mm. e. a ...» DO y AS >. a : ee AS calas LIA a. mn de .. brindada Indra tes A OO er IS RE re PAI ade di drid] A a IN eras AA E HELL 7 E TA o A IS” E EN A 4 Ian A O remato DON rel TAL 41448 rca EEES N ts pp Lady OBRAR DES NAL il AA AA y nds we Ms go MAN ye ¡pá ¡ 3 E yA 0 a AAA A ¡Ina MON A 0 em E o y Sr om? pa Ag DA m md ya ii ds ml Mii enierA ABI IN oAO A Er o Dd SAA NO rmjt mr Mirra A Me Wii pe a CIA AU ala JJ Wild et ¡08 ó Al 1 ALLA se 7 Ma ay POS gi IO y: > A, . es N ll UA Reel MAA me 4 e. Li a! ASES dt TEA LA Ma tido La 7 3% O E PITA E : Uak NN e NO ARARARA a RA o! n ; há VVitdA e PS win , sel Ad | Mr App: AN A Me Lun Ñ ln 0 % QUAY 4 0% 4 all A ro O Mr A m Ms 55 CPP ON rg ¿Erre qe aya e 08 Ao bey MARN , " 6 , LF TA AN EROS EO DON AA EOL 2 78: qe a. * E a > TA Ae pur * : HAL YN A ' AA nl Ly Ya CARAS 1 PESA HE bd a pao. y ¿dy emma, 208 dl la AN [6 qe dp. HE ON dl! ele IN M7 ye ¿ | | a e Pé VOR pr Yras AA, ADAN Me ESA IS os eel: Y | Ao OR AA E Cr E ON saraporeao EH E nu E Hr : qe Mins o PO Vea mm eel PSI na, AS Lobos AO AAA Aa PUEEN ne! | EEN caia md Fl PHATIMAEA P0gnpto PE AA e 4] AN AaAt amarrada tro pará ) del AL ponme: pl? rranel e0d6s yl pd lis: e. | Na AP A UCA ; A yn e ds d ¿nm eo E ss Ñ e a IL, ME CARA AN ADS a AS Nes Oy 1 AS Ce rent ae INESRIDT ON ; j ñ IMANES O Arras NANA bh bici | y | A a Edd y PR A tl e hs ig A y di ln do... Hd NACER! Lear as . | EA O | Ñ y ON - ne 7 La E o Y TUPIRR AE a... CE HR pH] ERA WA NR dy A e med JA DO per tiIenan CAM roes ECON UNION] LALA A lala UE : N > A ES da OIGA LAS AJA, o PO Moro ORO IAA NOR Cy pd LA, 20 a MARA Mes UAT SARA UNA! Sa , $ A A Ed a : Per . d ee COOMGS" pes q j eN ) ll ac : AN IÓ air ION C 0 Wéncenm= AGE o Me ATA pan A Noize” 7 narano a AAN, ¿na el . A il A A «0, y IRARROADADS E q y pue JLS Ye S y Nr 0 Ñ 2 PAR Am, » á A 5) A y Ln. Son, ¿rete SEAS z b ¿ f' “ IR e daa AA A. TA] 4 AZ EN a 141 CHO N É "ENS S pi) Ma al ARNO Hb 20 | MEA NN ANINES , Y > Mr rd” 3 w h A Dad PLL YN dl CIA NAnO A d q.” AA Mi bl taa a > á / l > » A A A a E 0 Aer SADO TT ARE A” PITA AP a! A a TIA E E YE6l 9119 EL HORNERO VOLUMEN 17 EL HORNERO REVISTA DE LA SOCTEDAD ORNITOLOGICA DEL PLATA PARA EL ESTUDIO Y PROTECCION DE LAS AVES DE LA ARGENTINA Y PAISES VECINOS VOLUMEN ] a 0 VES porn In AS k A) Átional Musa HORNERO (Furnarius rufus) SECRETARÍA DE LA S. O. P. MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL PERÚ, 208 BUENOS AIRES 1917-1919 SUMARIO DEL VOLUMEN 1 Lista de miembros honorarios, correspondientes y activos de la S.0.1% Mista JNRO ICA. cyo seso sono oe css RoJo N.o 1, OCTUBRE DE 1917 Sociedad Ornitológica del Plata.—Carácter y fines de la Aso- AAN e O IO ». Su R. DABBENE.—LEos vencejos de la Rep. Errcuima, la fea, iaa M. DoELLO - JURADO.—Sobre aves de Puerto Deseado (3 figs.) F, F. OuTEs.—Formación del Gabinete del Rey............... M. SeLva.—Distracciones ornitológicas (1 cuadro) .......... R. DABBENE.—Notas sobre una colección de aves de la isla de Marbiné Garcia (mapas 2d aa P. SBRIÉ.—Sobre un boyerito en cautividad.............. H. AMBROSETIT.—Dos tiránidos de.Buenos Aires... ......0..... R. DABBENE.—Cyóseloides senex y Clibanornis dendrocolaptoides en ESTO eS (REA as oo o lit MOVIMIENTO SOCIAL.—““El Hornero”—Nuestra carátul a—El aná ximo número de “El Hornero”— Donación—El Dr. Juan B. Ambrosetti y el 28 de Mayo de 1917 —Reuniones orni- tológicas—La primera reunión bianual de la S.O.P.— * Comisión para uniformar los nombres vulgares de las aves de la Argentina—Publicaciones de la S.O.P.—Do- naciones de aves a la S.O.P.—Balance social............ INFORMACIONES.—Recientes exploraciones ornitológicas en la República Argentina—Aves útiles y nocivas—Protección y estudio de las aves—«El pueblo de las aves» — Extinción de una especie de paloma............... e A E BIBLIOGRAFÍA. —Recientes publicaciones ornitológicas sobre Sudamérica y especialmente la Argentina y países limí- Brotes RDA (O O EAS PÁG. 38 43 46 ES >O A L. . A. MARELLI.—Aves de Curuzú Cuatiá (Corrientes) .CArRDOSO. —La Ornitología fantástica de los conquista- . BubiN.—El Keu, o Pentlandi (VIGORS) JUL , N.o 2, MAYO DE 1918 . DABBENE.—Lariformes de la República Argentina, 1.2 parte (CA A aos ooo ISO bO Ryo Ola . DiveLLI.--Notas biológicas sobre las aves del noroeste de la República Argentina SERIÉ.—-Nombres vulgares y científicos de aves de Bas: MOS AMES a dores O . DABBENE.—Votas sobre una colección de aves de la isla de Martín García (Continuación) . DABBENE.—Distribución geográfica de algunas especies . DABBENE.—Nido y oa de un paa! ELO unicinc- tes (LEMM)) Lam. Loa A DaBBENE.— Nidos del federal y del pecho aerdo . RODRiGU£Z.—Costumbres de un dendrocoláptido, Psexdoseisura lophotes (REICHENB.) . CASTILLON.— Habitat de la avutarda, Chloephaga melanoptera ENDON its . DABBENE.—Sobre una curiosa costumbre de nidificación del Pato barcino chico Veltlium flavirostre (VIELLL.) I fig SHIPTON.— Nueva subespecie de Batara cinerea (VIEILL.) del noroestesde Mar epublica Ae PA RENARD.--— Sobre un nido del leñatero Anumbius anumbi (ME A IIA: A obio 2% LUGONES PEO (poe MOVIMIENTO SOCIAL.---“El Hornero” y la prensa—-Nuevos miembros activos de la S.O.P —Donaciones de aves— Donaciones de libros y publicaciones —Comisión para uni- formar los nombres vulgares de las aves—Nuestro próxi- mo número—Observaciones de un miembro de la S.O.P. en la zona de guerra en Francia—Recientes excursiones ornitológicas—Nuevas formas de aves de la Argentina. . INFORMACIONES.—Necesidad de leyes para protección de las aves en la Argentina y en los países vecinos—Importan- cia de las aves para el hombre, J. Buckland...........-. BIBLIOGRAFÍA.— Recientes publicaciones ornitológicas sobre Sud- américa y especialmente la Argentina y países vecinos, RED ea 100 IOI 104 105 108 III ITA 116 117 118 122 III N.o 3, DICIEMBRE DE 1918. R. DABBENE.—Lariformes de la República Argentina, II parte (RUSS a aa ett L. DINELLI.—Notas biológicas sobre las aves del noroeste de la ASIA, € Me (Conta) lecsoo oavapoorcoseconsondantono R. SANZIN.— Lista de aves mendocinas.........o ooc.cocooo... A, CarDoso.—La ornitología fantástica de los conquistadores (Cas Y ACONeas S ae Mt R. DABBENE.—Notas sobre una colección de avés de la isla de Marin Cara (Contitio)sacopovosos snosponcoaonodsosoranas P. SERIÉ. —Nociones sobre preparación y conservación de AMES tai ri rinda a RE R. DABBENE.—Descripción de dos formas de aves aparente- mente nuevas procedentes del N. W. de la República EN ao Ss eo Ea odo IAS €. SPEGAZZINI.—Melanismo temporario de la palomita Colum- ERA IE O e A ts . RODRÍGUEZ.—Costumbres del Pato picazO......o.ooooo..ooo.o. DE W. BERTONI.-—Apuntes sobre aves del Paraguay: Garzas insectívoras—Mortandad de aves en el Alto Paraná—Ni- dos de ¿1Es poe) comoaidOS.s.nscooososccosorose ob ua nas A. Poz71.—Del modo como un lechuzón caza los tucu-tucus (EA MEN SISPRO bo obras po D.—Nidos y huevos de vencejos (Lám. ID...o............. H. REBORATTI.—Sobre distribución geográfica de algunas Especies ida VES lona mica tlde Pl blo cis R. DABBENE.—Captura de algunas especies raras de aves neo- ON Cl O ae e oo dao tN do A SI MOVIMIENTO SOCIAL.—“El Hornero” a sus lectores—Nuevos miembros activos de la S.O.P.—Asamblea ordinaria—-In- orme del Presidente—Memoria de Secretaría y Tesore- ría—Donaciones de libros y folletos— Donaciones en efec- tivo—Excursiones efectuadas por miembros de la S O.P. —Donaciones de aves—Nuevas colaboraciones para “El Hornero”—Publicaciones ornitológicas recibidas......... CANJE Y CORRESPONDENCIA.— Huevos de aves dela Provincia de Buenos Aires—Huevos y aves de las islas Malvinas. . INFORMACIONES.—La figura del nido del hornero en algunas obras—El «menú» de un halcón (1 fig.) —Modelos de ca- sas para pájaros (1 fig.) —Un concurso original (1 fig.) — Colecciones ornitológicas particulares— Importancia de las aves para el hombre (Contin.), J. Buckland.......... BIBLIOGRAFÍA. —Recientes publicaciones ornitológicas sobre Sudamérica y especialmente la Argentina y países veci- AS (SO ABE So oo baaa oa OO o) al PÁG. 196 205 206 1V N.” 4, SEPTIEMBRE DE 1910 R. DABBENE.—Lariformes de la República Argentina, 111 parte C. A. MARrELLI.—Sobre el contenido del estómago de algu- DAS AMOS. to teta e a atan esa e J. KosLowskvY.—El Caburé Glaucidium nanum (KING): raro caso dE ias (Mleras IO) oscovocovono uocoorecorca bossa R. DABBENE.—Notas sobre una colección de aves de la isla de Martinica (Conca A, Carposo.—La ornitología fantástica de los conquistadores (IES) CoOn cl EN A. DE W. BErRTONI.—Especies de aves nuevas para el Paraguay R. DABBENE.—Hspecies de aves poco comunes o nuevas para la REP CA C. S. ReED.—Breves notas acerca de nidos y huevos de algu- nas aves de la Cordillera de Mendoza (1 Í1g.).........-.. M. DoÉELLO - JuraDo.—Notas sobre nidos de horneros (Lám. 1V) A. DÉ W. BERTONI.—Apuntes sobre aves del Paraguay: Aves luminosas - Sobre nidificación de los Eufonidos H. T. AMBROSETTI.—Notas sobre algunas rapaces. ............. P. SERIÉ y J. R. Barz.—Observaciones sobre nidos de horneros R. D.—Nido y huevos del tiránido Pkylloscaries ventralis angusti- O a MOVIMIENTO SOCIAL. —Nuevos miembros activos —Héctor T. Am- brosetti y el 20 de Diciembre de 1918 (con retrato) —La colección de Héctor Ambrosetti—Donaciones de libros y publicaciones— Donaciones de aves, nidos y huevos— Vi- sita de miembros honorarios de la S.O.P.—Excursiones— Mariano B. Berro y el 26 de Agosto, en Montevideo—Pu- blicaciones ornitológicas recibidaS.......o...ooooo.ooooooo.- INFORMACIONES.—Necrología—Longevidad del cardenal ccmún —Enseñanza escolar de la ornitología—Colecciones orni- tológicas del Museo Nacional— Importancia de las aves para el hombre (Contin.), J. Buckland..-............... BIBLIOGRAFÍA.—Recientes publicaciones ornitológicas sobre Sudamérica y especialmente la Argentina y países veci- LOS RO A O Indice alfabético de autores y otras personas citados. . Indice alfabético de materias PÁG. 213 221 229 236 248 255 259 267 273 284 287 290 292 293 300 ¡SOCIEDADE ORNITO LOGICA DEL PI AGA COMISIÓN DIRECTIVA 1916-1918, 1918-1920 Presidente: DR. ROBERTO DABRBENE Secretario tesorero: PEDRO SERIÉ Vocales: JULIO KOsLOWSKY — Cap. de fragata PEDRO S. CASAL Prof. M. DOELLO-JURADO— HECTOR AMBROSETTI (| 1918 ; vr 19 MIEMBROS HONORARIOS CHAPMAN, Dr. FRANK M. Museo de N. York (Estados Unidos). CHUBB, CHARLES, Londres (Inglaterra) GRANT, CLAUDE H. B. Londres (Inglaterra). HARTERT, Dr. ERNSI, Londres (Inglaterra). HELLMAYR, Dr. CarL E. Museo de Munich (Alemania). HOLMBERG, Dr. EDUARDO L. (presidente honorario) Capital Federal, Hubson, W. H. Londres (Inglaterra). IHERING, Dr. H. voN - Florianópolis (Brasil). LYNCH ARRIBÁLZAGA, ENR. Resistencia (Argentina). MENEGAUX, A. Museo de París (Francia). RIDGWAY, Dr. ROBERTO Museo de Wáshington (Estados Unidos). SALVADORI, Conde Tomás Museo de Turín (Italia). SCLATER, WILLIAM L. Eondres (Inglaterra). MIEMBROS CORRESPONDIENTES ALFARO, Dr. ANASTASIO Museo de S. José (Costa Rica). BAER, G. A. París. BERTONI, Prof. A. DE W. Puerto Bertoni (Paraguay). BORELLI, Dr. ALFREDO Museo de Turín (Italia). IgI6. Ig18. 1918 - IgI8. Ig16. IgI6. IgI6. IQ16. IQIÓ. IQI1Ó. IGIÓ. IQI16 IQIS. Ig16. IQIÓ. IQIÓ. IQI6. VI BRASIL, Dr. L. Caen (Erancia). 1916, y J918. CHERRIE, GEORGE K. Museo de N. York (Estados Unidos). 1916. Costes, Prof. NATHANÁEL Santiago (Chile). 1917. DOERING, Dr. ADOLFO Córdoba (Argentina). IgIÓ6. FIEBRIG, Prof. CARLOS Asunción (Paraguay). Ig16. FoNTANa, Cnel. Dr. Luis]. San Juan (Argentina). IQI6. GIACOMELLI, Dr. HUGENIO La Rioja (Argentina). 1916. GIBSON, ERNESTO Capital Federal. 1916, Y IQI9. IHERING, R. VON San Pablo (Brasil). IgI6. LiLLo, Dr. MIGUEL Tucumán (Argentina). 1916. MILLER, LrEo E. Museo de N. York (Estados Unidos). 1916. PorTER, Prof. CarLos E. Santiago (Chile). 1916. REED, Prof. CARLOS $. Mendoza (Argentina). 1916. SNETHLAGE, Dra. E. Pará (Bresil). IQIÓ, Tobp, W. E. CLYDE Museo Carnegie, Pittsb. (Est. Unidos). 1916. MIEMBROS ACTIVOS Hasta Febrero 1920 ÁBERG COBO, ARTURO Capital Federal. 1918. ALOISE, Dr. SALVADOR P. » > 1017. * AMBROSETTI, FIÉCTOR T. > > 1916, | 1918. E AMBROSETTI, Dr. Juan B. > > 1916, Y 1917. AMEGHINO, CARLOS La Plata. 1917. ANITUA, Dr. GABRIEL Capital Federal. 1918. ANZOLA (hijo), JUAN Mercedes (Corrientes). 1917. ARDITI, Prof. Horacio Capital Federal. 1917. ARRAYAGO, Sra. T£ÓFILA A. de Tandil (B. Aires). 1918. ARTUSI, Dr. ENRIQUE J. 25 de Mayo(B. Aires). IgIS. AULA, AUGUSTO V. Saenz Peña (Chaco). 1918. BAgz, Ing.Agr.] ROMUALDO Las Delicias (E. Ríos). 1918. BARATTINJ, Luis P. Montevideo. IQIO. BARRÁN, Prof. EUCLIDES F. Capital Federal. 1918. BasILE, Prof. ANGEL Capital Federal. 1918. BEDER, Dr. ROBERTO » > IQIÓ. BExLo, JuLIO Rosario (Santa Fé). IgIS. BENN Porr, C. W. Quilmes (B. Aires). 1919. BENNETT, ARTURO G. P. Stan'ey (Malvinas).. IgI8. BE2GALLI, Prof. ALEJANDRO Capital Federal. 1917. BERNARD, Srta. Lucía > » 1919. ES Miembros fundadores, BERRO, MARIANO B. BONDUEL, OCTAVIO P. BONDUEL, RENÉ BORDALÉ, Luis F. BoscH, Ing. Agr. JORGE E. * BRÉTHES, Prof. JUAN BruscHI JUAN A. BUubIin, EMILIO BuUscaGLIA, VICTOR CALCAGNO, Dr. ALFREDO D. CARBONELL, JosÉ J. CARCELLEs, ALBERTO CARNÉ, Srta. LAURA E. * CAsaL, Cap. de Fragata PEDRO S. CASALE, Dr. GuIDO CASTELLANO, Ing. Agr. JosÉ C. CASTELLANOS, ALBERTO CASTELLANOS, ALFREDO CASTRO BIBILONI, ANTONIO CATINARI, Ing. JUAN N. CERRUTI, Dr. Tomás Comi, Prof. PEDRO L. COkDERO, Dr. ErRGASTO H. CORREA MORALES, LUCIO A. CORREAS, Srta. María J. CORTELEZZI, Srta. JUANA Corra, Srta. María R. COWELL, ALBERTO T. CRIVELLI, FRANCISCO CUESTA, Dr. Luis DABAT, Srta. DOLORES * DABBENE, Dr. ROBERTO DAGUERRE, JUAN B. D'ANGELO, Srta. FELIPA DANNI, JUAN A. DEBENEDETTI, Dr. SALVADOR Dye Bonr, Dr. ANTONIO DE GIACOMI, JUAN DE LA Rua, Dr. JosÉ M. DeL CAMPO, ALBERTO * DELÉTANG, LUIS ALL Montevideo. 1918, Y 1919. Capital Federal. 1916. > » 1917. » > 1917. C. del Uruguay (E. Rios). 1918 Capital Federal. 1916. > » 1919. Tucumán. 1917. Capital Federal, 1918. La Plata. IgIS. Capital Federal. Ig16. > > 1920. Tandil (B. Aires). IgIS. Capital Federal. Ig16. Chacabuco (B. Aires). IgIS. Villa Nueva (Córdoba). IQIS. Córdoba, 1917. » 1917. Capital Federal. IQIÓ. » > IgIÓ. Rosario (Santa Fé). 1919. Capital Federal. 1917. Montevideo. IgIS. Capital Federal. 1918. "Rosario (Santa Fé). IQIS. La Plata. IgIS. Huetel (Prov. B. Aires). 1919. Capital Federal. 1QI8. > » 1917. Rosario (Santa Fé). 1919. > > > 1918. Capital Federal. 1916. Rosas (B. Aires). 1917. Taudil (B. Aires). 1918. Carcarañá (Santa Fé). 1919. Capital Federal. IQIS. Montevideo. 1918, Capital Federal. 1918. > > 1916. > > IQIÓ. » » 1916. DINELLI, Luis * DOELLO- JURADO, Prof. M. DOMINIQUE, MIGUEL DORADAU, OvID:0 ESCARCENA, JUAN FARFÁN, Prof. (CARLOS Fazto, Prof. ALFREDO FELIPPONE, Dr. FLORENTINO FERNANDEZ, Dr. MIGUEJ. FERNANDEZBEYRO, Dr. A. FLORIT, CARLOS J. FORTABAT, CARLOS * FRERS, ARTURO G. GAILLAT, JUAN A. * GALLARDO, Dr. ANGEL GALLO, Dr. ABELARDO GAZZANO, NICOLÁS A. GeEz, Prof. Juan W. GIRARD, PABLO GÓMEZ, ADOLFO S. GONZALEZ FERNANDEZ, Almt*. R. GONZALEZ, JUAN A. GUERRICO, Ing. FEDERICO HERRERA, Prof. ANASTASIO J. HERRERA, Prof. MARTIN HUME, ALBERTO $. IRIZAR, Srta. ESTHER M. ISLAS, Srta. MARIA I. ISSOURIBEHERE, Ing. Agr PEDRO J. ITajoBI PRADO, FRANCISCO KOoRN (h.), GUILLERMO * KOSLOWSKY, JULIO KRAGLIEVICH, Prof. Lucas Y LAHILLE, Dr. FERNANDO LANFRANCO, Ing. Agr. SILVIO LAIORRE, CELSO LICURSI, ARIOSTO LisTA, Dr. HÉcToR LIzER, Ing. Agr. CARLOS ABRIR Tucumán. Capital Federal. » » » » Mercedes ($. Luis). Capital Federal. Montevideo. La Plata. Capital Federal. » » Olavarría (B. Aires). Capital Federal. C. de Areco (B. Aires). Capital Federal. y » Tucumán. Capital Federal. Pto. Militar (B. Aires). Capital Federal. » » » Rosario (Sta. Fé) Capital Federal. » > Azucena (B. Aires). Córdoba S. Paulo (Brasil). La Plata. Capital Federal. » » » » La Plata Córdoba. Capital Federal. > » 1917. IQIÓ. 1918. 1919, 1919. IQI18. 1918. 1917. 1918. Ig18. IgI$8. IQIS. 1gI6. 1918. 1916. 1918. 1919. 1918. 1917. 1917. 116. 1917. 1918. 1917. 1918. 1916. IQI16. 1918. 1918. ' 1919. IQ13. IQI6. Ig16. Ig16. 1917. 1918. IQI8- 1919. 1916. MAGLIONE, Dr.ERNESTO $. MAGNANO, FRANCISCO MAGNANO, JUAN Marasso Rocca, Prof. A, MARCÓ DEL PONT, JosÉ Marcó DEL Ponr, V. M. MAREK, CARLOS * MARELLI, Dr. CaRLOS A. MARIANI, S MARTY, GUILLERMO Mas, Prof. JosÉ MASsCHERONI, LUIS MARZORATTI, P. Luis MeEjIas, LAURENTINO C. MÉNDEZ CASARIEGO, Sra. CARMEN C. DE MeErcaDo, Prof. NAZARIO MESTRONI, Prof. VALENTIN MIGUELEZ, MAXIMINO MíGDEz, Dr. Victor E. MOGENSEN, JUAN MONGUILLOT, Sta. MARIA A. MORENO, Dr. JULIO DEL C. MOXHAM, JORGE MURATORIO, JosÉ L.' * NAGERA, Dr. JUAN J. NAGERA EZCURRA, Sta. ANGELA NAYLOR, W. B. NIEDFELD, GREGORIO ONELLI, Prof. CLEMENTE PARODI, LORENZO R. PASTORE, Dr. FRANCO PASTORE, Srta. VICTORIA PELLERANO, GLORIALDO PÉNDOLA, AGUSTIN J. PÉNDOLA, Prof. AGUSTIN PENNINGTON, Dr. MILES $. PEREYRA (h ), EZEQUIEL A. PIÑERO García, Dr. PEDRO POSNER, FÉLIX POUYSSÉGUR, HIPÓLITO IX Capital Federal Montevideo. Passo (B. Aires). Capital Federal. Capital Federal. Córdoba. La Plata. Capital Federal. Viedma (Rio Negro). Capital Federal. D» » Montevideo. Capital Federal. Capital Federal. Azul (B. Aires). Capital Federal. » » Mercedes (B. Aires). Skjelhoje (Dinamarca). Capital Federal. La Plata. Córdoba. Pirovano (B. Aires). Capital Federal. C. Salas (B. Aires). S. Tomé (S. Fé). Capital Federal. - Gorchs (B. Aires). Capital Federal. » » Quilmes (B. Aires) EF. Varela (B. Aires). S. J. de la Esquina ($. Fé). M. Sociedad (Paraguay). Azul (B. Aires). 1917. 1919. IgI9. IgIS. 1919. 1919. 1917. IgI6. IgI8. 1918. 1918. IQI8. 1920. 1916. 1917. 1918. 1918. Igr18. IgI8. 1917. 1gIy. 1917. 1917. IgIS. 1916. 1916. IQIS. IYI0. 1917. 1920. 1917. 1917- 1917. 1917. IQI8. IgI8. 1917. Ig19. 1918. IIS. * PozzI, ANTONIO * POZZI, SANTIAGO QUIROGA, Dr. 1sIDRO RADICE, ANGEL L. RAlCcEs, ADOLFO E, RAMÍREZ, Cap. de frag. EDUARDO Ramírez, Prof. SEGISMUNDO REBORATTI, JosÉ H. RENARD, Capitan de navío ABEL RENARD, ADOLFO RICAGNO, Prof. ALBERTO A. RIIS, GUILLERMO Rivas MIGUEZ, LEANDRO * RODRIGUEZ, DEMETRIO RODRIGUEZ, Dr. ENRIQUE * RODRIGUEZ, FRANCISCO M. RojAs AcosTa, Prof. N. ROLLERI, HUMBERTO ROLLERI, VICENTE ROMERO, Prof. RoMUALDO RoNco, Srta. BEATRIZ M. RoTHscHÉ, CÁRLOS SALGUERO, Tomás SALVAÑA, CAYETANO SANTILLAN, Prof. EMILIANO SANZIN, Prof. RENATO SATHICO, FRANCISCO SAVON, JuLio C. ScaLa, Prof. AUGUSTO C. SECcKT, Dr. Hans SELVA, MANUEL SEMPRUN, RODOLFO J. * SERIÉ, PBDRO SHIPION, STEWART SIERRA, Sra. ESPERANZA DE * SPEGAZZINI, Dr. CARLOS STEINBACH, JOsÉ STRASSBERGER, OSVALDO TELLECHEA, Ing. Agr. MANUEL TORANZO CALDERÓN, Dr. C. TORRES DE LA LLOSA, Dr. CARLOS x La Plata. Rosario (S. Fé). La Plata. Capital Federal. Capital Federal. Rosario (S. Fé). Concepción (Corrientes). Capital Federa). > » I. Correas (B. Aires). Tucumán. Sarandí (B. Aires) Norquincó (R. Negro). S. Ana (Misiones). Resistencia (Chaco). Capital Federal. San Miguel (B. Aires). Gualeguaychú (E. Ríos) Tandil (B. Aires). Dolores (B. Aires). E. de la Cruz (B. Aires). Rosario (S. Fé). Santiago del Estero. Mendoza. Mosconi (B. Aires). Capital Federal. Concepción (Tucumán) Montevideo. La Plata. Santa Cruz (Bolivia). Capital Federal Córdoba Capital Federal. Montevideo. IQI16. IQI16. Ig18. 1917. 1918. 1917. 1918. 1918. 1917. 1918. 1920. 1918. IgIS. 1916. 1915. 1916. 1918. 1916. 1919. 1917. 1918. 1918. 1918. 1916. 1917. 1917. IgI9. 1917. 1917. 1918. IgI6. 1919. 1916 1917. 1918. 1916. 1919. IQI9. 1918. 1917. 1918. XxX I TRACCHIA, Dr. OLIVERIO Capital Federal. 1920. TREMOLERAS, ALBERTO Montevideo. 1917. TREMOLERAS, JUAN > 1917. VEDIA, Gral. NICOLAS A. DE Capitai Federal. 1919. VELASCO, Sra. SARA M. DE Rosario (S. Fé). 1918. VENTURI, SANTIAGO Tucumán. 1918. VIOLANTE, VICENTE M. Capital Federal. Igr8. VOGELSANG, ENRIQUE G. Montevideo. 1919. WILLIAMS, Ing. ORLANDO Capital Federal. 1918, WILSON, CHARLES J. Londres (Inglaterra). 1919. WoLFFHÚGEL, Dr. KurT Montevideo. 1918. WYLER GIRARDET, Srta. BERTHA Córdoba. 1919. XHARDEZ, JUAN E. Gral. Pirán (B. Aires). 1917. YOUNG, THos. M. Las Toscas (B. Aires). Ig16. ZOTTA, ANGEL Capital Federal. 1917. ZUBIAUR, Dr. JosÉ B. » » 1917. INSTITUCIONES ADHERENTES BIBLIOTECA POPULAR “Mariano Moreno”. Chacabuco (Provincia de B. Aires). 1918. COLEGIO DEL SAGRADO CORAZÓN. La Plata. 1918. COLEGIO NACIONAL. San Nicolás Prov. de B. Aires). 1919. ESCUELA NORMAL N.” 2. Rosario (Santa Fé). 1918. INSTITUTO NACIONAL Prof. Secund.—Secc. Ciencias Biológicas. Capital Federal. 1920. Museo EDUCACIONAL. Mendoza. 1917- El HORNERO Revista de la SOCIEDAD ORNITOLÓGICA DeL PLATA para el estudio y protección de las aves de la Argentina y países vecinos Tomo I, N.1 HORNERO (Furnarius rufus) SECRETARÍA DE LA $. O. P. Museo NACIONAL DE HISTORIA NATURAL PERÚ, 208 BUENOS AIRES Oclubre, 1917 SOCIEDAD ORNITOLÓGICA DEL PLATA COMISIÓN DIRECTIVA Presidente: DR. ROBERTO DABBENE Secretario tesorero: PEDRO SERIÉ e , E Vocales: JuLIO KOSLOWSKY = Cap. de fragata PEDRO S. CASAL Prof. M. DOBLLO-JURADO — HÉCTOR AMBROSETIHL MIEMBROS HONORARIOS Dr. EDUARDO L. HOLMBERG (presidente honorario) Capital. ENRIQUE LYNCH ARRIBÁLZAGA — Resistencia (Argentina). DAS. Dr, H. VON IHERING — San Pablo (Brasil). OIE Dr. FRANK M. CHAPMAN y — Museo de N. York (N. América). Dr, ROBERTO RIDGWAY =— » de Wáshington > ná Conde TomÁs SALVADORI = > » Turín (Italia). Edd Dr, CarL E. HELLMAYR — (4 » Munich (Alemania) | W. H. HUuDsoN — Londres (Inglaterra). E A. MÉNÉGAUX — Museo de París (Francia) MIEMBROS CORRESPONDIENTES ARGENTINA Dra. E. SNETHLAGE Coronel Dr. Luis J. FONTANA Pará—Brasil san Juan Prof. R. voN IHERING ; Dr. MIGUEL LILLO San Pablo—Brasil 4 Tucumán Dr. ANASTASIO ALFARO En Dr. EUGENIO GIACOMELLI Director Museo de S, José de Costa Rica La Rioja. To E! “MILLER : Museo N. York—N. América GEORGE K. CHERRIE Córdoba Museo N. York—N. América W. E. CLyDÍ Tobp Prof. CARLOS S. REED Mendoza Dr. ADOLFO DOERING EXTRANJERO Museo Carnegie (Pittsburgh)—N. A. Prof. A. DE W. BERTONI G. A BAER 5 Puerto Bertoni—Paraguay . París Prof. CARLOS FIRBRIG 7 Dr L. BrAsIL Asuución—Paraguay Universidad Caen—Francia Prof. NATHANÁEL COSTES Dr. ALFREDO BORELLI Santiago —Chile Museo Turín—Italia Prof. CARLOS E. PORTER. ERNESTO GIBSON Santiago—Chile _ Londres—Inglaterra EL HORNERO REVISTA DE LA SOCTEDAD ORNITOLÓGICA DEL PLATA DIRECTOR SECRETARIO ROBERTO DABBENE PEDRO SERIÉ AL BUENOS AIRES, OCTUBRE DE 1917 N.o 1 SUMARIO SOCIEDAD ORNITOLÓGICA [DEL PLATA occiso a ad $ nacóaons abs pág. 1 R. DABBENE —Los vencejos de la República Argentina ..ocoooninec. enn > 3 M. DoELLo-JURaDO.—JSobre aves de Puerto Deseado... > Ss EF. F. OUTES -- Formación del “Cabinete del Rey” 0... 6 M. SELVA.—Distracciones ONMILOLÓZICAS 0. nocoancnncinic AZ 2 R. DABBENE.—Vofas sobre una colección de aves de la isla de Martín. Garcia. .... » 29 BS =300AE 172 DONE ntLO ER CAMELA SS H. AMBROSETTI.——Dos liránidos de Buenos ÁlYES .osomconcinn. o e > 36 R. DABBENE.—Cypseloides senex y Clibanornis dendroc ade en Misiones ¡R ASA Movimiento soctal ..o.oco.. >» 38 AIDA pr oso nano en polo batas dae OB SOOS ao NS IDR e AI AA SAA PEA a E » 46 SOCIEDAD ORNITOLÓGICA DEL TRIANA CARACTER Y FINES DE LA ASOCIACIÓN Al presentar al público el órgano de la «Sociedad Orni- tológica del Plata», la Comision Directiva desea recordar, en términos sencillos, el carácter de esta institución, y los medios que piensa emplear para realizar sus fines. Nadie ignora que el estudio de las aves, u ornitología, constituye uno de los capítulos más importantes de las cien- cias naturales. El enorme número de especies y variedades de esta clase de animales, que en la actualidad se calcula en unas 20.000, distribuídas en toda la superficie de la tierra, hace su clasificación o. estudio sistemático muy difícil. Para esto es nece- sario disponer de grandes colecciones y de muchos libros y revistas especiales, escritos en diversos idiomas y que impli- can gastos muy crecidos. Pero la clasificación no constituye el objeto exclusivo de la Ornitología. Cuando ya se sabe el nombre técnico de la es- 2 EL HORNERO Vol. 1 pezie, es necesario conocer sus costumbres, su nidificación, sus migraciones, su régimen alimenticio, etc. Esto constituye el estudio biológico, o sea el estudio de la vida de las aves en su medio natural. Pocos animales ofrecen, bajo este aspecto, mayores atrac- tivos. A la belleza de sus formas y colores externos, las aves, unen manifestaciones del instinto o de la inteligencia, que han sido objeto de innumerables observaciones y que propor- cionarán indefinidamente campo para otras nuevas. Las expre- siones de su vida afectiva y las manifestaciones artísticas de sus nidos y de su voz, ofrecen, no sólo un objeto de estudio para el naturalista, sino también un motivo de admiración. Pero no concluye aquí el interés de las aves para el hom- bre. Queda aún su aspecto práctico, esto es, el de su utilidad. Se ha comprobado que la mayor parte de las aves prestan un auxilio indirecto al hombre, por alimentarse principalmente de insectos y otros animalitos que producen o pueden producir daño a las plantas cultivadas. Son, en cambio, muy pocas las especies de aves de las cuales pueden asegurarse que son per- judiciales para el hombre. Así, pues, no es sólo el estudio de las aves bajo sus múl- tiples aspectos, lo que nos interesa, sino también su protec- ción. Infinidad de especies de aves silvestres son inútilmente destruídas en todas partes. : Para llenar estos fines científicos, educativos y prácticos, es que se han constituído en las naciones adelantadas las so- ciedades ornitológicas. Estas asociaciones tienen una dirección científica, pues así lo exige la recopilación y control de los numerosos datos y observaciones que es necesario registrar. Pero en su obra pueden colaborar todas las personas que lo deseen, de modo que las sociedades ornitológicas tienen, gene- ralmente, un carácter que es a la vez científico y popular. La colaboración del público es no sólo útil sino necesaria, pues nunca podrá esperarse que haya en cada localidad de un territorio tan extenso como es el de la Argentina, un especia- lista en el estudio de las aves. Si la reunión de todos los datos fuera a hacerse por medios oficiales, se requeriría un 1917] R. Dabbene: Los Vencejos de la Rep. Argestina 3 número sumamente grande de empleados y los gastos consi- guientes; y aun así nunca reemplazarían a las observaciones que pueden suministrar los aficionados inteligentes. La S. O. P. desea, pues, tener adherentes o socios en las diferentes regiones del país, y espera que, con la cooperación de todas las personas que simpaticen con su iniciativa, podrá realizar, con el tiempo, una obra seria y útil. LOS VENCEJOS DE LA REPÚBLICA ARGENTINA POR ROBERTO DABBENE Las aves comúnmente llamadas vencejos y cientificamen- te Micropódidos, Cipsélidos o más correctamente Apódidos, for- man con los Troquílidos o picaflores el suborden MZacrochzres, uno de los tantos en que se divide el orden Coracizformes, el más heterogéneo de todos en cuanto al aspecto externo de las formas que lo componen. Estas aves tienen bastante semejanza con las golondrinas, con las cuales han sido reunidas con frecuencia, pero ese pa- recido es únicamente superficial, mientras que sus caracteres anatómicos las acercan a los picaflores. Son insectívoras y emi- nentemente aéreas; nunca se posan sobre las ramas de los ár- boles, pero trepan con facilidad sobre las superficies verticales de las rocas ayudándose con sus largas y robustas uñas y sir- viéndose de los mástiles rígidos de las plumas de la cola como de punto de apoyo a la manera de los carpinteros. Son aves algo escasas y poco conocidas entre nosotros, debido esto especialmente a la extremada velocidad del vuelo, lo que hace muy difícil cazarlas. A este grupo pertenecen esas especies de aves cuyos nidos están formados en gran parte con la substancia glutinosa O mucilaginosa que segregan las glándulas salivares muy des- arrolladas y que como las del género oriental Collocalía consti- tuyen un manjar muy apreciado por los chinos y japoneses. 4 EL HORNERO Vol. T En algunos géneros (¿Apus, Acronautes, Panyptila y Ta- chornis) el número de las falanges del pie es anormal, siendo 2 en el primer dedo (hallux) y 3 en los demás, en lugar de 2, 3, 4, 5 Además en algunos el hallux está situado lateral- mente en vez de posteriormente y puede ser dirigido hacia adelante (pies pamprodáctilos). El tarso es generalmente corto, a veces emplumado, así como los dedos. El pico es corto, ar- queado y muy parecido al de las golondrinas. Las alas son ex- tremadamente largas y estrechas a causa de tener las remiges secundarias cortas; sobrepasan la extremidad de la cola cuan- do están plegadas y tienen la forma de una hoz cuando es- tán extendidas. Los mástiles de las rectrices (siempre 10 en número) son rígidos y en algunos casos (Chaetura, Streptoprocne) están más o menos desprovistos de barbas en la extremidad. El plumaje es compacto y cerrado al cuerpo, y su coloración general es de un pardo tuliginoso uniforme o con algunas partes blancas o blanquizco sucio. Nidifican en las anfractuosidades de las rocas o en los huecos de los árboles, y están distribuidos sobre todos los con- tinentes. En la República Argentina se encuentran 4 géneros (Aus, Streptoprocne, Chaetura y Cypselordes) y 5 especies, una por cada uno de los tres primeros géneros y dos por el último. La siguiente clave servirá para distinguir los citados gé- neros y las especies argentinas de vencejos. a. Dedos con número anormal de falanges (2, 3, 3, 3), hallux (dedo posterior) lateral y reversible ha- cia delante; tarsos emplumados hasta los dedos; mástiles de los rectrices no rígidos. Coloración general, pardo fuliginoso por arriba, excepto un collar en la parte posterior del cuello y la raba- dilla que son blanquizcos como la parte infe- rior del cuerpo. Habitan el nuevo continen- te, desde los Andes del Perú y Bolivia a los deiNde AC .. gen. APUS (') aa. Dedos con número normal de falanges (2, 3, 4, 5); (1) 4gus (no 4fos SCOPOLI, 1777) SCOPOLI, Intr. Nat. Hist., 1777, P- 483. Tipo, Hrrun- do afus LINNAEUS. Sinonimia: /Micropus MEYER y WOLF, 1810; Crpselus ILLIGER, 1815; Cipselus VIEILLOT, 1816; Brachyfpus MEYER, 1815; Cypcelus D'ORBIGNY, 1839. : 1917] R. Dabbene: Los Vencejos de la Rep. Argentina 5 hallux situado más posteriormente y no rever- sible hacia delante; tarsos y dedos desnudos; mástiles de las rectrices más o menos rígidos. o. Hallux corto, generalmente más corto de la mitad del dedo interno; mástiles de los rectrices rígidos y desprovistos de bar- bas en la extremidad (espinosos). Tamaño pequeño (ala 100-130 mm.); coloración ge- neral negro parduzco o fuliginoso, a veces con gris o blanquizco sobre la rabadilla, cobijas superiores de la cola y garganta. Habitan el nuevo continente desde Esta- dos Unidos a la Argentina................ gen. CHATURA (?) do. Hallux largo, generalmente más largo que la mitad del dedo interno; mástiles de las rectrices más o menos rígidos, pero no desprovistos de barbas en la extremidad. Tamaño variable (ala 119-230 1um.). c. Tamaño grande (ala 190-230 mum.); mástil delas rectrices muy duro; adul- to negro parduzco con un ancho collar blanco entorno al cuello; más- tiles de las remiges y rectrices par- duzco por debajo. Desde el S. de Mé- xico a S. de Brasil, Bolivia, Perú y Norte de Argentina............ gen. STREPTOPROCNE (?) cc. Tamaño menor (ala 119-175 mm.); mástiles de las rectrices poco rígido; plumaje negruzco fuliginoso unifor- me; mástiles de los remiges y rectri- ces blanquizco por debajo; a veces al- gunas manchitas blancas en la parte posterior del cuello. Desde el S. de México a Brasil, Perú, N. y N. E.de Argentina; Paraguay.............. gen. CYPSELOIDES (*) Estos géneros están representados en el país por las es- pecies siguientes: (1) Chaetura STEPHENS, SHaW's Gen. Zool., XIII, pt. ii, 1825, p. 76. Tipo, Hirundo pelagica JINNAFUS. Sinonimia: Acanthylís BOIB, 1826; Acanthyllis NEWTON, 1881; HARTERT, 1892; Rhapídura OATES, 1883; Acanfhuya GUILDING, 1827. (2) Streptofprocne OBERHOLSER, Proc. Biol. Soc. Wash., XIX, May 1, 1906, p. 69. Tipo lHirundo zonarís SHAW. Sinonimia: Chaefura, anct. part. (3) Cvpseloídes STREUBEL, Isis, 1848, p 366. Tipo /lemiprocne fumigata STREUBEL. Sinonimia: 4Aerorniís BERTONT, 1991; tipo 4. niverfrors BERTONI (— Cypselus senex 'TEM- MINCK ). PO NH. EL HORNERO APuUS andecolus Dinellíí Hartert (1/,). CHETURA 4Ándre? meridionalís Hellmayr (1/1). STREPTOPROCNE 20%a715 zo2aris (Shaw) (1/1). CYPSELOIDES senex TemMinck) (1/1). 1917] R. Dabbene: Los Vencejos de la Rep. Argentina 7 1. Apus andecolas Dinellii HarterT, Bull. Brit. Ornith. Club, XXIII, p. 43 (Dec. 1908. Angosta Perchela, prov. Jujuy, N. W. de Argenti- na. L. DINELLI). Distribución: Región andina de la República. Jujuy: An- gosta Perchela, Tilcara (L. DiwELLI); Tucumán: Lara, alt. 3200 metr. (M. RODRÍGUEZ); Mendoza. 2. Streptoprocne Zzonaris Zonaris (SHaw), (golondrina collareja). Hirundo zonaris SHAw, in MILLER's Cimel. Phys., p. 100, pl. 55 (1796, sin localidad típica establecida; loc. tip fijada, Chapada, Matto Grosso, Brasil, aut. CHAPMAN, Bull. Am. Mus. N. H,, 1914, pág. 605). Distrib. La forma típica habita el Sur del Brasil y el Norte de la Argentina: Tucumán (M. Ronprícuez, L. DINELLI); Tafí Viejo (P. GIRARD). 3. Cheetura Andrei meridionalis HELLMAYR, Bull. Brit. Ornith. Club, XIX, p. 63 (1907 —Isca Yacú, prov. Santiago del Estero, alt. 380 metr. L. DiNeLLD-Íd., Verh. Orn. Ges. Bayern, VIII, p. 150 (1908, Argentina, Brasil meridional). Chaetura fumosa (nec SALVIN!) LiLLo, Fauna tucumana, aves, in Revista de Letras y Ciencias Sociales, p. 25, 1905 (Tapia, Tucu- mán en Noviembre). —DABBENE, Ornit. Arg. 1, p. 264, 1g1o [Tu- cumán (LILLO); Ocampo, Chaco (VENTURI)]. Distrib. Sur del Brasil; Paraguay; Norte y Noreste Argen- tina: Tucumán; Oran, Salta; Santiago del Estero; Chaco Austral; Misiones (M. RODRÍGUEZ). 4. Cypseloides fumigatus (STREUBEL). Hemiprocne fumigata STREUBEL, Isis, p. 366 (1848—Brasil). Distrib. Ecuador; Perú; Brasil (Pará, San Paulo, Paraná); Argentina (Tucumán: Tapia—L. DINELLI; Tafí Viejo—P. GIRARD). 5. Cypseloides senex (TEMMINCK). Cypselus senex TEMMINCK, Pl. Col., p. 397. (1826—+* Cette espéce habite au Brésil»). Acrornis niveifronss BERTONI, Aves nuevas Paraguay, 1901, p. 66. (Alto Paraná). Distrzb. Brasil (Matto Grosso; San Paulo); Paraguay (BER- TONI); Argentina: Santa Ana, Misiones, Enero 3, 1917 (M. RODRÍGUEZ). 8 EL HORNERO Vol. I Esta última especie difiere de Cypselozdes fumaigatus úni- camente por sus dimensiones mucho mayores: ala, 175 mm. en vez de 147 mm. SOBRE AVES DE PUERTO" DESEADO (PATAGONIA) POR M. DOELLO -JURADO Durante un corto viaje que realicé a principios del año pa- sado a las costas de Patagonia para estudios de fauna marina, en comisión del Museo Nacional de Buenos Aires, tuve ocasión de visitar algunas localidades de los alrededores de Puerto De- seado, interesantes por muchos conceptos y, para el caso pre- sente, por las numerosas aves marinas que allí habitan. Tuve el placer de encontrarme en Deseado con el señor JUAN MOGENSEN que se ocupaba en coleccionar dichos animales, de los cuales había reunido ya una hermosa serie, que luego au- mentó en las partes más australes del continente, y que ahora forma parte de la notable colección ornitológica del señor STEWART SHIPTON en Concepción (provincia de Tucumán), donde fué para mí muy agradable volver a ver, en diciembre del año pasado, convenientemente preparadas las mismas especies que en el verano anterior había visto vivas en las costas de Santa Cruz. Sería de desear que estos señores publicasen una enumeración sistemática de aquellas valiosas colecciones. Guiado, pues, por el señor MOGENSEN, hice una breve ex- cursión en una lancha a naíta por las islas de Deseado, el 21 de febrero de 1916, después de mediodía. Por mi parte me propo- nía obtener los nidos y huevos de algunas especies para el Mu- seo Nacional, sobre las que doy ahora esta breve noticia, que desearía ver completada bien pronto por observaciones más de- tenidas y valiosas. Me baso para redactar estas líneas en los ligeros apuntes de mi libreta de viaje. Los nombres de las es- 1917] M. Doello-furado: Sobre aves de Puerto Deseado 1. — Pingiiín de Magallanes (S¿heniscus magellanicus) en Puerto Deseado. Fig. 10 EL HORNERO [Vol Y pecies que menciono han sido consultados con el doctor DAB- BENE. Hacia la parte de adentro y a pocos kilómetros del pueblo de Deseado, hay varios islotes, casi todos pequeños. Uno de ellos, donde descendimos, tiene una superficie de unas dos hectá- reas. Es suavemente abovedado y poco elevado. El suelo. está constituido, en 'su parte principal,por pedregullo, conchillas ro- tas y excrementos de aves. Creo que este islote es el que se indica en la carta de la Armada Argentina con el nombre de « Estorbo ». En él habitan, junto con otras aves, una gran cantidad de pingúlines y cormoranes. Todos los pingúines que ví pertenecen a la especie común, Sphentíscus magellanicus (FORSTER), o sea el « pingúín de Maga- llanes ». Los individuos, en número de varios millares, se ali- neaban a lo largo de la costa observándonos con su caracterís- tica curiosidad. Hacen sus nidos en la parte central y más elevada de la isla. En aquella época ya no tenían huevos, y los pichones eran grandes, bien emplumados y andaban junto con los adultos, de los cuales se distinguían por el color más oscuro del pecho. Algunos de sus nidos son especie de hoyos profundos, pero la mayor parte tienen el carácter de verdaderas cuevas, con una boca de unos 25 centímetros de anchura, siendo la cavi- dad interior de hasta 80 cm. de profundidad, de forma más o menos ovalada y dispuesta un poco oblícuamente, de tal modo que la abertura viene a quedar hacia uno de los costados del hueco y éste tiene su techo. Las cuevas están muy próximas entre sí, tanto que apenas puede darse un paso sin tropezar con alguna. Es muy fácil hundirse desprevenidamente en ellas hasta la rodilla, con la consiguiente sorpresa cuando hay aden- tro alguno de sus habitantes, cuyos picotazos son famosos. Un pingúín puede refugiarse cómodamente en el fondo de su cueva, sin que exteriormente se pueda sospechar su presencia, Cuando nos aproximábamos, algunos preferían meterse adentro más bien que echarse al agua, como hacía la mayoría. Si uno se acerca mucho a la boca de sus cuevas, sacan la cabeza mi- rando alternativamente con uno y otro ojo hacia arriba, con 1917] M. Doello-Jurado: Sobre aves de Puerto Deseado TI movimientos de cabeza tanto más rápidos cuanto más uno se inclina hacia ellos, lo que llega a producir un efecto absoluta- mente cómico; pero conviene no acercarse demasiado. En esa misma parte elevada de aquel islote, crecen unos arbustitos de dos especies. Según las muestras que recogí, el profesor L. HAuMAN ha podido reconocer que una es Atriplex sagittifolia SPEG. var. typica SPEG., y la otra una Suacda, pro- bablemente .S. /ruticosa (L.). Ambos arbustos poseen troncos leñosos de 5 a 10 cm. de diámetro y se elevan sólo de 1 a 1.50 metro. Sobre ellos anidan unos Phalacrocorax totalmente negros. A los adultos los ví sólo volando, y no había recono- cido en ellos a nuestro común biguá, Phalacrocorax vigua (VIE ILL.). Esta determinación ha sido confirmada por un ejemplar remitido por el señor MOGENSEN al señor DABBENE. Construyen sus nidos con ramas reunidas irregularmente, y ellos alcanzan basta 40x 50 centímetros de tamaño, dimensiones exageradas para la pequeñez del sostén. Traje uno de estos arbustos (Suaeda) con su nido. La concavidad de éste contiene unas pocas plumas y algunos cantos rodados. Los numerosos nidos tenían, casi to- dos, pichones en los más diversos estados de desarrollo. Los más pequeños son de aspecto desagradable, todos negros e implu- mes (pues, como se sabe, los Phalacrocoracidae o cormoranes son insesores o « nidícolas »). Todos, en su inquietud por nuestra presencia, volvían sus alimentos, algunos muy recientemente in- geridos: entonces se veía que estos estaban constituidos por peces, principalmente pejerrey y róbalo, de los cuales deben consumir grandes cantidades. : Obtuve allí un huevo de esta especie. Es de color azulado claro, ligeramente verdoso o glauco pero casi todo recubierto por una delgada costra blanca (como en la especie siguiente). Sus dimensiones son: 58 milímetros de longitud por ¿38 milíme- tros de ancho. Desde aquel islote nos dirigimos a la costa que queda frente, y un poco hacia el Oeste, del pueblo de Deseado. La barranca, cons- tituída por pórfido rojo, es abrupta, de unos 10 a 15 metros de al- tura: ésta va disminuyendo hacia la parte oeste. Las colonias de Phalacrocorax Gavmardí (GARN.) (%) ofrecen allí un espectáculo (1) Según algunos autores modernos, debe llevar el nombre PA. cirriger (KING). 12 EL HORNERO Vol. 1 realmente hermoso. Los adultos de esta especie tienen un lindo plumaje, en que predomina el gris ligeramente plomizo o azulado» Fig. 2. — Cormorán gris (Phalacrocorax Gaiímardi) y su nido, Ys. Puerto Deseado. con manchas negras y blancas; de estas últimas, las mayores están en los flancos del pescuezo. Las patas son rojas y el pico amarillen- to. Por esta coloración, el 24. Garmardí se distingue notablemente 1917] M. Doello-Jurado: Sobre aves de Puerto Deseado 13 de losótros cormoranes de nuestras costas, que son todos oscuros o negros, o negros y blancos solamente, como es lo general en la fa- milia. El mismo nombre cormorán, universalmente adoptado para todas estas aves, (y que, según parece, deriva del francés « cor- beau marin»), indica que lo característico es el negro; y en el Plata suele llamarse « cuervo» o «cuervillo», al biguá. Fig. 3. — Huevos del cormorán gris, ?/1. Quizás a esto se debe que algunos de los pobladores de Deseado a quienes conversaba de esta ave, no parecían muy dispuestos a aceptar que se tratase de un cormorán, nombre que sin embargo usan para las otras especies del género. Parece que el nombre « Cormorán gris» sería apropiado para 2%. Gasmard?. En los flancos verticales de aquellas barrancas construyen su nido estas aves, de las cuales habría en aquel momento unas 250. En general aprovechan de las desigualdades naturales d€ 14 EL HORNERO Pd 7 la superficie de la roca, o se sirven de los huecos que' suelen haber. En cualquier caso, el nido está fabricado de restos de algunos organismos marinos, cementados con los excrementos de las mismas aves, las que fabrican así una especie de adobe, que adhieren con bastante fuerza a la roca. La parte principal, casi exclusiva, del material empleado, está constituida por los delicados filamentos quitinosos de unos pólipos arborescentes del género Serfularia. Estos filamentos son amarillentos o par- diclaros, de dos a cuatro décimos de milímetro de espesor. A esto se agregan algunos restos de algas y briozoos, raros frag- mentos de conchillas (hallé dos de mejillones, ytlus) y aun algunos cantos rodados. El nido tiene la forma de una corni- sa, de sección más omenos semicircular, en cuya parte superior está la concavidad, con unas ramitas y escasas plumas, donde depositan los huevos. El exterior se vuelve blanco y a la dis- tancia parece cal por su aspecto. Generalmente eligen para colocar sus nidos la parte de la barranca que está igualmente distante del borde superior y del nivel del agua, con lo cual están muy bien defendidos. Sin embargo, desde la proa de la lancha se podía alcanzar a algu- nos de los que estaban más abajo, y así pude sacar el que traje al Museo Nacional y que aparece en la fotografía adjunta (acompañado de un ejemplar de 2%. Gazmardz que estaba hace años en la colección del Museo). Este nido mide 40 cm. sobre el plano por donde estaba fijado; zc cm. en el plano perpen- dicular al anterior, y unos 35 cm. de altura; pero otros se pro- longan mucho más hacia abajo. Probablemente van aumentando de altura por superposición de capas anuales. El nido tenía tres huevos. El color fundamental de éstos es celeste claro, pero la superficie presenta la capita de aspecto calcáreo y color blanco sucio que se señala en los otros cormo- ranes y que oculta aquel color, como se consigna en el catá- logo de la colección de huevos del Museo Británico (vol. II, p. 198). Doy la fotografía de dos de aquellos huevos (el tercero se rompió). Sus dimensiones son las siguientes: ejemplar 1, long. 65, anchura 37 milímetros; ejemplar 2, long. 62, anchura 37 milímetros. Había muchos pichones emplumados, que son oscuros. 1917] M. Doello-furado: Sobre aves de Puerto Deseado I5 Respecto de la nidificación de esta especie, no conozco en la bibliografía que he consultado, más referencia que la que trae Gay (Historia de Chale, Zool., 1, 459), quien dice: « Hace un nido muy duro con barro y ramas en los barrancos, y aun también, según dicen, en los árboles, en el que pone tres hue- vos... ». Sería interesante confirmar si en Chile 2/2. Gamard: suele anidar en los árboles. La especie vive también en el Perú Deseado es, por el Atlántico, la localidad más septentrional de donde se le conoce. En aquellas barrancas no ví ninguna otra ave, salvo una especie de garza-bruja (Vycticorax), que anidaba en la vecin- dad, en un hueco de la roca rellenado con muchos palitos. Además de las dos citadas especies de Phalacrocorax, es muy común en Deseado el P%. albzventer (Less.) (1), que parece ser el más difundido de los cormoranes de la costa de Patagonia. Se le suele llamar «shag », lo que no parece recomendable, pues éste es un nombre vulgar inglés que corresponde al 2%. gra- culus (L.) en Inglaterra. Sin embargo, la palabra, introducida seguramente por los navegantes ingleses, se ha generalizado bastante, y aun aparece en las cartas geográficas aplicada a una isla en la entrada de San Julián. Es probable que el mismo nombre se aplique también a otras especies o variedades se- mejantes a Ph. albiventer, como Ph. atriceps KING. En Deseado se veía también otro cormorán que verosímil- miente representa una cuarta especie, pero que no he podido identificar, pues sólo lo ví de paso. Esta especie, lo mismo que Ph. albiventer, tienen también sus colonias en otros islotes. En las islas del interior se veían unos pocos lobos marinos, Otaria jubata (PER.). (1) A propósito de P2. albiventer, haré notar de paso que esta especie suele llegar mu- cho más al norte, hasta las costas de la provincia de Buenos Aires, y aun ocasionalmente entra en el Río de la Plata. En los últimos días de mayo y primeros de junio de 1913, observé varios individuos en Punta Lara. Otros fueron vistos cerca de la ciudad de La Plata. Mi amigo el doctorJuaN José NÁGERA me obsequió con uno que había capturado vivo en Río Santiago (junio 6, 1913). Lo tuve dos días en cautividad, pero se resistía a to- mar agua ni alimentos, y luego murió. El cuero se conserva ahora en el Museo Nacio- nal, donde el doctor DaBBENE lo reconoció como un ejemplar joven de la citada especie. La mayor parte de los individuos que entonces se vieron en las riberas del Plata, pare- cían atontados y se dejaban agarrar con facilidad. No sé que después de aquella fecha se hayan vuelto a ver. 16 EL HORNERO Vol. T Aparte de las aves citadas, hay muchas de otros grupos, como gaviotas, gaviotines, patos, ostreros, etc., algunas de las cuales viven en compañía de las anteriores formando un cuadro sumamente vivo y animado. Probablemente hay pocas localidades de la costa patagó- nica donde se hallen reunidas mayor cantidad y variedad de aves en un espacio más reducido. Esta circunstancia, unida a la belleza del paisaje, hacen de aquel un sitio ideal para el es- tudio de nuestras aves marinas en su medio natural, y lo in- dican como un lugar de reserva y protección para ellas, una « Bird-Reservation », que debemos esperar se realice alguna vez. Por ahora, tengo la satisfacción de dejar constancia de que el subprefecto de Puerto Deseado, señor JAacinTO ROJAS (a quien debo la fotografía de los pingúines), es un entusiasta y celoso guardián de aquellos preciosos animales, cuya destrucción ha contribuido eficazmente a impedir, con tesón y energía dignos de una causa tan simpática. FORMACIÓN DEL «GABINETE DEL REY> PRIMERAS CONTRIBUCIONES SUDAMERICANAS (1769) Por FÉLIX F. OUTES A Roberto Dabbene. «Cubdicia he tenido—decía a FÉLIPE II don FRANCISCO DE TOLEDO, en carta fechada en el Cuzco el 1.2 de marzo de 1572— en quentre las memorias de grandezas que de otros reinos V. M- - puede tener en sus armerías y recámara, oviese algunas piezas señaladas donde estuvieren las muestras, trazas y particulari- dades destas Indias y Mundo Nuevo que se ha descubierto y va descubriendo cada día, pues—agregaba —ni creo yo que faltaria de que henchir las piezas donde estuviera mejor tra- tado y mas para gozar dello, que yolo vi todo en las bóvedas 1917] E. EF. Outes: Formación del «Gabinete del Rey» 17 de la guardarropa de V. M.; y no seria de menor grandeza lo desta tierra, para entretener y admirara cualquier príncipe que viniese a la corte de V. M., que lo demasde los otros reinos ». La bella idea de formar un museo americano, que se su- jería a la Corona en los párrafos transcriptos, no era, en rigor de verdad, una expresión aislada. En efecto, desde el momento inicial del descubrimiento, el gobierno central había tratado de informarse menudamente sobre los caracteres fisiográficos, la naturaleza del suelo, la flora y la fauna de las tierras recién descubiertas y hasta de los rasgos más salientes de los grupos humanos que en ellas habitaban. A tal propósito obedecía el mandato incluido — por primera vez—en las instrucciones da- das a COLÓN por los Reyes Católicos al emprender su cuarto y último viaje; que, si bien no se generalizó hasta 1573, pocas veces omitían, en cambio, los gobernadores de las provincias de Indias al darlas a los capitanes que enviaban a descubrir, conquistar o poblar. Fué así como se iniciaron las relaciones descriptivas que, años más tarde, la necesidad de conocer a fondo los territorios de los nuevos dominios, el repartimiento de los indígenas y, especialmente, la ardua cuestión suscitada a propósito de la perpetuidad de sus encomiendas, habían de darles la necesaria permanencia; para lo cual contribuyeron, en primer término, las instrucciones de 1533 expedidas por CArLos V, y, luego, en tiempos de FELIPE II, la formación del libro descriptivo de las provincias indianas planeado en las ordenanzas reales del Con- sejo de Indias (1571), cuyas menudas disposiciones se com- plementaron por la cédula de 16 de agosto del año siguiente y se fijaron, en forma definitiva, mediante la cédula, instrucción y memoria circuladas en 1577. Pero, al par que se componían las inapreciables descripcio- nes regionales, comenzaron a afluir a la metrópoli, junto con ellas, los ejemplares más representativos y sugerentes del sor- prendente mundo biológico a que en ellas se hacía referencia; ya solicitados por los mismos monarcas o remitidos, las más de las veces, por colectores oficiosos. « Emviadnos todos los mas halcones que de allá se pudieren enviar —escribían a COLÓN des- de Segovia los Reyes Católicos, con fecha 16 de agosto de 18 EL HORNERO Vol. I 1494 — y de todas las aves que allá hay y se pudieren haber, porque queríamoslas ver todas»; mientras por enero de 1518, ALONSO DE Zuazo, juez de residencia enviado a la Española por el cardenal JIMÉNEZ DE CISNEROS, anunciaba al emperador, que junto con su carta le expedía: «halcones neblis, papagayos, pa- vos de los de acá, que tienen la voz — decía —como ladridos de perro que le han herido de la cabeza, e otras varias curiosidades desta tierra». Hasta el mismo virrey TOLEDO fué requerido por FELIPE Jl, en 1571, con igual objeto: «en lo que toca a las cosas que se descubren y sacan de las huacas — le ordenaba — si os pareciere que hay algunas dellas de calidad, que puedan ser vistas acá, me las enviareis». El acervo formado de ese modo llegó a ser enorme, de va- lor incalculable y de una selección inusitada: un trezor de tout ce que les Indes produisent de plus precieus, dice PEDRO MURET, agregado a la embajada que presidía en Madrid el ar- zobispo de Embrum, JORGE DE AUBUSSON. Y luego añade, en la misma carta, fechada el 10 de enero de 1667, refiriéndose siempre a las « curiosidades» conservadas en el Buen Retiro: je veus dire de tapis de Vecorce des arbres, des habits de Motezu- mene et des Ingas du Perou, des cabinets d'une estrange maniere, de mirotrs de pierre, de rideaus de lit composez de plumes et malle autres meubles, dont je scay aussi peu l'ussage que le OM. El resurgimiento de los estudios geográficos y los descu- brimientos científicos realizados en el curso del siglo XVIII habían de dar, por último, la imprescindible sistematización a las investigaciones esporádicas realizadas hasta entonces; y, fué tanta su influencia que, en España, determinaron la creación de un Gabinete de Historia Natural, que hubo de fundarse en tiempos de FERNANDO VI, pero que se organizó, hacia el año de 1771, por iniciativa de CARLOS III. Establecido, en definitiva, el repositorio oficial, obvia decir que, en primer término, las posesiones ultramarinas contribuyeron a enriquecerlo, en cuya tarea los funcionarios de la Corona rivalizaron en inlerés y buenos deseos. El documento transcripto a continuación y que se refiere a una de las tantas remesas hechas con aquel destino, fué copia- 1917] F. F. Outes: Formación del «Gabinete del Rey» 19 do por mí en el Departamento de Manuscritos del Museo Bri. tánico, por conceptuarlo un antecedente interesante, hasta pin- toresco, si se quiere, de la historia de las investigaciones bio- lógicas en la extremidad austral de América (1). Contiene la enumeración detallada de una pequeña «co- lección », especialmente ornitológica, formáda en las Malvinas el año de 1769 por don FELIPE Ruiz PUENTE, el mismo funcio- nario a quien, el 1.? de abril de 1767, entregara BOUGAINVILLE el establecimiento francés de puerto Saint Louis. Ruiz PUENTE, que fuéel primer gobernador español después de verificada la cesión tan honestamente hecha por Francia, hace su envío al go- bernador de Buenos Aires don FRANCISCO BUCARELLI Y URSUA, de quien dependía. La remesa comprende dos cajones: uno, conteniendo cinco pájaros y un mamífero, y, el otro, sólo mo- luscos y rodados multicolores (!). Esa pequeña serie debió for- marla Ruiz PUENTE en los alrededores de Puerto Soledad (ac- tualmente Berkeley Sound ), si se recuerda la simultánea ocu- pación inglesa de Puerto Egmont: sólo los rodados, como aquél mismo lo dice, fueron obtenidos en el estrecho de San Carlos. "El material ornitológico lo forman dos ardeídos, Vycticorax cyanocephalum falklandicus HARTERT y, quizá, 4rdea cocoz L1INN.; un podicepodo, probablemente Pod:ceps calopareus LESS.; un cha- radrio que, si no es, como parece serlo, Oreophalus rujficollas (WAGL.) es, quizá, una especie de /Zaematopus; y, por último, un ejem- plar de Audyptes (=Catharractes) sp. El mamífero es un feto de Ofaria byronía BLAINV.; y en cuanto a los moluscos se tra- ta, simplemente, de patelidos, sifonarias y mitilidos. La enumeración del material zoológico, excepción hecha de los moluscos, comprende algunas noticias descriptivas, com- plementadas por observaciones biológicas cuya ingenuidad y bizarría no es necesario puntualizar. Nota de las curiosidades, que para el Gavinete de Historia Natural del Príncipe N.ro Señor, se han podido recoger en estas Islas, y colocadas en dos cajones se envian a Buenos Ayres, (1) British Museum. Add. 36053. MSS. Buenos Átres 1767-1770. Falkland Isles. El vo- lumen en el cual se halla comprendido el MS., lleva el ex-/26r75 de WoOODBINE PARISH. 20 EL HORNERO Vol. T adispo.n del Exmo. S.* Governador y Capitan General de estas Provincias en la Fragata Santa Rosa asaber. EN EL CAJON N.? 1 Aves N.o 1.0 una ave tan estraña enesta Isla, que no se sabe haverse visto otra: lehemos puesto el nombre de Rey Eron, por ser de la calidad y estruc- tura de estos; y entre los mis- mos particular, por su color y tamaño (?). N.>o 2.2 un Eron pequeño de los que ordinariamente se ven aqui (?). N.* 3.2 una Pollita de Mar, particular entre sus semejan- tes, por el color, y ojos y plu- ma anacarada (*). N.o 4.2 un correleguas, ordi- nariodesuespecie, aunque algo particular en el color desu plu- ma (*). Esta ave es sumamente tris- te y solitaria: se lleba las no- ches enteras ala orilla del mar, o en las peñas bañadas de ella, esperando el pequeño insecto marino, o el Pezecillo que pasa para alimentarse. Idem en todo, con solo la diferencia de que es comun, y se halla en las Cercanias de la Colonia. No buela si no s.re la superfi- cie del agua y mojando sus pe- queñas alas: nada muchisimo; y su vida enel agua salada. Con toda propiedad es un corre leguas, por lo rápido y remontado de su buelo, Su ali- mento es el Marisco y insec- tillos del Mar, q.do está la Ma- rea baja o en los placeres de poca agua. Amphibios N.o 5.2 un Pajaro Niño (por otro titulo Penguen) de distin- ta vivacidad y pluma que los comunes (*). Este animales Obiparo.Graz- na o grita como Zumbido de Trompa, o más bien rebusna q.do está en Celos. vive lo mas del tpo en la mar y coba entie- rra como las de mas Aves, Q.do sele coge (q es mui fácil pr lo torpe qe camina fuera del agua), no quiere comer ni be- ber y se manti.* vivo no obst.* uno, y dos meses. (1) Ardea coco LINN. (2) Vycticorax cyanocephalus falklandicus HARTERT. (3) Podiceps caliparens LESS. (4) Oreophilus ruficollis (WAGL.) o Haematofus sp (5) Eudyptes = Catharractes) sp. N.* 6.2 un leoncillo Marino no nato por haverse muerto la Madre y sacadosele del vien- tre (*). 1917] F. F. Outes: Formación del «Gabinete del Rey» 21 Desta especie lo hai de 3 a 4 varas de largo, y apropor- cion grueso, sin perder lafig.ta qe demuestra el pres.t>. En el Agua son agiles y veloces, y aguantan mucho resuello. En tierra son torpísimos al cami- nar, deman.'2 qe un niño alcan- za, pero enviste abocados. el chillido de los pequeños es de criatura humana; el delos gran- des, es como retumbo de Bo- beda. Conchas EN EL CAJON N.9 2.9 De lapas (?) una porcion, de las mejores y mas grandes, nombradas assi, porque estan pegadas con su marisco alas pe- ñas, y no se diferencian ala vista delas de España sino en su tamaño. De Mexillones, (*) u Ostriones otra porcion: enteros y uni- dos naturalmente, por donde lo estan cuando vivos. Una pequeña porcion de piedrecitas lisas redondas, asi trans- parentes, como opacas, en diferentes vetas, trabajadas por la mar y traydas del Estrecho que divide esta Isla dela Gran Mal- uina. Todo lo qual va entargetado y numerado como arriba meti- do en dos cajones N.o 1% y 2% rotulados por el Rey al Ex.mo S.* Governador y Capitan General de Buenos Ayres. Malui- nas 10 de febrero de 1769. — (firmado): Ruiz PUENTE. (1) Ofariía byronia BLAINV. (2) Patellidae sp., Siphonaria sp. (3) Mytilus sp. 22 EL HORNERO [Vol. L DISTRACCIONES ORNITOLÓGICAS POR MANUEL SELVA Entre el gran número de clasificaciones de aves no me ha sido posible hallar ninguna que, en forma compendiada, hiciera entre ellas una separación que a primer vista indicara las costumbres de cualquiera de los géneros. Verdad es que esta clasificación, desde el punto de vista científico, de poca utilidad ha de ser, pero si consideramos que la mayoría de los que estudian y clasifican lo hacen sobre ejemplares disecados y muy pocos son los que han podido es- tudiar las aves en su estado natural, o que por lo menos sólo han podido estudiar una pequeña parte de ellas, veremos que no deja de tener interés la adjunta clasificación especialmente para los principiantes. Ya Agassiz, en su libro De lespece ef la classification en Zoologte, indica la necesidad de tomar en cuenta, como dato de especial importancia para la clasificación, ese estudio de las cos- tumbres y medio en que los animales viven. Ese es el sólo motivo por el que publico una clasificación que no puede menos de ser incompleta, especialmente por no haber querido desmembrar, en lo posible, las familias hoy aceptadas dentro de las cuales se presentan especies y hasta géneros enteros de costumbres muy distintas entre sí. Como obra de base he tomado la obra del señor Roberto Dabbene, la más completa que conozco sobre Ornitología Ar- gentina, y familias y géneros se hallan tal como en ella aun- que, es natural, con el orden alterado. El principio en que se basa esta clasificación es el de que cada ave tiene un método de vida preferido, un lugar selec- cionado en relación con sus aptitudes, donde pasa la mayor parte de su tiempo; elegido por lo mismo que en él es donde halla mayor facilidad para encontrar su alimento, para esta- blecer su nido o para ocultarse de otros animales que la harían su presa. 1917] M. Selva: Distracciones ornitológicas 23 Al examinar esta clasificación, debemos hacerlo predispues- tos a hallar los defectos siguientes: 1.2 Que en ninguna familia todas las especies adoptan un mismo género de vida. 2. Que nunca una especie vive exclusivamente en un mismo lugar. 3." Que algunas especies podrían separarse del género y mismo de la familia para hallar lugar entre otras familias, lo que no se ha hecho por no desmembrar la clasificación actual. No obstante esto, algunos géneros, por tener costumbres muy pronunciadamente distintas de las del resto de la familia, se han separado como ser: de los Furnariidae los géneros Geo- sitta y Cinclodes, de los Picidae el género Chrysoptilus, y de los Caprimulgidae los géneros Chordeiles y Nyctidromus. “Tomamos como centro de partida, los Rhezdae y como centro de habitación el suelo. En efecto, apenas hay aves (Cypselidae, Rhamphastidae...) que nunca bajan a él y en cambio tenemos muchas que viven en él casi exclusivamente (Rheidae, Cariamidae, Tinami- dae, etc.). Tomando los Rheidae como exclusivamente del suelo, ve- mos que en él anidan, se alimentan, duermen y estacionan, que son los cuatro momentos principales que debemos tener en cuenta al clasificar, aunque no dándoles igual valor. Son las únicas aves que no vuelan, no suben a árbol y no estacio- nan ni se alimentan en el agua, aunque, sin embargo, nadan, pero únicamente en casos extremos que no debemos tener en cuenta. Partiendo de este centro, colocaremos luego inmediatamen- te los Cariamidae, que aunque viven casi siempre en el suelo ya vuelan. Llenan por lo tanto tres condiciones: anidan, se ali- mentan y duermen, pero no estacionan exclusivamente en él, sino que támbién lo hacen en el aire. Este es, pues, el punto de partida para los que viven en el aire, como se puede ver en el cuadro sinóptico. Siguen luego los Gén. Geositta y Cin- 24 EL HORNERO | V Cypselidae (Vencejos). Cathartidae Hirundinidae (Golondrinas). Falconidae Trochilidae (Picaflores). Gén. Nyctidromus il Caprimulgidae (senos gén. e) (Dormilones). Son Speotyta Motacillidae Y Asionidae y Strigidae (menos gén. Speotyto) (a) Gén. Geositta y € Trogonidae (Surucuás). Gén. Lessonia Bucconidae (Durmilis). Cariamidae Galbulidae. Hylactidae (Tapacolas). Conopophagidae. Benteveo, Tyrannidae (menos gén. Lessonia) (rijercta ) Churrinche. Phytotomidae. Ú Sylviidae (Piojito azulado). Tinamidae (Perdices). Vireconidae (Juan Chiviro). Cracidae (Charatas). Mniotiltidae. Columbidae y Peristeridae (Palomas). Coerebidae. Troglodytidae (Tacuaritas, Ratonas). Tersinidae, Gén. Colaptes (Carpintero campestre). Tanagridae (Siete colores, Lindos). Gén. Crotophaga y Guira (Pirincho. Annós). Cuculidae (senos géns. A) (Crispín). Furnarilidae (menos géns. | PES) (Hornerc ho Cotingidae. Fringillidae (Gorriones, Cardenales, Jilgueros). Pipridae. Corvidae (Urracas). Dendrocolaptidae. Icteridae (Boyero, Federal, Tordos). Picidae (menos gén. Colaptes) (Carpinteros). Rhamphastidae (Tucanos). Psittacidae (Loros, Aras.) ARBOL Turdidae (Zorzales, Mirlos). Mimidae (Calandrias). Momotidae. Formicariidae (Batarás). A —> Halcyonidae Cinclidae. (Martín pescadores). MW. Selva: Distracciones ornitológicas 25 1917] itres, Cóndor). guilas, Halcones). V Procellariidae (Petreles). achirlas). des (Minera). Puífinidae (Petreles) Diomedeidae (Albatros). V lilidae (Gallinetas. Gallaretas). TLaridae (Gaviotas). ticoniidae (Cigiieña. Tuyuyú). 'Phoenicopteridae (Flamenco). Plataleidae (Espátula). | Attagidae. Stercorariidae (Gaviotas). Parridae (Clarín). Ibididae (Bandurria). Charadriidae (Chorlos, Becasinas). Pelecanoididae (Zambullidores.. Chionididae. Ardeidae (Mirasoles, Garzas, Bruja). Palamedeidae (Chajá). Pelecanidae (Pelícano). Anatidae (Patos, Cisnes). Spheniscidae (Pinguinos). A Podicipedidae (Macás). A JAR + ió AGUA idae Plotidae Phalacrocoracidae <— 0). (Biguá). (Cormoranes). 24 EL HORNERO /Vol. Z 1917] 1 1. Selva: Distracciones ormtológicas 25 A _ RÁ | Cypselidae (Vencejos). Hirundinidae (Golondrinas). Trochilidae (Picatflores). : Nyctidr: 5 Caprimulgidae (senos gén. (ese) (Dormilones). z Lechuzas Asionidae y Strigidae (menos gén. Speotyto) (a ") Trogonidae (Surucuás). Bucconidae (Durmilis). Galbulidae. Hylactidae (Tapacolas). Conopophagidae. Benteveo, Tyrannidae (menos gén. Lessonia) Tijereta, Churrinche. Phytotomidae. Ú Sylviidae (Piojito azulado). Vireconidae (Juan Chiviro). Mniotiltidae. Coerebidae. Tersinidae, Tanagridae (Siete colores, Lindos). Cuculidae (menos géns. a ) (Crispín). Guira Furnariidae (menos géns. Cotingidae. Pipridae. Corvidae (Urracas). Dendrocolaptidae. Picidae (menos gén. Colaptes) (Carpinteros). Rhamphastidae (Tucanos). Mimidae (Calandrias). Psittacidae (Loros, Aras.) Momotidae. A Formicariidae (Batarás). A ARBOL —2 Halcyonidae (Martín pescadores). Tinamidae (Perdices). Cracidae (Charatas). Columbidae y Peristeridae (Palomas). Troglodytidae (Tacuaritas, Ratonas). Gén. Colaptes (Carpintero campestre): Gén. Crotophaga y Guira (Pirincho. An1ós): Geositta. ) (ELorner Cinclodes. Fringillidae (Corriones, Cardenales, Jilguero) Icteridae (Boyero, Federal, Tordos). Turdidae (Zorzales, Mirlos). AIR E Y Cathartidae (Buitres, Cóndor). A ER Falconidae ¡ (Aguilas, Halcones). Gén. Nyctidromus y Chordeiles Ne Gén. Speotyto (Lechuza de vizcachera). oia uemcies) Motacillidae (Cachirlas). Gén. Geositta y (iiclodes (Minera). Gén. Lessonia (Alondra). (Sariá, Chuña). Ñ | Cariamidae Puífinidae (Petreles) ARAS ASA <Éáí€[K[<á á— SUELO ¡ = Diomedeidae (Albat b Rheidae (astruz, ñandú.). ( ros) | NW Gallinetas. Gallaretas), Ciconiidae (Cigiieña. Tuyuyú). Phoenicopteridae (Flamenco). Plataleidae (Espátula). Attagidae, Rallidae ( Iaridae (Gaviotas). 3 Stercorariidae ( i Parridae (Clarín), eavistas) Ibididae (Bandurria). Charadriidae (Chorlos, Becasinas). Chionididae, Pelecanoididae (Zambullidores'. Ardeidae (Mirasoles, Garzas, Bruja). Palamedeidae (Chajá). Pelecanidae (Pelí ide ( cano). Anatidae (Patos, Cisnes). Spheniscidae (Pinguinos). Podicipedidae (Macás). f A ] | ¡A A Ploti rar Phalacrocoracidae <—— JAMida Cinclidse- farao).. / (Cormoranes). 26 EL HORNERO Vol. I clodes de los Furnariidae, y después de estos los Motacillidae, cuya vida es de suelo, pero cuyo vuelo es bastante notable. En seguida siguen los géneros de los Caprimulgidae, que no se posan ni anidan en árbol sino en el suelo y que se alimentan en el aire como los Hirundinidae, estacionando desde luego en él mucho tiempo. Finalmente vienen los Falconidae y Ca- thartidae, respectivamente, que sólo bajan al suelo a coger pre- sa pasando muchas horas en el aire. Aquí empiezan a notarse los defectos de que adolece esta clasificación. En efecto, entre estas dos últimas familias hay muchas especies que anidan y estacionan en los árboles y que debería separarse de las que anidan en el suelo para elevar: las a otro grupo, pero ya he dicho que prefiero no hacerlo, para no desmembrar la clasificación usual. Nos hallamos, pues, entre los que habitan casi exclusiva- mente en el aire, es decir, entre los que estacionan en él continuamente y en él recogen su alimento, ya que ningún ave puede anidar ni dormir en él desde que pasó a leyenda la de la paradisea ápoda. Forman.) hbrimer eslabón, como reyes del aire, los Cypse- lidae, que anidan en árbol y comparten su estación entre el aire (todo el día) y el árbol (noche). Les siguen los Hirun- dinidae, no tan voladores, y así por orden, conforme van sien- do más arborícolas, los Trochilidae, Cuculidae, Gen. Croto- phaga y Guira, Asionidae y Strigidae, Trogonidae, Bucconi- dae, y un grupo de Passeriformes, que viven casi siempre en árbol y que cazan los insectos ya en él, ya enel aire como la mayoría de los Tyrannidae, sin bajar casi nunca al suelo. Cierran la cadena los eminentemente arborícolas o sean las familias de los Dendrocolaptidae, Picidae (menos Gen. Chry- soptilus) Rhamphastidae y Psittacidae. S1es verdad que más o menos todas las aves vuelan, no lo es menos que todas (con ligeras excepciones) se posan al- guna vez en los árboles o cuando menos en palos que hacen su oficio. No podemos, sin embargo, decir que todas son arbo- 1917] M. Selva: Distracciones ornitológicas 27 rícolas, y aceptamos como- tales a las que lo hacen por su expresa voluntad y no sólo perseguidas o en rarísimos casos. De éstas, las hay que anidan, duermen y se estacionan en ellos, pero que como también vuelan las hemos colocado, como se ha visto anteriormente, camino de las del aire. Otras, anidando, durmiendo y estacionaudo en ellos, se alimentan en el suelo y estacionan, por consiguiente, más o menos en él. Estas, pues, van formando una escala de unión que según su mayor estacionamiento en el suelo se va apro- ximando a las familias de las Opisthocomidae y Tinamidae, que viven siempre en él y que sólo pueden entrar aquí te- niendo en cuenta que algunas especies suben a los árboles para dormir y refugiarse. En esta escala de ¿rbol a suelo empezaremos por los For- micariidae, continuando con un grupo de familias de la orden de los Passeriformes, que bajan al suelo a comer insectos y granos. Siguen los Gen. Crotophaga y Guira de los Cuculidae, el Gen. Chrysoptilus de los Picidae, las familias enteras Co- lumbidae y Peristeridae de las que algunas ya anidan en el suelo, los Trogloditidae y por último los Craci” Dpisthoco- midae y Tinamidae. Hay otras aves, cerrando el círculo de las arborícolas, que estacionando en los árboles casi continuamente, buscan su ali- mento en las aguas y que forman la línea de unión entre las de árbol y las de agua. Empieza esta línea por los Halcyoni- dae, que sólo bajan al agua a recoger la presa; siguiendo los Cinclidae que andan en ella; luego los Aramidae que están más tiempo en el agua que en los árboles, pero que duermen y anidan en ellos; los Plotidae, que aunque anidan, poco o nada. estacionan en ellos, y por fin los Phalacrocoracidae, que sólo duermen en los árboles pero que anidan en el suelo (?). Llegados a las aves de agua las dividiremos, lo mismo que los otros grupos, en tres secciones: las de agua a árbol que ya hemos visto; las de agua a suelo, que empieza por los casi exclusivamente acuáticos o sea los Podicipedidae, que no pueden andar ni levantar vuelo desde tierra pero que, sin embargo, salen a ella; siguen los Spheniscidae, los Pelecanidae, y finalmente un grupo formado por las antiguas Zancudas, 28 EL HORNERO [ Vol. T grupo que se une al centro suelo por los Rallidae, y, finalmente las de agua a atre, que hago empezar por los Anatidae y seguir por los Pelecanoididae, Stercorariidae, Laridae, Diomedeidae, Put- finidae y Procellaridae, que comparten con los Cypselidae el reinado del aire, y que vienen a cerrar el círculo imaginario, como puede verse en el cuadro sinóptico adjunto. Vuelvo a hacer constar que esta clasificación, que como indico es sólo un ensayo, adolece de grandes defectos y no pasa de ser un esqueleto cuyos huecos cada uno puede ir llenando según su parecer. Además, después de esta clasificación se impone una sub- división de los grupos siguiendo siempre el sistema ya indi- cado. En efecto, se puede adoptar para cada grupo una sub- división en la forma del ejemplo siguiente que adaptamos a las arborícolas: I. AVES QUE TIENEN COSTUMBRES ARBORÍCOLAS A— Y que prefieren árboles secos: a—que estacionan o ani- dan en la cumbre ....... Psittacidae 6b—que estacionan o ani- dan enramas a media altu- ra y arbustos bajos ..... . Columbidae c—que estacionan o ani- dan en los troncos ...... ZLicidae B —Que prefieren árboles verdes y con JNOAS3 auvoVocdooobo aq4— y estacionan o anidan Sala CANO ccoo: cv... Zanagridae bb — y estacionan O anidan en ramas a media altura y arbustos medianos ...... Zyrannidae, Mimidae cc— y estacionan o anidan en ramas bajas o arbustos pequeños ....... oouoooo Hen 1917] R. Dabbene: Colección de aves de Martín García 29 C— Que prefieren las zarzas y mato- MaS.) opoo rosas de Trogloditidae D — Que prefieren varillas y espada- WIDE dnesoodaa: aaa— En lugares secos ..... Gen. Alectrurus y Emberizordes bbb— » » húmedos y albercas ao ioat Gen. Fluvicola y Avundinicola Por este sistema, ampliando cada uno según sus conoci- mientos y reformando según su parecer, se puede obtener una clasificación biológica interesante. NOTAS SOBRE UNA COLECCION DE AVES DE LA ISLA DE MARTÍN GARCÍA POR ROBERTO DABBENE. La isla de Martín García pertenece a la República Argen- tina, y está situada en el nacimiento del Río de la Plata, en latitud 34? S. próximamente, y longitud 38 15” W. de Green- wich; distando 3500 metros de la costa uruguaya y 11.000 de la argentina. Tiene poco más de 2000 metros de longitud y alrededor de 1800 metros de anchura, siendo su mayor ele- vación de unos 215 pies. Cerca de la costa está cubierta por bosques de ceibos y de sauces, y en el interior hay pequeñas matas de arbustos espinosos y pequeños campos. Su terreno es rocoso y pertenece a la misma formación del de la costa uruguaya. Actualmente la isla está destinada a presidio por causas militares leves, y es también un depósito de materiales ex- plosivos de la marina. 30 EL HORNERO Vol. T Debido a la amable invitación del comandante militar de la isla, capitán de fragata don EDUARDO RAMÍREZ, el Museo Nacional de Historia Natural pudo enviar el preparador señor don ANTONIO Pozz1, quien en los meses de Diciembre 1916 y Enero 1917, hizo una pequeña colección de aves de la isla, Z a) 2 re y a] > c- e o > E o a 2 > a VNILNADN Y ñ a Parana orvas PAZ a) Res y reunió algunos datos sobre diferentes especies que no pudo conseguir durante su corta estadía. Las especies coleccionadas y observadas, son las indicadas en la lista que sigue: ORDEN COLUMBIFORMES. (Palomas ) 1. [ Picazurus (*%) picazuro picazuro (TEMMINCK). (PALOMA TURCA) Columba picazuro TEMMINCE, Hist. Nat. Pig. et Gall., L, pp. 41x, 449 (1813 — fundada sobre «Paloma Picazuró, AZARA, Apunt. Hist. Nat. de los Páxaros del Paragnay y Río de la Plata, III, 1805, p. 4, N.o CCCXVIL— Paraguay) descr. orig. (1) Picazurus DEs MURS in CHENV, Enc. d'Hist. Nat., Ois., VI, 1854, p. 39; tipo por tautonimia, Columba picazuro TEMMINCK. Cf. RIDGWAY, Birds North and Middle Amer., pt. VII, 1916, p. 281. 1917] R. Dabbene: Colección de aves de Martín García 31 Columba loricata GOULD in DARWIN, Zouology of the voyage of the «Beag- le», 1841, p. 115 (cerca de Maldonado). Columba picazuro BARROWS, The Auk, 1, N.? 3, July 1884, p. 274 (Concep- ción del Uruguay, Entre Ríos). —SALVADORI, Cat. Birds Brit. Mus, XXI (1893), p. 271 [Uruguay: Maldonado — BURNETT y FITZROY, DARWIN; Uruguay — ALAN PEEL in Mus. Brit.].— APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.o XXII, April 1894, p. 201. (Uruguay). Esta forma ha sido vista varias veces en los bosques de la isla, pero el señor ANTONIO POzzI, no ha traído ningún ejemplar. Varios ejemplares (44 y 99) de las Palmas, Chaco Austral, coleccionados en Junio y Julio por el señor JUAN MOGENSEN, pertenecen también a esta forma, la cual se distingue de P%i- cazurus picazuro venturiana (HARTERT) de Tucumán, Salta y Bolivia, por tener las partes superiores del cuerpo, las cobijas del ala y el abdomen más claros]. 2. Zenaida auriculata auriculata (Des Murs). (PALOMA TORCAZ) Peristera auriculata DES Murs in Gay, Hist. física y política de Chile, Zoología, 1, p. 381, pl. 6 (1847 — Chile «se halla en las provincias centrales de la República») descr. orig. Zenaida maculata BARROWS, The Auk, I, N.* 3, July 1884, p. 275 (Con- cepción del Uruguay, Entre Ríos). — GIBSON, The Ibis, fifth ser, vol. II, N.o XI, July 1885, p. 282 (Paysandú, Uruguay). —APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.” XXII, April 1894, p. 202 (Arroyo Grande, Río Negro, Santa Elena, San José, Uruguay). No. 8965 a. 66) ad. Isla de Martín García, Diciembre 5, 1916. — ANTONIO Pozz1 Ala: 1498 mm.; cola: 95 1um.; culmen expuesto: 15 mm. Iris castaño. 3. Columbina (1) picui picui ('TEMMINCK). (TÓRTOLA, URPILITA, PALOMITA ) Columba picui TeMMINCK, Hist. Nat. Pig. et Gall., l, pp. 435, 498 (fun- dada sobre «Paloma picui» AZARA, Apunt., etc., III, 1805, p. 23, (1) Columbinra SP1x, Av. Bras., ii, 1825, Pp. 57; tipo, Columbina strepiftans SPIX, por designación de GRAY 1841, reemplaza Columbula BONAPARTE, Compt. Rend. xl, 1825, p. 22. Cf. ToDD, Aun. Carnegie Mus., VIII, March 1913, P. 515: 32 EL HORNERO Vol. 1 N.o COCXXIV — «Paraguay y al sur del Río de la Plata»). descr. orig. Columbula picui BARROWS, The Auk, 1, N.* 3, July 1884, p. 275 (Concep- ción del Uruguay, Entre Ríos) (nidificación y costumbres).— GIBSON, The Ibis, fifth ser., vol. 111, N.o XI, July 1885, p. 282 (Paysandú, Uruguay). — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.o XXII, April 1894, p. 202 [Montevideo]. N.? 8965 5. 5 ad. Isla Martín García, Enero 12, 1917.— ANTONIO POZZI: Iris blanco violáceo. N.* 8965 c. a ad. Isla Martín García, Enero 12, 1917.— ANTONIO PoOzzI. Iris blanco violáceo. 4. Leptoptila ochroptera chloroauchenia (GIGLIOLI Y SALVADORI). (PALOMA MONTARAZ ) [| Zeptoptila ochroplera PELZELN, Zur Orn. Bras., 1ii, p. 278 (1869 — funda- da sobre Columba rufaxilla WAGLER, nec RICHM. y BERN., etc —$. E. Brasil; loc. típica fijada: Sapitiba, Río Janeiro, auct. HELILMAYR.)]. Leptoptila chloroauchenia GIGLIOLLI € SALVADORI, Atti R. Ac. Sc. Torino, V, p. 274 (1870 — Estancia Trinidad, cerca de Montevideo, Uruguay) descr. orig. Leptoptila chalcauchenía BARROWS, The Auk, I, No. 3, July 1884, p. 275 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos). Engyptila chalcauchenía APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.o XXIT, April 1894, p. 202 (costa del Río Negro, Arroyo Grande y Santa Elena, Uruguay). N.? 8965 d. z no completamente adulta. Isla Martín García, Diciembre 6, 1916. — ÁNTONIO POZZI. Iris castaño. Este ejemplar es más bien pequeño y carece del verde metálico en las plumas de la parte posterior del cuello. Ala: 148 mm.; cola 109 mm.; culmen expuesto: 18 mm. Parece intermediario entre Leptoptila ochroptera ochroptera PELZ. y Leptoptila o. chlorozuchenia G1GL. y SALVAD. 1917] R. Dabbene: Colección de aves de Martín García 33 ORDEN RALLIFORMES. ( Gallaretas, Gallinetas, Burritos, etc. ) 5. [Pardirallus (1) rytirhynchus rytirhynchus (VIEILLOT). (GALLINETA ) Rallus rytirhynchus VIEILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat, XXVIII, p. 549 (1819 —fundada sobre «Ypacahá pardo» AZARA, Apunt., etc., III, 1805, p. 220, N,? CCCLXXII — Paraguay) descr. orig. Rallus rythyrhynchus BARROWS, The Auk, I, N.o 3, July 1884, p. 276 (Con- cepción del Uruguay, Entre Ríos). Rallus rhytirhynchus APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.2 XXII, April 1894, p. 203 (Uruguay ). Observada en distintas ocasiones en la isla]. 6. Aramides chiricote (VIEILLOT). (CHIRICOTE ) Rallus chiricote VIBILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat., XXVIII, p. 551 (1819— fundada sobre «Ypacahá chiricote». AZARA, Apunt., etc, III, 1805, p. 214, No CCCLXVIIHL -- Paraguay) descr. orig. N.o 8965 e. Se ad. Isla de Martín García, Diciembre 12, 1916 —ANTONIO Pozzi. , Iris y párpados rubí, pico verde, más claro en la extremidad; tar- sos y dedos carmín rosado. Este ejemplar carece de la mancha rojiza en la nuca, la cual tiene un ligero tinte gris pardo. En dos ejemplares de la colección del Museo Nacional, procedentes de Corrientes, la mancha rojiza está bien marcada. En uno de Misiones obteni- do en el mes de Noviembre y en otro de Orán, Salta, cazado en Diciembre, la misma mancha es mucho menos pronunciada, aunque distinguible, y en fin, en uno procedente de Sapucay, Paraguay, coleccionado en el mes de Noviembre por W. FOSTER, toda la parte superior de la cabeza hasta la nuca, es rojiza y fuertemente en contraste con el color apizarrado de la parte posterior del cuello. (1) Pardirallus BONAPARTE, C. R., xliii, fp. 599 (1656), reemplaza LZimnopardalus CAB., Journ. f. Ornith., 1856, p. 428. Cf. BRABOURNE and CHUBB, The Birds of South Amer., 1, 1912, Pp. 22. 34; EL HORNERO Vol. T Es, probablemente, la primera vez que esta especie ha sido obtenida en un punto tan meridional; aunque AZARA dice que la oyó cantar en el Riachuelo de Buenos Aires. El señor ANTONIO Pozzi ha visto otro ejemplar que no ha podido obtener; probablemente era el macho. 7. Fulica leucoptera VIEILLOT. (GALLARETA DE ALAS HLANCAS) Fulica leucoptera VIEILLOT, Nouv. Dict d'Hist. Nat. XII, p. 48 (1817 — fundada sobre «Focha». AzARa, Apunt,, etc., III, 1805, p. 472, N.* CCCCXLVII — Paraguay y Buenos Aires) descr. orlg. Fulica leucoptera APIIN, The Ibis, sixth ser, vol. VI, N.? XXII, April 1894, p. 205 (Uruguay). N.o 8965 f. 9 no enteramente adulta. Isla de Martín García, Diciembre 6, IgI6.— ANTONIO POZzI. Pico amarillento con el extremo de la mandíbula verdoso, tarsos verdosos, iris castaño. : Las plumas blanquecinas de la parte inferior del cuerpo, indican que el ave no es completamente adulta. ORDEN LARIFORMES. (Gaviotas, gaviotines ) 8. [Larus maculipennis (LICHTENSTEIN). Larus maculipennis LICHTENSTEIN, Verz. Doubl. Berl. Mus., p. 83 (1823— Monte Vídeo, in Mus. Berol.) descr. orig. : Larus maculipennis ÁPLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.2o XXII, April 1894, p. 211 (Uruguay). Observada con frecuencia en la costa de la isla. No se han coleccionado ejemplares. ] (Contimuará.) 1917] Notas 35 NOTAS SOBRE UN BOYERITO EN CAUTIVIDAD : XANTHORNIS PYRRHOPTERUS (VIEILL.) Se sabe que, generalmente, los pájaros insectívoros difícil- mente pueden vivir en cautividad, debido a la dificultad para suministrarles el alimento adecuado y por su casi absoluta in- adaptabilidad a la vida de jaula. Rehusan obstinadamente cual- quier clase de comida, hasta perecer por inanición, si antes no mueren a causa de los golpes que se dan en su desesperación para escapar de su encierro. Así, resulta casi imposible acos- tumbrar a la vida de jaula ninguna de las especies de la fami- lia de los Tiráuidos, que comprende el « Churrinche», el « Bien- teveo », la « Tijereta », etc. Pero en otras familias como la de los Ictéridos ( «Boyeros», «Pecho colorado», etc.) aunque común- mente insectívoros, ciertas especies pueden vivir perfectamente con un régimen alimenticio distinto y amoldarse tan fácilmente como los granívoros (conirostros) a la existencia en jaula. En prueba de ello, creo oportuno citar el siguiente caso que se refiere al pequeño y elegante « Boyerito», Xanthornts pyrrhopterus (VIBILL.), bastante conocido —aunque menos que el « Boyero» común Amblycercus solitaríus (VIBMLL.)—en las islas y costas del Río de la Plata, por su lindo canto y su hábito de imitar el de otros pájaros. Es algo más pequeño y más esbelto que el «Tordo renegrido », de color general negro mate, con una mancha marrón sobre el ala; la cola es algo larga, el pico muy agudo y el color de los ojos de un castaño obscuro. Bas- tante tímido, prefiere los montes tupidos de sauces, aunque tam- bién frecuenta los de «Ceibos». En una excursión efectuada en Punta Lara (cerca de La Plata) en julio de 1915, pude capturar un ejemplar de este boyerito, el que cayó levemente herido en un ala por una mu- nición de rifle. Llevado a casa, lo encerré en una jaula que cubrí con un paño durante los primeros días, dándole como ali- mento al principio solamente fruta, banana y naranja. Desde el segundo día empezó a comer y después fué habituándose 36 EL HORNVERO Vol. I gradualmente a su nueva vida, aunque siempre muy asusta- dizo; comiendo regularmente desde entonces purée de papas mezclada con yema de huevo hervido, alterando con banana, naranja y lechuga. Réyimen al que se adaptó perfectamente, aun- que sin despreciar a veces algún insecto que se le da, como ser langosta u otro, que come con fruición arrancándole hábilmente la cabeza para extraer los órganos y jugos internos, sujetándolo con la pata, a modo de rapaz. Pocos meses después de su captura, o sea en la primavera de 1915 empezó a cantar, siguiendo con más intensidad en el verano, para cesar durante la muda y casi completamente en el invierno. Su canto, que a veces tiene algo del silbido del mirlo o del zorzal, es original y delicado, muy variado y difícil de expresar, llamando particularmente la atención su tendencia a imitar el de otros pájaros vecinos, como ser una cotorra, Myzopsitta monachus (BODD.), un cabecita negra, Spinus 1cter1cus (LICHT.) y un canario, hasta el punto de confundirse muchas veces con ellos. Está en continuo movimiento, saltando y haciendo pirue- tas repetidas como jugando, prendido de los tramos laterales de la jaula y antes que bajar al piso para comer, adopta la postura común en los loros o trepadoras, es decir colgándose de los barrotes con la cabeza hacia abajo, para alcanzar así el alimento. Después de dos años de experiencia, queda pues, probado que este Boyerito puede ser fácilmente domesticado y brindarnos así el encanto de sus melodías. PEDRO SERIÉ. DOS TIRÁNIDOS DE BUENOS AIRES En un viaje que hice al oeste de Buenos Aires (Timote, F, C.S.), tuve la suerte de cazar un Agriornis striata, GOULD, especie bastante rara aquí, pues, aunque últimamente la trajo don DEMETRIO RODRÍGUEZ de San Luis, solamente había sido coleccionada en la provincia de Buenos Aires (Lomas de Za- mora) por WITHINGTON; así que creí de interés mencionarla nuevamente. 1917] Notas 37 En el mismo viaje cacé también la Zaentoptera murina SCL., que aun cuando es común en la Patagonia y en todo el interior, no había sido señalada todavía en Buenos Aires; y re- cientemente también la he conseguido en Morón, en los alrede- dores de Buenos Aires, en un campo arado. En esa localidad he observado también la Zaenioptera cinerea (VIEIMLL.) y la T. coronata (VIBILL.). HÉCTOR AMBROSETTI. CYPSELOIDES SENEX (TEMMINCK) Y CL/BANORNIS DENDROCOLAF- TOIDES (PELZELN) EN MISIONES (R. A.) El conocido coleccionista señor FRANCISCO MANUEL Ro- DRÍGUEZ, establecido desde hace algún tiempo en Santa Ana, Misiones, ha enviado al señor HÉCTOR AMBROSETII varios ejemplares de las especies arriba indicadas y un espécimen de cada una ha sido adquirido por canje para la colección del Museo Nacional de Historia Natural. Cypselozdes senex pertenece al grupo de las aves llamadas comúnmente vencejos, y era co- nocida hasta ahora sólo del Brasil meridional y del Paraguay (BERTOND). Aunque su presencia al sur del Río Paraná era de esperarse, esta es la primera vez que está señalada en territorio argentino. Ha sido obtenido ex el mes de Enero del presente año. La segunda especie pertenece a la familia de los Dendro- coláptidos, y es un ave bastante escasa. Habita también el Brasil meridional y el Paraguay. El señor WINKELRIED BERTONI la señala en Misiones, aunque sin especificar la localidad: por consiguiente, esta es la primera vez que es obtenida en terri- torio argentino. ROBERTO DABBENE. 38 EL HORNERO Vol. 1 MOVIMIENTO SOCIAL “El Hornero” Se ha elegido este título para la Revista de la S. O. P. (primera de esta clase que aparece (*) en Sud América), por ser el nombre de una de las aves más características de toda la cuenca del Río de la Plata, peculiar en esta región y. muy conocida por la curiosa arquitectura de su nido, de la cual deriva su nombre. Sociedades ornitológicas de otros paises, tanto de Europa como de Norte América, han elegido para sus revistas títulos análogos; así tenemos 7he Condor, que se pu- blica en California, 7/%e Emeu, en Australia, y las dos grandes y anti- guas revistas 7ke /bís, de Londres y The 4uk, de los Estados Unidos. Se puede decir que el hornero es un ave propia de la Argentina, pues el tipo de la especie Furnarius rufus (GMELIN) procede de Buenos Aires, y su distribución abarca toda la parte del territorio de la repú- blica comprendida entre la provincia de Buenos Aires y Corrientes, al este, y las de Mendoza y Catamarca, al oeste; la vecina república del Uruguay, la parte sur del Paraguay y el estado de Río Grande do Sul en el Brasil. En las provincias de Salta, Jujuy y en el norte de la de Tucumán, la misma especie está representada por una forma afín: Furnaríus rufus Commersoní PELZELN, la cual difiere de la típica por al color más rojizo de la nuca y por el tinte ocráceo isabelino pálido de los flancos y del pecho. Según algunos observadores, parecen existir además cier- tas diferencias en el modo de nidificar. Esta misma forma se extiende hacia el norte por el Brasil central (Matto Grosso), de donde procede el tipo, por el oriente de Bolivia y el norte del Paraguay, siendo a su vez substituída en el sudeste del Brasil (Minas Geraes, Río de Janeiro y San Pablo), por otra forma: Furnarius rufus badíus ( LICHTENSTEIN). El Hornero, en su primer número, se complace en saludar cordial- mente a sus colegas de otros países, deseando establecer con ellos re- laciones amistosas. : Nuestra carátula. — La artística viñeta que exorna la carátula de esta revista y que representa con tanta fidelidad como nitidez el nido característico del simpático hornero, ha sido ejecutada a pluma del na- tural, por el señor CÁNDIDO VILLALOBOS, quien ha obsequiado amable- mente el dibujo a la S. O. P. (1) Se procurará que esta revista aparezca tres o cuatro veces al año. 1917] Movimiento social 39 El próximo número de “El Hornero”. — Confiamos en la coope- ración de nuestros consocios para poder publicar en breve la segunda entrega de nuestra revista, para la que disponemos ya de los siguientes trabajos: — Variabilidad del plumaje de las aves en cautividad, por el doctor C. SPEGAZZINI. — Sobre aves fósiles de la Argentina, por C. AMEGHINO. — Colección de aves de Corrientes, por el doctor CARLOS A. MARELLI. — Manuscritos inéditos del P. Noseda sobre aves del Paraguay, por M. SELVA. — Notas sobre el hornero, por M. DOELLO-JURADO. — Las gaviotas de la Argentina, por el doctor R. DABBENE. — Instrucciones para coleccionar y preparar aves, por P. SERIÉ. — Nombres vulgares y científicos de aves de Buenos Aires, por P. SERIÉ. — Notas biológicas scbre aves de Tucumán, por L. DINELLI. — La ornitología fantástica de los conquistadores, por A. CARDOSO. Donación. — Un miembro activo, que desea reservar su nombre, se ha suscrito con la suma de cien pesos para contribuir a costear la im- presión del segundo número de nuestra revista. El doctor Juan B. Ambrosetti, y el 28 de Mayo 1917. — El sen- sible fallecimiento del doctor AMBROSETTI, que dió lugar atantas e im- ponentes manifestaciones de pésame, ha privado a esta sociedad de uno de sus más activos y abnegados miembros. Aun cuando sus actividades se orientaban hacia otras ramas científicas, no olvidaba su antigua vo- cación de naturalista, y la ornitología tenía para él un especial atrac- tivo. Tuvo la gran satisfacción de vislumbrar temprano en su hijo Héctor, una verdadera vocación por los estudios ornitológicos, que fomentó con entusiasmo por medio de visitas a los grandes museos europeos y adqui- riendo para él, libros valiosos y un gran número de aves argentivas, cuyo conjunto forma hoy una de las más importantes colecciones par- ticulares del país. El doctor AMBROSETTI acogió con verdadera simpatía la fundación de la S. O. P., consideraudo que era una iniciativa oportuna y feliz, cuyo progreso prometía secundar, interesándose, aun pocos días antes de su muerte, por la publicación de esta revista, cuyo título había pro- piciado en la reunión preliminar. El Hornero dedica a la memoria del querido consocio un recuerdo cariñoso. Reuniones ornitológicas.— La Comisión Directiva de la $. O. P. está organizando sus reuniones periódicas, en las que los asociados e invitados podrán presentar trabajos y discutir cuestiones de ornitología. 40 EL HORNERO Vol. 1 La primera reunión bianual de la S. O, P. — Según lo con- signan sus estatutos, la S. O. P. ha celebrado en Tucumán, conjunta- mente con la S, A. C, N,, su primera reunión nacional, bajo la presi- dencia del doctor EDUARDO L. HOLMBERG y actuando de secretario el señor PEDRO SERIÉ, la que fué. como se había anunciado, sólo prelimi- nar. Con motivo de esta reunión, se inscribieron allí un buen núcleo de adherentes. Por una coincidencia feliz, en Tucumán se hallan reunidos un nú- mero de ornitólogos o coleccionistas como no los hay en ninguna ciu- dad del interior de la república, entre los cuales el doctor MIGUEL LILLO, autor de varias publicaciones sobre la avifauna de Tucumán y poseedor de una colección de aves argentinas, que es entre las particu- res, la más completa queexiste en el país; el señor Luis DINELLI, an- tiguo coleccionista y autor de un trabajo sobre biología de aves; los señores PABLO GIRARD, EMILIO BUDIN, LEANDRO RIVAS MÍGUEZ y otros coleccionistas que mucho han contribuído para el conocimiento de las aves de esa región. Excursiones. — Después de clausuradas las sesiones de la reunión nacional, algunos de los miembros hicieron una excursión hasta Con- cepción, Alpachiri, Las Pavas, etc. En Concepción (ingenio «La Coro- na») tuvieron la oportunidad de conocer la hermosa colección del señor STEWART SHIPTON, compuesta de ejemplares armados y en grupos, pro- cedentes de las diversas regiones del país. En Concepción reside tam- bién el señor Juan MOGENSEN, bien conocido como coleccionista y ex- plorador, quien ha provisto y preparado la mayor parte de los ejemplares de la colección SHIPTON. Trabajos ornitológicos presentados. —En la sección zoológica de la Socie- dad Argentina de Ciencias Naturales, fueron presentados varios traba- Jos de los señores ROBERTO DABRENE, sobre nuevas especies y subespe- cies de la alondra (género Geosrtta); 1.UIS DINELLI, sobre observaciones biológicas de aves de Tucumán; CARLOS S. REED, una lista impresa de las aves de Mendoza. Comisión para uniformar los nombres vulgares de las aves de la Argentina. — La S. O. P. ha sido invitada por la Sociedad Ar- gentina de Ciencias Naturales a cooperar en los trabajos de la comi- sión designada recientemente, de acuerdo con un voto de la reunión de Tucumán, para estudiar y uniformar los nombres vulgares de las aves de la Argentina. Componen dicha comisión los señores doctor EDUARDO L. HoLMBERG, ENRIQUE LYNCH ARRIBÁLZAGA (Resistencia), doctor MI- GUEL LiLLo (Tucumán), doctor ROBERTO DABBENE, MARTÍN DOELLO- JURADO y PEDRO SERIÉ. —HEl doctor ROBERTO DABBENE, ha sido nombrado miembro corres- pondiente de la Zoological Society de Londres y de la American Ornmitholo- gísts Union, de los Estados Unidos. 1917] Movimiento social 41 Publicaciones de la S. O. P.--La sociedad ha publicado y dis- tribuído dos folletos: El primero expone el carácter y los fines de la asociación, e incluye los estatutos, la nómina de las varias catego- rías de socios, y la comisión directiva para 1916-1918, además algunas instrucciones para la conservación y remisión de aves. El segundo está dedicado al distinguido ornitólogo del Museo de Nueva York, doctor FRANK M. CHAPMAN, y reproduce los discursos pronunciados con motivo de su recepción en las S.A. C. N. y S. O. P., por los seño- res ANGEL GALLARDO, ROBERTO DABBENE y el mismo doctor CHAPMAN. Donaciones de aves a la S. O. P.—El frecuente envío de ejem- plares de aves a la S. O. P., demuestra el interés que ha despertado en el país la fundación de nuestra Sociedad. En la lista que sigue van indicados los nombres de los socios do- nadores y el de las especies regaladas: Señor MARCELO SIRES, Buenos Aires. — Un zorzal de vientre rojizo: Planestícus rufiventris (VIEILLOT) un pico de plata: Zichenops perspicillata (GMELIN); un carpintero chico: Dyctiopicus mixtus mixtus (BODDAERT); uN carpintero común: Chzysoptilus cristatus melonolaemus (MALH.); todos obte- nidos en Punta Lara, (provincia de Buenos Aires), en el mes de Se- tiembre. Señor Luis F. BORDALÉ, Buenos Aires. —Un macá grande: 4Aechmo- phorus major (BODDAERT), cazado en Zárate, provincia de Buenos Aires en el mes de Marzo; y una garcita: Butorides striata (L.), cazada en las islas de Paraná Mini, en el mes de Enero. Señor MARTÍN DOELLO-JURADO, Buenos Aires.--Un cráneo de pin- giiín: Spheniscus magellanicus (FORSTER); un nido con huevos del tiránido: Pyrocephalus rubinus (BODDAERT), obtenido en las islas del Delta del Pa- raná en el mes de Enero; un nido con huevos del zorzal obscuro: Planesticus fuscater amoenus (HELLMAYR), obtenido en Córdoba en el mes de Marzo. Señor ANGEL L. Rabice, La Plata. — Un cráneo de carancho: Polyborus plancus (MILLER) y un renegrido: Molothrus bonariensis (GMELIN), cazado en Río Santiago, provincia de Buenos Aires, en el mes de Abril. Capitán de fragata PEDRO S. CASAL, Buenos Aires. —Dos pingúines comunes jóvenes: Spheniscus magellanicus (FORSTER); un pingúín de pena- chos amarillos: Zudyptes chrysocome nigrivestis (GouLD), procedente de law isla de Año Nuevo, Tierra del Fuego; un quiónido: Chionis alta (GME- LIN), cazado frente a Camarones, Costa de Patagonia, lat. 45 $., en el mes de Mayo. Señor Juan B. DAGUERRE, Rosas F. C. S.—Un fitotómido: Phyto- toma rutila (VIEILLOT ), ds cazado en Rosas, provincia de Buenos Aires, en Junio. Señor ALBERTO CASTELLANOS, Córdoba. — Dos dendrocoláptidos: Drymornis Bridgesí (EYTON); un ictérido (pecho colorado grande): Trupia- 42 EL HORNERO [Vol. 1 lís militaris (L.); un friugílido: Saltator aurantilrostrís VIEILLOT; un picaflor de pecho azul: MHeliomaster furcifer (SHaw); un dendrocoláptido Cami- nera: Geositta cunicularia (VIEILLOT); un tiránido: Zaentoptera cinerea (VIEI- LLOT) (= mengeta auct.). Todos obtenidos en el valle de los Reartes sierra de Córdoba, en los meses de Abril y Mayo. Balance social. — Resumen del movimiento habido en la Secre- taría y Tesorería de la S. O. P., desde el 28 de Julio de 1916 hasta la fecha: : Secretaría. Número der SOCIOS acto 70 Asambleas celebrada ias 2 Reuniones de da DA e 16 Notas enutdas ra E 170 Erculares dt ote av 75 245 Notas recibidas pia dul. dean o Folletos remitidos: II TEAROS a qorulos va nodocooo porosidad aaa 404 COMICAS SSL 85 Oca: Oia) escoresoomsosonodon: 70 Gallaretas y ma Ae 1O 550 Tesorería, Entradas: Suma total recibida por cuotas del año ante- Lone pres CNN $ 670.— (Habiéndose suscrito 62 socios con la cuota mínima de $ 6, tres con $ 10, tres con $ 12, dos con $ I5 y uno con $ 25) Cuotas arcobrar E AOS $ S4.— Salidas: Compra de libros, útiles de secreta- Ey HAMENEO) Elo cccosnes a oroda $ 78.83 Porimpresión de ¡ooo ejemplares de los Estatutos y 1000 formularios.. » 95.50 Por impresión de 200 ejemplares del folleto con el homenaje al doctor CHAPMAN... ... RN » 50.— » 224.33 Saldo en efectivo, para pago de la impre- sión de 1000 ejemplares del primer nú- MELO A PEO NA >» 445:67 1917] . Informaciones 49 INFORMACIONES Recientes exploraciones ornitológicas en la República Ar- gentina.—A principio del año en curso, el señor STEWART SHIPTON, de Concepción (Tucumán), ha enviado su inteligente coleccionista, se- ñor Juan MOGENSEN, al territorio de Misiones con el objeto de reunir ejemplares de aves a fin de completar en lo posible su colección par- ticular, la cual comprende ya más de 700 especies, todas obtenidas en el territorio de la República. Actualmente el señor MOGENSEN conti- núa viajando por Misiones, y ya ha reunido más de 1000 ejemplares de aves deesa región, entre las cuales, según ha comunicado, cerca de 40 especies son nuevas para la Argentina. En el año transcurrido, el señor MOGENSEN efectuó también un viaje a la Gobernación de Santa Cruz y a la Tierra del Fuego, tra- yendo numerosas colecciones de aves, parte de las cuales han sido ad- quiridas por el Museo Nacional de Historia Natural. Otro hábil coleccionista, el señor DEMETRIO RODRÍGUEZ, ha reali- zado durante los meses de Setiembre y Octubre del año transcurrido, un viaje a la provincia de San Luis, en la parte fronteriza con la pro- vincia de Córdoba; y las colecciones de aves, también fueron adquiridas por el Museo Nacional. Su hermano FRANCISCO MANUEL, establecido en Santa Ana (Misiones), sigue haciendo colecciones. En Diciembre del pasado año y en Enero del corriente, el Museo Nacional, mediante la amable intervención del Capitán de fragata se- ñor PEDRO S. CAsar y el ofrecimiento del gobernador militar de la Isla de Martín García, Capitán de Fragata don EDUARDO RAMÍREZ, envió el preparador, señor ANTONIO POzzI a dicha isla, en donde reunió una pequeña colección de aves cuya lista será publicada en esta revista. En fin, el naturalista señor Leo E. MILLER, quien acompañó al doctor FRANK M. CHAPMAN en su reciente viaje por Sud América, hizo numerosas colecciones en la región noroeste de la República, y el abun- dante material recogido, ha sido enviado al Museo de Historia Natural de Nueva York. Aves útiles y nocivas. — Extractado de su libro Les jardins voliéres, M. ANDRÉ GODARD ha publicado en la Revue Scientifigue un capítulo in- teresante sobre la utilidad de las aves en Francia y en general en Eu- ropa. «La cuestión de la utilidad de la avifauna es más compleja de lo que a primera vista parece. Desde luego, ciertos pájaros se vuelven perjudiciales desde que el hombre rompe el equilibrio natural de las especies. Importa, pues, al apologista concienzudo de la fauna alada, distinguir las especies en útiles, dudosas y perjudiciales ». Entre las úl- timas, incluye sólo las águilas, halcones, buho «grand duc», esparvero, milano (sólo rapaces, pues). Entre las dudosas hay unas 3o especies, 44 : EL HORNERO [Vol I que a su vez se distribuyen en tres categorías: 1.2 especies alternativa- mente útiles y nocivas (entre las cuales se encuentra el gorrión); 2.2 es- pecies útiles en ciertos cultivos y perjudiciales en otros; 3.2 especies mucho más útiles que nocivas, como por ejemplo, el cudillo, el pico- verde, etc. Todas las demás son « absolutamente útiles y de ningún modo perjudiciales». Sigue una enumeración larga, pero desgraciadamente sólo con los nombres vulgares franceses, lo que obliga al lector extran- jero a una larga compulsa para cerciorarse de las equivalencias cientí- ficas de aquellos nombres. Protección y estudio de las aves. —Según Science, se han dictado leyes en las colonias holandesas de la península Malaya, para proteger a las aves del paraíso. Se ha prohibido la exportación de las plumas de estas aves, con excepción de tres especies. En alguna de las islas la caza ha sido totalmente prohibida. Se espera que dentro de poco en toda la India Oriental Holandesa se habrá obtenido la sanción de leyes que protejan a las aves. El 1,0 de Enero de 1915 se ha puesto en vigor en el Canadá una ley que prohibe la importación de plumas de aves con fines comercia- les. Así, pues, estas leyes rigen ahora en toda la América del Norte, con excepción de Méjico. “El pueblo de las aves”.—Así ha merecido ser llamada la aldea de Meriden, N. H. (Estados Unidos), a causa de la amplia protección que allí han encontrado las aves silvestres. No sólo protección sino hospitalidad, pues se las atrae por diversos medios (suministrándolas alimento, abrigo, etc., sin privarlas de su libertad) y consiguiendo que se aclimaten en los paseos públicos, donde por lo demás prestan exce- lentes servicios limpiando a las plantas de toda clase de insectos dañinos. Sobre los diferentes métodos que para este fin conviene poner en práctica, Mr. E. HAROLD BAYNES ha escrito un libro de 326 páginas (Wild birds guests), resumiendo los resultados de su experiencia personal en el citado pueblo de Meriden. Al comentar esta publicación, la 4meriícan Review of Reviews dice, que si los métodos en ella preconizados se generalizaran en la Unión, bien pronto estaría resuelto el problema de la «wild-bird conservation» en aquel país. Un capítulo de este libro, destinado al estudio de los baños para los pájaros, fué publicado, acompañado de lindas fotografías, en el American Museum Journal (XV, N.2 4). Pequeños estanques de poca pro- fundidad (5 a 10 centímetros), hechos de portland, con guijarros y val- vas de moluscos, se colocan en los lugares más apropiados de los par- ques públicos, y aun en los jardines de los chalets, para comodidad de los pajaritos. 1917] Informaciones A5 Sería muy bueno ensayar estos procedimientos en el bosque de Palermo, donde aun se suelen ver algunos pájaros silvestres que con- vendría atraer en vez de perseguir. (Physis, t. 11). Uno delos más infatigables y enérgicos campeones de la lucha en pro de las aves silvestres en la Unión, fué WILLIAM DUTCHER. Para proteger a los pájaros, DUTCHER inició una campaña de veinte años en contra de los traficantes en plumas para adornos de sombreros de se- fioras. Según Mr. EDWIN IL. SHUMAN (American Magazine) a él se deben todas las leyes de los diferentes Estados, y finalmente las dos leyes fe- derales: la que prohibe terminantemente la importación de plumas de aves y la que prohibe la matanza de las mismas con aquel objeto. La realización de las ideas de DUTCHER fué posible por el apoyo que le prestaron diversas sociedades de naturalistas, especialmente la Unión Ornitológica Americana, la Sociedad Zoológica de Nueva York y las diversas «Sociedades Audubon», nombre genérico con el cual se desig- nan las diferentes asociaciones para la protección de la vida silvestre. La primera de ellas fué fundada por GEORGE BI2D GRINNELL en 1886, y en la actualidad existen treinta y cinco en los Estados Unidos. Extinción de una especie de paloma. — Vemos en 7he 4Auk, re- vista de la Unión de Ornitólogos Americanos (Octubre de 1915), que el último ejemplar viviente de la paloma migratoria (Ectopistes migratorius) ha muerto hace poco tiempo en eljardín zoológico de Cincinnati, U.S. A., donde había vivido 29 años. En 1898 se cazó el último individuo. En 1808, WILSON observó bandadas de esta misma especie tan numerosas que según sus cálculos ascendían a varios centenares de millones de ejem- plares. De aquellas bandadas colosales, quedan también las vividas descripciones de AUDUBON, quien afirma que ellas llegaban a ocultar la luz del sol como en los eclipses. Teuemos así otra especie que ha desaparecido a causa de la inter- vención del hombre. El a/ca (en inglés au, Alca ¿mpennis) es también una especie, de aspecto de pingiín, que ha desaparecido hace algu- nos años. 46 EL HORNERO [Vol. 1 BIBLIOGRAFÍA Recientes publicaciones ornitológicas sobre Sudamérica y especialmente la Argentina y países limítrofes (1!) 1913 - 1914 ALVAREZ, sobre aves uruguayas. Exterior de las aves uruguayas. Costumbres, régimen alimenticio, su utilidad del punto de vista agrícola; por TEODORO ALVAREZ, Mon- tevideo, 1913, pp. 1-88, 81 figs. en el texto. BRABOURNE, sobre avicultura en el Paraguay. Aviculture in Paraguay, in Zhe Avicultural Magazíne, vol. V, N.? 6, April 1914. Algunas notas interesantes sobre aves de esa región. BRABOURNE y CHUBB, sobre el género Tinamus. A synopsis of the genus Tinamus. By Lord BRABOURNE and CH. CHUBB. 4nn. and Mag. Nat. Hist, X1[, Dec. 1913, PD. 577-579. BRABOURNE y CHUBB, sobre las especies del género Crypturus. A key to the species ví the genus Crypturus with descriptions of some new forms. By Lord BRABOURNE and CH. CHUBB. 4. and Mag. Nat. Hist . ser. 8% t, XIV, Oct. 1914, PP. 319-322. Además de la clave para distinguir las especies de Crypturus, los autores describen un nuevo género: Crypturellus con C. tataupa como tipo. BRABOURNE y CHUBB, sobre aves del Perú. Bull. Brit. Ormith. Club, vol. XXXV, N.2 cc, Nov. 4, 1914, P. 20. Describen, Upucerthía juninensis; tipo: Junín, Perú. CHAPMAN, sobre nuevas aves neotropicales. TI. Diagnoses of apparently new Colombian Birds. Publ. II. By FRANK M. CHAPMAN. Bull. Amer Mus. Nat. Hist., vol. XXXIII, March 19, 1914, Pp. 167-192, map. Describe varias formas relacionadas con especies argentinas: Porphyribps melanops bogotensis subsp. nov ; tipo: Savana de Bogotá; Pitangus sulphuratus caucensís subsp. nov.; tipo: Coli, valle del río Cauca, Colombia. 2. Descriptions of new Birús from Ecuador. By FRANK M. CHAP- MAN. Bull. Amer. Mus. N. H, XXXIUL, May 22, 1914, Pp 317-322. Describe: Speotyto cunicularia punensis, subsp. nov.; tipo: Isla Puna, Ecuador. (1) La primera parte de estas noticias, la cual comprende sólo las principales publi- caciones aparecidas desde 1912 hasta mediados de 1914, ha sido publicada en Physts, t. I, N.0 7, Dic. 31, 1914, Pp. 418-483. Por ser esta lista muy extensa, la publicación completa se hará en varios números de la presente Revista. 1917] Bibliografía 47 CHAPMAN, sobre nuevas aves de Colombia. Diagnoses of apparently new Colombian Birds. Publ. TIT. By FRANK" M. CHAPMAN. Bull, Amer. Mus N. H., vol. XXXIII, Nov. 21, 1914, pp. 603-637. Describe nuevas formas relacionadas con especies argentinas: Streptoprocne zonaris altissima, subsp. nov.; tipo: Laguneta, alt. 10.300 pies, Andes centrales de Colombia. La distribución que el autor indica de las diferentes formas de S. zonariís em Sudamérica es la siguiente: 1. S, zonaris zonarís (SHAw). S. Brasil a Norte Argentina; localidad típica: Chapada, Matto Grosso. 2. S. z. albicincta (CAB.). Norte de Sud América; desde los límites sur de Amazonia a Costa Rica. Tipo: Guayanas. 3. S. 3. altissóma (CHAPM.) Zona templada (¿y alpina?) de Colom- bia y Ecuador. Describe también: Zrogonurus curucul cupreicauda, subsp. nov.; tipo Bagado, alt. 1.000 pies, Choco, Colombia; Symallaxis azayae media, subsp. nov.; tipo: Salento, alt. 7.000 pies. Andes centrales de Co- lombia; anacus manacus interior, subsp. nov.; tipo: Villavicencio, Colombia; 1%. m. bangsí, subsp. nov.; tipo: Barbacoas, Nariño, Co- lombia; MM. m. leucochlamys, subsp. nov.; tipo: Esmeralda, Ecuador; y añade la clave para distinguir las varias formas de Zanacus ma- MACUS, Otras formas descriptas son: Pachyrhamphus castaneus saturatus, subsp. nov.; tipo: La Murelia, Colombia; Pyroderus scutatus occidenta- lís, subsp. nov.; tipo: San Antonio, Andes occidentales de Co- lombia CLARKE, BROWN y RAMSAY, sobre ornitología de las regiones antár- ticas. Ornithology of the Scottish National Antarctic Expedition. Ze- port Sci. Res. Scott. Nat. Antartc. Exped , 1V., 1913, pp. 203-306, 7 pls., 2 maps. By CLARKE, W. E; BrowN, N. R. and Ram- SAY, L. N. G. Los autores describen los nidos, huevos y costumbres de varias especies de aves (Pagodroma niívea, Daption capensis, Chionis alba, etc.). DABBENE, sobre un ave nueva para la Argentina. Un ave nueva para la Argentina. Por ROBERTO DABBENE. Boletín de la Soc. Physis, 1, N.2 7, Dic. 1914, Pp. 435-436. Manacus manacus gutturosus (DEsM ) en Santa Ana, Misiones. Colec- cionado por F. M. RODRÍGUEZ. Distribución de las formas. Da Costa, sobre el valor ¡económiico de las aves de Sáo Paulo, Brasil Os pequeños amigos da agricultura. Por J. WiLsow Da Costa. Sáo Paulo, 1914, pp. 1-118; illustr. El autor expone los peligros que resultan de un desmonte exten- sivo. Indica las especies de aves útiles, los servicios económicos de dl Ye 48 EL HORNERO ¿Vol. T las aves domesticadas, etc Entre las especies útiles cita el «alma de gato» (Piaya cayana macroura) que se alimenta de insectos y el carpintero (Colaptes campestris) destructor de hormigas. FORBES, notas scbre el pelícano de MOLINA. Notes on Molina's Pelican (Pelecanus thagus). By HENRY O. For- BES. Zhe lbs, tenth ser., vol. II, N.* 3, July 1914, pp. 403-420, pl. XIII. El autor da interesantes noticias sobre las costumbres de ese pe- lícano y notas sobre la diferente coloración del pico y de las partes desnudas en varios ejemplares de sexo y edad distinta, acompa- ñando el trabajo con una lámina en color en la cual están repro- ducidas dichas variaciones. GAIN, sobre las costumbres del pingúín Adelia. La vie et les muceurs du pingouin Adélie. Par L. Garn. 7X Congres Intern, Zool. Monaco, 1914, Pp. 501-521, 13 láms. HARTERT, sobre una nueva forma de Nycticorax de las islas Malvinas. New form: Vycticorax cyanocephalus falklandicus, Falkland Isl. By E. HARTERT. Lull, Brit. Ornith, Club, vol. NXXXV, N.o CC, Nov. 1914, P. I5. Distinta de la forma que habita Chile y Patagonia. El autor también confirma que la forma de Sudamérica conocida con el nombre de V. tayazu-guira es igual a N. »n. naevíus (BODD.) de Norte América, HELLMAYR, sobre nuevas formas de aves de las regiones neotropi- cales. Neue Formen aus dem neotropischen Gebiet. von HELLMAYR, C. E. Verhandl, Ornith, Gesell. Bayern, vol XII, part. 3, pp. 206-214, 1914. Describe una nueva forma de carpintero de la Argentina: Dryoba- tes mixtus berlepschi subsp. nov , tipo: Neuquen, Argentina. HELLMAYR y von SEILERN, sobre nuevas aves de la América tropical. Neue Vógel 2us dem tropischen America. Von HKELLMAYR, C. E und J. Graf von SEILERN, Verhandl. Ornith. Gesell. Bayern, XII, part. 1.*, 1914, pp. 87-92. Los autores describen una nueva forma de Myiarchus tyranmulus: M. t. tobagensis subsp. nov.; tipo: Tobago. HELLMAYR y von SEILERN, sobre nuevas formas de aves de las Indias occidentales y de Venezuela. Weitere neue formen aus Westindien und Venezuela. By HELL- MAYR C. E., und J. Graf von SErLERN. Verkandl. Ornith Gesell Ba- yern, vol. XII, parte 3, pp. 201-205, 1914. Describen nuevas formas relacionadas con especies argentinas: Myiarchus tyranmulus sanctaluciae, subsp. nov.; tipo: Isla Santa Lucía, Antillas; Myiarchus ferox ¿nsulicola subsp. nov.; tipo: isla de Tobago; Dysithamnus menlalis cumbreanus, subsp. nov.; tipo: Montañas de la costa de Venezuela. — R. D. (Continuará ). ESTaruros DE LA SOCIEDAD ORNITOLÓGICA DEL PLATA Artículo 1.0—La asociación que con el nombre de «Sociedad Ornitológica del Plata» queda fundada en Buenos Aires el 28 de Julio de 1916, tiene por objeto el estudio siste- mático, biológico y económico de las aves—así como también la protección y conser- vación de las especies útiles—de la República Argentina y países vecinos. Art 2.0—La S. O. P. tendrá su sede en el local del Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Aires. Art. 3.0—La S. O. P. tendrá cuatro categorías de miembros: 1) activos; 2) correspon- dientes; 3) protectores; y 4) honorarios. Art. 4.0—Los miembros activos abonarán una cuota mínima de $ 0.50 por mes, paga- dera por año o semestre adelantado. Art. 5.0—Los miembros correspondientes serán personas residentes fuera de Buenos Aires y que se dediquen a estudios ornitológicos. No abonarán cuota alguna obligatoria. Los miembros correspondientes son los representantes de la S, O. P. fuera de Buenos Aires. Art. 6.0—Los miembros protectores serán aquellos que deseen proteger el estudio de la ornitología, abonando a la S. O. P. una cuota mínima de so pesos moneda nacional anuales, y protectores vitalicios los que abonen una cantidad mínima de 5oo pesos moneda nacional. y Art. 7.o—Los miembros honorarios serán aquellos que hayan sobresalido en el estudio de la ornitología, particularmente de la de Sud América. Tampoco abonarán cuota obligatoria, Se podrá designar de entre ellos un presidente honorario. Art. 8.0—Las personas que deseen ser miembros activos deberán solicitarlo de la Comisión Directiva, la cual resolverá su aceptación. Los miembros correspondientes y protectores serán nombrados por la Comisión Directiva, a propuesta de dos miembros de la misma. Los miembros honorarios serán nombrados en asamblea, a propuesta de diez miembros activos. ' Art. 9.0—La marcha científica y administrativa de la Sociedad estará regida por una Comisión Directiva, compuesta de un presidente, un secretario tesorero y cuatro vocales, elegidos por mayoría de votos, en asamblea, cuyo quórum estará constituído por la cuarta parte de los socios activos de Buenos Aires, la quinta parte para la segunda convocatoria y los que concurran para la tercera. Art. 10.—I,os miembros de la Comisión Directiva durarán dos años en el ejercicio de sus funciones: serán socios activos residentes en Buenos Aires. La Comisión Directiva deberá reunirse, por lo menos, una vez al mes, y dictará su reglamento interno. : Art. 11.—La Comisión Directiva podrá sesionar y tomar resoluciones con la presencia de tres de sus miembros, incluso el secretario. Art. 12.—La Comisión Directiva estará encargada de las publicaciones de la Sociedad. Podrá, al efecto, designar un cuerpo de redactores, constituído por miembros de cualquiera de las categorías. Art. 13.—La Sociedad "celebrará reuniones periódicas para la comunicación de los trabajos de sus miembros o de las personas especialmente invitadas. Art. 14.—La Sociedad celebrará reuniones nacionales, cada dos años y en diferentes ciudades de la República, en unión con la Sociedad Argentina de Ciencias Naturales, Art. 15.—La Sociedad editará, en la forma y condiciones que la Comisión Directiva determine, una publicación periódica que se denominará £/ Hornero, órgano de la S. O. P. Sin perjuicio de ésta u otra publicación que la Sociedad crea conveniente editar, los extractos de sus reuniones, resoluciones, iniciativas, etc., serán publicados en PAysís, revista de la Sociedad Argentina de Ciencias Naturales. Art. 16.—Todos los miembros tendrán derecho a recibir gratuitamente Jas publica- ciones de la S. O, P., y a colaborar en las mismas. Art. 17.—En' caso de disolución de la S. O P., todas sus colecciones, publicaciones, propias o recibidas en canje, etc.,- quedarán como propiedad del Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Aires. Todos los ejemplares de aves que la S. O. P. reciba serán depositados en las colec- “ciones del Museo Nacional de Historia Natural, de cuyo catálogo llevarán el número de orden y además las iniciales «*S. O. P., y, cuando sea posible, serán guardados en una sección aparte. E x * * k * * * MIEMBROS ACTIVOS DE LA S. O. P.. AGUsTÍ, EMILIO Capital AMBROSETTI, HÉCTOR - Capital AMEGHINO, CARLOS La Plata BEDER, Dr. ROBERTO Capital BONDUEL, Ocravio P. Capital BORDALÉ, Luis» F. Capital BRETHES, Prof. JUAN Capital Bupin, EMILIO Tucumán CARBONELL, JosÉ J. Capital * CasaL, Cap de fragata, PEDRO S. Capital CASTELLANOS, ÁLBERTO Córdoba CASTELLANOS, ÁLFREDO Córdoba CASTRO BIBILONI, ANTONIO Capital CATINARI, Ing JUAN N. Capital Comi, Prof. PEDRO L. Capital * CRIVELLI, FRANCISCO Capital DABBENE, Dr. ROBERTO Capital DE LA RUA, Dr JosÉ M. Capital DEL CAMPO, ALBERTO a Capital DELÉTANG, Luis Capital DINELLI, LuIs Tucumán DOELLO JURADO, Prof, MARTÍN Capital FELIPPONE, Dr. FLORENTINO Montevideo FRERS, ARTURO G. Capital GALLARDO, Dr. ANGEL Capital GIRARD, PABLO ; Tucumán GUTIÉRREZ, Prof CARLOS z Capital Hume, ALBERTO $. Capital IrIZAR, Srta. ESTHER M. red Capital JacoBÉ (hijo), MARTÍN > Capital KoOsLOWSKY, JULIO 6 Capital KRAGLIEVICH, Prof. Lucas Capital LAHILLE, Dr. FERNANDO ; Capital LIzER, Ing. Agr. CARLOS Capital MAREK, CARLOS Córdoba * Miembros fundadores. * MARELLI, Dr. CARLOS A. _ La Plata Mejías, LAURENTINO C. , E Capital MOGENSEN, JUAN py s » Tucumán MORENO, Dr JULIO DEL €. La Plata MOXHAM, JORGE ' : ; 2 Córdoba MUAPE, CARLOS M ; , Capital NÁGERA, Dr. JUAN J. Capital NÁGERA EZCURRA, Srta. ÁNGELA Capital NIRENSTEIN, MARIO . Capital ONELLI, Prof. CLEMENTE , Capital PASTORE, Dr. FRANCO Capital PASTORE, Srta, VICTORIA - San Luis Pozz1, ANTONIO . La Plata PozzI, SANTIAGO La Plata RADICE, ANGEL L. , La Plata RENARD, Cap de navío ABEL Capital '* RODRÍGUEZ, DEMETRIO Sarandí, F.C $. : RODRÍGUEZ, Dr. ENRIQUE Gral. Roca, TRAS RODRÍGUEZ, Dr. FERMÍN Bernal, F. C. $. RODRÍGUEZ, FRANCISCO -M Sta. Ana, Misiones ROLLERT, HUMBERTO ; Capital ROMERO, Prof ROMUALDO Gualeguaychú—Entre Ríos . SALVAÑÁ, CAYETANO Rosario—Sta, Fe SANTILLÁN, Proí EMILIANO Santiago del Estero Sanzín, Prof. RENATO Mendoza SAVON, JULIO C. Capital SELVA, MANUEL ¿ Capital SERIÉ, PEDRO z Capital SHIPTON, STEWART : ñ Tucumán SPEGAZZINJ, Dr -CART,OS > La Plata TREMOLERAS, ALBERTO . Montevideo TREMOLERAS, JUAN Montevideo WESSEL, CESÁREO A. G E José €. Paz, F.C. Bl YOUNG, ThHos. M. Las Toscas, F. C. O, ZOTTA, ÁNGEL Capital 7) Precio del presente número: $ 1.20-M/n Las personas que deseen recibir EL HORNERO deberán abonar una cuota anual de $ 6.” como miembros de la S. O. P. IMP. TRAGANT, El HORNERO Revista de la SOCIEDAD ORNITOLÓGICA DeL PLATA para el estudio y protección de las aves de la Argentina y países vecinos HORNERO (Furnarius rufus) SECRETARÍA, DE LA S. O. P. MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL E PERÚ, 208 BUENOS AIRES Mayo, 1918 ENRIQUE LyNcH ARRIBÁLZAGA Dr. H. vON IMERING | 4 paDieS FRANK M. CHAPMAN Dr. ROBERTO RIDGWAY Conde Tomás SALVADORI a Dr. CarL E. HELLMAYR W. H. Hupson ' A. MÉNÉGAUX : « / ARGENTINA Coronel Dr. Luis J. FONTANA Dr. MIGUEL LILLO a “Dr. RUGENIO GIACOMBLLI EXTRANJERO. . Prot. A. DE W. BERTONI Prof. CARLOS FIEBRIG Prof. NATHANÁEL CosTEs o Carros E. PORTER. * MIEMBROS moron == San Cat A PE == Museo de N. Vork (( a E ANS MIEMBROS CORRESPON DIENTES eS San Juan Tucumán AR La Rioja ¿Leo E. MILLER Prof. CARLOS S. REED Eos A Mendoza Dr. ADOLFO DOERING y A á Puerto Ber toni—Paraguay E Dr 1 eS (5 - Asunción Paraguay ; = —¡Santiago—Chile Santiago—Chile qe pe a ES > OS La 53 > e Dra. E, SNETALA Bm. Director Misco de Ca «E REVISTA DE LA SOCTEDAD ORNITOLÓGICA DEL PLAT DIRECTOR SECRETARIO ROBERTO DABBENE PEDRO SERIE 106 JE BUENOS AIRES, MAYO DE 1918 N. 2 SUMARIO R. DABBENE —La»iformes de la Reprblica Argentina... ...oooo.. e. rerorann ros Pág. 49 L. DINELLI. - Votas biológicas sobre las aves del noroeste de la República Argentina. » 57 P. SERIÉ. —/Vomóres vulgares y cientificos de aves de Buenos Alles .oooooomooooooc.. > 68 C. A. MARELLI.—4AVEs «de (uruzíú (uatia (Corrientes)... .ocimmimccoco > 74 A. CarDOoso.—La ornitología Fantástica de los conquistador osa úl ancons O 80 R. DAB+ENE. —Votas sobre una colección de aves de la isla de Mar. Lin Garcia. » Sg R. DABBENE.—0D:s/ribución geográfica de algunas especies de AVES ....o.o.... > 96 R. DABRENE.—/V2do y pichones de un gavilán, Parabuteo unicinctus (TEMM.,- ha, 1 >» 100 E. Bubin.—£/ «keu», ZTinamofis Pentlandí (VIGORS) ..... 0004” POSbca cc bEsÓSO ORO » IO] R. DAHBENE.—/Vzdos del V/EBEZA IAN aE DE CIR COLO AOS NES ARR OA: D. RODRIGUEZ. —Costumbres de un dendrocolaptido, Pseudoseisuya lophotes eS HENB.) > I05 IANCASTIULON:— 201122 Ge La aula dl aa a la » 108 RAND ABRRENE:—/V222/260c10)2 del AQÉUEDARELBON id a js E S. SHiPToN —Vueva subespecie de Batara cinerea “(ViBILL II E >» II3 A. RENARD.-—Sobre un nido de leñatero, «Anumbius anumbr (VIEILL.)..... LO H. AMBROSETTI. — Sobre un gavilán, Rupornis Pucherant (VERR.) . .... y 116 L. LUsSONES.— Ll hornero (poesía). A Movimiento social .. SOSA > 118 Informaciones .. 2 Z NVVATASAD IO SOPAS ARAS AZ 7 LARIFORMES DE LA REPUBLICA ARGENTINA (PARTE 1.2) POR ROBERTO DABBENE El orden Zarzformes comprende las gaviotas, los estérnidos llamados comúnmente gaviotines o golondrinas de mar, los léstridos y estercorarios (gaviotas pardas) y los rayadores o pico de tijera. Son aves, en general, de tamaño mediano, buenas volado- ras, acuáticas, con los dedos del pie completamente o parcial- mente reunidos por una membrana; con alas muy largas, cola redondeada, cuadrada o más o menos profundamente ahorqui- llada, siempre compuesta de doce plumas (rgctrices). Algunas especies recuerdan en el aspecto general a los petreles o aves de las tormentas, pero difieren de éstas por carecer de los tubos nasales sobre el caballete de! pico. Son aves sociables que forman grandes colonias; se alimen- tan de peces, gusanos y también de larvas y de insectos, y descansan nadando sobre el agua. Ponen, generalmente, tres huevos con manchas obscuras sobre fondo blanco, ante u oli- 50 EL HORNERO [Vol. 1 váceo. Los pichones nacen cubiertos de plumón, pero pueden correr al corto tiempo y alimentarse por sí mismos. Algunas especies recorren grandes distancias en sus migra- ciones, siendo la Serna paradisea BRÚNN. (= Sterna macrura NAUM.) entre todas las aves, la que franquea el espacio más largo. Esta especie ha sido llamada también .Sterna arctica, porque nidifica en las tierras más cercanas al polo Norte que se conocen. Cuando los pichones han llegado a su completo desarrollo, y'al principio del invierno en el hemisferio boreal, emprende su viaje hacia el sur, y algunos meses después se encuentra en las playas del continente antártico, en donde pasa los meses del verano austral. En el mes de Junio ya está de regreso a las tierras árticas para nidificar, habiendo así cumplido un viaje redondo de 22.000 millas. Es, por consiguiente, tal vez el único animal que puede gozar continuamente de la luz del día durante ocho meses del año. Por sus caracteres anatómicos, los Larzformes están empa- rentados con los chorlos, aunque difieran de éstos en el aspecto externo. : Habitan las costas del mar, pero se encuentran también en el interior de los continentes, a lo largo del curso de los gran- des ríos. Comprenden tres familias: Zarzdae (gaviotas y gaviotines); Catharactidae o Stercorariidae (gaviotas pardas) y Rhynchopidae (rayadores), todas representadas en la República Argentina. Clave para distinguir las familias (?*): a. Pizo sin una cera córnea que cubra gran parte de la mandíbula superior, cuya extremidad no está terminada en gancho; ambas m ndíbu'as, siendo más o menos derechas y de igual longitud, o la superior débilmente arqueada en la extremidad sobre la inferioro aun la mandíbula inferiores más larga que la superior. Dedos con uñas débiles, plu- mas centrales de la cola generalmente más cortas que las laterales, en ningún caso sobresalen de és- (1) Nora.—Las claves están subordinadas únicamente a los caracteres que presentan las especies de cada familia quese encuentran en la República Argentina, 1918] R. Dabbene: Lariformes de la Rep. Argentina 5I . LARUS maculjpenn?s Lichtenstein (2/5). STERNA lhirundinacea Lesson (*/g). RHYNCHOPS 22 be7cedens Saunders (?2/y). CATHARACTA skua antarctica (Lesson); pico y extremidad de la cola (2/3). J,EUCOPHAEUS Scoresóyz (Trail); pico y lado interno del pie derecho (?/a). nao» 52 EL HORNERO [Vol. Y tas. Coloración general del plumaje: blanco, gris ceniciento, o pardo moteado de blanco en las par- tes inferiores; gris ceniciento o gris perla, negro apizarrado, pardo o blanco moteado de pardo sobre las alas y dorso. 7. Mandíbula inferior igual o más corta que la superior, la cual en este caso está ligeramente fam. I arqueada enla tete LARIDA (gaviotas y gaviotines) figs. 1,2y 5 bb, Mandíbula inferior mucho més larga que la superior, ambas muy comprimidas lateral- fam. II MEME o ANN RHYNCHOPIDA (rayadores) fig. 3 aa. Pico con una cera córnea, la cual cubre más de la mitad de la mandíbula superior, cuya extremi- dad termina en un gancho muy robusto. Dedos con uñas fuertes y arqueadas; las plumas centra- les de la cola sobresalen de las demás. Coloración general del plumaje: pardo uniforme y más o fam. III menos rojizo, a veces con algo blanco en las alas... CATHARACTIDA? (gaviotas pardas) tig. 4 Familia 1. LARID4 Esta familia comprende dos subfamilias bien caracterizadas por la forma del pico y de la cola, cuyos caracteres más sa- lientes están indicados en la clave que sigue: a. Pico con la mandíbula superior doblada modera- damente en la extremidad sobre la inferior; cola subfam. CUA a RISAS Larinae (gaviotas) E es figs. 1y 5 aa. Pico con ambas mandíbulas casi iguales en lon- gitud, la superior muy débilmente arqueada desde subfan. la mitad; cola distintamente ahorquillada........ Sterninae (gaviotines) fig. 2 La subfamilia Zarinac o gaviotas, está representada en la Argentina por dos géneros: Larus y Leucophaeus; el primero con cinco especies, y con una el segundo, pudiéndose distin- guir uno de otro por los caracteres indicados a continuación: a. Dedo posterior libre; pico algo largo y no muy macizo, su altura máxima está contenida casi tres veces (o más) en el largo del caballete del pico (vas a tia o oa gén. LARUS e "il 53 14 Fig. 6, a. Lariformes de la Rep. Argent, Fig. Larus maculipennis (del Cat. B. Brit. Mus.) Fig. 6, 7. R. Dabbene Fig. 7,J- 1918] £. serranus ad. (del Cat. B. Brit. Mus.) Larus glaucodes Larus cirrhocephalts. 54 EL HORNERO Vol. 1 aa. Dedo posterior unido al interno por una men- brana rugosa; pico muy obtuso, su altura máxima está contenida sólo poco más de dos veces en la longitud del caballete del pico (véase fig. 5). Co- ' loración general del plumaje: 4du/to: cabeza, cuello y parte inferior del cuerpo, gris; dorso negro, €s- capulares y secundarias con ancha punta blanca; tapadas inferiores del ala gris humo; cola blanca, pico, tarso y dedos rojo vermellón. Joven: cabeza negro de humo, cuello parduzco; dorso pardo obscuro; partes inferiores blancas hasta el pecho, el cual es parduzco como el cuello, y cola blanca; pico amarillo de ocre en la base, negruzco en la extremidad; tarso y dedos pardo claro ........ gén. LEUCOPHAEUS única especie £. Seoresbyt con los caracteres del género. Las cinco especies argentinas del gén. Zarus, pueden ser distinguidas por los siguientes caracteres: a. Dorso y alas, gris ceniciento o gris perla. Tamaño menor; ala plegada menos de 38 centímetros. 3. Adulto: Cab za y parte del cuello anterior, negro o pardo café, formando este color una especie de capucho. Joven y el adulto sólo por corto espacio de tiempo en invierno, con la cabeza blanca o ante acanelada, Picorojo obscuro amarillento o pardo obscuro. Cobijas inferiores del ala, gris pálido. c. Capucho pardo café en el adulto; cabeza blanca o ante acanelada en el joven, o por corto tiempo durante el invierno en el adulto. Pico, tarso y dedos, rojo obscuro. d. 1. Distribución del blanco y del negro sobre las tres plumas externas del ala como en la figura 6 a. Capucho café pardo o blanco en invierno.......... Larus maculipennts adulto 2. Distribución del b'anco y del negro sobre las tres plumas externas del ala como en la figura 67 (*). Negro de la barba interna de la 3.2 pluma del ala (*) El aumento o la disminución del blanco o del negro va variando con la edad del ave hasta tener una distribución fija en el adulto. 1918] R. Dabbene: Lariformes de la Rep. Argentina 55 (remige) alcanzando el mástil de la misma. Capucho blanco ............. Larus maculipennis joven dd. 1. Distribución del blanco y del negro sobre las tres plumas externas del ala como en la figura 7 a. Capucho café pardo A a Are ONE Larus glaucodes adulto 2. Distribución del blanco y del negro sobre las tres primeras plumas del ala como en la figura 7 7. Capucho ante acanelado. Negro de la barba interna de la 3.2 pluma del ala, no alcanzan- do el mástil de la misma......... Larus glaucodes joven cc. Capucho negro en el adulto; cabeza blan- ca en el joven y enel adulto en invierno. Pico, tarsos y dedos rojo obscuro en el adulto; pardo obscuro en el joven. Distri- bución del blanco y negro sobre las tres primeras plumas del ala como en la fi- gura 8...... O ON AR Larus serranus adulto bb. Cabeza y parte del cuello anterior, gris ceni- ciento como el dorso, formando un capucho de ese color. En invierno, por poco tiempo, la cabeza es blanca. 1. Distribución del blanco y negro sobre las tres primeras plumas del ala, como en la figu- ra 9 a. Pico, tarso y dedos, carmesi.......... Larus cirrhocephalus adulto 2. Distribución del blanco y negro sobre las tres primeras plumas del ala como en la figu- ra 9 7. Pico amarillento en la base, negruzco en la punta, tarsos y dedos pardo obscuros. Cobijas inferiores del ala color plomo. Capu- cho blanco......... A RR e E Larus cirrhocephalus joven aa. Dorso y alas negro apizarrado en el adulto, blanco moteado de pardo o pardo moteado de blanco en el joven. Cabeza y cola blancas en el adulto; más o menos moteadas de pardo en el joven. Partes inferiores blancas en el adulto; pardas, moteadas de blanco, en el joven; tamaño mayor, ala plegada, siempre más de 38 centímetros ..... Larus dominicanus 56 EL HORNERO Vol. T J La distribución de las 6 especies nombradas es la siguiente: 1. Larus maculipennis LICHTENSTEIN, Verz. Doubl. Berl, Mus., p. 83 (1823 — Montevideo) «Gaviota de capucho café». Distribución: Costa Atlántica, desde Alagoa en el Brasil al Chubut en Patagonia; al oeste, a través de los Andes a Chile. En el interior de la República Argentina ha sido señalada en Córdoba y Tucumán. 2. Larus cirrhocephalus VIEILLOT, Vouv. Dict. d' Hist, Nat, XXI, p. 502 (1818 — Brasil). «Gaviota de capucho gris». Distribución: Costa sur del Brasil, del Uruguay y de la Provincia de Buenos Aires, ríos Paraná y Paraguay hasta Matto Grosso, y probablemente de allí, cruzando el conti- nente hasta la costa del Perú. En el interior de la Repú- blica Argentina ha sido señalada hasta Jujuy por LÓNN- BERG. 3. Larus glaucodes MEYEN, Vov. 4Act. Acad. Caes. Leop., XVI, p. 115, pl. XXIV (1834 — Chile). Distribución: Patagonia, Tierra del Fuego, Malvinas, Es- trecho de Magallanes y costa de Chile hasta Coquimbo. 4. Larus serranus TscHUDI, 4rch. fúr Naturg., 1, p. 314 (1844 — Perú). «Gaviota serrana». Distribución: Costa del Ecuador y lagos andinos del Perú Bolivia, Chile y altiplanicie de la República Argentina, (cumbres Calchaquíes, Tucumán y puna de Jujuy). 5. Larus dominicanus LICHTENSTEIN, Verz. Doubl, Berl. Mus., p. 82 (1823 — «Habitat ad littora Brasilise») «Gaviota cocinera». Distribución: Ambas costas de Sudamérica, desde los 10? lat. sur a las regiones antárticas; Malvinas, Georgia del sur. En el interior de la República Argentina, hasta los lagos andinos de la Patagonia occidental. 6. Leucophzeus Scoresbyi TRAILL « Gaviota ». Larus scoresbíz TRAILL, Mem. Wern. Soc., p. 514 (1823—New South. Shetland Islands). Distribución: Este de Patagonia, Malvinas, Nuevas Shet- land del sur, regiones antárticas al sur del Cabo de Hor- nos, Estrecho de Magallanes y costa chilena del Pacífico, hasta Chiloé. (Continuará.) 1918] 57 NOTAS BIOLÓGICAS SOBRE LAS AVES DEL NOROESTE DE LA REP. ARGENTINA POR LUIS DINEEL!I (Fucumán, R. A.) Estos apuntes son en gran parte el resultado de mis pro- pias observaciones sobre nidificación y costumbres de las aves de la parte noroeste de la República, y han sido extractados de un extenso trabajo que tengo en preparación, parte del cual ha sido presentado al Congreso científico de Buenos Aires en el año 1g10 y que no se ha publicado (*). En estas páginas, he creído conveniente ocuparme en par- ticular de aquellas especies de cuyas costumbres, 'modo de ni- dificar, etc., no se ha hecho mención en el trabajo publicado en 1909 por los señores HARTERT y VENTURI (**), de manera que podrán servir como complemento al mismo. En otros números de la presente revista, publicaré también notas sobre varias otras especies que ofrezcan algún interés particular. ORDEN PASSERIFORMES. Familia Turdidae. Planesticus nigriceps (CAB.). «Zorzal de la sierra». Turdus nigriceps CABANIS, Journ. fir Ornith., 22 Jahrge., n.o 125, Jan. 1874, p. 97 (1874 — Soriano, Perú — JEL+KI). Turdus nigriceps HARTERT et VENTURI, Novit. Zoolog., XVI, Dec. 1909, p. 162 (La Hoyada, Tucumán, alt. 1300 mts. —L. DINELLI). Este zorzal, exclusivamente serrano, abunda en la región montañosa del aliso, entre los 1000 y 2000 metros de altitud. Construye un nido parecido a los de otros túrdidos, pero menos voluminoso y situado entre las ramas más elevadas de los árboles que crecen cerca de los flancos escarpados de las (*) La parte referente a las aves de Tucumán fué presentada en la Primera Reunión Nacional de la Sociedad Argentina de Ciencias Naturales (1916). (*%) Notes sur des oíseaux de la République Argentine par E. HARTERT et S. VENTURI, in «Novit. Zoologs.>, XVI, Dec. 1909, pp. 159-267, pls. 11, III. 58 EL HORNERO [Vol..1 montañas, en los lugares más accidentados. La postura es ge- neralmente de tres huevos bastante parecidos a los de otros zorzales. El fondo es blanco celeste y la superficie enteramente cubierta de puntitos negros y acanelados, más densos sobre el lado del polo obtuso. Miden 29 18 mm. (promedio). Myioborus brunniceps (LAFR. et ORB.). Setophaga brunniceps LAFRESNAYE et D'ORBIGNY, Syu. Av., I, in Mag. Zool. (VID), el. 1i, p. 50 (1837 — Hab. Yungas, Rep. Boliviana). Setophaga virescens BURMEISTER, Journ. f. Ornith., 1860, p.251 (Tucumán)» Setophaga brunniceps HARTERT et VENTURI, Novit. Zoolog., XVI, Dec. 1909. p. 166 (Tucumán — L. DINELLI). Esta hermosa avecita es sedentaria y habita las quebradas boscosas de la sierra hasta una altura de 2500 metros. Nunca se aleja de los lugares frescos y húmedos en lo más espeso del bosque. Se alimenta de insectos. El canto es agradable y es un ave muy confiada. Familia Hirundinidae. Progne furcata BAIRD «Golondrina». Progne furcata BAIRD, Review Amer. B., p. 278 (1864 — Chile). Esta especie vive en común con la otra golondrina, Progne chalybea domestica (VIEILL.) y tiene las mismas costumbres de ésta. p Nidifica en los edificios, aprovechando el espacio que hay . 62 EL HORNERO [Vol. I entre las tejas y las tablas de los techos o utiliza los agujeros de las paredes. Llegan a Tucumán en el mes de Octubre y en Diciembre nidifican. El señor PABLO GIRARD halló los huevos en el agujero de una alcantarilla. El nido era construído con paja y terminado con muchas plumas. Los huevos son enteramente blancos y miden 22.5 X 16; 24 < 16.5 y 22 161, Jan. 1883, p. 109 (1883 — Tucumán — SCHULZ). Habita las quebradas sombrías y húmedas de las serranías, desde el pie de las montañas hasta una altura de 2000 metros. Anda en pequeños grupos, no es tímido y se acerca al cazador 68 EL HORNERO [Vol. I cuando éste con el silbador imita su canto. Casi siempre se le ve recorriendo el suelo entre los helechos espesos y altos que crecen en los lugares más obscuros y húmedos del bosque. El señor PABLO GIRARD consiguió varios nidos. Estaban si- tuados sobre arbustos a una altura de metro y medio del suelo. Los huevos tienen los polos casi iguales y son de un color blanco rosado con manchitas algo grandes de color café obscuro; otras de color pardo claro están limitadas generalmente a la mi- tad del huevo que corresponde al polo obtuso, en torno del cual forman círculo. Además hay otras salpicaduras distribuídas so- bre toda la superficie. Miden 22 X 16 y 24.7 X 17.5. Durante la postura esta ave es frecuentemente perseguida por la urraca azul (Cyanocorax chrysops tucumanus) la cual está siempre en acecho para comerse los huevos. (Continuará.) NOMBRES VULGARES Y CIENTÍFICOS DE AVES DE BUENOS AIRES POR PEDRO SERIÑÉ Se cuentan aproximadamente 300 especies de aves distri- buídas en la provincia de Buenos Aires, incluyendo las que viven en ella permanentemente y las que sólo la frecuentan durante temporadas más o menos prolongadas. La mayor parte de las mismas son todavía desconocidas por el pueblo, que sólo distingue las más comunes y familia- res, y aun confundiéndolas a veces entre sí. No obstante, y tomando como base el reducido número de nombres vulgares más conocidos en la provincia (especialmente cerca de esta capital), que he podido anotar durante muchos años de excursiones ornitológicas, he creído de utilidad para los coleccionistas y simples aficionados formular la siguiente lista—que abarca cerca de 150 especies, con su correspondiente designación científica —, contribuyendo así, en mi modesta esfera, a la labor iniciada por la comisión encargada de unifor- mar los nombres vulgares de las aves de todo el país. 1918] P. Serié: Nombres vulgares y científicos de aves 69 Rheidoe «Avestruz» 0 «Nandú>.......... Rhea americana Rothschildí BRABOURNE et CHUBB Tinamidee «Perdiz colorada» o «Martineta». Rkynchotus rufescens (LEMMINCK) Perdiz CHICA» Nothura maculosa (TEMM.) «Perdiz copetona» o «Martineta». Calopezus elegans (ORBIGNY et GEO- FFROY) Columbidee «Paloma turca» ........ com. Picazurus picazuro (LEMM.) «Torcaza».o «Tórtola»........... Zenaida auriculata (DEÉEs MURS) «Torcacita» o «Palomita de ia WEE sob aaoo aaa Columbina picui (IEMM.) «Paloma del monte>............. Leptoptila ochroptera chloroauchenía G1G- LIOLI et SALVADORI Rallid.e caleta a era oa Pardirallus rytirhynchus (VIEILLOT) * «Gallineta Overa» .............. Pardirallus maculatus (BODDAERT) «Gallineta azul>................. Jonornis mastínica (LINNEO) «Gallineta corredora» o «Guás- AIFDO Ss cudnidada oso bdo oo abanoS Aramides ypacaha (VIEILL.) «Gallaretas ico iia ==. Zulica leucoptera VIEILL. «Gallaretarn iii da Fulica rufifrons PHILIPPI et LANDBECK ÉGAalareta o ac Fulica armillata VIEILL. «Burrito» . ......... A Creciscus leucopyrrhus (VIEILL.) «Burrito silbón» ................ Creciscus melanophaíus (VIEILL.) Podicipedidee Existen cinco especies, siendo más conocidas las dos siguientes: «Macá» o «Zambullidor» ....... . Podiceps americanus GARNOT «Macá» o «Zambullidor» .... ... -4chmophorus major (BODD.) Laridee «Gaviotín»o «Golondrina de mar». Llevan este nombre seis especies de los géneros Phaéthusa, Gelochelidon y Sterna, siendo la más común Ster- na Trudeaui AUDUBON ARAYA LO coca Rhynchops nigra intercedens SAUNDERS «Gaviota de cabeza parda»...... Larus maculipenníis LICHTENSTEIN «Gaviota de cabeza gris» ....... Larus cirrhocephalus VIEILL. «Gaviotón» o «Gaviota cocinera». Zarus dominicanus L1ICHT. Thinocorythidee «Agachona» o «Dormilona» -.... Thinocorus rumicivorus ESCHSCHOLTZ 70 EL HORNERO [Vol. 1 Charadriidee ENCLU COLO o aa ea Belonopterus grisescens (PrazAK.) aDero real ita Himantopus melanurus (V1EILL,) ............... Heterospizias meridionalis (LATHAN) Aaa blanca e Geranoetus melanoleucus (VIEILL.) 5 AGE Urubitinga urubitinga (GM.) ACASO AS Circus Buffoni (GM.) AC Circus cinereus (VIEILL.) ICO OS Parabuteo unicinctus (TEMM.) «Halcón caracolero»............. Rostrikhamus sociabilis (VIEILL.) SENA ICOMIDÍAMCO» ta Elanus leucurus (VIEILL.) SEA CONCILOUA itaanaios Cerchneís sparverius australis (RIDGWAY) ——— Asionidze «Buho» o «Lechuza» ...........- Asio flammeus (PONTOPPIDAN) «lechuza de vizcachera»........ Speotyto cunicularia (MOL.) ......... Glaucidium nanum (KING) Strigidoe «Lechuza de campanarios» o «Le- CITADO ue o NA Tyto perlata (LICHT.) Psittacidee «Loro barranquero» ............. Cyanolyseus pataygonus (VIEILL.) COOL» oc A A Myiopsitta monachus (BODD.) Halcyonidze «Martín pescador» o «Matraca». Ceryle torgquata (LINN.) «Martín pescador» ............ . Ceryle amazona (LATH.) cosccvorovoso sobages Embernagra platensis (GM.) Icteridee «Boyerito de alas amarillas».... Archiplanus chrysopterus (VIGORS) «Boyerito de alas marrón» ...... Xanthornus pyrrhopterus (VIEILL.) AO ED O Amblycercus solitarius (VIBILL.) «Tordo» o «Renegrido» ....... . Molothrus bonariensis (GM.) «Tordo bayo» o «Mulata» ....... Molothrus badíus (VIEILL.) «Tordo de alas amarillas» ...... Agelaíus thilius chrysocarpus (VIG.) «Pecho colorado» ............... Trupialis Defilipid BONAPARTE «Pecho colorado» ......... ..... Trupialis militarís (LINN.) «Pecho colorado» ............... Leistes superciliarís (BP.) «Pecho amarillo»... ...........- Pseudoleístes guirahuro (VIEILL.) AAA a Amblyrhamphas holoseríceris (SCOPOLI) 74 EL HORNERO Vol. F AVES DETCURUZUOSCUA TIA (CORRIENTES) POR CARLOS A. MARELLI A fines de los meses de Abril y Mayo del año pasado, tuve que trasladarme por dos veces consecutivas a Curuzú Cuatiá, una de las ciudades más importantes de la parte central sud de la provincia de Corrientes, con motivo de verificar la efi- cacia de algunos específicos garrapaticidas en la hacienda va- Cuna de aquel territorio. El objetivo esencial era diferente del que se propone este artículo, no obstante lo cual, dados mis afectos por esta rama de lá Historia Natural, invitado por los miembros de la Comisión redactora de EL HORNERO, el Sr. Dr. Ro- BERTO DABBENE y el Sr. Don PEDRO SERIÉ, a presentar una modesta lista de las aves de aquel punto del país, pude reunir de mis recuerdos y colecciones realizadas en los breves momen- tos libres y con el concurso además de los compañeros de la comisión de ensayos, el Dr. PASCUAL TROISE de Gualeguaychú, el Dr. PRUDENCIO M. PLAZA de Villaguay, en la Provincia de Entre Ríos, de Don FLORENCIO SANTA Cruz de Concordia, y del Dr. CeLesTtINO Pozzi de Curuzú Cuatiá, los datos y las especies que menciono en la siguiente lista. No nos era posible apartarnos de los caminos, y no dudo que nuevas colecciones en otras épocas del año han de dar muchos resultados para la distribución de las especies de aves en el país y para sus migraciones, siempre que sea posible re- unir la mayor serie de listas de avifaunas locales. La provincia de Corrientes no ha sido todavía bien explo- rada desde este punto de vista, y en este sentido esperamos te- ner en los señores CARLOS PO0Zzz1I y Dr. CELESTINO Pozz1I buenos colaboradores, quienes además nos proporcionaron en aquel pa- raje muchas comodidades con la fineza y la buena amistad que los caracteriza. 1918] C. A. Marelli: Aves de Curuzú Cuatiá 75 1. Rhea americana Rothschildi Brab. et Chubb. — Do- mesticado he visto al ñandú o avestruz americano en los alre- dedores de la ciudad de Curuzú Cuatiá. 2. Crypturus obsoletus (Temm.) — Creo haber podido iden- tificar con esta especie un ejemplar que observé en los alre- dedores de la ciudad mencionada, ateniéndome a su colora- ción pardo olivácea, con los flancos canela claro y a la cabeza negruzca como también a su tamaño algo menor que el de la otra especie Crypturus tataupa; no me fué posible procurarla. 3. Rhynchotus rufescens (TemM.) — Anoté varios ejem- plares de esta martineta o perdiz grande. 4. Nothura maculosa (Temm.)—La perdiz o perdiz co- mún abunda tanto como en la provincia de Entre Ríos, y es frecuente verla por ambos lados de la vía del Ferrocarril Entre Ríos que va a Concordia, donde es poco objeto de caza no obstante sus excelentes condiciones para serlo. Obte- nida en Entre Ríos por BARROWS, es natural que su dispersión alcance a la Provincia de Corrientes. La hemos visto a ambos costados de los caminos en dirección oeste y nordeste desde la ciudad de Curuzú Cuatiá. s. Penelope obscura (Temm.). — He apuntado dos ejem- plares domesticados en la estancia del Sr. DÉ La FUENTE que pertenecen a esta forma de Pava de monte; y por lo que sa- bemos ha sido anotada en la parte nordeste de la República Argentina por varios observadores, alcanzando la República del Paraguay y sudeste del Brasil. 6. Notioenas maculosa (Temm.) Ribcw. —Es frecuente en- contrarla aislada y fácil de ser confundida, vista desde lejos, con la paloma doméstica. 7. Picazurus picazuro (TemM.) RipGw. — Suele ser en- contrada sola y en pequeñas bandadas como de 10 a 15 in- dividuos, a los cuales era posible aproximársele bastante. Las barras blancas ribeteadas de negro del cogote, la distinguía de las manchas profusas blancas del dorso y las alas con gotas apicales del mismo color que tiene Columba maculosa 'TEMMINCK. 76 EL HORNERO [Vol. I S. Zenaida auriculata (Dis Murs). — Esta paloma torcaz la he notado una sola vez por esa fecha y su presencia fué indicada en la amplia zona que comprende el norte y nordeste de la Argentina. 9. Columbina picui (Temm.) — Rarísimos ejemplares de esta palomita pude encontrar, la que como la anterior fué re- cogida en el norte y nordeste argentino. 10. Pardirallus rytirhynchus (VIxIL1L.)..— He visto algunos especímenes en los bañados hacia el nordeste de Curuzú Cuatiá de esta gallineta de agua, que he podido identificarla así por su color pardo verdoso y por su tamaño. Fué coleccionada en el norte del país. 11. Aramides ypacaha (VIEIL1.). — Pude observar un ejem- plar cautivo en un establecimiento de campo al nordeste de Curuzú Cuatiá, y según informaciones obtenidas procedía de la localidad; lo conocían vulgarmente con el nombre de pakaá los paisanos del paraje. 12. Belonopterus cayennensis grisescens (PRAZÁK). — El terutero lo he notado varias veces. 13. Jacana jacana (LinnN.) — Observé en los bañados al- gunos individuos de esta especie. 14. AÁrdea cocoi (Linn.). — Vi ejemplares aislados de garza mora hacia el establecimiento de San Miguel y de San Pedro. 15. Euxenura magiari (Gm). — Había muy lejos en el campo tomando el sol muchos especímenes desparramados de esta especie de cigiieña, comprobando su presencia,por los des- pojos de un individuo. 16. Mycteria mycteria (LicHT.) H. et R. voN THERING. — Otra cigiieña que incluyo aquí por su coloración toda blanca es el jabirú. Dejo constancia de que su presencia debe ser ve- rificada con informaciones complementarias, debido a que no fué posible obtener ejemplares. 17. Dendrocygna fulva (Gm... — He observado pequeñas bandadas y especímenes aislados del pato silbón, única especie de la familia que me fué posible identificar sin poder procu- rármelo. 1918] C. A. Marella: Aves de Curuzú Cuatiá 77 18. Chauna Salvadorii (Brab. et Chubb).— Ejemplares aisla. dos del chajá hacia el nordeste en dirección al establecimiento de San Pedro. 19. Catharista atratus brasiliensis (Br.). — Vi en San Mi- guel varios individuos de este buitre todo negro, que se habían lanzado sobre una res muerta hacía pocas horas, sin poder obte- ner ningún ejemplar no obstante la buena puntería del Dr. De La PLaza. 20. Polyborus plancus (MILLER) [= ¿harus auct.]. — Esta ave común o carancho no era fácil tenerla a una distancia con- veniente para ser alcanzada. 21. Milvago chimango (VIEILL.). — Tan abundante como la especie anterior. 22. Urubitinga urubitinga (Gu.).—Este gavilán lo he visto una sola vez en San Miguel. 23. Tinnunculus sparverius australis (Ribcw.). — El hal- concito más común de la Argentina, hallábase también en aquella parte de la Provincia de Corrientes. 24. Speotyto cunicularia (Mor). — La lechucita de las vizcacheras fué el único representante de la familia que distin- guí por aquella latitud. 25. Amazona aestiva (Linn.). — He visto este loro cautivo en San Pedro y se me afirmó que anidaban en la localidad. 26. Streptoceryle torquata (LinnN.).—Apunté en mi libreta unos ejemplares en libertad de este martín pescador, por cuyo tamaño y caracteres exteriores me inclino a referirlo a la espe. cie mencionada. En dirección hacia San Pedro. 27. Podager nacunda (ViEILL.)..—En el establecimiento de San Miguel y en uno de los espinillares próximos, el Sr. Dr. P. 'TROISE me indicó esta ave que identifiqué con la especie men- cionada. 28. Guira guira (Gm.). — La urraca común, como así es co- nocida vulgarmente en la provincia de Buenos Aires, la he observado en pequeñas bandadas no mayores de diez individuos en San Miguel y en San Pedro. 78 EL HORNERO [Vol. I 29. Furnarius rufus rufus (Gm.). — El hornero abundaba en los montes de espinillos al nordeste y al oeste de Curuzú Cuatiá; sus nidos se orientaban en todas direcciones y las en- tradas eran dextrorsas y sinistrorsas; también he visto nidos en la cima de los postes comunes de alambrados. 30. Siptornis Orbignyi (REICHENB.). —Recogido hacia el nordeste de la ciudad nombrada. 31. Coryphistera alaudina (Burm.). — Obtenida en los bosques y bosquecillos de las vecindades de Curuzú Cuatiá y por vez primera se cita en la provincia de Corrientes. 32. Anumbius anumbi (VIEILI.). — Citaré también ejem- plares cazados de este conocido leñatero o carpintero, en las vecindades del pueblo y por ambos lados en los caminos hacia San Pedro y San Miguel. 33- Pseudoseisura lophotes (REICHENB.). — He cazado in- dividuos de esta especie hacia el nordeste en los espinillares. Se distinguía en el monte por su vuelo sostenido en un mismo sentido con las inflexiones producidas por el peso del animal al desplazarse en su medio. 34. Picolaptes angustirostris (VIEILL.). — Debo este ejem- plar al Sr. Dr. C. Pozzi quien me lo obtuvo de su estableci- miento de San Miguel, situado a nueve leguas al oeste de Cu- ruzú Cuatiá. 35. Taenioptera cinerea (VIEILL.) [+ mengeta .auct.]. — Uno de los tiránidos más comunes en los campos de los alre- dedores de la ciudad y en dirección a los establecimientos nom- brados. El Dr. Pozzi me remitió algunos. 36. Taenioptera coronata (VIEIL1L.). — Obtuve un ejemplar de esta especie en un bosquecillo vecino del pueblo y era me- nos abundante que el anterior. 37. Taenioptera irupero (VIEILL.) « Viudita ».-— La viudita es uno de los pájaros más hermosos que alegran la vista por su color blanco y las alas con las primarias negras, excepto las más internas blancas en la base con el ápice negro; volaba muy graciosamente de poste en poste y de árbol en árbol 1918] C. A. Marelli: Aves de Curuzú Cuatiá 79 haciendo variados movimientos tratando de ocultarse entre la maleza, y al reaparecer posábase en la parte más alta de las ramitas de los árboles, repitiendo sucesivamente el mismo mo- vimiento. 38. Sisopygis icterophrys (VIkILL.). —Cacé un ejemplar de esta especie como a unas cuatro leguas hacia el nordeste de Curuzú Cuatiá, en los montes que se encuentran a ambos lados del camino. 39. Machetornis rixosa rixosa (VIKEILL.) — He obtenido varios ejemplares de este tiránido en los mismos parajes ya citados. 40. Serpophaga subcristata (VIEILL.). — Vi varios espe- címenes de este pajarito conocido en Buenos Aires con el nom- bre de piojito. e 41. Pitangus sulphuratus bolivianus (LaFR.). — Anoté ejemplares en ambos establecimientos y obtuve algunos en los espinillares de las vecindades de Curuzú Cuatiá, donde es co- nocido con el nombre vulgar de pitogilé, trátase del bienteveo común o pitohué. 42. Pyrocephalus rubinus rubinus (Bobb.). — Obtuve un individuo jóven de esta especie cerca de Curuzú Cuatiá. 43. Mimus triurus (VIEILI.). — Encontré varios individuos de esta especie de calandria. 44. Polioptila dumicola (VikEILI.) — Vi ejemplares del -piojito azulado en las proximidades de los caminos al internarse entre los montes al nordeste de la ciudad mencionada. 45. Anthus correndera VIiEILL. —En mis excursiones pude cerciorarme también de la presencia de la cachila. 46. Compsothlypis pitiayumi pitiayumi (VIEILL.).—Anoté un ejemplar de este hermoso pajarito. 47. Saltator aurantiirostris VIEILL. — Cacé un individuo de esta especie en los primeros bosquecillos de espinillos próxi- mos a Curuzú Cuatiá: 48. Sicalis Pelzeni Sci. — Era fácil encontrarlo en las proximidades y en el pueblo mismo el jilguero o jilguerito amarillo. So EL HORNERO Vol. T 49. Passer domesticus (Linn.). — Los gorriones han alcan- zado también a la provincia de Corrientes. 50. Brachyspiza capensis capensis (P. L. S. MULLER). — El chingolo no faltaba en aquella parte casi central de la pro- vincia mencionada. 51. Paroaria cucullata (La'rH.). — Era común en el monte de aquella localidad el cardenal y fué posible obtener varios especímenes. 52. Gubernatrix cristata (VikILL.). — El cardenal amarillo , on o era tan común como el anterior y obtuve algunos ejemplares: 53: Molothrus bonariensis bonariensis (Gm.). — El tordo común o renegrido era un ave común en aquella localidad. 54. Trupialis militaris Defilippii Br. — He visto tam- bién a este pecho rojo. 55. Cyanocorax chrysops (VIEILI.). — La urraca azul la he visto cautiva en un establecimiento de campo de Curuzú Cuatiá. 56. Cyanocorax caeruleus (VIEILL.). — Conjuntamente y en las mismas condiciones que la anterior anoté la urraca ce- leste. LA ORNITOLOGÍA FANTÁSTICA DE LOS CONQUISTADORES (*) POR ANÍBAL CARDOSO Entre las distintas citas y descripciones que en libros y docu- mentos nos ha dejado la época colonial, pintando con fantásticos colores una fauna extravagante y fenomenal, merecen un buen capítulo las que se refieren a las aves de nuestro país (?), cuya (2) En 1916 presenté, como delegado del Museo Nacional de Historia Natural, al Con- greso de Historia y Bibliografía, un trabajo titulado: « Nuestros conocimientos en ciencias naturales durante la época colonial». De dicho trabajo extracto algunos pasajes que de- + Jico a EL HORNERO. (2) Entiéndase las « Provinciasdel Río de la Plata», pues me refiero a la época colonial. 1918] A. Cardoso. Ornitología fantástica 81 descripción, tan inexacta como exagerada, ofrece pasajes de có- mica candidez, que revelan al estudioso el estado de los cono- cimientos en aquella época y sirven al curioso lector un buen rato de alegre distracción. Desde el paso del Estrecho por MAGALLANES en 1520, cuando PIGAFETTA describió el Aptenodytes diciendo que «parecen cu- biertos de plumitas por todo el cuerpo», extrañando, sin duda, no estuvieran cubiertos de otra cosa, hasta la feliz llegada de AZARA, ¡cuantos disparates se escribieron, que éste tuvo que enmendar! No es posible olvidar las extravagantes citas de OVIEDO, HERRERA, LÓPEZ DE GOMARA, CIEZA DE LEÓN y tantos otros que, durante el primer siglo de la conquista, escribieron dispara- tadas descripciones de nuestra fauna. Tampoco podemos hacerlo de aquellos padres jesuítas que les siguieron en los siglos XVII y XVIII sin adelantar un paso en el asunto, al que agregaron mayores extravagancias y patrañas. Las descripciones del Padre ACOSTA, aunque juiciosas, fueron sujetas a la leyenda bíblica; las del P. Techo, sólo sirvieron para ponderar los conocimientos medicinales de tal o cual jesuíta empírico; las del P. FALKNER, que por respeto a sus antecesores en la Orden, tampoco aclaran esos errores, y que, por su parte, en las citas propias, no fué capaz de describirnos el yacaré, porque cuando le vió correr con salvaje fiereza en las orillas del Paraná, se le antojó bestia apocalíptica! Siguieron a éstos, muchos otros padres jesuítas que al escribir la historia de los trabajos efectuados por la Compañía de Jesús, se ocuparon de la descripción de los animales y plantas más notables que aquí hallaron; relatos que subordinaron a tres puntos principales: la leyenda fantástica de que gozaban; la misteriosa influencia que les atribuían como panacea de todas las enfermedades; y las observaciones propias, más estúpidas que ignorantes, en que pintan metamorfosis imposibles, hacien- do pasar por evoluciones sucesivas, gusanos y mosquitos, a las clases más superiores en que se dividen los vertebrados. El fuerte principal de estos historiadores es la medicina, co- piada casi siempre hasta en sus groseros detalles, de la que usaban los indígenas; y aquí no mos es posible olvidar la es- tupenda terapéutica del Padre historiador GUEVARA, que ponde- rando al pájaro Guacho, dice: «no tiene cosa más estimable 82 EL HORNERO Vol. T que su excremento, cuya virtud es más apreciable que el oro y todas las preciosidades del mundo, y sirve admirablemente para curar las quebraduras de huesos», citando luego el caso de un muchacho que se quebró una pierna y curó en dos días con un emplasto del famoso excremento, «hasta el extremo de poder caminar». Bien poca cosa es, en verdad, tan estupen- do prodigio, ante la cura del indio que nos refiere el P. Mon- TENEGRO, al que habiéndole pasado por sobre el pecho la rueda de una monumental carreta tucumana cargada con varios quin- tales de algarroba, sanó en pocos días con la infalible cataplasma... Los órganos de los sentidos poco servían para guiar por buen camino el extraviado criterio de aquellos hombres, y sus visiones fantasmagóricas se sucedían con desesperante resulta- do para la ciencia. El P. VASCONCELLOS afirmó haber visto « coz sus propios ojos, unos gusanillos blancos criados en la superfi- cie del agua que se hicieron mosquitos; los mosquitos pasaron a la forma de lagartos, éstos se convirtieron en mariposas, y las mariposas se transformaron finalmente en picaflores». Al lado de esto, la evolucción de las especies es una niñería y DARWIN resulta una mediocridad! El órgano del oído no les sirvió tampoco para ayudar la vista, pues si veían a la distancia un cuzs que se ocultaba en la maleza y al mismo tiempo resonaba en la serranía el relin- cho de un guanaco, no vacilaban en atribuirlo al inocente roedor. Buen testimonio de ello nos lo ofrece el P. MURATORI, cuando dice, refiriéndose al picaflor: «une a sus colores más brillantes, la voz y el canto del ruiseñor; y es sorprendente cuando se le oye cantar, que una voz tan fuerte pueda salir de un cuerpo tan pequeño». Inútil es decir, que en estas trocatintas de óptica y acústi- ca, solía intervenir casi siempre, algún indio astuto, burlón y solapado, que se complacía en aumentar la confusión en aque- llos cerebros visionarios. Es, pues, posible, que mientras el P. MURATORI1, contemplaba al picaflor, hizo oir sus trinos allí cerca alguno de nuestros cantores de la selva, y el padre jesuíta, que no conocía de la misa (ornitológica) la media, aplicó el oído, levantó el dedo y miró a su guía, quien aprobó en silencio la observación; después de lo cual quedó sancionado que aquellas notas poderosas pertenecían al pequeño pajarillo. A 1918] A. Cardoso: Ornitología fantástica 83 Un caso más notable que éste, nos lo ofrece el relato de un marino español que visitó las costas del Pacífico. Un día que paseaba por el campo, encontró un pájaro, para él desco- nocido, que revolcaba la cabeza por la arena para desembara- zarse de los parásitos que “le incomodaban, y como en ese instante resonara al lado una nota muy emi- nentemente clásica para el oído del marino, éste no va- ciló en apuntar la siguiente cita que transcribió más tarde en su « Descripción del Perú»: « El paro trom- petero, el cual saca el so- nido de trompeta pegando la cabeza en tierra y expe- liendo el aire por detrás »! Y con esto, ya curados de espanto, podemos pasar adelante. Rheiftormes y Tinamiformes. Las primeras aves de nuestra tierra que repetida- mente mencionan los con- quistadores, son, avestruces y perdices. Al primero le aplican el nombre guaraní de and, que le daban los indígenas de aquí, o el de surz, que le daban los del Perú y Chile. Las «per- dices y codornices» de los relatos de aquellos tiempos, NHANDV-Gvagy- El « ÑNandú> [RK/hra americana (L.)] omado de Gulielmi Pisonis, + Historiae Naturalis «€ Medicae Indiae Occidentalis» (Amsterdam, 1658). no nos permiten determinar las diversas especies. AZARA es quien se encarga de aclarar el punto, diciendo: «Los españoles llaman perdices a las grandes y codornices 84 EL HORNERO [Vol 1 a las chicas. Al sur de Buenos Aires, desde los 37" hay otro Ynambú que llaman perdiz martineta, por un moño o martine- te que tiene sobre la cabeza». De modo, pues, que la verdadera martineta del siglo XVIII, era la copetona [Calopezus elegams (D'ORB. y GEOFF.)]; la otra, la «martineta grande o colorada» [Rhaynchotus rufescens (TemM.)], la describe AZARA con el nom- bre guarani de Yrambú guazú, y dice que también tiene la propiedad de «levantar la pluma de la cabeza cuando se asusta o se le antoja». «El Ynambuy (Ynambú pequeño), al cual los españoles le dan el nom- bre de perdiz chica, en comparación de la anterior», es nuestra perdiz co- mún [Vothura maculosa ('TemMm.)] y el « Vnambú carapé (enano), nombre con que se le conoce en Misiones », según AZARA, es el Zaoniscus nanus (Temm.). Del Zataupá, dice: «En guaraní le llaman así, lo que significa Vnambú del hogar, tal vez aludiendo a que suele acercarse a las casas cam- El «Ynambú» /Vothura maculosa pestres » y Es el Crypturus tataupa (Temm.)] De PrsoN, op. cit. (Teum ) pS ES Galliformes, Columbiformes y Ralliformes. SCHMIDEL nos habla de gallinas al visitar los pueblos Carios, con una naturalidad que hace pensar que estos animales exis- tían allí cuando vinieron los conquistadores. El Padre Acosta, confirma esta noticia con otros argumentos cuando dice: « Las había antes de ir españoles, y es claro indicio tener nombre de allá (guaraníes o quichuas), que a la gallina llaman Gual- pa y al huevo, Ronto, y el mismo refrán que tenemos de lla- mar a un hombre gallina, para motarle de cobarde, ese propio usan los indios». AZARA, con mayores conocimientos en zoología, cree también que cierta especie de gallinas del Paraguay son indígenas, y dice: Además de estas gallinas, existían otras especies simila- res, que los españoles llamaron /a:sanes y pavas de monte; con 1918] A. Cardoso. Ornitología fantástica 85 lo que hace marcada distinción entre unas y otras. LOZANO, confirma esto último, diciendo: «Al faisán le llaman en el Pa- raguay yacú, y pavas en esta provincia de Tucumán; hay unos menores que llaman charatas (*), y otros mayores con el nom- bre de pavas; unos son totalmente negros o pardos y otros pintados de blanco y negro». AZARA describe la especie principal, conocida aquí con el nombre de «pava del monte» y en el Paraguay con el de Vacú-hú (Yacú negro); es la Penelope obscura (TEmMM.). «El Vacú-apets, que en guaraní significa Yacú con mancha blanca; aludiendo a las que tiene en las cobijas», esla Cumana jacutinga ( SPIX). El 1%:f%, que es el más grande de todos [Crax sclater? (GRAY) es también el más domesticado y preferido, por su hermosa pre- sencia y alto moño de plumas en la cabeza. Los Columbiformes no han sido mencionados por los más antiguos autores. Tan sólo algunos compañeros de MAGALLANES y LoaAvsa, nos hablan de ciertas aves con aspecto de palomas blancas. Se trata de un Charadriforme, del que hablaremos más adelante. Entre los Ralliformes, el P. GUEVARA nos menciona «un pá- jaro de agua que pasea las orillas de los ríos repitiendo estas voces: Opa-caá, que significan: «ya se acabó la yerba». AZARA ha despreciado tan hermosa tradición del ave que hablaba en guaraní, diciendo, que los guaranís le dan el nombre de /facañhá, «porque lo canta altísima y claramente. Los españoles le llaman gallineta, porque dicha especie cuando está avispada, suele le- vantar la cola a la manera que las gallinas». Es el Aramides ypacaha. (VIEILL.). Sphenisciformes, Lariformes y Charadriiformes. PIGAFETTA, en el viaje de MAGALLANES (1520) (?), refiere que al llegar a nuestra costa sur, tocaron en «dos islas pobladísimas de ocas y de lobos marinos; son las primeras tan abundantes que, habiéndonos puesto a perseguirlas, en una hora hicimos buena provisión para las cinco naves. Son negras, y sus plumas del cuerpo y de las alas, del mismo tamaño y forma; no vuelan, (1) Ortalís canicollis (WaGz.) (2) 3, July 1884, p. 271 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos). — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.o XXII, April 1894, p. 197 (Uruguay ). Observada varias veces en la isla. ] 17. Nycticorax nycticorax naevius (BODDAERT). (BRUJA, PÁJARO YAGUÁ) [ Ardea Nycticorax LINNAEUS, Syst. Nat., ed X, 1, P. 142, (1758 — hab. in Europa austral — hab. substit. Hungaría ex MARSIGLI). Ardea naevíia BODDAERT, Tabl., Pl. Enl.. p. 53 (1783. — ex DAUBENT., Pl. Enl. 939, typ. ex Cayenne — av. juv.) descr. orig. Nycticorax gardení BARROWs, The Auk, 1, N-* 3, July 1884, p. 271 (Con- cepción del Uruguay, Entre Ríos). Nycticorax obscurus (nec LICHTENSTEIN) APLIN, The Ibis, sixth ser., vol, VI, N.o XXIT, April 1894, p. 199 (Uruguay). Nyeticorax tayazu-guira SHARPE, Cat. Birds Brit. Mus., XXVI, p. 155 (1898). Cf. HARTERT, Bull. B. 0. C., XXXV, N.2 CC, Nov. 4, 1914, P. 15. N.o 8965 Q jov. Isla Martín García, Diciembre 6, 1916. — ANTONIO Pozz1. Iris obscuro. 18. Ixobrychus (!) involucris (VIEILLO'). (GARCITA ) Ardea involucrís VIBILLOT, Enc. Méth., iii, p. 1127 (1823 — fundada sobre (1) Zrobrychus BILLBERG, Syn. Faunae Scand., I, ii, Aves, 1828, p. 166. Tipo por subsiguiente designación: 4Ardea minuta LINNAEUS. Cf. STONE, Auk, April 1907, Pp. 192 y BRABOURNE and CHUBB, The Birds of South Amer., I. /1912, p. 52. Reemplaza Ardefía GRAY 1842 con el mismo tipo. 1918] R. Dabbene: Colección de aves de Martín García 93 «Garza varia» AZARA, Apunt., etc., 111 1805, p. 185, N.* CCCLXI. — Paraguay ) descr. orig. Ardetta involucris BARROWS, The Auk, I, N.? 3, July 1884, p. 271 (Concep- ción del Uruguay, Entre Ríos). — APLIN, The Ibis, sixth ser,, vol. VI, No XXII, April 1594, p. 199 ( Montevideo). N9 8965 2». 5 no enteramente adulto. Isla Martín García, Diciembre 21, 1916. — ANTONIO Pozzi. Iris castaño; tarsos verdogos. OrDeN PALAMEDEIFORMES. ( Chajáes ) 19. [Chauna Salvadorii (BRABOURNE y CHUBB). (cHajÁ) Chauna salvadoríí BRABOURNE and CHuBB, The Birds of South Amer., I, p- 53 (1912 — Argentina) nom. nov. pro Palamedea cristata SWAINSON,*= nec LINNAEUS. Chauna chavaría (mec Parra chavaría LINNAEUS) BARROWS, The Auk, I, N.?2 3, July 1884, p. 272 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos).— APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.o XXII, April 1894, p. 200 (Paso de Navarro, Río Negro, Uruguay). Señalada en la isla en varias ocasiones. ] ORDEN ANSERIFORMES. (Patos, cisnes, etc. ) Familia Anatidae. 20. [Cygnus melanocoryphus (MOLINA). (CISNE DE CUELLO NEGRO) Anas melanocorypgha MOLINA, Saggio Stor. Nat. Chili, p. 234 (1782 — ' Chile) descr. orig. Cygnus nigricollis BARROWS, The Auk, I, N.o 3, July 1884, p 273 (? Con- cepción ). — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.2 XXII, April 1891, p. 200 (estancia Santa Adelaida y estancia Maquelette, Uru- guay). Observada en la isla en distintas ocasiones.] 21. [Dafila spinicauda (VIEILLLOT). (PATO BARCINO, PATO MAIZERO) Anas spiínicauda VIEILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat., V, p. 135 (1816— fundada sobre «Pato cola aguda» AZARA, Apunt., ete, III, 1835, p. 421, N/2 CCCCXXIX., — Buenos Aíres) descr. orig. 94 EL HORNERO Vol. T Dafila spinicauda BARROWS, The Auk, I, N.* 3, July 1884, p. 274 (Concep- ción del Uruguay, Entre Ríos). — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.e NXII, April 1894, p. 201 (Uruguay). Observada en la isla por el señor ANTONIO PoOzz1.] 22. Querquedula versicolor (VIEILLOT ). (PATO ARGENTINO) Anas versicolor NIEILLOT, Nouv. Dict., d' Hist. Nat., V, p. 109 (1816 — fundada sobre «Pato pico de tres colores» AZARA, Apun., III, 1805, p. 450, N.2 CCCCXL — Paraguay) descr. orig. Querquedula versicolor BARROWS, The Auk, I, N.? 3, July 1884, p. 274 ( Con- cepción del Uruguay, Entre Ríos). — APL'N, The Ibis, sixth ser., vol, VI, N.o XXII, April 1894, p. 200 (Uruguay). N.? 8965 =. Q ad. Isla Martín García, Enero 19, 1917. — ANTON¡O Pozzt. ORDEN PELECANIFORMES. ( Cormoranes y Biguáes ) Familia Phalacrocoracidae. 23- [ Phalacrocorax vigua vigua (VIEILLOT). (BIGUÁ ) Hydrocorax vigua VIEILLOT, Nouv. Dict. d' Hist. Nat., VIII, p. 90 (1817 — fundada sobre « Zaramagullon negro» AZARA, Apunt., TIT, 1805, P. 395, N.2 CCCCXXITI — Paraguay ) descr. orig. Phalacrocorax brasilianus BARROWS, The Auk, 1, N.o 3, July 1884, p. 270 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos) — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.2 XXII, April 1894, p. 197 [ Montevideo, Flores, Soriano y Río Negro, Uruguay). Observada con frecuencia en la isla, Aprovecho la ocasión para hacer notar, que según el señor JuAn MOGENSEN, los especímenes de esta especie de biguá, del noroeste de la República Argentina, son distintos de los de la costa de Patagonia, y probablemente pertenecen a una forma diferente de la que habita la costa del mar. ] ORDEN ACCIPITRIFORMES. Familia Falconidae. Subfam. Polyborinae. 24. [Polyborus plancus (MILLER). (CARANCHO) Falco: plancus MILLER, Var, Subj. Nat. Hist., pl. 17 (1778— Zierra del 1918] R. Dabbene: Colección de aves de Martín García 95 Fuego) [| = Polyborus tharus (MOLINA 1782) y auctorum] Cf. BrA- BOURNE y CHUBB, Birds South Amer., I, 1912, p. 62. Polyborus tharus BARROWS, The Auk, I, N.* 2, April 1884, p.I1r (Con- cepción del Uruguay, Entre Ríos). — GIBSON, The Ibis, fifth ser,, vol. III, N “XI, July 1885, p. 282 ( Paysandú, Uruguay ). — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.? XXII, April 1894, p. 186 (Arro- yo Grande, Uruguay). Común en la isla. No se han traído ejemplares. ] 25. [Milvago chimango (VIKILLOT). (CHIMANGO) Polyborus chumango VIEIKLLOT, Nouv. Dict d'Hist. Nat., V, p. 260 (1816 — fundada sobre «Chimango» AzARA, Apunt., etc , I, 1802, p. 47, N.% V — Paraguay) descr. orig. Milvago chimango GOULD in DARWIN, The Zool. of the Voyage «Beagle», TIT, Birds, 1841, p. 14 ( Maldonado, Uruguay ). — BARROWSs, The Auk, I, N o 2, April 1884, p. 11 (Concepcion del Uruguay, Entre Ríos). — GtBsoN, The Ibis, fifth ser., vol. IM, N.* XI, July 1885, p. 282 ( Paysandú, Uruguay). — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. vi, N," XXII, April 1891, p. 196(Santa Elena, Río Negro, y Santa Florencia, Uruguay). Observada con frecuencia en la isla. No se han traído ejemplares. ] Subfamilia Falconinae.' 26. Cerchneis sparverius australis (RiDGwWAY). (HALCONCITO DE DORSO ROJIZO) [Falco sparveríus LINNAEUS, Syst. Nat, ed. X, 1, p. 90 (1758 —ex CA- TESBY — Virginia, Carolina).] Falco sparveríus australis RIDGWAY in BAIRD, BREWER and RIDGWAY, Hist. North Amer. Birds, III, p. 166 (18714 — Paraná, Capt. PAGE—= loc. tip. subst. Bañía (*) auct. CHAPMAN 1915). IRalco gracilis (nec LESSON) SWAINSON, Anim. in Ménag, 1838, p. 281 (Bahía, Brasil). Tinnunculus sparveríus (nec Falco sparveríus LINNAEUS) LEE, The Ibis, third ser., vol. 111, N.2 X, April 1873, p. 135 (Gualeguaychú). Falco sparverius (nec LINNAEUS) BARROWS, The Auk, J, N.? 2, April 1884, p. 110 (Concepción del Uruguay, Entre Rios). (1) El nombre «australise habiendo sido propuesto por RIDGWAY como un substituto de «» AMBLYRHAMPHUS HOLOSERICEUS (SCOP.) Y DEL «PECHO COLORADO >» LEISTES MILITARIS SUPERCILIARIS (Br.) Los dos nidos representados en las fotografías y pertene- cientes a las especies nombradas, son de los más difíciles de encontrar; por cuyo motivo creo serán in- teresantes estas bre- ves noticias. El nido del fede- ral, está siempre si- tuado entre las pajas altas que crecen en las lagunas y a una altura de poco más de un metro sobre el nivel del agua. Para construirlo el ave ata primeramente varias hojas de espadaña ó de juncos, por medio de cintas de paja, en- tonces empieza a tejer | el nido con este mis- mo material hasta darle la forma indi- cada en la fotografía. El nido del pecho colorado chico, está construido con yerba seca y siempre se en- cuentra en el suelo, muy escondido entre el pasto. El nido representado en la foto- grafía y recogido en Quilmes, por el señor DEMETRIO RODRÍ- ] : Vido del federal [Amblvrhamplus holoseriícens) (13) 19187 Notas 105 Nido del pecho colorado Les tes militaris superciliaris) (2,). GUEZ, contenía dos huevos del propietario del nido y dos del tordo negro: Molothrus bonariensís (GmM.) su habitual parásito. R. DABBENE. 1 COSTUMBRES DE UN DENDROCOLÁPTIDO PSEUDOSEISURA LOPHOTES (REICHENB.) Durante los meses de Septiembre, Octubre y hasta media- dos de Noviembre de 1916, estuve coleccionando aves en las estancias del señor don CARLOS GUERRERO, situadas en la re- gión limítrofe de San Luis, La Pampa y Córdoba. En la esperanza de que puedan ser interesantes, creo opor- tuno transcribir de mi libreta de apuntes, las siguientes obser- vaciones que tuve ocasión de hacer sobre las costumbres y nidificación de una especie bastante común en aquellos para- jes, vulgarmente denominada allí « come-huevos » («caserote » en Entre Ríos, y «cachalote» en Córdoba), y científicamente Pseudoseisura lophotes (REICHENB.) Se trata de un pájaro de tamaño un poco mayor que el 106 EL HORNERO Vol. T hornero y de plumaje parecido, pues es ae un color general marrón, de tinte más o menos variado en diversas partes del cuerpo, y con una alta cresta o copete de plumas, lo que contribuye a hacer resaltar su aspecto vivaz. El pico, robusto, mide unos 25 mm. de largo, es algo curvo y de color gris córneo obscuro. Las patas del mismo color y los ojos de un amarillo claro indefinido. Dicha especie es una de las pocas que, no obstante ser in- sectívora, la creo un tanto perjudicial, por la razón de que durante la época de la procreación come los huevos de las demás aves (útiles en su mayoría, siendo así un factor de des- trucción de aquellas) toda vez que encuentra sus nidos en las correrías que efectúa de árbol en árbol en busca de hormi- gas, etc., con que se alimenta generalmente; sino también por- que hace incursiones en los gallineros en busca del manjar apetecido. De allí el nombre de «come-huevos» con que se le conoce en aquellos lugares. Tuve oportunidad de presenciar un caso curioso. Uno de estos pájaros penetró en un gallinero, en un rincón del cual estaba una gallina echada en su nido; por un costado se al- canzaban a ver algunos huevos; el pájaro comenzó a revolotear por encima y gritando con un chirrido amenazador y hacién- dole embestidas en actitud agresiva con las alitas abiertas, consiguió atemorizar a la gallina hasta el punto de hacerla abandonar el nido, circunstancia que aquél aprovechó, y corrien- do apresuradamente y rompiendo a picotazos uno de los hue- vos, con gran satisfacción ingería su contenido. Estas aves frecuentan las casas y las aguadas donde están los corrales (espécialmente cuando éstos y aquéllas están ubi- cadas cerca del monte donde dichas aves habitan). Ví que an- daban en casales y su presencia se denuncia desde lejos y a intervalos por su característico canto, que no merece el nom- bre de tal, porque es un chirrido burlón y desagradable. Estos pájaros construyen nidos de grandes dimensiones que se divisan a la distancia; tanto en los árboles altos, como en los renovales, los construyen con palitos secos, espinosos, y fuertes de «caldén», «algarrobo», «chañar», etc. Durante mi estadía en aquella región, seguí detenidamente 1918] . Notas 107 el proceso de la construcción de diversos nidos de estas aves que trataré de describir en las siguientes líneas. En cualquier rama elegida al efecto, comienza por hacer una forma esférica, a través de la cual puede verse fácilmente. Todo produce la impresión de que el nido va a terminar en forma de globo, ralo, y sin entrada áparente; ésta es la prime- ra fase de la construcción en la que demora unos diez días de trabajo. Después por el costado donde resuelve hacer la entra- da, retira algunos palitos o utiliza alguna brecha y sigue colo- cando ramitas hasta formar un tubo más o menos inclinado hacia abajo, éste es algo así como un zaguán o entrada del nido, entrada cuyo diámetro interior es de unos ocho centímetros. A la par que construye la entrada tubular, refuerza con más palitos la forma esférica, o sea el mido propiamente dicho, hasta revestirlo con un espesor tal, que es imposible ver su contenido. Una vez terminada toda la construcción, el nido tiene el aspecto de una gaita o de una bolsa inclinada hacia abajo por donde está la entrada, la cual suele tener de 20 a 40 centí- metros de longitud. : La forma esferoidal interna, o sea el hueco del nido, tiene unos 24 centímetros de luz, y el fondo del mismo, o sea, donde el ave deposita los huevos, está terminado con algunos dese- chos de palitos y cortezas, (nada de plumas, ni hierbas, etc.). En resumen el nido tiene por fuera unos 45 O 50 centí- metros de ancho, y de 60 a go de largo, y en su terminación total invierten más o menos, un mes. Estos nidos son de una solidez a prueba de huracanes, como que resisten las corrientes ciclónicas de aquella región; he visto nidos del año anterior, que parecían concluídos re- cientemente. Sobre estas aves también hice las siguientes experiencias. Un casal de ellas estaba construyendo su vivienda en un alearrobo; me había interesado en coleccionar huevos de esta especie, y cada vez que pasaba por el lugar me acercaba para ver si ya la habían terminado; inútil creo explicar el disgusto y la inquietud que mis visitas ocasionaban a los cons- tructores. Como a los 20 días me pareció que el nido estaba 108 EL HORNERO [Vot. I concluido, trepé al algarrobo y siéndome imposible introdu- cir la mano por la entrada, e imposible también: separar algu- nos palitos del costado sin lastimarme en las espinas, usé del cuchillo para separar un trozo del nido, el cual aun no conte- nía huevos. Transcurridos unos 15 días, pasaba por aquel lugar y me aproximé en la curiosidad de ver si lo habían abandonado; pero por el contrario lo hallé perfectamente compuesto y re- forzado; hice la misma operación anterior, otra vez con resul- tado negativo. Dejé pasar unos 20 días, al cabo de los cuales fuí y hallé el nido nuevamente compuesto y más reforzado aún; por tercera vez separé un trozo del mismo, ;y en esta ocasión, con mejor suerte obtuve tres huevos de color blanco, cuya medida es la siguiente: 21-22 < 27-29 mm. Creo que estas aves deben poner cuatro o cinco huevos por postura; pero no pude verificarlo, ni tomar nota del desarrollo de los pichones, etc., porque cuando emprendí el regreso casi todos los nidos que hallaba estaban recién terminados y la mayoría de las hembras no habían puesto todavía. DEMETRIO RODRÍGUEZ. HABITAT DE LA «AVUTARDA>» CHLOEÉPHAGA MELANOPTERA EYTON (*) La Laguna Verde, se encuentra en el Cerro de las Ánimas, de lúgubre apellido. j Sus virginales aguas no son cristalinas, y el mortal audaz cuya mirada interroga su misteriosa profundidad, no verá ni el tembloroso reflejo de su semblante ni el multicolor sembradío de guijarros. Una tupida vegetación la llena por completo: el Potamogeton filaformis PERS., cuyas hojas y espigas parecen de gramínea; la Ruppia maritíúna L. var. spiralis L. con sus innu- merables resortes terminados por diminutas flores; una especie (1) Este artículo fué publicado en la Revista de Tucumán, núm. 8 a 11 (Diciembre 1917- Marzo 1918), bajo el título de «Contribución al conocimiento de la geografía tucumana. La Laguna Verde». 1918] Notas 109 de Chara con anteridios que son rosaritos de coral arrollados en su verticilos; el Myr20phylhun elatínoides GAUD., planta pre- dilecta de los patios de Tucumán, donde ostenta el título de «helecho del agua », asombrada de codearse con el «espárrago plumoso», otro pseudo-helecho. Perdida a la altitud de 4500 metros, entre una multitud de picachos análogos que constituyen un peligroso dédalo,la enorme esmeralda (tiene unos */, de cuadra en superficie) está engastada en peñascos de granito de formas extrañas, modelados por la secular mordedura de las precipitaciones atmosféricas que aquí son de una violencia excepcional. Las paredes de la cubeta tienen dibujada una serie de re- lieves sinuosos paralelos a la orilla que indican que el nivel de las aguas sube y baja según el régimen de las lluvias, pues aquí no entran los presurosos y sonoros arroyos que alimentan otras lagunas; la excelsa reina del Cerro de las Ánimas domina todas las cumbres vecinas y el cielo sólo es su tributario. La alternancia del nivel de este inmenso pluviómetro no permite que la Laguna Verde tenga como otras un marco de césped impenetrable formado por pequeñísimas gramíneas, jun- cáceas, ciperáceas apretadas, con largos rizomas fuertemente entrelazados, y sobre este fondo verde algunas flores blancas, azules, amarillas, de compositáceas, gencianáceas, ranunculáceas y pocas más. La inmovilidad del agua contribuye a conservar su tempe- ratura en la proximidad del punto de congelación y la mano ávida, atraída por las preciosas nmayadáceas que allí habitan, recibe la penosa impresión del contacto del hielo. Llegamos a las orillas de esta suerte de cráter en una in- maculada mañana de Enero. El sol naciente lanzaba por las regiones superiores de la atmósfera su inundación de oro; pero los peñascos, como legión de gigantes, protegían la cuna y la forma sombría que dormía en el fondo arropada en una tenue luz de aurora. De repente una trepidación en la superficie del agua: parte de la ribera blanquecina opuesta se desprende y flota. «Son las guayatas », me dice lacónicamente mi guía. Eran, en efecto, una bandada de cuarenta anátidos blancos, adosados a la orilla, IIO EL HORNERO Vol. T cuya quietud había sido turbada por nuestra brusca aparición y que empezaban a evolucionar en el agua. El Chloóphaga melanoptera Ex'TON mide 1 m. 50 entre los extremos de las alas extendidas. Las remiges externas son ne- eras; las vecinas, de un blanco sedoso; las remiges siguientes primarias son también blancas, pero sus correspondientes se- cundarias son de un morado tornasolado; salvo las rectrices extremas que son también de un morado obscuro, todo lo demás es blanco y el blanco es el color dominante. EmILIO Bubín refiere que en otoño las «guayatas» pierden casi por completo las plumas de las alas; serían por lo tanto víctimas indefensas ante los cazadores sin la velocidad con que corren y la puna que pone pies de plomo al enemigo. En in- vierno bajan a los valles más abrigados. Nada iguala la elegancia, la aristocrática majestad de su avance sobre la laguna. Ninguna fluctuación en estas soberbias eóndolas; dos invisibles remos las gobiernan con el absoluto dominio del elemento que las sostiene; sin el aviso de las rocas estables de la orilla, creeríamos que un tul inmenso del color de las hojas nuevas se corre suavísimamente bajo estas masas níveas inmóviles. Al acercarnos, observamos atados a la orilla y semiflotantes sus nidos fabricados con las plantas verdes de la laguna; al- gunas cáscaras en su proximidad. Mientras tanto la flota de blancos veleros se desliza con noble lentitud hacia un extremo, dejando una estela tan blan- damente ondulada, tan apacible, tan tardía en borrarse, que el agua glacial parece volverse cariñosamente de aceite para los de casa. Algunas madres acompañadas de sus polluelos alzan amenazadoras una de sus alas. Unas tras otras, sin prisa, aban- donan el puerto y emprenden su vuelo. Hacia el norte, en el aire resplandeciente donde el azul del firmamento y el oro del sol naciente ya se diluyen, la blanca y lenta teoría fulgura, poco a poco empaña su brillo, se funde en un solo todo plástico que se ensancha, se estira, se alarga en una línea fugitiva y en el infinito se desvanece; mientras que la Laguna Verde gradualmente calma sus palpitaciones y recobra su marmórea inmovilidad. La imaginación del serrano, impotente ante la e nitaidod | | 1918] Notas III de los fenómenos que presencia, lia poblado las montañas de una multitud de seres preternaturales, en su mayoría terríficos; pero éstas, que muy a pesar suyo se han volado y que irresis- tiblemente volverán, son sin duda alguna las únicas y por cierto bien inofensivas ánimas del Cerro. LEÓN CASTILLÓN. Tucumán, 1-XII-1917. SOBRE UNA CURIOSA COSTUMBRE DE NIDIFICACIÓN DEL «PATO BARCINO CHICO» NETTIUM FLAVIROSTRE (VIBILLOT) Hace algún tiempo, el señor DEMETRIO RODRÍGUEZ, en Juancho, provincia de Buenos Aires, y recientemente el pre- parador del Museo Nacional, señor ANTONIO Pozz1, en Ajó, misma provincia, han tenido ocasión de observar las extra- fñías costumbres de nidificación de este pato. Los naturalistas W. H. Hunbson(!) y E. GIBSON (?), ya habían hecho mención de estas costumbres, pero los señores RODRÍGUEZ y POzzI han ampliado: las observaciones de los nombrados naturalistas, apor- tando nuevos datos que tienen cierto interés. Son muy conocidas las costumbres que tienen las hembras de algunas especies de aves, de ir a poner los huevos en nidos aban- donados de otras, y también de depositarlos en los habitados, y en los cuales ya se encuentran los huevos de los legítimos propietarios del nido, dejando a éstos el cuidado, no sólo de incu- barlos, sino también de alimentar los pollos cuando han nacido. La hembra del «pato barcino chico» suele, generalmente, poner los huevos en el suelo y en un sencillo nido formado por un hoyo natural del terreno, en el cual pone algunas hierbas y plumas; pero en ciertas ocasiones, y parece frecuentemente, acostumbran también depositarlos en los nidos de la cotorra común, Myiopsitta monachus (BODDAERT), siendo digno de men- cionar el hecho de que elija este nido situado siempre sobre los árboles y a regular altura del suelo, a veces también a una larga distancia del agua, su elemento favorito (*). (1) Arg. Ornith., 11, p. 45- (2) The Ibis, 1880, ps. 5 y 6. ($) HubsonN dice que el nido de estos patos se encuentra a veces a una distancia de dos millas del agua. 112 EL HORNERO Vol. Es sabido que las cotorras nidifican en comunidad, constru- yendo primeramente un nido, al cual van agregando sucesiva- mente otros, de modo que el conjunto forma una masa enorme de pedazos de ramas entrelazadas, de más de metro y medio de altura por otro tanto de ancho, la cual está suspendida a las ramas más altas de los «talas». En esta masa, y en la parte inferior se abren varios agujeros, los cuales conducen a otras tantas cámaras independientes entre sí, y que son los nidos, respecti- vamente ocupa- dos por cada pa- reja. En la época de la puesta nuestro patito suele, con fre- cuencia, aprove- char uno de es- tos nidos de co- torra, general- mente el que encuentra vacío; pero en ciertos casos deposita sus huevos tam-- bién en otros ya Tala con nidos de cotorras. ocupados por las loritas, y en don- de éstas ya tienen también sus propios huevos. ¿Es que en este último caso, la hembra del pato barcino obra por un ins- tinto parasitario, o sea con el objeto de que las cotorras incu- ben junto con los propios, también los huevos que ella ha depositado, o lo hace simplemente porque no halló otro nido vacío? No siendo esto el motivo, ¿por qué elige entonces en ciertas ocasiones estos nidos situados en lugares tan poco ade- cuados a sus costumbres acuáticas, en vez de poner los hue- vos en un nido situado en el suelo, como generalmente acos- tumbra hacer? Conociendo el carácter batallador y bullanguero de las co- 21918] Notas 113 torras, es de suponer que la hembra del pato debe estar espiando el momento en que la pareja de loritos propietaria del nido en donde ya tienen sus huevos, lo hayan dejado momentánea- mente para ir en busca de alimento, aprovechando entonces ese tiempo para depositar sus huevos al lado de los de las cotorras. En cuanto a éstas, cuando vuelven al nido y se encuen- tran con los huevos del pato, mucho más voluminosos que los propios, abandonan a unos y otros y se buscan otro nido. Es probable que en tales casos el resultado sea siempre éste, pues lis loros, en general, son aves inteligentes y muy astutas, no sucediendo lo que en casos análogos se observa en algunas otras aves como las ratonas (Z7roglodytes), las cachirlas (Anthus) y los piojitos (Hapalocercus), las cuales, aun notando se- guramente la diferencia de tamaño entre los huevos propios y los que en sus nidos acostumbra a depositar el tordo, Mo- lothrus bonariensis (Gm.), incuban a unos y a otros, y cuando los hijuelos del intruso han nacido, los crían también, costán- doles un trabajo enorme el proporcionar la cantidad de ali- mento necesario a la vez para sus hijos y para los pichones del tordo, muy voraces y ya más corpulentos que ellas mismas. Según lo que ha observado el señor RODRÍGUEZ, la hembra del pato barcino, al quedarse dueña del nido y de los huevos de las cotorras, rompe éstos, y con su cuerpo ensancha más las paredes del nido, cuyo fondo cubre con plumas que se arranca del pecho y se queda a incubar sus huevos. No se ha podido averiguar de qué manera los polluelos del patito, que ya caminan y buscan su alimento al poco tiempo de salir del huevo, pueden abandonar el nido sin ser aún aptos para volar. Los nidos de cotorras están situados frecuentemente lejos del agua, y siempre a una regular altura del suelo, lo cual excluye la posibilidad de que los pequeños patitos se dejen caer al suelo, porque en este caso, si no resultaran muer- tos por el golpe, difícilmente podrían seguir a los padres hasta la laguna más prósima. El señor RODRÍGUEZ supone que los padres llevan a sus hijnelos de a uno, teniéndolos entre el pico hasta llegar al suelo o al agua, abandonando completamente el nido de las cotorras cuando el último polluelo se ha juntado 114 EL HORNERO [ Vol. L con los demás. Por otra parte, sería muy curioso saber cómo se comportaría la hembra del pato en el caso de que no rom- piese los huevos de las cotorras que estaban en el nido, del cual se adueñó, y los incubara junto con los suyos. Los loros, al contrario de los patos, son aves nidícolas, es decir, que los pichones se quedan en el nido durante largo tiempo, ali- mentados por los padres; por consiguiente, en tal caso, los polluelos nacidos se morirían de hambre cuando los patos hubiesen abandonado el nido con sus patitos, o lo que sería peor, se ahogarían miserablemente si se le ocurriera a los pa- tos llevárselos también al agua como a sus hijos. Creo que serán interesantes todas las observaciones que se puedan hacer sobre el modo de nidificar del pato barcino. R. DABBENE. NUEVA SUBESPECIE DE 2474R4 CINEREA (VIEILL.) DEL NOROESTE DE LA REPÚBLICA ARGENTINA (*) Este formicárido señalado hasta ahora sólo del sudeste del Brasil, Paraguay y de las Misiones argentinas, está represen- tado también en la región del noroeste de la República Argen- tina. El doctor FELIPE SILVESTRI trajo dos ejemplares de la provincia de Salta en Mayo de 1898, los que se conservan en el Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Aires, y más recientemente el señor JUAN MOGENSEN ha conseguido otros en San Lorenzo, provincia de Jujuy (colección SHIPTON). Los ejemplares procedentes del noroeste de la Argentina, son de dimensiones menores y además presentan algunas dife- rencias en el número de las fajas que cruzan el ala y la cola; diferencias que parecen ser constantes y por cuyo motivo pue- den dichos ejemplares ser considerados como pertenecientes a una subespecie distinta que denominaré Batara cinerea argentina, subsp. nov. — Caracteres sub- específicos. — Difiere de la forma típica por los caracteres si- (2) Comunicación presentada en la Sociedad Argentina de Ciencias Naturales y pu- blicada en la revista « Physis», t. IV, n.0 16. 1918] Notas 115 guientes: en la hembra, las fajas o rayas negras que cruzan el ala (plegada), son 11 y las que cruzan la cola 16, mientras que en los ejemplares del mismo sexo de la forma típica, dichas fajas son respectivamente 9 y 13. Las plumas en forma de co- pete de la corona, son ocráceas con una pequeña manchita negra en la extremidad; mientras que en la hembra de Batara cine- rea (VIEILL.), la cresta es casi enteramente negra y sólo tiene la parte basal ocrácea. En el macho de la nueva subespecie las alas están atrave- sadas por 10 rayas blancas y la cola por 16; mientras que en los machos de la forma típica dichas rayas son respectivamente 8 y 11. Las dimensiones en la nueva forma, comparadas con las de la especie típica, son las siguientes: í Batara cinerea argentina, Batara cinerea cinerca (VIEILL.). 5 ala: 115 mm. . Se ala: 120 mm. cola: 165 mm. cola: 175 mm. tarso: 37 mu. tarso: 43 mm. culmen (expuesto): 32 mm. culmen (expuesto): 35 mn. altura del pico sobre las ven- altura del pico sobre las ven- tanas nasales: 14 mum. tanas nasales: 16 mm. e ala: rio mm. cola: 140 mm. tarso: 37 mm. culmen (expuesto): 32 mm. altura del pico sobre las ven- tanas nasales: 14 mm. Tipo. $ ad. San Lorenzo, prov. Jujuy, Abril 26, 1911. — JuAw MOGENSEN, en colección STEWART SHIPTON, Concepción, Tucumán, República Argentina. STEWART SHIPTON. 116 EL HORNERO Vol. Y SOBRE UN NIDO DEL LEÑATERO AVUMBIUS ANUMBI (VIEILLOT) Durante el mes de Febrero próximo pasado tuve ocasión de observar en Cañuelas, provincia de Buenos Aires, dos nidos de leñateros, uno de los cuales estaba abandonado y el otro en construcción. Con el objeto de observar mejor su forma interior deshice el nido abandonado. Tenía so cm. de largo por 30 de ancho y estaba hecho con una cantidad de objetos diferentes. Por fuera estaba formado por pedazos de ramas, huesos, alambres lana y cáscaras de queso, entrelazados y por dentro forrado con plumas de perdiz, lana, crin, capullos de varios insectos, piola, cinta de botines, trapos, hilo de coser y paja, formando un lindo colchón para los hijuelos. El 20 de Febrero, una pareja de leñateros empezó a cons- truir su nido y tardó un poco al principio, pues los materiales se le caían, pero después adelantaron rápidamente. Por desgracia habiendo tenido que volver a la capital el 2 de Marzo no pude ver el nido sino a medio concluir. ADOLFO RENARD, SOBRE EL « GAVILÁN » RUPORNIS MAGNIROSTRIS PUCHERANI] (VERR.) - Este elegante rapaz es frecuente en los sauzales, donde es- pía las bandadas de la paloma torcaz (Zenaida auriculata), a la cual persigue despiadadamente. Permanece en una rama seca alta, tomando sol, o vigilando los alrededores y acechando su presa; es muy arisco y difícil de acercar, pues a la primera sos- pecha huye. Posado en esas ramas se distingue desde lejos. Otras veces se queda a la sombra de los sauces, y cuando se asusta, deja oir su grito, un checece-lace-hece nasal. Nunca anda en campo abierto, se posa siempre en un mismo árbol debajo del cual se suele encontrar los restos de las presas. Se encuentra también en parques, pero es más fácil verlo revolotear sobre los sauzales. Presenta muchas variedades de color, desde el blanco al rojizo. Pone en los sauces sus nidos, con hojas frescas a regular altura. HÉCTOR AMBROSETTII. Observado en San Pedro, provincia de Buenos Aires. 1918] Notas 117 EL HORNERO Y LOS POETAS Reproducimos, con autorización del autor, don LEOPOLDO Lu- GONES, la siguiente composición que dedica al hornero en su Libro de los parsajes. La casita del hornero Tiene alcoba y tiene sala. En la alcoba la hembra instala Justamente el nido entero. En la sala, muy orondo, El padre guarda la puerta, Con su camisa entreabi rta Sobre su buche redondo. Lleva siempre un poco viejo Su traje aseado y sencillo, Que, con tanto hacer ladrillo, Se le habrá puesto bermejo. Elige como un artista El gajo de un sauce añoso, O en el poste rumoroso Se vuelve telegrafista. Allá, si el barro está blando, Canta su gozo sincero. Yo quisiera ser hornero - Y hacer mi choza cantando. Así le sale bien todo, Y así, en su honrado desvelo, Trabaja mirando el cielo En el agua de su lodo. Por fuera, la construcción, Como una cabeza crece, Mientras, por dentro, parece Un tosco y buen corazón. Pues como su casa es centro De todo amor y destreza, La saca de su cabeza Y el corazón pone adentro. La trabaja en paja y barro, Lindamente la trabaja, Que en el barro y en la paja Es arquitecto bizarro. La casita del hornero Tiene sala y tiene alcoba, Y aunque en ella no hay escoba, Limpia está con todo esmero. Concluyó el hornero su horno, Y con el último toque, Le deja áspero el revoque Contra el frío y el bochorno. Ya explora al vuelo el circuito, Ya, sobre la tierra lisa, Con tal fuerza y garbo pisa, Que parece un martillito. La choza se orea, en tanto, Esperando a su señora, Que elegante y avizora, Jlena su humildad de encanto. Y cuando acaba, jovial, De arreglarla a su deseo, Le pone con un gorjeo Su vajilla de cristal. LEOPOLDO LUGONES. 118 EL HORNERO IVETE MOVIMIENTO SOCIAL “El Hornero” y la prensa.—Con motivo de la aparición del primer número de esta Revista, hemos recibido numerosos testimonios de adhesión y de simp tía, que mucho agradecemos, y que nos estimu- lan para seguir cumpliendo con más bríos nuestros propósitos. También debemos agradecer muy especialmente a los colegas que, al anunciar el primer vuelo de EL HORNERO, le han dedicado frases amables, dando a conocer el programa de la S. O. P., o transcribiendo párrafos, ilustraciones o el sumario de la Revista, entre los cuales de- bemos mencionar Za Nación, La Prensa, La Razón, Caras y Caretas, El Mo- nitor de la Educación Común y otros. Nuevos miembros activos de la S. O. P —Desde la aparición del primer número de EL HORNERO, han sido aceptados como miem- bros activos de la capital, los señores Dr. C. TORANZO CALDERÓN, JosÉ E. Casas, Dr. ERNESTO S. MAGLIONE, Prof. ANASTASIO J. HERRE- RA, AGUSTÍN J] PÉNDOLA, Prof. ALEJANDRO BERGALLI, Prof HORACIO ARDITI, ADOLFO S. GÓMEZ, JUAN A. GONZÁLEZ, Dr, ,JJosÉ B. ZUBIAUR, capitán de fragata EDUARuO RAMÍREZ, Prof. AUGUSTO C. SCALA, doctor SALVADOR P. ALOISE, RENÉ BONDUEL,.Dr. GABRIEL ANITUA, ALBERTO H. MarTIJa, Prof. ALFREDO FAZIO, ARTURO ABERG COBO, señora CAR- MEN C. MÉNDEZ DE CASARIEGO. Del interior, los señores EZEQUIEL A. PEREYRA (hijo), F. Varela (F. C. S ); Juan B. DAGUERRE, Rosas (F. C.S.); JUAN E. XHaRbuez, Gral. Pirán (F. C. S ); JUAN ANZOLA (hijo), Mer- cedes (Corrientes); Ing. Agr. SiLvio LANFRANCO, La Plata; GLORIAL- DO PELLERANO, Gorchs (F. C. S ); Dr. ENRIQUE J. ARTUSI, 25 de Mayo (E. C. S.); Prof. N. Rojas AcosTaA, Resistencia; Prof. Juan W. Gkz, Corrientes; Prof. NAZARIO MERCADO, Azul; señorita María Il. IsLas, Azucena (F. C. S ) Del exterior, señor MARIANO BERRO, Mon- tevideo Además, se han adherido el Museo Educacional, de Mendoza, y el Colegio del Sagrado Corazón, de La Plata. Nuestro activo consocio y colaborador, capitán de fragata señor PEDRO S. Casar, ha sido nombrado recientemente comandante de la fragata «Sarmiento». ) Desde la fundación de la S O. P., el señor Casar ha contribuido de un modo eficaz a divulgar los propósitos de la misma, consiguiendo la adhesión e interesando a varios ilustrados jefes de la armada, quie- nes ofrecieron amablemente su concurso para obtener aves de nuestras costas, aprovechando los viajes que periódicamente efectúan los buques de su mando. 1918] Movimiento social 119 Ahora, en su nuevo cargo, el señor Casal tendrá una excelente oportunidad para coleccionar aves marinas — generalmente tan difíciles de obtener —, pues según se anuncia, la fragata «Sarmiento», destinada actualmente a la instrucción de clases y marineros, navegará especial- mente en los mares del Sud. Donaciones de aves a la S. O. P.--Se han recibido las si- guientes: Señor ALBERTO CASTELLANOS, Córdoba —Tres cueros de la «Palo- mita», Columbina picuz (TEmMM ), con dos huevos y nidos de la misma; uno de la «Torcaza», Zenaida auriculata (DES MURS); uno del «Gorrión», Passer domestiícus YL., y uno del furnárido, Siptornis sordída affínis BERL., cazados en Marzo en el valle de los Reartes. Señor Juan B. DAGUERRE, Rosas (F. C. S.)- Cinco ejemplares fres- cos: un «Verdón», Embernagra platensis (GM); un «Pico de plat», Lí- chenops perspicillata (GM.); un furnárido; Szptornis anthoides KING; un «Piojito amarillo», Hapalocercus flaviventris (D'ORB. et LAFR.); un tiránido, Polystictus pectoralis (V1EILL.), cazados en Noviembre. Seis ejemplares en cuero: dos furnáridos, Siptornis maluroídes (ORB. et LAFR.); un id., Siptornis anthoides Hudsonz ScL; un íd, «Siete cnchillas», Phloeocryptes melanops (VIEILL.); un tiránido, «Pioj1to amarillo», Hapalocercus flaviventris (ORB. et LAFR.); un ictérido, «Tordo de laguna», 4gelazus thilius chrysocarpus (V1G.), cazados en Enero. Señor HUMBERTO ROLLERI, Capital.—Un ejemplar fresco de Cardue- lis carduelis (LINN.). Señor MARCELO SIRES, Capital. — Tres ejemplares frescos: ur «Picaflor», Chlorostilbor aureiventris (LAFR.et D'ORB.); un «Cardenal azul», Stephanophorus leucocephalus (VIEILL); un fringílido, Poospiza nigrorufa (LaFR. et D'ORB.), cazados en Punta Lara en Diciembre. Señor ANTONIO CASTRO BIBILON!, Capital.—Tres ejemplares frescos: una «Tijereta», Mescivora tyrannus ()|,INN.), dos «Mixtos», Sicalós arvensis (KrrrL ), cazados en Enero. Señor CaRLOS S. REED, Mendoza.—Diecisiete cueros de aves de la Cordillera: un «Ostrero», Hematopus frazar? BREWSTER; una «Becasina», Rostratula semicollaris (VIFILL.); un «Chorlito», HAeteropygia bairdí (COUES); uua «Gallareta», Fulica armillata ViEILL.; un «Gaviotin», ZLarosterna inca (Less.); una «Gaviota», Larus maculipennis L1iCHT.; un « juv., Sphe- 120 EL HORNERO Vol. Y miscus mayellanicus (FORSTER); una gaviota, Zarus dominicanus L1ICHT.; dos cotorras, Micrositlaca ferruginea (P. L,. S. MULL.); un «Petrel», 2uffinus creatopus COUES. Donaciones de libros y otras publicaciones.—Se han recibido las siguientes: A. DE W. BERTONTI, 6 folletos; R. DABBENE, 20 folletos; M. DOELLO JURADO, 12 folletos; J. ORGAz, 1 folleto; E. S. MAGLIONE; 1 volumen; Museo Nacional, 1o folletos; C. E. PosTER, 1 revista; C. S, REED, 9 fo- lletos; Sociedad Argentina de Ciencias Naturales, 12 revistas; T. ALVA- REZ (Montevideo), 1 volumen. Comisión para uniformar los nombres vulgares de las aves.— Ya ha iniciado su cometido, habiendo celebrado varias reuniones, y considerado en una de las últimas una extensa e importante memoria remitida de Resistencia, por el señor ENRIQUE LYNCH ARRIBÁLZAGA, la que comprende los nombres vulgares y científicos de aves de todas las regiones del país. Nuestro próximo número.—No obstante haber aumentado la cantidad de páginas del presente número, no ha sido posible dar cabi.- da a todos los trabajos recibidos, por lo que pedimos disculpa a los autores. Así que irán en el próximo, además de los trabajos que con- tinúan, entre otros los siguientes: Manuscritos inéditos del Padre NOSEDA, sobre aves del Paraguay, por M. SELVA. Sobre aves fósiles dela Argentina, por C. AMEGHINO. Variedad del plumaje de las aves en cautividad, por C. SPEGAZZIN!. Instrucciones para coleccionar y preparar aves, por P. SERIÉ. Lista de aves de Mendoza, por R. SANZIN. Costumbres del «Pato picazo», por D. RODRÍGUEZ. Observaciones de un miembro de la S. O. P. en la zona de guerra en Francia.—De una carta que nos remite de Francia, acu- sando recibo de EL HORNERO, el miembro activo de la S. O. P,, señor ALBERTO S. HUME, antes residente aquí y actualmente teniente del ejército inglés, reproducimos los siguientes párrafos, que creemos de interés por los datos que contiene acerca de la curiosa adaptación de las aves al ruido del incesante cañoneo en las líneas de fuego: « .. Hasta la fecha no he tenido tiempo ni oportunidad de estudiar las aves en Flandes, en donde me encuentro actualmente. Pero días pasados tuve la suerte de ver una «Oropéndola», ave que no había visto antes, y que es bastante rara. » Es interesante también comprobar cómo las aves se acostumbran pronto en la línea de fuego al ruido de los cañones. El otro día he 1918] Movimiento social 121 visto una familia de seis urracas, entre las cuales cuatro pichones, ju- gando en el suelo a una distancia de 20 metros delante de un cerco, al través del cual un howitzer de Io centímetros de diámetro, dispa- raba cuatro o cinco veces por minuto, con tres o cuatro piezas más, situadas a 100 metros una de otra. Sin duda esas aves habían nidifi- cado en la localiiad antes de la llegada de la batería, y así se habían acostumbrado al ruido. » Aquí todos los montes y árboles están completamente destruidos, y las únicas aves que se ven son los Córvidos (cuervos de varias espe- cies, urracas, grajos, etc.), que no tienen mucho miedo del hombre, Será interesarte observar lo que ocurre cuando empiece la prima- vera....» Recientes excursiones ornitolóyicas.— El señor EmIiLio BUDIN ha realizado dos viajes al sur, uno en los alrededores de Bahía Blanca, y otro en el lago de Nahuel Huapi (Neuquen), recogiendo interesantes colecciones. El señor ANTONIO PozzI ha permanecido varios meses en la pro- piedad del señor ERNESTO G BSON, situada en Ajó (partido de General Lavaile, Buenos Aires), coleccionando aves, muy abundantes en esa región. La lista de las colecciones del señor Pozz1 irá en uno de los próximos números. El señor HÉCTOR AMBROSETII ha efectuado una breve excursión cerca de la isla de Choele Choel (Río Negro), colectando uns veinte ejemplares, en su mayoría dendrocoláptidos. Los señores FRANCIsco M. y DEMETRIO RODRÍGUEZ siguen colec- cionando, el primero en la región de Santa Ana (Misiones), y en la Provincia de Buenos Aires el segundo. Nuevas formas de aves de la Argentina. — El doctor DABBENE ha comunicado en una reunión de la Sociedad Argentina de Ciencias Naturales, el hallazgo de dos formas nuevas de aves del nordeste de la Argentina. La primera es una « Pava del monte», cazada en Calilegua (Jujuy), que ha denominado Penelope nigrifrons. La segunda rey resenta una nueva subespecie de «Cabecita negra», que ha clasificado como Spinus ictericus magnirostris, la que se encuentra en las provincias de Salta, Catamarca y Tucumán, a tres o cuatro mil metro. de altura. El señor S.SHIPTON, de Tucumán, dió a conocer en la misma re- unión una nueva subespecie del formicárido Batara cinerea, cuya especie típica vive en Misiones. La nueva subespecie, que llama Batara cinerea argentina, procede de Salta y Jujuy. Estas dos comunicaciones publicadas en la revista Physis, se in- cluirán también en el próximo número de EL HORNERO. 122 EL HORNERO Vol. T INFORMACIONES Necesidad de leyas para protección de las aves en la Argen- tina y en los países vecinos. — Entre nosotros es muy poco lo que se ha hecho o se hace (dice la revista Phys¿s) para evitar la desaparición o diminución de multitud de especies de aves que por alimentarse de insectos en general nocivos, son útiles auxiliares de la agricultura y horticultura. Los reglamentos vigentes sobre la caza se limitan a prohibir, en una época del año, la matanza de aves, pero se la permite casi sin limita- ción en la otra época. Un corto número de especies se enumeran entre aquéllas cuya caza está prohibida en toda época; pero lo más sensible es que no se vigila el cump. miento de estas disposiciones, que son sólo letra muerta. Más de una vez hemos visto, casi a las puertas de la cin- dad, en Barracas y en Quilmes, personas que con sus rifles y en los meses de verano, se entretenían en matar pájuros de los más útiles (y casi diríamos respetables) como los Horneros (Furnarius rufus). Estas violaciones flagrantes gozan de la mayor impunidad, pues ni las auto- ridades ni los vecinos se preocupan de ellas. Leyes adecuadas para la protección racional de las aves, deben tener por base el conocimiento de sus costumbres, migraciones y régimen ali- menticio. Sobre este punto la ignorancia en lo que se ref ere a nuestras especies es aún muy considerable. Si bien algunos investigadores aislados han proporcionado informaciones útiles y a veces preciosas, falta aún por hacer una investigación sistemática. Ésta no ha de ser obra ni de las oficinas del gobierno ni de simples particulares, sean especialistas o aficionados, sino de las asociaciones de unos y otros para lograr los conocimientos deseados. Sólo mediante la reunión de los esfuerzos co- munes, en sociedades de investigadores desinteresados y amantes de las aves, se podrá llegar a reunir una suma de datos digna de tomarse en consideración. Lo que en este sentido se ha hecho en Europa y Norte América, es en su mayor parte obra de los aficionados, /ield-naturalists, o simples ca- zadores, de entre los cuales han salido algunos de los primeros orni- tólogos. Estas sociedades, con sus miembros distribuidos en todos los puntos del país, se hallan en situación de poder recibir las más variadas in- formaciones referentes a las migraciones, costumbres, etc., en las di- versas localidades; informaciones que si fueran a obtenerse por vía ofi- cial, requerirían la inversión de sumas ingentes. Uno de los principales fines que se ha propuesto la Sociedad Or- nitológica del Plata, es el de reunir, con la ayuda de sus miembros, de los lectores de EL HORNERO y en general de los que simpaticen con estas ideas, todos los datos posibles sobre la avifauna argentina, para A 1918] Informaciones 123 que puedan servir de base a la futura legislación sobre la protección de las aves. Agradeceremos, pues, a nuestros asociados que nos comuniquen cualquier información al respecto, como asimismo que procuren inte- resar en esta iniciativa a las personas de su relación. Los clubs ornitológicos de mayor o menor importancia, son nume- rosos, sobre todo en Inglaterra y en los Estados Unidos. Según vemos en el Smithsonian Report for 1913 (p. 469), se ha constituído en este último *baís una sociedad con el nombre de 4merican Bird Banding Association. Tiene por objeto el estudio de las migraciones de las aves, no ya en el sentido específico, que es suficientemente conocido, sino en el indivi- dual. Esto es, se proponen averiguar en una forma metódica y para las diversas regiones del país, si son siempre los mismos individuos de una determinada especie de aves los que vuelven a un lugar dado después de su emigración. Para esto se les ala en la pata un cartelito especial en forma de anillo, que lleva una inscripción que dice abreviadamente: « Notifíquese al Museo de Nueva York », para que lo haga el que en- cuentre al ave portadora del cartel. En el año 1912 (a que se refiere el informe citado), no menos de 7500 de estos cartelitos fueron repartidos entre los miembros de la asociación y las personas que lo solicitaban. Así se han obtenido ya algunos resultados interesantes, aunque por ahora insuficientes, pues será necesario proseguir la tarea por unos cuantos años. Asociaciones ornitológicas con idéntico objeto, existían seis en Europa, y la Country Life de Londres ha sido la que ha servido de modelo para este caso a los norteamericanos. Importancia de las aves para el hombre. — Número, fecundidad y voracidad de los insectos. — El hombre se imagina que él es el poder domi- nante sobre la tierra. Esto, sin embargo, está muy lejos de ser una rea- lidad. Los verdaderos señores del universo son los insectos. Es verdad que el hombre ha inventado y perfeccionado tantos agentes destructivos, que él puede proclamar el predominio sobre los más fieros y poderosos mamíferos y los más mortíferos reptiles, pero también es cierto que en presencia de un ataque de insectos él y todos sus trabajos quedan re- ducidos a la impotencia. «Un sér insignificante se convertirá en mil, y: un débil en una nación poderosa ». — Pocas personas sabrán cuán enorme es el número de especies de insectos o cuán maravilloso es su poder de multiplica- ción. El número de especies de insectos es superior en mucho al nú- miero de especies de todos los otros seres existentes reunidos Más de 300.000 han sido descriptas, y no se cree improbable que un número dos veces mayor queda aún por ser descripto. Prácticamente todos los animales vivientes, así como también la mayor parte de las plantas, proporcionan alimento a esas hordas incomputables. Más aún, Kirby, en 124 EL HORNERO Vol. 1 la «Introducción a la Entomología » dedica no menos de cinco largas epistolas a los perjuicios que recibimos de los insectos, mientráb) que sólo dos son suficientes para describir los beneficios que ellos aportan. La fecundidad de cierta clase de insectos es verdaderamente asom- brosa. alcanzando el número de sus reproducciones proporciones tan prodigiosas que casi llegan al límite de lo increíble. Riley haciendo una vez el cómputo sobre el poder reproductor de un insecto (cierto 4pa2) dice que es capaz de desarrollar trece generaciones en un solo año, pu- diendo, si estuviera libre de control, multiplicarse hasta el número in- concebible de diez sextillones de individuos. Aun más, Forbush dices que si toda esta progenie se alineara en fila, a razón de diez por pul- gada, esta fila se extendería hasta un punto tan profundo en el espacio que la luz que partiera desde la cabeza de esta procesión y viajando con la velocidad de 184.000 millas por segundo necesitaría 2.500 años para llegar a la Tierra. Kirkland ha calculado que un par de cierta especie de polilla, mul- tiplicándose libremente, podría producir eu ocho años progenie sufi- ciente para destruir todo el follaje de los Estados Unidos Un entomo!ogista canadiense cree que un solo par de Zscarabazos de Colorado o coleópteros de la papa, como se les suele llamar, podría, si no se le opusieran obstáculos, acrecentarse en una sola estación a la suma de 60 000.000 de individuos. Con esta rapidez de multiplicación la desaparición de la papa no sería cuestión de mucho tiempo. Un pul- egón de las plantas, peste tan fecunda como destructiva, ha sido en- contrado en un manojo de pasto de ocho pulgadas de diámetro en número de 20.000. La descendencia de esta colonia sola, si no fuera detenida, pronto se convertiría en una horda incomputable, devastando vastas áreas de la superficie de la tierra... La voracidad de los insectos es casi tan asombrosa como su poder de reproducción. La ración diaria en hojas para una oruga es igual a dos veces su propio peso. Si un caballo fuera alimentado en la :uisma proporción, él ten iría que comerse una tonelada de avena cada 24 horas. Forbusch habla de cierta larva que se alimenta con carne y que con- sume en 24 horas un peso equivalente a doscientas veces más que su prop;o peso original, como paralelo de lo cual, en la raza humana, sería un niño que consumiera, en el primer día de su existencia, 1500 li- bras de carne. Trouvelot, que ha hecho un estudio especial sobre esta materia, afirma que el alimento tomado por un solo gusano de seda en 56 días es igual a S6.000 veces su peso original al salir del huevo. ¡Cuán enorme destrucción esta sola especie de insectos podría causar si sólo una centésima parte de los huevos pudieran llegar hasta la ma- durez! Misión de las aves en la naturaleza orgánica. — ¿Quién o qué es lo que priva a estas hordas devastadoras de invadir la tierra toda y de consu- mir el alimento para todos? No es el hombre seguramente El hombre | AS 1918] Informaciones 125 por el uso de venenos aplicados mecánicamente, los cuales son dispen- diosos innaturales y peligrosos, está en condición de repeler hasta cierto punto los ataques a sus huertas y jardines. Fuera, en los campos y en los bosques, delante de una gran irrupción de insectos, él no es más que un fugitivo turbado. No son las enfermedades ni cambios de tiempo, ni animales u hongos, ni insectos parásitus o rapaces, quienes puedan detenerlos Sin embargo, por grande que pueda ser la acción de estos agentes particulares naturales en controlar la irrupción de insectos, la experien-ia enseña que ellos son lamentablemente insuficientes. En- tonces, ¿quién es? Las aves. La vida de éstas, por su predominante ali- mentación insectívora, es la más indispensable fuerza en la balanza de la naturaleza, El hombre en guerra abierta con las leyes naturales. — Aun el hombre ha estado empeñado en la última mitad del siglo pasado en la ciega e in- dolente destrucción de esta parte tan esencial del gran plan de la na- turaleza. Él jamás ha pensado en las necesidades del momento ni se ha preocupado de los derechos que corresponden a las generaciones por venir. Dentro del espacio de uncs pocos años, y sin ser con pelido por la necesidad, ha llevado a cabo una política de destrucción mucho más efectiva que aquella efectuada en el transcurso de muchos siglos por los lentos procesos de la naturaleza. Armado con armas que anulan el espacio, se ha constituído en el dominador y señor del mundo animal, y se ha adjudicado él mismo el derecho de adoptar un standard de utilidad por el cual mide el valor de todas las otras formas de vida. No es el hombre quien puede decir qué debe vivir y qué debe ser destruído. El todo del sistema natural mantiene un sabio equilibrio, que no será posible alterar rudamente sin perturbar su marcha en una escala que por el momento sería difícil de prever. Si eliminamos o reducimos el poder de trabajo de uno de los organismos vitales que actúa como un control de otro, este último, libre de todo obstáculo, se multiplicará in- evitablemente. Así si destruímos las aves insectívoras, los insectos que sirven de base a su alimentación se multiplicarían para castigarnos como una plaga de Egipto. Este es un hecho que la Agricultura ha apren- dido a sus propias y grandes expensas en todo el mundo. Serias consecuencias de la desfrucción de las aves.— Hace algunos años los agricultores de Hungría, movidos por una idea loca, por ignorancia y prejuicio, lograron que el gorrión (Passer domesticus) fuera casi del todo destruído. En cinco años el país se infestó de insectos y estos mismos hombres clamaban francamente porque las aves les fueran de- vueltas, por temor de que ellos también perecieran. Los gorriones fue- ron traídos de nuevo, y, desalojando a las hordas devastadoras de insectos, probaron una vez más ser la salvación del país. En la isla de Borbón una vez, por causa de la misma ignorancia y prejuicio, se fijó un precio sobre la cabeza de cada golondrina, Las aves estaban próximas a ser extinguidas, y las langostas tomaron posesión de la isla. El edicto de destrucción fué apresuradamente revocado y los 126 EL HORNERO Vol. T desterrados vueltos a llamar. Fué una fortuna, seguramente, para la isla de Borbón, que aquellas víctimas de la ignorancia respondieran pronto al llamado. Durante el año 1861 las cosechas en Francia dieron un resultado excepcionalmente pobre, y una comisión fué nombrada a instancias del Ministro de Agricultura para investigar la causa de la deficiencia. Esta comisión atribuyó esa deficiencia a los destrozos causados por insectos, los cuales debían ser refrenados por la función de ciertas aves. Estas aves, aparecían, según la investigación, que habían sido muertas o en- trampadas por todo el país y en número tal que ninguna o poca fuerza represiva podían ejercer sobre los insectos. Se concluyó que con nin- gún otro agente sino con las aves podría eliminarse o aminorarse la rapa- cidad de los insectos, y la comisión pidió prontas y enérgicas medidas para prevenir la destrucción de las aves. Por algunos años anteriores al de 1877, un gran número de red- winged black-birds (cierto ictérido) fueron envenenadas en primavera y otoño en los plantios de maiz de Nebraska Esto fué hecho por la creen- cia de que los black-birds perjudicaban las c«sechas, especialmerte la del trigo. Un gran número de gallinas de las praderas, codornices y otras varias especies de aves insectívoras fueron destruídas al mismo tiempo por comer los granos envenenados. Entonces vino el año de 1867, y con él Némesis. Las langostas aparecieron en número incalcu- lable. No había ya aves que las comieran, y Nebraska toda deploró amargamente su error. En 1895 los destrozos causados por dos especies de larvas de in- sectos y unas diez especies de langostas produjeron el hambre en la región de Ekaterinburg, situada en la Siberia Rusa. La Sociedad de Ciencias Naturales de la localidad investigó las causas que habían per- mitido la irrupción de esta peste en cantidud tan enorme, y concluyó que era debido a la destrucción casi completa de las aves, la mayor parte de las cuales habían sido muertas y exportadas por vagones lle- nos, para ser utilizadas en confecciones y modas. De las garrapatas del pasto, que hoy por hoy hacen imposible la cría de la mayor parte de las razas vacunas en Jamaica, no se hace ninguna mención en las estadísticas de la primera parte del siglo XIX. La espantosa destrucción de las aves insectivoras durante los años más recientes, principalmente para cubrir las demandas de la moda, han con- ducido al incremento extraordinario de las garrapatas y por consiguiente a la destrucción de todo ganado vacuno con excepción del llamado ga- nado indio. Esta correlación entre aves y garrapatas — para no decir nada de mosquitos y de otras plagas de insectos en Jamaica — fué ple- namente sometida a la consideración del Secretario del Estado de las colonias por una diputación en 1909. JAMES BUCKLAND Smithsonian Report— Washington. (Continuard. ) 19187, Bibliografía 127 BIBLIOGRAFÍA Recientes publicaciones ornitológicas sobre Sudamérica y espe- cialmente la Argentina y países limítrofes 1914 ¡Véase página 36) IBERINS, sobre biología de aves brasileras. 1. Biología e classificacáio das Cuculidas Brazileiras. Por HERMANN von JHERING. Revista Mus. Paulista, vol. YX, 1914, PP. 371-410. “2. Novas contribucóes para a Ornithología do Brazil. Por Hmr=- MANN V. IHERING ZXev. Mus Paulista, 1YX, 1911, Pp. 411-418 En el primer trabajo, el autor arregla los Cucúlidos en seis sub- familias: Phaenicophainae, Coccygínae, Centropinae, Crotophaginae, Scythro- pinae y Cuculinae. En el segundo, se ocupa principalmente de la nidificación de unas 48 especies de aves del Brasil. MATHEWS, sobre,especies y subespecies del género Fregaía. On the species and subspecies of the genus Fregata. By G. M. MATHEWS. The Austral Avian Record, vol. 1l, Dec. 1914, p 6. El autor hace notar que el ave que habita la isla Ascensión y sobre la cual está fundada la especie Peleoanus aquilus de LINEO, es distinta de la forma común la cual debe llamarse Fregata minor (GMELIN). MURPHY, sobre Petreles del Atlántico austral. A flock of Tubinares. By ROBERT CUSHMAN MURPHY. Zhe lbis, tenth ser., vol. 1I, n.* 2, April 1914, pp. 317-319 Fig. in texto. Son algunas notas sobre las especies de petreles que el «utor ha observado en el mes de'Noviembre de IgrI2 en el Atlántico a la la- titud de 32% 28' S. y long 45 42 W. Entre las especies reproducidas. en la fotografía que acompaña el trabajo, nueve han podido ser identificadas, y son: Diomedea exulans, D melanobhrys, Phoebetria corni- coides, Macronectes giganteus, Puffinus anglorum, Oestrelata incertu, Priofinus cinereus, Procellaría aequinoctialis y Oceanites oceanica. MURPHY, observaciones sobre las aves del Atlántico austral. Observations on Birds of the South Atlantic. By ROBERT CUSHMAN MURPHY. The Auk, XXXI, n.? 4, Oct. 1914, pp. 439 457, lams. XXXV- XXXIX, El autor hace observaciones sobre las aves marinas por él obser- vadas durante un viaje de Nueva York a la Georgia del sur en el brik Dazsy. Acompañan el trabajo varias fotografías de grupos de petreles y albatros, tomadas en alta mar. 128 LL HORNERO NICHOLS y MURPHY, sobre revisión del género Phoedetria. A Review of the genus Phxoedetria, By NicHoLs J. T. and MURPHY R C Ze Aut, y 1 XXXI, 1914, PD. 526 534. Los autores describen una nueva firma: Zhoebelria palpebrata audu boní de la costa del Oregón. RAHMER, sobre el l/0/o!hrus bonariensis. Observaciones sobre el Mo/othrs bonariensis (GM.). Por RAHMER C. E, Bol. Mus. Nac. Chile, voY. IV, 1914, pp 207-209. RILEY, sobre 4nmas cristala GM. Notes on Anas cristata Gm. By RiLEY J. H. £roc. Biol. Soc. Wash., Mao TA PLOO El autor propone por esta especie el nombre genérico Lophonetta. SALVADORI, sobre las especies del género 2+pz/e. ; Le specie del género P/pile per TOMMASO SALVADORI. Revista italiana dí Ornitología, Bologna, vol. III, 1914, pp. 48-58. SALVADORI, subre el género 7halassogeron. Notes on some species of the genus Zhalassogeron. By T. SALVA- DORI. Zhe 7bís, tenth ser , vol, TI, n.o 3, July 1914, pp. 503-506, pl. XIX. En este trabajo el autor da una clave para la determinación de cuatro especies de Zhalassogeron (T. culminatus; T. desolationis ; T. ext mius; T. chlororhynchus) SHUFELDT, notas sobre la anatomía del joven de Phalacrocorax atriceps SCOrgianus, : Anatomical notes on the young of Phalacrocorax atriceps geor- gianmus. By R. W SHUFELDT. Extracted from a Report on the South Georgia Expedition. Sci. Bull. Mus. Brooklyn Inst. Arts and Ser., vol. II, n.2 4, Nov. 5, 1914, pp. 95-102. Son unas noticias sobre la anatomía de un joven cormorán a las 24 horas de salir del huevo. Están descritos los varios órganos y los progresos de osificación de las varias partes del esqueleto. SHUFELDT, contribución al estudio de los patos del género Dendrocygna. Contribution tho the study of the «Tree-Ducks» «fthe genus Den- drocygna. By SHUFELD! R. W. Zool. Jahrb. Systemat., vol. 38, PP- 1 70, 16 láms., 1914. Establece la subfamilia: Dendrocyeninae la cual debe ser colocada entre las subfamilias 4Anserínae y Chenoneltínae en la familia 4Anatidae. SNETHLAGE, sobre nuevas especies de aves amazónicas. Neue Vogelaiten aus Amazonien. Von E. SNETHLAGE. 0Or211hol. Monatsberichte, vol. XXI, n.? 3, Marz 1014, PP. 39:44- Describe varias especies y subespecies, entre las cuales: Conopzas trivirgata berlepschi subsp nov, tipo Faro di Jamunda, Brasil. R. D (Continuará). O CAsaL, Cap. de fragata, PEDRO $. ABERG COBO, ARTURO Capital e > AGUSTÍ, EMILIO ' Capital ATLOISE, Dr. SALVADOR P. Capital AMBROSETTI, HÉCTOR Capital AMEGHINO, CARLOS Ta Plata ANITUA, Dr. GABRIEL Capital ANZOLA (hijo), JUAN Es Mercede=, Corrientes ARDITI, Prof. HORACIO pa Capital ARTUSI, Dr. ENRIQUE J. 25 de Mayo, F. C. $. BEDER, Dr. ROBERTO Capital BERGALLI, Prof, ALEJANDRO Capital 'BERRO, MARIANO Montevideo BONDUEL, OCTAVIO P. 7 Capital BONDUEL, RENÉ í Capital BORDALÉ, Luis PF. : Capital * BRETHES, Prof. JUAN : a : Capital BUDIN, EMILIO , Tucumán CARBONELL, JosÉ J: Capital o Capital Casas, JosÉ Es Capital CASTELLANOS, ÁLBERTO . Córdoba CASTELLANOS, ALFREDO y Córdoba ¡[CASTRO BIBILONI, ANTONIO Capital CATINARI, Ing JUAN N. Capital Comi, Prof. PEDRO L. Capital "CRIVELLI, FRANCISCO Capital DABBENE, Dr. ROBERTO Capital * "Miembros fundadores. En * MIEMBROS ACTIVOS DE LA S.-O. P. ¿DAGUERRE, JUAN B. Rosas, HF. C. S. DE LA RUA, Dr. JosÉ M. Capital DEL CAMPO, ALBERTO Capital DELÉTANG, LuIs Capital DINELLI, Luls : “Tucumán DOELLO JURADO, Prof. M, Capital FazIo, Prof. ALFREDO . p Capital FELIPPONE, Dr. FLORENTINO Montevideo FRERS, ARTURO G. Capital GALLARDO, Dr. ANGEL z Capital Grez, Prof Juan W. Corrientes GIRARD, PABLO q Tucumán GÓMEZ, ADOLFO $. Capital GONZÁLEZ, JUAN ¿ > Capital GUTIÉRREZ, Prof CARLOS Capital HERRERA, Prof. ANASTASIO J. Capital HUME, ALBERTO $. Capital IRIZAR, Srta. ESTHER M. Capital IsLAs, Srta. María I Azucena, F.C S: JacoBÉ (hijo); MARTÍN Capital KosLOWSKY, JULIO Capital KRAGLIEVICH, Prof. Lucas + Capital LAHILLE, Dr FERNANDO Capital LANFRANCO, Ing. Agr. SILVIO La Plata LizER, Ing. Agr. CARLOS Capital MAGLIONE, Dr. ERNESTO $. Capital MAREK, CARLOS Córdoba Ma RELLI, Dr. AUS E MARTIJA, ALBERTO H. E 1 j ' t capitel Mejías, ÉAURENTINO C, y Capital MÉNDEZ DE CASARIEGO, Señora CARMEN e DE Capital -MMERCADO, Prof. NAZARIO : azul, F. C. S. , MOGENSEN, JUAN : “Tucumán MORENO, Dr. JULIO DEL C. La Plata MoxHam, JORGE > Córdoba -[MUAPE, CarLos M. 7 Capital Saxzin, * NAÁGERA, Dr. JUAN J. : dee A ; Capital od CR NÁGERA EZCURRA, “Srta. ÁNGELA Capital SCALA pros e e NIRENSTEIN, MARIO ¡ z Capital SELVA, MANUEL . ONELLI, Prof. CLEMENTE E > : a Capital iS PEDRO PASTORE, Dr. FRANCO ; E - nder AS Oapitel cda ricsnl STEWART —/ PASTORE, Srta. VICTORIA ) n Capital * SPEGAZZNI, Dr. CARTOS - PELLERANO, GLORIALDO Gorchs, F. C. $: ORAREO Carzmrón, Dr. les PENDOLA, AGUSTÍN J. PEN ; na TREMOLERAS, ALBERTO 5: PEREYRA (hijo), EZEQUIEL A. X F. Varela, F. C. S. * POZZI, ANTONIO La Plat; Pel E WESSEL,. Cxsáreo he G * POZZ1I, SANTIAGO ; José € La Plata ; RADICE, ANGEL L.. XuarDez, Juan E. 7 y La Plata CE Ramírez, Cap. de frag. EDUARDO Younc, Tos. M, E Capital ; Las Toscas, E RENARD, Cap. de navío ABeL ZOTTA, ÁNGEL Ne Capital 3 a Y e RODRÍGUEZ. DemMETRIO ZUBIAUR, Dr. JosÉ B. Sarandí, F. C .S.. yy *. Miembros A Ay E Ps - Precio del presente número: $ 1. 20 ma Las personas que deseen Fecibie EL HORNERO Alpersa abon Ed una cuota anual de $ 6 »¿ como miembros de la 5. 0. P. . Ñ o para el estudio y protección de las aves de la Argentina y países vecinos HORNERO (Furnarius rufus) í SECRETARÍA DE LA S. 0. P. MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL PERÚ, 208 BUENOS AIRES Diciembre, 1918 r ENRIQUE LYNCH ARRIBÁLZAGA Dr. H. von IHERING : Dr. FRANK M. CHAPMAN E Dr. ROBERTO RIDGWAY ; Der e Conde «TOMÁS SALVADOR. —= 2 >» Dr. CarL E. HELLMAYR o 1 A, MÉNÉGAUx + | - — Museo de París (Fra W. H. HuDsoN ; — Londres (Inglaterra). (CHARLES CHUBB == >» EAS > WILLIAM LS OLATER 0 A - CLAUDE H. B, GRANT A RO E] ERNST HARTERT. ARGENTINA Coronel Dr. Luis J. FONTANA GS s San Juén a Dr. MIGUEL LILLO" a Dr. HUGENIO GIACOMELLI La Rioja ¿eo Es a o Prof. CARLOS S. REED e mMustoN ) Mendoza * ) 23 E GEORGE K. CHERRIE Dr. ADOLFO DOERING Córdoba EXTRANJERO Prof. A. DÉ W. BERTONI ne A. BAER E PE Puerto Bertoni—Paraguay AA Prof. CARLOS FIEBRIG Dr L. BRASIL Asunción —Paraguay Prof. NATHANÁEL, CostÉs Dr. “ALFREDO: BORELIA Santiago — Chile: Prof. Caños “E. PORTER. ERNESTO GIBSON : E Santiago—Chile EL HORNERO REVISTA DE LA SOCIEDAD ORNITOLÓGICA DEL PLATA DIRECTOR SECRETARIO ROBERTO DABBENE PEDRO SERIÉ AT BUENOS AIRES, DICIEMBRE DE 1918 N.9 3 SUMARIO R. DABBENE —Lariformes de la República Argentina, 2.2% parte (5 TgS.)...ooooooo.. pág. 129 L. DINELLI.—Vofas biológicas sobre las aves del noroeste de la Ref. Argentina (1fig) >» 140 RISA ZN LES Ia Nae QUES MERAOCINAS aaa apela IVA A. CarDOos0.—La ornitología fantástica de los conquistador es s (2 Sd ES » 153 R. DABBENE.—/Vofas sobre una colección de aves de la isla de Mar tín García... ES 160 P. SERIÉ.—Vociones sobre prefaración y conservación de aves (7 TBS).. o..o.oic... > 168 R. DABBENE.—Descripción de dos formas de aves del noroeste de la Rep. Argentina. > 178 C. SPEGAZZINI.—Melanismo temporario de la palomita «Columbina picui».... ..... » 182 D. RoprícuEz —Costumbres del «Pato Hicazor.. .ocomomancorccccn ER » 185 A. De W. BERTONI.—4Afuntes sobre aves del Paraguay .... > 188 A. Pozzt.—De cómo un lechuzón caza los tucu-tucus (1 fig.).. > IgI R. D.—Vídos y huevos de vencejos (lám. ID)... ........... 2 O 3 J. H. REBORATTI.—Sobre distribución geográfica de algunas especies de aves ........ > 193 R. DABBENE.—Capíura de algunas EROS raras de aves neotropicales ..... e Ue LOS MovJumniernto SOctal ooo 3 > I0Q6 Canje y correspondencia... omo... co nopspdonoapadrno ao bal copa ae OS ORTA CIO eS (3 IES) o ata at 206 Bibliografía ....... pS » 211 LARIFORMES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA (PARTE 2.2) POR ROBERTO DABBENE Continuación de la faz. 56) La subfamilia Sterminae, comprende los gaviotines, y está representada en la Argentina y en las islas al sureste del con- tinente americano, por 6 géneros: PHAÉTUSA (1): GELOCHELI- DON (2); THALASSEUS (*); STERNA (*); ONYCHOPRION (?) y STER- NULA (1), los cuales se pueden distinguir por los caracteres in- dicados en la clave siguiente: (1) PraElusa Wagler 1832. Tipo Sterna magntrostrís Lichtenstein, 1823 (= Sterna chlo- ropoda Vieillot 1818). (2) GELOCHELIDON Brehm 1831. Tipo Gelochelidon meridionalís Brehm (= Sterna nilo- fica Linneo). (8) 'THAaLassEUS Boie 1822. Tipo Sferna sanduicensís Latham, 1757 (= Sferna camtiaca Gmelin 1788). (1) STERNA Linneo 1758 Tipo Sterna htrundo Linneo. (5) ONycHoPrION Wagler 1832 Tipo Síerna serrata Wagler (= Sferna fuscata Linneo). ($) STERNULA Boie 1822. Tipo Sterna minuta Linneo (= Sferna albifrons Pallas). 130 EL HORNERO [Vol. T a. Cola corta con las rectrices laterales anchas y que sobresalen de las medianas sólo por una longitud que es poco mayor del largo del tarso. Pico muy OOO ado ad ds ear poóoao gén PHAÉTUSA. y (fig. 1) aa. Cola larga con las rectrices laterales angostas y puntiagudas y que sobrepasan las medianas por una longitud mucho mayor que el largo del tarso. Pico (excepto Thalasseus), generalmente delgado. 5. Tarsos largos, más largos que el dedo mediano con la uña. Pico corto, la parte expuesta del caballete es más corta que el largo del tarso y el de la primera falange del dedo mediano COM gén, GELOCHELIDON . y (fig. 2) bb. Tarsos cortos, iguales en longitud o más cor- tos que el dedo mediano con la uña. Pico largo. La longitud de la parte expuesta del caballete es mayor que el largo del tarso y el dela primera falange del dedo mediano com- binados. c. Plumas de la nuca alargadas y de forma lanceolada. Dimensiones grandes, el ala (*) cerrada mide, generalmente, más de 31 centímetros, y la parte expuesta del caba- llete del pico más de 5 centímetros.... gén. THALASSEUS.. (fig. 3) cc. Plumas de la nuca no alargadas, ni de for- ma lanceolada. Dimensiones menores, el ala cerrada mide menos de 3o centíme- tros, y la parte expuesta del caballete del pico menos de 5 centímetros. d. Mayores. Longitud del ala siempre mucho más de 20 centímetros. Rectri- ces laterales largas, su longitud es igual o mayor que la mitad del largo del ala cerrada. e. Pico delgado. Coloración del fon- * do del plumaje de las partes su- perijores, gris ceniciento más o menos claro. Pico y tarsos (en el adulto) nunca negros......... gén. STERNA. : > dig 4) ec. Pico algo macizo. Coloración de las partes superiores, negro fuli- (1) El ala cerrada se mide desde el ángulo formado por la articulación del carpo con el radio y el cúbito, hasta la extremidad de la remera más larga. 918] R. Dabbene: Lariformes de la Rep. Argentina 131 ginoso. Pico y tarsos (en el adul- 0), MEROS Donenonarsonador gén. ONYCHOPRION (*) dd. Menores. Longitud del ala cerrada, no mayor de 20 centímetros. Rectrices laterales cortas, siempre menos que la mitad del largo del ala cerrada... gén. STERNULA. (fig. 5) Género Phaétusa WAGLER. Este género comprende una sola especie, Phaétusa chloropoda (VIEILLOT), la cual se distingue por los caracteres siguientes: Adulto. Cabeza y nuca negro lustroso; los costados de la cabeza y una angosta línea. sobre la base del pico y todo lo inferior del cuerpo, blanco. Dorso, cola y cobijas menores del ala, gris ceniciento. Cobijas mayores y gran parte de las se- cundarias, blancas. Remiges primarias, negro parduzco. Pico, amarillo de cromo. Tarsos y dedos oliváceos; membrana ama- rillenta. Longitud del ala plegada, 30 cm.; cola, 12 a 13 cm; caballete del pico, 6 1/2 a 7 cm. Joven. Gris moteado de negro parduzco por arriba, blanco por debajo. Género Gelochelidon BrÉHm. Como el anterior, este género comprende una sola especie con varias subespecies. La forma que se encuentra en la Argentina es Gelochelidon nilotica Grónvoldí MATHEWS, la cual se distingue por los siguientes caracteres: Adulto. Cabeza y nuca negras, dorso gris perla; alas algo más obscuras. Por debajo blanco. Pico y tarsos negros. En invierno el adulto tiene la frente, la región entre el ojo y el pico y la corona, blancas con estrías negras. Longi- tud del ala plegada, 31 a 32 cm.; caballete del pico, 4 a 4 1lo centímetros. Género Thalasseus (?) BorÉ. Este género está representado en la República Argentina por las 3 siguientes especies: Thalasseus maximus (BODDAERT), Thalasseus sandutcensis acu- Havida (CAaBOT), Thalasseus euwryenatis (SAUNDERS), las cuales pueden distinguirse por los caracteres indicados en la clave siguiente: (1) Aunque los caracteres indicados no se pueden considerar de valor suficiente para distinguir un género, existen en este caso otros caracteres de orden biológico, en vista de los cuales varios autores modernos consideran necesaria la separación del gé- nero Onychofprion del género Sterna. (2) Sterna (part.) SAUNDERS, Cat, Birds Brit. Mus. XXV, 1896, p. 40. 132 EL HORNERO . PHAETUSA chloropoda (Vieillot) (2/2). . GELOCHELIDON z:2lofitca Grónmvolds Mathews (*/3). . THALASSEUS en»yenatus (Saunders) (?/3). 1918] R. Dabbene: Lariformes de la Rep. Argentina 4. STERNA Airundinacea Lesson (*|). 5. STERNULA saperciliarís (Vieillot) (1/2). 133 134 EL HORNERO Vol. Y a. Pico negro en la base, tarsos y dedos negros en el adulto, color gris córneo en el joven. Adulto. Frente, corona y nuca negras, las plumas forman una cresta y son lanceoladas. Dorso gris perla; cola y parte inferior del cuerpo, blancas. En invierno la frente y la corona son casi blancas, con estrias negras. Joven. Dorso moteado de blanco y negro, frente pardo cenicienta, corona blanca, Longitud del ala, 3011132 CCAA . Thalasseus sanduicensís acuflavida aa. Pico rojo anaranjado, o amarillo de limón; tarso y dedos negros en el adulto, amarillos obscuros en eljoven. d. Mayores: ala 38 a 40 cm. Pico rojo anaran- jado, tarso y dedos negros en el adulto, ama- rillos obscuros en 'el joven. Adulto, Frente, corona y nuca negras, plu- mas lanceoladas formando una especie de cresta. Cuello blanco; dorso y alas, gris perla. Por debajo, blanco. Joven. Corona casi blanca, frente con estrías ACA Sobra toos uan doce door. Thalasseus maximus bb, Menores: ala, 30-32 cm. Pico amarillo limón u oliváceo. Coloración como en la especie an- LO OS Thalasseus euryenathus Género Sterna LINNEO. Representado en la República Ar- gentina y en las islas al sureste del continente americano por 4 especies: z Sterna Trudeau AUDUBON, Sterna hirundinacea LESSON, | Sterna paradisea (1) BRÚNNICH y Stérna vsttata georgiae RE M CHENOW; cuyos caracteres específicos están indicados en la . clave siguiente: , a. Corona y nuca blancas; una faja negruzca sobre los costados de la cabeza, cruzando el ojo. Par- tes superiores e inferiores, del mismo color, gris perla. Pico amarillento, con una faja negruzca.. Sterna Trudeauz aa. Corona y nuca negras en el plumaje de cría, blancas moteadas de negro en invierno y en el (1) Esta especie emigra en invierno de las regiones árticas de Norte América al con- tinente antártico, y accidentalmente visita las costas o las islas del sureste de Sud América. : . 1918] R. Dabbene: Lariformes de la Rep. Argentina 135 joven. Este último tiene las partes superiores más o menos cruzadas o moteadas de negruzco. Pico y tarsos carmín, bermellón o rojo sangre en el adulto; pico negruzco enteramente o amari- llento en la base y tarsos rojizos amarillentos o negruzcos en el joven. Partes inferiores general- mente blancas o mucho más claras que las supe- riores, excepto Sí. vittata, en la cual son del mis- mo color que las superiores. 5. Partes inferiores blancas o ligeramente gris pálido. c. Mayores: ala cerrada, de 27 a 30 cm. de longitud. Pico y tarsos rojo bermellón en el adulto; pico negruzco y tarsos rojizos amarillentos en el joven ...............- Sterna hirundinacea cc, Menores: el ala cerrada no excede de 26 centímetros. Pico rojo sangre y tarsos rojo coral en el adulto; pico y tarsos negros en el ave immatura, pico amarillo en la base y negruzco en la extremidad, y tarsos amarillentos o parduzcos en el joven.... Sterna paradisea 5b. Partes inferiores gris cenicientas como las su- periores, en el adulto; en el joven las partes inferiores son blancas. Pico rojo bermellón y tarsos rojo anaranjado en el adulto; rojos obscuros o negruzcos en el joven...........-. Sterna vtttata georgiae Género Onychoprion (1) WAGLER. Una especie de este género, Onychoprion fuscatus LINNEO visita accidentalmente las islas Malvinas (?) durante el verano. Los caracteres que distinguen esta especie son los siguientes: Partes superiores, negro fuliginosas; frente, partes inferiores y barba externa de las remiges laterales más largas, blancas. Pico y tarsos negro o negro rojizo. Longitud del ala cerrada, 30 cm. Rectrices laterales más largas, 18 cm. Género Sternula (3) BOIÉ. Este género comprende las espe- cies más pequeñas de la subfamilia Sterminae. Habitan de pre- ferencia las costas de los grandes ríos. La especie que se en- (1) Serna (part.) SAUNDERS, Cat. Birds Brit:, Mus., XXV, 1896, p. 40. (8) Check-List of North American Birds, third edition 1910, Pp. 46. () Slerna (part.) SAUNDERS, l. C. p. 40. 136 EL HORNERO ; Vol. Y cuentra en la Argentina es la Sternula superciliaris (VIBILLOT). El adulto es gris ceniciento por arriba, cabeza negra, frente, superciliares y partes inferiores blancas. Pico, tarsos y dedos amarillento oliváceos. El joven tiene la parte superior de la ca- beza del mismo color gris del dorso, pero ambas tienen peque- ñas manchas parduzcas. Longitud del ala cerrada, 16 a 10 cm. Parte expuesta del caballete del pico, 3 a 3 */, cm. La sinonimia y la distribución de las especies de la sub- familia Sternmiínae, que se encuentran en los mares y costas argentinas, es la siguiente: 1. Phaétusa chloropoda (VIEILLOT), «Atí» o «gaviotín» Sterna chloropoda VIEILLOT, Vouv. Dict, Y'Hist. Nat, XXXII, p. 171, (1819 — fundada sobre «Hatí cogote obscuro» AZARA, Afpunt, III, p. 372, n” CCCCXIT, 1805 — Paraguay). Sterna magnirostris LICHTENSTEIN Verz. Doubl. Berl. Mus., p. SI, (1823 — Brasil). Distribución: Venezuela, Guayanas, Amazonia, Brasil, E. Perú, Bolivia, Paraguay y República Argentina desde el este de Salta (en los ríos) a las costas de la Provincia de Buenos Aires. También se encuentra en el Ecuador (Guayaquil). 2. Gelochelidon nilotica Grónvoldi MaTHEWS, «Gaviotín de pico y patas negras» [ Sterna nilotica GMELIN, Syst. Nat. I, pt. 2, p. 606 (1789 — fundada sobre descr. de HASSELQUIST, it. p. 273, n. 41 —loc. tip. Río Nilo, cerca Cairo, Egipto.* Cf. MATH., Birds Austr., Y, pt. 3, Sept. 1912, p. 329)]. Gelochelidon nilotica grónvoldi MATHEWS, Birds Australia, 11, 3, Septo 20th 1912, p. 331 — South America (breeding). e Gelochelidon anglica SAUNDERS, Cat. Birds Brit. Mus , XXV, 1896, p. 25 (part.). Distribución: La especie es casi cosmopolita, pues se en- cuentra en los mares de Europa, India, China, Australia, Africa, Norte y Sud América. En la parte occidental del continente americano sólo se conoce de Guatemala y Chile. La forma que se encuentra en la República Ar- gentina [costas de la Provincia de Buenos Aires hasta Bahía Blanca y Entre Ríos (Estancia Santa Elena — Ho- LLAND)] es la que tiene sus lugares de reproducción en las costas orientales del continente sudamericano. ES A A A > 19181 K. Dabiene: Lariformes de la Rep. Argentina 137 3. Thalasseus sandvicensis acuflavida (CABOT) [Sterna sandvicensis LATHAM, Synx. Suppl. L, p. 296 (1757 —N. W. Europa )] Sterna acuflavida CABOT, Proc. Zool. Soc. N. H, 1L, p. 257, (1847 —- Tancah, Yucatán). Sterna cantíaca SAUNDERS, Cat. Birds Brit. Mus., XXV, 1896, p. 75 (part.) Distribución: La especie se encuentra desde las costas este de Norte América y de las Antillas a Europa; en los mares Negro y Caspio, golfo de Persia; en las costas oeste de África y este de Sud América hasta el norte de Patagonia. En el Pacífico sólo ha sido observada en la costa de Guatemala. La subespecie 7%. s. acu/la vida es la que habita las costas de Norte y Sud Amé rica y tiene sus lugares de reproducción en las costas sur y sureste de los Estados Unidos. 4. Thalasseus maximus (BODDAERT), «Gaviotín mayor de pico ana- ranjado, Gaviotín real» Sterna maxima BODDAERT, Zabl. Pl. Enl. p. 58, (1784 — fundada sobre Hirondelle de Mer de Cayenne, DACBENTON, Pl. Enl IX, pl 988, 1784 — Cayenne). Distribución : Costas meridionales de los Estados Unidos a las del oeste de Méjico y California; Antillas y Sud Amé- rica: Perú, Brasil, Uruguay y costas argentinas hasta el Chubut (Puerto Pirámide). También visita las costas de África desde el Estrecho de Gibraltar a Angola. Sus lu- gares de reproducción están en las Antillas y en las costas sur de los Estados Unidos. 5- Thalasseus eurygnathus (SAuNDERS) Sterna eurygnatha SAUNDERS, Proc. Zool. Soc. London, 1876, p. 654 (1876 — Santa Catkarina, Brasil). Distribución; Costa este de Sud América, desde Vene- zuela a Patagonia (Puerto Deseado). Nidifica en las cos- tas del Brasil. 6. Sterna Trudeaui AUDUBON, «Gaviotín» Sterna Trudeaui AUDUBON, Birds 4mer. (folio), IV, pl. 409, Íg. 2 (1838 — Great Egg Harbor, New Jersey). 138 EL HORNERO Vol. Y Distribución: Costa este de Sud América, desde Río Ja- neiro al norte de Patagonia; Chile. Accidental in Long Island y New Jersey (EE. UU.). Nidifica en la Argentina. 7. Sterna hirundinacea Lesson, «Golondrina de mar» Sterna hirundinacea, LESSON, Traité d'Ornith., p. 621 (1831 — Costa del Brasil, Santa Catharina). Distribución Sud América, desde Bahía al Cabo de Hor- nos; Falklands, South Georgia, South Shetlands, South Orkneys. Por el lado del Pacífico hasta Perú. Nidifica en las costas patagónicas, en las islas al sur y sureste del continente americano. 3. Sterna paradisea BRÚNNICH, «Sterna ártica » Sterna paradiísea BRUNNICH, Orn. Borealis, p. 46 (1764 — Christiansó0e Island, Denmark). Sterna macrura SAUNDERS, Cat. Birds Brit. Mus.. XXV, 1896, p. 62. Distribución: Casi cosmopolita. Nidifica en Alaska y Groen- landia y emigra en invierno a ambas costas de Sud Amé- rica y a las de Africa, y llega hasta el continente antártico. 9. Sterna vittata georgiae REICHENOW Sterna vuittata georgiae REICHENOW, Ornith. Monatsber., XII, n.” 3 P- 47 (1g04 — S. Georgia). Sterna vittata SAUNDERS, Cat. Birds Brit. Mus. XXV, 1896, Pp. 51 (part.) Distribución: La especie se encuentra en las islas al sur del Océano Índico (Kerguelen, St. Paul), islas subantárti- cas de la Nueva Zelandia, isla de Tristán da Cunha, Cabo de Buena Esperanza, isla Santa Elena, costas sur del Bra- sil; Georgia del sur, Orcadas del Sur. La forma S. v, georgíae nidifica en las Orcadas y Geor- gia del Sur. 10. Onychoprion fuscatus fuscatus (LINNEO), «Gaviotín de dorso negro» Sterna fuscata LINNEO, Syst. Nat., ed. 12, 1, p. 228 (1766 — fun- dada sobre Briss. Orn. VI, 1760, 220, pl. XXI, fig. 2— hab. in Insula Dominicensis). Sterna fuligínosa (GMELIN, Syst. Nat., 1789, p. 605.— SAUNDERS, Ca Birds Brit. Mus., XXV, rS96, p. 106. E 5 4 > E ul 3 de ó E 1918] R. Dabbene: Lariformes de la Rep. Argentina 139 Distribución: La especie típica habita las costas tropicales y subtropicales del este del continente americano. Nidifica desde Florida y Luisiana al Texas, en las Bahamas, Anti- llas e islas tropicales del Atlántico, llegando al norte hasta Maine y las islas británicas. En invierno llega a las cos- tas del Brasil y a las Malvinas. Otras formas de la misma especie se encuentran distri- buídas sobre casi todos los mares, y han «sido señaladas en Australia (New South Wales), Nueva Caledonia; en el Océano Índico; en “Tres Marías Isl., costa W. de Méjico, islas Hawai, islas Galápagas, isla Rapanui: Moto Nui (cría) (BALFOUR) (1), costa Chile, costa este de Africa. 11. Sternula superciliaris (VIEILLOT) «Gaviotín pequeño» «Hatí de ceja blanca» Sterna superciliaris VIEILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat., XXXII, p. 176 (1819 —fundada sobre «Hati ceja blanca» Azara, Apunt. ITI, P- 377, 1805 — Paraguay). Distribución: Estuarios y ríos de Sud América, desde el Orinoco al Río de la Plata; remonta el río Amazonas y sus tributarios, el Paraná y el Paraguay. En la República Argentina ha sido señalada en Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco, etc. ((Concluira). (1) BaLrour Some Ethnological Suggestions ín regard to Easter Island of Rafannt. Falk- Lore 1917, PP. 356-381. 140 EL HORNERO Vol. L NOTAS BIOLÓGICAS SOBRE LAS AVES DEL NOROESTE DE LA ARGENTINA POR LUIS DIN E (Tucumán, R. A.) (Continuación de la pág. 08) Familia Icteridae Dolichonyx oryzivorus (LINNEO) Fringilla oryzivorus LINNARUS, Syst. Nat. ed. X, i, p. 179 (1758 — Cuba). Dolichonyx cryzivora HARTERT et VENTURI, Novit. Zool., XVI, Dec. 1909, P. 184. Este ictérido llega a Tucumán a principios del verano» reunido en grandes bandadas. Prefiere los campos bañados, especialmente los arrozales, en cuyos cultivos causa sensibles daños por alimentarse en esa época unicamente con esos granos. El canto de esta ave no carece de una cierta melodía, pero noes siempre posible de determinar, por el hecho de que cantan todos juntos. Cuando llegan a Tucumán, una gran parte de los indivi- duos son oOveros. Familia Tyrannidae Knipolegus Cabanisi ScHuLz Cnipolegus Cabanis? SCHULZ, Journ. fir Ornith.,, XXX Jabrg., N.o 160, Oct. 1882, p. 462 (1882 — Tucumán), Knipolegus cabaniss HARTERT et VENTURI, Novit. Zool., XVI, Dec. 1909, p. 192 (Tucumán, Cerro Raco, alt. 2100 mets. — en Enero). Habita los bosques subtropicales situados en las quebradas húmedas y sombrías de las serranías de Tucumán, hasta una altura de 2100 m. Siempre hallé los nidos de esta ave a poca elevación del suelo, generalmente sobre la bifurcación de gruesas ramas, pero a veces está entre los arbustos. Está construído con paja o musgo y concluido interiormente con crines de animales. Es bastante voluminoso, pero los bordes son poco elevados y el material muy húmedo. 1918] £L. Dinellz: Notas biológicas 141 Los huevos son blancos, ligeramente teñidos de rojizo y con algunas manchas café, más densas en la parte del polo obtuso. Miden 22 X 16,5-17 mm. Hallé nido con huevos en principio de incubación en el mes de Diciembre. Es un ave muy confiada, dejándose fácil. mente sorprender en su nido. Durante el primer cambio de plumaje, muchos ejemplares machos tienen una librea parecida a la de las hembras, siendo este hecho muy común entre las especies del género An2po- legus, Knipolegus striaticeps (Larr. et D'ORB.) Muscisaxicola striaticeps LAFRESNAYE et D'ORBIGNY, Syn. Avium, I, in Mag. Zool, VII, cl. ii, p. 66 (1837 — Habit. La Paz, Bolivia). Kmnipolegus cinereus auct. Cf. HELLMAYR, Novit Zool. XIII, 1906, pp 318 319. El señor PABLO GIRARD halló nidos de esta ave entre las cactáceas. Están construídos con pajitas, crines y plumas, y son de pequeñas dimensiones, midiendo 6 X 3 cm. Los huevos son blancos, ligeramente teñidos de amari- llento y con algunas manchitas redondas de un rojizo a veces muy obscuro, situadas cerca del polo obtuso. Miden 19-18,5 por 14,5-14 mm. GIRARD siempre halló dos huevos en cada nido. El tiempo de la postura es en los meses de Noviembre y Diciembre. Machetornis rixosus rixosus (VIEILL.) «Ovejero» (en Tucumán); «Matadura» (en Corrientes) Tyrannus ríxosus VIEILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat, XXXV, p. 85 (1819g— Paraguay — fundado sobre: «Suiriri» ÁZAaRa, Apunt. para la Hist. Nat. de los Páxaros del Paraguay y Río de la Plata, II, p. 148, N.? CXCVII, 1305). En muchas ocasiones he observado que esta ave suele aprovechar los nidos voluminosos y compuestos de ramas es- pinosas que construyen ciertos dendrocoláptidos y especial- mente los del Coryphistera alaudina. Otras veces construye el nido entre las cortezas caídas y acumuladas en la bifurcación de algunas ramas gruesas, o también en los techados; pero siempre en un lugar escondido y elevado. El fondo del nido se compone de pajitas y crines. 142 EL HORNERO , [Vol 1 Hallé hasta cuatro huevos en un nido. Son de forma poco alargada y de un blanco ferruginoso, densamente recubiertos de manchas alargadas longitudinalmente, de color café o pardo, de tonos distintos y más densas sobre el polo obtuso. En al- gunos casos esas manchas son tan numerosas, que el huevo tiene el aspecto de ser de un color uniforme. Los huevos va- rían en dimensiones, midiendo 26-23 X 18-17 mm. Encontré nidos con huevos en los meses de Noviembre y Diciembre. Esta avecita es muy común en la llanura donde hay ha- cienda, y acostumbra quedarse cerca de los animales, sobre cuyo dorso a veces suele pararse, dando caza a las moscas que allí encuentra en abundancia. Phylloscartes ventralis D'ORB,) Muscicapa angustirostris LA- FRESNAYE et D'ORBI- GNY, Syn. Aviunm, I, in Mag. Zool., VII, cel. 1i, p 52 (1837 — Yungas, Bolivia). Muscicapa angustirostris D'OR- BIGNY, Voyage, Oi- seaux, p. 325 (Yungas de La Paz). Leptopogon tristis SCLATER and SALVInN, Proc. Zool. Soc, Lond. 1876, p. 254 (Simacu, Yungas of Bo- livia). Cf. HELLMAYR, Novit. Zool. XIII, 1906, P. 321. Esta ave es muy co- mún en los bosques que cubren las pendientes de los cerros hasta una al- tura de 2000 metros. Son sedentarias y andan en Nido de PAylloscartes ventralís angustirostris, pequeñas bandadas de angustirostris (1,AFR. et ARRANCA 4 1918] L. Dinella: Notas biológicas 1A3 > seis u ocho individuos. Su alimento consiste exclusivamente en insectos y son muy confiadas, dejándose acercar con facilidad. Nidifican en Tucumán. El señor PABLO GIRARD consiguió ni- dos y huevos de esta especie. El nido es de forma cónica, está suspendido por la extremidad más delgada y mide unos 20 cen- tímetros de largo por 12 en su mayor anchura. En un costado de la parte inferior está la entrada, la cual no conduce directa- mente a la cámara en la cual la hembra pone los huevos, sino que existe una especie de tabique que las separa. El material que compone el nido consiste en fibras vegetales negras, las cuales forman un tejido bastante espeso. Los huevos son color canela claro, algo más obscuro sobre el polo obtuso, en donde se notan algunas salpicaduras dispuestas en forma circular. Miden 21 X 14 mm. Hapalocercus acutipennis ScLaT. et. SaLv. Hapalocercus acutipennis SCLATER and SaLvin, Proc. Zool. Soc. Lond. 1873, p. 187 (1873 — Bogotá, Colombia). En el mes de Enero de 1904, encontré un nido de esta especie, recién construído, en los cerros de Raco, a una altitud de 1800 metros. Estaba situado a unos setenta centímetros del suelo y fuertemente ligado contra las ramas y el tronco de una planta frondosa de la familia de las Compuestas. El señor EMILIO BuDIN halló otros nidos en los cerros de Jujuy, a 2.300 metros de altitud, uno de ellos con tres huevos. Este nido estaba situado sobre un arbusto enano, pero poco fron- doso. Era de forma redondeada, con el borde superior algo cerrado, y el lugar en donde estaban los huevos bastante hondo. El material con que era construído consistía en crines, barbas de flores, copos de lanas y hebritas de plantas; el todo bien entrelazado. En el interior estaba revestido con plumitas. Medía 9 centímetros de alto por 7 de ancho. Los huevos de este tiránido son blanco amarillento, con _ uno de los polos muy puntiagudo. Miden 18 -16,5 X 13-12 mm. Esta ave es insectívora y habita solamente las serranías sin bosques. Llega en el verano y desaparece a los primeros fríos. 144 EL HORNERO [Vol. 1 Stigmatura budytoides flavocinerea (Burm.) Phylloscartes flavo-cinereus BURMEISTER, Reise durch die La Plata — Staaten, II, p. 455 (1861 — Sierra de Uspailata, Mendoza). Stigmatura budytoides flavocinerea HARTERT et VENTURI, Novit. Zool. XVI, Dec. 1909, p. 197 (Metán, Salta, en Junio— L. DINELLI). El nido de este tiránido es bastante cóncavo, mide 6-5 por 3 Y cm., y está formado con fibras vegetales, crines blancas y hebras amarillas, siendo externamente revestido con telas de arañas. Está colocado sobre ramitas horizontales a poca elevación del suelo. Los huevos, generalmente en número de dos, son de color blanco leonado, salpicados con manchitas canela, las cuales en ciertos casos forman corona cerca del polo obtuso o son muy ralas en toda la superficie del huevo. Miden 17 X 13,5-12,5 mm. He hallado nidos con huevos frescos en los meses de No- viembre y Diciembre. Estas avecitas andan en pequeñas bandadas de seis u ocho individuos, los cuales se separan por parejas al tiempo de la reproducción. Son comunes en las zonas secas en donde la ve- getación es raquítica. Serpophaga subcristata (VIEILL.) « Piojito» Sylvia subcristata VIEILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat, XI, p. 229 (1817 — fundado sobre «Contramaestre copetillo ordinario» AZARA, Apunt., II, p. 66, N.o CI,X, 1805 — Paraguay). Serpophaga subcristata HARTERT et VENTURI, Novit. Zool., XVI, Dec. 1909, Pp. 197- Es ave sedentaria y abunda en los bosques bajos y en los situados en las alturas hasta unos 2000 metros. El nido está colocado sobre arbustos o sobre las ramas salientes de árboles algo elevados. Es bien construído, siendo el material hebras finas, ligadas sobre gajos y revestidas con fragmentos de lí. quenes. Interiormente está forrado con copos de flores y plumi- tas. Su forma es casi esférica, con una entrada superior bastante reducida. Los huevos son generalmente tres en número, de un blanco amarillento y de forma normal. Miden 18-15 X 12-11,5 mm. Xanthomyias Sclateri BERL. Phyllomyias sclater? BERLEPSCH, Journ. fir Ornith. XLIX Jahrg., N.? 1, Jan. 1901, p. 90 (Igor — Bueyes, Santa Cruz, Bolivia. —G GAR- LEPP). 1918] L. Dinelli: Notas biológicas 145 Xanthomyias sclaterí BERLEPSCH, Proc. fourth Intern, Ornith. Congress Lond., 1905 —vol. XIV, Ornis, 1907, p. 491. Esta especie construye su nido sobre las plantas :parásitas que ligan sus ramas intrincadas sobre los gajos de los árboles elevados. Es de forma plana, construído con palitos y revesti- dos internamente con plumas. Los huevos son blancos y miden 18 X 13,5 mm. Hirundinea bellicosa (ViEILL.) Tyrannus bellicosus VIBEILLOT, Nouv. Dic. d'Hist. Nat., XXXV, p. 74, (1S1g — fundado sobre «Suiriri roxo obscuro» AZARA, Apunt , Il p. 129, N.? CLXAXXIX, 1805 — Paraguay). Es un ave poco común, pero fácil de observar por sus cos- tumbres de posarse muy a menudo sobre las ramas más sa- lientes y desprovistas de hojas, o sobre las rejas de los edifi- cios. He observado que se complace, cuando tiene su nido, en perseguir a cuantas aves se le acercan. Nidifica en Tucumán, muy temprano, habiendo conseguido pichones, que ya volaban, en el mes de Octubre. El señor PABLO GIRARD halló nidos situados en hoyos o grietas de barrancas poco accesibles. El nido está revestido con paja y plumas. Los huevos son de un blanco rojizo con sal- picaduras marrón claro, mezcladas con otras canela muy pálido. Las manchitas son más densas cerca del polo obtuso, entorno del cual forman una corona. Miden 21-19 X 16-15 mm. Sayornis nigricans cineracea (LAFR.) Tyranmula cineracea LAFRESNAYE, Rev. Zool. 1848, p. 7 (1848 — Caracas, Venezuela). Frecuenta constantemente los lechos de los ríos, siempre en los puntos estrechos y barrancosos de acceso difícil. Para construir su nido elige en las paredes de la barranca algunos puntos debajo de alguna prominencia que le sirva de protección como una especie de techo. Como material emplea ramitas y pajas, a las cuales añade barro, de manera que el conjunto resulta sólido, aunque algo pesado, y al parecer hecho únicamente con tierra. El interior está concluído con crines y plumas. El nido está adherido a las paredes de la barranca por las asperezas del terreno, pero a veces está ase 146 EL HORNERO [Vol. T egurado con ligaduras a pequeñas raíces que la erosión de las aguas de las crecientes suelen dejar al descubierto. En el mes de Octubre de 1904 encontré un nido con tres huevos. Éstos son blancos, alargados, con cáscara algo áspera y un poco transparente. Este tiránido se alimenta de insectos y de pequeños mo- luscos fluviátiles. Como el Cimclus Schulz, nunca se aleja de las corrientes de agua; pero no se encuentra a una altitud mayor de 2.000 metros. Empidonomus aurantio-atro-cristatus (LAFR. et D'ORB.). Tyrannus aurantío-atro-cristatus L aAFRESNAYE et D'ORBIGNY, Syn. Avium, 1, in Mag. Zool., VII, cl. ii, p- 45 (1837 — Hab. in Valle Grande, Rep. Boliviana). Empidonomus auranticatrocristatus HARTERT et VENTURI, Novit. Zool.,. XVI, Dec. 1909, p. 203 (Tucumán. —L. DINELLI.) Llegan a Tucumán en los meses de Octubre y Noviembre, dispersándose en las llanuras boscosas y sobre las lomas, hasta una altitud de 1000 metros. Es fácil observarlos posados sobre las ramas salientes de los árboles, desde donde acechan a los. insectos que pasan, especialmente los himenópteros, para los cuales parece tienen una particular predilección. Apenas llegan a Tucumán, construyen su nido, cuya forma. es aplanada y generalmente situado sobre fuertes ramas hori- zontales a una regular altura del suelo. Los huevos son relativamente pequeños en relación al ta- maño del ave, de forma ovalada, pero algo cortos, blancos con ralas manchitas café vivo y otras redondas café pálido, las más erandes situadas cerca del polo obtuso, formando corona. En algunos casos el huevo está también enteramente salpicado con puntitos ferruginosos. La postura es de tres huevos. Éstos miden 21,5 X 16 mm. Los méses de incubación son Diciembre,, Enero y Febrero. Durante el tiempo de la cría esta avecita suele perseguir a los caranchos (Polyborus plancus), molestándolos continuamente: durante largo trecho. Tyrannus melancholicus melancholicus VIEILLOT «Suiriri»> Tyrannus melancholicus VIEILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat. XXXV, p. 48,. (1819 — fundado sobre «Suiriri guazú» AzARA, Apunt., Il, p 152, N. CXCVIII, 1805 — Paraguay). AE BNP AS A Dt 1918] L. Dinella: Notas biológicas 147 El nido de esta ave está situado generalmente sobre las ramas horizontales, en una bifurcación o a la extremidad, pero siempre lejos del tronce del árbol. El material que emplean para su construcción consiste en unas cuantas ramitas desti- nadas a formar el fondo del nido, y sobre las cuales unen cri- nes. Su forma es más bien aplanada. En ciertas ocasiones me pareció que este tiránido había utilizado nidos empezados por otras aves. Ponen dos o tres huevos blancos, algo amarillentos, con manchitas redondas de color café y pardo pálido, más densas cerca del polo obtuso. La forma es normal. Miden 26-24 por 20-17 mm. Esta ave emigra en los meses de invierno, y vuelve a Tu- cumán a fines de Septiembre. Nidifica en Diciembre. (Continuará.) LISTA DE AVES MENDOCINAS POR RENATO SANZIN (1) (MENDOZA) La presente lista comprende los ejemplares de aves que componen mi colección, y que han sido obtenidas por mí en la provincia de Mendoza. 1. Rhea americana Rothschildi BRAaBOURNE et CHUBB.— «Avestruz». Mendoza. 2. Nothoprocta cinerascens (Burm.).— «Perdiz». Mendoza. 3. Nothoprocta Pentlandi (Gray). — «Perdiz de las que- bradas». Cerro Pelado, alt. 3500 m., 20, IV, 1916. 4. Zenaida auriculata (Des Murs). — « Torcaza ». Alto Verde, 6, VII, 1913. 5. Columbina picui (Temm.).—« Tortolita». Mendoza. 6. Metriopelia melanoptera (MoL.) — « Palomita de la Sierra ». Potrerillo. XI, 1913. (1) Las especies catalcgadas han sido determinadas por los señores C. S. REED y doc- tor R. DABRENE, a quienes agradezco públicamente. 148 EL HORNERO Vol. T 7. Pardirallus rytirhynchus (VIEILL.).—« Gallineta ». La Raza MENO ros S. Podiceps americanus (GarnN.). — « Macá». Mendoza, VII, 1916. 9. Podilymbus podiceps (LiwxN.). — « Macá ». Mendoza, VII, 1916. ; 10. Attagis Gayi Less. —« Perdiz cordillerana». Cerro Pelado, alt. 3500 m., XI, 1913. 11. Thinocorys Orbignyanus GEOFFR. et LESS. — San Carlos, IV, 1915: 12. Oreophilus ruficollis (WaGL.). — « Chorlo pampa ». San Carlos, IV, 1915. 13. Belonopterus cayennensis chilensis (MoL.).—«Tero- tero». San Carlos, IV, 1915. 14. Aegialitis collaris (VIEILL.). — «Chorlito ». Sunlunla, LO 15. Himantopus melanurus (VIRILL.).—«'Pero real». Tu- nuyán. 16, Totanus melanoleucus (Gm.).—Guanacache, MI, 1918. 17. Gallinago paraguaiae (VIEILL.)..—«Becacina». Men-, doza. 18. Rostratula semicollaris (VIELLL.)—« Becacina ». Men- doza. 19. Árdea cocoi LinN. — «Garza mora». Río Atuel. 20. Nycticorax nycticorax naevius (BOoDD.). — « Bruja ». Alto Verde, XII, 1918. 21. Plegadis guarauna (LiwN.).—«Cuervo». Jocolí, IV, 1913, 22. Cygnus melanocoryphus (MoL.). — « Cisne de cuello negro». Mendoza, 1915. 23. Coscoroba coscoroba (MoL.).—« Cisne blanco ». Men. doza, VIII, 1916- 24. Chloégphaga melanoptera EYTON.—«». Men- doza, XI, 1912. 91. Cistothorus platensis (LaTH.). — La Paz, X, 1912. 92. Troglodytes musculus hornensis (LEss.). — « Piti- torra ». Mendoza, IX, 1912. 93. Planesticus fuscater amoenus (HELLM.). — «Zorzal ». Blanco Encalada, V, 1914. 94. Mimus triurus (VIEILL.). — « Calandria >. Alto Verde; Rodríguez Peña. 95. Anthus correndera VIEILL. — « Cachirla». Alto Verde; Los Arboles. 96. Thraupis bonariensis (GMm.). — « Festé ». Mendoza, WL, 103. 152 EL HORNERO "VOTA 97. Saltator aurantiirostris (VIEILL.).—« Juan Chiviro ». La Paz; Las Catitas. 98. Sporophila analis (LAFr. et D'OrB.).— Mendoza, VII, 1908. 99 Sporophila caerulescens (VIEILL.). — Mendoza, XII, 1912. 100. Spinus ictericus (LicHT.),—Mendoza, XIII, 1912. 1OI. Sicalis arvensis (K11TL.).—«Chirique». Mendoza, VÍ, 1912. 102. Pseudochloris aureiventris mendozae SHARPE. — Las Cuevas, XII, 1915. 103. Passer domesticus (LiwN.). — « Gorrión ». Mendoza. 104. Brachyspiza capensis (P. L. S. MúLL.).—« Chingolo». Mendoza. 105. Poospiza torquata (LAFR. et D'OrB.). — Las Catitas, AO 2 106. Poospiza hypochondriaca affinis BERL. — Men- doza, VII, 1908. 107. Embernagra olivascens D'Or». — Las Catitas, X, 1912. 108. Phrygilus Aldunatei (Des Murs). — Chacras Coria. 109. Phrygilus fruticeti (KrTr1.), — Mendoza, VII, 1908. 110. Pirrygilus carbonarius (Larr. et D'OrB.). — Chacras Coria. : 111. Diuca diuca (MoL.).—«Dinca». Las Catitas; Alto Verde. 112. Molothrus bonariensis (Gm.). — « Tordo ». Rodríguez Peña; Las Catitas. 113. Molothrus badius (VIEILL.). — « Tordo de las ciéna- gas ». Rodríguez Peña; Las Catitas. 114. Agelaius thilius chrysocarpus (ViG.).—« Tordo de pajonal ». Alto Verde; La Paz. 115. Trupialis militaris (Linn.). — « Pecho colorado ». Jo- coli, VÍ, 1903. E a o 1918] 153 LA ORNITOLOGÍA FANTÁSTICA DE LOS CONQUISTADORES POR ANÍBAL CARDOSO (Continuación de la pág. 89) Anseriformes Las nadadoras también fueron mencionadas por nuestros primitivos conquistadores; especialmente los gansos y patos, de los que dice SCHMIDEL, encontró especies domesticadas, en los pueblos indígenas del Paraguay (V. Cap. XLIV). El P. Lozano, con la mayor desenvoltura afirma que, «los patos de Castilla los trajo el año 1552 la armada del Adelantado don DIEGO DE SANABRIA, quien dejó algunos en una laguna hermosa más acá de la isla de Santa Catalina y procrearon de tal modo, que a ese punto llama- ron terra y laguna de los Patos ». El «Puerto y Laguna de los Pa- tos» que menciona Lozano, ya eran conocidos en los tiempos de MAGA- LLANES y CABOTO, lo que nos dispen- sa de aceptar el resto de la noticia. Fig. 1 —Lámina de anseriforme Siguiendo su relato, agrega Lo- RO ZANO: «hay uno que llaman en gua- rani macang, cuyo amor asus hijos es tal, que cuando tiernos los trae siempre cargados sobre sus espaldas, sin que esta dulce carga le retarde el vuelo ». El P. GUEVARA acepta la noticia y la aplica al «macá» y al «macaguá», como aves que «cargan sobre sí sus hijuelos y con ellos vuelan, con ellos caminan y nadan, y no hallan embarazo para sus cotidianos ejercicios en la carga que fió la naturaleza a su material y maternal providencia », sin pre- ocuparse de que se trata de dos aves, una acuática y la otra de presa, que jamás zadó ni emprendió el vuelo «con sus hijos IPECATI ÁROA. 154 EL HORNERO Vol. I sobre la espalda». Pasemos a la noticia que de todas estas aves nos da AZARA. Dice que el «cisne de cabeza negra», Cygnus melanocory- Phus (MOL.), «es abundante en las pampas y no existe en el Paraguay », mientras que el «ganzo», Coscoroba coscoroba (MOL.), muy común en el Plata, se le encuentra en el Norte, aunque no con frecuencia. Respecto de los patos, dice que «la mayor parte de los Guaranís les llaman /Pé (mancha del agua): otros les dan el nombre de Guarmbé. Al pato grande o real, suelen llamarlo /pé- cuazú: es el mayor en estos países, Calrinma mos” chata (LINN.). Palamedeiformes Lozano llama Chaáds y GUEVARA Vajá, al ave de bañado que en las Pampas llaman Chajá, Chauna Salvadorit BrA- BOURNE y CHUBB. El segundo de aquellos autores dice: «En su canto repite estas voces: Yajá, Yajá, que significan, vamos (?), de donde se les impuso el nombre». Pelecaniformes Otra nadadora mencionada por LOZANO, es el «/0zgua, cuervo acuático que es corsario de los 1í0s». AZARA le des- cribe y dice: « Zamaragullón le llaman los españoles, y Vzguás los Guaraní». Es el Phalacrocorax vigua (VIEILL.), «no- esca- so en el Paraguay y Río de la Plata». Le acompaña otro Fala- crocorácido: el «anhinga», ÁAnfinga anhinga (LINN.), menos abundante en los ríos paraguayos. Cathartiditormes Ya en los primeros tiempos del descubrimiento del Perú, así como en el paso de Magallanes por la región del sur, se observó la más gigantesca de estas aves, y en una apoteosis ilustrada de este marino, dibujado por STRADANUS en 1522, figura un Cóndor colosal que arrebata por los aires nada me- nos que a un elefante! El P. AcosTa, que lo menciona brevemente, dice que «son de inmensa grandeza y tanta fuerza, que no sólo abren un cat- nero y se lo comen, sino a un ternero». Este autor tuvo opor- (1) Se refiere al idioma guaraní 1918] A. Cardoso: Ornitología fantástica 155 tunidad de observar estas aves en el Alto Perú, donde, según el P. Lozano, se les llama «cuntur, en quichua peruano ». El P. GUEVARA dice con su habitual desenvoltura: «El crecido Cóndor substituto de los Cuervos y Buitres de Europa: tan grande que de punta a punta de las alas tiene tres y cua- tro varas: tan atrevido que despedaza una ternera: tan avisado que acomete por los ojos, y sacados, rompe con la dureza de su pico y se acaba la ternera ». Dejemos al Cóndor, Sarcorhamphus eryphus (LINN.), hacer la digestión de tan abundante almuerzo y pasemos, de Tucumán, donde GUEVARA vió la especie mencionada, al Paraguay, donde reinaba otra algo más reducida, pero no menos formidable: el famoso «Cuervo Blanco ». «Los indios le llaman el cacique de los cuervos—dice GUE- VARA—porque de éstos es mirado con acatamiento de soberano y con atenciones de señor. Cuaudo la fortuna les depara algún cadáver, los cuervos negros respetan las canas del blanco, y no le tocarán por urbanidad hasta que el cacique (que sabe muy bien la atención que se tiene con él), tome para sí el más re- galado bocado, sacándole los ojos a picotazos y comiéndoselos a solas, con harta envidia de los negros». AZARA dice que los guaranís dan el nombre de « /7z0%s, a tres pájaros que los españoles llaman Cuervos». Pone a la ca- beza, como el principal y más poderoso, al /rburubichá o Cuervo Blanco, Gypagus paja (Linx.), citado anteriormente por GUEVARA. é Las otras dos especies mencionadas por AzaARa, son: el «Iribú o «Gallinazo» de los españoles, que en la época de la conquista no existía en Montevideo». Es el Coragyps urubu Joetens (WIED), que habita nuestro país desde el Río Negro hasta más allá de su límite norte; y esto solo basta para in- dicar que si «en la época de la conquista no existía en Mon- tevideo », sería debido a causas que no conocemos, o simple- mente, porque no se tomó nota de que existían (*). La tercer especie es el Acabiray (Cabeza pelada, de los guaranís) Cathar- tes aura (LINx.). (1) Lozano, dice: «Se hallan en 340, donde está Buenos Aires, y más adela nte» 156 EL HORNERO O Acipitriformes Lozano, dice de las aves de este orden: « Hay Águilas y Halcones de varios tamaños; los mayores se llaman ¿p72mos, y los otros segundos». AZARA no hace mención de tan extraña división, y empieza por declarar que los guaranís llaman Zaguató, a las rapaces de este tipo; así por ejemplo, el Águila coronada o Gavilán azul, es llamado Zasuató-hobí porque este último vocablo sig- nifica, azul, Harpyhaliactus coronatus (VIEILL.); el Zaguato- pitá, es el Gavilán rojo, Buteogallus aequinoctialis (GM.), por- que pztáú, es rojo; el Zaguato- pará, Circus cinereus VIBILL. es porque esa voz guaraní, significa pintado o chorreado, como lo escribe AZARA. Los Caracaras, Polyborus plancus (MILLER), tan abundan- tes en todo el país, han sido confundidos lamentablemente con los buitres por LOZANO, pues dice de ellos: «son tan voraces, que después de un hartazgo, no pueden volar». Esta voraci- dád aplicada a nuestro vulgar «Carancho». basta para demos- trar que el citado historiador jesuita se ha referido al /r2bú. Caracaray (Carancho chico), llama AZARA al Chiímango, Milvago chiímango (VIBILL.) y al Chimachima, Milvago chi- machina (VIEILL.), siendo el primero abundantísimo en toda la extensión del país, mientras que el segundo sólo habita de preferencia las regiones boscosas del Chaco y Paraguay, donde fué observado por AZARA. Todos estos historiadores mencionan «halcones» en los dis- tintos puntos en que hacen sus referencias, es decir, al norte del país. A ninguna especie le cuadra mejor la indicación que al Halcón blanco, lanus leucurus (VIEILL.), tan difundido por todo el norte y centro de nuestro extenso territorio. Estrigiformes En la descripción de las aves de este orden, son más reser- vados los descubridores, conquistadores e historiadores, pues no hacen cita alguna de valor. Baste decir, que el P. Lozano llama al «Nacurutú, pájaro negro grande», porque tal vez vió volar este «Lechuzón» en horas muy avanzadas del crepúsculo nocturno. Esta especie habita toda la región del país, -hasta muy al sur. Es el Lubo verginmianus nacuratu (VIEILI.). 1918] A. Cardoso: Ornitología fantástica 157 Otra especie también muy común en el país, es la conoci- dísima Lechuza de las vizcacheras, Speotyto cunicularia gra- llaría (TE«MM.), que no olvidó de mencionar y describir AZARA, dándole el nombre de Urucurcá; como también el curiosísimo Caburé Oo «Rey de los pajaritos» Glaucidíam nanaum (KING). Psittacitormes Estas aves, mencionadas desde el descubrimiento de estas regiones y citadas por historiadores con ribetes de naturalis- Fig. 2.—Bosque tropical americano, con aras rojos y amarillos. (Pomado del mapa de Cantino de 1502. El original, coloreado, se conserva en Módena.) tas, no han sido, sin embargo, descritas suficientemente para poder indicar con precisión su distribución geográfica en aquella época. ALONSO DE SANTA CRUZ, dice que en las islas del Pa- raná vió «muchos papagallos que van de pasada», sin que podamos afirmar por esto, que se trate del «Loro barranquero », Cyanolyseus o de «Cotorras» del género Myopsitta, pues si estas especies cruzan y viven por esos parajes, pudo haber otras que hoy ya no se encuentran sino más al norte. CABOTO, a pesar de su egoísmo en ocultar lo que descubría, nos da una 158 FL HORNERO PVOLoT noticia gráfica más clara, dibujando en su mapamurdi un loro de buen tamaño que se identifica bastante con la especie más buscada por aquellos aventureros: el «Loro hablador» Ama- sona aestiva xanthopteryx BERL. El P. AcosTa nos da noticias de los « Guacamayos, pájaros mayores que papagallos y. tienen algo de ellos; son apreciados por la diversa color de sus plumas, que tienen muy galanas ». El P. Techo refiriéndose a estas aves, dice: «Se cría una variedad notable, cuyos individuos tres veces mayores que los de Asia, ostentan en el plumaje colores vistosos y fueron antes venerados por los indígenas cual dioses ». Ambos autores se refieren indudablemente a varias especies del género 474, que los guaranís llamaban Guahá y Araracá, según escribe AZARA, y que pueden identificarse con 47a chlo- roptera G. R. GRaY y Ara caninmdé (WAGL.). Los PP. LozaxOo y GUEVARA, hablan de «papagallos» sin describir ninguno de ellos. Coraciiformes Bajo los nombres de /abasatz Guacará y Jabirú, designa LozANoO varios pájaros que considera como especies del cono- cido « Martín pescador». AZARA describe varias, de las muchas que había en nuestro extenso país colonial: Ceryle torquata (Liwx.), Ceryle americana (GM.), Ceryle amazona (LATH.). La cita más antigua que conozco referente a los Caprimul- gidae, nos la da OVIEDO cuando escribe: «En Tierra Firme hay unas aves que los “cristianos llaman pájaros nocturnos que salen al tiempo que el sol se pone, cuando salen los murcié- lagos; y es grande la enemistad de estas aves con los dichos murciélagos; y luego andan volándolos y persiguiendo a los dichos murciélagos, golpeándolos; lo cual no se puede ver sin mucho placer de quien los mira». LOZANO hace también mención de estas aves, y cita el « Uru- taú y el Caco (1), aves nocturnas con voz humana». AZARA dice del Urutaú que «es muy conocido de los Guaranís por este nombre, y es de los pájaros más famosos por las patrañas (2) Cacut de las provincias del N. O. 1918] A. Cardoso: Ornitología fantástica 159 sin número que de él refieren. Entre ellas dicen: que quebrán- doles los huesos de las alas y piernas por la noche, amanece sano; que al que remeda su canto, se le quema la ropa antes de tres días; que al que lleva una de sus plumas, atrae las voluntades del otro sexo; que cualquiera pretensión escrita con una de sus plumas, y aunque sea de otro pájaro, como tenga dentro del cañón algunas barbas del Urutaú, se consigue sin falta; y también atribuyen a las plumas y sus cenizas, virtud contra muchas dolencias. De todas las referidas maravillas y otras, se encuentran testigos que las creen como evangelios. Su voz es un alarido alto, espacioso y muy melancólico y lo repite con pausas toda la noche, haciendo creer a los bobos que llora la ausencia del sol, porque comienza cuando éste se pone y acaba cuando sale. Añaden que todo el día mira al sol de hito en hito; pero, el caso es, que su canto es de alegría, porque sin sol vive y come, y no con él». Es el Vyctlbius griseus griseus (GM.). AZARA da el nombre de /byaús a todos estos pájaros noc- turnos, y de ahí el «Ibijo» de algunos naturalistas, /Zydrop- salis furcifer (VIEILL.). Existen otras especies de Caprimúlgidos en todo el territo- rio de nuestro país, sin excluir la Patagonia, siendo conocidos bajo el nombre de « Dormilones». La familia de los Cipselidos, también tiene representa mencionados por nuestros historiadores coloniales, pues con el nombre de Guacho designa LOZANO unas «aves del tamaño de golondrinas que fabrican su nido con barro amasado con su pico. Su excremento tiene la virtud de soldar quebraduras». GUEVARA, entusiasta admirador de la medicina fantástica de los indígenas, aprovecha la oportunidad para describir un ave que produce tan singular remedio, y dice: « Peregrino es el Guacho a quien dió el nombre su mismo canto que articula esta voz: guacho. Es del tamaño de las golondrinas, pero el color es pardo. El nido fabrica de barro en los montes cerra- dos y más ordinariamente en serranías ásperas y escarpadas. No tiene cosa más estimable que su excremento, cuya virtud es más apreciable que el oro y todas las preciosidades del mundo. Sirve admirablemente para las quebraduras de huesos 160 EL: HORNERO Vol. 1 y en poco tiempo, sin costo y sin los excesivos: dolores de la cirugía, suelda las roturas». Menciona luego el caso de un mu- chacho que cayó del caballo y se quebró una pierna, habiendo curado en dos días con un emplasto del famoso excremento amasado con miel de abejas, hasta el extremo de poder caminar. Entra luego el historiador jesuíta a desconfiar de la quebra- dura, para terminar pidiendo se confirme tan rápida cura «con diligentes experimentos». Es el Streptoprocne zonari (SHAW), O el Cypselordes fumaigatus (STREUB.). Se dice, que la hembra del primero sólo pone un huevo, y de ahí, tal vez, deriva su nom- bre popular de Guaclo. ; (Concluira). NOTAS SOBRE UNA COLECCIÓN DE AVES. DE LA ISLA DE MARTÍN GARCÍA POR ROBERTO DABBENE (¡Continuación de la pay. 96) ds ORDEN STRIGIFORMES (Lechuzas, buhos, caburés) Familia Strigidae (1) 28. Speotyto cunicularia cunicularia (MOLINA). - ; (LECHUZA DE LAS VIZCACHERAS) Strix cunicularía MOLINA, Saggio Stor. Nat. Chili, p. 343 (1782 — Chalz) descr. orig. Pholeoptynx cunicularia LEE, The Ibis, third ser. vol. IM, N. X, April 1873, P. 137 (Gualeguaychú, Entre Ríos). Speotyto cunicularía BARROWS, The Auk, I, N.? 1, Jan. 1884, p. 30 (Con- cepción del Uruguay, Entre Ríos). — APLIN, The Ibis, sixth ser, vol. VI, N.o XXIL, April 1894, p. 193 (Suroeste Rep. Uruguay). N.o 8965 2. 5 ad. Isla de Martín García, Enero 15, 1917. — ANTONIO Pozzi. (1) Esta familia corresponde a la familia Lubonidae, de la Hand-List. of Birds de SHARPE, y Sírigidae de este autor se llama Zyfontdae. 2918] R. Dabbene: Colección de aves de Martín García 161 Iris amarillo. Ala, 175 mm. Este ejemplar es algo más pequeño que otros de la pro- vincia de Buenos Aires. ORDEN CORACIIFORMES Familia Alcedinidae (Martín pescadores) 29. [Chloroceryle americana (GMELIN) subsp. ? (MARTÍN PESCADOR PEQUEÑO) Alcedo americana GMELIN, Syst. Nat., I, pt. i, p. 451 (1788 —fundado sobre «Martín pecheur du Brés/», BRISSON, Orn., IV, p. 510; «Mar- tin - pécheur vert et blanc de Cayenne», DAUBENTON, Pl. Enl., pl. 591; etc.) descr. orig. Ceryle amerícana LEE, The Ibis, third ser, vol. 11, N * X, April 1873, p. 133 (Gualeguaychú, Entre Ríos). —BARROWSs, The Auk, l, N.o I; Jan. 1884, p. 26 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos; residente).— APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.o XXII, April 1894, p. 191 (sur del Uruguay). Diez ejemplares procedentes del Paraguay, Uruguay y Re- pública Argentina, que yo he examinado, concuerdan en tener dimensiones mayores que los del norte del Brasil, Guayanas sy 12 Ala, 81 -85 mm. (promedio en los 10 especímenes exa- minados: 83 mm.). Cola, 62-67 mm. (promedio: 65 mm.). Culmen expuesto, 39-43 mm. (promedio: 41 mm.). En los especímenes del Perú, la longitud del ala varía de 74 a 77 mm.; la de la cola es de 54 mum. Si las dimensiones mayores de los ejemplares del Paraguay, Uruguay y Argentina son siempre constantes (como parece), deberán ser separados como forma distinta, en cuyo caso el nombre que le corresponde sería: Chloroceryle americana viridis (VIEILLOT) (, Cf RibewaY, The Birds of North and Middle Amer. pt. VI, 1914, Pp. 423, nota. Esta especie ha sido observada en la isla. ] (1) Alcedo viridis VIEILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat., XIX, p. 413 (fundado sobre < Martín pescador verde obscuro». AZARA, Apunt. Hist. Nat. Paxaros del Para- -guay. etc., ili, 1805, p. 389, N.2 CCCCXXI. — Paraguay). 162 EL HORNERO IVA L 30, [Streptoceryle torquata cyanea (VIEILLOT). 2 (MATRACA ) [ Alcedo torguata LINNAEUS, Syst. Nat. ed. XII, 1, p. 180 (1766, México — fundada sobre «Le Martin Pécheur huppé du Mexique», BRISSON, Orn. IV, p. 518, pl. 41, fig. 1). ] Alcedo cyanea VIEILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat.,, XIX, p. 401 (1818 fundada sobre «Martín pescador celeste» AzaRa, Apunt., 1II, . 1805, p. 383, N.? CCCCXVIL. — 4 jov.— Paraguay) descr. orig. Ceryle torquata LEE, The Ibis, third ser., voi. 111, No X, April 1873, p. 133 (Gualeguaychú). — BARROWS, The Auk, IL, N.“ I, Jan. 18€4, p. 26 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos). — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.” XXII, April 1894, p. 190 (Arroyo Grande; Santa Elena; Sauce, Rep. Uruguay). Según BANGS y PENARD (%, los ejemplares adultos de Mé- jico (típicos), tienen siempre las tapadas de la cola sin man- chas, mientras que en los del Paraguay hasta Panamá, siem- pre se observan barras o manchas apizarradas sobre las tapa= das inferiores de la cola y del ala. Los ejemplares que he examinado, procedentes de la República Argentina, concuerdan en este último carácter. Esta especie ha sido observada en la isla de Martín García. ] Familia Caprimulgidae (Dormilones) 31. Hydropsalis furcifer (VIEILLOT). (ATAJACAMINO) Caprimulgus furcifer VIEILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat., X, p. 242 (1817 — fundado subre «Ibiyaú cola de tixera» AZARA, Apunt, II, 1805, p. 536, N.. CCCIX — Paraguay) descr. orig. Hydropsalis torquata (nec Capriímulgus torquatus GGMELIN) LEE, The Ibis, third ser., vol. III, No X, April 1873, p. 134 (Gualeguaychú, Entre Ríos). Hydropsalis furcifera BARROWS, The Auk, vol. I, N.* 1, Jan. 1884, p. 24. (Concepción del Uruguay, Entre Ríos; en verano). — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.? XXII, April 1894, p. 188, pl. V, fig. 5» huevo (Arroyo Grande y Sauce, Rep. Uruguay — en Dic. y Marzo). N.! 8965 ». A jov. Isla de Martín García, Dic. 30, 1916 — ANTONIO POZZI. (1) Banss and PENARD, Bull. Mus. Comp. Zool. Harvard College, vol. LXII. N.0 2, April 1918, p. 53. 1918] R. Dabbene: Colección de aves de Martín García 163 Las plumas laterales de la cola no están aún desarrolla- das, y el collar nucal es poco acentuado. Familin Trochilidae (Picaflores ) 32. Hylocharis ruficollis ruficollis (VieErLLor). (PICAFLOR VERDE DORADO) Trochilus ruficollis VIBLLLOT, Nouv. Dict. d' Hist, Nat., VII, p. 362 (1817 — fundado sobre «Picaflor pecho de canela» AZARA, Apunt., 106 0D ¿0 OR NO AUOXE, = e y «Picaflor cola de topacio» AZARA, IPS IN ACONCIS $ ad — Paraguay) descr. orig. N.” 2965 s. $ casi adulto. Isla de Martín García, Enero IT, 1917.— ANTONIO Pozzi. 33. Chlorostilbon aureoventris egregius HEINE. (PICAFLOR ) [Ornismya aureo-venlris LAFRESNAYE et D'ORBIGNY, Syn. Avium, Il, in Mag. Zool., VIII, el. IL, p. 28 (1838 — Moxo y Cochabamba, Bo- livia) ]. Chlorostilbon egregíus HEINE, Journ. fúr Ornith., XI Jahrg., N.” 63, Mai 1263, p. 197 (1863 — Brasilia meridionali, Zaguara) descr. orig. Chlorostilbon splendidus BARROWS, The Auk, I, N.o 1, Jan. 1884, p. 22 (Con- cepción del Uruguay, Entre Ríos; en verano).— APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N. XXII, April 1894, p. 185 (Sauta Elena, Rep. Uruguay — fin de Octubre, Nov., Ener., Febr.). N.o. 8965 £. 4 ad. Isla Martín García, Dic. 5, 1916. — ANTONIO POZZI. N.0 8965 22. a ad. Isla Martín García, Dic. 20, 1916.—ANTONIO PoOzz1. Ala 50-51 mm.; cola 331/, mm.; culmen expuesto 19 mn. Estos ejemplares tienen el abdomen y los flancos de un verde esmeralda brillante y sólo con débil reflejo dorado, dis- tinguiéndose a primera vista de los ejemplares típicos, CAL. ar- reoventris aureoventris (LAFR. et D'ORB.) de Bolivia y del norte y centro de la República Argentina, en los cuales aquellas partes tienen un brillo dorado bien distinto. Comparados con un ejemplar de C//. Pucherant (BOURC.) de Sáo Paulo (Brasil), no he podido encontrar ninguna dife- rencia en el color o en las dimensiones. 164 EL HORNERO Vol 34. Heliomaster furcifer (SHaw). (PICAFLOR COLA DE TIJERA) Trochilus furcifer SHaw, Gen. Zool., VIII, p. 280 (1811 — Paraguay) descr. orig. Heliomaster furcifer BARROWS, The Auk, I, N.” I, Jan. 1884, p. 21 (Concep- ción del Uruguay, Entre Ríos — en Septiembre; nidifica en Nov. y ADIC:) Calliperidia furcifera APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.2 XXII, April 1894, p. 185 (Uruguay). N.? Sy65 7. > ad. Isla Martín García, Enero 9, 1917.—ANTONIO POZZI. ORDEN COCCYGES Familia Cuculidae (Pirinchos, críspines, etc.) 35. Coccyzus melacoryphus (VIEILLOT). (CRISPIN O COLCOL) Coccyzus melacoryphus VIEILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat., VIII, p. 271 (1817 —fundado sobre «Coucou» (1) AZARA, Apunt., II, 180s, p. 365, N.o CCLXVIL— Paraguay) descr. orig. Coccyzus minor (nec Cuculus minor GMELIN) HARTLAUB, Syst. Index zu Azara, 1847, P. 17- Coccyzus melanocoryphus BARROWS, The Auk, I, N.2 1, Jan. 1884, p. 28 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos —de Nov. a Febr.). N.0 8965 e ad. Isla Martín García, Dic. 21, 1916. — ANTONIO Pozzi. Pico negro enteramente, con excepción de una pequeña mancha amarillenta en la parte inferior de la mandíbula, cerca de la base. Las extremidades de las rectrices medianas no son blancas. N.” 8965 x. $ jov. en cambio de plumas. Isla Martín García, Enero $, 1917. —ANTONIO PoOzZzI. e Iris castaño. Pico negro. 36. Micrococecyx (* cinereus (VIBEILLOT) RIDGWAY. (CRISPIN) Coccyzus cinereus VIEILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat. VIII, p. 272 (1817 = (1) SHELLEY, Cat. Birds Brit. Mus., XIX, p. 307; RIDGwWaY, Birds North and Midd- Awmer., pt. VII, 1916, p. 37 y casi todos los autores extranjeros han identlficado erró- neamente el Coccyzus melacoryóhus (VIEILL.) con el Ceniciento de AzaRa (Apunt., ÍI, p. 368, N.o CCLXVIII, mientras que éste debe referirse a la especie Micrococcyx cinereus (VIEÍ= LLOT) como lo ha indicado HARTLAUB (Syst. Index zu Azara, p. 17). (2) JMicrococcyx RIDGWaY, Proc. Biol, Soc. Wash., XXV, May 4, 1912, p. 99; tipo Coceyzus pumilus STRICKLAND. sn 1918] Ri. Dabbene: Colección de aves de Martín García 165 fundado sobre «Ceniciento» AZARA, Apunt, II, 1805, p. 368 N.” CCLXVIIL — San Zenacio, Paraguay) descr. orig. Coccyzus cinereus HARTLAUB, Syst. Index zu AZARA, 1847, p. 17. Cuccyaws cirsreus BARROWs, The Auk, I, N.? I. Jan. 1884, p. 28 (Con- cepción del Uruguay, Entre Ríos — en Enero). Coccyzus pumilus (nec STRICELAND) BARROWS, l. c. p. 28 (= joven) N.o 8965 y. Q jov. Isla de Martín García, Dic. 21, 1916.— ANTONIO Pozzt. Iris granate, pico negro. Todas las rectrices tienen una estrecha faja blanca en la extremidad. La garganta y el pecho son de un gris blanquizco, con un ligero baño de rojizo. HARTERT (Nov. Zool. 1909, p. 232), citando esta especie añade: «Les ornithologistes argentins ont quelquefois confondu les jeunes de C. cimereus avee le C. punatlus». Hubiera sido más exacto haber dicho que, habiendo algunos autores erró- neamente identificado algunos ejemplares jóvenes de C. cine” reus de la Argentina por C. pumzlus, los naturalistas argen- tinos han aceptado la cita de esta última especie indicada en la Arg. Orn. 11, p. 39, y en 4Auk, 1884, p. 28 y la incluveron también en sus listas de aves argentinas. Aprovecho la ocasión para observar también que los espe- cimenes de Coccyzus americanas (LinN., de la Argentina que he examinado y que algunos autores atribuyen a la forma C. ame- ricanas Euler? () Cab. o C. americanus julieni (2 LAWR., no se diferencian absolutamente ni en coloración ni en las dimen- siones de otros de C. americanus de la América del Norte existentes en la colección del Museo Nacional de Hist. Nat. de Buenos Aires. 37. Guira guira (GMELIN). (PIRINCHO ) [Cuculus] guira GMELIN, Syst. Nat., I, p. 414 (1788.—«Habitat in Brasileae silvis») descr. orig. Guira piririgua BARROWS, The Auk I, N.? I, Jan. 1884, p. 26 (Concepción dei Uruguay, Entre Ríos; residente). —APLIN, The Ibis, sixth (1) BRABOURNE and CHUBB, Birds of south America, l, 1912, P. I5I. (2) RibGwaY, Bi-ds of North and Middle Amer., pt. VI, 1916, P. 19, 20, 21. 166 EL HORNERO NRO LI ser. vol. VI, N.o XXIL, April 1894, p. 191 (Uruguay — en Oct. y Nov.). No *865 z a ad. Isla Martín García, Dic 5, 1916. ANTuNIO POZZI. ORDEN PICIFORMES Familia Picidae (Carpinteros) 38. Soroplex (? campestroides (MALHERBE) RIDGWAY (CARPINTERO PECHO AMARILLO) Geopicos campestroídes MALHERBE, Rev. et Mag. Zool , p. 541 (1849 — Sud du Brésil) descr. orig. Colaptes campestroides BRABOURNE and CHuBB, Birds South Amer. l, 1912, p. 163. Colaptes agricola EE, The Ibis, third ser., vol. 111, N.2 X, April 1873, p. 134 (Gualeguaychú, Entre Ríos) —BarRROWs, The Auk, L, N.* 1, Jan 1884, p. 25 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos; residente).— APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N." XXII, April 1894, p. 189, pl. Y, fig. 6, huevo (Santa Adelaida y Santa Elena, sur del Uruguay —en Oct. y Nov.). N.0 8965 a”. a No enteramente adulto. Isla Martín García, Dic. 6, 1916 -— ANTONIO POZZI. N.! 2965 5” Se Isla Martín García, Dic. 20, 1916.— ANTONIO POZzz1. Los dos ejemplares están en cambio de plumaje. 39. [Dyctiopicus (? mixtus mixtus (BODDAERT). (CARPINTERO CHICO) Picus mixtus BODDAERT, Tabl. Pl. Enl., p. 47 (1783 — Paraguay) descr. orig. Picus mixtus BARROWs. The Auk, I, N.o I, Jan 1884, p. 25 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos; residente), Observado en la isla]. (1) Sorrólex GLOGER, Hani-und Hilísbuch der Naturg., 1842, p. 198. Tip> PLitms campestris VIEIL' OT. Cf. RIDGWaY, The Birds oí North and Middle Amer. pt. VI, I9'4, p- 7- A % (2) Dyctiopicus BONAPARTE, At=neo italiano, II, 1851, p. 123 Tipo fijado por GRAY, 1855: Picus bicolor GMELIN = Picus mixfus BODDAERTF. Cf. Riboway, Birds North and Middle Amer., pt. VI, 1914, p II. 1918] R' Dabbene: Colección de aves de Martín García 167 ORDEN PASSERIFORMES (PAJAROS) Familia Dendrocolaptidae (Horneros, camineras, etc.) 40. [Furnarius rufus rufus (GMELIN). (HORNERO) Merops rufus GMELIN, Sys. Nat., I, p. 465 (1788 —in Bonaris) descr. orig. ; Furnarius rufus APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.* XXII, April 1894, p. 18£ (Uruguay —en Marzo, Abril y Nov.). Observado en la isla]. 41. Phloeocryptes melanops melanops (VIEILLOT). Sylvia melanops VIELLLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat., XI, p. 232, (1817= + fundada sobre «Escapulario chorreado» AZARA, Apunt., II, 1805, p. 260, N.” CCXXXII -- Paraguay) descr. orig. Phloeocryptes melanops APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N o XXII, April 1894, p. 182 (Uruguay — en Dic.; huevos). N/ S965 c”. 5 ad. Isla Martín García, Dic. 22, 1916. — ANTONIO Pozzr. 42. Synallaxis Spixi SCLATER. Synallaxis spixt SCLATER, Proc. Zool. Soc. Lond. 1856, p. 98 (1856 — Brasil) descr. orig. Synallaxis spixi notíus OBERHOLSER, Proc. U. S. Nat. Mus. XXV, p. 60 “(19g02.— Conchitas, Buenos Aires). NAS 8965 ae > en cambio de plumaje. Isla de Martín García, Enero 9 1917.-—ANTONIO PoZzz1t. No encuentro diferencias entre este ejemplar y otros del Paraguay. 43. Anumbius anumbi (VIEILLOT). (LEÑATERO) Furnarius anumbi VIEILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat., XII, p. 117 (1817 —fundada sobre «Añumbi» AZARA, Apunt., II, 1805, p. 226, N.. COXXIT — Paraguay) descr. orig. Amumbius acuticaudatus BARROWS, Bull. Nutt. Orn. Club., VIII, 1883, p. 211 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos). — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N” XXIL, April 1894, p. 183 (Uruguay; resi- dente). 168 y LIL, LENOVO Vol. £ Anumbius anthoides LAFRESNAYE et D'ORBIGNY, Syn. Avium, II, in Mag. Zoc1. VIII, p. 17, 1838 (Corrientes, Rep. Argentina). — CHUBB, The Ibis, ninth ser., vol. IV., N.oo XV, July 1910, p. 528. N.? 8965 e'. 5 jov. Isla Martín García, Enero JO, 1917.—ANTONIO POZZI. N." 8965 7”. e jov. Isla Martín García, Enero 10, 1917. — ANTONIO POZZI. Estos dos ejemplares tienen las partes inferiores más claras que otros cazados en Ajó (Bs. Aires) en Marzo, y en La Plata en Junio. Otros especímenes del Paraguay son idénticos a estos últimos. Cf DABBEÑE, An. Mus. Nac. Buenos Aires, vol. XXITI, 1912, Pp. 310. 44. Phaceloscenus () striaticollis striaticollis (LArFRr. et D'ORB.) RIDGWAY. . Amumbius striaticollis LAFRESNAYE et D'ORBIGNY, Syn. Avium II, in Mag. Zool. VII, cl. IL, p. 18 (1838 — Buenos Aires) descr. orig. Phacellodomus ruber (nec Furnarius ruber VIEILLOT) BARROWS, Bull. Nutt. Orn Club, VIII, 1883, p. 210 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos). Cf. ALLEN, The Auk, 18%9, p. 269. Phacellodomus striaticollis APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.. XXII, April 1894, p. 183 (Uruguay; nidifica). N.* 8965 y” 5 ad. Isla Martín García, Enero 15, 1917. —ANTONIO POzZI. (Concluirá.) (1) Phaceloscenus RIDGWAY, Proc. Biol. Soc. Wash. XXII, April 17, 1909. p. 71, Tipo; Anumbius s'riaticollís lAFR. et D'ORB. Cf. RIiDGWaY, Birds North and Middle Amer, pt. V, 1911, p. 160. : NOCIONES SOBRE PREPARACIÓN Y CONSERVACIÓN DE AVES POR PEDRO SERIÉ La preparación y conservación de los cueros de aves exige, sin duda, algunos conocimientos previos, pero, sobre todo, mu- cha afición y bastante práctica. Para los coleccionistas, viajeros y cazadores, el conservar un 1918] P. Serié: Preparación y conservación de aves 169 cuero de ave interesante presenta a veces serias dificultades que no existen para otras piezas de historia natural. Así, será fácil coleccionar y conservar medianamente insectos, reptiles, peces y hasta mamíferos, pero tratándose de aves es creencia difundida que lo delicado y frágil de su piel exige una técnica especial y complicada, inaccesible para un novicio. Sin embargo, la preparación de las aves en la forma lla- mada «en cuero», de simple relleno (nature morte), es decir sin armar con alambres—lo que puede hacerse en cualquier mo- mento después con los mismos cueros —, como se usa en los museos y colecciones, por ser más fácil su estudio y por ocu- par menos sitio, es tarea abordable para todo el que quiera de- dicarse con algún empeño y esté dotado de un poco de pacien- cia y de perseverancia. Y, aun cuando lo más práctico y rápido para llegar al éxito sería el poder presenciar la manipulación efectuada por un operador avezado, lo esencial consistirá siem- pre en las aptitudes personales y en la práctica, que ayudará a vencer todas las dificultades y dará esa destreza o ese fou7 de man que se admira en los profesionales. Existen diversos manuales de taxidermia, entre los cuales algunos podrán dar indicaciones útiles, como los de RORET: VNaturaliste préparateur, 11 part.; MAINDRON: Le Vaturaliste ama- teur, guide pratique; G. Capus et G. BOHN: Guide du Natu- raliste Préparateur et du Voyageur Scientifique; HOEPLI — R. GESTRO: Vaturalista preparatore (Imbalsamatore); MANUEL LLOFRIN: Manual Práctico del Disecador de Anzmales y Plan- tas, y Otros; pero además de ser de adquisición difícil y en su mayoría escritos en idiomas extranjeros, son tratados generales tan detallados y difusos que con frecuencia desalientan al princi- piante en vez de ayudarle. Lo único publicado en el país en este sentido es el exce- lente librito del Dr. E. L. HoLMBERG: £l joven coleccionista de Historia Natural en la República Argentina, que dedica un corto capítulo (págs. 97 - 116) a la preparación de aves, pero este manual, editado en 1905 por el Ministerio de Instrucción Pública, no está en el comercio y sólo puede consultarse en al- gunas bibliotecas. Entre los proyectos formulados por la $. O. P. figura el de 170 EL HORNERO ¿Vol T editar un pequeño manual popular ilustrado, dedicado exclusi- vamente a las aves. Dado que los recursos de la sociedad no lo permiten todavía, he creído de utilidad, respondiendo al de- seo de varios socios del interior, reunir algunas indicaciones, y los dibujos adjuntos, hechos del natural por el Prof. CÁNDIDO VILLALOBOS, sobre el modo de preparar y conservar los cueros de aves. CONSERVACIÓN TRANSITORIA DE LAS AVES CON CARNE.—Pue- de haber interés en conservar un ave varios días, sea que no pueda prepararse en seguida, o sea para enviarla a un preparador lejano. En este caso, se hará una incisión en el abdomen, por la que se extraerá con cuidado la totalidad de las vísceras, tratando de no manchar las plumas, y colocando después en la cavidad algodón impregnado con aleunas votas de ácido fénico o de for- mol. El pico se llenará también del mis- mo modo. Así, se alejarán las moscas y se retardará la putrefacción unos días en verano y hasta una semana en invier- no. Si no se dispusiera de alguna de Y il estas sustancias desinfectantes, se podrá LAS espolvorear el interior con sal gruesa o Fig. 1. — Extracción . . y descarnado de las patas. ceniza, rellenando después completamen- te con algodón, o estopa, paja, papel, etc, a fin de evitar el derrame sobre las plumas de la sal li- cuada. En esta forma podrán enviarse a la S. O. P. los ejem- plares por el correo, como muestra sin valor los chicos, y por encomienda los mayores. En algunos casos, podrán también conservarse en alcohol las aves enteras, haciéndoles sólo una pequeña incisión en el abdomen; lo que permitirá estudiar su anatomía o extraer des- pués el cuero como a las frescas. Ciertas aves, como las acuáticas, zancudas y algunas rapa- ces, se descomponen rápidamente en el verano, siendo difícil salvarlas si no se extraen en seguida las vísceras; mientras que pS Y 1918] P. Serié: Preparación y conservación de aves 171 otras: trepadoras, palomas, y todos los pájaros en general sue- len conservarse frescos durante más tiempo. DATOS Y OBSERVACIONES.—Algunos datos son muy impor- tantes y deberán anotarse siempre en una etiqueta de tamaño adecuado, atada a la pata de cada ejemplar, como ser: nombre o nombres vulgares, lugar y fecha de captura, condiciones to- pográficas del terreno: montañas, altitud, llanura, bosques, ríos, lagunas, campos, etc.; sexo (el signo 4 para macho y Q para hembra); si no fuese posible reconocer el sexo por ser “muy joven el espécimen o por estrago de la herida, se dejará en la etiqueta un punto de interrogación. 51 es adulto o joven. El color del iris, del pico, de los tarsos, dedos, membranas y par- tes no emplumadas. Nombre del : colector. Las medidas no son indispensables, pues las funda- mentales en clasificación son las del pico y del ala, que no varían. Otros datos complementarios y de utilidad para el estudio de las costumbres de las aves, que deberían anotarse en lo posible, Fig. 2. — Extracción del tronco. son los siguientes: si el ave es común o rara; de paso o permanente en la región; si anda sola, en pareja o en bandadas; sitios que frecuenta; contenido del estómago; nidificación: su composición y ubicación; huevos: número, color, forma y dimensiones; pichones, etc. PREPARACIÓN DE LAS PIELES. Limpieza previa.—S1 el ejem- plar ha sido recién cazado, se dejará enfriar antes de empezar, a fin de que la. sangre no se derrame sobre las plumas, tapando con algodón el interior del pico, las fosas nasales, la cloaca y las heridas que tuviese; precauciones cuya utilidad se advertirá si se llegase a omitirlas al preparar aleunos carpinteros, cuya sali- va viscosa es muy difícil de contener y limpiar. Si el plumaje ha sido manchado de sangre, barro, etc., será previamente limpiado y lavado mediante alguno de estos líquidos que se pasará con un trapito, esponja fina, o cepillo blando: vinagre, alcohol, 170 EL HORNERO Vol. bencina, amoníaco con agua, etc, aunque lo más eficaz será siempre usar agua y jabón, lavando ampliamente la región manchada, con una esponja, hasta que desaparezca todo vestigio de sangre, absorbiendo después el agua com la esponja seca, antes “de recurrir al yeso o al aserrín fino, que se echará sobre la parte lavada, renovándolo y batiendo con el cepillo hasta que las plumas estén bien secas y recuperen su estado primitivo. Cuando sean aves de plumaje oscuro, negro, de matices vi- vos o con reflejos, no se usará el yeso para secar las plumas ni durante la extracción de la piel, sino el aserrín que tiene menos adherencia y no altera el brillo. Las aves de plumaje blanco (cisnes, gaviotas, garzas) o de colores vistosos (fla- mencos, espátulas) ofrecen alguna difi- cultad para la limpie- za perfecta, especial- mente si ésta no se efectúa en el día de la captura, estando la a sangre aún fresca. Utiles e ingredien- tes. —Se reducen a los siguientes: Tijeras de varias dimensio- nes, algunos escalpelos o bisturíes, varias pinzas de disección (de puntas finas y planas), hilo, agujas, algodón, estopa, aserrín o yeso, varios pinceles, cepillo fino, esponja y jabón arsenical o cualquier otro preservativo. Existen varias fórmulas para la preparación del jabón o pasta arsenical. El más usual y relativamente menos peligroso, que emplea el Museo de París es el siguiente, llamado de Bé- coeur: Arsénico blanco en polvo, 1 kilo; sal de tártaro, 375 gramos; alcanfor, 153 gramos; jabón blanco, 1 kilo; cal en polvo, 250 gramos. Se corta y disuelve el jabón, calentando con poca agua, agregando después la sal, sin dejar de mover con una espátula, y se agrega sucesivamente la cal y el arsé- nico, hasta derretir el todo. El alcantor se añade después de enfriarse la preparación. Para los viajes se puede llevar la pasta concentrada, sólida, is 1918] P. Serié: Preparación y comservación de aves 173 disolviendo un poco con agua, cada vez que sea necesario usarla. Extracción de la prel.—El sitio y extensión del corte, o inci- sión inicial, por la que se empieza a desprender la piel es in- diferente y variable según cada operador, tanto más que si se cose al terminar quedará disimulada por las plumas. El corte más usual, por ser menos visible después, es el que abarca el abdomen longitudinalmente, desde el esternón hasta cerca de la cloaca; pero para ciertas aves acuáticas de plumaje tupido y vistoso en el pecho (pingúines, macaes, etc.), se suele abrir so- bre el dorso entre las alas, o también debajo de un ala. Una vez hecha la incisión se levan- tará el borde de la piel con una pin- za fina, haciendo presión con un bisturí o una pequeña espátula sobre la car- ne para desprenderla, hasta descubrir los muslos internos y la articulación del fémur con la tibia que se cortará con las tijeras, dejando adherida al cuero la tibia despojada de sus músculos y ten- dones, haciendo correr la piel hasta cerca del tarso (fig. 1.) —Para los ejemplares grandes es necesario además extraer des- pués los tendones del tarso por una aber- tura exterior cerca del talón. — Durante esta operación y las siguientes se usará a menudo yeso O ase- rrín para absorber la sangre, grasa y otros líquidos. Después de terminar la limpieza de ambas tibias, se apoyará el cuerpo del ave sobre el pecho, doblando la cola hacia atras, sujetada ésta entre el pulgar y el índice izquierdo a fin de buscar el coccis que se cortará en el centro con las tijeras, usando después el bisturí para descubrir la piel que se irá desprendiendo del dorso con más o menos facilidad según los ejemplares. En los pájaros tiene poca adherencia y se desliza bajo la presión de los dedos, mientras que en las palomas, algunas rapaces y otras, hay que usar el bisturí con precaución. Despegada la piel hasta la mitad del dorso (fig. 2), se se- guirá con la del pecho, mediante suaves presiones con los dedos, Fig.4.—La piel invertida mos- trando los miembros y el cráneo enteramente descar- nados. 174 EL TORNEOS [Vol. 1 tratando de no desgarráarla al descubrir la carena del esternón. Al aparecer la base del cuello se seccionará éste, así como la articulación del húmero con el coracoides, quedando entonces el tronco libre de sus extremidades. Alas.—Para éstas se procederá lo mismo que para las tibias, desprendiendo suavemente la piel con el bisturí o las uñas, a lo largo del húmero, hasta descubrir el radio y el cúbito cuyos tendones serán extraídos. En los individuos grandes, si no se desprenden enteramente las raíces de las rémiges secundarias adheridas al cúbito habrá que hacer una incisión exteriormente, debajo del ala, entre el radio y el cúbito, por donde se sacará el resto de los músculos, rellenando después con algodón. En algunos, habrá que practicar una segunda in- cisión entre los huesos metacarpianos, con el mismo fin. Estos cortes quedarán disimulados por el ala. cerrada, siendo innecesario coserlos. Cola.—En la cola deben quedar adheridas las últimas vértebras que sostienen las plumas rectrices. Se limpiarán con cuidado sii desprender las raíces de las plumas y sin omitir de extraer las glándulas aceitosas de la rabadilla, muy abultadas en las aves acuáticas. Durante estas operaciones se usará ampliamente yeso O ase- e ioarderecho, Trín para absorber la grasa y la sangre y evi- listo para relle- tar su contacto con las plumas; especialmente para las aves de grasa abundante, la que habrá que eliminar raspando con el bisturí y las uñas, o exprimiendo com los dedos. Cabeza.—Como para las alas y las patas, hay que invertir la piel del cuello como un guante al revés y limpiar el cráneo por dentro. La piel se desprende fácilmente mediante ligeras presio- nes de las uñas, pero se evitará de tirar fuertemente sobre la misma a fin de no desgarrarla o distenderla. Al llegar al occi- pital puede haber dificultades para descubrir y hacer pasar el cráneo, en ciertas aves de cuello angosto y de cabeza ancha, como los carpinteros, flamencos, cisnes, patos, gallaretas, guaca- mayos, chajaes, pavos reales, etc. En este caso se seccionará el 1918] P. Serié: Preparación y conservación de aves ES cuello cerca del occipital y se dará vuelta a la cabeza debiendo limpiarse el cráneo por fuera, sacándolo por una abertura ade- cuada que se hará exteriormente sobre el occipital hacia el cuello, incisión que después de cosida quedará disimulada por las plu- mas, Pero en la mayoría de las aves, la piel elástica del cuello invertido, permite, con más o menos facilidad, mediante presiones circulares con los dedos, el paso del cráneo. Al descubrir total- mente éste, despegando la piel hasta la base del pico (fig. 3), debe procederse con cuidado, especialmente al arrancar las bol- sas auditivas y al cortar la tela que cubre los ojos, a fin de no deteriorar los párpados. Se limpiará después todo el cráneo, arrancando los globos oculares enteros, la lengua, tráquea, esó- fago, y el encéfalo con una pequeña cureta oO espátula, por la abertu- ra occipital ensancha- da. Además, toda la parte carnosa de las ór- bitas y del paladar, que coa o con su taja y etiqueta jeras, usando siempre después yeso o aserrín. EMPLEO DEL PRESERVATIVO.—Una vez terminada la limpie- za del cráneo, se le pasará en toda la superficie y cavidades una capa de jabón arsenical semi líquido, rellenando después con algodones las órbitas, el cráneo y el hueco del paladar, extendiendo después el jabón abundantemente en todas las demás partes de la piel (que ofrecerá el aspecto de la fig. 4), empezando por la del cuello, alas, cuerpo, piernas y cola. A fin de no manchar las plumas con el jabón se aplicará en las partes untadas una ligera capa de algodón. Inversión de la piel. —Se procederá a volver la piel, cu- briendo otra vez el cráneo, tirando suavemente del pico cuando asoma éste entre las plumas (para las aves de pico muy corto deberá pasarse antes un hilo suelto en el pico, el que facili- tará esta operación), haciendo suaves presiones con las uñas sobre los pliegues que forma la piel encima del cráneo, hasta sacarlo completamente. Después, con las pinzas finas, o una 176 EL HORNERO IVA aguja, se arreglarán y alisarán las-plumas, devolviendo a la cabeza su aspecto normal. El algodón de las órbitas, sacado en parte, mantendrá los párpados abiertos. Las alas se darán vuelta en la misma forma, disponiendo las rémiges secundarias según su estado primitivo. Los huesos de las patas (tibias) se envolverán con un poco de algodón a objeto de substituir la carne extraída, después de pasar el preservativo. La piel, vuelta al derecho, y lista para ser rellenada, quedará después comio sala a 5 ES Relleno de la prel.—Cuando haya que pro- GE ceder rápidamente, como en viaje, o debiendo salvar muchos ejemplares y careciendo de comodidades, se hará un relleno sumario, 1m- troduciendo con la pinza o con una varilla, un poco de algodón en el interior del pes- cuezo y otro poco en el cuerpo, y sin coser- lo, se pondrá el cuero en un cartucho de papel algo resistente con el cuello y las patas alvo encogidas, las alas simétricas y las plu- mas alisadas, revisándolo en lo posible hasta que esté completamente seco y rígido. Si se trabaja en un lugar estable, se re- LES llenará el cuero con mayor cuidado, hasta Fig. 7. — Modo de dis. Jarle la forma natural, algo más abultada Does de cuello lares. teniendo en cuenta la reducción que produce la desecación y cosiendo después la incisión del abdomen. Las alas se colocarán en su posición normal, sujetadas al cuerpo con un alfiler o una tira de papel, las patas (tibias) recogidas, los tarsos aproximados y atados, el pescuezo retraído y el pico cerrado con un alfiler (fig.*6). A fin de au- mentar la rigidez y resistencia del cuero, puede introducirse y dejarse en el cuello, en medio del algodón, un trozo de alambre o de madera, cuyo extremo llegará hasta la cola. Las aves chicas podrán rellenarse con algodón o estopa fina, y las gran- des con estopa gruesa, virutas, paja, pasto, papel, etc., y las de cuello largo podrán disponerse en la forma que indica la fig. 7. Las de copete se dejarán secar con la cabeza ladeada; y las demás con la cabeza derecha. El dorso conservará una lp. 1918] P. Serté: Preparación y conservación de aves 177) forma más natural, convexa, si se dejan secar los ejemplares encima de un lecho de algodón, o de aserrín, revisándolos durante dos o tres días. Los cueros secos se conservarán en cajas, resguardados de la luz y de los roedores, con naftalina en el fondo y en un recipiente un poco de ácido fénico, contra la humedad. Ade- más, será conveniente orearlos de vez en cuando, y pasar en- cima del pico y de las patas, que a veces son atacados por ciertos parásitos, una pincelada de bicloruro de mercurio o de arseniato de soda en solución. Otras indicaciones. —Se tratará de proceder con rapidez en las diversas manipulaciones, y de no manosear la piel en demasía, la que se seca en seguida con el calor, suelta las plumas, y no deja paso al cráneo. Debe adquirirse el hábito de usar sólo el pulgar y el índice; y cuando se seca el.cuero se humede- cerá con una esponja. Las roturas de la piel se coserán por el lado interno, así como las bolsas de los oídos cuando se desgarren. Para los ejemplares grandes, podrá ser útil atar por dentro entre sí, a la distancia normal, los huesos de las alas en los codos, a fin de evitar una excesiva separación al rellenar. Se mantendrá el pescuezo más bien corto y no muy abul- tado, así como las alas en su lugar con las puntas a la misma distancia; las patas algo encogidas, y en cuanto a la forma y al arreglo de las plumas debe observarse e imitarse en lo posible los ejemplares frescos. Un cuero bien preparado, puede armarse fácilmente con alambre, después de ablandarse, bastando para ello algunas indicaciones complementarias que se encontrarán en cualquier manual de taxidermia. 178 EL HORNERO IE VAQUAEA NOTAS DESCRIPCIÓN DE DOS FORMAS DE AVES APARENTEMENTE NUEVAS PROCEDENTES DEL N. W. DE LA REPÚBLICA ARGENTINA Revisando las colecciones de aves ingresadas en el Museo: Nacional de Historia Natural, durante estos últimos años, he tenido la ocasión de observar varios ejemplares pertenecientes a los géneros Penelope y Spínus, los cuales representan formas, al parecer, nuevas para la ciencia (1). Son las siguientes: 1. Penelope nigrifrons sp. n. Caracteres distintivos de la especie.—Intermediaria entre Pe- nelope speciosa TobD (?) y Penelope Sclatera GRAY, de las que difiere por la presencia de una estrecha faja negra que ocupa * la parte inferior de la trente, prolongándose hasta arriba de los ajos, y por la coloración más uniforme y casi sin contraste de las partes inferiores y superiores del cuerpo. Con respecto a este último carácter, la nueva especie di- tiere de Penelope speciosa por tener los lados y la parte infe- rior del pecho y superior del abdomen del mismo color oliváceo parduzco de la parte emplumada del cuello y superior del pecho. La región inferior del abdomen, las subcaudales, los flancos y rabadilla son casi de ese mismo color y sólo tienen un ligero baño de pardo acanelado, mientras que en 2, speciosa esas partes son bermejas o rojizo ferrugíneas, y este color se extiende casi hasta la parte superior del pecho. En Penelope Sclaterí GRAY el abdomen, el dorso superiormente y la raba- dilla son canela rojizos, y además las dimensiones son apre- ciablemente menores. Descripción.—Nuca, cuello, parte superior del dorso, escapu- (1) La descripción de estas nuevas especies apareció en la revista PA4ysís, t. 1V, PÁgS. 102-106 (Ig14). () Proc. Bi-l. See. Wash., XXVII, April 1915, p. 82. Tipo: Río Suruta, prov. del Sara, Bolivia; J. STEINBACH in colección Carnegie Museun, 1918] Votas 179 lares, cobijas del ala, pecho y parte superior del abdomen de un oliváceo parduzco con ligeros reflejos verdosos bronceados especialimente en la parte superior del cuerpo. Cada pluma de esas partes, con excepción de las de la nuca y de la parte posterior del cuello, tienen ambos lados más o menos ancha- mente ribeteados de blanco. Dorso inferior, rabadilla, crissum, subcaudales, parte inferior del abdomen, flancos y muslos de un parduzco acanelado uniforme. Esta coloración va insensi- blemente confundiéndose con el tinte oliváceo parduzco de lo restante de la parte inferior del cuerpo, sin presentar un con- traste muy aparente en el tono de la coloración general. Una faja negra de unos seis milímetros de ancho ocupa la frente directamente sobre el pico, mientras que en les costados va estrechándose y limita superiormente la parte desnuda situada entre el pico y el ojo, para continuar en forma de una línea superciliar muy angosta y de color negro parduzco hasta la región auricular. Las demás plumas de la frente y las que siguen como faja a los lados de la cabeza sobre la línea su- perciliar indicada son de un gris plateado y sólo tienen una angosta línea negruzca a lo largo del mástil. Las plumas de la corona son parduzco oliváceas, con borde ceniciento claro y un espacio emplumado que ocupa la parte mediana de la gar- ganta y la barba es negro parduzco uniforme. La faja sobre las metillas varía de gris a parduzco, y las auriculares son negro parduzcas. Remiges primarias y rectrices laterales negro parduzcas, con ligero lustre verdoso bronceado; las secundarias y retrices medianas olivácea parduzcas con lustre bronceado. Tarsos amarillento blanquecinos, emplumados en casi todo el tercio superior; pico parduzco, partes desnudas del cuello car- mesí. Iris pardo. Sexos similares, la hembra de dimensiones algo menores. 4 ala, 290-300 mm.; cola, 31o mm.; tarsos, 63 mm.; dedo medio sin uña, 56 mm. Tipo, 4 ad. Cerro de Calilegua, Ledesma, prov. de Jujuy, alt. 2300 m., Agosto 10, 1917. EMILIO BUDIN, in colección del Museo Nacional de Historia Natural, N.” 9415 2. Especímenes examinados: 3 (1 do 2 CIS Distribución geográfica.—Región N. W. de la República Ar- gentina. Prov. Jujuy. 180 EL HORNERO NAL, 1 Esta pava de monte representa probablemente una forma meridional de Penelope Sclaterí GRAY, o tal vez de Penelope speciosa Tobb. De esta última especie, el Museo Nacional posee dos viejos ejemplares procedentes de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia (colección San Martín), y otro recientemente adquirido, procedente de Buenavista, provincia del Sara, Bolivia (colec- ción J. STEINBACH), y por consiguiente de la misma localidad del tipo de la especie. Los dos ejemplares de Santa Cruz de la Sierra son los mis- mos que BURMEISTER ha citado con el nombre de Penelope bo- liviana [= jacquasú SPIXx] en los Proc. Zool. Soc. London, 1871, P. 7OI y que SCLATER, en una nota al pie de la misma página supuso pertenecer a Penelope Sclateri GRAY. De la primera especie difieren por tener la faja emplumada de la mejilla gris en vez de pardo obscuro uniforme, y de la segunda por las dimensiones mucho mayores y además por el tono de la coloración general. Las dos citaciones arriba indicadas deben entonces entrar en la sinonimia de Penelope speciosa TODD. También en la colección del Museo Nacional existen dos ejemplares (4 y Q) de una especie de Penelope cazados en San Pedro de Colalao, prov. de Tucumán, en Septiembre de 1898, por el Dr. FELIPE SILVESTRI, los cuales no me ha sido posible referir a ninguna especie conocida. En los caracteres gvenerales concuerdan con los ejemplares de Penelope obscura Bridgesí GRAY, que habita también dicha provincia, pero di- fieren en la coloración general de las partes inferiores del cuerpo, las que son de un pardo rojizo en vez de pardo cho- colate. También las dimensiones de los ejemplares citados son mayores que las de Penelope obscura Bridgesí, midiendo el ala 350 mm. y la cola 360 mm. Las especies del género Penelope señaladas hasta ahora entre los límites del territorio argentino son las siguientes: 1. Penelope obscura obscura T'EMM. Penelope obscura TEMMINCK, Hist. Nat. Pig. et Gall., 111, pp. 68, 693 (1815 —ex AZARA et ILLIGER: Paraguay). Distrib. en la República Argentína.—Ríio Pilcomayo —G. KERR; Mocovi, Chaco Austral — S. VENTURI; islas del Uruguay— W. B. BARROWS. Ñ 3 MA A O 1918] 7 Notas 181 2. Penelope obscura Bridgesí GRAY. Penelope Bridgesi GRAY, Proc. Lool. Soc. Lond. 1860, p. 270 (1860 — Bolivia). Distrib. en la República Argentina — Tucumán: Tafí —S. VEN- TURI; San Pablo — L. DiweLL1I; Villa Nougués y Ñorco — L. DINELLI; Vipos — P. GIRARD, Salta: Orán — F. M. Ro- DRÍGUEZ. 3. Penelope superciliaris 'TEMM. Penelope superciliaris TEMMINCE, Hist. Nat. Pig. et Gall., 111, p. 72, (1815 — Brési!). Distrib. en la República Argentina.—Misiones: Bompland — P. JÓRGENSEN; Santa Ana— F. M. RODRÍGUEZ. 4. Penelope nigrifrons sp. n. Distrib, N. W. República Argentina.—Cerro de Calilegua, pro- vincia de Jujuy — E. BUDIN. 2. Spinus ictericus magnirostris subsp. nov. Caracteres subespecíficos.—Ditiere de Spinus ictericus tcteri- cus (LicHT.) del sur del Brasil, Paraguay y de la República Argentina, por sus dimensiones algo mayores y por el' pico mucho más grueso y robusto. Además la coloración gYeneral de las partes superiores es algo más obscura. Ala, 76-79 mm.; cola, 52-53 mm.; tarso, 16-18 mm.; culmen (expuesto) 12-14 mum.; altura del pico al nivel de los respirade- ros, 9 1/2- 10 mm.; ancho en el mismo punto, $ mm. El pico en los ejemplares de Spinus 1ctericus (L1CHT.) que he observado, tiene las dimensiones siguientes: Culmen (expuesto), 9-10; altura al nivel de las ventanas nasales, 6-7; ancho en el mismo punto, 6 mm. El largo del ala en la especie típica varía de 70-74 mm. Tipo 4 ad. Sierra del Cajón, Salta, alt. ¿000 m. Enero 12, 1914. —D. RODRÍGUEZ, in colecc. Mus. Nac., Buenos Aires, N.? 8502 4. Especímenes examinados: 4, de las procedencias siguientes: a) 4 ad. Sierra del Cajón, Salta N. W. Argentina, altura 4000 m.—D. RODRÍGUEZ. Tipo de la especie. 0) Q ad. Sierra del Cajón, Salta, alt. ¿000 m., Enero 12, 1914.—D. RODRÍGUEZ. 182 EL HORNERO VAT c) Q ad. Laguna Blanca, Catamarca, N. W. Argentina, alt. 3200 m., Octubre 9, 1917.—J. MOGENSEN, in colecc. STEWART SHIPTON, Concepción, Tu- cumán. ad) Y ad. Laguna Blanca, Catamarca, alt. 3200 m. Octu- bre 10, 1917—J. MOGENSEN, in colecc, STE- WART SHIPTON. Probablemente es esta una forma localizada en la región montañosa del N. W de la República Argentina y a una al- tura entre 3000 y 4000 Mm. ROBERTO DABBENE. MELANISMO TEMPORARIO DE LA PALOMITA COLUMBINA PICUT (TeEmMM.) He tenido siempre una marcada simpatía por las torcacitas, esas graciosas avecillas que constituyen uno de los mejores adornos de nuestros jardines, parques y montes. En el Bosque de La Plata abunda, y abundaba mucho más en épocas ante- riores cuando su área ocupaba una superficie décupla de la actual; debiendo atravesar cada día, y a menudo varias veces, ese bosque para ir a la Facultad de Agronomía y Veterinaria, con frecuencia, especialmente en primavera y en particular después de algún fuerte temporal, hallaba pichones de esta ave, caídos de los nidos, que llevaba a casa y criaba con la mayor facilidad; esos animalitos, especialmente si eran captu- rados muy jóvenes, se amansaban de un modo admirable y se volvían tan familiares y cariñosos para conmigo, que se acostumbraban a seguirme y todas las veces que me aproxi- maba a ellos demostraban su placer de verme haciendo tem- blar levemente sus alas cerradas y emitiendo una especie de corto y apagado gemido. Su alimentación fué siempre de sólo alpiste (Phalaris canariensis), y puedo decir exclusiva, pues muy pocas aceptaron el arroz crudo, rechazando constantemente el cocido o las migas de pan; soltadas con las alas cortadas en el jardín, entonces buscaban con afán semillas de grami- nácea, de caapiki (¿Stellarza media) y de otras pequeñas cario- filáceas y compositáceas, y además tragaban con verdadera 1915] Notas 183 fruición terroncitos de tierra, fragmentos de conchillas y ma- teriales calizos caídos de las paredes. En las jaulas mismas, cuando éstas se suspendían de algún clavo, siempre que pu- dieran alcanzar, picoteaban los revoques. En primavera no era raro el caso que depositaran, sea en las jaulas, sea en el suelo del jardín, algún huevito, pero nunca intentaron hacer nido a pesar de proporcionárseles materiales oportunos, ni nunca he podido sorprender ninguna tentativa de unión sexual. Desde el segundo año de vida se pueden distinguir per- fectamente los sexos; el macho es algo mayor que la hembra, además su color es mucho más claro. La duración media de los numerosos individuos criados fué de cinco años; un solo individuo femenino alcanzó a vivir nueve años; la muerte más común era la de asfixia por su- mersión en las tinas del jardín; los que morían por enferme- dad lo debían a una especie de enteritis acompañada de tenaz sequedad de vientre. El único hecho anormal que fijó mi atención en la vida de estos pájaros, fué un notable cambio de coloración que he no- tado en la gran mayoría de los individuos criados en cautiverio y que constituían casos típicos de melanismo temporario y que tal vez podría clasificarse de patológico. Esta coloración anormal, por lo común, empezaba a mani- festarse a la muda primaveral del segundo año de vida (rara vez ya en la muda autumnal del primero), péro era mucho más rápida e intensa en el tercer y cuarto año; el cambio de color se efectúa por la caída de las plumas de tinte normal, substituídas por otras nuevas de color más obscuro o a veces directamente por plumas de color negro subido; me parece, además, si no me equivoco, que esta substitución de plumas no se limita a suceder en tiempo de las mudas, sino que se lleva a cabo durante todo el año por renovación anormal parcial del plumaje. La primera manifestación de dicho melanismo es un obscu- recimiento general de todas las plumas del cuerpo, con excep- ción de las pectorales y ventrales, las que toman color tierra de Siena; poco después aparece el ennegrecimiento casi total 184 EL HORNERO ¿Vol £ de la cara interna de las alas, el que empieza por las plumas marginales, siguiendo las tectrices internas menores, para pasar a las tectrices internas medias y de éstas a las mayores. Algo más tarde aparecen plumas negras en la región occipital, que después invaden el vertex y pasan luego a la frente y a la re- gión auricular; con el tiempo, toda la cabeza, menos la gula o garganta, que más o menos conserva su coloración casi normal, adquiere tinte negro total, pero siempre algo más pálido que el de la cara interna de las alas. Por fin, el melanismo aparece en las regiones interescapulares y uropigianas y además se vuelven negras las plumas cubitales, las metacarpodigitales y lasrectrices de la cola, ofreciendo el ave en este momento un aspecto extraño completamente diferente del usual; debemos advertir, sin embargo, que no todos los individuos ofrecen con igual intensidad este fenómeno, algunos presentando un color más subido, especialmente las hembras, que parecen más sen” sibles, otros conservando un matiz más claro; pero siempre el melanismo es simétrico en ambas mitades del cuerpo. Las patas, el pico y los espejos de las alas conservan siem- pre su aspecto normal; el iris, por el contrario, suele cambiar, por lo general, su tinte azul en violeta vinoso muy intenso. Las condiciones de salud no parecen modificarse por el efecto del cambio de coloración, manteniendo las avecillas su vivacidad acostumbrada y su apetito; cuando alguna de ellas - puso huevos, éstos aparecían normales, ofreciendo, sin embargo, en la mayoría de los casos, una cáscara algo más fina y frágil. El fenómeno melánico sólo afecta los individuos que viven encerrados en jaula; soltando las palomitas en el jardín no tardan más de un par de meses para volver casi totalmente a su coloración normal, pero no he podido determinar si esta normalización se efectúa por cambio de tinte de cada una y todas las plumas afectadas, o si sucede por medio de una muda extraordinaria; se notan individuos muy rápidos en efectuar el cambio (jóvenes ?) y otros mucho más tardíos (hembras vie- jas). Debemos advertir, sin embargo, que la vuelta al tinte absolutamente natural sólo se alcanza en la primera muda después de la liberación del cautiverio. É Las aves normalizadas vueltas a ser enjauladas sufren nue- 1918] Notas 185 vamente el ataque de melanismo, y, según me parece, con tanta mayor rapidez: cuanto menor ha sido el período de libertad que han gozado y cuanto mayor ha sido el número de ataques melánicos que hayan sutrido. ¿Cuál será, pues, la causa que origina el melanismo? No tengo la menor duda de que la causa del melanismo que afecta a las palomitas, debe buscarse en las condiciones de alimentación. ¿Sería tal vez una simple manifestación del mo- nofagismo a que están sometidas en la cautividad? Hay, sin embargo, un hecho sugerente, que paso a relatar, y que haría sospechar otra causa como productora del mela- nismo: en el año 1g15 crié dos casales en jaulas separadas, las que durante el día se suspendían a las paredes del patio de mi casa para que pudieran disfrutar mejor de las caricias del sol; una de estas jaulas, que llamaré A, se colgaba de una " pared cuyo revoque era de portland muy liso, duro e inataca- ble; la otra, que llamaré B, se colgaba de otra pared vieja y de mala calidad que se hallaba revestida de un revoque tor- mado de cal muy flaca mezclada con arena del río y conchi- llas subíósiles, material muy deleznable, que se usaba anti- guamente en La Plata; las torcacitas de ambas jaulas se en- tretenían constantemente en picar las paredes, pero mientras las de la jaula A no pudieron atacar el revoque, las de la jaula B lo atacaron profundamente, llegando a hacer un gran agujero de casi un decímetro cuadrado de superficie, por una profundidad de más de un centímetro. Pues bien, el casal de la jaula A sufrió un fuerte ataque de melanismo, mientras el de la jaula B permaneció completamente indemne. Estos son los hechos observados. El lector benévolo podrá sacar las deducciones que juzgue más oportunas. CARLOS SPEGAZZINI. COSTUMBRES DEL «PATO PICAZO» ¿Quién no conoce el «pato picazo», lMetofiana peposaca (VIELLLOT), que es una de las aves más comunes en toda la Provincia? El pato picazo durante la temporada de la caza es traído en cantidades al mercado, destinado al consumo, €s- tando en esa forma sometido a una continua destrucción. 186 EL HORNERO Vol. T He tratado de averiguar cómo se propaga esta especie de pato tan perseguido por los cazadores, y de las observaciones que tuve ocasión de hacer al respecto llegué a la conclusión de que el pato picazo no construye nido, sino que pone sus huevos en los nidos de otras aves acuáticas con toda malicia para que éstas los incuben y críen los patitos, lo cual no siem- pre sucede, como se verá más adelante. Durante dos meses (Octubre y Noviembre) estuve colec- cionando aves en la Estancia « Charles», propiedad del señor don CARLOS GUERRERO, situada en el Partido de General Ma- dariaga, Provincia de Buenos Aires. Se hallaba la carpa armada dentro de una franja de monte de Talas, flanqueada a ambos lados por dos grandes cañadas y a pocos metros de la orilla de uno de aquellos cañadones, de modo que desde el mismo campamento podía observar a mi gusto las inmensas bandadas de aves diversas que se alinea- ban extendiéndose como manchas movientes y polícromas so- bre el verde de las riberas. Todas las mañanas me internaba en las cañadas y con el agua a veces hasta el pecho recorría avanzando sigilosamente por entre los juncales, pudiendo así revisar los nidos y sorpren- der las aves en sus costumbres en su medio ambiente natu- ral. Continuamente sorprendía las gallaretas, gansos, cisnes, y otros, los cuales, seguidos de su prole, inmediatamente tra- taban de ocultarse a nado en el primer matorral. En medio de aquella gran variedad de aves acuáticas anda- ban los patos picazos separados en casales departiendo amis- tosamente con las gallaretas y otras aves; dichos patos rara vez se aventuraban fuera del agua y buscaban dentro de ella trauquilamente su alimento favorito, pequeñas ranas, peces, insectos y caracoles negros (Ampullaria) de las lagunas que ingieren enteros. La circunstancia de que las gallaretas, cisnes, gansos, etc., hubieran abandonado el nido para salir en busca de alimento, la aprovecha la hembra del pato picazo, la cual deslizándose con gran disimulo y ubicándose cómodamente dentro del nido, deposita discretamente su huevo; hecho lo cual, abandona tran- quilamente el nido sin arriesgarse mayormente a esperar la 1918] Notas 187 orden de desolojo del dueño, siempre acompañada de picotazos. La hembra del pato picazo repite la postura varios días en un mismo nido, poniendo a veces hasta siete huevos; pero mucho más frecuentemente sucede que por cualquier causa alza el vuelo y cambia de lugar y no se preocupa de volver al mismo sitio y sigue poniendo en el primer nido que encuentra. Generalmente sucede que los cisnes, gansos y gallaretas, reconocen por su diferencia de tamaño y de colorido los hue- vos del intruso y tratan de relegarlos a último término al fondo del nido, a menudo en contacto con el agua, y sea por esta causa y porque acaso requiera más tiempo para empollarse el huevo del pato picazo del que es necesario para otras aves, lo ciérto es que cuando aquéllas levantan sus crías, los huevos de dicho pato quedan en el nido, así es que muy rara vez llega a nacer algún patito, y si en el mejor de los casos esto sucede, pronto el dueño del nido se encarga de eliminarlo de un picotazo. En efecto: he hallado en dos ocasiones patitos recién nacidos, muertos dentro de nidos de gallareta. Creo firmemente que ni las gallaretas, y mucho menos los gansos y cisnes, no pueden ser los que incuben los huevos y críen los pichones del pato picazo. Teniendo en cuenta que el pato picazo es muy común y que era muy raro el caso de que hiallara nidos de gansos, cis- nes y gallaretas en que no hubiera huevos de aquél, no sería de otro modo explicable el hecho de que durante los meses de Octubre y de Noviembre no hallara ni siquiera un patito vivo ni conviviendo con las otras aves, ni solo, en los juncales que con tauto cuidado recorría diariamente y en donde sor- prendía por centenares las crías de las demás aves. Creo que la revisación de los nidos del pato silbón, Den- drocygna fulva (GMELIN), me hubiera llevado a aclarar el, para mí, misterio de la subsistencia de la especie del pato picazo. El pato silbón nidifica un poco más tarde que las gallare- tas, etc. y lo hace en colonias en el interior de las grandes cañadas y hubiera debido quedarme más tiempo en aquellos parajes porque a fines de Noviembre recién empezaban a re- unirse para nidificar. DEMETRIO RODRÍGUEZ. 188 EL HORNERO [Vols] e APUNTES SOBRE AVES DEL PARAGUAY I Garzas insectívoras. — Al decir garza podria creerse que se trata de ave que vive exclusivamente de animales acuáticos: erave error sería eso, como veremos. Una garza cazada en una quinta agrícola de Puerto Ber- toni, a las 8 a. m., contenía en el estómago 86 acridios y dos arañas grandes. Para demostrar el interés directo que tiene esto para el agricultor, añadiré que se trataba de las tres es- pecies de langostas llamadas Zukú 27hvih ¡por los guaranies (Ommexecha y Orphula), las cuales son muy dañinas al tabaco y Otras plantas cultivadas. En cuanto a la garza en cuestión es la llamada «Flauta del Sol», Xuaraih-mimbih, o sea la Syrigma sibilatrix (TEmMM.), especie muy conocida como man- sejona y frecuente en las quintas, aun en los arrabales de Asunción. : Otra especie insectívora es la perseguida « Garza real» o Guihra-tí, Herodias egretta (Gm.). En otra ocasión consigné (1) el hecho de que esta especie, en estado de cautividad, da caza a los ratones. Ultimamente tuve oportunidad de observar más detenidamente una pareja que se halla libre en el jardín del señor J. E. O'LEARY, de Asunción. Los dos ejemplares, muy mansos, se alimentan casi exclusivamente de insectos que pi- llan de las hojas o del suelo con suma agilidad. El jardín del señor O'LEARY es uno de los más frescos y lozanos de la ca- pital paraguaya, notándose desde luego la benéfica influencia de las garzas. La «Garza real», cuyas preciosas plumas escapulares son tan empleadas como adorno, en las selvas por los indios y en el mundo civilizado por las damas, es más difícil de proteger que cualquier otra; pero es muy fácil domesticarla. II Mortandad de aves en el Alto Parana. — Hoy más que nunca, las aves de esta región, y quizás de otras muchas, necesitan (2) Revista de Agronomía, año 1, pág. 383, Asunción, 1897. 1918] Notas 189 ser protegidas por todos los que quieran ser útiles a la higiene y a la agricultura en general, o al menos, que se suspenda el pernicioso vicio de destruirlas con el solo fin de ocupar los ratos de ocio. El frío nunca observado, que hemos tenido durante el año 1918, sembró la desolación en nuestras vigorosas florestas, transformando el aspecto de la naturaleza y el medio de vida. Los insectos ocultos en su retiro o en estado de ninfa. Los frutales cultivados y silvestres, que normalmente sirven de alimento a las aves durante el invierno, sin frutas ni hojas, como Alchornia, Ficus, Cecropia, Urera, Euterpe y otras. De resultas, las aves han muerto por millares, de hambre y frío. Los tucanos, en invierno, suelen abundar mucho en nues- tra quinta de Puerto Bertoni; pues bien, el último R/amphas- tos toco NIÚLL. murió en Julio y del R. dicolorus LINN. que- dan dos o tres ejemplares. Lo propio se observó en otros puntos; donde más mueren es en el río Paraná, en el cual caen debilitados al intentar cruzarlo. La Zangara pretosa (CAb.), las Euphonta y otros, comunes al principio del invierno, tuvieron un fin parecido. Nosotros hemos reunido en los alrededores de nuestra casa un verdadero enjambre de aves, alimentándolas diariamente con un cocimiento de maíz molido con miel. Pero en los bos- ques reinó un silencio sepulcral; recién a la fecha se nota vida, debido en gran parte a las aves de paso que vuelven a veranear. Como los fríos persisten, los insectos aún no se dejan ver en cantidad suficiente. En días pasados hemos cogido con la mano una Ardea co- cor LINN., pocas horas antes de morirse de inanición. El se- “gundo ejemplar que hay por los alrededores apenas puede volar. Ya he dicho en otra parte que las garzas no viven ex- clusivamente de animales acuáticos; pero es que los peces del Paraná también retardan su vuelta a estas alturas, quizás de- bido, más que al frío, a que las aguas no arrastran ni frutas ni insectos, los batracios prolongan su letargo y las playas continúan sin traza de hojas verdes hasta la fecha. Hemos observado que han muerto por el frío muchos vés- pidos y coleópteros que pasan su letargo en los cogollos de 190 EL HORNERO Vol. Y banano y bromeliáceas. Ahora bien, si la naturaleza no ha limitado también el número de los insectos y las aves de paso no vuelven en cantidad suficiente, es de temer que por unos años se aumentarán aquéllos en cantidad sensible para la agri- cultura. 1001 Nidos de aves poco conocidos. — Leptopogon amaurocephalus plumberpes (A. W. BerRTONI).—Todo lo que dice HULER para su Elainea brevipes, mido, huevos y costumbres es aplicable a nuestro Zeptopogon! hubo, pues, error de su parte. Los nidos son frecuentes bajo los barrancos, puentes y troncos inclina- dos; siempre globulares elípticos y construídos con espesa capa de musgos. Los huevos, blancos, ya los había descrito ALLEN, y un nido coleccionado por mí, el doctor von IHERING. Platytriccus moystaceus (VIEILL). — El doctor IHERING des- cribió bien su nido en el vol. IV de la Rev. del Mus. Pau- lista (pág. 226, 1900). Más tarde describe un nido globular creyendo que la primera vez hubo error. Encontré varios ni- dos, comparables con el de Cyanotís o de los picaflores, como los de Zlaenza. Huevos, 16.3 X 12.3 mm. blancos ocráceos con una corona de manchas rojizas muy apagadas cerca del polo grueso. Piranga flava (VIBILL.). —Encontré su nido a principios de O>tubre en Misiones, hace cerca de 3o años, oculto entre los brotes de un árbol truncado. La construcción y aspecto era comparable al de Zangara seledon (MÚLL.), y sus tres huevos blancos salpicados de chocolate. Fué destruído por los tuca- nos y no conservé más datos. Hemaithraupis gutra (LINN.). — En un árbol muy alto hallé su nido el 20 de Octubre. Estaba entre la horqueta de una ramilla. De 7 cm. de diámetro por 6 de alto, construído con fibras de palmeras y algunos líquenes; el colchón, de fibras, más finas. La totalidad del nido es de escaso y mal ordenado material. El 26 puso el primer huevo, blanco, salpicado de pardo acanelado en el polo grueso, con sus ejes de 18 X 13 mm. Otro nido lo hallé en Noviembre. La Motacilla guira de LINNÉ es basada sobre ejemplares brasileños (ex BRISSON y MARCGRAV), no es, pues, seguro que o 1918] Notas 191 sea la misma forma que Zanagra nigricollis GM. basada sobre Enl. 720.1 de Burro. En todo caso observo que aquí en Puerto Bertoni existen por igual ejemplares de frente amarilla y de frente concolor con el dorso, y puedo afirmar que no de- pende de la edad, pues tengo jóvenes y adultos de ambas formas. Coryphospineus cristatus (GM.). -- El nido es la común taza de material escaso y ajustado; pero respecto al color de los huevos hay mucha contradicción entre los autores. Observé en mi jardín varios nidos con tres huevos blancos, como describe NEHRKEORN. Son, pues, HULER y ALLEN los que se engañaron. .Cyanocorax chrysops (VIEILL.).—Reina igual desacuerdo que en la especie anterior, siendo BURMEISTER quien está en lo cierto. Los huevos son blanquizcos, muy manchados de pardo, de 32 X 23 mm. Las hembras ponen en sociedad, sospecho que tres huevos cada una, en nido grande, casi plano, construído con palitos mal aliñados. Lo ocultan más o menos en la copa de los árboles medianos. A. DE W. BERTONI. Puerto Bertoni, Alto Paraná, Paraguay, DEL MODO CÓMO UN LECHUZÓN CAZA LOS TUCU - TUCUS En los primeros meses de este año fuí enviado por el Museo de Historia Natural, con el objeto de hacer colecciones de ornitología, al establecimiento « Los Ingleses» que en el Par- tido de General Lavalle (Ajó) Provincia de Buenos Aires, posee el señor ERNESTO GIBSON y allí tuve noticia de la extraña manera cómo procede a cazar los tucu-tucus (Ctenomys) el lechu- zón del pasto o pajero, como vulgarmente llamamos al 4510 /flam- meus (PONTOPPIDAN). En el campo de dicho establecimiento es muy frecuente encontrar en los parajes donde la tierra es más arenosa, grandes «tucutucales» que constituyen un verdadero peligro para los jinetes que cruzan esos sitios, pues estos roe- dores, como ya sabemos, minan el terreno en grandes exten- siones, en procura del alimento que necesitan y que es, en su mayor parte, constituído por las raíces de ciertas yerbas y ar- bustos. Debido a esta circunstancia la vida de estos animalitos 192 EL HORNERO IVA es casi exclusivamente subterránea, pero como necesitan ven- tilar de vez en cuando las galerías donde viven, abren de trecho en trecho unas pequeñas bocas de cueva que no dejan mucho tiempo descubiertas, seguramente para evitar que algún intruso los moleste; siendo por este único motivo que salen a muy corta distancia del boquete abierto, para empujar con todo apre- suramiento la tierra que ha de tapar nuevamente la cueva. He podido observarlos ejecutando este trabajo, escondién- dome convenientemente y manteniéndome en la mayor inmo- vilidad durante quince o veinte minutos. Como tenía interés en con- seguir algunos ejemplares, iba con cierta frecuencia a un pa- raje donde abundaban, y en cierta ocasión alcancé a dis- tinguir un bulto que a prime- ra vista no pude precisar bien, pero estando ya prevenido por lo que me habían contado, me de- tuve, viendo en- tonces un lechu- Lechuzón acechando un tucu-tucu. zón que parecía estar lierido por la posición en que se hallaba, completamente acurrucado, sentado sobre los tarsos, en un sitio donde la tierra había sido removida. Me retiré prudentemente permaneciendo en observación du- rante diez o quince minutos al cabo de los cuales oí un pequeño gruñido y vi entonces un confuso aleteo que duró breves ins- tantes y el lechuzón alzó pesadamente el vuelo con su presa entre las garras. Debo a la gentileza del señor don CÁNDIDO VILLALOBOS el dibujo adjunto, que da una idea exacta de la forma como ace- cha a su inocente aunque desconfiada víctima, uno de los peo- res enemigos que tiene el tucu-tucu, en los sitios donde no abundan los hurones. ANTONIO PoOzzL. Buenos Aires, Septiembre 14 de 19.8. *IZZOd “Y “LOA “(MYHS) stienoz 3001d03d31IS “2 — "(TH4INANIS) SNJES UI saproJasd A) 1 “SOA9NY £ SOplU SNS 10) SOLIIUOA OLINTOT TE SHAMIV "SY "NH “DOVN “SOM (8L6L — 1 “104) 1918] Notas 193 NIDOS Y HUEVOS DE VENCEJOS (') Cypseloídes fumigatus (STREUBEL), Streptoprocne zonaris (SHAW) (Lám. 11) —Estas especies de cipsélidos construyen sus nidos contra las paredes verticales de los cerros de Tucumán, a una altitud de 700 a 800 metros sobre el nivel del mar. El nido tiene la forma de un cono truncado, de 10 a 15 cen- tímetros de alto por 8 a 10 de ancho y está formado de musgos, mezclado con tierra y pequeñas piedras, el todo fuertemente adherido a la pared de la barranca. Es macizo y muy poco hondo, teniendo solamente de dos a tres centímetros de pro- fundidad. En esta pequeña concavidad y sobre algunos frag- mentos de ramitas o helechos, la hembra deposita generalmente un solo huevo, de forma alargada, con polos desiguales y en- teramente blanco. Los huevos de Cypselordes fumigatus, miden 26-24 X 19-17 milímetros y los de Streptoprocne zonaris, 39 < 24 mm. SOBRE DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DE ALGUNAS ESPECIES DE AVES En Concepción (Corrientes) se ha observado en estos días la presencia de bandadas de pequeños loritos con cabeza colo- rada, que se posan en las quintas de la población. Según me ha comunicado la dirección de EL HORNERO, pertenecen a la especie Pionopsitta pileata, (Scor.). Hasta ahora no eran cono- cidos en el departamento, aunque se sabía que abundan en el Paraguay. También ha llamado la atención la presencia en las mismas quintas y en la misma fecha, de un pájaro negro, con el pecho colorado, del tamaño de una paloma casera, llamado «yacú toro» en el Paraguy y Misiones. La dirección de EL HORNERO me comunicó, también, que este pájaro es el Pyroderus scutatus (1) Los huevos y los nidos han sido colectados ptr el señor PaBLO GIRARD, de Tucu. mán, y la fotografía tomada por el señor ANTONIO P0ZZ1 representa una reconstrucción «del habitat de estas aves, hecha por el señor SanTIacO PoZzZz1, la que pertenece a las co- decciones del Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Aires. Para la determinación de las especies, véase el n.2 1,9, pp. 6-8 de esta Revista. 104 EL HORNERO [ Vol. q (SHAw), perteneciente a la familia de los Cotíngidos, bastante común en el Paraguay, Misiones y en los Estados del sureste del Brasil. Hago observar, por último, que en este mismo pueblo han aparecido, desde unos tres años, grandes cantidades de gorrio- nes (Passer domesticus), pájaros antes completamente descono- cidos en esta región. Se nota, sin embargo, que su númiero va decreciendo, sea porque el ambiente no les es propicio o porque no encuentran la clase de alimento que les conviene. JosÉ H. REBORATTL. Concepción (Corrientes), Julio 31 de 1918. CAPTURA DE ALGUNAS ESPECIES RARAS DE AVES NEOTROPICALES El señor JuAN MOGENSEN de Concepción (Tucumán), me ha enviado, para la determinación, tres ejemplares de aves colec- tadas por él en Misiones y en Gualfin (Catamarca), las cuales pertenecen a dos especies muy poco, comunes de la avifauna neotropical,. Son las siguientes: 1. Rhynchocyclus megacephalus (SWAINSON) Obtenido en Río Segundo, Alto Paraná, Misiones argenti- nas, en Diciembre de 1917. Colección STEWART SHIPTON, Con-* cepción, Tucumán. Esta especie es nueva para la avifauna argentina. El ejemplar colectado por el señor MOGENSEN es una hem- bra adulta y corresponde perfectamente a la detallada descrip- ción que ha dado HELLMAYR en Verhandl. Zool. - Bot. Gesell. Wien, t. 53, p. 206 (1903), especialmente en lo que se refiere a las dos líneas pardo negruzcas que desde la frente se pro- longan por los lados de la cabeza hasta la muca, y otras ama- rillentas más abajo de éstas, sobre los ojos; por el color ama- rillento rojizo de las fajas que cruzan el ala y por el color verdoso oliváceo sucio de la garganta. El pico es negro por arriba, blanquizco en la mitad basal de la mandíbula. xs A 1918] Notas 195 Ala, 60 mm.; cola, 54 mm.; culmen expuesto, 11 1/,; anchura del pico en la base, g mm.; tarso, 17 1/a. Esta especie había sido obtenida solamente ep Sáo Paulo (Matto Dentro) por NATTERER, y recientemente en Puerto Ber- toni, Alto Paraná, Paraguay, por el señor A. DE WINKELRIED BERTONI. La sinonimia es la siguiente: Tyrannula megacephala SWAINSON, B. Brasil, Pl. 47 (1841), sin localidad (Hab. fijado: prov. Sáo Paulo, auct. HELLMAYR). Muscipeta megacephala BURMEISTER, Syst. Uebers. Th. Bras., II, p. 487 (1856). Rhynchocyclus megacephalus CABANIS und HEINE, Mus. Hein., II, p. 56 (1859). — PELZELN, Zur Ornith. Bras. p. 110 (1871).— H. v. IHERING, Revista Mus. Paulista, II, p. 197 (1899).— HELLMAYR, Verhandl. Zool. - Bot. Gesell. Wien, t. 53, p. 206 (1903) (Matto Dentro, Sáo Paulo, en Diciembre — colecc. NATTERER in Mus. Viena)—H. y R. v. IHERING, Fauna Braz., Aves, 1907, p. 264-— BRABOURNE and CHUBB, Birds of South Amer., I, p. 271 (1912) — BERTONI, Fauna Para- guaya, Aves, in Descr. física y económica del Paraguay, Dic, 1914, p. 55 (Puerto Bertoni, Paraguay —colecc. BER- 'TONI). R. megacephalus SCLATER, Cat. Birds. Brit. Mus. XIV, p. 170, no debe referirse a esta especie, sino a ZX. polrocephalus Sclater? HELLMAYR, 1. c. 207, la cual habita el bajo Ama- zonas, Venezuela y las Guayanas. 2. Siptornis Steínbachi HARTERT (1) Los dos especímenes colectados por el señor J. MOGENSEN en Gualfin (Sierra de Catamarca), concuerdan muy bien con la descripción de HARTERT. Son dos hembras y fueron obtenidas en el mes de Sep- tiembre de 1917. Las dimensiones son las siguientes: Ala, 66-67 mm., cola, 78-81 mm.; culmen (expuesto), 12-13 mm.; tarso, 21 */2-22 mm. R. DABBENE. (1) Novit. Zool., XVI, Dec. 1909, p. 213. Cachí, Salta, alt. 2590 m. oñ 17 Abril 1905. — í J. STEINBACH. 196 EL HORNERO AQUI MOVIMIENTO SOCIAL 132.— Venta de ejemplares de la Revista .......oo..-.0.... » 15 60 OSA $ 1.704 60 (1) Número que actualmente (diciembre, 1918) se eleva a 175- 202 EL HORNERO UR 7 (De las 132 cuotas cobradas este año, fueron 108 mínimas de $ 6"; 17 de $ 10, 4 de $ 12, 2 de $20 y 1 de $ 25 M4.) Cuotas a cobrar por el año corriente ...... 20 » » > DS SEMESORS aoonass 7 » > » año anterior....... 2 Salidas: po compra de libros y útiles de Secretaría ..... Ud 92 25 > estampa O NA » 54.83 > maprión de 1.000 Estatutos y 1.000 formularios.. » 95 50 » » 200 ejemplares, reseña de la sesión : en Menos del DITCEAPMAN e > ño — > compra e impresión de 500 fajas para la Revista. . » dul » Impresión de 1.000 ejemp. EL HORNERO n? 1. > 440.22 » » » 900 » EL HORNERO 1.22 .... » SE) $ 1.296.85 Saldo en efectivo en Caja para impresión del n. 23... $ 497-75 Total..... $ 1 794.60 Donaciones de libros y folletos varios. — Hemos recibido los siguientes de nuestros consocios: ALBERTO CASTELLANOS, I folleto; doctor A. De BonN1, 1 folleto; doctor Cartos A. MARELLI, 1 folleto; CarLOS E. PORTER, 2 folletos; CarLos S. REED, 4 folletos; y de los señores doctor R. LEHMANN NIT- sCHE, 3 folletos; OuTROM BANGS and Thomas E. PENARD, 1 folleto. Donaciones en efectivo. — Se han recibido las siguientes canti- dades, para contribuir a costear la impresión del presente número: Del señor JuLIo0 KOsLOWSKEY $ 100 ”;/, y del señor STEWART SHIP- TON $ 26 mM. a Excursiones ornitológicas efectuadas por miembros de la S. O. P. — El señor Juan MOGENSEN ha estado coleccionando en la sierra del Aconquija (Catamarca); el señor EMILIO BuDiN en la Que- brada de Humahuaca (Jujuy) y en Chumbicha (Catamarca); y el señor PABLO GIRARD en Río Colorado (Tucumán). Donaciones de aves. — Siendo cada vez más crecida la cantidad de aves que recibe esta Sociedad, nos limitaremos en lo sucesivo a dar en esta sección el nombre de los donantes y el número de ejemplares recibidos. Cuando los envíos de un mismo remitente alcancen a un nú- mero apreciable, publicaremos una enumeración de la totalidad, que tendrá así un interés real para el conocimiento de la avifauna de una determinada región. En breve, empezaremos con la lista de las colec- ciones de los señores ALBERTO CASTELLANOS y JUAN TREMOLERAS. SS A A E A A 19187 Movimiento social 20 O Se recibieron de nuestros consocios las siguientes donaciones : EMILIO AGUSTI, Catamarca. — Ocho cueros, procedentes de Chun- bicha, cazados en Agosto. ALBERTO CASTELLANOS, Córdoba.— Cuarenta y ocho cueros varios, cazados en Julio en el valle de los Reartes y cuatro nidos con catorce huevos. E JUAN B. DAGUERRE, Rosas, (F. C. S.). — Nueve cueros de aves ca- zadas en Junio y Julio, y un ejemplar fresco de becacina, cazada en Octubre.. Doctor ANTONIO DÉ BoNI, Montevideo.— Un cuero de ave marina, « Petrel ». Sh : Doctor ANíBAL FERNÁNDEZ BEYRO, Capital. — Un ejemplar fresco de perdiz albina, cazada en V. Casares, en Julio. JosÉ H. REBORATTI, Concepción, (Corrientes). —Un ejemplar fresco de cotíngido, cazado en Julio. CARLOS S. REED, Mendoza. — Cuatro cueros de aves. ALBERTO TREMOLERAs, Montevideo. — Tres cueros de aves del Uruguay. JuAN TREMOLERAS, Montevideo. — Treinta y ocho cueros de aves del Uruguay. Y del señor teniente de navío IGnNaciO ESPÍNDOLA, Capital. — Tres cueros de aves marinas, « Gaviotines », de la Costa brasilera. Nuevás colaboraciones para «El Hornero ».-- Hemos recibido las siguientes, de nuestros consocios, que aparecerán en los próximos números: Sobre el contenido del estómago de algunas aves, por C. A. Ma- RELLI. Lista de aves del Uruguay, por J. TREMOLERAS. Aves nuevas del Paraguay, por A. DE W. BERTONI. Sobre costumbres de aves del Río Negro, por H. AMBROSETTI. Lista de aves de Nahuel Huapi, por R. DABBENE. Publicaciones ornitológicas recibidas.—The Condor, revista de ornitología publicada en California. Vol. XIX, n.cs 1-6, 1917 y XX, 11.05 I-4, 1918. Contiene mumerosos trabajos sobre biología de las aves de la región occidental de Norte América. The Ibis, vol. VI, Tentb ser., 1.0s 2-3, 1918. Además de varios in- teresantes trabajos sobre aves de todas partes del mundo, el último uúmero de esta importante revista de ornitología contiene la primera parte de un extenso trabajo de nuestro miembro correspondiente, el señor ERNESTO GIBSON, sobre las aves observadas en su estableci- miento de «Los Ingleses», situado en Ajó, Provincia de Buenos Aires. 204 EL HORNERO VAL 1 En la parte que dicha revista dedica al análisis de las publicacio- nes recibidas, hemos leído con placer y agradecemos los honrosos con- ceptos con los cuales saluda la aparición de EL HORNERO. Revue Frangaise d'Ornithologíe, año X, 1.085 105, 107, TIO, 111, 112, 113 (1918). En los dos últimos números Mr. A. MÉNÉGAUx, M.H.S.O.P., del Museo de París, ha empezado la publicación de una lista de aves colec- tadas por el señor E. WAGNER en Villa Lutetia, Misiones. La mayor parte de las especies que el autor indica como nuevas para la Argentina, ya habían sido señaladas en este país. (Véase: Dan- BENE, Distrib, des oiseaux en Argentine. Bolet. Soc. Physis, t. 1, pá- ginas 241-261 y 293-366; 1913, 1914.) Notes on a collection of Surinam Birds, by OUTRAM BANGS AND THOMAS E, PENARD, in Bull, Mus. Comp. Zool., Harvard Coll, vol. LXIT, n.! 2, April, 1918. —Contiene una lista de 301 especies y subespecies de aves colectadas principalmente en los alrededores de Paramaribo, Guayana holandesa. Describen, además, incidentaimente, algunas formas nuevas que habitan la Argentina, y son Myospisza humeralis tucumanensis. Tipo: Tucumán, y proponen separar otras que habían sido relegadas a la sinonimia. 5 Revista Chilena de Historia Natural, año XXI, Dic. 31, 1917, 1.2 6, 1918.— Esta publicación, dirigida por el miembro correspondiente de la $S. O. P, Dr. CarLOs E. PORTER, del Museo de Santiago de Chile, contiene, como siempre, varios interesantes trabajos sobre la fauna chilena. En el presente número el R. P. NATHANÁEL CoOsTES, también miembro: correspondiente de esta Sociedad, ha publicado un trabajo sobre los columbidos del valle de Marga Marga (Chile). Breves instrucciones para la recolección, conservación y envío de ejemplares de Historia Natural para los Museos, por C. E. PORTER. Santiago de Chile, IQIS, pp. 1-98; Óx ilustraciones en el texto y xII láminas, 2.2 edición. En este pequeño Manual el autor indica, de una manera clara y concisa, el método que se debe seguir para hacer colecciones de anima- les para los Museos, cómo se deben conservar y preparar y las observa- ciones necesarias que se deben hacer a fin de que las coleccio1.es ten- gan un valor científico. Respecto a la manera de colectar y preparar las aves, el autor dedica unas seis páginas. Toda la obra contiene muchas ilustraciores, las cuales facilitan la comprensión de las instrucciones. Las aves silvestres y su relación con la agricultura, REED CARLOS S. Men- doza, 1918 —Se trata de una conferencia que nuestro socio correspon- diente ha leído en el Colegio Nacional de Mendoza el 29 de Julio del año corriente, acompañándola con proyecciones luminosas. En la misma trata de demostrar la utilidad de las aves, estimulando su protección. 1918] * Movimiento social 205 CANJE Y CORRESPONDENCIA (!) Con el objeto de facilitar a aquellos de nuestros asociados que hagan o deseen hacer colecciones de aves, nidos o huevos, el inter- cambio de ejemplares, destinaremos esta sección de EL HORNERO para consignar los pedidos u ofertas correspondientes. Diremos también que es a la vez nuestro propósito estimular entre los naturalistas y amateurs la afición a formar colecciones particulares» y ninguna forma más apropiada para enriquecerlas, que el canje con otros coleccionistas residentes en localidades alejadas de la república y de los países vecinos. Al mismo tiempo esta es una oportunidad para que nuestros consocios se pongan en relación directa los unos con los otros, cambiando, junto con sus ejemplares, sus observaciones e impresiones. Nos permitimos recomendar a nuestrcs lectores los apuntes sobre el mudo de coleccionar cueros de aves que aparecen en esta misma entrega, estimulándoles a que ensayen, especialmente a los que residen en el interior, la formación de pequeñas colecciones locales. Una sola indicación agregaremos, y es que la afición verdadera al estudio de la naturaleza, la buena voluntad para el trabajo y la buena fe para la ubservación, valen mucho más que todas las técnicas del mundo. También servirá esta sección para dar cabida a las observaciones o sugestiones de los lectores y para responder a preguntas o pedidos de informes sobre los asuntos que comprende el programa de la $S. O. P. Huevos de aves de la Provincia de Buenos Aires.— El señor ThHos. M. YOUNG, M.A.S.O.P. (Las Toscas, Prov. de Bs. As. F. C. O.), ofrece huevos de aves de la Provincia de Buenos Aires, en canje con otros de especies de otras regionss del país. Huevos y aves de las ¡islas Malvinas.—El Sr. A G. BENNETT, M.A.S.O P., «director del Museo de Puerto Stanley, nos escribe que el año pasado se ha hecho un arreglo general de las colecciones y del local de aquel Museo. Una gran parte de ellas comprende aves de las islas Falkland y de las regiones antárticas. Mr. BENNETT ofrece huevos de las siguientes especies de aves de «lichas islas: Pygoscelis papua, Pygoscelis antarctica, -Spheniscus magellanicus, Eudyptes chrysocome nigrivestis, Phalacrocorax albiventer, Phalacrocorax magellanicus, Larus «dominicanus, Megalestris antarctica, Hocematopus quoyi, Hoematopus leueopus, Sterna hirundinacea, Tachyeres cinereus, Chloéphaga hybrida, Chloéphaga mage- llanica, Diomedea melanophrys, Macronectes giganteus, Haloboena coerulea. (1) Teniendo que referirnos a menudo, sobre todo en esti sección, a personas que son miembros de esta sociedad, adoptarem.os para mayor comodidad, las siguientes ini- ciales, precediendo a las de S.O.P: M.A., miembro activo; M.C., miembro correspon- diente; M.H., miembro honorario; M.P., miembro protector. Cuando estas iniciales no siguen al nombre, se entiende que la persona nombrada no es socio de la S.O.P. En las referencias a canje y correspondencia, se indicará después del nombre, el de la localidad. 206 EL HORNERO [VOR INFORMACIONES La figura del nido del hornero en algunas obras.—En la pá- gina 22 del tomo IV de la obra Za Creación, publicada en Barcelona bajo la dirección del Dr. VILANOVA Y PIERA, está representado el hornero (Furnarius rufus) posado en la rama de un árbol cerca de un gran horno de forma hemisférica, situado en el suelo sobre una plataforma, al parecer de material, y el cual se asemeja a un verdadero horno para cocer pan. > No sería necesario rectificar el error, tratándose del nido de un ave tan conocida entre nosotros, pero estas líneas servirán para que en lo sucesivo dicho grabado no sea más reproducido (como ocurrió) en libritos destinados a Ja enseñanza en el país. El «menú» de un halcón.—El diagrama adjunto, ideado por Mr. J. VARREN JACOBS, de Waynesburgz, Pennsylvania, está fundado sobre es- tadísticas publica- das por el Depar- tamento Nacional de Agricultura de distintos estados de la Unión, y re- presenta el resul- tado del examen del contenido del estómago de milla- res de halcones. Dicho diagrama indica el porcen- taje de las diferen- tes clases de pre- sas que constitu- yen el alimento habitual de una A especie de estas rapaces, el halcón de espaldas rojas Buteo lincatus (GM.), muy común en Norte América, desde el sur del Canadá a México, y demuestra cómo esta especie (y probablemente la mayor parte de los halcones en general) es útil a la agricultura. El 70 % de los alimentos normales de la nombrada especie, está a 19158] Informaciones 207 constituído por los perjudiciales ratones de campo, el 20 % por insec- tos y orugas y el 6 % por otros pequeños mamíferos, ofidios, batracios, peces, etc. Sólo la pequeña fracción restante, el 4 %, representaría el daño que dicho halcón produce, con destruir aves de corral y aves de caza. Modelos de casas para pájaros.—Este grabado, tomado del Second Supplement to Gleanings, 1." 5, re- presenta uno delos numerosos mode- los de casas para pájaros, muy gene- ralizadas en los parques y estan- “cias de los Estados Unidos, y destina- das a servir para la nidificación de las aves en liber- tad. : Este hermoso modelo se encuen- tra en Lake Fo- rest, residencia del presidente de la Northern Trust Company de Chi- cago, Illinois. Tie- ne columnatas en las cuatro fatha- das; mide 5 por 50 pulgadas de base, por 84 de altura, contiene 78 piezas y está sostenida - por un poste de 14 pies de longitud. Está destinada a las golondrinas pertenecientes a la especie Progne subis, muy común en los Estados Unidos. Eu el establecimiento de J. WARREN JacoBs, en Waynesburg, Pennsylvania, se construyen numerosos modelos de estas casas, de dis- tintas formas y tamaños, lo cual demuestra la importancia que el pue- blo de los Estados Unidos atribuye a la protección de las aves útiles a la agricultura. 208 EL HORNERO [Vol L Un concurso original —Reproducimos de la revista bird-Lore, de Nueva York, esta interesante fotografía que representa un grupo Ce niños participantes en un concurso organizado por la Sociedad «Au- dubon», a fin de estimular la confección de casitas para nidos de aves en libertad. Colecciones ornitológicas particulares. — Existen en el país algunas colecciones privadas de gran importancia, tanto por el número de ejemplares que encierran como por el interés científico que represen- tan, formadas lenta y pacientemente por apasionados cultores de la ornitología. Citaremos, a título de información, entre las más conocidas y valiosas, las de los siguientes señores, tedos ellos miembros de la SMOREES STEWART SIIPTON (Concepción— Tucumán). Comprende unos 5000 ejemplares, con 6g9o especies, de las distintas regiones del país, todos armados. MIGUEL LitLo (Tucumán). Colección de cueros, que suma unos 2500 ejemplares, con 650 especies, todas del país. LEANDRO Rivas MIGUEZ (Tucumán). Se compone de unos 700 es- pecímenes armados, procedentes especialmente del Chaco y provincia de Santa Fe. HÉcToR AMBROSETTI (Capital). Abarca cerca de 1000 ejemplares de cueros, con 350 especies, en su mayoría de la Argentina, y cierto número de Centro América. RENATO SANZIN (Mendoza). Alcanza unas 500 piezas, con 115 espe- cies, de la provincia de Mendoza en su mayoría, y 127 ejemplares exó- ticos vistosos. a O 1918] Informaciones; 209 Varias otras importantes colecciones ornitológicas formadas en el país, se hallan actualmente en museos extranjeros, como a de San- TIAGO VENTURI, M.A.S.O.P., compuesta de 1115 ejemplares de aves y varios millares de huevos, la que fué adquirida por el museo de Tring (Inglaterra); y la colección hecha en el Noroeste por ALFREDO BORELLI, M.C$.O.P., que figura en el museo de Turín. Importancia de las aves para el hombre.—/ Continuación de la pá- £gína 126).—E. D. MOREL ha llamado recientemente la atención de cómo la desordenada destrucción de la Pintada (WVanida) en las colonias fran- cesas del Africa Occidental ha coincidido con el aumento de ciertos gérmenes de enfermedades, y, sobre todo, con la destrucción de las cosechas por algunas especies de insectos grandes, especialmente esca- rabajos, las larvas de los cuales eran desenterradas por aquéllas y con- sumidas como alimento. Aunque se podrían citar todavía un ciento de casos similares a los anteriores, estos pocos son suficientes para mostrar que una destrucción de las aves en gran escala seguramente será seguida de un desastre para el hombre. Utilidad de las aves para contrarrestar irrupciones de insectos.—Cuando los Mormones se establecieron por primera vez en Utah, sus cosechas fueron completamente destruidas por miriadas de grillos negros que descendieron como una corriente desde las montañas vecinas. Hemosos y prometedores campos de trigo en la mañana, eran destruidos antes de la noche al punto de parecer que jamás se hubiera sembrado en ellos. Las cosechas de primer año fueron totalmente destruidas: los Mormones sembraron sus semillas al segundo año, y otra vez las cose- chas eran prometedoras. Pero de nuevo los grillos aparecieron, devo- rando hasta la última hoja de trigo, y los colonos estuvieron próximos a morir de hambre. £n esta situación tan crítica llegaron las Gaviotas de cabeza negra en número de cientos de miles, y haciendo alegremente presa de los grillos, libraron a los campos de esa peste. Los pobladores de Salt Lake City consideruron el advenimiento de esas gaviotas como un milagro del cielo, y puede decirse que canonizaron esa ave. Desde aquella época las gaviotas de cabeza negra han permanecido fieles servidores de los campesinos de Utah, los cuales piensan erigir un monumento a esta ave en Salt Lake City, dándole así una profunda prueba de gratitud por sus inestimables servicios al protegerlos de la rapacidad de los insectos. Es una práctica muy común entre los primeros pobladores de un país nuevo aquella de comenzar al momento a destruir las aves nati- vas de una manera loca y temeraria. Esta práctica estúpida es absolu- tamente de las más deplorables, porque un enorme incremento de plagas de insectos acompaña invariablemente a las operaciones de los prime- ros agricultores. Encontrando en los elementos cultivados una nueva 210 EL HORNERO Vol. T y más suculenta fuente de alimentación, los insectos cambian sus há- bitos primitivos y se enjambran y multiplican excesivamente-sobre los fértiles campos que el hombre ha creado. Cuando los campesinos en Nueva Zelandia principiaron a trabajar la tierra virgen en grande escala, una cierta clase de orugas, que hasta entonces sólo había recogido una alimentación escasa en aquella vege- tación raquítica de los campos silvestres, dejó sus viejos dominios y atacó los campos cultivados. Tan rápidameute se acrecentó protegida por horizontes más favorables que pronto llegó a ser una terrible plaga. Llegaron, no de una en una, ni aun por batallones, sino por numerosos ejércitos que dejaban completamente desnudas las tierras que atacaban. Yo he visto a estos átomos cubrir el pasto en número tal, que hacían cambiar el color yerde en un color castaño obscuro. Los he visto en incalculables millones salir de un campo de maíz habiendo devastado absolutamente cada planta, cruzar el camino en sólidas falanges para pasar a un nuevo campo. He visto grandes manadas de ovejas obliga- das a correr en tropel por sobre esas masas de insectos tratando de destruirlos bajo las patas de estos animales. He visto cada rodillo en el distrito traerlo apresuradamente como las bombas en caso de incen- dio, y moverlos adelante y atrás por sobre esos enjambres de insectos hasta que los cilindros se pegaban en la masa viscosa de insectos molidos. He visto cavar profundas zanjas en un esfuerzo para detener el progreso de los invasores. Esos esfuerzos fueron tan fútiles como el de un niño que construye en la playa un banco de arena, pensando que con él puede detener la acción de la marea. En muchas ocasiones los trenes fueron detenidos, porque las ruedas de la máquina resbalaban sobre los rieles debido a las hordas de orugas que atravesaban la línea. Vino el tiempo en que este estado de cosas llegó a ser de tal modo desastroso que se creyó que si esto continuaba lo mismo, sería del todo inútil pretender hacer ninguna clase de cultivo en Nueva Zelandia. Comprendiendo que toda tentativa que pudieran hacer para labrar la tierra invadida por esta plaga era simplemente risible, los campesinos tornaron sus ojos llenos de esperanzas hacia el enemigo natural de las orugas—las aves. Pero las aves nativas—aunque habían vivido en es- trecha compañía con los Maorís (aborígenes de Nueva Zelandia)—ha- bían aprendido en continuas escenas de sangre, cuán traicionero era el hombre blanco, y aquellas que habían escapado de la muerte se habían retirado de la vecindad de los colonizadores, visitando los campos infes- tados en raras ocasiones solamente. De aquí que las aves insectívoras del viejo continente fueran intro- ducidas, y aquella que se multiplicó con mayor rapidez fué el gorrión común. Y el Passer domesticus pronto contuvo las depredaciones de las orugas. JAMES BUCKLAND, Smithsonian Report—Wáshinton. (Continuard.) 1918] 211 BIBLIOGRAFÍA Recientes publicaciones ornitológicas sobre Sud América y especialmente la Argentina y países vecinos 1914-1915 (Véase página 128) SNETHLAGE, aves amazónicas. Catalogo das aves amazónicas, contendo todas as especies des- criptas e mencioradas até 1913 Pela Dr. EMILIA SNETHLAGE. Bo- letin do Museu Goeldi (Museu Paraense) de Historia Natural e Ethnogra- phia, vol. VIIL, 1914, pp. 1-532, 6 pls., 1 mapa. En esta obra, una de las mejores publicadas en Sud América, la Dra. SNETHLAGE describe 1117 especies de aves del valle del Ama- “zonas. La mayor parte de las especies tienen su correspondiente nombre vulgar y además hay claves para las órdenes, familias, subfamilias, géneros y especies. También da algunas noticias sobre las exploraciones efectuadas en el Norte del Brasil y notas sobre los límites de la región tratada en la obra. Acompañan este trabajo algunas láminas y un mapa. En las láminas están representados los caracteres de estructura de las aves, para ayudar a la identifi- cación de las especies. Topp, sobre nuevas aves neotropicales. * Preliminary Diagnoses oi apparently new Birds from tropical America. By W. E. CLvDkE ToDD. Proc. Biol. Soc. Washington, XXVI, Aug. 1913, pp. 169-174. Describe las siguientes nuevas formas relacionadas con especies argentinas: Basileuterus auricapillus viridescens SUBSP. NOV., tipo Buena Vista, prov. del Sara, Bolivia; Z/aenia boliviana sp. nov.,tipo Puerto Suárez, Bolivia; Leptopogon amaurocephalus diversus subsp. nov., tipo Mamotoco, Santa Marta, Colombia; Myiarchus fortirostris Sp. nOV., próxima de M4. ferox ferocior CAB., tipo prov. del Sara, Bolivia; Thamnophilus doliatus heteroleucus subsp. nov., tipo Tocuyo, Venezuela; Xenops genibarbis neglectus SUPSp. nOV., tipo Las Quiguas, Venezuela; Picolaptes bivittatus certhiolus subsp. nov., tipo Curicke, Río Grande, Bolivia. También describe el autor un nuevo género y una nueva especie de picailor: Microstilbon insperatus de Buena Vista, Bolivia, el cual es próximo al gen. Chaetocercus. : 1915 BANGS, sobre las varias formas americanas de Gallimula chloropus (L.). The american forms oí Gallinula chloropus (L).. By O'BANGS. Proc. New Engl. Zool. Club, V, May, 1915, pp. 98-99. 212 EL HORNERO [VID El autor da la siguiente distribución para las varias formas de esta gallineta : a Galiinula chloropus galeata (Sur del Brasil, Paraguay, Uruguay y Norte de Argentina); G. c. pauxilla, subsp. nov., (W. Colombia); G* c. cachinnans, subsp. nov., (parte Central y Este de Norte America, al Sur hasta Nicaragua. El tipo procede de Florida); G. c. cerceris (isla de Santa Lucía, Antillas menores); G. c. garmani (Suroeste de Sud America: Perú, Bolivia, Chile). CHAPMAN, sobre nuevas aves de Colombia y Centro America. Descriptions of proposed new Birds from Central and South Ame- rica. By FRANK M. CHAPMAN. Bull, Amer. Mus. N, H., New York, XXXIV, art. XI, May 27, 1915, pp. 363-388. El autor describe varias formas de aves, entre las cuales algunas relacionadas con especies argentinas: Chaemepelia rufipenmis caucae, subsp. nov., tipo, Valle del Río Cauca, Colombia; Zeptoptila rufaxilla pallidipectus, subsp. nov., tipo, Buena Vista, alt. 4500 pies, Andes del Este de Colombia; 4sio flammeus bogotensís, subsp. nov., tipo Savanna de Bogotá, Colombia. También trata de las varias formas sudame- ricanas de Cerchneís sparveríus “enumerando las siguientes: C. sp. 25a- bellinus ; C. sp. ochraceus; C. sp. caucae subsp. nov., tipo La Manuelita, alt. 3500 pies, valle del Río Cauca, Colombia; C. sp. aeguatorialis ; C. sp. cinnamomiímus; C. sp. Jfernandenzis, subsp. nov., tipo, isla de Juan Fernandez, Chile, y C. sp. australis, cuya localidad típica debe ser Bahía, Brasil, en vez de Rio Paraná. Además, describe una nueva forma de carpintero: Chloronezpes rubigínosus buenavistae, tipo Buena Vista, Andes del Este de Colombia. CHAPMAN, sobre nuevas aves de Colombia. Diagnoses of apparently new Colombian Birds, Publ. IV. By + FRANK M. CHAPMAN. Bull. Amer. Mus. N. H., New York, XXXIV, art. XXIII, Dic. 30, 1915, pp. 635-662. El autor describe algunas formas relacionadas con especies ar- gentinas: Zachkytriorchis albicaudatus exígums, subsp. nov., tipo, Barri- són. Colombia; MHerpetotheres cachinnams fulvescens, subsp. nov., tipo, Alto Bovito, alt. 1500 pies, Antioquía, Colombia; Habrura pectoralis bogotensís, subsp. nov., tipo, Savanna de Bogotá, Colombia; Catame- nia analoídes schistaceifrons, subsp. nov., tipo Cundinamarca, Colombia; Phrygilus unicolor grandis, subsp. nov , tipo, Paramo de Santa Isabel, alt. 12700 pies, Andes centrales de Colombia ; Phryglllus unicolor geos- pizapsis ; Phrygillus unicolor nivarius; Molothrus bonariensis aeguatorialis, subsp, nov., tipo, Barbacoas, Narina, Sureste de Colombia. - R. D. (Continuará). E . ISS MIEMBROS ACTIVOS DE LAS. -0.'P.* Capital Áberg Cobo, Arturo Agustí, Emilio "Aloise, Dr. Salvador P. MBnitua, Dr. Gabriel Arditi, Prof. Horacio Barráu, Prof. Euclides F. Basile, Prof. Angel - Beder, Dr. Roberto Bergalli, Prof. Alejandro Bonduel, Octavio P, . Bonduel, René Bordalé, Luis F. * Brethes, Prof. Juan Buscaglia, Víctor Carbonell, José J. * Casal, Cap, de fragata, Pedro S, Casas, José E. 0 ' Castro Bibiloni, Antonio “Catinari, Ing. Juan N. Comi, Prof. Pedro L. Correa Morales, Lucio A. Cowell, Alberto T. Crivelli, Francisco * Dabbene, Dr. Roberto Debenedetti, Dr. Salvador De la Rua, Dr. José M. Del Campo, Alberto '* Delétang, Luis - Descalzo, Srta. Celina A. * Doello Jurado, Prof. M. - Dominique, Miguel Fazio, Prof. Alfredo Fernández Beyro, Dr. Aníbal Florit, Carlos J. * Frers, Arturo G * Gallardo. Dr. Angel Gallo, Dr. Abelardo Gómez, Adolfd S. González, Juan Guerrico, Ing, Federico Herrera, Prof. Avastasio J. Hume, Alberto S. Irizar, Srta. Esther MI. * Koslowsky, Julio Kraglievich, Prof. Lucas * Lahille Dr. Fernando Lizer, Ing. Agr. Carlos Maglione, Dr. Ernesto S.- Marasso Rocca, Prof. Arturo Mariani, 3. Mas, Prof. José. 2 Mascheroni, Luis Mejías, Laurentino C. Méndez de Casariego, Señora Car- men C. de Mestroni, Prof. Valentín * Nágera, Dr. Juan J. Nágera Ezcurra, Srta. Ángela * Onelli, Prof. Clemente Pastore, Dr. Franco Pastore, Srta. Victoria Péndola, Agnstín J. Péndola, Prof. Agustín Raices, Adolfo E. * Ramírez, Cap. de frag. Eduardo Miembros fundadores, Renard, Cap, de navío Abel Renard, Adolfo YY Rolleri, Humberto Savon, Julio C. Scala, Prof. Augusto C. Seckt, Dr, Hans Selva, Manuel Serié, Pedro Toranzo Calderón, Dr. C. Violante, Vicente M. Williams, Ing. Orlando Zotta, Ángel ; Zubiaur, Dr. José B . PROVINCIA DE BUENOS AIRES La Plato. , Ameghino, Carlos Calcagno, Dr. Alfredo D Cortelezzi, Srta. Juana Fernández, Dr. Miguel Korn (h.), Guillermo Lanfranco, Ing. Agr. Silvio Latorre, Celso * "Marelli, Dr. Carlos A. Moreno, Dr. Julio del € * Pozzi, Antonio * Pozzi, Santiago Radice, Angel L. * Spegazzini, Dr. Carlos Azucena, F. Cl. S, Islas, Srta. María 1. Azul, F.C. S. Mercado, Prof. Nazario Pouysségur, Hipólito Bernal, F. C. $. Rodríguez, Dr. Fermín Carlos Salas, F. C. 0. Naylor, W. B. C. de Areco, F. C. C. B. A. Gaillat, Juan A. Chacabuco, F.C. P. Casale, Dr. Guido Dolores, F. C. $: Rothsché, Carlos E. de la Cruz, F. C. C. A: Salguero, Tomás F. Varela, F. C. S, Pereyra (hijo), Ezequiel A. Gral. Pirán, F, €, S. Xhardez, Juan E. Gorchs, F. C. $. Pellerano, Gloriaido /. Correas, F. C. S. > Riis, Guillermo José C. Paz, F, C. P. Wessel, Cesáreo A. A, . Young, Thos. M. Mercedes. F. C. 0. Míguez, Dr. Victor E E : “Olavarría. F.C, Si Fortabat, ¡Carlos - Pirovano, E. CuiSi3 Muratorio, José L, Quilmes,*F. C. S, —Pennington, Dr. Miles S. Rosas, F. C. S, 4 -Daguerre, Juan B. pd "Sarandí, F.C. $. * Rodriguez, Demetrio Tandil, FC. $S. ps Arrayago, Sra. Teófila A. de Carné, Srita Laura E - . D'Angelo, Srta. Felipa Ronco, Srta. Beatriz M. os de Mayo, F.C. S.* Artusi, Dr. Enrique J. PROVINCIA DE CÓRDOBA Córdoba. Castellano, Ing. Agr José C. - Castelianos, Alberto Castellanos, Alfredo. Issouribebere, Ing. Agr. ESuEO y Licursi, Ariosto Marek, Carlos ' Moxham, Jorge Tellechea, Ing. Agr. Manuel PROVINCIA DE CORRIENTES .Mercedes, Anzola (hijo), Juan Concepción. Reboratti, Prof. José H. PROVINCIA DE ENTRE RIOS Las Delicias. Báez, Ing. Agr. J Romualdo -C. del Uruguay. : Bosch, Ing. Agr. Jorge E. Gualeyuaychú. : Romero, Prof. Romualdo PROVINCIA DE MENDOZA Mendoza Sanzin, Prof. Renato Venturi, Santiago PROVINCIA DE SAN Es Mercedes. Farfán, Prof. Carlos San Luis. vo Gez, Prof, Juan W. * Miembros fundadores Las personas que deseen recibir EL HORNERO deberán abonar qe úna cuota anual de $ 6: 4 como miembros de la S. Ó.P. E E Santiago del Estero. Precio del presente número: $ 1.20 A Mea RA ESTERO | Santillán, Prof. * mon: Tucumán. e Budin, Emilio Dinelli, Luis- Girard, Pablo Mogensen, Juan Rivas Míguez Epa ( Shipton, Stewa ll CHACO. S. Peña. ¡Aula, Augusto Y. Resistencia. y Rojas Acosta, AS mo ¿3 MisI0 VES. OA Ana. A Rodríguez, Francisco : > RÍO NEGRO Viedma. : Marty, Guillermo EA General Roca, eN do ml Dr. moria URUGUAY o Montevideo. Berro, Marlano Cordero, Dr. Ergasto H. De Boni, Dr. Antonio % Felippone, Dr. Florentino Es Sierra, Sra: Esperanza de Torres dela Llosa, Dr. Carlos e Tremoleras, Alberto Trémoleras, Juan Wolfíhiigel, Dr. Kurt PARAGUAY M. Sociedad. z Posner, Félix : MAL VINAS. -P. Stanley. Bennett, ALERTO a. El HORNERO "Revista de la SOCIEDAD ORNITOLÓGICA pe PLATA, e para el estudio: Y protección ; z de las aves de la Argentina y países vecinos .* r k . í ; sonia AS Tomo-I, N. 4 ga DA po , | a A ; o 3 A 3 HORNERO (Furnarias rufus) 08 SECRETARÍA DE LA S. O: P. MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL ed PERÚ, 208 eo OO BUBNOS AIRES. Septiembre, 1919 ES COMISIÓN DIRECTIVA ñ iy: A a A z 5 o « % : ye: de ” d 4 Presidente: DR. _ROBERTO A a Secretario tesorero: : Papro SarIÉ Ex z EEor. M. DORLLO-JURADO Ea o a e » e , DO Lund ARRISATZACA Dr. H. voN IHERING : z ¿= Dr. FRANK M. CHAPMAN = Dr. ROBERTO RIDGWAY AS Conde Tomás SALVADORI = > > Turín (Italia). Dr. CarL E. HELLMAYR AS >» Munich (Alema: A. MÉNÉGAUX — Museo de París (Francia) W. H. Hupsón ó -— Londres (aa z CHARLES CHUBB ' , — » PAIS * WILLIAM L. SCLATER A » ER : CLAUDE H. B. GRANT A A ¿ERNST HARTERT 3 A II * MIEMBROS -CORRESPONDIENTES * ¿ ARGENTINA - [ERNESTO GIBSON Capital : Egs Coronel Dr, Luis 7 FONTANA Dra. E o _San Jue Dr. MIGUEL LILLO. Tucumán pa Dr. EUGENIO GIACOMELLI 2% z ; La Rioja Prof. CARLOS S. REED. - - , - . á , “Mendoza - Dr. ADOLFO DOERING o Aa Museo" N. Yor! : NA GEOROR K. CHERRIB. 4 * EXTRANJERO de ; Museo N. Prof. E DE W. BERTONI E w. E), CLYDE: ToDD Puerto Bertoni—Paraguay. - Museo SS (Bi Prof. Carros FIEBRIG 230 Ea PAS Barr 1 “asunción —Paraguay 5% ae Prof. NATHANÁEL COSrÉES - Dr. ArerEDo. Baal > : Santiago-Chile 0 EAN Museo * EL HORNERO REVISTA DE LA SOCIEDAD ORNITOLÓGICA DEL PLATA DIRECTOR SECRETARIO ROBERTO DABBENE PEDRO SERIE v. I x BUENOS AIRES, SEPTIEMBRE DE 1919 N.* 4 4 SUMARIO R. DABBENE.—Lar1/ormes de la Republica Argentina, 3%, parte... . 213 C. A MARELLI.—Jobre el contenido del estómago de algunas aves 221 J. KosLowskY.— '£/ Cabure” Glaucidium nanun, raro caso de imetismo (lám. 111) » 229 R. DABBENE.—/Vofas sobre una colección de aves de la isla de Martín Garcla.. ,.. » 236 A. CarDoso.—La ornitología fantástica de los conquistadores (4 DBS ).oooooommoo... » 248 A. DEW. BERTONI.—Lsfeutes de aves nuevas para el Paraguay oonomoccinicc 255 KR. DABSENE.— species de aves foco comunes o nuevas para la Rep. Argentina.... » 259 C. S. REED.— Breves notas acerca de nidos y huevos de algunas aves de Mendoza (1 118.) >» 267 M. DOELLO-JURADO.—Vofas sobre nidos de horneros (1ám. IV) .oocoooo.o ..ooo... E > 273 A. DE W. BERTONt.—4funtes sobre aves del Paraguay omic > 284 H. AMBROSETTI.—/Votas sobre Algunas FOApaces. ooo OS » 287 P, SERIÉ y J. R. BAEZ = Observaciones sobre nidos de hor. LOAN cronopoo ccoo bo0 oa » 290 R. D.—Vido y huevos del tiránido Phylloscartes mentralis angustirostris (11 ig ).... » 292 Movimiento social (11ig.).. sodio dd So bo Aa O 203 Informaciones (1 Tig.) la o 64 a A ay 300 LPS TDANIL ISSN PASTAS AE AS ANA AOS os > 306 LARIFORMES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA (PARTE 3.1) POR ROBERTO DABBENE (Continuación de la pag. 139) FAMILIA 11 — RHYNCHOPIDAE Esta familia comprende las aves vulgarmente llamadas «Tayadores O pico de tijera», las cuales son bien caracteriza- das por la forma peculiar del pico, muy comprimido lateral- mente y con la mandíbula inferior mucho más larga que la superior; por las alas muy alargadas, los pies muy pequeños con dedos reunidos por una membrana profundamente es- cotada. Comprende el solo género RYNCHOPS (1) con varias espe- cies, las cuales habitan las costas y los ríos de las regiones templadas y tropicales del continente americano, las costas de Africa y de las Indias Orientales. De las dos especies señaladas en la República Argentina, (1) RYNCHOPS Linnaeus Sysf, Vaf., ed. 10, 1, p. 138 (1758): tipo: Ryachofs nigra Linneo 214 EL HORNERO Vol. I una es bastante común en el estuario del Plata, pero la otra visita sólo accidentalmente los ríos del norte de la República. Estas dos especies pueden distinguirse por los siguientes caracteres: a. Secundarias (plumas menores del ala) con un borde blanco puro, muy ancho; tapadas inferio- res del ala, blancas; rectrices (plumas de la cola), gris pardusco claro con ancho borde blanco sobre la barba externa. Cara inferior de las rectrices, blanca. Mayores. Ala, 38-42,5 cm.; mandíbuia superior (medida desde la comisura del pico) 8= 10,2 Cm: la infernon 125 TEO Cn Ruynchops intercedens aa, Secundarias, sólo finamente ribeteadas de blan- quizco; tapadas inferiores de! ala, pardo fuligino- sas; rectrices pardo obscuras, con estrecho borde blanquizco sobre la barba externa. Cara inferior de las rectrices, parduzca. Menores. Ala, 35,5 a 373 cm.; mandíbula inferior medida desde la COMISULA ON ERAN Rynchops nigra CINerascens. Las hembras de ambas especies son semejantes a los ma- chos en coloración, pero algo más pequeñas. Los jóvenes tienen las partes superiores más o menos moteadas de gris blanquizco. La distribución de las dos especies mombradas es la si- guiente: 1. Rynchops intercedens SAUNDERS. Rhynchops intercedens SAUNDERS, Bull. Brit. Ornith. Club, vol. IV N o XXV, p. XXVI, March 20, 1895 a —Sáio Paulo, Brasil). N. v. «Rayador o pico tijera». Distribución: Costas del Brasil desde el Pará a Río Ja- neiro, Sáo Paulo, Sta. Catharina, Río Grande del Sur; ríos de los estados de Goyaz y de Matto Grosso; Para- guay, y República Argentina: Estuario del Plata, río Paraná y Uruguay. En el interior hasta Córdoba (SCHULZ). 2. Rynchops nigra cinerascens SpP:x Rynchops cinerascens Seix, Av. Bras. II, p. So, tab. CII (Juv ) (1825 — «in locis ripariis flum. Amazonum»). Rhynchops melanura auctorun. 1919] LR. Dabbene: Lariformes de la Rep. Argentina 215 Rhynchops nigra cinerascens HARTERT et VENTURI, Novit., Zoolog , XVI, Dec. 1c09, p. 254 (Chaco argentino). Distribución: Colombia, Venezuela, Guayanas, Trinidad, Río Amazonas y sus tributarios; costas del Perú y en las altiplanicies (lago Titicaca); Chile y Estrecho de Maga- llanes. Accidental en el norte de la Argentina ('). 2 FamILIa Il. — CATHARACTIDAE O STERCORARIIDAE (?) Esta familia comprende, en general, gaviotas de grandes dimensiones, conocidas vulgarmente con el nombre de Skuas, gaviotas pardas o gaviotas negras. Están caracterizadas por sus formas robustas, por un pico fuerte y ganchudo, cubierto en la mitad basal por cera, por las plumas centrales de la cola más o menos prolongadas, y por la coloración casi uni- tormemente pardo fuliginosa obscura, o en algunos casos ca- nela rojiza por debajo. Se compone de los géneros CATHARACTA y S'TERCORARIUS, los cuales comprenden varias especies distribuídas en el atlántico boreal y austral, en las islas del sur del Océano Índico, en los mares de Australia y Nueva Zelandia, sobre ambas costas del continente americano y en las regiones antár. ticas. Ambos géneros están representados en las costas de la Re- pública Argentina y en las islas al sur y sureste de la Tierra del Fuego. Pueden distinguirse por los caracteres siguientes: a, Dimensiones grandes (ala 38-44 cm.), formas robustas. Altura del pico al nivel de la base ex- puesta, casi igual al largo de la cera; tarsos algo . más cortos que el dedo medio con la uña; cola corta, menos que la mitad del largo del ala; rec- trices centrales poco prolongadas, sobrepasando las laterales ¡MOS 203 AM oooccoo ooo ear gén. CATHARACTA (*) (1) Dos especímenes típicos de X. 2. cinerascens SPIX fueron obtenidos por el señor S. VENTURI en San Vicente y en el Río Amores, Chaco Argentino, en Noviembre 1903 y actualmente figuran en las colecciones del Museo de Triug (Ingl«terra). (2) Este ú!timo nombre deberá ser usado de preferencia, porque está tomado del nombre genérico STERCORARIUS (BRIS+ON, 1760) más antiguo que CATHARACTA (BRÚN- NICH, 1764). (8) Catharacta BRÚNNICH, Ornith. Boreal, p. 32, 1764. Tipo C. skua BRÚNNICH> Sinon. l/egalestrís BONAPARTE, Comptes Rendus Sci. París, vol. XLIII p. 643, 1856. 216 EL HORNERO VAGINA aa. Dimensiones menores (ala, 34-35 cm.), formas débiles. Altura del pico al nivel de la base ex- puesta, menor que la longitud de la cera: tarsos distintamente más cortos del dedo medio con la uña; cola larga, más que la mitad del largo del ala; rectrices centrales muy prolongadas, exce- diendo las laterales por más de 6 cm...... gén. STERCORARIUS (*) Recientemente MaTHEwS (Birds Australia, 1, pt. 5, 1913, pp. 492-496) ha hecho una nueva clasificación de las especies del género CATHARACTA, fundándola principalmente sobre el estudio de la coloración del plumaje en los jóvenes. A este respecto encontró que los skuas de las islas Falkland están más próximos a los skuas del hemisterio boreal (Catharacta skua BRUNNICH) (?) que a los de las islas Orcadas del Sur, Georgia del Sur, islas del sur del Océano Índico y Australia. Por consiguiente, considera el skua de las Malvinas como una subespecie del skua del hemisferio boreal (C. skua), mientras que los del hemisferio austral formarían una especie distinta: Catharacta Lónnbergz subdividida a su vez en varias subes- pecies. Siguiendo la clasificación indicada, las especies de skuas que habitan las costas y las islas del Atlántico austral, pueden ser distinguidas por los caracteres indicados en la clave si- guiente: a. Joven y adulto, sin notables diferencias en la co- loración del plumaje. 5. Partes inferiores, canela rojizo, casi uniforme; cobijas superiores de la cola, internas del ala y axilarias con un ancho borde de ese mismo color. Partes superiores pardas, algo más obscuras sobre la cabeza, las plumas del dorso tienen una línea mediana longitudinal cas- taño. Pico rojizo negruzco, tarsos negros, a veces con manchas amarillentas. Menores, ala plegada, 39 cm.; pico (culmen expuesto), 5 em ; tarso, 6,1 cm.; dedo medio con uña, A lo oc aaa aa aaa E poo aaa ONO Sao Catharacta chilensis (1) Stercorariíus BRISSON, Orn., VI, p. 149, 1760. Tipo Stercorarins stercoraríus BRIS- SON = Larus parastticus LINNEO. (?) Esta afinidad de -C. skua con C. antarctica ya había sido observada por SaUN- DERS (Proc. Zool. Soc. Lond. 1876, p. 324). 1919] Ri. Dabbene: Lariformes de la Rep. Argentina 217 do. Partes inferiores pardo fuliginosas, más o me- nos obscuras o pardo grisáceas; cobijas supe- riores de la cola, internas del ala y axilarias, pardo obscuro uniforme. Partes superiores, pardo obscuras, con las extremidades de las plumas gris amarillento blanquizco cuando están gastadas; las plumas de Jos lados del cuello con mástil blanquizco. Pico, tarso y dedos, negros. Mayores, ala doblada, 4t a a 44 cm. (*); pico (culmen expuesto), 5,3 a 5,7 cm.; tarso, 6,9-7,7 cm.; dedo medio y MIA >eO bso A Catharacta Lónnbergí Clarkei aa. Joven y adulto, diferentes en coloración. c. Joven. —Cabeza, cuello y partes superio- res del cuerpo, pardo obscuras, con las ex- tremidades de las plumas del dorso roji- zas. Partes inferiores, axilarias y tapadas internas del ala, pardas más o menos obs- curas, con Jas extremidades de las plumas rojizas. Pico y tarsos negros. Adulto. —Partes superiores e inferiores del cuerpo, axilarias y tapadas internas del ala, pardo obscuro, algo más claro en las partes inferiores del cuerpo; las plumas del dorso con la extremidad amarillenta blanquizca, cuando están gastadas por el uso. Plumas del cuello con finas estrías longitudinales amarillentas. Pico y tarsos negros. Ala, 38-40 cm.; pico, 5,1 cm; tarso, 6,2 cm.; dedo medio y uña, 7,2 cen- MICROS pecococpooane O SNS 2... Catharacta skua antarctica ec. Joven. — Cabeza, cuello y partes superiores del cuerpo, pardo obscuras; partes inferio- - res, gris negruzcas; tarsos azulados. Adulto. —Cabeza, cuello y gran parte de lo inferior del cuerpo, pardo arcilla o par- do claro; plumas del cuello, amarillento de paja; tarsos negros; ala, 40 cm....... Catharacta Maccormicki Wilsoni (A) He examinado tres ejemplares, dus procedentes de las Orcadas del Sur y uno de la Georgia del Sur. Este último ejemplar tiene mayores dimensiones. 218 EL HORNERO [Vol 1 La sinonimia y la distribución de las especies indicadas es la siguiente: 1. Catharacta chilensis (BONAPARTE).—«Gaviota acanelada». Lestris antarcticus Var. b. chilensis BONAPARTE, Consp. Av., 1, p. 207, (1857 — Chil2). Distribución: Costas de Sud América, desde Río de Ja- neiro al Estrecho de Magallanes, Chile y Perú hasta el Callao. 2. Catharacta Lónnbergi Clarkei MATHEWS.—« Gaviota parda» Catharacta lónnbergí clarker MATHEWS, Birds Australia, II, part. 5, Jan. 31, 1913, p. 494 (1913 — South Orkneys). Megalestris antarctica (non Lestris antarctica LESSON) SAUNDERS, Cat. Birds Brit. Mus., XXV, p. 319 (1896), part.: South Georgia. Distribución: Esta forma habita especialmente las regio- nes antárticas, nidifica en la Georgia del Sur, Orcadas del Sur y en las islas y playas del continente sudame- ricano (1). 3. Catharacta skna antarctica (l_EssoN) —«Gaviota parda». Lestris antarctica LESSON, Traité d'Orn., p. 616 (1830 — Falkland Islands). Megalestris antarctica SAUNDERS, Cat. Birds Brit. Mus., XXV, p. 319, (1896) part.: Malvinas, Tristán da Cunha. Megalestris antarctica falklandica LÓNNBERG, Schwed. Sud Exp. V. Lfg 5, p. 8, 1905. Distribución: Esta forma habita las regiones subantár- ticas más septentrionales, y nidifica en las islas Malvi- nas, isla Gough o Diego Alvarez, Tristán da Cunha, y se encuentran también sobre la costa patagónica. 4. Catharacta Maccormicki Wilsoni MaTHEWS. Catharacta maccormicki zilson: MATHEWS, Birds Australia, II, pt. 5, Jan. 31, 1913, p. 495 (1g13 — South Orkneys). Megalestris imaccormickt SAUNDERS, Cat. Birds Brit. Mus., XXV, 1296, P. 321, part Distribución: sta forma, algo más pequeña de la típica, habita las islas del mar de Weddell, directamente al sur (1) Según MaTHEWS, loc. cit., p. 494, la forma que nidifica en los martes de Australia, Nueva Zelandia e islas Chatham, deberá llamarse Catharacta Lonnbergi Lónn- bergí MATHEWS, y la que nidifica en las islas Kerguelen: Cafharacta Lomnbergt intercedens MATHEWS. A A A O A A a e o 1919] LK. Dabbene: Lariformes de la Rep. Argentina 219 del continente americano. Ejemplares de la misma, fueron coleccionados en la isla Laurie (Orcadas del Sur), por el señor Valette, en Noviembre de 1904, y otros en lati- tud 66% 40'5S; 40%, 35 W y 742 S y 222 W en el mes de Marzo por los miembros de la Expedición Antártica Es- cocesa. Género Sfercorarius BRISSON. Una sola especie de este gé- nero: Stercorarius parasiticus parasiticus LINNEO, visita acci- dentalmente las costas de la República Argentina. Un ejemplar ha sido cazado por el señor C. H. B. Grant (1), en Tuyú, Ajó, Provincia de Buenos Aires, en Febrero de 1909. La especie se distingue fácilmente de las del género Ca- THARACTA por las plumas centrales de la cola, las cuales son muy alargadas y sobrepasan las laterales por más de seis cen- tímetros. El adulto tiene dos fases de coloración, una obscura y otra clara; en la primera el color general es negro fuliginoso, tanto en las partes superiores como en las inferiores; las primarias tienen el mástil blanco, y las plumas de los lados del cuello son de un rojizo pardo; el pico es negruzco, los tarsos y los dedos negros. En la fase clara, el pecho y el abdomen son blanquizcos obscuros como los lados de la cabeza. El inmaturo tiene las pequeñas cobijas del ala ribeteadas de fulvo; del mismo color son la cabeza y el cuello. Las partes inferiores son más omenos rojizas. El ala mide 33,3 cm., la cola 21,2, el culmen 3,2, el tarso 5 cm. La sinonimia y la distribución de esta especie es la si- guiente: Stercorariús parasiticusparasiticus (LINNEO). —«Gaviota rapineira» (en el Brasil) Larus parasiticus LINNAEUS, Syst. Nat. ed., 101 1, p. 136 (1758 — costas de Suecia). Stercorarius crepidatus SAUNDERS (*), Cat. Birds Brit. Mus, XXV, Pp. 329 (1896). (2) The Ibis, 1951, p. 476. (2) Stercoraríms farasificus SAUNDERS, tom. cit. debe llamarse Sfercora: tus longicar- dus VIEILLOT. Cf. Amer. Ornith. Unión Check-List, 1910, P. 34. 220 EL HORNERO Vol. I Distribución: Esta especie tiene una distribución muy vasta, la cual abarca desde Alaska y norte de Groenlan- dia, norte de Siberia y Europa, el Brasil y Cabo de Buena Esperanza. Casual en la Argentina y en la costa chilena del Pacífico, Valparaíso (NICHOLL). Según MATHEWS (Austral Av. Record. II, N.* 7, 1915, p. 126) en Australia y Nueva Zelandia la forma típica está reemplazada por la forma Stercorarius parastlicus visttori. Probablemente en el hemisferio boreal habrá también otras formas distintas. BIBLIOGRAFÍA SAUNDERS H.— On the Sterninae, or Terns with descriptions of three new species. Proc. Zool. Soc. Lond. 1876, pp. 638-672, pl. LXI. > — On the Stercorariinae or Skua Gulls. Proc. Zool. Soc. Zond. 1876, Pp. 317 — 332, pl. XXIV. > — On the Larinae or Gulls. Proc. Zool. Soc. Lond. 187%, PP. 155-212. > — Cat. Birds Brit. Mus. XXV, 1896. Gaviae (Terns, Gulls and Skuas) MATHEWS, GREGORY M.-—The Birds of Australia. Lariformes, vol. 11, pt. 3.2 (1912), pp. 306-356; pt. 4 (1912), pp- 357-476; pt 5 (1913), PP. 477-504. 1919] DA SOBRE EL CONTENIDO DEL ESTÓMAGO DE ALGUNAS AVES POR CARLOS A. MARELLI Mucho se ha dicho sobre de que estas aves son insectívoras y aquéllas no, por el sólo hecho de haberlas visto comiendo insectos O llevando en su pico larvas, alimentándose de granos o perjudicando los cultivos. Y se ha insinuado que unas deben ser perseguidas tanto como otras protegidas por sus beneficios. Fácil es comprender lo general de esa afirmación hecha sin partir de resultados concretos. Con esta base se construyen lis- tas de aves insectívoras incluídas en leyes y decretos de regla- mentaciones de la caza. No es difícil así hallar representantes realmente útiles al lado de otros que no lo son. Razón por la cual estas cosas opuestas deben ser conducidas por una vía de observación, que dilucide lo que tienen de verdad. Como todos los seres, las aves desempeñan una misión en la naturaleza, la que ha dado motivo a tan abundante lite- ratura sobre este punto y de la que prescindimos; limitán- donos a la exposición de algunas observaciones del título del epígrafe; iniciando unas investigaciones sobre las cuales no sé de que se haya querido llegar a algo que pueda ser de no lejana aplicación. Para investigar el contenido estomacal de las aves, una vez extraida su molleja, se seccionó ésta longitudinalmente, y con la ayuda de una lente se aislaron las diferentes substancias. Los datos reunidos en tiempos y lugares distintos han sido obtenidos de ejemplares recogidos en los alrededores de La Plata, Ensenada, Los Talas y Villa Elisa; algunos son de Curuzú Cuatiá, en la provincia de Corrientes. Grande dificultad se encuentra en la determinación de qué especies vegetales son las semillas separadas, como asimismo los insectos contenidos ya más o menos disueltos por los jugos; 222 EL HORNERO IVoLw debido a tener que ser a la vez botánico y entomólogo; por lo que hemos repartido las substancias alimenticias en tres grupos: vegetales, animales y minerales. He aquí una lista de alimentos hallados en los estómagos de nuestras aves más comunes: Familia COLUMBIDAE Columbina picui (TeEmm), A Q. «Torcacita». La Plata, o, XL 1914: Substancias vegetales muy descompuestas. Q. Curu- zú-Cuatiá, Corrientes, 17. 1V. 1917: Substancias vegetales, frag- mentós de gramíneas. Zenaida auriculata (Drs Murs), 44. «Torcaza». Villa Elisa, Prov. Buenos Aires, 4. VII. 1915: Semillas. Sn O. La Plata, 16. XII. 1916: Fragmentos de insectos y de gramíneas. Familla RALLIDAE Pardirallus rytirhynchus (VikEILI.), A. «Gallineta». Cu- ruzú-Cuatiá, Corrientes, 3. V. 1917: Fragmentos de insectos y de vegetales. 4. Bañados de Tolosa, Prov. Buenos Aires, 4. IV. 1917: Moluscos y trozos de gramíneas. 4. Ensenada, Provincia Buenos Aires, 1. II 1015: Moluscos de agua dulce. Porphyriops melanops (VIEILL.), 9. «Gallineta», Villa Elisa, Prov. Buenos Aires, 4. VII 1915: Fragmentos de ve- getales. Familia PODICIPEDIDAE. Podiceps americanus GARNOT, A. «Macacito». La Plata, 6. VI. 1915: Coleópteros de agua, larvas de dípteros. Familia LARIDAE Larus cirrhocephalus VirILL. A O. Gaviota de cabeza eris. La Plata, 9. IIL 1917: Fragmentos de vegetales y trozos de gramíneas. Familia THINOCORYTHIDAE Thinocorys rumicivorus EscH., 44. «Chorlo agachón» Villa Elisa, Prov. Buenos Aires, 3. Vi. 1917: Fragmentos de vegetales, granos en disolución. 1919] C. A. Marelli: Contenido del estómago de aves 2 Familia CHARADRIIDAE Belonopterus cayennensis grisescens (PrazÁK), «Teru- tero». 44, Q. La Plata, 6. VI 1917: Lombrices, coleópteros acuáticos. Tringa canutus (Lix.), 4. Pereyra, Prov. Buenos Aires, 22. IL 1916: Larvas e insectos. Gallinago paraguaiae (VIkILL.), 4, Q. «Becasina». Ense- nada, Prov. Buenos Aires, 4. III. 1916: Fragmentos de subs- tancias vegetales. Heteropygia maculata (VimILr.), 4, 0. «Chorlito». Con- chitas, Prov. Buenos Aires, 22. II. 1915: Larvas de coleópteros. Aegialitis falklandica (LarH.), 44. «Chorlito». Pereyra, Prov. Buenos Aires, 1. Í. 1917: Restos de alas de coleópteros, fragmentos de gramíneas. Rostratula semicollaris (VIEILL.), Bs Ss Tolosa, Provin- cia Buenos Aires, 25. VI. 1916: Moluscos del gen. Planorbzs, escamitas de peces y trozos de gramíneas. Bartramia longicauda (Becust.), A4 00. «Batitú». Pe- reyra, Prov. Buenos Aires, 20. IM. 1916: Restos de coleópteros, dípteros y restos de substancias vegetales. Familia PARRIDAE Jacana jacana (L1x.), 4. «Gallinita o gallito». Villa Elisa, Prov. Buenos Aires, 22. IV. 1917: Pequeños insectos y restos de vegetales. Familia YIBIDIDAE Plegadis guarauna (Lix.), 3 A. «Cuervo de cañadas»- Los Talas, Tolosa y Ensenada, 3. VIL 1917: Pequeños molus. cos de lagunas y fragmentos de vegetales. O. La Plata, 10. VII. 1917: Pequeños trozos de cáscaras de moluscos de agua dulce, fragmentos de vegetales. A. Villa Elisa, Prov. Buenos Aires, 10. VII. 1917: Restos de moluscos (Zlanorbis), orugas y escamas de peces. Familia ANATIDAE Spatula platalea (VIEILL.), 3 Q. «Pato espátula». Villa A (Oh. ++ 224 EL HORNERO NACISNOS Elisa, Prov. Buenos Aires, 4. VI. 1916: El estómago contenía sólo piedritas y tierra. Cairina moschata (Lin.), do 9. Villa Elisa, Prov. Buenos Aires, 4. VI 1916: Fragmentos de vegetales. Metopiana peposaca (VIEILL.) Q. «Pato picazo». Villa Elisa, Prov. Buenos Aires, 4. VI. 1916: Fragmentos de subs- tancias vegetales. Familia FALCONIDAE Milvago chimango (VIEILL.), 4, Q. «Chimango». La Plata 5, UL 1916: Coleópteros. [e Familia CUCULIDAE Guira guira (Gm.), 44. «Pirincho». La Plata, 5. V. 1916: Langostas y fragmentos de Schistocerca paranensis BURM. Familia PICIDAE Dryobates mixtus (BobD.), 4, 9. «Carpintero». Los Talas, Prov. Buenos Aires, 6. XII. 1916: Semillas, Chrysoptilus melanolaemus (Marn.), 4. «Carpintero». Los Talas, Prov. Buenos Aires, 6. XII. 1916: Semillas y otras substancias vegetales. Familia DENDROCOLAPTIDAE Anumbius anumbi (VIEILL.), A, Q. «Leñatero». La Plata, 2. VIL. 1917: Coleópteros y larvas de dípteros. 4. Villa Elisa, Prov. Buenos Aires, 4. VII. 1917: Substancias vegetales. Furnarius rufus (Gm.), lO! «Hornero». La Plata, 2. VIII, 1917: Larvas de lepidópteros. Además granitos de arena. Coryphistera alaudina Burm, 4,0. «Burrito». Curuzú- Cuatiá, Corrientes, 6. V. 1917: Grillos, hemiípteros y coleópte- ros, fragmentos de pasto. Siptornis Orbignyi (REICHENB.), 4 O. Curuzú-Cuatiá, Co- rrientes, 6. V. 1917: Coleópteros, ortópteros, hormigas. Pseudoseisura lophotes (REICHENB.), ?. «Cacholote». Cu- ruzú-Cuatiá Corrientes. 26. IV. 1917: Coleópteros muy fragmen- tados y semillas. 1919] C. A. Marelli: Contenido del estómago de aves 2 h a Picolaptes angustirostris (VIEILL.), 4, 9. « Trepador». Curuzú-Cuatiá, Corrientes, 28. IV. 1917: Larvas, ortópteros y hormigas. Familia TYRANNIDAE Pitangus sulphuratus bolivianus (LarFR.) H4. «Biente- veo», Curuzú-Cuatiá, Corrientes, 5. IV. 1917: Escarabajos, hi- menópteros y hormigas aladas. Serpophaga subcristata (VIEILL.), A, 9. «Piojito». La Plata, 3. IL 1917: Substancias vegetales. Serpophaga nigricans (VIEILL.), 4, O. «Piojito». Los Ta- las, Prov. de Buenos Aires, 2. V. 1916: Substancias vegetales muy fragmentadas. Pyrocephalus rubinus (Bobb.), 4 O. «Churrinche». La Plata, 3. XI. 1917: Mosquitos y substancias vegetales. Joven, Curuzú-Cuatiá, Corrientes, 27. IV. 1917: Hormigas exclusiva- mente. Joven. La Plata, 20. XII. 1917: Dípteros y coleópteros. Tyrannus melancholicus VikILL., AQ. «Suirirí». Ense- nada, Prov. Buenos Aires, 6. XIL 1917: Coleópteros. 4. Ense- nada, Prov. Buenos Aires, 24. XI. 1912: Coleópteros y dípteros. Machetornis rixosa (VIEILL.), 4. «Matadura». Curuzú- Cuatiá, Corrientes, 5. VJ. 1917: Coleópteros y fragmentos de pasto. Muscivora tyrannus (Lix.) 4, Q. «Tijereta». La Plata, 3. XI. 1917: Abejas y coleópteros. Lichenops perspicillata (Gm.), 44. «Pico de plata». Pun- ta Lara, Prov. Buenos Aires, 2. XL 1917: Insectos. Taenioptera irupero (VIEILL.), 4, O. «Viudita, Monjita » Curuzú-Cuatiá, Corrientes, 27. IV. 1917: Langostas, ortópteros pequeños y un mantidae. Familia HIRUNDINIDAE Iridoprocne leucorrhoa (VIEILL.), 44. «Golondrina». La Plata, 20. XI. 1916: Fragmentos de coleópteros, crisálidas de lepidópteros. Familia TROGLODYTIDAE Troglodytes musculus hornensis (LEss.), 44 Q. «Ta- N lo DD EL HORNERO l IV cuarita o ratona». La Plata, 5. V. 1916: Pequeños hemípteros, substancias varias. Familia TURDIDAE Planesticus rufiventris (VIrIL1.), 99. «Zorzal colorado», Ensenada, Prov. Buenos Aires, 22. V. 1916: Semillas y frag- mentos de vegetales. Familia MIMIDAE Mimus triurus (VIEILL.), 44. «Calandria ». Curuzú-Cuatiá, Corrientes, 11. IV. 1917: Semillitas y tierra. 4. Curuzú-Cuatiá, Corrientes, 3. IV. 1917: Coleópteros y fragmentos de pasto. Familia VIREONIDAE Cyclarhis ochrocephala Tsch. 44. «Buen cantor». Pun- ta Lare, Prov. Buenos Aires, 10. X. 1914: Pequeños insectos, coleópteros. Ensenada, Prov. Buenos Aires, 22. V. 1917: Se- millas. Familia MOTACILLIDAE Anthus correndera VIEILL. o «Cachirla». Villa Elisa, Prov. Buenos Aires, 22. VI. 1916: Coleópteros, substancias ve- getales y tierra. 44. La Plata, 16. VIL 1917: Únicamente tierra. Familia. FRINGILLIDAE Sicalis arvensis (Krrriz), 44 00. «Mixto». La Plata. 10. XI. 1017: Semillas. 4. Ensenada, Prov. Buenos Aires, 9. XIL 1916: Semillitas. 44 9. Curuzú Cuatiá, Corrientes, 20. V. 1917: Semillitas. 4 Q. Villa Elisa, Prov. Buenos Aires y $ Pereira. Prov. Buenos Aires, 2. VI. 1917: Fragmentos de insectos y semillas. Passer domesticus (LiN.), «Gorrión». Pereyra, Prov. Bue- mos ies, O, QUL 10 u7s seas vegetales. 4, 9. La Plata, 24. VI. 1916: Semillas. 44. La Plata, 23. IL 1917: La de lepidópteros y semillitas. Brachyspiza capensis (P. L. 5. MúLL.), 44 0. «Chingolo». La Plata, 29. IL 1916: Semillas. 44. La Plata, 5. XIL 1915: IS E A AE A, A O A de ¿Lars 1919] C. A. Marellz: Contenido del estómago de aves 227 Substancias vegetales. 4,0. Villa Elisa, Prov. Buenos Aires. 3o. II. 1917: Semillas, granos de tierra. A4, Se Curuzú - Cua- tiá, Corrientes, 3. IV. 1917: Semillas. 4. Villa Elisa, Prov. Bue- nos Aires, 4. 1V. 1916: Semillas y substancias vegetales, e reyra, Prov. Buenos Aires, 3. V. 1915: Semillas y substancias vegetales. Paroaria cucullata (LarH.), e «Cardenal». La Plata, 7. V. 1917: Tierra. Los Talas, Prov. Buenos Aires, 5. XI. 1916: Se- millas, 4, Curuzú-Cuatiá, Corrientes, 4. IV. 1917: Semillas, fragmentos de pasto y piedritas. Embernagra platensis (Gm.), 44. «Verdón». Punta Lara, Prov. Buenos Aires, 3. 111. 1916: Pequeños coleópteros, hojitas de plantas, gramíneas. o. Punta Lara, Prov. Buenos Aires, 9. IV. 1916: Pequeñas langostas, pasto. Saltator aurantiirostris VIEILL., la Curuzú-Cuatiá, Co- rrientes, 25. V. 1917: Coleópteros, semillas y piedritas. Familia ICTERIDAE Molothrus bonariensis (GM.), 4. «Renegrido». Curuzú- Cuatiá, Corrientes, 3. IV. 1917: Semillas. 44. Ensenada, Pro- vincia Buenos Aires, 19. XI. 1917: Semillas. A. Ensenada Pro- vincia Buenos Aires, 3. IV. 1917: Semillas de gramíneas. Molothrus badius (VikILI.). «Tordo bayo o mulata». Cu- ruzú-Cuatiá, Corrientes, 3. IV. 1917: Semillas y fragmentos de vegetales. Agelaius thilius chrysocarpus (ViG.), SS Ses «Tordo de alas amarillas». Villa Elisa. Prov, Buenos Aires, 19.V. 1915: Pequeños moluscos, semillas y fragmentos de gramíneas. 44. Tolosa, Prov. Buenos Aires, 2. IV. 1917: Semillas. Trupialis Defilippii Br., 4 9. «Pecho colorado». Ensena- da, Prov. Buenos Aires, 10. II. 1915: Insectos y fragmentos de vegetales. os O Villa Elisa, Prov. Buenos Aires; 5. Il. 1917: Pequeños coleópteros. 4. Tolosa, Prov. Buenos res, 17 JUOL 1917: Orugas y trozos de gramíneas. Leistes superciliaris( Br.), 44. «Pecho colorado». Punta Lara, Prov. Buenos Aires, 2. II. 1914: Orugas. 228 EL HBORNERO O Ll Pseudoleistes guirahuro (VIRILL.), 44. «Pecho amarillo». Punta Lara, Prov. Buenos Aires, 5. XI. 1917: Coleópteros peque- nos, Orugas. Amblyrhamphus holosericeus (ScoP.), 44 «Federal» Los Talas, Prov. Buenos Aires, 7. VII. 1917: Semillas. Punta Lara, Prov. Buenos Aires, 3. VIL 1917: Orugas y semillas. Es a los miembros de la Sociedad Argentina de Ciencias Naturales y de la Ornitológica del Plata difundidos por toda la república, a quienes les corresponde añadir, corregir y dar una orientación más intensa a estas limitadas anotaciones. Y no se dude de que si nos fuera posible reunir, por lo menos, cien observaciones del contenido estomacal de cada especie de nuestras aves indígenas, se ha de poder saber, en definitiva, qué significado tiene su nocividad o utilidad con relación a la agricultura y la caza. 1919]. 229 «EL CABURÉ» GLAUCIDIUM NANUM (KING) RARO CASO DE MIMETISMO POR JULIO KOSLOWSKY El «caburé», o el «caaureí» de los paraguayos, es un nero famoso de la familia de las lechuzas. Sobre el pequeño representante de esta clase de aves, con- sideradas por sus hábitos como una familia algo misteriosa y agorera, corren muchas leyendas y cuentos que se narran en todas partes (sobre todo en el Brasil, el Paraguay y nues- tra República); los que son de una índole más bien legendaria y curiosa, nocomo los de sabor más lúgubre sobre las es- pecies mayores y gigantes de la familia, que llevan una vida nocturna, y cuyo aspecto bastante singular provoca toda clase de conjeturas y sospechas, según las cuales resultan capaces de toda iniquidad (y los que no reparando en su nefando instinto se encargan de los augurios funestos que llevan hasta al gé- nero humano). —El «caburé» que lleva una vida más bien diurna y la lechucita de las vizcacheras (¿Speotyto cunicula- 710), no participan, por esta misma razón, de tan mala fama co- mo los otros representantes de la familia; y apesar de que en ps ge- proporción a su pequeño tamaño es el primero, tan diablo como sus parientes más grandes, a los que talvez supera, sus haza- ñas se narran con un colorido más bien entretenido, exento del carácter trágico que se nota en los demás; similares a los cuen- tos existentes en el viejo mundo. Sin embargo, hay algo de particular respecto al «caburé», y es que los representantes del genero (G/aucidium poseen un dibujo singular en la parte posterior de la cabeza o región occipital, que cuando el plumaje se halla erizado, representa una cara de lechuza, con la expresión genuina de la familia, corres- pondiente al género Sfríxw.-—La cara aparente está formada por el fuerte contraste del colorido de las plumas, las que son ne- gras, en dos centros que convergen hacia abajo alargados en pun- ta, bordeados y separados por una hilera de plumas blancas, que 230 EL HORNERO [ Vol. T los aislan del fondo o colorido general, el que es de un color re- quemado o rojizo, según la especie y la edad del individuo. La imitación es tan perfecta y se asemeja por los colores de tal suerte al género 4sz0, que induce a que sele tome por la verda- dera cara, noestándose enterado de esta particularidad, porque la cara aparente posee contrastes más fuertes quela natural, y por eso se destacan más los contornos cuyo dibujo da al ani- malito una expresión mucho más cercana de la perteneciente a la lechuza típica, que la que posee la cara verdadera, en la cual no aparecen fuertes contrastes . y cuya forma corresponde más bien al carácter propio de algunos géneros de la familia de los halcones, que al de los .St7/x o lechuzas. Es más que evidente que semejante propiedad ha desem- peñado siempre un papel importante en todo lo que se rela- ciona con el «caburéz. Como la cara desaparece cuando el plumaje se alisa, no es de extrañar que nadie hasta ahora se haya dado cuenta de tan curiosa propiedad de esta célebre lechucita. Descubrí esta singular particularidad en el año 1893, cuan- do hallándome en Descalvados, en la provincia de Matto Grosso (Brasil), compré entre otros animales vivos, un «caburé» Glaucidium brasilianum (GmM.) de los indios Guatós, el que, completamente manso, vivió, dentro de mi cuarto de trabajo, en plena libertad. : Hallándose la avecita una tarde descansando, con las plu- mas erizadas, sobre una percha, noté una expresión extraña de su cara que me llamó la atención. Acercánáome lo su- ficiente descubrí que era una cara simulada y no la verdade- ra, y que había dado con una simulación de las más raras y perfectas que se conocen en la naturaleza, por lo menos entre las aves, con el nombre de mimetismo (mimicry); pero en este caso, de una índole más singular que los conocidos bajo esta denominación. Pues las simulaciones generalmente conocidas son imitaciones de otros seres u objetos de diversa índole, que les sirven como una especie de protección para sustraerse así más fácilmente a la persecución de sus enemi- gos, mientras que aquí se trata de una ostentación de la legi- (Vol. 11919 EL HORNERO LAM. 11 e EL “CABURÉ” (Giaucidium nanum,) Visto del dorso con la cara mimética en la nuca. “E CABURÉ” visto de frente. 1919] J. Koslowsky. 1d Caburé 231 timidad de la naturaleza y de los rasgos más peculiares de la familia a la cual se pertenece. Esto admite diversas interpretaciones. Es muy posible que esta simulación sirva de protección al pequeño «caburé», contra pájaros más fuertes y agresivos, los que creyéndose observados ¡por él, no lo atacan. También es muy probable, sino seguro, que esta apa- riencia provoca la ira de los pequeños pajaritos que por su imprudencia son víctimas del «caburé», los que en lugar de alejarse del peligro manifiestan su enojo y desagrado contra el nefasto enemigo por una vociferación llamativa; acercán- dose más al peligro con el aumento de suindignación, y siendo el de ira más ciega la víctima primera. Es sabido que todas las lechuzas atraen durante el día la persecución de los otros pájaros contra ellas, inclusive las aves de rapiña. La cara simulada alcanzará, sin duda alguna, varios propó- sitos según las circunstancias, y es además un ejemplo de los más elocuentes, que los fenómenos de esta índole, comprendi- dos bajo el nombre de mimetismo, no se pueden explicar siem- pre con la teoría de la selección y hábitos adquiridos por inílujo del ambiente y de sus condiciones imperiosas, dentro del cual viven y existen los seres provistos de las ventajas de la simulación natural y de las cuales son inconscientes, por lo menos mientras sacan ventaja de ellas y viven dentro de la forma precisa, en la cual se manifiestan; y eso con más razón, cuando el beneficiado ni siquiera puede contemplar este don en sí mismo, como sucede con la mayor parte, si no con todos, y singularmente en el caso del «caburé», donde la ven- taja se halla sustraída a su vista, colocada en la parte poste- rior de la cabeza o sea en la región occipital de ella, pero don- de apesar de todo no deja sin duda alguna de ejercer su pro- pósito, tan bien, como si el dueño estuviera en plena concien- cia del alcance de este recurso. ¿Cómo se quiere en este caso aplicar la selección y la crea- ción paulatina liasta la perfecta expresión de la forma carac- terística del género Strix de las lechuzas? ¿Cuando princi- pió a manifestarse esta intención y de qué duración fué el perío- 232 EL HORNERO VAT A0S do de tiempo empleado para llegar a este perfecto resul- tado? Adjudicar estos fenómenos a la casualidad sería el colmo de lo absurdo, porque el propósito está bien a la vista y el fin que se persigue muy a sabiendas del inteligente poder, que con el mayor orden en la ejecución alcanza arealizar cual- quier objeto para un fin ulterior y lo que está demasiado cla- ramente expresado en toda la naturaleza; no importa qué nombre se le dé; porque siempre esta inteligente y omnipo- tente energía ha sido y es la creadora de todos los objetos, y el orden manifiesta su intervención en todo lo creado, sea visi- ble o invisible para nosotros, y eso en todo el universo. Los fenómenos del mimetismo, si son verdaderas imitacio- nes de objetos y aspectos existentes, lo son también intenta- dos y originados por la misma energía consciente y por su- puesto viva, que pone el orden y realiza sus propósitos en y con cualquier otro objeto de la naturaleza, de igual modo co- mo proporcioua y origina cualquier organismo y órgano si con eso quiere realizar un propósito; ¿por qué extrañar entonces, las ventajas que constituyen el mimetismo? La teoría de la selección o del Darwinismo que en ciertos casos son aplicables a fenómenos originados por un ambiente preciso, y que son siempre de un orden secundario por más notorios que sean, no podría aplicarse en estos casos de que tratamos; y si el Darwinismo es aplicable solamente .con mu- cha cautela en los casos que admiten la suposición de una se- lección libre de la intervención del hombre, es más que teme- rario recurrir a las teorías de Haeckel y sus secuaces los uto- pistas del Darwinismo, que no llegan a concebir que la iín- tención es anterior a su realización y que el constructor de algo es cosa aparte de lo construído, viva dentro o fuera de su obra. Por lo tanto, es menester comprender los pro- pósitos de la energía consciente e inteligente para reconocer las consecuencias, y no recurrir solamente al producto, que en general mudo e inconsciente, cumple su desti- no, ageno a cualquier criterio. La mayoría de las teorías modernas se basan solamente en el producto inerte y nie- A 1919] J. Koslowsky: El Caburé pe ga la energía consciente y previsora anterior a las cosas. Es justamente por eso que la materia no puede explicar por sí misma su variada existencia, por ser sólo una consecuencia de un principio independiente de ella, que con ella se ma- nifiesta. Al fin, el perfecto y maravilloso orden en todas las cosas de la naturaleza, que impone una obligación, e indica siempre un propósito y un fin ulterior, y que además corre- laciona sistemáticamente todo lo existente entre sí, es conse- cuencia imprescindible únicamente de un raciocinio y de una idea; lo que es percibido en su verdadera importancia por muy pocos observadores, apesar de que es el más pronuncia- do indicio que tenemos y el que afirma y clama sin cesar co- mo un fiel y leal testigo por la veracidad de la existencia de un principio inteligente, que es origen de todo orden y su organización, y que en sí constituye también el único monis- mo verdadero y posible; no el inventado por Haeckel, que dice nació en la ínfima monera, sino el que llena el infinito espacio y que crea universos y también moneras insignifican- tes para halagar a los cerebros de igual condición con algo importante para ellos, En todos los tratados científicos, sean de enseñanza infe- rior o universitaria, no importa dequé ramo o disciplina sean, se afirma siempre con mucha erudición que las ruedas de la carreta trituran la tierra, pero nunca se hace en ellos mención de los bueyes que mueven la carreta. Por esta causa todo el mundo contempla estupefacto cómo es posible que el edificio social y político en todas partes del orbe se halla tan fácilmente en zozobra y que cada ráfaga de viento lo inclina ? por su lado, y que además la carreta no marcha. ¡Es así, pues, por qué el edificio carece ya de un funda- mento y que por descuido los carreros se quedaron sin bue- yes, desviando demasiado su atención hacia otras cosas que les parecían más interesantes que éstas, y ahora no hay con qué reconstruir sus cimientos! En la antigúedad las lechtizas eran el símbolo de la pene- tración del criterio, por la propiedad de sus ojos que les per- mite ver también en la oscuridad; por eso la diosa Palas Ate- 234 EL HORNERO [Vol 1 ne está representada generalmente acompañada siempre por una lechuza; por qué a la diosa de la sabiduría, entre otros atributos, se adjudicaban los ojos del ave por su inteli- gencia despejada; por .eso los griegos llamaban a menudo a Atene simplemente la g/aucopis. La apariencia de la le- chuza fué interpretada como augurio de suerte, sobre todo en Atenas, pero por su vida nocturna, fué considerada en otras partes como anunciadora de calamidades. Posteriormente, el arte de la era cristiana simbolizaba con su figura la falsa sa- biduría y lo insensato. í Nuestro «caburé» parece ser creado expresamente para servir de símbolo para muchas cosas porsus dos caras, de las cuales una tiene vista verdadera y la otra aparenta ver; in- térpretes fieles de la filosofía y de la sofística. Pero como la cara aparente posee más expresión original por sus más fuertes contrastes, que la verdadera, llama aquella más la aten- ción e inpresiona más fácilmente a los inexpertos de su cir- cuíto, que engañados por las apariencias caen víctimas de su error, Lo mismo sucede con las teorías de los falsos profetas, que ostentando sabiduría y erudición, seducen con la elocuencia de lo nuevo, y con la ficticia interpretación de ciertas apariencias en la naturaleza; pero como desgraciadamente parten de una base falsa, no hacen más que inmenso daño con sus doctrinas faltas de verdad; las que sin una base sólida y verídica se prestan para que sus adeptos y secuaces cometan toda clase de abe- rraciones, alejándose en lo absurdo hasta regiones insospe- chables. Desprovistos de concepto para la comprensión de verdades profundas, son víctimas y partidarios acérrimos de la insensatez y del «cabureo» de sus sofismas. Pero como muchas otras cosas, también ellos se asemejan al «caburé» porque llevan, como el «caburé», su verdadera ca- racterística, también inconscientes como éste, a la vista; por cuyos rasgos el experto pronto les conoce su verdadera incli- nación y naturaleza, muy en contra de su propia voluntad. La lámina que ilustra esta nota procede de una fotografía 1919] J. Koslowsky. El Caburé 235 que tomara de un «caburé» (y quees un G/aucidium nanam), en la cordillera de los Andes del Chubut, al norte del lago Buenos Aires, en el año 1898, durante un día de invierno. Cacé el ejemplar de un tiro, preparado a propósito para no estropearle mucho; y como el «caburé» fué solamente herido, me proporcionó la ocasión deseada, de fijar la cara simu- lada fotográficamente en su posición natural y en un ejem- plar vivo, exento de cualquier arreglo y artificio. Colocado el «caburé» sobre un arbolito del Nirri (especie de agus) cuyas ramitas conservaban los cristales de la escarcha, no tardó en tomar la posición del descanso, erizando su plumaje, con lo que apareció la cara mimética en toda su nitidez. El ejem- plar visto de frente en el rincón de la lámina procede de una buena ilustración de la obra Crawshay, «The Birds of Tie- rra del Fuego». London, 1907. La fotografía demuestra claramente el fenómeno tratado, y así recomiendo al famoso «caburé» como un símbolo y emble- ma para muchas aplicaciones, y que en cierto grado puede ser- vir como un signo de nuestros tiempos. Buenos Aires, Junio 14 de 1910. 236 EL HORNERO [Vol. 1 NOTAS SOBRE UNA COLECCIÓN DE AVES DE LA ISLA DE MARTÍN GARCÍA POR ROBERTO DABBENE (¡Continuación de la pag. 1608) Familia Tyrannidae (Bienteveos, tijeretas, churrinches, picos de plata, piojitos, etc.) 45. [Taenioptera irupero (VIEILLO'). (VIUDA ) Tyrannus irupero VIBLLLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat., XXXV, p.g2 (1819 — fundada sobre « 8965 :”. O ad. Isla Martín García, Dic. XII, 1916. — ANTONIO POZZI. 69. Sporophila caerulescens caerulescens (VIEILLOT). (CORBATITA) Pyrrhula caerutescens V1iEILLOT, Enc. Méth., iii, p. 1023 (1823 — « Bresil» ) descr. orig. Spermophila caerulescens BARROWS, Bull. Nutt. Orn. Club, VIII, 1883, p. 92 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos). — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.2 XXII, April 1894, p. 168 (Uruguay —en Nov.). N.” 8965 7”. £ ad. Isla Martín García, Dic. 20, 1916. — ANTONIO POZZI. N.o 8965 2”. Q ad. Isla Martín García, Enero 12, 1917. — ANTONIO POZ21. La hembra tiene las partes inferiores blanquizcas con un ligero baño amarillento. [70. Sicalis arvensis arvensis (KITTILIIZ). (MIXTO) Fringilla arvensis KIrTLITZ, Mém. Acad. Imp. Sci. St. Pétersb., Sav. étrang., ii, p. 470 (1835 — Chil?) descr. orig. $ En i $ ly 5 $ A A Y $ b: N fe $ 8 3 Y y y Ñ y 1919] R. Dabbene: Colección de aves de Martín García 245 Sycalis luteola BARROWS, Bull. Nutt. Orn. Club, VIII, 1883, p. 132 (Con- cepción del Uruguay, Entre Ríos). — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.? XXII, April 1894, p. 171 (Uruguay — residente). Observado en la isla]. 71. Sicalis Pelzelni ScLATER. Sycalis pelzelní SCLATER, The Ibis, third ser., vol. II, N.2 V, Jan. 1872, p. 42 (1872 — Buenos Aires) descr. orig. Sycalis pelzeln? APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.o XXII, April, 1894, p. 171 (Uruguay — residente). N.9 8965 /”. 5 ad. Isla Martín García, Dic. 21, 1916. — ANTONIO POZzZzI. 72. Passer domesticus domesticus (LINNEO). (GORRIÓN) Fringilla domestica LINNAEUS, Syst. Nat:, I, p. 323 (1766). N.o Sg65 22”. S ad. Isla Martín García, Enero 11, 1917. — A. POZZI. 73. Brachyspiza capensis capensis (P. L. S. MULLER). (CHINGOLO ) Fringilla capensis Y. L. S. MULLER, Syst. Nat., Suppl., p. 165 (1776 — Guiana). Zonotrichia pileata BARROWSs, Bull. Nutt. Orn. Club, VIII, 1883, p. 131 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos) — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.2 XXII, April 1894, p. 169 (Uruguay — descr. nido). N.0 8965 2”. > ad. Isla Martín García, Enero 5, 1917. — ANTONIO PoOZz!1. 74. Poospiza nigroruía (LAFRESNAYE et D'ORBIGNY). (SIETE VESTIDOS) Emberiza nigro-rufa LAFRESNAYE et D'ORBIGNY, Syn. Av., I, in Mag. Zool., VIL, Cl. II, p. 81 (1837. — Hab. Santa Fe, Rep. Arg.) descr. orig. Poospiza migrorufa BARROWS, Bull. Nutt. Orn. Club, VIIL, 1883, p. 129 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos). — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.2 XXII, April 1894, p. 169 (Uruguay —en Mayo). N.* 8965 o”. Se ad. Isla Martín García, Enero 12, 1917. — ANTONIO POZzZI. 75. Embernagra platensis poliocephala (Gray). (VERDÓN) Emberizoides poliocephalus GRaY, Voy. «Beagle», 111, Birds, p. 98 (1841 — Monte Video and Maldonado) descr. orig. Embernagra platensis (nec GMELIN)? BARROWS, Bull. Nutt. Ornith. Club, VIII, 1883, p. 132 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos). —!APLIN, 246 EL HORNERO Vol. T The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.o XXII, April 1894, p. 170 (Uru- guay: Santa Elena, Soriano —en Marzo). Embernagra platensis SHARPE, Cat. B. Brit. Mus., XII, p, 758 (1888) part. especímenes c. d. Embernagra platensis poliocephala CHUBB, The Ibis, Jan. 1918, p. 4. N.o 89652". 4 ad. en cambio de plumaje, Isla Martín García, Dic. 6, 1916. — ANTONIO POZZI. Este ejemplar concuerda con los caracteres que CHUBB in- dica para los especímenes del Uruguay, por tener la garganta de un gris más obscuro, el medio del abdomen blanquizco y por las estrías del dorso muy poco pronunciadas. El espécimen de Martín García se diferencia a primera vista por estos caracteres de una serie de otros ejemplares de la Provincia de Buenos Aires con los cuales lo he comparado. Además, he observado que el ejemplar de Martín García carece de la coloración general ante en el pecho inferior, abdomen y flancos; estos últimos siendo grisáceos y ligeramente teñidos de ante. Por ser el plumaje muy gastado, las dimensiones no corres- ponden a las indicadas por CHUBB y tal vez por este mismo motivo las secundarias internas carecen del ancho borde ante- pardusco que encierra el negro del restante de la pluma. Ala 88 mm., cola (gastada) 84 mm., culmen expuesto, 15 mm., tarso 31 mm., dedo medio con uña, 27 mm., dedo posterior con uña 21 mm. Varios ejemplares de Mendoza en la colección del Museo Nacional de Buenos Aires corresponden a los caracteres indi- cados para Embernagra (rossez CHUBB (1), pero ésta debe ser con- siderada sólo como una subespecie de Embernagra olivascens D'ORBIGNY. 76. Paroaria cristata (?) (BODDAERT). (CARDENAL) Fringilla dominicana cristata BODDAERT, Tabl. Planches Enlum , p.7, pl. 103 (1783 — Brasil). (1) The Ibis, Jan. 1918,, p. 9, Plate 1, fig. 2. (2) Este nombre es el que debe ser usado en vez de Zoxía cucullata 1l,ATHBAM 1790, pues éste no.es válido en vista de la prioridad de Zoxía cucullata BODDAERT, Pp. 24 y Loxía cu- cullata MÚLLER 1776. Cf. MATHEWsS and IREDAL, The Austral Avian Record, vol. li, N.02, MOV. 1915, Pp. 38. 1919] R. Dabbene: Colección de aves de Martín García 247 = Paroaria cucullata aut. |] Paroaria cucullata BARROWs, Bull. Nutt. Orn. Club, VIII, 1883, p. 129 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos). — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.* XXII, April 1894, p. 168 (Santa Elena, Uru- -guay — Oct. a Mayo) N.o 8965 2”. se ad. Isla Martín García, Dic. 21, 1gI6. — ANTONIO PoOzzI. Familia Icteridae (Boyeros, tordos, federales, etc. ) 77. Molothrus bonariensis bonariensis (GMELIN). (TORDO NEGRO) [Zanagra] bonariensis GMELIN, Syst. Nat. l, p. S98 (1789 — Habitat in Bonaria) descr. orig. Molothrus bonariensis BARROWS, Bull. Nutt. Orn. Club, VIIL, 1883, p. 133 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos). — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N 2 XXII, April 1894, p. 172 (Uruguay). N.o 2965 7”. 5 ad. Isla Martín García, Dic. 1, 1916. — ANTONIO Pozzi. 78. Molothrus brevirostris (D'OrRBIGNY et LAFRESNAYE). (TORDO ) lclerus brevirostris D'ORBIGNY et LAFRESNAYE, Syn., Av. l,in Mag. Zool. (8) cl. IL, p. 7 (1838 — Maldonado, Rep. Uruguay) descr. orig. Molothrus rufoaxillaris BARROWS, Bull. Nutt. Orn. Club, VIII, 1883, p. 134 - (Concepción del Uruguay, Entre Ríos). — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. V1, N.o XXIT, April 1894, p. 172 (Santa Elena y Santa Ana, Uruguay). NE O E ad. Isla Martín García, Dic. 21, 1916. —ANTONIO POZZI. 79. Molothrus badius ( VIEILLOT ). (MULATA, TORDO BAYO) Agelaíus badíus VIEILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat., XXXIV, p. 535 (1819 —fundada sobre «Tordo pardo-roxizo > AZARA, Apunt. I 1802, p. 290, N.? LXill — Paraguay y Río de la Plata) descr. orig. Molothrus badíus APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.? XXIT, April 1894, p. 172 (Uruguay) (criando en Mayo). N.o 8965 £”. a no enteramente adulto. Isla Martín García, Enero 14. 1917 — ANTONIO POzzI. 80. Agelaius thilius chrysocarpus (VIGORS). (TORDO DE LAGUNA) [ Zurdus thilius MOLINA, Saggio St. Nat. Chili, p. 345, 1782. — Chile]. 249 EL HORNERO PE Xanthornus chrysocarpus VIGORS, Proc. Zool. Soc. Lond. 1832, p. 3 (1832 — Paraguay ) descr. orig. Agelaeus thilius (nec MOLINA) BARROWS, Bull. Nutt Orn. Club, VIII, 1883, p. 134 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos). — APLIN, The Ibis, sixth ser., vol. VI, N.* XXII, April 1894, p 173 (Uru- guay). N.o 8965 21” S ad. Isla Martín García, Dic. 22, 1916. — ANTONIO POZZI. [81. Leistes militaris superciliaris (BONAPARTE). (PECHO COLORADO ) [ Tanagra militaris LANNAEUS, Syst. Nat ed. X, l, p. 178 (1758 —Guiana) ] Trupialis superciliaris BONAPARTE, Consp. Av., I, p 430 (1850 —+«Mexico», hab. subst. Brasil) Leistes superciliaris BARROWS, Bull. Nutt. Orn. Club, VIII, 1883, p. 136 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos) Observado en la isla.] 82. Xanthornus pyrrhopterus pyrrhopterus (VIKILLOT). (BOYERITO) Agelaíus pyrrhopterus VIE¡LLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat., XXXIV, p. 543 (1819 —iundada sobre «Tordo negro cobijas de canela» AZARA, Apunt., I, 1802, p. 318, N.2 LXXIV — Paraguay ) descr. orig. lcterus pyrrhopterus BARROWS, Bull. Nutt. Orn. Club, VIII, 1883, p. 133 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos). N.o 8965 v” A, jov. Isla Martín García, Enero 17, 1917. — ANTONIO POZZi. N.o 8965 2”. $ ad. Isla Martín García, Dic. 21, 1196. — ANTONIO POZZI. LA ORNITOLOGÍA FANTÁSTICA DE LOS CONQUISTADORES POR ANÍBAL CARDOSO (Conclusión — véase pág. 153) Llegó el turno a los Picaflores. ¡Estos sí que tienen nota- ble y fabulosa historia! Y no se crea que iremos a buscar entre los inocentes navegantes del siglo XVI los fantásticos relatos; no,... son los naturalistas de esa época que engañados por la credulidad de los padres jesuítas nos darán maravillosas des- 1919] Al. Cardoso: Ornitología Jantástica 249 cripciones completamente falsas. Más adelante serán los mismos listoriadores jesuitas de los siglos XVII y XVIII, quienes tomando el asunto por su cuenta y apoyados en el fiel testi- monio de otros erudztís7mos colegas, tan visionarios como igno- rantes, continuarán con toda buena fe desarrollando la extra- vagante patraña; ya que a veces se suele mentir inocentemente, por falta de conocimientos y de lógica. El botánico francés, JULIO CARLOS DE L'ECLUSE (en latín, Clustus), dice, en su Exoticorum libri decem (Amberes, 1601), lo siguiente: « El Provincial Gwaryvmasir L de los padres de la Compañía de Jesús, contaba en la ciu- dad de Tournay, en casa de Jacobo y hallándose presen- tes algunos miem- bros de la misma sociedad, que los brasileños impusie- ron a esa avecilla el nombre de Oz72- sia, el que traduci- Fig. 1.—PicarLor. Figura tomada ce la obra de G. PISONIS. (Hist. Nat. Ind. Occid. 1658). do al latín, signifi- ca Rayo de Sol; que dicha avecilla es procreada por un mosca; que vió ese portentoso origen y podría testimoniarlo él mis- mo, por haber admirado una que en parte era aún mosca y en parte ave; su color al principio es negro, en seguida ceni- ciento, más tarde rosado, después rojizo y por fin expuesta su cabeza a los rayos del sol, despide todos los colores.» Cincuenta y siete años después de esta publicación, el natu- ralista holandés GUILLERMO PISON (1), escribía en su Z?istoria Naturalis Brasile: «Pero, para decir la verdad, algunas de estas orugas brasileñas, llamadas por los portugueses Lagartas (1) Naturalista del siglo XVI que acompañó con MARCGRAaVE, al príncipe de Nas- AU en su viaje al Brasil (1637).—Publicaron sus trabajos en Amsterdam en 1658 250 EL HORNERO ADA QUN das vercas, se transforman en avecillas, las que son las más hermosas entre todas las del Brasil, siendo denominadas por los indígenas Guarmumbi, por los portugueses Pega, y por los belgas Bloem- Spegt ». ¿Fueron conocidos estos libros por los escritores jesuítas de aquí, o llegó a ellos por tradición la fantástica leyenda del Provincial de la Compañia? Veámoslo: El P. José pe Acosta, Provincial de los Jesuítas en el Perú, contemporáneo de su colega del Brasil, citado anterior- mente, no hace referencia alguna a tan extravagante noticia y dice moderadamente: «Los que llaman Tominejos son tan pequeñitos que muchas veces dudé, viéndolos volar, si eran abejas o mariposillas, mas son realmente pájaros ». Estas breves líneas nos demuestran que la extraordinaria leyenda viene del Brasil, donde fué incubada por el otro famoso P. Provincial y luego desarrollada por el P. SimóN DE VAs- CONCELLOS, como se verá muy en breve. Los PP. Lozano y GUEVARA coinciden en sus referencias a propósito de estas avecillas, y tomaré del segundo lo más interesante. Dice GUEVARA: « Mejor la merece (la presidencia de las aves) un pajarillo tan pequeño de cuerpo que puesto en balanza no excede el peso de un tomín, y por eso se llama Tuminejo. En lengua quichua le dicen Quentí, en la guaraní Mainumbí, y en la cas- tellana Picaflor. « Entre las aves es la más pequeña, su cuerpo vestido de hermosas y brillantes plumas es como una almendra. El pico largo, sutil y delicado, con un tubillo o sutil aguijón, para chupar el jugo de las flores. La cola en algunos es dos veces más larga que todo el cuerpo. El color es un agradable es- maltado, de verde, azul turquí, y sobredorado, que envestidos de los rayos del Sol, hiere y ofende a la vista con su viveza. No se puede negar que en la pequeñez y colores, se encuen- tra alguna variedad, pero es mejorando siempre con un na- ranjado vivísimo que herido de los rayos solares, imita las llamas de fuego. Su nido pende al aire de algún hilo o del- gada rama al abrigo de los árboles y techos, compuestos de 1919] A. Cardoso: Ormitología fantástica 251 livianos flequecillos. Es del tamaño de una cáscara de nuez, pero tan ligero que apenas pesará un tomín. « En este nidodomici- lio de la más pequeña de las aves, pone la Pica- flor hembra un solo hue- vo. Con su natural calor lo fomenta como solícita criadora, y a su tiempo, cuando el instinto de sa- bia madre lo dicta,rompe el huevo, y sale el hi- juelo con figura de gu- sano: poco a poco de- senvuelve y desata sus miembros, cabeza, piel y alas, y en figura de ma- riposa empieza a volar y a sustentarse del jugo Fig. 2.—PAPILIÓNIDO. Dela obra de G. PrsonIs.—Esta de las flores, con la azo- mariposa, es la que, según los PP. Jesuitas, se trams- gada inquietud del mo- en: vimiento y delectable variedad de esmaltados colores que se ad- miran en el Picaflor. Como no ha llegado a su natural perfec- ción, pasa del estado de mariposa al de pájaro y se viste de plumas, al principio negras, después cenicientas, luego rosadas y últimamente matizadas de oro, verde y azul turquí. Desen- vuelve el pico que dicen algunos lo tiene arrollado en la ca- beza (1) y yo me inclino que la trompa varía algo de figura y se endurece y viste de naranjado. Algunos curiosos observado- res han notado el estado medio, y se han dignado de preve- nirme que ellos mismos han visto una parte con figura de _mariposa y otra con la de Picatlor. Más notable es lo que refiere en la vida del P. ALMEr- DA, el P. Simón “VASCONCELLOS como testigo ocular (?). Dice que « vió unos gusanillos blancos sobre la superficie del (1) Aquí se ve la confusión con la crisálida del Sf/4mx (esp. ?). (2) SIMÓN DE VascoNCcELLOS. «Vida do P. JoaN D'ALMEIDA>. Lib. IV, cap. III. 252 EL HORNERO Vol. 7 agua que primero se convirtieron en mosquitos, de mosquitos pasaron a lagartijas, éstas tomaron figura de mariposas y las mariposas se transformaron en Picaflores. Si esta generación es verdadera, de dos maneras acaecerá la producción de estos animalitos: la primera como refiere el citado autor, y la se- eunda que imita la generación de los pájaros, naciendo de huevos fomentados con el calor de las madres», Al llegar aquí el P. GUEVARA, parece avergonzado de tener la menor duda o vacilación en el testimonio de sus colegas, y agrega la siguiente declaración como testigo ocular: «No pone la Picaflor hembra más que un huevo como aseguran aleunos y hoy, veinte y cinco de octubre de mil setecientos cincuenta y ocho, acabo de observarlo». GUEVARA no perdió la oportunidad de fijar fecha tan me- morable que comprueba el atraso de aquellos hombres. En cuanto a las referencias de los testigos citados, no son menos estupendas y al lado de ellas la metamorfosis de los insectos resulta una bicoca y DARWIN con sus teorías de evolución de las especies, no es más que un plagiario! Terminaremos la descripción que hace GUEVARA con el sigujente párrato de su cosecha: «VALDECEBRO en su gobierno de aves(%), y FRANCISCO LÓPEZ DE GOMARA, refieren que a la entrada del invierno busca el Picaflor un lugar abrigado, y clavando los pies y pico en el hueco de alguna pared o árbol, se pasa durmiendo todo el invierno». Este muevo detalle nos hace sospechar en las causas que motivaban tan soberbios disparates que, si ellas no mediaran, resultarían descarados embustes. La transtormación de la ma- riposa en ave; el «pico enrollado en la cabeza» y el sueño invernal «clavando los pies y pico en un árbol», nes hace comprender que aquellos padres jesuitas observaron las crisá- lidas de algunos Esfíngidos, y en Papilionidos del naranjo (?) y que ofrecen tan curiosos caracteres, y los aplicaron a la re- (y Fr. ANDRÉS FERRER DE VALDECEBRO. «El gobierno general, moral y político de las aves». Madrid, 1670. (2) Papilio Thoantiades (BURM ). % AS 1919] A. Cardoso: Ornitología fantástica 253 producción poco conocida de aquellas avecillas. La creencia popular hizo el resto. El P. MURATORI, escribe en su Relación de las Misiones del Paraguay: «El pájaro más notable que se encuentra en estas comarcas, es aquel que por su pequeñez ha recibido el nombre de pájaro mosca; él une a sus colores más brillantes la voz y el canto del ruiseñor; y es sorprendente, cuando se le oye can- tar, que una voz tan fuerte pueda salir de un cuerpo tan pe- queño ». Veinte años después, AZARA, con criterio de hombre inte- ligente y estudioso, acabó con todas esas tradiciones fabulosas atribuídas a los Picaflores, «que así y TZente en el alre les lla- man los españoles, lZazniumb? los guaranis», riéndose de las leyendas forjadas a propósito de estos pajarillos, muchas de las cuales fueron aceptadas por BUFFON. Cuculiformes Entre estas aves figura la conocida Urraca del Río de la Plata, conocida bajo el nombre de Lirm- cho en las provincias de Entre Ríos y San- ta Fe. Es la Guzra gura (GM.). / GVIRA-ACANGATARA. Piciformes «Tucá, negro con granpicoanaranjado», dice LOzaNO al ha- blar del Tucán erande (Rhamphastos toco. MULL.), agregando que esta ave tiene la virtud de hacer germinar las semillas de la yerba mate que ha comido y pasado por su estómago. Llama Tucayú al Tucán de pecho amarillo (Rh4amphastos dicolorus, L.) GUEVARA dice de la primera de estas especies: «El Tunca (sic) más afortunado que los demás, pues ha subido a ser una Fig. 3.—URRACA O PIRINCHO, Gutra guira (GM.).—To” mado de G. PISONIS, Op. Cit. 254 EL HORNERO ¿VOL de las constelaciones del mar del sur, es pájaro negro, camina a saltos, y tiene pico ancho casi de dos dedos, listado de amarillo y colorado. Los ojos hermosean dos círculos de plu- mas, uno de blancas y otro de azules, y debajo de la cola sobresalen aleunas de finísima grana. Tiene mortal enemistad con los Cochis, cuyos polluelos persigue con sobrada porfía, pero los Cochís amantes de sus hijuelos salen a la defensa y se traba entre los dos una muy reñida lucha». GUEVARA re- chaza la opinión de que la semilla del árbol de la yerba mate necesita pasar por el estómago del Tu- cán para germinar y dice que el mis- moresultadose ob- tiene con agua ca- liente o el estóma- eo de cualquierotro animal. AZARA dice: «A los Tucanos llaman los guaranis Tucá; son avicidas y per- Fig, 4.—TUCANO, Rhamphastos toco (G. 1, S. Mill.) Toma- judiciales, pues con a su pico imponen respeto a todas las aves, las embisten y ahuyentan de sus nidos, y a su misma vista tragan los huevos y los pollos. Aun el nido fuerte del /Zornero, contra quien no puede el tiempo y otros enemigos, no es resguardo suficiente contra los Tucanos por que esperan que la lluvia humedezca el barro y le des- baratan a picotazos para comer los huevos y los pollos: Dice que «el Tucay es más chico, con el pecho amarillo y vientre carmesí; el resto es negro». Menciona LOZANO al «Carpintero» y aceptando a ojos ce- rrados una vulgar tradición, indígena y europea, dice: «Si le cierran el nido con plancha de hierro, cuando está criando, busca cierta yerba que de noche resplandece como si fuera plateada, y el Carpintero conoce su virtud por natural ins- | EAN ES 1 1919] A. Cardoso: Ornitología fantástica 25 ( tinto, aplícala al hierro que a su contacto se hace pedazos y le deja franca la entrada para alimentar a sus polluelos» (*). GUEVARA no acepta la noticia de LOZANO, diciendo por su parte que «ese atributo no se hace creíble si primero no se nos muestra esta prodigiosa hierba o por lo menos, el lugar donde se cría». En cambio de esta negación nos da algunos datos interesantes: «Carpintero dicen a un pájaro pequeño de color obscuro, con gargantilla o collaría amarillo en unos, azul en otros, de pico negro, colorado y amarillo. Anidan en los árboles más duros abriendo con el pico en los troncos con” cavidad suficiente para su domicilio. Sacuden con tanto aire los troncos con la dureza de los picos que imitan propiamente los golpes de hacha con que un robusto carpintero desbasta a fuerza de brazos las superfluidades de los maderos». AZARA dice que los guaranís les llaman Ipecús y describe varias especies (Colaptes, Chrysoptilus, Dendrocopus, etc.). INSBECIES DEA VES NUEVAS BARA EL PARAGUAY POR AC DE WINKELRIED BERTONI COLUMBIFORMES 1. Columba speciosa GM. En 1915 fué cazado en Puerto Bertoni un ejemplar de esta hermosa paloma que llegó mezclado con la común C. rufina Temm. La especie se conocía sólo del Brasil. (1) He dicho que es esta una leyenda también europea, porque recuerdo haber Jeído en «El Correo de Ultramar» (1868?) el cuznto de «Maese Bloch», en que hay una referen- cia muy semejante. 256 EL HORNERO [Vall E 2. Columba plumbea VIEILL. Es otra especie brasileña. La observé de paso en Puerto Bertoni, en Julio de 1917 y 1918, cuando las otras se retiran. Se trata de ejemplares solitarios, al parecer desviados de su ruta habitual, como la especie anterior. LARIFORMES 3. Larus maculipennis LicHr. En Julio de 1916 mi hermano WERNER cazó un ejemplar en Puerto Bertoni. (Colecc. Bertoni). CORACIIFORMES 4. Antrostomus sericeocaudatus (Cass.) No es raro en el interior de los bosques de Puerto Bertoni e Ihguasú. Encontré varios nidos con 2 huevos blancos. La especie se parece a 4. rufus (BODD.). SCANSORES 5. Baillonius bailloni (VIeILL.) De este tucano brasileño mi colección posee una Se cazada en Puerto Bertoni por Octubre de 1917. En muy pocos años observé el paso de raros ejemplares solitarios, que no se de- tienen en la localidad; procedían de la costa argentina. PASSERIFORMES 6. Synallaxis albescens Trenmm. Poseo un ejemplar cazado en Puerto Bertoni. Queda, pues, confirmado que existe también en el Paraguay. 7. Heliobletus contaminatus (L1cH".) Esta especie, que en vida se confunde fácilmente con los Xenops, no parece rara en los bosques de Puerto Bertoni, de 1919] A. Dertonz: Aves muevas para el Paraguay 237 donde tengo varios ejemplares. No tiene nada que ver con el 11, superciliosus L1CH'T. (¿AZARA n. 245), con el que los autores le suelen confundir. En cuanto al n.” 245 de AZARA, para mí no puede ser otra cosa que Asthenes striaticeps (LAFR. S ORB.) O muy próximo. S. Xenops genibarbis pelzelni (HkLLM.) En Noviembre 1917 obtuve una Q en Puerto Bertoni. Es nuevo para el Alto Paraná; el Sr. DABBENE ya lo había señalado para Villarrica, donde lo cazó el Sr. POSNER. 9. Manacus manacus gutturosa (DEsM.) Mi colección contiene una Q cazada en Puerto Bertoni, donde parece que llega sólo por casualidad en invierno. El Sr. F. M. RODRIGUEZ lo obtuvo de las Misiones argentinas. 10. Pipra fasciicauda HELIM. Este precioso píprido pasó todo el verano último en un reducido lugar de Puerto Bertoni, donde cacé cinco ejemplares de ambos sexos. Aún no puedo decir si habita la región o llegó de paso. Yo ya lo había señalado para el interior del Paraguay, y en la colección del finado GUILLERMO FOSTER, vi un ejem- plar $4 de Sapucay. Sin embargo el SR. HELLMAYR, en «Ge- nera Avium» afirma que el género P.pra no existe en el Para- guay. La especie se conocía del Brasil central y Bolivia (*). 11. Planesticus fumigatus (LicHT.) En Agosto del año pasado obtuve una Q en Puerto Bertoni. Aunque el ejemplar no es bien adulto, la determinación no me parece dudosa por ser—según RibGwWaAY —la única especie cono- cida con la primera falange del dedo medio toda unida al exterior. La especie es del Norte del Brasil. (2) BERTONI, A. DE W. «Segunda Contrib. a la Ornit. paraguaya», pág. 5, Asun- ción, 1906 (Pipra fasciata). 258 EL HORNERO [Vol. 7 12. Thraupis palmarum (WED) Parece que esta especie lleva también sólo accidentalmente. En Puerto Bertoni observé la primera pareja en Agosto de 1917 y luego todo una familia pasó el verano en la quinta, en per- fecta armonía con 7. sayaca (L.); actualmente desapareció total- mente. No le hallo diferencia con la forma típica de Bahía. 13. Amaurospiza moesta (HarTL.) El Sr. MOGENSEN obtuvo este raro y mal conocido fringílido de las cataratas del Iheuasú. Existe también en los bosques de Puerto Bertoni y parece comer los brotes tiernos de la grami- nácea llamada Zakuarembo (Chusquea ramossisíma LiNDM.). En cuanto al género a que pertenece la especie hay mucho des- acuerdo entre los autores. Yo, en «Fauna Paraguaya», sospeché que podría ser un Dolospingus. 14. Sporophila pileata (ScL.) El ejemplar de Encarnación (Fauna Paraguaya, pág. 65), es un 4 joven en muda. Más tarde cacé un ejemplar en Puerto Bertoni, de paso durante el invierno. NorTa.—Descontando la Popra Jasciicauda, el Planesticus fu- magatus y los dendrocoláptidos, hasta comprobación definitiva, todas las especies mencionadas pueden considerarse también como visitantes del bosque de la costa argentina que dista medio kilómetro de Puerto Bertoni. Es también posible que los años de clima anormal en que nos hallamos hayan desviado accidentalmente algunas de las especies y que no volveremos a verlas en muchos años. Aprovecho la oportunidad para seña- lar una especie nueva para la República Argentina, es el que tengo por: Scytalopus speluncae (MÉNÉTR.) Habita toda la costa misionera, sin pasar al Paraguay. Mis ejemplares fueron cazados en Puerto León a poca distancia del Paraná, pero lo observé hasta a Io leguas al interior. Puerto Bertoni, Septiembre 5 de 1018. 1919] en ESPECIES DE AVES POCO COMUNES O NUEVAS PARA LA REPÚBLICA ARGENTINA POR ROBERTO DABBENE Durante las últimas exploraciones que los señores JUAN MOGENSEN y FRANCISCO MANUEL RODRÍGUEZ han llevado a cabo en las regiones noroeste y noreste (1) de la República Argentina, han colectado varias especies de aves, las cuales, si bien habían sido señaladas cerca de las fronteras de los países limítrofes, no habían sido obtenidas aún en el territorio argentino, y de otras, sólo se habían conseguido raramente al- gunos ejemplares, y ya figuraban en las listas de las especies de nuestra avifauna. La mayor parte de estas especies se encuentran en las co- lecciones del Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Aires, y en la colección particular del señor STEWART SHIP- TON, de Concepción (Tucumán), y son las siguientes: RHEIFORMES 1. Pterocnhemia tarapacensis Garleppi CHusB.—«Avestruz de la puna». Pterocnemia tarapacensis garleppí CHUBB, Bull, Brit. Ornith. Club, XXXITI, N.2 CXCITI, Dec. 23, p. 79 (1913 — Esperanza, Bolivia, alt. 4.000 metros — colec. G. GARLEPP, in Mus. Tring.) Rhea darwin aut. (part.) Un ejemplar de este pequeño avestruz ha sido obtenido por el señor MOGENSEN a Pasto Ventura, en el Cerro Nevado, alt. 5.000 m., prov. de Catamarca, y se encuentra en la colec- ción del señor STEWART SHIPTON. Según el señor MOGENSEN, no es raro en la puna, pero es muy ditícil obtenerlo. Es especie nueva para la Argentina. (1) Puerto Segundo sobre la margen izquierda del Alto Paraná y Santa Ana, ambas localidades situadas en el territorio de Misiones. 260 EL HORNERO Vol l TINA MIFORMES 2. Tinamus solitarius (ViBILLOT). — «< Mocoicogaé», «Macuco». Cryptura solitaria VIEILLOT, Nouv. Dic. d'Hist. Nat., XXXIV, p. 105 (1819 — fundada sobre « Ynambú Mocoicogoé», AZARA, Apunt. III, p. 56, No CCCXXXII, 1805 — Paraguay.) Este tinámido ha sido obtenido por el señor MOGENSEN, en Bonpland, Misiones (colec. STEWART SHIPTON). Ya había sido señalado en Misiones por el señor W. BEr- TONI, sin indicar la localidad. 3. Crypturellus parvirostris (WaGLER). — «Pequeña perdiz del monte» Crypturus parvtrostris WAGLER, Syst. Av. gen. Crypturus, Sp. 13 (1827 — Brasil). 5 ad. Santa Ana, Misiones, XI, 24, 1917 — F. M. RODRÍGUEZ. Ala, 112 mm.; tarso, 27 mm ; culm. expuesto, 18 mm. Q ad. Santa Ana, Misiones, XII, 16, 1918 — F. M. RODRÍGUEZ. Ala, 113 mm.; tarso, 30 mm.; culm. exp., 20 mm. Colección del Mus. Nac. Bs. Aires. Estos ejemplares son idénticos a otro de Minas Geraes, Brasil, con el cual los he comparado. Es especie nueva para la República Argentina. COLUMWMBIFORMES 4 Oreopeleia violacea violacea (TEMMINCK). Columba violaceca TEMMINCK, Les Pigeons, 1, fam. trois , p. 67, pl. 29 (1805-11 —«Nouveau monde). ad Santa Ana, Misiones, 16, XI, 19,/8.— F. M. RODRÍGUEZ. Colecc. Mus. Nac. Bs. Aires. Nueva para la Argentina. CHARADRIIFORMES 5. Actitis macularia (LINNAEUS). — «Chorlo» Tringa macularía LINNAEUS, Syst Nat., ed. XII, I, p. 249 (1766 — Pennsylvania). 5 ad. Concepción, Tucumán, III, 4, 1918—J MOGENSEN. Colecc. Mus. Nac. Bs. Aires y colecc. STEWART SHIPTON. Nuevo para la República Argentina. 6. Aegialitis alticola BERLEPSCH et STOLZMANN.—«Chorlo » Aegialitis altícola BERLEPSCH et STOLZMANN, Proc. Zool, Soc. Lond. 1919] R. Dabbene: Aves poco comunes 0 nuevas 261 1902, May 6, p. 51 (1902 — Ingapirca, Perú — J. KALINOWSKI, in Mus. Branicki). Aegialitis occidentalis (nec CABANIS) SHARPE, Cat. Birds Brit. Mus., XXIV, 1896, p. 295 (Parapacá, Chile). Cf. BERL.,1. c. p. 52. ¿ ad. Lago Helado, Catamarca, alt. 3700 m., XII, 6, 1918—J. Mo- GENSEN. Colecc. Mus. Nac. Bs. Aires y colecc. STEWART SHIP- TON. Ala, 121 mm.; cola, 54 mm.; culmen expuesto, 14 */, mum.; tarso, 27 */, mm. Iris pardo; pico, tarsos y dedos negros. Este ejemplar concuerda perfectamente con la descripción de BERLEPSCH y STOLZMANN. Es nuevo para la Argentina. CORACIIFORMES — Trochili 7. Agyrtria versicolor versicolor (ViEILLOT ) «Picaflor» Trochilus versicolor VIEILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat., XXXIII, p. 480 (1818 — Brésil, tipo in Mus. París). Agyrtria affinis SALVIN, Cat. Birds Brit. Mus. XVI, p. 185 (1892). 5 ad. Puerto Segundo, Misiones (alto Paraná) 25, IV, 1917. —J. Mo- GENSEN. Mus. Nac. Bs. Aires y colecc. STEWART SHIPTON. Unicamente señalada por BERTONI en las Misiones argenti- nas, aun sin indicar la localidad. 8. Phoethornis eurynome (Lesson).—«Picaflor». Trochilus eurynome LESSON, Hist. Nat. Troch., p.91, pl. 31 (1831 — Brésil). ad. Puerto Segundo, Misiones (alto Paraná), 9, IV, 1917. —J. Mo- GENSEN. ad. Puerto Segundo, Misiones, 17, V, 1917. —J. MOGENSEN. Co- +0 0» lección Mus. Nac. Bs. Aires y colecc. STEWART SHIPTON. Señalada por BERTONI en el Alto Paraná (Paraguay). Es especie nueva para la Argentina. 9. Stephanoxis Loddigesi (GouLn).—«Picatlor» Trochilus loddígesí GOULD, Proc Zool, Soc. Lond. 1830, p. 12 (1830 — Río Grande do Sul). É ad. Puerto Segundo, Misiones (alto Paraná), 9 y 12, V, 1917. — J. MOGENSEN. Puerto Segundo, 11, IV, 1917. —J. MOGENSEN. Colecc. Mus. Na- +0 0» cional Bs. Aires y colecc. STEWART SHIPTON. 262 EL HORNERO [Vol IT Este bonito picaflor había ya sido señalado en Misiones por BERTONI y obtenido por WAGNER en Villa Lutetia, cerca de San Ignacio, en ese mismo Territorio, PASSERIFORMES Fam. Hylactidae 10: Scytalopus niger (SwAINSON) Platyurus niger SWAINSON, Anim. in Menag., 1838, p. 323 (1838— Chile). . Seytalopus niger, MENEGAUX et HELLMAYR, Bull. Mus. Hist. Nat. París, XI, 1905, p. 379 (Talcahuano, Chile) —CHAPMAN, The Ank, XXXII, Oct. 1915, p. 411 (Chile; Colombia). Seytalopus magellanicus (nec GMELIN, aut. part.) Sy no enteramente adulto. Lago Nahuel-Huapi, Neuquen, Feb. 17, 1918 — E. BubiN. Colecec. Mus. Nac. Bs. Aires. Iris negro, tarsos amarillentos, pico negruzco. Ala, 48 mm.; cola, 34 mm.; culmen expuesto, 12 mm.; tarso, 19 milímetros. SO ads. Lago Nahuel-Huapi — Dic. 1912.— GORDON BOWMAN, Co- lección Mus. Nac. Buenos Aires. Estos ejemplares son bien distintos del Seytalopus magella- mcus (GMELIN), que habita también esa misma región. Las partes superiores son pardo fuliginosas o de un ceniciento apizarrado obscuro, las rectrices no tienen barras. Las partes inferiores son apizarradas obscuras, y los flancos ocráceos obscu- ros, con pocas barras negruzcas. Carecen absolutamente de blanco en la corona. Las dimensiones son algo menores que en los ejemplares del norte de Chile y de Colombia. Es especie nueva para la República Argentina. La distribución geográfica de esta especie es interesante, pues se encontró en Chile (Valparaiso), Neuquen y Colombia, sin que se haya encontrado en la región intermedia. El mis- mo caso sucede con dos especies de cotíngidos, Pyroderus scutatus SHaw y Xenopsaris albinucha BuRrM., los cuales solo: han sido encontrados respectivamente, la primera especie, en el Brasil meridional, N. E. Argentina, Paraguay, y en N. E. Perú, Colombia, Venezuela y la segunda en el Norte 1919] *R. Dabbene: Aves poco comunes o nuevas 263 y Este de la Argentina, Brasil meridional (Sáo Paulo) y Ve- nezuela y sin que se hayan señalado en las regiones inter- medias. Fam. Conopophagidae 11. Conopophaga lineata anomala (BERTONI). [ILyzagrus lineatus W1ED, Beitr. Naturg. Bras., iii, p. 1046 (1831 — Arrayal da Conquista, Provincia de Bahía)]. Ceraphanes anomalus BERTONI, Aves Nuevas, Paraguay, 1901, P. 115 (Alto Paraná, Paraguay). $5 ad. Santa ana Misiones, XI, 4, 1917. —F. M. RODRÍGUEZ. 58 Puerto Segundo, Misiones, V, 17, 1917.—J. MOGENSEN. Mus. Nac. Bs. Aires y colecc. STEWART SHIPTON. Estos ejemplares difieren de los del Brasil, con los cuales los he comparado, por los caracteres indicados por CHUBB (Ibis. 1910, p. 518), especialmente por tener una coloración menos rojiza en el dorso y por la mayor extensión del blanco en las partes inferiores. Ala 72 mm., cola 47 mm., culm. ex- puesto 11 mm., tarso 31 */, mm. Iris marrón; pico negruzco por arriba, crema por debajo. Fam. Formicariidae 12, Hypoedaleus guttatus Rodriguezianus (BERTONI1). | Tamnophilus guttatus VIEILLOT; Nouv. Dict. d'Hist. Nat., III p- 315 (I816—sureste Brasil)]. Tamnophilus rodriguezianus BERTONI, Aves Nuevas, Paraguay, I90r, P. 137 (Alto Paraná). ad. Puerte Segundo, 1c, VI, 1917.— J. MOGENSEN. Colecc. Mus. Nac. Bs. Aires y colecc. STEWART SHIPTON. Este ejemplar difiere de los del Brasil por la coloración fulva muy clara del inferior del abdomen. Nuevo para la República Argentina. A O 13. Dysithamnus mentalis mentalis (TeEMMINCK). Myiothera mentalis TEMMINCK, Pl. Col., ii, livr. 30, Jan., 1823 text. a pl. 179, fig. 3 (18:3— Brésil). 5 y Puerto Segundo, Misiones, V, 23, 19:7.—J. MOGENSEN. Colecc. Mus. Nac. Bs. Aires y colecc. STEWART SHIPTON. Señalado en el Alto Paraná por Bertoni. 264 EL HORNERO IVA e 14. Formicivora ferruginea (LICHTENSTEIN). Myiothera ferrugínea LICHTENSTEIN, Verz., Doubl. Berl. Mus., p. 44 (1823 — Bahía). Puerto Segundo, 14, 15, V, 1917. —J. MOGENSEN. Colecc. Mus. Nac, y colecc. STEWART SHIPTON.ÉZ Señalada por BERTONI sobre la costa paraguaya. Nueva para la República Argentina. AA oo 15 Pyriglena leucoptera «(VIEILLOT). , Zurdus leucopterus VIEILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat., XX, p. 272 (1818 — Brésil). , ad. Santa Ana, Misiones, 1o, Il, 1918.—F. M. RODRÍGUEZ. Iris rojo.? Y ad. Puerto Segundo, Misiones, 11, V, 1917.—J. MOGENSEN. Colecc. Mus. Nac. y colecc. STEWART SHIPTON. Ya señalada por BERTONI al Iguazú y por WAGNER a Villa Lutetia cerca San Ignacio (Misiones). 16. Grallaria varia imperator LArRESNAYE. Grallaria imperator LAFRESNAYE, Rev. Zool. 1842, p. 333 (1842 — «Dans la province Saint-Paul»). Grallaria varía rufíventris W. BERTONI, Fauna paraguaya, Aves, in Descripc. física y económica del Paraguay, Dic. 1914, p. 5L. . 2, a, E ads. Santa Ana, Misiones, 9, 11, 1918.—F. M. RODRÍGUEZ. Ala, 123-125 mu.; cola, 50 1mm.; culm. exp., 28 mm.; tarso, 58 milímetros. Estos ejemplares concuerdan en todo con la descripción de la especie de LAFRESNAYE. Nueva para la República Argentina. Fam. Dendrocolaptidae 17. Siptornis maculicauda BERLEPSCH. Siptornis maculicauda BERLEPSCH, Journ. fur Ornith., 49 Jahrg., N.o 1. Jan. 1901, p. 92 (1901 —hab. Bolivia alta occidentalis; Iquico, alt. 4000 m.—G. GARLEPP, in Mus. H. v. BERLEPSCH.) 5 O Aconquija, NW. Argentina, altitud 4000 m., 6. IX, 1918.—J. Mo- GENSEN. Colecc. STEWART SHIPTON. Esta especie está bien caracterizada por tener las partes superiores fuertemente estriadas y por las rectrices rojizas | | | 3 Ñ : A LA A 1919] R. Dabbene: Aves poco comunes o nuevas 265 AÑ con estrías longitudinales y líneas irregulares negras sobre ambas caras de la pluma. El frente es rojizo vivo, las partes inferiores blanquizcas sucias con algunas estrías o manchas en los lados del pecho y sobre los flancos. Es nueva para la República Argentina. 18. Siptornis ruticilla (Cabanis et HEINE). Synallaxis rutícilla (CABANIS et HEINE), Mus. Hein., II, p. 29(1859 — Buenos Aires). e S Puerto Segundo, Misiones, 10, V, 1917.—J. MOGENSEN. Mus. Nac. y colecc. STEWART SIPTON. Los dos ejemplares tienen una mancha gular negra bien aparente; la garganta es amarillenta. Esta especie no había sido señalada todavía en la Repú- blica Argentina, aunque la localidad típica que CABANIS y HEINE indican sea Buenos Aires (1). 19. Synallaxis ruficapilla VIEILLOT. Synallaxis ruficapilla VIBILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat. XXXII, p. 310 (1819 — Brésil). 29 ad. Puerto Segundo, Misiones. Junio, 7, 20, 1917.— J. MOGENSEN. Colecc. Mus. Nac. Buenos Aires y colecc. STEWART SHIPTON. Nueva para la República Argentina. 20. Heliobletus superciliosus (LICHTENSTEIN). Dendrocolaptes superciliosus IlICHTENSTEIN, Abhandl. Ak. Berlin» 1818, p. 204 (1819 — Paraguay). Acanelado y pardo, AZARA, Apunt. II, 1805, p. 283, N.2 CCXLV. a ad. Puerto Segundo, Misiones, 16, III, 1917. - J. MOGENSEN. Colecc. Mus Nac. Bs. Aires y colece. STEWART SHIPTON. Ala, 64 mm.. cola, 56 mm.; culmen exp. 13 mm. Nueva para la Argentina. 21. Picolaptes fuscus Koenigswaldianus BERTONI. [ Dendrocolaptes fuscus VIEILLOT, Nouv. Dict. d'Hist. Nat. XXVI, p. 117 (1818 —du Brésil). Picolaptes koenigswaldianus BERTONJ, Aves nueva, Paraguay, Igor, p. 73 (Enero de 1gor — Djaguarazapá, Paraguay). () Esta localidad es probablemente errónea, y podría substituirse como localidad típica: Sáo Paulo, Brasil. 266 EL HORNERO ACC Picolaptes tenurrostris apothetus OBERHOLSER, Proc. Biol. Soc. Wash., XIV, p 188 (Diciembre 1901 — Sapucay, Paraguay). Picolaptes fuscus apothetus DABBENE, Anales Mus. Nac. Bs. Aires, XXIII, 1912, p. 319 ( Paraguay ). ads. Puerto Segundo, Misiones, 12 y 13, V, 1917. —J. MOGENSEN. Colecc. Mus. Nac. Bs. Aires y colecc. STEWART SHIPTON. Esta forma es distinta de la típica, por tener la garganta y las máculas del pecho de un color crema ligeramente ama- rillento en vez de blanco puro. Los dos ejemplares son idénticos a otro del Paraguay (colecc. POSNER). Probablemente el ejemplar de Puerto Pirai, Misiones, 'citado por HARTERT (Novit. Zoolg., XVI, 1909. p. 220), debe perte- necer a la especie Pocolaptes Jalcimellus (Car. et HEIN.), y no a P. f. fuscus (VIEILLOT). El nombre koenseswaldianus que BERTONI ha dado a esta AL oo forma, tiene prioridad sobre apothetus OBERHOSER, y por con- siguiente debe ser aceptado. 22. Picolaptes falcinellus (CabpanIs et HEINE). Thripobrotus falcinellus CABANIS und HEINE, Mus. Hein,, ii, p. 38, (1859 — Montevideo). Tobay, Misiones, 1, X, 1go00. —R. DABBENE. O» O> Santa Ana, Misiones, 19, VIII, 1912. — F. M. RODRÍGUEZ. Colección Mus. Nac. Bs. Aires. Esta especie es bien distinta de la anterior por las flá- mulas de las partes inferiores, las cuales son más claras y netamente definidas, y por la garganta blanca. También las dimensiones son mayores. 1919] 267 BREVES NOTAS ACERCA DE NIDOS Y HUEVOS DE ALGUNAS AVES DE LA CORDILLERA DE MENDOZA POR CARLOS SAMUEL REED, F.Z.S. DIRECTOR DEL MUSEO DE MENDOZA Familia TINAMIDAE 1. Nothoprocta Pentlandi (Grav). Khynchotus pentlandií (G. R GRay, List. Birds. Brit. Mus., Gallinae p. 103 (1867 — Bolivia ). N. V, «Perdiz gritona de las quebradas». Esta perdiz habita, en Mendoza, sólo en las quebradas de la cordillera. En un viaje que realicé, en compañía del señor JERÓNIMO Da ForNOo, a la cordillera de los Andes en el De- partamento de Las Heras de ésta provincia, desde el g9 al 14 de Febrero del corriente año, tuvimos oportunidad de encon- trar un nido de esta especie de perdiz. Encontramos el nido, con diez huevos, al pie de una planta de incienso (Duvaua sp.) en la Quebrada de la Chilca (alt 1500 1m.). Estaba en el suelo sobre el borde de un arroyo seco y era completamente rudimentario, pues se reducía a unas cuantas hojas secas de diversas plantas amontonadas en una concavidad de 17 centímetros de diámetro y 4 de profundidad. Estaba bien a la vista. Los huevos son de color chocolate claro, bien uniforme, de forma muy regular, pues ambos polos son iguales. El tamaño de los huevos es de 55 x 36 milímetros, Por el color y tamaño estos huevos son muy semejantes a los de Vothoprocta perdicaria (KITTL.), pero éstos son más obscuros. 268 EL HORNERO Vol. 1 Familia CYPSELIDAE 2. Streptoprocne zonaris (SHAw) + Híirundo zonaris SHaw, in Miller's Cimel. Phys., p. 100, pl. 55 (1796 — Chapada, Matto Grosso). Varios nidos con huevos encontrados por el señor DA FORNO en La Cueva concuerdan en todo con la descripción dada en EL HORNERO, (t. 1, N.” 3, pág. 193). Familia TROCHILIDAE 3. Patagona gigas (VIEILL.) Trochilus gigas VIBILLOT, Gal. Ois., i, p. 296, pl. 180 (1825 — (Zeitsch. f. d. gesammte Naturwiss,, XXXI, p. 11, 1868). Más tarde DOERING, creyendo aparentemente que el «hornerito co- petudo» de Córdoba era la especie a la cual BUKMEISTER se había referido en su «Viaje por los Estados del Plata», remitió dicho hornerito a CABA- N IS con el nombre de Hurnarius tricolor, seguramente sin conocer la descrip- ción de GIEBEL, pues en caso contrario hubiera notado que eran espe- cies muy distintas. CABANIS, por su parte, al parecer ignorando el empleo ya hecho del nombre /. tricolor en 1868, y creyéndolo original 1919] M. Doello- Jurado: Notas sobre nidos de horneros 283 de DOBRING, e inédito, lo publicó, como he dicho al principio, en 1878, atribuyéndoselo a este autor. Entonces (1888) es que BURMEISTER pro- pone para la especie de Córdoba, de DOERING y CABANIS, el nombre de Fusnarius cristatus, que es el que le corresponde llevar. En las obras modernas, comola de BRABOURNE y CHUBB, Birds of Sth. America (1, p. 222, 1912), figura /. tricolor GIEBEL como especie vá- lida, señalada sólo para Bolivia. J,a posible presencia de esta especie en la Argentina hacía interesante averiguar sus afinidades, nidificación, etc. Para esto requerí de la amabilidad del Dr. R. DABBENE una revi- sión de los dos ejemplares típicos, conservados en las colecciones del Museo Nacional, pero que nunca se han vuelto a mencionar desde 1268: proceden de la colección San Martín, de Santa Cruz de la Sierra, (Bolivia) y llevan las etiquetas de mano de BURMEISTER con el nom- bre «Furnarius tricolor», Su examen ha conducido a DABBENE a la con- clusión de que esta especie es sinónima de Furnarius leucopus SWAINSON 1838, conocido de los Guayanas, Brasil y este del Perú. De aquí re- sulta que el nombre «7. tricolor», sea en el sentido de DOERING- CABA- NIS, Sseaen el de BURMEISTER- GIEBEL, debe desaparecer de la nomen- clatura. Respecto de la nidificación de /, /eucopus, no he hallado nin- gún dato en la bibliografia. SCcHOMBURGE (Zkezsen Britisch Guiana, 11. p. 13; II, p. 688) trae solo ligeras observaciones sobre hábitos y voz. Queda ahora por averiguar si esta especie existe en la Argenti- na. BURMEISTER ha puesto en las etiquetas de los dos ejemplares tí- picos de Bolivia recién citados, una anotación abreviada en que con- firma su observación ya mencionada respecto de la igualdad de los ejemplares de Bolivia con losque él viera en Rio Quinto, pues ha es- crito: «Rep. Argentina occ. [urrit].», Esta insistencia en su anterior opinión parecería resolver la cuestión en sentido afirmativo, dada la autori- dad de un naturalista como BURMEISTER, quien como es bien sabido de- dicó particular atención a las aves; pero los pocos datos positivos con- signados en Rezse La Plata - Staaten (loc. cit.): «un pájaro pequeño, color rojo ferruginoso, con alas blanquizcas.. parecido al hornero (Furnarits rufus) pero más chico...»,—no coinciden con lo que el examen de los ejemplares demuestra, pues 7/7. tricolor BURM.- GIEBEL, lejos de ser pareci- do a F. rufus, es tan diferente como pueden serlo dos especies congéneres y en cambio su tamaño es casi igual (sólo que la cola es en proporción más corta). Es, pues, muy verosímil que no se trate de la misma espe- cie y que, cuando BURMEISTER recibió los ejemplares de Bolivia, haya tenido un recuerdo algo confuso delos que vió en Rio Quinto. Hay ade- más la presunción contraria - de valor sólo relativo, es cierto, —basada en el hecho de que aquella especie no se ha vuelto a encontrar más, no solo en San Luis sino tampoco en todo el centro o el noroeste del país, donde sin duda se hallaría también puesto que existe en Bolivia. Queda aún un punto relativo a la sinonimia de £. crístatus. SCLATER (Argent. Ornithol., loc. cit.) señala como posible sinónimo, precedido de 284 EL HORNERO VOL Te un interrogante, el «Furnaríus figuluso de WHITE (Pr. Zool. Soc. 1882, p. 609), da cuya identificación SCLATER parece dudar. El verdadero /. Sigulus LICHT, es una especie del Brasil oriental que parece poco probable se halle en Santiago del Estero y Salta donde Ja indica WHITE en aque- lla fecha y donde no ha vuelto a hallarse desde entonces. Pero el único dato que consigna WHITE es suficiente, ahora que conocemos elnido del verdadero /. cristatus, para poder asegurar que tampoco setrata de esta especie, como lo sospechaba SCLATER, pues el pájaro observado por WHITE construye «un nido de palitos, a una gran altura». Probable- mente no es, pues, ni siquiera un Zurnarius, pues por lo que se sabe, todas las especies de este género hacen nidos de barro. Sospecho por esta razón que la afirmación de HUDSON en 4 Vaturalút ¿n La Plata (ch, XVIII, p. 246, 7he Woodhewer Family, Dendrocolaptide), de que hay una especie, «in the genus /urnaríms», que hace nido de palitos o ramas, está basada en aquel dato, muy probablemente erróneo, de WHITE, HUDSON no cita referencias, ni dice de qué especie se trata, y es seguro que el hecho no procede de observaciones personales, pues él ha dadosólo la descripción, —muy linda, pero insuficientemente detallada,—de las cos- tumbres de %. rufus.—M. D. J. NOTAS APUNTES SOBRE AVES DEL PARAGUAY Aves luminosas. —Llaman los guaraníes «Guihrá-tatá », creyendo que se trata de una especie, a ciertas aves que, de- bido a una causa, aun desconocida por la ciencia, tienen el plumaje fosforescente durante la noche. El fenómeno parece cosmopolita; en el Paraguay las observaciones más fidedignas son de una garza que parece ser Vycticorax y una lechuza (probablemente Zyto perlata ). Ambas fueron observadas volando y emitían luz por el plumaje ventral. Muchas veces hemos observado en el Paraguay que después de largas lluvias, las materias orgánicas y hasta troncos de árboles son vivamente fostorescentes por la noche, debido a hongos invisibles. Yo creo que estos hongos pueden también 1919] Notas 285 criarse en los nidos húmedos y comunicar la fosforescencia al plumaje del ave durante la incubación. En todo caso, consigno el hecho de que el fenómeno se ha observado también en esta región. Los sabios que se han ocupado del asunto piensan que se trata de fotobacterios o de un hongo plumícola especial; pero son tan raros los ejemplares luminosos, que no parece dado pensar sino en parasitismo accidental. Para mí es la misma causa que hace luminosas a las Fu/eora (Hemipteros). TI Sobre nidificación de los Eufonidos.-—RibGwav, (Birds of N. a. M. Am.), insinúa la posibilidad de separar los Eufo- nidos de los Tanágridos. En efecto, además de distinguirse por el aspecto externo, difieren de los demás grupos en ser absolutamente frugívoros. El aparato digestivo de todas las especies paraguayas “se reduce a un simple tubo de unos 3 de- címetros de largo, sin dilatación ni musculosidad notable. El alimento se halla distribuído por toda su extensión. Si esto es general a todas las especies creo que mierecen el rango de familia distinta. Viviendo casi siempre en los bosques, he tenido la suerte de descubrir el nido de casi todas nuestras especies, el cual también difiere del de los Tanágridos. Actualmente no hay un sólo ejemplar aquí, ni tampoco hay las frutas que co- men, pero no sabría decir si han emigrado O han muerto a causa del frío excepcional que hubo. Euphonia aurea serrirostris (Larr. £ Or».).—Un nido elobular describí como perteneciente a esta especie y en caso de no serlo se ocupaba en robar el material de un nido ajeno. (Véase el N.? 3, pág. 3, de la serie I de estos Anales). La especie viaja mucho. En Puerto Bertoni falta completamente en la mayor parte de los años y, cuando viene, es la más común en los árboles de Cecropía, cuya fruta prefiere a otras. Por tanto es difícil fijar variedades geográficas. E. violacea aurantiicollis A. W. Berrox1I.—La he visto construir su nido en el hueco de la vaina de una hoja de pal- mera con fibras vegetales delgadas y la base de pedazos de 286 EL HORNERO Vol. T corteza y fibras anchas de palmera. Después de extraído de la cavidad, difiere de la común taza en tener el hoyo muy poco profundo: es más bien un simple colchón. Fué destruído por los TTucanos e ignoro si estaría terminado. La especie es esta- cionaria y aficionada a la fruta del banano. E. pectoralis (LaTH.).— En Agosto la he visto construir su nido dentro del follaje de una cepa espesa de helechos epífitos sobre un tronco muy grueso. El nido era una taza semiesférica sostenida en el costado del tronco por las raices de los hele- chos, cuyas hojas lo ocultaban bien. Estaba construído con fibras y sin arte, con el hoyo poco profundo. En Puerto Bertoni parece estacionaria, pero rara. El tubo digestivo tiene 35-40 cm. de largo, dilatable en el esófago, sin molleja ni nada parecido, como en £. ngricollís. Sinónimo: £. derlepschiana A. W. BERT. (1901). E. nigricollis (Vie11.)—Es especie viajadora. Llega en Puerto Bertoni sin fecha fija, cuando abundan las frutas de Lo- rantáceas. No le conozco el nido y anda por parejas como la anterior, pero difiere de ella en incorporarse con frecuencia con las demás especies. E. (Ipophaea) chalybea (Mix.).—La mancha clara de la rectriz externa y otros detalles de que no hablan los autores, quizás justifiquen la separación de una var. eguzqguizae BERTONI (1901). El nido, con envoltura natural de orquídeas, lo describí en el n.” 1, pág. 101, de estos Anales; pero no estoy comple- tamente seguro de que sea suyo o de Z. aurantitcollis, pues no maté los padres. La especie es estacionaria, por tanto puede ofrecer variedades geográficas. Chlorophonia chlorocapilla (SHaw.).—Esta preciosa es- pecie es común y estacionaria en una gran parte de los bosques del Paraguay y podría resultar una forma geográfica. Una hembra de Puerto Bertoni tenía el «lorum>» decididamente ama- rillo, formando transición hacia la C. roraímae SALV. Y GODM. de la Guayana, la cual es muy parecida a la nuestra en lo demás. Es la Zuphonia cyanoblephara (mih1). El nido es del sistema de bolsa, pero aplastado contra un tronco, con la entrada sólo unos centímetros más arriba que el 1919] Notas 287 hoyo. Aprovecha los troncos poblados de musgos y pequeños helechos, a los cuales agrega musgos enredados con tal habi- lidad que patece una población natural amontonada. Queda así el nido perfectamente disimulado, porque la entrada es poco aparente. Dos nidos he hallado adheridos a gruesos troncos verticales, gracias a haberlos sorprendido durante la construc- ción. Yo no le hallo a nuestra especie ningún carácter morfoló- gico que la separe genéricamente de Euphonia aurea sino la coloración; pienso, por tanto, que CAlorophonza no es sino un subgénero de Luphonza. Observaciones. —Las frutas predilectas de nuestras Luphonza, en Puerto Bertoni son: Lorantáceas, Cactáceas, Urera, Cecropta, Achatocarpus y una Amarantácea. Todas son frutas que faltaron debido a los fríos anormales, pero ignoro aún, como ya he dicho, si han muerto como otras muchas aves frugívoras o han emi- erado, pues faltan completamente hasta las especies estaciona- rias. Son todas de vasta distribución en los bosques del Paraguay, Misiones (R. A.) y Estado de Paraná (Brasil). A. DE W. BERTONI. (Anales Cient. Paraguayos, Ser. II, N.? 3). 4 (2) NOTAS SOBRE ALGUNAS RAPACES Buteo Swainsoni (BONAPARTE) Este lindo buteonino, llamado «aguila langostera» o «lan- gostero», nos visita regularmente en verano, desde Octubre, al prolongar sus vuelos desde el Sudoeste de Norte América. Anida en Texas, Arizona, etc. (U. S. A.), y suelen llegar aquí individuos adultos, aunque no es raro encontrar algunos con la librea juvenil. Persigue las mangas de langostas que caza al vuelo, reuniéndose en bandadas en los campos en donde (1)- Estas notas, escritas para El Hornero por nuestro malogrado consocio HÉCTOR AM- BROSETTFI, pocos días antes (le su enfermedad, nollegaron a tiempo para pub'icars= en el número anterior. (/V. de la D.) 288 PLE TORNEO [Vol. L bajan las mangas. Se posa muy rara vez, y solamente para dormir en los eucaliptos altos, pero nunca en el suelo. Su vuelo es poderoso, muy alto, tanto que se distinguen como puntos apenas visibles, describiendo círculos. Es común obser- varlo hacia Octubre sobre la capital, durante los días nublados. Es ave que prefiere los días de tormenta, de viento y de calor; entonces vuela más bajo y puede distinguirse como del tamaño de una paloma. En tales días, casi infaliblemente, se encuentran en lo alto de las arboledas revoloteando juntos. Cuando el tiem- po es muy caluroso y seco y la langosta descansa, baja al suelo para perseguirla, aunque no desdeña ratones y otras presas. En los días de viento, hacia el Río de la Plata andan en los montes de la costa de Ouilmes. He podido comprobar su pre- sencia en Morón, Barracas al Sur, Muñiz, Ouilmes, Plátanos, San Pedro y Sur de Córdoba. En la capitallo he visto muchas veces, volando a poca altura, y recuerdo haberlo observado en la plaza Libertad, revoloteando o parándose en los árboles. El último observado por mí fué en San Pedro, en la estancia de mi amigo el señor ARTURO G. FRERS; era un adulto, posado sobre un eucalipto. En la misma estancia lo he cazado tres ve- ces (dos jóvenes y un adulto) y lo he observado con frecuencia en bandadas. Este rapaz mide de 40 a 60 centímetros de largo. Es de color marrón obscuro, o gris, por arriba. El pecho hasta la mitad es rojizo, y el abdomen blanco, con o sin rayas negras, , Cerchneis sparverius australis (RIDGwAv) Nuestro conocido halconcito, en estado adulto, es uno de los más lindos Rapaces. No es fácil confundirlo con cualquier otro, pues además de ser el más pequeño de los que aquí habitan, tiene un vuelo peculiar y un atrevimiento poco común. Se le encuentra con frecuencia posado en los postes de telégrafo, sobre una pata, y con el plumaje aluecado, especialmente al amanecer, en los árboles secos, pareciendo así ser más grande de lo que es realmente. Permanece en esta actitud, girando de vez en cuando la cabeza, de manera que aparecen casi en la espalda sus dos bigotes negros. Si ve algún escarabajo o lan- 1919] Notas 289 gosta, se lanza rápidamente agitando las alas y pasa al ras del suelo recogiendo la presa. Otras veces, va volando alto, mo- viendo las alas pausadamente, pareciéndose en esto al vuelo de los dormilones. Cuando ve algo que le interesa, suspende el vuelo y empieza a cernir, batiendo las alas como hacen las lechuzas y el halcón blanco (Z/anus); luego de localizada la presa, se deja caer, la levanta y va a posarse en un arbusto para comerla. Su valor le lleva a pelear hasta contra Rapaces mayores que él, como el carancho y otros; pero, naturalmente suele llevar la peor parte, y más si combate con el halcón azu- lejo (Falco fusco coerulescenms). Es ave bastante confiada y con frecuencia busca al hombre. Así que no es raro verlo posado en los molinos y postes de los establecimientos, y yo he podido observarlo al amanecer sobre un árbol en Timote (F.C. O.), a seis metros de la casa. Por otra parte, esto no es raro, pues en Cuba, en la Habana, se ve la especie de allí (Cerchners sparveroídes (VIGORS) en los jardines de la ciudad, en las veletas y demás lugares altos. M. CRAWSHAY, en su obra «Birds of Tie- rra del Puego», nos cuenta que allí el halconcito suele andar en las galerías de los chalets. El grito de esta graciosa ave es un cri-cri que emite raras veces. Le agrada perseguir a las palomas torcazas (Zenazda auriculata), aunque pocas veces las ataca. Nidifica en las barrancas y en troncos huecos. Está difundido en todo el país y presenta numerosas variedades en el color de su plumaje, a tal punto, que es difícil encontrar dos ejemplares exactamente iguales. Fundados en esta va- riabilidad los autores norteamericanos han descrito nume- rosas variedades de la misma especie, con tipos de Norte, Centro y Norte de Sud América. Se cree que aquí existen dos subespecies: una de la parte Central y Norte, que sería C. sparvertus australis (RIDGW.), y otra del Sur: C. spar- veríus cinnamominus (Sw.). El macho mide unos 25 centí- metros de largo; tiene la cabeza y alas grises con punti- tos negros, el dorso rojizo con o sin fajas transversales negras; nuca y bigotes con dos manchas negras, y cola rojiza con la punta negra y ápice blanco. La parte inferior es blanca, con o sin manchitas negras. Presenta en la base del pico las dos manchas negras, como bigotes, de todos los falcónidos. La 290 EL HORNERO [Vol. 1 hembra es marrón por arriba, con fajas negras, y el pecho blanco salpicado de marrón; las patas amarillas. : Elanus leucurus (VIEILLOT) Esta Rapaz, conocida por el nomb1e de halcón, o «lechuzo blanco», es una de las más interesantes del grupo. Su tamaño es el de un chimango, de color blanco puro por debajo, y dorso, alas y nuca gris, con la región humeral del ala negra. Patas amarillas, ojos rosados. El pico, en vez de ser angosto, alto y fuerte, es débil, ancho y chato, tanto que se asemeja bastante al de las golondrinas. Su vuelo es característico; como el de todos los halcones, es rápido, batiendo regularmente las alas; pero cuando divisa alguna presa, ratón u otra, se detiene y permanece inmóvil en el aire, agitando las alas y destacándose por el blanco puro del pecho, hasta que se lanza como flecha sobre la presa. Debido a esta costumbre se le conoce en Chile por el nombre de «bailarín». Su grito es nasal. Su alimento casi exclusivo, consiste en ratones de campo; por lo que se le encuentra preferentemente en los sitios en donde éstos abundan. Construye su nido sobre arbustos espinosos, y allí deposita sus huevos, de color blanco con manchas rojas, en medio de plumón. Se le encuentra en todo el país, pero especialmente en el Norte. HÉcTorR T. AMBROSET'TL. OBSERVACIONES SOBRE NIDOS DE HORNEROS Durante una corta estada que hice a mediados de Enero del presente año, en los alrededores de la estación Gómez, E.C.S. (ramal de Brandzen a La Plata), tuve ocasión de ha- cer algunas observaciones sobre varios nidos de horneros, las que creo oportuno consignar. Examiné 28 nidos, situados en su mayoría en un pequeño monte de paraísos y acacias de la estancia de GODOY, y otros en los cercos y alambrados próximos. El lugar muy tranquilo, alejado unas dos leguas del po- blado más cercano, abunda en nidos de otras aves de la re- gión, que nadie molesta. 1919] Notas 291 Sobre los 28 nidos observados 16 tenían la entrada a la derecha (del observador) y 12 a la izquierda (como en la vi- neta de la carátula). En cuanto a la orientación general de la misma, 4 mira- ban al norte, 7 al sur, 8 al este y gal oeste. No pude com- probar acerca de este punto ninguna tendencia predominante, ni en los nidos del monte ni en los de cerco; pues, estaban, unos y otros, orientados indistintamente. Respecto de la ubicación, algo más de la mitad estaban coloca- dos sobre axilas y orquetas de ramas, y los demás sobre ra- mas simples horizontales, pero nunca muy alejados del tronco. Uno solo había sido construido sobre la misma punta de un poste de alambrado. La altura desde el suelo, oscilaba entre 1 m. 50 y 8 metros. Los nidos estaban igualmente diseminados en el interior del monte, bastante tupido, como en las orillas más despe- jadas. En los de cercos, encontré varios ocupados por golondri- nas (Progne) y mixtos (Sycalis). P. SERIÉ. EL Sr. J. Romuarpo BaAEz, M.A.S.O.P., de la Escuela Agronómica de Las Delicias, comunica que durante un viaje al norte de Entre Rios ha examinado 27 niaos, de los cuales 22 tenían la apertura a la derecha del observador y los 5 res- tantes a la izquierda, como en la viñeta de la carátula. La mayoría estaban construidos en las crucetas delos postes tele- gráficos y de alambrados, mirando al Norte. Desde Basaviltaso hasta Concepción del Uruguay observó 17 nidos encima de postes, orientados al poniente y todos con la entrada a la derecha del observador. Ev los alrededores de la Escuela, observó 19 nidos con en- trada a la derecha y 11 a la izquierda, situados la mayoría en un monte de paraísos y en postes de alambrados. Los del monte, colocados sobre las axilas de las ramas principales más horizontales, a 3 o 4 metros de altura del suelo, estaban orien- tados indistintamente. Los horneros parecen preferir los arboles foliáceos. En 300 292 EL HORNERO Vol. 1 eucaliptus solo contó dos nidos. Cerca de los poblados son más abundantes que en pleno campo. Cuando construyen so- bre cornisas o arcos de foot ball guardan la simetría. Para la construcción del nido, si disponen de barro abun- dante y cerca tardan de 3 a 5 días para terminarlo, y varias semanas si está lejos. Á veces, también, abandonan el trabajo. NIDO Y HUEVOS DEL TIRÁNIDO .PHYLLOSCARTES VWVENTRALIS ANGUSTIROSTRIS (LAFR. et D'ORB.). Por una equivocación en el número anterior de esta Revista (págs. 142-143) se dió la figura y la descrip- ción del nido y de los hue- vos del tiránido: RR4yncho- cyclus sulphurescens (SPIX) en vez de la del L/yllos- cartes ventralis angustiros- tris (LAFR. et D'ORB.) co- mo estaba indicado. Recti- ficado el error, reproduci- mos aquí la figura del ni- do de esta última especie, el cual es muy distinto, así comolos huevos. El nido de este pequeño tiránido está formado con las fibras de una bromeliácea (72 llantia usneordes) vulgar- mente llamada «barba de viejo», la cual crece sobre los troncos de los árboles. Nido del Phylloscartes ventralis angustirostris El Mg do neabie (Larr. et D/ORB.) deposita los huevos está en la parte superior; tiene unos seis centímetros de profundidad y está revestido internamente con plumitas. Los huevos son blancos, ligeramente ovalados y miden 17 x 12 1/2 mm.—R. D. 1919] 293 MOVIMIENTO SOCIAL Nuevos miembros activos. — Han sido aceptados los siguientes: Capital, — MAZIMINO MIGUELEZ, JUAN DE GIACOMI, JUAN HERNAN- DO, Srta. María A. MONGUILLOT, Srta. Lucía BERNARD, Ovipio Do- RADAU, OSVALDO STRASSBERGER, JUAN ESCARCENA, NICOLÁS A. GAZZA- NO, Dr. HÉCTOR LISTA. Interior. —V1CENTE ROLLERI, S. Miguel (F C.P.); Almirante Ra- MÓN GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Puerto Militar; JuaN A. DANNI, Carca- rañá (F.C.C.A.); Juan MAGNANO, Passo (F.C.O.); Dr. TomAs Cr- RRUTI, Dr. Lurs CUESTA, Rosario (Santa Fe); Srta. BERrHA WYLER GIRARDET, Córdoba; C. W. BeENN Porr, Quilmes (F.C.S ); FRANCIS- co Sarmico (hijo), Mosconi (F.C.S.) , Exterior. — FRANCISCO MAGNANO, Luis P. BarA1TINI, Montevideo. Héctor T. Ambrosetti + el 20 de Diciembre de 1918, — En el momento de entrar en prensa el número anterior, falleció, después de prolongada dolencia, nuestro joven y apreciado consocio, uno de los fundadores dela S.O.P y miembro de la C. D. Su fin se produjo un año y medio después del de su padre, en plena adoles- cencia, dotado de aptitudes sobre- salientes, que le auguraban un porvenir brillante. Cursaba medicina, pero su vo- cación manifiesta desde la niñez, le llevaba hacia la ornitología. Había formado una de las colec- ciones de ayes más valiosas del país y una apreciable biblioteca ornitológica y realizó numerosas excursiones en las que recogió datos biológicos interesantes so- bre las aves, que dedicaba a EL HORNERO. Desaparece con él una brillante “promesa para la ornitología ar- gentina, y uno de los mejores coo- peradores de la S. O. P. 204 EL HORNERO Vol. T La colección de Héctor Ambrosetti.—Con motivo del falleci- miento de nuestro estimado consocio, la Sra. María H. HOLMBERG de AMBROSETTI hizo obsequio a la S. O. P. de su valiosa colección orni- tológica, por medio de la siguiente nota, que fué contestada por la C. D. con la que va a continuación: Buenos Aires, Enero 6 de 1919. Sr. Presidente de la “Sociedad Ornitológica del Plata”, Dr. ROBER10 DABBENE. Capital. Distinguido Doctor: Al agradecer sinceramente la nota de pésame que por su interme- dio me envía la Sociedad que Vd. preside tan competentemente y te- niendo en cuenta los lazos de simpatía que unían a mi malogrado hi- jito con todo lo referente a estudios ornitológicos, creo interpretar una voluntad suya al hacer total entrega a la dicha Sociedad de la colec- ción de aves y libros de Historia Natural que fueron su material de estudio desde su infancia, reuniéndolos con el mayor empeño. Al hacer este donativo y dedicarlo a la Sociedad Ornitológica, no es agena la idea de que, siendo un niño, la Sociedad lo acogió con los brazos abiertos, prestándole su tribuna, la Revista sus páginas y la Co- misión Directiva lo contó entre sus miembros. Puedan ambas colecciones ser útiles a esa Sociedad y pueda su ejemplo estimular a otros jovenes estudiosos, que al manejar los deli- cados ejemplares de pájaros, o revisar las páginas de sus libros, dedi- quen un piadoso recuerdo por tan prematura desaparición a quien fué el dedicado y amoroso colector, Saluda a Vd. con su más alta estima MARÍA HELENA HOLMBERG DE AMBROSETTI. Buenos Aires, Enero 17 de 1919. Sra. María HELENA H. DE AMBROSETIT. Capital. Distinguida Señora: Tengo el agrado de acusar recibo de la nota qué Vd. remitió con fecha 6 del corriente, en la que se sirye comunicar que ha resuelto donar a laS. O. P. la colección ornitológica y la biblioteca de His- toria Natural que pertenecieron a su malogrado hijito HÉcror; las cuales han sido ya enviadas a esta Sociedad. La C. D., por mi intermedio, agradece especialmente tan valioso donativo, que viene a aumentar de un modo considerable el material ornitológico que posee la Sociedad Esta colección, tan cariñosamente formada por HÉCTOR, y cuya im- portancia hacíamos resaltar en el último número de EL HORNERO, se- 1919] Movimiento social 295 rá, tanto por su valor intrínseco como por su orígen, doblemente apre- ciada por los miembros de la S, O. P., vinculando más, si cabe, el nombre y el recuerdo de su autor con nuestra asociación, sirviendo a la vez de ejemplo y de estímulo para los futuros ornitólogos argen- tinos. Esperamos en breve poder formular la correspondiente lista de los ejemplares y especies que componen la colección, la que nos será gra- to comunicar a Vd. oportunamente. Con este motivo, me es grato saludar a Vd. con mi mayor consi- deración. ROBERTO DABBENE PEDRO SERIÉ Donaciones de libros y publicaciones.— La S.O.P. ha recibido las siguientes; Sra. María HELENA H. DE ÁMBROSETTI, la biblioteca zoológica (especialmente ornitológica), que perteneció a su hijo HÉCTOR, com- puesta de 115 volúmenes y 440 folletos y revistas. RIViSTA Italiana di Ornitologia, Bologna, los años I-IV, (colec- ción completa). Museu Paulista (San Pablo, Brasil), 2 volúmenes de la revista y 5 folletos de ornitología. Sr. ROBERT CUSHMAN MURPHY (Brooklyn, E. U.), r folleto. Museo de Brooklyn (E. U.), 6 folletos de ornitología; y de nues- tros consocios: Dr. R. DABBENE, 2 folletos; Dr. A. DE Boni, 1 folleto; A. DE W. BERTONI, 2 folletos; Juan TREMOLERAS, 1 folleto; ALFREDO CASTELLANOS, 2 folletos Donaciones de aves, nidos y huevos.—Las colecciones de la Sociedad se han enriquecido considerablemente, con la importante do- nación hecha por la Sra. María HELENA H. DE AMBRCSETTI, de la co- lección de cueros de aves, formada por su hijo HÉCcTOR..Se trata, como lo habíamos señalado en el número anterior, de una delas colecciones ornitológicas más valiosas del país, compuesta en su mayoría de espe- cies argentinas, preparadas con esmero. El número total de ejempla- res pasa de 1.500, no habiendo sido posible aún determinar la cantidad de especies que incluye, pero que serán próximamente estudiadas y consignadas en una lista que se publicará oportunamente. Hemos recibido, además, de nuestros consocios: ALBERTO CASTELLANOS, Córdoba. —Veintisiete cueros de aves, ca- zadas eu Enero, en el valle de Reartes. CARLOS S. REED, Mendoza.—Seis cueros de aves, de Guamperito (Cordillera de Mendoza). 296 EL HORNERO VACIAR ANGEL RADICE, La Plata.--Cinco aves frescas, cazadas en Enero, en Río Santiago. FRANCISCO SATHICO (hijo), Mosconi (F.C.S )—Cuatro aves frescas, cazadas en Mayo. Dr. EUGENIO GIACOMELLI, La Rioja.—Dos aves frescas, cazadas en Junio. Dr. ANTONIO DE BuNI, Montevideo.—Tres cueros de aves. Dr. CarLos E. PORTER, Santiago de Chile. —Un ejemplar armado de ave. José H. REBORATTI, Concepción (Corrientes). —Siete nidos y seis huevos de aves. Srta. DOLORES DaBAT, Rosario.-- Un ejemplar armado de ave, once cráneos, doce nidos y cincuenta huevos. Dr. IsIDro QUIROGA, Rosario. —Cinco huevos de gallina, de colo- ración anormal. Prof. AUGUSTO C. ScaLa, Capital. —Un nido de Boyero, de For- mosa. Visita de miembros honorarios de la S. O. P.— Hemos tenido la visita de dos de nuestros miembros honorarios, que han estado re- cientemente en la Capital: el Dr. FRANK M. CHAPMAN, del Museo de Nueva York, con motivo de su gira oficial como delegado de la Cruz Roja en Sud América, y el Dr. HERMAN VON IHERING, ex director del Museo de San Pablo (Brasil), y ahora del Museo de Santa Catalina, en viaje de estudio por Chile y el Sud de la Argentina. Ambos tu- vieron oportunidad de examinar nuestras colecciones ornitológicas, y recogieron una grata impresión al comprobar los crecientes progresos de la S.O.P. El Dr. IHERING asistió el 2 de Junio a una reunión espe- cial que celebraron en su homenaje las sociedades Argentina de Cien- cias Naturales y Ornitológica del Plata Excursiones. —Han sido efectuadas varias excursiones ornitológi- cas, con resultados apreciables, por nuestros consocios Sr. EMILLO BuDpIN, en Yacuiba, Tartagal y Abra Pampa (Jujuy), durante Febrero y Marzo; el Sr. PABLO GIRARD, en Manchalá a Famaillá (Tucumán). El Sr. FRANCISCO M. RODRÍGUEZ, sigue coleccionando en la región de Santa Ana (Misiones), en donde reside Mari>no B. Berro y el 26 de Agosto, en Montevideo—Se ex- tinguió a la edad de ochenta años, este apreciado M. A.S.O. P., hijo del ex-presidente uruguayo Don BERNARDO BERRO. Había dedicado gran parte de su vida al estudio de las ciencias naturales y dejó algu- 1919] Movimiento social 297 nas monozrafías interesantes sobre la fauna y flora uruguayas. Publi- có, hacen pocos meses, las fábulas de historia natural inéditas de DA- MASO A. LARRAÑAGA. Se había adherido con entusiasmo a nuestra so- ciedad, en cuyos progresos se interesaba especialmente. Publicaciones ornitológicas recibidas— The Condor, vol. XX, 1918, Nos. 5—6; vol. XXI, Nos. 1—2, I9g!9.—Contiene trabajos sobre biolo- gía de las aves de los Estados Unidos, acompañados de hermosas fo- tografías de nidos y huevos. The. Ibis, Tenth ser., vol VI, Oct. 1918 y eleventh ser., vol. l, Jan. y April 19g19.—Los dos últimos números de esta importante revista ingle- sa contienen partes de un extenso trabajo que el Sr. CHARLES CHUBB ha emprendido sobre unas colecciones de aves de Sud América exis- tentes en el Museo Británico y el que lleva el título de; «Notes on collections of Birds in the British Museum from Ecuador, Perú, Boli- via and Argentina». Describe numerosas formas nuevas, relacionadas con aves que habitan también nuestro país y otras formas peculiares a la Argentina. Mencionaremos las siguientes: Crypturus obsoletus pu- mensís n. subsp., tipo, Oroya, Perú, alt. 1000 mets,; Vothoprocta pentlandi Simonsi n. subsp., tipo, San Pablo, Cajamarca, Perú, alt. 1500 mets. Respecto de la perdíz chica (Vothura maculosa) observa que los indivi- duos de coloración más rojiza o ante ocrácea, son los inmaturos, mien- tras que los que tienen una coloración de un gris más obscuro son los adultos. VNothura salvadorid pasa a ser una sub especie de Vothura daruimi y cita ejemplares procedentes de El Carrizal, sierra de Córdoba, colecta- dos por Mr. RORiN KEMP. Calopezus elegans formosus TALLO, ha sido también colectado por dicho naturalista en Laguna Alsina, Córdoba, siendo también esta sub espe- cie nueva para esa provincia, Confírma que la especie Calopezus intermedius DABBENE y LILLO es va- lida, después de haber observado ejemplares de La Rioja, existentes en el Museo de Tring y pertenecientes a la colección VENTURI. Separa los ejemplares de la paloma Zenaida auriculata que habitan el noreste del Brasil y la ísla Fernando Noronha como sub especie dis- tinta bajo el nombre de Z. a. noromha, distinguiéndolos de la forma tí- pica por el menor tamaño. Describe una nueva forma de Metriopelia melanoptera con el nombre M. m. saturatior, la cual habita el Ecuador y separa los especímenes de Leptophaps aymara (Metriopelia aymara) que habitan la República Argenti- na, con el nombre de Z. a. aurisquamata LEYBOLD, indicando como pro- cedencia del tipo: Pampas argentinas. (Seguramente aquí debe tratarse de un lugar de la región montañosa, pues esta especie es serrana y no habita las llanuras de la Pampa). La especie Pardirallus rityrhynchus es dividida en varias sub especies: 298 EL HORNERO [Vol l P. r. simonsí am, subsp. (N W. Perú); P 7. tschudi n. subsp (Perú Cen- tral); 2.7. sangurnolentus (Sw.) (Chile). Aramides cayanea, también es sub- dividida en las formas: 4 c. grahami nm. subsp. (Pará); 4 c. salmont mM. subsp. (W. Venezuela, Colombia hasta Panamá); 4. c. chiricote (ViEILL) (Bahia, Matto Grosso, E. Bolivia, Paraguay, N. Argentina). 4Atlagis gayi, es subdividida en las sub especies: 4. ¿g. latreilled Ll ESSON (Ecua- dor); 4. e. símonsi um. subsp. (Perú central). Los especímenes de Orcophilus ruficollis de Bolivia, W. Perú y Tarapacá son separados como forma distinta con el nombre 0. ». simonsí n. subsp. mientras que la for- ma típica se encuentra en Patagonia. Los especimenes de Gampsonyx swainsonií del Perú occidental y del Ecuador son separados con el non- bre de G. Sw. magnus; los del Falco rufigularis de Bolivia pertenecen ala nueva sub especie 4. ». pax y los especímenes de Ce»chneis cinnamomi- nus de Yungas, Bolivia, Ecuador y Perú llevan el nombre de C. c. aequatorialis (MEARNS). The Auk, vol. XXXVI Jan.1919, N.2 1 y April 1919, N.* 2.—El Núm. 1 contiene un artículo de CHARLES B Cory titulado; «Descriptions of new Birds from South America», en el cual describe una nueva forma de Zaraba major (T. m. aproxímans) de Ceará, Brasil y una nueva especie de Cinclodes (Cinclodes neglectus) de las montañas cerca de Otuzco, W. Perú, alt. 1600 piés. El N.o 2 contíene otro trabajo del mismo autor, titulado: «New forms of South american Birds and proposed new sub- genera, en el que propone dos nuevos sul géneros de aves: Xenicopsoz- des, tipo: Anabazenops variegaticeps SCL., incluyendo además la especie: Anabales temporalis SCL., Philydor montanas TscH., Anabates striaticollis SCL., Xenicopsis anxius BANGS y Lhilydor venezuelensis HÉELLM. y el sub género: Euphilydor, tipo Philydor licatenstein: Cap. et HE¡NE, con las especies: Anabates amaurotis TEMM. y 4. dimidiatus PELZ. Describe una nueva forma de Synallaxiís frontalis (S. fr. juae), tipo, Ceará, Brasil y otra de Synallaxis seutata (S. s. neglecta), tipo Ceará. Revue Francaise d” Ornithologíe. Año X, N.9 114— 116, 1918 y Año IL. Nú- meros 117-118, 1919.—Los números de esta importante Revista, contienen una cantidad de observaciones sobre la nidificación, emigración de las aves, sobre su utilidad y otras que se relacionan especialmente con la parte práctica de la ornitología. El Director de la Revista, Dr. A. MÉNÉGAUX concluye la lista de las aves colectadas en villa Lutetia, Misiones, por el Sr. WAGNER, enumerando un total de 63 especies, algunas de las cuales nuevas para la República Argentina. Rivista Italiana dí Ornitología. Año 1, N.o 1—4 (1911-1912); Año II, Nú- meros 1—4 (1912-1913); Año LIT, N.? 1—4 (1914 - 1915); Año IV (1918). Con- tiene entre los varios artículos uno de WHITAKER sobre la necesidad de una legislación internacional para prohibir la importación a Euro- pa de pieles y plumas de algunas especies de aves; y un trabajo de SALVADORI sobre especies de Rallidos del género Creciscus. | 1919] Movimiento social 209 Revista do Museu Paulista, t. X, 1918. Con respecto a la Ornitología contiene un articulo del Director del Museo Paulísta, Dr. ALFONSO D' E. Taunay, titulado: «O primeiro naturalista de Sáo Paulo, DIEGO DE TOLEDO LARA E ORDONHES», citando un fragmento del tratado ce Ornitología brasilera, compuesto por ese autor a principio del siglo pasado. Bird- Lore, vol. XX, May—June 1918 —En este número de la popular revista norte-americana dirigida por el Dr. F. M. CHAPMAN encontra- mos una amable noticia del mismo dedicada a la aparición de nuestra revista, la que agradecemos sinceramente. Se recibieron además las siguientes publicaciones: Pro-aves insectivoras, por la salud pública y por la riqueza nacional, por JosÉ G. MoNEs, Montevideo. 2.2 edic. 1919.—Este folleto está lleno de da- tos demostrando la necesidad de protejer a las aves y de reformar la reglamentación de la caza, indicando los perjuicios que acarrea a la agricultura la destrucción de ciertas especies. Adiciones a los vertebrados del Paraguay, IV Aves, por A. de WINKELRIED BERTON1, in «Anales Científicos Paraguayos» Ser. II, N.? 3, Octubre 1918, Puerto Bertoni, Alto Paraná, Paraguay, pp. 239- 241.—1Id., Aves lu- minosas en el Paraguay, id. p. 242.—1d., sobre nidificación de los Eufonidos, 10. pp. 242-244.—Id. Indice sistemático de las Aves nuevas del Paraguay por él descriptas en los Anales Científ. Paraguayos, ser. I, N0. 1. Ene- ro Igor. Descriptions of new genero and a new subspecies of South American birds, por CHARLES CHUBB in Annals and Magazine, of Nat. Hist. ser. 9, July 1918, pp. 122-124.—En este artículo el autor propone varios nuevos géneros y el cambio del nombre en otro, como: Picrotes, tipo Lantus severus L1CHT. por Lochites CAB. et HEINE. Notes on the Family Dendrocolaptidae with suggestions for ¡ts división, 1d. id. Annals and Magazine of Nat. Hist., ser. 9, 111, March 1919, pp. 273 - 275.—En este artículo su autor propone la división de los Dendrocolaptidae en 4 familias: Furnariddae, Synallaxiídae, Xenopsidae y Dendrocolaptídae, fun- dándose en parte sobre el distinto género de vida de estas aves. Nueva publicacion sobre aves en general, —El Comité ce la «British Orni- thologists? Unión> se ha puesto en comunicación con el Secretario de la «American Ornithologists' Unión» para preparar una obra en 6 vo'ú- menes titulada Systema Avivm, la cual comprenderá una lista de todas las especies de aves de las 6 regiones zoogeográficas: Palearctica, In- dica, Etiópica, Australiana, Nearctica y Neotropical. 300 EL HORNERO [Vol. 1 INFORMACIONES Necrología.—Dr. FEDERICO DUCANE GODMAN. El 19 de Febrero del corriente año falleció a la edad de 86 años este famoso ornitólogo inglés. Se había dedicado especialmente al estudio de las aves de Centro América, y en colaboración con OSBERT SALVIN publicó la parte de las aves (3 tomos) de la gran obra «Biología Centrali-Ame- ricana». Publicó además, con el mismo autor, otros trabajos sobre las aves de Colombia. En los años 1907-19l0 dió una gran mo- nografía de los Petreles. ¡as colecciones neotropicales que había reunido con O. SaLvín, y que donaron al Museo de Londres eran enor- mes, pues solo en pieles de aves sumaban más de 520.coo. El Doctor GOoDMAN fué durante muchos años vice presidente y miembro del concil de la Sociedad Zoológica de Londres y de otras grandes instituciones científicas TEODORO ROOSEVELT.—El 6 de Enero ppdo., dejaba de existir en Sagamore Hill, Long Island (U.S A.) el ex presidente de los Estados Unidos, M. Te. ROOSEVELT ala edad de 64 años. Aun cuando no cul. tivaba especialmente la ornitología, sus conocimientos sobre aves de América y de Africa eran considerables y prestó muchos y señalados servicios a la ciencia, reuniendo grandes colecciones durante sus viajes por esos continentes. Dr. Luis BRasIL —Se extinguió en Caen (Francia) el 15 de Oc- tubre de 1918 a los 53 años de edad. Era miembro correspondiente de la S.O.P.—Actuó como profesor de zoología en la Universidad de Caen y fué también presidente de la Ijinnean Society de Normandía. Se dedicó especialmente a la ornitología, publicando importantes estu- dios, entre los cuales se destacan los que aparecieron en las entregas publicadas en «Wytsman's Genera Avium», sobre Apterygidae, Ca- suariidae, Deomeidae y Gruiformes. Longevidad del cardenal común -—Algunas aves adaptadas a la vida en jaula demuestran a veces una longevidad extraordinaria, que sobrepasa quizás los límites normales de su vida en libertad. En este sentido podemos citar dos casos notables que se refieren al cardenal común (Paroaría cucullata). Figuraba desde hace tiempo, en las colecciones del Museo Nacio- nal, enviado desde el Salto Oriental, por el señor A. E. HELLMUTE» un cardenal cuya edad alcanzó los 29 años y 3 meses. Hace poco, el mismo establecimiento recibió otro ejemplar donado por la señora SixTAa G. DE ANTONIOLI, de la estación Gómez (F. C.S.), con los si- guientes datos: El cardenal, que estaba en su poder desde hacía 22 años a 1919] Informaciones 3OI cumplidos, le fué obsequiado por una persona de su familia, quien lo tuvo antes durante 10 años y meses, habiéndolo adquirido pichón en una pajarería De modo que la existencia del ave ha pasado segura- mente los 32 años. Era un ejemplar o muy cantor, bien emplumado, ágil y sin señal visible de vejez. Vivió siempre en una jaula amplia, alimentándose casi exclusivamente de alpiste y algunas verduras. Mu- rió repentinamente, no habiendo sido posible averiguar por qué cau- sa, por haber sido remitido sin las vísceras. Enseñanza escolar de la ornitología. —La fotografía adjunta representa una clase práctica de ornitología en la Escuela normal N.? 2, del Rosario, bajo la dirección de la profesora señorita DOLORES DABAT M A.S.O.P. Los diversos trabajos de técnica delicada, que efec- túan .orrientemente las alumnas, como ser la preparación de aves, el montaje de esqueletos, y piezas sueltas de anatomía comparada, etc., merecen señalarse y. aplaudirse por el esfuerzo y la dedicación que re- presentan, teniendo en cuenta sobre todo el breve tiempo de que se dispone para esos trabajos y la escasez de elementos adecuados. Colecciones ornitológicas del Museo Nacional.—El número total de aves conservadas en nuestro museo, asciende aproximadamente a catorce mil ejemplares, de los cuales unos cuatro mil armados que están en exhibición. 302 EL HORNERO JOTA Importancia de las aves para el hombre. — (Continuación de la pásina 210).—Como la digestión es excesivamente rápida en las aves, y como ellas se alimentan en su mayor parte durante el día, son particu- larmente apropiadas para contrarrestar irrupciones anormales de vege- tales así como también de la vida animal. Aquella formidable maleza importada del «Cardo escocés amenazó una vez invadir toda Nueva Zelandia. Mucho tiempo y dinero gastaron los colonos en cortar estas plantas al mivel de la tierra y derramar esencia de trementina en las raíces, creyendo de esa manera matar de- finitivamente la planta. Vana labor. El viento trasportando nubes de semillas voladoras de cardos, los hacía propagar en todas direcciones, volviéndose así más frecuente, más denso, y aumentaba de año en año. Al fin los campos se vieron atestados de plantas espinosas, a las cua- les nada podía afrontar. Los gorriones se acostumbraron a comer las semillas. En centenas de miles se alimentaban de ellas, dándole preferencia entre Jas comi- das duras, y de este modo la maleza fué conquistada. Hoy en día en Nueva Zelandia el gorrión es mirado ccmo un la- drón descarado sin nada atrayente en su figura. Nadie, sin embargo, podría decir lo que sucedería si algún día esta ave fuera despedida del país, pero es muy probable que el Dominion fuera invadido otra vez por las orugas y los cardos. Dejando a un lado esta cuestión hipoté- tica, el beneficio que ¡os gorriones hacen, debe en mucho compensar al daño. Esta aserción recibe confirmación en las abundantes cosechas que hacen la felicidad de Nueva Zelandia. Nunca los gorriones fueron más numerosos; nunca las quejas contra ellos más amargas; aunque el rendimiento de sus cosechas no tiene precedente. Debo advertir de paso, que aunque yo haya escrito aquí en defensa de la introducción del gorrión europeo en Nueva Zelandia, yo no soy un partidario de la aclimatación. Es verdad que se puede decir que hay casos en que aves extranjeras han sido introducidas para desempeñar las tareas de las especies nativas que fueron expulsadas, y que estas tareas han sido desempeñadas satisfactoriamente. Pero, como regla general, tales sustituciones están llenas de peligros. Las aves cambian tan rápidamente sus hábitos en los nuevos horizontes que pocas espe- cies permanecen leales a la reputación de honestidad que poseían en la tierra de su origen. Como la mayor parte de los forasteros, harían mejor permaneciendo en su propio país. Aunque el extender la civili- zación, inconscientemente demanda algunas víctimas, el hombre y aves indígenas pueden, hablando en general, ocupar el mismo territorio sin mayor dificultad. Si uno quiere una prueba de ello, no tiene sino que tornar su pensamiento hacia la India Británica, donde las aves nativas de todas clases, debido a la protección que les acuerda la doctrina Hindú a toda clase de vida, se encuentran viviendo en una proximi- dad estrecha a las densas poblaciones humanas. 1919] Informaciones 303 La moraleja de todo lo cual es: que importa a cada hombre, que sienta en el corazón los beneficios para la patria, lacer todo lo que pueda para proteger las aves nativas, En Australia una plaga de langosta visita periódicamente los cam- pos de maiz para devorarlos. La ruina que esto podría acarrear a los campesinos es siempre y oportunamente evitada por la buena función de los [bis y otras aves nativas, Como destructor de langostas, el ¡bis (Carphibis Spinicollis), mo tiene rival entre las aves. DUDLEY Le Soukr, di- rector del Jardín Zoológico de Melbourne, visitó hace algunos años los criaderos de estas aves en la Riverina, y después de un minucioso cálculo, llegó a la conclusión de que la cantidad mínima de aves en cría en ese lugar eran unos 200.000 individuos. Después de esto procuró algunos especimens y pudo constatar contando y clasificando la alimen- tación, que el término medio consumido por estas aves era de 2410 lan- gostas jóvenes, cinco caracoles de agua dulce, y varias orugas, los cuales, multiplicados por 200.000, suman un total de (482.000.000) cua- trocientos ochenta y dos millones de langostas, así como también=un gran número de caracoles y orugas. «Ahora bien, dice el señor Lk£ Soukr, el término medio de las aves jóvenes era de unos 2 1/2 por cada pareja de adultos, y el contenido de sus estómagos debe alcanzar un enorme total, desde que todos parecían gozar de una alimentación abundante >. Como esta enorme cantidad de alimento es consumido cada día por los ibis de Australia durante la época del desarrollo de la langosta, se podrá formar una idea clara de la inmensa utilidad que estas aves reportan a los campesinos. Sin ellas el balance de la na- turaleza sería perturbado y la agricultura con buen éxito resultaría imposible. En adición a su grande utilidad como destructor de insectos Ga- fñinos—el ibis se alimenta también con avidez de caracoles de agua dulce—albergue de la terrible fasciola del hígado, con la cual el ga- nado ovino tan fácilmente se contamina en algunos lugares húmedos. Aún, en presencia de estos hechos, hay gentes que inescrupulosa y clandestinamente visitan los criaderos de estas aves y colectan sus Lmuevos por carradas. Una partida, en 1912, recogió más huevos de los que podían conducir por lo cual se retiró abandonando unos 4 800 para que se pudrieran. Importancia de las aves en los bosques. —Omitiendo hacer mención de muchos otros ejemplos notables en que las aves han reprimido irrup- ciones de insectos, pasaré a ocuparme desde luego de aquellos servicios perennes que actúan como un control constante para impedir un inde- bido acrecentamiento de los insectos, roedores, malezas y otras pestes. Las aves puede decirse que alcanzan el máximum de utilidad en las selvas, porque allí las condiciones se asemejan en mucho a las de las edades primitivas. 304 EL HORNERO [Vol I Los árboles de las selvas tienen sus enemigos naturales en los in- sectos, a los cuales le dan alimento y abrigo, y esos insectos a su vez tienen sus enemigos naturales en las aves, a quienes también los árbo- les proporcionan alimento y abrigo. De aquí se desprende que cada una de estas formas de vida depende estrechamente de la existencia de las otras. Sin los árboles los insectos perecerían, sin los insectos las aves perecerian y sin las aves los árboles perecerían; y, para seguir las ine- xorables leyes de la naturaleza hasta la conclusión de sus terribles de- signios, diríamos que sin las plantas el mundo perecería, Considérese por un momento la vida de un árbol en conexión con los insectos que se sustentan de él. En un principio, antes que la semi- lla o nuez haya germinado, puede ser horadada o destruída por un gusano. Suponiendo, sin embargo, que esa semilla o nuez se haya de- sarrollado, laraíz del embrión puede ser atacada por escarabajos. Esca. pando de este peligro algún gusano podría depositar sus huevos en las rasgaduras de la corteza. Al empollarse éstos, los gusanos horadarían la corteza y leño. Este agujero admitiendo ¡agua en cada lluvia haría comenzar la descomposición del tallo, de la cual la planta probablemente nunca podría restablecerse. Otras larvas se alimentan de la corteza, comiendo la parte más interior y la savia de la planta. Las ramas del- gadas son afectadas por las larvas de ciertos escarabajos, las cuales actúan como una banda a su alrededor, ocasionando a veces de este modo la destrucción de vástagos de más de una pulgada de diámetro Hay gorgojos que hacen horadaciones debajo de la corteza y penetran hasta la médula, depositando en esas excavaciones sus huevos. Para ciertos propósitos hay otros que causan profundas lesiones las cuales muy a menudo tienen resultados fatales. Las ramas de los árboles son a veces afectadas por parásitos, quienes las horadan para alimentarse de sus jugos, agotando así la savia. Muchas especies de piojos y otros insectos similares infestan los árboles, causándoles gran daño, así como también ciertas otras especies viven en ellas como parásitos. Las yemas de los árboles son a menudo destruídas por larvas de ciertas polillas, mientras que las hojas son devoradas por las orugas. Tomando la en- cina por ejemplo, es un hecho sabido que más de 500 especies de insectos se pueden alimentar de ella. Finalmente, debe recordarse que en la corteza y sobre todo en los tejidos más interiores residen las energías vitales de los árboles. Es muy difícil percibir la utilidad de esos insectos que se alimen- tan de las diferentes partes de un árbol, aunque muy bien puede ser, talvez, cuando están en número normal, que ejerzan una influencia útil, efectuando una poda necesaria y saludable. Es cierto, sin embargo, que si ellos no fueran a su turno limitados por las aves se llegarían a acrecentar en número tal que los árboles no podrían sobrevivir a los daños y males que ellos les causaran. Cuán subcrdinada está la vida de los árboles a la vida de las aves 1919] Informaciones 305 puede comprenderse con la siguiente ilustración: como muchos de los lectores probablemente sabrán, los árboles respiran y asimilan por sus hojas. Consiguientemente, si se impide que sus yemas se desarrollen, o sean comidas cuando ¡lleguen al desarrollo por las orugas, el árbol se debilitará naturalmente. Muchas coníferas se morirían si fuesen depra- vadas en su follaje por un sólo año. Otros árboles si fueran privados de sus hojas por algunos años sucesivos, también perecerían, aunque estos árboles languidecieran como regla general por uno o dos años antes de sucumbir finalmente. Ahora bien, ataques en los órganos respiratorios no es el único daño a los árboles que están expuestos de este modo. El árbol encontrándose en condición precaria, es al momento acometido por los escarabajos y otros insectos, quienes, multiplicándose rápidamente bajo condiciones tan favorables, horadan la corteza hasta que todos los tejidos vitales de la planta sean destruídos. Así el árbol que hubiera podido aliviar sus pulmones afectados, cae víctima del ataque de un enemigo insi- dioso que se aprovecha de la ventaja que le proporciona su debilita- da constitución. Los «carpinteros» y otras aves similares con sus hábitos de ali- mentación, hubieran afluído al socorro de ese árbol y posiblemente le hubieran salvado la vida; pero cuando aquella influencia correctiva no existe, el arbol, debe necesarizmente morir. Esta ilustración sobre la mútua relación entre la vida de los ár- boles y la de las aves, no es sino una de la larga serie que podría ser citada, y es en razón de esta delicada y exquisita correlación «ntre la existencia de los árboles, insectes y aves el que yo considere como una verdad profunda la declaración del Sr. F. M. CHAPMAN: «que puede ser claramente demostrado que si perdiéramos nuestras aves perderíamos también nuestras selvas.» No es necesario poseer una alta cultura para comprender que si perdiéramos nuestras selvas perderíamos también con ellas la hume- dad suficiente para la producción de las cosechas sobre las cuales la humanidad entera basa su propia existencia. Si en su arrogancia y fatuidad el hombre extermina las aves, pen- sando que él mismo es capaz de reemplazarlas, podrá tal vez defender con éxito usando de sus expolvoreadores a lo más una parte de sus huertas y jardines; pero ¿qué valor tendrían sus débiles esfuerzos pa- ra proteger de las desvastadoras masas de insectos las selvas de Amé. rica y Africa, los j¡ungles de Asia, o los arbustos de Australia? ¿No debería él, entonces, proteger por todos los medios que estén a su al- cance todas las aves de las selvas, que naturalmente, sin molestias y expensas para él, cumplen tan bien y por su propia cuenta, la hercú- lea tarea de velar por la vida de los árboles? Cualquiera lo pensaría así. JAMES BUCKLAND, Smithsonian Report - Washington. (Continuará ) 306 El. HORNERO [ Vol. T BIBLIOGRAFÍA Recientes publicaciones ornitológicas sobre Sud América y especialmente la Argentina y países vecinos. 19I5 (vease página 212) CHAPMAN, sobre el género Seytalopus, The more northern species of the genus Seytalopus GOuLD, By FRANK M. CHAPMAN. 7ke 4Auk, vol. XXXII, No. 4, Oct. 1915, pp 406 - 423. En este artículo el autor describe varias nuevas especies encon- tradas al norte del Ecuador y da la distribución siguiente para las especies que habitan más al Sur: 1. Scytalopus magellanicus (GM.)— Malvinas, Cabo de Hornos y Chile. 2. S. niger (SW.) A colas us grandis CORY]. Oeste de Sudamé- rica desde Chile a Colombia, especialmente en la zona templada. S unicolor Sarv.—Cajabamba, Perú. S. obscurus (KING).—Sur de Chile. >. acutirosiris (TscH).—Perú. macropus BERL. et SToLZ.—Maraynioc, Perú Central. 7. S. micropterus bolivianus (ALLEN).—Sur de Perú; Bolivia. 8. S. speluncae (MÉNEÉTR).—S. E. Brasil. S indigoticus (WIED) —$S. E. Brasil. o. S. superciliaris CAB.—Sierra de Tucumán. CooKE, sobre las emigraciones de las aves. Birds migration. By WeELus W. COOKE, Bull, of the U. S. Departn. of Agriculture, NO. 185, 1915, PP. 1—47- En este interesante trabajo el autor indica las causas delas emi- goraciones, la relación de las mismas con las condiciones atmosfé- ricas, las emigraciones diurnas y nocturnas, las distancias recorri- das, las diferentes vías seguidas, la orientación de las aves en sus caminos, etc. CookkE, sobre los chorlos americanos y su protección, Our Shore—birds and their future. By WELLS W. CooxkÉ. Year- book Deptim. Agricult. Wash. D. C. for 1914 - 1915, Pp. 275-294. En este artículo el autor se ocupa del modo de proteger estas especies de aves. Cory, sobre nuevas aves de Sudamérica e islas adyacentes. Descriptions of new Birds from South America and adjacent islands. By CHARLes B. CORY. Field Mus. Nat. Hist, publ. 182, Ornith. ser., vol. 1: Ns Eeb: 23, 19I5), pp. 293-302: Describe varias formas de aves relacionadas con especies argen- in E 0 YN YN Y o 1919] Bibliografía 307 tinas: Crypturus tataupa peruviana, SUDSP. NOV., Tipo, San Ramón, Pe- rú central occidental, alt. 2900 piés; Nothoprocta ambigua, Sp. MOV., tipo Llagneda, al Noroeste de Otusco, Perú; Columba rufina andersont subsp. nov., tipo, Serra da Lua, cerca Boa Vista, norte del Brasil; Columba rufína tobagensís subsp. nov., tipo, isla de Tobago; Aramides cajanea venezuelensis, SUBSP. NOV,. tipo: Encontrados, Venezuela; 4. c. peruvíana, subsp. nov., tipo, Moyobamba, Perú; Cerchneis sparverius peruviana, subsp. nov., tipo Chachapoyas, Perú; C. sp. distincta subsp. nov., tipo, Boa Vista, Rio Branco, Brasil; C, sp. margaritensis, subsp. nov., tipo, isla Margarita, Venezuela; C. sp. ochracea, subsp. nov., tipo, Colón, Tachira, Oeste de Venezuela, Otus choliba margari- tae, subsp. nov., tipo, isla Margarita; £peotyto cunicularia arubensis, subsp. nov., tipo, isla Aruba, Venezuela; Sp. c. deckerí, subsp. nov., tipo, Sáo Marcello, Rio Preto, Bahia; Sp. c. ¿ntermedia, subsp. nov., tipo, Pacasmayo, Perú; Podager nacunda minor, subsp. nov., tipo, Boa Vista, Rio Branco, Brasil; Vyctidromus albicollis obscurus, subsp. nov., tipo, Yurimaguas, este Perú; Caprimulgus larundinaceus críssalis, subsp. nov., tipo, Rio do Peixe, cerca Queimadas, Bahía. Cory, sobre aves de Sudamérica, y descripción de nuevas sub especies. Notes on South American Birds, with. Descriptions of new sub- especies. By CHARLES B. CORY. field Mus. Nat. Hast., publ. 183, Ornith. ser., vol. 1., N%. 9, Aug. 7, 1915, PP. 303 - 335. Describe varias formas relacionadas con especies argentinas; Pza- ya cayana cearae subsp. nov., tipo, Ignatu, Ceará, Brasil; Scapaneus (Campephilus) melanoleucus cearae, subsp. nov., tipo, lenatú. Además hace una revisión de las especies y sub especies del gé- nero Paya y otra de las formas sudamericanas de Cerchneis sparverius (L.), dando su correspordiente clave y describe: Cerchneis sparveria intermedia, subsp. nov., tipo, Villavicencio, Colombia; C. sp. andina, subsp. nov., tipo, Ecuador, alt. de 5.000 a 13.000 piés; C. sp. per- plexa, subsp. nov., Rio Essequibo inferior, Guayana inglesa. DABBENE, sobre aves nuevas para la Argentina. Otras especies de aves nuevas para la Argentina. Por ROBERTO DABBENE. Boletín de la Sociedad Physis, t. 1. Junio JO, 1915, Pp. 532 -533- Harpiprion cayennensis (G6Mm.) en Bonpland, Misiones; Dendrocygna discolor SCL. et SaLv. en Tres Pozos, Salta; y Sporophila pzleata SCL. en Bonpland, cazados por el señor J. MOGENSEN. DABBENE, sobre una nueva especie de carpintero hallada en la pro- vincia de Tucumán. Description d” un nouveau genre et d'une nouvelle espece de pic provenant du Norouest de la Republique Argentine. Por ROBERTO DABBE£NE. Anales del Mus. Nacional de Hist. Nat. de Bue- mos Aires, vol. XXVII, Julio 8, 1915, pp. 75-81, tom. I. El autor describe un nuevo género: Neophlocotomus, intermediario 308 IE ENDISIN UE) Vol. T entre Ceophloems y Phloeotomus y una nueva especie NVeophlocotomus Shiptont, cercana a VW. Schulz? (CAB.), procedente de Tucumán. DOELLO - JURADO, sobre algunas aves de Buenos Aires. Anotaciones sobre algunas aves de Buenos Aires. Por M. Dor- LLO- JURADO, Lol. Soc. Physis, t. 11, No. 9., Nov. 10, 1915, Pp. 44-48. El autor da varias nolicias sobre la biología del carpintero, Den- drocopus mixtus (BODD.) y del tordo negro cobijas amarillas, 4ygelaís, thilius chrysocarpus (V1G.) HELLMAYR, sobre la ornitología del estado de Espíritu Santo, Brasil. Eín kleiner Beitrag zur Ornithologie des Stcates Espíritu Santo, Súdostbrasilien, von HELLMAYR C. E. Verhandl. Ornith. Gesell. — Bayern; t 12, 1915, pp 126-1509. El autor estudia una colección de. 56 especies de aves coleccio- nadas por el señor F. B. MÚLLER en el estado de Espíritu Santos Entre otras especies, cita: Phyvllomyras griscocapilla, Automolus leucophry's. Selerurus umbretta, Doysithamnus plumbeus etc., da la sinonimía de Siptornis obsoleta (rutrcilla auct.) e indica las variaciones geográfica, de Pieumnus cirrhatus. IHERING, sobre la clasificación de la familia de los Dendrocolaptidos. The classification of the Family Dendrocolaptiídae. By Dr. HERMANN von IHERING. 7%e 4uf, vol. XXXII, No. 2, April 1915, pp 145-153 (lams.) Il autor hace un estudio sobre los caracteres del cráneo relacio- nados con la clasificación de la familia y llega a la conclusión de que la diferencia entre los cráneos esquizorrinales y holorrinales observados en los dendroco!láptidos noes suficiente para mante- ner la división de esta familia en Zurnarídae y Dendrocolaplidae pro- puesta por RIDGWAY (B/rds North and Middle Amer. V), pues las espe- cies en las cuales el foramen nasal es prolongado posteriormente, presentan sólo una modificación del tipo holorrinal común y esta condición debe ser llamada: pseudoesquizorrinal de acuerdo con FURBRINGER. lEwW:¿ck, sobre los pingúines del continente antárctico. Antarctic Pengúins. A study of fheir Social Habits. By Dr. C. MURRAY JEVICKE. R. N. Zoologist to the Brítish Antarctic Expe- ditión (1gro-1913), New York, 1915, in 8Y2 pp. 1-140, fig. 1-74. Describe las costumbres de los pingúines y en un apéndice las de la gaviota de Maccormicki (Megalestr?s Maccormicki). REDE (Continuara). Volúmen primero de EL HORNERO.— Con el presente número termina el volúmen primero. cuyo índice correspondiente será distribuido próximamente. * * k ES * Fernández Beyro, _Florit, Carlos J. AÁborg Cobo, Arturo Aloise, Dr. Salvador P. Anitoa, Dr. Gabriel Arditi, Proí. Horacio Barrán, Prof. Euclides EF. Basile, Prof. Angel a Beder, Dr. Roberto Bergalli, Prof, Alejandro Bernard, Srta. Lucía Bondue!, Octavio P. Bonduel, René Bordalé, Duis F. Bréthes, Prof. Juan Buscaglia, Víctor Carbonell, José J. Casal, Cap: de íragata, Pedro S. Castro Bibiloni, Antonio Catinari, Ing. Juan N. Comi, Prof. Pedro L. Correa Morales, Lucio A. Cowell, Alberto T. Crivelli, Francisco Dabbene, Dr. Roberto. Debenedetti, Dr. Salvador De Giacomi, Juan - De la Rua, Dr. José M. Del Campo, Alberto Delétang, Luis Doello Jurado, Prof. mM. Dominique, Miguel *' Doradau, Ovidio Escarcena, Juan Fazio, Prof. Alfredo Dr. Anibal Frers, Arturo G. Gallardo. Dr. Angel Gallo, Dr. Abelardo - Gazzano, Nicolás A. -Gez, Prof. Juan wW. Gómez, Adolío S. “González, Juen Guerrico, Ing. Federico Hernandez, Juan Herrera, Prof. Anastasio J. Hume, Alberto S.. “Irizar, Srta. Esther M. + Koslowsky, Julio - Kraglievich, Prof. Lucas Lahille Dr. Fernando Lista, Dr, Hector Lizer, Ing. Agr. Carlos . Msglione, Dr. Ernesto S. * Marasso Rocca, Prof. Arturo Mariani, S. -Mas, Prof. José. Mascheroni, Luis Mejías, Laurentino C. Méndez de Casarlego, men C. de Mestroni, Prof. Valentín Miguelez, Maximino 'Monguillot, Srta. María A. Nágera, Dr. Juan J. Nágera Ezcurra, Srta, Ángela Onelli, Prof. Clemente Pastore, Dr. Franco- x Miembros fundadores, Señora Car- - MIEMBROS ACTIVOS DE LA S. O. P. Capital. +. : Pastore, Srta. Victoria Péndola, Agustín J. É Péndola, Prof. Agustín * Raices, Adolfo E. Ramírez, Cap. de frag. Eduardo Renard, Cap. de navío Abel Renard, Adolfo Rolleri, Humberto Savon, Julio C. Scala, Prof. Augusto C. Seckt, Dr. Hans Selva, Manuel * Serié, Pedro Strassberger, Osvaldo Toranzo Calderón, Dr. C. Violante, Vicente M. Williams, Ing. Orlando Zotta, Ángel Zublaur, Dr. José B. PROVINCIA DE BUENOS AIRES La Plata. a Ameghino, Carlos Calcagno, Dr. Alfredo D. Cortelezzi, Srta. Juana Fernández, Dr. Miguel Korn (h.). Guillermo : Lanfranco, Ing. Agr. Silvio Latorre, Celso * Marelli, Dr. Carlos A. Moreno, Dr. Julio' del C. *.Pozzl, Antonio * Pozzi, Savtiago Radice, A4ngel L. * Spegazzini, Dr. Carlo3 Azucena, F. C. S. Islas, Srta. María I. Azul, F.C. S, Mercado, Prof. Nazario Pouysségur, Hipólito Carcaraná, F.C. CA. Danni, Juan A.? Carlos Salas, F. C. 0. Naylor, W..B. C. de Areco, F. C. C. B. A. Gaillat, Juan A. Chacabuco, F. C. P. Casale, Dr. Guido Dolores, F. C. S. Rothsché, Carlos E. de la Cruz, F.C. C. A. Salguero, Tomás F. Varela, F.C. S. Pereyra (hijo), Ezequiel A. Gral. Pirán, F.C. S, Xhardez, Juan E. Gorchs, F.C. S. Pellerano, Glorialdo l. Correas, F. €. S.- Riis, Guillermo E Míguez, Dr. Víctor E. Ses _ Mosconl, FEOS - Sathicq, Francisco Olavarría. F. C. S. Fortabat, Carlos Passo, F. C..0, "Magnano, Juan il “Pirovano, F. C. S. Muratorio, José L. Puerto Militar : González Fernández, Y Almirante Ramón * Quilmes, F. C. $. 15d Sa Benn Pott, C. W. k > Pennington, Dr. Miles S. Rosas, F. C. S. 4 Daguerre, Juan B. San Miguel, F.C. P. - Rolleri, Vicente Sarandí, F. C. S. . * Rodríguez, Demetrio E “Tandil, F. €. S. -Arrayago, Sra. Teófila A de Carné, Srta. Laura E. y D'Angelo, Srta. Felipa pl Ronco, Srta. Beatriz M. 25 de Mayo, F.C. S. Artusi, Dr. Enrique J. A " PROVINCIA DE CÓRpOBA : - Córdoba. Castellano, Ing. Agr, José € . Castellanos, Alberto Castellanos, Alfredo Issouribehere, Ing. Agr. Pedro J. Licursi, Ariosto Marek, Carlos J Moxham, Jorge e Tellechen, Ing Agr. Manuel Wyler Girardet, Srta. Bertha - PROVINCIA DE CORRIENTES - Mercedes. AN Anzola (hijo), quen Concepción. + 2 Reboratti, José H. E PROVINCIA DE ENTRE Rios Las Delicias. > Báez, Ing. Agr. J- Romualdo : C. del Uruguay. * Bosch, Ing. Agr. Jorge E. «Gualeguaychú. - S Romero, Prof. Romualdo - PROVINCIA DE Mas Mendoza Sanzin, Prof. Renato = Miembros fundadores. e Santo Tomé. Santiago del Estero: Tucumán. Chaco Sa S. Peña. os > Aula, AMEnAtO, Y. ae Resistencia, Santa Ana. ES Rodríguez, ERNCIREn mM. - Viedma. * Norquincó. ES see AR Montevideo. EEN E MW. Sociedad. ; P. Stanley. ” Precio del presente número: $ 1.20 ma Las personas que deseen recibir EL HORNERO deberan avonar una cuota anual de $ 6 ”, como miembros de la S. O. P. E Dabat, Sri , Herrera, Prof. a Quiroga, Dr. Isidrog Ramírez, Prof. Segl8 un Salvañiá, Cayetano Velasco, Sra. Súta M. de - Niedfela, Gregorto. > ; STERO Santillán, Prof. Emiliano ' ; PROVINCIA DE TUCUMÁN - * Budin, Emilio Dinelli, Luis . ' : Girard, Pablo - i : Rivas Míguez, Leandro Shipton, Stewart Venturi, Santiago Ne “Rojas ode Prof: N. MISIONES . RIO NEGRO Marty, Guillermo a Dr. Ig E - URUGUAY Barattini, Luis P. a f Cordero, Dr. Ergasto H. De Boni, Dr. Antonio PTA Felippone, Dr. Florentino Magnano, Francisco as Sierra, Sra. Esperanza de Torres de la Llosa, Dr. Carlos Tremoleras, Alberto 'Tremoleras, Juan Vogelsang, Enrique G. di Dr. Kurt PARAGUAY POsner, Félix MALVINAS : Bsnnett, Arturo G. z E DINAMARCA Mogensen, Juan INDIGE DE AUTORES Y OTRAS PERSONAS CITADOS Aberg Cobo, Arturo, 118. Acosta, José de, 81, 84, 154,158,250. Agassiz, 22. Agusti, Emilio, 203. Alfaro, A., v. Allen, 190, 191. Almeida, Joan d', 251. Aloise, Salvador P., 118. Alonzo de Zu-+zo, 18. Alvarez, Teodoro, 46 B., 120. Ambrosetti, Héctor, Dos tiránidos de Buenos Alres, pP. 36-37. — Sobre el Gavilán, Rupornis magnt- rostris pucheraní, pp. 116. —Notas sobrealgunas Rapaces, pp. 287- 290. 121, 203, 208, 293, 204. Ambrosetti, Juan B., 39. Ameghino, C., 39, 120. Anitua, Gabriel, 118. Antonioli, Sixta G. de, 300. Anzola, Juan, 118. Arditi, Horacio, 118. Arrayago, Teófila A. de, 197. Artusi, Enrique J., 118. Aubusson, Jorge de, 18. Audubon, 45. Aula, Augusto V., 197. Azara, S1, 83, 84-89, 154-159, 253- 255, 257- Baer, G. A., v. Baez, J. Romualdo, Observaciones so- bre nidos de horneros, Pp. 291 292. 197. Bangs Outram y Thomas E. Pe- nard, 202, 204 B. Barattini, Luis P., 293. Barrán, Euclides F., 197. Barrows, 75, 180. Basile, Angel, 196. Baynes, E. Harold, 44. Beder, R., vr. Bello, Julio, 197. Benn Pott, C. W., 203. Bennett, Arturo G., 197, 205. Bergalli, Alejandro, 118. Berlepsch, H. v., 100. Berlepsch et Stolzmann, 261. Bernard, Lucía, 293. Berro, Bernardo, 296. Berro, Mariano B., 118, 206. Bertoni, A. de Winkelried, 4pun- tes sobre aves del Paraguay, pp. 188 - 191. — Especies de aves nuevas para el Para- guay, pp. 255-258. —Apuntes sobre aves del Paraguay, PP. 284 - 287.——37, 97, 98-100, 120, 195, 203, 257, 260-262, 264, 266, 295, 299 B. Bertoni, Werner, 256. Bird Grinnell, George, 45. Bonduel, O. P., vir. Bonduel, René, 118. Bordalé, Luis E., 41. Borelli, Alfredo, 209. Bosch, Jorge E. 197. Bougainville, 19. Bowman, Gordon, 262. Brabourne y Chubb, 46 £2., 283. Brasil, L., 300. Bréthes, J., vit. Biewster et Bangs, 240. Brown, N. R., 47 2. Bruschi, J. A., vir. Bucarelli y Ursua, Francisco, 19. Buckland, James, /mportancia de las () La letra: B. al lado de algún número, indica que se trata de un análisis bi- bliográfico del autor citado. 310 EL HORNERO aves para el hombre, Pp. 123- 126, 209-210, 302-305. Budin, Emilio, Z/ Xeu, Timamotis Pentlandi, Pp. IOI 109.———40, 59, 65, LIO, 121, 143, 179, 1591, 202, 262, 296. Bufíon, 191, 253. Burmeister, Germán, 99, 180, 191, 277, 282, 283. Buscaglia, Victor, 197. Cabanis, 99, 282, 283. Caboto, 87, 88, 153, 157. Cáceres, Ulpiano, 98. Calcagno, Alfredo D., 197. Cantinu, 157. Capus, G., et Bohn, G., 169. Carbonell, J. J., vit. Carcelles, Alberto, vII. Cardoso, Anibal, La ornitología fan- tástica de los Conguistadores, So-89, 153-160, 248-255. 39. Carlos ITI, 18. Carlos V, 17. Carné, Laura E., 197. Casal, Pedrc S., 41, 43, 98, 118, 119, 200. Casale, Guido, 197. Casas, José E., 118. Castellano, José U., 197. Castellanos, Alberto, 41, 119, 202, 203, 295. Castellanos, Alfredo, 205. Castillon, León, Habitat de la Avu- tarda, Chloéphaga melanoptera, pp. 108-III. Castro Bibiloni, Antonio, 119. Catinari, J. N., VI. Cerruti, T., 293. Chapman, Frank. M.,41-43,46 £,, 47 B., 199, 201, 202, 212 B., 296, 299, 305, 306 B. ise, (E) y A Chubb, Charles, 198, 246, 263, 297 B., 299 Bb. Cieza de León, 81. Clarke, W. E., 47 £L. COn Colón, 17. Cooke, W. Wells, 306 L. Cordero, Ergasto H., 197. Correa Morales, Lucio A., 197. Correas, María J., 197. Cortelezzi, Juana, 147. Cory, Charles B., 298 B., 306 5, 307 B Vol. 1 Costes, Nathanael, 119, 204. Cotta, María R., VII. | Cowell, Alberto T., 197. Crawshay, 235, 289. Crivelli, F., vi Cuesta, L., 293. Dabat, Dolores, 197, 296, 301. Dabbene, Roberto, Los vencejos de la República Argentina, pp. 3 8. —Notas sobre uma colección de aves de la isla de Martín García, pp.29-34, S9-96, 160-168, 236-248. — Cypseloides senex y Clibanornis den- drocolaptoides en Misiones (KR. A.) P. 37: —Lariformes de la República Argen- tína Pp.49-50,129- 139, 214-2240. —Sobre distribución geográfica de al- gunas especies de aves, pp 96-100, —Nido y pichones de un gavilán, Pa- rabuteo unicincius, Pp. 100- 1OL. — Sobre los nidos del Federal (Ambly- rhamphus holosericeus) y del Pecho colorado (Leistes militayas supercl- liar is), PP. 104-105. — Sobre una curiosa costumbre de nt- dificación del Pato barcimo chaco, Nettíium flavirostre, PP, 1LI - 114 —Descripción de dos formas de aves aparentemente nuevas procedentes del N. W. de la República Argentina, pp. 178-182, —Captura de algunas especies raras de aves neotropicales, pp. 194-195. — Especies de unes poco comunes onue- vas para la República Argentina, Pp. 259 - 266.———7, 10, 11, 5, LÓ, 22, 39, 40, 41,47 B., 74, 120, 121, 147, 197, 198, 203, 204, 213, 257, 270, 283, 294, 295, 307 B. Da Forno, Jerónimo, 267, 268. Daguerre, Juan B., 41, 118, 119, 203. D'Angelo, Felipa, 197. Danni, Juan A., 293. Darwin, 82, 252. Debenedetti, Salvador, 196. De Boni, Antonio, 197, 202, 203, 295, 296. De Giaconi, J., vir. De la Fuente, 75. De la Rua, J. M., vi. Del Campo, A., vit. Delétang, L., vi. Descalzo, Celina A., 196, Dinelli, Luis, Votas biológicas sobre 1919] ÍNDICE 311 las aves del noroeste de la Rep. ÁAr- Sgentina, pp. 57-68, 140-147. 7, 39, 40, 59, 60-63, 66, 67, 98, 144, 146, ISI, 273. Doello-Jurado, Gervasio, 274. Doello - Jurado, M., Sobre aves de Puerto Deseado (Patagonia) pp. 8-18. —Votas sobre nidos de horneros, pp. 273-284.———39-41, 120, 308. Doerins, Adolfo, 282, 283. Dominique, Miguel, 197. Doradzu, Ovídio, 293. Dudley Le Souéf, 303. Dutcher, William, 45. -Escarcena, Juan, 293. Espíndola, Ignacio, 203. Euler, C., 100, 190, 191. Fablet, Julián, go. Falkner, P., 81. Farfán, Carlos, 197. Fazio, Alfredo, 118. Felipe Il, 17, 18, Felippone, E., vII1. Fernando VI, 18. Fernández, Miguel, 197. Fernández Beyro, Aníbal, 197, 203. Elorit, Carlos J., 197. Forbes, Henry O., 48 B. Forbush, 124. Fortabat, Carlos, 197. Roster, W., 33, 257. Frers, Arturo G., 288. Fúrbringer, 308. Gaillat, Juan A., 197. Gain, L., 48 £L. Gallardo, Angel, 41, 198. Gallo, Abelardo, 197. Garlepp, G., 144, 259, 264. Gay, 15. Gazzano, Nicolás A., 293. Gestro, R., 169. Gez, Juan W., 118. Giacomelli, E., 296. Giacomi, Juan De, 293. Gibson, Ernesto, 31, 32, 89, 92, 95, 111, 121, Ig1, 203 £5. Giebel, 282, 283 Girard P., 7, 40, 60-64, 67,68, 141, 143, 145, 181, 193, 202, 296. Godard, André, 43. Godman, F. Du Cane, 99, 100,300. Godoy, 290. Gomara, S6. Gómez, Adolfo $., 118. González Fernández, Ramón, 293. González, Juan A., 118. Grant, C.H.B., 198, 219. Guerrero, Carlos, 105, 186. Guerrico, Federico, 197. Guevara, 81, 85, 87, 153-155, 158, 159, 250,252-255. Haeckel, 232, 233. Hartert, E., 48 5, 165, 195, 198, 266. Hauman, L., 11. Hellmayr, C.E., 48 B2., 99; 194, 257, 308 LB. Hellmuth, A.E., 300. Hernando, Juan, 293. Herrera, SI. Herrera, Anastasio J., 118. = Herrera, Martín, 197. Hoepli, 169. Holland, 136. Holmberg, Eduardo L., 40, 169. Holmberg de Ambrosetti, María H., 294, 295. Hudson, W.H., 111, 280, 284. Hume, Alberto $., 120. Thering, Hermann v.,76, 127 2, 190, 277, 296, 308 B. Thering, R.,v. 76, 277- Irizar, Esther M., vIIr. Islas, María I., 118. Issouribehere, Pedro J., 197. Itajobi Prado, F., vi. Jelski, 57. Jiménez de Cisneros, 18 Jórgensen, P., 181 Kalinowski, J., 261. Kemp, Rorin, 297. Kerr, G-, 180. Kirby, 123. Kirkland, 124 Korn, Guillermo, 197- Koslowsky, Julio, Z/ Cabure, Glar- cidium nanum. Raro caso de míme- tísmo, Pp. 229 -235.———202. Kraglievich, L., VIII Lahille, F., VIII. Lanfranco, Silvio, 118. 312 EL HORNERO Larrañaga, Dámaso A., 297. Latorre, Celso, 197. l'Ecluse, Julio Carlos de, 249. Lehmann Nitsche, R , 202. Lewick, C. Murray, 308 2. Lillo, M., 7,40, 208, 238, 297. Licursi, Ariosto, 197. Lista, H., 293. Lizer, ER VLIT. Llofriu, Manuel, 169. Loaysa, 85, 86. Lónnberg, 56. López de Gomara, Francisco, 81, 252. Lozano, P., 85-88, 153-156, 158, 159, 250, 253-255. Lugones, Leopoldo, Zl Hornero (poesía), p. 117. Lynch Arribálzaga, Enrique, 40, 120. Magallanes, $1, 85, 86, 153. Maglione, Ernesto S., 118, 120. Magnano, Francisco, 293. Magnano, Juan, 293. Maindron, 169. Marasso Rocca, Arturo, 197. Marcgrave, 249. Marcó del Pont, J., 1x. Marcó del Pont, V. M., 1Ix. Marek, C., 1x. Marelli, Carlos A., Aves de Curuzú Cuatiá (Corrientes) pp. 74-80. — Sobre el contenido del estómago de algunas aves, PP. 221-228,- 39, 202, 203. Mariani, $S., 197. Martija, Alberto H., 118. Marty, Guillermo, 197. Marzoratti, P. L., 1x Mascheroni, Luís, 96. Mas, José, 196. MS Gregory M., 127 2 216. Mejías, L. C., 1x Mendez de Casariego, Sra. Car- men C., 118. Menegaux, A., 204, 277-279, 2098. Mercado, Nazario, 118. Mestroni, Valentín, 197. Miguelez, M., Ix. Miguez, Victor E., 197. Miller, Leo E., 43. Mogensen, Juan, 8, 11, 31, 40,43, 94, 96-98, 114, 115, 132, 194, 195, 202, 258-261, 263-266, 307. [Vol 1 Molina, 48. Mones, José G.., 299. Monguillot, María A., 203. Montenegro, P , 82. Morel, E D ,209. Moreno, J. del C., 1x Moxham, J.,1x Miller, F. B, 308. Muratori, P., 82, 253. Muratorio, J sé L., 197. Muret, Pedro, 18. Murphy, Roberto Cushman, 127 B., 128 B., 295. Nágera, J. J., 15. Nágera. Escurra, Angela, IX Nassau, Príncipe de, 249. Natterer, 99, 100, 195. Naylor, W. B., 197. Nebrkorn, 191. Nicholl, 220. Nichols, J. T., 128 B. Niedfeld, Gregorio, 197. * Noseda, P., 39. O'Leary, J. E., 188 Onelli, C., IX. Orgaz, J., 120. Outes, Félix E., Formación del Ga- binete del Rey. Primeras contri- buciones sudamericanas (1769), pp. 16-21. Oviedo, 81, 86, 158. Parodi L. Ro IX Pastore, F., 1X. Pastore, Victoria, 1X. Pellerano, Glorialdo, 118. Péndola, Agustín, 197. Péndola, Agustín J., 118. Pennington, Miles $., 197. Peña, Pedro, 278. Pereyra, Ezequiel A., 118. Pigafetta, 81, 85. Piñero García, P., IX Pisón, G., 83, 94, 87, 153, 249, 251, 253 Plaza, Prudencio M., 74, 77-* Porter, Carlos E., 120, 202, 204, 296. ; Posner, Felix, 197, 257, 266. Pouysségur, Hipólito, 197. Pozzi, Antonio, Del modo como un Lechuzón caza los Tucu-tucus, Pp. 191-192.——30-34, 43, 90-94, 1919] ÍNDICE ana 96, III, 121, 160, 162-168, 193, 236-248. : Pozzi, Aurelio, 98. Pozzi, Carlos, 74, 78. Pozzi, Celestino, 74, 78. Pozzi, Santiago, 193. Quiroga, Isidro, 197, 296. Radice, Angel L., 41, 296. Raices, Adolfo E., 196. Ramírez, Eduardo, 30, 43, 118. Ramírez, Luís, 97. Ramírez, Segismundo, 197. Ramsay, L.N.G., 47 2 Reboratti, José H_, Sobre distribu- ción geográfica de algunas especies de aves, PP. 193-194. 197, 203, 206. Reed, Carlos $., Breves notas acerca de nidos y huevos de algunas aves de la Cordillera de Mendoza, pp. 267- 273. 40, 119, 120, 147, 202- 204, 295. Renard, Abel, x. Renard, Adolfo, Sobre un-nido del Leñatero, Anumbius anumbi, Pp. 116. 197. Rhamer, C. F., 128 £2. Ricagno, Alberto, X. Ridgway, 257, 308 Riis, Guillermo, 197. Riley, J- H., 124, 128 B. Rivas Miguez, Leandro, 40, 197, 208. Rodríguez, Demetrio, Costumbres de un Dendrocoláptido, Pseudoseisura lophotes, Pp. 105-108. — Costumbres det Pato picazo, PP. 185 - 187. 36, 43, 100, IOI, 104, III, 113, 120, 121, 181, 281. Rodríguez, Enrique, X. Rodriguez, Francisco M., 7, 37, 43, 47, 97, 100, 121, 181, 240, 257, 259, 260, 263, 264, 266, 296. Rojas Acosta, N., 118. Rojas, Jacinto, 16 Rolleri, Humberto, 119. Rolleri, Vicente, 293. Romeo, R., x. Ronco, Beatriz M., 197. Roosevelt, Teodoro, 300. Roret, 169. Rothsché, Carlos, 197. Ruiz Puente, Felipe, 19, 21. Salguero, Tomás, 197. Salvadori, T., 128 B., 298. Salvañá, Cayetano, Xx. Salvin, Osbert, 300. Salvin, 99, 100. Sanabria, Diego de, 153. San Martín, 283. Santa Cruz, Alonso de, 87, 157. Santa Cruz, Florencio, 74. Santillán, E., x. Sanzin, Renato, Lista de aves men- dociínas, Pp 147- 152.———I20. 208. Sarmiento, Domingo F., 274. Sathicq, Francisco, 293, 296. Savon, J. C., X. Scala, Augusto C., 118, 296. Schmidel, 84, 153. Schomburgh, 233. Schulz, 59, 60, 67, 140, 214. Sclater, P. L., 180, 282, 284. Selater, William L., 198. Seckt, Hans, 196. Seilern, J. Graí, 48. Selva, Manuel, Distracciones ornito- lógicas, Pp. 22-29. 39, 120. Semprun, R. J., X. Serié, Pedro, Sobre un boyertlo en cautividad. Xanthornus pyrrhopte- rus pp. 35-36. : — Nombres vulgares y cientificos de aves de Buenos Aires, Pp. 68-73. — Nociones sobre preparación y conser- vación de aves, Pp. 168-177. — Observaciones sobre nidos de horne- ros, PP. 290-291. 39, 40, 74, 120, 280, 291. Shipton, Stewart, Vueva subespecie de Batara cinerea del noroeste de la República Argentina, PP. 114-115. 40, 43, 97, 121, 182, 194, 202, 208, 259-261, 263-266. Shufeldt, R W., 128 £2. Shuman, Edwin L., 45. Sierra, Esperanza de, 197. Silvestri, Felipe, 114, 100. Sires, Marcelo, 41, 119. Snethlage, Emilia, 128 B., 211 B. Spegazzini, Carlos, Melanismo tem- porario de la Palomita, Columbina picui, pp. 182-185. 11, 39,120. Steinbach, José, 90, 98, 178, 180, 195. Stradanus, 154. Strassberger, Osvaldo. 293. Taunay, A. W'E., 299. 314 EL HORNERO VARAS! Techo TOO Villalobos, Cándido, 38, 170, 192, Tellechea, Manuel, 197 199. z Toledo, Francisco de, 16, 18. Violante, Vicente M., 196 Toledo Lara e Ordonhes, Diego Vogelsang, E. G., XI. de, 209. Todd, Clyde W. E., 211 £2. Toranzo Calderón, C., 118. MEU ld, 2 Warren Jacobs, J., 206, 207. Torres de la Llosa, Carlos A., 197. ds Tracchia, Oliverio, XI. EE EAN Premoleras, Alberto, 203. Williams, Orlando, 196. Tremoleras, Juan, 202, 203, 239, Wilson 45. 205. Wilson, Charles J., xI Troise, Pascual, 74, 77. Wilson da Costa, J.,47 2. Trouvelot, 124. Withington, 36, 1007. Wolífhúgel, Kurt, 197. ala ; E o Woodbine Parish, 19. e P. Andrés Ferrer de, Wien Girarder Bertalizo Valette, L. El-, 210. Vasconcellos, Simón de, 82, 250, Xhardez, Juan E., 118. 25 Vedia, N. A. de, XI. Velasco, Sara M. de, 107. Venturi, S., 7, 57,97, 180, 181, 197, 209, 215, 238. 207. DOLAR Vilanova y Piera, 206. Zubiaur, José B., 118. Young, Thos. M., 205. ÍNDICE ALFABÉTICO DE MATERIAS Acabiray, 155. Ayelaius pyrrhopterus, 248. Acanthura, 5. — thilius chrysocarpus, 73, 119, Acanthylis, 5. 152, 227, 247, 308. Acanthyllis, 5. Agriornis maritima, 150. Accipitriformes, 94, 156, — striata, 36. Actitis macularia, 260. — striatus. 150. Actiturus bartramius, 90. Aguateros, 87. Aechmophorus mayor, 4.1, 69. Aguilas, 25, 43, 149, 156. Aegialitis alticola, 260. Aguila blanca, 71. - collarís, 148. — colorada, 71. — Jalklandica, 223. — coronada, 156. — occidentalis, 261. — langostera, 287. Aéronautes, 4. — negra, 71. Aérornis, 5. Aguilucho, 149. — miVeifrons, 5, 7. Agyrtria affinis, 261. Agachonas, 69, 70. — versicolor versicolor, 261 Agelaeus thilius, 248. Ajaja ajaja, 70. Agelaíus badius, 247. Albatros, 25, 127. 1919] ÍNDICE 315 Alca, 45. Alcedínidos, 161. Alcedo americana, 161. — cyanea, 162. — . torquata, 162. — viridis, 161. Alectrurus, 29. Alondras, 25, 40. Alopochelidon fu:atus, I5L. Amaurospiza axillaris, 97. — coerulatra, 97. — moesta, 97, 258. Amazona aestiva, 77 = aestiva xanthopteryx, 158. Amblycercus solitaritts, 35, 73. Amblyrhamphus holosericeus, 73, 104, 223. Amoropsittaca aymara, 149. Anabates temporalis, 298. —= amaurotis, 298. — díimidiatus, 298. — striaticollis, 298. Anabazenops vartegaticeps, 298. Anades, 88. Anaeretes flavirostris, 151. = parulus, ISI. Anas cristata, 128. =— melanocorypha, 93. —= spínicauda, 93. — vuersicolor, 94. Anátidos, 25, 28, 70, 93, 128, 223. Anhinga anhinga, 154. Annós, 24. Anseriformes, 93, 153.- Anserinos, 128. Anthius, 113. — correndera, 73, 79, 151, 226. — Jfurcatus, 73. Antrostomus rufus, 256. — sericeocaudatus, 256. Anumbius acuticaudatus, 167. — anthoides, 168. — anumbi, 72, 78, 116, 167, 224, 280. — striaticollis, 168. Apódidos, 3. Aptenodytes, S1, 86. Apterygidos, 300. AÁpus, 4. — andecolus Dinelli, 7. Ara, 158. —= canindé, 158. — chloroptera, QS, 158. — omilitaris militaris, 98. Arami, 9L. Aramides cajanea peruviand, 307. — cajanea venezuelensis, 307. ÁAramides cayanea, 298. — cayanea chiricote, 298. — cayanea grahami, 248 — cayanea salmont, 298. — chiricote, 33. —= ypacaha, 69, 76, 85. Arámidos, 25, 27, 91. Aramus scolopacers, 92. — scolopaceus scolopacers, Q1L. Araracá, 158. Aras, 24. Archiplanus chrysopterus, 73. Ardea, 92. Ardea cocol, 19, 70, 76, 92, 148, 189. — ¿nvolucris, 92. — minuta, 92. = naevia, 92 — Nycticorax, 92. — scolopacea, QL. Ardeidos, 19, 25, 70, 88, 92. Ardeiformes, 87, 92. Ardetta, 92. — inuolucris, 70, 93. Arremon D'Orbigniz, 67 — flavirostris D'Orbignit, 67. Arundinicola, 2 Ási0, 230 — flames, 71, 149, 191. — flammeus begotensis, 212. Asiónidos, 24, 26, 71. ÁAsthenes striaticeps, 257. Atajacamino, 162. Atí, 136. Atlapetes citrinellus, 67. Attágidos, 25. Attagís Gayí, 148, 298. —= gayi latreillez, 298. — gayí símonsí, 298. Automolus leucophrys, 308. Aves del paraíso, 44. Avestruz, 69, 83, 147. — americano, 75. — dela puna, 259. Avutardas, 108. Azulejos, 73.- Baguarí, 88. Bailarín, 290. Baillonius bailloni, 256. Bandurria de cuello jaspeado, $4. = MOD, 70. Bandurrias, 25, 70, 88. Barcino, 71. Bartramia longicauda, 70, 90, 223. Basileuterus auricapillus viridescenms, 2 316 EL HORNERO Basileuterus bivittatus bivittatus, Ó1. Batara ciínerea, 114, 121. - cínerea argentína, 114, 121. Batará obscuro y negro, 239. Batarás, 24 Batitúes, 70, 89, 90, 223. Becasinas, 25, 70, 87, 89, 91, 119, 148, 203, 223. Belonopterus cayennensis, 86, 90. — cayennensis chilensis, 148. — cayennensis grisescens, 16, So, O — chilensis, 90. — grisescens, 70, 89. Benteveo, 24, 25, 72. Bichofeo, 72. Bienteveo, 79, 225, 236, 238. Biguáes, 11, 13,25, 94. Bloem-Spegt, 250. Boyeros, 24, 35, 73, 247. Boyeritos, 35, 248 Boyerito de alas amarillas, 73. — de alas marrón, 73. Brachyspiza capensis, 67, 73, 152, 226. — capensis capensis, SO, 245. Brasita de fuego, 72. Brujas, 25, 70, 92, 148. Buarremon (Atlapetes) citrinellus, 67. — Baert, 63. Bubónidos, 160. Bubo virginianus nacurutu, 149, 156. Buccónidos, 24, 26. Buen cantor, 73, 226, 243. Buhos, 24, 43, 71, 149, 160. Buitres, 25, 77, 149, 155, 156. Burritos, 33, 69, 150, 224. Burrito silbón, 69. Buteo erythronotus, 149. — lineatus, 206. — Swainsoní, 287. Buteogallus aequinoctíalis, 156. Buteonidos, 96, 287. Butorides striata, 41, 70. Caaureí, 229. Cabecita negra, 36, 73, 121. Cabeza pelada, 155. Caburé, 71, 157, 160, 229, 230, lám. III, 231, 234, 235. Cachirlas, 25, 73, 79, 113, 151, 226. Cacholote, 105, 224, 280. Cacuí, 158. Cairina moschata, 70, 154, 224. Calandrias, 24, 58, 72, 79, 151, 226, 241, 272. Calandria de la sierra, 59. Calliperidia furcifera, 164. Calopezus, 103. — elegans, 69, 84. — elegans formosus, 297. — intermedius, 297. Caminantes, 72, 270. Camineras, 72, 167. Canario, 36. Canastita, or. Caprimúlgidos, 23, 24, 26, 71, 158, 159, 162. Caprimulgus furcifer, 162. — hirundiínaceus crissalis, 307. — torquatus, 162. Caracaras, 156. Caracaray, 156. Caracolero, 96. Caranchos, 41, 71, 77, 94, 146, 149, I56, 289. Carancho chico, 156. Carao, 25, 91. Caráu, 89, 91. Carauy, 89. Cardenales, 24, 73, 80, 227, 244, 246, 300. Cardenal amarillo, 73, 80. — azul, 73, 1l9, Carduelis carduelis, 119. Cariama, 87. Cariama cristata, 87. Cariámidos, 23, 24, 87. Carphibis spinicollis, 303. Carpinterito, 150. Carpinteros, 24, 41, 72, 78, 149 166, 224, 254, 255, 305, 307. Carpintero campestre, 24. =— chico, 41, 166. — pecho amarillo, 166. Caserotes, 105, 280. Casuáridos, 300. Catamenía analoidesschistaceifrons,212 Catharacta, 215, 216, 217. — antarctica, 216. -- chilensis, 216, 218. — Lónnmbergi, 216. — Lónmbergi Clarkei, 217, 218. — lónmbergi clarkez, 218. — lónmbergl intercedens, 238. — Lónnbergi Lónnbergí, 218. pa Maccormieki Wailsoni, 217, 218. — maccormicki wilsonz, 218. = skuay 215, 216. — skua antarctica, 217, 218 Catharista atratus brasiliensis, 77. Catharractes, 19. [ Vol. 1 A SS 1919] ÍNDICE 317 Cathartes aura, 155. Cathartidiformes, 154. Cathártidos, 24, 26, 50, 52, 215. Catita, 149. Cenicientos, 164, 165. Centropinos, 127. Ceophloeus, 308. Cerchneis cinnamominus, 298. — cinnamominus aequatorialis, 298. — sparveríus, 212, 307. — sparverius aequatorialis, 212. — sfparverius andina, 307. australis, 95, 96, 149, 212, 288, 289. caucae, 212. cinnamomimus, 212, — distincta, 307 = Jernandenzis, 212. = intermedia, 307. = isabellinus, 212. margarttensis,307 = ochracea, 307. = ochraceus, 212. = perplexa, 307. = peruviana, 307. sparveroides, 289. Ceraphanes anomalus, 263. Cernícalo, 149 Ceryle amazona, 71, 158 “ — Qmericana,'J1,158, 161. — ktorquata, 71, 158, 162. Chaás, 154. Chaemepelia rufipennis caucae, 212. Chaetocercus, 211. Chaetura, 4, 5. — Andrei meridionalis, 7. Chajáes, 25, 71, 77, 93) 148, 154. Charádiidos, 25, 70, 89, 223. Charadriformes, 85, 86, 89. Charadriiformes, 260. Charadrinos, 89. Charadrios, 19. Charatas, 24, 85. Chauna chavaria, 93. — Salvadoriz, 71, 77, 93, 148, 154. Chenonettinos, 128. Chimachima, 156. Chimango, 71, 95, 149, 156, 224. Chingolo, 73, 80, 152, 226, 244, 245. Chionídidos, 25. Chionis alba, 41,86. Chiricote, 33. Chirique, 152. Chloéphaga hybrida, 205. ¡A MA | Chloéphaga inornata, 148. — magellanica, 205. — melanoptera, 108, 110, 148. Chloroceryle americana, 161. = americana viridis, 161. Chloronerpes rubigínosus buenavistac, 2 Ze Chlorophonia, 287. — chlorocapilla, 286. — roraímae, 286 Chlorostilbon aureoventris, 72, 1IQ, 149. =- aureoventrisaureoventris, 163. egregius, 163. — egregiíus, 163. — Pucherani, 163. — splendidus, 163. Chordeiles, 23, 24, 25. Chorlito, 70, 119, 148, 223. Chorlos, 25, 87, 89, 260. Chorlo agachón, 222. — cabezón, 7o. — depatas amarillas, 70, 90. — pampa, 70, 148. — real, 7o, go. Chorreado todo, 238. Chrysoptilus, 23, 26, 27, 255. — cristatus melanolaemus, 4.1. — melanolaemus, 72, 149, 224. Chunga Burmeisteri, 87. Chuñas, 25, 87. Churrinches, 24, 35, 72, 151, 225, 236, 238. Ciconia maguarí, 88. Cicónidos, 25, 70, 88. Cigieñas, 25, 70, 76. Cínclidos, 24, 27, 59. Cinclodes, 23, 24. — atacamensts, 150. — neglectus, 298. Cinclus Schulzz, 59. Cipsélidos, 3, 159. Circus cinereus, 149, 156. Ciriri, 239. Cisnes, 25, 70, 93, 186, 187. Cisne blanco, 148. — decabeza negra, 154. — de cuello negro, 93, 148 Cistothorus platensis, 151. Clarín, 25. Clibanornis dendrocolaptordes, 37. Climacocercus cyanocephalus, 239. Cnipolegus Cabantst, 140. Coccyginos, 127, 164 - Coccyzus americanus, 105. — americanus Euleri, 165. Juliení, 165. 318 EL HORNERO Coccyzus cinereus, 164, 165. — melacoryphus, 164 — melanocoryphus, 164. — minor, 564. — pumilus, 164, 165. Cochis, 254. Codornices, 83, 126. Coerébidos, 24, 62. Colaptes, 24, 255. — agricola, 166. — campestroides, 166. Colcol, 164. Collesalia, 3. Columba .oricata, 31. — maculosa, 75. = pPicazuro, 30. — picui, 31. — plumbea, 256. = rufaxilla, 32. — rufina, 255 - rufina andersont, 307. — rufína tobagensís, 307. —= speciosa, 255 — violacea, 260. Colúmbidos, 24, 27, 28, 62, 292. Columbiformes, S4, 85, 255, 260. Columbina, 31 Columbina picui, 609, 76, 119, 147, 182, 222. — picui picul, 31 Columbiformes, 30. Columbula, 31. Como-huevos, 105 Compsospiza Baeri, 63 Compsothlypis pitiayami pitiayamt, 70, 243. Cóndor, 25, 148, 154, 155. Conopias trivirgata berlepschi, 128. Conopophaga lineata anomala, 263. Conopophágidos, 24, 263. Contramaestre copetillo ordina- rio, 237. Contramaestre gaviero, 243. Cooperastur poliogaster, 99, TOO. Coperote, I50. Coraciiformes, 158, 161, 256, 261 Coragyps urubu foetens, 149, 155. Corbatitas, 73, 244. Corbeau marin, 13. Cormoranes, 10, 11, 13, 14, 25, 94, 128. > Correleguas, 20. Córvidos, 24 Coryphistera alaudina, 78, 141, 150, 224 Coryphospingus cristatus, 66, 191. — cucullatus, 66. Vial: 7 Coscoroba coscoroba, 70, 148, 154. Cotíngidos, 24, 194, 203, 2309. Cotorras, 36, 71, 97, 119, 157. Cotorra común, 111-114. Coucou, 164. Crácidos, 24, 27. Crax sclateri, 85. Creciscus, 298 — leucophyrrhus, 69. — melanophatus, 69. Crispínes, 24, 164. Crotophaga, 24, 26, 27. Crotophaginos, 127. Crucáu, 88. Cryptura solitaria, 260. Crypturellus parvirostris, 97, 260. Crypturus obsoletus, 75. — Obsoletus punensis, 297. — tataupa, 75, 84. =— tataupa peruviana, 307. Cucharas, 70, 71. Cucúlidos, 24, 26, 27, 127, 164, 224. Cuculiformes, 253. Cuculinos, 127. Cuculus guira, 165. — minor, JÓ64. Cuervillo, 13. Cuervos, 13, 70, 121, 148, 155. Cuervo acuático, 154. — blanco, 155. — de cañada, 223. Cuervos negros, 155. Cumana jacutinga, 85. Cuntur, 155. Curacáu, 88. Curucán, 88. Cyanocorax caeruleus, So. — chrysops, SO. 191 — chrysops tucumanus, 58, 68. Cyanoloxía glaucocaerulea, 244. Cyanolyseus 157. — patagonus, 71, 149. Cyanot?s, 190. = rubigaster, 72. — rubigastra, 15I. Cyclarhis ochrocephala, 73, 226, 24.3. — ochrocephalaochrocephala, 243. Cyclorhis viridis, 243. Cygnus melanocoryphus, 70, 93, 148, 154- — migricollis, 93. Cymindes leucopygus, 96. Cypsélidos, 23, 24, 26, 28. Cypseloides, 4, E. =- lumigatus, 7, S, 160, 192 193. | 7 1919] IN ID ICH 319 Cypseloides senex, 7, 37. Cypselus senex, 5, 7. Dafila spinicauda, 71, 93, 94. Dendrocolaptes fuscus, 265. — superciliosus, 265. Dendrocoláptidos, 24, 26, 237, 45, 42,58, 105,121, 14.1, 167, 224, 258, 264, 278, 280, 281, 299, 308. Dendrocopus, 255. — omixtus, 308. Dendrocygna, 328. — discolor, 307. — fulva, 70, 76, 187. Dendrocygninos, 128. Deomeidos, 300. Diglossa sittoides sittoides, 62. Dinca, 152. Dinospizias pectoralis, 99. Diomedea exulans, 127. — melamophrys, 127, 205. Diomedeidae, 25, 28 Diuca díuca, 152. Dolichonyx oryz1vorus, 140. Dolospingus, 258. Dormilona, 69 Dormilones, 24, 71, 159, 162, 289 Drymornis Bridgest, 41. Dryobates mixtus, 72, 224. Durmilis, 24. Dyctiopicus, 166. = mixtus, 150. —= mixtus mixtus, 41, 166 Dysithamnus mentalis mentalis, 263. — plambeus, 308. Ectopistes migratorius, 45. Egretta thula, 70. Blaenia, 100. — albrceps, 151, 237. = boliviana, 211. — Parvirostris, 237. Biamea brevipes, 190 — modesta, 237. Blanus, 289. — Jleucurus, 156, 290. Emberiza nigro-rufa, 24,5. — olivascens, Ó5. Emberizordes, 29. — Polrocephalus, 245. Embernagra Gossez, 246. — olivascens, 65,152, 246. =— Hlatensís, 73, 119, 227, 245, 246. — platensis poliocephala, 245, 246. Empidagra brevirostris, 237. Empidonomus aurantio-atro-cristatus, 146 Engyptila chalcauchenia, 32. Eron, 20. Escapulario chorreado, 167 Esparvero, 43. Espátula, 25. — rosada, 70. Estercorarios gaviotas pardas), 49 Estrigiformes, 156. Eudyptes, 19. — Chrysocome nigrivestis, 41, 205. Eufónidos, 285, 299. Euphilydor, 298. Euphonia, 189, 287. — aurea, 287. — aurea serrirostris, 285. — berlepschiana, 286 — cyanoblephara, 286. E — (Zpophaea) chalybea, 286. = nigricollís, 286. — pectoralis, 286, — Zuficeps, 63). —= vlolacea aurantiicollis, 285. Buxenura magtiarí, 70, 76. Faisanes, 84, 85, 87. Falco cinnamominus, 96. — Jusco coerulescens, 289. REA, le = plancus, 94. — rufigularis, 298. — rufigularis pax, 298 = sparvertus, 95. — sparverius australis, 95. Falcónidos, 24, 26, 71, 94, 99, 224, 289 Falconinos, 95. Federal, 24, 73, 104, 228, 247. Fenicoptéridos, 7). Festé, I5L. Fitotómidos, 24, 41. Flamenco, 25, 71, 148. Flammea perlata, 149. Flauta del sol, 188. Fluvicola, 29. Formicáridos, 24, 27, 114, 121, 263 Formicivora ferruginea, 264. Fregata, 127 — UA Me Fringílidos, 24, 42, 63, 73, 226, 244, 258. Fringilla aruensis, 244. = capensis, 245. 320 EL HORNERO Fringilla cucullata, 66. — domestica, 245. — dominicana cristata, 246. — fruticeti, 65 — oryztvorus, 140. Fulica armillata, 69, 119. -= leucoptera, 34, 69. — rufifrons, 69. Furnáridos, 23, 24,26, 72, 119, 270, 291), 308. Furnaríus, 284. — anumbi, 107. — cristatus, 273, 274,275, 276, 277, 283, 284. — figulus, 284. — leucopus, 283. — ruber, 168. — rufus, 38, 72, 122, 167, 206, 224, 273, 274, 277, 278, 282, 283, 284. — rufus badíus, 38, 277. — rufus Commersont, 38, 277. -— rufus rufus, 78, 167, 274, 276, 277. — tricolor, 282, 283. Galbúlidos, 24. Gallaretas, 25, 33, 69, 119, 186, 187 Gallareta de alas blancas, 34. Galliformes, 84 Gallinago braziliensís braziliensis, Q1. — frenata, OL. — paraguaite, 70, 87, 91, 148, 223. Gallinas, 84, 106. — de las praderas, 126. Gallinazo, 155. Gallinetas, 25, 33, 69, 70, 85, 148, 212, 222. Gallineta azul, 69. — corredora, 69. — de agua, 76. — overa, 69. Gallinita, 223 Gallinula chloropus, 211. — chloropus cachínnans, 212. cerceris, 212. galeata, 212. garmant, 212. = = pauxilla, 212. Gallito, 70, 91, 223. Gampsonyx swainsonti, 208. swainsonti magnus, 298. Gansillo, 148. Gansos, 70, 153, 154, 186, 187. Garcitas, 41, 70, 92. [Vol. I Garzas, 25, 87, 88, 188, 189, 284. Garza blanca, 7o, 88. — bruja, 15. — colorada, 70. — mora, 70, 76, 92, 148. — real, 188. Gavilanes, 71, 77, 100, X16. Gavilán azul, 156 — del estero sociable, 96. Gaviotas, 16, 25, 34, 50, 56, 119, 120, 215. Gaviota acanelada, 2 8. — Cocinera, 56, 69 — de cabeza gris, 69, 222. — de cabeza negra, 209. — de cabeza parda, 69. — de capucho café, 56. de capucho gris, 16. de Maccormicki, 308. — rapineira, 219. serrana 56. Gaviotas pardas, 49, 50, 215, 218. — negras, 215. Gaviotines, 16, 34, 49, 50, 69, 119, 1209, 136, 137, 203. Gaviotín de dorso negro, 138. — de pico y patas negras, 136. — mayor de pico anaran- jado, 137. — pequeño, 139. — real, 137. Gaviotón, 69. Gelocheliídon, 69, 128, 130, 131. =— anglica, 13 = meridionalis, 129. — nilotica Grónvoldz, 131, 132, 136. Geobamon rufipennis, 270. Geopicos campestroides, 166. Geositta, 23, 24, 40. — cunicularía, 42, 72, 150. — rufipennis, 270. Geranoaetus melanoleucius, 149. Glaucidium, 229 — mnanum, 71, 157, 229,230,1am. III, 235. Golondrinas, 3,24, ÓL, 72, 125, 151, 225, 240, 291. Golondrina doméstica, 240. Golondrinas de mar, 49, 69, 138. Gorriones, 24, 44, 73, 80, 119, 125, 152, 226, 245, 302. Grajos, 121. Grallaria imperator, 264 — varía pod 98, 264. 1919] Grallaria varia rufiventris, 264. Gruiformes, 87, 91, 300. Guacamayos, 158 Guacamayo roj ., 98. — verde, 18. Guacará, 150. Gu chos, 159, 160. Guaha, 50. Guainumbi, 250 Guarimbé, 154 Guáscar., 69 Guavatas, 09, I1O. Gubernatrix cristata, 73, 80. — pusilla, 66. Guihrá-tata, 284. Guira, 24, 26, 27 - guira, 72, 77, 49, 105, 224, 53 — pirírigua, 165. Guiraca glaucocaerulea, 244. Gypagus papa, 155. Gwibra-t1. 188. Hablador, 70. Habrura pectoralis bogotensis, 212. Haematofus, 9 — frazart, IIQ. Haemophila whiti, 03 Hale ncit , 71, 77, 288, 289. — de «orzo rojizo, «5. Halcones, 17, 25, 43, 156, 230, 290. Halcón azulejo, 2839 — bi nco, 7:, 156, 289. —= Caracolero, 7I. — de espaldas rojas, 206. Halcones neulis, 18 Halcyónidos, 24, 27, 71. Haloboena coerulea, 205. Bapalocercus, 113 * — acutipennis, 143. — flaviventris, 72, 1.9. Haplosprza crassirostris, 97- Harpyhaliaétus coronatus, L56. Hatí ceja blanca, 139 — 'cogute obscuro, 136. Heliobletus contaminatus, 256. — superciliosus, 257, 205. Heliomaster furcifer, 41, 72, 164. Hemibrocne fumigata, S, 7- Hemithraupis guira, 90. Benicognathus leptorhynchus, 119. Herodias egretta, 70, 88, 188. Herpetotheres cachinnans fulvescens, Zi — sociabilis, 96. Heteroprion desolatus Banks, 98. ÍNDICE MS > Heteropygia bairdí, 119. — maculata, 70, 223. Himantopus melanurus, 70, S6, 148. Hirondelle de mer de Cayenne, 137e Hirundinea bellicosa, 145. Hirundínidos, 24, 26, 61, 72, 225, 240. Hirundo chalybea, 240. — domestica, 240. — pelagica, 5. — zomaris, 5, 268. Hocós, 88. Hoematopus leucopus, 205. — quoyí, 205. Horneros, 24, 38, 72, 78, 117, 122, 167, 206, 224, 254,273, 274, 275, 279, 290, 291. Hornerito copetudo, 274, 282. Hornero copetudo o copetón, 274. Hydrocorax vigua, Q4. Hydropsalis furcifer, 149, 159, 162. — furcifera, 162. — torquata, 162. Hyláctidos, 24, 119, 262, 269. Hylocharis ruficollis, 72. — ruficollis ruficollis, 163. Haypoedaleus guttatus Rodriguezianus, 263. e Ibídidos, 24, 70. Tbidos, 88. Ibijo, 159. Ibis, 303. Tbiyans, 159. Ibiyaú cola de tixera, 162. Ictéridos, 24, 35, 41, 73, 119, 126, 140, 227, 247. lcterus brevirostris, 247. — pyrrhopterus, 248. Ipacahá, 85. Ipé, 154 Ipé-guazú, 154. Ipecús, 255. Iribus, 155, 156. Iriburubicha, 155- Iridoprocne leucorrhoa, 72, 225. Ixobrichus, 92. —- imvolucris, 92. Jabasatí, 158. Jabirú, 158. Jacánidos, 91. Jacana jacana, 70, 76, 91, 223. Jilguerito amarillo, 79. 322 EL HORNERO Jilgueros, 24, 73, 79, 244. Jonornis martínica, 69. Juan Chiviro, 24,73, 152, 243, 272. Keu, 101-103. Knipolegus aterrímaus, 150, 270. = cabanist, 140. —= cinereuts, 141. = striaticeps, 141. Kuaraih-mimbih, 188. Lanus severus, 299. Langostero, 257. Láridos, 25, 28, 50, 6., 222. Lariformes, 34, 49-56, S5, 86, 120- 139, 213. 220, 256. Larinos, 52, 220. Larosterna inca, 110. Larus, 52. — cirrhocephalus, 58, 56, 69, 222. = dominicanas, 55, 56, 69, [J O, 205. — glaucodes, 55, 56 — maculipennis, 34, 54, 55, 56, 69, 119, 256. — parasiticus, 216, 219. — SEFFAMUS, 55) 56. Lechucita, 71. — delas vizcacheras, 77, 229. Lechuzas, 24, 71,160, 229, 230, 231, 233, 234, 284, 289. Lechuza bodeguera, 149. — de campanarios, 71. — devizcachera, 25, 71, 149, 157, 160. Lechuzo blanco, 290. Lechuzón, 71, 156, 191, 192. — de los pajonales, 149. — del pasto, 19:. — pajero, Igl. Legatus albicollis, 98. Leistes militaris superciliaris, 104, 105, 248. = superciliaris, 73, 227, 248. Leñatero, 78, 116, 167, 224, 280, 281. Leptasthenura aegithaloides, 1I5O. — fuligíniceps paranensís, 150. Leptophaps aymara, 297. = aymara aurisquamata, 297. Leptopogon, 190. — amaurocephalaus diversus, 211. plumberpes, 190 — tristis, 142. Leptoptila chalcauchenía, 32. Vol. 1 Leptoptila chloroauchenia, 32. — ochroptera, 32. — ochropterachloroauchenia, 32, ; 69. — ochroptera ochroptera, 32. — rufaxilla pallidipectus, 212. Lesbía sparganura, 149. Lessonía, 24. — MIgra, 151. Léstridos, 49. Lestris antarctica, 218. — antarclicus chilensis, 218. Leucophacrus, 52, 54. — Scoresby?, 54, 56. Lichenops perspicillata, 41, 72, II9, 151, 225,237) — perspicillata perspicillata, 236. Eimnopardalus, 33. Lindos, 24. Leñatera, 72. Lobivanellinos, Sg. Lochites, 299. Lophonetta, 128. Lophospingus pusillus, 66. Loritos, 193. Loros, 24, 77, 119. Loro barranquero, 71, 149, 157 — hablador, 158. Loxia bonartensis, 244. = cucullata, 246. Macacito, 222. Macás, 25, 69, 119, 148, 153. Macá grande, 41. Macaguá, 153. Macang, 153 Machetoynis riíxosa, 77,225. = FIXOSUS FÍXOSUS, 141. Macrochires, 3. Macronectes gigantes, 127, 205. Macuco, 260. Mainumbi, 250, 253. Manacus manacus gutturosa, 257. Mandurria, 88. Mareca sibilatrix, 119. Martinetas, 69, 75, 94, 103. Martineta colorada, 84. — grande, 84. Martin-pecheur du Brésil, 161. — huppé du Mexique, 162. — pécheur vert etblanc de Cayenne, 161. Martín pescadores, 24, 71, 77, 158, 1ÓL. Martín pescador celeste, 162. — pequeño, IÓ6I. 1919] ÍNDICE Martín pescador verde obscuro, 161. Masarico, So. Mataduras, 141, 225. Matracas, 71, 162. Mbaguari, 83. Mbatuitúis, 87. Mbiguá, 154. Megalestris, 215. — antarctica, 205, 218. — antarctica falklandica, 218. = maccormicki, 218. — Maccormicki, 308. Merops rufus, 167. Metoriana peposaca, 71, 185, 224. Metriopelía aymara, 297. = melanoptera, 119, 147, 297. — melanoptera saturatior, 297. Micrococcyx, 104. — cinereus, 164. Micropódidos, 3. Microsittaca ferrugínea, 120. WMicrostilbon insperatus, 211. Milano, 43. Milvago chimachima, 156. — chiímango, 77, 95, 149, 156, 2D Milvulus tyranmus, 239. Mímidos, 24, 28, 58, 72, 226, 241, 272. Mímus calandría, 241. — dorsalis, 59. — herrmannt, 58. — modulator, 241. = modulator calandria, 58, 242. — modulator modalator, 72, 241. = saturninus modulator, 58. — triurus, 72, 78, 151, 226, 2/20. Minera, 25. Mirasoles, 25, 70. Mirlos, 24, 271. Mitú, 85. Mixtos, 73, 119, 226, 244, 291. Mixto cimarrón, 73. Mniotíltidos, 24, 61, 243. Mocoicogaé, 260. Molothrus badíus, 73, 152, 227, 247. = bonariens?s, 41, 59, 73, 1O5, 119) HAS, 15%) DE Ds = bonariensis aequatorialis, 212. — bonariensisbonariensis, SO, 247 = ODrevirostris, 247. = rufoaxillarts, 247. Molybdophanes coerulescens, 70. Momótidos, 24. 323 Monjita, 225. Motacíllidos, 24, 26, 73, 226. Motacilla gutra, 190. — perspicillata, 236. Mulatas, 73, 227, 247. Muscicapa angustirostris, 142. — bivittata, 61. — ielerophrys, 236. — rubinus, 238. = Lyrannus, 239. Muscipeta brevirostris, 237. = megacephala, 195. Muscisaxicola capistrata, 151. = maculirostris, IS 1. — striaticeps, 141. Nuuscivora tyrannus, 72, 119, I51, 225, 239. , Mycteria mycteria, 76. Myiagrus líneatus, 263. Myiarchus ferox ferocior,211. — fortirostris, 211. Myrioborus brunniceps, ÓL. Myiodynastes solitarius, 238. Myiopsitta, 157. — smonachus, 36, 71, III. Myiothera fcerrugínea, 264.. = mentalis, 263. Myiotiltidos, 61. E . . Myospiza humeralis tucumanensis, 203. Nemosía sordida, 62. > Neophloeotomats, 307 . — Schaulzr, 308. — Shiptonz, 308. Nettion flavirostre, 71, III Nomonyx dominicus, 71. Nothoprocta ambigua, 307. — cimerascens, 147. — Pentiandí, 147, 267. — pentlandii Simonst, 297. — perdicaria, 267. Nothura daruwini, 297. — maculosa, 69, 75, 84, 297. — salvadoriz, 297. Notivenas maculosa, 75. Numida, 209. Nyctibius griseus grisens, 159. Nycticorax, 15, 284. — cyanocephalus falklandicus, 19. — garden, 92. — nycticorax naevíns, 7O, 82, 92, 148. — Obscurus, 92. =- tayazu-gutra, 92. Nyctidromus, 23, 2 , 324 EL HORNERO Nyctidromus albicollis obscurus, 307 Ñacurutú, 156 Ñandú, 69, 75, 83. Oceaniles oceanica, 127. Odurella, 91. Oestrelata incerta, 127 Onychoprion, 129, 131, 135. — Jfuscatus, 135. — fuscatus fuscatus, 138. Opisthocómidos, 27. Oreopeleía violacea violacea, 260. Oreophilus ruficollis, 19, 70, 148, 298. — ruficollis símonsí, 298 Oreotrochilus leucopleurus, 149. Ornismya aureo-ventris, 163. Oropéndola, 120. Orpheus calandria, 58, 241. — dorsalis, 59. — smodulator, 58, 241. Ortalis canicollis, 85. Ostreros, 16, 89, 119 Otus choliba margarttae, 307. Ourisia, 249. Ovejero, 141. Pachyrhamphus notius, 239, 240. — polychropterus, 239 — polychropterus notius, 239. Pájaros, 166. Pájaro-chancho, 88. Pájaro Guacho, € 1. — mosca, 253. — niño, 20. — trompetero, 83. — yaguá, 92. Pakaá, 76. Palamedeidos, 25, 71. Palamedeiformes, 93, 154. Palomas, 24, 30. Paloma del monte, 69. — doméstica, 75. — migratoria, 45. — montaraz, 32. — picazuro, 30. — .picuí, 31. — torcaz, 31, 76, 116. — torcaza, 28y. — turca, 30, 69. Palomas blancas, 85, 86. Palomitas, 31, 76, 119, 182 Palomita de la sierra, 147. — dela Virgen, 69. Panyptila, 4 Papagallos, 157, 158 [Vol 1 Papagayos, 18 Parabuteo unicinctus, 100, lám. I, 149. Paroaria cucullata, 227 Pardirallus, 33 — MAS 69. — rytirhynchus, 69, 26, 148, 222, 297 — a ria 33- — vrytirhynchus sanguinolentus» 298. símonsi, 298. tschudi, 298. Paroaría cristata, 246. = EuclIa 73, 80, 247, 300. Parra cayennensis, 89. — chavaria, 93. — jacana, gI. Párridos, 24, 70, 223. Parula pitiayumi, 243. Passer domesticus, 73, SO, 119, 125, 152, 194, 210, 226. = domesticus domesticus, 245 Passeriformes, 26, 27, 57- 65, 167, 256, 262. Patagona gigas, 268. Patos, 16,25, 93, IIQ, 128, 153, 154. Pato argentino, 70, 94. — barcino, 93. — barcino chico, 71, T1II-114. -- cola aguda, 93. — de Castilla, 153. — espátula, 71, 223. — fierro, 71 — grande, 154. — maicero, 71, 93. — picazo, 71, 185-187, 224. — Pico de tres colores, 94. — real, 70, 154. silbón, 70, 76, 187. Pavas de monte, 75, 84, 85, 121, 180. Pavos, 18. Pechos amarillos, 73, 228. Pechos colorados, 35, 73, 104, 119 152, 227, 248. Pecho colorado grande, 41. — rojo, 80. Pegaírol, 250. Pelecánidos, 25, 27. Pelecaniformes, 04, 154. Pelecanoididos, 25, 28. Pelecanoides georgica, 99 — urimatrix Coppingerí, 98 Peleoanus aquilus, 127. Pelícano, 25. 1919] Penelope, 178, 180. —= boliviana, 380. — Bridgesí, 181. — Jacquasú, 180 =— nigrifrons, 121, 178. == obscura, 75, 85, 180, 181. = obscura obscura, 180. = obscura Biridgesí, 180, 181. == ¡Sclatert, 178, 180. = speciosa, 178, 180. — superciliaris, 181. Penguen, 20.- Peopoazá Iruperó, 236. Pepitero, 65. Perdices, 24, 75, 83, 101, 147. Perdiz albina, 203. — Chica, 69, 297. — colorada, 69. — Común, 75, 84. —= Copetona, 69, 84. — cordillerana, 148. — de las quebradas, 147. — del monte, 97. — grande, 75. —= gritona de las quebra- das. 267. — Pequeña del monte, 260. Peristera auriculata, 31. “Peristéridos, 24, 27. Petreles, 25, 98, 120,127, 203, 300. Petrel azulado, 98. = zambullidor, os. Phacellodomus ruber, 168, = s£riaticollis, 168. Phaceloscenus, 168. — striaticollis striaticollis, 168. Phaenicophainae, 127, Phaeoprogne tapera, 72. Phaéthausa, 69, 129-131. =— Chloropoda, 131, 132, 136. Phalacrocorácidos, 11, 25, 27, 71, 94, 154 Phalacrocorax, 11, 15. == albiventer, 15, 205. — atriceps, 15 — atriceps yeorgianus, 128. = brasilianus, 94. = CÍrriger, 11. => Gaiúmardi, 11-15. — graculus, 15. — magellanicus, 205. EDI UA YU y) 154 > — vUlgua vigua, 94. Phalydor lichtensteini, 208. — montamus, 298. — venezuelensis, 298. Phimosus nudifrons Azarae, 70. ÍNDICE 323 Phloeocryptes, 281. — Melanmops, 72, 119, 167, 280. melanops, 167. Phloeotomus, 308. Phoebetría, 128. — Cormicoides, 127. — Palpebrata Auduboni, 128. Pholeoptynx cuntcularia, 160. Phoenicopteridos (ver Fenicop- teridos), 25, 70. Phoenicopterus chilensis, 71, 148. Phoethornis eurynome, 261. Phrygilus alaudinus, 11 9. — Aldunate, 152. — carbonarits, 152. — fruticeti, 65, 119, 152, 273. Ss unicolor geospizapsis, 212. — unicolor grandis, 212. — Uúmicolor nivaritus, 212. Phyllomyias drevirostris, 97. — griseocapilla, 308. — Sclaterz, 144. Phylloscartes Flavo-cinerens, 144. — ventralis angustirostris, 142, 292. Phytotómidos (ver Fitotómidos), 24, 41. Phytotoma rutila, 41, ISI. Piaya, 307. —, “cayana cearae, 307. Picaflores, 3, 24, 82, II9, 149, 163, " 190, 248, 250-252, 261, 262. Picaflor azul, 72. — cola de topacio, 163 — cola de tijera, 164. — de pecho azul, 41. — dorado, 72. — pecho de canela, 163. = ved 72 — verde dorado, 163. Picazurus, 30. — Picazuro, 69, 75. — Picazuro picazuro, 30. — Picazuro venturiana, Eje Pícidos, 23, 24, 26- 28, 78, 166, 224.. Piciformes, 166, 253. Pico de plata, 41, 72, 119, 225, 236. - de tijera, 49, 213, 214. Picolaptes angustirostris, 78, 225 — bivittatus certhiolus, 211. — falcinellus, 266. — Jalcinellus fuscus. 266. — Juscus apothetus, 266. — Juscus Koenigswaldianus, 265. = tenutrostris apothetus, 266. Picrotes, 299. Picummnus cirrhatus, 308. 326 EL HORNERO Picus bicolor, 166. — campestris, 166 — mixtus, 166. Pingoines, 86. Pingúines, IO, 25, 41, II9, 308. Pingúín de Magallanes, 10. — depenachosamarillos, 41. Pintada, 209. Piojitos, 72, 78, 113, 225, 236, 237. Piojito amarillo, 72, 119 — azulado, 24, 73, 79, 240. Pionopsitta pileata, Q7, 193. Pipile, 128. Pipra, 357. — fasciata, 237, 257. — Jfasciicauda, 257, 258. Pípridos, 24, 257. Piranga flava, 190 Pirinchos, 24, 72, 164, 165, 224, 253. Pitangus bellicosus, 238. — bolivianus, 238. —= sulphuratus bolivianus, 78, I51, 225, 238. Pititorra, I5I. Pitogúé, 74. Pitohué, 79. Pitojuán, 151. Planesticus, 271, 272, 280. — amaurochalinus, 72, 242. = amoenus, 271, 172. — fumigatus, 257, 259. — fuscater amoenus, 41, 151, 271. = magellanicus, 271. = nISriceps, 57. — rufiventris, 41, 72,226, 242. Plataleidos, 25. Platyrhynchus Berlepscht, 240. — polychropterus, 239. Platytriccus mystaceus, 98, 190. Platyurus niger, 262. Plegadis guarauna, 70, 89, 148, 223. Plotidae, 25, 27. Pluwvialis dominicus, 70. Podager nacunda, 7 , 77- MUNOF, 307. " 72, Podicepodos, 19. Podiceps americanas, 69, TIO, 148, 222. — calipareus, 19. Podicipédidos, 25, 27, 69, 222. Podilymbus podiceps, 148. Polioptila dumicola, 72, 79, 240, 24 1 Pollita de Mar, 20. Polyborinos, 94- Polyborus chimango, 95 [Vol I Polyborus plancus, 41, 77, 94, 146, 149, 156. => dharus, 77. 95- Poly stíctus pectoralis, 119. Poospiza erythrophrys, 64.. — hypochondriaca ajffinis, 152. - mgrorufa, 73, 119, 245. — torquata, 152. Porphyri0ops melanops, 222. Priofínus cinereus 127. Procelariformes, 86 Procellaria aecquinoctialis, 127. Procelláridos, 25, 28. Progne, 291. —= chalybea, 240. — SS domestica, ÓL, ISI, 240. —= Jurcata, 61. — subis, 207. Pseudochloris aureiventriís mendozae, 152. — olivascems, Ó5 Pseudoleistes guirahuro, 73, 228. Pseudoseisura gutturalis, 150. — lophotes, 7€, 105, 150, 224, 280. Psittácidos, 24, 26, 28, 71. Psittaciformes, 157. Plerocnemia tarapacensis Garleppt, 259. Pteroptochus albicollís, 119. Puftínidos, 25, 28. Puffinus anglorum, 127. =— creatopus, 120. Pygoscelis antarctica, 205. — papua, 205. Pyriglena leucoptera, 264 Pyrocephalus rubineus, 238. — rubiínaus, 41, 72, T5I, 225. =— — rubínus, 79, 238. Pyroderus scutatus, 193, 262. Pyrrhula caerulescens, 244. Pyrrhula glauco-caerulea, 244 Quejón, I51. Quentí, 250. Querquedaula versicolor, 71, 94. Quien te vistió, 73. Quiónidos, 41. Rállidos, 25, 28, 6c, 222, 248. Ralliformes, 33, 84, 85. Rallus rhytirhynchus, 33. — vythyrynchus, 33. Rapaces, 288, 290 Ratonas, 24, 72, 113, 226, 241. Ratona de la sierra, 60. 1919] Rayadores, 49, 50, Ó9, 213, 214 Rayo de Sol, 249 Renegrido, 41, 73, So, 227. Rey de los pajaritos, 157. Rey Eron, 20. Rhamphástidos, 23, 24, 26. Rhamphastos dicolorus, 189, 253. — toco, 189, 253, 254. Rhapidura, 5. Rhea americano Rothschildi, 69, 75, 147 —= darwini, 259. Rheidos, 23, 69 Rheiformes, 83, 259. Rhinocrypta fusca, +50, 209. — lanceolata, 150 Rynchocyclus megacephalus, 194, 195. — poliocephalus Sclaterí, 195. — sulphurescens, 292. Rhynchópidos, 50, 52, 21 Rhynchops nigra intercedens, 60 Rhynchotus pentlandí, 267 — «rufescens, 69, 75, 84. Rostratula, 89 =— semicollaris, 70, 119, 148,223. Rostrhamus leucopygus, 96. — sociabilis, 96 Ruiseñor, 82. Rupornis magnirostris pucherani, 116. Rynchops, 213. = CINErascens, 214. — intercedens, 214. — melanura, 214. — nigra, 13. — nigra cínerascens, 214, 215. Saltator aurantitrostris, 42, 79, 152 227 27,2% = multicolor, 64. Saltatricula malticolor, 64. Santa Lucía, 244. Sarcorhamplus gryphus, 148, 155. Sariá, 25, 87 Saurophagus bolivianus, 238. Sayornis nigricans cineracea, 145 Scansores, 256. Scapaneus (Campephilus) melanolevcis cearae, 307. Sclerurus umbretta, 308. Scolopácidos, 89, 9. Scolopacinos, 89. Scolopax Braziliensis, 9L. — Jflavipes, 90. — melanoleuca, 90. Seytalopus, 306. — acutirostris, 306. ÍNDICE 327 Seytalopus indigoticus, 306. =- macropus, 306. — magellanicus, 262, 306 grandis, 306. = micropterus bolivianus, 306 -- niger, 262, 306. — obscurus, 306 — speluncae, 258, 306 — superciliaris, 306. unicolor, 306. Scythropinos, 127. Serpophaga munda, 151, 270 — nigricans, 225. — subcristata, 72, 78, 144, 225» 237 Serrirostrum sittoides, 62. Setophaga brunniceps, Ót. — vulrescens, ÓL. Shag, 15. Sicalis arvensis, 73, 119, 152, 226. = arvensis, 244. - a 73, 79, 245.- Siete colores, 24,72, 73, 244.- =- cuchillas, 72,119, 244, 280. — vestidos, 73, 245. Silbador, J51. Siptornis obsoleta (ruticilla auct.) 308. — anthoides, 119. Hudsont, 119. = maculicauda, 264. — maluroides, 119. — modesta Hileretí, 150. — Orbignyi, 78, 224. == ruticilla, 265 — sordida affínis, 119, 150. — Steímbachi, 150, 195. Sirirí, 72. Sisopygis Hellmayri, 236. —' icterophrys, 79, 236. Skuas, 215, 216. Soroplex, 166. — campestroides, a Spatula platalea 71, 119, 2 Speotyto, 24 — cunicularia, 71, 77, 149, 160, 229 = arubensis, 307. — = Deckert, 307. — = cuniculariía, 160, grallarta, 157- intermedia, 307 Spermophila caerulescens, 244. Sphenisciformes, 85. Spheniscidos, 25, 27. Spheniscus, SÓ. 328 EL HORNERO Spheniscus magellanicus, 10, 41, 119, 120, 205. Spinus, 178. — actericus, 36, 73, 152, 181. icterícus, 181. magntirostris, 121, 181. Spizaétus ornatus, 99. Sporophila analis, 152. — caerulescens 73, 152. caerulescens, 244. — moesta, 97. — pileata, 258, 307 Steganópodos, 119. Sienopsis longirostris, 149. Stephanophorus leucocephalas, 73, VIO. Stephanoxis Loddigesí, 261. St reoráridos, 25, 28, 50, 215. Stercorarinos, 220. Stercorarius, 215, 216. — crepidatus, 219. - longicaudus, 219. — parastticus, 219. — — parasiticus, 219. visitori, 220. — stercorarius, 216. Sterna, 69, 129-131, 134, 135. — albifrons, 129. — acuflavida, 137 — arctica, 50, 138. — cantiaca, 129, 137. — chloropoda, 129, 136. — eurygnatha, 137 — fuliginosa, 138. — fuscata, 120, 138. — hirundínacea, 133-135, 138, 205. — hirundo, 129. — macrura, 50, 138. — smagnirostris, 129, 136.' = maxima, 137. — muúnuta, 129. — milotica, 129, 136. — paradisea, 50, 134, 135, 138 — sandvicensts, 129, 137. — serrata, 129. — superciliaris, 139- — Trudeauz, 69, 134, 137. — vittata, 138 = — gesrgíae, 134, 135, 138. Sternidos, 220. Sterninos, 52, 129, 135, 136. Sternula, 129, 131, 135. 5 — superciliaris, 133, 136, 139- Stigmaturabudytoides flavocinerea, 144. Streptoceryle torguala, 77. ¿2 torquata cyanea, 162, Vol. I Etreptoprocne, 4, 5. — zomaris, 149, 160, 192, 193, 268. = — 20NAris, 7. Strígidos, 24, 26, 71, 160. Strigiformes, 160. Strix, 229, 230, 231. — cunicularía, 160. Sublegatus fasciatus fasciatus, 237. — griseocularis, 237. — platyrhynchus, 237. Suirirí, 141, 146, 225. — guazú, 146, 239. — obscuro y amarillo, 236. — roxo obscuro, 145. Sula vartegata, 119. Suri, 83. Surirí, 239. Surucuás, 24. Sycalis, 291. — lutcola, 24,5. — pelzelmi, 245. Sylvia chivi, 243. — dumicola, 240. — melanops, 167. — pitiayumi, 243. — subcristata, 144, 237. Sylviidos, 22, 73, 240. Synalláxidos, 299. Symallaxis albescens, 150, 256. — frontalis, 150, 298. Juae, 298. — ruficapilla, 265. — ruticilla, 265. — scutata, 298. neglecta, 298. = NED 10. — spixi notius, 167 Syrigma sibilatrix, 188. Tachornis, 4. Tachyeres cinereds, 205. Tachytriorchis albicaudatus, 149. exiguus, 212 Tacuaritas, 24,72, 225, 241. Taenioptera cinerea, 37, 42, 78. -- coronata, 37, 78, 150. ¿— drupero, 72, 78, 225, 236. = mengeta, 42, 78. — murina, 37, 150. = rubetra, 150. Taguató, 156. — hobí, 156 = pará, 150. — pitá, 156. Tamnophilus guttatus, 263. 1919] INDICE Tamnophilus rodriguezianus, 263. Tanagra, 243. — bonariensis, 244, 247. — cyanoplera, 243. —- omilitaris, 248. — nigricollis, 191. = sayaca, 24.3. — striata, 244. Tanágridos, 24, 28, 62, 73, 243, 285. Tangara pretiosa, 189. — seledon, 190. Tantalus americanus, 70. Taoniscus nanus, 84. Tepacolas, 24 Taraba mayor, 298. — — aproxímans, 298. Tataupá, 84. Tayasú-guirá, 88. Tente en el aire, 253. Teros, 89. Tero real, 70, 86, 148. Tero -tero, 86, 89, 148. Teru tero, 70, 76, 223. Tersínidos, 24. Tetéu, 86. Thalasseus, 129-131. — eurygnathus, 131, 132, 134, 137. — maximus, 131, 134, 137. — sandvicensis acuflavida, 131 134, 137- Thalassogeron, 128. — chlororhynchus, 128. — culminatus, 128 —= desolationis, 128. — eximius, 128 Thamnophilus doliatus heleroleucus, 211. Theristicus caudatus, 70, 89 =- melanopis, 70. Thinocorus rumicivorus, 09. Thinocorys Orbignyanus, 148 = FUMICIVOFUS, 222. Thinocorythidos, 69, 222. Thlypopsis ruficeps, 63. — sordida, 62. — sordida, 62. Thraupis bonaricnsis, 73, 151, 244. — falmarium, 258. — sayaca, 73, 258. sayaca, 243. Thripobrotus falcinellas, 266. Thryolegus curutrostris, 72. Tigrisoma marmoratum, 70. Tijereta, 24, 35, 72, 119, I5£, 225, 236, 239. , 329 Tinámidos, 23, 24, 26, 27, 69, 10I, 267. Tinamiformes, 83, 260. Tinamotis pentlandí, 101. Tinamus solitarius, 260 Tinnunculus cinnamominus, 96. — sparueritts, 95. = australis, 77 Tiránidos, 35, 36, 41, 42, 119, 140, 143, 144, 146, 147, 292. Tominejos, 250. Torcacita, 69, 185, 222. Torcaza, 69, 119, 147, 222. Tordos, 24, 73, 80, 113, 152, 247. Tordo bayo, 73, 227, 247. — de alasamarillas,73, 227. — de laguna, 119, 247. — de las ciénagas, 152. — de pajonal, 152 — negro, 59, 105, 247. — — cobijas amarillas 308. — — cobijas de canela, 248. — pardo roxizo, 247. renegrido, 35. Tórtola, 31, 69. Tortolita, 147. Totaninos, 89. Totanus flavípes, 70, 90. =-- melanoleucus, 70, 90, 148. Trepador, 225. Tringa canutus, 223. = longicauda, 90. — macularia, 260. Trochílidos, 268. Trochilus eurynome, 261. — furcifer, 164. — gigas, 268. — loddigesí, 261. — ruficollis, 163. versicolor, 261. Troglodítidos, 2 li Troglodytidos, 24, 29, 60, 72, 225. Troglodytes, 113. — furvus, 241. — guaríxa, 241. =— musculus, 241. guaríxa, 241. hornensis, 225. — platenmsis, 241. í — solstitialis auricularis, 60. — (Uropsila) auricularis, 60. — mmusculus hornensts, 72, ISI. Trogónidos, 24, 26. Troquílidos, E lo A YE Trupialis Defilippit, 227. — militaris, 41, 73, 119, 152. 330 EL HORNERO Trupialis militaris Defilippiz, So. — superciliaris, 248. Tucá, 253. Tucán, 254. — grande, 253. — de pecho amarillo, 253. Tucanos, 24, 188, 190, 254. Tucay, 251. Tucayú, 253. Tuminejo, 250. Túrdidos, 24, 28, 57, 72, 226, 242, 27 Turdus amaurochalínus, 242. — fuscater amoenus, 271. — leucomelas, 242. — leucoptera, 264. — nIgriceps, 57. — rufiventris, 242 =. thilius, 247. -—- lriurus, 272. Tuyuyú, 25, 70, 88. Tyránnidos, 24, 26, 28, 72, 225, 236, 270. Tyrannula cineracea, 145. — mmegacephala, 195 Tyrannus aurantio-atro-cristatus, 146. =- bellicosus, 14,5. — irupero, 226. — melancholicus, 72, 146, I5I, 225, 239- — = melancholicus, 146, 239. — rixosus, 14T. — solitarius, 238. Tyto perlata, 71, 284. Tytónidos, 160 Upucerthia certhioides luscinta, 150. — dumetoria Darwint, 150 Urpilita, 31. Urracas, 24, 72, 121, 149, 253 Urraca azul, 58, 68, So. — celeste, So. — común, 77. Urubitinga urubitinga, 77- Urucurea, 157. Urutaú, 158. Vanellus cayennensis, 89. — grisescens, 89. Vencejos, 3, 24, 192, 193. Verdón, 73, J19, 227, 245. Vol. T Viguás, 154. Vireónidos, 24, 73,226, 243 Vireosylva chivi chivi, 243. Viudas, 72, 236. Viuda loca, 91. Viudita, 72, 78, 151, 225. — de ¡a Sierra, 150, 270 Xanthomyias Sclateri, 144, 145. Xanthornus chrysocarpus, 248. — pyrrhopterus, 35, 73. pyrrhopterus, 248. Xenicopsis anxius, 298 Xenicopsoides, 298. Xenops, 256. — genibarbís neglectus, 211. pelzelni, 257. Xenopsaris albinucha, 262. Xenópsidos, 299. Vacaberes, 87. Yajá, 154. Vacú, 85. Yacú-apetí, 85. Yacú hú, 85. Yacú toro, 193 Yahá, 86 Ynambú Mocoicogoé, 260. Vibídidos, 223. Ynambú, 84 == carape, sq, — del hogar, 84. — guazú, 84. — pequeño, 84. Ynambuy, 84. * Zamaragullón, 154. Zancudas, 27. Zambullidores, 25, 09. Zenaida auriculata, 69, 116, 147, 222, — 289, 297. = — auriculata, 31, 119. = — noronha, 297. — maculata, 31, 76. Zonotrichia pileata, 245. — sirigiceps Dabbenez, 63. Zorzales, 24,72, 151, 242, 271, 280. Zorzal blanco, 72, 242. — colorado, 226, 242. — Obscuro, 41. — de la sierra, 57. — de vientre rojizo, 41. ÍNDICE DE LAS LÁMINAS Página Ja Parabuteo unicinctus con su nido y pichones... oo... .m.o... 100 ML. VEencajes com SiS idos y MUEYOE. pscrdono acens 193 OL. IM CN eo, ca o RN 230 IV. Nidos de los horneros A, rufus y Fo. cristales... ociosa 274 ERRATAS PÁG. LÍNEA DICE DEBE DECIR 35 2 y J8 Xanthornis, Xanthornus. 108 20 la mayoría de los hombres, la mayoría de las hembras: 292 27 Tillantía, Tillandsia. Cuota anual de los miembros activos de la S. O. P. (equivalente a la subscripción de El HORNERO), $ 6 ”/,. Pe A DADA 1 0l y A Mu» MTS TN ARIAAS IMAN a y r0 7 pa” / » Lana aa paa ira j 'h Led coleta ñ A A mM ú 2 rs RA AY q A YW+t y Mb a ar? $ ADLAMAR '. IN ro. Pego My pod de rerda 0: An Ju: El ¿ad A AR ¿Al a acia a o ya A yl ar 10h Mah e s TIL 52) JAJARIDAKA : A [Us AIN rana, ACA y Modas AA Ma Mi " “e ¿ta y 0 10 EOS Moenia Y eche it A OA A 1 A ALA y . W > a, y ' An A , : >. Pen, A 5 0 :d . . ds + Pa ¿a ANM O yal: Fe Mo sa, 0 á A, rA, 453 ; A" NE OÍ vr MA ¿ERA AN Mlase a, NAS 7 e Daya p blasas EA] S ha a 2AYyat Ya - Y; Leia Y ar rm =l 3 e A. vé A nr , q A a a A to FE HE P ea | Mon APN e Pass : PL LI o pS > 14 pa. AY pe a A J pp TA p .s : anta Mi Y A ¿AS ia E / és pr -osad Ulla My E PAIS il A CIAT LA A Mao AA o dd IE TT Ll Ni Mi. :18Apooa, : rs ES Ivar pen 294 e ad a Dd , LE po ¿a nds Y, p Y ALE $ A e y E la] A ] A ¿ A, A A: A Ar y AN A a RAS PR AS Ms A " ! 1 A mz De A 4, A Y" : DA PR De re A, o O PA úl El RRA, INIA, LAR A a A OT AMEN Dl DA Ñ ¡4458! A 0 h ¿A | Mir MONA id ez, de 0el > AN UN Wa, - A IND UN ARAN al AT v bd! RS a ii aman PRE lO Io Ni AÑO Ei o NaR EN Yen! ll A A e z A TA ¡proa á ape QA añhas AÑ gaia IN pd BED 1 ' har: 1d Alda A Sap AX dd e 5 (ai da AN , « N.D ra ai »' Nvo: A A TY hs 2 ie Sra: casa IATA CAN . ha ev ri "Ur IA A endiA ba TALA TY po A hn a “Aba Pre pa ans ¿ rn j PO des A Y. TA . ++ AN AS yy ER a OA. . ¿AN AI = a 4 aia AN A eN A LS A A Aa Li PO UL PANA A e BR ¿fa TY AS Das ll TS A. pal a PTS h LU A o UE SE AA A Me AN ESTAN EIA » Aaa y aa: NA Lo. . MITA 0, a e” Lal ñ AO II ADA us. hi Aris Na AO ig ia A AY APA Pr | 419 Za E y Pr “e , YA ; a B By 3 a. e ARS pis SI E ore > voy) A a sab alo as an! ay OS Ue. Me PE SIMA, Pet AU ' py A PAS aL 7d UU hn AL o 0 : pe AN | ye AS VAS HO AH a pl > A DUO! li ja AL PIE AA ad IE WMA IA Ha, : ; Ma 14 Á ÚS E Seg IN e : P ] ph, de roo ho. ARA pe es ab 5 E y ol q]go EN ade SER AO), AAA AE A AÑ bh Dar AGN NS LN Al SN qa epa RADA A LS PA A! CNA AAA | y pr 3 E dE, Hi A Ml A Ba 2, 8 EN .| n PS A hi Corre ls] | pa Sd A Ia A aa ll A UY. Ey TA A a e O tl NO AN ñ | . AY Naya AER Ve TON : ¿A MINN yy Pr A A A ES NAAA IA > Monsters A eo IA 2, ] A A proa" Chssua as la PRA : 5aNal E sala ado A a O subi Angál est Alva. EN pra : ea ; 7 AÑ, IAN z - ATA qu E ; HUT juana plo Ya Mi do CUA uf e TR VA za ¡an Y ago ¡08 J FP as, ppradal PS an > 1) A pa A AAN A AA k AN > É an A PR? 4 POZA S 1d WN y 4 2 2 E AUN, 1 To hm A A EN