se paro ha O: , ? a 1 Ur 92 Y iS dd A cl ? Ape Ñl : AE : h yn a pololo y z , da 0 7 e Abri Dos 110 7 Mod H E qee! : 4 $4 ON ; Ay SE 0 VAN v Mee ad NAT ' noe e DI Ñ Í AN $ ire y ? UY sais pea 0 A YAs Any ¡e! A O l A n Li ¿pe o ML 4d Y Mya st mu qe mernra n H HAS de 40 ADA] a Ñ Ne ral PEN e 5 E es Mata sde e. AUT Ñ a Ce Riieds pts 0 A dae 40140014 104 Id 1ADIN 2 Ú + DE MN a DVI TINY - 3.8. RAYL” EY - — 147 — a o , “ellos aquí presentes. Pero todo ello habría redundado en alarear / mi exposición, lo que he querido evitar, Por otra parte, ereo que se habrá conseguido el mejor de los resultados cuando los interesados, los campesinos de las regiones - > alúdicas, sean los primeros en acudir a quienes compete, al ¡eur de lo que sucede hoy día con la vacunación. He dicho. A se ¡A iria al LA | tomal Ae lercer AAA AMLO rs AN (5-18 deJuto de 1126) Ada y Trabajof Al traba, os. Sobae Relarionsa y Observaciones en los mosquitos anofeles del norte argentino . por el Dr. RAYMOND C. SHANON Las observaciones que se mencionan en esta comunicación están basadas en el Anopheles pseudo-punctipennis, bien conocidos por todos ustedes como el principal trasmisor del paludismo en el Norte argentino. El presente informe es incompleto para la biología de la especie, pues las observaciones han sido hechas tan sólo en los meses de Marzo, Abril, Mayo y Junio. La mayor parte del tiempo ha sido frío y en consecuencia desfavorable pa- ra el desarrollo de los mosquitos. Pero las observaciones del in- vierno son muy importantes también. Durante el mes de Marzo y la primera quincena de Abril prevaleció el calor. Luego va- rios períodos de frío y lluvia trajeron la temperatura invernal, sobre todo en el mes de Junio. El período de tiempo ineluído en estos meses produjo un cambio transitorio en la vida de los mosquitos que disminuyeron gradualmente, durante el frío, su actividad del tiempo de verano. La mayor parte de las investi- vaciones fueron hechas en una área de terreno situada cerca del Río Salí, y a dos kilómetros de la ciudad de Tucumán. El terreno «le este vecindario es arenoso y se han sacado grandes cantida- des de arena para emplearla en construcciones. Los trabajadores, al sacar la arena hacen hoyos, los que se llenan con el agua de las lluvias, o de las crecientes del Río Salí, y permanecen con el agua durante varios meses. Cuando observé por primera vez es- tos charcos, el 12 de Abril, muchos de ellos tenían la superficie enbierta por densas capas de aleas verdes, y pude encontrar nu- merosas larvas de Anopheles pseudopunctipennis desarrollándose en ellas. Puede observarse que la larva Anopheles pseudopuncti- penmis prefiere los charcos que tienen aleas verdes para desarro-. llarse en ellos e invariablemente esos charcos tienen numerosas lar- — 149 — vas de Anopheles pseudopunctipenmis. Desde luego, las larvas se desarrollaban en chareos que no contienen aleas, pero es eviden- te que prefieren siempre los que la tienen. . Es interesante observar que raramente se encuentran larvas de otras especies en los chareos que contienen densas capas de alga verde y en esta región particularmente no se han encontrado otras especies de anofeles. A fin de calcular la intensidad del desarrollo en estos char- eos, fué seleccionado uno de ellos y contado el número de larvas de anofeles extraídas. Este charco tenía aproximadamente ocho metros cuadrados y estaba cubierto por una capa flotante de algas verdes, de más o menos tres metros cuadrados. En una serie de diez pruebas hechas con un cucharón de un litro fueron Figura 1 contadas 828 larvas, con un término medio de 82.8 por cada prueba. Otro ceáleulo fué hecho con un tacho de medio metro cua- drado de superficie; éste fué puesto debajo del alea tejida en el agua, y levantada para reunir las larvas de las algas dentro de sus dimensiones. Esto fué hecho tres veces, la primera dió 650 larvas, la segunda 427 y la tercera 533, con un término medio de 513 por medio metro cuadrado de alga. Calculando el número total de larvas en todo el tejido de tres metros cuadra- dos, como base de las tres pruebas arriba citadas, había por lo - menos 3088 en este solo charco. Es probable que este cálculo no sea más que la mitad o aun menos del número total de larvas que había en este chareo. Como había einco chareos semejantes en — 150 — la vecindad y en esa fecha, 16 de Abril, el número total de larvas contadas allí sería por lo menos 15,440. Es seguro que el número de mosquitos desarrollados en este lugar durante el año debe ser caleulado en cientos de millares. En este cómputo no se ha tenido en cuenta el número de huevos que había junto con las larvas, pero se hace notar que se vieron muchos. Mientras se hacían estos cálculos, se observó, que de ocho lar- vas, una estaba completamente desarrollada y lista para la trans- formación. Además, había ninfas en proporción de una por cada nueve larvas. Las ninfas representan probablemente la producción diaria de los adultos. En la base del promedio y del número total de larvas que se han computado en esta región, puede figurar el DA rg Figura 2 número de adultos que emergen por día en el área de desarrollo, más o menos 1.5400 especímenes. Después de estas investigaciones sobre las larvas, fueron examinadas las habitaciones en esta ve- cindad a fin de saber el número de mosquitos hembras adultos existentes. Las capturas realizadas diariamente en los primeros cinco días en diez habitaciones, dieron cientos de mosquitos con un término medio de 43 mosquitos por cada casa por día. Hay en la vecindad, alrededor de 30 casas, y si cada casa recibe al día más o menos 1.540 especímenes. Después de estas investigaciones se hizo la nvestigación, habrá un aumento de 1.300 mosquitos por día, con lo que puede verse aproximadamente la producción diaria de mosquitos en los charcos como se caleuló el número de larvas desarrolladas que se encontraron en ellos e indica que el Anopheles pseudopunctifenmis, es una especie doméstica de alto grado. Es posible con un cálculo similar, asegurar la relación que debe exis- — 151 — tir entre la cantidad de anofeles desarrollados, y el desarrollo del paludismo en una cierta región. No se hizo ninguna prueba para saber la cantidad de paludismo que había entre la gente que vive allí, pero la mayoría se queja de que lo tiene. Se vió a algunas personas que guardaban cama y que afirmaron encontrarse enfer- mas con “chucho”. Durante la mayor parte de la primera quincena de Junio, las aleas desaparecieron, y con ellas desapareció la mayor parte de las larvas. La desaparición de las aleas fué probablemente causa- da por el tiempo frío, que les es desfavorable, como lo es para las larvas. En 13 de Junio cuando los chareos fueron de nuevo exami- nados, sólo se encontraron larvas en uno de ellos que apenas con- tenía pocas aleas y otras pocas fueron encontradas en la margen del río, donde también había una pequeña alea. En esta época sólo orandes chareos contienen agua y aunque en aleunos de ellos hay mucha chara, no hay otras algas y por lo tanto no hay mosquitos. El estado del hwevo. — El 23 de Junio, cerca del Río Salí. al- eunas algas húmedas fueron recogidas y llevadas al laboratorio donde se las colocó en un recipiente con agua. Dos días después se observó la presencia de una larva, Esto indica que el espécimen estaba en estado de huevo cuando se recogió esa alva, e indica tam- bién la posibilidad de que la especie puede permanecer todo el in- vierno en estado de huevo. Estado de Tas larvas y pupes, o ninfas. — Hasta el 22 de Mayo, el número de larvas de todo tamaño encontradas, no dismi- nuyó en los chareos situados cerca del Río Salí, pero el 13 de Junio, las algas y las larvas habían desaparecido completamente. En esta época, hay muy pocas larvas y pupes a lo lareo de la margen del Río Salí. Adultos. — El 16 de Junio, coleccionaba larvas, en compa- ñía del Dr. Davis, cerca de Concepción, cuando sacamos en el cu- charón, al mismo tiempo que otras larvas y (pupes), una hem- bra adulta que acabó de salir del estuche del pupe. En el mismo día una kembra adulta fué capturada en una caballeriza. Aunque estas observaciones indican que los adultos existen durante el in- vierno, debe entenderse que su número es sumamente reducido. Varios períodos de lluvia y frío en los meses de Abril, Mayo y Junio, redujeron mucho el número de los especímenes que pudie- ron encontrars en las casas. El último ejemplar macho que se con- siguió en las casas vecinas de la ciudad de Tucumán, fué en el día 24 de Mayo. En esta fecha, sólo se neontraron 15 hembras en las 8 casas donde se investigó. yo Enemigos natwrales de las larvas de los Anopheles pseudo- punetipenmis. — Los charcos que se encuentran cerca del Río Salí al mismo tiempo que las larvas de los Anoféles, contienen muchos otros insectos acuáticos que devoran las larvas de los mosquitos. Los principales son los siguientes: Las ninfas de libélulas. Estas permanecen generalmente en el fondo del charco y aunque devoran las larvas de los mosquitos cuando éstas están en el fondo, no es seguro que devoren muchas de las que generalmente permanecen en la superficie del agua y que están protegidas por las aleas. Probablemente estas ninfas devoran muchas más cachipollas que tanto abundan en los charcos. 2. Ninfas y adultos de Belostoma. Estos permanecen en la superficie del agua, pero como se colocan siempre con la cabeza hacia abajo, les es difícil cazar las larvas del anoféles, y es por eso que para ellas esas ninfas no son un serio enemigo. 3.—Corira. — Estos insectos nadan libremente y raral vez suben a la superficie del asua, así pues no son tampoco erandes enemigos de las larvas. 4.— Las larvas de Dytiscidae o coleópteros del agua. — Estos son grandes enemigos de las larvas del anoféles. Vagan de un extremo al otro del charco, cerca de la superficie, en el fondo, y aun penetran en las aleas. Se observó que aleunos ejemplares conservados en el laboratorio, devoraron 24 larvas en el mismo número de horas. Ninguna mojarrita se encontró en los charcos estudiados. Finalmente, debo hacer constar que todas estas observacio- nes fueron llevadas a cabo con la ayuda y bajo los auspicios del Departamento Nacional de Higiene. Dejo constancia también, de mi agradecimiento hacia el De- partamento Nacional de Higiene y al Instituto Bacteriológico, por su ayuda y ventileza para conmigo. Deseo también expresar mi agradecimiento al Dr. N. C. Davis y 'al Dr. Rufino Cossio (hijo), por el apoyo que prestaron a mi trabajo. Y, finalmente, debo agradecer a la señora Agelia Carreras de O Farrel y a mi esposa que me ayudaron en la preparación de este manuserito. Hematozoarios del paludismo en la República Argentina por el Dr. ROBERTO L. DIOS La presencia de ilustres autoridades en la materia, los profe- sores Ascoli, Alessandrini y Pittaluga, me permiten, mejor dicho me obligan a limitar esta ponencia a los resultados obtenidos por nosotros en las provincias de Tucumán, Salta y Jujuy, bajo la dirección de nuestro estimado maestro el Profesor Muhlens; pues creemos que tales resultados parasitológicos contribuyen al mejor conocimiento de la distribución y frecuencia de las especies de plas- modios en nuestras zonas palúdicas del norte, cooperando así a una mejor determinación de este nuestro erave problema nacio- nal que ocupa como tema preferente la atención de este ilustra- do Congreso. Esta fundada limitación del tema, no envuelve una mera cortesía, porque está firmemente arraigada en nuestro espíritu la convicción de que las cuestiones parasitológicas aún no resuel- tas, tan numerosas en malaria, sólo pueden ser consideradas por quienes como ellos han dedicado todos sus afanes a la investiza- ción científica. Antes de entrar en materia, quiero recordar que la primera comprobación de la existencia del paludismo en la Argentina, se debe a las investigaciones del Dr. Eliseo Cantón, continuadas más tarde por una falanee de estudiosos, entre los cuales los nom- bres de Delfino, Malbrán, Paterson, Alvarez, García, Uriarte, Penna, Bachmann y Barbieri, merecen citarse preferentemente. Comenzaremos por dar una breve reseña estadística de la dis- tribución y frecuencia del paludismo en la época de nuestras in- vestisaciones. El año 1924, en los meses de Marzo, Abril y Mayo, en un total de 7024 individuos examinados, cuyas muestras de sangre fueron — 154 — recogidas personalmente por nosotros, encontramos 2331 casos po- sitivos, lo que representa un 31,7 %. Ahora bien, en estos 2331 casos positivos, 871 eran trópicas, es decir el 37,4 %. Las infesta- ciones determinadas por el Plasmodium vivax, alcanzaban a 800 o sea el 36,5 %. En cuanto a las cuartanas con 580 casos, repre- sentaban el 24,9 % de los enfermos. Las asociaciones parasitarias dobles y triples, llegaban al 4,3 % de positivos. Los 8.000 exámenes practicados al año siguiente, 1925, con las mismas técnicas, y que en su mayoría corresponden a la Pro- vincia de Tucumán, aun cuando confirman la distribución en fo- cos de las especies parasitarias acusan una sensible disminución en el porcentaje elobal de positivos. Así, por ejemplo, en Famaillá, pudimos observar el predomi- nio de la malaria trópica. Sobre 1.550 examinados con 218 positi- vos (14,06 %), 94 eran trópicas o sea 43 % de los positivos, luego seguían las tercianas con 39 %, cuartanas con 11,4 % y por fin las malarias mixtas, con 5,5 %. También en la República Argentina, se observa la ya conovida distribución por focos de las especies parasitarias, Así son focos de malaria trópica: San José de Flores, provincia de Tucumán, 69 “% de los positivos; Rosario de la Frontera, con 100 % en la línea del ferrocarril a Antilla; La Mendieta, Jujuy con 66 % de los positivos. Son focos de malaria terciana las ciudades de Tu- cumán y Salta; además en 1925, constituían dos focos intensos de malaria terciana el Churqui y La Ciénaga, con 83 % y 711 % respectivamente de los casos positivos. Eran focos de cuartana en 1924, Alemania (Salta) 55 % de los positivos; Orán (Monteros) 19 de los 37 positivos eran cuartanas; en 1925, el Rincón de Val- derrama (Monteros), arrojó un 50 % de los positivos con Plas- modium malariae. Estos elevados porcentajes globales y relativos de los diferen- tes plasmodios, hablan muy alto en favor de la indiscutible supe- rioridad del método .de la gota gruesa, procedimiento germánico sobre los otros empleados anteriormente en nuestro país. La sen- cillez y seguridad de este método facilitó en sumo grado el exa- men de la sangre de los lactantes entre 6 y 12 meses de edad, dato precioso para apreciar exactamente la difusión e intensidad de: la endemia palúdica en una determinada región. Sobre un total de 172 examinados de dicha edad, obtuvimos el sieuiente resultado: en Monteros (Tucumán), de 47 examina- dos encontramos un 67,7 %. Tucumán y alrededores en 40 exá- menes, 42,5 %. En la Provincia de Salta, 28,9 % y en Jujuy, 66,0 %. El cómputo total de positivos fué de 51,2 %, es decir que — 155 — más de la mitad de los lactantes examinados, eran portadores de parásitos maláricos. ADVERTENCIA Método de la gota gruesa. — Sobre el porta objeto se deposi- tan 2 0 3 gotas gruesas de sanere extraídas del lóbulo de la oreja, de modo que moviendo el porta, se reunan y distribuyan en es- pesores diferentes, sobre un mm, de superficie como mínimo. Tan- to las gotas demasiado gruesas y de espesor uniforme que fácil- mente se agrietan al secarse, como las muy deleadas y pequeñas dan muy malos resultados una vez coloreadas. Las gotas gruesas de sangre se dejan secar al aire en posición horizontal reseuar- dadas del sol, el polvo y las moscas. Una vez bien secas, 2 horas. se colorean sin fijar con la solución de Giemsa, una gota por cen- tímetro cúbico. La tinción debe prolongarse durante media hora. Uma vez terminada, se voleará el colorante y se lavará suavemen- te en un recipiente con agua, dejándola secar al aire. Conviene señalar que las votas deben ser coloreadas en el más breve plazo, pues de otro modo se sobrecolorean y dificultan el diaenóstico. En todos los! casos, practicábamos un extendido de sangre con fines de control, CARACTERÍSTICAS DE LOS PARÁSITOS Esquizontes. — Hemos tenido ocasión de observar en las in- festaciones de Plasmodium vivax, terciana, todas las fases del desarrollo parasitario, desde las recientes formas de invasión por pequeños anillos, luego la formación de esquizontes ameboideos en distintas etapas de desarrollo y las formas de división. De acuer- do con su cielo, los parásitos de terciana determinan en el glóbu- lo huésped una hipertrofia. Las granulaciones de Schuffner, au- sentes en las formas de reciente invasión, se hacen visibles en los esquizontes medianos para llevar un máximo de abundancia y nitidez en las formas adultas. leualmente ocurre con el piemento hasta el momento de su orientación céntrica como sieno precur- sor de una división esquizogónica inminente. En muchas preparaciones de terciana, al lado de las formas de esquizontes más ¡jóvenes (anillos chicos), se observan otros mucho más desarrollados en plena faz ameboidea, así también co- mo esquizontes adultos con 3, 4 y más bloques de cromatina, y en aleunos casos fieuras de esquizogonía perfectamente constituídas y maduras, listas para el estallido de la mórula y la liberación de — 156 — los merozoitos. Se trata en estos casos, con presencia contempo- ránea de diferentes fases del cielo parasitario, de infestaciones dobles o triples. Existen casos en que la abundancia de esquizontes jóvenes, anillos, es tan erande y en los que 'un observador experto, por el tamaño, forma coloración y disposición del halo protoplasmático, puede pronunciarse a primera vista sobre la probabilidad de tra- tarse de Plasmodium vivax; pero solamente el examen del borde de la gota permite un diaenóstico seguro; pues los glóbulos con parásitos de tercianas, situados en su borde, presentan una inex- plicable resistencia a la hemolisis, y ofrecen entonces una colora- ción de fondo rosa pálido sobre la cual se destacan nítidamente los esquizontes de la terciana con su extruetura característica y en ciertos casos son bien visibles las finas eranulaciones de Schuf- fner, cuva abundancia está en relación con el desarrollo de los parásitos. Esa misma condición permite reconocer la hipertrofia del elóbulo. En ciertos preparados, sobre todo los provenientes de infec- ciones masivas de plasmodium vivax en los niños, es tal la abun- dancia de anillos pequeños, al punto que aparecen como si se tra- tara de un cultivo puro de parásitos, verdaderas inundaciones de plasmodios muy semejantes a las comunmente observadas en las malarias trópicas. Pero en estos casos, las características ya seña- ladas para los esquizontes jóvenes, la ausencia de gametos semilu- nares (trópica) y sobre todo los caracteres ya indicados en el borde de la eota, establecen el diaenóstico diferencial entre la trópica y terciana. En cuanto se refiere a los esquizontes erandes y medianos del Plasmodium vivax, es posible observar la coloración azul celeste de su protoplasma, con el Giemsa, la abundancia y el tamaño de las eranulaciones de Schuffner, punto este sobre el cual tanto in- siste y con razón la escuela italiana en contradicción con la fran- cesa, y en el que acompañamos respetuosamente a la primera, son caracteres que unidos a las particularidades del pismento, estable- ce el diagnóstico microscópico. El diagnóstico diferencial de los esquizontes de terciana y cuartana, es indudablemente muy embarazoso y hay autores que sostienen la imposibilidad de practicarlo en la gota eruesa. Sos- tenidos por la autoridad del Profesor Muhlens, y la experiencia adquirida, nos permitimos no compartir esta opinión. Hay, indu- dablemente, ciertas diferencias que pueden concretarse así: nú- mero de parásitos, siempre mucho menor en las cuartanas, no he- mos observado nunca esquizontes jóvenes (anillos chicos) en eran cantidad, como a menudo se ofrecen en las tercianas y trópicas. Coloración del protoplasma: en los parásitos de cuartana difiere de los de terciana. En efecto, en los primeros, el protoplasma toma un color verdoso que puede atribuirse a ciertas afinidades tinto- riales o es efecto de una combinación de matices, favorecida por el mayor espesor del pigmento del Plasmodium malariae. Por otra parte, la casi totalidad de las formas de cuartana (esquizon- tes) se presentan compactos y de bordes bien limitados, mientras los de terciana por varias causas (por ejemplo, la acción de la quinina), tienen una marcada tendencia al desearramiento, for- mas dechirés de los franceses. Agregamos que en la gota gruesa, nunca hemos visto las de- nominadas formas en bandas características para los esquizontes «dlel Plas. malariae en los extendidos de sangre. Por lo que se refiere a los esquizontes jóvenes (anillos) de Laverania ma!lariae, única fase del cielo esquizogónica, frecuente en la sangre priférica, existen caracteres diferenciales que se pue- den resumir así: Gran cantidad de merozoitos (pequeños anillos con un tenue halo protoplasmático, a veces como una fina línea azul situada por encima de la cromatina). Total ausencia de es- quizontes medianos y grandes, Presencia a veces de merozoitos con cromatina dividida. En el borde de la gota, los equizontes ¡ó- venes pueden presentarse acompañados por las gruesas y escasas eranulaciones de Maurer teñidas de rosa. Formas de división. — Las formas de división de la tercia- na, mórulas de los autores italianos, hemos tenido oportunidad de observarlas repetidas veces en la sanere de los palúdicos del norte argentino, nos parece se distinguen fácilmente de las similares de trópica y cuartana; por su tamaño, pesición excéntrica del pie- mento y mayor número de merozoitos. Las formas de división esquizogónica del Plasmodium mala- rlae, pueden confundirse com las imilares del Plasmodium falei- parum, sobre todo por su tamaño casi ieual. Para la diferencia- ción debe asienarse valor al aspecto más abigarrado y compacto del pigmento en las formas de trópica en relación con el de las formas de división del Plasmedium malariae. Adquiere eran va- lor diagnóstico diferencial la cantidad de formas de división pre- sentes en la eota gruesa. Excepcionales en los casos de trópica, son mucho más frecuentes en las infestaciones de tipo cuartana. Así, hemos observado preparados con 3 a 6 margaritas por campo microscópico. Gametocitos. — Separaremos los gametocitos de los Plas- modium vivax y malariae de los de Laverania malariae. — 158 — Respecto a los de las dos primeras especies, pueden extender- se las mismas consideraciones formuladas, respecto de los esqui- zontes. Pero es indudable, que ya se trate de terciana o de cuarta- na, cuando encontramos un plasmodio que tiene ya más de la mi- tad del tamaño correspondiente a un glóbulo parasitado, sin que la cromatina nuclear muestre signo de división, debemos conside- rarlo de hecho como una forma gametógena. La posible confusión entre los gametos de estas dos especies, especialmente entre los pequeños gametocitos de terciana y los orandes de cuartana, se aclara mediante la comparación con las otras formas en distinta fase de evolución. En cuanto a la diferenciación de sexos entre los gametocitos de terciana y cuartana, además de los caracteres de tinción del protoplasma por el Giemsa, fuertemente azulado en el macro y mucho más débil en el micro, existe un criterio mucho más aten- dible y que reside en la disposición .de la cromatina nuclear, más densa y ubicada preferentemente en uno de los polos bien delimi- tada en el macrogametocito y menos abundante más difundida, sin límites precisos en el miecrogametocito. Esta disposición parti- cular de la cromatina se hace más aparente por la mayor afini- dad tintorial del macrosametocito. Gametos de laverania malariae. — La forma y particularida- des del desarrollo de los gametocitos semilunares de esta especie son muy característicos y propios, y constituyen una de las razo- nes principales para su separación del género Plasmodium. Queremos llamar la atención sobre una forma particular con la que suelen presentarse los gametocitos de esta especie en la gota eruesa. Los eametocitos de la Laverania, especialmente en el cen- tro de la eota eruesa, pueden presentarse con forma redondeada v de tamaño muv disminuído, caracteres éstos que los hace con- fundir a menudo con los gametocitos medianos de cuartana. Sin embargo, basta una detenida observación para distinguirlos, sea por la acumulación central del pigmento y de la cromatina que forman un verdadero conelomerado fuertemente teñido de ama- rillo ocre, rodeado por una zona protoplasmática azulada, o por la presencia contemporánea de formas típicas semilunares en el bor- de de la gota eruesa. En las infestaciones comprobadas de malaria trópica con nu- merosos gametocitos (20 ( más por campo), hemos encontrado apreciables diferencias de tamaño entre las semilunas de un mis- mo preparado, según el espesor de la capa de sangre de la gota que los contenía. Los caracteres diferenciales del sexo, son: macrogametocitos con protoplasma azulado, extremidades afiladas, pigmento con R. C. SHANNON y N. C. DAVIS Condiciones de reproducción de Anopheles pseudopunctipennis en la provincia de Tucumán durante la estación seca Publicado en la “Revista del Instituto Bacteriológico'” (D. N. de H.) N?* 7, Vol. IV. - Marzo de 1927 2 BUENOS AIRES ANTONIO GARCIA., Impresor. — 856, - Perú - 858 14927 Condiciones de reproducción de Anopheles pseudo- punctipennis en la provincia de “Tucumán durante la estación seca. RAYMOND C. SHANNON y NELSON C. DAVIS Contribución del Instituto Bacteriológico del Departamento Nacional de Higiene y de la División de Sanidad Internacional de la Fundación Rockefeller. El objeto de este informe es llamar la atención sobre los siguientes hechos: 1” Que el Anopheles pseudopunctipennis, principal portador de la malaria en el Norte argentino, se reproduce durante todo el año. 22 Que, debido al proceso contínuo de reproducción, la es- pecie puede mantenerse durante las estaciones desfavorables, seca y de invierno. 3" Que, durante la estación seca (mayo a noviembre, in- cluyendo los meses de invierno) su producción y número son muy reducidos. 4 Que, el tiempo frío de invierno (a veces la temperatura desciende ligeramente debajo del punto de congelación del agua) no mata las larvas, prolongando en cambio mucho el promedio de duración de su desarrollo. 5* Que, los adultos no invernan; pero, por otra parte, el eran número de adultos que predomina a fines de la estación cálida, desaparece rápidamente, durante los períodos fríos y li- geramente lluviosos de mayo y principios de junio. 6% Que, durante la estación seca los lugares de produc- ción disminuyen mucho en número, debido a que se secan com- pletamente, o a que las aguas se vuelven impuras, formándose un ambiente desfavorable a las larvas. 7" Que, se encuentran fuentes permanentes de reproduc- ción en las quebradas y en ciertos lugares de terreno llano R. C. SHANNON Y N. C. DAVIS 663 en los cuales se mantiene agua fresca durante todo el año, sirviendo estos criaderos para conservar la especie durante el período seco desfavorable. 8 Que, en esta época del año, la fuente principal para los criaderos, se encuentra en las vertientes y manantiales de las montañas. Conjuntamente con estos hechos conviene hacer notar que la especie alcanza aparentemente su más bajo nivel hacia fi- nes de la estación seca; pero, es curioso que en Concepción, tanto en 1925 como en 1926, se haya notado un ligero aumento en el número de individuos, justamente a fines de esta estación. Actualmente se conocen las causas de ellos; es posible, que la especie haya empezado a reponerse de los efectos de la esta- ción de invierno. La temperatura alta no es aparentemente la única causa de este aumento, pues aquella es, ya en septiem- bre, mucho más alta que en mayo, y entonces pueden encon- trarse gran número de larvas en los charcos de producción. También es importar «se hacer notar que aunque las algas verdes que son un elemento favorable a la reproducción de las larvas de pseudopunctipennis permanecen frescas y verdes en aparien- cia durante la primera parte del invierno, (aunque, sin duda, es debido al calor), comienzan a palidecer y decaer al empe- zar nuevamente el calor a fines de agosto. Cuando las algas están marchitas, es evidentemente que son desfavorables pa- ra las larvas, pues rara vez se encuentra a éstas en dichas condiciones. En las quebradas, las fuertes lluvias de noviem- bre y diciembre arrastran las algas secas y éstas probable- mente no crecen y se acumulan en cantidades considerables hasta fines de la estación lluviosa; y tal vez, durante este tiem- po la reproducción sea escasa en las quebradas. No obstante en los terrenos bajos (por ej: en el Río Medinas y en el Río Gastona) la gran producción de larvas y el mayor crecimien- to de algas tienen lugar en noviembre y diciembre; con las lluvias copiosas de verano salen de madre los ríos, reducién- dose entonces la producción de larvas en éstos. FACTORES FÍSICOS QUE AFECTAN AL A. pseudopunctipennis La mayoría de las observaciones en que se apoya este in- forme fueron hechas en la provincia de Tucumán. La región estudiada se encuentra a lo largo de una línea media longitu- 664 REPRODUCCIÓN DE Anopheles pseudopunctipennis dinal, cuyos extremos se acercan a los límites N. y S. de la provincia. Topográficamente, la provincia puede dividirse en dos áreas. Las partes Norte y Oeste son montañosas, mientras al Sud y al Este el país es muy llano. Numerosos ríos bañan las montañas, muchos de los cuales 'convergen finalmente al Fig. 1. — Lecho y barrancas del río Tapia. El as- pecto rocoso y la ausencia de agua es típico de los pequeños ríos de las quebradas durante la estación seca. — La Posta, Tucumán. río Salí, el cual pasa por el extremo Sud-Este a la provincia de Santiago del Estero. Durante la estación seca estos ríos re-. ciben agua tan solo de las montañas, y se secan en mayor o menor extensión, particularmente en el terreno llano. Al Nor- te de la ciudad de Tucumán, en las montañas, existe cierta cantidad de rocas calcáreas. Respecto al terreno, la provincia es semiárida y en la parte Norte (de Tapia hacia el Norte) el cactus gigante es R. C. SHANNON Y N. C. DAVIS 665 una característica típica del paisaje; la irrigación es la base de la agricultura en la región semiárida de la provincia. La cantidad de lluvia (1) en la ciudad de Tucumán de los seis meses que comprenden la estación húmeda (noviem- bre a mayo) es de 832.5 milímetros, con un promedio mensual de 138.9. Enero, con 184.6 milímetros tiene el más alto pro- medio. La cantidad de lluvia de los seis meses de estación seca es de 137.6 milímetros, con un promedio mensual de 22.7. Julio es el mes de menos lluvia, no pasando de 8.1 milímetros. Abril, el último mes de la estación lluviosa, y octubre, el úl- timo de la estación seca tienen aproximadamente el mismo promedio, 66.6 y 61.1 respectivamente. El promedio de temperatura mensual de los seis meses de estación húmeda es de 23.12% centígrados, con el máximo absoluto de 47.4 grados (enero) y el mínimo absoluto de 2.4% (abril). El promedio de temperatura mensual de la es- tación seca es de 15.44? con un máximo absoluto de 42.0* (septiembre y octubre) y un mínimo absoluto de 5.0% (ju- lio). Las temperaturas.de estación son las siguientes: comen- zando por los tres meses más fríos. junio, julio y agosto, que pueden considerarse la estación de invierno, tenemos un pro- medio mensual de temperatura de 13.0% (extremas: 37.3% y 5.0%) ; la primavera tiene un promedio mensual de 20.27* (ex- tremas, 43.6* y 0.6*), el verano tiene 24.64” (extremas: 47.4” y 6.4%); y el otoño tiene 19.29* (extremas: 39.5” y 0.6"). Durante la estación lluviosa el pseudopunctipennis es un reproductor muy prolífico y una especie muy abundante en la región llana de la provincia, extendiéndose, no obstante, a las alturas en las quebradas. Pero con la llegada del invierno frío y seco, la especie declina muy rápidamente en número, alcan- zando pronto un nivel muy bajo. Hacia el final de la estación seca es muy difícil hallar larvas, y aún con una búsqueda sis- temática en las casas, y usando caballos como cebo, se cazan muy raras veces adultos. El promedio de desarrollo se retarda mucho en invierno, y aún en agosto, cuando hay un aumento de temperatura, el pasaje del estado de huevo a adulto lleva alrededor de un mes. (1) Los datos de lluvia y temperatura son tomados de la publicación del Dr. Miguel Lillo, “Cuarenta años de observaciones pluviométricas y termo- métricas en la ciudad de Tucumán (1883-1923) .” Revista de la Umiversidad Nacto- nal de Tucumán, 1924, págs. 1-31. 656 REPRODUCCIÓN DE Anopheles pseudopunctipennis Durante el mes de mayo — cuya temperatura es más ba- ja que en septiembre y octubre — las actividades procreadoras de esta especie se mantienen en un elevado porcentaje (se han recogido cientos de larvas en los charcos cercanos del Río Sali, el 22 de mayo de 1926), mientras que en septiembre y octubre — que son los dos últimos meses de la estación seca ] de Fig. 2. — Parte lateral del río Salí. Cerriente lenta, algas y A. pseudopunctipennis, criándose a ambos lados del río. — Ciudad, Tucumán, mayo 19-6. — dichas actividades son muy reducidas. Estos mosquitos conservan ese bajo nivel hasta la llegada de la estación lluvio- sa, en la que comienzan a reproducirse en grandes cantidades PERÍODOS DE PROCREACIÓN Así, parecería pues que la procreación del mosquito pue- de reducirse a dos períodos: el período de procreación inten- R. C. SHANNON Y N. C. DAVIS 667 sa, que coincide con la estación húmeda; y el período de re- producción reducida que corresponde a la estación seca. Du- rante el mes de mayo (1925), que corresponde a la estación seca (cayeron solamente 2.5 mm. de lluvia), el agua de los lugares temporarios de reproducción no se hallaba suficiente- mente viciada como para detener la procreación. Fig. 3. — Charco lateral en el lecho del río Salí, con gran cantidád de algas y también una intensa pro- ducción de Anopheles pseudopunctipennis. — Ciudad, Tucumán, mayo, 1926. La estación seca produce una gran reducción y se ha de- mostrado que algunas de las fuentes son tan solo fempora- rias, pues quedan completamente vacías de Anopheles, mucho antes de que comience nuevamente la estación lluviosa. Por lo tanto, es conveniente distinguir entre las áreas de repro- ducción temporarias y permanentes y es necesario descubrir 668 REPRODUCCIÓN DE Anopheles pseudopunctipennis el método por el cual la especie se radica nuevamente en las fuentes temporarias. Como ilustración de lo que constituye una fuente tempo- raria de reproducción, describiremos, la citada por Shannon (1). En abril y mayo podían verse miles de larvas de pseudo- punctipennis en desarrollo, en los charcos y en los arenales próximos al río Sali e igualmente a lo largo de las márgenes del río. Durante la primera parte de junio la mayoría de las algas de estos charcos desaparecieron y al mismo tiempo des- Fig. 4. — Criaderos formados por excavaciones artificiales, de donde se ha sacado arena para construcciones. Durante los meses de marzo, abril y mayo, estos criaderos contenían grandes cantidades de algas y eran fuentes prolíferas de pseudopunctipennis. Ciudad, Tucumán, mayo 1926. aparecieron también la mayor parte de las larvas. El 13 de junio, pudieron hallarse larvas, sólo en uno de estos charcos, que aún contenía unas pocas algas, y unas pocas fueron en- contradas también a lo largo de la márgen del río donde aún se mantenían algunas algas. El 5 de julio, tan sólo los char- cos más grandes contenían agua y aunque en algunos de ellos existía considerable cantidad de chara (otra clase de algas), no había ninguna larva de mosquitos. Las márgenes del río estaban igualmente limpias de algas y larvas, pero se descu- brieron algunas matas detenidas por la desaparición del agua, (1) Actas y trabajos del Tercer Congreso Nacional de Medicina, Buenos Ai- res, julio de 1926, págs. 148-152. R. C. SHANNON Y N. C. DAVIS 669 en el lecho de uno de los brazos laterales del río. Cuan- do se visitaron nuevamente los charcos y el río, el 24 de julio, se encontraron absolutamente secos. También, en esta fecha, fué imposible hallar adultos en las casas de la vecindad. Dos veces en agosto y una en septiembre, se hicieron búsquedas en la misma región, pero no se encontraron Anopheles pseu- dopunctipenmis. Esta sección particular del río permaneció seca hasta noviembre. Después de la desaparición del pseudopunctipennis de es- ta vecindad, se creyó que posiblemente los mosquitos que ha- bitan la región durante los meses de marzo, abril y mayo, pro- vienen de mosquitos traidos por el río Sali desde puntos más lejanos, río arriba, posiblemente en estado de huevos y larvas. De acuerdo con esto, el 25 de julio, se hizo una excursión al río Tapia, tributario del Salí y a la sección adyacente del Salí, a objeto de investigar las condiciones allí existentes. En el lugar en que el ferrocarril cruza al río Tapia, el lecho de éste se encontraba absolutamente seco, pero a medio camino entre el ferrocarril y el río Salí, existen una cantidad de ma- nantiales que surten un volúmen considerable de agua fresca, y en el lugar en que el Tapia se une al Salí se ha formado ya un río de caudal abundante. Había a lo largo del río una re- gular cantidad de charcos con muchas algas verdes y larvas de Anopheles pseudopunctipennis y A. argyritarsis en todas sus estados de desarrollo; también se encontraron ninfas. Pre- dominaban las larvas de argyritarsis, alcanzando el 85 %, del número total (80 especímenes) de larvas encontradas. El río Salí es muy ancho en esta región y a lo largo de él existían numerosos charcos que contenían grandes cantidades de algas frescas. El Salí no fué examinado en toda su extensión en este lugar, pero tres días después, los autores visitaron la Aguadita del río Salí, unos 20 kilómetros más abajo de la primera lo- calidad, y a unos 12 kilómetros al Noreste de la ciudad de Tu- cumán. Tanto arriba como abajo del dique existían grandes cantidades de algas verdes, encontrándose ambas especies de Anopheles. Aquí también las larvas de pseudopunctipennis existían en un 18 % sobre un total de 136. Dos meses más tarde, el 4 de octubre, se hizo otra in- vestigación en el río Tapia, y en esta ocasión el río Salí y el Choromoro fueron igualmente examinados. Las condiciones del Tapia eran muy similares a las de la fecha anterior. El 670 REPRODUCCIÓN DE Anopheles pseudopunctipennis lecho del río estaba seco hasta en la parte en que existen los manantiales. Vimos aún, algas verdes en el agua de los manan- tiales, coleccionándose 60 larvas en esta ocasión, de las cuales 20 o sea el 33 % eran de pseudopunctipennis, siendo las res- tantes de argyritarsis. La corriente de agua resultante de los manantiales tenía un volumen algo menor que el 25 de julio, pero las algas, aunque seguían siendo tan abun- dantes como en la fecha anterior, estaban ya marchitándose, habiendo tomado un color amarillento. Muy pocas larvas pu- dieron hallarse en el curso mismo del río. Después de llegar al río Salí, lo remontamos hasta donde se le une el río Cho- romoro, a una distancia aproximada de 60 kilómetros. El Salí tenía una profundidad uniforme de un metro más o menos y una anchura de unos 16 metros. El agua estaba clara pero habían numerosas y extensas matas de algas amarillentas, des- coloridas, a lo largo de su curso, las cuales daban al agua un gusto fuerte y desagradable. Las algas, mientras se encuen- tran en este estado de marchitez, parecen ser desfavorables a las larvas de Anopheles, pues, en los lugares en que se exa- minaron las algas, no se encontraron larvas. Sin embargo, si se hubiera hecho una búsqueda minuciosa a lo largo del cur- so del río, es muy probable que ellas hubieran podido ser halla- das. El río Choromoro fué remontado desde el río Salí hasta el punto en que cruza el ferrocarril. Solamente una pequeña corriente se deslizaba por el lecho en la parte más baja del río, pero a lo largo de su curso, se encontraban cantidades de pozos con manantiales de agua fresca, y algunos de éstos te- nían larvas de Anopheles. La ciudad de Trancas fué visitada también el 5 de oc- tubre, y el río Salí fué examinado nuevamente en este punto. Las condiciones eran las mismas que las existentes al inter- narse en su curso. Observamos grandes matas de algas ama- rillentas existentes en crecido número, no encontrándose lar- vas en ellas. Sin embargo en la vecindad de Trancas existen extensos y cenagosos arroyos y lagunas, los cuales ofrecen condiciones ideales de reproducción para Anopheles. Aquellos fueron examinados parcialmente pero tan sólo se hallaron al- gunas larvas que resultaron ser de Anopheles albitarsis y tar- simaculatus. El 7 de octubre, los autores visitaron nuevamente la Agua- dita. Había una disminución visible, pero no grande del volu- R. C. SHANNON Y N. C. DAVIS 611 men de agua, comparada con la que había el 30 de julio. To- das las algas habían adquirido color amarillento. Se encon- traron larvas de Anopheles en varios charcos diferentes. Del caudal principal de agua, del dique, se sacaron 18 larvas, de las cuales 6 eran pseudopunctipennis, 11 de argyritarsis, y 1 de tarsimaculatus. En un charco más pequeño a la altura de la represa se coleccionaron 8 larvas de argyritarsis y 2 de tarsimaculatus. Un pequeño charco situado más abajo de la represa contenía 126 larvas, de las cuales 39 eran pseudo- punctipennis y 96 argyritarsis. Todas las larvas de pseudo- Fig. 5. — Manantial y subsecuente corriente de aguas tranquilas, con vegetación en un cos- tado del río Tapia. Esta es una fuente permanente de A. pseudopunctipennis y argyritarsis. (Fotografía tomada el 1 de octubre 1926 a fines de la estación seca; la mayor parte del río se encuentra seca como se vé en la Fig. 1.) — La Posta, Tucumán. : punetipennis, tomadas en el charco últimamente mencionado, se encontraban en el primero y segundo estado. Del número total de larvas de la Aguadita, el de pseudopunctipennis solo alcanzaba al 10 %. Los manantiales del río Tapia fueron visitados en fecha posterior, el 13 de octubre, y de las 162 larvas coleccionadas, solamente 17 eran de pseudopunctipennis o sea el 11 % ; sien- do las restantes de argyritarsis. Sin embargo, en esta ocasión se descubrió una gran cavidad en la barranca del río, junto a “los manantiales, la cual fué examinada, capturándose 10 adul- tos de pseudopunctipennis y 2 argyritarsis en sus obscuros es- condites. 672 REPRODUCCIÓN DE Anopheles pseudopunctipennis El sumario siguiente, comprende a otras observaciones hechas sobre Anopheles pseudopunctipennis, e incluye todos los estados, durante la estación seca y de invierno. ESTADO DE HUEVOS Las hembras adultas con huevos maduros en los ovarios fueron coleccionadas en las siguientes fechas en Concepción: 13 y 15 de abril; 13 y 27 de mayo; Y de junio; 10 de agosto (de 10 hembras coleccionadas, 8 tenían huevos completamen- te desarrollados) ; 17 y 23 de agosto (se vió que una hembra, de cada fecha, tenía huevos maduros después de su muerte, al- gunos días después de su captura). El 23 de junio se juntaron algunas algas húmedas en la tierra, junto al río Salí y se colocaron en un recipiente de agua en el laboratorio. Dos días más tarde se observó una larva de Anopheles recién nacida en el recipiente. Más tarde se co- leccionaron algas, sometiéndolas al mismo tratamiento, sin obtener resultado alguno. ESTADO DE LARVAS Se encontraron larvas en todos los estados de desarrollo durante todos los meses de invierno y la estación seca. En el año 1925, Davis hizo varias colecciones de larvas durante los meses de agosto, septiembre y octubre. Encontró considerable cantidad de Anopheles en reproducción en Ledes- ma (Cañitas) Jujuy, el 8 de agosto. Muchas larvas fueron co- leccionadas, pero muchas de ellas murieron, debido a las con- diciones adversas del viaje. Nacieron un pseudopunctipennis y un Rondon. En Medinás, Tucumán, durante el mes de septiembre de 1925, Davis incubó unos 100 Anopheles, pero ninguno de ellos era pseudopunctipennmis, perteneciendo todos ellos al grupo Nyssorhynchus. El 28 de octubre de 1925, fueron coleccionadas diez lar- vas en el río Medinas. De éstas fueron criadas tres pseudopuncti- Denis (ESAS de En Concepción, Tucumán, el 16 de octubre de 1925 fueron recogidas 175 larvas de todos los tamaños y 20 ninfas de una zanja que tenía gran abundancia de berros y algas. De este lote se lograron doce machos y once hembras de pseudopune- tipennis. R. C. SHANNON Y N. C. DAVIS 673 IDENTIFICACIÓN DE LARVAS, O DE ADULTOS NACIDOS DE LARVAS (Mayo a noviembre, 1926) Fecha Mayo > Mayo 9 Junio Junio > Julio > Julio 29 Julio 31 Agosto Agosto 21 > Agosto 28 Septiembre Septiembre Septiembre 22 Octubre Octubre 4 Octubre 5 Octubre 6 > 9 » 10 > 11 Localidad Zona Medinas Trinidad. Concepción Tucumán ! Zona Medinas Trinidad. Concepción Tucumán Zona Medinas Trinidad. Concepción Tucumán Tapia Aguadita Salí) Zona Medinas Trinidad. Manantial Concepción (Río Manantial Medinas (Concep- ción) Tucumán Manantial Tucumán Río Tapia Trancas Aguadita (Río Salí) Santa Bárbara Quebrada de Lu- les debajo del dique. Quebrada de Lu- les, 30 kils. más arriba del dique. Concepción Río Tapia Vipos Concepción Total de Anopheles 103 57 Número de A. pseudo- punctipenmis E Rh=rO0ODn Anotariones 200 pupas 190 adultos nacidos. 1 macho nacido de una pupa de la margen del río Medinas. Un espécimen a me- dio desarrollo con determinación du- dosa. Espécimen de pseu- dopunctipennis que no fué identifica- do por los auto- res. (Continúa) 674 REPRODUCCIÓN DE Anopheles pseudopunctipennis (Continuación) Total de Número de |“. Fecha Localidad A. pseudo- Anotaciones Anopheles | punctipennis » > 15 > 1 1 Datos relativos a > 18 > 1 ] pseudopunctipen- > 22 > 30 10 mis, referentes Sso- > 23 > 8 3 lamente a la apa- > 25 > 53 20 rición. > 26 > 65 65 > 27 | Medinas 3 3 CAPTURA DE Anopheles pseudopunctipenmis ADULTOS (Mayo a noviembre, 1926) Fecha Mayo > > 14 > 2 Junio 4 > > 7 > 17 > 29 Julio > 19 > 26 > 30 Agosto 25 > > 10 > 17 > 27 Septiembre > 30 Octubre > 17 > 13 > 22 > 30 Fuente de captura Localidad Hembras Machos Concepción 5 0 Tucumán 400 30 Concepción 18 () > 19 (e > 2, 0 Tucumán 25 O Concepción 16 0 > 1 0 > 12 al Tucumán 0 0 Ccncepción 4 1 > 0 0 > 5 0 > 1 0 Tucumán 0 0 Concepción 10 2 > 1 1 > 0 0 Tucumán 0 0 Concepción 2 0 Tucumán 0 0 Concepción 20 8 Tapia 0 el Concepción ES 6 > 28 7 En caballos En las casas En el hospital En el hospital En caballos En las casas En el hospital Nacido de la pupa enseguida de to- mada en el río. En el hospital > > En caballos En el hospital > > > En pequeñas cuevas durante el día. En el hospital > R. C. SHANNON Y N. C. DAVIS 675 CARENCIA DEL PERÍODO DE INVERNADA A base de las observaciones que anteceden, es evidente que el método por el cual pasa esta especie las estaciones des- favorables,—seca y de invierno,—es la reproducción contínua, y no por procesos semejantes a aquellos por los cuales los huevos resisten a la desecación, o los huevos, larvas, pupas y adultos se conservan invernando, o los adultos se conservan du- rante el estío. Aparte de la evidencia prima facie de que no existe invernada, (las condiciones invernales no son suficien- temente intensas para incitarla) la negación de que la inver- nada tiene lugar, queda relegada a los siguientes puntos: 1) El fracaso en la repetida búsqueda de adultos en repo- so en la vecindad de los lugares temporarios de reproducción, después de haber desaparecido estos últimos durante la esta- ción fría y seca. 2) La presencia, sujeta a considerable fluctuación en las búsquedas periódicas, de los adultos en reposo cerca de los lugares de reproducción permanentes y probablemente favora- bles, durante el invierno. (Esto se refiere particularmente a las capturas en el hospital de Concepción). 3) La presencia repetida de machos entre los .adultos capturados, lo cual indica una constante eclosión. 4) La captura en ocasiones de pseudopunctipennis con cebo animal, aún en las tardes frescas de invierno, probando así que el vuelo no estaba suspendido. 5) El hallazgo de larvas de pseudopunctipennis, aunque en número reducido, en lugares favorables a raíz de repeti- das ocasiones, durante los meses de invierno y primavera. RESUMEN El curso de los sucesos en la vida de Anopheles pseudo- punctipennis entre el final de una estación húmeda y el co- mienzo de la siguiente, puede resumirse como sigue: 1) La llegada de la estación seca elimina ciertas canti- dades de agua más o menos temporarias, que fueron anterior- mente lugares de reproducción favorables, y durante esta es- 676 REPRODUCCIÓN DE Anopheles pseudopunctipennis tación el pseudopunctipennis desaparece completamente de es- tos focos anteriores. 2) El efecto del tiempo frío, seguido de sequía hace mar- chitar y secar las algas, las cuales generalmente proveen ali- mento y guarida a las larvas. Sin duda el alimento microscó- pico de las larvas, disminuye en concomitancia en gran parte, debido a las mismas causas: frío y sequía. 3) La reducción continuada del agua, conduce sin duda a una concentración de materiales disueltos, especialmente de ácidos orgánicos, etc., provenientes de las algas marchitas y otra vegetación, las cuales probablemente tienen un efecto de- letéreo directo sobre las larvas o sobre su provisión de ali- mentos, o sobre ambas. 4) Sin embargo, durante este tiempo, el mayor número de adultos restantes, continúa poniendo huevos en las aguas que quedan depositadas, y de éstos nacen larvas, produciendo el cuadro anómalo de la existencia de muchos mosquitos, y es- pecialmente de larvas, bajo condiciones de ambiente comple- tamente desfavorables. Por otra parte, no sabemos qué nú- mero de larvas nace eventualmente. Llevándolas al labora- torio y manipulándolas con gran cuidado, pueden ser incu- bados en gran número, pero solamente después de prolonga- dos estados de larva y pupa. Esto sugiere lo que debe ocurrir en la naturaleza: los jóvenes están supeditados a la “lucha por la existencia” du- rante un período inusitadamente largo (sin duda un mes por lo menos) con tiempo adverso, probablemente provisión redu- cida de alimentos, sometidos a la persecución de los enemigos naturales. De esto resulta una elevada mortalidad y una dis- minución progresiva de adultos; y aunque la reproducción continúe siempre, solo tiene lugar en las localidades más fa- vorables (en las quebradas y en los lugares río arriba, ciertos arroyos y desagies en las tierras bajas que tienen una cons- tante provisión de agua fresca). 5) El tiempo caluroso llega antes de las lluvias, cosa que estimula el crecimiento de las algas (por lo menos en las tie- rras bajas), pero debido a la gran disminución de pseudopunc- tipennis, hay un retardo más bien prolongado antes de que pueda notarse el aumento comprobable de la producción de mosquitos. R. C. SHANNON Y N. C. DAVIS 677 6) La rápida invasión final de pseudopunctipennis coin- cide con la llegada de las lluvias debido a: a) Un estímulo previo a la reproducción, proveniente del tiempo favorable (aumento de algas y estados de larva y pu- pa más cortos). b) La producción de otros lugares favorables, pero tem- porarios, de procreación, por las lluvias. c) La extensión del recorrido por los adultos voladores provenientes de la estación seca favorable. d) El probable acarreo río abajo hacia nuevas localida- des, de huevos y larvas, provenientes de los lugares de pro- ereación situados río arriba. SOMMAIRE 1? L'Anopheles pseudopunctipennis le plus important trasmmisseur du pa- ludisme dans le Nord argentin, se reproduit pendant toute l'année. 22 C'est ainsi qu'il se conserve pendant les saisons défavorables, froide et seche. 3? Dans ces saisons, (Mai jusquw'á Novembre) sa reproduction et sa quantité son tres reduites. 4* Le temps froid de l'hiver (quelques fois au-dessous de 0%) ne tue pas les larves, mais la duration moyenne de l'état larvaire est prolongée. 5% Les adultes n'hivernent pas; mais on trouve que, le grand nombre d'adultes qui prédominent á la terminaison de la saison chaude, disparaissent tres vite pendant les periodes froides-légerement pluvieuses de Mai et premiers jour de Juin. 6% Pendant la saison seche, les gites diminuent en quantité, par ce que l'eau s'évapore ou se putréfie, et les conditions se tournent alors mauvaises pour ces larves. 72 On trouve dans les ravins des montagnes et dans certains endroits de la plaine, quelques gites permanentes, dans lesquelles se trouve, pendant toute lannée, de l'eau fraiche. Ces gites servent de sources pour cette éspéce, pendant le periode défavorable, et Pleau qui alimente ces gites, a son origine dans les manantials et petites rivieres des montagnes. SUMMARY It has been ascertained that Anopheles pseudopunctipennis, the principal carrier of malaria in Argentina, (1) breeds continuously throughout the year; (2) that, by means of the process of continuous breeding the species maintains itselí during the unfavorable dry and winter season; (3) that, during the dry season its numbers are greatly reduced; (4) that, the cold weather of winter 678 REPRODUCCIÓN DE Anopheles pseudopunctipennis does not kill the larvae but merely prolongs their period of development; (5) that, the adults do not hibernate; (6) that, during the dry season the places of reproduccion are greatly disminished in numbers and area; (7) that, the breeding places during the dry season are found in the quebradas where the mountain streams and springs maintain a sufficient supply of fresh water throughout the year and these serve as breeding "sources in the dry season. SCHLUSSFOLGERUNG 1% Es wurde beobachtet das 4. pseudopunctipennis, der haupttúrbertrager der malaria in Argentinien, sich das ganze jahr hindurch fortplantnzt. 2% Dass, durch dieselbe, die gattung unúunstigen trokenen wintermonate uber lebt. 3% Dass, wáhrend dieser trokenen jahreszeit dieselben weniger háufig sind. 4% Dass, das kalte klima nicht die larven tótet, sondern ihre entwick, lungs- zeit verlangert. 50 Dass, die brutplátze sich an zahl un grósse warhren der trokenen zett vermindern. 6* Das, die Imagos nicht iiberwintern. 7% Dass, die brutplátze wáhrend der trokenen jahreszeit sich in den thálern befinden, in welchen die gebisrswásser genigend feichtigkeits behalten um den larven als náhrmittel zu dienen. a O y e ALL, La distribución del Anopheles pseudopunctipennis y su relación con el paludismo, en la Argentina | por R. C. SHANNOMN, N. C. DAVIS y E. DEL PONTE Contribución del Departamento Nacional de Higiene y de la División de Sanidad Internacional de la Fundación Rockefeller. (Con las láminas XI, XII y XII) I. INTRODUCCION AUSENCIA DEL PALUDISMO EN EL LITORAL Y EN LAS PROVINCIAS CENTRALES DE LA ARGENTINA Muchas veces se ha preguntado a los autores, su opinión sobre la ausencia de paludismo en la región de la provincia de Buenos Aires, estando más bien confinado a las provincias del NO.; en Europa el paludismo endémico se encuentra en luga- res más alejados del Ecuador y con un clima mucho más des- favorable que el de Buenos Aires. LA AUSENCIA DE PALUDISMO NO ES DEBIDA A LA FALTA DE Anopheles Efectivamente, en la provincia de Buenos Aires se cono- cen las siguientes especies: A. annulipalpis (1), albitarsis (2), y argyritarsis (3), y por otra parte hay anofelismo sin mala- ria, en las zonas del litoral y en ciertas comarcas de las pro- vincias centrales. La) 680 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis CAUSAS DE LA AUSENCIA DE MALARIA EN ESTAS REGIONES La causa de dicha ausencia se relaciona principalmente con la distribución del A. pseudopunctipennis, siendo superfluo revisar los trabajos que acusan a esta especie como trasmisora en la Argentina; es suficiente recordar, que desde la publica- ción de Paterson en 1911 (4), en la que se daba la identifica- ción de la especie y los resultados de las disecciones que prue- ban su papel trasmisor, se ha publicado un conjunto de tra- bajos que afirman esta trasmisión. En este trabajo queremos hacer resaltar el hecho de que las regiones argentinas más castizadas por esta enfermedad, coinciden con la distribución del A. pseudopunctipennis y que aquellos lugares donde el paludismo no existe o es poco impor- tante (p. ej.: Corrientes y Chaco) no se encuentra esta especie. Anopheles pseudopunctipennis, COMO ESPECIE ÚNICA EN LA FAUNA DE LOS MOSQUITOS ANOFELINOS El A. pseudopuncetipennis, es muy distinto morfológica- mente de las demás especies argentinas del mismo género, en- contrándose colocado en un grupo distinto, grupo Anopheles, en tanto que las otras especies se encuentran en los grupos Nyssorhynchus y Arribalzagia. Además parece ser principal- mente una especie de montaña; sus larvas prefieren criaderos diferentes a los elegidos por las otras especies; los adultos son eminentemente domésticos. El límite de su distribución se en- cuentra más al N. que el de las otras especies, pues alcanza al SO. de los EE. UU., encontrándose en Méjico, América Cen- tral y los países Occidentales de Sud América. Además el lími- te SO., en la Argentina, desciende más que el de las otras es- pecies. Es desconocida en el Viejo Mundo. POSIBILIDAD DE SU EXPANSION HACIA EL ESTE ¿Existe la posibilidad de que esta especie, se introduzca en las regiones indemnes de la Argentina y de que se establez- ca en ellas? De las especies que conocemos en las provincias occiden- tales, hay tres que también se encuentran en el E. argentino: R. C. SHANNON, N. C. Davis Y E. DEL PONTE 651 albitarsis, argyritarsis y tarsimaculatus. ¿Son los hábitos del A. pseudopunctipennis suficientemente parecidos a los de es- tas especies, como para poder establecerse en el E. argentino? Para poder resolver esta cuestión muy importante, es necesa- rio considerar los factores que limitan su distribución y tam- bién conocer sus hábitos. Mientras tanto sería conveniente: 1* revisar los datos que hayan sido acumulados en «otros paí- ses; 2* determinar su área completa de dispersión, en relación con sus costumbres y con el paludismo; 3* resumir el área geo- eráfica argentina y su relación con el paludismo en este país. II. OBSERVACIONES EN OTROS PAISES SOBRE EL A. pseudo- punctipennis. Distribución general Aunque su distribución N.-S. es muy extensa (aproxima- damente desde los 40% N. hasta los 32* S.), su dispersión E.-O. es en cambio reducida. Dyar (5), la indica como sigue: “Esta especie se encuentra desde el S. de EE. UU., en las costas del Atlántico y del Pacífico, hasta la Argentina, Perú y probable- mente Chile.” La indicación de que se encuentra a lo largo de ambos océanos, es posiblemente aleo equivocada, porque esta especie está en apariencia limitada, en el lado Atlántico, a las localidades orientales que se extienden desde el Sud de Texas hasta Puerto España, Trinidad. Sus localidades norte y centro-americanas conocidas son: Oregón (dudoso), California: la especie se encuentra desde el condado de Sonoma y a través de los valles centrales que se extienden hácia el Sud de Red Bluff, condado de Tehama, al- canzando los pies de las montañas de San Joaquín y siendo los anofelinos más abundantes al Sud de Tehachapi (Free- born, 6); Nueva Méjico, Las Vegas, Texas, Devils River y Brownsville; Méjico: Monterrey, Tampico, Córdoba; Guate- mala: Chiquimula; Salvador: San Salvador; Nicaragua: Blue- fields; Costa Rica: Puerto Limón; Panamá: Río Chagos, Isla Caldera, Cucaracha y en la zona del canal de Panamá. Sud América: Los datos publicados indican que dicha es- pecie tiene una distribución más definida, a lo largo de la cor- dillera de los Andes. Ellas son: Trinidad: Puerto España; 682 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis Colombia; Ecuador: Guayaquil; Perú: Huacachina, San Pe- dro de Lloc, Lima, Chauchamayo, Verruga Cañon, San Bar- tolomé; Chile (J. Noé) : Tacna y Arica. Esta especie no ha sido citada para las Guayanas ingle- sa, holandesa y francesa, ni ha sido'encontrada en el Brasil, Bo- livia, Paraguay, Uruguay y el Este de la Argentina, y no más al Sud de los 32%. Las localidades argentinas donde existe es- ta especie, se citan en otro parte de este trabajo. Siendo exac- to el hecho de que no se encuentre en las Guayanas holande- sas, tal como se deduce del extenso trabajo de Bonne y Bonne Wepster sobre los mosquitos de la región, debemos considerar a Puerto España, en la isla de Trinidad, como su límite más oriental; es muy probable que este mosquito se encuentre en las regiones occidentales de Brasil y Bolivia, aunque hasta ahora no se sabe que haya sido encontrada en ellas. Lo que más resalta de esta distribución es su gran coin- cidencia con la posición de las montañas occidentales america- nas. Aparentemente es, sobre todo, una especie de montaña y solamente se encuentra en los terrenos bajos adyacentes a es- tas, cuando y donde las condiciones lo permiten. Es así que, al parecer, su dispersión está basada sobre la topografía con- tinental, acentuándose aún más esa coincidencia en América del Sud. Este continente puede ser dividido en 3 grandes zonas: 1* la zona andina, al Oeste; 2* la zona central, baja, que compren- de las cuencas del Orinoco, del Amazonas y del Paraguay, cuencas contiguas y sin altas montañas que las separen; 3* una región más o menos montañosa al Este de la zona central y al Sud del Amazonas. Parece que la cordillera de los Andes ha guiado a esta especie en su expansión hacia el Sud, desde las regiones tem- pladas (como sucede para otros insectos), siendo la zona cen- tral una barrera insalvable para su expansión oriental. COSTUMBRES DEL A. pseudopunctipennis EN OTROS PAÍSES Estas costumbres son poco conocidas, pero todas las in- formaciones indican que dichos hábitos no deben ser semejan- tes en toda su área geográfica. Así sucede que en California entra raramente en las habitaciones, siendo allí considerada como una especie poco peligrosa para la transmisión del pa- R. C. SHANNON, N. C. DAVIS Y E. DEL PONTE 683 ludismo. Se cría en pozos situados a los costados de los cami- nos e iluminados directamente por el sol, en compañía del A. maculipennis y continúa viviendo en ellos algún tiempo des- pués que el agua se vuelve suficientemente impura para impe- dir la existencia de la última especie citada (Freeborn, 6). Prefiere los charcos permanentes con plantas acuáticas (Ty- pha, etc., Dyar, 8), busca los pantanos durables (Dyar, 9); tiene predilección por las aguas claras, de poca profundidad, a lo largo de corrientes y que contienen matas de Spirogyra (Herms, 10); en los arrozales de California las especies más abundantes son A. occidentalis (maculipennis) y pseudopune- tipennis (Freeborn, 11). En Salvador, pseudopunctipennis, es muy abundante al- rededor de las ciudades o se encuentra en el agua dulce cuan- do ésta contiene algas (Larde y Arthes, 12). En la zona del Canal de Panamá, esta especie es muy co- mún y tiene una amplia distribución, pero sus criaderos se li- mitan a pequeñas corrientes y canales, lo mismo que a char- cos aislados que el sol ilumina directamente y con abundantes alvas. La especie no tiene un vuelo grande ni invade las habi- taciones; una distancia de más o menos media milla parece ser suficiente para encontrarse libre de sus ataques (Curry, 13). Según Dyar (5) “La larva vive en la superficie de charcos, especialmente en aquellos temporarios, siendo así que esta especie es abundante en la estación lluviosa y también se ex- tiende sobre las planicies áridas.” En Colombia, la larva de pseudopunctipennis ha sido en- contrada en un charco en el lecho de un río que se encontraba casi completamente seco. Stephens (15) dice que durante una investigación hecha sobre mosquitos anofelinos en un campo de petróleo de Ve- nezuela, se comprobó que todos los criaderos de Anopheles es- taban concentrados a un pantano con plantas acuáticas super- ficiales y en excavaciones arcillosas artificiales, más o menos a 3 millas fuera de dicho campo. Esta observación incluía a A. pseudopunctipennts. Campos R. (16) cita a esta especie como existente en Gua- yaquil, Ecuador: “especie de los alrededores, poco frecuentes en el centro de la ciudad, sus larvas viven en pantanos de agua limpia que contenga abundantes plantas talófilas. En el mes de diciembre de 1924 visité un criadero de esta especie 681 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis (Cañitas, O. de la ciudad) localizado en una amplia charca de aguas claras, tapizado literalmente de verdes algas; las lar- vas usualmente de color verdoso, no eran muy numerosas, sien- do necesarios apartar las malezas para descubrirlas. En co- munidad encontré larvas de Anopheles tarsimaculata, Ura- notaenta lowi y U. pulcherrima.” RELACIÓN DEL A. pseudopunctipennis CON EL PALUDISMO EN OTRAS RESIONES Durante las experiencias de laboratorio efectuadas por Darling, en 1910 (17), para poder establecer cual especie de Anopheles existente en la zona del Canal de Panamá podría ser infectada con paludismo, encontró que la especie de que aquí tratamos era susceptible de serlo, pero solamente en un pequeño porcentaje: 12.9 %. En otros países (excepto Ar- gentina y el N. de Chile), pseudopunctipennis se considera sin importancia, como trasmisor del paludismo. Root (18) opina que su valor como tal, es muy pequeño; Herms (19), en cier- tas partes de California ha encontrado grandes cantidades de esta especie, en regiones prácticamente indemnes, y donde el clima «y la población eran, al parecer, favorables para ello, mientras que en localidades cercanas, donde se encontró tam- bién punctipennis o maculipennmis o ambas especies al mismo tiempo, el porcentaje palúdico era más bien alto. Larde y Arthes, en su trabajo sobre anofelinos del Sal- vador (12) llama la atención sobre las experiencias de infec- ción de Darling, pero es evidente que a esta especie no le asig- na mayor importancia como trasmisor, creyendo que en esa región lo hace A. strigimaculata. La opinión predominante en Panamá, es que A. pseudo- punctipenfis no es un trasmisor peligroso. Campos R., en su publicación de mosquitos del Ecuador (16) en una nota al pié de la página 5, dice: “De las especies enu- meradas, son patógenas la A. tarsimaculata y A. pseudopune- tipennis, por trasmitir activamente el Plasmodium falcipa- rum.” Desgraciadamente no indica sobre que experiencias se basa esta observación. El Dr. J. Noé, de Santiago de Chile, ha indicado a uno de nosotros, que el trasmisor, en Tacna y Arica, es el pseudo- R. C. SHANNON, N. C. DAvis Y E. DEL PONTE 685 punctipennis. Esta observación es la única hecha en un país extranjero, donde esta especie se considera definitivamente co- mo trasmisor del paludismo. III. DISTRIBUCIÓN DE LA MALARIA Y DEL A. pseudopunctipennis EN LA ARGENTINA Distribución del gen. Anopheles en la Argentina Aparentemente la distribución de las especies de este género depende en gran parte de la acción concurrente de la lluvia y de Fig. 1. — Igual que en la fotografía 2, pero to- mada desde la parte interior de la excavación. El manantial se encuentra al lado de dicha excavación.— La Posta, Tucumán. la temperatura; efectivamente encontramos (Davis, 20) que la isoterma que marca el mínimo medio de temperatura (11) 686 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis es la que mejor coincide con el límite Oeste. Al Este de esta. isoterma (en su porción superior) y al N. de ella (su parte inferior), el agua pluvial durante la estación lluviosa, al- canza a un promedio de 200 mm. en el O., aumentándose es- te promedio hacia el Este, donde "alcanza hasta 2000 mm. Fig. 2. — Excavación natural en una alta barranca del río Tapia. Adultos de A. pseudopunctipennis, argyritarsis, se pudie- ron encontrar aquí durante todo el año. También se encontr:- ron Phlebotomus Araozi y Bruchomyia argentina en dicho refugio para estos insectos. — La Posta, Tucumán. Los límites O. y S. corresponderían a una línea que pasaría por el O. de las ciudades de Salta y Jujuy, a través del E. de las provincias de Catamarca y La Rioja, posiblemente to- mando el extremo N. de San Luis (Quines) y de allí, dirigién- dose hacia el N. de la provincia de Córdoba, llegaría hasta Ro- sario, Santa Fe, terminando en La Plata, provincia de Bue- nos Aires. R. C. SHANNON, N. C. DAVIS Y E. DEL PONTE 687 DISTRIBUCIÓN DE LA MALARIA EN LA ARGENTINA Según el mapa dado por Penna y Restagno (21) existe paludismo en: Este de la provincia de Jujuy, parte central y E. de la provincia de Salta, toda la provincia de Tucumán, Este de la provincia de Catamarca y La Rioja, extremo N. de la provincia de San Luis, una pequeña parte al NO. de la provincia de Córdoba, a lo largo del río Dulce hasta la ciudad de Santiago del Estero, lo mismo que en las riberas de los ríos Bermejo, Paraná y Paraguay, englobando más bien áreas- li- mitadas a estos ríos, en las provincias de Corrientes y Misio- nes y en las gobernaciones del Chaco, Formosa y Misiones. De todas estas regiones, las más afectadas son Salta, Ju- juy, Tucumán y algo menos, Catamarca. DISTRIBUCIÓN DEL A. pseudopunctipennis El cuadro I, hecho de acuerdo con las publicaciones cono- cidas y completado con nuestras propias observaciones, mues- tra que esta especie se encuentra más frecuentemente en las provincias de Salta, Jujuy y Tucumán. Además ha sido encon- trada en Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja (Catuna) y en Córdoba (Dos Pozos, Soto y Cruz del Eje). Barbará (comunicación verbal) dice haber encontrado esta especie en Villa Rosario y en la toma de agua para la ciudad de Cór- doba (23). LUGARES DONDE NO SE HA ENCONTRADO pseudopunctipennis En un corto viaje a la ciudad de La Rioja, hecho por uno de los autores, no se encontró esta especie; esta ciudad se en- cuentra en el borde occidental de la zona palúdica. Nuestra impresión es de que la ciudad ofrece lugares favorables para su reproducción en el dique situado a 18 km. de la ciudad se han observado condiciones que podrían, en un momento dado, permitir el desarrollo de esta especie, y se dice que hace po- cos años, ha existido allí una epidemia de malaria entre los obreros de dicho dique. 683 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis Esta especie no ha sido encontrada en Milagro, La Rioja, pero es probable que se encuentre en Ulapes, población situa- da a unos 70 km. más al S. y donde se ha denunciado recien- temente paludismo; es posible también que la encontremos en Quines, San Luis, de donde se tienen noticias de haber exis- tido epidemias palúdicas. La especie no fué encontrada en San Juan (17.5.27). Nos ha sido imposible visitar San Luis, sin embargo Edwards y Shannon no pudieron encontrar Anopheles en Mendoza o en lugares más australes a lo largo de las lade- ras andinas. Todos estos datos nos deben hacer considerar como el límite más austral a Catuna, en La Rioja. Se han observado lugares favorables para la reproduc- ción de esta especie, lugares pequeños y ampliamente esparci- dos, en la parte austral de su área geográfica, encontrándose también paludismo en pequeños territorios circunscritos. El Dr. Carlos Bruch, nos ha informado que habiendo hecho bús- quedas intensivas en Alta Gracia, provincia de Córdoba, du- rante los últimos 5 años, a pedido de la Dra. J. Petrocchi, nun- ca encontró ejemplares de esta especie. En la actualidad no se sabe hasta donde llega el A. pseudopunctipennis a lo largo del río Dulce, aguas abajo de la ciudad de Santiago del Es- tero. No hemos encontrado datos acerca de su existencia en el río Salado: búsquedas cuidadosas en Añatuya y una vi- sita más rápida a Herrera, ambas localidades en la provincia de Santiago del Estero, en las barrancas del río Salado, die- ron resultados negativos. Esta especie ha sido encontrada por la Dra. Petrocchi (24) en las barrancas del río Bermejo (cerca de Pichanal, Salta) pero su existencia río abajo no ha sido comprobada. Muhlens y Petrocchi (25) no han encontrado a esta especie en ninguno de sus estados, en la gobernación de Formosa y la República del Paraguay, ni nosotros la hemos encontrado en Corrientes o el Chaco, como tampoco en Posadas, Puerto Bem- berg y Cataratas del Iguazú, en Misiones y V. Encarnación (Paraguay). Puede anotarse el hecho de que en colecciones hechas en Asunción por el Dr. Soper e identificadas por Root (26) y otras recientemente recogidas por el Dr. Rickard en el mismo lugar, no se ha encontrado esta especie. R. C. SHANNON, N. C. DAVIS Y E. DEL PONTE 683 PRESENCIA DE PALUDISMO ENDÉMICO EN CORRIENTES, CHA- CO, FORMOSA Y MISIONES; PROBABLES TRASMISORES Y MODOS DE INVASIÓN Suelen existir en estas regiones endemias palúdicas poco importantes (Mujica, 1921, (17) y, ocasionalmente se produ- cen epidemias agudas, como recientemente ha ocurrido en Puer- to Bemberg, cerca de Puerto Aguirre, en la gobernación de Mi- siones. ¿Cómo se trasmite, entonces, el paludismo en el NE. ar- gentino? Sería necesario por ejemplo, para permitir la expan- Fig. 3. — Laguna en Barranqueras, Chaco Criadero de A. Bachmanni y albitarsis. — Febrero 1926. sión oriental del 4. pseudopunctipennis una fuerte lluvia, lo que no es frecuente. Respecto del agente trasmisor podemos suponer: 1* una invasión de la especie pseudopunctipennis desde los orígenes del Bermejo, 2* una invasión de otros ano- felinos provenientes del Alto Paraná. Creemos que esta últi- ma suposición es la más probable. En los alrededores de Resis- tencia (Chaco), hay grandes cantidades de A. albitarsis y Bachmannt, ambos pertenecientes al grupo Nyssorhynchus, en el cual sabemos que hay especies trasmisoras de paludismo, desde Brasil hasta América Central, y también en las Indias 690 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis Occidentales. En Posadas, Puerto Bemberg y Cataratas del Iguazú, hemos encontrado las especies albitarsis, aryritarsis y Fig. 4. — Jacinto acuático en una laguna (Resistencia, Chaco; febrero 1927). Criadero de A. Bachmanni y albitarsis. tarsimaculatus, del grupo Nyssorhynchus. Aunque ellas en este país, presentan un promedio bajo de infección, es fácil con- cebir que, simplemente por el hecho de una estación más favo- » Fig. $. — Condiciones artificiales de crianza pseudopunctipennis, al- bita:sis y tarsíimaculatus Acequia teniendo una gran cantidad de Pistia; (finca Delacroix, Manantial, Tucumán, 15 febrero de 1927). rable, sea por su temperatura o por fuertes lluvias, dichos mos- quitos pueden transformarse en vectores peligrosos. R. C. SHANNON, N. C. DAVIS Y E. DEL PONTE 691 Creemos que los pantanos temporarios formados por las lluvias son más favorables para las especies del grupo Nys- sorhynchus que para el A. pseudopunctipennis. Fig. 6. — Abajo: Criadero de pseu- dopunctipennis y argyritarsis. Arriba: Peque- ña caverna donde los adultos se es- conden durante el día. — Manantial, Tucumán, febrero de 1927. En el hospital de Resistencia, encontramos ejemplares de A. albitarsis y Bachmanni, especialmente de este último. Las aguas permanentes en los alrededores de esta ciudad, parecen no ser favorables para la aclimatación de A. pseudopunctipen- Fig. 7. — Criadero de A. pseudopunctipennis en el río Arias. — Salta, Marzo 1926. 692 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunetipennis nis. Hemos encontrado que las algas verdes eran escasas, pe- ro en cambio había gran cantidad de jacintos (Eichornea sp.) y helechos (Salvina, Azolla, e:c.) y otras plantas acuáticas. Miihlens (25) hace resaltar el hecho de que no encuen- tran larvas de Anopheles cuando existe Azolla; parecería que las larvas no pudieran convivir con estas plantas inferiores. FACTORES QUE LIMITARÍAN LA EXPANSIÓN CRIENTAL DEL A. pseudopunetipennis Si, como es probable, esta especie se encuentra confina- da a las provincias occidentales, ¿por qué no se extiende hacia el E. y el S.? Suponemos, que las causas más probables sean: 1* su característica principal de ser especie de montaña y 2”, que sus criaderos predilectos serían las corrientes de agua, los manantiales y los charcos formados por éstos. La distribución hacia el N. — fuera de la Argentina — sigue la cordillera de los Andes, habiendo penetrado en este país, por Bolivia o por el N. de Chile. Luego ha invadido las tierras bajas, criándose en sus pantanos, charcos y canales. Hacia el E. y SE., se encuentran vastas llanuras semiáridas que evidentemente aparecen como barreras insalvables para la expansión de este mosquito, puesto que las aguas naturales son de un carácter demasiado temporal o muy pronto se con- vierten en inhabitables, o porque los ríos que atraviesan esta región, son demasiados profundos. Esta especie no es conocida como invernante en ninguna parte de su área geográfica; las regiones que se encuentran al S. de su área de distribución (N. de Córdoba y S. de La Rioja) tendrían condiciones poco favorables de temperatura. Se ha establecido que, generalmente, la habitación perma- nente de esta especie, se encuentra a lo largo de los ríos, orl- ginados especialmente en las montañas, donde los suficientes elementos, agua fresca y algas, se mantienen durante todo el año. El crecimiento del agua en la estación de las lluvias aumenta los criaderos favorables, y con éstos la diseminación de esta especie. Con la desaparición de los criaderos tempo- rarios, la especie se retira a sus criaderos permanentes, que se encuentran cerca o dentro de las montañas. Por esto encontramos que su distribución es mayor al terminar la estación lluviosa y disminuye al final de la esta- R. C. SHANNON, N. C. DAVIS Y E. DEL PONTE 693 ción seca. Muy probablemente durante el curso de una esta- ción fuertemente lluviosa, la especie podría extenderse a re- gicnes donde generalmente no existe y entonces allí podría provocar una epidemia palúdica. Puesto que los únicos mosquitos Anopheles que hemos encontrado durante nuestras investigaciones en el N. de Cór- doba (Dos Pozos, Cruz del Eje) y en el S. de La Rioja (Ca- tuna) es el pseudopunetipennis, parecería ser cierto que el paludismo de estas localidades (y aún el de otras como Ulapes, en La Rioja y Quines, en San Luis) sea debido a esta especie. Posiblemente con la iniciación de los proyectos de irriga- ción, en Santiago del Estero y Chaco, el Anopheles pseudo- punctipennis podrá ser llevado hacia el E., pero es muy pro- bable que esto no lo haga desertar de sus montañas nativas y de los ríos de sus valles, que se encuentran muy alejados. IV. DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis Y DE LAS ALGAS VERDES De nuestras observaciones hechas hasta la fecha, parece ser que el área principal de distribución de las algas verdes, en la Argentina, está a lo largo de las montañas, en la parte Oeste de la República. La distribución de las algas tiene una relación muy im- a O a e o ct o Fig. 8. —A un costado del lago, detrás de dique. Masas flotantes de algas; criadero intenso de Anopheles pseudopunctipennis. — Cañitas Viejo, Ledesma; Jujuy. 691 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis portante con la distribución de pseudopunctipennis. Nos afir- mamos en nuestra opinión de que el desarrollo favorable de / > rn > A E — rr —— “ ' . Fig. 9. — Criaderos muy prolíferos de pseudopunctipennis. Confluencia de los rios Grande y Chico. — Jujuy, marzo de 1926, las larvas, depende en gran parte de la existencia de algas, por lo menos para lograr la producción de grandes cantida- - des de estos mosquitos. En toda la región argentina, donde se conoce A. pseudo- Fig. 10. — Criaderos de pseudopunctipennis. — Orán, Salta, febrero de 1926, punctipennis, las algas verdes constituyen una característica resaltante de los lugares de reproducción abundante. Puede comprobarse que cualquier clase de agua que sea R. C. SHANNON, N. C. DAvIs Y E. DEL PONTE 695 favorable al crecimiento de las algas verdes, es excepcional- mente favorable para las larvas de A. pseudopunctipennis. Las larvas se encuentran a veces en charcos en que no hay al- gas, pero debe tenerse en cuenta que estos charcos no contie- nen enemigos de dichas larvas. Seguramente las larvas de los mosquitos de esta especie, dependen mayormente de las algas, 1] Fig. 11. — Origen de los criaderos durante la esta- ción seca. — Que- brada de Lules, marzo de 1927, en su alimentación y protección, que las de las otras especies de Anopheles argentinas. Las algas se han encontrado a mayor altitud (La Quiaca, Ju- juy : 3442 m.) que las larvas, las que hasta la fecha no han sido encontradas mas arriba de los 1300 m. (Raco, Tucumán; Shan- non y Del Ponte). También existen algas más al Sud (en Mendo- za) del área geográfica de las larvas de pseudopuntipennis. Más al E. dei radio conocido para esta especie, estas al- gas parecen ser raras, hasta llegar a las áreas lluviosas del E. argentino. Existe un interesante ejemplo de la coinciden- cia de algas y larvas, ofrecido por las condiciones de la región de los alrededores de la ciudad de Santiago del Estero. El 17 de febrero de 1927, se coleccionaron 102 larvas de 696 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctivennis Anopheles en los charcos existentes a los lados del río Dulce, dos de las cuales eran de pseudopunctipennis y las restantes de albitarsis. También se capturaron dos pseudopunctipennis adultos. El 4 de junio se encontraron solamente larvas de albitarsis. En febrero, existían algas en los charcos a los cos- tados del río, mientras que en junio solo pudieron encontrar- se pequeñísimas cantidades de algas. La presencia de algas en la primera fecha puede deberse a que éstas hayan sido arrastradas río abajo, desde el río Salí, por las crecientes debidas a las lluvias de diciembre y enero y la falta de ellas O acia .% a 0. AS Fig. 12. —Laguna con larvas de albitarsis. — San Luis del Palmar, Corrientes, 25 de febrero 1927 en junio se puede atribuir a que ellas se hubieran secado de- bido a las condiciones desfavorables subsiguientes. También la presencia de larvas puede atribuirse al hecho de que los huevos de pseudopunctipennis fueran traídos aguas abajo con las algas y que, con la desaparición de éstas, también desapa- recieran las larvas. En Añatuya, en la provincia de Santiago del Estero, y en Sáenz Peña, en la gobernación del Chaco, se encontró tan solo escasa cantidad de algas. Aún en el E. de la Argentina, en la región investigada por nosotros (Resistencia y Charadai, en el Chaco; Corrientes y San Luis del Palmar, en la provincia -de Corrientes), las algas parecían ser escasas y se encontraban en malas con- diciones, aunque esta podría haber sido el resultado de la es- tación anormalmente seca (febrero 22-28). Sin embargo exis- tían otras formas de flora acuática en mayor variedad y pro- fusión de lo que era habitual en el O. argentino. R. C. SHANNON, N. C. DAvIs Y E. DEL PONTE TABLA 1. 697 AREAS VERIFICADAS DE PRODUCCIÓN DE Anopheles pseudopunctipennts Provincia Localidad Autoridad | Fecha | Observaciones | Salta Salta Muhlens y Petrocchi 1924 Encontradas fuera P de la ciudad. > Rosario de > la Frontera | Múhlens y Petrocchi 1924 > Rosario de , Lerma Muúbhlens y Petrocchi 1924 > Alemania | Muúbhlens y Petrocchi 1924 > Cerrillos | Muhlens y Petrocchi 1924 > Chicoana | Múhlens y Petrocchi 1924 > Embarcación | Múhlens y Petrocchi 1924 > Embarcación | Paterson y Shannon| 21-IV-27 Buena Vista l en una casa 2 en una excava- ción natural de un bajío. > Guemes Davis 21-XIl-26 | Larvas encontradas en un hoyo. Jujuy Jujuy Muúbhlens y Petrocchi 1924 > > Davis y Del Ponte 11-1926 Ambas larvas y adultos en gran abundancia. > San Pedro | Paterson 1911 > > Muhlens y Petrocchi 1924 > > Paterson y Shannon| 26-29-IV | Adultos en casas. Larvas. > > Paterson y Shannon| 24-IV-27 | Arroyo San Pedro Adultos en las casas en excavaciones naturales en ba- JÍOS. > Ledesma Strode y Davis VIII-1925 | Un adulto incuba- Perico del Cármen Perico (es- tación) La Mendieta Quemado Fraile Pin- tado Santa Calilegua Calilesua Clara! Shannon y Davis: Muhlens y Petrocchi Davis Paterson Paterson Paterson Muhlens y Petrocchi Paterson Shannon | 111-1926 1924 14-11-27 1911 1911 1911 1924 1911 5-V-1926 do de una canti- dad mixta de lar- vas. l|Ambias larvas y adultos muy nu- merosos. Adultos encontrados en el hotel. Adultos en las ca- sas: larvas: (Continúa) 698 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis (Continuación) | Provincia Localidad Autoridad | Fecha | Observaciones Jujuy Calilegua | Shannon y Del Ponte »29-III-27 | Adultos en las ca- -sas. Larvas. > La Ciénaga | Brumpt, Langeron, Mazza, Shannon y Del Ponte 22-1V-1927 | Adultos en las ca- sas, larvas en ex- cavaciones artifi- ciales del suelo. Tucumán Tucumán (| Lahille 1912 Especímenes propor- : cionados por el Dr. Dinelli. > Tucumán | Shannon 9-IV-1926 | Río Salí. Criaderos temporarios de re- producción abun- dante. > Tucumán | Shannon 5-VII-1926 » Aguadita | Múhlens y Petrocchi 1924 > > Shannon y Davis | 31-VII-1926 | Existen larvas. > Famaillá Bachmann 1921 > > Munhlens y Petrocchi 1924 > Monteros > > > > > Shannon 19-V-1-06 | Existen larvas. > El Cercado | Múhlens y Petrocchi 1924 > Trancas |Neiva y Barbará 1925 > > Lobo 1927 Comunicación per- : sonal. > Lules Neiva y Barbará 1915 > Quebrada de Lules Shannon 10-X-1926 |Larvas encontradas. > > Shannon y Del Ponte| 2-11-1927 |Existen larvas y adultos. > Tafí Viejo | Neiva y Barbará 1915 > Alderetas > > > > Villa Alberdi > > > > Río Choro- , moro. Shannon 15-X-1926 |Larvas en agua de | manantial. > Raco Shannon y Del Ponte¡6 y 11-X-26¡ Larvas y adultos ha- llados. Altitud 1.300 metros. > Río Tapia | Shannon 25-VII-26 |Larvas en agua de manantial en el lecho del río. > > Shannon y Del Ponte|3 y 6-11-1927| Adultos en excava- q ciones naturales y en caballos. > Bajo Hondo! Shannon 15-111-26 |Larvas y un adulto | debajo de un puen- | te de piedra. > > Shannon y Del Ponte” 16-11-27 Gran cantidad de | larvas en el lecho | del río. > Manantial | Neiva y Barbará | 1915 5 > > DAR | 22xI-1926 | Existen larvas, co- | lección hecha por el Sr. Díaz Quieta. (Continúa) R. C. SHANNON, N. C. DAVIS Y E. DEL PONTE 639 (Continuoclón) Provincia Localidad Autoridad Fecha Observaciones Tucumán > Shannon y Del Ponte| 16-11-27 Existen larvas. Adultos en exca- vaciones natura- les. > Vipos Davis 15-X1-26 Existen larvas. Colección hecha por el señor Díaz Quieta. > > Shannon y Del Ponte 4-11-27 Larvas y Adultos. > Medinas Davis X-1925 Larvas halladas en Río Medinas. > Concepción | Davis > Larvas halladas en desagies. > Lay Trinidad| Davis I1-1926 Larvas halladas en desagúes. > > Neiva y Barbará 1915 > La Cocha Davis II-XII-26 |Larvas halladas en pozo de ladrillo. > Pala-Pala Neiva y Barbará 1915 Catamarca Catamarca | Davis 10-XII-26 |Larvas halladas en el río en las repre- sas de agua de la ciudad. Córdoba Dos Pozos | Shannon y Del Ponte 25-I-1927 | Larvas halladas. Santiago del Estero Santiago |Lahille 1912 Colección hecha por 4 el Dr. Toreggiani. > > | Neiva 1913 Material del doctor Delfino. > > Shannon y Davis 15-11-1927 ¡2 Adultos en la ca- sai 2 larvas. (Eos lección del señor Díaz Quieta. 700 TABA 15 ESTA ESPECIE DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis SITIOS EXAMINADOS, DONDE NO SE ENCONTRÓ Observaciones Ni larvas ni adultos fueron hallados (se examinaron las casas y se ensayó cebo animal). Localidad muy seca en el momento de la búsqueda. Alrededor de 10 km. de Añatuya. Búsqueda hecha en la ciudad en el di- que a unos 18 km. de la ciudad. Hay algas y otras condiciones favo- rables, pero no hay larvas. Hay algas y otras condiciones favo-. rables, pero no hav larvas. Provincia Localidad Autoridad Fecha Salta Tres Pozos | Paterson y Shannon| 24-V-1926 Tucumán | La Madrid | Davis 6-XII-26 Córdoba [|Alta Gracial Shannon y Del Ponte| 20-22-1-27 > Cruz del Eje > > 24-1-1927 > Serrezuela | Davis 21-V-1927 > Dean Funes| Davis 7-X11-26 > > Shannon y Del Ponte| 23-1-1927 > Córdoba | Shannon y Del Ponte| 24-1-1927 > > Shannon 20-V -1927 Santiago del Estero Añatuya | Davis 8-11-1927 > > Shannon y Davis 19-11-1927 > > Del Ponte 22-11-1927 > > Shannon y Del Ponte| 29-11-1927 > Río Salado | Davis 8-11-1927 > Herrera Davis 9-11-1927 Rioja La Rioja | Davis 8-9-XI1-26 Mendoza Mendoza | Edwards y Shannon! 12-1-27 > Potrerillos > > 13-127 Chaco Sáenz Peña | Shannon y Davis 20-11-27 Resistencia | Múhlens y Petrocchi X-24 Shannon, Davis y > | > Del Ponte. 20-23-11-27 > Barranqueras| Shannon, Davis y | Del Ponte. 21-11-1927 > Puerto Tirol| Muhlens y Petrocchi X-1924 (Continúa) R. C. SHANNON, N. C. DAvis Y E. DEL PONTE 701 (Continuación) Provincia Localidad Autoridad Fecha Observaciones Chaco Las Chozas > (kilóm. 13) | Múhlens y Petrocchi X-1924 > Charadai | Shannon y Del Ponte 11-1927 Corrientes Corrientes | Muhlens y Petrocchi X-1924 > > Shannon y Del Pontel 16-6-27 > San Luis del Palmar > > 25-11-1927 Formosa Formosa Muhlens y Petrocchi X-1924 Misiones Posadas Shannon y Del Ponte| 15-V1-27 Tiempo frio; las algas eran muy | escasas. A Puerto Bem- berg > > | 20--W1-27 > Cataratas del | E Isuazú > > 23-V 1-27 Paraguay |V. Encarna- p ción > > 16-6-27 RESUMEN Existen en la Argentina, un cierto número de especies del género Anopheles al N. de una línea imaginaria que parte del O. de la ciudad de Jujuy, sigue por Salta, E. de Catamarca, pasa por Catuna (provincia de La Rioja) y de allí girando hacia el SE. (aunque sería posible que tomara el extremo N. de la provincia de San Luis) pasa por la parte N. de la pro- vincia de Córdoba. Esta línea termina en la ciudad de La Pla- ta, provincia de Buenos Aires, pasando por Las Flores, en la misma provincia. Creemos que la temperatura y las lluvias son los factores más importantes que intervienen en esta distribución. Podemos considerar en la Argentina dos zonas palúdicas de desigual importancia: 1* la más importante, se encuentra en las provincias del NO. y son Jujuy, Salta y Tucumán, ha- biendo también pequeñas localidades en la parte E. de las pro- vincias Catamarca y La Rioja, N. de San Luis, NO. de Córdoba y a lo largo del río Dulce en Santiago del Estero, hasta la ciu- dad de Santiago, donde también existe este paludismo. 702 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis Estas regiones corresponden a la distribución del A. pseudopunctipennis (excepto San Luis, en donde no se han recogido ejemplares); se ha comprobado que esta especie es la trasmisora más importante en este país y por todo esto podemos suponer que la prevalencia "de la malaria en el N. argentino, depende sobre todo de la presencia de esta especie. 2% La otra zona, de menor importancia, se encuentra a lo largo de los ríos Bermejo, Paraná y Paraguay, compren- diendo áreas ribereñas de estos ríos en las provincias de Co- rrientes, Santa Fe y las gobernaciones del Chaco, Formosa y Misiones. No se conoce en estas regiones, la presencia del pseudopunctipennis y Creemos que otras especies del gen. Ano- pheles pertenecientes al grupo Nysshorynchus (albitarsis, ar- gyritarsis y tarsimaculatus) puedan ser las trasmisoras; por otra parte es posible que a lo largo del río Bermejo, en el Cha- co, parte del paludismo sea trasmitido por el A. pseudopune- tipennis. Respecto a esta especie, se hace resaltar el hecho de que ella es la única del grupo Anopheles en la fauna argentina, diferenciándose de las otras especies por los hábitos de los adul- tos, por la preferencia de las larvas para vivir en ciertos cria- deros, no muy favorecidos por las otras especies y también por su distribución, que es principalmente montañosa. Esta especie se encuentra fuertemente confinada a las montañas del Pacífico, tanto en la América del Sud como en la del Nor- te y solamente se encuentra en el lado E. donde el continente es más angosto (Méjico, América Central y N. de Sud Amé- rica: Puerto España, Trinidad). Hacemos también aquí un pequeño resumen de sus costum- bres de este mosquito en los distintos países donde ha sido señalado. Se encuentra en charcos permanentes, cuyas aguas son sucias y con plantas acuáticas; en pantanos poco pro- fundos formados por las corrientes de agua, que contienen Spirogyra, en los arrozales; en las pequeñas corrientes, cana- les y pantanos que el sol ilumina directamente y con gran can- tidad de algas; en los pantanos poco profundos temporarios que abundan durante la estación lluviosa, y durante el cual, se encuentran también sobre las mesetas áridas; también ha sido encontrada en la vecindad de las ciudades. Excepto en el N. de Chile, no es considerada como espe- cie doméstica, ni como trasmisora peligrosa de paludismo. R. C. SHANNON, N. C. DAvIs Y E. DEL PONTE 703 Las dos principales costumbres de esta especie, tanto en la Argentina como en los otros países, parece ser la prefe- rencia por las regiones montañosas y los criaderos con algas abundantes. Como el conocimiento de sus hábitos en los otros países no es muy grande, no sería aventurado afirmar que en aquellos donde se le encuentre con algunas de estas caracterís- ticas, podría comprobarse que es un trasmisor peligroso del pa- ludismo. | Cierto número de factores limitan aparentemente su ex- pansión occidental y austral en la Argentina. 1? Es principalmente una especie de montaña, habiendo penetrado en la Argentina por la cordillera de los Andes. 22 Prefiere criarse en las aguas de corrientes y manan- tiales que se originan en las montañas y en las charcas late- rales que ellas forman. 3” Los adultos no invernan, siendo esta la causa de que los inviernos más fríos del S. impidan su penetración en es- tas zonas. 4% Hay vastas llanuras semi-áridas al E. y SE. que equi- valen a barreras insalvables para su expansión. Estas mismas causas parece que fueran las que limitan su área geográfica en la América del Sud. Este continente puede ser dividido en 3 zonas: a) la occidental o andina, b) la cen- tral o baja, con las cuencas de los ríos Amazonas y Paraguay, c) la oriental. Por lo que conocemos, esta especie se halla confinada en la región occidental o andina (y en los terrenos bajos adya- centes), al O. de la zona central baja, que evidentemente, sirve como barrera para su expansión. Debemos hacer notar que esta especie es más abundante al fin de la estación lluviosa y que en la misma época, tam- bién aumenta la distribución E. y S. del paludismo. Respecto a la pregunta ¿porqué no hay paludismo en Bue- nos Aires?, debemos contestar que ello es debido a la ausencia del Anopheles pseudopunctipennis y que las otras especies existentes son, sin duda alguna aquí, inofensivas como tras- misoras de esta protozoosis. 701 DISTRIBUCIÓN DEL Anopheles pseudopunctipennis BIBLIOGRAFIA 1. — Neiva A. y B. Barrará. Estudio de algunos anofelinos argentinos y su relación con la malaria, La Prensa Médica Argentina, 10 de Diciembre, 1915. » 2. — BRETHES Juan. Algunas notas sobre mosquitos argentinos, su re- lación con las eniermedades palúdicas, etc., y descripción de tres especies nuevas, Anales del Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Atres, t. XXVIII, pág. 193-218, 1926. 3. — Perroccui Juana, Anofelino trasmisor de Malaria encontrado en la Capital Federal, Rev. del Inst. 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TOMO IV — AÑO 1927 ART.? SHANNON, DAVIS Y DEL PONTE El área sombreada, indica la distribución conocida de Anopheles pseudo punctipennis e AR E a AAA en” ATA rr ¿HA ES REV, INST. BACTERIOLÓGICO LÁMINA XII. TOMO IV — AÑO 1927 ART.O BHANNON, DAVIS Y DEL PONTE Distribución del paludismo en la Argentina (tomado de Penna y Restagno y modificado por los autores Es debido a la impresión, que las zonas Indicadas en el texto, página 687. no son bien visibles Si p ms A AUT Az a Al REV. INSTITUTO BACTERIOLÓGICO LÁMINA XII! TOMO Iv — AÑO 1947 i ARTS SMANNON, DAVIS Y DEL PONTE 18 198 20. 21. R. C. SHANNON, N. C. DAVIS Y E. DEL PONTE “705 . — Roor F. M. American Anopheles mosquitos, their classification and relation to the transmission of malaria, International Conferen- ce on Health Problems in Tropical America. United Fruit Compa- ny Boston, Mass. pp. 152, 1924. Herms, W. B. Medical and veterinary entomology, Macmillan Pu- blishing Company, New York, pp. 143-144, 1923. Davis G. G. 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DEL PONTE De acuerdo con un pedido del doctor Araóz Alfaro, presi- dente del Departamento Nacional de Higiene, los autores estu- diaron los mosquitos anofeles a lo largo del río Alto Paraná, en la gobernación de Misiones (junio, 1927) con el propósito de cerciorarse cuáles eran los trasmisores de malaria en la epidemia aguda que tuvo lugar en esa región durante los me- ses de marzo, abril y mayo últimos. La estación (principios de invierno) les impidió recoger una impresión completa; igual- mente, una fuerte lluvia que precedió en algunos días a su llegada, debió cambiar considerablemente las condiciones anteriores de los lugares de reproducción. Sin embargo, pu- dieron obtener algunos datos muy importantes, sobre los cua- les se basa este informe, indicando a continuación las prin- cipales observaciones: 1. Esta zona malárica difiere en todo punto de la existente en el noroeste de la Argentina (provincia de Salta, Jujuy y Tucumán). Esto puede comprobarse principalmente considerando que el vector de la malaria (Anopheles pseudopunctipennis) del Oeste argentino no existe aquí, y también haciendo notar que el carácter del territorio y de las fuentes de reproducción son enteramente diferentes. (1) Véase en La Semana Médica, pág. 695, septiembre 15 1927, una nota previa por Shannon, Del Ponte y Oyarzábal. Los datos protozoológicos han si- do tomados por Oyarzábal. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 707 2. Desde el punto de vista del carácter de la región y de su fauna anofelina, la zona es una continuación del mismo ti- po de región existente en el Brasil, posiblemente la meseta de Matto-Grosso. | El río Alto Paraná riega la región brasileña que se en- cuentra al Norte de Misiones; las selvas se extienden proba- blemente por el lejano Norte dentro del Brasil a lo largo del emprebadea los Eldorado, Delicias, autecteno puertos d re ba E co a ción de Misienes. so [15 | y | | 40 7 a E ope rado Gráfico 1. río y dos de los más peligrosos portadores de malaria del Bra- sil, Anopheles (Nyssorhynchus) albitarsis y A. (N.) tarsi- maculatus, fueron encontrados durante nuestras investigaciones. 3. La región es en su mayor parte densamente boscosa, condición no favorable para la reproducción del anofeles portador de la malaria perteneciente al grupo Nyssorhyn- chus, al que nos referimos aquí. Durante los últimos años la población ha aumentado rápidamente a lo lareo de la frontera de Misiones y grandes áreas de bosques han sido taladas. En consecuencia, las áreas favorables para la procreación de los mosquitos han aumentado, existiendo también una población que crece rápidamente y que corre el peligro de infectarse. 708 INVESTIGACIÓN PRELIMINAR SOBRE LOS ANOFELES 4. Con la tala de árboles y el aumento de la población pa- rece inevitable que en la región se implante gradualmente una endemia malárica de considerable magnitud y gravedad. Es posible que por medios sencillos se pudiera — en cier- ta manera — prevenir la endemia malárica intensa de la re- gión. Trataríase de no cortar los árboles a lo largo de los ríos, pantanos y vertientes, de modo que estos caudales de agua quedaran a la sombra, condición desfavorable a la re- producción del grupo Nyssorhynchus del género Anopheles. (Las larvas de los mosquitos de este grupo necesitan de la luz directa del sol para su desarrollo). Esto no eliminaría la mala- ria, pues sin duda existirán siempre lugares de reproducción apropiados, pero ayudaría a evitar las epidemias graves. CONDICIONES FÍSICAS DE LA REGIÓN Como las condiciones de la comarca son idénticas a ambos. lados del Alto Paraná, la región que estudiamos incluye los lí- mites del Paraguay y Misiones, extendiéndose desde V. En- carnación (Paraguay) y Posadas (Misiones) hacia el Norte, hasta el río Iguazú. Evidentemente esta comarca forma parte del valle del Paraná superior, el cual se extiende por el Norte, casi hasta el borde oriental de la meseta de Matto Grosso, en el Brasil. Ateniéndonos a los datos, muy probablemente verí- dicos, recogidos en la región, la malaria existe a lo largo de la sección brasileña del río. Por lo tanto, todo el valle puede considerarse como una misma zona malárica. Las fuentes del Alto Paraná tienen su origen en la par- te Sud de las planicies brasileñas, que tienen una altitud de 350 a 700 metros, mientras el valle principal del río tiene una altura que no alcanza a 350 metros. (En el Brasil, se ha ob- servado que los peligrosos portadores de la malaria existen generalmente en altitudes bajas). La roca predominante de la región es de origen volcáni- co, y frecuentemente a través de ellas los ríos y arroyos so- cavan profundos canales. La roca citada tiene numerosos ho- yOS Y pozos, especialmente en los lechos del rio Paraná y del río Iguazú. El Alto Paraná, entre Misiones y Posadas, es re- lativamente angosto y profundo con una corriente muy fuer- te. La mayor parte de las barrancas en ambos lados del río son altas (alcanzando generalmente hasta 30-50 metros), pero hay también muchos lugares bajos; los bancos en su mayoría R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 709 son arenosos. Se comprenderá, pues, fácilmente, que el mismo río y sus límites inmediatos no permitan la procreación de mos- quitos. Hay, sin embargo, numerosos manantiales y arroyos que desaguan en el río y también parecen ser numerosos los pe- queños pantanos. Las aguas del río, de los arroyos y pantanos fueron exa- minadas en cuanto a su pH y todas dieron manifiestamente reac- ción ácida (5,8 a 6,8), debiéndose esto probablemente a la espe- sa selva de la región; las algas eran muy escasas y no se observó ninguna otra clase de plantas acuáticas flotantes, aunque la falta de éstas pudiera ser debida a causas temporales. La característica más importante es la espesa selva de la región, excepto en la cercanía de los puertos. La mayoría de éstos son de reciente construcción (probablemente de los cin- co a quince años últimos) y alrededor de ellos se ha talado extensamente la selva, con objeto de cultivar yerba mate. El suelo es rojizo, semiarcilloso. CLIMA Los siguientes datos han sido obtenidos de la “Agenda y - Mentor Agrícola. Guía del Agricultor y Colono”, 4* edición, por el doctor Moisés S. Bertoni, 1927. Gráfico frazade de acuerde con les dates de Meisés Berteni 1927... : pro y E E de e e pone Tn E . 5% alice , 7 300 Pi > +. H— = += . E FE Esa A í | Y rotor | po mo : 400 ——_——_—_————— , 13 - . | 15 | l > == no — + 4 t— 4 — mn | - | Ji q —k —=: 4 Ene Febr Marz Abr Myo Jno Jul Agos. Sept. Oct. Nov. Dio. Gráfico Il. 710 INVESTIGACIÓN PRELIMINAR SOBRE LOS ANOFELES Las cifras dan el promedio de lluvias caídas durante los últimos 42 años. Lluvia caída en mm. Temperatura (C?) CTO: A ALI NE... IO 240 27.0 MAA a o » 180 27.0 META o > OS e 110 26.0 DE MA lo hs CABOS. 230 22.0 ME A A > O 150 19.0 TEMO o BIBI > o 140 16.5 JO a A E 110 16.5 LN a o o ES 055 80 18.0 SEUA a O e 160 19.5 (WectubiE A A IO 250 22.0 November a 170 23.0 Diciembre tt. e, AS - 180 26.0 Mota 2000 Promedio 23.5? En ciertas ocasiones, durante el invierno, la temperatura puede llegar hasta 0". INFLUENCIA DE LAS CONDICIONES FÍSICAS Y CLIMATÉRICAS Generalmente esta región, en común con otras comarcas de los ríos del Noreste de la Argentina, tiene un promedio bajo de malaria, pero periódicamente (por lo común, cada cuatro o cinco años) la enfermedad se exacerba, presentándose epide-: mias graves. Por regla general, estas epidemias graves ocurren (según nos lo explicaron los propietarios de los yerbales) du- rante los años en que predominan condiciones climatéricas inu- sitadas, es decir, que a raíz de períodos de lluvias copiosas, se- guidas de un período de escasa o ninguna lluvia, tiene lugar una epidemia de malaria durante el período seco. Las condiciones de este año ofrecen aparentemente una palpable prueba de que esta suposición es exacta. A fines de febrero y principios de marzo, cayeron fuertes lluvias seguidas de un período de li- geras lluvias que duraron hasta el 8 de junio, (época en que co- menzó una lluvia fuerte que duró varios días). Durante los me- ses secos (marzo a junio) sobrevino una gran epidemia de ma- laria en todos los puertos desde Eldorado hasta las Cataratas del ' Iguazú. Esta observación es de considerable importancia, pues ayuda a explicar, de qué manera ciertos otros factores importan- tes obran conjuntamente con la lluvia, provocando las epide- mias. Especies pertenecientes a dos grupos del género Anopheles, (grupo Nyssorhynchus y Arribalzagia), fueron halladas en la re- R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 711 gión. Las investigaciones sobre las especies de estos grupos en el Brasil, han revelado que las del grupo Arribalzagía, consideradas de poca o ninguna importancia como portadores de malaria, se reproducen principalmente en sombrías represas de aguas, mientras que las especies de Nyssorhynchus, que cuentan con los peligrosos portadores de malaria de esa región, prefieren procrear en las aguas que reciben la luz directamente del sol. Anteriormente, mientras el bosque estaba intacto, existía muy poca malaria en la región, probablemente por la razón de que habían muy pocos lugares favorables a la reproducción de Nyssorhynchus, y también debido a la escasa población. Duran- te los últimos años extensas áreas han sido despobladas de sus árboles y al hacerlo numerosas aguas que se encontraban antes a la sombra, reciben ahora iluminación directa del sol, habién- dose convertido por lo tanto en criaderos favorables para este grupo. El hecho de que las epidemias de malaria tengan lugar du- rante los períodos escasos de lluvias que siguen a las lluvias abundantes, indica que los arroyos son los principales lugares de procreación. Las lluvias abundantes llenan los numerosos pozos y hendiduras del lecho rocoso de los arroyos y durante el período subsiguiente de tiempo seco, la corriente de estos dis- minuye y constituyen probablemente los charcos de aguas quie- tas, expuestos a la luz solar, excelentes lugares de procreación para los mosquitos. Sin duda, han existido siempre muchos lugares naturales fa- vorables a la procreación, pero el corte completo de la selva, ha- rá que el número de éstos criaderos aptos para las especies del grupo Nyssorhynchus, aumenten muchísimo. Los factores probables que dan lugar a que esta región se convierta en una zona palúdica importante por el desarrollo de epidemia, pueden resumirse así: 1. La región es una continuación directa de una vasta zona, quizá una de las de más intensa malaria que existe a lo largo del valle del Alto Paraná en el Brasil. También parece que el Brasil es una región más favorable para las especies de que tra- tamos. 2. Sin duda las condiciones favorables a la procreación, se encuentran a lo largo de las riberas del Alto Paraná y probable- mente sus costas sirven de guía para la dispersión de los mos- quitos río abajo. 112 INVESTIGACIÓN PRELIMINAR SOBRE LOS ANOFELES 3. Hay un tránsito constante de personas aguas arriba y aguas abajo, muchas de las cuales se hallan afectadas de mala- ria. Así, hay siempre una reserva más o menos constante de vi- rus en todo tiempo. S 4. La población a lo largo de la costa de Misiones aumenta rápidamente. Sólo este hecho permitiría un rápido incremento de malaria. 5. Las selvas son taladas en grandes extensiones y como consecuencia aumentan las condiciones favorables a la procrea- ción para el anofeles transmisor de la malaria. 6. Los arroyos son favorables para la procreación del mos- quito cuando la lluvia lo permite. 7. Las lluvias copiosas llenan de agua todas las hendiduras y huecos de los costados del lecho de los arroyos. 8. Durante los períodos de lluvias escasas, las corrientes son - muy reducidas y las aguas tranquilas estacionadas que quedan en las márgenes se prestan para la reproducción de los mos- quitos. 9. Bajo estas condiciones favorables, es posible para las es- pecies de Nyssorhynchus, desarrollarse en gran número. 10. Y, desde que existen las fuentes favorables a la repro- ducción en el área despoblada de árboles que rodea las colonias, es lógico suponer que se produzcan epidemias intensas de ma- laria. CONDICIONES FUTURAS Si las condiciones iniciales en la actualidad, esto es: aumento de las áreas taladas, aumento de población y facilidades de trans- porte, se extienden é intensifican, parece inevitable que la malaria se convierta en una grave amenaza, no tan solo para es- - ta región, sinó también para la región limítrofe del Chaco, Co- : rrientes, Entre Ríos, etc. Hasta ahora no se puede comprobar hasta dónde se extiende la malaria en el interior de Misiones, pero dado el carácter de la región que la suponemos similar a la existente a lo largo del río, solo puede esperarse que la en- fermedad se esparza paulatinamente por todo el territorio. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 7113 CARACTERÍSTICAS DE LAS REGIONES DEL PARAGUAY, PARANÁ Y URUGUAY Una de las diferencias más importantes entre las regiones de los ríos Paraguay, Paraná y Uruguay, respecto al valle del Alto Paraná, es la escasez de grandes bosques. Si, como lo hemos ya supuesto, una región sin árboles es la más favorable para el desarrollo de Anopheles del grupo Nyssorhynchus, ¿porqué la malaria es en estas regiones poco importante, lo mismo que en las regiones contiguas del Paraguay, Uruguay y Río Grande do Sul (Brasil) ? Es cierto, que hay en estas partes, epidemias ocasionales, a veces de gran intensidad, pero parecería, a primera vista, que las regiones sin árboles albergaran gran número de individuos del grupo Nyssorhynchus y por consecuencia debiera existir un paludismo endémico intenso, aunque la parte Norte de Corrien- tes, lo mismo que las ciudades de Posadas y Villa Encarnación, no han sido atacadas por la intensa epidemia que se produjo más al Norte. Poseemos algunos datos, los cuales probablemente son de importancia para explicar esta situación. 1. La lluvia anual es menor en las regiones últimamente ci- tadas: 1000 a 1600 mm., mientras que en el río Paraná es de 1800 a 2000 mm. 2. Las barrancas río abajo, desde Posadas, son uniforme- mente bajas y arenosas (excepto en la provincia de Entre Ríos donde son más bien altas, estando principalmente formadas por rocas calcáreas). 3. Una de las características del río Paraguay, es la vasta área pantanosa existente en la República del Paraguay, contigua al río. Durante los períodos de aguas altas, grandes camalotes parten de estos pantanos y son arrastrados, río abajo, por la co- rriente, llevando consigo mamíferos, reptiles, insectos, etc. Es- tos camalotes no se conocen en el Alto Paraná. 4. Ausencia de cataratas y caidas de agua en estos otros ríos. En el caso del río Paraná, practicamente todas sus aguas pasan por los rápidos de La Guayra y por las cataratas del leuazú. 714 INVESTIGACIÓN PRELIMINAR SOBRE LOS ANOFELES 5. Una especie de Anopheles, A. (Nyssorhynchus) Bachmanni, Petrocchi, es una de las más comunes a lo largo del río Paraguay y en las regiones circundantes. Su presen- cie brasileña; está caracterizado en parte por mayores altitu- (a lo menos en la comarca más arriba de Posadas), indica un tipo distinto de condiciones ecológicas en las dos regiones. 6. Esto puede explicarse por los diferentes tipos de cria- deros que hemos encontrado durante nuestras investigacio- nes, hechas en compañía del Dr. N. C. Davis en Resistencia, Barranqueras y Charadai (Chaco) y en Corrientes y San Luis del Palmar (Corrientes), en el mes de febrero de 1927. Las fuentes principales de producción de Anopheles encontradas en estas regiones eran las numerosas lagunas que se carac- terizaban por una abundante vegetación (Azolla, Pistia, Sal- vinta, etc.) Tales lagunas no han sido vistas en ambas orillas del río Paraná, siendo evidente que la característica general de la región es tal que no permite la existencia de ellas. Tam- bién el pH del agua en Chaco y Corrientes, mostró que esta era alcalina. 7. El agua del río Uruguay es conocida como alcalina. 8. Todos los hechos arriba mencionados indican que la región del Alto Paraná es de un tipo completamente diferen- tes del que existe a lo largo de los otros ríos y en las regiones de Río Grande do Sul (Brasil) y la mayor parte del Para- guay. Resumiendo: Geológicamente el valle del Alto Paraná debe ser considerado como una prolongación de la altiplani- cia brasileña; está caracterizado en parte por mayores altitu- des, por rocas volcánicas, grandes bosques y grandes lluvias. Aunque el lecho rocoso se extiende más abajo de Posadas, es- ta ciudad se encuentra prácticamente en la parte extrema de la prolongación de la altiplanicie brasileña; la mayoría de la región que la rodea (Paraguay, Rio Grande do Sul, Uruguay, Corrientes, etc.), es baja, sin rocas volcánicas, más o menos sin árboles y con lluvias menos intensas. Por todo esto parecería que el caracter de la región del Alto Paraná es más propicia para la producción de las espe- cies trasmisoras del grupo Nyssorhynchus, donde los bosques hayan sido cortados (exponiendo las colecciones de agua a los R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 715 rayos directos del sol), siendo este el carácter de las regiones vecinas; al E., S. y O. Es también posible que la malaria de las regiones ribereñas cercanas sea el resultado de una “inun- dación” de Anopheles provenientes del Alto Paraná. Las especies de Anopheles, que hemos encontrado, perte- necen a los grupos Nyssorhynchus y Arribalzagia. El grupo Anopheles no ha podido ser constatado: la especie pseudo- vunctipennis Th., la hemos encontrado solamente en el NO. argentino. Las especies del grupo Arribalzagia, no son consideradas como trasmisoras palúdicas, y se encuentran en toda la Amé- rica tropical. mientras que los trasmisores peligrosos del Brasil y de otras regiones de Centro y Sud América, pertenecientes al grupo Nyssorhynchus, han sido encontradas en el Alto Paraná. LARVAS ENCONTRADAS DURANTE LAS INVESTIGACIONES Posadas.—En región pantanosa cerca del río Paraná, ali- mentada por manantiales. A. (N.) albitarsis, L. Arr. A. (N.) argyritarsts, Rob. Desv. Fig. 3. — Pantano en la parte baja de la ciudad de Posadas entre ésta y el río Paraná (15 de junio de 1927; al fondo la ciudad de Posadas). Criadero de A. albitar- sis, argyritarsis y tarsimaculatus. S 716 INVESTIGACIÓN PRELIMINAR SOBRE LOS ANOFELES A. (V.) tarsimaculatus, Goeldi. Puerto Bemberg.—En un riacho y terrenos pantanosos adyacentes, más o menos cubiertos por árboles, que le dan un aspecto umbrío. A. (Arr.) spp? A. (N.) albitarsis, L. Arr. A. (N.) tarsimaculatus, Goeldi. Fig. 4. — Hotel y alrededores de las Cataratas del Iguazú. Las flechas indican los cria- deros de Anopheles tarsimaculatus (22 de junio de 1927). Cataratas del Iguazú. — En una pequeña zanja, con aguas tranquilas, frente al hotel. A. (N.) tarsimaculatus, Goeldi. Viíla Encarnación (Paraguay), frente a Posadas. 1. En un manantial cerca de las barrancas de la costa, que son de poca altura: A. (N.) argyritarsis, Rob. Desv. A. (N.) tarsimaculatus, Goeldi. 2. En un pozo en el lecho rocoso de una pequeña corriente de agua, completamente sombreada por la vegetación. A. (Arr.) spp? A. (N.) argyritarsis, Rob. Desv. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 7117 3. En un arroyo con corriente rápida y que tenía a los cos- tados cavidades donde el agua permanecia tranquila: A. (N.) albitarsis, L. Arr. A. (N.) argyritarsis, Rob. Desv. Fig. 5. — Lecho rocoso de un arroyo con pozos laterales, que contenían numerosas larvas de argyritarsis y relativamente escaso número de albitarsis y tarsimaculatus. (al fondo el río Paraná) — Villa Encarnación, Paraguay (16 de junio 1927). ADULTOS Posadas.—Sobre caballo, a los costados del pantano don- de se recogieron las larvas: AS NED ttarsisidos Arr. A. (N.) argyritarsis, Rob. Desv. Se buscaron adultos de Anopheles, en una casa situada cerca de dicho pantano, pero no se encontraron. Puerto Bemberg.—En la casa de la administración y po- co después de la puesta del sol, se capturaron ejemplares de albitarsis, cuando ellos estaban picando. Poco más tarde, cer- ca de las viviendas humanas, sobre caballo, se tomaron dos ejemplares de albitarsis. Cataratas del Iguazú.—Sobre caballos, al borde de la zan- ja donde se coleccionaron larvas: A. (N.) tarsimaculatus, Goeldi. A. (N.) albitarsis, L. Arr. 7118 INVESTIGACIÓN PRELIMINAR SOBRE LOS ANOFELES No nos encontramos en condiciones de explicar satisfac- toriamente, la causa de la existencia más frecuente de larvas en los arroyos de Villa Encarnación, y su ausencia en las otras partes. Sin embargo, teniendo en cuenta las fuertes lluvias ha- bidas desde el 27 de mayo hasta el 8 de junio, podemos suponer que los criaderos existieran antes de estas lluvias, y que las larvas hayan sido arrastradas por la fuerte corriente origi- nada. Tampoco conocemos las causas que expliquen, según se nos ha dicho, la ausencia relativa de malaria en Posadas, Vi- lla Encarnación y las localidades cercanas, en contraposición con la intensa epidemia ocurrida en los puertos del Norte de Misiones. El hecho de que A. (N.) albitarsis, haya sido encontrado picando dentro de las casas, en Puerto Bemberg, indica que debe ser una especie más o menos doméstica y que, probable- mente, sea uno de los principales trasmisores del paludismo en esa región. CUADRO QUE INDICA LOS DIFERENTES TIPOS DE ZONAS PALÚDICAS DEL NO. Y, DEL NE. ARGENTINO Provincias del N. O. Región del Alto argentino Paraná Anopheles (A.) punctipennis. pseudo- | A. (N.) albitarsis y tarsi- maculatis. Vectores Lluvias anuales y perío- ¡ Cantidad menor de 1000 | 1800-2000 m/m. Probable- dos principales de pro- m/m. Durante la esta- mente durante el período AECI A ción húmeda: diciembre de seca que sigue a las a junio. fuertes lluvias. Tipo de los criaderos.. Aguas permanentes y tem- porarias: manantiales, pozos con aguas tranqui- las a lo largo de los ria- chos; charcos formados por las lluvias, expues- tos a la luz directa del sol; algas abundantes; reacción de las aguas al- calinas. Pozos con aguas tranqui- las, manantiales y baña- dos; expuestos a la luz directa del sol, general- mente sin algas, aguas ácidas. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE Puerto Aguirre 119 PERSO NS. EX ARM TN A D'A'S VO JONA 39 39 27 25 30 52 44 3 ro 2 37 42 18 12 18 90 15 10 10 5 45 14 32 10 27 8 17 28 23 Edad años > > > > >» anos > Tiempo de en- Donde adquirió el aso fermedad. Paludismo | | | Mujer 3 meses Puerto Aguirre Varón 4 > “Puerto Mendes (Brasil) > E Monte Carlo (Misiones) > 2 > | Puerto Aguirre > JS | > > > LS 0 > > > 20 años Corrientes (Garrucho) > 2 meses | Puerto Aguirre Mujer NS > > Varón 2 > > > > 2 > > » e SS » > > 2 > > Mujer 2 | > > > 6 años | > > > 6 >» > > > 6 >» > > > 6 > > > Varón 15 días > > > Varios años > > > 1 Y mes > > Mujer 1H» | > > Varón 20 días > €» Puerto Bemberg Varón | 1 mes | Puerto Bemberg Mujer | ES ¡Foz do Iguazú > (> P. Bertoni > | 6 años ¡| Paranambú (Paraguay) > | 1 mes | Puerto Bemberg > En la actualidad > > Varón 4 años; repitió hace 2 meses. Cáucaso > 2 meses ¡| Puerto Bemberg > Varios años |Carapá (Paraguay) Mujer 2 meses | Puerto Bemberg » 2.» > > » 1 Y mes > > > 2 meses > > > 1% >» > > Varón JETA > > > Mujer 2s 5 > > > SS > > > S > > > > =— — > > > > = > > Varón 3 meses Uruguay Mujer 2 MS > > 2 > > ES Puerto Bemberg (Continúa) 720 INVESTIGACIÓN PRELIMINAR SOBRE LOS ANOFELES (Continuación) No Edad SE Tiempo de en- Donde adquirió el fermedad. Paludismo ZO 22 meses > 3 > > 26 19 años > E > > 27 SL Varón Varios años Asunción (Paraguay) 28 JS > 3 meses 29 13. ES > 305 > > 30 IS Mujer eS > > 31 IO > 3 ES > > 32 48 > Varón Varios años Foz del Iguazú 33 Za Mujer ? ? ? ? 34 eS > Varios años Puerto León 35 DS > 2 meses Puerto Bemberg 36 18 meses > Z > > 37 29 años Varón 5 meses Tacurú Pucú 38 67 >» > 155 Flor (Paraguay) 39 40 > Mujer 3 Puerto Bemberg 40 IS Varón 1 mes > SU 41 PAS > 2 meses > > 42 8 » Mujer SI > > 43 SO Varón ES | > > 44 IS Mujer E > > 45 INES Varón IES | > > 46 6 » > TOA > > 47 41 > > ES | > > 48 18 > » A > > 49 IS Mujer 6 meses Foz del Iguazú 50 505 Varón Varios años | Argelia Delicia 1 3N años Mujer 4 15 meses Pipi Cuá 2 AS Varón SS Delicia 3 AS > 4 > > 4 LINA Mujer Varios años Corpus 5 O > 2 meses Delicia 6 MS > DS > 7 24 >» Varón SS > 8 AD Mujer 4 > > 9 28 > Varón OS » 10 40 > > 20 años Piraí 11 ES Mujer 3 meses Corpus 12 SS » 3 >» | Delicia 13 DES Varón 3 > 14 E Mujer AS > 15 SIA > 3 > 16 SS > 3 > 17 > Varón IN > 18 Lo AS > SS > 19 SS > SS > 20 eS > SM > ll SONES > 3 > > Da 19 > > 2 > > 23 LARES > 2 > 24 19 >» > ZO | > 25 e E > En el momento | » 26 SS Mujer 20 días | > 27 IS > 2 meses > 28 1 > > 1 15 mes > (Continúa) R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 721 Eldorado E Sexo Tiempo de en» Donde adquirió el N da fermedad. Paludismo 1 AA Varón : 1 mes Eldorado 2 A > 1 Y mes > 3 23 50 > 2 meses - > 4 10 > > 5 años Guayra (Paraguay) 5 A > 3 meses Eldorado 6 A ES > 2 á > 7 19 >» > 2 NS > 8 49. » > 5 > 9 LS > ES > 10 50 >» Mujer | 4 > > 11 LI Varón | 4 >» > 2 21» > | 2 > 13 | OS > 4 > > 14 10H5S > 4 > > IS IZA > 4 > > 16 pS > 4 > > 17 ZO > 2 meses > 18 10 meses > SS > 19 | 14 años > 1 mes > ZO LOS > 1 > 2 IS Mujer 2 meses > 22 OS > 4 > Monte Carlo 23 JS Varón 4 años Paraguay 24 E » 3 meses Eldorado 25 OS > 1 > > NOTA ADICIONAL Uno de los autores (Shannon) en compañía del Sr. Marcos A. Riesel, ha hecho recientemente un viaje a la misma región, y sus investigaciones han sido realizadas desde el 1” hasta el 16 de octubre, con resultados que no contradicen las hipótesis ya expuestas. Se han observado nuevos hechos, que son citados ahora. La ausencia de albitarsis, en todas las localidades visita- das, fué el hecho más saliente. Es también interesante hacer no- tar que, según la versión corriente en dichos lugares (Puerto Bemberg, Puerto Aguirre y Cataratas del iguazú), han habido muy pocos casos nuevos de malaria, y aún estos serían dudo- sos. Esto confirmaría la creencia de que la especie trasmisora fuera Anopheles albitarsis, en la región estudiada. Anopheles tarsimaculatus era muy abundante en las Cata- ratas, pues sobre caballo se capturaron más de 300 hembras, y ny se encontraron larvas de esta especie en los alrededores de las 7122 INVESTIGACIÓN PRELIMINAR SOBRE LOS ANOFELES Cataratas y en Puerto Bemberg, aunque en esta última locali- dad eran muy escasas, no habiéndose encontrado adultos. Es po- sible que esta especie sea también trasmisora, como ya se ha dicho, aunque no tan peligrosa como albitarsis, y que ella fuera responsable de los probables casos de malaria 0 citados, apare- cidos en la época actual. ¿Cómo podemos nosotros explicar la presencia de la gran cantidad de albitarsis para producir la fuerte epidemia habida en dichas regiones y su ausencia en la actualidad ? En junio último encontramos que la especie albitarsis era relativamente escasa, pareciendo que la especie desapareciera durante el invierno. La ausencia total de ella en la actualidad, que es lo que ha resultado de la última investigación, indica que ella no se encuentra allí durante todo el año. ¿De dónde provie- nen estos mosquitos para ES invadir la costa misionera del Paraná? Las condiciones actuales del interior de Misiones son com- pletamente inadecuadas para esta especie y parece que ella deba encontrarse primeramente en las comarcas superiores o inferio- res del río Paraná. Los habitantes de la región dicen que sola- mente hay epidemias después de una gran creciente del río, seguida de una gran bajante del mismo, y esto sucede general- mnte cada 5 años. La suposición de que la especie provenga de las comarcas superiores tiene fuerte apoyo en estos hechos, siendo“entonces los huevos y las larvas jóvenes arrastradas río abajo, las que se criarían en los pantanos o charcos temporales formados por las lluvias, las mismas que causarían las crecien- tes del río. Por otra parte, sabemos que albitarsis se encuentra, duran- te todo el año, en la provincia de Corrientes, situada más al Sud. Es posible también que esta especie se traslade lentamente ha- cia el N., a lo largo del río y a medida que avanza la estación, principalmente por su vuelo o llevada por los barcos que hacen el trayecto entre Corrientes, Posadas y Puerto Aguirre. Sin embargo esta hipótesis no es tan probable como la anterior, de- bido a que la especie albitarsis existente en el Chaco y Corrien- tes no parece ser un trasmisor importante, pues el paludismo de estas últimas regiones citadas es relativamente escaso y dé- bil. Además durante la epidemia pasada, las ciudades de Posa. das y Villa Encarnación (Paraguay, frente a Posadas), aparen- temente no fueron atacadas. La explicación más probable sería aquella de que la especie trasmisora albitarsis proviene de las R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 723 comarcas superiores del valle del Alto Paraná y que ella haya llegado a Posadas y a Villa Encarnación, en una época del año demasiado avanzada para provocar una epidemia tan intensa como la ocurrida en el Norte de Misiones. : La carencia de informaciones personales no nos permiten indicar cuales son las condiciones de los ríos Paraná é Iguazú más al N. del territorio del Misiones, pero la población insiste siempre sobre la existencia de una malaria intensa a lo largo del río Alto Paraná en Brasil. Albitarsis es una especie variable en el Brasil, según Boyd, Davis y Root, siendo la variedad tí- pica de la especie (Anopheles albitarsis) la trasmisora peligro- sa, mientras que la variedad brasiliensis (A. albitarsis var. brasiliensis) es un vector menos importante. Es de gran importancia efectuar investigaciones adiciona- les, durante los meses de junio a diciembre, especialmente des- pués de las grandes crecientes. Sería la mejor época del año para conocer los tipos de criaderos favorecidos por esta espe- cie y también para estudiar sus hábitos domésticos. DU A Reprinted from THE AMERICAN JOURNAL Or HycIENE, Vol. VIII, No. 3, 448-456, May, 1928. THE _HABITS OF ANOPHELES RONDONI IN THE ARGENTINE REPUBLIC.* By NELSON C. DAVIS anD RAYMOND C. SHANNON. (Received for publication February 6, 1928.) » INTRODUCTION. In 1922 Neiva and Pinto (1) described a new species of Anopheles from the State of Matto Grosso, Brazil, which differed from A. tarsi- maculatus principally in that the basal portion of the third hind tarsus was ringed with black, while the corresponding segment in tarsi- maculatus is entirely white. The authors collected three female spe- cimens, but no males or larvae. The new species was called Cellia rondonz. In 1924, Petrocchi (2) encountered A. rondont at Santa Clara, Province of Jujuy, Argentine Republic. Brief mention was made of this species in “Estudios sobre Paludismo y Hematología en el Norte Argentino” (1925) by Múhlens, et al. Dr. Paterson of San Pedro de Jujuy tells us that he captured a specimen several years ago which corresponded in markings to this species, but no published record was made at the time. It is interesting that in their work, “El Paludismo” (p. 215), Penna and Barbieri (3) figure an undoubted rondon: as Cellia albimana Wied. E PRESENT OBSERVATIONS. In August, 1925, Davis and Strode encountered A. rondoni breeding near Ledesma, Province of Jujuy. A female was bred from a miscella- neous collection of larvae. Owing to pressure of other work, no further observations were made until March, 1926, when, accompanied by Dr. Martin M. Lobo, the writers visited Ledesma and vicinity. At that time A. rondoni was found breeding in various places near the village of Ledesma, perhaps in greatest numbers at a small, outlying settlement known as Cañitas. * The studies and observations upon which this report is based were carried out with the support and under the auspices of the International Health Division of the Rockefeller Foundation and the National Department of Hygiene of the Argentine Republic. 448 449 NELSON C. DAVIS AND RAYMOND C. SHANNON. In May, 1926, Shannon and Paterson found A. rondonz at Calilegua (about six kilometers from Ledesma), Province of Jujuy. In March, 1927, it was found again in this same region by Shannon and Del Ponte. BREEDING PLACES. Although the first A. rondoni bred out by us in August, 1925, came from the edge of a reservoir (water dammed up for irrigation), this focus was later found to produce a great predominance of A. pseudo- punctipennis. (See Fig. 1.) However, a shallow ditch at the margin Fic. 1. Reservoir near Cañitas, Ledesma, Province of Jujuy. Found breeding A. rondoni in August, 1927, later found to produce a predominance of A. pseudo- punctipennis. of a reedy swamp behind the reservoir was a breeding-place highly favored by rondoni. (See Fig. 2.) This ditch was connected with the adjacent swampy lake but presented a different flora; its margins were grassy, the water was fairly clear, there was a certain amount of detritus present, but no visible algae. On the other hand, the swamp contained cat-tails, supported a profuse growth of green algae and bred A. pseudopunciitpennas. From a collection taken in the ditech on March 2, 1927, 100 con- secutive larvae were examined. Of these, 98 were of the tarsímacu- HABITS OF ANOPHELES RONDONI IN ARGENTINE REPUBLIC. 450 latus-rondont group and only 2 were A. pseudopunctipennis. Of 75 emergences from the collection, there were 72 rondon:, 2 pseudo- punctipennis and 1 tarsimaculatus. On the other hand, of 41 emer- gences from a collection made on the same date in the reservoir above- mentioned, there were 39 pseudopunctipennis, 1 rondon: and 1 tarsi- maculatus. Fic. 2. Grassy ditch at edge of swamp; a highly favored breeding place of A. rondont. On March 31, 1927, the water level in the reservoir and adjoining swamp was found to have been lowered; the most favorable breeding- place was drained, but 12 rondon: larvae were taken from some remain- ing pools in the swamp. On May 5, 1926, in Calilegua, small numbers of A. rondoni and A. argyritarsis larvae were found in pockets of clear water among heavy growths of grass in an overflowed meadow adjoining a cat-tail marsh. On March 30, 1927, in this same meadow, 38 rondoni, 7 tarsimaculatus and 3 argyritarsis larvae were found. The contiguous cat-tail marsh showed green algae and pseudopunctipennis larvae, but no rondons. On the same date a few rondon: and tarsímaculatus larvae were taken from a puddle in a road near this marsh. 451 NELSON C. DAVIS AND RAYMOND C. SHANNON. SEASONAL INCIDENCE. We have the record of pupation and emergence of this species in August, the winter season in Argentina, thus indicating that breeding is not in abeyance during the colder months. From collections secured at Cañitas on December 18, 1926 (both favorable and unfavorable localities visited), 443 identifications were made, mostly of larvae. Of these, 425 were A. pseudopunctipennas, 3 A. argyritarsis and 15 of the tarsimaculatus-rondont group (none of the latter emerged). A one-hour capture with animal bait on the same date gave the following: 37 A. pseudopunctipennis, 17 A. rondonz, 15 A. tarsimaculatus, 14 A.argyritarsis and about 15 of the Nyssorhynchus group which were mutilated beyond possibility of recognition. On January 14, 1927, more larvae were collected at Cañitas, from which emerged 38 A. pseudopunctipennis; none of the Nyssorhynchus group were bred out. The collections made on March 2, 1927, have already been men- tioned in connection with breeding places. Total emergences from all collections made at Cañitas on that date were as follows: 44 A. pseudo- punctipennis (17 females, 27 males); 87 A. rondon: (38 females, 49 males) and 2 A. tarsimaculatus (1 female, 1 male). Emergence from collections made in the same neighborhood March 19-20, 1926, yielded the following: 61 A. pseudopunctipennis, 30 A. rondon:, 11 A. tarsimaculatus, 8 A. argyritarsis and 1 A. albitarsts. As already mentioned, A. rondont was found in Calilegua in the month of May. It has been taken in Ledesma in the month of June (1 specimen). CAPTURES WITH ANIMAL BAIT. The night capture made December 18, 1926, has already been cited. On that occasion flight commenced at 7:10 p.m. On March 7, 1927, flight commenced at 6:45 p.m. The evening was cloudy and rain began to fall about 7:30. The distribution of species is indicated below: A. A A. A do- | tarsi- ¿ : a Uniden- puneti- | maci= | rondoni. | agb | pas. | tiñe | TO ADIOS 4 35 10 1 = 1 51 LDOST:20) E. 39 16 24 2 1 1 83 Total captured....... 43 51 34 3 1 2 134 HABITS OF ANOPHELES RONDONI IN ARGENTINE REPUBLIC. 452 On March 19, 1926, the flight commenced at approximately 6:30 P.M. The species distribution was as follows: A. pseudo- A. tarsi- Unknown Nys- punctipennis. | maculatus. Total. A. rondoni.| A. albitarsis. OREA 6:306:40 P.M... 1 — 1 — == 2 6:406:50 “ .. — 2 36 _— =— 38 6:50—7:10 “ .. 1 11 21 1 -— 34 HAND ESOPA 8 2 21 — 1 32 IE A 10 15 79 1 1 106 Although there is a variation between the two captures just tab- ulated as to the appearance of rondoni and tarsimaculatus, the data are in agreement that the two species appear slightly in advance of pseudopunctipennas. On March 28, 1927, a capture was made in which A. pseudopuncti- penmis was lgnored. Ina period of one hour some 20 A. tarsimaculatus and 15 A. rondont were taken. On March 31, between 6 and 7:30 P.M., 50 rondoní were taken on a horse; pseudopunctipennis was ignored, and very few tarsimaculatus or argyritarsis appeared. The evening was cool and drizzling. On April 18 another one-hour evening capture was made in which 18 pseudopunctipennis and 8 rondoni were secured; no tarsímaculatus appeared. On none of the latter occasions was the exact time noted when flight commenced. In all of the foregoing captures the stand was at the same location, namely, near the dam at Cañitas. All five species were breeding in the immediate neighborhood, although larvae of albitarsís were rare and those of argyritarsis not very abundant. At Calilegua on May 5, 1926, 120 rondont were taken on a horse between 5:30 and 6:30 in the evening. No other species of Anopheline appeared. Flight commenced while it was yet quite light. The stand was near the marsh previously mentioned. House CAPTURES. Captures in three houses at Canitas Vieja on December 18, 1926, yielded 239 pseudopunctipennis and 7 rondoni, or 2.8 per cent. of the total. : House captures at Cañitas on March 2, 3, 4, 5 and 7, 1927, gave 629 A. pseudopunctipennis, 1 A. tarsimaculatus and 96 A. rondonz, or 13.4 per cent. of the total. The exact number of houses visited was not noted. 453 NELSON C. DAVIS AND RAYMOND C. SHANNON. Captures in six houses at the same settlement on March 20, 1926, gave 279 pseudopunctipennis and 15 rondonz, or 5.1 per cent. of the total. On March 28, 1927, only 9 rondon: were found in five houses; the pseudopunctipennis were not counted. On April 18, 10 rondoni were taken in these houses. On June 1, five houses were visited in Cañitas; these yielded 44 pseudopunciipennis, but no rondoni. Most of the dwellings at Cañitas are about a half-mile from the heavy breeding places of A. rondon:. In the course of routine house visits at the village of Ledesma, only three A. rondon: have been taken in seven months (December, 1926 to June, 1927, inclusive), one in each of the months of April, May and June. Among a total of approximately 200 rondon: collected in houses at Cañitas during 1926 and 1927, there has been noted only one male. In the same collections only two tarsimaculatus and two albitarsis have been found. DISSECTIONS OF MOSQUITOES CAUGHT IN HOUSES. From the house captures of December, 1926, dissections were made as follows: A. pseudopunciipennis, 37 stomachs, 35 glands; A. rondonz, 1 (stomach and glands). These were all negative. , Since the malaria season had not yet begun, for statistical purposes we may ignore these early dissections. The mosquitoes whose dissections are noted in the following table were captured in March, 1927, except for 8 rondon: and 2 albitarsis which were taken April 18. ds o A. rondoni. | A.tarsimaculatus. | A. albitarsis. Neg Pos Neg. | Pos Neg Pos Neg. | Pos SUOMAChS. 4... 10... 361 8 eN e. 2 0 0 8 (An ds oo 362 0 88 0 2 0 2 0 Derncenb tetas 97.8 22 100. E 100. 0 100. ma ÁTTEMPTS TO SECURE LABORATORY INFECTIONS. These experiments may be summarized as follows: Experiment I. March 5, 1927. Fed batch of mixed mosquitoes on case of quartan malaria. This patient had taken no quinine. The blood was examined on two successive days to make sure of the presence of gametocytes. March 12, Dissected all of batch: 9 A. rondoni, 3 A. pseudopunctipennis, 1 A. tarsimaculatus, —all negative. HABITS OF ANOPHELES RONDONI IN ARGENTINE REPUBLIC. 454 Experiment II. March 7, 1927. Fed batch of mixed mosquitoes on case of tertian malaria. This man had taken 1 gram of quinine sulphate 24 hours previously, but the blood still showed a few gametocytes. March 8. Allowed the mosquitoes to feed on a second case of tertian malaria; this patient had taken 13 grams of quinine sulphate 48 hours previously, but still harbored gametocytes. Some of the batch fed on both occasions and all fed at least once. March 16. Dissected all of the mosquitoes then living: 7 A. rondoni and 6 A. pseudopunctipennis—all negative. Experiment III. April 23, 1927. Fed batch of mixed mosquitoes on case of aestivo-autumnal malaria. This patient had taken 13 grams of quinine sulphate 24 hours previously; the blood was rich in gametocytes. There fed 8 A. pseudo- punctipennis and 5 (possibly 6) A.rondoni. May 4. Dissected all of the mosquitoes. A. rondoni all negative. Three A. pseudopunctipennis found with stomach cysts as follows: one with nine cysts, all large and well along in sporozoite development; one with eighteen cysts of variable sizes, but even the smallest showing radiate structures; one with eight cysts, all retarded in development—small, with no visible internal structures except coarse granules of dark pigment. The results of the feeding experiments are interesting not only to compare the infectivity of A. pseudopunctipennis and A. rondonz, but further to emphasize the fact that P. falciparum gametocyte carriers are still dangerous transmitters after taking quinine, while the same appears not to be true of P. vivaz carriers. EXPERIMENTS IN REARING ADULTS FROM EGGS. These may be briefly summarized by saying that five batches of eggs laid by known A. rondoni mothers captured in March were carried through to the adult stage, the emergences being respectively 52, 26, 24, S and 1, atotal of 111. These were all perfectly typical A. rondon:. In addition, two batches of A. tarsimaculatus from females secured in December and two from females caught in March were bred out, the emergences being, 1, 6, 1, 6, a total of 14 from the four batches. The young were all typical tarsimaculatus. The mothers in both series (rondont and tarsimaculatus) were caught in Cañitas, Ledesma. Although the emergences of A. tarsimaculatus were too small to be conclusive, the indications are that both tarsimaculatus and rondoni breed true, the male parents in every case being unknown. Of course, there is the remote possibility that further breeding experiments would indicate crossing. The experiments done so far confirm specificity as determined by size and morphological characteristics. No adult A. rondonz emerged under 26 days after the eggs were laid; nearly all were out by the end of five weeks, but a few larvae in one batch lingered 44 days and died without pupation. This was in March-April, 1927 (late summer and early autumn). Sex was noted in 107 of the 111 bred out: 58 females and 49 males. Among the orig- 455 NELSON C. DAVIS AND RAYMOND C. SHANNON. inal batch of adults captured in Ledesma (from which the young were reared), some individuals remained alive in captivity for more than one month, receiving occasional blood meals. DiscUssSION. The larvae and male genitalia of A. rondon: will be considered in a separate publication. The present indications are that it should be considered a separate species and not a variety of tarsimaculatus as given by Christophers (4). The type locality in the State of Matto Grosso, Brazil, is very distant from the Argentine foci in the Province of Jujuy. A critical study of material from the two regions might give some basis for postu- lating parallel evolution from tarsimaculatus stock; however, 1t 1s much more likely that connecting foci will be discovered in the little- studied regions of Bolivia or Paraguay, or both. In this connection, it should be recorded that the species has not been found at Embarcación, north of Ledesma, near the Bolivian fron- tier. Neither has it been discovered in the neighborhood of Asunción, Paraguay, nor in the northeastern district of Argentina (Corrientes, Misiones, Formosa and Chaco). SUMMARY AND CONCLUSIONS. 1. The height of the A. rondoní breeding season in the Province of Jujuy, Argentina, occurs in late summer, probably in March. 2. The heaviest flight of this species takes place slightly earlier in the evening than that of A. pseudopunctipennas. 3. It is not domestic to the same extent as A. pseudopunctipennas, but still is found in houses in appreciable numbers. 4. Dissections to date have all been negative. We can confidently state that it is not so easily infected with malaria as is A. pseudo- punctipennas. 5. Eggs of known and isolated females have always produced off- spring marked similarly to the mothers; this is additional evidence that rondon: is a true species and not a variant of tarsimaculatus. Bibliography. 1. Nerva, A. anp C. Pinto. “Descripgao de uma nova especie. Cellia rondoni nov. sp.” Brasil-Medico, Anno XXXVI, Vol. II, 18 Nov. de 1922, No. 46. 2. MúnLeNs, Pebro, RoBerTO L. Dios, JuANA PErrROCCcHI Y A. ZUCCARINI. “Estudios sobre Paludismo y Hematología en el Norte Argentino.”? Revista del Inst. Bact. del Dept. Nacional de Higiene, Buenos Aires, Diciembre 1925, Vol. IV, No. 3, p. 251. HABITS OF ANOPHELES RONDONI IN ARGENTINE REPUBLIC. 456 3. PENNA, J. Y A. BarBIERI. “El Paludismo y su Profilaxis en la Argentina.” Dept. Nacional de Higiene, Buenos Aires, 1916, p. 215. “El Paludismo. Etiología, Patogénia, Sintomotología, Profilaxis. Segunda Edición corregida y aumentada por el Dr. Antonio Barbieri, Buenos Aires, 1925, p. 215. 4. CHRISTOPHERS S. R. “Provisional List and Reference Catalogue of the Ano- phelini.”” Ind. Med. Res. Memoir No. 3. Dec., 1924, Thacker, Spink «e Co., Calcutta. ad ER E AE E Á AT ) X P j us ñ Í y 1 y ' v yo E Hd 4 7 A í Ñ da PATAS! ' . VER DÍ, a. 21, 4d EA, ea MA IN í e E MA A A b d a LL a Ml pe Ki ve A x US se ] ' A Ñ Ñ " AA $e hor Reprinted from THE AMERICAN JOURNAL OF TROPICAL MEDICINE Vol. VIII, No. 5, September, 1928 THE BLOOD FEEDING HABITS OF ANOPHELES - PSEUDOPUNCTIPENNIS IN NORTHERN ARGENTINA! NELSON C. DAVIS anD RAYMOND C. SHANNON The experiments herein reported were undertaken as a part of studies by the authors on anopheline mosquitoes in Northern Argentina. The technique employed was that developed by Bull and King (1). The abdomens of freshly captured and recently fed anophelines were mashed and dried on filter paper. When being prepared for examina- tion, each specimen was soaked for several hours in four or five drops of normal saline solution. Antisera were secured by immunizing rabbits against the following animals: horse, cow, dog, hog, chicken, cat, sheep, goat, and man. The same animal was immunized against both sheep and goat; hence, the series consisted of eight antisera. Precipitin reactions were read in small tubes of 1.5 to 2 mm. inside diameter, each specimen being tested against all antisera, except in a few instances when that for sheep-goat was omitted. Before being used, the antisera were tried against dilutions of the nine sera, ranging from 1:10 to 1:8000. At a dilution of 1:2000 all were positive with homologous antisera; in higher dilutions doubtful and negative reactions began to appear. It was found that sheep-goat antiserum acted promptly against 1:10 dilutions of cow serum, and that cow antiserum acted, although less promptly, against 1:10 dilutions of both sheep and goat sera. It is thought that these cross reactions had little effect on the results of the identification of ingested bloods, because very few specimens gave a reaction in both antisera. The 652 specimens examined were selected from a series of over 1600 female anophelines captured. Nearly all of the 1 The studies and observations on which this report is based were conducted with the support and under the auspices of the National Department of Hygiene of Argentina and the International Health Division of the Rockefeller Founda- tion. 443 Ss” 444 NELSON C. DAVIS AND RAYMOND C. SHANNON mosquitoes were secured in April, a few in May and June, 1926; all of the examinations were done in the latter month. About three-fourths of the series came from the edge of the city of Tucumán; the rest were captured in Concepción, a town further south in the same province. In the city, mosquitoes were taken within 500 meters of their breeding place in the bed of the Rio Salí, and in Concepción nearly all were caught within 300 meters of the Rio Gastona flats. Excepting those captured in the hospital at Concepción, practically all mosquitoes came from houses of workmen of the poorer class. Closed-in barns were TABLE I Reactions to antisera of blood ingested by A. pseudopunctipennis REDISTRIBUTION Peronnm- | OF COMBINED STOMACHS | PERCENT- AGE REACTIONS MODIFIED o NE A A 652) TOTAL- ORI BLOOD REPRE- AGES ONLY (580 | ENTEDINA COUPLET) A A A 71 10.9 Ma a 277 42.5 47.7 2.3 50.0 EEE 51 7.8 8.8 0.1 8.9 ea aa UA 29 4.4 5.0 0.5 OO o IO AA 117 17.9 20.1 17 21.8 A A 12 1.8 2.1 0.4 2.5 MAR e E AE 16 SE 2 0.5 31% DD O as 10 1D: Vi 0% 1.8 Sheep or goat............ 29 4.4 5.0 1.2 6.2 Simultaneous reaction for two Dlobds.<.. 40 6.1 6.9 (6.9) not encountered during the searches; open sheds yielded very few anophelines. One A. pseudopunciipennis, positive for human blood, included in the series, came from a horse-shed. One A. tarsimaculatus var. was found in a house, but proved negative. A. pseudo- punctipennis captured in houses constituted the remainder of the series, 650 specimens. At night many horses and mules were turned loose in the neighborhood of the houses near the Rio Salí, Tucumán; cows were seen there in fewer numbers. Extensive pastures, used by BLOOD FEEDING HABITS OF ANOPHELINES 445 horses, cattle and sheep, bordered the region studied in Concep- ción. Nearly every house had one or more mongrel dogs; domestic goats were not uncommon. Upon a few occasions hens were found sitting on eggs within dwellings; it was not unusual to find chickens running about in the human habitations. Some places, e.g., houses no. 1, Rio Salí, and no. 355, Concepción, kept hogs, but apparently the animals were always shut up outside the homes. Table 1 summarizes the data secured by the precipitin re- actions. In spite of a careful selection of the more promising specimens, nearly 11 per cent of those examined proved negative. Of the 581 positive specimens, 40, or 6.9 per cent, gave simul- taneous reactions for two bloods. Although a couple of multiple reactions (i.e., for more than two bloods) were called negative for statistical purposes, there seemed to be no good reason to doubt an occasional combination. Hence, each blood concerned in a combined reaction has been allowed half value, and the total percentages recalculated on this basis, as noted in the table. In the large series of A. quadrimaculatus examined by King and Bull (2), the ones taken from inside houses reacted as follows: man, 38.4 per cent; horse, 20.1 per cent; cow, 18.6 per cent; pig, 7.7 per cent; dog, 10.0 per cent; cat, 2.6 per cent; chicken, 2.6 per cent. It will be seen that our figures are much higher for man and dog, lower for horse, hog and cow (even if the results for cow and sheep-goat are combined), and fairly comparable for cat and chicken. Our percentages resemble somewhat those given by King and Bull (2) for Killarney. These findings are readily explained by the exceeding domes- ticity of A. pseudopunctipennis. This domesticity has been previously emphasized by Petrocchi (3). Resting adults of this species were rarely found outside of human dwellings. Asa rule, dogs sleep at night in the habitations of their masters; on the other hand, cats commonly prowl around outside the houses at night. This difference in habits, in conjunetion with differences in amount of exposed body surface, may well explain the di- vergence in percentage of the two animals attacked by A. pseudo- punciipennas. 446 NELSON C. DAVIS AND RAYMOND C. SHANNON Although pseudopunctipennis appears equally domestic at all times, the cool evenings in April, when most of the captures were made, may have modified its feeding habits to a certain extent. Although the total number emerging may have been reduced, an unusually high percentage of these may have sought shelter in houses. On the other hand, the people probably protected themselves more at night with bed-covers than they would have done during the summer, and thus have forced the mosquitoes to feed more on animal blood. In the captures made near the Rio Salí, we found that first visits yielded 48 female anopheline mosquitoes per house, while subsequent daily visits gave 36.4 per house. Hence, a con- siderable daily turnover took place. The house visits at Con- cepción, made at intervals of several days, gave an average of 13 female anophelines per positive house. There was a tendency for more freshly-fed mosquitoes to occur in the later captures made in certain houses. Thus, in houses nos. 1, 2 and 4, Rio Salí, where several consecutive searches were made, only 33 per cent of 255 captured at first visits were con- sidered suitable for examination, while of 508 caught at sub- sequent visits, 39.5 per cent were examined. This, in conjunetion with figures on concentration per house, suggests that some few mosquitoes stayed more than one night in a dwelling. In the whole series (Rio Salí and Concepción), approximately 40 per cent of all females caught were later examined. Among the female mosquitoes considered unsuitable for examination (i.e., those without freshly ingested blood), no statistical distinction was made between those presumably unfed and those with traces of former blood meals or with developed ovaries. The anophelines captured near Rio Salí showed 2.2 per cent males. The Concepción captures yielded 10.4 per cent males. At the Concepción hospital 225 anophelines were caught during the period of two months (April and June). Of these, 33, or 14.7 per cent, were males. Of the 192 females, only 52, or 27 per cent, were considered suitable for examination. Of the small number examined, 19.2 per cent were negative, and only 30.8 per cent BLOOD FEEDING HABITS OF ANOPHELINES 447 had fed on human blood. We conclude, therefore, that the hospital was used chiefly as a shelter by the anopheline mos- quitoes found therein. SUMMARY AND CONCLUSIONS Examination of ingested blood by the precipitin reaction has shown that Anopheles pseudopunctipenniss captured in the houses of two localities in the Province of Tucumán, Argentina, had fed on various hosts in the following proportions: man, 50 per cent; dog, 21.8 per cent; horse, 8.9 per cent; sheep or goat, 6.2 per cent; cow, 5.5 per cent; chicken, 3.2 per cent; hog, 2.5 per cent; cat 1.8 per cent. Man and dog being essentially house-dwellers at night, the results demonstrate a very high domesticity for the insect. Ever since the work of Paterson (4) in 1911, it has been recog- nized that A. pseudopunctipennis is the most dangerous malaria transmitter in Northern Argentina. Our work furnishes addi- tional evidence against this species. REFERENCES (1) BuLL, CARROLL G., AND KING, W. V.: Amer. Jour. Hyg., 1923, iii, 491. (2) KinG, W. V., ¡AnD BULL, CARROLL G.: Amer. Jour. Hyg., 1923, iii, 497. (3) MunzLens, P., Dios, R. L., PerroccHI, JUANA, Y ZUCCARINI, J. A.: Revista Inst. Bact. del Dpto. Nacional de Higiene (Buenos Aires), 1925, iv, 251. (4) PATERSON, GUILLERMO C.: Anales del Dpto. Nacional de Higiene, (Buenos Aires), 1911, xviii, 31. Ñ 0 Ni de A a ” Mosquitos de Embarcación (Salta) con notas sobre la zona biológica del Chaco (Chaco Lile Zone) POR LOS DOCTORES GUILLERMO C. PATERSON RAYMOND C. SHANNON (Ingenio La Esperanza, San Pedro, Jujuy) (Inst. bac. del Departamento nacional de higiene La zona vecina a Embarcación (Salta). es casi desconocida entomoló- eicamente. La doctora Juana Petrocchi e registró el Inopheles pseudopunelipennis. durante una breve visita hecha a la región en mayo de 194. El año pasado (3 y 4 de mayo 1926), encontramos allí muy pocos mosquitos, debido a la sequedad de la estación transcurrida: Anopheles larsimaculata, Aedeomyía squanupennis, Aedes seapularis y varios Cule.r. No encontramos Anopheles pseudopunclipennis. Este año llegamos casi al fin de la estación lluviosa (19, 20 y 21 de abril 1927). Fué demasiado tarde para obtener muchas larvas, pero tu- vimos en cambio excepcional éxito en la captura de adultos. Durante un viaje en furgón desde Pres Pozos a Bella Vista, en una distancia aproxi- mada de tres leguas, capluramos sobre nosotros mismos y sobre las mu- las quinientos ejemplares del género Psorophora, representantes de más o menos nueve especies y numerosos ejemplares de Mansonnta lilillans y lLedes seapularis. Al mismo tiempo realizamos una interesante serie de observaciones de los anofelinos de la región. Fueron obtenidos represen tantes de veinte especies, pertenecientes a siete géneros : Anopheles, cuatro especies, una nueva para la ciencia; Psorophora, ocho especies, dos nue- vas para la ciencia y dos nuevas para la Argentina: otra ha sido registrada una sola vez para el país: dedes, dos especies, una nueva para la Argen tina; Mansonta, una especie; Aedeomyta, una especie; Culex, cuatro espe cres, probablemente nuevas: Uranotaenta, una nueva variedad. El material contiene por consiguiente diez formas hasta ahora no registradas para la Weentina. Las principales cuestiones de interés, referentes a los anofelinos son: 1” La escasez de Anopheles pseudopunclipennis, el más importante trans misor de malaria en la Argentina y habitualmente la anofelina de ha- llazgo más común en las provincias del noroeste; 2" Una nueva especie, de la cual hemos obtenido larvas y machos, asi como numerosas hembras ; 3* Hallazgo de muchos ejemplares de la nueva especie de Anopheles asi como de 4. albilarsis, en una habitación. El predominio de especies e individuos del género Psorophora consti- tuye el carácter más notable de la fauna de mosquitos de la región. Guatro de estas especies han sido recientemente descritas como nuevas en el Para- guay (en localidades que no conocemos exactamente) por Edwards (Bull. Entom. Research, vol. MIL, pág. 75-77, 1922). El género Psorophora es conocido solamente en América y considerado como una evolución del género Aedes. Colecciones transitorias de agua de lluvia, constituyen criaderos ideales para sus larvas. Los huevos son depo- sitados en depresiones poco profundas sobre el fondo seco del terreno y son resistentes por tres años o más a la desecación. La evolución, desde el huevo hasta el estado adulto, es muy rápida, exigiendo sólo de cuatro a cinco días en condiciones favorables. Esto es esencial, puesto que el estado adulto debe ser alcanzado antes que la charca ertadero se haya secado. Las hembras adultas son muy voraces y muchas especies pican severamente. La presencia de tan numerosas especies de Psorophora, existentes en gran cantidad, contribuyea caracterizar la región. La vecindad de Embarcación, difiere en muchos conceptos del tipo habitual del país en las provincias del noroeste. Forma parte evidentemente de una llanura amplia y baja, semiárida, popularmente designada Chaco. Puede considerarse que se extiende hacia el este hasta el río Paraguay, por el sud, más o menos hasta el río Salado y por el oeste confina con los contrafuertes de los Andes. Se encuentra principal. mente en la zona tropical y está más o menos separada del Valle del Ama- zonas por altas elevaciones. Políticamente comprende : el territorio dispu- lado entre Bolivia y Paraguay, Formosa, Chaco, la parte oriental de Salta, noreste de Santiago del Estero y la parte norte de Santa Fe. Considerando que otras formas de la vida animal y vegetal son peculiares de esta región. parecería una zona de vida natural, para cuya denominación proponemos el término de zona biológica del Chaco (Chaco Life Zone). Que Embarcación se encuentra en el borde de esta zona lo prueba la presencia del pseudopunelipenris en su fauna. Agregados a la llanura y condiciones de semiaridez, la vecindad de Tres Pozos, reune otras características intere- santes. Posee el rio Bermejo y está cubierta de monte, bosques de palme- ras, varias lagunas, extensos pantanos y varios amplios pozos. Por ello, es considerable la cantidad de agua estancada en la región. Hecho interesan- le fué que en la vecindad de cada una de estas colecciones de agua obtu- vimos diferentes especies de mosquitos. Hay pocos habitantes en el lugar y el campo es empleado para ganaderia. El enorme número de Psorophora que aparece en este sitio durante la estación luviosa del año, debe ejercer una influencia muy deprimente sobre los terneros recién paridos. Considerando que una breve clave puede ser de gran utilidad para futu- ros investigadores damos a continuación una, que servirá además como lis- ta de las especies encontradas. CLAVE DE LAS ESPECIES, BASADA EN CARACTERES DE LAS HEMBRAS pa . Género Anopheles. Palpos tan largos como el proboscide; Seu- tellum en formatie media luna A OA ) Palpos mucho más cortos que el proboscide; Seutellum trilo- bado SS E NE E LO Ad Pa SAR ) na) 2. A. (Anopheles) pseudopunclipenmis Vheobald. Patas enteramente negras. Tarsosiposteriores parcialmente blancos... aos a a : ) 3. A. (Nyssorhynchus) albitarsis Lynch Arribalzaga. Tarso posterior todo blanco más allá del segundo artículo. Tarso posterior con un anillo negro en el quinto artículo... l h. A. (Nyssorhynchus) tarsimaculalus Goeldi. Gran mancha blan- ea costal preapical del ala. A. (Nyssorhynchus) davist. Nueva especie. Pequeña mancha blanca costal preapical del ala. >. Uranotaenía pulcherima elnora, nueva variedad. Primera célula submarginal corta ; nervadura anal termina antes de la horquilla de la quinta nervadura; cabeza, tórax y alas con manchas de escamas de brillo azul metálico. Primera célula submarginal de longitud normal ; extremidad de la nervadura anal más allá de la horquilla de la quinta ner- vadura ; especie sin manchas de escamas azul brillante. ..... 6 Ocboseer sedas posiesplraculares o a 7 Carecerue sedas postespiraculares. o dal IS Género Psorophora. Posee sedas espiraculares......... ..... S Paltamsedasiespiradulares Ho. a IO o lid 16 S. Mesonotum con áreas longitudinales desnudas... ....... 0) Mesonotum enteramente cubierto de escamas... ...... LO 9. P. (Psorophora) ciliata Fabricius. Escamas color oro en la línea media mesonotal ; a ambos lados del extremo posterior de la línea hay áreas de escamas blancas planas. Color general pardo. P. (Psorophora) pallescens Edwards. Escamas planas blancas cubren ampliamente la línea media mesonotal. Color gene ral gris. 10. Uñas simples: escamas alares blancas y negras.......... : 11 Unas comdeates subbasalés a e o e E ¡$o) 16. P. (Grahamia) varinervis Edwards. Color general pardo amar llento : mesonotum con muy pequeñas escamas color oro par- dusco; patas amarillentas ; extremos de los artículos tarsales obs- curecidos. Color general negro o gris : mezcla de escamas pardas y blanco grisáceas en el mesonotun; patas, obscuras, artículos larsalesteamstaniilos blancas e O do EN e ias P. (Grahamia) confinnis Lynch Arribálzaga. Tergitos abdomi- nales con manchas blancas laterales. Tamaño moderado. P. (Grahamia) paullt, nueva especie. Abdomen con lineas trans- versas. P. (Janthinosoma) purpurascens Edwards. Varsos enteramente obscuros. Tarsos posteriores con el cuarto y algunas veces el quinto seg- mento blanco P. (Janthinosoma) feroz (Wumboldt). Tarsos posteriores con es- camas erectas y con el cuarto y quinto segmento blanco: meso- notum con escamas color oro, difusas. Tarsos posteriores sin escamas erectas ; costados del mesono- tum con escamas blancas y con una ancha línea mediana obs- P. (Janthinosoma) diserucians (Walker). Quinto segmento tarsal posterior blanco. P. (Janthinosoma) chaquensis, nueva especie. Quinto segmen- to tarsal posterior blanco. Género Aedes. Abdomen apicalmente puntiagudo ; escamas ala- READ O o E IN A e telde: e ed Eos + io Taeniorhynchus títillans (Walker). Abdomen truncado en el ápice; escamas alares anchas, blancas y negras mezcladas. Aedes (Ochlerotalus) stigmaticas Edwards. Vegumento dorsal torácico amarillo claro: un par de manchas obscuras posterior- mente. Ledes (Ochlerotalus) scapularis (Rondoni). Tegumento del Ló- rax pardo obscuro, la parte anterior cubierta con una ancha mancha de escamas blancas plateadas. Ledomyia squamipennis Lynch Arribálzaga. Escamas alares an- chas, de colores negro, blanco y amarillo. Patas negras; nume- rosas manchas blancas en las alas. Género Culex. Escamas alares angostas, negro ; tarsos cOn ani- llos muy pálidos. Las especies de este género se tratarán en olra publicación. T2 | al | RESUMEN DE LAS CAPTURAS (TODAS TIEMBRAS) £ 4 Múmero de Lugar de captura Especies E ejemplares INOPRRleSIDAVES, o a 25 , E alba ES Casa en Bella Vista... a OS Do A Inopheles LarsimaculalaSi o. 0% , Inopheles pseudopunclipenmas LA I Barrancas próximas a lay : ; pS É Anopheles pseudopuncupennis ..... 8) INSI CIS / ¡Psorophorar cua EE 300 / des Psorophora pallescens o a RE DO SOT OPÍAOTO COMAS Aa e or h Sobre el hombre y mu- Psorophora varinervis ooo... 95 e da A A e z ñ las, entre Tres Pozos y Psorophora paulli ARE vids 0 2d 6 ella ista o Psorophora feror E AR AS 1 Psorophora DUSCRUCIONS PS AE () Psorophora CXAMOSCONS VIS e 12 Psorophora chaquensis tie ES 1 Vedles st MANCUA 0. ISA ! ) Ledes CAPITA e ENS 30 IMopcles DIS as eS RA 10) : Anopheles tarsimaculalas ooo... 5 Sobre un caballo cerca de Psorophora ENTES A 1 una laguna donde ha- An s E Ledes seapularis E SN A O I bia larvas de A. davis: Ledes ALTO DANCE AR REA NN I les panda. . SALOON 20 Con luz cerca de la mis- ' > ¿US pulecherrima elnora cons. I / mala sun e o pheles: AQUI. IIS IO ) . opheles tarsimaculaluas oo... h Sobre caballo atado cerca Anophel ; A e : » » - 0 ) de Tres Pozos... 3..1 Psonaphora a A Psorophora EU, O ON o) Ledes seapularis RARA E Yi CUA PP. Ma A 20 E : UL QUITA NUMECrosos EN calmas. SE : - / Ledeomyia SQUAMUPCIVAS os I NOTAS Y DESCRIPCIÓN DE NUEVAS ESPECIES r. Anopheles (Nyssorhynchus) Davist, nueva especie. Caracteres de la larva. — Pelos clipeales anteriores muy dispersamente y menudamente ramificados: sedas internas bien separadas. Pelos clipeales posteriores moderados, trifidos. Pelos occipitales externos más bien largos, penta o exáfidos. Pelos internos del grupo torácico mediano anterior con ramas semejantes a hojuelas aplastadas parecidas a pelos palmados: 16 hojuelas. Pelos externos de este grupo más cortos que la más larga hojuela del pelo interno. Posee sedas palmadas metatorácicas: igualmente liene un par de sedas palmadas en el primer segmento abdominal. El peine la- Lasuna criadero de Anopheles Davist. Densas masas de vegetación flotante en la superficie del agua: 4Azolla, Salvinia, Lemna, aleas, ete. Las larvas de davisi fueron halladas en los lapices de alzas leral del octavo segmento abdominal contiene diez y ocho dientes, cuatro de los cuales son largos. La larva de A. Bachmanni difiere por lo siguiente : los pelos clipeales an- leriores externos son profusamente ramificados ; las hojuelas del pelo in- terno del grupo torácico mediano anterior son muy delgadas, casi capila- res; el pelo externo de este grupo es del largo de las hojuelas del pelo interno ; peine lateral del octavo segmento abdominal contiene 14-16 dien- les, tres de los cuales son largos. La larva de A. albímanus es muy semejante a la del Bachmanni. Way que hacer notar que los pelos clipeales posteriores son simples en esta es- pecie (3-4 ramificados en Bachmanni). Además hay que agregar que el as- pecto general de las larvas de Davist y Bachamanni difiere muy notablemente. La larva de Davist liene sus costados cast paralelos, mientras la Bachmanni, tiene el tórax distintamente más ancho que el abdomen. lgualmente difiere entre sí el habilal de ambas larvas (por lo menos en los casos de nuestra observación). Las larvas de Bachmannt han sido encontradas en lagunas, viviendo entre plantas flotantes del género 4:0/la, Salvinia y Pistia, mien- tras que las larvas de Davis: aunque fueron igualmente halladas en lagunas con abundante vegetación de las plantas mencionadas, no vivían entre ellas, sino en densos tapices de algas verdes, Caracteres del adulto. — Daremos sólo los más notables. Palpos : último artículo con escamas blancas ; penúltimo articulo con un parche de escamas blancas ; antepenúltimo artículo terminado con escamas blancas y con po- cas escamas blancas dispersas en el medio; las restantes escamas pal pales negras. Patas : tarsos anteriores con pequeños anillos blancos en los extremos del primer y segundo artículo : el tercer artículo es dos tercios blanco, el cuarto artículo la mitad blanco; quinto artículo enteramente negro. Tarso medio con anillos blancos en los extremos del primer, segundo y tercer artículos, el del tercero es muy delgado. Varsos posteriores con un anillo blanco muy delgado en el extremo del primer artículo; segundo artículo algo más de la mitad negro; tercer y cuarto artículo blancos; quinto artículo con un ancho anillo basal negro. Mas; mancha costal B,. distante de la nervadura transversa humeral, habitualmente más corta que la mitad del largo de la mancha negra pre- cedente; B,, presente como una pequeña mancha o ausente: M, ausente; M,, presente, pero pequeña. Las distancias entre las manchas B,. M,. Se y Ap son aproximadamente iguales. Mancha negra más alla de Ap, pero poco más ancha que Ap. Una mancha blanco amarillenta más bien ancha en el fleco en el extremo del ala que tiene una pequeña mancha negra co locada opuestamente a la horquilla de la segunda nervadura. Seis manchas blancas adicionales en el fleco posterior del ala opuestas a los extremos de las nervaduras. Es pequeña la mancha negra de la porción basal de la quin ta nervadura y bien separada de la horquilla de la nervadura. lbdomen : tergitos 2 a 8 con un mechón ancho. mediano de escamas amarillentas: cerci con escamas negras y amarillas, De los Anopheles descritos en la Argentina el que más se aproxima a esta especie es el A. Bachmann sobre todo por la coloración. El mejor carácter que hemos encontrado para distinguir los dos del punto de vista del color es la posición de la mancha negra de la porción basal de la quinta nervadura. En el Bachmanni esta mancha es más larga y alcanza a la base de la horquilla. Menores diferencias existen en el mar cado de las patas. El color negro en el tercer artículo tarsal anterior es un AR A poco menos extenso y en el segundo del tarso posterior, el negro ocupa solamente la mitad del artículo. A. Bachamanní es uniformemente un poco más pequeño que A. Davist. Genitales masculinos. Extremo de los lóbulos dorsales semejantes a los de Anopheles Bachmanni en que posee un par de quilinizaciones más O me- nos triangulares (figuradas para Bachmanni por Root, 1926, American Jour- nal Hygiene, vol. VL, plancha 9). leregados a estas estructuras, los lóbulos dorsales de Bachmann poscen, además, un par de expansiones laterales muy anchas, semejando alas y que parecen acanaladas. ln el Davisr estas expansiones están muy pobremente desarrolladas. De otros puntos de vista muy semejantes al Bachmann. Descrito de 6 larvas. 50 hembras y 2 machos. Localidad tipo: Tres Pozos, Embarcación, Salta (19-21 abril 1927). Paterson, Shannon y señora de Shannon. Dedicado al doctor Nelson €. Davis. 2. Anopheles albilarsis, Lynch Arribálzaga . Una especie común en la zona del pseudopunelipennis del oeste argentino, pero rara vez hallada en las habitaciones. En el Brasil, donde también existe. es una de las especies domésticas mejor conocidas y considerada como el más peligroso vector malárico allí. Puesto que la malaria reima en la zona de Embarcación y el Anopheles pseudopunelipennis es muy escaso en ella, parece probable que el A. abbr larsis pueda comportarse como transmisor aquí. 3. Psorophora (Psorophora) pallescens, Edwards, 1922. Bull. Ent. Re search, vol: 13: pag. 79-77. Psorophora ciliata, Lynch Arribalzaga (nec. Fabricius) 1891, Revista del Museo de La Plata, vol. 1. pág. 384. Figurado en colores. Registrado en Las Gonchas y Formosa. Es notable que esta difundida y distinta especie haya permanecido no descrita hasta 1922. Probablemente existe en la zona biológica del Chaco. 1. Psorophora (J.) purpurascens, Edwards, 1922. Idem. Descrita, según una hembra del Paraguay, con los siguientes caracteres : «Estrechamente vinculada a Psorophora eyanescens Coquillet. Difiere en el marcado abdominal. Abdomen dorsalmente purpurino, cada segmento con una banda amarilla completa; las bandas apicales en los lados del abdomen, pero en el medio están desviadas del borde que lleva una man- cha de escamas purpúreas. » En la serie de 159 hembras que tenemos ante nosotros, es considerable la variación de las bandas. En algunos casos la banda está completamente interrampida en el medio y en otros se continúa por todo el margen pos- terior. Por eso, sobre la base de este carácter no puede subsistir la especie. Sin embargo, como cyanescens ha sido registrada solamente en el sur de Estados Unidos, el nombre purpurascens debe permanecer hasta que el ma- cho y la larva sean conocidos, y decidirse sobre el correcto nombre espect lico que le corresponde. 5. Psorophora (J.) chaquensis, mueva especie. Especie de tamaño mediano, que leva una ancha banda mediana, lon edtudinal. de escamas obscuras en el mesonotum, mientras los márgenes laterales llevan escamas blancas; abdomen purpurino con manchas de escamas blancas en los ángulos posteriores: primer tergilo con escamas blancas. Fémures anteriores obscuros en la cará dorsal. con escamas blan- cas en los dos tercios basales de la ventral, el extremo con escamas blancas encima; fémur mediano con escamas obscuras, exceplo en la porción ba- sal de la cara ventral y con extremo blanco; fémur posterior amarillo bri- lante en los tres cuartos basales, el cuarto apical obscuro más netamente separado de la otra porción; extremo del fémur posterior blanco. Todas las tibias y tarsos purpurinos, excepto los dos últimos artículos tarsales que son blancos. Primer y segundo artículos larsales con escamas semierectas. Mas con escamas obscuras. P. diserucians, que es muy análogo, tiene blanco solamente el cuarto artículo tarsal posterior (el extremo negro). Por consiguiente, en los ejenm- plares de diserucians, los fémures anteriores carecen de extremos blancos. Una hembra, capturada mientras atacaba al hombre. Localidad tipo: Tres Pozos, Embarcación, Salta (20 abril 1927 6. Psorophora (G.) Paulli nueva especie. Una especie muy pequeña para este género. Proboscide negro con esca mas blancas dispersas excepto en el ápice; palpos negros con escamas blan- cas esparcidas; todas las escamas del occipucio blancas; tegumento meso- notal pardo obscuro, con escamas variados colores que le dan un aspecto moteado: escamas pardas en la porción mediana del mesonotum, blan- cas en las partes laterales y rodeando el espacio preescutelar; cuatro man- chas de escamas pardoobscuras en el disco del mesonotum:; tergitos ab- dominales con bandas blancas apicales más anchas en su medio; octavo segmento con escamas blancas dispersas: nervaduras alares con man- chas alternadas de escamas blancas y negras, con un aspecto manchado (co- mo en Anopheles); lémures con escamas blancas en la cara ventral, obscu- ras encima y cada uno con un anillo preapical y extremo blanco; tibias con escamas claras abajo, obscuras encima con escamas blancas dispersas, tibia anterior con ápice blanco; todos los artículos tarsales con bases blancas. Estrechamente relacionado con P. pygmea Teobald (Antillas), pero com pletamente distinto en coloración (por ejemplo: las escamas en horquilla del occipucio son negras en pyymea). Siete hembras, capturadas mientras atacaban al hombre y a las mulas. Localidad tipo: Yres Pozos, Embarcación, Salta, 20 abril 1927. (Pater son, Shannon y Sra. de Shannon.) Dedicado a nuestro gentil mesonero en Tres Pozos, señor Archibaldo Paull, AMO), == 7- Psorophora (G.) varmervts. Edwards, 1922. Idem. Especie pardoobscura fácilmente reconocida por su color pardo, sus muy pequeñas escamas mesonotales color oro y escamas blancas y negras de las alas: Originariamente descrita en el Paraguay (sitio exacto desconocido, pero presumiblemente de la zona biológica del Chaco), y desde entonces registra- daen la Argentina por Petrocchi; 1925. Revista del Instituto bacteriológico, S. Aedes stigmaticus Edwards, 1922. Idem. Igual en tamaño a la mayor especie de ese género de la Argentina, albí Jasciatas. El tórax es amarillo brillante con un par de anchas manchas NEgras. y También originariamente descrito como del Paraguay, exacto sitio des- conocido pero que presumimos pertenezca a la zona biológica del Chaco. 9. Ledeomya squamipennis Lynch Arribálzaga. Dos ejemplares de esta especie, ingurgitados de sangre fueron hallados durante la noche en un gallinero de Tres Pozos. Esta observación es de in- lerés por cuanto la especie que se encuentra eh América Central y las An- tillas hasta la Argentina subtropical, no ha sido hallada succionando sangre y siempre se ha dudado sí era hematófaga. De acuerdo con esta observación sugerimos la posibilidad de que esta especie se alimente exclusivamente con sangre aviaria, desde que es sabido que otras especies de Culicidae muestran marcada predilección por deter- minados animales. 10. Género Culezx. El material de este género será descrito en otra oportunidad. 11. Uranotaenta pulcherrima Elnora nueva variedad. Además de tener reducida a una mancha, la línea mediana de escamas azules, que es normal en los ejemplares típicos de pulcherrima, faltan los anillos blancos de los tarsos anterior y medio y el quinto artículo del tarso posterior es de un blanco muy obscuro. Localidad tipo : Yres Pozos, Embarcación, Salta, 19 abril 1997. Una hembra capturada con luz cerca de una laguna por la señora Elnora S. Shannon, a quien está dedicado el nombre. Los Culicidos en la Argentina Por R. C. SHANNON y E. DEL PONTE T: CULICIDA. 1. Sinopsis de ANOPHELINI. 2 > de CuLicini (excepto Culer). Se > > SABETHINI. 4 > » CHAOBORINAE. 5 > >» DIXINAE. JI. Catálogo y bibliografía de ANOPHELINI. JUL > > > de SABETHINI Y CULICINI. IV. > > > de CHAOBORINAE. Esta contribución para el conocimiento de los CULICIDAE ar- gentinos, es principalmente una revisión sistemática de toda la fauna argentina que se conoce de esta familia, excepto de aque- llas especies pertenecientes al género Culex. Aunque este trabajo se basa principalmente en los caracteres de los adultos, poseemos larvas de muchas especies y que serán comentadas en publicacio- nes posteriores. Este Instituto posee gran cantidad de figuras en colores, muy importantes, sobre los mosquitos argentinos, y esperamos que ellas sean publicadas más adelante. El dar una revisión completa de los miosquitos argentinos nos llevaría más de un año y creemos que, mientras tanto, esta sinopsis servirá de fundamento para las investigaciones veni- deras. Diversos autores, especialmente los hermanos Lynch Arri- bálzaga, Lahille, Brethes, Neiva, Paterson, Petrocchi, Dyar, Da- vis, etc., han contribuido notablemente a estos estudios, y los mismos, en compañía de Delfino, Bachmann, Pérez, Muihlens y otros, han aumentado los conocimientos sobre los Anopheles. 30 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Las publicaciones de Bonne y Bonne Wepster, Dyar, Ed- wards y Theobald, han sido de gran utilidad para nuestro tra- bajo, pero éste se basa principalmente en la colección que posee el Instituto Bacteriológico, que en la actualidad tiene más de 3.000 ejemplares. Este material ha sido coleccionado por Neiva y Barbará, Petrocchi, Paterson, Davis, Bruch, Sra. de Shannon, Riesel y nosotros. Además hemos examinado la colección del Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Aires, que con- tiene los tipos de F. Lynch Arribálzaga y la colección formada por Brethes. Aprovechamos esta ocasión para asradecer al director del Museo, profesor Martín Doello Jurado y al Dr. Juan Brethes por su gentileza al permitirnos examinar las colecciones del Museo. No quisiéramos terminar esta pequeña introducción sin recordar la ayuda que en todo sentido nos han prestado el doctor Gregorio Aráoz Alfaro y el Dr| Alfredo Sordelli, cuyos amplios conocimientos sobre el verdadero concepto de la entomología son poco frecuentes y que han sido de gran importancia para la eje- cución de nuestros trabajos. Queremos también reeordar al Dr. Leopoldo Uriarte, quien, con su paciente y cuidadosa labor, nos ha ayudado en la publica- ción de éste y otros trabajos hechos anteriormente. El manuscrito original fué terminado en el mes de Setiem- bre de 1927. Más tarde, Shannon, en compañía de la señora de Shannon y del señor Riesel, efectuaron una investigación sobre los Anopheles de Misiones (la segunda investigación llevada a cabo en dicha región en dicho año) y durante ella se obtuvieron un cierto número adicional de Culicidos. Más tarde, visitando el Museo Nacional Wáshington, Shannon en compañía del doctor Dvar, tuvo la oportunidad de trabajar sobre este nuevo material, y al mismo tiempo revisar nuestra obra previa. Nuevas sinonimias, ya sospechadas por nosotros, fueron entonces establecidas. Aprovechamos esta oportunidad para expresar nuestro agradecimiento al Dr. Dyar, por su ayuda. El número total de mosquitos hasta ahora conocidos de la República, es de ochenta y dos especies. De éstas, treinta y una son nuevamente recordadas en esta publicación, para la Ar- eentina, de las cuales nueve son nuevas para la ciencia. Ade- más hay probablemente diez especies de Culex (no descriptas hasta ahora), que harían ascender el número total a 100 es- R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 31 pecies. Agregando los Culicidos no picadores (CHAOBORINAE Y DIXINAE), se conocerían en la actualidad cien especies de esta familia. Todos los géneros encontrados en otras partes de Amé- rica, se encuentran representadas en la fauna argentina, ex- cepto Deinocerites, Culiseta y Orthopodomyia. En América los dos primeros géneros han sido encontrados solamente al Norte del Ecuador; Orthopodomyia es posible que se encuentre en Misiones. Es, sin duda aleuna, esta comarca argentina, la que ha de poseer la fauna más rica en mosquitos, y que posible- mente aumente el número total de mosquitos (CULICINAE) para la República en más de 100. La gran distribución — fuera de la Argentina — de la mayoría de los mosquitos encontrados en esta República, nos ha sorprendido mucho. La mayoría parece tener una área geo- gráfica que ocupa la mayor parte de los trópicos sudamerica- nos; algunos se encuentran más hacia el N. y algunos pocos llegan hasta el Canadá. Comparativamente, son pocas las espe- cies (catorce) que hayan sido, hasta ahora, solamente encon- tradas en la Argentina. Algunas, sin embargo, solo han sido ci- tadas del Brasil y de la Argentina. Caracteres de la familia CULICIDX% Las nervaduras alares — una de la características princi- pales de esta familia se observa en sus elementos esenciales en toda ella, y no se encuentra duplicada en ningún otro! Díp- tero. Puede caracterizarse a los Culicidos como sigue: Antenas formadas por 15 o 16 artejos; ocelos ausentes; mesonoto sin una sutura en forma de V'; alas con 10 venas lon- eitudinales que llegan hasta el margen alar y que se denominan: subcostal o auxiliar; radio 1 (R,) o primera longitudinal; radio 2 (R.) o rama superior de la segunda longitudinal; radio 3 (Ra) o rama inferior de la 2* long.; radio 4-5 (R,.,) o 3* longitudinal; media 1-2 (M,.2) o rama superior de la 4* long.; media 3 (Ma) o rama inferior de la 4* long.; cubital 1 (Cu,) o rama superior de la 5* long.; cubital 2 (Cu») o rama inferior de la 5* long.: anal o 6* vena. El sector radial (base de la 2* vena) se origina más cerca de la base del ala que la vena transversal que une al radio y a la media (vena transversal r-m) ; 2* célula basal presente, célula discal ausente, célula anal ensanchándose hácia el margen, una vena anal presente. 32 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Hay 3 subfamilias bien definibles entre los CULICIDAE y que son: CULICINAE. — Ojos distintamente emarginados en su parte interna ; flagelo de la antena con 13 artejos; probóscide mucho más larga que el clípeo y tan o más larga que los palpos; mero- coxa de forma triangular; venas alares con escamas; margen posterior del ala con un fleco de escamas; sector radial que se bifurca más lejos del ápice de la vena subcostal. Las hembras son frecuentemente hematófagas. CHAOBORINAE. — Ojos más o menos emarginados en su parte interna; flagelo antenal con 13 artejos; probóscide muy corta, siendo los palpos mucho más largos; merocoxa pequeña y no triangular; venas alares con escamas en forma de pelos; margen posterior de las alas con un fleco de escamas; sector radial que se bifurca más lejos que el ápice de la vena subcos- tal. Los adultos no son nunca hematófagos. DIXINAE. — Ojos más bien circulares; flagelo antenal con 14 artejos; probóscide muy corta, siendo los palpos mucho más largos, venas alares con pelos pequeños; margen posterior con un fleco de pelos; sector radial que se bifurca casi frente al ápice de la vena subcostal. Los adultos no son nunca hema- tófagos. Subfamilia CULICIN ZE La clave incluye todos los géneros americanos, pero Deino- cerites, Culiseta y Orthopodomyia no han sido encontrados en la Argentina. Es posible que este último género se pueda en- contrar en Misiones. Las siguientes especies han sido citadas como encontradas en la Argentina, pero como carecemos de tal material, no se in- clyen en las claves de esta subfamilia. Las especies que citamos a continuación, han sido citadas como encontradas en la Argentina, pero como carecemos de tal material, no se incluyen en las claves de esta subfamilia : Sabethes cyaneus (Fabr.).—Dyar (San Ignacio, Misiones). Mansonia juxtamansonia (Per.).—Petrocchi (Formosa). Aédes serratus (Theob.).—Lutz (Misiones). Megahrinus hemorrhoidalis (Fabr.) — Lynch Arrib. (Formosa). R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 33 Pupa de Anopheles SHANNONM DEL. Larva de Culex fatigans SHANNON DEL. Pupa de Culex Anopheles pseudopunctipennis Th. SHANNON DEL. SHANNON DEL. 34 10 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA CLAVE DE LOS GÉNEROS DE LOS Culicidxe AMERICANOS (Dyar, 1925). .—Base de la coxa III, a la misma altura que el márgen superior del esclerito lateral metasternal; sedas es- piraculares presentes cuando hay sedas pronotales (compaárese con EHlemagoguUBWe...... ne —Base de la coxa III, por debajo del esclerito metas- verallateral A o a .—Clípeo más ancho que largo; margen posterior del escudete más bien redondeado; sedas postnotales ausentes (Tribu MEGARHININI) ................... O E A Megarhinus ROB. DESYV. —Clípeo a lo menos tan largo como ancho; escudete trilobado; sedas postnotales presentes.............. OS A EE A A O O .—Sin sedas pronotales; lóbulos protorácicos muy se- A O E —Sedas pronotales presentes (excepto en Isostomyia ESTU E AA AA II A NS TT COM edaspEealares. omo ice a E e E .—Sin sedas propleurales........ Sabethes ROB. DESV. —Con sedas propleurales......... Sabethoides THEOB. ¡DIM sedas .esprracuiares. +. notas Limatus THEOB. ——Coulsedas esprracularEs:, calke. > ds os dd ias .—Sedas inferiores de la esternopleura distintamente por debajo del márgen superior del esclerito lateral me- LS A A o o —Las sedas inferiores de la esternopleura se extiende hasta el márgen superior de dicho esternito, y a veces MÁS ¡ATTIDATA . 1 o E A A o .—Escamas alares estrechas; postescudete con escamas de color blanco-plateado.......... Menolepis LUTZ. —Escamas alares anchas; postescudete sin escamas. Dendromyia THEOB. > aa te ias o.» as da ae ao, a a o 0 .—Escamas alares estrechas, especialmente las escamas erectas de las bases de R, y R;z... Wyeomyia THEOB. —Escamas alares anchas............ Miamyia DYAR. ¿=Clpeo Sins edasaotte Mi e SO Ol —Clípeo con sedas finas.......... Joblotia BLANCH. cu 10 dl 35 R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE :130 NONNYVHS *D) DIO |MIDUNSAD] S9]2Y d0U Y :130 NONNVHS "Y - "71 "A $1581071b]0 sojoydou y "136 NONNVHS "4 y sisi ido sajoydouy 36 11 12 13 14 15 16 17 18. 19 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA .—Sedas inferiores de la esternopleura distintamente por debajo del margen superior del esclerito metaster- nara... MA O. Isostomyia CO0Q. —Las sedas inferiores de la esternopleura se extienden hasta por encima del márgen superior del esclerito metastemal lateralBo”....: EE... Goeldia THEOB. .—Escudete trilobado, con sedas marginales en los ló- A A A A —Escudete en forma de media luna, con sedas mar- ginales uniformemente distribuidas (Tribu ANOo- PERIS Anopheles MEIG. .—Mesonoto con mechones de escamas erectas; palpos de la hembra tan largos como la proboscide (Tribu ANOPHELINE 10 Panta). tea e. Chagasia CRUZ. —Mesonoto sin mechones conspícuos de escamas erec- bas ; palpos de la hembra mucho mjs cortos que la pro- DOSCIA .—La vena anal se extiende hasta más lejos de la bifur- cación del cúbito; alas vellosas; escama superior cl- hada WIR CUE o a —La vena anal termina frente o más cerca de la base que la bifurcación del cúbito; alas sin vello; escamas no teliadas: (Tribu UÚRANOTAENINI) Hily sms a A E AAN A Uranotenia LYN. ARR. .—Sedas postescutelares ausentes; sedas postespiracula- res ausentes; alas más estrechas que el tórax....... O A A E Hemagogus WILL. —Sedas prescutelares presentes; alas mas anchas que A A ar O .—Sedas postespiraculares presentes..............-..-. ¿«Sedas espiracularesiausentesr.. . le a —Sedas postespiraculates ausentes... > —>Sedas espiraculares presentes, a veces pequeñas..... e A. O E Psorophora ROB. DESYV. —La mayor parte de las escamas alares son estrechas, o cuando son anchas hay sedas en el lado superior de deMahprimerH vena... a sa ls Aeédes MEIG. —Escamas alares anchas; sedas ausentes en la cara su- perior de la base de la primera vena............. LS E, Me MB Mansonia BLANCH. .—Cara inferior de la base de la primera vena franca- 13 14 15 16 17 18 19 R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 37 SS WES ÁS 5 SS 55 SS ES A AS Anopheles pseudopunctipennis SHANNOM DEL- 38 20. 2 22. 23. Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA mente pilosa; sedas espiraculares presentes......... A ie A A Culiseta FELT. —Cara inferior de la base de la primera vena escamo- sa Oo desnuda; sedas espiraculares ausentes......... —Nbo hay sedas en la cara superior dé la base de la pri- mer vena; escamas alares anchas, negras y pálidas entremezciadas A A o o —Sedas presentes en el lado superior de la base de la primera vena; la mayor parte de las escamas alares estrechas, de colores oscuros (blancas y negras en MI A a A ca O —Hay sedas en la parte media del mesepímero; Eo artejo del tarso I, a veces ensanchado, tanto o más an- cho que su lareo. al Orthopodomyia THEOB. —Sedas presentes en la parte media del mesepímero; 4% artejo del tarso I, más largo que INCA Ar O A e EE CARA ad Aedeomyia THEOB. —Sedas en la parte media del mesepímero numerosas. e ds dE AR AE O: Lutzia THEOB. —Tres o menos sedas en la parte media del mesepímero —Antenas mucho más largas que la probóscide....... E. AO ES e A Deinocerites THEOB. —Antenas de largo más o menos igual a la probóscide. Culex L. SO DEDO O OOOO O OO OOO OA IAORO RO O FOS O ORO OMC RO OO 1.—Tribu ANOPHELINI Las especies argentinas que pertenecen a esta tribu, pueden ser reconocidas por su larga probóscide 20 21 22 23 y sus largos palpos (en la hembra, los palpos son tan largos como la probóscide) por su escudete en forma de media luma, con las sedas uniformemente distribuidas, excepto en Chagasia, por sus alas con manchas bien visibles claras y oscuras; por sus patas posteriores con manchas blancas en el tarso III, excepto en la especie pseudopunctipennts. CLAVE PARA LOS GÉNEROS, SUBGÉNEROS Y GRUPOS DE Anophelini DE LA ARGENTINA 1.—-Escudete trilobado; mesonoto con mechones de esca- MAS Terectas. Do O A DOA Chagasia CRUZ. —-Escudete en media luna; mesonoto sin mechones de R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 39 escamasierecias . . y TIA is Anopheles MEIG. 2 2.—Base de la costa (la parte basal hasta la nervadura transversal humeral) negra. (La parte distal de la ba- se puede parecer blanca debida a la pérdida de las es- camas). Macho. — Dos espinas basales colocadas en una papi- la cerca de la base de la superficie ventral de la pieza laferal: no bafespinas accesorias. dale cas o o y A 0 A (Subgénero Anopheles) 3 —Base de la costa blanca con manchas negras; patas en Fig. 1. — Nervadura costal de Anopheles Davisi. Fig. 2. — Nervadura costal de Anopheles Bachmanni. su mayor parte negras; tarsos III en su mayor parte blancos. Macho. — Una espina basal presente; 2 espinas acce- sorias, fuertes, colocadas casi en la parte media de la parte lateral. Larva. — Pelo antenal con pocas ramas; pelos clipea- les externos (y a veces también los internos) con pe- queños pelos accesorios; tórax con pelos palmados (excepto en argyritarsis) ; segmentos abdominales con pelos palmados (excepto en argyritarsis, que carece ellosrendel. primer ¡Segmento) oi a acol+ A O ASA Subgénero y grupo Nyssorhynchus. > Patás totalmente OsCurasod. . 2 UA o 4 —Patas con marcas numerosas claras y oscuras...... 5 4.—Macho. — Espina basal externa menor que el doble de la espina interna. 40 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Larva. — Pelo antenal simple o ligeramente ramifi- cado; pelos anteriores clipeales simples; tórax, 1? y 2* segmentos abdominales sin pelos palmados......... A A Grupo Anopheles. 5.—Patas con manchas numerosas claras y oscuras. Macho. — Espina basal mayor del doble de la espina interna. Larva. — Pelo antenal con ramas numerosas; pelos clipeales anteriores externos pobremente ramificados. e E Grupo Arribalzagía. CLAVE PARA LOS ADULTOS DE LAS ESPECIES DE Anopheles 1.—-Tarso III completamente negro, o con numerosos ani- llos blandos y negros, a lo menos en los artejos 1* y 2*; abdomen con o sin mechones laterales de escamas. (Subreneror A HONMRelEs) e. a. emo... . —-Tarso III con el primer artejo y la porción basal del 22 negro; blanco en los restantes, con o sin anillo ne- gro en el 32 o 5” artejos; abdomen normalmente con mechones laterales de escamas. (Subgénero Nyssor- NDA AA EA A A 2.—Patas completamente negras (excepto en el fémur y tibia III, donde existe un anillo pálido) ; borde exterior del ala (costa) negro, con 2 manchas grandes páli- das, una en el ápice de la vena subcostal y otra en la extremidad de R,. Abdomen sin escamas.......... 0 ae: A. (An.) pseudopunctipennis THEOB. —Patas con manchas numerosas, claras y oscuras.... 3.—-Costa totalmente negra; abdomen sin mechones late- rales de escamas. A. (Arr.) annulipalpis LYNCH ARR. —Costa con manchas blancas; abdomen con mechones laterales. detescamasa.. E 4.—Escamas alares muy ensanchadas (ovaladas) en los tres cuartos basales (excepto en la costa) ; tarso III con la mitad basal del tercer artejo, negro, y el resto blanco, 4* artejo blanco en la base y en el ápice, con 2 anillos negros y un anillo mediano blanco, 5* artejo blanco. A. (Arr.) mediopunctatus THEOB. —Escamas alares normales, mucho más largas que an- CHAS UI A. A A NE: 41 R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE "DPIIMO DP PV — “¿81 E Jeue PuUIA Ppo e AT 22) o AA > Jormafu, g = Yaco Ad epeouni17 0 HL e) a LEO e. WES AS nl SO e 2 A ==» STA HO 6 € ba 04 EN e l/s cs E SEPeY/) SOWEISD $ -— - IS > EY O zh : e 101ocng Ppr. y das E AO sy e RAR ¿UL = LOIS 0IGAS CS a AAA TEC ETA e , , 1 "7875007 M5 eusa U *7e/so97gas p de / £ / 4P1)4xNY Puan "287509 uan *]esalunY Jesus asube] Puga ueridas epeounftg eusa e] ap 070104) 42 [ep] 10: del Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA .—Apices y bases de los artejos 4? y 5* del tarso III, blancos. .....- A. (Arr.) pseudomaculipes CHAGAS. —-4' artejo del tarso III, negro con su ápice blanco; 5* artejo totalmente negro. A. (4Arr.) maculipes THEOB. .—Tarso III con los 3 artejos distales totalmente blancos —Tarso III con el último artejo con un anillo negro. 7.—Tarso TI con el 2* artejo generalmente menos de la mitad negro (muy raramente más de la mitad) ; pal- pos con el último segmento blanco y los restantes ne- gros, con los ápices blancos. A. (N.) argyritarsis R. D. —Tarsos III con el 2* artejo la mitad o mas (en gene- ral distintamente más de la mitad) negro; palpos como en argyritarsis, excepto en el penúltimo segmento, que tiene escamas blancas y negras entremzcladas en to- da SU EXtenSsTon o. De A. (N.) albitarsis L. ARR. .—Tarso III con el artejo 5% con un anillo basal negro; el 22 mucho más de la mitad, negro; una mancha bien nítida en la mitad del escudete y que se extiende has- ta la parte antescutelar; palpos con el último segmen- to blanco, segmento penúltimo con su base y ápice negros, antepenúltimo segmento negro con escamas blancas por encima, ápice blanco; segmento anterior MEA EE NA A A EAT A A. (N.) Rondoni NEIVA Y PINTO. —"Tarso III con el artejo 32 completamente blanco..... .—Largo de la gran mancha preapical negra de la costa, menor que la suma de las dos manchas claras que la limitan. Especies de tamaño regular más bien grandes. E A. (N.) tarsimaculatus GOELDI. —Dicha mancha negra es mucho mayor que las dos. manchas que la limitan. Especies pequeñas......... —Tarso I con el 4* artejo totalmente negro; ramas su- perior de la 5* vena longitudinal (Cu,) con escamas negras, con 2+manchas pequellas ¡claras....J. mn... A. A A. (N.) Perezi ESPECIE NUEVA. —Tarso 1 con el 4? artejo blanco y con la base negra; rama superior de la 5* vena longitudinal blanca, con 3 Mmanehbas pequeñas neeras is at. .—Mancha negra del peciolo de la 5* vena longfitudinal, pequeña, bien separada de la base de la bifurcación ; hay escamas negras (sobre la primera vena, R;), -] 10 4 R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE debajo de la mancha clara post-mediana (mancha Sc) de la costa, estando la mancha correspondiente clara de la primera vena más cerca de la base de ella que Sc. NT. A. (N.) Davisi PATERSON Y SHANNON. —Mancha negra del peciolo de la 5* vena larga, y que lle- 10. A /“% AAA he pda 1 Fig. 4. — Tórax de Joblotía (según Dyar y Shannon pl propleura, 3 pronoto, 4 esclerito espiracular, 5 mesopleura, 6 esternopleura 7 mesepímero, 8 merocoxa, 9 postescudete, 10 mesonoto, 11 escudete — A, B y C: coxas anterior, media y posterior. : 1 lóbulo pronotal ga casi hasta la base de la bifurcación; mancha clara de la costa, Se, colocada directamente frente a la mancha clara de la 1* vena A. (N.) Bachmannt PETROCCHI. CLAVE PARA LAS LARVAS DE Anopheles 1.—-Pelos clipeales anteriores igualmente espaciados, cada uno de ellos sin pelos accesorios; pelos torácicos an- teriores internos con 2 o 3 ramas simples; tórax y 43 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA primer segmento abdominal sin pelos palmados; tu- bérculo en forma de espinas a cada lado de la hen- didura, en el márgen posterior de la lámina postes- piratas del SUISSE MIENTO AI e A A o 8 A. (4.) pseudopunetipennis THEOB. —Pelos anteriores clipeales no simples.............. .—Pelos antenales con ramas numerosas; pelos anterio- res del clípeo poco ramificados. (El conocimiento im- perfecto de las larvas de este grupo no nos permite diferenciarlas entre sí). Grupo ARRIBALZAGIA....... —Pelos antenales poco ramificados o simples; pelos an- teriores externos del clípeo (y a veces los internos) con ramas pequeñas y poco visibles)............... .—Tórax y primer segmento abdominal sin pelos palma- dos; cada uno de los pelos internos del márgen ante- rior del tórax está formado por 8 o menos pelos más pequeños (no laminares) ; pelos anteriores del clípeo muy aproximados........ A. (N.) argyritarsts R. D. —Tórax y primer segmento abdominal con pelos palma- dos; cada uno de los pelos internos del márgen ante- rior del tórax está formado por 11 o más pelos pe- VOS SIS rd E e VEN: 20 ER DN 0 AS .—Pelos internos del márgen anterior del tórax con ra- mas muy delgadas, algo parecidas a las hojuelas de un pelo palmado; pelos anteriores del clípeo igualmente espaciados; peine lateral del 8” segmento con 14-16 dientes, de los cuales 38 son más largos. Larva ma- dura y pequeña. .... 2... A. (N.) Bachmanni PETR. —-Pelos internos del márgen anterior del tórax con ra- mas características en forma de hojuelas......... .—Pelos anteriores del márgen anterior del tórax bien Separados Ue —Estos pelos aproximados, estando las ramas planas internas de ambos pelos, más o menos entrecruzados. .—Pelos anteriores del clípeo casi igualmente espaciados, los internos algo más aproximados; pelos externos del clípeo muy poco ramificados; peine con 18 dientes, de los cuales 4 son mayores. A. (N.) Davisi PAT. Y SH. —Pelos anteriores internos del clípeo distintamente jun- tos (los pelos internos están más aproximados que los pelos externos laterales). Larvas madura más bien pequeña (Rondoni) o de tamaño mediano (tarsima- IN ] R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE AFEITAR O A 1.—Pelos anteriores internos del clípeo juntos. (Especie dudosa para la Argentina). A. (N.) Strodei Roor. —Pelos anteriores del clípeo casi igualmente distancia- dorrentresia. tos. A. (N.) albitarsis L. ARR. 45 CLAVE PARA LAS ESPECIES ARGENTINAS DEL GÉNEBO Anopheles 15) OQ BASADA EN LA GENITALIA DEL MACHO .—Dos espinas basales en la pieza lateral; no hay espinas A A a .—Espina basal externa menor que el doble de la interna; mesosoma con dos pares de hojuelas pequeñas, delica- AA A A A A SES RO A. (An.) pseudopunctipentis THEOB. —Espina basal externa mayor que el doble de la inter- na; par terminal de las hojuelas del mesosoma largo y más bien ancho, siendo el par basal más corto que el otro y de aspecto más bien linear. (No tenemos material suficiente para poder determinar los carac- teres de las especies de este grupo). Grupo ARRIBAL- TAXNCB + AAA AO RN .—Un par único de hojuelas, más o menos destelladas, dirigidas hacia atrás.... A. (N.) argyritarsis R. D. —Mesosonma sin va elas. AE dls... «ira .—Lóbulo fusionados de las vinzitas, desnudos........ —Dichos lóbulos con pelos, excepto a veces en su ápice. .—Dichos lóbulos con un par lateral de formaciones Hama resQuUItinoBadas. ¿062. Diaods . Pes GON —Dichos lóbulos bajos, redondeados, sin expansiones laterales, más cortos que el mesosoma........ IR 7 TEO O A. (N.) albitarsis L. ARR. .—Dichos lóbulos de igual largo que el mesosoma, y con un par de expansiones estriadas bien desarrolladas por debajo de las expansiones apicales............ E. ARANA A A. (N.) Bachmanni PETR. —Dichos lóbulos más cortos que el mesosoma:; las ex- pansiones inferiores pobremente desarrolladas...... o E A A > A. (N.) Davisi PAT. Y SH. O HH 46 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA 7.—Dichos lóbulos a veces de apariencia cónicas, estando el ápice más o menos truncado; su superficie dorsal con pelos que se extienden hasta cerca del ápice..... A A. (N.) tarsimaculatus GOELD. —Dichos lóbulos con su ápice dilatado; estas expansio- nesmespudas O e 8 8.—Dichos lóbulos con largos ¡pelos solamente a lo largo de su b:íse, siendo los otros pelos muy pequeños..... E A > E A. (N.) Rondoni N. Y P, —Pelos de los lóbulos dorsales más distintos......... Anopheles (Anopheles) pseudopunctipenms Theobald 1901 Se encuentra prácticamente en todo el Oeste de Sud Amé- rica, desde California hasta la provincia de Córdoba. Es prin- cipalmente una especie de las regiones montañosas más o menos secas, pues las larvas necesitan aguas frescas y limpias. En la República Argentina ha sido solamente encontrada en las pro- vincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Luis (?), Córdoba y Santiago del Estero, siendo en ellas el trasmisor peligroso del paludismo. Las larvas prefieren aguas tranquilas, con abundante ve- getación de algas verdes (lama), aunque a veces se encuentran en charcos sin vegetación y, muy raramente, en recipientes ma- nufacturados. Los adultos tienen hábitos domésticos muy acen- tuados en la Argentina (lo que no sucede en Panamá, Califor- nia, etc., regiones donde no es un trasmisor peligroso del paln- dismo). Aparentemente las hembras prefieren sangre humana, ini- ciando sus vuelos diarios, al oscurecer y durante toda la noche. Descripción del adulto. — Esta especie difiere de todos los otros Anopheles argentinos hasta ahora conocidos, por tener sus patas totalmente negeras (los tarsos III de las otras especies, tienen manchas blancas visibles) aunque los ápices del fémur y de la tibia III, son de un color blanco sucio. Los palpos son aparentemente lisos, con escamas negras, pero con el último ar- tejo y el ápice de cada uno de los 3 artejos anteriores, blanco. El margen anterior costal del ala es negro, excepto en las manchas blancas Se y Ap, siendo el largo combinado de éstas a veces menor que el de la mancha negra que ellas delimitan. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 47 Un mechón de escamas en forma de pelos en el mársen anterior del mesonoto; tórax y abdómen sin escamas; superficie poste- rior de la coxa III con una cerda larga. Largo de las alas: más o menos 4.75 m/m. Distribución en la Argentina: Salta (Salta, Rosario de la Frontera, Rosario de Lerma, Alemania, Cerrillos, Chicoana, Embarcación, Giúemes, Orán) ; Jujuy (Jujuy, San Pedro, Ledes- ma, Perico del Cármen, La Mendieta, Quemado, Fraile Pintado, Santa Clara, Calilegua, La Ciénaga); Tucumán (Tucumán, Aguadita, Famaillá, Monteros, El Cercado, Trancas, Lules, Que- brada de Lules, Tafí Viejo, Alderetes, Villa Alberdi, Río Cho- romro, Raco, Tapia, Río Tapia (La Posta), Bajo Hondo, Ma- nantial, Vipos, Medinas, Concepción, La Trinidad, La Cocha, Pala-Pala); Catamarca (Catamarca); Córdoba (Dos Pozos, Cruz del Eje, ¿Villa Dolores ?) ; San Luis (¿Quines?) (1); San- tiago del Estero (Santiago del Estero). Anopheles (Arribalzagia) annulipalpis F. Lynch Arribálzaga, 1878 La posición de esta especie ha sido muy incierta. La des- cripción original es vaga y, en ciertas partes, equivocada, aumen- tando esta incertidumbre la pérdida del tivo. Hasta que Neiva en 1915, redescribió esta especie, sobre un ejemplar encontrado cerca de la localidad del tipo, se aceptaba que la especie estaba incorrecta o insuficientemente descrita, y por lo tanto irrecono- cible. (Esto era debido en parte, a los caracteres peculiares de la especie en cuestión). El hecho es, de que la descripción original no es totalmente correcta, no siendo entonces, totalmente aplicable a ninguna de las especies argentinas, pero Neiva designó definitivamente a la especie que recogió en el Instituto Bacteriológico, el nombre específico de annulipalpis (a nuestro parecer, correctamente), debiendo entonces considerarse que annmulipalpis de Neiva, es el mismo que annulipalpis de F. Lynch Arribálzaga. Sin embargo, Brethes, al año siguiente, dice haber encon- trado una especie del grupo Arribalzagia, en la provincia de Bue- nos Aires, que es visiblemente diferente de annulipalpis, pero (1) Es probable que haya pseudopunctipennis en esta localidad, lo mismo que en Villa Dolores, Córdoba, pues allí han sido señaladas pequeñas epidemias de paludismo (Penna). 48 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA que es la especie a la que se debe aplicar dicho nombre, y que maculipes Theobald, era sinónimo de annulipalpis; coloca tam- bién annulipalpis de Neiva, bajo la especie que él había encon- trado: Arribalzagía annulipalpis (F. Lech. A.) Brethes. Desgraciadamente nos ha sido completamente imposible ver la especie descrita por Brethes, pero es evidente que ella se acer- ca más a maculipes Theob. que a annulipalpis, y es posible que sea el verdadero Maculipes. En consecuencia, la explicación y la sinonimia dada por Brethes para annulipalpis no puede ser con- siderada como correcta. El material que Neiva coleccionó se encuentra en la colec- ción del Instituto; la siguiente descripción se basa sobre 10 hembras. Hasta ahora esta esvecie ha sido encontrada solamen- te en la R. A., en la provincia de Buenos Aires, y es la especie más austral, hasta ahora, del género Anopheles en América. Las larvas y los machos son desconocidos para nosotros. Anopheles (Arribálzaga) anmulipalpis F. Lynch Arr., 1878 Hembra. — Especie grande, de color castaño, con patas inu- sitadamente largas y costa totalmente negra. Artejos basales de los palpos con escamas erectas y los restantes aparentemente lisos; escamas de los palpos principalmente negras, con algunas escamas blancas en los largos artejos; último artejo con un ani- llo mediano negro y tan largo como el anterior (en las otras especies argentinas del mismo género, el último artejo es igual a la mitad del artejo anterior) ; todos los fémures y tibias oscu- ros, con manchas blancas esparcidas, solamente el fémur IIi con una mancha pálida contínua en los 5/6 de la superficie in- terna. Tarso T: 1%, 2? y 3? artejos con los ápices blancos, el 4* con la base pálida, 5% totalmente oscuro, (el 1? tiene también manchas blancas) ; tarsos II con los artejos 1%, 2% y 3? con los ápices blancos, el 4? y 5% totalmente oscuros (el 1* tiene 5 man- chas blancas) ; tarsos III con el primer artejo con el ápice blan- co y 3 manchas blancas, el 32 con el ápice blanco y una mancha . blanca; el 4* y 5% artejos totalmente blancos. Márgen anterior del tórax con un mechón mediano de delgadas escamas blancas y un mechón lateral formado por escamas blancas y castañas; disco del mesonoto con escamas en forma de pelos, muy delgadas, curvas y doradas; márgenes laterales con escamas delgadas y blancas que se extienden desde la sutura hasta el escudete. Ab- dómen sin escamas, excepto en los “cerci.” R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 49 Largo del ala: 6.5 m/m. 10 hembras. Distribución: Capital Federal (Instituto Bacteriológico, 8.10.15, A. Neiva) ; provincia de Buenos Aires (La Plata, en la casa, 31.8.20, C. Bruch; Río Santiago, 28.9.13, C. Bruch). Anopheles (Arribalzagia) maculipes Theobald, 1903 Petrocchi en 1925 (Rev. Inst. Bact., IV, p. 69) da la siguien- te distribución: Belgrano (ciudad de Buenos Aires), Chaco, Iguazú. Hay un ejemplar en la colección del Instituto pertene- Fig. 15. — Palpos de Megarhínus tucumanus eS ciente al grupo Arribalzagiía proveniente del Iguazú, que proba- blemente sea el citado por Petrocchi, en la publicación menciona- da, y aquí citada como Mediopunctatus, Theob.; no hemos encon- trado los ejemplares procedentes de Belgrano ni del Chaco. La otra única publicación de maculipes, como existente en la Argentina, ha sido dada por Brethes, bajo e Inombre annul:- palpis L. Arr. Puesto que Brethes supone que maculipes Theob., es sinónimo de annulipalpis (equivocadamente) su cita debe ser referida a maculipes. A. maculipes es muy parecida a pseudomaculipes (cuya descripción se encontrará más adelante) y se diferencia de ella por tener el 4* artejo del tarso III, negro con el ápice blanco, siendo el 5” totalmente negro. Poseemos una hembra capturada con cebo caballo (muy po- co después de la puesta del sol) cerca del Hotel de las Cataratas del Iguazú (Shannon y Shannon; 5.10.27). 50 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Anopheles (Arribalzagia) pseudomaculipes Theobald, 1903 Posiblemente se encuentre en la Argentina; poseemos un ejemplar del Paraguay. Hembra. — Palpos con escamas negras y blancas semierec- tas y entremezcladas; patas oscuras con manchas blancas espar- cidas; todos los artejos del tarso IIT con los ápvices blancos, el 4* tiene también un anillo blanco mediano y el 5* un anillo negro mediano. Escamas alares moderadamente ensanchadas; costa con 4 manchas negras principales y numerosas manchas pe- queñas blancas entre las manchas principales; abdómen con manchas laterales de escamas. Largo del ala: 4.5 m/m. _ Localidad: Paraguay (Migone). Se encuentra también en el Brasil. Anopheles (Arribalzagia) mediobunctatus Theobald, 1903 Poseemos un ejemplar del Iguazú (Gobernación de Misio- nes) que coincide muchísimo con mediopunctatus del Brasil. Hembra. — Palpos con escamas entremazcladas, de colores negro y crema claro. Patas con manchas numerosas, más o me- nos confluentes, blanquecinas. Tarso 1II con: primer artejo blanquecino con 10 manchas oscuras, 2” artejo blanco en la base y en el ápice, con 4 manchas blancas entre 5 oscuras, siendo las manchas basales mayores que las apicales; tercer artejo con un estrecho anillo basal blanco, seguido por un anillo ancho negro que se extiende hasta la mitad del artejo y la mitad apical blan- ca; cuarto artejo con la base y el ápice blancos, con un anillo mediano blanco; quinto artejo totalmente blanco. Escamas ala- res (excepto en la parte antero-apical) muy dilatadas; alas con 2 erandes manchas negras y numerosas, habiendo también nu- merosas manchas más pequeñas blancas y negras; hay escamas blancas y negras entremezcladas en casi todo el ala. Mesonoto . con mechones de escamas laterales y medianos, formados por escamas bien anchas, castañas y blancas, sus costados cubiertos, en cierta amplitud, con escamas anchas blancas. Abdómen sin mechones laterales de escamas. Largo del ala: 5.5 m/m. Localidad: Iguazú, Misiones (Setiembre 1923; coll.?) Se encuentra también en el Brasil. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 51 Anopheles (Nyssorhynchus) argyritarsis Robineau o e 9 Desvoidy, 1827 Esta especie es la que posee un área geográfica mayor que la de las otras especies del mismo grupo y se encuentra proba- blyemente en todos los países americanos, desde Méjico y las Antillas Menores hasta la Argentina, excepto en Chile. En el Oeste argentino, es la única especie que se ha encontrado tan al S. como pseudopunctipennis (Catuna, La Rioja). La capacidad para trasmitir el paludismo es muy variable. En Surinam es considerada como la trasmisora más importante (Bonne € Bonne Wepster) ; en aleunas partes del Brasil (esta- dos de Río de Janeiro y de Minas Geraes), Root considera que no es un trasmisor peligroso. En el NO. de la Argentina su papel trasmisor es poco im- portante, si es que puede considerársele como tal, aunque Pater- son consiguió infectarla en condiciones experimentales. En la Argentina, sus larvas prefieren desarrollarse en las orillas de las corrientes de agua, cuya velocidad sin ser muy grande, es bastante regular, encontrándoselas a menudo en las quebradas. No buscan las matas de algas (lama) como lo ha- cen las larvas de pseudopunctipennis, pero es más fácil encon- traslas en estas condiciones que las larvas de tarsimaculatus 0 albitarsis. Estas larvas son más abundantes durante la estación seca que las de las otras especies, pero como para aquellas, su estación óptima es la lluviosa. Esta especie al estado adulto puede confundirse fácilmente con albitarsis, en lo que respecta a los caracteres de coloración, pero las larvas y las genitalias masculinas de ambas especies son diferentes. Hembra. — Aspecto general liso (las escamas son más bien acostadas) más que en las otras especies argentinas del grupo Nyssorhynchus, siendo las escamas claras de las alas completa- mente blancas, mientras que suelen ser de color crema (blan- quecino) nítido en albitarsis y tarsimaculatus. Palpos negro- brillantes, con anillos blancos bien definidos en los ápices del largo artejo basal y del siguiente, el penúltimo artejo compara- do con las antenas, es liso. Primer artejo del tarso I con su su- perficie externa blanca; 1*, 2% y 32 con los ápices blancos, 4? y 5* negros; patas II con la superficie inferior del fémur, la tibia y primer artejo del tarso, blancos y con una línea blanca por encima (no completa en el primer artejo), artejo tarsales gene- » 52 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA ralmente sin ápices blancos definidos; primer artejo del tarso TIIl raramente con el ápice blanco, la coloración negra del 2> ocupa generalmente menos de la mitad basal, la mitad apical y superficie posterior de la coxa con 3 cerdas largas, los artejos restantes son blancos; manchas blancas alares de la costa By, B» B;,, M», Se y Ap, presentes (siendo todas ellas de tamaño más o menos variable). Ultimos segmentos abdominales tan anchos como largos, no visiblemente cubiertos por escamas en la super- -ficie posterior. Largo del ala: 4.25 m/m. Distribución en la Argentina: Salta (Salta); Jujuy (San Pedro, Jujuy, Calilegua, Ledesma) ; Tucumán (Tucumán, Tran- cas, Raco, Río Tapia, Aguadita, Manantial, Quebrada de Lules, Famaillá, Monteros, Concepción, Medinas, La Trinidad); La Rioja (Catuna); Buenos Aires (Capital Federal). Poseemos también ejemplares de Villa Encarnación, Paraguay, recogidos por nosotros en Junio de 1927. Anopheles (Nyssorhynchus) albitarsis Lynch Arribálzaga, 1891. Se ha citado a esta especie solamente de regiones que se en- cuentran al Sud del Ecuador (Argentina, Paraguay y Brasil). Las larvas pueden vivir en aguas relativamente impuras y suele encontrárseles en regiones semiáridas, aunque también se hallan en las regiones de lluvias abundantes. La especie es variable, en los estados larval y adulto; con frecuencia es di- fícil diferenciar de las larvas de tarsimaculatus y de los adul- tos de argyritarsis. En la mayor parte de la Argentina, su ca- rácter trasmisor es poco importante o carece de él, pero parece que en el territorio de Misiones, fuera el vector principal, y se- ría posible que también lo fuera en la región que rodea a Em- barcación, en la provincia de Salta. En el estado de Río de Janeiro es considerado como el trasmisor más peligroso (Boyd, Davis y Root). Adulto. — Puede diferenciarse de argyritarsis (el que tam- bién carece de anillo negro en el último artejo del tarso 111) por su aspecto más velludo, por el color blanco crema de aque- llas escamas alares que forman manchas claras; por las esca- mas blancas entremezcladas con las negras en el penúltimo artejo de los palpos (y generalmente también en el anterior) ; R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 53 por el ápice del 4” artejo del tarso I que es blanco (el artejo 3? a veces es totalmente blanco) ; por los ápices de los artejos 1”, 22 y 3? (y a veces el 4*) del tarso II, que son blancos; por el ápice blanco del primer artejo del tarso III, por la coloración negra que ocupa mayor extensión en el 2* artejo, tomando más de la mitad basal; por la ausencia de la mancha costal Se; por el último segmento abdominal que es distintamente más largo que ancho y con escamas visibles por arriba; 2 largas sedas en larcoxa TE; Largo del ala: 4.5 m/m. Distribución en la Argentina: Salta (Salta, Embarcación y sus alrededores); Jujuy (Jujuy, San Pedro, Ledesma, Cali- legua) ; Tucumán (Tucumán, Manantial, Lules, Monteros, Con- cepción, Medinas, La Trinidad, Aguadita, Trancas); Santiago del Estero (Santiago del Estero, Añatuya); Santa Fé (Santa Fé); Entre Ríos (Paraná); Buenos Aires (Capital Federal, La Plata); Chaco (Resistencia); Formosa (Formosa); Misio- nes (Posadas, Puerto Bemberg, Cataratas del Iguazú). Anopheles (Nyssorhyinchus) tarsimaculatus Goeldi Ha sido encontrada en casi todos los países de la América tropical, especialmente en aquellos del lado atlántico. Sus lar- vas se encuentran en aguas tranquilas, relativamente frescas, y están asociadas con vegetación flotante, excepto en aquellos raros casos en que se suelen encontrar en charcas con masas densas de algas (lama), a lo menos en la Argentina. Las larvas se confunden facilmente con las de albitarsis y Rondoni, pero en el estado adulto la existencia de un anillo negro en el último artejo del tarso posterior fácilmente la di- ferencia de albitarsis y la existencia de dos anillos negros en Rondont (uno en el artejo 3* y otro en el 5* del tarso posterior) permite su rápida diferenciación. Tarsimaculatus se ha encontrado en las comarcas del NO. y NE. argentino, pero parece que no existiera en la parte cen- tral del N. o zona biológica del Chaco. Es posible que sea un trasmisor del paludismo más o menos peligroso en el territorio de Misiones, pero no tiene importancia en tal carácter en las provincias del NO. argentino. Descripción: Ultimo artejo de los palpos blanco, penúlti- mo artejo con sus extremos negros y ampliamente blanco en 54 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA su parte media, antepenúltimo artejo con el ápice blanco y es- casas escamas blancas entremezcladas con las negras; todos los artejos del tarso 1 generalmente con los ápices blancos, a veces el 4% totalmente negro y el 5” con el ápice oscuro; tarsos II con los ápices del 1* y 2* artejos y a veces también en los otros, blancos; tarso 1II con el ápice del primer artejo-.blanco, menos de la mitad basal del 2* artejo de color negro, escamas blancas del 22? y 3% artejos semierectas, dando a este artejo un aspecto ensanchado, un anillo negro en la mitad basal del 5 artejo; manchas blancas costales B;¿ y M, generalmente ausentes, man- chas Se y Ap grandes, siendo a veces la suma de sus longitudes mayor que la mancha negra ancha comprendida entre ellas; mancha antescutelar negra, no conspícua. Largo del ala: 4.75 m/m. Cellia Evansi Brethes 1926, es evidentemente un sinónimo de tarsimaculatus. El tipo del lóbulo dorsal de la pinzita (clas- pette) (suponiendo que adoeagus es lo mismo que mesosoma, como se muestra en la figura de la terminalia de Evansi), debe haberse tomado de un ejemplar torcido, pues es completamen- te distinto de los caracteres de la genitalia de los miembros de este subgénero. Sin embargo el hecho de que los ápices de los lóbulos dorsales son pilosos — como se observa en la figura — coloca la forma descrita por Brethes bajo tarsimaculatus. Distribución en la Argentina: Salta (Salta, Embareca- ción, Pichanal) ; Jujuy (Jujuy, San Pedro, Ledesma, Calilegua, Zapla); Tucumán (Tucumán, Manantial, Lules, Monteros, Concepción, Medinas* La Trinidad, Aguadita, Trancas) ; Misio- nes (Posadas, Puerto Bemberg, Cataratas del Iguazú). Anopheles (Nyssorhynchus) Stroder Root, 1926 La existencia de esta especie en la Argentina es dudosa. La coloración y la estructura del adulto es tan semejante a. tarsimaculatus que ambas especies son difíciles de diferenciar. La larva y la terminalia del macho son más facilmente dife- renciables, pero la terminalia puede confundirse fácilmente con la de Rondoni. Davis ha obtenido varios ejemplares (de la pro- vincia de Tucumán) de genitalias similares a las descritas eo- mo de Strodei, y la existencia de larvas que coincidan en mucho con las de la especie a que aquí nos referimos, no parece difícil R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 55 de comprobar. A pesar de esto, creemos que la forma verdadera de Strodet, no se ha encontrado aún en la Argentina y es posi- ble que dichas formas sean variaciones de tarsimaculatus. Anopheles (Nyssorhynchus) Bachmanm Petrocchi, 1923 Especie muy pequeña (la menor de la fauna argentina y de tamaño casi igual a las menores especies americanas) has- ta ahora solamente encontradas en las lagunas vecinas a los ríos Paraná y Paraguay, así como también a lo largo de las aguas tranquilas de estos ríos y de sus afluentes. Comparte con albitarsis la capacidad para vivir en aguas relativamente im- puras y generalmente se le encuentra asociada a una vegeta- ción acuática densa (Salvinia, Pistia, Azolla, ete.), comunes en dichas aguas. Hembra. — Palpos con escamas largas, semierectas, la ma- yoría negras, y blancas en el ápice del largo artejo basal, es- camas blancas dorsales escasas en el artejo subsiguiente cuyo ápice es blanco; penúltimo artejo con anillos basal y apical ne- gro y uno mediano blanco; último artejo con escamas blancas. Tarso I: todos los artejos con ápvices blancos, siendo los 2/3 del 3? blanco, ápice del último artejo no distintamente blanco. Tar- so II: ápices del 1% 2% y 3% artejos estrechamente blancos, 4 y 5* artejos totalmente negros. Patas III: tibia y basitarso estrechamente blancos, mitad basal del 2% artejo negro y los restantes blancos, el 5 negro en su mitad basal y blanco en el ápice. Alas: Mitad basal de la sección prehumeral de la costa blanca; la parte restante negra; otras tres manchas blancas en la mitad basal de la costa (B., Bz y M») ) ; mancha clara más allá de la parte media de la costa (Sc) muy pequeña, la mancha clara correspondiente de la 1* vena, ovuesta y confluente; man- cha clara preapical de la costa (Ap) más bien grande; mancha negra en el peciolo de la 5* vena el doble más larga que ancha y llegando hasta la base de la bifurcación de la misma; rama superior de la bifurcación de la 5* vena (Cu,) con 2 manchas oscuras basales y una preapical. mn Largo del ala: 2.75 x 3.00 m/m. Distribución en la Argentina: Corrientes (Corrientes, San Luis del Palmar); Entre Ríos, Formosa (¿Tirol?, Formosa) ; Chaco (Resistencia, Barranqueras, Charadai). 56 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Anopheles (Nyssorhynchus) Davisi Paterson y Shannon, 1927 Especie pequeña (algo mayor que Bachmanni) encontrada solamente en Tres Pozos (cerca de Embarcación, Salta), re- gión que ¡pertenece a la zona biológica del Gran Chaco (1). Las larvas fueron encontradas en tres grandes masas de algas ver- des en una laguna. Se consiguieron adultos hembras, usando un caballo como cebo y también se capturaron ejemplares den- tro de las casas. Hembra. — Difiere de Bachmanni por los caracteres si- guientes: Mancha negra en el peciolo de la 5* vena tan ancha como larga, bien separada de la base de la bifurcación; mancha costal Se (mancha clara situada más allá de la mitad de la cos- ta) separada de la correspondiente mancha clara de la 1* vena, por la existencia de escamas negras en la primera vena; la mancha clara preapical de l acosta (Ap) menor que en Bach- manni. La zona negra del artejo 3* del tarso 1 algo mayor que en Bachmanni y en el 2* artejo del tarso III solamente la mitad negra. Largo del ala: 3.20 a 3.70 m/m. Distribución: Salta (Tres Pozos, cerca de Embarcación). Anopheles (Nyssorhynchus) Perez nueva especie. Especie pequeña (de tamaño intermedio entre Bachmanni y Davisi), encontrada en Tucumán, Jujuy y también proba- blemente en Santiago del Estero. Se coleccionaron 14 hembras sobre caballo en la finca Santa Bárbara (departamento de la Capital, Tucumán) cerca de una laguna en la que no pudimos encontrar larvas, como tampoco pudimos encontrar adultos en las casas cercanas. Hembra. — Es diferente de Bachmanni y de Davisi por su coloración negra más difundida. Penúltimo artejo de los . palpos con un anillo blanco mediano indefinido; 4* artejo del tarso I totalmente negro; tercer artejo del tarso Il sin el ápice blanco; 2* artejo del tarso III más de la mitad negro; mancha clara de la 1* vena correspondiente a Se bien separada de éstá; (1) Véase: Shannon, Contribución a los estudios de las zonas biológicas de la Argentina, Rev. Soc. Ent. Arg., año 11, N* 4, p. 1-14, 1927. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 57 mancha en el ápice del peciolo de la 5* vena dos veces más larga que ancha y llegando hasta la base de la bifurcación; ra- ma superior de la horqueta de la 5* vena con escamas negras y con manchas blancas en su base y en la vena transversal m-cu; las demás venas de la mitad apical del ala casi entera- mente cubiertas por escamas negras (las otras dos especies tienen escamas claras abundantes sobre estas venas). Largo del ala: 3 a 3.20 m/m. Esta especie ha sido durante largo tiempo conocida en la Argentina, habiendo sido citada por Delfino, Neiva y Petrocchi como A. albimanus, aparentemente basados en su pequeño ta- maño y el anillo oscuro del último artejo del tarso III. Sin em- bargo, parece que albimanus se encuentra solamente al N. del ecuador; es una especie más grande que Bachmanni, Davist y Perezi aquí citadas y aunque las manchas alares son más se- mejantes a las que se encuentran en Bachmanni y Davisi, es- tas especies son suficientemente distintas, de manera que «al- bimanus puede ser fácilmente diferenciadas de las otras. Distribución: Tucumán (departamento de la Capital, lo- calidad del tipo; 7.4.27, Shannon y Del Ponte; Monteros (Abril, J. Petrocchi); Jujuy (Ledesma, Davis, 20.3.26) ; Santiago del Estero (Santiago del Estero?) En 1915 Neiva cita a esta especie con el nombre de albi- manus como existente en Jujuy (La Mendieta, San Pedro, Es- peranza, Calilegua (Paterson) y Tucumán, en los alrededores de la ciudad. En 1902 existía en la ciudad de Santiago del Estero un gran bañado y en dicha época el paludismo era una endemia importante. En la actualidad se ha transformado este bañado en el parque Aguirre y practicamente la endemia malárica ha desa- parecido. Es muy probable que dicho bañado fuera un criadero permanente de pseudopunctipennis y Perezi, pero con su eli- minación,, pseudopunctipennis se encuentra esporádicamente (probablemente traído por el río Dulce desde la provincia de Tucumán) y Perezi ha desaparecido totalmente. Anopheles (Nyssorhynchus) Rondon Neiva y Pinto, 1922 Especie a veces menor que tarsimaculatus y fácilmente re- conocible por los anillos negros del tarso III. Originariamente descrita del estado de Matto Grosso, Brasil, no lejos de su lí- 58 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Fig. 6— H: Elemento cons- titutivo de las cerdas pal- mares; 1: cerdas palmares; J: cerdas palmares (perfil). R. C. SHANNON Y E. DEL PoNTE 59 7% Fig. 7. — Pelos 1, 2 y 3 (grupo an- terior submediano torácico) del protó- rax de una larva de Chagasia Fajardoi. argy' tarsis + ae A Fig. 8. — Pelos 1, 2, 3, 4 y 5 del mesotórax de una larva de Chagasía Fajaadol. Fig. 9. — Ultimo artejo del tarso 111 de A. argiritarsis mostrando la uña. Chagasia Jjardos Fig. 10. — Ultimo artejo del tarso ll de Chagasía Fajardoi, mostrando las uñas; 2a. y 2b las uñas separadas. 60 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA mite con Bolivia, no se ha vuelto a encontrar en el Brasil. Pe- trocchi lo encontré en 1924 en la provincia de Jujuy (Santa Clara, cerca de San Pedro). Durante los 2 últimos años, Davis y Paterson, así como también nosotros, han encontrado numérosos especímenes (en todos los estados) en Calilegua y Ledesma, Jujuy. Los adultos tienen caracteres específicos constantes, pero las larvas y la terminalia del macho se acercan tanto a tarsimaculatus, que a veces es muy difícil separar ambas especies. La especie parece ser de una dispersión extremadamente local y que posiblemente sea debida a la necesidad, para sus larvas, de encontrar aguas muy frescas; no parece que ellas necesiten asociarse a ninguna forma de vida vegetal acuática. Los adultos hembras son encontrados frecuentemente en las casas, pero la especie no aparenta ser un trasmisor palúdi- co peligroso. En experiencias de laboratorio, Davis consiguió infectar ejemplares alimentándolos en enfermos maláricos. Adulto. — Palpos con manchas como en tarsimaculatus; ápices del 19%, 2% y 3? y 5” artejos del tarso I, blancos, el 4” to- talmente negro; todos los artejos del tarso II con sus ápices blancos, habiendo menos color blanco en los artejos 4” y 5%; tar- so TIT con los artejos 1* con el ápice blanco, el 2* negro en sus 5/6 basales, el 3% negro en sus 2/5 basales y blanco en la parte restante, el 4* totalmente blanco, el 5” con anillo negro basal; mancha conspícua en la parte antescutelar y que comprende la mitad del escudete y 1 par de manchas negras, menores y más pálidas sublaterales en la mitad del mesonoto; manchas blancas costales B¿ y M, generalmente ausentes; mancha negra entre Se y Ap mucho más larga que la suma de Se y Ap. Largo de las alas: 4 m/m. Distribución en la Argentina: Jujuy (Santa Clara, Ledes- ma, Calilegua). Género Chagasía Cruz, 1908 Los palpos largos, en la hembra, (tan largos como la pro- bóscide) y ciertos caracteres larvales, colocan a este género en la tribu Anophelini. Sin embargo posee ciertos caracteres es- peciales, que no se encuentran en los otros Anofelinos, y por ello, Root (1927) considera que es genéricamente distinta de los otros miembros de dicha tribu. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 61 El siguiente resumen de los caracteres de Chagasia, ha si- do tomado del trabajo de Root. (1). Adulto.—Las piezas laterales de la genitalia del macho tie- ne un lóbulo espinoso interno, que más pareciera corresponder al lóbulo basal de los Culicineos primitivos que a la región pa- rabasal de Anopheles. En todos los machos de Anopheles, exa- minados por Root, los tarsos medio y posterior tienen, cada uno, un par de uñas pequeñas, iguales y simples, mientras que el tar- so anterior tiene una uña tan reducida que no es fácilmente perceptible, siendo la otra anormalmente larga y provista de un diente basal y otro medio. En Chagasia, las uñas del tarso pos- terior del macho son, en esencia, como las de los demás Ano- felinos, pero las patas anteriores y media dichas uñas persis- ten, siendo una muy ensanchada y provista de dientes mediano y basal, mientras que la segunda uña es menor (aunque más larga que la de las patas posteriores) y solamente con un dien- te basal. En Anopheles, el proepímero (pronoto) es desnudo, mientras que en Chagasia este esclerito lleva escamas y cerdas. En Anopheles, el escudete tiene forma de media luna; en Cha- gasía es trilobado, con un mechón de cerdas en cada lóbulo, co- mo en Culicini. Los artejos terminales de los palpos en el ma- cho, tienen una sección circular, y no deprimido como en el caso de los Anofeles. La larva, posee pelos palmados en forma de raqueta, con un pelo terminal delgado. El labio anterior del aparato espiracular termina por un apéndice delgado, en forma de columna, llevando en su ápice un largo filamento. Chagasia Fajardo Lutz, 1908 Palpos negros, artejo antepenúltimo con un anillo apical blanco, mitad anterior del mesonto con escamas blancas, mitad posterior con escamas erectas negras; espacio antescutelar con escasas escamas blancas; abdómen piloso, sin escamas; alas negras con algunas pocas escamas blancas esparcidas en la por- ción basal anterior; tarsos anteriores y medios con anillos ba- sales blancos; basitarso posterior con cinco anillos blancos, y el ápice anchamente negro; cuatro últimos artejos blancos con anillos apicales negros. Distribución: Cataratas del Iguazú, Misiones. (1) Root F. M., 1927. Studies en brazilian mosquitoes. 11. Chagasia Fajar- doi. Am. Journ. Hyg., pp. 470-470, con 4 láminas. Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Fig. 11. — Actitud de reposo de Chagasía » Culex ppiens c Chagasra fajardo. Fig. 12. — Forma del escudete e inserción de las cerdas en Anopheles punctipennis, Cu- lex pipiens y Chagasia Fajardoi. Fajardo R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE ÍN O da Ss y) l 7 y Z di 1 ) e le A / / / 1) | / ] *l a É Y 7 Ve Q Jajardos Fig. 13. — Hipopigio del macho de Chagasia Fajardoi. UN nv NN y INS y WI | NIVY yr Ny C Pajardos Fig. 14. — Cabeza de larva de Chagasia Fajardoi 63 64 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Una hembra capturada mientras picaba sobre caballo (po- co tiempo después de la puesta del sol), cerca del hotel. Octu- bre 5, 1927; Shannon y Shannon. Esta especie no es conocida fuera del Brasil. La posición de descanso de esta especie ha sido señalada por Peryassú (1908), Bonne y Bonne Wepster (1925) y Root (1927). Este último autor dice que “la posición de descanso de C. Fajardo tiene un gran parecido con la de Mansonia y Aedeomyia, pu- diendo ser comparada a una V invertida, estando formado el ápice de la V por el tórax y el fémur y la tibia, mientras que la cabeza con sus apéndices, por una parte y el abdómen por la otra, forman sus brazos. Cuando permanece tranquilo, en reposo, los ápices de los tarsos vosteriores, se apoyan sobre la superficie, pero mientras pica, levanta las patas que mueve de adelante atrás, mostrando sus resaltantes bandas blancas y negras. Casi todas las hembras de Chagasia (capturadas por Root), lo fueron picando en el pecho o en el vientre. El ejem- plar coleccionado por uno de los autores, picaba en la región central del lomo del caballo. Root encontró las larvas de esta especie en las corrientes de montaña, donde el agua corre rápidamente en un estrecho canal, espesamente bordeado, en ambos lados, por pastos altos o españadales. Fué entre los tallos de estos pastos, que encon- tramos las larvas y pupas de Chagasia. Es evidente que la ve- cindad de las cataratas del Iguazú, es favorable para estos mosquitos. 2.—Tribu CULICINI Género Culexr Linneo, 1758 Es, en muchos casos, difícil determinar las diferentes espe- ccies de este género; la diferenciación específica se basa prin- cipalmente en los caracteres de las larvas y en la genitalia del macho, debiendo comparárseles con aquellos de las especies co- nocidas. Por el momento nos es imposible hacerlo, pero procurare- mos efectuarlo más adelante—con claves y descripciones—de las especies que actualmente tenemos (y de aquellas que podamos consguir más adelante). R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 65 Las especies que han sido citadas para la Argentina son: Culex fatigans Wied., 1828 (Brethes, Dyar y Petrocchi). ” pipiens L., 1758 (Brethes, Dyar y Petrocchi). ” dolosa L. Arr., 1891 (Brethes y Petrocchi). ” Brethesi Dyar, 1919 (Dyar). ” imitator Theob. (Petrocchi). Género Mansonma Blanchard, 1901 Clave de las especies argentinas. A.—Fémur III sin anillo blanco en su mitad apical; esca- mas alares en su mayoría Oscuras, con escamas claras espareidasien todas las Venas... lomos da ce mos cit ASE ON M. (Mansonia) titillans WALKER. B.—Fémur III con un anillo blanco en la mitad apical; es- mas claras solamente en la parte anterior de las alas. o M. (Rhynchotaenia) fasciolatus L. ARR. Mansoma (Mansonia) titillans Walker, 1848 Mosquito ampliamente distribuido en los trópicos america- nos y siempre muy molesto. Puede ser reconocido por su color castaño, por la probósci- de con un anillo mediano claro; mesonoto totalmente castaño- oscuro; escamas alares muy anchas, estando entremezcladas las claras y las oscuras en todas las venas; ausencia del anillo blan- co en la mitad apical del fémur III y los artejos tarsales con anillos blancos. Distribución en la Argentina: Es frecuente en Salta, Ju- juy, Tucumán, Santa Fé, Corrientes, Entre Ríos, Chaco y For- mosa, habiéndosela encontrado también en Buenos Aires. Mansoma (Rynchotenia) fasciolatus Lynch Arribálzaga, 1891 Especie menor que titillans y como ella, más abundante en los trópicos. Puede diferenciarse de la especie anteriormente ci- tada por la presencia de áreas grandes y longitudinales desnu- das y la ornamentación del mesonoto, formada por escamas cla- ras doradas; por el anillo blanco en la mitad apical del fémur 66 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA TIT y las escamas claras más angostas y la casi total ausencia de escamas blancas en la porción posterior del ala. Es menos fre- cuente que titillans. Distribución en la Argentina: Buenos Aires (Navarro, Lynch Arribálzaga, localidad del tipo), Islas del Paraná (Bre- thes); Tucumán (Medinas, Neiva, 10.2.16); Jujuy (Ledesma, Shannon, 30.3.26). Género Aedeomyia Theobald, 1901 Solamente una especie de este género ha sido encontrada en la Argentina: squamipennis, originariamente descrita de este país, pero luego encontrada a través de la América tropical, has- ta las Antillas y Centro América. Acdeomvia squamipennis Lynch Arribálzaga, 1878 Caracterizable por su tamaño más bien pequeño, por ser muy escamosa, hasta en el clípeo. Las alas están cubiertas por escamas de color castaño, blanco y amarillo; probóscide y patas con anillos blancos; mechones de escamas en los ápices de los fémures, más bien pequeños en los fémures 1. Es probable que esta especie ataque solamente a los pájaros. Distribución en la Argentina: Especie ampliamente disper- sa y que ha sido encontrada en Buenos Aires, Corrientes, Tucu- mán, Jujuy, Chaco y Formosa. Género Hemagogus Williston, 1896 Sin duda alguna, este género ha sido derivado de Aédes, como lo muestran los caracteres de las larvas y de la genitalia del macho, pero los caracteres externos del adulto son tan seme- jantes a los de la tribu SABETHININI, que únicamente con gran dificultad, pueden ser separados de las especies de esta tribu. Es muy interesante comprobar cómo la mayoría de los ca- racteres peculiares de los Sabetinos, se encuentran repetidos en Hemagogus, siendo probablemente la causa de ello en que vuela eran parte del día, resultando así en ambos casos un gran aumen- to de las escamas y una disminución de las cerdas. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 67 Los siguientes caracteres permiten separar Hemagogus de los SABETHININI: Cabeza (vista por encima) más larga que ancha (más an- cha que larga en los Sabetinos) ; clípeo con una expansión en forma de collar que rodea las partes externas de la boca (ausente en los Sabetinos) ; alas más estrechas, patas más cortas, presen- cia de sedas pronotales y ausencia de sedas espiraculares. Es fácilmente diferenciable de los otros géneros de CULICI- NI, por estar cubierto con escamas oscuras azules o verdes. Ha sido subidividido en 2 subgéneros, definidos como si- gue: 1) Hemagogus, hembras con uñas simples y machos con palpos cortos y 2) Stegoconops, hembras con uñas dentadas y machos con palpos largos. Sin embargo una de las especies que poseemos (H. Uriar- tei), tiene uñas dentadas en la hembra y palpos cortos en el macho, debiendo ser considerada como intermedia entre ambos subgéneros. Dos especies de Hemagogus han sido encontradas en la Ar- gentina, ambas en las provincias del Norte, y pueden ser sepa- radas como sigue: A.—Margen posterior ocular distintamente bordeada por escamas blancas; parte media de la esternopleura con una cerda bien desarrollada. Spegazzini BRETHES. B.—Occipucio en su mayoría azul oscuro; parte media de la estenopleura sin una cerda. Uriarte ESP. NUEVA. Hemagogus Spegazzini Brethes, 1912 Esta especie ha sido considerada como sinónimo de equinus Theobald y capricorni Lutz, por las pequeñas diferencias que existen en la coloración de las hembras. Carecemos de machos que nos permitan probar — por los caracteres genitales — si es o no una especie sinónima de las otras dos citadas, y hasta tanto no lo podamos hacer, la consideraremos como una especie distinta. Descripción. — Occipucio, por encima, verde azulado os- curo, siendo por debajo y a los costados plateado blanco, mar- gen anterior (que bordea los ojos) totalmente blanco planteado; ojos distintamente separados de la parte inferior por escamas blancas; mesonoto cubierto por escamas verde oscuras; lóbulo protorácico oscuro verdose con su margen anterior blanco; se- 68 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA das: 2 pronotales, 2 propleurales, 4 prealares y 1 en la parte media de la esternopleura. Dorso del abdómen púrpura oscuro, incluyendo el primer segmento, sus costados son blanco platea- dos, excepto en aquellas partes en que el color oscuro del dorso invade los ángulos posteriores de los segmentos 4 a 8; esterni- tos blancos con bandas transversales posteriores oscuras, siendo el 8” enteramente negro. H. equinus difiere por tener palpos largos; el margen su- perior de la coxa III está mucho más bajo respecto al margen superior de la merocoxa (esclerito lateral metasternal) que en Spegazzini, cuyo desnivel es mucho menor; primer segmento abdominal azul plateado y los otros con bandas hasales trans- versales formados por escamas blancas. H. capricornú tiene también bandas basales transversales en algunos de sus segmentos. H. Spegazzini suele ser encontrado más abundantemente en las regiones boscosas y en tales sitios su picadura es muy molesta. Distribución: Jujuy (¿localidad?, C. Spegazzini, 1907; en la región montañosa cerca de Ledesma, Davis y Shannon, sl3:20): Hemagogus Uriarter especie nueva Ha sido encontrada en diferentes partes, en Córdoba, Tu- cumán y Jujuy. Es algo. más pequeña que Spegazzinú, de la que se diferen- cia por los caracteres siguientes: Escamas entre los ojos blancas, y con una pequeña línea muy estrecha de escamas blancas que bordea la porción superior de los ojos; occipucio con escamas azules oscuras con reflejos cobrizos y verdosos; mesonoto bronceado con reflejos verdosos y violetas; lóbulos protorácicos blancos, con escamas verdosas en el margen posterior; pleuras muy blancas, sin sedas propleu- rales ni tampoco en la parte media de la esternopleura, con 2 sedas prealares y 1 pronotal; todos los fémures mucho más blancos en su parte inferior e interna, patas oscuras; dorso del abdomen — incluyendo el primer segmento — brillante verde con reflejos cobrizos y azulados; costados y cara ventral como en Spegazzinúi. Largo del ala: 4 m/m. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE b9 Se encontró una larva en la cavidad de un árbol en Vipos, Tucumán, de la que se obtuvo un macho. Distribución: Tucumán (Vipos, 22.3.27; Shannon y Del Ponte, localidad del tipo; Raco, 13.2.27, Shannon y Del Ponte; Dn La Posta, en el río Tapia, 22.3.27; Del Ponte); Jujuy (Santa Clara, 2.1916, Neiva; Córdoba (Alta Gracia, 12.2.18, C. Bruch; 20.1.27, Del Ponte; Deán Funes, 16.2.27, Shannon y Del Ponte). Hemos dedicado esta especie al Dr. Leopoldo Uriarte, cu- yos buenos oficios como director de la Revista del Instituto Bae- teriológico hemos apreciado siempre. [y Género Aedes Meigen, 1818 Clave para las especies argentinas. MA SOSisi mane bas oblancaso E SIRO =TRarsos cOn atanechasbDÍaneaso ocacion .—Disco del mesonoto oscuro, con una delgada cinta lon- gitudinal plateada que parte desde entre los ojos, pa- sa por el occipucio y llega hasta el margen posterior deves cute A A E OD ER A. (Conopostegus) leucocelaenus DYAR € SHANNON. —Mesonoto sin una línea mediana longitudinal pla- A a TN .—Tegumento torácico amarillo brillante, con un par de manchas negras grandes, sublaterales en la mitad del mesonoto y una pequeña mancha negra en el pronoto. AS A. (Ochlerotatus) stigmaticus EDw. —Terumento, toraciób. castaño OSGUYFO:...: io... islas .—Mesonoto más oscuro en su parte media que en sus partes laterales (a veces con una línea mediana pá- lida muy estrecha) ; clípeo con escamas; abdómen con una línea longitudinal media de escamas blancas (y que se va ensanchando hacia el margen posterior de cada tergito); tarsos a veces con tenues anillos ba- sales. A. (Ochlerotatus) albifasciatus LYNCH ARR. —Mesonoto más claro en la parte media que en las par- AA A E A A AA .—Mesonoto con una gran mancha totalmente blanca en los 2/3 anteriores, casi tan larga como ancha...... >. IA A. (Ochlerotatus) scapularis ROND. o 70 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA —Mesonoto con una mancha alargada (uno por dos) blanquecina (a veces con escamas de tonos castaños en su mitad), con expansiones laterales hacia el es- CUASI 0... a A. (Ochlerotatus) Paterson Nov. sp. —Area longitudinal media del mesonoto algo más páli- da que los costados castaños y con un par de estre- chas líneas castaño oscuras, dentro del área longitu- dinal media más pálida, siendo ésta alargada (uno PUOBNTES) 2. REO A. (Ochlerotaus) Lynchi BR. 6.—Abdómen con una línea media longitudinal formada por escamas blancas; clípeo con escamas; anillos tar- salespreneralmente OSCURO o. o o E A A. (Ochlerotatus) albifasciatus LYNCH ARR. —Ahbdómen sin línea longitudinal blanca............ -] 7.—Mesonoto con un dibujo formado por líneas doradas; tergitos abdominales con bandas transversales ba- ales in oe e PO A. (Ochlerotatus) Araozi Nov. SP. —Mesonoto con manchas blancas...........2........ 8 8.—Lados del mesonoto plateados y parte media oscura; clípeo desnudo:..... A. (Finlaya) terrens WALKER. —Mesonto con un dibujo plateado en forma de lira; clí- Peb COMESCAMAS: A. (Stegomyia) aegypti L. Aedes (Conopostegus) leucolenus Dyar y Shannon, 1924 Especie intermedia entre Hemagogus y Aédes. Está bien caracterizada por su coloración oscura con manchas plateadas dispuestas en la forma siguiente: en la parte inferior y supe- rior, entre los ojos; occipucio plateado con un par de manchas laterales y grandes, poco separadas unas de otras y cerca de las márgenes; mesonoto con una línea mediana que se continúa con la del occipucio y que llega hasta el márgen posterior del escu- dete; lados del térax con tres líneas verticales: la anterior for- mada por las manchas separadas del lóbulo protorácico, pro- pleura y coxa 1; la línea media extendiéndose continúa desde la coxa III hasta el pronoto; la posterior pasando a través del me- sepímero por el costado del mesonoto (frente a las alas), la mencha blanca en la coxa III en línea con la cinta posterior; 6” y 7* tergitos abdominales con manchas en los ángulos poste- riores, el 8% con una banda transversal basal, los esternitos con grandes manchas en los ángulos anteriores; fémures blancos en R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 71 sus bases; fémur III con la mancha en el ápice y en la superfi- cie externa; las partes restantes de las patas, así como también los palpos, negras. El material que poseemos, consistente en 40 hembras y 1 macho, es algo diferente de las formas encontradas en el Brasil y más al N., hasta Panamá. Los ejemplares argentinos son un poco más grandes y tienen las escamas torácicas más negras que azules. La especie fué encontrada en los bosques y a veces son pi- cadores muy molestos; sus larvas han sido encontradas en cavi- dades de árboles (Vipos, Tucumán). Distribución en la Argentina: Salta (Pichanal, 23.4.16, Nei- va); Jujuy (Zapla, 10.4.27, Shannon); Tucumán (Vipos, 4.2.27, Shannon y Del Ponte; Raco 13.2.27, Shannon y Del Ponte). También ha sido encontrada en Villa Encarnación, Para- guay (15.6.27, Del Ponte). Aedes (Finlaya) Terrens Walker, 1856 Especie oscura con manchas plateadas a los costados del mesonoto, en las pleuras como en Aédes leucocelaenus pero más pequeñas y más numerosas y con manchas en las patas dispues- tas de la manera siguiente: fémur 1 con una mancha clara y con el ápice blanco, fémur III con la base oscura seguida por un anillo blanco, y también con un anillo blanco en el ápice; tarso 1 oscuro con una pequeña mancha en la base del artejo 1” y 2”; tarso II con un anillo blanco en la base del 1* y 2* artejo, y en el ápice del 1*; tarso III con un anillo blanco en el ápice del 1* y base del 2" artejo; abdómen con manchas en los ángulos posteriores del 6%, 7* y 8” tergito; base de los esternitos con ban- das transversales anchas. Es más bien una especie rara, que se encuentra en los bos- ques de la mitad Norte de la Argentina; las larvas han sido en- contradas en cavidades de árboles en Cataratas del Iguazú, Mi- siones. Distribución en la Argentina: Salta (Pichanal, 23.4.16, Neiva); Jujuy (Zapla, 26.3.16, Neiva; 10.4.27, Shannon) ; Tu- cumán (Tafí Viejo, 14.3.27, Shannon y Del Ponte); Misiones (Cataratas del Iguazú, 20.6.27, Shannon y Del Ponte). 12 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Aedes (Ochlerotatus) stigmaticus Edwards, 1922 Pertenece esta especie a un pequeño grupo de especie del subgénero Ochlerotatus caracterizado por su tegumento toráci- co amarillo brillante. Además el occipucio, el artejo basal de la antena y el clípeo es también del mismo color. Hay un par de grandes manchas negras en el mesonoto y una menor en el pro- noto; patas con los fémures amarillos con ápices más oscuros y las partes restantes grises, tarsos sin anillos; base de los sez- mentos abdominales con escamas doradas. Esta especie es distinta de las otras por sus palpos franca- mente largos. Originariamente ha sido descrita del Paraguay, de localidad exacta desconocida, pero como ella fué encontrada en la zona bio- lógica del Chaco (en la Argentina) es posible que también se encuentre en la parte paraguaya de la misma zona. Distribución en la Argentina: Salta (Tres Pozos, cerca de Embarcación, 20.4.27, Paterson, Shannon y Shannon). Aedes (Ochlerotatus) albifasciatus Lynch Arribálzaga, 1891 (nec Macquart) Es una especie grande (del mismo tamaño que A. stigma- ticus) y que parece encontrarse solamente al Sud del ecuador, pues se ha citado solamente de la parte S. del Brasil, de Chile y de la Argentina. Es una especie muy esparcida en la R. A. y aunque en la actualidad no ha sido encontrada en la región del lago Nahuel Huapí, se ha encontrado, a la misma latitud, en Chile, lago To- dos los Santos, lo que permite suponer que también exista en el lado argentino; el Dr. Sordelli ha observado en el Chubut un mosquito muy molesto, que por sus caracteres es probable que pertenezca a esta especie. Hematófago que prefiere las regiones llanas y secas del país, probablemente desarrollándose en los pantanos temporarios for- mados por las lluvias, pero también se encuentra en las regio- nes más lluviosas del país. Se suele encontrar una variedad ena- na, la que por su semejanza con la especie tipo, de la que se separa únicamente por su tamaño, no debe ser considerada ceo- mo especie diferente. Se puede reconocer fácilmente esta especie por la línea R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 73 media longitudinal del abdómen, con algunas expansiones hacia las márgenes de los tergitos, por su torus y clípeo escamosos, y por su aspecto general grisáceo. El mesonoto tiene líneas an- chas sublaterales claras y otra de igual ancho mediana de color más o menos castaño, estando dividida esta última por una cinta pálida muy delgada; patas grisáceas, artejos tarsales a veces con las bases algo pálidas; escamas alares oscuras y blancas en- tremezcladas, especialmente hacia la base. Distribución en la Argentina: Ha sido encontrada en las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy y en la gobernación del Chaco. Aedes (Ochlerotatus) scapularis Rondan1, 1848 (=Ochlerotatus confirmatus L. Arr., 1891) Se encuentra en la mayor parte de Sud América, y es una de las especies más molestas que se encuentran en los bosques. En el campo se pueden reconocer rápidamente por la presencia de una gran mancha plateada, casi tan larga como ancha, en los 2/3 del mesonoto, y por la ausencia de anillos blancos en los tar- sos. El abdómen es oscuro con una línea purpúrea, a veces los tergitos llevan una mancha grisácea en la mitad del márgen anterior; la cara ventral tiene escamas blancas, excepto en los ángulos posteriores de los tergitos. Distribución en la Argentina: Especie muy común en Salta Tucumán, Jujuy, Chaco y Corrientes; probablemente también se encuentre en la provincia de Buenos Aires. Aedes (Ochlerotatus) Patersoní especie nueva Muy cercana a scapularis, de la que se diferencia por su lí- nea media torácica que aquí es más estrecha. Hembra. — Occipucio ampliamente blanco por encima, con una mancha negra lateral seguida por otra blanca en su parte inferior; escamas erectas ahorquetadas, blanquecinas, más 0s- curas hacia los costados; artejo basal de la antena amarillo; clí- peo, palpos y probóscide negros; largo del palpo igual a 1/5 del largo de la probóscide; partes laterales del mesonoto amplia- mente cubiertas por escamas pequeñas castaño-oscuro; una cin- A Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA ta mediana longitudinal algo ancha que llega hasta el espacio antescutelar y con expansiones delgadas posteriores y laterales que llegan hasta el escudete; espacio antescutelar rodeado por escamas blancas (a veces líneas delgadas de escamas oscuras es- tán incluídas en la cinta blanca); patas oscuras excepto en la superficie inferior de todos los fémures, siendo el fémur UI oscuro solamente en el ápice; abdómen manchado como ef scapularis. Largo del ala: 3.5 m/m. Se obtuvieron 120 machos y hembras, de larvas encontradas en un pantano temporario con gran cantidad de vegetación, y formado por las lluvias. También se encontraron allí, larvas de Psorophora ferox y de Lutzia, cuyas larvas eran predatoras so- bre las de los otros 2 géneros. Distribución: Jujuy (San Pedro, 27.4.26; Paterson, Shan- non y Shannon). Esta especie ha sido dedicada al Dr. Guillermo Paterson, uno de los más esforzados e importantes investigadores sobre malaria y Anopheles, en la Argentina. Aedes (Temorhynchus) Araozi especie nueva Es una especie bien distinta de las otras especies argenti- nas, y hasta hoy encontradas solamente en Salta, Jujuy y Cór- doba. Fácilmente caracterizable por su tamaño relativamente erande, color castaño con líneas doradas en el mesonoto, ápice blanco de la Drobóscide, patas blancas y manchas abdominales blancas. Descripción. — Occipucio amarillento blanco con manchas difusas, formadas por escamas castañas entremezcladas, siendo la mayoría de estas ahorquetadas; el largo artejo basal ama- rillento castaño con escamas blancas y pelos castaños; clípeo, probóscide y palpos castaño oscuros, el ápice de los palpos blan- co; la probóscide casi 6 veces mayor que los palpos; mesonoto con pequeñas escamas castaño oscuras y un dibujo formado por líneas rectas y curvas de escamas doradas, siendo las escamas que rodean el espacio antescutelar desnudo, y las que se encuen- tran en el escudete, de color blanco; pleuras con manchas o di- bujos de escamas plateadas anchas; abdómen con la cara supe- rior con una cinta longitudinal media de escamas blancas en el tergito 2* y con bandas blancas, basales y transversales en los R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 75 tergitos restantes; fémures oscuros con ápices blancos, lo mismo que la superficie ínfero-interna de las bases; tibias OSCUras; ápices de los artejos 1”, 2%, 32 y del 4” blancos; el 5* totalmente oscuro; todas las escamas alares son oscuras. Largo del ala: 5 m/m. Alrededor de 20 larvas fueron encontradas en un pozo pe- queño en una roca, tapizado por hojas muertas, muy cerca de un pequeño torrente, en la quebrada de San Lorenzo, cerca de la ciudad de Salta. Como ha sido siempre encontrada en condicio- nes semejantes en Jujuy y Córdoba, es posible que ella busque ese tipo de criadero. Distribución en la Argentina: Salta (Quebrada de San Lo- renzo, 4.8.27, Shannon) ; Jujuy (Zapla, 26.83.16, Neiva) ; Córdo- ba (¿localidad ?, Schultz coll.) Aedes (Stegomya) aegypti Linnaeus, 1762 El mosquito de la fiebre amarilla — como suele llamarse a este insecto — está bien caracterizado por su aspecto general, de color castaño, con numerosas manchas plateadas en: artejo basal de la antena, clípeo, último artejo del palpo, occipucio, un dibujo en forma de lira del mesonoto y otras manchas en el tó- rax; abdómen con bandas blancas y anillos blancos en los tarsos. Prácticamente se encuentra esta especie en toda la mitad N. de la Argentina. El doctor Guillermo Paterson nos ha dicho que — lo mismo que Culex fatigans — era desconocido en Jujuy, antes de la llegada de los ferrocarriles, en 1904. La parte más austral donde la hemos observado, en el mes de Enero de 1927, es en Deán Funes, Córdoba; durante una es- tada de varios días en Mendoza (Edwards y Shannon), así co- mo en la ciudad de Córdoba, no la encontramos. Es un picador activo, aún en días relativamente frios, pues aún a la temperatura de 8” es molesto. Las larvas han sido encontradas en tallos secos y cortados de bambú, tan frecuentemente como en los recipientes manu- facturados, que son los preferidos por esta especie. Distribución en la Argentina: Es una especie común en la mayoría de las localidades de las provincias de Buenos Aires, Santa Fé, Entre Ríos, Corrientes, Santiago del Estero, Tucu- mán, Salta, Jujuy y en las gobernaciones del Chaco, Formosa y Misiones. 76 89) 1 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Género Psorophora Robineau Desvoidy, 1827 Clave para las especies argentinas. .—Mesonoto con áreas desnudas longitudinales nítidas. (SulbBénero: PSsOrOBRara) A A O 0 2 —Mesonoto más o menos completamente cubierto por es- o 0 ES o A o 4 .—Tegumento torácico negro; mesonoto con una línea longitudinal de escamas negras; los 4/5 basales de los fémures, amarillentos y la mayoría de las partes res- tantes de las patas, de color negro; tarsos con anillos A O Ps. (Ps.) Holmbergi L. ARR. —Tegumento torácico en su mayoría amarillento o cas- taño; línea media longitudinal del mesonto no negra. 3 .—Los 4/5 basales de los fémures, amarillos; sus ápices con escamas negras iridiscentes; escamas alares ne- EAS AA A ais Ps. (Ps.) ciliata FABR. —-Patas amarillas con escamas negras esparciadas; es- camas alares claras y oscuras entremezcladas....... a O A ES EE al Ps. (Ps.) pallescens, EDw. —Uñas tarsales con dientes sub-basales; escamas alares Pepitas (UDS. MA niRTIOS OM) ce e OS e E Maso MIL totalmente neorO tato cr Ed A O A Ps. (J.) purpurascens EDw. =Farso 111 con manchesiblanecasi 2... o e acople 6 .—Tarsos III con los artejo 4* y 5” y ápice del 3* blancos y con escamas semi-erectas. Ps. (J.) feror HUMBD. do —Tarso III sin escamas semi-erectas y con el artejo 3 totalmente MEBror Dat 1 ES E dl .—4* y 5% artejos del tarso III totalmente blanco...... A A E Ps. (J.) chaquensis PAT. Y SH. 5? artejo delitarso: TM Nena. >. O ol rodeos cto RES 8 .—4* artejo del tarso HI totalmente blanco.......... AA - A. E Lc A PSN) discrucionse WALK: —-4" artejo del tarso III, con la mistad apical negra.... Ps. NJ.) Bruchti. PETR.: O Y OA O O ORO OOO OOO CO .—Color general amarillento castaño; mesonoto con esca- mas muy pequeñas doradas; patas amarillentas; ápi- ces de los artejos. delstarso OSCULOS a. ti oe as. NE Ps. (Grabh.) varinervis ÉEDw. —Color general negro o gris; escamas del mesonoto R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 77 castaño y blanquecino; patas negras con anillos blan- EOSen JONAS... O... solis ¿UE ES dE > 10 10.—Tergitos abdominales con manchas blancas latera- les. Especie de tamaño moderado................. A A OS Ps. (Grabh.) confinnis L. ARR. —Tergitos abdominales con bandas transversales blan- cas. Especie de Pequeño taMaño.. .....mms e. SS. Ps. (Grabh.) Paulli PAT. Y SH. Psorophora (Psorophora) ciliata Fabricius 1794 (=Psorophora tibialis, R. Desv.; =Psorophora Lynchi Breth.) Especie grande, bien caracterizada, que se encuentra en la mayor parte de América (desde el Canadá hasta la provincia de Buenos Aires). Es fácilmente reconocible por su gran tama- ño; por sus áreas lisas longitudinales y una cinta dorada longi- tudinal en el mesonoto; por las escamas erectas en las patas III; por tener en los artejos del tarso III escamas negras y anillos basales claros (más bien oscuro en el último artejo). Distribución en la Argentina: Ha sido encontrada en las siguientes regiones: Buenos Aires, Santa Fé, Entre Ríos, San- tiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy y el Chaco. Es proba- blemente en la región del Gran Chaco, donde sea más numerosa; en Tres Pozos (provincia de Salta, cerca de Embarcación) sobre hombre y mula se coleccionaron unos 300 ejemplares en 2 ho- sas -(20:4.27), Psorophora (Psorophora) Holmbergi Lynch Arribálzaga, 1891 (=Ps. aggogylyia Dyar, 1921) Especie más bien rara, solamente conocida en la Argentina. Las patas posteriores están marcadas como en ciliata, pero se puede fácilmente diferenciar de ella por su tezumento torácico totalmente negro y por tener una línea mediana longitudinal torácica negra. Ps. aggoglyia Dyar, fué separada de Holmbergi, por “la ausencia de las 2 cintas negras sub-laterales del meso- noto, que están reemplazadas por escamas grises. El abdómen está también visiblemente cubierto por escamas pálidas y pare- 78 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA ce ser amarillo claro, no casi negro, como se ha descrito para Holmbergi.” Desgraciadamente Dyar tenía solamente la descrip- ción de Holmbergi dada por Brethes (copiada a su vez de Lynch Arribálzaga) como guía para la creación de esta nueva especie. El examen del tipo de Holmbergi muestrá que estas diferencias no existen, sino que ha sido erróneamente interpretadas de las descripciones originales. Distribución: Localidad del tipo: Gobernación de Formosa (en el Chaco) ; Gran Chaco, río Tapenaga (Colonia Florencia, Argentina), localidad del tipo de Ps. agglogya; Buenos Aires (La Plata, 1M.11:23,.Bruen). Psorophora (Psorophora) pallescens Edwards, 1922 (=Ps. ciliata, L. Arr., in parte; Ps. stigmatephora Dyar, 1922) Especie amarillenta grande, algo menor que ciliata. Aun- . que las patas tienen numerosas escamas negras, predominan las escamas amarillas de tal manera que las patas se presentan de este último color, artejos tarsales con anillos basales blancos; la línea anterior media longitudinal del mesonto amarillenta (y no dorada como en ciliata), una pequeña mancha paralateral casi en la mitad del mesonoto, más o menos alargada y formada por escamas negras semi-erectas. El material de que disponía Lynch Arribálzaga, cuando ci- tó a ciliata, consistía en ejemplares pertenecientes a ciliata y pallescens, siendo el ejemplar representado como ciliata, perte- neciendo a pallescens, La descripción original de pallescens, apareció en el Bull. of Entomological Research, en Mayo de 1922, mientras que stigmatephora fué publicada en Insecutor Inscitie Menstruus, en Octubre del mismo año. Distribución en la Argentina: Santiago del Estero (Tron- cal, a 40 k. de Salvina); Santa Fé (Fives Lille, 27.10.23, C. Bruch) ; Salta (Tres Pozos, cerca de Embarcación, 20.4.27, Pa- terson, Shannon y Shannon); Formosa (L. Arr.) También ha sido encontrada en el Paraguay (Gran Chaco?, Edwards) y en Asunción (Migone, 1919). Psorophora (Janthinosoma) ferox v. Humbolt, 1820 Especie tan extensamente dispersa como ciliata, encontra- da desde el Canadá hasta la mitad de la Argentina. De tamaño R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 79 moderado, de color oscuro, con escamas doradas esparciadas en el mesonoto, ápice del 3% y del 4% y 5 artejos del tarso III, blan- cos; tarso III con escamas semi-erectas. Distribución en la Argentina: Ha sido encontrada en las siguientes provincias y gobernaciones: Buenos Aires, Santa Fé, Corrientes, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Cha- co y Misiones. DY Psorophora (Janthinosoma) discrucians Walker, 1856 Es una especie que posee una distribución peculiar. Se encuentra en el Sud de los Estados Unidos y en Centro Améri- ca, pero no ha sido encontrada en el área central tropical de Sud América, pero si en el S. del Brasil y el Norte de la Ar- gentina. Puede ser reconocida por la ancha faja media longitudinal de escamas castañas del mesonoto, limitadas a cada lado por una ancha faja blanca que hace un fuerte contraste con la faja media; por las escamas blancas que rodean el espacio desnudo antescutelar y que cubre al escudete; por las tibias y tarsos os- curos, excepto el 4” artejo del tarso 111 que es totalmente blan- co. Tamaño más bien pequeño. Distribución en la Argentina: Salta (Tres Pozos, cerca de Embarcación, 20.4.27; Paterson, Shannon y Shannon); Jujuy (Zapla, 10.4.27; Paterson y Shannon). También ha sido encon- trada en Buenos Aires, Santiago del Estero y Chaco (vide Bre- thes). Psorophora (Janthinosoma) chaquensis Paterson y Shannon, 1927 Especie más bien pequeña, muy semejante a disecrucians en su aspecto general, pero el artejo 5* del tarso III, así como el 4? blanco; también carece del anillo blanco en el ápice del fé- mur Il. Distribución en la Argentina: Salta (Tres Pozos, cerca de Embarcación, 20.4.27; Paterson, Shannon y Shannon). Psophora (Janthinosoma) Bruchi Petrocchi, 1927 Es evidentemente una especie más bien común a lo largo de los ríos de La Plata y Paraná. El mesonoto tiene a sus cos- 80 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA tados escamas blancas amarillentas, que hácia la parte central se Ooscurecen gradualmente, estando ésta a dos clases de esca- mas no separadas tan nítidamente como en discrucians y cha- quenstis. La especie puede también diferenciarse por tener sola- mente la mitad basal del 4% artejo del tarso TIT blanco, siendo las demás partes del tarso, oscuras. La coloración general y la genitalia del macho, acercan esta especie a purpurascens. Distribución en la Argentina: Capital Federal (Buenos Ai- res (La Plata, Bruch; Río Santiago, 18.11.15, Neiva) ; Entre Ríos (río Villaguay, 15.3.19, C. Bruch); Chaco (Resistencia, 22.2.27, Shannon y Del Ponte). Psorophora (Janthinosoma) purpurascens Edwards, 1922 Especie de tamaño mediano, diferenciable de las otras es- pecies del mismo subgénero por sus patas totalmente negras y por las bandas transversales — a veces incompletas — forma- das por escamas amarillo-doradas, que se encuentran casi en los bordes posteriores de los tergitos. Originariamente descrita del Paraguay (¿región del Gran Chaco?) se ha visto después que se encuentra ampliamente dis- tribuida en el Chaco argentino y en las zonas circundantes. Distribución en la Argentina: Santa Fé (Fives Lille, 29.10.23, C. Bruch); Tucumán (Quebrada de Lules, 24.6.27, Shannon y Del Ponte); Tucumán (Tucumán, 17.2.27, Del Pon- te) ; Medinas, 3.9.26, Shannon; Salta (Tres Pozos, cerca de Em- barcación, 20.4.27, Paterson, Shannon y Shannon; Pichanal, 20.4.16, Neiva). Psorophora (Janthinosoma) confinnis Lynch Arribalzaga, 1891 Tamaño mediano, de color castaño con manchas blancas, muy parecido por su aspecto a las especies de Mansonia. Carac- terizable por su mesonoto castaño oscuro, con manchas abiga- rradas grises plateadas; probóscide ampliamente blanco amari- llenta hacia la mitad apical; fémur III con un anillo estrecho en la mitad apical; artejos tarsales con anillos blancos basales, excepto en el último artejo de las patas I y II; escamas alares oscuras y claras entremezcladas; abdómen con manchas latera- les blancas. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 81 Especie bien conocida en la Argentina, ampliamente dis- tribuida en las provincias del Norte. Distribución en la Argentina: Formosa (Lynch Arribálza- ga); Tucumán (Monteros y Concepción, Marzo 1924, J. Petroc- chi; Tucumán, 4.4.27, Shannon y Del Ponte) ; Salta (Tres Po- zos, cerca de Embarcación, 20.4.27, Paterson, Shannon y Shannon). Psorophora (Grabhamia) varinervuis Edwards, 1922 Mosquito de tamaño mediano, de color castaño, caracteriza- do por las escamas doradas muy pequeñas del mesonoto; alas con escamas blancas y manchas y escamas oscuras; abdómen uniformemente cubierto por escamas blanco grisáceas; artejos tarsales blanquecinos, con los ápices más oscuros. Originariamente descrita del Paraguay (¿Gran Chaco?) en 1922 por Edwards, ha sido también encontrada en la Argentina y citada con el nombre de Psorophora alboaurata (nomen nu- dum) por Juana Petrocchi muy poco tiempo después, en 1923, sin conocer la especie de Edwards. Distribución en la Argentina: ¡Santa Fé (Fives Lille, 29.10.23, Bruch); Salta (Marzo 1924, J. Petrocchi; Tres Po- zos, cerca de Embarcación, 20.4.27; Paterson, Shannon y Shannon). Psorophora (Grabhamia) Paulli Paterson y Shannon, 1927 Especie inusitadamente pequeña para este género, caracte- rizable por las bandas transversales abdominales blancas; por las manchas negras y blancas en las alas; por los artejos tarsales blancos en sus bases. Conocida solamente de la región del Gran Chaco. Distribución: Salta (Tres Pozos, cerca de Embarcación, 20.4.27; Paterson, Shannon y Shannon). y Género Uranotenia Lynch Arribálzaga, 1891 Clave para las especies argentinas. 1.—Tarsos y tergitos abdominales sin marcas blancas; alas con 6 a 7 manchas formadas por escamas azules 82 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA 159) plateadas . E. . ¿. E - de —Tergitos abdominales y tarsos (a lo menos los tarsos III) sin marcas blancas; solamente 2 grupos de man- chasihbasales- plateadas en. lasRalas. ni. 3 2. —Sexta vena con un largo grupo de escamas plateadas. A e U. capitis SP. NOV. —Sexta vena totalmente cubierta por escamas oscuras. A a A EN U. Natalie L. ARR. 3.—Cuarto artejo del tarso III, en parte negro........ 4 —Cuarto artejo del tarso III, completamente negro... 6 4.—Cuarto artejo del tarso III solamente blanco en el ápice y el 5* blanco sucio; mesonoto con una pequeña mancha azul detrás de la parte central... . coo... A a U. pulcherrima Elnora P. Y SH. —Cuarto artejo del tarso III, blanco en su base y ápice; el 5? totalmente blanco....... E o AS 5 5.—Mesonoto con una cinta media longitudinal de escamas SAME AA U. pulcherrima pulcherrima L. ARR. —Mesonoto solamente con una pequeña mancha azul por detrás de la parte central del mesonoto......... NS IS Y IA DE U. pulcherrima apicalis THEOB. 6.—Abdómen solamente con marcas laterales blancas; la- dos del mesonoto amarillos con una mancha gran- percerca delbala e U. monilis SP. NOV. —Abdómen con manchas blancas dorso-laterales; tegu- mento toracicocastalor Mot oo e a oO LA dl 7.—Mesonoto con una línea media longitudinal azul os- CU A O a RS IA U. urania SP. NOV. —Mesonoto sin línea mediana de escamas azules...... Uranotema geometrica Theobald, 1901 Una de las más grandes especies de este género. Torus ama- rillo, clípeo, palpos y probóscide castaño oscuros; una mancha azul tornasolada en el vertex y en el costado del occipucio; tó- rax con escamas azules brillantes en el lóbulo protorácico, en el . escudete, en los bordes laterales del mesonoto y en la mitad de la esternopleura. Alas con escamas azules en el borde posterior de la vena basal y en la mitad basal del peciolo de la 5* vena, las dos manchas contiguas; todas las patas con el ápice del 1, R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 83 base y ápice del 2: y 3%, todo el artejo 4? y 5* del tarso III, blancos. Distribución en la Argentina: Chaco (Resistencia, 22.2.27; Shannon y Del Ponte). También ha sido encontrada en el Para- guay (Trinidad, en el Jardín Botánico, Octubre de 1924, Juana Petrocchi). Uranotema pulcherrima Lynch Arribálzaga, 1891 Especie pequeña, de color amarillo claro a castaño oscuro, con agrupaciones de escamas azules claras en la cabeza y en el tórax. La forma típica Uranotenia pulcherrima pulcherrima se caracteriza por una línea media longitudinal delgada, for- mada por escamas azules en el mesonoto y por tener el 4" artejo del tarso III blanco en la base y ápice y el 5* blanco; hay una mancha formada por escamas azules plateadas en el borde posterior de la vena basal; tergitos abdominales 3* y 5? con ban- das transversales posteriores blancas. La forma típica es más bien rara en la Argentina. Distribución en la Argentina: Capital Federal (Flores, 17.3.21, Petrocchi); Tucumán (Monteros, 12.3.26, Shannon y Shannon); Chaco (¿Loma Negra?, octubre 1924, Petroccehi; Resistencia, 22.2.27; Shannon y Del Ponte). Uranotenia pulcherrima Elnora Paterson y Shannon, 1927 Semejante a apicalis, de la que difiere por tener solamente el ápice del 4* artejo del tarso 111, de color blanco; el 5” artejo blanco sucio. Distribución: Salta (Tres Pozos, cerca de Embarcación, 20.4.27, Elnora S. Shannon). Uranotenta urama especie nueva Muy semejante a pulcherrima de la que se diferencia como sigue: Castaño muy oscura, con manchas de escamas azules muy oscuras en la cabeza; tórax y coxa I, occipucio con una mancha en el vertex y otra en el costado, no continuándose esta última hacia atrás el lóbulo protorácico; una línea media longitudinal que llega hasta el espacio antescutelar; lóbulo medio del escu- dete con escamas azules, así como también una línea a lo largo 84 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA de la porción media de las márgenes laterales del escudete; una mancha grande en la esternopleura, con una mancha pequeña en la coxa I, todos los fémures y tibias oscuros con sus ápices blan- cos, tarsos oscuros excepto el ápice del 3%, y todo el 4* y 5? artejos del tarso III, que son blancos; el 5% por encima blanquecino (blanco sucio) en la hembra; 3% y 5% tergitos abdominales con bandas blancas en las márgenes posteriores, no alcanzando és- tas en el 3* hasta las márgenes laterales. Una hembra y un macho. Distribución: Chaco (Resistencia, 20.2.2; Shannon y Del Ponte). Uranotema momlis especie nueva Mosquito muy pequeño, el menor de la fauna argentina, relacionado con U. Low1, del que difiere por algunos de sus ca- racteres. Vertex, entre los ojos, con una pequeña mancha azul bri- llante; porción longitudinal media del vertex con escamas ne- gras aterciopeladas, occipucio con una cinta paralateral, platea- da y a los costados con manchas negras aterciopeladas; tórax testáceo con una cinta media longitudinal que se extiende a tra- vés del escudete y del mesonoto; una gran mancha oscura en el ala y una mancha castaña en la esternopleura; agrupación de escamas azules plateadas en los lóbulos protorácicos, una línea corta frente al ala; una mancha en la esternopleura y en las co- xas 1 y II; patas oscuras; fémur y tibia III con ápices blan- cos; tarsos III con la mitad apical del 3%, todo el 4* y el 5* artejos blancos; algunas escamas azules plateadas en la vena basal y una mancha pequeña en la base de la 5* vena; abdómen con su cara dorsal oscura; una mancha azul plateada en el costado del 32, 4? y 5? segmentos; vientre blanquecino. Largo del ala: 1.75 m/m. 12 hembras y 1 macho. Distribución: Jujuy (Ledesma, 20.3.26, Davis y Shannon; San Pedro, 2.4.27, Paterson y Shannon) ; Corrientes (Corrien- tes, 23.2.27; Shannon y Del Ponte) ; Chaco (Resistencia, 20.2.27, Shannon y Del Ponte) ; Misiones (Cataratas del Iguazú, 21.6.27, Shannon y Del Ponte). R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 85 Uranotenia Natalie Lynch Arribálzaga, 1891 Especie bien caracterizada y fácilmente diferenciable de las especies precedentes por su occipucio completamente azul plateado, patas totalmente oscuras y las 6 manchas formadas por escamas azul plateadas en las alas y la 6* vena totalmente OSCUura. La especie ha sido originariamente descrita de la Argenti- na, pero luego ha sido encontrada mucho más al N., en la Amé- rica Central. Distribución en la Argentina: Capital Federal, 11.9.21, Pe- trocchi; Núñez, 3.6.19, J. Petrocchi); Buenos Aires (La Plata, 25.4.20, Bruch; Baradero, F. Lynch Arr.; Las Conchas, E. Lynch Arr.) : Uranotema capitis especie nueva Como Natalie, excepto en la 6* vena que posee un grupo muy extendido de escamas azules plateadas y la mancha en la base de la 3* vena, que ocupa menos del 1/4 de largo de esta ve- na, mientras que en Natalie esta mancha se encuentra ocupando más de 1/3 del largo de dicha vena. Largo del ala: 2.5 m/m. Una hembra. Distribución: Jujuy (Ledesma, 20.3.26, Davis). Género Megarhinus Robineau Desvoidy, 1827 Mosquitos generalmente muy grandes, de colores brillantes y de vuelo diurno. Los adultos no son picadores y se alimentan de los jugos de las flores; la probóscide está fuertemente encor- vada hacia atrás, habiéndose adaptado muy bien para esta clase de alimentación. Las larvas se alimentan de las larvas de otras especies y a veces se puede observar fenómenos de canibalismo. La colocación de la mayoría de las especies es muy difícil, siendo su estado actual muy confuso. Esta confusión es mayor cuando se trata de las especies argentinas. Lynch Arribálzaga clasificó un ejemplar de este género en- mo hemorrhoidalis Fabricius y describió una especie nueva muy 86 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA cercana con el nombre de separatus. Más tarde, Dyar y Knab, creen que separatus es la verdadera hemorrhoidalis, y que el ejemplar clasificado como hemorrhoidalis por L. Arribálzaga, es una especie nueva, que ellos llaman Lynchi. Nosotros hemos examinado el material utilizado por L. Arri- bálzaga, pero el mal estado en que se encuentra, no hace sino aumentar la confusión anterior. El carácter principal para se- parar hemorrhoidalis de separatus, consiste en las longitudes relativas de los artejos de los palpos. Ks curioso que los palpos falten en el especímen determinado por L. Arribálzaga como hemorrhoidalis, mientras que se conservan la probóscide y las antenas. Nuestras observaciones basadas en el material de Lynch Arribálzaga, son las que siguen: M. hemorrhoidalis L. ARR. (nec Fabr.?) =M. Lynchi DYAR Y KNAB, 1907. Macho.—Faltan los palpos; mechones de escamas rojas en el abódomen, que se extienden hasta el 8” segmento. Vientre pur- púreo, con escamas doradas a lo largo de sus bordes laterales y a través de las márgenes posteriores del último esternito; pri- mer artejo del flagelo algo más largo que los 3 artejos siguien- tes y con escamas violetas de reflejos dorados, en la superficie externa; los artejos restantes bien sin escamas; patas entera- mente oscuras; terminalia intacta. Tenemos a la vista 2 machos con mechones de escamas ro- jas, y criados de larvas encontradas en bromeliáceas arborícolas. Hemos observado ejemplares volando y posándose alrededor y sobre bromeliáceas terrestres (ananá salvaje) en el Chaco (Charadai), pero nos fué imposible carturarlos. Es probable que se trate de especies diferentes de aquellas criadas de brome- liáceas arborícolas. M. separata L. ARR.—M. hemorrhoidalis (Fabr.), según Dyar y Knab, 1907. Macho.—Palpos y terminalia intactos, sin mechón abdo- minal de escamas rojas; largos relativos de los artejos de los pal- pos (comenzando por el largo artejo basal) 1.0:1,20:1,25:2,50. Patas totalmente oscuras. Puesto que la verdadera heemorrhoidalis se supone que tie- ne marcas blancas en las patas 11 y III, y como esta especie po- R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 87 see las patas totalmente oscuras, proponemos que por ahora se la llame Lynchi. (1) Clave para las especies argentinas. 1.—Abdémen con mechones de escamas largas, rojas; es- ternopleura con numerosos peios blancos......... o O A GAO M. Lynchi DYAR Y KNAB. —Abdómen sin mechones; esternopleura con muy po- Ao A A AA 2 2.—Cuarto artejo del tarso II, totalmente oscuro o con una mancha formada por escamas blancas......... a NS MA M. tucumanus BRETHES. —Cuarto artejo del tarso III, totalmente blanco..... E A 30 M. tucumanus arborealis VAR. NOV. Megarlanus Lynch Dyar y Knab, 1907 (=M. hemorrhoidalis L. ARR., nec Fabr.) Los dos especímenes que tenemos (machos) difieren del ejemplar tipo por tener mechones de escamas rojas solamente (1) Es muy interesante considerar con detención los siguientes párratos de F. Lynch Arribálzaga, escritos en la Dipterología Argentina, Culicida, y que nos muestran el valor de sus conceptos. Refiriéndose a M. hamorrhoidalis (Fabricius) Rob. Desvoidy (p. 33), dice: «Esta magnífica especie fué traida por el Dr. Eduardo L. Holmberg, de Formosa (Chaco). Ninguno de los ejemplares sometidos a mi examen presenta el menor rastro del anillo blanco plateado que M. Macquart observó en el se- gundo artejo tarsal de dos hembras recogidas por M. Leprieur en las Guayanas. Se me figura que no sería aventurado suponer que las hembras a que se refiere M. Macquart pertenecen a otra especie afine de la que trato; fúndome, para ello, no solamente en el hecho de que los anillos tarsales rara vez, o mejor dicho, nunca desaparecen por completo, y que ellos se encuentran las más veces en am- bos sexos, sinó también en que el género Megarhina parece componerse de es- fecies muy parecidas entre sí, y apenas separables, más por ciertos detalles de estructura, que por los colores, como lo corrobora la especie que describo a con- tinuación». La especie a la que aquí se refiere es su Megarhina separata, m. sp. El comentario que hace de esta especie (p. 34) es el siguiente: «El Dr. Holmberg trajo esta especie de Formosa, capital del Chaco argen- tino austral. La Megarhina separata se parece singularmente a la hemorrhoidalis, con la cual podría ser confundida, si solo se atendiera a la coloración, y en esta confusión sería muy fácil incurrir si se examinaran ejemplares con el mesonoto privado de escamillas; el carácter específico principal se halla en los palpos, cuyo 4* artejo iguala en longitud al 3*, al paso, que en la M. hemorrhoidalis, el 4% artículo es el doble o un tercio más corto que el 3*, caracter que se nota a primera vista. En la figura dada por M. Macquart (I, pl. 1%, fig. 1) pinta los palpos de su M. hamorrhoidalis (macho) con el 4% artejo apenas un poco más corto que el 3? y los de la hembra de la misma especie con el 3% casi igual al 4%; por mi parte, las diferencias que he notado son más considerables, en cuanto se refiere a las longitudes relativas de los dos penúltimos artejos de los palpos, diferencias que me inducen a pensar, una de dos: o que Macquart no observó bien, o su M. hemorrhoidalis (hembra) no es otra que la que acabo de 88 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA en el 6%, 7% y 8? segmento abdominales. El ejemplar utilizado por L. Arribálzaga, tiene también largas escamas rojas en los ángulos posteriores del 5? segmento; es posible que éste sea un caracter variable. Patas enteramente negras. Distribución: Chaco (Las Chozas, octubre 1924; J. Pe- trocchi). También la hemos encontrado en Paraguay (Villa Encarnación, 16.6.2; Shannon y Del Ponte). Megarhinus tucumanus Brethes, 1926 Especie muy abundante en las regiones boscosas de Tu- cumán, Jujuy y también probablemente de Salta. Las larvas viven en las bromeliáceas arborícolas y se alimentan con las larvas de Sabetinos y Culex, que suelen encontrarse allí. Los machos pueden encontrarse en gran cantidad, posados en las hojas de las plantas que crecen al pie de los árboles con brome- liáceas, pero las hembras son raras. El mesonoto es verde oscuro, más pálido hacia los costa- describir; esta duda solo podrá ser resuelta con la comparación y examen de los ejemplares típicos». Las frases en bastardilla, han sido subrayadas por nosotros. Bonne y Bonne Wepster, en Mosquitoes of Surinam, 1925, p. 470, al tratar de M. hamorrhoidalis, Fabr., dicen: «La sinonimia de esta especie es sumamente confusa. Tomamos de Dyar y Knab, Smiths. Misc. Coll, quart. iss. XLVIII, 243, 1907, lo siguiente: El tipo del género Megarhinus era Culex hamorrhoidalis de Fabricius Arri- bálzaga descubrió que habia dos especies muy semejantes y describió una de ellas, como nueva. Inafortunadamente la forma que él describió como nueva, bajo el nombre de Megarhinus separatus, es la hemorrhoidalis de Fabricius, o a lo menos es—de las dos—la que más se acerca a esta especie. Arribálzaga se fundaba en que la especie descrita por Macquart no podía ser hamorrhoidalis, porque las hembras tenían tarsos anillados de blanco, mientras que las hembras de su (supuesta) hemorrhoidalis no mostraban esbozos de tales marcas. Su se- parata fué descrita solamente sobre el macho, y como no dice nada de la hem- bra, ésta debe haber sido desconocida para él. El ejemplar de Macquart, incues- tionablemente representa la verdadera hemorrhoidalis, por proceder de la loca- lidad tipo, Cayena y de la cercana Guayana Inglesa, y en la descripción él esta- blece definitivamente que el 3? y 4* segmentos de los palpos son de igual largo en el macho. Los tarsos posteriores de sus hembras, son anillados de blanco. Es así que la M. hamorrhoidalis de Arribálzaga y autores que lo siguen, es la * nueva especie, y está caracterizada por el largo artejo 3% del palpo del macho y la ausencia de blanco en los tarsos de la hembra. En su clase de Megarhimus, Theobald atribuye tarsos anillados de blanco a las hembras de ambas especies, pero como no da la descripción de la hembra de su hemorrhoidalis, suponemos que ello es solo por presunción. Lo establecido por Giles, bajo M. hamorrho:- dalis, que los tarsos medios y posteriores de las hembras son anillados de blanco, parece ser un error de compilación, pues sus notas parecen no haberse basado sobre especímenes. Bonne y Bonne Wepster, dicen al final de esta transcripción, que Dyar y Knab, proponen el nombre de Lynchi para la hemorrhoidalis de Arribálzaga. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 89 dos; abdómen purpúreo con escamas doradas y los costados de los tergitos plateados. Parece que esta especie es variable en lo que respecta a las manchas de las patas. La mayoría de los machos tienen el tarso enteramente oscuro algunos pocos una mancha blanca en lado superior del 4 artejo del tarso III; 2 hembras tienen una gran mancha formada por escamas blan- cas en el 4” artejo del tarso III, mientras que otras dos, tie- nen este artejo enteramente oscuro; una de estas últimas hem- bras tiene una mancha blanca en el tercer artejo del tarso II. Distribución: Jujuy (9.3.16, Neiva); Tucumán (Tafí Vie- jo, 10.10.26, Shannon y 15.3.27, Shannon y Del Ponte; Que- brada de Lues, 3.2 y 24.3.27, Shannon y Del Ponte; Parque Aconquija (en la ciudad de Tucumán), Julio 1926, Riesel; Con- cepción: Orti, Davis, Riesel, Shannon y Del Ponte). Megarhinus tucumanus arborealis variedad nueva Dos hembras, criadas de larvas encontradas en la cavidad de un árbol, con el 4* artejo del tarso III totalmente blanco. Como estos ejemplares no poseen otras diferencias con tucuma- nus, consideramos que ellos representan una variación de esta especie. Distribución: Tucumán (Lules, 22.3.27, Shannon y Del Ponte). TII.—Tribu SABETHINI Mosquitos generalmente pequeños, de colores brillantes, con hábitos diurnos y cuyas larvas se encuentran en el agua contenida en las bases de las hojas, en ciertas flores y en las cavidades de maderas, de entrenudos de bambú, etc. Debido a sus criaderos limitados, son especies generalmente poco abun- dantes. Un cierto número de ellas son hematófagas y atacan al hombre, pero por regla general, ellas no son molestas. La ma- yoría de las larvas son vegetarianas, pero hay 3 géneros: Sabethes, Isostomyia y Goeldia, en que ellas son predatoras so- bre las larvas de otros mosquitos. Clave para los Sabetinos argentinos. 1.—Tibia III con un ancho mechón de escamas en la mi- 90 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA tatdianiea!.... ¿Do A. Sabethes Neivar PETR. —Patasisin dichosmechon der escamas O E .—Mesonoto abigarrado, con escamas dorado brillantes y purpúreas; postescudete con escamas doradas.... > A TA Limatus exhibitor ESP. NUEV. —Mesonoto sin una mancha formada por escamas do- Fada UIpPUFCAS A E A .—HEscudete con escamas blancas; postescudete sin es- ESUMlE Sola SlopioiO alao o ao a o o IIS Soo bo o e .—Colores abdominales (dorso oscuro y vientre claro) separados por una nea Teeua.... 00.0... ... segmento; segmentos restantes oscuros con grandes triángu- los blanco plateados en los ángulos antero-inferiores. Largo del ala: 5 m/m. Macho.—Semejante a la hembra, de la que difiere por la probóscide encorvada en la parte media, formando durante el vuelo, la mitad apical con la mitad basal, un ángulo recto de abertura superior; probóscide bronceada, la mitad apical de la probóscide, y en su cara inferior, hay 4 manchas de igual largo formadas por escamas erectas y cuyos colores, a partir de la mancha central, son: negro aterciopelado, azul, blanco y ne- R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 93. gro; cara inferior del 4* artejo del tarso II blanco; cara infe- rior de la pata III hasta el tarso 3%, blanco. Vástago interno de la pinza (clasper) con una hojuela submediana bien desarrolla- da (la que no existe en Durham1). Larva.—Pelos clipeales anteiores en número de 4, muy se- parados entre sí e igualmente espaciados; la segunda fila con- sistente en 2 pelos muy separados, estando situados bien afue- ra de los pelos anteriores clipeales casi en línea recta con ellos ; 2 pelos clipeales posteriores, situados casi frente a los pelos cli- peales anteriores externos. Ocho machos y dos hembras, que fueron coleccionados en las Cataratas del Iguazú, y una hembra y una larva, encontra- dos en Calilegua, Jujuy. Es posible que éstas sean dos especies diferentes, pero como no es posible separar a los adultos, las consideramos co- mo una sola especie. Dyar (1921) dice que hay dos hembras de Limatus Leontinie Brethes, de Santiago del Estero y per- tenciendo esta especie de Brethes a Menolepis, es posible que los especímenes arriba citados por Dyar, deban pertenecer al género Limatus, donde fueron colocados, y entonces sería el ca- so de considerarlos pertenecientes a exhibitor. Sin embargo el tipo de la región santiagueña es muy diferente de las regiones donde se encuentran los verdaderos Limatus y por esto que los ejemplares clasificados por Dyar, pueden considerarse como Menolepis (Limatus) Leontinisz, que se cría en el agua con- tenida en la base de las hojas de Typha, planta que posible- mente abunde en las regiones de Santiago del Estero. Los ejemplares capturados en las Cataratas del Iguazú, lo fueron mientras volaban muy cerca de un gran árbol, a pocos centímetros de él, a poca altura del suelo y verticalmente. Los machos, en tal ocasión, encurvaban su probéscide hacia arriba, exhibiendo las manchas negras, azul y blanca de su trompa. Nos fué imposible hallar larvas en esta ocasión, pero la que encontramos en Calilegua, lo fué en el entrenudo cortado y seco de un bambú. Otros entrenudos semejantes fueron revi- sados con resultado negativo, pero mientras hacíamos esta re- visación, capturamos una hembra que atacé a uno de nosotros, queriendo picar. Distribución: Jujuy (Calilegua, 29.53.27; Shannon y Del Ponte) ; Misiones (Cataratas del Iguazú, 18.6.27; Del Ponte y Shannon). 94 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Género Miamya Dyar, 1919 De acuerdo con las clasificaciones más recientes sobre los Culicidos americanos (1), el género Miamyia se caracteriza como sigue: probóscide larga, mucho mayór que el clípeo; base de la coxa III a la misma altura que el margen superior del meron lateral (esclerito metasternal lateral) sedas espiracula- res presentes; sedas pronotales ausentes; clípeo tan largo co- mo el ancho de su base; margen posterior del escudete triloba- do; sedas metanotales presentes; abdómen generalmente com- primido y con pocas sedas; sedas prealares presentes; sedas esternopleurales inferiores distintamente bajo el margen su- perior del meron medio; escamas alares anchas, especialmente aquellas eréctiles en las bases de Ro» y de Roa. Miamna Petrocchie especie nueva Es un mosquito Sabetino, exquisitamente coloreado; el oc- cipucio y los lóbulos antepronotales (protorácicos) están am- pliamente cubiertos por escamas verde-pálidas; mesonoto con escamas anchas, verde oscuro; pleuras con escamas plateadas; dorso del abdómen azulado oscuro rojizo; vientre plateado; lado inferior de los tarsos 111 con marcas blancas. Hembra.—Occipucio enteramente cubierto en su parte su- perior con anchas escamas violáceas, pálidas, mientras que su parte inferior y hacia los costados lo está por escamas blanco plateadas; artejo basal ensanchado de la antena escarchado amarillento y con escasas sedas; clípeo amarillo con pubescen- cia plateada algo prominente; probóscide distintamente más larga que las antenas, algo ensanchada hacia el ápice, cubierta por escamas negras, palpos más o menos igual a un sexto del largo de la probóscide y de su mismo color violeta pálido, del mismo color que las del occipucio; áreas post-pronotales con escamas plateadas; mesonoto con escamas anchas, verdinegras; pleuras en su mayor parte casi completamente cubiertas por . escamas plateadas con reflejos azulados débiles; patas muy lar- gas y delgadas, fémures en su parte interna y basal con es- camas plateadas; patas oscuras, excepto en la parte inferior de los tarsos II, que tienen escamas plateadas en el cuarto dis- (1) Dyar y Shannon, 1924. The subfamilies, tribes, and genera oí Ameri- can Culicidae. Journ. Washington Ac. Sc., XIV, n? 20, p. 475. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 95 tal del 2* artejo, totalmente en el 3* y en los 2/3 partes basales del 4* artejo, con algunas escamas blancas en el ápice de este último segmento; 5* artejo completamente negro; prácticamen- te todas las escamas alares son anchas; peciolo de la segunda célula marginal (célula bifurcada superior) igual a un tercio del largo de dicha célula; balancines con la cabeza cubierta por escamas oscuras; abdómen con todo el dorso, incluyendo el primer tergito, azul rojizo, con reflejos verdosos y la parte ventral con escamas amarillo pálidas, superponiéndose ambos colores cuando ellos se encuentran en las partes a los costados del abdómen, ápice rodeado por una franja de escamas largas amarillas. Largo (sin la probóscide) : 5 m/m. Cinco hembras, cuando procuraban picar. Esta especie comparte muy probablemente zon sus aliados, el hábito de criarse en los agujeros de los árboles, especial- mente en este caso en que los ejemplares tomados lo fueron en una región boscosa, donde solamente se encuentran brome- láceas muy pequeñas (Raco). Localidad del tipo: Tucumán (Raco, 13.2.27; Shannon y Del Ponte). También se la ha encontrado en la Quebrada de Lules, Tuc., (3.2.27) y en Zapla, Jujuy (10.4.27, Shannon y Del Ponte). Dodecamyia aphobema Dyar, difiere por tener los siguien- tes caracteres: Parte superior del occipucio con escamas ne- gras de reflejos azulados; lóbulos antepronotales con escamas azuladas negruzcas brillantes y reflejos violetas; mesonoto con escamas grandes castaño oscuras; abdáómen negruzco castaño en su parte dorsal y blanco en la parte ventral, estando sepa- rados ambos colores por una línea recta; peciolo de la 2* célula marginal superior, más o menos igual a la mitad del largo de dicha célula; tarso II blanco plateado en la parte inferior, en la mayor parte del artejo 2* y totalmente en los artejos 3 a 5. Esta especie ha sido dedicada a la memoria de Juana Pe- trocchi. Menolepis Leontinie Brethes, 1921 (=Limatus Leontine Brethes) Esta especie y Limatus exhibitor, son los únicos mosqui- tos argentinos que tienen escamas en el postescudete, pero mientras que L. exhibitor tiene el mesonoto con escamas dorado 96 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA brillantes y purpúreas, la especie Lentiniz tiene el mesonoto y el escudete uniformemente de color castaño. Los lóbulos proto- rácicos están cubiertos por escamas cobrizas, la porción infe- rior con escamas blancas; pronoto blanco plateado; propleura con dos sedas; esclerito espiracular con 20 3 sedas. El genotipo, Menolepis leucostigma Lutz, difiere por tener los lóbulos protorácicos azules y por tener una sola seda espi- racular. Las larvas han sido encontradas en la base de las hojas de Typha, en Ledesma. Los adultos eran más bien numerosos en Santa Bárbara en la vecindad de una gran laguna, casi com- pletamente cubierta por estas plantas. Es probable que en aque- llas regiones del Norte argentino donde abunde Typha, se en- cuentre este mosquito. Es probable también que con Isostomyia paranensis, suceda lo mismo, pues se encuentra en condiciones semejantes en la provincia de Buenos Aires. La especie de que tratamos pica fácilmente y cuando hay gran cantidad de individuos es muy molesta. Distribución: Buenos Aires (Islas del Paraná, 25.1.08); San Lorenzo en las islas del Paraná, 15.2.19, Petrocchi) ; Tu- cumán (Finca Santa Bárbara( departamento de la Capital, 8.4.27, Del Ponte y Shannon); Jujuy (Ledesma, 23.326, Davis y Shannon; 30.3.27, Del Ponte y Shannon). Dendromya (Calladimya?) Typharum especie nueva Por su coloración está muy cercana a D. (C.) melanoce- vhala y por esto es que la colocamos, provisoriamente, en el mismo subgénero. Occipucio ampliamente cubierto por encima, con escamas azules oscuras, una mancha negra en el costado, por debajo de la cual las escamas son blancas; lóbulos protorácicos por enci- ma dorados, púrpura en su parte media y blancos por debajo; mesonoto con escamas oscuras; escudete con escamas azul ver- doso; pronoto con escamas blanco plateado; pleuras con esca- mas blancas; tarsos oscuros con la superficie inferior blanca en el ápice del 2*, todo el 3%, 4? y 5” artejos del tarso II y también blanco en la superficie inferior del 4* y 5* artejos del tarso III. Dorso del abdómen oscuro, la cara ventral blanquecina, los dos colores separados por una línea moderadamente quebrada. Las larvas han sido encontradas junto con las de M. Leon- tiniz en el agua contenida en las bases de las hojas de Typha. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 97 La hembra es muy tímida y pica con mucha cautela; ella mues- tra durante el vuelo muy nítidamente la superficie inferior de los tarsos medios y posteriores. Treinta hembras. Distribución: Jujuy (Ledesma, 19.38.26, Davis y Shan- non, 30.35.27; Del Ponte y Shannon). Isostomya Paranensis Brethes, 1921 (=LEwmchiaria paranensis Brethes) El mayor Sabetinido de la fauna argentina, reconocible por su color general amarillento, occipucio, lóbulos protoráci- cos y mesonoto con escamas castañas, con reflejos cobrizos; tarsos totalmente oscuros. Hasta donde nosotros sabemos, sus larvas son desconoci- das, pero puesto que las larvas de las otras especies de este gé- nero son predatoras de las larvas de los otros Sabetinidos, es de suponer que tenga el mismo habitat que M. Leontiniz, la única especie común en la región de Buenos Aires. Los adultos de estas 2 especies, son: generalmente capturados al mismo tiempo. Distribución: Islas del Paraná (enero de 1908, Brethes) ; Buenos Aires (La Plata, 18.2.15 y 1.3.16, Bruch; Río Santiago, 18.89.16, Neiva y 19.3.19, Petrocchi). Subfamilia CHAOBORINZE Forma una de las subfamilias (Chaoborine y Dixine) no hematófagas de la familia Culicidae; ambas poseen una pro- béscide corta y completamente inapta para picar. Excepto para una especie de Chaoborus, descrita del Bra- sil, esta subfamilia no se conoce en Sud América. Hemos en- contrado dos géneros de ella en la Argentina que pueden carac- terizarse de la siguiente manera: Género Chaoborus Lichtenstein, 1800 Insectos gráciles y delicados, generalmente de color ama- rillo pálido y con numerosas manchas oscuras. Apice de R, mu- cho más cerca del ápice del Ra que del ápice de la vena subcos- 98 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA tal; antenas tan o más cortas que los fémures anteriores. Es- cudete con dos filas marginales de sedas. Las larvas viven en lagunas o charcos y son predatoras; carecen de tubo respirato- rio, y tienen la propiedad de poder permanecer horizontales a diferentes profundidades en el agua, suavemente mecidas por ella y sostenidos por un par de sacos traqueales. El sifón respi- ratorio de la pupa está cerrado, pero lleno de aire, sostenién- dose así verticalmente. Genotipo: Chaoborus crystalina (De Geer, 1776). Europa. Género Corethrella Coquillet, 1902 Especies pequeñas y robustas, generalmente con mancha o nube en las alas; frecuentemente de color castaño y sin gran cantidad de manchas pequeñas. Antenas mucho más largas que los fémures anteriores; sedas mesonotales fuertemente desarro- lladas; ápice de R,¡ mucho más cerca del ápice de la subcosta que del ápice de Ro»; escudete con una sola fila marginal de sedas. Sus larvas viven en los agujeros de los árboles, entrenu- dos de bambú y en los charcos; son predatoras y tienen sifón respiratorio. Las ninfas pueden nadar verticalmente en el agua, o per- manecer más o menos tranquilamente en la superficie de ella. Genotipo: Corethrella Brakeleyi Coquillet, 1902. New Jer- sey, EE. UU. Género Chaoborus Lichtenstein, 1800 Las dos especies que tenemos a la vista, pueden ser dife- renciadas como sigue: A.—-Dibujo en el mesonoto muy pálido, casi tan claro co- mo el resto del tórax; tibias 1 con 9 anillos oscuros más o menos bien definidas; anillos oscuros de los ar- tejos tarsales, pequeños ocupando menos de la mitad de cada artejo. Chaoborus australia. ESP. NUEVA. B.—-Dibujo en el mesonoto castaño rojizo, que hace fuer- te contraste con las porciones más pálidas del tórax; tibias I con 7 anillos oscuros bien definidos; los ani- llos oscuros de los artejos tarsales ocupan la mitad o más de cada artejo. Chaoborus Elnore, ESP. NUEVA. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 99 Chaoborus (Sayomvia) australis especie nueva Hembra.—Especie pequeña (3 m/m; alas 2.5 m/m.) de color pálido amarillento con manchas oscuras numerosas en las patas, tórax y abdómen; alas con dos bandas transversales algo oscuras. El color negro intenso de los ojos resalta fuerte- mente con el color pálido de la cabeza y del artejo basal de las antenas; antenas no muy largas, aleo más cortas que los fé- mures anteriores, de color amarillento y con la base de los ar- tejos del flagelo oscuros; tórax pálido amarillento, cubierto ampliamente con grupos dispersos de manchas negras; sedas torácicas pálidas y un pequeño mechón de escamas castañas algo por detrás de la mitad del mesonoto; un par de sedas en el mesepímero; patas amarillentas pálidas, con numerosos anillos en los fémures y tibias; ápices de los 4 primeros artejos de los tarsos I y todo el último, oscuros; alhdómen amarillento con puntos negros, principalmente a lo largo de sus costados; alas blanquecinas con pelos amarillos en la costa y en las otras ve- nas y con 2 bandas transversales más bien pálidas e irregula- res, una cerca del 1/4 basal y la otra inmediatamente después de la mitad, teniendo esta última banda dos manchas casi ne- gras en la 2* y 5* vena; balancines blanquecinos. Terminalia del macho.—Tercio basal de la pinza (clasper) y cuart oapical de la pieza lateral más oscuras; pieza lateral con un lóbulo bien desarrollado, semejante al dedo pulgar y con una fila de sedas encorvadas hacia abajo, que se extienden a lo largo de todo el borde interno de dicho lóbulo; 10* esterni- to largo, estrecho (1 por 4), con el ápice obtuso y con una ex- pansión muy prominente y muy aguda, paralela a la mitad basal de la ¡pieza lateral, siendo su tamaño un poco mayor que dicha mitad basal. Esta especie está muy relacionada con C. antillum Knab, de Cuba y C. festivus Dyar y Shannon, de Panamá; estas dos especies tienen una sola banda alar. Al parecer, esta especie tiene una gran dispersión en la Agentina. Tenemos material de Salta, Tucumán y Jujuy; he- mos encontrado hembras en Resistencia (Chaco), que no po- demos separar de aquellos ejemplares coleccionados en el NO. argentino. Cinco machos y 10 hembras; también larvas. Distribución: Tucumán (Finca Santa Bárbara, dep. de la Capital, 6.4.2; Shannon y Del Ponte, localidad del tipo) ; Jujuy 100 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA (Ledesma, 30.3.27; Shannon y Del Ponte) ; Salta (Tres Pozos, cerca de Embarcación, 20.4.27, Elnora S. Shannon, a la luz); Chaco (Resistencia, 25.2.27, Shannon y Del Ponte( a la luz). Chaoborus (Sayomyia) Elnore especie nueva Hembra.—Diferente de australis por los caracteres si- guientes: Dibujo torácico castaño rojizo (consistente en un par mediano de cintas muy aproximadas que se extienden desde el margen anterior hasta el espacio antescutelar; una cinta la- teral que se extiende desde la mitad del mesonoto hasta la por- ción lateral del escudete; un par de manchas cerca del ángulo anterior del mesonoto y varias manchas pleurales) y que hace un fuerte contraste con el color restante del tórax; postnoto castaño oscuro. Abdómen castaño amarillento; primer tergito muy estrecho, 2? con bandas transversales, basales y apicales de color castaño oscuro y los tergitos restantes con los ángulos anteriores castaño oscuros. Alas con una banda oscura irregu- lar transversal en la mitad apical y una mancha entre la 5* y 6* venas, más cerca de la base que la bifurcación de la 5* vena. Anillos oscuros de las patas, grandes y distintos; tibia I con 7 anillos, tibia II y MI con 6 anillos (9,7 y 9 en australis) ; los anillos oscuros en todos los artejos ocupan la mitad o más de los artejos. Seis hembras, a la luz, cerca de una laguna. Distribución: Salta (Tres Pozos, cerca de Embarcación, 20.4.27, E. S. Shannon; localidad del tipo). Dedicada por los autores a su coleccionista, señora Elnora S. Shannon. Género Corethrella Coquillet, 1902 Clave para las especies argentinas. 1.—Esetcamas' alares de UN mISMO*coOlE. 0... Mes o E edo ed Corethrella Davisi ESP. NUEVA. —HEscamas alares de dos colores... 7........ho....: 189) 2.— Costa con una machar neprar. a O O A 18 Corethrella arborealis ESP. NUEVA. —Costa con dos manchas negras, siendo la apical más Cl: io. O 004 08 Corethrella puella ESP. NUEVA. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 101 —Costa con 4 manchas negras (con la porción api- callde lafiranja Mar algo:mas oscura... O. APIS Corethrella. quadrivittata ESP. NUEVA. Corethrella quadrivittata nueva especie Macho y hembra.—Especie muy grande (2 m/m.; ala 1.75 m/m.), de color oscuro y alas con bandas transversales. Ante- nas amarillento castaño; clípeo castaño oscuro, probóscide y palpos amarillos; mesonoto castaño oscuro con un ancho dibujo escarchado y con fuertes sedas y pequeñas escamas como pelos, amarillentas; fémures oscuros con sus ápices, incluso el tercio apical del fémur posterior, amarillentos, con una mancha alar- gada de escamas blanquecinas en la superficie interna de la tibia III; tarsos oscuros con sus bases y ápices amarillentos; abdómen oscuro, densamente cubierto por pelos amarillentos. Alas con el margen anterior (costa) con 4 manchas formadas por escamas oscuras, partiendo de ellas bandas irregulares transversales que llegan y comprenden las porciones correspon- dientes de la franja, la que en la parte apical del ala es algo más OSCUra. Se obtuvieron larvas, machos y hembras de esta especie en Tres Pozos, Salta y larvas y hembras en Resistencia, Chaco. No hemos encontrado caracteres suficientes, en las larvas o en las hembras, para separar estos 2 lotes de Corethrellas, y hasta que no podamos comparar con machos que se obtengan de Resistencia, los consideraremos como una sola especie. Las larvas de esta especie fueron encontradas entre las plantas acuáticas (Pistia y otras) que crecían en lagunas, don- de eran bastante numerosas. Varias hembras fueron encontra- das en el hospital de Resistencia, a la luz; también a la luz, cerca de una laguna, en Tres Pozos, Salta. Cinco machos y quince hembras; también larvas. Distribución: Salta (Tres Pozos, cerca de Embarcación, 3.5.26 y 20.4.2, Shannon y Shannon, localidad del tipo) ; Chaco (Resistencia, 25.2.27, Shannon y Del Ponte). Corethrella arborealis especie nueva Hembra. —Difiere de quadrivittata en la coloración de las alas y de la tibia 1. Hay solamente dos bandas transversales en el ala: una diagonal en el 1/3 basal y una transversal recta in- 102 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA mediatamente detrás de la mitad. La franja en el ápice del ala está algo oscurecida. Tarsos 1 oscuros, siendo más pálidos hacia el ápice; el último artejo amarillento. En quadrivittata el ba- sitarso del tarso I es amarillento con un anillo oscuro basal y preapical, los artejos 2, 3 y 4 ampliamente oscuros en sus ba- ses; el 5 totalmente oscuro. Una única larva encontrada en Calilegua, cerca de la lo- calidad del adulto, Ledesma, es probable que pertenezca a ésta especie. Su diferencia con las larvas de quadrivittata, es mayor aún que las diferencias existentes entre los adultos de ambas especies. Esta larva será motivo de un trabajo posterior. Cinco hembras, coleccionadas en un cuarto de baño. Distribución: Jujuy (Ledesma, Cañitas Viejo, 30.3.27, Shannon y Del Ponte, localidad del tipo). Corcthrella arborealis especie nueva Macho.—Es parecido por su aspecto general a C. quadri- vittata, pero su tamaño es algo menor (16.65.; alas 1.65 m/m.) Las marcas alares separan fácilmente esta especie de todas las otras del mismo género. Las alas son hialinas, con escamas de un color amarillento muy pálido, la franja del margen poste- rior, blanquecina; una mancha oscura cerca de la mitad del ala, está formada por las escamas y la membrana oscurecida, y una banda transversal formada de igual manera, incluyendo la por- ción adyacente de la franja; los ápices de los fémures están guar- necidos por una pequeña mancha de escamas blancas. Un macho, obtenido de una pupa encontrada en un agu- jero de árbol; esta era muy activa y sus movimientos eran se- mejantex a los de las ninfas de Chironomidee. Distribución: Tucumán (Vipos, 4.3.27, Del Ponte; locali- dad del tipo). Corethrella Davist especie nueva Macho y hembra.—Esta especie es fácilmente diferenciable de sus congéneres. Las alas carecen de manchas, las escamas son más semejantes a pelos y uniformemente oscuras; las patas son totalmente castaño amarillentas, excepto en el ápice que llevan mancha nítida formada por escamas blanco-plateadas. Largo: 1.50 m/m.; alas: 1.50 m/m. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 103 Las larvas de esta especie fueron encontradas en un char- co con aguas semi-estancadas y con vegetación en sus orillas. Distribución: Tucumán (en un charco cerca del camino a Concepción, a 5 km. al Oeste de esta ciudad; 7.4.26, Davis y Shannon (localidad del tipo). Es un gran placer para nosotros dedicar esta especie al Dr. N. C. Davis del International Health Board, Rockefeller Institute. Subfamilia DIXIN% Solamente se conoce un género de esta subfamilia, Dixa Meigen, 1818, que se encuentra en todas las regiones frías del mundo. El género está muy extendido en la Argentina y ha sido encontrada en Salta, Tucumán, Córdoba, Misiones y la re- gión del lago Nahuel Huapi. Las larvas prefieren manantiales, pequeñas corrientes de aguas frescas para desarrollarse, pue- den ser fácilmente caracterizadas, entre los Culicidae, por su cuerpo cilíndrico, ausencia de sifón respiratorio, 1? y 2* seg- mentos abdominales con un par de pseudopodios dorsales. Las larvas quedan en la superficie y al borde del agua en el sitio donde la capilaridad la hace subir. Cuando permane- nen tranquilas toman la forma de una U invertida. Se ha descrito solamente una especie de la Argentina. Di- xa argentina Alexander, encontrada en Córdoba por Carlos Bruch. CATÁLOGO DE LAS ESPECIES ARGENTINAS DEL GÉNERO Anopheles MEIGEN, 1818. Género Anopheles Meigen, 1818. Syst. Beschr. bek. Europaischen Zwetifl. Ins., I. pp. 1-10. (Para la lista de sinónimos, véanse: Howard, Dyar y Knab, TV, 1917, p. 962; Christophers, 1924, p. 7; Dyar, 1925, p. 186). Subgénero «Inopheles Christophers, 1915. Indian Journ. Med. Res., III, p. 3883. Anopheles.—Lahille, 1904, p. 79; Root, 1922, p. 379; íd. 1923 p, 2645 Christophers, 1924, p. 7. 104 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Grupo Anopheles Root, 1922. American Journ. Hyg., 11, pp. 379-392. Anopheles.—Root, 1923, p. 264; Christophers, 1924, p. 7. Anopheles (An.) (An.) pseudopunctipennis Theo- bald, 19012115. Mon. Cul., TL, p. 305 Anopheles superpictus GRASSI.—Delfino, 192, p. 352. Anopheles franciscanus MC. CRAKEN, 1904, p. 12; Theo- bald, V., p. 8 (1910). Anopheles peruvianus TAMAYO € GARCIA.—Id. 1907, p. 35. Anopheles pseudopunctipennis THEOB.—Sergent, 1908, p. 58; Paterson, 1911. Proterorhynchus argentinus BRETHES.—Id. 1912, Anopheles tucumanus LAHILLE.—Id. 1912, p. 253. Anopheles pseudopunctipennis THEOB., 1901.—Neiva y Bar- bará, 1915, p. € (=Proterorhynchus argentinus) BRETHESs, 1912. Proterorhynchus argentinus BRETHEs, 1912.—Id. 1916, p. 201: Anopheles pseudopunctipennis THEOB.—Howard, Dyar y Knab, 1917, IV, p. 1014 (—P. argentinus Br.; Anopheles tu- cumanus Lah., 1912); Le Prince y Orenstein, 1916, p. 43 y si- guientes; Dyar, 1918, p. 143; id. 1919, p. 85; Petrocchi, '1919, p:.299; Carter 1921: Dyar, 192 Bip..148:.Eyans, 1921. p.1445s Bachmann, 1921%p. 117 5d. 192L. p. :506;; “Brumpt, 1922: 937: 'Root, 1922 p0.3/9: Herms4.923 ;:Betrocehi) 1923: 1D, 106 íd. 1923, p. 139; Christophers, 1924; Petrocchi, 1924, p. 28; Bon- ne y Bonne Wepster, 1925, p. 519; Dyar, 1925, p. 188; Fox, 1925, p..87; Petrocehi 1925, p.,2b4:. Borzone: 1926: 045905 Brethes, 1926, p. 308; Freeborn, 1926, p. 454; Shannon, 1926, p. 148; Davis, 1927, p. 168; Davis, Cabarrou y Laino, 1927, p. 414; Paterson y Shannon, 1927, p. 656; Shannon y Davis, 1927, p. 662; Shannon, Davis y Del Ponte, 1927, p. 679; Shannon y Del Ponte, 1927, p. 706; Shannon, Del Ponte y Oyarzábal, 1927, p. 695. (1) El primer paréntesis corresponde al subgénero y el segundo al grupo a que pertenecie la especie. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 105 Anopheles (An.) (Arr.) maculipes Theobald, 1903 Arribalzagia maculipes.—Mon. Cul., TI, p. 81. Arribalzagia maculipes THEOB.—Peryassú, 1908, p. 106; Neiva, 1909, p. 69. Arribalzagia annulipalpis (F. Leh. exo) BRETHES (en par- te).—Id. 1916, p. 199. Anopheles maculipes THEOBALD.—Bonne y Bonne Weps- ter, 1925, p. 517; Howard, Dyar y Knab, 1917, IV, p. 990; Car- ter, 1921; Petrocchi, 1923 b., p. 139; íd. 1924, p. 28; Christo- phers, 1924; Dyar, 1925, p. 152; Petrocchi, 1925, p. 69. Anopheles (Arr.) spp?.—Shannon y Del Ponte, 1927, p. T16 (2) * Anopheles (An.) (Arr.) aunulipalpis F. Lynch Arribálzaga, 1878. Nat. Argentino, 1, p. 149. Anopheles annulipalpis, L. A. — F. Lynch Arribálzaga, 1881, p. 37; E. Lynch Arribálzaga, 1883, p. 114; Autran, 1904, p. 144; Blanchard, 1905, p. 175; Autran, 1907, p. 13; Brethes, 1908, p. 282; íd. 1912; Neiva, 1915, pp. 3-11; Neiva y Barbará, TIL pi 6. Arribalzagia annulipalpis F. LYNCH ARR. Brethes (en par- te).—Id. 1916 b, p. 199. Anopheles annulipalpis PETROCCHI, 1919, p. 299; íd. 1923a, p. 10; íd. 1923b, p. 139; Christophers, 1924. Anopheles (Arr.) spp.?.—Shannon y Del Ponte, 1927, p TAG (42): Anopheles (An.) (Arr.) mediopunctatus Theobald, 1903. Cycloleppteron mediopunctatus.—Mon. Cul., TI, p. 60. Cycloleppteron mediopuncttaus THEOB.—Theobald, 1902, p. 182 (nomen nudum); Giles, 1904, p. 14; Lutz, ¿n Bourroul, 1904, p. 36, 75, 78; Blanchard, 1905, p. 623; Theobald, 1905, p. 81d. 1907, IV, p. 54; Neiva, 1909, p. 69; Peryassú, 1908, p. 80; Theobald, 1910, V, p. 34. 106 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Anopheles mediopunctatus THEOB.—Dyar y Knab, 1907; Knab, 1913, p. 35; Howard, Dyar y Knab, 1917, IV, p. 993. Anopheles (Arribalzagia) mediopuntactus THEOB.—Dyar, 1918, p. 146: Anopheles (Anopheles) mediopunctatus THEoB.—Bonne, 1923b, pp. 115; íd. 1924b; Bonne y Bonne Wepster, 1925, p. 538. Anopheles (Arr.) spp?—Shannon y Del Ponte, 1927, p. TL6RCI) Anopheles (An.) (Arr.) pseudomaculipes Chagas, 1908 (1). Arribalzagia pseudomaculipes CHAGAS, ¿im Peryassú, Cul. do Br. pz 108. Anopheles pseudomaculipes. — Howard, Dyar y Knab, IMAN ip 1302 Dyar MOS ip. dde, Cycloleppteron pseudomaculipes.—Pinto, 1923, p. 11. Anopheles pseudomaculipes.—Bonne y Bonne Wespter, 1920, Di 02 ls DyarikdZo, p. 192. Anopheles (Arr.) spp?.—Shannon y Del Ponte, 1927, DD. 116. Subgénero Nyssorhynchus Blanchard, 1902: CoRosoc.:Brols Paris llW; 13; pi 799: Nyssorhynchus.—Root, 1922, p. 397; Td. 1923; pp. 2705 Christophers, 1924, p. 7. Grupo Nyssorhynchus Root, 1922. American. Journ. Hyas IL, PRE3S67 EROOt. 192302106 Christophers, 1924, p. 7. Anopheles (N.) (N.) argyritarsis Rob. Desv., 1827. Mem: Soc. d'Hist. Nat, p1S2% ?¿Culex pictipennis PHILIPP.—Id., 1865, p. 596. (1) La colocamos en este catálogo, porque existe la posibilidad de que se encuentre en la Argentina, pues poseemos un ejemplar del Paraguay. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 107 ?2Anopheles Bigoti THEOBAD, 19017 p.m Nyssorhynchus albimanus WIED.—Blanchard, 1905, p. 202; Autran, 1907, p. 14. Cellia argyrotarsis R. D.—Bréthes, 1908, p. 283; Peryas- sú, 1908, p. 16; Sergent, 1908, p. 54; Neiva, 1909, p. 69 y sig.; Brethes, 1912, p. 18. Anopheles (Cellia) argyrotarsis.—Patton y Craig, 1913, DZOD Anopheles argyritarsis.—Le Prince y Orenstein, 1916, p. 52. Anopheles (Cellia) argyritarsis.—Dyar, 1918, p. 150. Cellia argyrotarsis.—Lutz, de Souza Araujo y da Fonseca, 1918, p. 162; Petrocchi, 1919, p. 1 (—=albitarsis L. A.) Anopheles argyrotarsis.—Evans, 1921, p. 447 (hipopigio). Anopheles (Nyssorhynchus) (Grupo Nyssorhynchus) ar- guy ritarsis kk. D:—Root, 1922. P..992: 1d. 1923,p.21T. Anopheles argyritarsis R. D.—Petrocchi, 1923a, p. 10; íd. 1923b, p. 139; Pinto, 1923, p. 12; Petrocchi, 1924, p. 28; Root, OZ Doy 201: 1924: 150: Cellia argyrotarsis R. D.—Bonne, 1924a, p. 132 (—brazi- liensis Ch.; =allopha Per.) Anopheles (Nyssorhynchus) (Grupo Nyssorhynchus) ar- gyritarsis R. D.—Christophers, 1924, p. 37 (—albitarsis F. L. A.) Anopheles argyritarsis R. D.—Petrocchi, 1925a, p. 69; 1d. 1925c,+p::266: Anopheles (Nyssorhynchus) argyritarsis R. D. — Dyar, 1925, p. 193 (—Culezx pictipennis Philippi; — Anopheles albitar- sis Lynch Arr.; Cellia braziliensis Ch.; Cellia allopha Per.) Anopheles (Anopheles) argyritarsis R. D.—Bonne y Bon- ne Wepster, 1925, p. 533. Anopheles (Cellia) argyritarisis.—Davis, 1925, p. 135-136; íd. 1926a, p. 1 (hipopigio de la hembra). Anopheles (N.) argyritarsis.—Davis, 1926b, p. 22; Root, 1926, p. 684; Strong, Shattuck, Bequaert y Wheler, 1926, p. 165. Cellia Rooti Brethes, 1926a, p. 106; íd. 1926b, p. 305. Anopheles (N.) argyritarsis R. D.—Shannon, Del Ponte y Oyarzábal, 1927, p. 695; Shannon y Del Ponte, 1927, p. 706. 108 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Anopheles arguritarsis (Rooti de Brethes.—Davis, 1927, p. 168.—Davis, Cabarrou y Laino, 1927, p. 629. Anopheles (N.) (N.) albitarsis F. Lynch-Arribálzaga, 1878. Anopheles albitarsis.—El Nat. Argentino, 1I, p. 151. Anopheles albiritarisis.—E. Lynch Arribálzaga, 1883, p. 114; F. Lynch Arribálzaga, 1891, p. 36. Nysshorhynchus albimanus WIED.—Blanchard, 1905, p. 202; Autran, 1908, p. 14. Cellia argyrotarsis R. D.—Breéthes, 1907, p. 283. Cellia braziliensis.—Chagas, 1907, p. 18. Anopheles albitarsis.—Lahille, 1912, v. 253 (=C. argyro- tarsis, según Theobald, V, p. 68, 1910). Cellia argyrotarsis.—Neiva y Barbará, 1915, p. 357. Anopheles albitarsis. — Brethes, 1916a, p. 175; íd. 1916b, p. 193; íd. 1916c, p. 124; Neiva y Barbará, 1917. Anopheles (Cellia) pictipennis.—Dyar, 1918, p. 141; íd. IDA 09, 10. 1921.p. 48, Cellia argyrotarsis.—Petrocchi, 1919, p. 7 (—?albitarsis) ; Bachmaan, 1921, p. 117; A1921b, 506. Cellia allopha.—Peryassú, 1921, p. 70. Anopheles (Cellia) argyritarsis.—Brumpt, 1922, p. 932 (=A4. albitarsis F. L. A.) A. argyritarsis.—Christophers, 1924; (=albitarsis F. L. A.:; =pictipennis Phil.) Anopheles pictipennis Phil.—Dyar, 1924, p. 130. Anopheles albitarsis F. L. A.—Petrocchi, 1923b, p. 139; 1d. 1924,.p. 28. 1d: 1925a,.p:"69: 14119256 pp,.264: y 209; Anopheles (Nyssorhynchus) argyritarsis.—Dyar, 1925, p. 198; (=Culex pictipennis Phil.; =albitarsis F. L. A.) Anopheles albitarsis. — Borzone, 1926, p. 436; Brethes, 1926b, p. 305. Anopheles (Nyssorhynchus) albitarsis. — Root, 1926, p. 684; (=allopha Peryassú). Anopheles (N.) albitarsis var. brasiliensis Chagas. — Root, 1926. p. 648 (=Cellia braziliensis). R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 109 Anopheles (N.) albitarsis.—Davis, 1927, p. 168; Davis, Cabarrou y Laino, 1927, p. 625; Paterson y Shannon, 1927, p. 649; Shannon y Del Ponte, 1927, p. 115; Shannon, Del Ponte y Oyarzáabal, 1927, p. 60. Anopheles (N.) (N.) tarsimaculatus Goeldi, 1905. Os mosq. no Pará, p. 135. Anopheles Gorgasi.—Dyar y Knab, 1907, p. 198; Theo- bald (en parte, no Wied.), 1910, V, p. 69. Cellia tarsimaculata.—Neiva y Barbará, 1915, p. 357. Anopheles tarsimaculatus.—Zetek, 1915, p. 5; Brethes, 1916b, p. 197; Le Prince y Orenstein, 1916, p. 52; Howard, Diary nap LOBA p9 To: Dyar, 1918, p. 141 Cellia tarsimaculata.—Petrocchi, 1919, p. 7. Anopheles (Cellia) tarsimaculata.—Carter, 1921, p. 345 (la considera como una variedad de albimanus). Anopheles albimanus var. tarsimaculatus GOELDI.—Evans, 1921 Dodo Anopheles (Nyssorhynchus) (Nyssorhynchus) tarsimacu- lata WIED.—Root, 1922, p: 392; íd. 1923, p. 276; íd. 1924a, p. 462. Cellia tarsimaculata.—Pinto, 1923, p. 14. Anopheles tarsimaculata GOELDI.—Edwards, 1922, p. 75; Brumpt, 1922, p. 135; Bonne, 1923a, p. 127; Petrocchi, 1923a, p. 10; íd.. 1925b%p. 189: bonne, 1924a, p. 132; Petrocehi, 1924, p. 20, Anopheles (N.) (N.) tarsimaculata (GOELDI.—Christo- phers, 1924, p. 39. Anopheles tarsimaculata.—Bonne y Bonne Wepster, 1925, p:. aia yiís, 1925: p. 135; Dyar;, 1929, p.: 1950 1d.1929b, Pp. 213; Fox, 1925, p .38; Petrocchi, 1925a, p. 69; 1925e, p. 264. Anopheles (Cellia) tarsimaculata.—Davis, 1926a, p. 1. Anopheles Evansi.—Breéthes, 1926a, p. 106; íd., 1926b, SA Anopheles tarsimaculata.—Borzone, 1926, p. 436; Root, 1926, p. 684; Strode, 1926, p. 332. Anopheles tarsimaculatus.—Cleare, 1927, p. 405; Paterson 110 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA y Shannon, 1927; p. 651; Shannon y Del Ponte, 1927, p. 715; Shannon, Del Ponte y Oyarzábal, 1927, p. 695. Anopheles tarsimaculatus var. Evansi.—Davis, 1927, p. 168; Davis, Cabarrou y Laino, 1927, p. 626, Anopheles (N.) (N.) Bachmann: Petrocchi, 1923. Physis, VII, 1923, p. 13 (nomen nudum) ; íd. 1924, p. 28 (nomen nudum). Rev. Inst. Bact., IV, 1925a, p. 69-75 (descripción original) ; Root, 1926, p. 684. Anopheles (N.) (N.) Perez Shannon y Del Ponte, 1927, Véase en este trabajo, en la pág.... 2A. albimanus Wied, 1921, p. 10. 2A. cubensis Agromonte, 1900, p. 460 (—dubius Theobald 1901, ¿n Blanchard, 1905, p. 204; Howard, Dyar y Knab, IV, p. 984, dicen “We have been unable to trace this name in the writings of Theobald and are therefore obliged to credit it to Blanchad”). ¿Anopheles argyrotarsis albipes Theobald, 1901, p. 125. ?Cellia albimana Wied.—Peryassu, 1908, p. 120; Neiva, 1909, p. 69; Sergent, 1909, p. 220. Cellia albimana Wied.—Neiva y Barbará, 1915, p. 357. ?Anopheles albimanus.—Howard, Dyar y Knab, 1917, IV, p..979: ¿Cellia albimana.—Lutz, de Souza Araujo y da Fonseca, 1915, pa T6Z: ¿Anopheles (Cellia) *albimana.—Dyar, 1918, p. 141. Cellia albimana Petrocchi, 1919, p. 7; ?Pinto, 1923, p. 14. 2Anopheles (Celliar) albimanus.—Carter, 1921; Evans, 1921, 64455 Bam pt, 19022. Anopheles albimanus.—“Root, 1922, p. 391; ?Beyer, 1923, p. 54; Petrocchi, 19234, pi 10; 1d., 1923b, p.. 139% 7R005, 1925, p. 216 *Petrocci 1924 p023, ¿ROO MIZ La, PD. 10M. Md. Zas p. 207; ?Bonne y Bonne Wepster, 1925, p. 516; ?Dyar, 1925a, p. 1957 2Fox, 1925, p. 38H “Betrogcehii925c; Pp: 264 R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 111 2Anopheles (Nyssorhynchus) ¿Nyssorhynchus) albimanus Wied.—Christophers, 1924, p. 38. 2Anopheles albimanus, Root, 1926, p. 684; Davis, 1926, ¡e Anopheles (N.) (N.) Rondon: Neiva y Pinto, 1922. Cellia Rondoni. Brazil Medico, XXXVI, p. 374. Cellia Rondoni.—Bonne, 1924a, p. 132. Anopheles (Nyssorhynchus) (Nyssorhynchus) tarsimacu- latus, var. Rondoni; Christophers, 1924, p. 40. Anopheles Rondoni.—Petrocchi, 1924, p. 28; Bonne y Bon- ne Wepster, 1925, p. 522; Petrocchi, 1925c, p. 264; Borzone, 1926; p. 436; Bréthes, 1926b, p. 305; Root, 1926, p. 684. Anopheles (N.) (N.) pictipennis Philippi, 1865 (1). Culex pictipennis.—Verh. d. Zool. Bot. Ges. Viena, XV, P.:596. Anopheles pictipennis Phil. (—albitarsis L. A.) —Dyar, IDAS; p. 1415 1d. 199: p89: 1d. 19217p. 148. Culex (Anopheles) pictipennis.—Dyar, 1924, p. 130. Anopheles argyritarsis R. D. (en parte).—Christophers, 1924, p. 37. | | Anopheles pictipennis Phil. — Bonne y Bonne Wepster, 1925, p. 500: (Esta especie fué nuevamente encontrada en la pequeña población de Chile, Los Andes, en enero de 1927, por Edwards y Shannon. Es una especie bien distinta de las otras del mismo grupo y que aún no ha sido encontrada fuera de Chile). Anopheles (N.) (N.) Strodei Root, 1926. American Journ. Hyg., VI, p. 711. Anopheles (N.) (N.) Davisi Paterson y Shannon, 1927. Terc. Reun. Soc. Argentina Pat. Reg. del N., p. 653. (1)- Véase la nota de la. p..... ¡aunque las probabilidades de encontrar esta especie, en la Argentina, son mucho menores. 112 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA CAST AL O.O DE Los Sabethin Y Culicini ARGENTINOS Género Sabethes Robineau Desvoidy, 1827 Mem. Soc. d'Hist. Nat. París, MI, p. 411. Especie tipo: Sabethes locuples=Sabethes cyaneus (Fabr.) Sabethes cyaneus Fabricius, 1805. Culex cyaneus Fabricius. Syst. Antliat., p. 35. Sabethes longipes Lynch Arribálzaga (nec Fabricius), 1891, 1, p. 67. (No citado para la Argentina). Sabethes remipes (Wiedemann). Bréthes, 1908 (no citado). Sabethes longipes (Fabricius). Brethes, 1912 (no citado). Sabethes cyaneus (Fabricius). Dyar, 1921, p. 148 (San Tenacio, Misiones). Sabethes Neivai Petrocchi, 1927. Revist. Inst. Bact., TI, p. 83, 1923 (nomen nudum). ¡DUI IV, pari2o, 1927. Género Limatus Theobald, 1901. Mon. Cul., 11, p 349. Especie tipo: Limatus Durhami Theobald. Limatus exhibitor Shannon y Del Ponte, 1928. Rev. Inst. Bact., en este trabajo, p... Género Menolepis Lutz. Especie tipo: Menolepis leucostigma Lutz. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 113 Menolepis leontima Brethes, 1912. Limatus Leontimie Brethes.—Bol. Inst. Ent. y Pat. Veg., 1.40. 1. Limatus Leontinigz Brethes.—Dyar, 1921, p. 148 (Es pro- bable que este material, efectivamente pertenezca al género Limatus) Petrocchi, 1923a, p. 9. Género Dendromwvia Theobald, 1903. Mon. Cul., IM, pr alo. Especie tipo: Wyeomyia longirostris Theobald. Prosopolepis Lutz 1905.—Dyar, 1925, p. 226. Dendromyia typharum Shannon y Del Ponte, 1928. Rev. Inst. Bact., en este trabajo, Pp... Género /sostomya Coquillet, 1906. Class. Mosqu. N. y M. AMer., p. 16. Especie tipo: Aédes perturbans Meigen. Isostomyia paranensis Brethes, 1912. Eynchiaria paranensis Brethes. Bol. Inst. Ent. y Pat. Veg., Lp. 0: Dendromyía paranensis, auct. Goeldia paranensis Brethes.—Dyar, 1921, p. 148; Petroc- chi 1923,:D,,9. Isostomyia paranensis Br.—Dyar y Shannon, 1924a, p. 4382. Género Luteia Theobald, 1903. Mon. Cul., TIT, p. 155. Especie tipo: Culex Bigoti Bellardi, 1862. Mem. Ac. Sc. Torino, XXI, p. 200. Lutzia Bigoti Bell. —Petrocchi, 1923, p. 10. 114 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Género Culexr Linneeus, 1758. Syst. Nat., ed. 10%, p. 602. Especie tipo: Culex pipiens, L. ” Subgénero Culex Culex pipiens L.—Ibid. Culex pipiens L., 1758. Ibid. ?¿Culex flavipes Lynch Arribálzaga (nec Macquart) 1891, 98: Culex pipiens L.—Brethes, 1911, p. 469; íd. 1912, p. 31;. Dyar, 1919, p .86;'íd. 1921, p. 148; Petroechi, 1923,'p, 9: Culex fatigans, Wiedeman, 1828 ASS 0vetil. Ins. L, pa 10. Culex quinquefasciatus Say, Journ. Acad. Nat. Sci. Phal., TL PELO 1823. ?¿Culex (Culex) quinquefasciatus Say (dolosa, de los auto- res, no de Lynch).—Dyar, 1919, p. 85. Culex quinquefasciatus Say.—Petrocchi, 1923, p. 9; íd., 1925, pp. 266 y 269. Culex dolosa Lynch Arribálzaga, 1891. Heteronycha dolosa Lynch Arribálzaga (en parte) .—.Dipt. Arg. Cul., 1, p. 56. (Macho únicamente: Culex dolosa; hembra, Aédes Lynchi Bréthes). Culex dolosus (L. A.) —Brethes, 1916, p. 209. Culex bonariensis Brethes, 1916, p. 213 (sinonimia según Dyar, 1921, p. 149). Culex dolosa (L. A.) —Dyar, 1921, p. 149. (Establece que el macho es C. dolosa (= bonariensis Br.) y la hembra es Aédes Lynchi (Br.) : R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 115 Culex Brethesí Dyar, 1919. Culex Lynchi Brethes (unicamente el macho). Bol. Inst. Ent. y Bat. Veg., 1, 1912, p. 30; 1d. 1916, p. 2£2, con la figura de la genitalia. Culex Brethesi Dyar. Inst. Inst. Ments., 1919, p. 86; íd. 1921, p4149: Petrocehi: 1923, p. 9. Subgénero Microculer Theobald, 1907. Especie tipo: Microculex argenteoumbrosus Theob. (=imi- tator Theob.) Culex (Microculex) imitator Theobald, 1907. Culex ¿¡mMmitator Theob.—Petrocchi, 1925, p. 269 (lapsus calami, pro-imitator). Subgénero Choeroporpa Dyar, 1918. Ts. Ins Mens VES p. 103: Especie tipo: Culex anips Dyar. Culex (Choeroporpa) intrincatus Brethes, 1916. Culex intrincatus Brethes. An. Mus. Nac. Hist. Nat. Bue- nos Aires, XXVIII, p. 214 (figura). Género Mansonia Blanchard, 1901. CR oSoc. Bal. París, LIL p. 1045. Genotipo: Culex titillans Walker, 1848, Cat. Brit. Mus. Dip. I, p. 5. (Temorhynchus, a veces usado en lugar de Mansonia, es un subgénero de Aédes). 116 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Subgénero Mansoma Blanchard Mansoma (Mansoma) titillans Walker, 1848. Culex titillans Walker.—Cat. Brit. Mus. Dip., 1, p. 5. Temiorhynchus teniorhyunchus (Wiedemann).—L. Arri- bálzaga, 1891, p. 148. Mansonia titillans (Walk.) —Brethes, 1912, p. 26. Teniorhynchus (Teniorhynchus titillans) (Walk.) —Dyar, 1921, p. 149, * Teniorhyunchus titillans (Walk.) —Petrocchi, 1923, p. 9; íd. 1925, pp. 266 y 269. Subgénero Rhynchotema Brethes, 1911. An. Mus. Nac. de Buenos Aires, ser. 3, XIII, p. 470. | Genotipo: Teniorhynchus fasciolatus Lynch Arribálza- ga edi: Temorhynchus (Rhynchotema) fasciolatus L. Arribálzaga, 1891. Dipt. Arg. Cul., p. 50. Rynchotenia fasciolata (L. Arr.) —Brethes, 1912, p. 27. Teniorhynchus fasciolatus F. Lynch A.—Petrocchi, 1923, p. 103 1d 192599266. Temorhyunchus (Rhynchotenia) jurtamansoma Peryassú, 1908. Os Culicideos do Brazil, p. 223. Teniorhynchus juxtamansonia Per.—Petrocchi, 1925, p. 105 1d. 1925, p. 206. Género Psorophora Robineau Desvoidy, 1827. Mem. Soc. d'Hist. Nat. París, III, p. 412. Genotipo: Culex ciliata Fabricius, 1794. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 117 Subgénero Psorophora Robineau Desvoidy, 1827. Ibid. Psorophora (Psorophora) ciliata Fabricius, 1794. .. Culex ciliata Fabricius. Ent. Syst., IV, p. 401. Psorophora tibialis Rob. Desv., 1827, p. 404. Psorophora ciliata (Fabr.) Rob. Desv.—Lynch Arribálza- ga, 1891, p. 40 (Ps. ciliata, en parte y Ps. pallescens Ed- wards, 1922) ; Brethes, p. 23. Psorophora Lyncehi Brethes.—Brethes, 1916, p. 204. Psorophora tibialis R. D.—Dyar, 1921, p. 149. Psorophora ciliata (Fabr.).—Dyar, 1922, p. 115; Petroc- chi 1923, p: 10. Psorophora (Psorophora) ciliata (Fabr.). —Paterson y Shannon, 1927, p. 651 y 653. Psorophora (Psorophora) Holmbergí Lynch Arribálzaga, 1891. Dipt. Arqg.¡Cul., ps 42. Psorophora Holmbergi (L. A.) —Brethes, 1812, p. 24. Psorophora (Psorophora) Holmbergí L. A.—Dyar, 1921, p .149. Psorophora (Psorophora) agogglyia Dyar.—Id. Inst. Ins. Mens., 1921, p. 149 (véase la página...) Psorophora Holmbergi L. A.—Bonne y Bonne Wepster, 1925, p. 333. Psorophora (Psorophora) pallescens Edwards, 1922. Psorophora ciliata Lynch Arribálzaga (nec Fabr.), 1891, p. 40 (lámina IV, fig. 3, representada en colores, basada en un especímen de pallescens Ed.) Psorophora (Psorophora) pallescens Edwards.—Id. Bull, Ent. Rest., XIIL p. 76, 1922. j 118 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Psorophora stigmatephora Dyar.—Id. 1922, p. 115 (véase Pis) Psorophora (Psorophora) pallescens Edwards.—Paterson y Shannon, 1927, p. 656. E Subgénero Janthinosoma Lynch Arribálzaga, 1891. Dipt. Arg. Culic., p. 52. Genotipo: Culex discrucians Walker, 1856. Psorophora (Janthinosoma) discrucians Walker, 1856. Culex discrucians Walker. Ins. Saund., p. 430. Janthinosoma discrucians (Walker). — Lynch Arribál- zaga ISI. Janthinosoma Arribalzagae Giles, 1900, p. 277. Janthinosoma discrucians (Wl1k.) —Brethes, 1912, p. 20. Psorophora (Janthinosoma) discrucians (WIk.) — Dyar, 1921, p. 149. Psorophora discrucians (WIk.) —Petrocchi, 1923, p. 10. Psorophora (Jantlianosoma) purpurascens Edwards, 1922 Psorophora (Janthinosoma) purpurascens. — Bull. Ent. Tes... AUD: DIS 1922, Psorophora Dyari, n. sp.—Petrocchi, 1923, p. 10 (nomen nudum). Psorophora (Janthinosoma) purpurascens Edwards.—Pa- terson y Shannon, 1927, p. 656. Psorophora purpurascens Edwards, 1922 (Ps. Dyart, n. sp.) —Shannon y Del Ponte, 1927. Psorophora (Jantlinosoma) chaquensis Paterson y Shannon, 1927. Tercera Reun. Soc. Argentina Pat. Reg. Norte, 192%, DP: DO R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 119 Psorophora (Janthinosoma) ferox von Humboldt, 1820. Culex ferox von Humbdolt. Voyage aux regions équinoxia- les, VIE p. 119 Janthinosoma? oblita Lynch Arribálzaga.—Id. 1891, p. 54. Janthinosoma centrale Brethes.—Id. 1912, p. 20. Psorophora (Janthinosoma) posticata (Wied.) — Dyar, 1921, pulido, Psorophora posticatus Wied.—Petrocchi, 1923, p. 10. Psorophora (Janthinosoma) ferox (Humboldt). — Dyar, 1923 p..180. Psorophora posticatus.—Petrocchi, 1925, p. 266. Psorophora (Janthinosoma) Bruchi Petrocchi, 1927. In Shannon y Del Ponte. Rev. Inst. Bact., 1V, p. 728. Subgénero Grabhamia Theobald, 1903. Mon. Cal... ILL pz dde Genotipo: Culex jamaicensis Theobald, 1901. Psorophora (Grabhamia) varimeruis Edwards, 1922. Buil. Enter estosaSTTT.p. 6, 1922. Psorophora alboaurata n. sp.—Petrocchi, 1923, p. 10 (no- men nudum). Psorophora varinervis.—Petrocchi, 1925, p. 266. Psorophora (Grabhamia) varinervis Edwards.—Paterson y Shannon, 1927, p. 658. Psorophora (Grabhamia) Paulli Paterson y Shannon, 1927. Terc. Reun. Soc. Argentina Pat. Reg. Nort., 1927, p. 657. Psorophora (Grabhama) confinms Lynch Arribálzaga, 1891. Teniorhynchus confinnis L. A.—Dipt. Arg. Cul., 1891, p: 49: 120 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Rhynechotenia confinnis (Lynch Arribálzaga) Bréthes.— Td. 1912, PRZ9. Psorophora (Janthinosoma) confinnis (L. A.) — Dyar, 1921, p. 149. Psorophora confinmis.—Petrocchi, 1925a, p. 104; id. 1925b, p. 266. Psorophora (Grabhamia) confinnis (L. A.) — Paterson y Shannon, 1927, p. 652 y 653. Género Aedes Meigen, 1818. Syst. Beschr. Bek. Eur. Zwetfl. Ins. 1, p. 13. Genotipo: Aédes cinereus Meigen. Subgénero 4Aédes No se conocen representantes de este subgénero en la Ar- gentina, siendo probable que se encuentre confinado en la zona templada del hemisferio Norte. Subgénero Stegomyia Theobald, 1901. Journ. Trop. Med. Hyg., 1V, p. 159. Stegomyia.—Dyar, Ins. Inst. Mens., VIII, p. 103 (defini- ción del subgénero). Especie tipo: Culex aegypti Linnaeus, 1762. Atdes (Stegomyia) aegypti Linnaeus, 1762. Culex «egypti L. 1762.—Hasselquist, Palestina Reise, p. 470. Culex argenteus Poiret, 1787.—Journ. Phys., XXX, p. 245. Culex fasciatus Fabricius, 1805.—Syst. Antl., p. 36. Culex calopus Meigen, 1818.—Syst. besch. bek. Eur. Zwetf!. Ins:, LiprasS. Culex mosquito Rob. Desv., 1827, p. 407; Lynch Arribál- zaga, 1891, p. 60. Stegomyia calopus (Meigen).—Bréthes, 1912, p. 25. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 121 Aédes aegypti Lin.—Petrocchi, 1923, p. 10; 1925b, pp. 266 y 269. Subgénero Conopostegus Dyar, 1925. Ins. Inst. Mens., XIII, p. 141. Especie tipo: Hemagogus leucomelas=Aédes leucocelaenus Dyar y Shannon. Aédes (Conopostegus) leuocelenus Dyar y Shannon Hemagogus leucomelas Lutz, 1904 (nec Meigen). In Bou- rroul. 1924, Mosqu. do Brazil, p. 66. Aédes leucomelas Lutz.—Petrocchi, 1923, p. 10. Aedes leucocelaenus Dyar y Shannon, 1924a. — Id. Journ. Washington Acd. Sc., XIV, p. 484. Subgénero Finlaya Theobald, 1903. Mon Cul, MA, Pp. 281 Especie tipo: Finlaya poicilia Theobald. Aedes (Finlaya) terrens Walker, 1856. Culex terrens Walker.—Ins. Saund, p. 429. Hemagogus Oswaldo: Lutz, 1904.—In Bourroul. Mosq. do Brazil, p. 66. Aédes Oswaldo Lutz.—Petrocchi, 1923, p. 10. Subgénero Ochlerotatus, Lynch Arribálzaga, 1891. Dipt. Arg. Cul., 1891, p. 43. Heteronycha L. A.—Id. p. 55. Especie tipo: Ochlerotatus confirmatus L. A.—Aétdes sca- pularis (Rond). Aédes (Ochlerotatus) scapularis Rondani, 1848. Culex scapularis Rondani.—Id. Studient., Baudi e Tru- quí, p. 109. 122 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Ochlerotatus confirmatus Lynch Arribálzaga.—Id, 1891, p .46. Ochlerotatus confirmatus (L. A.) —Brethes, 1912, p. 33; íd. 1916, p. 208. Aédes (Ochlerotatus) scapularis (Rond.) — Dyar, 1921, Pp: 149, Aédes scapularis Rond.—Petrocchi, 1923, p. 10; id. 19,25 pp. 266 y 269. : Aédes (Ochlerotatus) scapularis (Rond.) —Paterson y Shannon, 1927, p. 652 y“bba. Aedes (Ochlerotatus) albifasciatus Lynch Arribálzaga, 1891 (nec Macquart). Culex albifasciatus Macquart.—Dipt. exot., 1, p, 35. (Esta es una verdadera especie de Culex). Ochlerotatus albifasciatus Lynch Arribálzaga (nec Mac- quart), 1891. Dipt. Arg. Cul., p. 24. Ochlerotatus albifasciatus.—Brethes, 1916, p. 208. Aédes (Ochlerotatus) albifasciatus.—Dyar, 1921, p. 149. Aédes albifasciatus.—Petrocchi, 1923, p. 10; id, 1925, p. 266. Aedes (Ochlerotatus) Lynch Brethes, 1912. Hembra de Heteronycha dolosa Lynch Arribálzaga. Dipt. Arg. Cul., 1891, p. 56 (el macho corresponde a Culex dolosa: L. A.) Hembra de Culex Lynchi Brethes, 1912, p. 30 (macho =Culex Brethesi Dyar, 1919). Hembra de Heteronycha dolosa L. A.—Dyar, 1921, p. 149 (hembra =Culex Lynchi Brethes). Culex tapinops Brethes, 1917, p. 226. Aedes (Ochlerotatus) serratus Theobald, 1902. Culex serratus Theobald, Mon. Cul., IM, p. 45. Aédes (Ochlerotatus) serratus (Theob.) —Bonne y Bonne Wepster, 1925, p. 404. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 123 Culex serratus Theob.—Lutz, de Souza Araujo, da Fonse- car 1918, p. 16% Aédes serratus Theob.—Petrocchi, 1923, p. 10. Aedes (Ochlerotatus) crimfer Theobald, 1903. Culex crinifer. Mon. Cul., III, p. 209. Culex crinmifer.—Lutz, de Souza Araujo y da Fonseca, 1918, p. 164. Aedes (Ochlerotatus) stigimnaticus Edwards, 1922, BUS: Rest. ATL, p. 76. Aedes (Ochlerotatus) stigmaticus Edw.—Paterson y Shan- non, 1927, p..692 y 658. Género Hemagogus Williston, 1896. p Trans. Ent. Soc. London, 1896, p. 271. Especie tipo: Hemagogus splendens Williston. Hemagogus Spegazzini Brethes, 1912. Bol. InStFE NE. AP AE Veg., L,.p3d Hemagogus capricorníi Dyar (nec Lutz), 1921, p. 149. Hemagogus equinus Dyar (nec Theobald), 1925, p. 138. Hemagogus capricornii Lutz.—Petrocchi, 1923, p. 10. Hemagogus Uriarte Shannon y Del Ponte, 1928. En este trabajo, p... Género Megarhinus Robineau Desvoidy, 1827. Mem. Soc. d'H. N., Il, pp. 403 y 412. Especie tipo: Culex heemorrhoidalis Fabricius. 124 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Megarhinus Lyncli Dyar y Knab, 1907. Megarhinus hemorrhoidalis Lynch Arribálzaba (nec Fabr.), 189% p. 32. Megarhinus Lynchi Dyar y Knab.—lId. Smiths. Misc. Coll. QUUFL. ¡SS IAE VTTT, p. 243971907: Bábrhes, 1912, p. TS. Megarhinus hemorrhoidalis Fabricius, 1794. Culex heemorrhoidalis Fabricius, Ent. Syst., IV, p. 401. Megarhina separata Lynch Arribálzaga.—Id, 1891, p. 33. Megarhinus hemorrhoidalis (Fabr.) —Brethes, 1912, p. 19. Megarhinus tucumanus Brethes, 1926. Seg. Reun. Soc. Argentina Pat. Reg. del N., 1926, pp. 80-83. Género 4deomyia Theobald, 1901. Journ. Trop. Med., IV, p. 235. Especie tipo: Aédes squamipennis Lynch Arribálzaga. AEdeomyia squamipennis Lynch Arribálzaga, 1878. Aédes squamipennis.—Nat. Argentino, I, p. 151. Aedes squamipennis F. Lynch A.—Id. 1891, p. 62. “¿Wdeomyia squamipennis (L. A.) —Theobald, 1910, V., p. 48; Breéthes, 1912, p. 38; Petrocchi, 1925, pp. 266-269; Pater- son y Shannon, 1927, p. 652, 653 y 653. Género Uranotema Lynch Arribálzaga, 1891. Dipt. Argentina, Cul., p. 63. Especie tipo: Uranotenia pulcherrima Lynch Arribálza- ga, 1891. Según Breéthes, 1912, nota al pie de la p. 42, la especie tipo es Nataliz. ¡$1 R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 12 Uranotema pulcherrima Lynch Arribálzaga, 1891. Dipt. Argentina, Cul., 1891, p. 65. Uranotenia pulcherrima L. A.—Brethes, 1912, p. 43; Dyar, 1921, p. 150; Petrocehi, 1923, p. 10 y 1925, pp. 266 y 269. Uranotenia Natale Lynch Arribálzaga, 1891. Dipt. Argentina, Cul., 1891, p. 64. Uranotenia Natalie L. A.—Brethes, 1912, p. 42; Dyar, 1921, 7 150. Uranotenia argentina n. sp.—Petrocchi, 1923, p. 10, (no- men nudum) ; (=Natalie Shannon y Del Ponte, 1927, p. 725). Uranotema geometrica Theobald, 1901. Mon. Cul., 1L, p. 247. Uranotenia geometrica Lutz.—Brethes, 1904, p. 336. Uranotenia geometrica Theob.—Dyar, 1921, p. 150. Uranotema pulcherrima var. Elnora Paterson y Shannon, 1927, Ter. Reun. Soc. Argentina Pat. Reg. del N., 1927, p. 658. Uranotenia pulcherrima var. apicalis Theobald, 1910. Mon. Cul., V, p. 502. Uranotenia pulcherrima Arribálzaga. — Bonne y Bonne Wepster, 1925, p. 447. Uranotenia urama Shannon y Del Ponte, 1928. Especie nueva. Véase en este trabajo la p... Uranotenia monilis Shannon y Del Ponte, 1928. Especie nueva. Ibid, p... 126 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA Uranotenia capitis Shannon y Del Ponte, 1928. Especie nueva. Ibid, p... Género Chaoborus Dinstema 1800. Chaoborus Lichtenstein, Wiedeman's Arch. Zool., 1, p. 174, 1800. Sayomyia Coquillet, Canad. Ent., XXXV, p. 190, 1908. Corethra, auctorum. Chaoborus Licht.—Dyar y Shannon, 1924b, p. 208. Genotipo: Chaoborus crystalina (De Geer, 1776). Chaoborus australis Shannon y Del Ponte, 1928. En este trabajo p... Chaoborus Elnore Shannon y Del Ponte, 1928. En este trabajo? p... Género Corethrella Coquillet, 1902. Corethrella Coquillet, Journ. New York Ent. Soc., X, p. IDA OE Corethrella.—Dyar y Shannon, 1924b, p. 215. Genotipo: Corethrella Brakeleyi Coq., 1902. Corethrella Dawvisi Shannon y Del Ponte, 1928. En este trabajo p... Corethrella arborealis Shannon y Del Ponte, 1928. En este trabajo p... Corethrella puebla Shannon y Del Ponte, 1928. En este trabajo p... R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 127 Corethrella quadrinttata Shannon y Del Ponte, 1928. En este trabajo p... Género Dira, Meigen, 1818. Syst. Beschr. Zwetfl. Ins., L, p. 316. - Genotipo: Dixa maculata Meigen, 1818. ENPEALIOGRAFTA DE Los Sabethini y Culicin ARGENTINOS BELLARDI, 1862. Mem. Sc. Torino, XXI, p. 200. BRETHES J., 1905. Insectos de Tucumán. An. Mus. Nac. de Hist. Nat., ser. IM, IV, pp. 329-347 (Uranotenia geometrica). BRETHES J., 1908. Catálogo de los Dípteros de las Repúblicas del Plata. An. Mus. Nac. de Hist. Nat. de Buenos Atres, XVI, Pp. 2012309. BRETHES J., 1911. Dípteros nuevos o pocos conocidos de Sud América. An. Mus. 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Mens., X, pp. 113-117 (cita de la Argenti- na: P. ciliata, Holmbergi L. A.?, agogglyia n. sp., stigma- tephora n. sp.) DYAR, H. G., 1925. Mosquitoes of Panamá, Ins. Ins. Mens., XT Ap 101195: DYAR, H. G. y SHANNON, R. C., 1924.—The subfamilies, tribes and genera of. American Culicidee. Journ. Washington Ac Sc., XV, pp. 4-76. DYAR, H. G. y KNAB, F., 1907.—The species of mosquitoes in the gen. Megarhinus. Smith, misc. coll. quart. ¿ss., XLVIIIT, pp. 241-258. DYAR, H. G. y KNAB, 1924 b.—The American Chaoborinze, Ins. Ins. Mens., XII, pp. 201-216 (gen. Eucorethra, Core- thra, Chaoborus y Corethrella). EDWARDS, F. W., 1922.—Mosquito notes, III. Bull. Ent. Res., London, XITI, pp. 75-103, 3 figs. (nuevas especies del Pa- raguay: Wyeomyia (Phoniomyia) fuscipes, Psorophora (Ps.) pallescens, Ps. (J.) Fiebrigi, Ps. (J.) purpurascens, Ps. (G.) varinervis y Aédes (Ochlerotatus) stigmaticus). R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 129 FABRICIUS, 1805.—Syst. Antliat. 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(La “separata”, a la que siempre nos referimos en el catálogo, está nume- rada de 3 a 72; 5 láminas. M. hemorrhoidalis, separata n. sp.; albitarsis, annulipalpis; Ps. ciliata, Holmbergi n. sp.; Ochlerotatus n. g. albifasciatus, confirmatus n. sp.; T. te- miorhyfchus, confinmis n. sp.; fasciolatus n. sp.; Janthino- somia n. g. discrucians, oblita n. sp.; Heteronycha n. g., dolosa n. sp.; Culex flavipes, Aédes,. A. squamipennis, Ura- notenia n. g., Natalie n. sp.; pulcherrima n. sp.; Sabethes longipes). PATERSON G. Y SHANNON, R. C., 1927.—Mosquitos de Embar- cación (Salta). Tercera Reun. Soc. Argentina Pat. Reg. del Norte, pp. 649-658. PETROCCHI, J., 1923.—Estado actual de la sistemática de los Cu- licinse (mosquitos) en la R. Argentina. Enumeración de es- pecies. Rev. Inst. Bact. del D. N. de Higiene, Buenos Ai- res, III, pp. 83-93. PETROCCHI, J., 1924.—Mosquitos trasmisores. Guía para su cla- sificación. 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DEL PONTE 131 de Hig., XIV, p. 138. (4. annulipalpis L. A., traducción de la descripción latina de Lynch Arribálzaga; Nyssorhyn- chus albimanus (traducción de Blanchard, Les moustiques, 1905,.p,,202). BACHMANN, A., 1921a.—Programa de lucha para llevarse a ca- bo en Famaillá contra los Anopheles. An. Dep. Nac. de Hig., XXVIII, pp. 117-137. (4. pseudopunctipennis, A. albitar- sis. Es un trabajo interesante, que trata sobre las condi- ciones fisiográficas y ecológicas de la localidad mencio- nada). BACHMANN, A., 1921b.—Notes sur les mcoeurs des Anopheles et leurs conditions de gites dans la ville de Famailla (Tuc. Arg.).—Bull. Soc. Path. Exot., XIV, pp. 506-511. (Resu- men en francés, del artículo anterior). BEYER, G. E., 1923.—Mosquitoes of Louisiana.—Quart. Bull., Louisiana Stat. Bo. of Health., XIV, pp. 54-84. (Cita a albimanus, en una lista hipotética). BLANCHARD, R., 1902.—Sur le demembrement des Anophelinee. C. R. Soc. Biol. de París, LIV, pp. 794-795.— (Género Nys- sorhynchus). BLANCHARD, R., 1905.—Les moustiques, XIV, 673 pp., París. (Bibliografía; Subf. Anopheline: pseudopunctipennts, an- nulipalpis, C. medio-punctatus, N. albimanus (=argyritar- sis R. D.; =albitarsis L. A.), cubensis Agr.) BoYp, M. F., 1926: —Studies of the epidemiology of malaria in the coastal lowlands of Brazil made before and after tha execution of control measures. American Jouwrn. Hyg. Mo- nograph Series, n* 5, 261 pp., con 33 figs. BONNE, C., 1923a.—Variability of A. tarsimaculata Goeldi. Ins. Ins. Mens., XI, p. 127. BONHE, C., 1923b.—The male hypopygium of. A. medio-punc- tatus. Tiddschr. v. Ent., LXVI, pp. 115-117 (A. medio- punctatus). BCNNE, C., 1924a.—Remarques sur les Cellia sud-americaines. Bull. Soc. Path. Exot., XXII, p. 132-135. (Supone que A. Gorgasi sea sinónimo de A. tarsimaculatas; C. argyrotar- sis (=braziliensis Chagas; =allopha Peryassú), C. tarst- maculata (con sus variedades C. Rondoni, trianulata, cuya- bensis, tarsimaculata). 132 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA BONNE, C., 1924b.—Ned. Tijdschr. v. Geneesk., LXVITI, 2d. H. (A. mediopunctatus) Bonne y Bonne Wepster, 1925.—Mos- quitoes of Suriman. Study on neotropical mosquitoes.-— Roy. Col. Inst. Amsterdam, Dep. Trop. Hyg., 358 p., 31 láminas. (2 subgéneros en la región: Chagasta y Anophe- les (p. 495); pseudopunctipennis (p. 519), tarsimaculata p. 513), albimanus (p. 516), maculipes (p. 517), Rondo- ni (p. 522), pseudomaculipes (p. 521), argyritarsis (p. 536), mediopunctatus (p. 540). BORZONE, R. A., 1926.—Distribución geográfica del paludismo y de las fiebres palúdicas en la Argentina. (4. pseudopunc- tipennis, tarsimaculatus, albitarsis, Rondoni, de varias lo- calidades de Jujuy, Salta, Tucumán; da un índice de in- fección de pseudopunctipennis de diversas localidades). Act. Ter. Congr. Nac. Med., 1, p. 436. BRETHES, J., 1907.—Catálogo de los dípteros de las Repúblicas del Plata. An. Mus. Nac. de Hist. 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BRETHES, J., 1926b.—Notas sobre los Anofelinos argentinos. Physis, VII, p. 305-315.—(A. pseudopunctipennis, albi- tarsis, Cellia Rooti, Cellia Evanst, C. tarsimaculata, C. Rondoni, Arr. annulipalpis). R. C. SHANNON Y E. DeL PONTE 133 BRUMPT, 1922. — Precis de parasitologie. Paris (Anopheli- nes, pp. 928-938). CARTER, 1921.—The blood-sucking Nematocera, tribe Anophelini. The practice of medicine in the tropics, I, pp. 345-360. (In- cluye en una clave para Anopheles a: pseudopunctipennis, annulipalpis, maculives, albimanus, argyritarsis, pictipen- nis. Tarsimaculata es considerada como una variedad de albimanus). CHAGAS, C., 1907.—Nov. esp. de Cul. Brazil. (Cellia brazilien- sis). CHAGAS, C., 1907.—Brazil Médico, XX, p. 419. CHAGAS, C., 1908.—Revista médica de Sao Paulo, XI, p. 391. CHRISTOPHERS, R. $S., 1915.—The male genitalia of Anopheles. Indian Journ. Med. Res., III, p. 383. CHRISTOPHERS, R. $S., 1924—. Provisional list and references. Catalogue of the Anophelini. (Parte 1: Provisional list of species; parte II; Descriptive synopsis). Indian Jour. Med. Res. Mem. N* 33, 105 pp. (Se reconoce solamente un gé- nero en esta tribu: Anopheles. Dos subgéneros en la fauna argentina: Anopheles y Nyssorhynchus, y tres grupos: Anopheles, Arribalzagia y Nyssorhynchus, en los que se agrupan todas las especies argentinas pertenecientes a es- te género. A. pseudopunctipennis Theob., annulipalpis L.. A., argyritarsis R. D., albimanus W., tarsimaculatus G., se reconocen como especies válidas, mientras que albitarsis L. A. y pictipenmis Phil., son consideradas como sinónimas de argyritarsis, Rondont es considerada como una variedad de tarsimaculata y maculipes Theob., como una variedad de annulipalpis) (según Dyar, Ins. Ins. Mens., XIII, p. 192, 1925: The synonymy of maculipes with annulipalpis as cited by Christophers, is obviously quite erroneus.” Es- ta sinonimia (p. 34 del trabajo de Christophers) ha sido tomada de Brethes, 1916b, p. 199). CLEARE, J. D. 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Incluye a las siguientes especies argentinas: pseudopunctipennis (=Proterorhynchus argentinus Br.; =Anopheles tucumanus Fab.) A. (An.) annulipalpis, A. (Arr.) maculipes, A. (Arr.) pseudomaculipes, A. (C.) ar- gyritarsis, A. (C.) pictipennis, A. (C.) tarsimaculata, A. (C.) albimanus; A. (Arr.) mediopunctatus. DYAR, H. C., 1919.—A note on Argentine mosquitoes. Ins. Ins. Mens., VIII, pp. 85-89. (En una lista cita a: Anopheles an- nulipalpis, pictipennis (=albitarsis L.), pseudopunctipen- mis (=argentinus B., argyritarsis). DYAR, H. G., 1921.—The mosquitoes of Argentina. Ins. Ins. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 135 Mens., IX, pp. 148-150. (En una lista cita a: A. annulipal- pis, pictipennis (=albitarsis L.), pseudopunctipennis (=albitarsis L.), pseudopunctipennis (=argentinus Br.), argyritarsis). DYAR, H. G., 1924.—Mosquitoes from Chile. Ins. Ins. Mens., XII, pp. 128-131. (Culex pictipennis Philippi, “described from a male and believed to be an Anopheles”) DyYAr, H. G., 1925a.—The mosquitoes of Panamá. Ins. Ins. Mens. XITM, p. 101-195. (Claves vara los géneros de CULICIDOS, según Dyar y Shannon, 1924, basadas en: los caracteres de los adultos, en los caracteres de las larvas, y en la ter- minalia del macho. Cita a: pseudopunctipennis, maculi- pes, argyritarsis, albimanus, tarsimaculatus). DyYAr, H. G., 1925b.—Some mosquitoes from Venezuela. Ins. Ins. Mens., XII, pp. 213-216. (4. tarsimaculata, pseudo- punctipennis, vestitipennis). DYAR Y KNAB, 1907.—Journ. New York. Ent. Soc., XV, p. 198. (A. Gorgasi =tarsimaculatus). DYAR € SHANNON, 1924.—The subfamilies, tribes, and genera of American Culicidae. Journ. Washington Acad. Se., XV, pp. 4—76. ELrwARrDs, F. W., 1922.—The mosquitoes of Paraguay, in Mos- quito Notes, II, Bull. Ent. Res., XII, pp. 75-102 (A. tars:- maculatus). Fex, C., 1925.—Insects and diseases of man. Filadelfia 349 pp. (Trae un resumen general sobre mosquitos, haciendo una ligera mención sobre: pseudopunctipenmis, albimanus, ar- gyritarsis y tarsimaculatus). EVANS, A. M., 1921.—Notes on Culicidae collected in Venezue- la. An. Trop. Med. Par., XV, pp. 445-454, c/lám. XXV y XXVI. (4. argyrotarsis, A. albimanus, albimanus var. tar- simaculatus Goeldi, ala de pseudopunctipennis). FREEBORN, S. B., 1926.—The mosquitoes of California.—Un». of Califormia Press, 127 pp. (A. pseudopunctipennis). GILES, G. M., 1904.—A revisión of the Anophelin*.—London. (Cycloleppteron mediopunctatum). GOELDI, E. A., 1905.—Os mosquitoes do Pará. Memorias do Museo Goeldi, Pará, Brasil. (“Designación original de Anopheles tarsimaculata. Este nombre no fué propuesto pa- 136 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA ra designar una nueva especie; creyó que sería correcto corregir albipes. Aquí no se encuentra la descripción ori- ginal, pero se ha dibujado la especie, y con la discusión se ha publicado el nuevo nombre”, ¿n Howard, Dyar y Knab, 1917, p. 978). HERMS, W. V., 1923.—Medical and veterinary entomology, 2nd. ed. (Observaciones sobre la biología y hábitos del 4. pseudo- punctipennis). KNAB, F., 1913.—American Journ. Trop. Dis. and Prev. Med., I., p. 35 (4. mediopuncttaum). LAHILLE, F., 1904.—Notes sur la classification des moustiques. Act. 22 Congr. Med. Lat. Americano, 11, pp. 71-76, con 4 láminas. (Tribu Culicinse, Subfam. Anophelinee. 4 formas: Cellia, Pyretophorus, Cycloleppteron, Anopheles). LAHILLE, F., 1912.—Sobre un Anopheles, uma Stegomyia y la notación de las nervaduras alares de los mosquitos. Am. Mus. N. de H. N., XXIITI, pp. 253-263. (Anopheles tucuma- nus N. Sp.) Lutz, A., in Borroul, 1904.—Mosquitos do Brazil. (Cyclolepp- teron mediopunctatum). LYNCH ARRIBÁLZAGA, E., 1880.— LYNCH ARRIBÁLZAGA, E., 1883.— LYNCH ARRIBÁLZAGA, F., 1878.—Descripción de 3 nuevos Culi- cide de Buenos Aires. El Nat. Argentino, I, pp. 149-152. (A. annulipalpis, albitarsis). LYNCH ARRIBÁLZAGA, F. 1891.—Dipterologia argentina. Cu- licide. Rev. Museo La Plata, 1, p. 345 y sig.—(la “separa- ta”, a la que siempre nos referimos en el catálogo está nu- merada de 3 a 72, con 5 láminas). (A. albitarsis, annu- lipalpis). Mc CRACKEN, 1904.—Ent. Nerws., XV. MUHLENS, P., Dios, R., PETROCCHI, J. Y ZUCCARINI, J. A., 1925. —Estudios sobre paludismo y hematologia en el N. argen- tino. Rev. Inst. Bact., IV, pp. 207-357 (véase, Petrocchi, J. 1925b). NEIVA, A., 1909.—Contribucao para o estudo dos dipteros. Ob- servacoes sobre a biolojia e sistemática dos anofelinas bra- zileiras (con 1 mapa de la distribución geográfica de 16 especies). Mem. Inst. O. Cruz, I, pp. 69-77. (Cycl. medio- R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 137 punctatum, Arr. maculipes, Cellia argyrotarsis, C. albima- nus, C. braziliensis). NEIVA, A., 1915.—Contribución para el estudio de los anofelinos argentinos. Sem. Médica, XXTIT, pp. 674-677. (A. annulipal- pis F. L. A., 1878) .—Transcribe la descripción latina origi- nal, y da una nueva descripción basada en 4 hembras). NEIVA, A. Y BARBARÁ, B., 1915.—Estudiós de algunos anofeli- nos argentinos y su relación con la malaria. La Prensa Mé- dica Argentina, 11, p. 357. (A. annulipalpis, pseudopuncti- penmis, (=P. argentinus; =A. tucumanus), Cellia albima- na, C. argyrotarsis (=albitarsis F. L. A.), C. tarsimocula- ta (=albimana Wied. pro parte). NEIVA, A. Y PINTO, C., 1922.—Contribucao para o conhecimento dos anofelinas do Matto Grosso, com a descripcao de una n. sp. Cellia Rondoni. Brazil Medico, XXXVI, pp. 374. PATERSON, G. C., 1911.—Las fiebres palúdicas en Jujuy. An2. Dev Nac: Hig. ANTE, Ne 2. pp: 29257: -N*- 3, pp. 943. (Anopheles pseudopunctipennis). PATERSON, G. Y SHANNON, R. C., 1927.—Mosquitos de Embar- cación (Salta), con nota sobre la zona biológica del Cha- co (Chaco life zone).—Terc. Reun. Soc. Argentina Pat. Reg. del Norte, Tucumán, pp. 649-658. (in Bol. Inst. Clin. Quir., N* 21 al 23). (Anopheles Davist, n. sp., albitarsis, pseudopunctipennis, tarsimaculatus). PHILIPPI, R. A., 1865.—The diptera of Chile. Verh. d. Zool. Bot. Gess., Viena, XV, pp. 595-782. (Descripción original de Culex pictipennis). PETROCCHI, J., 1919.—Anofelino trasmisor de malaria encon- trada en la Capital Federal. Rev. Inst. Bact., 1, p. 295- 302, con 2 lám. (C. argyrotarsts, (=?albitarsis F. L. A.) ; cita a: annulipalpis, pseudopunctipennis, argyrotarsis, al- bimanus ,tarsimaculata). PETROCCHI, J., 1923a.—Estado actual de la sistemática de los Culicinsee (mosquitos en la R. A.) Enumeración de especies. Rev. Inst. Bact., 111, pp. 83-93. (la “separata” a la que siempre nos referimos en el catálogo está numerada de 1 a 11). (4. annulipalpis, pseudopunctipennis, argyritarsis, tarsimaculata, albimanus, maculipes). PETROCCHI, J., 1923b.—Las especies argentinas del género Anopheles.—Physis, VII, p. 139. (Presentó a la Soc. Ar- 138 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA gentina de C. N. las siguientes especies: annulipalpis, al- bitarsis, pseudopunctipennis, argyrotarsis, tarsimaculatus, maculipes y Bachmanni (nomen nudum). PETROCCHI, J., 1924.—Mosquitos trasmisores..Guía para su cla- sificación. Folleto de 38 pp. editado por el Dep. Nac. de Higiene.—(En la p. 28, trae una clave para: pseudopuncti- pennis, annulipalpis, maculipes, argyritarsis, albitarsis, tarsimaculata, Bachmanni, albimanus, Rondont). PETROCCHI, J., 1925a.—Descripción de un nuevo Anopheles, Rev. Inst. Bac., IV, pp. 69-75 (Anopheles Bachmanni, n. sp. Cita maculipes, albitarsis (buena especie), annulipalpis). PETROCCHI, J., 1925b.—In Mihlens, Dios, Petrocehi y Zuccari- ni, 1925.—(Cap. IV y V, Culicidee, especialmente Anophe- les, pp. 244-270). Rev. Inst. Bac., IV, N* 3. (A. pseudo- punctipennis, argyritarsis, albitarsis, tarsimaculata, Ron- doni, albimanus). ( PINTO, C., 1923.—Os anophelinas do Angra do Reis. Brazil me- dico, Il, pp. 77-81). Cita a las siguientes especies: Cycl. me- diopunctatum, intermedium, maculipes, pseudo maculipes, Cellia argyritarsis, brasiliensis, allopha, tarsimaculata, al- bimana, Myzomyia Lutzt. ROBINEAU DeEsvoIDY, J. B., 1827.—Essai sur la tribe des Culi- cides. Mem. de la S. d'Hist. Nat., de París, III, «pp. 390. 413| (Descripción original de A. argyritarsis). RooT, F. M., 1922.—The larve of the Anopheline mosquitos in relation to classification and identification. American Journ. Hyg., 1, pp. 379-392. (Clave y descripciones de las larvas de Anopheles americanos: pseudopunctipenis, albi- manus, tarsimaculatus, argyritarsis, maculipes, mediopune- tatus, pseudomaculipes, pictipennis, Fajardo. Reconoce so- lamente el nombre de Anopheles, como un nombre gené- rico bueno; también usa dicho término como subgénero, lo mismo que Nyssorhynchus y Chagasia, Arribalzagia; Nys- sorhynchus, Anopheles, pueden ser usados como nombres de grupo). RocT, F. M., 1923.—The male genitalia of some american Ano- pheles mosquitoes. American Journ. Hyg., MI, pp. 254-270. (Clasifica a los Anofeles americanos basándose en la ge- nitalia del macho, y de acuerdo con la clave anterior de las larvas). R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 139 RooT, F. M., 1924a..—Further notes on the male genitalia of american Anopheles. American Journ. Hyg., IV, pp. 456- 465. (tarsimaculata, pseudopunctipennis, (dá a suponer la posibilidad de que fransciscanus Mec. Craken fuera una especie diferente), annulipalpis A. (grupo N.) argyri- tarsis, A. (grupo N.) albimanus). Genitalias de pseudoma- culipes, intermedia y tarsimaculata). Roor, F. M., 1924b.—Notes on blood-sucking arthropods collee- ted at Tela, Honduras and Puerto Limon, Costa Rica, du- ring the summer of 1924.—United Fruit Co., Med. Dept., pp. 207-209. (A. albimanus). Roor, F .M., 1924c.—American Anopheline mosquitoes, their classification and their relation to the transmission of mala- ria. Proc. Int. Conf. Health Prob. in Trop. America (Auspi- ces of United Fruit C*), p. 149. Rceor, F. M., 1926.—Studies on brazilian mosquitoes. 1 The Ano- phelines of the Nyssorhynchus group. American Journ. Hyg. VI, pp. 684-717, con 9 lám. (Clave para los adultos (albitar- sis, Darling, argyritarsis, albitarsis, braziliensis, albima- nus, Bachmanni, Strodei, tarsimaculatus, Rondoni, cuya- bensis y trianulata; íd. para las larvas, excepto Bachmanni y los 3 últimos; íd. para las genitalias del macho, excepto las tres últimas especies; Strodei y Darlingi, son especies nuevas). SERGENT, E., 1909.—Determination des insectes piqueurs et suceurs de sang. 305 pp. y 229 fgs., París. —(A pseudopunc- tipennis, argyritarsis, Bigoti, albimanus (=Am. (Cellia) cubensis Agr., 1900). SHANNON, R. C., 1926.—Observaciones sobre los mosquites Anopheles del Norte argentino.—Act. 3er. Cong. Nac. Med., 1, pp. 679-706. (Biología de A. pseudopunctipennis). SHANNON, R. C. Y Davis, N. C., 1927.—Condiciones de repro- ducción de A. pseudopunctipennis en la provincia de Tu- cumán durante la estación seca. Rev. Inst. Bact., IV, pp. 662-678. (A. pseudopunctipennis). SHANNON, R. C., Davis, N. C. Y DEL PONTE, E., 1927.—La dis- tribución del A. pseudopunctipennis y su relación con el paludismo, en la Argentina. Rev. Inst. Bact., IV, pp. 679- 706. (4. pseudopunctipennis). SHANNON, R. C. Y DEL PoNTE, E., 1927.—Informe sobre una 140 Los CULICIDOS EN LA ARGENTINA investigación preliminar sobre los Anofeles del río Alto Paraná, en la Argentina. Rev. Inst. Bact., IV, pp. 106-723 (A. (N.) albitarsis, argyritarsis, tarsimaculatus; A. (Arr.) spp?) ; SHANNON, R. C., DEL PONTE, E. Y OYARZÁBAL, J., 1927.—-Infor- me preliminar sobre los. Anopheles trasmisores del paludis- mo en la gobernación de Misiones. Constatación protozooló- vica del paludismo en la gobernación de Misiones. Sem. Mé- dica, pp. 695-699. (Corresponde al mismo informe ante- rior). SILVESTRE, F., 1899.—Los mosquitos y el paludismo. Circ. Méd. Argentino, pp. 230-234. (Es un relato sucinto de la forma en que Grassi descubrió la trasmisión del paludismo por el Anofeles. Con bibliografía). STRODE, K. G., 1926.—A utilidades do estudos entomológicos em combate do malaria. Act. 3er. Congr. Nac. de Med., 1, pp. 332-336. TAMAYO Y GARCIA, 1907.—Las aguas de Huacachina. Mem. Mu- nic. de Lima, app., p. 35 (Anopheles peruvianus). THEOBALD, F. W., 1901-1910.—A monograph of the Culicidae of the worl. British Museum, Londres. (Descripción ori- ginál de A. argyrotarsis albipes Arr. maculipes, An. pseudo- punctipennis, Cyel. mediopunctatum). THEOBALD, F. W., 1902.—Journ. Trop. Med., V, p. 182 (Cyel. mediopunctattum, nomen nudum). (Véase un resumen en Lahille, 1904, p. 90). THEOBALD, F. W., 1905.—Gen. Insect., Diptera, fasc. 26 (Cyl- mediopunctatus). WIEDEMANN, C. L. W., 1821.—Diptera exotica. (Designación y descripción original de albimanus). ZETEK, J., 1915.—Determining the flight of mosquitoes. An. Ent. Soc. of America, VI, p. 5. (Determina el vuelo de A. albimanus y de tarsimaculata). ZETEK, J., 1920.—The Panamá Canal species of the genus Anopheles. Proc. Med. Ass. Isth. Canal Zone, XIII, pp. 29-56. Sexta reunión de la Sociedad Argentina de Patología Regional del Norte Salta, 29 y 30 de septiembre y 1” octubre de 1930 Organizada y publicada por el Dr. Salvador Mazza, Presidente de la Sociedad y Jeíe de la Misión de Estudios de Patología Regional Argentina de la Universidad de Buenos Aires en Jujuy INTERNATIONAL HEALTH DIVISION ROCKEFELLER FOUNDATION (Formerly with the Instituto Bacteviolósico, Bucuos Aires) Listiok species of Argentine culicidae BIRAYMONDGC. SHEANNON The present list of Argentine Culicidae combines the records for this family as given by Dyar (1), and by Shannon « Del Ponte (2). It also in- cludes the necessary changes brought about by the earlier appearance of Dyar's work (which gives it priority), certain new synonymy, and a few additional records. The new synonyms are indicated by an (-;) and additions to the records of species as given by Shannon «€ Del Ponte are indicated by an (*%). I wish to take this opportunity to state the sources of certain figures, acknowledgement of which unfortunately was omitted in «Los Culi- cidos de la Argentina». Figures 5 and 6 (eggs and larval details of Chagasia Fajardoi) are from Peryassú, «Os Anophelineos do Brazil», 1921. Figures 7 to 14 (various details of the same species) are from Root, «Studies on Brazilian Mosquitos, 11! Chagasia Fajardot», 1927. List of Species. Subfamily Culicinae Tribe Anophelini Genus Chagasia Cruz, 1906 l. €. Fajardoí Lutz, 1904. Misiones. Genus Anopheles, Meigen, 1818 2. A. (Anopheles) pseudopunctipennis Theobald, 1901. Northwestern Argentina. (1) The Mosquiloes of the Americas, May, 1928. (2) Los Culicidos de la Argentina, Revista del Instituto Bacteriológico, N* 1, volu- men V, november, 1927. The actual date of publication is Nov., 1928. A 3. A. (Arribalzagia) annulipalpis Y. Lynch Arribalzaga, 1878. Río Santiago, Buenos Aires. 4. A. (Arribalzagia) maculipes (Th.) 1903, Misiones. Synonym: A. (Arribalzagia) pseudomaculipes (Reryassú), 1908 5. A. (Arribalzagia) mediopunclalus (Th.) 1903, Misiones. 6. A. (Nyssorhynchus) argyrilarsis Robineau Desvoidy, 1827. Nor- theastern and northwestern Argentina. Synonym: Cellia Root Bréthes, 1926 7. A. (Nyssorhynchus) albitarsis, L. A. 1878. Northern Argentine. 8 A. (Wyssorhynchus) tarsimaculatus Goeldi, 1906. Northeastern and northwestern Argentina. Synonym: Cellia Evansí Bréthes, 1926 9. “A. (Wyssorhynchus) Stroder Root, 1926. Tucumán. This species was doubtfully recorded in our «1928» publication. Davis collected larvae in Tucumán shortly after his arrival there in 1925, but the spe- cies was not again found. The males reared from the larvae prove to be the true A. strodet. The species described by Bréthes as Cellia Evanst (Dyar, 1928, considers A. strode: a synonym of Evanst) is the true tar- simaculatus (The figure given by Bréthes for C. Evansi (Physts, VIH, p. 312, 1926) is inaccurate both as to structure and the terminology of the parts). Bréthes described this «species» from specimens given him by Davis, who had previously correctly indentified them as tarsimacu- latus. 10. A. (Vyssorhynchus) Bachmannt Petrocchi, 1925. Northeastern Argentina. Variety: A. (Vyssorhynchus) Bachmannií Davist, Paterson «€ Shan- non, 1927, Salta. Variety: A. (Vyssorhynchus) Bachmanni Perezi Shannon Y Del Ponte, 1928. Tucumán. 11. A. (Vyssorhynchus) Rondoni Neiva € Pinto, 1922, Jujuy. Tribe Uranotaeniini Genus Uranotaenia 12. U. geometrica Th., 1901, Chaco. 13. U. pulcherrima, L. A. 1891. Northeastern and northwestern AÁr- gentina. Variety: U, pulcherrima Elnorae Pat. «£ Shn., 1927 Salta. 14. U. urania Shn. € Delp., in Dyar, 1928. Chaco (Original descrip- tion, in Dyar, 1928). 15. U. Lowúu Th., 1901. Northeastern and northwestern Argentina. = 490. Synonym: U. monolis Shn € Del P., 1928. 16. U. Nataliae L. A., 1899. Northeastern Argentina. Variety: U. nataliae capitis Shn. € Del P., Jujuy. Tribe Megarhinini Genus Megarhinus. R. D. 1827 17. M. Lynchi Dyar € Knab, 1907. Northeastern Argentina. 18. *M. solstitialis Lutz, 1904. Misiones. 19. M. Tucumanus Bréthes, 1926, Northwestern Argentina. Placed as a synonym of M. bambusicola, Lutz « Neiva by Dyar, 1928, but is probably distinct. Trige Culicini Genus Aedeomyia Theobald, 1901 20. A. squamipennis L. A., 1878. Northeastern and northewestern Argentina. Genus Culer Linnaeus, 1758 21. €. (Mochlostyrax) intricatus Bréthes, 1916. Buenos Aires. 22. *C. (Phalangomyia) articularis, Philippi, 1865. Patagonia *C. (Culex) interfor, Dyar, 1928. Tucumán. . €. (Culex) dolosus (L. A.) 1891. Northeastern Argentina. C. (Culex) Brelhesi, Dyar, 1919, Buenos Aires. C. (Culexr) pipiens, Linne, 1758. Northeastern and northwestern ¡9 N NN IN ES DD Argentina. 27. C. (Culexr) quinquefasciatus Say, 1823. (= fatigans Wiedemann) Northern Argentina. 28. *C. Culex) Saltensis Dyar, 1928. Salta. 29. *C. (Culex) Maxi Dyar, 1928, Tucumán. Jujuy. 30. *C. (Culex) coronator Dyar « Knab, 1906, Tucumán, Jujuy. 31. C. (Microculexr) imitalor Th., 1903. Northeastern Argentina. Genus Lutzia Th., 1903 32. *L. Patersoni Shn. « Del P., in Dyar, 1928. Jujuy (Original des- cription, in Dyar, 1928). 33. *L. Brasiliae Dyar, 1923. Misiones. Genus Mansonia Blanchard, 1901 34. M. (Mansonia) titillans, Walker, 1848. Northeastern and north- western Argentina. 35. M. (Mansonia) fasciolatus L. A., 1891. Northeastern Argentina. SA 36. M. (Mansonia) justamansont (Chagas), 1907. Northwestern Ar- gentina (Petrocchi). 37. *M. (Mansonia) Araozi Shn «€ Del P., in Dyar, 1928. Jujuy (Re- corded as fasciolala Shn. € Del p., nec. L. A., 1928). (Original descrip- tion, in Dyar, 1928). Genus Haemagogus Williston, 1896 38. H. Spegazzinú Bréthes. Northwestern Argentina 39. H. Uriartei Shn «€ Del P., in Dyar, 1928. Northwestern Argen- tina (Original description, in Dyar, 1928). Genus Aedes 40. A. (Conopslegus) leucocelaenus Dyar «€ Shn., 1924. Northwes- tern Argentina. 41. A. (Finlaya) terrens WIk. 1856. Misiones, Tucumán. Salta. 42. A. (Ochlerolatus) stigmaticas Edwards, 1922. 43. A. (Ochlerotatus) albifasciatus Macquart, 1838. Northern half of Argentina. 44. A. (Ochlerotatus) lynchit Bréthes, 1916. Northeastern Argentina. 45. A. (Ochlerotatus) scapularis Rondoni, 1848 Northern Argentina. 46. A. (Ochlerotatus) serratus (Yh.), 1901. Misiones, Chaco, Jujuy. 47. A. (Ochlerotatus) crinifer Th., 1903. Jujuy. Syn.: A. Patersoni Shn. € Del P. 48. A. (Ochlerolatus) Araozíi Shn. € Del P., Dyar has included this species under. A. millert Dyar, 1922. The markings are sufficiently different for 1t to be regarded as specifically distinct. 49. *A. (Ochlerotatus) Iguaza Shn. € Del P., 1928. Misiones (Origi- nal description, in Dyar, 1928). 50. A. (Stegomyia) Aegypti Linne, 1762. Northern half of Argentina. Genus Psorophora R. D. 1827 531. *P. (Psorophora) genu-maculata Cruz, 1907. Misiones. Recorded as P. cilipes by Dyar 1928. 352. P. (Psorophora) ciliata (Fabricius), 1794, Northern half of Ar- sentina. 533. P. (Psorophora) Holmbergi L. A. 1891. Northeastern Argentina. 54. P. (Psorophora) pallescens Edwads, 1922. «Gran Chaco» región. 55. P. (Janthinosoma) feror (Humboldt) 1820. Northern Argentina. 56. P. (Janthinosoma) Lutzi Th., 1901. Northern Argentina. Re- corded as P. (J.) discrucians Shn. $ Del. P., 1928 (1929). Variety: P. (J.) Chaquensis Pat. € Shn., 1927. Salta. OO 51. P. (Janthinosoma) discrucians, Walker, 1856. Northeastern Ar- gentina. Syu: Bo (J)BruchitBet., 1927: 58. P. (Janthinosoma) cyanescens (Coquillet), 1902. Northern Ar- gentina. Syn.: P. (J.) purpurascens Edwards, 1922. 59. P. (Grabhamia) confinnis (L. A.), 1891. Northern Argentina. 60. P. (Grabhamia) varinervis Edwards, 1922. Northern Argentina. 61. P. (Grabhamia) Paulli, Paterson «€ Shn., 1927. Salta. Tribe Sabethini Genus Sabelthes 62. S. cyaneus> (Fabr., 1805). Northeastern Argentina (as S. lon- gipes L. A. 1891, nec. Fabr. Genus Sabethoides 63. S. Netvat Pet., 1927. Jujuy. Recorded as Sabethes Netvat, Shn. € Del P. 1928. 64. S. chloropterus (Humb.) 1820. Misiones. Genus Limatus Th., 1901 65. L. Durhami Th., 1901, Misiones, Jujuy. -[Syn.: L. exhibitor Shn. € Del P. 1928. Genus Wyeomyia Th., 1901 66. *W. (Wyeomyia) oblita (Vh.) Misiones. 67. *W. (Wyeomyia) longirostris Th., 1901. Misiones. 68. W. (Dyarina) tripartita Bonne-Wepster «€ Bonne, 1915. Northeas- tern «€ northwestern Argentina. -[Syn.: W. (D.) lateralis Pet., 1927. 69. *W. (Dodecamyia) quasilongirostris (Th.), 1907. Misiones. Genus Miamyia Dyar, 1919 70. M. Petrocchiae Shn. € Del P., 1929. Tucumán. Jujuy. Genus Menolepis, Lutz, 1904 71. M. leucostigma Lutz, 1904. Northeastern « northwestern Argentina. Synonym: M. leontiniae (Brethes), 1921. A Genus Prosopolepis Lutz, 1905 72. P. (Calladiomyia) typharum Shn. «€ Del P., 1929. Jujuy, Re- corded as. « Dendromyia (Calladimyia») Typharum Shn. € Del P. 1929. Costa Lima (Mem. Inst. Oswaldo Cruz, 1930, pág. 255) has called attention to the fact that luteoventralis (the type species of Dendromyia) is in reality a member of the genus Wyeomyia. Dendromyia therefore becomes a subgenus of Wyeomyia, while Prosopolepis Lutz, 1905, the oldest name listed under Dendromyia Dyar (nec Theobald) automati- cally assumes priority as the generic name of this group. P. typharum is closely related to Dendromyia (Calladiomyia) melanoides, Root, (in Dyar, 1928). This species has the white completely encircling the fith, fourth and the tip of the third hind tarsal segments; presents only on the ventral surface in our species. If this difference proves to be a mere Genus Isostomyia Coquillet, 1906 73. 1. Paranensis (Bréthes, 1912. Prov. Buenos Aires. Genus Goeldia, Vheobald, 1903 4. *G. lunata (Th.), 1903. Misiones. 5. *G. pallidoventer (Th.), 1907. Misiones. Genus Joblottia Blanchard, 1901 76. *Joblotia species (9). Misiones. Possibly new, but specimen is badly damaged, Recorded for the sake of the generic record. Subfamily Chaoborinae Genus Chaoborus Lichenteins, 1800 17. E. (Sayomyta) australis Shn. «€ Del P. 1929. Tucumán, Jujuy, Salta, Chaco. 18. €. (Sayomyia) Elnorae Shn. € Del P. 1929. Salta. Genus Corelhrellae Coquillett, 1902 79. €. quadrivittala Shn. € Del P., 1929. Salta, Chaco. 80. C. puella Shn. € Del P. 1929, Jujuy. Recorded as €. arborealis Shn € Del P., R. I. B. 101 € as C. puebla, ibid., 126. This last is a typographical error and according to article 19, of the International + I00: == Rules of Zoological Nomenclature, we are at liberty to disregard it and substitute puella as originally intended. ol. €. Davist Sbn.. € Del P. 1928 (KR. L B. Subfamily Dixinae Genus Dira Meigen, 1818. 82. D. Argentina Alexander. Sobre una nueva especie del género Phlebotomus encontrada en las provincias del norte de la República Varios autores han señalado los insectos hematófogos como posibles agentes transmisores de la leishmaniosis tegamentaria. En las zonas endémicas del Africa y Asia, las especies del género Phlebo- tomus parecen desempeñar este papel, según las observaciones hechas sobre la existencia de estos dipteros en los distritos más azotados por el botón de oriente. Pressat, en 1909, publicó sus observaciones al respecto. Posteriormente, basándose en esta suposición, los hermanos Sergent y Lemaire, en 1914. experimentaron con el Philebotomus minulus, pero con resultados negativos. Muy interesante en este sentido es el caso de Parrot, en 1919, citado en la tesis Larousse: mientras este investigador experimentaba con phleboto- mus capturados en Mac-Mahon, que habían sido puestos en la misma jaula con gechkos traídos de una zona endémica, los phlebotomus escaparon acct dentalmente y se dispersaron en la habitación; tres meses después, en el mismo lugar que realizaba sus experiencias, es decir, en Mac-Mahon, donde la enfermedad era desconocida, el doctor Parrot, su esposa e hijo fueron atacados de botón de oriente. Neiva y Barbará en su publicación sobre la leishmaniosis tegumentaria americana (1917) citan la observación que en las zonas endémicas del Bra sil los phlebolomus abundan. mientras que donde la enfermedad no exisie tampoco se encuentran phlebolomas. Brumpt, Tejera y Gerquiera siempre los han encontrado en los distritos endémicos. O, Neiva y Barbará, que han estudiado la leisshmaniosis tegumentaria en el norte de la República Argentina, confiesan que: «a pesar de mucho bus- carlo en ningún lugar de la Argentina les fué posible dar con ningún ejem- plar del género Phlebotomas ». La presente comunicación tiene por objeto comprobar la existencia de estos dipteros en las provincias de Salta y Jujuy, que són precisamente las de mayor endemicidad de la lesshmaniosis. Debemos mencionar, sin em- bargo. que este no es el primer hallazgo desde que Bréthes ha publicado en 1923 la descripción de un phlebotomus nuevo para la República Argentina, al cual ha dado el nombre de Phlebotomus cortelezz11, y el que fué capturado en La Plata. Los dibujos de las alas y genitalia masculina que acompañan el trabajo de Bréthes, demuestran que se trata de una especie distinta a la nuestra. Los primeros ejemplares de nuestra especie fueron capturados en el in- genio «La Esperanza », San Pedro de Jujuy, en el mes de noviembre del año 1925, por uno de nosotros (G. €. P.) de los que se regalaron algunos al doctor B. Lozado Echenique, profesor de la Universidad de Tucumán, y otros al doctor Mazza. Más tarde, aprovechando la visita de Shannon al norte del país, que en el mes de abril del corriente año realizaba, hicimos una excursión de estudio a Embarcación y Tres Pozos, en la provincia de Salta; allí hemos podido obtener numerosos ejemplares, siendo ésta preci samente la zona que, incluyendo Tabacal, es considerada como de las más azotadas por la e cutánea. En el mismo mes de abril y en mayo. uno de nosotros (KR. C. S.) ha capturado ejemplares de esta especie en la ciudad de Tucumán y en Concepción. Es interesante hacer notar que el primer caso autóctono de leishmaniosis cutánea en la república fué obser- vado en Tucumán. Estas observaciones, aunque sean pocas, tienden a confirmar la teoría de que donde existe la lersshmaniosis existen phlebolomas. Antes de entrar a la descripción del phlebotomus es de interés mencionar un trabajo que aparece en el último número de los Anales de medicina tro- pical y parastología de la escuela de medicina tropical de Liverpool, en el cual parece que por fin se ha obtenido la comprobación experimental de la transmisión de la leishmantosis por los phlebotomus. Adler y Theodor, experimentando en el Instituto de microbiología de Jerusalén (1925-1926) encontraron flagelados o herpetomonas en el canal intestinal de los Phlebotomus papatasú capturados en Jericó, en la propor- ción del uno por mil, aproximadamente, de estos insectos. (Wenyon en AMeppo encontró el seis por ciento infectado con herpetomonas). Las herpetomonas de tres phlebotomus fueron inoculadas por medio de escarificaciones hechas en el antebrazo a tres sujetos que voluntariamente se prestaron para ello; un mes después dos de estos voluntarios presenta- ban lesiones típicas de botón de oriente en el sio de la inoculación; el examen de estas lesiones mostraron formas típicas de leishmania, y de uno Rp de los inoculados fué posible obtener cultivos en el medio de Noguchi. Esta experiencia muestra obviamente que los herpetomonas del cardias e intestino de Phlebotomus papatasst, producen por inoculación lesiones leishmanió- ticas. No menos interesantes son las observaciones de los mismos autores sobre el desarrollo de flagelados en el trayecto intestinal de 16 phlebotomaus, entre un lote de 168, que han picado experimentalmente un botón de oriente; en los 16 positivos se encontraron diferentes formas de flagelación, según el número de días transcurridos entre la picadura y la disección del phlebo- tomus; algunas formas aun conservaban el tipo de leishmania; dos días después de la picadura se presentaban como flagelados delgados, mientras que desde el tercer día predominaban flagelados largos y gruesos. Fig. 1. — Ala de Phlebotomus. v, Largo de la rama anterior de la segunda nervadura longitudinal; £, Distancia entre las dos bifurcaciones de la segunda longitudinal; y Distancia entre la primera bifurcación de la segunda longitudinal y el comienzo de la tercera longitudinal, indicado por una nervadura transversa; 3, Distancia entre la terminación de la primera nervadura longitudinal y el co- mienzo de la rama anterior de la segunda horquilla de la segunda longitudinal Estos flagelados, recogidos en el momento de la disección de los phlebo- tomas. fueron a su vez inoculados en escarificaciones hechas en el antebrazo de siete sujetos voluntarios; los flagelados habíanse desarrollado en los phlebotomus por un período de tiempo comprendido entre dos y siete días. Los voluntarios quedaron en observación aproximadamente durante tres meses, al final del cual ninguno de ellos habían desarrollado señales de bo- tón de oriente en el sitio inoculado. Los autores suponen que este resul tado negativo obedece: 1% a que el parásito en su pasaje del hombre al phle- botomus se hace no infeccioso para el hombre, es decir, que el hombre no es el huésped natural de herpetomona trópica; 0 2” a que el punto final del desarrollo biológico del herpetomona trópica en el phlebotomus, necesario para la producción de formas infecciosas, no ha sido alcanzado en los expe rimentos citados. Para aclarar el punto nuevos ensayos son necesarios. Con todo, es un hecho comprobado que la inoculación del hombre por los herpetomonas encontrados en phlebotomus en su estado natural, produ- cen lesiones leishmaniósicas. Las especies americanas del género Phlebotomus descritas hasta el año gor alcanzan a doce: | O? | Phlebotomus vexator ..... Coquillet 1907 — CPUCIALUS — 1907 = rostrans ..... Summers 1912 — longipalpis... Lutz y Neiva 1912 -— intermedias ... — 1912 — squamiventris. -— — => atroclavatus. . Knab 1913 — verrucarum.. VYowsend LO1A — walkert...... Newstead — — brUMpi e Larousse 1920 — legeraaeia. Te Ar N.Sp- — MÚGONCL Franca 1921 (EST Fig. 2. — Phiebotomus araozi, m. sp. 1, Los cinco segmentos del palpo, el quin- to segmento el más largo; 2, cinco segmentos de la antena, mostrando las espi- : OE E = - 7 nas geniculadas y bigéóminas en los segmentos 3, 4, 5 y 63 3, ala del al SA genitalia masculina. A éstos se debe agregar la especie encontrada por Bréthes en La Plata en el año 1925, y que lleva el nombre de Phlebotomus cortellezzút y otra en- contrada por Shannon en Panamá que lleva el nombre de Phleb. panamen- sis, Shannon, 1926. Nuestra nueva especie difiere de todas éstas, siendo sin embargo sus ca- racteres más semejante al Phlebotomus migonet, por el hecho de tener la espina apical del segmento 11 de la gonapófisis superior, la más corta. Esta especie la dedicamos al doctor Gregorio Aráoz Alfaro quien ha pres- tado grandes servicios a la higiene en la República Argentina. Phlebotomus araozt n. sp. o Color: Amarillo pálido. Piernas y tarsos cubiertos de escamas de color amarillento y grisáceo. Alas cubiertas de pelos obscuros. Tamaño: 2,31 milímetros. Fórmula palpar: 14 (23) Y. Alas: La extremidad de la primera nervadura longitudinal alcanza a cubrir la rama anterior de la segunda longitudinal en un poco más que-el tercio de su largo. Phlebotomus araozi ($ (1 X 23). Preparado natural. Fot Misión Universitaria U La rama anterior de la segunda longitudinal dos veces más de largo que la distancia entre las dos bifurcaciones de la misma. La primera bifurcación de la segunda nervadura longitudinal es más próxima a la base del ala que la bifurcación de la cuarta. Genitalia masculina : El segmento 1 (o distal) de la gonapólistis superior lleva 4 espinas encorvadas, una apical (la más corta) sobre la terminación cónica del segmento; dos sub- apicales en la base de la parte cónica, una en el borde superior, otra en el borde inferior; y otra ventral, situada en la mitad del segmento. La espina más larga es la subapical in- ferior. El segmento T (proximal) es dos veces más largo que el IT (distal). No lleva penacho de pelos en su cara interna, nicotros caracteres de importancia taxonómica. La gonapófisis inferior es del mismo largo, o apenas un poco más larga que el seg- mento de la gonapófisis superior. No es armada. La gonapófisis mediana es simple, es decir, no leva apéndice franjeado, ni digiliforme. NE Su forma es sigmoide, con doble curva y provisto de pelos muy finos y cortos. Los fila- mentos senitales son muy largos, y terminan en punto filiforme. 3 J SA l Antenas: Las antenas miden 0,89 milímetros de largo, el segmento II es el más largo La fórmula antenar se expresa 7, uv» es decir, los segmentos 1 a MUI, llevan dos espinas geniculadas y bigéminas. Estas espinas son muy largas; empiezan en el cuarto pro- ximal del segmento, y casi alcanzan a la terminación del mismo. Palpos: Los palpos miden 0,71 milímetros de largo. La fórmula palpar se expresa 14 (23)5 V. es decir, el segmento 1 es el más-corto, y el segmento V el más largo; el segmento 1V es más corto que el IT y el HI, mientras que el H y THE (en corchete), son del mismo largo. El V significa que esta fórmula es variable entre individuos de la misma especie, pero suficientemente constante como característica de la especie. Patas: El tercer par, que miden 2,78 milímetros, son las más largas. La tibia, en esta especie es excepcionalmente larga, y mide 1 milímetro, Las hembras son un poco más grandes que los machos, pero entre ambos se conservan relativamente las mismas medidas. Phlebotomus araozi, Mm. sp. oi ON PCUS. ia O Mabeza hito noe A EOS 20 13 A E MA A 0.91 ADO RE 1.16 1% segmento gonapófisis superior.. DES Largo total... 2.31 pain ea A ; 0527 segmento e 0.19 mM 1Y == Ye == A 0.08 mM A O 0.2% Meesuanlo e 0.2% Seg.! — — abdomen. Gonapófisis superior z z MS . = JU o.14 Seg.? =-—Seg.! Lleva / espinas encorvadas: - a SE — A A 0517 t apical (la más corta, == IM a 0.2% 2 subapicales, I 1 ventral al — del segmento. 2 o O. a o.66 DI 1.00 Pata HH ió pe ANAIS e. ao oe o.64 tarso . O OOOO Largo lotal.... 2279 Observaciones sobre la distribución de los flebótomos de las provincias del noroeste de la República Argentina Por Los Dres. G. €. PATERSON, R. €. SHANNON y E. DEL PONTE (Contribución de San Pedro de Jujuy y del Instituto bacteriológico del Departamento nacional de higiene) Es conocido ya que la leishmaniosis tegumentaria americana es una enfermedad muy difundida entre los habitantes de las provincias de Salta y Jujuy, siendo especialmente atacados los que viven en las selvas, y re- giones boscosas, como son los que se ocupan de los trabajos de desmonte, los hachadores de leña, y los que forman parte de los campamentos de peones encargados de la abertura y compostura de caminos, ete. ls, en una palabra, una enfermedad de los montes, lo que representa, tratándose de su etiología, un dato fundamental para formar ideas sobre las causas predisponentes de la enfermedad, y, a la vez, indicar el camino a seguir para establecer la causa determinante. Por el hecho de que los dipteros hematófagos son responsables de la transmisión de numerosas enfermedades tropicales, se sospechaba desde hace tiempo, que la leishmaniosis debe entrar en esta misma categoria de enfermedades transmitidas por la picadura de insectos. Ultimamente los tra bajos de Adler y Theodor en el Instituto de microbiología de Jerusalén (1925-1926) hacen sospechar que los Mlebótomos desempeñan el papel de transmisores de Ja leishimaniosis cutánea, basado en el hecho de que se puede producir lesiones cutáneas en el hombre idénticas al botón del orien- te, y que contienen leishmania, por inoculación en escarificaciones de la piel de las herpetomonas que se encuentran en el estómago de flebótomos. Ha sido. entonces, de mucho interés e importancia saber (1925-1920), que existian dos especies de flebótomos en las provincias de Salta y Ju juy. Estos flebótomos fueron descritos en la última reunión de esta So- ciedad bajo el nombre de P. Araozí Paterson y Shannon, y P. Mazza Paterson, respectivamente. El doctor Salvador Mazza también menciona otra especie, aun no identificada, de Tabacal en la provincia de Salta. El objeto de este trabajo es comunicar las observaciones que hemos acumulado hasta la fecha sobre los hábitosde las dos especies mencionadas. OBSERVACIONES SOBRE («(P. ARAOZL» ” Según los conocimientos adquiridos hasta ahora, P. Araozí parece ser una especie abundante y muy difundida en las provincias de Salta, Jujuy y Tucumán (1). Ninguna región parece ser más favorable que esta para el insecto; se lo encuentra igualmente común en zonas habitadas o no ha- bitadas, en regiones forestales, o en los distritos semiáridos, pero hasta la fecha no ha sido encontrado en las sierras. Las hembras de esta especie facilmente pican al hombre, y frecuentemen- te entran en las habitaciones con este objeto. También pican al caballo, y hemos notado que estando el hombre y el caballo presente a la vez, prefie- ren picar al primero. Se los encuentra en los gallineros, y por el hecho de que las hembras encontradas ahí están repletas de sangre, indica que se ali- mentan con sangre aviaria. Hemos observado que pican las orejas de los perros. Hace pensar que no tienen preferencia por un determinado animal, pero pican cualquiera de sangre caliente. Desgraciadamente no hemos te- nido la oportunidad de probar experimentalmente si tienen alguna prefe- rencia por sangre reptiliana, pero, como las especies de flebótomos en otros paises se alimentan fácilmente sobre los reptiles, no sería dificil que nues- tras especies hagan lo mismo. Hemos observado que cuando los flebótomos atacan el caballo, invaria- blemente eligen las partes peladas, como el lomo lesionado por la silla, el sitio de la marca, o cicatrices de heridas aun no cubiertas de pelos. Mues- tran marcada preferencia por la piel lisa en la superficie interna de las pier- nas traseras, el escroto, pene, y ano. En el caso de un caballo que sirvió de cebo para capturar los flebótomos, éste ha tenido una úlcera grande con una superficie cruenta en una delas patas traseras. Ningún flebótomo, aun- que habían centenares presentes, se encontraba sobre la úlcera. Esto indica que no son atraídos por las superficies cruentas desnudas de piel. Al mis- mo tiempo, el hecho de preferir las superficies peladas en el caballo de- muestra que más fácil para ellos es atacar los animales de piel lisa, por su- puesto, entre ellos, los reptiles. No hemos podido encontrar los larvas de fMlebótomos. ln una ocasión cuando hemos encontrado la especie muy abundante en Tres Pozos, Embar- cación (abril de 1926). ya era la estación seca del año ; la superficie del suelo era muy árida, y cubierta de polvo, salvo en la vecindad de los pozos de agua; precisamente cerca de uno de estos pozos fué donde hemos captura- (1) Se nota que esta zona también incluye la distribución de Anopheles pseudopunctipen- nis, el transmisor más común del paludismo en la Argentina, aunque, en el caso del mosquito, su distribución se extiende más al este, y especialmente al sur. do la mayor parte de los ejemplares. Esto nos ha inclinado a pensar que tal vez los flebótomos desovaban en el abundante excremento de vacunos que allí había. Al efecto, este año (1927), se ha examinado detenidamente, ex- cremento de vacunos de esta misma región por la presencia de larvas, pero con resultados negativo. Por haber encontrado las hembras de flebótomos en los gallineros sien- pre repletas de sangre, hemos examinado, con el mismo fin, el excremento de gallina, pero, otra vez con resultado negativo, aunque el examen ha durado varios días. Mientras recolectábamos el excremento hemos observa- do que algunos flebótomos adultos escapaban de los pequeños montones de excremento, y con el fin de no dejar en duda la suposición que hemos formado, que allí debemos hallar un posible criadero de flebótomos, he: mos cubierto con campanas de vidrio una superficie del suelo impregnada con estiércol de gallima, pensando que en caso que los flebótomos se desarro- llan en el excremento, debemos encontrar los adultos encerrados bajo las campanas. Hasta la fecha los resultados otra vez son negativos. Como esas experiencias, y el uso de las campanas de vidrio han sido realizados a fines de abril, y en los meses de mayo y junio, tal vez la falta de éxito sea debido a la estación fria del año. Uno de nosotros (G. €. Paterson). ha podido conseguir que las hembras erávidas desoven, encerrándolas en una cámara húmeda que contenía es tiércol de gallima puesto sobre papel de filtro mantenido húmedo. Se encon- traron los huevos sobre el excremento, y también sobre el papel a alguna distancia del excremento. Mantenidos a la temperatura del laboratorio por cinco días (término medio 209) no hubo desarrollo de larvas. Entonces la cá- mara húmeda fué llevada a la estufa a 372 por seis días, sin cambio alguno. Puede ser q.1e esta especie pase el invierno en estado de huevo. Ha sido posible capturar ejemplares de P. Araozí desde mediados de octubre hasta fines de mayo. Generalmente se puede conservar las hembras vivas en cautividad durante cinco días. Las adultas están en actividad desde el crepúsculo y en noches benignas; probablemente continúen asi hasta el amanecer. Se ha observado hembras picando un caballo entre las horas 1,30 y 3,30. Eligen durante el día los lugares abrigados y obscuros para reposar, y han sido encontradas en las barrancas. árboles huecos, de- bajo de la cáscara de los árboles, en las hendiduras de paredes de adobes, corredores de casas, gallineros y excusados. Por la noche son atraídos por la luz, y se posan sobre las paredes blanqueadas de los corredores en la ve- cindad de los focos eléctricos. En las habitaciones, pican habiendo o no luz. La picadura es severa, y deja una pequeña pápula roja visible varios días. Ha sido examinado el contenido del abdomen de 29 flebótomos hem- bras que han succionado sangre en el ambiente natural, con el objeto de buscar herpetomonas en el canal digestivo; algunas de ellas han servido para las experiencias de desovar en la cámara húmeda. En ninguna se ha comprobado la presencia de flagelados. Fecha Noviembe de 1925 Marzo 26 de 1926 Abril de 1926 Mayo 1/4 de 1926 Junio de 1926 Octubre 14 de 1926 Noviembre de 1926 Febrero 3 de. 1927 Marzo 14 de 1927 Marzo 23 de 1927 Marzo 209 de 1927 Marzo 3o de 1925 Abril 18 de 1927 OBSERVACIONES SOBRE (P. ARAOZI ») (Cuadro dispuesto cronológicamente) Localidad La Esperanza, San Pedro de Jujuy. Concepción ; Tucumán Tres Pozos, Embarcación, prov. de Salta Tucumán La Esperanza, San Pedro de Jujuy Río Salí. entre Vipos y Cho- romoro La Esperanza, San Pedro de Jujuy Río Tapia, 3 kilómetros de Tapias Monte cerca de Montañas a Viejo, Pucumán Quebrada de Lules, Tucumán Calilegua, Jujuy Ledesma, Jujuy La Esperanza, San Pedro de Jujuy Observador GUO: Paterson Davis y Shannon Paterson y Shannon Shannon Paterson Shannon Paterson Shannon y Del Ponte Del Ponte Shannon Á< Del Ponte Shannon e Del Ponte Shannon Ed Del Ponte y Shannon Paterson y Shannon Observaciones Encontrado picando gente por la noche en cuarto iluminado; hembras y machos sobre las paredes de los corredores. Cinco hembras y dos machos capturados sobre el lomo pelado de un caballo entre horas 1,30 y 3,90. Centenares de ejemplares capturados so- bre caballos cerca de un pozo. (Hora 17,30 a 19). Hembras picando superficies lisas de la piel. Machos en cópula. Una sola hembra observada en el cuarto de baño de un hotel en el centro de la ciudad. Hallazgo de ejemplares de la otra especie nueva (P. Mazzat). En localidad lejos de habitaciones; hem- bra picando caballo. Flebótomos examinados por herpetomo- nas; resultado negativo. Treinta ejemplares, machos y hembras, encontrados sobre una barranca. Machos y hembras (también un ejemplar de P. Mazzai) encontrados en árboles hue- cos, y debajo de la cáscara. Debris del ár- bol examinado por larvas, negativo. Ejemplares encontrados en árbol hueco; un par en cópula a hora 10,30. Muchos ejemplares encontrados en el co- rredor de la casa. Machos y hembras encontrados en una casa de material. Treinta machos y hembras, las últimas repletas de sangre, encontradas en gallinero entre hora 23 y 24. Estiércol de gallina exa- minado por larvas, negativo. Fecha Localidad Observador Observaciones Abril 20 Tres Pozos Paterson Hembras repletas de sangre encontradas de 1927 Embarcación, y Shannon en gallinero por la noche, pero ninguna so- Salta bre una superficie cruenta de un caballo. Excremento de vacunos y gallinas examina- do por larvas con resultado negativo. OBSERVACIONES SOBRE (CP. MAZZAI » Esta especie es evidentemente más rara que la P. Araoz1. de manera que son pocos los datos que hemos podido conseguir de sus hábitos. Los pre meros ejemplares, machos y hembras, fueron capturados en una casa en el ingenio «La Esperanza » (San Pedro de Jujuy), a fines del mes de junio, en días excepcionalmente benignos, y aun calurosos para la estación im- vernal; en las noches templadas y sin viento no fué dificil encontrar otros ejemplares. La vecindad alrededor del ingenio no es boscosa, mientras que la segunda localidad donde fué encontrada esta especie está situada en una región no habitada, y muy cubierta de bosques cerca de las montañas de Tafí Viejo en Tucumán. La especie ha sido encontrada en una tercera lo- calidad, en la finca Santa Bárbara, Tucumán, en abril 6 de 1927 (del Ponte y Shannon) que es igualmente desprovista de bosques. ln ese sitio fueron capturados más de cincuenta ejemplares, machos y hembras en los corredores de una casa de material durante el día y unos pocos ejemplares durante la noche, cerca de la luz en la misma casa. Este hecho nos indica que esta especie habita regiones similares a las del P. Araozt, y que sus costumbres deben ser las mismas. Parece, sin embargo, que la actividad de los adultos ocurre durante un periodo más corto del año, y en una época algo diferente, y esto quizá explica por qué se le encuentra tan poco frecuentemente. Su abundancia en la finca Santa Bárbara prueba que no es una especie rata. RESUMEN 1” El P. Araozí es una especie que se encuentra bien representada en nu- merosos distritos de las provincias de Salta, Jujuy y Tucumán; ataca al hombre, al caballo, las aves de corral, los perros y probablemente otros animales de sangre caliente. No se ha observado que suecione sangre de reptiles ; 2 Guando ataca animales escoge la piel lisa, sin pelos. o las partes pela das por raspadura, o cicatriz. No elige superficies cruentas ; 3 Se encuentra en lugares habitados y no habitados, en distritos áridos, sin árboles, o en otros forestales. Sus hábitos son nocturnos, y durante el día buscan los lugares abrigados y obseuros para reposar ; 4 Abundan desde mediados de octubre hasta fines de mayo: 5 No se ha encontrado los criaderos, pero las hembras grávidas desovan E TREN en cautividad sobre estiércol de gallina. Los huevos no han desarrollado en un mes bajo diversas condiciones en el laboratorio ; 6% El P. Mazzaí es una especie menos frecuente pero no rara. Fué en- contrada en San Pedro de Jujuy en el mes de junio de 1926, y en Tafi Viejo, mayo 1927 y en finca Santa Bárbara en abril 1927. Su distribución y hábitos son muy similares a los de P. Araozt; 7” En los pocos exámenes hechos, no se ha encontrado herpetomonas en el estómago de los flebótomos ; 8” En vista de la supuesta correlación entre la leishmaniosis y los fle- bótomos, un estudio más intensivo de los hábitos y parásitos de estos dip- leros es una materia de mucha importancia. R. C. SHANNON y E. DEL PONTE Cuatro notas sobre especies nuevas de Dipteros, Nematóceros, Hematófagos o no, de la Republica Argentina Publicado en la ““Revista del Instituto Bacteriológico”” (D. N. de H.) N?* 7, Vol. IV. - Marzo de 1927 2 BUENOS AIRES ANTONIO GARCIA., Impresor. — 856, - Perú - 858 1 942.7 L Cuatro notas sobre especies nuevas de Diípteros Nematóceros, Hematófagos o no, de la República Argentina. por R. C. SHANNON y E. DEL PONTE Primera nota ALGUNAS ESPECIES NUEVAS DE CULICIDOS ARGENTINOS por la Doctora JUANA PETROCCHI + 1925 (1) En 1923, con el título “Estado actual de la sistemática de los Culicinae (mosquitos) en la República Argentina (Rev. del Instituto Bacteriolégico, vol. 3, p. 83, N* 3, 1925), la ma- lograda Dra. J. Petrocchi citó una serie de mosquitos argen- tinos existentes en la colección del Instituto Bacteriológico. En esa lista se incluían once especies nuevas, pero sus des- cripciones no fueron publicadas; su rápida e inesperada muer- te impidió la terminación de su trabajo. Los autores dan a conocer en esta pequeña contribución una lista de dichas nuevas especies, las que se encontrarán más adelante. Las especies del género Culex serán motivo de una publi- cación posterior. (1) Las descripciones de esta primera nota han sido redactadas por noso- tros, de acuerdo con el material que la doctora Juana Petrocchi (fallecida en 1925) había coleccionado para este Instituto y las publicamos como un re- cuerdo afectuoso. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 7125 , La especie “Wyeomyia sp.” citada en su trabajo en cola- boración con Múhlens, Dios y Zuccarini (Paludismo y hema- tología en el Norte Argentino; Rev. del I. B., IV, p. 269, 1925) se agrega a esta lista y se da su descripción; así como también una nueva especie de Psorophora que no había sido incluída en la lista de 1923. LISTA DE ESPECIES NUEVAS DE J. PETROCCHI 1. Sabethes sp. (29 , Santa Clara, Jujuy), descrita con el nombre de Sabethes Neivaz, Petrocchi. 2. Dendromyia sp. (9, Zapla, Jujuy), descrita aquí con el nombre de Wyeomuia lateralis, Petrocchi. 3. Culex chaquense, N. sp. 4. Culex fusco, n. sp. 5. Culex salteño, N. SP. 6. Culex florense, n. SP. Estas especies de Culex serán descritas en trabajos poste- riores. 7. Psorophora Duari n. sv. = Psorophora purpurascens, Edwards 1922. 8. Psorophora alboaurata n. sp. = P. varinervis, Edwards, 19022, 9. Megarhinus Neival, n. sp. Especie que no hemos podido encontrar en la colección y de localidad incierta. 10. Megarhinus sp. (7 y Q, Jujuy) = M. tucumanus, Bre- thes 1926. 11. Uranotaenia argentina n. sp. = Uranotaenta natalia, Y. Lynch Arr. 1891. Las nuevas especies creadas por la Dra. J. Petrocchi son: Sabethes Neivai, Petrocchi, especie nueva. Las patas, totalmente negroazuladas y con tufos de largas escamas solamente en las patas medias, acercan esta especie a $. cyaneus (Fabricius) y a S. albiprivus, Theobald. De ellas, se pue- de separar por los caracteres siguientes: Occipucio por encima 126 ESPECIES DE DÍPTEROS, NEMATÓCEROS Y HEMATÓFAGOS totalmente violeta-oscuro, siendo por debajo y hacia los costa- dos, blanco; carece de escamas blancas que formen una línea en las márgenes oculares; parte superior del occipucio y su tercic inferior con escamas anchas y de color verde claro; mechones de escamas largas en las patas medias, que envuel- ven los dos quintos apicales de la tibia y los dos tercios basa- les del basitarso; peciolo de la segunda célula marginal (cé- lula bifurcada superior) algo mayor en un tercio que dicha célula; parte ventral del abdómen bronceado-claro, el dorso azulado-oscuro con reflejos violeta. - Largos" nm.:; alas: Sam. Dos hembras. Localidad del tipo: Santa Clara, Jujuy (mayo, 1916; A. Neiva). Esta especie ha sido dedicada al Dr. Arturo Neiva. Wyeomyia (Dyarina) lateralis, Petrocchi, especie nueva. Hembra. Occipucio: dorso con escamas blanquecinas, que poseen un débil tinte violeta; costados oscuros, siendo blanque- cinos hacia su parte inferior a lo largo de las márgenes ocu- lares; torus y clípeo oscuros, cubiertos por una pequeña es- carcha; palpos y probóscide con escamas oscuras, siendo la probóscide de igual largo que el abdómen y los palpos más o menos igual a un décimo del largo de la trompa. Mesonoto con escamas oscuras, la parte extrema lateral de su margen, blanco-plata; lóbulos protorácicos de color violeta claro, pro- noto (proepímero) con escamas blanco-plateadas; escudete con escamas pleurales blancas; postnoto sin escamas; abdómen o0s- curo por encima, blanco plateado por debajo, los dos colores separados por una línea recta; lóbulos del ovopositor amari- llos. Escamas alares completamente oscuras, estrechas. Tres hembras. Localidad del tipo: Zapla, Jujuy (16, 3, 1916; A. Neiva). Esta especie la hemos colocado provisoriamente en el sub- género Dyarina. Es muy parecida a W. (D.) Miihlens: en la co- loración del tórax, pero se diferencia por la falta de manchas blancas en las patas y por estar separados los colores abdomina- les por una línea recta. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 127 Wyeomyia (Dyarina) Múhlenst, nueva especie. Hembra. Occipucio: Vertex de color violeta claro, con reflejos blancos en ciertas partes; por debajo, a los lados y contiguo a los ojos, hay una gran mancha formada por esca- mas blanco-plateado; por detrás de la mancha lateral y exten- diéndose hasta el margen ocular, separando la parte blanca del vertex y la mancha blanca lateral, hay una gran área cubier- ta de escamas muy oscuras; torus y clípeo oscuro, cubierto por escarcha; probéscide y palpos con escamas oscuras; probós- cide muy larga y delgada, de largo un poco mayor que el ab- dómen; largo de los palpos más o menos igual a un décimo del largo de la probóscide. Mesonoto con escamas bronceado- oscuras, más pálidas hacia la parte lateral, las márgenes ex- tremas laterales plateadas; lóbulos protorácicos violeta-páli- do, con algunos reflejos blancos; pronoto (proepímero) con es- camas blanco-plateado; escudete blanco-plateado, con man- chas de escamas oscuras; escamas pleurales plateadas. Dorso del abdomen rojizo muy oscuro con un tinte verdoso, lados del pri. mer tergito plateados y segmentos 3 a 7 cada uno con una pe- queña mancha formada por escamas; cara ventral del abdó- _men plateada, estando separado este color oscuro del dorso por una línea recta en los segmentos dos y tres y por una línea que- brada en los segmentos restantes. Fémures por encima oscu- ros, de color crema blanco por debajo; todas las tibias oscu- ras, excepto la tibia media que tiene en su superficie inferior una línea blanquecina; tarsos anteriores oscuros; tarsos me- dios oscuros excepto una línea blanquecina en la superficie externa del segundo artejo, otra más nítida en el tercer artejo y escasas escamas blancas en la superficie externa del cuarto artejo; tarsos posteriores oscuros, excepto una pequeña man- cha formada por escamas blancas, en la base de la superficie interior del quinto artejo. Macho: Cuarto artejo del tarso medio engrosado en su par- te apical; el quinto casi tan largo como ancho. Tarsos ante- riores completamente oscuros; tibia media con una línea blan- ca que se continua, por debajo, con la superficie inferior de los artejos; tercer artejo blanco, excepto en la parte dorsal, en su ápice; cuarto artejo, blanco en la superficie interna de su par- te basal; quinto artejo completamente negro. El cuarto y quin- to artejos de los tarsos posteriores faltan en el ejemplar que se describe, siendo los tres primeros completamente oscuros. 128 [ESPECIES DE DÍPTEROS, NEMATÓCEROS Y HEMATÓFAGOS Terminalia: Expansión del brazo basal de las pinzas (“clas- per”) lisa; gancho apical encorvado. Esta especie es semejante a tripartita, B. y B. W., en lo que se refiere a la terminalia del macho, pero se diferencia de ella por tener el cuarto y el quinto artejos ensanchados. Por este carácter se asemeja a pallidiventris, Theobald. Un macho y 10 hembras; ejemplares criados de brome- lias terrestres. Localidad del tipo: Chaco (octubre y noviembre de 1924; J. Petrocchi). Esta especie está dedicada al Dr. Pedro Muúnhlens. (Nosotros hemos encontrado, en compañía del Dr. Nelson Davis, larvas de esta especie criándose en bromelias, en Sáenz Peña, Resistencia y Charadai, en la Gobernación del Chaco, y en Corrientes, en la provincia del mismo nombre. Los adul- tos eran más bien numerosos alrededor de las plantas. Psorophora (Janthinosoma) Bruchi, Petrocchi, nueva especie. Macho y hembra: Occipucio totalmente castaño os- curo, escamas blanquecinas, acostadas, planas formando una mancha lateral grande, más esparcidas por encima y entremez- cladas con escamas, en forma de horqueta, de color amarillo ; clí- peo castaño oscuro; palpos y prosbécide totalmente cubiertos por escamas rojizo oscuro; palpos más o menos igual a un quin- to del largo de la probóscide. Mesonoto con escamas muy jun- tas y acostadas, castaño oscuro en la parte media, en los lados ampliamente blanquecinas, con algunas escamas entremezcla- das de color castaño; escamas escutelares blanco-sucio;; esca- mas purpúreas, excepto en el primer tergito, en las márgenes laterales del segundo segmento y en los ángulos posteriores de los segmentos restantes; esternitos con escamas purpúreas y bandas basales y apicales de escamas blancas. Patas: fému- res anteriores y medios con escamas bronceado rojizo, excep- te en su superficie interna cerca del ápice, donde son de color crema, más oscuros hacia el cuarto apical: dorso de la extre- midad del segundo y tercer fémur estrechamente blanco pla- teado. Todas las escamas de las patas son acostadas. La genitalia del macho acerca mucho esta especie a Pso- rophora (Janthinosoma) purpurascens, Edwards. Sin embargo los dos largos pelos de la pinzita (“claspette, cerci”” de la pieza lateral) están reemplazados en Bruchi, por dos protube- R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 729 rancias tubulares, que llevan cada una de ellas una expansión en forma de hojuela, La coloración de los adultos no acercan tanto ésta especie a purpurascens, pues la especie de que tra- tamos, tiene bandas transversales posteriores en los tergitos, segundo a séptimo, formadas por escamas blancas y el penúl- timo segmento de los tarsos posteriores es totalmente oscuro. Psorophora (J.) fiebrigi Edwards, tiene el cuarto artejo de los tarsos posteriores, manchado como en esta especie, aun- que esta última (Bruchi) tiene, las escamas de las patas le- vantadas y la estructura de la terminalia del macho es dife- rente, ete. Un macho, diez hembras. Localidad del tipo: Provincia de Buenos Aires (1* de abril 235 0: Bruch:): También ha sido encontrada en Entre Ríos; en Alta Gra- cia (Córdoba) por Bruch. Esta especie está dedicada al Dr. Carlos Bruch. Nota. Además de los ejemplares arriba citados, la colec- ción contiene tres hembras de Resistencia, Ohaco (22 de fe- brero, 1927: Shannon y Del Ponte). La extensión de la parte blanca en el cuarto artejo del tarso posterior es variable. Un ejemplar tiene solamente un estrecho anillo basal, en los otros el color blanco se extiende más de la' mitad del artejo. Segunda nota EL GÉNERO Phlebotomus EN LA ARGENTINA La colección del Instituto Bacteriológico contiene cinco especies de este género, dos de las cuales son nuevas para la Argentina, y una de ellas debe ser considerada como especie nueva. Coleccionando mosquitos en el hospital de Resistencia, situado casi en los límites de la ciudad, encontramos en uno de los pabellones, dos ejemplares de Phlebotomus, macho y hembra (23 de febrero de 1927); fueron hallados en un rin- cón oscuro, detrás de una puerta, a las 9.30 de la mañana. Tres días después y a las 22 horas, se procuró conseguir nue- vos ejemplares, usando un caballo y una culebra, como cebo, 730 ESPECIES DE DÍPTEROS, NEMATÓCEROS Y HEMATÓFAGOS pero sin resultado positivo. Sin embargo, durante una búsque- da hecha en las paredes del hospital, a la luz, se encontró un ejemplar macho. La noche era fresca, y una brisa más o me- nos fuerte pudo ser la causante de la escasez de ejemplares. Esta especie es la 4* encontrada en la Argentina, siendo la única entre ellas, en la que el macho posee cinco espinas en el segmento terminal de la pinza superior; a este respecto con- cuerda con Ph. vexator, Coquillett (Maryland y Virginia) y Ph. Brumpti, Larrousse (Brasil). Todas las otras especies americanas (macho de cruciatus, Coquillett, desconocido), poseen cuatro espinas en este seg- mento. Phlebotomus Sordellii, Shannon y Del Ponte, nueva especie. Color: Tegumento pálido-amarillento. Cuerpo y alas cu- biertos, con el tipo usual de pelos: largos, erectos y rígidos. Patas con escamas grises acostadas y con algunas pocas sedas. Antenas: más o menos igual al largo del cuerpo (2mm.). Palpos: El artejo basal está fusionado en parte con el se- gundo; el largo respectivo de los segmentos es 1.0: 6.0: 2.0: 6.0. El largo total es de mm. 0,65. Alas: La vena subcostal se une con la primera longitudi- nal en su tercio basal anterior; la primera vena se une con la costal, frente a la bifurcación de la segunda vena; la rama anterior de ésta es el doble mayor que la distancia entre las bifurcaciones de dicha vena. Terminalia del macho: El basostilo de la pinza superior es el más ancho de los segmentos de la terminalia, pero su lar- go es igual al de las pinzas ventrales, y posee algunos pelos. El distostilo de la pinza superior es más o menos igual a los 5/6 del largo del basostilo, y posee cinco espinas cada una, de las cuales es algo mayor que la mitad del largo del distostilo. Es- tas espinas se hallan colocadas como sigue: dos terminales (una apical, la otra ligeramente subapical), una ventral colocada aleo por delante de la mitad (estas tres espinas son más o menos iguales); un par intermedio de espinas más débiles que se encuentran en los costados del segmento distal, estando si- tuada una de ellas, a mitad de camino entre la espina media y terminal y la otra entre ésta y la espina terminal. El par me- dio de pinzas, no muy grandes, tienen algunas sedas dirigidas R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 131 hacia su base; las pinzas ventrales tienen un cierto número de largos pelos. Los órganos ventrales, como “cerci? son an- chos y tienen escasos y pequeños pelos. La otra especie sudamericana que posee cinco espinas en el segmento terminal de la pinza superior, es Phlebotomus Brumpti, que es fácilmente diferenciable, por la colocación distinta de las espinas, y además por poseer un mechón com- pacto de pelos, en el lado interno del basostilo de la pinza su- perior. Dos machos y una hembra. Localidad del tipo: Resistencia, Chaco (en el hospital; 'R. C. Shannon y E. Del Ponte, 23-25 febrero 1927. Es un placer para nosotros dedicar esta especie al doctor Alfredo Sordelli, director del Instituto Bacteriológico del De- partamento Nacional de Higiene de Buenos Aires. Se incluye aquí una clave para las especies conocidas en la República Argentina. Muy posiblemente existan otras es- pecies; el Dr. Carlos Bruch, ha observado un ejemplar en Al- ta Gracia (Córdoba), que sin duda difiere de las especies in- cluídas en esta clave. Esta, se basa principalmente en los ca- racteres de la terminalia masculina; los términos basostilo y distostilo se refieren a los segmentos basal y distal de la pinza superior. CLAVE PARA LAS ESPECIES DE LOS Phlebotomus ARGENTINOS 1. Distostilo con cinco espinas; basostilo sin un mechón de pelos espinosos; terminación de la primera vena longi- tudinal frente a la base de la bifurcación superior de la segunda vena; rama superior de la seguna vena igual a 1 15 mayor que la distancia entre las bifurcaciones de la segunda vena (Resistencia, Chaco). TAE A A A . AP Sordellii, Shannon y Del Ponte Disppstiarcon: 4 IESPDINIS.... E o 2 2. Basostilo con un mechón de pelos espinosos (La Plata, Buenos AUTOS). Moo des. Cortellezii, Brethes Basostilo sin un mechón de pelos espinosos....... 3 3. La espina apical del distostilo es la más corta; cada una de las pinzas medias son sigmoideas, con doble curva- tura; filamentos genitales muy largos con su termina- 732 ESPECIES DE DÍPTEROS, NEMATÓCEROS Y HEMATÓFAGOS ción filiforme; el último artejo de los palpos es el más largo. (Tres Pozos, Salta; San Pedro de Jujuy, Jujujy; Tucumán, Tapia y Concepción, Tucumán). RO. Araozi, Paterson y Shannon La espina apical del distostilo es la más corta; las pinzas medias rectas; filamento genital muy corto, pro- visto de un pequeño lóbulo en su extremidad; último artejo del palpo más corto que el segundo o el tercero (San Pedro de Jujuy, Jujuy)..... Mazzai, Paterson Además de estas especies, hemos encontrado un macho en Puerto Bemberg (Misiones; 18 junio 1927). Las condicio- nes en que se encuentra, no nos permite hacer una determi- nación muy exacta; esperamos poder obtener más material de dicha localidad, aunque casi podríamos afimar que se tra- tara de Phlebotomus Migonez, originariamente descrita del Paraguay por Franca. Está muy cerca de Araozt, lo que nos indica que esta especie podría ser un sinónimo. BIBLIOGRAFIA DE LOS FLEBOTOMOS ARGENTINOS BreTHES J. Un flebotomus nuevo para la República Argentina. (Descripción original de Ph. Cortelezs1). La Semana Médica, N? 8, p. 361, 1923. FrANcA C. Descripción original de Phlebotomus Migonei. Bulletin. Soc. Port. Sci. Nat. Lisboa. Vol. 3, pp. 215-236, 1920. Mazza S. Consideraciones sobre flebotomus encontrados en Tabacal y el pa- pel de estos dípteros en la trasmisión de Leishmaniosis. Con fotografías y figuras. Bol. Inst. Clin. Outr, números 14-16, pp. 72-76, 1926. PATERSON C. G. Y SHANNON R. C. Nota preliminar sobre Ph. Araosi, nueva especie. (Descripción original de Phil. Araosi). La Semana Médica, año 33, N*? 1697, p. 236, 1926. PATERSON C. G. Y SHANNON R. C. Sobre una nueva especie de Phlebotomias. (Descripción complementaria de Ph. Araosi). Boletín del Instituto de Clíni- nca Owmrúrgica, números 14, 15 y 16, pp. 60-66. Con figuras y fotogra- fías, 1926. PATERSON G. C. Sobre otra nueva especie del género Phlebotomus, encontra- da en la provincia de Jujuy. (Descripción original de Phl. Mazzai). Boletín del Instituto de Clínica Ouirúrgica, múmeros 14, 15 y 16, pp. 67-71. Con figuras y fotografías, 1926. PATERSON G. C., SEANNON R. C. y DeL PonTE E. Observaciones sobre la dis- tribución de los flebotomos de las provincias del NO. de la R, Argentina. (3* Reunión Soc. Arg. Pat. Reg. del Norte, Tucumán, julio 19297), Bol. Ins. Clin. Owtirúrgico, número 21-25, 1927. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 733 Tercera nota UNA SEGUNDA ESPECIE DE Bruchomyia El género Bruchomyia Alexander, está considerado como un género muy primitivo y su posición sistemática es aún in- cierta, pero es evidente que pertenece a la familia Psychodi- dae y por su aspecto general es tan semejante a las especies de Phlebotomus (excepto por su tamaño mucho mayor) que se está inclinado a colocarlo en la misma subfamilia, Phleboto- minae. Sin embargo no es hematófago y su aparato bucal pare- ce totalmente incapacitarlo para serlo. Este género se conoce solamente de la Argentina, y hasta ahora sólo una especie había sido encontrada, Bruchomyía ar- gentina, Alexander. Esta especie está muy esparcida en este país y ha sido coleccionada en las provincias de Córdoba, Tu- cumán, Salta y Jujuy. La especie que aquí describimos fué ha- llada en los bosques de los alrededores de las Cataratas del Teuazú, Misiones, en el mes de junio de 1927. Bruchomyia pallipes, Shannon y Del Ponte, nueva especie. Muy semejante por su tamaño y estructura a B. argentina, pero se diferencia por su color más negro, sus tarsos pálidos y sus alas más manchadas. Hembra. Occipucio con pelaje oscuro, denso y rígido, cu- yos pelos se extienden por delante, hasta la frente, entre los ojos; clípeo piloso; palpos algo menores que en argentina; dorso del tórax con pelaje denso, largo y rígido, formado por pelos erectos, castaño oscuro; patas negras, todos los artejos de los tarsos, pálidos en su superficie inferior y los tres últi- mos segmentos distales de todas las patas totalmente pálidos; pelaje abdominal formado por pelos rígidos, de color castaño bronceado oscuro; alas densamente provistas con pelos oscuros y largos (que se encuentran sobre las nervaduras) formando manchas negras en: el ápice de la nervadura subcostal, en la base del cúbito, en la base de la célula bifurcada superior, en la vena transversal r-m y el ápice de M;, y Cu,; balancines den- samente cubiertos por escamas castaño bronceado. 134 ESPECIES DE DÍPTEROS, NEMATÓCEROS Y HEMATÓFAGOS La vena subcostal es nítidamente más corta que argentina y en su extremidad hay dos ramas ténues, una que llega hasta la nervadura costal y otra hasta R,¡. La célula bifurcada supe- rior es evidentemente más corta que la semejante de argentina. Cuarta nota UNA ESPECIE NUEVA DE Leptoconops (Ceratopogonidae) Este género no había sido aún encontrado en la Argen- tina y la especie que aquí describimos ha sido hallada en las regiones semiáridas del río Tapia y Raco, en la provincia de Tucumán (Shannon y Del Ponte). Los cuatro ejemplares cap- turados, hembras, lo fueron mientras picaban o procuraban picar; es un insecto muy activo y corre con mucha rapidez, pero no tanto como los Phoridae. Leptoconops Petrocchiae, Shannon y Del Ponte, especie nueva. Especie muy pequeña (1. 14 mm.) delgada, negro bri- llante; antenas más o menos igual a los dos tercios del largo del tórax, formada por 14 artejos, siendo el primero rudimen- tario y el segundo ensanchado; aparato bucal fuertemente de- sarrollado, más bien corto y robusto, consistiendo en un labro- epifaringe aguzado, con un par de barbas apicales quitinosas y puntiagudas; un par de maxilas con diez y nueve dientes; la- bio bien desarrollado; palpos con tres artejos, estando el ar- tejo basal aparentemente dividido por dos suturas (en cuyo caso debería considerarse como representado por tres artejos), y el penúltimo tiene una depresión, en forma de bolsillo, que parece ser un órgano sensitivo. Mesonoto muy arqueado y con varias filas de sedas; escudete y posnoto no muy des-' arrollados; patas moderadas; tibias posteriores con un par de espolones; uñas tarsales simples; alas algo hialinas con el borde anterior más o menos ahumado; venas alares muy te- nues, la vena subcostal es la que está más fuertemente quiti- nizada; superficie alar uniformemente cubierta por tenue ve- "llosidad; balancines blanco opaco; abdomen de 6 segmentos vi- sibles, con un par de apéndices apicales deprimidos, de color amarillo pálido, cuyo tamaño es igual a un tercio del largo Figura I. JG.¡BASTANIER, DEL. N DN Figura Il. DEL PONTE, DEL. Leptoconops Petrocchiac Fig. I. Palpos. X 270 aprox. Fig. II. Adulto. Xx 60. 136 ESPECIES DE DÍPTEROS, NEMATÓCEROS Y HEMATÓFAGOS del abdómen y cubiertos por pelos cortos y escasos; tres es- permatecas. Largo 1.5 nm. alase 1.25 mm. Cuatro hembras. a Localidad del tipo: Río Tapia (La Posta), Tucumán (3 febrero 1927, Shannon y Del Ponte). También en Raco, Tu- cumán (13 febrero 1927, Shannon y Del Ponte). ag A a Ne “s - G. PATERSON y R. C. SHANNON Los Simulidos del Noroeste Argentino Publicado en la “Revista del Instituto Bacteriológico'” (D. N. de H.) NN" 7, Vol. IV. - Marzo de 1927 28 BUENOS AIRES ANTONIO GARCIA, Impresor. — 856 - Perú - 858 MZ 7 S e > Los Simúlidos del Noroeste Argentino por el Doctor GUILLERMO PATERSON (Ingenio La Esperanza, San Pedro de Jujuy) y Doctor RAYMOND C. SHANNON (Inst. Bacteriológ. del Dep. Nac. de Higiene) Los Simuliidae, forman parte de aquellos Dípteros Ne- matóceros hematófagos, que han sido acusados como vectores de Leishmania. Debido a que la leishmaniosis es una enfermedad muy co- mún en las provincias de Salta y Jujuy, es muy importante conocer la fauna de aquellos insectos. Como investigaciones pre- liminares, los autores han hecho colecciones de estos Dípteros, y han clasificado las especies encontradas en estas regiones, considerando el presente trabajo como una ayuda para la de- terminación de las especies argentinas. El número de especies que forman este grupo, parece ser muy limitado, habiéndose encontrado solamente 5, en las pro- vincias de Tucumán, Salta y Jujuy. Hasta ahora, los trabajos sobre Simúlidos argentinos, son muy escasos. En 1912, Joan (1), describió una especie común en las provincias mencionadas: Melusina (Eusimulium) Di- nelliz. En 1918, Lutz, de Souza Araujo y da Fonseca (2) dicen que Simulium paraguayense Schrottky, parece ser frecuente en Tu- cumán, habiendo recibido material de S. pertinax, de Puerto Aguirre, y de rubrithorax, de Bonpland, ambas localidades de la gobernación de Misiones. | 7138 Los SIMÚLIDOS DEL NOROESTE ARGENTINO No poseemos ninguna de estas especies, creyendo que Eusimulium inaequalis, está muy estrechamente emparentada con S. paraguayense, por su aspecto general. Todas las especies que hemos encontrado, pertenecen a dos de los cuatro géneros reconocidos para esta familia por Dyar y Shannon, en su reciente trabajo (3): Eusimulium y Simulium. CLAVE PARA LAS ESPECIES DE Simuliid:ee DEL NO. ARGENTINO Vena radial pilosa en la parte comprendida entre la ve- na basal y el secto radial. Tamaño moderado. E a o O. Gen. Eusimulium 2 Vena radial desnuda en la parte comprendida entre la vena basal y el sector radial. Tamaño pequeño. DE dae CNA pode O a EEE Gen. Simulium 4 Tegumento torácico amarillo brillante o amarillo roji- ' zo; tergitos abdominales 6-9, brillantes, los precedentes opacos. Uñas de los tarsos anteriores, cada una con una protuberancia basal y un diente sub-basal. Tamaño mo- derado. bb o A Eusimiium Dinellii, Joan Tegumento torácico, no brillante o amarillo rojizo 3 Tegumento torácico, negro; abdomen negro con los tergitos 5-9 brillantes. Uñas de los tarsos anteriores con la protuberancia basal redondeada; una uña con un diente sub-basal y la otra simple. A Eusimilium inequalis, N. SP. Tegumento torácico castaño opaco, el lóbulo humeral amarillento; mesonoto con una mancha oscura en for- ma de lira, cuyos brazos son largos y anchos y la ex- tremidad anterior triangular; tereitos abdominales 6-9, brillantes. Uñas de los tarsos anteriores cada una con una ligera protuberancia basal y un diente sub-basal bien desarrollado; especie más bien grande. e O O a Eusimulium Lahillei, n. sp. Mesonoto con un par anterior submediano de manchas perlíneas y con el tomento uniformemente distribuido; tergitos abdominales 6-9, brillantes; uñas de los tarsos antericres, cada una con una protuberancia en forma G. PATERSON Y R. C. SHANNON 7139 de diente truncado; una de ellas con un pequeño diente sub-basal y la otra no; especie de tamaño pequeño. O E A Simulium jujuyense, N. SP. Mesonoto sin marcas plateadas o perlíneas distintas; tomento (o escamas) dispuesto en grupos; tergitos ab- dominales 3-9 brillantes, solamente una uña de los tar- sos anteriores con un diente sub-basal. Especie pequeña. A A Simulium Delpontel, N. Sp. Eusimulium. inequalis, N. Sp. Especie más bien grande, oscura, con patas negras y blancas. Largo: alrededor de 2.5 mm.; alas: 2.65 mm. Cabeza: Frente y clípeo oscuros, intensamente espolvo- reados con escarcha grisácea. Los tres artejos basales de las antenas, castaño-rojizos, los restantes castaño oscuros; palpos negros. Tórax: Tegumento negro, el dorso uniformemente cu- bierto por un tomento dispuesto en forma de líneas finas bron- ceadas. Pleuras oscuras; la porción inferior escarchado ama- rillento; mesopleura con pelos amarillo-claro. Patas: Todos los fémures enteramente oscuros, cubiertos con pelos pequeños amarillo-bronceado. Tibias anteriores con la superficie externa casi totalmente escarchado-plateado; ti- bias medias y posteriores amarillas, con escarcha plateada en los 2/5 basales y negras en la parte restante. Tarsos ante- riores enteramente negros y moderadamente ensanchados. Basitarso de los tarsos medios, amarillos en sus 2/3 basales y negros en la parte restante; el 2” artejo basal estrechamente amarillo en su base, y la parte restante negra. Basitarso del tarso posterior, amarillo en sus 3/4 basales y negro en la par- te restante. ) Abdomen: Negro; 2* tergito escarchado-plateado; 3” y 4" tergitos moderadamente reducidos, negro-opaco; los tergitos restantes, anchos y brillantes. Balancines: Amarillo brillante. Lutz dice que los balancines de paraguayense, son más o menos castaño. En inequalis son de un color amarillo muy pálido. 7140 LOS SIMÚLIDOS DEL NOROESTE ARGENTINO Siete hembras, capturadas mientras atacaban al hombre. Localidad del tipo: Zapla, Jujuy (marzo de 1927; G. Pa- terson). Otras localidades: Quebrada de Lules, Fucumán (25 ma- yo 1927; Shannon y Del Ponte). Eusimulium Dinelliz (Joan, 1912) De tamaño moderado (alrededor de 2.5 mm.), especie de color amarillo rojizo brillante (los ejemplares descolorados son más o menos castaño); vena radial sedosa en su totali- dad; todos los fémures amarillos; basitarso posterior com- pletamente negruzco; abdómen más oscuro que el tórax, con los tergitos 6-9 brillantes, siendo los anteriores opacos; uñas de los tarsos anteriores cada una con una protuberancia basal obtusa y un diente sub-basal. Las larvas y pupas se encuentran en las plantas que hay : en las corrientes rápidas de agua. Los adultos son más abun- dantes desde la última mitad de marzo hasta fines de mayo, siendo entonces muy molesto. El adulto, lo mismo que los es- tados jóvenes, se encuentran representados en el trabajo de Joan, siendo el dibujo del adulto en colores. Localidad del tipo: Alpachiri, Tucumán. Otras localidades: Quebrada de Lules, Tuc. (marzo, abril y mayo 1927; Shannon y Del Ponte); Zapla, Jujuy (marzo 1927, Paterson; 13 abril 1927, Brumpt, Langeron, Paterson, Mazza y Shannon). En San Pedro de Jujuy, Paterson lo ha observado durante una larga serie de años. Probablemente se encuentre en la mayoría de las corrientes rápidas de agua de Tucumán, Salta y Jujuy. Eusimulium Lahillei, n. sp. Especie más bien grande (largo 3 mm.), castaño-opaco. Cara y frente anchas, gris opaco, enteramente sedosas; ante- nas con su parte basal pálida, oscuras en la parte restante; palpos castaño oscuro; vena radial totalmente sedosa; tegu- mento torácico castaño-opaco; lóbulo humeral amarillento; una mancha muy oscura en forma de lira, cuyos brazos son largos y anchos y el ápice anterior triangular; tergitos 6-9 G. PATERSON Y R. C. SHANNON 711 castaño-brillante, siendo los anteriores negro-opaco; todos los fémures amarillentos, algo oscuros en el ápice; mitad basal del basitarso posterior amarillo claro, y la parte restante ne- gra. Uñas de los tarsos anteriores cada una con una ligera protuberancia basal y un diente sub-basal bien desarrollado. Relacionado con subpallidum, Lutz, pero esta especie tie- ne los tergitos 5-9 brillantes, lo que no se observa en la especie de Lutz. Seis hembras, capturadas mientras rondaban cerca del lecho rocoso, de corrientes temporarias de agua. Localidad del tipo: Quebrada de Lules, Tucumán (14 de mayo 1927 y larvas, 14 agosto 1927; R. C. Shannon). Otras localidades: Quebrada San Lorenzo, Salta (5 agosto, 1927; R. C. Shannon). Simulium jujuyense, N. Sp. Especie pequeña (más o menos 1.5 mm.), negra, con man- chas torácicas perlinas; sección intermedia del radio, desnu- da. Frente y cara perlinas, esta última con escarcha grisácea; artejos basales de las antenas amarillos y los restantes negros; palpos negros. Mesonoto negro con ténue tomento amarillo bri- llante; un par de triángulos anteriores perlinos, lo mismo que los bordes lateral y posterior. Escudete negro. Tergitos abdo- minales 6-9, brillantes en todo su ancho, los anteriores casi cuadrados y aterciopelados, negro opaco. Uñas de los tarsos anteriores con una protuberancia en forma de diente obtuso, una uña con un diente pequeño sub-basal, mientras que la otra carece de este diente. Emparentada con incrustatum, Lutz, pero en esta espe- cie, el tomento del mesonoto es bronceado amarillento y for- ma montones, mientras que en jujuyense es verde pálido y uni- formemente distribuido. 10 hembras, capturadas mientras picaban. Localidad del tipo: Zapla, Jujuy (marzo de 1927; Pa- terson). Otras localidades: Ledesma, Jujuy (marzo 1927; Shan- non y Del Ponte); finca Santa Bárbara (departamento de la Capital, Tucumán, 7 abril 1927; Shannon y Del Ponte). 742 LOs SIMÚLIDOS DEL NOROESTE ARGENTINO Simulium Delpontel, N. SP. Especie pequeña (más o menos 1.7 mm., negra, sin man- chas perlinas torácicas, pero con el tomento (semejante a es- camas) formando grupos. Frente y cara perlinas, más bien estrechas, la suma del largo de éstas igual a más o menos 4 veces el ancho de la frente; la cara más intensamente cubier- ta por escarcha grisácea que la frente; mitad basal de la an- tena de coloración más o menos castaño, siendo lá parte res- .tante negra; palpos negros. Mesonoto negruzco, cubierto por ligera escarcha grisácea; el tomento (semejante a escamas) bronceado amarillo y dispuesto en montones. Abdomen negro, tergitos 3-9 brillantes, el 2” ligeramente perlino. Fémures y ti- bias anteriores y medios, amarillos; tarsos anteriores negros, artejos apicales de los tarsos medios, oscuros; fémures poste- riores negros, amarillos en la base y estrechamente amarillos en sus ápices; tibias posteriores amarillas, oscuras en su par- te apical; tarsos posteriores amarillos, siendo los últimos ar- tejos OSCuros. 12 hembras, capturadas mientras picaban a hombres y caballos. Localidad del tipo: Embarcación, Salta (4 mayo 1926; Paterson, Shannon y Shannon). Otras localidades: Zapla, Jujuy: (marzo 1927; Paterson) ; Ledesma, Jujuy, (30 marzo 1927; Shannon y Del Ponte). u Esta especie está dedicada al Dr. Eduardo Del Ponte. BIBLIOGRAFIA 1? — Joan T. Nota sobre un díptero ponzoñoso. Boletín del Ministerio de Agricultura. Vol. 14, N* 4, pp. 363-385, 1912. 2? — Luzrz A., DE Souza Araujo H. C. y Da Fonseca O. Viajem scien- tifico no Rio Paraná, e a Asunción con volta por Buenos Aires, Montevideo e Rio Grande. Mem. del Inst. Osw. Cruz, Rio Janeiro. Vol. 10, N* 2, pp. 104-173, 1918. 30 — DYAR Y SHANNON. The north american Simulidae, Proc. U. S. Nat. Museum. Vol. 69, art. 10, pp. 1-54, lám. 1-7, Washington D. C,. 1927. R. C. SHANNON y E. DEL PONTE Sinopsis parcial de los Muscoideos Argentinos ' Publicado en la “Revista del Instituto Bacteriológico” (D. N. de H.) N.* 5, Vol. IV. - Julio de 1926 BUENOS AIRES ANTONIO GARCIA, Impresor — 856 - Perú - 858 1926 - Sinopsis parcial de los Muscoideos Argentinos Por R. C. SHANNON y E. DEL PONTE Contribución del Departamento Nacional de Higiene y del International Board of the Rockefeller Institute. Los Muscoideos forman uno de los grupos más importan- tes de los Dípteros (Phlebotomus, Culicidae, Ceratopogonidae, de Simuliidae, Tabanidae y Muscoidea) que tienen muchas rela- ciones con la higiene humana. Entre los representantes más característicos de los Mus- coideos, encontramos los siguientes : la mosca doméstica (Musca domestica) la mosca brava (Stomoxys calcitrans), las produe- toras de miasis (“screw-worm”) (Cochliomyia macellaria, y especies afines) ; Gastrophilus intestinalis que se encuentran en el estómago de los caballos; Dermatobia hominis que ataca al hombre; Oestrus os que ataca a las ovejas, encontrándose en la Argentina. También la mosca tse-tsé, del Africa (Glossina spp.) forma parte de este grupo. La biología completa de Sarconesía chlorogaster está ex- Nod celentemente cinematografiada por Martínez y Giinche, de Bue- : nos Aires. Esta película permite a los estudiantes una espléndida oportunidad de obtener una idea correcta y viviente de la vida de estas moscas y puede servir de modelo para las otras es- pecies. El ganado en general, y especialmente los caballos y vacu- nos, están infestados frecuentemente con larvas de Cochliomyia di macellaria (“screw-worm”, gusanera) y otras moscas. A h El método indicado para su tratamiento por el Bureau of | Entomology U. S. Department of Agriculture, es el siguiente: 8 Echese un poco de benzol en la lana y pelo con huevos y larvas * (querezas) de las moscas y también en las heridas de los ani- males infestados. Cúbranse las heridas durante pocos minutos 4 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS con planchas de algodón saturado con benzol para que los vapo- res alcanzen y maten las larvas colocadas profundamente en las heridas. Quítense entonces estas larvas muertas y los huevos, cúbranse las heridas con alquitrán vegetal (dens. 1.065) que servirá como repulsivo para las moscas. y Esta sinopsis, hecha solamente con material a la vista, comprende los Gastrophilidae, Muscidae, Calliphoridae y Oes- tridae; dicho material pertenece a las colecciones siguientes: sección de Entomología del Instituto Bacteriológico del D. N. de H., Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Aires (ce- dida gentilmente por su director prof. Martín Doello Jurado) , Laboratorio de Zoología de la Facultad de Ciencias Exactas, Fí- sicas y Naturales, de la colección Berg y también con elementos pertenecientes al Dr. Bruch, de Olivos (prov. de B. A.) y a don Rodolfo Schreiter, de Tucumán. En un principio esta familia, uno de los grupos más gran- des, más complejos y difíciles entre los dípteros, fué dividido por los especialistas, tomando como base escasos caracteres de comparación. Se ha demostrado que estos caracteres son insuficientes para determinar los límites naturales de esta familia, no pu- diendo muchos géneros ser colocados correctamente en los es- quemas sistemáticos; en los últimos 15 años los conocimientos sobre estos insectos se han intensificado de tal manera, que su clasificación ha sido modificada radicalmente. Este resultado es con todo incompleto y probablemente pa- sará bastante tiempo antes de que este grupo se coloque sobre una base natural y fácil para trabajar. . Sin embargo, gran cantidad de caracteres adicionales han sido estudiados y una vez que ellos hayan sido bien compren- didos, el trabajo para la identificación de estas moscas, será generalmente hecho con precisión y rapidez. Muchas especies de este grupo fueron descritas por los antíguos autores antes de que este sistema de clasificación fue- ra desarrollado. Los caracteres que ellos usaron para las diag- nosis genéricas, fueron frecuentemente tan superficiales, que sus géneros se encuentran ahora muy pobremente definidos, y a veces son incomprensibles. También los caracteres específi- cos elegidos eran asimismo insignificantes, siendo frecuente que ellos describieran una especie más de una vez, o que inelu- yeran dos o más especies bajo un mismo nombre. Durante el ve- rano de 1925, uno de los autores (Shannon), visitó los museos R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 5 de Londres y de París, donde examinó los tipos de Muscoideos descritos por Walker, Macquart y otros. Desgraciadamente las especies descritas por estos autores para la Argentina, no fue- ron encontradas, pero observó numerosos casos en que ellos habían descrito la misma especie dos o más veces, y además un gran porcentaje de sus tipos estarían colocados hoy día en gé- neros distintos en los que los habían colocado sus creadores. Walker, especialmente, prestó poca atención a los géneros y colocó a muchas de sus especies en el gen. Musca, aún en los casos en que pertenecían a otras familias. Debido a la inseguridad de estas descripciones, nosotros no podemos aplicar estas diagnósis sin antes haber examinado los ejemplares tipos, pero para ello se necesita tiempo y elemen- tos especiales de los que carecemos, y por consiguiente, nos ve- mos obligados a describir como nuevas, todas aquellas especies cuya identidad con las especies previamente descriptas es dudosa. Consideramos que la desventaja de no ends todas las an- tiguas especies bien determinadas, será compensada por la con- veniencia de dar buenas descripciones, basadas en los métodos modernos, de todas las especies actualmente conocidas por no- sotros. Creemos que esto es mucho mejor que esperar un nú- mero indeterminado de años, hasta que la situación de las espe- cies antiguas haya sido bien precisada. Este trabajo lo consideramos como una comunicación pre- liminar, y creemos que él podrá servir de base para un estudio de estos Muscoideos. : Respecto a las referencias de las viejas especies aquí recor- dadas, ellas se encontrarán en la bibliografía dada al final. CARACTERES DE LA SUPERFAM. Muscoidea (Calyptrata) Este grupo, pertenece al suborden Cyclorrapha, sección Schizophora, pudiéndose caracterizar los adultos de la siguien- te manera: Antena con 3 artejos, el tercero con una arista sub-basal; palpos uniarticulados; lúnula frontal presente; sutura frontal bien desarrollada; mesocoxa con una formación glosiforme en su parte latero-caudal (proceso meso-coxal). Sus afines más próximos, Syrphidae, Conopidae, etc., (sect. Schiz)y tiene la sutura frontal poco visible o poco desarrolla- ox MA 14 6 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS e SY da y en todos, excepto los Syrphidae, la mesocoxa carece del proceso arriba citado. Los Muscoidea, pueden diferenciarse as las Acalyptrata, por los siguientes caracteres : Artejo 2* de la antena con un surco longitudinal, dorsal - (más marcado cerca del ápice y disminuyendo hacia el lado externo) ; el 2? al 6* espiráculo abdominal situado en los tergi- tos, cerca de sus bordes laterales (excepto en los Gastrophilidae, que se encuentran localizados en la membrana, careciendo de proceso meso-coxal y en G. intestinalis no existe sutura en el. 2% artejo de la antena) ; vena auxiliar completa, terminando en la vena costal, frente al ápice de la vena 1*; con vibrisas orales. Los caracteres que constrastan con estos y que pertenecen a las Acalyptrata son: Artejo 2* de la antena sin la hendidura dorsal; espiráculos abdominales situados en la membrana, entre los esternitos y los tergitos (en algunos casos, que no.son frecuentes, como sucede en ciertos géneros de Ephydridae, ellos se encuentran en los tergitos); vena auxiliar frecuenteMnte e o ausente; generalmente sin vibrisas orales. A D DEFINICIÓN DE LOS TÉRMINOS USADOS EN ESTE TRABAJO (Las figuras que acompañan estas definiciones, som esquemáticas) CABEZA (lámina 1) Antena.—Cada una está compuesta: de tres segmentos o artejos; el 1? es simple y generalmente no tiene caracteres im- portantes para la clasificación. El 2* posee una hendidura lon- gitudinal, más o menos bien definida, a lo largo de la parte subdorsal, lateral; ésta hendidura es característica de todos los dípteros Muscoideos, El 3%, de tamaño más o menos varia- ble, suele poseer caracteres útiles para la clasificación. La arista se encuentra generalmente cerca del ángulo basal supe- rior del tercer artejo; puede ser plumosa (cuando los ra- yos se encuentra a ambos lados) o pectinada (cuando ellos se encuentran solamente a un lado); la extensión de la plumo-. sidad es variable ocupando a veces solamente una parte de la arista. Regiones de la cabeza. — Esta puede ser dividida en dos. regiones: la anterior y la posterior. Podemos considerar en la primera región: 1* la parte ocular, BAR y ol A Ñ A l a E os Mv O qa e R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 7 - que corresponde a los ojos compuestos y 2* la que no corresponde a éstos, y que a su vez puede ser dividida en varias partes. Ojos compuestos.—Ocupan gran parte de las regiones late- rales de la cabeza. Su forma y tamaño es variable, teniendo a veces particularidades que sirven como caracteres diferencia- les. Por regla general, en los machos suelen estar más aproxi- ' mados que en las hembras, permitiendo en algunos casos dis- tinguir los sexos. Frente.—Esta porción de la cabeza se encuentra entre los ojos compuestos, extendiéndose por encima hasta el vertex y por debajo hasta una línea imaginaria, horizontal, que pasa por la inserción de las antenas. -Ocelos.—Ojos simples, en número de 3, que se encuentran cerca del margen superior de la frente. Triángulo ocelar.—Es la región especial sobre la que es- tán situados los ocelos, siendo en general diferente de la región que la rodea, y por ello fácilmente reconocible. Es con frecuen- cia brillante y su forma suele ser más o menos triangular, con uno de sus ángulos dirigidos hacia delante; en algunos ca- sos éste ángulo se encuentra prolongado hacia la parte anterior. Cinta frontal (frontalia). — Generalmente muy diferente de las áreas parafrontales por su aspecto más opaco. Es la banda longitudinal media de la frente, siendo frecuentemente ancha en las hembras y estrecha en los.machos. Areas parafrontales.—Areas que se encuentran a cada la- do de la cinta frontal y adyacentes al borde interno de los ojos. En ciertos casos, éstos se encuentran bien separados de dichas áreas, pero generalmente ambos están en contacto y separados por una línea imaginaria, la que se encuentra a la altura del primer artejo de la antena. Lúnula frontal. — Esclerito oval, en media luna, sobre las bases de las antenas limitado por la sutura frontal. Ptiliniwm. — Organo funcionalmente temporal que existe en los dípteros ciclorrafos y señalado por la sutura frontal. Dicho órgano es utilizado por la pupa para romper la envoltura ninfal y permitir de esa manera la eclosión del adulto. El ptilinium tiene la forma de un saco exértil y extensible, que cuando está retraido toma la forma de una hoja; ésta, a su vez, por causa de la presión interior, actúa sobre la pared anterior de la pupa y la rompe. Después del nacimiento de la imago, se invagina y dl S SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS atrofia; su funcionamiento anterior está indicado solamente por la sutura frontal. Sutura frontal. — Hendidura o cicatríz, que se encuentra por encima de las antenas, y se extiende hacia abajo, a cada la- do de ellas, tomando la forma de una V o U, invertidas. Lámina facial.—Una lámina plana en el centro de la cara y por debajo de las antenas; su margen inferior forma, el epis- toma. Las antenas cuando están caidas, cuelgan frente a-ellas. Carena facial. — Levantamiento en forma de carena que se encuentra entre las bases de las antenas y que se extien- de por debajo a través de la parte media de la cara. Suele ser poco aparente, aunque algunas veces está muy desarrollada. Fovea antenal. — Depresión en la placa facial donde des- cansa la antena. Facialia. — Carena a cada lado de la placa facial, y que lleva usualmente una fila de cerdas. Area parafacial.—Area que se encuentra entre la facialia y el margen ocular. Generalmente su parte superior se encuen- tra distante del área parafrontal, mientras que su mar- gen inferior está la mayor parte de las veces separado de la porción inferior de la cara (bucca) por la mejilla. Bucca.—Es en muchos casos una área bien definida, que se encuentra por debajo del ojo y cubierta por pelos; la muesca de la mejilla limita sus bordes interno y superior. Muesca de la mejilla.—Por debajo del ojo hay una impre- sión más o menos marcada, que se extiende o expande en una área más o menos triangular; su margen superior sigue el margen inferior del área parafacial y el interno costea la fa- cialia y el inferior la bucca. Epistoma—La porción más inferior de la cara, incluyen- do el margen oral anterior. Margen oral.—El borde de la cavidad oral. Probóscide.—La trompa o conjunto extensible del aparato bucal. : Palpos.—Un par de órganos tactiles, que se encuentran en la probóscide. Labellae.—Palabra latina que sirve para denominar un par de expansiones carnosas y esponjosas, en la extremidad de la probóscide. E ¿e dd R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 9 - CERDAS Y PELOS DE LA CABEZA -Barba.—Conjunto de pelos que se encuentran en la bucca. Cerdas cruciales.—Par de cerdas convergentes sobre la cinta frontal. Cerdas faciales.—Cerdas que forman una serie, por enci- ma de las vibrisas a lo largo de la facialia. Cerdas frontales. —Una fila, a/cada lado de la cinta fron- tal, que se extiende desde el vertex hasta la altura de las ante- nas, a veces aún más abajo. Cerdas fronto-orbitales.—Una o varias cerdas, a cada la- do de las áreas parafrontales (entre la fila de cerdas frontales y el margen de los ojos). Cerdas verticales internas. — Par más interno de las 4 cerdas insertas sobre el vertex, más o menos por detrás del án- gulo superior o interno del ojo, rectas o convergentes; siendo generalmente las mayores de los 2 pares. Cerdas ocelares. — Par mayor de cerdas, que se encuen- tran exactamente por detrás del ocelo posterior. Cerdas verticales externas. — Par más externo de cerdas que hay en el vertex y que se encuentran muy cerca del ángulo supero-interno del ojo. Pelos o cerdas para-faciales. — En general, es la continua- ción hacia la parte inferior, de la fila de pelos o cerdas que hay en las áreas para-frontales. Vibrisas. — Par de cerdas fuertes en la parte más inferior de la facialia (ángulo de vibrisas) inmediatamente por encima del epistoma y por debajo de la fovea antenal. A menudo acom- pañadas ¡por cerdas may pequeñas. REGIONES Y CERDAS DE LA SUPERFICIE POSTERIOR DE LA CABEZA Epicéfalo. — Esclerito mediano, bien determinado, que se extiende desde el foramen occipital hasta el vertex de la cabeza, al cual son más o menos paralelas las suturas laterales. Algunos autores han dividido esta región en otras más pequeñas. Pelos y cerdas del epicéfalo. — Existen los post-verticales, los verticales internos, el occipito-central y a veces un cierto nú- mero de otros menores. La porción más inferior del epicéfalo puede ser desnuda, o llevar filas bien determinadas de cerdas 4 y 10 SINOPSIS PARCIAL DE LOs MUSCOIDEOS ARGENTINOS iS pequeñas transversales o verticales, o existir un montón de vello o pelos, interrumpidos o no en su parte media. Metacéfalo. — Esclerito mediano que se encuentra por de- bajo del foramen occipital: su margen más inferior equivale al margen oral posterior, y sus costados están separadas de las placas paracefálicas, por suturas bien visibles; generalmente lleva pelos. Foramen occipital. — Apertura, que en la parte posterior ' de la cabeza da paso a los órganos que se extienden desde la ca- beza al torax. Paracéfalo. — Esclerito lateral, ancho, en la parte posterior de cabeza. El margen externo se encuentra al lado de la órbita posterior. Puede, en gran parte, estar desnudo o cubierto ente- ramente por pelos o cerdas esparcidas. Orbita posterior. — Es, con frecuencia, un área estrecha, bien definida, que se encuentra entre el margen lateral del para- céfalo y el borde posterior de la cabeza. Por debajo del ojo, se pierde (a veces esto es imperceptible) en el surco transverso de la cara. Cilias de la órbita posterior. — Filas de pelos o cerdas en el margen del paracéfalo, donde éste limita la órbita posterior. wd REGIONES Y CERDAS DEL TÓRAX (láminas II y 15H - Dor 3uw es Tiora ¿Lóbdulo Leo in — Existen varias cerdas humerales. se Suture.- Notoplemra” a sutura divide al mesonoto en 2 partes: fa mesonoto anterior (presutural) y el posterior (postsutural). | Cerdas anteriores acrosticales. — Cerdas submedianas, cu- ' yo número es variable. AE % Cerdas anteriores dorso-centrales. — Colocadas lateralmen- te respecto a las anteriores: son generalmente 8. Cerdas sublaterales. — Una a 3 cerdas colocadas al lado de las dorso-centrales. Cerdas post-humerales. — Una a 2 cerdas que se encuentran detrás de la sutura correspondiente al lóbulo humeral y latera- les respecto a las sublaterales. Cerdas pre-suturales. — Una o 2 cerdas frente a la sutura transversal colocadas por fuera, con respecto a las sublaterales. Cerdas acrosticales posteriores. — Una a 4 cerdas subme- dianas. LU rara ID AA PALASNMEARA > sa” ja , A >” ' eS a” y o E ArÁA ? AP las WA ] HAM Ho SS IR, . 5 a e -R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 11 Cerdas dorso-centrales posteriores. — Fila de 3 - 4 cerdas colocadas lateralmente con respecto a las anteriores. Cerdas intra-alares. — Fila formada por 3-4 cerdas latera- les respecto a las anteriores. Cerdas supra-alares. — Varias cerdas alineadas, que se en- cuentran en el margen lateral del mesonoto posterior. Declive supra-alar — La parte lateral del mesonoto, que li- mita por encima con la fila supra-alar y por debajo con la muesca supra-alar, la que se encuentra a cada lado de la in- serción del ala. Lóbulo post-alar. — Lóbulo que se encuentra en el ángulo ¿posterior del mesonoto; su margen posterior bordea el escudete. Cerdas post-alares. — Generalmente hay 2 cerdas en el ló- bulo post-alar. Declive post-alar. — Semejante al declive supra-alar. Se ex- tiende hacia abajo, desde el margen externo del lóbulo post-alar. La existencia o ausencia de pelos en esta región es un carácter muy importante para separar los Tachinidae, Sarcophagidae y Calliphoridae. Escudete. — Se encuentra separado del mesonoto por una sutura bien marcada. Cerdas del disco del escudete (Cerdas discales). — General- mente 2 cerdas bien desarrolladas en el disco del escudete. Cerdas del margen del escudete (Cerdas marginales). — Número variable de cerdas, existentes en el margen del escudete. Raíz del escudete. — Prolongación del ángulo inferior del escudete que se encuentra entre el borde del declive post-alar y la inserción de la escama inferior. La presencia de pelos en esta región es un carácter importante para diferenciar ciertos gé- neros. REGIONES LATERALES DEL TÓRAX Prosterno. — Esclerito que se encuentra entre las coxas an- teriores (puede estar más o menos dividido en su línea media por una sutura). Propleura. — Por debajo del lóbulo humeral, y por encima de la coxa anterior y frente al espiráculo torácico anterior. Está dividido por una sutura no bien definida en: propleura superior y propleura inferior. La porción superior se encuentra directa- E A y» 12 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS mente frente al espiráculo y puede ser desnuda, mientras que la parte inferior, hay 2 cerdas, como también algunos pelos. Mesopleura. — Esclerito más o menos cuadrado, grande. Una fila de cerdas mesopleurales se encuentran en el margen posterior y también pueden hallarse una o dos cerca del ángulo súpero-anterior. Esternopleura. — Esclerito subtriangular, grande, entre las coxas anterior y media, con una prolongación anterior y tenien- do en su extremidad 2-3 cerdas. Cerdas esterno-pleurales. — Una a 4 cerdas en la porción principal de la esternopleura. Su colocación varía y a veces tie- nen caracteres importantes. Cuando existen 2 adelante y 2 atrás, se expresa esta colocación en la siguiente forma: “2:2.” En la figura que acompaña a este trabajo, se expresaría en ás siguien- te forma e Lt Pteropleura. — Esclerito situado por debajo del ala. La exis- tencia o ausencia de pelos es un carácter importante. Hipopleura. — Esclerito que se encuentra entre las coxas anterior y media. Fila hipopleural. — Uno de los caracteres más importantes entre los Calipteros. Esta fila, cuando existe, se encuentra cerca del margen posterior de la hipopleura y se extiende desde la ba- se de la coxa III hasta el espiráculo, y a veces se continúa por frente a él. En algunos géneros de Muscidae (que carecen de fila hipopleural), puede haber un cierto número de pelos presen- tes. También pueden existir algunos pelos en la porción supe- rior de la hipopleura. Espiráculo metatorácico. — Se encuentra entre la meta- pleura y la hipopleura (por encima de la coxa 111). La forma y tamaño, así como también su vestidura, varía, siendo estos ca- racteres utilizados para la clasificación. Se suele encontrar, tam- bién, una fila marginal de cerdas en dicho espiráculo. Balancines. — Es el ala posterior rudimentaria, inserta en el torax, por detrás del espiráculo o estigma metatorácico.: Episterno. — Esclerito situado por encima de la coxa III, y que puede llevar una fila de pelos en su porción inferior. Metapleura. — Esclerito que se encuentra entre la meta- pleura y el metanoto y que limita la escama inferior. Los Sar- cophagidae y Calliphoridae, tienen un cierto número de pelos pe- queños en su parte superior, pero generalmente este esclerito se : ee. == -— => XL 5 E > -R. C. SHANNON Y E, DEL PONTE 13 encuentra desnudo, como sucede en los Tachinidae y Muscidae. Metanoto. — Constituye la superficie posterior del torax; se encuentra entre el escudete y el abdomen. Posee un importan- fe carácter que sirve para separar los Tachinidae y Dexiidae de la mayoría de los Muscoideos restantes. En los primeros el metanoto tiene 2 convexidades, llamándose la superior post-es- cudete. En los otros hay una convexidad media, siendo el post- escudete rudimentario. - Alas (lámina 1V). — Están compuestas de: membrana y venas. Además hay varios escleritos. Las escamas (squama, éguamula, cuilleron, aileron, celyptra, winglets, schuppen, te- gulae), están también unidas a la base de las alas, pero se les considera como estructuras separadas. Venas. — En el ala de los Muscoideos, hay 9 venas longitu- - dinale; costa (en el margen anterior del ala), vena auxiliar, pri- mera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta y séptima venas longitudinales. Las 2 últimas se encuentran más o menos mar- cadas y la 7* es considerada generalmente como una vena espú- rea. Hay también venas transversales: humeral, anterior y pos- terior; la parte apical de la 4* vena longitudinal puede llegar hasta el margen alar, formando una línea recta, pero en la ma- yoría de los Muscoideos forma un ángulo y la parte apical se dirige hacia adelante (borde anterior) hacia la vena longitudi- nal 3*. En este carácter aparece como una vena transversa y se le suele llamar vena transversa apical. También se encuentran 2 pequeñas venas transversas, las que forman uno de los lados de las célula basales 2* y 3?. Charretera (épaulette). — Esclerito basal que se encuentra antes de la costa (vena costal), lleva siempre algunos pelos y cerdas. -.Basicosta. — Se encuentra entre la charretera y la base de la venas costal. En los Muscoideos no tiene pelos o cerdas; su co- lor es a veces un carácter específico. Esclerito subcostal. — Esclerito más o menos triangular, existente en la parte más inferior de la costa y contigua a la ba- sicosta. En ciertos géneros y especies de Muscoideos, posee sedas. Vena babel (souche commune, stem vein) — Es la parte basal de la vena radial (primera, segunda y tercera venas lon- gitudinales en conjunto). La existencia de pelos en su superficie dorsal o ventral es un carácter, muy importante. Y AA NR »14 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS Celulas alares. — Las células aquí citadas se encuentran to- das indicadas en la figura: costal, subcostal, marginal, submar- ginal, primera, segunda y tercera posterior; primera, segunda y tercera basal, célula auxiliar. Escama inferior. — La forma y tamaño de esta escama, así como también la existencia o ausencia de pelos en su superficie superior, son caracteres diferenciales de gran valor. Patas. — Las patas están divididas en: coxa, trocanter, fe- mur, tibia y 5 artejos tarsales (llamándose al primero: basitar- so). El último artejo lleva las uñas, el pulvillus y el empodium. En los sistemas de clasificación usados hasta la época ac- tual, no se ha utilizado la posición de las cerdas en las patas. Se ha convenido, hoy día, que las patas se encuentran, res- pecto del cuerpo del animal formando ángulo recto con él y de esta manera las patas, en sus diferentes partes, tienen todas una igual posición con respecto a un plano horizontal. En una sec- ción transversal de una parte cualquiera de las patas en esta posición, la superficie de esta sección respecto al cuerpo del in- secto podría ser descrita en la siguiente forma: anterior, poste- rior, dorsal y ventral, antero y postero ventral, etc. Abdomen. — El dorso abdominal muestra tergitos o seg- mentos bien determinados. El primero, en los Muscoideos, ha desaparecido casi totalmente por un proceso de fusión que ha sufrido con el 2%, y así sucede en realidad que el 1? es una eoa- lescencia de éste con el 2”. Como es necesario simplificar las descripciones llamaremos a estos dos tergitos: primer tergito. En algunas ocasiones exis- te un 5* tergito visible. Hipopigio. — En los machos, el hipopigio puede ser inva- ginable dentro del abdomen, pero en algunos géneros y especies, se observan 2 segmentos bien desarrollados. Las pinzas — u Ór- ganos prehensores — están insertas en los dos segmentos hi- popigiales. Tirando del hipopigio hacia afuera, se pueden ver de una a cuatro cerdas. El desarrollo de éstas estructuras frecuen- temente ofrece excelentes caracteres diferenciales. Ovipositor. — Suele también ofrecer caracteres diferencia- les ; ellos no son usados en este trabajo. Espiráculos abdominales. — Generalmente 6, a veces 5, el 22 al 6? estando en el tergito. En los Gastrophilidae, todos los es- piráculos están en la membrana. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 15 - CLAVES PARA LAS FAMILIAS Y SUBFAMILIAS DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS (Los grupos señalados con un asterisco, no tienen especies aauí citadas). Aj. Hipopleura sin una fila de fuertes pelos, por debajo del espiráculo. (Algunos géneros tienen escasos pelos, esparci- dos) ; postescudete raramente desarrollado. B,. Apertura oral muy pequeña, órganos bucales rudi- mentarios; 4? vena longitudinal recta (disminuyendo progresi- vamente hasta llegar al ápice) ; 6* vena no nítida pero recono- cible hasta el margen alar; borde externo de la escama inferior con una franja densa de largas cilias; epicéfalo con pelos ama- E RD IO AR ÓN Gastrophilidae. B,. Apertura oral y órganos bucales bien desarrollados; los demás caracteres arriba citados no se encuentran aquí com- pletos. C,. Escama inferior muy pequeña (su ancho es más o me- nos igual a 10 veces su largo) ; 6* vena longitudinal con su ápi- ce poco visible pero reconocible hasta el márgen alar; 4* vena recta; epicéfalo inferior con pelos amarillos. * Scatophaginae (1) Cs». Escama inferior bien desarrollada, su ancho no ma- yor“del doble de su largo (generalmente menos). D,. 6* vena completa, poco nítida en su parte apical, pero llegando hasta el márgen del ala; torax solamente con 3 pares de fuertes cerdas presuturales y dorso-centrales; ojos en el ma- cho poco separados en su parte superior de la cabeza. a A A O a o o Anthomyinae D,. 6* vena no bien reconocible hasta el margen alar; los demás caracteres no se encuentran aquí completos. E,. Pteropleura con un grupo de pelos en el centro; pal- pos con sus ápices ensanchados generalmente bien visibles; las partes superiores de los ojos, en ambos sexos, separados por un espacio equivalente al tercio del ancho cefálico; áreas parafacia- les con algunos pelos en toda su superficie......... *Lispinae. E». Pteropleura generalmente sin ese grupo de pelos, pero cuando ellos existen, los palpos no son nítidamente ensanchados; los ojos de los machos no están tan anchamente separados como (1) Scatophaga diadema Wied, no es una especie verdadera perteneciente a este género. Pertenece a los Heteromyzidac, familia de los Acalyptratae. ps y , AS a 16 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS en las hembras y las áreas parafaciales carecen de pelos por de- bajo de la base de las antenas. F,. 6* vena longitudinal muy corta, la 7* con su ápice más o menos encorvado hacia adelante; torax con tres pares de cer- das postsuturales y dorsoventrales......... A Fanminae. F,. 6* vena a veces muy corta, pero en este caso la 7* es recta y su ápice no está nunca encorvado hacia adelante. .G1. Escama inferior redondeada en su extremo, su borde basal interno bien separado de los ángulos del escudete; 4* vena nunca formando ángulo o encorvándose hacia adelante cerca de la mitad de la parte basal, cuando existe un encorvamiento en la porción apical. H,. Proboscide fuertemente quitinizada, y adaptada para la punción, labellae no ensanchada o esponjosa; arista con pe- los largos en el lado superior, desnuda o pubescente por deba- A STD A MA AR Stomoxydina.e. H». Proboscide no neiente o adaptada para la pun- ción, labellae generalmente ancha y más o menos esponjosa; arista con pelos en las caras superior e inferior, y que tienen to- dos, aproximadamente, el mismo largo........... Phaoninae. G».. Escama inferior más o menos cuadrada, estando_ su margen basal interno cerca o por debajo del ángulo basal del escudete; 4* vena francamente encorvada cerca de la mitad de la porción apical, a veces formando un ángulo. .... Muscinae. A.. Hipopleura con una o más filas verticales de cerdas, por debajo del espiráculo. (Algunos Estridos tienen un denso agrupamiento de pelos rígidos). Organos bucales rudimentarios; escama inferior con poca pubescencia en su borde externo. ............ Oestridae. B». Organos bucales bien desarrollados, funcionalmente aptos. C,. Postescudete no nítidamente convexo; bordes latera- les de los tergitos bien separados, así como los esternitos 2 a 5, aunque reducidos, son generalmente bien diferenciados; epicé- falo inferior con pelos amarillos. D,. Cerdas posthumerales colocadas lateralmente respecto a las presuturales; en general 2 cerdas (raramente 3), protopleu- rales; propleura y prosterno pilosos; moscas en general aparen- temente verdes metálicos azules o rojizos. (Las Polleniinae A A a AE dd Sd Es R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 17 constituyen una excepción con respecto al segundo carácter ci- A A O o A AO A Calliphoridae. E,. Bucca muy estrecha, más o menos igual a 1/5 o 1/6 de la altura de los ojos; arista plumosa hacia el ápice; curvadura de la 4* vena obtusa y ampliamente redondeada; espiráculo me- tatorácico con sus extremidades anterior y posterior igualmente redondeadas; vena basal a veces sedosa; postescudete general- mente bien desarrollado.......... E Ned *Mesembrinellinae. Eo». Bucca subcuadrada, igual a más o menos la mitad de la altura de los ojos; curvadura de la 4* vena generalmente for- mando un ángulo agudo; post-escudete no desarrollado. F,. Vena basal sedosa en el lado superior, lo mismo que DINERO OCOS TAN Ras. das Phormina.e. Fs. Vena basal desnuda; esclerito subcostal sedoso única- mente en Lucilia cesar y Pollenia. G,. Prosterno y propleura peludos; lámina parafacial con los pelos que no llegan, por debajo, hasta el margen inferior de OSOS A O E A Calliphorimnae. G». Prosterno y propleura desnudos; moscas con reflejos azules, verdes o rojizos; abdomen generalmente semejándose a un mosaico; vellosidad parafacial llegando tan hacia abajo co- mo elbmargen mterior delo -....... dr ..... * Pollentinae. D,. Cerda posthumeral generalmente presente y colocada en la presutura; frecuentemente 4 cerdas notopleurales propleu- ra y prosterno casi siempre desnudos; vena basal no ciliada; mosca generalmente opacas, grises, con el abdomen frecuente- mente en MOSCA e... Sarcophagidae. Cs». Postescudete muy convexo; bordes laterales de los ter- gitos uniéndose en la línea media ventral del abdómen (excepto en algunos géneros, que poseen gran cantidad de pelos) ; epice- falo inferior raramente con pelos. (Dexiinae, Tachintinae). AO AS, O JAR Ls o e Tachviidae: (e). (1) Hoy día se considera que la separación de los Dexidos y Tachinidos ba- sada en la desnudez o plumosidad de la arista, no tiene gran valor: ellos for- man un amplio y complejo grupo de dípteros. Todavía no existe para ellas una clasificación satisfactoria en la actualidad; este grupo puede ser dividido en va- rias subfamilias bien caracterizadas. » 18 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS CLAVE PARA LOS ADULTOS DE LAS ESPECIES DE Gastrophilidae (Gastrophilusg(UEstrus, vide Rev. App. Ent.) Gastrophilus intestinalis.—Color general del cuerpo, gris; | alas con una mancha ahumada oscura a través de su parte media. G. nasalis. — Los pelos que cubren el tórax, rojizos; abdo- men con bandas transversales de pelos blanquecinos, existiendo una banda intermedia de pelos negros; célula basal anterior de un largo igual a la 2? célula; alas sin manchas. G. hemorrhoidalis. — Tórax con pelos blanquecinos amari- llentos ; extremidad distal del abdomen con pelos rojizos; 2* cé- lula basal más larga que la 1%, alas sin manchas. CLAVE PARA LAS LARVAS A;,. Cada fila de espinas dispuestas en una línea única. ES E o IM LS RL O, ME REN nasalis, A». Cada fila de espinas dispuestas en dos hileras que se alternan una con otra, siendo la primera más grande que la se- gunda. B,. Espinas más largas; en el segmento ? faltan en él sola- WERE ON ES >. 7 ISO Lao a DIO (O A intestinalis. Bo. Espinas cortas, el segmento 9 sin espinas o con 20 3 solamente entlosiiados . AE > ce hemorrhóidalis. GASTROPHILUS INTESTINALIS (De Geer) Es una especie cosmopolita y frecuentemente es un pará- sito muy importante de los caballos. Las larvas se adhieren a las paredes del estómago y se alimentan de la sangre del hués- ped. A veces el número de individuos que parasitan al caballo puede ser mayor de un millar, y no es raro que por encontrarse estos parásitos muy amontonados, ellos impidan el paso de los alimentos. Existe en la colección de este Instituto cierto número de lar- vas, y aunque ellas carecen de procedencia, creemos que proven- gan de la provincia de Buenos Aires. GASTROPHILUS NASALIS (L.) (=veterinus, duodenalis, S.) Ha sido indicada por Mendy como una especie muy difun- dida, siendo un serio problema para muchos estados sudamerica- - A A E A o Je R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 19 nos. Las larvas se adhieren a las paredes de la faringe y se co- nocen casos en que ellas han provocado directamente la muerte del caballo. GASTROPHILUS HAEMORR HOIDALIS (L.) Quizás desconocida en la Argentina. Las larvas se adhieren a las paredes del recto del caballo; éstos temen muchísimo a las moscas adultas de esta ppecio, biueha más que a las de otras - especies. tr CLAVE PARA LAS ESPECIES DE Muscidae ARGENTINOS A;,. 6” vena con su porción apical no nítida, pero reconoci- ble hasta el márgen del ala; superficie ventral del escudete con algunos pelos muy finos dirigidos hacia abajo. (Pelos del epi- céfalo, dispuestos en las dos especies aquí citadas, en forma de En OS A A A Anthomyinae. By. Tibia posterior con 2 cerdas postero-dorsales; a las sin manchadas E IA Pegomyia fuscipes (Zett.) B». Tibia posterior con 3 cerdas postero-dorsales; alas con Vas (Marchas 2.00 do. a A gen. Hylemyia, Rob. Desv. C,. Alas con manchas solamente en la base de la 3* vena, en el ápice de la 1? y sobre las venas transversas anterior y pos- LO a la DA AN H. punctipennis, *-3p. Co». Alas que además de las manchas que se encuentran en punctipennis tienen también algunas en la 2” vena, y otras más débiles en los ápices de la 3* y 4* venas longitudinales. A. H. Bruchi, n. sp. A. 6 vena longitudinal no reconocible hasta el margen alar; superficie ventral del escudete desnuda. B,. Porción quitinosa de la 6% vena muy corta, la 7% se encorva gradualmente hacia el ápice de la 6*; cada borde del epi- céfalo, con una fila de cerdas pequeñas. gen. Fanta, Rob. Desv. C,. Antenas, palpos y patas de color más o menos amari- llento. D,. Antenas y palpos completamente amarillos, brillantes; áreas parafaciales anchas, su borde más interno con una fila de cerdas más pequeñas (macho desconocido). PF. solitarisQ. sp. D,. Tercer artejo de la antena oscura, excepto en su ba- wa . P et “o e al 20 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS se; palpos en partes oscuros; área parafacial muy estrecha, su borde interno sin cerdas; región posterior de la coxa con cuatro fuertes cerdas 0 A a o O Ll AR e F. coxata, N. Sp. Cs». Antenas y palpos negros. D,. Fémures posteriores con una fila en su mitad distal “y parte antero-ventral de 4 o 5 cerdas largas; abdomen entera- mente negro, pero que en el macho es escarchado amarillento azulado oscuro, con un dibujo característico negro, más o me- nos brillante que abarca todos los tergites. F. pruinosa, N. sp. D,. Fémures posteriores solamente con 2 cerdas largas so- lamente en la superficie antero-ventral; abdomen en tablero de ajedrez, blanco y negro (excepto hembra de F. canicularis). E,. Macho con la tibia posterior ensanchada en sus 2/3 apicales y con un mechón de pelos largos y rígidos; abdomen de la hembra con manchas negras............ F. platensis (Br.)* recon E,. Macho con la tibia posterior normal; abdómen de la hembra. sin manchas DeoTaS las F. canicularis (L.) B,. Parte quitinosa de la 6* vena longitudinal, con frecuen- cia no pequeña y 7” vena, próximas y paralelas. C,. Probóscide fuertemente quitinizada y apta para picar; labellae no aparente; arista pectinada. Stomoxys calcitrans (L.) C.. Probóscide no apta para picar, labellae ancha y carno- sa; arista no pectinada. -D,. Parte apical de la 4* vena no encorvada hacia adelan- te; escama inferior glosiforme, su margen interno bien separado del ángulo basal del escudete. ....... Phaoniinae (en parte). E,. Vena basal, 1* y base de la 3* vena, con sedas; ptero- pleura con pelos en su po media. DEAD Dan Neurerptriza mirgta, N. Jen. Y N. SPB ateiímolla suirada DE E». Venas alares sin sedas. F,. Alas con 3 manchas negras que forman un triángulo de: colon ers ODAGOS ip pos do Phaonia trigona, N. SP. F,. Alas sin manchas, claras. G,. Especie de color negro brillante palpos amarillos; es- piráculo metatorácico distintamente más pequeño que la cabeza del balancín y sin pelos inmediatamente por delante de él; hem- bra con un par de cerdas frontales cruciales. oe a AE e CI e AA E Ophyra carbonaria, N. sp.=. A CEN Y 14 R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 21 AA ha G». Especie cuyo color no es negro brillante; palpos ne- y gros, espiráculo metatorácico distintamente más grande que la cabeza del balancín y con un pelo, frecuentemente varios, inme- diatamente por delante de él; hembra sin cerdas frontales con- 4 versentesco cruelales 0... Phi yronota, N. Yen. PS nn H,. Cuerpo gris opaco, con cintas echado brinde abdomen verde brillante, como cubierto por escarcha plateada. do do AGUA RN eri E Ph. platensis, n. sp. =thehise H;). Cuerpo por completo rojo oscuro brillante. I,. Ojos desnudos; la distancia menor entre los ojos del “macho es mayor que el ancho del tercer antejo de la antena. E a Ph. portensis, N. Sp. = aha, ps > I.. Ojos con algunos pelos finos; la menor distancia entre - los ojos del macho, mucho menor que el ancho del tercer añtejo a OO o MA P. pampiana, N. Sp. de D.. Parte apical de la 4* vena longitudinal, encorvada o ' formando ángulo hacia adelante. E,. Escama inferior glosiforme, su borde libre bien sepa- rado del ángulo basal del escudete...... Phaontinae (en parte) F,. Ojos desnudos; parte apical de la 4* vena encorvada en su parte media; especies cuyo color general no es verde azulado OSCUrO Drilamte oa. o sen-—Muscina, Rob. Desv. G,. Sin cerdas pequeñas en la base de la 3” vena. H,. Un par de cerdas acrosticales anteriores, pteropleura en parte con pelos; color general gris amarillento. O 1 INIA RAMO Y. zosteris, N. Sp. Ho». Tres pes pe cerdas anteriores. acrosticales; ptero- G». Base ee la 32 vena ncifldinal con pequeñas cerdas. H,. Especie completamente negrusca, palpos negros; ápi- ces de la 4* vena francamente encorvada hacia adelante. E A E, PIS O 0 O Muscina obscura, N. Sp. H,. Tórax amarillento; palpos amarillentos; ápice de la 4* vena raramente encorvada hacia adelante. M. aberrans, N. Sp. F,. Ojos con pelos; pteropleura con pelos en su parte me- dia; parte apical de la 4* vena encorvada hacia adelante en su mitad; abdomen brillante, verde azulado. A: E AN Chlorellia aenula, N. gen Y N. SP. == ' O A Ay ie J sd rro TE WO rio p- + 22 SINOPSIS PARCIAL DÉ LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS E.. Escama inferior con el borde libre interno, que se ex- tiende hasta por debajo del ángulo basal del escudete; hipopleu- ra generalmente con algunos pelos aislados por debajo nene es- piráculo. F,. Especie de color más o menos claro brillante o azul os- curo. G;,. Raíz del escudete con pelos; ápice del abdomen ama- rillento-brillante. . HALO ONMAUSESA- Ogthellis pruna, n. sp. Go». Raíz del escudete sin pelos; ápice del abdomen no amarillo-brillante; hipopleura desnuda; episterno con pelos di- rectamente por encima de la coxa 3*. Morellia aconguja, N..5P. <= ASA! facie s F». Especies cuyo color es generalmente gris opaco. RÁ. G¡. Arista pubescente. Synthesiomyia Sl ió = udiseta (, dd vw 3 G». Arista ampliamente plumosa. H,. Antenas separadas en la base, por una carena facial bien desarrollada............ Graphomyia maculata (Scopoli) Ho». Antenas aproximadas; carena facial apenas visible. A A EA A A E le Musca modestica, L. ; LO MeStico, CLAVE PARA LAS ESPECIES DE Calliphoridae A;,. Vena basal, cubierta por pelos finos en su cara dorsal; raíz del escudete desnuda. B,. Vena basal sedosa, tanto en su cara dorsal como ven- trak C,. Abdomen verde brillante; 32 cerda sublateral ausente; no hay cerdas post- suturales acrosticales. i A do E IB. Sarconesia chlorogaster (Wied. ) C.. Abdomen azul o rojo oscuro brillante; 3 cerdas subla- terales presente; 3 pares de cerdas post-suturales acrosticales. A AN a UAB; Sarconesiopsis chilensis (Macq.) Bs. Vena basal con la cara ventral desnuda. Ci. Palpos delgados y cortos (más o menos del tamaño del espiráculo protorácico). Cochliomyia macellaria (Fabr.) Cs. Palpos de longitud normal (distintamente mayores que el espiráculo protorácico) ensanchados en el ápice. A o a a A gen. Paralucilia. D,. Largo de la antena mucho menor que la distancia en- pi R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 23 - tre el márgen lateral oral y el borde inferior del ojo; el ancho de la frente en la hembra es mucho mayor que el largo de la antena O A P. affinis, Rob. Desv. D.. Largo de la antena más o menos igual a la distancia ; entre el margen inferior del ojo y el margen oral. A E OA E A P. viridula, Rob. Desv. Aj. Vena basal desnuda, en ambas caras dorsal y ventral. B,. Raíz del escudete con pelos; escama inferior desnu- A A IA gen. Lucilia. Ci. al del ala y escamas oscuras; especie de color púr- pura intenso; facetas oculares ensanchadas del macho que ocu- pan una área frontal grande; áreas parafrontales reducidas a una línea delgada, cuyo ancho es menor que el de las facetas ad- yacentes; espiráculos torácicos muy ensanchados. NN NS a ei L. ocgularis, Sh. C». Base del ala y escama no muy oscuras; facetas ocu- lares del macho no muy ensanchadas; áreas parafrontales no reducidas a una línea delgada; espiráculos normales. o -D,. Especies verdes; solamente con una cerda en la mitad de la superficie posterior de la tibia 2*........ L. mera, N. sp. D,. Especies púrpuras; tibia 2* con una cerda posterodor- sal cerca de la cerda media de la superficie posterior. OTRAS Us IA a E ia A L. prima veris, N. Sp. B». Raíz del escudete sin pelos; escama inferior con pelos finos esparcidos por encima; bucca rojizo-amarillenta; barba ne- gra; espiráculo E OrAcIóS y basicosta amarillentos. a A oO Calliphora erythrocephala (Meig.) CLAVE PARA LAS ESPECIES DE (Zstridae ARGENTINOS (OESTRINAE Y CUTEREBRINAE) A. Apice de la 4” vena uniéndose con la 3* a cierta dis- tancia del margen alar; arista desnuda, frente y dorso del tó- rax con numerosas manchas granulosas...... Oestrus ovis L. As. El ápice de la 4* vena se une con la costa; cabeza y tórax sin manchas granulosas. B,. Arista desnuda; tórax y abdomen con vello visible, de color negro, amarillo y amarillo-rojizo. A A El a. das Rogenhofera ' grandis, (Guer.) A PP PL 24 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS B,. Arista por encima con largos pelos. C,. Tercer artejo de la antena con un largo menor que el doble de su ancho; tarsos anchos. D,. Dorsos del abdomen enteramente escarchado, 2%, 32 y 4% segmentos con manchas negras, redondas y pequeñas. A E 0 Cuterebra patagona (Guer.) D.. Dorso del abdomen negro brillante, excepto en el úl- timo segmento visible, el cual semeja estar cubierto por polen roo O e Aa O A Cuterebra cometes, N. SP. Cs». Tercer artejo de la antena, con su largo igual a 4 ve- ces su ancho, tarsos delgados; abdomen azul metálico oscuro. A RA e A Dermatobia hominis (L.) Pegomyia fuscipe (Zett.) Aricia fuscipes (Zett., 1852. Dip. Scand, IV). Citada por Bréthes en su catálogo, como existente en Montevideo (Walker). Existe también en el Museo Nacional de H. Natural de Buenos Aires, material ya determinado. a . . . / . N ( AGS E A » Hylemyia punctipennis M-Ssp- Wie ARMAR) NES sy Y Especie más o menos igual a 2/3 del tamaño de la mosca doméstica. Fácilmente reconocible por su mesonoto estrechado y por existencia de 5 manchas alares, siendo la que se encuen- tra en la base de la 3? vena longitudinal, más clara. Macho. Cabeza. Ojos muy aproximados por encima, y sepa- rados por un espacio menor que el ancho del tercer artejo de la antena; antenas negras, lo mismo que la arista, siendo ésta últi- ma, además, pubescente en su totalidad; áreas parafaciales co- mo espolvoreadas por polen plateado, teniendo por encima una mancha oscura variable. Tórax: mesonoto con un cinta ancha y oscura en su parte media; 2 cintas pálidas submedianas, una cinta sublateral a cada lado; bordes pálidos; 3 cerdas anteriores acrosticales más bien pequeñas; 2 antero dorso-centrales bien desarrolladas, 2 cerdas sublaterales, la posterior pequeña; 5 cer- das acrosticales postericres; 3 fuertes cerdas posteriores dorso- centrales 2 fuertes cerdas intra-alares; cerdas esternopleura- les 2:2. Patas: Fémures y tibias eris-amarillentas; tarsos negros. € Alas: Una mancha negra en la base de la 3* vena, que se . eE. PS Es Ez A A A de F R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 25 extiende sobre la 4* vena, una en el ápice de la vena, otra en la vena transversa anterior; un par en la vena posterior. Escamas: La inferior subigual a la superior. Abdomen: Gris escarchado, una cinta media longitudinal oscura y manchas negras en las bases de los pelos y cerdas. Hembra: Ancho de la frente igual al largo de la antena, sus lados casi paralelos; frontalia oscura; áreas parafrontales gri- ses escarchado; un par de cerdas frontales cruciales presentes. Largo: 5-6 m/m.; alas más o menos, 6 m/m. Cinco hembras y diez machos. Localidad del tipo: San Isidro, B. A. (29 agosto y 1 sep- tiembre 1926, Shannon y Shannon). Otras localidades: Adrogué, B. A. (julio y septiembre 1926, E. Del Ponte) ; Prov. de Buenos Aires (C. Bruch). Hylemyia bruchi, n. sp. , Macho y hembra. Estrechamente relacionada con puncti- pennis, pero algo mayor y con una serie de manchas adiciona- les en las alas: una sobre el tercio distal de la 2* vena, otra (dé- bil), en el ápice de las 3? y 4* venas longitudinales, estando uni- das las manchas de la vena posterior. Frente del macho algo más ancha; frente de la hembra un poco más angosta que en punetipennis y sin el par de cerdas cruciales. Largo: 5a5 15 m/m.; alas: 4 1 a 5 m/m. Dos machos y una hembra. Localidad del tipo: prov. de Bs. As. (20 de abril de 1915, C. Bruch). : Otras localidades: Adrogué (12 de septiembre de 1926, E. Del Ponte). Fannia canicularis (L., 1761) Es una especie cosmopolita, comunmente encontrada en las casas y que, por su semejanza con la mosca doméstica y por su menor tamaño, se le llama en Estados Unidos y en Europa el “bebe” o la “mosca doméstica chica.” Macho. Cabeza: ojos muy bien separados por encima, sien- do la frente algo más ancha que el grosor del tercer artejo de la antena; un par de cerdas frontales superiores; áreas para- frontales y parafaciales como cubiertas por polen plateado; an- 26 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS tenas negras; arista en pequeña parte pubescente; cara como cubierta por polen grisáceo. Tórax: Gris oscuro; todas las cerdas acrosticales débilmen- te desarrolladas, excepto el par más posterior; 2 cerdas ante- riores dorso-centrales; 1 sublateral; 3 fuertes cerdas posteriores dorso-centrales; 2 intralares cerdas esterno-pleurales 1:1. Patas: negras, las bases de las tibias algo amarillentas; sin tubérculos marcados o con mechones de pelos; superficie posterior de la coxa posterior con dos o tres pelos; tibias poste- riores con una cerda dorsal inmediatamente por detrás de la mitad; una cerda preapical; una fuerte cerda algo por detrás de la mitad y 3 antero-ventrales, una de las cuales está en la mitad de la longitud de la tibia, la 2: más lejos y la 3” en el ' ápice. | ] Abdomen: Una línea negra longitudinal bien marcada, en la parte media; partes laterales de los tergitos escarchado- grisáceos; el 2* y el 32 (a veces el 4?) amarillos traslúcidos. Alas: Sin manchas. Hembra. Ancho de la frente algo mayor que el 1/3 del an- cho cefálico; areas parafrontales y parafaciales grises; aba: men completamente gris oscuro. Largo: 5a 7 m/m.; alas: 4 a 5 m/m. Aparentemente tiene una amplia distribución en la R. Argentina, siendo probable que se encuentre en algunas partes durante todo el año. - Localides: Tucumán (desde abril hasta agosto, 1926, Shannon y Shamnon). Prov. Bs. As. (agosto y septiembre, Shannon y Shannon) ; Adrogué, B* A. (septiembre 1926, E. Del Ponte). Fannia prumnosa, n. sp. Su tamaño es más o menos igual al de canicularis, de la que se diferencia especialmente por la presencia de sedas en la parte supero-externa del paracéfalo y el abdomen totalmente oscuro en el macho. Macho. Cabeza: Frente algo más ancha que en canicularis, siendo más o menos igual al doble del ancho del tercer artejo de la antena; una fila de cerdas que se encuentra en el área parafrontal, que llega hasta la cerda frontal superior, sin in- terrupciones; áreas parafrontales y parafaciales como cubier- . ) % UA -—R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 27 tas por polen plateado; antenas negras; arista con pubescencia. "Tórax: Gris azulado oscuro (semejante al color del gra- fito) ; mesonoto con 4 líneas castaño bien marcadas, el par sub- mediano sobrepasa algo la sutura tranversal; cerdas torácicas como en canicularis. y Patas: Negras; base de las tibias posteriores amarillen- tas; superficie posterior de la coxa 3*, con un pelo único; tibia posterior con la primera cerda dorsal colocada claramente más allá de la mitad; una cerda anterodorsal, y otra anteroventral cerca una de otra y opuestas, la última algo desplazada (hacia el dorso) hacia una fila de cerdas pequeñas anteroventrales. Abdomen: Gris azul oscuro con una línea longitudinal me- diana, en la que se observan algunas expansiones laterales en el margen posterior de los tergitos. Alas: algo oscuras. Hembra: Ancho de la frente distintamente mayor que en canicularis; cintas del mesonoto más nítidas que en el macho; todo el abdómen es de color de grafito. Largo: Y. a 5 m/m.; alas: 5 m/m. Un macho y una hembra. Localidad del tipo: San Isidro, B. A. (septiembre 1* 1926; Shannon y Shannon). ' Panama heldewi '$7 A) Syn Fannmia platense (Bretes, 1908) (Homalomyia platensis Br.) Macho y hembra: El macho se distingue inmediatamente por ciertas particularidades de las patas. El fémur medio tiene una fila de cerdas antero y posteroventrales; el ápice de las cerdas de la última fila están encorvadas en forma de gancho; la tibia 2* está ensanchada en sus 2/3 apicales, y la superficie ventral del área ensanchada es densamente pubescente. El fe- mur posterior tiene un abultamiento central en sus dos tercios apicales, que lleva un mechón prominente de pelos largos cu- yas puntas están encorvadas. La tibia 3” tiene una cerda dorsal larga, justo por detrás de la mitad y opuesta a ella, en el margen anterodorsal hay otra cerda; el margen anteroventral tiene una fila de 4 cerdas. El abdomen se asemeja a un mosaico, y tiene algunas cerdas en sus costados. Hembra: Se puede reconocer por sus antenas negras y pal- pos, así como también por las manchas negras. Abdomen gris con una fila mediana de manchas negras, que forman una cinta PARRA 28 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS longitudinal media en el dorso y una fila lateral de manchas aisladas. Cinco machos y diez Hoi Largo: 6 m/m.; alas 5 m/m. Localidad del tipo: Capital Federal, R.-A. También ha si- do encontrada en San Isidro, B. A. (29 de agosto de 1926, Shan- non y Shannon) Adrogué B. A. (8 de septiembre de 1926, E. Del Ponte). Fannía coxata, N. sp. Macho. Especie pequeña, con manchas amarillas en el ab- domen, semejante a canicularis. Fácilmente reconocible por los palpos amarillos y por las fuertes cerdas en la superficie poste- rior de la coxa III y los grupos de cerdas cortas y rígidas en la parte ventral abdominal. Cabeza: Ojos aproximados; cerda frontal superior ausen- te; áreas parafrontales y parafaciales plateadas; 1* y 2* artejos de la antena, la base del 3* y de la arista, amarillentas; el resto del tercer artejo y de la arista, erisáceos; palpos amarillentos. Tórax: Semejante al de canicularis. Patas: Coxas, trocanter anterior y 2* trocanter, amarillos; fémures y tibias oscuras con algunas partes difusas amarillen- tas; tarsos negros, superficie posterior de la coxa 3* con 5 cer- das negras y fuertes. Abdomen: Las 2/3 partes proximales del tergito 2* y los ángulos anteriores del 32 amarillentos; los demás negros, en mo- saico, como cubiertos en parte por polen gris; esternitos 2%, 32 y 4% con cerdas rígidas y cortas. Hembra. Areas parafaciales muy angostas, desnudas; coxa posterior sin cerdas rígidas; abdomen gris, cada tergito con 3 o más manchas negras. Largo: 4.715 m/m.; alas: 3.5 m/m. Localidad del tipo: San Pedro de Jujuy, Jujuy (27 de e de 1926; Shannon y Shamnon). Fannia Petrocchiae, n sp. Hembra: Especie fácilmente reconocible por las antenas, palpos y patas amarillas; húmeros, escudete y abdomen más o menos amarillentos; frente y áreas parafaciales anchas, te- R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 29 niendo esta última una fila de cerdas pequeñas; tibia posterior con 2 cerdas, muy largas, en la parte dorsal, una en la mitad y otra preapical, una cerda más pequeña cerca de la preapical; coxa 3* con un pelo único sobre la superficie posterior. Abdomen: Con una cinta dorso-submediana y una fila de manchas laterales, una en cada tergito. Una hembra. Localidad del tipo: Margen izquierda del río Bermejo (cerca de Pichanal, Salta; 20 de abril 1915, J. Petrocchi). Dedicada a la memoria de Juana Petrocchi. Stomoxys caleitrans (L.) - Especie bien conocida bajo el nombre vulgar de “mosca brava” y ampliamente distribuída en toda la región cálida de la R. A. Puede ser reconocida por los profanos por su carácter más saliente: su picadura intensa. La efectúa con una probósci- de bien quitinizada, teniendo en su labellae unos dientes presto- males, con los cuales puede rápidamente perforar la piel, para después chupar la sangre. AGS Stei nella AloMouh Syn=N eurotriza, n. yen. Se caracteriza por 6* vena longitudinal que no llega hasta el borde del ala y que se encuentra paralela a la 7*; escama in- ferior glosiforme, con su borde libre interno bien separado del escudete; propleura, prosterno o hipopleura desnudos; ptero- pleura con pelos en su parte media; espiráculo metatorácico con una fila de pelos a lo largo de su márgen inferior; vena basal con una fila de pelos finos; 1* vena con cerdas por enci- ma, base de la 3* vena con cerdas por encima y por debajo; parte apical de la 4* vena no encorvada hacia adelante; cerdas esternopleurales 2:2; arista pubescente. su nella Neurotrisa mirata, n. Sp. Macho. Ancho de la frente el doble mayor que el tercer ar- tejo de la antena; un par de cerdas prominentes frontales supe- riores; lúnula frontal como cubierta por escarcha plateada; an- tenas negras; áreas parafaciales plateadas; palpos negros; tórax negro con cintas escarchado-plateadas tornasol; solamente el úl- timo par de las cerdas posteriores acrosticales presente, patas negruzcas, la articulación femoro-tibial amarillenta, tibias castaño. 30 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS t Abdomen: Negro, semejándose a un mosaico escarchado; una cinta media longitudinal negra sin pelos y manchas desnu- das negras en las bases de las cerdas más largas; vena trans- versal anterior con una mancha oscura y una coloración oscura a lo largo de la vena transversal posterior. Hembra: Frente moderadamente ancha, sin las cerdas frontales cruciales. S y Largo: 7 m/m.; alas: 6 m/m. 14 machos, 20 hembras. Localidad del tipo: San Isidro, B. A. (8 y 9 de agosto de 1926; Shannon y Shannon). Phaonia trigona, N. sp. Macho: El ancho menor de la frente, es igual al triple del ancho del tercer artejo de la antena; las cerdas frontales lle- gan, por arriba, hasta el ocelo inferior, antenas negras, arista bastante plumosa; palpos negros; tórax negro con cintas escar- chadas plateadas tornasoles; no existen pelos en las ptero é hipopleura; cerdas esterno-pleurales 1:2; fémures y tarso ne- gruzco; tibias marrones, abdomen negro, en mosaico, con escar- cha plateada ; alas con 3 manchas negras que forman un triángu- lo: una en la vena transversa anterior y las otras dos en cada extremidad de la vena transversal posterior. Largo: 8 m/m.; alas 7 m/m. 2 machos. Localidad del tipo: San Isidro, B. A. (25 de debito de 1926, Shannon y Shannon). E OPI TA aenes ens (Wa) Ophyra carbonaria, n. sp. Macho: Negro brillante; lúnula frontal y áreas parafacia- les escarchado plateadas; arista bien poco pubescente; palpos amarillos; el ancho menor de la frente es menor que el grosor del tercer artejo de la antena; pteropleura pubescente; hipopleu- ra desnuda; piernas negras; trocanter posterior con un mechón de pelos largos; alas claras. Hembra: La frente es más o menos igual a 1/3 del ancho cefálico; triángulo ocelar negro brillante, muy grande, su ápice más inferior se extiende hasta cerca de la lúnula frontal; hay un par de cerdas frontales cruciales. Largo: 7 m/m.; alas 5 m/m. 11 machos y 3 hembras. al yA « A Y R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE i 31 Localidad del tipo: Tucumán, Tuc. (21 julio de 1926; R. E Shannon). También encontrada en Buenos Aires (25 agosto de 1926, Shannon y Shannon). Esta especie es muy semejante a la bien conocida Ophi yra, leucostoma (Wd.) (Europa, Norte América). Esta especie tie- ne los palpos negros. Los ejemplares de B. A. difieren de los de Tucumán, por tener algunas veces las alas más oscuras y la vellosidad (pelos muy pequeños en la membrana del ala) más uniformemente distribuida. Sens Phaowa. yn” Phyronota, n. gen. Moscas de un color más o menos verde metálico, azul oscu- ro o púrpura; la lúnula frontal escarchado-plateada; arista pu- bescente; palpos negros; 2 pares de cerdas acrosticales posterio- res; un par de cerdas anteriores acrosticales; cerdas esterno- pleurales: 2:2; uno o más pelos por delante del espiráculo meta- torácico. Phaswia ehialy bes Cwá) : Du Phyronota portensis, N. Sp. - Macho: Color azul brillante; ojos desnudos; frente más o menos casi igual al doble del ancho del tercer artejo de la ante- na; áreas parafrontales y parafaciales escarchado-plateadas; patas negras; alas ligeramente oscuras, venas negras; escamas oscuras; cilias de la escama inferior bien desarrolladas. Hembra: Frente igual a 1/3 del ancho de la cabeza; áreas parafrontales débilmente cubiertas por escarcha plateada, mien- tras que el área parafacial lo está con mayor intensidad; una mancha oscura brillante opuesta al segundo artejo de la antena. Largo: 6.5 m/m.; alas 5 m/m. YT machos y 4 hembras. Localidad del tipo: Adrogué, B. A. (en cópula; 12 septiem- bre de 1926; E. Del Ponte). Otras localidades: Buenos Aires (C. Bruch), San Isidro, B. A. (8 y 9 de septiembre de neo Shannon y Shannon. Praia Phyronota pampeana, N. Sp. Macho: Difiere de portensis por tener mayor tamaño; co- lor rojizo con cintas más intensas escarchado-planteadas en me- sonoto; ojos débilmente pubescentes y alas claras; frente es- trecha. » $7. apa HS Syn. Fstlochaeta, Bigor. 32 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS Largo: 7 m/m.; alas 7 m/m. Un macho. Localidad del tipo: pS ue. (R. S. Schicitenl Í ha ona. UN Sohr cr. am CEN io” Phyronota platensis, N. Sp. 4 Macho: El ancho mínimo de la frente es menor que el gro- sor del tercer artejo de la antena; áreas parafrontales y parafa- ciales escarchado-plateadas; 1* y 2* artejo de las antenas, casta- ño y el 3* negro. Tórax negro con cintas tornasol plateadas, gris escarchadas; abdomen verde metálico con escarcha plateada y con una cinta tornasol longitudinal medio-dorsal; escamas blancas. Hembra: Areas parafrontales y parafaciales gris escarcha- das; sin mancha desnuda frente al 2* artejo de la antena; lóbulo humeral amarillento. Largo: 6 m/m.; alas: 5.5 m/m. 1 macho y 1 hembra. Localidad del tipo: Macho: San Isidro, B. A. (8 de agosto de 1926, Shannon y Shannon). Hembra: Capital Federal (15 septiembre de 1926, Shannon y Shannon). Muscina stabulans, Fallen Es una especie común, y que generalmente se encuentra en los establos, pero que también suele verse en las habitaciones, siendo a veces mayor y más fuerte que la mosca doméstica. Macho: El ancho mínimo de la frente es más o menos igual al grosor del tercer artejo de la antena; cerdas frontales que lle- gan hasta el nivel del ocelo inferior; ápice del 2? y base del 3* artejo de la antena, amarillento, las demás partes de la antena negras; arista con larga blumosidad, los pelos amarillos; tórax, negro con cintas tornasol escarchadas en el mesonoto; ápice del escudete amarillento; 3 pares de cerdas anteriores acrosticales, las esternopleurales 1:2; pteropleura e hipopleura desnuda; fé- mures posteriores amarillentos en su mitad externa; tibias ama- rillentas; tarsos negros; abdomen negros en mosaicos, escarcha- dos; alas claras; ápice de la 4* vena longitudinal con una curva- tura hacia adelante y que se encuentra en la mitad de la por- ción apical; escamas blaoco amarillentas. Largo: 9 m/m.; alas: 7.5 m/m. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 33 2 machos y 3 hembras. es Localidades: Tucumán, Tuc. (5, 6 y 7 1926; R. C. Shannon). Vélez Sársfield, Cap. Fed. (9 de septiembre 1926; M. A. Rie- de - sel). Cap. Federal (15 de septiembre de 1926), R. C. Shannon. co NEows Lima => - Muscinaosteris, N. Sp. Especie más bien pequeña, color general amarillento cas- taño. | Ñ Macho: La frente está reducida a un ancho menor que el . del tercer artejo de la antena, con pelos y cerdas que llegan has- - ta el ocelo inferior; antenas amarillo claro; arista negra excep- to en la base, con gran plumosidad ; palpos amarillo-claros; tó- -rax amarillento castaño con cintas escarchadas en el mesonoto; ápice del escudete con una mancha amarilla; 1 par de cerdas acrosticales anteriores, las esternopleurales 1:2; pteropleura con escasos pelos finos y amarillos; hipopleura desnuda; episterno con escasos pelos inmediatamente por encima de la coxa III; abdomen amarillento en la base, oscuro en la mitad posterior y cubierto por manchas que adoptan la forma de un mosaico; alas con una mancha en la vena transversa anterior, la posterior li- > - —geramente manchada, extremidad de la 4* vena longitudinal dis- tintamente encorvada hacia adelante, base de la tercera vena sin cerdas; escamas blancas. He Largo: 5.715 m/m; alas: 6 m/m. 2 machos, E: Localidad del tipo: Tucumán, Tuc. (22 abril 1926; 14 ma- yo 1926; Shannon y Shannon). A Muscina aberrans, N. Sp. - Hembra: Muy semejante a zosteris, y a primera vista con- siderada como la hembra de esta especie. Posee ciertos caracte- res estructurales que nos la hacen considerar "como una especie diferente. La frente tiene un ancho menor que el del tercer artejo de la antena; cinta frontal desnuda; antenas y base de la arista, amarillas, el resto de la arista, negra, con larga plumosidad'; palpos amarillos; tórax amarillento castaño, el dorso amplia- mente cubierto por escarcha amarillenta; no hay cerdas acros- ticales anteriores; pteropleura, hipopleura y episterno sin pelos; fémures y tibios amarillentas; tarsos negros; abdomen negro A erisáceo con manchas en mosaico; alas con ambas venas trans- 91 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS versales ahumadas; extremidad de la cuarta vena longitudinal muy poco encorvada hacia adelante; varias cerdas pequeñas en la base de la tercera vena longitudinal. Largo: 7 m/m; alas: 7 m/m. Al 1 hembra. EG 7 Localidad del tipo: Tucumán, Tuc. (28 febrero 1926; E. Del Ponte). | Muscina obscura, N. Sp. Hembra: Especie de color negro, a veces más pequeña que stabulans. La frente es igual al tercio del ancho de la cabeza sin cerdas cruciales; antenas castañas; arista muy plumosa;. tórax con cintas débilmente escarchado-plateadas en el mesonoto; cer- das acrosticales anteriores muy poco desarrolladas; cerdas es- ternopleurales 2:2; pteropleura e hipopleura desnudas, epister- no inferior con pocos pelos; patas castaño-oscuro intenso, abdo- men débilmente escarchado; alas con las venas poco ahumadas. el ápice de la tercera vena poco encorvado hacia adelante; algu- nas cerdas pequeñas en la base de la tercera vena. Largo: 7 m/m.; alas: 7 m/m. 1 hembra. Localidad del tipo: Buenos Aires (20 abril 1916; C. Bruch). S-emus Y IS MWOYVENiO HNoAM. Sym» Chlorellia, n. gen. Muy semejante a Pyrellia, de la que se diferencia por la cor- formación de la escama inferior. En Chlorellia es glosiforme y ' su borde interno libre está bien separado del escudete, mientras en Pyrellia el margen libre interno de la escama inferior se ex- tiende hasta por debajo del escudete. Este carácter diferencial es utilizado para separar las subfamilias Phaoniinae y Muscinae. ; Da e AMAN EA ri ns Malo j . Chlorellia aenula, N. sp. Hembra: Tórax negro azulado; abdomen azul oscuro bri- llante. Ojos peludos, frente algo algo menor que el 1/3 del ancho cefálico; cinta frontal desnuda ; lúnula frontal como cubierta por polen plateado; antenas negras, con la arista largamente plumo- sa en sus 2/3 basales; palpos negros, mesonoto con cintas torna- A soles cubiertas por polen plateado; 2 cerdas acrosticales anterio- E res, cerdas esternopleurales 1 :2; pteropleura con pelos en las 2/3 ] posteriores; hipopleura superior con pelos; episterno desnudo; e A 2) d 13 A » « > EI ea => + « 0 | R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 35 patas negras; abdomen azul oscuro metálico, débilmente escar- 4 chado plateado; alas claras, ápice de la 4* vena encorvada hacia adelante, encontrándose la curvatura cerca de la mitad de la par- te apical; lado inferior de la vena basal con pocos pelos; terce- A ra vena con cerdas pequeñas bien separadas en casi toda su ex- tensión, y tanto en su cara dorsal como en la ventral. Largo: 6 m/m.; alas: 5.5 m/m. 2 hembras. es | Localidad del tipo: San Pedro de Jujuy, Juj. (30 abril 1926; AS Shannon y Shannon). También en Tucumán, Tuc. (R. Schrei- ter). SUBFAMILIA Muscinae Gemas Sartopromusee Townsend - A Orthelia pruna, N. SP. Hembra: Se puede fácilmente reconocer esta especie por su color azulado y el último segmento del abdomen dorado brillante. AS - Su frente es algo menor que el 1/3 del ancho cefálico; cinta fron- tal desnuda; áreas parafrontales y parafaciales escarchado-oro brillante; antenas negras con la arista largamente plumosa ; pal- pos castaño-oscuros; tórax con el mesonoto aleo brillante, negro con reflejos azules y nítidas cintas escarchado-plateadas; espi- ráculo torácico anterior blanco; pteropleura con pelos; hipopleu- ra con algunos pelos por debajo del espiráculó; episterno infe- rior con pocos pelos; patas negras, tibias 2? con una fuerte cerda ventral en su mitad distal; alas sin manchas, la curva de la par- te apical de la 4* vena se encuentra en su parte media; 3* vena longitudinal con algunas cerdas pequeñas en la 6* porción basal. Largo: 7 m/m.; alas: 5 m/m. 1 hembra. Localidad del tipo: Calilegua, Juj. (5 mayo 1926; Shannon y Shannon). Moereiiá sun facies (Mesnd on) pe Morellia aconquija, n. sp. Especie azul muy brillante. Macho: La frente es igual al ancho del tercer artejo de la 4 antena; cerdas a lo largo del área parafrontal; antenas y base S de la arista amarillo claro, lo restante de la arista negro y muy plumosa; áreas parafaciales escarchado-doradas; palpos amari- llos; parte anterior del mesonoto con una cinta longitudinal me- diana escarchado-plateada; cerdas esterno pleurales 1:2; ptero- -36 SINOPSIS PARCIAL DE LOs MUSCOIDEOS ARGENTINOS 5 - pleura con pelos en los 2/3 posteriores; hipopleura superior. con - pelos lo mismo que el episterno inferior; patas negras, tibias 2* SUN con una fuerte cerda ventral, más allá de su parte media; abdo- men no muy cubierto por escarcha plateada; alas sin manchas, curvatura de la 4* vena en la mitad de la porción apical; base de la primera parte de la 3* vena con cerdas pequeñas; escamas OSCUTAas. Hembra: Frente menor que el 1/3 del ancho cefálico; cin- ta frontal desnuda. Largo: Y m/m.; alas: 6 m/m. 2 machos y 9 hembras. Localidad del tipo: Parque Aconquija, en la ciudad de Tu- cumán, Tuc. en las pendientes boscosas (7 marzo 1926; Shannon y Shannon). También se ha encontrado en San Pedro de Jujuy, Juj. (27 abril 1926; Shannon y Shannon). Syn hnesiomyia nudiseta (van der y Judi) Synthesiomyia brasiliana, B. y B.: Puede fácilmente ser reconocida por la cinta frontal con pe- los, antenas amarillas con la arista pubescente; palpos amarillos; prosterno peludo; pteropleura e hipopleura superior desnudas; pelos en la hipopleura, por debajo del espiráculo metatorácico; episterno inferior con pelos; curvadura de la porción apical de lá 4* vena longitudinal, en su parte media; color general gris os- curo con cintas escarchado-plateadas en el mesonoto; abdomen en mosaico, con su extremidad amarillenta. 2 machos. Localidad: Tucumán, Tuc. (1 marzo 1926; Shannon y Shannon). Se conoce esta especie en toda la América, llegando hasta el sud de Estados Unidos. Graphomyia m aculata (Scopoli) Ojos peludos, más aparentes en el macho; cinta frontal de la hembra peluda; antenas con sus bases separadas por una ca- rena bien desarrollada; antenas y palpos castaño oscuro inten-. so; arista con larga plumosidad; tórax negro, visiblemente es- triado con cintas escarchado-plateadas; abdomen en mosaico; patas negras; alas sin manchas; escamas blancas. Largo: 7 m/m.; alas: 6.5 m/m. 1 hembra. Localidad: San Isidro, B. A. (25 agosto 1926; R. C. Shan- ñ 3 Fl 4 A Sr y , 4 SEN A eS: de > A A A A IA O e A «3 E 3 ] A y R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 31 non). Es una especie común en las regiones templadas de Eu- ropa y Norte América. - ¿Philornis pici, Macq.,? Las larvas de este género, son todas parásitos subcutáneos y ds ejemplares hembras, encontrados en pájaros jóvenes en Tucu- mán. La especie no ha sido bien determinada. O, FAMILIA Calliphoridae Sarconesia chlorogaster (Wiedm.) Especie común en la provincia de Buenos Aires. Tiene una eran semejanza con las especies del género Sarcophaga, excep- to por su abdomen verde azulado metálico. Así fué originalmen- te descrita como género y especie de Sarcophagidae, familia en la que se encontraba incluida hasta hace muy poco tiempo. Macho: Frente más o menos 1/4 del ancho cefálico; áreas parafrontales con cerdas bien desarrolladas; áreas parafaciales con cerdas pequeñas y nítidas que llegan hasta el borde inferior del ojo; antenas negras con la arista muy plumosa en sus 2/5 basales; palpos amarillos; dorso del tórax con cintas nítidas lon- gitudinales, escarchado plateadas; 2 cerdas sublaterales; no hay cerdas acrosticales posteriores; patas negras; abdomen brillante verde azulado, débilmente cubierto con escarcha plateada; alas sin manchas; vena basal ciliada en ambas caras; esclerito sub- costal sedoso. S Hembra: La frente es más o menos igual a 1/3 del ancho AA Pel. po cefálico. , Largo: 10-13 m/m.; alas: 8, 5-10 m/m. 15 machos y 20 hembras. Localidades: Tucumán (11 diciembre 1924). Adrogué, B. A. (septiembre 1926; en la fecha, fines de octubre, muy abun- dante; E. Del Ponte). B. Aires (C. Bruch; R. C. Shannon). Sarconesiopsis chilensis (Macq.) Estrechamente emparentada con S. chlorogaster; especie más robusta, aunque a veces es más pequeña; con el abdomen azul oscuro y brillante, teniendo 3 cerdas sublaterales y 2 pa- res de cerdas acrosticales posteriores. Los ojos, en el macho se de los pájaros jóvenes. El Dr. R. Lillo, de Tucumán, tiene 2 p 38 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS encuentran muy aproximados; sus alas son oscuras. En las hembras las alas son claras. Al parecer, esta especie se encuentra confinada en los An- des, siendo común en Chile y Perú. Largo: 10 m/m.; alas: 8 m/m. > 2 machos. Localidad: Tucumán, Tuc. (R. Schreiter). Chrysomuia, Cochliomyia y Paralucilia El nombre genérico Chrysomyia, fué primeramente apli- cado a todas las especies de la tribu Chrysomyini, existente en: América. Investigaciones recientes han demostrado que todas las especies que pertenecen al gen. Chrysomyia, se encuentran en el viejo mundo, excepto una: C. desvoidyi, Hough, la Hue se ha encontrado en la América tropical. El gen. Cochliomyia y Paralucilia se diferencian de Eh somyia, por tener la escama inferior con pelos; en Chrysomyia, toda la superficie (en parte, en C. desvoidyi) es peluda, mien- tras que en los otros dos géneros solamente hay pelos en la par- te basal. En lo que respecta a Cochliomyia (Chrysomyia) macellaria (Fabr.) y las especies afines, ha existido una gran confusión, . particularmente en lo que se refiere a la Argentina (1875, 1882), resultando de ello una fuerte controversia, la que en parte fué resuelta por Enrique Lynch Arribalzaga, consideran- . do como sinónimo de macellaria todos los demás nombres y re- conociendo 2 variedades de esta especie. Pertenece a Lahille (1915) el mérito de haber sido el primero en reconocer cuál era el número de especies que había en la Argentina y dar su des- cripción. Basándose especialmente en la genitalia del macho, separó 3 especies: macellaria, wheeleri (=affimis, R. D.) y la tercera como una nueva especie: Lynchi. Desgraciadamente es- ta es la especie viridula, originalmente descrita del Brasil. El estado actual de estas especies, puede ser indicado co- mo sigue: Cochliomyia macellaria (Fabr. 1794) Esta especie es en general más pequeña que affinis o viri- dula, los palpos son muchos más cortos y uniformemente delga- dos, siendo su largo algo menor: que la distancia entre los dos bordes orales; antenas castaño rojizas, ancho de la frente de la hembra menor en 1/3 que el ancho cefálico. E ES e o A SI IA ] a. dee ho: y. | E EN 2 de | ade: dd Eh, Y Mr E é e R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 39 Esta especie es la mejor conocida y probablemente la que produce mayor número de casos de miasis en América. Amplia- mente esparcida en las regiones cálidas de América y es muy abundante en la Argentina. Puede encontrarse durante todo el año en Tucumán, desapareciendo en Buenos Aires durante los ó meses de invierno. Paralucilia affinis (Rob. Desv.) : ; Puede diferenciarse de viridula, cuyos palpos son norma- y les, por las antenas oscuras y más pequeñas y más cortas que la distancia entre el margen inferior del ojo y el margen lateral : oral, y mucho más cortas, en la hembra, que el ancho de la fren- o te. El espiráculo metatorácico es más o menos claro y los fé- E mures llevan anillos anchos, no bien definidos, de color castaño JN rojizo. | os | Esta especie se encuentra desde la Argentina hasta el sur ls de EE. UU.; es particularmente abundante en la estación actual Bebo (mes de septiembre), en la provincia de Buenos Aires. Paralucilia viridula (Rob. Desv.) (=Clrysomyia Lynchr, Lahi., 1915). Aparentemente no tan común como macellaria o affinis. Las antenas son amarillento rojizas y algo grandes, siendo un poco mayores que la distancia entre el ojo y el margen oral, y algo más largas en la hembra que el ancho de la frente. El es- piráculo metatorácico es negro y las patas llevan algunas mar- cas de color castaño-rojizo. 2 machos y 2 hembras. Localidades: San Pedro de Jujuy, Juj. (27 abril 1926; Shannon y Shannon). Tucumán y Concepción, Tuc. (17 abril 1926; 11 mayo 1926: R. C. Shannon). Citada por Lahille, de Carcarañá, Santa Fé; también encontrada en San Pablo, Bra- sil. Lucilia ocularis Shannon $ Esta especie ha sido encontrada primeramente en Costa iS Rica y México. 3 El ejemplar que poseemos coincide en todos los detalles ¿ con el tipo, llenando así el gran vacío que se notaba en su dis- persión. Es una especie algo grande, caracterizada por su color púrpura intenso y las facetas ensanchadas de los ojos, especial- 40 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS mente en el macho, que forma un área frontal grande; áreas parafrontales del macho contíguas y ampliamente reducidas, de manera que en su parte menos ancha las 2 juntas aparecen co- mo una línea delgada, cuyo grosor es menor que el de las face- tas adyacentes; bases de las alas y escamas, oscuras. 1 macho. Localidad: Prov. de Tucumán (R. Schreiter). Lucilia mera, n. sp. - Especie más bien pequeña, verde metálico. Macho: Frente reducida a un tamaño menor que el grueso del tercer artejo de la antena; áreas parafrontales escarchado- plateadas, sedosas, en los 2/3 inferiores; antenas amarillo ro- jizo-oscuras; áreas parafaciales plateadas; cara inferior y por- ción externa de la bucca, amarillentas; palpos amarillos; 2 cer- -das acrosticales posteriores; patas negras; alas y escamas algo ahumadas; pinzas del macho con pelos largos esparcidos. Hembra. Ancho de la frente más o menos igual a 2/3 de largo del tercer artejo de la antena. Largo: 6 m/m.; alas: 5 m/m. 3 machos y 2 hembras. Localidad del tipo: San Pedro de Jujuy, Juj. (28 abril 1926; Shannon y Shannon). Encontrada también en Concep- ción, Tuc. (17 abril 1926; R. €. Shannon). Un macho y una hembra encontrados en la provincia de Buenos Aires difieren algo de mera. La bucca es uniformemen- te oscura y la frente del macho es a veces más ancha y sedosa en sus 4/5 inferiores. Lucilia prima, 1 VErts, N. SP. Especie algo mayor que mera y cuyo color varía del a oscuro al púrpura. Se diferencia de ella, por tener en la tibia media una cerda posterodorsal y cerca de la cerda que se en- cuentra en la mitad de la superficie posterior. Evidentemente es una especie primaveral, temprana, por- que no ha sido recogida antes del 16 de septiembre, no estando la mayor parte de los ejemplares todavía totalmente endure- cidos. Y machos y 9 hembras. Localidad del tipo: San Isidro, B. A. (16 septiembre 1926, R. C. Shannon). Epa > nr A R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 41 Calliphora erythrocephala (Meig) Especie ampliamente dispersa en las regiones templadas del mundo, pero no citada hasta ahora en la Argentina, sien- do hasta este momento la única mosca “blue-bottle” conocida entre nosotros. Mosca más bien grande, robusta, que se dife- rencia de las otras especies por su bucca rojiza, barba negra, siendo amarillentos o castaño amarillentos, el espiráculo meta- torácico y el esclerito subcostal. Probablemente se encuentre todo el año en Buenos Aires. 5 hembras. Localidad : Capital Federal (agosto y dE de 1926; R. C. Shannon). FAMILIA Uistridae Oestrus ovis L. Es la bien conocida “nose-bot” de los ovinos. Puede reco- nocerse por las manchas granulosas de la cabeza y tórax y la disposición particular de las venas alares, en las que el ápice de la 4% vena se une a la tercera antes de llegar al margen alar. Carecemos de material en la colección del Instituto, pero ella ha sido considerada como una plaga en algunas regiones donde se trabaja con ovinos. Rogenhofera grandis Guer. Cabeza negra arista desnuda; tórax ampliamente negro, piloso, algo amarillento en su parte anterior y posterior; abdo- men enteramente piloso amarillo rojizo; patas negras; hipo- «pleura con pelos negros y rígidos. 2 Ejemplares con procedencia “Argentina” en la colección del Museo Nacional de H. N. de Buenos Aires. Cuterebra patagona Guer. Especie muy grande como cubierta por polen grisáceo. Arista pectinada; mesonoto con 3 pares de puntos; 2%, 3* y 4" tergitos abdominales con puntos negros, esparcidos, pequeños y redondos. 1 ejemplar del sud de la Argentina, en la colección del Museo Nacional de H. N. de Buenos Aires. Sus da E SS 42 SINOPSIS PARCIAL DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS - - Cuterebra cometes, N. SP. Una especie más bien pequeña, para este género (15 m/m.) ; el dorso del tórax con pelos cortos, bronceados; abdomen con el dorso brillante negro, excepto en el último tergito, que es es- carchado amarillento, con los pelos del mismo color, sus partes laterales son amarillento-escarchado y con pelos, extendiéndo- se hasta el dorso del primer tergito. Muy parecida a apicalis Guerin, del Brasil, pero se puede diferenciar de ella porque el ancho de la frente a nivel de los ocelos es igual a 2 m/m., y a nivel de las antenas, 3.5 m/m., mientras que en apicalis son respectivamente 3 y 4 m/m.; trián- gulo ocelar equilátero, prolongándose su ángulo anterior hacia adelante. , En apicalis el aspecto escarchado del abdómen se observa en la parte dorsal, sobre todos los tergitos. Largo: 15 m/m.; alar: 13 m/m. Largo de apicalis: 18 m/m.; alas: 14.5. Localidad del tipo: Quebrada de Lules, Tuc. 6 marzo 1922; R. Schreiter). 1 ejemplar del Museo de H. N. procedente de “Argentina.” Dermatobia hominis (=cyaniventris Maca.) Es una especie fácilmente diferenciable con respecto a los otros Estridos por su cara amarillenta; frente castaño-oscura, cara amarillo brillante; tórax azul negro con pelos negros; ab- dómen azul oscuro brillante y patas castaño-rojizas. La raíz del escudete es peluda, como en Lucilia (también en Cuterebra) indicando esto posiblemente su orígen. Largo: 13 m/m.; alas: 10.5 m/m. 1 Ejemplar. ; Se encuentra desde el N. de la Argentina hasta México. Localidad: Santa Ana de Macacu (5/11/1912). BIBLIOGRAFIA Referencias sobre las publicaciones antiguas pueden encontrarse en los catá- logos de Brethes y Townsend. 1. — BreTHES, J. Catálogo de los Dipteros de las Repúblicas del Plata, con un apéndice. (Homalomyia platensis, n. sp.) Anales del Museo de Historia Natural de Buenos Atres, ser. 11T, tomo IX, 1908. y pal : 1 sobre la «ura» y y2en > 29 ES a JON, R Cu co 5 the An Calls] Proc. Ent. Soc. hington. Vol. 28, N? 6 pág. 115-139, 1926. Ñ y e as the described South American species of . Y. Acad. Soc., vol. 7, pág. -44, 1892. oa C. uN Catalogs e ha hecho una clasificación de los Musci- e0y, Oestridae O representados en la Ñ No obstante, e publicación id. pueda resultar y | átil “como base para un estudio ed y más completo de estos —Dípteros argentinos. Sd cad AOS Pc q RESUME Ñi ME ; JINÑCRON e de Nous elsdidnS ici les Diptéres Muscidae, Calliphoridac et Oestr a argen- tins, qui existent dans la collectión de l'Institut Dolo sigue (Dep. N. de Higiene). E o Le systeme employé est basé sur Mes conceptions plus modernes, néanmoins quelques nouvelles espéces peuvent étre synonimes, a cause de n'avoir pas sous la main de bonnes descriptions et du matériel type. Cependant nous croyons que notre travail servira pour des études ultéricures et plus complétes, de ces Dipteres argentins. SUMMARY A classification is here given for all of the Argentine Muscidae, Calliphoridae 3 and Ooestridae, which are represented in the collection of the Instituto Bacterio- AE lógico. A E The system of classification employed is based along the most recently de- 0 0H veloped lines; and although somé of the newly described species may prove to e” MEE 20 a x evertheless the L further st sd És ES > asitien e A qe nicht 2 zu a? de de ¡ES7 uns an CAVAS elanben aber: dani Mesa! eS a _ argentinische a dienen Lana, y K pa. SE RATA, WE pS A / 138) UN, PT A o S a ANÓ y a Y 4 Ad po O Ñ | 0%, AN * Aui2o NaR «da ud ' e e ALO | A Mi TOS RAN Cerdas frontales po Cerdas ocelares. Triangulo ocelo Cerdas cr Ales__ Lt =Lú Vibrisa- A Margen oral ----: $e A Metac Ef alo . Marger oral posterior Duperficie posterior de la cabeza . NÁMINA I -Nerticales internas _Nerticales externas - Cerdas fronto -orbitales Antena EIA OL YNIMY PXoD-0S3M 3p oS3TOM4L ¿s»-0 3) Zaybaal | (+1>1 ayb 2190983 ]504--, £ _AOpo0UANS 23M ZN A Ora LP O — PS £ -.” -” - ANS NS LINDA, ANA s e OJOUSA ; III VNTy 7 Y Fo uo iS: ss É la 1] Ss : A, PALMO Y zx R ES Y Ya Es po PE Da . Y E juortadnsk J, “4 Y OMWIST y /y to) r/ LE Ys U -ocrosticales anteriores dorsocentrales anteriores erales “Lobulo- . humeral “4 -humerale 5 0% post-humeral p! presutural ; A Notopleura z NAL %. -Kotopleurales, A ye cd P4 43 ps a S, =31 pl EE SA $ 57 5: Es - Supro Alares : EN $; SA -Lóbulo post alar ee EN Post alares Dorso del Torax . de 0, Escudele (ea Escamo 7 ws erior A Seccion transversal Pr de la palo - ¿¿orsn o Dorsal 3 Superf Ñ nd Superficie xro o ; Net S Si Cer, ee L e pe vent Ñ paatarso A bdome A S LAN e 12 x AS tergile 2 Pinza extemot> “Pinzo mterior-" Cerdas discale s -!- Cerdas , mora males - - 7 hapopigios- LÁMINA IV «a Sinopsis parcial de los muscoideos argentinos (Addenda et corrigenda) Por R. C. SHANNON y E. DEL PONTE Estas adiciones y correcciones al artículo precedentemente publicado con este mismo título (1), tienen por base fundamen- tal, las opiniones de los doctores J. R. Malloch y J. M. Aldrich (de Wáshington, D. C.), cuya autoridad en estos asuntos es bien conocida, y a quienes nos es grato manifestarles nuestro sincero agradecimiento. (2) En la pág. 10 (556) debajo del título “Regiones y cerdas del torax” agréguese el subtítulo: “Dorso del torax.” Agréguese debajo de la definición del “lóbulo humeral” las dos siguientes definiciones: “Notopleura.”—Hay generalmente 2 cerdas notopleurales presentes; en la mayoría de los Sarcophagide, hay cuatro. “Mesonoto.” — Es la parte dorsal del tórax, excluyendo el escudete. La definición dada para la notopleura, corresponde a la “sutura transversal.” En la página 12 (558), línea 19, cámbiese “anterior” por “posterior.” (1) Revista Inst. Bact., IV, N* 5, pp. 549-590; wéase también Rev. Soc. Ent. Argentina. (2) La numeración del tiraje aparte del trabajo citado, es distinta de la numeración de las páginas de la Revista. Nosotros salvaremos esta situación co- locando primero la numeración de la página del tiraje aparte, y entre parénte- sis, la que corresponde a la página de la Revista. 142 SINOPSIS DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS Correcciones en la parte sistemática (pág. 24 y sig.), (570 y. sig) Pegomyia fuscipes (Zett.) —¿Especie? Hylemyia punctipennis Sh. y D. P.—Hylemyia punctipen- nis (Wied). Fanníia solitaris Sh. y D. P. (en la clave) ; F. Petrocchi.e Sh. y D. P. (en el texto). Fannia platensis (Brethes).=Fannia Heydeni: (Wied). Género Neurotrixa Sh. y D. P.—Steinella Malloch. Neurotriza mirata Sh. y D. P.—Steinmella mirata (Sh. y 1D Pr) Ophyra carbonaria Sh. y D. P.=Ophyra aenescens (Wied). Género Phyronota Sh. y D. P.=Phaonia (Rob. Desv.) Phyronota platensis Sh. y D. P.—Phaonia chlorogaster (Bigot). Phyronota portesis Sh. y D. P.=Phaoma chalybea (Wied.) Phyronota pampiana Sh. y D. P.=Phaonia pampiana (Sh. VIDA.) Muscina zosteris Sh. y D. P.=Neomuscina zosteris (Sh. y DUB) Muscina obscura Sh. y D. P.—Myiospila obscura (Sh. y . EN) Muscina aberrans Sh. y D. P.—Myiospila aberrans (Sh. Ey D. PJ) Género Chlorellia Sh. y D. P.—Dasymorellia Malloch. Chlorellia enula Sh. y D. P.—Dasymorellia tricops Malloch. Orthellia pruna Sh. y D. P.=Sarcopromusca pruna (Sh. y D. 20) Morellia aconquija Sh. y D. P.=Morellia ochrifaciés (Rond.) Synthesiomyia brasiliana Brauer y Bergemstan=Shynthe- siomyia nudiseta (van der Wulp.) Musca modestica L. (en la clave) —Musca domestica L. (en el texto). R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 143 NOTAS SOBRE OTRAS ESPECIES CITADAS COMO EXISTENTES EN LA ARGENTINA Pegomyia poeciloptera Malloch. — Difiere de Hylemyia punctipennis por tener los pelos de la arista más cortos, por ser mayor la mancha en la vena transversal posterior; porque la tibia posterior tiene solamente dos cerdas póstero-dorsales y por la ausencia de sétulas (pelos pequeños) posteriores en la ti- bia posterior (La Plata, provincia de Buenos Aires). 3.—Hylemyia cilicicrura (Rondani). — Es una especie muy común en la provincia de Buenos Aires, es por eso que se la ha incluido en la presente clave. Los adultos pueden ser fá- cilmente encontrados, arrastrando la red por entre las hierbas. (San Isidro, provincia de Buenos Aires, 25.VIII y 9.IX de 1926). 4.—Hylemyia trichodactila (Zetterstedt).—Los machos tienen pelos más bien largos en el basitarso medio, mientras que en eilicierura, éstos son cortos. Aunque tenemos ejemplares de ambas especies coleccionados al mismo tiempo y en el mismo lugar, parece que trichodactila fuera mucho más rara. CLAVE REVISADA PARA LAS ESPECIES DE Múscidos DE LA ARGENTINA 1.—Sexta vena con la porción apical poco visible, pero reconocible hasta el margen alar; superficie ventral del escudete con pelos escasos y finos que se proyee- tan hacia abajo. (Pelos en el epicéfalo inferior, dis- puestos en una fila, en forma de arco transverso, en los dos géneros aquí citados) ....... Anthomyine. 2 —Sexta vena no reconocible hasta el margen alar; su- perficie ventral del escudete desnuda............. 6 2.—Tibia posterior con dos cerdas póstero-dorsales; alas manchadas como en H. punctipenmiS............. E A Pegomyia poeciloptera MALL (La Plata). (Es probable que sea errónea la citación de Pegom- ya fuscipes (Zett.) para la Argentina). —Tibia posterior con tres cerdas póstero-dorsales.... e A E A O e Gén. Hylemyia 144 SINOPSIS DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS £-MasMeon manchas. LEA E O 5 4.—Macho con pelos largos en el basitarso medio...... A, os MOS A A Hylemyia trichodactila (Zett.) —Macho solamente con pelos cortos en el basitarso MEMO O Hylemyia cilicicrura (Rond). 5.—Alas con manchas en la base de la tercera, en el ápice de la primera y en las venas transversales an- terior y posterior y algunas otras tenues en los ápices de latercera y cuarta Vena... O A A a TELA, Hylemyia Bruchi Sh. y D. P. —Alas manchadas únicamente en la base de la tercera, en el ápice de la primera y en las venas transver- aales anterior y POSteriorae., A Io O Hylemyia punctipennis (Wied.) 6.—-Porción quitinosa de la sexta vena muy corta, la sép- tima se encurva gradualmente hacia adelante cerca del ápice; márgenes laterales del epicéfalo con una laude cerdas nia utas coke... + 2 o EE EN O Género Fannia ROB. DESv. 7 —Porción quitinosa de la sexta vena no generalmente corta, extendiéndose la séptima vena paralelamente AR A A Ll 7.—Antenas, palpos y patas más o menos amarillentas. 8 SAM tenasiVipalpos Negros... 9 8.—Antenas y palpos enteramente amarillentos brillan- tes; parafaciales anchas, márgen interno con una fila de cerdas pequeñas (macho desconocido) .......... A E. Fanma Petrocchiz SH. Y D. P. 9.—Fémur posterior con una fila de cuatro o cinco cer- das en la mitad apical de la superficie ántero-ventral; abdómen totalmente negro, pero que en el macho está ampliamente cubierto por escarcha gris azulada, que permite ver una mancha negra algo brillante que se extiende a ¡todos los Tergitos a. 4. O OA EA II Le AR Fannia pruimnosa SH. Y D. P. —"Fémur posterior solamente con dos largas cerdas en la superficie ántero-ventral; abdómen con un dibujo claro y oscuro (excepto en la hembra de canicularis) 10 10.—Macho con la tibia posterior ensanchada en sus dos tercios apicales y con un mechón de pelos largos y rí- e TARA DARIA 11 12 13. 14 15 16. 17 18 R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE gidos; abdómen de la hembra con manchas negras. E A. E Fanntia Heydeni (WIED). —Macho con la tibia posterior normal; abdómen de la hembra sin manchas negras. Fannia canicularis (L.) .—Probóscide fuertemente quitinizada, adaptada para la punción; labela no aparente; arista pectinada..... A A A Stomoxys calcitrans (L.) —Probóscide no adaptada para picar; labela ancha y carnosa Panistamitao: pectinada a A lo LIA .—Porción apical de la cuarta vena no encorvada hacia adelante; escama inferior glosiforme, con su márgen interno bien separado del ángulo basal del escudete. e Phaonine (en parte) —Porción apical de la cuarta vena encorvada o forman- doranemioMuaciar adelanten. cin Loli a. —Vena basal, primera y base de la tercera vena, se- dosas; pteropleura con pelos en su parte media.... EIA na A dos asi Gén. Steinella .—Los dos artejos basales de las antenas amarillos.... ads a A S. prima MALL. (La Plata) —Los dos artejos basales de las antenas, negros.... tado pd. Sa Mminata (SH. Y D..P:) .—Color general del cuerpo, negro brillante; palpos ama- rillos; espiráculo metatorácico más pequeño que la cabeza del balancin..... Ophyra enescens (WIED). —El color general del cuerpo no es negro brillante; pal- pos negros; espiráculo metatorácico alero mayor que la: cabezamiel: balantBin. . e... Gén. Phaonia —Alas con tres manchas negras, que forman un trián- gulo; color general gris opaco y Negro........... A E Phaonia trigona SH. Y D. P. .—Tórax gris opaco con líneas escarchado plateadas; abdómen verde brillante, cubierto por escarcha pla- o A IA Phaonia chlorogaster BIGOT. —Cuerpo totalmente rojizo oscuro brillante......... .—Ojos desnudos; la distancia mínima entre los ojos del macho es mayor que el ancho del tercer artejo de la AM Phaonia chalybea (WIED). 145 12 15 16 y 146 19 20 2d 22 25. SINOPSIS DE LOS MUSCOIDEOS ARGENTINOS —Ojos con pelos escasos y finos; la distancia mínima entre los ojos del macho es mucho menor que el an- cho del tercer artejorde la “anfena.. cb... E. 8, OR Phaonia pampiana (SH. Y D. P.) .—Escama inferior glosiforme, su margen libre interno bien separado del ángulo basal del escudete....... E. O de Phaonúuine (en parte) —Escama inferior, con su margen libre interno que se extiende hasta por debajo del ángulo basal del escu- dete; hipopleura generalmente con algunos escasos pelos por debajo del espiráculo........... Muscin.e .—Ojos pilosos; pteropleura con la parte central pilosa; abdómen brillante verde azulado oscuro brillante... AA E A O Dasymorellia tricops MALL. —Ojos desnudos; sin coloración verde azulado oscuro EA A o A .—Pteropleura parcialmente pilosa; un par de cerdas acrosticales anteriores; base de la tercera vena sin pelos pequeños; color general gris amarillento...... a ES Neomuscina zosteris (SH. Y D. P.) —Bteropleura desnuda amo... ¿rt pas .—Base de la tercera vena sin pelos pequeños; tres pa- res de cerdas acrosticales anteriores; color general PIS OS CIO IA E Muscina stabulans (FALLEN). —Base de la tercera vena con pelos pequeños....... A o II Gén. Muyosptila .—Color general negruzco; palpos negros; ápice de la cuarta vena francamente encorvada hacia adelante. o A Muyiospila obscura (SH. Y D. P.) —Tórax amarillento; palpos negros; ápice de la cuarta vena: poco encorvada hacia 'adelanter.... code. O E Muyiospila aberrans (SH. Y D. P.) .—Color general más o menos azul claro u oscuro.... —Geloar” geneñal Eris ¡Opaco. HE O A A —Raíz del escudete con pelos; parte apical del abdó- menténo. amarillo buillalte 05. ko. dE... ES A - A OR Sarcopromusca pruna (SH. Y D. P.) —Raíz del escudete sin pelos; parte apical del abdómen no amarillo brillante; hipopleura desnuda; epister- no con pelos inmediatamente por encima de la coxa 20 24 21 22 23 20 26 26 27. R. C. SHANNON Y E. DEL PONTE 147 E A A AO . EI Synthesiomyia nudiseta (VAN DER WULP). —SAMista Tarrameute (plumosa:....... 1. .od. cie. 20 —Carena facial bien desarrollada, que separa las an- ¡Mas e IS Graphomyia maculata (SCOPOLI) —Carena facial muy poco desarrollada (vestigios); an- -tenas aproximadas......... Musca domestica (L.) Some New Diptera From Argentina RAYMOND C. SHANNON Instituto Bacteriológico, Departamento Nacional de Higiene, Argentina Revista de la Sociedad Entomológica Argentina, N', 4, pps. 31-42, 1927 1927 Imp. PISELLI - San JuaANn 2544 BUENOS AIRES 16 Some New Diptera From Argentina BY RAYMOND C. SHANNON Instituto Bacteriológico, Departamento Nacional de Higiene, Argentina In the course of the entomological work at present beine conducted on the blood-suckine groups of Diptera in northern Argentina, by the Instituto Bacteriologico, certain species of Diptera have been obtained in the miscellaneous collectine which are of unusual interest. Several of these represent families which have not, as yet, been recorded for Argentina, some of which are herein described. In connection with these heretofore unrecorded families 1t will be appropriate to add a few words regarding the families of Diptera of Argentina, as a whole. In the “Catálogo de los Dipteros de las Repu- blicas del Plata””, published by Breéthes in 1908 (Anales Museo Nacional de Buenos Aires, vol. 16) fifty families of Diptera are recorded for Argentina. Certain changes have occurred in the status of some of these families since this date. At present some are considered as representing two families as in the case of the Bibionidae which is now divided into the families Scatopsidae and Bibionidae; the genus Cera- topogon and allies (Ceratopogonidae) have been separated from the Chironomidae as a distinet family; and certain genera formerly included under the old family Muscidae are now placed in a separate family, the Calliphoridae. On the other hand, certain other groups which were recognized as families are at present being included under others. Thus, the Limnobiidae are now grouped with the Tipulidae; the Phasiidae and Ocypteridae with the Tachinidae and the Anthomyidae and Scatopha- vidae are placed under the Muscidae. A certain species, recorded under the family Scatophagidae as Seatophaga diadema Wiedemann, belongs to the unrecorded family Phycodromidae. Choetura rufipes Macquart is likewise recorded under Scatophagidae. This genus and species is unknown to the writer, but it is practically certain not to belong to this family (= subfamily). Lately Bréthes has recorded the family Trichoceridae from Cape Horn and Alexander has recently recorded the Blepharoceridae, Dixidae and Tanyderidae, the former from Mendoza, the others from Cordoba. In the case of the Dixidae, it is now considered a subfamily of the Culici- 4 dae and the genus and species of Tanyderidae (Bruchomyia argentina) is now placed in the Psychodidae (subfamily Phlebotomynae). Another family, Psilidae, of which Weyenberg described a species, Chiliza persicorum, from Argentina, is omitted from Bréthes catalo- gue. After these additions and changes have been made, we find that there is a total of fifty-one families recorded from Argentina. At least twenty-two other families are known to oceur in other regions of America, the majority of which, no doubt, will be found in Argentina. It must be stated, however, that since the work of Felix and Enrique Lynch Arribalzaga, very little comprehensive work has been done on the Diptera of Argentina, with the exception of that on the Cnlicidae, Tabanidae, and the gall-makine Itonididae (Cecidom- yidae) and Trypetidae. Therefore, it is natural to expect that many new forms await discovery. This is very evidently the case, as is shown by the fact, that the writer, with limited time at his disposal for general collecting, has obtained representatives of eight of these unrecorded families, namely : Leptidae (Tucumán) Scenopinidae (Tucumán and Buenos Aires) Platypezidae (Tucumán) Pipunuculidae (Tucumán) Tanypezidae (Tucumán) Rhopalomeridae (Chaco; also specimens seen in Jujuy) Heteroneuridae (Chaco) Geomyzidae (Tucumán). Dr. Carlos Bruch has collected a species of Pyrgotidae from Cór- doba. The Museo de Historia Natural de Buenos Aires contains a speci- men of the family Apioceridae. In addition to the above, the Thau- malidae € Canthyloscelidae have been found in Patagonia. All com- bined makes a total of sixty-three families. The representatives of the Leptidae, Platypezidae, Pipunculidae and Tanypezidae are described in the present paper; while the others will be treated in a future paper. No doubt other species will be found which belong to these fami- lies. Likewise, in the course of extensive collecting many additional genera and species will surely be added to the known fauna of Diptera of Argentina. In fact, it would appear that the number of unknown species far exceeds that which is already known. One group of Diptera which is eommon in the Northern Hemis- phere, namely the Scatophaginae, seemingly has no representatives in Argentina. Scatophaga diadema Wiedemann, as stated above, belongs to the family Phycodromidae. Choetura rufipes Macquart, described from Uruguay, and which is likewise recorded under the Scatophagidae (vide Bréthes) is unknown to the writer and cannot be stated a! present whether it belongs to the Scatophaginae or not. Occasionally, special «search has been made for this group by the writer without results. DESCRIDERO NOE NEW ¿SPEÉCTES SUBORDER ORTHORRAPHA Series Brachycera Family Leptidae Flies with few or no bristles; thethird antennal joint with annu- lae or without annulae and bearing a terminal style, or arista; some or ali of the tibiae with apical spurs; pulvilli and empodium pad-like; wing veins well defined; not contracted anteriorly; squamae greatly reduced. Genus Chrysopila Macquart. Third joint small, rounded apically and bearing a terminal arista; anal cell closed just before the wing margin; body usually with abundant brassy or silvery pile. Chrysopi!a argentina, new species. Male: — Of rather small size (6 mm.; wing 6 mm.), a and abdomen covered with brassy pile; wine Catia “elouded. Head: — Ocellar triangie raised, dark gray in color; eyes contiguous above antennae; antenna small, black, the third join: smaller than the second; arista black, pubescent, about three times the length of the antenna; face and palpi dark gray. : Thorax: — Black, the dorsum overlaid with brassy pile; bristles present on postalar-callus and posterior margin of scutellum; pile present on upper margin of mesopleura, on lower portion of sterno- pleura, on the upper portion of hypopleura and on the metapleura; femora and tibiae yellow, a little darkened outwardly, tarsi dark; mid tibia with a pair of prominent apical spurs, hind tibia with a single spur. Abdomen: — Black, covered with yellow pile which on the sternum, is heavily intermixed with black. Wings: — Subhyaline, the stiema dark and the veins clouded; petiole beyond anal vein a little less than length of anterior eross- veln. Haltere: — Darkened apically. Female: — Somewhat large and more robust in appearance than the male. Front broad, nearly equal to one-third the head-width, dark gray in color, Three male and one female, collected in an open field near woods, and within shady woods. : Type locality: — Raco, 1,200 meters, Tucuman, (13.2.27; R. C. Shannon). Also from Tafi Viejo, Tucuman, (14.3.27; R. C. Shannon). Chrysopila delpontei, new species. A small, velvety black species with silvery decumbent pile at base of the abdomen. Male: — Length 5 mm.; wing 4.25 mm. Face, palpi and probos- cis black; thorax black; lees yellow with the tarsi and bases of the 6 femora darkened; upper surfaces of femora with whitish appressed scales; abdomen black with a white transverse stripe at anterior margin of second tergite; first tergite with white pile which overhangs the white stripe of the second tergite; wines hyaline with a dark stigma; petiole beyond the anal cell equal to one and one-half times the length of the anterior cross-vein; halteres yellow. Five males collected in shady woods. Type locality: — Quebrada de Lules, Tucuman (2.2.27, E. Del- Ponte and R. C. Shannon). Also from Tafi Viejo, Tucuman, (14.3.27, Del Ponte and Shannon). Named for Doctor Eduardo Del Ponte, entomologist of the Insti-. tuto Bacteriologico. SUBORDER CYCLORRAPHA Series Athericera Section Asdhiza Family Platypezidae Small, thinly pilose flies with few bristles and with the hind tarsi dilated; arista placed at the apex of the third antennal joint. The larvae live in fune. Three species of this family representine two genera, Platypeza and Agathomyia, have been found in the Province of Tucuman. The genera may be separated as follows. ; Platypeza: — Third antemnnal joint as long as broad; last section of fourth vein with a distinct angle, the terminal portion directed towards the third vein but does not joint it. Agathomyia: — Length of third antennal joint distinetly longer than its base, and strongly tapered; fourth vein straight Genus Platypeza Meigen The two species at hand may be separated as follows: Platypeza thomseni: Leneth of the preangular section of the fourth vein (between the posterior crossvelin and the angle at its apical section) is twice the leneth of the posterior erossvelt. Platypeza tucumana: Length of the preangular section of the fcurth vein approximates the length of the posterior crossvein. Platypeza thomseni, new species Male: — Of average size (3 mm., wing 2.5 mm.) with very large eyes (purlish red in life) body of a black, velvety appearance. Head: — Ocellar trianele black, elevated and equal sided; eyes broadly contiguous above and with enlarged facets; on the lower portion of the eye the facets are much smaller and darker:; antennae small, black, the arista very elongate; face black, with a faint grayish pruinescence and without hairs; palpi dark. Thorax: — Mesonotum with scattered, small setae and prominent bristles located as follows: one anterior sublateral; three notopleurals; cone at each posterior corner, one on the postalar callus; the seutellum with four marginal bristles, the posterior pair the longest. Legs: — Dark, obscurely yellowish; the hind tarsi paler; the hind tarsi moderately expanded. Abdomen: Of a richer velvety black color, the last segment grayish black; lateral margins with scattered hairs; on posterior margin of last segment the hairs are bristle-like and at the apex there is a series of eight bristles. Wing: — Hyaline, with iridescent reflections; length of auxiliary vein (between the humeral erossvein and its tip) much less than distance between its tip and apex of first vein; the preaneular section of the fourth vein (between the posterior and apical crossveins) about twice the length of the posterior crossvein. Female: — Front moderately broad, the width equal to about one- third the length; the fifth sternite with a group of five erect bristles, the sixth sternite with two bristles. Somewhat smaller in size than the male. Three males, one female; captured while running on the broad leaves of plants in shady woods. Type locality: — Quebrada de Lules, Tucumán (2 February, 1927, R. C. Shannon). Named for Señor W. O. Thomsen, engineer at the Quebrada de Lules, whose intelligent interest has greatly assisted entomological collecting in this favored quebrada. Platypeza tucumana, new species. Female: — Similar in size (2.25 mm.) and appearance to the female of P. thomsenmi. Front more narrow, about one-fourth the length; wing slightly infuscated anteriorly, length of auxiliary vein (between the humeral cerossvein and its tip) is equal to distance between its tip and that of the first vein; preangular section of fourth vein approximates the lenoth of the posterior crossvein. Six females, taken in the same habitat with P. thomsena. Type locality: — Quebrada de Lules, Tucumán, (2 February, 1927, R. C. Shannon). Genus Agathomyia, Verrall Agathomyia australis, new species. Male: — A slender species, of average size (3 mm., wing 2.5 mm.), velvety black, with an iridescent pattern on thorax and abdomen. Head: — Ocellar triangle moderate, equal sided and slightlw pro- tuberant; eyes very large, reddish (purplish in life) broadly conti- euous above; frontal trianele small, equal to ocellar triangle in size: face black with an iridescent refiection; antenna moderate, dark, obsecurely yellow; arista lone and slender. Thorax: — Mesonotum covered with an iridescent pattern except for a broad median velveíy black area which extends to the anterior but not to the posterior margin; the bristles are arranged as in P. thomsen1, except that the posterior mesonotal bristles are a little more 8 approximated; seutellum velvety black, the sides iridescent; pleurae black; sternum yellow; bases of legs yellow but the outer half of all the femora and remainine portions of the legs a little darkened; hind tarsi but little dilated and thickly with numerous short dark- bristles. Abdomen: — Velvety black, with an iridescent spot on the side of each of the first six segments. Wings: — Clear with faint iridescent reflections; fourth vein midway between the anterior crossvein and its apex. Haltere black. Female: — Very similar to the male. The front broad, widen- ing upwards and with an iridescent spot completely covering it below the ocelli. Sixth sternite with a row of five bristles. Two males, four females, taken while on the surface of big leaves of low growing plants in shady woods. Type locality : — Quebrada de Lules, Tucumán, (2 February, 1927, R. C. Shannon). Also from Raco, Tucumán, (13 February, 1927, R. C. Shannon). Family Pipunculidae. Thinly pilose or nearly bare flies, practically without bristles. Head very large subhemispherical, formed almost entirely of the eyes. Antenna with a dorsal arista; wings much longer than abdomen; last section of fourth vein curved forwards but does not joint the third. Tibiae without spurs. Ovipositor heavily chitinized, exserted. A very distinet family composed of usually small and dark flies. They possess remarkable powers of hovering and poising in the air. The larvae are endoparasites of other insects, mainly Homoptera. Four species of the genus Pipunculus are at hand but probably twenty or more will eventually be found in Argentina. They may be separated as follows: Key to species of Pipunculus. 1. Subcostal cell without stiema; tip of second vein much nearer the auxiliary vein than to the third vein Pipunculus lyncha. Subcostal cell with well defined stigma; tip of second vein nearer to Ihenámrd Yelmal.. de. e a bare atalaya 2. 2. Third antennal joint without a lone tapering process directed downwards; tergites dark with light gray posterior bands .. Pipunculus doellos. OO ORO OO OOOO: OOOO O PORO O ¡IO TOS OOOO Third joint with a long tapering process directed downwards; abdomen without distinet erossbands ................. 3. 3. Legs yellow with indefinite darkened areas on the exterior sides of the femora; third antennal joint pale yellow ...... A A A A A Pipunculus schreiter. Legs yellow with broad black irregular bands surrounding the greater portion of the femora; third antennal ¡joint blackish, the lower apex faintly yellow .................. A. A A A Pipunculus tucumanus. Pipunculus schreiteri, new species. Male: — Of moderate size (4 mm.; wing 4.5 mm.) and grayish black appearance. Head: — Subhemispherical, a little longer than its height, the frontal aspect nearly circular in outline; ocellar trianele shining black, small, a little longer than its base (upper margin); eyes broadly contiguous above; frontal trianele a little larger than ocellar triangle, covered with silvery pruinosity; third antennal joint produced downwards into a long point, yellow in color, likewise the base of the arista is yellow, the remaining portion and the two basal antennal Joints black; arista shorter than length of frontal trianele; face long and narrow with parallel sides, overlaid with silvery pruinosity; mouth parts light yellow. Thorax: — Dark, overlaid with a grayish pruinosity, without bristles and very thin pilosity. Legs: — Yellow with indefinite dark areas on the outer surface cf the femora, the tarsi slightly darkened. Abdomen: — Dark, grayish pruinose; a pair of small bristles at anterior corner of first segment. Wing: — Hyaline; last section of fourth vein without spur. Haltere: — Brownish, the intermediate portion of the stem pale yellow. One male, taken while hovering among the leaves of low plants. Type locality: — Raco, Tucumán (13 February, 1927, R. C. Shannon). Named for Señor Rodolfo Schreiter, a very enthusiastic natura- list and collector, of the University of Tucumán. Pipunculus tucumanus, new species. Male: — Very similar to P. schreiteri. Is somewhat smaller (3.5 mm.; wing 4.0 mm.); antennae black, the outer margin of third antennal joint tinged with yellow; legs yellow with broad bands of black surrounding the femora, their bases and apices yellowish; abdo- men with less pruinosity and more shininse in appearance. One male. Type Locality: — Quebrada de Lules, Tucumán (2 February, "1927, R. C. Shannon). Pipuncu!us doellod, new species. A distinctive species, easily separated by its large size (5 mm.; wing 6 mm.), the third antennal joint without a ventral pointed prolongation and the abdominal fasciae. It differs further in having the arista a little shorter than the length of the frontal trianele and a row of setae on the lateral margin of the first tergite. The abdomi- nal fasciae are interrupted in the middle on the third to sixth seg- ments. The female has a very long and narrow front which is still more narrowed above as it approaches the ocelli. The ovipositor is long and stout and yellowish in color. 10 One male, one female, collected while hoverins in herbage. Type locality: — Tafi Viejo, Tucumán (14.3.27, R. C. Shannon). Named for Doctor Martin Doello-Jurado, director of the Museum of Natural History, Buenos Aires. , Pipunculus lynchi, new species. A small (2.5 mm.; wine 3 mm.) shining black species, easily distingeuished by its wine venation and the presence of an obtuse spur on the posterior trochanter. Antenna black; third ¡joint produced into a long taperine point below; ocellar and frontal trianeles long, so that the eyes are contiguous only for a distance of six facets; thorax black, pale yellowish; lees black, the bases of the tibiae and the tarsi obscurely yellow; abdomen shining black; halteres yellowish. Une male. Type locality: — Tafi Viejo, Tucuman (14.3.27, R. C. Shannon). Family Syrphidae. This family is one of the best known groups of Diptera in Argen- tina, as a result of the excellent treatist published by F. Lynch Arri- balzaga (Anales de la Sociedad Cientifica Argentina, vols. 32, 33, 34, in instalments, 1891-1893) which still remains the major work on the family in this country. It is therefore unnecessary, at present, to give a complete deserip- tion of the family, or for the genera here treated. Genus Microdon Meigen. An apparently new species was recently found in association with a colony of ants (Camponotus (Myrmobrachys) mus Rog.; det. Bruch) at Alta Gracia, Cordoba. Two females were captured; one of them was taken while in the act of laying eggs in the middle of the trail (on the side of a rock) of the ants which were goine to and from to their nest, situated under a hugh rock. Perhaps the egos are picked up by the ants and carried into the nest where the larvae upon hatchins find themselves in a suitable environment. Microdon brucht, new species. Female: — Fairly large and robust (length 12 mm.; wing 9.5 mm.) ; general coloration dark bronze; wins veins infuscated. Head: — Front a little more narrow than width of face, slightly widenine downwards, bronzy black in coloration, clothed with black hairs on upper half and yellow hairs on lower half; antennae very elongate, black; proportionate length of joints: 1.0: 0.25: 1.10; (total length 3 mm.) arista equal to three-fourths the length of the tirst' joint; the face is siiehtly more than one-third the headwidth, gently arched in profile and uniformly clothed with yellow hairs, 11 Thorax: — Dark bronze in color, clothed with short yellow hairs; sentellum short and broad, about four times as broad as long, the hind margin straight and parallel with front margin, a spine at each poste- rior corner of scutellum. Legs: — Black with brownish pile. Abdomen: — Bronzy black with short brown pile and slightly longer and yellowish pile at anterior corners and along the sides of the íereites; a flattened tuft of black hair projectine from above the first spiracle. Wing: — Hyaline, but with the veins rather stronely and broadly infuscated; stiematical crossvein present; spurious vein actually joining the fourth vein; apical crossvein stronely sinuous, the apical portion recurrent and with a spur at its base. A male Microdon was seen on the same rock where the females were captured but could not be procured. Presumably it is the male of the species here described. It was smaller in size and the abdomen was of a distinet brown color. Two females. Type locality: — Alta Gracia, Cordoba (20 January, 1927, R. C, Shannon). lt is very appropriate to name this species for Doctor Carlos Bruch, who has so greatly advanced our knowledee on the ants and myrmecophiles, as well as the Coleoptera, of Argentina. Subfamily Ceriodinae. Two species of the subfamily Ceriodinae representine two genera are at hand. The antennifer (antennal process) is very short in both, ¡¡kewise the abdomen has a basal constriction. Ceriowdes: — Metasternam membranous on posterior surface. Polybiomyia: — Metasternam completely girdled with chitin. Genus Cerioides Rondani Cerioides barbipes Loew This species is very similar to a species of wasp, Montezumia sp. which oceurs in the same region. Also, there is a species of Ceramby- cidae, Sphecomorpha murina Klue (which has very small elytra, but large membranous wings), and a species of Lepidoptera, Pseudosvhe:: novercida Kaye, Syntomidae), which also bears a very close resem- blance to the same species of Montezumia. (Determinations made by Doctor C. Bruch). The appearance of the flv, moth and heetle is so wasp-like that the collector hesitates to pick them up with his fingers until a close inspection proves them harmless. Male: — A rather large black species (14.0 mm.; wine 11 mm.), the wing heavily infuscated basally and anteriorly. Head: — Triangular in outline from the frontal aspert, due to the face being strongly produced downwards; occiput covered with whitish pruinosity; ocellar trianele black, equal-sided; fronial trianele short but very broad, a short antennifer arisine therefrom and suppor- 12 tine the antennae; first antennal joint lons and slender; the second nearly as long but of larger girth; the third is a little more than one- half the length of the first and bearing a three jointed style, the apex of which is whitish; face broad, parallel sided and with a narrow vellowish stripe on each side extendinge from the oral margin to the eye, Thorax: — Black, with a trace of yellow on the post alar callj and the hind marein of the seutellum. Legs: — Black; mid tibia with a tuft of hairs extendine from its middle nearly to the apex, these hairs blackish basally but becomina pale outwardly; basitarsal joint of midd e lee with lone loose whitish hairs on lower surface. Abdomen: — Black, base of second tergite vellow; second segment strongly constricted at its base, its length a little greater than its posterior width; hypopyeium pointed apically. Wing: — Stronely infuscated basally and anterior to the third vein beyond the posterior erossvein and posterior to the third vein the wing is hyaline; stiematical crossvein very indistinct; anterior cross vein joining the discal cell well beyond the middle. Halteres yellow, the head with a black spot. Female: — Like the male, but with the front moderately broad and a velvety black spot on each side, contiguous to the eye; also without the lone hairs on the middle tibia and basitarsus. Five males, eight females, on flowers. Type locality: — Alta Gracia, Cordoba (20 January, 1927, R. C. Shannon). Also from Deán Funes, Cordoba (25, 1, 27, Shannon) and San Pedro de Jujuy, Jujuy (3 May, 1926, Shannon «€ Shannon). These last specimens were taken at the sap of trees. Polybiomyiía lyncharribalzagad, new species. Female: — A moderate sized (12.0 mm.; wing 9.5 mm.) black species with the anterior border black infuscated. Very similar in general appearance to the preceding species. Head: — Triangular from frontal aspect, the face moderately produced downwards; front black; a large velvety black spot bord- ering the eye margin below this and opposite the antenna a yellow spot borders the eye margin; antenna black; tip of style whitish; face black, broad, with parallel sides; a faint pair of yellowish submedian lacial stripes which are well separated from both the oral and the eye margins. Thorarx: — Black; a distinct yellowish pruinose stripe follow- ino the depressions of the transverse suture but not extending clear across; anterior and posterior margins of seutellum faintlv yellow. Legs: — Black; without tufts of hair. Abdomen: — Black, base of second segment stronely constricted and yellow. Wing: — Only the anterior margin (anterior to the third vein) brack; discal erossvein joining the fourth vein immediately beyond the middle of the discal cell. 13 Haltere: — Entirely yellow. One female. Type loca'ity: — Quebrada de Lules, Tucuman (2 February, R. C. Shannon). This species is named in honor of Enrique Lynch Arribalzaga who with his brother, have been the foremost workers on the Diptera cf Argentina. Subfamily Acalpterae Family Tanypezidae The flies of this fami'y are usually found in shady woods, resting an the broad leaves of plants. The larvae, very probably, are phyto- phagous. Tanypezidae: — Rather small to moderate sized flies. Eyes very large, cecupying much the greater portion of the head surface; arista pubescent; no oral vibrissae; legs long and slender, the tarsi longer than the tibiae; auxiliary vein distinct; first longitudinal vein term- inating near the middle of the costa; apex of fourth vein distinctly approximating that of the third; bristles of head and thorax well de- veloped. Tanypeza dallasi, new species. Male: — Moderate size (12 mm.; wings 9.5 mm.); black with silvery pruinose markings. Head: — Much shorter than high; in frontal aspect subellipitical ; front long and narrow (1 by 6, narrowest width) velvety black with a large silvery pruinose spot above ocelli and silvery pruinose on lower sides; ocelli well removed from the posterior orbit. Bristles: — A small pair of post ocellars: a large pair of inner verticals and two pairs of moderate fronto-orbitals. Antenna yellow; length of third joint twice its ereatest width; arista black, much longer than length of antenna, short pubescent. Face of moderate width, the lateral margins diverging downwardly; silvery pruinosity of the sides cont- inuous with that on the lower portions of the front; the median portion of face blackish above, yellowish below; palpi black, proboscis vellow. Thorax: — Mesonotum black, overlaid with yellowish pruinosity which is more pronounced posteriorly and rather bright silvery on and above the notopleura; pleurae black with a silvery pruinose area cover- ing the upper portion of the sternopleura, the posterior two-thirds of the mesopleura and which is continuous with the silvery area of the notopleura; silvery area on the hypopleura and another on the meta- pieura extendine backwards and across the metanotum. Bristles (for cach lateral half of thorax); one humeral, one sublateral, two noto- pleurals, three posterior dorsocentrals, one supra-alar, two on the post alar callus; the pleurae without bristles except for two strong and several weak ones on the upper posterior corner of the meso- 14 pieura; the mesopleura, sternopleura and pteropleura pilose; metas- ternum completely girdled with chitin. Legs: — Fore coxae, 'all femora and fore tibiae yellow; remainder of lees darkened, but the mid and hind tibiae have broad yellowish bands beyond the middle; hind tibia with a sub-basal curvature; base of hind basitarsus with a scale-like expansion fringed with strong setae. Abdomen: — Shining black, hypopyeium silvery pruinose; basal iergite with yellow hairs; remainder of abdomen with black hairs. Wing: — Faintly infuscated; distance between tips of third and fourth veins less than length of anterior crossvein. Haltere: — Brownish basally, whitish beyond, a row of short setae along anterior margin. Eight males. Type Locality: — Quebrada de Lules, Tucumán (2 February, 1927, R. C. Shannon). Also Tafi Viejo, Tucumán (14.3.27, Del Ponte and Shannon). This species is named in honor of os E. D. Dallas organizer and president of the Sociedad Entomológica Argentina. RESUMEN Las siguientes familias de Dipteros, son citadas por la primera vez para la Argentina: Leptidae, Scenopinidae, Platypezidae, Pipuneu- lidae, Tanypezidae, Rhopalomeridae, Psilidae, Heteroneuridae, Geomy- zidae, Pyrgotidae y Apioceridae. Además se describen nuevas especies: Chrysopila argentina y delponter (Leptidae) ; Platypeza thomsenmi y tucumana y Agathomyia australis (Platy- - pezidae) ; Pipunculus lyncha, doellor, schreiteri y tucumanus — (Pipuncu- lidae) ; Tanypeza dallasi (Tanypezidae). Microdon bruchi y Polybiomiyia lyncharribalzagad son también es- pecies nuevas y Ceriowes barbipes Loew (Syrphidae), han sido encon- trados en Córdoba. (EE DES.) s A N 4) ; e 16 : IN HS La po TABA SGISA SAA : DEALER y ARIRAT rn H6=Yis3l- 192 BR RAYMOND O. SHANNON In a publication, on Syrphidae, 1 placed the name Masarygus as a subgeneric name of Mierodon. Doctor Bréthes maintains that it should have generic rank. In considering whether ““Masarygus'” should have generic or sub- generic value, the followine facts should be kept in mind. 1. There is no fixed rule for definine a genus. In the last analysis it is largely a matter of personal opinion as to what consti- tutes a genus. Accordinely a generie concept is subject to change, and frequently it is based upon the opinion of the last worker who published on it. Also, it frequently happens that as more species in a glven group are studied, intermediate forms between two so-called venera will be found which will definitely eliminate one of them, as the two will then have to be combined. (It is easy to find strikine diffe- rences between two species from widely separated localities, or even in the extreme types of a genus in the same locality, but when material from intermediate regions, or intermediate forms, are studied it may be found that they cannot be considered separable under two generic names). As a strikine instance of this very thine, we have recently witnessed the placing of thirty-six generic names of so-called genera, allied to Anopheles, under the single generic name Anopheles (Christo- phers, Dyar and Root) and of this ereat array of names only five have been reserved for use as subgenerie names. This comes as a re- sult of the fact that at this date the Anopheline fauna of the entirely world has been rather thoroughly studied, and the so-called generic differences have melted away in the process, one by one. 2. A character, or set of characters, which may be considered of sveneric value, varies considerably in different groups. In one case a rather insienificant character (at first consideration) may be shown to have constant value in the matter of separating genera in some eroups, but this same character may not have even specific value in another group. Even very strikine characters which elsewhere would be considered of prime importance in certain groups are only consi- dered as having specific value. In other words the definition of ge- nera, should depend largely upon the plasticity of the particular eroup under consideration. 38 REVISTA DE LA $, E. A. (N.0 6 — 1928) The genus Microdon itself offers a splendid example of a very plastic morphological group. It is very rich in species, which show a great variety of form, color and structural differences. In spite of this great diversity of differences, workers have found it most unsa- tisfactory to attempt to divide the eroup, even to the point of making tangible subeenera and consequently all of the American and prac- tically all of the old world forms are retained under the single ge- neric name, Microdon. Even such a remarkable character as the com: plete loss of an abdominal segnmient which a certain species of the eenus Microdon, namely Microdon lactipennmis Shannon, shows has been considered as only a specific character. We would expect that the complete loss of a seement would indicate at least a generic dif- ference (possibly a family difference) especially as no other species of the Syrphidae have the abdominal segments reduced to such a small number. In this case, the species is so obviously a member of the eroup Ubristes, that there would be nothine gained by placing it in a eenus of its own, and certainly to make it the type of a group higher than agenus (tribe or subfamily) would be very unfortunate. The eroup Ubristes is peculiar in that it resembles the stineless honey bees, eenus Trigona, but aside from this resemblance, and an unusal number of strikine characters (which I considered purely specific) 1t shows no common morphological character whereby it can be separated from the other members of the genus Microdon even as a subgenus. Even Ya- sarygus planifrons is no more peculiar in its way, than are the species, of Dbristes. Finally, it has come to be a recognized procedure among entomo- logists not to create genera on the basis of sexual characters alone (as was done in the case of Masarygus Bréthes) and until doctor Breéthes demonstrates that the female as well as the male is generically dis- tinct from the other species of Microdon on the basis of a character common to both of them, the so-called genus Masarygus will not be accorded generic rank by the entomological profession. Certainly, it does not represent a different family from the Syr- phidae, as it was deseribed by Dr. Breéthes. Recently, another species with a divided third antennal joint (similar to that of Masarygus plamfrons Bréthes) has been described from Australia, under the name Microdon alcicornis Fereuson (Revi- sion Australian Syrphidae, part I, 1926). Ferguson remarks: “The antennal structure is most extraordinary but I do not think this sufficient to justify the erection of a new ge- nus, as in all other respects the species is in agreement with other Australian species of Mierodon and the antennae are most variable in this genus??. s (N.* 31927) REVISTA DE LA S. E. A. 5 (2 AS Una nueva especie de Syrphidae: Quichuana Rieseli POR RAYMOND UC. SHANNON (Del Instituto Bacteriológico del Dept. Nacional de Higiene) La primera especie aquí descripta pertenece al género Quichuana Knab 1913 (subfamilia Eristalinae, familia Eristilimi). Todas las es- pecies antes conocidas de este género se encuentran en la América tro- pical. La presente especie es de especial interés, siendo el primer ha- llazeo en la Argentina, así como también el primero en la región sub- tropical, habiendo sido recogido en el Cerro de Aconquija, muy pró- ximo a la ciudad de Tucumán. La larva corresponde al tipo (““Rat- Tail”?) cola de rata, que es característica de la Eristalinae. El señor Riesel encontró la larva en una especie de Bromelia de hojas espinosas, cuando buscaba larvas de mosquitos. El que suscribe encontró larvas de Quichuana calathea en las bracteas de las flores de la especie cala- thea (Panamá). Estos datos indican que la especie de este género eustan eriarse bajo tales condiciones. Quinchuana Rieseli n. sp. — Del mismo tamaño y robustez que Q. champiom (Williston) (México), y con las siguientes característi- cas: Cabeza: Diámetro frontal mínimo (en la región ocellar), casi igual al largo del tercer artejo de la antena, ensanchándose gradual- mentz2 hacia abajo siendo en la base de la antena igual al largo de ésta; Írente ampliamente cubierta con pelos sueltos, de color amarillo, negro en la región ocellar; antenas castaño oscuro; arista castaño pró- ximamente del mismo largo que la antena y más o menos igual a dos tercios del ancho de la cara; la cara casi enteramente cubierta como por polen de color claro; vestida con pelos más bien largos y flojos; ojos pilosos. Torax: Mesonoto bronceado oscuro con un par de líneas paramedianas como cubiertas por polen de color claro, con pelos ama- rillentos; una fila transversal interrumpida de cerdas negras, cerca del borde anterior. Patas: Femur es negro, sus ápices amarillentos, tibias amarillentas en la ianitad basal, más oscuro sobre la mitad exter- 6 REVISTA DE La S, E, A. (N.o 3 — 1927) na, tarso castaño, más oscuro en el ápice, el femur posterior con pelos largos y duros sobre la superficie ventral y dirigidos hacia abajo. Abdomen: Bronceado oscuro, el segundo tergito con una grande man- cha opaca y triangular en el centro, la base de la cual confina con el margen anterior del tergito; el primer tergito con vello tupido de co- lor amarillo, el resto del abdomen ampliamente cubierto con pelos cor- tos y amarillentos mezclados con aleunos pelos negros. Ala: Venas de la mitad anterior del ala ahumados. Escuma inferior: Amarillo pálida, su borde externo ennegrecido. Cilias amarillo-pálidas. Largo: Cuerpo, 10 mm. Ala, 8.5 mm. Una hembra, el holotipo, obtenida de una Bromelia de hojas espi- nOsas. Tucumán, Julio 12 de 1926. — M. A. Riesel, coleccionista. (En la colección del que suscribe.) Dedicado al señor Marcos Riesel, su descubridor. ANALES DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL « BERNARDINO RIVADAVIA », BUENOS AIRES Tomo XXXIV, páginas 573 a 576, diciembre 28 de 1928 (Entomología, Publ. no 142.) TWO NEW AND REMARKABLE SYRPHIDAE IN THE MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL DE BUENOS AIRES By RAYMOND C. SHANNON Thanks to the courtesy of Professor Doello- Jurado, director of the Museo de Historia Natural de Buenos Aires and to Doctor Juan Brethes, curator of the collections of insects, I have been able to examine their collection of Syrphidae, which includes the remaining type specimens of this family described by F. Lynch Arribálzaga. Among others, there are two new species, belonging to different genera, which are of sufficient interest to merit being described im- mediately. Tribe MYIOLEPTINI Lepidostola Bréthesi, new species This species was originally determined by Brethes as Lepidostola pulchra Willinston (West Indies) to which it bears a remarkably close resemblance. However, in the species at hand, the metasternum is completely girdled with chitin, a character hitherto known only in one other genus of its tribe Myioleptini, namely Zonemyía Shannon, 1925. L. Brethesi lacks the facial carina and transverse row of spines on the anterior margin of the mesonotum which are characteristic of Zonemyia ; and although it differs from the other species of Lepidos- tola by the presence of the complete girdle of chitin on the metaster- num, it is retained provisionally in this genus. Description of species. — Male: Occipital pile normal, ocellar triangle with yellow pubescence, frontal triangle dark with upper 14 574 ANALES DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL (along eyes) margin covered with small yellow scales, face dark, co- vered with yellow pubescence (except at jowls) not of uniform den- sity ; antennal joints slender, their relative lengths being 1,0; 1,10; 3,0; arista 3,0; basal joints yellowish, third joint and arista dark brown. Thorax : Mesonotam with three transverse rows of yellow scales, the first and second continued over into the pleura and meet- ing on the sternopleura ; apex of scutellum rather sharply pointed. Legs: Yellowish brown; femora moderately thickened, fore femur with single row of spines on apical two-thirds; second with double row on apical two-thirds and hind femur with a double row on its entire length ; all femoral spines ventral and unusually large. 4bdo- men : Slender, second, third and fourth tergites each a little longer than broad, first tergite dark, second yellow with a median longitu- dinal dark strip which is expanded behind and extends clear across the posterior margin; third similar but with the black more extensive; fourth entirely dark and with scattered white scales and very sparse white pile. Wings : Clear, villi dark brown, anterior margin narrowly, and a narrow preapical cross band (which does not extend to post margin) dark brown; spurious vein absent, fourth vein meets the third at a sharp angle, the petiole beyond a little longer than length of discal crossvein. One male. . a Type locality : Bolivia (Prov. Sara). Type: In collection of Museo Historia Natural de Buenos Aires, n” 11.863, J. Steinbach leg., 1916. Lepidostola ortalina, Van der Wulp L. ortalina, V. D. Vulp, ZTyds. voor Entom., vol. 31, pag. 374, 1888. (Vide F. Lynch Arribálzaga, 4n. Soc. Cient. Argentina, vol. 32, pag. 43, Bue- nos Aires, 1893). Three specimens (females) of another species of this genus are at hand from Argentina, namely Lepidostola ortalina, originally des- cribed from Córdoba. Apparently the species is rare as additional specimens have not been recorded since it was first described. It differs from L. Brethesi in having only one transverse band of yellow scales on the mesonotum, posterior margin; whitish scales are , scattered over the remainder of mesonotum; and the scutellum is produced backward somewhat in the manner of an obtuse thorn; the basal third of all the femora and the three basal joints of all the tarsi are bright yellow, remainder of legs blackish. In respect to the AS TWO NEW AND REMARKABLE SYRPHIDAE 570 shape of the scutellum and coloour of legs, it agrees with Lepidostola Jenningsi Shannon, 1925 (Panamá), but this species has an anterior and an interrupted median cross band of yellow scales on the meso- notum as well as the posterior one. The metasternum in ortalina is membranous behind as in Jenningsi. Localities: La Rioja (Collection Museo Historia Natural Buenos Aires); Alta Gracia, Córdoba (29, 1. 27, R. C. Shannon); Vipos, Tu- cuman (4 March, 27, E. del Ponte). Genus VOLUCELLA Geotfroy Subgenus Volosyrpha, new subgenus The subgenus is based upon a species possessing several remar- kable characters. Differs from other subgenera of the genus by the presence of a frontal tubercle, a long arista with short dense plumo- sity above and below and scattered long hairs above, the apex bare; the usual dorsal and ventral surfaces developed into three planes and in having the hind tibiae greatly enlarged and arcuated. Phalacromyia is the nearest related subgenus. Type species: V. (V.) tibialis, new species. Volucella (Volosyrpha) tibialis, new species Description of species. — Female: Front shining black, rather nar- row, diverging downward, ocelli raised on a large tubercle, evidently a dense tuft of black hair normally present between the ocelli as a distinct granulose area is present; a second and very distinct tu- bercle present a little above middle of front; pile on front scattered and pale in colour; antennae yellowish brown, first and second joints short; length of third joint about two and one-half times its width at base, progressively but little narrowing apically; arista longer than length of antenna, the apical sixth bare but remainder with dense, black and short plumosity above and below and scattered long hair above; face dark, region of tubercle brownish, a yellow stripe extending from lower oral margin to eye; face flat below antennae, raised to a tubercle and below tubercle to oral margin straight. Tho- rav: Black with black bristles and pile, the pile lighter alons sides of mesonotum, also a pair of submedian stripes of light pile on ante- rior half of mesonotum. Scutellum of very curious shape, the normal dorsal and ventral surfaces developed into three planes, an antero- 576 ANALES DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL dorsal surface (normal dorsal) which is hollowed above, a « horn » resulting at each corner, a tuft of black hair on each «horn»; a posterior surface which is flat (development from the.preapical dorsal flat area, a characteristic of the subgenus Phalacromyia); and a flat ventral surface, lower lateral margins of scutellum with several bristle-Jike long hairs (the normal marginal scutellars); femora and tarsi more or less yellowish brown, tibiae darker and clothed with long shaggy black hair; hind tibia greatly enlarged and arcuate; (as in some species of Mallota) the hind tarsi strongly incrassated (more so than in Microdon). Wing: Distinctly but not uniformly darkened ; marginal cell open ; apical crossvein, with bow above the middle; spurious vein rather weak; squamae infuscated; halteres darkened. Abdomen: Short and broad, dark shining brown. Length S mm.; wing 8 mm. One female. Type locality. Misiones. Type : In Museo Historia Natural de Buenos Aires, n* 7600, C. Spegazzini leg., 1907. ' [Recibido para su publicación en febrero de 1928.] REVISTA DE LA Sociedad Entomológica Argentina Año II | BUENOS AIRES, NOVIEMBRE 1% DB 1927 N% 4 Contribución a los estudios de las zonas biológicas de la República Argentina RAYMOND CU. SHANNON En primer lugar quiero felicitar al Dr. Dallas, primer presidente y organizador de la Sociedad Entomológica Argentina, y a todos sus socios por el éxito de la institución. - Es muy interesante para los entomólogos que visitan este país en- contrar una sociedad tan bien establecida y organizada. Se sienten co- mo si estuviesen entre amigos, con un interés común en sus trabajos, y naturalmente haciendo de ella el punto de reunión de las ideas y opiniones entomológicas. Juzeando por el excelente principio de su oreanización, por el en- husiasmo de sus miembros, por la riqueza y el interés único de la fauna de insectos del país, me alegro de poder vaticinar a la Sociedad un éxito continuo en sus estudios entomológicos. El hecho de existir una organización central de entomólogos en la Argentina, facilita la cooperación con los de otros países, por lo cual no es arriesgado decir que esta Sociedad es una valiosa institución. La Sociedad tiene una importante misión, que es la de colocar los conocimientos entomológicos de la Argentina sobre una base firme, Por medio del saber semejante recogido en todas partes del mundo, será posible reunir en una sola la categoría del mundo entomológico actual. Una de las principales cosas que hay que efectuar para este fin, es la compilación de un catálogo completo (incluyendo bibliografía) de los insectos argentinos. Es muy probable que más de mitad de ellos sean desconocidos: el primer paso sería acumular material de todas las partes del país. Tenéis entre vosotros un naturalista cuyos trabajos en este sentido sirven de modelo en cualquier país; nunca he visto una colección tan bien arreglada y tan prolija como la del Dr. Bruch. Además de dar al mundo y a vosotros mismos un catálogo siste- mático de los insectos de la Argentina, hay varios otros campos de 2 REVISTA DE LA S. E. A. (Ne AraO 27») investigación aun más importantes, y que están al alcance de vuestra organización. Entre los problemas más importantes para resolver en la actualidad y en el futuro, se encuentran los estudios biológicos de los insectos, su fisiología, psicología, morfología y causas de variación. De los conocimientos derivados de estos estudios podremos dominar las especies nocivas, propagar las útiles (parásitos benéficos, ete.), y en algunos casos, especialmente en la esfera de los estudios de gene- sia, el hombre llegará a comprenderse mejor a sí mismo y a sus ani- males domésticos por medio de este estudio de variación y herencia en los insectos. Las observaciones hechas por el Dr. Dallas sobre las variaciones y monstruosidades de Coleópteros serán de eran valor para dichos estudiantes. El primer paso, para resolver estos problemas importantes, es eo- mo ya he dicho, coleccionar, clasificar y catalogar los insectos de la Ar- eentina. Una de las mayores dificultades consiste en identificar co- rrectamente las especies; además de los métodos comunes de clasifica- ción, por medio de su estructura, forma y color, hay otros de gran valor. Uno de éstos consiste en la distribución geográfica. ¿Puede una especie encontrada en la Argentina ser idéntica a otra conocida como solamente de N. A., Africa o Australia ? Esto es muy importante para decidir muchas veces sobre el valor de una especie. Por ejemplo, ¿es Anopheles pseudopunctipennas, es- pecie bien conocida en California, Panamá y otros de los países ame- ricanos más tropicales del norte, la misma que la así llamada en Ar- gentina ? : Por la semejanza de su estructura, parece haber solamente una especie que se extiende continuamente desde California hasta San Luis (Argentina); pero las costumbres de los adultos y su capacidad como conductores de malaria difiere a tal extremo en las diferentes partes de su distribución, como para hacer dudar si el individuo ar- ecntino es de la misma especie que el californiano. Si no fuera por la distribución tan continuada que existe casi en toda la América oc- cidental, si se encontrara sólo al norte o al sud de su área geosráfica actual, no hay duda que se consideraría bajo dos nombres distintos. Pero la distribución geográfica confirma nuestra creencia, basada so- bre el estudio de la morfología, que hay solamente una especie. El propósito de esta comunicación es tratar de la distribución de ciertos grupos y especies de Dípteros (que he podido observar en la Argentina) y también hablar de ciertas regiones en ella, que parecen representar zonas biológicas diferentes. Pero, primeramente quiero agradecer la espléndida colaboración que me ha dispensado mi colega el Dr. Eduardo Del Ponte, como asi- mismo la colaboración de varios miembros de la institución, los doe- tores Bruch, Doello-Jurado, Lahille y Breéthes, también como a los - Drs. Lillo y Schreiter de Tucumán, al Dr. Paterson de San Pedro de Jujuy y al Dr. Davis de la Fundación Rockefeller. Debo agradecer tam- bién a la institución por haber puesto a mi disposición la “Revista de la Sociedad Entomológica Argentina”? para la publicación de mis artículos. Es también con placer que puedo señalar el interés y la relevante concepción con que el Dr. Aráoz Alfaro, el Dr. A. Sordelli y otras autoridades del Departamento Nacional de Higiene tienen sobre los PP. (N.* 4 — 1927) REVISTA DE LA $, E, A. 3 aspectos científicos más amplios de la entomología. Es a ellos que debo eran parte de los resultados de mis trabajos. Posición especial de la Fauna Argentina Referente a la distribución de insectos, Sud América en conjunto, y Argentina y Chile en particular, ocupan una posición única en el mundo. En la actualidad estos dos países están completamente aislados del resto del mundo entomológico, excepto hacia el morte, y no han tenido conexión con otros países desde su separación de la región australasiana. Pero antes de esta separación muchas familias actuales, y en algunos casos ciertas especies, ya existían; encontramos represen- tantes de los mismos grupos en las dos regiones diferentes. Patagonia puede considerarse como teniendo una relación más o muwnos estrecha con la región australasiana. División de Sud América en tres regiones principales Sud América se puede considerar dividida en tres grandes regilo- nes: una región occidental y altamente montañosa, una reción central y baja y una área oriental montañosa. Los orígenes de los ríos Orinoco, Negro, Amazonas, Madeira y Paraguay forman casi una unión continua de terrenos bajos, la cual está unida también con la región de la pampa argentina y esta comarca separa la zona biológica de los Andes, del resto de Sud América. Cada una de estas tres grandes regiones puede ser subdividida en zonas me- nores. Zonas biológicas de Sud América A. Región Andina. 1. La Zona Norte húmeda, que se extiende desde Panamá hasta la parte central del Perú. Se puede dividir además, según su altitud, en zona litoral, tropical, templada y ártica. 2. La Zona seca, que se extiende desde el bajo Perú hasta el cen- tro de Chile y Argentina. Se puede subdividir de igual forma que la zona anterior. 3. La Zona húmeda, o sea la región Patagónica Andina. Se pue- de dividir también según la altitud. Esta región se caracteriza por densos bosque de Nothophagus, plantas halladas solament» en Patago- nia y en Nueva Zelandia. B. Zona Central o baja: — Esta puede dividirse seyún su clima y la caída de las lluvias, en: 1. La Zona tropical húmeda al norte. 2. La Zona tropical y subtropical al centro: conocida como el ““Gran Chaco”, + MAR REVISTA DE LA $, E. A. (No 4 — 1927) 3. La región templada más o menos semiárida de la Argentina, que aún podría ser subdividida. C. La región montañosa oriental dividida por el río Amazonas y que comprende principalmente a: 1. Las montañas de las Guayanas. 2. Las montañas del Brasil. > Ambas son particularmente tropicales, pero la parte más baja de las montañas brasileras se extiende a la zona subtropical. en el terri- torio de Misiones. El clima tropical de la mayor parte de América del Sud es su característica más importante; pero hay una importante zona templada que ocupa la región del Sud. La República Argentina, encontrándose al Sud del Ecuador, posee para los investigadores norteamericanos un interés especial. Espera- mos, naturalmente, encontrar una fauna muy distinta (por encontrar- se en el hemisferio opuesto), pero al mismo tiempo habría entre ellos una cierta semejanza, pues ambas ocupan gran parte de la zona tem- plada. el En conexión con el clima, la característica más importante está representada por la Cordillera de los Andes. Sus altas altitudes con- servan un clima templado a través de todas las latitudes y así permiten la conexión de las faunas de regiones templadas de Norte v Sud Amé- rica. Esto es lo que sucede actualmente, y nosotros encontramos repre- sentantes de dicha fauna de la zona templada en la Argentina y en Chile, hasta tan lejos como la Tierra del Fuego. No es dudoso que cuando la fauna de Sud América sea mejor conocida, se encontrarán representantes de ella en Norte América. La temperatura en toda la Argentina (excepto en ¡os picos mon- tañosos cubiertos eternamente por las nieves) es suficientemente alta para permitir la existencia de insectos a través de todo el territorio; por lo tanto, si el clima del país es un factor importante en la distri- bución de los insectos, éste debe ser subordinada a otro factor: las lluvias. Ciertas partes de la Argentina tienen grandes lluvias, especial- mente en Misiones y de la región del Nahuel Huapí. Otras regiones, es- pecialmente a lo lareo de los Andes, en la mitad norte del territorio, encuentra el otro extremo de las cantidades anuales de lluvia, pues son excesivamente secas, a causa de la escasez de dichas aguas pluviales. Es así que las lluvias deben ser consideradas como el factor más impor- tante en la distribución de los insectos en la Argentina. En ciertas re- ciones se encuentran Dípteros cuyo estado larval requiere aguas frescas, y en las otras comarcas encontramos especies que prefieren regiones secas O aguas impuras. Las montañas o las altitudes del suelo deben considerarse como un factor que sigue en importancia a la temperatura y a la lluvia, pues en las partes secas del norte argentino, estas diferencias de nivel sirven para recoger las aguas de las lluvias débiles y conservar los pequeños riachos y corrientes por medio de manantiales, ojos de agua, etc, (No 4 — 1927) REvISTA DE LA S. ] ") y . A. ¿Algyrasr ZONAS biológicas de la “America dl /9d RES Sa Gxayanas el Boh via ' Ecuador ricoínio Zona Tropuca Alhiplanorael Brasil, Cordillera Zona del Pacifico Gran Chaco Pampa S lona seca Rrgentim coa Palagonia EsTe Pe.ta gamia Andina 6 REVISTA DE LA S. E. A. (N.. 4. 1027) En las montañas son abundantes las corrientes rápidas de agua. que sirven admirablemente como criaderos de larvas de Simuliidae (je- jenes). Sus larvas se crían solamente en estas corrientes rápidas, cla- ras y frescas, pues necesitan una gran cantidad de oxígeno en solu- ción. Por consecuencia la distribución de las especies de esta familia ofrece un espléndido carácter de ““índice”” de la naturaleza de la fau- na de las zonas biológicas. También las especies de Blepharoceridae, cuyas larvas viven en las caídas de agua, frescas y claras, claramente indica la naturaleza de la resión donde ellos se encuentran. Algunos de ustedes, notablemente Deletane y Bruch, han traba- jado sobre las distintas zonas entomológicas de la Argentina. La pre- sente contribución no tiene erandes novedades en lo que respecta a es- tas zonas entomológicas; su intención es de hacer resaltar el hecho de que existen zonas biológicas claramente definidas en la Argentina. Las zonas biológicas argentinas. Las principales zonas, como yo-las concibo, a base de la distribu- ción de los Dípteros, se pueden clasificar como sigue: A. La región subtropical, poblada de bosques en Misiones. 10 o más especies de Simuliidae se encuentran aquí y también nna especie de Blepharoceridae. B. El Chaco Argentino, que forma parte del Gran Chaco y tam- bién del Paraguay y Bolivia. Es llano y semiárido; se extien- de entre el Río Paraná, la base de los Andes y a las partes Sud y Norte de Santa Fe y Santiago del Estero. No se han encontrado aquí especies de Simuliidae. Las laderas occidentales de los Andes en Salta, Jujuy, Tueu- mán y probablemente incluyendo la zona serrana cordobesa. Esta zona es principalmente la cuna de Anopheles pseudo- punctipenmis. Se conocen 5 especies de Simuliidae en estas provincias y 2 en la zona cordobesa, una de las cuales no se conoce más al norte. En Salta se ha encontradc una especie de Blefarocerido. D. La región muy seca en la parte occidental de la República: Los Andes, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, San Luis y las partes céntricas de La Pampa. No se han citado Simuliidae de estas regiones, pero es seguro que ellos se en- cuentren en las montañas. E. La zona oriental templada que existe al Sud de Misiones, al este del río Paraná, que se prolonea al sud hasta la Patago- nia, incluyendo también la parte sud de Santa Fe y el este z de Córdoba. En Bahía Blanca se ha encontrado una especie, pero es seguro que otras especies se encuentran en otras partes de esta zona. Y. La zona Patagónica seca. No se han encontrado Simuliidae. Los insectos son típicos de una región seca. G. La zona Patagónica Andina. 10 o más especies de Simuliidae se encuentran aquí; también Blepharoceridae. (No 4 — 1927) REVISTA DE LA $. E. A. y Estas zonas pueden clasificarse en grupos con el nombre de zonas mayores, como por ejemplo la mitad norte de la Argentina en la cual se encuentra solamente el género Anopheles, y se puede llamar zona anofelínica o zona subtropical y templada y la Sud se llamaría la zona Patagónica o zona no anofelínica. Por otra parte, las zonas mencio- nadas se pueden aún dividir en zonas más pequeñas. Origen de los Dipteros de la Argentina El origen de las varias familias de los Dípteros areentinos per- mite clasificar su fauna en cuatro grupos: 1. La fauna nativa. ; 2. Peregrinos de la zona templada norte, que han penetrado por los Andes. 3. Peregrinos de los trópicos americanos. 4. Especies cosmopolitas o adaptadas. Considerando la fauna de la Patagonia Andina (del lado argen- tino y chileno), será conveniente dividirla en tres partes: 1. La fauna primitiva o reliquias del antieuo período mesozoico. Muchos de los géneros y en algunos casos especies, son idén- ticas con los encontrados en Nueva Zelandia y Australia y no se encuentran en ninguna otra parte del mundo. 2. Peregrinos del Norte, en la época post-elacial. 3. Peregrinos recientes o especies cosmopolitas. £s también evidente que ciertos representantes han tenido su ori- gen en la fauna nativa de Chile, particularmente ciertas especies pro- cedentes de la región del lago Nahuel Huapí. Hay sin embargo, re- presentantes de una familia peculiar de Dípteros, al norte de la Ar- gentina, llamada “Chiromyzidae””, que puede haber tenido su origen en Chile. Sin embargo, como se trata de una familia muy antigua, puede haber estado bien esparcida por Sud América antes de que los Andes existiesen, y esto explicaría su presencia en ambos lados de la Cordillera. De acuerdo con la fauna de Dípteros de Chile, se puede asegurar que ésta es una de las más extraordinarias del mundo. Se hallan aquí muchos tipos extraños y arcaicos que no se encuen- tran en ninguna otra parte; Chile puede considerarse como una is.a grande, separada del resto del continente por las regiones áridas del norte y los elevados Andes al este, y su relación más íntima con la fauna de insectos de otros países se halla en Argentina, con las regio- nes montañosas comparativamente bajas de la Patagonia. Factores que influyen en la distribución Las características físicas de la Argentina son bien conocidas para ustedes y no es necesario detallarlas aquí. También se sabe que los principales factores que influyen en la distribución son la temperatu- ra, la lluvia, la altitud, los tipos de vegetación, el carácter del país, el 8 REVvISTA DE LA $, E. A. (No 4 —— 1997) terreno y los enemigos naturales. También en el caso de insectos pa- rásitos (parásito del hombre, de los mamíferos, de las aves, de otros insectos y de las plantas) la distribución depende de la distribución de sus huéspedes. Distribución geográfica de los Anofeles en la Argentina. Puede establecerse que en general los mosquitos del «énero Anophe- les se encuentran solamente en la mitad norte de la Argentina, es de- eir al norte de una línea que pase por las ciudades de San Juan, Cór- doba y La Plata. Es evidente que la temperatura y las lluvias, com- binadas con las altitudes son los factores principales que originan esta distribución. Tres especies: albitarsis, argyritarsis y tarsimaculatus, se encuen- tran a través de la mayor parte de la región citada, pero las otras tie- nen una distribución más localizada; podría esto permitir que dicha mitad norte de la Argentina puede ser dividida en tres zonas ecológi- cas distintas. Aunque dichas zonas, no están nítidamente separadas unas de otras (por ejemplo la zona lateral ejerce mayor o menor in- flunecia sobre la zona central), encontramos que sus características fí- sicas y climatológicas son lo suficientemente distintas para poder ser delimitadas. : 1. Noroeste argentino, que podría llamarse zona del pseudo- punctipenmis. Esta especie se encuentra en Tucumán, Salta, Jujuy, Este de Catamarca y La Rioja, norte de Córdoba y probablemente al N. de San Luis (donde suelen existir epidemias palúdicas) y parte de Santiago del Estero. La región es semiárida, más o menos elevada, siendo en parte montañosa. Además de pseudopunctipennis, se encuen- tran es esta zona las especies siguientes: albitarsis, argyritarsis, tarsi- maculatus, rondona, davist y perezt. 2. Zona media. Baja, llana, semiárida con bosques escasos (la ma- yor parte con montes bajos de madera dura), estando situada entre las últimas estribaciones andinas y los ríos Paraná y Paraguay. La fauna anofelina de esta región es muy poco conocida; princi- palmente en su parte central, pero como a'bitarsis es la única especie que ha sido encontrada en Añatuya, (Santiago del Estero) y en com- pañía con pseudopunctipennis, en la ciudad de Santiago del Estero, podemos decir que esta zona media está relativamente libre de Anophe- les. A los lados hay otras especies. 3. Zona Este. Incluye los valles de los ríos Paraná y Paraguay y la región que desde ellos se extiende hacia el Este, y la mitad norte de la provincia de Buenos Aires. Es una región baja, llana, con altitudes moderadas en Misiones y pequeñas colinas bajas y escasas. Las lluvias son muy intensas hacia el Este y existen erandes bos- ques especialmente en el norte (Misiones). aún conteniendo la especie albitarsis, argyritarsis y tarsimaculatus, (especies de eran dispersión) la fauna Anofelina difiere mucho de aquella existente en el noroeste argentino. No hay pseudopunctipenmis, ni rondom, davisi y perezt, pero existen bachmannt y cuatro especies del erupo Arribalzagia: an- nulipalpis, pseudomaculipes, mediopunctatus y maculipes. e dl AAA A A A ST A A OS (N.* 4 — 1927) REVvISTA DE LA $S. E. A. 9 Pactores que intervienen en la distribución de las especies. Considerando cuales factores tienen influencia en o provocan la distribución de estas especies, se hade evidente que no solamente la temperatura; las lluvias y las altitudes deben ser tomados en cuenta. La presencia de algas verdes es muy provechosa para las larvas de pseudopunctipennis y la distribución de este anofelino en la Argeentina coincide con los límites de distribución principal de dichas algas; la presencia de bosques erandes y vegetación baja densa es la condición más favorable para las especies del grupo Arribalzagia y su ausencia lo es para la especies del grupo Nyssorhynchus, mientras que masas espesas de las plantas acuáticas flotantes (Azolla, Salvinia, Pistia) son favorable para bachmanni, así como también para albitarsis y tarsimaculatus. Argyritarsis prefiere corrientes de agua fresca; rela tivamente impuras ellas contienen albitarsis. Hasta ahora, no conocemos bien la causa de la pequeña área geo- eráfica de rondont, davisi y perezt. La reacción química de las fuentes de los criaderos puede ejercer una infiuencia considerable, probablemente por intermedio de los ali- mentos para las larvas. Prácticamente todas las aguas superficiales de la zona occidental son alcalinas (pH = 7.2 a 8.4, generalmente 7.8-8.2.) como tam- bién los hemos encontrado en Resistencia, Charadai y en Corrientes; mientras que en Misiones, las aguas tienen una reacción ácida franca. Los enemigos naturales (peces e insectos acuáticos predatores). tam- bién ejercen mayor o menor influencia sobre la existencia de las larvas de Anofelinos. Los ríos y pequeñas corrientes son factores muy importantes, con- siderando que es el medio principal de transporte de las larvas de al- gunas especies, especialmente de pseudopunctipennis desde sus cria- deros permanentes hasta los criaderos temporarios. La forma en que los varios factores contribuyen a la distribución puede ser indicada en la forma siguiente: 1. Temperatura: (a) evidentemente nineuna especie inverna los inviernos severos de la mitad sud de la República hacen imposible la vida de las especies del género Anopheles durante dicha estación al estado adulto; (b) las especies pasarían los desfavorables meses de in- vierno, reproduciéndose continuamente, aunque en escasa cantidad, durante las cuales, los adultos aparecerían durante las épocas de tiem- po cálido, que aprovecharían para cópula y postura. Sin duda, los in- viernos muy severos serían desastrosos para la vida tan corta de los adultos e impedirían la cópuua y postura. La temperatura puede ser entonces considerada como el principal factor que limita la expansión hacia el Sud. 2. Lluvias: En la mitad Norte de la Argentina, las lluvias meno- res de 200 mm. anuales sobre el lado chileno van aumentando eradual- mente hacia el Este alcanzando hasta 2000 mm. anuales, en el terri- torio de Misiones. Como la zona oeste o del pseudopunctipennis tiene lluvias menores y la fauna anofelina está mucho mejor representada que en la zona central, debemos considerar otros factores que expliquen esta diferencia. 10 REVvISTA DE LA $. E. A. (No 4 21997) 3. La estación seca. El problema del agua es aun más compli- cado por el hecho de que durante seis meses (Abril a Noviembre) las lluvias son sumamente escasas (137 mm. en la zona oeste). Durante la estación seca, la mayor parte de los criaderos temporales en la re- ción baja y llana, se secan completamente. 4. Altitudes. Creemos que en la zona Oeste, las montañas son factores más importantes que las lluvias. Las provincias occidentales se caracterizan por sus altas montañas; las quebradas y arroyos sir- ven para juntar las escasas lluvias y también permiten la afloración de corrientes subterráneas, dando origen a diversas clases de corrien- tes de agua. Hay, por consecuencia durante todo el año un contínuo aporte de agua fresca (frecuentemente ocupando lugares superficia- les y depresiones favorable para la cría de larvas de Anopheles. La zona media y central, es baja y muy llana y el suelo rápida- mente absorbe las aguas pluviales, y prácticamente, todo el agua que allí existe, se encuentra en los lechos profundos de ríos o formando la- eos semisalados. Para los datos sobre lluvias y altitudes de la zona oriental, véase mas adelante. 5. Caracteres de las aguas. Para la mayoría de las especies de Anopheles, las aguas frescas o relativamente frescas son necesarias para sus larvas, sin embargo se suele encontrar A. albitarsis en aguas impuras. Sin duda, esto permite que sea el único (probablemente) anofelino encontrado en la zona media, donde la mayoría de las aguas son estancadas y más o menos impuras. 6. Existen bosques en las zonas central y oriental. Areas grandes, con bosques ralos, existen en algunas partes de estas zonas; pero los árboles son, por la mayor parte, especies, que por la irregular distri- bución de sus ramas y las pequeñas hojas, permiten la gran insolación del suelo y de las aguas. Consecuentemente ellos tienen una infiuencia, aunque pequeña, sobre los criaderos de aquellas especies de Anopheles que allí hay y que prefieren aguas directamente insoladas 7. Lluvias y altitudes de la zona oriental. La mayor parte de esta zona es baja y llana; las elevaciones que aquí se encuentran tienen poca influencia en la conservación de las reservas de agua. En cam- bio las lluvias que son relativamente abundantes, conservan las aguas relativamente frescas y estas deben considerarse como el factor prin- cipal, siempre en conexión con la temperatura. Además las lluvias son suficientes para mantener numerosas lagunas, en la región, las cuales forman lugares ideales para bachmannt y quizá permiten aunque en menor cantidad la expansión de albitarsis y tarsimaculatus. 8. Bosques de la zona oriental. La presencia de especies del gru- po Arribalzagia, que generalmente se crían en regiones boscosas, in- dican que los bosques de esta zona deben ser considerados como un factor ecológico importante. Al mismo tiempo que consideramos a los bosques como favorables para el erupo Arribalzagia, debemos hacer notar que no lo son para el grupo Nyssorhynchus. 9. Algas verdes: Aunque se encuentran casi a través de todo el N, Argentino, aun hasta la ciudad de Mendoza, son mucho mas abundante en la región occidental que en la otra zona. Es un factor A AAA A A A A A A A A AAA NN (N.> 4 — 1997) REVISTA DE LA $, E. A. dE importante en la vida de pseudopunticpenmis, pero parece que sobre las otras especies (excepto davisi) tienen poca influencia. 10. Otros tipos de vegetación flotante: Especies de los géneros Lemma, Azolla, Chara, son considerados a veces, como dañinas para las larvas de mosquitos. Hemos encontra- do frecuentemente varias especies de mosquitos, incluyendo Anopheles asociado con una o varias de estas plantas, y es muy dudoso que di- chas larvas sean afectadas en aleuna manera, excepto cuando no hay suficiente agua libre. Al mismo tiempo parece que estas plantas, lo mismo que Salvinia, Pistia, Ceratophylla, son eevidas deliberadamen- te como refugio por las larvas de bachmanna, albitarsis y tarsimacula- tus y quizá otras más. 11. Enemigos naturales. Es natural que donde haya abundantes peces e insectos acuáticos -predatores, junto con escasa vegetación, no puedan vivir las larvas de Anopheles. 12. Reacción química del agua. Esta reacción química del agua de los criaderos puede ejercer una influencia considerable, probablemente a causa de su acción sobre los alimentos larvales. Prácticamente toda la zona occidental tiene aguas alcalinas (1 pH 7.2. - 8.4., generalmente 7.8 - 8.2), y esto sucede tam- bién en Resistencia, Charadai y Corrientes. En Misiones (región de bosques muy densos) el agua tiene una reacción ácida franca (pH =- 5.8 - 6.6). : 13. Durante la estación seca, la mayoría de los criaderos de la comarca llana vecina a las montañas de la zona occidental y los Anopheles, prácticamente desaparecen de ellas. Las fuertes lluvias de la estación húmeda, que comienza en noviembre, llenan los cauces, manantiales y pozos; las corrientes llevan los huevos y larvas hacia las fuentes de los criaderos temporarios. Quizá esto es un proceso gradual, no brusco, y probablemente la mayoría de los huevos y larvas serían destruídos por el prolongado acarreo, por las rápidas y ásperas aguas; generalmente aquellos que han sido transportados a una distancia relativamente corta, :podrían sobrevivir. Estos servirían para establecer una nueva colonia, de la cual se podrían transportar mas tarde y más abajo, huevos y larvas. Es significativo que la distribución de pseudopunctipenmis aumenta hacia el fin de la estación húmeda así como también las epidemias pa- lúdicas se producen a lo largo de límites Sud y Este de su distribu- ción al fin de dicha estación húmeda. j Es así que dichas corrientes deben ser consideradas como facto- res muy importantes de su distribución. 14. Influencias del hombre. Puede ser considerada esta influencia en dos sentidos: benéfica y perjudicial. Generalmente durante el progreso de una zona, los criaderos de los mosquitos van siendo eliminados. Pero, mientras tanto, durante la construcción por ejemplo de ferrocarriles, diques, etec., las excavacio- nes y las obstrucciones al desagiie natural, forman nuevos criaderos ideales para estas larvas. Te REVISTA DE LA S, E. A. (Nic do DOT) El caso de Misiones, donde se han talado grandes áreas es carae- terístico, pues se han formado criaderos ideales para las peligrosas es- pecies de Nyssorhynchus. OTROS GRUPOS Representantes de varios géneros y en algunos casos familias, que aparentemente han tenido su origen en otros países han sido encon- trados en la Argentina y deseamos hacer notar bajo qué condiciones ellos han llegado hasta este país. También se encuentran ciertos gru- pos aparentemente propios de la Argentina, o que se han originado en ella o en los países vecinos, erupos que también se comprende en estas notas. La escasez del tiempo de que dispongo, solamente me permite dar aleunos pocos ejemplos. Phlebotomus (Psychodidae). Grupo de moscas hematófagas con una amplia distribución en todo el mundo. Hay cinco especies en la Argentina, que aparentemente provienen de las regiones tropicales del norte. El doctor Bruch nos ha comunicado que existe una especie de es- te género al Sud, como lo es Alta Gracia, en Córdoba. Bruchomyia (Psychodidae). Un género muy primitivo, conocido solamente en la Argentina. Es muy semejante a Phlebotomus, aunque de tamaño mucho mayor. Se conocía únicamente una especie de este eénero tan notable, pero recientemente el doctor Del Ponte y yo, he- mos encontrado una segunda especie en leuazú, Misiones. Culicidae. Esta familia está muy bien representada en el norte de la Argentina; pero solamente tres especies pertenecientes al género Culexr hemos encontrado en Nahuel Huapi. Todos los géneros conocidos de Culicinae (sin Sabethinini)se encuentran aquí excepto Orthopodomyia y Culiseta. El primero es principalmente tropical y puede ser encontra- do en Misiones, pero el último, en América, está confinado a la zona templada. La familia, al parecer, es una de las más recientes entre los Dípteros y esto combinado con su ausencia relativa en la Patagonia, indica que los verdaderos mosquitos no aparecieron en la Argentina sino hasta después de que la Australasia y Patagonia se hubieron se- parado; Nueva Zelandia, cuya fauna es muy parecida a la de la Pa- tagonia, mucho más que en el caso de otros países, tiene alrededor de diez especies de Culicidos, todas distintas de los mosquitos patagó- nicos. Anopheles pseudopunctipennis pertenece a un grupo que se en- cuentra más bien en la región templada del Norte. Es evidente que ha penetrado en la Argentina guiada por la Cordillera de los Andes. El género Psorophora es uno de los más interesantes de esta fa- milia. Es probablemente el más altamente especializado entre sus con- géneres, y quizá uno de los últimos evolucionados. Hay datos eviden- tes de que se ha originado en el Gran Chaco; estos datos son los si- ewientes: el género se encuentra solamente en América; se conocen 28 especies, de la cual once hay en la Argentina; de nueve especies que existen en Norte América, tres se encuentran también en la Ar- gentina; las condiciones del Chaco con excepcionales para la cría de las especies de este género; áreas semejantes se encuentran en oran escala en ciertas partes de los Estados Unidos, pero allí no hay o son escasos los representantes de este género. La ruta pro- . . 4 | . (N.* 4 — 1927) REVISTA DE LA $, E. A. 13 babie de emigración hacia el Norte ha de encontrarse a lo largo de las tierras bajas adyacentes a los ríos Paraguay, Madeira, Amazona, Negro, Orinoco y posiblemente a través de las tierras, hoy desapare- cidas, del Mar Caribe. Charcos temporarios, efímeros, son los criaderos predilectos para las larvas de estas especies. Lios huevos son puestos en depresiones en el suelo seco, y se sabe que puedan resistir a la desecasión durante tres años y aun más. Una peculiaridad de sus huevos, es que estos son espinosos, posiblemente para resistir la desecación; la metamorfosis postembrionaria hasta el estado adulto es muy- rápido, no tomando más de cuatro o cinco días en condiciones favorables. Esto es esencial para la vida de la especie, pues debe alcanzar el estado adulto antes de que el charco se seque. Las hembras adultas son muy voraces y aleunas pican muy fuertemente. Especies de otros géneros que existen en casi todas partes bajas y tropicales y subtropicales de América son Aedeomyia squamipennis Lynch Arribalzaga, Mansoma titillans Walker, Aedes scapularis Ron- dani, Uranotaemia pulcherrima Lynch Arribalzaga, etc. Thauwmalidae. No ha sido citado para Sud América, pero hemos encontrado tres especies de la Patagonia, pertenecientes a un grupo hasta ahora conocido solamente de Nueva Zelandia. Canthyloscelidae. No ha sido citada para Sud América. Dos especies del género Canthylocelis, han sido encontrados en Patagonia, hasta ahora conocidas solamente de Nueva Zelandia. Blepharoceridae. Hasta ahora ha sido citado solamente de Men- “doza, en la Argentina. Esta especie perteneciente al género Edward- sina, conocido también en Nueva Zelandia, Tasmania y Australia. También, tenemos dos otras especies del mismo género y especie de la región Nahuel Huapí y un otro género y especie de la Quebrada de San Lorenzo, Salta. Las especies se crían en las corrientes frías de las montañas y es probable que únicamente se puedan encontrar en el Norte Argentino durante el invierno; estas larvas y pupas fueron encontradas a principios de agosto. Chiromyzidae. Familia muy interesante, intermedia entre Lepti- dae y Stratiomyidae, conocida solamente del Brasil, Argentina y Chi- le. El tipo, evidentemente primitivo, indica un origen muy antiguo. Scenopinidae. Se encontraron aleunas especies, todavía no de- terminadas, en Buenos Aires y Tucumán. Las larvas son predatores de otras larvas de insectos, como por ejemplo de las polillas; conse- cuentemente deberían introducirse más especies. Platypezidae. Familia no citada todavía de la Argentina. Las larvas se crían en hongos y es por esto que ellas se encuentran en lugares sombríos y húmedos. Dos géneros y cuatro especies hemos en- contrado en Tucumán, así como también en la isla de Chiloé, en Chile. Pipunculidae. También hasta ahora no citada por la Argenti- na. Sus larvas son parásitos de Homopteros y donde se encuentran especies de estos, es muy probable encontrar especies de Pipunculidae. Dos géneros, encontrados ambos en Tucumán y Nahuel Huapi. Syrphidae, Ciertas subfamilias se encuentran mejor represen- 14 REVISTA DE LA $. E. A. (Ni2574. E H027)) tada en Sud América que en Norte América y viceversa. La subfami-. lia Chilosinae y Xylotinae que parecen haber originado en la zona templada norte y que buscan con ahinco las regiones con grandes bosques, prácticamente, no se encuentran en la Argentina. Se han en- contrado, sin embargo, representantes de este grupo en Patagonia y probablemente han llegado hasta esa comarca siguiendo a los Andes, pero las especies cercanas no se encuentran en la región Australásica. Dípteros Muscoideos (Muscidae, Calliphoridae, Sarcophagidzte, Oestridae, Dexiidae y Tachinidae). En muchos respectos, este es el más interesante grupo de insec- tos; se encuentran entre los más altamente especializados en estruc- tura, forma de reproducción (por ejemp!o la mosca tsé-tsé), desarro- llo, adaptación a su medio ambiente y ya sea único o generalizado, y aun en su psicología parecen que poseen una independencia mayor de la que se encuentran entre los otros insectos. Muchos grupos parecen haberse originado en la región templada del Norte, pero hay también numerosos grupos que indudablemente son de origen tropical y otras que se encuentran confinadas a la zona templada del Sud. Cierto número es cosmopolita (mosca doméstica, la mosca de los establos; la mosca brava, el “blue bottle fly”” (Calli- phora etc.). La fauna argentina es aparentemente, en su mayor parte, indígena, pero también posee representantes de los grupos america- nos de la región templada del Norte, como por ejemplo ciertas espe- cies de Lucilia. Muy probablemente estos han llegado a la Argentina siguiendo a los Andes. En el año pasado hemos encontrado las espe- cies Calliphora erythrocephala procedente de la región templada del Norte, que creemos no había sido aun encontrada en Sud América. Es la mosca mejor conocida de los *“blue-bottle flies”? de la zona tem- plada y es un dato interesante su adición a la fauna argentina. La hemos encontrado también en Nahuel Huapí. Resumiendo, puedo constatar (como todos ustedes ya saben) que el estudio de la distribución de los insectos es uno de los capítulos más interesantes de la biología y permite aplicaciones muy útiles. En muchos casos es ella quien decide sobre el valor de las especies. Es altamente deseable que se definan los límites de las distintas zonas y subzonas, y también como actúan los diversos factores que las dife- rencian. Al designar estas zonas, sería conveniente elegir nombres ap- tos y bien conocidos, que hayan sido durante mucho tiempo aplicados a esas regiones, como ““Gran Chaco”? y ““Patagonia””; cuando dichos nombres no existen, utilizar las características fisiográficas más re- saltantes o las condiciones oeológicas de la región. El señalar los límites políticos internacionales tiene la misma Ao portancia que el señalar los límites de las zonas biológicas, pues las di- ferentes industrias se encuentran, se confinan y dependen de las re- iones que les son más convenientes, es decir viven en las comarcas más beneficiosas para sus fines comerciales. (Traducción del Dr. E. Del Ponte). UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMÁN MUSEO DE HISTORIA NATURAL No 12 UN NUEVO E INTERESANTE GÉNERO Y ESPECIE DE UNA PULGA DEL MURCIELAGO (A NEW AND REMARKABLE CENUS AND SPECIES OF BAT FLEA) POR RODOLFO SCHREITER Del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de Tucumán y RAYMOND C. SHANNON Del Instituto Bacteriológico del Departamento Nacional de Higiene (R. A.) (TEXTO EN INGLÉS Y VERSIÓN CASTELLANA) BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA « CONI » 684, PERÚ, 684 1927 PREFACIO La Dirección de este Museo de Historia Natural agradece por intermedio de esta publicación al distinguido entomólogo y hombre de ciencia doctor Raymond €. Shannon por sus múltiples colabora- ciones prestadas a esta Institución, clasificando las especies de la colección Dipterológica en cuya materia el doctor Shannon es un re- conocido especialista y a quien este Museo de Historia Natural tiene el honor de contarle entre sus amigos. Con el presente trabajo demuestra su espíritu de investigador que le caracteriza, ofreciendo a los estudios de nuestra fauna una nueva especie de pulga, formando para ella un nuevo género (Maxilliopsylla Schreiter y Shannon). Este insecto parasita en una de las más gran- des especies de murciélagos de la fauna argentina (Promops perotis Wied), perteneciendo el ejemplar estudiado a las colecciones de nues- tro Museo. Personalmente agradezco al distinguido doctor Shannon el honor que me ha dispensado al dar mi nombre a la nueva especie. MASLIDRO: diam E > E Er Jaro saque” A NEW AND REMARKABLE GENUS AND SPECIES OF BAT FLEA Among some bats collected by the Museo de Historia Natural of the Universidad Nacional de Tucumán, during the past few months, one was found to have a rather large and maggot-like parasite attached to the inner surface of one its ears. The attacked portion of the ear was dissected out and placed in a solution of potassium hydroxide. When the skin had been dissolved away, the parasite was found to be a flea of a very peculiar type. The maxillaé were remarkably long and had been inserted to their full extent into the ear thereby making the tlea stationary, all the legs, except the basal portion (coxae) had been lost and the body was greatly enlarged and of a pale yellow colour. According to the key of the genera of Siphonaptera given by Fox (Insects and Diseases of Man, 1925) this species shows a close rela- tionship to Tunga penetrans (= Dermatopsylla penetrans and Sarcop- sylla penetrans). This species, commonly known as the Chigoe (= Chi- co, Chigoe, Pico, Pique, Suthi, Bicho dos pes, Jigger, Chigger, Chigre, Sand flea), is a native of tropical America and has similar fixed para- sitic habits. The female attacks man and a number of the domestic animals (pigs, dogs, etc.) usually making its way to the soft skin between the toes where she fixes her mouth parts and the resulting irritation produces a swelling which compasses the insect except for a small oponing at the end of the abdomen. During this time her abdomen becomes greatly enlarged, assuming the size and shape of a small pea. Apparently, the legs are always retained throughout the life of the insect. The present species differs in a number of important respects from the Chigoe. The body remains freely exposed throughout its life, the e abdomen assume án elongated, elliptical shape and presumably the legs are cast off after the flea has attached herself to her host. In anticipation of obtaining more material, including males, we append here only a preliminary description of the genus and species. 1d MAXILLIOPSYLLA n. gen. Belongs to the suborder Integricipita (frons and occiput not sepa- rated by a sulcus); the three thoraxical tergites together shorter than the first abdominal tergite; no ctenidia present. Anterior margin of head well rounded; lower anterior corner produced into an obtuse angular lobe; the posterior genal corner produce into a well deve- loped blade-like lobe; posterior margin of head gently rounded. Mouth parts. — Maxillae very long and strongly developed, armed with four longitudinal rows of short, stout recurved teeth which extend nearly to their bases; epipharyne equal in length to the maxillae and armed on its anterior margin with a series of eleven inconspicuos teeth spaced at wide intervals; mandibles (lateral view) curved, sharply pointed (fang-like). Maxillary palpi probably four jointed (the palpi in the specimen at hand have but three joints each but it appears that a fourth joint has been broken off). Legs. — Inasmuch as all the legs except for their coxal joints are lacking and because of the fixed parasitic habit of the female, we presume that they are cast off after she attaches herself. Abdomen (distended specimen). — Very large, about two millime- ters in width (lateral view) and four millimeters in length, the tergi- tes and sternites small and weakly chitinized, the abdomen therefore is largely membranous and pale in colour. Pygidium inconspicuous, and possessing small hairs and spines. Otherwise the abdomen does not possess hair or spines. Maxilliopsylla Lilloi n. sp. The characters given under the generic description will also serve for the species characterization. Length, about 5 millimeters. A sketch showing the principal features of the species is given. It gives us great pleasure to name this unique species for doctor Miguel Lillo. E O Host : Bat. Promops perotis Wied. Locality : Tucumán, Capital, april 1927. Bibliography : Promops perotis Wied. (Synonyms : Dysopes perotis Pr. Max., Dysopes rufus Temm., Molossus rufus Geottr.) This species is mentioned by Burmeister in Systematische Ubersicht der Thiere Brasiliens (Berlin, 1854) v. L, p. 68 as a well known bat in the most parts of Brasil (Lagoa Santa). The Prince of Wied found this species in San Salvador (Parahyba) and Natterer in Barra do Rio Negro. The specimen examined by Burmeister had more or less 22 inches in wing space which accords with the specimen studied by us. On the same bat another flea was found belonging to the genus Ischnopsyllus, namely Ischnopsyllus wolffsohni Roth. 'S Y 'S 209VT PyhsdoN NT 5 : A A ; LA ; IA 3 . N EN FEAS 4 » A a «TG 8 So AR" > Y le ñ A y 5 + y mi "A Ga al E > . EE - 2. NS q e ne Pr ES ( w S e a pr - da , p - : - a xs 3 2 ' A 3 E AAA nd A , $) Ta (“xo1ide :y8u «uey “/,)) porm sr009d sdomotJ UN NUEVO E INTERESANTE GÉNERO Y ESPECIE DE UNA PULGA DEL MURCIÉLAGO Entre algunos murciélagos coleccionados por el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de Tucumán durante los últimos meses, se descubrió que uno tenía adherida a la superficie interior de una de las orejas, un parásito bastante grande y de aspecto de una larva de díptero. La porción atacada de la oreja fué extraída y colo- cada en una solución de hidrato de potasio. Cuando la piel se hubo disuelto por completo, se notó que el parásito era una pulga de un tipo muy peculiar. Las máxilas eran considerablemente largas y esta- ban internadas en toda su extensión en la oreja, resultando así la pulga estacionaria. No existen patas con excepción de la parte basal de las extremidades (coxae). El cuerpo era grandemente alargado y de un color amarillo pálido. De acuerdo con la clave de los géneros de Siphonaptera dada por Fox (Insects and Diseases of Man, 1925) esta especie tiene una extre- cha relación con Zunga penetrans (= Dermatopsylla penetrans y Sar- copsylla penetrans). Esta especie es generalmente conocida con el nombre de Chigoe (= Chico, Pico, Pique, Suthi, Bicho dos pes, Jigger, Chigger, Chigre, Sand flea), siendo característica de la América tro- pical y tiene similares costumbres de los parásitos estacionarios. La hembra ataca al hombre y a algunos animales domésticos (cerdos, perros, etc.) y comúnmente se introduce en la parte blanda de la piel entre los dedos donde fija su boca, produciendo la irritación resul- tante una hinchazón que encierra al insecto, excepto de una pequeña abertura en el extremo del abdomen. Durante este tiempo el abdomen aumenta de volumen y adquiere el tamaño y forma de un pequeño Eds O guisante. Aparentemente las patas son siempre conservadas a través de la vida del insecto. La presente especie difiere del Ohigoe en un número de importante caracteres. El cuerpo queda libremente expuesto durante su vida. El abdomen toma una forma elíptico-elongada y posiblemente las patas se han desprendido después que la pulga se ha adherido a su huésped. Esperando obtener más ejemplares, sobre todo macho, hacemos solamente en esta una descripción preliminar del género y especie. MAXILLIOPSYLLA n. gén. Pertenece al sub orden Integricipita (frente y occipucio no separa- dos por un surco); los tres anillos toráxicos son en conjunto más eor- tos que el primer anillo abdominal; no existe Otenidia. El margen anterior de la cabeza es bien redondeado; el ángulo anterior inferior presenta un lóbulo angular obtuso; el ángulo lateral posterior presenta un bien desarrollado lóbulo laminado; el margen posterior de la cabeza es ligeramente redondeado. Partes bucales. — Las máxilas son muy largas y particularmente desarrolladas. Ellas están provistas de cuatro filas longitudinales de pequeños dientes fuertemente encorvados, extendiéndose estos hasta cerca de las bases. El epipharynz es de igual largo que las máxilas y está provisto en la margen superior de una serie de once dientes poco desarrollados, ampliamente distanciados entre sí. Las mandíbulas son encorvadas (vista lateral) y puntiagudas como colmillos. Los pal- pos maxilares tienen al parecer cuatro articulaciones cada uno. En el ejemplar que ha servido para el estudio he observado solamente tres en cada uno, pero parece que una cuarta articulación falta por ha- berse cortado. Patas. — En vista de que todas las patas faltan, excepto las arti- culaciones coxales y dado el hábito parasitario y estacionario de la hembra, creemos que ellas sean de carácter caduco. Abdomen (ejemplar engrosado). — Es muy grande y tiene alrededor de dos milímetros de ancho (vista lateral) y cuatro milímetros de largo; lós térgitos y estérnitos son pequeños y débilmente quitiniza- dos, resultando por eso el abdomen más bien membranoso y de color pálido. El Pyyidiwm es poco desarrollado y provisto de pelitos y de espi- nas. Por otra parte el abdomen no tiene pelitos ni espinas. Maxilliopsylla Lilloi n. sp. Los caracteres dados en la descripción genérica sirven también para la caracterización específica. Largo.más o menos 5 milímetros. Un esquema, enseñando los principales aspectos de la especie acom- paña esta exposición. Gran placer tenemos en dar a esta especie única el nombre del doctor Miguel Lillo. Huésped : Murciélago. Promops perotis Wied. Localidad : Tucumán, Capital, abril 1927. Bibliografía : Promops perotis Wied (Sin. Dysopes perotis Pr. Max, Dysopes rufus Temm., Molossus rufus Geoffr.). Burmeister cita esta especie en Systematische Ubersicht der Thiere Brasiliens (Berlín, 1854) tomo l, página 68, como conocida de la mayor parte del Brasil (Lagoa Santa). El príncipe de Wied la encontró en San Salvador (Parahyba) y Natterer en Barra do Rio Negro. El ejemplar estudiado por Burmeister mide más o menos 22 pulga- das de abertura alar, concordando esta dimensión con nuestro ejem- plar que sirvió para esta publicación. En el mismo ejemplar de Pro- mops peretis Wied fué descubierta otra pulga que pertenece al género Ischnopsyllus y que resultó ser Ischnopsyllus wolffsohni Roth. —_ A —Á ñ farrtn BA LARA [racimos er (El Aa y+, ) Ao Ti v.L TV, Murio Ar 197], o UA Expedición entomológica argentino - británica al Noroeste de la Patagonia F. W. Edwards y R. C. Shannon (1) Contribución del Museo Británico y del Instituto Bacteriológico, (D. N. H. El Oeste de la Patagonia es una región distinta de la parte templada de Sud América, incluso los Andes del Sud y sus estri- baciones hacia el Norte hasta el grado 38 Sud, más o menos. Polí- ticamente la región incluye el Sud de Chile y la región andina al Sud-ceste de la Argentina. Físicamente se encuentra más bien netamente separada de las planicies semi-áridas del Este de la Patagonia, como también de las montañas estériles del centro y Norte de Chile, que forman eficaces barreras a la extensa mezcla de fauna y flora. La región se caracteriza por sus densos bos- ques de Nothofagus y una lluvia muy abundante, y en muchos respectos constituye la aproximación más cercana a las condi- ciones típicas de las áreas forestales de la zona templada del Nor- te que pueden ser halladas en Sud América. Es también de es- pecial interés como cuna de muchos tipos de animales y plantas (1) Esta expedición fué hecha bajo los auspicios y con el apoyo del Museo Británico y del Departamento Nacional de Higiene de Buenos Aires. Los autores desean agradecer a las autoridades de estas instituciones el interés y la ayuda prestada a esta empresa. El presente informe da solamente un breve examen ge- neral de la expedición y de sus resultados; más tarde le seguirán descripciones sistemáticas detalladas. 641 EXPEDICIÓN AL NOROESTE DE LA PATAGONIA que hoy día se encuentran solamente en Australia o Nueva Ze- landia. No muchos naturalistas han visitado la región desde el tiempo de Darwin a ahora, y es particularmente la flora la que ha sido mejor estudiada (1). Sin embargo, hasta donde llegan nuestros conocimientos, no se ha hecho hasta el momento ninguna tentativa seria para estudiar la fauna de insectos, y a pesar de su indudable interés, la región, es no obstante, menos conocida a este respecto, que cualquier otra parte del mundo. Darwin, durante el viaje del Beagle, coleccionó algunos especímenes en Valdivia y en la Isla de Chiloé; y una cantidad de especies descritas por Philippi, en su obra sobre Dípteros chilenos, fueron coleccionadas en Valdivia. Las descripciones de Philippi son pobres, con frecuen- cia sus especies irreconocibles y su colección está sumamen- te destruida, mientras que en el caso de los insectos colecciona-. dos por Darwin, muchos permanecen sin ser descritos hasta el día de hoy. Además la expedición sueca a Tierra del Fuego y al Es- trecho de Magallanes, coleccionó una cantidad de insectos que han sido descritos en sus informes. Aunque estas últimas co- lecciones eran reducidas, incluían un número de especies de excepcional interés e indicaban que la región poseía una rica fauna de insectos. La reciente expedición tenía, pues, por ob- jeto, investigar esta fauna con mayores detalles. Al hacer los planes, se propuso estudiar la parte Norte de la región para las investigaciones por varias razones. 1. Es fácilmente accesible por la línea ferroviaria recien- temente construida de San Antonio Oeste hasta 60 km. de Bariloche. 2. Los Andes pueden ser cruzados aquí fácilmente. 3. La fauna entomológica es aún menos conocida que la del lejano Sud. 4. Teniendo en cuenta las condiciones climatéricas menos rigurosas, la colección se haría con mayor facilidad. 5. La fauna sería probablemente más rica que la del Sud. Se llevaba la intención de hacer colecciones de mosquitos y otros insectos hematófagos; cerciorarse si ciertos géneros de (1) Véase el trabajo reciente de W. R. B. Oliver (Jouwrn. Linn. Soc. London, vol. 47, pág. 89, 1926), comparando la flora de esta región con la de Nueva Ze- landia. - F. W. EDWARDS Y R. C. SHANNON 615 Dípteros que se encuentran en los bosques de Nothofagus de Nueva Zelandia, existían aquí; hacer colecciones lo más com- pletas posible de otros Dípteros y de otras clases de insectos ; comparar la fauna entomológica de los lados Este y Oeste de la cordillera, como también la de las mayores y menores altitu- des; y comparar la fauna de insectos de esta zona templada del hemisferio Sud con la zona idéntica del hemisferio Norte. El llevar a cabo por completo este programa, requeriría varios años de trabajo, pero no obstante se esperó, por la se- lección cuidadosa de lugar y estación, obtener resultados útiles, en el corto período de dos o tres semanas. Siendo las estacio- nes más adelantadas en el lado Oeste que en el Este, se esperó que los insectos de primavera y de principios de verano, pudieran ser hallados del lado Este, y las especies de fines de verano in- mediatamente después, cruzando hacia el Oeste. Llevamos a ca- bo este plan con un éxito relativo, pues nuestras experiencias demostraron que se hubieran obtenido mucho mejores resulta- dos, con el mismo tiempo, si la expedición se hubiera llevado a cabo tres semanas más tarde. A pesar de la latitud de la región, comprebamos que la primavera era sorprendentemente tardía. La partida investigadora constaba de los autores, con la señora F. M. Edwards y la señora E. S. Shannon. El doctor Eduardo Del Ponte también tomó parte en la expedición, pero desgraciadamente solo pudo estar parte del tiempo con ella. Los autores llegaron a Bariloche, sobre la ribera del lago Nahuel Huapi, territorio de Río Negro, el 4 de octubre 1926, estableciendo allí sus cuarteles durante cinco semanas. Nues- tra elección de Bariloche fué hecha en parte bajo el consejo del Prof. F. G. Halle, del Naturhistoriska Riksmuseets, de Esto- colmo, quien nos escribió (31 marzo 1926), lo siguiente: “No conozco mucho sobre la fauna entomolégica, pero en otros respectos, Bariloche me parece un buen lugar para esta- blecer sus cuarteles principales. Bariloche queda casi sobre la línea limítrofe entre el bosque verde de Nothofagus y las pam- pas. Hay muy buenas comunicaciones a Chile por el paso bajo: no hay ningún otro lugar que sea al mismo tiempo tan acce- sible y ofrezca tales facilidades de obtener una sección de cruce a todas las diferentes zonas de vegetación, desde los bosques siempre verdes a causa de las lluvias, hasta la estepa, hasta lle- gar al Estrecho de Magallanes. La mayoría de los valles que cortan la cordillera más al Sud son muy difíciles para atra- 646 EXPEDICIÓN AL NOROESTE DE LA PATAGONIA vesar. Yo no sé si Bariloche queda suficientemente al Sud, para las formas que les interesan, pero por lo menos, en cues- tión de plantas, se encuentran las formas más australes en una región más elevada de la cordillera, de modo que creo que las hallarán a ciertas alturas.” Como lo había sugerido el Prof. Halle, encontramos que Bariloche era un centro muy bueno para nuestro trabajo y ocupamos la mayor parte del tiempo en coleccionar en la in- mediata vecindad del pueblo, incluso en el Cerro Runge, un gran pico hacia el Oeste, que tiene alrededor de 500 metros sobre la superficie del lago, llegando casi hasta la línea de las nieves eternas y que tiene en un lado un bosque con espeso crecimiento de Nothofagus primitivo, y típico subcrecimiento de bambú. También acampamos algunos días en la Piscicul- tura (estación argentina de cultivo de truchas) ; pasamos otra semana acampados al Noroeste del Lago Gutiérrez; coleccio-. namos durante una semana en Correntoso, uno de los brazos del Norte del Nahuel Huapi, donde se ha establecido reciente- mente un pegueño hotel. La Piscicultura está en la zona seca y tiene un pequeño río que nace de un manantial cercano de aguas claras. Lago Gutiérrez y Correntoso tienen ambos espesos bosques, en esta última especialmente, los bosques son más den- sos que en Bariloche y posee una fauna más variada; desgra- ciadamente, el mal tiempo afectó seriamente nuestro trabajo allí. Dejando Barilcche el 2 de diciembre tomamos la lancha a vapor a Puerto Blest, al extremo Oeste del Nahuel Huapi, y tuvimos dos días provechosos para la colección en los espe- sos bosques alrededor del hotel. La vegetación es aquí mucho más variada que más hacia el Este (Correntoso, p. ej.) e in- cluye muchas especies de plantas que evidentemente se han diseminado a través del paso bajo de Chile; lo mismo parece acontecer con los insectos. De Puerto Blest tomamos el Paso Pérez Rosales a Casa Pangue, la primera casa en el lado chi- leno de la frontera, y quedamos allí una semana. Casa Pangue está idealmente situada para el coleccionista en medio de her- mosos bosques; los glaciares de El Tronador son accesibles a lo lareo del valle del río; puede llegarse hasta la línea de las nieves eternas y hay cantidad de pequeños ríos, como tam- bién terreno pantanoso. Todo lo que se necesita es buen tiem- po, el cual no puede garantizarse en un corto período, pues en F. W. EDWARDS Y R. C. SHANNON 647 esta región las lluvias anuales alcanzan por lo menos a 3750 mm. Durante nuestra estada tuvimos tan sólo un día lindo, pero pudimos aún así, hacer colecciones bastante importantes. Prosiguiendo nuestro camino hacia la costa nos detuvi- mos une o dos días, para coleccionar en Peulla, hotel existente en el extremo Este del Lago Todos los Santos; en Ensenada, sobre la costa Este del Lago Llanquihue, y en Puerto Varas, sobre la costa Oeste de este lago. En Peulla tuvimos la for- tuna de encontrar al Profesor Wohlflugel, naturalista uru- guayo residente en Cayatue (L. Todos los Santos), el cual tenía una colección de insectos locales y nos dié informacio- nes muy útiles. Ensenada nos desencantó, pues a pesar del mejor tiempo y aparente buen terreno, encontramos tan solo pobrísima fauna de insectos, debido quizá a la proximidad del volcán Osorno, cuyas estribaciones inferiores son secas y casi desprovistas de vida, aunque su cumbre está perpetua- mente cubierta por una capa de brillante nieve. Toda la re- gión, alrededor del lago Llanquihue, está muy extensamente cultivada, vero en Puerto Varas encontramos una pequeña ex- tensión de bosque primitivo, el cual era muy prolífico en in- sectos. Después de abandonar Puerto Montt, el 17 de diciem- bre, llegamos a la isla de Chiloé. Deseábamos especialmente realizar este viaje, pues solamente Bradley estuvo allí en 1920, siendo el único entomólogo que haya visitado la isla después que lo hizo Darwin hace un siglo. No pudimos coleccionar muchos ejemplares debido al mal tiempo; no tenemos conocimiento de que los resultados de la expedición de Bradley hayan sido pu- blicados. Chiloé ha sido descrita como “la isla más sucia del mundo”, en la cual llueve “trece meses en el año.” Sin em- bargo, durante nuestra visita, el tiempo fué bueno, y los ha- bitantes hasta se quejaban de la sequía. Allí también ha sido muy clareado el bosque vírgen alrededor de las colonias, aun- que todavía cubre los cerros del centro de la isla. El corto tiempo de que disponíamos no nos permitió llegar hasta las regiones más agrestes, pero alcanzamos a visitar la región típicamente boscosa cerca de Ancud y cerca de Castro, más al Sud. La fau- na de insectos parecía ser más rica aquí que en todas las de- más partes visitadas, con excepción de Casa Pangue, y fué con gran pesar que abandonamos Castro el 22 de diciembre. Volviendo de Chiloé, pasamos un día en Puerto Montt, donde la colección fué bastante buena, aunque todo el bosque 648 EXPEDICIÓN AL NOROESTE DE LA PATAGONIA de la vecindad es de crecimiento secundario. Si hubiéramos podido volver sobre nuestro pasos hasta Bariloche, hubiéra- mos podido completar nuestros planes originales, es decir, obtener una colección representativa de toda la estación, pero la necesidad de hacer otra investigación más al Norte duran- te el corto tiempo disponible, nos obligó a volver a Buenos Ai- res por vía Santiago y Mendoza. Como resultado de las colecciones hechas, pueden darse las siguientes generalizaciones : a) La fauna de insectos es tan característica de la región como lo es la flora; en Concepeión, algo al Norte de la región patagónica, se encontró un conjunto de especies completamen- te diferentes. Igualmente, la región seca al Este de Bariloche posee una fauna diferente. b) La diferencia en la fauna de insectos entre los lados Oeste y Este de la cordillera consiste principalmente en la ma- yor riqueza del primero: pocas o ninguna especies parecen estar confinadas en el lado argentino. c) Se encuentran numerosas especies en las montañas (a más de 1000 m.) que no se hallan a más bajo nivel y vice- versa, aunque el aspecto general de la fauna es uniforme. d) La fauna de insectos de la región puede dividirse en tres categorías, correspondientes a tres períodos geológicos diferentes: 1? La fauna primitiva de la región, que puede no obs- tante llamarse antártica, la cual representa probablemente los restos de la fauna de fines del período mesozoico, (pre-an- dino). Este incluye representantes de gran número de géne- ro3 de varios órdenes (incluso muchos Nematocera, y también algunos Brachycera), los cuales se encuentran en el bosque de Nothofagus aquí y en Nueva Zelandía. El número de in- sectos de esta categoría confirma la creencia de que Nueva Zelandia y la Patagonia formaban anteriormente una sola re- ción, aunque no opinamos sobre las características de esta unión. 2* Los insectos que han venido del norte, probablemente en épocas post-glaciales, habiéndose establecido aquí. Entre estos antepasados llegaron evidentemente muchas especies in- dígenas. F. W. EDWARDS Y R. C. SHANNON 619 3? Introducciones recientes de especies más o menos cos- mopolitas. Agregamos aleunas observaciones generales sobre los in- sertos de diferentes órdenes que encontramos dando especia- les referencias de las familias de Dipteros. Como, concentra- mcs nuestra mayor atención en este orden, probablemente pa- samos por alto muchos insectos de otros órdenes, aunque tra- tamos de coleccionarlos todos. Collembola y Thysanura. Se vieron algunas especies, pe- ro no se coleccionaron muchas. Un Machilis es bastante co- mún en troncos caídos; un Lepisma y un Neanoura (?) fue- ron hallados una o dos veces debajo de troncos caídos. Thysanoptera. Se coleccionaron pocos ejemplares; de gran tamaño uno de ellos. Embioptera. Uno de los más interesantes insectos que obtuvimos (y que debemos al señor Benito Vereertbrughen, nuestro huésped en el Lago Gutiérrez) era una especie de es- te orden extraño. Es muy notable por su gran similitud con un erillotalpa. Mr. Uvarov y Mr. Caudell han denominado es- ta especie Cylindrochaeta Spegazzini, descrita por Giglio Tos, de especímenes coleccionados también en la región del Lago Nahuel Huapi. La verdadera naturaleza de este insecto es muy discutida, y se aduce que su similitud con los Gryllo- talpidae se debe a convergencia de caracteres. El género es co- nocido también en Australia. Dermaptera. Aparentemente ausente. Orthoptera. Representada muy pobremente. Encontramos un gran Locústico debajo de troncos (Casa Pangue; Ancud) y un pequeño Grilido (Nemobius?) es abundante en ciertos lugares (Peulla, Castro). Una especie de Blátido era más bien común debajo de la corteza. Blatella germanica es común en los pequeños barcos que van a la isla Chiloé, y en los hoteles de allí; también en Peulla. Ephemeroptera. Alrededor de 10 especies. Odonata. Solo se cazaron unas 6 especies, incluso la gi- gante Phenes raptos (Peulla). Hemiptera. Todo este orden está en apariencia pobremen- te representado, aunque obtuvimos sin embargo 50 especies. Solo se halló un Afido y un Cóccido, ambos en Nothofagus an- tarctica. Mr. F. Laing nos informa que ambos tienen especial 650 EXPEDICIÓN AL NOROESTE DE LA PATAGONIA interés, representando el Afido un nuevo género, y siendo el Cóccido una forma primitiva peculiar con afinidades -austra- lianas (1). Un Pentatómido, verde, con olor desagradable es común. Esperábamos encontrar el curioso género primitivo Peloridium, pero no fué así. Hallamos dos Aráridos debajo de cortezas, uno de los cuales (Isodermus gayi) pertenece al pe- queño grupo de distribución antártica. Plecoptera. Varias especies; una de tamaño inusitada- mente grande y otra especie más bien grande, de color verde claro (ambas de Casa Pangue). Isoptera. Una especie bastante grande debajo de la cor- teza de un árbol en pié (Casa Pangue) y en troncos caídos (Peulla). Copeognatha. Algunos Psócidos que se alimentan de cor- tezas. Coleoptera. Se encontró un número moderado de espe- cies, muchas de las cuales pertenecen a las siguientes fami- lias: Carabidae; Scarabeidae; Buprestidae; Cerambycidae; Stahpylinidae; Coccinellidae; Curculionidae. Muy pocos Chry- somelidae. Un Tenebriónido negro (Nyctelia laticauda) era muy abundante en las áreas más secas alrededor de Barilo- che, donde también era común una especie más grande (Epi- pedonota biramosa). Dos pequeños Lucánidos (uno principal- mente en el lado argentino, el otro confinado en Chile) son .comunes debajo de las cortezas. Algunos gorgojos grandes pe- culiares (Lophotus spp. Rhyephenes mallei) eran encontrados con frecuencia sobre troncos de arbol. El Lophotus argentino eo- mún es aparentemente distinto del chileno (L. nodipennis). Hymenoptera. Un número moderado de especies repre- sentando muchas familias, pero las avispas fosoriales no exis- ten. Dos grandes especies de Thynnidae cuya hembra carece de alas, ( Elaphroptera scoliveformis Hal. y E. nigripenis Sm.) son comunes y notables casi en todas partes como lo. es el abejorro gigante Bombus dahlbom:. Trichoptera. Se capturaron una porción de especies, y probablemente hubieran sido muchas más, siendo más avan- zada la estación. Algunas especies grandes con antenas muy (1) Véase el trabajo de Laing, An interesting Apkid and Coccid from the Ar- egentine Republic. Rev. de la Soc. Ent. Argentma, año II, N? 4, p. 23. F. W. EDWARDS Y R. C. SHANNON 651 largas (género Macronema?) se encuentran entre las más no- tables. 5 Lepidoptera. Las especies más grandes no eran en ma- nera alguna numerosas. Vimos tan solo 12 especies de mari- posas; 405 Noctuidios; ningún Esfíngido; las Geometridas estaban mucho mejor representadas; obtuvimos 30 o más es- pecies. Tineina numerosas (alrededor de 70 especies) pero muy pocas Tortricina. Un Hepiálido fué visto en el Laso Gu- tiérrez, y dos o tres Micropterigidos fueron cazados en el bos- que. Se hicieron frecuentes tentativas para atraer las polillas a la luz, pero con muy escaso éxito; se hubiera podido obtener mucho más siendo más adelantada la estación. Es común una larva de Latúrnido con espinas urticantes (probablemen- te Phricodia crinita Blanch). Las crisálidas de un Lasiocám- pido (Macromphalia dedecora, Walk), son muy comunes de- bajo de la corteza, en el lado Este. Neuroptera. Pocas especies, ninguna muy destacada. No hay Mirmeleónidos. Nuestro mejor hallazgo fué el Hemeró- bido, Gayomyia, con un gancho. Mecoptera. Dos especies, pertenecientes o cercanas al gé- nero australiano Nannochorista; también dos especies de Bit- tacus. Siphonaptera. Dos especies. Diptera: (1) Se obtuvieron representantes de casi todas las familias conocides en todo el mundo. Tanyderidae. Se coleccionó una especie en Casa Pangue. Tipulidae. Se tomaron en conjunto alrededor de 120 es- pecies, siendo los géneros dominantes: Dicranomyia, Molophi- lus y Tipula. Entre los géneros con afinidades australianas ha- remos notar Astelobia (1 especie), Amphineurus (alrededor de 4 especies), Cryptolabis (1 o 2 especies), Polymoria (va- rias especies), Gynoplista (5 o 6 especies); Stiabdocera (1 especie). No encontramos ninguna especie de Macromastiz, el género Tipulino más característico de Australia y Nueva Zelandia, aunque este ha sido citado de Sud América; el lu- gar de Macromastix parece ser ocupado por Holorusia, (1) Este sumario puede ser comparado con el de Tonnoir sobre los Diípteros de Nueva Zelandia en: Bull. Soc. Ent. Belg. V. 1923, páginas 91-100. 652 EXPEDICIÓN AL NOROESTE DE LA PATAGONIA Trichoceridae. Dos o tres especies de Paracladura, gé- nero primitivo que está mejor representado en Nueva Zelan- dia, aunque se encuentra también en la región oriental. El género holártico Trichocera aparentemente no existe. Anisopodidae. Tres especies de Anisopus. El género Lo- bogaster, que habíamos esperado encontrar, parece estar con- finado al centro de Chile (Santiago). Psychodide. Ocho o diez especies, pertenecientes la mayoría a Pericoma, incluyendo un Trichmyia y un Sycorax. No se en- contraron Phlebotomus o Nemopalpinas. Culicidae. Dos, posiblemente tres, especie de Culex, un Aédes. No habían Anopheles ni especies que se crien en las cavidades de los árboles. Varias especies de Dixa; no habia Chaoborinae. Se han publicado notas de tiempo en tiempo sobre gran- des enjambres de mosquitos en la Patagonia, los cuales eran muy molestos para los viajeros. Nosotros esperábamos des- cubrir si éstos pertenecian al género Aédes, del cual ciertas especies se reproducen en gran número en las aguas de des- hielo durante la primavera en las partes meridionales de la región templada del Norte y que constituyen en ciertas épocas una gran plaga para el hombre y los animales. No encontra- mos rastros de estos mosquitos en los charcos de deshielo. Por el contrario, parece que una o más de las especies de Culex deben ser la causa de estas plagas de mosquitos. Si fuera es- te el caso, habría una inversión de las condiciones, pues se observó que las especies se reproducian en pequeños charcos cerca de los ríos, alcanzando su mayor número en la cascada. Chironomide. Un número muy limitado de généros y especies, entre las cuales parecía dominar Tanipus. El género marítimo Trissoclunio (o un allegado cercano) fué hallado en la isla de Chiloé. Se encontraron varias especies del género poco conocido Podonomus. Ceratopoyonidae. Unas 5 especies cerca de la mitad de ellas pertenecientes a Forcipomyia y Stilobezzía, aunque la mayoría de los demás géneros europeos se hallan representa- dos, con excepción del género Culicoides que no pudimos en- contrar en ninguna parte. Nos informaron sobre la existencia de moscas picadoras, pero creemos que nuestro informante se refería a moscas del género Hinpeletus (sweat-flies). F. W. EDWARDS Y R. C. SHANNON 653 Thaumauleidae. Hasta ahora, no han sido citadas como de Sud América. Tres o cuatro especies que pertenecen a un gru- po conocido hasta ahora solamente en Nueva Zelandia y Aus- tralia. Simuliidae. Unas diez especies, pertenecientes casi todas a Eusimulium; solo se encontró una especie picadora que pertenece a Simulium, s. str. No existen especies de Austrosimulium. Bibionidae. Varias especies, pertenecientes la mayoría a Dilophus. Debe notarse que éste es igualmente el único géne- ro conocido de Nueva Zelandia y Tasmania. Un ala de Plecia fué encontrada en una tela de araña (Casa Pangue). Scatopsidae. Cinco especies, una de ellas la cosmopolita Scatopse notata. Dos especies del género Canthyloscelis, cono- cidas tan solo de Nueva Zelandia. Este es el primer informe de la existencia de la subfamilia Corynoscelinae en América. Mycetophilidae. Las condiciones en las selvas, con gran cantidad de troncos en descomposición, sombra y humedad ge- nerales, son ideales para estos insectos. Fueron hallados gran número de individuos de muchas especies y casi todos los gru- pos principales, estando representados la mayoría de los gé- _neros, con excepción de Bolitophila y Diadocidia. El género Muycetophila era el más abundante, tanto en individuos como en especies. Entre los otros géneros hallados están Acrodicra- nia, Ansura, Parvicellula y Aphellomera, todos de distribución antártica y Heterotricha, el cual hasta hace poco era conocido solamente en el ámbar báltico. No se encontraron muchos Sezar:- ne. Una especie más bien grande es extremadamente abundante en Casa Pangue. Cecidomyidae. Un número limitado de géneros y espe- cies, que no hicimos grandes tentativas por coleccionar. Al- gunos notables “insectos de alcachofas” se encontraron sobre Berberis sp. Blepharoceridae. Cinco especies, todas del género Edward- sina. Existen también representantes de este género en Tas- mania y Australia. Deuterophlebiidae. No se encontraron. Leptidae. Varios géneros: Leptis, Chrysopila, Dasyomma, y uno o dos más. Dasyomma del cual encontramos seis o siete especies, tiene costumbres hematófagas. 654 EXPEDICIÓN AL NOROESTE DE LA PATAGONIA Chiromyzidae. Una especie (Hylorus krause, Phil.), que difiere de la brasileña y concuerda con las formas australianas en que tiene R,. Stratiomyidae. Pocas especies. Varios géneros Stratiomyia y Odonolomyia no están representados. Pantophthalmidae. No se encontraron. Tabanidae. Varios géneros y especies, incluso Coenu- ra (1), Pangonia (4), Mycteromyia (2), Tabanus (3). Se nos dijo que la' especie Tabanus se encontraba a veces a 'millo- nes” cerca de la línea de nieve, pero mientras nosotros estu- vimos allí, estos insectos no eran muy abundantes. El intere- sante género Coenura está estrechamente relacionado con el Pelecorhynchus australiano. Cyrtidae. Una especie grande, color azul claro del género Panos (probablemente P. nigritarsis Phil.), fué cazada en Ancud, isla de Chiloé. Se vió a un especímen posarse en una gran pánula roja e insertar en ella su probéscide. También va- rias especies de Thyllis, Cyrtidos con “cuerno” uno de los cuales fué obtenida en el lado argentino (Correntoso, Lago Nahuel Huapi) ; las otras en Chile. Nemestrimidae. Cinco especies, todas del género Eury- gastromyia; tres de ellas halladas en el lado argentino, y las cinco en Casa Pangue; no se observaron en otros lugares. Es- ta interesante familia de Dípteros es considerada generalmen- te de las regiones abiertas, secas más o menos desiertas. Sin embargo, en Casa Pangue, las montañas tienen bosques espe- sos y las lluvias son abundantes en la región. Apioceridae. Aunque existen en las regiones semi-áridas de la Argentina y Chile, no se le encuentra en las regiones Forestales de la Patagonia. Muydaidae. Igual que Apioceridae. Asilidae. Unas ocho o diez especies, la mayoría de tama- ño más bien pequeño. Therevidae. Probablemente dos géneros, y cinco especies. Psilocephala lugubris, Macq. se la encuentra más comúnmen- te dentro de las casas (Castro, Puerto Montt), solo en una oca- sión se la halló afuera. Scenopinidae. Se sabe que existe en el Norte de la Ar- gentina, pero no se encuentra en la Patagonia. F. W. EDWARDS Y R. C. SHANNON 655 Bombyliidae. Solo hallamos dos especies: Phthiria barba- ta, Rond., (Correntoso, Casa Pangue, y Acrophthalmyda aphenoptera Lw., (Ensenada). Empididae. Una de las familias dominantes de la región, con numerosos géneros y probablemente más de 100 especies. Particular cantidad de géneros (Homalocnemis, Scelolabes, Ceratomerus y probablemente otros) son aparentemente comu- nes de Nueva Zelandia y Patagonia. Dolichopodidae. Un número muy limitado de géneros y especies. Representantes de dos o tres géneros que aparente- mente se extienden a las regiones semi-áridas de Chile. Phoridae. Regular número de especies, muchas de las cua- les están caracterizadas por antenas ensanchadas; en una de ellas, la hembra tiene las alas en forma de franja. Un especie del muy notable género de Tasmania, Seiado- cera fué hallada en Bariloche y Casa Pangue. Lonchopteridae. Una o dos especies. No se encontraron machos. Platypezidae. Una especie que pertenece al género Pla- typeza (Ancud, Chiloé). Pipuneulidae. Una especie de Chalarus (Bariloche) y tres especies de Pipunculus, en el lado chileno. Una de las últimas es una especie alargada, con un aguijón en el ángulo de la cuarta vena. Syrphidae: Melanostoma, Fazia, Scaeva, Mesogramma, Baccha, Pipiza, Chrysogaster, Cartosyrphus, Patagonomyla, Tropidia, Sterphus, Philippimyia, Eristalis, Dolichogyna, y otras especies que probablemente representan cuatro nuevos géneros. No se tomaron Cerioidinae, Microdontinae o Voluce- llinae. No se encontraron especies del género Syrphus (signi- ficado restringido). Dos especies, una perteneciente a Carto- syrphus, la otra representánte de un nuevo género de Chilosia, son los primeros ejemplos de la tribu Chilosíni que se conocen de Sud América. Conopidae. Una especie, género Conops, de Casa Pangue. Pyrgotidae. Dos géneros, varias especies. Micropezidae. No fué hallado. Se encuentra en el Norte de la Argentina. 656 EXPEDICIÓN AL NOROESTE DE LA PATAGONIA Khopalomeridae. No fué hallado. Se encuentra en el Norte de la Argentina. Sapromyzidae. Uno o dos géneros, varias especies. Ortalidae. Dos géneros, dos o tres especies. Trypetidae. Varios géneros y especies. Sciomyzidae. Varios géneros y especies. Lonchaeidae. Dos especies. Pallopteridae. No fueron hallados. Psilidae. Una especie? Sepsidae. Dos o tres especies. Agromyzidae. Varios géneros y especies. Geomyzidae. Una o dos especies. Drosophilidae. Varios géneros y especies. Oscinidae. Varios géneros, incluso Hippeletes; una espe- cie de este género es muy abundante y fastidiosa en días calu- rosos, en Lago Gutiérrez y otros lugares. Ephydridae. Varios géneros y especies. Diopsidae. No fueron hallados. Borboridae. Dos o tres géneros, varias especies. Heteroneuridae. Varias especies. Helomyzidae. Dos o tres géneros, varias especies. Phycodromidae. Una especie (isla Chiloé). Muscidae. Subfamilias: Scatophaginae. No se encontraron verdaderos represen- tantes de esta subfamilia. Anthomyinae. Ninguna especie de Anthomyia, varias es- pecies de Pegomyia. Faniinae. Un género, varias especies. Lispinae. Una o dos especies. Phaontinae, Varios géneros y especies. Muscinae. Varios géneros y especies. Stomoxydinae. Una especie. Gastrophilinae. Nos informaron que era una plaga en los alrededores de Bariloche. Calliphoridae: Sarconesia, Sarconesiopsis, Neta, Trixo- neura, Calliphora, Paralucilia; una especie de cada género. Sarcophagidae. Dos o tres géneros, varias especies. F. W. EDWARDS Y R. C. SHANNON 657 GEstridae. Nos informaron de la existencia de Oestrus ovis, pero no encontramos especímenes. Dexiidae. Una especie. Tachinidae. Un número más bien grande de géneros y especies. Hippoboscidae. Dos géneros, dos especies. Nycteribidae. No se encontraron. Streblidae. No se encontraron. Braulidae. No se encontraron. Además de los Dípteros mencionados más arriba, hay va- rias especies de moscas, Acalypterate, de familias de ubica- ción insegura. Alrededor de diez especies de moscas, pertene- cientes todas al mismo género, fueron cazadas en diferentes momentos y localidades sobre derrames de savia en la corteza de los árboles. En aquellas el clipeo es muy prominente. Otras dos especies, que pertenecen claramente a diferentes géneros, tienen la cuarta vena curvada hacia adelante hasta unirse con la tercera, y carecen de vibrisas bucales. En otras formas, la terminalia está cubierta en su parte dorsal por un capacete duro, corto, quitinizado. De las 15 familias que anotamos, de las cuales no tene- mos ejemplares, los cinco erupos parásitos (Gastrophilidae, (Estridae, Nycteribidae, Streblidae, Braulidae) pueden ser eventualmente hallados en la región. Los Deuterophlebidae son conocidos únicamente del Asia Central, mientras que las otras nueve familias son en su mayoría de distribución tro- pical. LISTA DE ESPECIES COSMOPOLITAS HALLADAS Blatella germanico. No se la encuentra en Bariloche, pe- ro es común del lado Andino. Cimex lectularis. Un único espécimen, Bariloche. Ctenocephalus felis. Casa Pangue. Apis melifera. Aunque la especie ha sido introducida varias veces en la región alrededor de Bariloche, no ha podido mante- nerse, debido a lo corto que es el verano y la falta de flores. Vi- ve muy bien del lado chileno, donde produce grandes cantidades de miel. 658 EXPEDICIÓN AL NOROESTE DE LA PATAGONIA Leucania albipuncta. Común sobre los amentos del sauce y a la luz, cerca de Bariloche, así como también en Peulla. Nomophila noctuella. En Ancud. Endrosis fenestrella. En Correntoso y otras partes. Borkhausenia pseudospretella. En Correntoso, Castro, ete. Trimicra pilipes. En Bariloche. Helobia hybrida. En Ancud. Scatopse notata. En Bariloche. Aphiochaeta rufipes. En Castro. Eristalis tenax. En Ensenada, Ancud, Castro. Piophila caseti. Bariloche. Fanmia canicularis. Bariloche, Casa Pangue, Ensenada. Muscina stabulans. Ensenada. Musca domestica. Ensenada, Puerto Montt. No se encontró en la parte argentina, posiblemente, debido a ser muy al princi- pio de la estación. Stomoxys calcitrans. Ensenada. Calliphora erythrocephala. Común en las altitudes bajas, al- rededor de las viviendas, en ambos lados. : Paralucilia affinis. Común en las bajas altitudes, alre- dedor de las viviendas en ambos lados. Melophagus ovinus. En las ovejas, Castro. Nos dijeron que tanto Gastrophilus equi como MEstrus ovis constituían plagas en los alrededores de Bariloche, pero no se cbtuvieron especímenes. NUMERO DE ESPECÍMENES CAZADOS EN PATAGONIA BARILOCHE Cañas tuenpildoraSy 3 0% a a, e IN INE 3777 Cartuchoside ¡pancita a os ION: 45 Binchadost e. oi O > AN: 1500 Alco: SA a A RS RR AS 1000 Total A ESA. A dr 9 UE TC 6322 LAco GUTIERREZ Cajas denpil dorar o le a EN: 2166 Gartuchosade padel. oo o NO 89 Binicha dos ton te o A A A AO: 1500 Alcohol. a ls a E A TIN NN NS 100 Total F. W. EDWARDS Y R. C. SHANNON CORRENTOSO Cajas de píldoras Cartuchos de papel Pinchados Alcohol SAO II AO OSOS DIO YO RO OO O CORO OC OO Puerto BLEST Cenas TE mida. ca tr OO OR Cartuchos de papel Pinchados Alcohol CAsaA PANGUE Cajas de pildoras Cartuchos de papel Pinchados Alcohol PETROHUÉ AE E A A A e A A AOS Cartuchos de papel Pinchados Total PEULLA Cajas de pildoras Cartuchos de papel Pinchados Puerro VARAS Madden Caos a. AA A A A A Pinchados PuerTo MONT Cajas” de plldoras a e e e a a AA e AN e Gauehustdernpanel rio de ie a LA A Dni A A o OOO Co PO are eee MA AS A A e IS RA IO O IO O O GOA 21NCUD Cajas der pilddras edo oie ide da dr