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£n}i1io C deí Casfillo «^ Pablo Lüi)a
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: - : Opereta en tres actos de
VIOTOR, JACOBI
(Edición con grabados)
Copyright, by Emilio G. de! Castillo, 1916
SOCIEDAD DE AUTORES ESPAÑOLES Calle del PradOi núm. 24
X@16
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JUNTA DELEGADA
DEL
TESORO ARTÍSTICO
Libros depositados en la Biblioteca Nacional
Procedencia
[ T,Bu¡vfiÁS
N.° de la procedencia
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E^ta obra es propiedad dÉ sus ftutoies, y nadie po- drá, sin su permiso, reimprimirla ^ representarla en España ni en los países con los cuales se hayan cele-
1 brado, ó sé celebren en adelante, tratados Intemaclo I A nales de propiedad liteiariá. '
I -. Los autores se reservan el derecho de traducción.
JLos cotaisionados y rcpresententes de la Sociedad de mttorea Ekpañoles son, los encargados exclusivamente fll cqpceder ó negar el permiso de rep;esentacíón y creí cébro de los derechos de propiéílad.
Droits de representation,'4e tráduction et de repro ^dUjpion réderyés pour toiie les pkys, y coinpris la 8ué- ?4 'de.' la Norvége ft la Hóllande.
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)rvége tft la
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hecha el d€
Queda hechrfel depósito que marcarla ley.
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J-A.C
OPERETA EN TRES ACTOS
ORIGINAL DE
MAX BRODY y FRANZ MARTOS
MÚSICA DE
■VICTOK, J-A.OOBI
adaptación al castellano de
EIWIüIO G. DEIt GiiSTIIiüO y PflBliO liÜflfl
ilstrenada en el TEá^TRO DE LA ZARZUELA la noche del 16 de Setiembre de 1916
-*■
MADRID
^. Velasco, impresor, Marqués de Santa Ana, 11, dup.
TELÉFONO, NUMERO 551
1916
REPARTO
PERSONAJES
ACTORES
Sr.
WIISS MARIPOSA HARRISON Srta.
■JVIISS KETTY KENT
PURA MÉNDEZ Sra.
DOLLY Srta.
FANNY ,
3ARY
BETSY
GIPSY
ETHEL
TOMASIN
JACK FLETOW
LORD HURLINGHAN, PANCHO MÉNDEZ..., MISTER HARRISON.,
TIN-FÓ
JIM-BELL (Sheriff)..
UN PASTOR
TOM i
^ILL [
RAND '
JERKINS / „.
.KENEY ( Mineros.
NEGRO MEJICANO 1.°
-ÍDEM 2."
ídem 3.°
ídem 4.°
UN CORONEL
CABALLERO I.*'
ídem 2.°
ídem 3.°
ídem 4.°
ídem 5."
EL CAPITÁN DEL YACHT
COMANDANTE DE MARINA
UN AYUDANTE DE MARINA...
MARINERO 1."
ÍDEM 2.°
CRIADO 1.°
Co^^boys
Aracil.
Haro.
Romero.
Malavep.
Pininos.
Serna.
Espinosa.
Fúster.
Gavilán (P.)
Peña.
Parera.
Alaria.
Allen-Perkins.
Tormo.
Gallego.
Zaragozano.
Viñiegla.
Benavides.
Alonso,
Romero.
Viñiegla.
Navacerrada
Fornes.
Sarda.
Serrano.
Bauter.
Viñiegla.
Zaragozano.
Fornes.
Benavides.
Perea.
Sapdá.
Alonso.
Benavides.
Fornes
Vallejo.
Moliner.
Vallejo.
CowgirUf cowloys, mineros, tratantes, negrcs, oficiales de marina, guardias marinas ingleses, pasajeras, invitadas, invitados, etc.
La aeción del primer acto, en Beggardale (California del Sur). La del
segundo, a bordo del Yacht «Mariposa». Y la del tercero, en el palacio de
Mister Harrison, en San Francisco de California.— Época actual
Lías indicaciones, del lado del actor
Director de escena: Ramón Peña
Tres preciosas decoraciones del notable escenógrafo D. Luis Muriel (Argensola, 24).— Lujosa sastrería do la Casa Peris Hermanos. — Maqui- <»aria de la Casa Ibargüen.— Instalaciones eléctricas de la Casa Recio.
720422
Nota importante
Esta obra fué presentada lujosamente en la Zarzue- h. Adjuntos van los grabados de los actos primero y segundo, que dan idea de vestuario y decoraciones. Xo obstante, en aquellos teatros que por su capacidad de escenario no permitan hacer el barco del acto se- gundo con los dos puentes, se suprimirá uno de ellos y hasta podrá cambiarse su disposición porque no es indispensable la señalada, aunque si de efecto.
A pesar de su mucha visualidad, esta obra puede presentarse con muy pequeño gasto de decorado y sastrería, sin amenguar su éxito.
Al talento y buen gus:o de los Directores de esce- na se confían las evoluciones de números no mar- cadas.
Para cualquier duda sobre decorado, vestuario, re- parto, etc., dirigirse a Emilio G. del Castillo, Fuen- carral, 114, 3.0 izquierda.— Madrid.
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ACTO PRIMERO
Decoración: Entrada de un pueblo enclavado ea la planicie de Beggardale, entre los montes de California del Sur. La escena re- presenta una explanada sobre una altu'.a y a lo lejos se divisa el paisaje de montañas quebradas, con algunos de sus picos cubier- tos de nieve. A la izquierda primer término fachada rústica del Hotel Búffalo, que no es sino un bar, de madera y con balconaje abierto y practicable, del cual se desciende a escena por unos cuantos escalones. En segundo término del mismo lado un térmi- no libre, y a continuación bastidor de árboles. £n el segundo término derecha, la entrada de un barracón grande, con practica- ble y escaleras y cubierto por una especie de toldo de colores vivos, sostenidos por dos lanzas, y en el que habrá escrito: MEfiCADO DE MUCHACHAS DE beggardale. En todo el ancko del foro practicable en forma de rampa, colocado de modo que de- muestre que tras él hay, para subir a escena, una enorme pen- diente.
A todo foro telón de montañas quebradas con los picos cubier- tos de nieve. Intensa luz de tarde al comenzar el acto; luego amarillo, rojo, crepúsculo y luna. En escena mesas rústicas, ban- quetas, cajas, troncos de árboles cortados, y en el barracón y hotel, farolillos, guirnaldas y gallardetes. El pueblo está en fies- tas. Al levantarse el telón ocupan la escena Cowboys con sus pin- torescos atavíos; Mineros de California, Judíos, Tratantes y Ne. gros Mexicanos con sus típicos trajes. Todos ellos diseminados por las mesas, troncos de árboles y cajas, beben y juegan. Tin-fó, chino, que viste su traje nacional, sirve licores y vino, con viveza ratonil. Jim Bell, que es a un tiempo Sheriff y fondista, vigila desde la balconada del bar, fumando su pipa. Los hombres llevan lodos al cinto el revólver, y en la mano el látigo de cowboy.
8 -
ESCENA PRIMERA
JIM-BELL, JERKINS y KENEY (mineros); PANCHO MÉNDEZ íme-
xicatio); TOM, RAND y BILL (cowboys); TIN-fü (chino); Mineros,
Cowboys, Nesrros; al final JACK
Música
Todos (jugaudo a las cartas en primer término derecha )
Baraja y vuelve a empezar, que la suerte así, ha de cambiar.
Solo al perder aprenderás el modo de ganar, y hay mucho oro en California bí lo sabes conquistar.
(sirviendo.) LicolcS. (Pronunciando ele en lugar de erre.)
¡Deprisa! ¡Whisqui aquí! ¡Venga Rtium! ¡Vive Dios!
(Entra en escena por el practicable del foro. Es uu cowboy de aspecto íudo y fuerte, joven, con ciert^ gallardía, viene fumando su pipa. Saluda desde lo Rito y luego baia a escena.) ¡BuenaS tarde?!
¡Jack! ¡Hurra!
¡Es Jackl Que cante una canción.
Canta una canción.
¡Ven, jHck!
(Desciende a escena y canta.)
Atravesando montes, en mi caballo iré, por buscar a la hermosa niña graciosa que soñé. Si su amor logro alcanzar oro y perlas le he de dar; pues un día en sueños la vi yo y el alma me robó. Todos Atravesando montes
en mi caballo iré, por buscar a la hermosa niña graciosa que soñé. Si su amor logro alcanzar oro y perlas le he de dar;
TiN-Fó
« "OWBÜYS
Unos Otros
Unos Jack
Todos
Unos Otros
U.NÜS
Jack
— 9
Jack
Todos
pues un día en sueños la vi yo y el alma me robó. Del cowboy (1) será ilusión, y mi reina yo la haré. De la tierra toda la extensión para ella ganaré. (Recitado.) ¡Ah! [Bravo! Bien, Jack.
(sigue la orquesta. Recitado sobre la música hasta ter- minar.)
H&hlaüo
Pancho
TOM
Bill
R\ND
Pancho
Jer.
Keney Jer.
Keney
Jer.
Keney
Jer.
Jim
TiN-Fó Jim
(jack va de mesa en mesa saludando hasta colocarse junto a Jim-Bell que está solo en primer término iz- quierda.)
(2) ¡Juego! (Está sentado eu una mesa con Bill, Tom y Rand en segundo término derecha.)
Bonita jugada.
Tin-Fó. Tráenos más Whisqui.
(e1 chino obedece y va de mesa en mesa.)
¿Empezamos otra vez? Venga.
(juegan de nuevo en voz baja.)
(Minero que bebe con Keney en una mesa primer tér- mino.) ¿Y cómo VH vuestra mina, Keney'? Enriqueciendo a los contratistas. ¿Traerás la bolsa bien repleta para el mer- cado de mujeres?
¿Y qué puede importarnos la subasta si la boda que le sigue es pura broma? Otros años sí, pero este el matrimonio ha de ser legal, que para ello vino ya de San Francisco el Pastor.
Siendo en serio, habrá que abrir la bolsa. Y los ojos.
(Aparte a Tin-Fó.) Tiu-Fó; procura Servirles mu- cho y cobrarles de más. Hoy es día de fiesta y se ha de hacer el agosto. ¿Y si plotestan, mi amo? Saben que a más de dueño del hotel Búffa- lo soy Sheriff recién nombrado. Despacha sin miedo, Tin Fó; no protestarán.
(Tin-Fó sigue sirviendo.)
(1) Pronuncíese cauboy.
(2) Este personaje habla con marcado acento mejicano.
~ 10 — JaCK (Se acerca a Jim-Bell y se sieuta.) Buen día para
tu bolsa, ladrón de caballos.
Jim ¿Qué dices? ¿Ignoras que me han nombrado
Sheriff y que puedo meterte en la cárcel?
Jack ¿Lo mismo que metiste en tu cuadra el ca-
ballo de Ürayton?
Jim (En voz baja, alarmado.) ¡Süenclol Sí alguien te
oye...
Jack Descuida.
Jim ¿PeDFarás p'ijar hoy por alguna linda mu-
chacha de Beggardale?
Jack Ni tengo dinero ni encontré la que soñaba.
¿Han venido gentes de la ciudad?
Jim Yo sólo espero que acuda a la fiesta, como
en años anteriores, nuestro diputado.
Jack ¿Quién es ahora?
Jim Harrison, el banquero de San Francisco.
Jack (poniéndose en pie.) ¿Y couseutís que ese ban-
dido os represente?
Jim ¿Llamas bandido al rey del oro, al hombre
más rico de California?
Jack Antes que él io era Kletow, el más noble de
los negociantes.
JiM ¡Fletow! ¿Pero tú conociste al antiguo socio
de Harrifon?
Jack A él y a su hijo. (Grave.)
Jim El hijo desapareció hace tiempo. El padre
murió arruinado por especulaciones atre- vidas. Jack ¡Mientes! (Fxaitándose. se levantan.) Le engaña-
ron. Pero su hijo volverá un día, cuando menos lo esperen todos, y entonces ese ban- dido de Plarrison que arruinó al padre, ten- drá que guardarse del hijo, porque no habrá compasión para él. Jim ¿y a ti qué te importa? ¡Déjalo?! ¡Allá ellos!
(Algunos jugadores se levantan, pufan a Tin-FÓ y ha- cen mutis segundo derecha. Quedan los que hablaron. Pancho se va también.) Si quierCS COmei algO-
entra en casa. Luego... a buscar mujer. No desperdicies la ocasión, que hasta dentro de un año no habrá nueva puja. Jack ¡Bah! ¡Mejor! Un año niás sin que me lleve
el diablo. (Hace mutis por la escalerilla del hotel, riendo alegremente.)
-^ il
ESCENA 11
JIM-BELL, KENEY, JERKINS, TOM, BILL, RAND y TIN-FO. Ett
seguida TOMASIN. Se oyen repetidos golpes o toques de bocina de-
aulcmóvil de laa que tienen tres tonos
Jim ¿Cómo? ¿Habéis oído?.,. ¡Otra vez!
(Toques.)
Jer . Sí que es particular, ün automóvil llegar
hasta aquí. ToM ¡Si es imposible que suba la cuesta!
(Nuevos toques.)
Jim ¡y ee aproximal
Kand Es extraño.
(Se ponen en pie y van a dirigirse hacia el foro, cuan- do aparece en lo alto Tomasín, trepando trabajosamen- te. Es un tipo estraño muy atildado y viste traje de «sport» de color blanco lo mismo que el sombrero. Pantalón de briche y polaina de venda todo en igual color. Trae colgada de la cintura una bocina de auto- móvil.)
ToM. Muy buenas tardes,
Jim ¿Ha subido usted en automóvil por la peri-^
diente?
ToM. No, señor; he subido de un modo, que por
poco subo al cielo.
Jim Pero nosotros hemos oído la bocina. -
ToM. ¿Cuántas veces?
J'M Ocho o diez.
ToM. ¡Justo! Las ocho veces que me he caldo de-
bruces.
(Todos ríen. Tomasín baja a escena.)
Jim Sí que es penosa la cuesta. ¿Y viene usted
al mercado? ToM. Veníamos de excursión con dos señoritas a
la tiesta de Beggardale, se nos ha roto el
auto y necesitamos un buey, de modo que
haga usted el favor de bajar. Jim ¿Cómo?
ToM. Que haga usted el favor de bajar con el
buey. Jim Pasemos al establo. Yo mismo le llevaré.
ToM. Caramba, muy agradecido. Procure que sea
-^ i2 —
corniveleto, mogón y de libras, (saca un puive- rizador.) Le perfumaré con un poco de treíie iocarnat, para que no huela a establo.
(Entran Jim-Bell y Tomaeín por la primera izquierda.)
ESCENA III
JERKINS, KENEY, TOM, BILL, RAND, MARIPOSA, KETTY y al final JA( K. Para los trsjes de Mariposa y Ketty véase grabado
Mar. (Dentro.) ¡Arriba, Kelty! ¡Un esfuerzo y lle-
gamos!
Ketty Un piemio a la que antes lo consiga. ¡A la una, a las do?, a las tres! (ai oír ios gritos Iob
Cüwboya se ponen en pie curiosos. Mariposa y Ketty aparecen en lo alto del practicable del foro. Son dos muchachas elegantes y distinguidas, pero visten el traje típico de las praderas Para subir se han ayuda- do de una larga faja de seda y aparecen cogidas cada una de ellas a un extremo. Bajan a sentarse en el banco del primero izquierda.)
Mar. ¡Yo he sido la primera! ¡He ganado! ¿En qué
consiste el premie?
Ketty En descansar. No encontrarás otro mejor.
Mar. Ya estamos en Beggardale, el famoso mer-
cado de muchachas.
Ketty Una millonaria entre cowboys. No puede darse mayor democracia. Vamos a refrescar, vengo sedienta.
Mar. (Aparte a Ketty.) Mira esos hombres, yo tengo
miedo. ¿No sube lord Hurlinghan?
Kettv Fobrecillo. Con la cuesta y sus años estará
rendido.
Jer. (a los otros.) Buenas muchachas.
Kand (ídem.) No deben ser del distrito, no las co-
nozco.
Bill Intentaremos su conquista. (ídem.)
JuR . Acercaos con modo, no las es|)anteis y echen
a volar como alondras. (bíII y Tom se acercan a Ketty, y Rand a Mariposa.)
Bill ¡Hola, muchachas!
KeTIY ¡Ay! (Dando un grito asustadas. Mariposa, seguida de
Rand y Tom, pasa a la derecha primer término y
-- 13 -
Ketty y el resto de los cowboys quedan en la izquier- da primer término.)
ToM ¿Ves? ;Las asustasteis!
Ketty ¡Mariposal
Mar. ¡Ketty!
Jer. Bonitos nombres. Si tuviese menos años-
vaciaría hoy el cinto por vosotras.
R-^ND Yo domaría nn potro salvaje apretándole
entre mis rodillas hasta que cayese delante de ti echando espuma.
Bill (por Ketty.) Tom, por una mujer así, pronto
pierdo yo la cabeza.
Ketty (sin poderse contener.) ¡Si le llama usted cabeza, a ese felpudo!
ToM Cuidado, Bill. Es burlona. (Ellas cada vez tienen,
más miedo.)
Keity y tengo las manos largas, conque sepárense^ Mar. Estos hombres me asustan. Yo voy a gritar^
(jsrkins pasa a la izquierda al lado de Ketty. Force-^ jean por abrazarlas. Ellas les huyen.)
Ketty ¡ 'socorro!
JaCK (Sale del Hotel, ve el grupo y grita sacando del cinto
el revólver.) ¡Una bala para el que se mueval
(Todos levantan las manos en alto.)
Jer . Jack, ¿qué te ocurre? Vimos a estas mucha-
chas, .
Raud Nos acercamos...
Jack Las defiendo. Si alguno quiere de ellas algo,,
ya sabe con quién ha de entenderse.
Ketiy (aparte a Mariposa.) Nos ha saUdo un precep- tor, Mariposa.
Mar. (Aparte a Ketty.) Sí.
Ketty (Aparte a Mariposa.) Pcro casi me asusta más el preceptor que los otros.
Jack Estas muchachas son parientas mías. Vie-
nen a hablarme.
ToM Siendo así, perdona...
Jer. Señoritap... Tanto gusto, (se descubren todos )
Bill Pero no vale mentir.
Jer. Jack .. Enhorabuena por el parentesco. ¡Ja,.
ja, jal (salen todos riendo y cuchicheando. Unos por el practicable y otros por segundo izquierda.)
14 -
ESCENA IV
MARIPOSA, KETTY y JACK ;i) Mar . (Adelantándose resuelta a Jack.) Gracia?, caballero
Ketty (Aparte a Mariposa.} No le llames Caballero que puede que no le guste.
Mar. Debemos a usted sincera gratitud.
Jack ¡De nada! Esos brutos no saben tratar con
muchachas.
Ketty (Aparte.) Pues me parece que tú tampoco.
Jack ¿Ustedes no serán de Beggardale?
Ketty No. Venimos a presenciar la fiesta.
Jack ¡Ah!
Ketty ífomos de San Francisco de California.
Jack ¿De San Francisco?
Ketty (Aparte a Mariposa.) Verás cómo se asombra. (Pasando al centro. Alto.) Ketty Kent, señorita de compañía, soltera, veinte años, (presentán- dose y presentando a Mariposa.) Mariposa Ha-
rrison ..
Jack (con gran sorpresa) ¿Harrison el banquero?
Keity (Aparte a Mariposa.) ¿Lo ves? Se asombra.
Mar. ¿Conoce usted a mi padre?
Jack (con sonrisa ambigua.) Le conozco. He oído ha-
blar mucho de él. ¿Es usted su hija? Her- mosa, mu}" hermosa.
KeT'IY (Aparte a Mariposa.) CoU qué OJOS te mira. A
mí me da miedo.
Mar. ¿y usted quién et?
J4CK Jark.
Ketiy ¿No tiene usted apellido?
Jack ¿Para qué? Un cowboy necesita un revólver,
un caballo, un lazo para derribar potros sal- vajes y un corazón que no tema a nada; lo demás no es preciso.
Ketty ¿Vendrá usted al mercado para pujar por su prometida?
Jack Ni tengo prometida ni dinero.
Mar. Si usted tj^uisiera... Nosotras podemos ofre-
cerle... La gratitud.
Jack Perdón. No tengo dinero, pero sí dignidad.
(l) Jack— Mariposa— Ketty.
15 -
Música
Ketty Mil perdones si es que le hemos ofendido.
Una prueba de anaistad sólo ha sido. Mar. Yo la puja del amor quisiera ver.
Ketty Y yo ver mi valor como mujer.
Mar. ¡Qué emoción en la muchacha enamora-
[da!... Ketty Si su novio no la puede pagar.
Jack Nada puedo contestar,
porque nunca pude yo pujar. Mar» ¿Pero es que usted jamás amó?
Ketty ¿Jamás ee enamoró?
Jack De todas las que hasta ahora vi
ninguna me agradó. Mar. Pero hoy al ver a otra mujer,
se puede enamorar. Jack i^hora ya pudiera ser.
Mar. ¿y qué le ha hecho a usted cambiar?
Jack Unos ojos que he visto mirar.
lis una ilusión que en mi corazón
una niña hermosa hoy ha encendido.
Yo la adoraré y lo callaré,
y este dulce sueño que he sentido, ocultaré. Las dos Un ardiente amor le ha de conmover
dándole ilusión con su poesía.
No hay nada mejor que el goce de querer
en un ensueño ardiente y seductor.
No hay nada mejor que amar a una rau-
y es su amor el mayor placer.
Jack (ai miamo tiempo.)
Aunque soy un pobre cowboy,
amaré un día. No hay nada mejor que el goce de querer en un ensueño ardiente y seductor. No hay nada mejor que amar a una mu-
y es su amor el mayor placer. Mar . ¿Y si tuviese que pujar?
Ketty ¿Si tuviese que elegir?
Jack Yo no sé expresar,
sólo sé sentir.
- 16 —
Mar. Diga usted cuál de las dos elegiría.
Ketty íiQué fortuna por nosotras daría?
Jack Yo daría el ancho mar,
la luz del sol,
y el modo de cantar del ruiseñor. Ketty Eso es solo una banal galantería.
Jack Pues mi vida si es preciso daré.
Ketty Y en el caso de pujar,
díganos por quién lo haría usted. Mar. Contéstenos con lealtad,
queremos su opinión. Jack Les juro a ustedes de verdad
que dudo en la elección. Mar. Perdone nuestra indiscreción,
capricho es de mujer. Ketiy iCs una suposición.
Jack jN o podría responder,
porque en broma yo no sé querer.
Bajo el cielo azul yo siempre viví
contemplando ansioso su grandeza.
Bello es su ancho tul, pero 08 conocí
y hay en vuestros ojos más belleza para mí. Las dos Ya sabe mentir y galantear
y pone en sus frases cortesía.
No ha de descubrir su modo de pensar
y ha de acabar queriendo ñirtear.
íSo he de conseguir saber como mujer
cuánto puede mi amor valer.
Jack (ai mismo tiempo.)
Como soy un pobre cowboy,
se burlaría. No ha de descubrir mi modo de pensar, ni ha de saber mi amor adivinar. No ha de conseguir saber si es su querer el que mi alma logró encender.
(e1 las invita a pasar al Hotel. Les cede el paso. Ellap se van coqueteando. El al verlas partir ríe con aire entre burlón y amenazador. Sube al practicable y canta la última frase.)
No ha de conseguir
Saber si es su querer
el que mi alma logró encender.
17 —
ESCENA V
TIN FÓ que sale a recoger los servicios por el barracón. PANCHO
MÉNDEZ por segundo izquierda. Este personaje habla con marcado
acento mejicano. Viste traje típico de su pp.ls y va caracterizado
con cara rojiza y largos bigotes
Hablado
Pancho (Acento mejicano.) Tin-Fó, escucha,
TiN-Fó Mándame, flol de celezo.
Pancho Yo voy al barracón a escribir una carta» ¿Sabes? Diles, pues, a quienes vengan aquí, que yo les suplico no nietan bulla.
TiN-Fó Lo dilé, Aulola de Mayo.
Pancho Porque si meten bulla, a la primera vez grito.
TiN-Fó Glita.
Pancho A la segunda vez pego.
Tin-Fó Pega.
Pancho ^ a la tersera tiro. (Mostrando el revolver qne
lleva al cinto.)
TiN-Fó Pues ya no plegunto lo que hace a la cualta. Pancho A la cuarta el tiro es pa ti por consentirlo.
TlN-FÓ ¿A mí, flol de Califolnia"? (Asustado.)
Pancho ¡Ya lo sabes! ¡Canario! Ahora traeme un Whisqui, en seguida.
TlN'FÓ Coliendo, COliendo. (Mutis barracón.)
Pancho Voy a escribirle a Salcedo que venga a es- cape, ¡vaya! Yo encuentro hoy novio para mi hermanita. ¡Canario! Es mucho ridículo dos años sin que nadie puje por ella. ¡Sin- sontes! (Mutis tercero derecha.)
ESCENA VI
TOMASIN, PANCHO, dentro. A poco LOED HURLINGH^N, por el
foro
Tc'M. (saliendo por segundo izquierda.) ¡Ya está! Lom-
bardo, estrellado, ancho de cuna, rebardo, colín y perfumado con trefle incarnat que da gusto olerle. Voy a avisar a Lord Hurlin-
— 18 —
ghan que ya le ha bajado el vaquero. (Gritan-
do desde el practicable del foro.) ¡Ehl ¡Ah! ¡Aoh!...
I Lord!
Pancho (Desde dentro y con voz mellflue.) ¡Cayáte, gritón,
por la virgen de Tehuatepec!
TOM. ¡Ay, qué VOCecital (Mirando sin ver a nadie.)
¿Habrá aquí cacatúas? ¿Eb?
HUR. (l)entro, foro.) ¡Tomasil)!
ToM . (Asomándose al practicable.) ¿Qué?
HuR. (üeutro.) Ec'beme usted un cable.
ToM . (Cogiendo nni cuerda que lleva a la cintura y arro-
jando un extremo.) ¡Ahí Va!... ¡Aniba!...
Huí-. (Después de ¡grandes esfuerzos de Tomasín sabe a es-
cena.; ¿Habrá usted vi-to que eí^toy más li- gero, Tomasín?
ToM. (Aparte.) CótiDO i-e conoce que no tiene que
tirar de la cuerda. (Limpiándose el fudor y sen- tándose en el banco primer término izquierda )
HuK. Pero todo lo hago con gusto pur Mariposa.
Su padre, que conoce mi elocuencia, me dijo: Hurlinghan, vaya usted a Beggardale dígales a aquellos cuwboys cuatro tonterías de las suyas y acompañe a mi hija que de- sea ver las tiestas.
Tow. ¿Piensa usted pujar en la subasta?
HuF. Toaaí-in. Hablar de dinero no es distin-
guido. Vo no puedo, pnr otra parte, pensar en más mujer que Mariposa. Ella es n:i ilu- sión, el sueño de mi vida, la esperanza que me mantiene ..
ToM. Más bien la que le mantendrá a usted con
el tiempo.
HuR. Sabrá usted que ya quedó listo allá abajo el
automóvil.
ToM . ¿Y ha servido el buey?
HuB. Pero diga usted, Tomasín, ¿qué clase de
buey era el que me envió?
ToM . Un lombardo, estrell&do, ancno de cuna...
HuR. Pero si eso no es un buey, es una cocot fran-
cesa; apestaba a treíle incarnat.
ToM. Le he perfumado para evitar molestias a
miss Mariposa, y... ¡Ay!... A Ketty. (suspi-
rando.)
Hup. |Si han subido hace una hoia! ¿Pero no las
ha visto usted? ToM. ís'o tengo idea.
- 19 ^
HuR. ¡Imperdonable! Voy en su busca. Entérese
mientras tanto de los usos y costumbres del país. Vengo en representación de un dipu tado y debo saber... ¡Hasta luegol (Mutis ai
hotel.)
ToM . (ai mutis.) Llámeme si le hago falta.
-tiUR, (Desde dentro.) ¿Cómo?
ToM. (Gritando.) Que me llame, si le hago falta..
¡bí!... ¡Bien!... ¡En seguida! (como si contestase
al Lord que se aleja.)
ESCENA VII
TOMASlN j PANCHO. Sale éste furioso y le pega un puñetazo a Tomasín que está yuelto de espaldas al pie de la escalera -
rANCHO (Pegándole un puñetazo.) ¡Amigaso! lOM . (Cayendo de bruces en la escalera.) ¡Caray'
I'ancho ¡La segunda vez pego!
ToM. ¡Demonio!
Panxho y no me grite más, porque a la tersera...
lOM. (¿Qué dice este hombre?)
Pancho ¡A la tersera tiro! ¡De Panchito Méndez no
se burla nadie!
ToM. Pero, Panchito, si yo...
Pancho (Haciendo mutis al barracón.) ¡Nadie! (En la puer-
ta.) ¡Nadie! TcM. (En primer término izquierda.) {Méndez!... ¡Mén-
dez!... Y aún me está doliendo el puñetazo. ?5i son estas las costumbres del país...
ESCENA VIII
TOMASÍN. NEGROS l.^ 2.°. 3.« y 4.°. por tercero derecha y bajan, do al primero izquierda
Negro l.o (saliendo con los otros.) ¡Blanco lindo' (Le ro deán.) ^
ToM. (¡Dios mío, ¿de dónde saldrán estos cala-
DQares? Les voy a tener que perfumar como al buey!)
Negro 2.o Si nos das moneda te decimos las mozas que han llegado para la fiesta.
-- 20 —
ToM. ¿SI? (Hasta los negros dan sablazos.)
Negro l.o Tú eres blanquito Sdlao y nosotros negritos
grabiosos. ¡Jíiolol
T.Dos ¡Jíiolol
TcM. ¿Qué es eso de Jílolo?
Negro l.o Negritos decimos a todo en el país...
Todos ¡Jílolo!
Negr ) 1 o Cuanto estamos contentos...
Todos ¡Jílolo!
Nkgro 1.0 Cuando nos gusta negrita...
Todos ¡Jíiolol
Negrí' 1.0 Cuando negrita nos deja y se va con otro...
Todos ¡Jílolo! (Este último de falsete.)
Tom. Sí, vamos. Es una exclamación así como:
¡Chincharle! Negro 2 o ¡Eso!
Negro l.o Regálanos algo, blanco lindo. Negro 2. o Moneda, tabaco, bebida. Tom. ¿Conque moneda, tabaco y bebida? Puee...
I Jílolo! ¡Jílolo! (imitándoles.)
Música
Todos Tom.
Todos Tom.
Todos
Tom .
Negros
Tom.
En una ocasión, un nes^rito cimarrón
que no tenía sucesión.
¡Jílolo! ¡Jílolo! ¡Jílolo!
Fué a un médico a ver
si era estéril su mujer,
y el buen doctor le contestó:
¡Jílok.! ¡Jílolo! ¡Jilolo!
Tendrá que viajar y a su negra dejar
durante un año justo descansar.
¡Jílolo! ¡Jílolo! ¡Jílolo!
Y el negro lloró, pero le obedeció
y a hacer un largo viaje se marchó.
Mi jefesito no líe el petate
que es un disparate
dejar sola a su mitad y cuando vuelva de su viajesito
se sorprenderá.
¡Jal I Ja! ¡Ja!
Chihuahua, tu vives de guagua y tu mujer fragua alguna combinación.
— 21 —
Abre el paragua
so guagua, gaa, gua, guasón.
(cantado, una sola estrofa. Baile animado y grotesco. Al floal mutis de los negros mejicanos por tercera iz quierda.)
ESCENA IX
TOMASlN, LORD HURLINGHAN, dentro. A poco PANCHO MÉNDEZ
Hablado
ToM. ¡Ya me dejaron libre esas tarjetas de pésa-
me! Bueno, ahora yo me bebería un refres, co, pero, ¿cómo llamo al chino sin que don Panchito Méndez cumpla su amenaza? Pre- fiero aguantar la sed, no la emprenda a tiros.
HuR. (Dentro.) ¡Tomasín!
ToM. Y ahora el Lord que me llama. (Acercándose
al hotel.) HuR. (Dentro, más fuerte ) ¡TomaFÍn!
T jm. (Apurado.) ¿Pero no callará ese hombre?
Pancho (Dentro.) ¡Cayáte, que tiro!
ToM. (Asustadísimo.) ¡Que tira! (Se pone tras de unas
cajas.) HuR. (saliendo a la puerta del hotel y con una voz trem?n-
da.) ¡[Tomasínll
Pancho (Sueltados tiros, dentro.)
ToM. lAy!
Hl^R. ¡Socorro! (Mutis al hotel.)
Pancho (saliendo furioso, con el revólver en la mano.) ¿Don- de está ese sinsonte condenado, que le dejo seco?
Tosí, (De rodillas en primer término izquierda.) ¡Don Pan-
cho, por la V^irgenl ¡No mate usted a un po- bre soltero sin hijos!...
Pancho (calmándose.) ¿Usté? ¡íSanta Lusía bendita y San Carlos Burromeo!
TüM. (Trata de esconderse.) Don Pancho.
Pancho ¡Oiga, pichoncito lindo! ToM. (Aparte.) Pichón. ¡Tiro «leguro!
Pancho ¿Ha dicho que soltero? ToM. (Trágico.) jSi, Pancho, sí! ¡Soltero! ¡Ya ve us-
ted qué pena!
— 22 —
Pancho ¿Es usted joven?
ToM. Sí, Pancho. Aún recuerdo que mi pobre ma-
dre me mecía en la cuna y le decía a mi po- bre padre, que era viudo...
Pancho ¡Déjese de historias! (contemplándole mientras
hace extraños movimientos de matón.) jLindo
blanco!
ToM. (Aparte.) ¡Blauco! Ahora sí que viene el tiro.
Pancho ¡Abráceme!
ToM. ¿Pero... cómo? ¿Es de veras? ¡Ay, don Pan-
cho! (Echándose a llorar y riendo de alegría.)
Pancho ' El caso es éste. Yo tengo una hermanita y quiero que en la fiesta de hoy puje alguien por ella.
ToM. Es que yo no tengo más que un doUar.
Pancho Pues un dolar.
ToM. Bueno... Su hermana será feilla, ¿verdad?
porque cuando usted me pide...
Pancho ¡Páyate ahora mismo, sinsonte, o vos dejo
seco! (Le amenaza con el revólver, dando unos saltos qne Tomaeln imita al huir.)
ToM. No, hombre, no; que es usted más inflama-
ble que la gasolina. Yo no he querido ofen- der a su hermana. ¡No faltaba más! ¡Una mujer preciosa!...
Pancho ¡Cosa lindal ¡Dulse como la banana y suave como el mango!
ToM. ¿Como el mango de qué?
Pancho ¡E«a fruta sabrosa!
TcM. ¡Ah, vamos! ¿Y es... rubia?
Panchj Moreniía.
ToM. ¡Morenita! ¡Las que a mí me gustan!
Panch j Pues ya está dicho. Usted puja por ella en la subasta.
ToM. Sí, señor: un dollar.
Pancho Convenidos. Y entre tanto no me coquetee con otra.
ToM. No, hombre, no. Seré fiel.
Pancho ¡Porque si le veo coquetear con otra le pejío un tiro!
ToM. (Aparte.) Estc hombre es una ametralladora.
Pancho Ahora, venga esa mano, (se la estrecha. Llaman- do.) ¡Tin-Fó! Voy a convidarle.
ToM. ¡Por Dios! No se moleste.
(Sale Tin-Fó por el barracón, interrogante.)
Pancho (a tíd fó.) Sirve al señor lo que pida de mi
— 23 —
cuenta, (a Tomasín.) Lo dicho, y cuidado con
el coqueteo, (muüs.) ToM. Descuide, Pancho. Seré más desdeñoso que
Lucrecia. Pancho ¡Es que si le veo coquetear le pego un tiro!
(Amenazándole con el revólver. Tin-Fó, asustado, se esconde bajo la mesa primera izquierda, profiriendo extrañas palabras en chino camelístico.)
ESCENA X
TOMASIN y TIN-FÓ
TiN-Fó ¿Se ha malchado? ToM. Sí, hombre. Sal pronto.
TlN-FÓ (Con grandes reverencias.) Manda, azUCena de
Oliente, pela del mal, gota de locio. ToM, Bueno, déjate de echarme chicoleos y pre-
para un cock-tail.
TlN'Fó - Al irstante, capullo de losa. (Sale de debajo de la mesa Intención mutis.)
ToM. Ah, oye, arroz a la valenciana, ¿tú habrás
visto otros años las fiestas que hacen aquí?
Tis-Fó ¡Ya lo cleo! ¡Muy glaciosas! ¡Muy glaciosas!
ToM. ¿Y... en confianza, eso de las bodas por su-
basta, es cosa seria?
TiN-Fó Muy selia... y muy glaciosa. ¡Glaciosísima!
ToM. ¿Pero los matrimonios no son de broma?
TiN-Fó ¡Y tan de bloma! El año pasado pagué yo cuatlo dolas pol una lubia.
ToM. ¿Cuatro dolars por una alubia? ¡Carísimo!
TiN-Fó No, blanquito. Pol una de pelolubio.
ToM. ¡Ah, vamos! ¿Una rubia? (Es que tiene fre-
nillo.) ¿Y qué te ocurrió?
TíN-Fó Que no quelía dalme ni un beso.
ToM. ¿Pero dan besos?
TiN-Fó Y ablazos.
ToM. Conque dan ablazos, digo, abrazos. Pues s:
que debe ser divertido.
— 24 ~
ESCENA XI
DICHOS y KETTY por el hotel. Sale a dar una orden
Ketty
TOM.
TiN-Fó
Chinito, entre aquí un refresco. (ai verla. Aparte.) ¡Ketty! ¡A.h! Cada vez más bonita, (a üu-fó.) Oye, querido asiático: ¿có- mo haría yo para decirte que estorbas?
(comprendiendo la indirecta.) Que me vaya... Voy a lie val el leflesquitO. (Mutis barracón.)
ESCENA XII
KETTY, TOM asín. Al final PANCHO
Ketty (coqueta a Tomasín y sin bajar de la terracilla.) ¿Es-
taba usted ahí, Tomasín?
ToM. (conquistador.) Ketty: Entre los dones que he-
redé de mi señor padre, está el de la adivi- nación. Usted no ha salido aquí por el fres- co, ni por el refresco; ujted ha salido por verme.
Ketty (coqueta.) ¡Qué disparate! ¿Yo ocuparme de usted, Tomasín? ¿Olvida que desciendo de una elevada familia? Mi padre...
ToM. Era constructor de pararrayo!^. Lo sé. En
cambio el mío nunca prestó oídos a la>^ va- nas palabras de la adulación; jamás oyó las pérfidas voces de la soberbia y de la vani- dad.
Ketty ¿Pues qué era su padre?
ToM. Sordo de nacimiento.
Ketiy Dis:o qué profesión tenía.
ToM. Oidor de la Audiencia de Londres. Pero de-
jemos esto, Ketty, y hablemos de nuestro amor. Muchas veces he dicho a usted que era la mujer soñada por mí...
Ketty Y yo le he contestado otras tantas: Soy nor-
teamericana y las mujeres en nuestro país necesitamos pruebas de cariño, no palabras de amor. Usted nada ha hecho por mere- cerme.
ToM. ¿Que no, Ketty?
— 25 — Música
De la mañana a la noche
pienso tan solo en querer;
y al acostarme, si duermo
es por soñar con usted.
Me despierto a las tres y a las cuatro,
las cinco, las nueve y las diez.
Dígame usted ahora, Ketty,
si es que duermo bien.
Recitado
Ketty... Yo adoro a usted como los abejo- rros a las abejas, los pájaros a las pájaras y los pescados a las pescadillas.
Cantado
Yo aspiro a que me dé el sí, sí, sí, y si usted me diese un no, no, no, no sé qué será de mí, . pues usted me enloqueció, linda rosa de pitiminí.
Recitado
Pancho (Sale del barracón y hace mutis por la tercera iz- quierda.)
ToM. (Aparte, viéndole.) ] Canario 1 ¡Méndez!
Ketty (Aparte ) He estado dura con él. Voy a ablan- darme.
Música
II
(Amorosa. El desdeñoso.)
Yo le conñeso que siempre con simpatía miré las tonterías que a diario por nuestro amor hace usted.
— 26 —
Pero eí, pero no, pero dudo si debo su amor aceptar. Porque los hoQibresson pillos al enamorar.
Recitado
(Tono de discurso porque ve a Pancho )
ToM. Señorita... En nuestro partido somos serios,
conspicuos, constitucionales. Reconozca us- ted que somos un gran partido.
Keity ¿Pero qué dice?
Cantado
Si pretende de mí un sí, sí, sí,
porque teme mucho un no, no, no,
pruebe que siente por mí
algo que nadie sintió,
o le llamaré a usted bo, bo, bo.
(RvoIucíóq con orqueata sola.)
(Primero van bailando hasta la mesa rústica del pri- mer término derecha, se sientan en ella uno por cada lado, dando frente al público; se vuelven a mirarle y luego al público, saludando graciosamente; se abrazan, siempre a riguroso compás, y tornan a hacer el saludo. Por último, saltan de la mesa y hacen mutis primera izquierda con un caprichoso baile.)
ESCENA XIII
TIN-FÓ, por el barracón; JIM-BELL, por primera izquierda
Hablado
Jim Tin-Fó, quita las mesas. Prepáralo todo. La
subasta va a comenzar.
TiN-Fó Al momento, mi amo.
Jim Hoy la fiesta se ha de hacer con mucha se-
riedad. No es cosa de jugar con el matrimo- nio.
(Tin-Fó arregla las mesas dorante el principio de la escena siguiente. Jim Bell hace mutis con su frase por segundo Izquierda.)
27 -
ESCENA XIV
JACK, por el practicable; MARIPOSA, del hotel, TIN-FÓ hace mutis a poco de comenzar la escena para volver a salir en la siguiente
JaCK (Aparece en lo alto del practicable, luego, al ver a Ma-
riposa, baja a escena.) Señorita. (Saludando.)
Mar. (Burlona.) ¿Lo ha pensado usted mejor y vie-
ne a buscar novia al mercado?
Jack No. ¿Y usted?
Mar. Quien nunca se enamoró no piensa en ma-
trimonios.
Jack Pero... un día... Con el tiempo... puede ena-
morarse... El amor hace milagros.
Mar . Para eso era preciso encontrar al hombre
que supiera rendirme... Es difícil...
Jack No lo creo. Cuando yo encuentre a la mu-
jer soñada, sabré decirle lo que siento, o mád bien lo leerá en mis ojos.
Mar. ¿No la ha encontrado usted aún?
Jack Tal vez no.
Mar . Yo tampoco encontré el hombre soñado.
Música
I
Jack Yo busco mujer que me quiera;
mi vida la espera. Tan sólo en mis sueños la vi, y un fuego de amores sentí. Mar. Yo busco un amor y le quiero
rendido, sincero, que sepa mi amor esperar y me pueda adivinar.
Jack (Aparte, pero pata que Mariposa comprenda.)
Mujer que mi ilusión realizarás, mi corazón pregunta, ¿dónde estás? Detrás de ti me iré pero jamás te alcanzaré y nunca me amarás.
Mar. (Aparte lo mismo que Jack.)
Amor que presentí y adiviné, sólo por ti, soñando aguardaré. Jack Mi reina yo te haré.
— 28 —
Mar, Mi rey yo te elegí.
Los DOS V' en pronto, amor, a mí.
II
Mar. Si a ese hombre yo hallase algún día
su amada sería.
Para él guardo todo mi ardor,
para él mis ensueños de amor. Jack Si yo a esa mujer viese un día
esclavo sería.
Sus besos con tal de sentir
no me importa ya morir. Mar. Amor que presentí y adiviné
sólo por ti soñando aguardaré.
Seré fiel a tu amor y del amor
yo viviré, el sueño encantador. Jack Detrás de ti me iré, pero jamás
te alcanzaré y nunca me amarás. Mar, Un día te soñé.
Jack Un día nada más.
Mar. y siempre aguardaré.
(Puede suprimirse una estrofa )
Recitado con orquesta
Mar. (insinuante.) ¿Y dice usted que esa mujer?..
Jack (ídem.) ¿\ dice usted que ese hombre?
Mar. No ha llegado aún.
Jack Pero un día... ¿Quién sabe?
Mar. Cierto. Puedo encontrarle en un salón res
plandeciente de luz... Jack O en un bosque lleno de rayos de eol.
Mar. Guiando un automóvil...
Jack o domando un potro salvaje.
Mar. y me dirá: «Señorita, he tenido un gran
honor...» Jack o dirá, simplemente: € Muchacha, mi vida
es tuya.>
M \R. Y yo le contestaré .. (coqueta a su pesar.)
Jack ¿Qué le contestará? (Animosamente.)
Mar. (Fríamente.) ¿Quién lo Sabe? Lo que entonces
se me ocurra... Está todavía tan lejos...
Jack (Acercáníloae apasionadamente.) O tan cerca, tan
cerca.
Mar . Retírese, señor Jack. (severa. Poniéndose en pie.)
— 29 —
ESCENA XV
DICHOS, TIN FÓ, rOM, BILL, RAND, JERKINS, KENEY, COWBOYS y COWGIRLS (muchachas de Beggardale), HüRLINGHAN, TOMA- 8ÍN, JIM.BELL y KETTY. del hotel. Más tarde, un PASTOR PRO- TESTANTE en un carrito de mano adornado con flores del que tira TIN.FÓ ayudado por los CUATRO NEGROS mejicanos, después PANCHO MÉNDEZ y por último PURA MÉNÜEZ
Música
(Atácala orquesta los catorce primeros compasea dei númpro 5 y con ellos salen cowboys y muchachas por el tercer término izquierda.)
Hablado
Jim (Saliendo del hotel con Hurlinghan, Tomasín y Ketty.
Mariposa se acerca a ellos.) Señoritas, el acto de
la subasta va a comenzar. Rand Vivan las señoritas.
Todos ¡Vivan!
Jim ¿Quién hace este año de subastador?
T( M. Yo; si meló permiten.
Jim Con mucho gusto. Pero el golpe de martillo
lo he de dar yo, el Sheriff. (ai chino.) Tin-Fó,
(Este se acerca; Jim-Bell le da una orden en roz baja y sale el chino por segunda derecha, para volver a en. trar con los negros y el Pastor en el carrito de mano.)
Música piano en la orquesta
(e1 núm. 5 bis. Sale el Pastor, a quien hacen todos re- verencias, desciende del coche. Las muchachas se co- locan al pie de la escalera del barracón, los cowboys, mineros, etc., a la izquierda, los negros a los lados del carrito que queda frente al público, Jim-Bell, con un pequeño tam-tam y una maza.)
Recitado
Mar. (a Ketty.) ¡Qué interesante.es todo estol
Ketty Una fiesta muy graciosa.
Jim En calidad de Sheriff de Beggardale, decía-
ro abierta la subasta anual... Las mucha- chas que tomen parte en ella pueden reco- ger el distintivo.
(Se acercan a Jim-Bell varias muchachas ?. las que aquél eutrega ramitos de azahar que ellas se prenden en lugar \isible.)
M\R. (Aparte a Ketty.) Es curioso. Todas piden el
ramito.
KiLiTY (jdem a Mariposa.) Os^e, Mariposa... ¿Por qué no vamos nosotras también?
Mar. ¡Qué locura!
KfíTTY ¡Mujer, si todo es bromal
Mar. a mí me da vergüenza.
Kh:ity ¡Tonta! Así vemos lo que ofrecen por nos- otras, (se acerca Jim-Bell.)
ToM. ¿Qué va usted a hacer, Ketty?
KeiTY (coqueta.) Ver ei hay quien puje por mí en la subasta.
TüM. ¡Yo! (ai ver entrar a Pancho Méndez) )lO nO
puedo. Panch.j (a Tomasín.) Liudo cuñado, ahora veremos si
es hombre de palabra. T. M. Bueno, pero... ¿Cómo se llama su herma-
nita? Pancho Pura Méndez. ToM. ¿Y es guapa, eh?
Pancho ¡Cosa linda, cosa buena!
KnTY (volviendo con los ramitos al lado de Mariposa.)
Aquí tienes tu ramo, Mariposa. Póntelo.
Mar. ¡Ks una locura! (Ricudo, se lo ponen.)
Kktty No, mujer, con rechazarles a todos... HuR. ¿Pero ustedes también entran en subasta?
Jim (Que ha oído, se vuelve alarmado ) ¿Cómo? ¿Van a
subastarse las señoritas? Debo advertir...
Jack (Aparte rápido.) Calla, O cucuto lo del caballo
de Brayton.
Jim Bien, Jack. Nada diré, (a Tomasín.) Aquí tie-
ne la lista. Suba usted al coche.
ToM. ¿Que suba yo al coche? iGraciosísimo! ¡Que
broma tan ingeniosa! (auo.) Empiezo: (Sube
al coche y se pone en pie en lo alto. Delante del coche un cajón, donde se pone de pie la muchacha nombra- da, que sale de entre las demás.) Lucy Hcrson...
(Avanza Lucy.) Colóqucse ahí .. ¡Señores! Se subasta esta niña de ojos de mirar ater- ciopelado, cabello rubio y cutis de rosa;
- 31 —
puede ser la perdición de un hombre. jQué dan?...
Uno Cincuenta dollars. (Lentamente, Bill entusiasmo.)
Otro Cincuenta y uno. (ídem.)
ToM Dan cincuenta y un dollars... ¿Hay quien
dé más, a la una? [Cincuenta y uno, a las dos!... r^eñores, debo advertir que la subas- tada no tiene madre.
UííO (Rápidamente, cou entu^iiasmo.) ¡Cien doUars!
Otro (ídem, ídem, apresuradamente.) ¡Ciento cinCUenta!
Otro (ídem.) ¡Jiento sesenta!
Otro (ídem.) ¡Doscientos!
ToM. Doscientos... Doscientos, a la una... doscien-
tos, a las dos... ¿No hay quien dé más?
Jim ¡Doscientos, a las tres! (Golpe de tam, tam.)
TOM. Segundo lote. Ida iven. (Sale una muchacha y
se coloca don-ie la anterior.) Colóquese aqUÍ, jO-
ven. De perfil gana mucho. ¡Señores! Una morena de mirada de fuego, cabello sedoso y formas esculturales. Ojos que dan vérti- gos, sonrisas que dan la hora, morbideces que dan... ¿Qué dan? ¿Qué dan, señores?
Uno Veinte dollars. (sin entusiasmo Pausa.)
ToM. Dan veinte dollars. Veinte... Veinte, veinte...
tíiM (Martillazo.) Adjudicada. Ahora unos minutos
de subasta individual. Los novios hacen
ofertas directamente, (vuelve a sonar piano la orquesta y los Cowboys se acercan a las muchachas ofreciéndose.)
Uno (a una.) ¡Cien dollars!
Otro (a otra.) ¡Treinta!
Otro (ídem.) ¡Ciento diez!
Otro (ídem.) ¡Noventa! (signen las ofertas por mímica.
Unas son aceptadas y otras no.)
HuR. (Aparte.) Ahora me luzco yo con Mariposa.
Encontré la frase distinguida. (Se acerca a Ma- riposa y dice enfático.) Miss: Yo no puedo ofre- cer a usted más que un corazón enamorado y seis dollars, cincuenta centavos. Mar. (Burlona.) Guarde el corazón p^ra vivir y los
dollars para refrescar. (Pasa ai primer término izquierda.)
Hur. (Aparte.) Se burla de mí, rebaja a un noble...
¡Me vengaré! Como la subasten, pujo por la señorita de compañía, (a Ketty.) Ketty. Está usted encantadora.
— 32 ~
Ketty ¿De verdad?
RaND (Acercándose a Mariposa.) Señorita: Yo DO tengO
más que mi caballo y mi rifle, pero coa ellos... Mar Con ellos su éxito es seguro, si va usted a
cazar. (Burlona. Rand salada y se aparta.)
Jack (Acercándose.) Miss Mariposa.
Mar (con ironía.) Viene usted también a ofrecerse?
Jack Ha rechazado usted a dos, recháceme tam-
bién a mí. Mar. Puesto que usted lo desea... Le rechazo.
(Riendo.) .1 ACK Muy agradecido, (salada y se va con los otros )
KetIY (a Tomasin, que le habla ec voz baja.) No, SCñOr.
Yo no acepto ofertas. A mí que me su- basten.
ToM. ¿Pero, Ketty, qué va usted a hacer? (Alarma-
do.)
Ketty (coqueta.) Ver si alguien me quiere. (Tomasia
sube al coche ) ToM. (Aparte) ¡Coqueta! (De mala gaua.) ColÓqUese
ahí. (Aparte.) ¡Y Méndez mirándome sin pes- tañear!... |Dios mío, que nadie puje por ella! (con desdén.) tíeñores... Ketty Kent... Pché... Regularcilla nada mas ..
Ketty (volviéndose indignada.) ¿CÓmO?
ToM, Aunque de apariencia sana está llena de
alifafes. Aquí no se engaña al público... Dientes postizos, ojo de cristal... pierna de- recha dt) goma.
KüTTY jTomaSÍn! (Airada.)
ToM. Su mamá buena, gracia?; aficionada a los
cinematógrafos.
Keti Y ¿Pero qué dice usted?
ToM. Supongo que no darán nada por esta tonte-
ría de mujer.
HüR. ¡Doy cinco doUars!
ToM. ¡Pero, lord! ¿Pero está usted loco? El señor
se arrepiente y no da nada...
HuR. ¡Cinco dollars!
ToM. ¡Cinco dollars! (Aparte.) ¡Hipócrita! Sabe que
me gusta y... (auo y triste.) Cinco dollare. ¡Cinco! (Aparte.) ¡Mal caballero! (Alto.) ¡Dan cinco dollars! (Aparte.) ¡Traidor!
HuR. Cinco dollars. Ahí va el billete. (Dándoselo.)
ToM. ¡Falso!... Cinco dollars, a la una. Cinco do-
Jim Ketty
TOM.
Jim
ToM,
Pancho
ToM.
Jim ToM.
Pancho ToM.
Pura ToM.
Jim
Todos
Jack
Jim
Jack
— 83 —
llars, a las dos... Cinco dollars a las... dos v media... *^
¡Cinco dollars, a las tres! ¡Adjudicada! (ooipe
de tam-tam.)
Muchas gracias, lord.
(AparteO ¡Pérfida! ¡Todas iguales! (aUo. desespe- rado.) ¡Nada: ¡Se acabó! Aún falta la última. ¿Cómo la última? ¡Mi hermauita, canario! ¡Ah, 8í! (Aparte.) Ofreceré el dollar por com- placerle y luego, seguirán lo« otros pujando. (Alto.) ¡Ultimo lote! Pura Méndez. (Rumor ge- neral.) Morena... Hermosa... Atractiva... Dul- ce como la banana y suave como el mango Yo, señores, doy un dollar. ¡Un dollar, se- ñores... Una pequenez.. Un doUar a la
una... Un dollar... (Como s¡ pujase alguno.)
¿tuacto? (Mismo juego.) ¿Cómo?... jQué dan
por ellaV... ¿Qué dan?. . (cada vez mas apurado.)
iJan... Dan por ella... ¡Méodez!... >-No dan por ella?... ¡Mendaz'... Un dollar. a la una ¡Méndez!... ¡Un dollar, a las dos!... ¡¡Méndez!!
(Apuradísimo y bajaudo del coche.)
¡A las tres! ¡Adjudicada! fooipe de tam-tam ; Pero, señores, parece mentira. Una muchal cha tan gunpa... tan hacendosa... ;Dónde está, Méndez? ¡Quiero verla!.,, (\deiama Pura
Méndez, una negra lo más obscura posible.) Es.. (Al verla.) ¡Caray!... (Medio desmayado del susto.)
Amigo Pancho, cuando se tiene una herma- ^i^^.así, se la envuelve en papel de plata.
Sí, hombre, porque esto no es una mujer
es una libra de chocolate.
(con voz cavernosa.) ¡Gracias le doy!
(Aparte.) ¡Dios mío! Me he casado con Ti tta
Rufo.
El mercado terminó. Pasen al Jiotel para las ceremonias
Venid, venid, (inician el mutis. Jack se coloca ante la puerta y les detiene.)
¡Altol... Un momento.
¿Qué ocurre?
El mercado no terminó aún. La ley dispone
que toda muchacha que rechace a tres pre-
8
— 34 —
Todos Jack
Todos
Jack
Mar.
Todos
Jim
Uno
Voces
Jim
Voces
Jim
Jack
Jim Todos
TOM.
Keíty
ToM.
Pas.
ToM.
Pas. Jack Mar.
J'M
Uno
"J'üDOS
Jack
Ketty
ToM.
Jack
Mar.
!' ¡Las ceremonias!
tendientes, ha de aceptar al más pobre y de peor conducta del distrito. ¡Sí, sí! Tiene razón.
(Señalando a Mariposa ) La Señorita, ha rechaza- do a tres soiicituntes, y debe per lo tanto aceptar al último de todos nosotros. ¡Sí, sí!
La ley lo dispone.
(Burlona.) (Tieue gaiías de broma.) Pues bien, sea... Me í-ometo a las leyes. ¡Hravo! ¡Bravo!
¿Quién es de todos vosotros el que tiene me- nos diuero? Jack.
(Rumor de aprobación.)
¿Quién f s el más pendenciero?
Jack, Jack.
Entouces a él le corresponde.
Señorita, (a xMariposa ) Felicito a usted por el
novio que le ha deparado la suerte.
Ahora que el Pastor cumpla su cometido.
;Las ceremonias!
(e1 Pastor sube al coche.)
¿Qué pasa ahora? a Ketty.)
Que nos van a casar.
¿Por pelotones? Tiene gracia.
Acéiquensp. (Todos le rodean.) In nomine patri
et filio et Sfjíñtu Saricto. . (Bendice.)
Amén. (Aparte a Ketty ) ¡Qué gracioso es este hombre, y qué bien hace de Pastor protes- tante!
Firmen. ¿Sus nombres? (a Mariposa y Jack.) J^ck í^lipery. Mariposa Harrison.
(Firman en un libro que les presenta el Pastor.)
Las ceremonias han dado fin. ¡Viva Beggardale! ¡Viva!
(Acercándose a Mariposa.) Señorita: Ks Costum- bre aquí que la mujer dé un beso al ma- rido.
¡A mí no me l)esa nadiel Puen a mi mujer le pasa lo mismo. La costumbre es ley. Mariposa, espero de Uííted el heso. Sería deuiasiado broma. (Molesta.)
HUR.
Jack HuR.
TOM.
Jack
ToM. HuK. Jack
Jin;
HuR.
ToM.
Pas.
TOM.
Ketty
Mar.
HuR.
ToM.
Ketiy
Hur.
Jack
TOM.
Pancho ToM.
— 36 —
La burla debe ya terminar, (auívo.) Por el contrario, es ahora cuando empieza. ¿Cómo?
¿Qué quiere usted decir? ¡Que Mariposa es mi mujer! Los matrimo- nios han sido legales. lEste hombre se ha vuelto locol ¡Basta de broma!
No es broma. Que el Sheriff y el Pastor digan si los matrimonios son conforme a ley. (Temeroso.) Sí... Este año se dispuso hacerlos formalmente.
(Asustado.) ¿Kh?
r;Pero qué ei^tan ustedes diciendo? Los matrimonios son legales. ¿De modo que estoy casado con este recor- datorio?
¿Y yo con el lord? ¡Es una col)ardía! ¡Diez millones perdidos! -Ketty, ¿qué ha hecho usted? Suya es la cu'pa. Usted subastaba. (a jim-Beii.) Usted es el culpable, y usted se viene c.>n nosotros.
El culpable soy yo. Me enamoré de Mari- posa y vi un medio de hacerla mi mujer, ¡"ero nos ha casado usted a todos! ¡Canario! Y a mí con esta etiope. Americana, hermano mío. Déjeme usted ahora, Méndez, que no estoy para nada.
(Los hombres discuten en un grupo.)
ESCENA ULTIMA Dicnos
COWBOYS (
Muchachas!
Música
Burlándose )
El matrimonio es un sagrado. No hay que jugar, porque la mujer sabe el lazo atar con Zri lamería.
— S6 —
¡Pobre del hombre que se casa
sin meditar! ¡No bromear es lo mejor
con el amorl
Ketiy ¡Es horrible! ¡Estamos casadosl
Locura tomarlo a broma fué. Nunca pude yo figurarme ser la e.-posa de un lord inglés.
Mar. Riendo ha empezado la broma
y en drama ha de terminar. Del sueño de amor y locura quisiera yo poder despertar.
Jack
TOM.
Muchachas
Ketty Mar.
ToM. Kktty ToM. Mar.
HUR.
(Amoroso.)
Ahora ya tengo mujer. No es un sueño nuestro amor,. y si es sueño debe ser encantador.
Una caja de betún
por mujer he de aguintar^
y un cunado más atún
que los del mar.
Son milagjius del amor
reyezuelo enredador,
que todo lo ha de cambiar y trastornar.
(a Mariposa )
No desprecies su querer, que al tín eres su mujer. Tal vez te ame más por ser un pastor. Ya casadas seíruiremos por lo visto.- La aventura es de fiual imprevisto. Nadie nunca al dios amor
podrá burlar o el picaro traidor se ha de vengar. La bromita me resulta muy pesada y el divorcio yo quisiera pedir.
(a Tomasln )
¿Por qué quiso usted pujar?
(a Ketty.)
¿Por qué qui-o usted venir? No Be pongan ahora a ditcutir .
CoWBOYS
Jack
Todos
Mar.
Ketty Mar. Ketty Jack
Todos
Mar. Ketty
^ 37 —
(a Jack.)
Si no pensó ser tu mujer
la debes respetar. Yo sé muy bien lo que he de hacer,
no me he de aconRejar. La boda por sorpre-a fué
y nadie la advirtió.
(a Jack.)
Yo no sé quién es usted. Es que Jack su amor mintió.
Díganos por qué nos engañó.
Bajo el cielo azul, vo siempre viví
contemplando ansioso su grandeza. Amaba su ancho tul, pero hoy os conocí, y hay en vuestros ojos más belleza. Os amo.
Un pobre cowboy no puede querer
si ella le echa en cara eu riqueza;
ni aún siendo su mujer
le puede perdonar,
y él su querer, al fin, ha de olvidar.
Fué un sueño de amor
y qui^ro despertar,
y el sueño odioso he de olvidar.
(a Jack.)
Si Uftted no ha de ofrecerla la riqueza déjela partir.
Recitado
Jack ¡Nuncai La ofrezco cuanto tengo. Mi amor.
No se irá. -Ketty Es una cobardía.
Caníado
Jack Seré cobarde si es preciso,
pero de aquí no partirá. ¡Mía será!
Mar. (Hablado.) |Nol
€0WB0YS (Cantado.)
Es obligarla cobardía, no lo has de hacer. Siendo una mujer la he de defender de tu tiranía.
— 38 —
No intentes nada en contra suya»
porque jamás a esa mujer, la maltratarás. ¡Atrábl jAtrásl (Avanzan amenazadores.)
Recitado |
|
Jack CüWBOYS Jack |
(con resolución.) ¡Esa mujer es mía! ¡No! Vamos a verlo. |
(sacan unos y otros revolvere dispuestos a la pelea, |
|
Mar. |
Mariposa se interpone y grita.) ¡Quietos! |
Cantado
¡Dejadnos! Salid y ujÍ pena respetad. Ruego de una mujer se ha de escuchar.
99ec¡tado
Jack (con fiereza.) Solo estoy contra todos, pera
venceré... (con amargura, a Mariposa ) ¿Por qué
vinisteis a burlfiros de nuestra alegre fiesta de Beggardale?... Son peligrosas para las gentes de la ciudad las montaña?... Si no hubiese usted venido yo sería feliz... pero ahora mi amor nació.
Mar. ¡Su amor! (Desdeñosa.; ¿Y qué puede ofrecer-
me su amor? Si me amase usted sabría ol- vidarme, respetando mi pena... (conmovida
sinceramente por el temor.) Fué Culpa Ujía... Es
cierto... Pero el hombre que quiere sabe perdonar... Jack ¿Y qué se opore a mi felicidad? ¿Cuál es el
enemigo de mi amor, Mariposa? (Puesta del soi.)
Cantado
Mar. (insinuante y altiva a un tiempo.)
Siempre reina fui. Sólo el lujo conocí en mi palacio— lleno de riquezas.
— 39 —
Caprichosa soy — siempre mando donde voy, no puedo ser — la esposa de un cowboy.
Yo nunca he de dejar
tanto bienestar,
y habitar el bosque sin abrigo
con la triste vida de un mendigo.
JaCK (Apasionado.)
\o te brindo amor en el bosque encantador. Allí, b'en mío, hay perlas de rocío. Reina tú serás y a tus pies tendrás un trono de fl-^r y de paje un ruiseñor. Mar. Es un sueño de poesía.
Yo seguirle no podría. Jack Mi vida al verte ya peidí.
Tú lo eres todo para mí.
Mar. (suplicante, persuasiva para vencerle.)
Ten de mi pena compasión si es que me quieres de verdad. No pidas Jack, que yo te quiera, si me amas tú mi amor espera.
No puedo amarte así. Sé nob'e, al ver que conmovida estoy.
Y al renacer la primavera,
la esposa seré del c^ whoy.
¡Ten compaííión de mí!
Jack (Con hondo dolor, vencido por la súplica.)
ÍSea/pues, vete ya, vete lejos de aquí.
(los cowboy» y Muchachas que se habían retirado hacia el foro, se acercan aprobando con un rumor la nobleza de Jack.)
Un año esperaré la dicha que perdí.
Cuando la primavera
traiga flores a la pradera,
yo tu amor iré a buscar y a realizar el sueño encantador.
Recitado
Mar. (Triunfadora y alegre ) GraciaS, Jack.
JaCK Ten.,. (Ella le contiene el tuteo.) Tenga USted
mi anillo ., Si llega a pensar en mí. . con- sérvelo... (Conmovido, dominándose, grita a los cowboys.) ¡Eh, amigos! Cowboys de la mon- taña. Preparaos a dar escolta a una mujer. En marcha.
- 40 — Ketty ¿No8 vamos ya?
TOM. fcí. ¡Pero cómo nos vamos! (Por Pora, que va de
811 brazo.)
F*ANCHO Vo acompañaré a mi hermanita.
ToM. No se preocupe usted, Pancho; puede ir sola.
(Mariposa y Ketty han montado en caballos que sacan los cowboys. Jack se acerca a Mariposa.)
Mar. (Aiegie.) Jack... ¿Un año, verdad?
Jack (ron tristeza. Efecto de luna.) ¡Un añol (Se pone en
marcha lentamente la comitiva. Las muchachas les despiden agitando pañuelos de colores desde lo alto del practicable, donde refltja la luna. Mineros y cow- boys les dan escolta con los rifles al hombro. Jack vuelve al primer término apoyándose con honda amar- gura en la mesa del primer término derecha, Tomassin vá en una especie de palana uiu cómicamente montado a horcajadas. Le conducen los cuatro negros mejica- nos Se oye dentro la voz de Mariposa, que canta )
Mar. (üentro )
Yo busco un amor 3' le quiero
rendido, sincero, que sepa callar y esperar, y pueda mi afán realizar.
Jack (con sincero dolor. La luna refleja ahora en su cara.)
Yo busco mujer que me quiera,
mi vida la espera
Un día tan sólo la vi, y un ensueño de amor sentí.
(sostiene la nota valeroso, luego se deja caer sobre la mesa. Telón lento.)
FIN DEL ACTO PRIMERO
Nota. — K\ acto representado como está dura menos de una hora, pero en aquellos^ teatros donde se quiera reducir, pueden hacerse los cortes musicales marcados con una llave. Es de advertir, sin embargo, que la mú- sica que así se corta es bellísima..
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II II • li il I !| lí il II II II
ACTO SEGUNDO
Deeoracióa. La cubierta del Yacth «Mariposa», fletado por el multi- millonario Mister Harrison, de San Francisco de California, para una larga excursión con varias amigas de su hija.— En el centro del escenario el palo mayor; detrás y a ambos lados, junto a las bordas de babor y estribor, dos pasillos que conducen al resto del barco.— Sobre los camarotes, primero y segundo puente, practica ble sal primero se sube por una escalerilla con baranda, y en él se hallan colgados en los pescantes los botes salvavidas, etc. En el puente, situado encima y un poco atrás, los ventiladores, los fa nales rojo y verde de babor y estribor; la brújula, sextantes y de- más aparatos, y en el centro, el gobernalle.— Detrás se eleva la chimenea.— En la derecha del actor la borda de estribor, de la que arrancan obenques y escalerillas pira el mástil; también es- tará la entrada del barco, o sea el portón de" la escala —En la iz quierda, borda de babor menos visible, porque el barco está res pecto al público en diagonal, o sea un poco oblicuo,— Téngase en cuenta para la dirección de las rayas del suelo que han de imitar parquet de madera.— Todas las partes pintadas del barco lo han de estar en color blanco y el aspecto general ha de ser muy lujo- so.—Varillas y pasamanos de metal dorado— Al foro telón pano- rámico de un puerto y la costa.— Vaporcitos de todas clase? sur- can la bahía.- Se supone que el barco está anclado en la rada.- Es por la tarde. Intensa luz de sol. Kn escena algunas mesitas y sillas y sillones de paja.— Durante el acto anochece y al final se ilumina el barco fantásticamente, celebrándose en él una fiesta.
NOTA.— £u los teatros pequeños puede darse al Yatch otra disposición, modificando convenientemente las entradas y salidas.
— 42 —
Al levantarse el telón, los Oficiales con uniformes de diario^ (esto es, chaqueta corta y gorra), están en el puente. Cíipsy, Fanny, Betsy, Ethel, Tolly, Sary y Señoritas millouarias noiteamericanas, eu la ciibieita formando aitístico grupo: unas sentadas abanicán- dose; otras de pie contemplando ol mar, otras leyendo junto a las mesas y otras eu la barandilla de la escalera.
Ijurante el número, varios marineros con traje blanco y gorra de pompón, evolncionau saliendo del corredor de la izquierda y quedando junto a la borda de la izquierda. Luego hacen mutis,, después de la frase del capitán.
ESCENA PRIMERA
Los DICHOS
SVíúsica
Señoritas Brilla el sol y riza el mar,
bric^a perfumada,
y al pasar alza la espuma nacarada. Escuchar quiero i?u rumor, porque el mar suele hablar de amcr. Mar azul, lu sf creto nadie pudo jamás penetrar. Marínercs y Oficiales
Echa el ancla, marinero,
sin temor, que en la tierra prisionero
vive amor. Deja de bogar, bogar, bogar. Busca en la mujer placer de amar. Y si acaso traicionero
fué el amor, marinero, vuelve al mar tu ardor que allí, consuelo hallurás
y el mar es lo m^^jor
si atrás dejas las penas
que te dio el amor.
(PueCe suprimirse la segunda estrofa.)
Pasaj. Flirtear es un placer
de la travesía.
— 43 —
y al llegar lo borra todo un solo día. Dulce flirt que veloz pasó... Onda azul que en el mar se alzó. Ya mi afán, muy lejos huyó pero otras olas vendrán... Marineros y Oficiues
Echa el ancla, marinero,
sin temor, que en la tierra, prisionero,
vive amor. Deja de bogar, bogar, bogar. Busca en la mujer placer de amar. Y si aca?o traicionero
fué el amor, marineio, vuelve al mar tu ardor, que allí consuelo hallarás.
y el mar es lo mejor, si atrás dejas las penas que te dio el amor.
(Las pasajeras se van levantando y hacen mutis de escena lentamente.)
ESCENA II
DICHOS. El CAPITÁN en el segundo puente, donde aparece; baja a la cubierta
Hablado
Cap. (a los marineros.) Muchachos, vueptro amo
mister Harrison viene hacia aquí. Ha dis- puesto que haya hoy fiesta } quiere que el barco brille como un ascua de oro. (saludan- do a las muchachas.) Señoritas, (a los Ofic.ales.)
Esta tarde nos visitarán los Guardias mari- nas de la fr^ígata inglesa; vengan ustedes y les daré órdenes. •
(Mutis. Los Oficiales tras él, por el corredor derecha.)
- 44
ESCENA III
WISTER HARRISON y LORD HURLTNGHAN, por el primer puente, bajan a escena y se sientar en la mesa primer término izquierda
HUR. (caliendo con Harrison.) Le COnfieSO a USted,
amigo Harrison, que ciento ya fatiga de tanto navegar. ¡Un año embarcados!
Har. Era preci?o reparar la torpeza que cometió
UFted en Beggariale. ¡Permitir que casasen a mi hija con un cowboyl
HuR. Harrison, no fué culpa mía...
Har. Por fortuna hoy, último día de Mayo, termi-
na el plazo que dio Jack a Mariposa, y gra- cias a mi idea feliz de navegar constante- mente, no ha podido verla el cowboy.
HüR. En el mar estamos seguros de no encon-
trarle...
Har. Mañana mismo pediré el divorcio.
HüR. Ya estoy ioipacieute por celebrar con ella
nci matrimonio.
Hak. (Desdeíioso.) Pues aquí no será porque le mo-
Jesten los acreedores.
HuR. (Digno.) ¡Harrison, esa insinuación! ¿Olvida
usted que mis antepasados estuvieron en las cruzíidasi^
Har. Le^. pagaría alguien el viaje. Yo creo, lord,
que en su familia no ha babido nunca un dollar.
Hur. (Molesto.) ¡Hay en cambio quien afirma que
uííted hizo su fortuna a costa de la ruina de su socio Fletowl
Hai<. (Furioso. Levantándose y disponiéndose a subir al
primer puente.) ¡Fletow! ¡Fletcw! ¿Y quién se atreve a ocuparse de mis asuntos? ¡Fletow ha muerto y la gente nada me importal
Hur. No se enfade, amigo Harrison. Yo de-
oía....
Hap. No tolero que me hablen de ese asunto.
HüR. Pero, si yo...
Har. j basta! (Mutis corredor izquierda primer puente.)
HuR. (Aparte.) Cuar.do tanto le molesta debe ser
cierto. Pero si riño con él mis acreedores...
— 46 —
límposible! (auo.^ HarrisoQ... Si todo fué broma... Escúcheme... Yo le ruego... (muu*
tras él, suplicante.)
ESCENA IV
TIN-FÓ y rOMASÍN. El primero sale por el pasillo de la derecha, con servicio de lé, seguido de lomasln
TiN-Fó Voy a sevile este té a Miss Maliposa.
loM.^ (Llamándole.) ¡Chi>^tl
TíN-FÓ (f)eteuiéudose.) ¿H:h?
ToM. ^ ¡Chiét: ¡Oceánico!
Tjn-Fó ¿Quién me liama?
ToM. (Le coge de la trenza.) Aproxímate y escucha
l^or tu causa no vivo; por tu causa ten^^o un cunadoqueconsidera el revolvercomoartí-u lo de primera necesidad TiN-Fó Peldón.
TuM. Por tu causa estoy casado con una mujer
que de noche menos mal, porque como es tan ob.^cura no la distingo, pero en cuanta , ^ale el sol. es mi sombra. líN-Fó Diagón de los males.
ToM. Y por tu causa Ketty es la mujer de lord
Hurhnghan y yo me paso la vida consu- miendome por si consuman el matrimonio ^ i o del>ería ahogarte.
TiN.Fó No, pol Dios, que hay mucha agua. lOM. Pero he decidido lo siguiente: Toma esta
corneta, (se la da.) No pierdas de vista a Ketty ni un momento, y ei observas que alguien se aproxima a ella amoroso, sea T..r i?A ^"i^^.sea, tocas dos veces así. (lo hace.) liN-J^ó Descuida, eulopeo. En cuanto vea qne al-
g^lí^O la toca, la toco. (Toca.)
loM ¡Ay de ti, si no lo hacee! Ahora vete, espá-
rr T?A 55^?"^ triguero; vete de mi vista, ¡vete! liN-J^Ó CoJiendito. En cuanto vea que... (seña de abra- zo.) Yo... (Dos toques. Recope el servicio y hace mutis por el primer puente corredor derecha. Es de efecto repe tir el Juego un par de veces, equivocándose la última.)
lOM. (Aparte.) Me sirvirá de aviso, porque ahora,
ni como ni duermo pensando en lo que pue- da ocurrir.
— 46
ESCENA V
TOMASÍN y KETTY, por el corredor de la derecha. Trae un catale- jo abierto con el que ha estado mirando el mar y que deja sobre la mesa
Ketty
TOM.
Kettv
TOM.
Ketiy
ToM.
Ketty
ToM. Ketty ToM. Ketty
TüM.
Kevty
TüM.
Ketty
TüM.
Kptty
'J'üM.
Kftty
TüM.
Kétiy ToM.
¡Toma?ín!
(Aparte.) ¡Ella! ¡Y pensar que podía ser mi
mujer y es... mi señora!
(sentándose en la mesa primer término derecha.) Le
encuentro muy moreno. ¿Es por el aire del
mar o es que su esposa destiñe?
Ketty... Esa burla...
¿Y qué?... ¿Hay esperanza? de sucesión?
Decir eso es ofenderme. ¡No las hay!
¿No? ¡Qué pena! Yo que pensaba adoptar
alguno de sus niño-». Me han asegurado que
de blanco y negra salen...
¿A rayitas?
jNo. Taljleros de ajedrez.
(con intención.) ¿Y UStedeS?
El lord me desdeña Un par inglés no pue- de aceptar a una señorita de compañía. Le está a Ubted bien empleado que la des- precie, porque milord la desprecia a usted. Injustamente.
¡Eso, nol Si le pone usted en berlina, milord está en su punto.
El dice que no desciende hasta mi amor. E! no descenderá, pero la rttra noche le sor- }irendi en la escalera de su camarote de usted y si no es por mí... ¡vaya si des- ciende!
Lo que hace conmigo no tiene nombre. (Alarmado ) ¿Pero ha hfecho algo?
(Comprendiendo.) ¡No!
Pues si no ha he-ho nada, ha hecho bien. Todo tiene arreglo. í?e divorciar>i usted, me divorciaré yo .. v luego... a s^r felic> s, a adó- rame s, a vivir el uno para el otio. (cogiéndo- la una mano amoroso y llevándola a primer término izquierda. Se oyen dos toques de la corneta.) ¿EhV... ¿Qué es eso? Que tocan, porque... tocan. (Apasionado ) ;Ket-
- 47 —
tyl Yo no puedo seguir sufriendo así. Es us- ted mi tormento, mi amargura, mi... (vuelve
a cogerle la mano. Dos toques de corneta.)
ESCENA VI
DICHOS, PANCHO y PURA por el corredor de la derecha
Pancho (Furioso el verles.) ¡ \lírate aquel sinsonte^ her- manita, enamorando a otra, (coge ei catalejo
que dejó Ketty abierto sobre la mesa, se acerca a To- maeía y le da un golpe en el pecho. El catalejo se
cierra) ¡Cuña'Jo iiifiel, totiiad por eonso! ToM. ¡Ay, Dios mío, que me ha atravesadol (Toca
a ver si le sale por la espalda.)
Pancho Si faltáis a mi hermanita os perjudico de
un bal a so. ToM . Pero si es que saludaba a esta señora. ¿Tam
poco voy a poder tener educación? Ketiy Tomasín me explicaba cómo piensa hacerle
el amor a sn esposa. ToM. Por eso me había puesto de rodillas. (Aparte.)
Porque decir eso merece un castigo. Pí'PA Es un coqueto.
Ketty (a Pura.) /,Le costará trabajo dominarle? ToM. 8e ve negra, la pobre.
KitTiY Ya no hay maridos fieles. Pancho Este lo será. Yo no admito traisiones. En
caso de adulterio, si el culpable es él, le
mato. ToM. ¡Hombre, no, Pancho! ¡Qué disparate!
Ke-tiy ¿y si la infiel es ella'? *loM. (Aparte, a Ketty.) ¿Ella? No hay cuidado.
Pancho Si es ella, la divido. ToM. ;Ah! ¿i'e modo que si ella... me... Bueno,
me... etjétera... Usted la... etcétera... (Aparte.)
Pues es un medio de verme libre. Escribo
cartas amorosas con nombres supuestos y...
¡Ya está! Pancho Bueno, sinsonte, acompañe a mi hermmita
que está desesperada por su abandono. ¡Pa-
lasán! ToM. Pero si yo...
Pancho Haga lo que le digo o le doy un cate y le tiro
al agua.
— 48 —
ToM. Agua... cate.. ¡Qué americano es todo eetof
Pura Anda, llévame a ver la popa.
TuM. La popa... Anda, mascarón. (Mutis Pura, Toma-
6iu y Paucho por el corredor de la derecha.)
ESCENA Vil
KETTY y LORD HURLINGHAN, por la izquierda. Después TOMA- SlN por la derecha. Al final MAkiNERO 1.° y CUATRO MARINE- RO?, por la izquierda
Ketty Pobre Tomasín, le compadezco con una ne- gra tan fea.
HuR. (Saliendo.) Kttty, he ordenado que nos sirvaii
aquí JHiez y un refresco.
Keiiy Mu}^ bifn. Pues mientras lo traen, escuche* me lo que tengo que decirle.
HuR. Con mucho gusto.
Ketiy ¿Cómo rae encuentra usted?
HuR. Kncantadora.
Keity ^:Cómo Fon mis ojos?
HuR. Una perdición.
Ketiv ¿y mi boca?
HuB. Bocatto di Cardinali.
Ketiy ¿Entonces por qué se niega usted a confir* mar nuestro matrimonio?
HuR. ¡Oh, Ketty! Yo soy noble. Desciendo de re-
ves y de duque5. Y a pesar de todo, cuando contt^mplo sus encantos, flaquea mi volun- tad, arden mis sienes y mi corazón toca a
rebato, toca a gloria, toca... (se ha acercado, va a besarle la mano. Suenan dentro los dos toques de
corneta.) ¡Caramba! ¿Ha oido usted? Ketty Parece la corneta de la maniobra. Siga us
ted, milord. HuR. (Acercándose de nuevo.) Decía, que mi corazón,
al verla, toca... (Nuevos toques de corneta, dentro.)
(¡lis ])articular! ¡Parece que suena cuando me aproximo!) (se acerca de nuevo.) Y créame- uf'ted, Ketty, en estos instantes ir.e haría falta...
To.I. (saliendo por la derecha con bandeja, vasos, botella,
copa de jerez y botella de gaseosa o sifón. Grita al
verlos.) ¡El refresco! Se lo he quitado al mozo para traerlo yo.
— 49 —
HUR. TOM.
Keity
ToM.
Ketty ToM. HuR. ToM.
HuR,
TOM.
HüR.
ToM.
HuR. ToM.
HuR. ToM.
HuR.
Ketty
TOM.
Gracias, Tcmasin. (a Ketty.) ¿Tiene usted ]a bondad de sentarse? ÍSirva usied a Ketty. (con retintín.) ¿La sirvo O no la sirvo?
Ueted verá... (Seutáudose en la mesa primer tér- mino derecha )
(sirviendo. Con intención.) Jerez viejo. Creo que
a Ubted le gusta el viejo. (Por Hurlinghan.)
¡Claro que sí!
(ai lord ) ¿Y usted qué quiere, viejof -
Un refresco a la americana.
(Deja la bandeja en una mesita y se vuelve de espal. das para descorchar la soda, entre las rodillas. En este momento, sin que ni el lord ni Ketty se hayan movi- do, suenan dentro los dos toques de corneta. Tomasln se vuelve rápidamente y les mira severo.) ¿Qué ha
tocado?
No eé, una corneta.
(se vuelve de nuevo para descorchar. Suenan otra vez los dos toques de corneta. Tomasln se vuelve furioso, botella en mano, y con la rapidez del giro, vierte sobre el lord la soda de la botella. «Puede hacerse con una botella llena de arena fina.») ¿Eh? (Levantándose y sacudiéndose.) ¿Pero qué hace Us- ted, Tomasín?
(Furioso. Sirviendo en el vaso.) Servirle lo que ha pedido: un refresco a la americana. Líame al mozo y lo hará mejor.
Bien, pero... (Medio mutis. Suena la corneta. Se vuelve rápido. Vuelve al medio rautis; suena de nuevo la corneta. Entre tanto por el corredor de la Izquierda asoman Marinero 1. con una corneta y cuatro Mari- neros, que a cada toque tiran a la vez de un cable.
Aparte ) ¡Ese Tin-Fó se ha vuelto loco! (Se
vuelve y repara en los marineros.) ¡Ahí ¡VamOS!
¡Eran estos! Podían haberelegido otro toque. De todos modos alejaré al lord. Quien qui- ta la ocasión con Ketty, quita el peligro. (Alto ) Lord, se me olvidó decirle que mister Harrison le aguarda. ¿Y se lo calla usted, Temasín? Creo que desea decirle una cosh. ¿Sí? I Voy! (a Ketty.) Ketty, Harrison desea decirme una cosa...
Vaya usted. (Mutis el lord por primer puente iz- quierda.)
(Aparte a Ketty.) ¡Es usted ui^a coqueta! Cada
— ñO —
vez que la veo hablar con alguno me da el corazón un bote...
Mar. 1." (Desde el seg'iudo puente derecha.) ¡Bote a estri-
bor, capitán! ¡Un bote a ettribor!
ESCENA VIII
KETi;y, TOMASIN, SEÑORITAS, OFICIALES y GUARDIAS MARINAS
Muchachrs jiSvetes. Trajes de guardia marina inglés, chaqueta azul,
gorra de ).!.:rino, blancn; pautalón y guante, blancop. Si la escasez
<:t personal obligase a ello, pueden 5-er muchachas
KeTT\ (Asomándose a la borda de estribor derech-í.) ¡Son
Jos Gunrdias Marinas que están invitados a la fi(-!?ta. (Agita su pañuelo.; Tomasín, avise us- ted a mis amigas.
ToM. (ai ver sa entusiasmo.) |EstO SÓlo me faltaba!
(Hace mutis por el corredor de la izquierda.) KeTTY (Volviendo a asomarse a la borda.) ¡Qué gailardosl
¡Qué jovencitos! ¡Hay que hacerles los ho- noiesl
ToM. (saliendo, seguido de laa Señoritas, por el corredor de
la izquierda.) Señoritas, vengan ustedes, que hay visita de cumj lido.
(rodos se asoman a la borda de le dercchii.)
Dolí y ]Qué elegantes!
ToM. (Aparte ) Voy a ver si despierto la rivalidad de
los oñciales y me ayudan. (Mutis primer puente.)
Guardias Marinas. (Dentro ) ¡Ah del buque! Señoritas. Aquí es-peramos.
(Entran en escena por el portón de la derecha los Guardias Marinas formados. Saludan.)
ESCENA IX
KETTY, TOMASIN, MUCHACHAS, GUARDIAS MARINAS y OFI- CIALES
Mlúsica
ToM. (Bajando a escena seguido de los Oficiales mientras
van entrando por el portón de U borda derecha, los Guardias Marinas, a quienes reciben con efu:>iva corte- sía Ketty y las Muchachas.)
— 51 —
Salvemos el momento peligroso.
Hay que disimular y no dejar que se hagan aquí el oso, .
que es lo que va a pasar. Acerqúense, fingiendo cortesía
y haciéndoles honor, porque si no, nos dejan en un día
sin novia y sin amor.
Guardias Marinas, (a las Muchachas y Ketty. cada uno a una.)
Sois un bibelot gentil una rosa fresca del mes de Abril.
Oficiales y ToMaSIN. (Acercándose a saludar a los Guardias Marinas con gran cortesía, pero aprovechando para separarles de las muchachas.)
Yo celebraré que todo el barco vea usted.
Ketty y Muchachas, (comprenden el juego y se acercan nuevamente a los Guardias Marinas.)
Yo le puedo acompañar. Guardias Marinas.
Y yo me honro mucho con aceptar. Ketty y Muchachas.
Venga pues.
Guardias Marinas. (Lcs ofrecen el brazo. EUas se apoyan en él.)
A sus pies.
Oficiales y ToMASÍN. (Desesperados.)
¡Hoy nos sale todo al revés!
(Evolución caprichosa.) Ketty (a ios Guardias Marinas y Muchachas.)
Guardia Marina— conquistador, no me has de vencer nunca con tu amor. Si embarcado vas— y tardas más de un mes te encontrarás — dos novios o tres. Todas Guardia Marina— conquistador,
no me has de vencer nunca con tu amor si embarcado vas— y tardas más de un mes te encontrarás— dos novios o tres.
(Muchachas y Ketty, cogidas del brazo de los Guardias Marinas, hacen mutis por el corredor de la izquierda.) Oficiales (Eh escena, desesperados al verles.)
Será preciso hacer algo sonada para impedir el flirt. ToM. Debéis estar cosidos a su lado.
No les dejéis vivir.
— 62 —
Oficiales El dúo así convierto en un terceto
y nada hay que temer. TüM. Y si queréis que guarden más respeto
¡que hablen con mi mujer! Guardias Marinas y Mcchachas. (Dentro.)
Los Guardias Marinas son fieles y constantes en tU pasión.
(ai oir la voz Tomasín y Oficiales escuchan dejándose caer eobre la pierna izquierda como en uu fondo de esgrima y llevándose la mano a la oreja; luego hacen mutis con grandes zancadas por la izquierda. Entonces aparecen los Guardias Marinas con las muchachas eu lo alto del puente.)
Ketty y Muchachas.
Y si no me es fiel ha de sentirlo más por él. Guardias Marinas.
Navegando el ancho mar no se ven muchachas que enamorar. Ketiy y Muchachas.
Sí, señor. Guardias Marinas.
El amor. Ellas Eq el mar debe ser mejor.
Ellob En el mar es mucho mejor.
(Xomasln y Oficiales salen como hicieron mutis, por el corredor de la derecha, creyendo que loi otros «^aii delante y vuelven a hacer mutis por el pasillo de la izquierda. Cuando han pasado. Guardias Marinas y Muchachas bajan a escena.)
Guardia Marina — conquistador, no me has de vencer nunca con tu amor. Si embarcado vas — y tardas más de un mes encontrarás — dos novios o tres.
(Evolución final. Para el mutis forman con unos remos que hay en la cubierta y las sombrillas de ellas una artística figura, que puede ser uua lancha o un carrc. Mutis general. Cuídese este efecto.)
— 53 ~
ESCENA X
CAPITÁN, seguido de Marineros, Maquinistas y Grumetes (1) por la
izquierda. HARRI80N con JIM-BELL por la derecha. Entre loi Ma
quinistas JACK con la gorra encasquetada
Hablado
Cap {Alto! (ordenando. La tripulación obedece.)
Har. Capitán. Hoy estoy contento. Que disparen
f-eis cañonazos al comenzar la fiesta.
C^p. Mister, se hará.
Har. He convocado a la tripulación porque quie
ro dar gracias a todos. Un año hace que na- vegamos a bordo de mi yot para evitar que un hombre pueda acercarse a mi hija. Hoy termina el plazo y celebraremos una gran fiesta. A cada uno de los tripulantes se le darán cinco dollars.
Cap. ¿También a los maquinistas?
Har. También.
Cap. \ a lo habéis oído. Recibiréis cinco dollars
como los demás.
Jack (Adelantándose.) Demasiado para propina;
poco para dote. (Se quita la gorra.)
Har. ¿Qué dices tú?
Jim (lb ve y le reconoce, echándose a temblar.) Mister...
Va... vamonos. W... venga usted... Har. ¿Qué le ocurre, señor Jim?
Jim Que ese hombre... es Jack.
Har. ¿Jack? ¿Tú, Jack?
Jack Hoy es 31 de Mayo. Vengo a cumplir mi
palabra. Har. ¿Cómo está este hombre a bordo? (ai capitán.)
C^p. Hace seis meses en las máquinas.
Har. Nunca le vi.
C*p Suben poco a cubierta.
Har. ¡Es Jackl Todo está perdido... Todo ha sido
inútil. J'CK ¿Dónde está Mariposa?
Har. No está. No estará nunca para ti.
Jack ¿Por qué no? Es mi mujer.
(l) Maquinistas y Grumetes pueden ser comparsas.
— 54 —
Har. ¡Basta! (a ios otros.) En cuanto a vosotros, yo
os ofrecí cinco dollars por el éxito; puesto que este hombre ha venido, renuncio adaros gratificación.
Jack So tenaáis, camaradas. Ahí va mi sueldo de
seis mese?; Capitán, repártalo entre todos,
(Le entrega cartera con dinero.)
Mar. 1.0 ¡Viva Jack! Todos ¡Viva!
Har. ¡Silencio! Capitán, que se retire la tripula-
ción. Cap En marcha, (iiutia izquierda.)
ESCENA XI
HARKISON. Luego TOMASIN y HURLINGHAN
Har. Huíamos de ese hombre y estaba entre nos-
otros... ¡Todo ha sido inútil!
HUR. (saliendo por la derecha.) ¿Se paSÓ Va el enfado?
Hap . (con mal humor.) ¡Déjeme en paz!
ToM. (Aparte a Huriinghan.) Está como para dar un
cheque.
Har. ¿Ustedes saben' lo que nos amenaza?
Hur. No.
Hah . ¡Jack, el cowboy, está aquí!
ToM. Habrá venido volando.
Har. Hace seis meses que huímos de él, lleván-
dole a bordo.
Hur. Querrá dinero.
(Aparece Jack por la derecha.)
Har. Quiere a mi hija. Se la llevará por la fuerza.
Hur . ¡Eso no!
ToM. ¡Claro que no! Soy capaz de una bofetada,
de enviarle volando a Beggardal^^.
ESCENA XII
DICHOS y JACK que ha oído
Jack (a Xomasín.) ¿Quién va a volar? (cociéndole de la
americana.)
ToM. (Azorado ) Las golondrinas... Los gorriones...
Jalk ¿y es a una golondrina a la que piensa us-
'- 66 ~
ted dar una bofetada; Porque puede resul- tar un león. ToM. No se ponga usted zoolósico.
HaR. (Entero, pasando al centro.) Oiga, Jack. Usted 68
un honibre razonable...
Jack (¡Qué desea de mí?
H^R. Si usted me firma un papel comprometién-
dose a aceptar el divorcio, yo le entrego cien mil dollars.
Jack Guárdese su dinero. Yo quiero a Mari-
posa.
HuR. (Aparte.) Es uu verdadero cowboy.
ToM . (Aparte a Harrison y Hurlinghan.) DéjeniQele E
mí. Yo le convenzo en seguida.
Har . Imposible.
ToM ¿Que no? En cuanto le diga dos palabras...
¡Tan amigos! Me echa los brazos al cuello, y todo arreglado, (a jack) Jack. Un momento,
haoja el favor. (Le lleva aparte y le dice con mucho
miedo.) Voy a hablarle como amigo. Usted, un muchacho joven, ¿para qué quiere usted casarse, vamos a ver?
Jack (Burlón.) Por motivos de salad.
ToM. Pues si viera usted que e-ta familia Harri-
son no es nada sana. Además... ¿Usted no conoce la historia de Mariposa?
Jack No.
ToM. ¡Es horrible! Empezó de camarera.
Jack (Burlón ) ¿Sí?
ToM . Luego se hizo chántense, (pronuncíese t&l como
está escrito.)
Jack (Reprimiéndose.) Si...
ToM. Dansense,
Jack Ya...
TvM. Y por último viciouse.
Jack ¿Cómo?
TjM. ^.No comprende usted? Se escapó con un
hijo de familia... (Marcándolo mas.) Con Un
hijo de familia... (Aparte.) (No le hace efecto.) (a]io.) Luego con el padre. (Aparte.) (Tampo- co.) (Alto.) Luego con un mariiso. (Aparte.) (Menos.) (auo.) Y luego con un submarino, U-26, ü 27, ü-28, no recuerdo bien. Le gus- tó el capitán y...
Jack (Le echa las manos al cuello fuera de sí.) Si nO te
callas, te ahogo, miserable.
— 66 — ToM. ¡Jack, Jackl ¡Corbatas, no! (¡Caray con él!)
(^Vuelve al lado de loa otros)
HuR. ¿Qué ha pasado, Tomafeín?
ToM, Lo que yo decía, que me ha echado los bra-
zos» al cuello.
Har. ¿Ha conseguido usted algo?
ToM. Va a tener que convencerle Fanchito Méndez,
porque yo como no me hagan un seguro...
HuR . Se juega usted algo a que yo...
ToM . Miíord, no sea usted tonto, que se juega usted
la cabeza.
Har. (Decidido.) Yo le hablaré, (a Jack, enérgico.)
Jack, mi hija es lo que más quiero. Soy
hombre acostumbrado a que se respete mi
voluntad. Jack ¡Misterl...
Har. Está utted en mi barco, y no le permito que
siga aquí ni un momento. Jack Pero Mariposa...
Har. Mi hija no será nunca mujer más que de un
caballero. Jack Yo...
Har. jüsted no lo es! Salga de aquí, sin excusa,
al instante. J4CK (Dominándose.) Obedezco... por ella.
Har. ¡Saloma usted!
ToM. (Fiero.) ¡Salga ustedl
Jack (se vnelve y le mirp.) ¿CÓmO?
ToM . (Trocando su fiereza en sonrisa, dice amable.) Salsa...
si gusta. Por aquí, . Cuidado con el escalón. Jack Me echa usted, mister Harrison, pero... no
lo olvide; todo cuanto haga, será inútil. (Hace mutis por el portón de la borda de estribor, derecha.)
ESCENA Xíll
TOMASIN, H\RR180N y HÜRLINGHAN. Eu seguida MARIPOSA HuR. (Viéndole. Contentísimo.) Se Va. . Se Va... ¡Se fué
ToM. Pero me parece que ¡leva billete de vuelta.
Mar. (saliendo por el primer puente izquierda.) ¿Qlé OCU-
rreV Oi ^ritos... H^R. Hija mía; Jack estaba en el barco.
Mar . (Entre extrañada y alegre.") ¿Jack aqUÍ? ¿En el yotf
Har. Pero no temas; acabo de arrojarle de él. No
volverá a molestarte. Vamos, Hurlioghan.
(Mutis con Hurlinghan izquierda.) TOM. (Acercándose a Mariposa.) Le advíertO a UStcd
que yo creo que vuelve. (muUs.)
ESCENA XIV
MARIPOSA, a poco JACK
Mar. Cumplió su promesa... No me ha olvidado.
JaCK (Asomando por el portón.) MaripOSa.
Mar. Jack... ¿Cómo? ¿Usted aquíV
-Jack Hoy es el último día de Mayo. Vengo a cum-
plir mi promesa.
Mar ¿Qué quiere usted de mí?
Jack Llevarte a mis montañas.
Mar. (con energía.) ¿Y SÍ me negase a seguir a un
hombre que se ha valido de una traición para hacerme su mujer?
Jack Mi cariño te rendiría. Toda mi voluntad te
desea... Nadie te ha amado como Jack. (Ha
subido dos escalones y se inclina sobre la barandilla.)
Mar. ¡Jack! ¡Un cowboy, un desdichado, un vaga-
bundo que destruye la felicidad de una mu- jer... tal vez solo por su dinero!
Jack ¡No, Mariposa! No necesito el dinero de tu
padre. ¡Eres tú, sólo tú!
Mar ¿y no pregunta usted si le quiero, si podré
quererle un día?
Jack Lo sé ya.
Mar. ¡Sí! Sabe usted que le odio, porque ha des-
trozado mi vida, porque no tiene usted com- pasión de mí.
Jack (Mirándola largo rato a los ojos, con emoción. Maripo-
sa le mira vagamente.) Yo 80y Un pobre COWboy,
un desdichado, un vagabundo... Tú la reina de la moda que brilla en sociedad... Y sin embargo, Mariposa, a pesar de que temes ncii cariño, me quieres. ¡Ya ves si es capri- choso el amor! Mar. ¿y qué prueba lo oue usted dice? (subyugada.
El la CJge una mano. Ella cede vencida.)
Jack Mi anillo... Aún le conservas... No te has
olvidado de mí.
— 68 —
Cantado
I
Mar. Mayo floreció, rosas nos brindó
con su primavera. Jack ¡Qué alegre es vivirl
¡í¿í, el amor llegó
a quien le espera! Mar. Tocio en flor está,
y nos mecerá
perfumarla brisa.
Todo tiene color rosa... Jack Es tu cara. Mariposa.
Yo sufrí... y e?perand(j nuestro amor viví. Mar. Ven pronto liacia mis brazos, ven,
no me dt- jes ya más.
Mi único apoyo tú serás
en erte despertar de flores.
No sufras más por mi querer,
la pena se alejó.
Hoy mi alma entera de mujer
su sueño realizó.
II
•Tacíc Acabó el dolor y nació el amor
que nos da alegría. Mar. Despertó el amor y alejó el dolor
con su poe-ía. Jack Primavera fué quien te trajo a mí
al nacer las flores. Tu mirar retrata al cielo... Mak. Es que amor descorre el velo...
V'o t^ufrí... al vivir soñando siempre en ti. Jack Ven pronto hacia mis brazos, ven,
no te alejes ya más.
Mi hada divina tú serás
en este despertar de amores.
No sufro más por tu querer,
la pena ya pasó.
Hoy cuanto pude padecer
al verte se alejó.
- 69 --
Recitado
(La orquesta repite el motivo del dúo del primer acto )
Jack Ahora... adiós.
Mar. ¿Te vas?
Jack Para volver.
Mar Imposible. No te dejarán.
Jack ¡Sí! Hasta pronto, Mariposa.
Cantado
Los DOS Sus b°8os con tal de sentir
no nae importa después morir.
(jack ha hecho rantis por la borda de la derecha. Ma- riposa ha subido al primer puente y hace mutis con la nota fiual.)
ESCENA XVI
HÜRLINGHAN y KETTY, por la derecha. El de frac, ella de soirée
Hablado
HuR. Venga usted por aquí, Ketty.
Ketíy ¿Pero, lord, está usted seguro de que va a celebrarle la fiesta?
HuR. Harrison es hombre de palabra. Lo del cow-
boy fué un incidente ya resuelto. Le echamos de aquí de mala manera...
Kettv ¿y Tomasín?
HüR. Desesperado, buscando algún medio de des-
hacerse de su esposa.
Ketty ¡Pobreciilol Tiene razón. Eso no fué un ca- samiento, sino un luto riguroso.
ESCENA XVII
DICHOS y TOMASIN, por la izquierda. Viene loco de alegría
ToM. ¡Ketty! ¡Lord! ¡Un abrazo! ¡Dos abrazos!:
¡Acabo de comprobarlo! Soy feliz. Ketíy ¿Qué le ocurre?
— 60
TOM. HUR.
ToM.
Ketty
ToM. Ketty
TuM.
HuR. Ketty
¡Que mi mujer me la pega! ¡Que me engaña! ¡Qué alegría! ¿Y quien ee el héroe?
Un fogonero. Les acabo de sorprender abra- zándose en las carboneras. Pancho también los ha vi^to. ¿Y qué decía? ¡Palásan!
Claro, pensaba en darles una paliza. Seré dichoso. Me divorciaré, se divorciarán ustedes, nos casaremos Ketty y yo. Ko hay nada como la luna de miel. El matrimonio es nuestro porvenir.
Música I Recibir la bendición... |
|
Ketty |
|
HuR. |
y decir «amén». |
ToM. |
que lo pasen todos bien. |
Kktty |
Y con precipitación... |
HUR. |
ir en auto al tren, |
ToM. |
y en dos saltos al andén. |
HuR. |
Luego allí, montar |
ToM. |
pn SlepÍ!)g-cars. |
Ketty |
Y de agujas al salir |
TOM. |
dar un beso a la mujer. |
Huk. |
Si es que puede ser. |
Los THÉS |
^^o hay más que decir: |
Ketty |
Cásese. |
ToM . |
Con una negra nunca. |
HuR. |
Cásese. |
Ketty |
Sin vacilación. |
HuR. |
Sin discusión. |
Kétty |
Se lo aconsejaré. |
Cásese. |
|
HlIR. |
Que el matrimonio ser feliz le hará, |
Ketty |
Y junto a su espofa |
todo rosa |
|
le parecerá. |
|
ToM. |
No, señor. |
Con una negra cambia de color. |
|
Me da en la nariz |
|
que así el amor |
|
no me ha de hacer feliz. |
«. 61 -^
Los TRE3 Matrimonio encantador,
ya te realicé. De la vida es lo mejor, que jamás soñé. Si ha sentido amor al punto cásese.
II
KeT J Y |
Pero un año ya pasó. |
HüP. |
El amor murió. |
TOM. |
La ilusión se terminó. |
Ket.y |
Y la luna era de miei. |
HUK, |
Pero entre ella y él |
ToM. |
ya la luna se eclipsó. |
Ketty |
Y ahora a regañar. |
HUR. |
Luego a disfrutar, |
ToM. |
y al final a divorciar. |
KblTTY |
Y aquel lazo que ató Dios |
por culpa de dos... |
|
Los TRES |
86 ha de desatar. |
Ketty |
Cásese. |
Los DOS |
Verá usted co?a buena. |
Ket ; Y |
Cáseee. |
Porque ha de sufrir |
|
y ha de vivir |
|
traiada con el pie. |
|
Los DOS |
Cásese. |
KSTTY |
Y al matrimonio |
ha de tener horror. |
|
Los DOS |
Pues será su espasa |
vanidosa |
|
0 algo que es peor. |
|
Ketty |
Ya verá |
si su marido se la pegará. |
|
Los DOS |
0 al revés, peor |
y aterrador |
|
el drama estallará. |
|
Los TRES |
Matrimonio por amor |
realizar soñé, y ahora ya me causa horror porque me casé. ¡Piénselo mejor y no se case usted!
(orquesta sola. Evolucióa cómica y mutis por el corre- dor de la izquierda.)
— 62 -
ESCENA ULTIMA
MARIPOSA, El CAPITÁN, SEÑORITAS y GUARDIAS MARINAS por parejas. KETTY, OFICIALES y eucesivamente todos los perso- najes ilel acto
Hablado
Caf. (Por la derecha.) Miss Mariposa, ¿puede co-
menzar la fiesia? Mar. ¡Oh, eí: Hoy es día de eetar todos alegres.
(Mutis Capitán al segundo puente. Da una orden con el silbato de señales. Se ha hecho de noche. Ilumina- ción fantástica en todo el bsrco.)
DcLLV (a Mariposa) Amiga mía, mi enhorabuena...
Fanny Mi felicitación...
Kthel Es una verdadera novela.
KeTTY (Del brazo de un Guardia Marina.) Hoy eStOy de-
. cidida a no perder ni un número. Concedo a usted mi vais número veintitrés.
Música
Mar. (a las muchachas que la rodean.)
Gracias os doy. Viéndoos aquí
soy muy feliz hoy. Al fin olvido mi pena.
KeTTY (Rodeada de Oficiales y Guardias Marinas.)
Yo bailaré y al terminar
quiero t(jmar te, port^ue me asusta la cena.
Mar. (Va al lado de Kctty.)
Frcnto vendrá Jack, y en sus brazos oiré la canción de su pasión.
KeTTY (a Mariposa.)
Olvídale ya que su amor sueño fué y él también te olvidará.
Mar. ;0h!... Si Jack viniese
yo con él bailaré.
XvTTY Ya lo sé,
mas no vendrá,
que tu padre lo prohibió.
— 63 -^
Mar. Hoy vendrá Jack aquí.
Audaz es y lo hará por mí. Kettv Audaz es y lo hará por ti.
Muchachas i (Bailan por parejas.)
Oficiales i Suena anrioroso
con su ritmo de besos el vals
encantador. Sobre las olas plateado fulgor tiene la luz de la luna.
Fiesta de amores misteriosa y extraña emoción
le pre>ta el mar.
Entre risas y flores
yo quisiera bailar
y ver el día llegar...
(Han ido entrando Oficiales de Marina, el jefe de la Comandancia y su j^yudante. El Capitán les recibe y saluda en el primer puente. Las parejas dejan de bai- lar al entrar Jack por el portón de la derecha ) Jack (Elegantemente vestido de frac, aire distinguido y fd-
ciies maneras.) Muy buenas noches... A los pies de u.-tedes, señoritas. Ketty Si parece otro.
JaCK (Cantado.)
Perdonen tcdos, me he retrasado, pero es que a tiempo no fui avisado.
(Basándole la mano.)
Miss Mariposa.
Mar. (Aparte.)
Así en mis sueños yo le vi. Mis ilusiones conseguí. Jack (a todos.)
Despierto del sueño
de mi soledad.
Contadme noticias
de gran sociedad.
(Le rodean Muchachas, Oficiales, etc., y cantan.)
Ellas El tennis sigue igual.
La moda es el sport. Ellos Las jacas inglesas
son preferidas. Ellas Mister French y la hija de Morgan
en Septiembre se casarán. Ellos Tenemos en New York
un nuevo boxeador.
— 6* - .
Le aplauden las damas
más distinguidas. Ellas Rosevelt se hace ahora aviador.
Ellos Y Caruso es nue-tro tenor.
Jack Yo vuelvo de la pradera.
Mar. y ansioso mi amor te espera.
KkTTY (Aparte.)
¡Qué extraña transformación! Todos Tiene maneras y distinción.
Unos a otros (Aparte.)
Yo quiero recordar.
¿Quién puede ser? ¡Es Fletowl Jack El mundo recorrí,
las modas olvidé.
Decidme si falto
a la etiqueta. Yo sabré con gran aplicación imitar vuestra distinción.
Tres años solo allí
luchando yo pasé
y no he de contaros
mi vida inquieta, pues volví, del sueño desperté y las modas recordaré.
Mar. (Aparte.)
Mi sueño se ha realizado.
KeTI y (Aparte.)
Hoy viene domesticado. Jack Ansioso estoy de bailar.
Todos Ya nuestra fiesta
debe empezar.
(Se disponen a bailar por parejas Jack ofrece el brazo a Mariposa. Los demás bailan. Quedan en primer tér- imino Jack y Mariposa. Ella cauta )
Mar. Un tiempo te temía
huyéndote asustada. Un tiempo tuve miedo de tu amor.
No sé lo que veía
brillar en tu mirada que me faltaba todo mi valor.
Pero ahora ante tus ojos
se acaban mis temorep, porque acariciadores al mirar
un dulce amor imploran
y dicen que me adoran,
— 66 ^
y al verlos puedo yo soñar y amando nunca despertar.
JaCK (Apasionado. Bailan.)
Ven a mí — sin temor, dulce amor.
Mucho tiempo te aguardé
y adorarte yo sabré. Los DOS Llega ya
la divina emoción.
Luz de ensueño brillará
en nuestro corazón. Todos Ven a mí — sin temor,
dulce amor.
Mucho tiempo te aguardé
y adorarte yo sabré. Los DOS Llega ya
la divina emoción.
Luz de ensueño brillará
en nuestro corazón.
(Aparecen en el primer puente, bajando en seguida a escena, Harrison, Jim-Bell y Hurlinghan. Las párela» dejan de bailar al oir al primero.)
Recitado
Har. Un momento, (a jack.) Acaba de decirme
quien te conoce que eres Jack Fletow.
Jim y como el acta de tu boda está extendida
con nombre supuesto, es nula.
Jack ¡Bandido! (a Jim. Amenazador. Le contienen.)
Mar. ¿Jack, es cierto lo que diceu?
Jack 8í. Lo es. Soy el hijo de Fletow. (a Harrison.)
El hombre a quien robaste su fortuna, Ha- rrison.
Har. ¡Mientes!
Jack ¡No! x^l morir mi padre, arruinado y venci-
do, huí a las praderas y allí me llevó la ca- sualidad una venganza: Tu hija.
Har. No te la llevarás. No tienes der<^cho.
Jack Tengo su amor. Me seguirá. ¿No es cierto,
Mariposa?... (Mariposa calla.) ¿CÓmO? ¿No COn-
testas?
Mar. (Dominada por la amargura.) Tu amor era SÓlo
una venganza. ¡Me has mentido, Jack!
- ee —
Cantado
JaCK (Con gran emoción y ternura.)
No fué por venganza el sentir amor.
Te juro que nunca mentí.
Te amé con un loco ardor
y ahora diera por ti
cien vidas que tuviera. Todos No fué por venganza el sentir amor,
que Jack es un hombre de honor. Jack Pasado feliz. . No... te olvidaré.
Todos Dichosos podéis aun ser.
KeTTY (Acercándose a Mariposa. Los demás «e reúnen co-
mentando.)
Quiérele, hazme caso sólo a mí. Su amor sincero yo advertí. Quiérele, cuanto dic-e es la verdad, o perderás la felicidad.
Muchachas (ídem a Mariposa.)
Quiérele, porque es un muchacho chic. Su amor sincero yo advertí.
Recitado
Jack Mariposa... ¿Qué contestas? (con ansiedad.)
Har. ( ^ Mariposa.) Yo puedo demostrar que su acu-
sación es falsa, v lo probaré.
Mar. (con decisión.) ¡Sea! (a su padre.) Si logras pro-
barlo, no mn caparé jamáe con este hombre.
Jack (suplicante.) ¡Mariposa!
Mar. Olvide cuento le he dicho. Por venganza me
amó usted; por venganza dejo yo de que- rerle.
Cantado
Jack Entonces era
todo fingido, y a mi pradera vuelvo vencido.
(Con gran pena.)
Vuelvo a sufrir...
— 67 —
Vuelvo a luchar... Aquel amor voy a recordar.
(A los otros con sarcasmo y reprimiendo bq dolor.)
Contad esta historia de lo que sufrí. ¡Con risas y burlas véngaos de mí!
Contad que una mujer,
modelo de candor,
a un hombre sincero
mintió su amor.
Locura fué, fiar en su bondad
y soñar la felicidad.
La hermosa se buríó
de aquel amor cruel. Coqueta no tuvo piedad para él. Hablad, reid, burlaos sin cesar de un pobre hombre que quiso amar.
(Con sincero doloi.)
No importa si fué mi vida, si el alma me llevo herida... ¡La historia desmenuzad entre los cuentos de sociedad!
(sostiene la nota brillantemente. Mutis. Sale por el portón de la derecha. Le sigue un marinero. Mariposa va a detenerle con un ademán, pero cae sollozando en brazos de Harrison. Las muchachas se colocan en fila en el centro de la escena. Los Guardias marinas se acercan a las muchachas y les cantan pianísimo, al oído.)
Música
GüAPDiAS Marinas
Guardia Marina— conquistador
yo no he de creer nada de tu amor,
ei embarcado vas — y tardas más de un mes
te encontrarás — dos novios o tres.
Hablado
(Pausa. Harrison grita desde el primer puente.)
Har. ¡Señores! ¡Siga la fiesta!
— 68 —
(Fuerte en la orquesta. Los d^ escena bailan animada- mente. En el puente los marineros sostienen farolas fantásticas. Cada una de .ellas es una letra y en las echo seguidas se lee «Mariposa». Efecto de luz en el barco empavesado de farolillos de colores. Fuerte en la orquesta. Telen.)
FIN DEL ACTO SKGDNDO
ACTO TERCERO
DecorAción: Saloncito muy lujoso eu el palacio del millonario Mis- ter Harrison, en San Francisco de California. Dos puertas latera- les, practicables a derecha e izquierda. Al foro, en diagonal, am- plia cristalería de gasa transparente, con ricos stores de encaje, algunos de ellos levantados para que permitan ver una galería y heimoso jardín por el cual cruzan los personajes que han de en trar en escena en algunos momentos. En el saloncito, mesita con dos sillas, sofás con almohadones y en la izquierda una bastone- ra, o por mejor decir un cajón florero destinado a llenarse de plantas de adorno y que sin embargo estará vacío. Es^^^e cajón permitirá, por su anchura y profundidad, que un actor vestido de etiqueta pueda colocarse dentro de él, ocultando las piernas has- ta la altura de las corvas. Su objeto es, que al ponerse de pie, dentro de él vestido de frac, haciendo pasar el cuello de la pren- da sobre su cabeza, pueda parecer, por ilusión óptica, un frac colgado de una percha, para lo cual encima del cajón florero, irá a la altura conveniente un adorno de metal o candelabro que si- mule ser la percha.
El estilo de la decoración, inglés o imperio moderno. Los mue- bles, elegantes; los colores de las paredes, así como la alfombra en tono pálido.
Luz eléctrica sin aparatos, pendientes del techo, sino en el fri- so de las paredes.
En los teatros donde no se disponga de decorado especial, sustituyase el descripto por un *Hall» de lujoso aspecto o algo «emejante.
— 70 -« ESCENA PRIMERA
T0MA8ÍN, HURLINGHAN y MR. HARRISON
Música dentroi pianísimo
ToM. La fiesta es hermosa.
HuR. ¿Está usted contento, mister Harrison?
Har. ¿a qué negarlo? Mi hija demostró que tiene
mi sangre al rechazar indignada la calum- nia de Jack. Sin embargo, yo creo que Ma- riposa aún duda de mí...
HuR. jimposible!
Har . Yo toy hombre que no dice una cosa sin te-
ner a convicción absoluta de ella. Mi hija me cree un estafador.
HuR. K'so es calumnioso.
Har. (Sencillamente.) ¡81! Mi soclo Fletow, cuando
nuestros asuntos tuvieron un momento di- fícil, se dejó dominar por el pesimismo y huyó para no presenciar nuestra ruina.
HuR. ¿Murió del pesar, según dicen?
Har. Era un hombre falto de serenidad. Yo en
cambio luché sin descanso para tomar el desquite. Fué un combate con los millones que huían. Yo supe detenerlos con mano firme, vencí, y de nuevo el oro volvió a mis cajas dócilmente.
Hur . Le felicito, mister.
Har. Era mi deber. Volví a ser rico, busqué
a mi socio y al saber su muerte, al hijo; pero ambos ¡-e fueron de California cam- biando de nombre, y no pude averiguar su paradero. Entonces deposité en casa del no- tario Mac-Donald la mitad de la fortuna rescatada; dos millones.
HüR. Y el notario...
Har . La conserva a dipposición de quien demues-
tre ser su dueño. Hoy le he citado aquí para que se aviste con Jack. Todo se pon- drá en claro. Mi hija cumplirá su palabra y se casará con usted.
HuR. ¡Oh, mister!
Har. Hágala feliz, al menos.
TOM. HüR.
— 71 —
(Alegre.) ¿Pero 86 divorcia usted por fin,
lord?
Ketty y yo nos separaremos amistosamente.
Ella está de acuerdo ya...
ESCENA II
DICHOS y KETTY. Ha escuchado
Ketiy (saliendo.) ¿Está usted seguro, lord?
Hdr. Usted misma lo ha dicho...
Ketty Es usted noble, es usted rico, es usted un marido que... no molesta. Yo temo el escán- dalo.
ToM. ¡Ketty! (Recriminándola.)
Har. Terminen ustedes sus negocios. Yo voy a
los salones. Mi hija, los invitados y la fiesta me reclaman... Buenas noches. (Mutis foro de- recha..)
ESCENA III
HüR.
Ketty
TüM.
Ketty
ToM. Ketty
Los DOS
TOMASIN, HÜRLINGHAN y KETTY
¿De modo que no acepta usted el divorcio? ^,De modo que renuncia usted a mi mano? ¿De modo que yo estoy aquí de más?
Música
Quiero disfrutar de nuestra gran posición
y ser la gran señora, que digan de mí, cuando atraviese el salón: «¡Qué bella es!» «¡Qué distinciónl» Mucha libertad para gozar y reir y disfrutar del placer. Y un marido...
¡Me ha partido!
Que me sepa comprender.
De mi esposo el corazón
dejaré en completa libertad
y le haré por fin...
(imponiéndola silencio.) ¡ChltÓu!
¡No hay necesidad!
— 72 •
Ketty
HUR
TOM.
HuR.
Los DOS
Ketty
De su esposo el corazón dejará en completa libertad y le hará por fin... (ídem.) ¡Chitón!
;No hay necesidad!
II
Yo no he de sufrir que mi mujer sin cesar
brille por los salones. Ni he de consentir que no haga más que
[bailar, ¡y flirtear no hay que decir! Y si mi mujer, sin reparar en su honor falta al sagrado deber, me pondría...
¡Diga pronto! Como pueden comprender. De mi esposa el corazón dejaré en completa libertad, pero si ella es un...
•Chitón! ¡No hay necesidad! De su esposa, etc..
¡Chitón! ¡No hay necesidad!
(Evolución. El lord se va saludando Irónico. Ketty y Tomasín quedan sentados en el sofá.)
ESCENA IV
KETTY y TOMASÍN. A poco un CRIADO. Al final PANCHO MÉNDEZ
Hablado
ToM. (Dramático.) ¡Ketty! Su conducta, no querien-
do al lord, es inexplicable.
Ketty Tomasin, yo sólo he querido a un hombre, y ese hombre se casó, (coqueta.)
ToM. Se casó, si es que a casarse así se le puede
llamar boda, pero sigue adorándola y se juega la vida cada vez que se lo dice, por- que tiene un cuñado más peligroso que una mina notante, y que si le coge a los pies de usted, no repara en fórmulas de cortesía.
z -
Ketty
TOxM.
Ketty Criado
TOM. CRIADO
Pancho ToM.
Xetty
TOM.
Pancho
Ketty Pancho Ketty Pancho
ToM.
Ketty
Pancho
Kkity
Pancho
ToM. Pancho
Ketty Pancho
Ketty
¿Tan fiera esr
Ayer entró en el jardín zoológico y hasta las hienas al verle palidecieron. [Pero no importa! A su fiereza opondré mi serenidad, y si nos sorprende un día, me verá impávi- do, esperarle sin moverme, sin huir, sin te- mor... ¡Bravo!
(poi la segunda izquierda.) Un Caballero pregun- ta por usted. Viene agitado, nervioso. ¿Ha dicho su nombre? Don Pancho Méndez. (Dentro.) ¿Pero dóüde está? ¡El! jSa voz! (a. Ketty.) ¡Ni un gesto! ¡Ni una palabra! Sonría usted o estamos perdidos.
I^Mete los pies ea el porta macetas. Cuelga el cuello del frac en el candelabro y esconde las manos en las mangas, de modo que parece un frac colgado en una percha.)
¿Pero no iba usted a esperarle impávido, sin moverse?
Y ya verá usted si me estoy quieto.
(Entrando por segunda izquierda. Viste de etiqueta, pero el frac se ve que ao es suyo. Y los pantalones son los mismos de mejicano.) BuenaS nOches,
niña.
¿Busca usted a su cuñado?
81.
¿Algún asunto urgente?
¡Mucho! Vamos a ver. ¿Tengo yo cara de
que nadie se ría de mí con esta cara, este
bigote y estos ojos?
(Aparte.) Viene descriptivo.
No, señor.
Pues S8 ríen... Se ríen a^í, ¡ja, ja, ja!
Hacen mal, porque usted...
Yo no tolero risas... Soy de Méjico, y soy
un tirador que tiene cuatro copas.
(Aparte.) De más. Ya se conoce.
Y para desmostrárselo... ¿Ve usted aquella
prenda colgada? (señalando a Tomasin.)
Sí, señor, la veo y no la veo. Pues le voy a meter una bala entre la cos- tura del faldón, (saca un revólver.) Ahora verá usted.
(Deteniéndole.) No, hombre, UO.
— 74 —
ToM. ¡No! ¡Méndezl ¡Méndez! (saliendo.)
Pancho ¡Sinsonte! ¿Qué hasía ahí noetido?
ToM. Verá usted, Pancho. Me quité el frac para
limpiarlo... Una cuanchita... Pancho ¿^ para qué se naete dentro? TüM. Porque Ja mancha estaba en el forro. ¿Y a
usted, qué le trae por aquí? Pancho Un asunto de honor. ¡Pura, mi hermana,,
ha resibido veintitrés cartas de declarasión. ToM. Veinticuatro.
Pancho ¡Veintitrés!
ToM. (Aparte.) Se ha perdido una. (aUo, fingiendo In-
dignación.) ¿Conque esas tenemos? ¿Conque Pura?... Y usted, en vista de eso, habrá di- cho: «Esta mujer (jue mancha mi honor, debe morir, debe...»
Pancho No, señor. Yo he dicho que es usted un sin- vergüensa.
ToM. 'Aparte.) ¡Caray! ¿Cómo habrá adivinado?...
Pancho Porque a una mujer que resibe veintitrés cartas amorosas, no se la despresia como usted lo base con su mujer. ¡Canario!
Ketty (Aparte.) Graciosísimo.
ToM. (Aparte ) De modo que lo único que consiga
con la estratagema es que mi mujer se pon ga tonta.
Pancho ¿ueno, ¿y qué piensa usted hacer de las cartas?
ToM. Desirle a Pura que no las conteste, porque
me arruina en sellos.
Pancho No^ señor. Usted no hace nada, porque ya ha quedado como un cabailpro... Como un valiente... Como quedan ¡rit-inpre todos los de mi familia... ¿Ha buscado usted a los fir- mantes?
ToM. ¿Sí?
Pancho ¿Les ha escrito usted otras tantas carta» nombrando padrinos?
Ketty ¿Eh? j , ^ ^^ . >.
ryt , Y .^ > (^Asombradlsimotí.j
Pancho Y se bate usted con ellos, uno tras otro, al
amanecer. ToM. ¿Que me bato yo?
Pancho Todo está arreglado. Ketty ¡Veintitréd duelosl
ToM , ¡Pero, Pancho, eso es más grave que la ba-
^ 75 -
talla de Port Arthnr! ¡Que yo no me he me-
tido en nada! Pancho Lo he hecho yo en su nombre. Para eso es
de mi familia. ToM. (Aparte.) Después de todo, como las carta»
las he escrito yo, aunque los nombres son
de personas conocidas, estas no se batirán.
A este Pancho lo mejor es achicarle, (auo.)
Pues, sí, señor, iré al duelo. ¡No faltaba
más!
ESCENA V
DICHOS. HABRISON y HÜRLINGHAN, foro derecha
HuR. Tomasín, nos ha sorprendido el aviso de
Pancho, nombrándonos padrinos de su due- lo, pero como usted es un valiente, Harrisorr y yo aceptamos.
ToM. Gracias, lord. A este Pancho hay que achi-
carle. (Alto.) ¡Pche! Lo del duelo no tiene- importancia.
HuR. (Aparte a Harrison.) Siga usted la broma.
Har. Es un duelo completamente yankee. Se ne-
cesita gran valor.
Ketty ¿Pero de verdad se bate usted, Tomasín?
ToM. ¡Sí, señora! Y mataré a todos mis adversa-
rios. ¡Sinsonte! ¡Pues no faltaba más!
Música
Todos Es un duelo sorprendente,
digno sólo de un Barnum. ToM. El luchar con tanta gente
para mí es un pim, pam, pum. Todos Me entusiasma por ?u arrojo,
¡qué valor tan colosal! ToM. Natural. Natural.
Soy un hombre excepcional. Todos ¡Ah! (Adjiirados.)
Ketiy No, por Dios. Es una locura,
y me llena de amargura. ToM. No hay temor, porque mi valor
es asombro de New York.
Veintitrés de un revés
— 76 —
con mi espada he de rendir. Y después, ya a mis pie=!, ¡caballeros, a morir! Soy de miel, pero aquel que rebaje mi laurel, ¡pobre de él, pues cruel, yo no doy cuartell
(^Evolación y mutis loa ciuco foro derecha.)
ESCENA VI
JACK, segundo izquierda, ün CRIADO, segundo izquierda. En seguida MARIPOSA, foro derecha
Hablado
Jack Anuncíeme a mister Harrison.
Ckiado ¿Su nombre?
Jack jack Fletow.
Criado No sé si podrá recibirle. Con la fiesta...
Jack Me ha citado a esta hora.
Criado Bien, señor. (muUs segundo derecha.)
Mar. (saliendo foro derecha.) ¡K^^ttyl ¡Kettyl ¡Ah! (Sor-
prendida al ver a Jack.) ¿Üsted en esta CaSa? (severa )
Jack Veo que he sido poco oportuno. Están uste-
des de fiesta.
Mar. Mi padre celebra mi libertad y mi próximo
enlace.
Jack ¿Se ca-a usted? No me atrevo a felicitarla;
su prometido...
Mar. Es un caballero.
Jack Y cazador de dotes. Muy valiente, (irónico.)
Mar. Mucho.
Jack ¿Y usted le quiere?
Mar. (Turbada.) hfí.
Jack (Acercándose.) ¿Por qué miente usted. Mari-
posa? ¿Por qué no vence su orgullo y me escucha?
Mar. El amor no perdona. Mantengo mi palabra.
Si su acusación resulta cierta, seré su mu- jer. Si es calumnia no la he de perdonar.
Jack Mister Harrison me cita aquí, quiere presen-
tarme ante el notario pruebas de su honra- dez para con mi padre.
— 77 —
Mar. Juzgue usted con su conciencia.
Jack Hoy creo en la lealtad de mister Harrison.
Mar. También yo, por depgra... (na hablado en un
arranque. Se contiene.) Jack (Que ha comprendido. ¡MaiípOSa!...
Criado (Entr&ndo segundo derecha.) Señor. Mister Harri- son le aguarda en su despacho.
Jack Voy al momento, (a Mariposa ) ¿No quiera
usted escucharme?
Mar. Le esperan, (seco.)
Jack (Suplicante.) Una palabra...
Mar. Todo e^tá dicho.
(Mutis foro derecha. Jack saluda, la ve partir y hace mutis por segundo derecha. El Criado le deja paso r hace mutis tras él.)
ESCENA VII
HÜRLINGHAN, TOMASIN HUR. (saliendo con Tomasin por el fcro derecha.) Lo de
las cartas le ha fallado, amigo Tomasin.
ToM. No importa. Aún me queda un medio de
conseguir mi divorcio de Pura.
Hu!^. ¿Cuál es?
ToM. Acabar de achicar a mi cuñado. Para eso es
preciso que usted me ayude, lord.
HüR. ¿Cómo?
ToM. Hablando a los amigos para que sigan la
broma de mi valor, como duelista, y finjan acobardarse ante mis bravatae. Pancho, al verlo, eropezara a respetarme y accederá al divorcio por evitar una cuestión.
HuR. No lo creo, pero, en suma, ¿cómo va usted
a conocer a los que yo convenza?
ToM. Que se pongan en el ojal una rosa encar
nada.
HüR. Perfectamente. Ahora mismo voy a los sa-
lones. Tengo amigos y les hablaré. (Mutis.)
ToM. Toda la vida le estaré agradecido, lord. De
esta hecha salgo de aquí con más fama de valiente que Cid Rodrigo de Vivar.
(Mutis lord por foro derecha y Tomasin por segundo izquierda.)
78 —
ESCENA VIII
MARIPOSA, INVITADAS, INVITADOS, de soiree y etiqueta, rodeando a Mariposa
Salen
Música
(Este número se canta como segunda yer.)
Ellas Tus salones son como brillantes,
linda amiga mía. Ellos Y yo en ellos vivo unos instantes,
llenos de alegría. Todos Suena el One-Step cadencioso
norteamericano. Otaos Luego del Ragtime (1) bullicioso
el alegre son. Ellas Sólo ya nos falta...
Ellos Bella Mariposa.
Todos De tu voz hermosa
oir una canción. Mar. ¡Cantaré!
«La canción de la rosa»; escuchad
y perdonad...
Era una princesa candida y hermosa, y C(.rao era niña, era caprichosa. A cuantos veía suspirar por ella, sólo les pedía la prii cesa aqrjella... una sola flor por todo su amor. Yo quiero una rosa, que si duermo duerma, y que mustia quede cuando yo esté enferma; que tiemble si tiemblo
(l) Pronúnciese «Regtaim».
-, 79 -
sobre el pecho mío, y 8i lloro tenga gotas de rocío. Una sola flor quiero por mi amor.
Estribillo
Caballero... Caballero, una flor tan solo quiero. Ha de ser rosa encarnada, cuando yo &ienta rubor, y blanca, si enamorada lloro penas del amor. Todos Caballero... Caballero, etc.
II
Mar. Mil adoradores
la rosa buscaban, pero entre las flores nunca "la encontraban. Sólo un caballero - una rosa, un día trajo a la princesa, como ella quería. Una linda flor de hermoso color.
Y la princesita dijo al caballero: ¿Dónde la encontrasteis, que saberlo quiero?
Y él dijo: Princesa, nadie me la ha dado, porque de mi pecho yo la he arrancado. ¡Esa linda flor
es mi corazón! ^ Princesita... Caballero,
si morís yo también muero. Esa ro^^a es encarnada, porque fué mi corazón, ' y al veros enamorada sentirá con vuestro amor. Todos Caballero, caballero, etc.
— 80 —
Mar. Este es el cuento
de la princesa. Cuento de amor...
(Durante el estribillo, Mariposa va repartiendo rosa» encarnadas entre los invitados, para lo cual habrá en- cima de un mueble un cestito lleno de ellas.)
Hablado
DoLLY Encantadora.
FanNY Mi felicitación. (l-a rodan, hacia el foro.)
DICHC
TOM.
Cab. 1.0
SkÑ. 1.a Cab. 1.0
Mar.
TOM.
Pancho ToM. Pancho ToM.
Cor,
ESCENA IX
S, TOMASIN, segundo izquierda. A poco PANCHO
Vamos a ver si el lord se ha acordado de hablar a sus amigos. Con un par de ellos a quienes pueda arrojar el guante... Me he traído tres i ares, por si acaso. . ¡Ah! Allí veo uno con la flor roja... ¡Dos!... ¡Tres!... ¡Cuatro! .. ¡No se ha descuidado el lord! ¡Si casi todos la tienen. iM editaré insultos. Voy a quedar como un héroe. (es bajito. A una señora.) ¡Seüora! Eso Sería el deshonor, y yo cedo ante las damas, pero ¿oy inflexible con los hombres. ^:Se ha batido usted*?
Diez veces. Tres muertos y dos de pronósti- co reservado.
(a varias.) Ijotú HuiUnghan habla ahora con mi padre de sus asuntos. No tardará. Mu- chas gracias.
(a Pancho, que entra. Tono protector.) ¡Hola! Pan-
chito. Hoy estoy nervioso.
¿Sí? Cuídese.
Hoy, ai que me mire mal, le desafío.
(Aparte.) Está bravo, canario. *
(a un señor Coronel que se acerca.) Coronel;
¿cónlo hace usted para retar a duelo a sus contrarios sin despertar sospechas del mo- tivo? Una discusión acalorada.
- 81 -.
ToM. ¿Sobre modas?
Cor. ¡Hombre, do! Lo clásico es la política inter-
nacional. ToM. Gracias. (Apañe.) Voy primero a aquel bajito.
(Se acerca al Caballero 1.°) Caballero. (Dándole un golpe en la espalda.)
Cab. 1 o ¡Señor mío! (seco.)
ToM. ¿Qité opina usted de los Balkanes?
Cab. lo (Colérico.) Que « s un país donde los caballe- ros están mejor educados que usted.
TüM. (Aparte.) ¡Bien dicho! Este sabe hacer la co-
media. (Alto.) Eso me lo dirá usted en otro terreno.
Cab. l.o ¡Silencio! Recibirá usted la visita de dos amigos. Le mataré.
ToM. (Bajo, aparte, al Caballero 1.°) ¡Bien fi)lgÍdo! ¡Chi-
rigOtero! (Dándole en el vientre.)
Cab. l.o (Aparte, furioso.) ¿Se burla? ToM. (Bajo al Caballero 1.°) Y la florecita encamada
y todo. ¡Pillín! (auo.) ;Le mataré a usted!
(ai oirle se acercan todos.)
Panch • Pero Tomasín.
ToM. ¡A pistola! Veinte pasos.
Cab. 2. o ¿Pero qué ocurre?
ToM» (encarándose con él.) Y a UStsd también. (Apar-
te.) También lleva flor.
Cab. 3.0 ¿Está usted loco?
ToM. ¿Qué es eso de loco? Ahí va mi guante.
Pancho (Apañe.) ¿No le bastarán los veintitrés due- los y querrá llegar a los sincuenta?
Cab. 4. o Pero Tomasín...
Cab. 3.(1 ¿Qoé le ha dado?
ToM. (Encarándose con ellos.) ¡Y a UStcdl ¡Y a USted!
¡Pues no faltaba más que defendieran a ese
mequetrefe! (Por el caballero 1.**)
Cab. l.o ¿Mequetrefe yo? ¡Üeslenguado! (Le da una bo- fetada.)
ToM . (Aparte al Caballero 1.°) Oiga, UO tan fuerte^ qUe
hace daño, (auo.) ¡Los mataré a todos como
a perros! Cab. 2.0 ¡Es inaudito! Mar. ¡Calma, señores!
ToM. Nos batiremos, sí, señor, nos batiremos; pero
no nos daremos más bofetadas, (para evitarías;
muy marcado.)
- 82 —
ESCENA X
DICHOS y HUR LINCHAN
HuR. ¿Qué ocurre, Tomasín? Me hao dicho que
estaba usted gritando?
TOM. (Llevándosele aparte ) MuchaS graciaS, lord. Ni
que lo hubiese usted ensayado.
HuR. ¿A qué se refiere usted?
ToM . A lo de las rosas. Han estado todos maravi-
llosos.
HuR. Comprendo su ironía Perdóneme; no he
podido aún hablar con ninguno.
ToM. ¿Cómo?
HuR. Que me ha detenido Harrison y no he podi-
do cumplir mi promesa.
ToM. (Muy asustado.) Oiga, lord; ¿pero los que lle-
van la rosa encarnada no están prevenidos por usted?
HuR. ¡No! Será coincidencia.
TüM. (Asustadísimo.) ¡Un auto! ¡Un auto para huiíl
I Me he jugado la vidal ,Prontol ¡Corramos!
(Va a salir pero le ven los Caballeros 1.*^, 2.^, 3.0, 4.**, etc., y le detienen.)
Cab. ] o ¡Alto ahí, mal caballero!
Cab. 2.0 ¿Huye usted después de sus bravatas?
ToM. ¡Un error! ¡Ustedes perdonen!
C^B. 1.0 No acepto excusas, mañana el duelo.
Cab. 2 o Y el mío.
Cab. o.o y el mío.
Cab. 4.0 Y el mío. (Mutis de todos airadamente. "^
Pancho Enhorabuena por los dut-los, cuñado... Ya tiene por lo menos los cuarenta seguros.
ToM . ¡ Ay, Pancho, tengo treinta y ocho, y me pa-
rece que no cumplo los treinta y nueve.
Mar. Señores. Yo lamento el incidente. Pa*emcs
a los salones. (Apañe.) La fiesta les calmará. (bís de la orquesta. Mutis de todos, menos Mariposa, foro derecha.)
~ 83
ESCENA XI
MARIPOSA y HARRISON. Mariposa después de despedir a los Invi- tados queda en escena, dejándose caer en un scfa pensativa y triste primer término izquierda
Har, (Entrando segunda derecha con cierta alegría.) Mari-
posa, hija mía, acabo de hablar con Jack y de presentarle la documentación de mis ne- gocios con su padre. Yo creo que ha podido
ver.. (Deteniéndose al notar que Mariposa está lio
rando.) ¿Pero qué tienes? ¿Por qué lloras?... ¿Es acaso ese disgusto que acaban de refe- rirme? ¡No temasl Tomasín ha padecido un enor. Todo se arreglará.
Mar. Ya sé.
Har. ¿Es que no te agrada la boda con lord Hur
1 n;¿han?
Mar, El o cualquiera me es igual. No me interesa
ninguno.
Har. ¿Entonces... lloras por mi?
Mar. Te juro que no.
Har. Sí... Lloras, y yo todo lo haría por evitarte
penas. Soy rico, soy hombre accstiu^brado
' a triunfar, y triunfaré también de tu llanto.
Mar. Pero padre, si es que... lloro de alegría por-
que como tú... acabas de probarle a Jack tu inocencia me alegra mucho, mucho, verte libre de esa acusación y, ya lo ves, estoy
contenta... muy contenta, (na dominado sus lá- grimas, pero al fin se echa a llorar.) Har. (Aparte. Grave y serlo al comprender lo que siente
Mariposa.) ¡Le Quierp; y llora porque no puede fnliar a su palabral... ¡No! (Decidido.) Es pre- ciso que no llore, (auo, persuasivo.) Mariposa; tú eres buena. Estas alejada de los negocios y no puedes comprender ciertas cosas. Yo siento tener que cambiar (con ironía amarga) tu loca alegría de hace un momento por una gran pena. Porque yo estoy seguro de así como te alegraba pensar que yo no era culpa- ble, te va a entristecer lo contrario. Mar . (Asombrada.) Padre... ¿Será posible que Jack
— 84
tenga razón? (Avergonzada.) Es decir .. no me
hagas caso. . Perdóname... Hap . En los negocios ee hacen cosas que parecen
culpas y no lo son; no son tan graves como
tú crees. Yo estaba arruinado... Eletow
huyó... Con mi trabajo rehice la fortuna.
Realmente casi pude considerarla mía. Mar. (coq asombro ) ¿Dft modo que tú, tan bueno,
tan noble, has despojado a Jack de lo que
le pertenece?
Mar. (Dominándose. Aparece Jack por la segunda derecha.)
Sí, pero... Tú cumples tu promesa de casar- te con él, y al dotarte, le restituyo lo que le... Bueno. ¡Loque le corresponde!
Mar . (con pena y alegría.) Padre, ¿tú Culpable? ¿Tú?
No puedo creerlo.
Har. Pues sí, hija mía... Te lo confieso. Telo...
aseguro. Falté a mis deberes de amistad... y...
ESCENA Xir
DICHOS y JACK
Jack Mister Harrison, concédame el gran honor
de estrechar su mano. Mar . Har
i ¡Jack!
Jack El notario acaba de presentarme pruebas.
Har. (Aparte rápido a Jack.) ¡Silencio! (Alto) Maripo-
sa; Jack viene a exigir que cumplas tu pro- mesa y te cases con él.
Jack (Decidido.) Mister. Yo no consiento.
Har (Aparte a Jack.) ¡Ni Una palabra, Jark!
Jack (Aparte a Harrison.) Pero usted tacritica así su
buen nombre.
Har . (Aparte a Jack.; ¿Qué importa SÍ la hago feliz?
(Alto.) Abrácela usted, (jack obedece.)
Mar. ¡Jack!
Jack (Aparte a Mariposa.) Tu padre se Calumnia para
hacerte dichosa.
Mar . (Aparte a Jack.) Nos da uua leccióu de verda-
dero cariño.
Jack (\ parte a Mariposa.) ¡ Ss un hombre honrado!
Har. (.*parte. Con alegría un poco amarga.) la nO llora...
Será feliz.
— 85
ESCENA ULTIMA
DICHOS. HURLINGHAN foro derecha. A poco TOMASIN y KETTY. Al final tcdos los Invitados por parejas
H JR, (Entra en escenu loco de alegría.) ¡HarrisOü! ¡Ma-
riposa! ¡Amigos míos! ¡Soy feliz! Ketty aca- ba de firmar su acta de divorcio. ¡Ya puedo ser dichoso! ¡Ya puedo casarme'
HaR, (Con seriedad burlona.) Ah, ¿perO Se Casa USted?
HüR. Mañana mismo. Mariposa... (Yendo a ella.
Jack se interpone,)
Jack También se casa Mariposa mañana.
HuR. Naturalmente. Nos casamos.
Mar. (Burlona.) ¡Qué coincidencia! ¡El mismo día!
No podrá usted asistir a nuestra boda, (seña- laudo a Jack.)
HuR. (Asombrado.) ¡Yo!... ¡Pcro 68 que yo!...
Jack (Efusivo apretón de manos.) Que Sea Uáted feliz.
Mar. (ídem.) Salude a su prometida.
Har (ídem ) Mil enhorabuenas.
HuR. (Anonadado.) ¿Pero yo?... ¿Pero usted?. .
lOM, (Entrando con un gran pañuelo que le cubre las me-
jillas y seguido de tres Caballeros y tres Muchachas.)
¡Horrible! ¡Espantoso! ¡Periscópico!
Har. Tomasín. ¿Le han dado a usted de bofetadas
sus adversarios?
ToM. No, señor. Un acta.
Har. ¿Entonces el pañuelo?...
ToM. (Quitándoselo.) Era por la verosimilitud. Una
de las condiciones convenidas es que yo de- clare públicamente, que he recibido dos bo- fetadas de cada uno de ellos. Total cincuen- ta y ocho. Y no siento yo estas nominales, sino las efectivas que me va a soltar Pancho en cuanto me vea.
KsiTY (saliendo a escena con un papel.) No tema USted.
Tomasín. Pancho Méndez no le molestará en su vida.
ToM. ¿Qué ha hecho usted, Ketty?
Keity Vuelve a su país dejándome firmado este pnpel. (Lee.) «Sonsos; ni Pura es Pura, ni yo Méndez. Se casó con nombre supuesto y tie- ne dos frutos.»
- 86 —
ToM. ¡Casada Pura! ¡Madre Pural ¡Ay mi madre!
Ya soy libre, Kett3\ Jack Quedan ustedes invitados a Jas dos bodas.
La nuestra, (señalando a >lariposa.) KetTY y la nuestra, (señalando a Tomasln.)
ToM. Y dentro de un año les invitaremos a otra
tiesta y será chica... Todos ¿Ehr
ToM . íáerá chica la juerga que correremos.
Música
Terminó mi situación )' hoy por fin me veo en libertad, porque Pancho era un... Todos ¡Chitón!
No hay necesidad.
(Ataca la orquesta uu motivo brillante. Cuadro auima- dQ. Teión.)
FIN DE LA OPERETA
Obras de Smilio Q. del Rastillo
Ouda cruel, monólogo. (Agotada.)
Lazo de uaión, comedia en un acto. (Premiada en el concurso de <Ei Teatro >.)
El intruso, comedia en cuatro actos, basada en la novela de Blasco Ibáñez.
Fenisfi la Comedianta. zarzuela en un acto y dos cuadros, música de Rafael Calleja.
Las bandolei^as, zarzuela cómica en un acto y cuatro cuadros, música de Tomás L. Torregrosa.
Holmes y Raffles, fantasía melodramática con música de Pedro Badía.
La garra de Ho'mes, segunda parte de la anterior, música de Pedro Badía.
Cómo se ama, boceto de comedia en dos actos, original y en prosa.
^Picaro telefono!, juguete cómico en un acto y en prosa. £1 príncioe S¡n-''-^'¡edo, cuento de niños en dos actos, en ver- so, música de Vicente Lleó.
Sol y alegría, zarzuela en un acto y cuatro cuadros, música de Tomás L. Torregrosa.
Los segadores, zarzuela dramática en un acto, dividido en tres cuadros, música de Manuel Quislant.
tos tállanos, astracanada en un acto y tres cuadros, en pro- sa, música de Joaquín Gene.
El bello Narciso, juguete cómico-lírico en un acto y en prosa música de Eamón López-Montenegro.
Nacer de pie, comedia lírica en un acto y tres cuadros, en verso, música de Luis Foglietti.
La Hermana Piedad, comedia lírica en un acto y tres cuadros, en prosa, música de Quislant y Badía.
lEche usted señoras!, fantasía cómico-lírico-bailable en un acto, dividido en tres cuadros, música de Qnislant y Badía.
Juan Sin Nombre, episodio lírico-dramático en un í»cto, divi- dido en un prólogo y cinco cuadros, música de Enría ue Reñé.
Benítez, cobrador, humorada lírica en un acto, dividido en
cinco cuadros, música de Quislant y Badía. El amigo Nicolás, aventuras cómico-líricas en trece cuadros,
en prosa, música de Quislant y Badía. El dirigib'e, fantasía cómico-lírica en dos actos, divididos en
seis cuadros, prosa y verso, música de Luna y Escobar. Sangre y arena, zarzuela en un acto, dividido en cuatro cua-
droe, basada en la novela de Blasco Ibáñez, música de Luna y Marquina.
El Padre Augusto, comedia lírica en un acto, dividido en do.*» cuadros, en v^riío y prosa, múeica de los maestros Quis lant y Badía.
A fuerza de puños, zarzuela en un acto, dividido en tres cua
dros, en prosa y verso, música del maestro Arturo Saco del
Valle. Los espadachines, novela escénica en nueve cuadros. La maja de los c'avelf s, saínete de costumbres madrileñas d»
principios del siglo xix, en un acto, dividido en dos cua
dros, en verso, música del maestro Vicente Lleó. La reina del Albaioín, zarzuela cómica en dos actos, divididos
en seis cuadros, música del maestro Rafael Calleja. El reino de los frescos, revista fantástica en cuatro cuadros
y una apoteosis, en prosa y verso, original, música de lo-»
maestros Cayo Vela y Enrique Brú. Princeslta de ensueño, leyenda fantástica en un acto, música
de M. Amenabar. La gloria del vencido, zarzuela en un acto y cuatro cuadro;*
música de Pablo Luna y M. Amenabar. Eva, !a niña de la fábrica, refundición en un acto de la opo
reta en tres actos de Franz Léhar. ¡Al fin solos!, opereta en tres actos de Franz Lébar. La alegría de la casa, melodrama lírico en un acto y cuatro
cuadros, música de Marquina y Morenilla. Sybill, opereta en tres actos de Víctor Jacobi, adaptación ds
Pablo Luna. Poliche, traducción de la comedia en cuatro actos de Henry
Bataille. La pobrecíta Dolores, bumorada en un acto, dividido en tres
cuadros, música del maestro Pedro Badía. Miss Cañamón, opereta en tres actos de Max Neal y Max
Ferner, múnica de M. C. Ziebrer, adaptada al castellano
en colaboración con Pedro Badía. La señorita del cinematógrafo, opereta en tres actos de A. M.
Wiliner y K. Buchbmder, música de Karl Weinberger,
adaptada al castellano en colaboración con Pablo Luna. Jack, opereta en tres actos, original de Max Brody y Frar.z
Martüs, música de Víctor Jacobi. Adaptación al castellano
en colaboración con Pablo Luna.
Precio: DOS pesetas
^
■■•^-^— ■■•
' ' EmlHÁ' Gí deí Castillo y Enrique Arnal
!!•
LA ROSALEDA
HISTORIETA CÓMICA en tres actos, original
f •! II
I
as?
Copyrloiit. tiy Emilio 0. del Castillo y Enrique Rrnal. 1924.
MADRID
SOCIEDAD DE AUTORES ESPAÑOLES
Calle del Prado, 24
1 924
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