n

>

II

PiSOJ

Precio: 1,50 pesetas

"*fl

»i

SEBASTIÁN ALONSO GÓMEZ

El piaeslio Lampaiílla

PASILLO EN PROSA, ORIGINAL

MÚSICA DE LOS MAESTROS

JOAQUÍN VALVERDE (HIJO) y ENRIQUE BRU

4^^^^

SOCIEDAD DE AUTORES ESPAÑOLES Núñez de Balboa, 12

1905

EL MAESTRO LAMPARILLA

Esta obra es propiedad de sti autor, y nadie po- drá, sin su permiso, reimprimirla ni representarla en £spaña ni en los países con los cuales se hayan celebrado ó se celebren en adelante tratados interna- cionales de propiedad literaria.

El autor se reserva el derecho de traduceión.

Los comisionados y representantes de la Sociedad de Autores hspañoles son los encargados exclusivamen- te de conceder ó negar el permiso de representación y del cobro de los derechos de propiedad.

Queda hecho el depósito que marca la ley.

EL MAESTRO UMPARim

PASILLO EN PROSA

ORIGINAL DE

Sebastián Alonso Gómez

música de los matstros

Joaquín Valverde (hijo) y Enrique Brú

.1

Estrenado en el TEATRO DE APOLO de Madrid, la noche

del 6 de Abril de 1906

-*-

I MADRID

e. V tL4SCO. IliP , KARQCltS UB 8ANT^ ANA, 11 UlP leU/ono número 5^1

i»lt 5

cfl dísaSel <Srú

En ¡a noche de su beneficio fué estrenado este Pasillo que alcanzó puerto de salvación, no poi su mérito, de que carece, sino por el glorioso pa- bellón artístico que lo amparaba.

Por este motivo, entiendo que el nombre de us- ted debe figurar en la primera página de este libro. Y, como siendo usted intérprete de mi gratitud ante sus dignos compañeros, ha de ser por ellos, en mayor gracia y mérito estimada, sírvase conce- derme el honor de hacerla presente al inimitable Carreras por el derroche de arte, donosura y re- lieve con que supo matizar el papel del maestro Lamparilla; á la Srta. Carceller, por su acierto, y á los Sres. Manzano, Carrión, Fernández y Alvarez Miliura, por el cariño y vida que dieron á los personajes que interpretaron.

Y este será nuevo y señalado favor que ha de agradecerle su admirador y afectísimo amigo,

QJ e^aáiiáu CH-iduJú.

Madrid, Abril go¿

REPARTO

PERSONAJES ACTORES

EOCÍO Srta. Bbú.

SEÑA DOLOR Vidal.

UNA MUCHA CHA Seta. Cabcellee.

MAESTEO LAMPARILLA , . Se. Caeberas.

ENRIQUE ^ Manzano.

CHIVITO Caerión.

SIRBÍO Fernández (Anselmo)

MATEO Alvarez Mihura.

La acción en Sevilla. Época actual

Las indicaciones del lado del actor

EL MAESTRO LAMPARILLA

Barbería en un barrio de Sevilla. En primero y segundo término de la derecha, tocadores empotrados eu la pared, con los utensilios necesarios. Encima, espejos con marcos dorados. Frente á los to- cadores sillones de brazos. A la izquierda, una banqueta larga, forrada de crudillo. Al fondo, izquierda, mesa tocador. Estantería para las navajas y tijeras á la derecha. En medio de la escena uu velador con periódicos y cepillos de ropa. Al fondo, eu el centro, puerta de cristales que comunica á la calle. PZn los cristales este letrero: 'Barbería. Se afeita, corta y riza el pelo.» A la entrada á la derecha, un perchero de columna. Es de día.

ESCENA PRIMERA

MAESTRO LAMPARILLA y CHIVITO. El Chivito, sentado en la anqueta, toca la guitarra, dando lección al Maestro Lamparilla, que atado en una silla, no quita ojo de las manos del profesor, siguien- las variaciones del toque con un entusiasmo sin límites. Al mis- mo tiempo jalea y aplaude

Música

ímp. ¡Ole los hombres!

¡Eso es tocar! ¡Esas manitas las vi á engarsar!

(siguiendo la falseta.)

Tran, tran, tran, ton, larilo, lirón.

606315

8

ün órgano párese

cuando rasguea, y angelitos cantando

cuando puntea.

¡Ay qué guitarra, que cuando quiere llora,

cuando no, canta!

(jaleando:)

¡Niña, menea er mostrador! ¡Las facurtaes del tocaor! Ahora yo me voy á arrancar, maestro, mucho cudiao, verá usté un cante tirao sin pamplinas y sin na. Para contarte mis penas hago hablar á la guitarra, si no entiendes lo que dise no digas que tienes alma.

¡Ole mi uiñal

¡Ole salero!

¡Mueve ese cuerpo

tan sandunguero!

Poniéndote á bailar no hay quien tenga tu grasia y tu sal. «Dicen que soy un vinagre, eres la sal y la grasia, dame lechuira y aseite, verás que buena ensalada.»

¡Ay qué manilas

pa el punteao!

¡Qué florituras

pa el rasgueao! Cuando lo escucho á usté un jilguero quisiera yo ser.

Hablado

ChIV. (nejando de tocar, levantándose y poniendo la guita-

rra sobre la banqueta.) Ze COUOZe que DioS nO le

ha yamao por eze camino, maestro. Lamp. ¿Tan malamente lo hago?

Chiv. ¡Zi dezafina usté hasta la tos!

Lamp. Porque habré salió un poco más bajo que

la guitarra, pero estilo no podrá usté negár- melo.

Chiv. Como que eze lo yeva usté en la maza é la

zangre. Y me voy, que ze va haciendo tarde y entoavía tengo que da unas pocas é 1er- siones. Conque, ya ¡o zabe usté: después del ríJSgueao er quinto al aire; un gorpe pizau- do en er tercer traste y otro en er cuarto, con ligao: en zeguía, cuarto al aire con apa- ga o en er zegundo traste; tercera al aire y pi/á en er zegundo; otro gorpe en er quinto y ligao; dos al aire en el bordón, ligao doble en el quinto, otra vez bordón al aire y vuerta al rasgueo.

Lamp. (Quc ha oído la lelaciÓD sin pestañear.) Ya nO Se

me orvia. Verá usté: rasguean, quinto al aire, uno pisando en el terser traste, ligao, cuarto al aire...

Chiv. Ya va usté malamente. ¡Pero qué torpeza,

zeñó!

Lamp. Como que eso es más difisi que hasé reí á

mi mu jé.

Chiv. La guitarra no quié más que tres cozas: es-

tilo, ejecución y artngrafía.

Lamp ¿Y cuál es la más difisi?

Chiv. La ortografía, que es la limpieza der toque;

pero eza en cuanto ze arquiere ya está zabía.

Lamp. En eso estoy yo también.

Chiv. Pues duro con eya. Y hasta mañana. (Ha-

ciendo mutis.)

Lamp. ^ (siguiéndole hasta la puerta.) Vaya usté condíós. Y que no vaya usté á fartá.

ESCENA II

LAMPARILLA y SIRBÍO luego

Lamp. (paseando por la barbería.) ¡Vaya unas manos las que se trae el tío!... En particulá la derecha... Hase con eya lo que le da la gana... Qué sortura en la muñeca, qué agi- lidá en los déos... (ai ver aparecer á Sirbío.) ¿Ya

pa resistes, niño?

10

SiR. Como que la maestra en cuanto comiensa

á desí cosas de usté, no se cansa.

Lamp. ¡Me habrá puesto bueno!

SiR. Como pa di á un besamano.

Lamp. ¿Qué ha dicho de esa arpía?

SiR. Lo de siempre; que si le entrega usté un

cuarto; que ar paso qtie yeva usté no va á entra aquí á pe'arse ni un perro de agua; que está mu hartita... y que se vaya usté des- pidiendo de la barbería.

Lamp. ¡Quitarme la barberíd! ..

SiR. Pa entregársela á un liombre serio, traba-

jaor, con vergüent-a... en tín, con too lo que eya dise que á usté le farta.

Lamp. Si yo fuera á mi casa y le cortara er pes-

cueso á mi mujé, habría quien dijera que yo había hecho una cnsa mala.

SiR. ¡Toma!... Y hasta quisa se lo yevaran preso.

Lamp. ¡Esa giandísima... perra, y no le digo otra

cosa por no insurtarme 3^0 mismo, me va á busca una ruina!

SiK. Su cabayo é bataya es que se va usté quean-

do sin parroquia.

Lamp. ¿Y yo pueo remediarlo? ¿Me vi á pone á la

puerta tocando un t^imbó y disiéndole á la gente: «Señores: adentro er que se quiea afeita?.,.» ¡l^omo no haga eso! ..

ÍSlR . Tai ver que el maestro coge maquinalmente la guita-

rra para tocar.) ¡Ah' .. y me dijo que como venga y lo vea á usté tocando, va á comen- á darle con la guitarra en la cabesa y no va á para hasta dejársela como una esta- sión: toa yena é hurtos.

Lamp. Bueno; á ver si no hablas más 3' le sientas

er filo á esas navajas, que anoche me dijo er confitero que si lo estaba afeitando con una escofina Losada.

SlR (Disponiéndose á cumplir el mandato.) Voy...

Lamp. Pues anda, mientras yo repaso la lersión.

(e1 maestro comienza á tocar muy torpemente.) SlR. (Sentando el filo á una navaja.) MaeStro: lo CStoy

viendo á usté más comprometió que un garbanso en la boca de un quinto. IiAMP. ¿Por qué?

11

SlR.

Lamp.

SlR.

Lamp.

SlR.

Lamp.

SlR.

Porque como entre su mujé y Jo vea, esta- sión de doble pequeña vamos á teñó. ¡Y que se atreviera!

Usté aya. (e1 maestro sigue tocando y Sirbío sen- tando el filo á las navajas.) ¿Se atreverá la maes- tra á echarlo de aijuí como me ha ofresíu?... ¿Será pa la hija del maestio?... Es de.sí, er gal)inete; /,p(irque sin gabinete, qué vi á basé yo con R isíi ?. . ¿Y sin Rosío, pa qué quieo el gabinete?... ,8i yo cogiera efeta vetal

(Canturreniido.)

Ay, ?errana mía,

qué bien te caiíielo;

tienen los piños blancos... ¡Niño!... ¡asaura!... quié.s jo canta, arma mía, que me has equi\ocao. En cuanto c(>ge Uf-té la guitarra no pué uno ni respira.

Pos si lo sabes, ¿á qué respirap? Pa no ajogarme.

ESCENA III

DICHOS y MATEO

Mateo (Entrando.) buenas, maestro.

Lamp. Hola, M«teo.

Mateo (ai ver tocar al maestro.) De esta va usté á deja

al Niño é Lusena á la artura de un galápago. Lamp. De menos nos hiso Dios, mira. ¿Te vas á

afeita? Mateo Pero una cosa ligera. Lamp. Sirbio: dale un repato á Mateo.

Maieo y con tiento, niño.

'jIR. (Deja la navaja y se va al tocador de donde coge im

paño y la vacía.) Pierda usté cuidao. Mateo (Frente al maestro ) ¿Y qué, 86 adelanta mucho? Lamp. Aquí estny liao con una farseta que no

cuando la vi á aprende.

SlR. (Detrás de Mateo con el paño en la mano.) Cuando

usté quiera.

Lamp. (Amostazado creyendo ha sido por él.) ¡Cuando á

no te importe! SiR. Si le desía al señó.

12 Mateo ¿A. mi?... Pues arsando. (se sienta 'en el sillón y

Sirbío comienza á afeitarlo.) Toque USté argUna

cosiya pa escucharlo, maestro. Lamp. Tocaré la fnrseta que estoy aprendiendo pa

que oigas una cosa bonita. (Efectivamente; no

hace más que equivocarse.) SlR. (a Mateo, pasándole la navaja.) ¿Le gUSta á USté?

Mateo ¡Si eso no es toca!

SiR. Si digo la navaja.

Mateo ¡Ah!... regula na más.

SiR, Es que le base á usté un remolino la barba...

Mateo ¿Pero maestro, se va usté á 3'evá templando

too er dia? Lamp, (como si lo hubiera injuriado.) ¡Si cs la farseta lo

que estoy tocando!

SlR. (soltando el trapo á reir.) ;.Já, já, já!

Lamp. (cada vez más amostazado.) Mira qué risa le ha entrao al niño.

SiR. Es que me ha hecho grasia la salía der

señó. t

Mate'j Hombre, er que no sabe... Siga usté, maes- tro. (e1 maestro comienza á templar la guitarra.) X a eso es otra cosa... mu bonita...

Lamp, ¡^i ahora es cuando estoy templando!... (Nue-

vas risas de Sirbío y Mateo. Le da á la clavija y salta

una cuerda.) ¡Mardita sea!... ¡ya eartó una cuer- da!

SiR. La tersera,

Lam!\ No, que ha sío la prima.

Sm. Digo, la tersera que rompe usté hoy.

Maieo Por eso no me guota á la guitarra, por lo costosa que sale.

SiR. JS'o lo crea nsté: el maestro el día que más

no pasa de dos pesetas lo que gasta.

Lamp . (Que sigue viendo de arreglar la cuerda.) Y que Se

ha roto por donde no pué emparmarse.

SlR. (Quitándole el paño á Mateo.) Servido,

Mateo (Levantándose y pagándole.) Vaya.

SlR. (cogiendo el real y dejándolo sobre el tocador.) Gyí-

íria?. Mateo Y hasta otra, maestro.

Lamp. (sin dejar su ocupación.) AdiÓS.

Mateo (Haciendo mutis.) Está más lüco que un palo- mo zurito.

13

ESCENA IV

LAMPARILLA y SIRBÍO; después ENRIQUE

Lamp.

SlR.

Lamp.

SlR.

Lamp.

Enr.

Lamp. Enr.

1 jAMP .

Enr.

L.4MP.

Enr.

Lamp.

Enr.

Lamp.

Enr.

Lamp.

Enr.

Sirbío, coge ese rea y yégate en un sarto por

una pria.a romana.

¡Después no querrá usté que la maestra

hable!

Miá, Sirbío, que me estás molestando más

que unas botas cortas; con que no te metas

en mis cosas y anda.

No quisieá más que entrara la maestra, (coge

el real y sale refunfuiiando.)

Se va poniendo ese niño como pa basé con él un regulo... ¡Miá que irse á rompe la pri- ma! (Paseando por el salón.) Cou eso descansaré un rato .. ¡Vaya una farseta gitana!... (Recor- dándola.) Trin... trin... laran... Er quinto al aire, uno picando en er segundo traste. .

(Entrando; al ver al maestro hablar solo.) ¿Así an- damos ya, maestro? (sorprendido.) Hola, Enriqniyo. La seña mas fija de tené vasía la chimenea, es hablar solo. ¿Hay arguna mujé de por medioV

siempre con el tema é las mujeres. Como qiie no tengo otro flaco: ya lo sabe usté. Conque, á ver si me deja más bonito

que un pai--aje. (sentándose en el sillón.) En SegUlH. (coge el paño y los demás bártulos y co- mienza á afeitarlo. El tema de la falseta no se le olvi- da.) Trin.. trin... La tersera pisa; segunda al aire... ¿Y qué cuentas de bueno, Enriquiyo? De bueno, una chiquiya que he visto ar veni pa acá, que casi me tira de eeparda. ;.De una bofetá? De presioí^a, señó. Como eres tan atrevió, pensé... Me vuei vo loco por eyas. Oye, ¿ligues hablándole á la Charito? ¡Dónde está ya eso!... De Charito acá yevo lo menos catorse.

_ 14 ^

Lamp. La tersera pisa,., ligao en la cuarta...

Enk . ¿Qué está u-^té disiendo?

Lamp. Son los gorpes de una far^eta: sigue.

Enr. Pos sí, eeñó; yo no cómo rae las compon-

go, que no me dura una novia arriba é quinse días. La 'Jharito le habla ahora á Cantimplora.

Lamp. Parroquiano mío era, pero dejó de veni por-

que le dije que no lo pelaba menos e dos pe- setas.

Enr. ]Verdá que tiene una cabeza!...

Lamp. Como que hay que ] elarlo entre dos: y er

de un lao le lié que está gritando al del otro: ¡ppos tufos más cortos!

Enr. ¡Qué aponderativo e.s usté!

Lamp. Avia va Charito. Trin... trin...

Enr. Pero maestro, ¿qué tiene esa navaja?

Lamp. ¿No te gusta?

Enr. Si pae?e un crista.

Lamp. Le daré un sentao. ¿Sabe^» quién pasa por

aquí á uienúo? Aqueya novia tuya... Isa- beliya.

Enr . Desde que se casó está desconosía; tan arta

como es 3' tan dergá como se ha quedao...

Lamp. Pos si la vieras: embarasá como eítá ahora,

párese un cordé con un núo en medio.

Enr. Si u>té conosiera la novia que me eché er

domingo... (Encogiéndose de dolor.) ¡MaeStrO,

que ha hecho usté! .. Lamp. Que te he cortao un barriyo... Eso no es nA...

Te pondré un parche (Le pone una tira de tafetán blanco en el carrillo.) (jJosÚ, qué COrte le he

dao!) ¿Conque bonita, eh? Enr . Lo que no hay.

Lamp, Cnmo que pa eso de conquista mujeres no

tienes compañero. Enr. Si ese es el único flaco que tengo. Pa mí,

el vino, aparte de cuatro copas que se tersie

bebé con los amigos, está sagrao... ¡Pero,

maestro, esa navaja muerde? Lamp. Otro barriyo... Aguarda, te pondré otra

laña. (Le pone otra tira como la anterior en el otro carrillo.) SigUe.

Enr. y ponga usté más cuidao, señó... Pos sí: er

16

juego, como no sea que vaya á ver si le doy cuatro gorpes á una p^setiya, sagrao tam- bién; y er cante, si no fuera por esas coplas querensiosas que disen: «Si er querer que yo te tengo» ó «Serrana por tu querer», ó una que escnché anoclie que desía... (Dando un

grito de dolor.) ¡Ayyy!... LaMP. (e1 maestro cree que es la salida de la copla, y adop-

tando la actitud de tocar la guitarra, lo acompaña lleno

de entusiasmo ) Trin... triu... trin... Venga de ahí...

EnR . (Llevándose la mauo á la barba ) ¡Qué de ahí, ha

sio de doió!... ¡Si ha debió u^rté darme una

pnñalá!... Lamp. (sobresaltado."! ¡\ ver, muchacho!... ¿Lo estás

viendo?.. Por liablá... Enr. iU?té debiera tené la barbería al lao de una

casa e socorro! Lamp. Suerta... y no seas exagerao... (Le pone otro

parche.)

Enr. ¿KxMgerao?. . Pa otra vez va usté á tené que

clortfurtnizarine. Lamp. ¡Si no tié'^ más que tres arañonsiyos!

Enr. (Poniéndose de pie y mirándose al espejo.) ¡Ara-

ñonsiyos y mié usté cómo me ha puesto la cam! Lamp . (¡Como un sertificao!)

ESCENA V

DICHOS, SIRBIO, luego una muchacha

fclR.

Enr,

SlR. IjAMP.

Enr.

SlR.

(Entrando.) Aquí está la prima.

(Dejándose de mirar, como movido por un resorte y sa- liendo al encuentro creyendo es una mujer.) ¡Ole las

mujeres!... ¿IJóiide está esa prima? (Enseñándole la cuerda.) Místela: peio es de gui- tarra.

Te has colao, Enriquiyo. Me alegro, porque ¿cnn qué cara me presen- to yo ahora delante de ninguna mujé?

(ai verle la cara.) [JoSÚ, CÓmO lo ha puestol

16

Lamp. Enr.

Lamp.

Enr.

Lamp.

Enr.

Lamp .

Enr.

Lamp.

Enr,

MüCH.

Lamp.

Enr.

Lamp. Enr.

Lamp. Enr.

Lamp.

Eso dentro e ná, se cae, y no se te conose. Me tomaré una copa aquí al lao, pa haser tiempo y ver si me entra el cuerpo en caja.

Te acompaño, (viendo la cuerda.)

Arpando. (Se va hacia la puerta mirando á la calle )

(a sirbío.) ¿Y esto es lo que traes? Maestro, miste lo que viene aquí. Si no vale pa ná.

(creyendo le contesta á él.) ¿Que nO? ¡Si CS Una

Virgen de Muriyo que se ha escapao de un cuadro!

(corriendo hacia la puerta.) A Verla. ¡Miste qué aS()ml)rol (En este momento pasa una muchacha por delante de la puerta, á la que el maes- tro y Enrique cierran el paso. Es una macarena que da

el opio.) Mosita, siempre que la veo á usté, me pasa lo que á los niños cuando ven un juguete, que se les antoja enseguín.

(Con mucho desparpajo.) PueS á los niñOS anto-

jaisos, dos asotes y á la cama.

Eso, cuando usté quiera, mi arma. (Desaparece

la muchacha. El maestro y Enrique la siguen con la vista.)

]01é los movimientos e caerá!... Ni el pén- dulo de un reló le gana. ¡Y no sabe recogerse!

Vaya si es fina e cabos... ¡Si yo no tuviera estos parches!... Vamos á tomarnos esa copa. Vamos. Niño, ojo, que vi á aquí al lao. (se van por la

derecha.)

ESCENA VI

SIRBlO, luego ROCÍO

SiR. ¡Después no querrá UBté que la maestra se

enfae!... Dentro e dos minutos ya está aquí con la borrachera padre. Pa que tié solera como los barriles: se bebe un vaso de agua, lo sarandean un poco, y por lo menos vina- gre eyema.

- 17 Rocío (a la puerta, con temor de que esté su padre.) Sil-

bío. SlR. (corriendo á su encuentro lleno de entusiasmo.) |Ro-

siiyo!

Rocío |Y mi padre!

SiR. Con un primo hermano de don Juan Teno-

rio ha salió á tomarse una copa, (cogiéndola

de la mano y entrándola.) No estés aSUStá y Ven

pa acá, chiquiya, que de la alegría que me ha entrao al verte, era capá de comensá á besarte y abrasarte, y no arremataba en seis semanas Rocío Pos que no te tan fuerte, tú. (Rechazándolo

•uavementc. )

SiR. Si ya es lo mismo... Si ya casi tengo que aca-

riciarte por obligasión... Si ya no itarta pa que el gabinete sea mío, y tii mía, (cogiéndola por la cintura ) y tu madre mía...

Rocío (^Separándoio.) Y mía que. te vas propa.sando.

SiR. ¡Si es que te quiero más que á mi sangrel

Rocío ¡Sí... si me quieres muchol

SiR. Piensa una cosa mu grande... lo más difísi

der mundo, y verás si lo hago.

Rocío Que no te [)arescas en á mi padre.

SiR. Figúrate; como que á no me gusta er

vino, ni toca. (Cogiéndole una mano.)

Rocío Pues no se conoce, mira.

SiR. ¡Es que me tienes loco, chiquiya!

Rocío Eso es ahora; veremos cuando te hagas car-

go de la barbería.

SiR. Superior; ¿tú has oído hablar del barbero de

Seviya? Pues así se va á queda á mi lao...

Música

SlR.

Ven acá, lus de mis ojos, lusero de la mañana, esfreyita de la noche, mi cariño, mi gitana. Ven acá, que de alegría me rebosa el corasón; porque eres, vida mía, mi locura, mi ilusión.

18

Rocío

SlR.

Rocío

f SlR.

Rocío

SlR.

Rocío

SlR.

Rocío

Si me quieres, como dises, me lo tienes qne probar, que el cariño, como todo, es preeiso demostrar. ¡Cuantas pruebas me pidas he de darte yo, serrana! ¡No me engañes, no, Sirbio, con la miel de tus palabrasi Yo qué te voy á engañar si pasando estoy por inquietudes y pesar. Pajarita de las nieves, solera de mansaniya, vales más que íus jueves y la feria de ¡Seviya. Tienes más alegría en esa cara serrana, que una juerga con bebía en el barrio de Trian a. ¡Gáyate por Dios, chiquiyo...! si que tienes más grasia que los jueves, y la feria y hasta er puente de Triana. si que me vuelves loca en poniéndote á desir el cariño que me tienes y que piensas noche y día

sólo en mí. ¡Rosio del alma, me tienes loquito perdió!. ¡Más loca estoy yo, Sirbio, escuchando tu querer! ¡Bendito sea el día que me distes el sí, gloria mía! ¡Bendita la hora que en tu cariño pensé! Deseando estoy que llegue el momento ansiao, de estar a tu lao por siempre jamás. Y que juntos no nos falte nunca la alegría, pa pasar la vía con felisidá.

- 19

SlR.

jOle ya!

¡Qué contento voy á estar!

Rocío

¡Ay, vida mia,

SlR.

no quiero ni pensarlo,

que estando yo á tu iao

la gloria es chica pa mí!

Verás entonses

lo mucho que te quiero,

pues hasta el mundo entero

darla yo yor tí.

SlR.

Pajarita de las nieves,

solera de mansaniva, etc.

Rocío

Gáyate, por Dios, Sirbío.

'l'ú que tienes más sra?ia, etc

SlR.

Yo te quiero con pasión,

Rocío

eres toda mi ilusión.

Dolor

Rocío

Dolor

Rocío

Sir.

Dolor

SlR. kDoLOR

iRocío

JOLOR

ESCENA VII

DICHOS y SEÑA ÜOLOR

Hablado

(Entrando con mantón y hecha una furia.) ¿Y el

sinvergoiisón de tu padre? A tornarse una copa fué con un amigo. ¡Lástima no se ajngara con eyí<! ¡Ay, madre, por Dios, no diga usté eso! ¿Y qué menos pué desearle la pobresiya? ¿Se ha hecho algo? (a sirbio.) A lo poco que se ha ganao ya le dio larga el maebtro.

¡Ay, que yo no lo vea entrar, porque en cuanto le eche la vista ensima lo araño por sinvergüensa, por perdió, por ladrón del pan de su hija!

¡Pero, no se ponga usté así, madre! Vamo- nos pa casa y ayí le dirá usté too lo que tenga que desirle.

Siyonome desahogara hasta la noche reven- taba como un triquitraque. De aquí no sar- go hasta yervármelo por delante. ¡Ese no vuerve á poner los pies en la barbería!

20

SiR. Y tié usté rasón: lo que ha de ser, de una

ves. Dolor Mira, lo que yo tengo que haser no nesesito

que me lo diga nadie.

ESCENA ULTIMA

DICHOS, LAMPARILLA y ENRIQUE

LaMP. (neutro, tarareando la falseta.) Trín... trin... la-

ron... SiR. Ya está ahí.

Dolor ¡Que Dios lo coja confesao! Rocío ¡Ay, madre, no vaya usté á hasé arguna de

las suyasl SiR. ¡Déjala, que eya sabrá lo que hasr!

LaMP. (a la puerta, borracho, seguido de Enrique.) Ti ín...

trin, trín. (Queda como petrificado al ver á su mu- jer.) ¡üy, mi mujé!... (a Enrique.) Verás qué

OVasiÓn me hase... (Disimulando la borrachera y

adoptando un tono muy amable.) ¡Hola, familia!

Dolor (conteniéndose al ver á Enrique, pero queriéndoselo

comer con la vista.) ¡Miá qué boiiito vieueá! Rocío ¿Pero no se cansa usté, padre?

LaMP. Adiós, pimpOVO... (a Enrique, haciéndole la pre-

septación ) Mi hija... más bonita que un gira- só; y mi mujé... otro girasó, solo que ya no gira.

Enr , (Tapándose la cara con la mano para que no se le

vean los parches.) |Ay que niña... yo no tu-, viera estos parches! Dolor Y la vergüensa, ¿dóüde la has dejao?

LaMP. (Avanzando algo hacia su mujer.) No te enfaCS

conmigo, destorniyaora de mis huesos. Dolor ¡Anda y que el Señó te mate!

LaMP. (señalando á Enrique.) PerO er SeñÓ CS UU

amigo mío, ¿por qué va á matarme? Enr. Bueno, maestro, hasta mañana.

JLamp. ¿Aonde vas tan pronto, Enriquiyo?

Enr. a casa, (sin dejar de mirar á Rocío.) [Si yO nO

tuviera estos parches!... (Mutis.) Dolor Bueno: ¿tú sabes á lo que yo he venío?

21

Lamp. a lo de siempre: á armarme un escándalo.

Dolor A que te despías de la tienda.

Lamp. (Lleno de terror.) ¡Dejar yo mi barbería!...

Dolor Y pa siempre: aquí no vuerves ni disecao.

Lamp. ¿Y quién ha dispuesto eso?

Dolor Yo misma.

Lamp. Como si no lo hubiá dispuesto nadie.

Dolor ¿Pero crees que tu hija y yo nos mante- nemos del aire?

Lamp. Pos esas carnes no las has ecbao sorbien-

do orsígeno.

Dolor Gáyate, sinvergonsón... y anda pa casa, (co-

r giéndolo de un brazo)

Lamp. (Rechazándola.) ¡Abandonar mi barbf ría!

Dolcr Descuida: Sirbío se encarga de eya y cuan- do la tenga acredita se casará con mi hija.

JjAmp. ¡Miá qué bien!

Rocío Porque misté lo que tenemos pensao. Los

servicios pa casa... y las propinas...

Sir. Pa que puea usté tomarse dos copas y com-

pra cuerdas pa la ^.uitarra.

Lamp. Y yo á lo que te voy á da va á ser una go-

fetá, que te vas á queda enterrao en la paré na más que con una mano fuera, pa que pneas yamar á los munisipalee.

Dolor Gáyate, valentón, antes que me haga la loca

y te yeve arrastrando.

Lamp. De aquí no .'•areo ni á tiros.

Rocío Si con lo que yo le quiero á usté va á estar

mejor que un patriarca.

Lamp. A quien quieres es á Sirbío, gitana.

J)oLOR Anda, miá que se me va arterando la san-

gre, (cogiéndolo de un brazo y tirando de él.)

Rocío Déjelo usié, que él vendía por las buenas.

Lamp. Ni |jor las malas.

Dolor ¡Ay, qué ganitas tengo de acostarme una noche y amánese tiesal

Lamp. Pa eso no tiés más que armidonarte.

Dolor Ea, se acabó... arsando. (Tirando de éi.)

Lamp. ¡Esto es una infamia!

Rocío Hágalo usté por mi, padre, (lo coge del otro

brazo.)

Lamp. ¡Esto es un desahusio!...

SiR. ¡Se loyevan... me caso!

22

LaMP. (ai piiblico.)

Me iré contento, señores, si dais vuestra aprobación al autor y á los actores. (Tiran (Je él llevándoselo casi arrastras, mientras cae telón.)

FIN

COPLAS PARA EL MAESTRO LAMPARILLA

Tocaba yo la guitarra en ca^-a de Kosalía, y al ver que no se fijaba, por lo bfij ) le desía:

¡Miá qué manitas

pa el rasgu^'ao!

iQué fiorituras

pa el punteao! Y ella me contestó: Es mi novio mejor tocaor.

Yo conosi á una viuda que siempre yorando estnba, pues la infeliz en el mundo ningún conf>uelo encontraba.

Pero un amigo,

con su guitarra,

Fe fué un domingo

á visitarla. Y en cnanto la tocó... en seguía consuelo encontró.

OBRAS DE SEBASTL\N ALONSO

La víspera, juguete cómico-lírico en un acto y en prosa. La macarena, saínete lírico en un acto y cuatro cuadros.

(Segunda edición.) La virgen del Rocío, saínete lírico en un acto y tres

cuadros. El chalán, entremés en prosa. Chicharra, zarzuela en un acto y tres cuadros. El contrabando, saínete en un acto. De balcón á balcón, entremés en prosa. El maestro Lamparilla, pasillo con música.

Los ejemplares de esta obra se hall de venta únicamente en el Despacho G tral. Arenal, 20.

Precio: HJífl peseta

' i

-/S

ou se lia! JtipaclioC

7 5 99 SEBOSTIÁN ALONSO y PEDRO HUROZ SECA

HDMORiDi CéMlCO-LÍBICO-BilLSBL'í

on ur» acto, dividido or» seis cuadros

MÚSICA DE LOS MAESTROS

.V-'"

r

SACO DEL VALLE y F06L1ETTI

m-

Copyright, bv S- nionso v P. Muñoz Seca. 1910

SOCIEDAD DE AUTOPwES ESPAÑOLES Nudez do Balboa, B2

leii