e EA AS ca o TI O a ed Pia Paris Y 1d A ss e y LAR ETA ANA A A a PE td 0 $ A A ES ón MA Ñ 0 Pdo O a , ; ; e PAR A a a A TOS A EIN Lin ¿Ma ¡ralla Digitized by the Internet Archive in 2009 with funding from Ontario Council of University Libraries http: //www.archive.org/details/memorias14acaduoft e] MADE - N : r Ñ Ñ Ñ ' Mm Y y A ' 0 mí Ú . e ' m o 7 eN A ' Ñ a JJ 5 lO MEMORIAS DE LA Soeiedad Cientifica Antonto Azale. MEMOIRES " DE LA SOCIEn! DLE Publiés sous la direction de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN Secrétaire perpétuel. MEXICO IMPRIMERIE DU GOUVERNEMENT FÉDÉRAZL 1899 f | 7 e adarn a lVa. ELO 2 A Y € PS v a E ] Es Ñ Cienc PAT 4 MEMORIAS DE LA DAD CIAT “A mitionio! Alzate”. Cra + Publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN Secretario perpétuo. - TOMO XIV 1599-1900 MEXICO ¡MPRENTA DEL GOBIERNO FEDERAL EN EL EX-ARZOBISPADO [Avenida Oriente 2, núm 726] 16899 f Á SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE? MEXICO. ' FONDÉE EN OCTOBRE 1884. Membres fondateurs. MM. Rafael Aguilar y Santillán, Guillermo B. y Puga, Ma- nuel Marroquín y Rivera et Ricardo E. Cicero. / Président honoraire perpétuel. M. Alfonso Herrera. Vice - Président honoraire perpétuel. 1 na M. Ramón Manterola. y da Ab Secrétaire général perpétuel. : ecrétaire général perpétue tl M. Rafael Aguilar y Santillán. Conseil directif. —1899. PRÉSIDENT.—Ing. Gabriel M. Oropesa. Vice-PRÉSIDENT.—Prof. Alfonso L Herrera. SECRÉTAIRE.—Dr. Federico F. Villaseñor. VICE-SECRÉTATRE.—Ing. Francisco M. Rodríguez. 'TRÉSORIER—M. José de Mendizábal. La Bibliothéque de la Société (Ex-Mercado del Volador), est ouverte au public tous les jours non fériés de 4 h.á 7 h. du soir. Les '“Mémoires” etla “Revue” de la Société paraissent par cahiers in 82 de 96 pags. tous les deux mois. hi La correspondance, mémoires et publications destinés a la Société, doí- vent étre adressés an Secrétaire général á Palma 13.—MÉXICO (Mexique). Les auteurs sont seuls responsables de leurs écrits. Les membres de la Société sont désignés avec M. $. A. ARO TS PARA LA GEOLOGIA DEL VALLE DE CHILPANCINGO Por E. Ordóñez, M. S. A. y E. Boese, M. S. A. (Con perrriso del Director del Instituto Geológico. ) La nueva capital del Estado de Guerrero, se halla situada en un alargado valle que toma su origen en la cresta sinuosa y alargada, á yeces poco sensible, que separa dos grandes sis- temas hidrográficos: el sistema del río de las Balsas con sus afluentes, y el de las aguas que van directamente al Pacífico. El nacimiento del valle de Chilpancingo easi coincide con el origen de otro valle de dirección opuesta, el valle de Zum- pango, con cuyas aguas y las de otro importante valle se for: ma el río que corre en la profunda y tortuosa cañada del Zo - pilote que desemboca en el río de Mexeala cerca del pueblo del mismo nombre. Sobre esa cañada pasa el camino más fre- cuentado que liga á la ciudad de Iguala con la capital de Gue- rrero. El valle de Chilpancingo propiamente dicho, con rumbo Í 6 Memorias de la Sociedad Científica ” DOPIOLIDLIOLO PILI II e a medio de 409 N.W. y con una longitud aproximada de 12 km., se comunica por una angosta cañada con el ancho valle de Quechultenango. Al partir de aquí, un caudal ya importante de aguas, penetra en las escabrosidades de la sierra, primero con el nombre de Río Azul, y de río de Omitlán después, pa- ra ir á engrosar al ya caudaloso río Papagayo en los hermo- sos desfiladeros al sur de la cuadrilla de Tierra Colorada Limitado nuestro valle en cuestión por el espacio com prendido desde su origen hasta la angostura que comienza á iniciarse al S E. del pueblo de Petaquillas, afecta la forma de una grande elipse con un eje menor de eerea de diez km. con- tados hasta las crestas de las dos sierras que lo limitan á uno y otro lado en toda la longitud del valle y en las que se en- cuentran numerosas alturas que apenas pasan de 1,650 me- tros sobre el nivel del mar; pues dichas erestas no son muy accidentadas ni tampoco muy sinuosas. Estas dos sierras, que se levantan del fondo del valle á una altura de 400 metros, en- vían sus contrafuertes casi hasta el fondo en donde corre el arroyo; y los agricultores se ven obligados á hacer sus siem- bras de maíz, único cultivo que allí se hace, en las laderas de estos contrafuertes y en aquellas partes donde la pendiente no es muy fuerte. Una sección transversal del valle en cualquiera de sus puntos, muestra en cada flaneo una doble pendiente; la de la parte baja, relativamente débil y regularizada hasta cierta al- tura, y la de la parte alta, rápida y en varios lugares escarpa- da. La ausencia de vegetación arborescente permite seguir con la mirada aun los detalles más insignificantes del terreno y asegurarse desde luego que estos aceidentes son el resulta do casi exclusivo de la erosión, de cuyo trabajo nos vamos principalmente á ocupar. Diversas clases de rocas constituyen las sierras que limi- tan el valle y cuya situación depende de diversas y complica- das acciones tectónicas fundamentales, puesto que la peque- » Antonio Alzate.» - A e ña región que estudiamos, pertenece á una fracción muy - trastornada de la red montañosa de Guerrero. Para no men- cionar más que las rocas más comunes, citaremos: las calizas y las areniscas cretáceas, los conglomerados y areniscas ro- jas, probablemente del Mioceno superior y del Plioceno, y por último, rocas eruptivas también terciarias del grupo de las an desitas que es el dominante en las formaciones eruptivas mo- "dernas del Sur de México. Siendo las calizas cretáceas las rocas más antiguas de las que entran en la constitución de estas montañas, son ellas naturalmente las que forman el asiento ó fondo del valle en una gran parte. Desgraciadamente las rocas posteriores que las cubren y la existencia de una costra de toba ealiza que re- viste á las masas de caliza. en las partes donde afloran, no permite, al menos en una rápida exploración como ha debido ser la nuestra, seguir el rumbo é inclinación de estas rocas, y los accidentes estratigráficos, cosas tanto más difíciles de observar cuanto que estas calizas se presentan casi siempre en gruesos bancos que requieren extensas superficies deseu- biertas para hacer visible su rumbo é inelinación; pero en ob- vio de esta dificultad, en los valles vecinos al de Chilpancin- go, como el valle de Zumpango al N,se pueden estudiar al- gunos de los accidentes, en las pizarras que vienen debajo de las calizas y que están con ellas en absoluta concordancia. De esta manera se comprueba que la formación cretácea de Chilpancingo y de una gran parte del Distrito de Bravos, se extiende con tumbo medio de N.W. á S.E. independiente- mente de-aceidentes secundarios; y eon una inclinación que varía desde la horizontal hasta cerca de 30 grados hacia el N.E., visible aun en el conjunto de repetidos plegamientos, fallas, hundjmientos, etc., etc. No damos aquí una explicación extensa de la división y separación de las rocas cretáceas porque el valle de Chilpan- cingo no se presta para dar buenos cortes ni las calizas de es- 8 Memorias do la Sociedad Científica LOPLLLOL LOLI LILIILIIIA ta región contienen muchos fósiles Baste decir solamente que debajo de las calizas, se encuentra una arenisca roja que forma probablemente una parte de la división que fué llama- da de Necoxtla por E. Boese en el boletín núm. 13 del Insu- tuto Geológico de México. Los gruesos bancos de ealiza, que contienen generalmente pedernal, pertenecen á la división de Malirata En la parte superior se encuentran calizas con capri- nidas que correspondeu seguramente á la división de Escamela * descrita por el mismo autor, al hablar de las rocas de Oriza- ba que él considera como una parte del Cenomaniano. En los límites septentrionales de este Distrito de Bravos, pasa el río de las Balsas en una profunda depresión topográ- fica de sólo 500 metros sobre el mar. Este valle es enteramen- te de erosión; las capas de pizarras plegadas pasan de un la- do al otro del río sin sufrir modificaciones en su rumbo é in- elinación. Esto se percibe muy claramente en los altos muros acantilados que limitan el río cerea del pueblo de Mexcala. El cauce del río es aquí muy estrecho y se le puede llamar pro- piamente un cañón. Desgraciadamente los mapas de México no dan una idea clara de esta región de las Balsas. A las calizas de Chilpancingo que descubren en la parte superior de la sierra que limita al valle por el W., y en parte delos flancos del E., como le muestra nuestro corte adjunto, se J ADA Ip anciago Chal, Cr. Cretáceo. 7. Terciario (Plioceno). ¿ Terrazas. Cuaternario. A. Andesits. IS ZLaCruz 167. de Af "Antonio Alzate" 9 vs sucede la gruesa formación de conglomerados y aun algo de areniscas rojas desprovistas de fósiles generalmente, que supo- nemos sean los mismos ya referidos otras veces por J. (GF. Agui- lera al Plioceno superior y al Mioceno que vienen aquí en estra- tificación discordante, apoyados directamente en las ealizas cretáceas. Las cimas al E. y S. de la sierra oriental están for- madas del conglomerado que lo vemos asomar en el camino real á Tixtla desde un poco amtes de llegar al portezuelo de la Cruz (1670 m. sobre el mar). Aquí tampoco es posible ad- quirir una idea clara del rumbo é inclinación de estas capas pareciendo sin embargo que su echado normal es al W. Estos conglomerados contienen numerosos fragmentos de todas di- mensiones, de rocas eruptivas, dominando entre ellos pedazos de andesitas de mica de color rojo. En las faldas de la sierra limítrofe al W. encontramos, prin- cipalmente sobre el camino que conduce de Chilpancingo á Amoxilécatl, una vasta extensión de una roca eruptiva de na- turaleza andesítica y de aspecto microscópico muy semejante al de las andesitas que vienen como fragmentos de acarreo en el conglomerado terciario de que hemos hablado. Esta roca micácea, de color rojo generalmente, está bas- tante alterada y en partes cubierta por una verdadera toba, material que seguramente vino durante la aparición de estas rocas, cuyo modo de erupción no es posible identificar por estar en gran parte cubiertas por depósitos cuaternarios y re- cientes, y sumamente desgastados por erosión los cerros for- mados por esta roca. El fondo del valle de Chilpancingo está cubierto por depó- sitos cuaternarios recientes en los que la mayor parte del ma- terial ha sido suministrado por las tobas volcánicas y aun por las rocas macizas eruptivas desagregadas por alteración. Estos depósitos cubrieron al valle en un espesor que puede valuarse en más de 350 metros. En efecto, del fondo del valle en el arroyo de Chilpancin go Memorias [1899 1900]. T. XIY—2 10 Memorias de la Sociedad Científica sobre los 1,200 m. de altura, se puede seguir á uno y otro lado, en los flancos de las montañas hasta la altura de 1,450 m., una serie de capas sucesivas de aluvión en la base, hacia arriba, tobas arcillosas grises, amarillas y blanco-amarillentas en po- sición ligeramente inclinada hacia el fondo del valle, é indi- cando depósito de aguas rela tivamente tranquilas y por lo tan- to de régimen lacustre. El material constitutivo de estas ca- pas fué tomado directamente de los flancos de las sierras limí- trofes; es decir, no solo las tobas volcánicas, sino aun la cal bajo la forma de tobas calizas de incrustación. Estos lechos sucesivos, de los que hoy solo se conservan partes adheridas hacia uno y otro lado del valle, pero extendi- das al mismo nivel en amb os flancos, suponen necesariamente condiciones hidrográfica s tales que permitieranla acumulación de las aguas hasta dicho nivel. Además, la naturaleza de es- tos depósitos, bastante homogéneos y la rareza de aluvión en las capas superiores, nos sugieren la suposición de la existen- cia de un gran lago, de una cubeta profunda que recogía las aguas de las sierras, que cargadas de productos en suspensión, iban á ser sedimentados en el seno de estas aguas. La comu- nicación de Petaquillas, la profunda angostura que liga al va- lle de Chilpancingo con el valle más bajo y también ensancha- do al $. E., no existía, habiendo allí simplemente un portezue- lo bajo que cerraba el vasto recipiente. Poco á poco el nivel del lago cuaternario ascendía por la afluencia de las aguas y el aumento constante de los sedimen- tos, al mismo tiempo que un desgaste por agentes atmosféri- cos abate constantemente la altura del portezuelo de Petaqui- llas. Llega un momento en el que las aguas alcanzaron la altura del portezuelo y salieron al valle próximo estableciéndose defini- tivamente la comunicación entre los valles que se ha ido pro- fundizando más y más por un trabajo más activo de erosión por la misma corriente que vino á ser desde entonces perma- nente. El gran lago se deseca desde luego y el espacio por él ESTE AAA $! Antonio Alzate. 11 e A AS ocupado se transforma en una ancha llanura de ocho km. de ancho y entonces se inicia el trabajo de surcamiento de la co- rriente permanente de agua, ayudando á este trabajo otros agentes de la atmósfera. Terrazas del Valle de Chilpancingo. La intensa denudación ha dado al valle de Chilpancingo su fisonomía actual; el resto de los sedimentos cuaternarios - se presenta ahora en ambos lados del valle, como una gran terraza con flancos muy surcados por thalwegs secundarios y en los cuales se pueden estudiar la naturaleza de las capas (tobas arcillosas), su débil inclinación hacia el fondo del valle, y la rareza de los aluviones. Las últimas capas de este depósito de 350 m. de espesor, están menos cargadas de productos volcá- nicos entrando en mayor cantidad la toba caliza como siendo las calizas de la parte superior, las que quedaban en contacto con las aguas al fin del depósito, suministrando las calizas en- tonces la mayor parte del material. El valle opuesto al de Chilpancingo que toma nacimiento cerca del pueblo de Zumpango, muestra también angostas te- rrazas adheridas á las paredes de las pizarras plegadas, pero estas terrazas son probablemente de origen fluvial; es decir, que no se formaron lagos en la cañada del Zopilote, sino que 12 Menorias de la Sociedad Científica el río mismo depositó este material formado de limo y aluvio- nes, como lo hace actualmente el río.de Chilpancingo. La explicación que hemos dado para la formación del va- lle de Chilpancingo convendría también para la del valle de Tix- tla, así como para otros muchos valles de esta región; siendo este el plan seguido en una gran parte, durante el estableci- miento definitivo de la red hidrográfica actual. y México, Julio de 1899. AUSZUG. Das Thal von Chilpancingo liegt im Staate Guerrero auf der pacifischen Seite der Republik Mexico und zwar suedlich der Wasserscheide zwischen dem System des Rio de las Balsas und den Fluessen, welche direkt dem Stillen Ocean zustroemen. Es bildet eine Ellipse von ca 10 km Laenge und 8 km Breite, die Laengsaxe hat die Richtung N. 400 W. Die Westseite des Thales besteht aus kieselhaltigen Kreide- kalken,'welche hoechst wahrscheinlich mit dem Maltratakal- ken' von Orizaba identisch sind; sie werden von rothen Sand- steinen unterlagert, die als Einlagerung in die gewoehnlich unter den Maltratakalken liegenden Schiefern (Necoxtla- schiefer) betrachtet werden duerfen; auf den Hornsteinkal- ken liegen dickbankige fossilreiche Caprinidenkalke, welche -jedensfalls den Escamelakalken von Orizaba entsprechen. Nahe an den Kalken sind im Gebiet der rothen Sandstei- ne zahlreiche Aufschluesse von Eruptivgesteinen (Andesi- ten), welche auf der Westseite des Thales eine ziemlich grosse Verbreitung haben. Die Ostseite besteht aus stark mit Schotter bedeckten Kreidekalken- und in den hoeheren Theilen aus einem tertiaeren, ganz aus andesitischem Mate- rial zusammengesetzten Conglomerat, das sich vermuthlich in der Zeit zwischen Obermiocaen und Pliocaen gebildet hat; es faellt mit ca. 300 gegen das Thalhin ein. Im Thalgrund selber findet sich auf beiden Seiten je eine ca. 330 m. hohe Terrasse; diese Terrassen bestehen zum ge- 1 Diese Eintheilung der suedmexicanischen Kreide wird von Boese im Boletín del Instituto Geológico de México núm. 13 genauer begruendet. 14 "Antonio Alzate." 1 ringeren Theile aus Alluvionen, zum groesseren aus geschich- teten, fast horizontal liegenden, vulkanischen Tuffen; sie sind der Rest der Ablagerungen eines quartaeren Sees, der mit der Zeit ausgefuellt wurde; es bildete sich dann im Sued- westen ein Ausfluss, der die dort befindlichen Kreidekalke in enger Schlucht durchbrach. Der Eluss, jetzt Rio de Chilpan- cingo genannt, wirkte dann nach rueckwaerts erodirend und grub sich in die Ablagerung des quartaeren Sees ein neues, vielfach gewundenes Bett ein, welches zusammen mit den seitlichen Barrancas den aus den Seenablagerungen entstan- denen Terrassen ihre gegenwaertige unregelmaessige Gestalt verlieh. In den Alluvionen der Terrassen findet sich viel eruptives Material (Andesite), welches ebenso wie die Tufte aus jonen oben erwaehnten Ausbruchsstellen an der West- seite des Thales stammt. Bedeckt sind die Terrasen zum Theil yon einer Decke junger Kalktuffe. a SUR LA COMPOSITIÓN DU PIGMENT VERT DU FUNGAMANITA MUSCARIA Par le Docteur A. B. Griffiths, M. $. A. Professeur de Chimie á "École de Pharmacie de Brixton, Londres. (PLANCHE 1.) J'ai déterminé la composition chimique d'un pigment vert de Fungamanita muscaria (Agaricus muscarius, Fig..1). Le pig- ment est soluble dans le chloroforme et Véther. La solution . filtrée est évaporée á sec. Le“résidu est dissous dans le chlo- roforme, et la solution est encore évaporée á sec. Cette opé- ration est répétée plusieurs fois. Le[ pigment vert est une subs- tance amorphe. Les analyses de ce pigment ont donné les ré- sultats sulvants: 16 Memorias de la Sociedad Cien ífica. PAOLSLIOLIIII Trouvé. —Calculé pour Ca Hs O» (MArbonos.---.-- <<. AA 52,98 53,05 ETOgOnO ... -<>-- 3,66 8,05 E —— 43,90 Ces résultats répondent a la formule Ca H», Os Ce pigment est dissout dans léther et le chloroforme; in- soluble dans Veau, les solutions de ce pigment ne donnant pas au spectroscope bandes caractéristiques d'absorption. PA > 0 y Í S TOMO XIV. MEMORIAS DE LA SOCIEDAD “'ALZATE. LAM FUNGAMANITA MUSCARIA. IDTALIÍA 5] $ mt TAN ATAOMENM vIZ — PP PA o e - e SUR UNE PTOMAINE OBTENUE PAR LA Culture du Fungcryptococca xanthogenica PAR LE DOCTEUR A. B. GRIFFITHS, M. S. A. Professenr de Chimie A PÉcole de Pharmacie de Brixton, Londres, Dans les cultures pures du Fungeryptococca xanthogenica, du distingué bactériologiste Domingos Freire, sur agar-agar peptonisé, une ptomaine se produit. Cette ptomaine a été ex- traite, par les procédés de MM. Gautier et Brieger, d'un nom- bre considérable de tubes de culture: c'est un corps solide, + blane, cristalisant en prismes, soluble dans Vean, á réaction fai- blement alcaline. Elle forme un cblorhydrate et un chloropla- tinate tous erystallisés. Elle dónne un précipité jaune avec Vacide phospbomolybdique, blane verdátre avec Pacide phos- photungstique. Elle est aussi précipitée par le réactif de Nessler. | Les analyses de cette base (du microbe de la fiévre jaune) ont donné les résultats suivants: Memorias [1399-10c0], Y. X1V =:3. 18 Memorias de la Sociedad Científica SIE LILIA EOL OEA Substance employée .............. 0,06695 gramme To A A A 0,16085 ,, A O le 0,02585 ,, Substance employé8 --.........-.. 0,0615 A Volime d'azotes. A as e 10,6 ce. Pression barométrique............. 762 mm. Températures.2. e. Doa. ae 240 Trouvé. Calculé pour A L 18h Ca H,, Az; O; Carbone .....-- 65,52 —— 65,75 Hydrogene. .... 4,29 a 4,11 o — 19,46 19,17 Oxygéne ...... — 10,97 Ces résultats assignent la formule Ca H.,, Az, O; á cette ptomaine. Cette base est vénéneuse. Une solution de cette ptomaine dans Veau stérilisée et injectée sous la peau dun lapin, pro- duit une forte fiévre, et la mort dans onze heures. Cette ptomaine est le produit de la décomposition de l'al- bumine parle Fungcryptócocca xanthogenica (le microbe de la fiéyre jaune du Dr. Domingos Freire). L1rsrsrrrsraorrrsrsr . A LA ORINA DEL HOMBRE EN LAS ALTITUDES. DETERMINACION DE LAS DENSIDADES MEDIAS, PEL VOLUMEN Y DE LA CANTIDAD DE UREA DE LAS ORINAS NORMALES EMITIDAS EN 24 HORAS A LA ALTURA DE LA CIUDAD DE MEXICO (2260 METROS SOBRE EL NIVEL DEL MAR). En la grandiosa obra de los inteligentes cuanto laborio- sos Sres. Dr. Daniel Vergara Lope y Prof. Alfonso L. Herre- ra “La Atmosfera de las altitudes y el bienestar del hombre”, (La vie sur ler les hauts plateaux.) vi unas proposiciones relativas á la densidad y volumen dela orina, proposiciones perfectamen- te fundadas y deducidas de las innumerables observaciones fi- siológicas que constan en esa misma obra y que ponen de mani- fiesto de una manera evidente que: la cantidad de orina que pro- duce un hombre en México es menor que en Europa y dedu- ciéndose de aquí que la densidad media de la orina emitida en 24 horas tenia que ser mayor que la media europea. Comprobar por la experiencia estas deducciones teóricas hasta llegar á obtener una media de la cantidad y densidad de la orina emitida en 24 horas, así como la cantidad media 20 Memorias de la Sociedad Científica IDOLLI ADIDAS LIL PIODLILILIIOIIIODIL LL III III de urea, es el trabajo que he emprendido, comprendiendo no obstante la serie de dificultades casi insuperables que hay que vencer para poder contar con un número suficiente de obser- vaciones. , La dificultad principal con que he tropezado es la de que se sometan individuos sanos á reunir la orina de 24 horas du- rante 8 ó 10 días, pues gozando de todas sus facultades y su- getos á mayor ó menor número de ocupaciones, dificilmente se comprometen á esta esclavitud, si no es por un gran es- fuerzo de voluntad y esto solamente de las personas que com- prendan la importancia de esta clase de investigaciones y que consideran que eon su ayuda pueden prestar un gran auxilio á la ciencia. Investigar la densidad en orinas aisladas de ciertas horas del día; ver el volumen de la emitida en un solo período de tiempo de 24 horas, así como determinar la urea en esta clase de orinas; son trabajos inútiles; y cualquiera quedesee sacar de esto conclusiones ciertas debe desecharlos. Como se comprenderá facilmente, en el concepto de con- tar con la orina de 24 horas durante 8 ó 10 días no basta sim- plemente tomar lá densidad, medir el volumen y dosificar la urea, sino que es necesario hacer un analisis completo, para ver si se trata de una orina fiisiológica ó patológica y en este último caso desecharla. No obstante esta serie de dificultades, con gusto empren- do este trabajo, que tal vez aclarará un punto importante y es el siguiente. ¿Debemos servirnos de las cantidades medias euro- peas como término de comparación para establecer si una orina emi- tida en México es normal? - Como hasta ahora no he llegado á reunir el número Sd ciente de observaciones para establecer ya de una manera ter- minante, las medias de volumen, densidad y cantidad de urea; me limito por ahora á llamar la atencion de que hay una di- “Antonio Alzate 1: 21 DL LIL AIS II IODIIILILS -. — _— € _Q— — — —————_—— _ _ __»>>=«+M«++544444 o we IWOIILILIIDIIISARI DIAL LL LIL ferencia notable entre las orinas de México y de Paris, sir- viendo esto de aviso á los Sres. médicos, para que en los aná- lisis de orinas que se les presenten lo tengan en consideración. Para mayor claridad y para qué se noten bien las diferen- cias pondré al lado de los datos europeos que nos proporcio- nan algunos autores los resultados á. que hasta ahora he lle- gado. e CANTIDAD DE ORINA EMITIDA EN 24 HORAs. Se sabe que esta cantidad es muy variable y que las va- riaciones dependen principalmente de la actividad del indivi- duo, de la de su nutrición, del aumento ó diminución de la transpiración y sobre todo de la cantidad de bebidas ingeri- das; pero tomando como tipos de observación á individuos sa- nos, de una vida arreglada y regular y alimentación mixta, debemos decir de una manera general que aquí en México lau diminución de presión tiene una influencia notable sobre la can- tidad de orina emitida en 24 horas. Las razones fisiológicas las exponen perfectamente los Se- ñores Vergara Lope y Herrera en su obra ya mencionada, fun- dándose principalmente en que “los líquidos del organismo es- tán más concentrados por ser menor la presión del aire y por la sequedad del mismo. La transpiración cutánea y pulmonar se activan y disminuye la producción de orina. La tensión de la sangre está disminuida.” Pongo á continuación las cantidades medias de la orina emitida en 24 horas, asignadas por algunos autores y que, has- ta ahora he podido deducir del número relativamente corto de observaciones que he hecho y las que me han proporciona- do personas de roconocida escrupulosidad y que llegan á unas 130, 159) (0 Memorando llk Sociedad Cientifica PLIIIS ILLIA IIA, LALO DIIILILIAIO A _—— Volumen medio en Europa. Volumen medio en México, von. 4 2Ue 1200 á 1400 c. e. Mercier.... 1150 c.c. IBA: xs 1350 c. c. £ Gautier... 140041500 c.c. 20 á 1200 cent. cub. Vogel..... 1560 e. e. Bourget... 1500 e. e. LA ANTROPOLOGIA CRIMINAL Y PEDAGOGICA, Por Prisciliano R. Maldonado, Profesor Normalista. Las funciones anormales de la cerebración son tan múlti- ples y tan variadas en sus manifestaciones y en su coexis- tencia con determinadas conformaciones del cerebro y con to- dos los signos exteriores por los que se manifiesta la materia pensante, que el campo para el estudio de esos fenómenos es vastísimo, como diversa es la naturaleza de cada uno de ellos. De ahí las divisiones que ha tenido la Antropología General, divisiones necesarias que están íntimamente ligadas, de tal manera, que las observaciones y comprobaciones de una influ- yen en la marcha de las otras. En Francia como en Italia, los estudios antropológicos han' sido desde mucho tiempo atrás, asuntos por los que diversos sabios han pasado gran parte de su vida en atentas y profun- das observaciones acerca de ciertos fenómenos cerebrales; el Y "Antonio Alzate. 24 OLLA ISLA LILOLLZLILDIIOIILSL ns alienista ha tenido ante sí los hospitales de dementes ó casas aisladas, pero ha podido apreciar en ellos hasta dónde lle- gan las consecuencias de un trastorno mental; el criminalista ha tenido ante sí las cárceles y los presidios y ha podido aso- ciar determinados actos y pasiones de hombres desequilibra- dos, con los caracteres y conformaciones físicas de éstos y aun con la historia de sus antepasados; cada uno de estos obser- vadores ha dado como resultado, su contingente salvador pa- ra el demente como para el criminal; el estudio del primero arranca de las manos del demonio al hombre poseído y lo vuel- ve á la vida normal; el del segundo, aunque más reciente y en gran parte debido al ya ilustre Lombroso, ha demostrado que So hombre es "susceptible de cometer áctos criminales, debido á fuerzas interiores y desconocidas para él y no de acuerdo con su voluntad, y atenúa en tal virtud la responsabilidad abrumadora que sumergía al delincuente á un abismo sin fon- do, precipitado á él por la fuerza irresistible de una legisla- ción inspirada en otros principios. Entre nosotros, el estudio de la Antropología Criminal es tan reciente como lo son el establecimiento de las penitencia- rías, y, los benéficos resultados que se obtengan en lo sucesi- : vo influirán directamente sobre la legislación penal, sobre la organización de los sistemas penitenciarios y sobre el carácter de las penas que serán terapéuticas, y tenderán por lo mismo á una regeneración hasta donde sea posible ó á evitar el con- tagio y los daños que pudieran causar á la sociedad. Ahora bien, todo lo enunciado hasta aquí aunque muy li- seramente, se refiere al adulto, ¿por qué no estudiar al hom- bre desde que comienza á vivir y descubrir desde su origén todos los malos gérmenes que más tarde le producirán terri- bles consecuencias? A eso van las investigaciones de la An- tropología Pedagógica, cuya importancia la hemos anunciado alguna vez al dar la nota bibliográfica sobre las observaciones antropológicas hechas sobre niños blancos y de color por el “ Antonio Alzate. 25 LADA DDD NOD DIIILILLDIDIIIILIILLD III IDILIIIL DD ILIIIOILIII0INA Dr. Hardlicka de New York, y manifestamos entonces que es- tos estudios son de trascendental importancia, desde los pun- tos de vista sociológico y educativo. Por lo que se refiere al primer punto, dijimos que desde la infancia puede conocerse qué caracteres en el orden moral corresponden á determinadas modificaciones en el orden físi- co, y quiénes teniendo malas inclinaciones, tendencias inco- rregibles en el período de la niñez, llegarían á ser futuros de- lincuentes en la adolescencia ó á caracterizar el alma de las multitudes. Por lo que respecta al segundo punto, á la educación, de la que vamos á hablar, la importancia es inmensa, puesto que de esto depende todo cuanto se quiera hacer de bueno para las generaciones futuras y para el porvenir de los pueblos. La Antropología Pedagógica nos lleva á conocer al niño colectiva é individualmente, para determinar cuál debe ser el sistema de educación más apropiado. Esta idea no es moder- na, Platón observaba la fisonomía y la conformación del cere- bro de algún joven para decir si éste podía ó no estudiar filo- sofía; en el siglo XVI se formulan preceptos para la educación, de acuerdo con algunas observaciones acerca de la naturaleza infantil; Rousseau'condensa esos principios en su obra clásica del siglo XVIII, libro que como sabemos estuvo á punto de morir por las ideas exaltadas del Cristianismo y por las preo- cupaciones sociales de aquellos tiempos. La Fisiología, aunque influenciada por las ideas que ca- racterizaron á la Edad Media pudo progresar sobre un terre- no más firme y con observaciones más inmediatas; estos mis- mos progresos inducen á algunos educadores á formular prin- cipios sobre la naturaleza humana, que se relacionan con el desenvolvimiento de las facultades mentales y físicas del ni- ño, y Chavannes fué por esto uno de los primeros que con- sideraron como indispensable el conocimiénto exacto de la Memorias [1899-1000], T. XIV.—4. 26 Memorias de la Sociedad Científica ILLIA PILLADO NANA LLIILLIILIIDIIOLLDIIIAI naturaleza infantil para formular un buen sistema de educa- ción. Por otra parte las ideas del insigne Bacon que parecían olvidadas, cada día ganaban terreno, los razonamientos silo- gísticos eran reemplazados por principios y leyes arrancadas directamente á la observación y á la experimentación; la Fi- siología progresa y con ella la Psicología; se observan mejor, los fenómenos psíquicos; se analizan hechos y se formulan al- gunas leyes que rigen el mundo mental tanto en su funciona- miento como en su desarrollo; con esto queda pues definitiva- mente bosquejada la Antropología Pedagógica y desde en- tonces progresa, se enriquece con nuevas observaciones y penetra á la escuela, va á la cuna del niño, le sorprende en su primera mirada, recoge sus primeros gestos, analiza sus pri- meras impresiones, quiere ver cómo en su cerebro se encien- de el primer destello de la luz de la razón y en suma, conoce el presente y prepara y predice el porvenir. Como la Antropología Criminal, la Pedagógica en nues- tros días, tiene su campo de observación, las casas correccio- nales, la escuela y la cuna del niño: ahí descubrirá enferme- dades que de no atacarlas desde luego, más tarde se tratarán en una penitenciaría, en un manicomio ó en un asilo. Al referirnos á la Antropología Criminal dijimos que los sistemas penitenciarios tendrán que modificarse á medida que se progrese en este ramo del estudio, que las penas tenderán más á la regeneración que á la destrucción del delincuente, pero esta regeneración será tanto más difícil cuanto más aca- bado de formar esté el hombre, porque habrá perdido esa plas- ticidad propia del niño por la que fácilmente se le pueden im- primir modificaciones favorables. De aquí, pues, que se debe ir más lejos á buscar el mal para combatirlo, é indudablemen- te que se descubrirá en la escuela, en donde el hombre pasa gran parte de sus primeros años de vida; por eso se ha consi- derado la escuela como el más eficaz de los remedios y como “Antonio Alzate. 27 uno de los centros más excelentes para la regeneración; pero debe advertirse que para obtener esos resultados halagadores, debe ser una verdadera escuela, donde entren niños de todas condiciones y como sean, y salgan trasformados como deban ser; en donde se estudie y se descubra para combatirlos, to- dos los vicios, todas las malas inclinaciones y todos los efec- tos perniciosos de la herencia: éste será el gran papel de la Antropología en la escuela. Desde luego el estudio simple de la fisonomía tendrá que ser de gran importancia; ella revelará al educador los malos instintos, las diversas inclinaciones, la naturaleza de los sen- timientos traducidos por ciertos signos exteriores, y en gene- ral toda el alma de un niño. Pero hay más todavía y muy im- portante, los planes que se sigan en la distribución de las ma- terias para la enseñanza, los métodos, la distribución y canti- dad de trabajo, la naturaleza de éste, y el sistema de discipli- na, las penas y las recompensas, he ahí lo que nos enseñará á determinar el conocimiento exacto que se tenga de la natu- raleza de nuestros niños. Hasta estos últimos años no se habían tenido en cuenta los fatales efectos de la herencia, las enfermedades y trastornos nerviosos, la influencia exterior del medio y se atribuía tanto al criminal como al niño toda la responsabilidad de sus actos como lo pretende la vieja teoría del libre albedrío. Error pro- fundo se comete al creer que el niño tenga fuerza suficiente de voluntad para resistir á los impulsos de su naturaleza vi- ciada, que lo arrastra á cometer una acción mala, y que, para corregirla se apele á castigos bárbaros, y desproporcionados, cuando la verdadera causa de esos actos reside en algún tras- torno patológico y reviste los caracteres de una verdadera en- fermedad que se traduce en el modo de pensar, en los senti- mientos, en las facultades intelectuales. Por otra parte, se debe recurrir, para hacer estas obser- vaciones, á las deformidades físicas, á la configuración del era- 28 Memorias de la Sociedad Científica VIII III PIDO LIISLIS LISO LI0 neo, puesto que hoy están ya fuera de discusión las relaciones íntimas del cerebro con la inteligencia; á Gall lo ridiculizaron cuando intentó localizar todas las funciones psíquicas en las diversas circunvoluciones del cerebro; pero más tarde Broca y otros muchos han demostrado que el estudio del cráneo pue- de revelar el poder intelectual de un hombre, y todas sus ten- dencias y vicios. El estudio de la herencia, como ya lo hemos dicho más arri- ba, así como la influencia del medio, serán de grandísima uti- lidad para el educador; esto le podrá revelar desde luego cuá- les serán los defectos que deba combatir y cuáles las modifi- “caciones que deba intentar para modificar esa influencia per- niciosa. A propósito de la fatal influencia del medio sobre el niño, recordaré aquí lo que “El Mundo,” diario de esta Capi- tal, dijo en un artículo en 20 de Mayo próximo pasado, con motivo de que en un jurado del pueblo, se condenó á 13 años de prisión á un menor de edad: El recuerdo de este delito por las circunstancias de alevosía, premeditación y ventaja que en él con- currieron, no ha dejado de producir escándalo; y ha puesto de relieve una vez más la consideración desoladora, muchas veces apuntada por la prensa, de que en México es donde están en mayoría, con re- lación á cualquier-otro país del mundo, las riñas entre menores. En efecto, según los apuntes estadísticos sobre criminalidad que podemos consultar, un 8 por ciento de menores de 16 años, van al hospital por heridas en riña. ¿A qué se debe la enormidad de esa proporción ? A dos causas principales, en nuestro concepto: á la frecuencia aterradora de riñas entre adultos, presenciadas ú cada paso por los menores, y al alcoholismo, que empieza á prosperar entre los niños del pueblo de México. Respecto del primer punto, poco:se necesita para admitir su fa- tal influencia. En efecto, el niño del pueblo de México, nace y crece en una at- mósfera de riña perpetua. “Antonio Alzate .29 DIAL AI Apenas puede darse cuenta de lo que pasa en su derredor y ya ve reñir á la madre, al padre, al hermano mayor, que requieren el cuchillo á cada paso para dirimir sus contiendas. Al principio éstas le asustan, después las halla naturales, y el ejemplo, unido á los instintos heredados, le sugiere la imitación.” El articulista ha dicho verdad, la influencia del medio es tan poderosa sobre el individuo y muy particularmente sobre el niño, que le imprime desde luego á este último modifica- ciones profundas en lo físico como en lo intelectual y moral. Muy triste y desconsolador tendría que ser por cierto, el re- sultado de los estudios que se emprendiesen del medio moral de nuestro pueblo y mucho más triste y sombría tendría que ser la enumeración de todo lo que compone ese medio, origen de tantos males que arrastran indudablemente á una gran parte de la población á una degeneración rápida, después de arrastrar una vida miserable entre la miseria y el vicio. ¿Qué hacer para combatir este mal desde su origen? El problema es complicado y no se resolverá sino con el trans- curso del tiempo. El mismo periódico citado decía: “La escuela y el trabajo son las únicas salvaguardias para estos pobres niños, que con tal facilidad se convierten en delincuentes precoces.” La escuela es la sola que puede darles el discernimiento necesario para aquilatdr el delito que cometen, y el trabajo productivo, el amor á la posición que se han conquistado y que perderían con la comisión de un crimen.” Sí, la escuela es el remedio y á ella vuelve la vista todo el que medita sobre hechos como al que se refería el periódico aludido, pero á una escuela adaptada á esas necesidades, en donde se practique la moral que deba formar la conducta del buen ciudadano, en donde se procure conocer á los educandos averiguando sus antecedentes, los de sus padres; en donde se tenga en cuenta el medio en que vivan, los espectáculos que vean con frecuencia, el estado de salud, el género de alimen- 30 IPLLILLDIDIIIAIIILDIS Memorias de la Sociedad Científica LILLLILDIDIILIL DILE ILDIDODIIIIS on tación, etc., y con estos antecedentes adaptar la educación pa- ra criar hábitos con la práctica y no limitarse á inculcar pre- ceptos con la teoría. Cuando nuestras escuelas hayan entrado á ese camino, por el que felizmente van orientadas, habrá comenzado la re- generación de nuestras masas populares. México, 5 de Agosto de 1899. / ON THE ORIGIN OF INDIVIDUALS.” ————_— A“THEORY" OF" SLEEP By Professor A. L. Herrera, M. S. A. SLEEP is not peculiar to man, for it presents itself in ' every organism. “Protozoa themselves sleep,” says Milne Edwards, and sleep must, therefore, have quite a general cau- se. Some substances (narcotics, anaesthetics) provoke sleep either by dehydration or by producing congestion in the ner- yous centres, etc. On the other hand, sleep does not invade every organ in the same manner; it presents itself sporadi- cally in such organs as happen to be extremely tired, or in those that are not well fed. 1t does not, in short, essentially differ from hibernal sleep. Let us seek then for a philosophical explanation compri- sing every particular ease and requiring no suppositions nor 1. See: Memorias de la Sociedad “Alzate.” Vol. XI, p. 137-179; 219-243, 32 Memorias de la Sociedad Científica. NL DI DDD LIDAD ID IDIIOD ID IDD0III IS INIL DAI MAIA/AIL II O0OLD LCD IIS vitalistic theories. I find but one entirely general cause: the delay of the protoplasmic currents in wich life consists, as I stated in a special paper on this subject.' THE SLEEP OF PLANTS. In animals sleep is characterised by the flaccidity of their locomotor organs, whilst leaves remain in their nocturnal sta- te on account of a very remarkable rigidity that seizes them. Linnaeus once received from Prof. Sauvageau of Montpellier a shoot of Lotus ornithopodivides L., which began to flourish in a hot-house at the garden of Upsala. The great botanist examined the flowers directly they oponed and observed that they disappeared on the same night. He believed at first that they had been thoughtlessly cut away, but had to ack- nowledge his mistake next day, as the disappearance of the flowers at night dependes completely on the close approach of the adjoiñing leaves which form a kind of shelter for them. This observation afforded cause for fresh investigations, and 1t was discovered that every species of plants opens and shuts itself at an appointed hour, etc. Explanation.— “The motor dilatation occurring in some leaves at the base of the petiole is due to two antagonistic factors, the one tending to raise the leaf, the other trying to Lead it, but the former, being by nature the weakest, acqui- res an additional force whenever light and heat, endowed with a certain degree of intensity, produce an abundance of sap in the cells which increases the turgescence: 16 can then resist the action of the opposite factor.” In short, this is but a me- chanical effect of the delay of the nutritive currents coming up the leaves. 1. “Protoplasmio Curreuts and Vital Force,” Natural Science, April 1899. “Antonio Alzate. 3 33 CODOS III III III IICA DREAMS. - These vary both in essence and degree according to the state of the dreamer's circulation. Some hygienic exercise or the repetition of a lesson may probably cause certain neurons to go on moving during sleep. But when they have worked too actively in the course of the day they are liable to be ut- terly drained and exhausted when night comes, and when such is the case there may be dreaming of the facts that brought their fatigue about. An assiduous exercise of the neurons may facilitate their continuous development and action (e. g. in the student dreaming about his examinations again and again). Contrariwise, the absence of new impressions, or a li- mited exercise during the day will allow the uniform rest of all the neurons and a thorough absence of nightmare (hus- bandmen ). Fixed ideas lead to madness, perhaps on account of an atrophy of the inactive parts, some limited congestions, hy- pertrophies, ete. This is no business of mine, but I must sta- te that the possibility of the functions of some cerebral cen- tres being accomplished independently is made manifest du- ring sleep. This means that certain neurons become associated in an abnormal way, extending themselves too much, and that diseases of mind, disordered neuroplasmic vibrations, are not inhibited by the more powerful vibrations of sound judgment, this bemg then peacefully slumbering. CAUSES OF SLEEP. Theories on this subjects are by no means wanting, but they concern man only; they are not capable of general application, aud leave the innermost mechanism of the phenomena unex- plained. Iadmit, if necessary, the action of poisons and that of Memorias [1899-1900], T. XIV.—s. si Memorias de la Sociedad Cientifica DOI DADA PS the secretions of the*organism aceumulated during the day, butehloroform and hypnotism work in the same manner. Whe- ther the brain be eongested or whether it be anaemic, its fune- tions are deeply modified on account of the delay of the cu- rrents. Moreover, the lowest animals (Protozoa) sleep and wake in accordance with the conditions of their activity. T believe, therefore, that sleep originates, either in man or infusorian, in a delay or slowing of the protoplasmie or neuro- plasmie eurrents, due to refrigeration, lack of nutritive fluids, congestion or anaemia. Everything grows wearied. Everything bores and is bored. Both Bútschl's foam and my protoplasmic mass made by synthesis, eease from visible movement after a certain period of activity. Briefly, it is a mere question of provisions. When the oxidisable ferment is spent, when zy- moses decrease, and almost all the material earried from the external to the internal medium is wasted, it is but natural that movements and eurrents become slower and slower. The or- ganism is then said to be sleeping. And how many degrees '4here are from the simple yawn and somnolence to the drowsi- ness of a worn—out and fatigued traveller! But currents do not cease entirely—death is not the issue. The transport of materials is slowly continued from the digestive apparatus to the reeesses of the organism, from the outside to the inside. ln wakening organisms oxydations and moyements inerea- se little by little (just as in BitschlVs plasm when heated): the: current ¿is angm ented (as in Herrera's plasm when 1t recelves a slight addition of peptone); the reagents in the laboratory begin to bustle, the forge's reverberations swell, and the hymn of work grows louder and louder until if finally attains the pitch of thunder. Bear this in mind, that the act of waking is aslow one, having many degrees and shades. At the break of day our sleep is light, and we begin lazily to stir ourselves without even opening our eyes, whilst we remain fluctuating in a pleasant languor. “Antonio Alzate“ 35 A A A A A Keep this rule in mind; wheneverÑhere is a cause, be it y, z, orm that modifies nutrition, sleep will increase in the exhausted convalescent, in the newly-delivered mother, in the child endowed whith an exceedingly active circulation, in the inhabitant of the tropies whose salts and water are perpe- tually drained by the everlasting cuppinglass of climate, in the traveller, in the drunkard, in Bitschl's “artificial protoplasm,” and in my own when seen under the mieroscope at their res- pective periods of activity and asthenia, in the glutton who ingests and absorbs large quantities of nutritive material, and in the youth who has prvoked great waves of commotion which propagate themselves through vast nervous territories. On the contrary, old. people and sedentary persons sleep both badly - and scantily, as they stand in waiting for death. I do not admit, O metaphysicians! the existence of any hard and fast line between sleep, this anaesthetie of life, and waking. 1 do not believe, O vitalists! that an organism can ever be elther completely awake or completely asleep. There - 1s always something living, one organ sleeping and another palpitating. A goose never happens to shut both its eyes at once. My own heart has atno time slept as my brain does; it hardly ever rests, poor perpetual sentinel! And you, O mus- cles? We yawn, wake and work too. There are some disinhe- rited, beggared organs sleeping in asceties. Yet, there is a weak and slow nutritive current even there. I deny, then, any hard aud fast line; there are no barriers between sleeping and waking, just as there are no absolutely separated and divided things in nature, whether stars or or- ganisms. But the day comes when both the currents and the general irrigation ceace; my Amazon is dry and the pale brain can drink no more from the drained internal stream. True sleep comes then. Cadaverous decomposition is, however, aceompanied with some slight currents which are neither protoplasmic nor co-ordinated. 36 Men:orias de la Sociedad Científica ABOUT SOME PARTICULAR CASES. (a) Trance.—This consists im the diminution of certain currents, and is a more deep sleep than that effected in nor- mal conditions. Hypnotizers avail themselves of several means of fixing orinhibiting currents (compression of the eyes, sta- ring, gazing at a brilliant objeet, or suggestion, that is, the inhibiting action of the will on some nervous eurrents of a particular sort). * : (b) The sleep of nocturnal animals in the course of day is related to tke action of light and digestion. In Mexico bats have been observed to issue from their dens during eclipses of the sun; gnats futter in rooms during day-time as soon as all doors are shut so as to leave the apartment in the dark. Everyone han seen that owls elose their eyelids whenever a vivid hight strikes them. (e) Muscular Relaxation during Sleep —1Í vano that mus- cular eontractions are due to certain changes in the volume of the protoplasmie alveoli. Rhumbler has demonstrated that such is the possible cause of mytosis, and that the rows of small alveoli, when these are partly emptied, diminish in vo- lume and exercise a strong tension on the centrosomes. The dynamical influence of those ehanges being wanting when nerves are sleeping, and there are no waves nor modifications in the intra—alveolar pressure, it is clear that museles must relax. The same happens in several pathological eases, under the influence of fatigue or of certain depressing emotions, etc. This means that 1 suppose nervous waves to provoke the pas- sage of the alveolar enchylema into the protoplasm of the mus- eles either by the mechanical action of the shock or by an increase of hydrostatie pressure. I do not deny that the lat- ter have the structure and elasticity required. 1t will be re- » Antonio Alzate. » 31 membered that the muscular wave moves along the museles of ants in such a way that 1t 1s observable under the micros», cope. This eould not be the case in a homogeneous liquid. (4) Naturalists faithful to the old sehool would find a remarkable “harmony” in the following faet:— According to Van Beneden the intestinal worms of bats enter into a period of hibernal sleep at the same time as their hosts. That is to say that the deep protoplasmie eurrents are delayed both in the host and its parasite by lack of nou- rishment, SUMMARY (CONCERNING EVERY LIVING THING). Nutritive currents are endowed with a very great veloci- ty in active life. Nutritive currents (sap,blood, protoplasmie currents) are periodically delayed by the want of the reserves expended du- ring the day, and the result is sleep. The same currents may be less active during the day on account of inaction or of some other eause, and the result is lack of sleep. This may also be ascribed to nervous excita- tions. Currents delayed by the eonstant aetion of cold — Sleep in winter. Currents delayed by an excess of external heat—Sleep in summer. Currents delayed or even utterly prevented by lack of molsture—Latent life. Géneral co-ordinated currents definitely stopped by coa- gulation, poisoning, hemorrhages, asphyxia, etc.—Death. AN ARTIFICIAL SCHEMATIC ORGANISM. The principal varieties of sleep, life, and activity may be illustrated by an organism which I have constructed. It can 38 Memorias de la Sociedad Científica nm OOPLIZIA be modified and perfected in a thousand ways, and several may be brought into connection. It consists of a damp cham- ber bounded by walls of cement and gypsum, or a paste of carbonate of lead and linseed oil (skin) with efferent capilla- ry tubes (excretory apparatus). Between the two glasses and the two partitions there are big drops of Bútschl's eytoplasm or “artificial protoplasm” and water. In the middle stands a digestive apparatus formed of thin caoutehoue or of a snake's lung; two tubes of glass serve to keep it open at the ends, and it is made narrower in the middle; 1t receives food (pep- tone, water, and some sugar solutions) through one end and expels itthrougg the other. For this purpose the mouth is co- vered after filling the cavity. The whole is afterwards hea- ted by means of a small oillamp, and then cooled or dried, whilst the currents and the osmotic phenomena, the deposits, concretions, etc., are observed. The internal currents and mo- vements are stimulated or paralysed according to the condi- tions mimicking those called vital. As respiration cannot be imitated, the heat afforded by oxidations may be replaced by that furnished by the small oil-lamp; after all it is exactly the same thing. The two glasses being difficult to unite they may be replaced by Vierordf's glass-box or haematochro- meter. México, Abril 30, 1899. PLIOIIODOZILDOLO LDL LILIA ALPHABETICAL CROSS REFERENCE CATALOGUE OF ALL THE PUBLICATIONS OF EDWARD DRINKER COPE, FROM 1859 TILL HIS DEATH IN 1897. % BY PERSIFOR PRAZER, M. S. A. Docteur ¿s-Sciences (Univ. de France) Officier de V Instruction Publique. PREFACE. The following work was undertaken as an humble tribute to the genius of a man whom the writer believes to have been the greatest naturalist this Continent has ever produced. It has been based upon a mueh more extensive and valuable work by Miss Anna M. Brown, one of the late Prof. Cope's most capable assistants, who spent nearly two years in searching the scientifie and ephemeral journals for titles by him. Itis hoped that it will prove useful in enabling students of Natural History to find any paper of this author without delay, if but asingle important word of its title be remembered. Prof. Cope gave very long and cumbersome titles to many of bis papers, and more than one of them appears in the following list over twelve times, or under each on the catch words. In some ca- 40 Memorias de la Sociedad Científica : mo. ses where two or more entirely different subjects were inelu- ded in one heading, they were separated and entered as if se- parate subjects, the date and vehicle of publication remaining the same. - Philadelphia, 1899. EXPLANATIÓN OF ABBREVIATIONS A. N. S. Phila. Academy of Natural Sciences. A. P.S. American Philosophical Society. Am. Nat. The American Naturalist. A. A. A. S. American Association for the advancement of Science. Am. Journ. Morphol. American Journal of Morphology. Bul. Bulletin. “(1586) 1887.” or in index “—1887.” indicates that a paper was read or presented to the Society in 1886 and printed in the pubiication of the Society in 1887. Pr. Proceedings. Trans. Transactions. Edit. Editorial, or matter not contributer over signature of its author. Ú. $. g. and g. s. Terr. United States geological aud geogra- phical survey of the Territories. G. and N. H. S. Can. Geological and Natural History Survey of Canada. Jr. Journal. fr. from. Vertebr. Vertebrata. Reptl. Reptilia. Rept. Report. Rev. Review. Ser. Series. Mus. Museum. £ Meas. measures. An. annual. “Antonio Alzate. £1 IDIDIIINA III The spelling of the titles as"given is followed, no attempt being made to render it uniform throughout the work. Names of orders, classes, families, genera, species, and in general any words with latin terminations are printed in Italies. Abastor erglhrogrammus, New locality for (Am. Nat. XXIX. p. 588. 1893). Abbot's Scientific Theism, Review (Am. Nat. XXI. p. 948. 1887). Academies of Science in Europe (Penn Monthly. VII. p. 640. 1876). Academies of Scieuces, Organisation of (Am. Nat. XV. p. 41. 1881). Academy of Nat. Sciences in Phila. Proposed reorg. of (Am. Nat. pp. 38 and 356. 1880). Academy of Natural Science, Phila. The (Penn Monthly. VIL p- 173. 1876). Academy of Natural Science, Phila., Progress of (Am. Nat. p. 223. 1882). S Academy of original research, The (Am. Nat. XX. pp. 41. and 140. 1886). Academy of Science, National, Proposed division of (Am. Nat. XXVIIL p. 553. 1894). Academy of Science, Primary object of (Am. Nat. XV. p. 549. 1881). Aceratheria American (Am. Nat. XIII. p. 333. 1879). Achaenodon, insolens, (Am. Nat. XVI. p. 534. 1882). Memorias [1899-1900].—T. X1V.—. 42 Memorias de la Sociedad Científica Adocidae (Pr. A. P. $. 1870. 84 p. 547). » New species from Florida (Paleon. Bul num. 25 Aug. 23 (b) 1877). Adocidae New speeies from Tertiary of (aerea (Pr: A..P: 8: XVIT. num. 100 p. 82. 1877). Ádocus and Laelaps (Pr. A. P. $. 84 p. 515. 1870). Adocus, gen. of Cretac. Emydidae (Pr. A. P. $S. 83 p. 295. 1870). Aelurodon compressus, New dog fr. Loup Fork Mioe. (Am. Nat. XXV. p. 1067. 1890). African and Ameriean fishes. Deserip. of (Trans. A. P. $. O . Pt. IL p. 400. 1869). African in America, The (Open Court. Chicago. IV. p. 2399, 1890). Agaphelus, gen. of thoothless Clacó (Pr. A. N. $. p. 221. 1868). Agassiz and Barker's views of Evolution, Remarks on (Am. 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Para dar una idea de este suelo, he hecho una breve re- seña histórica del origen de la Ciudad de México, desde su primera fundación por los aztecas, 1325, que se la llamó Te- noxtitlán, siguiéndola en su progreso material hasta la llegada . de los españoles á la conquista, verificada en 1521; continuan Memorias. — [1899-1900], T. XIV.—10, 74 Memorias de la Sociedad Científica EDAD IDIILIAIAN Ars DALLDLIILII ILLIA do con una relación del estado de las aguas del Valle de Mé- xico, desde la dominación española (1521-1821) hasta nues- tros días (1899). En seguida trato de la segunda fundación en 1521 por los conquistadores, formando la Ciudad Española en el mismo si- tio en que existió la Metrópoli Azteca, y enumero los progre- sos materiales que efectuó hasta 1821 que terminó la domi- nación española; hablo de las grandes inundaciones que su- frió en el período de la dominación; y hago, por último, una breve reseña del México moderno, desde 1821 que consumó el país su independencia, relatando rápidamente los andelan- tos que en sus obras materiales fué haciendo la Ciudad hasta llegar á la época actual. Después trato de la depresión del suelo de México, y en- tro en las consideraciones que surgen del estudio de la loca- lidad, para llegar á los resultados que de aquéllas dimanan como consecuencias para la Ciudad de México, y poder así establecer conclusiones que vienen á demostrar que los edi- ficios sufren grandes y desiguales hundimientos, los que se comprueban con los varios hechos que cito, y se patentizan de una manera evidente é irrefutable con los resultados de cuatro nivelaciones generales practicadas en la Ciudad en 1860 la primera, y en la actualidad la última; resultados que acu- san en números los hundimientos en los diversos puntos, y de cuyos datos he sacado promedios anuales. Ya fijados como antecedentes las condiciones del suelo, y como consecuentes los hundimientos, trato de los diversos sis- temas de cimentación empleados en México desde la época co- lonial por los arquitectos españoles, hasta la presente, comen- zando por el de pilotes de madera y sus efectos en nuestro suelo, demostrados en varios edificios existentes cimentados de esa manera; hablo de los emparrillados de madera, citando resultados prácticos; lo mismo que los emparrillados de fierro; de las bóvedas y arcos inversos ó invertidos; de la cimenta- $" Antonio Alzate. > 715 LISEOLIOLILILIDIILLILIIIIIIL PAD LLL LLL LL IL LI ción con arena; del sistema especial de cimientos con mezcla terciada y pedacería de ladrillo, introducido en México hace cuarenta años por el Sr. Profesor D. Javier Cavallari, Director que fué de las clases de Arquitectura é Ingeniería Civil en la Academia Nacional de Bellas Artes de San Carlos, citando las obras en que los aplicó y haciendo ver el buen resultado que obtuvo esa clase de cimentación, de la cual han dimana- do las que hoy se emplean más generalmente, con sólo peque- ñas variantes de aquélla, y que han venido á reemplazar, casi en lo absoluto, el sistema comun de mampostería empleado hasta entonces, del cual hago también una relación. Después de un breve resumen de la eficacia y convenien- cia de los diversos sistemas de cimentación enumerados, ter- mino con la exposición de un procedimiento que propongo se . emplee, procedimiento basado en el del Sr. Cavallari del que he hecho un estudio detenido, tanto teórica como práctica- mente: lo apoyo con raciocinios, con datos prácticos y con he- chos experimentales, y explico los fundamentos que tengo pa- ra esperar con seguridad el buen éxito de mi procedimiento; por último, menciono las obras en que lo he aplicado, y doy á conocer los precios que me han resultado para el metro li- neal de esa clase de cimiento. Al final de estos apuntes adjunto dos láminas para ilus- trar la parte histórica: la primera es un Plano ideal de la Ciu- dad de México en tiempo del 6? rey mexicano Axayácatl (1481) — formado según los datos históricos —y Traza de la Ciudad española (1521 ).—La segunda lámina es un Plano que mani- fiesta la superficie de las aguas ocupadas por los lagos de Tex- coco, Xochimilco y Chalco en 1521 y 1897 respectivamente. 76 Memorias de la Sociedad Científica wm no PILLAN Cimentos. de los ediieios en la. Ciudad de México IMPORTANCIA DE LOS CIMIENTOS.—La formación de los cimientos de los edificios es, sin duda, la parte más importan- te de la construcción: imposible es toda exageración cuando se trata del cuidado que debe ponerse al constituirlos. La ra- zón natural indica que sobre una mala base no se puede ha- cer cosa alguna que sirva de algo; por bien dispuestas que es- tuviesen las diversas partes de un edificio, por bien calculados que fueran los macizos, sería todo inútil si el cimiento estu- viera mal formado, determinándose al momento hundimientos que producirían asientos desiguales en la construcción, con lo cual quedaría destruida toda la estabilidad. Los cimientos de- ben considerarse como indispensables en los edificios; mas no dando á la palabra cimiento la acepción en que vulgarmente se toma: entiéndese en general por cimiento la parte mayor ó me- nor de un edificio que está enterrada bajo el suelo, y basadas en este principio las personas poco versadas en la ciencia de las construcciones, creen indispensabie, para que un edificio sea sólido, que se componga de una substrucción considerable; mientras más profundo es el cimiento mejor es para ellas y más estable la construcción. No es bajo este punto de vista como debemos considerar el cimiento en un edificio; muy estable puede ser y sin em- bargo no estar encajado en manera alguna, sino elevarse úni- camente desde la superficie del suelo. . En general, no deben considerarse los cimientos como par- te de los edificios establecidos en ellos, sino únicamente como "Antonio Alzate" 17 LILIA la base sobre la cual deben estar colocados, porque si el sue- lo es suficientemente sólido, eomo una roca ó una masa de can- tera no explotada, es inútil formar un cimiento. Así, pues, bajo el punto de vista de la construcción un ci- miento es una base artificial, sólida é inmóvil que suple la falta de firmeza de los terrenos y que está dispuesta. á soportar, sin defor- marse, los pesos proporcionales que se hayan calculado de antemano. Son los cimientos en toda construcción la parte más esen- cial, siendo en no pocas la más difícil y costosa; pero depen- diendo de ella la solidez del conjunto, no debe detener la con- sideración de economías mal entendidas, debiendo hacerse cuantos gastos sean precisos para que no deje nada que de- sear su buen establecimiento. Al tratar, pues, de levantar un edificio, la primera opera- ción que debe hacer el ingeniero encargado de él, es estudiar perfectamente la naturaleza del terreno sobre el cual debe construir; es preciso además cerciorarse de su homogeneidad en la extensión que se necesite emplear, pues su solidez ya- ría á veces en distancias muy cortas, ya por haber sido remo- vido en otros tiempos ó ya por otras causas que no nos sea dado prever, pues aun en las mismas rocas se suelen encon- trar huecos, cireunstancias que comprometerían la seguridad de la construcción. Por consiguiente, en un terreno desconocido, para obrar con toda seguridad, para tener la conciencia tranquila y po- der vivir sin ese continuo sobresalto que tiene por causa el poco ó ningun fundamento que se haya tenido para proceder de tal ó cual manera, es un deber y una necesidad el recono- cerlo por medio de le sonda, para tener una idea exacta de las diversas capas de que se compone, de su mayor ó menor dureza y de su mayor ó menor compresibilidad. He dicho que es un deber, porque estamos en la obliga- ción precisa de cuidar de la económica inversión de los fon- dos que nos hayan sido confiados, y como se comprende, los 78 Memorias de la Sociedad Científica gastos serán mayores ó menores según sea el sistema de ci- mentación que se emplee, y si éste resulta costoso, es nece- sario que se pruebe, por medio de los estudios que se hayan hecho, que es el que más conviene para que la obra sea du- radera. CLASIFICACIÓN DE LOS TERRENOS.—Considerados bajo el punto de vista del establecimiento de los cimientos, se clasi- fican los terrenos en dos categorías: terrenos incompresibles y terrenos compresibles. Los primeros presentan dos especies diferentes: los te- rrenos incompresibles é inexcavables, que son las rocas en gene- ral, y los terrenos incompresibles y excavables, que son los for- mados por arena, grava, arcilla compacta, etc. Los terrenos casi incompresibles, comprenden en general las tobas, los terrenos pedregosos, arenosos, el calcáreo com- pacto y el tepetate calizo. La tierra franca no removida, los terrenos pedregosos, los formados por capas compactas de arena gruesa y no movediza, pueden aún considerarse como buen suelo. La roca maciza es la única que goza absoluta- mente de la incompresibilidad. Los terrenos compresibles son las arcillas, las turbas, las arenas movedizas, las capas penetradas por el agua, los terre- nos pantanosos, las tierras vegetales y de acarreo. Estos suelos son pésimos para la construcción, necesitan siempre grandes precauciones y, en la mayor parte de los ca- sos, gastos considerables para la consolidación de los cimien- tos que en ellos se forman. No me detendré en el examen detallado de la construe- ción de los cimientos que exigen todas y cada una de estas clases de terreno, por ser muy numerosas y por ser hasta cierto punto inconducente á nuestro objeto, puesto qne ve- mos que el suelo de nuestra capital está comprendido entre los compresibles, con la cireunstancia de variar mucho su for- macion aún á distancias sumamente cortas. “1 ij £ "Antonio Alzate. Ll LLL LL IL LIL LIL LILIA EL SUELO DE MÉxicCO0.— Pocos terrer os serán menos fa- vorables que el de México para la construcción de los cimien- tos, y por lo mismo éstos adquieren en los edificios una im- portancia considerable, á causa de los fuertes temblores que se suelen hacer sentir y que destruyen infaliblemente los edi- ficios mal construidos. Pero antes de estudiar los diversos sistemas de cimenta- ción que en suelos semejantes se aplican, intentemos tener una idea de cómo está formado, según todas las probabilida- des, el suelo sobre el cual se asienta la primera y más anti- gua ciudad de la República. Empezaremos por el Valle de México, seguiremos con el del Distrito Federal y terminaremos con el estudio del de la ciudad de México en particular. EL VALLE DE MÉxic0.— El Valle de México es una vas- ta extensión de terreno colocado en el centro de la cordillera de Anáhuac. Las montañas que lo circundan se bifurcan an- tes de los 199 de latitud: uno de los ramales corre casi con una dirección constante de N.N.O.; el otro ramal se separa con rumbo al O. y quiebra luego al N. conservando cierta equidistancia con el primero; después, ambos se encorvan para ir á encontrarse hacia el N. De aquí resulta que la lla- nura está rodeada de alturas, y que el todo es un inmenso cireo volcánico, cuyos bordes presentan aún cráteres en igni- ción ó apagados desde hace largo tiempo. Las cimas culminantes de este cinturon de montañas se encuentran al S.E. del Valle en donde la cordillera presenta sus mayores alturas en el Popocatepetl á 5,400 metros sobre el nivel del mar, y cuya última erupción fué el 20 de Octubre de 1897, y en el Ixtaccihuatl á 4,775 metros de altitud: am- bos pasan el límite de las nieves perpetuas. De menor impor- tancia, mas de altura colosal, se eleva al 5. el cerro de Ajuxco, á 4,153 metros sobre el nivel del mar, volcán extinguido: sus antiguas erupciones han de haber sido terribles á juzgar por 80 Memorias do la Sociedad Científica POLLILLILLIIIA LOL LIL IDILD LIDIA LID las enormes distancias á que arrojó sus lavas, pues si bien por el N. no se extienden más allá del pedregal de San Angel, llegan por el Sur hasta Acapulco á 460 kilómetros. Sobre el límite oriental se hacen notables el Telapon y los cerros inmediatos que forman el Monte de Río-Frío; por sus faldas pasa el camino carretero que de México conduce á la ciudad de Puebla. Al Oeste se distinguen, entre los muchos que forman el sistema, los montes de San Miguel y de las Cruces, próximos al camino que de la capital va á Toluca. En todas estas direcciones el muro de montañas forma al Valle de México límites bien determinados y no interrumpl- dos, lo cual deja de verificarse por el lado N.: allí el terreno se eleva gradualmente; extiéndese por colinas inmensas, de poca altura, hastá ir á confundirse con las sierras de Atoto- nileco y de Pachuca, sin presentar un límite bien marcado. La forma del Valle de México es próximamente elíptica: el eje mayor está tendido de N. á $. y el menor de E. 4 0. La llanura no presenta por todas partes una superficie igual y unida; interrumpen la monotonía algunas cadenas de cerros y alturas aisladas que se alzan aquí y allá, sin tener en apariencia relación alguna entre sí ó con el sistema general. EL DisTrITO FEDERAL.—El Distrito Federal se extiende en la región austral del Valle de México y ocupa actualmen- te una superficie de 1,200 kilómetros cuadrados. Su suelo, en general, á 2,270 metros sobre el nivel del mar, se halla entre- cortado por grandes bajíos que hasta hace pocos años fueron lagos, cuyas aguas se encontraban unas respecto de otras á di- ferente nivel: tales son por su órden de N. á S.: Zumpango, Xaltocan, San Cristóbal, ya secos; Texcoco, Xochimilco y Chalco, casi secos el primero y tercero de estos últimos.— Zumpango es el más alto y Texcoco el más bajo, hallándose el piso de la Plaza de la Constitución de la Ciudad de Méxi- co á 1”.055 sobre el nivel medio de este último lago. n Antonio Alzate. . 81 ns. 0. IIS SUELO DEL VALLE Y DEL DISTRITO —Lo que verdadera- mente caracteriza el suelo del Valle de México en general y el del Distrito Federal en particular, es el aspecto volcánico.— Los detritus ó despojos de rocas eruptivas arrastrados por el agua forman en las llanuras un subsuelo de grande espesor; inmensos depósitos de toba pomosa, llamada vulgarmente te- petate, apénas cubiertos por tierra vegetal, forman las exten- sas lomas que constituyen el pié de las ásperas cordilleras que, como enormes bordes de un cráter colos:l, cierran el hermoso Valle de México. Los pórfidos feldespáticos ó tra- quíticos, así como los basaltos compactos ó escoriáceos y la amigdaloide porosa, conocida con el nombre de fetzontle, cons- tituyen la gran masa de las montañas, en cuyas vertientes se ven grandes crestones de dichas rocas y corrientes de lava basáltica que escalonándose de trecho en trecho, como se ob- serva en Ajuxco, llegan á la llanura formando extensos de- pósitos, según se ve en el llamado Pedregal de San Angel. No nos toca á nosotros decir, ni lo sabríamos, lo que atañe á la parte geológica del Valle; pero de la configuración natu- ral del suelo y de los fenómenos volcánicos revelados en to- das partes por los productos ígneos, resultó, allá en tiempos muy remotos, un gran estanque en que vinieron á acumular- se las aguas precipitadas desde la cumbre de las montañas que lo cercan. El líquido se asentó en lo más bajo y debió formar un lago inmenso cuyo fondo vinieron á colmar lenta, pero constantemente, los acarreos de las aguas que alimenta- ban el estanque. Si hemos de creer lo que aseguran algunos, el lago desagua- ba hacia el Norte, según lo indican las capas calizas y mar- gosas que por allí se encuentran; pero un fenómeno plutónico levantó el terreno, cerró la salida, y desde entonces el lago quedó aprisionado ó, como si dijéramos, entregado á sus pro- pias transformaciones. Memorias. —[1899-1900]. T, XIV.—:1. 82 Memorias de la Sociedad Científica. PILLIADIIIIIIIIIN LLILILIILDLI LL IILIDADIIIIIIDILEILIIIOLIIII En el transeusso de los siglos las capas sedimentarias que- daron colocadas casi horizontalmente, pues en toda su exten- sión no presentan una diferencia de nivel que llegue á diez metros, sino al comenzar á ascender, en la base de las mon- tañas; el suelo fué subiendo á proporción y se trastornó en diferentes épocas, ya porel concurso de las cansas externas y naturales, ya por la acción continuada del fuego subterrá- neo. Las erupciones del Ajuxco estamparon su huella en el pe- dregal de San Angel; el Popocatepetl conmovió el suelo á muchos kilómetros á la redonda, formando tal vez el arenal de Ayotla y Tlalpizahua, y dejando otras señales de los tiem- pos de su mayor actividad; y en época más reciente los vol- canes de la Caldera, San Nicolás y Xatepec brotaron en medio del líquido, alzando el terreno sobre el nivel del lago. Formados desigualmente los azolvamientos y ayudados por la mano del hombre, se hicieron aquí y allá bordes que al fin separaron las aguas, las disminuyeron y las han traído al es- tado en que hoy se encuentran. La sonda ha penetrado hasta la profundidad de 105 metros, en promedio, en más de ciento cuarenta pozos artesianos abiertos por los Sres. Pane y Molteni en diversos rumbos, y el terreno es de la misma naturaleza que el de las capas su- periores, es decir, son todavía acarreos hechos por las corrien- tes, revelando que en épocas antiguas allí estuvo el fondo de ese gran lago que cubría el Valle entero. Las perforaciones no han alcanzado todavía la roca primi- tiva que primero recibió los sedimentos, de manera que los 105 metros no pueden darnos ni aun remota idea de la pro- fundidad de ese vaso, colmado con la paciente labor de las aguas, en una serie bien considerable de generaciones. En los pozos artesianos abiertos posteriormente en varios rumbos, la arena se ha encontrado á una profundidad de 130 metros, en promedio, y el conglomerado pomoso ó toba (te- “Antonio Alzato. 85 ¡LIL IICOIIIDIOLODIDILICIIIEIILLIIIIOIIIO IAN petate) á distintas profundidades en los lugares siguientes: San Lázaro, Arcos de Belem, Colón, Aduana Vieja y Santiago Tlaltelolco. / Los despojos más profundos sacados, consistentes en pór- fidos en pequeñas materias, arena morada cuarzosa y porfirí- tica, pómez, mica, margas y feldespato, demuestran también que las aguas no estaban tranquilas: recibían corrientes, con- ductoras de las piedras rodadas, y no estaban exentas de los fenómenos ígneos, indicados por la pómez. !Cuántos siglos trascurridos, cuántas revoluciones de la naturaleza perdidas para siempre en la noche de los tiempos! RESEÑA HISTÓRICA DEL ORIGEN D£ LA CIUDAD DE MÉXICO Y ACONTECIMIENTOS QUE PRECEDIERON A SU FUNDACIÓN.— Consultando la Historia sobre este particular se encuentra que: —La última tribu de los Nahuatlacas que pisaron el Valle de México, y que se desprendieron de Uhicomoztoc, proce- dentes de Aztlan, apartada región septentrional, fueron los Aztecas ó Mexica. A su llegada al Anáhuac ósea el Valle de México, se en- contraron ocupados los terrenos de los alrededores del lago y apenas hallaron desocupados el islote ve Xico y las playas del lago de Chalco, en donde pudieron permanecer aunque en precaria é incierta situación. Uno de los lugares que se- ñalaron esta peregrinación fué Chapultepec. Durante su penoso viaje los aztecas se dividieron en dos bandos, de los que el mayor conservó el nombre de Mexica que habían tomado el honor de su dios Huitzilopotchtli, Ó por otro nombre Mexitli (dios de la guerra), y el bando menor re- cibió el nombre de Tlaltelolca. Lo hostilidad ejercida contra los aztecas por sus irreconci- liables.vecinos, é inducidos por los sacerdotes, los obligó á levantar su campo de Xico y á emprender de nuevo su pere- grinación por el gran Valle de México. En tal virtud, formando grupos de familias con sus respec- 34 Memorias de la Sociedad Científica A tivos Jefes, entre los cuales se encontraba Tenoch, que era su sacerdote y caudillo, los Mexica salieron de Xico en el año de 958. Despues de caminar á la ventura, recorriendo centenares de kilómetros en diversas y encontradas direcciones, en cor- ta extensión de terreno y deteniéndose por más ó menos tiem- pa en diversos lugares; llegaron de nuevo á Chapultepec en 1240, es decir, á los 282 años de su salida de Xico. Los puntos que tocaron en su larga peregrinación, exce- diendo apenas los límites del Valle de México, fueron veinti- ocho, lugares que en su mayor parte subsisten, y sorprende verdaderamente que tan larga peregrinación, en el dilatado transcurso de 282 años, se haya efectuado en una extensión de terreno relativamente corta. A la sazón llevaba tiempo de establecido el reino de Aeol- huacán por la unión de los Chichimecas y Texcocanos; la ca- pital del reino era Texcoco y subía al trono el príncipe No- paltzin. La conducta de los aztecas, á quienes la experiencia adqui- rida debiera haber hecho cautos respecto de sus enemigos, no fué diversa de la que observaron al aparecer por primera vez en el Valle de México. Durante su permanencia en Chapultepec los mexica lleva- ron una vida penosa y agitada á causa de su carácter inquie-- to y pendenciero, que los disponía á estar siempre en guerra con sus vecinos, y particularmente con los del reino de Cul- huacán, formado ya en la orilla septentrional del lago dulce ó sea el de Xochimilco. El dios Huitzilopochtli, según las creencias arraigadas en el pueblo y mantenidas por los sacerdotes, dirigía todas las acciones de los mexica impartiéndoles su pretección:y muy particularmente en sus hechos de armas. De aquí provenía esa actitud inquieta y belicosa y ese constante ir y venir en busca de un lugar que les proporcionase fijo y seguro asien- " Antonio Alzate. 85 VILSILIIDLEIIIELIIIIIIIISIIIAIIR to, que no debía ser otro que aquel en que se viese un grupo de islas bañadas por aguas transparentes, un nopal nacido en- tre rocas y sobre él posada una corpulenta águila que con sus garras aprisionara á una culebra; señales todas del término de sus penalidades y que se presentaban á sus ojos como úl. timo presagio de su tradicional promesa. Los aztecas eligieron por capitan y caudillo á Huitzilihuitl, nieto del señor de Zumpango y jóven de reconocido valor, quien desde luego puso á Chapultepec en estado de defensa. La práctica de los sacrificios humanos, que horrorizaba á los demás pueblos del Valle, y su conducta siempre hostil, consitaron de nuevo contra ellos el odio de sus enemigos, hasta que al in unidos los de Culhuacán, Xaltocan y Atzca- potzaleo los atacaron en su campo y los derrotaron comple- tamente, de lo que resultó la prisión y muerte de Huitzili- huitl y la pérdida de sus libertades, pues pasaron á ser tribu- tarios de los de Culhuacán. Algunos se refugiaron en Tlal- teloleo y otros en Acocolco, grupo de islas situadas entre tulares, en la orilla del lago. A pesar de su precaria situación los belicosos mexicanos no se desanimaron por su desastre, pues en medio de su servidumbre dieron constantemente pruebas de su valor y energía. Los mexica moraban en Tizapán por orden del rey de Cul. huacán que. deseoso de verlos pronto exterminados, les ha- bía señalado ese lugar, en aquella época infesto. El intento le salió contraproducente al rey, pues los azte- cas se multiplicaban y robustecían, y en tal situación creyó conveniente aquel soberano más bien halagarlos, concedién- doles su propia hija para el servicio del dios Huitzilopochtli. Demostraron su ingratitud y la crueldad de su carácter, sacrificando .inhumanamente, en aras de su dios, á la hija de aquel soberano. En presencia de tal iniquidad estalló la justa indignacion 86 Memorias de la Sociedad Científica LIL IDLILILIDIISL DILO IILIIIIA PIIL DLLLILLIIL LLL ILIILIL de los Colhua, quienes ya sólo trataron de acabar con los Me- xica; el odio del monarca no reconoció límites ante proceder tan inieuo, y reuniendo á sus vasallos arremetió á los mexica con tal arrojo que éstos, á pesar de su bravura, huyeron al la- go para buscar entre los carrizales un refugio contra el furor de sus enemigos. Así permanecieron algún tiempo sujetos á la más triste situacion. Ixtapalapa, Mezicaltzingo, Ixtacalco y Mixihucán, hoy barrio de San Pablo, fueron los únicos lugares en que pudieron morar con alguna libertad, hasta que viendo en Acocolco el tradicional nopal y sobre éste posada un águl- la que devoraba á una serpiente, fijaron en él su residencia: ese lugar de tantos prodigios era el indicado para la funda- cion de una ciudad, la cual tuvo efecto en el año 1325, reci- biendo primero el nombre de Tenochtitlán, en honor de su sa- cerdote y caudillo Tenoch, y después el de México, en honor también de Mexitli, dios de la guerra, por otro nombre Huitzilopochtli. : ¡Esa ciudad, cinco siglos más tarde, debía formar la Capi- tal de la República Mexicana! PLANTA DE LA CIUDAD ANTIGUA Y ENSANCHAMIENTO SU- CESIVO DE LA MISMA (1325-1521) — Afirmado el terreno y ensanchado con césped, los mexica levantaron desde luego un momoxtli, templo humilde que había de convertirse más tarde en el gran teocalli que alcanzaron á ver los conquistadores españoles: construyeron al rededor de él sus chozas, con ca- rrizos y tules, únicos materiales de que fácilmente podían dis- poner entonces. Poco á poco fué aumentando la ciudad que de esclava había de convertirse en dominadora. Fijado definitivamente el asiento de esa tribu belicosa que durante tantos siglos anduvo errante, y construido el primer humildísimo templo, de lodo y carrizos, en el mismo lugar en que según su tradición se había aparecido el águila sobre el nopal, dividióse la gente en cuatro barrios por mandato de su dios. «Antonio Alzate. 1: 87 1 SDIPLLLILODILIDILILIIIIILIIDLIDIIILLILIII0IOL ILLIA IDLIILIIIIIIIADOINA La intervención de Huitzilopochtli es constante, como que se trata de un pueblo eminentemente fanático y que había llegado allí guiado por un sacerdote. Fué, pues, natural que conservaran á éste por Jefe y que el primer gobierno del pue- blo naciente fuese teocrático. La ciudad quedó dividida en cuatro calpulli ó barrios que se distribuyeron los caudillos y fundadores Tenoch, Ocelópan, Axayácal, Xomimitl, Acacitli. Atézcatl y Ahuéxotl. Los cuatro barrios mayores, pues había veinte menores, eran: al N.O. Cuepópan, hoy Santa María de la Redonda; al N.E. Atzacoalco, hoy San Sebastián; al S.E. Zoquipan, hoy San Pablo, y al S.O. Moyotla, hoy San Juan. A los trece años de su establecimiento, los tlaltelolcos á causa de antiguos agravios y rivalidades se separaron por completo de los mexica, y capitaneados por Atlacuáhuitil, Huicto, Opochtli y Atlacol, fueron á vivir á otra isla al Nor- te de la de Tenochtitlán é inmediata, aunque de ella separa- da. Qnedaron así divididos los mexica en dos eludades dife- rentes y desde entonces rivales: México-Tenochtitlán y Mé- xico-Tlaltelolco. Tenochtitlán estaba completamente rodeada de agua por el S. y el E. sin que hubiere por allí ninguna calzada; por el N. la separaba de Tlalteloleo un canal, y más allá de Tlalte- loleo se extendía el lago hasta Tepeyacac. Sólo por el O. se unían los dos reinos de México á la tie- rra firme, y ambos á Atzeapotzalco, el uno por la calzada de Tacuba y el otro directamente por la de Nonoalco. Así, pues, la isla de México se dividía por un canal en dos partes: una al N., Tlaltelolco, y la otra al S., Tenochtitlán. Con el tiempo y con las construcciones sobre el agua, las dos islas se habían extendido y formado una sola, y la antigua división natural se marcaba por un canal de E. á O.—Restos de ese canal es la zanja últimamente cegada, que iba del Puente del Clérigo al de Tetzontlale. 88 Memorias de la Sociedad Científica. OODILIOLOOSIIIIDIIOLILILI/D IDA ASLILILIA La ciudad fué adquiriendo sucesivamente más ensanche hasta llegar á su mayor grandeza en los reinados de Ixcoatl (1430) cuarto rey azteca, y Motecuhzoma llhuicamina (1469) quinto rey azteca. El engrandecimiento no se detuvo en los siguientes reinados, así es que á la llegada de los conquista- dores españoles en 1519 ocupaba ya una extensa superficie, siendo tan grande como las ciudades españolas de Córdoba y Sevilla, componiéndose de unas veinte mil casas. Las calles eran las más de agua y pocas de tierra, límita- das por casas fabricadas de adobe y de carrizo unas, y de tet- zontle y cal otras, siendo en su mayor parte de un solo piso. Desde el reinado de Axayácatl, 6” rey azteca (1473), había quedado Tlalteloleo como un nuevo barrio de la ciudad, pues dicho rey destruyó este reino, cuya monarquía duró 135 anos. Los cuatro barrios mayores y los veinte menores de la an- tigua Tenochtitlán se formaban por las calzadas y los cana- les.—La Calzada de Ixtapalapa al S. y su continuación al N., y la de Tacuba al O. y su continuación al E., se cruzaban te- niendo en su centro el Gran Teocalli que ocupaba próxima- mente veinte hectáreas de terreno, y dividían la ciudad en cuatro grandes fracciones. Para formar las menores se hicie- ron canales casi paralelos á las líneas de las calzadas, dos de N. á S., uno al O., que pasaba por la actual calzada de Santa María y continuaba por las que son hoy calles de Santa Isabel, San Juan de Letrán y de San Juan hasta el lago; cuya anti- gua existencia se revela con los nombres de los puentes de Santa María, del Zacate, Villamil, Juan Carbonero, los Gallos, la Mariscala, San Faancisco, Quebrado y Peredo; y el otro canal al E. del cual aún existe buena parte en la acequia que va por el Puente Solano y los de la Leña, la Merced, Santia- guito, Colorado, el Blanquillo, Curtidores, San Pablo, Santo Tomás y del Molino, al canal de la Viga. Los canales de E. á O. eran tres: —uno al N. que pasaba “Antonio Alzate 89 e detrás de la actual iglesia de Santo Domingo, como lo acusan los puentes de Santo Domingo, Leguísamo, San Pedro y San Pablo y del Cuervo; otro en el centro de la ciudad, que pasa- ba por la calle de la Acequia, Puente del Correo Mayor, fren- te de la Diputación y calles del Refugio, Puente del Espíritu Santo, Coliseo é Independencia; y el último, al S., pasando adelante del teocalli llamado Huitznahuac, que estaba donde ahora es la iglesia de Jesús, y el cual se manifiesta por los nombres de puente del Fierro, Jesús, San Dimas ó Venero y la Aduana Vieja. Con las dos calzadas de Ixtapalapa y Tacuba y sus pro- longaciones, y con los cinco canales que podemos llamar del E., del O., del N., del Centro y del S., se formaban los veinte barrios menores. Había además otros canales secundarios de poca importancia. La isla era más angosta por el N. que por el Sur.—Tal era el estado y división de la ciudad á la muerte de Axayácatl (1481). Lo que México ha ganado en belleza y extensión lo ha perdido en amenidad y frescura: los aztecas se complacían en plantar arboledas y su instinto de cultivadores se hizo palpa- ble en todos los lugares del Valle donde tomaron asiento en su larga peregrinación; y cuando sus violencias los redujeron á encerrarse en las pequeñas islas del lago, la necesidad y la industria les enseñaron á formar sobre la superficie de las aguas los campos de donde habían de sacar su sustento y el espacio necesario para el natural aumento de la población. Es- te prodigio digno de llamar en todos tiempos la atencion, lle- va el modesto nombre de chinampas, y si su vista no produce en nosotros más que un sentimiento de curiosidad, sólo es por nuestra familiaridad con el objeto; pero fijándose en lo pre- cioso y útil de la invención, merecerían verse con mayor in- terés. Ñ Tal vez los aztecas tomaron ejemplo de esos trozos de for- ma irregular que presentan un espesor desigual de 0" 50 á Memorias.—[1899-1900], T. XIV,—12. 90 Memorias de la Sociedad Científica PLDADOLDILIDIIIAL AAA OLLLIALS. ILL AAA PLIIIIPIRIIDAA 17.50, compuestos de raíces entretejidas de plantas lacustres, conocidas con el nombre genérico de tule, de los despojos de éstas y del polvo que los vientos acumulan en su incesante movimiento. Sólidamente establecidos y de menor densidad que el agua, mudan de lugar y se trasladan íntegros de un punto á otro sobre las aguas, ya sea porqué los impelen los vientos, ya porque los arrastre el movimiento de las aguas 6 porque los temblores agiten el líquido de los vasos. Difícil es saber á punto fijo el modo con que se formaron; pero el hecho es que tienen tal solidez, que en tiempo de se- cas en que los pastos escasean en la tierra firme, los ganados penetran hasta estos lugares para buscar su alimento, y los bancos sustentan el peso, notándose únicamente, lo que era preciso, que ceden ó se hunden un poco. No todos tienen. la misma extensión, que varía conforme se juntan ó se separan, y los indígenas les llaman en general ciénega al conjunto, ban- doleros á las porciones de ciénega que cambian de lugar; cés- yped á fracciones que generalmente tienen 0” 25 X0"” 50, con es- pesor desigual, y sirven para construir bordos y presas; y, por último, llaman cinta á la materia de que están formados. Establecidos los aztecas en sus islotes, comenzaron á lu- char para asegurar su subsistencia, procurándose artificial- mente la tierra que la suerte les negara. En aquellos tiempos las ciénegas del Sur, provistas de abundantes manantiales, vertían el excedente de sus aguas sobre el lago mexicano (así se llamaba el que rodeaba á la Capital), por el paso existente entre la base del cerro de la Estrella y el Pedregal llamado hoy de San Angel; y las aguas dulces de Chalco y Xochimil- co, mucho más abundantes que hoy en día, venían á lavar las orillas de la nueva Capital. —Fué por aquel entonces que de- ben haberse generalizado las chinampas ó jardines flotantes, que tanta admiración causaron á los conquistadores españo- les; fueron establecidos por los mexicanos al hilo de la co- rriente de agua dulce que bajaba de Sur á Norte, de Mexicalt- “Antonio Alzate. 91 ” mms ms. PLL ISISIIISIILIIIIIS zingo á Ixtacaleo; con las chinampas se formó el hermoso ca- nal de la Viga, canal que no fué excavado sino abordado por huertos floridos, que en el transcurso de los siglos se han en- clavado sobre el fondo de la ciénega. La cinta, elemento principal de que se forman las chinam- pas, lo proporciona la naturaleza, ya lista para ser adaptada al uso que el hombre le da: vegetación especial que se cría so- bre las aguas de los lagos del Sur, con sus raíces entretejidas é inseparables forma una especie de colchón que flota, sin unión ni contacto alguno con el fondo. Ya en su lugar, se f- ja temporalmente con estacas clavadas en el fondo y coloca- das á cierta distancia unas de otras en todo el perímetro. Cuando estas estacas son de sáuz, echan raíces, y tanto por esta causa como por las capas sucesivas de limo que con obje- to de volver la feracidad á la tierra se le ponen después de cada cosecha y á la larga hacen que las capas inferiores toquen el fondo del vaso, la chinampa de flotante que era se convier- te en fija. Siendo todo el material que entra en la formación de la chinampa enteramente vegetal y de origen acuático, no solamente flota sino que se conserva indefinidamente y se transforma con el transcurso del tiempo en verdadera turba. —Jardines singulares, sin par en el mundo, son comunes aún, en el día por Xochimilco, Ixtacalco, Mexicaltzingo, Misquic, Tláhuac é Ixtapalapa. Estas chinampas, separadas únicamente por canales ó acalotes, se fueron aproximando más y más hasta unirse, al mismo tiempo que sus capas inferiores tocaban el fondo del vaso, y al cabo de algunos siglos quedaron enteramente liga- das, formando una sola masa y dominando por completo las aguas. —Es de creerse que de esta manera es como la ciudad ha adquirido sucesivamente la extensión que hoy tiene, pues se puede decir que está casi ligada con algunos pueblos de los alrededores y en todas partes presenta huella del trabajo hu- MANO. 92 Memorias de la Sociedad Científica OLILIIIDIDAÓA Esta obra grandiosa hecha inconscientemente, á la cual ha contribuido de una manera muy directa el tiempo, con esa pa- ciencia larga y laboriosa que sabe desplegar, la comenzaron los Mexica, los españoles la siguieron, y á nosotros nos ha to- cado concluirla, pues así se han formado últimamente el Ran- cho de Balbuena al $. E. de la capital; las colonias de Santa María y de Guerrero al N. O., la colonia Morelos al E.; al 5. gran parte de las tierras de labor cuyos propietarios han sa- bido utilizar las lamas que arrastra el Río de Churubusco; y al N. E. los extensos terrenos, hoy casi secos, de los potreros de Aragón, con los azolves de los ríos del Consulado, Tlalne- pantla, Guadalupe y los Remedios. Durante largos siglos los mexicanos, rodeados por todos lados de enemigos, lucharon á la vez contra los hombres y con- tra los elementos para levantar y conservar su Metrópoli. Gra- dualinente ensancharon su base, terraplenando la ciénega al rededor de sus islotes, rebajando la parte elevada de éstos, y aun trayendo tierra y piedra que compraban á los otros pue- blos de la orilla del lago. Así creció México, tierra conquis- tada, rescatada, hecha con el sudor y sangre de sus valerosos hijos. La necesidad obligó á los Mexicanos á establecerse en las aguas; ellas les suministraron los elementos necesarios para conservar su precaria y mísera existencia y les sirvieron de valladar para luchar contra sus numerosos enemigos. Lejos estaban entonces los rudos moradores de la naciente Tenoch- titlán de pensar que el elemento de vida para ellos más tar- de llegaría á ser elemento de ruina y de muerte. La inunda- ción no tenía significado para una tribu que aun no tenía mo- rada fija y que vivía acampada en son de guerra. Pero desde el momento en que se levantó la primera cabaña de carrizos sobre la isla solitaria en medio del lago, el gran problema del desagiie del Valle quedó planteado: su solución se impuso á las generaciones futuras; todas contribuyeron á la grande "Antonio Alzate." 93 IWILILIIOLIILIIESL III obra, y á la última tocó verla realizada, al terminar el siglo XIX actual. Los mexicanos bien pronto se hicieron dueños de todos los lugares en el contorno de las lagunas, y su reino tomó el nombre de Anáhuac, cuyo nombre histórico se ha extendido á la parte central de nuestro continente. Pronto tuvieron que reconocer que el refugio que habían buscado en medio de las olas no era propio pava la paz del hogar; pero el fanatismo predominó, y ese lugar, sagrado para ellos, nunca pensaron en abandonarlo. Desde los primeros tiempos comenzaron á construir di- ques y calzadas para moderar el flujo de las aguas de los la- gos y de los ríos en el contorno de la Capital. La primera fué la de Tlacopan ó Tacuba; á ésta siguió la de Nonoalco y Chapultepec, construidas durante la dependen- cia de los mexica de los Acolhuas de Atzcapotzalco. Para contener las aguas de Xochimilco hicieron la calza- da de Mexicaltzingo, que partiendo de Ixtapalapa en direc- ción E. O. llegaba á reunirse con la de San Antonio Abad ó de Tlalpam, en la Ermita de Churubusco; y la calzada de Tlá- huac, de 4,500 metros de largo, que separaba al lago de Chal- co del de Xochimilco. A éstas se seguieron multitud de bor- dos y diques menores para subdividir los vasos, y mediante los cuales extendían la superficie de su naciente población. Estos diques, sin embargo, no podían conjurar el mal de un modo absoluto, y así vemos que durante el glorioso reina- do del 5? rey azteca Moctezuma Ilhuicamina (1440-1469) la ciudad sufrió una inundación tan grande, que quedó conver- tida casi en ruinas. Entonces Moctezuma, siguiendo el conse- jo del sabio rey de Texcoco, Netzahualcóyotl, y bajo su direc- ción, emprendió la construcción de un gigantesco dique, que partiendo de Atzacoalco al Norte, se dirigía en línea recta al Sur hasta Ixtapalapa al pié del cerro de la Estrella. Esta obra admirable, construida de piedra y barro y coronada con un 94 Memorias de la Sopialal Científica LLLLIOOL ILL fuerte muro de mampostería, defendida por ambos lados por una fuerte estacada y teniendo una extensión de 16 kilóme- tros, fué abandonada por los españoles, quienes no siendo ca- paces de conservarla y mucho menos de reponerla como me- recía, no sólo la dejaron caer en ruina completa, sino que indudablemente desde aquella fecha se sirvieron de sus ma- teriales para emplearlos en sus nuevas obras de defensa, obras raquíticas y de pigmeos comparadas con las del gran rey poe- ta. Jamás comprendieron ni menos valorizaron su gran con- cepción, que pone su colosal obra hidráulica en primer lugar de cuantas se han ejecutado en el día en el Valle de México: obra prodigiosa, más por el pensamiento que presidió en ella y por los resultados admirables que engendró, que por lo t1- tánico de sus proporciones. Mediante ella, el gran lago que- dó dividido en dos partes: la mayor, al E., tomó el nombre de lago de Texcoco, por hallarse esa ciudad en su margen, y la menor, al O. se llamó lago de México, por tener á la Capi- tal envuelta con sus aguas por todos lados. Las aguas tam- bién quedaron separadas desde entonces, pues Texcoco era salado y Chaleco y Xochimilco dulces, sirviéndoles de límite el gran dique de Netzahualcoyotl, que los españoles llamaron el Gran Albarradón de San Lázaro, y lo consideraron sin im- portancia alguna. Bajo los reinados de Azayácatl (1469-1481), Tizoe (1481- 1486) y Ahuizotl (1486-1502), se-conservaron las obras an- teriores y se construyeron los diques de Ecatepec y de Zum- pango. Tal era el aspecto de la ciudad y sus alrededores bajo el reinado de Cuauhtémoc, último emperador mexicano: ciudad tomada el 13 de Agosto de 1521 por los conquistadores espa- ñoles y arrasada por ellos desáe el momento en que el león de Castilla había reemplazado al nopal azteca, al rededor del cual se habían agrupado los antiguos Tenochca. "Antonio Alzate." 95 rro TENOCHTITLÁN, CIUDAD INDÍGENA, EN 1521. — Inmediata- mente después de conquistada por los españoles la Capital del Imperio Azteca, la arrasaron, como queda dicho, para cons- truir una nueva ciudad sobre sus escombros. Esa metrópoli, con su peculiar aspecto y su inmenso gentío, era ya una elu- dad de bastante importancia: contenía unas veinte mil casas que daban albergue á más de cien mil habitantes: casas fa- bricadas unas de tezontle y cal, de adobe y de carrizos otras, con sus techos inclinados de zacate, tejamanil ó pencas de ma- guey; eran, según la calidad de sus dueños, de un solo piso, algunas de dos, y muchas, espaciosas y con bellos jardines, distinguiéndose las de los magnates por sus lujosos departa- mentos y por sus torres á manera de minaretes. Esas casas eran extensas y muy sólidas; en sus muros encalados y bru- ñidos no escaseaba el tecalli (mármol) ni ciertos detalles arqui- tectónicos, como cornisas, pilares y marcos de puertas y ven- tanas labrados en forma de culebra ó de lazos ensortijados ó de otras figuras caprichosas, con profusión de grecas cincela- das. Patios y jardines, grandes salas, suntuoso adoratorio y el indispensable temascalli (baño). Los techos eran planos, de viguería de cedro, oyamel ó pino, y cubiertos de una torta de mezcla de cal y de piedra menuda. Como edificios notables y ricos, había los siguientes: El Gran teocalli, era el templo principal, construido en me- dio de un extenso patio de piso pulimentado, y cercado por una gran muralla coronada por cabezas de serpientes, labra- das en grandes trozos de basalto, unas de plumas y otras de escamas. Las cuatro cercas que formaban un rectángulo es- taban orientadas, y de ellas partían las cuatro calzadas prin- cipales para cada uno de los cuatro puntos cardinales. El tem- plo tenía la forma de una pirámide truncada, y en su cara aus- tral estaba una gran escalera de piedra que conducía á una meseta ocupada por dos adoratorios. En el patio, junto á las murallas, se encontraban distribuidos más de veinte torres, 96 Memorias de la Sociedad Científica templos menores, salas, adoratorios y habitaciones para los sacerdotes y otros dignatarios. Tenochtitlán poseía además otros teocallis, no menos de seis, y el gran templo de Tetzcatlipoca, en el lugar en que hoy existe el edificio que fué por mucho tiempo el Arzobispado, y en la actualidad se destina á oficinas del Gobierno Fede- ral. El Palacio Imperial ó Palacio nuevo se alzaba al Este del Templo mayor; con veinte puertas de salida á calles y pla- zas, con sus fuentes y baños, sus paredes de pórfido y basal- to, sus techos de cedro y de pino tallados, sus salones tapi- zados con ricas telas de algodón, y un adoratorio decorado con láminas de metal en que relucían piedras preciosas, incrus- tadas. La Casa de las aves, al Norte del Palacio é inmediata á él, y el Palacio de Axayácatl (esquina de las calles de Santa Tere- sa y 2* del Indio Triste). Al Palacio de Moctezuma Ilhuicamina, al O. del gran teocalls, se le llamaba el Palacio viejo muy sólido en construcción y rl- co en adornos. (Hoy es el lugar que ocupa el Nacional Monte de Piedad, en la calle del Empedradillo. ) El Palacio de Tlilancalqui, muy amplio y rico también (en el lugar en que está hoy el Palacio Municipal, llamado la Di- putación ), limitaba la Gran Plaza por el Sur, estando los edi- ficios mencionados antes, al rededor de dicha Plaza, por el Norte, Este y Oeste. El Palacio de Justicia y la Casa de las Fieras completaban el número de los edificios más notables de la ciudad. (En el lu- gar del último se levantó la Capilla de los Servitas en el Con- vento de S. Francisco, que desapareció con la apertura de la calle de Gante, en 1858.) Además de estos grandes y lujosos edificios había otros bastante buenos, pero de menor importancia, entre los que se contaban dos tianguixtlis (mercados) principales, el de Méxi- AE u Antonio Alzate. 9 PILILILL PILI WPIILID LILIA A eo (hoy Plazuela de San Juan, con mercado también ), y el de Tlalteloleo al Este del teocalli del mismo nombre. En ellos se vendían, con el mejor orden, tanto artículos de primera nece- sidad, como granos, semillas, aves, vestidos de algodón y pie- les eurtidas, como los de lujo que consistían en collares de piedras, plumas para adornar los tocados, vestidos de gala, pe- nachos diversos, piedras labradas, incrustaciones y otros mu- chos y variados objetos. Un acueducto conducía á la ciudad el agua de Chapulte- pec, y otro las de las fuentes de Amileo en Churubusco y de Acuecuexeo en Coyoacán. La ciudad abarcaba una superficie de unos 53 kilómetros cuadrados. ¡Cuán triste es recordar que esta importante ciudad con edificios tan ricos y suntuosos, fué totalmente arrasada, sin haber dejado ni un vestigio de ella! LAs AGUAS DEL VALLE DE MÉXICO, DESDE LA DOMINA- CION ESPAÑOLA (1521-1821) HASTA NUESTROS DIAS (1899).— En 1519 vino Hernán Cortés y se siguió la conquista españo- la, consumada el 13 de Agosto de 1521. El gran lago de Tex- coco vió flotar en sus aguas una escuadra de trece berganti- nes, reducidos después á doce por haber salido uno inservi- ble. Cuando la conquista el lago de Texcoco debe haber te- nido unos 11 metros de profundidad. En la época de la gran inundación (1630) su profundidad era 8”50, aproximadamen- te, y se ha observado que el fondo de este lago ha venido su- biendo 3 centímetros por año. La gran extensión que en tiempo de la conquista ocupaba el agua de los lagos puede estimarse por las distancias á que se hallan algunas poblaciones de los alrededores, situadas en- tonces á sus orillas. —(Contando desde el centro de la ciudad y las distancias en línea recta):—Chalco, 33 kilómetros al E. S.E.; Ayotzingo se veía en la orilla de la laguna de Chalco, 35 kilómetros al S.E; Ixtayópan, 27 kilómetros al S.E.; Memorias.—[1899=1900]. T. XIV.—r3. 98 Memorias de la Sociedad Científica OLA-LLIIIOIIS IIS III Xochimilco, en la margen de la laguna de su nombre, 20 ki- lómetros al $. de la capital, y se comunicaba con ella por una gran calzada construida por los Xochimilcas cuando cayeron en poder de los Mexicas en tiempo de Ixcoatl, 4” rey azteca (1430). En los bordes del lago de Texcoco estaban situadas: Ixtapalapa, 104 kilómetros al S.S.E. y al pie del cerro Huizach- titlán, ó de la Estrella como hoy se le llama, comunicada con México por el canal llamado de Xochimilco ó de la Vi- ga, hasta Mexicaltzingo, y de allí en adelante por una cal- zada: era una gran ciudad y cabeza de otros pueblos, goberna- da por Cuitláhuac, el héroe de la “Noche Triste;” Culhua- cán, 12 kilómetros al S.S.E., y Mexicaltzingo 10 kilómetros al S.; Coyoacán, población muy antigua y mucho más populosa y extensa que la actual, 11 kilómetros al S., fundada por los tol- tecas y ocupada por los Chichimecas en 1116, se comunicaba con la capital por la calzada de Ixtapalapa; Chapultepec, ocu- pado en 1306 por los aztecas, 4 kilómetros al S.O. de México, con el que se comunicaba por las calzadas que después se lla- maron de la Verónica y Belem; Tacuba, 6 kilómetros al O.N. O; Atzcapotzaleo, 7 kilómetros al N.O.; Atzacoalco, de donde partía el gran dique de Netzahualcoyotl que terminaba en Ixtapalapa, 8 kilómetros al N.N.E.; Totoltzingo, 28 kilómetros al N.E.; Texcoco, 29 kilómetros al E.N.E.: y Chimalhuacán, 21 kilómetros al E. El Peñol del Marqués era unaisla, en la que se libró una batalla: antiguamente se le llamaba Tepetzingo y también Acopileo á esa eminencia situada 4 kilómetros al Este de Mé- xico, y era, por sus huertas y arboledas, que completamente han desaparecido, un lugar de recreo de los Emperadores me- xicanos. Todavía en el año de 1600 estaba rodeado de agua, tomó el nombre de Peñoló Peñon del Marqués, por haber si- do uno de los dos que el emperador Carlos V cedió á Hernán Cortés, primer Marqués del Valle, para recreo, siendo el otro el de Xico y Tepeapulco en el lago de Chalco. Hoy es más "Antonio Alzate" s9 conocido aquél con el nombre de Peñon de los Baños, por ha- ber allí unos baños termales medicinales. El lago se extendía hasta Tacuba, 6 kilómetros al O. de México, ciudad fundada por Ixcoatl, 4” rey azteca, en 1428. Se comunicaba con México por medio de la calzada que par- tía del gran teocalli: dicha calzada subsiste todavía, aunque ya en tierra firme por la retirada de las aguas, conservándose el nombre en las afueras de la ciudad y sólo en una de las calles en que justamente daba principio la referida calzada. El gran lago se dividía entonces en el lago dulce, hoy los dos de Xochimilco y Chalco, y el lago salado ó de Texcoco, que era de mucha mayor extensión según se ha visto. Comuni- cábanse los lagos salado y dulce por un ancho canal formado por el avance del terreno que constituye el pie del Huizachti- tlán ó cerro de la Estrella. Las relaciones de los conquistadores y los escritos del Si- glo XVI están unánimes en afirmar la gran extensión de los lagos; y que México se asienta en el de Texcoco, estando ro- deada de agua y comunicada por medio de calzadas con la tierra firme, cuyo hecho consta hasta en la pintura jeroglífica de la fundación de la ciudad.—La ciudad actual ocupa el idén- tico sitio de la capital azteca, y la encontramos en seco y muy lejos de las márgenes del lago. Es indudable que los lagos disminuyen día á día: hay cer- teza de que hace tres siglos el líquido ocupaba un inmenso espacio; los terrenos ahora descubiertos y destinados al cul- tivo estuvieron cubiertos por las aguas; allí donde bogaron los bergantines de los conquistadores, hoy no se encuentra un sorbo de agua con que apagar la sed; y las orillas del vaso, dentro del cual se asentaba México, distan ahora de los edifi- cios una considerable distancia. Obra ha sido esta de más de cinco siglos, casi no interrumpida; comenzada en el XIV por los mexica y continuada por los mismos en el XV; en los XVI, XVII y XVIII por los españoles y en la segunda mitad 100 Memorias de la Sociedad Científica OSLO DIS n Pr del siglo XIX por los Gobiernos Mexicanos, quedando easi concluida al estar finalizando el presente siglo. Todo el terreno abandonado por las aguas del lago presen- ta hoy un aspecto desolador. Vastas llanuras en que apenas se encuentra un pasto raquítico, y lo demás del suelo ofrece en el invierno una costra de sales eflorescentes que producen una impresión de angustia y desaliento: no se encuentra ya nada de las alegrías del lago ni las frondosas arboledas que á su llegada encontraron los conquistadores. A excepción de la ciudad de México que es ahora sin du- da alguna más importante y más hermosa que la antigua Te- nochtitlán, los demás lugares que en el siglo XVI rodeaban el gran lago, están reducidos á pequeños pueblos, con poca importancia respectivamente; pues además de las grandes po- blaciones mencionadas que rodeaban el lago, se encuentran Tlalpizahuac, Ayotla, Chimalpa, Huitcingo, Teteleo é Ixtayó- pan, cuyos pueblos todos sin excepción no son ahora ni con mucho lo que fueron en los antiguos tiempos. Por lo dicho anteriormente se ve que de la época de que hablamos al presente, el Valle de México se ha modificado de una manera muy notable; todo ha cambiado. Castellanos y Mexicanos, vencedores y vencidos desaparecieron del haz de la tierra; no existe el imperio de los aztecas, ni tampoco el poder real que lo substituyó; la Capital India quedó arrasada hasta los cimientos, para dar espacio á la ciudad construida por los extranjeros sobre los escombros de la ciudad conquis- tada, y las grandes poblaciones de las orillas de los lagos se han convertido en miserables villorías, habitadas por una ra- za degradada así en lo físico como en lo moral; la naturaleza misma ha cambiado de aspecto: México está en seco, las la. gunas se estrechan perdiendo su antigua belleza y están con- virtiéndose, por la especulación, las de agua dulce en gran- des lodazales; la vegetación desaparece y el suelo se impreg- na de sales impropias para el cultivo: esas sales eflorescentes, "Antonio Alzate. 101 COLIISC DIDIER VOWOIPIIIIIIISI ILL III ISI ISI IIS w conocidas con el nombre vulgar de tequezquite, derivado del mexicano teguixquitl (sesqui-carbonato de sosa) han ocupado los terrenos á medida que las aguas se o han ido retirando de ellos. “México, Crupbap EsPAÑOLA (1521-1821).—Se demolió rá- pidamente la ciudad azteca con el auxilio de los tlaxcaltecas, y Cortés fijó su residencia en Coyoacán, cuartel general del ejército. Allí se discutió entre los capitanes el asunto relati- vo al lugar en que debiera levantarse la nueva ciudad, opinan- do unos por que fuese en el mismo Coyoacán, y otros en Ta- cuba ó Texcoco; prevaleciendo la de Cortés que manifestó la firme voluntad de que la nueva Capital se levantase sobre las ruinas de la antigua metrópoli de las provincias mexicanas. Cortés nombró el Ayuntamiento de México, y se procedió á la distribución de solares entre los conquistadores, con arre- glo á la nueva traza que se formó, dentro de la cual los indios no podían edificar, y quedaron á cargo de un gobernador, ins- talados en los cuatro barrios primitivos antes mencionados. Tal disposición fué la causa de la regularidad de la planta de la ciudad en la parte central y de la falta de ella en los barrios. Fuera de la traza se distribuyeron solares para huertas, en el camino de Tacuba, comenzando así á formar el barrio de San Cosme, que constituye hoy, con las colonias adyacentes, la parte más hermosa de la ciudad. La traza tenía la forma de un cuadrado cuyos lados eran: —por el Norte, una antigua acequia, desde el Puente del Zacate hasta la esquina del Ca- llejón del Armado; por el Oriente, desde este punto hasta la esquina del Callejón de Muñoz frente á San Pablo; por el Sur, desde la misma esquina hasta la de la Plazuela del Téc- pan de San Juan; y al Poniente; desde dicho punto hasta el Puente del E, siguiendo la acequia que pasaba frente á San Juan de Letrán. Arrasada la ciudad india, con sus escombros se cegaron muchos canales, y para aumentar la superficie de tierra firme, 102 Memorias do la Sociedad Científica OLLSr OLLILILIIIO0DLLLLILII|ILILILLIDLIIIIOILOL LLL II ILL LIL IIIILILLIILIIDILIDIIDIIII se niveló el piso rebajando las alturas y extendiendo los te- rraplenes. Se trabajó con actividad en levantar los edificios según la traza y plan adoptados, empleando buenos materiales de cons- trucción: cales, canterías y basalto de los alrededores, tetzon- tle del Peñón viejo y magníficas maderas de cedro, sacadas de los tupidos bosques que poblaban el Valle de México en el cuadrante S.0., desde las orillas del agua hasta los montes de Río Frío y las Cruces, bosques que los españoles agotaron por completo sin atender para nada á su reproducción, que- dando reemplazados por colinas áridas y desiertas como lo son hasta hoy las lomas de Santa Fe. En el primer siglo de la dominación española se constru- yeron la mayor parte de los templos, conventos y edificios pú- blicos, habiendo sido de los primeros el de la Inquisición (hoy Escuela de Medicina). En 1620 se terminó el acueducto de San Cosme, y cuando la grande inundación de 1629 el valor de la propiedad raíz en la ciudad se estimaba en cincuenta millones de pesos. En el siglo XVII se terminaron algunos de aquéllos y se hicieron muy pocos más. Se estrenó la Catedral, sin coneluir, y se continuó la edificación de casas particulares. A principios del siglo XVIII se construyó el acueducto de Belém, de 1711 41716; poco después se levantó el edificio de la Aduana frente á la Plazuela de Santo Domingo, y se mejo- ró notablemente, en 1734, el de la Casa de Moneda, estable- cida en un departamento del Palacio de los Virreyes desde 1562. El Teatro Principal, reconstruido con mampostería, se estrenó en 1753. A fines del siglo XVIII, en 1797, se comen- zÓ6 la construcción del Colegio de Minería, hoy Escuela Na- cional de Ingenieros, y se terminó á principios del siglo XIX, en 1813; habiendo sido esta construcción, con las consiguien- tes para la completa terminación de la Catedral, y la fundi- ción en 1803 de la estatua ecuestre de Carlos IV, en bronce "Antonio Alzate. 103 CILILILIIIIAS las últimas obras de importancia que se hicieron en la Metró- poli bajo la dominación española. A principios del siglo XIX había: —la Catedral, hermoso edificio, el primero de América en aquella fecha; entre tem- plos y capillas eran setenta; ocho conventos de frailes y vein- tiuno de monjas, el Palacio Virreinal, las casas Consistoriales (la Diputación), el Arzobispado, la Ciudadela, seis colegios científicos, la casa de Moneda, siete hospitales, un teatro, cin- co panteones y uno en cada úno de los templos y conventos. —existían también algunos otros edificios públicos, de menos importancia. Había buenas casas particulares, de dos pisos en general; pocas eran de tres pisos ó con entresuelos como se decía, y la mayor parte de las de los suburbios eran bajas, ó sea de un solo piso, de construcción de adobe las más de ellas. : Era muy imperfecto el sistema de atarjear, y había caños al aire libre, en el eje de toda la calle, hasta en las muy cén- tricas. Los pavimentos eran de tierra en las plazas y plazue- las, y en las calles había malos empedrados, con banquetas de losa sólo en las calles principales. La Plaza de Armas era la única empedrada. El área de la ciudad era de unos 9 kilómetros cuadrados, y su población de 179,830 habitantes, según el censo de Na- varro y Noriega formado en 1820. , Tal era la ciudad española el 27 de Septiembre de 1821, á los trescientos años de su fundación. LAS GRANDES INUNDACIONES DE LA CIUDAD ESPAÑOLA.— En el año de 1553 las aguas invadieron por la primera vez á la ciudad española. El segundo Virey Don Luis de Velasco (1550-1564) atendió á cortar'el mal con grande actividad, é hizo levantar al frente de la ciudad, por San Lázaro, un nue- vo dique, curvo, que se apoyaba por el Norte en la calzada de Guadalupe y por el Sur en la de San Antonio Abad. Esto 104 Memorias de la Sociedad Científica. SILLILLILLIIIII hace comprender que la grande obra de Netzahualcoyotl ha- bía sido abandonada. En 1580 tuvo lugar la segunda inundación, y á consecuen- cia de ella y de la primera, la idea del desagúe directo fué in- «dicada por primera vez, y como la verdadera y única solución del problema; siendo entonces Virey Don Martín Enríquez de Almanza, que gobernó la Nueva España de 1568 á 1580, y á quien cupo este honor. Nuevas inundaciones tuvieron lugar en 1604 y 1607, yá causa de esta última se volvió á tomar en consideración el des- agúe directo, meditado, y hasta parcialmente realizado por el célebre ingeniero Enrico Martínez, prosiguiendo los traba- jos con tal celeridad, que en 1608 se vieron correr las aguas del río de Cuautitlán por el canal y túnel de Nochistongo. Gobernaba entonces el progresista Virey Don Luis de Velas- co, quien desempeñó ese cargo por segunda vez con el título de Marqués de Salinas, en los años de 1607 á 1611, y fué hijo del benévolo segundo Virey que llevaba el mismo nombre. El túnel fué una obra prodigiosa: cuenta la historia que tenía 6,600 metros de largo y fué abierto en el corto tiempo de ¡once meses! teniendo una sección de 3.50 metros de ancho por 4.20 metros de alto, sin revestimiento alguno; de lo que resultó qne al pasar por él las aguas produjeron derrumbes. Se procedió á revestirlo. y habiendo sidó muy fuertes las llu- vias durante la ejecución de los trabajos de revestimiento, el túnel, obstruido en parte por los ademes, no pudo llenar su objeto, y el 21 de Septiembre de 1629 la Capital quedó cubier- ta completamente por las aguas que con rapidez subieron en las calles, y sufrió la mayor inundación que recuerda la his- toria, sin exceptuar probablemente ni la del tiempo del rey Ahuizotl. Toda la ciudad estuvo inundada con excepción de la Plaza de Armas, la Catedral y un costado del Arzobispado; á la is- la así formada, se le dió el nombre de Isla de los perros, á cau- “ Antonio Alzate. n 105 LILLISLIII MALLAS sa de haberse refugiado allí un gran número de estos anima- les. El barrio de Santiago Tlalteloleo, debido á su altura, tampoco se inundó. La población sufrió mucho: multitud de casas se cayeron y sus infelices moradores perecieron en las ruinas en número de treinta mil, según calculaba el virtuoso Arzobispo de México Don Francisco Manzo de Zúñiga. Al presentarse las aguas en 1629 á las goteras de la ciu- dad, se les quiso detener por medio de presas levantadas vio- lentamente y cerrando todo el perímetro de la ciudad. En aquella fecha los barrios es taban habitados por una población muy numerosa de indios, y á ella se recurrió para que desem- peñase el trabajo del desagúe de las calles, empleándose en esa operación bateas, norias y bimbaletes. Pronto se vió que las filtraciones ganaban sobre el trabajo, el círculo de defen- sa se estrechó, y finalmente se abandonaron calles y plazas al feroz enemigo, y el trabajo se continuó únicamente en el in- terior de los grandes edificios. Las puertas se cerraron con muros, y así se trató de conservar libres de agua los templos, conventos, colegios, cuarteles y las grandes fábricas, arrojan- do hacia afuera el producto de las filtraciones. Entonces so- brevino un fenómeno que, aunque natural, era inesperado: al abrirse paso las aguas por debajo de los cimientos de los edi- ficios, con una corriente constante, sostenida por el efecto de los aparatos desaguadores, el terreno deleznable del piso de- bajo de los cimientos, era arrastrado, aumentándose así los vacios en la tierra y con ellos los conductos de las filtraciones. El trabajo seguía y á poco se observó que las fincas se hun- dían y que los muros se cuarteaban: el inteligente Arzobispo comprendió la causa del mal y por orden suya se suspendie- ron los trabajos de desagie, evitando así la pronta y comple- ta ruina de los edificios. A esto se debe en gran parte el hundimiento de muchos de los edificios públicos de aquel tiempo, contándose entre ellos el antiguo Colegio de San Ildefonso, hoy Escuela Nacio- Memorias.—[1899-1900]. T. XIV.—14. 106 Memorias de la Sociedad Científica A nal Preparatoria, y los templos de San Fernando y San Agus- tin, hoy transformado en Biblioteca Nacional, y otros varios. La inundación duró de 1629 á 1634, y todo ese tiempo lo pasó en prisión Enrico Martínez, pues en él, injustamente, hicieron recaer la responsabilidad del desastre. Al bajar el agua, se rebajó el piso que formó isla al rede- dor de Catedral, para aprovechar la tierra en los bajos inme- diatos: ese rebajo se nota perfectamente desde la calle de San- ta Inés, en el templo del mismo nombre y en las casas nú- meros 6 y 7; en la Moneda, en las antiguas casas números 2 y 3, y en varias de las calles de Santa Teresa, las Escalerillas, Tacuba, la Alcaicería y Cordobanes: en esta última calle se ven los cimientos del antiguo Colegio de Santos, hoy casa nú- mero 545, desenterrados cerca de 0.70 metros, y en las calles citadas se observa, más ó menos, que los antiguos edificios, dentro de su línea de fachada, tienen escalones ó rampas en sus puertas. La noticia de tantas desgracias llegó hasta Felipe IV, rey de España, y este monarca, creyendo ya imposible todo reme- dio, ordenó que se abandonara la ciudad, levantándose un Mé- xico nuevo en la llanura que se extiende entre Tacuba y Ta- cubaya, donde está hoy la hacienda de los Morales.—La orden del rey se supo en México en 1631, y el Virey la comunicó al Ayuntamiento y á los gremios; pero fué rechazada, manifes- tando que el valor de la propiedad urbana ascendía á cincuen- ta millones de pesos, y se resolvieron á dejar á México en su sitio, pero con el propósito de evitar que pudiera volver á inun- darse, ejecutando para esto las obras necesarias y siendo muy discutido cuáles deberían ser; hasta que por fin, después de muchas vacilaciones, se decidió no revestir el túnel sino me- jor tajar la montaña arriba de él, y en 1637 se dió principio á esa obra colosal, más colosal aún para aquella época. Hubo que cavar en algunos lugares más de sesenta metros de pro- fundidad para abrir este tajo que estuvo en obra desde 1637 Antonio Alzate... 107 TIL LOLI LIA ALIS hasta 1789 que quedó terminado. En ese período de 152 años, la excavación del famoso Tajo de Nochistongo, en uso hasta hoy, costó muchas vidas y bastantes millones de pesos, ha- biéndose logrado con él, que México no haya vuelto á sufrir grandes inundaciones ni aun en años muy lluviosos. MÉXICO MODERNO. — (1521-1899). — Consumada la inde- pendencia el 27 de Septiembre de+»1821, en los primeros vein- te años después de este suceso la gente estuvo demasiado ocupada en la política del país y no pensó en mejoras mate- riales, por lo que la capital nada adelantó en ese período. Se inauguraron las mejoras con la demolición del Parián en 1843, cuyo feo edificio que estorbaba la Plaza principal, es- tuvo allí por cerca de dos siglos, destinado al tráfico mercan- til. Y como primera obra importante, en 1844 se estrenó el Gran Teatro Nacional, comenzado á construir pocos años an- tes. El 7 de Abril de 1845 hubo un fuerte temblor que destru- yó varios edificios y causó grandes desperfectos en otros: se derrumbó la cúpula de Santa Teresa, se ayeriaron algunos templos y casas particulares, y casi todos los edificios de la ciudad, en general, tuvieron algo que sufrir. La necesidad obligó á emprender las obras consiguientes: á los pocos años la cúpula de Santa Teresa quedó sustituida por otra esbelta y elegante, y con más ó menos premura se ejecutaron la re- construcción y reparación de los muchos edificios que ame- nazaban ruina, resultando todos mejorados respecto de como antes estaban. En 1850 se trasladó al Apartado la Casa de Moneda que desde 1562 estuvo en un departamento del Pala- cio: últimamente se le han hecho grandes mejoras y está per- fectamente montada. El 19 de Junio de 1858 sufrió México otro fuerte temblor de iguales consecuencias que el de 1845: se desplomó una par- te del ex-convento de San Jerónimo, se cuartearon muchos * templos, varios de los cuales hubo que cerrarlos al culto mien- 108 Memorias de la Sociedad Científica PAIS ¡ILIOILIIIA ”- tras se reparaban, y se desplomaron algunas casas. Coinel- diendo con este terremoto se demolían muchos conventos y algunas iglesias y capillas, por disposición del Gobierno para venderlos á particulares en lotes: en varios de ellos se abrie- ron calles que no existían, como fueron las de la Independen- cia, Gante, Lerdo, Ocampo, Leandro Valle, del Ayuntamien- to y otras, y se ensancharon algunos callejones. La Acade- mia Nacional de San Carlos, hoy llamada Escuela Nacional de Bellas Artes, reparó los desperfectos que le causó el tem- blor y emprendió una obra formal para mejorar y ensanchar el establecimiento comprando una casa contigua: la fachada principal se le hizo nueva y es la misma que hoy existe. — Las construcciones empezaron entonces á tomar vuelo, tan- to para reponer los estragos causados por el temblor, cuanto para edificar en los lotes de los conventos, levantando facha- das más ó menos lujosas en las aceras de las calles abiertas. Con estas obras, hechas unas por necesidad y otras por especulación, mejoró bastante la ciudad, tanto en sus edificios públicos como en sus casas partienlares, y siguió el furor de las construcciones con el ensanchamiento de la ciudad, hacién- dose muy patente unos cinco ó seis años después; es decir, hace unos 35 años que el adelanto rápido de la capital no se ha detenido en ningún sentido, ni en el de aumentar las bue- nas construcciones, ni en el de mejorar las antiguas, ni en el de extender la superficie de la ciudad. Las Colonias de Ar- quitectos y de Santa María de la Ribera, establecidas poco an- tes de ese período, en él comenzaron á poblarse con rapidez, y se instalaron sucesivamente las de Guerrero, Santa Julia, Indianilla, Hidalgo, Morelos, Juárez, Peralvillo, Valle (Gró- mez, San Rafael y otras de menor importancia, encontrándose todas á la fecha más ó menos pobladas. A los paseos públi- cos que había, que eran la Alameda, la Viga y Bucareli, me- jorados notablemente, se agregó el de la Reforma, adornado con árboles, glorietas con monumentos y amplias banquetas: “Antonio Alzate. n 109 OCSILALOIIIIALIIILIILIISIALIIILIIIIIIS LID IIIIL eS PILI con estatuas: sus laterales constituyen verdaderamente otra colonia, pero colonia de lujo, con magníficas fincas de ricos propietarios.—Se aumentaron considerablemente las fábricas, instalándose en edificios á propósito para hilados y tejidos, loza, azulejos, mosaicos para pisos, elaboración de tabacos, ácidos, drogas, cevillos, cerveza, licores, dulces, galletas, ta- pones de corcho y otras; molinos de trigo, aceites, nixtamal para hacer tortillas, ete.—Los talleres comenzaron á tomar importancia, estableciéndose muchos, de herrería, carpintería, tornería, carrocería, ete., movidos por vapor; se instalaron una fundición de fierro y varias de bronce, fábricas de camas de metal y de muebles finos —Las tranvías se habían estable- cido en 1856, y pocos años después tomaron grande inere- mento hasta constituir hoy una Sociedad Anónima, la Com- pañía de Ferrocarriles del Distrito Federal, que representa un capital de diez millones de pesos y cuenta entre sus de- pendencias cinco grandes estaciones de depósito, talleres bien montados y seis edificios propios para sus postas, además de otros que tiene por renta dentro de la ciudad; y acaba de ad- quirir en 1898 una gran extensión de terreno en la Colonia de la Indianilla, en donde está construyendo un edificio para instalar sus motores eléctricos á fin de sustituir con la elec- tricidad la tracción animal que hoy emplea en la ciudad y en sus vías foráneas: sus líneas urbanas exceden de 100 kilóme- tros de longitud dentro del perímetro de la ciudad.—La Igle- sia de San Agustín se transformó en Biblioteca Nacional, de hermosa y sólida arquitectura, con fachadas de cantería la- brada y ornamentada, y es hoy uno de los mejores edificios públicos. —Se construyeron los teatros “Arbew” é “Hidalgo;” éste al principio fué de madera y después se reconstruyó só- lidamente. En 1872 se incendió la Cámara de Diputados que existía en el Palacio Nacional y se instaló en el teatro “Itur- bide,” bonito local que había servido algunos años para su ob- jeto, y que adquirido después en propiedad por el Gobierno Fe- 110 Memorias de la Sociedad Científica LIOOOLOL ODIO LIO DI PILA deral, lo ha ido mejorando y embelleciendo en los años suce- sivos.—Los panteones se fueron suprimiendo en la ciudad y ocupados sus locales, previamente desinfectados: sólo queda el de San Fernando, clausurado, y hay, fuera de la ciudad, seis en servicio, el más concurrido el de Dolores. En la segunda mitad del presente siglo se comenzaron á demoler los grandes acueductos de mampostería de San Cos- me y de Belem, con grandes interrupciones; pero por fin en 1898 se terminó la demolición, tanto dentro de la ciudad co- mo fuera de ella, y se sustituyeron con entubaciones de fierro: sus escombros se utilizaron en los pisos de la ciudad. En 1865 México sufrió una inundación en toda la parte oriental, debido al desbordamiento del río de Cuautitlán, fren- te á Teoloyuca, por donde estuvo entrando el agua al Valle durante cuarenta días consecutivos. A consecuencia de ella se pensó seriamente en la obra del desagie, y existiendo el proyecto del inteligente ingeniero Sr. D. Francisco de Garay, que en 1856 fué aprobado oficialmente y premiado en con- curso, y el que, vuelto á examinar y discutir en 1864, fué aprobado nuevamente, se acogió con entusiasmo y se dió principio á las obras. Al poco tiempo se le hicieron tales mo- dificaciones, que resultó otro completamente distinto: el túnel de Tequisquiac, proyectado por el Sr. Garay para desembo- car en el barranco de Ametlac, se llevó á desembocar al de Acatlán, y tuvo la doble desventaja de originar mayores gas- tos para tener un desemboque ménos bueno: esta fué la res- petable opinión emitida oficialmente por el reputado Sr. Inge- niero belga D. Leon Derote, que vino á México, solicitado por nuestro Gobierno, para hacer un estudio del desagúe en vis- ta delas obras en ejecución del primitivo proyecto del Sr. In- geniero Garay y del reformado que se estaba llevando á cabo por el Director de las obras, Sr. Ingeniero D. Luis Espinosa; y como resultado de su estudio el Sr. Derote daría un infor- me que en 1888 rindió concienzuda y minuciosamente, el '" Antonio Alzate. 111 cual serviría al Gobierno para optar por la manera más con- veniente y eficaz de proseguir y terminar los trabajos empren- didos para el desagiie. Las obras se continuaron por el (Go- bierno con bastantes vacilaciones sobre el proyecto modifi- cado y con algunas interrupciones en los trabajos, hasta que- dar por fin, en la actualidad, casi terminadas, habiendo costa do muchos millones de pesos. De veinte años á esta parte se han levantado multitud de construcciones de todo género: con la apertura de la Alcaice- ría, la Avenida del Cinco de Mayo presenta en sus dos aceras hermosas y sólidas fincas de dos, tres y cuatro pisos, lo mis- mo que la prolongación de la calle de la Palma, perpendicu- lar á dicha avenida. —Se han construido y mejorado muchos cuarteles para el ejército, adaptando bien los edificios á su objeto.— Los cuarenta hoteles que tiene la ciudad, casi sin excepción han mejorado todos, siendo los principales Iturbi- de, San Carlos, El Jardín, Sanz, del Coliseo, Bazar, Gillow, Cántabro, Universal, de Francia, Comonfort, Central y algu- unos más. —Se han edificado amplias y sólidas estaciones para los ferrocarriles; en la del Ferrocarril Mexicano, se estrenó el departamento principal en 1875 y se continuaron las obras en sus oficinas, las que ya terminadas, comenzaron á hundirse hasta amenazar ruina, y actualmente están en reparación. Si- guieron la del Ferrocarril Central, Ferrocarril del Nord-Este y Ferrocarril Interoceánico. Por último, se construyó en de- finitiva, la del Ferrocarril Nacional Mexicano que se estrenó el año de 1895, habiendo tenido antes esta Empresa, como to- das las otras tuvieron, una estación provisional, de construe- ción ligera. — Se construyó la iglesia católica de San Felipe de Jesús, muy sólida y elegante; se estrenó sin concluir en 1897 y sigue abierta al culto aunque no terminada del todo. Se han construido también algunas capillas católicas y mejo- rado varios templos, tanto en su parte material cuanto en su ornato. Se edificaron dos iglesias protestantes, una en la calle 112 Memorias de la Sociedad Científica. => de Gante y otra en la de Mina.—Se repararon y mejoraron los mercados secundarios de Santa Catarina y 2 de Abril y se es- tablecieron el de la»Plazuela de San Lucas y el de la Plazue- la de Martínez de la Torre. —El Palacio Municipal sufrió en su planta una transformación completa, mejorando notable- mente con la obra que se le hizo. — Diez edificios entre Casi- nos y Clubs, se han mejorado y embellecido, así como multi- tud de casas particulares, sobre todo en calles céntricas.—Una de las obras más recientes es la de la Escuela Normal de Pro- fesores, construida en un edificio del Gobierno que fué parte del convento de Santa Teresa, Escuela que se fundó en 1887, y actualmente se está ensanchando sobre el solar de una ca- sa que se compró y se demolió al efecto en la esquina de las calles de Santa Teresa donde está ya desplantada la fachada de ángulo, y se sigue la obra poco á poco. Las construcciones de fierro datan de los últimos quince años á esta fecha. En 1881 comenzaron á emplearse los rie- les usados del Ferrocarril Mexicano que estaban reemplazán- dose con rieles de acero: se les daba el uso de vigas en las construcciones, y á poco empezaron á introducirse las vigue- tas de fierro y la lámina acanalada para los techos, materia- les que ahora son de gran consumo, y los comerciantes del ramo los están importando constantemente por millares de unas y Otras. | (Continuará). LE DOSAGE CLINIQUE DE L'URÉE A LA PRESSION ET A LA TEMPERATURE MOYENNE DE MEXICO PAR LE PROFESSEUR EN PHARMACIE Mariano Lozano y Castro, M. $, A., Chimiste á l'Institut Médical et au Conseil de Salubrité. L'urée est une des substances les plus importantes de la chimie organique elle a été etudiée par la plupart des chi- mistes; ses propriétés et métamorphoses sont aujourd'hui tres bien définies. En vertu que cette substance est une des principales ex- cretions de l homme et que la quantité Vurée excrétée soit, pour ainsi dire, le barométre qui nous marque les changements subis par Porganisme, il y a beaucoup Vauteurs qui se sont occupés de cette question, et ils ont décrit de nombreuses méthodes de dosage de cette substance, et le nombre d'ap- pareils inventés ou modifiés a été aussi bien grand. Le procédé que Von adopte généralement á Mexico est celui du dossage par décomposition de Purée dans ses éléments, azote et acide carbonique, au moyen de Phypobromite de so- Memorias.—[1899-1900]. T, XIV.—15. 114 Memorias de la Sociedad Científica. IWIOL LILIA II IIDILIIIIIII dium en solution alcaline: le second de ces gas est absorbé par Vexcés Valcali de Phypobromite, et le premier, c'est á di- re Pazote, est recueilli dans une cloche divisée en fractions de centimétre cube, pour déduire du volume de ce gas le quantité d'urée en litre. Ce procédé, sans aucune doute, est celui qui offre les plus grands avantages pour les dossages de Purée; il ne reste qwá choisir l'appareil, lequel, en outre de ses indications bien pré- -cises, soit á la portée de tout le monde par son prix et par sa facile manipulation. J'ai eu Poccasion, á PInstitut Médical National, de com- parer plusieurs uréométres, entre autres ceux de MM. Mora- les, Ivon, Méhu, Tyerry, Esbach et Huéfner; et j'ai trouvé que les plus précis, les moins sujets á erreur et les plus ma- niables sont ceux de MM. Morales, Ivon et Méhu. Moi, J'ai fait beaucoup d'expérimentations dans les ap- pareils dIvon et Méhu, etj'ai constaté que ce dernier ne dif- fere du premier que par ses dimensions, et j'estime cela com- me un avantage, car on Ya pas á diluer Purine, quand elle contient beaucoup d'urée, ce qu'on ne peut pas eviter avec ce- lui VIvon, á cause de ses petites dimensions. En employant queleonque de ces trois appareils, il y a Pin- convénient de dépenser une assez grande quantité de mercu- re —ee quí les rend tres coúteux—et pour éviter cet inconvé- nient je leur ai fait une modification, dont je m'ocecupe a pré- sent, en m'nspirant de Pappareil imaginé par le docteur Al- tamirano en vue des dossages des gas des eaux. La modification consiste á substituer la cuve á mercure, qui exige á peu prés six kilogrammes de ce métal, par un tube de verre du méme diamétre que Puréométre, et un deuxiéme tube de caoutchoue quí les réunit tous deux á son extrémité inférieure. Le poids du mercure nécessaire á remplir los deux tubes est uniquement de 690 gr. si Von adopte Vuréométre de Méhu. Comme on peut aussi introduire cette modifica- CIC "Antonio Alzate. 115 tion dans lappareil d'Ivon, la quantité de mercure sera alors bien plus moindre, en attendant que le tube de verre doit étre du méme diamétre que cet uréomeétre, lequel est la mi-par- tie de celui de Méhu. On peut simplifier encore, au cas oú Pon ne posséde au- cun de deux uréométres que ¡e viens de mentionner, en les substituant par une burette divisée en fractions de centimétre cube, et en fermant lextremité supérieure de cette burette avec un bouchon traversé de deux trous, et en plagant dans Pun deux un tube courbé en angle droite, relié á un au- tre tube long de caoutehouc, qui met en connexion la burette avec une fiole oú a lieu la réaction, c'est á dire oú se décom- pose Purine en vertu de 'hypobromite de sodium; et le second trou sert á placer un tube á verre muni d'un petit tube de caoutehouc qui porte des pinces, eb au moyen de ce mécanisme on peut mettre en communication la burette avec Vexté- rieur. Dossage de Purée dans Vurine.— En vYoccupant de cette question je ne veux point m'étendre dans des détails de ma- nipulations, qui sont connus de tout le monde, je me borne- ral seulemet á exposer nettement les données que Vexpérien- ce m'a fournie, lesquelles, en vertu Vune heureuse coinciden- ce, rendent bien simples les dosages cliniques de Vurée. Le procédé le plus exact que Von peut suivre daus ces dosages, á fin dVéviter les corrections de température et de pression, c'est celui que la plupart des auteurs mentionne, consistant á opérer dabord, en employant une solution ti- trée d urée, numéroter les centimétres cubes d'azote produits, et puis faire une opération identique avec un ou deux centi- métres cubes Vurine, pour en déduire, a Paide de proportions, la quantité Vurée contenue daus un litre d'urine. Cette méthode, que j'ai employée depuis plus de deux années, dans de nombreux dossages, est celui qui m'a pro- curé les données qui ménagent toute sorte de calculs. 116 Memorias do la Sociedad Científica LPILLLLILOLIILLIIIIILII A Paris, un centigramme d'urée produit par moyenne 3cc. 94, ou dans des chiffres ronds, d'apres Ivon, 4ec. V'azo- te; de lá on déduit que chaque centimétre cube Vazote ré- presente O grms. 0025 d'urée, quantité que si on la multiplie parlenombre de centimeétres cubes d'azote que produits un seul Vurine, ce chiffre augmenté dix fois, donne la quantité Vurée dans un litre 'urine. A Mexico, á la pression moyenne de 586 millimétres de mercure, C'est á dire á la hauteur de 2,265 métres sur le ni- veau de la mer et ala température moyenne de 18%c, dans la- quelle on opére le plus souvent, un centigramme Vurée pro- duise 5cc. d'azote, volume moyen qui ne s'éloigne pas beaucoup de ceux que Pon a obtenus aux plus basses ou aux plus hautes températures etaux diverses pressions dans lesquelles J'ai operé car á la température de 120. j'ai obtenu 4ecc. 9, et a celle de 240 e., Bcc. 2. Je Wai pas consideré ce volume moyen de 5cc comme le dé- cisif, qu' aprés avoir groupé un grand nombre dobservations, recherchant toujours la pression et la température, nonobos- tant que presque dans tous les cas, et du premier abord, je constaté le volume constant de 5cc. De cette précieuse coinei- dence résulte que chaque centimétre cube V'azote répresente 0 grm. 002 Vurée, et que, en conséquence, dans les dosages eliniques de Vurée, si Pon opere avec deux centimetres cubes d'urine, le nombre de centimétres cubes qu'on obtient d'azote, répresentent en grammes le quantité Vurée dans un litre d'urine; et si lon opere avec un centimetre cube Vurine, il suffit de multiplier par deux le nombre de centimetres cubes d'azote qu'on a obtenu pour avoir, en grammes aussi, le quantité 'urée dans un litre 'urine. Un seul exemple suffira á etablir cette loi et á constater les conclusions que nous avons posés antérieurement. Sup- posez qwen opérant avec 2cc. d'urine on a obtenu 24cc. d'azote; lec. Vazote équivalent á O gr. 002 d'urée, et 24 répresentant O gr. 048; et si 2cc. Vurine renferment 0 gr. 048 Purée, 1,00cc. “Antonio Alzate. 117 PILIISIIA PILI Ot contiendront 24 gr. Vurée, quantité qui est égal au nombre de centimétres cubes azote obtenus. En opérant avec lec d'urine, supposez que Pon obtienne 8cc. Vazote; puisque 1cc. Vazote répresente O gr. 002 urée, 8cc. répresenteront O gr. 016, et si 1cc. Purine contient O gr. 016 Vurée, 1,000cc. contiendront 16 grammes, quantité égale au nombre de centimétres cubes d'azote obtunus et multi- pliée par 2. ES E= == o Mola UL De añ Nana a 5 Figure numéro 1.—U. Uréométre.—T. Tube de verre. Figr n? 2.—B. Burette.—T. Tube de verre.—C Tubes de verre et de caoutehouc, ce dernier se ferment á volonté au moyen des pinces, —F. Fiole de réaction de l'urine avec 1'hypobromite de sodium. 118 Memorias de la Sociedad Científica ñ D'aprés ce qui precéde, on sera convaineu que le moyen le plus aisé de calculer le quantité d'urée contenue dans un litre Vurine á la hauteur de México sur le niveau de la mer. Et ce que je dis de México on peut létendre a toute ville qui soit á peu pres á la méme hauteur, c'est á dire qwelle soit comprise, par exemple, entre 2,200 et 2,400 métres sur le niveau de la mer. On fait fonctionner les appareils en suivant les prescrip- tions ci-dessous: On ouvre le robinet de Vuréométre dans Vappareil qui ré- presente la fig. 1; on verse du mercure dans le tube jusqu'á- prés de la moitié de sa longitude; on éléve celui-ci jusqu'a rem- plir complétementla cloche inférieure de Vuréométre; on ferme le robinet, en ayant soin qwil ne reste aucune bulle dair; on descend le tube pour diminuer la pression intérieure de l'uréo- métre et l'on procede á faire le dosage avec 1 0u 2cc d'urine en suivant la méthode assez connue pour ce genre 'uréomeé- tres, en ayant soin toujours qwil y ait une dépression dans Pintérieur de Vuréométre, ce qwon obtient en abaissant le tube selon les besoins. Une fois la réaction finie, on égale les niveaux du mercure dans le tube et dans Puréométre, en éle- vant ou en abaissant le tube; on lit le numéro de centimétres cubes d'azote produits et ils répresenteront le nombre de grammes Vurée contenus dans un litre urine, si l'on a opéré avec 2cc., et Pon multipliera par 2 le méme nombre de centi- métres cubes Vazote, si Pon a opéré avec 1cc Purine. Pour ce qui toucheá Vappareil de la fig. n* 2, il fonctionne exactement comme Vuréométre de Mr. Morales, á Pexception que au lieu du robinet a trois voies on emploie des pinces pour communiquer ou incommuniquer la partie intérieure de Pappareil avec Vextérieur. On fait la lecture du numéro de centimétres Vazote obtenus comme dans Pappareil de la fig. n? 1, ainsi que son interprétation. On peut aussi employer cet appareil avec de Peau. "Antonio Alzate" 119 PTLLIIDLIDILDIDIIDIISI IIS La formule de la solution d'hypobromite de sodium que J'al employée dans tous mes dosages, est celle d'Ivon: A See. Lessive de sodium de den- O o Re E 50ce. Bau distillée.. Lota aa 100cc. Celle de la solution dVurée est la suivante: A Ios 1 gramme. E A A 2 > Eau distill6s.. cia es 100 qe Un centimétre cube de cette solution contient un centi- gramme d'urée. OIL IS LILILALILDLI ALA Ls e de A pe De ¿rei mb O E id y y Re Ñ id ON MA Di Cas ASS e ¿stulari. . lis de pe Po VE 00 $ de P -- NÓ Y Me PL US AN M0 e —<—— 11. .MAIS ATAZIA? AACIHIDOS Al AU 4AILHOMAN ATAJIARGM! ALARAVINIIZ2ARD JTAHOTAR O ÁLMAD 205007 viX OMOT TOMO XIV MEMORIAS DE LA SOCIEDAD “ALZATE.” LAM. II. CRASSECHEVERRIA. IMBRICATA. TAMAÑO NATURAL. UNA MONSTRUOSIDAD DE LA CRASSECHEVERRIA IMBRICATA. POR EL DR. ALFREDO DUGES, M. S. A., Profesor de Historia Natural en el Colegio del Estado de Guanajuato. (LAMINA 11). Al examinar una inflorescencia de Crassecheverria imbricata (slempreviva) ya seca, que habian traido para la clase de Botá- nica del colegio, me sorprendió ver su extremidad verde, y con unos singulares apéndices que por de pronto no pude expli-* carme: la estudié entonces con atención y observé las parti- cularidades siguientes, exactamente representadas en la lámi- na que va adjunta á esta nota. Casi al pie de la inflorescencia el eje principal se engro- saba repentinamente y pasaba á un verde claro, formando después una curva como cayado: en la parte inferior de este abultamiento observé unas raíces advenedizas (1. 2, 3); las principales nacían de un tuberculillo. En la porción terminal se veían dos grandes láminas de un morado sucio (4. 5.); y como desprendí la mayor (5.), que dejó una cicatriz (6), pude ver un cuerpo doble (7. 7.) compuesto de una laminita verde, y de otra más grande y parduzca. Memorias.—[1899-1900]. T. XIV.—16. 122 Memorias de la Sociedad Científica. Esta producción representaba perfectamente un embrión completo con su radícula muy grande y con raicillas, sus dos cotiledones, y su gémula con dos hojillas. Por un examen de- tenido me cercioré de que no era alguna semilla adherida al tallo, que hubiera podido germinar y producir esta especie de embrión; no cabía duda de que era la continuación del eje pri- mario de la inflorescencia. Es probable que esta última esta- ba pegada al suelo, y que algun punto de ella aún vivo pudo crear raíces advenedizas, y desarrollarse después. Pero queda- ba por explicar la singular forma de la porción terminal. Sin engolfarme en teorías, me parece difícil comprender como puede un embrión nacer en semejante lugar. Tal vez sea más prudente admitir que el aspecto de embrión con todas sus partes constituyentes, sea debido á las circunstancias en que se halló el eje de la inflorescencia, y que acarrearon una for- ma especial de la yema terminal, por el procedimiento llama- do de convergencia. Podrá la ilustrada Sociedad “Alzate” discutir este punto que me parece muy interesante: ella tiene en su seno miem- bros sabios y más versados que yo en las cosas de Botánica: y tendré mucho gusto en conocer su autorizada opinión sobre este caso, que tal vez sea el primero conocido en la ciencia. Guanajuato, Septiembre de 1899. TOLUCA ESTUDIO ETIMOLOGICO TOMADO DE LA OBRA “NOMBRES GEOGRAFICOS INDIGENAS DEL ESTADO DE MEXICO.” DEL LIC. CECILIO A. ROBELO, M. $. A. El Sr. Orozco y Berra dice: “Tolocan ó Tolucan propia- mente quiere decir: lugar de los Toluca.” . Para que tuviera esa significación, el nombre debería ser: Tolocapa 6 Tolucapa, como se dice Mexicapa, Tlaxcaltecapa, de de. Toluca, por sí solo, como nombre gentilicio, significa simple- mente los tolucas ó tolucos, como Mexica, los mexicanos; Tlax- calteca, los tlaxcaltecas; Chalca, los chalqueños. Continúa diciendo el Sr. Orozco: “La palabra está expre- ““sada por una cabeza inclinada (se refiere al geroglífico, sigmo ““ del verbo toloa, bajar ó inclinar la cabeza, resultando Tolo- “can (de sonido igual al apetecido), lugar en que se inclina “la cabeza.” Tolo-can no puede significar “lugar en que se inclina la cabeza.” Para que signifique esto, su estructura debería ser 124 Memorias de la Sociedad Científica Toloayan, compuesto de toloa, voz impersonal del verbo toloa, inclinar la cabeza, y de yan seudoposposición que expresa el lugar donde se ejecuta la acción del verbo. El Sr. Dr. Peñafiel dice: “El geroglífico se compone de una cabeza inclinada, sobre la terminación tepec, estos dos sig- nos dicen solamente, lugar ó asiento de la tribu toluca.” En. todo caso sería “lugar de los toloas ó toluas, como Culuacan significa “lugar de los coluas.” El Sr. Eufemio Mendoza dice: “Lugar de reverencia.” La forma figurativa de la escritura geroglífica, esto es, la ca- becita inclinada, autoriza esta interpretación.” Reverencia se dice, en mexicano, entre otros términos, tololiztli, y agregando la posposición can, lugar, se formará el nombre Tololizcan, el cual, por sinalefa que impone la eufonía, puede perder la sí- laba liz, y convertirse en Tolo-can. No obstante esto, no esta- mos conformes con esta interpretación, porque la inclinación ó abajamiento de cabeza que expresa el verbo toloa, no es pro- piamente el acto de reverencia que impone la religión, el res- peto ó la cortesía, sino el acto material de bajar la cabeza; y no es verosímil que se hubiera empleado este término, tolo- liztli, cuando hay los muy apropiados, netlancuacololiztli, nexi- cololiztli, tomahuitiliztla, teixtililiztli, los cuales expresan adora- ción, respeto, cortesía. El Sr. Olaguíbel se muestra partidario de la interpretación de Mendoza y 4 ese propósito dice: “La existencia de los tem- plos toltecas que asegura Boturini, confirma la traducción del Sr. Mendoza: “lugar de reverencia,” y á ello conspira el nom- bre del cerro que, inmediato á Toluca, se levanta por el rum- bo Norte; Tolochi, corrupción de Tolotzin, según se leé en los títulos de posesión de la ciudad, cuyo nombre indica doble re- verencia, por la raíz Tolo, y por la partícula Tzim, del estilo reyerencial.” El cerro Tolochi, corrupción de Tolotzin, nos va á servir de guía para encontrar la verdadera significación de Toloca 6 To- "Antonio Alzate. 125 LSLILIILIEIIIIAICIIIIIIIIITDIIIIAA ne luca. En ese cerro debe haber habido un templo tolteca de los que habla Boturini, y en él debe haberse tributado culto á un Dios que tenía la cabeza inclinada, y esto se confirma con el geroglífico, que consiste en un cerro tepetl en cuya cima está una cabecita inclinada. Ahora bien, este dios debe haber sido conocido con el nombre ó advocación de “el inclinado de ca- beza,” lo cual se expresa en mexicano con la palabra tolo, par- ticipio pasivo, con funciones de adjetivo, del verbo toloa, in- clinar ó bajar la cabeza; pero como se trata de un dios, no lo han de haber llamado simplemente Tolo, sino Tolotzin, reve- rencialmenté, como lo hacían con los dioses, los reyes, los su- periores, etc. ete. Tal debe ser el origen del nombre del cerro, que, geográficamente, debe llamarse: Tolotzinco, 6 Tolotepetl, ó Tolocan significando respectivamente: “En donde está el alos Tolo,” ó “Cerro del dios Tolo,” ó “Lugar del dios Tolo, ” esto es, “del dios que tiene inclinada la cabeza.” La formación del último nombre Zolocan, bastaría para dar por terminada la discusión de esta etimología, para los que creen que la escri- tura genuina del nombre es Tolocan; pero como nosotros no lo ereemos así, sino que la escritura primitiva fué Toloca 6 Toluca, ampliaremos nuestras explicaciones para poner punto á la discusión. Hemos dicho que tolo, “inclinado de cabeza, ” es un parti- cipio pasivo del verbo toloa, “inclinar ó bajar la cabeza;” aho- ra agregaremos que estos participios acabados en o, cuando tienen funciones de adjetivo y se refieren á personas, suelen tomar qui, al final; así es que “inclinado de cabeza,” lo mismo se dice tolo, que toloqui. Al dios de que tratamos, según esto, se le llamaría: Zolo 6 Toloqui, Tolotzin ó Tolocatzin, reverencial- mente. Ya vimos como se formaron nombres geográficos de Tolo; veamos ahora cómo se puede formar de Toloqui. Es re- gla del idioma nahuatl que los nombres acabados en qui, al entrar en composición, convierten el qui en ca; v.g.: de cocoz- qui, enfermo, se forma cocoxcacalli, hospital, casa de enfermos: 126 Memorias de la Sociedad Científica según esta regla; al entrar Tologui en composición con tepec, que es el signo del lugar del geroglífico, se formará. Tolocate- pec; pero hay otra regla gramatical que establece que cuando una palabra, al convertirse en nombre de lugar tenga por úl- tima sílaba una posposición, no se añade la que corresponde- ría al nombre geográfico; y haciendo veces de posposición, en este caso la palabra tepec, se suprime y queda el nombre en la forma de Toloca, por ser posposición la última sílaba ca; y que- da significando: En (donde está) el dios Tolo ó Toloqui, esto es, “el inclinado de cabeza.” La variante Toluca procede de que los indios confunden la o con la u, sobre todo cuando es- tá repetida en la palabra. Después de algún tiempo de haber escrito el artículo que precede leímos un pasaje del P. Sahagún, en que se dice: ee os los Matlatzinca cultivaban la tierra y adoraban al dios Coltzin al cual sacrificaban víctimas humanas retorciéndolas dentro de una red de pescar.” La lectura de este pasaje vino á afirmarnos en nuestras conjeturas, pues con él queda demos- trada su exactitud de un modo indiscutible. En efecto, Col- tzin se compone de coltic, torcido, derivado de coloa, torcer lo derecho, encorvar, y de tzinm, sufijo que expresa reverencia, ca- riño ó diminución; y significa: “El dios torcido,” “el torcidi- to.” Si se observa el geroglífico se verá que la inclinación de la cabecita que está en la cima, no es en sentido recto, sino hacia un lado, como la persona que sufre de torticolis ó tor- cedura del cuello. De todos modos, esta torcedura le hace in- elinar al dios la cabeza, y por eso le han de haber llamado también Tolo ó Tolotzim, “El inclinado de cabeza;” y de esta denominación, que ha de haber sido más popular, puesto que le dió nombre al cerro donde estaba el teocalli, Tolotzin 6 To- lotepec, provino la de Toloca ó Toluca, dada al pueblo circun- vecino. ; Otra preciosa enseñanza encontramos en el pasaje de Sa- hagún. Dice el erudito fraile que á Coltzin le sacrificaban víe- $" Antonio Alzate. 127 timas humanas retorcióndolas dentro de una red de pescar. La red, en el idioma nahuatl, se llama matlatl; pero como era objeto consagrado al culto, porque servía de instrumento de los sacrificios, su denominación debía ser reverencial, y de ahí es que se le llamara matlatzin, redecilla ó red sagrada. Este objeto sagrado, Matlatzin, sirvió después para denominar la comarca en que se hacía uso de tales sacrificios, y por eso se llamó Matlatzinco al Valle de Toluca, Matlatzinca á sus habi- tantes. Esta asociación de ideas que producen el nombre del dios Coltzin 6 Tolotzin y el nombre del instrumento de los sa- erificios que le estaban consagrados, da origen al geroglífico diptongo, como lo llama el Sr. Peñafiel, del cerro con una ca- becita inclinada, en la cima, y de las redes en la parte inferior. Los nombres del dios, el de la red, y los de las comarcas, deben haber sido puestos por los Toltecas, que hablaban el idioma nahuatl y que fundaron el templo, según dice Boturi- ni, pues los Matlatzincas hablaban otro idioma, que se conser- va aun en algunos pueblos del Estado de México. Los Ma- tlatzincas fueron sometidos á México por el rey Axayacatl, quien tuvo un hijo que se llamó Matlatzincatzin. Los mexica- nos, que recogieron las tradiciones toltecas, transmitieron des- pués los nombres nahoas, pues los Matlatzinca daban nombres muy distintos, en su idioma, al dios, al cerro, al pueblo y á la comarca. Cuernavaca, Octubre de 1899. is tamb dé EE eN: e co 2 > SAN 5 “E ds de AO Es ¡nea 7h sé De re TÚ Leí p AO a Meli i m9 MESA Es Dra y OA 19? pDAZA al uo pm bs JAR as Bi 7 ARA Mb dl NO A ¿peblos: ñ Ad a $. ( ei TA da ed 4 > pelin 7] eb, e Ey MSX la pl EIA buin] FA A NN 7 Adm ONO a LU p Op 3 ATRAS oa y ye de Vue e sli hd AIR E e bs ha had A ; A DAS 14 Ae ; ó HALA E nea dle coc de á El aoiodi AE Ho Mi sa: ás aitip TA y y. ¿OVER Herr Cyan Ns 053 a rmo0) .2o0y Al rats I2-ORIGINE DES INDIVIDUS (SUITE). MECANISME DE L'HEREDITE DES INSTINCTS. . PAR A. L. HERRERA, M. $. A., (Traduit par G. Duchanoy”. L'Inssphexus du Languedoc est une espéce mince et élé- gante. Quand elle prévoit la venue un nouveau petit, Yun ceuf, elle cherche dans les buissons une certaine espéce de grillon ; lors qw'elle en a trouvé un, elle le saisit entre ses man- dibules et le pique habilement vers le centre du thorax, afin de le paralyser au moyen d'une lésion ou d'une empoison- nement des ganglions nerveux. Tout aussitót elle va cacher sa prole dans une galerie souterraine; puis, ayant déposé Poeuf sur le corps du grillon, elle sen va, assurée que lorsque naí- tra la petite larve, elle pourra facilement s'installer dans les chairs du grillon paralysé, mais cependant vivant, et les ron- ger en paix,. Tout cela semble, par conséquent prouver plusieurs cho- ses, et Pabord que l'insecte sait: Memorias. T. XIV,—[1899-1900]. —17. 130 Memorias de la Sociedad Científica LLSLLIL PIS Las: e PIS 1> Que le grillon posséde des ganglions; qwil connait exactement leur place en méme temps que ceux qui sont les principaux. 2% Que s'il tue le Grillon il se corrompt, se desseche et devient par suite impropre á la nourriture de la larve. 3% Quil doit le paralyser, sinon Panimal se défendra con- tre la larve et Pécrasera avec son immense corps chitineux et glissant. 4% (Que la larve á naítre est enfin carnivore, et qu'elle exi- ge pour arriver á sont complet développement une semblable nourriture. Aucun naturaliste explique pourquol se trans- met de pere en fils un si merveilleux instinct. Tous ou pres- que tous croient que Vinstinct est aveugle, infaillible, inexpli- cable. Je suis, pour ma part, un sceptique et ne veux rien croire de tout cela. J'affirme que les instincts sont fuillibles. (Par exemple les ceufs de mouche sont déposés parfols en des fleurs empestées). Tls sont aussi variables (les nids des vieux oiseaux). Ils sont aussi imparfaits, comme dans Pexemple de Penfant quí se suce les doigts. Nous comprendrons par conséquent Pinstinet com- me une manifestation variable, imparfaite, faillible, des ap- pareils nerveux, qui sont eux mémes variables et imparfalts; du reste, le cerveau West quwune Académie d'amibes.' Nous pouvons expliquer sa transmission en disant simple- ment que les parents léguent á leurs descendants un proto- plasma plus ou moins vigoureux; plus ou moins bien nourri; riche ou pauvre en phosphates ou en nucléo-albumines. Ce protoplasma aussi passe á lá génération suivante et 1l forme bientót tout un systeme narveux plus ou moins fort, plus ou 1 Les éléments de cet appareil sont trés simples: des amibes agylomé- rées, avec les tactismes et mouvements de 1'4mabha terricola. C'est bien trouvé pour diminuer l'orgueil humain! ES SA $" Antonio Alzate. 131 SAISNALLLLIIIL IIS IILIDIILIIILIDIADI ID ILILI IL III IL IO OIDO IAN moins bien nourri, et comme les générateurs, riche ou pauvre, plus ou moins bien constitué et possesseur de phosphates et de nucléo-albumines. Personne ne dira que la plante dénommée Sensitive (Leg- mimosa pudica) a hérité de Vinstinct spécial de défendre, de protéger son feuillage, en contractant ses feuilles ou folioles: C'est purement et simplement un mécanisme, c'est aussi une question de ressorts et de liquides, Personne non plus ne dira que c'est par un instinct spé cial que Pinfusoire préfére tel rayon lumineux, tel ou tel con- tact, tels ou tels milieux,' pas plus qwon ne dira, je crois, qwun instinct spécial le pousse á se séparer, á se diviser. Non! Tout cela dépend beaucoup plus de ses mécanismes, de ses tactismes, qui dépendent eux mémes des conditions osmoti ques ou nutritives spéciales. a Je pourrais par exemple prouver que les graines de Pas- siflora edulis s'attirent entre elles, lorsque leurs arilles mucila- gineuses viennent á se trouver en contact. Il est aussi certain que les gouttes des liquides plus légers que Vean, les fragments de liége projectés sur Peau, se cher- chent, se mélent comme s'ils étaient en réalité doués d'un ins- tinet spécial. (Tensions superficielles).* Personne ne dira evidemment que la grenouille se rá- cle, se défend méme lorsqwelle est décapité, et cela en vertu de cet instinct spécial, ultra-sensible! Non! Tout cela pro-- vient plutót de mouvements réflexes, c'est á dire de vibra- tions. : Personne ne dira que les Perruches d'Australie changent de régime en vertu de leur instinct et guidées par celui-ci. 1 Voir “Labbé. La cytologie expérimentale,” 1899. (Carré et Naud. Paris). 2 Voir: Bordier. Les actions moléculaires dans Vorganisme. Carré et. Naud, (Scientia). Paris, 1890, 132 Memorias de la Sociedad Científica APIO Is Non! Si elles ont été auparavant frugivores, aujourd'hui ear- nivores, C'est plutót, justement, que l'instinct a varié, progres- sé ou degénéré! Que sais-je. Nul re soutiendra que le Cobaye se met á courir, á trem- bler, á palpiter lorsqw'il est humide encore de Peau de Pam- nios, par une autre cause que linstinet et toujours lPinstinct. La scéne changerait du tout au tout si on enlevait a Pani- mal son cerveau, si on Vanesthésiat, si on le lésionnait. Je me contente simplement de croire en Pappareil. Le fils de homme le plus verteux peut sans contredit étre un microcéphale, posséder des instincts de brute, Vani- mal: tandis que son pére prie, lui hurlera, appuyé á un pllier, comme un nocturne démon. Aura-t-l hérité du Gorille? Au- ra-t-il hérité des Lémuriens? Cela ne peut súrement s'expli- quer ni par des souvenirs, ni par des syllogismes. Peut-étre á la rigueur la larve de Ulnssphexus pour- rait-elle se souvenir d'une portion de la premiére vie (Vhysto- lyse Warrivant pas au systeme nerveux): celle qui a trait a Pe- xistence souterraine. Mais elle y'a pas vu et par conséquent ne peut se ressouvenir de lPacte principal: de la lutte entre les deux insectes et du ganglion perforé á Vaide de Paiguillon. L'idiot dont nous avons parlé tout á lheure, n'a súrement pu voir ni Anthropoide, ni les Lémuriens. Il est séparé de ces animaux par toutes les siécles d'an- ciennété de lhomme. Mais sil hurle, sl grimpe, sil mord, c'est qwil est sollicité á ces actes indignes par une force, une majesté superbe et invincible: le cerveau. Que fait donc P'ins- tinct? Vital, existe-t-1l, est1l quelque chose? Et ne connais- tu pas ta premiere lecon? Te caches-tu? Te dérobes-tu? Qwespére-tu? Que crains-tu? Dis-tu, affirmes-tu que ton systéme nerveux s'est décomposé, désagrégé? Dans ces con- ditions Vinstinct proprement dit, va bientót aller tenir com- pagnie, étre la partie intégrante des armées de microcépha- les, Vidiots, qui vivent ailleurs, dans les étherés séjours. “Antonio Alzate.. 133 nos PLL LLL Car enfin, si ton systóme nerveux, ton apparreil peut vi- brer, sentir sans toi, pourquoi toi-méme éprouves-tu des sensations; pourquoi en un mot, existes—tu? L'idiot lui-méme posséde aussi et certalnement de Vins- tinct, mais c'est chez lui un instinct dénaturé, changé du tout au tout, anhilé. Et par quoi estl dénaturé, changé? Pour- quoi prend-il cette nouvelle forme? C'est que le systéme ner- veux agit sur lui une facon différente chez l'idiot que chez le savant? Ceci est sublime, et nous retrouvons cela dans les frag- ments de corps qui vivent encore, méóme séparées á coupes de hache. Je vis une fois un Znsblattaus qui se mourait peu á peu. Il avait la téte aplatie, écrassée. Les réflexes, linstinct dispa- raissait peu á peu, de haut en bas, de devant en arriére. C'était une armée qui battait en retraite, fuyant vers Pombre. Tous les savants ont dit que les actes intellectuels, tels que la tenacité, lentétement, la répetition fréquente, se chan- gealent fréquemment en instincts. En effet, et pour preuve, sl Pon compare les actes décrits plas haut de 7 Inssphexus du Languedoc, avec les actes d'un artiste qui exécute sur Porgue la marche de Tannháusser, et quijla sait si bien, d'une facon si complete, que sans penser á ce quil fait, il rit, il soupire avec sa musique et parait dans Vextase, cependant'qwil con- temple ou qwil cause avec la maítresse qui écoute á cóté de lui, et quí Vabsorbe, qui s'empare de son étre jusqwa Padmi- ration. Ce sont en effet les mémes actes. Cela c'est en vérité de Pinstinct: le fantóme á lui seul «dirige les dix doigts qui courent sur les touches d'ivoire, com- me il dirige aussi les deux pieds qui courent sur les pédales. Cest lui qui guide le cerveau, qui se rappelle des notes, des accidents de musique, des forts, des lents, des accords ou des 134 Memorias de la Sociedad Científica 2 PLL arpeges. C'est toute une complication étendue, une suite Vac- tions réflexes, une tempéte dVondes musicales, ou de vibra-- tions du neuroplasma. Seulement le souvenir de chaque note doit coincider avec les vibrations correspondantes du systéme nerveux; et nous avyons tous senti la douce lassitude, la volupteuse sensation que Pon éprouve á la fin un opéra, quí s'accompagne d'in- terminables échos internes et de vibrations mourantes du neu-- roplasma. Ainsi, par conséquent, Pinstinct ou sentiment réflexe, a son centre, son origine, sa cause dans le systéme nerveux. Chaque cause, chaque action peut étre une cellule, de telle ou. telle forme, masse ou connexion. Retournons maintenant á la question obscure de Vhéré- dité. Pourquoi au lieu de tenir des instincts de femme ou de- femelle lhomme, ou pour mieux dire le mále, a-t-1l de son naturel un caractere ardent, enflammé, précipité et métaboli- que? .Pourquoi la femme aurait-elle du contraire la force pour- elle, puisqui de par son naturel, de par son intime constitution, elle est pauvre en globules rouges? Les fourmis font á volonté des máles ou des femelles, sui- vant un aliment approprié aux besoins de Pun ou de Pautre sexe. Et cependant, les máles ou les femelles conservent et possedent chacun leurs respectifs instincts. De méme les mutilations quelconques font varier considé- rablement le caractére; les exemples abondent de toute part. Conclusion: les instincts en fonction du sexe dépendent: de la constitution intime, de Pétat des organes de la généra- tion et de la nutrition en général. ¿AA VELL IIIIII0DILLIILIEIILEDIEIILILISILDId u Antonio Alzate. 135 Mais méme dans la doute, nous ne pouvons faire la preu- ve. C'est comme si Pon disait qwil y a quelque chose de par- ticulier dans les ressorts d'une montre; qwil y a plus ou moins «Pune certaine force que Von ne peut cependant définir. Je crois au resort et voilá tout. | Et pourquoi le cerf qui se nourrit avec des herbes-aurait il les instincts pernicienx du tigre qui s'alimente avec de la chair et du sang? Est-ce que le régime ne fait pas l homme, est-ce que le négrito mal nourri ne baisse pas, ne dégénére pas, tandis que le Prussien, gourmand, carnivore, glouton, se régénere osten- siblement? Tout est ainsi en une corrélation merveilleuse; le régime ordinaire, la nutrition en général, les exercices habituels, le climat, la température, en un mot, toutes les conditions ordi- naires de nutrition qui modifient Vétat du pére, ont aussi une action certaine sur le développement, sur le bien ótre de tou- tes les cellules régénératrices et reproductrices: c'est dire aus- si que la méme influence existe sur celles de ses enfants. Je ne puis faire la preuve matérielle des idées que Javan- ce. Cela dépend simplement que Von a commencé á étudier la structure du systéme nerveux A la lumiére des principes biologiques supérieurs depuis fort peu de temps. Lombroso nonobstant prétend que les instincts criminels coincident avec Vatrophie des centres nerveux et avec une faiblesse, une débi- lité générale des appareils de nutrition. D'autre part, les instincts compliqués des Hyménoptéres socraux coincident avec un colossal développement des gan- glions nerveux eb avec Vétendue des circonvolutions (corps pédunculaires ) et les couches des cellules. » * Xx Les instincts se perdent en captivité, le ver á soie ne sait 136 Memorias de la Sociedad Científica pas se reproduire, mais il est dégéneré, atrophié, cachecti- que. á Les animaux acquierent aussi en captivité des instinets nouyeaux: il y a le chien qui entre á Peau, qui leve le liévre, la perdrix ou le cerf; les petits héritent de ces qualités, mais 1ls héritent aussi, entendons—nous bien, de la constitution du pere. Il est probable, anatomiquement, que le Bulldog posséde un caractére féroce par suite justement de Vatrophie cérébral correspondant a V'hypertrophie de la máchoire. Les instincts lourds et tres rudimentaires du chien aux pattes tordues, s'expliquent par la méme raison que les détails de la conformation des extrémités; c'est á dire par un man- que de développement intra—utérin. Les pigeons voyageurs ne transmettent pas seulement a leur petits cet instinct merveilleux qui les a distingué, mais ceux—ci héritent aussi une certaine forme de cráne, avec les os de la face agrandis et Pespace interorbitaire tres étroit. La nutrition augmente avec la chaleur universelle du printemps et par suite augmentent aussi les instincts sexuels de la majorité des étres. Chez les cerfs et autres animaux sauvages apparalssent des cornes, des tubercules, des plumages une incomparable splendeur; la voix se convertit en un cri de défi et apparait avec toutes les modifications matérielles de la vie. Qwarriwe-t-il si Pon baigne une poule qui vient de pon- dre? Ne perd elle pas immédiatement cet admirable instinct ¡de lincubation? Elle ne s'occupe plus ni de ses ceufs ni de sa progéniture. Au contraire, une fois que le coq des combats est castré et a les plumes du ventre arrachées, se sauve, se Ca- "Antonio Alzate" 137 «Che et va s'aceroupir sur des ceufs artificiels, en bois peint, qwil couve pendant quarante jours avec une ridicule tendresse. Rien ne serait plus facile que la transmission naturelle des instincts nouveaux si ceux—ci n'étaient pas les humbles serviteurs, les esclaves de la matiére. Il faut en effet, une grande patience, du talent, pour élever par exemple un chien de cirque dont les enfants cependant ne lui ressemblent pas d'une maniére parfaite et quí ont á peine la supériorité inte- llectuelle nécessaire pour recevoir une éducation semblable, mais qui n'ont pas hérité la connaissance des divers tours d'a- dresse de leur pére. Je dis en effet, que les savants quí fatiguent incessam- ment leur systéme nerveux résistent plus aux maladies queles simples d'esprit. Monsieur Manterola nous a démontré avec force statistiques á lappui que ces mémes savants vivent beau- coup plus forts, tels les marins Anglais comparés avec les Papous. Mais je dis qu'aucune modification acquise, instinet ou forme, ne peut et ne pourra subsister si elle ne coincide pas avec de grands changements dans la nutrition de Pindi- vidu. Dans un autre ordre didées, le fils Yun criminel hérite- ra-t-il tous les instincts paternels avec pires détails; un Che- val pourra-t-il développer en lui l'instinct de Vindépendance, parce que ses arrierés aieux furentindomptables? Non, ce se- rait une folie de la mére nature; une folie dangereuse, quí comporterait avec elle (horribles conséquences. Et comme les instincts compliqués peuvent résider seule- ment dans des appareils compliqués, il arrivera naturellement que les créatures fortes, bien nourries, se recontreront tou- jours sur une voie d'évolution progressive, de perfection sans borne, qui peut conduire á un idéal magnifique et pres- que illimité. Memorias.—[1899-1900]. T, XIV.—18. 138 Menorias de la Sociedad Científica > * Un général honnéte, póre almant, époux tendre, charitable, doux, autant éloigné des Comanches que des Lapons, arrive un jour sur un champ de bataille, lodeur du sang change sesinstincts pacifiques, satranquillité s'assombrit, etcethomme dux moeurs puritaines se convertit bientót en une espéce de chat. Un ermite peut ainsi devenir un assassin sous Vinfluence de la folie, de Palcool, de la belladonne, de Popium. La folie furieuse ou douce, Pétat hipnotique et.autres sortes de folie, oú se trouvent sans doute des altérations quelconques du ré- seau vibratoire du cerveau, confirment tout cela et le prou- vent surabondamment: le sommeil lui-méme avec ses songes, ses cauchemars grotesques ou terribles, nous donnent la preuve des proportions énormes dans lesquels peutvarierl'ins- tinet suivant les conditions physiques de notre matiére.' Le chien enragé, ronge et mange le bois (ruine de Pins- tinct de la nutrition). Le épervier mis en cage, se suicide plutót que de manger (ruine de Pinstinct de la conservation). Le Castor poursuivi se fait de suite solitaire; léléphant devenu vieux, infirme, se réfugie au centre des bois, et vit dans une compléte solitude (ruine de Pinstinct de la vie en commun). Les Mouettes (4velarus Franliliniz, Mexico) devenues cap- tives, s'apprivolsent parfois et ne tendent plus 4 reprendre leur liberté: (ruine de Pinstinct de Pemigration). Les femmes des Esquimaux, et quelques duchesses ou comtesses des pays civilisés, au lieu de nourrir elles mémes leurs enfants, les abandonnent au froid des banquises, ou au 1 A. L. Herrera. A theory of sleep. Natural Science. 1899, “Antonio Alzate. n 139 LISIS LLIIIIIIIS III froid de la maison des enfants trouvés, et ne s'occupent plus Veux (ruine de Vinstinct de la maternité). Enfin les produits hybrides ont un caractére á part, dif- férent des autres, un instinet intermédiarie, anormal, extraor- dinaire. La métaphysique possede cependant un mot, par lequel elle prétend expliquer tout cela. Et voici ce qu'elle dit: “Fusion des instincts des prédécesseurs.” Je ne veux pas croire en cette explication. Il y a fusion des noyaux reproducteurs, etil 1ósulte un ecefficient de nutrition intermédiaire entre ceux que posséde le pére, et ceux que posséde la mére. Mais, sans aucun doute, on ne peut concevoir que deux choses physiques, immaterielles, se fondent en une seule, qwelles s'unissent assez intimement, pour qu'elles puissent, pendant la durée dela vie toute entiére, créer et conserver une quelconque activité, nouvelle et spéciale. En résumé, linstinct est simplement une manifestation variable, faillible, plus ou moins parfait ou imparfaite de cer- taines vibrations de lappareil nerveux; dans les classes d'é- “tres inférieurs, il se confond avec une irritabilité de mécanis- me simple et compréhensible. L'instinct est done une association de sensations réflexes, ou mieux, C'est lui méme une grande sensation réflexe; la yolonté peut le modifier; elle peut aussi lui étre d'un excellent secours, comme aussi léducation et le souvenir. De la méme maniére, l'instinct n'est pas le méme chez tous les animaux. Il yarie dans des proportions énormement éle- vées dans Vespace et dans le temps; et il se transment seule- 140 Memorias de la Sociedad Científica OLLLLL LIDAD IL PODAIS ment de pére á enfant avec les changements qui dépendent Vun changement profond, Vune modification étendué de la nutrition. Dans Vappareil nerveux de chaque femelle, l'ceuf améne- ra des pressions, des poids, etc., une série de réflexes, qui se- ront égaux ou tres semblables respectivement pour chaque appareil. Jamais, en se sentant pleines, la femme et Paraignée ne trembleront de la méme fagon, pas plus que la langouste etle papillon; jamais celle=ci ne fera un nid tiéde de fleurs, pas plus que celle-láa n'ira jamais courir aprés une victime pour sa larve. Dans Tappareil nerveux de l' Inssphexus, par son organisa- tion, par sa consistance, par sa division, il ne peut circuler, naítre, croitre, que les réflexes spéciaux que nous avons men- tionné 'ailleurs; réflexes que les circonstances peuvent modi- fier suivant les milieux et dans une certaine mesure. D'autre part il y a beaucoup d'éxageration dans tout cela. L'insecte peut bien ne connaítre pas les résultats de leur piqúre. L'on a prouvé qwil a la notion de la paralysie de l'araignée et du temps qwelle doit persister? Beaucoup Vanimaux ont l'habi- tude de pondre leurs ceufs sur un tas de provisions ou dans les lieux les plus favorables pour leur développement. (Zns- vestrus, Insdermatobius, Insmuscars, Batrhylauws) et personne ya prouvé qu'il aient la conscience de leur destinée future. , Je ne sais comment faire pour imposer cette idée. Je renonce á prouver davantage un principe qui me parait si elair et si philosophique. Si Pautres croient qwil y a une vapeur spéciale pour cha- que machine, et ne croient pas que cette force procede de causes physico-chimiques connues, je les abandonne avec plaisir. Demenurez dans vos ruines, ó ennemis sublimes; évitez les tempétes que nous soulevons! D'autres suivront qui démoli- Antonio Alzate. 141 AER ADA ASILO DDR NT ZAS ront tout l'ancien édifice de vos erreurs; détruiront les dog- mes: Vespéce, le sexe, la force vitale, le nisus formativus, l'in- faillibilité des instincts, la théorie des catastrophes anti-di- luviennes. * E + Nous autres, nous coulons á fond avee notre scalpel, no- tre cadavre et nos cerveaux préparés par la méthode de Ro- bin. Toutefois en Pinfini il "y a ni chutes ni zónith ni N adir, et nous attendons avec serénité la venue d'une nouvelle phi- losophie, atomique ou dualistique, sublime et consolatrice. De tous les mépris de Vhomme le plus grand est leur philo- sophie, laquelle se trouve encore á láge de la pierre polie L'erreur anthropocéntrique et Verreur géocentrique sont des pygmées au cóté de Verreur des religions. 1 doit avoir une espéce nouvelle de lumitre. * ES * On me demandera pourquoi les animaux malades ne veu- lent pas prendre de nourriture. Le docteur Cicero dit qwils ont probablement une mala- die du tube digestif, et que par cela méme ils perdent Pappé- tit. Ce ne serait pas alors linstinct de la dióte. Quant a la coutume du chien de manger de Vherbe verte, personne 1a prouvé quil obéissait réellement á un instinet médico-purgatif, et que cette action n'était pas une de ces pervertions du goút, qui sont communes et fréquentes dans les dispepsies. * 1. Je connais des personnes qui détestent la viande, et aiment plu- tót les herbes, seulement quand elles sont malados. (Voir les ouvrages de pathologie). 142 Memorias de la Sociedad Científica. Les enfants mangent de la terre, les convalescents détes- tent telle ou telle saveur qwils adoraient avant leur maladie; cependant qwils préferent aujourd'hui celles qui lui répug- nait autrefois. Nous avons tous entendu parler des fantaisies, des envies des femmes enceintes. Dans maintes occasions la prétendue manifestation ins- tinctive vest pas qu' un résultat de quelque voracité de la part de Panimal; les oiseaux granivores avalent de petites pierres, dans le but de favoriser la trituration des aliments. La vérité c'est qwils dévorent tout ce qui brille, tout ce qwils trouvent, pur ou impur, propre ou sale, bon ou mauvais. J'ai vu une poule quí avait avalé une boucle d'oreilles. Je me suls apergu aussi que ces oiseaux mangealent avec grande háte tous les insectes, vivants ou morts, sans examen préa- lable, et cela avec une inconcevable voracité. On peut aussi expliquer souvent ces phénoménes ins- tinctifs par des impressions agréables ou désagreables. Aucun homme par exemple ne préferera lasa—£oetida aux olives. De la méme maniére le papillon du Troéne (Attacus) vira pas poser ses oeufs sur les feuilles du Céléri. L'odeur de celle-ci est tout á fait differénte de Vodeur de celle—la, et Von voit que linsecte parfait se ressouvient des odeurs qui Pentouraient pendant sa vie de larve, ou que, gráce á un dé- veloppement corrélatif, telle ou telle sensation lui paraít agréa- ble ou désagréable. 1l en résulte qu'il recherche aussitót les feuilles qui lui conviennent. Les mouches posent leurs oeufs sur des corps qui ressem- blentá de la chair corrompue. Je fis á ce sujet une expérien- ce que tout le monde peut répéter. J'avais laissé dans lean un fragment de chair qui ne tar- da pas á se corrompre. Bientót je vis des mouches venir dé- "Antonio Alzate." 143 ns Ane IDAS ¡poser leurs ocufs en ce liquide corrompu; mais les larves qui naissaient pórissaient tout aussitót, elles se noyaient. Le descendant posséde un appareil nerveux, égal et sem- blable á celui de lascendant; il sera inexplicable que Vactivi- +é du premier soit distincte de celle du second. Donnez moi des étres égaux en capacité cranienne, en «grandeur, en couleur, en poids, en sexe, en structure histolo- gique de Pappareil nerveux. S'ils ont des instincts différents, -alors, mais alors seulement, je douterai de ma sceptique opl- nion. Et méme aussi, je mettrai en avant cette importante preu- ve, á savoir que les instincts vont et viennent suivant le rhyt- me des stations, de la nutrition, et disparaissent chez les ani- maux chátrés, ou immédiatement apres la complete satisfac- tion du désir matériel. Les cerfs en brame perdent la prudence et facilement se battent et se mettent en fureur. Le bouf est par le caractére une espéece distincte du tau- reau. C'est dire aussi que certaines especes Vinstinet dépendent des excitations que procurent la fabrication spermatozoide «ou tout autre sécretion glandulaire oxydante. * E Le lecteur a noté que je donne au mot réflexe Pacception la plus étendue, et que je ne m'occupe pas beaucoup du mot instinct. Je préfére m'en tenir aux idées, car je considere ces mots comme des moyens Vexplication secondaires et provi- soires. Et quant aux instincts acquis par la répétition des mé- mes actes, ils ne m'intéressent pas, sinon dans les cas qui coin- 144 Memorias dela Sociedad Científica PILI cident avec les grands changements de nutrition en général, et par la méme peuvent se transmettre. Mais ces distinctions sont plus fastidieuses, plus ennuyeuses qwutiles, etje crois. pour ma part qwil est préférable de les réunir en fonctions Vun appareil nerveux, au lieu de disserter á la maniére des- scholastiques autour de 'habitude, de la coutume, de Péduca- tion, de Vinstinet inné, de Pacquis, etc., ete. Précisement P'ex- cés de la classification établit des séparations de degré, que plusieurs arrivent á considérer comme dVessence, á force de les répéter, par une espece Vatrophie du sens de générali- salon. j Je suis un sceptique etpréfere m'abimer en lidée dune- unité fondamentale et colossale. NortE. 1l y a une similitude remarquable entre les dif- férents races humaines. Cette similitude est si frappante, que différentes races, arrivées au méme degré de développement, offrent souvent plus de traits de ressemblance Pune avec Vautre, que la méme race á des époques différentes de son histoire. La Couvade par exemple existe dans presque tou- tes les parties du monde; Pidée de qw'un homme participe au caractére de Panimal qwil mange est d'ailleurs fort répandue ainsi que Vhabitude de sucer les principes des maladies, eb Vaversion pour les jumeaux. 11 y a chez les sauvages des idées fort curieuses sur la vie des objets: les Bojesmans pensalent que la grosse voiture de Chapman était la mére de ses plus potites; les Tahitiens semerent quelques clous de fer que leur avait données le capitaine Cook, dans Vespoir qwils pousse- raient. (Lubbock). Ainsi, Pon croit trouver souvent des preu- yes Vune relation ou commerce des races trop eloignées od il Wy a que des analogies de la fonction nerveuse. ICLEILODIDOL ILL LAS NUEVAS TEORIAS DE LA VISION. REVISTA GENERAL Por el Dr, M. Uribe Troncoso, M. $. A. Desde que Boll en 1878 descubrió la púrpura retiniana, numerosos observadores, particularmente Kiúbne y sus discí- pulos, emprendieron investigaciones creyendo encontrar en- la acción foto-química de la luz sobre dicha substancia el se- ereto del mecanísmo de la visión. Colocando un animal delan- te de una ventana durante algún tiempo y enucleando el ojo en seguida, se logró demostrar en la retina la presencia de una imagen que podía ser fijada como la de una placa fotográfica. Kiihne llamó opto-gramas á las impresiones así obtenidas. El entusiasmo que este descubrimiento provocó no tardó mucho tiempo en apagarse. En la fovea central, lugar el más -sensible de la retina á la acción de la luz y el que nos procu- ra la visión más perfecta, no existe la púrpura. Los animales que han sido sometidos á la luz solar y en los que la púrpura se ha blanqueado no quedan por eso ciegos, y además, las in- vestigaciones de Parinaud en retinas de diferentes animales, enseñaron que dicha substancia, que se desarrolla solamente en el segundo externo de los bastoncitos, falta por completo en ciertes animales, en las serpientes por ejemplo. Recientemente se ha tratado de explicar la función de la púrpura suponiendo que sirve para adaptar el ojo á la luz muy débil. Para otros autores estaría destinada á la percep- ción de los colores. Los animales nocturnos como el erizo, el topo y el murcié- lago, no tienen conos en su retina, en cambio los bastoncitos Memorias.—[1899-1900]. T. XIV.—19. 146 Memorias de la Sociedad Científica. ALLI ILLDILIILIDIZO0ILILIIILDIDZODILIDI IAN PADILLA PAOLA PIDA son muy numerosos. Los pájaros diurnos poseen mayor nú- mero de conos que el hombre; su vista es más penetrante y les permite descubrir á gran distancia insectos coloridos muy pequenos. De estos datos Parinaud deduce que los bastoncitos tienen por objeto apreciar únicamente las variaciones de la intensi- dad luminosa, mientras que la función de los conos estaría en relación con las cualidades de la luz, con el color. La retina humana está adaptada solamente para la per- cepción de ondas luminosas de una amplitud determinada; como el oído los límites de su impresionabilidad son bastante reducidos. Con menos de 45 vibraciones por segundo el soni- do es tan grave que deja de ser percibido. Más allá de 45,000 es tan agudo que se hace imperceptible. El nervio óptico, mucho más delicado, no es sensible á las vibraciones del eter sino entre 484 y 790 cuatrillones por segundo. Las más rápi- das dan la sensacion de la luz azul y violeta, las más lentas las de la luz amarilla y roja. Más acá ó más allá de estos lí- mites son enteramente invisibles. A menos de 400 cuatrillo- nes la sensación de luz es transformada para nosotros en sen- sación de calor. Como entre el ruido y el tono musical, existen entre la in- tensidad de la luz y el color diferencias de vibración. En las primeras la onda es más elevada, más alta, en el tono musical y el color su longitud es mayor; así pues, los bastoncitos no podrían percibir sino rayos de ondulaciones medianas y cor- tas; serían sensibles sólo á las diferencias entre la luz y la obs- curidad, mientras que los conos tendrían la facultad de distin- guir los tres colores espectrales: rojo, verde y azul. Young y Von Helmholtz pretenden que para cada color principal existe una fibra nerviosa, un cono especial. La luz blanca excitaría los tres conos del sistema á la vez, los colo- res de mezcla dos de ellos solamente. Hering admite una “substancia visual” que es una mezcla "Antonio Alzate. 1 ' 147 de otras tres: una que determina la sensación del blanco y el negro, otra la del rojo y el verde y la tercera la del amarillo y el azul. La luz roja obra sobre la substancia rojo-verde, que se gasta, se desasimila, lo que produce la sensación del rojo. La luz verde por el contrario, reproduciría esta substancia por su acción de asimilación dando nacimiento á la sensación del color verde. Lo mismo sucedería con los rayos amarillos y azules res- pecto á la substancia amarillo-azul. Los rayos intermedios obrarían sobre las dos substancias á la vez. La principal objeción que se ha hecho á la teoría de Helm- holtz es que no explica ciertos hechos de daltonismo; la de Hering peca contra el principio físico y fisiológico de la pro- ducción de las fuerzas al admitir que la sensación verde es de- bida á la asimilación, á la recomposición de la substancia ro- jo-verde, siendo así que todo gasto visual, que toda fuerza desarrollada debe consumir y no crear energía. Lo mismo puede decirse de la substancia amarillo-azul. En el mismo orden de ideas Ebinghaus, tratando de sim- plificar los hechos, supone que existe sólo en los conos, una substancia verde cuya descomposición produciría la sensación «del rojo y el verde, mientras que la púrpura retiniana daría la sensación del amarillo y el azul. Miller por el contrario, cree que la púrpura sirve exelusi- vamente para adaptar á los bastoncitos á su función de ver en la obscuridad. Los elementos visuales son tanto los conos eomo los bastoncitos cuando se trata de lo blanco y lo negro, pero estos últimos sólo aprecian los colores como valores blancos distintos, como intensidad mayor ó menor de luz. Se- gún el autor, la hemeralopía sería debida á una producción in- suficiente de la púrpura retiniana, Recientemente el Dr. E. F. Weinland * ha publicado en 1 Analiz, en la Clinique Ophtalmologique, núm. 19, 1897. 148 Memorias de la Sociedad Científica Alemania una nueva teoría de la función visual, basada prin- cipalmente en la histología de la retina, tan bien estudiada en estos últimos tiempos por el sabio español D. Santiago Ramón y Cajal. Esta teoría tiene de original sus tendencias á la ex- plicación de los diversos modos de función de la retina por una sola concepción general. Dichas funciones podrían ser di- vididas en tres partes: 1% transformación de la luz en otro movimiento capaz de ser conducido por la fibra nerviosa, 2? dirección de este movimiento hacia el cerebro y 3? regulación: de la cantidad de luz que debe ser transformada. Para Weinland no existe sino una sola materia visual, si- tuada en la bóveda de las celdillas pigmentadas y enteramen- te distinta de la púrpura y del piemento de dichas celdillas pliementadas. La transformación de la substancia visual bajo la acción de la luz se efectúa en una cavidad cerrada hacia afuera por la lámina vítrea de la coroide y hacia adentro por la membra- na limitante interna de la retina. Esta membrana está aguje- reada y por los agujeros entran los conos y los bastoncitos á la cavidad de transformación, que contiene además las celdillas pigmentadas. (Fig. 1, ab). Entre.los conos y los bastoncitos por una parte y las celdillas pigmentadas por la otra, existe una delgada capa de líquido que permite el deslizamiento de los elementos y transmite las presiones. Bajo la influencia de la luz se produce una transformación de orden foto-quí- mico de la materia visual que cambia de volumen y obra sobre los conos por compresión. Lia energía de la presión desarrolla- da depende de la cantidad de luz que penetra á la cavidad, y se traduce por la mayor ó menor intensidad de la sensación luminosa, mientras que las variaciones de dicha presión, la curva según la cual sube ó baja en el interior de la cavidad, originaría la sensación de color. La presión cambia, pues, con la longitud de la onda luminosa propia á cada uno de los co- lores. " Antonio Alzate... 149 DDD DISPODISDIDIODIIIDDEDE DIODOS El sistema de los bastoncitos debe ser considerado, según el autor, como un sistema regulador: recibe excitaciones de los conos y del cerebro, arregla la disposición del pigmento en las celdillas pigmentadas, y como las variaciones en la dis- posición de este pigmento implican la absorción de una parte más ó menos grande de luz, arregla al mismo tiempo la can- tidad de luz que se transforma. La imagen que se ha tornado en presión, pasa de los co- nos á las celdillas ganglionares y llega por último á las fibras del nervio óptico que la conducen al cerebro. Esta teoría parte de una base hipotética, pues la existen- cia de una substancia visual, distinta de la púrpura y del pig- mento de las celdillas pigmentadas, no ha sido comprobada por los histologistas. La función de “regulador” que se quiere dar á los baston- citos, con respecto á la cantidad de luz que debe ser trans£or- mada, es también á mi juicio puramente hipotética. No se concibe por qué esa regulación de la luz dejaría de ser nece- saria en la fovea, á donde los bastoncitos faltan por comple- to, cuando es allí adonde la imagen de los objetos exteriores adquiere su mayor intensidad luminosa. El resumen analítico de donde he tomado los datos de la teoría de Weinland, dice que por ella pueden explicarse las variaciones en la claridad de la visión, el daltonismo, las le- yes de la mezcla de los colores, etc.; no sé, sin embargo, có- mo podrá el autor darse cuenta del mecanismo de la visión en los animales nocturnos, en los que faltan por completo los co- nos, supuesto que no asigna á los bastoncitos sino un papel puramente regulador sin participio alguno en las funciones verdaderamente visuales. La mayor parte de los autores concuerdan en admitir, co- mo ya hemos dicho, que los bastoncitos aprecian las diferen- cias en la intensidad luminosa y esta interpretación me pare- ce justa, pues estando contenidos en la cavidad de transforma- ción la presión del líquido debe obrar también sobre ellos, 150 Memorias de la Sociedad Cientifica Dribl WE p E 1 e Fig. i.—Uonos y bastoncitos de la retina humana. ab, Cavidad de transformación de Weinland. Fig. 2.—I. Bastoncito terminal del ocelo quinto del 4cilius.—II. Bas- toncito terminal de los lados del ocelo segundo del Acilius—ITI. Baston- cito de la retina de un anfibio (especie de Diemyctylus) con dos núcleos y señales de división del bastoncito en dos partes por medio de un canal ó fibra.—IV. Cono del mismo animal (según Patten). Fig. 3.—Cono humano según Patten. V, I, Az, Ver, etc. Violeta, ín- digo, azul, verde, etc. R' Curva de vibración para el rojo. A” V* Curya de vibración para el amarillo-verde. V' Curva de vibración para el violeta. —I, II, III. Cortes transversales del cono mostrando las fibras en vibra- ción (líneas llenas). Fig. 4.—Corte de la retina humana en la macula, según Panas. Fig. 4—Ojo de los invertebrados. I. Mancha ocular. 11, UT. la mis- ma deprimiéndose para formar 1V, ojo en agujero estenopeico, V. Ojo formando una lente simple. VI. Ojo formando una lente compuesta. Cor. Córnea, Crist. Cristalino. Vit. Vítreo. (Según Le Conte). “Antonio Alzate." 151 ar PILLS En el American Naturalist, número de Noviembre de 1898, el Sr. W. Patten dá una nueva teoría para la explicación de la visión de los colores, que por ser también un ensayo de ex- plicación mecánica, es digna de ser estudiada detenidamente. En los moluscos y artrópodos lo mismo que en los peces y anfibios, el autor ha encontrado que las retinoforas ó celdi- llas de la retina, están compuestas de dos partes, bien sepa- radas bajo el punto de vista óptico, cada una de las cuales con- tiene un núcleo. En la base de la celdilla se inserta una fibra nerviosa que se separa luego en tres haces, de los cuales uno corre á lo largo de la celdilla en el eje, otro se ramifica sobre: la superficie y envía algunos filamentos dentro de la celdilla independientes unos de otros, y el tercero, que se encuentra principalmente en los bastoneitos, dá nacimiento á una red extremadamente fina de fibras transversales, que el autor lla- ma retinidium, las que unen entre sí el primer haz con el se- gundo. (Fig. 2, I, II, III y IV). Las fibritas del retinidio par- ten del centro de una manera radiada y están colocadas en capas superpuestas cuando los bastoncitos son cilíndricos co- mo en el Pecten. Cuando la sección es cuadrilátera como en el Acilius y el Lycosa, son paralelas unas á otras en el mismo plano transversal y cuando los bastoncitos están reunidos en grupos de tres á ocho como en los ojos compuestos de muchos artrópodos (Tabanus, Bdellostoma, Dysticus), las relaciones an- gulares de las fibritas varían con el número de celdillas en la retinula. Cualquiera que sea sin embargo, la posición ó forma de los bastoncitos, las fibras retinidias quedan siempre colocadas en ángulo recto con los rayos luminosos que caen sobre ellas. Cuando hay varios pares de ocelos en el mismo animal, co- mo en el Acilius y el Lycosa, las fibras del retinidio en uno de los pares están colocadas en ángulo recto con las de los otros, de modo que las fibras quedan orientadas según los tres 152 Memorias de la Sociedad Científica ASIS LID LIL DOLO LLO O LLODIO III LIL ILLIA LAS LSLIIIIL planos del espacio, ventaja grandísima tratándose de ojos in- móviles. M. Patten ha encontrado que en las celdillas visuales las fibritas están dispuestas en series de longitudes diferentes, siendo la diferencia de longitud entre las fibritas adyacentes gradualmente decreciente. Partiendo de estos hechos Patten supone que los conos y bastoncitos de la retina humana están también formados de un gran número de fibritas paralelas entre sí que alternan con capas de la substancia fundamental de las celdillas y son per- pendiculares al eje, al rededor del cual estarían insertadas. (Fig. 3). Las ondas del éter al caer en ángulo recto sobre las fibras, las harían vibrar de tal manera que las ondas más largas, las que producen el color rojo, pondrían en acción las fibras más largas, las que están cerca de la base de los conos, y las on- das más cortas, las violetas, las fibras más cortas cercanas al vértice. A cada lado del punto de vibración máxima, el movi- miento iría decreciendo gradualmente hasta cesar por com- pleto cuando las fibras fueran paralelas al plano de vibración. Entre el rojo y el violeta quedarían colocados todos los colo- res intermedios del espectro. La sensación del blanco sería el resultado del movimiento vibratorio de todas las fibras, en uno ó más sectores del cono, en grado igual. El aumento del diámetro de la base del cono produciría un aumento del poder de la visión para el rojo y por el eon- trario la falta de la base del cono traería como consecuencia la ceguera para el rojo. Siendo los bastoncitos cuerpos cilíndricos, las fibritas que los componen tienen la misma longitud y por lo tanto son in- capaces de percibir los colores. Para un animal dado, los colores visibles dependerían del diámetro de los elementos visuales, y la gama de los colores que el ojo pudiese percibir, sería resultado de la diferencia en- “Antonio Alzate. 153 PLOLILLILIIOLIILIIIIA ILLES tre los diámetros máximos y mínimos. La mayor sensibili- dad de la fovea debe atribuirse al aumento de longitud de los conos en esa región, que da por resultado el aumento del nú- mero de fibras que pueden responder á cualquier longitud de onda. Como es bien sabido, el número de los conos y bastonci- tos en la retina es infinitamente mayor que el de las fibras nerviosas del nervio óptico. Así pues, no es posible suponer que cada una de las fibritas de las celdillas visuales esté en relación directa con el centro perceptor por medio de un con- ductor que le sea exclusivo. El número de los elementos celu- lares en cada una de las capas que forman la retina, va decre- ciendo de afuera hacia adentro y el territorio cubierto por sus ramificaciones aumenta también en la misma proporción. Es, pues, de presumirse que existe una especie de convergen- ela de las sensaciones, tanto cualitativa como cuantitativa. Es bien sabido que la excitación de la base de un solo cono pue- de producir la sensación de la luz, pero que es necesario que la excitación comprenda una área mucho mayor para que se produzca la sensación del color. Existe un hecho curioso, fácil de observar, según el autor, en la larva del Acilius. Cada uno de los seis pares de ocelos que posee esta larva tiene una forma, tamaño, etc., caracterís- ticos, y todas estas particularidades se encuentran reproduci- das en la parte correspondiente del ganglio óptico, que presen- ta una notable analogía con la forma, tamaño y estructura de las retinas. Como se ve, la teoría de M. Patten, es ciertamente seduc- tora, pues con ella pueden explicarse fácilmente tanto la per- cepción de los colores como la diseromatopsia, la acromatop- sia, etc. Desgraciadamente está fundada en un hecho hipotético, á saber: la presencia de fibritas en los conos, que hasta el día no ha sido reconocido por ningún histologista; además, en la fo- Memorias. T. XIV.—[1899-1900].—20, 154 Memorias de la Sociedad Científica CDIDLLIIIIOIIDIDIILIIDILIDIIIIAN OPALILLIDIII PLILLILLIA vea los conos tienen casi la forma de los bastoncitos. Sin em- bargo, este ensayo de explicación mecánica demuestra el ca- mino en que es necesario trabajar en lo futuro. Para dilucidar el problema del mecanismo de la visión sim- ple y colorida, es de gran utilidad el estudio previo de las mis- mas funciones en los animales inferiores y su perfeccionamien- to progresivo hasta llegar al hombre. Luego que nuestros co- nocimientos sobre la histología y la fisiología de la retina sean más perfectos llegaremos seguramente á explicar todos los fe- nómenos por simples acciones mecánicas sin recurrir á las lla- madas substancias visuales. En los animales inferiores la percepción de la luz se hace ya por la piel simplemente (dermatoptismo), ya por las man- chas oculares, que consisten en un grupo de celdillas epitelia- les modificadas, en las que se ha depositado una capa de pig- mento en la parte interna y de las cuales cada una está en relación con una fibrita nerviosa. (Fig. 5. 1). El depósito de pigmento para la absorción de la luz y la especialización de las fibras nerviosas terminales puede tener lugar en cualquier par- te del cuerpo. Por este mecanismo el animal percibe la luz pero no los objetos. En los gusanos aparecen ya verdaderos ojos. Están forma- dos de celdillas claras, unidas al sistema nervioso por hilos especiales y rodeadas de celdillas pigmentarias que les forman vainas abiertas hacia adelante. Permiten al animal dirigirse hacia la luz ó huir de ella (ojos de dirección de Hatscheck). En un período posterior la mancha ocular se deprime más y más en su centro hasta constituir una pequeña cavidad (Fig. 5, l: y UT), cuyos bordes van acercándose más y más hasta constituir un verdadero agujero estenopelco (Fig. 5, IV), como en el Nautilus. Este ojo no sólo distingue la luz de la obscuridad sino que en él se forma ya una imagen invertida, aunque confusa, de los objetos exteriores. En el ojo del caracol y otros gasterópodos el agujero este- $ Antonio Alzate. 1 155 Y PIS CISLILISLIIIAN PILI nopeico está ya cerrado por una membrana transparente y la cavidad llena por una substancia semejante al vítreo. En él existe una retina cóncava provista de elementos visuales, una materia refringente y una córnea cuyos bordes constituyen una pupila. La imagen que se produce es más perfecta, pues está formada por una especie de lente simple. (Fig. 5, V). Por último, la porcion de epitelio que está situada delante del ojo, sufre una depresión hacia el interior del órgano y cons- tituye el cristalino y la piel que rodea al ojo da nacimiento á dos pliegues que formarán los párpados. (Fig. 5, VI). En los ojos de los invertebrados las celdillas epiteliales (los bastoncitos), están en relación con las fibras nerviosas por su extremidad interna, mientras que en los vertebrados estas fi- bras siguen un trayecto retrógrado y se continúan con los co- nos y los bastoncitos por su extremidad externa, es decir, la que mira al vítreo. Los ojos imperfectos de los invertebrados son capaces de percibir los objetos; en ellos no existe substancia visual y el mecanismo de la visión consiste sencillamente en la comuni- cación de las vibraciones del éter á las celdillas epiteliales que terminan las fibras nerviosas. El papel del pigmento es sólo el de absorber la luz. “Se atribuye á muchos animales, dice Claus, la facultad de distinguir los colores. Los dafnidos tienen tal predilección por” la zona verde-amarilla del espectro solar que se agolpan á ella en gran número. Las abejas prefieren el azul, las hormi- gas el rojo y, como otros muchos animales, tienen la facultad de percibir los rayos ultra—violetas invisibles para nosotros.” Quizá, sin embargo, esta predilección por ciertos colores exprese simplemente en los animeles su preferencia por cier- tos grados de claridad. De todas maneras no se ha encontra- do en ellos materia visual ninguna. En el hombre parece estar demostrado que la secreción de la púrpura retiniana, asimilable á un fenómeno de fluorescen- 156 Memorias de la Sociedad Científica LELLLLIILI LISIS LIL LLO LICEO cia, tiene únicamente por objeto aumentar la intensidad de la “sensación luminosa. El pigmento de las celdillas pigmentarias que es el órgano de dicha secreción, no puede pretender tam- poco el papel de substancia visual, pues falta en la retina de los albinos,' que, á pesar de ello, tienen una buena agudeza visual. En la fovea centralis los conos cambian de forma y dimen- siones, se adelgazan y se alargan haciéndose muy semejantes á los bastoncitos. (Fig. 4). Las prolongaciones ciliadas de las celdillas pigmentarias avanzan hasta muy cerca de la limitan- te externa (son por lo tanto más largas que en el resto de la retina), el conjunto de las celdillas visuales representa un me- nisco de convexidad dirigida hacia adentro, y á causa de la desaparición en ese lugar de casi todas las capas de la retina los conos pueden ser puestos en vibración mucho más fácil- mente por los movimientos del éter. La luz solar hace avanzar las prolongaciones protoplasmá.- ticas ciliadas delas celdillas pigmentarias estrechando su unión con los conos y los bastoncitos; la obscuridad, por el contra- rio, las retrae, y entonces el pigmento emigra de las fibrillas hacia la profundidad de la celdilla. Sabiendo como sabemos que cada uno de los conos, sobre todo en la fovea, recibe y transmite una impresión luminosa distinta de las de sus vecinos, es probable que las fibritas ten- gan por objeto, interponiéndose entre los elementos visuales, impedir la propagación de las vibraciones de unas á otras y así se explicaría además por qué en la retina humana las ex- tremidades libres de los elementos visuales están vueltos ha- cia afuera en lugar de estarlo hacia el interior del ojo como en los invertebrados, pues siendo el papel del pigmento el de ab- sorber los rayos luminosos después de que han puesto en vi- bración á los conos y á los bastoncitos, estos tienen que estar 1 Panas. Traité des Maladies des Yeux. Tomo l, pág. 32. "Antonio Alzate. n 157 SEOLLLOISIIILDIIIIILIDIDIIN DOI colocados, si se quieren conciliar las dos exigencias, con sus extremos hacia afuera. k X *x Por la rápida enumeración que he hecho de las principales teorías emitidas para explicar el mecamismo íntimo de la yi- sión, se ve cuán lejanos estamos aún de poseer una que dé cuenta de todos los fenómenos, pero seguramente es por ac- ción mecánica que llegarán á explicarse un día todos los hechos, cuando nuestros conocimientos sobre la anatomía de la retina sean más completos y precisos, dejando á un lado las hipoté- ticas acciones foto-químicas que no se producen en la retina de los animales inferiores, que á pesar de ello perciben perfec- tamente la luz y quizá los colores. O SLLLL LL LALA ALA LAA AAA LA REDARD ; qu, 0 Y seg pas sed der ed e a (20 od pi la Po puedas E : Riaaidia RN E Sd E yu peas Le NA E Al Aya ¿ton dz AS prore nal A adoad ad ep adinsroraa ro abijia abro : O 8 Ad eS bot 14d, o ves creia 198 Jenste ERE ye ba | dedo pi tb 0 a si ; alo e Ad | ¿pride Le el hinata ál adn. eotantarioo ha os TN IN ¿dbogid. za abel; EsEtob obio! VRQBÍD RG. ela. pi RS ¡suitsncol qa aro ar op espa po oioies ] o aii sta, Acid he Pawvimaialaniga a o td: br olas CTE 0 lío reno Aia ias del A? 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Dans les régions méridionales du Mexique, la grande cor- dillére qui longue la mer Pacifique est coupée en deux grands morceaux par la profonde échancrure, d'érosion dans sa plus grande partie, qui donne issue ¿Yun des plus grands fleuves du Mexique, le “Balsas.” Ce dernier prend, sur une grande par- tie de son parcours, une direction paralléle á la direction gé- nérale de la cordillére, et méme á la cóte méme du Pacifique. Il est trés peu Vendroits au midi du Mexique qui soient aussi maigrement peuplés que celui dont nous allons parler. C'est ici oú le réseau montagneux, doit apparaítre dans toute sa puissante magnificence; le manque d'habitations de toute sorte dans ces endroits entiérement solitaires lui donnant un aspect des plus sauvages et grandioses. Pendant que nous etions engagés dans des études géologi- ques sérieuses sur les montagnes granitiques que renferment la baie d'Acapulco, nous fúmes obligés de nous rendre, au plus vite, á la riviére de “Las Balsas” et choisir, par consé- quent, la route la plus courte. On nous avait parlé d'un étroit sentier, qui partant du village de Tecpam, pres du bord de la 160 Memorias de la Sociedad Científica PELS mer, coupe transversalement la “sierra” et gagne prompte- ment la grande riviére, dans le voisinage d'Ajuchitlan, qui étalt justement la place de notre destination. On nous avait aussi prévenu que ce chemin était incommode et tres dange- reux pour les bétes, et qwil fallait, en outre, se procurer un bon guide et des vivres pour trois ou quatre jours de voyage. Avant de commencer Vascension de la cordillére, dont les ramifications s'avancent jusqwá peu de distance du littoral, 1l faut traverser, en sortant du port d'Acapulco vers le N. W., une partie des terres basses qui s'étendent au pied méme des montagnes ou des collines peu élevés, et border les estuaires allongés, limités V'un cóté par ces plaines, et de Pautre, par des étroits cordons littoraux qui longent la mer depuis les escarpements déchirés des bords externes de la baie d'Aca- pulco jusqu'au delá de Vembouchure de la riviéere de Coyuca, qui demeure fermée pendant les mois secs de lannée. On s'est souvent étonné de la fertilité merveilleuse de ces endroits arrosés par les brises toujours humides soufflant de la mer, tout particuliérement pres des lagunes, ou les man- gliers, les ceibas et toute sorte de plantes se massent le long des rivages, en foréts magnifiques, baignées á la base par les eaux demi-salées des estuaires. Ces derniers 1 ont pas plus de sept kilométres de largeur, méme dans les endroits les plus larges; de lá leur ressemblance á un grand fleuve dont le cours se perdrait á Vhorizon, sur la ligne indécise de végéta- tion des rivages. Quant aux cordons littoraux, larges de 300m. ou 400m., apparaissent, lorsqw'on les regarde du haut Vune des collines qui entourent la baie d'Acapulco, comme une langue intermi- nable légérement courbée vers la cóte et divisée, dans tout son parcours, en deux zones tranchantes, dont lPintérieure, en face des lagunes, est d'un vertfoncé a cause de la végéta- tion envahissante des terrains sableux et limoneux déja défi- nitivement eonquis á la terre ferme et la seconde, en face de “Antonio Alzate. 161 em A la mer a un ton clair produit par le reflet des rayons du so- leil tropical sur les sables ardents léchés par les vagues, qui prennent lá une couleur brillante, contrastant vivement avec le blen foncé de Pimmensité déserte de Pocéan. On doit marcher vers le N. W. le long des allées ombra- gées quí relient les villages de “Egido,” “Bajos del Egido,” “Cacahuitan” et quelques autres pittoresquement situés au pied des groupes gracieux de cocotiers, pour gagner la rivié- re de Coyuca, large de 100 métres, ceinte de plantations de mais et de coton. Plus loin, on traverse encore la cóte plaine limitée par des collines peu élevées, recouvertes une végéta- tion tellement luxuriante, qw'elle vous faitsonger á des parages tout A fait du tropique; de nouvean, les mangliers, les céibas, les bambous, et surtout, les palmiers forment au bord du sen- tier un lacis inextricable oú s'entremélent toutes les nuances du vert. Les branches des hauts palmiers forment des arca- des, des rideaux, des voútes, que les rayons du soleil rosent jamais pénétrer. Peu á peu, on commence á distinguer á tra- vers les elairs du feuillage, la vaste plaine cultivée aux alen- tours du village de “San Gerónimo” assis au pied des petits monticules rocheux qui interrompent du cóté de la mer Puni- formité parfaite de 'horizon. Toute cette portion de cóte que nous venons de décrire, et qui s'étend avec presque les mémes particularités jusqw'aux confins N.W. de PÉtat de Guerrero est connue sous le nom général de “Costa Grande;” et bien des produits agricoles jouissent déjáa une certaine préféren- ce dans les marchés locaux, quand on sait qu'ils ont été culti- vés dans ces terains Vune richesse et une fertilité excep- tionnelles. Cependant, les habitants de ces contrées r'ont pas apprécié ces qualités dans leur vraie valeur, se contentant de faire d'imparfaits labourages aux environs des villages. San Gerónimo est depuis longtemps avantageusement connu par ses importantes plantations de coton et de tabac quí fournissent la matiére premiére á des fabriques montées Memorias.—[1899-1900]. T. XIV.—z1. 162 Memorias de la Sociedad Científica LILLE LILIA non loin des cultures. Ces derniéres pourvoient aux besoins, Vaillenrs trés restreints, des populations environnantes, assez petites pour ces vastes domaines agricoles La cóte de San Gerónimo est arrosée par une grande riviére qui porte le mé.- me nom, et autour de laquelle, les plantations aux lignes ré- guliéres encadrées par de longues haies sont parsemées de bois épais qui montent jusqu, aux collines voisines. On y trouve de grand arbres au bois dur trés estimé, quí attendent depuis longtemps leur róle industriel par la coupe méthodi- que et modérée. A vingt kilométres au N.W. de San Gerónimo se trouve Tecpam báti déjá au pied des collines, sillonnées ici par une autre riviére, non moins importante que la précédente, qui bai- gne également les plaines cótitres, tantót fertiles tantótsablon- neuses, et rétrécies par des monticules rocheux qui s'avancent tres prés de la mer et limitent parfois des vallées en forme de fer á cheval. : De ce point on doit prendre la route vers la Sierra Madre, quí doit étre traversée sur une ligne presque droite du $. au N. Une fois nantis des provisions nécessalres pour nous et pour les bétes, nous avons quitté Tecpam, accompagnés d'un guide, un beau matin de Mars, non sans éprouver comme tou- tes les journées précédentes, depuis notre sortie d'Acapulco, les petites incommodités un climat tropical, sous un soleil brillant au milienu Lun ciel invariablement pur, jamais alteré pendant les mois secs de Pannée. Deux salsons: la saison se- che et la saison des pluies sont bien trancheés sur toute la cóte basse du long littoral de Guerrero. Aprés quelques zigzags et apres avoir monté et descendu des collines chaque fois plus hautes et des montagnes á for- mes érodées, le sentier s'engage sur la rive droite de la rivié- re de Tecpam, dont le lit se rétrécit á mesure qwelle s'enfon- ce, pour ainsi dire, dans les tortuosités des montagnes, les- quelles Vencadrent parfois dans des murs rocheux de quelques Antonio Alzate. :: 163 DIS LILIIIL dizaines de métres d'élévation. Au méme temps, les irrégula- rités des pentes font couler les eaux dans de véritables rapi- des oú vient se briser le courant parmi dénormes pierres dé- tachées des hauts murs. La végétation sauvage laisse á peine voir Pétroit sentier, obligeant parfois de gagner les rivages sablonneuses et méme les eaux de la riviére, lorsque des ar- bres épais ou des masses de roches encombrantes renferment le lib dans un véritable cañon. Aussitót les rivages élargis, une petite plaine au milieu des montagnes s'étend justement. á la place oú un grand affluent, le “* Río Chiquito” vient se je- ter dans la grande riviere de Coyuca. Des plantations de mais annoncent la proximité des habitations, trois ou quatre pau- yres maisonnettes groupées aux bords mémes du “Río Clhi- quito” et cachées par les broussailles et grands arbres qui couvrent la plaine, élevée á peine de 150” au-dessus de la mer, et distante Venviron 30 kilometres de cette derniére. Il faut continuer la route, suivant le cours en amont du “Río Chiquito” que Von eroise plusieurs fois á fin de se frayer un passage plus commode, car la végétation devenue plus abondante et plus variée et des roches á surface lisse présen- tent des obstacles sérieux. La “cuadrilla du Carrizal” située dans un élargissement de la vallée est le dernier parage habité, et c'est ici, a 340" au-dessus de la mer, oú proprement commence la forte élé- vation, les massifs escarpés et le relief énergique oú se pres- sent les montagnes des sierras, déja visibles á distance, trés hautes, A contours arrondis et aux pentes réguliéres, souvent couvertes d'une épaisse végétation. Les nuages qui voilent leurs sommets ne permettent pas Vapprécier leur vraie hau- teur; mais Á mesure que Pon monte par un long contrefort, on peut admirer la diversité et succesion des termes montag- neux, un ensemble, au premier abord, confus, et oú Pon ne reconnaít aucun arrangement. Parmi les nombreux pics, plus ou moins isolés, qui couronnent les crétes, on remarque les 164 Memorias de la Sociedad Científica no sn”. sommets magnifiques de “Las cumbres de la Tentación” et du “Cerro del Conejo,” parsemés de rochers qui dépassent á grand peine la végétation déja alpine qui tapisse les flanes avec une exubérance rarement surpassée. On y voit se succéder dans un certain ordre, les espéces propres aux différents eli- mats. Les sommets que nous venons de citer projettent leurs pics a 1900 et 2000” VPélévation, les longues crétes qui les relient Watteignant que 1700 ou 1800”, car tous ces pics ne sont que des massifs détachés des points avancés, soutenus par des arétes secondaires dirigées plus ou moins transversa- lement a la longue créte qui sépare les versants directs du Pacifique de celui qui porte les eaux vers la grande artére du Balsas. La route s'engage enfin dans le ruisseau que nous avons passé en sortant du Carrizal. Les eaux s'enfoncent dans de véritables gorges limitées parla plus épaisse broussaille ou par des roches énormes. Quand on sort de nouveau de ces endroits solitalres, ce West que pour voir les hautes monta- gnes que Pon dirait inaccessibles; la végétation devient encore plus touffue, mais les broussailles et les mangliers s'y trou- vent remplacés par des arbres á bois tres estimé, tels que le bois de rose, le noyer, Vacajou, le “palo amarillo” et autres qui se pressent en confondant leurs rameaux. Bientót, vers les 600” Vélévation, apparaissent les pins aux trones minces et élancés, et on commence lascension des flanes des hautes montagnes sur un long étrier qui conduit á la créte principa- le vraiment escarpée que nous avons franchie non sans fati- gue, parvenant enfin á une petite plaline marécageuse située au col formé par deux montagnes plus hautes, d'oú Von peut voir la naissance du ruisseau que nous avons tant de fois tra- versé, Nous yoici déjá au sommet de la chaíne principale á environ 1800” au-dessus de la mer. Des petites sources, un peu plus en avant vers le N. initient de ce cóté le versant vers le fleuye de “Las Balsas. ” albizabicl ia. 165 IWILILIIIIIIL SL DDT o POLI On peut s'assurer encore une fois que ces montagnes, dont; les plus hautes dépassent les 2000”, sont distribuées péle-mé- le et se montreunt comme de véritables massifs indépendants, formant partie Yun seul systéme, Vun seul ensemble couron- né par une créte unique qui enchaine et réunit tous ces pies élevés, portés chacun par une aréte secondaire, par un étrier de direction transversale á la créte principale, ce qui fait voir les montagnes, comme avancées ou détachées vers le sud. Fort souyent, des hauteurs isolées soutenues par des contreforts secondaires atteignent une plus grande élévation que celles qui appuient sur le dos de la chaine principale. Cela arrive aussl avec plus de fréquence sur le versant opposé, oú les hauts sommets s'avancent jusqu'au bord méme de la grande riviére. Jusquici, nous n'avons rien dit des roches ni de la strue- ture géologique de cette partie, tres importante Vailleurs á ce point de vue. Malheureusement la rapidité de notre voyage et le manque de places accessibles oú l'on pút voir les roches nues nous empécherent d'avoir une série compléte des ro- ches et de leurs variations, mais nous suivrons autant que pos- sible la succesion, pour peu que le sentier nous permette Vap- précier les superpositions. Sur la grande plateforme littorale V'ailleurs étendue, sur presque toute la cóte du Pacifique mexicain émergent, tout Vabord, des sables, et puis des sables limoneux et des limons, couvrant la plaine de la cóte jusqu'au pied des collines, et for- més par les apports des riviéres qui descendent des monta- gnes, aussi bien que par le travail direct des eaux de la mer. On assiste maintenant á Guerrero á un vrai comblement des lagunes et des estuaires par les matériaux qwy viennent dé- poser les courants grands et petits renfermés par les cordons litoraux. Cá et lá émergent de la plaine cotiére réguliórement inclinée á pente douce vers la mer, des collines ou petits mon- ticules rocheux constitués par un gneiss a biotite, qui forme sur presque toute la cóte de Gruerrero une grande bande lar- 166 Memorias de la Sociedad Científica LI III DILO DILO wm. ge de quelques dizaines de kilometres. Nulle autre part ne nous donne une meilleure idée de cette vaste ceinture de gneiss que celle qui se trouve au nord de San Gerónimo et de Tecpam, oú les monticules, Vabord isolés au milieu de la plaine, bordant quelquefois les riviéres, puis formant des cor- dons reliés par des hauteurs qui descendent comme des con- treforts, nous permettent de voir la succession des couches de gneiss á structure compliquée, appartenant aux gros mas- sifs. Ue gneiss á aspect et á caracteres diverses présente une structure tres variable; depuis le gneiss fin tres rubané ayec un parfait arrangement de ses éléments minéraux, jusqwá ce- lui qui présente une structure plus franchement granitique, en passant par un type qui rappelle le granite gneissique si commun dans quelques régions du gneiss. 1l n'est pas aisé de suivre, dans ces endroits boisés de la “Costa Grrande, ” toutes les variations d'aspect du gneiss, de méme que les inclinalsons, et en général, tous les accidents que puisse avoir cette roche rubannée dont les plans dV'exfoliation sont tres éloignés de Phorizontale. La direction générale de la grande bande eris- talline est du N. W. au $. E., C'est á dire, plus ou moins pa- rallele au systeme montagneux etá la ligne de cóte. Bien que les inclinaisons diverses des plans Yexfoliation, quelle que soit Porigine que on attribue á cette roche ancienne, montrent des plissements, reproduits quelquetois par le relief du terrain; et en dépit des mouvements orogéniques dont ces accidents sont le résultat, le territoire primitivement émergé avait déja Po- rientation qui conserve actuellement le littoral du Pacitique dans ' Etat de Guerrero. La bande gneissique, coupée par des affleurements de granite et de diorite est connue dans les autres districts cótiers. Des explorations ultéerieures feront comnaítre au 5. E., dans PEtat de Oaxaca, et peut-étro au N.W. vers P'Etat de Michoacán, des nouveaux lambeaux gneis- siques qui seront d'une importance capitale pour la tectonique Vensemble de la région sud du Mexique, et qui forment ici Pas- sise primordiale. Antonio Alzate. 1 167 Le gneiss á mica biotite moins rarement á mica muscovite, est traversé par un nombre de filons de roches de nature et áge différents. D'abord, c'est une espéúce de pegmatite avec de grands cristaux de feldspath rose, et de grosses plages de quartz. D'autres fois, C'est une granulite á grain fin, et der- niórement, une roche verdátre ou noire rapportée á une dio- rite qui coupe tous les autres filons, attendu que ces derniers sont les plus modernes. Ces filons suivent toutes les direc- tions, et ceux de la roche verte sont les plus puissants, s'éle- vant parfois á 10m., tandis que les autres ne sont au delá de deux metres. Tls sons assez distincts, au premier coup d'ceil, car á cau- se de leur duretó, et de leur résistance á Vérosion, supérieure A celle du gneiss méme, ils surpassent la surface du sol; sur- tout lá oú la roche encaissante a subi une altération profonde. Dans les environs du “Rancho del Carrizal,” vers les 350m. du hauteur, on trouve des affleurements de diorite, se faisant jour A travers le gneiss. Cette roche, á grain fin, 4 hornblen- de et mica noir est aussi coupée par des filons d'une ro- che verte. Les filons de pegmatite et de granulite encaissés dans le gnesis ne se trouvent plus sur cette roche. Sur les contreforts des hauts massifs, la diorite et les autres roches eristallines disparaissent vers les 450m. de hanteur, et une roche éruptive A structure microlithique, d'un áge trés dif- férent de celui des roches granitiques, constitue presque toute la partie supérieure de la grande chaine montagneuse, jus- qwau sommet des massifs, car on Pobserve aussi sur le col que traverse le sentier en passant au versant opposé. La ro- che, quí se rapproche Vune andésite montre au microscope le magma amorphe et microlithique dans lequel se trouvent de quelques cristaux de feldspath basique et un mineral trans- formé en produits ferrugineux probablement de lPamphibole. Elle est profondément altérée et transformée en produits argileux recouverts par Pépaisse végétation, la roche dure 168 Memorias de la Sociedad Científica. ADAL IIS v'apparaissant qu'aux profonds ravins creusés par les eaux sauvages, et que Pon gagne á grand peine. Les spécimens que nous conservons de cette partie sont en trés mauvais état. Nous avons constaté, malgré les difficultés apportées par les foréts du sommet de la Sierra Madre, que cette roche, tantót verte, tantót rouge s'étende au dela de la ligne de partage des eaux, et il faut descendre quelques kilométres vers le nord pour parvenir au commencement de la vaste formation du con- glomérat tertiaire que l'on voit s'étendre, avec de courtes in- terruptions de roches éruptives trés variées, bien au delá du fleuve de “Las Balsas,” couvrant une surface norme de plus de 50 kilométres de largeur. C'est ce conglomérat déposé en grosses strates horizontales ou peu inclinées, qui donne son trait caractéristique á cette région qui a subi des actions in- tenses de dénudation. Poursuivant la route des Pendroit que nous avons esquis- sé, et en avangant un peu plus au nord, vers le commence- ment du versant de les Balsas, on arrive á des endroits assez éléves et découverts pour permettre une vue Vensemble de cette partie de la Sierra Madre, plus accidentée, moins boisée, Jusqu'au point d'offrir un sol presque nu, d'une rugosité exa- gérée sans doute par cette nudité, laissant voir vers le nord une succession fantastique de termes montagneux de plus en plus éloignés, limités á Phorizon par les chaínes coloriées en violet qui se lévent au delá de la riviére, laquelle apparaít en- foncée dans une espéce de grand cañon. Du cóté du sud, le paysage a bientót changé, et les for- mes arrondies des montagnes du versant méridional ont dis- paru; les crétes les plus sinuenses, parfois brisées, sont sur- montées, tantót de pies aigus, tantót de plateaux Vénorme étendue, soutenus par des pentes en gradins, avec de longs contreforts dispersés de telle sorte qw'ils dissimulent entióre- ment la disposition des chaínes. Une des plus hautes monta- gnes, le “Cerro Azul” haute de plus de 2200m. se termine, de 1Antonio Alzate. '' 169 méme que le “cerro de la Hacienda,” par un grand plateau soutenu par un échelon gigantesque, offrant une position pres- que inexpugnable. La montagne de Hacienda, profilant sur le ciel son grand plateau, large de quelques kilomóétres, et pourvu, on affirme, Veau et de bons páturages, a donné Vessor a Pimagination du peuple, qui dans des légendes amusantes en a fait la demeure d'étres fantastiques respectés par les paysans. Comme nous venons de dire plus haut, la dénudation a été fort intense, et la route devient en conséquence trés ac- cidentée; chaque sommet est séparé de son voisin par une profonde “barranca,” et des contreforts détachés de la ligne de faite dans des directions á peu prés transversales ou des chaíines presque paralléeles, se trouvent brusquement interrom- pus et séparés par des étroits sillons profonds et tortueux qwon a bien des fois á descendre de long de sentiers en zig- zag. Les rares habitants font ici dans ces terrains presque escarpés des plantations de mais, qwils désignent sous le nom de “Tlacolol” oú “Coamil” mots indiens trés répandus et usi- tés par tous les agriculteurs de nos contrées montagneuses du Midi. Pour cultiver le “tlacolol,” on commence par déboi- ser le terrain, en brúlant la broussaille et les arbres de Pen- droit choisi. Il West pas rare de voir incendier sans pitié de gros arbres qui auraient uue heureuse et utile application dans un atelier de menuiserie. Le paysan ne fait usage, pour préparer les terres á la semaille, que un simple pic en fer porté par un long manche en bois. Ce travail, qui s'accomplit aussi sur tous les versont du Pacifique, un peu avant la sai- son des pluies, ne se prolonge pas plus de deux mois. Du reste, la grande chaleur et la constante humidité de ces régions prépareront le grain, que homme viendra cueillir sauvent, á mesure de ces besoins. Hors de ces deux mois de travail, les habitants se librent á la plus complóte oisiveté. Les familles ménent, pourtant, une vie presque misérable: le mais, le gi- Memorias.—[1899-1900]. T. XIV.—22, 170 Memorias de la Sociedad Cientifica bier, parfois assez abondant, et des fruits murs pendant la be lle saison complétent la nourriture de ces habitants qui se logent dans des huttes en paíille od couchent aussi les poules, les pores, les chiens, les vaches, et le cheval, leur compagnon inséparable, animal vif et petit, agile comme un cerf, et ha- bitué aux grandas courses sur ces labyrinthes montagneux. Aprées avoir passé un petit “rancho,” nommé “La Lajita” situé au bord du ruisseau de Tepalcatepec, affluent principal de Pimportante rivióre de “Las Truchas,” on découvre une cróte longue et élevée, surmontée Vun pic escarpé, inaccesi- ble en quelques endroits, appelé “El Balcón,” mot trás propre pour désigner une place d'oú se déroule un vaste panorama: au nord, les profonds sillons du Balsas et ses affluents qui coupent vraiment les montagnes; au sud et au sud—ouest, les hauts pics et plateaux, et les flanes déchirés de la Sier- ra. Quelques heures passées sur le pic du Balcón nous ont permis de voir et d» suivre une série de plateformes échelon- nées qui montent jusqu'au sommet et soutenues par des pier- res regulierement entassées. Ces plateformes, larges de 10m. ou 15m., sont reliées par des marches faltes de pierres gros- siéerement disposées. Une plateforme couronne aussi le som- met du pic, qui a été rendu régulier par des murs inclinés forme des pierres superposées assez solidement pour avoir ré- sisté, comme toutes les autres constructions, pendant si long- temps; car tout porte á eroire qwil s'agit Vun de ces temples érigés par les anciens indiens á quelque divinité idolátre. Ce genre de constructions, Vailleurs tres imparfaites, est assez répandu dans VEtat de Guerrero, comme on vient de le cons- tater par quelques découvertes récentes. La grossitreté de ces bátiments, la classe de poterie que Von y rencontre en morceaux, et l'absence de tout vestige d'ornementation dans ces ruines, témoignent une civilisation trés arriérée chez les anciennes tribus de cette partie de Guerrero, bien au des- "¡Antonio Alzate." 171 'ITLLLLIIOL III sous de celle des autres habitants qui demeuraient au dela de cette grande branche de la Sierra. Nous croyons, ce- pendant, que nulle place v'était plus á propos pour reveiller des sentiments religieux chez les indiens. Outre une situation vraiment stratégique, la pureté de Pair que Pon y respire et Padmirable paysage qui se déroule au pied de la montagne, évoquent certainement les idéesro- mantiques de nos ancétres. Il nous faut encore deux journées pour arriver aux riva- ges du grand “ Balsas,” deux journées passées presque tout le temps sur la riviére de Tepalcatepee quí coule trés bas. Les montagnes ont rién perdu de leur majesté, étant, toutefois, dépourvues de végétation comme celles laissées en arriére, sauf dans quelques endroits abrités, od les sapins et les ché- nes forment des táches vertes; les “tlacololes” étalant dVai- - leurs leurs carrés, réguliers sur le conglomérat rouge. On tra- yerse ainsi le rancho de Puerto Grande et quelques autres petits “ranchos” aux bords de la riviére citée, et on commen- ce á découvrir, aux alentours d'Ajuchitlán, la plaine riveraine des deux cótés du Balsas, aussi bien que celle qui borde la ri- viére de Las Truchas; Vune et Vautre assez pien cultivées sur quelques petits morceaux; on y voit le mais, le sésame, un peu de canne á sucre, etc. La grande montagne nommée “Cerro Azul,” prás VAju- chitlán, élevée de plus de 1900" au-dessus de la mer, cache a Porient la course en amont du Balsas, tandis qwaá Poccident, la plaine élargie west limitée qwaá 15 km. de distance, par des collines et de hautes montagnes qui rétrécissent le lit du feu- ve, tout pres de “ Coyuca de Catalán” aux abords de VEtat de Michoacán. Le róle important de lérosion qui caractérise cette partie de la grande coupure du Balsas, ne se montre nulle part, plus clairement qwici. Il est yrai que la régularité dV'inclinaison des couches du conglomérat est altérée en quelques points, et que 172 Memorias de la Sociedad Científica ces changement attestent qwil s'y est produit des effondre- ments, mais la structure en gradins, amenant, á cause des ta- lus intercalés, la forme pyramidale, ainsi que la descente ré- guliére vers le fond de la vallée, aceusent un procés de dénu- dation ininterrompu. Hors des banes de graviers qui couvrent le lit méme, les eaux, avec une vitesse de plus de "0.80 par se- conde, ont un effet constant Vapprofondissement, vu la dés- agrégation relativement facile du conglomérat. Entre Coyuca et Ajuchitlán, le conglomérat, qui passe Yun cóté de la riviére á Vautre, présente une inclinaison trés ré- guliére vers le nord, et cette disposition des couches tertiai- res, qui comprend une surface énorme de cette région de Gue- rrero, se continue á beaucoup de kilométres au nord du Balsas, oú les couches vienent aboutir contre les schistes crétacés qui relévent de nouveau le terrain et constituent la plupart de Pau- tre branche de la Sierra, au nord vers les Etats de Michoa- cán et México, aussi bien que dans les districts "Aldama et VW Alarcon (Guerrero), á relief extraordinairement accentué. Pour compléter la série de roches que Pon rencontre sur le versants septentrionaux du grand morceau de la Sierra que nous avons traversé, il faut citer, des andésites varieés qui coupent le conglomérat, des granulites a grain fin, croisées par des filons auriféres que Von découvre genéralement au fond des grands ravins surtout au sud d'Ajuchitlán et qu'on com- mence á exploiter avec peu de succés, ces filons n'ayant plus de quelques centimétres de largeur. ll est curieux d'y voir Por tres gros sus les tétes des minces filons, diminuer rapide- ment dans la profondeur. Nous avons vu de petites coulées de roches basaltiques couvrant par places, les conglomérats; ce sont des roches trés récentes qui s'y trouvent aussi sous la forme de filons. D'importants gisements de cuivre se logent dans les cou- ches tertiaires, au voisinage d'Ajuchitlán; on en fera Pobjet Vune active exploitation industrielle, sitót que les communi- "Antonio Alzate. 173 LILLLIEICODIIEOIICIIOELIIIIIIIIIIIIIIIIOO III III cations deviendront plus faciles. Nous regardons ces gítes, qui portent aussi du cinabre, comme des couches interstratifñiées imprégnées de quartz, d'une épaisseur de cinq ou six métres, oú le minerai riche est concentré en poches ou grands amas, allongés, parfois, comme des filons. Des filons proprement dits, aspect bréchiforme, croisent les couches du conglomérat dans une direction N. W.—S, E. et sont formés de quartz et de parties arrachées aux parois de la roche encaissonnante, le mineral cuprifere remplissant les interstices. Les couches minéralisées s'étendent pres de la rive droi- te, et les filons, trés saillants, et par conséquent, visibles á la surface du sol sont plus frequentes et nombreux dans la rive gauche de la riviére Balsas. Les minéraux dominants des gítes sont, le cuivre natif, la chalcosine, les carbonates et les silicates, accompagnés d'oxy- des de fer et de points et veinules de cinabre. Des travaux Vexploration, déja initiés en maintes places, et la foule de dénonciations pour créer des nouvelles proprié- tés miniéres feront connaítre la vraie richesse minérale de ce- tte contrée, quí sera, peut-étre, favorisée, dans un prochain avenir, par un chemin de fer, dont on a fait déja les études pré- liminaires. México, Septembro 1899. LS LIIOOLLIIOLIIIII ERRATA: — Page 159 lignes 5-6 et 11 et page 160 ligne 7 au lieu de cordillére lire sierra, Re $ Bea pie JO, opa ma «paeciog, and saco abría y uIGa abirety tia odo. 20 armo año A ESO EE ' as uoh br anos alot de e OOMALORO ¿omitido ebria lr diras pal ¿Obi enfliás Ñ Es Ei A moja Sidi pa poda: tevóraidguds so »odondémbl E «jog TN k cdo: ob Ray E ppab ab anor Fe EN “Srl que aa: yde abra al ¿edo saetas Me i : A O 0d dime al ib aia, al ob nóng.á ¡so mado > coli Pi y 0 A 3] hal ob: sara 4 ed: ppal iba Hb drá e : pr cade Mei Y PA ñ Has cdi aL. ¿gio moi ebrio: oa Hala: OY ' ES yn PATRON DO 2UÍa pik sol de cdt tg sal sal ' he ed OPTEN abr, goltruiy 40 ANA «bh de 04 ph. aab > a ong, eobeisas J15 HON $498 Y Muay JLo: 7 sitvagad 7 meo ) rá Al 19014, € ello so sob ae0ro tod movaloaoceb: ah di pr AR edad al eee He yDiaia AD dd e do ia OR cod e aria; sal bulo Jia Bl mu jan $ Ped Mara a » ¡gra Dl ) E AO ja AAA POTREN] ee 5) vb DO RAS A e TIAS A 14d ¿E rd ; e A ¿Sat ¿dera cool > 1d EY Í í i FUR eno Pu Y / P » y ho Á Wes: CAER ANI AAA O IO Mriessida polera - N - Ol IO ES AU ES y PA uh Acha es 0 PL DÍ Lap ag LO ' mM PA PIN SA hd, pere : Ari Y bd mA » M3 AE ES Acs Í RA e NA "Y BASAL AHEHROTERAPIA. DOS NUEVOS CASOS CLINICOS INTERESANTES, POR EL DR. DANIEL VERGARA LOPE, M.S. A. Los dos nuevos casos clinicos de que me voy á ocupar son de tal naturaleza demostrativos respecto á la acción de los baños de aire enrarecido sobre el asma nervioso, de prefe- rencia á los de aire comprimido, que creo de mi deber no de- jar que pasen desapercibidos para el mundo médico; deseo legar á la Terapéutica una prueba más, de la eficacia de este tratamiento, que por desgracia para la humanidad que sufre este género de enfermedades entre nosotros, es visto con in- diferencia, con el más alto desprecio por la gran mayoría de nuestros médicos, muchos de los cuales, sin saber, sin tener idea de lo que es la Aeroterapia, se atreven hasta á conde- narla. Ya pesará esto sobre sus conciencias, cuando pasado el tiempo, á través del cuál se abrirá paso la luz, se conven- zan de la torpeza con que se han manejado obrando de esta manera. 176 Memorias de la Sociedad Científica. Lástima es que la Aeroterapia en México, no haya tenido como padrino algunos de nuestros protomédicos, y que se haya ocupado de presentarla y defenderla el humilde médico que tiene el honor de dirigir á vds. la palabra y al que es de presumir, que con honrosisimas, pero poco numerosas excep- ciones de Médicos, que se han preocupado por estudiar los efectos de la Aeroterapia, que lo han elevado con su confian- za mandándole sus enfermos, y que por este motivo han teni- do delante de sí, las pruebas más fehacientes respecto á la actividad, valor y modus operandi en este método curativo, la gran mayoría del Cuerpo Médico Mexicano, no le hará caso alguno. Esto es más de sentir, cuanto que antes de que yo me ocupase en estudiar y aplicar la Aeroterapia no han falta- do personas de un valer y de una gran reputación, entre todo el público; quienes han tenido oportunidad para estudiarla y aún paro aplicarla y que nunca, estoy cierto, se han preocupa- do por investigar siquiera cual era la manera de emplear esta medicina en Europa, para saber aprovecharla, según los con- sejos de los extranjeros que se han ocupado de estudiar sus efectos y que han demostrado, por la experiencia adquirida en más de 40 años, los grandes éxitos de la Aeroterapia en la curación del asma, del enfisema pulmonar y de otras varias enfermedades. Antes de que yo tuviese á mi cargo la cámara neumática del Dr. Legay, encargada expresamente á Euro- pa por el Ministerio de Fomento, no ví yo aplicar el tratamien- to en un solo enfermo según las prescripciones Europeas. El uso de los baños de aire comprimido se hizo casi empírica- mente, sin preocuparse por conocer como debían de aplicarse. á que grado de presión, en que número, con que intervalos, absolutamente nada; y como no quiero que se me diga que ha- blo de memoria, voy á llamar la atención sobre una sola cita que me basta para apoyar lo que digo. Entre las monografías y artículos varios sobre la Aeroterapia que he tenido la oportuni- dad de consultar (Fontaine, Pravaz, Dujardin-Beaumetz, etc.) "Antonio Alzate. 177 pude también leer, gracias á la amabilidad del Sr. Dr. Tous- saint, algo relativo á este asunto, en el “Handbuch der Specie- llen Therapie innerer Krenkheiten,” (Jena 1894, vol. UI. p. 72), en el que un autor alemán, Smidt, dice respecto á la manera de aplicar esta medicina lo siguiente: “Cada sesión dura hora y tres cuartos. Se va aumentando “la presión lentamente, de modo que se llegue á la cifra ma- “nométrica necesaria en unos 25 minutos. Se vuelve á la nor- “¿mal también lentamente, después de 45 minutos de presión “uniforme, en el espacio de unos 35 minutos. “¿En general se llega á 20 ó 35 centímetros y aunque se “han ensayado presiones superiores, no se han obtenido me- ““Jores resultados que con presiones de 35 á 45. “El número de baños varía con la individualidad de cada “caso patológico. No debe ser de menos de 20. En general, ““el número necesario para obtener resultados apreciables es “de 25 á 30. En ciertos casos, puede necesitarse un número “mayor. Casi siempre basta un baño diario, pero hay casos “en que conviene tomar dos.!” Hecha esta cita tan clara, tan precisa, respecto al modus Jfaciendi que debe seguirse, yo pregunto por un solo caso, uno solo en el que se haya hecho la aplicación siguiendo estas re- glas. En la primera época de su aplicación en México, el baño se daba solamente una ó dos veces por semana, á cada en- - fermo; la duración de cada sesión era siempre variable, de media hora á hora y media y la presión se llevaba hasta 70 y 80 centímetros. Más tarde, las poquísimas personas que acu- dieron al baño lo tomaban cada 8 ó 15 días. La sesión dura- ba, á lo sumo tres cuartos de hora, si no es que 20 minutos y la presión se llevaba cuando más á 20 ó 30 centímetros. 1 Indicaciones idénticas pueden verse en casi todos los autores de aeroterapia. V. Fontaine. Effets phasiologiques et applications thérapen- tiques de l'air comprimé. Paris, 1877. Memorias. —[1899-1900]. T. X1V.—23. 178 Memorias de la Sociedad Científica MAA S A A pesar de estas aplicaciones tan mal hechas, es fuerza decirlo, hubo algunos resultados halagadores, entre los cua- les recuerdo como uno de los más notables, el de la Sra. Emi- lia Berazueta, digna esposa del Sr. Lic. Manterola, uno de los miembros de más mérito y más honorables de la Socie- dad “Alzate.” | ¿Por qué, en vista de estos resultados, no se hizo un estu- dio formal, del método terapéutico, tanto más, cuanto que al ser encargados los aparatos por el Gobierno se estaba con la obligación, con el compromiso real de hacer su aplicación, para bien de los pobres enfermos y naturalmente con la ne- cesidad imperiosa de hacer su estudio perfecto, antes de ha- cer la aplicación? —Yo no lo sé. Si me atrevo álevantar mi voz, con cierta energía, es tam- bién como una protesta en contra de aquellos que sin preocu- parse en lo más mínimo por estudiar el asunto y de una ma- nera por completo gratuita, no solamente llegan hasta herir por la espalda á mi personalidad, (que por lo humilde que la considero no creo que haya en esto por qué quejarse), sino que sin acordarse de la naturaleza de su propio tejado, arrojan la primera piedra, y dicen que la aeroterapia es una charlatane- ría. En nombre de la ciencia y de la caridad protesto contra tan grosero absurdo, engendro monstruoso de la ignorancia y que muy pronto se estimará por todo el mundo en lo que vale. Defensa muy difícil es esta para mí, los tamaños me fal- tan, y no creo salir vencedor sin ayuda; de aquí viene que pu- blique yo solamente las observaciones que pueden ser sancio- nadas por médicos honorables que no han intervenido más que remitiéndome á sus enfermos y haciendo constar los re- sultados. Aparte de la lucha con el elemento científico qne hay que sostener en México, en pro de la Aeroterapia existe también la lucha terrible con el enfermo, y viene para todo esto de una “Antonio Alzate. '' 179 rre manera tan adecuada algo que he leido yo, en un libro del Dr. Fontaine que no puedo resistir á copiar textualmente lo que dice. Hay que advertir que este médico escribía en Paris, el año de 1877, época en que los Gabinetes de Aeroterapia eran ya en Europa numerosos relativamente, comparando con lo que nosotros poseemos actualmente en México, y además, que la Aeroterapia se vulgarizó en Francia mucho más tarde que en Inglaterra y en Alemania. Dice Fontaine, “se comprende difícilmente que una me- ““ dicina que en el tratamiento de estas enfermedades (enfise- “ma pulmonar, asma, ete.) ha podido inseribir en su activo, “un número tan grande de éxitos, no se haya vulgarizado “¿más aún después de 40 años que la conocemos. Esto provie- “ne de causas múltiples, de las cuales unas dependen de los “médicos y otras de los enfermos. Por lo que toca á estos úl- “timos, la campana neumática, tiene sobre todo un grave in- “conveniente, el de hacer necesario un tratamiento bastante “largo, puesto que para ciertas enfermedades solamente re- “pitiendo las sesiones diariamente, ó casi diariamente es co- “¿mo se llega á obtener el éxito, buscando además, con muy “(bocas excepciones, la acción benéfica del baño no se presen- “ta desde los primeros días, esto solo se observa con algunos “Catarros de la nariz y en algunos casos de sordera en los que “se emplea el aire comprimido simplemente como agente de “cateterismo. Por otra parte, durante el baño, el enfermo no “experimenta nada de particular que le impresione; solamen- “te percibe el ruido del aire al escaparse por las llaves de ven- “tilación y algunos zumbidos y presión en los oídos, durante “las tres ó cuatro primeras sesiones; pero la reacción que si- “¿gue á la ducha en la hidroterapia, el sudor que se provoca “en la estufa seca; las sensaciones que producen los aparatos “eléctricos, son resultados tangibles, inmediatos, que impre- “sionan vivamente su imaginación, y que faltan absolutamen- “te en el baño de presión, en donde el enfermo podría hasta 180 Memorias de la Sociedad Científica “creerse expuesto únicamente al aire lihre. Cuando el enfer- “¿mo experimenta durante el tratamiento, algo que despierta “Su sensibilidad, aunque este tratamiento sea largo, puede es- “perar más pacientemente sus efectos; pero dentro del apa- “rato neumático, aunque su sangre se concentre más ó menos, “Su respiración cambie de tipo, las expiraciones se prolon- ““ guen, etc., estos fenómenos pasan completamente desaper- “cibidos para él, y no tiene conciencia alguna de tales modi- “ficaciones. Naturalmente es difícil que tenga fe, convicción “precisa en este tratamiento, y aquí es donde se necesita que “alguien se la inspire, aquí es donde debe desempeñar el prin- “cipal papel su médico de cabecera. Mas como desgraciada- “mente, no todos los médicos tienen un conocimiento perfec- “to sobre el asunto, esto no puede ser así en todos los casos, “y el enfermo deja de curarse y de obtener los beneficios se- “oguros que le proporciona este tratamiento inmejorable. Pa- “ra que el método neumático obtenga del Mundo médico un “patrocinio más amplio, que hasta hoy se le ha rehusado, es “necesario experimentarlo en los hospitales, hacer la instala- “ción en estos establecimientos de campañas neumáticas, en “las cuales se ensaye el empleo: de presiones inferiores Ó su- “periores á la presión ordinaria, no solamente en el tratamien- “to de las enfermedades crónicas enumeradas (asma catarral, “anemia, tos ferina, laringitis crónica, sordera catarral, bron- ““quitis crónica) sino también sobre ciertas afecciones agudas “del aparato pulmonar que teóricamente, pueden tratarse por “¿medio del aire comprimido.” ? “El precio relativamente elevado de cada sesión, llama- “da muy impropiamente baño de aire comprimido, puede “también considerarse como un obstáculo serio para la difu- “sión de las prácticas aeroterápicas. Cuando esto se haya “vulgarizado más, se hará ciertamente más accesible para to- “da clase de enfermos y aun cuando algo se ha hecho ya, con “Antonio Alzate." 181 “este objeto! nunca podrá tampoco hacerse como para los ba- “hos de vapor de agua, de aire caliente y de agua fría. El “chorro de agua y la regularización de la temperatura en una “estufa no tienen que ser dirigidos forzosamente por una per- “Sona ilustrada; mientras que esto no puede hacerse así con “la campana neumática, ésta constituye un aparato de medi- “cina y tiene que ser vigilado su funcionamiento por un mé- “dico. Nunca podrá un enfermo penetrar á este aparato, sin “previo examen de un médico.” Como se vé por todo lo que he copiado del libro de Fon- taine, la Aeroterapia pasa actualmente en México, por el mis- mo estado de cosas que existía en Paris hace veintitrés años; mas si tenemos en cuenta nuestro carácter conservador, ruti- nario y en ocasiones egoista, es fácil comprender que en Mé- xico todos los obstáculos de que habla Fontaine tienen que multiplicarse por desgracia, sobre todo los que dependan es- pecialmente del carácter más general de nuestros médicos. * E k - Ya en otra ocasión me he ocupado en explicar, por qué razón apliqué por primera vez y aplico hoy de preferencia la descompresión, ó enrarecimiento del aire ambiente en el tra- tamiento del 'asma esencial y del asma ligado con ciertos es- tados catarrales, cuando no hay enfisema ó alguna lesión cardiaca que contra-indique su uso. No hay pues que volver sobre lo mismo, puede consultarse si se desea, lo expuesto en el tomo XII, pág. 315, de estas Memorias, El caso que someto actualmente al conocimiento de mis Y. colegas, es el de un niño, Eustaquio Gutiérrez de 10 años, enfermo de asma esencial y anemia de causa palustre, remi- tido para su curación por el Sr. Dr. Carlos Tejeda. 1 No olvidar que es Fontaine el que así se expresaba en Paris, en 1877. 182 Memorias de la Sociedad Científica Un gran número de personas de las de la familia de este niño han padecido de asma, la que en varios casos se compli- có con enfisema pulmonar y lesiones del corazón. Las afec- ciones nerviosas, la neuropatía ha sido la dominante entre ca- si todos los miembros de su familia incluyendo á sus padres. Desde la edad de tres años y en San Andrés Chalchico- mula, de donde es nativo, comenzó á padecer los primeros ae- cesos de dispnea característicos del asma. Hace dos años pa- só á Jalapa en donde su mal se agravó, sobre todo después de un ataque de paludismo que lo puso sumamente anémico. La dispnea se hizo casi continua, era raro el día que pasaba en estado regular, poco dormía, nunca podía acostarse y pasaba las noches semitendido en un sillón. En tal estado vino á Mé- xico para curarse, y su médico el Sr. Dr. Tejeda, le preseribió los baños de aire comprimido, así se le aplicaron: al princi- pio con alguna irregularidad porque el estado delicado de su salud le impidió con frecuencia salir á la calle y después con más continuidad durante un mes. Al cabo de 10 ó 15 sesio- nes se observó una tendencia á la mejoría, que llegó á hacer- se bastante notable; pero esto no obstante, los ataques fuer- tes de dispnea le daban de cuando en cuando y su excitabilidad era tal, que en cierta ocasión, solamente porque dejó unos cuantos minutos de verme al través de los crislales de la cá- mara y se creyó abandonado por mí, fué víctima de una terri- ble erisis asmática, que felizmente duró pocos minutos. Pa- sados 43 días de tratamiento, y como en lugar de aventajar, había en los últimos días, acontecido lo contrario, pues más bien hubo un retroceso marcado y volvieron los ataques noc- turnos que le quitaron el sueño por completo, durante tres noches, me resolví á practicar la aplicación de los baños de aire enrarecido alternativamente con los de aire comprimido y desde el primer día en que así lo hice, el resultado fué su- perior á lo que yo esperaba, pues la dispnea desapareció in- mediatamente y no volvió á presentarse un solo acceso. No 1 Antonio Alzate. 183 solamente consistió en esto el cambio favorable, sino que el estado general se modificó, el semblante se reanimó extraor- dinariamente, se colorearon las mejillas y los labios, el sueño fué profundo y reparador y el niño se entregó con entusiasmo á los juegos más activos y propios de su edad, sin que la disp- nea reapareciese. Por espacio de un mes más, se sostuvo el tratamiento de la misma manera. Los primeros días, los cambios de presión, sobre todo los de presión en menos, se hicieron relativamente pequeños y poco á poco los hice más notables, llegando, por fin, á ver con admiración, al mismo tiempo que con gran pla- cer y satisfacción suma, que aquellos pulmones y aquel cora- zón de un niño de 10 años, funcionaban tranquilamente de las 8 4 las 10 de la mañana, en un aire tan enrarecido como el que se encuentra á 6,800 metros de altitud y en la misma mañana de las 10 á las 12, seguían funcionando con la misma facilidad y beneplácito, en un ambiente cuya presión era cer- ca de media atmósfera superior, á la que se tiene al nivel de los mares. Después de dos meses y doce días de tratamiento volvió á Jalapa este niño, curado de sus accesos de asma y totalmen- te transformado en su estado general. En el siguiente caso clínico se trata de una mujer adulta de 36 años, doméstica, la que como consecuencia de corizas y bronquitis repetidas acompañadas de una irritabilidad nota- ble del sistema nervioso, se engendraron los accesos de asma que mortifican terriblemente á esta paciente desde hace más de quince años. En dos ocasiones distintas ha estado ya esta enferma á tomar los baños de presión en mi Gabinete; hace algo más de un año, y en estos últimos meses. En la primera ocasión, so- lamente se le aplicaron los baños de presión y se obtuvo una mejoría notable, pero no completa. Pudo sin embargo volver á sus pasadas labores hasta este invierno último; tan luego 184 Memorias de la Sociedad Científica como se inició la baja estacional de la temperatura se le exa- cerbó su bronquitis crónica, la broncorrea se hizo casi intole- rable, y los aceesos de dispnea reaparecieron con todo vigor. Volvió al Gabinete y después de un mes y medio de tra- tamiento con baños de aire comprimido que no produjeron sino una mejoría relativa y variable, le apliqué baños de aire enrarecido, exclusivamente; el buen resultado no se hizo es- perar, la mejoría se presentó de una manera franca, la tos y la broncorrea, disminuyeron, los accesos de dispnea dejaron de presentarse, y actualmente, á pesar de que la temperatura es todavía muy baja, que se ha entregado de nuevo á todas sus ocupaciones y que ha suspendido ya los baños, no ha ha- bido recaída. Los baños de aire enrarecido se le aplicaron por espacio de un mes y medio. A ellos también correspondió el éxito. México, Diciembre 1899. EPI III DÍ ot ANALISIS DEL AGUA DEL “00 DE $. LORENZO.” (TEHUACAN. —E. DE PUEBLA). Por el Dr, Federico F, Villaseñor M.,$. A., Químico del Instituto Mdéico Nacional. Hace pocos meses, tuve la honra de presentar á esta H. Sociedad el análisis de una agua fuertemente mineralizada, el agua de Alhuelícan, á propósito de la cual hice notar que, se debía llamar la atención de las autoridades para impedir su uso como agua potable, siendo en cambio una verdadera adquisición terapéutica, pues eran ya muchos los casos de li- tiasis biliar en que ha dado notables éxitos, habiendo tenido yo personalmente uno; pues bien, parece que la ciudad de Te- huacán está llamada á ser el centro de reunión de los litiási- cos, pues es un punto donde brota toda una serie de manan- tiales que probablemente atraviesan terrenos semejantes, y que por eso debe considerarse como una estación muy adecua- da para el tratamiento de estos enfermos; en efecto, muchos medicos envian allí á sus enfermos con resultados satisfacto- rios; por lo que creemos de utilidad dar á conocer su compo sición tanto para aumentar el número de beneficiados, como para borrar el error en que se está de creer en su semejanza Memorias.—[18099-1900]. T. XIV.—24. 136 Memorias de la Sociedad Científica NILES LL DIILDIDIIOI LI III III e. con las aguas de Carlsbad, de las que distan mucho, sin per- der por eso su importancia tanto más, cuanto que, prescin- diendo de cierta tendencia inexplicable á emplear lo extran- jero de preferencia á lo nuestro, importa poco que haya ó no semejanza en la composición cuando se sabe en primer. lugar, que estas dan excelentes resultados y en segundo que no hay igual facilidad para obtener unas que otras. Me voy á ocupar ahora de señalar los resultados que he obtenido en el análisis del agua de otro manantial situado á cuatro kilómetros de la ciudad de Tehuacán en terrenos de la Hacienda de San Lorenzo y conocido con el nombre de “ Ojo de San Lorenzo.” Según el Dr. D. F. Martínez Freg que remitió una mues- tra de esta agua para su análisis al Instituto Médico Nacional, es la más cargada de sales de las que existen allí y aunque efectivamente su resíduo salino es superior á la de Alhuelican, ereo que en el manantial debe ser todavía mayor porque con- tiene, según parece, una regular cantidad de ácido carbónico que se escapa con facilidad trayendo como consecuencia la precipitación del carbonato de calcio, y tal vez por eso, pare- ce que contiene menos sales terrosas y más alcalinas que aque- lla, pudiendo sin embargo, emplearse en los mismos usos. Los resultados son los siguientes: CARACTERES GENERALES. Coloruriarias Aupa bti as Nulo Olor Hu. ¿10r phblaptaeri. os Nulo. Aspecto. out ¡esta Límpido. Sabor is 1004324 dos ce» Ligeramente salado. Densidad 4-1BPeivs-2 25 ha 1.00 124. Temperatura en el manantial. 2699c, (siendo la del aire 2404c,) Reacción 0.5.0 acid de Alcalina. “Antonio Alzate. 187 ANÁLISIS CUALITATIVO. Sometida esta agua á la acción de los reactivos se obtu- vieron los resultados siguientes : Tintura de tornasol.—Nada. . . cido pipitzahoico.—Coloración rosada.—Es alcalina, Papel de acetato de plomo.— Nada. — Ausencia de hidrógeno sulfurado. ÁAlcohol.—Enturbiamiento.— Sales de cal. Tintura de nuez de agallas. —Nada.—Ausencia ó ligeras hue- llas de fierro. Tanino.—Nada.—ld., id. Cianuro amarillo de potasio.—Nada.—ld., 1d. ” r0J0 ” » ” 1d, id. Sulfocianuro isis 5 Id., id. » más ácido nítrico. —Muy ligera coloración ro- sada.—Huellas de fierro al máximo. Acido sulfúrico.—Ligero desprendimiento gaseoso.—Car- bonatos. Acido clorhídrico—Ligero desprendimiento gaseoso.—Car- bonatos. Acido nítrico. —Ligero desprendimiento gaseoso.—Carbo- natos. Potasa.—Precipitado blanco.—Cal y magnesia. Sosa. ” Y) ” ” Ámoniaco »” » » » Fosfato de sodio.—Enturbiamiento e Fosfato de sodio amoniacal.—Precipitado abundante crista- lino.—Cal y magnesia. Acido oxálico.—Ligero enturbiamiento.—Huellas de carbo- nato de cal. Carbonato de sodio en exceso.—Precipitado blanco.—Cal y magnesia. Oxalato de amoniaco.—Precipitado abundante.— Sulfato de cal. 188 Memorias de la Sociedad Científica. y SIPILDLOLIIS PLL Nitrato de plata.—Precipitado muy abundante que desapa- rece en gran parte por adición de ácido nítrico y completamen- te agregando amoníaco.—Bastantes cloruros, carbonatos, fosfatos y sulfatos. Cloruro de bario.—Precipitado escaso, que disminuye no- tablemente agregando ácido nítrico y agua.—Sulfatos. Permanganato de potasio.—Coloración rosada que no des- aparece por la ebullición.—Poca materia orgánica. DOSIFICACIONES. Grado hidrotimétrico total... 340 »” > tratada por oxalato de amo- s $ » y tratada por oxa- lato de AMORÍACO 2. OE 150 Residuo total. —Se obtuvo por evaporación directa del agua en B. M., desecándolo á 110%c., siendo para un litro igual Ogrs. 8440. Este residuo se llevó al rojo sombrío y pesado después se obtuvo para las materias orgánicas y volátiles un peso de Ogrs. 1020 por litro. Cloruros.—Se dosificaron volumétricamente obteniendo Ogrs. 2360 por litro. Haciendo los cálculos correspondientes se obtiene la si- guiente composición para un litro de agua: aro. Sulfato de magnesio. oia bie alas als 0.1875 A E Y CO PR AN A UA IE 0.0140 Carbonato decalclo... 0. PUN a E a 0.0103 WorTuro de sodio er A ed ales 0.2360 Materias orgánicas y volátiles. .............. 0.1020 E no dosificadas (por diferencia........ 0.2942 Residuo:total:4 110080: 20 e a Lal 0.8440 " Antonio Alzate. 189 NLODIDILIIIIILIIILIIIIIIDIIDA ODDIDIADIDIODILIIALD III IIILILIIL IA Acido carbónico á favor del cual está disuelto ': el carbonato de calcio...............:2... 0.0150 CONCLUSIONIS. 1. Esta agua no es potable. 1% por tener un residuo total (Ogrs.844) superior á Ogrs.302. 2* por tener en cloro (Ogrs.1432) más de Ogrs.04. 3” por tener un ácido sulfúrico (Ogrs.133 más de Ogrs.03. 4” por tener en sulfato de calcio (Ogrs 014 (más de Ogrs.005 * por tener su grado hidrotimétrico total (34) superior á 25 y después de hervida (19) superior á 12. 6? y último, por enturbiarse y dejar depósito por la ebu- llición y por la adición de alcohol; por consiguiente: es im- propia para los usos domésticos. Il. Es uma agua clorurada sódica. III. Es una agua ligeramente sulfatada. IV. Es una agua termal templada. Y. Siendo íntima la relación que existe entre la tempera- tura y presión y la cantidad de ácido carbónico disuelto (del que, según datos probables tiene en el manantial fuerte pro- porción) y de la cantidad de éste con la de carbonato cálcico disuelto hay que suponer: 1” que las cantidades de estos ele- mentos variarán según las condiciones de la experiencia, y 2* que probablemente, siendo notable en el manantial la propor- ción de ambos principios, se puede considerar también como una agua bicarbonatada cálcica. O México, Diciembre de 1899. JIMRÓN A E cn * E E e y te di mr AOS 6 LA VARIACIÓN DIURNA DE LA DECLINACIÓN MAGNÉTICA EN TACUBAYA EN RELACIÓN CON EL PERÍODO DE LAS MANCHAS SOLARES Í POR MANUEL MORENO Y ANDA, M.S. A,, Encargado del Departamento Meteorológico y Magnético del Observatorio Astronómico Nacional de Tacubaya. Los fenómenos que presenta la superficie solar y que se designan con el nombre de manchas, aleanzan á veces tal magnitud que en todos tiempos han podido observarse á la simple vista. En épocas anteriores á la invención del telesco- pio estas grandes manchas se atribuían á la interposición de cuerpos extraños entre la Tierra y el Sol. En el año 807 de nuestra era apareció una gran mancha que fué notada en Europa durante ocho días, la que en gene- ral se tomó por el planeta Mercurio. Igual absurdo encontra- mos con la observada por Kepler en 1609. El empleo del anteojo astronómico dió el golpe de gracia á la filosofía teológica de la edad media, que se resistía á ad- mitir la idea de tales imperfecciones en un cuerpo celeste, de- mostrando completamente que las manchas eran fenómenos que nacían y se desarrollaban en la superficie misma del Sol. 192 Memorias de la Sociedad Científica TSLLLDLI ILL LS LD LD ICI IES LD LILDIZISIIIIID LLLLLIELOLDIIDIILII Según parece este descubrimiento se hizo separadamente por Galileo en el mes de Octubre de 1610, por Fabricius en Diciembre del mismo año, y por Scheiner en el mes de Mar- zo de 1611. No obstante, el derecho de prioridad corresponde á Fabricius, porque fué el primero que hizo mención de él en una obra que tituló “De maculis in Sole observatis,” publicada en Witemberg en Junio de 1611. Descubiertas las manchas y reconocídose más tarde que su número era muy variable, no fué sino hasta 1851, es decir casi dos siglos y medio después del deseubrimiento de Gali- leo, cuando las observaciones de Schwabe, de Dessau, practi- cadas durante 25 años, demostraron la existencia de un pe- ríodo en que el número de manchas aumenta y disminuye de una manera casi regular. Las observaciones posteriores y un profundo examen de todos los Catálogos precedentes, confir- maron tal conclusión, asisgnándose entonces al intervalo de un máximum al siguiente en lugar de los 10 años aproxima- damente que daba la serie de Schwabe, un valor igual á 11 años y '/o. Según refiere el prof. Rudolfo Wolf, de Zurich, á quien se deben los más diligentes y laboriosos trabajos que sobre la materia que nos ocupa se conocen hasta el día, Horrebow, as- trónomo danés que floreció en el siglo pasado, afirmaba ya en 1776 “que un estudio atento y continuo de las manchas del Sol podría conducir al descubrimiento de un período y que en- tonces únicamente sería tiempo de examinar cómo los cuer- pos que gobierna é ilumina aquél serían influenciados por las manchas”. Así, pues, la idea de la periodicidad de las manchas, puesta fuera de duda por las observaciones de Schwabe, era ya cono- cida en tiempos anteriores, citándose como ejemplo el ensa- yo que á fines del siglo pasado hizo W. Herschel en pos de una relación entre el precio del trigo y el número de las man- chas del Sol. “Antonio Alzate. 193 rs Las laboriosas investigaciones á que se entregó el Prof. Wolf, le proporcionaron los elementos necesarios para deter- minar el período ó ciclo de las manchas desde el descubri- miento de éstas. En la siguiente tabla figuran los resultados á que llegó tan ilustre sabio: PRIMERA SERIE. EPOCA DE Mínima 1610.8 8.2 1619.0 15.0 1634.0 11.0 1645.0 10.0 1655.0 11.0 1666.0 13.5 1679.5 10.0 1689.5 8.5 1698.0 14.0 1712.0 Máxima EIN 10.5 1626:0.-..-. SO a 9.5 1649.0:.... 11.0 1660.0..... 15.0 LIDO asu kt 10.0 1685.0..... 8.0 1693033 5011 12.5 1705.5.... 12.7 TAB LL o coa 9.3 Rs 11.2 O SEGUNDA SERIE. Mínima GRO: 1745,0 Ed 1755.2 ALO ras 1766.5 Pl 17755 UL es 1784.7 35 UIOS:3 a: 1810.6 desbras 1823.3 Sa Elda 1843.5 DS E 1856.0 A 1867.2 (11.7) (1878.9) (10.7) (1889.6) EPeCA DB Máxima 1750.3 11.2 1761.5 8.2 1769.8 8.7 1778.4 7 1788.1 16.1 1804.2 1816.4 13.5 1829.9 1837.2 10.9 1848.1 12.0 1860.1 Aa 1870.6 13.3 (1883.9) Memorias. T. XIV.—[1899-1900]. - 25. 194 Memorias de la Sociedad Científica SAT I II III ICI III III II Periodo medio, Período medio. Período medio. Período medio. 1207211: 11.20:2.06 11.16+1.54 10.94+2.52 +0.64 +0.63 +0.47 +0.76 De los anteriores datos dedujo el Prof. Wolf un período medio de 11.111 años, con una variabilidad media de 2.03 años, y una incertidumbre de 0,307 debido principalmente á la di- ficultad en determinar la fecha exacta del máximum ó del mí- nimunm, * F á En 1850 el astrónomo Lamont, de Munich, anunciaba al mundo científico la existencia de un período de 10 años y */, en el valor de la variación diurna de la aguja magnética. Po- co después Schwabe daba á conocer su descubrimiento sobre la periodicidad de las manchas del Sol, é inmediatamente el Ge- neral Sabine en Inglaterra, Gautier en Francia, y Wolf en Suiza, notaron una notable coincidencia entre las máximas y las mínimas de las manchas con las de la amplitud ó variación diurna de la aguja magnética de declinación. Quedaba, pues, sentada la verdad de una influencia de las manchas solares sobre el estado magnético de la Tierra; ver- dad que había sido ya vislumbrada por Horrebow, pero cuya conquista como tantas otras, estaba reservada para nuestro siglo. Wolf, infatigable en sus trabajos sobre la física solar, se encontró en posesión de innumerables datos de los que dedujo una serie de números que llevan el nombre de números rela- tivos de Wolf y que representan el estado de las manchas del Sol á partir del año de 1745. Llamando r el número relativo, la fórmula para obtener estos es la siguiente: r=k (f4+-109) Antonio Alzate. . 195 en la que y es el número de grupos y de manchas, f el núme- ro total de manchas que pueden contarse en dichos grupos y aisladamente, y k un coeficiente que depende del observador y del anteojo. Los resultados fotográficos de De la Rue y Stewart demuestran que los números relativos de Wolf son próximamente proporcionales á la superficie del Sol cubierta por las manchas. En la siguiente tabla damos los números relativos calcu- lados por Wolf, con especificación de las épocas medias, que en el período que la lista comprende, han tenido lugar el máxi- mum y mínimum de las manchas del Sol. Año. Epoca trópica. ama Año. Epoca trópica, MU AD odo 121.8 m—1856...1856.0... 43 M-—-1837...1837.2. ..138.2 LI a - 22.8 No . 103.1 IU ue, - 59.8 1 A e . 85.8 e A - 93.8 5 Bo 0 ICI IAN - - 63.2 M-—-1860...1860.1. .. 95.7 Es AO go pol 20h 0 ES dro 7 E . 24,2 po oral NE o A m—1843...1843.5... 10.7 4558 Pe A e . 4.0 nos: PR iO) TO o . 46.9 A ad e 40.1 LO nl is 30.5 o A A 61.5 ISO daria . 16.3 io EA YD . 98.4 m—1867...1867.2... 7.3 M—-1848. ..1848.1...124.3 IB ii - 313 ISO O: A . 95.6 ISS: .. . 73.9 E - 66.5 M-—1870...1870.6...139.1 EI50 AR . 645 STE EAN -111.2 MRS O . 54,2 ASIA Oe 21017 1 A . 39.0 E ad . 66.3 1 ASA . 20.6 Dos op . 4.6 MR PT Ele RAS 174 196 Memorias de la Sociedad Científica. SIOLILILILILLLILIILIILLIIILIL III OSI Año. — Epocatrópica — pjumwo, año, Epoca trópica MU, AS es do LaS ¡ESiot= dE PO Y LA 0/4: m—1889...1889.6. .. 6.3 m—1878...1878.9... 3.4 A E sil WAIT e 6.0 e ra 35.6 (ISO. e 32.3 ESE AA UE 713.0 loto Y AREAS 54.2 M—1893 ...--..-.. 84.9 ¡tora Ud So 59.6 LOL EE ae 78.0 M—-1883...1883.9... 63.7 E 64.0 1 o e 63.4 VA rn oe 41.8 II 92.2 uo es RA TE! 26.2 US AR 25.4 o O 26.7 SNA EEN 13.1 El mismo Prof, Wolf dió una fórmula lineal para repre- sentar la variación media diurna de la declinación. v=a-+ br. En la que a y b son constantes cuyo valor se determina con los datos de la observación, y r el número de Wolf. Las observaciones magnéticas de declinación practicadas en Tacubaya nos proporcionan los datos necesarios para cal- cular el valor de las referidas constantes. Para los años de 1894, 1895 y 1895 encontramos las siguientes cifras, valor de la amplitud diurna de la declinación. 180 EDEMA aa 4.67 +: A e A 4.52 Yo) 15147 1 AAA 3.39 Por medio de estos valores y los números relativos corres- pondientes á los mismos años, y que constan en la lista anterior. A A A) ' Antonio Alzate. 197 hemos encontrado a=1'81 b=0.039 En consecuencia, la fórmula que representa la variación ó amplitud media diurna de la declinación de Tacubaya, será v=1'81+0,039 » Debemos notar que el valor de b difiere apenas en una unidad del que aparece para varios lugares de Europa (0.040), como puede verse en la publicación “Astronomisches Mit- teilungen.” Ponemos en seguida los resultados que se deducen para cada uno de los tres años mencionados, y para el de 1897; este último no se compara con el proveniente de la observa- ción, porque aun no se reducen los datos relativos. años. Variación diurna Observ. Calc. 0-C SDE dos ARIAS ida dy 0/16 10D ES PRI PA AA 0.25 ISO os E a IS e E e 0.09 y AA E O AA En vista de las diferencias que resultan entre la amplitud observada y la calculada, podemos coneluir que la fórmula de Wolf representa con bastante exactitud la variación media diurna, pues dichas diferencias son menores que la aproxima- ción que da el instrumento con que se mide la declinacion Tacubaya, Junio de 1899. iS Ylea 0 Sal E F 5 Ae On 1 « ALEA eAIE a hs NE , ; Y : ño Y ¿UTOGA Sm DIS Sid EN do Y 1 RA niñ Li HEROE 74 EA Pa “e sn mos VANATIO AR A Y 04 ve , Pires di rara vet E re AS he. AR EJ Ae nd ca: SOBRE LA INDEPENDENCIA DE: LOS. VOLCANES DE GRIETAS PREEXISTENTES. Por Emilio Boese, Dr. Phil, M. S. A. A principios de este siglo los volcanes formaban para la Geología el problema quizá más interesante y grandes dife- jencias de opinión dominaban con respecto al origen del fenó- meno, hasta que la doctrina de los cráteres de levantamiento se abrió paso. También esta teoría debía ceder poco á poco á otra todavía predominante en la actualidad. Los defensores de la doctrina de los cráteres de levantamiento, creyeron que la masa en fusión del interior de la tierra ejercía presión con- tra la corteza exterior, la penetraba formando especie de am. pollas, se abría paso y de este modo llegába á la superficie. Pero cuando comenzó el estudio detallado de la tectónica de las montañas, se encontró que los volcanes no habían produ- cido levantamiento en ninguna parte, sino que la tectónica era independiente de la fuerza volcánica. Se pasó entonces, como sucede casi siempre, al extremo opuesto y se pretendía que las masas en fusión no tenian fuerza alguna para levan- tar, sino que salían simplemente siguiendo las grietas de la 200 Memorias de la Sociedad Científica corteza torrestre. Entonces se concibieron largas fracturas sobre las cuales los volcanes debían ser situados, particular- mente en los bordes de los continentes, que debían correspon- der á una línea de fractura; porque allí donde había volcanes, se suponía la existencia de fracturas como si lo uno implicase la existencia de lo otro. Así se formaron las ideas que supo- nen una región de fracturamiento en el Oceano Pacífico, que está limitado en sus bordes occidental y oriental por largas series de volcanes. La teoría de las grietas preexistentes co- mo condición para la formación de volcanes ha llegado ya á hacerse un dogma: sele encuentra en todos los libros elemen- tales y en la mayor parte de los trabajos especiales. Es en los últimos tres decenios que se han dado á conocer fenómenos esporádicos que no están conformes con la doctri- na reinante y cierto número de geólogos ha empezado á aban- donar la teoría predominante y á sujetar el problema á un nue- vo examen. Estos esfuerzos fueron resumidos hace poco por Branco' en un pequeño artículo muy claro y conciso. Intento dar en pocas palabras el contenido de aquel trabajo y añadir algunas observaciones que se refieren principalmente á les, volcanes de México. La primera oposición á la teoría predominante salió como parece de geólogos americanos.” Al estudiar las lacolitas de que se ha hablado frecuentemente en estos últimos años, se encontró que en ellas las capas sedimentarias estaban levan- tadas en forma de bóveda al rededor del nucleo eruptivo, al contrario de lo que se había observado en otras muchas par- tes de la superficie de la tierra, donde se podía ver, en aflora- mientos favorables que las erupciones no habían ejercido nin- 1 W. Branco, Neue Beweise fúr die Unabhángigkeit der Vulkane von práexistirenden Spalten.—Neues Jahrb. f. Min. etc. 18982. Bd. 1 pp. 175- 186. 2 Gilbert, Geology of the Henry Mountains. Washington, 1877. "Antonio Alzate. 201 narnro ' gún efecto de levantamiento en las capas sedimentarias. Con todo, la prueba del levantamiento ejercido por las masas erup- tivas en las lacolitas no era concluyente sino más bien aparen- te y ya en el año de 1883 explicaba Suess' el origen de las lacolitas suponiendo que las masas eruptivas habían entrado en cavidades ya existentes. Los últimos estudios sobre la gra- vitación han demostrado que debajo de las montañas existen numerosas cavidades y esto parece comprobar la idea de Suess. Pero estas observaciones se han explicado también de otra ma- nera, suponiendo que no existen cavidades sino series de ca- pas de un peso específico menor.” , Sea lo que fuere, la tectónica en forma de bóveda ó cas- quete de las capas que rodean las lacolitas fué interpretada por los geólogos americanos y por algunos europeos como for- mada por la presión de las masas eruptivas, se volvió pues á las ideas de Humboldt y de Buch, sobre los cráteres de levan- tamiento. Pero aquella explicación excede á la de Humboldt y Buch, porque el producir una cavidad á gran profundidad por el impulso hacia arriba de poderosas masas sedimentarias, necesita un esfuerzo mayor que para levantar las capas supe- riores, cercanas á la superficie terrestre y encorvarlas en for- ma de ampolla. En el año de 1886 Lówl' atacó la teoría predominante en un sentido poco diferente; niega que los volcanes sean de- pendientes de grietas, y dice que la existencia de los volca- nes en una región fracturada no prueba de ninguna manera que las erupciones estén ligadas á las líneas de fractura. Pre- tende aún que es imposible que las fracturas puedan quedar abiertas sometidas á la alta presión de bóveda en la corteza 1 Suess, Das Antlitz der Erde, Bd. I, pag. 218. 2 Ginther, Handbuch der Geophysik, Stuttgart 2. ed. 1897. pag. 192. 3 F. Lówl, Spalten und Vulkane.—Jahrb. d. K. K. geol. Reichsanst. Wien, 36, 1886, pag. 315. Merorias.—[1899-1900]. T. X1V.—6. 202 Memorias de la Sociedad Científica CEOLDIIIL LILIA terrestre, que ya á pequeñas profundidades hace plásticas las rocas; así pues, que no encontrando ninguna fractura abierta, las rocas eruptivas deben abrirse su propio camino. También cita como prueba la tectónica en forma de casquete de las lacolitas. Branco! en el año de 1895 trató de manera enteramente distinta el problema. Estudió un gran número (127) de vol. canes embrionarios de la “Sehwibische Alb” y llegó al resul- tado de que estos eran independientes de grietas; supone que algunas de las fracturas podían ser el efecto de aquellas erup- ciones volcánicas. Como pruebas auxiliares menciona tam- bién las “maaras” del Eifel, los diques de tobas de Escocia y los tubos de tobas que contienen diamantes en el Sur de Afri- ca, como pudiéndose haber formado independientemente de grietas. Recientemente Eb. Fraas ha comprobado enteramente las opiniones de Branco al hacer la revisión de la carta geológica de Wiirtemberg (Hoja Kirchheim unter Teck); cree aún que las erupciones sean más antiguas que las pocas grietas exis- tentes. Biúicking encontró cosas semejantes en el Rhón: tubos de erupción rellenados en parte de basalto, en parte de toba, per- fectamente independientes de las grietas. Un contingente particularmente importante para la solu- ción del problema suministró, hace poco, Greikie.” Clasifica los volcanes en tres tipos; 1. tipo Vesubio, 2. tipo de mesa ó grie- ta, 3. tipo de Puy. Mientras que las mesas de lava que se ex- tienden en gran distancia, dice Greikie, deben ser referidas á grietas de gran extensión en la corteza terrestre, de las cuales 1 W. Branco, Schwabens 125 Vulkan-Embryonen und deren tuffer- fiillte Ausbruchsróhren. Stuttgart, 1895. 2 Arch. Geikie, [The Ancient Volcanoes of Great Britain. 2 Vol. London, 1897. Antonio Alzate" 208 SLILIILLIICSICOSI III IIIIOIIIII III IIED IIA salieron las lavas y que muchas veces son bien reconocibles; para la formación de volcanes cónicos del tipo del Vesubio según la opinión general, una fractura es una condición nece- saria, pero de ningún modo se puede comprobarla siempre. Para el tipo de Puy que está caracterizado por canales tubu- liformes rellenados con toba, conglomerado ó también con ba- salto ú otras rocas duras volcánicas, la cosa es diferente. Grei- kie dice: “No puede caber duda de que en un gran número de bocas volcánicas de todos los tiempos volcánicos no se pue- de descubrir ningún vestigio de una relación con cualquier grieta de la corteza terrestre.” Y en otro lugar dice: “La cir- cunstancia de que en innumerables casos durante períodos geo- lógicos pasados, tales bocas volcánicas se hayan abierto sin cooperación de grietas que llegaron á la superficie terrestre, está probada por la historia del volcanismo de las Islas Bri- tánicas. Son tan frecuentes estos ejemplos que pueden ser- vir como prueba para esto; que, por lo menos en los volcanes de Puy, los canales actuales de erupción en general son for- mados por explosión y no por ensanchamiento de grietas que llegan á la superficie.” Bien pueden existir grietas á mayor profundidad, dice Geikie, en las cuales la lava sube á un nivel mas alto; “pero es seguro que la energía volcánica posee la fuerza suficiente pa- ra hacerse por explosión una abertura por la parte superior de la corteza terrestre sin la existencia de una grieta visible,” Mientras que las deducciones hasta aquí principalmente se refirieron al tipo de Puy, para servirme de la clasificación de Geikie, siguió en el mismo año de 1897 un ataque mucho más terrible contra la doctrina reinante. Stúbel' probó que tambien los volcanes del Ecuador que pertenecen á los más 1 Alphons Stiibel, Die Vulkanberge von Ecuador, geologisck-topo- graphisch aufgenommen. Mit einer Karte des Vulkangebietes in zwei Bliáttern. Berlin, 1897. 204 Memorias de la Sociedad Científica : poderosos que nos son conocidos, son independientes de grie- tas. Dice: “Es el caso de que se suponía que la cordillera ca- racteriza el curso de una gran grieta terrestre que facilitase la comunicación con el interior de la tierra, quizá tambien per- mitiese al agua del mar la entrada al foco volcánico...... Se- gún esta hipótesis se habrían levantado, pues, todas las monta- ñas volcánicas de la America del Sur sobre una quebradura en la costra terrestre que se extendería desde la Colombia en el Norte por todo el Ecuador, Perú, Bolivia hasta Chile en el Sur. Desgraciadamente esta hipótesis carece de toda prueba que se funde en verdaderas observaciones; su valor existe só- lo en éste, que nos pone claramente de manifiesto como pueden nacer hipótesis que por decenios viven en libros de enseñan- za como tradiciones consagradas.” Branco resume los resultados en su artículo mencionado al principio, en las siguientes palabras: “Las pruebas para la independencia de las erupciones volcánicas de las grietas que se pueden recoger en las regiones volcánicas de Urach, del Eifel, del Rhón, de Escocia, (del Sur de Africa) se refieren pro- piamente sólo al tipo de Puy, á saber, á manifestaciones vol- cánicas pequeñas y en su mayor parte embrionarias: maaras y tubos de explosión de corte transversal arredondado y relle- nados con toba, ó también á veces con basalto, no á monta- ñas volcánicas acumuladas. Pero ahora viene Stúbel y nos dice, que no solamente volcanes grandes y poderosos, sino los más altos y más poderosos de la tierra se han formado inde- pendientemente de grietas.” Branco observa además que la antigua teoría de Hum- boldt y Buch es por consecuencia falsa sólo en una parte, á saber: que los volcanes deben la posición inclinada de sus ca- pas á un levantamiento en forma de ampolla. Pero su funda- mento ó parte esencial, que es la idea de que las masas en fu- sión poseen la facultad de abrirse caminos propios por la cor- teza terrestre, es enteramente exacta, por lo menos para una Antonio Alzate, 205 parte de las regiones volcánicas. Es posible que sea cierto también á vecesuen todas sus partes, las masas en fusión po- seyendo quizá bajo ciertas circunstancias la facultad de levan- tar en forma de bóveda por lo menos las capas más profun- das de la corteza terrestre (Lacolitas). Según Branco todo volcán debe haber comenzado como Maara y por consecuencia ser independiente de grietas ..... Branco no niega que una parte de los volcanes pueda ser de- pendiente de grietas, pero cuando hay fracturas se debe pro- bar en cada caso si la fractura es más antigua que el volcán, ó se puede interpretarla quizá como el efecto de lás erupeio- nes. Branco llega por los hechos descritos antes á otra idea más. Dice: “Si ya es bastante difícil concebir que los gases al hacer explosión tengan una fuerza tan inmensa, es en verdad incomprensible que este poder sea bastante grande para ha- cer un tubo que atraviese capas con un espesor de 3, 4 ó más millas (milla=7, 5 km.). Mientras más eorto se suponga el ca- mino y el tubo, más fácil es entender este trabajo de los ga- ses. Por consiguiente este conocimiento nos induce á la su- posición de que el foco de fusión debe encontrarse en cada caso solamente á una profundidad relativamente pequeña de- bajo de la superficie terrestre.” Branco cree que no se puede suponer esta situación poco profunda para un foco central, pero que quizá sea así para ra- mas de este foco que llegasen á un nivel relativamente alto en regiones volcánicas. Pero Stúbel ha dado forma á la idea de que numerosos y pequeños focos de fusión puedan estar in- cluidos como partes blandas en la dura corteza terrestre, for- mando así una especie de lagos aprisionados. Hasta aquí Branco. Desgraciadamente este artículo y el importante trabajo de Stibel me fueron desconocidos hasta hace poco, por cuya razón no me he referido á ellos en traba- jos que están en prensa y que también tocan esta cuestión. 206 Memorias de la Sociedad Científica La presencia de largas fracturas como condición para la existencia de volcanes es puesta en duda seguramente ya en descripciones especiales de diferentes regiones; recuerdo en- tre otros los trabajos de De Lorenzo sobre el Apenino meridio- nal. Este autor combate expresamente la existencia de grie- tas entre Ischia, el Vesubio y el Vulture, y entre el Vulture y las Islas de Lipari; no obstante admite en esa región la exis- tencia de grietas más pequeñas. Recientemente el autor da' todavía un paso más, por lo menos así se debe concluir del ex- tracto * del trabajo especial sobre el Monte Vulture. De Lo- renzo pretende que el Monte Vulture no-está en relación nin- guna con las fracturas de la montaña sedimentaria de sus alrededores; al contrario, dice que se ha formado indepen- dientemente su chimenea. En el extracto leemos: “Vienen expuestos numerosos argumentos y datos de hecho, para de- mostrar que no sólo no existe alguna directa conexión entre el Vulture, el Vesubio, Las Islas Eolias y otros volcanes más ó MENOS Cercanos ..........- sino que el Vulture mismo es en verdad independiente de las dislocaciones de la base que lo sostiene. En efecto, este volcán surgió en el fondo de un va- lle cuaternario, cuando estaba ya casi del todo completo, no sólo el arreglo tectónico, sino también el modelamiento oro- gráfico de las montañas vecinas formadas durante la contrac- ción eocénica, que levantó la mayor parte de la masa del Ape- nino.” De Lorenzo deduce de sus estudios petrográficos que el material eruptivo proviene de poca profundidad y por consi- guiente que el foco de erupción estaba terca de la superficie terrestre. Prueba también que los dos lagos de la falda del volcán son más modernos que éste y llega á la conclusión que 1 Villari, Scacchi e Bassani, Relazione sulla Memoria del dottor G. De Lorenzo. —Estr. d. Rend. d. R. Accad delle Scienze Fisiche e Mate- matiche di Napoli, 1899, "¡Antonio Alzate." 207 el agua que suministró principalmente los vapores y gases pa- ra la explosión, provenía de las poderosas lluvias del período cuaternario. No quiero dejar de mencionar otra obra que en verdad no se refiere á la relación entre los volcanes y las grietas, pero que se refiere al problema del levantamiento de las capas por fuerzas eruptivas. Salomon ' que trata de probar que las ma- sas centrales de los Alpes pertenecen al período terciario di- ce al terminar: “Si una parte de las masas centrales alpinas, es en verdad de edad terciaria, ¿por qué, pues, se ha de negar que el levantamiento de estas masas tuvo una participación esencial en el levantamiento de los Alpes? ¿No podía la fuer- za inmensa que podía levantar tantos metros cúbicos de mag- ma granítico, también levantar juntas con el magma las par- tes duras de la corteza terrestre que cubrían á aquél? Salomon dice francamente que esto se acerca á las ideas “de los grandes geólogos” de principios del siglo, pero su teo- ría queda todavía demasiado aforística y se deben esperar las pruebas que ofrece publicar en un trabajo más voluminoso. Todo lo que hemos citado hasta aquí nos demuestra que hay en la vulcanología un movimiento nuevo en curso y que se comienza á dudar de la exactitud de la teoría reinante. Pero tales demostraciones se refieren casi siempre á regiones más pequeñas con volcanes muy chicos ó maaras, y Branco con ra- zón llama muy importante la polémica de Stibel contra la teo- ría de las grietas preexistentes, porque los mismos volcanes de la América del Sur y del Centro han servido siempre como ejemplos para la hipótesis de que los volcanes están situados sobre las fracturas del borde de los continentes y en la cerca- nía del mar. Se había dirigido la atención á la ordenación es- 1 W. Salomon, Neue Beobachtungen aus den Gebieten des Adame- llo und des St. Gotthard. Sitzungsber. d. K, Preuss. Akad. d. Wis. zu Ber- lin. 1899, pág. 27-41. 208 Memorias de la Sociedad Científica pecial en una línea y la doctrina de los bordes de fracturas de los continentes ya se había hecho casi un dogma. Es verdad que los volcanes mexicanos nunca se dejaban bien acomodar á esta bonita fractura del Pacífico, ya Humboldt se vió obliga- do á agruparlos sobre una grieta transversal y Felix y Lenk' hicieron de ésta una fractura transversal con numerosas frae- turas longitudinales; además concibieron una fractura longi- tudinal del Pacífico y una del Atlántico. Con esto la exegesis del dogma ya se había hecho bastante temeraria y al observa- dor libre de preocupaciones debían venirle algunas dudas so- bre la exactitud de la hipótesis. Heilprin que se convenció por autopsia de la posición de los voleanes mexicanos mostró fuertes dudas en la llamada grieta transversal. He tratado de demostrar en otro lugar, que las tres fracturas principales no existen y que los volcanes no están situados sobre grandes grietas. Felix y Lenk ven en las condiciones topográficas, en las pretendidas pendientes rápidas de la mesa de Anáhuac, la vasta mesa central que ocupa la mayor parte de México, la prueba de la existencia de las grietas sobre las cuales deben estar colocados los volcanes. ) He demostrado ya en los trabajos mencionados que estas pendientes abruptas son ilusorias, que al contrario las monta- ñas del borde bajan en forma de escalera y que la pretendida depresión en el Sur, la del río de los Balsas, no existe. Este río siendo el más grande y más importante del Sur de México, los geógrafos antiguos lo han dibujado en una profunda de- presión, y en verdad corre en una estrecha barranca. Cuan- do crucé en Mayo de este año el citado río (ó río de Mescala) cerca de Mescala, me admiré que no podia ver el caudaloso río sino desde una distancia de unos cuantos centenares de metros; se debe bajar una pendiente bastante rápida para lle- gar á la orilla y la construcción de un camino carretero era posible solo con la utilización de una larga barranca. Solo en pocos puntos la balsa tiene el lugar suficiente para desembar- Í “Antonio Alzate." 209 que y en tiempo de aguas debe utilizarse muchas veces con peligro la orilla rocallosa. En grandes acantilados despeñan las pizarras y calizas cretáceas hacia el río y al otro lado su- ben las orillas en semejautes acantilados; con fatiga debe se- guir el viajero las cañadas y barrancas encorvadas y profun- damente cortadas para llegar á Chilpancingo, la capital del Estado de Guerrero. No se puede, pues, hablar de una depre- sión honda, porque no obstante que el río está profundamen- te cortado, las montañas á sus bordes se levantan á gran al- tura, cerca de Chilpancingo ya pasan en muchos lugares la altura de 2000 metros. Sea que se recorra la montaña desde México, ó sea de Tehuacán hasta Chilpancingo, en ninguna parte se encuentra la honda depresión mencionada por Felix y Lenk; al contrario, se eruza una montaña cuya tectónica general es extremadamente sencilla. La cordillera arcai- ca de la costa, que concibieron Felix y Lenk al Sur del río de las Balsas y que según ellos debía correr desde Guatemala hasta el Estado de Jalisco, no existe tampoco, así como la depre- sión de Mescala. He viajado en Junio de 1889, de Chilpancin- go á Acapulco y de allí he ido todavía unos 150 kilómetros á lo largo de la costa meridional, adquiriendo así una idea de los rasgos esenciales de la topografía y geología de aquella región, pero no me fué posible distinguir una cordillera arcaica de la costa. Al contrario, la montaña baja uniformemente desde la alta mesa de Anáhuac hacia el mar. Seame permitido protes- tar en esta ocasión contra la expresión de “cordillera” Ya Virlet 'Aoust' dijo en su trabajo excelente y desgraciada- mente muy poco conocido sobre México: “Ce mot espa- gnol Cordillére, comme Pindique son étymologie, signifie une grande eminenee en ligne droite: ¡e le comprends done apliqué 1 Virlet d'Aoust, Conp d'oeil général sur la topographie et la géolo- gie du Mexique et de 1'Amérique centrale. Bull. de la Société Géologique de France, T. 23, deuxiéme série. Paris 1866, pag. 21, note 1. Moemorias.—[1899-1900]. T. XIV.—a>. 210 Memorias de la Sociedad Científica á la grande chaíne des Andes et á quelques autres chaínes rectilignes, je le comprendrais appliqué á notre chaine des Pyrenées, mais je ne le comprendrais pas appliqué á celle des Alpes, de la Suisse et de la Savoie qui forment une chaíne beaucoup plus cempliquée. Au Mexique, oh cette expression n'a jamais penétré dans le langage vulgaire, et oú il Wexiste guére que de petites chaínes, la plupart du temps isolées, cet- te expression a si peu de sens, qu'on sent souvent tout l'em- barras qwéprouvent les auteurs pour P'introduire dans leurs descriptions.” La ironia amable de los últimos renglones es enteramente justa, la palabra en verdad no tiene ningún sen- tido para México, porque no hay cordillera alguna, cuya ex- presión acepto en el sentido que le da Le Conte (él usa la pa- labra inglesa “range” ). La montaña mexicana consiste en nu- merosas sierras, las cuales se reunen en parte á dos montañas marginales. No puedo ocuparme aquí de estas cuestiones, porque pertenecen al tema sólo en cuanto que se trata de la pretendida grieta transversal. El corte transversal de Acapul- co á Veracruz que está construyendo el Instituto Geológico de México y que estará acabado en la primavera de 1900, pro- bará cuántos errores había hasta. ahora en las ideas sobre la forma topográfica y la tectónica geológica de esta parte de México. Aquí quiero mencionar solamente lo que ya fué ex- plicado por Aguilera en un discurso reciente en la Academia de Ciencias de ésta, esto es, que la montaña mexicana en su totalidad entre el Atlántico y el Pacífico demuestra un inmen- so anticlinal con la cresta plana y los flancos muy plegados. Volvamos al tema principal. Las grandes fracturas que Felix y Eenk han concebido no existen en verdad; en la re- gión de Tehuacán y Zongolica que debía estar cruzada por la fractura meridional, estudios detallados no dejaron duda so- bre la no-existencia de la fractura. Tampoco se puede probar la grieta que debía correr de Tehuacán al Pico de Orizaba; al eontrario, allí sigue conperfecta concordancia la caliza de Es- "Antonio Alzate. " 211 camela sobre la caliza de Maltrata y en la mera mitad de la caliza de Maltrata se encuentra una maara de la cual habla- remos después ; ninguna fractura es visible. La dirección de las fracturas existentes es en esta región siempre S.E.—N.W., lo que ya observó Heilprin; si hubiera una fractura considerable en la falda del Pico de Orizaba en- tonces deberíamos encontrarla entre Esperanza y Orizaba, pe- ro en esta región las capas están solamente muy plegadas y en el lugar donde más ó menos debía estar la fractura hay una falla inversa (trust-fault, Ueberschiebung ), pero tal dis- locación causa compresión de la roca y no grietas, por consi- guiente no se le puede tomar en consideración con respecto al origen de un volcán. > Llegamos á la conelusión de que los volcanes mexicanos no están de ninguna manera agrupados sobre largas fractu- ras. El Sr. Aguilera probará en otra ocasión que se agrupan los volcanes de nuestro país sobre muy diferentes líneas se- gún la edad y la naturaleza de las lavas y que cualquiera de estas agrupaciones tiene tanta probabilidad como las de Felix y Lenk ó de Humboldt. No me ocupo, pues, aquí de este asun- to porque los que pretenden la existencia de fracturas tie- nen que probarla y no yo lo contrario. Quiero ocuparme aquí de algunas otras cuestiones: 1? ¡Hay en México volcanes que carecen de una fractura preexistente? 2? ¡Hubo erupciones por grietas ? 3 ¿Hay en la vecindad de los volcanes siempre grandes depósitos de agua, sea en forma de un océano ó en forma de lago? Es verdad que la cuestión de las fracturas preesistentes pierde mucho de su interés cuando se niega de antemano el agrupamiento sobre largas líneas de fractura; no obstante, es una cuestión esencial y hemos visto en las primeras páginas cuántos geológos distinguidos ya se ocuparon de este proble- 212 , Memorias de la Sociedad Científica ma. Es verdad que la tectónica del suelo de los volcanes gi- gantes mexicanos está estudiada hasta ahora sólo en grandes líneas, pero en ninguna parte se ha podido probar que los vol- canes están sobre fracturas y menos sobre fracturas largas, pues aun los mismos Sres. Felix y Lenk no han dibujado en su carta una fractura secundaria para uno de los volca- nes más grandes: la Malinche. Entiendo bien que esta falta de pruebas no engendre la convicción de que no haya un gran volcán sobre fractura preexistente y no niego tampoco que sea muy difícil probar la existencia de fracturas en la región del Popocatépetl, del Nevado de Toluca, del volcán de Coli- ma y otros, pero niego que hay por ejemplo una gran fractu- ra transversal sobre la cual estén situados los volcanes, por- que una fractura de tal extensión se debía encontrar en las partes sedimentarias. Lacuestión principal es, pues, para nosotros, si hay volcanes sin fracturas preexistentes y me es posible el afir- marla. Hemos mencionado una “maara” entre Tehuacán y Espe- ranza; antes de describirla seame permitido decir algo sobre la palabra “maara;” así se ha traducido, ó mejor, corrompido la palabra alemana “Maar;” la traducción española es muy mala y la palabra “maara” no está muy conforme con las re- glas de la lengua castellana. Tenemos en México cierto núme- ro de ““maaras” y los indios que han sido siempre muy buenos observadores tienen un nombre especial para estos fenómenos. El Sr. Aguilera, Director del Instituto Geológico de México, propone ahora que se usen estas denominaciones que contienen ¿en sí ya una descripción. La palabra es xalapasco de la lengua Nahuatl y se compone de xali-arena y apasco-cubeta, depre- sión ó cajete ó hundimiento circular. Los indios distinguen con el nombre de axalapasco á los cráteres-lagos, es decir á los apascos con agua y llaman xalapascos á los que no tienen agua. La denominación genérica para todo depósito producido por hundimiento ó por explosión es apasco y la denominación 3 SS “Antonio Alzate. . 213 especifica de los cráteres-lagos de las regiones volcánicas del E. de Puebla es xalapasco, por estar formados en terrenos are- nosos ó tobas volcánicas arenáceas; dándose á la Hacienda de Jalapascos (Xalapascos) esta denominación por la existen- cia en sus terrenos de cuatro ó cinco de estos cráteres—lagos. El cráter-lago de Cañada Morelos está formado en parte por calizas y en parte por arenas y tobas volcánicas y no le co- rrespondería la denominación de Xalapasco y sí la genérica de Apasco. La clasificación de estas depresiones y eráteres-lagos se- gún Aguilera es: Apasco Depósito ó depresión circu- lar que equivale, abstracción hecha de su génesis, á la pa- labra india tecajete que se apli- ca con más propiedad á los cráteres de algunos volca- nes. Xalapasco Hundimientos ó depre- siones cuyas paredes son de arenas volcánicas y tobas arenáceas. Axalapasco Los anteriores cuando tie- nen agua. El apasco de que hablamos está situado cerca de Cañada Morelos (línea del ferrocarril Esperanza-Tehuacán) y fué es- tudiado ya hace años por el Sr. Aguilera. Visité el lugar en 1898 y encontré lo siguiente. De un flanco del vasto valle de Cañada Morelos se levanta un cerro formado de basalto, to- dos los campos alrededor de la montaña están cubiertos de pedazos de caliza con lentes de pedernal, la cual pertenece á la división de las calizas de Maltrata (cenomaniano); en va- rias barrancas se ven las capas plegadas de la misma división, sin que se puedan observar fracturas; la tectónica es entera- mente igual á la de la región entre Maltrata y Esperanza. Al pie del cerro mencionado hay un hundimiento de for- ma de media luna, cuyos bordes consisten en pedazos de ca- liza y tobas, la depresión contiene agua y no es muy profunda. Se ve todavía que el hundimiento tenía antes una forma más 214 Memorias de la Sociedad Científica ó menos circular. Es un verdadero apasco, un “Maar” forma- do por una explosión y el basalto se sirvió de la chimenea for- mada, surgió y rellenó parte del apasco. (Fig. 1). Tenemos aquí Fig. 1.—Apasco de Cañada Morelos. El pequeño cerro está formado de basalto. un pequeño volcán que se formó sin grieta preexistente. Es también un ejemplo bonito para la teoría de Branco, á saber, que todos los volcanes eran al principio un apasco hecho por explosión. Mientras que el apasco de Cañada Morelos es en todo una cosa de poca importancia vamos á describir ahora un peque- ño volcán independiente de grietas. (Fig. 2). Este volcán está al suroeste de Orizaba y tiene una altura de poco más que 3000” pero se debe tomar en cuenta que su base sedimentaria se le- vanta hasta una altura de 2500” sobre el nivel del mar. Del volcán ya no existe más que su nucleo andesítico pero la for- ma uniformemente cónica no deja duda de su naturaleza vol- cánica. El cerro se llama Ocelotépetl, esto es Cerro del tigre (ocelotl = tigre y tépetl = cerro); tiene en su falda septentrional dos hermosas lagunas, las lagunas de S. Bernardino ; estas son con toda seguridad más modernas que el volcán porque se han "Antonio Alzate. 1 215 ERARIO DADA ADA Dana nanananono formado por las mismas erupciones de éste y la erosión con- siguiente; donde se encuentran ahora las lagunas hubo los principios de dos valles, en uno de ellos se formó el volcán cerrando así la salida de la actual laguna mayor, el otro valle fué cerrado en parte por una falda del volcán y en parte por pedruzcos caídos del cerro. Se puede estudiar bien toda la ba- se sedimentaria del volcán y no existe fractura sino á algunos kilómetros al Este; el volcán está sobre una banda de pizarras Fig. 2. — Volcán Ocelotépetl (E. de Puebla). Hacia los lados: piza- rras de Necoxtla. de Necoxtla plegadas (probablemente Cretáceo medio) que forman un anticlinal. El valle al poniente del volcán tampoco es valle de fractura sino formado por erosión, de esta manera: las blandas pizarras de Necoxtla fueron destruídas y acarreadas por el agua y las calizas de Maltrata que están sobre aquella se cayeron poco á poco, así corre el valle al principio parale- lamente al límite de las capas y después penetra en las cali- zas de Maltrata; estas relaciones serán descritas en otro lu- gar. Hemos reconocido un verdadero volcán que carece de grie- ta preexistente, probablemente podríamos añadir el volcán de 216 Memorias de la Sociedad Científica. Orizaba, pero su base sedimentaria todavía no está bastante bien estudiada y por esto no puedo atreverme á afirmar la cues- tión. Pero podemos afirmar que hay verdaderos volcanes que no tienen fracturas en su base sedimentaria y que no han uti- lizado tales fracturas para su chimenea. Si hay volcanes inde- pendientes de grietas entonces la masa volcánica debe poseer la fuerza para poderse abrir una chimenea en la corteza terres- tre. Es muy probable que el foco volcánico no esté á una profundidad muy grande, pero siempre la fuerza que causa la perforación de la corteza terrestre debe ser muy intensa.' Se puede imaginar también que la erupción volcánica no se abra solamente una chimenea sino también una grieta. Hubo al- gunas erupciones de volcanes que comenzaron con la abertu- ra de una grieta más ó menos larga. Se podía imaginar tam- bién que esta grieta se alargue en erupciones posteriores de modo que se forme una sierra con cráteres que se desalojen; pero estas son especulaciones enteramente hipotéticas. Con ' este motivo debo mencionar también las lacolitas; no me pa- rece muy probable que las masas eruptivas tengan fuerza pa- ra producir un levantamiento en grandes profundidades, me parece mucho más probable la explicación de Suess, es decir que las masas eruptivas encontraron una cavidad en el inte- rior de la corteza terrestre y la rellenaron Si uno acepta la idea americana sobre la formación de las lacolitas entonces puede aceptar también la teoría de Buch y Humboldt sobre los cráteres de levantamiento y es mucho más probable que la 1 Es seguro que no se debe tomar esta fuerza solamente como mecá nica sino también como química. Es claro que los vapores y gases produci- rán un efecto químico por el alto calor; causarán el desgaste de las rocas que serán en parte fundidas y en parte rotas por grietas que se forman por el calor. Así la fuerza volcánica no trabaja como (p.e.) la explosión de dina- - mita, sino como fuerza química y mecánica. Es cierto que habrá también un empuje enorme, pero probablemente este no sería bastante grande pa- ra tener el efecto que vemos en los volcanes. “Antonio Alzate. 217 fuerza volcánica levante la parte superior de la corteza terres- tre, que no que forme un levantamiento en las partes profun- das. Es casi segura la cireunstancia que hay cavidades gran- des debajo de las montañas como lo muestran las experiencias del péndulo (la explicación de Guenther parece muy poco probable) y por esto ya la teoría de Suess tiene mucho, más probabilidad que la de los geológos americanos. La segunda cuestión que queriamos tratar aquí es si hay erupciones sobre grietas. Me parece que actualmente se in- elinan á tomar como la parte esencial que existen volcanes ó lugares de erupción que no están sobre fracturas; es muy probable que con el tiempo desaparezca la otra cuestión, esto es, si todos los volcanes sean independientes de fracturas. Co- mo pasa muchas veces, es posible que se generalice demasiado hasta que venga la reacción. Hemos visto que Branco todavía acepta la posibilidad de erupciones sobre fracturas, pero esta- mos aún al principio de la disputa y por ejemplo Lówl ya niega aquella posibilidad. No estoy enteramente de acuerdo con este autor; debemos conceder que ninguno ha visto hasta ahora una fractura abierta, pero siempre será la fractura la parte de la menor resistencia; en este sentido es posible que las erupciones sigan las líneas de fractura, quizá la abran más, pues la fuerza debe bastar para esto porque hemos visto que la fuerza eruptiva puede abrirse un camino independiente. Me parece, pues, que no se puede negar de antemano la posi- bilidad de que un volcán haya utilizado una fractura para su chimenea, pero todo esto es enteramente hipotético como tam- bién la idea de Lówl. Vale mucho más indicar datos y obser- vaciones de la realidad. Como hemos mostrado Geikie preten- de que las mesas de lava deben ser referidas á grietas de gran extensión. Esto no me parece indudable, se puede bien ex- plicar estas mesas de otro modo. Es posible que la formación de la masa eruptiva dependa del estado más ó menos líquido del magma, de manera que mesas de lava se formarían cuan- Memorias.—[1899-1900].T. XIV.-—23. 218 Memorias de la Sociedad Científica OILLLIIIIIL do el magma estuviera muy líquido y pueda extenderse á gran- des distancias antes de enfriarse. Esto sería cuestión de la composición del magma y del calor; no hay prueba de que las mesas de lava provengan de una sola línea de erupción, ni que estén siempre sobre una línea de fractura; hasta ahora esta suposición queda también más ó menos hipotética. Pero se nos presenta en México una circunstancia que puede servirnos para probar que hay erupciones sobre grietas. Para explicar esta teoría tenemos que dar antes una idea de la configuración de nuestras sierras volcánicas. He descrito ya en otro trabajo! que la mayor parte de las sierras tienen la di- rección S E.-N.W. con pequeñas desviaciones hacia el Este ó al Poniente hasta que las sierras pueden tener la dirección S.—-N. Este es el caso A tanto en las sierras de Ñ material sedimentario, Ñ como en las de material eruptivo. El agrupa- miento de las sierras es también muy caracterís- tico. Como ya he dicho antes, no hay cordilleras largas sino cortas sler- asia A ras y estas están coloca- Y Pen e de das como lo demuestra A la figura 3. Virlet d'A- Ñ Ñ Ñ Ñ oust (l. e. pág. 16) dice: “La surface de l Améri- que centrale, loin de n'ap- Fig. 3.—Agrupamiento de las sierras me- xicanas. partenir qwá une seule et méme grande chaíne de montagnes, est au contraire parse- 1 Boletín del Instituto Geológico de México núm. 13. 1899. " Antonio Alzate. 1 219 mée une multitude de chaínes, généralement peu étendues, comparativement tres-élevées, souvent tres—étroites et tou- jours alors á formes tres-abruptes et tres-aigués. Ces chaí- nes á quelques exceptions prés, appartiennent “toutes á un seul et méme grand systéme de rides, disposées, non á la suite les unes des autres, mais en forme d'echiquier, en une sorte de quinconce irrégulier, offrant par rapport aux plaines quil les entourent Paspect Pun véritable archipel sporadique.” Esta ordenación nos explica también cómo era posible que algunos geólogos hayan podido concebir una línea transversal de volcanes; en la figura 3 he marcado con una pequeña cruz algunos volcanes en diferentes sierras; si se les une por una línea a, se ve que están sobre una línea transversal y la línea b sería una de las grietas secundarias de Felix y 'Lenk. En verdad es este el esquema de los volcanes principales de Mé- xico; cuando se da todo el conjunto de los volcanes entonces desaparece también la “grieta transversal.” Antes de sacar consecuencias de este agrupamiento es- pecial, debemos describir una sierra típica y tomaremos como tal la que comprende el Ixtaccihuatl y el Popocatépetl. Po- demos tomar estas dos montañas como las cimas más altas de una sierra que comienza cerca de Valle de México y muere en el valle de Cuautla. La parte septentrional del Ixtacci- huatl' no tiene ya, cráteres lo que ha dado origen al error de que el Ixtaccihuatl no sea un voleán. Pero encontramos en la parte meridional un cráter medio destruido por la erosio n, que se llama Maculexcatl, después sigue un volcán mejor con- servado que se denomina el volcán de Cortés y por fin el Po- pocatépetl. Es seguro que todos estos cráteres son solamen- te puntos sobresalientes, la base forma una sierra continua y se puede con mucha probabilidad denominarla “ un volcán 1” Lo que sigue está ya en parte explicado en un trabajo sobre el Ixtaccihuatl, hecho por Bóse y Ordóñez y que se publicará pronto. 220 Memorias de la Sociedad Científica. LILILLIIL con cráter que camina;” dejando por ahora á un lado la par- te que está al Norte del Ixtaccihuatl, observamos que el cami- no del cráter comenzó en el Norte donde ahora se encuentra la parte más alta del Ixtaccihuatl; siendo la parte más antigua, el cráter ya está enteramente destruido; hacia el Sur se ven eráteres mejor conservados hasta que llega uno al Popocaté- petl que apenas está apagado y ya el cráter de este volcán es- tá un poco fuera del centro hacia el S.W. Cosas semejantes se pueden comprobar en muchas sierras mexicanas, por ejemplo en el Ajusco. La parte septentrional de la sierra des- crita, todavía no está bien estudiada, pero sabemos que hay cráteres bastante perfectos como el Telapon; se podría, pues, imaginar que otro cráter caminó hacia el Norte. Es posible que muchas de las sierras mexicanas se hayan formado de la misma manera. Ahora tenemos que volver al agrupamiento característico de las sierras; ya he mencionado que la dirección de las sie- rras sedimentarias y las eruptivas es paralela, tengo que aña- dir que también el rumbo de las grietas y de los anticlinales y sinclinales es exactamente el mismo. Esto indica claramen- te una conexión íntima entre la tectónica y la dirección de las sierras. Esta conexión se entiende bien en cuanto á las sie- rras sedimentarias, pero no está todavía clara respecto á las sierras eruptivas. Por los datos que tenemos hasta ahora, sa- bemos que hay lugares de erupción tanto sobre 'sinelinales cuanto sobre anticlinales y los flancos de ambos; en esto no se puede encontrar hasta ahora ninguna regla. Nos queda, pues, solamente la fractura para explicación del rumbo paralelo de las sierras eruptivas. La fractura debe siempre ser la línea de la menor resistencia y por esto la erupción por lo general buscará su salida en esta dirección. El paralelismo entre las líneas de fractura y la dirección de las sierras eruptivas (se puede añadir también las vetas metalíferas) es demasiado gran- “ Antonio Alzate. 221 CIL de y regular para poder ser sólo una casualidad. * Es verdad que no puedo dar hasta ahora una prueba estricta porque no me ha sido posible observar una fractura en la base sedimenta- ria de una sierra eruptiva, pero las dificultades en esto son gran- des y nuestros conocimientos de la tectónica de las sierras mencionadas son pequeños. Se puede afirmar que es posible y en México aun probable que masas eruptivas hayan utiliza- do una fractura. No conozco ningún caso donde está estricta- mente probada la relación entre volcán y fractura, parece que mientras que reinó el dogma de las grietas preexistentes no se dieron pena en probar tales grietas, porque la cosa de por sí era considerada como cierta; se deberá tratar, pues, ahora de es- ta prueba, porque fracturas hipotéticas como las entre Ischia, Vesubio y Vulture, ó entre Vulture y las Islas de Lipari, ó qui- zá entre el Vesubio y el Etna no podrán ser comprobantes pa- ra el que no esté preocupado. Con la teoría de las grietas preexistentes se ha unido ínti- ma y estrechamente la otra, que los volcanes estratificados es- tán siempre colocados á la orilla del mar, ó que había estado cerca del mar (ó lago) al tiempo de su actividad. De esta ma- nera se quiere explicar el origen del agua que produce los ya- pores, que hacen un papel tan importante en las erupciones de los volcanes. Los grandes volcanes mexicanos están hoy bas- tante lejos del mar (excepto el volcán de Tuxtla), el Cofre de Perote unos 90 km., el volcán de Colima más de 100 km. y los grandes volcanes del interior como el Popocatépetl todavía más (250 km.). Es verdad que el Pico de Orizaba y el Cofre 1 Se podría mencionar aún que las chimeneas de los volcanes co- mo el Popocatépetl no son alargadas sino de forma circular, pero la chi- menea que vemos no es la chimenea original hecha sobre la grieta y no prueba nada. Está probado por las interesantes experiencias de Daubrée (Les regions invisibles du globe et des espaces celestes, 1892 ) que el vapor bajo alta presión entrando en fracturas de masas de granito, puede abrir- se un paso tubuliforme. 222 Memorias de la Sociedad Científica de Perote estuvieron antes mucho más cerca del mar, porque conocemos terciario marino (Mioceno) en la barranca de Santa María, pero aun así estaba el cráter bastante lejos del mar. Se podrían citar los lagos en la Mesa Central, pero todos ellos deben su existencia á las erupciones volcánicas y por consi- guiente los volcanes son mucho más antiguos. El principio de la aparición de los volcanes tuvo lugar en el terciario; los la- gos cuando mucho son del cuaternario. Parece pues, que los volcanes no son de ningún modo dependientes de la vecindad del mar ó de lagos. De Lorenzo supone que las masas de llu- via del tiempo cuaternario servían al Vulture para la forma- ción de las grandes cantidades de vapor que eran necesarias para una explosión; puede apoyarse con esto á Dana que ya demuestra la gran importancia de las lluvias para erupciones volcánicas. También en México hay algunos volcanes que pue- den deber sus erupciones á las lluvias cuaternarias; estos son los pequeños cráteres en el valle de México estudiados por Aguilera; estos cráteres scn cuaternarios y se distinguen ya por su forma perfecta y bien conservada, de los volcanes ter- ciarlos; si se quisiese construir fracturas para todos estos pequeños volcanes entonces sería la cuenca de México una red complicada de pequeñas fracturas, lo que no está conforme á la tectónica general del país. Se podría también suponer que el Popocatépetl debe su actividad en los tiempos modernos á las grandes cantidades de agua en los lagos de la cuenca de México, pero esto es ya muy hipotético. : Es seguro que los grandes volcanes tienen su origen en el período terciario y no existe circunstancia alguna que nos ha- ga suponer que entonces hubo una temporada de lluvias ex- traordinarias. Si se debe suponer que los vapores de agu a son necesarios para erupciones, entonces existe aquí todavía un problema sin solución. Branco toca en su artículo mencionado al principio, tam- bién la cuestión de la profundidad del foco volcánico y llega "Antonio Alzate. 223 ALLI con Stiibel á la idea de que tiene que estar á poca profundi- dad. Lo mismo pretendió Birlet d'Aoust aunque por razones diferentes, porque era Neptunista convencido, sin que hubie- ra negado el interior caliente de la tierra. De Lorenzo viene al mismo resultado por el estudio de las rocas. Quería men- cionar respecto á esta cuestión algo que probablemente ya ha llamado la atención á muchos: los cráteres y chimeneas de volcanes poderosos son siempre muy chicos, en relación al ta- maño de la tierra hasta extremadamente pequeños, y debe pa- recer increible á todos que un tubo tan angosto como el del canal de erupción pueda llegar á grandes profundidades. Creo que todos se quedan desengañados en su primera visita á un volcán como por ejemplo el Vesubio ó también uno de los grandes volcanes de México. Ya Virlet d'Aoust ' dice: “Le cratére du Popocatépetl, dont on a toujours beaucoup trop exagéré les dimensions et la profondeur, est á vral dire trés- petit” y Ratzel ? llama el cráter del Pico de Orizaba “eine tiefe Sehlucht” una garganta profunda. Si se toma en cuenta aún el bajo punto de fusión de varias rocas eruptivas como por ejemplo el basalto (unos 460 centígrados) que compone tantos de los volcanes mexicanos, entonces tiene uno más y más la impresión de que el foco de los volcanes muchas veces no puede estar á una profundidad considerable. En esta oca- sión se debía mencionar también los manantiales termales, de los cuales México probablemente posee millares; hasta aho- ra solo se conocen pocos y en cada viaje se encuentran nue- vos. Pero como este tema todavía no está bastante estudiado en nuestro país, esperamos otra ocasión para ocuparnos más exactamente del problema. Se ve por esta corta descripción que las condiciones de la 11. c. pag. 26, note 1. 2 Ratzel, Aus México. Reisskiezzen aus den Jahren 1874 und 1875. Breslau, J. W. Kern's Verlag (Max Miller) 1878, pag. 153. 224 Memorias de la Sociedad Científica formación de los volcanes mexicanos probablemente no son siempre las mismas y que cada volcán necesita un estudio par- ticular. Hemos probado que hay volcanes que no dependen de una fractura ó grieta y lo hemos hecho probable que otros están colocados sobre grietas de pequeña extensión. Hemos demostrado también que no existen las grandes fracturas lon- gitudinales y transversales que se han concebido para las se- ries de volcanes en México. Pasa en la vuleanología lo mismo que pasó con muchos otros problemas de las ciencias natura- les: lo que pareció antes inmutablemente firme, está hoy alte- rado y lo que ayer era aparentemente claro y comprensible, es hoy más obseuro y enigmático que nunca. México, Instituto Geológico. Diciembre 1899. "Antonio Alzate. 226 Veber die Unabhangiokeit der Vulkane von praeexistirenden Spalten. VON DR, EMIL BOESE;, M. S,. Az AUSZUG. Dervorstehende Aufsatzisthauptsaechlich dazu bestimmt einen Ueberblick iiber die neueren Ansichten von der Ent- stehung der Vulkane zu geben, und da gerade in spanischen Lándern die Kenntniss der deutschen Sprache weniger ver- breitet ist als in germanischen, so gab ich einen Auszug aus dem instruktiven und concisen Aufsatz von Branco;' wenn dabei Dinge erórtert werden mussten die den Fachgenossen in Europa durchaus geláufig sind, so bitte ich das mit dem besonderen Zwecke zu entschuldigen, eme Wiederholung der in dem Aufsatze von Branco sowie in den úúbrigen Eingangs citirten Arbeiten enthaltenen Dinge ist an dieser Stelle nicht _nóthing. Immerhin hoffe ich auch einiges Neue úber die dort behandelte Frage gebracht zu haben, und auf Wunsch der Redaktion gebeich im Nachfolgenden einen kurzen deutschen Auszug. Man hat seit lángeren Jahren versucht darzuthun, dass die Vulkane in ihrer Mehrzahl auf langen Randbrúchen der Continente gruppirt stehen, aber niemals gelang es so recht, die mexicanischen Vulkane diesem Schema einzufúgen. Schon Humboldt sah sich genóthingt eine Querspalte zu construiren, 1 W. Branco, Neue Beweise fiir die Unabhángigkeit der Vulkane von praexistirenden Spalten. Neues Jahrbuch f. Min. ete. 1898, Bd. 1 pp. 175-186. Memorias. —[1899-1900]. T, XIV .—29. 226 Memorias de la Sociedad Científica PIS WILL LIILIIIILIILDIIIIINL und Felix und Lenk machten daraus einen Querbruch mit zahlreichen sekundáren Lángsbriichen. Die Existenz dieser Verwerfungen hat man jedoch niemals beweisen kónnen, vielmehr deutet alles darauf hin, dass derartigo Briche nicht vorhanden sind. Ich habe in meinen Arbeiten úber Orizaba gezeigt, dass der óstliche grosse Lángsbruch ebensowenig existirt wie der siidliche Querbruch, und ich kann jetzt hin- zufúgen, dass auch die topographischen Anschauungen, wo- rauf Felix und Lenk ihre Theorie basirten, irrig sind. Der grosse Einbruch im Súden der Mesa Central ist nicht vorhan- den, und die angeblich existirende tiefe und máchtige Depres- sion, welche jenen Einbruch andeuten soll, reducirt sich auf ein tiefes und enges Erosionsthal. Die von den genannten Autoren creirte “Archaeische Kústencordillere” existirt in Wirklichkeit nicht, sondern das Gebirge fállt gleichmassig gegen den Stillen Ocean hin ab. Der Ausdruck “Cordillere” ist úberhaupt in Mexico nicht anzuwenden, da das mexica- nische Gebirge aus zahlreichen kleinen Sierren besteht. Die Gegend von Tehuacan und Zongolica ist neuerdings von A gui- lera und mir bei der Aufnahme des grossen Querprofils Aca- pulco- Veracruz im detail studirt worden, und es liess sich nachweisen, dass auch in jener Region keine Spur von dem grossen súdlichen Querbruch zu finden ist. Es hat sich viel- mehr herausgestellt, dass das mexicanische Gebirge einen riesigen Sattel mit flachem First und stark zerknitterten Schenkeln darstellt; der Beweis dafiir wird durch ein grosses Detailprofil von Veracruz nach Acapulco geliefert werden. Der von Felix und Lenk construirte grosse óstliche Lángs- bruch ist in der Gegend von Tehuacan ebensowenig vorhan- den wie bei Esperanza, vielmehr ist die Schichtfolge gerade da, wo er vorhanden sein músste, durchaus normal, es folgen námlich auf gefaltete Maltratakalke máchtige Ablagerungen von Escamelakalken. Die Richtung der existirenden Briiche ist keineswegs parallel dem von den genannten Autoren su- ¡Antonio Alzate. . 227 ponirten Lángsbruche. Eine Gruppirung der Vulkane auf geraden Linien ist nur dann móglich, wenn man eine Menge ' Vulkane weglásst und sich um Alter und Zusammensetzung der betreffenden Eruptivgesteine nicht kiimmert. Nachdem constatirt ist, dass die mexicanischen Vulkane keine langen Reihen bilden, sind folgende Fragen zu beant- worten: 1) giebt es in Mexico Vulkane welche úberhaupt nicht an eine Bruchlinie gebunden sind? 2) giebtes Eruptions- massen, welche auf Spalten emporgedrungen sind? 3) sind in der Nachbarschaft stets gróssere Wasseransammlungen in Form von Meeren oder Seen vorhanden? Die erste Frage lasst sich fúr Mexico unbedingt bejahen, es giebt verschiedene Vulkane, bei denen sich nachweisen lásst, dass in ihrer sedimentáren Basis keine Verwerfungen existiren. Vom Kleineren zum Grósseren aufsteigend, be- schreiben wir zuerst ein Maar, welches ein Basalt zum Aus- bruchspunkt benutzt hat. Hierbei ist zu bemerken, dass es im Spanischen keinen Ausdruek fir das deutsche Wort Maar giebt, man hat sich in Folge dessen bisher mit einer Hispa- nisirung des deutschen Wortes beholfen und so das Wort Maara gebildet, welches jedoch schlecht klingt und dem Ge- schlecht nach falsch gebildet ist. Da es ohnehin nóthig ist, eine neue Terminologie fir die mexicanische Greologie zu schaffen, so hat Aguilera in diesem Falle vorgeschlagen, das indianische Wort “Apasco” mit seinen Ableitungen zu ver- wenden. Das Wort Apasco (aus dem Nahuatldialekt) bedeu- tet “kleines, abflussloses Becken mit kreisfórmiger Gestalt.” Daraus wird abgeleitet Xalapasco, zusammengesetzt aus zxali- Sand und apasco, also ein apasco, welches in sandigen Sehich- ten vorkommt. Davon wird wiederum abgeleitet Axalapasco, das vorgesetzte a ist die Abkirzung von atl-Wasser, Axa- lapasco heisst also ein mit Wasser gefúlltes, kleines, kreisfór- miges, abflussloses Becken, dessen Ufer aus Sand bestehen. Die Indianer wenden das Word Axalapasco fúr die Kraterse- 228 Memorias de la Sociedad Científica. en, das Wort Xalapasco fir Krater ohne Seen an, so dass der Ausdruck Apasco als der allgemeinste anzuwenden ist, zum Beilspiel bei einem Maar in Kalkstein. Das oben erwáhnte Maar liegt in der Gegend von Caña- da Morelos (an der Maulthierbahn Esperanza-Tehuacan). Es liegt zum Theil in Maltratakalken und zum Theil in Sand und Tuffen, seine Form ist heute die eines Halbmondes der mit Wasser ausgefúllt ist, man erkennt jedoci noch die ur sprúngliche Kreisform. Das Maar ist offenbar das Resultat einer Explosion, die Maltratakalke sind wohl gefaltet, aber “nicht zerbrochen; aus dem Maar erhebt sich ein aus Basalt gebildeter Berg, und man sieht deutlich dass dieser Basalt den bereits gebildeten Sehlot zum Austritt benutzte, das Maar wtúrde also fúr Branco einen vortrefflichen Beleg zu seiner Ansicht bilden, dass jeder Vulkan seiner Ursprung in einem Maar hat. Ein bedeutend wichtigeres Beispiel bietet uns ein achter ' Vulkan im Súdwesten von Orizaba. Er wird von den An- wohnern Ocelotepetl genannt und erreicht eine Hóhe von mehr als 3000 m., wobeli allerdings zu bedenken ist, dass seine Sedimentárbasis schon sich bis zu einer Hóhe von 2500 m. úber dem Meer erhebt. Von dem Vulkan ist nur noch der andesitische Kern vorhanden, aber die gleichmássig konische Form lásst keinen Zweifel an der vulkanischen Natur des Berges aufkommen. Zwei wundervolle Bergseen, welche an dem Abhange des Vulkans liegen, sind jedenfalls júnger als dieser, denn sie wurden erst durch die Eruptionen gebildet. Sie liegen an der Stelle zweier ehemaliger Thalanfánge; in einem der Tháler bildete sich der Vulkan und versperrte so den Thalausgang, wáhrend das andere zum Theil durch einen Abhang des Vulkans, zum Theil durch spáter vom Ocelo- tepetl herabgestúrzten Schotter abgeschlossen wurde.. Man kann die Sedimentirbasis auf allen Seiten genau studiren, sie besteht aus einem Zuge sattelfórmig aufgefalteter Necox- 1 Antonio Alzate. n 229 tlaschiefer (wahrscheinlich mittlere Kreide), der keinerlei Verwerfung aufweist, ein Bruch lásst sich erst einige Kilo- moter weiter nach Osten constatiren, und er hat seiner Rich- tung nach nichts mit dem Vulkan zu thun. Das Thal, wel- ches westlich von dem Ocelotepetl liegt, ist auch kein Bruch- thal, sondern wurde durch die Erosion gebildet. Den bisher besprochenen Beispielen kónnte man vielleicht noch den Pic yon Orizaba anfúgen, doch ist seine sedimentáre Basis nicht genau genug studirt, als dass man mit vollkommener Sicher- heit die Unabhángigkeit des AN von allen Verwerfun- gen behaupten kónnte. Die zweite der oben gestellten Fragen kónnen wir nicht mit der gleichen Gewissheit wie die erste bejahen, aber es lassen sich doch einige Thatsachen anfihren, welche eine Be- jahung wahrscheinlich machen. Die mexicanischen Sierren sind mit einer eigenartigen Regelmissigkeit gruppirt, sie lau- fen, ob sie nun aus sedimentárem oder aus eruptivem Mate- rial aufgebaut sind, stets einander mehr oder weniger para- llel, d.h. sie haben alle ungefáhr die Richtung SO.-N W. mit geringen Abweichungen nach Osten oder Norden, manchmal treffen wir allerdings sogar eine siidnórdliche Richtung an. Ist schon dieser Parallelismus zwischen sedimentáren und eruptiven Bergzigen auffallend, so ist es der Umstand noch viel mehr, dass auch die Verwerfungen, Sáttel und Mulden (sowie ein grosser Theil der Erzgánge) die gleiche Richtung aufweisen. Es scheint also, dass ein Zusammenhang zwischen den tektonischen Stórungen und der Richtung der eruptiven Gebirge besteht, welche jiúnger als jene Stórungen sind. Bei diesem Zusammenhang kónnen aber nur die Verwerfungen in Betracht kommen, da sich zeigen lásst, dass Eruptionen sowohl auf Sátteln wie auf Mulden und den Schenkeln beider stattgefunden haben, mithin also keine Regelmássigkeit in dieser Beziehung zu entdecken ist. Als Beispiel eines erup- tiven Bergzuges iiber einer Spalte kónnte man eventuell den- 230 Memorias de la Sociedad Científica ne jenigen des Popocatépetl-Ixtaccíhuatl anfúhren; natúrlich bleibt dies so lange hypothetisch, bis es gelingt, die betreffen- de Verwerfung in der sedimentáren Basis wirklich nachzu- welsen. Mit der Theorie der praeexistirenden Spalten ist die an- dere verquickt, dass die Stratovulkane stets in der Náhe des Meeres oder grosser Seen liegen, man will dadurch erkláren, woher das Wasser kommt, welches die Dámpfe liefert, die eine so grosse Rolle bei den eruptiven Explosionen spielen. Die grossen mexicanischen Vulkane liegen meistens recht weit vom Meere entfernt, so z. B. der Cofre de Perote ca. 90 km., der Vulkan von Colima mehr als 100 km., die grossen Vulkane des Innern wie der Popocatépetl noch weiter (250 km.). Wohl reichte zur Zeit des Miocán das Meer viel náher an die Orte heran, wo sich heute der Pic von Orizaba und der Cofre de Perote befinden, aber immerhin ist auch diese Entfernung noch eine sehr betráchtliche. Andererseits kónnte man anfihren, dass sich auf der Mesa Central eine ganze Rei- he von bedeutenden Wasserbecken in der Náhe der Vulkane befindet oder doch befand, aber diese Seen sind nachweisbar jiinger als der Beginn der Eruptionen, sie sind zum grossen Theil erst durch das vulkanische Material aufgestaut worden. De Lorenzo nimmt beim Mte Vulture in Italien, der sich in einer áhnlichen continentalen Lage befindet, an, dass die Re- genmassen der Quartárepoche das fúr die Eruption nóthige Wasser geliefert hátten, aber unsere grossen Vulkane finden alle ihren Ursprung schon im Tertiar, und nichts berechtigt uns dazu, anzunehmen, dass in jener Zeit besonders grosse Regenmassen gefallen seien. Dem Mte Vulture ahnlich sind die kleinen quartáren Vulkane in dem Becken von Mexico, und fúr sie wáre auch wohl der Erklárungsversuch De Lo- renzo's anwendbar; auf Verwerfungen stehen sie jedenfalls nicht, denn dann miisste man ein Spaltennetz fúr das Thal von Mexico construiren, welchesim Widerspruch mit der gan- "Antonio Alzate. n 231 zen iibrigen Tektonik der Gebirge von Mexico stúnde. Man kónnte vielleicht auch noch annehmen, dass die Aktivitát des Popocatépetl in neuerer Zeit auf die grossen Wassermengen in den Seen des Beckens von Mexico zuruckzufúhren sei, ja man kónnte vielleicht sogar wagen zu behaupten, dass das all- máhliche Erlóschen in Verbindung stúnde mit der eben so allmáhlichen Austrocknung der Seen, aber alles dies ist im hóchsten Grade hypothetisch. Mehr und mehr gewinnt diejenige Anschauung an Anhán- gern, welche annimmt, dass der Vulkanheerd in nicht bedeu- tender Tiefe liegt. Fiir die Richtigkeit dieser Ansicht liesse sich vielleicht anfiihren, dass alle Krater und Schlote verhát- nissmássig sehr klein sind; man kann sich nur schwer vor- stellen, dass ein so enger und unbedeutender Kanal in grosse Tiefen fúhren sollte. Ausserdem haben manche der júngeren Eruptivgesteine einen so niedrigen Schmelzpunkt, dass die Annahme, der Heerd liege in bedeutender Tiefe keineswegs nothwendig erscheint, Auf die Frage nach der Entstehung heisser Quellen kann in dem Aufsatze nicht weiter eingegangen werden, da es fiir Mexico noch an eingehenden Untersuchungen fehlt, obwohl heisse Quellen in ausserordentlich grosser Anzahl vorhanden sind und einige schon recht interessante Untersuchungsre- sultate ergeben haben. Mexico, Instituto Geológico, Dezember 1899. CE A ODILIIA ALPHABETICAL CROSS REFERENCE CATALOGUE OF ALL THE PUBLICATIONS OF EDWARD DRINKER COPE, FROM 1859 TILL HIS DEATH IN 1897 BY PERSIFOR FRAZER, M. $S. A. Docteur ds-Seiences (Univ. de France) Oficier de lInstruction Publique. (CONTINUED FROM P. 72). Daemonelizx, Noteon the fossil (Am. Nat. XXVII p. 559. 1893). * Dakota beds of Colo., carniv. Dinosaur from (Am. Nat. XI p. 805. 1877). ds » » yw Reptilian remains from (Pr. A. P. $. 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Las dos muestras del agua objeto de estas análisis fueron tomadas, una un poco antes de la “Caja repartidora” antes de entrar ála ciudad, y la otra en la fuente pública situada en la “Plaza de la Independencia” de la misma ciudad de Que- rétaro. A la primera muestra se le puso el núm. 2 y á la segunda el núm. 3, debido á que el núm. 1 se ha reservado para la muestra que se tome del manantial mismo situado próxima- mente á dos ó tres leguas del centro de la ciudad. Estos manantiales brotan sobre un grueso lecho de arena (?) siendo las aguas recogidas en una amplia y profunda al- berca cuyo nivel es muy superior al de la Ciudad, pasando de la alberca por un conducto cubierto á la gran arquería que, como se sabe, es uno de los monumentos arquitectónicos más notables, y terminando en la “Caja repartidora” que está colo- cada en la parte más alta de la Ciudad y de donde se distri- buye llegando á su destino con la presión suficiente para las necesidades de los habitantes. Momorias. T. XIV.— [1899-1900]. - 33. 258 ' Memorias de la Sociedad Científica Al hacer la análisis de las dos muestras, se encontraron casi idénticas, siendo las diferencias tan poco marcadas que no creemos conveniente detenernos en ellas, considerándolas como de la misma composición. Brevemente indicaremos los métodos que hemos seguido al hacer esta análisis: La densidad se tomó por el método del fraseo y á la tem- peratura de 15%. El residuo total se tomó directamente por pesada evaporando el agua en B. M. hasta desecación y ca- lentando el residuo á 110%c.; la cantidad de materia orgánica y volátil se determinó calentando el mismo residuo á la tem- peratura del rojo sombrío y estimando por la balanza la pér- dida de peso; la cantidad de materia orgánica se determinó por el permanganato de potasio siguiendo el procedimiento de Moumier y la modificación adoptada por Silva; para calcu- larla en oxígeno se siguió el cálculo de Jagnaux según el cual siendo el equivalente del permanganato 158 (Mn? 0”, KO=158) y desalojando esta sal cinco equivalentes de oxígeno (0*=40), basta multiplicar el número de milígramos de permanganato reducidos por la relación +4=0,253. El cloro total se dosificó volumétricamente por el nitrato de plata al estado de cloruro de sodio y el resto de los elementos por la hidrotimetría. He aquí los resultados: Caracteres generales. OS A E AS A Nulo LI A IA DA A Nulo. TAREA A O RR De agua potable. A O II A Límpido. Temperatura en el lugar de origen... 3798. Densidadia 1OOe o A a E 1000261. gro A O Ligeramente alcalina. “Antonio Alzate." 259 LI LII II LILIILIILIIIII LL LILIA Análisis cualitativa. Sometida esta agua á la acción de los reactivos, se obtu- vieron los resultados siguientes: Reactivos. Resultados. Interpretaciones. Bapeleside tornasol: ¡Nada cal. 33 tarda Acido pipitzahoico. Ligera coloración TOS AE a o Es alcalina. Papel de acetato de Pomo A as Nadán!. is. IAS Ausencia de Hidró- geno sulfurado. Tintura de nuez de Se AlaS 2 hola Deo Nada. :¿-: .--... Ausencia ó ligeras huellas de fierro. ARO ola sio aio Nadaz 922 .> OE 51.31 2.8 23 Uceclob.. -- ¿2.0 50.48 4.9 40 Ventnor (Isla de Wight). 50.36 4.5 37 OFACOVIA: 2200 50.04 4.9 40 a A ES 49.11 5.1 42 AA AAA 48.15 4.9 38 ¿Aria A ES 47.23 4.7 42 Kalocsa (Hungria).....- 46.32 5.6 46 DUSABOS.. ¿3100200 9200 46.00 6.1 56 Ada e. Lores 47 ODE 45.24 5.6 46 Pola . e o SAS 44.52 7.6 60 Bukatosh. 2<.202 + 0000 44.25 5.9 49 Montpelier .... ----..-. 43.37 6.2 46 COMA a ina o o or DAL 41.54 6.7 55 Now Lork..--..- ¿00 40.44 8.0 64 ALAS 03 o o UE 40.24 8.0 65 Allahabad (India inglesa) 25.26 8.17 73 Puerto Príncipe (Haiti)... 18.34 8.6 71 Kimberley (Africa). .... 28.47 $. 8.9 74 León (México)...--...... 21.07 N. 8.2 68 Memorias. - [1899-1900].—T. XIV.—36. 232 Memorias de la Sociedad Cientifica sr MES DE MAS SOL. Media de sol, Localidades. Mes. por día. dee. S. Petersburgo....-.--- Junio... 0030 9.8 54 Ben! Nevié.s: ....2Pos Junio 1¿9902029) 4.7 26 Gli8gow iio. m. Dita Junio. Eos: 5.3 31 Hammburgo:.....-..vov Mayor que 6.3 40 Diblin: Mba co be aMayo a de 2 6.9 44 Bdbin iteridió TIMO o 8.4 50 Irbatsk LA ma Mayo mo (¿4d 9.0 57 ViálenciaLd. 0 00 Wayosidisdto 7.8 51 Oxbord:. ¡Eee 20j . OB Mayo slase 6.9 45 Ldiilres sido. 2. eel E 5.2 31 Vello 1: Dé iTuc arde Mayos rige a. 7.5 48 Viditnor th! Li ao Agontdk ls oie 6.8 47 Crátovlacim. 200-100 ANTE LO El MUA pu 7.9 50 e Mayo y Agosto 1.8 52y53 E E A Jo is 9.3 59 A A A ASOBLO ao he 17 57 Kálbesa.R dz. 10.0 oie Julio y Agosto 8.9 64 Liiganos 20 302094 O 9.2 67 Padua MA bs. do ASA Julo E E 9.2 60 PIANO o... e AS 115 74 Bultafestic..--...-08 ¡Ah Agosto. 2.2. 10.0 72 Montpelier;...---.. 10% ASOStO. cae 10.8 TI Roma. 3.0... MAL O as 11.1 715 Ndw Yorkz.......$240 TULA 11.2 75 Madrid. 0%... 350 Io 12.6 86 Alihabadí.....-.. ¿00 Abrlycidubel) 11.1 87 Puerto Principe...-- 2 Agosto. 2-00:: 9.4 74 Kimberley.........-.. Octubre. -...-- 97 76 León (México)........ Marzo... .-.-<:.1 95 T9 e n Antonio Alzate " pad pad pus by) a pu u9 14 vceocanacnmalsz 1893 5.20 7.12 10.35 10.28 10.28 10.20 10.00 1.32 9.40 10.12 10.40 10.29 10.10 10.32 10.28 10.17 10.14 10.32 10.32 4.02 8.47 6.49 9.21 10.05 10.39 10.47 10.43 10.41 10.41 10.42 10.32 1894 9.12 9.12 9.08 S.50 7.14 9.06 9.00 8.27 5.32 527 1.08 2.48 5.30 3.29 1.37 8.28 9.37 6.30 4.17 6.50 6:22 2.35 0.40 6.37 6.15 0.45 7.36 5.21 1.43 1.48 1.08 ENERO. 1895 9.12 4.12 9.02 9.06 9.05 9.02 7.02 9.05 9.02 8.58 9.20 9.30 6.35 6.20 7.30 8.48 8.46 9.05 8.58 8.93 9.05 9.03 7.38 9.00 8.09 9.13 7.39 9.04 71.54 9.28 9.30 1896 6.35 4.35 7.40 546 6.15 5.20 8.15 2.18 9.32 0.00 0.13 2.20 7.10 9.40 5.00 10.17 9.30 10.50 10.15 8.05 9.50 10.20 10.05 9.55 3.46 8.00 1.55 4.07 8.08 3.50 8.02 1897 1.55 3.38 7.00 8.39 10.30 6.53 7.25 554 10.12 10.06 10.12 9.40 2.33 5.44 9:58 10:08 10.17 8.16 9.00 4.15 0.17 0.00 2.00 1.40 1.49 2.46 9.58 8.02 8.54 9.45 10.13 284 III LIL D2II ID DI IL DI LL II Memorias de la Sociedad Científica SHAIRI FEBRERO. 1895 1896 9.40 8.40 T05' 1029 8.17 10.03 9.01 9.14 7.49 9.19 8.37 10.02 5.15 7.42 8.46 8.50 7.36 9.25 5.53 9.35 1555. ' 1088 8.15 10.50 9.56 8.45 10.00 5.17 10.17 9.34 10.10 5.21 10.10. 10.15 10.12 9.45 10408 1097 10.00 6.00 9.17 1.54 9.40 2,45 9.03 3.45 9.46 9.49 6.20 10.16 435 10.22 0.00 10.45 0.00 11.04 E 11.06 LPICOOECIIIRII INSI .e.o.oo. DIODIL LIL ILILI III ILLIA NO DDN a pl palo pd plo pad pl Be 01D» O sS00-]50S»CoN 25 DD YN DyNyD» O AS o el F | O ES SN TN 1893 11.03 11.04 11.00 10.42 10.30 10.40 8.34 10.43 10.20 9.15 3.00 7.45 7.00 9.43 6.52 7.03 10.50 10.15 10.35 10.35 10.40 10.31 10.44 10.37 10.43 10.40 9.20 5.93 11.00 11.10 11.06 1894 10.15 11.15 10.52 10.57 8.15 10.50 10.58 10.48 11.15 8.30 7.05 5.45 9.45 9.00 10.42 8.40 10.20. 10.40 10.45 10.45 10.40 8.40 10.00 10.35 10.30 9.38 8.00 10.50 10.50 11.05 10.56 w Antonio Alzate. MARZO. 1895 1896 10.01 11.07 6.34 10.00 10.45 11.00 10.57 10.45 10.06 10.30 10.87 9.10 10.37 5.22 9.05 10.45 10.55 10.40 10.10 8.48 9.35 915 9.33 10.30 10.17 945 10.03 10.45 10.12 9.25 10.00 10.40 9.15 10.57 9.39 10.57 9.25 10.40 4.39 10.30 9.21 10.41 9.30. 10.42 741 10.55 6.33 10.50 7.35 10.40 3.32. 10.58 9.15 10.00 18.56 11.00 2.27 H).32 10.15 10.50 10.40 1110 SIILLILIILIIDIIDIIIIIIS 285 1897 10.36 10.45 10.25 10.25 10.27 10.39 10,40 10.30 10.19 10.32 10.33 10.32 10.30 10.35 8.25 4.25 6.36 1.30 9.20 4.40 3.90 000 10.04 1.20 10.20 11.00 7.00 2.50 917. 10.36 10.50 1898 7.45 10.45 9.20 9.13 10.15 10.15 10.45 10.20 10.35 10.35 10.35 10.15 9.58 9.40 10.50 10.25 10.28 10.30 10.10 10.20 10.25 10.35 10.00 10.00 9.15 9.55 9.30 9.48 10.43 10.15 7.45 Do 286 => e FI SN LOA CCA SN SS Ca OU O -15 309 0DoOogc "Sopa Nn a O vo J30m+* wo ml 1893 11.00 10.4] 10.49 8.93 10.59 10.38 10.09 10.02 10.58 9.37 10.41 9.48 10.50 10.38 10.53 10.00 10.21 11.00 10.42 10.52 11.02 11.07 10.26 11.00 10.50 - 10.26 10.00 10.10 11.33 11.37 Memorias de la Sociedad Científica 1894 9.19 9.06 10.45 10.45 9.08 10.08 8.00 6.18 5.02 8.34 10.10 5.38 11.00 11.20 8.39 10.35 11.00 11.00 10.40 8.35 10.30 10.55 3.20 8.37 10.30 9.05 9.00 8.38 5.30 9.10 1897 10.08 7.58 1.17 11.19 8.58 10.30 9.45 11.08 10.33 8.00 10.15 11.00 10.20 7Í7 6.00 11.29 9.00 10.00 9.09 9.27 10.23 10.55. 10.30 11.00 11.15 59.90 10.53 11.51 912 11.07 1898 10.43 10.00, 9.45 10.45 9.40 10.30 8.20 8.45 7.20 10.20 2.32 5.32 1.30 1.20 6.40 9.07 7.30 11.16 11.13 8.35 11.00 11.15 8.00 8.15 8.00 10.00 9.00 11.25 11.00 11.00 »Antonio Alzate.” 2 4 N»YO NN YNUDN NY E SSI ADRASDNSA 1896 10.35 10.35 11.25 10.40 10.53 10.16 0.28 4.50 1.34 7.46 0.00 11.12 11.25 10.05 9.45 8.13 6.16 2.42 9.20 8.31 8.30 8.20 11.18 11.48 10.33 10.30 8.13 9.07 7.57 9.28 9.15 1898 10.45 11.20 11.00 11.00 8.10 7.35 6.30 9.15 -6.50 11.00 11.40' 11.45 10.45 10.25 «11.30 11.30 11.30 11.25 12.35 12.35 10.50 12.30 12.15 7.35 6.10. 9.15 7.40 11.45 11.35 11.05 12.40 Memorias de la Sociedad Científica. PLL OILLILIDIAIIIILN ero. Los. - JUNIO. 1894 1895 1145 9.17 8.28 6.45 824 8.15 847 1140 7.38 11.32 9.11. 945 11.25 10.03 6.15 9.16 9.20 4.30 1115 010 10.30 4.02 8.45 4.08 8.08 11.03 5.32 5,09 911 010 10.20 4.10 11.15 6.03 813 - 043 9.45 1.00 11.12 6.00 10:28 +22517 8.41 4.00 8.18 5.50 8.06 3.30 07 $512 8.45 6.30 A 3 A 10.10 7.15 910 8.15 3.18 8.31 1897 8.46 11.45 9.22 7.00 7.10 7.54 6.05 11.05 10.22 11.00 8.17 8.50 4.50 4.45 8.35 8.23 10.03 8.55 10.02 10.47 7.53 8.15 WAIT 4.43 1.52 3.00 3.15 - 945 2.15 10.00 1898 12 00 6.35 9.20 9.10 10.00 9.04 5.50 10.50 12.00 13.00 12.35 9.35 8.55 10.30 10.20 12.30 11.05 3.10 3.30 035 1.10 1.50 5.35 6.46 5.15 5.45 3.15 : 2.00» 6.40 9.45 "Antonio Alzate. AS 289 JULITO: Dias. 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 hy 9.04 2881 "10.000 5:101.0 9:041.115.20 0 8.15 Y TL 143 1,212.007 7 11947 9.054 8.2703 2.20 Qe 24041 :2,37.0 720201 625 811:0045 4327.: 0.25 ds 21402 7.191 7 9.095 019.181 .1010.00%. + 7:457 - 0:00 Br 9506.) Til 8.101 0 4470.51 8.0050 10.459.5 0.25 6 1200 12.31... 232: 144. 7.01. 11.33. .0.00 To 736 1140: 716 750 134 440. 0.00 Bu DT 8.2350 0.0400 11.40 117.264. 0. 8:05:86 3,05 05 4 4510-2.2503. 4.0810 9:00: - 2245 (34 7,00 10. 6.45:.110.00* 10.27 9.251 7.27: 2.08 13.00 AE 18:078:0 7.180. 0041.001:4: 9:38 4 08/58/66 5100121050 10 5.150) 4.510.201 6.085 8.8847 2.8%:4 0.3012 8:00 13.111.347 1110.44: 001 3.107:0 9.490. 7.891. 1.00%. 6.05 1401. 8.590.14 5.2905: 5.571 01.080,11 L.005.0 8.504) 4:20 15: 1112.008:0 2.11503:24:011.191. 102.020.141 2.453 17 1.30 1004 7.590.8- 1.38:010.005%* 8.2511 3/082.0 8.1691 8.00 15.210.098. 13005 6.559):14 3,20%005:591:7 43250 *7.30 180 7.49%. 110.397 > 3.35%) 5.52) 1 7.590.012.00> 1 10.33 18210305. + 1.1800 7,8 7.321.0- 448) 11.521,61 7.00 205 11.102:0 11.471 10.08%. 7.000 4 6.45) 10.506 12,00 FAO 16NO FLABL.0.10.14%0 9.527 6.2055 8.481.0:19.50 0 LNO EE BDO LON BA TITO 6.41 2 08.10 O 9.0607 1:25€,0 - 9.19%,14 7.0060 8.5817 11:00%.é 8:00 MAN 6.0807 9.32% 01 2,4407 5.490 118.457. 3 8.477.! 8.30 1 TILA 10 BC 14 TEBAS 1052 5.055 3.00 15% 10.00):+. 9.14% 2.40+.11 6.28: 0.000-41043511 115 27 9.05 1135 3.32 10.3 9.15 1200 7.00 280 7.064,6 11,50011 3.3251 8410,010.49111:2507 2.32 29.11 7454502 6,000.01. 8.10%:11 7.404. :110.211:511.164.5 4.21 30-11 7.10% 9,195.01 8.3801. 6.401.0 ' 3:080.7- 8451. 3.40 31.12.13: 11.55 3.38 3.41 3.29 7.24 2.00 Memorias. —[1899-1900].—T. XIV.-—-37. 290 Memorias de la Sociedad Científica LID DALI ILLIA DTEOCLOLOLlIILIIESLIICISIILIID AGOSTO. Día. 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 107 9.307, 011-1490 54.6 300741. 7.1855 "3.0090 105 o LOGS ORBE IBAS 16 16481 44350 301.3.50%.) 6.410. :18:29% "10401 8.2073 6.551 0345 431) 8.5977 440 (41:16) 10:53 :746/.. 6380: 03:30 51) 6.041 519,385 10.08 1,9180. :258/ 16.804 2 1.85 [ap -11.05 7.08 8.57 9.34 9.20 5.50 6.30 10.07 6.22 9.45 10.15 11.02 2.30 5.20 8 3.57 5.05 11.38 5.18 9.55 1.57 1.00 9 10.40 9.46 9.45 8.32 9.14 5.20 1.25 10 10.30 9.35 9.12 4.48 7.40 11,37 4.50 RE 5.90 4.45 Sit a1:00 9.35 1.45 12 6.46 6.24 7.40 8.26 12.05 9.00 5.35 130 9:29 8.30 5.00 2.16 10.35 9.50 10.45 14 6.47 910) ¿11.300 11015 3.00 11.00 10.35 Mi. (ESA LOTO SS UL.40 7. 40:30 5.45 9.23 11.53 16 12.03 6.25 11.45 8.28 10.45 3.00 5.45 DbA00.19 7.15 10.40. 11.40 7.04 7.36 3.20 18 10.00 - 0.00 9.40 6.27 7158 11.25 9.08 19 1200 11.05 9.14 5.50 6.00 4.55 2.30 20 8.87 8.40 6.53 5.40 957% 6.40 1.50 9.58 12.00 71.32 9.48 6.17 5.45 3.20 3,40 10.25 8.10 11.48 9.40 11.30 8.20 3.20 7.30 9.37. 11.45 9.28 9.00 9.35 24 4.56 7.55), 11:20 7.34 10.40 8.28 4.30 25. 9.25 7.03 D21/.511.577, 412.23 7.15 71.15 26 11.30 4.50 9.56 11.43 7.23 4.40 8.50 —] Jud ¡ N) 092 N 27 10.46 7.38 6.15 11.30 7.08 5.18 6.15 28. 7.03 5.11 6.35: 111.47" "11.20 0.45 9.00 29 ' 8.45 6.48 "11.40 11.27 10.30 6.40 11.40 30. 8.10 7.51 ga 7.0105 7-10.26 5.50 11.35 11.29.09 59,99 6.18 4.05 9.08 7.15 2.10 1” Antonio Alzate. DIOLLILII/IDLIIIOLL II IDLLILIIO III ISI LD DIA PLD 1892 9.37 10.03 9.01 9.28 9.25 9.45 9.45 5.48 7.00 8.05 7.13 4.07 4 58 11.00 11.31 11.15 9.15 10.30 10.39 10.34 10.30 9.35 10.44 10.41 9.52 7.03 5.09 2.92 6.46 2,26 1893 8.50 8.43 6.28 8.18 6.45 4.00 5.59 8.50 9.53 11.00 11.00 11.00 11.00 8.10 0.00 2.27 9.15 8.40 3.10 8.30 2.31 7.20 9.40 0.30 4.02 2.02 8.16 10,40 8.25 6.07 SEPTIEMBRE. 1894 1895 1896 8.10 912 3.44 5.18 10.30 6.23 5.00 948 9.54 710 1117 945 11180 LALO 9.9 10.10 11.03 10.05 8.20 92 7.42 8.15 9.55 10.52 720 1100 8.00 3.56 10.40 7.07 545 828 4.30 530 825 615 445 6.49 3.08 346 927 9.30 10.00 125 10.20 9.00 340 6.39 8.50 6.03 0.90 9.35 103 4.38 705 3.81 5.48 430 0.00 7.14 6.56 0.00 6.33 10.15 424 9.05 5.25 10.03 3.52 5.10. 415. 252 145: '.7.38 . 857 3.05 10.01 10.47 5.15 10.87 11.00 520 928 8.30 7.10 9.33 10.30 7.30 10.00 1031 291 1898 2.18 2.07 9.30 7.10 3.30 4.35 1.50 9.40 2.15 3.30 9.45 11.08 9.15 10.00 10.35 10.53 10.53 11.30 7.15 11.00 7.52 5.05 10.30 10.00 10.40 8.12 10.45 10.08 8.10 9:03 292 Y 1892 0.43 7.47 7.14 9.15 7.48 7.50 9.09 10.25 7.09 9.02 10.17 10.22 10.15 8.52 8.09 0.40 5.03 1.42 9.14 8.30 4.20 6.37 10.35 L: 10.34 10.14 6.30 10.41 10.32 10.02 10.48 10.38 Memorias de la Sociedad Científica 1898 10.08 8.05 1.30 8.45 8.00 5.40 5.05 9.50 10.30 9.45 10.35 10.35 10.10 10.00 10.00 9.35 10.00 10.00 10.00 10.00 10.40 10.40 10.40 10.45 10.45 10.50 10.35 10.35 10.58 10.58 10.55 OCTUBRE. 1894 1895 1896 000 956 9.46 6.15 7.47 9.00 8.00. 8.45 9.00 1047 907 512 10.32. 4.42. 4.30 9.30: 6.24. 1: 8.13 10.456 3.57. 8.20 10.33. 0.12 5.30 1081... 2194 581 10.30. 758: 6.40 10.05. 308. 5.42 10030." T2056 3:05 103809 TO 110 918: 6.051" 218 9.15 9.53 9.05. 8.3 9.30 9-14 0.00 10.39 9.15 1.00 10.28 9.23 8.03 10.33 7.55 945 10.35 7.22 6.36 10.31 3.23 9.48 10.31 6.25 10.30 10.33 5.08 9.18 10.33 3.29 10.13 10.30 8.35 10.28 10.06 9.14 10.27 10.30 6.30 10.07 10.03 8.56 7.59 10.00 9.36 9.57 9:05:17 "TO .E2 10.07 8.45 4.54 1897 10.20 8.10 8.30 10.30 5.15 8.00 8.30 9.25 10.22 8.40 10.45 9.46 10.20 10.20 10.23 10.15 8.55 8.15 9.45 10.15 1-18 5.00 7.50 9.22 6.15 6.55 10.22 10.30 845 7.37 3.90 1898 8.00 1.50 10.15 10.00 1.50 8.45 10.15 9.25 9.10 10.45 6.30 10,50 11.10 10.00 10.45 10.30 10.30 9.45 10.20 10.30 10.20 10.40 10.45 10,45 10.45 10.50 11.00 11.00 11.05 11.00 11.05 E AG PLL LO LIL AILIILIIASA IAS Eococefvo JJ] ODO *0wnDnR (0.0) 1892 10.35 10.28 10.50 10.34 10.12 9.49 4.29 8.44 8.17 8.98 10.40 10.40 10.40 10.28 10.28 10.40 10.31 - 10.32 10.37 10.36 10.32 10.11 10.32 10.34 9.59 10.08 10.20 10.32 10.35 10.35 1893 10.58 10.54 10.56 10.54 10.58 10.45 10.45 10.45 10.45 “Antonio Alzate, PIS NOVIEMBRE. 1894 1895 1896 10.000 10% 0. 9,35 10.05. .; 9.57 3.25 10.00... 946 p..8,31 9.59 - 8.23 10.32 10.00 543 8.20 44 2244 "136 9.35 852. 9,44 842 459% > 8.58 8.27 0.26 10.06 9.46 9.50 10.28 9.53 8.00 9.38 27 8H: 932 10.00 10.08 10.15 9.56 10.10 10.19 10.06. 258. 9.47 9.51. :3,50/0 ++ 8,22 300% 1159. 2:50 915 0.000 3.43 930. 354 845 934 934 6.29 9.57 623 8.36 154 51.420.0 - 6:22 6201 9.150 05.29 742 943 6.36 8.53 10.35 8.30 9.56 10.31. 9.08 8.36 . 10.00 2.45 843 7.10 0.00 8.51. 9.06 0,49 10.02 10.33 0,51 1897 4.35 9.45 9.37 10.00 7.50 6.33 3.599 0.00 2.02 8.40 8.90 5.00 9.00 8.45 8.50 8.14 7.10 9.27 9.30 0.08 3.15 2.45 1.58 8.53 6.45 9.10 5.20 8.42 6.40 6.45 293 ILIIILIIAL LIS LL LARIOS 1898 11.10 11.05 10.50 10.55 9.50 2.20 3.05 9.17 10.10 10.30 20 9.30 8.30 8.45 4.00 7.20 8.00 7.40 10.30 8.55 8.30 10.00 9.35 8.05 4.35 9.10 9.35 8.10 10.20 10.10 Memorias de la Sociedad Científica. 294 DICIEMBRE. — Dia 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1038. * 10.28 9.20 10.06 10.30 3.30 8.55 210.33 10:07 8.09 9.35 9.45 (.15 10.00 3 *10.31 10.35 9.42 10.03 10.15 1.22 4.38 Ed aw? 10,35 9.14 9.25 10.16 7.41 9.50 5 850 10.04 10.00 8.58 10.07 6.39 9.10 6 .10.28 6.25 1.22 9.30 10.04 6.12 9.00 17 7135 0.55 9.42 2.00 9.50 8.00 . 8.20 8 10.33 1.46 8.33 10.03 154 0.44 10.00 9% 10.13 4.24 5.38 6.10 0.00 130 10.00 10 10.32 9.03 10.00 5.00 6.46 6.05 9.38 q 10.3 8.32 9.36 8.35 9.37 5.36 10.00 12 10.22 9.04 8.11 3.12 9.591 5.50 10.20 3 10.22 8.29 440 0.15 9.30 po 1 7.00 14 10.12 9.14 2.20 2.10 9.45 9.15 10.15 15 9.00 8.39 8.54 9.20 9.50 913 10.15 16 2.30 8.41 3.03 9.03 9.04 8.25 9.00 17: 0,12 9.00 9.81 2.48 4.09 9.20 8.55 18 7.06 9.10 9.35 9.30 7.08 7.45 9.30 19. 1.18 9.08 9.40 6.15 3.05 71.05 9.00 20 +. 4.31 8.30 9.30 9.17 1.11 5.05 10.10 21 8.00 8.15 9.35 7131 0.30 545 10.35 22 851 0.00 9.45 8.08 9.58 5.00 9.15 23 10.15 5.0) 9.18 8.00 10.00 3.36 10.45 24 905 0.24 9.35 8.46 9.51 9.09 10.30 25 10.00 8.06 9.40 8.42 7.00 7.30 10.25 26. 10.16 6.34 9.27 6.20 8.45 8.16 9.30 27 10.18 9.09 9.34 0.00 3.45 4.18 4.15 28 10.17 3,40 940 0.15 2.17 8.05 8.15 29 10.15 8.50 910 5.09 8.23 8.12 10.15 30 10.25 9.39 9.06 8.52 8.25 8.45 10.00 31 - 10.27 8 45 9.26 7.32 9.10 5.31 10.95 Sur la discussion mathématique des séries d'obserrations météorologiques, Par M, Léon Descroix, M, $, A, Le mode de discussion mathématique des séries d'obser- vations météorologiques, auquel j'ai recours (Voir Cosmos du 13 Aoút 1898) pour essayer de prévoir les intempéries graves ou prolongées, n'a pas été bien accueilli chez nous. Cependant on peut invoquer en faveur de nos idées, les essais antérieurs de BRUCK, SECCHI, BALFOUR-STEWART, ZENGER et ceux des météorologistes anglais aux Grandes-Indes. Cependant (et pour cette raison que ce genre de calcul me rend toujours ser- vice dans les cas exceptionels oú je puis eraindre que les cours commerciaux soient trés influencés par de telles intempéries) je demande a la Société Seientifique “Antonio Alzate,” dont J'ai Vhonneur de faire partie, la permission de len entretenir un moment. Comme je vai plus qualité ni moyens (vu ma mise á la re- traite) pour continuer les observations électriques et magné- tiques; et que les résultats obtenus officiellement dans mon 296 Memorias de la Sociedad Científica voisinage ne sont communiqués que fort tard, je suis obligé de borner mes essais mathématiques de prévision du temps aux gros faits intéressant les allures d'une saison par exem- ple. Cela ne m'empéchera pas de parler aussi du parti que Pon peut tirer de la formule suivante conduisant a des valeurs qwil S'agit de substituer aux données vraies quotidiennes, dans le but de mettre plus facilement en évidence le corrélations de variation des divers éléments, météorologiques, électriques et magnétiques. Voici cette formule pour le pronostic A courte échéance. Si 'appelle d la valeur vraie un élément observable á la da- te quelconque qui ce place au milieu de la période hebdo- madaire, la valeur redresée d' sera y CDAS 04) 46040) 47d 6 21 étant donné que Vordre alphabetique correspond aux journnées consécutives. . Voici, Vaprés ce que J'observais autrefois, ce que je met- tais A profit, pour ma conduite personnelle, en matióre agri- cole; car il Wentrait pas, dans ma mission d'observateur a Paris-Montsouris, de communiquer des avertisements au Public. Il y a des époques dites critiques, au cours d'une année, lesquelles ne coincident pas nécessairement en tous pays, car il ne suffit pas de tenir compte de la longitude du Soleil. 11 faut qwune pratique assez longue les ait fixées; de méme qwil estindispensable que chaque station qui vent se livrer au gen- re de spéculation que J'ai préconisé, posséde une série d'obser- vations sans lacunes embrasant, au minimum, dix-neuf an- nées, Sil ne Sagit que de la prévision du temps á courte échéan- ce. On commencera par établir un tableau des valeurs dites Antonio Alzate. 297 SLLALLLLIIIIOIILL LILLO IPPO LIILIIIIILIILIS normales pour le lieu considéré, tel que celui de Paris que j'ai reproduit une derniére fois dans Annuaire de T Observatoire Municipal de Paris-Montsouris pour Pannée 1896 (pages 42 á 78). Il sera bien y comprendre, comme je Vai fait, le plus déléments possible, attendu que les chances de réussite aug- menteront en raison des mutualités du contróle, On redres- sera les moyennes arithmétiques quotidiennes de chacun des éléments observés dans l'intervalle du cycle lunaire, en se ser- vant de la formule (I) ci-dessus, laquelle formule suppose que les variations périodiques des ondes électro-magnétiques, cá- pables 'exercer une influence rythmique immédiate sur notre atmosphere, sont réglées a la surface du Soleil par les varia- tions á courtes périodes de ses enveloppes, admises de 7 jours et de 27 jours terrestres. Indépendement des inductions que Pon peut tirer au jour le jour de la comparaison des moyennes diurnes observées et des moyennes normales, envisagées sous le rapport des corréla- tions entre les divers éléments, il existe un moyen de pressentir des anomalies de saison tres-importantes, en notant, précisé- ment aux époques critiques, le sens dans lequel se maintien- nent, avec quelque persistance, les différences caractéristiques entre le fait et Pétat moyen calculé. Mais ce n'est pas tout. En se servent de la formule gí- nérale y TO(4+FE)+36(B4+-3) 458041) +477(D+ HD) 494(E+G)41M10F (11) O NA oú la valeur F' se rapporte á la 6e. année queleonque uno période de 11 années consecutives, nous devons avoir éta- bli, préalablement, la série des moyennes mensuelles hypo- thétiques pour chacun des éléments depuis longtemps obser- vés, et conclure, en extrapolant, á la valeur probable X, an- térieurement calculée pour le mois ou la saison de lannás Memorias.—[1899-1900]. T. XIV.-—38. 298 Memorias de la Sociedad Científica précédente. Une nouvelle indication (valeur de—X), suffisan- te par elle-méme, vient en aide au procédé dont je viens de parler. Ce dernier mode d'intégration suppose, á son tour, qwil existe une longue périodicité climatique basée sur les influences régulieres subies par le Soleil par la superposition de deux ondulations undécennales et tout les 66 ans,;tout Ya- bord. Paris, Février 1900. LA EUROPEA.'' TIP — Y LIT. Mem. Soc. Alzate. México. Cratéres du Valle de Santiago. Tom. XIV, Planche IV, LES voLcaf fa WE E“DE-SANTIAGO PAR hh EN hi de AE pla E Y 87 9b e1I8TO "t......... ¿O9UQAST ¿Gdor cspdip hy NM pisds des 1 pa Mira | : Por ujamo á l'ouest et les eollinos pres! jd E To d EN ah nord. Cette pláino, die bord allongé A =W. puis vera lo N.W avec ses cenfi : Aye pros, est aptorrás : gónéralemoj ye OS DU os ES rs pul yant Ls AATl tion) La Baivinóme n'est do prod migo! ou da dE ei chemin de aaptro A iéhe ponteóo: istdsa Central nait de on. Cratére de Pa- rangueo. 7=--==-... Effondrement Ñ de Solis. - J) - E E —T 5 * - +» Cratére-lac de y] p Zintora. (Cirque de Sta. S Rosa. +Cratére de la Blanca. -Cratére-lac du Rincon. f—-Cratére de Es- trada. LES VOLCANS DU VALLE DE SANTIAGO PAR M. EZEQUIEL ORDOÑEZ, M. $. A., Président de la Société. Planches 1V-1X] LE BAJIO. Parmi les divisions topographiques definies dans le Pla. teau Central mexicain par les massifs montagneux y parse- més, il faut citer spécialement cette partie nommée le “Bajio” étendue depuis les environs de la ville de Querétaro jusqu'aux pieds des montagnes de la sierra de Pénjamo á l'ouest et les collines pres de la ville de Leon au nord. Cette plaine, dY'a- bord allongée dans la direction E.-W. puis vers le N.W. avec ses cent cinquante kilométres á peu prés, est entourée généralement par des montagnes élevées et par des sierras sui- vant plus ou moins la méme orientation. Le Bajio méme n'est pas une plaine uniforme; beaucoup de montagnes isolées ou de groupes de collines semmées pále-méle altérent sa régularité, mais laissant des larges espaces plats Vailleurs bien cultivés et traversés par des bonnes routes carrosables. Le chemin de fer Central coupe Yun bout A Pautre cette riche contrée. L'importance de cette partie du Plateau Central nait de la grande fertilité de ses terres, de la variété de produits agri- coles y recoltés. Humboldt dans son “Essai Politique” nous montre déja la forte production surtout des céréales et fait 300 Memorias de la Sociedad Científica LAI ILLINOIS remarquer en passant que tres développées les formations yol- caniques, les basaltes et tout le matériel des voleans ont con- tribué par une décomposition, á fomenter la puissance agrico- le des terres. Trés juste Pobservation du savant, nous voyons que la plus grand partie du Bajio, constituée par des moder- nes formations volcaniques se caractérise par une trés pro- fonde érosion dont les progres se devinent dans chaque mon- tagne á pentes adoucies et aux sommets arrondies. Si une restauration était posible nous aurions á mettre dans beaucoup d'endroits, des hauts cónes tronqués, des dó- mes, etc.; tels sontnombreux les traces des voleans et les cou- lées des laves. Quant aux chaínes limitant le Bajio elles sont de nature géologique tres variée, méme compliquée. Lálesmon- tagnes s'élevent assez rapidement en donnant un contrast ac- centué entre les pentes ravinées et la plaine du Bajio yoisin- ante. Le Bajio est déprimé vers son milieu et déja la depresion s'annonce par la course de la riviére de Lerma. Aprés la nai- sance de la riviére dans les marécages du sud-est de la va- llée de Toluca et de se forcer un passage á travers les ré- gions fort dénudées d'Ixtlahuaca et Maravatio, elle penétre au Bajio jusqwá Salamanca d'oú tourne rapidement au sud- ouest et sS'élance au sud de Pénjamo dans des vallées étran- glées avant se déverser dans le lac de Chapala. En jugeant de Vinclinaison trés uniforme de la plaine vers son miliew, méme de la course des afluents que des tous cótés viennent rejoindre la grande riviére, on a bientót Vidée que le Bajio est une espéce de cuvette irrégulicre échancrée au sud—ouest par od sorte la riviére de Lerma. Les traits topographiques que nous croyons assez péculióres, ici, les conditions du climat qwen ressor- tent suffisent done pour caractériser la région et expliquent le nom avec lequel on designe cette petite fraction du grand Plateau Central. P Un vaste réceptacle limite pour ainsi dire le Bajio au mi- 1 Antonio Alzate. 301 SNDALLILILIILIIII/LILIILIIII LIDIA TILL di. C'estle lac de Cuitzeo qui verse une partie de ses eaux par la riviére de Moroleon dans VPenceinte voleanique nommée lac de Yuriria V'oú sortent les eaux par un canal pour aroser les terres magnifiques du Valle de Santiago. Des travaux de canalisation plus vastes dont on annonce déja VPexécution porteront les benefices des eaux dans un rayon plus vaste de la riche contrée du Bajio. Le groupe volcanique du Valle de Santiago, . Nous ne pouvons pas porter nos études sur toute Véten- due du Bajio dont le caractére essenciellement volcanique est déjá connu. Etablir les relations géologiques des chaínes li- mitrofes imposerait une táche hardie. Nous allons seulemen: nous occuper de la région des volcans circonscrite dans le Dis- trict du Valle de Santiago qui nous offre un intérét tout Spé- cial A cause des nombreux cratéres y pressés les uns contre les autres, quelque fois soutenus par des grands cónes mais la plupart s'élevant á peine du niveau général de la plaine. Les cendres volcaniques, les tufs, les bréches de scories volcani- : ques méme que les laves massives s'etendent dans une gran- de surface, et la prédominance de chaqu'un de ces matériaux, introduit dans les estructures des modifications sensibles dans sa forme et origine. Dela l'intérét rapporté par cette région volcanique qui frap- pe dailleurs vivement Vattention par les traits péculiers du paysage, les grandes dimensions des eratéres quelqu'uns remplis á moitiéó Vean, la suecesion clronologique bien claire des appareils et le commencemet de Vérosion á laquelle Phom- me a pris une grande partie. Nous noug croyons icien face d'un centre de voleans extincts qui pouvait bien étre décrit A coté de ces régions du globe devenues classiques par la netteté des phénoménes qu'y se sont passés et les lumidres qui ont por- tés á la science des volcans. 302 Memorias de la Sociedad Científica nro Dans Vimmense aire volcanique du Bajio intimement liée _awec les régions non moins volcaniques du sud du Plateau Central ou nous voyons tous les degrés possibles de la dénu- dation, il est curieux de voir ce groupe volcanique trés ra- courci du Valle de Santiago, dans un coin du Bajio qui nous semble avoir été formé dans une date tout recente; tel est appreció par la clarté des formes. Elles sont ici tellement fraíches qu'on songe tout de suite á une date toute actuelle. De la sorte de phénomenes qui ont donné naissance aux cra- téres de Valle de Santiago 1l paraít qwils constituent un grou- pe dans quelque maniére apart quoique appartenant A la der- niére étape volcanique dont les manifestations se font sentir encore dans des autres endroits du Mexique. La ville du Valle de Santiago donne le nom á un District de PEtat de Guanajuato; elle est situése dans le Bajio á 23 km. au sud de la ville de Salamanca prés d'un groupe de monta- gnes avancées dans la plaine. C'est aux flanes de ces montagnes oú sont placés le plus grand nombre des cratéres reconnus Va- bord á la formo trés réguliére de cónes tronqués, á la disposi- tion rayonnante de ses ravins, et mieux encore á la forme cir- culaire des bords qui inégalement élevés, montrent quand ils sont vues de loin, la cavité qui occupe le milieu de chaque có- ne tant le plus haut, supporté par une base trés ótendue que ceux élevés presque immédiatement de la plaine. C'est sans doute pour rappeller cette apparence des crate- res Yoú vient le nom de “Ollas” (pot, marmite) apliqué á chaqu'un Veux qui substitue bien mienx le mot de Caldera * introduit depuis longtemps pour désigner des appareils sem- blables. 1 Quoique ce mot ait été usité dans des pays d origine espagnol, nous ne connaissons pas au Mexique que deux cratéres jumeaux qu'aient regu ce nom. Ces cratéres de tufs se trouvent prés de la ville de Mexico á cóté d'un cordon de cratéres de bréches. “22 SA n Antonio Alzate. 303 Le cratére le plus voisin de la ville de Santiago est nommé “La Alberca” c'est á dire un étange en allusion aux eaux qui couvrent le fond du cratére. On designe sous le nom de “vol- can de la Batea” á la plus haute montagne prés de la ville, avec son cóne tres élégant, régulierement raviné soutenu par une base tres élargie. Le haut cóne terminal avec son cratére au milieu, rappelle fort bien une “batea” espéce de terrine en bois qwon fabrique au Mexique pour des usages domestiques. Dans un brochure presenté par Mr. Pedro González' aux séances du XI Congrés d'Américanistes réuni á Mexico il y á cinq ans, nous trouvons de notices succintes des cratéres du Valle de Santiago. L'auteur fait remárquer que la tradition montre l'emplacement du Valle de Santiago comme le lieu pré- historiquement connue des “siete luminarias” (sept feux) en allusion peut étre aux sept cratéres existant aux environs de la ville. Il parle aussi de quelques indices comme par exemple un dessin imparfait taillé sur la roche d'une grotte qui serait pour lui limage d'une éruption volcanique peut étre lérup- tion Yun des cratéres de Santiago á laquelle auraient asisté les aborigénes tarascos ou mexicains. Ce gravure ainsi que le nom des sept feux de la tradition sont de preuves assez for- tes de la formation ou au moins de l'activité trés récente des cratéres que nous allons décrire tout á Pheure. Disons en passant qu'il y a dans la localité des noms trás caractéristiques. Par exemple, le plus grand cratére-lac est appellé Yuririapúndaro que dans la langue des “tarascos” veut dire “lac du sang,”? car il recevait dit on dans ses eaux les cadavres des indiens tués par les conquérants espagnols. 1 P. González.—“Algunos puntos y objetos monumentales del Esta do de Guanajuato.” 1895.—Je dois faire ici un hommage á la bienveillance de Mr. Pedro González, M. $. A., pendant ma visite au Valle de Santiago. Je lui dois aussi quelques unes des photographies qu'illustrent ce mémoire. 2 Op. cit. 304 Memorias de la Sociedad Científica OSOLLLILI II DIIIIDIZIIL LIDIA LILLILEIIIL Quelquw'un qui ale voyagé par la région volcanique du Va- lle de Santiago, serait tout de suite frappé de aspect de ce pays. Les lignes réguliéres, méme symétriques des bords et des talus des cratéres sont bien marqués á cause de l'absen- ce des foréts. Les pentes se sont uniformées ainsi que le ter- rain environante par la culture que homme á poussé jusqu'á transformer dans un joli champs de mais cette vaste nappe de sable et du tuf. Aprés les récoltes, pendant l'hiver, le terrain, Yun brun chocolat, acquiert la monotonie et la. tristesse des régions encore désolées par les phénoménes volcaniques. La culture du mais s'est faite avec grand succés dans le fond mé- me de chaque cavité cratérique á sec, plus ou moins aplanie déja par le commencement de lérosion. Tout raprochés qwils sont les uns des autres tous ces cra- teres ils ont généralement des grandes dimensions surtout si on les compare avec la hauteur de ses rebords. En vue de ce fait méme que de lhomogénéité de leur structure nous pen- sons que la plupart deux appartiennent á la catégorie des cratéres dits explosion. La plus petite cavité se trouve au sommet de la plus haute montagne. “La Batea” la seule qui nous montre ici tous les phénoménes succesives d'un vol- can: émision des laves en coulées superposées étendues á la base formant ce qui nous appellons “Mal pays,” puis éruption des produits triturés, de gaz et vapeurs échapés par la che- minée autour de laquelle un rebord de bréches, de escories, de cendres se forme, laissant une cavité en entenoir. En fin ce volcan á été le centre principal Vactivité. D'un.et Pautre có- té de ce point se sont alignés les grands cirques qui ont pris naissanse par des coups violents, par des veritables explosions. Nous donnons dans la planche IV une vue d'ensemble de quelqu'uns des cratéres tels qwon les voit du sommet du cratere du volcan de la Batea. On peut juger par cette pers- pective de la prochaineté relative de ces cratéres et encore de la tendance A se placer selon une direction. On voit mieux ca — % ' > Ñ ] ' pie ) el : yA ee OÍ +: A aña el A We We A y | . pa - e F: de j . y Ñ y 3 a le > 2, dE ds A eE A A O PAN b 1 N A : a 5 7 $ di ÓN 10 5 "L E e JR j e en, ] ies! O a lo nd NEO 1 á e, ¡A Ni JA - RN á " 0 [VOY GS mí Y - á DIV: 4 e 10l AS AO e UN 8 lion BROS» a EN mí A 7 7] . e +2 Ss = j E e 0 - > o W Ms . (ql ten E ce e y rs a e 500 A A edi co 4 il pd” JN . 5 le ce . 0 o 7 ye? A ] ) "Da e E po ae Ador O 1 e pd A y el to $. 40 MN a (Ni AA - » O O dl b A sl 8 Y NA nn E 1 Mer ee ¿ Ñ Ms a IR qee AA . 1 ¿ A q ón y MS da dd d uN NS e US OS IERIOA UN CN Mem. Soc Alzate. México. Tom. XIV, Planche Ye E 3) , 5 AID 2 Se y 1 > 1 CRATERES DELS VALLE DE SANTIACO £scala de /:80,000. BNtagdalera h E Mem, Soc. Alzate. México. Tom. XIV, Planche VI. “LA EUROPEA.” TIP. Y LIT. Vue du Bajío et du Cerro de Culiacán “Antonio Alzate. 305 AIILIILIIIS LILIA LAI LI LILLE AA ALL LLL dans le croquis que nous avons formé, (Pl, V). Hors de ce pay- sage vraiment splendide étendu aux pieds méme de la Batea un simple coup d'ceil au delá du groupe montre un nombre in- comptable de volcans dans tous les états de la destruction qui semment et entourent ici le Bajio. Tls ferment presque des tous parts l'horizon, ils ne peuvent pas se rapporter á une seu- le orientation. : Autres volcans du Bajio. Placons nous pour le moment sur le cratére de la Batea, élancé A 450 métres á peu pres au dessus de la plaine du Ba- jio étendue au nord comme un grand plan incliné vers cette direction; on verra au dela de Santiago, de collines aplaties interposées entre cette ville et cello de Salamanca. En pas- sant par la route qui lie ces populations nous avons observé facilement la nature volcanique. De laves basaltiques cons- tituent les collines, de bráches conronnent les sommets, res- tes des cratéres enlevés par lerosion. Plus loin, toujours au nord, ou decouvre la cháine des Cruces tout pres de Salaman- ca avec un cóne et cratere bien reconnaisable. Aprés ces montagnes la plaine sétende jusqwá la base de la Sierra de Guanajuato qui projette á l'horizon le grand pic du Cubilete et les crótes du Gigante et des Llanitos. Une trés haute mon- tagne “le cerro de Culiacán” se profile á Porient avec ses pen- tes régulidres et symétriques. (Pl. VI). Ce cóne gigantesque accuse par la forme sa nature volcanique; au sommet restent encore des bréches et des cendres. Du cóté ouest et sud-ouest les voleans sont plus nombreux; nous citerons seulement le “cerro de las Jicamas,” celui de la “Torre”, lecóne avee son cra- tére de Villachuato et le cerro de Huanímaro. Au sud se trouvent les cerros Grande et du Pule aux pieds desquels se leve la Batea et le groupe des cratéres que nous étudions spécialement., Memorias.—[1899-1900].—T. XIV.—30, 306 Memorias de la Sociedad Cientifica wm ” 1 paraít que sur la direction S E-N W. gisent le plus grand nombre des volcans, c'est aussi dans ce sens que s'alignent les cratéres de Santiago. Un deplacement de Vactivité volca- nique aurait eu lieu dans cette ligne oú nous voyons tout une série de volcans et de sources thermales depuis le volcan de San Andrés á 50 km. de Santiago au pied duquel se trouvent les geysers que Saussure á décritle premier. On domine des “la Batea” entre ce point et le volcan de San Andrés qui est vu á peine á Vhorizon, le volcan de Salvatierra, le Mengueró, le Pejo et les hauts cónes de los Pastores et Santiago qui entourent le lac de Yuririapúndaro. Une autre montagne “Ce- rro Blanco”, entouré de petits cónes adventices, en partie de-. truits, completent le cercle volcanique de ce lac. Un rebord semicirculaire bas, détaché du cerro de Santia- go separe le lac, du cratére—lac de Y uriria, le premier du groupe des cratéóres de Valle de Santiago et le plus large avec ses 2000 metres de diamétre á peu pres. Il est á remarquer le parallélisme du cordon volcanique avec la direction de beaucoup de sierras géologiquement diffe- rentes disséminées au sud du plateau Central. Dans des régions voleaniques fortement dénudées il est fréquent de trouver des petits cónes escarpés, formés de la- ves dures qui ne sont dans la plupart des cas, que le restant de yieux cratéres ou á mieux dire des cheminées volcaniques obstruées par des tampons de laves, lesquels on les volt sou- vent tant dans Europe qwen Amérique: Mr, Dutton ' parle de labondance de ces petits cónes sur le plateau volcanique de Mount Taylor. Il donne une étude assez detaillée de ces cu- rieuses estructures désignées sous le nom de “necks,” mot équivalent 4 ce de tetillas que nous avons employé bien de fois au Mexique pour des masses laviques semblables. Deux ou 1 C. Dutton. Mount Taflor and Zuñi Plateau. Sixth Ann. Rep. U, S. Geol. Surv. 1884-85. | | b AA DAA O A DO e "Antonio Alzate. !! 807 VOODELDEOEIIIIIIS III DIIIII LILIA trois necks ou tetillas proprement dites se voient á Pouest du volcan du Rincon tous élancés dans la plaine du Bajio qui est prolongée Pici dans une grande étendue au nord et á Pouest. On songe, en vue de,ces monticules rocheux, isolés, á peine élevés, á des volcans détruits. Ils representent l'arridre-garde du magnifique cortége de voleans dont nous avons ennoncé les principaux. Si dans limmense aire volcanique du Bajio, on trouve tous les états de la destruction par lérosion dans les nombreux appareils il est naturel á suposer que les phénomónes éruptifs ont été reproduits d'une maniére succesive par des déplace- ments du point dactivité. Le contrast remarquable entre les volcans Véruption et ceux du type d'explosion du Valle de Santiago, montre á nótre avis que ces derniers sont la fin de la série, les représentants de la derniére et toute récente étape qui ferme ici les phénoménes éruptifs. Les grands crateres de Santiago, sans coulées de laves, si peu élevés, formés Pun coup par explosions non moins que par effondrements, mon- trairalent jusqu'á un certain point Paffaiblaisement des forces internes au dessous de cette contrée. Les cratéres resulterai- ent donc d'éruptions avortées, arretées aux premiers moments de leur naissance; quelque chose peut étre comme des érup- tions embryonnaires pour employer les termes des modernes vulcanologistes. Aspect général des crateres du Valle de¡Santiago. Comme ce qui passe dans beaucoup de centres volcaniques avec des grands eratéres Vexplosion, ceux ci occupent une po - sition excentrique aux plus hauts et plus anciens volcans com- . posés. Indépendamment de l'excentricité des cratéres—-lacs du Rincón et de Yuriria aux volcans voisins tout le cordon des cratéres se trouve aux pieds des hauts volcans (Cerro Grande et du Tule, etc.) De son part le volcan de la Batea aussi récent 308 Memorias de la Sociedad Científica OIL DIAL PI s'estformé á coté d'une montagne, le Cahuajeo, volcan qui rap- pelle le type des Puys. Le groupe volcanique du Valle de Santiago est composé de treize cratéres parsemés dans un espace de quatorze kilo- métres de longueur depuis le cratére de Yuririajusqu'au pied du Cerro del Rincón au flanc duquel se trouve le cratére-lac du méme nom. Mieux qu'une description de la situation rela- tive de ces crateres, le eroquis que nous avons formé donne une meilleure idée. Le sommet du volcan de la Batea a 2215” au dessus du niveau de la mer, est le point dominant autour duquel sont placés le plus grand nombre des cratéres. D'a- bord dans le flanc S. E. tout pres des villages de San Geró- nimo et de Magdalena deux grands cratéres soudés s'alig- nent dans la direction SE-NW. Le dernier de ces jumeaux limite la vaste nappe V'eau de Yuririapúndaro. Au milieu du fond aplani des ces cratéres viennent se lever subitement, les pentes extérieures un des plus beaux crateres, la “Olla de Flores” qu'a dú détruire pendant sa formation, les bords S.W. et N.W. des plus anciennes “ollas”. Quand on gagne le bord du cratére de Flores on a un superbe spectacle dú surtout á la régularité de la forme circulaire, á la profondeur et aux pen- tes abruptes de lPintérieur; des murs rocheux presque verti- caux forment des anneaux succesivementéchelonnés. On peut s'asurer aisément qwils sont des coulées de laves superposées. La végétation couvre seulement les ravins qui vont jusqu'au fond oú le sol plat est erisé de petits monticules de bréches autour desquels on cultive le mais. Un seul acces facile permet Varriver au fond, route défen- du par une porte seulement ouverte aux bestiaux et aux ha- bitants du fond, qui peuvent d'ailleurs sortir A pied par un au- tresentier trés incommode. Au dire deJuda (*) Pentrée unique qui donnait accés au grand cirque couvert de bois d'Astroni (1) Judd. Volcanoes, “Antonio Alzate. ' 309 aux champs flegréns, etait defendu par des portes comme une propriété de la couronne d'Italie reservé á la chasse royale. Les pentes ouest du cóne de la Batea sont arretées brus- quement par les bords d'un autre cratére non moins profond et grandiose, “la olla de Zíntora” de 1500 m. de diamétre et plus de 140 métres de profondeur, encirclé aussi par des escarpe- ments de laves et couverte le fond par des eaux fortement al- calines. Dans les plages entourant le lac on fait la culture de la canne 4 sucre. Comme le fait voirnótre gravure,á peu de distance au N.W. du cratére de Zíntora il y en a deux cratéres trés raprochés lun de Pautre nommés “olla de la Blanca” et “olla-de Estrada,” cir- ques énormes de bords peu elevés etconstitués essentiellement de lapilli et de bréches. Un mamelon de laves massives se l0- ve au sud du cratere de la Blanca surle rebord; une partie du fond est occupé par des monticules de bréches hauts de 104 30 métres groupés á maniére de former un cratére intérieur détruit par V'érosion. C'estd'iciqw'on a tiré depuis longtemps le tezontle(")pour les constructions dans la ville du Valle de Santiago. En face du mamelon du sud du cratére de la Blanca et jus- tement au pied, on apergoit une cavité circulaire dépourvu de rebord, peu profonde mais de parois verticaux formés de la- ves. Il n'y en pas de bréches; les tufs qui forment dans les au- tres erateres le sommet des bords, n'existent pas en abondan- (1) Le mot indien de Tezontle est d'un usage trás répandu au Mexi- que ets'applique d'ordinaire aux laves spongieuses ferrugineuses profitées avantageusement dans les constructions par sa légeretó et sa forte adhé- rence aux mortiers. Nous,avons introduit le mot dans nos descriptions pétrographiques car il denote un état physique particulitre de la lave Nous avons distingué le Tezontle basaltique et "le Tezontle andésitique. Dans les vieux bátiments construit par les espagnols á la ville de Mexico, le tezontle fút employé dans les fagades coupé en blocs plus gros que les briques ordinaires. “310 Memorias do la Sociedad Científica ” PILLS ce et elles viennent des cratóres voisins etant naturellement les couches inclinées vers Vintérieur. Cette cavité, connu sous le nom de “olla de Solis,” West qu'un effondrement, aucun au- tre phénoméne de nature voleanique s'y est produit. Nous voyons dans cette subsidence un exemple frappant de la ma- niére dont ont dú s'inicier la plupart des cratéres du Valle de Santiago. Nous nr avons pas observé aucun, changement dans la topographie du terrain autour de Peffondrement. Derriére les deux petits cerros quwon voit á gauche dans la planche IV qui laissent apercevoir encore ses cratéres ébre- chés, existe un gran cirque, la “olla de Parangueo”, cratére lac de deux kilométres de diamétre encirclé de laves et de tu£s; á bords elevés au sud et abatu jusqu'á la plaine du cóté nord. Le dernier terme de la sério des cratéres estle grand cratére-lac du Rincon qui comme la Caldeira de Palmas et le lac Pavin, les cratéres-lacs de Nemi, celui Albano et un nombre d'au- tres se trouvent hors de axe des montagnes, qui sont des vol- cans plus anciens plus attaqués par P'érosion. Les remparts exterieurs du cratére-lac du Rincon reposent sur le fond d'un énorme cratére de tufs dont on a seulement une partie de ses bords, le reste ayant été sustrait pendant la for- mation du cratéóre-lac du Rincon, méme que par les eaux cou- lants vennant de Pouest et qu'innondent chaque année la partie du vieux cratére limité encore par le bord conservé. Le cirque immense de Sta. Rosa ainsi nommé á 4km. de diamétre A peu pres, forme un enceinte magnifique par la culture; vas- te explanade qui a regu le matériel une dénudation puissa- ment exercés. Des treize cratéres que nous vennons ('énumerer nous avons vu que cinq contienent de leau dans leur fond; le pre- _mier des cos lacs se trouve á Pextréme S.E. du groupe volca- nique, les quatre autres forment les vertices d'un quadrilatére. "Antonio Alzate. .: 311 I'estructure géologique, Aprés ces généralités qui donnent une idée de Paspect Vensemble de la région, il nous reste á parler de Vestructure et conditions de formation de chaqw'un des appareils. Avant son apparition, les traits principaux topographiques etaient peu différents de ceux qwils sont maintenant; les cratéres "ont venu que modifier un peu le talus faible des montagnes pres de leur base. L'événement plus remarquable serait la forma- tion subite du cratére effondré de Alberca que surgit direc- tement de la plaine elevant ses rebords á 80 métres á peu pres au dessus Velle. Sous le point de vue géologique les changements n'ont été pas trés importantes. Ce ne sont que des nouvelles couches de tufs deposées autour des cavités et étendues plus loin cou- vrant d'une nappe jusqu'aux bords de la plaine. La tectonique ne s'est pas modifié sensiblement. La stabilité des terrains voisins á des cratéres d'explo- sions est un fait presque universel (') reconnu dans tous les modernes études, jettant par terre les fondements de la vieille théorie des cratéres de soulevement. Le Bajio est une plaine quaternaire constituée de grosses couches de tufs formées pendant le régime lacustre de la contrée. Ces depóts vont jusqu'une grande profondeur. La re- gularité des assises, lhomogénéité, méme que Puniformité de Pinclinaison d'ailleurs tres faible, accuse la forme tranquille de leur depót avec le matériel volcanique emporté parles eaux (1) Quelques exemples suffisent pour montrer combien la loi est gé- nérale. On r'a pas observé aucun dérangement dans le voisinages lors de la formation du cirque de Santorin, de la Caldeira de Palma de quelques volcans de Java, ainsi que des environs des cratéres d'Auvergne et des maares de Eiffel. La formation de nos cratéres rappele en beaucoup de points celle du cratére de. Montechio dans le mont Vulture d'apres la des- cription faite par G. de Lorenzo dans un tout récent ouvrage. (Studio geologico del Monte Vulture. Napoli, 1900. 49) 812 Memorias de la Sociedad Científica IDINLLLILIDIDLII/DIIIIA e. wm rss e 2 1 IDLIOLDIDII pendant une dénudation longtemps exercée. Des nappes des laves, des minces couches des cendres et du lapilli s'interca- ent; ce qui prouve que non seulement les produits de Pérosion venaient remplir le bassin mails aussi le matériel des éruptions volcaniques qui tombait directement dans les eaux. Bien aprés la rétraite des eaux du Valle de Santiago une recrudescence de Paction volcanique se fait sentir dans les montagnes voisines, innondant avec ses laves une partie de la plaine.. Les volcans de Rincón, le Cahuajeo ef les petits cónes pros de la Batea jettent de laves en coulées qwat- teignent la plaine oú on les yoit maintenant avec ses contours sinueux et donnant au terrain cet aspect rugueux, stérile du malpays en contrast avec le sol mou et fertile sur lequel les laves ont coulé. Unes, derriére les autres, des coulées de laves se sont superposées et vinrent former á la fin un manteau qui couvrit les flanes des volcans et la plaine voisinante. Voici en quelques mots Pétat de la contrée avant Papparition des egrands cirques explosion. Seul le volcan de la Batea a dú continuer ces éruptions bien aprés le repos sulvi a ces éruptions mais il d'a jetté plus de laves en couleés. C'otalent les cendres, des pierres et des bombes les seuls produits qw'entassés autour de la cheminée ont dú former le cóne des bréches qui soutient le grand có- ne de laves. (planche VID). - Actuellement le malpays West pas découvert dans toute son étenduo, il apparalt seulement dans la plaine oúles coulées ont trés peu d'inclinaison ou dans les sommets quand elles forment des escarpements. Les pentes, les bords de la plu- part des nouveaux cratéres, tout est récouvert un gros de- pót de tufs divisé en mincés couches d'une couleur jaunátro gris, inclinées en diverses sens en rapport avec les accidents du terrain sur lequel se sont deposées. Ce matériel est venu régulariser pour ainsi dire les pentes, coupées aujourd'hui par des ravins profonds cavés par lérosion. Les couches des "TIA 949Uelg 'AIX "uoL «(9183 8T,, 2P UBIJOA 37 115A dit a" V3304N3 YA, "ODIXIJA '218Z[Y "908 'LIIJAL ES 4 “TIA 949UEId “AIX "Wo L *(p1ON AP NA) ¿(SDSQIVT),, 9E[-21Q181D ST "ODIXIJA] “9IBZ[ Y '90S “UIIIJAL 14*va2d0YN3 YA,, 'LNMA “gil U U 1d q a (pns np SMA) ¿B99IV/T) DE[-9UQIBAD DT *v3408N3 v1,, "IMA “dil XI *youeld AIX “woL 'ODIXPJAL '9I8Z[Y '90S WA Ú V í j "Antonio Alzate. 313 III DINOS LLO LIO LL III OO IL ASA DILI OI OLI LDL ILL IIIIORN tufs uniformement étendues et sans végétation, symétrique- ment rigolées parles labourages, font admirablement ressor- tir le caractere volcanique de ce pays. De la maniére d'apres laquelle les tufs sont deposés dans les anneaux eratériques on a une preuve évidente de Pori- gine de ces produits. lls dúrent avoir été projetés pendant les explosions et les éffondrements dont les grandes cavités cireulaires ont été le résultat. Dans quelques endroits les couches des tufs contiennent des nombreux blocs de laves tantót anguleux tantót rond- eux ou contournés avec Paspect des bombes. Sur la route prin- cipale qui lie la ville du Valle de Santiago et les villages prés du lae de Yuririapúndaro, on trouve ces pierres en grande aquantité. La route dont nous parlons monte en pente faible les fianes du cóne inférieur de la Batea jusqu'á la base du có- ne de bréches supérieur. Un col á 250 métres environs au des- sus de la ville sépare ce volcan des rochers qui couronnent le sommet du cerro de Cahuajeo. É Les couches de tufs, gris jaunátres, ont un épaisseur va- riable de quelques centimétres jusqu'A deux ou trois decimé- tres, friables, se laissent diviser en des petits morceaux angu- leux dont les surfaces de division sont la plupart couvertes Yun enduit de tuf calcaire déposé par les eaux d'infiltration. Intercalées entre un certain nombre de couches, on voit sou- vent de minces lits ou de lenses de cendres et du lapilli bien reconnaisable immédiatement á sa couleur sombre ou noir. (Quoique le matériel constitutif des couches soit parfois en gros grains, on peut aisément distinguer sur les surfaces de séparation des couches, les marques laissé parles eaux quand larochen'avaitpas assez de consistence. Ainsiles surfaces sont silloneés de fines arétes ondulées formant des séries concentri- ques comme celles qui donnent une matiére visqueuse en con- lant. Autres fois les marques ressemblent les courbes faites dans les sables par les eaux en monvement. Quelqu'un a Ta- Memorias —[1899-1900]. T. XIV —40 ERE! Memorias de la Sociedad Científica AMALIA IIA, massé, dit on, des échantillons des tufs qui montrent dans les surfaces les empreintes des pattes des oisseaux dont un exem- plaire est conservé dans la collection de l'Institut de Guana- juato. : Il est á premiére vue difficile de se faire une idée juste sur le mode de formation des ces couches des tufs si régulié- rement sédimentées, assez inclinées pour s'assurer tout de sul- te qwelles ne sont pas formées sous les eaux et cependant elles ont remplie un róle decisif dans sa formation. Certaine- ment dans quelques régions volcaniques on a asisté dans nos jours á la formation de tufs pendant des éruptions boueusés et des déluges de boue. Mais la régularité de lépaisseur de chaque couche dans une grande étendue montre que ce r'est pas le cas 1c1 et qu'il s'agit plutót des projections du ma- tériel détritique acompagnées de pluies abondantes ou des vapeurs. 1l y aurait des courtes interruptions dans les pério- des paroxismales des projections. Un exemple remarquable de cette périodicité nous est donnée a l'heure actuelle par quelques volcans de Java. Les tufs en couches regulieres forment toujours une par- tie des grands cratéres, des caldeiras ou des maares. Il doit avolr comme on a invoqué autrefois, un rapport entre la for- me explosive des éruptions et le caractére physique du maté- riel projeté. Répétons avec Mr. de Lapparent que la tension des gaz atteint son maximum lá ou les laves font défaut. Les laves qwon voit dans les paris escarpés de nos crateres existaient avant leur formation comme nous Pavons déja dit. Les tufs couvrant la plupart de la région des cratéres du Valle de Santiago offrent trés différente inclinaison ainsi que diverses orientations comme il est facile do s'assurer dans les escarpements des parois des cratéres et dans les nombreux coupes cavés par les eaux dans les pentes du terrain. D'une maniére générale, les pentes coincident avec Pinclinaison des + " Antonio Alzate. 315 A A AA A ES A AN couches. Fréquemment on suive par les sentiers des grands espaces oú on voit la surface nue une seule couche; on ob- serve des petites ondulations, l'inclinaison augmente A pas et mesure que Pon aproche le talus des cratéres. Uno fois gagnés les bords des cratéóres, des escarpements laissent voir les té- tes des couches, parfois elles plongent vers Pintérieur en ven. courbant. Dans les flanes nord du cóne inférieur de la Batea les couches sont yues dans quelques places légérement voutóes. Cet accident provient trás probablement de la forme du ter- rain qui supporte les tufs. Nous avons observé dans Vautres régions volcaniques mexicaines cette encourbement des lits du tufs, vrais voútes creusées A Vintérieur si Pon juge par le bruit sonore produit quand on marche sur leur surfaces. Nous ne pensons pas que cette forme lá soit le résultat Puno intu- mescence que serait bien difficile 4 expliquer á cause de la peu de résistence des tufs. Les couches des tufs atteignent dans les talus des crate- res jusqw'á 350 d'inclinaison. Chaqué cratóre a jetté les tufs qui se sont deposés a son partour et cependant le matériel est le méme dans tout les era- téres et dans toute la surface du sol. Ca fait voir qwelle a le méme origine, done, Vapparition des quelqu'uns des crató- res dút étre contemporaine ou immédiatement succesive. Bien que tous les cratéres sont couverts d'une nappe con- tinue de tuf ponceux avec un épaisseur trés variable, les au- tres produits volcaniqnes qui rentrent aussi dans la constitu- tion de quelques anneaux nous montrent qua part du matériel en partie arraché aux parois das cheminées il restalt dans les profondeurs un résidu lavique quí s'est forcé un passage sous une forme aussi détritique. Nous avons parlé déja des lits de sables que s'intercalent dans les tufs et des cónes de bréches qui occupent le milieu de quelques cratáres. Sila manidre d'a- prós laquelle on pris naissance les cratóres a 6tó la mómo 316 Memorias de la Sociedad Cientifica PITIDO TICA pour tous, la présenee de ces produits á la fin, a dú introduire- des différences dans Vallure de chaque cratóre. C'est en face - des diverses apparences Pod viennent les groupements que nous faisons dans les pages suivantes. Crateres de breches. Sur Pemplacement Pun vieux volean qui eut jetté sur- tout des laves, un cóne de bréches de scories de deux cont métres de hauteur s'est formé. Ce cóne (La Batea) est constitué comme tous les cónes de débris, d'une série de couches imparfaites de scories en frag- ments de grosseur variable plus ou moins fortement adherés. Au sommet du cóne on vyoit encore la cavité cratérique peu profonde, presque circulaire, de 400 métres de diametre. 11 yy a rien de remarquable dans un tel cóne construit dans des conditions tout á fait semblables á ceux qui surmontent á des volcans Vactivité affaibli. Mais il y en a dans le voisinage de ce volcan, deux grands cratéres de 1800 m. de diamétre a peu pres trés rapprochés et si peu élevés sur le sol qw'ils mon- trent á peine la forme conique de:ses talus. Quoique couverts en partie de tufs ce sont les bréches qui dominent dans leur structure. Supportés par une base de lave comme tous les ecratéeres de la région, wexistent pas cependant des indices d'avoir été au- trefois des centres d'éruption. 1ls seraient en quelque sorte- de volcans parasitiques mais formés brusquements par de vé- ritables explosions. Nous avons parlé du mamelon de lave qui couronne le bord sud Yun deux, celui de la Blanca; une- masse sortie fondue par une crevasse. Apreés la formation subite du grand cratére, du fond sur-- git un autre plus petit cratóre par des explosions répétées.. Le matériel ferma bientót la cavité; il ne se voit aujout-. " Antonio Alzate. 317 Yhui qu'un ensemble de monticules dégradés par Vérosion tous isolís dans la vaste amphitheátre aplani mieux régularisé enco- ro par la culture. L'autre grand cratéóre, nommé “la olla de Estrada” mon- tre comme celui de la Blanca des petites monticules des bré- UACOs. SilicO dos. 2 ls Nous ne eonnaissons pas des analyses des eaux des autres eratéres; nous ecroyons cependant qu'elles ont une composl- Memorias.—[1899-1900].—T: XIV.—41l. 322 Memorias de la Sociedad Científica LILIA nn tion analogue quoique les proportions paraissent plus fortes dans les eaux de VPOlla de Zíntora. Nous devons placer á cóté des tratéres-lacs dont nous vennons donner quelques renseignements, le grand cratére de Flores quira exactement la méme structure puisqwil a dút s'inicier aussi par un éffondrement. Aprés ce phénoméne le cratére n'a jetté seulement des tufs qui ont formé ses rebords mais il a donné a la fin, des laves calcinées qui se sont accu: mulées dans le fond du cratere. 11 y en a des monticules des bréches comme dans les cratéres de La Blanca et d'Estrada. La porosité du matériel qui tapisse le fond du eratere de Flo- res ne permet pas aux eaux de s'accumuler; elles doivent mar- cher assez profondement. L'éffondrement de Solís, En ce qui concerne Porigine de la plupart de nos cratóres de Santiago, POlla de Solís est des plus instruetives. C'est une cavité réguliére, á peu prés circulaire de 450 métres de diametre, de fond plat et des parois á pic de roches á estrue- ture semicolonnaire, comme celles des escarpements des cra- téres-lacs. Un phénoméne purement mécanique a produit cet éffondrement; on ne peut pas reconnaítre des traces d'une ac- tion volcanique. Le sol des environs va pas souffert des dé- placements et aucun matériel est aceumulé autour du cirque, qui a d'ailleurs une trentaine de métres de profondeur. La maniére en quelque sorte naturelle pour s'expliquer un éffondrement pareil, serait celle de suposer une cavité souter- raine, un espace pas tres profond d'oú fút pris peut ótre une partie de Pénorme masse détritique jetée par les cheminées voisines. La couverture lavique, les coulées sorties par des vieilles bouches s'est éffondrée bientót, manque Vapui. Ca a été le cas aussi pour les cratéres-laes mais dessous le cir- $4 Antonio Alzate. 323 DONNA que de Solis il n'y existait pas peut étre des vapeurs et des gaz en tension, pas méme un bain liquide. I"énergie voleanique de la région de Valle de Santiago díút s'épuiser lors de la formation d'un si grand nombre de era- téres. Donc Péffondrement de Solís serait le fait posthume d'une longue série de cataclismes. Ca c'est Pidée qui souléve naturellement le cirque de Solís dont les parois intactes, les rochers penchés nous paraissent datent Vhier. Les cirques de Magdalena, San Gerónimo et Santa Rosa. Si nous aurions eu Pidée de faire nótre description des cra- téres suivant une ordenation chronologique, il faudrait mettre en premiére place les cirques de Magdalena, San Gerónimo et Sta. Rosa, ces grands anphitheátres formés exclusivement de tufs, peu elevés, plus érodés, aux fonds aplanis remplis des produits de la désagrégation et dont une partie des rebords a été enlevé pendant les explosions qui ont donné naissance aux cratéres plus jeunes de Flores et du Rincon. Nous avons dé- já parlé, et figuré dans la Planche V ces demi-cratéres les pre- miers á nótre avis que sous la forme explosive ont apparu apres la formation du cóne de bréches de la Batea au flane du quel se trouvent les cratéres ¡jumeaux do Magdalena et San Gerónimo. Il est á remarquer que les nouveaux cratéres excentriques D'ont pas produit aucun dérangement des couches des tufs des anciens, car nous voyons dans les talus extérieurs la méme régularité observé dans les autres cirques. Les couches ne sont pas toujours réguliérement inclinées vers Pintérieur dú peut-étre á des éboulements. Nous ne pouvons pas juger au- jourd'hui si dans la formation des ces plus vieux cratéres eut intervenu un éffondrement comme dans beaucoup d'autres cir- ques et dont les cavités ainsi lalssées ont été maintenant cou- 321 Memorias de la Sociedad Cientifica OLLILIIIL LILLO LLIL III LDL III III PLLLILLILIILILILILILLIIIIIII0E vertes des décombres et des transports de Vérosion. Ce travail Aa été plus intense dans Vimmense cirque de Sta. Rosa qui se léve á peine du Bajio avec une pente trés adoucie et uni- forme. | RÉSUMÉ, Maintenant nous pouvons résumer en quelques mots ce «¡ue nous avons dit sur Vhistoire du groupe des cratéres du Valle de Santiago: Aprés une longue période Vactivité voleanique manifestéo des la fin du Pliocéne et surtout dans le Quaternaire qu'eutdon- né la physionomie générale actuelle du Bajio, une tranquillité relative permet une régime lacustre dans les bassins. Quel- «ques volcans du type d'éruption, entre autres celui de “La Ba- tea” dúrent continuer tres affaiblies ses éruptions de produits «Jétritiques et des laves qui vinrent s'intercaler dans les assl- ses sédimentaires des lacs. Bientót lactivité encore plus affai- blie de la région se traduit de temps en temps par des explo- sions subites. Des grandes cavités se forment par ou sorte le matériel détritique qui melé aux eaux et vapeurs d'eau con- «Jensés, constituent des bords circulaires autour des centres «Vexplosion et couvrent peu á peu d'un manteau des tufs les nappes laviques des flanes des vieux voleans. Ainsi formés les cirques que nous venons de décrire plus haut, une nouvelle et pas tres forte recrudescence donne naissanse aux cratéres de la Blanca et d'Estrada avec projections des résidus des la= ves. Des explosions suivies dans des endroits voisins, déter- inent des éffondrements qui laissent énormes gouffres que les caux r'ont par tardé d'envahir (crateres-lacs de Zintora, Parangueo, Rincon, Yuriria; ainsi que Polla de Flores). Quant les explosions eurent cessé dans la région, un nouveau éfton- drement a lieu (Solis) qui n'a pas été accompagné d'aucun phé- nomeéne de nature volcanique. "Antonio Alzate " 325 NILO ODIO IO DI OA CITI AA AAA LIL IL LIL LIA I nous reste, pour finir, de dire quelques mots sur les au- tres cratéres du type explosif qui se rencontrent dans des autres endroits du Mexique. On doit faire une mention spé- ciale de la région volcanique du centre de PÉtat de Puebla dans les plaines comprises entre la Sierra de Puebla et les hauts montagnes du bord du Plateau Central dans lesquelies surpassent le Pic 'Orizaba et le Cofre de Perote. 1l y en a, A cóté de montagnes formées des sédiments crótacées, des massifs de roches andésitiques et des cónes, restes des vieux yolcans, un ensemble de crateres-lacs parsemés dans un var yon plus vaste que Vaire occupée par les caldeiras du Valle de Santiago. Dans la plupart de ces crateres, peu élevés aussi sur les plaines et de grands diametres, les bréches de scories, les laves et surtout les tufs rentrent dans leur constitution. On déconvre facilement ici le caractéere explosif des éruptions et quelqu'uns de ces cratéres se'rappellent beaucoup du ty- pe des maares comme par exemple le lac d'Atexcaqui, goufíre. profond de 125 métres jusqw'au niveau des eaux et de 500 me- tres de diamétre. Apart V'une coulée de laves au bord nord et Vune série de couches horizontales de tufs gris et jauná- tres, on voit dans les parois N. W. du cratére, des gros banes inclinés de calcaires cretacées gris avee de nodules de pierre lidique. La roche est parfois métamorphosée, transformée en marble pointillé de grains et petits cristaux du grenat vert- jaunátre. Les calcaires sont couvertes pres des bords par les lares et les tufs. Nous avons visité il y a quelques années dans cette région quatre autres cratéres dont les noms d'Alchichica, Quecholac, La Preciosa et Aljojuca avec lesquels on leur distingue, sont bien connus quoique pas encore bien étudiés les cirques. Si on fait plus tard une étude détaillée de ce groupe inté- ressant sur le point de vue volcanique, il faudrait parler aus- si de beaucoup Vautres cratóres notamment des caldeiras du 326 Memorias de la Sociedad Científica mor AS Bassin de Mexico(*), un cratére d'explosion aux flanes sud du Nevado de Toluca, du petit cratére ou Apasco dans un vi- llage, du méme nom pres de Tequixquiac, etc. A propos de ce nom d'4pasco, Mr. E. Bóse de 'Instituto Geológico vient de publier dans nos Memorias (?) une étude sur “La independencia de los Volcanes de grietas preexisten- tes” dans lequel Mr. Aguilera propose les mots indiens de Apasco, Xalapasco et Axalapasco pour désigner chez nous les dépressions circulaires abstraction faite de leur génése: Apas- co; les crateres et des éffondrements cratériques constitués detufs et cendres volcaniques: Xalapasco; et pour les cratéres lacs: Axalapasco. Ces noms ont été apliqués par les indiens 4 quelqu'uns de nos cratéres surtout á ceux de PÉtat de Pue bla. México, Avril 1900. (1) Pour la situation des caldeiras voir notre étude. “Las Rocas Eruptivas del S. W. de la Cuenca de México” Bol. Inst. Geol.de Mex. . Núm. 2, pag. 20, 1895. (2) Memorias de la Sociedad Alzate. Vol. XIV, 1900. ERRATA : — Page 313, ligne 10 en remontant au licu de lensos lisez lentillos. NOTES BIBLIOGRAPHIQUES. w "we VIRLET D'AousT Coup d'ceil général sur la topographie et la géologie du Mexique et de l'Amérique Centrale. Bull Soc. Géol. France 2éme. série XIII, 1866. l1 dit quelques mots sur la forme et dimensions du cratére-lac de l'Alberca. GUILLEMIN TARAIRE.— Profil barométrique á travers le Mexique entre San Blas et la Veracruz.—Arch. Comm. Sc. Mexique Vol. 3, 1867. pag. 41.—Ce voyaguer compare déja le Bajio á une cu- vette trés surbaissée. Sur lexploration minéralogique des régions mexicaines. Op. cit. pag. 295. 1] parle du groupe intéresant des volcans du Valle de San- tiago. Il y a pour lui seulement deux cratéres-lacs: 1'Alber- ca et la Hoya et fait la remarque que ces deux lacs ont le mé- me niveau á=peu-prés. DotLruT, MONSssERKRAT et PavIE.—Coupe géologique de Perote á Tehua- can. Op. cit. pag. 368. Ils s'occupent á grands traits des cratéres-lacs d'Alchichica, Quecholac et la Preciosa de ''E- tat de Puebla. A 4 UVA qe pe A, 2 aaa aaron. he e ÓN NA A E g ce ds AR. be y y y : > yA Pe ad de 5 Astgilada 5 138 Sanda e Lisa N OS quo: ea bio dei CY EA 6D” 200% dios asta) apra ob ideo arepizo UL ub:. : 9 APS 2002130 DOBLA oie otóS. > cal sabias A sh asoma ta enual al LR arpa aplampinib U da asgrodia Lala, j “vd caplaté sl. pai ñ, ap rddidorad od — COIN E EST aprendo - 4 0 o sor Y as astl 8 den aan k: pise: el 200 os suo d— «Le 394 TOBL ARO | Dd ANOTA pÓn ich 0 EIA É DS dl dor e alv: salt a de da sb 340881 bil UR, eb oling 1 Ai $ soltarse al) Jasmraliiga. inlnog e. Mn AL E Ba sl Hu ql Epab 299 as P arpas al distds ato H al de 6 de seba soria mat y PE deste sh » stpindlosy equo)-— ara d de mano Mi AUT. poh Adic? aora £ tusquoso'a ell .20€ Qe. dio 0 180 mE 1 asaio sl da lodo! sevidoido lab Saniariis" $ Po ¡ale jon L eir tat- dl | ATA Lat Me IA ap AAA mb A 4 ALGUNAS OBSERVACIONES FISIOLOGICAS SOBRE LoS EFECTOS DE LA PONZOÑA DEL ALACRAN DE JOJUTLA POR EL DR. FERNANDO ALTAMIRANO, M. $. A., Director del Instituto Médico Nacional. En la excursión que hice al E. de Morelos en Diciembre del año pasado, en compañía de mis cuatro pequeños hijos, tuve la oportunidad de visitar la población de Jojutla. Mi exce- lente amigo y compañero el Sr. Dr. Amador Espinosa, residen- te ahí, con su amabilidad característica me hizo favor de su- ministrarme multitud de datos interesantes sobre la flora y fauna de aquella localidad. Debido á su ayuda logré excursio- nar en los alrrededores de Jojutla, colectar abundantes plan- tas útiles y obtener datos numerosos de los efectos funestos que causa la picadura del Alacrán, en los niños especialmen- te. Multitud de víctimas de este animal tiene que asistir nues- tro amigo año por año y ha notado que los síntomas caracte- rísticos de este envenenamiento son: sensación especial en la faringe como la que produciría una maraña de cabellos, tem- blor y sensación de frío, hiperestesia cutánea, sensibilidad exe- eiva al aire, perturbación de la palabra y de los movimientos y dispena intensa. La muerte tiene lugar casi en todos los ni- ños en el período de lactancia y es rara en la edad adulta. Con respecto á medios terapéuticos no ha logrado encontrar nin- 328 Menorias de la Sociedad Científica NO IN NIN OL LN OO ZII LLO II LI DI LIL guno de eficacia probada. La medicación se reduce casi siem- pre á abrir la piel en el lugar del piquete y chupar la herida, aplicar amoniaco ó goma de cuajiote, etc., y en el período disp- neico, evuando es muy intenso, á cloroformar al enfermo. En vista de esta falta de medicación especial que salvara á tanto infeliz de la muerte ó de los crueles sufrimientos que les producen, deseaba que se hicieran algunas investigaciones sobre los animales, que nos dieran cuenta del modo de obzar de esta ponzoña; y buscar si era posible producir la inmuni- dad en las personas aplicándoles una especie de vacuna que los hiciera refractarios á la ponzoña ó que los curase en e! es- tado de emponzoñamiento. Aplaudí sus ideas y sus propósitos y ofrecí ayudarlo en estos trabajos, comenzando por averiguar, si como él me sos- tenía los conejos y las ranas eran refractorios á los efectos ve- nenosos del alacrán. De las experiencias que practiqué en su compañía hacien- do que estos dos animales fueran picados por alacrán, resul- tó que no son refractarios, sino que al contrario, sufren rápida é intensamente el envenenamiento y les produce la muerte. Vimos también que el veneno había obrado en el conejo co- mo paralizo-motor produciéndose la muerte por suspensión respiratoria. Al volver á México me he seguido ocupando en el Insti- tuto Médico de este asunto de interés público y he recibido del Sr. Espinosa alacranes vivos y ponzoñas, como él las llama. Estas ponzoñas son el último artículo del postabdomen del alacrán que es el que lleva la glándula ponzoñosa y está pro- visto de su aguijón. Triturados en agua estos artículos ceden su ponzoña al líquido acuoso el que inyectado bajo la piel de un animal produce la misma serie de fenómenos y aun la muer- te como lo hace la picadura directa del alacrán vivo. Otro medio de que me he valido para recoger la ponzoña é inyectarla es exitar al alacrán para que pique, pero evitan- “Antonio Alzate. 329 mas PDD e PARA TAZA ARPA AA AZ A AAA AZ AE AAA AO A do. que no haya algún cuerpo en el que pueda introducir el agui- jón. Se consigue así que brote en la extremidad acerada una. gotita de un líquido transparente que se puede recojer aplicán- dole la extremidad de un tubo de vidrio capilar, como el que sirve para recoger la linfa vacunal. Es más práctico el primer método recomendado por mi amigo el Dr. Espinosa. De esta manera he preparado una cantidad de líquido activo que poder dosificar y determinar con él los equivalentes tóxicos y fisio- lógicos que le correspondan. Para evitar su alteraración he agregado formol, que según parece atenua algo el efecto pon- zoñoso pero no lo destruye, y evita la putrefacción. Los carac- teres de la solución de ponzoña en formol, son: aspecto opa- lino, olor como de saliva, sabor nulo, reacción neutra a! torna- sol, precipitable por elioduro iodurado de potasio y por el bi- cloruro de platino y tóxico para la paloma. De las experiencias que he practicado puedo decir por ahora que los síntomas característicos producidos en la palo- ma, son: inquietud, temblor, paresia motríz, marcha vacilante y después de 30 minutos rigidez de los miembros posteriores que quedan en la extensión forzada de una manera perma- nente, el animal no puede ya moverse, queda en un lugar con reflejos exagerados, con el más ligero tocamiento ó con ruido sufre una convulsión general tetaniforme pasagera. La muer- te tiene lugar á las 8 ó 15 horas por parálisis respiratoria cuan- do la dosis es fuerte (una ponzoña). Cuando la dosis es me- nor, solo se producen los temblores la paresia y la hipereste- sia cutánea y después de 4 á 5 horas recobra la paloma su estado normal. En la rana también se produce la parálisis del movimien- to y de la respiración. Queda inmóvil durante un día ó dos y vuelve á su estado fisiológico. Pero presenta de notable que cuando comienza á recobrar el movimiento ha perdido la facultad de dirijirse. Esta perturbación se hace muy demos- trativa poniendo la rana en gran cantidad de agua. Se ve en- Memorias.—(1899-1900].—T. XIV,—42, 330 Memorias de la Sociedad Cientifica tonces que puede nadar, esto es que mueve bien y fuerte sus miembros y se da impulso pero irregularmente, es incapaz de seguir una dirección voluntaria. Asi hace varios movimientos hasta que se queda quieta con los miembros posteriores ha- cia abajo y la cabeza hacia arriba. Pasadas unas 12 horas de esta pérdida de la facultad directiva, vuelve 4 sus condiciones fisiológicas. Se ve pues, en estas experiencias que la ponzoña del ala- crán es un tóxico de los centros cerebrales, y que mata por parálisis respiratoria. En cuanto á la inmunidad que se pueda comunicar á es- tos animales aun no lo resuelvo. He comenzado hace poco las experiencias en este sentido inyectando cantidades peque- ñas que no produzcan la muerte del animal, pero que le hagan sentir sus efectos tóxicos. Cada 36 4 días repito estas in- yecciones y aun no he observado resultados dignos de comu- nicar por ahora. Pero seguiré mis investigaciones y tendré la honra de comunicarlas á esta ilustrada Sociedad. Estas notas de hoy no constituyen mas que el anuncio de una série de capítulos á cual más interesantes que deseo se es- eriban por todos los que nos interesamos en bien de nues- tros compatriotas. Para facilitar estos estudios lo primero que necesitaba era tener la sustancia tóxica en proporción fá- cil de dosificar y de conservar. Creo haberlo conseguido con la fórmula que he anunciado y si esto es así los estudios po- drán hacerse en varias partes uniformados con una misma pre- paración. Con esta multiplicidad de acción llegaremos pronto á conocer la naturaleza química de la ponzoña y la manera de combatir sus efectos, sea por medio de agentes químico farmacéuticos sea por medios biológicos inmunizando el ser humano ó curándolo con los mismos humores del alacrán. México, Marzo 4 de 1900. A PROPOS DU MODE DE TRANSMISSION DE LA PESTE PAR XAVIER RASPAIL, M. $. A, Sur les bords du Gange, ce foyer par excellence de tous les miasmes les plus pestilentiels, la peste bubonique est en- démique de méme que le Choléra et, de temps á autre, com- me frére et sceeur unies dans le móme but de décimer lespe- ce humaine, tous les deux prennent une envolée et y de- viennent épidémiques. Mais la peste, dont depuis quelques années on a beaucoup exageré le danger de la voir envahir la vieille Europe, est une maladie qui a toujours existé; on la retrouve á travers les áges et si elle s'est montrée si meurtrióre dans les siécles passés, c'est qu'alors on abandonnait ceux qui en étaient atteints á leur malheureuse sort, sans leur donner les plus élémentaires soins d'hygiéne et de propreté et, á plus forte raison, sans le secours d'aucune médication. Le fléau disparassait de lui- méme, á son heure, quand il avait jeté son feu ou, autrement dit, quand la source qui l'avait engendré était tarie. C'est á la peste qu'on attribue la mort de Péricles 431 ans avant notre áre; dans les temps modernes, elle visita l'Euro- pe a plusieurs reprises et Von cite lépidémie de Florence au 332 Memorias de la Sociedad Científica AA LILIA XV" siécle ainsi que celle de Marseille en 1720. Mais on a dú souvent lui attribuer des épidémies qwil aurait fallu plu- tót rapporter soit au typhus, soitá Pergotisme dans les contrées oú les habitants se nourrissent avec le pain de seigle. En Egyp- te, par exemple, ses apparitions sont plus fréquentes puisque de 1783 4 1844, elle y sévit vingt etune fois et qu'en 1899 on a encore signalé a Alexandrie une épidémie aussi courte que bénigne á la vérité. C'est lors d'une de ces épidémies, en 1799, que l'armée de Bonaparte fut si éprouvrée á Jaffa. A cette occasion, je suis amené á faire une remarque: il est généralement admis que de toutes les maladies infectueuses, c'est la peste qui se trans- met le plus rarements par le contact direct de "homme mala- de á l homme sain et que ses voies de propagation et de radia- tion proviennent surtout des vétements et des objets conta- minés. Or, Vhistoire nous prouve que Varmée de Bonaparte, une fois sortie du foyer de peste concentré á Jaffa, ne conti- nua pas á en étre atteinte et, malgré absence de toutes me- sures prophylactiques et surtout de désinfection, los bagages et tous les objets les plus favorables pour recéler le microbe pesteux furent plus tard ramenés en France sans qu'il en ré- sultát aucun inconvénient et sans qu'on songeát, il faut bien le dire, á craindre le moindre danger de contamination pour Europe. Etant donnée linsalubrité qui résulte pour les cótes du Me- xique de toutes les matiéres fermentescibles que les courants de Pocéan viennent y amener et qui, sous l'action d'une cha- leur torride, produisent des pestilences intensives, il m'a paru intéressant de connaítre sl la peste n'avait fait aucune apparl- tion dans ces contrées déja si éprouvées par la fiévre jaune et le choléra. Je me suis adressé, á cet effet, á M. R. Aguilar, le sympathique Secrétaire perpétuel de la Société “Antonio Alzate” de Mexico; sa réponse est catégorique: “la peste a ma connaissance, ne s'est jamais montrée chez nous.” “Antonio Alzate." 333 ITALIA El est done établi qui cette maladie est inconnue dans les ports du golfe du Mexique, car c'est une visiteuse qui, depuis quelques années surtout, ne saurait passer inapercue, gráce aux recherches bactériologiques. D'oú or peut conclure que les pestilences qui y causent la fiévre jaune et le choléra ne peuvent donner spontanément naissance A la peste qui ny trouve pas ses éléments constitutifs, de méme que dans V'Asie, patrie Vélection de la peste, on ne voit pas se produire la fid- yre jaune, le vómito negro. Mais la peste pourrait peut-ótre, par son germe importé, y trouver un milieu favorable A son développement et devenir un foyer épidémique comme, il y a quelques mois, il s'en est déclaré un en Europe méme, dans le port trés insalubre d'Oporto. Faut il mettre sur le compte de la rareté des relations ma- ritimes entre les contrées de l''Asie oú la peste est en quelque sorte un produit du sol, et les ports du Mexique cette heureu- se ignorance, pour ce dernier pays, d'une maladie dont Van- nonce méme problématique jette les populations dans Pépou- vante? C'est lá une question que je ne saurais approfondir faute de documents pouvant m'éclairer et j'aborde le sujet qui ma- méóne á écrire cette note: le nouveau mode de transmission et de propagation que Pon donne a la peste. D'apres Popinion émise sur ce sujet par les docteurs Yer- sin et Calmette, le rat en serait le commis vovageur et la pu- ce la-distributrice á l'homme. Cette conception trés simple et trés ingénieuse ne pouvait manquer, par son originalité, de séduire les esprits; á Pheure actuelle, elle a:la force une vérité démontrée et est désor- mais aussi enracinée dans la science que tant de légendes qui subsistent encore dans les sciences naturelles envers et con- tre toutes les observations qui en prouvent l'absurdité. Tous les jours, on peut trouver dans la presse, des entrefilets oú il est. question de ce róle attribué au rat et dont on va cher- 334 Momorias do la Sociedad Científica SANDIDA/SLLLLDILILLI III LID LIDAD IDA AIDA INICIA ALIADA cher la preuve, qui dans les monuments égyptiens, qui dans les légendes chinoises ou japonaises. Auparavant, 16 était bien question du rat dans les ópidé- mies de peste, mais le róle qw'il y jouait était celui de vieti- me. C'était par la quantité de ces rongeurs que Pon trouvait morts que les populations étalent averties de Papparition de la terrible maladie et Vexplication était des plus rationelles, attendu que le rat, vivant souterrainement, de préférence dans les charniers, les égouts, partout en un mot oú se disti- llent et se dégagent les miasmes délétéres, devait átre le pre- mier frappé. -—— Aujourd'hui, tout cela est changé. Voici, en effet, com- ment le Dr. Calmette, directeur de PInstitut Pasteur de Lille, envoyé comme délégué á Oporto pour faire une enquéte sur Vapparition de ce foyer pesteux en Europe, en explique l'ori- gine: «Je pense, dit-il, que la peste a été apportée, peut-étre deux, trois mois avant que Véclosion de lépidémie se fit, pro- bablement sur le quai, par des ballots de coton ou des grains venant de pays contaminés. Dans ces ballots de coton, qui contiennent toujours des graines en quantité, il y avait des rats pesteux qui sont allés mourir dans les égouts du quar- tier du Fonte-Taurina (probablement le quartier oú s'est dé- claré le premier cas); les puces de ces rats sont allées sur les rats indigónes dans les égouts, puis dans les maisons, les ont infectés; puis les puces ont transmis la maladie á homme; c'est alors qw'elle a eclaté et s'est ensuite propagée á toute la ville. » Et voilá pourquoi votre fille est muette! Car en fai, tout, est supposition de la part du Dr. Calmette: ou est la preuve quil y avait des rats dans les ballots débarqués sur le quai, qwils étaient pesteux et que de la, ils sont allés mourir dans les égouts pour permettre á leurs puces de sauter sur les rats indigénes. Vraiment, au point de vue biologique, il serait in- “Antonio Alzate. 336 téresant de savoir si les puces de ces derniers ont bien ac- cueilli la visite de leurs cougénéres exotiques. Mais en vérité, pour le naturaliste qui ne peut admettre qui ce qui lui est démontré par lobservation, tout cela préte a rire. A VAcadémie de Médecine, on ven rit pas cependant et c'est ainsi qw'en juin 1899, comme le Dr. Proust venait d'an- noncer l'apparition de la peste A'Alexandrie, le Dr. Gautier demanda comment on faisait la destruction des rats há Alexan- drie et quels moyens on employait á Marseille pour empécher les rats des navires provenant d'Alexandrie de venir A terre. Voici donc officiellement admis que pour se garantir de la peste, il faut se garer du rat. Cependant, tous les médecins a móme d'étudier la peste et son développement dans certains foyers, ne sont pas d'aceord sur sa transmission exclusivement dévyolue au rat. Nous trou- vons, en effet, daus un rapport trás étudié, a la suite de la plus consciencieuse enquéte faite sur lépidémie de Djeddah (Syrie) en 1899, par le Dr. Ferid bey Ibrahim, médecin de la quarantaine 4 Beyrouth, la constatation suivante: “Contrairement á ce qui a été noté antérieurement, cette fois-ci, il n'y a pas eu Vépidémie pesteuse parmi les rats. Sur notre promesse de deux piastres pour chaque rat mort ou malade, on nous a apporté quelques rats morts qui, de mé.- me que ceux que nous avons pu nous procurer nous-méme dans les rues, ont toujours donné A Vautopsie un résultat négatif.” “¿Nous ne pouvons non plus attribuer aux puces un róle dans la transmission de la maladie, róle que M. Yersin ad- met dans sont travail sur lépidémie de Natrang, étant don- né que ces insects sont relativement peu nombreux á Djeddah.” Cette observation a pour moi autrement de valeur que les pures suppositions du Professeur Calmette, suppositions, qwil a fondée sur Vidée aventurée par le Dr. Yersin et qui est désormais admise comme une conquéte de la science. 336 Memorias de la Sociedad Científica rr LILLILLILILIIILDISID LILIA LIL L LILLE DIL LIS LLL DIILIISLLIILIII Parmi les mesures que préconise le Dr. Calmette, qui va jusquw'a demander qu'on incendie toute maison oú un cas de peste aura été constaté, nous trouvons toujours, en premiére ligne, la question de la destruction du rat: yz “Détruire méthodiquement les rats et les souris dans la appartements et dans les égouts en se gardant toutefois de toucher aucun cadavre de tes animaux avec les mains. On les ramassera autant que possible avec une pince métallique (il serait beaucoup plus simple de conseiller de prendre des pincettes qui sont á la portée de tout le monde) et on en pra- tiquera l'incinération ou limmersion dans Vacide sulfurique.” Toutes ces précautions sontá seule fin d'éviter la terrible puce qui doit introduire dans notre sang, á l'aide de son Ap pareil de succion, le bacille pesteux. Attendons-—nous á une véritable croisade pour y Errsaliaci tion des rats. Personne ne s'en plaindra, mais á un tout' autre point de vue, bien qua force d'en entendre parler tout le monde finira par considérer le rat comme la peste elle-mé- me. Ae AD Donc, le Professeur Calmette, en s'appuyant sur l'opinion du Dr. Yersin, est convaincu que Vépidémie d'Oporto pro- vient du fait des puces de rats infectés, qui seraient possées sur homme pour lui communiquer la maladie. Il semble ad- mettre ou qu'il n'existe qu'une espéce de puce commune a tous les animaux, ou que toutes les especes de puces particu- lióres A chacun d'eux s'attaquent á homme, ce qui est une bien grosse erreur. ss Certes, si on ne connait pas encore toutes les especes de puces, du moins, en a-t-on déja déterminé un certain nom- bre. A tout seigneur, tout honneur, c'est la puce de Yhom- me (Pulex irritans) quí tient la téte du genre. Eh bien, les puces ne quittent pas de bonne volonté V'espe- ce animale sur laquelle elles vivent habituellement et lorsque Antonio Alzate. 337 trós accidentellement; elles s'égarent sur Vhomme, elles ce hátent de le fuir sans tenter de gonuter si son sang est de mei- lleure qualité que celui de leur hóte préféré. Jamais je vai vu la puce du chien ( Pulex serratiseps) rester sur homme et il est extrémement rare qwelle s'attaque á son épiderme. De méme, et beaucoup de chasseurs ont pu s'en rendre compte, la puce du lapin (Pulex goniocephalus ), quí est communne au lióvre, fuit Vhomme et ne reste pas un instant méme dans ses vétements. A certaines époques, les lapins de garenne en sont couverts et quand on les ramasse aprés le coup de fu- sil, on voit souvent leurs oreilles recouvertes Vune véritable couche de ces puces, qui fuient Vanimal mort; on les fait tom- ber en glissant Poreille entre deux doigts; mais il m'est arrivé cent fois de négliger cette précaution, pressé par le temps et de mettre, telle quelle ma victime dans la poche-carnier de mon veston; or, jamais, je ral retrouvé aucune de ces puces sur moi ou sur més vétements. Je citerai également la puce du Hérisson (Pulex erinacei) quí est dans le méme cas, pour en avoir fait personnellement Pexpérience. Done, on ne saurait admettre que la puce du rat agisse autrement et je dirai que si, par exception, une de ces pu- ces arrivait á faire une morsure á la peau humaine, se serait une cas tellement accidentel que, par le fait, il serait la confir- mation de la régle. Par suite, la puce du rat ne peut étre le grand facteur de la transmission de la peste á Phomme, Yau- tant plus que ce dernier se trouve trás rarement en contact direct avec ce répugnant animal. Je terminerai ces lignes en me rangeant á Vopinion emi- se par-le Dr. Ferid bey Ibrahim: “Notre expérience de trois mois, dit il, nous a démontré que la peste est une maladie bien moins contagieuse qu'on ne le pense. Elle est relative- ment bénigne au point de vue de Vépidémie, témoin Pépidé- mie de Tananarive, de Djeddah, d'Alexandrie et d'Oporto.” Memorias. —[1899-1900].—T. XIV.-—43. 338 Memorias de la Sociedad Científica Ne souhaitons donc pas de la voir apparaítre, mais ne la craignons pas outre mesure eb, dans tous les cas, procédons a Passainissement de nos cités, non pas á force de désinfec- tions au sublimé corrosif qui finiraient par transformer nos habitations en autant de mines d'Almaden, mais en répan- dant Pair et la lumiére dans les vieux quartiers centres d'im- mondices auccumulées par les siécles, en leur distribuant de Peau saine, en faisant en un mot de la salubrité effective, la plus sure garantie contre le développement de toutes les épi- démies. Gouvieux (Oise), France, le 31 Mars 1900, ANALISIS DEL AGUA DE TEQUISQUIAPAM POR RAMÓN RODRIGUEZ. Análisis cualitativo y cuantitativo de una agua de Tequisquiápam, remitida por el Sr. Isaac Crana, I A. Ensaye como agua potable. a. Caracteres generales: Sabor agradable sin ser insípido, transparente, conservan- do esta cualidad aun después de una prolongada ebullición. b. Disuelve el jabón sin formar grumos. c. Cuece las legumbres y las reblandece. B. Determinación de la cantidad de materias fijas por li- tro. Se puso un litro de agua á evaporar primero en una cáp- sula de porcelana y después se pasó el residuo á una capsuli- ta de platino, teniendo cuidado de limpiar bien la cápsula grande raspando con una espátula la materia adherida y re- cogiendo el polvo por medio de un pincel. Se calentó á una temperatura superior á 1009 primero y después hasta 1050 manteniendo esta temperatura todo el tiempo necesario para que después de una segunda pesada no perdiera nada de su peso. Dió un residuo que pesó 0.20,por litro, 340 Memorias de la Sociedad Científica. C. Valorización de la cantidad de aire disuelto en un litro de agua. El aparato para esta operación consiste en un matraz de vidrio tapado con un tapón de goma atravesado por un tu- bo de vidrio tres veces doblado en ángulo recto en el mismo sentido, la extremidad libre se adapta por medio de un tubo de goma á otro tubo de vidrio lleno de agua, que cubierto por una campana para recoger gases toca hasta el vértice de dicha campana, puesto todo en una cuba de agua (Ritter re- comienda recoger el gas en agua por no haber inconveniente). En el matraz se puso un litro de agua por ensayar, po- niendo tambien unas espirales de platino para facilitar la ebu- llición llenando con agua destilada hervida para privarla de aire. Se calienta gradualmente para hacer entrar en ebulli- ción manteniéndola durante algún tiempo; desde el principio comienzan á desprenderse burbujas de gas que llenan el £u- be de desprendimiento y al entrar en ebullición todo el aire pasa á la campana; entonces se enfría el aparato procurando que la extremidad del tube quede sumergida en el agua pa- ra que al contraerse no se absorba el aire. Si al enfriarse queda aún algo de aire en el matraz se procura, moviendo, que pase al tubo y se vuelve á calentar para desalojar el gas para la campana. Terminada la operación se midió el volumen de aire siendo de 24ec. por litro. D. Investigación del gas carbónico. Sales calcáreas en exceso, sulfato de calcio y grande cantidad de materia or- gánica. a. Gas carbónico libre y carbonato de calcio disuelto. aa. En un tubo de experiencia se puso el agua y se agre- gó agua de cal permaneciendo transparente: ausencia de gas carbónico. bb. Otra parte se calentó en un tubo hasta hacerla hervir, permaneciendo límpida; resultado negativo que prueba no ha- bar carbonato de calcio disuelto á favor de ácido carbónico. ¡Antonio Alzate. . 341 OSSLA III III III b. En un matraz se pusieron 300cc. del agua y se agregó lec.de ácido sulfúrico; se calentó la mezcla hasta la tempe- ratura de 500 y se agregó una solución de permanganato de potasio al 19/7; lec.4 de solución que en lugar respectivo dan una cantidad de materias orgánicas contadas como ácido oxá.- lico igual á 0.009, cantidad como se vé insignificante. c. Una parte de agua fué tratada por el cloruro de bario, dando un ligero enturbiamiento que indica no estar muy car- gada el agua de sulfato de calcio y no tener tampoco muchos sulfatos. E. Ensaye de la dureza del agua por medio de una solu- ción de jabón.—Ensaye hidrotimétrico.—Este análisis se fun- da sobre el hecho de que un centigramo de jabón, comunica á la agua destilada, la propiedad de formar una espuma de un centímetro de espesor, durando al menos la espuma unos cinco minutos; por lo mismo una agua cualquiera que conten- ga sales en disolución necesita más cantidad de jabón para adquirir esta propiedad, pues dichas sales consumen cierta can- tidad de jabón precipitándolo. El análisis se ejecuta de la manera siguiente: Utiles necesarios: aa. Una solución de cloruro de bario de concentración co- nocida Ogrs.523 (Ba CP+2 H*0) cristalizado, seco y puro en un litro de agua equivalente á Ogrs.125 de calcio; 100ce. co- rresponden á 0.012 de cloruro de calcio ó sea á 12 grados hi- drotimétricos. bb. Un frasco esmerilado próximamente de 20cc. cc. Una pipeta de 100ec. para medir el líquido de cloruro de bario ó el agua que se ensaye. dd. Una bureta dividida en décimos de centímetro cúbico. ff. Solución alcohólica de jabón de potasio valorada. Se prepara disolviendo 20 partes de jabón en 1000 de alcohol á 560. Se ponen l100ec. de la solución aa en el frasco esme- rilado bb y se vierte por medio de la bureta la disolución de 342 Memorias de la Sociedad Científica e jabón sacudiendo el frasco verticalmente hasta que se forme una espuma duradera al menos 5 minutos. Al principio la so- lución se agrega en grandes porciones, y al fin gota á gota. Se hace el ensaye por segunda vez y se calcula la cantidad de alcohol á 569 que se necesita para tener la solución de ja- bón, de suerte que 49cc. sean suficientes para formar la espu- ma persistente con los 100ce. de la solución a4.— Modo de operar.—A 100cc. del agua por ensayar, se agrega por medio de la bureta dd y según las precauciones Jf la disolución de jabón valorada, y se necesitan 18cc. correspondientes en la tabla á 45 grados alemanes que se reducen á franceses, multi- plicando por 1.7857, relación en que se encuentran uno y otro, dan un producto de 3.036 grados franceses y representando cada grado un peso de 0.0114 de sales calcáreas, los 8.036 son iguales á gram. 0.0916 de sales calcáreas. Por lo anteriormente expuesto se sigue que dicha agua tiene todos los requisitos que debe llenar una buena agua po- table. II Análisis cualitativo, A. Un litro de agua reducido á 100cc. por la evaporación y acidificado convenientemente, se sometió á la acción del hidrógeno sulfurado; necesariamente se eliminaron metales de la IV y V sección, pues no precipitó. B. Al mismo líquido se agregó amoníaco y como estaba saturado de gas sulfhídrico, se formó un precipitado negro el. cual después de bien lavado sobre un filtro con agua, fué di- suelto con ácido clorhídrico y se caracterizó por los reactivos propios del errOs. 03 ir. dE IO AN Fierro. C. Tanto el líquido de lavadura como el que se separó del precipitado formado en B se concentró y trató por carbonato y - $ Antonio Alzate. 343 de amoníaco en presencia del clorhidrato de amoníaco. Se pre- etpitó un polvo blanco que también se separó por el filtro, láavándolo á discreción. * a. El precipitado se disolvió en ácido clorhídrico y se eva- poró á sequedad. aa. El residuo de la evaporación disuelto en agua, se tra- tó por oxalato de amoníaco, formando un precipitado poco abundante de oxalato de calcio, el que se recogió en un filtro y lavó; dicho precipitado fué soluble en ácido clorhídrico é insoluble en ácido acético, propiedad característica del oxa- o dd O LS A A E lid Calcio. bb. La solución del C y líquido de lavado del aa fué des- pués tratado por fosfato de sodio, formando un precipitado cristalino por la agitación de fosfato amoníaco-—magnesiano. o A SE A A ga E 0 al Ss DA AR lA Magnesio. cb. Se filtró el líquido bb y en una parto se buscó el pota- sio por el bicloruro de platino dando un resultado negativo. dd. En parte del líquido C y agua de lavadura a=aa se eliminó el magnesio y en esta se investigó la presencia del sodio, por medio del antimoniato de potasio dando un preci- pitado blanco que acusó la presencia de dicho sodio. Sodio. Con el resultado negativo de cc. estaba probada la ausen- cia del amonio porque habría precipitado por el bicloruro de platino en caso de que lo hubiera. No obstante, una parte del líquido obtenido en bb se trató por el reactivo de Nessler dan- do resultado negativo. A. Investigación cualitativa de los ácidos. a. Concentrada el agua se trató por nitrato de plata, pre- - viamente acidificado con ácido nítrico, se formó un precipita: do blanco de cloruro de plata soluble en amoníaco..... Cloro. b. El líquido anterior a en que se formó el precipitado de cloruro de plata, se filtró y agregó nitrato de bario, dando un precipitado blanco pulverulento, insoluble en ácido nítrico, reacción característica de los sulfatos.. .......4Acido sulfúrico. 344 Memorias de la Sociedad Científica O AS c. El residuo de la evaporación de 4 litros de agua fue- ron tratados en un matraz pequeño por ácido clorhídrico y recogido el gas en agua de cal; se enturbió, indicio de la pre- sencia de carbonatos en el residuo. .....-..... Gas carbónico. d. El mismo residuo anterior e tratado por un exceso de ácido clorhídrico y evaporado, fué calentado y vuelto á disol- ver en agua, dejó un residuo insoluble pulverulento, que pues- to en una perla de sal de fósforo permaneció nadando bajo la forma de una masa opaca, soluble en la sosa con efervescen- cia formando una perla incolora característica para el ácido SCOOTER Silicio. f. Se tomó parte del residuo de la evaporación el cual se puso en una papilla formada con sulfato ferroso y ácido Sul. fúrico concentrado y se trituró permaneciendo la mezcla sin cambiar de color que en caso de nitratos debía tomar una co- loración rosa, más ó menos intensa según la cantidad de nitra- tos; reacción característica á la vez que muy sensible. TIT Determinación cuantitativa de las bases, ácidos alógenos y materia orgánica. a. Dosificación del fierro.—Método de M. Margarite, fun- dado en la oxidación de las sales ferrosas por una solución ya- lorada de permanganato de potasio. Solución número 1. Permanganato de potasio ....... 1.00 Acido sulfúrico) 24 ses ses . 10 cent. cúb. Agua destilada cuanta baste para A 1000 cent. cúb. Se disuelve el permanganato en una poca de agua y se agrega después el ácido completando un litro con agua des- tilada. "Antonio Alzate. 345 PLL ILLIA Este procedimiento no hace mención de acidificar la solu- ción, pero la experiencia me ha enseñado la necesidad de ope- rar con un líquido ácido; pues sin este requisito suele suce- der que el permanganato se reduce dejando un hidrato de pe- róxido de manganeso que oculta el momento de haber llegado el térmiño de la operación. / Solución número 2. Fierro puro exento de óxido... 1.00 Acido clorhídrico ...-.-2.-:2.. 25 cent. cúb. Agua destilada cuanta baste pa- ra completar citar 1.000 cent. cúb. En un matraz pequeño tapado con un tapón que lleva un tubo de vidrio estirado en una de sus extremidades, se pone el fierro, el ácido y una poca de agua; se deja obrar á frío y después á caliente; una vez disuelto se llena el matraz con agua hervida, para no dejar aire y tapando con cera la punta afilada del tubo se deja enfriar y después se pasa á un matraz de un litro completando la cantidad con agua destilada priva- da de aire por la ebullición. dd. Para valorar la solución de permanganato se pusieron en un matraz 100cc. de la solución número 2 que representan Ogrs.10 de fierro; agregué unas gotas de amoníaco formándo- se un precipitado que no tiene inconveniente; pues el líquido número 1 lo disuelve por tener ácido libre; le agregué el amo- níaco porque dado el caso que hubiera ácido clorhídrico en el número 2 reduciría la solución de permanganato, siendo por tanto una causa de error; tampoco hay esta precaución en el procedimiento. ee. Se puso la solución número 1 poco á poco hasta obte- ner una coloración rosa; se repitió esta operación tres veces obteniéndose un promedio de 60cc. para peroxidar la sal fe- rrosa. Jf. Para practicar la dosificación del fierro, el precipitado Memorias.——1899-1900].—T. XTV.-—44. 346 Memorias de la Sociedad Científica del sulfuro de fierro obtenido por la acción del hidrógeno sul- furado en presencia del amoniaco se disolvió en ácido clorhí- “ drico haciendo pasar después gas sulfhídrico para reducir al minimum; se hirvió hasta desalojar el exceso de gas, se dejó enfriar, tapando con un tapón provisto de un tubo afilado con un botón de cera en la punta; ya frío agregué amoniaco para saturar el exceso de ácido y sometiéndolo á la acción del nú- mero 1 se necesitó Occ.8 de dicha solución que da según la proporción siguiente 1=%, 303) =0.0013 de fierro metá- lico equivalente según la proporción siguiente 112: 160: :0.0013: -=0.002 Fe Feo sesquióxido de fierro por litrO.....-.-.<+<] la solución sobrante se agregó: los dos ensayes sobrantes se el cálculo siguiente "Antonio Alzate ., 349 ON SS A pusieron en un vaso y los dos se disolvieron 10% de la solu- ción núm. 1 quedando por lo mismo la solución conveniente- mente titulada. Se tomaron 10 núm. 1 y se saturaron por medio de la núm. 2, necesitándose 575 en un promedio de dos operacio- nes; se diluyó entonces esta solución de manera que 10*- de la 1, son saturados por 20“ de la núm, 2 calculándose por la ecuación siguiente Ra =135%5 cantidad de agua con que se diluyó el reactivo núm. 2; se experimentó y quedó bien titulada, de manera que 10** del núm. 1 saturan á 20** del núm. 2; ya en estas condiciones cada centímetro cúbico de el líquido núm. 2 equivalen á 0**01 de carbonato de calcio. c. Se puso en un vaso de precipitados el residuo de la eva- poración de un litro de agua, y se agregó 10" de la solución núm. 1, saturando el exceso de ácido por medio de la núm. 2, empleándose 18*” 1 para neutralizar; faltando 1“9 para 20*" lo que indica que la cantidad de carbonato del residuo es igual á 0019, puesto que un 1“ de la solución alcalina correspon- - de á 0*"Ul de carbonato de calcio, el cual calculado en gas car- bónico da un peso de 0.00836 en virtud de la proporción.... 44 X 0.019 100 to de calcio, y el del gas carbónico contenido en una molécu- la de carbonato de calcio. OBSERVACIONES. Se puso la tintura de tornasol en las dos soluciones para evitar error, puesto que las soluciunes están bastante diluidas, y naturalmente hay que emplear algunos =(0.00536 siendo 100 el peso molecular del carbona- décimos de centímetro cúbico para virar el color si se pone en el líquido sobre el cual se opera. En procedimientos análogos además de necesitarse un hidrato de sodio privado de carbo- _nato, las manipulaciones son más laboriosas; en este procedi- miento se eviian estas dos desventajas. G. Acido silícico. 350 Memorias de la Sociedad Científica Basta como se dijo al tratar en el análisis cualitativo el agua concentrada por el ácido clorhidrico y evaporar á seque- dad dando una ligera calcinada para volverlo insoluble y des- pués de bien lavado y quemado con todo y filtro se pesó dan- do una cantidad de 0%*046 por litro. H. Cloro. a. Método volumétrico. En este procedimiento se valorizó el cloro por medio de una solución titulada de nitrato de plata que forma cloruro ar- géntico insoluble; reconociéndose el término de la operación por el eromato de potasio que se agrega como reactivo indica- dor que precipita en rojo cuando todo el cloruro ha sido des- compuesto; hay que llenar el requisito de operar en solución neutra; pues el cromato de plata es soluble en los ácidos, neu- tralizando por carbonato de sodio ó por ácido nítrico, según que la solución esté ácida ó alcalina. b. Disolución de plata como sigue: Nitrato de plata cristalizado........ 17.00 Agua cuanta baste pala....oo...... 1,000"-00. Se calentó cloruro de sodio puro hasta el rojo sin fundir, y se hicieron tres pesadas de U**10 disolviéndose por separa- do en 20" de agua, agregando tres gotas de solución satura- da de bicromato de potasio, añadiendo poco á poco la solución de plata; al caer la gota se forma un precipitado rojo que se vuelve blanco por la agitación quedando rojo cuando se llega al fin de la precipitación; se leyó en la bureta y necesitó en la primera 17.3, en la segunda 16.8 y en la tercera 16.9 dando un promedio de 17“ líquido de plata que por 1“ representa un peso de 0**00585 de Na Cl; ponemos la proporción siguien- te e ESO 108 994.5 de manera que á 994.5 de solución ar- géntica hay que añadir 5"“5 para completar á 1,000“ y por lo mismo 10" corresponden á 0.00385. 1 litro de agua redu- cido por evaporación á 20” fué sometido al tratamiento de la . “Antonio Alzate. 3851 PLLLLILILIEOLILLIIILLILI III plata según las indicaciones de a empleándose 17" los cuales equivalen según ecuación 10:0.00585::1.7:x=0""01 de cloruro de sodio por litro, y según la siguiente: 2 NaCl: CP”::0,01:x =0.006 de cloro libre. I. En el ensaye como agna potable resultó haber 0.009 de materias orgánicas por litro. Para practicar esta operación se hacen dos soluciones: Núm. 1.—Permanganato de potasio...... 1, 00 Agua cuanta baste para....... 1,000 00 Núm. 2.—Acido oxálico cristalizado ..... 10 00 Agua cuanta baste para ....... 1,000 00 Para titular el líquido núm. 1 se tomaron 10" del núm. 2 acidificados por ácido sulfúrico y calentados á la temperatu- ra de 509; se les agregó la solución reduciendo por término medio en tres ensayes 51.2 representando por tanto 0.10 de ácido oxálico. y Para dosificar las materias orgánicas se pusieron en un matraz 300%“ de agua agregando 1% de ácido sulfúrico calen- tando á 509, y después añadiendo la solución núm. 1, se ne- cesitaron por un promedio de tres análisis 14 que dán un resultado de 0%*009 por litro. En virtud de los análisis anteriores aun cuando tenga el agua propiedades medicinales no puede ser clasificada como agua mineral propiamente dicha; en ninguno de los grupos del cuadro sinóptico de clasificación de las aguas minerales, porque dichas aguas además de tener por lo regular una can- tidad mayor de materias sólidas, hay en ellas una sal domi- nante que caracteriza el grupo en el cual deben estar com- prendidas. Como agua potable se debe por el contrario considerar co- mo de una calidad superior; por ser de las llamadas aguas del- galas, poco pesadas para el estómago y de fácil digestión sien- do las más apreciadas las vulgarmente denominadas zarcas por > 352 Memorias de la Sociedad Científica tener en suspensión siliza en grande cantidad y ésta aunque no tiene el aspecto opalino sí tiene bastante cantidad de dicha siliza para ser buena. Haciendo un resúmen de los datos anteriores, puede de- cirse que un litro de agua contiene: Sesquióxido de fierr0.......--..- 0.002 Oxido:de:magnesio: ope ipas 0.003 Idem de calcio noe So 0.009 Sulfato de sodio anhidro ......... 0.105 Cloro Mibre te 90 2 OD AR 0.006 Gasteorbonico o. e AO IIA. 0.008 Acido SUMTICO Pa AS 0.020 Hlemsilitico! CO. AA A, PEA 0.046 Materia orgánica (contada como áel- OOO a A A 0,009 Total TUiNsna RON EaS 0.208 Querétaro, 1899. DATOS PARA CONTRIBUIR AL ESTUDIO CLIMATOLÓGICO DEL VALLE DE MÉXICO Por M. Moreno y Anda, M. $, A. Encargado del Departamento Meteorológico y Magnético del Observatorio Nacional de Tacubaya. (LÁMINA X.) (14.41? P PA PRESION ATMOSFERICA. Me ocupo actualmente en preparar los materiales para un trabajo in extenso en el que doy á conocer los resultados de las observaciones meteorológicas practicadas en el Observa- torio Astronómico Nacional de Tacubaya durante 15 años, desde Enero de 1884 hasta Diciembre de 1898, empleando en la discusión el método analítico llamado de Bessel, de aplica- ción tan general en nuestros días por las grandes ventajas que de su empleo se obtienen: interpolar los valores que fal- tan en las series cortas y eliminar en los promedios las irregu- laridades predominantes de causas accidentales y errores de observación. Terminada toda la parte relativa á la presión atmosférica, he formado un extracto de lo principal que ella contiene para presentarlo hoy á la Sociedad. Transladado el Observatorio Astronómico del Castillo de Chapultepec á Tacubaya en Febrero de 1883, su servicio me- Memorias.—[1899-1900].—T. XIV.—45. 351 Memorias de la Sociedad Científica no. teorológico no pudo organizarse de nuevo sino en el mes de Agosto del mismo año, haciéndose uso, como hasta hoy, de la serie asimétrica que se sigue en la mayoría de las estaciones mexicanas, 7a.m. 2 y 9p.m. Serie defectuosa que no da la media verdadera del día, é incompleta para deducir la varia- ción diurna de los elementos meteorológicos. Hemos recorrido entonces al procedimiento que pasamos á exponer: Agrupadas ordenadamente todas las presiones observadas en cada una de las 3 horas de la serie mencionada, para cada mes de los 15 años y calculado con prolija atención las me- dias correspondientes, encontramos como valores finales, ya corregidos: ¡EA AA 584.495 2 pamisieaT el 582.642 OLI mal, cio 584.208 Comparando luego estas presiones con las correspondien- tes del Observatorio Meteorológico Central deducidas de 20 años de observación horaria, obtuvimos una diferencia igual á: + 2.53 En vista de la uniformidad de dicha diferencia en las 3 ho- ras de la serie, la aplicamos con signo negativo á 8 medias tri: horarias del referido observatorio, quedándonos lo siguiente para Tacubaya A ee O 583.75 AiO e ee Ms 584.20 a at 584.93 o a vda 583.93 a DS 582.43 ue da 582.79 A 584.16 PAL Ae pela 584.22 “Antonio Alzate. 1 355 Con estos 8 valores calculamos entonces los coeficientes de la fórmula periódica, de los que dedujimos finalmente la expresión general que representa la variación diurna de la pre- sión de Tacubaya en el lugar del observatorio. P=583.801 + 0.758 sen ( 12057/+ 2) + 0.780 sen (158. 11 + 2x) + 0.304 sen (305. 02 -P 32) + 0.016 sen (270. 00 +4x) De cuya expresión aplicada 24 veces para otras tantas ho- ras del período diurno, se deducen facilmente las correcciones que debe sufrir la presión media 583.801 para convertirse en la correspondiente á aquellos 24 instantes del día. —En otros términos, la diferencia de las 24 medias horarias con respecto á la media general del día. Pongo en seguida los resultados obtenidos 1 (EN + 0.238 2 | e + 0.052 IT O RD — 0.052 ELO IIRR RE IS — 0.023 OS E IEA SAO + 0.150 AO PIS + 0.432 ANO AN De IO .+0.751 E TRAIN) ME: A ES + 1.013 AS + 1.112 a A OSOS + 0.962 LT O MEE E + 0.670 12 588.801 -------- == ari E — V.401 14 | SER — 1.017 A O A E 2 — 1.397 16 | Seed — 1.522 17 DI OLEA — 1.377 ? 18 | A — 1.012 10 oe — 0.529 290 | PAGO — 0.048 O RE AA + 0.327 RIN ns Ls + 0.483 DES MARSANS + 0.556 356 Memorias de la Sociedad Científica El acuerdo entre los datos que damos como observados y los que se deducen del cálculo, puede darse en la tabla que sigue: Presión. Horas. Observada. Cálculada- es O Ds 59 584.04 5 A O 5 3.85 59 SS a 31D 0.00 e EA de 3.78 se ups ss 3.95 5 Ode OA MD 4.23 — 0.03 (AS > 4.55 ” St en S 4.81 a 9.2004 DOMINA 4.92 + 0.01 10 HE is 4.76 a ¡0 MA me 4.47 a LA DA do 3.95 — 0.02 LIRA de 3.34 sa 14 DL e 2.18 5 IEA ES JO AS cil 2.40 + 0.03 TO s : 2.28 de 17 AAA ES 2.42 A IS" ¿EA 8021 ¿22h 2.79 0.00 19. FALU an 3.21 4, DO pe 3.15 > A DOLL 413 + 0.03 2 RA A 4.28 3 2d Só 4.36 ss pos As Er MOS 4.24 — 0.02 Con las presiones calculadas podemos asimismo determi- nar las horas en que tienen lugar los dos máximos y los dos mínimos que en su marcha diaria acusa la presión atmosfé- rica. "Antonio Alzate 357 A AC A A AR AS Tenemos para el día medio normal que es el que venimos estudiando 1% mínimo á 3* 17” am. 1% máximo á 8 54 am. 2% mínimo 4 3 58 pm. 2? máximo á 10 53 pm. La figura l es una representación gráfica de la variación diurna de la presión; eliminadas, como decíamos antes, las irregularidades que provienen por anomalías accidentales y errores de observación, el desarrollo de la curva es perfecta- mente regular. La línea puntuada, presión media, corta á la curva en 4 puntos que corresponden á las siguientes horas 2.30 am 4 am 12.10 del día 8.05 pm. VARIACION ANUAL. Para el estudio de la variación anual de la presión atmos- férica de Tacubaya, hemos calculado las medias diurnas de los 365 días de cada uno de los 15 años de la serie —Obteni- das las medias normales diurnas todavía se ha hecho una nue- va condensación por períodos de 10 en 10 días— De esta ma- nera obtuvimos las medias de las,36 décadas del año normal medio, con cuyos valores llegamos á la expresión general si- guiente P-583.821 + 0.442 sen (158044 + 2) + 0.181 sen (100.10 +24) + 0.313 sen (164.50 +3 zx) + 0.109 sen (322.18 + 4 4) + 0.071 sen (124.12 * + 52) + 0.028 sen ( 38.33 + 6z) De la que se deducen las cifras que bajo el título de pre- sión calculada figuran en la tabla que vá á continuación. 358 Memorias de la Sociedad Científica Presión. Décadas. Observada. Calculada. o-C AOS DOT E OA OA a 0:220) NOA IMIO 1 BO . 3220.020 EE III O as UDS A Ea o E E a A A lo ee bas A OU a DO polea 09 IO at O Ll A A Ai A O e LY o 0 (os AA A A ds e Do Ai sl dl AS 3.4492 C..o... 3408 ...... + 0.034 ALA 3.124 .....o 34839 ...... + 0.285 a EN ol de TSE EAS po E e e ao e als DO E ES SIDO 2 a DO 0050 PS ode AA EA 1 TAG qe 0 9 Ja 47 DEIA AAA LAIA + 0:102 Ap: 3.260 ...... 3.281...... + 0.029 ria AMAIA ide O res: alud lr y pd al IDO a OO a 7 OL AS AS a OI a US RN A oe OL e e e A) PS A O e q AO O OA a E SL 08 12 71 SL e AMA ES OO DASS AA A O a DOES RA OO ¿e e BOO e. + 00081 ep ul. os 100 BIJOD -- 2... — 0,099 IA LO 31099 +7 cm BIOS A E 4.061 o... 04/0040 ...... + 0.021 dls ALBO) io aticiao AAA o EOS Oérijaria 4.280 ...... 4883 ...... — 0.1083 "Antonio Alzate. . 359 ILLIA DAA dOs: Observado. Calculada. O=C AAN 584.590 212 .... 584.467 000. + 0.123 E IN e — 0.007 A el AABO paises cs AS + 0.003 A A A OS + 0.022 A y PA € de ata + 0.114 La curva de la figura marcada con el número II, fuera de que acusa una perfecta uniformidad en su desarrollo, que fal- ta en los datos de la observación, nos permite formarnos una idea de la verdadera marcha de la presión en el curso del año. Indicando con la línea puntuada la presión media normal, resulta que desde la 2* década de Enero hasta la 3* de Junio, es decir, durante unos 175 días, la presión se mantien2 cons- tantemente bajo la normal; que desde la 1* década de Julio hasta la 3* de Agosto está sobre ella alcanzando en este inter- valo un máximum notable en la 3* de Julio; en Septiembre se deprime de nuevo la curva marcando un mínimum en su 2* década; en la 1* de Octubre la tenemos ya sobre la normal y en alza creciente hasta llegar á su mayor altura en la 3* de Noviembre, desde cuyo punto comienza á descender. Notaremos también la existencia de 3 máximos y 3 míni- mos que en el orden de su importancia tienen lugar. Máximums, Mínimums. 1*..3* década Noviembre. 1% ..2* década Septiembre. A a LO: Da sl E O Drero: in dd ap o ALDEA. a O be Asimismo que la línea puntuada corta á la curva anual en los 4 puntos siguientes: Hacia el 15 de Enero, fines de Junio, principios e Sep- tiembre y en la 1* década de Octubre. 360 Memorias de la Sociedad Científica En efecto, las presiones en tales épocas son las siguientes: 2: década oi. AIR 583.760 A A E e Tacubaya, Marzo de 1900. . LILIOOIO LDIOIDIIIIOD II LIDI III LILIA xú—_—_— ____——— NODO DE CONOCER UN CRANRO DE CUGUAR, Por el Dr, Alfredo Duges, M. $. A, Profesor de Historia Natural en el Colegio de Guanajuato. ] PGA E > Í (LÁMINA XT.) ¿ Al examinar unos cráneos de León del país (Felis concolor) observé una disposición notable de la articulación fronto—pa- rietal. Comparé entonces con los de otros felídeos que yo te- nía á mi disposición (Felis rufa, F. tigrina, F. catus, F. onza), y, haciendo abstracción de la forma general del cráneo, de sus proporciones relativas y de algunas particularidades mas ó menos importantes, me fijé en dicha articulación que me pa- reció un carácter osteológico distintivo de Felis concolor. Como algunos autores crean hasta géneros diferentes, fundándose en caracteres de esta clase, creo interesante describir, aunque someramente, la notable diferencia que encontré entre dichos cráneos. Felis concolor (León, puma, cuguar.) Los huesos frontales, al llegar á unirse con los parietales, se prolongan hacia atrás en la línea media, describiendo una especie de muesca ó bi- sagra más ancha en su parte posterior que en la anterior, y se encajan así sólidamente entre los dos parietales que se pro- longan en punta de cada lado de dicha muesca, cuyo límite posterior está cortado transversalmente en línea recta. Memorias.—(1899-1900].—T. XIV.-46. 362 Memorias de la Sociedad Científica OIDO LL IIED IIA CTILLIII Felis onza (tigre, jaguar). En el cráneo de este felídeo la sutura fronto-parietal es normal, y es inútil describirla, pues las figuras que acompañan esta nota y que han sido calcadas sobre el natural, son suficientes para poner de manifiesto la di- ferencia que existe entre estas dos especies. Me propuse entonces revisar los cráneos que poseo, y ob- servé una cosa análoga en el Erizo de Europa (Erinaceus eu- ropaeus ), y mucho más parecida en la nutria (Lutra felina), y en un castor de Terranova. Las personas que dispongan de una colección de cráneos más variada que yo, podrán multipli- carlas observaciones. En una figura de cráneo de león de Áfri- ca, en los que tengo á la mano (Canis, Nasua, Taxidea, Mephi- tis, Conepatus, Lepus, Sciurus, Cavia, Celogenys, Spermophilus, puerco espín de Europa, Sphingurus, Cariacus, Tamandua tridac- tyla, Dasipus, Didelplis, etc.), he visto una disposición análoga á la de Felis onza. Quizás esta pequeña nota sea de algún interés general, pe- ro no tengo suficiente material para establecer conclusiones de esta clase, y mi único objeto es el de proporcionar un me- dio de reconocer el cráneo de Felis concolor, aunque no se ten- ga más que la porción del cráneo aludido. Guanajuato, Junio 10 de 1900. SANATORIUM FOR TUBERCULOSIS IN THE VALLEY OF MEXICO. BY DOCTOR DANIEL VERGARA LOPE, M. $, A. Laureate of the Smithsoriaa Institution of Washington D. C.—Profesor of the Institut Medico Nacional from Mexico. é. In the central table-land of the Mexican Republic, and most specially in the Valley of Mexico, are found excepcio- nal climatic conditions for establishing in them and in the environs of the Capital, especial Sanatoriums for the cure of a great number of different diseases and of those of the res- piratory apparatus. This class of Sanitary establishments has been very useful to suffering humanity and at this very epoch, when Medical Science knows better how to take advan- tage of the forces of Nature, the therapeutico-climatic Sana- toriums and particularly those in higl altitudes acquire eve- ry day much more importance. The English gather in search of health in the hills of the Himalayas, and in the highlands of the Andes. Europeans, in general, drawn by the same ob- ject populate the habitable valleysand passes in the heights of the old world, and so have arisen Davos, Arosa, Valentiner, 364 Memorias de la Sociedad Cientifica etc.; which stand forth so picturesquely, at the feet of the Alpine glaciers, and of other cordilleras in Europe. In the U.S. A. Denver the Capital of Colorado, is also the point elected by the inhabitants of that Country, to search for the cure or alleviation of pulmonary affections and of the terrible and inexorable tuberculosis. But none, absolutaly none of these places mentioned, although they are of the first stan- ding of their sort, could compete in advantages with those of - a Sanitarium established in the declivities of the cordilleras which surround the most beautiful Valley of Mexico. * | The establishment of a special Sanitarium for the treat- ment of consumtive patients is of great importance, in as much as we are daily more experienced that the beneficial results are more or less in conformity with the treatment as to the regimen or mode of living which we ought to submit our pa- tients and which are only realized by subjecting them to a vigilent surveillance and medical cure, by sequestring them in the salutary establishments and enforcing a rigourous me- thod, so as to improve their way of living, inculcating a phy- sical and moral education. The more we study this infirmity by obtainig furt her insight of its numerous pathologic quali- ties and the habits of this patients the more ardous appears to be our task, not with standing that we apply ourselves by using the best known remedies and council of experienced persons, besides the best climatic conditions, 14 is all useless unless we can exercise absolute vigilance on the physical and moral state of the patients, and by all means procurable, endeavour to better their mode of living and supress all bad habits, which are so often to be met with. Dr Otis in reference to this subject, compares the re- sults obtained in the treatment tubercle, according to the sta- te of the patient wether he is entirely at liberty or subject to the prescriptions and solitude of a Sanatorium, and those that might be obtained in any other dangerous sickness before or "Antonio Alzate. . 365 rm. OLI e . after having placed him in the care of an experienced, efficient and intelligent nurse. (') The difference in respect to the prog- nostic before and after the fulfilment of this condition. The patient wether free or isolated and under the Medical care if the condition is identical. More so it 1s without doubt that under similar circumstan- ces climatic influences would be most satisfactory, and a Sa- nitarium would receive the benefit of such advantage. No person can imagine that the same results would be obtained in a Sanitarium established in Mérida. Veracruz or New Or- leans equal to one established in Mexico, Zacatecas or Den- ver. We will proceed to make a rapid comparison betwen the conditions and advantages of the Sanitariums which are al- ready established and one that might be builtin the heights of the Valley of Mexico. With the exception of the himalayan regions, the cordille- ras of Indo-China, and those of the Andes of Chile, Peru and Bolivia, there is no other region known which possesses the softness and uniformity of seasons, which the climate of Me- xico rejoices in. The European Sanatoriums, without having the height above the sea of our valleys, ave uninhabitable during the winter for a multitude of delicate invalids, for whom it is ve- ry dangerous or impossible te bear the cold of such regions. In Davos (1550 meters, altitude) in spite of its, being one of the most famous stations in Europe for its good climate, and the good results obtained there in the cure of tuberculosis, - there is great cold. This is so intense that the thermometer descends some times to —250 and —300 centigrades (Fahren- heit —130 and —229). Itsnows at all seasons, August being the month when the less snow is observed. From November (1) Edward O. Otis M. D. Boston. Transactions of the American Climatological Association Vol 12, —1896—p. 25. 366 Memorias de la Sociedad Cientifica COLOSIO LIIILILDL LL LOL LLO LIL LITO LIO ES LLO OIL AOL AO A LOL AOL LILIA to April and on ocasion until the month of May, the valley of Davos is covered by the snow, wich reaches some times more than a meter an depth, and even two meters 19 centi- meters (February the 8", 1892). (*) pe “The period of melting of the snow, which commences towards the month of March, is a very disagreeable time and much dreaded by the guests of Davos” (Moeller). And nevertheless in Summer the thermometer rises to near 309 cent (279 8 cent. = Fahr 820 2). The results which the Meteorological Observatories of the Valley of Mexico gives, are very distinets. After twenty one years of continual observations, according to the Central Metcorological Observatory, the average annual temperature, is: 1505 cent. (5999 Fahr). The average of the lowest has been 695 cent. (4206 Fahr.) an the very lowest observed on one sole occasion during so long a period of time has been —19%7 (2809 Fahr). The average maximum has been 25%4 cent. (1797 Fahr), and the highest maximum (maxima maxi- morum) 3198 (8992 Fahr). This Observatory and that of the Tucubaya, whose observations differ very little, (one tenth of a degree), are situated near the extreme S. W. of the abo- ve mentioned Valley, and at an altitude above sea-level of 2256 meters (7404 feet, Central Observatory). The Tacubaya Observatory is at 2322 meters (7618 feet). In the extreme N. E. of the same Valley and placed upon the declivities of the cordilleras which surronnd it, on this side 1s the Meteorologi- cal Observatory of the city of Pachuca from the first mention- ed ones 80 kilometers (50 miles). This observatory 1s situa- ted at 2424 meters altitud (7956 feet). At this point the ob- servations made in the year 1896, offered us an annual avera- ge of 1401 cent. (57% Fabr.) The maximum and minimum (1) Revue des Questions Scientifiques—tome V.--Avril, 1894, “Da- vos” by Dr. Moeller. “Antonio Alzate. 367 averages being respectively 3097 and 092 cent. (8693 and 3204 Fabhr). These numbers alone suffice to form an idea respecting the goodness aud comfort of this climate. We use the word “comfort” according to Dettweiler, Director of the sanatorium of Falkenstein, respecting the climate of the residences of the kind of which we are treating; this Physician tells us: “Comfortable climates and uncomfortablo climates can be dis- “tinguished: the first are those which need less; the others “those which exact more care in the mode of clothing to “avoid all noxious influence Among the residences more or “less uncomfortable from this point of view, can be noted “all those of the centre of Europe, because of the brusque ““variations of temperature. But this does not infer that those “of the South have not also their dangers.” Dr. Licéaga, substitutes for this classifications, that of ““climates absolutely advantageous and climates relatively useful.” He places among the first, those of the Central table- land of Mexico, and among the second, the European clima- tes, mentioned by Doctor Dettweiler. (*) On the other hand, these Sanatoriums of Europe are very far from possessing the altitude which the Central Table- Land of Mexico has, at once with a climate so soft. Only in the Himalayas and in the Andes can one rise to a higher altitude than that which the Mexican Central Table-Land posseses and nevertheless enjoy such soft and healthful climates as ours (in Mexico) —But—at the same time these last regions have a serious inconvenience for those of the great mass of humani- ty which populates Europe and North-America.—These being the most interested in this subject, as they; more than any other are persecuted and undermined by tuberculosis. This (1) “A visit to the Sanatorium of Falkenstein” Report read in the National Academy of Medicine in December 1890 by Dr. Licéaga. 368 Memorias de la Sociedad Científica APDODILLDILILLDIL LOIS LD LIADO LIO LILIA SAA ALLLDIDIS DI IDIIIDIICLIIILIIOA ” serious inconvenience, invincible as yet, is the great distance at which they are founded. This originates great difficulties very easy to understand; such as copious expenses, journeys longer and more dangerons, and the necessity of living in re- gions where society is far from having all the guarantees which a country such as Mexico offers. Here in Mexico we have the lines of comunication with the principal Capitals of the U. S. A. and of Europe, easy, safe, rapid and relatively short. A journey of 4 or 6 days over very comfortable rail=roads, suffices to place us in New York, New Orleans, Quebec, Montreal, €. —Fifteen to twenty days are enough in which to reach the greater number of the large cities of Europe, with the same comfort and rapidity. More is unnecessary to comprehend how much more easy to arrive at a Sanatorium established near to Mexico city. The Valley of Mexicois notalone attractive for its splendid climate, but also for its surpassing panoramas, its beautiful vistas, the clearness, transpareney and purity of its azure at- mosphere. S It is well known, toat in all high lands, the transpareney of the air, the luminous radiation and the sunsets of a thou- sand tints, sets a Seal of singular enchantment upon them, which as always made the landscapes of switzerland from all time especially famous. Besides the abundance of light not alone bears the atractions which the illamination of any sce»- ne gives; but it also has the great advantage of redoubling the killing — power of light upon the bacillus, on a much larger scale. We already know perfectly well and we have treated this subjectin especial articles and works—what are the means which make the inhabitant of highlands immune to phthisis Statistics have supplied authentic information as to the enormous difference of consumptives in the cities of the Uni- ted States and Eurpoe and the coasts of Mexico, and the di- minished number of consumptives in the cities of the higher “Antonio Alzate. . 369 PIPILLILILIIOILLDDIIOLIIIIILDILIIIIIILIILIIOOLIIILILIIIILIILIDILILIIINA plains, without the necessity of recutring to dates which sup- ply the comparison of these numbers and scientific researches. —The advantages of the climate of Mexico are already well known to be favorable for the cure of consumption and authen- tic data established the fact, long experience justifies this jud- gement, which is cireumstantiated every day by the inhabi- tants of North America and of the cities of the Mexican Re- public which are situated at the lower levels. Far above the public opinion, that of the medical staff has been still more favourable, men of wisdom and experience ha- ve given their decided opinion, amongst whom to be met with 1s Doctor Licéaga, from Mexico, this gentlemen has given his firm opinion in favour of the treatment of consumption, is most favourably disposed for the establishment of a Sanato- rium for the curing of tubercles in the cities of the central plain — For my part, and in reponse to the call, and highly interested in the problems which offer to liberate humanity from this horrible plague and therewith render my help which on other occasions I have likewise dedicated. By establishing said Sanatofiums on the mowntains su- rounding the Valley of Mexico, near the capital, Í trust hu- manity at large be amply benefitted, as well as our country. Dr. Licéaga tells us: In the environs of the city of Me- xico, where the mortality from phthisis is very little 14 would be better to establish a hospital for phthisis (Sanatorium) than in any of the situations where similar establishements alrea- dy exist. Because this location is found situated almost at 3,000 meters (18,000 feet) above the leavel of the sea; near or in the midst of coniferous forests; where it is possible to be in the open air the greater part of every day and at all seasons during the year' Near city of Mexico, towards the S. W, near Doctor Licéaga.—Report cited and “Le plateau central du Mexique considéré comme station sanitaire pour les phtysiques—Report read in the Medical Congress of Berlin, 1890. Memorias —[1899-1900]. T. XIV.—47. 3870 . — Memorias de la Sociedad Científica CALLE the Cuernavaca rail-roar, a little higher than the picturesque towns of Mixcoac, San Angel and Contreras, may be found many most beantiful sites adequate for this objeet among the sinuous gorges covered with the richest vegetation and ope- ning betwen the declivities of the cordillera of Ajusco.—The cordillera or “Sierra de Ajusco” forms the most elevated mass betwen the Sierra of Popocatepetl and Ixtacihuatl (“Sierra Nevada”) and the cordillera of “Las Cruces.”—The foot of its castern slope, which belongs to the Valley of Mexico, is for- med in most of its length by one or many mighty currents of lava emanated from eraters situated around this region and for the most part from the crater of the mountain of Xitle, attached to same mountain of Ajusco and belonging to the eastern slope. This rocky superficial layer is commonly known as the “Pedregal” (Stony) and forms in all this region from Contreras to Tlalpam, a soil completely impermeable and very broken as is to be supposd. In this cracks and roughnesses has been deposited later the loam which nourrishes a rich, . varied and vigorous vegetation consisting mostly of Coniferae. The rich vegetation united to the precipitous nature of the country at so great a height above the level of the Valley gives this region the most enchanting aspect, indeed, there are incomparable views, splendid and extended panoramas and above all the best conditions for general health, and es- pecialy for the establishment of a Sanatorium. The impermeable subsoil, stony, and absolutely useless for the developement of bacteria; the permeable soil coverted with rich vegetation, with considerable declivities which en- tirely prevent the stagnation of the water, currents and cas- cades of limpid springs of potable water leaping every where; tiny valleys and ravines sowed with gigantic Coniferae, and sheltered from the prevailing winds; — such is the aspect of this delightful and healthful region. The multitude of abrupt breaks in the country surprises at every moment, the gaze “Antonio Alzate. 371 + measuring the distances and varying the tints. Occasionally, the sight penetrates towards the N. E. even to the farthest horizon oceupied by the opposite side ofthe same Valley, which unrolls itselff before the spectator in a projection of more than 100 kilometers (62 miles) —In the foreground of this slope can be contemplated from the highest point the picturesque and fertile villages which we have mentioned: Tizapan, Mix- coac, G., Highways ornamented with trees unites these places with the famous Castle of Chapultepec, surrounded its bean- tiful and age old grove,—and with the Capital, which má- jestically extends itself in the centre of the Valley at a dis- tance 0716 or 20 kilometers (11 miles) —The whiteness of its edificies forms a vivid contrast with the soft, azure and sil- very tints of the lakes around it. In the distance, at the right, towards the E., the two grand volcanos of the Sierra Nevada, Popocatepetl an Ixtacihuatl lift their dazzeling peaks of snow to a height, Which contemplated from this situation, seem to rise higher than when contemplated from the depth of the Valley. This grand perspective with changing views and affects in accordance to the hour, and which are visible from diffe- rent points, whether ata higher altitude near the forests of “El Desierto” (the Desert) near of Cuajimalpa and “El Con- tadero” (at an altitude of 2760 meters) or at Sn. Nicolás To- tolapa, a pleasant village above Contreras, or at “La Magda- lena” (3628 meters) and “La Cañada.” The temperature at these places is generally 1 or 2 degre- es centigrades lower than that of the city of Mexico, but mo- re even. At this point we have observations by Dr. Altami- rano, (') taken simultaneously in the mansion of the state of Eslava (23000meters, altitude) in the city of Mexico and in the (1) Director of the: Medical National Institution of the city of Me- xico. 372 Memorias do la Sociedad Científica town of Guadalupe. By the facts thus obtained during the month of July, 1895 he found —“that the average temperatu- - “re is greater in Guadalupe, less in Mexico, and even less in “Eslava. Therefore, Guadalupe is warmer than Eslava and “than Mexico, but on the contrary the variations of tempe- “rature, from the morning to the afternoon are much more “considerable in Guadalupe than in the other two points. The- “Se oscillations are represented approximately, thus: 7? 3 “for Eslava, 7? 8 for Mexico and 11? for Guadalupe. In gene- “ral the climate of Eslava and we ought likewise to include “all the montaneous regions to the S. W. is colder, damper, “an less variable than that of the capital. (*) In order to complete these meteorological facts of so much importance we have personally taken some observations in the villages in the S.W. of the Valley: Sn. Nicolás “La Magdalena” Chichicaspa, € which confirm Doctor Altamira- no's observations. At the same time we have consulted this cuestion relati- ve to the hydrology of these regions in the Report of Bel- tran and Puga, which gives us the following data. There are two periods of rain in the Valley ef Mexico one of them takes place in Spring the other from the Sumner. In the first period the rains nearly always come from the SW., in the second they come from the N.E. and pass to the S.W. The first period is less abundant than the second even when itis more usual that the first has more violent rainfalls, in the month of February to April. The second constitutes the real rainy season. It commen- ces regularly in the month of May after a short interval which separates it from the preceding and in this interval are observed the highest temperatures of the year—These tem- — (3) Report to the Secretary of Fomento by the Director of 1he Me- dical National Institution, Dr. Altamirano. “Upon certain excursions to the mountains of “Ajusco” and ranges of “Las Cruces.” “ Antonio Alzate. 1 373 IIS peratures are nearly always those which we already have mentioned (209 to 240 centigrades) —This second period ter- minates in the months of September or October. The especial characteristic of these rains during the se- cond period is the following: 3o0r4 days without raining pass and in the space of a month, falls 3 or 4 deluges of 30 or 40 milimeters (1 inch 8 or 1.57 inch) by the rain-gauge. In Sep- tember and October take place the most copious and violents rains of the year which some times pass 40 milimeters and generally come from the N.E. These are the monthly averages of the quantity of rain— fall which have been deduced in Mexico from more than 19 years of observations and in Tacubaya from 10 years of ob- servations. Mexico. Tacubaya. Oe as do pa al Od9 imchiiia o 26968 0.09 inch EAS MIR Lat aer id. 0.21 A alos dea WA as ooo 0.58 A ano 008 30 ea also E 0.46 Due AS E a CARRO AU. e tar aj e 1.90 A eo rd A 0 E A 3.34 PARO - A Ad io ele tes 4.23 A A Cl A A 5.51 September... vo .csies es dí a e 5.05 A IIA ON Dd doi pos 2.46 November ...c00 io: Er NN IAS 0.49 Debra mberT 0. buno e O AS 0.15 Mean annual average 22.898 inch........... 26.909 This gives one excess of 407 inch more in Tacubaya than in Mexico. So that these numbers indicate something respecting the greater abundance of rain in elevated regions of the S.W. as 1t is seen that Tacubaya is in this direction from the capital and more elevated than the latter. Also the following taken 374 Memorias de la Sociedad Científica like the preceding, from the Report of Mr. Puga show the same result. Altitudes. Locations Months (1897)! feet. May, Jun. July. August. Septem. 7381.9 Mexico [Cent. Met. Ob.]. 0.751 inch 5.47 inch 5.08 inch 6.05 inch 5.28 inch 7611 5 Tacubaya [Astr. Observ.] 1 141 5.35 4 37 5.55 6.46 7710.0 Urbina [Station of M. N. AA AA SS 0.93 6.57 4.41 5.79 4.45 9186.3 San BartolitO..........-. SN De o 6.50 5.99 9448.8 El Contader0.........--- So 3.27 6.97 6.22 7.24 9055.1 Huisquilucan........---. 2.40 8.27 7.08 8.74 5.17 70907 Salazar con oia S055 qa SEE 9.41 6.34 9530.2 San Pedro Atlapulco..... Le as as 7.40 7.40 9153:5 Chimalpa..L 110... cp A 9.09 From these data and other special studies, Mr. Puga has deduced the annual average which corresponds to the quan- tity of rain which normaly falls in the S.W. of this Valley, finding this average equal to 33.465 inch (850 milimeters) that is to say 10.551 inch (268 milimeters) more than in the capital. Although in one sense the abundance of rain in this re- gion of the Valley tends to augment the relative quantity of nioisture, the same does not take effect with the whole quan- tity of vapor in suspension in atmosphere. Evaporation is al- ways found in relation with the atmospheric pressure, which, when it is least, brings, as a consequence evaporation more rapid the quicker drying of bodies, greater cutaneous and pulmonary evaporation. These last influence in a direct and undeniable man- ner the concentration of the blood in the inhabitant of these hills. This fact,the concentratiou of the blood, influencesin such a marked manner human physiology and constitutes one of the most powerful factors against the developement of tu- (1) In the year 1897, the rainfall was exceptionaly abundant (Puga'a note.) A e “Antonio Alzate. 375 berculosisin highlands. (*) Thus the concentration of the blood, continues with all its vigor in union with a uniform tem- perature, tempered by this rains during the Summer, aided by an unequalled luminosity. In the midst of landscapes splen- did even the most splendid in the world, and in a country in which individual guarantees are so observed, is found close by a large city provided with all the elements of life, con- nected with this spot by an easy and secure railway in the short space of 1 hour and 30 minutes. With the foregoing details lam convinced that the esta- blisment of Sanatoriums for the curing of phthisis in the Val. ley of Mexico is far more advantageous than Establishments built in any other locality. It is saddening to know that up to date there is not one small house dedicated for the curing of this class of in- firmities when it is well authenticated that the climate is so favourable for their cure-and which would produce so many benefits to suffering humanity and in accordance to proofs, de- monstrate that it is the only mean of obtaining better results in the treatment of tubercle deseases. (1) See “La vies sur les hants plateaux”— Work awarded a prize by the Smith—sonian Institution of Washington D. C.—Hogdkins Compe- tition—Edition in French by Prof A. L, Herrera M. S. A. and Doctor Vergara Lope M. S. A. México, 1898. aid ea $ ASEO e doo AITOE DR 2 nera: ia a pai cdi DARE Alda: volt daa ¿DION yea: Salsa pon gl 3. eE e aL E A OS 08y a de e q » MODOS, pad, pando oia 290 LOS DR A PM do: ope Med obio vrai a Bo cd 00 cn Marte ¿A 2 Da A Y di dez "deso Me y O EA AO Rin de pa pet: E 7 pd gl e h 70 eN Pur fos ÓN Ska lic db ratio eds E ad ; dd po era EGORS io Es rdubi Ain ito Eme de Resto EOS GAS dede ¿seras ñ Rd Vis epi NO e IA DR Lv la a pad ee ee EOS, me 7 Co La ETS e ai da O JA DO PAE E Se seo Aa Y Pd 0) ¿EN Sel dal (lies bob Ao Ad IS y HA ia EEN ETS AÑ ER PA ON ch DAA De Aa ae ANO dial bid LA Aida ani ' eN : A 44 $ si dl mi bu vto pa sl A 0 A da o PR A DI ES pe ¡IR e A We q Lia: di de ESA ez. Atl a tia A o NO MALO A 0 fia, 2 «e 2 de. ici e cl id ac opi : J 1 a UA; al dd y ns cade AA HO / A e o NS AN ANS OS A A CS ARES NA Y 14) E pra ; q a AO 1 y 0d A AN " EN 0 ) : ' pe 3 e 0 P á A Pl 14 "e ¿ e ( pon Y ] > q ¿ 4 z A o li db 0 Da d Y US eo 000 A > A: EA E pd po COTE Pe AAA y 0 eje 0d! ER A GA Gi Y gi e AA y PINTA En ELSA ; AS 4 4 7 e e - NOTE SUR ORGANISATION GENERALE ET LA REFORME DES ETUDES BIOLOGIQUES. PAR A. L. HERRERA, M. $. A., Directeur de l Institut de Parasitologie, Professeur 4 École Normale. A diverses reprises et dans différentes publications j'ai insisté sur la réforme de la nomenclature, des Musées, des explorations, des recherches expérimentales et méme de l'en- seignement de la science. Ailleurs on a étudié la réforme de la bibliographie et de la taxonomie. Mr. A. Dollfus a institué un remarquable systhéme de bibliothéque, dont les résultats sont d'une utilité incalculable. A VInstitut Smithsonien on a établi un bureau pour léchange des publications scientifiques et Pidentification des espdces. Le moment est venu d'esquisser un plan général de ré- forme pour le plus rapide progrés de la biologie, sans nier pourtant que celui-ci est déja vralment merveilleux. D'autre part, Wayant la compétence nécessaire je serai heureux d'a- cueillir toutes les indications qu'on voudra bien n'adresser sur ce sujet, que j'espére voir développé par des savants au- thorisés. (*) Bien entendu je ne veux pas imposer mes idées, mon seul désir étant lavancement des études qui font le but de ma vie. (1) MM. Delage et Giard ont éerit sur la direction des études biolo- giques en France. Memorias.—[1899-1900].—T. XIV.—48. 378 Memorias de la Sociedad Científica LILIA Réforme des Musées. (') 1l faut éviter Vexagération dans le nombre et Pimportan- ee des collections systématiques. MM. Cuénot, Hecht et moi méme nous avons déja insisté sur ce sujet, ainsi que M. A. Dollfus. M. Van der Broeck m'a annoncé qwil va développer ses idées devant le Club scientifique de Bruxelles. Il y a besoin d'installer des salles convenablement disposées, qui seront visitées dans un ordre rigoureux et qui démontreront dVune maniétre objective les grandes lois biologiques de Punité, la finalité particuliére, la différenciation, la vie élé- mentaire, ladaptation, la variation, la lutte pour existence, la séléction, Vévolution, la nutrition. Dans les Musées ainsi disposés on pourra acquérir rapidement une appréciation dVensemble sur la nature gráce á la salle de Punité, démon- trant Vunité fondamentale de la composition chimique de tous les étres; Punité de plan Porganisation, des forces de Pévolution, ete. Par exemple, un cráne humain se déformant dans un mi- roir sphérique jusqw/á acquérir les caracteres pithecoides en- seignera á lui seul plus qu'une collection immense de plantes en herbier. L'établissement de ces Musées aura une portée incalcula- ble et une action grandiose sur l'éyolution des jeunes natura- listes. Mexico, Nancy et peut étre Bruxelles sont déjá en voie de réaliser ce réve intéressant. Tout derniérement on a an- noncé la formation d'une série d'exemplaires dV'entomologie biologique au Musée de Paris. Réforme des explorations. (*) La nutrition parfaite des Musées biologiques dépend sur une grande échelle, des explorateurs, qui dans la suite seront (1) Les Musées de lavenir. Mém. Soc. Alzate. Vol. IX, p- 221. (2) La Zoologie de Vavenir. Les explorateurs. Mém. Soc. Alzate. Vol. X p.6. : - “Antonio Alzate. ' 379 contraints de collectionner plutót qu'un grand nombre d'ex- emplaires morts une série limitée d'exemplaires—idées, de faits, observations, comme celles des Darwin, des Belt, des Wal- lace, et dans une échelle plus modeste, des Hernandez et des * Sumichrast. : La réalité est souvent bien amere. Par exemple, on vient de publier en Oberlin (Etats-Unis) une brochure sur le chant de diverses oiseaux, observé par les explorateurs et exprimé a Paide de mots comme tsi tsa tsu, tse grrr gaaaa! J'ai táché de prouver la nécessité absolue qwil y a dans - tous ces cas d'un programme de travail, d'une méthode rigou- .reuse, une permanence prolongée. L'explorateur que ne s'ar- réte comme les Fabre ou les Audubon peut étre comparé a un touriste collectionnant cadayvres humains dans les cime- tiéres Yun grand nombre de cités....pour y étudier la socio- logie. Cette réforme n'est pas encore en voie de réalisation. Réforme de la nomenclature. (') La nomenclature actuelle est, de laveu de' tous, un des principaux écueils pour le progres, lenseignement et la yul- garisation de la science. Voici l'enumération rapide des in- convénients et des remedes: 1? Dificulté des identifications, par la dispersion des des- criptions dans les bulletins et monographies de tous les pays. Heureusement une Société d'Allemagne est en voie de pu- blier le Prodromus du régne animale. C'est un simple pallia- tif. Pour ma part je préfere envoyer mes exemplaires á l'Ins- titut Smithsonien, au bureau des identifications. 11 faut mul- tiplier ces moyens de défense contre lennemi commun. Les Sociétés locales, (je ne parle des impossibilitées d'une associa- (1) Hérésies taxinomistes. Mém. Soc. Alzate. Vol. IX p. 14. 380 Memorias de la Sociedad Científica DI tion internationale) peuvent bien imiter "exemple de l'Institut Smithsonien. 22 Difíicultés de la synonymie et multiplication excessive des especés, malgré la loi de priorité et de tous les réglements des Com- gres internationauz. L'expérience a prouvé que ce mal n'a point. de reméde. Toutefois j'ose proposer ici une espece de phagocy- tose. Chacun connaít un certain nombre d'auteurs qui ont la manie des remaniements et des synonymies. J'ai cité plu- sieurs d'eux dans mes Hérésies tarinomistes et Von peut assurer que chaque annés on publie un grand nombre de plaintes, pour la plupart parfaitement fondées et documentées, mais qui ne forment pas une brochure spéciale. Par exemple, “Natural Science” de Londres a dit que M. Walkenaer a donnée cinq noms différents á un méme papillon; “American Naturalist” critique les remaniements de M. Marsh et M. Marsh ceux de M. Cope. MM. Jousseaume, de Borre, Keerremans, Puton ont publié maintes notes sur ce sujet dans le Bulletin de la So- ciété Zoologique de France et de la Société Entomologique de Belgique. Qui de mes lecteurs connait par exemple le fait singulier du Romerolagus? Et cependant on a prouvé que M. C. H. Merriam, dans ses fatigues pour signaler toujours plu- sieurs espéces et genres nouveaux, a donné ce nom singulier: á une espóce de Lagomys du Popocatepetl. Eh bien, la réu- nion et publication de tous ces documents, par les Sociétés de chaque pays, donnerait un résultat important. Les études taxonomiques resteront dans les mains des authorités ayant les éléments nécessaires pour arriver á des classifications exactes. La biologie n'a pas besoin de ce que le premier ve- nu soi-disant naturaliste, prenne la peine de donner un nou- yeau nom á un étre qui a été décrit il y a 100 ans. Non, la: science a besoin de la réglamentation de ces travaux et de ce que par la peur du ridicule et d'apparaítre chaque année dans la liste phagocytaire, on prenne un soin excessif dans la des- cription des espéces nouvelles et dans les remaniements in- sensés. ¡Antonio Alzate. 381 IDOL AIDA IDIIILDIDIDIILIIIIIIIIIIIIL J'ai proposé aussi la substitution du nom de l'auteur par la date de la publication des espéces nouvelles: c'est un remé- de contre la vanité, applicable dans Y avenir. Il a été suivi dans la description de 300 espéces nouvelles, en Angleterre. 3? Impossibilité de comprendre ou déchiffrer les 800000 noms de Histoire Naturelle. La langue de la science est plus difficile que la science elle-méme. (Bufton.) Les ouvrages, les bulletins, les tables des matiéres, les livres philosophiques ou d'applica- tions sont bourrés de mots arbitraries; comme. Strongylocen- trotus, Wollongano, Latrodectus. 1l y a au moins 800000 noms arbitraries en Histoire Naturelle et on perd un temps in- calculable pour déchiffrer ces noms. Cette nomenclature est absurde comparée á celle de la chimie. Elle est une langue que ne Pest pas. Au milieu des recherches les plus pro- fondes, les plus intéressantes, on est obligé de chercher ces termes obscurs, d'une étymologie insuffisant. Le naturaliste est une espóce de condamné qui traíne toujours sa lourde chaíne de Dictionnaires, d' Annuaires, de Synopsis, de Prodromus, de Monographies. Et tout cela par la cause de ce chinois scien- tiíque que aucun mortel ne pourra savoir jamais! J'ai indiqué un reméde qui a au moins Vavantage de ne bouleverser la nomenclature et de s'adapter á tous les capri- ces et différences des classificateurs. (*') Pour fixerles idées sur la nécessité de cette réforme ou- vrez, je vous prie, le nomenclator de Scudder, qui a 80000 genres danimaux. Vous aurez le bonheur de y comprendre lo 4 par 100 de ces noms ou moins encore. Dites moi un peu quest ce que le Scolecophagus, le Icerya, lo Ceroplastes, le Xan- thosoma, le Phrynosoma, le Pyrosoma? On agit ici des animaux, des plantes, des minéraux ou de mots sans signification? Les noms réformés seront toujours clairs pourles natura- listes et méme jusqu'á un certain point pour le vulgaire et ils aboutiront á une économie de temps incalculable, surtout (1) Voir les détails dans Mém. Soc. Alzate. Vol. XII. 1898-99. 382 Monosias daa Sonielad Cionti£ca pour les naturalistes qui ne se sont pas installés dans une -splendide Musée au milieu d'une troupe d'éléyes, Vaide—na- -turalistes, etc.... Selon ma réforme les genres des plantes seront terminés en a, ceux des animaux en us Ou s, ceux des minéraux en um ou mM. On devra employer en outre, des préfixes et des formules. Par exemple, Urtficusa (D M U) est un végétal, par terminer en a, de la famille des Urticacées par le préfix Urt, des Dico- tyledonées (D), Monochlamydae (M), Unisexuales (U.) Insoecodomas.— (1 Hy A) est un animal, par terminer en s, un Invértebré (TI), un insecte (Ins), un Hymenoptére (Hy), Aculeata (A.) — Les genres trop longues seront abbréviés. (Pogonomyrmex=Inspomyrmes (1 Hy A), ne dépassant pas le maximum de 17 lettres. La formule finale aura un usage res- treint, comme celles de la chimie. Ditez-moi un peu quest ce que le Mammidas, le Repeumeces, la Legerythrina, le Inseleodes? La concordance et 1'étymologie perdront ainsi une part de leur petite souberaineté. (Je ne me suis prs adressé á des orientalistes ou grammairiens, mais á des hommes de bonne foi et de science.) D'adoption de cette réforme—que n'est pas encore au point —dans les cours des Ecoles Normales de Mexico, a donné un résultat satisfactoire et elle a été approuvée et perfectionnés par M M. X. Raspail, Howard, etc. 3 Réforme de la méthode. Dans la “Théorie élémentaire de la Botanique” et dans un petit nombre Vouvrages somblables, on trouve quelques con- seils généralement oubliés ou méconnus par plusieurs natura- listes. Il faut faire sauter la biologie de la contemplation sté- rile a Pexpérimentation hardie. 1l y a besoin de perfectionner la eytologie expérimentale, en étudiant surtout les imitations. n Antonio Alzate .: 383 RARA IDOL SIDRA TDDECLIDS RODADO ELE TETERA NA duprotoplasma-je n'ai ditpasle protoplasma artificiel. Onaura une idée claire de la question par Vexamen des mousses de Biitschli ou de mes oléates, tout spécialement des mouvements amiboides des gouttes d'acide oléique retenues au fond V'une solution légerement alcaline, a Vaide du sulfure de carbone. T'ex- périence peut étre faite méme dans les cours modestes et elle a un retentissement spécial dans les cerveaux des éléves. D'autre part on doit expérimenter sur action des milieux, sur la variation—étude trop favorisée aux Etats-Unis,—sur Vadaptation, sur le pétrissage des étres (recherches de M M. Dareste, Morgan, Féré, Delage, Loeb), sur le transformisme (Varigny) Il faut pénétrer plus en avant dans la connaissance de l'intelligence des animaux, á 'aide un systéme Vexpérien- ces, ainsi que a été proposé par M. Lubbock. — Personne ne pourrai prévoir le résultat une éducation agissant sur six générations de singes ou de chiens. C'est dommage que cette étude soit toujours dans les mains des jongleurs des cirques. 1 faut y appliquer quelques-uns des méthodes de la psycho- physiologie. | Voici quelques indications qu'on pourrait certes dévelop- per in extenso: 1 71 faut méditer longuement, méme sur les sujets insignifiants. Mon régretté ami lo Prof J. Delboeuf disait que plusieurs na- turalistes refusent penser. C'est ce qui montrent en général les monotones reports des explorateurs américains, sauf nombreu- ses exceptions. Le génie est une longue patience et le cerveau le moins doué peut étre élevé et développé jusqu' á un cer- tain degré, gráce 4 la méditation. Demandez á plusieurs au- teurs quel nombre d' heures chaque jour ontils dédié á cette occupation indispensable.....- 99 Tl faut provoquer une évolution des idées personnelles. Je suis étonné de voirá M. Weismann aveuglé toujours avec leur théorie du plasma germinatif, malgré le défaut absolu de preu- yes et malgré aussi les critiques les plus raisonnées, publiées 384 Memorias de la Sociedad Científica DAODIOLDIOLILDDZIDIDL LILIA IDAS, pendant 100u 15 ans. M. Wallace v'a pas non plus abandonné leurs théories métaphysiques sur certains points du Darwinis- - me. M. Quatrefages jamais a voulu se convaincre de cette théorie. Par contre M. A. Gaudry a la prudence nécessaire eb Pon remarque une évolution rationnelle dans ses idées. — De ma part J'ai le désir d'évoluer, parce que j'ai le désir V'arriver á la verité — malgré ma incompétence — et par exemple, j'ai aceepté et abandonné successivement les théories des fibrilles, des forces vitales, des explosions d'acide carbonique, des cou- rants osmotiques et en fin, j'ai accepté lVexplication des mou- vements protoplasmiques par les courants de combinaison et de diffusion, ainsi que le démontrent les expériences avec Pacide oléique et les alcalis. De la sorte on peut au moins avoir Pespérance d'un perfectionnement relatif, tres relatif et modeste dans mon cas particulier. Toutes nos vérités sont relatives et toutes nos explications provisoires. M. Béchamp n'a jamais abandonné leurs vues sur les microzymas et il a probablement sacrifié leur vie entiére a une seule idée, sans évoluer, comme toutes les choses de l'uni- vers. 3? Il faut se défier des dogmes scientifiques et des explications dificiles pour comprendre. Tout naturellement la science est encore pleine de dogmes et il est grand temps de réagir con- tre eux et avoir une défiance modérée envers tout ce qui n'est pas un fait, une observation contrólée par des hommes compé:- tents Méme les expériences de biologie aboutissent parfois á un dogme, par un erreur de jugement. Voici un exemple trás curieux: On repéte partout que 1 Axolotl a la faculté de s' adapter aux changements rapides du milieu. Eh bien, jamais on a prouvé cette assertion! Les observations et les expériences de Mile. Chauvin et M M. Velasco, Weismann, Hahn, Dumé- ril, Shufeldt démontrent que Axolotl est un Batracien vul- gaire, quí subit leur métamorphose, comme tous les Batraciens, AS “Antonio Alzate. 1 385 0. au cas od les conditions de nutrition sont favorables, restant á Vétat néotenique dans des circonstances défavorables. Les exemplaires engraissés, soignés comme des malades par les mains Vune femme, et ceux qui vivent dans le lac profond de Xochi- mileo subissent leur transformation, de méme que ceux bien nourris, eb avec la méme facilité au sein de leau (Xochimilco, Chalco, aquarium de M. Shufeldt) que dans la mousse humi- de. (') Les métamorphoses expérimentales ont exigé un grand nombre de mois et de soins. Pourquoi ne dire plutót que P'Axo- lotl est un Batracien et comme tel un animal á métamorphose? C'est le dogme des Darwinistes á outrance: ils n'ont prouvé jamais la transformation rapide mais ils ont besoin d'imposer au monde la théorie des adaptations. D'ailleurs je suis Darwinis- te et M Cuénot a donné des preuves autrement fondées, de Vinfluence du milieu sur les animaux. Pour ce qui touche aux explications il y a une régle: en matiére de physiologie les explications doivent étre faciles, ayant leur base dans les vérités simples qui se trouvent dans les ouvrages élémentaires de physique, de chimie et de méca- nique. Les autres faits —formes, moeurs, distribution —sont compris dans les grandes principes du transformisme. ll faut rejeter les anciennes explications (nisus formativus, forces et in- tentions de la nature, finalité générale, etc. ) Réforme de la conception de la vie. La formule que me semble la plus en accord avec nos im-' parfaits connaissances et qui a le caractére de provisoire et de transitoire, est á peu pres la suivante: La vie consiste dans de phénoménes physico-chimiques de eréation et destruction organique, soutenus par de courants osmotiques et de combinaison, qui mettent en relation le mi- (1) La Naturaleza (2) 1900. Memorias. - [1899-1900].—T. XIV.—49. 386 Memorias de la Sociedad Cientifica lieu intérieur avec le milieu extérieur et qui font fonctionner les enzymes ou ferments du protoplasma. Courants au maximum d'actvité 2.oooo coooooorcoooo» Vie active. Courants rétardés par Vaction dufroid ..omoooooomo --- Vie hibernante. " Courants rétardés par Vaction de la chaleul 2... ooo... Estivation. Courants absents par le défaut d'humidité............ Vie latente. Courants rétardés périodiquement par les alternatives de Inns slo sida pocioocooa odon ss Sommeil. Courants émpéchés par asfixie, coagulation du protoplas- o Mort Ces vues s'appliquent á tous les étres, á tous les organes. Les matiéres albuminoides sont des aliments et les enzy- mes ou ferments sont les agents du changement chimique, de la production de la chaleur, ete. (*) Elles établissent le passage entre la matiére inerte et la matiéere vivante. Cette réforme a triomphé et la plupart des biologistes ac- ceptent les causes physico-chimiques de la yie. On ne peut pas rebrousser chemin dans la recherche de la verité, mais il est certain que la nouvelle théorie va produire dans le champ des idées philosophiques leffet d'une tempéte. Réforme des idées sur les agents de l'évolution. Tout porte á croire que les diftérences de nutrition (c'est á dire toutes les conditions qui ont une influence sur Porga- nisme 0u ses éléments, oxygéne, eau, pression, espace, aliments, ete.) sont la cause de lontogénese et de la phylogéneése. On Ya prouvé Vexistence d'un plasma germinatif, d'un nisus for- mativus ou d'une tendance á lévolution. De la méme maniére que les Protistes des époques primitives ont évolué sans une influence mystérieuse, les ovules peuvent aussi subir un dé- veloppement graduel. Les étres les plus aptes dans la lutte (1) Voir: Effront, Les enzymes. (Carré et Naud.) 1899. n Antonio Alzate. 387 III IILIELI II SIA pour la vie sont ceux qui jouissent d'une nutrition plus par- _faite et celle-ci exige une division du travail de plus en plus “grande. C'est done lexplication de 1 évolution plutót qu'une tendance métaphysique vers le perfectionnement. C'est aussi la seule théorie rationnelle des monstruosités, des atavismes, de la ressemblance des jumeaux, qui se sont développés dans des conditions de nutrition équivalents, etc. Cette réforme doit avoir une grande influence sur la zoo- technie, la sociologie, la médecine . .. . Ella a été faite par MM. Roux, Delage, Pouchet et dans une échelle presque microsco- pique, par moi-méme. Elle exclue Vintervention de Vécole métaphysique, sans nuire aux résultats signalés par Darwin, (séléction, évolution.) Réforme de l'enseignement. On a partout la funeste habitude de surcharger la mémo,- re des élóves dans les cours d' Histoire Naturelle générale, avec _un tas de détails, de tables de classification, de faits isolés et “sans explication aucune. L'enseignement n'est pas toujours _coordonné et il a pas le but de faire réflechir et penser aux éloves. On enseigne la morphologie des feuilles, mais je vai ym jamais dans aucun texte les explications qui ont donné _Lubbock et Spencer á propos de chaque forme, insertion on division. J'ai adopté une méthode spéciale dans mon cours. Les pre- miéres legons ont par but les enzymes et de la sorte les éléves "passent sans transition brusque de la chimie (2*" année) á la biologie (3”"* année) Aprés on parle du protoplasma et leurs imitations. Plus tard on explique briévement les condi- tions et caractáres de la vie et 14 lois biologiques (de Punité, Pévolution, Padaptation.) Le reste du cours est dedié a P'ex- plication et démonstration de ces lois, dans la mesure du pos- “sible, en Sappuyant sur les petits faits et détails du texte. Par o 388 Memorias de la Sociedad Científica NODDIOSOLIDLL LOLI ID ILD LL ILIIILLIDIIIILIILDILIIDIIIIDIIDN PIN DOLIDO exemple, en étudiant les Lémuriens on parle des appareils qui soutiennent les étres en les airs, á partir du Galéopithéque, et on insiste sur la convergence de cet Lémurien et les Chauves —souris, les Oiseaux, certains Poissons, Lézards, Grenouilles, Insectes, gralins de Composées, etc. Dans toutes les classes il y a au moins une opportunité pour rappeler a Vesprit des élóves une des grandes lois biologiques. Ils pourront oublier plus tard la classification des fruits, les caractóres des Névrop- téres, mais les principes fondamentaux resteront toujours gravés sur ses cerveaux, comme les profils des montagnes d'un paysage grandiose contemplé pendant une année de la jeun- nesse. Réforme de Sociétés Biologiques. T'utilité des Sociétés actuelles est trés considérable. Elles ont donné des régles de taxonomie et elles ont aussl organisé Congrés internationaux, explorations, musées, ménageries, publication de Prodromus et monographies, etc. Mais il est permis de se demander si elles ne seralent encore capables de prendre une part plus active dans la direction des recher- ches biologiques. Il est grand temps d'abandonner un peu quelques sentiments degoisme—de plus en plus rares heureu- sement—et de s'occuper un peu des faibles, des égarés, des commengants, ainsi que des moyens de faciliter les recherches et de triompher des difficultés. Bien entendu je v'ai guóre au- cuno espoir dans les Sociétés ou réunions internationales: il - faut plutót se limiter a Paction modeste, dans chaque pays, des associations locales. 1? Il faut attaquer le fureur des espéces nouvelles et des remaniements inutiles, ainsi que la manie des diagnoses á la légére, par la critique et la publication des noms de certains auteurs. (Voir: Réforme de la nomenclature). Rien v'est plus né- cessaire aussi que Porganisation de commissions ou centres "Antonio Alzaté. 1 389 pour Videntification, comme l'Institut Smithsonien de Wa- shington. 2% T faut réagir contre Pabus des termes nouveaux. On peut lire par exemple, le lexique des termes techniques de la “Cytologie expérimentale” de Labbé et on y remarquera un grand nombre de synonymes et de mots inécessaires, comme déterminants, ides, idiantes. Et qui dire de la transformation du terme universel cellule en plastide (nom ridicule en espagnol), de nomenclature en bionomie, de bionomie en bioglossologie, de bioglossologie en glossobiologie, de glossobiologie en glossonomobio logie! Les auteurs, les spécialistes doivent avoir en vue que la science est pour tous et que chaque chercheur est dans Po- bligation de faciliter Vacquisition des connaissances, au lieu Vencombrer une terminogie déja affreuse avec un déluge de noms nouveaux. Voir par exemple la nomenclature des ap- péndices des Chétopodes ou des plans de symmétrie des Echinodermes: il y alá la preuve d'une espéce de haine entre les anatomistes et d'une défaut complet de pitié pour le pro- chain. A quoi bon nommer sympétales aux gamopétales? C'est pour faciliter les études et pour diffuser les connaissances? Il r'y a pas lá dessous quelque chose de Pancienne pédante- rie des médecins de Moliére? M. Pasteur n'a point occupé leur vie en la recherche des noms nouveaux et pompeux pour désigner des choses de minime importance scientifique. 3% La question des spécialistes a pour moi une grande difficul- té et elle doit étre étudiée par des savants authorisés au sein des So- ciétés biologiques. L'existence et méme la protection des spé- cialistes est indispensable pour le progrés de la science. Mais il y a une grande différence entre spécialité et enterrement. Ton peut bien étudier les articles des antennes de la famille des Silphidés, de Pordre des Coléoptéres, mais cela ne sera pas le but exclusif une vie. Il faut progresser, méme dans les spécialités; éyoluer vers un idéal plus ou moins modeste, 390 Memorias de la Sociedad Científica mais digne toujours de Vesprit humain. Par exemple, étudiez. pendant cinq ans la famille des Psittacidés, au point de vue. taxonomique, puis aprées cinq ans encore, au point de vue des moeurs ou de la distribution. | : En fin, je suis incapable de discuter ce point et je ne veux . pas dire lá dessus toute ma pensée. Mais on volt aussl ap- paraítre fréquemment un jeune naturaliste qui publie un dé- . luge de brochures sur tous les sujets possibles, et qui par le méme n'arrivera jamais á un résultat d'importance. Sociétés de biologie: diffusez la réforme et la méthode, donnez programmes de travail, ayez tonjours conseils pater- nels pour les égarés (pour moi méme), enseignez á se méfier des honneurs et des récompenses que Pon cherche parfois une maniére avide et prématuré, sans réflechir en ce que la vérité n'a pas leur demeure dans les médailles et les diplómes et qu'une heureuse trouvaille, une étude méditée portent tou- jours un forét de condécorations, qui arriveront toutes seules, sans nécessité de demandes ni d'humillations. Mexico, le 12 Juin 1900. ODPLLLILIOLDDLIDDIDIDIIIIIII APUNTES ACERCA DE LOS CIMIENTOS DE LOS EDIFICIOS EN LA CIUDAD DE MÉXICO. ESTUDIO DEDICADO A LA SOCIEDAD POR ADRIAN TELLEZ PIZARRO, M.S. A,, Ex-alumno de la Escusla Nacional te Pellas Artes (LÁMINAS XII y XIII.) (Continuación, véase pág. 112.) Mixtos de mampostería y fierro se han construido y siguen construyéndose grandes edificios, tanto públicos como parti- culares, habiendo sido los principales los siguientes: — La Aduana de Tlaltelolco, suntuoso y extenso edificio que se es- trenó en 1886 en sustitución de la antigua de Santo Domin- go: ésta, mejorada hoy y destinada á oficinas del Gobierno. El edificio para las bombas de San Lázaro que sirven para desinundar la ciudad en tiempo de lluvias: se terminó en 1892 y fué notable que al hacer la excavación para formar el cár- camo, se encontró un grueso banco de tepetate en el que fué cavado. La Penitenciaría, comenzada en 1884, está al estre- narse. La Escuela de tiro que acaba ¡de ponerse en uso. Tres mercados principales, de hierro y cristales, en San Juan, 392 Memorias de la Sociedad Científica PDA La Merced y Loreto, que han venido á reemplazar al del Vo- lador que fué demolido para levantar en él un Bazar, propie- - dad del Municipio, obra ejecutada ya de mampostería y fierro en una parte del local. El Mercado de Flores, contiguo á la. Catedral, de fierro y cristales. El Nuevo Rastro, ya termina- do; van á hacérsele algunas reformas y se estrenará próxima- mente. El Hospital genera!, compuesto de una serie de trece edificios separados, está al concluirse. El edificio para la luz eléctrica, establecida desde 1898 en buenas condiciones. La casa de las bombas, contigua á la calzada de la Piedad. Las oficinas en la Colonia de la Indianilla para el motor eléctrico de los Ferrocarriles del Distrito, están actualmente en obra y es probable que se terminen en el presente año de 1899. — Grandes almacenes para el comercio, entre los más notables “La Esmeralda,” joyería; “El Palacio de Hierro,” ensanchán- dose actualmente al doble; “El Puerto de Veracruz,” “El Nuevo Mundo,” “La Ciudad de Lóndres,” “El Surtidor,” “El Louvre,” “El Puerto de Liverpool,” etc., para ropa; y á ese te- nor otros muchos de cuatro pisos con igual destino. Las dro- guerías “Universal,” de la Profesa; del Coliseo, del Factor y otros establecimientos comerciales, así como muchas casas particulares, las más de tres pisos, para las cuales se arrasa- ron los edificios antiguos y se aprovecharon en la ciudad to- - dos los escombros para el constante alzamiento de las calles. El temblor del 2 de Noviembre de 1894 yino á determinar nuevos y sensibles adelantos en los edificios de la Capital al ser reparados los que sufrieron estragos, que fueron muchos: — En el Teatro Principal se desplomó el escenario, que lue- go se repuso con construcciones de hierro, y con las mismas se mejoró el salón de espectáculos; ya en 1881 se le había he- cho una sólida y elegante fachada, y en la actualidad se le están haciendo otras mejoras y un buen decorado. Los por- tales de Agustinos y de la Fruta, quedaron en ruiña, y en 1895 dispuso el Ayuntamiento que se derribaran y quedaran A ES "Antonio Alzate. . 393 mo suprimidos, lo mismo que el del Aguila de Oro en la calle del Coliseo, aunque éste sufrió poco: al quedar levantadas las nuevas construcciones mejoró toda la Avenida del Refugio, siendo la obra más importante la del “Centro Mercantil” es- tablecimiento que acaba de instalarse, y ocupa el edificio nue- vo casi todo lo que fué Portal de Agustinos y da vuelta á la Plaza de la Constitución.—A ctualmente está en obra en la mis- ma avenida la Gran Mercería y Ferretería de Boker, ocupan- do lo que fué por muchos 'años “ Gran Sociedad,” cuyo viejo y feo edificio se arrasó hasta los cimientos para dar lugar al. nuevo, casi todo de hierro, que probablemente quedará con- cluido en el presente año de 1899, y contribuirá al mayor em- bellecimiento de dicha avenida, rival de la de Plateros, en la que también en estos últimos años se han levantado buenos edificios de tres y cuatro pisos, en el lugar de muchos de los viejos, de mal aspecto por sus desiguales hundimientos. Cu- yas obras todas ministraron grandes cantidades de escombro que se ha quedado distribuido en la ciudad. Quedan en obra bastantes edificios: —El teatro del Rena- cimiento, ya al concluirse; algunas dependencias del Panteón Americano; el Palacio Nacional, con trabajos para su mejo- ramiento, no interrumpidos en varios años, tanto en el edifi- cio principal cuanto en sus dependencias del Correo, Museo Nacional, Oficina mecánica del Timbre y Cuarteles; y muchas construcciones particulares para establecimientos mercanti- les é industriales y para habitaciones, en el centro de la ciu- dad y en sus colonias de los suburbios, en la Avenida Buca- reli, muy poblada ya de buenas fincas, y en la Reforma y el Ejido. Las atarjeas se fueron extendiendo gradualmente á la vez que mejorando en lo posible. Se está llevando á cabo con ce- leridad el Saneamiento de la ciudad, obra emprendida hace dos años y en la que se están empleando millones de ladrillos, y cales por millares de toneladas: se espera que quedará con- cluida en los primeros años del siglo próximo. Memorias. - [1899-1900].—T. XIV.—.50 394 Memorias de la Sociedad Científica AOL O LLL ILLIA Los pavimentos han mejorado mucho: en las calles prin- cipales son de adoquines que al principio eran de basalto y se van sustituyendo por otros de asfalto comprimido, elabora- dos en una fábrica especial que al efecto se estableció en la ciudad; y las banquetas de losa han ido cambiándose por de cemento. En los suburbios se ha conservado el antiguo sis- tema de empedrados en las calles, y las banquetas, unas son de losas de las que se han quitado de las calles céntricas, otras hay empedradas y muchas de tierra.—Un buen número de plazuelas se ha ocupado con jardines públicos, lo mismo que el Centro de la Plaza de la Constitución y el atrio de Cate- dral, y se cultivan con eficacia hasta donde lo permite la can- tidad de agua, de que se puede disponer para regarlos. En 1899 México abraza una superficie de algo más de 20 kilómetros enadrados, en los que quedan algunos espacios por poblar en las diversas colonias, y su población se calcula en 350,000 habitantes, más bien más que menos. í DEPRESIÓN DEL SUELO DE MÉxICO.—El haber hecho, aun- que á grandes rasgos, la historia de los adelantos materiales de la ciudad en sus tres marcadas épocas, ha sido con el ob- jeto de poner de manifiesto las enormes cantidades de detri- tus y materiales que ha absorbido, sin que una gran cantidad de los últimos se muestre aparente. Repasando lo ya dicho, encontraremos que en la primera época, de 1325 4 1521, en que fué ciudad azteca, sus morado- res aglomeraron en el transcurso de dos siglos, en el recinto de su ciudad, grandes cantidades de cinta y tierra para abor- dar sus canales y fundar sus casas, materiales cuyo volumen venía aumentándose incesantemente con el azolve producido por las corrientes de agua naturales, obstruidas por los di- ques y calzadas que los mexica levantaron al efecto, y que desde luego vieron que les daba el resultado que buscaban de solidificar el piso.—Así lograron dotar á su metrópoli, que llegó á abarcar una superficie de 54 kilómetros cuadrados con “Antonio Alzate. 395 OPONAAAAASADADA/RCRIICODADONAROLEORIROPILDOOLDEADOCDDEOLEIDO ALEIDA unas veinte mil casas, la mayor parte bajas, de adobes y ca- rrizos, y muchas de tezontle y cal, de dos pisos, que sin em- bargo se mantenían sobre las aguas debido á los rellenos que hicieron previamente. Aprovecharon dos islotes sólidos para instalar en ellos sus pesados templos, extensos palacios y otros importantes edificios que llegaron á contarse en número de más de diez y siete.—¡Considerables cantidades de materiales diversos tuvieron que emplear para estas construcciones! En la segunda época, 1521 á 1821, en que fué ciudad es- pañola, por la grandeza de la primitiva ciudad, demolida has- ta reducirla á escombros que todos quedaron en el mismo si- tio, y por la inmensa cantidad de materiales que emplearon los conquistadores para llegar á formar en el transcurso de 300 años una ciudad habitada por cerca de 180,000 personas, puede estimarse la considerable masa, no toda aparente pero sí acumulada en un recinto de 9 kilometros cuadrados. En la tercera época, 1821 á 1899, el México moderno se ha ido embelleciendo á consecuencia de grandes demoliciones, como la del Parián que fué la primera, la de los conventos é iglesias, las consiguientes á la apertura de avenidas y calles, lá de los dos grandes acueductos de mampostería, de 5 metros de altura, que tenían entrambos, dentro de la ciudad, una lon- gitud de 3,900 metros; y por último, las constantes demolicio- nes de edificios arrasados por completo para dar lugar á los nuevos de construcción reciente.—¡¿Y qué ha sido de tan enor- mes volúmenes de escombros? —Todos, absolutamente todos, han quedado en la ciudad. Considérense los millones de toneladas que en cinta , tierra, barro, arena, cales, ladrillos, piedras de todas clases, madera y otros materiales han entrado á México en el transcurso de los 574 años corridos desde 1325 hasta 1899, una buena parte de los cuales han venido á convertirse á su turno en escom- bros; reflexiónese en que ni el menor fragmonto de esos es- combros ha salido fuera de la ciudad; y agréguense á esas 396 . — Memorias de la Sociedad Científica ” cuantiosas masas las basuras y cenizas que siempre se han arrojado á los tiraderos situados en los suburbios, y se podrá tener una idea aproximada de lo que ha absorbido de escom- bros el suelo de la Capital, escombros que nunca han sido su- ficientes para levantar el piso, apenas han bastado para em- parejar algunos bajíos é ir restableciendo lo que se deprime. Si el suelo de México fuera tan sólido como el de varias ciudades de Europa en que se ha hecho la observación de que se va elevando su piso á razón de un centímetro por año, Ó sea de un metro en un siglo, es indudable que, por las cir- eunstancias peculiares de esta ciudad, descritas en los párra- fos anteriores, su piso se habría elevado en una proporción mucho mayor.—Esto quedará demostrado de una manera irre- futable al tratar de los Hundimientos de la Ciudad, en dos de los párrafos de estos apuntes que se verán más adelante. CONSIDERACIONES GENERALES.—Hemos visto que el valle donde está fundada la ciudad de México fué á no dudarlo, el vaso profundo de un gran lago que bañaba con sus aguas la falda de las montañas que lo circundan: el fondo de ese lago, muy accidentado, estaba lleno de montañas y crestones más ó menos elevados que ya formaban bajos, ya aparecían en la superficie, ya se levantaban sobre ella á grande altura. Todas esas pequeñas montañas que hoy descuellan aisladas en la llanura, estuvieron enteramente rodeadas de agua, presentan- do el aspecto del extinguido volcán de Xico que se alza como una isla en la hoy fangosa laguna de Chaleo. El azolve rapi- dísimo de esos lagos y el decrecimiento de los vasos se ha de- mostrado, no sólo históricamente, sino que cada generación ha podido observar en el corto espacio de la vida de un hom- bre, grandes cambios, ya en la extensión de la superficie de los lagos, siempre disminuyendo, ya en la profundidad del fon- do de ellos, siempre yendo á menos. A esto se agrega, últi- mamente, las obras del desagie del lago de Chalco, por las que está quedando casi seco. “Antonio Alzate. 397 Precipitaron la transformación las erupciones volcánicas, algunas de las cuales son de épocas tan recientes, que bajo las capas de lava en las faldas del Ajuxco y en las orillas me- ridionales de la laguna de Chalco, se han encontrado ruinas de habitaciones y restos de vasijas y utensilios enteramente iguales á los que usaban los naturales del país en la época de la conquista, y aun á los que usan hoy mismo en la vida do- méstica. Toda la parte Sur del Valle está llena de volcanes extin- guidos, ya aislados, ya formando parte de la cordillera, y no hay punto por ese rumbo en que se fije la mirada, donde no. se descubran una ó varias de esas montañas, que presen- tan la forma de conos truncados y una inmensa boca en la ci- ma en forma de cono inverso, cuyo fondo, azolvado ya, tiene en algunos tal extensión superficial, que sirve de tierra de labor. $ CONSECUENCIAS PARA LA CIUDAD DE MÉxICO.—La ciudad de México, asentada sobre el fondo de un antiguo lago en de- secación, y en uno de los puntos más bajos del Valle de Mé- xico, debe su existencia al fanatismo de dos pueblos entera- mente distintos en razas y costumbres: los mexica y los espa- ñoles. Los primeros guiados por Tenoch su sacerdote y cau- dillo, y los segundos capitaneados por Cortés: éste se obslinó en reedificar como ciudad española y capital del reino, á la misma que lo había sido en tiempo de los reyes aztecas, pa- reciéndole que el prestigio de los conquistadores y de la reli- gión cristiana sería más grande, asentando sus templos y sus palacios sobre las ruinas de los templos de los antiguos «io- ses y de los palacios de los antiguos señores. Por esta razón la ciudad volvió á construirse sobre el in- menso pantano: entre 0.35 metros y 3 metros de profundidad cuando más, se encuentran en cualquier parte las aguas muer- tas ó sean las aguas llamadas ambientes que forman la capa sub- terránea que alimenta los pozos comunes, y cuya capa no se 398 Memorias de la Sociedad Científica agotará en la ciudad, pues forma un verdadero lago en el in- terior de la tierra, y el nivel de esa capa acuífera oscila como el nivel del lago de Texcoco, manteniéndose siempre un poco más alto, por cuya razón los pozos de la ciudad no se agotan ni su nivel se altera si el del lago permanece el mismo. — El nivel de estas aguas ambientes está íntimamente ligado con el de las aguas de Texcoco, de tal manera que si el de éstas per- manece fijo, el de aquéllas permanecerá constante. Me he con- vencido de esto haciendo dos experiencias: — La primera en un pozo que tenía 1.50 metros de profundidad de agua; se le excavó el fondo 1 metro más: el agua no bajó de nivel y la profundidad de ella en el pozo aumentó 1 metro, es decir, al- canzó 2.50 metros. —La segunda la hice convirtiendo el mis- mo pozo en depósito de aguas pluviales recogidas en una su- perficie de 300 metros cuadrados, y en el aguacero del jueves 1% de Julio de 1897, que fué de O m, 028, dicho pozo cuyo vo- lumen fuera del agua era de 3 m. cúb. 312, pudo contener sin desbordarse los 8 m. cúb. 40 de agua caída, recobrando su ni- vel primitivo á las 2 horas 40 minutos. La cantidad de sales depositadas en el fondo del lago de Texcoco en el transcurso de tantos años y la comunicación de estas aguas con el subsuelo de la Capital, ha traído como in- mediata é inevitable consecuencia la rápida propagación del salitre, cuyo pernicioso influjo se extiende día á día sobre la ciudad, y apoderándose de los edificios llega á destruirlos por completo, sin que hasta ahora se haya podido evitar esa des- trucción. —Por la misma razón no se ven ruinas en el valle de México; al poco tiempo se las ha comido el salitre hasta hacer- las desaparecer. CONCLUSIONES.—Aprovechando los datos anteriores y co- mo resultado final de lo expuesto podemos deducir las conclu- siones siguientes: , 1* Que en el sentido geológico la formación del valle de México, en general, corresponde al período cuaternario. $" Antonio Alzate. n 399 COLLLLIICILIL 2* Que el lago de Texcoco ocupa el Ingar más bajo del va- lle, siendo la ciudad de México el punto que le sigue en altu- ra, alzándose los demás depósitos de las aguas al Sur y al Nor- te, por escalones los unos sobre los otros, y todos á niveles su- periores que el de Texcoco y el de México. 3* Que en México, adonde el terreno es tan poroso, el ni- vel de los pozos oscila como el de Texcoco; manteniéndose en general un poco más alto. — Este nivel, medido desde la su- perficie del suelo de México, se encuentra á profundidades menores de 1 metro y que no llegan á 3 metros sino rara- mente. 4* Que México se asienta sobre el antiguo lago de Texco- co, y que, descontando una superficie relativamente pequeña del centro de la ciudad, todo lo restante que hoy vemos, fué hecho artificialmente por medio de las chinampas y los rellenos. 5* Que en México nunca se encontrará, fuera de la super- ficie firme del centro, y en muy raro otro punto, el terreno verdaderamente sólido á una profundidad tal, que pueda apro- vecharse para la cimentación. 6" Que la arena se viene á encontrar á 130 metros de pro- fundidad, en promedio. 7* Que el tepetate se ha encontrado á diversas profundi- dades en capas de distinto espesor, y hasta ahora sólo en cin- co puntos de la ciudad. 8* Que la propagación del salitre es inevitable en el suelo de la Capital, y que cuantos medios se han empleado para ata- carlo han sido únicamente paliativos más ó menos eficaces á la vez que más ó menos costosos 9* Que el agua ambiente será inagotable mientras no se ha- ga un buen drenaje. 10* Que los asientos inherentes á toda obra de mampos- tería, en el suelo de México se convierten en hundimientos y que si no se ha tenido la precaución de repartir las presiones con uniformidad, sucede que unas partes se mantienen firmes y otras se hunden más ó menos. 400 Memorias de la Sociedad Científica ' PILA Los HUNDIMIEMTOS DE LA CIUDAD. — Respeto á esta úl- tima conclusion, haré las observaciones siguientes:—No obs- tante que los hundimientos son un hecho palpable y que sal- ta á la vista de todos, hay muchas personas, y hasta ingenie- ros, que niegan ó ignoran por completo este fenómeno que experimentan las construcciones en el suelo de nuestra Capi- tal, á pesar de que sus efectos se hacen sentir más ó menos casi en todas partes. Algunos casos prácticos demostrarán la verdad de este aserto que ya en 1885 había hecho notar mi estimado y res- petable maestro el Sr. Ingeniero Don Manuel Rincón y Mi- randa.—Es de notarse que continuamente se están alzando los pisos bajos de las casas, que las calles se están levantan- do constantemente para hacer desaparecer las inundaciones, y que sin embargo el tenaz elemento al cabo del tiempo se sobrepone. Siendo esto una verdad palmaria y que está al al- cance de todos, no cabe más que confesar que los esfuerzos hechos para remediar el mal han sido grandes, los gastos con- siderables y el resultado nulo. La causa no es otra sino que la ciudad se hunde: al hun- dirse los edificios por su peso hunden las calles, y esto trae consigo la necesidad de llenar los vacíos originados por los hundimientos, pues no es exacto lo que generalmente se cree, que las calles se elevan y ocultan en parte los edificios, por lo que siempre está el público censurando injustamente á nuestros Ayuntamientos:—las calles no se elevan sino que se re- ponen para que guarden el nivel perdido por los hundimientos; los edificios y las calles son los que se hunden. Los antiguos conventos de la ciudad, las iglesias todas, principalmente Loreto, la Santísima, la que fué San Agustín, las escuelas de Minería y de Comercio, las Vizcainas y mu- chas otras construcciones, dan idea exacta y confirman lo asen- tado anteriormente. Ha sido principal y marcadamente en la calle del Refugio "Antonio Alzate. / 401 en donde he tenido oportunidad de ver ratificado de una ma- nera notable el avance de los hundimientos. — Decretada por el Ayuntamiento á fines de 1895 la demolición de los portales del Coliseo, del Refugio y de Agustinos, se le encomendó al señor mi padre, Ingeniero Don Mariano Téllez Pizarro, la re- construcción de la casa número 11 del Portal del Refugio. — Al reconocer á mediados de 1896 el terreno para la nueva ci- mentación de la fachada, se encontró lo siguiente: el suelo está formado por siete capas sucesivas de cascajo, cuyo objeto no pudo ser otro que el de levantar el piso para man- tenerlo á un nivel tal, que la inundación no tuviera lugar, pues todavía nosotros hemos presenciado algunos de esos alzamien- tos, el último en 1892, recién puesto un adoquinado de made- ra en esa calle, y se recuerda bien haber visto flotar en el agua los adoquines después de un fuerte aguacero.—Bajo el nivel de la banqueta actual se encontró á 0.65 metros el nivel de la capa de agua ambiente; á 0.80 metros el nivel de la banqueta que había el año de 1872; á 0.90 metros el enrase del cimien- to menos antiguo; á 2.60 metros el nivel de la banqueta que, según datos sacados de los archivos del Ayuntamiento, exis- tía el año de 1800; y á 2.70 metros el enrase del cimiento pri- mitivo. Se encontraron además tres antiguos albañales super- puestos, cegados los dos más profundos y en uso el superior. Se hallaron intactas las:jambas de recinto de las primitivas puertas.—Así pues, de 1800 á 1896, es decir, en un período de 96 años, el piso subió aparentemente 2.70 metros, lo que da un alzamiento anual de 0.0281 metros en promedio. Coincidencia curiosa, el fondo del lago de Texcoco, según se ha visto, sube con poca diferencia la misma cantidad en el mismo tiempo. En Junio de 1897 tuve ocasión de observar otro hundi miento en la casa número 23 de la 1* calle de la Merced; cu- ya reparación estuvo á mi cargo. En esa casa el hundimient: fué de 1.25 metros y se efectuó de una manera uniforme, lo cual pude comprobar con la profundidad á que se encontró el Memorias —[1899 -1900]. T. XIV.—51. 402 Memorias de la Sociedad Científica sardinel de una puerta, y con haber hallado á nivel, conser- vando su horizontalidad, las soleras de un techo antiguo que se dejaron empotradas en el muro. —Lo que viene á demos- trar de una manera incontestable todo lo que queda dicho, es el hecho siguiente, observado en varios puntos de la Ciudad: — la casa número 34 de la 4* calle de la Magnolia en la Colonia de Guerrero se acabó de construir en 1883, constando de un piso bajo, entresolado. El empedrado de la calle se hizo en 1888, es decir, cinco años después y en Abril de 1895 se le agregó á la casa un piso en la fachada: ya en la estación de aguas de 1896 se observó que toda la banqueta del frente de dicha casa se anega, siendo verdaderamente notable, pues es el único lugar en toda la calle en que el agua sube sobre la banqueta 0.03 metros, altura que nunca tuvo, ni con mucho, en años anteriores. Respecto á las construcciones de la calle del Refugio que han bajado 2.70 metros, para convencerse de que lo que ha habido es hundimiento y no alzamiento del piso, basta observar - que el piso de la Plaza de la Constitución, en general, y en particular el del frente del Palacio Nacional, el de la esquina del Portal de Mercaderes y la calle de Plateros, el del Portal de las Flores y los de las calles del Seminario, Arzobispado y las dos de Santa Teresa, puede decirse, sin temor de equi- vocación, que han permanecido invariables; y esto ha sido porque están dentro del perímetro de la isla primitiva, y por lo mismo las pilastras y basamentos que en estos lugares se encuentran están completos.—Luego si la plaza ha conserva- do su nivel y la calle del Refugio hubiera subido en realidad los 2.70 metros, inmediatamente se notaría una fuerte pen- diente en ascenso, que sería de 1.35 por ciento, atendiendo á la distancia que hay entre los dos puntos: lejos de esto, en la actualidad el piso de la calle del Refugio esta 0.70 metros más bajo que la banqueta del frente del Palacio, y actualmen- te se observa que á consecuencia de las nuevas construcciones "Antonio Alzate. 403 levantadas en 1896 y 1897, después del derrumbe de los Por- tales del Refugio y el Coliseo, en toda esa línea de calles es muy notable la inundación en los fuertes aguaceros, no obs- tante el reciente alzamiento de sus pisos. En consecuencia, se ve de una manera palpable, y está fuera de toda duda, que México se hunde, y que las sumas con- siderables que diariamente se invierten en lo que de una ma- nera errónea se llama alzar el piso, no tienen en realidad otro objeto que el de mantener el nivel primitivo, siendo de adver- tir que la observación ha demostrado que estos hundimientos no son uniformes en toda la ciudad, y que el máximo ha sido hasta de 0.035 metros por año en determinados lugares. Los Portales de las Flores, de Agustinos, de la Fruta que después se llamó del Refugio, y el del Coliseo, se construyeron en el siglo XVI, lo mismo que el pavimento de la Plaza, que empezó por algunos tramos cercanos á los edificios que la li- mitan, habiéndose empleado en ellos los restos de las losas y piedras de los templos aztecas. La Casa Consistorial (Diputa- ción) no tenía portalería, y los demás portales tenían unas es- caleras para descender al canal que pasaba al frente de ellos, y allí las canoas y piraguas desembarcaban sus efectos. —Es por esto que los mayores hundimientos se observan en la lí- nea del Refugio y Coliseo. Los hundimientos no se han hecho notables todavía en el México nuevo, debido á que no ha transcurrido el tiempo sufi- ciente para que sus efectos salten á la vista, y además porque la mayor parte de los edificios en las nuevas Colonias son de un solo piso y están construidos con materiales ligeros. Es de tal menera trascedental el efecto de los hundimien - tos, que puede asegurarse que México no tendrá nunca un desagúe perfecto por.sus atarjeas, pues las casas, las calles y la ciudad toda, se hunden con hundimientos desiguales, y de aquí resulta que las plantillas de albañales y atarjeas se mo- difican insensiblemente, trayendo como consecuencia inme- 404 Memorias de la Sociedad Científica diata las inundaciones parciales que ahora se remedian con el uso de las bombas de San Lázaro, instaladas por el Ayunta- miento en 1892. Lo mismo que pasa con las atarjeas y albañales, tiene que suceder con los tubos conductores de aguas potables; por lo que se entorpece el curso de ellas con frecuencia, debido tam- bién á la escasez del líquido y á los sedimentos que deja en las cañerías. PATENTIZACIÓN DE LOS HUNDIMIENTOS DE LA CIUDAD. — Lo que viene á patentizar de una manera evidente los hundi- mientos del suelo de México, son las nivelaciones generales practicadas en la ciudad con diversos motivos y en épocas dis- tintas. La primera, ejecutada bajo la dirección y responsabilidad del distinguido Profesor Sr. D. Javier Cavallari, Director que fué de la Academia Nacional de Bellas Artes de San Carlos, se llevó á cabo en los años de 1860 y 1861, ocupándose en ella algunos de sus discípulos más adelantados, uno de los cuales fué el Sr. D. Antonio Torres Torija, que estaba al recibirse de Arquitecto é Ingeniero civil, y es actualmente el Director de Obras públicas de la ciudad desde hace más de 27 años; nivelación rectificada por dicho Sr. Cavallari. Antes que ésta ninguna otra se había hecho, quizá porque no se creía que tu- viera objeto alguno una nivelación general de la ciudad. La segunda se hizo en 1876 por orden del Ministerio de Fomento, con sus ingenieros, con motivo del desagiie y lim- pia de la ciudad, siendo Ministro el Sr. D. Blas Balcárcel, y estuvo desempeñando sus trabajos la comisión nombrada por él, desde Febrero hasta Noviembre de dicho año de 1876. Al año siguiente, 1877, el Ministro de Fomento, General D. Vi- cente Riva Palacio, contrató con los Sres. Ingenieros D. Fran- cisco Jiménez y D. Benvenuto Gómez la terminación de ese trabajo, debiendo colocar en la ciudad 500 azulejos, lo que fué concienzudamente ejecutado. 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XIV. LAM. XI Lrinaceus Europa cus Felós concolor £Lrinaceus Euronacus QS “Antonio Alzate. . 405 La tercera nivelación hecha por orden del Ayuntamiento de la Capital para estudiar en 1888 el proyecto del Saneamien- to y Desagúe, formado por el Sr. Ingeniero D. Roberto Gayol, se ejecutó bajo la dirección de dicho señor Ingeniero y se co- locaron los azulejos en 1892. Esa nivelación fué rectificada por el mismo Sr. Gayol con ingenieros de su confianza en 1897 y 1898, estando ya empren- didos los trabajos para el Saneamiento y Desagite. Esta rec- tificación viene á ser la cuarta nivelación general. Las cuatro nivelaciones quedaron referidas al plano que pasa por la tangente inferior del Calendario Azteca, cuando este monolito estuvo colocado en la cara occidental de la to- rre izquierda de la Catedral. Y la elección de ese plano la hi- zo sin duda el Sr. Cavallari y la aceptaron los ingenieros que después de él hicieron nivelaciones, porque por la historia de la fundación de México se sabía que el lugar en que está cons- truida la Catedral es uno de los más sólidos de la ciudad; y en efecto, se ha encontrado por la observación de muchos años, que dicho edificio permanece, puede decirse, inamovible, pues al menos no se le han notado hundimientos recientes. A no dudarlo, las cuatro nivelaciones fueron ejecutadas con inteligencia y con el mayor escrúpulo, garantizando su exactitud los honorables y acreditados ingenieros que las des- empeñaron. Con tales circunstancias debieran dar resultados enteramente conformes, en el supuesto de que no hubiese hundimientos; pero no ha sido así, lo que prueba hasta la evi- dencia que los hundimientos se verifican constantemente; y, por los resultados manifiestos, tienen lugar de una manera desigual en los diversos puntos. ' El estudioso Sr. Ingeniero D. Gabriel M. Oropesa, miem- bro de la Sociedad Científica “Antonio Alzate” en un minu- cioso artículo que escribió para dicha Sociedad, y lo presentó en 6 de Agosto de 1898 (*) hace una relación pormenorizada (1) Véase Memorias, t. XU, p. 5. 406 Memorias de la Sociedad Científica de estas nivelaciones, y termina su escrito con cuatro tablas comparativas de varias de ellas, de cuyas tablas he tomado los siguientes resultados. Entre la nivelación del Sr. Cavallari de 1860 y 1861, y la del Ministerio de Fomento de 1876 y 1877—en unos quince años,—se encontró que los puntos de la primera habían baja- do notablemente, llegando el descenso hasta 0".40 en la esqui- na del Chapitel de Monserrate y calle Verde; y que en otros 21 puntos se encontraron variaciones, todas en menos, desde 0”.07 hasta 0”.35. En la esquina de Meleros y Flamencos y en la de Meleros y la Universidad, no había habido variación en las marcas. En la esquina S.O. de la Plazuela de la Santí- sima, la marca estaba 0”.01 más alta, y en la esquina de los Arcos de Belem y calzada de la Ciudadela, 0”.02 más alta tam- bién.—Semejantes resultados hicieron creer entonces, irre- _ flexivamente, aun á personas entendidas, que la nivelación del Sr. Cavallari no fué buena, y hubo alguien que dijera que de- bía de haber resultado así, como ejecutada por aprendices. Sin otro examen se la declaró mala y se quitaron las marcas. Entre la nivelación del Ministerio de Fomento de 1876 y 1877, y la del Saneamiento comenzada en 1883—en el trans- . curso de unos doce años, —dice el Sr. Oropesa que se notaron diferencias considerables: “que ninguno de los azulejos del “¿Ministerio de Fomento prestaba la menor confianza por te- “ner diferencias de 30 y aún más centímetros. Se dispuso que “Se practicaran nivelaciones muy cuidadosas, con el objeto de “fijar nuevas marcas; y en esta vez se procedió con multitud “de precauciones, á fin de que los nuevos azulejos no queda- “ran como las anteriores marcas, con diferencias notables en “Su colocación.” — Esto prueba que todavía en esa fecha, y aun por personas entendidas, no se creía en los hundimientos, pues á haber tenido esa creencia, no se habrían preocupado de la exactitud de una nivelación hecha doce años antes, y sólo como para estudio de los dichos hundimientos se debieron ha- ber confrontado las dos nivelaciones. "Antonio Alzate. 407 Entre la nivelación del Saneamiento, cuyos azulejos de la Zona Central se colocaron en 1892, y la rectificación que cin- co años después, en 1897, se hizo para verificar dichos azule- jos, se encontraron grandes diferencias que no se esperaban, por la misma razón de no tener en cuenta los hundimientos. Estas diferencias fueron como sigue: —En la Avenida 8, que comprende desde Manzanares por la Mercod, Capuchinas, Re- beldes y Donato Guerra hasta las calles de las Artes, (en la Colonia de los Arquitectos), todas fueron por hundimientos, el máximo de 0”176 en la 4” calle de la Providencia; y en 22 puntos hubo variaciones entre 0.002 y 0.148: permaneció inamovible la esquina de la calle de Donato Guerra, contigua á la Calzada de la Reforma.—En la Avenida 6 que compren- de desde el callejón de Solís y calle del Ave María por las del Puente de la Leña, Meleros, Refugio, Independencia has- ta la de la Pelota, hubo diferencias por hundimientos, siendo el máximo de 0”.151 en dos puntos, que fueron uno en la ca- * lle de Tarasquillo y otro en la de la Pelota; y en 14 puntos hubo variaciones entre 0”.015 y 0”.124; como único punto que se encontró más alto, 0”.101, fué la esquina de la Calle Nue- va.—En la Avenida Oriente-Poniente, que comprende desde San Lázaro por las plazuelas de Mixcaleo y la Santísima y calles de Santa Teresa, Tacuba, Mariscala, Buenavista y Ri- bera de San Cosme hasta la ex—garita Mejía, la mayor dife- rencia en menos, es decir, demostrando hundimiento, se en- contró ser de 0”.139 en la calle del Puente de San Lázaro; y en 14 puntos hubo variaciones en menos entre 0”.005 y 0”100; resultó sin ningún cambio la esquina de la calle de Tacuba; y puntos más altos en la calle del Hospicio de San Nicolás, 0”.010 y 0”.017; y en la calle de Santa Teresa la Antigua, 0”.020 y 0”.045. De las tablas del Sr. Oropesa he sacado los promedios de los hundimientos anuales de los diversos puntos en general, y he obtenido los resultados siguientes : s 408 Memorias de la Sociedad Científica En los 15 años transcurridos entre la primera nivelación y la segunda, el promedio fué de 0”.012545. — No hay datos entre la segunda y la tercera nivelación para diversos puntos; sólo se dió el máximo de más de 0”.30.—En los 5 años que mediaron entre la tercera y la cuarta nivelación, el promedio del hundimisnto anual resultó de 0”.015304 para los puntos de la Avenida 8; de 0”.015124 para los de la Avenida 6; y de 0”.008532 para los dela Avenida Oriente-Poniente.—De cu- yos promedios parciales resulta ser el promedio anual, gene- ral, de 0”.012876. Los hundimientos máximos, en promedio anual, resultan como sigue: Entre la primera y segunda nivelación, el hundimiento máximo fué de 0".40 en 15 años, ó sea en promedio 0”0266 por año.—Entre la segunda y la tercera fué de más de 0”.30 en 12 años, Ó sea cerca de 0”.03 por año.—Entre la tercera y la cuarta, resultó de 0”.176 en 5 años, que sale en promedio á razón de 0”.035 por año.—Tomando el promedio general de los hundimientos máximos de los diversos puntos, resulta ser de muy poco más de 0”.03 por año. No se han tenido en cuenta los alzamientos ó sobre-ele- vaciones de los seis puntos que se han mencionado; y hare- mos notar que dichos puntos se hallan situados en los lugares más firmes de la ciudad, y por lo mismo se comprende que ha- yan sufrido pequeñas elevaciones al haber tenido fuertes hun dimientos los puntos cercanos á ellos. Con los antecedentes relativos á la fundación de la primi- tiva ciudad, sobre los cuales me he extendido bastante en párra- fos anteriores, se podrá ver como consecuencia natural el re- sultado obtenido de la comparación de las nivelaciones, y por él persuadirse, sin quedar la menor duda, de que México su- fre hundimientos constantes y desiguales. CIMENTACIÓN EN MÉxICO. — Teniendo en cuenta las con- clusiones sacadas de la observación, pasemos á estudiar la ci- mentación de algunos edificios, y en vista de la época de su $“ Antonio Alzate. 409 PILI LIL construcción, de los lugares en que se hallan ubicados, del re- sultado que han tenido y del estado en que se encuentran, po- dremos elegir con más seguridad de buen éxito el sistema que por su duración, conservación y economía supera á los demás. Los sistemas que se han empleado en la Capital para la ci- mentación de sus edificios han sido cinco: —el de pilotes, el de emparrillados, el de bóvedas inversas (se ha empleado muy poco), el de arena (sólo en un edificio), y por último, el más usado de 40 años á la fecha, que consiste en consolidar el te- rreno por medio de capas Sucesivas, apisonadas, de piedra du- ra, pedacería de ladrillo y mezcla terciada, en substitución del mamposteo, que era el que se empleaba. PiLOoTES.—El sistema de consolidación por pilotes, en rea- lidad poco conocido en México, consiste, como sabemos, en encajar verticalmente por medio de aparatos apropiados, cier- to número de estacas de madera, llamadas pilotes, de una lon- gitud conveniente, en el suelo sobre el cual debe elevarse la construcción. Este sistema requiere que el subsuelo conten- ga agua ó cuando menos sea de tal manera húmedo que equi- valga á una inmersión completa y constante, porque la made- ra sumergida para siempre bajo el agua, se conserva indefini- damente. La conservación de los pilotes dle algunos monu- mentos antiguos y la de maderas sumergidas desde fechas conocidas, lo demuestran de una manera evidente. Los constructores no tienen una opinión unánime sobre el efecto de los pilotes: unos dicen que, semejantes á ramas ó raíces, sólo sirven para ir á buscar á través de un mal fondo una capa sólida, y servir de apoyo á las construcciones; otros, los considerap como propios para sostener el peso de un enor- me edificio, precisamente por el efecto de la suma de los ro- zamientos que sufren en el suelo y que les impide penetrar más allá de lo quo han entrado por los golpes de las máqui- nas empleadas para hundirlos; otros, en fin, los consideran co- mo un medio de comprimir el suelo en todos sentidos al rede- Memorias.—[1899-1900].—T. XIV.—52, 410 Memorias de la Sociedad Científica PILLO LOLI PILI II dor de ellos hasta una profundidad igual á su longitud, de ma- nera de formar una masa más compacta y por consiguiente más propia para resistir la carga de un gran peso. Es de creerse que los pilotes, según los suelos en que se encuentren colocados, pueden ventajosamente cumplir el fin para que se destinan, produciendo uno de los efectos que se les atribuye. Sin embargo, sería á menudo imprudente contar sobre uno de los efectos descritos, sin haber estudiado dete- nidamente las circunstancias en las cuales se trata de emplear el estacado. El constructor debe estudiar cuidadosamente la naturale- za del suelo en el cual quiere establecer un estacado, y los efectos que deban esperarse de este modo de cimentación. Así, pues, bajo el punto de vista de la compresión, los pilo- tes no tienen eficacia alguna en nuestro suelo, que no solamente cede hasta una gran distancia horizontal, sino que levantán- dose hace subir los primeros pilotes encajados, cuando se tra- ta de introducir los otros. Se observa igualmente que des- pués de bien encajado un pilote y de no bajar ya más á los volpes del martinete, si pasadas algunas horas se le golpea de nuevo, sigue bajando: lo que se verifica por la excesiva compresibilidad del suelo de México. Este sistema exige además colocar un emparrillado de ma- dera, cuyas piezas correspondan á las cabezas de los pilotes, y que el espacio libre que dejan los marcos, se llene con pie- dras medianas, bien apisonadas, y ligadas con mezcla. Este empatrillado tiene por objeto presentar á la construcción un asiento que no permita á una parte hundirse aisladamente, y que prevenga toda dislocación que pueda provenir de un asiento desigual causado por la desigualdad de resistencia del suelo. : Como podrá juzgarse, este sistema tiene que salir muy cos- toso y muy imperfecto en México, pues no tenemos los ele- mentos suficientes, tanto en materiales como en la mano de “Antonio Alzate. ' 411 obra, para poderlo llevar á buen término, y además, nuestro suelo no presenta las circunstancias necesarias que son indis- pensables para obtener un buen resultado. La Catedral de México está construida sobre pilotes de oya- mel, sistema que les pareció conveniente á sus Directores los Arquitectos españoles D. Alonso Pérez de Castañeda y D. Juan Gómez de Mora; y si on este edificio, no obstante su enorme peso, no se notan grandes hundimientos, no es debi- do al sistema de pilotes, sino á que éstos se apoyan en el te- rreno más firme de la Ciudad, en el centro de la Isla primiti- va de Ácocolco, donde existió el Gran Teocalli, cuyos restos de la demolición quedaron en el lugar. El Colegio de Minería descansa también sobre pilotes: cons- truído hace un siglo por el insigne Arquitecto español D. Ma- nuel Tolsa; hoy vemos que los resultados no fueron satisfac- torios, pues el hundimiento se ha efectuado de una manera tan desigual que ha deformado el edificio, ocasionando tales desperfectos, que ha habido necesidad de hacer frecuentes reparaciones para contrarrestar dichos hundimientos. El Zócalo de la Plaza. Entre los pocos cimientos construi- dos recientemente en México, según el sistema de pilotes, puede citarse el que debía sostener el monumento á nuestra Independencia, que iba á erigirse en medio de la Plaza de la Constitución, cuyo cimiento fué construido por el Arquitecto Sr. D. Lorenzo de la Hidalga por los años de 1843 y 1844. Los pilotes eran de cedro, de 10 metros de longitud, y costó esta cimentación cien mil pesos.—Este caso nos sirve sólo de recuerdo, pues no habiéndose llevado á cabo la obra del mo- numento, los resultados no fueron conocidos.—El zócalo ó ba- samento de basalto, que fué lo único que se construyó, dió origen al nombre con que se conoce el jardín que rodea el Kiosko ó caja armónica que se puso en el centro; y de aquí viene que en todas las poblaciones de la República en que hay jardín en la plaza, se le llame el zócalo. 412 Memorias de la Sociedad Científica ” IIS DLL LD AI ODOLIODLLLIL Dar La Penitenciaría. La misma cimentación con pilotes se em- pleó en la Penitenciaría del Distrito Federal de México por “su primer Director el Sr. General D. Miguel Quintana. — En los fosos abiertos con 2 y 3 metros de profundidad para es- tablecer el cimiento de los muros y paredes maestras, no se encontró capa de tepetate en que apoyar los emparrillados, pues bajo la de tierra salitrosa, cuyo espesor es de 243 me- tros, sigue una capa fangosa de 3 metros y más de espesor, hallándose la de tepetate á una profundidad de 40 á 45 me- tros. Esta gradación se observó también en las perforaciones practicadas para el establecimiento de tres pozos artesianos que proporcionaron el agua necesaria para la construcción, y que satisfacen actualmente los servicios de la Penitenciaría. Como era muy dispendioso asentar el cimiento sobre la ca- pa de tepetate que se encuentra á gran profundidad; como los emparrillados de madera, afianzados solamente á las paredes de la excavación y descansando sobre el fango, no darían so- lidez á los cimientos, porque el líquido que mantiene el fan- go agotándose por movimientos ó convulsiones interiores, produciría la reducción del volumen de la masa fangosa y el inevitable hundimiento del edificio, el Sr. General Quintana adoptó el método de establecer un suelo firme artificial por medio de pilotes, fijándolos en las excavaciones de los cimien- tos á golpe de martinete, hasta que su hundimiento en cada golpe fuese menor que el producido, según el cálculo científi- eo, por la presión que ejerce el peso total del muro. Sobre los pilotes se asentó el emparrillado de madera, afianzado y sos- tenido por medio de una plataforma compuesta de grandes la- jas de piedra y mortero para evitar la fractura de los largue- ros, y formando la plataforma y el emparrillado una sola ma- sa sólida. También se sujetó el emparrillado de madera á las paredes de la excavación por medio de una gruesa capa de mez- cla con ptedras de laja. En los ángulos de las construcciones los emparrillados se enlazaron, á fin de evitar el desnivel pro- ducido por la presión y asiento de los muros. “Antonio Alzate. y: 413 Los pilotes son de cedro y tienen cuatro metros de lon- gitud; su diámetro es de 0".25 4 0.30. El martinete que se empleó para clavarlos tenía un peso de 1,000 kilogramos; los golpes se dieron desde una altura de 6 metros y 7.50, equi- valiendo cada golpe á 40 toneladas de fuerza de presión; los primeros golpes del martinete hundían el pilote 0”.55 y los de- más de 0”.20 á 0”.15 por golpe. A cada pilote se le daban de 15 á 20 golpes, á fin de que el hundimiento producido fuese tal que hubiese seguridad, según el cálenlo, de que el pilote equilibraba sin hundimiento el peso estimado para el muro. Los emparrillados se hicieron de planchas de cedro de 4 metros de largo y 0”.30x0”.25 de eseuadría; los transversa- les sobre que descansan los largueros, de 1”.80 de largo por igual escuadría de 0”.30<0".25, y están unidos á los largue- ros, en las escopleaduras, por pernos de encino. La cimentación de los muros de menor altura y peso res- pecto de los que forman el baluarte del centro y los torreones, se asentó sobre estacados de menores dimensiones y sobre emparrillados de igual naturaleza que los descritos. En 1886 estaban en obra los cimientos, se habían termi- nado en algunas crujías, y en otras se proseguían, empleando rigurosamente el sistema de cimentación en que el General Quintana tenía tanta fe; quedando por lo mismo muy contra- riado al poco tiempo que empezó á observar los hundimientos que sufrían los enrases de piedra basáltica con que arrancó la construcción, y aun tuvieron cuarteaduras dichos enrases antes de soportar peso alguno de los muros que iban á sos- tener. Bajo la dirección del honrado Sr. General Quintana se lle- varon á cabo las obras de cimentación, se construyeron una gran parte de los muros del piso bajo, en el departamento de hombres, y se techaron algunas de las crujías principales; y habiendo fallecido dicho Sr. General en Febrero de 1892, quedó interinamente dirigiendo la obra el Sr. Teniente Coro- 414 Memorias de la Sociedad Científica mar “ SDE raras nel D. Carlos Salinas hasta Agosto del mismo año, que el Go- - bierno encomendó la dirección al estudioso Sr. Ingeniero D. . Antonio M. Anza, quien desde luego se ocupó de estudiar de- tenidamente los trabajos que se habían ejecutado, y quedó sorprendido sobremanera del notable hundimiento que acu- saba una parte de la construcción, hundimiento que no pudo estimar en su valor absoluto por no. haber encontrado puntos fijos de referencia, ni tampoco existían planos acotados que dieran á conocer los niveles que había en los diversos lugares antes de la construcción. Así, pues, se limitó á fijar el des- censo relativo y á averiguar si aun continuaba el hundimien- to ó si había llegado al estado de equilibrio entre el peso de la construcción y la resistencia del terreno. —Para lo prime- ro hizo una nivelación general, tomando en diversos puntos las cotas de los enrases para el desplante de los muros, cuyos enrases era de suponerse que se corrieron á nivel; y por esta nivelación llegó á sacar una diferencia de 0.802 en el punto que corresponde á la escalera principal, que es el lugar en donde el hundimiento había llegado á su máximo. Y para asegurarse de si el hundimiento continuaba y averiguar al mismo tiempo la ley de esa variación, hizo construir tres pe- queños monumentos de chiluca eú puntos distantes de la cons- trucción y en situaciones tales que se pudieran observar los tres á la vez desde un punto intermedio, y que dieran garan- tía de su inamovilidad.—Se marcó una línea de nivel tanto en la parte exterior de la construcción como en su interior, y se refirió al plano que mareaban los tres puntos fijos, operacio- nes que ejecutó con todo cuidado el Sr. Ingeniero D. José Serrano, subdirector de la obra. Como no se había terminado aún el piso bajo y el edificio debía llevar en su mayor parte dos pisos, se continuó la cons- trucción de aquél para dar tiempo á practicar una segunda ni- velación que hiciera conocer si el hundimiento continuaba; y ya concluido ese piso en Diciembre de 1893, se practicó dicha "Antonio Alzate... 415 OIZIEIIIDLIIIIOLDO DILO LI IIED DDD DD LLL LLL LIL LIS LOL LI DIIDIIILDLL IA LS nivelación, de la que resultó que el punto de mayor hundi- miento había bajado 0”07 más, siendo entonces el descenso máximo, relativo de 0”.872, y los demás puntos habían baja- do también, y siguiendo la misma ley que en los anteriores hundimientos. En esas condiciones el terreno estaba soportando una pre- sión de 767 gramos por centímetro [_] y se veía que estaba ce- diendo á ella; y sin embargo, era necesario agregar el peso de todo un piso con su respectivo techo, cuyas dimensiones y ma- teriales estaban designados de antemano. El problema lo re- solvió hábilmente el Sr. Ingeniero Anza, apelando á dos recur- sos eficaces: —1” Disminuir en lo aceptable el espesor de los muros, á la vez que optar por materiales de nienor densidad, sin que poreso dejaran de ser suficientemente resistentes, to- do con la mira de aligerar el peso; y 2%, aumentar la base de sustentación. Así logró obtener que una presión que era ya de 767 gramos por centímetro [) y tenía que aumentarse hasta 954 gramos por centímetro [] por el peso adicional del segun- do piso, viniera á reducirse 4 408 gramos por centímetro 77: es decir á menos de la mitad.—Para ampliar la base de sus- tentación se valió el Sr. Anza de hacer la aplicación de bó- vedas inversas, cuidadosamente construidas, unas con losas de las canteras de la Escalera y de Aticomán, y otras con la- drillos especiales (mochetones), fabricados en la obra, dotando á todas las bóvedas con claves de recinto. —Cada bóveda ligó dos paredes paralelas y se obtnpvo, por este medio, el conte- ner los hundimientos hasta donde fué posible, y sobre- todo hacerlos más uniformes. EMPLEO DE LOS PILOTES.—Es conveniente y aun econó- mico emplear pilotes para la cimentación en terrenos cuyas primeras capas son compresibles; pero que debajo de ellas, á distancias relativamente cortas, se encuentra un asiento só- lido, de roca ó tepetate, al cual los pilotes transmitan el peso del edificio; mas en terrenos como el de México, del enal de- 415 Memorias de la Sociedad Científica SOS LID PDD AAA ADD mT cía el respetable geólogo Sr. D. Antonio del Castillo, que “es- te suelo es indefinidamente compresible,” los pilotes son contrapro- ducentes, pues transmiten el peso á las capas inferiores, las que, cuanto más bajas son, tienen menor resistencia; y por eso es que en el Colegio de Minería y en la Penitenciaría han si- do tan exagerados los hundimientos, sobre todo en este últi- mo edificio, en que han resultado como máximo á razón de 0.08 en promedio por año, cuyo máximo supera en más del doble al que se ha observado en otros edificios de la ciudad, en que ha alcanzado hasta 0.35 en promedio anual. Ha sido esto también porque precisamente el lugar en que se edificó la Penitenciaría es de los peores respecto á compresibilidad. Así, pues, el empleo de los pilotes en el suelo de la capital es contraproducente en todos sentidos, de bondad y economía, y la ex- periencia aconseja que debe proscribirse su uso. EMPARRILLADOS DE MADERA.—Un emparrillado de made- ra se compone en general, de un sistema de piezas llamadas largueros, cruzadas en ángulo recto y ensambladas unas con otras de diversas maneras. Los rectángulos ó cuadrados que estos maderos forman, algunas veces se rellenan con betón y otras con la misma tierra bien apisonada; pero en este último caso hay que colocar encima de todo el sistema una platafor- ma hecha con tablones que se clavan ó atornillan contra los largueros. Este sistema exige que el terreno sea homogéneo, de ma- nera que el asiento de las mamposterías superiores sea uni- forme, porque de lo contrario se deforma la construcción. Uo- mo es imposible llegar á una repartición exacta de las cargas permanentes, y con más razón de las sobrecargas y pesos ae- cidentales, es necesario dar á los emparrillados una estructura robusta que garantice todas las eventualidades, y tener cuida- do de ligar convenientemente la construcción elevada sobre ellos. Un requisito indispensable sancionado por la experiencia, pe la "Antonio Alzate. 417 para la duración de los emparrillados de madera, es el estar siempre sumergidos en el agua, ó permanecer en un suelo su- ficiontemente húmedo. Estando alternativamente secos y hú- medos se pudren pronto, ceden bajo el peso de las construc- ciones que soportan y causan tantos desperfectos como un asiento del terreno. Vemos que el suelo de nuestra Capital es muy á propósito para este género de cimentación, que fué hábilmente emplea- do por los constructores de la época colonial en la mayor par- te de los edificios de importancia, los cuales subsisten todavía. Los buenos resultados que ha dado y sobre todo la conserva- ción de casi todas las construcciones apoyadas en emparrilla- dos de madera, demuestran que su empleo es conveniente. De las excavaciones que se han hecho en nuestros días en el exconvento del Carmen se han extraído enormes planchas de cedro que formaban sus cimientos, y la obra emprendida en el antiguo Seminario para transformarlo en hotel, también nos ha dado á conocer que descansa sobre emparrillados de madera. Entre las nuevas construcciones en que se ha empleado el repetido sistema de emparrillados de madera es el Hotel Hum- boldt, antes mercado de Jesús, que fué construído en 1885 por el Sr. Ingeniero D. Manuel Rincón y Miranda, y última- mente, en 1898, la casa esquina de las calles de Rosales y Puente de Alvarado, construída por el Sr. Ingeniero D. Fran- cisco Serrano. Los resultados no pueden ser más satisfactorios respecto al primero, que lleva ya 14 años de construído: calculado por su Director para sostener dos pisos ligeros, haciendo trabajar el terreno á razón de un kilogramo por centímetro (J,+ poco después se le agregó un tercer piso, y no obstante esto y el encontrarse aislado el edificio, permanece en buenas condicio- nes.—Es de esperarse lo mismo respecto á la segunda. Por consiguiente, los emparrillados de madera son muy apro- Memorlas. —[1899-1900].—T. XIV.—.58 418 Memorias de la Sociedad Científica MISLIILS LLOPLLLIIIL, piados al suelo de México, pues hag edificios sobre ellos apoyados, cuyas construcciones datan de más de tres siglos. EMPARRILLADOS DE FIERRO.—Los emparrillados de fierro han tenido también buen éxito, sólo que son muy costosos. Un ejemplo tenemos en México en el conocido edificio llama- do el “Palacio de Hierro,” dirigido porlos Sres. Ingenieros Hi- dalga Hermanos.—Los cimientos tienen 3".26 de profundidad, 4" de ancho en el fondo y 1” en el enrase unos, y 0"84 otros. La primera capa es de piedra y pedacería de ladrillo, perfec- tamente bien apisonada é impregnada de lechada, y tiene 1” de altura; la segunda capa, de 0”.85 de alto, está formada con mampostería de piedra, y ambas capas tienen 4” de ancho. Sobre la última están colocados los rieles que forman el em- parrillado, unos á lo largo del cimiento y otros perpendicula- res á los primeros, dando una altura de 0”.36. Los rieles co- locados longitudinalmente están pareados, patín con patín, y unidos con remaches. El número de hileras longitudinales de rieles es de 4; sobre estas hileras están colocados los trans- versales; la separación máxima de los rieles es de 1”, y la mí- nima de 0.”50.— Los rieles empleados fueron del Ferrocarril Mexicano y pesan 35 kilogramos por metro lineal.—Sobre el emparrillado se colocó una tercera capa de mampostería de 0”.80 de alto y 3”.25 de ancho, y por último, se enrasó con si- llares de basalto de las canteras de Acozac, unos de 1” X0”.50 X0”.25 y otros de 0”.84x<0”50 X 0”25, euyos sillares son los que dan un buen asiento á la construcción que sobre este sls- tema se eleva.— Las piezas de recinto (basalto) de 1" Xx 050 X0”25 pesan cada una más de 300 kilogramos y resisten á la ruptura una tonelada por centímetro []. Ya es bien conocido en 11 años el resultado obtenido, y el uniforme asiento de esta construcción. No ha dado hasta aho- ra señales de trastorno alguno originado por sus cimientos, siendo de advertir que ha resistido algunos temblores, entre ellos el del 2 de Noviembre de 1894, que fué bastante fuerte. "Antonio Alzate. 419 PILI e OIEA Bajo el mismo sistema y con iguales materiales, se está procediendo en la actualidad á la cimentación de la segunda parte del “Palacio de Hierro,” que va á construirse en el sitio en que estuvo la casa número 18 de la calle de San Bernardo, la cual acaba de ser arrasada para ensanchar dicho edificio.— Tan satisfechos quedaron de la primera obra los propietarios del establecimiento, que el ensanche va á ejecutarse entera- mente igual á la parte hecha. Su Director, el Sr. Ingeniero D. Ignacio de la Hidalga, quedó igualmente complacido del buen éxito de los cimientos, y los que está abriendo están arreglados en un todo á los" anteriores, como que subsisten las mismas condiciones. En la Escuela Normal de Profesores, para la cimentación de la fachada de ángulo en la esquina de las calles de Santa Teresa, que se está edificando bajo la dirección del Sr. Inge- niero D. Antonio M. Anza, ha hecho recientemente, en 1898, dicho Sr. Anza un emparrillado de fierro, con rieles del Fe- rrocarril Mexicano; y además de la bondad del sistema y de los materiales empleados, como el emparrillado descansa en buen terreno, el mejor de México (la Isla primitiva ), se po- "drá reputar dicha esquina como inamovible, y aun tomarla como punto de referencia para las nivelaciones de la Ciudad, relacionándola con la tangente inferior al Calendario Azteca. En la esquina del Coliseo y Espíritu Santo, para la Gran Mercería de Boker, en lo que fué la “Gran Sociedad” por mu- chos años, acaban de hacerse los cimientos para soportar el edificio que está construyéndose en su mayor parte de fierro, con fachadas de cantería. Se formaron de una plataforma he- cha con viguetas de fierro, que abraza toda la superficie del terreno, construyendo un gran emparrillado, y los huecos se llenaron con mezcla hidráulica: la presión se repartirá unifor- memente, y es de esperarse que esta plataforma dará buen resultado, con lo que compensará el costo que tuvo. — Es la primera cimentación que de esta manera se hace en México, 420 Memorias de la Sociedad Científica ocupando el cimiento toda la superficie del terreno, cuyo pro- cedimiento es el que siguen los norteamericanos para fundar sus construcciones en los terrenos compresibles. ARCOS INVERSOS.—BÓVEDAS INVERSAS. — Un sistema de cimientos poco usado en México por lo costoso y delicado de la construcción es el de arco inverso ó de bóvedas inversas, según los casos. Se emplean arcos inversos cuando se trata de sos- tener pilastras ó columnas dispuestas en líneas paralelas y que requieran mucha resistencia para soportar grandes pesos: se ligan entre sí sus bases por intermedio de dichos arcos, cu- yo conjunto viene á formar una red cuadricular al cruzarse perpendicularmente unos con otros, dejando espacios cuadra- dos ó rectangulares y obteniendo con esa red de arcos inver- tidos una gran base de sustentación. Se aplican las bóvedas inversas para recibir los muros pa- ralelos de una crujía: se hacen de cañón seguido, por lo regu- lar escarzanos de corta flecha— un décimo de la abertura de la bóveda es lo más conveniente—y se deben construir con todo esmero, empleando materiales resistentes. El Sr. Ingeniero D. Emilio Dondé aplicó el sistema de bó- vedas invertidas para los cimientos de la iglesia de San Feli- pe de Jesús, que en estos últimos años construyó en la calle de San Francisco: y el Sr. Ingeniero Anza los empleó, como ya se dijo, para sostener los muros de la Penitenciaría que estaban hundiéndose á causa de los pilotes que los recibían. El mismo Sr. Anza los aplicó para cimentar una torre en la dicha Penitenciaría, proyectada y ejecutada bajo su diree- ción en 1896. Se enrasó este cimiento no precisamente con un emparrillado, sino con una combinación de viguetas do fie- rro para repartir uniformemente el peso de la construcción.— La torre es de acero, formada de ocho columnas Fénix, y de una altura de 38 metros: sostiene tres grandes tinacos de lá- mina de fierro para depósitos de agua, colocados á diversas alturas, y el peso máximo que soporta el cimiento, cuando los n Antonio Alzate 421 tinacos están llenos, es de 350 toneladas, que por la combina- ción de las bóvedas invertidas y de las viguetas de fierro que forman la plataforma, viene á repartirse en la superficie de un círculo de 16 metros de diámetro, ó sea de 201 metros [), y por tanto, resulta la carga sobre el terreno á razón de 174 gra- mos por centímetro L]. Siendo el mismo efecto el que producen las bóvedas inver- sas que los emparrillados—ampliar la base de sustentación, — se ha dado en México la preferencia á estos últimos, hacién- dolos de madera, en primer lugar por resultar más económicos que las bóvedas, y en segundo por ser de más fácil y pronta construcción. Habrá casos, sin embargo, en que sean prefe- ribles las bóvedas inversas: esto toca decidirlo al construc- tor, previo el estudio que haga de la localidad y demás circuns- tancias. CIMIENTOS DE ARENA.—El único ejemplo que tenemos en la ciudad es el del Teatro Nacional. El Sr. Arquitecto espa- ñol D. Lorenzo de la Hidalga fué entre nosotros el primero, y hasta hoy el único, que ha hecho uso de la incomprensibili- dad de la arena para la construcción de cimientos; formó una especie de cajones con estacas y tablestacas, del ancho que debían tener los cimientos, unió fuertemente las dos paredes de los cajones, de manera de impedir que se abrieran por el peso de la construcción, y sacando en seguida la tierra ence- rrada en el cajón, la reemplazó por arena perfectamente ex- tendida y apisonada en toda la longitud que debía ocupar el cimiento; sobre esta capa de arena asentó por hiladas hori- zontales las piedras que formaron el enrase, y tuvo especial cuidado de ir elevando toda la construcción al mismo tiempo para evitar la desigualdad en el asiento. En la época en que se construyó el Teatro, de 1842 á 1844, mucho se habló acerca de este género de cimiento: no falta- ron personas que vaticinaran la ruina de un edificio, decían, cuyo cimiento descansaba sobre arena. Dos comisiones de pe- 422 Memorias de la Sociedad Científica ritos nombrados por el Gobierno para reconocer dicho Tea- tro dictaminaron en contra, diciendo que no prestaba garan- tías de seguridad y que no estaba construido conforme á los que se habían conservado; y que era un acto de justicia el or- denar se le hicieran varias modificaciones, pues el sistema de cimentar sobre arena era una introducción demasiado moder- na para que un arquitecto prudente se atreviera á adoptarla en un edificio de importancia; que los ensayos hasta entonces hechos habían sido en una escala muy reducida, y que por lo mismo no eran concluyentes. El Sr. Hidalga protestó solemnemente y aseguró que su construcción resistiría á los temblores mejor que otras mu- chas, y que no haría ninguna de las correcciones que se le exi- gían en la obra material, porque en su conciencia las juzgaba no sólo inútiles sino perniciosas. La experiencia vino á demostrar luego la bondad de la construccion del edificio, resistiendo al fuerte temblor del 7 de Abril de 1845 (al año de estrenado el Teatro), mientras otras construcciones, la cúpula de la Iglesia de Santa Teresa fué una de ellas, se desplomaron; y en los 55 años que cuen- ta de existencia ha sufrido más de otros 40 terremotos, los más terribles el del 19 de Junio de 1858 y el del 2 de Noviem- bre de 1994, á los que resistió mejor que muchos otros edi- ficios; y no obstante esto, nose ha hecho otro cimiento seme- jante; á pesar de lo cual, con ese solo ejemplo, se puede re- putar que:—el empleo de la arena para la cimentación en el suelo de México ofrece garantías de seguridad, siempre que su ejecución sea convenientemente dirigida. CIMENTACIÓN CON MEZCLA TERCIADA. —SISTEMA CAVA- LLARI.—El sabio Ingeniero D. Javier Cavallari, ya citado, á poco de haberse establecido en México, llamado de Italia pa- ra encargarse de las clases de Arquitectura é ingeniería civil en la Academia Nacional de San Carlos, introdujo en 1858 un nuevo sistema de cimentación, y lo aplicó con buen éxito en todas las construcciones que dirigió en México. Antonio Alzate. 423 Lo que hasta esa fecha se había acostumbrado aquí para la cimentación en que no se empleaban emparrillados, era pro- fundizar la cepa que se abría para el cimiento hasta un poco más abajo de la capa de agua ambiente: entonces esa capa se encontraba en general á 17.70 Ó 2” del suelo (en la actualidad está en algunos lugares hasta á 0”.35, porque ha venido su- biendo de año en año). Se comprimía el fondo y se comenza- ba á mampostear con piedra dura y grande, empleando mez- cla terciada y acuñando á martillo con rejones de la misma piedra los huecos que dejaban las más grandes que se habían colocado en el fondo. Una vez enteramente fuera del nivel del agua, se seguía mamposteando de la misma manera hasta alcanzar la superficie del suelo, y de allí para arriba, enrasan- do unas veces con losas y otras sin enrasar más que con la misma clase de construcción, á nivel y dejando dientes, se desplantaban los muros, haciéndolos ya limitados al ancho re- querido, pues á la parte que quedaba enterrada se le daba comunmente mayor latitud, dejando al nivel del suelo ó poco más arriba un escalón al que impropiamente los albañiles le llamaban, y aún le llaman hasta hoy, talús, corrompiendo la palabra talud (que no significa escalón). —Este procedimiento se había tenido hasta entonces como el más conveniente á la vez que el más económico, haciendo consistir la economía en que toda la substrucción se hacía con mezcla terciada, en vez de hacerla con pura mezcla de cal: no obstante, algunos ar- quitectos no aceptaban esta economía y comenzaban á mam- postear desde el fondo con mezcla de solo cal y arena, como la mampostería común para los muros.—Muchos constructo- res siguen todavía esta práctica en el modo de cimentar, por considerarlo más barato. El sistema que introdujo el Sr. Cavallari fué el siguiente: —A bría un foso de 1”.70 á 2” de profundidad hasta encontrar el nivel del agua ambiente, que era ese poco más ó menos ha- ce 40 años; arrojaba en la excavación capas sucesivas de mez- 424 Memorias de la Sociedad Científica cla hidráulica y de pedacería de ladrillo, que hacía apisonar perfectamente.—Para formar su mezcla hidráulica, empleaba cal grasa apagada espontáneamente, y con ella, mezcla con arena y tetzontlale (granza de tetzontle) hacía una argamasa á la que le agregaba una parte igual de la tierra sacada de la excavación. La pedacería de ladrillo la empleaba de muy cor- tas dimensiones, reduciendo previamente los pedacitos al ta- maño de la grava de río. Las capas alternadas de argamasa y pedacería de ladrillo eran de 0”.10 á 0”.15 de espesor, y el hacerlas comprimir fuertemente á pisón era á fin de que la acción de éste, unida á la del agua de la argamasa y la natu- ral del terreno, hicieran que los elementos hidráulicos de di- cha argamasa penetrasen en los intersticios que dejaban en- tre sí los trocitos de ladrillo, y el mortero formara con ellos una masa compacta y dura. Al nivel del suelo enrasaba con losas. Muchas personas, entre ellas el Sr. Ingeniero D. Manuel Gargollo y Parra, profesor de la Academia, vaticinaron un mal resultado á los cimientos así formados; se les resistía mu- cho creer en la bondad de esa mezcla. El Sr. Gargollo decía que el tal lodo jamás había de endurecer, y que muy bien po- dría suprimirse la parte de mezcla común que se emplea, y daría el mismo resultado. , Sin embargo, el Sr. Cavallari tenía tanta confianza en la bondad de estos cimientos, que no vaciló para emplearlos en una escalera que construyó en la casa número 9 de la 2* calle de Plateros. Esa escalera descansa sobre tres bóvedas, dos portranquil y una de arista que forma el descanso. El menor movimiento que hubiera tenido el cimiento se habría revela- do por una línea de fractura en alguna parte de las bóvedas; y el hecho es que después de 39 años de construida se ha con- servado en buen estado, lo cual demuestra suficientemente que no ha habido asiento desigual en la construcción, y por lo tanto que el sistema es bueno.—Hizo uso de él, entre otras, "Antonio Alzate. . 425 en las obras siguientes:—una capilla gótica que construyó en Tacubaya en el jardín de D. Manuel Escandón; uno de los muros de las Galerías de Pintura de la Academia de San Car- los; en la reforma de la casa núm. 9 de la 2* calle de Plateros y en la casa núm. 2 de la calle del Puente de San Francisco; construcciones que en unos 40 años que llevan de ejecutadas se conservan en perfecto estado, habiendo sufrido temblores tan fuertes como los de 8 de Mayo de 1861, 3 de Octubre de 1864 y 2 de Noviembre de 1894, el más fuerte de todos, lo que ha demostrado que el éxito de este sistema es muy satis- factorio. El Sr. Cavallari acostumbraba dar práctica á sus discípu- los en las obras que dicho señor tenía bajo su dirección, y allí mismo, sobre el lugar, hacía disertaciones acerca de diversos temas de construcción, referentes á lo que se estaba ejecutan- do, y les daba claras y amplias explicaciones relativas al asun- to que venía al caso.—Con tal objeto llevó á sus discípulos á ver la cimentacion de la casa núm. 2 de la calle del Puente de San Francisco, en 1860, una de las primeras aplicaciones que en grande hacía de su sistema. Presenciaron los trabajos desde abrir las cepas, y los fueron siguiendo paso á paso has- ta su terminación.—Tres meses después hizo el Sr. Cavallari que presenciasen el grado de dureza que habían adquirido dichos cimientos, y con ese fin, en cierto lugar de la referida casa en que se había hecho un cimiento corrido, en un vano se procedió por las mismos discípulos á la extracción de al- gunos trozos del repetido cimiento, habiendo tenido que em- plear gran trabajo para separar á fuerza de barreta varios pe- dazos. Estos estaban tan duros con el transcurso de sólo tres meses, que de pronto parecían de pórfido: se ha observado que pasado /algún tiempo, cada tramo de cimiento viene á con- vertirse en un monolito de extraordinaria dureza, cuya 'cir- ecunstancia demuestra plenamente la excelencia de este siste- ma de cimentación, tan rápido y barato en su ejecución, que Memorias —[1800-1900]. 'P. XIV.—54. 426 Memorias de la Sociedad Científica por lo mismo se emplea mucho en nuestros días, ya sea tal como fué introducido por el Sr. Cavallari, Ó con algunas va- riantes, debidas á las circunstancias locales 6 á las ideas par- tienlares del constructor, y es un hecho el que hoy nadie duda de su bondad bajo todos aspectos. CIMIENTOS DE PIEDRA DURA, PEDACERÍA DE LADRILLO Y MEZCLA TERCIADA. — Este sistema tomado del de D. Javier Cavallari, y modificado por razones de economía, es adopta- do generalmente por los constrnetores mexicanos: consiste en abrir una cepa de más ó menos profundidad, según el eri- terio de cada uno, la cual por la naturaleza de nuestro suelo se cubre inmediatamente de agua. Por medio de cubetas ó bambas, según el caso, y á veces ni estas últimas son suficien- tes, se procede á desaguar hasta dejar la excavación casi se- ca; en ese momento se empieza el relleno por medio de capas sucesivas de mezcla hidráulica, ó terciada que es la más usual, y de pedacería de ladrillo ó piedra dura de medianas dimen- siones. Cada capa se apisona fuertemente, y sobre este relle- no se coloca en enrase, que generalmente es de losa asentada sobre un lecho de mampostería de piedra más grande, varian- do el espesor de este lecho según las circunstancias. Hay que advertir que los aparatos desaguadores tienen á veces que funcionar constantemente aun en la noche, y se tiene que proceder al relleno continuando el desagúe sin in- terrupcion. He visto algunos de estos cimientos en que la cantidad de agua era tal que una vez extraída recobraba su nivel en menos de una hora, no obstante el trabajo de dos bombas que sacaban cerca de 10 metros cúbicos de agua por hora. No es raro en una de estas excavaciones encontrarse con uno 6 más veneros, circunstancia que dilata, dificulta y entorpece las operaciones. Este modo de cimentar, usando buena mezcla terciada y pe- dacería de ladrillo, es uno de los mejores que puede emplear- se, pues al poco tiempo de construidos los cimientos endure- “Antonio Alzate. 1 427 mo cen mucho y forman una masa compacta y resistente.—Hace cuarenta años que se emplea este sistema en México, y casi todos los edificios particulares construidos de entonces á la fecha, con raras axcepciones, descansan sobre cimientos de esta naturaleza. Entre los que he visto construir puedo citar como más importantes los de la casa del Sr. D. Francisco Es- pinosa, núm. 6 de la calle de Patoni. construidos en 1891 por el Sr. Ingeniero D. Ventura Alcérreca, y los del gran edifi- cio llamado “Fronton Fiesta Alegre” (Jai Alai) dirigido por el Sr. Ingeniero D. Manuel Torres Torija, M. S. A., 1896. El buen estado en que se encuentran esos edificios y el ningún asiento desigual que han tenido, indican la bondad de este modo de cimentar que se recomienda tanto por su prontitud y eco- nomía como por estar fundado en buenos principios. Los cimientos sobre que descansan multitud de fincas en las nuevas Colonias de la Capital, difieren algo de los descri- tos anteriormente: el método para formarlos es el mismo, y el resultado en cuanto á la estabilidad de la construcción pa- rece ser idéntico; pero no se emplea en ellos lascal hidráulica ni la mezcla terciada propiamente dicha, sino una revoltura forma- da con partes iguales de mezcla corriente y tierra de la que se saca de la excavación: no da por consiguiente todas las garan- tías de seguridad, y es de resultado nulo sino se pone pedacería de ladrillo. El sistema descrito se ha seguido empleando con exten- sión, y en general se puede asegurar que los edificios asenta- dos en cimientos formados con las condiciones expresadas han sido muy estables é indican que, empleados con prudencia, son de aceptarse.—Podemos, por tanto, deducir que los ci- mientos hechos con pedacería de ladrillo, piedra menuda y mez- cla hidráulica, terciada con barro ó terciada con tierra, pueden emplearse con seguridad en el suelo de México.—Su costo por me- tro cúbico es de $8 á $10. MEZCLA TERCIADA.—Respecto á la mezcla terciada hay que 428 Momorias do la Sociedad Científica SOLO IO LO LO LO IO IO LO LOL COLO LO LOL IO LOS LO LO LO LO LOL IO LLO LIO LIO LO LOIS LILLO LIL LLL IL III ISI LISIS III ISI II ILII III aclarar un error tocante á las substancias que la componen: generalmente creen nuestros albañiles que esta mezcla se for- ma con mezcla común y tierra cualquiera, y sin tener en cuen- ta las proporciones; lo cual no es exacto, porque la mezcla ter- ciada propiamente dicha debe formarse con cal, arena y barro en las siguientes proporciones: cal (pesada antes de apagarla) 125 kilogramos que próximamente equivalen en volumen á 149 milésimos de metro cúbico; arena un metro cúbico, y ba- rro 1 metro cúbico. BREVE RESUMEN. — Resumiendo lo dicho anteriormente respecto á cimientos, resulta que: —en México no debe cimen- tarse empleando pilotes; que los emparrillados de madera son muy adecuados al suelo del Valle en general; que el empleo de las bóvedas inversas es conveniente en determinados ca- sos; que el de la arena, en el único edificio que así se ha ci- mentado ofrece bastante seguridad; y por último, que el sis- tema usual de pedacería de ladrillo y mezcla terciada, derivado del de el Sr. Cavallari, es el que está más experimentado y ha obtenido siempre resultados satisfactorios, tanto mejores cuanto ha sido más bien aplicado. CONCLUSIÓN. —PNOCEDIMIENTO EMPLEADO CON BUEN ÉXI- TO.— Para terminar este estudio haré observar: — Que cono- ciendo la importancia de los cimientos de los edificios en Mé- xico, á causa de los fuertes temblores y de la naturaleza de su suelo; sabiendo que de los cimientos depende en gran par- te la duración y estabilidad de un edificio, el que una vez construído sobre malos cimientos es muy difícil, por no decir imposible, corregir sus defectos, y sobre todo que aun cuan- do se pudiera sería muy costoso; estando demostrado que el suelo de México es uno de los peores que se pueden encon- trar, pero estándolo también que, en general, no se ha busca- do la igualdad de asiento en las construcciones de la ciudad, única cosa que se debe y que se puede hasta cierto punto pro- curar, ya que no es posible hacer este suelo incompresible » 1 Antonio Alzate. 429 he iniciado un procedimiento para la cimentación, fundado en los razonamientos conducentes, y cuyo procedimiento ya he empleado con buen éxito. Los razonamientos son los siguien- tes: La desigualdad de asiento, ocasionado por el defecto de los cimientos, ó por una mala repartición de la carga total ejercida por el peso de las mamposterías superiores, da origen á las cuarteaduras, puesto que tendiendo una parte del edi- ficio á bajar más ó menos que otras, y no pudiendo todas seguir dicho movimiento, ya sea porque unas están asentadas sobre «un suelo un poco más firme ó bien por otras causas, se sepa- ran irregularmente y determinan al momento las cuartea- duras. Por regla general, en toda construcción debe procnrarse no tratar de evitar el asiento, porque esto en México es realmen- te imposible, sino buscar todos los medios para que el asiento sea uniforme, pues cuando se verifica con regularidad, la cons- trucción toda bajará verticalmente, sin desplomes, ella misma comprimirá el terreno hasta solidificarlo más, y no se produ- cirán asientos desiguales que den origen á cuarteaduras. Para obtener este resultado, es decir, para que el asiento sea uniforme, es necesario: — 1“, que el cimiento se haga de de tal manera que pueda resistir en cualquiera de sus puntos el máximo del peso calculado por unidad de superficie; y 2? procurar hasta donde sea posible una repaftición uniforme de las cargas superiores. Este punto es de suma importancia, de- biendo tener en cuenta lo peligroso que es en México el em- pleo, en un mismo edificio, de materiales distintos en la for- mación total de sus diversos muros; basta observar la Iglesia de Loreto para convencerse de esto: —una parte está cons- truída.con tezontle y la otra con cantería, materiales de dis- tintas densidades. La fachada que es la parte de cantería, de- bido á su mayor peso se ha hundido de una manera notable; al ceder el terreno se ocasionó también un desplome digno de 430 Memorias de la Sociedad Científica A llamar la atención, pues por el lado de la calle de las Inditas llega á 0.30. Teniendo presente que el esfuerzo vertical que produce el asiento obra en razón inversa de la extensión de la superficie sobre que se ejerce ó distribuye, se podrá, en terrenos de dis- tinta compresibilidad, llegar á obtener asientos iguales, exten- diendo convenientemente las bases de sustentación en la par- te de terreno más compresible, y reduciéndolas en las que no lo fueren tanto. Así pues, es prudente adoptar todos los medios capaces de disminuír la carga por unidad de superficie, procurar la me- joría del piso para aumentar su resistencia, y cuidar de hacer que en todos los puntos del cimiento la carga sea lo más uni- forme posible, para que el asiento inevitable del suelo lo sea también. ' El procedimiento que pongo de manifiesto, y ya he em- 'pleado hasta para cargas que no excedan de 17 toneladas por metro lineal, es decir, para las construcciones comunes en la ciudad, está basado en el sistema dol Sr. Cavallari, consistien- do la principal modificación en que la profundidad de la cepa debe ser tal, que en ningún caso llegue á la capa de agua am- biente, por las razones que más adelante expondré. «El procedimiento es como sigue: —Se abre la cepa con una profundidad máxima de 0”.50, con el ancho que se haya de- terminado de antemano por medio del cálculo, procurando que el terreno resulte con una presión máxima de un kilogramo por centímetro []. En seguida se nivela y apisona el fondo de la excavación, hasta que se haga insensible á los golpes del pisón: este utensilio deberá tener una sección que no pase de 0.04 de metro (]. Sobre el fondo se colocan capas alternadas de 0”.10 de espesor cuando más, de mezcla terciada muy agua- da y pedacería de ladrillo; la mezcla terciada en las proporciones siguientes: — para un volumen de lechada de cal espesa, tres de arena y tres de barro, cuyas proporciones, que son ya las prácticas, después de una serie de experiencias las deduje de $ Antonic Alzate. 431 las que dí anteriormente y que son demasiado teóricas. — La pedacería de ladrillo ha de ser sumamente menuda, al grado de obtener trocitos que se acerquen al tamaño de cubos de 0.025 por lado. Cada capa se apisona fuertemente hasta lle- gar á la superior sobre la cual se coloca el enrase, que puede ejecutarse de varias maneras; pero propongo que se forme con losa á tizón para hacer este sistema perfectamente reali- zable y á poco costo. Ejecutada la operación en las condiciones indicadas, se ob- tiene al cabo de 15 ó 20 días una capa sumamente dura, com- pacta, y podrá ser que incompresible. La trituración del ladrillo por medio de los repetidos gol- pes de pisón, hace que se forme con la mezcla aguada una masa uniforme, y es precisamente la arcilla quemada la que le da la dureza. Para llegar á mayor grado de compresión, he subdividido en algunos casos la cepa con losas puestas de canto, y perpen- dicularmente á la dirección de ella: de esta manera se aumen- tan considerablemente los efectos del pisón. Los razonamientos en que me fundo para creer que este sistema de cimentación dará buen resultado, son los siguien- tes:—La profundidad de la cepa la limito á 0”.50 en general, como máximo, por tres razones: —la primera, porque dada la naturaleza de nuestro suelo, creo enteramente ocioso, inútil y perjudicial el profundizar demasiado; la segunda, y de mu- cha importancia, para evitar los asientos en las construccio- nes vecinas; y la tercera, por economía y rapidez. Hay economía, porque no habiendo desagúe todos los gas- tos que éste ocasiona quedan suprimidos, y el volumen por rellenar se reduce considerablemente. Se gana en tiempo, porque la cepa puede, en general, abrirse en toda su longitud, menos cuando sea para muro de arrimo. Esta circunstancia es importante, pues cuando hay agua la cepa tiene que abrir- se por tramos para no tropezar con la dificultad de hacer ba- jar el nivel del agua, y poder macizar. * 432 Memorias de la Sociedad Científica Juzgo ocioso é inútil excavar demasiado, porque la capa de tepetate, en caso de haberla á una profundidad que pueda aprovecharse pard' la cimentación, siempre guarda un nivel inferior al de la capa de agua ambiente, pues mientras ésta se halla 4 profundidades de 0”.35 mínima y que no llegan á 3 metros, el tepetate que se ha encontrado más cerca, capaz de servir de asiento á la cimentación, ha sido á los 3”.80, y eso tan sólo en determinados lugares y en muy cortas extensiones. Hay que tener en cuenta además, que nuestro suelo es de la misma naturaleza hasta una gran profundidad y que el sub- suelo tiene menor resistencia que las capas superficiales; es decir, que es un hecho perfectamente demostrado por la ex- periencia, que en el suelo del Valle de México, en general, la resistencia está en razón inversa de la profundidad. El profundizar los cimientos es perjudicial, porque hay ne- cesidad de extraer el agua, y se observa que al construir un edificio las casas vecinas sufren asientos, que éstos siempre son desiguales, y por lo mismo ocasionan inevitablemente las cuarteaduras.— Generalmente se ha creído que son el peso y asiento de la nueva construcción los que originan estos des- perfectos á las fincas contiguas, pero esto no es exacto; la cau- sa verdadera de los asientos en-las construcciones laterales se debe al movimiento del agua cuando se vacían las cepas, pues á su paso á través de los cimientos vecinos arrastra con- sigo la mezcla, dejando grandes huecos entre los materiales de que están formados, los deslava considerablemente y les hace perder su resistencia. Los pozos comunes demuestran la comunicación de la ca- pa de agua ambiente en todos los rumbos de la ciudad; en cualquier lugar en que se abra un pozo el agua brotará; si su nivel varía bruscamente de un punto á otro, es debido á las condiciones diferentes en el grado de permeabilidad del sue- lo, ocasionadas por su constitución artificial tan irregular. En algunas partes el subsuelo está formado de terreno lacustre; 1 Antonio Alzate. 433 INDI e SLI DILO en otras se encuentran ligeras capas de arena; en muchas se reconoce la existencia de antiguos muladares y basureros; y en casi toda la ciudad se descubre una capa más ó menos grue- sa, formada con escombros que han provenido de las demoli- ciones de edificios, con cuyos escombros se está reponiendo constantemente el nivel perdido por los hundimientos. Si la permeabilidad del suelo fuera uniforme, el nivel de los pozos comunes lo sería también, é igualmente el de la capa de agua ambiente. . Es probable que á pesar de las obras de drenaje que se es- tán ejecutando en la actualidad, pasarán todavía muchos años para que esta capa llegue á agotarse, pues está alimentada por las lluvias, por los canales que rodean la ciudad, y por los. conductos desaguadores que con su permeabilidad de- jan pasar á través de sus muros una gran parte del agua que corre por dichos conductos, y como nuestra Capital ocupa uno de los lugares más bajos del Valle de México, natural es que el agua del subsuelo permanezca estancada, no pudiendo es- currirse mientras no llegue á funcionar el desagúe. Por último, no habrá asiento en las fincas vecinas, porque no hay extracción de agua, y parece ser con toda evidencia que esta operación es la que lo ocasiona. Hago trabajar el terreno á 1 kilogramo por centímetro [] como máximo, pues aun cuando algunos constructores han aceptado hasta 1 kg. 50, me parece prudente no llegar á ese máximo, previendo las reparaciones y movimientos conveci- nos que al cabo de cierto tiempo producen asentamientos ó compresiones en el terreno, y el suelo de México tiene la par- ticularidad de hacer sentir sus movimientos á una larga dis- tancia horizontal. La operación de apisonar no debe suspenderse sino hasta que el suelo se haga insensible á los golpes del pisón, porque se aumenta mucho la resistencia de un terreno, regándolo y apisonándolo fuertemente. La experiencia demuestra que los Memorias.—(1899-1900].—T. XIV.—55. 434 Memorias de la Sociedad Científica nan AS A VEOPOLLDIDCIL terraplenes en que se asientan las vías férreas adquieren una gran consistencia, debido á las lluvias y á un asentamiento lento, producido por el paso periódico de los trenes que so- bre ellos transitan.— Es de observarse que el conveniente apisonamiento de un terreno compresible y el de la mampos- tería de los cimientos, efectúa desde luego el asentamiento de que es susceptible y lo hace bastante firme para resistir la carga que debe soportar, sin temor á reacción. La base del pisón no debe pasar de 0.01 de metro 7], ó sea de 0”.20x0”.20, porque es bien sabido que la intensidad del golpe sobre una superficie está en razón inversa de la exten- sión de ésta, y como no debe contarse únicamente la acción del pisón sino también la fuerza viva que desarrolla en su caí- da desde la altura á la cual se le eleve, su peso no il ser excesivo, para obtener su fácil manejo. Empleo mezcla terciada ó cal hidráulica porque el resul. tado práctico es el mismo: la mezcla terciada tiene la ventaja de endurecer mucho en el subsuelo de México (siempre ak. ternada con capas de pedacería de ladrillo), y de resultar más económica. En algunos puntos de la ciudad, y sobre todo hacia el S.E, el agua se encuentra á muy corta profundidad; en las calles dela Merced y del Puente de Jesús María la encontré á 0”.35. bajo el nivel de la banqueta.—En dos construcciones que eje- cuté en 1897 en casas de esas calles, en compañía de mi esti- mado amigo y compañero el Sr. Ingeniero D. Ignacio Alcé- rreca y Comonfort, el procedimiento que empleamos para la cimentación fué el que acabo de describir: el terreno está tra- bajando tan sólo á 600 gramos por 1 centímetro (), y la pro- fundidad que se le dió al cimiento fué solamente de 0”.35. En la finca núm. 330 de la Calle Real de Santiago, en 1898, empleamos también el referido sistema: el suelo trabaja á menos de 500 gramos por 1 centímetro UU), y la profundidad de la cimentación fué de 0”.40, "Antonio Alzate. 435 El costo del metro lineal de estos cimientos, con 0".50 de profundidad, es como sigue: ; Condatitudids US OD cielo $ 3.90 a MO llas de Ye aji 4.16 a do DO EE a 7.80 y Ed AO A E 9:52 Lo económico del procedimiento y su excesiva rapidez pa- ra la ejecución lo hacen recomendable; y el resultado tan sa- tisfactorio que ha dado en las construcciones citadas, es la prueba más concluyente que cuantos raciocinios pudieran ha- cerse acerca de su bondad. - Así pues, declaro con la más firme convicción que soy de parecer enteramente contrario á la añeja costumbre de pro- fundizar y desaguar las cepas para establecer los cimientos, porque el objeto de encontrar terreno más sólido, que supon- go será el que se persigue, estoy plenamente convencido de que en general, en nuestro suelo, no podrá lograrse, y por otra parte el gasto para desaguar y rellenar las cepas hace aumentar considerablemente el costo, lo mismo que la sobre- carga por el volumen enterrado, y, lo más peligroso é impo- sible de remediar, los asientos de las construcciones vecinas debido al peso del agua extraída á través de los cimientos con- tiguos, la que tiende constantemente á recobrar su nivel pri- mitivo á medida que se la extrae. : En resumen, en mi humilde opinión, debe abolirse el des- agúe en cualquier sistema de cimentación que se adapte al suelo de México; hay que preocuparse preferentemente del ensanchamiento de la base de sustentación, y darle á la pro- fundidad una importancia secundaria, no olvidando que en el Valle de México en general, y particularmente en la ciudad, “LA RESISTENCIA DEL TERRENO VARÍA EN RAZÓN INVERSA DE LA PROFUNDIDAD. México, Abril 30 de 1899. SEÑORES INGENIEROS QUE CON DIVERSOS MOTIVOS SE MENCIONAN EN ESTOS APUNTES. Netzahualcoyotl, el gran Rey y poeta (azteca). Enrico Martínez (español). Francisco de Garay (mexicano). León Derote (belga). Luis Espinosa (mexicano). Manuel Rincón y Miranda (ídem). Mariano Téllez Pizarro (ídem). Javier Cavallari (italiano). Antonio Torres Torija (mexicano). Francisco Jiménez (ídem). Benyenuto Gómez (ídem). Roberto Gayol, M. $. A., (ídem). Gabriel M. Oropesa, M. $. A., (ídem). Alonso Pérez de Castañeda, (español). Juan Gómez de Mora (ídem). Manuel Tolsa (ídem). Lorenzo de la Hidalga (ídem). General Miguel Quintana (mexicano). Teniente Coronel Carlos Salinas (ídem). Antonio M. Anza (ídem). José Serrano (idem). Antonio del Castillo (ídem). Francisco Serrano (idem). Antonio Alzate. ' 437 Hidalga Hérmanos (mexicanos). Ignacio de la Hidalga (mexicano). Emilio Dondé (ídem). Manuel Gargollo y Parra (idem). Ventura Alcérreca (ídem). - Manuel Torres Torija, M. $. A., (ídem). Ignacio Alcérreca y Comonfort (ídem). LLLLLOILIDLIOLDEIIOLIILELILIIS BREVE APÉNDICE. Reflexionando sobre lo expuesto en el estudio anterior, es- tando penetrado de la exactitud de los hechos que se citan, y de absoluta conformidad con las observaciones que se ha- -cen y con las consecuencias que de unos y otros ha deducido mi-hijo Don Adrián, me aventuro á predecir (y deseo que no se realice mi pronóstico) que al poco tiempo de estar termina- das las obras del Drenaje de la Ciudad de México, bajando dos ó tres metros el nivel de la capa de agua ambiente, y fun- cionando el Desagúe directo del Valle, los hundimientos han de hacerse más notables: sufrirán grandes desperfectos aque- llos edificios que, como la Iglesia de Loreto, San Ildefonso, Minería, Hospital de Terceros, San Agustín, Las Vizcaínas, La Penitenciaría y otros más, están hundidos desigualmente; y con la falta de agua inmediata en el subsuelo se apresurará el hundimiento desigual, los muros irán desplomándose más y más, las cuarteaduras serán de mayor consideración, y di- -chos edificios llegarán al estado de ruina en un corto lapso de YA 438 Memorias de la Sociedad Cientifica OIL DDD LDILDILZIZI0IDIIDDIDIZLILD ODIO Ls tiempo. — Menos graves serán los perjuicios en las construc- ciones fundadas sobre cimientos apropiados á este suelo: es probable que bajarán á plomo, y los hundimientos tendrán lu- gar con más uniformidad, por lo que, en mi concepto, serán de menor trascendencia para ellas las obras del Drenaje de la. Ciudad y del Desagúe directo del Valle de México. México, Mayo 31 de 1899. MARTANO TÉLLEZ PIZARRO. MN» —_—_—_—_—_——— Tomo, : Lam, As E Topeyas —y Y ie os En e Calzada 1000 mi TomoX7 E" Mem. Soc. Alzate. LamAll Ex-Garita == de Peral Antiguos lugares Lugares actuales. » Traza dela Ciudad Espanola iS TA e GALOS L ES jua O 3, S S oniente Calles de === : DI ———— === O | Canal del Pano ideal de la Ciudad de BMlézico, en tiempo del 6? voy mexicano Clxoyccatl (1481). Foumado según los datos fiistóricos. o traza de fa Ciudad española (1521) Cal Lomo XI >. LámN EH > = 0 Chinalhuacan TomoX LY Mem. Soc. Alzate. Lim xD Totolzingo O. - de Gs 13 ad “Ss > Loco, Xochimilco Y Chaleo end52) Y 189 respectiva - f NS A AS rá E | Y l AS Arcanotzalco| ñ di Téneyacae 5 E ( S TacubaQ 3 lá y V ÉS 1 EE E = y =, <= ¿e o Chapultepec Er j $ W ( 3| > j Y dl 8|5 ( JE 3 ' E Lx N_ Merivalizingo” Coyoacang—.—"" O Y CulhuacanQ 7 IEEE 10 16 20 kilómetros ALPHABETICAL CROSS REFERENCE CATALOGUE OF ALL THE PUBLICATIONS OF EDWARD DRINKER COPE, FROM 1859 TILL HIS DEATH IN 1897 BY PERSIFOR FRAZER, M. $. A,., Docteur ¿s-Sciences (Univ. de France) Officier de 1 Instruction Publique. (CONTINUED FROM P. 256). Habits of a Tipulidious larva (Pr. A. N. $. p. 222. 1867). Hadrosaurus, Charac. of skull in (Pr. A. N. $. p. 97. 1883). Occidentalis, Leidy's correction (Pr. A. N. $. p. 224. (1874) 1875). Hainan Island, On collec. of datrach. and reptil fr. (Pr. A. N. S. p. 423. 1894). Handbook of Paleontology (Bull of the Univ. of Pa. (Posthu- mous) 1898). Hanxwell, Catal. of batrach. and rept. by, from Pehas, up. Amazon (Pr. A. P. S. 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BR; S¿XL 91: p. 141 1869): (To be continued, ) ALGUNOS DATOS QUÍMICOS ACERCA DP AAPSOE IA TIEN UA" Determinación desu fórmula elemental, Por el Profesor Mariano Lozano y Castro, M. $, A., Químico del Instituto Médico Nacional y del Consejo Superior de Salubridad. Diez años hace, que emprendí el estudio químico de la raíz de Contrayerba blanca, Psoralea pentaphylla, señalando los principios inmediatos que contenía; desde entonces he venido estudiando la manera de aislar el principio activo, ensayando, si no todos, la mayor parte de los procedimientos aconsejados por muchos autores, y en todos ellos no obtenía más que fra- casos, ya fuera por no obtener el principio puro, ó por no lle- gar á alslar mas que cantidades mínimas, después de emplear mucho tiempo y mucha planta, resultados inaceptables para llevarlos al terreno de la práctica y poder explotar debida- mente esta droga de una manera científica y económica. Los datos fisiológicos y clínicos me enseñaban que era una planta activa á pequeña dosis; luego el principio activo que contenía ó era muy activo ó existía en gran cantidad. La ob- servación constante me dió á conocer que este principio exis- tía, no en las pequeñas cantidades que podía aislar, sino en 468 Memorias de la Sociedad Científica SIOTOLLIILILIIDI POLLLIIDZIDIIIIL we muy regular cantidad; pues después de separar esas cantida- des mínimas y conservando los extractos qúue me habían ser- . vido para este objeto y que los consideraba agotados de prin- cipio activo, al cabo de algún tiempo, tres ó cuatro meses, los encontraba cubiertos de finísimas agujas en mucha mayor can- tidad de lo que había yo podido obtener por los procedimien- tos que seguía. Cas1 desistía ya de llegar á obtener un procedimiento in- dustrial, tanto más, cuanto que supe por el Sr. Profesor Bus- tillos, que habiendo remitido la raíz de contrayerba á una de las principales casas de Francia que se ocupa en aislar los principios inmediatos activos de las plantas, con el objeto de que explotara esta raíz, le manifestaron después de algún tiem- po: que el alcaloide que contenía la raíz existía en muy pequeña cantidad y era muy difícil obtenerlo. Pero al fin puedo decir con entera satisfacción, que he llegado á obtener la psoralina en- teramente pura; que existe en la cantidad de 0.26 por ciento y que el procedimiento que me ha dado estos buenos resulta- dos, es completamente práctico, sencillo y económico. Obtenida la psoralina de este modo, he podido determinar sus constantes físicas y químicas y llegar á obtener su com- posición elemental en centésimos. La psoralina pura, crislaliza en agujas blancas, de un olor aromático muy pronunciado y especial, así como su sabor, que es aromático y ligeramente amargo. Es casi insoluble en el agua fría, poco soluble en el agua hirviente, muy soluble en el alcohol absoluto y á 859, en el éter sulfúrico, en el cloroformo, en la glicerina y en los acel- tes fijos. El calor la funde y la volatiliza sin descomposición. Es un principio cuaternario azoado. Se combina con los ácidos para formar sales definidas cris- talizadas, lo que demuestra que es un alcaloide. Además de presentar las reacciones generales que carac "Antonio Alzate. 469 mo. WILLIS III IL II LIILLI LILIA terizan á los alcaloides, tiene algunas que le son especiales y que sirven para distinguirlo de los otros alcaloides, reacciones todas que he descrito en estudios anteriores, habiendo encon- trado últimamente la siguiente: El acido sulfúrico concentrado y caliente, la disuelve con coloración amarilla y neutralizando el ácido por el amoniaco, toma el líquido un color rojo vivo, que cambia de nuevo al amarillo por adición de nueva cantidad de ácido. El análisis elemental me dió á conocer la composición centesimal siguiente: CARDIO AA eee e 67.90 Endróreno Le A 3.88 AMOO > diceg op tia DN .-. 14.00 DA o LAZO do 100.00 cantidades que dan aproximadamente la fórmula empírica C%H* 420? la cual será la base para conocer la verdadera fórmula. Este trabajo que tengo el honor de presentar á la Sociedad, lo continuaré hasta dar á conocer la fórmula racional y las funciones químicas de la Psoralina. México, Julio 1? de 1900. Fin del Tomo XIV de Memorias, Fin du Tome XVI des Mémoires. vo 9 vir la him ca dedicó 1% inno e Laden , e exa co sebs: ses ds ¿OTE al o ñ ae bio al y Bs bri A E a unida Y pao dra rap: Adi CORO i ; e Er di ' A AT Ue Pda! Send: Ss Pan 00 Et pa e A ] Abra: ) A 900 E 1 ñoftat As AGUaTÍN E EY LR y e An q " AE AR Eo e 1 a y to 2 Gch, A E e. 1: Y bla hn Indice del Tomo XIV de las Memorias. Table des matiétres du Tome XIY des Mémoires. Páginas. Altamirano (Dr. Fernando). Algunas observaciones fisiológicas sobre los efectos de la pon- zoña del alacrán de Jojutla. (Quelques observations physiologi- ques sur les efets du venin du Scorpion de Jojutla) Base (Emilio). Sobre la independencia de los volcanes de grietas preexistentes. (Ueber die Unabluingigkeit der Vulkane von práexistirenden SPAM nao ao A Véase ORDONEZ. Descroix (Léon). Sur la discussion mathématique des séries d'observations mé- So ras cocos doloso meno boseus leo psss Duges (Dr. Alfredo). Una monstruosidad de la Crassecheverria imbricata. (Lám. Il). (Unemonstruosité). (Planche IL). cocoemoocoooo=cer==es mp» Modo de conocer un eráneo de Cuguar. (Lámina XI). Moyen de reconnaitre un cráne de Cuguar. (Planche XI). cuoocomoo. Frazer (Prof. Persifor). Alphabetical cross reference catalogue of all the publications ot-Ed. Di Cope:somdacides A o 39,233 Griffiths (Dr. A. B). Sur la composition du pigment vert du Fungamanita muscaria. (Bimcha dsc as de Soo broca e ie setas de Sur une ptomaine obtenue par la culture du Fungeryptococea LARINOGENCA de racial canas ame cl 199 295 121 361 439 17 473 Páginas. Herrera (Prof. A. L.). On the origin of individuals. A theorie of the IN Mécanisme de Vhérédité des imstictS. .ooooooacormooor=3r=-- 129 Note sur Vorganisation générale et la reforme des études bio- logiques..... SI Dénco dsscoosaaa Lo desta E Leal (Mariano). Observatorio Meteorológico de León. Promedios mensuales de Manos; 18918 4 OI ose es apo ps 265 Lozano y Castro (Proí. Mariano). La orina del hombre en las altitudes. (Sur Purine de "homme dans les altitudes)... o... E HAL 19 Le dosage clinique de Vurée á la pression et a la température moyennes de Mexico, cooooooooo.-- AA TES . 113 Algunos datos químicos acerca de la Psoralina. Determina- ción de su fórmula elemental. (Sur quelques propriétés chimi- ques et la formule élémentale de la Psoraline) .oooooomoo---. 467 Maldonado (P. R). La Antropología criminal y pedagógica. (L'Antlwopologie cri- minelle ot pédagogique) Lai asi 28 Moreno y Anda (Manuel). La variación diurna de la declinación magnética en Tacubaya en relación con el período de las manchas solares. (La varia- tion diuwrne de la déclinaison magnétique 4 Tacubaya en vela- tion avec le période des taches soldires) oomooocomomrmmo.o. a SM Estudios sobre Climatología Mexicana. La insolación en nues- tros climas. (Lámina ID). Pinsolation dans nos climats. (Plan- he ei ie e OO Datos para contribuir al estudio «climatológico del Valle de México. Presión atmosférica. (Lámina X). Contribution 4 Pétude climatologique de la Vallée de México, Pression atmos- phérique. Planche X) ooo. E A A O A Ordoñez (Ezequiel). Un voyage á la Sierra Madre del SUL. cunmao cocooonocoooaoo 159 Ordoñez (Ezequiel) y Bose (Emilio). Apuntes para la Geologíadel Valle de Chilpancingo. (Note sur la Géologie de la Vallée de Chilpancingo). (Avec Résumé en A O A o 473 Páginas Raspail (X). A propos du mode de transmission de la peste .omoooooooo..-- 331 Robelo (Cecilio A.). Toluca. Estudio etimológico. ( Étude étimologique). ..-... oo... 123 Rodríguez (Ramón). . Análisis del agua de Tequisquiápam (Querétaro). (Analyse de Dean de TequisquiapaM )eonomao coa. A o ola 339 Tellez Pizarro (Adrian). Apuntes acerea de los cimientos de los edificios en la ciudad de México. (Láminas XII y XI). Sur les fondations des báti- ments de la ville de Mexico). Planches XI et XIUT .... 713 y 391 Uribe Troncoso (Dr. Manuel). Las nuevas teorías de la visión. (Les nouvelles théories de la vi- SOM A E RA e A SIE 145 Vergara Lope (Dr. Daniel). Aeroterapia. Dos nuevos casos clínicos interesantes. (Deux nou- veauzx cas cliniques Intéressants).ooooococacocanarecanones- 175 Sanatorium for Tuberculosis in the Valley of Mexico. .....- 363 Villaseñor (Dr Federico F.). Análisis del agua del “Ojo de San Lorenzo.” (Tehuacán, E. de Puebla), (Analyse de Peau de $. Lorenzo). conoomommmm=.---- 185 ———— Análisls del agua potable de la ciudad de Querétaro. (4na- lyse de Peau potable de Querétaro) oocoocuamen-oo==oon==-. 201 Fin del Indice del Tomo XIV de las Memorias. Fin de la Table des matieres du Tome XIV des Mémoires. Memorias.—[1899-1900].—T. XIV.—60 a Col O e 7 ea vn ii 1% El YN EN als ee sa sol ob us e E IX sir ES A AR sylS A as e Al EN BicaS ir Ñ dea ! CRECE) O a ee A 1 Ab 5 olmarads ÓN 01 cti drena ¡o / dal pr Y PEN RAN 11044 Y: mb Sa) wi 4 , z A A e AOS 6d SEN meno 10 so dí ¿Tal pi ld Are E ee E NS bre ES DE a ae Ca REVISTA CIENTIFICA Y BIBLIOGRAFICA Société Scientifique “Antonio Alzate.” REVUE Serentilique ef. Diblogeraphuque RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN, MEXICO ÍMPRIMERIE DU GOUVERNEMENT FÉDÉRAL 1900 Sociedad Científica “Antonio Alzate.” REVISTA CIENTÍFICA Y BIBLIOGRÁFICA Publicada bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILL AN Secretario perpetuo. MEXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO FEDERAL EN EL EX-ARZOBISPADO [Avenida Oriente 2, núm 726] 1900 SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” MEXICO. FONDÉE EN OCTOBRE 1884. Membres fondateurs. MM. Rafael Aguilar y Santillán, Guillermo B. y Puga, Ma- nuel Marroquín y Rivera et Ricardo E. Cicero. Président honoraire perpétuel. M. Alfonso Herrera. Vice - Président honoraire perpétuel. M. Ramón Manterola. Secrétaire général perpétuel. M. Rafael Aguilar y Santilián. Conseil directif.—1899. PRÉSIDENT.—Ing. Gabriel M. Oropesa. ViceE-PRrRÉSIDENT.—Prof. Alfonso L. Herrera. SECRÉTAIRE.—Dr. Federico F. Villaseñor. VICE-SECRÉTATIRE.—Ing. Francisco M. Rodríguez. TRÉSORIER—M. José de Mendizábal. —_—_—_—_— > __—_—_—_—— La Bibliothéque de la Société (Ex-Mercado del Volador), est ouverte au public tous les jours non fériés de 4 h.a 7 h. du soir. Les “Mémoires” etla “Revue” de la Société paraissent par cahiers in 82 de 48 pags. tous les mois. La correspondance, ntémoires et publications destinés á la Société, doi- vent étre adressés au Secrétaire général a Palma 13.—MÉXICO (Mexique). Les auteurs sont seuls responsables de leurs écrits. Les membres de la Société sont désignés avec M. $. A. AA ar + q. Sociedad Científica “Anlomo Arale. MEXICO. OSLLLLLLLIIILILILODIIOIONIA Revista Científica y Bibliográfica, Námas; 124. 1899-1900. BIBLIOGRATIA. REGION B.-F. DU SPECTRE SOLAIRE dessinée par M. le chanoine Eua. SPÉE, Docteur en Sciences, Astronome de V'Ob- servatoire royal de Belgique. Texte: 1 volume in-4” de XVI -50 pages Atlas: In-folio de 17 planches 33X50 sur papier dessin. Prix d enemble: 40 frances. Librairie seientifique Louis Lagaert. 20, rue Impériale, Bruxelles-Nord, La Région b.-f. du spectre solaire que publie notre savant collegue M. le chanoime Spée, fait suite au célebre spectre so- laire exécuté jadis par Thollon et édité dans les Annales de TObservatoire de Nice par MM. Gauthier-Villars. Le grand travail entrepris par le savant spectroscopiste francais fut arrété á la mort de celui-ci; il était parvenu dans la région verte au groupe db du magnésium; c'est cette partle quí constitue l'oeuvre publiée dans les Annales de 1 Observatoire de Nice. Le savant astronome belge a eu le courage Ventreprende lecomplément de ce travail considérable etapres un labeur énor- me, il est arrive jusqwáa la rale f située á Vextrémité du dleu. Cette bande spectrale comporte une longueur de plus de 11 metres. 6 L'exécution des dessins est tout á fait remarquable, et cette ceuvre peut soutenir la comparaison avec les meilleures du «gente. Actualités Scientifiques.—LaA TÉLÉGRAPHIE SANS FILS par André BROCa, Professeur agrégé de Physique á la Fa- culté de Médecine. —Paris, Guuthier—Villars. 1899. 182 202 pages, 31 fig. 3 fr. 50 c. Las personas que sin ser especialistas desearen conocer en todos sus detalles los progresos realizados en este ramo, en- contrarán en el libro de M. Broca una sencilla y clara exposi- ción vulgarizando la obra de Fresnel, Maxwell y Herz y ha- ciendo accesible á todos una teoría de utilidad y que por me- dio de aparatos constituye la Telegrafía sin alambres. La obrita consta de once capítulos que tratan de las ma- terias siguientes: Reseña acerca de la Telegrafía por alam- bres. Modelo material de transmisión de energía, Compara- ción entre los fenómenos electricos y los materiales. Ondula- ciones propagadas y ondulaciones propias. Producción de las ondulaciones rápidas. Receptores de ondulacionas eléctricas. Propagación de la inducción en los dieléetricos. Imitación de los fenómenos de la Optica; concentración de las ondas. Dis- posición de una estación; utilidad y desventajas de la Tele- grafía sin alambres. Apéndice relativo á la propagación á lo largo de un conductor. LEGONS SUR L'ELECTRICITÉ paofessées a Institut Elee- trotechnique Montefiore annexé a P'Université de Liége par Eric GERARD, Directeur de cet Institut. Tome second. 6éme. édition. Paris, Gauthier-Villars 1900. 8 791 pages, 387 fig. 12 fr, El tomo 1? de la 6* edición de esta excelente obra apare-. ció hace pocos meses y en esta Revista (1898-99, n. 9-10, p. a. A Al 7 56) dimos una corta idea de él. En el tomo 2” el autor trata detalladamente las aplicaciones industriales de los efectos luminosos, mecánicos, caloríficos y químicos de la corriente, comenzando por las canalizaciones y distribuciones de la po- tencia eléctrica. Otros capítulos están consagrados al cálculo de la caída de tensión sobre las líneas recorridas por corrien- tes alternativas, así como á los conmutadores que han recibi- do múltiples aplicaciones en estos últimos tiempos, á la Tele- grafía sin alambres; tracción eléctrica, y las aplicaciones á la Metalurgía y á la Química industrial. CALCUL ET CONSTRUCTION DES TRANSMISSION par le Dr. Karl KeLLER, Professeur du Cours de Construction de Ma- chines á VEcole Supérieure Technique de Karlsruhe. Traduit en francais sur la troisiéme édition allemande par MM. H. Sondé et Desmarest, Ingénieurs civils. Avec 450 figures dans le texte.—Paris, Librairie Polytechnique Ch. Beranger, éditeurs. Successeur de Baudry € Cie. 1900. 8* 477 pages, Prix relié: 15 fr. Esta obra forma un excelente manual de los elementos de construcción y curso de máquinas y en ella se hallan ade- más de las reglas de la construcción y las bases del dibujo, los desarrollos matemáticos de los principios fundamentales, así como la exposición de los resultados de los trabajos de in- menso valor que han aparecido en estos ultimos años en el campo de la mecánica teórica y aplicada. La larga práctica del autor en la enseñanza y en la cons- trucción de máquinas dan á su libro una de las mejores re- comendaciones; la sección práctica va acompañada de nume- rosos ejemplos tomados de las construcciones bien ejecu- tadas. Las materias que forman la obra son: Movimiento de ro- tación, su producción y su transmisión por ejes y árboles.— Combinación de dos movimientos de rotación por medio de 8 ruedas de contacto directo: teoría de la transmisión por rue- das dentadas; ruedas de fricción. — Combinación de dos mo- _vimientos de rotación por medio de ruedas ligadas por un ór- gano intermediario; transmisiones por correa, por cable y por cadena; inversión del movimiento.—Combinación de dos mo- yimientos de rotación por medio de bielas rígidas: moyimien- to simple de manivela; árboles acodados y excéntricos; mo- vimiento de manivela con corredera y con balancín. Les MOUVEMENTS DE ROULEMENT EN DYNAMIQUE par Paul APPELL, Membre de l'Institut. Avec deux notes de M. Ha- damard.—Paris, G. Carré et C. Naud. 1899. 70 pages (Scien- tia. No. 4 de la Série Physico-Mathématique). 2 fr. * Sumario.—Principales obras y memorias de consulta.— Algunas fórmulas generales relativas al movimiento de un so- lido. Rodadura. — Aplicaciones. — Mecánica analítica. Ecua- ciones de Lagrange.—Notas de M. Hadamard: Los movimien- tos de rodadura.—Sobre ciertos sistemas de ecuaciones de las diferenciales totales. TRAITÉ THEORIQUE ET PRATIQUE DU LAMINAGE DU FER ET DE L'ACIER par Léon GEUZE, Ingénieur principal a la So- ciété Anonyme des Forges et Aciéries du Nord et de ' Est, á Valenciennes.—Paris, Librairie Polytechnique Ch. Béranger édi- teur, seccesseur de Baudry et Cie. 1900.—Un volume grand in-8? de 239 pages et un atlas de 21 planches, Prix. relié: 25 fr. “Il rest arrivé souvent au cours de mon enseignement, de constater combien la littérature sidérurgique renferme peu de documents visant spécialement les lois physiques qui régis- sent le laminage rationnel du fer et de Pacier A part les ouvrages déja vieillis de Daelen, de Beckmann, de Neyeu et Henri, ainsi que quelques mémoires sur la ma- 9 tiére, tels que ceux de Valant et de Bicheroux, il faut bien le reconnaítre, nous ne possédons rien de précis sur une ques- tion qui souléeve cependantá chaque instant, dans la pratique, les problémes les plus dificiles et les plus délicats. Aussi, s'en tient-on ordinairement dans la plupart de nos usines á des régles empiriques, nées de longs tátonnements, Vessais souvent répétés et toujours coúteux, régles qui varient nécessairement avec les laminoirs, parce que les conditions particuliéres de Pontillage et de la fabrication different de Pun a Vautre. De la, cette cast de tourneurs de cylindres, jouissant un réel monopole, trasmis de pére en fils comme un héritage de famille et dont les procédés ne peuvent atteindre qwimparfai- tement leur but parce que les investigations de la science ne les ont pas suffisamment pénétrés. C'est cette regrettable lacune que M. Pingénieur Geuze s'est attaché á combler. Débarrasser la théorie du laminage des formules étroites de limpirisme, Véclairer des lumiéres four- nies par une série d'expériences sagement conques et judi- cieusement poursuivies, lui donner en un mot une base nettement scientifique, tel a été son objectif. On lira avec un vif intérét les pages dans lesquelles Pauteur expose les notions fondamentales sur lesquelles reposent ses tracés, les considérations techniques dont il les appuie et les applications si variées qwil a été amené á en faire par le grand nombre de profils de toutes formes employés dans la cons- truction et Pexploitation des chemins de fer, le commerce et l'industrie. En dégageant le probléme du laminage d'une bonne partie des obscurités et des insertitudes qui lenveloppaient jusqwici, Pauteur a rendu á nos ingénieurs sidérurgistes un réel ser- vice. Je ne doute pas que son ouvrage écrit, d'ailleurs, en une langue a la fois simple, souple et claire, ne soit accueilli Revista [1899 -1900]—2. 10 avec une faveur marquée par tous ceux, etils sont nombreux, que ce propleme préoccupe á juste titre”. JOSEPH SMEYSTERS, Ingénieur en chef, directeur des Mines, professeur de sidérurgie á l'Ecole industrielle de Charleroi. MANUEL DU SERRURIER-CONSTRUCTEUR á Vusage des In- génieurs, Architectes, Constructeurs, Conducteurs de travaux, Dessinateurs, Contremaítres, Vérificateurs, etc., etc. Par Léon GRIVEAUD, Ingénieur, Professeur de résistance des matériaux a PAssociation polytechnique, Membre de la Société des In- génieurs civils de France, Ancien ingénieur dVateliers de cons- tructions métalliques. — Paris, Librairie Polytechnique Ch. Bé- ranger, éditeur. 1900. 8% 598 pages, 250 fig. Prix rélió, 20 fr. Excelente obra destinada á todo el que ejecute ó proyee- te construcciones de metal, escrita de una manera accesible á todos y con innumerables datos, indicaciones y documentos de grande utilidad. Para el ingeniero constituye una ayuda—me- moria en la cual encontrará rápidamente la fórmula ó la cons- trucción gráfica que pueda haber olvidado; para el práctico que solo tenga una instrucción elemental, le ayudará de la ma- nera más sencilla y clara en todos los cálculos que deba ha- cer; por medio de ejemplos numéricos aprenderá el uso de las fórmulas y de las curvas. A esto debe añadirse los cuadros númericos que la obra tiene, que son el resultado de construc- ciones prácticas. En fin, el plan del libro es elemental pero su forma es completa. El resumen que damos en seguida de las materias que tra- ta darán idea perfecta de la importancia de esta publicación. Fierro, acero y fierro colado. Influencia de los procedi- y 11 mientos de fabricación. Coeficientes usuales de resistencia y de seguridad. Centros de gravedad. Momentos de inercie. Determinación de las cargas Ó esfuerzos. Tracción. Recep- táculos cilíndricos y esféricos. Compresión. Resbalamiento. Flexión. Vigas apoyadas en un extremo. Vigas sobre dos apoyos. Flexión compuesta. Vigas contínuas. Esfuerzos compuestos. Flexión de las placas. Resortes. Vigas en parri- lla, Armaduras trianguladas y en arco. Contravientos del ma- deramen. Cálculo de las ensambladuras. Cuadros y datos práe- ticos. Cuadros usuales de resistencia, etc. Les MOTEURS A EXPLOSION. Étude á Pusage des cons- tructeurs et des conducteurs Vautomoviles. Par George Mo- REAU, ancien éléve de 1 Y DE Poly technique et de P'École Na- tionale des Mines. —Paris, *“Librairie Pol ytechnique, Ch. Béran- ger Successeur de Baudry et Cie. 1900. 8? 435 pages. 104 fig. Prix relié: 20 fr. El automovilismo ha llegado en los últimos años á adquirir una importancia y un desarrollo considerables y no es más que el ensanche y aplicación de los descubrimientos y trabajos de Lenoir, Otto, Beau de Rochas, que datan de mediados del Si- glo XIX. Esta obra está escrita especialmente para el público que se interese en todo lo relativo al transporte sobre caminos y conozca algo de las ciencias matemáticas aplicadas en los pro- blemas que por gusto quieran estudiar. Comienza el autor por exponer los principios fundamén- tales de la termodinámica, haciendo en seguida el estudio teó- rico de los motores y tratando de la imperfección de los ciclos. Ocúpase después de la transmisión del esfuerzo y las resisten- cias pasivas para calcular un motor. Al tratar de los órganos de éstos da algunos principios de la resistencia de los mate- riales, y proporciona indicaciones precisas para la construce- 12 ción de las piezas de las máquinas, describiendo los órganos esenciales, las transmisiones, los órganos especiales, etc. ? Por fin presenta un estudio completo de los motores de gas, haciendo comparaciones y ensayos de ellos y de los carrua- jes automóviles, después de haber dado á conocer los combus- tibles empleados y sus propiedades. En resumen es esta una obra que contiene el estudio com- pleto de un motor de explosión, llamando la atención que el autor ha introducido varias modificaciones en las fórmulas de los coeficientes de dilatación de los gases, de los calores espe- cíficos, de la escala termométrica, etc. Debe también reco- mendarse el estudio de las propiedades del petróleo y de otros combustibles empleados. de - ur der: HISTOIRE DES MATHÉMATIQUES par Jacques BOYER. Illustrée de fac-similes de manuscrits et de portraits. —Pa- ris, (Bibliotheque de la Revue générale des Sciences). (. Carré et C. Naud. 1900. 8* 260 pages. Prix, cartonné á Panglaise: 5 fr. Esta Historia de las Matemáticas está escrita para aque- llas personas que no hayan profundizado este ramo, sino más bien para las que lo estudian. En ella está tratada la evolu- ción de las matemáticas en los diversos pueblos, desde su ori- gen hasta fines del presente siglo. El autor quizo presentar una obra elemental y por consiguiente no está cargada de fórmulas y ecuaciones. Da reseñas biográficas solo de los principales matemáticos, figurando las fechas de nacimiento y muerte de los demás en una lista que se halla al fin. No obs tante lo elemental de este libro vemos en él indicaciones bi- bliográficas de obras completas no citadas por otros. Véase en seguida el contenido de los capítulos: Las Matemáticas en los antiguos pueblos del Oriente.— Las Escuelas Joniana y Pitagórica.——Las Escuelas de Atenas y de Oyzica; Platón, sus discípulos y sus contemporáneos.— 13 Fundación de la Escuela de Alejandría; obras de Euclides y de Arquímedes.—Los trabajos de Apolonio y el desarrollo de las Matemáticas aplicadas. —Las Matemáticas en Egipto y en Grecia, de los siglos 1 á V. Establecimiento de la Trigonome- tría esférica y nacimiento del Algebra.—Las Matemáticas de los Romanos.—Desarrollo de las Matemáticas en la Índia.— La Ciencia árabe de los siglos IX á XIL.—Las Matemáticas en Occidente en la Edad Media. Influencia de los árabes.—El fin de la Edad Media y la Escuela Bizantina.—Los precurso- res de la Matemática moderna. —Invención del Algebra mo- derna por Viéte y descubrimiento de los logaritmos por Na- pier. —La Geometría de Descartes (1637). Los trabajos de Fer- mat y Pascal. —Descubrimiento del Análisis infinitesimal por Newton y Leibnitz.—Los matemáticos ingleses de la primera mitad del siglo XVIII y los trabajos de Euler.—Trabajos de Lagrange. Invención de la Geometría descriptiva por Monge (1800). Obras de Laplace y Legendre.—Ojeada sobre la Cien- cia contemporánea: Aritmética superior. Análisis y teoría de las funciones. Algebra y Mecánica. Geometría euclídea y reo- metría no euclídea. Además de varios facsímiles curiosos contiene los retra- tos siguientes, todos auténticos: Carmot, Cauchy, Descartes, Euler, Fermat, Galois, Lagrange, Laplace, Leibnitz, Lobat- - chevsky, Mme. du Chatelet, Mme. Kowalewsky, Monge, Na- pier, Newton, Pascal, Saunderson, Viéte y Welerstrass. EQUILIBRIE DES SYSTEMES CHIMIQUES par J. Willard G1bBs, Professeur au College Yale a New Haven. Traduit par Henry Le CHATELIER, Ingénieur en chef des mines, Pro- fesseur au College de France.—Paris (Bibliotheque de la Revue Générale des Sciences), E. Carré et C. Naud. 1899. 8* 212 pa- ges. Prix, cartonné á Vanglaise: 5 fr. La traducción de esta importante obra va á establecer un nuevo campo de estudio entre los químicos, pues por el em- 14 pleo sistemático de los métodos termodinámicos su autor ha creado una nueva rama de la ciencia química, que puede com- pararse á la química ponderal de Lavoisier. El traductor da al principio del libro un sumario de las nociones y leyes nuevas, las cuales transcribimos aquí en par- te, pues dan idea perfecta de su interés. Resistencias pasivas. Distinción capital entre las reacciones limitadas por causas análogas á las resistencias pasivas de la mecánica, y las reacciones limitadas por el equilibrio de las tendencias activas que solicitan un sistema químico; estas ul- timas son las únicas que dan lugar á un verdadero equilibrio. Acciones de presencia. El papel de estas acciones que tien- den á conducir un sistema dado hacia uno de sus estados de equilibrio (una de sus faces de energía disipada), sin influir jamás en la naturaleza de este estado de equilibrio, es eom- pletamente definido. Paredes simi-permeables. Son completamente estudiadas pues en estos últimos años han adquirido en química un lugar preponderante. Las fórmulas fundamentales de presión osmó- tica han quedado establecidas en toda su generalidad. Soluciones sólidas. Están estudiadas con extensos desarro- llos; son aplicables á lós descensos anormales de los puntos de congelación, á las disoluciones de las mezclas de sales iso- morfas, y al estudio de las ligas metálicas. Representaciones geométricas. El autor las emplea sistemá- ticamente, prestan grandes servicios á los químicos y hablan á la vez á los sentidos y á la imaginación. Ley de-las faces. Ley de estabilidad del equilibrio químico. Se hallan tratadas con importantes desarrollos y de una menera magistral. Equilibrio de los sistemas monovariante. Ley general absolu- tamente precisa y rigurosa. Fórmula de las mezclas goseosas. De una exactitud notable, verificada por procedimientos muy diferentes. Soluciones diluidas. De las leyes aproximadas de las mez- 15 clas gaseosas se pasa á las de las soluciones diluidas por me- dio de la ley de Henri. LA TUBERCULOSE EST CURABLE. Moyens de la recomnaí- tre et de la guérir. Instructions pratiques á Pusage des famil- les par le Docteur Elisée RIBARD membre du conseil d'Hygie- ne du XVI e. arrondissement, attaché au service des Tuber- culeux á "Hópital Boucicaut. —1 vol. in-8” couronne de 170 pages avec 14 figures dont une en couleurs et planches hors texte. Prix, broché 2 fr. Georges Carré et C Naud, Editeurs, 3, rue Racine, Paris. Precioso libro, interesante y útil, conforme lo clasifica exac- tamente el Dr. Maurice Letulle en el prólogo que lo encabeza. En la actualidad, cuando los médicos de todo el mundo traba- jando incesantemente en contra de este terrible azote, la tu- berculosis, encuentran cada vez más confirmado, que es la hi- giene, y casi sólo la higiene, la única que podía en el porvenir libertarnos de tan terrible mal, puesto que es ella el medio se- guro para prevenirla y seguro para combatirla antes de que llegue la invencible tisis, este libro, dirigido de preferencia á los jefes de familia y á los jefes de gobierno es verdadera- mente de gran utilidad, sobre todo en la América Española, en nuestro México, en donde la cuestión de higiene en contra de la tuberculosis está por completo descuidada, no sólamen- te en la mesa central cuyo explédido clima hace que este mal sea relativamente benigno, sino aun en los Estados de nues- tras costas como Yucatán, Campeche, Tabasco y Veracruz, en donde la cuestión de cuidados tomados exprofesamente pa- ra evitar el contagio y dominar la enfermedad en sus princi- pios, antes de que domine á su víctima, son totalmente des- cuidados. Las conclusiones á que llega el Dr. Ribard, que muestran todo el interés de su obra, verdaderamente manual y práctica, 16 las copiamos á continuación, pues ellas pee sí bastan á reco- mendar su contenido. - CONCLUSIONES. — Algunas enfermedades matan desde el momento en que hacen presa del individuo, mientras que, las primeras manifestaciones de la tuberculosis pueden curarse siempre por medios sencillos y naturales. La mitad del género humano ha sido atacada por el baci- lo de Koch y ha eurado indudablemente su enfermedad. Por regla general, hay un gran intervalo de tiempo entre el principio de la tuberculosis (enfermedad benigna) y la tisis (enfermedad muchas veces incurable). Así pues, permaneciendo inmóvil y aterrado ante el nú- mero de víctimas de esta plaga, no es racional preguntarse si todos tenemos nuestra parte de responsabilidad y de eulpa en tales resultados? Esforcémonos pues en que esto no suceda más. Madres, no más sentimentalismo, mirad á vuestro hijo, ob- servadle y, si está débil, enfermo, hacedlo cuidar. Médicos, no más mentir. Dad tan pronto como os sea posible el verdade- ro y más precoz diagnóstico: vos conoceis bien cual es el tra- tamiento que se necesita, imponerlo. Ricos, y, por esto mismo, candidatos igualmente para la tuberculosis, fundad sanatorios para los tubreulosos pobres. Obrando así, no sólo eumplireis con un deber de solaridad so- cial, sino que os preservareis á vosotros mismos. Gobernantes, camplid con vuestro deber protegiendo la sa- lubridad pública. Enfermos, aprended á cuidaros, y sanareis, porque que- riendo verdaderamente, podeis lograrlo. ANAJUATO, MEXICO . ] SEPTBRE. : OCTUBRE | NOVBRE. E DICBRE. ol 20d | 758.09 | 759.61 | 760.51 | 762.20 758.23 617.56 617.94 618.45 618.01 617.74 | 620.52 | 621.69 | 622.45 | 622.77 626.24 ¡ 614.21 613.98 | 614.91 614.49 | * 609.32 [19.92 18.13 | 16.13 13.81 | 18.84 | 27.99 NET | 25.21 23.56 | * 35.60 L-L-10.72 7.10 4.67 2.38 | —92,40 | 2544 | 2438 | 2256 | 2060 | 25.40 | 14.42 11.93 9.37 7.04 12.10 15.20 16.56 16.95 17.75 * 24.90 6.21 6.66 7.31 798 * 2.2 10.91 12.17 1317 13.49 | 13.28 20.46 19.05 17.53 14.94 19.47 | 33.93 33.18 31.59 29.59 * 40.50 | | A | 3.49 MIO Ena *- 4.30 ld 30.48 29.51 27.87 25.50 30.09 | 11.99 8.93 5.91 | 3.86 8.84 23.89 26.50 26.73 27.47 x 83.60 | | 11.23 11.55 13.67 11.46 2.50 17.69 20.46 21.63 21.69 2118 54.89 53.74 51.11 48.89 * 60.20 | 40.88 39.65 38.30 36.12 * 49.90 14.06 14.09 1281 1277 11.90 19.38 18.45 16.14 14.08 17.70 18.26 17.02 15.06 15:25] 16.58 | 20.75 19.93 18.54 16.95 | 19.81 | 70 67 64 63 | 60 12,28 "10:55 8.64 7.42 9.88 7.08 6.78 6.42 5.56 OT] 2.09 1.98 1.94 1.79 2.66 | 16 10 5 8 122 35.6 19.14 5.16 4.88 % 81.00 125.92 41.10 9.95 8.15 | 667.45 | |. 6.42 4.95 3.92 3.81 | 4.98 | RA O Bmw. | sw. | S.w. | 14 10 | Ni 7 | 122 | | 5 10 13 15 111 | | N.W. N.N.W. N.N.W. NN 3W | N.N.W. 6.55 6.78 7.75 7.98 * 20.00 | 0.43 0.41 0.46 0.42 0.52 225.17 | 226.25 | 246.19 | 239.14 2282.15 5.29 5.18 5.52 5 1 140 6 16 50 282 270 3719 ' madrugada del 5.—En 1? de Abril de 1893 única helada eA]e los promedios anuales de la serie. NO LEAL. OBSERVATORIO METEOROLÓGICO DE A E. DE GUANAJUATO, MEXICO PROMEDIOS O MODUI:OS MENSUALES, DE 20 AÑOS. 1878 A 1897 = ELEMENTOS ENERO | FEBRERO 13 MARZO E ABRIL | MAYO JUNIO JULIO AGOSTO o | SEPTBRE:. al Gorubae | NOVBRE. E DICBRE. A Barómetro á 0? y al nivel del Mar......oc.o..om.. ..oo.. 760,79 E 760, 49 757,91 756, 13 | 755,19 755,49 157,64 TDT. 97 E 758, 09 A 759.61 760.51 E 762.20 58 9: Barómetro 40 Mella at da 617,62 | 617,22 617,25 616,97 | 616,66 616,92 618,19 617.84 | 617.56 617.94 618.45 618.01 617. 24 Barómetro á 0% máxima absoluta ...0oooocmomm 2... 621,76 621,64 621,68 620,78 | 619,88 620,083 620,65 | 620.51 | 620.52 621.69 622.45 Ñ 622.77 * 626.24 Barómetro 4 02 mínima absoluta. ...ooococncnccnn oo 615,99 61281 613,38 613, 40 613,37 613,41 615,40 ! 614.66 | ; 614,21 613.98 614.91 614,49 * 609.32 Temperatura media, al abrigO....ooooccoocnonrocnonss 14,21 15,95 18,31 21,73 23,48 22,43 21,09 | ZO | OLO2 | 18.13 16.13 13.81 Paper ba máxima absoluta, al abrigo.. 2.11 28,89. 1 26:06 | 29,33 31, "89 39,01 32,49 30,05 | 29.43 | 27.99 ¡ 26.77 23:21 23.56 Temperatura mínima absoluta, al abrig0............ 2 4,18 ¡ 6,13 9 En 12,10 13,55 13,26 A 7.10 4.67 2.38 Temperatura máxima media, al A oa 88 92294 | 25,69 29,7 30,50 28,81 27,29 | 26.63 25,44 24.33 22.56 20.60 Temperatura mínima media, al abrigo AN 32 8,71 10,61 E 15,87 16,24 15, 30 4 15.19 14,42 11.93 9.37 7.04 | Oscilacion termométrica máxima, al abrigo....... 17,24 1 90 | 18,96 | 18,97 18,75 16,91 157 73 15.18 15.20 16.56 16.95 17.75 Oscilacion termométrica mínima, al abrigo... ALOE | 8 46 | 9,37 11,25 9,76 7,41 7 64 UTA 6.21 6.66 7.31 7.28 Oscilacion termométrica media, al abrigo.. sl IO | 14,25 | 15,95 15,86 15,14 12,57 11.54 10.91 12.17 13.17 13.49 Temperatura media, á la intemperlt....ooocomc..... 14,92 16,73 19,42 22 2, ,52 23,99 22,68 21.15 20.46 19.05 17.58 14.94 | Temperatura máxima eooliind la intemperie...] 29,47 | 31,56 34,64 36, 90 38,16 36,81 34.63 | 33.93 38.15 31.59 29.59 * 40.50 Temperatura mínima absoluta, á la intemperie... —0.74 0, 79 1,89 6,44 7,96 10,29 9.52 or 3.49 0.90 6 * 4.30 | Temperatura máxima media, 4 la intemperie ...... 25,30 27 59 29,84 | 38,32 34,44 33,11 31.61 30.43 29.51 27.87 25.50 30.09 | Temperatura mínima media, á la intemperie... 411 5,30 | 6,17 9,29 11,79 13,11 12.61 11.99 8.93 5.91 3.86 8.84 | Oscilacion termométrica máxima, á la intemperie. 26,72 | 27,57 28,32 27,56 | 26,94 24,88 23.85 23.89 26.50 26.73 27.47 * 33.60 | Oscilacion termométrica mínima, 4 la intemperie] 183,21 | 12,65 14,37 17 "93 15,99 13,28 13.93 11.23 11.55 18.67 11.46 * 2.50 Oscilacion termométrica media, á la intemperie..J 21,44 | 22,8 22,98 23,56 22,64 19:91 19. 29 17.69 20.46 21.63 21.69 21.13 Temperatura máxima en el vacío. (Negro).........] 49,51 | 51 ,50 14,87 56,95 57,51 97,21 55.89 54.89 53.74 51.11 48.89 * 60.20 | Temperatura máxima en el vacío. (Blanco)....... 35,91 38,7 713 4141 j 43,93 44,89 44,1: 41 23 40.83 39.65 38.30 36.12 * 49.90 Diferencia entre los dos anteriores ...........oo. «| 13,60 | 12,77 12,96 3,02 12,62 13,08 14.66 14,06 14.09 12.81 12.77 11.90 | Temperatura media del agua, á la intemperie...... 13,80 15,07 16,72 18,79 20,02 20,56 20.05 19.38 18.45 16.14 14.08 17.70 Temperatura media del agua, al abrigo ............ 13,38 | 14, 43 15,78 17,51 18,93 19,09 18,44 18.26 17.02 15.06 13.25 16.58 | Temperatura del suelo á m. 0.50 de profundidad... 16,13 16,53 17,95 19,72 21,25 21,96 | 21.05 | 20.75 19.93 18.54 16.95 19.31 Humedad relativa 9, media, al abrigo............. 60 56 50 45 49 61 | 70 0 67 64 63 60 | Tension media del vapor de agua, al e rd 71,41 7,18 | 8,03 8,85 10,22 12,24 12.71 | 12,28 10.55 8.64 7.42 9.88 Evaporacion media diaria, á la intemperie .. 6,43 8, 24 | 10,53 12,41 11,92 9,10 | 7.72 7.08 6.78 6.42 5.56 71.97 Evaporacion media diaria, al abrigO.....oocoo...... 2,04 2,60 | 3,27 4,12 4,07 3,04 | ) 39% 1 090209 1.98 1.94 1.79 2.66: Número de dias con lluViB...0.o nooo crono... 4 3 4 5 | 11 19 22 16 10 5 3 122 | Alt. max. de agua en 24 hs. á 12». sobre el suelo.. 4,19 5,21 2,95 4,68 11,50 33,85 | 34.11 35.65 19.14 5.16 4,88 * 81.00 Alt. total de agua en el mes á 12. sobre el suelo.. 8,81 7,31 9,45 6,29 29,84 123,38 147.06 125.92 41.10 9.95 8.15 667.45 | Cantidad media de nubes (04 1U)...oooocononconnos 4.12 3,98 3,58 | 4,01 4,68 6,59 A 80 6.42 4,95 3.92 3.81 4.98 | io ae a s.w. s.W. s.W. S.W s.W. N,E. | E. y N.E. N.E. s.w. s.W. s.W. ' Número de dias nublados 6 6 7 10 15 1 14 10 7 7 122 AS de: dias denpejados ota caen 10 13 11 9 4 5 10 13 15 111 | > oia dominante del viento, de -.N.W N.N.W. [(382%y42cdte.| w.S.w. N.E. SE.,SW. SE N.W. N.N.W. N.N.W. N.N.W N.N.W ha ocidad máxima por segundo. E IN aa Coll 8,79 9,81 9,57 10.86 8,72 8.73 6.55 6.78 7.75 7.98 * 20. 00 | Velocidad media por seguido. ..ociccnnncincns 0,68 0,75 0,65 0,51 0,47 0.43 0.45 0,41 0.46 0.42 0.52 Horas de brillo solar.. , 237,04 283,50 291,23 224,24 228,02 224,19 250.40 225.17 226.25 246.19 239.14 2282.15 | on ado ozonométrico da (04 á ¿ 10). E 5,14 5,42 5,62 5,85 5,91 5,83 5,70 5.70 5.52 5.34 5.29 5.18 5.52 | | a de dias con manifestacion eléctrica .. 1 2 4 6 14 22 a 25 20 12 5 1 140 | A 15 8 3 0 0 0 0 0 0.05 2 6 16 JU | pelancianes, 253 233 277 307 341 342 398 341 306 282 270 3719 | 1 en esa fecha.—Las indicaciones marcada: 368 Notas. —El 7 de Febrero de 1881 ligera nevada por la tarde.—El 4 de Febrero de 1886 á 11 p- m. comenzó á nevar siendo intensa en la madrugada del 5.—En 1? de Abril de 1893 única helada MARIANO LEAL. s con * son maximorum máxima ó minimorum mínima en los 20 años y las demas promedio anual de los promedios anuales de la serie. Sociedad Cientifica “Antonio Alzate. MEXICO. NNILLIIILLLIIIIIOILIIIIOIIIA Revista Científica y Bibliográfica. Núm. 5. y 1899-1900. LA MONEDA DEL GENERAL INSURGENTE D. JOSE MARIA MORELOS, ENSAYO NUMISMATICO POR EL DOCTOR N. LEON, M.S A,, Ex-Director del Museo Michoacano. SUPLEMENTO NUMERO 1. El año de 1897 publiqué un estudio* referente á las mo- nedas emitidas por el ilustre y gran Morelos, trabajo en par- te del Sr. Lyman Haynes Low que traduje al castellano, del original inglés, y en parte fruto de mis investigaciones. La adquisición de nuevas y no conocidas monedas, me ha impul- sado á publicar este Suplemento. (*) Lyman Haynes Low y Dr. Nicolás León. La Moneda del Gene- ral Insurgente Don José María Morelos. Ensayo Numismático. Tip. del Gobierno de Morelos, Cuernavaca, 1897. Revista [1899 -1900] —3- 18. Sostiene el Sr. Low que toda moneda de Morelos que sea vaciada es falsificada; tal opinión se contradice por el docu- mento subsecuente: N* 6.—Exmo. Señor.—Con oficio de V. Ex* de 30 de este Nove. recivi tres pesos de diversas monedas menudas del Cu- ño Nacional que V. E. há establecido en Tlalpujahua. Está muy regular el lustre; pero diminuta en el peso: y como ha resultado tanto falsario, entiendo que pierden las caxas, si no se le da la onza al peso, que es el arvitrio para que los malos no nos buelban los pesos tostones. Remito á V. E. tres pesos de la Provicional del Sur, que por mas sencilla se vació para la Jura, por no haber tenido mas que seis dias de termino. Ella es la misma que he vsado, por modo de libranza, para que no me llenen de otra moneda y en los tres pesos va inclu- so vno de la Provicional de Oaxaca que hallé en su toma, pues ya vn año no les biene de la Mexicana. De vna y otra he pro- curado que en lo posible se le de la onza, insistiendo en que síga la Provicional del Sur, por tener mas cantidad. Dios gue. á V. Ex” muchos años. Quartel General (sic) Dbre. 29 de 1812. Jose M*? Morelos. Rúbrica. Exmo. Señor Precidente Lied” Dn. Ygnacio Rayon. (Inédita y con la firma autógrafa de Morelos; la conservó con algunas otras cartas del mismo, D. Carlos M* de Busta- mante. Se guardan empastadas en un tomo en 4”, en la Bi- blioteca Lafragua del Estado de Puebla. —Sección de MSS$. —Legado Lafragua.) La opinión del Sr. Low, en vista de este documento, se modificará en el sentido de que la mayor parte de la moneda de cobre vaciada, sea falsificada, pues bien sabemos que la acu ñación fué el medio adoptado para la legal fabricación de ella. 19 1812 A.—2.—R.—Plata muy ligada con otros metales. Acuña- da. Ánverso: tipo común aunque con la particularidad de te- ner las letras N. E. cuya significación no alcanzo. Reverso: presenta la singularidad de tener el carcaj y arco en posición enteramente original y diversa de las demás conocidas. Pro- cedente de la acuñación de Oaxaca, y en su ciudad capital la encontró mi hermano el Sr. Fran” León C. (Fig. 1). 1813 B y C.—En todo como la anterior, salvo en el valor y el dibujo, que aunque del tipo conocido, presenta algunas parti- cularidades que los grabados patentizan mejor que una des- cripción. Mi citado hermano las encontró en Oaxaca. (Figs. 2 y 3.) Llamo la atención tocante á una muy notable particu- laridad y es que no obstante tener el tamaño de las monedas de á 2 reales, dicen en el anverso: 4* R, Se palpa en esto que la primitiva idea del Sr. Morelos, co- municada al Lic. Rayón en carta fechada en Tixtla á 12 de Agosto de 1811, no subsistió. 20 FIGURA 2. FIGURA 3 CH. y D.—De oro. Acuñadas y con peso, cada una, de 25 gramos 70 centigramos (Figs. 4 y 5). Se conoceque se aprove- chó el molde de la provisional de Oaxaca, emitida por los rea- listas y á la que el Sr. Morelos se refiere en la carta que en este Suplemento hoy por vez primera se da á la publicidad. El anverso de la figura 4 es original y propio de la mone- da de Morelos y tiene un resello del mismo; el reverso es el anverso de la citada moneda provisional de Oaxaca, exornado con el arco y la flecha, los ramos de laurel y el precio 8 R. Puede compararse nuestro dibujo con el de la venta Betts, (*) (*) Auction sale of Coins and Medals of the collection of Benjamin Betts, of Brooklyn. N. Y,, 293, on Tuesday and Wednesday, January 11 and 12, 1889, at 2 p. m. each day. At the Collectors' Club, 351 Fourth Aye., New York City. 4% mayor. La fig. 4, anverso, en el original tiene bien perceptible el resello de Morelos y dice en la inscripción PROV. y no PRUV. Del anverso de la fig. 5. pasa igual gosa que en la anterior con el resello. Fastidiado de bre- gar con el grabador que consideraba nímias las exigencias mías tocante á esos detalles, las publico así y lo advierto para que lo tengan presente los aficionados. Trabajos de esta clase requieren escrupulosidad germánica y desgra- ciadamente México no cuenta con artistas que aprecien eso. 21 lámina 22, figura 521, que es una moneda provisional de Oa- xaca, de plata, y con valor de 8 reales. ) La figura 5 tiene diferencias de dibujo aunque accidenta- les, dominando el estilo de composición de la anterior y pre- sentando también el resello. FIGURA 4. FIGURA 5. Encontradas igualmente en Oaxaca por mi mencionado hermano en cuyo poder se hallan; las otras existen en el mío. Todas ellas son los únicos ejemplares hasta hoy conocidos. Tengo la convicción de que de este cuño deben existir monedas de plata y cobre. 22 En la importante colección del Sr. Dn. Francisco Cabre- ra, de Puebla, existe un ejemplar igual al de la moneda de oro de mi amigo el Sr. Dr. Kaska descrita bajo la letra D. fig. 17, pag. 32 de mi “Moneda de Morelos.” Tiene la particularidad de presentar en el anverso, y en el espacio libre que resta al pie de la fecha una marca tal y como se ve en la figura 6. FIGURA 6. [E8) En £1 Mundo, diavio del sábado 11 de Diciembre de 1897, se lee: “Los excussionistas en el Estado de Guerrero Sres...... encontraron “varias monedas de cobre de imperfecto cuño, del tamaño de nuestros pesos, que estaban ocultas en los án- gulos y comenzaron á examinarlas con curiosidad, guardando un buen número de ellas. Averiguaron que eran monedas de las que usaron los insurgentes en el Sur, durante las campa- ñas de los años 1812 4 1814.” El sitio fué la llamada Cueva del General y en el Compo Morado.” Este es otro hallazgo que debe agregarse á los ya conocidos. Hay que ensanchar el área de circulación de la moneda de Morelos, al territorio del actual Estado de Morelos; pues que en terrenos de la hacienda de Santa Clara, encontraron monedas de esta clase, hoy en poder de mi amigo el Sr. D. Luis García Pimentel. 23 BIBLIOGRAFIA. LES NOUVEAUTES CHIMIQUES POUR 1889, par C. POULENO, docteur és sciences. 1 vol. in-8 de 364 pages avec 196 9gures. 4 fr.-—Paris, Librairie J. B. Baillióre. Le volume oú sont méthodiquement passés en revue les nouveaux appareils de laboratoire et les méthodes nouvelles de recherches appliquées á la science et á Vindustrie, rendra de grands services aux chimistes, en raison de lextension tou- jours croissante que prennent les publications francaises et étrangéres de chimie pure et appliquée. On a rangé dans un premier chapitre les nouveaux ap- pareils de physique s'appliquant á la chimie: mesures de tem- pératures, détermination des densités, des poids moléculaires, de la viscosité. : Le 2 chapitre comprend les appareils de manipulation chimique: fours á moufles, brúleurs, appareils á acétylene, appareils á faire le vide, agitateurs, appareils á production de gaz, etc. “4 Le 3" chapitre est destiné á Panalyse en général, puis á Panalyse des gaz, á Panalyse métallurgique, aux analyses Vin- dustrie chimique, á Panalyse des substances alimentaires et a Panalyse médicale. : Le 4* chapitre passe en revue les appareils VPélectricité se rattachant aux opérations chimiques. : Enfin dans le 5” chapitre ont été rassemblés tous les ap- pareils intéressant la bactériologie. MODES OPÉRATOIRES DES ESSAIS DU COMMERCE ET DE L'INDUSTRIE. Lecons pratiques d'Analyse chimique faites au Laboratoire Bourbouze par L. CUNIASSE et R. ZWILLING, Chi- mistes-Esperts de la Ville de Paris.—1 vol. in-8” couronne de 302 pages, 48 fig. Prix, cartonné á Vanglaise: 6 fr.—Paris, G. Carré et C. Naud.—1900. 24 Interesante librito que podrá ser consultado con muy bue- nos resultados por los estudiantes, y aun servirá de ayuda— memoria para los químicos. Contiene expuestos de una ma- nera sucinta y precisa los análisis de aguas, aire, ligas, mine- rales, abonos, combustibles, azúcar, harina, vino, cerveza, mantequilla, aceite, leche, alcohol, ete.; cuanteos clorométri- cos y alcalimétricos; ensayes de oro y plata; determinación de los colorantes de la hulla, ensayes de papeles, petróleo, etc., Incluye muchos ejemplos de análisis y numerosos coeficientes comprobados, que serán de valiosa ayuda. Tiene asímismo buen número de citas bibliográficas que dan á conocer las obras en que se hallarán con detalle los estudios ó análisis que el programa de la obra no podía comprender. LEs SUCRES ET LEURs PRINCIPALES DÉRIVÉS par MAQUEN- NE, Professeur au Muséum d'Histoire Naturelle.—1 vol. in 8% carré, 1032 pages.—Paris, G. Carré et C. Naud. 1900. Prix, cartonné á Vanglaise: 16 fr. El asunto de esta obra puede decirse que forma por sí só- lo todo un capítulo de la Química de lo más importante, así desde el punto de vista técnico como desde el práctico. Es un estudio tan complexo que se han publicado numerosos traba- jos acerca de él y todos se eucuentran dispersos sin que sea posible condensarlos en un curso de Química. El autor ha reu- nido en este tomo todos los conocimientos adquiridos hasta el día; pues los ha seguido desde hace mucho tiempo paso á pa so, y da una bibliografía de las más completas y exactas que se Conocen. Damos en seguida la noticia de las materias que contiene. Generalidades. Síntesis de los azúcares.—Alcoholes poliató- micos, generalidades. Tetritas. Pentitas. Hexitas. Alcoho- les de atomicidad superior á 6. Polialcoholes cíclicos. —Azú- cares reductores, generalidades. Triosas y tetrosos. Pentosas. Hexosas.— Azúcares hidrolisables. Biosas y triosas. Polio- sas complexas. — Acidos derivados de los Azúcares, genera- lidades. — Acidos monobásicos. Acidos polibásicos. — Com- puestos diversos. Osonas. Sacarinas. Osaminas. Sociedad Cientifica. “Antonio Alrale” MEXICO. PSLNLIDA Revista Científica y Bibliográfica, Núm. 6-10. 1899-1900. BEBLIOGRAFIA. The Indians of Southern Mexico: An Ethnographic album by Frederick Starr, of the University of Chicago.—1 vol. ob- long 4? 40 pp. of descriptive Text. 141 plates. Cloth. Chica- go, 1900. Price: Henry Plate Paper $ 12.50. Japan Paper $ 20.00. Esta obra de gran interés para las bibliotecas, estudiantes y para to- da persona deseosa de conocer las razas del Sur de nuestro país, ha sido publicada en lo particular por su autor, después de numerosos y difíciles viajes ejecutados expresamente, provisto de los elementos necesarios y acompañado siempre de hábjles fotógrafos. Su objeto principal es presen- tar los caracteres físicos de las tribus indígenas para lo cual ha hecho me- didas en varios cientos de indios tomando las fotografías y aun modelados en yeso de muchos casos interesantes. Tomó en sus tres viajes á nuestras regiones meridionales más de 700 fotografías y de estas hizo una selección de 250 de las más perfectas é interesantes que son las que presenta en su Album, y que comprende cuatro clases: retratos, grupos, escenas de la vi- da y vistas. Los retratos son de frente y perfil de cada tipo y miden 5x7 pulgadas inglesas; los grupos representan las costumbres y trajes de los nativos y en lo general tienen 8 X10; las escenas de la vida muestran una multitud de las ocupaciones habituules, oficios, artefactos, ete. de 5X8; en las vistas se reprcluce la arquitectura, aldeas, ranchos, ete. de 8X10. Estas fotografías fueron sacadas en los estados de México, Michoacán, Puebla y Oaxaca y comprenden las trece tribus de Tarascos, Otomíes, Az- tecas, Tlaxcaltecas, Mixtecas, Triquis, Zapotecas, Mixes, Tehuantepeca- Revista [1899-1900]--4. 26 nos, Huaves, Chontales, Cuicatecas y Chinantecas. Todas las láminas son fotograbados de una ejecución excelente, con mucha fineza y claridad, y en papel de lo mejor. Las 40 páginas de texto perfectamente impresas, contienen las ex- plicaciones necesarias respecto á cada ilustración. En resumen, es una obra que corresponde dignamente á las fatigas y laboriosidad de nuestro ilustrado colega, y le felicitamos sinceramente por el brillante éxito que es seguro que obtendrá. Mexico. Das Land und seine Leute. Ein Fihrer und geo- graphisches Handbuch unter besonderer Bericksichtigung der gegenwártigen wirtschaftlichen Verháltnisse des Landes. Von Heinrich LEmMCKE, Special-Kommissar der Mexicani- schen Regierung, Ministerium de Fomento, in Mexico. Mit 56 Abbildungen im Text, 12 Vollbildern und einer Karte in Far- bendruck. — Berlin, Alfred Schall. 1900. 4? x11-290 seiten. Obra escrita después de una permanencia regular en el país y en vis- ta de los datos oficiales más recientes, con el fin de darlo á conocer desde varios puntos de vista para el fomento de la colonización, del comercio y de la inversión de capitales extranjeros en la agricultura y la industria. Contiene datos bastante exactos acerca de la extensión y límites de la República, de su Geografía física, comprendiendo la geología y topo- grafía, hidrografía y clima; flora y fauna; su población, especificando las diversas tribus indígenas que la habitan, reseña histórica con un capítulo especial acerca de México moderno bajo la administración del General Porfirio Díaz. Se ocupa en seguida con detenimiento del Distrito Federal de los Estados y de los Territorios y después da interesantes datos acerca de las producciones de la agricultura, ganadería, minería, bosques, ete. Trata de las colonias extranjeras radicadas en el país especialmente de la alemana. A continuación reseña el comercio y la industria, importaciones y exportaciones, acuñación, los bancos, caminos carreteros y ferrocarriles, correos, telégrafos y teléfonos, fábricas, etc. Habla también de los cuer- pos diplomático y consular, del ejército y marina y concluye con capítulos relativos ála instrucción pública, religión, monumentos, literatura y pren- su, del lugar que ocupan los alemanes en México y de los viajes en los ferrocarriles de México á Veracruz, del Gran Pacífico, del Río Grande, Sierra Madre y Pacífico y del Nacional de Tehuantepec. Incluye al fin una lista de las principales obras relativas á México. 27 Cours de Mathématiques professé á PInstitut Agronomi- que par H. LAURENT, Examinateur á VÉcole Polytechnique. —Paris, G. Carré et C. Naud. 1900. 8? 218 pags. 7 fr. toile anglaise. Las personas que deseen hacer estudios especiales de Ciencias físicas, encontrarán en este libro el desarrollo necesario de la parte matemática que tiene aplicaciones en aquéllas. Véase por las materias tratadas, el interés de la obra, Algebra. Teoría de los polinomios. División por x—a, Complemen- tos relativos á las ecuaciones lineales. —Análisis combinatorio. Ordenaciones permutaciones y combinaciones. Fórmulas del binomio. Los límites; el infinito. Funciones. Continuidad.— Teoría de los radicales aritméticos. Defi- niciones. Reducción de los radicales al mismo índice. Multiplicación y di- visión de los radicales. Teoremas de las potencias de los números. Expo- nentes fraccionario, negativo y nulo. Función exponencial. Concordan- cia de la definición neperiana de los logaritmos con la nueva definición. Módulo de un sistema de logaritmos. —Nociones de Geometría Analítica. In- troducción delos signos en geometría. Proyecciones ortogonales. Cosenos. Teoría de las coordenadas. Representación geométrica de las funciones. Estudio geométrico de las ecuaciones y funciones de primer grado. Ecua- ción de la recta. Distancia de dos puntos. Problemas diversos sobre la recta. División de una recta en partes proporcionales á números dados. Transformación de las coordenadas. Círculo. Coordenadas en el espacio. Fórmulas fundamentales. Ecuaciones del plano y de la recta. Ejercicios sobre la recta y el plano. Relaciones entre los elementos de un triedro ó de un triángulo esférico. —Teoría general de las sérics. Definiciones. Teore- mas sobre la convergencia. El número 1. Límite de(14-;). —Teoría de las funciones derivadas. Definiciones. Derivada de x. Derivada de una suma, de un producto, de un cociente. Derivadas de las funciones de funciones. Fórmula de Taylor. Derivadas de las funciones compuestas, implícitas, simples y circulares. —Cálculo de las diferenciales. Nociones sobre los infini- tamente pequeños. Teorema fundamental. Ventajas de la notación, leib nitziana. Diferenciales de las funciones. Diferenciales de las diferentes órdenes. Cambio de variable. Observación con motivu de la fórmula de Taylor. Diferenciales totales. Máximums. — Aplicaciones geométricas. Tan- gentes, elipse, hipérbola, parábola y sus propiedades comunes. Tangentes á las curvas alabeadas. Plano tangente.—Integrales y áreas. Definición. Investigación de algunas integrales. Cuestiones que conducen á integra- ciones. Area de la elipse, de la hipérbola equilátera, de la parábola. Su- perficies de revolución. Valuación de los volúmenes de revolución. Fór- 28 mulas de cuadratura. Planímetros. Longitud de un arco de curva. Cur- vatura y radio de curvatura de curvas planas. Superficies regladas. Co- nos y cilindros. Paraboloide hiperbólico. Teorema de Legendre. Cours de Géométrie élémentaire á Vusage des Éléves de Mathématiques élémentaires de Mathématiques spéciales; des Candidats aux Écoles du Gouvernement et des Candidats A lAgrégation par MM. B. NIgWENGLOWSKI, Inspecteur de P.A- cadémie de Paris, Docteur es sciences et L. GÉRARD, Profes- seur au Lycée Charlemagne, Docteur és sciences. —Paris G. Carré et C. Naud. 1900. 8? — Tome l, Géométrie plane, 362 pags. 5 fr. —Tome 11, 495 pags. 362 figs. 6 fr. Esta obra es de una sencillez notable y precisa algunas de las teorias de la Geometría elemental iniroduciendo sistemáticamente la noción del “ sentido de la rotación. Los autores geueralizan el empleo de las antipara- lelas que simplifica la escritura y proporciona razonamientos intuitivos; han introducido la noción de vectores desde el principio del libro 32, con lo cual han podido simplificar los enunciados y las demostraciones. Al tratar de la semejanza de lós polígonos y aun de los triángulos, la consi- deran más bieu como una transformación del plano y distinguen la seme- janza inversa de la semejanza directa. El célebre teorema de Stewart, el cual creía Chasles que debía comprenderse en los elementos ó al menos en los complementos de Geometría, está tratado en esta obra de una manera preferente. Un capítulo está consagrado á las transversales, á la relación anarmónica, á la teoría de los polos y polares, á la inversión, ete. En la teoría de las áreas se ha seguido el método clásico en el texto, pero al fin del tomo hay uva nota especial que da, un método por el cual se muestra que dus polígonos cualesquiera son comparables y que el resul- tado de la comparación es independiente del procedimiento seguido. (Teo- ría expuesta por primera vez en 1892 por L. Gérard). Las notas se ocupan especialmente de la medida de las magnitudes, de la composición de las transformaciones, del estudio de los grupos y de la medida de los polígonos. En la obra se han seguido las notaciones yeometrográficas de E. Le- moine, y cada capítulo contiene ejercicios graduados, añadiendo á los que puedan presentar dificultades, indicaciones de mucha ayuda, La Geometría en el espacio trata con igual precisión y claridad de las siguientes materias: lectas y planos, rectas y planos paralelos y perpen- diculares; ángulos de rectas no situadas en el mismo plano; ángulos planos; 29 planos perpendiculares y paralelos; proyecciones ortogonales; ángulos po- liedros; relación anarmónica de un haz de cuatro planos; traslación y ro- tación. —Poliedros; generalidades; volumen del prisma y de la pirámide; simetría; homotesia y semejanza, — Cuerpos redondos; sunerficies cónicas, cilíndricas y de revolución; cilindro y cono de revolución, área de la su- perficie lateral, desarrollo, volumen; esfera, área y volumen; esfera cir- cunscrita, esferas inscritas en un tetraedro; plano radical y plano polar; sistemas de esferas, inversión; figuras trazadas sobre la esfera. — Curvas usuales; elipse, hipérbola, parábola, sus propiedades comunes; hélice.— Com- plementos: desarrollo de un sólido indeformable; divisiones y haces ho- mográficos; involución; homología; propiedades generales de las cónicas y de los poliedros.—Notas: simetría, coordenadas tetraédricas, medida de los poliedros, camino más corto en el espacio y sobre la esfera. Legons d'Optique géométrique a Pusage des éléves de Ma- thématiques spéciales par E. WALLON, Ancien éléve de PÉ- cole Normale Supérieure, Professeur au Lycée Janson de Sai- lly. — Paris, Gauthier- Villars. 1900. 8% gr. v-342 pags. 169 figs. 9 fr. El autor ha profesado la materia durante quince años y por consi- guiente su libro está escrito con un rigor en los razonamientos, con una claridad en las demostraciones y un método en la exposición, que hace de él una preciosa obra de consulta y de estudio á la vez. En catorce capítulos trata de las materias siguientes: Propagación de la luz. Fotometría. Reflexión de la luz por las superficies planas y por las superficies esféricas. Refracción por superficies planas ó esféricas. Dis- persión. Acromatismo. Ojo y visión. Instrumentos de Optica. Indices de refracción de sólidos, líquidos y gases. Velocidad de propagación de la luz. Complementos: Teoremas de Gergonne y de Sturm. Generalización de la teoría de las lentes gruesas. Aplanetismo de las lentes. Lentes y o3u- lares compuestos. Legons sur les fonctions entieres (Nouvelles Legons sur la Théorie des fonctions). Par Émile BOrREL, Maitre de con- férences á Y École Normale Supérieure. —Paris, Gauthier - Vi- llars. 1900. 8* gr. vi-124 pags. 3 £r. 50. Este es el segundo libro de los que el autor se ha propuesto publicar acerca de la Teoría de las funciones; en principio son independientes unos 30 de los otros, cada uno podrá ser estudiado sólo, pero el conjunto podrá ser considerado como una obra completa, pues estarán escritos con el mismo espíritu y siguiendo por norma las mismas ideas. Con esta obra los alum- nos que sólo posean conocimientos elementales, de Matemáticas, pero que los conozcan con perfección, podrán desarrollar otros muchos puntos, y llegar casi á los límites actuales de la ciencia. Las materias tratadas constan en seguida y su orden puede consi- derarse como la historia de los progresos sucesivos realizados en unos veinte años: El teorema fundamental de Weierstrass. Las ideas de Laguerre. Las desigualdades de M. Poincaré. Los resultados de M. Hadamard. El teo- rema de M. Picard. Demostración elemental de un teorema de M. Picard sobre las funciones enteras. Las funciones de crecimiento regular. Las funciones de crecimiento irregular. Les machines dynamo-électriques á courant continu et á courants alternatifs par Gisbert KaPP. Traduit sur la troi- * siéme édition allemande par P. LEcLER, Ingénieur des Arts et Manufactures.—Paris, Labrairie Polytechnique, Ch. Béranger. 1900. 8* 562 pags. 200 fig. 16 fr., relié. Obra de inmensa importancia destinada especialmente á los técni- cos; contiene indicaciones prácticas de gran valor que permiten resolver de una manera suficiente, los problemas que pueden presentarse en la construcción y el manejo de las máquinas; no se hallará ningún cálculo laborioso ó que no tenga aplicación inmediata. Desarrolla el autor el estu- dio de la cuestión de las chispas en las máquinas de corriente contínua, la dispersión en el inductor, el enrollamiento de los inducidos y la excita- ción de esas máquinas; el enrollamiento y la reacción del inducido en las máquinas de corrientes alternativas. los capítulos relativos á los moto- res de campo giratorio, los conmutadores y la teoría de las oscilaciones pendulares de las máquinas apareadas en paralela son de singular interés y no se hallaban en las ediciones anteriores. Practique industrielle des courants alternatifs. Courants monophasés. Par G. CHEVRIER, Ingénieur á PUsine Cen- trale du Secteur Électrique de la Rive gauche de Paris, G. Carré et C. Naud. 1900. 8* 268 pags. 109 figs. 9 fr. toile an- glaise. De la manera más elemental y explícita posible, presenta el autor es- ta obra, que trata todo lo que se refiere á la producción y aprovechamien- ma 31 to de las corrientes alternativas. En ella podrán los ingenieros y electri- cistas especializarse en un asunto que su ramo no les hubiera permitido abarcar. Para los prácticos este libro tiene la ventaja de no tratar sino lo estrictamente indispensable para que puedan desde luego comprender y aplicar su enseñanza. Teniendo en cuenta que el cálculo y el estable- cimiento de las máquiuas lo hacen personas ya aptas, solo insiste en el manejo y condiciones de funcionamiento de los aparatos, sin describir los tipos muy en uso, pues los supone conocidos por esa clase de lectores. Traité des Constructions Civiles. — Deuxiéme édition re- vue et augmenté par E. BARBEROT, Architecte, Membre de la Société Centrale des Architectes et de la Société des Ingé- nieurs Civils.—Avec 1637 figures dans le texte dessinóes par Pauteur. — Paris, Librairie Polytechnique, Ch. Béranger. 1900. 8% 1045 pages. 20 fr. relié. Debemos llamar especialmente la atención acerca de esta utilísima obra que trata de todos los ramos de la construcción, de las industrias re- lativas y del estudio de los materiales de construcción. Está llena de nu- merosos datos y documentos formando á la vez una ayuda-memoria y un tratado muy práctico, pues se ocupaaun de los más simples detalles. Es- tá escrita de una manera sencilla, sin recargo de términos técnicos ó de fórmulas. El programa del libro es muy completo; abarca las materias siguien- tes: : Trabajos preparatorios y conocimiento del suelo. Albañilería. Pa- vimentos diversos. Accesorios de albañilería. Marmolería, vidriería. Car- pintería. Carpintería 'metálica. Techos. Ebanistería y herrería. Escale- ras, ascensores, rampas, etc. Plomería para agua y sanitaria. Calefacción y ventilación. Decoración. Alumbrado de gas y por electricidad. Acús- tica. Materiales de construcción. Resistencia de materiales. Estática grá- fica. Indicaciones generales, Como se ve, la obra se halla al corriente de todos los progresos reali- zados en el arte de construir. Contiene al fin un índice alfabético que fa- cilita sobremanera su consulta, pues están citados infinidad de términos con sus varias sinonimias, lo que permitirá encontrar cualquier asunto, no obstante el nombre diverso que se le aplique. 32 Traité pratique des ponts métalliques.—Caleul des pou- tres et des ponts par la méthode ordinaire et par la Statique graphique par M. PascaL, Ingénieur, Ancien éléve de PÉco- le d'Arts et Métiers d'Aix.— Nouvelle édition entiérement refondue. — Paris, Librairie Polytechmique, Ch. Béranger. 1900. 8 gr. 273 pags. 125 fig. et 15 pl. hors texte. Prix relié: 15 fr. La nueva edición de este libro eminentemente práctico, da los cálcu- los de los puentes por el método común y por la Estática grafica con sus aplicaciones más recientes, presentando así á elección varios métodos. * Las fórmulas y procedimientos que describe están tomados de tratados serios clásicos y sus aplicaciones se muestran con ejemplos ya bien expe- rimentados, lo mismo que los datos prácticos son el resultado de buenos años de práctica en el ramo. El autor ha introducido en su obra el méto- do de váleulo práctico de los puentes de arco de fierro con tímpanos rígidos, que es un tipo que tiende á generalizarse más y más hoy día. 'Podo esto hace ver que la obra será de gran utilidad, que economizará tiempo y tra- bajo á los constructores, ingenieros, arquitectos, dibujantes, etc., pues con su lectura podrán ejecutar con prontitud los proyectos y las notas de cálen- los de los puentes en cuestión. Los ocho capítulos que contiene se ocupan respectivamente de todos los principios y desarrollos de los esfuerzos de flexión, cargas, resisten- * cias, momentos, elasticidad, ete., de las vigas; Estática gráfica y sus aplica- ciones prácticas; condiciones de establecimiento de los puentes metálicos; proyectos diversos; puentes para camino carretero ó para vías férreas de anchura normal; puentes metálicos de diversos sistemas, y por fin nna re- gular colección de fórmulas, da! ., indicaciones y tablas diversas. Cours pratique de résistance des matériaux professé a la Société Venseignement professionnel du Rhóne par J. NOvAr, Ingénieur des Arts et Manufactures, Chef du Bureau des tra- vaux au Service vecinal du Rhóne.—Paris, Librairie Polytech- nique, Ch. Béranger. 1900. 18% 435 pags. figs. Prix relié: 5 fr. Conviene esta obra especialmente á las personas que sólo conozcan la Matemática elemental; en materia de teoría sólo contiene lo indispen- sable que tiene que saberse para aplicar con buen criterio las fórmulas de la resistencia; en cambio da las aplicaciones más comunes de esa ciencia y numerosos datos é indicaciones prácticas. Distínguese este libro por su sencillez y claridad siendo á la vez bastante completo. La primera parte 33 contiene la teoría de la resistencia de materiales, datos experimentales, pro- blemas simples y fórmulas unidas. Aquí está comprendido todo lo que se refiere áequilibrio, elasticidad, carga de ruptura, resistencia, flexiones, re- sistencia de las superficies, ensamblados En la segunda parte se hallan las aplicaciones: techos, vigas, puentes, tableros, cables, cadenas, puentes suspendidos, etc., etc. La plombérie au point de vue de la salubrité des maisons. Eau, air, lumiére. par S. Stevens Hellyer. Traduit de lan- glais sur la cinquiéme édition par G. Poupard fils. — Paris, Librairie Polytechnique, Ch. Béranger. 1900. 8* gr. 327 pags. 329 figs. et 23 planches. Prix relié: 15 fr. En la actualidad muchos de nuestros grandes establecimientos, es- cuelas, hoteles, habitaciones, ete., están adoptando el plomo para las di- versas instalaciones higiénicas, por lo cual creemos que este libro pro- porcionará con pocas modificaciones adaptadas á las circunstancias, exce- lentes métodos ó sistemas para dichas instalaciones. Toda persona que tenga que dirigir ó ejecutar las instalaciones higiénicas tendrá en este li- bro un guía seguro para hacer la elección de los modelos ó aparatos que desee. Veintitrés capítulos forman la obra; están escritos con claridad y precisión y acompañados de muy buenas figuras cuyo examen basta en muchos casos para comprender perfectamente su sistema ó mecanismo. En dichos capítulos vemos amplios y curiosos detalles acerca de toda cla- se de sifones para agua, de desagúe, canalización, ventilación, etc., tubos de derrame; water-closets diversos para casas, hoteles, hospitales, ete.; baños de varios sistemas con todos sus accesorios; lavabos, lavaderos; de rrames de cocina; mingitorios; canalización de las habitaciones y su ven- tilación; agua, su distribución, tinacos, ete.; derrames de aguas de lluvia; tubos ventiladores, comparación de los diversos sistemas, ete. Manuel théorique et pratique de l'automovile sur route par Gérard Lavergne, ancien Eléve de VEcole Polytechnique. Ingénieur civil des Mines.—Paris, Librairie Polytechnique, Ch. Béranger. 8? “00 pags. 329 figs. 17 fr. 50 relié. Completa é interesante monografía consagrada á los progresos reali- zados y al porvenir de una nueva industria. Revista [1899-1900)-—5 34 El autor principia por dar definiciones, práctica que nos parece ex- celente, sobre todo tratándose de un asunto que es poco conocido. Divide su obra en cuatro partes: 1? Los agentes de la locomoción automóvil, que subdivide en agentes usuales (vapor, petróleo, electricidad) y en agentes posibles, que son los anteriores y además gases comprimidos, (aire) gases liquidados (ácido carbónico), agua caliente, acetilena, alcohol, benzina.— 2% Elementos de los carruajes automóviles (motores, transmisiones, coche, aparatos accesorios). Al tratar del vapor hace un estudio muy completo de las calderas y de los motores. —Petróleo: Estudios y consideraciones acer- ca de los carburadores y la elección del combustible, tratando de los mo- tores respectivos con extensión —Electricidad: acumuladores, motores y accesorios; comparación de los tres modos de producción de energia.— Transmisiones: órganos y aparatos en uso; el coche, ejes, ruedas, bandas, resortes, etc., todo en fin para que el ingeniero exija del carrocero un buen carruaje. —3? Carruajes, todos los tipos y sistemas adoptados.—4? En fin, da los resultados obtenidos en las carreras y en los concursos, haciendo ver las aplicaciones usuales, los gastos y utilidades, etc. Manuel de Distillerie. Guide pratique pour VPalcoolisation des grains. des pommes de terre et des matiéres sucrées par le Dr. M. Bucheler, Directeur de l'Institut Technique de Distillerie de Weihenstephan (Baviére). Traduit de Vallemand et augmenté de nombreuses additions par le Dr.L. GAUTIER.— Paris, Librairie Polytechnique, Ch. Béranger. 1900. 8* gr. 583 pags. 156 figs. 20 fr. relié. La experiencia adquirida por el autor en su larga carrera en el Ins- tituto que dirige, hace que su obra sea de una precisión y una claridad poco comunes. A la edición alemana el traductor le ha añadido capítulos de mucko interés, como son los que tratan de la alcoholización de las ma- terias azucaradas, los aparatos destilatorios usados en Francia, la refina- ción del alcohol, la sacarificación y la alcoholización de las materias ami- láceas por las mucedíneas, etc. En último análisis la edición francesa de la obra del sabio profesor alemán está notabiemente aumentada y puesta al nivel de los progresos científicos y es seguro que prestará importantes servicios á los que de cualquiera manera se ocupen de fabricación de alcoholes. 35 Distillation et rectification industrielles par E. Sorel, ex- ingénieur des Manufactures de VÉtat. —Paris, G. Carré et C. Naud. 1900. 8* 408 pags. 46 figs. 12 fr. cartonné a Vanglaise. Encargado el autor de una serie de conferencias en el Instituto de Fermentaciones de Bruselas, publica en este libro un resumen de esas lecciones en donde se ha esforzado en adunar hasta (onde ha sido posible, á una enseñanza práctica una teoría elemental accesible á todas las inteli, gencias, con el desarrollo bastante para que sirva de guía al práctico. La obra satisface al deseo de la inmensa mayoría que quiere, sin haber hecho estudios especiales, no solo comprender y saber el cómo se obtiene tal ó cual resultado, sino también el por qué se llega á realizarlo y las modificaciones que convenga introducir para obtener otro fin deter- - minado nuevo. , Aunque por la naturaleza misma de las conferencias del autor los ejemplos preferentes están tomados de la fabricación del alcohol, no ha descuidado de dar interesantes nociones generales, muchas de ellas poco conocidas, que permitirán aplicar á otras industrias las ideas y métodos de cálculo que consigna en su obra. Le Café. Culture, manipulation, production. Par Henry Lecomte, Agrégué de Université, Docteur es Sciences, Pro- fesseur au Lycée St. Louis, lauréat de PInstitut.—Paris, E. Carré et C. Naud. 1899. 8* 334 pags. 60 figs. € 1 carte hors texte. 5 fr. Esta obra que trata de un asunto de actualidad en el mundo agríco- la y de gran porvenir, contiene lo siguiente: Reseña acerca del origen del café y su introducción en Europa. Ca- racteres botánicos de la familia, del género y de las principales especies. Clima y altura de los terrenos productores. Naturaleza y condiciones del suelo. Elección de la semilla, siembra. Trasplante. Cuidados en el culti- yo, almácigos, poda, etc. Arboles de sombra y de abrigo. Abonos. Cose- chu. Preparación de los granos de café; métodos, operaciones y máquinas diversas. Enemigos y enfermedades del cafeto. Química del café y del ca- ieto. Gastos del cultivo. Producción del café en el mundo. Consumo y comercio. Succedáneos. Coloraciunes artificiales del café. Bibliografía. 36 Annuaire pour Van 1900 publié parle Bureau des Lon- gitudes. Avec des Notices scientifiques. —Paris, Gauthier— Villars. 18 780 pags. 1 fr. 50. Este tomito como el de cada año contiene un gran número de datos de'utilidad á ingenieros, hombres de ciencia, etc. De las noticias científi- cas que trae señalaremos principalmente: Las máquinas generadoras de co- rrientes eléctricas y Los nuevos gases de la atmósfera escritos respectivamente por los sabios físicos A. COkNU y G. LIPPMANN. Contiene también: Los trabajos en el Monte Blanco en 1899 y La aplicación de la aereonáutica á la observación de los fenómenos astronómicos por J. JANSSEN. Discursos en la inauguración de lu estatua de Tisserand. Notamos una singular y racional innovación: las horas están expresa- das en tiempo civil contando de Uh. á 24h.; este modo ha sido adoptado ya por varios ferrocarriles del extranjero y tendrá que irse generalizando. Annuaire de 1'Observatoire Municipal de Paris. dit Obser- vatoire de Montsouris pour Pan 1900.—Paris, Gauthier—Vi- llars. 18* fig. et diagrammes. 2 fr. Conocidísimo como es este precioso tomito por todas las personas que se interesan por los ramos de que trata, no necesitamos ya hacer no- tar su utilidad é importancia que desde que apareció por primera vez en 1872 no ha cesado de presentar. Contiene con amplios detalles y datos prácticos los trabajos del Ubservatorio llevados ácabo durante 1898, relati- vos á la Física, Meteorología y Climatología, estudios químicos de la at- mósfera y las aguas y los análisis micrográficos y bacteriológicos de los mismos. Analyse électrochimique par Edgar F. Smith, Professeur de Chimie á l Université de Pennsylvanie. Traduction d'a- prés la deuxiéme edition américaine, revue et augmentée par Joseph RosseEr, Ingénieur civil des Mines.—Paris, Gauthier— Villars. 1900. 18” xvi—203 pags. 27 figs. 3 fr. Los métodos de análisis electrolíco van tomando de día en día más importancia y se les aplica ya en numerosas ocasiones. Las obras de aná 37 lisis no tratan especialmente de este ramo, porlo cual esta publicación se- rá estudiada con empeño. El autor consigna los métodos más modernos comprobados por su larga experiencia y después de haber elegido los más seguros y prácticos. Después de una breve introducción en que tra- ta el autor de la acción de la corriente sobre los ácidos y las sales, describe rápidamente las diversas fuentes de energía eléctrica, indica su compro- bación y medida, da una reseña histórica acerca de la aplicación de la co- rriente en los análisis, describe los métodos de cuanteo y de separación de los metales y las oxidaciones que pueden efectuarse por medio de la elec- tricidad.—Añade al fin una colección de tablas y datos prácticos como son: pesos atómicos y equivalentes electroquímicos, volúmenes de los gases desprendidos, intensidades de la corriente en amperes, fuerzas electro- métricas de las pilas patrones, resistencia de los alambres de cobre á 0%., terminando con índices alfabético y bibliográfico. Glacieres or Freezing Caverns by Edwin Swift Balch, A. B. (Harvard); F. R. G. S., Member of the Franklin Institate, of the Appalachian Mountain Club, of the American Philo- sophical Society, Author of “Mountain Explorations,” etc.— Philadelphia, Allen, Lane 6 Scott. 1900 8? 337 pp. 31 plates. He aquí una preciosa obra que constituye un capítulo de la Espeleo- logía, la ciencia de lus cavernas, y que se ocupa de las cavernas heladas llamadas por los franceses glaciéres, y acerca de cuya formación se han emitido tantas teorías, de las cuales la verdadera parece ser la acción del frío del invierno, que es la que sostiene el autor de este interesante libro. Esta teoría tiene los comprobantes siguientes: en las altitudes y latitudes en las que no cae nieye no se encuentran estas cavernas; su temperatura es más baja en invierno que en verano; su entrada y su forma interior tiene tal disposición que e) aire frío del invierno se introduce fácilmente y no puede salir por ser más denso que el aire exterior, etc. El autor en la parte primera de su monografía se ocupa de las expe- riencias hechas en las referidas cavernas, relatando los hechos observa- dos en las de Brisons, Haut-d'Aviernoz, Chapuis y Uhaux-les-Passavant (Francia); Dóbsina y Démynifálba (Huugría); Kolowratshhóble, Prainer Eisleithen, Frauenonanerlóhle, Friedrichstemer y dbuchenreuther (Aus- tria); Roth Eishóhle, Nixloch y Dornburg (Alemauia); Milchháuser See- lisberg. Genolliére, Saint-Georges, Pré de St. Livres, Fee Gleen y Mon. tarquis (Suiza) y en los Estados Unidos las de Uweygo, lower Ausable Pond, Giant of the Valley, Watertowa, Ellenvinlle Gorga, N. Y.; Loy. 38 Gleen, Williamstown, Mass, Skinner's Cave, Freezing Well, Ver; Rand- olph Ice Gulch, Rumuey, N. Hamp.; Decorah, lowa; Spruce Creek, Farrandsville, Summit, Pa.; ete. De todas estas cavernas, abismos y pozos hace desc ipciones muy curiosas é interesantes, pues las ha visitado en diversas épocas. Discute en la parte segunda las causas del hielo subterráneo, indi- cando las observaciones y estudios que por diversos exploradores se han hecho respecto á la temperatura, formación del hielo, fauna, flora, paleon- tología, movimientos del aire, ventisqueros, distribución geográfica y altu- ras, relaciones con la Arqueología y la Etnografía, etc. Destruye la teo- rías de Bo-Dawkins, de Billerez y de Lowe, quienes respectivamen- te creían que son restos del período glacial cuaternario; que se deben al enfriamiento producido por la infiltración del agua en las sales amoniaca- les de las rocas, ó por fin, al frío producido por la presión ejercida por las burbujas de aire contenidas en el agua (teoría capilar). Da en seguida una extensa lista y descripciones breves de las caver- nas de esta especie que se conocen en las cinco partes del mundo; una re- seña de las opiniones emitidas por los sabios y en épocas diversas desde la de Benigno Poissenot (1586), con gran número de citas bibliográficas, además de la importante lista de más de 150 autores consultados con que da fin á su excelente estudio, cuya consulta se facilita sobremanera con un índice alfabético que contiene. Atlas d'Histologie normale. Principaux tissus et organes. Par MM. le Dr. Etienne Rabaud, Docteur és sciences, Chef de laboratoire á la Faculté de Médecine de Paris, et Fernand Monpillard, Membre de la Société francaise de Photogra- phie.—50 planches microphotographiques en couleurs.—Pa- ris. G. Carré et C. Naud. 1900. 8? 24 fr, relié. Es esta una obra excelente, que sin ser un tratado clásico de Histo- logía, debe todo estudiante poseerla, pues es un complemento que hace continuación á cualquier tratado de dicha ciencia. Facilitará notablemen- te el uso del microscopio por las comparaciones que podrán hacerse entre las preparaciones y las láminas, que son de cuidadosa ejecución. A las láminas las preceden nociones generales de Histología, con- densadas de una manera concisa á la vez que clara. Dos clases de láminas contiene, las 13 primeras representan tejidos y las restantes los órganos principales acerca de los cuales es más necesario tener nociones exactas INCA 39 para que puedan servir de base á la: Fisiología, á la Patología ó á la Me- dicina legal. Cada lámina muestra todo lo esencial en un órgano para permitir establecer un diagnóstico exacto y dar de él una idea precisa; las leyen- das explicativas dan lo estrictamente útil para la descripción y la com- prensión de las láminas, las cuales lleva cada una la indicación del origen de la preparación (hombre, perro, cuilo, conejo, ete.), el sentido del corte, la amplificación. Con esto el estudiante podrá encontrar directamente en el microscopio el aspecto que le dan las preparaciones. Los autores ofrecen hacer nuevas ediciones con mayor número de láminas si obtiene éxito esta primera edición. Creemos que esto último es indudable y lo tendrán en gran manera. Les méthodes de préparation et de coloration du systeme ner- veux: par Bernard Pollack. Traduit de Vallemand par M. Jean Nicolaidi, Externe des Hópitaux. Avec Préface de P. E. Launois, Médecin des Hópitaux, Professeur agrégé á la Faculté de Médecine. —Paris, G. Carré et C. Naud. 1900. 82 212 pags. 5 fr. ' Conociendo la Histología, este libro será de poderosa ayudaá los que quieran dedicarse con especialidad al estudio de la estructura normal y de las alteraciones patológicas del sistema nervioso. Siguiendo la técnica que el autor aconseja respecto á la preparación y coloración, se eaminará rápi- damente en una materia que ha hecho en los últimos años notables pro- gresos, sobre todo en la apreciación de los caracteres morfológicos de los elementos nerviosos y la interpretación de sus relaciones histológicas y fisiológicas. Este excelente manual comprende: Técnica de los cortes del cerebro; su endurecimiento para conservarlo; métodos de Giacomini, de Stieda, de Laskowski y de Lenhosseék; reproducción plástica de las preparaciones anatomo-patológicas. Líquidos usados para endurecer y fijar el sistema nervioso central y periférico; examen de fragmentos del sistema nervioso en el estado fresco sin coloración; métodos para preparaciones; mieróto- mos. Cortes en série (método de Weigert); cortes longitudinales en série á través de la médula espinal. Cambios del peso cerebral después de su conservación en diferentes líquidos, especialmente en las soluciones de formol. Aparato para dibujar de L. Edinger; fotogrofía de preparaciones macroscópicas y microscópicas. Métodos de coloración: coloración de las celdillas nerviosas; preparación de la retina; coloración del sistema ner- 40 vioso periférico. Preparación del sistema nervioso central y periférico en el estado normal y en el patológico. Termina con la bibliografía, que siempre es tan útil conocer. Bibliothéque de la Revue générale des Sciences. Georges Carré et C. Nau. Editenrs, 3. Rue Racine. Paris. Chaque volume in 8? carré, avec figures, cartonné á anglaise, 5 fr. Mesure des températures elevées par Henry Le Chatelier, Ingénieur en chef du Corps des mines, Professeur de Chimie minérale au College de France et 0. Boudouard, Prépara- teur á la Sorbonne.—1900. 8? 220 pages, 52 fig. Obrita de gran interés en cuya introducción los autores hacen una rápida revista de los diferentes métodos pirométricos, describiendo en se- guida cada uno detalladamente y discutiendo las condiciones de su em- pleo, para lo cual, precisan ante todo, entre qué límites pueden referirse - las diferentes escalas con relación á la del termómetro de gas, que como se sabe es la que ya puede considerarse como definitiva. Hasta ahora la insuficiencia en esas referencias ha sido la causa de muchos errores en la determinación de las altas temperaturas. Por lo visto, la abundancia de cuestiones originales en un ramo que interesa especialmente á las grandes industrias, harán que esta obra sea indispensable á todos los ingenieros de las fábricas, fundiciones, altos hor- nos, y en fin, á todos los que estudien este punto de una manera teórica y práctica. Les Etres vivants. Organisation—-Evolution. Par Paul Bus- quet, Médecin Mayj¿r de 2e. classe, Chef du Laboratoire de Bactériologie de VHópital Militaire d'Alger, Lauréat, de la Faculté de Médecine de Lyon, Lauréat du Ministere dela Guer- re.—1899. 182 pags. 141 figs. Se ocupa esta obra de la preciosa teoría celular emitida desde 1882 por el Profesor Kunstler pero que recibida con indiferencia primero, ha y 1 IM IAEA 41 provocado después interesantes discusiones, y de nuevo sostenida por los recientes trabajos del Profesor Ives Delage. Este libro, que es tan solo co- mo el prólogo de una extensa obra que aparecerá más tarde con todos los desarrollos que la cuestión merece, está formado de ocho capítulos que tratan de lo que sigue: Constitución general de la materia viviente; estructura del proto- plasma. Constitución general de los séres vivientes; diferenciación é indi- vidualización de las celdillas; Teoría celular. Diferenciación é individua- lización de los séres pluricelulares; Teoría colonial ó polizoica. Principios generales de la diferenciación y de la individualización de los séres sim- ples ó compuestos. Proceso de la diferenciación en las celdillas, los teji- dos, los órganos; los organismos; Metamería. Demostración de estos prin- cipios por el examen de los caracteres deducidos de la serie animal. (Pro- tozoarios, Mesozoarios, Hidrarios, Equinodermos, etc., etc.) Demostración de los mismos por el examen del desarrollo ontogénico; Especificidad ce- lular. Evolución general de los séres vivientes; Transformismo. Conelu- siones generales. Principes d'Hygiene Coloniale par le Dr. Georges Treille, Ancien Professeur d'Hygiéne navale et de Pathologie exoti- que aux Écoles de plein exercice de la Marine, Inspecteur général en retraite du Service de santé des Colonies. 1899. 272 pags. La larga práctica personal del Autor en asuntos de Higiene en pai- ses cálidos de América, de Asia y de Africa dan á su obra un interés par- ticular, cuya enseñanza puede ser de mucha utilidad en varias de nues- tras localidades en donde deban establecerse colonias extranjeras; sus ha- bitantes y los viajeros igualmente podrán aprovechar mucho de sus indi- caciones y consejos. El resumen de las materias que contiene y que inser- tamos á continuación proporcionarán una idea completa acerca de la obra. Clima de los trópicos en general; consideraciones acerca del clima in- tertropical; Meteorología tropical; cualidades orgánicas de la atmósfera intertropical. — Acción del clima intertropical sobre las diversas funciones del organismo.— Condiciones sanitarias de los climas tropicales; climas regiona- les típicos: Indo--China, Africa (Sudán, Costa de Marfil, Guinea, Daho- mey, Congo, Madagascar); causas é influencias patogénicas.—Reglas de Hi- giene privada y pública; habitación: situación, construcción, distribución, higiene doméstica. Alimentación en general; influencia patógena del alco- hol; alimentos extraídos del reino animal y del reino vegetal. — Régimen de vida. Caracteres y porvenir de la coloni zación. Revista |1899-1900)—6 42 Vinification dans les pays chauds. Algérie et Tunisie. Par J. Dugast, Directeur de la Station agronomique et cenologique VAlger. 1900. 220 pags. 52 figs. Obra completa, científica y práctica á la vez, que no contiene deta- lles inútiles y en la que el lector podrá apreciar su claridad y exactitud. El autor detalla las condiciones de las fermentaciones en los climas cáli- dos, apoyando los resultados que consigna por numerosas experiencias he- chas en su larga práctica, no solo de laboratorio, sino en el campo y en es- taciones especiales de viticultura. Creemos que este libro será de mucha ayuda á muchos de nuestros industriales de las regiones calientes que comienzan á emprender este ra- mo nuevo en sus Comarcas. Los dieciocho capítulos de la“obra tratan detalladamente lo que si- gue: Estudio de la uva: desarrollo y anatomía del grano. Madurez. Reco- lección. Composición de las uvas maduras; su transformación en vino. Fermentación alcohólica; circunstancias que la favorecen ó la impiden. Vinificación roja y blanca. Vinificación por la esterilización del mosto por el calor. Vinificaciones especiales. Aprovechamiento de los productos se- eundarios de la industria vinícola. Cuidados que requieren los vinos. De- fectos y enfermedades de los vinos. Remedios. Determinación del valor de los vinos. Encyclopédie Scientifique des Aide-Mémoire. Paris, Gauthier—Viliars 82, cada tome 2 fr. 50, Mesures électriques. Essais de laboratorie par E. Vigneron, ancien Professeur a VÉcole supérieure d'Électricité, Ingé- nieur au Service technique de la Cie. générale des Omnibus et P. Letheule, Ingénieur de la Cie. Thomson-Houston. 1900. 180 pags. 44 fig. Trátase aquí solo de las medidas de laboratorio propiamente dichas, (pues los ensayes de máquinas formarán otro tomito), precisando corr es- mero todas las nociones que la experiencia de los autores les ha hecho ver que son poco familiares á la mayoría de los electricistas. Los aparatos 0s- cilantes se hallan descritos con extensión, haciendo notar para cada uno los principios generales. En la descripción de los métodos insisten en toda 43 elase de consejos prácticos acerca del mantenimiento de sus diversos ac- cesorios y sobre la manera de calcular la precisión de las operaciones efec- tuadas. La liquéfaction des gaz et ses applications par J. Lefevre, Professeur a École des Sciences eta École de Médecine de Nantes. 1900. 176 pags. Los importantes trabajos verificados recientemente en la licuefac- ción de los gases han dado á ese interesante ramo un amplio campo de es- tudios y aplicaciones. Este libro viene pues, muy á tiempo, tratando de las investigaciones del orden científico que han acabado por resolver pro- blema de tan alto interés, y describiendo las nuevas máquinas industria- les, las propiedades de los gases liquidados, sus principales aplicaciones y las experiencias relativas al punto crítico. Essai des matieres textiles par J. Persoz, Directeur de la Condition des soies et laines, pres la Chambre de Commerce de Paris. 1900. 186 pags. En este volumen se halla la descripción de las pruebas que se usan en el Comercio de la industria textil. Se describen los métodos y aparatos empleados para el reconocimiento de las sedas y el lavado de las lanas, la valuación del título ó del número de los hilos, con la manera de convertir los números de unos sistemas en otros, los aparatos para conocer la ten- sión de diversos tejidos de hilos, su resistencia y elasticidad y la de los tejidos, y la resistencia á la perforación de materias muy variadas como papel, cartón, telas de toda clase, cueros y pieles, telas metálicas, láminas de vidrio, etc, Essai des huiles essentielles par H. Labbé, Ingénieur—chi- miste. 1900. 188 pags. No conociamos una monografía que, como ésta, se ocupara del singu- lar desarrollo que hasta el día ha alcanzado el ramo de productos esencia- les extraidos de las plantas y las flores. El autor resume por completo los métodos de investigaciones apropiadas en este capítulo de la Química or- gánica y relata la historia de los principales aceites olorosos vegetales em- pleados en la indnstria. Es un libro de gran ayuda al práctico y al quími- co que desée estudiar este nuevo ramo. 44 Les matieres odorantes artificielles par George F. Jaubert, Directeur de la Revue générale de Chimie, Docteur és Scien- ces, ancien Préparateur de Chimie á PÉcole Polytechnique. 1900. 190 pags. La fabricación sistética de los perfumes ha sido en los últimos años fecunda en investigaciones que se hallan dispersas. El autor ha colec- cionado en este tomo las más interesantes y ha hecho una selección entre las numerosas hipótesis sometidas á la discusión y que han resistido á la experiencia. Trata extensamente de las materias olorosas halogenadas ó nitradas, de las aldehídicas, oxialdehídicas y dialdehídicas, (excepto de la yvanilina tratada on otro tomo de la colección), consagrando al fin un capítulo á las materias fenólicas, estudios todos que serán vistos con su- mo interés por el científico y por el industrial. Produits aromatiques artificiels et naturels par G. F. Jau- bert, Directeur de la Revue générale de Chimie, etc. 1900. 169 pags. Comprende este interesante tomito cinco capítulos que se ocupan de los alcoholes y ácidos aromáticos, las terpenas, los alcanfores, y los al- coholes, aldehidas y ácidos terpénicos, que son los cinco grupos de pro- ductos á los cuales pertenecen numerosas materias olorosas artificiales ó naturales como son el benjuí, el tolú, la bergamota, el alcanfor, la violeta artificial, ete., ete., todas de un uso muy general en perfumería, en confi- tería, en la destilación, ó en Farmacia y en muchas artes y manufacturas. Por esta rápida reseña se comprenderá la importancia téorica y práe- tica de este libro. Recherche des eaux potables et industrielles par Henri Boursault, Chimiste á la Cie. du Chemin de fer du Nord. 1900 200 pags. 16 figs. El estudio de las aguas tal como está expuesto en este manual, no solo comprende el descubrimiento de las capas más ó menos ocultas, sino también el estudio hidrológico de todas las que deben tener una aplicación determinada. 45 Esta publicación es pues, bastante completa, ocupándose del análi- sis de las aguas potables é industriales basada en el conocimiento geoló- gico de los terrenos, y de la manera de encontrarlas, elegirlas y aprove charlas. Agenda Charles Mendel du Photographe et de Vamateur. 1900.—Paris, Ch. Mendel, 118 rue d'Asas. 1 fr. 60. En este libro se hallan gran cantidad de procedimientos, fórmulas, recetas, ete. que serán de mucha utilidad á los fotógrafos de profesión y á los aficionados. Es además un libro recreativo por sus ilustraciones, anécdotas, etc. Entre los artículos citaremos los siguientes: Congreso Fotográfico de Rennes (Junio 1899: Un rincón de Bretaña “El Monte San Miguel.” Reseña de la 8? sesión de la Unión Nacional de las Sociedades Fotográficas de Francia.) —Los rayos X.—El Cinematógra- fo. — Necrología (Vogel y Tissandier). —37% Congreso de las Sociedades Científicas de 1899 en Tolosa. SCIENTIA. Exposé, et développement des questions scientifiques á lordre du jour. Recueil publiéwsous la direction MM. Appell, Cornu, d'Arsonval, Lippmann, Moissan, Poincaré, Potier, Membres de l'Institut, pour la Partie Physico--Mathématique et sous la direction de MM. Balbiani, professeur au College de France; d'Arsonval, Filhol, Fouqué, Gau- dry, Guignard, Marey, Menibres de l'Institut, pour la Partie Bio- logique. Chaque fascicule comprendra de 80 á 100 pages in 8% écou, avec cartonages spécial. Prix du fasicule...... 2 francs. On peut souscrire á une série de 6 fascicules (Série Physico--Mathématique ou Série Biologique) au prix de 10 franes.—Paris, G. Carré et C. Naud. Editeurs. Série Physico-Mathématique. No. 7. —L'élimination par H. Laurent.—Mars 1900. 95 pags. Después de Fáa de Bruno que publicó en 1859 su monografía acerca de la teoría de la eliminación, mucho se ha simplificado y no hay un trata- do de Algebra que la exponga con todo el desarrollo que requiere. En es- te tomito están expuestos todos los métodos conocidos y otros varios nuevos. 46 * A Trata en primer lugar de las nociones preliminares acerca de la eli- minación entre dos ecuaciones, del desarrollo de una función racional, fórmulas de Newton, los métodos diversos incluyendo el de Cauchy, ete. En la eliminación en general se ocupa de las equivalencias, de la resolu- ción de 3 ecuaciones, los Teoremas de Bezout y Jacobi, el método de Be- zout, funciones simétricas é interpolares, método de eliminación de La- batie y otros análogos, ete. Un pequeño apéndice da una demostración muy elemental de la pro- posición: las soluciones de un sistema de ecuaciones, son funciones conti- nuas de los parámetros que encierran. Série Biologique. No. 6. —Évolution du carbone et de l'azote dans le monde vivant par P. Mazé, Ingénieur-agronome, Docteur és Scien- ces, Préparateur á l'Institut Pasteur.—+Juillet 1899. 110 pags. Comprende este libro estudios de gran importancia y vastos proble- mas, que han preocupado á los químicos durante un siglo y sin embargo quedan aún muchas cuestiones sin resolver. En el capítulo primero estudia los origenes del carbono orgánico: el ácido carbónico del aire, fuente del carbono de las plantas; elaboración de los hidratos de carbono en las hojas y mecanismo de su formación; las dias- tasas de las hojas; asimilación del carbono orgánico del suelo; formación de las materias grasas. — En el segundo se ocupa de los orígenes del ázoe orgánico: nutrición azoada de las plantas; intervención del ázoe libre; for- mación de los compuestos cuaternarios en los vegetales superiores. — El capítulo tercero se refiere á la degradación de la materia orgánica, al pa- pel que desempeñan los animales, especialmente los infinitamente peque- ños.—En dos páginas finales el autor hace un precioso é interesante resu- men de todo lo expuesto, el cual de muy buena gana reproduciríamos aquí pues da idea perfecta del estudio en cuestión y de los resultados alcanzados. No. 7.—L'irritabilité dans la série animale par le Dr. Denis Courtade, Ancien interne des hópitaux, Ancien Chef de labo- ratoire á la Faculté de Médecine, Lauréat de VInstitut.—Jan- vier 1900. 86 pags. El estado actual de los conocimientos acerca de la irritabilidad lo ex- pone el autor con perfección y hace resaltar los problemas que la ciencia 47 debe todavía resolver en el porvenir. Principia con una reseña histórica de las teorías emitidas desde Aristóteles, Hipócrates y Galeno y después sucesivamente por Agrippa, Cardan y Paracelso, Van Helmont, Glisson, los ¡atroquámicos (Leboé). los ¿atromecánicos (Bellini, Baglivi, Boerhaave, Hoff- mann), Stahl, Haller, Bichat y Broussais, hasta los admirables trabajos de Claudio Bernard. — Trata en seguida de la morfología, estructura his- tológica y composición química de la materia viviente; de las condiciones de la irritabilidad, medio químico necesario para el funcionamiento del protoplasma (papel del agua del oxígeno, de los alimentos, de la energía, influencia del calor); de la irritabilidad y sus manifestaciones; irritabi- lidad nutritiva y funcional (fenómenos caloríficos, de movimiento, eléctri- cos y luminosos, qguimiotactismo, galvanotactismo; fenómenos nerviosos, papel del núcleo en la celdilla, influencia del sistema nervioso en el orga- nismo; naturaleza de la irritabilidad. / No. 8.—La Spéléologie ou Science dez cavernes par E. A. Martel.—Mars 1900. 126 pags. figs. El estudio de las cavernas va adquiriendo de día en día un notable desarrollo por sus íntimas relaciones con la hidrología subterránea, las dis- locaciones terrestres, las vetas metalíferas, los depósitos de huesos fósiles, la zoología y la botánica, la prehistoria, la higiene pública, etc. Esta obrita trata del origen de las cavernas; modo de acción de las aguas subterráneas; circulación de las aguas en el interior de los terrenos agrietados; los abismos, su origen; los ríos subterráneos, su penetración; salida de los ríos subterráneos, los manantiales; la espeleología glacial, ca- vernas heladas; meteorología subterránea; ventisqueros naturales; relacio- nes de las cavidades naturales con los filones metalíferos; concreciones, estalactitas y estalagmitas; trabajos y experimentos científicos. Prehis- toria, Arqueología, Etnografía. Fauna y Flora subterráneas. 48 QUELQUES IDEES SUS DORGANISATION DES MUSÉES D'HISTOIRE NETURELLE Oe qwils sont.— Oe qwils pourraient etre. Come un étre vivant, un musée public, et en particulier un musée Vhistoire naturelle, naít, vit et se développe, on plus souvent encore, hé- las, languit. Il existe donc une vraie biologie de ces musées, qui devraient eux mémes étre plus souvent des musées de biologie. : Aux heures trop courtes des visites, la plupart de non musées de province, á part quelques rares exceptions, sont peu fréquentés, et pres- que toujours sans fruit; dépourvus dV'attraits suffisants, il parait leur manquer quelques chose. lls ont grand besoin de remédes, de réconfor- tants: une thérapeutique rapide, ou toute au moins une bonne higiéne, leur sont nécessaires pour les remettre á la hauteur de leur táche, etrem- plir dignement leur róle d'éducateurs par les yeux, si prisé de nous jours. Si en consacrant ces quelques lignes á la biologie et a la thérapeutique des musées d'histoire naturrelle, je pouvais espérer augmenter seulement de quelques unités la statistique de leurs visiteurs, mon plaisir en les écri- * vant serait plus que doublé. Comment naít un musée d'histoire naturelle? Tantót c'est un grand amateur, un collectionneur passionné et riche entre mille, qui legue ses collections á sa ville natale, déjá pourvue d'nn musée de bric-a—brac, ou les tableaux dominent: on y ajoute quelques animaux, des Mammiféres surtout, et voici la ville dotée d'un “Musée de peinture et d'histoire natu- relle.” Tantót c'est une municipalité riche, qui s'offre le luxe d'un mu- sée, quelle monte de toutes pieces, et dote de quelques crédits annuels: ce musée reflétera longtemps la prédilection de son directeur (vieil ama- teur ou vieux médecin), pour tel ou tel embranchement. Enfin dans les villes universitaires, mieux partagées, les collections municipales et celles de VÉtat mieux dotées, demeurent séparées, suivant les circonstances, ou sont réunies dans les mémes locaux, se prétant alors un mutuel appui. Le processus peut varier légéremet, mais quoi qwil en soit: collections particuliéres imparfaites origine du muséé, place et crédits insuffisants pour Vextension ou Valimentation, tel est le bilan de beaucoup de nos musées. Quant a Vaceroissement par dons en nature ou en argent, il ne faut presque pas y compter. Et pourtant, des collections particuliéres se créent 49 et se défont sans cesse, le goút des voyages ra jamais été plus exaspéré, le désir de se faire connaítre par des dons généreux aussi prononcé. Un mot sur ces collections particuliéres, qui, bien que trós nombren- ses, trouvent trop rarement dans les musées leur place naturelle, tandis que trop souvent elles échouent tristement dans les salles de ventes, pour y étre morcelées a nouveau. Perpétuel spectacle de ruisseaux qui, au lieu Valler former une riviére, se divisent á nouveau en leurs gouttes d'eau constituantes. Il est étrange de voir des collectionneurs, souventde méri- te, qwil s'agisse d'histoire naturelle ou d'art, rassembler sans cesse, sans se préoccuper du sort qui attend le fruit de leurs efforts. Il y aurait, sem- ble-t-il, pour le progrés grand avantage, pour eux intime satisfaction, á savoir, de leur vivant, le sort de leurs collections assuré pour le mieux, et leur place marquée, en tout ou partie, dans des musées de leur choix, Sans doute ces collections particuliéres sont sonvent entachées de défauts, quí les rendent en partie imutilisables pour les musées publics. Les uns, inhérents á la nature méme du collectionneur, ne peuvent et ne doivent pas étre corrigés, car ils sont souvent le charme et Voriginalité de la collection d'amateur. Mais il en est Vautres, sur lesquels il suffirait Vappeler Vattention, de modifier les idées du débutant collectionneur, pour les transformer en une source de jouissance plus grande et mieux motivée. Les choix des sujets, leur intégrité absolue, le respect aussi fi- dele que possible de leurs formes, par suite le choix judicieux des empai- lleurs auxquels on confie les animaux, telles sont les premiéres condi- -tions, trop souvent méconnues, qui donnent une valeur réelle á une éo- llection. S'1] est peu—-étre exagéré de demander a l'amateur des détermination s absolument rigoureuses, il lui sera toujours possible de fixer solidement sur ses échantillons des indications exactes de Vorigine, des conditions de capture, de récolte, et une série de données, qui ont le plus grand inté- rót pour Vavenir de sa collection, précisément parce que les sujets qui y figurent présentent souvent des particularités biologiques intéressantes : qu'il s'agisse par exemple d'un Surmulot capturé dans une ferme isolée, Vun migrateur anormal apporté par un garde—chasse, ete. Que de collections particuliéres qui, faute dV'indications suffisam- ment completes, perdent toute valeur, sitót que leur eréateur, sorte de catalogue vivant, n'est plus lá pour en rappeler toutes les particularités intéressantes ! En Vabsence de toutes ces précautions, les musées publics profitent rarement des efforts partiels des collectionneurs, ils ne font encore que de pauyres héritages. Inutile du reste d'insister sur ces régles, car c'est au musée public, au musée modble, á donner lexemple, á les appliquer Revista [1899-1900].—7 50 dans toute leur rigueur et á en faire 'ressortir les avantages; c'est la mei- leure fagon Ven háter Vapplication générale. C'est encore par suite du manque absolu de renseignements sur la tacon de conserver les dépouilles des animaux capturés, de les expédier sourtout, que les voyageurs font si rarement profiter les musées de leurs découvertes. Sans doute tout le monde n'est pas outillé pour déponiller et expédier de grands animaux, mais il y a des multitudes de formes, bien plus intéressantes, qui manquent et manqueront longtemps encore dans nos musées, et qui pourtant sont á la portée du plus humble voyageur. Une poignée de bestioles ramassées dans le coin d'une case, sous une pier- re du désert, ou entre les racines d'un Palmier, jetées vivantes dans un bocal á confitures rempli d'alcool ou d'eau formolisée, et expédiées tant bien que mal au directeur d'un modeste musée de province, auront cent fois plus d'intérét pour lui et les visiteurs de son musée (s'il veut bien les faire valoir), que des peaux de Tigre royal, ou quelqu'une de ces éter- nelles máchoires de Requin, et pourtant combien moins chers la capture et lenvoi! Sans doute des cours fort utiles ont été institués, dans le but de re- médier á cette ignorance des voyageurs sur les vraies mines á exploiter, mais jusqu'á présent, les seules á en profiter, semble-t-il, sont les mai- sons de commerce qui se sont fait une spécialité de fournir les musées. Elles ont conquis une sorte de monopole, et si elles livrent parfois, celles de VYétranger surtout, hélas, des produits remarquables par la précision des déterminations, la qualité des liquides conservateurs, etc,, il en est trop encore qui manquent de précision scientifique ou de flair. Quant aux donations directes en espéces, faites aux musées d'his- toire naturelle: néant, ou plutót mieux vaut n'en pas parler. On ne donne dans le vie qwá ce qui plaít, intéresse, ou rapporte, or tel ne paraít mal- heureusement pas étre le cas de nos musées. " Quest-cee donc qw'un musée d'histoire naturelle actuel? Une suc- cession de salles plus ou moins nombreuses, dans lesquelles sont alignées des rangées mornes V'animaux, plus ou moins bien empaillés, surtout des Vertébrés, portant sur leur socle blanc des étiquettes trop peu détaillées, indiquant en latin et en frangais le nom de lanimal, quelquefois son ha- bitat (deux noms géographiques au plus). Souvent une petite salle, la moins bien éclairée, renferme des animaux conservés dans V'alcool. Enfin, suivant le goút du directeur, quelques salles sont bourrées de fossiles et de roches, et quand le gardien veut bien vous favoriser, il vous montre les cartons de Vherbier, et vous signale mystérieusement qu'il y a aussi la salle des squelettes. Quels sont donc les visiteurs qui, en baissant la voix, pénétrent d'un 51 air recueilli, dans cette sorte de temple de la mort? Les plus intéressants ce sont quelques amateurs de Papillons, Coléoptéres, Fossiles, qui vien- nent y glaner, avec bonne volonté, desrenseignements, destermes de com- paraison. Puis les jours de pluie ou de certaines fétes, des curieux qui y cherchent un refuge ou une distraction momentanée; au mois de novem- bre, dans les villes de garnison, la foule des jeunes soldats; quelquefois, une fois par an en moyenne, les institutions d'éducation; enfin les méres de famille qui croient de leur devoir d'y conduire leurs enfants, tout en redoutant en général de leur part des questions insidieuses, auxquelles, mal préparées elles-mémes, elles ne peuvent répondre et en face desque- lles les rares indications les laissent absolument désarmées. Tout ce mon- de n'y revient pas quatre fois durant lVannée. Quant á la foule des hom- mes instruits d'une ville, des étudiants surtout, quand il s'agit d'une ville universitaire, ils n'y paraissent pas, ils en ignorent souvent le chemin, et quand on le leur a enseigné, ils se gardent bien de le retrouver. Quelles sont done les causes de cette défaveur relative de nos musées d'histoire naturelle auprés du public? Nos musées, avouons-le, en- nuient, ils ne sont plus á hauteur, ils n'ont pas marché avec le siécle, ils ne répondent plus á ce qu'on leur demande. Dans tout le domaine de Vac- tivité humaine, il est une sorte de mise au point continue, qui se fait in- sensiblement, á notre insu; faute de s'y conformer ou de pouvoir la subir, on West plus au pas, on n'est plus de son siécle, le courant vous laisse sur la vive. C'est le cas du viellard, c'est par définition le cas des collections, de musées, qui ne montrent que des choses qui ont été. C'est á Páme qui anime le musée, á son directeur, de le tenir au courant, de le rajeunir sans cesse, de le rendre plaisant; les objets peuvent étre les mémes, mais la fa- con de les présenter doit changer souvent. Que leur demande-t-on á ces musées? Beaucoup, beaucoup! Mais auparavant précisons leur responsabilité, délimitons leurs róles. Il peut et il doit y avoir plusieurs sortes de musées. A l'avant-garde marchent les géants, les grands musées: Natural History Museum de Londres, Museum de Paris, etc., qui, gráce á leurs inépuisables ressources, peuvent et doi- vent faire simultanément tous les modes de présentation: collections de classifications od pas une espéce ne manque; lois de biologie artistement exposées; anatomie comparée compendieusement démontrée, ete., ils peu- vent tout se permettre. Le musée idéal, tel que le congoit si ingénieuse- ment Herrera, avec ses salles multiples oú 1'on passe comme dans une filié- re, ne devrait étre lui-méme qu'une de leurs subdivisions, le musée théo- rique de la vie, sorte de résumé général qu'on ne viendrait visiter qu'apres avoir parcouru toutes les autres subdivisions, car alors seulement on se- rait capable de le comprendre. 52 A Varriére-garde marchent les pygmées, les tout petits musées de province, musées de bric-a—brac, dénués de ressources, ne vivant que de charité. L'histoire naturelle n'y tient souvent qu'une faible place. Seuls les conseils relatifs au mode de présentation leur sont applicables, puis- sent-ils borner leurs désirs á bien montrer ce qwils montrent, á exposer des animaux qui ne soient pas des caricatures, tout au plus á posséder une petite collection locale bien authentique. Entre les deux se trouve le gros de Varmée, toute la grande masse des musées de provinee des villes sufisamment riches ou intelligentes, pour avoir un budget affecté aux collections, assez avantagées pour avoir un centre universitaire, C'est á ceux-lá surtout que Von demande bean- coup, ce sont ceux—lá surtout qui doivent beaucoup donner, et, avant tout, Vexemple. l'étudiant leur demande le complément indispensable á son instruction, des groupements bien présentés lui permettant de saisir ra- pidement, dans leur ensemble, les caracteres importants des familles, avee des renseignements celairs et suggestifs le mettant á méme de trouver ces caractéres, et lui inspirant le désir d'en chercher d'autres. Le professeur leur demande les éléments de son enseignement, des types rares, des ty- pes de passage, les formes ancestrales, la mise en lumiére de certaines lois biologiques, quelques éléments d'anatomie comparée, etc. Le gros public, le plaisir des yeux, Vattrait sans cesse renouvelé, et inconsciemment Vex- plication de bien des phénoménes pressentis. Enfin, tous réunis, nous lui demandons á ce musée, ou plutóf á son directeur, de nous en faire mieux comprendre la vie et ses manifestations, de nous en présenter les formes les plus curieuses, tout en nous faisant deviner d'autres encore. Comment réaliser d'une fagon pratique ces desiderata multiples, com- ment répondre á ce programme, en utilisant ce qui existe déja, sans for- muler sous le nom de remédes, des utopies? Parmi ces remédes il faut créer deux groupes. Les premiers sont Vordre pour ainsi dire matériel. Tout d'abord il faut multiplier les expli- cations données au public. A part quelques sujets d'élite, il faut beaucoup de temps á Vesprit pour faire peu de chemin dans un domaine inconnu, vite il se fatigue et abanndone cette gymnastique. C'est méme lá un des facteurs importants qui se joignent á la station verticale prolongée et á Vair confiné, pour déterminer la lassitude qui envabhit si rapidement les vi- siteurs d'un musée. Pénétré de cette idée, on devra faire appel á tous les moyens dont nous disposons pour simplifier ee travail. Aux simples il faut dire ce qwils y a d'intéressant, et ce qwils ne sauront jamais trouver tout seuls; aux esprits éveillés, il faut jalonner en quelques mots les pre- miers pas de la voie á parcourir. Le libellé des étiquettes, écrit en gros caracteres, saura se faire intéressant, sans verser dans les lieux communs, 53 ni s'allonger outre mesure. Les cartes de distribution géographique indi- queront simultanément la répartition actuelle d'une espéce, et son appari- tion dans les périodes géologiques. Des photographies rappelleront les at- titudes caractéristiques, les rapports mutuels quand il s'agit animaux vivant en société; au besoin quelques mesures reportées sur les socles ou sur les lattes ad hoc, indiqueront les dimensions réelles, á un public tou- jours porté á se les exagérer. Inutile d'ajouter que le méme animal figu- rera sous ses deux sexes, ¿Y état jeune et adulte, le squelette et si possible ses restes fossiles étant toujours rapprochés de lanimal en pean; les pro- duits enfin, qwil fournit comme matiére premiére, gagneront, dans la ma- jorité des cas, á étre groupes á son voisinage. Je v'ai pas la prétention de dire lá des choses inédites. Bien d'autres avant moi, et de plus autorisés, ont frappé sur le méme clou, mais les mar- teaux s'usent contre les préjugés, les habitudes, et peut-étre aussi, il faut Vavouer, contre les difficultés d'agencement matériel. W. Henry Flower, Vancien directeur du Natural History Museum de Londres, a souvent in- sisté sur les principes que je viens de développer; il a dit excellemment que “les squelettes ne doivent pas étre placés dans une salle, les peaux em- paillées dans une seconde, los organes conservés en vocaux dans une troi- sióme, tandis que les restes fossiles d'animaux parents, mais éteints, se trouvent dans une quatriéme piece plus ou moins éloignée; mais le visi- teur doit voir, cóte á cóte, l'animal empaillé, som squelette, les parties im- portantes de sa structure interne, et les restes de ses alliés disparus (1).” Il est possible que dans les grands musées, ces desiderata soient dif- ficilement applicables; le fait est que Flower lui-méme n'a pu arriver á réa- liser complétement ses idées, si justes, dans l'immense Musée de Londres, vu la disposition des locaux. Mais je ne vois pas pourquoi les musées mo- yens, qui disposeraient d'une place suffisante, ne pourraient pas un jour suivre la logique au lieu de la tradition vieillie. Plus délicate est l'orientation á donner aux collections des musées Vhistoire naturelle. Que faut-il donc y mettre dans ces musées que nous voudrions si attrayants? Loin de nous lVidée de supprimer les collections de classification; elles continueront á former le fond des musées, mais on aura soin de choisir les types caractéristiques des groupes, en évitant de multiplier les espéces d'un méme genre. Ainsi compris, le musée ne sera plus qu'un ensemble de cadres tres complets, mais avec effectif réduit des sujets encadrés; telle une armée dont les unités toutes présentes n'atten- dent que leurs éléments de renforcement. A cette collection générale bien charpenté et groupée ayec une ria (1) Notice nécrologique sur W. H. Flower, Revue générale des Sciences, T. 10, 30 juillet 1899, p. 537 (d'apres Varticle de Ray Lankester, dans le n? 1550 de Vature). 54 gueur absolue, au risque de laisser parfois de grands vides froisser nos instincts de symétrie, s'adjoindra dans chaque province une collection ré- gionale, aussi compléte que possible. Sa création n'est compatible qw'avec des ressources un peu étendues, permettant au directeur de triompher du désir de certains amateurs égoistes, de conserver des piéces rares pour la région; elle formera une sorte de patrimoine du musée; et groupera la faune complete de la région, ce qui Wexiste encore que trop rarement et . pour les Vertébrés seulement. On y joindra les races d'animaux domesti- ques les plus avantageusement élevées dans la région; et leurs produits, dans la mesure du possible. Enfin on ne eraindra pas de rappeler, dans une vitrine spéciale, tout ce que les arts, et en particulier les arts décoratifs doivent a la zoologie, qwiil s'agisse de la forme totale de l'animal, de lagencement des dessins ou du groupement des couleurs qui ornent son corps. Sans doute, il se- rait impossible et surtout inutile de réunir tous les animaux qui en tota- lité ou partiellement, ont pu servir de modeles; Vartiste ira, selon son inspiration, le chercher dans les vitrines de classification. On pourrait se borner á choisir quelques types aussi bien parmi les animaux inférieurs que parmi les plus élevés en organisation, et grouper á leur voisinage les représentations les plus caractéristiques des motifs qu'on en a tiré. Le pu- blie verrait avec surprise les transformations que Vart fait insensible- ment subir á une forme animale connue, ou point de ne laisser subsister souvent qu'une courbe déterminée, une ligne brisée, derriére laquelle lesprit non prévenu se refuse 2 retrouver V'étre vivant qui en est l'origine. Quant a Vorientation biologique de ce musée, c'est la plus difficile á déterminer. Moyens de défense (homochromie, mimétisme, etc.); modes de déplacement (natation, vol, saut, etc.), dimorphisme sexuel, variations saisonniéres, etc., autant de tétes de chapitres qui doivent, qui devraient orner les frontons de nos vitrines, autant de faits biologiques que le mu- sée doit affirmer et démontrer. A ces vitrines, bientót elassiques, viendront s'adjoindre avec les cir- constances, au cours d'un enseignement, des collections spéciales qui, erées au fur et á mesure des besoins et consacrées á l'étude d'une ques- tion de biologie déterminée, demeureront des témoins permanents de Po- riginalité de cet enseignement. On les viendra peut-étre visiter comme ” on va voirtel tableau, comme on va examiner telle préparation histologique on en parlera, comme il y a cinquante ans, de tel systeme nerveux bien disséqué. Que faut-il y placer encore dans ce musée, pour qu'il mérite vraiment son nom de Musée d'histoire naturelle? Il faut y mettre de la botanique et de la géologie attrayante, toutes deux trop souvent écartées. Elles aus- EN 55 si ont droit de cité dans le grand édifice des sciences naturelles de nos jours surtout ot le biologiste, digne de ce nom, emprunte indifféremment ses exemples á tous les étres. Réduite jusqwa présent aux jardins bota- niques, mal partagés en hiver, et aux herbiers réservés aux seuls initiés, la botanique peut et doit montrer ses richesses en tout temps. Quwil s'agis- se, comme au Natural History Museum de Londres: de grands cadres ver- ticaux dans lesquels des plantes séchées, d'autres conservées dans V'alcool, jointesá des aquarelles etá des photographies, donnent en quelques instante les caracteres distinetifs d'une famille, tout en constituant un vrai ta- bleau d'art. Quil s'agisse, comme dans les collections d'écoles forestiéres: de coupes de bois, d'échantillons montrant les lésions pathologiques des plantes, ete. Qwil s'agisse enfin, á un titre plus modeste, de simples cadres vitrés comme ceux destinés á montrer aux éleyes de nos Facultés: des par- ticularités anatomiques, des collections de fruits, les modes de dispersion des graines, etc. Point n'est besoin de multiplier les exemples pour évoquer en un instant tout ce que la section botanique des musées d'histoire naturelle pourrait offrir a Vintérét des éleves de nos Universités; en attendant que le public des campagnes y vienne consulter avec fruit des collections con- ques dans un esprit encore plus pratique. Ici il ne s'agit plus d'appliquer des remedes, il faut créer de toutes pieces et eréer vite, car ailleurs d'au- tres ont déja crée, et avec profit. Trop grande pour l'intérét qu'elle suscite actuellement, la place ré- servée dans nos musées á la géologie ne serait que suffisante, si consentant á rompre completement avec les vieilles traditions, elle entrait vivement dans la nouvelle voie. Fossiles animaux rendus á la zoologie et placés á cóté de leurs descendants actuels; empreintes végétales rendues á la bota- nique et placées á cóte des Fougéres modernes: c'est un fait logique et acquis dans bien des musées. Ceux-lá méritent, semble-t-il, le nom de musées fossiles, qui n'ont pas encore obéi sur ce point á la logique. Loin de moi la pensée d'enlever á la géologie tous ses chers fossiles. Les espé- ces vraiment caractéristiques demeureront á leur place dans un exposé raisonné des terrains, auquel prendront enfin part les cartes colorées et. surtout les photographies: on verra par exemple la silhouette des ballons des Vosges, des pics des Alpes et des terrasses dolomitiques des Alpes no- riques. Sans verser dans le musée industriel, ou dans le musée de chimie, pourquoi ne pas faire comme pour la zoologie une sorte de musée régio- nal, cette fois des produits minéraux, od l'ingénieur, le mineur, trouve- raient á la fois les produits dont ils disposent et Vindication succincte de leurs qualités et de leur défauts? Enfin et surtout pourquoi ne pas faire 56 la part plus large aux phénoménes actuels? Quoi de plus simple, par exem- ple, que d'exposer la réduction en plátre d'un glacier; entouré de photo- graphies démonstratives et de blocs de roches striées ou polies; pourquoi ne pas placer cóte a cote des cailloux roulés, formés dans différentes cir- constances? Mais ici encore. inutile de multiplier les exemples, la géolo- gie en est riche. Ainsi 'modifiés, seront-ils beaucoup plus fréquentés, ces pauvres musées d'histoire naturelle á peau neuve, chamarrés Vetiquettes multico- lores? Je ne sais, peut-étre méme, de ces modes multiples de présentation ressortira-t1 un ensemble moins symétrique. moins flatteur pour les yeux, mais ce quiil y a de certain, c'est qwil y aura redoublement d'inté- rét. J'aime á croire qw'offrant désormais des ressources d'instruction rée- lle aux étudiants et aux amateurs sérieux, ils les attireront et les retien- dront souvent malgré eux. J'aime á croire encore que le public intéressé davantage y reviendra plus souvent. Maisil y a autre chose á faire encore, apres s'étre mis en frais de co- quetterie, les musées devront se faire leur petite réclam. C'est au pu- blic qwils devront s'adresser par la voix de leur directeur, ou la voix des journaux, voire méme par un journal collectif. lls devront forcer Vat- tention de ce public trop indiftérent, le tenir au courant malgré lui des efforts qu'ils font pour mériter ses visites et l'instruire. Ouverts trop rarement, qu'ils ouvrent plus souvent leurs portes, en semaine, aux heures des classes, pour ce substituer parfois á elles. Quiils crient bien haut que quelques heures consacrées á létude de la vie sont plus instructives que des semaines consacrées á l'histoire des Méedes et des Assyriens, Quils répondent surtout á ceux qui prétendent que les écoles viennent les visiter: que ce n'est pas une heure qwil faut leur donner, en toute háte, á la fin de lannée. A lahurissement d'une premiére et unique visite ne succóde qu'une lassitude sans fruits durables. C'est á plusieurs reprises qwiil faut parcourir une galerie, pour comprendre et apprécier ce. qw'elle renferme. Directeurs parfois trop ágés de musées souvent vieillots, nous som- mes entachés de préjugés, étriqués dans nos allures. Vieux savants, nous nous imaginions que la science, comme la vertu, pour étre digne de leur nom, doivent étre austéeres, partant ennuyeuses. Non, dorénavant scien- ce et vertu pour étre almées et goutées, on le sait, devront étre gaies. Scientia veut dire savoir, et pour faire savoir et donner le désir de savoir davantage, tous les moyens sont bons, hormis les enmuyeux et les mal- honnétes. Rompons avec le passé quand il le faut, renions notre timidité! Supprimons ou 'plutót arrétons nos antiques alignements de peaux bourrées, faisons serrer et doubler les rangs et escalader les frises á nos cohortes d'a- 57 nimaux figés dans des attitudes identiques! Ts sont dans les vitrines de nos musées, qwils y restent: ils ont autrefois suscité l'intérét, ils garde- ront toujours leur valeur. Mais qu'ils laissent beaucoup de place libre en belle lumiére, pour des manifestations plus variées, plus frappantes de la vie et de ces grandioses problemes. Qwon vienne s'amuser et vraiment s'instruire dans nos musées d'histoire naturelle. ls auront repris leur ró- le, ils wvivront, ils prospéreront. Dr. E. HeEcnr, Directeur du Musée d'histoire naturelle de Nancy. (Feuille des Jeunes Naturalistes, Sept. 1899). COLLECTIONS DE BIOLOGIE GENERALE. J'applaudis de tout cosur aux idées développées par mon ami Hecht dans son article sur l'organisation des musées d'histoire naturelle. Certes, il est absurde de segmenter les dépouilles des étres en catégories artifi- cielles, ici les viscóres, lá les peaux, ailleurs les fossiles ou les squelettes. Un musée (et je ne parle ici que des collections moyennes, celles des vi- lles universitaires de province, par exemple) doit étre comme un livre de zoologie dont les étiquettes détaillées et lisibles constituent le texte im- primé, aussi concis, aussi frappant que possible, et dont les échantillons correspondent aux gravures. C'est lá un idéal dont il n'est pas impossible Vapprocher; Vidée de ce remaniement s'impose de telle facon qw'on peut étre tranquille sur son sort, cela se fera petit a petit, c'est une question de temps et de patience. Mais il est un point sur lequel je désire insister, parce qw'il est par- ticuliérement nouveau, je veux parler des collections de Biologie géné- rale. Je ne connais pas de musée oú on ait essayé hardiment et d'une ma- niére suivie de traduire par des échantillons la série des faits qui consti- tuent le domaine propre de la Biologie générale; á Londres cependant, dans ce musée presque modele, deux vitrines du rez-de-chaussée sont consa- crées á la variation (races de Pigeons et variations géographiques du Cor- beau), quelques autres a l'homochromie (animaux du désert, de teinte fauve comme leur substratum de sable, animaux blanes des régions areti- ques), une autre au mélanisme; j'ai vu aussi divers essais de ce genre au Revista [1899-1900]. 8. 58 ; Musée zoologique de Université de Cambridge; beaucoup de musées ont une collection tératologique, ete.. mais ce sont des fragments isolés, et on n'a pas cherché á poursuivre Vidée d'une fagon complete et didactique, comme Va proposé mon collegue et "ami Herrera dans son intéressant et tres suggestif article sur les Musées dé Pavenir (1). Pour fixer les idées, prenons par exemple la table des chapitres de l'Année biologique et considérons—la comme un sommaire de la Biologie générale. Ne croit-on pas qu'un musée qui illustrerait cette partie des connaissances biologiques ne serait pas d'un intérét comparable (je pense á part moi supérieur) au musée'classique qui expose, fort mal actuellement, Vorganisation et la classification des ótres qui ont vécu ou vivent encore sur le globe? Sans doute, il ne faut pas exagérer: tout ce quí est d'ordre microscopique, la cellule, les produits sexuels et la fécondation, par exem- ple, ne pourraient étre représentés que par des planches murales, ce qui me paraítrait assez inutile, car les livres sont faits pour donner des figures des objets microseopiques; mais presque tout le reste de la Biologie géné- rale peut étre traduit d'une facon visible, par des exemplaires bien choisis. Veut-on des exemples? Je vais les prendre dans les échantillons que j'ai rassemblés depuis plusieurs années á la Faculté des sciences de Nancy, avec assez de travail, mais á peu de frais. 3 La Régénération est mise en lumiére par des exemplaires d” Asterias rubens quí sont en train de reformer leurs bras autotomisés (on en trouvera autant qwon peut en désirer sur les plages de Normandie et du Boulon- nais) par des Lézards dont la queue est en voie de rédintégration, par des Tritons dont j'ai coupé préalablement la queue et les pattes, et que J'ai tués et fixés á un stade convenable, etc., et j'en passe. Souvent, dans le cas de sections obliques de queues de Lézards et de Tritons, de bras d'As- téries, il repousse deux queues au lieu d'une seule, un bras supplémentaire a cóté du bras normal: le phénemeéne est facile á produire expérimentale- ment sur les Tritons etil n'est pas rare de trouver, dans la nature, des Lézards á deux queues (notre colletion en posséde deux exemplaires trou- vés sans recherche spéciale dans V'espace de quelques années). "Les effets de la Castration parasitaire pourront étre mis en evidence par une collection de Carcinus monas máles hébergeant une Sacculine: la comparaison du mále et de la femelle indemnes avec les máles parasités démontrera parfaitement Paction du parasite, se traduisant par Vélar- gissement de Vabdomen et la persistance dés sillons inter-annulaires. Les effets de la Castration physiologique sont signalés par une femelle d'Oiseau a plumage de mále, vieille Faisane ou Poule domestique, accompagnée au (1) Herrera, Les Musées de Tavenir. Mémoires de la Société scientifique '*Anto- nio Alzate.” Mexico, t. IX, 1896, p. 221. 59 besoin d'une préparation en bocal démontrant sa qualité anatomique de femelle. : On pourrait énumérer Jusqw'á demain tout ce qu'on pourrait ainsi exposer: lhomochromie etles divers moyens de défense, les phénoménes de convergence, le dimorphisme sexuel, la grefte, la variation spécifique (1) avec ses nombreuses subdivisions y compris la tératologie, les innombra- bles adaptations a des milieux définis (saut, vol, course, natation, caver- nicoles, parasites, commensaux, etc., etc.,) les organes rudimentaires, les especes disparues á l'époque historique ou en voie de disparitions, etc., fourniraient évidemment d'intéressantes séries. On pourrait méme traduire d'une facon visible des faits d'ordre quasi métaphysique, l' Hérédité, par exempl£: on sait que si on aceouple une Souris grise normale etune Souris blanche. les petits ne sont jamais mix- tes, ils sont ou tout blanes ou tout noirs, et de plus souvent ils sont tout noirs, dans le cas oú c'est la Souris grise qui est le pére, parce que Vhé- rédité paternelle est dans ce cas prédominante. Une planche exhibant le pere, la mére, et une portée de leurs petits, dúment étiquetés, rendrait évidente, il me semble, la notion de l'hérédité.—La répétition de la phy- logénie par Pontogénie peut étre rendue sensible par le parallélisme de jeunes Comatules fixées par leur tige et des Comatules adultes une part et de Pentacrines normalement fixés d'autre part, par le parallélisme 'em- bryons de Mammiferes á fentes branchiales (modéles en cire) d'une part, et de Sélaciens autre part, etc. Je ne trouverais méme pas impossible de donner une idée de lVévolution des especes, par une série des premiéres Goniatites et Ammonites montrant la complication graduelle des cloisons par une série d'Ammonites en voie de déroulement, par la série des Che- vaux fossiles montrant la réduction des doigts jusqw'aux Chevaux ac- tuels, par le rapprochement de variations sénestres de Gastropodes dex- tres et d'especes normalement sénestres, etc. Je ne me fais du reste aucune illusion sur les dificultés de réalisa- tion; il faut tout ou presque tout tirer de son propre fonds. Il est infini- ment plus commode de commander á un marchand quelconque une co- llection plus ou moins complete d'Hyménoptéres ou de Mammiferes, que de composer une collection bien typique et surtout bien authentique d'es- peces homochromes, posées d'une maniére naturelle sur leurs substratum adécuat; il faut mettre la main á la páte si l'on veut quelque chose de sé- rieux et de vraie. On ne trouvera guére chez les marchands d'exemples de régénération normale ou oblique, pas plus que de Craves sacculinés, de (1) Les membres du Congrés international de Zoologie de Cambridge (1898) ont admiré dans la salle des démonstrations, la belle collection de Papillons rassemblée par Bateson, illustrant la variation géographique de Pararge egeria. 60 larves néoténiques de Tritons ou d'hybrides de greffe. 11 faut aller les chercher sur place ou attendre des hasards heureux; mais ce v'est lx qwune question de temps et non une impossibilité. Dans une collection de Biologie générale, l'étiquetage des piétces a un róle eneore bien plus important que dans un musée ordinaire; il doit ¿tre suffisamment détaillé pour mettre le visiteur d'une instruetion mo- yenne au courant une question, et accompagné au besoin (un eroquis plus ou moins schématique montrant clairement la particularité pour la- quelle on exhibe léchantillon. Evidemment une telle collection ne peut ¿tre formée que par un biologiste de profession, mais ce serait une táche si attrayante que Veffort, semble-t1l, vaut la peine d'étre tenté. Je serais heureux que Varticle d'Herrera, celui de Hecht et le mien suggerent a quelques directeurs de musées grands, ou moyens, lVidée de créer une ga- lerie de Biologie générale, et ose prédire que Vintérét philosophique des résultats, aussi bien au point de vue des savants qu'a celui du gros public, eompenserait amplement les peines et les diffieultés de Vorganisation. L. Cuenor, M. $. A., Professeur á PUniversité de Nancy. (Feuille des Teunes Naturalistes, Octobre 1899). OBSERVACIONES “ACERCA DE LAS” COSTUMBRES DE LAS HORMIGAS (Extracto de una carta dirigida al Sr. Dr. Alíredo Dugés. M. S. A.) 0 AS Esto me determina á comunicar á vd, algunas observaciones que he hecho acerea de la hormiga arrierra “Heodoma Mexicana,” que aunque en gran parte pueden ser una repetición de las que hizo el Sr. Norton y pueden verse en la traducción hecha por el suserito, publicada en el | tomo tercero de “La Naturaleza,” tal vez podrían contener algo nuevo, y aun convendría repetirlas con mucha escrupulosidad para aclarar varios puntos obseuros en la vida de este insecto. Pero entremos en materia: en esta especie como en todas las de su familia, se encuentran individuos con sexo, machos y hembras, conocidos con el nombre de Chicatanas y que en su estado adulto llevan cuatro alas, ¿individuos neutros ápteros, de diferente talla, que designaremos con los 61 numeros 1 á 4 comenzando por los más pequeños. Omito sus dimensiones y descripción por remitirlos en aleohol. En los hormigueros nuevos sólo se encuentra la forma número 1. En los de un aúo más ó menos la núme- ro 2, y en aquellos que ocupan mayor extensión y contienen varios agu- jeros, y en consecuencia pueden datar de varios años, se encuentran las otras dos formas y tambien individuos con sexo. Las tres primeras clases parece que tienen por misión colectar las substancias que les sirven de ali- mento, y la construcción de los panales ó nidos, la 4% 6 cabezonas se ocu- pan de sacar tierra juntamente con las otras y de defender el nido, atacam- do con encarnizamiento cuando son perturbadas en sus trabajos ó creen en peligro sus panales. y Los individuos eon sexo sólo sirven para reproducir la especie. Es- tos sólo se encuentran únicamente dentro del hormiguero en los meses de Abril y Mayo, ya en estado perfeeto y con sus alas bien desarrolladas; pe- ro como aletargados é incapaces de movimientos de translación: en el últi- mo mes y aun en el de Junio después de los primeros aguaceros salen del hormiguero por la noche, buscándose en el aire los sexos para copular. Los machos hayan ó no fecundado á las hembras mueren en las primeras horas del día siguiente. Las hembras que han sido feeundadas pierden ó se arrancan las alas, buscan un lugar en el suelo apropiado al efecto don- de abren un agujero, enterrándose á poca profundidad para depositar sus huevos y formar una nueva colonia; estos nidos recientes sólo tienen una cuarta de hondo, no sé si hacen una sola puesta ni el tiempo que sobrevi- ve la madre. Los hormigueros según el tienpo que tienen de formados ocupan mas- yor ó menor extensión superficial, habiendo algunos de cinco ó más metros de ancho y otros tantos de largo. En el centro generalmente se encuentra una eminencia que se distingue á bastante distancia. La superficie está, perforada por agujeros más ó menos grandes que conducen cada uno á su nido particular. En el interior se ven caminos anchos que corresponden á salidas especiales, pues los nidos no tienen comunicación entre sí, y en la parte central de los hormigueros viejos se encuentra una especie de embu- do bastante ancho arriba y de algunos metros de profundidad, euyo objeto no he podido deseubrir, no estando seguro de que esté destinado para el desagiie como dice el Sr. Norton y sí he podido observar que estos insec- tos, para la formación de sus nidos, eligen las partes más altas ó las más in- clinadas del terreno y además, como he dicho, no hay comunicación inte- rior entre ellos. Los panales se encuentran en oquedades interiores de forma general- mente algo oval y están colocados á diferentes alturas, y los unos al lado de los otros, pero siempre separados entre si; dentro de esas oquedades se 62 encuentra lo que llaman panales cuyo conjunto se adapta á la oquedad y la llena completamente. Tiene una aparieneia esponjosa de color blanco ceniciento, formado por fragmentos de hojas y otra substancia que no sé qué sea, tal vez elaborada por las mismas hormigas; en él se encuentran los insectos en sus diversos estados. Para concluir con las constumbres de estos insectos haré notar que en la época de secas, en los días en que el cielo está muy despejado y la temperatura muy caliente permanecen en los hormigueros saliendo á ha- cer sus provisiones durante la noche: tampoco salen en la estación de aguas algunas horas antes de que empiece á llover. Las provisiones consisten en hojas de los árboles ó plantas que no toman indistintamente, pues hay ve- getales que nunca son atacados, mientras que por el contrario van á bus- car otros á grandes distancias del hormiguero despojándolos completamen- te de sus hojas y flores. También los he visto llevar frutos pequeños, gra- nos de maíz y muy rara vez insectos, supongo que parte de estas provi- siones les servirá de alimento aunque nunca las he visto comerlas ni he encontrado acopio de ellas dentro del hormiguero, no obstante la inmensa cantidad de hojas que acarrean constantemente. En el primer párrafo, he dicho que hay algo que aún no es bien co- nocido en la vida de este insecto, voy á explicarme: todos conocen dos - clases de obreras, á saber: las comunes número 3 que más abundan en los hormigueros y las número 4 ó cabezonas siempre en menor número que aquéllas, siendo bien conocido su modo de vivir, pero las números 1 y 2 ¿qué hacen en el interior de los formicarios grandes? Pocas veces se les vé transportando hojas, mezcladas con las grandes. ¿Crecen después de llegar á su estado perfecto ó mueren sin adquirir mayor desarrollo? ¿Por-- qué en los hormigueres pequeños sólo se encuentran individuos del nú- mero 1 que nose ven siempre en los viejos? La hembra quedará fecunda- da para varias generaciones como sucede en otros insectos, y en cada pos- tura separada por un largo período de la anterior depositará huevos de cada una de las cuatro clases, y en este caso, ¿cuál será la duración de la vida del insecto madre? Cuichapa (Córdoba, Ver.) Junio 21 de 1900, ANICETO MORENO. IA 63 dE DEAD DE FRAY- JUAN DE TORQUEMADA. (Leído en la Sesión que le consagró la Sociedad Científica ''Antonio Alzate, * el Domingo 5 de Julio de 1898). Permitidme, señores, que os transporte con el poder maravilloso de la imaginación y al través de las pasadas edades, al coro de la antigua Igle- sia de Santiago Tlaltelolco: Era un martes del mes de Enero del año 1624, y más de media noche. La comunidad de religiosos franciscos acababa de rezar como de constum- bre los maitines, cuando uno de ellos, exclamó con voz entre dolorida y sofocada: . —!Quién sabe lo que me sucede: ayúdenme Sus Reverencias y aprié- tenme el estómago! El eco repercutió aquellas palabras en las bóvedas del solitario y obs- euro templo. El moribundo fué inmediatamente rodeado y socorrido por sus hermanos; pero todas sus solícitas atenciones fueron inútiles. ... Fray Juan de Torquemada había muerto. Sus exequias correspondieron á las virtudes que había demostrado en vida, á los frutos que había cultivado su inteligencia y el cariño que había profesado á los indígenas. A la sazón Fray Juan de Torquemada era Guardián del Convento grande de San Francisco, y á él fué transladado su cadáver acompañado de un grande concurso, “lleno del más profundo sentimiento y dando gri- tos de dolor.” 64 Se le dijeron responsos en siete posas: la primera situada en un pun- to de la Ciudad de México llamado Alcaticpan, cerca de Tlaltelolco; la se- gunda en Atexcapa; la tercera en Alcoticpan: la cuarta en Santa María de la Redonda: la quinta en la Concepción: la sexta en Santa Isabel, y la sép- tima al entrar á la Iglesia de San Francisco, donde se le sepultó á las cin- co de la tarde y al lado derecho del altar mayor (1). A Fray Juan de Torquemada merecía aquellas honras por sus trabajos en la evangelización de los indios y sus servicios á la historia del Anáhuac. Había nacido en la Península, tal vez en ia Villa de Torquemada en Cartilla la Vieja, pues fué constumbre entre los religiosos al profesar to- masen por apelativo el nombre del lugar en que habían visto la luz prime- ra, en que habían pasado su niñez ó en que habían recibido el hábito. Fray Juan de Torquemada nació, según se conjetura, por los años 1563 á 1565. (2) Vino á Nueva España muy niño. Profesó en el convento de San Francisco de México el año 1579, y tuvo por maestros en Filoso- fía y Teología á Fray Juan Bautista, mexicano, y en lengua Náhuatl, his- toria y antigúedades al célebre y docto indio D. Antonio Valeriano. En 1582 moraba en el Convento de Tacuba; fué Guardián del de Tulancingo en 1602 y del de Tlaxcala por 1612. Consta que fué también Lector Jubi- lado, Definidor y Guardián del Convento de Tlaltelolco; pero no he podido averiguar las fechas. En 18 de Enero de 1614 y en Capítulo celebrado en Xochimilco, fué electo Provincial de la Provincia del Santo Evangelio, cargo que desempeñó hasta cumplir su trienio en 1617. Más de cincuenta años vivió consagrado á su ministerio y al estudio. Más de veinte consagró á la enseñanza, predicación y defensa de losindios. Era infatigable: en un mismo día predicaba un sermón en mexicano á los naturales, otro en castellano á los españales, y en seguida les decía misa. Los ocios que le dejaban libre sus deberes como religioso, los gastaba en escribir y meditar en su solitaria celda de Tlaltelolco. “Y así yo —dice—hurtando algunos ratos al Día, y velando mucha parte de la Noche, después de haver recado Maítines, en Comunidad, con los demás religiosos, me ocupaba en esto, concertando en el silencio de mi soledad, lo que en la varahunda, y gritos de las averiguaciones, con otros havía batallado y conferido.” En compañía de varios religiosos de su orden defendió siempre á los (1) Códice Mendieta, tomo I, págs. XII y XII. (2) Don Fernando Ramírez da estas fechas en la Vida y Escritos de Fray Toribio Motolinia, página 151. 65 conquistados. Siendo Virrey Don Luis de Velasco, en 1590, los indios pa- gaban un tributo de ocho reales, y el Virrey, con objeto de propagar la cria de las gallinas en México, les cambió el tributo en siete reales y una gallina; pero sucedió que éstas escaseaban mucho, á veces se conseguian á duras penas por dos y tres reales, y de aquí resultó que los pobr es indios pagaran mayor tributo que antes. No pararon en esto los abusos. “A cier- ta persona de la Audiencia, refiere el mismo Torquemada, le cupieron de “repartimiento, y parte en el Tributo de aquella Ciudad (Tetzeuco) ocho- sientas Gallinas, que decía tener necesidad para el gasto de su Casa, el cual escribió al Alcalde Maior, que era de aquella Jurisdicion, que de ochosientas Gallinas que le habían cabido de repartimiento, hiciese con los Indios, que las juntaren, y de ellas le embiáase dosientas para el Año, y las seiscientas Mmandace vender, que le decian andaban á dos reales y medio, y le embiare lo procedido de ellas (aviendolas pagado á real) de ma- nera, que comía gallinas de balde, y quedaba con ganancia; si esto es lícito diganlo los que lo entienden.” Semejantes vejaciones indignaron á los franciscanos, y Fray Juan de Torquemada entre otros, abogó aunque en vano á favor de los oprimi- dos. No'se puso remedio hasta que vino el Conde de Monterrey, quien mandó “que la Gallina no se pagare, sino que los Tributos se enterasen en Plata, y Maíz, como siempre se avia acostumbrado.” (1) También en 1604 con motivo de la inundación que padeció la ciudad de México, los indios fueron obligados á construir diques y calzadas para contener las aguas que se habían desbordado de los lagos. Torquemada, en unión de varios religiosos de su orden fué nombrado para vigilar las obras. Tocóle dirigir las calzadas de Guadalupe y Chapultepec, y fué tes- tigo de cómo á los infelices indios no se les pagaban salarios ni se les daba alimento que ellos tenían que suministrarse. El buen as nuevamente salió en defensa de sus amados indios. : Fray Juan de Torquemada dirigió también, sin ser ingeniero ni ar- quitecto, la edificación de la vieja Iglesia de Santiago Tlaltelolco, cuyos cimientos había puesto su maestro Fray Juan Bautista, y la construcción del retablo interior del altar principal. Fuera de Baltasar Echave, á cuyo pincel se debieron las pinturas, Torquemada no tuvo más colaboradores en la obra del templo y del retablo que álos indios, habilísimos como ean- teros y entalladores, pues “sin tener—dice—maestros que amaestraren lo uno ni lo otro, sino yo solo, que para haber de salir con ello, tuve necesi- dad de muy grande estudio en cosas de arquitectura, la qual me comuni- có el Señor sin haberla estudiado ni sabido, ni aprendido de maestros, que suelen enseñarla, aprovechándome de los libros que de esto tratan.” (1) Monarquía Indiana, Lib. 5% enp. XXVU, pág. 653. Revista [1899-1900].—9. 66 Bastarían los hechos anteriores, únicos que se conservan de su vida, para que el nombre de Torquemada fuera pronunciado con respeto; pero aun puede presentar á la posteridad otros títulos: sus obras. Torquemada escribió la Vida de Fr. Sebastián de Aparicio, impresa en México el año 1602 y reimpresa en Sevilla en 1615; la Monarquía In- diana publicada por primera vez en Sevilla el mismo año 1615 y reimpre- sa en Madrid en 1723, con copiosos índices y en vista del original; varias comedias en náhuatl, y una en español, latín y mexicano, las cuales se han perdido, y dos opúsculos en que defiende la independencia de los curatos regulares de la jurisdicción ordinaria, y en que hace con brío y elocuentes razones la apología de los servicios prestados en México por las tres órde- nes de San Francisco, Santo Domingo y San Agustín; opúsculos escritos en 1622, que le acreditan como docto letrado y que dió á la estampa el Sr. García Icazbalceta en 1892, al fin del Códice Mendieta. Pero su obra capital fué la Monarquía Indiana, dividida en tres grue- sos volúmenes y veintiún libros, la cual escribió por mandato del Comi- sario General de Castilla, Fr. Bernardo Salvá, quien lo nombró Cronista de la Orden de San Francisco de Nueva España, á 6 de Abril de 1609 Mas ya desde antes Fr. Juan de Torquemada se había dedicado á es- tudiar y reunir pinturas, tradiciones y manuscritos relativos á nuestras antiguallas, y entre varias causas que le impulsaron á escribir su obra, fué una “ser tan aficionado á esta pobre Gente Indiana, y querer escusar- los ya que no totalmente en sus errores, y cegueras, al menos en la parte, que puedo no condenarlos, y sacar á luz todas las cosas con que se conser- varon en sus Repúblicas Gentílicas, que los escusa del Título Bestial, que nuestros Españoles les habían dado. Otra, es haver más de veinte Años, que traia esta Guerra, con el deseo de escrivir esta Monarquía y Historia Indiana.” Gastó cerca de catorce años en compilar noticias é interrogar á los indios viejos acerca de los hechos de sus antepasados, siete en redactar su obra, y de éstos sólo cinco empleó en escribir los dos primeros libros. Todo lo que acopió en tan largo período de continuas inquisiciones lo refundió en las dos mil y pico de páginas impresas que comprende su Monarquía Indiana; la historia, en conjunto, más completa, copiosa é in- teresante de las escritas en México hasta el primer tercio del siglo XVIL. Que abusó de citas sagradas, que hizo prolijas comparaciones entre los ritos y constumbres de los indios y .las,constumbres y ritos de los ha- bitantes del Viejo Continente, que fué omiso en marcar con comillas los 67 páxtafos y aun los capítulos enteros que copiaba de otros autores, es cierto; -péro que mereciera la nota de plagiario que le aplica: uno de sus émulos, es manifiesta injusticia, pues Torquemada confiesa repetidas veces:lo mu- «ho que se aprovechó de los manuscritos de Olmos, Motolinia, Sahagún y Mendieta, y los márgenes de su obra impresa están llenos de apostillas en «ue se leen los nombres de Alonso de la Veracruz, Gomara, Herrera, En- Yieo Martínez y otros autores por él citados. / No quiero insistir en este punto ya minuciosamente discutido por eríticos tan pacientes cuanto erudictos; pero no privaré á mis consocios, del siguiente juicio de nuestro sabio historiador Orozco y Berra, en el que resume y analiza los defeztos y cualidades de la obra monumental de Pr. Juan de Torquemada. “¿A nuestro entender —dice—Torquemada reunió los manuscritos y los aprovechó colectivamente: de este procedimiento debieron de resultar de precisión, por falta de crítica, las contradicciones, la confusión en los acontecimientos y la carencia de conclusiones metódicas. No se detuvo á meditar en la cronología, y de aquí los anacronismos, la inexactitud en los datos, la vacilación en el cómputo. La erudición fuera de lugar, el deseo «le moralizar y teologizar cuda asunto es achaque común á los escritores de la época en que vivió. A esta misma cuenta debe ponerse el extender «lemasiado la narración, con objeto de presentar grandes y multiplicados volúmenes. En compensación de estos defectos es la primera obra en que se encuentran reunidos todos los elementos de nuestra historia antigua; anales de los diferentes pueblos, teogonias, costrumbres, calendario, artes y ciencias, cuestiones sobre el origen de las tribus, todo se ve tratado con comparaciones relativas, sacadas de las naciones antiguas. La forma difu- sa y pesada le viene también de la moda literaria de su tiempo. Es un grande arsenal de noticias, una gran reunión de documentos auténticos muy provechosos para quienes los consulten, previos crítica y buen juicio. Se han escrito y se escribirán obras más artificiosas y elegantes; pero ahora ni nunca dejará de ser consultada la Monarquía Indiana por quien quiera que pretenda escribir la historia antigua de nuestra patria.” (1) Señores: Fray Juan de Torquemada siguió las huellas de sus santos y sabios predecesores en la predicación del Evangelio y en la compilación de sus Bistorias. ' * Como Fr. Pedro de Gante doctrinó á los indios y les enseñó las artes y los oficios; como Fr. Martín de Valencia los consoló en sus dolores y los Crónica Mexicana, pág. -91. 68 edificó con su ejemplo; como Fr. Alonso de Molina vino niño á esta tierra y aprendió su lengua; como Fr. Andrés de Olmos les compuso comedias en mexicano para sus representaciones; como Fr. Toribio Motolinia fué celoso por su bien y los amparó contra los abusos de sus verdugos; como Fr. Jerónimo de Mendieta hizo la historia de su conversión al cristianis- mo, y como Fr. Bernardino de Sahagún interrogó á los viejos sobre el pa- sado y acogió pinturas jeroglíficas para eseribir una obra llena del erudi- ción en asuntos mexicanos. “Los conquistadores—dijo el Sr. Chavero «en ocasión solemne—atrre- bataron á los indios la tierra; pero los misioneros les dieron el cielo.” Job quemada fué uno de ellos. ¡Bendigamos su memoria! Luis GONZÁLEZ OBREGÓN, M. S. A SESIONES DE LA SOCIEDAD JULIO 3 DE 1898. Presidencia del Sr. Prof. D. Joaquín Varela Salceda, á quien se consagró la sesión. La Sociedad deseosa de manifestar en vida un homenaje á los mexi canos que se han distinguido por su saber, su constancia y sus trabajos científicos, pero/que por su modestia se han visto relegados al olvido social, ha ideado dedicarles una sesión bajo su presidencia, tocándole esta vez al sabio y modesto mexicano D. Joaquín Varela Salceda, quien es acreedor á que se le tribute ese honor. El Sr. Aguilar Santillán leyó el elogio de dicho distinguido pe haciendo resaltar sus méritos como naturalista, como químico, como in- dustrial y como hombre público, á quien constantemente han acompañado la honradez, la actividad, el patriotismo y el entusiasmo por la difusión de los conocimientos científicos. El Sr. Varela hizo muy notables estudios, especialmente enlos ramos de ciencias naturales, industrias químicas, minería, muchas de las cuales ha hecho progresar con sus inventos. Du- rante buenos años fué Profesor y después Director de la Escuela de Agri- cultura, la cual sostuvo con sus fondos particulares en épocas aciagas para la Patria. Hoy sólo conserva el modesto puesto de Profesor. de His toria Natural en el Colegio Militar, y es digno por mil títulos á una justa. recompensa y agradecimiento ra-ionales. 69 TraBaJOs.—Dr. R. E. Cicero. ¿En qué idioma debemos recetar los máé- dicos? (Memorias, t. XI, p. 415). Ing. A. García Cubas. Mis últimas exploraciones arqueológicas (Con- Geuze. Traité théori ique et pratique du laminage du fer et de Vacier. Gibbs. Equilibre des Systémes chimiques. ...ooooomooococooo como Gidel € Loliée. Dictionnaire des Ecrivains et des Littératures ...... Griveaud. Manuel du Serrurier-Constructeur a Hellyer. La plombérie au point de vue de la salubrité des maisons .. Janet. Lecons d' Electrotechnique généralO-..ocomooo co... do cie EN Jaubert. Les matiéres odorantes artificielles. ..... ocres Produits aromatiques artificiels et naturels a Barance eb landiporitecta epoca oo o a OA Kapp. Les machines dynamo-électriques ¿coooceoccecococococoooo. Keller. Calcul et construction des transmissiolS 2-2. cooooococn... Knopf. Les Sanatoria. Traitement et prophylaxie de la phtisie pul- ..oon. =.. . o.» A O O os e A E PL Labbé. Essai des huiles coso MR AA His RIA MEE O Laurent, Cours de Mathématiques. ..... ese AI AA PAS Maurento lr cimmabon NA A Lavergne. Manuel théorique et pratique de lautomovile sur route . Le Chatelier et Boudouar. Mesure des températures elevées. .... o... Wa AA A A A comme. Lecomte. Le Coton. —Monographie, Culture, Histoire économique Lefevte: La liquéfaction des gaz et ses applications .---. A Lemcke. Mexico. Das Land und seine Leute. -ooooooocennnoooo.. Maquenne. Les Sucres et leurs principales dérivés .o.ocooocconno... Martel. La Spéléologie ou Science des CavelNes. ..oooo.oooo. Masselin'4 Rivera y Río. 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The Indians of Southern Mexico: An Ethnographic album... Subs la Faceide la Porro: «osa biasaes sasnstas seo accio de Thompson. Traité des machines dynamo- électriques.cooooo ooo ooo Treille. Principes "Hy pone, Colonial ao rcoonea se bono bas me a Vigneron $ Lethéule. Mesures électriqUeS +oooooonocn=rnmoos>onoos Wald“ Optique 2e0métrique: co caocer pre esas sico aa Zeilley. Eléments de Paléobotanique...ooooooooosssons=ooomossoono a VE Ape pas 4 Academia Nacional de Ciencias 23 Antonio Alzate, Mexico A6 Memorias t.14 Phyrical € Applied Sci, Serials PLEASE DO NOT REMOVE CARDS OR SLIPS FROM THIS POCKET UNIVERSITY OF TORONTO LIBRARY STORAGE e y OS E LA Ta mu yo AA Er o A A pr LAIA AA AL ÓNAD e, peo AA er rta REA rm. O ARAS + o JA 30 IP A A A po IG A a E Ag IESO de RS O UN: NE: e AS y rt pe e có ho o Pr ar RA ma Va e DO, ta má PL tc Jara y Ls 2 h * pee E a de . a A RN Li sd AR IR Pe ANA E eS 3 o Mo RAY CN E Bra ho btt E . . 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