INFORME ' QUE LA OOMSION PARA L STUDIO DE LOS MEDIOS MAS ADECUADOS PARA LA DESTRUCCION DE LA LANGOSTA RINDE Á LA SECRETARÍA DE FOMENTO MÉXICO IMPRENTA DE FRANCISCO DIAZ DE LEON CALLE DE LzrRDO NUMERO 3. 1883 — A E 2 : EOS RTMEAX 4 e A a, A INFORME QUE LA COMISIÓN PARA EL ESTUDIO DELOS MEDIOS MAS ADECUADOS PARA LA DESTRUCCIÓN DE LA LANGOSTA Á LA SECRETARÍA DE FOMENTO ds MÉXICO IMPRENTA DE FRANCISCO DIAZ DE LEON CALLE DE LErRDO NUM. 3. —— 1883 ¿JrACET Ad ACUERDOS DEL MINISTERIO DE FOMENTO. —— En atencion á los frecuentes pedidos que se hacen del Informe sobre los medios más ade- cuados para la destruccion de la langosta, reim- prímase el referente al año de 1881, añadiendo los datos recibidos posteriormente en esta Se- cretaría sobre el particular. México, Octubre 31 de 1883. PACHECO. NA A dolio cdta al A cenas A de aiii arcidó til Ja a | Pan PRIMERA PARTE. C. Secretario de Fomento: Antes de emprender la Comision su marcha de esta capi- tal 4 los lugares invadidos por la langosta, procuré infor- marme qué puntos sufrian más con esta terrible plaga. Se sabia que este dañino insecto devastaba los Estados de Chia- pas, Tabasco y Oaxaca; pero la Comision no sabia á punto fijo dónde se encontraba este acridio en el estado más con- veniente para ser destruido. Las diversas invasiones de sus congéneres en el antiguo mundo, y de la especie que nos invade en la América Cen- tral y Meridional, ha enseñado á los pueblos que en los pri- meros períodos de su desarrollo se facilita su destruccion, ya porque aglomerados en espacios relativamente pequeños y desprovistos de los órganos propios para el vuelo, no les es posible escapar de la persecucion que se les haga, ó bien al estado de huevo ó de mosquito se tienen concentrados mi- llares de estos individuos, y se les destruye fácilmente ántes de que comiencen sus devastaciones. Por tales motivos, para proceder con acierto me dirigí á los jefes de las estaciones telegráficas del Estado de Oaxa- ca, solicité la cooperacion del Observatorio Meteorológico Central, y escribí al ciudadano director de la Escuela de Agricultura de Quezaltenango en Guatemala. Dichas con- testaciones constan en el apéndice de este Informe bajo los números 1, 2, 3, 4 y 5. Siéndome dificil por lo pronto adqui- rir datos sobre el estado que guardaba la langosta en los Estados de Chiapas y Tabasco, me decidí á emprender nues- tra marcha para Oaxaca, en donde segun mis informes en- contrariamos vasto campo para nuestro estudio. Venciendo las dificultades que entorpecian nuestra par- tida, segun consta á esa Secretaría, la Comision llegó al Es- tado de Oaxaca el dia 31 de Octubre del año próximo pasa- do, pasando ántes á los distritos de Atlixco y Matamoros Izúcar á rectificar si el acridio que encontró la Comision Ex- ploradora del Estado de Puebla, era el mismo que asolaba los Estados meridionales de la República; pero afortunada- mente encontramos, tanto en sus costumbres como en sus caracteres específicos, diferencias sensibles, y nuestras in- vestigaciones nos convencieron que ese acridio era indíge- na de esos distritos. Para obrar de acuerdo con las instrucciones que formuló á la Comision esa Secretaría, y para obviar inconvenientes, mandé imprimir unas esquelas adjuntándoles un cuestiona- rio que contenia los puntos más importantes que la Comi- sion creyó oportuno dilucidar, y que mereció la aprobacion de esa Secretaría, cuyo modelo bajo el número 4 consta en el apéndice. Permanecimos en la ciudad de Oaxaca el tiempo indis- pensable para adquirir noticia de las personas á quienes nos podiamos dirigir para la resolucion de nuestro cuestionario, y el €. Gobernador nos ahorró ese trabajo, llevando su ca- ballerosidad hasta darnos la lista que adjuntamos y remi- tiéndola por su conducto á su destino. Provistos de cartas y oficios para las autoridades locales, que el €, Gobernabor nos dió, ordené al €. Joaquin Segura (ayudante que se me nombró ) se adelantara hasta San Cár- los Yautepec, y me comunicara lo que habia sobre el parti- cular, previniéndole ensayara algunos medios de destruc- cion que le indiqué, miéntras tanto yo recorria el Valle Grande; mas desgraciadamente al emprender su marcha el citado C. Segura, fué atacado de una enfermedad que le obli- gó á guardar cama por algunos dias. Habiéndole asegura- do los recursos necesarios para su curacion, partí el dia 4 de Noviembre para Zimatlan al S,W, de la ciudad de Oaxaca, 7 y 421 kilómetros de distancia. A los 16 kilómetros de la ca- pital, y en el mismo rumbo, comencé á ver en un pueblo lla- mado Roaló innumerables bandadas de salton cubriendo las cercas, vivas, en donde se habian refugiado para pernoctar. Nada se habia hecho para destruirlas. Las autoridades locales, en la creencia de que era inextin- guible por su infinito número, y los pueblos preocupados con que era un castigo que Dios enviaba á sus culpas, creian que se habia hecho todo lo necesario, los primeros con es- pantar y subdividir el enjambre alado cuando la invasion, cosa muy mal hecha por cierto como luego lo demostraré, y los segundos, con solicitar de sus párrocos el conjuro contra este voraz insecto. Los hacendados, como dije á vd. en comunicacion de fecha 21 de Noviembre próximo pasa- do, con raras y honrosas excepciones, veian venir la plaga como un medio favorable para enriquecerse. Indolentes por avaricia, ó ven la miseria pública como el objeto principal de sus especulaciones, ó ignorantes de los principios de la economía rural, trabajan por su ruina, pues no gastan á su debido tiempo un capital que con su inversion puede dar- les pingiies intereses. Por no gastar cien ó doscientos pe- sos en el jornal de mozos (gañanes) dedicados exclusiva- mente á la destruccion de la langosta, han perdido más en sus cañaverales, en sus granos, en el jiquilite (añil ), etc.; pero por un error económico, más les duele el gasto de cinco pesos en plata, que perder cien en el producto de sus tierras. La supersticion (esa venda de la civilizacion ) ha venido ácoadyuvar para que algunos pueblos sean enteramente in- diferentes á la plaga: creen que es un animal sagrado por tener una impresion en el esternon en figura de cáliz, que no deben perseguir; pues como la hidra de la fábula, mién- tras más se mata más se reproduce. Los ministros católi- cos, cuya influencia en estas poblaciones es tan marcada, desgraciadamente no han hecho de su parte nada para des- terrar del vulgo tan groseras supersticiones. En esta situacion encontré el Distrito de Zimatlan, esta- do general en todas las poblaciones del Valle, y acaso aca- so, en todas las poblaciones de los Estados invadidos. Tomando mis informes, supe que en ese distrito como en todos los demas del Estado (lo cual rectifiqué despues en las invasiones de Julio del año próximo pasado ), la langosta, como en las invasiones pasadas, trae siempre una direccion S.E., siguiendo siempre una altura sobre el nivel del mar que no excede de 2,000 metros. En la presente invasion ha alcanzado una altura de 1,500: acaso esto explique en par- te por qué las invasiones del rambo meridional de nuestra República no alcanzan una altura tal para unirse en una misma zona con las invasiones del caloptenus spretus, que en sus irrupciones invade algunas veces nuestros Estados limítrofes setentrionales. Supe tambien que al ser invadi- das las poblaciones, la autoridad política del lugar, ayuda- da del mayor número de vecinos de aquel, salian fuera de las poblaciones á espantar la langosta valiéndose de cohe- tes, luminarias, gritos, y de todos los demas medios que tu- vieran por objeto producir grandes ruidos y humaredas. Esto ocasionaba el que las grandes bandadas invasoras se dividieran en bandadas parciales, y tomando en el mismo distrito diversas direcciones, atacaron distintas poblacio- nes, pero siempre todas situadas en una misma direccion : la direccion general delainvasion. Seconoceelinstinto que tie- nen estos insectos de emigrar en grandes bandadas que, por causas que á su tiempo estudiarémos, sus vueltas, revuel- tas y estaciones las hace el enjambre en conjunto con admi- rable armonía. Así pues, si aprovechando entónces las au- toridades de los pueblos no hubieran procurado como me- dio más expedito de salvacion echarle el mal al vecino, sino confinarlo á un solo lugar, y por las mañanas al amanecer, despues de una lluvia, ó en las noches de luna hacer la caza de la langosta (pues como se sabe, siempre pernocta sobre los árboles, arbustos ó matorrales, bastando sólo tender debajo de ellos mantas ó petates, y producir fuertes sacu- didas en estos vegetales para que caigan sobre aquellos ), así se habrian destruido muchos millones de langosta, ántes de la aovacion; y si al observar que la langosta, á pesar de los ruidos y humaredas, ya no se levantaba por haber lle- gado el momento preciso de la fecundacion, cuya conclusion del acto es denunciada por los cadáveres de este pernicioso insecto, se hubieran arado los terrenos donde se posaron, indudablemente se hubiera disminuido mucho en su nú- mero facilitando despues su destruccion total, pues la aten- cion no se habria divagado en multitud de focos, como su- cedió en esta vez, haciendo su exterminio bastante difícil, pues calculo que el número de manchones de cría en todo el Valle Grande no baja de catorce mil, debido á la causa que he indicado. El cuadro que presentaron estas poblaciones al ser inva- didas es bastante triste. Las descripciones que de las inva- siones europeas nos han dado autores de merecida probi- dad, no les van en zaga á las dolorosas escenas de terror y desesperacion que se han presentado en nuestras poblacio- nes invadidas. El pánico apoderándose de todos, la activi- dad en accion mal dirigida, las lágrimas de las mujeres y de los niños, los gritos y blasfemias de los hombres, una igno- rancia ó mala direccion en los medios destructivos, el ago- tamiento de las fuerzas individuales para perseguir bajo los rayos de un sol de fuego á la langosta en sus vuelos y re- vuelos, una turba inmensa que se estorba en sus movimien- tos; y despues, cuando los peones, los vecinos y las mismas autoridades, bajo el peso del cansancio exageran en su ima- ginacion los trabajos del dia, viene el desaliento en unos, en otros la apatía; en aquellos más timoratos la creencia de una plaga que Dios envia á los pecadores, y en otros, que es indestructible el mal: de allí la apatía de las poblaciones y los pretextos falsos y supersticiosos para evitarse traba- jo; pero si prevenidas las autoridades eligiesen de antemano el sistema de conducta que debian seguir, ni fatigarian á los vecinos en marchas y gritos inútiles, y emplearian la acti- vidad que se desarrolla en todos en esos momentos supre- mos, con notable ventaja para el fin que se proponen. Como dije ántes, satisfechas las autoridades con las pe- nalidades que habian sufrido cuando la invasion de la lan- gosta adulta, dejaron que creciera y se desarrollara la nueva generacion, en la creencia de que poco ó nada perjudicaria á las sementeras. En este estado encontré á las autoridades y vecinos del Distrito de Zimatlan: los cultivadores de chile en los linderos de sus pequeñas sementeras, se entretenian en espantar la langosta con ramas ó pequeñas fogatas sin procurar destruirlas. Al dia siguiente de mi llegada organizamos el O. Jefe Po- lítico y yo una expedicion á los puntos más invadidos, con 5) a 10 objeto de estudiar cuáles serian los medios más adecuados para destruir la langosta. Llegamos á un pueblo llamado la Ciénega, como á 3 ki- lómetros al N. de Zimatlan, en donde la langosta, en estado de salton, aparecia en infinidad de manchas. Teniendo presente la recomendacion de esa Secretaría de que adoptara medios fáciles y sencillos para la destruccion, mi primer pensamiento fué adoptar el procedimiento de círculos.! Con la poca gente que pudo reunir el C. Jefe Político y veinte hombres de escolta que llevábamos (en suma ménos de cuarenta hombres armados de ramas y de varas ), proce: dimos á la operacion; pero con sorpresa ví que la mortan- dad era insignificante y mucha la fatiga de la gente. Estos insectos, habitando y haciendo sus estragos en tierras suel- tas Óó mullidas, y estando estos animales dotados de gran elasticidad, el golpe del azote sobre el animal no era suíi- ciente para aplastarlo. Este procedimiento, muy usado en Extremadura y en otras poblaciones meridionales de Espa- ña, no me producia efecto sensible, y á la verdad así debia de ser: aquel acridio ama las tierras incultas fuertes y du- ras; el nuestro las contrarias. Sobre un suelo de aquella na- turaleza, el animal colocado entre dos cuerpos duros, tenia que sufrir la consecuencia del choque; en nuestros terrenos lo flojo y blando de ellos amortiguaba el efecto del golpe. Cansados de la faena del dia y sin haber tomado alimen- to, nos retiramos á las cinco de la tarde á Zimatlan. El aná- lisis de los hechos me sugirió la idea de emplear los corra- les de fuego. Al día siguiente, con ménos gente que el anterior, volyi- mos al mismo lugar: una mancha bastante numerosa se en- contraba á seis ó siete metros de un cañaveral. Se tenia la creencia de que sólo atacaba á los frijolares, á las milpas de maíz y á las plantas cuyos tejidos tiernos se prestaban á la supuesta debilidad del aparato bocal del acridio, haciendo excepcion la alfalfa; pero al comenzar á organizar nuestros trabajos, la imprudencia de algunos hizo que la cabeza de la bandada penetrara en el cañaveral, y fué imposible con 1 Véase en el Apéndice las instrucciones de Castilla, 22 estado de mosquito ú salton, núm. 11 11 tener la invasion á esa sementera á pesar de todos nuestros esfuerzos. Una vez que las langostas que encabezan un en- jambre penetran á un lugar, por un instinto peculiar to- do él avanza é invade lo que han invadido las primeras. Bastaron pocas horas para que un plantío de cincuenta varas de largo, por diez ó doce de ancho, presentara las se- nales evidentes de una voracidad sorprendente. La prime- ra idea que me ocurrió, en vista de la inutilidad de nuestros esfuerzos para desalojar al salton del cañaveral, fué pegar- le fuego. El Jefe Político mandó llamar al dueño de ese pe- queño cañaveral para pedirle su consentimiento; pero sea que efectivamente no estuviera en el pueblo de la Ciénega, Ó que se negara á ir para no verse comprometido á acceder á nuestra pretension, con la esperanza de que su cañaveral sufriera poco con el salton, el resultado fué que nos hizo es- perar bastante tiempo y no se presentó. Despues de mucho esperar, ordené que con la basura y rastrojo de que podiamos disponer tendiéramos una gran faja de combustible de uno y otro lado, capaz de abarcar toda la longitud del plantío, y se le prendió fuego por el lado de donde batia el viento. Entónces la langosta quiso huir, mo- lestada por la humareda, léjos de los focos que la producian, y cuando notamos sus movimientos y el alejamiento del ca- naveral, mandamos prender las otras líneas. Más de la mi- tad de la que huia murió; pero el resto, salvando el rescol- do aún candente, se alejaba del lugar del peligro para pro- seguir su invasion. El medio no era expedito; se consumia una buena canti. dad de combustible sin acabar con los manchones que se cireunscribian; era necesario variar la aplicacion del fuego Ó fijarse en otros procedimientos más adecuados para el lugar. Al dia siguiente, contando cada vez con ménos gente, sa- limos en direccion al N. W., y á cosa de cuatro kilómetros de Zimatlan, ála base de unas lomas de poca elevacion, una infinidad de manchones invadia las mezquinas plantaciones de chile. El terreno era un aluvion profundo. Recordando que en una época, cuando invadida Guatemala por esta pla- ga, el Gobierno, consultando con los Sres. Faustino Padi- lla, Joaquin Valdés y el ilustre Larrava, acordó que para el 12 salton lo más conveniente era abrir zanjas para arrojar en ellas estas larvas, lo puse inmediatamente en ejecucion, ya que el terreno se prestaba á la excavacion, pero modifican- do las dimensiones de las zanjas. Al efecto ordené al jefe de la escolta que el €. Goberna- dor me habia dado, mandara echar pié á tierra á los drago- nes. Armados de ramas lo mismo que algunos indígenas que se ofrecieron á ayudarnos, los formé convenientemente y empezamos á reunir varias manchas en una sola, guián- dolas á un punto determinado; miéntras tanto el Jefe Po- lítico, siguiendo mis indicaciones, ordenaba y vigilaba que se excavase una fosa como de seis metros de largo por uno de ancho, y poco más de profundidad. Cuando el trabajo hubo estado terminado, y reunidas el mayor número posi- ble de manchas con las precauciones que indico en las ins- trucciones,! comenzamos á guiarlas á la fosa; entran las primeras, y cual un torrente que se despeña, en media hora toda la mancha habia encontrado su sepulcro. Tapamos, y animados por el éxito alcanzado, volvimos á abrir nuevas zanjas con el mismo resultado. Seguimos por algunos dias procediendo como acabo de exponer, y en uno de tantos pa- samos á la hacienda de Mejía con cosa de 50 hombres y va- rias de las personas notables de Zimatlan, y 10 hombres de escolta. Tropezamos con que en el lugar donde habia más manchas la tierra arable era muy delgada, teniendo el sub- suelo, á 0.15 metros de profundidad, de una roca ferrugino- sa bastante dura. Entónces resolví concentrar en un lugar circunscrito por basura y rastrojo las manchas, cerrar la entrada y encender el combustible que se encontraba en el centro: cuando ví que huian á la periferia se le prendió fuego simultáneamen- te; mucha murió, pero tambien mucha huyó salvando á brin- cos el rescoldo ardiente. Era necesario la llama viva para que sucumbiera el animal. El procedimiento de círculos po- dia muy bien probar en ese lugar, al ménos en los diversos puntos que presentaba la roca viva á descubierto; pero no creí conveniente ni ponerlo en práctica ni recomendarlo. Esa infinidad de cadáveres que hubiera resultado de aque- 1 Véase Apéndice documento núm. 12. instrucciones sobre la destruccion, etc: 13 lla operacion, expuesta á las influencias atmosféricas al en- trar en putrefaccion, habria traido algunas enfermedades á los de la finca. Convine con el Jefe Político en hacer la per- secucion de la otra manera. La langosta al estado de adulto ó de salton, para pernoc- tar se acumula en los árboles, arbustos y matorrales, y en- tumecida, ya sea por el abatimiento de la temperatura de la noche ó por el rocío, no se mueve del lugar en que per- nocta: por lo mismo le indiqué que á la madrugada, tendien- do petates abajo de los árboles ó matorrales, sacudieran fuer- temente éstos, y reuniendo las puntas de aquellos, las tras- portaran al lugar donde habian abiértose las zanjas ó esta- blecido una fogata. La experiencia me habia enseñado que no en todas par- tes puede abrirse fosa de una profundidad conveniente ni en poco tiempo, y aunque yo creí que por el procedimiento indicado arriba podria atacarse el mal, era muy poco el tiem- po que se trabajaba para destruirla; así es que añadí á mis instrucciones el empleo del bueytron.! Una enseñanza se habia obtenido: las fosas para la des- truccion del salton producian excelentes resultados en los terrenos profundos. Sin motivos de satisfaccion por los auxilios prestados en el desempeño de mi comision, y sin probabilidades para que en lo sucesivo se tomaran en consideracion y obraran de una manera activa en un negocio de tan vital importancia, me decidí á dejar el Distrito de Zimatlan y pasar al de Ejutla, recomendando á la autoridad que obrase conforme á mis ins- trucciones y me participara el resultado. El dia 12 emprendí mi marcha pasando el rio Atoyac, y poco ántes de entrar al pueblo de la Concepcion, pertene- ciente al Distrito de Ocotlan, innumerables bandadas de salton cubrian el camino. Aunque yo ya sabia por las obras de la Comision Ento- mológica de los Estados-Unidos, cuán inciertos son los re- sultados de la aplicacion de la dinamita para la destruccion de la langosta (caloptenus spretus) de aquel país, sin em- 1 Véanse en el Apéndice las instrucciones de Castilla, tercer período de adulto ú sal- ton, números 13, 14 y 15, y las instrucciones para la destruccion de la langosta en los cua- tro períodos de su desarrollo, 14 bargo quise examinar el efecto de la pólvora, para lo cual establecí en un lugar conveniente cuatro minas situadas en los vértices de un rectángulo de cuatro metros de lado, car- gados con libra y media de pólvora. Concentré á ese lugar gran cantidad de salton, hice estallar las minas, á la vez que gran cantidad proyectó en el aire la explosion; pero la ma- yor parte despues de su caida seguia saltando sin haber re- cibido gran perjuicio. Las cercas desde allí ya comienzan á ser formadas por un maguey pequeño, que los norteamericanos llaman maguey bayoneta, y en los distritos Tabasiche (agave ¿sp?), del cual fabrican el mezcal. Estando un gran espacio de ellos cubier- to literalmente de salton, mandé colocar á su pié pólvora y la incendié; la que estuvo al alcance dela llamarada murió; la otra por un momento estuvo como aletargada. El medio de destruccion de la pólvora es incierto y costoso, y no era aplicable para la destruccion de grandes manchas; pero mu- cho se habia dicho en México en su favor. Desde los experimentos que presencié con la dinamita en la Escuela de Agricultura, me convencí de cuán difícil seria aplicarla como un agente de destruccion para este insecto. Acaso para la destruccion de las mangas dela langosta vola- dora pudiera emplearse en cohetes; pero aun así difícil será determinar el ángulo de inclinacion á cada instante para que estalle en la masa, y acaso impracticable, por lo ménos en la presente época, por lo costoso y dificultades consiguien- tes al trasporte. Llegué á Ejutla. Allíencontré un pueblo activo y deseoso de acabar con la langosta: los comerciantes comprendian los perjuicios que se seguirian á la poblacion si no se ponia remedio al mal, y estaban dispuestos á contribuir de la ma- nera que se les designara. El Jefe Político me prestó todo el auxilio que yo deseaba. Al otro dia puso á mi disposicion 500 hombres, de los cuales me llevé para la hacienda de Ta- niche 300. Acompañado del Jefe Político, empezamos á po- ner en planta cuantos medios de destruccion se habian pues- to en ejecucion en las naciones invadidas por este acridio. Los bueytrones, las zanjas, los corrales de fuego, los cír- culos, las fumigaciones, la caza por las noches y al amane- cer, tendiendo al pié de los matorrales donde pernoctaba el 15 salton, frazadas, petates, etc., que servian para recoger y conducir el acridio al lugar en donde se debia enterrar ó quemar, En uno de esos dias, en un terreno junto á la hacienda de Taniche, los saltones se habian apoderado de una cerca: con 400 hombres que el Jefe Político habia puesto á mi dispo- sicion, concentré á ella, en un tramo de 600 metros, cuantos manchones encontré en una extension de 6 kilómetros cua- drados, y poniendo combustible á uno y otro lado de la cerca, y ejecutando las disposiciones necesarias, prendimos fuego, el cual devoró en ménos de una hora como 200 fanegas, se- gun lo que pude calcular, y en el concepto de los hombres prácticos de aquellos contornos. Con todos los auxilios que solícita me prestaba la autori- dad, con la cooperacion de los comerciantes, y sobre todo con la influencia del Sr. Juan Innes, originario de Lóndres y buen vecino de ese lugar, fácil me fué variar y repetir mis experimentos, convenciéndome de la precision y acertadas instrucciones del Consejo de Castilla, en sus sábias y prác- ticas disposiciones para la destruccion de la langosta. Como dichas instrucciones son de pocas personas conoci- das, me tomo la libertad, para darles la mayor publicidad, de insertarlas en el apéndice. Tomando de ellas los elementos necesarios y comprobados, formé las mias con las modifica- ciones que las circunstancias locales me indicaban. 1 Esas instrucciones son el resultado de mis estudios prácticos. El Sr. D. Juan Innes, persona de influencia como he di.- cho, se constituyó (desde que las primeras bandadas asola- ron los campos circunvecinos) en apóstol de una buena pro- paganda. No habia oportunidad en sus negocios, en conver- saciones y hasta en sus transacciones mercantiles, en la que no convenciera é instara á poner en ejecucion cualesquiera medios de destruccion. Una langosta ménos, decia, es un grano más para la alimentacion pública. El secretario de la Jefatura y los Sres. D. Claudio Innes, D. Estéban Márquez y D. Pablo Rios, prestaron á la Comision un apoyo físico y moral, que bastante influyó en los resultados satisfactorios de sus trabajos. Nunca mis palabras serán bastantes para elogiar la con- 1 Véanse en el Apéndice, núm, 15. 16 ducta del C. Jefe Político de ese Distrito. Con un empeño sin límites, en toda la época de mis trabajos me acompañó, animando á la gente que llevábamos al trabajo, á obrar con prudencia y actividad, y cuando aguijoneados por el hambre estos desgraciados pretendian echarse sobre las mazorcas de las milpas, sabiaimponerles el órden sin severidad. Todos, comerciantes y pueblo, coadyuvaron para la destruccion de la langosta en ese Distrito, ménos los hacendados. Hacien- da hubo en que solicitáramos destruirles los millares de mi- llones de salton que la infestaban (para lo cual hasta supli- camos que se levantara la cosecha de maíz que ya estaba en perfecta sazon ), y nada obtuvimos del dueño. Escenas de esta naturaleza con frecuencia se repitieron. Cuando estuve satisfecho de mis procedimientos formulé mis instrucciones, y dejé al cuidado de la autoridad de ese lugar la aplicacion de ellos. De allí me pasé á Miahuatlan. En los demas Distritos, á mi llegada, solamente encontré buenas disposiciones para ayudarme á trabajar, y órdenes del Gobierno del Estado previniéndoles se procediese con actividad á la destruccion de la langosta; pero poco ó nada hacian en este sentido para acatar esas disposiciones. En Miahuatlan alguna gente se tenia en los trabajos. Mucho contribuyó á poner á la gente en accion, la ilustracion de los capitalistas de esos distritos, el temor de ver invadidos los capitales, y sobre todo la influencia de un anciano que es el patriarca de ese pueblo, D. Basilio Rojas; entusiasta por la instruccion y filántropo de corazon, en la invasion de 1854 habia organizado los trabajos para la destruccion de la plaga de la langosta. Desde entónces propuso á la Junta de Beneficencia un re- glamento que, en sus medios de destruccion, está basado en las instrucciones de Castilla, que consta en el Apéndice con el núm. 7, y que en la actualidad se lleva á efecto con algunas modificaciones, tales como que el Jefe Político asu- me las atribuciones de la Junta, los comisionados son los presidentes de los ayuntamientos, etc.; así es que con tales antecedentes, sin egoismo entre los hacendados, y contando con la energía del Jefe Político de este Distrito, fácil me fué repetir lo que habia hecho en Ejutla con los resultados sa- tisfactorios que allí obtuve. 17 Escaso de recursos, determiné volver á Oaxaca para pro- veerme de ellos; pero ántes pasé á Ocotlan, que era el punto donde más pululaba este pernicioso acridio. El 19 de No- viembre dejé á Miahuatlan, pasé á Ejutla, y en ambos dis- tritos dejé mucha gente en sus diferentes pueblos en los tra- bajos de la destruccion de la langosta. Por recomendacion especial del C. Gobernador pasé á la hacienda de San José; allí dí mis instrucciones y seguí á Ocotlan, en donde me dijo el C. Jefe Político que para la si- guiente semana organizaba sus trabajos; le dí mis instruc- ciones, y el 20 en la noche llegué 4 Oaxaca. De vuelta á esa capital, y testigo de la indiferencia y apa- tía de la mayor parte de los hacendados, me acerqué al €. Gobernador manifestándole las dificultades que se presen- taban en la mayor parte de las haciendas para organizar una destruccion fructuosa. Algunos de aquellos solicitaban de las autoridades la cooperacion de los pueblos, pero no querian retribuir ese trabajo. En tal virtud, ordenó al Se- cretario de Estado previniera á los jefes pad pasión conforme á la siguiente disposicion: «Ha llegado á esta capital el Sr. Ingeniero José CU. Segu- ra, de regreso de la expedicion que fué á hacer á los distri- tos del Valle, é informado á este Gobierno del estado y des- truccion de la langosta; y como el C. Gobernador desea que - cuanto ántes desaparezca del territorio del Estado el insecto de que se trata, ha acordado dirija á vd. esta nota para ex- citarlo nuevamente á que por cuantos medios estén á su al- cance procure la destruccion de esa plaga; bajo el concepto de que al dictar las órdenes respectivas hará vd. por que los dueños de las haciendas contribuyan á ese trabajo, dando por lo ménos, á los mozos que se ocupen en perseguir la lan- gosta, las comidas en los dias que se dediquen á destruirla, en caso de que sean invadidos los terrenos de las referidas haciendas. » Pero esta disposicion no tuvo su exacta aplicacion. No se le decia á la autoridad que en caso de infraccion aplicara tal ó cual pena, y los hacendados con esta disposicion, ó per- manecian indiferentes como ántes, ó ya no solicitaban de la autoridad el auxilio de agente. De vuelta de mi excursion tuve el honor de informar á 3 18 esa Secretaría en oficio de 21 de Noviembre, cuyo documen- to consta en el apéndice con el número 8. Miéntras tanto, el C. Joaquin Segura, cuya enfermedad todavía no le permitia emprender su marcha, se ocupaba de dirigir cartas á las personas, tanto del Estado de Oaxaca como de Chiapas, que se le recomendaban ó se le indicaban para adquirir datos; en preparar los ejemplares de langosta para esa Secretaría, así como de gestionar en la Jefatura de Hacienda para que se nos pagara, y del cuidado de la cor- respondencia. En espera de recursos, me ocupé en oficiar á los gobier- nos de los Estados de Chiapas y Tabasco, remitiéndoles al- gunos cientos de esquelas para que las repartieran á las per- sonas que creyeran conveniente, para que á nuestro paso por las capitales de esos Estados recogiéramos las respues- tas al cuestionario que les acompañábamos. Para darles mayor publicidad á los medios que mejores resultados nos habian dado para la destruccion de la lan- gosta, mandé copias á esa Secretaría, así como á los ciuda- danos gobernadores de Oaxaca, Chiapas y Tabasco; pero apremiando el tiempo, pues pronto concluia el período á propósito para la destruccion de la langosta, y encontran- do difícil por aquellos dias el proveerme de recursos, mandé imprimir mis instrucciones, y remití á los Estados invadi- dos un número de ejemplares que creí por el momento su- ficientes, como consta en los documentos que acompaño. Nuestras excursiones á los Distritos de Ocotlan y Zima- tlan fueron frecuentes; y si tenemos que alabar la actividad de los de Ejutla y Miahuatlan, tristeza nos causó ver la apa- tía de las autoridades subalternas para cumplir las órdenes que la superioridad les dictaba, y las instrucciones que, por cuantos medios me sugirió mi inteligencia, traté de conven- cerlos y obligarlos á ponerlas en ejecucion, pero jamas lo conseguí. Las instrucciones que dí, como indiqué á esa Secretaría, prontose generalizaron en el Valleentre los pueblos que más sufrian y que procuraban deshacerse de tan dañino insecto. Con fecha 4 de Diciembre, el Jefe Político de Ejutla, dán- dome cuenta de los resultados obtenidos con las reglas que formulé, me decia lo siguiente: 19 «Comunicacion de Ejutla 4 Oaxaca, Diciembre 4 de 1880. —Sr. Ingeniero D. José C. Segura.— Muy señor mio y apre- ciable amigo.— Tomadas en consideracion las indicaciones de vd. respecto de la langosta, nos están dando satisfacto- rios resultados; aunque ese pernicioso insecto parece mul- tiplicarse maravillosamente, pues á la fecha, segun las noti- cias que se me han dado por las poblaciones del Distrito, se han sepultado en los zanjones abiertos al efecto dos mil qui- nientas setenta y cinco fanegas (2,575); pero no dudo que, siguiendo sus sábias y acertadas disposiciones, dentro de dos meses á lo más se habrá destruido la mayor parte, pues de otra suerte las plantas propias de invierno serian arra- sadas por esa plaga terrible que nos presagia funestas con- secuencias; siendo de notar, con positiva sorpresa, que no respeta ninguna clase de vegetales, dejando á su paso pu- ramente las huellas de la destruccion. Que se conserve bueno son los deseos de quien se repite de vd. afectísimo amigo y S. Q. A.S. M. B.,—P. Brena.—Una rúbrica.» Esta carta tuvo á bien el señor Gobernador del Estado mandarla publicar. El dia anterior recibí del Sr. D. Juan Innes, persona res- petable de aquella localidad, la siguiente: «Ejutla, Diciembre 3 de 1880.—8Sr. D. José O. Segura.— Vaxaca.— Muy señor mio de todo mi aprecio.—El miérco- les 1? del actual fué en mi poder la muy grata de vd, de 26 del mes próximo pasado, y de su contenido quedo enterado de conformidad.— Desde la llegada de vd. á ésta se ha ac- tivado la matanza de la langosta que está tendida en todo este Distrito en grandes partidas; aun no vuela, estando á medio crecer, teniendo tres centímetros de largo. No ha ha- bido heladas hasta ahora. El Supremo Gobierno ha hecho un bien incalculable en haber mandado á vd. á este Estado, pues debemos á su venida la persecucion actual de este in- secto devorador.— A mi hermano y á mí nos señaló el Jefe Político la entrega de diez fanegas de langosta, vá dos rea- les fanega, conseguimos en un rato la mencionada cantidad. — Nuestro mandador (mayordomo) y los mozos del ranchi. 20 to han mandado alguna fanega más.—Los dueños de las haciendas nada han hecho de su parte; quiero decirquenada les ha costado. Los infelices habitantes de las haciendas ha- cen todo.— El miércoles 1? ví entregar cuarenta fanegas en este Ayuntamiento de lo recogido en los alrededores única- mente de esta villa en dos horas. La entierran léjos de la poblacion en zanjones.—Tanto mi hermano como yo y toda mi familia, corresponden á vd. sus finas memorias, y deseán- dole á vd. felicidades en su viaje á Chiapas, me suscribo de vd. atento amigo y seguro servidor Q. B. S. M.—Juan 4. Imes.— Una rúbrica.» Por un incidente supe que en Ejutla y Miahuatlan no era posible pasar por los lugares donde se enterraba la langos- ta, á consecuencia del desarrollo, por la putrefaccion, de una pestilencia insoportable. Temiendo mayores males, el 16 de Diciembre me puse en camino, ordenándole al €. Joaquin Segura que tan pronto como recibiera la contestacion á unos telegramas que dirigí á las estaciones telegráficas del Es- tado, pidiendo noticia de la langosta, me avisara por un pro- pio para ordenarle el camino que deberia seguir. Visité los pueblos del Distrito de Ocotlan, donde como en Zimatlan, ví con sentimiento que nada se hacia para diez- mar la plaga; pero en Ejutla y Miahuatlan se trabajaba con actividad y mis instrucciones se llevaban á efecto con escru- pulosidad : en cuanto á los rumores de infeccion que se de- cia, no eran ciertos. En el primero de esos distritos el Jefe Político habia im- puesto una contribucion á todos sus habitantes, de seis al- mudes por persona, y de cinco á diez fanegas á los comer- ciantes, cuyas cantidades fueron fielmente entregadas por peso, y la mayor parte en exceso al duplo y al cuádruplo. Las señoras (como lo participo al C. Gobernador del Estado en un informe que me pidió, y el cual consta en los documen- tos que adjunto ) tambien contribuyeron á la destruccion de la plaga, saliendo personalmente á perseguirla y cazarla. La langosta tocaba á su último período de desarrollo: en- traba al estado de voladora ó insecto perfecto, é iba á ter- minar el tiempo á propósito para su destruccion. Los distri- _tosde Ejutla y Miahuatlan habian conseguido casi extinguir 21 la plaga de sus pueblos; pero los demas distritos invadidos del Estado de Oaxaca nada habian hecho, á pesar del em- peño del €. Gobernador y de la publicidad que se dió á mis instrucciones. El 26 de Diciembre regresé á Oaxaca, pasando ántesáSan Cárlos por Mixtepec, en donde se me incorporó el €. Joaquin Segura. Por todas partes encontré la langosta próxima al estado de voladora. En vista de este apremio de tiempo, mandé mis instrucciones impresas álos lugares que creí con- veniente. Se han desaprovechado los momentos preciosos para destruirla, dejándola crecer y desarrollarse sin inquie- tarla; la naturaleza puede venir en nuestro auxilio para restablecer el equilibrio en la creacion, pero debemos ayu- darla en los momentos propios: para ello, de Setiembre á mediados de Diciembre en nuestros climas, nos presenta la langosta el período más á propósito para destruirla. En Ejutla y Miahuatlan se habian matado millares de mi- Mones de larvas: ! mucho se ha disminuido el mal inmedia- to que amenaza el valle de Oaxaca, pero aun queda mucho por hacer. Las autoridades deben desplegar mucha actividad en la ejecucion de los medios destructivos, y nuestros legislado- res fijarse en las leyes propicias para que con equidad y jus- ticia todos concurran á la destruccion de este devastador ortóptero. Uno de los inconvenientes que á mi juicio ha venido á ser un obstáculo para combatir á la langosta con resultados satisfactorios en todos los lugares que ha invadido, es que á la clase proletaria y á nuestros indígenas se les ha impues- to por la autoridad local li obligacion de exterminarla sin ser retribuidos por su trabajo, resultando perjudicado el po- bre: por otra parte, los ejecutores de las disposiciones, ge- neralmente de la misma clase y condicion, teniendo que vi- vir de su trabajo como aquellos, no son remunerados por los dias que pierden, unos en el trabajo y los otros en la vi- gilancia: de ahí resulta el que nada se haga en el particu- lar; pero si una disposicion legislativa al tener noticia de 1 En mi comunicacion relativa decia que 704.903,040 langostas matadas en el distrito de Ejutla, pero ésta sólo de la cantidad que se llevó cuenta en la contribucion que impuso el Jefe Político, fuera de la que se quemo. 22 la proximidad de la invasion, impusiera una contribucion para formar un fondo con que sufragar los gastos que se erogaran en la extincion de la plaga, no se veria esa indo- lencia que hoy espanta. Los esfuerzos de la gente trabajadora de los distritos in- vadidos, auxiliada por los recursos pecuniarios del Estado ó Estados y aun de la Federacion, darian fructuosos resulta- dos. Ahora la gente se alarma temiendo una invasion; en los momentos en que se verifica, por uno, dos ó tres dias se sacrifica y trabaja, pero no puede soportar dos ó tres me- ses de faenas sin remuneracion, porque su subsistencia de- pende de lo que le produce su trabajo, y de allí la causa por- que todos los pueblos generalmente poco ó nada han hecho en pró de la destruccion del insecto. El mal no es irremediable; sólo se necesita que los gobier- nos en su sabiduría decreten los medios legales, vigilen y ayuden pecuniariamente á los pueblos invadidos. Miéntras eso no sea, tendrémos siempre á nuestros oídos las lamen- taciones de los pueblos próximos á ser invadidos, la grita y apatía de los mismos, y el mal avanzará causando desastres que medidas prudentes evitarian. La historia de invasiones anteriores nos enseña que siem- pre se ha procurado formar un fondo para subvenir á los gastos de extincion, y ántes de nuestra emancipacion social regian las Ordenanzas de Castilla, y en la invasion de 1804 la autoridad civil y eclesiástica del entónces Departamento de Oaxaca, el Intendente Mora y Pascal y el Obispo Ver- gosa, gastaron grandes sumas de pesos en la destruccion de este insecto. Entónces se vió desplegar grande actividad para salvar ese Estado. En la invasion de 1853 á 1856, los escritores de aquella época en aquel Estado se quejan de las dificultades que se presentaron por falta de fondos para conjurar el mal. Gentes interesadas en el bien público gestionaron ante el gobierno del General Santa-Anmna, pidiendo auxilios que no les fueron concedidos, y por cuya causa tuvieron que su- frir los Estados de Veracruz, Puebla, Querétaro, parte del antiguo Estado de México, Guerrero, Michoacan, Colima, parte de Guanajuato, etc. En la presente invasion, el Estado de Oaxaca parece que 23 se ha connaturalizado con la plaga; pocos, muy pocos esfuer- zos han concurrido á su destruccion, pero es urgente levan- tar de esa apatía á los pueblos de los Estados invadidos, para que no se vaya á aclimatar como en el de Tabasco. La Comision, viendo las dificultades que se presentaban para proveerla de recursos, y viendo la mayoría de los man- chones de langosta que comenzaban á levantar su vuelo, haciéndose en lo sucesivo difícil su exterminio, así como habiendo dado publicidad á sus trabajos, creyó oportuno indicar á esa Secretaría lo extemporáneo de la comision, y así lo manifestó en su oficio de 26 de Diciembre del año próximo pasado. La Comision no se concretó (como se deduciria de lo ex- puesto) á ensayar y modificar, segun las circunstancias lo- cales, los medios de destruccion de la langosta, teniendo en cuenta los resultados que como más eficaces se han reco- mendado, sino que procuró, por cuanto medio pudo, hacer patentes los desastres que traeria al individuo y al Estado la apatía de los pueblos; trabajó con el empeño que le im- ponia su mision; y si 4 pesar de sus afanes no llegó al fin que se propuso, la tardanza en su partida, las dificultades en proveerse de recursos, esa misma apatía de los pueblos y una necia supersticion, fueron los obstáculos para dar cima á la honrosa mision que se le confió. La escasez de obras entomológicas en nuestras bibliote- cas públicas, ha hecho que la Comision, al hacer la clasifi- cacion del insecto, le asigne una especie á reserva de recti- ficarla despues; y aunque segun las obras qua ha consultado presenta todos los caracteres, sin embargo, se ha visto en la necesidad de consultar al eminente entomologista frances Mr. Sallé, y si la opinion de este sabio no conviniere en la especie, hará la aclaracion correspondiente. En cuanto al monstruoso ejemplar de la langosta que llaman reina, lo describo, y condicionalmente le asigno el género Tropidacris: tambien lo he consultado con dicho pro- fesor Sallé. 24 Como complemento al apéndice damos cabida á un tra- bajo del Dr. Cárlos Berg, publicado últimamente en los ana- les de la Sociedad Científica Argentina, sobre la sinonimia y distribucion geográfica de la langosta peregrina. México, Febrero 21 de 1881.—José €. Segura. Jefe, INGENIERO JOSÉ C. SEGURA. COMISION: ; Ayudante, JOAQUIN SEGURA. 25 SEGUNDA PARTE. La langosta que en distintas ocasiones ha invadido al país, presenta los caracteres siguientes: Cuerpo grande, de cuarenta y ocho milímetros, alargado, moreno rojizo, sub- comprimido, cabeza con cuatro quillas, relieve frontal entre las antenas, convexo y ancho; los dos relieves centrales que parten del vertex se estrechan hácia el tercio de su longitud hasta la foseta donde está la ocela, y de allí parten para- lelos hasta la extremidad del epistomo; ojos oblongos com- puestos y prominentes, tres ocelas, antenas largas y filifor- mes de veinticuatro artejos; penúltimo artejo de los palpos más corto que el último; labio arredondado, más ancho que largo, escotado en su medio, correoso, membranoso, cubrien- do completamente las mandíbulas; amarillo rojizo; éstas cortas, fuertes y voluminosas, con cinco dientes y un tubér- culo morenos; palpos labiales de tres artejos, barba divi- dida. Pronotum comprimido y prolongado hácia atrás sobre la base de los élitros, y arredondado, rojo pulga con una raya amarilla enmedio, que se extiende desde el vertex y termina en punta en la mitad de los élitros, y dos rayitas morenas paralelas á los lados. La raya amarilla en la larva es negra y termina en la mitad dorsal del abdómen. En la langosta adulta ya vieja desaparece reemplazándose por una quilla delgada y poco elevada; órganos alares heteró- meros, pronotum provisto de un cuerno recto y velloso, mesosternon y metasternon planos con una impresion en . 4 26 figura de cáliz; élitros estrechos y más grandes que el cuer- po, semicrustáceos y rojo pulga en la base, reticulados y trasparentes en los campos cerrados en la estacion, hasta la extremidad; venados con manchas cuadradas, morenas; el borde marginal amarillento. Alas perfectamente desar- rolladas, plegadas como abanico, y extendidas, abarcando un cuarto de círculo, trasparentes y reticuladas, de la lon- gitud de los élitros sobrepasando la longitud del abdómen. Patas robustas; las ancas del primer par tienen por encima un diente triangular corto y plano ligeramente encorvado; muslos posteriores propios para el salto, amarillo leonado manchado de moreno, más cortos que el abdómen, dilatados en la base; las caras interna y externa ofrecen cada una un compartimento, donde está engastada entre los bordes sa- lientes una escultura ó impresion en figura de fronda de helecho. A lo largo de la cara interna y cerca del borde in- ferior, hay una ranura donde se coloca la pierna á voluntad del animal; el borde superior está finamente dentado. Pier- nas posteriores largas y delgadas, rojo bermellon, con las extremidades de las espinas negras. Tarsos de artejos con una pelota entre las uñas. Abdómen subcomprimido, aqui- llado por debajo, ocho anillos articulados; apéndices abdo- minales del macho, anchos en forma de paleta, cuadriláte- ros, con la placa subgenital un poco prolongada y escotada á su extremidad. La coloración general es moreno—rojiza y los élitros ama- rillentos. Por todos estos caracteres este insecto pertenece al órden de lós ortópteros, subórden de los ortópteros ó la tribu de los acridianos, al género acridium y á la especie peregrinum, variedad rosada. Hay entre las bandadas del acridio descrito, otro que se presenta con rareza, pues en los grandes enjambres no lle- ga á cien de estos individuos. Le llaman reina, pero se en- cuentran mezclados indistintamente, y no son ellos los pri- meros en sus movimientos, sino que siguen los ejecutados por alpartida. Los caracteres son lossiguientes: Difieredela an- terior en el cuerpo, que es de setenta y tres milímetros de lar- go, subeomprimido, voluminoso; cabeza grande con cuatro quillas; las laterales rugosas, anchas; las del relieve frontal cortas y delgadas, en forma de Y, llegando sus ramas inferio- 27 res paralelas hasta el borde superior del epistomo. Relieve entre las antenas corto y convexo, ojos ovalares con puntos amarillos. Epistomo ancho y granuloso, circunscrito late- ralmente por las quillas rugosas, amarillo leonado ribetea- do de negro en su borde inferior, Labro grande, ancho, más corto que el epistomo, moreno con tres surcos convergen- tes hácia el epistomo y terminados á la mitad de la longi- tud del labro profundamente escotado en su borde inferior, no cubriendo completamente las mandíbulas; éstas cortas, fuertes, gruesas, negras y dentadas en su borde; palpos maxilares amarillos, de cuatro artejos, el penúltimo más cor- to que el último; barba dividida. Pronotum rugoso, amari- llo, comprimido lateralmente, prolongado en punta hasta la base de los élitros, con una cresta de cuatro lóbulos morenos que están situados en la mitad anterior con cuatro surcos trasversales sinuosos á los lados, terminándose hasta la di- vision de los lóbulos. Prosternon con una espiria gruesa y curva. El mesosternon y metasternon planos, con una im- presion profunda cuadrangular. Organos alares heteróme- ros, más largos que el abdómen. Élitros amplios, semicrus- táceos, negros, membranosos en la extremidad, veteados de amarillo leonado. En la estacion el élitro derecho cubre al izquierdo, semicrustáceos hasta la extremidad; en ésta las vetas amarillas determinan con el fondo manchas cuadran- gulares. Alas del tamaño de los élitros perfectamente des- arrollados, plegadas como abanico, de color rojo vinoso, ve- teadas de rojo, ribeteadas de moreno y manchas pequeñas ovalares en la extremidad. Abdómen de cuarenta milíme- tros de largo, cónico, subcomprimido, con una quilla dorsal con ocho anillos articulados, rojizo; apéndices abdominales largos de cuatro milímetros, delgados y morenos; placa sura- nal triangular. Patas robustas, amarillas, con los tarsos de tres artejos, el último más largo, terminado por dos uñas y una pelota intermedia. Muslos posteriores propios para el salto, más cortos que el abdómen, con la cara interna y exter- na excavadas, y una impresion amarillo-pajiza en estos com- partimientos, en figura de fronda de helecho; los bordes su- perior é inferior son morenos; en éste se encuentra en toda su longitud una excavacion para colocar la pierna. Piernas del tamaño del muslo, y amarillas, 28 Por estos caracteres se trata de un ortóptero de la tribu delos acridianos, cuyo género es el tropidacris, y la especie está por determinar. Aunque eminentes entomologistas extranjeros han seña- lado como oriunda de nuestro país una variedad del acridium peregrinum, sin embargo, ninguna de las dos especies que nos invaden en la actualidad tiene su orígen en nuestro ter- ritorio. Varias opiniones se han emitido sobre este punto; pero hasta ahora todas son hipotéticas. En 1856, los comisiona- dos por la Escuela Nacional de Agricultra de México, para dictaminar sobre los medios de destruccion de la langosta que entónces invadia el país, convenian con la opinion más generalizada de que era originaria de la América Central; otros suponen que su cuna está situada en los puntos altos de Guatemala ; algunos la hacen originaria de las llanuras cubiertas de zacaton que existen entre Belice, México y Gua- temala, y por último se cree, con bastante razon, que de la América Meridional nos viene esta plaga, asolando en su paso la América Central. Dos opiniones de personas respe- tables por su posicion y saber vienen robusteciendo esta creencia: la una, el Sr. Grimaldi, Director de la Escuela de Agricultura de Quezaltenango en Guatemala, me dice en carta del 6 de Enero del presente año, hablando de la lan- gosta: ““Por este país ha pasado siempre de tránsito, dete- niéndose el tiempo necesario para arruinarlo, y comienza por los Estados del Sur, invadiendo primero á Nicaragua, Honduras, el Salvador, y por último á Guatemala, de don- de vds. lo reciben. Supongo que su cuna está en la Amé- rica del Sur.” El Sr. Abela, en carta que publicó en 1876 sobre la langos- ta que devastaba en ese año algunos puntos del Estado de Veracruz, marca como sigue el itinerario de la que invadió ála República en 1853 á 1857: “Apareció la langosta en 1852 en Costa Rica (Centro América.) Venia de la Nueva Gra- nada, por lo que casi se puede asegurar que su marcha es de E. 40. En el mismo año invadió el territorio de Nicaragua, parte del de Honduras y el Salvador, y al siguiente, 1853, la República de Guatemala, comenzando porel departamen- to de Chiquimula.” 29 Más todavía: en el informe que el ingeniero encargado del camino de Tabasco á Chiapas rinde á la Secretaría de Fo- mento con respecto á este mismo asunto, hay un párrafo que dice: “No he podido averiguar su orígen, si bien sé que pro- viene de la América Meridional, y que por cierta tendencia que posee de irse alejando hácia el N., ha recorrido sucesiva- mente aquellas regiones pasando por las Repúblicas del Cen- tro, hasta tocar el territorio mexicano donde habita hace más de treinta años.” Las opiniones que he consultado de nuestros compatrio- tas que habitan los Estados invadidos, es unánime en creer ó sospechar que esta plaga nos viene de la América del Sur. Por tales razones creo que está comprobado que este or- tóptero tiene su zona permanente en la América Meridional. Cuál sea el punto de donde párte para sus inmigraciones en aquella América, no se sabe, ó por lo ménos lo ignoro: el Sr. Director de la Escuela de Agricultura de Quezaltenan- go ofrece comunicarme los datos que ha pedido á Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Chile: tal vez de ellos se pueda saber el lugar de orígen de este acridio. En mi concepto la causa que obliga á estos insectos á emi.- erar á la zona subpermanente y temporal, es múltiple. Se ha supuesto por ciertas coincidencias que las invasio- nes de estos famélicos acridianos son las precursoras de ma- les tan funestos como el cólera. Si bien es cierto que en nues- tra frontera con Guatemala en el primer tercio y en la mitad del siglo actual las invasiones han precedido ála terrible epi- demia, la historia de estos insectos en todas las partes del mundo invadidas, prueba que el número infinito de cadá- veres de langostas en descomposicion puede ocasionar epi- demias; pero estas son las consecuencias de la fermentacion cadavérica que emitiendo sus miasmas envenena la atmós- fera; mas hasta ahora no está plenamente demostrado en el antiguo mundo su influencia precursora. El Sr. Grimaldi cree que hay ciertas condiciones geogé- nicas que preparan de tiempo en tiempo la vida de estos ortópteros en una escala tan amplia, que rebosa en forma de grupos devastadores dominando y extirpando otras exis- tencias, hasta que pasadas esas condiciones, vuelve á tomar la vida su fuerza normal, restableciéndose el equilibrio per- 30 dido por el exuberante génesis de una sola especie. Cuáles sean estas condiciones, no las conozco, y creo, como dicho señor, que las investigaciones de la ciencia deberian dirigir- se á este punto. Indudablemente las circunstancias meteorológicas cuya influencia en los fenómenos biológicos y vegetativos es tan marcada, deben de ser una de las causas determinantes de las emigraciones. La falta de datos sobre la materia y la ignorancia del clima normal y de las perturbaciones meteo- rológicas de la zona permanente de este acridio, no permiten decir qué causa determina sus emigraciones y bajo qué leyes. Es probable, como dice Girard, que el instinto de emigra- cion no se desarrolla sino cuando la alimentacion viene á faltarles, y cuando en virtud de ciertos cambios ó anomalías atmosféricas, los parásitos que los devoran se vuelven im- potentes para restringir en sus justos límites esa multitud hambrienta. A estas causas deben relacionarse los movi- mientos de emigracion y no á la gratuita suposicion de que siendo demasiado esquivas las hembras para tolerar á sus machos, y siendo éstos en mayor número que aquellas, hu- yen molestadas por la tenaz persecucion de aquellos hasta que el abatimiento de temperatura les hace advertir que es llegado el momento de la fecundacion y con él el término de su existencia. Desde que en 1775 publicó Bowles sus observaciones so. bre la langosta que invade el Sur de España, en la introduc- cion á la Historia Natural de España, se viene repitiendo como causa de las emigraciones la suposicion que acabo de enunciar, sin que ningun hecho ó atenta observacion hayan dado apariencia de verdad á este error en las diversas inva- siones de nuestro país. Se ha observado en la República que los puntos invadi- dos no llegan á dos mil metros de altura sobre el nivel del mar, por lo cual se puede decir con fundamento que los di- versos puntos de la mesa central á esta altura, ó rodeados de cordilleras que sobrepasan dicha altitud, estarán libres de las devastaciones de este acridium. Las alturas que he consultado ó determinado de los luga- res visitados por la langosta en las diversas invasiones, me dan un máximo de mil novecientos metros; y aunque en el 31 estudio que sobre dicha plaga hizo la Comision nombrada por la Escuela de Agricultura señala 4 San Cristóbal Las Casas como punto de partida de la emigracion de la langos- ta, y cuyo punto está á dos mil metros sobre el nivel del mar, no se ha visto, segun mis informes, en esa capital en nin- guna época semejante plaga; parece al ménos que la que invade á Oaxaca trae su camino por la falda occidental del Soconusco y Sierra Madre, y llegando á Tehuantepec se di- vide, tomando una al N. y otra al S.E., y en las subdivisio- nes en que va fraccionada, vainvadiendo Veracruz, Tabasco, Guerrero, Colima, etc. No sé si acaso de Tabasco parta la plaga para Campeche y Yucatan, ó tomando por la parte alta de Chiapas descienda por la oriental y desierta de Ta- basco á invadir los dos últimos Estados que menciono. Las diversas invasiones de que se conserva memoria da- tan desde1618, 1631, 1634, 1666, 1738, 1775, 1766, 1771, 1799, 1804, 1830, 1854, 1876, y 1879. De donde se ve que no hay un período regular en sus apa- riciones, sino que depende de las circunstancias meteóricas cuyas leyes ignoramos; así es que la supuesta periodicidad de las invasiones en nuestro país es un error nacido de haber hecho idénticas la especie española con la nuestra, y querer aplicar en todo las observaciones que de ella hizo Bowles. Las invasiones siempre se han verificado del fin de la Pri- mavera al fin del Estío, despues de algunos dias de calma y sequedad. Estas se ejecutan parcialmente: una bandada de vauguar- dia se levanta y emprende su marcha cuando el dia está bien caliente y claro; poco despues otra y otra, hasta que cesando las causas determinantes concluye la invasion. Las bandadas ó mangas están formadas de varios grupos que caminan, segun lo ha observado el naturalista Alejan- dro Leon en su hacienda de Cocoprieto (Estado de Oaxaca ), de la manera siguiente: miéntras el trozo de vanguardia ha hecho alto en los montes ó en los rastrojos y comete allí sus depredaciones, el trozo que le sigue se adelanta, y así con- tinuamente se remudan los trozos en su camino, de manera que parece que una sola manga camina todo el dia. El Sr. Cárlos Gris, de la Magdalena, dice: “Aparece la langosta como la polvareda de un ejército inmenso á mar- 32 cha violenta. Su aleteo se asemeja al ruido que produce una gran corriente de agua.”! Una multitud de insectos en su marcha caen de estas legiones siniestras, heridos ó matados por su presion mútua. Estas famélicas cohortes emigran en bandadas compues- tas de un número de langostas que espanta la imaginacion. El Jefe político del Distrito de Ejutla participaba con fecha 30 de Julio del año próximo pasado al Secretario de Go- bierno del Estado de Oaxaca, que el pueblo de Coatecas Al- tas habia sido invadido por una manga de langosta que te- nia de extension cuatro leguas de longitud y una de latitud, masa compacta. Generalmente los pueblos, para evitar en las invasiones el que las langostas se posen en sus terrenos, ó para levantar las que se han sentado en ellos, producen grandes ruidos y humaredas, y en algunos clavan morillos ó varas con obje- tos grandes en la punta para espantarlas, como papel ó tra- po; pero estos medios no surten el objeto deseado cuando caminan en grandes masas y ya están cansadas; cuando ha llegado el período de la aovacion, y cuando los dias están nublados, entónces, como dice el naturalista de la Comision de límites, «no hay poder humano que las levante de un lu- gar ó que las haga continuar más allá de lo que á ellas se les da la gana en su peregrinacion.» Un hecho sobre el cual el Sr. Grimaldi me llama la aten- cion, es el siguiente: Estando enuna de sus haciendas situa- da en la República del Salvador, revisando unas cercas, le sorprendió una mañana la abundancia de grillos, y llamán- dole la atencion á un campesino anciano que le acompañaba, le dijo que indudablemente se acercaba la langosta, pues la abundancia de grillos precedia siempre á la langosta, y este pronóstico se cumplió. Y el Sr. Estéban Márquez, de Eju- tla, en carta particular me dice: “Poco ántes que la langos- ta nos invadiera, pasaron algunas partidas de caballitos ú ortópteros; este hecho parece que se manifestó en la línea que traia.” Efectivamente llamó la atencion de los pueblos del Valle Grande (Estado de Oaxaca) estas libelullas por el número 1 Siglo XIX, tom. 78, núm. 12,639. 33 de individuos que componian las partidas, por traer la mis- ma direccion de S.E. que el acridio; pero ¿habrá alguna re- lacion entre estos fenómenos, ó los estados térmicos é higro- métricos que favorezcan la procreación de unos, influyen en la multiplicidad de los otros? Me faltan datos para despejar esta incógnita: la observacion de los fenómenos que concut- ren para el desarrollo anormal de este acridio en su Zona permanente, resolverá este problema. En la presente invasion los Estados de Chiapas y Tabasco lo han sido desde 1879. El año pasado ha extendido sus des- trozos al Estado de Oaxaca y parte del Estado de Veracruz. La inmensazona invadida se extiende, con algunas peque- ñasinterrupciones, desde Zimatlan hasta la América del Sur, por la falda occidental de la Sierra Madre, invadiendo Gua- temala. Sus ramificaciones se extienden á Tabasco y á una parte bien pequeña del Estado de Veracruz. En el presente año es más que probable que invada á los Estados de Veracruz, Puebla y Guerrero. Las partidas que vienen del SocOntsco muchas se enmara- ron, expresion que quiere decir que cayeron al mar cubrien- do con sus cadáveres una gran parte de las playas del Pa- cífico, y otras nos invadieron hasta el Valle Grande en Ju- nio y Julio de 1880; venian dejando en su camino alguna langosta para aovar; pero el grueso de la manga llegó hasta Zimatlan ; allí una parte hizo su aovacion y la otra retroce- dia disminuyendo su número por la que se iba quedando á hacer su postura en los lugares por donde atravesaba, lle- gando á observarse las partidas de regreso á Tapanatepec, pueblo limítrofe con Chiapas en el Estado de Oaxaca. La cópula se verifica de Mayo á Agosto en nuestros cli- mas. Esta funcion se verifica de una manera muy curiosa. El macho salta sobre la hembra, la abraza con sus cuatro patas anteriores y saca poco á poco el pene, abre las valvas de la hembra con una de sus patas posteriores, toma éstas con los dos cercos y en un momento introduce el pene en la vulva, se hacen gemelos,! y se ve una y rep inmensa. Las patas posteriores del macho las mantiene en el aire, 1 A este acto llaman en el Estado de Oaxaca encuacharse. 5 34 de manera que no toca en el cuerpo de la hembra ni á su plano de posesion ; ésta camina, salta y vuela bastante léjos, cargando siempre á su macho que no le deja hasta que aca- ba la cópula, la cual dura de cinco á seis horas. La postura la verifican en terrenos blandos ó arenosos y limpios, y en las rozas, para lo cual la hembra introduce en la tierra la extremidad de su abdómen apoyándose sobre sus patas, con los tarsos de todas éstas colocados de plano sobre el suelo. Sus cuatro valvas plegadas sirven como de taladro, cuyo efecto se aumenta con la presion del macho que se coloca sobre el dorso para abrir un agujero vertical y cilíndrico, de base de tres á cuatro centímetros de profun- didad, ejecutando para esto una semirotacion, y en cada una de éstas las valvas se abren para mantener el agujero abierto y permitir que el abdómen se introduzca casi todo, exten- diendo considerablemente sus anillos y estando entónces perpendicular al cuerpo. Los huevos los va colocando uno despues de otro, en una posicion vertical, cubriéndolos ó embarrándolos de un lí- quido blanco, albuminoso y espumoso que sale del cuerpo de la madre. Ésta saca poco á poco su abdómen del agujero cuando ha terminado de poner, y lo tapa 'con la misma ma- teria espumosa, aplastando el orificio tambien con sus val- vas sin dejar señal. Esta espuma se pone morena al secarse y se apelmaza con los granos de tierra, de manera que que- dan encerrados los huevos en la cavidad cilíndrica de un terron, tapados con un casquete de la misma materia, del diámetro del abdómen de la hembra. El Sr. Alejandro Leon cree que las langostas hembras no cavan su nido ni posan sus huevos de dia, sino de noche, porque de lo contrario, dice, en tantas como habia en los campos le hubiera sido fácil ver una que otra ocupada en este trabajo, lo que nunca llegó á observar, á pesar de que recorria muy á menudo dichos lugares. Hace observar tam- bien que cuando las langostas no están para poner, pasan la noche en los árboles, y en los dias de la puesta la pasan en el suelo. “El Sr. Grimaldi dice: Tarda en las labores del parto y en- terramiento de los huevos dos ó tres dias, desapareciendo durante la última noche; y no sabe si ha volado para reti- rarse, ó si se han sepultado todas las parejas, como mueren otros varios insectos sujetos á la metamórfosis.” En los lugares calientes donde tanto abundan las hormi.- gas arrieras (Uíidoma mexicana) y otras especies, grandes tropas invaden los agujeros para extraer los huevos que conducen á sus nidos, y así destruyen grandes cantidades. Las opiniones en este punto están muy divididas. Más de veinte son los testimonios que poseo de que tanto la hem- bra como el macho mueren despues de la fecundacion y ao- vacion; pero como dice muy bien el Sr. Montes de Oca, na- turalista de la Comision de límites, que respecto de la muer- te de estos animales, la única prueba que dan los hacenda- dos es que en sus terrenos han encontrado algunas veces grandes cantidades de cascaritas y despojos de estos insec- tos, despues que los han visto copular. El Sr. Leon, inteli- gente naturalista y buen observador, dice que en la aova- cion que se verificó en sus terrenos á fines de Agosto del añío próximo pasado, estuvo el suelo cubierto de hoyitos y un inmenso número de langostas muertas. En mi excursion al Valle Grande, cuatro meses despues de la reproduccion, observé muy pocos cadáveres de langosta, aun cuando me decian que habian muerto todas las que allí aovaron; acaso los diversos insectos carnívoros que allí abundan, acabaron con la mayor parte de los despojos. El Sr. Nieto, de Córdoba, en las observaciones que hizo en 1856, cree que la fecundidad de la hembra en la vertiente oriental de la cordillera es mayor que en la occidental, y que ésta hace dos posturas, y que á diferencia de la langosta eu- ropea, tanto la hembra como el macho siguen viviendo des- pues de la fecundacion, prosiguiendo sus destrozos. Yo creo que sólo hace una; los ejemplares de langostas desaovadas que presenté á la Secretaría de Fomento, presentan un es- tado patológico tal, que no dejan duda de la imposibilidad de seguir viviendo despues de esta funcion. Por otra parte, la langosta invasora en el Estado de Oaxaca fué la nacida en la parte más meridional del Estado de Chiapas, en el año pasado; ¿cómo explicar que la langosta sigue viviendo des- pues de los actos de reproduccion, cuando en casi todos los puntos invadidos despues de la aovacion se encuentran sus despojos? 36 La Comision de la Escuela de Agricultura aceptó la hi- pótesis del Sr. Nieto, para explicar la presencia en Colima del Tropidacris, creyendo que este monstruoso acridiano era el resultado del incremento que el peregrinum adquiria con el tiempo despues de un primer acto genésico; pero ahora como entónces, estos individuos se encuentran con rareza en las mangas, y no es de suponerse que tan escasísimos in- dividuos sobrevivieran; pero aun suponiendo esto así, ello constituiria una excepcion que no hace la regla ni establece una ley. El conjunto de los huevos tiene la forma de la espiga de trigo, de veinticinco á treinta milímetros de longitud, y de seis á siete de diámetro, en número de cincuenta á cien hue- vos, de un color gris pálido, elípticos, de seis á siete milíme- tros eje mayor, y de uno y medio á dos milímetros eje tras- versal. Los del centro deprimidos lateralmente, los de pe- riferia de un solo lado; aglutinados por una sustancia dura y quebradiza que permite separarlos fácilmente, se hacen infecundos expuestos á las influencias atmosféricas. Si se observa aisladamente cada huevo, se ve en uno de sus ex- tremos un estrechamiento sobre el cual está una esferita de medio milímetro de diámetro. Examinado al microsco- pio, se ve al interior del centro á la circunferencia, una sus- tancia vitelina amarillo de oro, dura, brillante y envuelta por una membrana trasparente y colorida, de amarillo pa- jizo, formada de celdillas muy delicadas; más exteriormen- te se encuentra una envoltura cortical, gruesa, dura y que- bradiza. Los huevos empollan de los treinta á los cuarenta dias, segun la temperatura del lugar. En Guatemala y en nues- tra frontera meridional parece que á los veintidos dias. Se dice tambien, siguiendo á Bowles, que duran algunos dias despues de salidos del huevo, formando tortas y ali- mentándose del rocío, y que este período es el más á propó- sito para su destruccion. Ninguna narracion de personas inteligentes que poseo, de los lugares que actualmente es- tán invadidos, me confirma este hecho: ántes por el contra- rio, los Sres. Pablo Rios, de Ejutla, y Camilo Barroso, de Zimatlan, me dicen que salen de la tierra y comienzan sus depredaciones; yo he visto saltones de un color oscuro, que 37 es el que tienen en sus primeros dias, caminar con los de- mas de la mancha, devastando como aquellos cuanto á su paso encontraban. Las larvas tienen la figura del animal adulto; difieren en el color, que es amarillo; las manchas moreno—rojizas del adulto están reemplazadas por manchas negras, y la raya del pronotum y del vertex es negra. Se dice que á los pri- meros dias es áptero, pero veinte dias despues comienzan á salirle las alas. No se sabe cuál es el intervalo que hay de muda á muda en la República; pero M. H. Lúcas, que ha estudiado esta especie en Argel, dice que presenta cinco mudas, las tres primeras ápteras; la primera cinco dias despues de la sali. da del huevo, la segunda á los seis dias despues de la pri- mera, la tercera ocho despues de la segunda; á los nueve dias de ésta se verifica la cuarta, teniendo ya rudimentos de alas; la quinta á los cuarenta y cinco dias despues de haber salido del huevo, en que el animal llega al estado de insecto perfecto. En nuestras latitudes indudablemente varían los intervalos de estas evoluciones, pues he observado que la última muda se verifica á los ochenta ó noventa dias de na- cidos. Son evidentemente herbívoros, y en este período has- ta el de la reproduccion es cuando son más voraces, y es cier- tamente el período que he reconocido más á propósito para destruirla despues del período del estado del huevo. Su voracidad se comprende por el hecho siguiente: Inva- dida la ranchería de Soritana, hoy barrio de Ejutla, por los saltones, éstos penetraron hasta el interior de los jacales donde se encontraban las mujeres moliendo el nixtamal. És. tas los comenzaron á espantar, pero su trabajo era infruc- tuoso, porque por más que mataban, siempre habia los su- ficientes para cubrir literalmente los bastones ó bolas de masa: comprendiendo la inutilidad de sus esfuerzos, aban- donaron sus chozas dejándolas presas de la voracidad de es- tos insectos. En Santa Marta y otros puntos, casos de igual naturaleza se presentaron. Los saltones pernoctan, como la adulta, sobre los árboles y matorrales, y caminan en grupos compactos; pero cuan- do algo los inquieta, aceleran su marcha brincando y se des- perdigan, volviéndose á reunir cuando la causa ha cesado. 38 Brincan cuando más sesenta centímetros de altura, y avanzan en cada brinco una extension máxima de ochenta centímetros. Atraviesan con facilidad nadando las peque- ñas corrientes de agua, y en las de alguna consideracion buscan el paso aun cuando tengan que andar algunos kiló- metros. Comienzan sus expediciones de las diez de la ma- ñana en adelante, hasta cosa de las cuatro de la tarde. En los dias nublados ó frios permanecen aglomerados á los ve- getales. Las manchas de salton no siguen siempre una misma di- reccion, sino que avanzan ó retroceden, pero siempre por el mismo rumbo. Cuando por lo avanzado de la estacion el abatimiento de temperatura les obliga á emigrar, lo hacen hácia los lugares más calientes. Les agradan los lugares hú.- medos y calientes. En las horas más calientes del dia se sombrean debajo de los vegetales. Cuando en sus marchas alguna se enferma ó por cualquier accidente está moribunda, las demas se la comen. Su fuerza vital es asombrosa. En mis excursiones, falto de éter y de cloroformo para matar las que iba á conservar para mi co- leccion, las clavé vivas con un alfiler y las guardé en mi caja; á los diez dias que las observé, estaban vivas. Algunas personas han aislado en un lugar conveniente varias langostas, y privadas de alimento, han durado vein- tidos dias vivas. Generalmente atacan á los vegetales tier- nos; pero á falta de éstos destruyen hasta los leñosos, ocu- pándose la mayor parte del dia en comer, pues su digestion la hacen violenta. Como todos los carniceros aprisionados en comun, se de- voran mutuamente. Las heladas les perjudican como á las adultas; el grani- zo les produce poco efecto. En Ayoquesco cayó una grani. zada que cubrió completamente muchos manchones de sal- ton; al dia siguiente los manchones seguian su camino, sin observarse diminucion en su número. Parece que en su voracidad sólo respeta ciertos árboles lechosos de conocidas propiedades venenosas. En el Sene- gal no ha atacado al Eucalyptus;! pero excepto éstos, todos 1 Bulletin de la Société d' Aclimatation, année 1865, pag. 45, 39 los demas vegetales ha devorado, cualquiera que haya sido su naturaleza. El período más temible por sus depredaciones, es desde la última muda hasta la época de la reproduccion; provisto de alas, hace sus emigraciones lentas pero devastadoras. Este período dura de Diciembre á Agosto en la República; pero sus invasiones á climas más septentrionales las ejecuta desde Junio, destruyendo entretanto los lugares calientes. Si se fija uno en la direccion que estas hordas invasoras llevan en el Antiguo Mundo, se ve que, como en el nuestro, traen simpre una direccion $. ó $. E., caminando, no de una manera continua, sino con intermitencias, y retrocediendo, no porque una corriente de aire las obligue á ello, sino que llegando á una altura ó latitud cuya temperatura sea infe- rior á la que están acostumbradas, vuelven á aquellas de donde han partido. En este período es cuando estas turbas famélicas son des- truidas por diversos animales; la zorra ó gato de monte (Vulpes Virginianus), el gato, los cerdos, las aves; pero los que hacen mayores destrozos en las mangas, son las siguien- tes: el Polyvorus Anduboni, Cercus Hudsonius, Bluteo Pte- rocles, Urubitinga Authacena, los zanates (Quescalus ma- crourus ), los cuervos (Corvus corax) y los tordos. La naturaleza tambien ayuda al hombre; para restable- cer el equilibrio viene el desarrollo de séres que, con encar- nizada voracidad, destruyen millones de millones de estos acridios. En algunas langostas de las turbas invasoras que llega- ron á Ejutla el año pasado, se observó un parásito; segun el Sr. Márquez, es un gusano interno situado en el tórax, que le parece producia la muerte. En Miahuatlan, en el mes de Diciembre del año próximo pasado, observóse tambien que la langosta se enfermaba y moria, cuya muerte la oca- siona un helminto del género Gordius que se cria dentro del abdómen. Hablando de este parásito Mr. Girard, dice: “Despues de cierto tiempo de permanencia en el abdómen de sus vícti- mas, estos parásitos salen del abdómen de los insectos adul- tos, porque están obligados á emigrar en el agua, en el fango ó en el humus para adquirir al estado libre un grado de eyo- 40 lucion más perfecto y la facultad de reproducirse. Los em- briones salidos de los huevos depositados en la tierra vege- tal, ganan la superficie, se arrastran allí; de esta manera pe- netran en el cuerpo de las larvas ápteras de los ortópteros.” El Sr. Manuel F. Contreras, jefe de la estacion telegráfica de San Cárlos Yautepec, me escribe que observó en las alas de la langosta que tocó en ese punto, unos animalitos colo- rados como especie de aradores. Probablemente son las lar- vas exápodas del Trombidium (Acarianos), pues se sabe que sobre el cuerpo de los Locustianos y Acridianos que vi- ven en los prados, se observa, como en otros muchos insec- tos, esa larva que ataca particularmente la base de las alas. El Sr. Goytia refiere haber observado que en Diciembre de 1854 las langostas eran atacadas por unos animalitos de una línea de longitud, con el cuerpo blanco y la cabeza ne- gra, situados hasta tres en la cabeza. En la mencionada carta del Sr. Abela se lee: «Cuando vienen los últimos viajeros, que así los debemos llamar, vie- nen tras ellos inmensidad de aves blancas de la familia ó parecidas á las palomas, que las persiguen y las devoran. » Esta es la señal fija de la desaparicion de la langosta. Si ello es así, desgraciadamente esos columbídeos aun no se han presentado, y por consecuencia todavía tendrémos que sufrir con la invasion por algun tiempo. De Tequisistlan, con fecha 4 de Diciembre del año próxi- mo pasado, me participan que una manga de langosta pasó por allí, perseguida por una gran cantidad de gavilanes pro- cedentes del rumbo de Tehuantepec. Segun informes, en toda la zona de la costa del Pacífico, desde Tapachula hasta cerca de Juchitan donde la invasion es más intensa, gran- des partidas de gavilanes y aguilillas hacen grandes destro- zos en las bandadas de langosta. Todos los pueblos desde la más remota antigiiedad han visto con terror la proximidad de una invasion, y han puesto en accion, cuando están en ella, los medios tanto supersticio- sos como racionales, que les ha sugerido su inteligencia. Se ha recomendado regar las mieses con decociones de plantas amargas, las fumigaciones con plantas aromáticas, con azufre, estoraque, con madera de ciervo, boñiga y cuer- nos, sobre todo eligiendo el izquierdo. Los árabes en su cie- 41 go fanatismo clavan en medio de sus sementeras un palo con una oracion de Mahoma escrita en la extremidad, y al rede- dor ó por el lado de los vientos reinantes queman plantas aromáticas, y creen que la oracion liberta sus campos de la invasion de las langostas. Los católicos con rogaciones y conjuros allá en los tiempos de oscurantismo, creian que era lo más acertado para evitar el mal. Pero dejando á un lado estas puerilidades, muchos de los procedimientos adopta- dos en la época actual, datan de la más remota antigiiedad. Segun Moufelt, desde la época de Plinio, Valeriola y Peu- cer, habia varios métodos para destruir los huevos. Al prin- cipio se derivan los torrentes á los lugares donde están los huevos á fin de inundarlos; si la localidad no presenta ese medio, se hace hollar la tierra por una multitud de hombres; si esto no basta, es preciso emplear el arado: es conveniente hacer estas operaciones en nuestras latitudes siempre que la langosta se pose en un terreno de Mayo á Setiembre, y po- drá seguir al arado el rodillo Croskil ó la desterronadora Allen, ó lo que es mejor, hacer una labor con el escarifica- dor, pasando despues de algunos dias el rodillo Croskil ó la desterronadora. Plinio cuenta que en Cyrena habia una ley para comba- tir á la langosta de tres maneras: desenterrar los huevos, destruir las larvas y matar á las adultas, y si alguno falta- ba á este deber se le imponia un castigo. Los habitantes de Magnesia y Efeso marchaban en órden militar para des- truirla, y en la isla de Lemmos todo ciudadano estaba obli. gado á entregar cada dia una cierta medida de langosta. En España se arbitran recursos para la destruccion de este ortóptero, y en México, como en la isla de Lemmos, ha sido costumbre que cada habitante de los lugares invadidos en- tregue cierta cantidad de langosta, generalmente una fane- ga de la grande y seis almudes de salton. En España se paga el celemin de huevos, de uno á dos reales de vellon, y el de salton, de medio á un real, segun estuvieren dispersas las manchas. En México se ha pagado á dos reales la fanega de langosta ó de salton, y poco ó ningun caso se ha hecho del huevo. Antes de nuestra emancipacion, como he dicho en la pri- mera parte de este Informe, en las invasiones que sufrió 6 42 nuestro país, la autoridad recomendaba se pusieran en vi- gor las Ordenanzas de Castilla. En 1771, el virey D. Antonio María de Bucareli la primera disposicion que dió al ser in- vadidas las costas de Veracruz y Yucatan, fué destinar mu- chas cuadrillas de gente para destruirlalangosta,ordenando que no pagaran tributo en aquel año los indios de Campeche y Tabasco y demas puntos invadidos. En el informe que dió á las Córtes dice que se mataron y quemaron 5,997 arrobas. En 1804, el obispo de la diócesis de la Oaxaca y el Inten- dente. Mora y Pascal gastaron grandes sumas de pesos en la extincion de la langosta que invadió aquel Estado. En 1855 la Jefatura de Ejutla, como en esta vez, dió de tarea seis almudes á cada contribuyente de capitacion. El Sr. Goytia ofició entónces al Sr. Salinas, Gobernador de la Mi- tra de Oaxaca, para que prescribiese á los párrocos exhor- tasen á sus feligreses á destruir la langosta: hizo más para minorar la miseria pública que esta plaga ocasionaba en el Estado; presentó un escrito al Gobernador proponiendo la creacion de una junta de propietarios capaces de hacer un gran préstamo para la compra de maíz en la inmediata co- secha, dando en lugar de dinero, la semilla, los que la tu- vieren, para el acopio preventivo, asegurándoseles sus ca- pitales bajo cierto órden que de ningun modo se distraeria en otra cosa, y sí pagárselos con el mismo dinero del ex- pendio. Era otra medida el que se permitiese salir del pre- cio del maíz hasta dos reales, para evitar el que se emplea- se en objetos de segundo órden y la extraccion del Estado de esta semilla, pues segun esto faltaria la semilla en tiem- pos más adelantados. Una comision debia visitar las hacien- das y labores para que, con presencia de las existencias, se calcularan las cantidades que se debian emplear hasta la futura cosecha, Se encargabase prescribiese á los subprefectos facilitaran gente á los hacendados para que, bajo la remuneracion, hi- ciesen siembra de varias semillas en los de humedad, y por último, que arreglándose á los padrones, las autoridades obligaran á la gente de los lugares á que cada individuo pre- sentase por arrobas ó libras, en proporcion á la abundancia del animal. * 1. Carta del Dr. Ortega AN al General D, José M, Garcia. Boletin de la Sociedad de Geografía y Estadística, tomo 6 43 En Miahuatlan, la Junta de Beneficencia establecida en aquella época para remediar las necesidades de los pueblos de ese Distrito, ocasionadas por la pérdida de las cosechas en el año anterior, formuló un reglamento para hacer más provechosa la extincion. El Gobierno general consultó con la Escuela de Agricul- tura sobre los medios para contener ó minorar el mal que este insecto causaba, particularmente en el Estado de Oaxa- ca; el resultado de esta consulta fué el dictámen que la Co- mision de profesores nombrada al efecto, produjo en 1856, y se mandó circular profusamente. En el presente el Gobernador dictó órdenes para que se dectruyera con actividad esta plaga; pero hasta que la Co- mision nombrada por el Gobierno general no fué á los luga- res invadidos, no se comenzó á obrar con actividad. Sólo en el Distrito de Ejutla, de lo que se pesó y llevó cuenta, se enterraron veintiocho mil ochocientas ochenta arrobas, fuera de la que se quemó y de la enterrada que no se men- ciona. Aproximadamente se puede decir, con bastante probabi- lidad, que en el Estado se destruyeron más de setenta mil arrobas. La Comision organizó sus medios destructivos cuyas ins- trucciones constan en el Apéndice.! Al consultar las obras que tratan de este acridio, en todos partes se ve que el me- jor procedimiento, como dice Solier, es buscar los huevos y organizar la caza en grande escala. En todos los países se ha procedido así y se ha hecho sa- lir el ejército en grandes masas para ayudar al pueblo en el exterminio del chapulin. Em Norte América, donde la agri- cultura de grandes rendimientos está basada en la labranza por máquinas, emplean para destruir su langosta grandes aparatos mecánicos como recogedores de salton. Han ensa- yado, aunque con poco éxito, el petróleo y los sulfocarbona- tos y otras sustancias químicas; los medios más seguros y económicos que les han producido excelentes resultados, son los recogedores, máquinas complicadas para nuestro país, que apénas se comienzan á ver, y eso en pocos Estados, los útiles y aparatos de labranza modernos. 1. Véase el documento núm, 15, 44 Pero se ha tratado tambien de impedir los destrozos de los acridios adultos encendiendo, á la aparicion de las man- gas, fogatas, produciendo ruidos, echando cohetes, dispa- rando cañones, tocando campanas, trompetas y tambores. Un ilustrado agricultor español, hablando del Eucalyp- tus como medio de preservar las regiones meridionales de . la invasion de la langosta que les viene de las costas de Afri- ca, dice lo siguiente: «De allí, salvando en alas de las vio- lentas ráfagas del desierto la faja del Mediterráneo, nos lle- gan esas voraces hordas de langosta que casi todos los años dejan taladas nuestras más fertiles llanuras, como si poruna especie de tradicion estuviéramos condenados á recordar los aniversarios de la terrible invasion africana que acabó con nuestra cronología goda y con nuestra independencia en Guadalete. Estas hordas terribles, cuyo solo anuncio lleva la consternacion y el espanto á nuestros hermanos de An- dalucía y Murcia, y parte de Castilla la Nueva, anidan y se desarrollan en el salvaje misterio de aquellos vastos é in- cultos territorios, á la sombra de inextricables malezas; allí organizan en secreto sus innumerables y apiñadas legiones para esas invasoras empresas que terminan siempre con su completa y desoladora victoria. «De allí que la agricultura en las citadas regiones ame- nazadas, está, puede decirse, atacada de un cáncer terrible que aun cuando no sea de consecuencias mortales, será siem- pre funesto impedimento de su desarrollo y prosperidad, pues un mal de tales circunstancias no está en nuestra ma- no ni en nuestros medios remediarlo. Un sólo hecho puede hacerlo desaparecer de raíz, y éste es el desarrollo del cul- tivo en aquellas bárbaras zonas, hecho importantísimo, cos- toso y trascendental en alto grado, que sólo puede realizar- se por medio del arbolado.» ! Ignoro si en las invasiones anteriores han hecho uso de la langosta como alimento; es probable, atendiendo á que desde tiempo inmemorial la gente pobre y los indígenas gus- tan mucho del chapulin que en muchos mercados del Estado de Oaxaca se vende asado: en la presente varios pueblos del Distrito de Ejutla, como los beduinos y kabyles, han consu- mido algunas cantidades. Los habitantes de los pueblos de 1 Los gomeros de Australia, por Vetallo Vitró, pág. 16. 45 Santa Marta, de San Martin Lachilá y de San Andrés Ja- bache, la comen asada quitándole las patas y las alas. El acridium peregrinum es la sola especie comestible en Argel, y se cuenta que los árabes la preparan salándola y quitándole la cabeza, pronunciando estas palabras misterio- sas: Bism. Allah ó Allah akbar (en el nombre de Dios, ó Dios es el más grande). En Buenos Aires el profesor Kyle! proponia, en vista del análisis de este acridio, que se utilizase como abono, para lo cual seria necesario que la destruccion del insecto se or- ganizara de manera que se le diera muerte por una eleya- cion de temperatura que no destruyera la materia orgánica; por ejemplo, meterlo en hornos ó echarlo en agujeros cuya temperatura sea de 90 á 100 grados. Para terminar traduzco el párrafo siguiente de Mr. Amyot: «Los hebreos, dice, dan á las langostas el nombre de arbeh, cuya radical significa multiplicarse. Los griegos la llaman ¿zp:< de la raíz azpos, porque estos insectos habitan las alturas. De este último nombre los entomologistas han hecho el de Acridium. El nombre entre los latinos era Lo- custa, que los entomologistas modernos aplican á los cha- pulines: la etimología de este nombre seria locus ustus, lu- gar quemado, devastado. Los árabes le dan el nombre de Djarádoum, que viene de Djarade, que quiere decir ar- rancar.» En una libra hay por término medio, 1017 langostas de tres centímetros de largo, y en una fanega hay noventa y seis libras. JOSÉ UC. SEGURA. 1 Véase el documento núm, 44, 46 APÉNDICE: TELEGRAMAS, Número 1. República Mexicana.—Líneas telegráficas del Gobierno federal.—Un sello que dice: telégrafos federales.—Oficina Central.—13 de Octubre de 1880.—México.—Coliseo Viejo núm. 21.—Telegrama depositado en Tequisistlan el 13 de Octubre de 1880, álas. ...h....m.de la. .. —Recibido en México el. ...de. ...18....á las 9 h. 30 m. de la noche.— José C. Segura.— En los terrenos que corresponden á este pueblo no existen ya langostas ningumas.—Ezequiel Suarez. —Una rúbrica. Número 2. República Mexicana.— Líneas telegráficas del Gobierno federal.—Un sello que dice: Telégrafos federales.—Oficina Central.—15 de Octubre de 1880.—México.—Coliseo Viejo núm. 21.—Telegrama depositado en Tehuantepec el 15 de Octubre de 1880, álas. ...h....m. de la... —Recibido en México el. .. .de. .. .de 18, .. .álas 10h. 45m. de la noche. —Sr. José C. Segura. —En contestacion á su mensaje de hoy, le manifiesto que lo único que existe en este punto, de lan- gosta, son las crías que en gran número crecen. No tengo conocimiento dónde actualmente estén las que pasaron úl- timamente: pediré informes y lo comunicaré á vd.—José María Ramirez.—Una rúbrica. 47 Número 3, República Mexicana.— Líneas telegráficas del Gobierno federal.— Telegrama.—Depositado en Oaxaca el 16 de Oc- tubre de 1880, á las. ...h....m. de la... .—Recibido en el Observatorio el 18 de. .. .de 18. ...á las 12 h. 15 m. de la mañana.—Sr Ingeniero Miguel Perez.— Por informes fide- dignos sé que cría de langosta abunda en Tehuantepec, Ju- chitan, San Cárlos, Miahuatlan, Ejutla y Zimatlan: se han dictado providencias para destruirla, pero dicen que aumen- ta extraordinariamente.— Emilio Ruiz.—Una rúbrica. Número 4. ESQUELA Y CUESTIONARIO. Sr. D....—Muy señor mio.— Nombrado por el Supremo Gobierno para estudiar la langosta que actualmente ha in- vadido á este Estado, he de merecer de su ilustracion y pa- triotismo, me conteste el cuestionario adjunto. Como de la resolucion de estas cuestiones depende el éxi- to del estudio que por órden del Gobierno general empren- do, no dudo de la eficaz cooperacion que vd. me prestará auxiliándome con los datos que sobre sus costumbres hu- biere observado. Aprovecho esta oportunidad para protestarle las consi- deraciones de mi aprecio.—José O. Segura. ¿En qué épocas la langosta ha invadido ese lugar? ¿Se tiene noticia del lugar de su orígen? ¿Cuál es el rumbo que ha traido? | ¿Cuánto tiempo se ha estacionado, y cuál es el rumbo que ha tomado á su partida? ¿En cuánto se calculan las pérdidas que ha sufrido esa localidad por la invasion ? ¿En qué época ha hecho su postura ó aovacion y qué lu- gares ha elegido para hacerla? ¿Qué plantas ha atacado de preferencia y cuáles no? ¿En qué estado se encuentra ahora ? ¿ Mueren el macho y la hembra despues de la fecundacion? ¿Qué medios se emplean para la destruccion ? 48 ¿Que disposiciones legales se tienen sobre la materia ? Una vez invadida esa localidad, ¿ha sido nuevamente in- vadida en el mismo año ó en el siguiente ? ¿ Cuáles son los enemigos de la langosta ? ¿Ha habido algunos cambios atmosféricos en el año an- terior á la aparicion de la langosta ? ¿Su destruccion ó partida ha coincidido con alguna per- turbacion meteorológica? Número 5. CARTAS DE MÉXICO Á QUEZALTENANGO (GUATEMALA ) Y VICE VERSA. México, Octubre 19 de 1880.—Sr. D. Antonio Grimaldi. —Quezaltenango.—Guatemala.— Muy señor mio:—Comi- sionado por mi Gobierno para estudiar la langosta que des- de el año próximo pasado ha invadido, y en este año se han hecho más sensibles sus estragos en los Estados de Chia- pas, Tabasco y Oaxaca, desearia aclarar un punto que creo de la mayor importancia, y es investigar el lugar de donde proviene, pues las opiniones que reinan en mi país en cuan- to á su orígen, son controvertibles. Algunos creen que es originaria de la parte alta de Guatemala; otros de las inmen- sas llanuras cubiertas de zacaton que existen entre Guate- mala, México, Belice, y algunos otros opinan que de Nueva Granada párte por circunstancias que se ignoran, atrave- sando Centro-América; pero lo que no cabe duda en cuan- to á la langosta que invade los Estados del Sur de la Repú- blica, es que siempre nos viene de Guatemala. Una de las cosas que me inclinan á creer en la última opinion, es que la invasion de la langosta en nuestros Estados del Sur siem- pre es precedida de la invasion de las poblaciones de Gua- temala, aunque este hecho de por sí no arguye certidumbre, pues ignoro cuál es el rumbo que en sus emigraciones trae en esa República. La langosta que ha sido remitida por nuestra Comision de límites, así como los ejemplares que se couservan en nues- tros gabinetes de historia natural de la que invadió el país en los años de 1854 y 1857, y los que la Comision explorado- ra del Estado de Puebla ha traido á México, los he estudia- 49 do, y creo con sobrados motivos que se trata del acridium peregrinum, especie perfectamente estudiada por Olivier. Pero la aclaracion de mis dudas así como los datos inte- resantes sobre sus costumbres, rumbo, disposiciones legales y medios de destruccion en esa República, no podré obte- nerlos si no es de su ilustracion y de su amabilidad. Por lo mismo le suplico, si no tiene inconveniente en ello, me suministre lo que sepa sobre este asunto. Sila presente merece los honores dela contestacion, me ha- rá favor de dirigirla á la Escuela de Agricultura de México. Aprovecho esta oportunidad para ponerme á las órdenes de vd., y protestarle las consideraciones de respeto y cari- ño.—$S. S. Q. B. S. M.— José €. Segura. e RESPUESTA A LA ANTERIOR. República de Guatemala.— Quezaltenango, Enero 6 de 1881.—$Sr. D. José O, Segura. —México.— Muy Sr. mio.— El genéro de insectos á que vd. se refiere, es efectivamen- te el acridium migratorium, del órden de los ortópteros, cuya descripcion excuso por tener vd. á la vista los ejem- plares que necesita. Me concretaré á los datos que me pide. Nunca llegará á esa capital, que supongo á 8,000 piés so- bre el nivel del mar, ni ha podido tener orígen en estas al- turas cuya elevacion es casi la misma. El frio es enemigo mortal de la langosta, que la mata al remontar una altura: esto la obliga á seguir su emigracion por las costas y peque- ñas alturas que no pasen de 5 á 6,000 piés en esta lati- tud. Todavía no sé cuánto pueda elevarse en las regiones ecuatoriales. Por este país ha pasado siempre de tránsito, deteniéndo- se el tiempo necesario para arruinarlo, y comienza por los Estados del Sur, invadiendo primero á Nicaragua, Hondu- ras, el Salvador, y por último á Guatemala, de donde vdes. lo reciben. Supongo que su cuna está en la América del Sur. Ofrezco á vd. pedir datos á Colombia, Venezuela, Ecua- dor, Perú y Chile para comunicárselos; miéntras tanto quiero llamarle la atencion sobre un hecho que servirá de comple- mento al editorial del “ Bien Público” número 223, corres- 7 50 pondiente al 9 de Enero del corriente año, donde vd. encon- trará su carta y mi contestacion. Varias especies del grillidium del mismo órden de ortóp- teros, tomaron incremento poco ántes de visitarnos la lan- gosta, sirviendo de precursores. Siempre hay en estas comar- cas grillos, saltones, tijeretas y otros insectos de la misma clase, que se ven poco, porque nunca abundan; pero un año ántes de visitarnos la langosta, los grillos abundaron nota- blemente como sus congéneres. En una de mis haciendas situada en la República del Sal- vador, revisando unos cercados me sorprendió una mañana la abundancia de estos insectos, y llamándole la atencion á un campesino anciano que me acompañaba, me dijo que in- dudablemente se acercaba la langosta, pues la abundancia de grillos precedia siempre á la langosta, y este pronóstico se cumplió. Hay, pues, ciertas condiciones geogénicas que preparan de tiempo en tiempo la vida de estos ortópteros en una es- cala tan amplia, que rebosa en forma de grupos devastado- res dominando y extirpando otras existencias, hasta que, pasadas esas condiciones, vuelve á tomar la vida su fuerza normal, restableciéndose el equilibrio perdido por el exube- rante génesis de una sola especie. Las investigaciones de la ciencia debian dirigirse á este punto cardinal, que es, á mi juicio, la fuente de esas producciones. La direccion que ha traido la langosta en esta y otras ve- ces, es de Sur á Norte. Vuela en grandes masas que anublan el sol, pero descansa con frecuencia donde causa estragos de consideracion. Su rápida digestion la obliga á vivir co- miendo y lanzando materias fecales con extraordinaria pron- titud, destruyendo con avidez la vegetacion. Cada hembra pone una mazorca ovoide con sesenta á cien huevos dentro de la tierra que taladra con un apéndice fuer- te y flexible, aumentándose la fuerza del taladro con la pre- sion del macho que se le sobrepone, acomodándose en el dorso durante la operacion, escogiendo para esto un terreno limpio, como las rozas quemadas por el agricultor. Tarda en las labores del parto y enterramiento de los huevos dos ó tres dias, desapareciendo la última noche; pero no se sabe si vuelan para retirarse, ó se han sepultado todas las pare- 51 jas como mueren otros varios insectos sujetos á la metamór- fosis. El campo amanece solitario, cubierto de agujeros como una inmensa criba. Grandes falanjes de hormigas invaden los agujeros, ex- trayendo los huevos que conducen á sus nidales, para engro- sar sus provisiones; pero siempre queda suficiente número para su extraordinaria propagacion. A los veintidos dias los huevos han empollado bajo la influencia de los agentes naturales, entre los que predomina el calor solar, por lo cual escogen terrenos limpios y bien expuestos á la accion de sus rayos. En esta época el insecto hormiguea saliendo de los agujeros sin causar daño todavía. Cuando adquiere la longitud de una pulgada, no puede todavía volar, y camina saltando en bandadas enormes, que recorren los campos con demasiada lentitud, dañando sola- mente las plantas nacientes. Esta circunstancia y la de ser deficientes sus medios de locomocion para salvar obstácu- los verticales, ha sugerido la idea de hacer zanjas en el suelo para arrear las bandadas, que se precipitan en el foso, donde se dejan aterrar con facilidad por no poder subir sobre las paredes. Basta para un zanjon media vara de profundidad, y á esto se concretan las disposiciones legales y medios de destruccion. Cuando ya puede volar, el mal es irremediable. Por lo dicho puede vd. inferir que en un país despoblado como ese, donde se presentan grandes territorios inhabita- dos, sin brazos para exterminarlo en la época de su locomo- cion pedestre, que no tarda muchos dias, tiene de propagar- se sin obstáculos. Próximamente remitiré á vd. los datos que reciba de la América Meridional; miéntras tanto, espero que no sea esta la única oportunidad de relacionarnos sobre asuntos propios de nuestros estudios. Con el mayor aprecio me suscribo de vd. su atento servi- dor Q. B, S. M.— Antonio Grimaldi.—Una rúbrica. Número 6. PERSONAS Á QUIENES SE DIRIGIERON LAS ESQUELAS. Etla.—C. Jefe Político, Manuel Mirus; Juez, Lic. Juan Banuet; Pascual Ortega, Jesus Rodriguez, Jesus Felio. 52 Cuicatlan. —C. Jefe Político, Benjamin Guevara; Juez, Lic. Pablo Ortega; Baldomero Guevara, José Altamirano, Vicente Colmenares. Tlaxiaco.—€. Jefe Político, Bruno Vega; Lorenzo Espi- nosa, Francisco Martinez, Agustin Mejía, José Domingo Vazquez, Luis Reyes. Silacayoapam.—C. Jefe Político, R.-Ruiz; C.—Lic. Fran- cisco J. Mejía. Tuxtlahuaca.—U. Jefe Político, M. Perez; Manuel Beris- tain, Agustin Velasco, Serapio Rodriguez. Coixtlahuaca.—C. Jefe Político, Justo Franco; Lic. Agus- tin Soto. E Zimatlan.—O. Jefe Político, Miguel R. Meijueiro; Lic. Da río Vasconcelos, Presb. Pablo de J. Flores, Ramon Barroso, Camilo Barroso, Juan Leon, Jesus Figueroa, Lic. Luis Ogar- rio, José Angel Mendoza, Manuel Ortiz, José Gracida; €. Ocotlan.—C. Jefe Político, José María Morales; C.—Lic. Aristeo Roldan, Joaquin Figueroa. Ejutla.—C. Jefe Político, P. Brena; C.—Juan Innes; €. —Estéban Márquez; C.—Pablo Rios; C. Miahuatlan.—C. Jefe Político, Feliciano García; C.—Vi- cente Ruiz; C.—Ramon Ruiz; C.—Alejo Perez; C.—Eusebio Perez, Basilio Rojas; €. Tlacolula.—C. Jefe Político, Pablo Meijueiro; Lic. José U. Ramirez, José Rios, Víctor Mendez, Julian Diaz, Ma- nuel Cortés. Tehuantepec.—C. Jefe Político, Antonio Vigil; Lic. Pedro Mejía, U. García, Ramon Uriarte; C. Juchitan.—C. Presidente Municipal, Feliciano Torres; C. —Cesáreo López; C.—L. Alegría; C.—Francisco Orozco; €. San Cárlos.—C. Jefe Político, Manuel Cruz; José Varela. Quiechapa.—Sr: Cura Cárlos Rueda; C. Cárlos Meijueiro, CO. Castillo. Tapachula.—C. Rafael Montes de Oca, Manuel Gómez; Francisco Gómez Ortigosa. Cafetal de la Magdalena.—C. Cárlos Gris. Tonalá.—C. Sumischrast; €. Tuxtla.—C. Lic. Rafael Gutierrez. NOTA.—Todos los anotados con una C al fin, son los que dieron contestacion á la esquelas y cuestionario que se circularon, 53 Número 7. COPIA DEL REGLAMENTO ADOPTADO EN 1854 PARA LA DESTRUCCION DE LA LANGOSTA, FORMADO POR D. BASILIO ROJAS, PRESIDENTE DE LA JUNTA DE CARIDAD FORMADA PARA SUBVENIR Á LAS NECESIDADES QUE Á CONSECUENCIA DE LA PÉRDIDA DE LAS COSECHAS DEL AÑO AN- TERIOR SUFRIÓ LA POBLACION. Respetable Junta:— La Comision encargada de ofrecer á vuestra consideracion un proyecto que organice y regla- mente la destruccion y extincion de la langosta que de al- gunos meses á la fecha aflige á esta poblacion y sus comar- cas, causando males de grave trascendencia en los campos y en las mieses, y que sin embargo de los grandes esfuerzos hechos hasta aquí para aniquilar tan terrible insecto, sin embargo de las providencias dictadas por la autoridad y de cuanto hemos visto y practicado, aun existe posado y es- parcido en todas direcciones y reproducido sensiblemente en todos los estados de que es susceptible su naturaleza; la Comision se llena de pavor reflexionando atentamente acer- ca de las propiedades de tan funesto animal, de su asom- brosa reproduccion, y que ya en canuto, mosquito, mosca, salton y langosta, lo tenemos en el centro mismo de la po- blacion, y se confunde al discurrir sobre los medios que de- ban emplearse para destruirlo, particularmente hoy que, 4 consecuencia de la pérdida que sufrimos de la cosecha de semillas el año anterior y en el presente la langosta, se nos han escaseado aquellas tanto, que han alzado su precio en términos que, empobreciendo á todas las clases, afligiendo á familias numerosas y consternando á la comunidad, cons- tituyen una situacion verdaderamente deplorable. Deplo- rable, porque tales necesidades otra vez se han superado con los recursos que produce el trabajo del cultivo de la grana, y el movimiento mercantil y de especulacion de este ramo; pero hoy que este precioso fruto se halla en el más triste abatimiento, que ningun empresario se costea á los ín- fimos precios que guarda, los caudales se amortizan, se pa- ralizan las empresas, los negocios en pequeño se pierden por falta de fomento, la produccion se disminuye, la circu- lacion se enerva, los brazos se quedan sin trabajo, y todos padecen, ¿Qué más? Si la langosta reproducida continúa 54 destruyendo nuestros sembrados, ¿comprendeis, señores, cuál será el porvenir de este hermoso pueblo y sus fértiles comarcas? Entorpecidos los medios de produccion que cons- tituyen el trabajo, las empresas y la circulacion monetaria, los recursos se agotan infaliblemente; y se agotan, porque no habiendo cambios ni importaciones, y sí una continua, constante é imprescindible exportacion de dinero que exige la compra del maíz, ¿no os figurais cuál pueda ser la'suerte de un pueblo que gime un año há, en tales conflictos? ¡Ah! La Comision se estremece al entrar en “esta consideracion que le afecta profundamente, porque ella es el más triste presagio del porvenir, si de consuno no se procede al exter- minio del voraz insecto que nos ocupa, si todos y cada uno de nosotros no hacemos un esfuerzo grande, un sacrificio necesario en bien comun. Para juzgar de los males que es capaz de producir la lan- gosta, la Comision se permite trascribir al conocimiento de la respetable Junta algunos fragmentos de las noticias que el Abate Rosier nos da al tratar de aquella en su Dicciona- rio de Agricultura. “Vamos, dice, 4 ocuparnos de la especie exclusivamente bien conocida en España con el nombre de langosta, que es grillus migratorius de Lineo ó acridium mi- gratorium de Olivier; insecto que nos viene de Africa en bandadas que anublan el sol. «El año de 1815, pocos dias despues que llegamos á Ceu- ta, los que allí fuimos confinados, al querer atravesar el es- trecho de Gibraltar una nube de langosta que se dirigia á Europa, se le torció en el tránsito el viento de Levante, y cayó parte en el agua y parte en la playa de Ceuta, en tal abundancia que se temió que las ahogadas infestasen la at. mósfera al corromperse. «Las que cayeron en tierra acabaron en un momento con todo el verde que encontraron en aquel cabo, y las gentes acongojadas no se atrevian á salir á la calle en aquellos dias, porque las cubria al instante una capa de langosta de cua- tro dedos de espesor, que buscaban alimento y abrigo. Pero esto es poco todavía para lo que verémos más adelante. «Otras veces se reproduce entre nosotros la langosta de un año para otro, por la semilla ó desove de los años ante- riores. Así sucedió en las provincias de Madrid, Guadala- 55 jara, Jaen, la Mancha y las Castillas en 1801, en términos de arrasar las cosechas en muchos pueblos. «La langosta no rumia, como algunos han creido; sus ex- crementos, de la hechura y tamaño de granos de centeno, se componen de pedacitos delas plantas que roen, tan gran- des que no pareceria posible si no se viese que animal tan chico los tragase: ¡tal es su voracidad y su ansia por comer, que no se permite tiempo ni aun para triturar su alimento! «La especie de que hablamos, continúa el mismo autor, creo que sea más comun en España; y su abundancia ha sido tal en algunos años, que á pesar de haber destruido millares de fanegas de canutillo, de haber alimentado iníi- nitos cerdos con este insecto en su estado de mosquito y mosca, de estar ocupados ejércitos de gente en destruirlas con buitrones, garapitas, zanjas, fuego, etc., apénas era sen- sible el menoscabo de la plaga. £l insecto crecia, devoraba las mieses, haciendo con sus quijadas un ruido semejante al del granizo, y despues de la muda tomaba vuelo y salia á buscar un sitio cómodo en que desovar, formando una triste y grande nube queocultaba el sol por algunos minutos cuan: do volaba y cubria enteramente la tierra donde se posaba.» Tal es, señores, la langosta, y los acontecimientos que en otros países han tenido lugar por semejante plaga, sin em- bargo de los abundantes recursos que se pusieran en ejer- cicio para destruirla. ¿Qué, pues, debemos nosotros esperar? Langosta la te- nemos en todos estados, desde el canutillo hasta el volátil. Esta verifica su desove diariamente: nuestros campos están plagados de este insecto: el salton devora las plantas más tiernas, sin exceptuar los retoños del nopal, y por todas par- tes se oyen quejas de los perjuicios que causa á los sembra- dos y á los pastos, que es el alimento de nuestros ganados de cría y de apero. ¡Triste situacion! La cosecha de semillas del año próxi- mo pasado se perdió por esterilidad; la del presente se ha disminuido y está expuesta á perderse, y la del venidero no se cuenta con ella porque la avivacion del canutillo que han depositado las mangas de langosta que por tanto tiempo ha recorrido nuestros campos, deben avivarse en las próximas primaveras. ¿Qué hacer en tales circunstancias? 56 La primera resolucion que ocurre como la más obvia, es la destruccion, aniquilamiento y extincion del terrible insee- to que en sus alas nos trae la hambre y la miseria; pero en- tre nosotros, ¿cómo podrá verificarse con éxito poniéndose en ejercicio todos los medios que la ciencia y la experiencia señalan? Antes hemos reseñado, aunque ligeramente, el empobre- cimiento de la poblacion, sus causas y la postracion general de los ramos de agricultura que cultiva; fondos no hay, ni públicos ni privados, que sufraguen los gastos que se ero- guen en la expedicion de los medios de destruccion que ac- tivamente deben emplearse en empresa tan colosal. La Co- mision, en la perplejidad en que la colocan tan tristes como notorias circunstancias, no tiene otra base en que apoyarse que la natural bondad de sus conciudadanos, y ocurriendo á lo que las leyes de la sociedad nos exigen, cree «que la beneficencia es un deber absoluto y general que cada hom- bre, como miembro de la sociedad, debe practicar con los demas hombres, » en cuya virtud opina que todos, todos, todos, debemos hoy dar un paso por el bien y felicidad pú- blica, para salvarnos de la ruina que á todos nos amenaza. ¿ Y cuáles serán los medios que deban emplearse á tan gran- dioso objeto ? La Comision tiene el deber de indicar los que alcanza su pobre capacidad; pero á vosotros, señores, toca ilustrarlos, modificarlos, rectificarlos y perfeccionarlos en beneficio co- mun, y en esta confianza pasa á manifestar los que le pare- cen conducentes, reduciéndolos á dos puntos: 1? A estorbar la avivacion de la langosta. 22 A exterminar el insecto para que no se reproduzca. Para conseguirlo, la Comision propone á la respetable Junta de Beneficencia, á quien tiene el honor de dirigirse, el siguiente REGLAMENTO PARA LA DESTRUCCIÓN DE LA LANGOSTA EN TODOS SUS ESTADOS. SECCION 1? De los medios que deben emplearse para impedir la avivacion de la langosta, y de los que convienen á su destruccion. Art. 1? Para estorbar la avivacion y destruir el canutillo, se ararán los campos donde haya desovado la langosta, que 57 es regularmente en terrenos incultos, donde ha muerto ó ha pasado algunos dias. Art. 22 La reja que se da á las tierras donde haya canu- tillo, se dará por el dueño de ellas; si fueren del comun, se hará por éste, en los términos que disponga el comisionado respectivo, y esta operacion deberá practicarse ántes de que las aguas se levanten, y ántes que la atmósfera sea favora- ble á la avivacion. Art. 32 Para destruir la langosta en estado de mosquito, mosca y salton, se observarán los arbitrios siguientes: 1? Los corrales de fuego que abracen la circunferencia de la mancha de langosta. 2% Las zanjas por el rumbo á que se precipite á los sal- tones. 3 Los círculos. 4 El buitron. De estas sencillas operaciones se dará una noticia por apéndice á este reglamento. Art. 4? Para destruir la langosta volátil se adoptará el único arbitrio de cogerlas en las madrugadas hasta las siete de la mañana, y en las tardes desde las cinco, en que se api- fan en los árboles y matas para dormir, hasta la hora que se pueda. Art. 5 Se procurará que la langosta volátil, cuando ha- ga mansion en puntos donde no perjudique los sembrados, se mantenga en ellos para los efectos del artículo anterior, á cuyo fin se pondrán por el comisionado respectivo los vi- gilantes que fueren necesarios, con objeto de evitar que in- discretamente sea la langosta removida. Art. 6” El canutillo y la langosta se sepultará en zanjas que tengan tres cuartas de profundidad, bien cubiertas y apisonadas con la tierra que haya salido de ellas. Tambien podrán reducirse á cenizas en hogueras previa- mente dispuestas al efecto. Art. 7? Todas las anteriores operaciones concernientes á la destruccion de la langosta en todos sus estados, deben efectuarse lo más temprano posible, para aprovechar el en- torpecimiento que el frio produce en la organizacion de di- cho insecto. 58 SECCION 2? Del modo con que debe procederse á la destruccion de la langosta. Art. 8% En cada una de las manzanas en que está dividi- da la poblacion, y en los sitios y lugares poblados de su co- marca, habrá un comisionado que nombrará la Junta y dos socios que le sean subalternos. En las comarcas el comisio- nado y los socios serán vecinos del mismo lugar. Art. 9? Los individuos de la Junta que sirvan comisiones en el abasto de maíz, no podrán ser ocupados en los oficios de que trata el artículo anterior. Art. 10. La autoridad municipal pondrá á disposicion de los comisionados que expresa el art. S?, al teniente de poli- cía respectivo y sus auxiliares, para la más fiel observancia de los deberes que se les imponen. Art. 11. Son obligaciones de los comisionados: 1* Recorrer los campos de su manzana. 2* Perseguir y destruir la langosta que en ellos se encuen- tre, por todos los medios posibles, en los términos de este Reglamento. 3% Disponer con oportunidad el número de hombres que de su manzana necesite, mandándoles citar previamente por conducto del teniente y auxiliares de policía respecti- vos, avisándoles la hora y el punto de reunion que el comi- sionado designe. 4% Procurar que ninguno se grave, y se observe riguro- sa justicia en los dias que trabajen, de modo que haya per- fecta igualdad en todos, alternando las secciones de traba- jadores á fin de que nadie resulte perjudicado. 5% Designar prudencialmente el mozo ó mozos con que deben contribuir los propietarios ó personas acomodadas de su manzana, con acuerdo del inspector y sus socios. 6* Señalar la medida de langosta volátil que diere de ta- rea á los trabajadores, segun las circunstancias. 7* Disponer que la recepcion de tareas se practique por los socios y el teniente de policía, mediante la nota respece- tiva, á efecto de que ninguna de las personas cuotizadas deje de producir la que le corresponde. 8% Guardar el órden en todas las operaciones, de las que 59 nadie podrá retirarse sin conocimiento del comisionado ó socio que haga sus veces. 9* Llevar cuenta de las personas que trabajan, de los mo- zos que dieren los propietarios, de las medidas de langosta que se cojan y de las manchas de saltones que se destruyan. 10* Nombrar los socios que deban alternar con él en el desempeño de su comision, cuya eleccion podrá practicar aun en persona de fuera del seno de la Junta. 11* Dar cuenta á los señores Comisarios municipales, por conducto de la policía, de los individuos que sin causa jus- ta no concurren á la destruccion de la langosta cuando se les cita, para las disposiciones de justicia, así como de los miembros de la policía que no cumplan sus deberes. 12* Dar cuenta al inspector de los socios que no desem- peñan sus obligaciones. 13* Dar noticia á la Junta de todas sus operaciones. Art. 12, De las obligaciones de los socios del comisionado. Son obligaciones de Jos socios: 1* Acompañar al comisionado en todas sus operaciones relativas á la destruccion de la langosta, obedeciendo sus órdenes. 2% Sustituir al comisionado en sus enfermedades é impe- dimentos, cumpliendo las obligaciones anexas al primero. 32 Auxiliar al comisionado eficazmente en todos sus tra- bajos. 4” Encargarse de recibir las tareas con cuenta y razon, en los términos que se les prevengan por el comisionado. Art. 13. De las obligaciones de policía. Son obligaciones del teniente y auxiliares de policía: 1* Citar para el dia y punto que designe el comisionado, á los individuos de su manzana que se les señalen. 2* Cuidar que éstos concurran con puntualidad y que to- dos trabajen con igualdad, cumpliendo las órdenes del co- misionado. 3% Poner á disposicion de los señores Comisarios muni- cipales los individuos que sin causa justa no concurran á la destruccion de la langosta en los dias que se les cita. 4* Procurar se observe en todas las faenas y trabajos el órden que prescriba el comisionado. 5% Atender á la recepcion de tareas. 60 6? Cuidar que ninguno de los trabajadores se separe del trabajo sin conocimiento del comisionado. Art. 14. Habrá un inspector y cuatro socios que vigilen la observancia de este reglamento, dando cuenta á la Jun- ta con oportunidad de las infracciones que notaren. Art. 15. El nombramiento del inspector y sus socios, lo hará el Presidente de la Junta. Art. 16. Cuando en una manzana se haya extinguido la langosta, el comisionado respectivo, sus socios, policía y trabajadores, se replegarán á prestar sus servicios en la manzana que acuerde la Junta. Art. 17. Cuando las circunstancias exijan para la des- truccion de la langosta reconcentrada en un punto, la reu- nion de las cuatro manzanas, el inspector y sus socios di- rigirán la operacion en los términos prudenciales que con- venga. Art. 18. La Junta expedirá á los comisionados y á sus socios al terminar su encargo, una certificacion de la hon- radez con que respectivamente lo hayan desempeñado. DISPOSICIONES GENERALES. Art. 19. Todos los habitantes de esta poblacion y su co- marca están obligados á destruir la langosta en los térmi nos que prescribe este reglamento, exceptuándose única- mente los eclesiásticos, las mujeres y los niños, los impedidos para trabajar y los que lo estuvieren por su edad avanzada. Art.20. Todos los oficios y comisiones que señala este re- glamento no podrán excusarse ni renunciarse sin notorio impedimento que obste su ejercicio, el cual será calificado en Junta plena. y ; Art. 21. Este reglamento comenzará á regir tan luego como fuere aprobado por la Prefectura del Distrito, en cuyo caso se publicará por bando para la comun inteligencia y cumplimiento. Miahuatlan, Setiembre 28 de 1854.— Basilio Rojas. APÉNDICE,.— Idea de los círculos y el buitron que menciona el artículo 3 del Reglamento. Los círculos. —Rodeada la mancha por la gente y reduci- do el salton al centro, se destruye con retamones, sogas, ra: 61 males ó cualquiera otro género de azote con que se apor- rean, apisonan y matan, porque las que saltan del centro á la circunferencia son atacadas por la gente que la forma, y las que se retiran de la circunferencia al centro lo son por las personas que en él las destruyen. Es la manera más sencilla para la destruccion de las lan- gostillas en sus tres estados de mosquito, moscon y salton. El buitron.— Este aparato, de tan fácil construccion, pue- de ser manejado por cualquiera: consiste en un pedazo de lienzo de dos, tres Ó más varas en cuadro, con un agujero en medio, de casi una tercia, al cual está cosida una talega, que hace de media á una fanega, y elevando los dos extre- mos para que forme parapeto, y arrastrando los otros dos por el suelo, se va acercando á la langosta, la cual salta en- tonces sobre el lienzo, y cuando se ha reunido cierto núme- ro de ella, se juntan las faldas del buitron con el parapeto, y las langostas resbalan y caen en la talega, cuyo fondo está abierto, pero atada para vaciarla en zanjas hechas al inten- to para enterrarlas. Número $8. Comision para el estudio de la langosta.—C. Subsecreta- rio de Fomento.—Como anuncié á vd. en oficio del 1* del presente, hice una expedicion á los Distritos de Zimatlan, Ejutla, Miahuatlan y Ocotlan, en donde la langosta tierna (salton ) en número infinito invade los pueblos de esos dis- tritos. Es tal la cantidad de crías, que con sobrada razon se teme que para el año entrante se comprometan las co- sechas. Ayudado eficazmente por las autoridades he ensayado el empleo delos buitrones y de otros aparatos recogedores; pero el procedimiento que me ha dado satisfactorios resultados es el de las fosas combinado con el incendio. Este procedi- miento se ha extendido con rapidez en estos distritos y en todo el Valle Grande; hay cerca de tres mil hombres ocu- pados en estas operaciones. El uso de los agentes explosi- vos no da resultados satisfactorios. Los pueblos y las au- toridades hacen cuanto está de su parte para conjurar el mal; los propietarios, con muy raras y honrosas excepciones, per- - 62 manecen indiferentes á esta plaga, sin preocuparse de los sacrificios de la clase menesterosa. Yo he visto áese pueblo que, sin haber asegurado ese dia su subsistencia, se lanza- ba entusiasta á la persecucion de la langosta, y por la tar- de volver tambien sin tener en sus casas con que satisfacer sus necesidades; y ese pueblo perseguia á la langosta sin hacer excepcion, si existia en terrenos de sus fundos ó de particulares. Preocupado por las escenas verdaderamente dolorosas que presencié á mi vuelta, me he acercado al 6. Gobernador del Estado manifestándole la situacion de aque- llos pueblos y la criminal indolencia de los propietarios. Con mucha satisfaccion le oí dictar órdenes para el objeto. La langosta comienza ya sus movimientos de emigracion, Con fecha 20 del presente se me comunica de Tehuantepec quela críadelalangosta en ese dia levantó sn vuelo rumbo al N. Dentro de pronto, si alguna circunstancia meteorológica no viene á influir en su destruccion, comenzará á hacer sus emigraciones, á pesar de la destruccion que se activa. Se me ha dicho por los ancianos de estos distritos que recuer- dan perfectamente la invasion de 1854, que la cría de hoy es como veinticinco veces más que la de aquella época. Las autoridades y los pueblos dan las gracias al Supremo Gobierno por el interes que toma en esta localidad, y por el envío de la Comision. Tan pronto como me provea de recursos la Jefatura de Hacienda de este Estado, seguiré mi excursion á los Esta-- dos de Chiapas y Tabasco. Libertad en la Constitucion. Oaxaca, Noviembre 21 de 1880,— José O. Segura. Número 9. A la Comision de estudio para la langosta.— Comunica- cion del Ministerio de Fomento.—Un sello que dice: “Minis- terio de Fomento, Colonizacion, Industria y Comercio.— México.” —Seccion 22— Número 1819.— Por el oficio de vd. de 21 del próximo pasado, queda enterada esta Secretaría de los trabajos que ha ejecutado en el Estado de Oaxaca, en desempeño de la Comision que el Gobierno tuvo á bien confiarle, así como de que tan pronto como la Jefatura de 63 Hacienda ministre á vd. los recursos necesarios, se trasla- dará á los Estados de Uhiapas y Tabasco. Libertad y Constitucion. México, Diciembre 4 de 1880, — Porfirio Diaz.— Una rúbrica.—C. José C. Segura.—Oa- xaca. Número 10. Comision para el estudio de la lansosta.— Nombrado por el Supremo Gobierno para estudiar la langosta, tengo el ho- nor de suplicar á vd. (por ignorar los nombres de las perso- nas á quienes pueda dirigirme para obtener datos sobre di- cho insecto) se sirva dar sus órdenes para que serepartan las esquelas que le adjunto, suplicándole tambien que la con- testacion á ellas se la dirijan á esa superioridad, para que la recoja cuando tenga el gusto de ofrecerle personalmente mis servicios, que será en el curso del presente mes. Protesto á vd. las consideraciones de mi respeto. Libertad en la Constitucion. Oaxaca, Diciembre 1* de 1880.— José OC. Segura.— O, Gobernador Constitucional del Estado de Chiapas. Número 11. Comision para el estudio de la langosta.— Nombrado por el Supremo Gobierno para estudiar la langosta, tengo el honor de suplicar á vd., etc.—Protesto á vd., etc.— Liber- tad en la Constitucion. Oaxaca, Diciembre 1? de 1880.— José C. Segura. —C. Gobernador Constitucional del Estado de Tabasco. Número 12, COMUNICACION DEL C. GOBERNADOR DEL ESTADO DE CHIAPAS. Un sello en blanco que dice: «Gobierno constitucional del Estado libre y soberano de Chiapas.»—Por el oficio que vd. se sirvió dirigirme en 1? del que cursa, quedo enterado del nombramiento hecho en su persona por el Gobierno de la Union para estudiar la langosta en los Estados meridiona- les de la República, y con su citado oficio han sido en mi poder las esquelas á él adjuntas, que he mandado repartir entre las personas que he estimado conveniente, cuyas con- 64 testaciones serán reservadas para entregarlas personalmen- te á vd. cuando llegue á esta ciudad, de acuerdo con la nota que mees honroso contestar.—Libertad y Constitucion. San Cristóbal Las Casas, Diciembre 13 de 1880.— Miguel Utri- lla.—Una rúbrica.—C. José O. Segura, comisionado para el estudio de la langosta.—Oaxaca. Número 13. COMUNICACION DEL C. GOBERNADOR DEL ESTADO DE TABASCO. Un sello negro que dice: «República Mexicana.—Gobier- no Superior del Estado libre y soberano de Tabasco.»—Sec- cion 32— En contestacion á la atenta nota de vd. fecha 1? del actual, tengo la honra de manifestarle que las esquelas adjuntas fueron repartidas entre las personas que pueden proporcionarle datos en el ramo de estudios para que fué vd. comisionado.— Libertad en la Constitucion. San Juan Bautista, Diciembre 27 de 1880.— S. Sarlat.—Una rúbrica. — M. Molina Solís, secretario general.—Una rúbrica.—C. José C. Segura.— Oaxaca. Número 14, MEDIOS PARA LA DESTRUCCIÓN DE LA LANGOSTA. Tengo el honor de acompañar á vd. un tanto del resúmen de las instrucciones que dí á las autoridades y particulares en mi excursion á los distritos del Valle Grande, y cuyos resultados han sido satisfactorios segun consta á esa supe- rioridad, por cartas dirigidas al que suscribe, que conoce vd. y ha mandado publicar. Si fueren de su aprobacion, le suplico se sirva darles la publicidad conveniente, así como le encarezco la necesidad de que los demas distritos invadidos por la langosta tomen el empeño y actividad de que están dando pruebas los de Ocotlan, Ejutla y Miahuatlan.— Protesto á vd. las conside- raciones de mi respeto y aprecio.— Libertad y Constitucion. Oaxaca, Diciembre, 11 de 1880. — José C. Segura. —C. Go- bernador del Estado.—Presente. 65 Número 15. COMISION PARA EL ESTUDIO DE LA LANGOSTA. — INSTRUCCIONES PARA LA DESTRUCCIÓN DE LA LANGOSTA EN LOS CUATRO PERÍODOS DE SU DESARROLLO. 1” Evítese la persecucion de la langosta adulta con el solo objeto de ahuyeñtarla, para que no se disemine la aovacion y cría. 22 Hágase la caza de la langosta al estado de insecto per- fecto, en las noches de luna, despues de una lluvia, y á la madrugada hasta las siete de la mañana. 3? Sepúltese la langosta recogida en fosas que tengan una vara de ancho por dos y media de profundidad, teniendo presente que el grueso de la capa de langosta en la fosa no pase de una vara. Siempre que se pueda, quémesele mejor en fogatas. 4% Al estado de salton pueden emplearse cualesquiera de los tres procedimientos siguientes: A.— Por el buitron ó garabito. Este aparato consta de un lienzo burdo ó un petate de dos ó más varas de largo, por una ó una y media varas de ancho: en el centro de éste hay un agujero circular de media vara de diámetro, al cual se cose un costal ó bolsa abierto á sus dos extremos, de capa- cidad de media fanega. El extremo del costal que no va co- sido al petate, se ata con un mecate. Para hacer funcionar este aparato, se necesitan dos mo- zos Ó peones que le den una posicion de una cuna ladeada, lo cual se consigue levantando con una mano una esquina, y con la otra mano, por medio de un palo como de una vara de longitud, atado á la esquina opuesta, se mantiene este lado del lienzo frisando y rozando el suelo. En esta opera- cion, los mozos que llevan el buitron marchan á paso un poco apresurado por encima de las manchas de lan gostillos, ojean- do y careándolos hasta que se peguen en él, y tomando lue- go los dos extremos, se cierran á un tiempo, se sacude para hacer que caiga en el costal la langosta que tiene pegada, cuyo fondo se desata y se vacía prontamente en una zanja que al efecto se habrá abierto con anticipacion. B.— Fosas. Se abren zanjones de dos varas de ancho por 9 66 tres de profundidad y de una longitud que esté en relacion con la magnitud de la mancha. Varios hombres formados á los lados y atrás de las manchas, van con ramas arreando lentamente los langostillos hasta conducirlos á las fosas, lo cual se consigue con suma facilidad. Despues se pone una capa de tierra de media vara de espesor y se pisonea fuer- temente; se acaba de llenar la fosa comprimiendo bien la tierra. Es preciso, para evitar la produccion de miasmas, que la capa de langosta no pase de una vara de grueso. Siempre que sea posible se pondrá combustible en el fon- do de las zanjas, y cuando la langosta comience á entrar, se prende fuego, alimentando la combustion. C.— Quema. En los terrenos donde haya yerba seca y no sea monte, secircunseribirán por guarda—rayas de diez varas de ancho para evitar la propagacion del incendio, y se pon- drá fuego, comenzando simultáneamente por la periferia. Unavezquelos langostillos se han apoderado de una cerca viva, siendo sumamente difícil desalojarlos de ese lugar, es conveniente concentrarlos á ella. Despues se tiende al pié de los matorrales que la forman, zacate ó cualquier combus:- tible, y ¿dos varas de distancia y paralelamente á las cercas, se colocará de uno y otro lado una línea de combustible, cal- culaudo de manera que el rescoldo que quede tenga una y media vara de ancho, y se incendiará simultáneamente. 5 Al estado de torta se extermina machacándola con un pison, ó lo que es mejor, quitando la torta con una pala y arrojándola al fuego. El paso y repaso de toda clase de ganados por las tortas es un medio económico de destruccion. 6 Toda vez que una manga de langosta adulta se pose ó asiente sobre un terreno, si esto se efectúa de Mayo á Agos- to, hay que ararlo inmediatamente y proceder á la recolee- cion de los huevos (mazorcas, canutillos ó cartucho). Si se pudiere meter al terreno arado piaras de puercos, aves de corral, no deberá omitirse. La combinacion de estos métodos produce satisfactorios resultados.—José €. Segura. 67 Número 16. COMUNICACION DEL C. GOBERNADOR DE OAXACA. Gobierno constitucional del Estado libre y soberano de Oaxaca.—Seccion 3?—Número 860.—Se recibió en este Go- bierno, adjunto á su atento oficio de 11 del corriente, el re- súmen de las instrucciones que dió á las autoridades y par- ticulares de los distritos del Valle Grande, para la destrue- cion de la langosta, cuyas instrucciones tengo el honor de manifestarle que ya se mandan publicar en el órgano oficial del Gobierno del Estado.—Libertad en la Constitucion.— Oaxaca de Juarez, Diciembre 14 de 1880,— Francisco Mei- Jueiro.—Una rúbrica. —Al Ingeniero José O, Segura, —Pre: sente. Número 17. Comision para el estudio de la langosta. — Tengo el ho nor de remitir á esa Secretaría por el correo de hoy, una caja con ejemplares de langosta en todos sus períodos de desar- rollo, desde el estado de huevo hasta el de insecto; además, una langosta grande, que en mi concepto es una especie, si no nueva, al ménos diferente de las que han invadido el Es- tado. Se dice que es la reina que dirige y encabeza la ban- dada; pero las investigaciones á que me he entregado no comprueban esa creencia, pues se encuentra mezclada in- distintamente en las mangas, aunque en pequeño número felizmente. Es muy voraz y come como el triple de lo que devoran las otras.— Las langostas grandes que no están etiquetadas, fueron coleccionadas en las inmediaciones de Ocotlan el dia 11 del presente, y las pequeñas en las del Dis- trito de Zimatlan el dia 8 del próximo pasado. — Las que tienen etiqueta son las que invadieron el Estado en el mes de Julio. Tanto éstas como el monstruoso ejemplar de la langosta reina, carecen de antenas, pues no me fué posible conseguir ejemplares completos.— El número 1 es el cadá- ver del macho en la posicion que queda muerto despues de la cópula: el número 2 es el de la hembra despues de la pos- tura: los números 3 y 4 los dos sexos ántes de la fecunda cion, — Acompaño á éste copia de las instrucciones para la, 68 destruccion de la langosta en los cuatro períodos de su des- arrollo, cuyos resultados la experiencia ha sancionado, como lo prueba la carta que el Jefe político de Ejutla dirige al que suscribe, y que el C. Gobernador del Estado ha mandado pu- blicar en el órgano del Gobierno, cuyo ejemplar tengo tam- bien la honra de acompañar. — Estas instrucciones se han mandado publicar para conocimiento de las autoridades y ciudadanos del Estado. He oficiado álos ciudadanos gober- nadores de los Estados de Chiapas y Tabasco acompañán- doles copia de dichas instrucciones.— Vuelvo á emprender mi marcha al Valle Grande, miéntras tanto la Jefatura de Hacienda provea de recursos para emprender mi marcha á los otros Estados invadidos.— Protesto á vd. las considera- ciones de mi respeto.— Libertad y Constitucion. Oaxaca de Juarez, Diciembre 16 de 1880.—José C. Segura. — Al Sub- secretario de Fomento.— México. Número 18. COMUNICACION DEL MINISTERIO DE FOMENTO. Un sello negro que dice: «Ministerio de Fomento, Coloni- zacion, Industria y Comercio.—México.»—Seccion 2%—Nú- mero 1993.—Con el oficio de vd. de fecha 16 del actual, se recibieron en esta Secretaría una caja que contiene ejem- plares de la langosta en todos los períodos de su desarrollo, copia de las instrucciones para la destruccion de dicho in- secto en los mismos períodos, y un ejemplar del periódico oficial del Gobierno del Estado de Oaxaca, en que se halla publicada la carta que dirigió á vd. el Jefe Político de Eju- tla, manifestándole los buenos resultados que se habian ob- tenido poniendo en práctica las indicaciones hechas por vd. respecto de la langosta. — Libertad y Constitucion. Méxi- co, Diciembre 22 de 1880,— P. O. D. 5., M. Fernandez, O M, —Una rúbrica.—Al C. José O. Segura.—Oaxaca. Número 19. Comision para el estudio de la langosta. — Tengo el ho- nor de adjuntar á vd. un tanto del resúmen de las instruc- ciones para la destruccion de la langosta, que puse en prác- 69 tica con satisfactorios resultados en los Distritos de Zima- tlan, Ejutla y Miahuatlan, del Estada de Oaxaca, así como un oficio de la Secretaría de Fomento participándole á vd. el nombramiento de la Comision para el estudio de la lan- gosta; de cuyos documentos suplico á vd. me acuse recibo, así como de mi anterior de remision de unas esquelas que con fecha 1? del presente dirigí á vd. Como en uno de los últimos documentos decia que las res- puestas al cuestionario de las mencionadas cartas se las di- rigieran á vd. para que á mi paso por esa capital las reco- giera; previendo que algun incidente pueda impedir el que personalmente pase á esa, he de merecer de vd. se sirva di- rigirme la correspondencia por conducto del C. Gobernador del Estado de Oaxaca.— Protesto á vd. las consideraciones de mi aprecio.— Libertad y Constitucion. Oaxaca, Diciem- bre 14 de 1880.— José C. Segura. —C. Gobernador del Es- tado de Chiapas. Número 20. COMUNICACION DEL C. GOBERNADOR DEL ESTADO DE CHIAPAS, Un sello en blanco que dice: «Gobierno constitucional del Estado libre y soberano de Chiapas.»—Con el oficio de vd. de 14 del que cursa, ha sido en mi poder el que me dirigió la Secretaría de Fomento, comunicándome la comision á vd. conferida, así como las instrucciones para la destruccion de la langosta, que ha puesto en práctica con buenos resulta- dos en algunos puntos de ese Estado. De acuerdo con la indicacion que me hace en el oficio que contesto, le remitiré las contestaciones que reciba de sus es- quelas que me envió con nota de 1? del corriente, y por este Gobierno fueron distribuidas entre las personas que tuvo á bien.— Libertad y Constitucion. San Cristóbal Las Casas, Diciembre 23 de 1880. — Miguel Utrilla.—Una rúbrica, — O. José Segura, comisionado para la destruccion de la lan- gosta.—UOaxaca. Número 21. Comision para el estudio de la langosta.— Tengo la honra de adjuntar á vd. un tanto de las instrucciones para la des- truccion de la langosta, que puse en práctica con satisfac- 70 torios resultados, en los Distritos de Zimatlan, Ejutla y Miahuatlan, del Estado de Oaxaca, de cuyos documentos suplico á vd. me acuse recibo, así como de mi anterior de remision de unas esquelas que con fecha 1* del presente di- rigí á vd. Como en el último de dichos documentos decia que las res- puestas al cuestionario se las dirigieran á vd. para que á mi paso por esa capital las recogiera; previendo que algun incidente pueda impedir el que personalmente pase á esa, he de merecer á vd. se sirva dirigirme la correspondencia por conducto del C. Director de la Escuela de Agricultura de México. — Protesto á vd. las consideraciones de mi apre- cio.—Libertad y Constitucion. Oaxaca de Juarez, Diciem- bre 11 de 1880.— José C. Segura. —U. Gobernador del Es- tado de Tabasco. Número 22. COMUNICACION DEL C. GOBERNADOR DE TABASCO. Un sello negro que dice: «República mexicana.—Gobier- no superior del Estado libre y soberano de Tabasco.»—8Sec- cion 32—Con su atenta nota de fecha 11 del mes anterior, se recibieron en este Gobierno las instrucciones que da vd. para la destruccion de la langosta, las cuales se mandaron publicar en el periódico oficial, circulándose además á los Ayuntamientos del Estado para que las pongan en práctica. A la vez le manifiesto que la nota de fecha 1? del mes re- ferido, á que alude vd., fué ya contestada y repartidas las esquelas que adjuntó. — Libertad en la Constitucion. San Juan Bautista, Enero 5 de 1881.—J. F. de Lanz.— Una rú- brica.— M. Molina Solís, secretario general.— Una rúbrica, — 0, José O. Segura.— Oaxaca. Número 23. EJEMPLARES QUE La COMISION PARA EL ESTUDIO DE LA LANGOSTA -: REMITE Á LOS CC. GOBERNADORES. Para que se sirva distribuirlos como lo crea conveniente, acompaño á vd. cien ejemplares de las instrucciones para la destruccion de la langosta, no dudando del patriotismo é ilustracion de vd. que recomendará se imponga la obliga- 71 cion á las autoridades subalternas pongan en práctica y cumplan con celo y eficacia los medios que en ellas se acon- sejan. —Protesto á vd. las consideraciones de mi respeto. —Libertad y Constitucion. Diciembre 26 de 1880.—C. Go- bernador del Estado de Oaxaca. Número 24. Para que se sirva distribuirlos como lo crea conveniente, acompaño á vd. doscientos ejemplares de las instrucciones para la destruccion de la langosta, no dudando del patrio- tismo é ilustracion de vd. que recomendará se imponga la obligacion á las autoridades subalternas pongan en prácti- ca y cumplan con celo y eficacia los medios que en ellas se aconsejan.— Protesto á vd. las consideraciones de mi respe- to. —Libertad y Constitucion. Diciembre 26 de 1880.—C. Gobernador del Estado de Chiapas. Número 25. Para que se sirva distribuirlos como lo crea conveniente, acompaño á vd. doscientos ejemplares de las instrucciones para la destruccion de la langosta, no dudando del patrio- tismo é ilustracion de vd. que recomendará se imponga la obligacion á las autoridades subalternas pongan en prácti- ca y cumplan con celo y eficacia los medios que en ellas se aconsejan.— Protesto á vd. las consideraciones de mi respe- to.—Libertad y Constitucion. Diciembre 26 de 1880.—-C. Gobernador del Estado de Tabasco. Número 26. COMUNICACION DEL C. GOBERNADOR DE OAXACA, Gobierno constitucional del Estado libre y soberano de Oaxaca. —Seccion 3? — Número 910.—Tengo la honra de manifestar á vd. que recibí adjuntos á su oficio de hoy cien ejemplares de las instrucciones para la destruccion de la langosta, y como lo desea, se mandan distribuir á los jefes políticos de los distritos del Estado. — Libertad en la Cons- 12 titucion. Oaxaca de Juarez, Diciembre 27 de 1880.— Fran- cisco Meijueiro. — Una rúbrica. — Al Ingeniero José GC. Se- gura.— Presente. Número 27. COMUNICACION DEL C. GOBERNADOR DE CHIAPAS. Un sello en blanco que dice: «Gobierno constitucional del Estado libre y soberano de Chiapas.»— Con el atento oficio que en 26 de Diciembre último se sirvió vd. dirigirme, he recibido los doscientos ejemplares de las instrucciones para la destruccion de la langosta, los que he mandado circular convenientemente, á fin de utilizar con ventaja los medios que para destruir aquella plaga se aconsejan.—Cábeme la honra de decirlo á vd. en contestacion á su apreciable nota referida.— Libertad y Constitucion. San Cristóbal Las Ca- sas, Enero 6 de 1881.— Miguel Utrilla.—Una rúbrica. — Al C. José OC. Segura, comisionado para la destruccion de la langosta.—UOaxaca. Número 28. COMUNICACION AL MINISTERIO DE FOMENTO. De regreso de mi excursion á los distritos del Valle Gran- de, tengo el honor de informar á vd. que la plaga de la lan- gosta ha disminuido un setenta y cinco por ciento, debido á la tenaz persecucion que se le ha hecho, empleando los métodos que tuve la honra de remitir á vd. y de cuyas ins- trucciones he remitido quinientos ejemplares á las autori- dades de los Estados de Oaxaca, Chiapas y Tabasco. La intensidad del mal se comprende por el hecho siguien- te: en Ejutla se han matado hasta el dia 23 del presente, 7,220 fanegas, ó sean veintiocho mil ochocientas ochenta arrobas, con un número de setenta y cuatro millones diez y seis mil doscientas langostas, de tres centímetros de largo. En Miahuatlan se ha matado el triple de esta cantidad : en Ocotlan como la vigésima, y en Zimatlan, por dificulta- des que no me son conocidas, se habrá matado como la mi- lésima parte. La Comision cree haber llenado el objeto principal de su cometido; ha agotado los medios fáciles y sencillos, que sin 73 erogar gastos ni presentar dificultades en la construccion de aparatos, están al alcance de todos. Queda á las autori- dades darles el debido cumplimiento. Por lo mismo cree que habiendo comunicado todos sus resultados á los Estados invadidos, es innecesaria su pre- sencia en los Estados de Chiapas y Tabasco, tanto más, cuanto que hay dificultades para que se le ministren sus sueldos y viáticos. Sin embargo, vd. dispondrá lo que crea conveniente en su acertado juicio, esperando esta Comision sus respetables órdenes para darles el debido acatamiento. — Protesto á vd. las consideraciones de mi respeto.— Liber- tad y Constitucion. Oaxaca, Diciembre 26 de 1880, — José C. Segura.—C. Secretario de Fomento. Número 29. COMUNICACION DEL MINISTERIO DE FOMENTO. Un sello negro que dice: «Ministerio de Fomento, Coloni- zacion, Industria y Comercio.—México.»—Seccion 2*-—Nú- mero 2,111.— En vista de las razones que expone vd. en su comunicacion de 26 del próximo pasado, de cuyo contenido queda enterada esta Secretaría, el Presidente de la Repúbli- cahatenido á bien acordar se retire esa Comision á esta capi- tal, en donde rendirá un Informe general de la expedicion. Lo que comunico á vd. para los fines indicados y en res- puesta á su citado oficio.—Libertad y Constitucion. México, Enero 3 de 1881.—P. O. D. $S., M. Fernandez, Oficial mayor. — Una rúbrica. —€U. José C. Segura, comisionado para es- tudiar los medios de destruir la langosta.— Oaxaca, Número 30. COMUNICACION AL C. GOBERNADOR DE CHIAPAS. Comision para el estudio de la langosta.— Con el objeto de hacer el estudio de la langosta, he de merecer de vd. se sirva darme todos los datos que sobre sus emigraciones y costumbres tuviere, así como una noticia de los puntos que están invadides en ese Estado, época y fecha de las emigra- ciones, disposiciones que sobre el particular se hayan dicta- do, cuántas mudas tiene el insecto ántes de llegar al estado 10 74 de perfecto desarrollo, en qué épocas del mismo se verifica, y por último, contestarme el cuestionario que le adjunto. Como lo espero de su notorio empeño é ilustracion en todo lo que tiende al bien del país, le suplico me dé su contesta- cion por los conductos que en mi anterior oficio le indiqué. Aprovechando esta vez, le reitero las protestas de mi aprecio y consideracion. Libertad y Constitucion. Oaxaca, idiombra 26 de 1880. —José C. Segura.—C. Gobernador del Estado de Chiapas. Número 31. COMUNICACION AL C. GOBERNADOR DE TABASCO. Comision para el estudio de la langosta.—Con el objeto de hacer el estudio de la langosta, he de merecer á vd., etc. — Aprovechando esta vez, le reitero, etc. — Libertad en la Constitucion. Oaxaca, Diciembre 26 de 1880.— José C. Se- gura.—C. Gobernador del Estado de Tabasco. Número 32 Comision del estudio de la langosta.— En oficio de 26 del presente que remití á esa Secretaría, se deslizó un error al comunicar á vd. el número de langostas que se habian ma- tado en todo el distrito de Ejutla, pues no es setenta y cua- tro millones diez y seis mil doscientas langostas, sino sete- cientos cuatro millones novecientas tres mil cuarenta. Lo que tengo el honor de manifestar á vd. para que se sirva rectificar dicho error. Remito por correo de hoy una caja con langostas.—Libertad y Constitucion. Diciembre 28 de 1880.— José O. Segura.—U. Secretario de Fomento. Número 33. COMUNICACION DEL MINISTERIO DE FOMENTO. Un sello negro que dice: «Ministerio de Fomento, Coloni- zacion, Industria y Comercio.—México.»—Seeccion 22—Nú- mero 2,109.—Con la comunicacion de vd. de 28 del próximo pasado, se recibieron en esta Secretaría los dos impresos re- lativos al método para la destruccion de la langosta, y la 75 caja con ejemplares de este insecto que remite vd., quedan- do enterada de la rectificacion que en el mismo oficio hace respecto del número de langostas destruidas en el distrito de Ejutla. Libertad y Constitucion. México, Enero 3 de 1881.—P. O. D.5., M. Fernandez, Oficial mayor.— Una rúbrica. —C. José C. Segura, comisionado para el estudio de los medios de destruccion de la langosta.— Oaxaca. Número 34, Comision para el estudio de la langosta.— De vuelta de mi excursion á los pueblos del Valle Grande, tengo la honra de poner en conocimiento de vd. para los efectos á que haya lugar, que la langosta ha disminuido considerablemente, debido á la actividad con que han procedido las autorida. des de los distritos, recomendando á vd. con especialidad los de Ejutla y Miahuatlan. En el primero de esos distritos el Jefe Político impuso una contribucion de seis almudes de langosta á cada vecino, y de cinco á diez fanegas al comercio, segun la importancia del capital; y tanto éstos como los vecinos, cumplieron en- tregando casi el doble de lo que se les asignó. Las señoras tambien contribuyeron á la destruccion de la langosta, organizando una cacería, ¡digno ejemplo! que pongo en conocimiento de vd. para su satisfaccion, y para que sirva de estímulo á los pueblos que una apatía punible y una ignorancia supersticiosa mantienen en la indiferencia y en la inaccion. Segun los datos que he consultado de documentos que existen en la Jefatura de Ejutla, se han destruido sólo en ese distrito setecientos cuatro millones novecientas tres mil cuarenta (704.903,040) langostas. Muy buenos servicios han prestado al Estado los Sres. Innes, vecinos de Ejutla, de nacionalidad inglesa, dando el ejemplo de ser los primeros en contribuir con exceso á la destruccion de la langosta, y hacer comprender á todos la necesidad de exterminar este dañino insecto. En Miahuatlan, segun datos que poseo, la destruccion es en mayor escala que en Ejutla, debido á la energía, actiyi- 76 dad y decidido empeño del C. Feliciano García, Jefe Polí- tico de ese Distrito, y á los buenos consejos del filántropo C. Basilio Rojas. Si todos los distritos invadidos por la langosta obrasen de comun acuerdo, é imitasen el noble empeño, constancia y actividad de los dos distritos mencionados, creo que á pe- sar del error que han vulgarizado propietarios sin concien- cia y especuladores de mala fe, de que es inextinguible la langosta, error que han puesto de manifiesto los dos ya men- cionados distritos, no se tendrian que lamentar los perjui- cios probables que sufra el año entrante el Estado, y la alar- ma y consecuencias á la nacion; pues como vd. comprenderá perfectamente, se necesita el concurso reunido de los pue- blos para conjurar el mal. Si dignos son los esfuerzos de los distritos de Ejutla y Miahuatlan, con sentimiento debo manifestar á vd. que la mayor parte de los otros distritos, segun noticias fidedignas que obran en mi poder, poco se preocupan de la presente plaga. Al comunicar á vd. el resultado de mis investigaciones, tengo el honor de reiterarle las protestas de mi particular respeto y cariño. Libertad y Constitucion. Diciembre 27 de 1880.— José €, Segura.— C. Gobernador del Estado de Oaxaca. Número 33. COMUNICACION DEL C. GOBERNADOR DE OAXACA. Gobierno constitucional del Estado libre y soberano de Oaxaca. —Seccion 3? —Núm. 913.—8Se ha recibido en este Gobierno la apreciable nota de vd., fecha de ayer, en que se sirve participar los esfuerzos que hacen las autoridades y particulares de los distritos de Ejutla y Miahuatlan, para destruir la langosta. Al decirlo á vd. en respuesta, le manifiesto que dicha nota se manda insertar en el órgano oficial de este mismo Go- bierno, para conocimiento del público. Libertad en la Constitucion. Oaxaca de Juarez, Diciem- bre 28 de 1550.— Francisco Meijueiro.—Una rúbrica, — Al O, José C. Segura. —Presente. 07 Número 30. Comision para el estudio de la langosta:— En virtud del contenido de la comunicacion que con fecha 3 del presente me dirigió esa Secretaría, tengo el honor de contestar que para fines delasemana entrante emprenderé la marcha, pues sólo espero la correspondencia de Chiapas. Remito á vd. por correo de hoy una caja con ejemplares de langosta adulta en el estado en que hoy se encuentra, y dos números del periódico oficial del Estado, La Victoria, donde se encuentra el informe que rendí al O. Gobernador á peticion de dicha autoridad. Protesto á vd. las consideraciones de mi respeto. Libertad y Constitucion. Oaxaca de Juarez, Enero 7 de 1881.—José €. Segura,.—C. Secretario de Fomento.—México, Número 37. COMUNICACION DEL MINISTERIO DE FOMENTO. Un sello negro que dice: «Ministerio de Fomento, Colo- nizacion, Industria y Comercio.—México.»—Seccion 2%— Núm. 2,205.—Con el oficio de vd., fecha 7 del actual, se re- cibió en esta Secretaría una caja que contiene ejemplares de langosta adulta, y dos números del periódico oficial de ese Estado, en que se encuentra el Informe que rindió vd. al Gobernador á peticion suya. Libertad y Constitucion. México, Enero 12 de 1881.—P, O. D. 5S., M. Fernandez, Oficial mayor.—Una rúbrica.— O, José O. Segura.— Oaxaca. Número 38. Comision para el estudio de la langosta.— Para terminar con la comision que el Supremo Gobierno tuvo á bien hon- rarme, tengo que separarme del Estado del digno cargo de vd., y muy satisfactorio me es, al tener el honor de comunicar- le esta determinacion, darle las debidas gracias por las con- sideraciones y auxilios que prestó vd. á la Comision que re- presento; y si, como lo espero de su cooperacion, se siguen con eficacia las disposiciones que la Comision creyó conve- 78 niente aconsejar en vista de los resultados prácticos que ob- tuvo, es fácil conjurar el mal, y entónces la nacion deberá á vd. ese bien trascendental. Alsepararme de este Estado, donde encontré franca amis- tad y un útil apoyo para mis estudios sobre los medios más adecuados para la destruccion de la langosta, llevo un re- cuerdo imperecedero y una deuda de gratitud hácia vd. por sus consideraciones personales. Protesto á vd., como siempre, las consideraciones de mi respeto y cariño. Libertad y Constitucion. Oaxaca, Enero 7 de 1881.—José C. Segura.— U. Gobernador del Estado.—Presente. Número 39. COMUNICACION DEL C. GOBERNADOR DE OAXACA. Gobierno Constitucional del Estado libre y soberano de Oaxaca. —Seccion 3?—Núm. 6.—Quedo impuesto por la atenta nota de vd., fecha 7, de que habiendo terminado la co- mision que el Gobierno federal confió á vd. en este Estado, estudiando los medios adecuados para la destruccion de la langosta, tiene que separarse del mismo para ir á dar cuen- ta del resultado de dicha comision. Al tener el honor de decirlo á vd. en respuesta, me es satisfactorio reiterarle las consideraciones de mi aprecio y atencion. Libertad en la Constitucion. Oaxaca de Juarez, Enero 8 de 1831.— Francisco Meijueiro.— Una rúbrica.—Al Ingenie- ro C, José O, Segura.— Presente. Número 40. Comision para el estudio de la langosta.—Con el objeto de aprovechar los datos que ese Estado posea sobre la lan- gosta, en el Informe que pronto tengo que producir al Su- premo Gobierno, he de merecer de vd. se sirva remitirme, si ya están en su poder, las contestaciones al cuestionario que adjunté á las esquelas que tuve el honor de enviarle para que las repartiera como lo creyera conveniente entre las per- sonas de ese Estado, así como tambien le suplico me contes- 79 te mi oficio del 26 del próximo pasado, referente á dicho insecto. Confiado en su actividad y por el interes que me ha ma- nifestado en el desempeño de mi comision, me anticipo á darle las debidas gracias por lo que solicito, y á reiterarle las protestas de mi consideracion. Libertad y Constitucion. Mexico, Enero 24 de 1881.—José C. Segura.—U. Gobernador del Estado de Chiapas. Número 41. Comision para el estudio de la langosta.—Con el objeto de aprovechar los datos que ese Estado posea sobre la lan- gosta, en el Informe que pronto tengo que producir al Su- premo Gobierno, etc.—Confiado en su actividad, etc. Libertad y Constitucion. México, Enero 24 de 1881.—José C. Segura.—-C. Gobernador del Estado de Tabasco. Número 42. ORDENANZAS DE CASTILLA REFERENTES Á LA LANGOSTA. Ley V.—Obligaciones de las Justicias ordinarias á hacer matar la langosta á costa de los Concejos. D. Felipe II en las Cortes de Madrid de 1593, pet. 51: Mandamos que se den provisiones para que las Justicias ordinarias, cada una en los lugares de su jurisdiccion, hagan matar la langosta á costa de los Concejos; y que no se den jueces de comision para ello, si no es precediendo pedimento de la mayor parte de los lugares en que se hiciere de hacer el repartimiento para la dicha langosta. Ley 57, tít. 4, lib. 2., R. Ley VI.—Modo de proceder las Justicias á la extincion de la langosta á costa de los Propios de los pueblos.* En todas las partes de los términos de las ciudades, villas y lugares donde hubiere langosta aovada, ó en cañuto ó na- cida, la maten, la cojan, destruyan y arranquen de raíz, de manera que no quede simiente alguna; y hagan arar y rom- per qualquier tierras, dehesas, eriales y montes donde hu- * Las disposiciones de esta ley y las reglas contenidas en la siguiente sobre el extermi- nio de la langosta, están reproducidas y mandadas observar en las instrucciones de 3 de Agosto de 1841, y en la R. O. aclaratoria de 8 de Diciembre del mismo. 80 biere la dicha langosta; con lo que por esta causa ó para este efecto se rompiere Ó arare, no se pueda sembrar cosa alguna de ello, sin que quede para pasto de la manera que ántes estaba; y las ciudades, villas y lugares en cuyos tér- minos no hubiere la dicha langosta aovada, ni en cañuto, ni nacida, como estén contiguas á las partes donde la hubie- re hasta la distancia de tres leguas, concurran en la misma conformidad al beneficio de matarla, por el que se le sigue de que se consiga el fin de extinguirla; y para que más bien se logre, harán que en los términos donde hubiere aovada la dicha langosta, entre el ganado de cerda que la destruya y aniquile. Y para que esto se pueda poner en ejecucion, da- mos licencia y facultad para que los maravedises que fueren menester para ello, se gasten de los Propios de los pueblos donde hubiere dicha langosta, ó por repartimiento entre todos y qualquier personas, vecinos y forasteros que en los dichos términos tuvieren bienes y rentas, así eclesiásticas como seculares, Iglesia, Monasterio, Comendadores y Uni- versidades que llevaren diezmos de los puntos de las here- dades del dicho partido, y otras qualquier personas calidad, estado, condicion y preeminencias que sean, teniendo res- pecto en dicho repartimiento, al daño que puedan recibir los términos públicos y concejiles donde hubiere la dicha langosta, las heredades y rentas de lo de suso nombrados, si la dicha langosta no se matase; y lo que se cobrare de los repartimientos se hará depositar en poder de los mayordo- mos de las dichas ciudades, villas, lugares ú de otra perso- na lega, llana y abonada, vecino de cada una de ellas, para que de su poder se gaste y distribuya en matar la dicha lan- gosta y no en otra cosa alguna, á los quales mandamos ten- gan libro de cuenta y razon de lo que entrare en su poder, para darla quando les fuere mandado; y queremos que la persona ó personas que tomaren cuenta de los Propios y re- partimientos que en virtud de esta mi carta se hicieren y gastaren en lo referido, reciban y pasen en ella todos los maravedises que legítimamente se hubieren gastado en lo susodicho. Y mandamos no se haga otro repartimiento al- guno que no sea para matar y extinguir la dicha langosta, so las penas en que incurran los Concejos y personas que lo hacen, sin tener licencia para ello. (Aut. 23, tít. 9, lib. 3, R.) 8l Ley VIL.— Reglas para la extincion de la langosta en sus tres estados, y modo de repartir los gastos que se hicieren en este trabajo. El Consejo por la instruccion de 1755, y D. Cárlos IV por resolucion á Cons. de 18 de Diciembre de 1804. PRIMER ESTADO DE AOVACION Ó CANÑUTO. 1. Deben las Justicias prevenir y tomar noticias anual- mente de los pastores, labradores y guardamontes, como de otros prácticos del campo, si han visto ú observado señas de langosta en los sitios donde suele aovar, y que se expre- sarán en adelante para poner en práctica los medios que se dirán ántes que llegue á nacer y experimentarse el daño. 2. Desova y semina la langosta adulta, y ántes de morir, hincando y enterrando su aguijon y cuerpo hasta las alas en las dehesas y montes ó tierras incultas, duras, ásperas, y en las laderas que miran al Oriente, dejando formado un cañuto que suele encerrar treinta, cuarenta ó cincuenta hue- vecillos, segun lo más ó ménos fértil del terreno; hace esta seminacion por el Agosto, se fermenta y nace por la prima- vera y verano. 3. Para saber y conocer los sitios donde aovan las langos- tas adultas, se han de poner peritos en el estío que observen los vuelos y revuelos, mansiones y posadas que hacen para esta obra, en invierno, las aves, y señaladamente los grajos y tordos los señalan tambien ocurriendo á bandadas en estos sitios á picar y comer el cañuto. 4. El tiempo oportuno y crítica sazon de extinguir el ca- ñuto, es el del otoño al invierno, en que con las aguas está blanda la tierra, porque el trabajo de un hombre entónces equivale al de treinta despues; y los modos de su extincion son tres. 5. El primero es romper y arar los sitios donde está el cañuto con las orejas del arado bajas, con dos rejas juntas y los surcos unidos, y tambien con rastrillo, con lo que se saca de su lugar el cañuto y se quebranta, y el que se queda entero lo seca y destruye la inclemencia del tiempo; pero se previene que no se ha de sembrar las dehesas que se rom- pieren, como lo manda la ley anterior. 11 82 6. El segundo es la aplicacion de los ganados de cerda á los sitios plagados desde el otoño ; los quales hozando y re- volviendo la tierra, se comen el cañuto, por ser aficionados á él, y los engorda mucho por lo xugoso y mantecoso que es: consiguiéndose mayor efecto si llueve, y se ablanda la tierra y tiene este ganado cercana el agua, 7. El tercero más costoso y prolixo es el uso del azadon, azada, azadilla, barra, pala de hierro y madera, y qualquiera otro instrumento con que se levanta aquella porcion de tier- ra que se crea precisa para sacar el cañuto: entónces se ha de llamar la más ó ménos gente que dicte la mayor ó menor abundancia de langosta: ajustando por celemines ó por jor- nal, con la obligacion de haber de dar cierto número de cele- mines al dia, y que no exceda desde un real hasta dos el ce- lemin en cañuto: procurando que los que trabajen saquen un jornal moderado y sin exceso, regulando lo más ó ménos disperso de las manchas, y lo más montuoso de ellas para el trabajo que haya en cogerle: teniendo persona de satis- faccion que vaya sentando en un libro el número de celemi- nes, las personas que los entreguen y los maravedises que se satisfacen; figurando tambien el Escribano Fiel de fechos y algunos de los Alcaldes. 8. Será conveniente haya abiertas zanjas en los mismos sitios donde se eche el cañuto recogido, se quebrante muy bien y se cubre de tierra, de modo que quede bien enterrado. SEGUNDO ESTADO DE FETO Ó MOSQUITO. 9. Desde que empieza á nacer, y siendo del tamaño de un mosquito al de una mosca, no toma vuelo ni tiene otro mo- vimiento que el de bullir: y en este estado se extinguen con todo género de ganados, como mulas, yeguas, bueyes, caba- llos, cabras y ovejas, pisando las moscas, y estrechando los ganados con violencia á que den vueltas y revueltas, hasta destruirlas con el mucho pisarlas. 10, El poner y encender fuego sobre estas moscas, con qualquiera materia que se ofrezca y halle por aquellos sitios, es de gran utilidad para aniquilarlas y consumirlas; pero teniendo gran precaucion de que no halla riesgo de que se comunique el fuego á los montes. 83 11. El uso de suelas de cuero, cáñamo, esparto y correas anchas atadas al extremo de un palo, cuyo largo sea pro- porcionadoal mejor manejo: el malojo ó azote que se ha de formar de adelfas, salados, retamones y demas que ofrezca el terreno, es muy á propósito, formando los trabajadores un círculo que coja toda la mancha, ó la parte posible de ella, la que irán estrechando hasta el centro, donde la gol- pearán y azotarán todos con los instrumentos que llevan, y con lo que lograrán apucarla, quemándola ó enterrándola despues para que no reviva. El precio á que se suele pagar el celemin de este feto ó mosquito es de medio ó un real con la proporcion expresada en el número 7. TERCER ESTADO DE ADULTA Ó SALTADORA. 12. En el estado de adulta y desde que principia á serlo y á saltar, son asimismo muy conducentes todos los medios referidos: pues aunque el de pisarla y trillarla los ganados no es tan fácil, especialmente en el peso y hueco del dia por su continuado saltar, puede no obstante producir muy pro- vechosos efectos en las madrugadas, noches de luna y esta- ciones en que por el fresco y lluvias suele estar entorpecida, parada y acobardada,; y en estos tiempos hace prodigiosos efectos el ganado de cerda, el que no se experimenta en el rigor del sol. 13. Fuera de dichos medios hay el que llaman bueytron, que se forma regularmente de lienzo basto de tres modos ó hechuras: la primera de dos, tres ó más varas de cuadro, haciéndole en su centro una rotura ó boca redonda como de una tercia, á la que se cose un costal ó talega de cabida de una ó media fanega, y elevando los dos extremos de él, formando antepecho ó pared y los otros dos haciendo falda en el suelo, se va oxeando y careando la langosta hasta que se pega y enjambra en él; y tomándole luego de los dos ex- tremos y cerrándole á un tiempo, se introduce en el costal ó talega, cuyo fondo estará abierto y no cosido, pero atado, para que desatándole con cuidado, se pueda más pronta- mente vaciar y enterrar; llevando prevenido á este fin y al de hacer el hoyo ó sepultura correspondiente, una azada en el caso de que no se haya de conducir al pueblo; pero ha- 84 biéndose de entregar y llevar al lugar, se irá depositando en vasijas de haldas y costales que al propio intento se han de preparar, en cuya maneobra se suele ocupar seis ú ocho personas aunque sean muchachos algunas. 14. La segunda hechura del bueytron es quasi en la mis- ma forma, y solo con la diferencia de que ha de tener dos varas ó algo más y una media de ancho que se ha de mane- jar con solo dos personas; para lo que se ha de atar á los dos extremos largos de un lado un palo de á vara en cada uno, y tomándole por el cabo con una mano, dejándolo baxo y tocando ó pisando en el suelo y con la otra los dos extre- mos elevados, formando la figura de una cuna ladeada, se ha de andar á un tiempo con el paso apresurado por encima de las manchas de langosta, y al salto ó vuelo de ellas se coge y se va entrando en la talega. 15. La tercera hechura, que se gobierna con una sola per- sona, es la de un saco ancho de boca, y capaz para ajustar en ella un arco, que se hará de mimbre ó de otra madera flexible y correosa, de vara ó cinco quartas de largo y media de alto, y el fondo de otra vara pendiente de él, una manga de cabida de dos celemines, para que con ménos trabajo y peso usar de él: y á la dicha boca.se ha de cruzar, atar y atra- vesar por un lado de ella un palo sesgado, como de vara y media de largo; y tomando éste con las dos manos, se va pasando rápido y velox por las manchas, y al saltar y volar la plaga se coge en la misma conformidad. 16. De estos artificios se ha de usar aun despues que la langosta llegue al grado de volar, en las estaciones de las noches claras y de luna, y tardes despues de puesto el sol, en las que no lo pueden hacer hasta que sale y la calienta. 17. En cuyas estaciones la comen todas las más aves sil- vestres y domésticas, los pavos, gallinas, que en algunos pueblos de mucho tráfico y cria de estas especies las aplican á piaras; y los ganados de cerda poderosamente y con es- pecialidad si se experimenta algunas lluvias, siendo este el medio mas regular, eficaz y nada costoso, y sí muy prove- choso á dichos ganados, por engordarlos como en un agos- tadero ó montonera, mayormente teniendo agua y abreva- deros suficientes. | 15, Para enterrar esta langosta se deben abrir en los si- 85 tios donde se recoge, á distancia de los pueblos, zanjas, ho- yos y fosos correspondientes de profundidad de tres ó más varas y capacidad la que conviniere, en los que se irán en- terrando y pisando, precaviendo el que despida fétidos olo- res, por ser contagiosos y ofensivos á la salud pública. 19. Reconocida la plaga del cañuto por peritos y recibi- das sus declaraciones bajo juramento, en que no solo expre- sen la plaga, sino la extension del terreno que coge, podrán las Justicias ordinarias por sí y de su propia autoridad, en el tiempo oportuno de otoño al invierno, dar las providen- cias conducentes, y ponerlas en execucion para que se aren los sitios plagados; pero con la obligacion de dar cuenta al Concejo inmediatamente, con la justificacion de peritos re- cibida, sin suspender el trabajo, por lo mucho que puede importar ganar los instantes en ello; y nunca se han de sem- brar dichos sitios. GASTOS Y MODO DE REPARTIRLOS. 20. Los gastos hechos para extinguir la langosta, en qual- quiera de sus tres estados, se debe satisfacer de todo el cau- dal que se hallare existente de los Propios que hubiere en el lugar donde se manifieste, por ser de comun utilidad el dispendio y ser el caudal de Propios para este destino. 21. No habiendo caudales de Propios, se deberá tomar el que hubiere sobrante de Arbitrios, por ocurrir á un asun- to de tan comun beneficio; aunque este caudal no tiene el mismo destino que el de los Propios. Si no hubiere fondos de Propios ni de Arbitrios, deberán las Justicias tomar los caudales que necesiten de los depósitos que hubiere, por autoridad propia los que estuvieren hechos de su órden, y solicitando lo mismo de los Jueces Eclesiásticos para los que estuvieren á su disposicion, otorgando carta de pago en unos y en otros con la calidad de reintegro. 22. Si faltasen todos los recursos expresados, deberán re- presentarlo con brevedad las Justicias al Concejo, para que haciéndolo éste presente á S. M., se sirva dispensar en mano piadosa los socorros necesarios con la calidad de reintegro, y en el ínterin que se hace el repartimiento correspondiente, 23, El mayordomo de Propios, si lo hubiere y fuese per- e6 sona de satisfaccion y habilidad, ó en su defecto la de su sa- tisfaccion que nombraren las Justicias con responsabilidad y asistiéndole los demas escribientes que sean necesarios, tendrán un libro en que siente todos los celemines de lan- gosta que se recojan y las personas que los entreguen, el qual ha de servir de cargo; tendrá otro libro en que lleve la quenta de todos los caudales que recibe, y de todos los que paga, presentando estas diligencias, y firmándolas dia- riamente algunos de los Regidores ó el Procurador general indispensablemente. 24. Estos dos libros han de ser los documentos legítimos para firmar la quenta de los gastos, y de los caudales que se han de reintegrar; la qual se deberá remitir al Concejo con los recados de justificacion para su reconocimiento y aprobacion. ; 25. Deberán reintegrarse todos los caudales que se hu- bieren tomado de los Arbitrios, de los depósitos y de los empréstitos; pero no de los tomados de Propios, cuya na- turaleza y destino es esta y todas las demas urgencias co- munes. j 26. Aprobada la quenta y liquidados todos los caudales que se han de repartir, y si la plaga de la langosta hubiere sido en corta cantidad, y los gastos expendidos en extinguir- la de poca consideracion, y en un solo lugar, todo lo que se hubiere suplido se ha de repartir entre los interesados en diezmos, hacendados y vecinos de aquel solo lugar, no re- servando Eclesiástico, Comunidad Religiosa, Encomienda ni otra persona ó comunidad alguna por privilegiada que sea, segun y como se previene en la instruccion de la ley an- terior; cargando la décima del caudal que se haya de repar- tir, á los interesados en los diezmos, y las otras nueve par- tes á los hacendados con respecto á la mayor ó menor por- cion de hacienda y á los demas vecinos por aquel método y reglamento que practican para los encabezamientos y tri- butos reales. 27. Si aunque la langosta hubiere sido en un solo lugar la plaga hubiere sido excesiva, ó hubiere alcanzado á otros lugares, se deberá hacer el repartimiento segun mandare el Concejo, ó por providencia, así por no alquilar el lugar y los vecinos donde se experimente la plaga, como por ser bene- 87 ficio y utilidad comun, que igualmente se verifica en todos, mirando la alternativa necesaria de los tiempos. 28. Considerando el repartimiento de providencia, se de- berá remitir la razon de su importe á la capital, ésta hacer los cupos correspondientes á cada lugar, y la Justicia de éste hacer su repartimiento entre los interesados en diezmos, ha- cendados y demas vecinos, como queda expresado al núme- ro 26. 29. Las Justicias de los lugares y términos donde se ex- perimente la plaga, deben presenciarlo todo, animando con su actividad á los que trabajan, y observando los procedi- mientos de los que manejen caudales y lleven los asientos de la cuenta y razon. 30. Deberán escribir al Reverendo Obispo de aquel lugar y diócesis, y pasar tambien papeles atentos á los Prelados eclesiásticos, seculares y regulares, para que siendo uno el fin, y comun utilidad, contribuyan al remedio y á la afliccion en que se arriesgan todos. 31. Silos Eclesiásticos, formados los cupos y repartimien- tos, no pagasen lo repartido, deberán las Justicias despa- charles sus exhortos, avisarlo por medio de una carta al Re- verendo Obispo, y no alcanzando, representar al Concejo con esta justificacion. Ley VIM.—Repartimiento de los gastos causados en la extincion de la langosta. El Consejo por circular de 8 de Julio de 1755 comunican- do á los Intendentes; y D. Cárlos IV por resol. á cons. de 18 de Diciembre de 1804. Habiéndose hecho presente al Consejo cuanto ha ocurri- do con motivo á la extincion de la plaga de la langosta en las provincias de Andalucía, la Mancha y Extremadura, los crecidos gastos que se han ocasionado, y lo representado so- bre el repartimiento que debe hacerse entre los interesados, en que ha aparecido semejante plaga; ha acordado que debe ejecutarse en todas aquellas ciudades, villas y poblaciones en que ha estado descubierta la langosta, y en las que hu- biere en el intermedio de ellas, y á tres leguas de circunfe- rencia de los últimos, que para el repartimiento se remitan por los repetidos pueblos á la Contaduría de la Intendencia relaciones formales y justificadas de los gastos causados en 88 las operaciones practicadas para el logro de la extincion hasta fines de Junio (llevando cuenta separada de lo que en adelante se consuma y gaste para el segundo repartimiento que se hubiere de hacer), incluyendo como gastos los jor- nales y peones que hayan gastado algunos pueblos sin es- tipendio y por cargo concejil, para abonarlo en cuenta de lo que se cargare para este repartimiento: bien entendido que á los Corregidores y demas Justicias, Regidores y Escriba- nos, no se les debe considerar salario ni gratificacion algu- na por razon de su asistencia á estas diligencias, como carga precisa de sus empleos, ahora y en lo sucesivo: que recogi- das estas certificaciones, se haga un cuerpo de todas, para que se venga en conocimiento de lo que debe repartirse, y de este total se haga el repartimiento por la Contaduría de la Intendencia, segun las reglas que se observan en otros semejantes, de lo que corresponda pagar á cada pueblo; y así hecho, se remita á cada lugar certificacion de lo que debe repartir para que el Corregidor y Justicias de cada uno ha- gan entre sus vecinos el repartimiento de su respectivo con- tingente; y para hacerlo dichas Justicias, deberán sacar pri- mero todo el sobrante que tuvieren los Propios y Arbitrios, despues de pagados sus acreedores de justicia anuales, y demas gastos inexcusables, sin embargo que los Propios y Arbitrios se hallen secuestrados ó intervenidos por qual- quiera Juez, por tener resuelto S. M. sea preferida esta ur- gencia; y del resto se ha de cargar la décima parte á los par- tícipes en los diezmos, así eclesiásticos como seglares, com- prendidos los tercios Reales y Comendadores de las órde- nes; y las nueve partes restantes se han de reducir á tres, de las quales las dos se han de cargar á los forasteros y veci- nos, hacendados en tierras, olivares, viñas, ganados y huer- tas, así seglares como eclesiásticos, Comunidades de Regu- lares ó seculares; bien entendido que á los forasteros ha- cendados solamente se ha de cargar é incluirlos en lo cor- respondiente á una parte de las dos antecedentes, y esto con los demas hacendados por faltarles la qualidad de vecinos; y la otra tercera parte se ha de repartir entre los demas ve- cinos menestrales, comerciantes, y que viven de otra indus- tria; excluyendo siempre á los pobres, y procurando respec- to de todos la igualdad respectiva á las haciendas y cauda- 89 les: y hecho este repartimiento, con su importe se han de reintegrar lo que se hubiere gastado en cada pueblo de cau- dales de S. M. ó de otros depósitos, ó con exceso al sobran- te de Propios y Arbitrios. Y últimamente por quanto en al- gunos pueblos comprendidos en su circunferencia é inter- medios habrá sido corto ó ninguno el gasto causado en esta operacion, y en otros habrá sido excesivo al que le corres- ponda en dicho repartimiento, por la misma Intendencia se consignarán las porciones con que deben concurrir los lu- gares que hayan tenido menor gasto, á los otros en que haya sido mayor el que lecorresponde á laquota de repartimiento. Ley IX.— Reglas que deben observar las Justicias de los pueblos en que se descubriese la aovacion de langosta. El Consejo en la instruccion de 10 de Marzo de 1783 adi- cional á la de 1755; y D. Cárlos IV por resol. á cons. 18 de Diciembre de 1804. 1. Las Justicias de los pueblos en que se descubriese la ovacion ó seminacion de la langosta, harán arar los terrenos infestados, con distincion de los que son de dominio particu- lar y de los baldíos de los pueblos, con facultad de que unos y otros puedan sembrar estos terrenos infestados, por una ó dos cosechas, pagando en los de dominio particular el ter- razgo álos dueños, y en lo concejil repartiéndose entre los vecinos, conforme á las reglas comunes bajo de un cánon moderado. d 2. Como puede acontecer que en todo ó en parte no qui- siesen ó no pudiesen sembrar estas tierras, ó admitirlas en repartimiento; las Justicias de los pueblos, ó los comisiona- dos que se despachen por el Consejo á la extincion de la lan- gosta, tendrán facultad para suplir á lo que no alcanzare la, actividad y diligencia de los dueños de los pueblos. 3. En los sitios ó parajes donde la langosta se pueda ex- tinguir con la introduccion de cerdos, no se deberá omitir; cuidando de que sólo hocen la porcion infestada, y no el resto de la dehesa ó pasto, como lo solian hacer, con daño de los dueños y arrendatarios, los vecinos y granjeros del ganado de cerda. 4. Si la langosta estuviere avivada, se ha de preferir el método de hacer zanjas, hácia las quales se barre la que se halle avivada, y enterrarlas en ellas; procurando sean de 12 90 alguna profundidad á juicio de los prácticos, para que así enterrada no pueda fermentar ni revivir. 5. Los gastos de la extincion de la langosta aovada en baldíos corresponde á los pueblos por repartimiento; pero en las dehesas de particulares ó comunidades deberán cos- tear sus dueños la extincion. 6. Si algunos pueblos en cuyos términos hubiere langos- ta, estuvieren interpolados con los de otra provincia ó par- tido, procederán los Intendentes, Comisionados, Corregido- res ó Justicias de un acuerdo, por medio de oficios claros y atentos sin suscitar disputas ó competencias. 7. Cuidarán con la mayor diligencia los referidos Jueces de quenose finjan ni abulten infestaciones de langosta donde no la hubiere con verdadero reconocimiento, pues de estos abusos pueden resultar un conocido perjuicio á los ganados, y estrecharles los pastos; sobre que se hace á unos y otros el más serio encargo por el Consejo, con responsabilidad de los daños y perjuicios que causen por malicia ó negligencia. S. Como estas operaciones deben ser activas, ántes de que la langosta desove y fermente, ceñidas á las porciones de terreno verdaderamente infestado con asistencia y citacion de los interesados que pudieren ser habidos y reconocimien- to de peritos, las Justicias respectivas, previas estas dili- gencias, procederán en todo de plano y la verdad sabida, sin admitir dilaciones maliciosas y afectadas. 9. Ultimamente, de toda operacion que se ejecute en la extincion de la langosta, deberán remitir al Consejo de In- tendentes y demas Justicias un informe cireunstanciado, y las cuentas con justificacion de los respectivos repartimien- tos que fuere preciso hacer á costa de los pueblos ó dueños particulares, segun la distincion de terrenos comunes ó de dominio privado, aprovechando siempre la estacion oportu- na del otoño ó invierno.! 1 A esta instruccion adicional inserta con la anterior del año de 55, con la carta órden del Consejo de 8 de Julio del mismo año, y con la ley 6 de este título en certificacion de 12 de Abril de 83 comunicada circularmente, dió motivo lo representado al Consejo por las Justicias de varios pueblos de las provincias de Toledo, Mancha y Extremadura y parti- do de Talavera, sobre hallarse infestados sus términos de aovacion de langosta: y habién- dose unido á estos recursos los expedientes nombrados en los años de 1780, 81, 82 sobre la extincion de la descubierta en ellos en las mismas provincias y partido de Talavera, con vista de todo tomó el Consejo las providencias convenientes á la extincion, despachando á la provincia de Toledo un comisionado, confiriendo á4los Intendentes, Corregidores, A]- caldes mayores y Justicias de los pueblos de las demas provincias las correspondientes 91 Número 43. (Anales dela Sociedad Científica Argentina, tomo IX, página 275.) Sinonimia y distribucion geográfica de la Langosta Peregrina.—( Acridium (Schistocerca) peregrinum (Oliv.) Stál), por el Doctor Cárlos Berg. Nuestra langosta destructora, peregrina ó migratoria ha sido considerada por varios naturalistas como una especie verdadera, y como perteneciente en especial á la República Argentina y los territorios inmediatos. No es, sin embargo, ni lo uno ni lo otro. Aunque de orígen americano, ha alcanzado una distribu- cion geográfica muy vasta, encontrándose en cuatro partes del globo terrestre, y causando de vez en cuando grandes estragos. Al principio, confundida con la langosta migratoria del Oriente, ú otras especies, fué reconocida como especie por el célebre entomólogo Olivier durante su viaje por el Orien- te, y descrita por él mismo, con el nombre de Acridium pe- regrinum, en el año de 15802. No obstante, muchos autores modernos, no conociendo la deseripcion de Olivier, ni sus ejemplares típicos, volvieron á confundirla de nuevo con otras especies, ú obteniéndola de otros países, la considera- ron varias veces como diferente, denominándola y descri.- biéndola de nuevo. Resulta de esto que tiene una sinonimia bastante amplia. Stál, por estudios comparados de los ejemplares típicos, se ha resuelto por la identidad del Gryllus migratorius var, ¿ Thunb., del Gryllus rufescens Thanb., y del Acridium fa- viventre Burm., con la especie en cuestion, y fundándose en el gran material que conserva el Museo Real de Stokolmo, ha podido indicar varios países y lugares en los que se en- cuentra esta langosta peregrina. Por lo que me toca, puedo contribuir tambien en algo al estudio de la sinonimia y distribucion geográfica de esta especie. Poseo varios individuos de esta langosta de la América comisiones; y mandando se formase esta instruccion adicional, para que en adelante se arreglasen áelayá las del año de 55 las Justicias de los pueblos en que se descubriese aoyacion de la langosta, 92 Meridional, principalmente de la República Argentina, de Chile, de la Banda Oriental, del Brasil, etc., así como tam- bien del Senegal, del Egipto y de la Nubia, los cuales me comprueban que además de los indicados, deben ser consi- derados como sinónimos los siguientes: Acridium cancella- tum Serv., Acridium carneipes Serv., y Acridiuwm paranense Burm., hecho que amplía de nuevo la distribucion geográ- fica de esta langosta destructora. Observado todo esto, la sinonimia y la distribucion geo- gráfica del Acridium (Schistocerca) peregrinum, será la siguiente: Acridium (Sehistocerca) peregrinum (Oliv.) Stál. Acridium peregrinum Oliv., Voiyage dans PEmpire Oto- man, VEgypte et la Perse. II, p. 424 (1802). Serv., Orth. p. 666, 28, pl. 12, fig. 3 3 (1839). Sel. Longeh., Bol. et Brun., Compte Rendu. Soc. Ent. Belg. XX, p. XIL, XITI et LX (1877). Gryllus migratorius var. £ Thanb., Mém. Acad. Pét. V, p. 243 (1815), et Mém. Acad. Pét. IX, p. 417 (1824). Gryllus rufescens Thunb., Mém. Acad. Pét. V, p. 245 (1815), et Mém. Acad. Pét. IX, p. 418 (1824). Acridium flaviventre Burm., Handb. II, 2, p. 631. 11 (1838). Acridium cancellatum Serv., Orth. p. 664, 25 (1839). Phil., Zeitschr. f. d. gesammten. Naturwiss XXI, p. 238. 1 (1863). Acridium carneípes Serv., Orth. p. 665, 26 (1839). Acridium paranense Burm., Reise durch die La Plata- Staaten. I, p. 491 (1861). Acridium (Schistocerca) peregrinum, Stál. Rec. Orth. 1, p. 65, 11 (1873). Acridium Strobelii Brum., in litt. (sec. A. Doering). Hab. observ. República Argentina.— Banda Oriental del Uru- guay.— Paraguay.— Chile.— Brasil.— México.—Senegam- bia. — Tenerife. — Madera. — Argel. — Egipto. — Nubia. — Arabia.—Indias Orientales. — Siria. — Mesopotamia. —Is- las Jónicas.— Gibraltar.—Cádiz.— Huelva.— Britania Me- ridional. La langosta peregrina pertenece al sub-género Schisto- cerca Stál. (KR. Orth. E, p. 64, 1873), cuyas especies todas son americanas, lo que da á presumir que debe ser tambien ori- ginaria del Nuevo-Mundo, habiendo atravesado el Océano 93 Atlántico, sea voluntaria, sea involuntariamente, propa- gándose despues en el Africa y Asia. Esto no representa- ria ningun caso extraño Se han observado muy á menudo mangas de langostas en alta mar, y la Phylloxera vastatrix y la Leptinotarsa (Doryphora) decemlineata, han cruzado tambien el Océano Atlántico! En Inglaterra, punto más boreal de sus visitas, ha sido observada por la primera vez en el año de 1869, invadien- do las costas del canal y del mar, y extendiéndose desde Plymouth hasta cerca de Birmingham. En el año 1876 apareció en el Sud-Oeste de España, en Corfáú fué observada en el año 1866, y causó grandes estra- gos en Argel en los años 1865 y 1866. (Véase O. R. Soc. Ent. Belg. XX, p. X y LX. 1877.) La especie representa dos variedades que fueron ya men- cionadas por Olivier, que son: una amarillenta y una rojiza ó rosada; coloraciones que se manifiestan sobre todo en el abdómen. La variedad amarillenta ha sido observada principalmen- te en Argel, Egipto, en la Nubia y en Corfú. La variedad rosada fué encontrada en los lugares si. guientes: México, Senegal, Siria, Indias Orientales, Islas Británi- cas y España. Sin embargo, no hay constancia en cuanto á la coloracion y los lugares correspondientes. Serville ha tenido individuos amarillos del Senegal, de donde yo poseo tambien un macho de esta coloracion, y se ha coleccionado la variedad rosada en Sennaar. Nuestros países nos muestran con evidencia esta irregu- laridad, hallándose, por ejemplo, en la República Argenti- na las dos variedades, aunque en general en mangas ó en lugares separados. En Buenos Aires y en Corrientes he observado los indi.- viduos de un tinte amarillo más subido; en la Sierra de Cór- doba y en el Rio Negro en Patagonia los de una coloracion roja muy viva, Los ejemplares que poseo de Chile son de un amarillo impuro, como la mayor parte de los individuos ar- gentinos. No es objeto de estas líneas tratar del desarrollo y de la 94 manera de vivir de la langosta peregrina. En cuanto á sus costumbres en la República Argentina, conocidas por todos y apénas diferentes de las que demuestran en otros países, poseemos ya muchas observaciones. Azara trata de la lan- gosta en su obra «Voyages dans PA mérique méridionale, » tomo I, pág. 218 (1809). Darwin describe una manga de gran extension en la relacion de su viaje (« Reisen, » etc., LI, pág. 95—1844, y «Voyage, » etc., pág. 353—1875), que ob- servó al Sur de Mendoza, el 25 de Marzo de 1835; pero con- siderando la especie como el Pachytylus migratoriíus Lin. Como perteneciente á la misma especie la consideraba Mar- tin de Moussy, que trata de esta langosta en su obra « Des- cription géograph. et statist. de la Conféd. Argent. » L, pág. 536 (1860), y el Dr. Burmeister nos da una descripcion de este ortóptero en su «Reisedurch die La Plata-Staaten, » I, pág. 491 (1861). Número 44. “Colegio Nacional, Buenos Aires, Octubre 12 de 1881.— Al director de The Standard. Querido señor: Una reciente carta de su hábil correspon- sal del Rosario me ha hecho recordar el asunto Langosta, y que yo habia prometido hacer un análisis del insecto muerto, que cuando vivo es tan destructivo de la cosecha y ruinoso para los colonos trabajadores de Santa Fe. No pudiendo personalmente hacer el trabajo á consecuen- cia de un recargo de otras operaciones de distinta naturale- za, confié la muestra enviada por el Sr. W. P. á las compe- tentes manos de mi ayudante de laboratorio D. Luis KR. Hui- dobro, y ahora tengo la satisfaccion de informar á todos cuantos les concierne, y al Sr. W. P. en partienlar, que las langostas secadas al aire libre, segun han sido enviadas, me dan lo siguiente: : Humedad. .... ...- gabebicoDas AA E 16,35 Materia OTgáNiCA ..oo cono oooooo Sono oa ro pese GS A A A 95 Las materias orgánicas contienen: Niro pen ceaanes saco cons =aso aomoass ¿demas e GAO Igual 4 amonlaco.. coooono--o ==. ... S cOGono css 189 La ceniza contiene fosfato igual á ácido fosfórico... 2,09 Suponiendo que los insectos estuviesen perfectamente se- cos, el valor como abono animal seria exactamente igual al de la sangre desecada, que ahora es un artículo tan im- portante de exportacion de este país. Ya sé que la naturaleza liviana y algo abultada de la lan- gosta muerta es desfavorable y puede implicar aumento de gastos de almacenaje y flete; sin embargo, es demasiado va- lioso para que se destruya quemándolo del todo. Y si su exportacion fuese, comercialmente hablando, im- practicable, ciertamente mereceria la pena de que el agri- cultor guardase un abono tan valioso como nitrógeno y fos- fático, y utilizarlo como fertilizador de sus trigales, hacien- do así hasta cierto punto que su enemigo muerto pague los gastos de la guerra. Soy, etc.—John J. J. Kyle.” Número 45. Tengo el honor de adjuntar á vd. el Informe que la Comi- sion para el estudio de los medios adecuados para la destruc- cion de la langosta, rinde á esa Secretaíra. Para dar cumplimiento á las instrucciones dadas por esa superioridad á la Comision, se ha dividido el Informe en tres partes: en la primera se trata de los trabajos emprendidos por la Comision en la destruccion de la langosta; en la segun- da se estudian las costumbres é Historia Natural del insecto; y, por último, un apéndice completa el trabajo, en el cual se encuentran los documentos que mediaron entre las auto- ridades de los Estados y la Comision, así como las Ordenan- zas de Castilla y una memoria sobre la sinonimia y distri- bucion geográfica del insecto que nos invade. Si los trabajos de la Comision merecen la aprobacion del Supremo Gobierno, será su más lisonjera recompensa .— Libertad en la Constitucion. México, Febrero 21 de 1881.— José C. Segura.—Rúbrica.— Al Oficial mayor de la Secreta- ría de Fomento,— Presente. 96 Número 46. Con el oficio de vd. fecha de antier, se recibió en esta Se- cretaría el Informe rendido por la Comision encargada de estudiar los medios más adecuados para destruir la langosta. Al acusar á vd. este recibo, me es grato manifestarle que el Presidente de la República ha quedado satisfecho de la ma- nera con que ha desempeñado vd. la comision que el Gobier- no se dignó confiarle.— Libertad en la Constitucion. Méxi- co, Febrero 23 de 1881.— M. Fernandez, Oficial mayor.— Al C. José C. Segura.— Presente. EXPLICACION DE LA LÁMINA. Figura 1% Acridium peregrinum de tres meses de edad, vista de perfil. Figura 1* Idem idem idem, en la posicion del vuelo. 1% Mandíbulas. 1% Palpos, mandíbulas y barba. 1%. Labro 1" Abdómen de la hembra. ]?Y Idem del macho. 1" Huevera. 11 Cabeza vista de frente. 1" Protórax presentando la espina del pros- ternon. 2 Langosta reina. (Tropidacris? sp?) 2 Ala del Tropidaeris. Fig.2. Fig 1 ya A ao ef ios de SY Ñ ra ml Mr, E y E A Y E o A ye e RA ¡ESTORE Ae j 97 N úmero 47. Francisco Sumichrast. — Tonalá. —Chiapas. — Tonalá, Enero 23 de 1881.—Sr. José C. Segura.— Muy estimado se- ñor.— Tengo la honra de acusar á vd. recibo de su atenta, fecha 20 de Diciembre próximo pasado, acompañada de la que la Sociedad Mexicana de Historia Natural se sirvió di- rigirme, recomendándome auxiliar á vd. en la mision que el Supremo Gobierno le ha confiado. Nada podia ser más li- sonjero para mi pobre persona que poder corresponder á los deseos de vd., suministrándole datos de algun interes sobre la aparicion de la langosta en estos contornos; pero como este insecto no ha hecho más que pasar en ésta, no he podido hacer observaciones suficientes sobre su aovacion y desarrollo subsecuente, y tan sólo me he valido de un amigo, el Sr. Alejandro Leon, jóven muy buen observador y muy aficionado á la Historia Natural, quien me ha remitido el Informe que tengo el gusto de adjuntarle y que espero le será de alguna utilidad. Sin más por ahora que ponerme á sus órdenes, le suplico reciba la expresion de mi atenta consideracion y respeto.— Francisco Sumichrast. DATOS relativos á la invasion de la langosta en el Distrito de Tapanatepec (Estado de Oaxaca), suministrados por el C. Alejandro Leon, vecino de dicho lugar y propietario de la finca de Cocoprieto. La primera mancha de langosta llegó á ésta á las nueve de la mañana del dia 2 de Junio de 1880, habiendo salido á las seis de la mañana del rancho de Ojalá, en el valle de To- nalá (Chiapas), á cuatro leguas al Oriente de Cocoprieto. A las tres de la tarde de este mismo dia, casi toda la mancha habia salido de Cocoprieto (despues de haber en dos horas destruido completamente todas las siembras de jiquilite (In- digofera), planta que de preferencia ataca), siguiendo su camino rumbo á Occidente: al ponerse el sol habian llegado ya á dos y media leguas de ésta. Esta mancha formaba al parecer un solo grupo ó trozo; pero en realidad estaba ésta dividida en varios trozos, que caminaban del modo siguien- te: cuando el trozo de vanguardia habia hecho alto en los montes ó en los rastrojos, y cometia allí sus depredaciones, 13 98 el trozo que lo seguia se adelantaba, y así continuamente se remudaban los trozos en su camino, de manera á hacer creer que caminaba una sola mancha todo el dia. La segunda mancha de langosta llegó á Cocoprieto á las diez de la mañana del dia 12 de Junio de 1880, y hasta el 17 del mismo mes logramos con grandes esfuerzos obligarla á salir: su tamaño era como una cuarta parte de la primera, y no causó grandes estragos porque comian los insectos muy poco; seguia el mismo rumbo que la primera, y no caminaba sino gracias á los esfuerzos de los rancheros, cuyas siembras estaban invadidas, y quienes trataban, á gran resfuerzo de gente, de ahuyentarla con gritos, tiros y cohetes. Hay informes positivos de que dicha mancha (la segunda) venia dejando muchas langostas en todo el camino, porque estaba en vísperas de poner sus huevos: á los treinta ó cua- renta dias despues de su paso comenzaban ya á reventar los huevos. La tercera mancha de langostas llegó á Cocoprieto á las diez de la mañana del 11 de Agosto de 1880, y-en este mis- mo dia destruyeron completamente las segundas siembras dejiquilite; esta mancha era en tamaño como la tercera par- te de la primera, y venia del Occidente dirigiéndose al punto opuesto, lo que hace suponer que era la misma que pasó por estos contornos el dia 2 de Junio y que venia de regreso; di- lató seis dias en estos campos á consecuencia de un fuerte temporal que duró hasta el 17, dia en que, habiendo alumbra- do el sol, se levantó como-las dos terceras partes de la man- cha, y en vez de seguir el rumbo de Oriente regresaron al Occidente. La otra tercera parte quedó aquí buscando de preferencia los terrenos bajos y húmedos para poner allí sus huevos. A fines de Agosto, en los lugares ocupados por la langos- ta, estaba el suelo cubierto de hoyitos, nidos de huevos, y de un inmenso número de langostas muertas. A fines de Setiembre todos los huevos habian reventado, y habia salton (larvas) en abundancia. A fines de Diciembre todo el salton tenia alas y comen- zaba á volar. A pesar de la innumerable cantidad de langostas, tanto larvas como insectos perfectos, se han logrado destruir casi 99 por completo, habiéndose incendiado con este fin los rastro- jos y llanos infestados por la langosta. A mi entender, las langostas hembras no cavan su nido ni ponen sus huevos de dia sino de noche, porque de lo con- trario es claro que entre tantas como en los campos habia, seria fácil ver una que otra langosta ocupada en este trabajo, lo que nunca he llegado á ver aunque recorria muy á menu- do dichos lugares; observé además que cuando las langos- tas no están para poner, pasan la noche en los árboles altos, y los dias de la puesta y aovacion la pasan en el suelo. Hacen su nido á una profundidad de dos á dos y media pulgadas, y depositan allí una ensarta ó mazorquita de hue- vos larga de una pulgada, que contiene de 20 á 30 huevos cada una; despues de poner tapan los huevos con una capa de espuma blanca que cierra herméticamente. Las hormigas arrieras (Ucodoma mexicana) y otras espe- cies, destruyen una gran parte de los huevos. Los enemigos más acérrimos de las langostas aladas, son, entre los mamíferos, la zorra ó gato de monte (vulpes virgi- nianus), y entre las aves, las de rapiña, en particular las si- guientes especies: Polyborus Audoboni, Cireus hudsonius, Buteo pterocles, Urubitinga anthracina, etc.), y los Zanates (Quesealus macrourus). Las pérdidas ocasionadas por la langosta en los contor- nos del Distrito de Tapanatepec, se calculan aproximada- mente en $ 16,000. Personas fidedignas de avanzada edad me dijeron que la langosta hizo por primera vez su aparicion en estos rumbos en el año de 1799, y que tantos fueron los estragos que causó entónces, que muchas familias perecieron de hambre: su marcha era, segun dicen, de Oriente á Occidente. En 1853 aconteció otra invasion de langostas en tan cre- cido número que oscurecian la luz solar: sus estragos si- guieron por espacio de cuatro años, y en 1857 desaparecie- ron por completo. Cocoprieto, Enero 20 de 1881. Número 48. Ministerio de Fomento, Colonizacion, Industria y Comer- cio.—México.—Seccion 2 — Número 793,— El Presidente 100 de la República, teniendo en cuenta la aptitud y demás cir cunstancias que en vd. concurren, se ha servido comisionar- le para el estudio de los medios más adecuados de destruir la langosta que ha invadido los Estados de Chiapas, Tabas- ca y Oaxaca; en el concepto de que durante el tiempo de su comision, gozará vd. del sueldo de ciento cincuenta pesos mensuales, y de que se señalan además cien pesos cada mes para viáticos de la Comision. Lo que comunico á vd para su inteligencia.— Libertad y Constitucion. México, Setiembre 4 de 1880.—M. Fernandez, Oficial mayor.—C. José C. Segura.— Presente. Ministerio de Fomento, Colonizacion, Industria y Comer- cio.—México.—Seccion 2%— Número 795.— Hoy digo al €. Joaquin Segura: “¿El Presidente de la República se ha servido designar á vd. para que ayude en sus labores al C. José C. Segura, co- misionado por esta Secretaría para el estudio de los medios más adecuados de destruir la langosta que ha aparecido en los Estados de Chiapas, Tabasco y Oaxaca; en el concepto de que por el tiempo que duren sus trabajos, gozará vd. del sueldo de cincuenta pesos mensuales.” Y lo trascribo á vd. para su conocimiento y demas fines. Libertad y Constitucion. México, Setiembre 4 de 1880.— M. Fernandez, Oficial mayor.— CU. José C. Segura.— Pre- sente. Nota.—Los trabajos de esta Comision están consignados en las páginas 5 4 45 de estos estudios. Número 49. Ministerio de Fomento, Colonizacion, Industria y Comer- cio.— México.—Seccion 22— Número 810.— Habiendo sido vd. nombrado para encargarse de la comision que debe es- tudiar los medios más adecuados para destruir la langosta, esta Secretaría ha creido conveniente formular para la re- ferida comision las instrucciones siguientes: Investigar, hasta donde sea posible, el orígen de la lan- gosta que periódicamente hace sus emigraciones á los Es- tados del Sur de la República, 101 Adquirir el mayor número de datos sobre sus costumbres en cada uno de los diversos períodos de su desarrollo. Estudiar los puntos relativos á la historia natural de la langosta, que puedan servir para confirmar ó modificar los resultados obtenidos en estudios anteriores. Formar colecciones de la langosta en los diferentes esta- dos de su desarrollo, con el objeto de que sean conservadas en el Museo Nacional y en algunos de los establecimientos de instruccion pública de esta capital. Recoger las noticias, informes y observaciones que se ten- gan acerca de las circunstancias que favorecen su propaga- cion, de las causas que determinan sus emigraciones, y en general de todos los puntos que la Comision juzgue de inte- res y deutilidad para llenar el principal objeto de su mision. Por último, procurando contar con la cooperacion de las autoridades locales y del mayor número de vecinos de las regiones invadidas por la langosta, á cuyo efecto ya se soli- cita la proteccion de los Gobernadores respectivos, la Co- mision ensayará todos los medios que á su juicio deban po- nerse en práctica para destruir la langosta, teniendo en cuenta los resultados obtenidos en otros países con las me- didas que se han recomendado como más eficaces para el mismo fin. Terminados los trabajos de la Comision, ésta rendirá un Informe que contenga los datos adquiridos, las observacio- nes practicadas, los resultados obtenidos con los procedi- mientos que haya empleado, y los consejos que en su con- cepto deban darse á los agricultores del país para precaver- se de la plaga de que se trata. Libertad y Constitucion. México, Setiembre 6 de 1880,— M. Fernandez, Oficial mayor.— Al C. José C. Segura, encar- gado de la Comision que debe estudiar los medios de des- truir la langosta.— Presente. 102 COMPLEMENTO INVESTIGACIONES ESTUDIOS POSTERIORES SOBRE LA LANGOSTA. Entre los diferentes países que sufren la plaga de lan- gostas, sólo los Estados-Unidos de la América septentrio- nal han emprendido medidas eficaces para combatir las in- vasiones de estos insectos. La langosta de las Montañas Ro- queñas (Caloptenus spretus) causa allí grandes estragos en las regiones al Occidente del Mississippi, sobre todo en los Estados de Missouri, Minnesota y Kansas, y amenazó va- rias veces extender sus inmigraciones á las ricas comarcas al Este de aquel rio. Alarmado con tal estado de cosas, el Gobierno nombró una Comision formada de tres entomólo- gos de fama (los Sres. O. Thomas, Riley y Packard), enco- mendándoles el estudio concienzudo del asunto. Estos se- ñores recorrieron repetidas veces todo el territorio visitado por las langostas, observando las condiciones biológicas del insecto, y las demas que se relacionan con su aparicion y sus inmigraciones. Nombráronse al mismo tiempo delega- dos en todos los lugares de Occidente, para trasmitir á la Comision, sin demora, los datos y observaciones que pudie- sen recoger sobre el asunto en cuestion. A los prolongados esfuerzos unidos de tantos colaboradores, se deben ahora tres cosas: primero, conocimientos exactos y positivos sobre la naturaleza y modo de vivir del animal en todos sus por- menores; segundo, métodos prácticos y eficaces para limi- 103 tar y disminuir sus estragos, y tercero, varias publicaciones muy importantes relativas á los dos primeros puntos, de las cuales citaré las siguientes: 1 First annual Report of the U. S. Entomological Com- mission relating to the Rocky Mountain Locust. Washing- ton, 1878. 477 y 294 páginas, con mapas y grabados. 2 Second Report Washington, 1880. 322 y 80 páginas, igualmente con mapas y grabados. 3 Bulletin ofthe U.S. Entomological Commission: I Des- truction of the young or unfledeed locusts. II On the Na- tural History of the Rocky Mountain Locust. Aunque la especie de langostas que actualmente hace sus estragos en el centro de la República, no es la misma con- tra la cual lucharon con notable éxito los pueblos de los Es- tados—Unidos, sin embargo, no cabe duda de que las dife- rencias existentes entre ambas especies son de poca impor- tancia; y por eso creo conveniente exponer, tan brevemente como ahora.me lo permite el tiempo, los medios empleados allí, convencido de que tambien por aquí no dejarán de dar un resultado satisfactorio, para que pronto podamos decir con las palabras del segundo informe (página 322): «La langosta ha cesado de ser un objeto dle temores! » En los Estados-Unidos se han ensayado todos los reme- dios al alcance de aquel país, tan abundante en inteligen- cias y recursos industriales; pero ninguno de absoluta efica- cia se ha descubierto contra las langostas aladas, que apa- recen en número más ó ménos considerable. Lo único queá veces ha dado algun resultado es el humo de sustancias de lenta combustion, como aserrin, paja un poco humedecida, y cosas semejantes. Es cierto que las langostas evitan el humo; pero es difícil dirigir éste siempre adonde se encuentran los insectos. Las más veces vuelan tan alto, que las huma- redas no alcanzan la manga; pero cuando se han metido en una arboleda ó en un campo, se puede ahuyentarlas por medio de líos incendiados de las sustancias indicadas, po- niendo éstos al extremo de una caña, que se mueva de tal modo que el humo llegue á los puntos ocupados por las lan- gostas. Ruidos, gritos y otros métodos semejantes, produ- cen generalmente muy poco efecto. Es, pues, necesario confesar que poco, muy poco, se pue- 104 de hacer contra la langosta adulta que vuela, ó que se deja llevar por las corrientes del viento. No digamos, sin embar- go, que sean enteramente inútiles los esfuerzos que autori- dades y particulares han hecho en este sentido; pero el re- sultado es insignificante: ¡donde se mata un millar, aparece un millon! La principal atencion debe dirigirse á la destruccion de los huevos y de las langostas jóvenes ó pichones que de ellos nacen. Me parece poco dudoso que la insuficiencia de los métodos empleados para este fin durante la visita de 1881, sea en gran parte la causa de la invasion que sufre hoy el centro del país; y hay de temer que la langosta se establez- ca perennemente en nuestros campos, si no se toman á tiem- po todas las medidas conducentes á la destruccion de su prole. Los resultados favorables obtenidos en la América del Norte recomiendan los métodos allí empleados, y éstos son además bastante sencillos, de modo que su aplicacion no puede encontrar dificultades sérias en ninguna localidad. Estos métodos son de dos clases: naturales y artificiales. Deben mencionarse entre los primeros todos los enemi- gos de la langosta, sobre todo las numerosas especies de aves insectívoras, las diferentes especies de aves de corral y los cochinos. Respecto de las primeras, es preciso evitar todo aquello que pueda contribuir á disminuir su número, y como por ahora no sabemos aún con seguridad cuáles sean las especies más útiles en este sentido, conviene proteger á todas las aves silvestres, y sobre todo no ahuyentarlas por tiros inútiles de armas de fuego, como sucede desgraciada- mente muy á menudo en los campos, cerca de las pobla- ciones. Las aves de corral comen las langostas jóvenes con el mayor gusto. Conviene, pues, que se aumente mucho su cría en las localidades ahora visitadas, y soltar las gallinas en los campos cuando aparezca la nueva generacion. Lo mismo puede decirse de los cochinos, y así no sólo se logra- rá mucho en cuanto á la destruccion de los insectos, sino que al mismo tiempo se obtendrá un resultado no ménos fa- vorable en la produccion aumentada de carnes comestibles. Más importantes son los medios artificiales, los cuales va- rian un poco segun la naturaleza del suelo y de las plantas 105 cultivadas. Pueden dividirse en los siguientes grupos: 12, quemar; 2%, despachurrar; 3%, coger en trampas; 4?, em- plear sustancias destructivas. 1% Quemar.— En las sabanas, campos de maíz ó de malojo y de frutos menores, el empleo del fuego es probablemente el método mejor para destruir las langostas jóvenes. Estas últimas, como se sabe, no tienen alas, las cuales sólo apa- recen despues de la última muda, es decir, en un tiempo de varias semanas, despues de la salida del huevo. Sus movi- mientos son, pues, puramente pedestres, y 4 veces por sal- tos, y por eso las llaman en algunos lugares saltonas. Es re- lativamente fácil hacer que caminen en ciertas direcciones, v. g. hácia montones de paja distribuidos en el campo, los cuales en seguida se encienden. Si el tiempo está húmedo ó algo frio, van ellas mismas en busca de un abrigo como lo ofrecen estos montones de paja, y su destruccion es en- tónces más fácil. Las sabanas pueden quemarse ántes de que las langostas tengan sus alas; pero es preciso que haya sistema y accion combinada en la ejecucion. Es preciso so- bre todo, someter á este tratamiento las orillas de los cam- pos y de los caminos, en donde podrán refugiarse miéntras el fuego pasa por la sabana. Cuando las saltonas atacan un campo, lo hacen generalmente por un lado y con bastante re- gularidad en cuanto al progreso de la destruccion; muchas pueden entónces destruirse, si al amanecer, cuando dejan de comer, se esparce alguna paja encima de ellas, entre la cual se esconden para pasar la noche, y esta paja se quema- rá por la mañana, ántes de que vuelvan á salir de ella. 22 Despachurrar.—Pueden destruirse muchas langostas por medio de aparatos semejantes á los cilindros que se usan en la construccion de caminos; pero es preciso que el suelo sea muy igual y algo duro para que este método dé un buen resultado. 3 Trampas. —Centenares de trampas han sido construi- das, pero muchas de ellas son demasiado complicadas ó cos- tosas. El mejor resultado se ha obtenido del modo siguien- te: se abre una zanja entre un campo infestado y otro que no lo esté, como de media vara de ancho y otro tanto de pro- fundidad, y cuyas paredes sean perpendiculares. Se empu- jan las langostas del campo infestado hácia esta zanja, lo 14 106 cual se asegura es nada difícil, y se hace por muchachos que caminan por el campo batiendo el suelo con ramas; las lan- gostas se marchan entónces todas hácia la zanja, y cayendo en ella no pueden salir de allí. Un poco de agua en el fondo facilitará su muerte, sobre todo si se agrega algun kerose- ne. Para que la zanja no se llene muy pronto, es bueno ha- cer algunos pozos á cierta distancia de ella, á los cuales con- duzcan zanjas laterales, por donde pueden botarse las lan- gostas muertas en la zanja principal. Este sistema surte muy buen efecto si los insectos no son muy jóvenes, porque en este caso logran escaparse de la zanja trepando por las paredes. Todos los informes recogidos en los Estados-Uni- dos consideran este método como uno de los más eficaces, y creo que tambien en Venezuela será fácil ensayarlo. 42 Sustancias destructivas.— El kerosene es la más eficaz. En Colorado lo usan echado sobre el agua en las acequias de riego; en otros lugares se emplean telas empapadas de kerosene, y tendidas sobre marcos de madera que se arras- tran al través de los campos. Sobre todo, es el kerosene un buen remedio para conservar los jardines y plantíos peque- ños; se puede mezclar con agua y regar con esta mezcla las plantas por medio de simples regaderas ó con bombas de riego. Los árboles frutales se protegen con una lechada de cal en la parte inferior del tronco, principalmente los de cor- teza lisa. Las langostas no pueden subir, porque la cal se desmorona bajo sus piés y las hace caer; pero es preciso re- petir la lechada varias veces. Si la corteza es áspera, es con- veniente encerrar la parte inferior del tronco en un estuche de hoja de lata, que tenga debajo un rodete de algodon de una ó dos pulgadas de ancho. Además de estos métodos que están al alcance de los par- ticulares, puede ser necesario que las autoridades estimulen la destruccion de los insectos, ofreciendo premios y recom- pensas, 6 reglamenten la ejecucion de medidas defensivas y preventivas, como lo han hecho los gobiernos de los Es- tados de Minnesota, Kansas, Missouri y Nebraska. En los Estados- Unidos la cuestion—langosta ha motivado hasta algunas relaciones internacionales; porque se descubrió que cierta parte del Canadá es uno de los focos de donde salen las inmigraciones de estos insectos, lo cual fué causa 107 de que el gobierno de la provincia del Canadá concertase con los gobiernos de los Estados limítrofes de la Union Ame- ricana una serie de medidas con el fin de reducir el peligro en cuanto fuera posible. Creo que en Venezuela es absolutamente necesario que el Gobierno central intervenga en el asunto en cuestion, por- que es de temer que la indolencia y el egoismo en algunos casos, y la falta de recursos necesarios en la generalidad, produzcan una inercia que sólo puede tener fatales conse- cuencias. El peligro es para todos, y de parte de todos de- ben hacerse esfuerzos bien dirigidos para combatirlo. No es el conuco sólo con sus frutos menores que corre riesgo: la caña sufre notable atraso; el café se ataca, ya lo dice un ar- tículo en la crónica de La Opinion Nacional de anoche, y lo mismo se refirió en una carta de Guatemala, cuyo contenido mecomunicó hace dos años el Sr. Simon B. O'Leary; el cacao por cierto no escapará: en fin, toda nuestra agricultura su- fre, y con ella el comercio, las industrias y todos los demas ramos de nuestra vida social. Nuestra langosta presenta algunos casos bien singulares. Las otras especies migratorias evitan los bosques; parece que para la nuestra no son gran obstáculo. ¿Es la duracion de su desarrollo de veras de dos años, como parece indicarlo el intervalo bienal entre sus dos últimas visitas? ¿Cuál es su verdadera patria? ¿No hay de esperar que las fuertes 1lu- vias sean desfavorables á su marcha ulterior? Interesa mucho saber exactamente cuáles son las plantas que destruye de preferencia, cuáles en segundo lugar, y cuá- les son aquellas (si las hubiere) que no toca de ninguna ma- nera. En los Estados— Unidos se cita la pira brava (Ama- rantus spinosus ), entre las pocas que jamas son atacadas por las langostas, de manera que esta mala yerba se ha gene- ralizado mucho en todos los Estados del Oeste. Y finalmente, no será de más observar que una plaga como la de las langostas tiene aún su parte de bueno, por pequeña que sea. Son estos insectos un excelente abono para los campos. La ceniza obtenida de su combustion con- tiene más de 50 por 100 de ácido fosfórico, y 30 por 100 en- tre sílice y cal, y así se explica la asombrosa fertilidad que ostentan los campos en el año que sigue á una invasion, 108 Pero si bien es demasiado cierto que tal ventaja se compra á precio muy caro, más aún se comprenderá ahora la nece- sidad imprescindible de hacer una guerra completa y metó- dica á la prole que ha de nacer de los huevos que deja la ge- neracion que actualmente desola las risueñas campiñas de la República. Carácas, Junio 19 de 1883.— 4. Ernest. » INFORME DEL COLECTOR DEL NATURALISTA DE LA COMISIÓN DE LIMITES EN GUATEMALA, Esta especie de ortópteros parece ser, segun el Sr. Segu- ra, el acridium peregrinum que tanto perjuicio ha causado en el departamento de Soconusco, en el Estado de Chiapas, y otros muchos lugares por donde ha pasado en distintas ocasiones. Dichos ortópteros, segun el recuerdo de los habitantes del Soconusco, invadieron por primera vez aquella parte de nuestro país, allá por el año de 1832, y dicen que aquella in- vasion fué realmente asombrosa, puesto que cuando apare- ció formaba una nube que eclipsaba el sol, y á la vez que descendió posándose en los campos, parecia una masa com- pacta que se movia destruyendo cuanta planta encontraba en su camino; siendo imposible hacerla emprender de nuevo el vuelo, y más aún todavía, el poderla destruir; pero des- pues, cuando apareció la cría y estaba en el estado que lla- man salton, es decir, cuando todavía no tiene alas y sólo da pequeños brineos para moverse, los Ayuntamientos de Tux- tla-Chico y otros lugares ordenaron, para destruirla, que se hicieran grandes zanjas hasta de más de vara y media de profundidad, y se arreara hácia éstas aquellas masas de in- sectos jóvenes, lo cual practicaron con bastante facilidad, y de ese modo se lograron destruir cantidades inmensas, é im- pedir que aquella plaga se multiplicara, como hubiera suce- dido si no se hubiera adoptado aquella medida para des. truirla, sepultándola en las zanjas mencionadas. Cuatro años despues, es decir, por el de 1836, apareció en aquella misma el cólera morbus, que ya desde el 32 asolaba la parte 109 Este de la República, é hizo grandes estragos tambien por allá. - Hago esta mencion del cólera, aunque parezca extraña al asunto de que se trata, para llamar la atencion de los ob- servadores científicos sobre ciertas coincidencias tal vez ca- suales que se verán despues. Más tarde apareció por segunda vez la langosta en la re- gion del Soconusco, por el año de 1848, y los habitantes de aquellos lugares se atemorizaron doblemente, tanto por su presencia, como porque se la creyó precursora del cólera morbus; mas entónces no apareció en tan asombroso núme- ro como en la vez primera, pero sí hizo los mismos estragos y se adoptaron los mismos medios para impedir en cuanto fuera posible su propagacion; y cuatro años despues, es de- cir, en 1852, volvió á aparecer el cólera, que ya desde el 50 hacia estragos por otras partes, y tambien diezmó aquellos lugares. | Y por último, la temida langosta volvió á aparecer en aquellos mismos lugares del Soconusco á principios de 1879, viniendo, lo mismo que en las veces anteriores, del rumbo de Guatemala, despues de haber hecho allí grandes perjui- cios durante el año anterior á éste. No pude averiguar si emplearon algunos medios para destruirla durante el tiem- po que estuvo por allá. En la region del Soconusco, que es el lugar adonde la he podido observar durante su última aparicion, hizo enormes perjuicios, pues destruyó cuanta siembra habia de maíz, fri- jol, algodon, y hasta el zacaton que comen las bestias, que en- contrópor los lugares donde pasó, dejando solamente como seña de los plantíos que destruyó, los tallos de las plantas. Tambien destruyó los árboles frutales, en particular los pla- tanares;mas álos plantíos de café, que constituyen la rique- za de la parte templada del Soconusco, casi no les hizo nin- gun daño, y sin embargo, si se hubieran valuado las pérdi.- das causadas con relacion á la extension del terreno que vi- sitó la plaga, se considerarian de poca cuantía; pero no fue- ron sino muy grandes con respecto al número de poblacion y al poco terreno que proporcionalmente está cultivado. En esta vez los Ayuntamientos de aquellos lugares no dictaron ninguna providencia para evitar su desarrollo, y acaso se 110 les podria tachar de culpables de los enormes daños que su multiplicacion causó despues en otras partes, haciéndose á la vez mucho más difícil su destruccion. * Al aparecer la langosta esta última vez, tambien se creyó, como en la anterior, que traeria el cólera, y en efecto el año pasado de 1882.apareció la epidemia en Tonalá y otros lu- gares del Estado de Chiapas, adonde causó alguna mortan- dad; y aunque se dice que no fué el cólera morbus, tal vez no haya sido en algunos casos, pero en otros sí, segun la re- lacion que se da acerca de sus síntomas. De esta relacion se deduce que en las tres veces que ha aparecido la langosta en el Soconusco, cuatro años despues se ha presentado por allí el cólera morbus, que será una coin- cidencia casual, como aquella de que el tecolote Canta... pero lo cierto es que ha sucedido, sin embargo de no poder- se asignar razon alguna para semejante ocurrencia, Seria bueno que los observadores científicos se fijaran algo en esto. Parece que la larva de estos ortópteros, en las tierras tem- pladas, tarda como unos cuarenta dias poco más ó ménos en desarrollarse; mas en las calientes sólo treinta, y des- pues, para llegar á su perfecto estado de adulto, de cinco á seis meses, y entónces es cuando emprende el vuelo, duran- do su peregrinacion unos cincuenta dias poco más ó ménos, y al fin de ésta deposita sus huevecitos en la tierra, siendo el número de éstos como unos sesenta. En el otoño de 1880, yendo de Tonalá á. Tapachula, en- contré en el camino varias manchas de la langosta jóven, que no tendria más que unos ocho ó diez dias de naeida, y que sólo daba pequeños brincos. Una de esas manchas creo que tendria cerca de una milla de extension, é increible pa- rece que el número de insectos sea tal, que no se veia el suelo; parecia que estaban en estado de ebullicion, y hasta á los caballos les daba miedo pisarlos.—R. Montes de Oca. Sociedad Agrícola Mexicana.— Junta Directiva. —El Sr. Gustavo Ruiz Sandoval, Presidente dela seccion de Instruc- cion Agrícola de la Sociedad Agrícola Mexicana, con fecha 111 de ayer dice á esta Junta Directiva, entre otras cosas, lo que sigue: ““* Aprovecho el momento de llamar igualmente la atencion de esa H. Sociedad sobre la reciente aparicion de la langos- ta en Tabasco y Tehuantepec, segun el dicho de algunos periódicos. La Escuela de Agricultura ha suplicado ya al Supremo Gobierno se sirva pedir por telégrafo los informes necesarios, y pedir algunos ejemplares del animal, para po- der formar juicio exacto y proponer las medidas que sea del caso aconsejar.” Por acuerdo de esta Junta Directiva, en su sesion de ayer, tengo el honor de trascribirlo á esa Secretaría, recomendán- dole-se sirva atender especialmente á la recomendacion que se hace en el párrafo preinserto, en provecho de la agricul- tura del país. México, Junio 17 de 1880.—M. Romero, presidente.— Francisco J. Carrieri, secretario.— Al Oficial mayor, encar- gado de la Secretaría de Fomento.— Palacio federal. Secretaría de Fomento, Colonizacion, Industria y Comer- cio.—Seccion 22— Esta Secretaría ordenó hace algunos dias á los empleados del ramo de telégrafos que residen en los puntos en que se dice ha aparecido la langosta, que infor- men acerca de Jo que haya en realidad, y que remitan algu- nos ejemplares del animal. Tan luego como se reciba algo en esta Secretaría, se co- municará á esa Sociedad. . Lo que digo á vd. en respuesta á su oficio relativo de 17 del actual.— Libertad y Constitucion. México, Junio 30 de 1880,— M. Fernandez, Oficial mayor.— Al Presidente de la Sociedad Agrícola Mexicana.— Presente. Direccion de la Escuela Nacional de Agricultura.—Desde que por las publicaciones periódicas se tuvo noticia en esta capital de la aparicion de la langosta en el Estado de Tabas- co y su marcha invasora hácia el de Oaxaca, esta Escuela se 112 dirigió á la Secretaría de Instruccion pública, suplicándole se pidiesen informes y muestras del insecto á fin de poder aconsejar algunas medidas de utilidad pública. Con la noticia de un mayor avance de la langosta hácia el centro del Estado de Oaxaca, la Secretaríade Fomento envió algunos ejemplares, que fueron pasados al estudio del Sr. Villada, profesor de Historia Natural en el establecimien- to. Segun el parecer de este profesor, el insecto en cuestion pertenece á la tribu de los acridios emigradores, siendo en su concepto bastante afine al acridium americanum. Cree que la especie que se le presenta es la misma que invadió á prin- cipios del año próximo pasado el Soconusco, viniendo, segun se afirma, de la region alta de Guatemala. Ha identificado ambas langostas en presencia de ejemplares que nuestra Co- mision de límites ha recogido en aquella apartada region de la República. Por último, es de opinion que esta langosta es exactamente la misma especie que causó tan grandes es- tragos en nuestros Estados del Sur y el Oriente, los años 1854 á 1857, afirmando esto por su comparacion con ejem- plares que existen en el Gabinete de la Escuela N. Prepa- ratoria. Tratándose, pues, de la reaparicion de una plaga que ya otras veces ha azotado cruelmente al país, la Direccion de esta Escuela ha creido de su deber el someter á la considera- cion del Supremo Gobierno algunas ideas y algunos hechos que tiendan á adoptar medidas de verdadera trascendencia práctica. Su mira principal es que se indague el orígen del mal para intentar extinguirlo desde su cuna; que se aprove- chen las lecciones de la experiencia en nuestro país y en el extranjero; que fijándose en las leyes del crecimiento y des- arrollo de este insecto y en las peculiaridades que presenta al emigrar, se pueda obrar, con conocimiento para contrariar- la, se pueda prever, y dar oportunos consejos á las personas interesadas en su exterminio ó en la diminucion de sus per- juicios. A primera vista seria utópico el aspirar á esto que pa- rece imposible de alcanzar; pero el feliz éxito que han logra- do los perseverantes esfuerzos de la Comision entomológi- ca de los Estados —Unidos en sus estudios sobre la langosta de aquel país, estudios que vamos á aprovechar, debe ser 113 un aliciente para que nuestro Gobierno siga la misma via, alentando esta clase de investigaciones. Está plenamente comprobado que la langosta de hábitos emigradores vive por algun tiempo en regiones especiales, llamadas permanentes, de donde sale á hacer pequeñas excur- siones dentro de una zona llamada subpermanente, y de don- de, por circunstancias especiales, párte por inmensas ban- dadas á destruir la vegetacion de una zona más extensa aún, llamada temporal. Cada una de estas zonas requiere condi- ciones especiales de clima y altura, condiciones que varían para cada continente, y en uno mismo, para las distintas variedades de langosta. Esta circunstancia hace indispen- sable el perfecto estudio de nuestra langosta meridional, uva vez que la del Norte, que es la americana, se halla en parte ya estudiada, porque no pueden tener aplicacion exac» ta para el caso los conocimientos aleanzados en el Antiguo Mundo. Nos detendrémos con especialidad en las langostas de nuestro continente, que son las que nos perjudican. La langosta que más perjuicios ha causado en los Esta- dos—Unidos, es la llamada de las Montañas Rocallosas (ca- loptenus spretus ), especie más pequeña que la nuestra, y más semejante ála del Antiguo Mundo (acridium migratorium). El área en donde la langosta americana es indígena, donde permanentemente existe, es una extension aproximada de 300,000 millas cuadradas, ocupando principalmente los va- lles y á lo largo de los rios, en llanuras cubiertas de pastos, en sitios que tienen una altura sobre el nivel del mar, de 3 á 5,000 piés. Esta área se halla comprendida entre 1200 y 1040 de longitud O. de Greenwich y entre 400 y 539 de la- titud boreal. Es este un insecto sub—boreal, de la zona sub— templada, situada entre los isotermas de 509 y 369, La zona subpermanente de sus invasiones abraza una gran porcion de la América inglesa, desde una latitud de 532 Norte hasta la de 380 en el Estado de Colorado, y una anchura entre los 970 y 1050 meridianos. Los límites entre estas dos zonas son imaginarios. La region temporal, muy extensa hácia el Norte, pues que alcanza hasta el límite de las coníferas, cuyo límite pasa há- cia el Nordeste, llega hácia el Sur hasta nuestro territorio, 15 114 Segun los datos mencionados, ha penetrado por Paso del Aguila al Estado de Nuevo Leon, y más al Sur el año de1856, ignorando hasta dónde haya alcanzado en sus emigraciones hácia nosotros. Es de notar que en este mismo año el cen- tro del país era asolado por esta plaga que venia de rumbo opuesto. La langosta que más perjuicios ha causado en México, ha venido siempre de Centro América. Originaria, segun algu- nos, de los puntos altos de Guatemala, es, segun otros, ha- bitante de las inmensas llanuras cubiertas de zacaton que existen entre Guatemala, México y Belice. Este importan- tísimo punto ignorado, digno de que sea esclarecido cuanto ántes, no permite que fijemos con certeza la zona permanen- te del acridio que en la actualidad nos persigue. Es de creer que si no está en nuestro territorio, no diste mucho de él, por los siguientes hechos: Las langostas que han apareci- do en México, en 1618, 1631-34, 1666, 1738-39, 1755, 1766, 1804, y 1854-58, han venido todas de Centro América, in- vadiendo primero á los Estados de Chiapas y Tabasco, y al- canzando despues otros limítrofes siempre en una direccion al Norte ó Nordeste. La langosta que en los mismos años de 1854 y siguientes invadió Honduras, Nicaragua y otros pun- tos de la América Central, seguia la direccion opuesta, como si hubiese partido del mismo foco que la nuestra, en direc- cion del Norte ó del Nordeste, hácia el Sur: otro tanto pasó en 1639. La zona subpermanente abarca indudablemente una par- te de nuestro país, pues existe en la península de Yucatan, segun el Sr. José T. Cervera, en donde hacen con frecuen- cia los estragos que causan las plagas locales, como lo vió dicho señor en los años de 1863 y 1868, hácia el rumbo de la hacienda de San Ignacio, y los años de 1871 y 1872. El Sr. Manuel Medina ha observado tambien langosta poco perjudicial en los años de 18753, 74, 75 y 76. Seria importan- te averiguar si en algunos puntos de Tabasco ó Chiapas pre- senta el carácter de permanente. La zona en donde ha llevado sus estragos de un modo temporal es extensísima, pues en la invasion de 1854 á 58 recorrió todos los Estados del Sur y el Oriente, yendo hasta los de Colima, Guanajuato y Jalisco; y por falta de datos 115 no se puede esclarecer si ha alcanzado hasta los límites me- ridionales de la langosta de los Estados—-Unidos. Se igno- ra, por desgracia, cuál es la altura que escoge sobre el nivel del mar; pero no gusta de las grandes alturas, pues sus ma- yores perjuicios los ha ocasionado en valles y laderas poco altos, no excediendo, ó excediendo poco de 1,500 metros. La temperatura elevada le es más propicia, difiriendo en esto de la de los Estados -Unidos, y causando inmensos per- juicios en lo que nosotros llamamos la tierra caliente. Si pu- diésemos alcanzar por la observacion directa la cifra cierta de la altura y temperatura que permiten la vida de nuestro acridio, ya podria preverse los puntos que cada año alcan- zaria en una invasion, y aconsejar á los labradores que sem- brasen granos que pudieran cosecharse ántes de la época en que la langosta nueva pueda volar. Todo esto queda aún por hacer. No es probable que la langosta de la América Meridional haya llegado hasta nosotros. Segun los pocos datos que he podido ver, existen langostas que van de Norte á Sur, quizá teniendo por region permanente á Centro América, y otras que parece parten de las pampas, segun el padre Ovalle que las observó en 1640, y Mc. Rea de 1850-52. La República Argentina fué desolada en sus provincias de Entre—Rios y Corrientes el año de 1850. Taylor refiere haber visto gran número de langostas el año de 1835 en los terrenos secos que existen entre Mendoza de la Argentina, y el lado opues- todelos Andes perteneciente á Chile. Es, pues, probable que en estos lugares se encuentre una region permanente de una langosta que, segun el mismo Taylor, sera idéntica al Grillus migratorius de Siria y Palestina. Por lo expuesto se ve que es probable existan cuando mé. nos tres focos de langosta en el Nuevo Mundo, uno seten- trional, otro central, y el último meridional; que pudiendo alcanzarse unas con otras en sus emigraciones, pocos son los países de la América que no hayan sido azotados por esta plaga, y que las medidas que los gobiernos debieran tomar para su exterminio revisten un carácter de interes continental; medidas que sólo podrán deducirse de un per- fecto estudio de las condiciones de habitacion y de vida de estos insectos, 116 La manera de propagarse de nuestro acridio ha sido ya bien estudiada, debido álas labores de los naturalistas Nieto, de Córdoba; Ortega y Reyes, de Oaxaca; y Moreno, de Co- lima, labores que fueron analizadas y aprovechadas por una Comision de esta Escuela compuesta de los Sres. Varela, Rio de la Loza, Bustamante, y Laverrier, y por algunos miem- bros de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. Hé aquí los principales rasgos de su desarrollo, segun se ha observado en los Estados de Oaxaca, Veracruz y Morelos: La langosta adulta ha llegado en su excursion en los me- ses de Junio y Julio, época de sus mayores depredaciones, y en principios de Agosto ha comenzado la aovacion, depos sitando en la tierra, á muy corta profundidad, el conjunto de sus huevos, que tienen una forma especial, idéntica á la espiga de una gramínea. Su vida se ha dividido en cuatro períodos, que son: 1% El de huevo, cuya incubacion comienza en México des- de el momento en que es depositado dentro de la tierra, y que dura de treinta á treinta y ocho dias. 22 El de mosquito, cuando ha salido ya el insecto del hue- vo, y no estando aún provisto de alas ni mandíbulas, per- manecen bajo forma de torta durante cinco á diez dias sola- mente. 32 El de saltadora ó chapulin, cuando tiene ya mandíbu- las bastante fuertes para ser destructora, y sus alas no pa- san de ser rudimentales : este período se aprecia con una du- racion de sólo quince dias. 4% El perígdo adulto ó de voladora, época en que salien- do de las zonas donde se desarrolló ó adonde alcanzó en su marcha del tercer período, invade inmensas extensiones de terreno. Su duracion queda aún por fijar entre nosotros, por- que difiriendo de las otras especies conocidas, parece que no acaba su vida despues de la primera aovacion. Algunos ob- servadores creen que duran más de dos años, explicando así el gran tamaño de algunos individuos, tamaño que contras- ta con el del resto de los de la bandada; y aunque se han en- contrado cadáveres cerca de sus depósitos de huevos, así como en las playas del Pacífico, en el Golfo de Tehuantepec y en el Atlántico, cerca de Nautla, se ha visto que las lan- gostas que en la invasion de 1854 llegaron á puntos muy se- e 117 tentrionales, como Colima, eran de tamaño colosal, lo que ha hecho pensar en una duracion mayor de su vida. Queda, pues, por aclarar este importante asunto, que da- ria mucha luz sobre los medios de oponerse al desarrollo del mal. Respecto á la manera de invadir de nuestras langostas, podemos decir que sigue casi siempre un derrotero análogo, pues siempre ha venido de los Estados del Sudeste. La ac- tual invasion, á juzgar por los pocos datos que Conozco, si- gue igual derrotero que las anteriores, pues habiendo inva- dido el Soconusco el año último, el actual ha llegado hasta el Estado de Oaxaca, siendo de esperar que si no se exter- mina, invadirá á fines de éste y el entrante los Valles de Puebla, Morelos y otros Estados, pasando quizá á la ver- tiente del Golfo, y alcanzando el año siguiente Estados más setentrionales cuyas condiciones de climas le sean propicios, como Michoacan, Jalisco, etc. Aunque se hayan señalado invasiones de langosta que duren sólo un año, parece que esto sólo se ve en la region subpermanente, como en Yucatan y quizá Campeche, Ta- basco y parte de Chiapas; pero en la region temporal en que nos encontramos afecta siempre una duracion de más de tres años. La que invadió el año de 1854 hacia estragos to- davía el año de 1858 en el Estado de Guanajuato. Queda por averiguar cuál sea la duracion exacta de una invasion. En cuanto á las peculiaridades que presentan las banda- das de langostas, para progresar, elegir la localidad, etc., pocos datos existen en las publicaciones nacionales; pero ellos hacen creer que no difieren mucho de las observadas en la langosta americana, que son las siguientes: 1% La langosta raramente emigra, excepto cuando hay mucho viento, con el cual se mueve. Los hechos parece que afirman esta regla como teniendo muy pocas ó ninguna ex. cepcion; generalmente usan de sus alas para sostenerse en el aire, dejándose llevar de ordinario con la cabeza contra el viento, y caminando para atrás. Cuando el viento es muy suave, voltean su cabeza en direccion de aquel, y ayudan con sus alas este movimiento. 2% Como regla muy general se puede decir que los recien nacidos en una region temporal, se mueven hácia las regio 118 nes de donde vinieron sus progenitores, inmediatamente que adquieren alas. 3 Se les ve moverse en esta direccion aunque los vien- tos no les sean favorables, lo que hace creer con fuertes ra- zones que existen algunas otras causas de esta tendencia hácia su lugar de orígen. Esto pasó con una parte de lan- gosta que de San Juan del Rio tomó direccion al Sur, y lo mismo en Córdoba en la penúltima invasion. 4% Es posible asegurar que las bandadas que se mueven hácia su cuna, no vuelven al área visitada cuando han al- canzado la region permanente; miéntras que aquellas que no han alcanzado esta region, vuelven, por regla general, á los puntos invadidos, moviéndose hácia atrás y hácia ade- lante gran número de veces. Estas últimas bandadas, apa rentemente á merced de los vientos, convierten sus movi- mientos en general, al área invadida por sus progenitores el año anterior, si no estrictamente, sí con mucha aproxi- macion. 5% Estas bandadas no se hallan dispuestas á depositar sus huevos en el área invadida, de donde resulta que pere- cen generalmente sin aovar, á ménos que alcancen la region permanente. 6% Un cambio repentino de viento ó temperatura y un au- mento en la humedad, traen hácia la tierra las bandadas de langosta. Los grandes cercados de árboles tienen tendencia á obstruir sus movimientos y á limitar sus emigraciones. 7% El límite oriental de las invasiones de la langosta ame- ricana, parece estar fijado por las leyes permanentes que go- biernan los movimientos de las especies, las que evitarán mayores progresos hácia regiones nuevas, miéntras las con- diciones climatéricas permanezcan como son en la actua- lidad. Esto explica por qué no se ha podido hacer indígena la langosta en los puntos de nuestro país que ha invadido, pues no obstante que existen acridios muy próximos en Córdoba, como ha visto el Sr. Nieto, en Cuernavaca, como lo ha visto el Sr. José Ramirez, y lugares donde las condiciones de eli- mas serian aparentemente propicias, no nos ha quedado res- to alguno de anteriores invasiones, lo cual es una compro- bacion de esta regla, 119 8” Los insectos vuelan tambien de noche. Aserto bien comprobado y que está en oposicion con las opiniones de la generalidad. 9% Estos insectos pueden volar tan alto cuanto la vista puede alcanzar á distinguir, y su vuelo puede continuarse por muchos dias seguidos sobre centenares de millas de dis- tancia. Como causas de las emigraciones se admiten dos catego- rías, unas inmediatas ó especiales, y otras remotas ó gene- rales. Estas últimas son las influencias climatéricas ó me- teorológicas, y las primeras son la necesidad de alimento, el instinto de la reproduccion, un aumento excesivo de los animales que les son nocivos, y por último, un instinto im- pulsivo que viene á envolver la verdadera incógnita de es- tas emigraciones, incógnita que estudios ulteriores han de despejar sin duda, No cabe duda que las influencias climatéricas ayudarán á las emigraciones, proporcionando lugares adecuados á la vida del animal fuera del lugar de orígen. Pero el hombre, modificando el clima de distintas localidades por la destruc- cion de arboledas, puede favorecerle tambien. En efecto, se ha observado que el acridio no vive á gusto en campos cul- tivados, ni ménos en donde se halle una vegetacion exube- rante; vive y se reproduce en vastas llanuras y laderas cu- biertas de zacaton, y el hombre llega á convertir en llanu- ras apropiadas por el desmonte y la quema, los más lozanos y frondosos bosques. En los Estados— Unidos se ha visto aclimatada la langosta, digamos así, por la mano del hom- bre, y entre nosotros es indudable que sucederá otro tanto. La necesidad de alimentacion debe estar subordinada al desarrollo exagerado en número del animal, que no bastán- dole el que tiene en sus campos, se verá obligado á buscarle en otros lugares. Tanto esta causa como la del instinto de reproduccion, parecen subordinadas al que se señala como instinto impulsivo, el cual ha de obedecer á alguna causa general hasta hoy desconocida, pues llama mucho la aten- cion el que hay años favorables á la multiplicacion de insec- tos distintos, y otros que les son fatales; y más notable es el hecho de que cuando México se veia afligido por la lan- gosta del año de 1854 y siguientes, grandes estragos causa- 120 ba la de los Estados-Unidos en su territorio, y todo Centro América y la República Argentina, así como otros países de Sud América, eran tambien afligidos por esta plaga. Tal coincidencia hace suponer que alguna causa general aún desconocida, hace aparecer en el Continente condiciones á propósito para la multiplicacion de estos insectos, condicio- nes que determinan en ellos la necesidad de emigrar. Me he extendido demasiado sobre los anteriores detalles, deseando llamar la atencion del Supremo Gobierno hácia la necesidad que hay de que ordene un estudio concienzudo sobre los puntos señalados y otra multitud que he omitido; con la esperanza de que este estudio podrá hacer que seadop- ten medios que acaben de una vez con el mal, alejando este enemigo tan terrible, y evitando las pérdidas que ocasiona por las cosechas que destruye y por los gastos invertidos en su destruccion, gastos casi siempre de éxito dudoso. Poca fe merecen los medios que todos conocemos, y que desde la época del Gobierno vireinal se hallan en vigor en- tre nosotros para la destruccion de la langosta. Esos medios tienden, en primer lugar, á ahuyentar al ani- mal con ruidos, cohetes, humo, etc., recurso pueril que hace alejar el mal de nuestra casa para que caiga en la del vecino. Es muy probable que todos los recursos usados contra el animal ya adulto sean estériles, no sólo los ya señalados, sino aun los modernamente inventados, como máquinas para re- coger álos animales ó para aplastarlos, recursos que podrian salvar una pequeña propiedad, pero que no podrian acon- sejarse como medida general. Todos los esfuerzos de los particulares y de la autoridad durante una invasion, deben dirigirse á la destruccion del insecto en su período de huevo, de mosquito, y aunque con ménos éxito, de chapulin. Es difícil, pero no imposible, el descubrimiento de los de- pósitos de huevo, pues que en nuestro país están á veces del todo superficiales, y se puede utilizar el instinto de algunos pájaros que los descubren y que siguen á las bandadas. Se ha aconsejado inundar los lugares donde están los huevos; pero está demostrado por experimentos directos, que ni la humedad ni el frio hasta la congelacion, impiden el desar- rollo del animal. Ha surtido bien machucarlos por diferen- Bs 2. 121 tes procedimientos; pero quizá sea mejor reunirlos y que- marlos. Otro tanto se puede hacer con las tortas de mos- quitos que están en la superficie de la tierra, cuando aun no se mueven: en este período sí les perjudica la sumersion en el agua; pero como es difícil llevar agua á todos los lu- gares, tal vez sea mejor destruirlos por el fuego, medio ba- rato y de facilísima aplicacion. Entiendo que se debia estudiar y experimentar el uso de agentes explosivos enérgicos, puestos en planta en los Es- tados-Unidos con éxito incierto y preconizado con fervor entre nosotros por el Dr. Fénélon. No parece fuera de pro- pósito el que la dinamita, por ejemplo, tan fácil de manejar en nuestros dias, puesta bajo condiciones apropiadas, pueda destruir instantáneamente grandes cantidades de mosqui- tos, quizá de huevos y aun de insectos sin alas. Si el Supre- mo Gobierno lo determina, podrian hacerse en esta Escuela experimentos con cartuchos de dinamita de Nobel, y caso de ser fructuosos, ya se podria ordenar la destruccion del animal. Mucho se ha usado el petróleo y otros líquidos insectici- das; pero en nuestro país serian tal vez inaplicables por su costo. Otro tanto podriamos decir con el uso de máquinas para enterrarlos, machucarlos, etc., pues careciendo de má- quinas, no seria fácil proveernos de ellas con oportunidad. Como recurso inmediato y del momento, lo más oportuno en bien del país, seria que el Supremo Gobierno nombrase una Comision poco numerosa bajo la direccion de un inge- niero agrónomo que, sin pérdida de tiempo, se trasladase al Estado de Oaxaca, donde la langosta se ha detenido y se encuentra en este momento en su período de aovacion. Sin pérdida de tiempo, porque el corto espacio de cincuenta á sesenta dias que permanece el animal en los tres períodos en que es susceptible de ser destruido, son insignificantes atendiendo á la extension que la langosta abraza, y la clase de medios que se hayan de poner en planta. Esta Comision, dotada de los recursos necesarios, ya so- bre el terreno determinará la manera más fácil y rápida de destruir al insecto, y puesta de acuerdo con las autoridades locales y los particulares, podrá hacer todo lo que está en la mano del hombre en estos casos tan graves y desesperados. 16 122 Como recurso más lejano, aunque de no menor importan- cia, debiera comisionarse á personas competentes en ento- mología, para hacer un completo estudio del acridio en cues- tion, indagando el lugar de su orígen y las peculiaridades todas de su desarrollo, yendo á tomar sus datos aun fuera de nuestro país si no existe entre nosotros la region perma- nente, Comision que propondria despues las medidas legis- lativas, los consejos á los agricultores, y todas las precau- ciones, en fin, que debieran tomarse para hacer cesar este enemigo ó minorar sus estragos. Medidas de esta naturaleza serian sin duda costosas y di- fíciles; pero son las únicas que en concepto de esta Direc- cion presentan un carácter de verdadera eficacia, que opon- drian una barrera impasable á este enemigo, alejándole qui- zá para siempre y no obligando á nuestro pueblo á luchar, como lo hace con frecuencia, con la desesperacion de la lu- cha con un enemigo superior, y quedar, despues de agotados sus recursos, con el desaliento que engendra el ver comple- tamente inútiles sus esfuerzos todos. Protesto á vd. mi respeto y consideracion. Libertad y Constitucion. San Jacinto, Agosto 11 de 1880. —Gustavo Ruiz Sandoval. —C. Oficial mayor del Ministerio de Fomento. — México. Sobre el Informe anterior recayó el acuerdo siguiente: Seccion 2?— Setiembre 4 de 1880.— Recibo, y que en vis- ta de lo que expone en el Informe, el Presidente ha dispues- to que se nombre una Comision para que vaya á los lugares en donde está la langosta, y proponga medios que desde luego puedan ponerse en práctica para destruir el insecto é impedir que pudiera seguir avanzando.— Publíquese el Informe y la respuesta.—M. Fernandez, Oficial mayor. Secretaría de Fomento, Colonizacion, Industria y Comer- cio.—Seccion 4*—Siendo importante para el porvenir fijar el derrotero que la langosta sigue en sus inmigraciones, y como la actual invasion no se desvie en apariencia del que ha seguido en las otras invasiones conocidas, prestaria vd. > 123 un servicio á la ciencia, servicio que podria acercar á tomar medidas prácticas para la destruccion de esta plaga, comu- nicando á esta Secretaría los datos que por la tradicion se conserven en los lugares de su gobierno frecuentados por esta plaga, y las noticias que en lo sucesivo erea convenien- te comunicar. Libertad en la Constitucion. México, Octubre 6 de 1882, —Pacheco.— Al C. Gobernador del Estado de Tabasco. (La misma comunicacion se dirigió al C. Gobernador del Estado de Chiapas.) Gobierno Constitucional del Estado libre y soberano de Chiapas.— Obsequiando el contenido del atento oficio de vd. de 6 de Octubre anterior, en que me pide informe acerca de lo que se haya podido observar en el Estado de mi mando en cuanto al derrotero que la langosta ha aceptado en sus inmigraciones; hágome el honor de manifestarle que las mangas que de tal insecto han llegado á Chiapas, han ve- nido del Sureste, y se cree que proceden de las Repúblicas del Sur, pasando sobre el territorio de los Estados de Tabas- co, Chiapas y desiertos del Palenque, y se dirigen unas has- ta la frontera de Oaxaca y otras á la de Veracruz, de donde generalmente retroceden, para recorrer en sentido opuesto los mismos puntos en que permanecen esparcidas, hasta que, segun opinion general, reproduce de ochenta á cien por in- secto y se muere dejando el salton.— Libertad y Constitu- cion. San Cristóbal Las Casas, Noviembre 18 de 1882.—Mi- guel Utrilla.—Al Secretario de Estado y del Despacho de Fomento, Colonizacion, Industria y Comercio.— México. Secretaría de Fomento, Colonizacion, Industria y Comer- cio.—Seccion 4?—$Se ha recibido en esta Secretaria la co- municacion de vd., en la que contesta á la que se le dirigió por la de mi cargo, relativa á las costumbres y demas datos sobre la langosta, por lo cual se le dan á vd. las gracias, re- comendándole se sirva inquirir más datos sobre tan perni- cioso acridio, pues interesa al Gobierno conocer sus costum- 124 bres, inmigraciones y todo lo que puede esclarecer la histo- ria natural del insecto, para deducir consecuencias útiles para la agricultura.— Libertad en la Constitucion. México, Diciembre 1* de 1882.— Pacheco.—U. Gobernador del Esta- do de Chiapas.—San Cristóbal Las Casas. Copia.— Secretaría de Relaciones Exteriores de Guate- mala.— Guatemala, Febrero 15 de 1883. Sr. Dr D. Manuel Herrera.— México. Señor Ministro: Recibí la estimable nota de vd. de 1? de Febrero, marcada con el núm. 543, y el tomo IV de los “Ana- les del Ministerio de Fomento de la República Mexicana.” Este libro lo pasé á la Secretaría de Fomento, trascribiendo su nota como vd. lo deseaba, y dicha oficina me ha dirigido hoy la comunicacion que sigue: “Señor: Refiriéndome al estimable oficio de vd. fechado ayer, tengo la honra de manifestarle: que sin embargo de no haberse hecho estudios especiales sobre la materia, puede asegurarse que la langosta que invade á Guatemala tiene en la República del Salvador su orígen, ó al ménos es de esa parte de donde nos viene: el Gobierno del Salvador, por con- siguiente, tal vez podria dar á vd. informes más exactos so- bre el particular.” “No hay aquí una zona en donde dicha plaga sea perma- nente y de la cual partan sus peregrinaciones.” “Los medios de que aquí se hace uso comunmente para combatir la langosta, son desenterrar sus huevos y destruir- los, y abrir zanjas para enterrar el chapulin cuando se halla en el estado de salton.” “El Gobierno aceptaria con gusto cualquier medio que el de México le propusiera para estudiar el asunto y tomar determinaciones para destruir en su orígen tan pernicioso insecto.” “Lo que tengo la honra de manifestar á vd. para que se sirva comunicarlo á nuestro Ministro en México, suscribién- dome de vd. con toda consideracion y aprecio muy atento y S. S.— Manuel Herrera. En vista de la nota preinserta, me he dirigido en esta fe- 125 cha al Señor Ministro de Relaciones Exteriores del Salva- dor, con el objeto de obtener los datos que se desean, y ten- dré el placer de comunicarlos á vd. tan pronto como me sean proporcionados. Repito que soy de vd. con particurlar aprecio muy aten- to servidor.—(F.) Fernando Cruz. Secretaría de Fomento, Colonizacion, Industria y Comer- cio. —Seccion 4*— Es notorio para el país que la langosta que en épocas distintas ha asolado los Estados meridiona- les y orientales, llegando aun hasta el centro de nuestro ter- ritorio, procede de Centro América, ocasionando pérdidas considerables en las subsistencias, y notándose con regula- ridad quela marcha del acridio es acompañada del desarrollo de diversas enfermedades, á veces*asoladoras, en la pobla- cion, como la última que tantas víctimas ha ocasionado en Chiapas, Tabasco y Oaxaca. | El estudio hecho de los hábitos de este acridio, le señala una zona donde su existencia es constante y es llamada per- manente, otra adonde se extiende de un modo casi anual, ha- ciendo pequeños estragos, que es la zona sabpermanente, y otra, en fin, adonde invade en épocas diversas, saliendo de sus límites ordinarios, y destruyendo toda la vegetacion que á su paso encuentra: esa es la zona de emigracion. Resulta de las investigaciones hechas por agentes oficia- les de nuestro Gobierno, que no existe en México ninguna de las dos zonas, sino que siempre viene de más allá de las fronteras guatemaltecas; y de informes privados que el se- ñor Ministro de Guatemala en México ha proporcionado á esta Secretaría, se desprende que tampoco en ese país es permanente, procediendo en su concepto del Salvador. No se ocultará á la penetracion de vd. el grande interes que para el país encierra el esclarecimiento de este punto, dada la necesidad de ponerse á cubierto de los perjuicios de intereses y de vidas que la invasion de este acridio trae con- sigo, y la necesidad de saber el verdadero orígen de las ban- dadas que nosinvaden. Es muy probable, conociendo ya los hábitos de este animal, que su punto de partida no sea muy 126 remoto, porque ha de estar en lugares de elevada temperatu- ra y de poca altitud, pues tales son los sitios que busca en sus emigraciones, y no seria un despropósito pedir trabajos y acuerdos de carácter internacional, para procurar el arre- glo debido, á fin de exterminar el acridio en su orígen, una vez que éste sea bien conocido. La perfecta inutilidad de los medios empleados contra la langosta voladora, aconseja su destruccion posible, aunque costosa, en la época de chapu- lin, ó mejor cuando no ha salido aún de sus huevos. Teniendo en cuenta las anteriores consideraciones, el Pre- sidente de la República me encarga se sirva vd. pedir las másextensasinformaciones á nuestros agentes diplomáticos y consulares en Centro y Sud-América, suplicando á la vez á los respectivos gobiernos se sirvan hacer sus investigacio- nes trasmitiéndolas al nuestro, y expresando si estarian de acuerdo en aceptar las medidas que para mútua seguridad se juzgase conveniente aconsejar, indicando aquellas que, en su concepto, debieran tomarse.— Libertad en la Constitucion. México, Marzo 17 de 1883.—Pacheco.—Al Secretario de Re- laciones.— Presente. Secretaría de Estado y del Despacho de Relaciones Ex- teriores.—México.—Seccion de Cancillería.— Impuesto del oficio de vd. del 17 del que fina, girado por la Seccion 4* con el número 2861, relativo á la conveniencia de investigar la procedencia del acridio llamado langosta y ála mejor ma- nera de exterminarlo, manifiesto á vd. que esta Secretaría cree oportuno limitarse por ahora á investigar si es cierto que las invasiones de langosta á México proceden ó no de Centro América, y, una vez esclarecido este punto por la afirmativa, se pensaria en la manera de ponerse de acuerdo con el Gobierno respectivo, para el fin que esa Secretaría de su digno cargo propone. Esta Secretaría está dispuesta á dar á los pocos agentes consulares que tenemos en Centro América las órdenes res- pectivas para que hagan la investigacion que nos ocupa; pero siendo este un punto que puede llamarse científico y ajeno por tanto de este Ministerio, seria muy conveniente que el de su digno cargo formule las instrucciones á que han 127 de sujetarse y el plan que han de seguir en sus trabajos para que sean provechosos.—Libertad y Constitucion. México, 31 de Marzo de 1883.— Mariscal.— Al Secretario de Fomento. Secretaría de Fomento, Colonizacion, Industria y Comer- cio.— Seccion 4*— En contestacion á la comunicacion de esa Secretaría fecha 31 de Mayo del año actual, en la que mani- fiesta que esa Secretaría está dispuesta á dar á los pocos agentes consulares que tiene en Centro América las órdenes respectivas para que hagan las investigaciones sobre algu- nos puntos importantes relativos á la langosta, tengo el ho- nor de formular las siguientes cuestiones para el objeto in- dicado: ¿ Existe en ese país la langosta? ¿En qué formas se les ve; vienen de un modo permanen- te ó por irrupciones periódicas? ¿Onuál es el lugar de orígen de la langosta? ¿Qué causas determinan la génesis anormal de este acri- dio? ¿Qué medidas se han tomado para destruirlo? ¿Qué causas determinan sus emigraciones? ¿Qué relacion existe entre la invasion de la langosta y la aparicion de ciertas enfermedades epidémicas, y con espe- cialidad el cólera? ¿Qué extension tiene en la actualidad la zona permanen- te de ese insecto? ¿Habrá posibilidad, en su concepto, de entablar negocia» ciones para cooperar á la destruccion del acridio en su cuna ó en su zona permanente? Y todos los demas datos que crea conveniente para ilus- trar la historia natural de este acridio.— Libertad en la Constitucion. México, Agosto 20 de 1883.— M. Fernandez. —C. Oficial Mayor, encargado de la Secretaría de Relacio- nes.—Presente. Secretaría de Estado y del Despacho de Relaciones Ex- teriores.— México.— Departamento Comercial.— El encar- gado de negocios ad—ínterim de México en Centro Améri- 128 ca, en nota número 339 de 27 de Setiembre próximo pasado, me dice lo siguiente: “De conformidad con lo que vd. se sirve prevenirme en su apreciable nota número 230, fechada el 23 de Agosto úl- timo, remito adjuntos á la presente los datos que me ha dado, : respecto del asunto, el Cónsul de nuestro país en esta Re- pública.” : Lo que tengo el honor de trasladar á vd. para su conoci- miento, remitiéndole original el anexo que se cita.— Liber- tad y Constitucion. México, 17 de Octubre de 1883.— Fer- nandez.— Señor Secretario de Fomento, etc., etc., etc. Núm. 4.—Consulado Mexicano en Costa Rica.—San José Setiembre 27 de 1883. En cumplimiento con los deseos de esa Legacion para que le informe sobre la plaga de la langosta en esta República, y de acuerdo con la nota fecha 23 de Agosto pasado que he tenido la honra de recibir de la Secretaría de Relaciones de México, trascribiéndome el oficio núm. 1462 de la Secreta- ría de Fomento, con varias preguntas relativas al mismo asunto, paso áinformar á vd. segun los datos que tengo. En el trascurso de veinte años, una sola vez he visto ve- nir la langosta. Esto sucedió á principios del año de 1878, trayendo el rumbo del Sur, y segun informes de varios ca- pitanes de los vapores que tocan en los puertos del Pacífi- co, venian inmensas nubes de ese insecto, dirigiéndose á la Costa, pero que una parte se ahogó en la mar. A pesar de eso llegó al interior una gran cantidad que recorrió toda la República. Los estragos fueron relativamente de poca im- portancia, contribuyendo á hacerla desaparecer las fuertes lluvias de la estacion. Los medios que entónces se emplearon para su destruc- cion, fueron descargas de fusilería, pequeñas bombas, cohe- tes y todo género de ruido fuerte. Al mismo tiempo se hi- cieron grandes zanjones en el lugar invadido para enterrar la langosta que se iba matando y la que por su incompleto desarrollo no podia volar. A principios del siguiente año de 1879 volvió á invadir al- 129 gunos campos; pero á poco tiempo desapareció totalmente. En ese período de cerca de un año que más ó ménos abun- dante permaneció aquí la langosta, no se desarrolló epide- mia alguna. El motivo de que los estragos causados no fueran de gran importancia, consistió en que la mayor parte de los terrenos en cultivo están sembrados con café, ácuya planta no ataca la langosta sino en el estado tierno de almácigo, y no encon- trando otra planta que comer. Aun los platanares sufrieron poco, observándose que sólo comian lo más delgado de la hoja. En cuanto á las demas siembras de semillas y verdu- ras, desaparecieron todas. Aquí se ignora por completo la causa que haya determi- nado la venida de la langosta en aquella época, que hasta la presente no se ha vuelto á ver. Sintiendo no tener datos más extensos que comunicar, aprovecho la ocasion para renovar á vd. las protestas de mi distinguido aprecio y respeto. — M. Lujan.— Al ciudadano Encargado de Negocios ad-ínterim de los EE. UU. Mexi- canos en Centro América.— Presente. Secretaría de Fomento, Colonizacion, Industria y Comer- cio.—Seccion 4? — Se ha recibido en esta Secretaría la co- municacion de vd. fecha 17 del actual en la que se sirve tras- cribirme la que en 27 de Setiembre último le dirige el En- cargado interino de Negocios de México en Centro América, adjuntando los datos que el Cónsul de México en la misma República le da sobre el asunto de la langosta en aquel país. Doy á vd. las gracia por su envío, manifestándole que ya se ordena el estudio de dichos datos.— Libertad y Cons- titucion. México, Octubre 20 de 1883. — Pacheco.— Al Ofi- cial Mayor encargado de la Secretaría de Relaciones.—Pre- sente. Secretaría de Fomento, Colonizacion, Industria y Comer- cio.—Seccion:t*— El Presidente de la República ha acorda- do se traslade vd. á los Estados de Oaxaca y Veracruz á in- 17 130 tentar por los medios que le sean posibles la extincion de la langosta, en el concepto que urge que á la mayor brevedad se ponga vd. en camino para los Estados indicados. Para el desempeño de esta comision se sujetará vd. á las instrucciones siguientes: 1* Informar mensualmente á esta Secretaría de los tra- bajos que emprenda para extinguir la langosta. 2 Investigar hasta donde sea posible, las circunstancias climatéricas que vienen favoreciendo desde hace muchos años la estacion é inmigracion de este acridio en los Esta- dos meridionales de la República. 3? Adquirir nuevos datos sobre las costumbres de este insecto para completar ó rectificar lo que sobre su historia natural se haya escrito en el país. 4* Inquirir y clasificar los enemigos de la langosta. 5% Investigar qué relacion puede existir entre la invasion de la langosta y la peste que con el nombre de cólera se des- arrolla en la Zona invadida por la langosta. 6* Investigar las pérdidas que ha resentido la agricultu- ra por esta plaga. 7% Hacer el itinerario que en esta invasion ha seguido la plaga. S* Investigar hasta donde sea posible, cuál es lazona per- manente de este acridio en la América Meridional. 92 Poner en práctica para la destruccion medios fáciles y sencillos en su aplicacion. 10* Dirigir los trabajos de la extincion. 11? Procurar trabajar por convencer á los pueblos de la necesidad de obrar con actividad para minorar la plaga. Al fin de la expedicion rendir un Informe general que contenga los trabajos emprendidos para destruir la plaga, los resultados conseguidos, los nuevos datos sobre sus cos- tumbres, el detalle de los medios empleados en la destruc- cion, la clasificacion de los animales perjudiciales á la lan- gosta, las observaciones, tanto de órden económico como agrícola, que se deduzcan de la intensidad del mal, y todo lo queen su concepto deba hacerse para prevenir subsecuentes invasiones, ó minorar sus perjuicios.— Libertad en la Cons- titucion. México, Abril 13 de 1883.— Pacheco.— CU. Adolfo Barreiro. — 131 República Mexicana. —Gobierno del Estado libre y sobe- rano de Veracruz-Llave.—Seccion de Gobernacion y Jus- ticia. — El Jefe Político del Canton de los Tuxtlas, en nota número 729, fecha 21 del actual, dice á la Secretaría de este Gobierno lo siguiente: «El C. Alcalde municipal de esta villa, en comunicacion fecha 19 del actual, me dice lo siguiente: «Para que esa Jefatura tenga conocimiento de las medi- das tomadas para la destruccion del acridio tierno ó salton, me es grato insertar á vd. la comunicacion que con esta fe- cha dirigió al €. Salvador Cabada, nombrado por la Junta Directiva de los trabajos contra la langosta, director de los que han emprendido en los partidos del Laurel, Jotoltepec, Soyaltepec, Axochio y Soyata. » «Las noticias que en oficio de 16 del que cursa comunica el ciudadano subregidor del Laurel sobre el desarrollo de la langosta, ha decidido á esta Junta á dictar las medidas que juzga oportunas para exterminar el salton. Estas medidas y la buena disposicion de los vecinos del Municipio para cumplirlas, serán ilusorias si no se da á los trabajos una di- reccion inteligente. Con esta fecha la Junta ha tenido á bien nombrar á vd. director de ellos en los partidos del Laurel, Jotoltepec, So- yaltepec, Axochio y Soyata, y espero de su acreditado em- peño por el bienestar público, que aceptará el cargo y pa- sará á la mayor brevedad al Partido del Laurel, donde más urge su presencia, para determinar lo que más convenga al logro del objeto propuesto. El C. Marcelo Cadena, agente de esta Junta, queda á sus órdenes. A los ciudadanos sub- regidores de los partidos del Laurel, Sayultepec, Jotolte- pec, Soyata y Axochio, se dice lo siguiente: «Comisionado el C. Salvador Cabada por esta Junta, para la direccion de los trabajos que en el Laurel, Bebedero y Axochio hay que emprender para la destruccion de la langosta tierna ó sal- ton, acordará vd. con dicho señor el dia en que dichos tra- bajos den principio, y pondrá vd. á su disposicion el número de hombres con que pueda contribuir ese Partido; en la in- teligencia que la comida les será proporcionada por cuenta de esta Junta. Cada cuadrilla se relevará al segundo dia, y queda á cargo de yd. el arreglo del turno riguroso, á fin 132 de que todos los vecinos de su jurisdiccion presten este im- portante servicio y por igual tiempo. Si es fácil conseguir en ese vecindario palas, picos, cavadores, instrumentos in- dispensables para aperturas de zanjas, recomiendo á vd. los proporcione para reunir número suficiente.— Puede vd. or- denar al C. Marcelo Cadena que recoja de la casa del Sr. Gabriel C. Artigas media docena zapapicos y una docena pa- las rectas, para la apertura de zanjas, librando el recibo cor- respondiente; las cuidará, y devolverá cuando hayan con- cluido los trabajos. Para racionar la gente, queda vd. auto- rizado para comprar la carne necesaria en la hacienda más próxima al lugar de los trabajos, y ocurrir «al tesorero de la Junta, €. Gabriel C. Artigas, por el importe de los gastos. La Junta confia en que procurará vd. la actividad en los tra- bajos, economía en los gastos, y concilie este servicio públi- co con los intereses privados de quienes lo prestan. A la vez y para dar cuenta al Gobernador del Estado, se ruega á vd. informe sobre los daños causados, su valor aproximati- vo, rumbo que tome la langosta, si aparecen nuevas parti- das, etc, etc.— Protesto á vd. las consideraciones de mi aprecio.»—Los esfuerzos de la autoridad municipal que pre- sidió, y los de la Junta auxiliar de vecinos cuya presidencia me fué tambien confiada, serán estériles si esa Jefatura de su digno cargo no excita de una manera enérgica y violenta al Municipio de Santiago Tuxtla, para que proceda sin de- mora y con la actividad que la urgencia del caso requiere, al exterminio de la langosta que principia hoy á nacer en algunos puntos y en otros comienza ya á volar. El agente de esta Junta, que acaba de recorrer parte de aquel referido Municipio, me informa que en el Partido de Arroyo Largo ha aparecido la cría en tal cantidad, que si no se procede á su exterminio y se le deja adquirir desarrollo, causará en breves dias la ruina completa de los pastos y sembrados del Canton. Sé tambien de una manera positiva, que en las haciendas de San Nicolás, Chapopoapam, Mata de Cabestro, Guerrero y Nopalapam está apareciendo la cría en cantidad tan enor- me, y vista con tan punible indiferencia por los dueños de las haciendas y por las autoridades de los cantones á que éstas pertenecen, que en breves dias será imposible librar á 133 la agricultura de la costa y quizá de todo el Estado, de un enemigo tan numeroso como terrible. Salvo el mejor parecer de esa Jefatura, opino que parti- cipe al Gobierno del Estado estas noticias, para lo que á bien tenga determinar, empleando la comunicacion telegrá- fica para su inmediato conocimiento. » Y tengo la honra de trascribirlo á vd. para conocimiento del C. Gobernador, esperando que en vista de lo expuesto por el C. Alcalde municipal, se sirva excitar á los Jefes po- líticos de los Cantones de Cosamaloapam y Acayúcan, don- de actualmente se encuentra en tan crecido número el insec- to expresado, á fin de que sus vecinos se propongan destruir- lo, y los esfuerzos de los de este Municipio, así como los de los otros del Canton, no sean ilusorios, pues la Jefatura de mi cargo ha dictado y seguirá dictando todas las medi- das relativas á la destruccion del insecto de que se trata. Protesto á vd. mis respetos y consideraciones. » Y tengo el honor de insertarlo á vd. para que se sirva ha- cerlo llegar al conocimiento del Presidente de la República. Libertad en la Constitucion. Orizaba, Noviembre 25 de 1882. — Manuel A. Suarez. — Al Secretario de Estado y del Despacho de Fomento, Colonizacion, Industria y Comercio. —México. Secretaría de Fomento, Colonizacion, Industria y Comer- cio.—Seccion 4*— Tengo la honra de participar á vd. que el O. Ingeniero agrónomo Adolfo Barreiro, Inspector de los cultivos que se van introduciendo en el país, ha sido comi- sionado por esta Secretaría para que pase al Estado de su digno gobierno con objeto de estudiar la historia natural de la langosta que ha invadido ese Estado y poner en práctica los medios que juzgue convenientes para intentar su des- truccion. Al ponerlo en conocimiento de vd., espera esta Secretaría de su patriótico interes por el pueblo y de sus ilustradas miras por el progreso del Estado, le preste el apoyo nece- sario, recomendándolo con las autoridades de los dos Esta- dos invadidos; pues proporcionándole gente organizará los trabajos para el fin indicado. 134 Libertad en la Constitucion. México, Abril 14 de 1883.— Pacheco.— Al C. Gobernador de Veracruz. (La misma comunicacion se dirigió al C. Gobernador del Estado de Oaxaca. ) Ministerio de Fomento, Colonizacion, Industria y Comer- cio. —Seccion 4? — Dispone el Presidente de la República que á la mayor brevedad se ponga vd. en marcha para el Estado de Veracruz, con el fin de organizar y dirigir los tra- bajos de destruccion de la langosta en aquel Estado; en la inteligencia que se pondrá vd. de acuerdo con el C. Goberna- dor para hacer que sean fructuosos, é informando á esta Se- cretaría el resultado de ellos, ad virtiéndole que evitará por todos los medios que sean posibles, el que la persecucion de este acridio tenga por objeto sólo espantarlo, sujetándose en lo demas á las instrucciones que sobre el particular se le tienen dadas. Libertad en la Constitucion. México, Abril 25 de 1883.— Pacheco.—U. Adolfo Barreiro.— Presente. Ministerio de Fomento, Colonizacion, Industria y Comer- cio.— Seccion 4*— Tengo la honra de poner en conocimien- to de vd., en contestacion á su telegrama de ayer, que ya se ordena al OC. Ingeniero agrónomo Adolfo Barreiro, ins- pector de los cultivos que se están introduciendo al país, marche á la mayor brevedad al Estado de su digno gobier- no, para organizar y dirigir los trabajos de la destruccion de la langosta, esperando esta Secretaría se servirá vd. pres- tarle el apoyo que estos trabajos demandan, para que las autoridades de los lugares invadidos le faciliten la gente que se necesite para la destruccion de este dañino insecto. Se le ordena además al C. Barreiro se ponga de acuerdo con esa superioridad para llevar adelante sus proyectos de ex- terminio de la plaga. Libertad en la Constitucion. México, Abril 25 de 1883.— Pacheco. —C. Gobernador del Estado de Veracruz. —Ori- zaba. o 135 Ministerio de Fomento, Colonizacion, Industria y Comer- cio.—Seccion 4*—Siendo urgente que el €. Adolfo Barreiro, Inspector de cultivos, marche á la mayor brevedad á dirigir los trabajos de destruccion de la langosta que en la actua- lidad está devastando varios Cantones del Estado de Vera- cruz, he de merecer de vd. se sirva librar sus órdenes para que la Tesorería General ministre al OC. Barreiro las dos pa- gas de marcha que con fecha 13 del próximo pasado se le mandaron abonar, encareciéndole la urgencia del caso para evitar los males que por la permanencia del €. Barreiro en esta capital están recibiendo los habitantes del mencionado Estado. | Libertad en la Constitucion. México, Mayo 11 de 1883.— Pacheco.—U. Secretario de Hacienda.— Presente. De regreso á está ciudad de mi expedicion por Zongolica, el Naranjal, Tuxpango, Zopoapita, Tapia, La Luz, Córdoba y terrenos de Monte Blanco, invadidos por la langosta y que miden una extension de más de cinco leguas, he recibido del Gobierno de este Estado las comunicaciones que originales acompaño; y en contestacion á las instrucciones que se me piden, he dirigido al primer magistrado de esta entidad fe- derativa, por conducto de la seccion respectiva, lo que sigue: «Las instrucciones que sobre la destruccion de la langos- ta ha escrito el Sr. ingeniero José C. Segura, como resultado de su comision por el Estado de Oaxaca en el año de 1880, y que el C. Gobernador ha mandado ya imprimir y circular, á mijuicio llenan debidamente el objeto; tan sólo es preciso encarecer á las autoridades cantonales, como á los propie- tarios, cumplan exactamente estas disposiciones, fijándose muy especialmente en los lugares en que la langosta ha he- cho su aovacion, para proceder desde luego á la destruccion de la mazorca, canutillo ó cartucho; pues de no ser así, nece- sario es hacer comprender á los pueblos el peligro que les amenaza para el porvenir, dejando esos múltiples focos de produccion asombrosa. Tambien es muy importante demostrar la inutilidad de ahuyentarla simplemente, y el perjuicio seguro que esto ori- gina con la diseminacion del huevo. 136 Será indispensable que de nuevo se envien dichas instruc- ciones en mayor cantidad á todos los cantones invadidos por este acridio, como á Orizaba, Córdoba, Zongolica, Cosama- loapam y Minatitlan, y á otros como medida preventiva por si fueren acometidos por esta plaga. Todo lo cual me honro en comunicar á vd., para que se digne dar cuenta al C. Gobernador como resultado de su acuerdo fecha 1? del presente. Libertad en la Constitucion, Junio 5 de 1883.— Al Jefe de la Seccion de Gobernacion y Justicia.— Orizaba. » De nuevo pasaré á dichos cantones para dirigir los tra- bajos y explicar los procedimientos aconsejados por las ci- tadas instrucciones, en caso que esto fuere indispensable. Ultimamente se me ha notificado que la manga de que me ocupo, en sus movimientos de traslacion ha llegado á Hua- tusco y aun más allá; por consecuencia, tan pronto como termine algunos asuntos en esta ciudad y referentes á la co- mision con que se me ha distinguido, pasaré á dicho Canton, y seguiré, si fuere necesario, hasta el punto ó término de la mancha, siempre con el fin de explicar y dirigir el trabajo. A mi vuelta de nuevo daré cuenta á ese Ministerio, como se me tiene ordenado. Libertad y Constitucion. Orizaba, Junio 6 de 1883.— Adolfo Barreiro.—C. Ministro de Fomento. República mexicana. —Secretaría del Gobierno del Esta- do libre y soberano de Veracruz-Llave.—Seccion de Gober- nacion y Justicia.— El Jefe Político de Zongolica, en oficio de 25 de Mayo último, dice á esta Secretaría lo que copio: «En oficio de hoy dice á esta Jefatura el Alcalde munici- pal de Tequila lo siguiente: Tengo el honor de participar á vd. que hoy me dicen los subregidores de las rancherías de Poxcantla y Tiotzacoalco, que el dia de ayer ha invadido á dichas rancherías una gran manga de langosta, que abraza de dichos puntos hasta el de Cincalco y Tamalca por el lado del Oriente, y por el lado del Norte hasta el punto de Tejutzingo. Y al trasladarlo á vd. para su conocimiento y demas fines, 137 me es sensible agregarle que hasta la fecha permanece el in- secto referido en las rancherías de Aticpac, Ixtla, Acocolco y Totolacatla, habiendo avanzado ya á las de Macuilca, San Gerónimo, San Sebastian, Tlanepaquila, Ixpaluca y Zoma- japa, de la jurisdiccion de este Municipio. El insecto mencionado trae el rumbo de Córdoba y Soyal- tepec, y sus avances llevan la direccion de Orizaba, de cuya ciudad sólo distan ya unas cuantas leguas. La cantidad de langosta de que hago relacion, ocupa unas diez y nueve ó veinte leguas de extension, sin que pueda des- truírsele, porque regularmente hace una parada momentá.- nea en las siembras de maíz, frijol, caña y otras, para ali- mentarse, levantándose en seguida en busca de monte para evadirse de toda accion, y ahí se está posada hasta el siguien- te dia, en que espera al sol para continuar su avance, abrien- do así campo á la demas langosta que viene tras ella en ma- yor cantidad; y aunque en algunos lugares descansa for- mando montones, no es posible cogerla, porque apénas ob- serva que se le acerca alguna gente cuando emprende fuga de una manera violenta. Segun se participó á esa superioridad, el suscrito se tras- ladó al punto donde se hallaba el insecto mencionado, para ver si lograba su destruccion; pero al poner en práctica las instrucciones que acerca del particular tiene ministradas esa propia Superioridad, vió con pena que en las noches se encontraba la langosta en un estado bastante capaz para poderse evadir, y que los lugares donde descansaba impe- dian su persecucion, por las malezas de que se hallan cubier- tos unos y por su distancia otros; así como de que la gente ocupada todo el dia en espantarla de las siembras, se encon- traba en la noche bastantemente cansada y con peligro de contraerse una enfermedad, con especialidad la de la virue- la, que por desgracia y sin embargo de la propagacion del pus vacuno, está causando sus estragos en este Municipio y sus rancherías. En tan apremiantes circunstancias, y como el único me- dio de hacer ménos penosa la situacion actual de los habi.- tantes, la Jefatura sólo se ha concretado á librar sus órde- nes á las autoridades de su dependencia, para que con el auxilio de los vecinos procuren ahuyentar de las siembras 18 138 tal insecto, y que en los lugares donde el terreno y las cir- cunstancias indispensables lo permitan, procedan á su des- truccion en el sentido que de antemano se les tiene indicado. Los perjuicios que la terrible plaga de que queda hecha reminiscencia ha causado á las siembras, es de alguna con- sideracion; y á efecto de saber cuál sea su valor y las perso- nas que los han sufrido, esta misma Jefatura se dirige hoy al H. Ayuntamiento de esta cabecera y al del pueblo de Te. quila, para que desde luego procedan en el sentido de la se- gunda prevencion reglamentaria del decreto núm. 46 de 14 de Diciembre del año anterior, con el fin tambien de que puedan los interesados gozar de la franquicia concedida en dicho decreto; toda vez que el mismo que suscribe, secun- dando las nobles miras del Ejecutivo del Estado, anhela por que los habitantes que tiene bajo su salvaguardia y protec- cion, disfruten de los derechos y prerogativas que las leyes les tienen concedidas. » Y por acuerdo del C. Gobernador lo trascribo á vd. para su conocimiento y efectos. Libertad en la Constitucion. Orizaba, Junio 1? de 1883. —D. 0. 5., R. O. Cortés. —Al Ingeniero Adolfo Barreiro.— Presente. República mexicana. — Secretaría del Gobierno del Esta- do libre y soberano de Veracruz-Llave.— Seccion de Gober- nacion y Justicia. —El Jefe Político de Zongolica, en oficio de 26 de Mayo último, dice á esta Secretaría lo que sigue: «En oficio de ayer dice á esta Jefatura el O. Alcalde mu- nicipal de Reyes lo siguiente: «Esta alcaldía tiene conocimiento, por conducto del sub- regidor de la ranchería de Totolinga, que ayer como á las diez de la mañana llegó la langosta á aquel lugar, y como á las tres de la tarde del mismo dia fué retirada por aque- llos vecinos, tomando el rumbo de Atempa; sin dejar de par- ticipar á vd. que, aunque en muy poco, no dejó de perjudicar algunas siembras de maíz y frijol. » | «Todo lo que me honro de comunicar á esa Jefatura para su conocimiento y demas fines. » Y al trascribirlo á esa Superioridad para su conocimiento, 139 debo agregarle que, segun el parte que dió á esta oficina e ministro conservador de policía rural de Zomajapa, O. José María Trujillo Parra, ha procedido ya, en los lugares donde las circunstancias del terreno lo han permitido, á la crema- cion de tan pernicioso insecto; habiéndose recomendado al mencionado ministro continúe sus trabajos en tal sentido, para disminuir en parte siquiera la numerosa cantidad de langosta que ha invadido las rancherías de este Municipio, con grave perjuicio de la agricultura, que de dia en dia re- siente los estragos que le proporciona tan terrible plaga. » Y por acuerdo del €. Gobernador lo trascribo á vd. para su conocimiento y efectos. Libertad en la Constitucion. Orizaba, 'Junio 1? de 1883. —D. 0.5., R. O. Cortés.—Al Ingeniero Adolfo Barreiro.— Presente. | República mexicana.—Secretaría del Gobierno del Esta- do libre y soberano de Veracruz-Llave.— Seccion de Gober- nacion y Justicia.— La terrible plaga de la langosta en estos últimos meses ha invadido gran parte de las poblaciones de la costa de Sotavento y ha tomado hoy la direccion N. O, de Alvarado: como no seria difícil que segun el variado rum- bo que ha traido se dirija hácia ese Canton, es indispensa- ble tomar providencias precautorias para combatir tan per- judicial insecto, y con tal motivo ha tenido á bien acordar el O. Gobernador recomiende á vd., como lo hago, que in- mediatamente convoque una Junta de los hacendados, agri- cultores, comerciantes y cuantas personas pueda reunir, tanto de esa localidad como de sus poblaciones inmediatas, con el fin de acordar la mejor manera de poner en práctica las instrucciones que para la destruccion de dicho animal se le tienen comunicadas; y para lo cual excitará los senti- mientos filantrópicos y humanitarios de todos los que con- curran á la Junta, rogándoles en nombre del Gobierno del Estado que vela por sus intereses, se unan en todo lo que puedan para conseguir el objeto propuesto, pues sólo de esta manera los esfuerzos dela autoridad tendrán buen resultado. La accion de todos de comun acuerdo obrando como un solo individuo, es indudable que producirá mejores resul- 140 tados que si cada uno por su parte ejecuta lo que puede; y por lo mismo el Ejecutivo desea que en este asunto las fuer- zas de todos y cada uno se empleen á un mismo tiempo. Parece que el medio más á propósito y que no deja conse- cuencia alguna despues de muerta la langosta, es la crema- cion, cuya operacion recomiendo á vd. muy particularmente verifique á todo trance. El C. Gobernador, al dictar estas disposiciones, no ha te- nido ni tiene la intencion de alarmar vanamente á los habi- tantes de los pueblos que forman ese Canton; pero sí con- sidera oportuno y conveniente en bien de la comunidad, pre- pararlos para el caso de que llegue á invadir sus labores el voraz insecto á que me vengo refiriendo, y á efecto de que levanten, si aun no lo han hecho, sus cosechas, y se preven- gan á combatirlo por los medios ya indicados. El mismo pri- mer Magistrado espera de la eficacia de vd., así como del buen sentido de los habitantes dignos de ese Canton, que este acuerdo será obsequiado con todo el interes que recla- ma el objeto de que se trata. Libertad en la Constitucion. Orizaba, Octubre 16 de 1882. R. 0. Cortés.—Al Jefe Político de...... República mexicana.— Secretaría del Gobierno del Esta- do libre y soberano de Veracruz-Llave.—Seccion de Gober- nacion y Justicia.—Para que este Gobierno pueda acordar lo cunveniente acerca de los perjuicios causados por la lan- gosta en los diversos lugares por donde ha pasado, es indis- pensable que tenga todos los datos necesarios á este asunto, y con tal objeto el C. Gobernador ha tenido á bien disponer remita vd. á esta Secretaría noticia cireunstanciada acerca de la fecha en que ha invadido cada municipio, el rumbo que ha traido, los dias que ha permanecido, terrenos que ha ocu- pado; expresando los nombres de los dueños, la clase de se- millas ó frutos destruidos, su cantidad y valor aproximativo, y medidas dictadas por esa Jefatura para su destruccion. Tambien espera el mismo primer Magistrado que no olvi. dará vd. la recomendacion que se le hizo en nota de 11 del corriente, acerca de los datos que sobre el mismo asunto pi- 141 dió la Secretaría de Fomento, de cuyos pormenores, si no tiene constancia el archivo de esa oficina, debe recogerlos de personas fidedignas de esa localidad ó de otras del Can- ton. Lo digo á vd. para su cumplimiento, esperando me acu- se el recibo correspondiente, Libertad en la Constitucion. Orizaba, Octubre 26 de 1882. —R. O. Cortés. — Al Jefe Político de...... Son copias que certifico. Orizaba, Junio de 1883.—R. O. Cortés. República mexicana.— Secretaría del Gobierno del Esta- do libre y soberano de Veracruz-Llave.— Seccion de Gober- nacion y Justicia. —El Jefe Político de este Canton, en oficio de ayer, dice á esta Secretaría lo que sigue: «El Alcalde municipal de San Antonio Tenejapam, en oficio de 29 del actual me dice lo que sigue: «Pongo en el superior conocimiento de vd. que con esta fecha me comunican los ciudadanos subregidores de Omeal- ca y Cuiztetela, que con fecha 28 del que contamos llegó á esas rancherías una manga de langosta bastante grande, habiendo logrado en la ranchería de Omealca espantarla rumbo á la hacienda de Toluquilla, y en la ranchería de Cruz Tetela no han logrado ahuyentarla, no habiendo causado gran perjuicio en las sementeras. Y lo comunico á vd. para su superior conocimiento. » «Y tengo la honra de insertarlo á vd. para conocimiento del C. Gobernador, en la inteligeneia de que esta Jefatura dicta ya sus providencias á fin de no dejar que se pose el insecto referido. » Y por acuerdo del €. Gobernador lo trascribo á vd. para su conocimiento y efectos. Libertad en la Constitucion. Orizaba, Mayo 31 de 1883. —D. O. S., R. O. Cortés.—Al Ingeniero Adolfo Barreiro.— Presente. — República mexicana.— Secretaría del Gobierno del Esta- do libre y soberano de Veracruz-Llave.— Seccion de Gober- nacion y Justicia.— El Jefe Político de esta ciudad, en oficio de ayer, dice á esta Secretaría lo que sigue: 142 «Con fecha de ayer me dice el C. Alcalde municipal del Naranjal lo que copio: «Participo á vd. que desde las nueve del dia de hoy co- menzó á pasar por esta comprension una cantidad muy grande de langosta, procedente de la Sierra de Zongolica; se tomaron todas las providencias correspondientes, y sin embargo de eso se ha asentado en el punto de Tequichola- pam, y se tiene conocimiento que Axalpam y Tetzitzapam, del Canton de Zongolica, están llenos de ese insecto. Se han librado las órdenes correspondientes para que, reunido el vecindario á las ocho del dia de mañana, se per- siga la referida langosta. » «Y lo trascribo á vd. para conocimiento del €. ona! dor, en la inteligencia de que ya quedan dictadas las medi- das oportunas para sacar de aquellos rumbos la langosta que ha aparecido. » Y por acuerdo del C. Gobernador lo trascribo á vd. para su conocimiento y efectos. Libertad en la Constitucion. Orizaba, Mayo 26 de 1883. —D. O. $S., R. O. Cortés. —Al Ingeniero Adolfo Barreiro.— Presente. República mexicana, —Secretaría del Gobierno del Esta- do libre y soberano de Veracruz-Llave.—Seccion de Gober- nacion y Justicia.-— El Jefe Político de Zongolica, en oficio de 22 del actual, dice á esta Secretaría lo que sigue: «A las cinco de la tarde del dia 20 del actual recibió esta Jefatura informes de que la langosta, en considerables man- gas, habia invadido las rancherías Aticpac, Acocolco, Ixtla, Ayojapa y Totolacatla, de la jurisdiccion de este municipio, en virtud de lo cual desde luego dictó sus órdenes á los mi- nistros conservadores de policía rural de dichas rancherías, para que con el auxilio de sus respectivos vecinos procedie- ran sin tardanza y de la manera más eficaz, á la destruccion de tal insecto, conforme á las instrucciones que sobre el par- ticular tiene ministradas esa Superioridad; y como esto no obstante, la langosta ha hecho sus avances á las rancherías de Macuilca, Zapaltecatl y otras, hoy esta oficina ha nom- brado comisionados del seno de la Junta respectiva, para 143 que en union del suscrito se trasladen al lugar del suceso, con el fin de dirigir los trabajos que sean indispensables para combatir el mal que se lamenta; debiendo agregar que el insecto trae el rumbo de Córdoba y Soyaltepec, y sus avan- ces llevan la direccion de Orizaba, destruyendo á su paso las siembras que encuentran, con preferencia á las otras plantas y árboles que no son fructíferos. Todo lo que tengo el sentimiento de participar á esa Su- perioridad á reserva de darle cuenta del estado de aumen- to ó decadencia en que se halle la Langosta y de las nuevas medidas que se dicten, caso de ser necesarias. ” Y lo trascribo á vd. por acuerdo del €. Gobernador para su conocimiento y efectos, Libertad y Constitucion. Orizaba, Mayo 26 de 1883.—D. O. 5S., R. O. Cortés.— Al Ingeniero Adolfo Barreiro.— Pre- sente. República Mexicana.—Secretaría del Gobierno del Esta- do libre y soberano de Veracruz Llave.— Seccion de Go- bernacion y Justicia. —El Jefe Político de este Canton, en ofi- cio de ayer, dice á esta Secretaría lo que sigue: “El Alcalde municipal del Naranjal, en oficio de 29 del que hoy termina, me dice lo siguiente: “¿Como dije á vd. en el parte del dia 24, al siguiente dia, reunidos varios vecinos, se logró sacar de esta comprension la langosta que quedó del dia anterior y la que llegó ese dia 25. El siguiente dia 26 se sacó toda la langosta, y el 27, á consecuencia del dia lluvioso, no llegó más insecto hasta el dia de ayer, y hoy en poca cantidad, lográndose sacarla de la comprension. Sin embargo de haber acosado á la langosta, ha hecho al- gunos perjuicios en las milpas; por casualidad la mayor par- te de ellas están chicas y retoñarán. Se sabe positivamente que existe una grande cantidad del insecto referido en el Canton de Zongolica, y está preve- nido el vecindario de este pueblo, que al toque de campana se reuna para perseguirlo. Lo que participo á vd. para su conocimiento y demas fines.” 144 ¿Me es honroso insertarlo á vd. para que sirva ponerlo en conocimiento del C. Gobernador.” Y por acuerdo del C. Gobernador, lo trascribo á vd. para su inteligencia y efectos. Libertad en la Constitucion. Orizaba, Junio 1? de 1883. —D. O. 5., R. O. Cortés.—Al Ingeniero Adolfo Barreiro.— Presente. 11 qu República Mexicana.— Secretaría del Gobierno del Esta- do libre y soberano de Veracruz Llave.— Seccion de Go- bernacion y Justicia.— Hoy ha tenido á bien acordar el O. Gobernador, manifieste á vd., como lo verifico, que, como habrá visto por las notas que se le han trascrito de varias autoridades del Estado, la langosta ha invadido varios lu- gares, sin que hayan sido eficaces las medidas dictadas has- ta hoy, tanto por el número incalculable de dichos insectos, como por estar enteramente diseminados; por lo que en vista de las dificultades con que se tropieza para su completo exterminio, suplique á vd., á nombre del Gobierno, se sir- va consultarle las disposiciones que juzgue convenientes al caso. Igualmente acompaño á vd., por acuerdo del mismo pri- mer Magistrado, copia de las circulares que se han dirigido á los Jefes políticos sobre el asunto indicado. Libertad en la Constitucion. Orizaba, Junio 1* de 1883. D.0O.5., R. O. Cortés.—Al Ingeniero Adolfo Barreiro—Pre- sente. 18 E República Mexicana.— Secretaría del Gobierno del Esta- do libro y soberano de Veracruz Llave.—Seccion de Go- bernacion y Justicia.— El Jefe político de Cosamaloapam, en telegrama de ayer, dice al C. Gobernador lo que sigue: “¿Canton todo nuevamente invadido por langosta de to- das edades y estados. Dígolo en respuesta á su mensaje 26 - Mayo.” Y por acuerdo del mismo primer Magistrado lo trascribo á vd. para su conocimiento y efectos. Libertad en la Constitucion. Orizaba, Junio 2 de 1883.— D.O.5., R. O. Cortés.—Al Ingeniero Adolfo Barreiro.—Pre- sente. — 145 República Mexicana.— Secretaría del Gobierno del Esta- do libre y soberano de Veracruz Llave. —Seccion de Go. bernacion y Justicia. — El Jefe político de Minatitlan, en te- legrama de hoy, dice al €. Gobernador lo que sigue: “¿Una gran mancha de langosta invade siembras Sur de Jaltipan. Díctanse providencias.” Y por acuerdo del mismo primer Magistrado lo trascribo á vd. para su conocimiento y efectos. Libertad en la Constitucion. Orizaba, Junio 2 de 1883.— D.0.5S., E. O. Cortés.—Al Ingeniero Adolfo Barreiro.—Pre- sente. Por conducto de la Seccion de Gobernacion y Justicia de este Estado, he recibido las comunicaciones cuyas copias son como siguen: “República Mexicana. —Gobierno del Estado libre y so- berano de Veracruz-Llave.—Seccion de Gobernacion y Jus- ticia.—Secretaría.—Como se sirve vd. indicarlo en su aten- ta de ayer, se vuelve á prevenir á los Jefes Políticos de los Cantones que han sido invadidos por la langosta, el más exacto cumplimiento de las instrucciones escritas por el In- geniero José C. Segura, con recomendacion expresa de que exciten á todos los pueblos con el fin de que en cuanto sea posible eviten el sólo ahuyentarla, empleando siempre la cremacion.' Todo lo que tengo el honor de decir á vd. por acuerdo del C. Gobernador y en debida respuesta á su citado oficio. Libertad en la Constitucion. Orizaba, Junio 7 de 1883. —RF. 0. Cortés.—Al Ingeniero Adolfo Barreiro.» Comisionado por ese Ministerio con el fin de estudiar y aconsejar los medios más apropiados en la destruccion de la langosta, que ha invadido algunos terrenos pertenecien- tes al Canton de Orizaba, me puse en marcha, y tan luego como llegué á esta ciudad pasé á conferenciar con el C. Go- bernador, y convenimos en hacer una expedicion á la hacien- da de Tuxpango, en cuyo lugar habian pernoctado algunas 1 Véase la página 135. 19 146 mangas y aun permanecia actualmente una mancha que no habia sido posible destruir. En efecto, ayer emprendimos nuestra exploracion, y en el camino se me explicó, tanto el rumbo que habia traido la langosta, siendo al N. E. de esta ciudad, el número de en- jambres llegados á estos contornos, como tambien los me- dios y trabajos emprendidos para deshacerse de una plaga que con justo motivo era la tenaz pesadilla de la gente sen- sata. ' El C. Jefe Político de este Canton y los vecinos de los su- burbios al N. E. de esta ciudad, con una actividad y empeño que los enaltece, y aconsejados eficazmente por el ilustrado C. Gobernador, trabajaron por desalojarla del llano de Es- camela, empleando en su persecucion cuantos medios tu- vieron á su alcance, hasta conseguir al fin el medio de des- truirla. Los Sres. Arnaud y Carrau, que temieron de pronto ver perdidas sus nacientes y costosas propiedades, situadas tam.- bien al N. E. y 45 kilómetros de esta ciudad, limítrofes con el llano ántes citado, trabajaron con ahinco, no sin haber es- tudiado los procedimientos más adecuados para extermi- narla, pues de la conferencia que con ellos he tenido me han convencido que el fuego, por ejemplo, habria sido para ellos una pérdida segura valuada en cerca de veinte mil pesos, por tratarse de campos de caña de alguna extension y en su completa madurez; en tanto que desalojarla sin darle tiem- po á su desaovacion, y despues quemarla á la hora y en ter- renos adecuados para ello, tal ha sido el punto objetivo al cual se han dirigido todos sus trabajos, los que felizmente han dado buenos resultados. Otras mangas pequeñas que traian la misma direccion que las anteriores, y que se situaron en la magnífica hacien- da de azúcar de Tuxpango, y de cuya localidad le envio á vd. ejemplares de la langosta adulta y de los huevos que dejó depositados en la misma hacienda, fueron perseguidas y destruidas con bastante inteligencia y actividad por su propietario el Sr. Francisco Muñoz, quedando hoy sólo una mancha de poca consideracion, y que se destruirá siguiendo el mismo procedimiento que las anteriores, por medio de la quema en terrenos apropiados para ella; yen aquellos en Pr a 147 que hizo su aovacion, procedió dicho Sr. Muñoz inmediata- mente á barbechar, voltear y desterronar, con el fin de ma- tar el gérmen de vitalidad con la sola influencia atmosfé- rica. En lo poco que llevo estudiado de este acridio y lo que sobre el mismo asunto se me ha referido por todas las per- sonas de estos contornos, ya en cuanto á sus costumbres ó ya en la manera de exterminarlos, con verdadero gusto he visto confirmada la mejor Memoria escrita sobre este asun- to, presentada á ese Ministerio por el estudioso é inteligente Ingeniero agrónomo José C. Segura, en el año de 1881. Hasta hoy con satisfaccion participo á vd. que no se han tenido pérdidas de cuantía en los lugares que he visitado y que han sido atacados por la langosta; sin embargo, creo de mi deber, si vd. así lo estima conveniente, permanecer por estos lugares algunos dias más, por si alguna otra man- ga se presentare, dictar y dirigir personalmente todos los trabajos como se me tiene ordenado. Tengo que hacer patente, señor, las dificultades que se tienen para destruir la langosta en el período de adulta, por estos contornos formados de haciendas valiosas por sus ex- tensos campos de caña; porque si es cierto que sólo limitar- se á espantarla no es llenar el objeto debido, tambien lo es que la quema ú otro medio cualquiera, produciria pérdidas incalculables; de manera que es preciso hacer un estudio es- pecial para aplicarlo en estas propiedades. El C. Gobernador, con un empeño y actividad dignos de un hombre patriota é ilustrado, ha trabajado y trabaja cuan- to está de su parte para remediar el mal, y en la presente comision ha prestado toda clase de apoyo, dignándose acom- pañarme en union del O. Jefe Político del Canton á la pri- mera excursion, y ha telegrafiado á los demas cantones y municipios con el fin de obtener noticias fidedignas sobre los lugares en que pudiera encontrarse la langosta. Próximamente saldré á recorrer otros municipios, y vol- veré á la hacienda de Tuxpango para estudiar la manera de exterminar la mancha que existe allí, y á mi regreso enviaré por el correo inmediato todos los datos y referencias á que hubiere lugar. Todo lo cual tengo el gusto de participar á vd., cumplien- 148 do con la comision que esa superioridad se ha dignado con- ferirme. Libertad y Constitucion. Orizaba, Mayo 24 de 1883.— Adolfo Barreiro.—C. Ministro de Fomento. «República Mexicana.—Gobierno del Estado libre y sobe- rano de Veracruz-Llave.—Seccion de Gobernacion y Justi- cia.—Secretaría.—El Jefe Político de los Tuxtlas, en oficio 2 del corriente, dice á esta Secretaría lo que sigue: “¿Con motivo de haber aparecido en este Municipio y el de Catemaco gran cantidad de langosta, el que suscribe ha emprendido los trabajos de destruccion ayudado eficazinen- te por el vecindario de ambos municipios, prometiéndose, sino agotarla por completo, reducirla á una pequeña canti- dad, pues uno de los métodos que se han adoptado es el de recoger la hueva, operacion que además de no ser dificil es de tal manera provechosa, que un solo hombre dedicado á ella puede en un solo dia destruir una cantidad que puede llamarse fabulosa, siendo tanto más cierto, cuanto que pu- diendo recoger un hombre una libra ó libra y media diaria, calculándose trescientas mazorcas por libra y éstas de cin- cuenta huevos cada una, puede producir una cantidad de ese género. Al anunciar á vd. estos datos llevo por objeto que, si esa superioridad lo tiene á bien, los comunique á las autorida- des de los demas Cantones que estén en igual caso, para los mismos efectos. Me permito recordar á la misma superioridad que á fines del año pasado le supliqué excitase á los Jefes Políticos de log Cantones limítrofes á éste, para que se empeñasen en el exterminio del salton, y evitar el que este Canton, que ha- bia logrado exterminarlo casi en su totalidad, fuese invadi- do hoy nuevamente por la langosta que se desarrolló en los llanos de Nopalapam, Corral Nuevo, San Nicolás y Guerre- ro, por falta de cuidados en exterminarla; y esa súplica, que no surtió los efectos deseados, tengo la honra de reiterarla con los fines indicados, protestándole mi respetuosa consi- deracion.»—Y por acuerdo del €. Gobernador lo trascribo á 149 vd. para su conocimiento y efectos.— Libertad en la Cons- titucion. Orizaba, Junio 7 de 1883.—.R. O. Cortés.— Al In- geniero Adolfo Barreiro.” En vista de las anteriores comunicaciones, tuve algunas conferencias con el €. Gobernador, y como resultado de ellas se acordó pasara yo al Canton de Cosamaloapam, invadido por la langosta y limítrofe con el de los Tuxtlas, á fin de dic- tar y encarecer las disposiciones conducentes para la des- truccion de este insecto. A mi llegada á Tlacotlalpam tuve ocasion inmediata de ver una gran man ga que ese dia, segun se me dijo, habia lle- gado desde muy temprano y que desde esa hora y hasta esos momentos habia estado pasando por delante de la pobla: cion, atravesando alguna parte de ella á la márgen derecha del rio Papaloapam, miéntras que la totalidad se dirigia hácia el puerto de Alvarado. Pocos momentos despues de mi arribo, fuí presentado al Sr. Juan Cházaro Soler, Al- calde municipal de Tlacotalpam, quien ha trabajado y tra- baja con suma eficacia y laboriosidad en cuanto de él de- pende, para alejar la desoladora plaga que, con interrupcio- nes ligeras, devora los sembrados de aquellos contornos. Por dicho señor supe de todas las disposiciones empren- didas y ejecutadas con el fin, si no de concluir, al ménos sí reducir el número de langosta que pudiera reproducirse; á cuyo efecto, por el lado N.W. de la ciudad se ha practicado una roza de bastante extension, con el doble propósito de aerear la ciudad y de que en ese lugar haga su postura, y cuando empolle, enterrar al salton por medio de zanjas. Vi- sité este lugar acompañado siempre del Sr. Juan Cházaro, á quien la comision que yo desempeño debe toda clase de apoyo y consideraciones. En el camino de Tlacotalpam á Cosamaloapam se hallan situadas las haciendas de caña llamadas la Candelaria, San- ta Fé, San Gerónimo, San Antonio, San Miguel, San José, San Isidro y San Cristóbal; en todas ellas la langosta ha invadido los terrenos, y de tal manera, que en una extension de cuatro á cinco leguas una sola mancha cubrió los campos devorando todo, y más especialmente las milpas de maíz. De las relaciones del Sr. José Luz Perez, propietario de dos de las más importantes fincas ántes citadas, he podido 150 saber cuáles han sido los trabajos que de tiempo atrás él y sus colindantes han emprendido para perseguir ála langos- ta; pero con la convicecion, entre ellos, de sólo disminuir el mal en pequeña escala, sin la esperanza de una destruccion completa, por lo fabuloso del número de insectos, y los pocos brazos con que cuentan aun para sus más urgentes traba- jos de campo. En Cosamaloapam sin pérdida de tiempo me presenté al GC. Jefe Político, y desde luego este señor hizo reunir al O. Alcalde municipal y al Regidor respectivo, para que pasá- ramos á un solar en donde la langosta habia hecho su ao- vacion, para conferenciar sobre el lugar, la mejor manera de destruir el huevo y más tarde el chapulin. En este Canton, y muy especialmente en su cabecera, se ha trabajado con positivo teson, segun lo dicho por los mismos cultivadores, con el fin de perseguir y matar por cuantos medios ha sido posible, el acridio de que vengo tratando. En esos lugares se han seguido los medios aconsejados en los instructivos que de antemano se han impreso y repartido con bastante profusion. El método de las zanjas para el chapulin ha dado buenos resultados. En pequeño, algunos propietarios han usado algunos otros medios de destruccion no especificados en los instructivos, siendo uno de ellos, por ejemplo, em- brear petates y colocarlos debajo de los chaparros para que al sacudir éstos, ya en las noches de luna, ó ya en las prime- ras horas del dia, las langostas adultas caigan sobre aquellos quedando adheridas, para despues quemarlas. Tambien al- gunos otros han empleado el agua á una temperatura ele- vada, contenida en vasijas á propósito, en seguida sacudir todos los arbustos en que haya langosta, recoger ésta en ces- tos ó ponites, y arrojarla luego en el agua caliente que de an- temano se tiene preparada. El Sr. Lic. Antonio Beltran, del Santuario de Otatitlan, me ha manifestado que en su finca ha seguido el método de los círculos para destruir el salton, dándole muy buenos re- sultados. Ha procedido para ello, primero con el arado á fin dedestruirel huevo, y despues con la rastra, trabajando de la circunferencia al centro, á fin de reunir en éste todo el salton nacido y matarlo en seguida por cualquier procedimiento. El Sr. Luis de la Llata, propietario en Chacaltianguis, ha AAA 151 sido una de las personas que más ha trabajado con más ac- tividad y éxito, usando buenos procedimientos para evitar el asiento de la langosta en sus campos. Los vecinos todos de esta simpática y agradable pobla- cion, teniendo al frente á los Sres. Loyo, sin omitir sacrifi- cio alguno, no han permitido que la langosta caiga en sus contornos. fin Playa Vicente tambien han suspendido es- tos males por medio de fogatas en una extension de bastan - te importancia. Una de las haciendas que más ha sufrido con la langosta, debido á su gran extension superficial, ha sido la de San José Lagos, llamada Santo Tomás de las Lo- mas, en el Municipio de Chacaltianguis. En todos estos lu- gares se han practicado con éxito los procedimientos acon- sejados en los instructivos, y aun otros que del momento y apropiados á cada localidad han inventado sus pobladores; pero la gente toda de esa costa de Sotavento prevé un ho- rizonte desconsolador, porque si á la pérdida casi completa de la cosecha de algodon, principal cultivo de aquellos ter- renos, se agregan los perjuicios que la langosta ha origina- do y aún origina actualmente, natural es deducir el efecto que en el espíritu de ellos hará la consideracion de conse- cuencias tan funestas. Los principales eultivos, si no los únicos, en toda esa cos- ta perteneciente al Estado de Veracruz, son la caña de azú- car, tabaco, algodon y maíz. Estos cultivos en lo general se hallan bien atrasados, pues para el algodon por ejemplo, todos los instrumentos usados en el campo son de mano, aun no conocen el arado en muchos de aquellos lugares, y para la fabricacion de azúcar todavía se usa del fuego directo. El cultivo del algodon muy especialmente se hace por pe- queños propietarios, que para ello ocurren á sus aviadores en demanda de dinero, á pagarlo con sus réditos correspon- dientes con las cosechas. De manera que en casos de pérdida del plantío, como su- cede hoy, estos algodoneros se encuentran con una deuda difícil de pagar, y tanto más cuanto que el maíz, artículo indispensable para la gente de campo, casi es seguro falte por completo á fines del presente año, debido á la langosta que lo ha devorado. El Ejecutivo del Estado, que vela sin descanso por el bien- 152 estar de su pueblo, creo hará de su parte cuanto de él de- penda por atenuar la situacion aflictiva que atraviesa hoy la costa de Sotavento, procurando los recursos suficientes para el trabajo, y facilitando la introduccion del maíz lo más barato que sea posible. Libertad en la Constitucion. Orizaba, Junio 22 de 1883. — Adolfo Barreiro,—U. Ministro de Fomento.— México. La aparicion de la langosta en cantidades fabulosas en el Estado de Veracruz y en localidades que hasta ahora no habian sido invadidas por semejante plaga, dió motivo áque el Ejecutivo de ese Estado se alarmase y pidiera al Minis- terio de Fomento medios apropiados para su destruccion: á ese efecto el que suscribe fué nombrado para que se trasla- dase á esas localidades con el fin de estudiar y dictar las me- didas que á su juicio creyese más convenientes. La langosta que periódicamente ha invadido de tiempo atrás nuestros Estados limítrofes con la América Central, ha tenido su orígen, seguntodos los datos recogidos por per- sonas que se han ocupado de este asunto, en las grandes sa- banas de la América del Sur, formando en esos lugares su zona permanente. En algunos años, ya sea por la poca re- produccion de este insecto, ya por la abundancia de alimento en esas comarcas, ó ya en fin por fenómenos meteorológicos, este animal ha limitado sus depredaciones sin salirse de una zona que bien pudiera considerarse como subpermanente. Pero hoy no ha sido así; grandes bandadas y millares de enjambres han tomado posesion de algunos cantones del Es- tado de Veracruz, haciendo su entrada por los límites de és- te con el de Oaxaca, Chiapas y Tabasco, y remontando su vuelo han podido llegar á los alrededores de Orizaba, 1227 metros sobre el nivel del mar, y seguir despues su direccion Norte, hasta perderse en las montañas. Cada bandada hace su incubacion en la localidad que escoge más adecuada á su nueva reproduccion; en conse- cuencia, de sucesion en sucesion va caminando, cubriendo grandes superficies y extendiéndose á grandes distancias desde su orígen hasta su última reproduccion, resultando PITA ns SÓ e 153 que en una larga expedicion se pueden observar langostas de produccion reciente hecha ya en el Estado de Veracruz, otras de orígen oaxaqueño ó tabasqueño, y aquellas á su vez procedentes de Chiapas y Guatemala, hasta llegar á su zona permanente. La langosta emigra por naturaleza propia y cuando se halla en condiciones capaces para hacerlo; es un insecto que pertenece al órden de los Ortópteros. La creacion cientí- fica de este órden de insectos se debe á Geer, con los cuales formó"su sétima clase llamándolos Dermápteros. Linneo los coloca entre los Hemitperos, excepto el género Forfícula que termina sus Coleópteros. Fabricio los designó con el nom- bre Ulonota, y por último, Olivier cambió el nombre de Der- mápteros que hubiera debido conservarse, con el de Ortóp- teros, derivado de dos palabras griegas que significan alas rectas; y habiendo prevalecido este nombre, nos vemos obli- gados á adoptarlo. FAMILIA DE LOS ACRIDIDOS. Acridites.— Los Ortópteros de esta importante y devas- tadora familia se distinguen por los caracteres generales siguientes: antenas filiformes ó sedosas que raras veces ter- minan en masa, insertas en una cavidad más ó ménos pro- funda y siempre más cortas que el cuerpo; cabeza fuerte, á veces elevada ó piramidal con su cara anterior vertical ó en plano inclinado y ofreciendo cuatro carenas longitudinales; ojos oblongos y algo salientes; labro grande, á menudo esco- tado en la punta; mandíbulas fuertes y multidentadas; ma- xilas tridentadas en su extremidad; labio con frecuencia bífido y aun cuadrífido; palpos cortos y filiformes, los maxi- lares de cinco artejos y los labiales de tres; protórax de for- ma y tamaño variable con su disco plano y los lados rebaja- dos casi siempre; élitros tan largos como el abdómen, caidos á uno y otro lado del cuerpo y áveces rudimentarios ó nulos; alas del tamaño de los élitros; abdómen grande, grueso, com- primido, más ó ménos unicarenado por encima y compuesto de siete segmentos, teniendo á cada lado en la extremidad un apéndice corto y poco visible en las hembras; el primer 20 154 segmento contiene un órgano particular á propósito para fa- vorecer la estridulacion, distinguido exteriormente por un opérculo membranoso, circular ó lunulado, puesto á cada lado, cerca de las ancas posteriores. Las hembras carecen de oviscapo, el cual se halla reemplazado por cuatro piezas terminales angulosas, insertas en el primer segmento y siem- pre salientes. Las patas anteriores y medias son bastante cortas; los muslos dilatados; las piernas espinosas por deba- jo; las patas posteriores robustas; sus muslos más ó ménos hinchados con la cara interna aplanada y lisa; la externa tiene carenas longitudinales y surcos. Las piernas son cilín- dricas terminadas por espinas móviles y fuertes; su parte superior casi siempre provista de dos hileras de espinas li- geramente fuertes. Los tarsos constan de tres artejos, te- niendo el terminal dos ganchos en su extremidad. GÉNERO — ACRIDIUM NÓMADA.— ACRIDIUM PEREGRINUM. El cuerpo de un color amarillo vivo. La cabeza del color del cuerpo, lisa y con dos líneas oblícuas, ferruginosas y po- co marcadas en su parte posterior, el protórax punteado; los élitros más largos que el abdómen, bastante estrechos, opacos y amarillos en su base, trasparentes é incoloros y llenos en toda su longitud de manchas negruzcas cuadra- das; las alas anchas, trasparentes tambien é incoloras, bri- llantes y con nervaciones amarillas; el abdómen y la parte inferior del cuerpo ligeramente parduscos y relucientes; las patas de un hermoso amarillo y las antenas amarillas tam- bien en su base y negras despues. Esta especie mideunas dos pulgadas y media de longitud. Una vez que un campo es invadido por una manga de langosta voladora, es devorado por completo y en muy poco tiempo, pues este insecto goza de la particularidad de dige- rir con suma rapidez los alimentos, al grado que en alguna ocasion me he colocado debajo de un árbol corpulento cu- bierto de langosta, y la caida del excremento sobre mi som- brero producia el mismo efecto de una fuerte granizada. Du- rante el dia, cuando el cielo está despejado, luego que co- mienza á subir la temperatura ambiente, la langosta remon- in NS A A A a ia a a ASA E