente incapacitarlo para serlo.
Este género se conoce solamente de la Argentina, y hasta
ahora sólo una especie había sido encontrada, Bruchomyía ar-
gentina, Alexander. Esta especie está muy esparcida en este
país y ha sido coleccionada en las provincias de Córdoba, Tu-
cumán, Salta y Jujuy. La especie que aquí describimos fué ha-
llada en los bosques de los alrededores de las Cataratas del
Teuazú, Misiones, en el mes de junio de 1927.
Bruchomyia pallipes, Shannon y Del Ponte, nueva especie.
Muy semejante por su tamaño y estructura a B. argentina,
pero se diferencia por su color más negro, sus tarsos pálidos
y sus alas más manchadas.
Hembra. Occipucio con pelaje oscuro, denso y rígido, cu-
yos pelos se extienden por delante, hasta la frente, entre los
ojos; clípeo piloso; palpos algo menores que en argentina;
dorso del tórax con pelaje denso, largo y rígido, formado por
pelos erectos, castaño oscuro; patas negras, todos los artejos
de los tarsos, pálidos en su superficie inferior y los tres últi-
mos segmentos distales de todas las patas totalmente pálidos;
pelaje abdominal formado por pelos rígidos, de color castaño
bronceado oscuro; alas densamente provistas con pelos oscuros
y largos (que se encuentran sobre las nervaduras) formando
manchas negras en: el ápice de la nervadura subcostal, en la
base del cúbito, en la base de la célula bifurcada superior, en
la vena transversal r-m y el ápice de M;, y Cu,; balancines den-
samente cubiertos por escamas castaño bronceado.
134 ESPECIES DE DÍPTEROS, NEMATÓCEROS Y HEMATÓFAGOS
La vena subcostal es nítidamente más corta que argentina
y en su extremidad hay dos ramas ténues, una que llega hasta
la nervadura costal y otra hasta R,¡. La célula bifurcada supe-
rior es evidentemente más corta que la semejante de argentina.
Cuarta nota
UNA ESPECIE NUEVA DE Leptoconops (Ceratopogonidae)
Este género no había sido aún encontrado en la Argen-
tina y la especie que aquí describimos ha sido hallada en las
regiones semiáridas del río Tapia y Raco, en la provincia de
Tucumán (Shannon y Del Ponte). Los cuatro ejemplares cap-
turados, hembras, lo fueron mientras picaban o procuraban
picar; es un insecto muy activo y corre con mucha rapidez,
pero no tanto como los Phoridae.
Leptoconops Petrocchiae, Shannon y Del Ponte, especie nueva.
Especie muy pequeña (1. 14 mm.) delgada, negro bri-
llante; antenas más o menos igual a los dos tercios del largo
del tórax, formada por 14 artejos, siendo el primero rudimen-
tario y el segundo ensanchado; aparato bucal fuertemente de-
sarrollado, más bien corto y robusto, consistiendo en un labro-
epifaringe aguzado, con un par de barbas apicales quitinosas y
puntiagudas; un par de maxilas con diez y nueve dientes; la-
bio bien desarrollado; palpos con tres artejos, estando el ar-
tejo basal aparentemente dividido por dos suturas (en cuyo
caso debería considerarse como representado por tres artejos), y
el penúltimo tiene una depresión, en forma de bolsillo, que
parece ser un órgano sensitivo. Mesonoto muy arqueado y
con varias filas de sedas; escudete y posnoto no muy des-'
arrollados; patas moderadas; tibias posteriores con un par
de espolones; uñas tarsales simples; alas algo hialinas con el
borde anterior más o menos ahumado; venas alares muy te-
nues, la vena subcostal es la que está más fuertemente quiti-
nizada; superficie alar uniformemente cubierta por tenue ve-
"llosidad; balancines blanco opaco; abdomen de 6 segmentos vi-
sibles, con un par de apéndices apicales deprimidos, de color
amarillo pálido, cuyo tamaño es igual a un tercio del largo
Figura I.
JG.¡BASTANIER, DEL.
N DN Figura Il.
DEL PONTE, DEL.
Leptoconops Petrocchiac
Fig. I. Palpos. X 270 aprox. Fig. II. Adulto. Xx 60.
136 ESPECIES DE DÍPTEROS, NEMATÓCEROS Y HEMATÓFAGOS
del abdómen y cubiertos por pelos cortos y escasos; tres es-
permatecas.
Largo 1.5 nm. alase 1.25 mm.
Cuatro hembras. a
Localidad del tipo: Río Tapia (La Posta), Tucumán (3
febrero 1927, Shannon y Del Ponte). También en Raco, Tu-
cumán (13 febrero 1927, Shannon y Del Ponte).
ag A a Ne
“s -
G. PATERSON y R. C. SHANNON
Los Simulidos
del Noroeste Argentino
Publicado en la “Revista del Instituto
Bacteriológico'” (D. N. de H.)
NN" 7, Vol. IV. - Marzo de 1927
28
BUENOS AIRES
ANTONIO GARCIA, Impresor. — 856 - Perú - 858
MZ 7
S
e >
Los Simúlidos del Noroeste Argentino
por el
Doctor GUILLERMO PATERSON
(Ingenio La Esperanza, San Pedro de Jujuy)
y
Doctor RAYMOND C. SHANNON
(Inst. Bacteriológ. del Dep. Nac. de Higiene)
Los Simuliidae, forman parte de aquellos Dípteros Ne-
matóceros hematófagos, que han sido acusados como vectores
de Leishmania.
Debido a que la leishmaniosis es una enfermedad muy co-
mún en las provincias de Salta y Jujuy, es muy importante
conocer la fauna de aquellos insectos. Como investigaciones pre-
liminares, los autores han hecho colecciones de estos Dípteros,
y han clasificado las especies encontradas en estas regiones,
considerando el presente trabajo como una ayuda para la de-
terminación de las especies argentinas.
El número de especies que forman este grupo, parece ser
muy limitado, habiéndose encontrado solamente 5, en las pro-
vincias de Tucumán, Salta y Jujuy.
Hasta ahora, los trabajos sobre Simúlidos argentinos, son
muy escasos. En 1912, Joan (1), describió una especie común
en las provincias mencionadas: Melusina (Eusimulium) Di-
nelliz.
En 1918, Lutz, de Souza Araujo y da Fonseca (2) dicen que
Simulium paraguayense Schrottky, parece ser frecuente en Tu-
cumán, habiendo recibido material de S. pertinax, de Puerto
Aguirre, y de rubrithorax, de Bonpland, ambas localidades de
la gobernación de Misiones. |
7138
Los SIMÚLIDOS DEL NOROESTE ARGENTINO
No poseemos ninguna de estas especies, creyendo que
Eusimulium inaequalis, está muy estrechamente emparentada
con S.
paraguayense, por su aspecto general.
Todas las especies que hemos encontrado, pertenecen a
dos de los cuatro géneros reconocidos para esta familia por
Dyar y Shannon, en su reciente trabajo (3): Eusimulium y
Simulium.
CLAVE
PARA LAS ESPECIES DE Simuliid:ee DEL NO. ARGENTINO
Vena radial pilosa en la parte comprendida entre la ve-
na basal y el secto radial. Tamaño moderado.
E a o O. Gen. Eusimulium 2
Vena radial desnuda en la parte comprendida entre la
vena basal y el sector radial. Tamaño pequeño.
DE dae CNA pode O a EEE Gen. Simulium 4
Tegumento torácico amarillo brillante o amarillo roji- '
zo; tergitos abdominales 6-9, brillantes, los precedentes
opacos. Uñas de los tarsos anteriores, cada una con una
protuberancia basal y un diente sub-basal. Tamaño mo-
derado.
bb o A Eusimiium Dinellii, Joan
Tegumento torácico, no brillante o amarillo rojizo 3
Tegumento torácico, negro; abdomen negro con los
tergitos 5-9 brillantes. Uñas de los tarsos anteriores
con la protuberancia basal redondeada; una uña con
un diente sub-basal y la otra simple.
A Eusimilium inequalis, N. SP.
Tegumento torácico castaño opaco, el lóbulo humeral
amarillento; mesonoto con una mancha oscura en for-
ma de lira, cuyos brazos son largos y anchos y la ex-
tremidad anterior triangular; tereitos abdominales 6-9,
brillantes. Uñas de los tarsos anteriores cada una con
una ligera protuberancia basal y un diente sub-basal
bien desarrollado; especie más bien grande.
e O O a Eusimulium Lahillei, n. sp.
Mesonoto con un par anterior submediano de manchas
perlíneas y con el tomento uniformemente distribuido;
tergitos abdominales 6-9, brillantes; uñas de los tarsos
antericres, cada una con una protuberancia en forma
G. PATERSON Y R. C. SHANNON 7139
de diente truncado; una de ellas con un pequeño diente
sub-basal y la otra no; especie de tamaño pequeño.
O E A Simulium jujuyense, N. SP.
Mesonoto sin marcas plateadas o perlíneas distintas;
tomento (o escamas) dispuesto en grupos; tergitos ab-
dominales 3-9 brillantes, solamente una uña de los tar-
sos anteriores con un diente sub-basal. Especie pequeña.
A A Simulium Delpontel, N. Sp.
Eusimulium. inequalis, N. Sp.
Especie más bien grande, oscura, con patas negras y
blancas.
Largo: alrededor de 2.5 mm.; alas: 2.65 mm.
Cabeza: Frente y clípeo oscuros, intensamente espolvo-
reados con escarcha grisácea. Los tres artejos basales de las
antenas, castaño-rojizos, los restantes castaño oscuros; palpos
negros.
Tórax: Tegumento negro, el dorso uniformemente cu-
bierto por un tomento dispuesto en forma de líneas finas bron-
ceadas. Pleuras oscuras; la porción inferior escarchado ama-
rillento; mesopleura con pelos amarillo-claro.
Patas: Todos los fémures enteramente oscuros, cubiertos
con pelos pequeños amarillo-bronceado. Tibias anteriores con
la superficie externa casi totalmente escarchado-plateado; ti-
bias medias y posteriores amarillas, con escarcha plateada en
los 2/5 basales y negras en la parte restante. Tarsos ante-
riores enteramente negros y moderadamente ensanchados.
Basitarso de los tarsos medios, amarillos en sus 2/3 basales y
negros en la parte restante; el 2” artejo basal estrechamente
amarillo en su base, y la parte restante negra. Basitarso del
tarso posterior, amarillo en sus 3/4 basales y negro en la par-
te restante.
)
Abdomen: Negro; 2* tergito escarchado-plateado; 3” y 4"
tergitos moderadamente reducidos, negro-opaco; los tergitos
restantes, anchos y brillantes.
Balancines: Amarillo brillante.
Lutz dice que los balancines de paraguayense, son más
o menos castaño. En inequalis son de un color amarillo muy
pálido.
7140 LOS SIMÚLIDOS DEL NOROESTE ARGENTINO
Siete hembras, capturadas mientras atacaban al hombre.
Localidad del tipo: Zapla, Jujuy (marzo de 1927; G. Pa-
terson).
Otras localidades: Quebrada de Lules, Fucumán (25 ma-
yo 1927; Shannon y Del Ponte).
Eusimulium Dinelliz (Joan, 1912)
De tamaño moderado (alrededor de 2.5 mm.), especie de
color amarillo rojizo brillante (los ejemplares descolorados
son más o menos castaño); vena radial sedosa en su totali-
dad; todos los fémures amarillos; basitarso posterior com-
pletamente negruzco; abdómen más oscuro que el tórax, con
los tergitos 6-9 brillantes, siendo los anteriores opacos; uñas
de los tarsos anteriores cada una con una protuberancia basal
obtusa y un diente sub-basal.
Las larvas y pupas se encuentran en las plantas que hay :
en las corrientes rápidas de agua. Los adultos son más abun-
dantes desde la última mitad de marzo hasta fines de mayo,
siendo entonces muy molesto. El adulto, lo mismo que los es-
tados jóvenes, se encuentran representados en el trabajo de
Joan, siendo el dibujo del adulto en colores.
Localidad del tipo: Alpachiri, Tucumán.
Otras localidades: Quebrada de Lules, Tuc. (marzo, abril
y mayo 1927; Shannon y Del Ponte); Zapla, Jujuy (marzo
1927, Paterson; 13 abril 1927, Brumpt, Langeron, Paterson,
Mazza y Shannon). En San Pedro de Jujuy, Paterson lo ha
observado durante una larga serie de años. Probablemente se
encuentre en la mayoría de las corrientes rápidas de agua de
Tucumán, Salta y Jujuy.
Eusimulium Lahillei, n. sp.
Especie más bien grande (largo 3 mm.), castaño-opaco.
Cara y frente anchas, gris opaco, enteramente sedosas; ante-
nas con su parte basal pálida, oscuras en la parte restante;
palpos castaño oscuro; vena radial totalmente sedosa; tegu-
mento torácico castaño-opaco; lóbulo humeral amarillento;
una mancha muy oscura en forma de lira, cuyos brazos son
largos y anchos y el ápice anterior triangular; tergitos 6-9
G. PATERSON Y R. C. SHANNON 711
castaño-brillante, siendo los anteriores negro-opaco; todos los
fémures amarillentos, algo oscuros en el ápice; mitad basal
del basitarso posterior amarillo claro, y la parte restante ne-
gra. Uñas de los tarsos anteriores cada una con una ligera
protuberancia basal y un diente sub-basal bien desarrollado.
Relacionado con subpallidum, Lutz, pero esta especie tie-
ne los tergitos 5-9 brillantes, lo que no se observa en la especie
de Lutz.
Seis hembras, capturadas mientras rondaban cerca del
lecho rocoso, de corrientes temporarias de agua.
Localidad del tipo: Quebrada de Lules, Tucumán (14 de
mayo 1927 y larvas, 14 agosto 1927; R. C. Shannon).
Otras localidades: Quebrada San Lorenzo, Salta (5 agosto,
1927; R. C. Shannon).
Simulium jujuyense, N. Sp.
Especie pequeña (más o menos 1.5 mm.), negra, con man-
chas torácicas perlinas; sección intermedia del radio, desnu-
da. Frente y cara perlinas, esta última con escarcha grisácea;
artejos basales de las antenas amarillos y los restantes negros;
palpos negros. Mesonoto negro con ténue tomento amarillo bri-
llante; un par de triángulos anteriores perlinos, lo mismo que
los bordes lateral y posterior. Escudete negro. Tergitos abdo-
minales 6-9, brillantes en todo su ancho, los anteriores casi
cuadrados y aterciopelados, negro opaco. Uñas de los tarsos
anteriores con una protuberancia en forma de diente obtuso,
una uña con un diente pequeño sub-basal, mientras que la otra
carece de este diente.
Emparentada con incrustatum, Lutz, pero en esta espe-
cie, el tomento del mesonoto es bronceado amarillento y for-
ma montones, mientras que en jujuyense es verde pálido y uni-
formemente distribuido.
10 hembras, capturadas mientras picaban.
Localidad del tipo: Zapla, Jujuy (marzo de 1927; Pa-
terson).
Otras localidades: Ledesma, Jujuy (marzo 1927; Shan-
non y Del Ponte); finca Santa Bárbara (departamento de la
Capital, Tucumán, 7 abril 1927; Shannon y Del Ponte).
742 LOs SIMÚLIDOS DEL NOROESTE ARGENTINO
Simulium Delpontel, N. SP.
Especie pequeña (más o menos 1.7 mm., negra, sin man-
chas perlinas torácicas, pero con el tomento (semejante a es-
camas) formando grupos. Frente y cara perlinas, más bien
estrechas, la suma del largo de éstas igual a más o menos 4
veces el ancho de la frente; la cara más intensamente cubier-
ta por escarcha grisácea que la frente; mitad basal de la an-
tena de coloración más o menos castaño, siendo lá parte res-
.tante negra; palpos negros. Mesonoto negruzco, cubierto por
ligera escarcha grisácea; el tomento (semejante a escamas)
bronceado amarillo y dispuesto en montones. Abdomen negro,
tergitos 3-9 brillantes, el 2” ligeramente perlino. Fémures y ti-
bias anteriores y medios, amarillos; tarsos anteriores negros,
artejos apicales de los tarsos medios, oscuros; fémures poste-
riores negros, amarillos en la base y estrechamente amarillos
en sus ápices; tibias posteriores amarillas, oscuras en su par-
te apical; tarsos posteriores amarillos, siendo los últimos ar-
tejos OSCuros.
12 hembras, capturadas mientras picaban a hombres y
caballos.
Localidad del tipo: Embarcación, Salta (4 mayo 1926;
Paterson, Shannon y Shannon).
Otras localidades: Zapla, Jujuy: (marzo 1927; Paterson) ;
Ledesma, Jujuy, (30 marzo 1927; Shannon y Del Ponte).
u
Esta especie está dedicada al Dr. Eduardo Del Ponte.
BIBLIOGRAFIA
1? — Joan T. Nota sobre un díptero ponzoñoso. Boletín del Ministerio
de Agricultura. Vol. 14, N* 4, pp. 363-385, 1912.
2? — Luzrz A., DE Souza Araujo H. C. y Da Fonseca O. Viajem scien-
tifico no Rio Paraná, e a Asunción con volta por Buenos Aires,
Montevideo e Rio Grande. Mem. del Inst. Osw. Cruz, Rio Janeiro.
Vol. 10, N* 2, pp. 104-173, 1918.
30 — DYAR Y SHANNON. The north american Simulidae, Proc. U. S. Nat.
Museum. Vol. 69, art. 10, pp. 1-54, lám. 1-7, Washington D. C,. 1927.
R. C. SHANNON y E. DEL PONTE
Sinopsis parcial
de los Muscoideos Argentinos
'
Publicado en la “Revista del Instituto
Bacteriológico” (D. N. de H.)
N.* 5, Vol. IV. - Julio de 1926
BUENOS AIRES
ANTONIO GARCIA, Impresor — 856 - Perú - 858
1926
- Sinopsis parcial de los Muscoideos Argentinos
Por R. C. SHANNON y E. DEL PONTE
Contribución del Departamento Nacional de Higiene y del International
Board of the Rockefeller Institute.
Los Muscoideos forman uno de los grupos más importan-
tes de los Dípteros (Phlebotomus, Culicidae, Ceratopogonidae,
de Simuliidae, Tabanidae y Muscoidea) que tienen muchas rela-
ciones con la higiene humana.
Entre los representantes más característicos de los Mus-
coideos, encontramos los siguientes : la mosca doméstica (Musca
domestica) la mosca brava (Stomoxys calcitrans), las produe-
toras de miasis (“screw-worm”) (Cochliomyia macellaria, y
especies afines) ; Gastrophilus intestinalis que se encuentran en
el estómago de los caballos; Dermatobia hominis que ataca al
hombre; Oestrus os que ataca a las ovejas, encontrándose en la
Argentina. También la mosca tse-tsé, del Africa (Glossina spp.)
forma parte de este grupo.
La biología completa de Sarconesía chlorogaster está ex-
Nod celentemente cinematografiada por Martínez y Giinche, de Bue-
: nos Aires. Esta película permite a los estudiantes una espléndida
oportunidad de obtener una idea correcta y viviente de la vida
de estas moscas y puede servir de modelo para las otras es-
pecies.
El ganado en general, y especialmente los caballos y vacu-
nos, están infestados frecuentemente con larvas de Cochliomyia
di macellaria (“screw-worm”, gusanera) y otras moscas.
A h El método indicado para su tratamiento por el Bureau of
| Entomology U. S. Department of Agriculture, es el siguiente:
8 Echese un poco de benzol en la lana y pelo con huevos y larvas
* (querezas) de las moscas y también en las heridas de los ani-
males infestados. Cúbranse las heridas durante pocos minutos
4 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
con planchas de algodón saturado con benzol para que los vapo-
res alcanzen y maten las larvas colocadas profundamente en las
heridas. Quítense entonces estas larvas muertas y los huevos,
cúbranse las heridas con alquitrán vegetal (dens. 1.065) que
servirá como repulsivo para las moscas. y
Esta sinopsis, hecha solamente con material a la vista,
comprende los Gastrophilidae, Muscidae, Calliphoridae y Oes-
tridae; dicho material pertenece a las colecciones siguientes:
sección de Entomología del Instituto Bacteriológico del D. N.
de H., Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Aires (ce-
dida gentilmente por su director prof. Martín Doello Jurado) ,
Laboratorio de Zoología de la Facultad de Ciencias Exactas, Fí-
sicas y Naturales, de la colección Berg y también con elementos
pertenecientes al Dr. Bruch, de Olivos (prov. de B. A.) y a don
Rodolfo Schreiter, de Tucumán.
En un principio esta familia, uno de los grupos más gran-
des, más complejos y difíciles entre los dípteros, fué dividido
por los especialistas, tomando como base escasos caracteres de
comparación.
Se ha demostrado que estos caracteres son insuficientes
para determinar los límites naturales de esta familia, no pu-
diendo muchos géneros ser colocados correctamente en los es-
quemas sistemáticos; en los últimos 15 años los conocimientos
sobre estos insectos se han intensificado de tal manera, que su
clasificación ha sido modificada radicalmente.
Este resultado es con todo incompleto y probablemente pa-
sará bastante tiempo antes de que este grupo se coloque sobre
una base natural y fácil para trabajar. .
Sin embargo, gran cantidad de caracteres adicionales han
sido estudiados y una vez que ellos hayan sido bien compren-
didos, el trabajo para la identificación de estas moscas, será
generalmente hecho con precisión y rapidez.
Muchas especies de este grupo fueron descritas por los
antíguos autores antes de que este sistema de clasificación fue-
ra desarrollado. Los caracteres que ellos usaron para las diag-
nosis genéricas, fueron frecuentemente tan superficiales, que
sus géneros se encuentran ahora muy pobremente definidos, y
a veces son incomprensibles. También los caracteres específi-
cos elegidos eran asimismo insignificantes, siendo frecuente
que ellos describieran una especie más de una vez, o que inelu-
yeran dos o más especies bajo un mismo nombre. Durante el ve-
rano de 1925, uno de los autores (Shannon), visitó los museos
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 5
de Londres y de París, donde examinó los tipos de Muscoideos
descritos por Walker, Macquart y otros. Desgraciadamente las
especies descritas por estos autores para la Argentina, no fue-
ron encontradas, pero observó numerosos casos en que ellos
habían descrito la misma especie dos o más veces, y además un
gran porcentaje de sus tipos estarían colocados hoy día en gé-
neros distintos en los que los habían colocado sus creadores.
Walker, especialmente, prestó poca atención a los géneros y
colocó a muchas de sus especies en el gen. Musca, aún en los
casos en que pertenecían a otras familias.
Debido a la inseguridad de estas descripciones, nosotros
no podemos aplicar estas diagnósis sin antes haber examinado
los ejemplares tipos, pero para ello se necesita tiempo y elemen-
tos especiales de los que carecemos, y por consiguiente, nos ve-
mos obligados a describir como nuevas, todas aquellas especies
cuya identidad con las especies previamente descriptas es
dudosa.
Consideramos que la desventaja de no ends todas las an-
tiguas especies bien determinadas, será compensada por la con-
veniencia de dar buenas descripciones, basadas en los métodos
modernos, de todas las especies actualmente conocidas por no-
sotros. Creemos que esto es mucho mejor que esperar un nú-
mero indeterminado de años, hasta que la situación de las espe-
cies antiguas haya sido bien precisada.
Este trabajo lo consideramos como una comunicación pre-
liminar, y creemos que él podrá servir de base para un estudio
de estos Muscoideos. :
Respecto a las referencias de las viejas especies aquí recor-
dadas, ellas se encontrarán en la bibliografía dada al final.
CARACTERES DE LA SUPERFAM. Muscoidea (Calyptrata)
Este grupo, pertenece al suborden Cyclorrapha, sección
Schizophora, pudiéndose caracterizar los adultos de la siguien-
te manera:
Antena con 3 artejos, el tercero con una arista sub-basal;
palpos uniarticulados; lúnula frontal presente; sutura frontal
bien desarrollada; mesocoxa con una formación glosiforme en
su parte latero-caudal (proceso meso-coxal).
Sus afines más próximos, Syrphidae, Conopidae, etc., (sect.
Schiz)y tiene la sutura frontal poco visible o poco desarrolla-
ox MA
14
6 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS e
SY
da y en todos, excepto los Syrphidae, la mesocoxa carece del
proceso arriba citado. Los Muscoidea, pueden diferenciarse as
las Acalyptrata, por los siguientes caracteres :
Artejo 2* de la antena con un surco longitudinal, dorsal -
(más marcado cerca del ápice y disminuyendo hacia el lado
externo) ; el 2? al 6* espiráculo abdominal situado en los tergi-
tos, cerca de sus bordes laterales (excepto en los Gastrophilidae,
que se encuentran localizados en la membrana, careciendo de
proceso meso-coxal y en G. intestinalis no existe sutura en el.
2% artejo de la antena) ; vena auxiliar completa, terminando en
la vena costal, frente al ápice de la vena 1*; con vibrisas orales.
Los caracteres que constrastan con estos y que pertenecen a
las Acalyptrata son:
Artejo 2* de la antena sin la hendidura dorsal; espiráculos
abdominales situados en la membrana, entre los esternitos y los
tergitos (en algunos casos, que no.son frecuentes, como sucede
en ciertos géneros de Ephydridae, ellos se encuentran en los
tergitos); vena auxiliar frecuenteMnte e o ausente;
generalmente sin vibrisas orales.
A D
DEFINICIÓN DE LOS TÉRMINOS USADOS EN ESTE TRABAJO
(Las figuras que acompañan estas definiciones, som esquemáticas)
CABEZA (lámina 1)
Antena.—Cada una está compuesta: de tres segmentos o
artejos; el 1? es simple y generalmente no tiene caracteres im-
portantes para la clasificación. El 2* posee una hendidura lon-
gitudinal, más o menos bien definida, a lo largo de la parte
subdorsal, lateral; ésta hendidura es característica de todos
los dípteros Muscoideos, El 3%, de tamaño más o menos varia-
ble, suele poseer caracteres útiles para la clasificación. La
arista se encuentra generalmente cerca del ángulo basal supe-
rior del tercer artejo; puede ser plumosa (cuando los ra-
yos se encuentra a ambos lados) o pectinada (cuando ellos se
encuentran solamente a un lado); la extensión de la plumo-.
sidad es variable ocupando a veces solamente una parte de la
arista.
Regiones de la cabeza. — Esta puede ser dividida en dos.
regiones: la anterior y la posterior.
Podemos considerar en la primera región: 1* la parte ocular,
BAR
y ol
A
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O
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e
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 7
- que corresponde a los ojos compuestos y 2* la que no corresponde
a éstos, y que a su vez puede ser dividida en varias partes.
Ojos compuestos.—Ocupan gran parte de las regiones late-
rales de la cabeza. Su forma y tamaño es variable, teniendo a
veces particularidades que sirven como caracteres diferencia-
les. Por regla general, en los machos suelen estar más aproxi- '
mados que en las hembras, permitiendo en algunos casos dis-
tinguir los sexos.
Frente.—Esta porción de la cabeza se encuentra entre los
ojos compuestos, extendiéndose por encima hasta el vertex y
por debajo hasta una línea imaginaria, horizontal, que pasa
por la inserción de las antenas.
-Ocelos.—Ojos simples, en número de 3, que se encuentran
cerca del margen superior de la frente.
Triángulo ocelar.—Es la región especial sobre la que es-
tán situados los ocelos, siendo en general diferente de la región
que la rodea, y por ello fácilmente reconocible. Es con frecuen-
cia brillante y su forma suele ser más o menos triangular,
con uno de sus ángulos dirigidos hacia delante; en algunos ca-
sos éste ángulo se encuentra prolongado hacia la parte anterior.
Cinta frontal (frontalia). — Generalmente muy diferente
de las áreas parafrontales por su aspecto más opaco. Es la banda
longitudinal media de la frente, siendo frecuentemente ancha en
las hembras y estrecha en los.machos.
Areas parafrontales.—Areas que se encuentran a cada la-
do de la cinta frontal y adyacentes al borde interno de los ojos.
En ciertos casos, éstos se encuentran bien separados de dichas
áreas, pero generalmente ambos están en contacto y separados
por una línea imaginaria, la que se encuentra a la altura del
primer artejo de la antena.
Lúnula frontal. — Esclerito oval, en media luna, sobre
las bases de las antenas limitado por la sutura frontal.
Ptiliniwm. — Organo funcionalmente temporal que existe en
los dípteros ciclorrafos y señalado por la sutura frontal. Dicho
órgano es utilizado por la pupa para romper la envoltura ninfal
y permitir de esa manera la eclosión del adulto. El ptilinium
tiene la forma de un saco exértil y extensible, que cuando está
retraido toma la forma de una hoja; ésta, a su vez, por causa de
la presión interior, actúa sobre la pared anterior de la pupa y
la rompe. Después del nacimiento de la imago, se invagina y
dl
S SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
atrofia; su funcionamiento anterior está indicado solamente por
la sutura frontal.
Sutura frontal. — Hendidura o cicatríz, que se encuentra
por encima de las antenas, y se extiende hacia abajo, a cada la-
do de ellas, tomando la forma de una V o U, invertidas.
Lámina facial.—Una lámina plana en el centro de la cara
y por debajo de las antenas; su margen inferior forma, el epis-
toma. Las antenas cuando están caidas, cuelgan frente a-ellas.
Carena facial. — Levantamiento en forma de carena
que se encuentra entre las bases de las antenas y que se extien-
de por debajo a través de la parte media de la cara. Suele ser
poco aparente, aunque algunas veces está muy desarrollada.
Fovea antenal. — Depresión en la placa facial donde des-
cansa la antena.
Facialia. — Carena a cada lado de la placa facial, y que
lleva usualmente una fila de cerdas.
Area parafacial.—Area que se encuentra entre la facialia
y el margen ocular. Generalmente su parte superior se encuen-
tra distante del área parafrontal, mientras que su mar-
gen inferior está la mayor parte de las veces separado de la
porción inferior de la cara (bucca) por la mejilla.
Bucca.—Es en muchos casos una área bien definida, que
se encuentra por debajo del ojo y cubierta por pelos; la muesca
de la mejilla limita sus bordes interno y superior.
Muesca de la mejilla.—Por debajo del ojo hay una impre-
sión más o menos marcada, que se extiende o expande en una
área más o menos triangular; su margen superior sigue el
margen inferior del área parafacial y el interno costea la fa-
cialia y el inferior la bucca.
Epistoma—La porción más inferior de la cara, incluyen-
do el margen oral anterior.
Margen oral.—El borde de la cavidad oral.
Probóscide.—La trompa o conjunto extensible del aparato
bucal. :
Palpos.—Un par de órganos tactiles, que se encuentran en
la probóscide.
Labellae.—Palabra latina que sirve para denominar un
par de expansiones carnosas y esponjosas, en la extremidad de
la probóscide.
E
¿e dd
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 9
- CERDAS Y PELOS DE LA CABEZA
-Barba.—Conjunto de pelos que se encuentran en la bucca.
Cerdas cruciales.—Par de cerdas convergentes sobre la
cinta frontal.
Cerdas faciales.—Cerdas que forman una serie, por enci-
ma de las vibrisas a lo largo de la facialia.
Cerdas frontales. —Una fila, a/cada lado de la cinta fron-
tal, que se extiende desde el vertex hasta la altura de las ante-
nas, a veces aún más abajo.
Cerdas fronto-orbitales.—Una o varias cerdas, a cada la-
do de las áreas parafrontales (entre la fila de cerdas frontales
y el margen de los ojos).
Cerdas verticales internas. — Par más interno de las 4
cerdas insertas sobre el vertex, más o menos por detrás del án-
gulo superior o interno del ojo, rectas o convergentes; siendo
generalmente las mayores de los 2 pares.
Cerdas ocelares. — Par mayor de cerdas, que se encuen-
tran exactamente por detrás del ocelo posterior.
Cerdas verticales externas. — Par más externo de cerdas
que hay en el vertex y que se encuentran muy cerca del ángulo
supero-interno del ojo.
Pelos o cerdas para-faciales. — En general, es la continua-
ción hacia la parte inferior, de la fila de pelos o cerdas que hay
en las áreas para-frontales.
Vibrisas. — Par de cerdas fuertes en la parte más inferior
de la facialia (ángulo de vibrisas) inmediatamente por encima
del epistoma y por debajo de la fovea antenal. A menudo acom-
pañadas ¡por cerdas may pequeñas.
REGIONES Y CERDAS DE LA SUPERFICIE POSTERIOR DE LA CABEZA
Epicéfalo. — Esclerito mediano, bien determinado, que se
extiende desde el foramen occipital hasta el vertex de la cabeza,
al cual son más o menos paralelas las suturas laterales. Algunos
autores han dividido esta región en otras más pequeñas.
Pelos y cerdas del epicéfalo. — Existen los post-verticales,
los verticales internos, el occipito-central y a veces un cierto nú-
mero de otros menores. La porción más inferior del epicéfalo
puede ser desnuda, o llevar filas bien determinadas de cerdas
4
y
10 SINOPSIS PARCIAL DE LOs MUSCOIDEOS ARGENTINOS
iS
pequeñas transversales o verticales, o existir un montón de vello
o pelos, interrumpidos o no en su parte media.
Metacéfalo. — Esclerito mediano que se encuentra por de-
bajo del foramen occipital: su margen más inferior equivale al
margen oral posterior, y sus costados están separadas de las
placas paracefálicas, por suturas bien visibles; generalmente
lleva pelos.
Foramen occipital. — Apertura, que en la parte posterior '
de la cabeza da paso a los órganos que se extienden desde la ca-
beza al torax.
Paracéfalo. — Esclerito lateral, ancho, en la parte posterior
de cabeza. El margen externo se encuentra al lado de la órbita
posterior. Puede, en gran parte, estar desnudo o cubierto ente-
ramente por pelos o cerdas esparcidas.
Orbita posterior. — Es, con frecuencia, un área estrecha,
bien definida, que se encuentra entre el margen lateral del para-
céfalo y el borde posterior de la cabeza. Por debajo del ojo, se
pierde (a veces esto es imperceptible) en el surco transverso
de la cara.
Cilias de la órbita posterior. — Filas de pelos o cerdas en el
margen del paracéfalo, donde éste limita la órbita posterior.
wd
REGIONES Y CERDAS DEL TÓRAX (láminas II y 15H
- Dor 3uw es Tiora
¿Lóbdulo Leo in — Existen varias cerdas humerales.
se Suture.-
Notoplemra” a sutura divide al mesonoto en 2 partes:
fa mesonoto anterior (presutural) y el posterior (postsutural).
| Cerdas anteriores acrosticales. — Cerdas submedianas, cu-
' yo número es variable.
AE
%
Cerdas anteriores dorso-centrales. — Colocadas lateralmen-
te respecto a las anteriores: son generalmente 8.
Cerdas sublaterales. — Una a 3 cerdas colocadas al lado de
las dorso-centrales.
Cerdas post-humerales. — Una a 2 cerdas que se encuentran
detrás de la sutura correspondiente al lóbulo humeral y latera-
les respecto a las sublaterales.
Cerdas pre-suturales. — Una o 2 cerdas frente a la sutura
transversal colocadas por fuera, con respecto a las sublaterales.
Cerdas acrosticales posteriores. — Una a 4 cerdas subme-
dianas.
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5 a e
-R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 11
Cerdas dorso-centrales posteriores. — Fila de 3 - 4 cerdas
colocadas lateralmente con respecto a las anteriores.
Cerdas intra-alares. — Fila formada por 3-4 cerdas latera-
les respecto a las anteriores.
Cerdas supra-alares. — Varias cerdas alineadas, que se en-
cuentran en el margen lateral del mesonoto posterior.
Declive supra-alar — La parte lateral del mesonoto, que li-
mita por encima con la fila supra-alar y por debajo con la
muesca supra-alar, la que se encuentra a cada lado de la in-
serción del ala.
Lóbulo post-alar. — Lóbulo que se encuentra en el ángulo
¿posterior del mesonoto; su margen posterior bordea el escudete.
Cerdas post-alares. — Generalmente hay 2 cerdas en el ló-
bulo post-alar.
Declive post-alar. — Semejante al declive supra-alar. Se ex-
tiende hacia abajo, desde el margen externo del lóbulo post-alar.
La existencia o ausencia de pelos en esta región es un carácter
muy importante para separar los Tachinidae, Sarcophagidae y
Calliphoridae.
Escudete. — Se encuentra separado del mesonoto por una
sutura bien marcada.
Cerdas del disco del escudete (Cerdas discales). — General-
mente 2 cerdas bien desarrolladas en el disco del escudete.
Cerdas del margen del escudete (Cerdas marginales). —
Número variable de cerdas, existentes en el margen del escudete.
Raíz del escudete. — Prolongación del ángulo inferior del
escudete que se encuentra entre el borde del declive post-alar y
la inserción de la escama inferior. La presencia de pelos en esta
región es un carácter importante para diferenciar ciertos gé-
neros.
REGIONES LATERALES DEL TÓRAX
Prosterno. — Esclerito que se encuentra entre las coxas an-
teriores (puede estar más o menos dividido en su línea media
por una sutura).
Propleura. — Por debajo del lóbulo humeral, y por encima
de la coxa anterior y frente al espiráculo torácico anterior. Está
dividido por una sutura no bien definida en: propleura superior
y propleura inferior. La porción superior se encuentra directa-
E A
y»
12 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
mente frente al espiráculo y puede ser desnuda, mientras que la
parte inferior, hay 2 cerdas, como también algunos pelos.
Mesopleura. — Esclerito más o menos cuadrado, grande.
Una fila de cerdas mesopleurales se encuentran en el margen
posterior y también pueden hallarse una o dos cerca del ángulo
súpero-anterior.
Esternopleura. — Esclerito subtriangular, grande, entre las
coxas anterior y media, con una prolongación anterior y tenien-
do en su extremidad 2-3 cerdas.
Cerdas esterno-pleurales. — Una a 4 cerdas en la porción
principal de la esternopleura. Su colocación varía y a veces tie-
nen caracteres importantes. Cuando existen 2 adelante y 2 atrás,
se expresa esta colocación en la siguiente forma: “2:2.” En la
figura que acompaña a este trabajo, se expresaría en ás siguien-
te forma e Lt
Pteropleura. — Esclerito situado por debajo del ala. La exis-
tencia o ausencia de pelos es un carácter importante.
Hipopleura. — Esclerito que se encuentra entre las coxas
anterior y media.
Fila hipopleural. — Uno de los caracteres más importantes
entre los Calipteros. Esta fila, cuando existe, se encuentra cerca
del margen posterior de la hipopleura y se extiende desde la ba-
se de la coxa III hasta el espiráculo, y a veces se continúa por
frente a él. En algunos géneros de Muscidae (que carecen de
fila hipopleural), puede haber un cierto número de pelos presen-
tes. También pueden existir algunos pelos en la porción supe-
rior de la hipopleura.
Espiráculo metatorácico. — Se encuentra entre la meta-
pleura y la hipopleura (por encima de la coxa 111). La forma y
tamaño, así como también su vestidura, varía, siendo estos ca-
racteres utilizados para la clasificación. Se suele encontrar, tam-
bién, una fila marginal de cerdas en dicho espiráculo.
Balancines. — Es el ala posterior rudimentaria, inserta en
el torax, por detrás del espiráculo o estigma metatorácico.:
Episterno. — Esclerito situado por encima de la coxa III, y
que puede llevar una fila de pelos en su porción inferior.
Metapleura. — Esclerito que se encuentra entre la meta-
pleura y el metanoto y que limita la escama inferior. Los Sar-
cophagidae y Calliphoridae, tienen un cierto número de pelos pe-
queños en su parte superior, pero generalmente este esclerito se
: ee. ==
-— =>
XL
5 E >
-R. C. SHANNON Y E, DEL PONTE 13
encuentra desnudo, como sucede en los Tachinidae y Muscidae.
Metanoto. — Constituye la superficie posterior del torax;
se encuentra entre el escudete y el abdomen. Posee un importan-
fe carácter que sirve para separar los Tachinidae y Dexiidae
de la mayoría de los Muscoideos restantes. En los primeros el
metanoto tiene 2 convexidades, llamándose la superior post-es-
cudete. En los otros hay una convexidad media, siendo el post-
escudete rudimentario. -
Alas (lámina 1V). — Están compuestas de: membrana y
venas. Además hay varios escleritos. Las escamas (squama,
éguamula, cuilleron, aileron, celyptra, winglets, schuppen, te-
gulae), están también unidas a la base de las alas, pero se les
considera como estructuras separadas.
Venas. — En el ala de los Muscoideos, hay 9 venas longitu-
- dinale; costa (en el margen anterior del ala), vena auxiliar, pri-
mera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta y séptima venas
longitudinales. Las 2 últimas se encuentran más o menos mar-
cadas y la 7* es considerada generalmente como una vena espú-
rea.
Hay también venas transversales: humeral, anterior y pos-
terior; la parte apical de la 4* vena longitudinal puede llegar
hasta el margen alar, formando una línea recta, pero en la ma-
yoría de los Muscoideos forma un ángulo y la parte apical se
dirige hacia adelante (borde anterior) hacia la vena longitudi-
nal 3*. En este carácter aparece como una vena transversa y se
le suele llamar vena transversa apical. También se encuentran
2 pequeñas venas transversas, las que forman uno de los lados
de las célula basales 2* y 3?.
Charretera (épaulette). — Esclerito basal que se encuentra
antes de la costa (vena costal), lleva siempre algunos pelos y
cerdas.
-.Basicosta. — Se encuentra entre la charretera y la base de
la venas costal. En los Muscoideos no tiene pelos o cerdas; su co-
lor es a veces un carácter específico.
Esclerito subcostal. — Esclerito más o menos triangular,
existente en la parte más inferior de la costa y contigua a la ba-
sicosta. En ciertos géneros y especies de Muscoideos, posee sedas.
Vena babel (souche commune, stem vein) — Es la parte
basal de la vena radial (primera, segunda y tercera venas lon-
gitudinales en conjunto). La existencia de pelos en su superficie
dorsal o ventral es un carácter, muy importante.
Y
AA NR
»14 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
Celulas alares. — Las células aquí citadas se encuentran to-
das indicadas en la figura: costal, subcostal, marginal, submar-
ginal, primera, segunda y tercera posterior; primera, segunda y
tercera basal, célula auxiliar.
Escama inferior. — La forma y tamaño de esta escama, así
como también la existencia o ausencia de pelos en su superficie
superior, son caracteres diferenciales de gran valor.
Patas. — Las patas están divididas en: coxa, trocanter, fe-
mur, tibia y 5 artejos tarsales (llamándose al primero: basitar-
so). El último artejo lleva las uñas, el pulvillus y el empodium.
En los sistemas de clasificación usados hasta la época ac-
tual, no se ha utilizado la posición de las cerdas en las patas.
Se ha convenido, hoy día, que las patas se encuentran, res-
pecto del cuerpo del animal formando ángulo recto con él y de
esta manera las patas, en sus diferentes partes, tienen todas una
igual posición con respecto a un plano horizontal. En una sec-
ción transversal de una parte cualquiera de las patas en esta
posición, la superficie de esta sección respecto al cuerpo del in-
secto podría ser descrita en la siguiente forma: anterior, poste-
rior, dorsal y ventral, antero y postero ventral, etc.
Abdomen. — El dorso abdominal muestra tergitos o seg-
mentos bien determinados. El primero, en los Muscoideos, ha
desaparecido casi totalmente por un proceso de fusión que ha
sufrido con el 2%, y así sucede en realidad que el 1? es una eoa-
lescencia de éste con el 2”.
Como es necesario simplificar las descripciones llamaremos
a estos dos tergitos: primer tergito. En algunas ocasiones exis-
te un 5* tergito visible.
Hipopigio. — En los machos, el hipopigio puede ser inva-
ginable dentro del abdomen, pero en algunos géneros y especies,
se observan 2 segmentos bien desarrollados. Las pinzas — u Ór-
ganos prehensores — están insertas en los dos segmentos hi-
popigiales. Tirando del hipopigio hacia afuera, se pueden ver de
una a cuatro cerdas. El desarrollo de éstas estructuras frecuen-
temente ofrece excelentes caracteres diferenciales.
Ovipositor. — Suele también ofrecer caracteres diferencia-
les ; ellos no son usados en este trabajo.
Espiráculos abdominales. — Generalmente 6, a veces 5, el
22 al 6? estando en el tergito. En los Gastrophilidae, todos los es-
piráculos están en la membrana.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 15
- CLAVES PARA LAS FAMILIAS Y SUBFAMILIAS DE LOS MUSCOIDEOS
ARGENTINOS
(Los grupos señalados con un asterisco, no tienen especies aauí citadas).
Aj. Hipopleura sin una fila de fuertes pelos, por debajo
del espiráculo. (Algunos géneros tienen escasos pelos, esparci-
dos) ; postescudete raramente desarrollado.
B,. Apertura oral muy pequeña, órganos bucales rudi-
mentarios; 4? vena longitudinal recta (disminuyendo progresi-
vamente hasta llegar al ápice) ; 6* vena no nítida pero recono-
cible hasta el margen alar; borde externo de la escama inferior
con una franja densa de largas cilias; epicéfalo con pelos ama-
E RD IO AR ÓN Gastrophilidae.
B,. Apertura oral y órganos bucales bien desarrollados;
los demás caracteres arriba citados no se encuentran aquí com-
pletos.
C,. Escama inferior muy pequeña (su ancho es más o me-
nos igual a 10 veces su largo) ; 6* vena longitudinal con su ápi-
ce poco visible pero reconocible hasta el márgen alar; 4* vena
recta; epicéfalo inferior con pelos amarillos. * Scatophaginae (1)
Cs». Escama inferior bien desarrollada, su ancho no ma-
yor“del doble de su largo (generalmente menos).
D,. 6* vena completa, poco nítida en su parte apical, pero
llegando hasta el márgen del ala; torax solamente con 3 pares
de fuertes cerdas presuturales y dorso-centrales; ojos en el ma-
cho poco separados en su parte superior de la cabeza.
a A A O a o o Anthomyinae
D,. 6* vena no bien reconocible hasta el margen alar; los
demás caracteres no se encuentran aquí completos.
E,. Pteropleura con un grupo de pelos en el centro; pal-
pos con sus ápices ensanchados generalmente bien visibles; las
partes superiores de los ojos, en ambos sexos, separados por un
espacio equivalente al tercio del ancho cefálico; áreas parafacia-
les con algunos pelos en toda su superficie......... *Lispinae.
E». Pteropleura generalmente sin ese grupo de pelos, pero
cuando ellos existen, los palpos no son nítidamente ensanchados;
los ojos de los machos no están tan anchamente separados como
(1) Scatophaga diadema Wied, no es una especie verdadera perteneciente a
este género. Pertenece a los Heteromyzidac, familia de los Acalyptratae.
ps
y , AS
a
16 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
en las hembras y las áreas parafaciales carecen de pelos por de-
bajo de la base de las antenas.
F,. 6* vena longitudinal muy corta, la 7* con su ápice más
o menos encorvado hacia adelante; torax con tres pares de cer-
das postsuturales y dorsoventrales......... A Fanminae.
F,. 6* vena a veces muy corta, pero en este caso la 7* es
recta y su ápice no está nunca encorvado hacia adelante.
.G1. Escama inferior redondeada en su extremo, su borde
basal interno bien separado de los ángulos del escudete; 4* vena
nunca formando ángulo o encorvándose hacia adelante cerca de
la mitad de la parte basal, cuando existe un encorvamiento en
la porción apical.
H,. Proboscide fuertemente quitinizada, y adaptada para
la punción, labellae no ensanchada o esponjosa; arista con pe-
los largos en el lado superior, desnuda o pubescente por deba-
A STD A MA AR Stomoxydina.e.
H». Proboscide no neiente o adaptada para la pun-
ción, labellae generalmente ancha y más o menos esponjosa;
arista con pelos en las caras superior e inferior, y que tienen to-
dos, aproximadamente, el mismo largo........... Phaoninae.
G».. Escama inferior más o menos cuadrada, estando_ su
margen basal interno cerca o por debajo del ángulo basal del
escudete; 4* vena francamente encorvada cerca de la mitad de
la porción apical, a veces formando un ángulo. .... Muscinae.
A.. Hipopleura con una o más filas verticales de cerdas,
por debajo del espiráculo. (Algunos Estridos tienen un denso
agrupamiento de pelos rígidos).
Organos bucales rudimentarios; escama inferior con
poca pubescencia en su borde externo. ............ Oestridae.
B». Organos bucales bien desarrollados, funcionalmente
aptos.
C,. Postescudete no nítidamente convexo; bordes latera-
les de los tergitos bien separados, así como los esternitos 2 a 5,
aunque reducidos, son generalmente bien diferenciados; epicé-
falo inferior con pelos amarillos.
D,. Cerdas posthumerales colocadas lateralmente respecto
a las presuturales; en general 2 cerdas (raramente 3), protopleu-
rales; propleura y prosterno pilosos; moscas en general aparen-
temente verdes metálicos azules o rojizos. (Las Polleniinae
A A a AE dd
Sd
Es
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 17
constituyen una excepción con respecto al segundo carácter ci-
A A O o A AO A Calliphoridae.
E,. Bucca muy estrecha, más o menos igual a 1/5 o 1/6 de
la altura de los ojos; arista plumosa hacia el ápice; curvadura
de la 4* vena obtusa y ampliamente redondeada; espiráculo me-
tatorácico con sus extremidades anterior y posterior igualmente
redondeadas; vena basal a veces sedosa; postescudete general-
mente bien desarrollado.......... E Ned *Mesembrinellinae.
Eo». Bucca subcuadrada, igual a más o menos la mitad de
la altura de los ojos; curvadura de la 4* vena generalmente for-
mando un ángulo agudo; post-escudete no desarrollado.
F,. Vena basal sedosa en el lado superior, lo mismo que
DINERO OCOS TAN Ras. das Phormina.e.
Fs. Vena basal desnuda; esclerito subcostal sedoso única-
mente en Lucilia cesar y Pollenia.
G,. Prosterno y propleura peludos; lámina parafacial con
los pelos que no llegan, por debajo, hasta el margen inferior de
OSOS A O E A Calliphorimnae.
G». Prosterno y propleura desnudos; moscas con reflejos
azules, verdes o rojizos; abdomen generalmente semejándose a
un mosaico; vellosidad parafacial llegando tan hacia abajo co-
mo elbmargen mterior delo -....... dr ..... * Pollentinae.
D,. Cerda posthumeral generalmente presente y colocada
en la presutura; frecuentemente 4 cerdas notopleurales propleu-
ra y prosterno casi siempre desnudos; vena basal no ciliada;
mosca generalmente opacas, grises, con el abdomen frecuente-
mente en MOSCA e... Sarcophagidae.
Cs». Postescudete muy convexo; bordes laterales de los ter-
gitos uniéndose en la línea media ventral del abdómen (excepto
en algunos géneros, que poseen gran cantidad de pelos) ; epice-
falo inferior raramente con pelos. (Dexiinae, Tachintinae).
AO AS, O JAR Ls o e Tachviidae: (e).
(1) Hoy día se considera que la separación de los Dexidos y Tachinidos ba-
sada en la desnudez o plumosidad de la arista, no tiene gran valor: ellos for-
man un amplio y complejo grupo de dípteros. Todavía no existe para ellas una
clasificación satisfactoria en la actualidad; este grupo puede ser dividido en va-
rias subfamilias bien caracterizadas.
»
18 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
CLAVE PARA LOS ADULTOS DE LAS ESPECIES DE Gastrophilidae
(Gastrophilusg(UEstrus, vide Rev. App. Ent.)
Gastrophilus intestinalis.—Color general del cuerpo, gris; |
alas con una mancha ahumada oscura a través de su parte media.
G. nasalis. — Los pelos que cubren el tórax, rojizos; abdo-
men con bandas transversales de pelos blanquecinos, existiendo
una banda intermedia de pelos negros; célula basal anterior de
un largo igual a la 2? célula; alas sin manchas.
G. hemorrhoidalis. — Tórax con pelos blanquecinos amari-
llentos ; extremidad distal del abdomen con pelos rojizos; 2* cé-
lula basal más larga que la 1%, alas sin manchas.
CLAVE PARA LAS LARVAS
A;,. Cada fila de espinas dispuestas en una línea única.
ES E o IM LS RL O, ME REN nasalis,
A». Cada fila de espinas dispuestas en dos hileras que se
alternan una con otra, siendo la primera más grande que la se-
gunda.
B,. Espinas más largas; en el segmento ? faltan en él sola-
WERE ON ES >. 7 ISO Lao a DIO (O A intestinalis.
Bo. Espinas cortas, el segmento 9 sin espinas o con 20 3
solamente entlosiiados . AE > ce hemorrhóidalis.
GASTROPHILUS INTESTINALIS (De Geer)
Es una especie cosmopolita y frecuentemente es un pará-
sito muy importante de los caballos. Las larvas se adhieren a
las paredes del estómago y se alimentan de la sangre del hués-
ped. A veces el número de individuos que parasitan al caballo
puede ser mayor de un millar, y no es raro que por encontrarse
estos parásitos muy amontonados, ellos impidan el paso de los
alimentos.
Existe en la colección de este Instituto cierto número de lar-
vas, y aunque ellas carecen de procedencia, creemos que proven-
gan de la provincia de Buenos Aires.
GASTROPHILUS NASALIS (L.) (=veterinus, duodenalis, S.)
Ha sido indicada por Mendy como una especie muy difun-
dida, siendo un serio problema para muchos estados sudamerica- -
A A E A o
Je R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 19
nos. Las larvas se adhieren a las paredes de la faringe y se co-
nocen casos en que ellas han provocado directamente la muerte
del caballo.
GASTROPHILUS HAEMORR HOIDALIS (L.)
Quizás desconocida en la Argentina. Las larvas se adhieren
a las paredes del recto del caballo; éstos temen muchísimo a las
moscas adultas de esta ppecio, biueha más que a las de otras
- especies.
tr
CLAVE PARA LAS ESPECIES DE Muscidae ARGENTINOS
A;,. 6” vena con su porción apical no nítida, pero reconoci-
ble hasta el márgen del ala; superficie ventral del escudete con
algunos pelos muy finos dirigidos hacia abajo. (Pelos del epi-
céfalo, dispuestos en las dos especies aquí citadas, en forma de
En OS A A A Anthomyinae.
By. Tibia posterior con 2 cerdas postero-dorsales; a las sin
manchadas E IA Pegomyia fuscipes (Zett.)
B». Tibia posterior con 3 cerdas postero-dorsales; alas con
Vas (Marchas 2.00 do. a A gen. Hylemyia, Rob. Desv.
C,. Alas con manchas solamente en la base de la 3* vena,
en el ápice de la 1? y sobre las venas transversas anterior y pos-
LO a la DA AN H. punctipennis, *-3p.
Co». Alas que además de las manchas que se encuentran en
punctipennis tienen también algunas en la 2” vena, y otras más
débiles en los ápices de la 3* y 4* venas longitudinales.
A. H. Bruchi, n. sp.
A. 6 vena longitudinal no reconocible hasta el margen
alar; superficie ventral del escudete desnuda.
B,. Porción quitinosa de la 6% vena muy corta, la 7% se
encorva gradualmente hacia el ápice de la 6*; cada borde del epi-
céfalo, con una fila de cerdas pequeñas. gen. Fanta, Rob. Desv.
C,. Antenas, palpos y patas de color más o menos amari-
llento.
D,. Antenas y palpos completamente amarillos, brillantes;
áreas parafaciales anchas, su borde más interno con una fila de
cerdas más pequeñas (macho desconocido). PF. solitarisQ. sp.
D,. Tercer artejo de la antena oscura, excepto en su ba-
wa .
P et “o e al
20 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
se; palpos en partes oscuros; área parafacial muy estrecha, su
borde interno sin cerdas; región posterior de la coxa con cuatro
fuertes cerdas 0 A a o O Ll AR e F. coxata, N. Sp.
Cs». Antenas y palpos negros.
D,. Fémures posteriores con una fila en su mitad distal
“y parte antero-ventral de 4 o 5 cerdas largas; abdomen entera-
mente negro, pero que en el macho es escarchado amarillento
azulado oscuro, con un dibujo característico negro, más o me-
nos brillante que abarca todos los tergites. F. pruinosa, N. sp.
D,. Fémures posteriores solamente con 2 cerdas largas so-
lamente en la superficie antero-ventral; abdomen en tablero de
ajedrez, blanco y negro (excepto hembra de F. canicularis).
E,. Macho con la tibia posterior ensanchada en sus 2/3
apicales y con un mechón de pelos largos y rígidos; abdomen de
la hembra con manchas negras............ F. platensis (Br.)* recon
E,. Macho con la tibia posterior normal; abdómen de la
hembra. sin manchas DeoTaS las F. canicularis (L.)
B,. Parte quitinosa de la 6* vena longitudinal, con frecuen-
cia no pequeña y 7” vena, próximas y paralelas.
C,. Probóscide fuertemente quitinizada y apta para picar;
labellae no aparente; arista pectinada. Stomoxys calcitrans (L.)
C.. Probóscide no apta para picar, labellae ancha y carno-
sa; arista no pectinada.
-D,. Parte apical de la 4* vena no encorvada hacia adelan-
te; escama inferior glosiforme, su margen interno bien separado
del ángulo basal del escudete. ....... Phaoniinae (en parte).
E,. Vena basal, 1* y base de la 3* vena, con sedas; ptero-
pleura con pelos en su po media.
DEAD Dan Neurerptriza mirgta, N. Jen. Y N. SPB
ateiímolla suirada DE
E». Venas alares sin sedas.
F,. Alas con 3 manchas negras que forman un triángulo
de: colon ers ODAGOS ip pos do Phaonia trigona, N. SP.
F,. Alas sin manchas, claras.
G,. Especie de color negro brillante palpos amarillos; es-
piráculo metatorácico distintamente más pequeño que la cabeza
del balancín y sin pelos inmediatamente por delante de él; hem-
bra con un par de cerdas frontales cruciales.
oe a AE e CI e AA E Ophyra carbonaria, N. sp.=.
A CEN Y 14
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 21
AA
ha G». Especie cuyo color no es negro brillante; palpos ne-
y gros, espiráculo metatorácico distintamente más grande que la
cabeza del balancín y con un pelo, frecuentemente varios, inme-
diatamente por delante de él; hembra sin cerdas frontales con- 4
versentesco cruelales 0... Phi yronota, N. Yen. PS
nn
H,. Cuerpo gris opaco, con cintas echado brinde
abdomen verde brillante, como cubierto por escarcha plateada.
do do AGUA RN eri E Ph. platensis, n. sp. =thehise
H;). Cuerpo por completo rojo oscuro brillante.
I,. Ojos desnudos; la distancia menor entre los ojos del
“macho es mayor que el ancho del tercer antejo de la antena.
E a Ph. portensis, N. Sp. = aha, ps
> I.. Ojos con algunos pelos finos; la menor distancia entre
- los ojos del macho, mucho menor que el ancho del tercer añtejo
a OO o MA P. pampiana, N. Sp.
de D.. Parte apical de la 4* vena longitudinal, encorvada o
' formando ángulo hacia adelante.
E,. Escama inferior glosiforme, su borde libre bien sepa-
rado del ángulo basal del escudete...... Phaontinae (en parte)
F,. Ojos desnudos; parte apical de la 4* vena encorvada en
su parte media; especies cuyo color general no es verde azulado
OSCUrO Drilamte oa. o sen-—Muscina, Rob. Desv.
G,. Sin cerdas pequeñas en la base de la 3” vena.
H,. Un par de cerdas acrosticales anteriores, pteropleura
en parte con pelos; color general gris amarillento.
O 1 INIA RAMO Y. zosteris, N. Sp.
Ho». Tres pes pe cerdas anteriores. acrosticales; ptero-
G». Base ee la 32 vena ncifldinal con pequeñas cerdas.
H,. Especie completamente negrusca, palpos negros; ápi-
ces de la 4* vena francamente encorvada hacia adelante.
E A E, PIS O 0 O Muscina obscura, N. Sp.
H,. Tórax amarillento; palpos amarillentos; ápice de la
4* vena raramente encorvada hacia adelante. M. aberrans, N. Sp.
F,. Ojos con pelos; pteropleura con pelos en su parte me-
dia; parte apical de la 4* vena encorvada hacia adelante en su
mitad; abdomen brillante, verde azulado.
A: E AN Chlorellia aenula, N. gen Y N. SP. ==
' O A Ay ie
J sd rro TE WO rio p-
+
22 SINOPSIS PARCIAL DÉ LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
E.. Escama inferior con el borde libre interno, que se ex-
tiende hasta por debajo del ángulo basal del escudete; hipopleu-
ra generalmente con algunos pelos aislados por debajo nene es-
piráculo.
F,. Especie de color más o menos claro brillante o azul os-
curo.
G;,. Raíz del escudete con pelos; ápice del abdomen ama-
rillento-brillante. . HALO ONMAUSESA- Ogthellis pruna, n. sp.
Go». Raíz del escudete sin pelos; ápice del abdomen no
amarillo-brillante; hipopleura desnuda; episterno con pelos di-
rectamente por encima de la coxa 3*. Morellia aconguja, N..5P. <=
ASA! facie s
F». Especies cuyo color es generalmente gris opaco. RÁ.
G¡. Arista pubescente. Synthesiomyia Sl ió =
udiseta (, dd vw 3
G». Arista ampliamente plumosa.
H,. Antenas separadas en la base, por una carena facial
bien desarrollada............ Graphomyia maculata (Scopoli)
Ho». Antenas aproximadas; carena facial apenas visible.
A A EA A A E le Musca modestica, L.
; LO MeStico,
CLAVE PARA LAS ESPECIES DE Calliphoridae
A;,. Vena basal, cubierta por pelos finos en su cara dorsal;
raíz del escudete desnuda.
B,. Vena basal sedosa, tanto en su cara dorsal como ven-
trak
C,. Abdomen verde brillante; 32 cerda sublateral ausente;
no hay cerdas post- suturales acrosticales. i
A do E IB. Sarconesia chlorogaster (Wied. )
C.. Abdomen azul o rojo oscuro brillante; 3 cerdas subla-
terales presente; 3 pares de cerdas post-suturales acrosticales.
A AN a UAB; Sarconesiopsis chilensis (Macq.)
Bs. Vena basal con la cara ventral desnuda.
Ci. Palpos delgados y cortos (más o menos del tamaño
del espiráculo protorácico). Cochliomyia macellaria (Fabr.)
Cs. Palpos de longitud normal (distintamente mayores que
el espiráculo protorácico) ensanchados en el ápice.
A o a a A gen. Paralucilia.
D,. Largo de la antena mucho menor que la distancia en- pi
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 23
- tre el márgen lateral oral y el borde inferior del ojo; el ancho
de la frente en la hembra es mucho mayor que el largo de la
antena O A P. affinis, Rob. Desv.
D.. Largo de la antena más o menos igual a la distancia
; entre el margen inferior del ojo y el margen oral.
A E OA E A P. viridula, Rob. Desv.
Aj. Vena basal desnuda, en ambas caras dorsal y ventral.
B,. Raíz del escudete con pelos; escama inferior desnu-
A A IA gen. Lucilia.
Ci. al del ala y escamas oscuras; especie de color púr-
pura intenso; facetas oculares ensanchadas del macho que ocu-
pan una área frontal grande; áreas parafrontales reducidas a
una línea delgada, cuyo ancho es menor que el de las facetas ad-
yacentes; espiráculos torácicos muy ensanchados.
NN NS a ei L. ocgularis, Sh.
C». Base del ala y escama no muy oscuras; facetas ocu-
lares del macho no muy ensanchadas; áreas parafrontales no
reducidas a una línea delgada; espiráculos normales.
o
-D,. Especies verdes; solamente con una cerda en la mitad
de la superficie posterior de la tibia 2*........ L. mera, N. sp.
D,. Especies púrpuras; tibia 2* con una cerda posterodor-
sal cerca de la cerda media de la superficie posterior.
OTRAS Us IA a E ia A L. prima veris, N. Sp.
B». Raíz del escudete sin pelos; escama inferior con pelos
finos esparcidos por encima; bucca rojizo-amarillenta; barba ne-
gra; espiráculo E OrAcIóS y basicosta amarillentos.
a A oO Calliphora erythrocephala (Meig.)
CLAVE PARA LAS ESPECIES DE (Zstridae ARGENTINOS
(OESTRINAE Y CUTEREBRINAE)
A. Apice de la 4” vena uniéndose con la 3* a cierta dis-
tancia del margen alar; arista desnuda, frente y dorso del tó-
rax con numerosas manchas granulosas...... Oestrus ovis L.
As. El ápice de la 4* vena se une con la costa; cabeza y
tórax sin manchas granulosas.
B,. Arista desnuda; tórax y abdomen con vello visible, de
color negro, amarillo y amarillo-rojizo.
A A El a. das Rogenhofera ' grandis, (Guer.)
A
PP PL
24 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
B,. Arista por encima con largos pelos.
C,. Tercer artejo de la antena con un largo menor que el
doble de su ancho; tarsos anchos.
D,. Dorsos del abdomen enteramente escarchado, 2%, 32
y 4% segmentos con manchas negras, redondas y pequeñas.
A E 0 Cuterebra patagona (Guer.)
D.. Dorso del abdomen negro brillante, excepto en el úl-
timo segmento visible, el cual semeja estar cubierto por polen
roo O e Aa O A Cuterebra cometes, N. SP.
Cs». Tercer artejo de la antena, con su largo igual a 4 ve-
ces su ancho, tarsos delgados; abdomen azul metálico oscuro.
A RA e A Dermatobia hominis (L.)
Pegomyia fuscipe (Zett.)
Aricia fuscipes (Zett., 1852. Dip. Scand, IV). Citada por
Bréthes en su catálogo, como existente en Montevideo (Walker).
Existe también en el Museo Nacional de H. Natural de Buenos
Aires, material ya determinado. a
. . . / . N ( AGS E A »
Hylemyia punctipennis M-Ssp- Wie ARMAR) NES sy Y
Especie más o menos igual a 2/3 del tamaño de la mosca
doméstica. Fácilmente reconocible por su mesonoto estrechado
y por existencia de 5 manchas alares, siendo la que se encuen-
tra en la base de la 3? vena longitudinal, más clara.
Macho. Cabeza. Ojos muy aproximados por encima, y sepa-
rados por un espacio menor que el ancho del tercer artejo de la
antena; antenas negras, lo mismo que la arista, siendo ésta últi-
ma, además, pubescente en su totalidad; áreas parafaciales co-
mo espolvoreadas por polen plateado, teniendo por encima una
mancha oscura variable. Tórax: mesonoto con un cinta ancha
y oscura en su parte media; 2 cintas pálidas submedianas, una
cinta sublateral a cada lado; bordes pálidos; 3 cerdas anteriores
acrosticales más bien pequeñas; 2 antero dorso-centrales bien
desarrolladas, 2 cerdas sublaterales, la posterior pequeña; 5 cer-
das acrosticales postericres; 3 fuertes cerdas posteriores dorso-
centrales 2 fuertes cerdas intra-alares; cerdas esternopleura-
les 2:2.
Patas: Fémures y tibias eris-amarillentas; tarsos negros.
€
Alas: Una mancha negra en la base de la 3* vena, que se .
eE.
PS Es Ez
A A
A de
F
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 25
extiende sobre la 4* vena, una en el ápice de la vena, otra en
la vena transversa anterior; un par en la vena posterior.
Escamas: La inferior subigual a la superior.
Abdomen: Gris escarchado, una cinta media longitudinal
oscura y manchas negras en las bases de los pelos y cerdas.
Hembra: Ancho de la frente igual al largo de la antena, sus
lados casi paralelos; frontalia oscura; áreas parafrontales gri-
ses escarchado; un par de cerdas frontales cruciales presentes.
Largo: 5-6 m/m.; alas más o menos, 6 m/m.
Cinco hembras y diez machos.
Localidad del tipo: San Isidro, B. A. (29 agosto y 1 sep-
tiembre 1926, Shannon y Shannon).
Otras localidades: Adrogué, B. A. (julio y septiembre 1926,
E. Del Ponte) ; Prov. de Buenos Aires (C. Bruch).
Hylemyia bruchi, n. sp.
,
Macho y hembra. Estrechamente relacionada con puncti-
pennis, pero algo mayor y con una serie de manchas adiciona-
les en las alas: una sobre el tercio distal de la 2* vena, otra (dé-
bil), en el ápice de las 3? y 4* venas longitudinales, estando uni-
das las manchas de la vena posterior. Frente del macho algo
más ancha; frente de la hembra un poco más angosta que en
punetipennis y sin el par de cerdas cruciales.
Largo: 5a5 15 m/m.; alas: 4 1 a 5 m/m.
Dos machos y una hembra.
Localidad del tipo: prov. de Bs. As. (20 de abril de 1915,
C. Bruch). :
Otras localidades: Adrogué (12 de septiembre de 1926, E.
Del Ponte).
Fannia canicularis (L., 1761)
Es una especie cosmopolita, comunmente encontrada en las
casas y que, por su semejanza con la mosca doméstica y por su
menor tamaño, se le llama en Estados Unidos y en Europa el
“bebe” o la “mosca doméstica chica.”
Macho. Cabeza: ojos muy bien separados por encima, sien-
do la frente algo más ancha que el grosor del tercer artejo de
la antena; un par de cerdas frontales superiores; áreas para-
frontales y parafaciales como cubiertas por polen plateado; an-
26 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
tenas negras; arista en pequeña parte pubescente; cara como
cubierta por polen grisáceo.
Tórax: Gris oscuro; todas las cerdas acrosticales débilmen-
te desarrolladas, excepto el par más posterior; 2 cerdas ante-
riores dorso-centrales; 1 sublateral; 3 fuertes cerdas posteriores
dorso-centrales; 2 intralares cerdas esterno-pleurales 1:1.
Patas: negras, las bases de las tibias algo amarillentas;
sin tubérculos marcados o con mechones de pelos; superficie
posterior de la coxa posterior con dos o tres pelos; tibias poste-
riores con una cerda dorsal inmediatamente por detrás de la
mitad; una cerda preapical; una fuerte cerda algo por detrás
de la mitad y 3 antero-ventrales, una de las cuales está en la
mitad de la longitud de la tibia, la 2: más lejos y la 3” en el '
ápice. | ]
Abdomen: Una línea negra longitudinal bien marcada, en
la parte media; partes laterales de los tergitos escarchado-
grisáceos; el 2* y el 32 (a veces el 4?) amarillos traslúcidos.
Alas: Sin manchas.
Hembra. Ancho de la frente algo mayor que el 1/3 del an-
cho cefálico; areas parafrontales y parafaciales grises; aba:
men completamente gris oscuro.
Largo: 5a 7 m/m.; alas: 4 a 5 m/m.
Aparentemente tiene una amplia distribución en la R.
Argentina, siendo probable que se encuentre en algunas partes
durante todo el año.
-
Localides: Tucumán (desde abril hasta agosto, 1926,
Shannon y Shamnon).
Prov. Bs. As. (agosto y septiembre, Shannon y Shannon) ;
Adrogué, B* A. (septiembre 1926, E. Del Ponte).
Fannia prumnosa, n. sp.
Su tamaño es más o menos igual al de canicularis, de la
que se diferencia especialmente por la presencia de sedas en
la parte supero-externa del paracéfalo y el abdomen totalmente
oscuro en el macho.
Macho. Cabeza: Frente algo más ancha que en canicularis,
siendo más o menos igual al doble del ancho del tercer artejo
de la antena; una fila de cerdas que se encuentra en el área
parafrontal, que llega hasta la cerda frontal superior, sin in-
terrupciones; áreas parafrontales y parafaciales como cubier- .
)
%
UA -—R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 27
tas por polen plateado; antenas negras; arista con pubescencia.
"Tórax: Gris azulado oscuro (semejante al color del gra-
fito) ; mesonoto con 4 líneas castaño bien marcadas, el par sub-
mediano sobrepasa algo la sutura tranversal; cerdas torácicas
como en canicularis. y
Patas: Negras; base de las tibias posteriores amarillen-
tas; superficie posterior de la coxa 3*, con un pelo único; tibia
posterior con la primera cerda dorsal colocada claramente más
allá de la mitad; una cerda anterodorsal, y otra anteroventral
cerca una de otra y opuestas, la última algo desplazada (hacia
el dorso) hacia una fila de cerdas pequeñas anteroventrales.
Abdomen: Gris azul oscuro con una línea longitudinal me-
diana, en la que se observan algunas expansiones laterales en
el margen posterior de los tergitos.
Alas: algo oscuras.
Hembra: Ancho de la frente distintamente mayor que en
canicularis; cintas del mesonoto más nítidas que en el macho;
todo el abdómen es de color de grafito.
Largo: Y. a 5 m/m.; alas: 5 m/m.
Un macho y una hembra.
Localidad del tipo: San Isidro, B. A. (septiembre 1* 1926;
Shannon y Shannon). '
Panama heldewi '$7 A)
Syn Fannmia platense (Bretes, 1908) (Homalomyia platensis Br.)
Macho y hembra: El macho se distingue inmediatamente
por ciertas particularidades de las patas. El fémur medio tiene
una fila de cerdas antero y posteroventrales; el ápice de las
cerdas de la última fila están encorvadas en forma de gancho;
la tibia 2* está ensanchada en sus 2/3 apicales, y la superficie
ventral del área ensanchada es densamente pubescente. El fe-
mur posterior tiene un abultamiento central en sus dos tercios
apicales, que lleva un mechón prominente de pelos largos cu-
yas puntas están encorvadas. La tibia 3” tiene una cerda dorsal
larga, justo por detrás de la mitad y opuesta a ella, en el margen
anterodorsal hay otra cerda; el margen anteroventral tiene una
fila de 4 cerdas. El abdomen se asemeja a un mosaico, y tiene
algunas cerdas en sus costados.
Hembra: Se puede reconocer por sus antenas negras y pal-
pos, así como también por las manchas negras. Abdomen gris
con una fila mediana de manchas negras, que forman una cinta
PARRA
28 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
longitudinal media en el dorso y una fila lateral de manchas
aisladas.
Cinco machos y diez Hoi
Largo: 6 m/m.; alas 5 m/m.
Localidad del tipo: Capital Federal, R.-A. También ha si-
do encontrada en San Isidro, B. A. (29 de agosto de 1926, Shan-
non y Shannon) Adrogué B. A. (8 de septiembre de 1926, E.
Del Ponte).
Fannía coxata, N. sp.
Macho. Especie pequeña, con manchas amarillas en el ab-
domen, semejante a canicularis. Fácilmente reconocible por los
palpos amarillos y por las fuertes cerdas en la superficie poste-
rior de la coxa III y los grupos de cerdas cortas y rígidas en la
parte ventral abdominal.
Cabeza: Ojos aproximados; cerda frontal superior ausen-
te; áreas parafrontales y parafaciales plateadas; 1* y 2* artejos
de la antena, la base del 3* y de la arista, amarillentas; el resto
del tercer artejo y de la arista, erisáceos; palpos amarillentos.
Tórax: Semejante al de canicularis.
Patas: Coxas, trocanter anterior y 2* trocanter, amarillos;
fémures y tibias oscuras con algunas partes difusas amarillen-
tas; tarsos negros, superficie posterior de la coxa 3* con 5 cer-
das negras y fuertes.
Abdomen: Las 2/3 partes proximales del tergito 2* y los
ángulos anteriores del 32 amarillentos; los demás negros, en mo-
saico, como cubiertos en parte por polen gris; esternitos 2%, 32
y 4% con cerdas rígidas y cortas.
Hembra. Areas parafaciales muy angostas, desnudas; coxa
posterior sin cerdas rígidas; abdomen gris, cada tergito con 3
o más manchas negras.
Largo: 4.715 m/m.; alas: 3.5 m/m.
Localidad del tipo: San Pedro de Jujuy, Jujuy (27 de e
de 1926; Shannon y Shamnon).
Fannia Petrocchiae, n sp.
Hembra: Especie fácilmente reconocible por las antenas,
palpos y patas amarillas; húmeros, escudete y abdomen más o
menos amarillentos; frente y áreas parafaciales anchas, te-
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 29
niendo esta última una fila de cerdas pequeñas; tibia posterior
con 2 cerdas, muy largas, en la parte dorsal, una en la mitad y
otra preapical, una cerda más pequeña cerca de la preapical;
coxa 3* con un pelo único sobre la superficie posterior.
Abdomen: Con una cinta dorso-submediana y una fila de
manchas laterales, una en cada tergito.
Una hembra.
Localidad del tipo: Margen izquierda del río Bermejo
(cerca de Pichanal, Salta; 20 de abril 1915, J. Petrocchi).
Dedicada a la memoria de Juana Petrocchi.
Stomoxys caleitrans (L.)
- Especie bien conocida bajo el nombre vulgar de “mosca
brava” y ampliamente distribuída en toda la región cálida de
la R. A. Puede ser reconocida por los profanos por su carácter
más saliente: su picadura intensa. La efectúa con una probósci-
de bien quitinizada, teniendo en su labellae unos dientes presto-
males, con los cuales puede rápidamente perforar la piel, para
después chupar la sangre.
AGS Stei nella AloMouh
Syn=N eurotriza, n. yen.
Se caracteriza por 6* vena longitudinal que no llega hasta
el borde del ala y que se encuentra paralela a la 7*; escama in-
ferior glosiforme, con su borde libre interno bien separado del
escudete; propleura, prosterno o hipopleura desnudos; ptero-
pleura con pelos en su parte media; espiráculo metatorácico
con una fila de pelos a lo largo de su márgen inferior; vena
basal con una fila de pelos finos; 1* vena con cerdas por enci-
ma, base de la 3* vena con cerdas por encima y por debajo;
parte apical de la 4* vena no encorvada hacia adelante; cerdas
esternopleurales 2:2; arista pubescente.
su nella
Neurotrisa mirata, n. Sp.
Macho. Ancho de la frente el doble mayor que el tercer ar-
tejo de la antena; un par de cerdas prominentes frontales supe-
riores; lúnula frontal como cubierta por escarcha plateada; an-
tenas negras; áreas parafaciales plateadas; palpos negros; tórax
negro con cintas escarchado-plateadas tornasol; solamente el úl-
timo par de las cerdas posteriores acrosticales presente, patas
negruzcas, la articulación femoro-tibial amarillenta, tibias
castaño.
30 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
t
Abdomen: Negro, semejándose a un mosaico escarchado;
una cinta media longitudinal negra sin pelos y manchas desnu-
das negras en las bases de las cerdas más largas; vena trans-
versal anterior con una mancha oscura y una coloración oscura
a lo largo de la vena transversal posterior.
Hembra: Frente moderadamente ancha, sin las cerdas
frontales cruciales. S y
Largo: 7 m/m.; alas: 6 m/m.
14 machos, 20 hembras.
Localidad del tipo: San Isidro, B. A. (8 y 9 de agosto de
1926; Shannon y Shannon).
Phaonia trigona, N. sp.
Macho: El ancho menor de la frente, es igual al triple del
ancho del tercer artejo de la antena; las cerdas frontales lle-
gan, por arriba, hasta el ocelo inferior, antenas negras, arista
bastante plumosa; palpos negros; tórax negro con cintas escar-
chadas plateadas tornasoles; no existen pelos en las ptero é
hipopleura; cerdas esterno-pleurales 1:2; fémures y tarso ne-
gruzco; tibias marrones, abdomen negro, en mosaico, con escar-
cha plateada ; alas con 3 manchas negras que forman un triángu-
lo: una en la vena transversa anterior y las otras dos en cada
extremidad de la vena transversal posterior.
Largo: 8 m/m.; alas 7 m/m.
2 machos.
Localidad del tipo: San Isidro, B. A. (25 de debito de 1926,
Shannon y Shannon). E
OPI TA aenes ens (Wa)
Ophyra carbonaria, n. sp.
Macho: Negro brillante; lúnula frontal y áreas parafacia-
les escarchado plateadas; arista bien poco pubescente; palpos
amarillos; el ancho menor de la frente es menor que el grosor
del tercer artejo de la antena; pteropleura pubescente; hipopleu-
ra desnuda; piernas negras; trocanter posterior con un mechón
de pelos largos; alas claras.
Hembra: La frente es más o menos igual a 1/3 del ancho
cefálico; triángulo ocelar negro brillante, muy grande, su ápice
más inferior se extiende hasta cerca de la lúnula frontal; hay
un par de cerdas frontales cruciales.
Largo: 7 m/m.; alas 5 m/m.
11 machos y 3 hembras.
al
yA
«
A
Y
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE i 31
Localidad del tipo: Tucumán, Tuc. (21 julio de 1926; R.
E Shannon). También encontrada en Buenos Aires (25 agosto
de 1926, Shannon y Shannon).
Esta especie es muy semejante a la bien conocida Ophi yra,
leucostoma (Wd.) (Europa, Norte América). Esta especie tie-
ne los palpos negros. Los ejemplares de B. A. difieren de los
de Tucumán, por tener algunas veces las alas más oscuras y
la vellosidad (pelos muy pequeños en la membrana del ala) más
uniformemente distribuida.
Sens Phaowa.
yn” Phyronota, n. gen.
Moscas de un color más o menos verde metálico, azul oscu-
ro o púrpura; la lúnula frontal escarchado-plateada; arista pu-
bescente; palpos negros; 2 pares de cerdas acrosticales posterio-
res; un par de cerdas anteriores acrosticales; cerdas esterno-
pleurales: 2:2; uno o más pelos por delante del espiráculo meta-
torácico.
Phaswia ehialy bes Cwá) :
Du Phyronota portensis, N. Sp. -
Macho: Color azul brillante; ojos desnudos; frente más o
menos casi igual al doble del ancho del tercer artejo de la ante-
na; áreas parafrontales y parafaciales escarchado-plateadas;
patas negras; alas ligeramente oscuras, venas negras; escamas
oscuras; cilias de la escama inferior bien desarrolladas.
Hembra: Frente igual a 1/3 del ancho de la cabeza; áreas
parafrontales débilmente cubiertas por escarcha plateada, mien-
tras que el área parafacial lo está con mayor intensidad; una
mancha oscura brillante opuesta al segundo artejo de la antena.
Largo: 6.5 m/m.; alas 5 m/m.
YT machos y 4 hembras.
Localidad del tipo: Adrogué, B. A. (en cópula; 12 septiem-
bre de 1926; E. Del Ponte).
Otras localidades: Buenos Aires (C. Bruch), San Isidro, B.
A. (8 y 9 de septiembre de neo Shannon y Shannon.
Praia
Phyronota pampeana, N. Sp.
Macho: Difiere de portensis por tener mayor tamaño; co-
lor rojizo con cintas más intensas escarchado-planteadas en me-
sonoto; ojos débilmente pubescentes y alas claras; frente es-
trecha.
» $7.
apa
HS
Syn. Fstlochaeta, Bigor.
32 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
Largo: 7 m/m.; alas 7 m/m.
Un macho.
Localidad del tipo: pS ue. (R. S. Schicitenl
Í ha ona. UN Sohr cr. am CEN io”
Phyronota platensis, N. Sp.
4
Macho: El ancho mínimo de la frente es menor que el gro-
sor del tercer artejo de la antena; áreas parafrontales y parafa-
ciales escarchado-plateadas; 1* y 2* artejo de las antenas, casta-
ño y el 3* negro. Tórax negro con cintas tornasol plateadas, gris
escarchadas; abdomen verde metálico con escarcha plateada y
con una cinta tornasol longitudinal medio-dorsal; escamas
blancas.
Hembra: Areas parafrontales y parafaciales gris escarcha-
das; sin mancha desnuda frente al 2* artejo de la antena; lóbulo
humeral amarillento.
Largo: 6 m/m.; alas: 5.5 m/m.
1 macho y 1 hembra.
Localidad del tipo: Macho: San Isidro, B. A. (8 de agosto de
1926, Shannon y Shannon).
Hembra: Capital Federal (15 septiembre de 1926, Shannon y
Shannon).
Muscina stabulans, Fallen
Es una especie común, y que generalmente se encuentra en
los establos, pero que también suele verse en las habitaciones,
siendo a veces mayor y más fuerte que la mosca doméstica.
Macho: El ancho mínimo de la frente es más o menos igual
al grosor del tercer artejo de la antena; cerdas frontales que lle-
gan hasta el nivel del ocelo inferior; ápice del 2? y base del 3*
artejo de la antena, amarillento, las demás partes de la antena
negras; arista con larga blumosidad, los pelos amarillos; tórax,
negro con cintas tornasol escarchadas en el mesonoto; ápice del
escudete amarillento; 3 pares de cerdas anteriores acrosticales,
las esternopleurales 1:2; pteropleura e hipopleura desnuda; fé-
mures posteriores amarillentos en su mitad externa; tibias ama-
rillentas; tarsos negros; abdomen negros en mosaicos, escarcha-
dos; alas claras; ápice de la 4* vena longitudinal con una curva-
tura hacia adelante y que se encuentra en la mitad de la por-
ción apical; escamas blaoco amarillentas.
Largo: 9 m/m.; alas: 7.5 m/m.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 33
2 machos y 3 hembras.
es Localidades: Tucumán, Tuc. (5, 6 y 7 1926; R. C. Shannon).
Vélez Sársfield, Cap. Fed. (9 de septiembre 1926; M. A. Rie-
de - sel). Cap. Federal (15 de septiembre de 1926), R. C. Shannon.
co NEows Lima =>
- Muscinaosteris, N. Sp.
Especie más bien pequeña, color general amarillento cas-
taño. | Ñ
Macho: La frente está reducida a un ancho menor que el
. del tercer artejo de la antena, con pelos y cerdas que llegan has-
- ta el ocelo inferior; antenas amarillo claro; arista negra excep-
to en la base, con gran plumosidad ; palpos amarillo-claros; tó-
-rax amarillento castaño con cintas escarchadas en el mesonoto;
ápice del escudete con una mancha amarilla; 1 par de cerdas
acrosticales anteriores, las esternopleurales 1:2; pteropleura con
escasos pelos finos y amarillos; hipopleura desnuda; episterno
con escasos pelos inmediatamente por encima de la coxa III;
abdomen amarillento en la base, oscuro en la mitad posterior y
cubierto por manchas que adoptan la forma de un mosaico; alas
con una mancha en la vena transversa anterior, la posterior li-
> - —geramente manchada, extremidad de la 4* vena longitudinal dis-
tintamente encorvada hacia adelante, base de la tercera vena sin
cerdas; escamas blancas.
He Largo: 5.715 m/m; alas: 6 m/m.
2 machos,
E: Localidad del tipo: Tucumán, Tuc. (22 abril 1926; 14 ma-
yo 1926; Shannon y Shannon).
A Muscina aberrans, N. Sp. -
Hembra: Muy semejante a zosteris, y a primera vista con-
siderada como la hembra de esta especie. Posee ciertos caracte-
res estructurales que nos la hacen considerar "como una especie
diferente.
La frente tiene un ancho menor que el del tercer artejo de
la antena; cinta frontal desnuda; antenas y base de la arista,
amarillas, el resto de la arista, negra, con larga plumosidad';
palpos amarillos; tórax amarillento castaño, el dorso amplia-
mente cubierto por escarcha amarillenta; no hay cerdas acros-
ticales anteriores; pteropleura, hipopleura y episterno sin pelos;
fémures y tibios amarillentas; tarsos negros; abdomen negro
A erisáceo con manchas en mosaico; alas con ambas venas trans-
91 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
versales ahumadas; extremidad de la cuarta vena longitudinal
muy poco encorvada hacia adelante; varias cerdas pequeñas en
la base de la tercera vena longitudinal.
Largo: 7 m/m; alas: 7 m/m. Al
1 hembra. EG 7
Localidad del tipo: Tucumán, Tuc. (28 febrero 1926; E.
Del Ponte). |
Muscina obscura, N. Sp.
Hembra: Especie de color negro, a veces más pequeña que
stabulans. La frente es igual al tercio del ancho de la cabeza sin
cerdas cruciales; antenas castañas; arista muy plumosa;. tórax
con cintas débilmente escarchado-plateadas en el mesonoto; cer-
das acrosticales anteriores muy poco desarrolladas; cerdas es-
ternopleurales 2:2; pteropleura e hipopleura desnudas, epister-
no inferior con pocos pelos; patas castaño-oscuro intenso, abdo-
men débilmente escarchado; alas con las venas poco ahumadas.
el ápice de la tercera vena poco encorvado hacia adelante; algu-
nas cerdas pequeñas en la base de la tercera vena.
Largo: 7 m/m.; alas: 7 m/m.
1 hembra.
Localidad del tipo: Buenos Aires (20 abril 1916; C. Bruch).
S-emus Y IS MWOYVENiO HNoAM.
Sym» Chlorellia, n. gen.
Muy semejante a Pyrellia, de la que se diferencia por la cor-
formación de la escama inferior. En Chlorellia es glosiforme y '
su borde interno libre está bien separado del escudete, mientras
en Pyrellia el margen libre interno de la escama inferior se ex-
tiende hasta por debajo del escudete. Este carácter diferencial
es utilizado para separar las subfamilias Phaoniinae y Muscinae. ;
Da e AMAN EA ri ns Malo j
. Chlorellia aenula, N. sp.
Hembra: Tórax negro azulado; abdomen azul oscuro bri-
llante. Ojos peludos, frente algo algo menor que el 1/3 del ancho
cefálico; cinta frontal desnuda ; lúnula frontal como cubierta por
polen plateado; antenas negras, con la arista largamente plumo-
sa en sus 2/3 basales; palpos negros, mesonoto con cintas torna- A
soles cubiertas por polen plateado; 2 cerdas acrosticales anterio- E
res, cerdas esternopleurales 1 :2; pteropleura con pelos en las 2/3 ]
posteriores; hipopleura superior con pelos; episterno desnudo;
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0 | R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 35
patas negras; abdomen azul oscuro metálico, débilmente escar-
4 chado plateado; alas claras, ápice de la 4* vena encorvada hacia
adelante, encontrándose la curvatura cerca de la mitad de la par-
te apical; lado inferior de la vena basal con pocos pelos; terce-
A ra vena con cerdas pequeñas bien separadas en casi toda su ex-
tensión, y tanto en su cara dorsal como en la ventral.
Largo: 6 m/m.; alas: 5.5 m/m.
2 hembras.
es | Localidad del tipo: San Pedro de Jujuy, Juj. (30 abril 1926;
AS Shannon y Shannon). También en Tucumán, Tuc. (R. Schrei-
ter).
SUBFAMILIA Muscinae
Gemas Sartopromusee Townsend -
A Orthelia pruna, N. SP.
Hembra: Se puede fácilmente reconocer esta especie por su
color azulado y el último segmento del abdomen dorado brillante.
AS - Su frente es algo menor que el 1/3 del ancho cefálico; cinta fron-
tal desnuda; áreas parafrontales y parafaciales escarchado-oro
brillante; antenas negras con la arista largamente plumosa ; pal-
pos castaño-oscuros; tórax con el mesonoto aleo brillante, negro
con reflejos azules y nítidas cintas escarchado-plateadas; espi-
ráculo torácico anterior blanco; pteropleura con pelos; hipopleu-
ra con algunos pelos por debajo del espiráculó; episterno infe-
rior con pocos pelos; patas negras, tibias 2? con una fuerte cerda
ventral en su mitad distal; alas sin manchas, la curva de la par-
te apical de la 4* vena se encuentra en su parte media; 3* vena
longitudinal con algunas cerdas pequeñas en la 6* porción basal.
Largo: 7 m/m.; alas: 5 m/m.
1 hembra.
Localidad del tipo: Calilegua, Juj. (5 mayo 1926; Shannon
y Shannon).
Moereiiá sun facies (Mesnd on)
pe Morellia aconquija, n. sp.
Especie azul muy brillante.
Macho: La frente es igual al ancho del tercer artejo de la
4 antena; cerdas a lo largo del área parafrontal; antenas y base
S de la arista amarillo claro, lo restante de la arista negro y muy
plumosa; áreas parafaciales escarchado-doradas; palpos amari-
llos; parte anterior del mesonoto con una cinta longitudinal me-
diana escarchado-plateada; cerdas esterno pleurales 1:2; ptero-
-36 SINOPSIS PARCIAL DE LOs MUSCOIDEOS ARGENTINOS
5
- pleura con pelos en los 2/3 posteriores; hipopleura superior. con
- pelos lo mismo que el episterno inferior; patas negras, tibias 2*
SUN
con una fuerte cerda ventral, más allá de su parte media; abdo-
men no muy cubierto por escarcha plateada; alas sin manchas,
curvatura de la 4* vena en la mitad de la porción apical; base
de la primera parte de la 3* vena con cerdas pequeñas; escamas
OSCUTAas.
Hembra: Frente menor que el 1/3 del ancho cefálico; cin-
ta frontal desnuda.
Largo: Y m/m.; alas: 6 m/m.
2 machos y 9 hembras.
Localidad del tipo: Parque Aconquija, en la ciudad de Tu-
cumán, Tuc. en las pendientes boscosas (7 marzo 1926; Shannon
y Shannon). También se ha encontrado en San Pedro de Jujuy,
Juj. (27 abril 1926; Shannon y Shannon).
Syn hnesiomyia nudiseta (van der y Judi)
Synthesiomyia brasiliana, B. y B.:
Puede fácilmente ser reconocida por la cinta frontal con pe-
los, antenas amarillas con la arista pubescente; palpos amarillos;
prosterno peludo; pteropleura e hipopleura superior desnudas;
pelos en la hipopleura, por debajo del espiráculo metatorácico;
episterno inferior con pelos; curvadura de la porción apical de
lá 4* vena longitudinal, en su parte media; color general gris os-
curo con cintas escarchado-plateadas en el mesonoto; abdomen
en mosaico, con su extremidad amarillenta.
2 machos.
Localidad: Tucumán, Tuc. (1 marzo 1926; Shannon y
Shannon).
Se conoce esta especie en toda la América, llegando hasta el
sud de Estados Unidos.
Graphomyia m aculata (Scopoli)
Ojos peludos, más aparentes en el macho; cinta frontal de
la hembra peluda; antenas con sus bases separadas por una ca-
rena bien desarrollada; antenas y palpos castaño oscuro inten-.
so; arista con larga plumosidad; tórax negro, visiblemente es-
triado con cintas escarchado-plateadas; abdomen en mosaico;
patas negras; alas sin manchas; escamas blancas.
Largo: 7 m/m.; alas: 6.5 m/m.
1 hembra.
Localidad: San Isidro, B. A. (25 agosto 1926; R. C. Shan-
ñ 3 Fl
4 A Sr y ,
4 SEN A eS: de >
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E
3 ]
A y
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 31
non). Es una especie común en las regiones templadas de Eu-
ropa y Norte América.
- ¿Philornis pici, Macq.,?
Las larvas de este género, son todas parásitos subcutáneos
y ds ejemplares hembras, encontrados en pájaros jóvenes en Tucu-
mán. La especie no ha sido bien determinada.
O, FAMILIA Calliphoridae
Sarconesia chlorogaster (Wiedm.)
Especie común en la provincia de Buenos Aires. Tiene una
eran semejanza con las especies del género Sarcophaga, excep-
to por su abdomen verde azulado metálico. Así fué originalmen-
te descrita como género y especie de Sarcophagidae, familia en
la que se encontraba incluida hasta hace muy poco tiempo.
Macho: Frente más o menos 1/4 del ancho cefálico; áreas
parafrontales con cerdas bien desarrolladas; áreas parafaciales
con cerdas pequeñas y nítidas que llegan hasta el borde inferior
del ojo; antenas negras con la arista muy plumosa en sus 2/5
basales; palpos amarillos; dorso del tórax con cintas nítidas lon-
gitudinales, escarchado plateadas; 2 cerdas sublaterales; no hay
cerdas acrosticales posteriores; patas negras; abdomen brillante
verde azulado, débilmente cubierto con escarcha plateada; alas
sin manchas; vena basal ciliada en ambas caras; esclerito sub-
costal sedoso.
S Hembra: La frente es más o menos igual a 1/3 del ancho
AA
Pel.
po cefálico.
, Largo: 10-13 m/m.; alas: 8, 5-10 m/m.
15 machos y 20 hembras.
Localidades: Tucumán (11 diciembre 1924). Adrogué, B.
A. (septiembre 1926; en la fecha, fines de octubre, muy abun-
dante; E. Del Ponte). B. Aires (C. Bruch; R. C. Shannon).
Sarconesiopsis chilensis (Macq.)
Estrechamente emparentada con S. chlorogaster; especie
más robusta, aunque a veces es más pequeña; con el abdomen
azul oscuro y brillante, teniendo 3 cerdas sublaterales y 2 pa-
res de cerdas acrosticales posteriores. Los ojos, en el macho se
de los pájaros jóvenes. El Dr. R. Lillo, de Tucumán, tiene 2 p
38 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
encuentran muy aproximados; sus alas son oscuras. En las
hembras las alas son claras.
Al parecer, esta especie se encuentra confinada en los An-
des, siendo común en Chile y Perú.
Largo: 10 m/m.; alas: 8 m/m. >
2 machos.
Localidad: Tucumán, Tuc. (R. Schreiter).
Chrysomuia, Cochliomyia y Paralucilia
El nombre genérico Chrysomyia, fué primeramente apli-
cado a todas las especies de la tribu Chrysomyini, existente en:
América. Investigaciones recientes han demostrado que todas
las especies que pertenecen al gen. Chrysomyia, se encuentran
en el viejo mundo, excepto una: C. desvoidyi, Hough, la Hue
se ha encontrado en la América tropical.
El gen. Cochliomyia y Paralucilia se diferencian de Eh
somyia, por tener la escama inferior con pelos; en Chrysomyia,
toda la superficie (en parte, en C. desvoidyi) es peluda, mien-
tras que en los otros dos géneros solamente hay pelos en la par-
te basal.
En lo que respecta a Cochliomyia (Chrysomyia) macellaria
(Fabr.) y las especies afines, ha existido una gran confusión, .
particularmente en lo que se refiere a la Argentina (1875,
1882), resultando de ello una fuerte controversia, la que en
parte fué resuelta por Enrique Lynch Arribalzaga, consideran-
. do como sinónimo de macellaria todos los demás nombres y re-
conociendo 2 variedades de esta especie. Pertenece a Lahille
(1915) el mérito de haber sido el primero en reconocer cuál era
el número de especies que había en la Argentina y dar su des-
cripción. Basándose especialmente en la genitalia del macho,
separó 3 especies: macellaria, wheeleri (=affimis, R. D.) y la
tercera como una nueva especie: Lynchi. Desgraciadamente es-
ta es la especie viridula, originalmente descrita del Brasil.
El estado actual de estas especies, puede ser indicado co-
mo sigue:
Cochliomyia macellaria (Fabr. 1794)
Esta especie es en general más pequeña que affinis o viri-
dula, los palpos son muchos más cortos y uniformemente delga-
dos, siendo su largo algo menor: que la distancia entre los dos
bordes orales; antenas castaño rojizas, ancho de la frente de la
hembra menor en 1/3 que el ancho cefálico.
E ES
e o A
SI IA
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a. dee ho: y. |
E EN 2 de | ade: dd
Eh, Y Mr E
é e R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 39
Esta especie es la mejor conocida y probablemente la que
produce mayor número de casos de miasis en América. Amplia-
mente esparcida en las regiones cálidas de América y es muy
abundante en la Argentina. Puede encontrarse durante todo el
año en Tucumán, desapareciendo en Buenos Aires durante los
ó meses de invierno.
Paralucilia affinis (Rob. Desv.) :
; Puede diferenciarse de viridula, cuyos palpos son norma-
y les, por las antenas oscuras y más pequeñas y más cortas que la
distancia entre el margen inferior del ojo y el margen lateral
: oral, y mucho más cortas, en la hembra, que el ancho de la fren-
o te. El espiráculo metatorácico es más o menos claro y los fé-
E mures llevan anillos anchos, no bien definidos, de color castaño
JN rojizo. |
os | Esta especie se encuentra desde la Argentina hasta el sur
ls de EE. UU.; es particularmente abundante en la estación actual
Bebo (mes de septiembre), en la provincia de Buenos Aires.
Paralucilia viridula (Rob. Desv.) (=Clrysomyia Lynchr,
Lahi., 1915).
Aparentemente no tan común como macellaria o affinis.
Las antenas son amarillento rojizas y algo grandes, siendo un
poco mayores que la distancia entre el ojo y el margen oral, y
algo más largas en la hembra que el ancho de la frente. El es-
piráculo metatorácico es negro y las patas llevan algunas mar-
cas de color castaño-rojizo.
2 machos y 2 hembras.
Localidades: San Pedro de Jujuy, Juj. (27 abril 1926;
Shannon y Shannon). Tucumán y Concepción, Tuc. (17 abril
1926; 11 mayo 1926: R. C. Shannon). Citada por Lahille, de
Carcarañá, Santa Fé; también encontrada en San Pablo, Bra-
sil.
Lucilia ocularis Shannon
$ Esta especie ha sido encontrada primeramente en Costa
iS Rica y México.
3 El ejemplar que poseemos coincide en todos los detalles
¿ con el tipo, llenando así el gran vacío que se notaba en su dis-
persión. Es una especie algo grande, caracterizada por su color
púrpura intenso y las facetas ensanchadas de los ojos, especial-
40 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
mente en el macho, que forma un área frontal grande; áreas
parafrontales del macho contíguas y ampliamente reducidas, de
manera que en su parte menos ancha las 2 juntas aparecen co-
mo una línea delgada, cuyo grosor es menor que el de las face-
tas adyacentes; bases de las alas y escamas, oscuras. 1 macho.
Localidad: Prov. de Tucumán (R. Schreiter).
Lucilia mera, n. sp.
- Especie más bien pequeña, verde metálico.
Macho: Frente reducida a un tamaño menor que el grueso
del tercer artejo de la antena; áreas parafrontales escarchado-
plateadas, sedosas, en los 2/3 inferiores; antenas amarillo ro-
jizo-oscuras; áreas parafaciales plateadas; cara inferior y por-
ción externa de la bucca, amarillentas; palpos amarillos; 2 cer-
-das acrosticales posteriores; patas negras; alas y escamas algo
ahumadas; pinzas del macho con pelos largos esparcidos.
Hembra. Ancho de la frente más o menos igual a 2/3 de
largo del tercer artejo de la antena.
Largo: 6 m/m.; alas: 5 m/m.
3 machos y 2 hembras.
Localidad del tipo: San Pedro de Jujuy, Juj. (28 abril
1926; Shannon y Shannon). Encontrada también en Concep-
ción, Tuc. (17 abril 1926; R. €. Shannon).
Un macho y una hembra encontrados en la provincia de
Buenos Aires difieren algo de mera. La bucca es uniformemen-
te oscura y la frente del macho es a veces más ancha y sedosa
en sus 4/5 inferiores.
Lucilia prima, 1 VErts, N. SP.
Especie algo mayor que mera y cuyo color varía del a
oscuro al púrpura. Se diferencia de ella, por tener en la tibia
media una cerda posterodorsal y cerca de la cerda que se en-
cuentra en la mitad de la superficie posterior.
Evidentemente es una especie primaveral, temprana, por-
que no ha sido recogida antes del 16 de septiembre, no estando
la mayor parte de los ejemplares todavía totalmente endure-
cidos. Y machos y 9 hembras.
Localidad del tipo: San Isidro, B. A. (16 septiembre 1926,
R. C. Shannon).
Epa >
nr A
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 41
Calliphora erythrocephala (Meig)
Especie ampliamente dispersa en las regiones templadas
del mundo, pero no citada hasta ahora en la Argentina, sien-
do hasta este momento la única mosca “blue-bottle” conocida
entre nosotros. Mosca más bien grande, robusta, que se dife-
rencia de las otras especies por su bucca rojiza, barba negra,
siendo amarillentos o castaño amarillentos, el espiráculo meta-
torácico y el esclerito subcostal.
Probablemente se encuentre todo el año en Buenos Aires.
5 hembras.
Localidad : Capital Federal (agosto y dE de 1926;
R. C. Shannon).
FAMILIA Uistridae
Oestrus ovis L.
Es la bien conocida “nose-bot” de los ovinos. Puede reco-
nocerse por las manchas granulosas de la cabeza y tórax y la
disposición particular de las venas alares, en las que el ápice de
la 4% vena se une a la tercera antes de llegar al margen alar.
Carecemos de material en la colección del Instituto, pero
ella ha sido considerada como una plaga en algunas regiones
donde se trabaja con ovinos.
Rogenhofera grandis Guer.
Cabeza negra arista desnuda; tórax ampliamente negro,
piloso, algo amarillento en su parte anterior y posterior; abdo-
men enteramente piloso amarillo rojizo; patas negras; hipo-
«pleura con pelos negros y rígidos.
2 Ejemplares con procedencia “Argentina” en la colección
del Museo Nacional de H. N. de Buenos Aires.
Cuterebra patagona Guer.
Especie muy grande como cubierta por polen grisáceo.
Arista pectinada; mesonoto con 3 pares de puntos; 2%, 3* y 4"
tergitos abdominales con puntos negros, esparcidos, pequeños y
redondos.
1 ejemplar del sud de la Argentina, en la colección del
Museo Nacional de H. N. de Buenos Aires.
Sus
da E
SS
42 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS -
- Cuterebra cometes, N. SP.
Una especie más bien pequeña, para este género (15 m/m.) ;
el dorso del tórax con pelos cortos, bronceados; abdomen con
el dorso brillante negro, excepto en el último tergito, que es es-
carchado amarillento, con los pelos del mismo color, sus partes
laterales son amarillento-escarchado y con pelos, extendiéndo-
se hasta el dorso del primer tergito.
Muy parecida a apicalis Guerin, del Brasil, pero se puede
diferenciar de ella porque el ancho de la frente a nivel de los
ocelos es igual a 2 m/m., y a nivel de las antenas, 3.5 m/m.,
mientras que en apicalis son respectivamente 3 y 4 m/m.; trián-
gulo ocelar equilátero, prolongándose su ángulo anterior hacia
adelante. ,
En apicalis el aspecto escarchado del abdómen se observa
en la parte dorsal, sobre todos los tergitos.
Largo: 15 m/m.; alar: 13 m/m. Largo de apicalis: 18 m/m.;
alas: 14.5.
Localidad del tipo: Quebrada de Lules, Tuc. 6 marzo 1922;
R. Schreiter).
1 ejemplar del Museo de H. N. procedente de “Argentina.”
Dermatobia hominis (=cyaniventris Maca.)
Es una especie fácilmente diferenciable con respecto a los
otros Estridos por su cara amarillenta; frente castaño-oscura,
cara amarillo brillante; tórax azul negro con pelos negros; ab-
dómen azul oscuro brillante y patas castaño-rojizas. La raíz
del escudete es peluda, como en Lucilia (también en Cuterebra)
indicando esto posiblemente su orígen.
Largo: 13 m/m.; alas: 10.5 m/m.
1 Ejemplar. ;
Se encuentra desde el N. de la Argentina hasta México.
Localidad: Santa Ana de Macacu (5/11/1912).
BIBLIOGRAFIA
Referencias sobre las publicaciones antiguas pueden encontrarse en los catá-
logos de Brethes y Townsend.
1. — BreTHES, J. Catálogo de los Dipteros de las Repúblicas del Plata, con un
apéndice. (Homalomyia platensis, n. sp.) Anales del Museo de Historia
Natural de Buenos Atres, ser. 11T, tomo IX, 1908.
y pal : 1
sobre la «ura» y
y2en > 29 ES a
JON, R Cu co 5 the An Calls] Proc. Ent. Soc.
hington. Vol. 28, N? 6 pág. 115-139, 1926. Ñ y
e as the described South American species of
. Y. Acad. Soc., vol. 7, pág. -44, 1892.
oa C. uN Catalogs
e ha hecho una clasificación de los Musci-
e0y, Oestridae O representados en la
Ñ No obstante, e publicación id. pueda resultar
y | átil “como base para un estudio ed y más completo de estos
—Dípteros argentinos. Sd cad
AOS
Pc
q
RESUME
Ñi ME ;
JINÑCRON e
de Nous elsdidnS ici les Diptéres Muscidae, Calliphoridac et Oestr a argen-
tins, qui existent dans la collectión de l'Institut Dolo sigue (Dep. N. de
Higiene). E o
Le systeme employé est basé sur Mes conceptions plus modernes, néanmoins
quelques nouvelles espéces peuvent étre synonimes, a cause de n'avoir pas sous la
main de bonnes descriptions et du matériel type.
Cependant nous croyons que notre travail servira pour des études ultéricures
et plus complétes, de ces Dipteres argentins.
SUMMARY
A classification is here given for all of the Argentine Muscidae, Calliphoridae 3
and Ooestridae, which are represented in the collection of the Instituto Bacterio- AE
lógico. A E
The system of classification employed is based along the most recently de- 0 0H
veloped lines; and although somé of the newly described species may prove to
e”
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Cerdas ocelares.
Triangulo ocelo
Cerdas cr Ales__
Lt =Lú
Vibrisa- A
Margen oral ----: $e A
Metac Ef alo
.
Marger oral posterior
Duperficie posterior de la cabeza .
NÁMINA I
-Nerticales internas
_Nerticales externas -
Cerdas fronto -orbitales
Antena
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Dorso del Torax
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“Pinzo mterior-"
Cerdas
discale s -!-
Cerdas ,
mora males - - 7
hapopigios-
LÁMINA IV
«a
Sinopsis parcial de los muscoideos argentinos
(Addenda et corrigenda)
Por R. C. SHANNON y E. DEL PONTE
Estas adiciones y correcciones al artículo precedentemente
publicado con este mismo título (1), tienen por base fundamen-
tal, las opiniones de los doctores J. R. Malloch y J. M. Aldrich
(de Wáshington, D. C.), cuya autoridad en estos asuntos es
bien conocida, y a quienes nos es grato manifestarles nuestro
sincero agradecimiento. (2)
En la pág. 10 (556) debajo del título “Regiones y cerdas
del torax” agréguese el subtítulo: “Dorso del torax.”
Agréguese debajo de la definición del “lóbulo humeral” las
dos siguientes definiciones:
“Notopleura.”—Hay generalmente 2 cerdas notopleurales
presentes; en la mayoría de los Sarcophagide, hay cuatro.
“Mesonoto.” — Es la parte dorsal del tórax, excluyendo el
escudete.
La definición dada para la notopleura, corresponde a la
“sutura transversal.”
En la página 12 (558), línea 19, cámbiese “anterior” por
“posterior.”
(1) Revista Inst. Bact., IV, N* 5, pp. 549-590; wéase también Rev. Soc.
Ent. Argentina.
(2) La numeración del tiraje aparte del trabajo citado, es distinta de la
numeración de las páginas de la Revista. Nosotros salvaremos esta situación co-
locando primero la numeración de la página del tiraje aparte, y entre parénte-
sis, la que corresponde a la página de la Revista.
142 SINOPSIS DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
Correcciones en la parte sistemática (pág. 24 y sig.), (570
y. sig)
Pegomyia fuscipes (Zett.) —¿Especie?
Hylemyia punctipennis Sh. y D. P.—Hylemyia punctipen-
nis (Wied).
Fanníia solitaris Sh. y D. P. (en la clave) ; F. Petrocchi.e
Sh. y D. P. (en el texto).
Fannia platensis (Brethes).=Fannia Heydeni: (Wied).
Género Neurotrixa Sh. y D. P.—Steinella Malloch.
Neurotriza mirata Sh. y D. P.—Steinmella mirata (Sh. y
1D Pr)
Ophyra carbonaria Sh. y D. P.=Ophyra aenescens (Wied).
Género Phyronota Sh. y D. P.=Phaonia (Rob. Desv.)
Phyronota platensis Sh. y D. P.—Phaonia chlorogaster
(Bigot).
Phyronota portesis Sh. y D. P.=Phaoma chalybea (Wied.)
Phyronota pampiana Sh. y D. P.=Phaonia pampiana (Sh.
VIDA.)
Muscina zosteris Sh. y D. P.=Neomuscina zosteris (Sh. y
DUB)
Muscina obscura Sh. y D. P.—Myiospila obscura (Sh. y
. EN)
Muscina aberrans Sh. y D. P.—Myiospila aberrans (Sh.
Ey D. PJ)
Género Chlorellia Sh. y D. P.—Dasymorellia Malloch.
Chlorellia enula Sh. y D. P.—Dasymorellia tricops Malloch.
Orthellia pruna Sh. y D. P.=Sarcopromusca pruna (Sh.
y D. 20)
Morellia aconquija Sh. y D. P.=Morellia ochrifaciés
(Rond.)
Synthesiomyia brasiliana Brauer y Bergemstan=Shynthe-
siomyia nudiseta (van der Wulp.)
Musca modestica L. (en la clave) —Musca domestica L. (en
el texto).
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 143
NOTAS SOBRE OTRAS ESPECIES CITADAS COMO EXISTENTES EN
LA ARGENTINA
Pegomyia poeciloptera Malloch. — Difiere de Hylemyia
punctipennis por tener los pelos de la arista más cortos, por ser
mayor la mancha en la vena transversal posterior; porque la
tibia posterior tiene solamente dos cerdas póstero-dorsales y
por la ausencia de sétulas (pelos pequeños) posteriores en la ti-
bia posterior (La Plata, provincia de Buenos Aires).
3.—Hylemyia cilicicrura (Rondani). — Es una especie
muy común en la provincia de Buenos Aires, es por eso que se
la ha incluido en la presente clave. Los adultos pueden ser fá-
cilmente encontrados, arrastrando la red por entre las hierbas.
(San Isidro, provincia de Buenos Aires, 25.VIII y 9.IX de
1926).
4.—Hylemyia trichodactila (Zetterstedt).—Los machos
tienen pelos más bien largos en el basitarso medio, mientras
que en eilicierura, éstos son cortos. Aunque tenemos ejemplares
de ambas especies coleccionados al mismo tiempo y en el mismo
lugar, parece que trichodactila fuera mucho más rara.
CLAVE REVISADA PARA LAS ESPECIES DE Múscidos DE LA
ARGENTINA
1.—Sexta vena con la porción apical poco visible, pero
reconocible hasta el margen alar; superficie ventral
del escudete con pelos escasos y finos que se proyee-
tan hacia abajo. (Pelos en el epicéfalo inferior, dis-
puestos en una fila, en forma de arco transverso, en
los dos géneros aquí citados) ....... Anthomyine. 2
—Sexta vena no reconocible hasta el margen alar; su-
perficie ventral del escudete desnuda............. 6
2.—Tibia posterior con dos cerdas póstero-dorsales; alas
manchadas como en H. punctipenmiS.............
E A Pegomyia poeciloptera MALL (La Plata).
(Es probable que sea errónea la citación de Pegom-
ya fuscipes (Zett.) para la Argentina).
—Tibia posterior con tres cerdas póstero-dorsales....
e A E A O e Gén. Hylemyia
144 SINOPSIS DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
£-MasMeon manchas. LEA E O 5
4.—Macho con pelos largos en el basitarso medio......
A, os MOS A A Hylemyia trichodactila (Zett.)
—Macho solamente con pelos cortos en el basitarso
MEMO O Hylemyia cilicicrura (Rond).
5.—Alas con manchas en la base de la tercera, en el
ápice de la primera y en las venas transversales an-
terior y posterior y algunas otras tenues en los ápices
de latercera y cuarta Vena... O
A A a TELA, Hylemyia Bruchi Sh. y D. P.
—Alas manchadas únicamente en la base de la tercera,
en el ápice de la primera y en las venas transver-
aales anterior y POSteriorae., A Io
O Hylemyia punctipennis (Wied.)
6.—-Porción quitinosa de la sexta vena muy corta, la sép-
tima se encurva gradualmente hacia adelante cerca
del ápice; márgenes laterales del epicéfalo con una
laude cerdas nia utas coke... + 2 o EE EN
O Género Fannia ROB. DESv. 7
—Porción quitinosa de la sexta vena no generalmente
corta, extendiéndose la séptima vena paralelamente
AR A A Ll
7.—Antenas, palpos y patas más o menos amarillentas. 8
SAM tenasiVipalpos Negros... 9
8.—Antenas y palpos enteramente amarillentos brillan-
tes; parafaciales anchas, márgen interno con una fila
de cerdas pequeñas (macho desconocido) ..........
A E. Fanma Petrocchiz SH. Y D. P.
9.—Fémur posterior con una fila de cuatro o cinco cer-
das en la mitad apical de la superficie ántero-ventral;
abdómen totalmente negro, pero que en el macho está
ampliamente cubierto por escarcha gris azulada, que
permite ver una mancha negra algo brillante que se
extiende a ¡todos los Tergitos a. 4. O OA EA
II Le AR Fannia pruimnosa SH. Y D. P.
—"Fémur posterior solamente con dos largas cerdas en
la superficie ántero-ventral; abdómen con un dibujo
claro y oscuro (excepto en la hembra de canicularis) 10
10.—Macho con la tibia posterior ensanchada en sus dos
tercios apicales y con un mechón de pelos largos y rí-
e TARA DARIA
11
12
13.
14
15
16.
17
18
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE
gidos; abdómen de la hembra con manchas negras.
E A. E Fanntia Heydeni (WIED).
—Macho con la tibia posterior normal; abdómen de la
hembra sin manchas negras. Fannia canicularis (L.)
.—Probóscide fuertemente quitinizada, adaptada para la
punción; labela no aparente; arista pectinada.....
A A A Stomoxys calcitrans (L.)
—Probóscide no adaptada para picar; labela ancha y
carnosa Panistamitao: pectinada a A lo LIA
.—Porción apical de la cuarta vena no encorvada hacia
adelante; escama inferior glosiforme, con su márgen
interno bien separado del ángulo basal del escudete.
e Phaonine (en parte)
—Porción apical de la cuarta vena encorvada o forman-
doranemioMuaciar adelanten. cin Loli a.
—Vena basal, primera y base de la tercera vena, se-
dosas; pteropleura con pelos en su parte media....
EIA na A dos asi Gén. Steinella
.—Los dos artejos basales de las antenas amarillos....
ads a A S. prima MALL. (La Plata)
—Los dos artejos basales de las antenas, negros....
tado pd. Sa Mminata (SH. Y D..P:)
.—Color general del cuerpo, negro brillante; palpos ama-
rillos; espiráculo metatorácico más pequeño que la
cabeza del balancin..... Ophyra enescens (WIED).
—El color general del cuerpo no es negro brillante; pal-
pos negros; espiráculo metatorácico alero mayor que
la: cabezamiel: balantBin. . e... Gén. Phaonia
—Alas con tres manchas negras, que forman un trián-
gulo; color general gris opaco y Negro...........
A E Phaonia trigona SH. Y D. P.
.—Tórax gris opaco con líneas escarchado plateadas;
abdómen verde brillante, cubierto por escarcha pla-
o A IA Phaonia chlorogaster BIGOT.
—Cuerpo totalmente rojizo oscuro brillante.........
.—Ojos desnudos; la distancia mínima entre los ojos del
macho es mayor que el ancho del tercer artejo de la
AM Phaonia chalybea (WIED).
145
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16
y
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2d
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25.
SINOPSIS DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS
—Ojos con pelos escasos y finos; la distancia mínima
entre los ojos del macho es mucho menor que el an-
cho del tercer artejorde la “anfena.. cb...
E. 8, OR Phaonia pampiana (SH. Y D. P.)
.—Escama inferior glosiforme, su margen libre interno
bien separado del ángulo basal del escudete.......
E. O de Phaonúuine (en parte)
—Escama inferior, con su margen libre interno que se
extiende hasta por debajo del ángulo basal del escu-
dete; hipopleura generalmente con algunos escasos
pelos por debajo del espiráculo........... Muscin.e
.—Ojos pilosos; pteropleura con la parte central pilosa;
abdómen brillante verde azulado oscuro brillante...
AA E A O Dasymorellia tricops MALL.
—Ojos desnudos; sin coloración verde azulado oscuro
EA A o A
.—Pteropleura parcialmente pilosa; un par de cerdas
acrosticales anteriores; base de la tercera vena sin
pelos pequeños; color general gris amarillento......
a ES Neomuscina zosteris (SH. Y D. P.)
—Bteropleura desnuda amo... ¿rt pas
.—Base de la tercera vena sin pelos pequeños; tres pa-
res de cerdas acrosticales anteriores; color general
PIS OS CIO IA E Muscina stabulans (FALLEN).
—Base de la tercera vena con pelos pequeños.......
A o II Gén. Muyosptila
.—Color general negruzco; palpos negros; ápice de la
cuarta vena francamente encorvada hacia adelante.
o A Muyiospila obscura (SH. Y D. P.)
—Tórax amarillento; palpos negros; ápice de la cuarta
vena: poco encorvada hacia 'adelanter.... code.
O E Muyiospila aberrans (SH. Y D. P.)
.—Color general más o menos azul claro u oscuro....
—Geloar” geneñal Eris ¡Opaco. HE O A A
—Raíz del escudete con pelos; parte apical del abdó-
menténo. amarillo buillalte 05. ko. dE... ES
A - A OR Sarcopromusca pruna (SH. Y D. P.)
—Raíz del escudete sin pelos; parte apical del abdómen
no amarillo brillante; hipopleura desnuda; epister-
no con pelos inmediatamente por encima de la coxa
20
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26
27.
R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 147
E A A AO
. EI Synthesiomyia nudiseta (VAN DER WULP).
—SAMista Tarrameute (plumosa:....... 1. .od. cie. 20
—Carena facial bien desarrollada, que separa las an-
¡Mas e IS Graphomyia maculata (SCOPOLI)
—Carena facial muy poco desarrollada (vestigios); an-
-tenas aproximadas......... Musca domestica (L.)
Some New Diptera From Argentina
RAYMOND C. SHANNON
Instituto Bacteriológico, Departamento Nacional
de Higiene, Argentina
Revista de la Sociedad Entomológica Argentina,
N', 4, pps. 31-42, 1927
1927
Imp. PISELLI - San JuaANn 2544
BUENOS AIRES
16
Some New Diptera From Argentina
BY
RAYMOND C. SHANNON
Instituto Bacteriológico, Departamento Nacional de Higiene,
Argentina
In the course of the entomological work at present beine conducted
on the blood-suckine groups of Diptera in northern Argentina, by the
Instituto Bacteriologico, certain species of Diptera have been obtained
in the miscellaneous collectine which are of unusual interest. Several
of these represent families which have not, as yet, been recorded for
Argentina, some of which are herein described.
In connection with these heretofore unrecorded families 1t will be
appropriate to add a few words regarding the families of Diptera of
Argentina, as a whole. In the “Catálogo de los Dipteros de las Repu-
blicas del Plata””, published by Breéthes in 1908 (Anales Museo Nacional
de Buenos Aires, vol. 16) fifty families of Diptera are recorded for
Argentina. Certain changes have occurred in the status of some of
these families since this date. At present some are considered as
representing two families as in the case of the Bibionidae which is now
divided into the families Scatopsidae and Bibionidae; the genus Cera-
topogon and allies (Ceratopogonidae) have been separated from the
Chironomidae as a distinet family; and certain genera formerly included
under the old family Muscidae are now placed in a separate family, the
Calliphoridae. On the other hand, certain other groups which were
recognized as families are at present being included under others. Thus,
the Limnobiidae are now grouped with the Tipulidae; the Phasiidae and
Ocypteridae with the Tachinidae and the Anthomyidae and Scatopha-
vidae are placed under the Muscidae.
A certain species, recorded under the family Scatophagidae as
Seatophaga diadema Wiedemann, belongs to the unrecorded family
Phycodromidae. Choetura rufipes Macquart is likewise recorded under
Scatophagidae. This genus and species is unknown to the writer, but
it is practically certain not to belong to this family (= subfamily).
Lately Bréthes has recorded the family Trichoceridae from Cape Horn
and Alexander has recently recorded the Blepharoceridae, Dixidae and
Tanyderidae, the former from Mendoza, the others from Cordoba. In
the case of the Dixidae, it is now considered a subfamily of the Culici-
4
dae and the genus and species of Tanyderidae (Bruchomyia argentina)
is now placed in the Psychodidae (subfamily Phlebotomynae).
Another family, Psilidae, of which Weyenberg described a species,
Chiliza persicorum, from Argentina, is omitted from Bréthes catalo-
gue. After these additions and changes have been made, we find that
there is a total of fifty-one families recorded from Argentina.
At least twenty-two other families are known to oceur in other
regions of America, the majority of which, no doubt, will be found in
Argentina. It must be stated, however, that since the work of Felix
and Enrique Lynch Arribalzaga, very little comprehensive work has
been done on the Diptera of Argentina, with the exception of that on
the Cnlicidae, Tabanidae, and the gall-makine Itonididae (Cecidom-
yidae) and Trypetidae. Therefore, it is natural to expect that many
new forms await discovery. This is very evidently the case, as is shown
by the fact, that the writer, with limited time at his disposal for general
collecting, has obtained representatives of eight of these unrecorded
families, namely :
Leptidae (Tucumán)
Scenopinidae (Tucumán and Buenos Aires)
Platypezidae (Tucumán)
Pipunuculidae (Tucumán)
Tanypezidae (Tucumán)
Rhopalomeridae (Chaco; also specimens seen in Jujuy)
Heteroneuridae (Chaco)
Geomyzidae (Tucumán).
Dr. Carlos Bruch has collected a species of Pyrgotidae from Cór-
doba.
The Museo de Historia Natural de Buenos Aires contains a speci-
men of the family Apioceridae. In addition to the above, the Thau-
malidae € Canthyloscelidae have been found in Patagonia. All com-
bined makes a total of sixty-three families.
The representatives of the Leptidae, Platypezidae, Pipunculidae
and Tanypezidae are described in the present paper; while the others
will be treated in a future paper.
No doubt other species will be found which belong to these fami-
lies. Likewise, in the course of extensive collecting many additional
genera and species will surely be added to the known fauna of Diptera
of Argentina. In fact, it would appear that the number of unknown
species far exceeds that which is already known.
One group of Diptera which is eommon in the Northern Hemis-
phere, namely the Scatophaginae, seemingly has no representatives in
Argentina. Scatophaga diadema Wiedemann, as stated above, belongs
to the family Phycodromidae. Choetura rufipes Macquart, described
from Uruguay, and which is likewise recorded under the Scatophagidae
(vide Bréthes) is unknown to the writer and cannot be stated a!
present whether it belongs to the Scatophaginae or not. Occasionally,
special «search has been made for this group by the writer without
results.
DESCRIDERO NOE NEW ¿SPEÉCTES
SUBORDER ORTHORRAPHA
Series Brachycera
Family Leptidae
Flies with few or no bristles; thethird antennal joint with annu-
lae or without annulae and bearing a terminal style, or arista; some
or ali of the tibiae with apical spurs; pulvilli and empodium pad-like;
wing veins well defined; not contracted anteriorly; squamae greatly
reduced.
Genus Chrysopila Macquart.
Third joint small, rounded apically and bearing a terminal arista;
anal cell closed just before the wing margin; body usually with
abundant brassy or silvery pile.
Chrysopi!a argentina, new species.
Male: — Of rather small size (6 mm.; wing 6 mm.), a and
abdomen covered with brassy pile; wine Catia “elouded.
Head: — Ocellar triangie raised, dark gray in color; eyes
contiguous above antennae; antenna small, black, the third join:
smaller than the second; arista black, pubescent, about three times the
length of the antenna; face and palpi dark gray.
: Thorax: — Black, the dorsum overlaid with brassy pile; bristles
present on postalar-callus and posterior margin of scutellum; pile
present on upper margin of mesopleura, on lower portion of sterno-
pleura, on the upper portion of hypopleura and on the metapleura;
femora and tibiae yellow, a little darkened outwardly, tarsi dark; mid
tibia with a pair of prominent apical spurs, hind tibia with a single
spur.
Abdomen: — Black, covered with yellow pile which on the sternum,
is heavily intermixed with black.
Wings: — Subhyaline, the stiema dark and the veins clouded;
petiole beyond anal vein a little less than length of anterior eross-
veln.
Haltere: — Darkened apically.
Female: — Somewhat large and more robust in appearance than
the male. Front broad, nearly equal to one-third the head-width,
dark gray in color,
Three male and one female, collected in an open field near woods,
and within shady woods. :
Type locality: — Raco, 1,200 meters, Tucuman, (13.2.27; R. C.
Shannon). Also from Tafi Viejo, Tucuman, (14.3.27; R. C.
Shannon).
Chrysopila delpontei, new species.
A small, velvety black species with silvery decumbent pile at base
of the abdomen.
Male: — Length 5 mm.; wing 4.25 mm. Face, palpi and probos-
cis black; thorax black; lees yellow with the tarsi and bases of the
6
femora darkened; upper surfaces of femora with whitish appressed
scales; abdomen black with a white transverse stripe at anterior margin
of second tergite; first tergite with white pile which overhangs the
white stripe of the second tergite; wines hyaline with a dark stigma;
petiole beyond the anal cell equal to one and one-half times the length
of the anterior cross-vein; halteres yellow.
Five males collected in shady woods.
Type locality: — Quebrada de Lules, Tucuman (2.2.27, E. Del-
Ponte and R. C. Shannon). Also from Tafi Viejo, Tucuman, (14.3.27,
Del Ponte and Shannon).
Named for Doctor Eduardo Del Ponte, entomologist of the Insti-.
tuto Bacteriologico.
SUBORDER CYCLORRAPHA
Series Athericera
Section Asdhiza
Family Platypezidae
Small, thinly pilose flies with few bristles and with the hind tarsi
dilated; arista placed at the apex of the third antennal joint. The
larvae live in fune.
Three species of this family representine two genera, Platypeza
and Agathomyia, have been found in the Province of Tucuman. The
genera may be separated as follows. ;
Platypeza: — Third antemnnal joint as long as broad; last section
of fourth vein with a distinct angle, the terminal portion directed
towards the third vein but does not joint it.
Agathomyia: — Length of third antennal joint distinetly longer
than its base, and strongly tapered; fourth vein straight
Genus Platypeza Meigen
The two species at hand may be separated as follows:
Platypeza thomseni: Leneth of the preangular section of the
fourth vein (between the posterior crossvelin and the angle at its
apical section) is twice the leneth of the posterior erossvelt.
Platypeza tucumana: Length of the preangular section of the
fcurth vein approximates the length of the posterior crossvein.
Platypeza thomseni, new species
Male: — Of average size (3 mm., wing 2.5 mm.) with very large
eyes (purlish red in life) body of a black, velvety appearance.
Head: — Ocellar trianele black, elevated and equal sided; eyes
broadly contiguous above and with enlarged facets; on the lower
portion of the eye the facets are much smaller and darker:; antennae
small, black, the arista very elongate; face black, with a faint grayish
pruinescence and without hairs; palpi dark.
Thorax: — Mesonotum with scattered, small setae and prominent
bristles located as follows: one anterior sublateral; three notopleurals;
cone at each posterior corner, one on the postalar callus; the seutellum
with four marginal bristles, the posterior pair the longest.
Legs: — Dark, obscurely yellowish; the hind tarsi paler; the hind
tarsi moderately expanded.
Abdomen: Of a richer velvety black color, the last segment
grayish black; lateral margins with scattered hairs; on posterior
margin of last segment the hairs are bristle-like and at the apex there
is a series of eight bristles.
Wing: — Hyaline, with iridescent reflections; length of auxiliary
vein (between the humeral erossvein and its tip) much less than
distance between its tip and apex of first vein; the preaneular section
of the fourth vein (between the posterior and apical crossveins) about
twice the length of the posterior crossvein.
Female: — Front moderately broad, the width equal to about one-
third the length; the fifth sternite with a group of five erect bristles,
the sixth sternite with two bristles. Somewhat smaller in size than
the male.
Three males, one female; captured while running on the broad
leaves of plants in shady woods.
Type locality: — Quebrada de Lules, Tucumán (2 February, 1927,
R. C. Shannon).
Named for Señor W. O. Thomsen, engineer at the Quebrada de
Lules, whose intelligent interest has greatly assisted entomological
collecting in this favored quebrada.
Platypeza tucumana, new species.
Female: — Similar in size (2.25 mm.) and appearance to the
female of P. thomsenmi. Front more narrow, about one-fourth the
length; wing slightly infuscated anteriorly, length of auxiliary vein
(between the humeral cerossvein and its tip) is equal to distance
between its tip and that of the first vein; preangular section of fourth
vein approximates the lenoth of the posterior crossvein.
Six females, taken in the same habitat with P. thomsena.
Type locality: — Quebrada de Lules, Tucumán, (2 February,
1927, R. C. Shannon).
Genus Agathomyia, Verrall
Agathomyia australis, new species.
Male: — A slender species, of average size (3 mm., wing 2.5 mm.),
velvety black, with an iridescent pattern on thorax and abdomen.
Head: — Ocellar triangle moderate, equal sided and slightlw pro-
tuberant; eyes very large, reddish (purplish in life) broadly conti-
euous above; frontal trianele small, equal to ocellar triangle in size:
face black with an iridescent refiection; antenna moderate, dark,
obsecurely yellow; arista lone and slender.
Thorax: — Mesonotum covered with an iridescent pattern except
for a broad median velveíy black area which extends to the anterior
but not to the posterior margin; the bristles are arranged as in P.
thomsen1, except that the posterior mesonotal bristles are a little more
8
approximated; seutellum velvety black, the sides iridescent; pleurae
black; sternum yellow; bases of legs yellow but the outer half of all
the femora and remainine portions of the legs a little darkened; hind
tarsi but little dilated and thickly with numerous short dark- bristles.
Abdomen: — Velvety black, with an iridescent spot on the side of
each of the first six segments.
Wings: — Clear with faint iridescent reflections; fourth vein
midway between the anterior crossvein and its apex. Haltere black.
Female: — Very similar to the male. The front broad, widen-
ing upwards and with an iridescent spot completely covering it below
the ocelli. Sixth sternite with a row of five bristles.
Two males, four females, taken while on the surface of big leaves
of low growing plants in shady woods.
Type locality : — Quebrada de Lules, Tucumán, (2 February, 1927,
R. C. Shannon). Also from Raco, Tucumán, (13 February, 1927, R. C.
Shannon).
Family Pipunculidae.
Thinly pilose or nearly bare flies, practically without bristles.
Head very large subhemispherical, formed almost entirely of the eyes.
Antenna with a dorsal arista; wings much longer than abdomen; last
section of fourth vein curved forwards but does not joint the third.
Tibiae without spurs. Ovipositor heavily chitinized, exserted.
A very distinet family composed of usually small and dark flies.
They possess remarkable powers of hovering and poising in the air.
The larvae are endoparasites of other insects, mainly Homoptera.
Four species of the genus Pipunculus are at hand but probably
twenty or more will eventually be found in Argentina. They may be
separated as follows:
Key to species of Pipunculus.
1. Subcostal cell without stiema; tip of second vein much nearer
the auxiliary vein than to the third vein Pipunculus lyncha.
Subcostal cell with well defined stigma; tip of second vein
nearer to Ihenámrd Yelmal.. de. e a bare atalaya 2.
2. Third antennal joint without a lone tapering process directed
downwards; tergites dark with light gray posterior bands ..
Pipunculus doellos.
OO ORO OO OOOO: OOOO O PORO O ¡IO TOS OOOO
Third joint with a long tapering process directed downwards;
abdomen without distinet erossbands ................. 3.
3. Legs yellow with indefinite darkened areas on the exterior
sides of the femora; third antennal joint pale yellow ......
A A A A A Pipunculus schreiter.
Legs yellow with broad black irregular bands surrounding
the greater portion of the femora; third antennal ¡joint
blackish, the lower apex faintly yellow ..................
A. A A A Pipunculus tucumanus.
Pipunculus schreiteri, new species.
Male: — Of moderate size (4 mm.; wing 4.5 mm.) and grayish
black appearance.
Head: — Subhemispherical, a little longer than its height, the
frontal aspect nearly circular in outline; ocellar trianele shining
black, small, a little longer than its base (upper margin); eyes
broadly contiguous above; frontal trianele a little larger than ocellar
triangle, covered with silvery pruinosity; third antennal joint produced
downwards into a long point, yellow in color, likewise the base of the
arista is yellow, the remaining portion and the two basal antennal
Joints black; arista shorter than length of frontal trianele; face long
and narrow with parallel sides, overlaid with silvery pruinosity; mouth
parts light yellow.
Thorax: — Dark, overlaid with a grayish pruinosity, without
bristles and very thin pilosity.
Legs: — Yellow with indefinite dark areas on the outer surface
cf the femora, the tarsi slightly darkened.
Abdomen: — Dark, grayish pruinose; a pair of small bristles at
anterior corner of first segment.
Wing: — Hyaline; last section of fourth vein without spur.
Haltere: — Brownish, the intermediate portion of the stem pale
yellow.
One male, taken while hovering among the leaves of low plants.
Type locality: — Raco, Tucumán (13 February, 1927, R. C.
Shannon).
Named for Señor Rodolfo Schreiter, a very enthusiastic natura-
list and collector, of the University of Tucumán.
Pipunculus tucumanus, new species.
Male: — Very similar to P. schreiteri. Is somewhat smaller
(3.5 mm.; wing 4.0 mm.); antennae black, the outer margin of third
antennal joint tinged with yellow; legs yellow with broad bands of
black surrounding the femora, their bases and apices yellowish; abdo-
men with less pruinosity and more shininse in appearance.
One male.
Type Locality: — Quebrada de Lules, Tucumán (2 February,
"1927, R. C. Shannon).
Pipuncu!us doellod, new species.
A distinctive species, easily separated by its large size (5 mm.;
wing 6 mm.), the third antennal joint without a ventral pointed
prolongation and the abdominal fasciae. It differs further in having
the arista a little shorter than the length of the frontal trianele and
a row of setae on the lateral margin of the first tergite. The abdomi-
nal fasciae are interrupted in the middle on the third to sixth seg-
ments.
The female has a very long and narrow front which is still more
narrowed above as it approaches the ocelli. The ovipositor is long
and stout and yellowish in color.
10
One male, one female, collected while hoverins in herbage.
Type locality: — Tafi Viejo, Tucumán (14.3.27, R. C. Shannon).
Named for Doctor Martin Doello-Jurado, director of the Museum
of Natural History, Buenos Aires.
,
Pipunculus lynchi, new species.
A small (2.5 mm.; wine 3 mm.) shining black species, easily
distingeuished by its wine venation and the presence of an obtuse spur
on the posterior trochanter. Antenna black; third ¡joint produced
into a long taperine point below; ocellar and frontal trianeles long,
so that the eyes are contiguous only for a distance of six facets; thorax
black, pale yellowish; lees black, the bases of the tibiae and the tarsi
obscurely yellow; abdomen shining black; halteres yellowish.
Une male.
Type locality: — Tafi Viejo, Tucuman (14.3.27, R. C. Shannon).
Family Syrphidae.
This family is one of the best known groups of Diptera in Argen-
tina, as a result of the excellent treatist published by F. Lynch Arri-
balzaga (Anales de la Sociedad Cientifica Argentina, vols. 32, 33, 34,
in instalments, 1891-1893) which still remains the major work on the
family in this country.
It is therefore unnecessary, at present, to give a complete deserip-
tion of the family, or for the genera here treated.
Genus Microdon Meigen.
An apparently new species was recently found in association with
a colony of ants (Camponotus (Myrmobrachys) mus Rog.; det. Bruch)
at Alta Gracia, Cordoba.
Two females were captured; one of them was taken while in the
act of laying eggs in the middle of the trail (on the side of a rock)
of the ants which were goine to and from to their nest, situated under
a hugh rock. Perhaps the egos are picked up by the ants and carried
into the nest where the larvae upon hatchins find themselves in a
suitable environment.
Microdon brucht, new species.
Female: — Fairly large and robust (length 12 mm.; wing
9.5 mm.) ; general coloration dark bronze; wins veins infuscated.
Head: — Front a little more narrow than width of face, slightly
widenine downwards, bronzy black in coloration, clothed with black
hairs on upper half and yellow hairs on lower half; antennae very
elongate, black; proportionate length of joints: 1.0: 0.25: 1.10; (total
length 3 mm.) arista equal to three-fourths the length of the tirst'
joint; the face is siiehtly more than one-third the headwidth, gently
arched in profile and uniformly clothed with yellow hairs,
11
Thorax: — Dark bronze in color, clothed with short yellow hairs;
sentellum short and broad, about four times as broad as long, the hind
margin straight and parallel with front margin, a spine at each poste-
rior corner of scutellum.
Legs: — Black with brownish pile.
Abdomen: — Bronzy black with short brown pile and slightly
longer and yellowish pile at anterior corners and along the sides of the
íereites; a flattened tuft of black hair projectine from above the first
spiracle.
Wing: — Hyaline, but with the veins rather stronely and broadly
infuscated; stiematical crossvein present; spurious vein actually
joining the fourth vein; apical crossvein stronely sinuous, the apical
portion recurrent and with a spur at its base.
A male Microdon was seen on the same rock where the females
were captured but could not be procured. Presumably it is the male
of the species here described. It was smaller in size and the abdomen
was of a distinet brown color.
Two females.
Type locality: — Alta Gracia, Cordoba (20 January, 1927, R. C,
Shannon).
lt is very appropriate to name this species for Doctor Carlos
Bruch, who has so greatly advanced our knowledee on the ants and
myrmecophiles, as well as the Coleoptera, of Argentina.
Subfamily Ceriodinae.
Two species of the subfamily Ceriodinae representine two genera
are at hand. The antennifer (antennal process) is very short in both,
¡¡kewise the abdomen has a basal constriction.
Ceriowdes: — Metasternam membranous on posterior surface.
Polybiomyia: — Metasternam completely girdled with chitin.
Genus Cerioides Rondani
Cerioides barbipes Loew
This species is very similar to a species of wasp, Montezumia sp.
which oceurs in the same region. Also, there is a species of Ceramby-
cidae, Sphecomorpha murina Klue (which has very small elytra, but
large membranous wings), and a species of Lepidoptera, Pseudosvhe::
novercida Kaye, Syntomidae), which also bears a very close resem-
blance to the same species of Montezumia. (Determinations made by
Doctor C. Bruch). The appearance of the flv, moth and heetle is so
wasp-like that the collector hesitates to pick them up with his fingers
until a close inspection proves them harmless.
Male: — A rather large black species (14.0 mm.; wine 11 mm.),
the wing heavily infuscated basally and anteriorly.
Head: — Triangular in outline from the frontal aspert, due to
the face being strongly produced downwards; occiput covered with
whitish pruinosity; ocellar trianele black, equal-sided; fronial trianele
short but very broad, a short antennifer arisine therefrom and suppor-
12
tine the antennae; first antennal joint lons and slender; the second
nearly as long but of larger girth; the third is a little more than one-
half the length of the first and bearing a three jointed style, the apex
of which is whitish; face broad, parallel sided and with a narrow
vellowish stripe on each side extendinge from the oral margin to the
eye,
Thorax: — Black, with a trace of yellow on the post alar callj
and the hind marein of the seutellum.
Legs: — Black; mid tibia with a tuft of hairs extendine from its
middle nearly to the apex, these hairs blackish basally but becomina
pale outwardly; basitarsal joint of midd e lee with lone loose whitish
hairs on lower surface.
Abdomen: — Black, base of second tergite vellow; second segment
strongly constricted at its base, its length a little greater than its
posterior width; hypopyeium pointed apically.
Wing: — Stronely infuscated basally and anterior to the third
vein beyond the posterior erossvein and posterior to the third vein the
wing is hyaline; stiematical crossvein very indistinct; anterior cross
vein joining the discal cell well beyond the middle.
Halteres yellow, the head with a black spot.
Female: — Like the male, but with the front moderately broad
and a velvety black spot on each side, contiguous to the eye; also
without the lone hairs on the middle tibia and basitarsus.
Five males, eight females, on flowers.
Type locality: — Alta Gracia, Cordoba (20 January, 1927, R. C.
Shannon). Also from Deán Funes, Cordoba (25, 1, 27, Shannon) and
San Pedro de Jujuy, Jujuy (3 May, 1926, Shannon «€ Shannon).
These last specimens were taken at the sap of trees.
Polybiomyiía lyncharribalzagad, new species.
Female: — A moderate sized (12.0 mm.; wing 9.5 mm.) black
species with the anterior border black infuscated. Very similar in
general appearance to the preceding species.
Head: — Triangular from frontal aspect, the face moderately
produced downwards; front black; a large velvety black spot bord-
ering the eye margin below this and opposite the antenna a yellow
spot borders the eye margin; antenna black; tip of style whitish; face
black, broad, with parallel sides; a faint pair of yellowish submedian
lacial stripes which are well separated from both the oral and the eye
margins.
Thorarx: — Black; a distinct yellowish pruinose stripe follow-
ino the depressions of the transverse suture but not extending clear
across; anterior and posterior margins of seutellum faintlv yellow.
Legs: — Black; without tufts of hair.
Abdomen: — Black, base of second segment stronely constricted
and yellow.
Wing: — Only the anterior margin (anterior to the third vein)
brack; discal erossvein joining the fourth vein immediately beyond the
middle of the discal cell.
13
Haltere: — Entirely yellow.
One female.
Type loca'ity: — Quebrada de Lules, Tucuman (2 February, R. C.
Shannon).
This species is named in honor of Enrique Lynch Arribalzaga
who with his brother, have been the foremost workers on the Diptera
cf Argentina.
Subfamily Acalpterae
Family Tanypezidae
The flies of this fami'y are usually found in shady woods, resting
an the broad leaves of plants. The larvae, very probably, are phyto-
phagous.
Tanypezidae: — Rather small to moderate sized flies. Eyes very
large, cecupying much the greater portion of the head surface; arista
pubescent; no oral vibrissae; legs long and slender, the tarsi longer
than the tibiae; auxiliary vein distinct; first longitudinal vein term-
inating near the middle of the costa; apex of fourth vein distinctly
approximating that of the third; bristles of head and thorax well de-
veloped.
Tanypeza dallasi, new species.
Male: — Moderate size (12 mm.; wings 9.5 mm.); black with
silvery pruinose markings.
Head: — Much shorter than high; in frontal aspect subellipitical ;
front long and narrow (1 by 6, narrowest width) velvety black with
a large silvery pruinose spot above ocelli and silvery pruinose on lower
sides; ocelli well removed from the posterior orbit. Bristles: — A
small pair of post ocellars: a large pair of inner verticals and two
pairs of moderate fronto-orbitals. Antenna yellow; length of third
joint twice its ereatest width; arista black, much longer than length
of antenna, short pubescent. Face of moderate width, the lateral
margins diverging downwardly; silvery pruinosity of the sides cont-
inuous with that on the lower portions of the front; the median
portion of face blackish above, yellowish below; palpi black, proboscis
vellow.
Thorax: — Mesonotum black, overlaid with yellowish pruinosity
which is more pronounced posteriorly and rather bright silvery on and
above the notopleura; pleurae black with a silvery pruinose area cover-
ing the upper portion of the sternopleura, the posterior two-thirds of
the mesopleura and which is continuous with the silvery area of the
notopleura; silvery area on the hypopleura and another on the meta-
pieura extendine backwards and across the metanotum. Bristles (for
cach lateral half of thorax); one humeral, one sublateral, two noto-
pleurals, three posterior dorsocentrals, one supra-alar, two on the
post alar callus; the pleurae without bristles except for two strong
and several weak ones on the upper posterior corner of the meso-
14
pieura; the mesopleura, sternopleura and pteropleura pilose; metas-
ternum completely girdled with chitin.
Legs: — Fore coxae, 'all femora and fore tibiae yellow; remainder
of lees darkened, but the mid and hind tibiae have broad yellowish
bands beyond the middle; hind tibia with a sub-basal curvature; base
of hind basitarsus with a scale-like expansion fringed with strong
setae.
Abdomen: — Shining black, hypopyeium silvery pruinose; basal
iergite with yellow hairs; remainder of abdomen with black hairs.
Wing: — Faintly infuscated; distance between tips of third and
fourth veins less than length of anterior crossvein.
Haltere: — Brownish basally, whitish beyond, a row of short setae
along anterior margin.
Eight males.
Type Locality: — Quebrada de Lules, Tucumán (2 February,
1927, R. C. Shannon). Also Tafi Viejo, Tucumán (14.3.27, Del Ponte
and Shannon).
This species is named in honor of os E. D. Dallas organizer
and president of the Sociedad Entomológica Argentina.
RESUMEN
Las siguientes familias de Dipteros, son citadas por la primera
vez para la Argentina: Leptidae, Scenopinidae, Platypezidae, Pipuneu-
lidae, Tanypezidae, Rhopalomeridae, Psilidae, Heteroneuridae, Geomy-
zidae, Pyrgotidae y Apioceridae.
Además se describen nuevas especies:
Chrysopila argentina y delponter (Leptidae) ;
Platypeza thomsenmi y tucumana y Agathomyia australis (Platy- -
pezidae) ;
Pipunculus lyncha, doellor, schreiteri y tucumanus — (Pipuncu-
lidae) ;
Tanypeza dallasi (Tanypezidae).
Microdon bruchi y Polybiomiyia lyncharribalzagad son también es-
pecies nuevas y Ceriowes barbipes Loew (Syrphidae), han sido encon-
trados en Córdoba.
(EE DES.)
s A N 4) ; e
16 : IN HS La po TABA SGISA SAA : DEALER
y
ARIRAT rn H6=Yis3l- 192
BR
RAYMOND O. SHANNON
In a publication, on Syrphidae, 1 placed the name Masarygus as a
subgeneric name of Mierodon. Doctor Bréthes maintains that it should
have generic rank.
In considering whether ““Masarygus'” should have generic or sub-
generic value, the followine facts should be kept in mind.
1. There is no fixed rule for definine a genus. In the last
analysis it is largely a matter of personal opinion as to what consti-
tutes a genus. Accordinely a generie concept is subject to change,
and frequently it is based upon the opinion of the last worker who
published on it. Also, it frequently happens that as more species in
a glven group are studied, intermediate forms between two so-called
venera will be found which will definitely eliminate one of them, as the
two will then have to be combined. (It is easy to find strikine diffe-
rences between two species from widely separated localities, or even
in the extreme types of a genus in the same locality, but when material
from intermediate regions, or intermediate forms, are studied it may
be found that they cannot be considered separable under two generic
names). As a strikine instance of this very thine, we have recently
witnessed the placing of thirty-six generic names of so-called genera,
allied to Anopheles, under the single generic name Anopheles (Christo-
phers, Dyar and Root) and of this ereat array of names only five
have been reserved for use as subgenerie names. This comes as a re-
sult of the fact that at this date the Anopheline fauna of the entirely
world has been rather thoroughly studied, and the so-called generic
differences have melted away in the process, one by one.
2. A character, or set of characters, which may be considered of
sveneric value, varies considerably in different groups. In one case a
rather insienificant character (at first consideration) may be shown
to have constant value in the matter of separating genera in some
eroups, but this same character may not have even specific value in
another group. Even very strikine characters which elsewhere would
be considered of prime importance in certain groups are only consi-
dered as having specific value. In other words the definition of ge-
nera, should depend largely upon the plasticity of the particular
eroup under consideration.
38 REVISTA DE LA $, E. A. (N.0 6 — 1928)
The genus Microdon itself offers a splendid example of a very
plastic morphological group. It is very rich in species, which show
a great variety of form, color and structural differences. In spite of
this great diversity of differences, workers have found it most unsa-
tisfactory to attempt to divide the eroup, even to the point of making
tangible subeenera and consequently all of the American and prac-
tically all of the old world forms are retained under the single ge-
neric name, Microdon. Even such a remarkable character as the com:
plete loss of an abdominal segnmient which a certain species of the
eenus Microdon, namely Microdon lactipennmis Shannon, shows has
been considered as only a specific character. We would expect that
the complete loss of a seement would indicate at least a generic dif-
ference (possibly a family difference) especially as no other species of
the Syrphidae have the abdominal segments reduced to such a small
number. In this case, the species is so obviously a member of the
eroup Ubristes, that there would be nothine gained by placing it in a
eenus of its own, and certainly to make it the type of a group higher
than agenus (tribe or subfamily) would be very unfortunate. The
eroup Ubristes is peculiar in that it resembles the stineless honey bees,
eenus Trigona, but aside from this resemblance, and an unusal number
of strikine characters (which I considered purely specific) 1t shows no
common morphological character whereby it can be separated from the
other members of the genus Microdon even as a subgenus. Even Ya-
sarygus planifrons is no more peculiar in its way, than are the species,
of Dbristes.
Finally, it has come to be a recognized procedure among entomo-
logists not to create genera on the basis of sexual characters alone (as
was done in the case of Masarygus Bréthes) and until doctor Breéthes
demonstrates that the female as well as the male is generically dis-
tinct from the other species of Microdon on the basis of a character
common to both of them, the so-called genus Masarygus will not be
accorded generic rank by the entomological profession.
Certainly, it does not represent a different family from the Syr-
phidae, as it was deseribed by Dr. Breéthes.
Recently, another species with a divided third antennal joint
(similar to that of Masarygus plamfrons Bréthes) has been described
from Australia, under the name Microdon alcicornis Fereuson (Revi-
sion Australian Syrphidae, part I, 1926).
Ferguson remarks: “The antennal structure is most extraordinary
but I do not think this sufficient to justify the erection of a new ge-
nus, as in all other respects the species is in agreement with other
Australian species of Mierodon and the antennae are most variable
in this genus??. s
(N.* 31927) REVISTA DE LA S. E. A. 5
(2
AS
Una nueva especie de Syrphidae:
Quichuana Rieseli
POR RAYMOND UC. SHANNON
(Del Instituto Bacteriológico del Dept. Nacional de Higiene)
La primera especie aquí descripta pertenece al género Quichuana
Knab 1913 (subfamilia Eristalinae, familia Eristilimi). Todas las es-
pecies antes conocidas de este género se encuentran en la América tro-
pical. La presente especie es de especial interés, siendo el primer ha-
llazeo en la Argentina, así como también el primero en la región sub-
tropical, habiendo sido recogido en el Cerro de Aconquija, muy pró-
ximo a la ciudad de Tucumán. La larva corresponde al tipo (““Rat-
Tail”?) cola de rata, que es característica de la Eristalinae. El señor
Riesel encontró la larva en una especie de Bromelia de hojas espinosas,
cuando buscaba larvas de mosquitos. El que suscribe encontró larvas
de Quichuana calathea en las bracteas de las flores de la especie cala-
thea (Panamá). Estos datos indican que la especie de este género
eustan eriarse bajo tales condiciones.
Quinchuana Rieseli n. sp. — Del mismo tamaño y robustez que
Q. champiom (Williston) (México), y con las siguientes característi-
cas: Cabeza: Diámetro frontal mínimo (en la región ocellar), casi
igual al largo del tercer artejo de la antena, ensanchándose gradual-
mentz2 hacia abajo siendo en la base de la antena igual al largo de
ésta; Írente ampliamente cubierta con pelos sueltos, de color amarillo,
negro en la región ocellar; antenas castaño oscuro; arista castaño pró-
ximamente del mismo largo que la antena y más o menos igual a dos
tercios del ancho de la cara; la cara casi enteramente cubierta como
por polen de color claro; vestida con pelos más bien largos y flojos;
ojos pilosos. Torax: Mesonoto bronceado oscuro con un par de líneas
paramedianas como cubiertas por polen de color claro, con pelos ama-
rillentos; una fila transversal interrumpida de cerdas negras, cerca
del borde anterior. Patas: Femur es negro, sus ápices amarillentos,
tibias amarillentas en la ianitad basal, más oscuro sobre la mitad exter-
6 REVISTA DE La S, E, A. (N.o 3 — 1927)
na, tarso castaño, más oscuro en el ápice, el femur posterior con pelos
largos y duros sobre la superficie ventral y dirigidos hacia abajo.
Abdomen: Bronceado oscuro, el segundo tergito con una grande man-
cha opaca y triangular en el centro, la base de la cual confina con el
margen anterior del tergito; el primer tergito con vello tupido de co-
lor amarillo, el resto del abdomen ampliamente cubierto con pelos cor-
tos y amarillentos mezclados con aleunos pelos negros. Ala: Venas de
la mitad anterior del ala ahumados.
Escuma inferior: Amarillo pálida, su borde externo ennegrecido.
Cilias amarillo-pálidas.
Largo: Cuerpo, 10 mm. Ala, 8.5 mm.
Una hembra, el holotipo, obtenida de una Bromelia de hojas espi-
nOsas.
Tucumán, Julio 12 de 1926. — M. A. Riesel, coleccionista. (En la
colección del que suscribe.)
Dedicado al señor Marcos Riesel, su descubridor.
ANALES DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL
« BERNARDINO RIVADAVIA », BUENOS AIRES
Tomo XXXIV, páginas 573 a 576, diciembre 28 de 1928
(Entomología, Publ. no 142.)
TWO NEW AND REMARKABLE SYRPHIDAE
IN THE MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL DE BUENOS AIRES
By RAYMOND C. SHANNON
Thanks to the courtesy of Professor Doello- Jurado, director of the
Museo de Historia Natural de Buenos Aires and to Doctor Juan
Brethes, curator of the collections of insects, I have been able to
examine their collection of Syrphidae, which includes the remaining
type specimens of this family described by F. Lynch Arribálzaga.
Among others, there are two new species, belonging to different
genera, which are of sufficient interest to merit being described im-
mediately.
Tribe MYIOLEPTINI
Lepidostola Bréthesi, new species
This species was originally determined by Brethes as Lepidostola
pulchra Willinston (West Indies) to which it bears a remarkably close
resemblance. However, in the species at hand, the metasternum is
completely girdled with chitin, a character hitherto known only in
one other genus of its tribe Myioleptini, namely Zonemyía Shannon,
1925. L. Brethesi lacks the facial carina and transverse row of spines
on the anterior margin of the mesonotum which are characteristic of
Zonemyia ; and although it differs from the other species of Lepidos-
tola by the presence of the complete girdle of chitin on the metaster-
num, it is retained provisionally in this genus.
Description of species. — Male: Occipital pile normal, ocellar
triangle with yellow pubescence, frontal triangle dark with upper
14
574 ANALES DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL
(along eyes) margin covered with small yellow scales, face dark, co-
vered with yellow pubescence (except at jowls) not of uniform den-
sity ; antennal joints slender, their relative lengths being 1,0; 1,10;
3,0; arista 3,0; basal joints yellowish, third joint and arista dark
brown. Thorax : Mesonotam with three transverse rows of yellow
scales, the first and second continued over into the pleura and meet-
ing on the sternopleura ; apex of scutellum rather sharply pointed.
Legs: Yellowish brown; femora moderately thickened, fore femur
with single row of spines on apical two-thirds; second with double
row on apical two-thirds and hind femur with a double row on its
entire length ; all femoral spines ventral and unusually large. 4bdo-
men : Slender, second, third and fourth tergites each a little longer
than broad, first tergite dark, second yellow with a median longitu-
dinal dark strip which is expanded behind and extends clear across
the posterior margin; third similar but with the black more extensive;
fourth entirely dark and with scattered white scales and very sparse
white pile. Wings : Clear, villi dark brown, anterior margin narrowly,
and a narrow preapical cross band (which does not extend to post
margin) dark brown; spurious vein absent, fourth vein meets the third
at a sharp angle, the petiole beyond a little longer than length of
discal crossvein.
One male. . a
Type locality : Bolivia (Prov. Sara).
Type: In collection of Museo Historia Natural de Buenos Aires,
n” 11.863, J. Steinbach leg., 1916.
Lepidostola ortalina, Van der Wulp
L. ortalina, V. D. Vulp, ZTyds. voor Entom., vol. 31, pag. 374, 1888. (Vide
F. Lynch Arribálzaga, 4n. Soc. Cient. Argentina, vol. 32, pag. 43, Bue-
nos Aires, 1893).
Three specimens (females) of another species of this genus are at
hand from Argentina, namely Lepidostola ortalina, originally des-
cribed from Córdoba. Apparently the species is rare as additional
specimens have not been recorded since it was first described.
It differs from L. Brethesi in having only one transverse band of
yellow scales on the mesonotum, posterior margin; whitish scales are ,
scattered over the remainder of mesonotum; and the scutellum is
produced backward somewhat in the manner of an obtuse thorn;
the basal third of all the femora and the three basal joints of all the
tarsi are bright yellow, remainder of legs blackish. In respect to the
AS
TWO NEW AND REMARKABLE SYRPHIDAE 570
shape of the scutellum and coloour of legs, it agrees with Lepidostola
Jenningsi Shannon, 1925 (Panamá), but this species has an anterior
and an interrupted median cross band of yellow scales on the meso-
notum as well as the posterior one. The metasternum in ortalina is
membranous behind as in Jenningsi.
Localities: La Rioja (Collection Museo Historia Natural Buenos
Aires); Alta Gracia, Córdoba (29, 1. 27, R. C. Shannon); Vipos, Tu-
cuman (4 March, 27, E. del Ponte).
Genus VOLUCELLA Geotfroy
Subgenus Volosyrpha, new subgenus
The subgenus is based upon a species possessing several remar-
kable characters. Differs from other subgenera of the genus by the
presence of a frontal tubercle, a long arista with short dense plumo-
sity above and below and scattered long hairs above, the apex bare;
the usual dorsal and ventral surfaces developed into three planes and
in having the hind tibiae greatly enlarged and arcuated.
Phalacromyia is the nearest related subgenus.
Type species: V. (V.) tibialis, new species.
Volucella (Volosyrpha) tibialis, new species
Description of species. — Female: Front shining black, rather nar-
row, diverging downward, ocelli raised on a large tubercle, evidently
a dense tuft of black hair normally present between the ocelli as a
distinct granulose area is present; a second and very distinct tu-
bercle present a little above middle of front; pile on front scattered
and pale in colour; antennae yellowish brown, first and second joints
short; length of third joint about two and one-half times its width
at base, progressively but little narrowing apically; arista longer
than length of antenna, the apical sixth bare but remainder with
dense, black and short plumosity above and below and scattered long
hair above; face dark, region of tubercle brownish, a yellow stripe
extending from lower oral margin to eye; face flat below antennae,
raised to a tubercle and below tubercle to oral margin straight. Tho-
rav: Black with black bristles and pile, the pile lighter alons sides
of mesonotum, also a pair of submedian stripes of light pile on ante-
rior half of mesonotum. Scutellum of very curious shape, the normal
dorsal and ventral surfaces developed into three planes, an antero-
576 ANALES DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL
dorsal surface (normal dorsal) which is hollowed above, a « horn »
resulting at each corner, a tuft of black hair on each «horn»; a
posterior surface which is flat (development from the.preapical dorsal
flat area, a characteristic of the subgenus Phalacromyia); and a flat
ventral surface, lower lateral margins of scutellum with several
bristle-Jike long hairs (the normal marginal scutellars); femora and
tarsi more or less yellowish brown, tibiae darker and clothed with
long shaggy black hair; hind tibia greatly enlarged and arcuate; (as
in some species of Mallota) the hind tarsi strongly incrassated
(more so than in Microdon). Wing: Distinctly but not uniformly
darkened ; marginal cell open ; apical crossvein, with bow above the
middle; spurious vein rather weak; squamae infuscated; halteres
darkened. Abdomen: Short and broad, dark shining brown. Length
S mm.; wing 8 mm.
One female.
Type locality. Misiones.
Type : In Museo Historia Natural de Buenos Aires, n* 7600, C.
Spegazzini leg., 1907.
' [Recibido para su publicación en febrero de 1928.]
REVISTA
DE LA
Sociedad Entomológica Argentina
Año II | BUENOS AIRES, NOVIEMBRE 1% DB 1927 N% 4
Contribución a los estudios de las zonas
biológicas de la República Argentina
RAYMOND CU. SHANNON
En primer lugar quiero felicitar al Dr. Dallas, primer presidente
y organizador de la Sociedad Entomológica Argentina, y a todos sus
socios por el éxito de la institución.
- Es muy interesante para los entomólogos que visitan este país en-
contrar una sociedad tan bien establecida y organizada. Se sienten co-
mo si estuviesen entre amigos, con un interés común en sus trabajos,
y naturalmente haciendo de ella el punto de reunión de las ideas y
opiniones entomológicas.
Juzeando por el excelente principio de su oreanización, por el en-
husiasmo de sus miembros, por la riqueza y el interés único de la fauna
de insectos del país, me alegro de poder vaticinar a la Sociedad un
éxito continuo en sus estudios entomológicos.
El hecho de existir una organización central de entomólogos en
la Argentina, facilita la cooperación con los de otros países, por lo cual
no es arriesgado decir que esta Sociedad es una valiosa institución.
La Sociedad tiene una importante misión, que es la de colocar los
conocimientos entomológicos de la Argentina sobre una base firme, Por
medio del saber semejante recogido en todas partes del mundo, será
posible reunir en una sola la categoría del mundo entomológico actual.
Una de las principales cosas que hay que efectuar para este fin,
es la compilación de un catálogo completo (incluyendo bibliografía)
de los insectos argentinos. Es muy probable que más de mitad de ellos
sean desconocidos: el primer paso sería acumular material de todas las
partes del país. Tenéis entre vosotros un naturalista cuyos trabajos en
este sentido sirven de modelo en cualquier país; nunca he visto una
colección tan bien arreglada y tan prolija como la del Dr. Bruch.
Además de dar al mundo y a vosotros mismos un catálogo siste-
mático de los insectos de la Argentina, hay varios otros campos de
2 REVISTA DE LA S. E. A. (Ne AraO 27»)
investigación aun más importantes, y que están al alcance de vuestra
organización. Entre los problemas más importantes para resolver en
la actualidad y en el futuro, se encuentran los estudios biológicos de
los insectos, su fisiología, psicología, morfología y causas de variación.
De los conocimientos derivados de estos estudios podremos dominar
las especies nocivas, propagar las útiles (parásitos benéficos, ete.),
y en algunos casos, especialmente en la esfera de los estudios de gene-
sia, el hombre llegará a comprenderse mejor a sí mismo y a sus ani-
males domésticos por medio de este estudio de variación y herencia
en los insectos. Las observaciones hechas por el Dr. Dallas sobre las
variaciones y monstruosidades de Coleópteros serán de eran valor para
dichos estudiantes.
El primer paso, para resolver estos problemas importantes, es eo-
mo ya he dicho, coleccionar, clasificar y catalogar los insectos de la Ar-
eentina. Una de las mayores dificultades consiste en identificar co-
rrectamente las especies; además de los métodos comunes de clasifica-
ción, por medio de su estructura, forma y color, hay otros de gran
valor. Uno de éstos consiste en la distribución geográfica. ¿Puede una
especie encontrada en la Argentina ser idéntica a otra conocida como
solamente de N. A., Africa o Australia ?
Esto es muy importante para decidir muchas veces sobre el valor
de una especie. Por ejemplo, ¿es Anopheles pseudopunctipennas, es-
pecie bien conocida en California, Panamá y otros de los países ame-
ricanos más tropicales del norte, la misma que la así llamada en Ar-
gentina ? :
Por la semejanza de su estructura, parece haber solamente una
especie que se extiende continuamente desde California hasta San
Luis (Argentina); pero las costumbres de los adultos y su capacidad
como conductores de malaria difiere a tal extremo en las diferentes
partes de su distribución, como para hacer dudar si el individuo ar-
ecntino es de la misma especie que el californiano. Si no fuera por
la distribución tan continuada que existe casi en toda la América oc-
cidental, si se encontrara sólo al norte o al sud de su área geosráfica
actual, no hay duda que se consideraría bajo dos nombres distintos.
Pero la distribución geográfica confirma nuestra creencia, basada so-
bre el estudio de la morfología, que hay solamente una especie.
El propósito de esta comunicación es tratar de la distribución de
ciertos grupos y especies de Dípteros (que he podido observar en la
Argentina) y también hablar de ciertas regiones en ella, que parecen
representar zonas biológicas diferentes.
Pero, primeramente quiero agradecer la espléndida colaboración
que me ha dispensado mi colega el Dr. Eduardo Del Ponte, como asi-
mismo la colaboración de varios miembros de la institución, los doe-
tores Bruch, Doello-Jurado, Lahille y Breéthes, también como a los
- Drs. Lillo y Schreiter de Tucumán, al Dr. Paterson de San Pedro de
Jujuy y al Dr. Davis de la Fundación Rockefeller. Debo agradecer tam-
bién a la institución por haber puesto a mi disposición la “Revista de la
Sociedad Entomológica Argentina”? para la publicación de mis artículos.
Es también con placer que puedo señalar el interés y la relevante
concepción con que el Dr. Aráoz Alfaro, el Dr. A. Sordelli y otras
autoridades del Departamento Nacional de Higiene tienen sobre los
PP.
(N.* 4 — 1927) REVISTA DE LA $, E, A. 3
aspectos científicos más amplios de la entomología. Es a ellos que debo
eran parte de los resultados de mis trabajos.
Posición especial de la Fauna Argentina
Referente a la distribución de insectos, Sud América en conjunto,
y Argentina y Chile en particular, ocupan una posición única en el
mundo. En la actualidad estos dos países están completamente aislados
del resto del mundo entomológico, excepto hacia el morte, y no han
tenido conexión con otros países desde su separación de la región
australasiana. Pero antes de esta separación muchas familias actuales,
y en algunos casos ciertas especies, ya existían; encontramos represen-
tantes de los mismos grupos en las dos regiones diferentes. Patagonia
puede considerarse como teniendo una relación más o muwnos estrecha
con la región australasiana.
División de Sud América en tres regiones principales
Sud América se puede considerar dividida en tres grandes regilo-
nes: una región occidental y altamente montañosa, una reción central
y baja y una área oriental montañosa.
Los orígenes de los ríos Orinoco, Negro, Amazonas, Madeira y
Paraguay forman casi una unión continua de terrenos bajos, la cual
está unida también con la región de la pampa argentina y esta comarca
separa la zona biológica de los Andes, del resto de Sud América. Cada
una de estas tres grandes regiones puede ser subdividida en zonas me-
nores.
Zonas biológicas de Sud América
A. Región Andina.
1. La Zona Norte húmeda, que se extiende desde Panamá hasta
la parte central del Perú. Se puede dividir además, según su altitud,
en zona litoral, tropical, templada y ártica.
2. La Zona seca, que se extiende desde el bajo Perú hasta el cen-
tro de Chile y Argentina. Se puede subdividir de igual forma que la
zona anterior.
3. La Zona húmeda, o sea la región Patagónica Andina. Se pue-
de dividir también según la altitud. Esta región se caracteriza por
densos bosque de Nothophagus, plantas halladas solament» en Patago-
nia y en Nueva Zelandia.
B. Zona Central o baja: — Esta puede dividirse seyún su clima
y la caída de las lluvias, en:
1. La Zona tropical húmeda al norte.
2. La Zona tropical y subtropical al centro: conocida como el
““Gran Chaco”,
+ MAR REVISTA DE LA $, E. A. (No 4 — 1927)
3. La región templada más o menos semiárida de la Argentina,
que aún podría ser subdividida.
C. La región montañosa oriental dividida por el río Amazonas y
que comprende principalmente a:
1. Las montañas de las Guayanas.
2. Las montañas del Brasil. >
Ambas son particularmente tropicales, pero la parte más baja de
las montañas brasileras se extiende a la zona subtropical. en el terri-
torio de Misiones.
El clima tropical de la mayor parte de América del Sud es su
característica más importante; pero hay una importante zona templada
que ocupa la región del Sud.
La República Argentina, encontrándose al Sud del Ecuador, posee
para los investigadores norteamericanos un interés especial. Espera-
mos, naturalmente, encontrar una fauna muy distinta (por encontrar-
se en el hemisferio opuesto), pero al mismo tiempo habría entre ellos
una cierta semejanza, pues ambas ocupan gran parte de la zona tem-
plada. el
En conexión con el clima, la característica más importante está
representada por la Cordillera de los Andes. Sus altas altitudes con-
servan un clima templado a través de todas las latitudes y así permiten
la conexión de las faunas de regiones templadas de Norte v Sud Amé-
rica.
Esto es lo que sucede actualmente, y nosotros encontramos repre-
sentantes de dicha fauna de la zona templada en la Argentina y en
Chile, hasta tan lejos como la Tierra del Fuego. No es dudoso que
cuando la fauna de Sud América sea mejor conocida, se encontrarán
representantes de ella en Norte América.
La temperatura en toda la Argentina (excepto en ¡os picos mon-
tañosos cubiertos eternamente por las nieves) es suficientemente alta
para permitir la existencia de insectos a través de todo el territorio;
por lo tanto, si el clima del país es un factor importante en la distri-
bución de los insectos, éste debe ser subordinada a otro factor: las
lluvias.
Ciertas partes de la Argentina tienen grandes lluvias, especial-
mente en Misiones y de la región del Nahuel Huapí. Otras regiones, es-
pecialmente a lo lareo de los Andes, en la mitad norte del territorio,
encuentra el otro extremo de las cantidades anuales de lluvia, pues son
excesivamente secas, a causa de la escasez de dichas aguas pluviales.
Es así que las lluvias deben ser consideradas como el factor más impor-
tante en la distribución de los insectos en la Argentina. En ciertas re-
ciones se encuentran Dípteros cuyo estado larval requiere aguas frescas,
y en las otras comarcas encontramos especies que prefieren regiones
secas O aguas impuras.
Las montañas o las altitudes del suelo deben considerarse como un
factor que sigue en importancia a la temperatura y a la lluvia, pues
en las partes secas del norte argentino, estas diferencias de nivel sirven
para recoger las aguas de las lluvias débiles y conservar los pequeños
riachos y corrientes por medio de manantiales, ojos de agua, etc,
(No 4 — 1927)
REvISTA DE LA S. ]
")
y
. A.
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Zona del Pacifico
Gran Chaco
Pampa S
lona seca Rrgentim coa
Palagonia EsTe
Pe.ta gamia Andina
6 REVISTA DE LA S. E. A. (N.. 4. 1027)
En las montañas son abundantes las corrientes rápidas de agua.
que sirven admirablemente como criaderos de larvas de Simuliidae (je-
jenes). Sus larvas se crían solamente en estas corrientes rápidas, cla-
ras y frescas, pues necesitan una gran cantidad de oxígeno en solu-
ción. Por consecuencia la distribución de las especies de esta familia
ofrece un espléndido carácter de ““índice”” de la naturaleza de la fau-
na de las zonas biológicas. También las especies de Blepharoceridae,
cuyas larvas viven en las caídas de agua, frescas y claras, claramente
indica la naturaleza de la resión donde ellos se encuentran.
Algunos de ustedes, notablemente Deletane y Bruch, han traba-
jado sobre las distintas zonas entomológicas de la Argentina. La pre-
sente contribución no tiene erandes novedades en lo que respecta a es-
tas zonas entomológicas; su intención es de hacer resaltar el hecho
de que existen zonas biológicas claramente definidas en la Argentina.
Las zonas biológicas argentinas.
Las principales zonas, como yo-las concibo, a base de la distribu-
ción de los Dípteros, se pueden clasificar como sigue:
A. La región subtropical, poblada de bosques en Misiones. 10 o
más especies de Simuliidae se encuentran aquí y también nna
especie de Blepharoceridae.
B. El Chaco Argentino, que forma parte del Gran Chaco y tam-
bién del Paraguay y Bolivia. Es llano y semiárido; se extien-
de entre el Río Paraná, la base de los Andes y a las partes
Sud y Norte de Santa Fe y Santiago del Estero. No se han
encontrado aquí especies de Simuliidae.
Las laderas occidentales de los Andes en Salta, Jujuy, Tueu-
mán y probablemente incluyendo la zona serrana cordobesa.
Esta zona es principalmente la cuna de Anopheles pseudo-
punctipenmis. Se conocen 5 especies de Simuliidae en estas
provincias y 2 en la zona cordobesa, una de las cuales no se
conoce más al norte. En Salta se ha encontradc una especie
de Blefarocerido.
D. La región muy seca en la parte occidental de la República:
Los Andes, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, San
Luis y las partes céntricas de La Pampa. No se han citado
Simuliidae de estas regiones, pero es seguro que ellos se en-
cuentren en las montañas.
E. La zona oriental templada que existe al Sud de Misiones, al
este del río Paraná, que se prolonea al sud hasta la Patago-
nia, incluyendo también la parte sud de Santa Fe y el este
z de Córdoba. En Bahía Blanca se ha encontrado una especie,
pero es seguro que otras especies se encuentran en otras partes
de esta zona.
Y. La zona Patagónica seca. No se han encontrado Simuliidae.
Los insectos son típicos de una región seca.
G. La zona Patagónica Andina. 10 o más especies de Simuliidae
se encuentran aquí; también Blepharoceridae.
(No 4 — 1927) REVISTA DE LA $. E. A. y
Estas zonas pueden clasificarse en grupos con el nombre de zonas
mayores, como por ejemplo la mitad norte de la Argentina en la cual
se encuentra solamente el género Anopheles, y se puede llamar zona
anofelínica o zona subtropical y templada y la Sud se llamaría la zona
Patagónica o zona no anofelínica. Por otra parte, las zonas mencio-
nadas se pueden aún dividir en zonas más pequeñas.
Origen de los Dipteros de la Argentina
El origen de las varias familias de los Dípteros areentinos per-
mite clasificar su fauna en cuatro grupos:
1. La fauna nativa. ;
2. Peregrinos de la zona templada norte, que han penetrado por
los Andes.
3. Peregrinos de los trópicos americanos.
4. Especies cosmopolitas o adaptadas.
Considerando la fauna de la Patagonia Andina (del lado argen-
tino y chileno), será conveniente dividirla en tres partes:
1. La fauna primitiva o reliquias del antieuo período mesozoico.
Muchos de los géneros y en algunos casos especies, son idén-
ticas con los encontrados en Nueva Zelandia y Australia y
no se encuentran en ninguna otra parte del mundo.
2. Peregrinos del Norte, en la época post-elacial.
3. Peregrinos recientes o especies cosmopolitas.
£s también evidente que ciertos representantes han tenido su ori-
gen en la fauna nativa de Chile, particularmente ciertas especies pro-
cedentes de la región del lago Nahuel Huapí. Hay sin embargo, re-
presentantes de una familia peculiar de Dípteros, al norte de la Ar-
gentina, llamada “Chiromyzidae””, que puede haber tenido su origen
en Chile. Sin embargo, como se trata de una familia muy antigua,
puede haber estado bien esparcida por Sud América antes de que los
Andes existiesen, y esto explicaría su presencia en ambos lados de la
Cordillera.
De acuerdo con la fauna de Dípteros de Chile, se puede asegurar
que ésta es una de las más extraordinarias del mundo.
Se hallan aquí muchos tipos extraños y arcaicos que no se encuen-
tran en ninguna otra parte; Chile puede considerarse como una is.a
grande, separada del resto del continente por las regiones áridas del
norte y los elevados Andes al este, y su relación más íntima con la
fauna de insectos de otros países se halla en Argentina, con las regio-
nes montañosas comparativamente bajas de la Patagonia.
Factores que influyen en la distribución
Las características físicas de la Argentina son bien conocidas para
ustedes y no es necesario detallarlas aquí. También se sabe que los
principales factores que influyen en la distribución son la temperatu-
ra, la lluvia, la altitud, los tipos de vegetación, el carácter del país, el
8 REVvISTA DE LA $, E. A. (No 4 —— 1997)
terreno y los enemigos naturales. También en el caso de insectos pa-
rásitos (parásito del hombre, de los mamíferos, de las aves, de otros
insectos y de las plantas) la distribución depende de la distribución
de sus huéspedes.
Distribución geográfica de los Anofeles en la Argentina.
Puede establecerse que en general los mosquitos del «énero Anophe-
les se encuentran solamente en la mitad norte de la Argentina, es de-
eir al norte de una línea que pase por las ciudades de San Juan, Cór-
doba y La Plata. Es evidente que la temperatura y las lluvias, com-
binadas con las altitudes son los factores principales que originan esta
distribución.
Tres especies: albitarsis, argyritarsis y tarsimaculatus, se encuen-
tran a través de la mayor parte de la región citada, pero las otras tie-
nen una distribución más localizada; podría esto permitir que dicha
mitad norte de la Argentina puede ser dividida en tres zonas ecológi-
cas distintas. Aunque dichas zonas, no están nítidamente separadas
unas de otras (por ejemplo la zona lateral ejerce mayor o menor in-
flunecia sobre la zona central), encontramos que sus características fí-
sicas y climatológicas son lo suficientemente distintas para poder ser
delimitadas. :
1. Noroeste argentino, que podría llamarse zona del pseudo-
punctipenmis. Esta especie se encuentra en Tucumán, Salta, Jujuy,
Este de Catamarca y La Rioja, norte de Córdoba y probablemente al
N. de San Luis (donde suelen existir epidemias palúdicas) y parte de
Santiago del Estero. La región es semiárida, más o menos elevada,
siendo en parte montañosa. Además de pseudopunctipennis, se encuen-
tran es esta zona las especies siguientes: albitarsis, argyritarsis, tarsi-
maculatus, rondona, davist y perezt.
2. Zona media. Baja, llana, semiárida con bosques escasos (la ma-
yor parte con montes bajos de madera dura), estando situada entre
las últimas estribaciones andinas y los ríos Paraná y Paraguay.
La fauna anofelina de esta región es muy poco conocida; princi-
palmente en su parte central, pero como a'bitarsis es la única especie
que ha sido encontrada en Añatuya, (Santiago del Estero) y en com-
pañía con pseudopunctipennis, en la ciudad de Santiago del Estero,
podemos decir que esta zona media está relativamente libre de Anophe-
les. A los lados hay otras especies.
3. Zona Este. Incluye los valles de los ríos Paraná y Paraguay y
la región que desde ellos se extiende hacia el Este, y la mitad norte de
la provincia de Buenos Aires.
Es una región baja, llana, con altitudes moderadas en Misiones y
pequeñas colinas bajas y escasas.
Las lluvias son muy intensas hacia el Este y existen erandes bos-
ques especialmente en el norte (Misiones). aún conteniendo la especie
albitarsis, argyritarsis y tarsimaculatus, (especies de eran dispersión)
la fauna Anofelina difiere mucho de aquella existente en el noroeste
argentino. No hay pseudopunctipenmis, ni rondom, davisi y perezt,
pero existen bachmannt y cuatro especies del erupo Arribalzagia: an-
nulipalpis, pseudomaculipes, mediopunctatus y maculipes.
e dl AAA A A
A ST A A OS
(N.* 4 — 1927) REVvISTA DE LA $S. E. A. 9
Pactores que intervienen en la distribución de las especies.
Considerando cuales factores tienen influencia en o provocan la
distribución de estas especies, se hade evidente que no solamente la
temperatura; las lluvias y las altitudes deben ser tomados en cuenta.
La presencia de algas verdes es muy provechosa para las larvas de
pseudopunctipennis y la distribución de este anofelino en la Argeentina
coincide con los límites de distribución principal de dichas algas; la
presencia de bosques erandes y vegetación baja densa es la condición
más favorable para las especies del grupo Arribalzagia y su ausencia
lo es para la especies del grupo Nyssorhynchus, mientras que masas
espesas de las plantas acuáticas flotantes (Azolla, Salvinia, Pistia)
son favorable para bachmanni, así como también para albitarsis y
tarsimaculatus. Argyritarsis prefiere corrientes de agua fresca; rela
tivamente impuras ellas contienen albitarsis.
Hasta ahora, no conocemos bien la causa de la pequeña área geo-
eráfica de rondont, davisi y perezt.
La reacción química de las fuentes de los criaderos puede ejercer
una infiuencia considerable, probablemente por intermedio de los ali-
mentos para las larvas.
Prácticamente todas las aguas superficiales de la zona occidental
son alcalinas (pH = 7.2 a 8.4, generalmente 7.8-8.2.) como tam-
bién los hemos encontrado en Resistencia, Charadai y en Corrientes;
mientras que en Misiones, las aguas tienen una reacción ácida franca.
Los enemigos naturales (peces e insectos acuáticos predatores). tam-
bién ejercen mayor o menor influencia sobre la existencia de las larvas
de Anofelinos.
Los ríos y pequeñas corrientes son factores muy importantes, con-
siderando que es el medio principal de transporte de las larvas de al-
gunas especies, especialmente de pseudopunctipennis desde sus cria-
deros permanentes hasta los criaderos temporarios.
La forma en que los varios factores contribuyen a la distribución
puede ser indicada en la forma siguiente:
1. Temperatura: (a) evidentemente nineuna especie inverna los
inviernos severos de la mitad sud de la República hacen imposible la
vida de las especies del género Anopheles durante dicha estación al
estado adulto; (b) las especies pasarían los desfavorables meses de in-
vierno, reproduciéndose continuamente, aunque en escasa cantidad,
durante las cuales, los adultos aparecerían durante las épocas de tiem-
po cálido, que aprovecharían para cópula y postura. Sin duda, los in-
viernos muy severos serían desastrosos para la vida tan corta de los
adultos e impedirían la cópuua y postura. La temperatura puede ser
entonces considerada como el principal factor que limita la expansión
hacia el Sud.
2. Lluvias: En la mitad Norte de la Argentina, las lluvias meno-
res de 200 mm. anuales sobre el lado chileno van aumentando eradual-
mente hacia el Este alcanzando hasta 2000 mm. anuales, en el terri-
torio de Misiones. Como la zona oeste o del pseudopunctipennis tiene
lluvias menores y la fauna anofelina está mucho mejor representada
que en la zona central, debemos considerar otros factores que expliquen
esta diferencia.
10 REVvISTA DE LA $. E. A. (No 4 21997)
3. La estación seca. El problema del agua es aun más compli-
cado por el hecho de que durante seis meses (Abril a Noviembre) las
lluvias son sumamente escasas (137 mm. en la zona oeste). Durante
la estación seca, la mayor parte de los criaderos temporales en la re-
ción baja y llana, se secan completamente.
4. Altitudes. Creemos que en la zona Oeste, las montañas son
factores más importantes que las lluvias. Las provincias occidentales
se caracterizan por sus altas montañas; las quebradas y arroyos sir-
ven para juntar las escasas lluvias y también permiten la afloración
de corrientes subterráneas, dando origen a diversas clases de corrien-
tes de agua. Hay, por consecuencia durante todo el año un contínuo
aporte de agua fresca (frecuentemente ocupando lugares superficia-
les y depresiones favorable para la cría de larvas de Anopheles.
La zona media y central, es baja y muy llana y el suelo rápida-
mente absorbe las aguas pluviales, y prácticamente, todo el agua que
allí existe, se encuentra en los lechos profundos de ríos o formando la-
eos semisalados.
Para los datos sobre lluvias y altitudes de la zona oriental, véase
mas adelante.
5. Caracteres de las aguas. Para la mayoría de las especies de
Anopheles, las aguas frescas o relativamente frescas son necesarias
para sus larvas, sin embargo se suele encontrar A. albitarsis en aguas
impuras. Sin duda, esto permite que sea el único (probablemente)
anofelino encontrado en la zona media, donde la mayoría de las aguas
son estancadas y más o menos impuras.
6. Existen bosques en las zonas central y oriental. Areas grandes,
con bosques ralos, existen en algunas partes de estas zonas; pero los
árboles son, por la mayor parte, especies, que por la irregular distri-
bución de sus ramas y las pequeñas hojas, permiten la gran insolación
del suelo y de las aguas. Consecuentemente ellos tienen una infiuencia,
aunque pequeña, sobre los criaderos de aquellas especies de Anopheles
que allí hay y que prefieren aguas directamente insoladas
7. Lluvias y altitudes de la zona oriental. La mayor parte de
esta zona es baja y llana; las elevaciones que aquí se encuentran tienen
poca influencia en la conservación de las reservas de agua. En cam-
bio las lluvias que son relativamente abundantes, conservan las aguas
relativamente frescas y estas deben considerarse como el factor prin-
cipal, siempre en conexión con la temperatura. Además las lluvias
son suficientes para mantener numerosas lagunas, en la región, las
cuales forman lugares ideales para bachmannt y quizá permiten aunque
en menor cantidad la expansión de albitarsis y tarsimaculatus.
8. Bosques de la zona oriental. La presencia de especies del gru-
po Arribalzagia, que generalmente se crían en regiones boscosas, in-
dican que los bosques de esta zona deben ser considerados como un
factor ecológico importante. Al mismo tiempo que consideramos a
los bosques como favorables para el erupo Arribalzagia, debemos hacer
notar que no lo son para el grupo Nyssorhynchus.
9. Algas verdes: Aunque se encuentran casi a través de todo
el N, Argentino, aun hasta la ciudad de Mendoza, son mucho mas
abundante en la región occidental que en la otra zona. Es un factor
A AAA A A A A A A A A AAA NN
(N.> 4 — 1997) REVISTA DE LA $, E. A. dE
importante en la vida de pseudopunticpenmis, pero parece que sobre
las otras especies (excepto davisi) tienen poca influencia.
10. Otros tipos de vegetación flotante:
Especies de los géneros Lemma, Azolla, Chara, son considerados
a veces, como dañinas para las larvas de mosquitos. Hemos encontra-
do frecuentemente varias especies de mosquitos, incluyendo Anopheles
asociado con una o varias de estas plantas, y es muy dudoso que di-
chas larvas sean afectadas en aleuna manera, excepto cuando no hay
suficiente agua libre. Al mismo tiempo parece que estas plantas, lo
mismo que Salvinia, Pistia, Ceratophylla, son eevidas deliberadamen-
te como refugio por las larvas de bachmanna, albitarsis y tarsimacula-
tus y quizá otras más.
11. Enemigos naturales.
Es natural que donde haya abundantes peces e insectos acuáticos
-predatores, junto con escasa vegetación, no puedan vivir las larvas de
Anopheles.
12. Reacción química del agua.
Esta reacción química del agua de los criaderos puede ejercer
una influencia considerable, probablemente a causa de su acción sobre
los alimentos larvales. Prácticamente toda la zona occidental tiene aguas
alcalinas (1 pH 7.2. - 8.4., generalmente 7.8 - 8.2), y esto sucede tam-
bién en Resistencia, Charadai y Corrientes. En Misiones (región de
bosques muy densos) el agua tiene una reacción ácida franca (pH =-
5.8 - 6.6).
: 13. Durante la estación seca, la mayoría de los criaderos de la
comarca llana vecina a las montañas de la zona occidental y los
Anopheles, prácticamente desaparecen de ellas. Las fuertes lluvias de
la estación húmeda, que comienza en noviembre, llenan los cauces,
manantiales y pozos; las corrientes llevan los huevos y larvas hacia las
fuentes de los criaderos temporarios.
Quizá esto es un proceso gradual, no brusco, y probablemente la
mayoría de los huevos y larvas serían destruídos por el prolongado
acarreo, por las rápidas y ásperas aguas; generalmente aquellos que
han sido transportados a una distancia relativamente corta, :podrían
sobrevivir. Estos servirían para establecer una nueva colonia, de la
cual se podrían transportar mas tarde y más abajo, huevos y larvas.
Es significativo que la distribución de pseudopunctipenmis aumenta
hacia el fin de la estación húmeda así como también las epidemias pa-
lúdicas se producen a lo largo de límites Sud y Este de su distribu-
ción al fin de dicha estación húmeda. j
Es así que dichas corrientes deben ser consideradas como facto-
res muy importantes de su distribución.
14. Influencias del hombre.
Puede ser considerada esta influencia en dos sentidos: benéfica y
perjudicial.
Generalmente durante el progreso de una zona, los criaderos de
los mosquitos van siendo eliminados. Pero, mientras tanto, durante la
construcción por ejemplo de ferrocarriles, diques, etec., las excavacio-
nes y las obstrucciones al desagiie natural, forman nuevos criaderos
ideales para estas larvas.
Te REVISTA DE LA S, E. A. (Nic do DOT)
El caso de Misiones, donde se han talado grandes áreas es carae-
terístico, pues se han formado criaderos ideales para las peligrosas es-
pecies de Nyssorhynchus.
OTROS GRUPOS
Representantes de varios géneros y en algunos casos familias, que
aparentemente han tenido su origen en otros países han sido encon-
trados en la Argentina y deseamos hacer notar bajo qué condiciones
ellos han llegado hasta este país. También se encuentran ciertos gru-
pos aparentemente propios de la Argentina, o que se han originado en
ella o en los países vecinos, erupos que también se comprende en estas
notas. La escasez del tiempo de que dispongo, solamente me permite
dar aleunos pocos ejemplos.
Phlebotomus (Psychodidae). Grupo de moscas hematófagas con
una amplia distribución en todo el mundo. Hay cinco especies en la
Argentina, que aparentemente provienen de las regiones tropicales del
norte. El doctor Bruch nos ha comunicado que existe una especie de es-
te género al Sud, como lo es Alta Gracia, en Córdoba.
Bruchomyia (Psychodidae). Un género muy primitivo, conocido
solamente en la Argentina. Es muy semejante a Phlebotomus, aunque
de tamaño mucho mayor. Se conocía únicamente una especie de este
eénero tan notable, pero recientemente el doctor Del Ponte y yo, he-
mos encontrado una segunda especie en leuazú, Misiones.
Culicidae. Esta familia está muy bien representada en el norte
de la Argentina; pero solamente tres especies pertenecientes al género
Culexr hemos encontrado en Nahuel Huapi. Todos los géneros conocidos
de Culicinae (sin Sabethinini)se encuentran aquí excepto Orthopodomyia
y Culiseta. El primero es principalmente tropical y puede ser encontra-
do en Misiones, pero el último, en América, está confinado a la zona
templada. La familia, al parecer, es una de las más recientes entre los
Dípteros y esto combinado con su ausencia relativa en la Patagonia,
indica que los verdaderos mosquitos no aparecieron en la Argentina
sino hasta después de que la Australasia y Patagonia se hubieron se-
parado; Nueva Zelandia, cuya fauna es muy parecida a la de la Pa-
tagonia, mucho más que en el caso de otros países, tiene alrededor de
diez especies de Culicidos, todas distintas de los mosquitos patagó-
nicos.
Anopheles pseudopunctipennis pertenece a un grupo que se en-
cuentra más bien en la región templada del Norte. Es evidente que
ha penetrado en la Argentina guiada por la Cordillera de los Andes.
El género Psorophora es uno de los más interesantes de esta fa-
milia. Es probablemente el más altamente especializado entre sus con-
géneres, y quizá uno de los últimos evolucionados. Hay datos eviden-
tes de que se ha originado en el Gran Chaco; estos datos son los si-
ewientes: el género se encuentra solamente en América; se conocen
28 especies, de la cual once hay en la Argentina; de nueve especies
que existen en Norte América, tres se encuentran también en la Ar-
gentina; las condiciones del Chaco con excepcionales para la cría de
las especies de este género; áreas semejantes se encuentran en
oran escala en ciertas partes de los Estados Unidos, pero allí
no hay o son escasos los representantes de este género. La ruta pro-
.
.
4
|
.
(N.* 4 — 1927) REVISTA DE LA $, E. A. 13
babie de emigración hacia el Norte ha de encontrarse a lo largo de
las tierras bajas adyacentes a los ríos Paraguay, Madeira, Amazona,
Negro, Orinoco y posiblemente a través de las tierras, hoy desapare-
cidas, del Mar Caribe.
Charcos temporarios, efímeros, son los criaderos predilectos para
las larvas de estas especies. Lios huevos son puestos en depresiones en
el suelo seco, y se sabe que puedan resistir a la desecasión durante
tres años y aun más. Una peculiaridad de sus huevos, es que estos son
espinosos, posiblemente para resistir la desecación; la metamorfosis
postembrionaria hasta el estado adulto es muy- rápido, no tomando
más de cuatro o cinco días en condiciones favorables. Esto es esencial
para la vida de la especie, pues debe alcanzar el estado adulto antes
de que el charco se seque. Las hembras adultas son muy voraces y
aleunas pican muy fuertemente.
Especies de otros géneros que existen en casi todas partes bajas
y tropicales y subtropicales de América son Aedeomyia squamipennis
Lynch Arribalzaga, Mansoma titillans Walker, Aedes scapularis Ron-
dani, Uranotaemia pulcherrima Lynch Arribalzaga, etc.
Thauwmalidae. No ha sido citado para Sud América, pero hemos
encontrado tres especies de la Patagonia, pertenecientes a un grupo
hasta ahora conocido solamente de Nueva Zelandia.
Canthyloscelidae. No ha sido citada para Sud América. Dos
especies del género Canthylocelis, han sido encontrados en Patagonia,
hasta ahora conocidas solamente de Nueva Zelandia.
Blepharoceridae. Hasta ahora ha sido citado solamente de Men-
“doza, en la Argentina. Esta especie perteneciente al género Edward-
sina, conocido también en Nueva Zelandia, Tasmania y Australia.
También, tenemos dos otras especies del mismo género y especie de la
región Nahuel Huapí y un otro género y especie de la Quebrada de
San Lorenzo, Salta. Las especies se crían en las corrientes frías de
las montañas y es probable que únicamente se puedan encontrar en
el Norte Argentino durante el invierno; estas larvas y pupas fueron
encontradas a principios de agosto.
Chiromyzidae. Familia muy interesante, intermedia entre Lepti-
dae y Stratiomyidae, conocida solamente del Brasil, Argentina y Chi-
le. El tipo, evidentemente primitivo, indica un origen muy antiguo.
Scenopinidae. Se encontraron aleunas especies, todavía no de-
terminadas, en Buenos Aires y Tucumán. Las larvas son predatores
de otras larvas de insectos, como por ejemplo de las polillas; conse-
cuentemente deberían introducirse más especies.
Platypezidae. Familia no citada todavía de la Argentina. Las
larvas se crían en hongos y es por esto que ellas se encuentran en
lugares sombríos y húmedos. Dos géneros y cuatro especies hemos en-
contrado en Tucumán, así como también en la isla de Chiloé, en Chile.
Pipunculidae. También hasta ahora no citada por la Argenti-
na. Sus larvas son parásitos de Homopteros y donde se encuentran
especies de estos, es muy probable encontrar especies de Pipunculidae.
Dos géneros, encontrados ambos en Tucumán y Nahuel Huapi.
Syrphidae, Ciertas subfamilias se encuentran mejor represen-
14 REVISTA DE LA $. E. A. (Ni2574. E H027))
tada en Sud América que en Norte América y viceversa. La subfami-.
lia Chilosinae y Xylotinae que parecen haber originado en la zona
templada norte y que buscan con ahinco las regiones con grandes
bosques, prácticamente, no se encuentran en la Argentina. Se han en-
contrado, sin embargo, representantes de este grupo en Patagonia y
probablemente han llegado hasta esa comarca siguiendo a los Andes,
pero las especies cercanas no se encuentran en la región Australásica.
Dípteros Muscoideos (Muscidae, Calliphoridae, Sarcophagidzte,
Oestridae, Dexiidae y Tachinidae).
En muchos respectos, este es el más interesante grupo de insec-
tos; se encuentran entre los más altamente especializados en estruc-
tura, forma de reproducción (por ejemp!o la mosca tsé-tsé), desarro-
llo, adaptación a su medio ambiente y ya sea único o generalizado, y
aun en su psicología parecen que poseen una independencia mayor
de la que se encuentran entre los otros insectos.
Muchos grupos parecen haberse originado en la región templada
del Norte, pero hay también numerosos grupos que indudablemente
son de origen tropical y otras que se encuentran confinadas a la zona
templada del Sud. Cierto número es cosmopolita (mosca doméstica,
la mosca de los establos; la mosca brava, el “blue bottle fly”” (Calli-
phora etc.). La fauna argentina es aparentemente, en su mayor parte,
indígena, pero también posee representantes de los grupos america-
nos de la región templada del Norte, como por ejemplo ciertas espe-
cies de Lucilia. Muy probablemente estos han llegado a la Argentina
siguiendo a los Andes. En el año pasado hemos encontrado las espe-
cies Calliphora erythrocephala procedente de la región templada del
Norte, que creemos no había sido aun encontrada en Sud América.
Es la mosca mejor conocida de los *“blue-bottle flies”? de la zona tem-
plada y es un dato interesante su adición a la fauna argentina. La
hemos encontrado también en Nahuel Huapí.
Resumiendo, puedo constatar (como todos ustedes ya saben) que
el estudio de la distribución de los insectos es uno de los capítulos más
interesantes de la biología y permite aplicaciones muy útiles.
En muchos casos es ella quien decide sobre el valor de las especies.
Es altamente deseable que se definan los límites de las distintas zonas
y subzonas, y también como actúan los diversos factores que las dife-
rencian. Al designar estas zonas, sería conveniente elegir nombres ap-
tos y bien conocidos, que hayan sido durante mucho tiempo aplicados
a esas regiones, como ““Gran Chaco”? y ““Patagonia””; cuando dichos
nombres no existen, utilizar las características fisiográficas más re-
saltantes o las condiciones oeológicas de la región.
El señalar los límites políticos internacionales tiene la misma Ao
portancia que el señalar los límites de las zonas biológicas, pues las di-
ferentes industrias se encuentran, se confinan y dependen de las re-
iones que les son más convenientes, es decir viven en las comarcas más
beneficiosas para sus fines comerciales.
(Traducción del Dr. E. Del Ponte).
UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMÁN
MUSEO DE HISTORIA NATURAL
No 12
UN NUEVO E INTERESANTE GÉNERO Y ESPECIE
DE
UNA PULGA DEL MURCIELAGO
(A NEW AND REMARKABLE CENUS AND SPECIES OF BAT FLEA)
POR
RODOLFO SCHREITER
Del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de Tucumán
y
RAYMOND C. SHANNON
Del Instituto Bacteriológico del Departamento Nacional de Higiene (R. A.)
(TEXTO EN INGLÉS Y VERSIÓN CASTELLANA)
BUENOS AIRES
IMPRENTA Y CASA EDITORA « CONI »
684, PERÚ, 684
1927
PREFACIO
La Dirección de este Museo de Historia Natural agradece por
intermedio de esta publicación al distinguido entomólogo y hombre
de ciencia doctor Raymond €. Shannon por sus múltiples colabora-
ciones prestadas a esta Institución, clasificando las especies de la
colección Dipterológica en cuya materia el doctor Shannon es un re-
conocido especialista y a quien este Museo de Historia Natural tiene
el honor de contarle entre sus amigos.
Con el presente trabajo demuestra su espíritu de investigador que
le caracteriza, ofreciendo a los estudios de nuestra fauna una nueva
especie de pulga, formando para ella un nuevo género (Maxilliopsylla
Schreiter y Shannon). Este insecto parasita en una de las más gran-
des especies de murciélagos de la fauna argentina (Promops perotis
Wied), perteneciendo el ejemplar estudiado a las colecciones de nues-
tro Museo.
Personalmente agradezco al distinguido doctor Shannon el honor
que me ha dispensado al dar mi nombre a la nueva especie.
MASLIDRO:
diam
E
> E
Er
Jaro
saque”
A NEW AND REMARKABLE GENUS AND SPECIES OF BAT FLEA
Among some bats collected by the Museo de Historia Natural of
the Universidad Nacional de Tucumán, during the past few months,
one was found to have a rather large and maggot-like parasite
attached to the inner surface of one its ears. The attacked portion of
the ear was dissected out and placed in a solution of potassium
hydroxide. When the skin had been dissolved away, the parasite
was found to be a flea of a very peculiar type. The maxillaé were
remarkably long and had been inserted to their full extent into the
ear thereby making the tlea stationary, all the legs, except the basal
portion (coxae) had been lost and the body was greatly enlarged and
of a pale yellow colour.
According to the key of the genera of Siphonaptera given by Fox
(Insects and Diseases of Man, 1925) this species shows a close rela-
tionship to Tunga penetrans (= Dermatopsylla penetrans and Sarcop-
sylla penetrans). This species, commonly known as the Chigoe (= Chi-
co, Chigoe, Pico, Pique, Suthi, Bicho dos pes, Jigger, Chigger, Chigre,
Sand flea), is a native of tropical America and has similar fixed para-
sitic habits. The female attacks man and a number of the domestic
animals (pigs, dogs, etc.) usually making its way to the soft skin
between the toes where she fixes her mouth parts and the resulting
irritation produces a swelling which compasses the insect except
for a small oponing at the end of the abdomen. During this time her
abdomen becomes greatly enlarged, assuming the size and shape of
a small pea. Apparently, the legs are always retained throughout
the life of the insect.
The present species differs in a number of important respects from
the Chigoe. The body remains freely exposed throughout its life, the
e
abdomen assume án elongated, elliptical shape and presumably the
legs are cast off after the flea has attached herself to her host.
In anticipation of obtaining more material, including males, we
append here only a preliminary description of the genus and species.
1d
MAXILLIOPSYLLA n. gen.
Belongs to the suborder Integricipita (frons and occiput not sepa-
rated by a sulcus); the three thoraxical tergites together shorter than
the first abdominal tergite; no ctenidia present. Anterior margin of
head well rounded; lower anterior corner produced into an obtuse
angular lobe; the posterior genal corner produce into a well deve-
loped blade-like lobe; posterior margin of head gently rounded.
Mouth parts. — Maxillae very long and strongly developed, armed
with four longitudinal rows of short, stout recurved teeth which
extend nearly to their bases; epipharyne equal in length to the
maxillae and armed on its anterior margin with a series of eleven
inconspicuos teeth spaced at wide intervals; mandibles (lateral view)
curved, sharply pointed (fang-like). Maxillary palpi probably four
jointed (the palpi in the specimen at hand have but three joints each
but it appears that a fourth joint has been broken off).
Legs. — Inasmuch as all the legs except for their coxal joints are
lacking and because of the fixed parasitic habit of the female, we
presume that they are cast off after she attaches herself.
Abdomen (distended specimen). — Very large, about two millime-
ters in width (lateral view) and four millimeters in length, the tergi-
tes and sternites small and weakly chitinized, the abdomen therefore
is largely membranous and pale in colour. Pygidium inconspicuous,
and possessing small hairs and spines. Otherwise the abdomen does
not possess hair or spines.
Maxilliopsylla Lilloi n. sp.
The characters given under the generic description will also serve
for the species characterization. Length, about 5 millimeters. A
sketch showing the principal features of the species is given.
It gives us great pleasure to name this unique species for doctor
Miguel Lillo.
E O
Host : Bat. Promops perotis Wied.
Locality : Tucumán, Capital, april 1927.
Bibliography : Promops perotis Wied. (Synonyms : Dysopes perotis
Pr. Max., Dysopes rufus Temm., Molossus rufus Geottr.) This species
is mentioned by Burmeister in Systematische Ubersicht der Thiere
Brasiliens (Berlin, 1854) v. L, p. 68 as a well known bat in the most
parts of Brasil (Lagoa Santa). The Prince of Wied found this species
in San Salvador (Parahyba) and Natterer in Barra do Rio Negro.
The specimen examined by Burmeister had more or less 22 inches
in wing space which accords with the specimen studied by us.
On the same bat another flea was found belonging to the genus
Ischnopsyllus, namely Ischnopsyllus wolffsohni Roth.
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UN NUEVO E INTERESANTE GÉNERO Y ESPECIE
DE
UNA PULGA DEL MURCIÉLAGO
Entre algunos murciélagos coleccionados por el Museo de Historia
Natural de la Universidad Nacional de Tucumán durante los últimos
meses, se descubrió que uno tenía adherida a la superficie interior de
una de las orejas, un parásito bastante grande y de aspecto de una
larva de díptero. La porción atacada de la oreja fué extraída y colo-
cada en una solución de hidrato de potasio. Cuando la piel se hubo
disuelto por completo, se notó que el parásito era una pulga de un
tipo muy peculiar. Las máxilas eran considerablemente largas y esta-
ban internadas en toda su extensión en la oreja, resultando así la
pulga estacionaria. No existen patas con excepción de la parte basal
de las extremidades (coxae). El cuerpo era grandemente alargado y
de un color amarillo pálido.
De acuerdo con la clave de los géneros de Siphonaptera dada por
Fox (Insects and Diseases of Man, 1925) esta especie tiene una extre-
cha relación con Zunga penetrans (= Dermatopsylla penetrans y Sar-
copsylla penetrans). Esta especie es generalmente conocida con el
nombre de Chigoe (= Chico, Pico, Pique, Suthi, Bicho dos pes, Jigger,
Chigger, Chigre, Sand flea), siendo característica de la América tro-
pical y tiene similares costumbres de los parásitos estacionarios. La
hembra ataca al hombre y a algunos animales domésticos (cerdos,
perros, etc.) y comúnmente se introduce en la parte blanda de la piel
entre los dedos donde fija su boca, produciendo la irritación resul-
tante una hinchazón que encierra al insecto, excepto de una pequeña
abertura en el extremo del abdomen. Durante este tiempo el abdomen
aumenta de volumen y adquiere el tamaño y forma de un pequeño
Eds O
guisante. Aparentemente las patas son siempre conservadas a través
de la vida del insecto.
La presente especie difiere del Ohigoe en un número de importante
caracteres. El cuerpo queda libremente expuesto durante su vida. El
abdomen toma una forma elíptico-elongada y posiblemente las patas
se han desprendido después que la pulga se ha adherido a su huésped.
Esperando obtener más ejemplares, sobre todo macho, hacemos
solamente en esta una descripción preliminar del género y especie.
MAXILLIOPSYLLA n. gén.
Pertenece al sub orden Integricipita (frente y occipucio no separa-
dos por un surco); los tres anillos toráxicos son en conjunto más eor-
tos que el primer anillo abdominal; no existe Otenidia.
El margen anterior de la cabeza es bien redondeado; el ángulo
anterior inferior presenta un lóbulo angular obtuso; el ángulo lateral
posterior presenta un bien desarrollado lóbulo laminado; el margen
posterior de la cabeza es ligeramente redondeado.
Partes bucales. — Las máxilas son muy largas y particularmente
desarrolladas. Ellas están provistas de cuatro filas longitudinales de
pequeños dientes fuertemente encorvados, extendiéndose estos hasta
cerca de las bases. El epipharynz es de igual largo que las máxilas y
está provisto en la margen superior de una serie de once dientes poco
desarrollados, ampliamente distanciados entre sí. Las mandíbulas
son encorvadas (vista lateral) y puntiagudas como colmillos. Los pal-
pos maxilares tienen al parecer cuatro articulaciones cada uno. En el
ejemplar que ha servido para el estudio he observado solamente tres
en cada uno, pero parece que una cuarta articulación falta por ha-
berse cortado.
Patas. — En vista de que todas las patas faltan, excepto las arti-
culaciones coxales y dado el hábito parasitario y estacionario de la
hembra, creemos que ellas sean de carácter caduco.
Abdomen (ejemplar engrosado). — Es muy grande y tiene alrededor
de dos milímetros de ancho (vista lateral) y cuatro milímetros de
largo; lós térgitos y estérnitos son pequeños y débilmente quitiniza-
dos, resultando por eso el abdomen más bien membranoso y de color
pálido.
El Pyyidiwm es poco desarrollado y provisto de pelitos y de espi-
nas. Por otra parte el abdomen no tiene pelitos ni espinas.
Maxilliopsylla Lilloi n. sp.
Los caracteres dados en la descripción genérica sirven también
para la caracterización específica. Largo.más o menos 5 milímetros.
Un esquema, enseñando los principales aspectos de la especie acom-
paña esta exposición.
Gran placer tenemos en dar a esta especie única el nombre del
doctor Miguel Lillo.
Huésped : Murciélago. Promops perotis Wied.
Localidad : Tucumán, Capital, abril 1927.
Bibliografía : Promops perotis Wied (Sin. Dysopes perotis Pr. Max,
Dysopes rufus Temm., Molossus rufus Geoffr.). Burmeister cita esta
especie en Systematische Ubersicht der Thiere Brasiliens (Berlín, 1854)
tomo l, página 68, como conocida de la mayor parte del Brasil (Lagoa
Santa). El príncipe de Wied la encontró en San Salvador (Parahyba)
y Natterer en Barra do Rio Negro.
El ejemplar estudiado por Burmeister mide más o menos 22 pulga-
das de abertura alar, concordando esta dimensión con nuestro ejem-
plar que sirvió para esta publicación. En el mismo ejemplar de Pro-
mops peretis Wied fué descubierta otra pulga que pertenece al género
Ischnopsyllus y que resultó ser Ischnopsyllus wolffsohni Roth.
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(El Aa y+, )
Ao Ti v.L TV, Murio Ar 197],
o UA
Expedición entomológica argentino - británica
al Noroeste de la Patagonia
F. W. Edwards y R. C. Shannon (1)
Contribución del Museo Británico y del Instituto Bacteriológico, (D. N. H.
El Oeste de la Patagonia es una región distinta de la parte
templada de Sud América, incluso los Andes del Sud y sus estri-
baciones hacia el Norte hasta el grado 38 Sud, más o menos. Polí-
ticamente la región incluye el Sud de Chile y la región andina al
Sud-ceste de la Argentina. Físicamente se encuentra más bien
netamente separada de las planicies semi-áridas del Este de la
Patagonia, como también de las montañas estériles del centro y
Norte de Chile, que forman eficaces barreras a la extensa mezcla
de fauna y flora. La región se caracteriza por sus densos bos-
ques de Nothofagus y una lluvia muy abundante, y en muchos
respectos constituye la aproximación más cercana a las condi-
ciones típicas de las áreas forestales de la zona templada del Nor-
te que pueden ser halladas en Sud América. Es también de es-
pecial interés como cuna de muchos tipos de animales y plantas
(1) Esta expedición fué hecha bajo los auspicios y con el apoyo del Museo
Británico y del Departamento Nacional de Higiene de Buenos Aires. Los autores
desean agradecer a las autoridades de estas instituciones el interés y la ayuda
prestada a esta empresa. El presente informe da solamente un breve examen ge-
neral de la expedición y de sus resultados; más tarde le seguirán descripciones
sistemáticas detalladas.
641 EXPEDICIÓN AL NOROESTE DE LA PATAGONIA
que hoy día se encuentran solamente en Australia o Nueva Ze-
landia.
No muchos naturalistas han visitado la región desde el
tiempo de Darwin a ahora, y es particularmente la flora la que
ha sido mejor estudiada (1).
Sin embargo, hasta donde llegan nuestros conocimientos,
no se ha hecho hasta el momento ninguna tentativa seria para
estudiar la fauna de insectos, y a pesar de su indudable interés,
la región, es no obstante, menos conocida a este respecto, que
cualquier otra parte del mundo. Darwin, durante el viaje del
Beagle, coleccionó algunos especímenes en Valdivia y en la Isla
de Chiloé; y una cantidad de especies descritas por Philippi,
en su obra sobre Dípteros chilenos, fueron coleccionadas en
Valdivia. Las descripciones de Philippi son pobres, con frecuen-
cia sus especies irreconocibles y su colección está sumamen-
te destruida, mientras que en el caso de los insectos colecciona-.
dos por Darwin, muchos permanecen sin ser descritos hasta el
día de hoy.
Además la expedición sueca a Tierra del Fuego y al Es-
trecho de Magallanes, coleccionó una cantidad de insectos que
han sido descritos en sus informes. Aunque estas últimas co-
lecciones eran reducidas, incluían un número de especies de
excepcional interés e indicaban que la región poseía una rica
fauna de insectos. La reciente expedición tenía, pues, por ob-
jeto, investigar esta fauna con mayores detalles.
Al hacer los planes, se propuso estudiar la parte Norte
de la región para las investigaciones por varias razones.
1. Es fácilmente accesible por la línea ferroviaria recien-
temente construida de San Antonio Oeste hasta 60 km. de
Bariloche.
2. Los Andes pueden ser cruzados aquí fácilmente.
3. La fauna entomológica es aún menos conocida que la del
lejano Sud.
4. Teniendo en cuenta las condiciones climatéricas menos
rigurosas, la colección se haría con mayor facilidad.
5. La fauna sería probablemente más rica que la del Sud.
Se llevaba la intención de hacer colecciones de mosquitos
y otros insectos hematófagos; cerciorarse si ciertos géneros de
(1) Véase el trabajo reciente de W. R. B. Oliver (Jouwrn. Linn. Soc. London,
vol. 47, pág. 89, 1926), comparando la flora de esta región con la de Nueva Ze-
landia.
-
F. W. EDWARDS Y R. C. SHANNON 615
Dípteros que se encuentran en los bosques de Nothofagus de
Nueva Zelandia, existían aquí; hacer colecciones lo más com-
pletas posible de otros Dípteros y de otras clases de insectos ;
comparar la fauna entomológica de los lados Este y Oeste de la
cordillera, como también la de las mayores y menores altitu-
des; y comparar la fauna de insectos de esta zona templada
del hemisferio Sud con la zona idéntica del hemisferio Norte.
El llevar a cabo por completo este programa, requeriría
varios años de trabajo, pero no obstante se esperó, por la se-
lección cuidadosa de lugar y estación, obtener resultados útiles,
en el corto período de dos o tres semanas. Siendo las estacio-
nes más adelantadas en el lado Oeste que en el Este, se esperó
que los insectos de primavera y de principios de verano, pudieran
ser hallados del lado Este, y las especies de fines de verano in-
mediatamente después, cruzando hacia el Oeste. Llevamos a ca-
bo este plan con un éxito relativo, pues nuestras experiencias
demostraron que se hubieran obtenido mucho mejores resulta-
dos, con el mismo tiempo, si la expedición se hubiera llevado a
cabo tres semanas más tarde. A pesar de la latitud de la región,
comprebamos que la primavera era sorprendentemente tardía.
La partida investigadora constaba de los autores, con la
señora F. M. Edwards y la señora E. S. Shannon. El doctor
Eduardo Del Ponte también tomó parte en la expedición, pero
desgraciadamente solo pudo estar parte del tiempo con ella.
Los autores llegaron a Bariloche, sobre la ribera del lago
Nahuel Huapi, territorio de Río Negro, el 4 de octubre 1926,
estableciendo allí sus cuarteles durante cinco semanas. Nues-
tra elección de Bariloche fué hecha en parte bajo el consejo del
Prof. F. G. Halle, del Naturhistoriska Riksmuseets, de Esto-
colmo, quien nos escribió (31 marzo 1926), lo siguiente:
“No conozco mucho sobre la fauna entomolégica, pero en
otros respectos, Bariloche me parece un buen lugar para esta-
blecer sus cuarteles principales. Bariloche queda casi sobre la
línea limítrofe entre el bosque verde de Nothofagus y las pam-
pas. Hay muy buenas comunicaciones a Chile por el paso bajo:
no hay ningún otro lugar que sea al mismo tiempo tan acce-
sible y ofrezca tales facilidades de obtener una sección de cruce
a todas las diferentes zonas de vegetación, desde los bosques
siempre verdes a causa de las lluvias, hasta la estepa, hasta lle-
gar al Estrecho de Magallanes. La mayoría de los valles que
cortan la cordillera más al Sud son muy difíciles para atra-
646 EXPEDICIÓN AL NOROESTE DE LA PATAGONIA
vesar. Yo no sé si Bariloche queda suficientemente al Sud,
para las formas que les interesan, pero por lo menos, en cues-
tión de plantas, se encuentran las formas más australes en
una región más elevada de la cordillera, de modo que creo que
las hallarán a ciertas alturas.”
Como lo había sugerido el Prof. Halle, encontramos que
Bariloche era un centro muy bueno para nuestro trabajo y
ocupamos la mayor parte del tiempo en coleccionar en la in-
mediata vecindad del pueblo, incluso en el Cerro Runge, un
gran pico hacia el Oeste, que tiene alrededor de 500 metros
sobre la superficie del lago, llegando casi hasta la línea de las
nieves eternas y que tiene en un lado un bosque con espeso
crecimiento de Nothofagus primitivo, y típico subcrecimiento
de bambú. También acampamos algunos días en la Piscicul-
tura (estación argentina de cultivo de truchas) ; pasamos otra
semana acampados al Noroeste del Lago Gutiérrez; coleccio-.
namos durante una semana en Correntoso, uno de los brazos
del Norte del Nahuel Huapi, donde se ha establecido reciente-
mente un pegueño hotel. La Piscicultura está en la zona seca
y tiene un pequeño río que nace de un manantial cercano de
aguas claras. Lago Gutiérrez y Correntoso tienen ambos espesos
bosques, en esta última especialmente, los bosques son más den-
sos que en Bariloche y posee una fauna más variada; desgra-
ciadamente, el mal tiempo afectó seriamente nuestro trabajo
allí.
Dejando Barilcche el 2 de diciembre tomamos la lancha
a vapor a Puerto Blest, al extremo Oeste del Nahuel Huapi,
y tuvimos dos días provechosos para la colección en los espe-
sos bosques alrededor del hotel. La vegetación es aquí mucho
más variada que más hacia el Este (Correntoso, p. ej.) e in-
cluye muchas especies de plantas que evidentemente se han
diseminado a través del paso bajo de Chile; lo mismo parece
acontecer con los insectos. De Puerto Blest tomamos el Paso
Pérez Rosales a Casa Pangue, la primera casa en el lado chi-
leno de la frontera, y quedamos allí una semana. Casa Pangue
está idealmente situada para el coleccionista en medio de her-
mosos bosques; los glaciares de El Tronador son accesibles
a lo lareo del valle del río; puede llegarse hasta la línea de
las nieves eternas y hay cantidad de pequeños ríos, como tam-
bién terreno pantanoso. Todo lo que se necesita es buen tiem-
po, el cual no puede garantizarse en un corto período, pues en
F. W. EDWARDS Y R. C. SHANNON 647
esta región las lluvias anuales alcanzan por lo menos a 3750 mm.
Durante nuestra estada tuvimos tan sólo un día lindo, pero
pudimos aún así, hacer colecciones bastante importantes.
Prosiguiendo nuestro camino hacia la costa nos detuvi-
mos une o dos días, para coleccionar en Peulla, hotel existente
en el extremo Este del Lago Todos los Santos; en Ensenada,
sobre la costa Este del Lago Llanquihue, y en Puerto Varas,
sobre la costa Oeste de este lago. En Peulla tuvimos la for-
tuna de encontrar al Profesor Wohlflugel, naturalista uru-
guayo residente en Cayatue (L. Todos los Santos), el cual
tenía una colección de insectos locales y nos dié informacio-
nes muy útiles. Ensenada nos desencantó, pues a pesar del
mejor tiempo y aparente buen terreno, encontramos tan solo
pobrísima fauna de insectos, debido quizá a la proximidad
del volcán Osorno, cuyas estribaciones inferiores son secas y
casi desprovistas de vida, aunque su cumbre está perpetua-
mente cubierta por una capa de brillante nieve. Toda la re-
gión, alrededor del lago Llanquihue, está muy extensamente
cultivada, vero en Puerto Varas encontramos una pequeña ex-
tensión de bosque primitivo, el cual era muy prolífico en in-
sectos. Después de abandonar Puerto Montt, el 17 de diciem-
bre, llegamos a la isla de Chiloé. Deseábamos especialmente
realizar este viaje, pues solamente Bradley estuvo allí en 1920,
siendo el único entomólogo que haya visitado la isla después que
lo hizo Darwin hace un siglo. No pudimos coleccionar muchos
ejemplares debido al mal tiempo; no tenemos conocimiento de
que los resultados de la expedición de Bradley hayan sido pu-
blicados. Chiloé ha sido descrita como “la isla más sucia del
mundo”, en la cual llueve “trece meses en el año.” Sin em-
bargo, durante nuestra visita, el tiempo fué bueno, y los ha-
bitantes hasta se quejaban de la sequía. Allí también ha sido
muy clareado el bosque vírgen alrededor de las colonias, aun-
que todavía cubre los cerros del centro de la isla. El corto tiempo
de que disponíamos no nos permitió llegar hasta las regiones
más agrestes, pero alcanzamos a visitar la región típicamente
boscosa cerca de Ancud y cerca de Castro, más al Sud. La fau-
na de insectos parecía ser más rica aquí que en todas las de-
más partes visitadas, con excepción de Casa Pangue, y fué
con gran pesar que abandonamos Castro el 22 de diciembre.
Volviendo de Chiloé, pasamos un día en Puerto Montt,
donde la colección fué bastante buena, aunque todo el bosque
648 EXPEDICIÓN AL NOROESTE DE LA PATAGONIA
de la vecindad es de crecimiento secundario. Si hubiéramos
podido volver sobre nuestro pasos hasta Bariloche, hubiéra-
mos podido completar nuestros planes originales, es decir,
obtener una colección representativa de toda la estación, pero
la necesidad de hacer otra investigación más al Norte duran-
te el corto tiempo disponible, nos obligó a volver a Buenos Ai-
res por vía Santiago y Mendoza.
Como resultado de las colecciones hechas, pueden darse
las siguientes generalizaciones :
a) La fauna de insectos es tan característica de la región
como lo es la flora; en Concepeión, algo al Norte de la región
patagónica, se encontró un conjunto de especies completamen-
te diferentes. Igualmente, la región seca al Este de Bariloche
posee una fauna diferente.
b) La diferencia en la fauna de insectos entre los lados
Oeste y Este de la cordillera consiste principalmente en la ma-
yor riqueza del primero: pocas o ninguna especies parecen
estar confinadas en el lado argentino.
c) Se encuentran numerosas especies en las montañas (a
más de 1000 m.) que no se hallan a más bajo nivel y vice-
versa, aunque el aspecto general de la fauna es uniforme.
d) La fauna de insectos de la región puede dividirse en
tres categorías, correspondientes a tres períodos geológicos
diferentes:
1? La fauna primitiva de la región, que puede no obs-
tante llamarse antártica, la cual representa probablemente los
restos de la fauna de fines del período mesozoico, (pre-an-
dino). Este incluye representantes de gran número de géne-
ro3 de varios órdenes (incluso muchos Nematocera, y también
algunos Brachycera), los cuales se encuentran en el bosque
de Nothofagus aquí y en Nueva Zelandía. El número de in-
sectos de esta categoría confirma la creencia de que Nueva
Zelandia y la Patagonia formaban anteriormente una sola re-
ción, aunque no opinamos sobre las características de esta
unión.
2* Los insectos que han venido del norte, probablemente
en épocas post-glaciales, habiéndose establecido aquí. Entre
estos antepasados llegaron evidentemente muchas especies in-
dígenas.
F. W. EDWARDS Y R. C. SHANNON 619
3? Introducciones recientes de especies más o menos cos-
mopolitas.
Agregamos aleunas observaciones generales sobre los in-
sertos de diferentes órdenes que encontramos dando especia-
les referencias de las familias de Dipteros. Como, concentra-
mcs nuestra mayor atención en este orden, probablemente pa-
samos por alto muchos insectos de otros órdenes, aunque tra-
tamos de coleccionarlos todos.
Collembola y Thysanura. Se vieron algunas especies, pe-
ro no se coleccionaron muchas. Un Machilis es bastante co-
mún en troncos caídos; un Lepisma y un Neanoura (?) fue-
ron hallados una o dos veces debajo de troncos caídos.
Thysanoptera. Se coleccionaron pocos ejemplares; de gran
tamaño uno de ellos.
Embioptera. Uno de los más interesantes insectos que
obtuvimos (y que debemos al señor Benito Vereertbrughen,
nuestro huésped en el Lago Gutiérrez) era una especie de es-
te orden extraño. Es muy notable por su gran similitud con
un erillotalpa. Mr. Uvarov y Mr. Caudell han denominado es-
ta especie Cylindrochaeta Spegazzini, descrita por Giglio
Tos, de especímenes coleccionados también en la región del
Lago Nahuel Huapi. La verdadera naturaleza de este insecto
es muy discutida, y se aduce que su similitud con los Gryllo-
talpidae se debe a convergencia de caracteres. El género es co-
nocido también en Australia.
Dermaptera. Aparentemente ausente.
Orthoptera. Representada muy pobremente. Encontramos
un gran Locústico debajo de troncos (Casa Pangue; Ancud)
y un pequeño Grilido (Nemobius?) es abundante en ciertos
lugares (Peulla, Castro). Una especie de Blátido era más bien
común debajo de la corteza. Blatella germanica es común en
los pequeños barcos que van a la isla Chiloé, y en los hoteles
de allí; también en Peulla.
Ephemeroptera. Alrededor de 10 especies.
Odonata. Solo se cazaron unas 6 especies, incluso la gi-
gante Phenes raptos (Peulla).
Hemiptera. Todo este orden está en apariencia pobremen-
te representado, aunque obtuvimos sin embargo 50 especies.
Solo se halló un Afido y un Cóccido, ambos en Nothofagus an-
tarctica. Mr. F. Laing nos informa que ambos tienen especial
650 EXPEDICIÓN AL NOROESTE DE LA PATAGONIA
interés, representando el Afido un nuevo género, y siendo el
Cóccido una forma primitiva peculiar con afinidades -austra-
lianas (1). Un Pentatómido, verde, con olor desagradable es
común. Esperábamos encontrar el curioso género primitivo
Peloridium, pero no fué así. Hallamos dos Aráridos debajo de
cortezas, uno de los cuales (Isodermus gayi) pertenece al pe-
queño grupo de distribución antártica.
Plecoptera. Varias especies; una de tamaño inusitada-
mente grande y otra especie más bien grande, de color verde
claro (ambas de Casa Pangue).
Isoptera. Una especie bastante grande debajo de la cor-
teza de un árbol en pié (Casa Pangue) y en troncos caídos
(Peulla).
Copeognatha. Algunos Psócidos que se alimentan de cor-
tezas.
Coleoptera. Se encontró un número moderado de espe-
cies, muchas de las cuales pertenecen a las siguientes fami-
lias: Carabidae; Scarabeidae; Buprestidae; Cerambycidae;
Stahpylinidae; Coccinellidae; Curculionidae. Muy pocos Chry-
somelidae. Un Tenebriónido negro (Nyctelia laticauda) era
muy abundante en las áreas más secas alrededor de Barilo-
che, donde también era común una especie más grande (Epi-
pedonota biramosa). Dos pequeños Lucánidos (uno principal-
mente en el lado argentino, el otro confinado en Chile) son
.comunes debajo de las cortezas. Algunos gorgojos grandes pe-
culiares (Lophotus spp. Rhyephenes mallei) eran encontrados
con frecuencia sobre troncos de arbol. El Lophotus argentino eo-
mún es aparentemente distinto del chileno (L. nodipennis).
Hymenoptera. Un número moderado de especies repre-
sentando muchas familias, pero las avispas fosoriales no exis-
ten. Dos grandes especies de Thynnidae cuya hembra carece
de alas, ( Elaphroptera scoliveformis Hal. y E. nigripenis
Sm.) son comunes y notables casi en todas partes como lo.
es el abejorro gigante Bombus dahlbom:.
Trichoptera. Se capturaron una porción de especies, y
probablemente hubieran sido muchas más, siendo más avan-
zada la estación. Algunas especies grandes con antenas muy
(1) Véase el trabajo de Laing, An interesting Apkid and Coccid from the Ar-
egentine Republic. Rev. de la Soc. Ent. Argentma, año II, N? 4, p. 23.
F. W. EDWARDS Y R. C. SHANNON 651
largas (género Macronema?) se encuentran entre las más no-
tables. 5
Lepidoptera. Las especies más grandes no eran en ma-
nera alguna numerosas. Vimos tan solo 12 especies de mari-
posas; 405 Noctuidios; ningún Esfíngido; las Geometridas
estaban mucho mejor representadas; obtuvimos 30 o más es-
pecies. Tineina numerosas (alrededor de 70 especies) pero
muy pocas Tortricina. Un Hepiálido fué visto en el Laso Gu-
tiérrez, y dos o tres Micropterigidos fueron cazados en el bos-
que. Se hicieron frecuentes tentativas para atraer las polillas
a la luz, pero con muy escaso éxito; se hubiera podido obtener
mucho más siendo más adelantada la estación. Es común
una larva de Latúrnido con espinas urticantes (probablemen-
te Phricodia crinita Blanch). Las crisálidas de un Lasiocám-
pido (Macromphalia dedecora, Walk), son muy comunes de-
bajo de la corteza, en el lado Este.
Neuroptera. Pocas especies, ninguna muy destacada. No
hay Mirmeleónidos. Nuestro mejor hallazgo fué el Hemeró-
bido, Gayomyia, con un gancho.
Mecoptera. Dos especies, pertenecientes o cercanas al gé-
nero australiano Nannochorista; también dos especies de Bit-
tacus.
Siphonaptera. Dos especies.
Diptera: (1) Se obtuvieron representantes de casi todas
las familias conocides en todo el mundo.
Tanyderidae. Se coleccionó una especie en Casa Pangue.
Tipulidae. Se tomaron en conjunto alrededor de 120 es-
pecies, siendo los géneros dominantes: Dicranomyia, Molophi-
lus y Tipula. Entre los géneros con afinidades australianas ha-
remos notar Astelobia (1 especie), Amphineurus (alrededor
de 4 especies), Cryptolabis (1 o 2 especies), Polymoria (va-
rias especies), Gynoplista (5 o 6 especies); Stiabdocera (1
especie). No encontramos ninguna especie de Macromastiz,
el género Tipulino más característico de Australia y Nueva
Zelandia, aunque este ha sido citado de Sud América; el lu-
gar de Macromastix parece ser ocupado por Holorusia,
(1) Este sumario puede ser comparado con el de Tonnoir sobre los Diípteros
de Nueva Zelandia en: Bull. Soc. Ent. Belg. V. 1923, páginas 91-100.
652 EXPEDICIÓN AL NOROESTE DE LA PATAGONIA
Trichoceridae. Dos o tres especies de Paracladura, gé-
nero primitivo que está mejor representado en Nueva Zelan-
dia, aunque se encuentra también en la región oriental. El
género holártico Trichocera aparentemente no existe.
Anisopodidae. Tres especies de Anisopus. El género Lo-
bogaster, que habíamos esperado encontrar, parece estar con-
finado al centro de Chile (Santiago).
Psychodide. Ocho o diez especies, pertenecientes la mayoría
a Pericoma, incluyendo un Trichmyia y un Sycorax. No se en-
contraron Phlebotomus o Nemopalpinas.
Culicidae. Dos, posiblemente tres, especie de Culex, un
Aédes. No habían Anopheles ni especies que se crien en las
cavidades de los árboles. Varias especies de Dixa; no habia
Chaoborinae.
Se han publicado notas de tiempo en tiempo sobre gran-
des enjambres de mosquitos en la Patagonia, los cuales eran
muy molestos para los viajeros. Nosotros esperábamos des-
cubrir si éstos pertenecian al género Aédes, del cual ciertas
especies se reproducen en gran número en las aguas de des-
hielo durante la primavera en las partes meridionales de la
región templada del Norte y que constituyen en ciertas épocas
una gran plaga para el hombre y los animales. No encontra-
mos rastros de estos mosquitos en los charcos de deshielo.
Por el contrario, parece que una o más de las especies de Culex
deben ser la causa de estas plagas de mosquitos. Si fuera es-
te el caso, habría una inversión de las condiciones, pues se
observó que las especies se reproducian en pequeños charcos
cerca de los ríos, alcanzando su mayor número en la cascada.
Chironomide. Un número muy limitado de généros y
especies, entre las cuales parecía dominar Tanipus. El género
marítimo Trissoclunio (o un allegado cercano) fué hallado
en la isla de Chiloé. Se encontraron varias especies del género
poco conocido Podonomus.
Ceratopoyonidae. Unas 5 especies cerca de la mitad de
ellas pertenecientes a Forcipomyia y Stilobezzía, aunque la
mayoría de los demás géneros europeos se hallan representa-
dos, con excepción del género Culicoides que no pudimos en-
contrar en ninguna parte. Nos informaron sobre la existencia
de moscas picadoras, pero creemos que nuestro informante se
refería a moscas del género Hinpeletus (sweat-flies).
F. W. EDWARDS Y R. C. SHANNON 653
Thaumauleidae. Hasta ahora, no han sido citadas como de
Sud América. Tres o cuatro especies que pertenecen a un gru-
po conocido hasta ahora solamente en Nueva Zelandia y Aus-
tralia.
Simuliidae. Unas diez especies, pertenecientes casi todas a
Eusimulium; solo se encontró una especie picadora que pertenece
a Simulium, s. str. No existen especies de Austrosimulium.
Bibionidae. Varias especies, pertenecientes la mayoría a
Dilophus. Debe notarse que éste es igualmente el único géne-
ro conocido de Nueva Zelandia y Tasmania. Un ala de Plecia
fué encontrada en una tela de araña (Casa Pangue).
Scatopsidae. Cinco especies, una de ellas la cosmopolita
Scatopse notata. Dos especies del género Canthyloscelis, cono-
cidas tan solo de Nueva Zelandia. Este es el primer informe
de la existencia de la subfamilia Corynoscelinae en América.
Mycetophilidae. Las condiciones en las selvas, con gran
cantidad de troncos en descomposición, sombra y humedad ge-
nerales, son ideales para estos insectos. Fueron hallados gran
número de individuos de muchas especies y casi todos los gru-
pos principales, estando representados la mayoría de los gé-
_neros, con excepción de Bolitophila y Diadocidia. El género
Muycetophila era el más abundante, tanto en individuos como
en especies. Entre los otros géneros hallados están Acrodicra-
nia, Ansura, Parvicellula y Aphellomera, todos de distribución
antártica y Heterotricha, el cual hasta hace poco era conocido
solamente en el ámbar báltico. No se encontraron muchos Sezar:-
ne. Una especie más bien grande es extremadamente abundante
en Casa Pangue.
Cecidomyidae. Un número limitado de géneros y espe-
cies, que no hicimos grandes tentativas por coleccionar. Al-
gunos notables “insectos de alcachofas” se encontraron sobre
Berberis sp.
Blepharoceridae. Cinco especies, todas del género Edward-
sina. Existen también representantes de este género en Tas-
mania y Australia.
Deuterophlebiidae. No se encontraron.
Leptidae. Varios géneros: Leptis, Chrysopila, Dasyomma,
y uno o dos más. Dasyomma del cual encontramos seis o siete
especies, tiene costumbres hematófagas.
654 EXPEDICIÓN AL NOROESTE DE LA PATAGONIA
Chiromyzidae. Una especie (Hylorus krause, Phil.), que
difiere de la brasileña y concuerda con las formas australianas
en que tiene R,.
Stratiomyidae. Pocas especies. Varios géneros Stratiomyia
y Odonolomyia no están representados.
Pantophthalmidae. No se encontraron.
Tabanidae. Varios géneros y especies, incluso Coenu-
ra (1), Pangonia (4), Mycteromyia (2), Tabanus (3). Se nos
dijo que la' especie Tabanus se encontraba a veces a 'millo-
nes” cerca de la línea de nieve, pero mientras nosotros estu-
vimos allí, estos insectos no eran muy abundantes. El intere-
sante género Coenura está estrechamente relacionado con el
Pelecorhynchus australiano.
Cyrtidae. Una especie grande, color azul claro del género
Panos (probablemente P. nigritarsis Phil.), fué cazada en
Ancud, isla de Chiloé. Se vió a un especímen posarse en una
gran pánula roja e insertar en ella su probéscide. También va-
rias especies de Thyllis, Cyrtidos con “cuerno” uno de los
cuales fué obtenida en el lado argentino (Correntoso, Lago
Nahuel Huapi) ; las otras en Chile.
Nemestrimidae. Cinco especies, todas del género Eury-
gastromyia; tres de ellas halladas en el lado argentino, y las
cinco en Casa Pangue; no se observaron en otros lugares. Es-
ta interesante familia de Dípteros es considerada generalmen-
te de las regiones abiertas, secas más o menos desiertas. Sin
embargo, en Casa Pangue, las montañas tienen bosques espe-
sos y las lluvias son abundantes en la región.
Apioceridae. Aunque existen en las regiones semi-áridas
de la Argentina y Chile, no se le encuentra en las regiones
Forestales de la Patagonia.
Muydaidae. Igual que Apioceridae.
Asilidae. Unas ocho o diez especies, la mayoría de tama-
ño más bien pequeño.
Therevidae. Probablemente dos géneros, y cinco especies.
Psilocephala lugubris, Macq. se la encuentra más comúnmen-
te dentro de las casas (Castro, Puerto Montt), solo en una oca-
sión se la halló afuera.
Scenopinidae. Se sabe que existe en el Norte de la Ar-
gentina, pero no se encuentra en la Patagonia.
F. W. EDWARDS Y R. C. SHANNON 655
Bombyliidae. Solo hallamos dos especies: Phthiria barba-
ta, Rond., (Correntoso, Casa Pangue, y Acrophthalmyda
aphenoptera Lw., (Ensenada).
Empididae. Una de las familias dominantes de la región,
con numerosos géneros y probablemente más de 100 especies.
Particular cantidad de géneros (Homalocnemis, Scelolabes,
Ceratomerus y probablemente otros) son aparentemente comu-
nes de Nueva Zelandia y Patagonia.
Dolichopodidae. Un número muy limitado de géneros y
especies. Representantes de dos o tres géneros que aparente-
mente se extienden a las regiones semi-áridas de Chile.
Phoridae. Regular número de especies, muchas de las cua-
les están caracterizadas por antenas ensanchadas; en una de
ellas, la hembra tiene las alas en forma de franja.
Un especie del muy notable género de Tasmania, Seiado-
cera fué hallada en Bariloche y Casa Pangue.
Lonchopteridae. Una o dos especies. No se encontraron
machos.
Platypezidae. Una especie que pertenece al género Pla-
typeza (Ancud, Chiloé).
Pipuneulidae. Una especie de Chalarus (Bariloche) y tres
especies de Pipunculus, en el lado chileno. Una de las últimas
es una especie alargada, con un aguijón en el ángulo de la
cuarta vena.
Syrphidae: Melanostoma, Fazia, Scaeva, Mesogramma,
Baccha, Pipiza, Chrysogaster, Cartosyrphus, Patagonomyla,
Tropidia, Sterphus, Philippimyia, Eristalis, Dolichogyna, y
otras especies que probablemente representan cuatro nuevos
géneros. No se tomaron Cerioidinae, Microdontinae o Voluce-
llinae. No se encontraron especies del género Syrphus (signi-
ficado restringido). Dos especies, una perteneciente a Carto-
syrphus, la otra representánte de un nuevo género de Chilosia,
son los primeros ejemplos de la tribu Chilosíni que se conocen
de Sud América.
Conopidae. Una especie, género Conops, de Casa Pangue.
Pyrgotidae. Dos géneros, varias especies.
Micropezidae. No fué hallado. Se encuentra en el Norte
de la Argentina.
656 EXPEDICIÓN AL NOROESTE DE LA PATAGONIA
Khopalomeridae. No fué hallado. Se encuentra en el Norte
de la Argentina.
Sapromyzidae. Uno o dos géneros, varias especies.
Ortalidae. Dos géneros, dos o tres especies.
Trypetidae. Varios géneros y especies.
Sciomyzidae. Varios géneros y especies.
Lonchaeidae. Dos especies.
Pallopteridae. No fueron hallados.
Psilidae. Una especie?
Sepsidae. Dos o tres especies.
Agromyzidae. Varios géneros y especies.
Geomyzidae. Una o dos especies.
Drosophilidae. Varios géneros y especies.
Oscinidae. Varios géneros, incluso Hippeletes; una espe-
cie de este género es muy abundante y fastidiosa en días calu-
rosos, en Lago Gutiérrez y otros lugares.
Ephydridae. Varios géneros y especies.
Diopsidae. No fueron hallados.
Borboridae. Dos o tres géneros, varias especies.
Heteroneuridae. Varias especies.
Helomyzidae. Dos o tres géneros, varias especies.
Phycodromidae. Una especie (isla Chiloé).
Muscidae. Subfamilias:
Scatophaginae. No se encontraron verdaderos represen-
tantes de esta subfamilia.
Anthomyinae. Ninguna especie de Anthomyia, varias es-
pecies de Pegomyia.
Faniinae. Un género, varias especies.
Lispinae. Una o dos especies.
Phaontinae, Varios géneros y especies.
Muscinae. Varios géneros y especies.
Stomoxydinae. Una especie.
Gastrophilinae. Nos informaron que era una plaga en los
alrededores de Bariloche.
Calliphoridae: Sarconesia, Sarconesiopsis, Neta, Trixo-
neura, Calliphora, Paralucilia; una especie de cada género.
Sarcophagidae. Dos o tres géneros, varias especies.
F. W. EDWARDS Y R. C. SHANNON 657
GEstridae. Nos informaron de la existencia de Oestrus ovis,
pero no encontramos especímenes.
Dexiidae. Una especie.
Tachinidae. Un número más bien grande de géneros y
especies.
Hippoboscidae. Dos géneros, dos especies.
Nycteribidae. No se encontraron.
Streblidae. No se encontraron.
Braulidae. No se encontraron.
Además de los Dípteros mencionados más arriba, hay va-
rias especies de moscas, Acalypterate, de familias de ubica-
ción insegura. Alrededor de diez especies de moscas, pertene-
cientes todas al mismo género, fueron cazadas en diferentes
momentos y localidades sobre derrames de savia en la corteza
de los árboles. En aquellas el clipeo es muy prominente. Otras
dos especies, que pertenecen claramente a diferentes géneros,
tienen la cuarta vena curvada hacia adelante hasta unirse con
la tercera, y carecen de vibrisas bucales. En otras formas, la
terminalia está cubierta en su parte dorsal por un capacete
duro, corto, quitinizado.
De las 15 familias que anotamos, de las cuales no tene-
mos ejemplares, los cinco erupos parásitos (Gastrophilidae,
(Estridae, Nycteribidae, Streblidae, Braulidae) pueden ser
eventualmente hallados en la región. Los Deuterophlebidae
son conocidos únicamente del Asia Central, mientras que las
otras nueve familias son en su mayoría de distribución tro-
pical.
LISTA DE ESPECIES COSMOPOLITAS HALLADAS
Blatella germanico. No se la encuentra en Bariloche, pe-
ro es común del lado Andino.
Cimex lectularis. Un único espécimen, Bariloche.
Ctenocephalus felis. Casa Pangue.
Apis melifera. Aunque la especie ha sido introducida varias
veces en la región alrededor de Bariloche, no ha podido mante-
nerse, debido a lo corto que es el verano y la falta de flores. Vi-
ve muy bien del lado chileno, donde produce grandes cantidades
de miel.
658 EXPEDICIÓN AL NOROESTE DE LA PATAGONIA
Leucania albipuncta. Común sobre los amentos del sauce y
a la luz, cerca de Bariloche, así como también en Peulla.
Nomophila noctuella. En Ancud.
Endrosis fenestrella. En Correntoso y otras partes.
Borkhausenia pseudospretella. En Correntoso, Castro, ete.
Trimicra pilipes. En Bariloche.
Helobia hybrida. En Ancud.
Scatopse notata. En Bariloche.
Aphiochaeta rufipes. En Castro.
Eristalis tenax. En Ensenada, Ancud, Castro.
Piophila caseti. Bariloche.
Fanmia canicularis. Bariloche, Casa Pangue, Ensenada.
Muscina stabulans. Ensenada.
Musca domestica. Ensenada, Puerto Montt. No se encontró
en la parte argentina, posiblemente, debido a ser muy al princi-
pio de la estación.
Stomoxys calcitrans. Ensenada.
Calliphora erythrocephala. Común en las altitudes bajas, al-
rededor de las viviendas, en ambos lados. :
Paralucilia affinis. Común en las bajas altitudes, alre-
dedor de las viviendas en ambos lados.
Melophagus ovinus. En las ovejas, Castro.
Nos dijeron que tanto Gastrophilus equi como MEstrus ovis
constituían plagas en los alrededores de Bariloche, pero no se
cbtuvieron especímenes.
NUMERO DE ESPECÍMENES CAZADOS EN PATAGONIA
BARILOCHE
Cañas tuenpildoraSy 3 0% a a, e IN INE 3777
Cartuchoside ¡pancita a os ION: 45
Binchadost e. oi O > AN: 1500
Alco: SA a A RS RR AS 1000
Total A ESA. A dr 9 UE TC 6322
LAco GUTIERREZ
Cajas denpil dorar o le a EN: 2166
Gartuchosade padel. oo o NO 89
Binicha dos ton te o A A A AO: 1500
Alcohol. a ls a E A TIN NN NS 100
Total
F. W. EDWARDS Y R. C. SHANNON
CORRENTOSO
Cajas de píldoras
Cartuchos de papel
Pinchados
Alcohol
SAO II AO OSOS DIO YO RO OO O CORO OC OO
Puerto BLEST
Cenas TE mida. ca tr OO OR
Cartuchos de papel
Pinchados
Alcohol
CAsaA PANGUE
Cajas de pildoras
Cartuchos de papel
Pinchados
Alcohol
PETROHUÉ
AE E A A A e A A AOS
Cartuchos de papel
Pinchados
Total
PEULLA
Cajas de pildoras
Cartuchos de papel
Pinchados
Puerro VARAS
Madden
Caos a. AA A A A A
Pinchados
PuerTo MONT
Cajas” de plldoras a e e e a a AA e AN e
Gauehustdernpanel rio de ie a LA A
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