o A ERAS e ads 9d AA A RO A E AS pS a ns Digitized by the Internet Archive in 2009 with funding from University of Toronto http://www.archive.org/details/memorias28acad un > RNA > AAA e . ' Ñ UNT 0 uN o MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA “ANTONIO ALZATE” S MÉMOIRES DE LA SOCIETÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE” Publiés sous la direction de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN Secrétaire perpétuel TOMWM T=2s 1909-1910 MEXICO IMPRIMERIE DU MINISTERE DE FOMENTO, BETLEMITAS NUMÉRO $. 1910 MEMORIAS —— DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA Publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN Secretario perpetuo TOMO 28 1909-1910 33 DD y / nas MEXICO IMPRENTA Y FOTOTIPIA DE LA SECRETARIA DE FOMENTO Callejón de Betlemitas núm. 8 1910 SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE” MEXICO FONDÉE EN OCTOBRE 1884 —+<— Membres fondateurs MM. Rafael Aguilar y Santillán, Guillermo Beltrán y Puga, Ricardo E. Cicero et Manuel Marroquín y Rivera. a f ni Président honoraire perpétuel E de M. Ramón Manterola. Ab Secrétaire général perpétuel M. Rafael Aguilar y Santillán. Conseil directif.--1909 PrésipeNT.—Dr. Eduardo Licéaga. Vice=PrésIDENTS.—Ing. Gabriel M. Oropesa et Dr. Daniel Vergara Lope. á SeEcréTaIRE.—Prof. Manuel Moreno y Anda. Vice-SECRÉTAIRE.—Ing. Jorge Méndez. TRÉSORIER PERPÉTUEL.—M. José de Mendizábal. La Bibliotheque de la Société (Ex-Mercado del Volador), est ouverte au public tous les jours non fériés de 4 h. a 7 h. du soir. Les “Mémoires” et la “Revue” de la Société paraissent par cahiers in 82 de 64 pags. tous les mois. La correspondance painsi que les mémoires et publications destinées ála Société, doivent étre adressées a la Sociedad Científica “Antonio Alzate.” Ex-Volador.—MÉXICO—(Mexique) Les auteurs sont seuls responsables de leur écrits. Les membres de la Société sont désignés par les lettres M. S. A, MÉMOJIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVII. METODOS CLINICOS DE LABORATORIO APLICABLES AL DIAGNOSTICO DE LAS ENFERMEDADES Por el Dr. Antonio J. Carbajal, M. S. A. Los métodos de laboratorio, como se llaman, aplicables á la clínica, tienen por objeto complementar el diagnóstico, algunas veces algo más, definirlo; otras, seguir el curso de un padecimiento; advertir oportuna- mente las complicaciones que suelen sobrevenir; y, por último, cer- ciorarse de la curación. Por todos estos motivos son de un precioso auxilio al médico práctico que pretenda, como es de su deber, poner á disposición de sus pacientes todos los recursos de la ciencia. Estos métodos han sido primero lentamente elaborados y gradual- mente se han ido introduciendo en la clínica. Las investigaciones de laboratorio, que necesariamente preceden á las de carácter clínico, tienen, principalmente un objeto científico; no se repara en dificultades, ni en el costo de aparatos, ó en el tiempo que se deba invertir, ú otro género de tropiezos: así, por ejemplo, ocu- rrió con la espectroscopía. El análisis espectroscópico fué inventado por Kirchhoff y Bunsen, por el año de 1860 y fué aplicado, desde luego, á la caracterización de las substancias quimicas; poco después, á los dos años, Hoppe Seyler lo empleó para el estudio de la materia colorante de la sangre, la he- moglobina; y, en 1862 un célebre fisiólogo, Valentin, condensó, en un «Manual,» todas las aplicaciones que se podían ya hacer del nuevo mé- todo, á la fisiologia, la medicina y la práctica forense. En 1868, Jans- sen inventó el espectroscopio de visión directa, y Claudio Bernard, en Francia, utilizó el nuevo método en sus memorables investigaciones 6 ANTONIO J. CARBAJAL. sobre la asfixia. El descubrimiento de ese nuevo género de análisis fué acogido con grandísimo entusiasmo en Alemania, en Inglaterra y en los Estados Unidos; de manera, que, muy pronto aparecieron trabajos muy meritorios, de los cuales algunos conservan aún celebridad: tales como los clásicos de J. Vierordt, Stokes, Sorby y Preyer; pero excep- tuando algunas observaciones de Regnard, de Quincke y de Quinquaud, dice el Profesor Hénocque, de quien tomamos estos datos, la espectros- copía de la sangre estaba reservada á la experimentación fisiológica. Es verdad que ya se hacian algunas á la medicina legal y á la toxicología, pero aún no había ingresado á la clínica, es decir, á la observación dia- ria de los enfermos. No debe sorprendernos que asi sucediera, si nos representamos en la mente la complicación de los procedimientos y de los aparatos que se empleaban en los laboratorios; así como la nece- sidad de obtener una cantidad de sangre bastante considerable por me- dio de la sangría ó de ventosas, las diversas manipulaciones de la mez- cla de la sangre, con un líquido neutro, y las diluciones en el agua, al abrigo del aire (Hénocque). En la actualidad los instrumentos de Hénocque, su hematoscopio, su espectroscopio, y los de otros autores como Yvon y Vogel bastan para esta clase de investigaciones. Si considerámos la hematología en general, los instrumentos de Thoma-— Zeiss y de Hayem para contar los glóbulos, los de Fleisch, Gowers, y otros para la hemoglobina; y los diversos procedimientos de coloración, para caraclerizar los leuco- citos, podemos ya hacer estudios histológicos y bacterioscópicos de la sangre, que son de mucha utilidad para el diagnóstico. Hay otros métodos, que actualmente aplicamos á la clínica, que no son tan expeditos como. los que acabo de referir ni tan complicados y laboriosos como los primeros; tienen un lugar intermedio, exigen ne- cesariamente un laboratorio: tales, los que emplea la bacteriología, pa= ra determinar con exactitud si un producto patológico contiene bacilos de Koch: no bastando á veces la simple bacterioscopía y, necesitándo- se recurrir á la inoculación. Lo mismo sucede cuando se pretende de- mostrar la virulencia del bacilo de la difteria: es indispensable inocu- lar á un cuy. Más adelante referiré algún caso de este género. METODOS CLINICOS DE LABORATORIO. 7 El estudio microscópico de las heces, los vómitos, esputos, y el del líquido céfalo —raquídeo son de una aplicación, podemos decir, diaria; aunque, á decir verdad, el último es muy poco conocido entre nosotros, y por lo mismo no suficientemente apreciado; por lo que hablaré de él más detenidamente. Casi pudiéramos decir que recomendar el em- pleo de los métodos de laboratorio en la clínica, es un lugar común, que á nada conduce; pues todo médico por poca ilustración que tenga, lo tiene bien sabido; sobre todo, aquellos que han recibido una educa- ción moderna. En cuanto á otros, bastaríales hojear un manual de diagnóstico, para reconocer los grandes adelantos que han sido logra- dos por estos medios; sin embargo, no está por demás recordar á al- gunos lo que saben y dar á conocer á otros lo que ignoren. En los úl- timos años, particularmente desde el advenimiento de la bacteriología, se ha ensanchado enormemente el campo de estos procedimientos y sus aplicaciones, y se ha vuelto indispensable constituir una especiali- dad: la del Médico Patólogo, Pathologist Physician, como dicen los mé- dicos de habla inglesa. Fx Un médico patólogo, puede concebirse de la manera más amplia y completa, ó dentro de ciertos límites, que, á mi humilde juicio, recla- ma la especialidad. En el primer caso, el médico abarca todo el cam- po de la clínica interna, el diagnóstico, es decir la clínica, con todos sus procedimientos de exploración, que él mismo debe saber ejecutar; y, además la anatomía patológica y la terapéutica ó sea la asistencia de los enfermos. Para realizar este tipo, es necesario una muy larga pre- paración, después de terminados los estudios. Es indispensable con- currir 4 una de esas escuelas de perfeccionamiento Post graduate School, como dicen los americanos é ingleses; y, todavía se requiere conservar la práctica de hospital; porque, ciertamente, la clínica será la base, y se necesita ver constantemente ó haber visto y atendido en- fermos, por muchos años. Pero á mi juicio, si el especialista renuncia á la terapéutica y se dedica al diagnóstico, aplicando los métodos clí- 8 ANTONIO I. CARBAJAL. nicos de laboratorio, puede prestar grandes servicios á los médicos prác- ticos y á los enfermos. Él mismo se perfeccionará, concentrando su atención, tiempo y estudios á este solo ramo: el diagnóstico, que es la base del pronóstico y de la terapéutica. El resultado práctico de esta especialidad ya se puede prever. Los análisis hechos por médicos tienen la ventaja de ser más útiles, por más completos; más expresivos, por haber sido mejor orientados, y, aún más provechosos, por llevar consigo su interpretación. El médico deberá tener los antecedentes del enfermo, y aun siempre que sea posible examinarlo. El escogerá los productos que debe exa- minar, la manera de recogerlos, y la oportunidad para analizarlos. Se ocupará de buscar lo útil, desdeñando lo que no tenga importancia, aunque la rutina lo haya establecido; y se tomará el trabajo de armo- nizar síntomas y signos, para interpretarlos debidamente y fundar el diagnóstico lo más completo posible. Si carece de los antecedentes del enfermo, muy cauto debe ser para dar una interpretación; mucho más, si no ejerce ó no ha ejercido la profesión, porque se expondrá á con- clusiones falsas ó por lo menos aventuradas; y, de esta manera á de” meritar ante el público sus análisis, por más bien ejecutados que hayan sido. Pondré un ejemplo práctico que ilustrará mi manera de sentir sobre el asunto. Recientemente un amigo mío, práctico muy distinguido y ocupado, me envió un enfermo preguntándome lacónicamente: «¿Espermatorrea ó Prostatorrea?» Examinando al sujeto me encontré con un señor de origen extranjero, no casado, vigoroso, como de 46 á 50 años de edad. Acusaba antecedentes de placeres solitarios, sostenidos por muchos años, y con abuso; no obstante, no suministraba signos claros de que hubiesen ocurrido pérdidas seminales ni blenorragia en ninguna épo- ca. Simplemente se quejaba de haber notado suma rapidez en la eya- culación, y esto lo tenía algo preocupado. Durante ocho días estuve estudiando la orina, tomada de diversas maneras y en las opoPtunida- des más convenientes. Nunca encontré elementos de esperma, ni de secreción prostática; únicamente me llamó la atención la presencia cons- tante del oxalato de cal y en cantidad, aparentemente, mayor que METODOS CLINICOS DE LABORATORIO. 9 la que normalmente se elimina por la orina; sin que, por otra parte, se pudiera referir á medicinas ó alimentos especiales. Concluí: «que ninguna de las dos enfermedades que se sospechaba existía; y que, pro- bablemente, bastaba para explicar el fenómeno que al enfermo preo- eupaba, una simple irritación medular y testicular, ó prostática; con- secuencia del antecedente bien definido, que se debía reputar como causa.» Un simple análisis hubiera dejado en duda al médico que aten- dió al enfermo; un estudio completo y maduro le permitió formar jui- cio más acertado de la enfermedad y dar consejos apropiados al pa- ciente. . Otro caso que demuestra cómo sólo una experimentación de labo- ratorio puede resolver una duda de carácter clínico, esencialmente práctica: Hace cuatro años el Doctor H. G. debía resolver esta consul - ta. «¿Si podrían volver á reunirse en la misma habitación varios niños que habían sido alejados de uno de sus hermanos que tuvo difteria y de la cual se encontraba ya curado?» Dicho doctor me hizo la honra de confiarme el examen bacteriológico del caso, encomendándome la so- lución. Para contestar la pregunta, que como se comprende implicaba una gran responsabilidad, hube de trasladarme á la casa del enfermi- to, tomar yo mismo el producto de las amígdalas y hacer una siembra en tubos de suero de Lóffler. El niño, como de 3 años de edad, habia tenido difteria, bien caracterizada hacía tres semanas, y ya estaba en convalecencia, perfectamente sano. La siembra dió resultado positi- yo, y fué aislado el bacilo de Klebs — Lóffler, bien caracterizado por sus propiedades de cultivo, coloración, etc.; pero era indispensable saber si conservaba virulencia. Se inoculó un cuy con cultivo puro; y, como pasaran ocho días sin haber presentádose fenómeno patológico, se de- claró que había perdido su virulencia el bacilo. No había peligro en que volvieran á su casa los niños que se habían cambiado temporalmen- te á otra para evitar el contagio. Estos ejemplos demuestran la grande utilidad y en caso dado la ne- cesidad absoluta del empleo de los métodos de laboratorio. En el presente escrito no pretendo tratar de todos ellos, sino sola- mente de tres, que se refieren á la Hematología, la Urología y el exa- 10 ANTONIO J. CARBAJAL. men del líquido céfalo —raquídeo, que es de reciente introducción á la clínica. Ex La HEMATOLOGÍA CLÍNICA ha adquirido tal desarrollo, y perfeccionado tanto sus métodos de investigación, que pocas son las enfermedades en las cuales no puede suministrar algún dato, ora positivo, ó bien nega- tivo; pero siempre de valiosa ayuda para el diagnóstico, en medicina interna y externa ó quirúrgica. Bajo dos aspectos, dice el Dr. D'Acosta, debemos considerar la he- matología moderna: los datos clínicos que proporciona pueden ser pa- tognomónicos de la enfermedad ó simplemente auxiliares; pero que relacionados con otras manifestaciones patológicas son complementa- rios ó esenciales para establecer la naturaleza precisa del padecimiento. Respecto á los primeros señalaremos la leucemia, el paludismo, la fiebre recurrente, la filariosis, la tripanosomiasis, la piroplasmosis; es decir, en su mayor parte, las enfermedades parasitarias, en Jas cuales el germen está en la sangre. En la anemia perniciosa hay también un tipo hematológico, si pueden eliminarse dos causas que la producen: el envenenamiento por la nitrobenzina, y algunas anemias secunda- rias, debidas á parásitos intestinales. En el segundo grupo, aunque no patognomónicos son de mucho au- xilio para el diagnóstico, los datos que suministra el examen de la san- gre: tales como la clorosis, la enfermedad de Hodgkin, el cloroma, la anemia esplénica, la enfermedad de Osler, la periostitis múltiple, el Kala - Asar ó fiebre negra de la India, y las anemias secundarias, que dependen de varias causas. En las anemias secundarias, sólo el exa- men hematológico puede revelar el grado y carácter del empobreci- miento de la sangre. El diagnóstico diferencial de la enfermedad de Hodekin y de la leucemia, descansa únicamente en estos datos. En la clorosis, también es indispensable. Es un signo infiel la palidez ó el color normal del semblante: los resultados precisos de la cantidad de ó bulos y de hemoglobina, que se obtienen por los procedimientos hematológicos, dan una idea exacta del estado del ¡íquido vital. METODOS CLINICOS DE LABORATORIO. 11 Aunque no esencial, su utilidad es grande en otras enfermedades; en la diabetes glicosúrica, el método de Williamson permite descubrir la glucosa en la sangre, cuando ha desaparecido de la orina. Se en- cuentra la eosinofilia en la triquinosis y varias formas de helmintiasis, en la enfermedad de equinococos; la mononucleosis en la viruela y la tos ferina; la leucocitosis y la yodofilia en las lesiones supurativas, y en diversas condiciones sépticas. La suero - reacción de Vidal para con- firmar el diagnóstico de la tifoidea es bastante conocida, y la hemocul- tura, para obtener un diagnóstico más preciso, si-se logra el aislamien- to del bacilo de Eberth. Por este método se han logrado descubrir otros gérmenes en la sangre, tales como el de la fiebre de Malta, Mi- erococcus militensis, el neumococo, los de la septicemia maligna, endo- carditis maligna; y, en general, los que producen una bacteriemia: sien- do de palpitante actualidad el suero-diagnóstico de la sífilis, del que hablaré adelante. Los datos negativos no son indiferentes; la ausencia de los signos hematológicos especiales, puede dar lugar á presunciones, más ó me- nos fundadas en algunos casos: como en la anemia perniciosa, la ne- fritis crónica y aun tal vez la cirrosis hepática. Ya se sabe, esta clase de datos sólo sirve cuando están relacionados con los que constituyen el cuadro patológico. En clínica, no se edifica un diagnóstico con un solo signo, y aun en este caso siempre hay que tomar en consideración para el pronóstico, y sobre todo para la terapéutica, el estado del paciente; porque el médico debe fundar su opinión y su conducta, no en la enfermedad, tomada en abstracto, sino en el enfermo, considerado de una manera concreta, Por esto es, que, la interpretación de un solo síntoma ó signo es muy peligrosa, y puede conducir á error. Los más útiles informes que la hematología, día á día, va ofreciendo á la clínica, se derivan del exa- men morfológico de sus elementos celulares; y van en progreso, los que se relacionan con su constitución física y química. Así, por ejemplo, el grado de coagulación y la resistencia globular son interesantes de conocer en la hemofilia, la ictericia y otras enfermedades de tendencia hemorrágica. 12 ANTONIO J. CARBAJAL. Un campo inmenso de aplicaciones de carácter biológico, por méto- dos muy delicados de laboratorio, ha permitido reconocer en la san- gre las precipitinas, las hemolisinas, las aglumitinas, el índice opsóni- co de Wright, para descubrir la existencia de toxinas, antitoxinas, y anticuerpos y hablando de una manera general, el estado de la san- gre, desde el punto de vista biológico. ES ES 1 “Respecto á la uroLocía no poseemos libros que nos permitan cono- cer lo que se sabía en la Edad media, sobre las enfermedades de las vías urinarias, decía el distinguido profesor Albarrán; pero documen- tos interesantes nos informan sobre el gran papel que ya desempeña- ba en medicina el examen de la orina. La uroLocía cLinica debía im- dicaciones precisas, aunque elementales y sumarias á Hipócrates, Galeno y á algunos autores árabes; más tarde, se agregaron multitud de nociones y adquisiciones empiricas, más ó menos cientificas, de las cuales algunas encerraban una profunda verdad. El primer libro sobre la orina, remonta al siglo VII y pertenece á un cierto Theophilo. En Occidente, los más afamados libros fueron los de Ysaac, traducidos por Constantino, y el libro de “Las orInas,” de Gilles de Corbeil, médico del gran Felipe Augusto, que escribió en versos latinos á fines del si- glo XII. La importancia que se atribuía entonces al examen de la ori- na en el siglo XIII lo atestigua una de las Fábulas ó cuento del “Ro- MAN DE RENART;” nos muestra un león consultando una zorra, quien se contenta con decirle: Apportez moi un orinal, Et sí verrez dedons le mal. Examinando el precioso líquido, le suministra la poción que debe curarlo. La urología continúa desempeñando un gran papel en medicina; y su memoria la han conservado los numerosos grabados, miniaturas y cuadros de la época. En los bellos trabajos de Richer y de Meige se METODOS CLINICOS DE LABORATORIO. 13 encuentran reproducidos los más interesantes de estos recuerdos ar- tísticos: hasta fines del siglo XVIII se representa en estos cuadros al médico con una bacinica en la mano, examinando por transparencia el líquido, para juzgar de su naturaleza. Este examen ya se ejeculaba á la cabecera del enfermo, ó bien á distancia, y su simple vista bastaba al médico para reconocer la enfermedad, y formular el tratamiento. (No estamos hoy tan adelantados). Entre las obras artísticas referentes á los uromantes y urólogos, las más notables son las de los pintores fla. mencos, que pintan esas escenas médicas, con la misma exactitud de detalles que se admira en sus cuadros de costumbres, del hogar: en el afamado cuadro de Gérard Dow que está en el Louvre, “La mujer hidró- pica,” se puede contemplar una de esas escenas, en la que el médico examina la orina de una mujer, probablemente brigthica. En 1847, Montagnana publicó un libro sobre los signos que puede suministrar la orina: entre otras curiosidades se ve allí una gráfica, que represen- ta veintiún orinales con los más variados colores, y esta plancha esta- ba destinada á juzgar de la orina por sus diversos matices. A un lado de los verdaderos médicos urólogos, por doquiera se en- contraban charlatanes, uromantas y uromancianos, que explotaban la credulidad pública, pretendiendo decirlo todo, y aun predecir el porve- nir, por el solo examen de la orina. Entre las pinturas humorísticas del siglo XVIII se encuentra la reproducción de una consulta de uro- mancia: Schalken exhibe un orinal, que le presenta una mujer, y que el urólogo tiene en la mano la forma fácil de reconocer de un niño; en otro, Bilcocq, representa á un grave médico, de luenga barba, exami- nando atentamente la orina de una joven, que hallándose en presencia de la madre, se encuentra por este motivo bastante atrojada, temiendo sin duda lo que pueda revelar sobre su situación el indiscreto examen del bocal. Por una combinación seductora, de apariencia científica y de las maravillosas adivinaciones que prometía, la uromancia se impuso á la credulidad pública, y si deseamos encontrar los verdaderos funda- mentos científicos de la urología, debemos recordar á Bellini y á Boer- haave, audaz ingenio que pretendió someter los fenómenos biológicos á las leyes de la mecánica y de la física.” 14 ANTONIO J. CARBAJAL. Hasta aquí el profesor Albarrán, de quien hemos tomado lo trans- erito. Durante muchos años el análisis de la orina tuvo por objeto saber si existía alguna substancia extraña á su composición normal, princi- palmente la albúmina ó la glucosa; porque en verdad, una lesión re- nal ó Ja diabetes, se comprueban con este dato, que no se puede obte- ner por la inspección macroscópica. Además, la sangre, el pus, la urobilina, la acetona, el ácido oxibutírico ó diacético, revelan enferme- dades, periodos de una enfermedad que avanza, y aumenta el peligro, agravando naturalmente el pronóstico, ó una complicación que puede sugerir indicaciones terapéuticas especiales. La composición de la orina, por lo que toca al menos á sus consti- tuyentes esenciales, se sostiene en equilibrio constante, asi como la de la sangre; pero para ello es indispensable la integridad anatomo-fisio- lógica de los órganos que presiden á su formación y eliminación. Mas para que una orina no sea patológica no basta la ausencia de productos anormales, sino que las proporciones relativas de sus com- ponentes se sostengan en el equilibrio dicho. Por esto es que las inves- tigaciones modernas dan tanto valor á lo que se llaman “coeficientes urológicos.”” Siendo este líquido un medio de eliminación de los pro- ductos de desecho del organismo, es consiguiente, que la retención de alguno de ellos, ó su eliminación excesiva produzcan un estado patoló- gico; ó sean consecuencia de otro padecimiento, cuya causa primordial se debe investigar. En una persona sana la eliminación de ciertos pro- ductos sigue un curso paralelo, dice Gérard; asi es como Zuelzer ha descubierto que la excreción de ácido fosfórico está en una proporción constante con la urea; y, por lo mismo toda modificación en las rela- ciones ponderales de estas dos substancias, indicará una perturbación nutritiva. Por lo mismo, hoy se estudian desde el punto de vista quí- mico: 1. Relación del ázoe de la urea al ázoe total urinario: coeficiente de utilización de las materias azoadas: 80 á 90 por ciento. (Robin). 2. Relación del carbono, al ázoe total: coeficiente de Bouchard: 87 por ciento. á e. 8 a y Un , Le tr METODOS CLINICOS DE LABORATORIO. 15 3. Relación del anhidrido fosfórico, con la urea: coeficiente de fos- faturia de Yvon: 10 á 12.5 por ciento. 4. Relación del anhidrido fosfórico total al ázoe total: coeficiente de desasimilación nerviosa de Zuelzer: 17 á 20 por ciento. 5. Relación del ácido fosfoglicérico, al ácido fosfórico total: coeficien- te de desasimilación de las lecitinas: 25 por ciento. (Lépine). 6. Relación del ácido úrico, al ácido fosfórico de los fosfatos neutros: coeficiente de precipitabilidad del ácido úrico: 0.20 á 0.25 por ciento. (Zuelzer). 7. Relación del ácido fosfórico de las sales neutras, al ácido de las sales ácidas: coeficiente de alcalinidad de la sangre: 3 (Poelt): 8. Relación del anhidrido fosfórico de las sales terrosas, con el de las alcalinas, de 3 4 2. 9. Relación del residuo mineral, al extracto seco: coeficiente de des- mineralización: 30 por ciento. (Robin). 10. Relación del ácido sulfúrico de los sulfo-conjugados urinarios, con el ácido sulfúrico total: 1 por ciento: coeficiente de fermentación intestinal: 1 por ciento. (Baumann y Morat). 11. Relación del ácido sulfúrico total, con el ázoe total: coeficiente de excreción biliaria: 20 por ciento. (Zuelzer). Se han constituido tipos urológicos: 1, orinas febriles; 2, orinas go- tosas y de caleulosos; 3, cardio -renales; 4, hepáticas; 5, anémicas; 6, nerviosas; 7, gastro-entéricas; 8, císticas; 9, renales; (nefritis aguda, parenquimatosa, epitelial); 10, nefritis crónica, intersticial, esclerosa; 11, orinas diabéticas. (Spilmam y Kaushaller). La exploración de la permeabilidad renal es un capítulo muy inte- resante para el médico y cirujano. En la práctica todavía no es posible hacer análisis tan completos, como sería de desear; pero al menos hay uno, el relativo al ázoe total, que se va introduciendo, merced al perfeccionamiento del método re- lativo para su determinación. Sobre este punto debo consignar los con- ceptos emitidos recientemente por una autoridad respetable. Los aná- lisis de la orina, escribió recientemente el profesor Labbé (junio de 1908), SR no son racionalmente conducidos, y lógicamente interpreta- 16 ANTONIO J. CARBAJAL. dos, suministran datos que carecen de valor práctico. En el esta lo ac- tual de la ciencia, la determinación de la urea, hecha por métodos in- exactos, no tiene valor alguno. Esta determinación, aunque fuera precisa, no tiene interés clínico, bien definido: por lo que toca al en- fermo, más conveniente sería que el médico no la tomara en conside- ración. La urología clínica ha evolucionado, y hoy se trata de saber, ó co- nocer con exactitud, cuál es el grado de utilización de los productos azoados, ó sea el metabolismo de los albuminoides; por lo que toca á la significación que se ha dado á la cantidad de urea eliminada. Na- turalmente también importa saber la utilización de los otros produc- tos hidro-carbonados y minerales. Aparte de la composición química, del estudio de los elementos his- tológicos y bacteriológicos, deben completar el examen de la orina y en algunos casos la diazo-reacción, la crioscopia, y la urotoxia por ejemplo. e Líquipo céraLo-RAQUÍDEO.—Este humor normal fué descubierto por Cotugno (1764) y estudiado profundamente por Magendie (1842), quien descubrió el agujero que lleva su nombre, y establece la comu- nicación entre las cavidades aracnoideas cerebral y espinal. Hoy*se admite que este líquido, aqua límpida, como le llamaron los antiguos, es segregada por los plexus coroideos y el epéndimo, pasa á los ven- trículos laterales del cerebro y en los espacios subaracnoideos, después á los linfáticos y á los vasos sanguíneos, por intermedio de las vainas perivasculares. Existe en ambas cavidades aracnoideas, la cerebral y la medular, cuya comunicación directa se efectúa por el dicho agujero de Magendie. Investigaciones recientes han puesto en duda la existen- cia de dicha vía de comunicación, al menos de una manera constante; pero es indudable que esta comunicación existe y que el líquido peri- cerebral y el de ambas cavidades aracnoideas se encuentran en rela- ción inmediata y son uno mismo. La circulación del liquido ha sido descrita, de una manera más completa por Cathelin y Milian; ¿£ompro- METODOS CLINICOS DE LABORATORIO. 17 bada por demostraciones anatómicas, experimentales y clínicas, y es como sigue: Los vasos de la gran circulación, aferentes á los plexus coroideos suministran los elementos de secreción: producido en los ventrículos, llena las cavidades aracnoideas, pasa por las vainas linfáticas perivas- culares; llega al receptáculo de Pecquet, luego al canal toráxico, y lle- ga á la subclavia para entrar después á la gran circulación sanguínea. El líquido de que hablamos desempeña un papel mecánico, el oficio de un cojín elástico; la presión á que está sujeto dentro del canal ra- quídeo y el cráneo, está relacionada con la presión arterial y las con- tracciones rítmicas del corazón; y esta presión varia muy poco en in- tensidad, en estado normal; es decir, que se sostiene en un equilibrio constante. La circulación se efectúa de una manera muy lenta, pero su reprodución es rápida, en caso de pérdida; puesto que la cantidad de secreción durante 24 horas se puede calcular de 2 á 4 litros (Mi- lian); siendo la media de 120 á 150c.c. con una presión de 150 mm. y variable según la actitud de la persona; en la posición sentada llega á 410 y en la acostada baja á 125mm. (Kronig). Su aspecto es de agua de roca, enteramente limpida y diáfana, de 1,003 á 1,004 de den- sidad, apenas superior á la del agua, de acuerdo con la cantidad de sales minerales que contiene, siendo la principal el cloruro de sodio que es de seis por ciento, sobre 8 410 por mil de substancias mine- rales totales; carbonatos y fosfatos, alcalinos y alcalino-terrosos; mate- ria orgánica 2 por mil; de albúmina (globulina), vestigios. Desde el punto de vista de la crioscopía se puede considerar isotónico, ó ligera- mente hipotónico (0.56 á 0.50); siendo 0.56 el punto de congelación del suero sanguíneo (Achard y Lóper). Histológicamente considerado, apenas contiene unas cuantas célu- las endoteliales y linfocitos, en cantidad tan insignificante que es ne- cesario centrifugar varios centímetros cúbicos para obtenerlas. Las alteraciones patológicas á que está sujeto se revelan, ó por su aspecto, que puede ser turbio, purulento ó hemorrágico, ó por el em- pleo del microscopio, que descubre sus caracteres citológicos y bacte- riológicos. Memorias. T, XXVII11, 1901-1910,—2 18 ANTONIO J. CARBAJAL. En cuanto á la presencia del pus ó de la sangre ya se comprende el alto valor diagnóstico; pues las hemorragias cerebrales y meníngeas, sean ó no traumáticas, las fracturas de la base del cráneo, se denuncian por el color más ó menos rojo del líquido, obtenido por punción lumbar; y, aun se ha llegado á distinguir la causa de la hemorragia, según el poder hemoliítico. No bastará fijarse en el color, sino se deberá es- tudiar la citología especial á cada caso, para seguir el curso de la afección: cuando aparecen los linfocitos, esto indica um proceso de reabsorción, y si aumentan los polinucleares, es probable una compli- cación infectiva. Estos hechos ya bastante estudiados, han permitido fundar el cromo-diagnóstico, según los diversos aspectos de líquido, que han sido llamados Eritrohemolisis, Vantemolisis y Xantocromía. Pero como hemos dicho, aun cuando el líquido no presente á la sim- ple vista una alteración manifiesta, el examen microscópico revela da- tos de sumo interés. La punción lumbar fué practicada primero por Croning, de Nueva York (1865), con objeto de inyectar una solución de cocaína y produ- cir la anestesia; mas con un objeto terapéutico, el de disminuir la pre- sión intracerebral, fué Kincke, de Kiel, el primero en ejecutarla en 1891. A pesar de que varios autores presintieron el valor diagnóstico de este examen, tocó á Widal y Ravaut el mérito del descubrimiento del citado diagnóstico (1900), que inauguraron con sus investigacio- nes histológicas sobre los derrames serofibrinosos de la pleura; luego, Sicard lo aplicó al líquido que estudiamos. Estos autores con Tuffier y Milian establecieron una técnica y un método correctos que son clá- sicos. Este nuevo recurso ha beneficiado desde luego el diagnóstico diferencial de las meningitis, y al llamado meningismo. Antes de él no quedaba más recurso que esperar el desenlace: si el enfermo cura- ba se decia que sólo se había tratado de meningismo. Hoy podemos, mediante la punción lumbar, afirmar la naturaleza del padecimiento, por la presencia ó ausencia de los elementos celulares; deben contarse de 50 4 40 leucocitos por centímetro cúbico, para admitir una inflama- ción meningea. Se puede hoy distinguir de esta inflamación la uremia de forma cerebral, la hemorrágia meningea, el tétanos, los tumores ce- METODOS CLINICOS DE LABORATORIO. 19 rebrales, la meningitis tuberculosa, los diversos procesos meníngeos, en el curso de las enfermedades, ya generales: como la fiebre tifoidea, sarampión, escarlatina, tifo exantemático (Carbajal), ó locales, como la otitis supurada y otros muchos. Agregarse debe la investigación bacteriológica, como es de rigor pa- ra la miningitis cerebro-espinal, en la que se han encontrado ya el diplococo de Weichselbaum, el estreptococo de Bonhome, los estrep- tococos, estafilococos ó neumococos. El que esto escribe ha encontra- do por lo menos en un tercio de los casos de tifo exantemático un di- plococo que ha designado con el nombre de “glutinoso” y que hace varias años tiene en estudio. La reacción celular, como se llama, ha sido estudiada con mucho empeño por los neurólogos en la parálisis general, en el alcoholismo y en la tabes, corea y sífilis, con resultados más ó menos positivos, de los cuales no hablaré por ahora: bástame lo dicho para venir á la conclusión general, que el estudio microscópico y bacteriológico puede suministrar signos de mucha importancia para descubrir ó confirmar la naturateza de un grupo considerable de enfermedades infectivas ó inflamatorias, generales ó particularmente localizadas á los centros nerviosos, y se impone hoy sin réplica posible al deber de todo prác- tico. * ES No terminaré esta breve é imperfecta exposición, en la que he tra- tado de realzar, siquiera sea en bosquejo, la importancia en la clínica de algunos métodos de laboratorio, sin hacer una mención especial del gran descubrimiento bacteriológico, que ha fijado la naturaleza pa- togénica de la sífilis y que al comenzar el siglo¿XX ha consignado una fecha inolvidable en la Historia de la medicina. “Una mujer de 25 años presentaba desde el día 20 de Enero de 1905 un nódulo indoloro en uno de los grandes labios de la vulva. El 3 de Marzo se observaron sifílides papuloes-escamosas, una hipertrofia ganglionar, indolora y generalizada; así como un accidente primario, acompañado de pápulas ligeramente escoriadas, en los órganos geni- 20 ANTONIO J. CARBAJAL. tales. Una de las pápulas fué extirpada por el Dr. Hofimann, de Ber- lin, y examinada por Schaudinn. En el jugo de la cara profunda de dicha pápula, vió por primera vez el insigne zoólogo la Spirocheta, ó Treponema pallidum, agente patógeno de la sifilis. Así refiere Levaditi, el memorable acontecimiento. Muy laboriosos trabajos proseguidos por los dos alemanes citados, y numerosos investigadores de Francia y Alemania han consagrado de una manera irrefutable este descubri- miento sensacional. Tocó ciertamente una parte muy esencial al Ins- tituto Pasteur de Francia, por los trabajos experimentales sobre los “Simios,” emprendidos por Metcehnikoff y Roux, que lograron la re- producción de la terrible enfermedad, inoculando una hembra “Chim- pancé” Troglodites niger, por medio de escarificaciones, en el prepu- cio del clítoris, y el arco superciliar; para la cual, se valieron de la serosidad de un chancro humano y de otros productos especificos, de placas mucosas. Las heridas cicatrizaron, pero á los veintiséis días aparecieron un sifiloma duro, tumefacción indolora de los ganglios sa- télites, y más tarde pápulas escamosas en el dorso, el abdomen y el muslo. Se había logrado la reproducción de la sífilis en una especie de simios antropoides, antes aún, de que el microbio fuese conocido (1893). Posteriormente el estudio patológico se ha ido completando, y ha conducido al punto práctico del mayor interés para la clínica, cual es el de la suero-reacción, como medio diagnóstico, por el procedi- miento de Wassermann, aplicación feliz del método de Bordet y Gen- gon. De manera que toda la patología de la sifilis ha sido ilustrada de manera tal, que en breve tiempo se ha podido completar la anatomía patológica con maravillosos y delicadisimos trabajos; explicar la cues- tión obscura de la heredo-sifilis, y sobre todo crear procedimientos de diagnóstico clinico con la demostración del treponema en las diversas lesiones, tanto del enfermo como cadavéricas y el de la suero—reacción, ó “desviación del complemento,” como se le designa, empleando la sangre ó el liquido céfalo-raquídeo que denuncia la existencia de los anticuerpos sifililicos. La observación clinica ha podido permitir el reconocimiento de la sífilis, cuando las manifestaciones objetivas son claras, visibles, palpa- pa METODOS CLINICOS DE LABORATORIO. 21 bles; sospecharla cuando existen antecedentes que la justifican; pero hoy, merced á la suero-reacción, se explora, por decirlo asi, la pro- fundidad impenetrable del organismo, y por medio indirecto, se des- cubren las sífilis viscerales y latentes; se logra saber, que un individuo no está plenamente curado, mientras existan los signos reveladores de la presencia del Treponema pallidum ó de su paso por el organismo. En resumen, la clínica moderna no puede prescindir del auxilio tan capital y á veces decisivo que pueden proporcionarle los métodos fisi- co- químicos de laboratorio, revelándole la composición y alteraciones que sufren en los estados patológicos, los humores naturales del orga- nismo, como la sangre, la orina, los jugos digestivos, los productos de secreción normales como el líquido céfalo — raquídeo, ó los morbosos como son los derrames en las cavidades, naturales ó accidentales. Beneficiado el difícil arte del diagnóstico, el pronóstico, la terapéu- tica, así como la higiene, pueden fundarse en bases científicas, porque parten de un conocimiento más completo y preciso de las enfermeda- des. México, Abril 1909. Aa ur LP 9 EuAto MÉMOIRES DE LA SOCIETÉ «ALZATE.» TOME XXVII. LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS,” PERTENECIENTES A LA “SEGURANZA MINING C0.”! Por el Ingeniero de Minas José Villafaña, M. S. A- (Láminas 1 y II) GEOGRAFÍA ' Las minas de Coronas y Anexas están situadas en el Mineral de Za- cualpan, al S.W. de la población, á 43 kilómetros de distancia. La población de Zacualpan esta situada á los 18%43' de latitud N. y 33' de longitud Oeste de México y á 60 kilómetros al Sur de la ciudad de Toluca, y ya cerca del límite con el Estado de Guerrero. Tie- ne unos 6,000 habitantes. El cerro de Coronas está á 2,500 metros sobre el nivel del mar; el clima es templado en la población y frio en la mina, la cual está ro- deada de arboleda perteneciente al Municipio. Para llegar á las minas de la Compañía se toma en Toluca el tren que conduce á San Juan de las Huertas. Allí se toma caballo, llegan- do en cuatro horas á Agua Blanca y en cuatro horas y media á Tescal- titlán, donde se pernocta. Al siguiente día se continúa á caballo para llegar al mineral de Sultepec, de allí en seis horas y media á la mina de Coronas. Hay otro camino por Tenango que es por donde se conduce la car- ga de explotación para su embarque, pero el que indiqué, aunque es un poco más grande, tiene pendientes menos fuertes y es para viajar el mejor; gran parte de él está cubierto de bosques. 1 Informe rendido al Sr. D. Pedro Abascal y socios, en Octubre de 1908. 24 JOSE VILLAFAÑA La Compañía de Seguranza tiene arrendada por $ 350.00 mensuales la Hacienda de Beneficio de Santiago, para beneficiar sus metales. Los precios de transporte son los siguientes: De las minas á la Hacienda de Santiago....$ 3.00 á 3.50 por tonelada. De las minas por Tenango á Toluca......... $ 24.00 por tonelada. Se puede llevar maquinaria, aunque con dificultad, en carros, pero la últimamente pedida se ha procurado que venga la mayor parte en piezas, para transportarlas á lomo de mula. DescriPciÓN GENERAL DE LA PROPIEDAD Las minas de Coronas y Anexas se componen de los siguientes fun- dos: CA Sa 18 pertenencias. PEMCIDAO Micra ida RR 1 pertenencia. DE o ASS 5 pertenencias. DAA AA osados 1 pertenencia. A on olro oO LE 25 pertenencias. La propiedad del terreno superficial que ocupan las pertenencias de la Compañía, está asegurada á favor de la misma, como resultado de las investigaciones que hizo el Sr. J. W. Nivel, actual Gerente de la Ne- gociación, quien recibe á las personas que la visitan con toda correc- ción y les ministra los datos locales como lo hizo conmigo respecto á productos, gastos, etc., etc., por lo cual todos regresamos complacidos de su trato. La maquinaria que usaron los antiguos dueños ó trabajadores de las minas, se puede decir que es ninguna, sólo el fuelle de la fragua y al- gunas bombas de mano, porque ni el malacate de madera se ha usado en estas minas. Este dato explica por qué los pozos en actual explota- ción se han encontrado con metal. En lo que sí desplegaron actividad fué en comer en la superficie el crestón de las vetas, y como dato im- portante de la longitud en la mineralización citaré el siguiente: pueden LAS MINAS DE ' CORONAS Y ANEXAS.” Eo Dl seguirse con cortas interrupciones los comidos, en los 900 metros que forman la mayor dimensión de las pertenencias de Coronas. Los en- sayes de los terrenos en la orilla de los comidos que figuran en el pla- no, dieron leyes desde 0.040 gms. plata y 0.5 gms. hasta 0423 gms. y 2.1 gms. de oro. En la explotación actual, un aumento en la cantidad de agua ha im- pedido que se continúen los trabajos. En efecto, habiendo aumentado el citado elemento en el mejor pozo que tienen las minas (Pozo 6% en veta 4 de Coronas), compró el señor Gerente una bomba y una calde- ra, con las que pronto dominará el agua y continuará la explotación de metal al echado. Las bombas en actual uso son de mano, de éstas se tienen dos en Coronas y cuatro en el Bobo. La maquinaria para cianuración que se ha pedido, tendrá su des- cripción más adelante. El clima es inmejorable de templado á frío y la proximidad de Za- cualpan, una hora de camino, hace que se tenga toda la gente necesaria para los trabajos del interior y del exterior. HisTORIA El mineral de Zacualpan tiene muchos años de existencia y es im- portante como se desprende de los siguientes datos: Han producido bonanzas las ninas de Veta Negra, San Diego, San Miguel, Tlaxpampa, Guadalupe, Carboncillo y El Alacrán. De 1835 á 1843 sólo la mina de El Alacrán produjo á D. Roque Díaz, 7 millones de pesos, en el cruzamiento de dos vetas. Posteriormente El Alacrán y San Fernando han dado bonanzas; ac- tualmente Carboncillo está dando gran producción, como manifestaré después. También están en productos: Cuchara y Anexas y Guadalupe. La más próxima de las minas citadas á la de Coronas es la mina de Carboncillo. La proximidad de esta mina á Coronas y la circunstancia favorable de tener el Socavón de Zaragoza cortada, con toda probabilidad, si no A 26 JOSE VILLAFAÑA. la veta principal de Carboncillo sí algunas de su sistema, me hace ex- tenderme un poco sobre la actual situación de esta Compañía. Las vetas de Carboncillo son de sistema diferente á el de Coronas y Anexas. En estas últimas minas se tienen dos sistemas de vetas. 1” Sistema ó sea de Coronas, con vetas de rumbo N.E. 6% á 15* y echado al N.W. y que atraviesan las pertenencias de Sur á Norte. 20 Sistema ó sea de Carboncillo, con vetas de rumbo N.W. 25% 4 359 y echado al S.W. y que atraviesan oblicuamente las pertenencias de Don Roberto y el Sur de Coronas. Estos dos sistemas reuniéndose al Sur, constituyen una serie de in- tersecciones importantes, en la parte Sur de Coronas que linda con Milagro. Uniéndose al Norte de la pertenencia de Don Roberto con la veta número 9 del Socavón de Zaragoza, las vetas del 22 sistema, forman otra serie de intersecciones. Estas tienen la ventaja de ser productivas como lo fué una para la bonanza de D. Roque Díaz, además que el se- gundo sistema es el de Carboncillo. Veamos lo que puede esperarse del sistema de vetas de Carboncillo para el producto de esta negociación.—Datos tomados del Boletín Fi- nanciero y Minero de México. En el año de 1906 con un gasto de $ 78,607.10 se obtuvo un produc- to de $ 164,540.05. En el año de 1907 con un gasto de $ 204,799.19 se obtuvo un pro- ducto de $ 690,519.35. Es decir, que este sistema de vetas que hasta la fecha ha estado ol- vidado y sólo cortadas sus vetas por accidente al perseguir con el So- cavón de Zaragoza el desagúe del primer sistema de vetas de Coronas, es un factor de importancia para el desarrollo de las minas. En la sección de proyectos describiré el que me parece más apropia- do y barato para el estudio de este segundo sistema. El producto total del mineral de Zacualpan, para dar idea de su pa- sado, no he podido averiguarlo, pero la existencia de 8 haciendas de beneficio demuestra la importancia. En estas haciendas se ha seguido el sistema de “patio” y en algunas se ha combinado la concentración LAÉ MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” 28 y la amalgamación. De modo que la cianuración como nuevo método en Zacualpan, viene muy á propósito para “La Seguranza Mining Co.” porque dada la abundancia de sílice, 80 por ciento, de sus metales, es- tá indicada esta modificación, sobre todo en la actualidad, que un siste- ma de beneficio, que antes sólo se aplicaba al oro, ya se ha estado adaptando para la plata con provecho. En cuanto á Coronas y Anexas el dato es de $ 2.000.000.00 de pe- sos de productos en tiempos anteriores. GroLocía y MINERALOGÍA El mineral de Zacualpan está ubicado en la parte oriental de la sie- rra, en la cual se encuentran también los minerales de Temascaltepec, Sultepec, Pregones y Taxco. El terreno es accidentado con pendientes fuertes y barrancas profun- das, siendo la más notable la de Malinaltenango que está al Norte de Za- cualpan, lo que permite abrir socavones para la explotación de las minas. . Las rocas que dominan en el mineral de Zacualpan son la pizarra ar- cillosa y caliza de colores verde, negro ó gris azulado, algunas veces se les encuentra metamorfoseadas y son cloritosas; también se encuen- tran andesitas. En Coronas, en la pizarra, se encuentran las fracturas que posterior- mente formaron las vetas que tienen la misma roca en el alto y en el bajo. En el terreno de la compañía se encuentran las vetas en dos clases de fracturas, lo que me conduce á dividirlas en dos sistemas diferentes: 1” sistema ó vetas de Coronas. 22 sistema ó vetas de Carboncillo. Las cuales ya se describieron antes. Hay también vetas transversales, pero de menor importancia. No obstante, al juntarse con alguno de los sistemas citados produ- cen clavos ricos, los cuales se conocen en el mineral con el nombre de botones. 28 JOSE VILLAFAÑA. En lo general la reunión de dos vetas, ya sea al rumbo ó á la profun- didad, es un indicio grande de rica mineralización; esto está sucedien- do afortunadamente en el pozo 1 del Bobo y en el pozo 6 de Coronas. La matriz que forma estas vetas es el cuarzo en el cual se encuen- tran el oro, la plata, el zinc y el fierro; estos últimos en pequeñas can- tidades como puede verse en las notas siguientes de análisis de mi- neral. Metal molido en la hacienda de Santiago Plata Oro Sílice Fierro Cal Zinc Plomo 0.8836 4.5 gr. ¡APS ALOp == AS EDS AS Jales de la hacienda. de Santiago (Lamas). Plata Oro Sílice Fierro Cal Zinc Plomo 0.8477 3.5 gr. SIDO LLDS. (0:81p:S/ 3RDIS MIS Los minerales que se encuentran en las vetas de Zacualpan son: proustita y pirargirita (rosicler claro y obscuro), la chalcopirita (zo- tlanque), la pirita de fierro amorfa y argentífera (pasta), la pirita de fierro cristalizada, la galena y la blenda; estos dos últimos acompañan- do á las partes ricas de las vetas. Plata nativa, sulfuro de plata (azulaque), óxidos de fierro argentife- ros ó minerales en colorados (ixtajales). — Los nombres locales van en- tre paréntesis. Las concentraciones de metal en la veta generalmente llamadas chi- meneas ó clavos, en la localidad se llaman “botones.” Realmente el nombre más adecuado á estas partes nobles de las ve- tas deben llamarse chimeneas, porque generalmente, los puntos cor- tados por las frentes con metal han llegado hasta la superficie del te- rreno. Así como se extienden mucho en el sentido del echado, no son muy extensas en el del rumbo, pero entre uno y otro clavo no desaparece por completo el metal. 4 £ LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” 29 Una cireunstancia favorable á la explotación es la forma general de las vetas en sentido horizontal, la forma de rosario. Caminando por una frente con dimensiones de la veta con poco ó casi ningún metal, al aumentar Ja ley aumenta también la anchura de la veta á uno, dos ó tres metros. Algunas veces están las vetas ramaleadas y tienen en su matriz pi- zarra de los respaldos y entre esta pizarra, metal útil; se observa tam- bién entre la citada pizarra, plata nativa, como se ve en pozo 6 veta 4 de Coronas. ; Los respaldos son generalmente bien marcados. Las minas de Zacualpan son poco profundas. Su profundidad es in- ferior á 200 m. En Coronas el socavón más profundo, llamado de Zaragoza, se tiene 120 m. abajo de la cima de la montaña. MINERAL Á LA VISTA Como he manifestado, la mayor parte de los clavos ó botones dis- frutados por los antiguos, que están cortados por las frentes á rumbo, suben hasta la superficie. Dada la falta de maquinaria para la explotación, no extrajeron los antiguos todo el metal, de modo que en los pozos aterrados ó con agua debe haber metal. Estando atravesadas las pertenencias por nueve vetas y vetillas de las cuales unas están cortadas en un socavón y otras en otro, solamente dos están cortadas, de modo definido, en dos socavones. Socavón DE CORONAS Este socavón que tuvo la fortuna de hacer la mayor parte de los cor- tes de veta en metal tiene la particularidad de atravesar de parte á par- te la montaña. 30 ' JOSE VILLAFAÑA. Número Anchura Sistemas de e la rá que orden veta enelcorte pertenece Ley de plata Ley deoro Ciaxificación Notas 1 1=.00 4 0x ,417 3 Una veta. 2 1 .50 1 0 .523 73 Ancho de metal 0.28 3 0 .20 1 0 .055 07 Vetilla. 4 3 .20 1 0 .324 10: 5 0 .30 1 0 .109 12 Yetilla. 6 0 .20 1 0 .229 19 Vetilla. 7 0 .08 1 0 ,110 08 Vetilla. 8 0 .56 1 0 .055 82 * Veta. Produce agua pota- « ble. 0 0 .70 0 .125 07 Veta. 10 1.25 1 0 .140 02 Veta. NoTa.— Las vetillas tienden á reunirse á las vetas. La veta núm. 6 se ensancha inmediatamente después del corte y ha dado metal tanto al Norte como al Sur Socavón del Bobo Este socavón ha cortado dos vetas. Si se prolonga unos 40 metros en la parte marcada con una línea roja en el plano se llegaría á la pro- longación de la veta reconocida en comidos de importancia que corres- ponden á veta núm. 6 de Coronas. Número Sistema de Anchbu:2 á que orden en el corte pertenece Leyde plata Ley de oro Clasificación Notas 1 0=,86 lo 0x ,329 10 Veta. 2 0 .00 1 0 .124 0S Veta. Con metal 0.25, Socavón de Zaragoza En este socavón se cortan 9 vetas conforme á la lista adjunta. Múmero Sisteza de Anchura e orden enelcorte pertenece Ley de plata Ley de oro Clasificación 1 0m.54 qe 0x .118 2.0 gr. Veta. Aun no se ye el bajo. 2 1 .13 20 0 .080 0.8 Veta. 3 0.13 29 0 .090 0.3 Vetilla. LAS MINAS DE ' CORONAS Y ANEXAS.” 31 Núxero Sistema de Anchura £que » orden enel corte pertenece Ley de plata Ley de oro Ulasificación 4 5 .30 29 0x .039 1.0 Veta. Algo de plomo 5 6 .06 22 0 .158 2.5 Veta. Con ramaleo. 6 2 .10 20 0 .125 0.3 Veta. Con ramaleo 7 1 .20 20 tepetate. Veta.? Caída. 8 2 .70 2 0x ,020 0.5 Veta. Con ramaleo. 9 2 .00 do 0 .030 0.0 Veta. La veta núm. 1 de este socavón corresponde á la núm. 6 de Coro- nas, por esta razón se aprovecharán los 78 metros que se tienen la- brados al Norte para provocar la comunicación entre este socavón y el de Coronas. La frente Norte está en sus 78 metros labrada por el alto de modo que puede tumbarse el metal que tiene en la parte que da ley costea- ble. Los ensayes que dió esta frente fueron: Ancho Ley de plata Ley de oro 05.40 Lx 199 1.0 gr. 0.4 0 .288 DS 0 .78 0 .737 30 2 .00 0 .089 05, 0.54 0 .118 2.0, La veta núm. 9 de Zaragoza corresponde á la núm. 10 de Coronas y forma con la serie de vetas del segundo sistema varias interseccio- nes que creo de importancia. Aunque las leyes de estas vetas en los cortes son muy bajas convie- ne estudiarlas conforme vaya teniendo dinero la compañía, porque le darán vida para muchos años. Estudiadas las vetas en sus cortes estudiemos las frentes á rumbo de las mismas. SOCAVÓN DE CORONAS. Veta núm. 1. Restos del metal del clavo que disfrutaron los antiguos, aunque ya de leyes bajas Los ensayes de las muestras en varios puntos de la veta son: 32 JOSE VILLAFAÑA. anobo Ley de pista Ley de oro 0,w39 0.* 294 1.5gr. 0. 85 0. 417 30 o» 0. 39 0. 285 0.5, 12s 0. 389 16, La prolongación de la frente norte sobre esta veta es de importan- cia después de dar un pequeño crucero al bajo ó aprovechar el exis- tente, porque se pasará debajo de importantes comidos. [ Véase el plano]. Veta núm. 2. Al sur comunica luego con veta núm. 1 de modo que puede consi- derarse como uno de sus ramales. Costado norte del corte de veta por Socavón de Coronas: 1."50 de ancho;—ley de plata 0.523; ley de oro 7.5 gr. Veta núm. 3. Hay un pozo á 8” al sur, está aterrado. En su labio sur se tomó la muestra que dió: Ancho 0.*28 — ley de plata 0.*055 — ley de oro 0.7 gr. Veta núm. 4. Muy importante es estudiar por donde pasa al sur esta veta que ha dado clavos tan productivos tanto al norte como al sur de su corte por el Socavón de Coronas. [ Véase el plano]. Al norte toca la frente sobre esta veta, otras dos partes con metal. Las muestras de esta frente dieron: : Ancho Ley de plata Ley de oro 0.55 0.* 060 0. gr. 1. 23 0. 010 us 1. 28 0. 070 0. 7 QUA LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” 33 Aucho Ley de plata Ley de oro 1.16 0.406 4. gr. —En labio norte comido que está á 40= al S. del tope de ' la frente. 0. 58 0. 115 DOES 0. s5 0. 010 QS 1. 00 0. 020 DS A 1. 10 0. 246 DS 0. 60 0. 074 AS 1. 40 0. 035 ES 1. 00 0. 548 ES 2. 20 2. , —Al6mal N. del corte por crucero de Coronas. En esta veta núm. 4 los comidos deben tener metal al echado. Esta noticia hizo desaguar al pozo 62 y los ensayes de este pozo fueron: Ancho Ley de plata Ley de oro 1.730 0.: 249 1.5 gr. —Cerca del plan del pozo. 1. 05 1. 682 eS 1. 10 0. 114 LOS 0. 97 0. 064 DS 1. 05 0. 074 1.5 ,, 0. Y 0. 208 1.5 ,, —Cerca de boca del pozo. 1. 9% 0. 324 1.0 Sobre estos y los demás ensayes tomados, debo advertir que son sobre el revolturón y apartando ó preparando se obtienen mejores leyes. Este pozo núm. 6, que es la mejor labor que tienen las minas, por el cambio importante que ha tenido en su plan, ha producido en el mes que precedió á mi visita á las minas, 25 de Agosto de 1908, lo si- guiente: 200 toneladas de 1.*600 plata y 6 gr. de oro. Suponiendo á 50 cvs. la onza Troy en New York y á $1.10 el gra- mo de oro produciría un valor líquido de $5,448.00 cs. Como se está dando crucero al alto y todavía no se encuentra el re- Memorias. T. XXVIII, 1909-1910.-3 24 JOSE VILLAFAÑA. lís se tiene más de dos metros de anchura de metal. Así es que esta labor presenta un cambio muy favorable. Aunque no se sabe cuanto irá el metal á los rumbos, pero ya he manifestado que los clavos no se extienden mucho á los rumbos, mientras que sí se extienden al echado. Además si se continúa un crucero al alto 14” ó 15” hasta cortar la veta núm. 6 como está indi- cado en el perfil, creo se puede obtener un punto muy productivo. Para lograr lo anterior es indispensable desagúe y extracción moder- nos. En cuanto al agua ya he manifestado que se compró una bomba de vapor directo. Pero para el metal y tepetate se requiere un malaca- te de vapor, el cual se moverá con la misma caldera. Importa para el porvenir de la mina bajar violentamente los 48” al echado que faltan para llegar al nivel del socavón de Zaragoza. Igual- mente avanzar la frente Norte sobre veta núm. 1 del socavón de Za- ragoza, 118 metros como está indicado en el plano; así como dar un corto crucero en caso de que no se hayan reunido ya al nivel de Za- ragoza las vetas 6 y 4. Efectuada la comunicación indicada, se hará la explotación del me- tal del pozo 6? de Coronas, de un modo económico, puesto que la ha- -cienda de cianuración se establecerá inmediata á la entrada del soca- vón de Zaragoza, y poniendo rieles en este último socavón, se llevará el metal con poco costo. De paso expondré la importancia de la frente Norte sobre veta nú- mero 1 del socavón de Zaragoza. Esta frente que ya tiene actualmente 78 metros de avance, está dada ¿por el alto de la veta y tiene algún metal que puede aprovecharse, Las leyes de esta veta fueron: Ancho Ley de plata Ley de oro 0.=:40 0.x 179 BTS 0. 94 0. 288 ld 0. 78 0. 737 e 2. 00 0. 089 0.6 ,, LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” 35 Al prolongar esta frente al Norte pasará en su trayecto 66 metros debajo de un comido que se ve en el plano, en donde comienza el cru- cero al nivel de Coronas, luego pasará debajo de otro comido antes de llegar á alcanzar el lugar que en el plano se llama Chontalpan y por fin alcanzará á los 418 metros de longitud el clavo en actual explota- ción en el Bobo, 14 metros más abajo de los planes actuales de esta última mina. Esta frente Norte, sobre veta núm. 1 de Zaragoza, dejará hacia arri- ba toda la explotación conocida, así como de un macizo de importan- cia de 66 metros verticales, abaratando su explotación de un modo no- table. Facilitando además, por ir casi por el centro de la pertenencia de Coronas la ejecución de cruceros dirigidos hacia las demás vetas y vetillas de que he tratado. Por lo expuesto anteriormente, se va viendo la necesidad de gran desarrollo en metros de avance que exige esta negociación minera, aunque tenga que trabajar sobre vetas duras ó tenaces por la gran can- tidad de sílice; pero que tienen la gran ventaja de clasificarse entre las vetas de «pinta limpia» propias para la cianuración. Forman parte de estos avances los 48 metros de pozo y los 118 me- tros de frente que he citado como necesarios para conectar los socavo- nes de Coronas y Zaragoza, por vetas núms. 6 y 4. Igual necesidad de conexión para abaratar la explotación requiere la conexión entre las minas de Coronas y del Bobo, lo cual se conse- guirá avanzando una frente al Sur 43 metros y perforando un pozo al echado 34 metros, como se indica en el plano. Ejecutadas las comunicaciones indicadas se tendrán comunicadas las minas de Bobo y Coronas con Zaragoza, haciendo económica la explo- tación de todas las minas. En uno de los cruceros al alto en veta núm. 4 de Coronas sólo se ha comenzado á cortar la veta núm. 6, si esta veta se acaba de cortar con 5 metros de avance, es posible dé metal desde luego, porque 40 metro más al Sur hay un comido sobre ella. El ensaye de la parte picada dió: 1”10 ancho, 0*020 de ley de plata y 0 gr. de ley de oro. 36 JOSE VILLAFAÑA. Vetilla núm. 5 Tiene poco desarrollo é importancia. Ancho 0*30, ley de plata 0109, ley de oro 1.5 gr. Veta núm. 6 Tiene poca anchura metalizada en su corte por el socavón de Coro- nas; pero tanto al Norte como al Sur tiene comidos sobre metal. Ade- más al Norte se bifurca. Véase el plano. Los ensayes fueron: Veta núm. 6.— Socavón de Coronas Frente Norte — por el alto: ancho 0”27, plata 0*298 gr., oro 2.0 gr. Frente Norte — por el bajo: ancho 0*35, plata 0*528 gr., oro 2.5 gr. En su corle — ancho 0”20, plata 0*229 gr., oro 1 gr. Frente Sur.— Veta núm. 6 Ancho Ley de plata Ley de oro 116 1: 998 2.0 gramos. 0. 64 0. 174 1.0 do 0. 51 0. 535 Oi eE 0. 40 0. 065 A En esta frente hay varios comidos y los pozos con agua se dice tam- bién quedaron con metal. Veta núm. 7 Esta es ura vetilla que en su corte tiene sólo 8 em. con metal y la muestra dió 0110 gramos de plata y 0.8 gramos de oro. Hay un pequeño comido, pero reviste poca importancia. > ¡e AA Y LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS..” 37 Veta núm. 8 Esta veta de 056 cm. de ancho, da 0'055 gramos de plata y sólo indicios de oro. Tiene ramales á sus costados en extensión de tres metros. Sólo se conoce esta veta en su corte. Veta núm. 9 También sólo es conocida en su corte. Ancho 0770. Ptata 0*125. Oro 0.7 gr. Produce agua potable. Veta núm. 10 Cortada cerca del cabo W. del socavón de Coronas, se siguió sobre ella una frente de 21 metros al N.E.; está en colorados (ixtajales). Ancho 1”25. Plata 0140. Oro 0.9 gr. Esta veta que es la misma, con toda probabilidad, que la veta núm. 9 del socavón de Zaragoza, forma con las vetas del segundo sistema una serie de intersecciones de importancia. VETAS DEL SOCAVÓN DE ZARAGOZA Las vetas cortadas porel socavón de Zaragoza sólo se conocen por sus cortes, excepción hecha de la veta núm. 1, que como expuse, co- rresponde á la veta núm. 6 de Coronas y tiene una frente labrada por el alto de 78 metros de longitud. Sus ensayes constan en la página 36 de este informe. También manifesté que este socavón cortó las vetas del segundo sis- tema abriendo un nuevo horizonte á la Negociación de Coronas y Anexas. 38 JOSE VILLAFAÑA. Socavón de San Felipe Poco hay que decir de este socavón que desgraciadamente lleva gran parte de su trayecto fuera del terreno de la Compañía, como se ve en el plano, VETAS CORTADAS POR EL SOCAVÓN DEL BoBo Las vetas que cortó el socavón del Bobo son dos: veta núm. 1 y ve- ta núm. 2. La veta núm. 1 está también cortada por 3 cruceros; véase el plano. Sobre esta veta se ha encontrado metal y el pozo núm. 1 del Bobo que está labrado en ella, es una de las labores en actual explotación. Los ensayes de esta frente son: Ancho 1."20. Ley de plata 0.* 124 gramos. Ley de oro 0.7 gramos. ” 0. 86 ” »” 0. 329 ” »” ” 1. ” MISS ASS > spy 051 37 5 LS OA 5 ZO » Tope frente Sur. ” 0 50 ” ” 0. 120 »” ” ” 0.8 > ” 0 80 »” ” 0. 329 ” >” »” 1: ” ” 1 87 ” ” 0. 045 ” »” »” 0.3 »” ” 0 83 ” ” 0. 989 ” »” >» 1.5 ” As OCIO ES $ ES 5 19 Veta núm. Ancho 0.225, Ley de plata 0.* 124 gramos. Ley de oro 0.6 gramos. ” 0. 50 ” » 0: 025 ” ” » 05 ” ” 0 75 ” ” 0. 054 , ” > 1.2 5] >” 0 60 ” ” 0. 200 EE ” ” 0.5 ”» ” 0 83 ” ” 0. 039 ts ” ” 1.0 ” ” 0 63 ” »” 0. 094 ” »” ” 0.5 Ep >” 1 00 ” ” 0. 258 »” ” > 1.2 ” >” 1 00 ” ” 0. 180 ” ” ” 0.3 ”» ” 0 40 ” ” 0. 025 ” ” ” 0.2 ” ” 0 38 ” ” 0. 055 ” ” e ” 0.3 ” ” 0 40 ” »” 0. 070 ”» »” ” 0.3 >” ” 0 30 ” ” 0. 075 ” ” ” 0.5 ” ELA, LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” 39 Ancho 1,110, Ancho 2.00. ” ” ” 0. 0. E A NA E 57 Ley de plata 0.* 045 gramos. 0. perso? 069 148 069 030 044 109 290 040 025 Ley de oro 0.3 gramos. ” 1. ” ” Í 2. » > 1. 3> 5 DAS ” 1. ” ” 1. 3 5315 10% »> ” 0. ” ” 0.1 > Veta núm. 1 del Bobo. — Pozo núm. 1. Ley de plata 0.* 284. Ley de oro 1. gramos. = .a . 079 805 655 208 447 060 953 . 385 665 1. 15. »” Especial. -Plan del pozo. Plan pozo -ramaleo. Frente Sur. AIN. del pozo á 17= del plan. AlN. del pozo á 21 del plan. Nota.— Todos los ensayes están tomados en revolturón. Si se prolonga el socavón del Bobo como se indica en el plano, con toda probabilidad se cortará la veta 6 de Coronas. El pozo núm. 1 del Bobo es una de las labores productoras en la actualidad, la chimenea de metal que explota ha venido desde la su- perficie; si bien se estrechó en la boca del pozo actual núm. 1, (véase el plano), se ha ido ensanchando en el sentido delfrumbo hasta tener 21 metros. Lo mismo sucede en el sentido del ancho de la veta por- que en su plan casi están juntas las vetas núms. 1 y 2, (véase el perfil). La frente al norte aún continúa con metal. La producción de esta labor, parte en avance parte en disfrute, es de diez toneladas diarias de una ley de 800 á 900 gramos y 42 Eno mos de oro por tonelada. 40 JOSE VILLAFAÑA. Como la extracción y el desagúe en esta labor pueden hacerse por métodos modernos, creo que es susceptible de duplicar su producción al tener una bomba y un malacate de vapor. Como se ve los ensayes en lo general son bajos, pero indudable- mente el futuro desarrollo de los trabajos en las minas pondrá á la vista mayor número de puntos de donde tomar metal de buena ley. En el párrafo de «cianuración » daré el detalle de una experiencia muy importante llevada á cabo en Guanajuato sobre metales de baja ley de plata é ínfima de oro que sirvieron de base para una de las haciendas modernas. Se trata de metales de solamente: 500 gramos de plata y 3.3 de oro, leyes que pueden obtenerse en las minas de Coronas y Anexas. Por el momento hay que sujetarse á las labores en actual producto que son: pozo núm. 1 del Bobo y pozo núm. 6 de Coronas. A ambas labores las considero, al aplicarles métodos modernos de extracción y desagiie, susceptibles de producir 40 toneladas diarias de 800 á 900 gramos de plata y de 4á 5 gramos de oro. Con estas leyes está más adelante hecho el cálculo del producto que se persigue en la cianuración. Bien puede suceder que el tonelaje en el pozo 6 de Coronas haga subir la ley, pero para tener más segura esta ley en las 10 toneladas que se tomen de otras labores, dejaremos esas leyes para el cálculo y 50 toneladas por día, para la nueva hacienda de be- neficio. Como se ve el fundamento de este cálculo es la continuación del metal al echado de los pozos citados, pero dada la situación de ambas labores, casi tocando la intersección de dos vetas, (véase el perfil), creo no equivocarme; porque el cálculo seguro, como manifestaré después, sólo se basa en los bordes y éstos aún no están por labrarse. | Por lo anteriormente dicho desearía se tomaran en consideración las dos proposiciones siguientes: 1% Aumento de capacidad en la hacienda de Santiago, la cual tra- bajará mientras se concluya la nueva hacienda. 2% Fraccionamiento en la nueva hacienda de Zaragoza. *] "UB 8 “1 *9IBZ]Y '908 "USA o 25 OS LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” 41 1? Aumento de la capacidad de la hacienda de Santiago. Como la tela empleada en las baterías de la hacienda es del núme- ro 60 por estar empleando el sistema de «patio» ahora que ya se van á tener tinas, se puede usar tela del núm. 30, así se obtendrá sin fa- tiga mayor para los mazos un aumento en la molienda. En caso de que los jales queden de ley costeable, se pueden acu- mular y cuando llegue el molino de tubo, llevarlo para Santiago y re- moler las arenas. Así se obtendrá mayor realización, ahora que la mina puede pro- ducir más metal. También se obtendrá la ventaja de disminuir el va- lor de beneficio por tonelada, que por recargarse actualmente sobre tonelaje corto y por lo caro de la leña resulta alto, pues es de $18.00 por tonelada. 2% Fraccionamiento de la hacienda de Zaragoza. La capacidad de la hacienda nueva no es posible saberla al mo- mento, porque depende del número de vetas que se trabajen y del metal que den. Pero si suponemos que sea esa capacidad de 200 to- neladas diarias y se divide en cuatro unidades de 50 toneladas, nada estorba aumentarla á la hora que se tengan en las minas las conexio- nes indicadas para entregar barato el tonelaje á la hacienda nueva. 1% unidad. 50 toneladas diarias 2 a 50 » ” 32 ” 50 ” ” a 50. , Así se obtendrá menos costo para la primera unidad y quedarán mayores fondos para el desarrollo de la negociación, como he indi- cado. Tanto más creo urgente fijarse en poner fondos á la disposición del señor Gerente cuanto que sin desarrollar el negocio no creo practica- ble entregar 100 toneladas diarias á la nueva hacienda de beneficio. 42 JOSE VILLAFAÑA. Me parece debe el señor Gerente disponer de fondos para avanzar siquiera 20 metros semanarios en sus destajos, para lo cual necesita- rá unos $800 más cada semana. Además, sin hacer las conexiones de las tres minas, Bobo, Goro- nas y Zaragoza, no se podrá abaratar la explotación y el precio de la tonelada que ahora es más ó menos de $24.28 cs., no podrá bajar de valor y mientras más cueste la tonelada menor será la utilidad. Estando las conexiones hechas y desarrollados los trabajos creo que por lo tenaz de la matriz podrá llegarse á $8.00 cs. el costo de extracción por tonelada y así figura este dato en el cálculo sobre cia- nuración. Lo que me he permitido exponer explica lo que en esta negocia- ción de Coronas y Ánexas podremos llamar «metal á la vista». No pudiendo tomar estas palabras en su verdadera acepción porque no hay bordos ó macizos que puedan muestrearse por 3 ó 4 lados, pues la práctica moderna precisa que el mineral ó en bordos sólo puede va- lorizarse cuando está descubierto cuando menos por tres de sus lados las labores á distancias razonables según el carácter de las vetas. Pero lo expuesto, me parece, explica que en Coronas y Anexas se tienen buenas minas, susceptibles de un brillante porvenir, mediante un desarrollo de labores razonable. Que por el momento puede limi- tarse á 844 metros que costarán, sin gastos generales, unos $ 39,479.00 como se detalla en la sección de «proyectos». Que al presente pasa por una transición de poca á regular produc- ción, pero que siguiendo el metal en el pozo 6 de Coronas, puede lle- gar á una altura importante, al presente desconocida por el corto avance en el metal de sus planes. REALIZACIÓN DE METALES. Los metales de alta ley que se obtienen preparando ó apartando los metales de ley inferior se llevan por Tenango á Toluca y de alli 4 Monterrey á la Fundición. LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” 43 Los metales de baja ley se mandan á la hacienda de Santiago que tiene arrendada la negociación. Evidentemente todo lo que se logre aumentar la molienda en San- tiago y lo que después se beneficie en la nueva hacienda, traerá con- siderable economía. Ya he manifestado que los costos de transporte son: De las minas á Santiago de $ 3.00 á $ 3.50 por tonelada. » Y. Toluca $ 24.00 por tonelada. Hacienda de Santiago. Esta hacienda consta de lo siguiente: 1 Caldera de 50 H. P. 48” X 14” largo. 1 Motor de 10 X 14 de carrera. — 165 revoluciones por minuto. 10 Mazos que dan 85 golpes por minuto — maya del núm. 60. 1 Concentrador Wilfley. 1 a Frue Vanner. Actualmente la capacidad es de 10 á 12 toneladas diarias, pero cambiando la maya del núm. 60 por maya del número 30 creo que puede aumentarse su capacidad. Los ensayes de metales que se estaban moliendo son: Metales molidos. Ley de plata 0.* 836 gramos. Ley de oro 4.5 gramos. Lamas.........- 51) DAA y oy, ” 35 co Concentrados... ,, le) or; eS » 31.0 b MIE OS Eb, O 1S9 5 o, y 162 5 En la hacienda nueva se podrá adelantar mucho en la concentra- ción, véase el párrafo «experiencias en Guanajuato », con la ayuda que la cianuración prestará á la concentración. Las pruebas sobre cianuración en la hacienda de Santiago han sido satisfactorias y puesto que la matriz es sílice (80% ) son muy apropiados los metales para la cianuración. Pero me parece conve- 44 JOSE VILLAFAÑA. niente consultar la opinión del Ingeniero metalurgista Francis L. Bosqué para dar el último detalle á la maquinaria de Cianuración. Los análisis de los últimos minerales de alta ley han sido: Concentrados: Plata 7.*760; oro 274 gramos; fierro 20%; sílice 23%; azufre 27%; plomo 3%; zinc 34%. Metales de explotación: 8.*150;oro 34 gramos; fierro 16 %;sílice 48%; azufre 19%; plomo 0; zinc 13%. En la hacienda se recoge en los concentrados 60% y en el pa- tio 39%. Hacienda de Cianuración de Zaragoza. . La nueva hacienda de 100 toneladas diarias de capacidad constará de lo siguiente: 1 Quebradora Blake de 9” x 15” con capacidad de 8 toneladas por hora. 4 Alimentadores Chalence tipo suspendido. 20 Mazos en cuatro baterías de á 5; pudiendo cada bateria trabajar independiente. 1 Separador de lamas y arenas Richardson con 6 departamentos y capacidad de 150 toneladas diarias; enfrente de las baterías. 5 Concentradores Wilfley núm. 5, último modelo. 2 Molinos de tubo de 5' diámetro x 14' largo.— Capacidad 75 tone- ladas cada uno en 24 horas.— Tipo Abner. 1 Segundo clasificador Richardson para clasificar el producto del molino de tubo, también con 6 departamentos. Capacidad 150 toneladas en 24 horas. 5 Concentradores Jonhston.—6' ancho X 11” largo.—banda de hule de último modelo. 2 cajas de precipitación con dos departamentos 19'10” largo X 3'6” profundidad y 6' de ancho, hierro en ángulo. 2 Bombas verticales Triplex para mover por banda. — Capacidad 100 galones de agua en un minuto contra 175 pies de altura. 1 Filtro prensa Persin de 18” de diámetro, tipo redondo de 15 placas LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” 45 con área de 44 pies cuadrados. —Presión 150 libras por pulgada cuadrada. Todo lo anterior valdrá en la fábrica en pesos MmexicanoS......... $ 44,075. Falta presuponer los tanques que serán del tipo Grothe Brownier; aún no se determinan dimensiones: falta filtro para las lamas. Todo el mineral se reducirá á lamas núm. 200. Por lo que falta de maquinaria para la hacienda, por construccio- nes, lámina, madera, mano de obra, taller de reparaciones, etc., creo que aún falta pensar en más desembolso. Para dar una idea citaré datos que tengo reducidos á precio por to- nelada de molinos hasta el momento de echarlos á andar: Entbachuca o aareate ole ala jo alo Blas o) $ 1,515.00 por tonelada. ERICA najuato loro dela Rois bone 2,021.00 ,, eS $ 3,536.00 A A $ 1,768.00 De modo que para 100 toneladas diarias se gastarán en la nueva hacienda hasta echarla á andar $176,800.00. Para disminuir este gasto primordial, me he permitido sugerir sea construída una unidad de 50 toneladas diarias, dejando para después el aumento en la capacidad de la hacienda de Zaragoza. Resultados que se persiguen en la cianuración. Suponiendo que las 50 toneladas tengan la misma ley que dió el metal que estaban moliendo en la hacienda de Santiago el 9 de Sep- tiembre próximo pasado, se tendrá: 50 toneladas de ley de 0836 gramos de plata y de 4.5 gramos de oro por tonelada á $32.00 el kilogramo de plata y á $1.20 el gramo de oro, valdrá la tonelada de mineral $32.15. Veamos que utilidad líquida se puede obtener, suponiendo un po- co altos los costos, porque al rebajar éstos será mayor la utilidad. 46 JOSE VILLAFAÑA. Gastos y productos. DEBE. HABER. Valor del metal por tonelada...... $32.15 A Costos. Explotación minera sobre 50 tone- Tadas diarias caca elas $ 8.00 Molienda y concentración......... 3.00 CIANUTACIÓON Le Ios 2.80 $13.80 Realización de concentrados...... 1.39 Flete; eta Se 0.64 Pérdida en cianuración........... 2.13 Derechos, express y fletes... ..... 1.83 5.99 Utilidad:Míquidacoonaoaaa sao se 12.36 $32.15 $32.15 $12.36 X< 50 toneladas: $618.00. $618.00 < 30 días, dará utili- dad por mes $18,540.00. Esta utilidad se aumentará si el pozo 6 de Coronas que ha estado dando 1*'600 gramos de ley, continúa. Además lo que produzca el me- tal de exportación. EXPERIENCIAS EN GUANAJUATO. Las experiencias hechas en Guanajuato con frutos silicosos, de pin- ta limpia con corta cantidad de oro relativamente á la plata, servirán en lo futuro en la Compañía de Seguranza, para el aprovechamiento de metales de bajas leyes. Mineral tratado 0%550 gramos plata y 3%-3 de oro. CONCENTRACIÓN CIANURACIÓN Wilfiey Wilfley Collllas reoibídas Residuos Cabezas Colillas Plata Oro Plata Oro Plata 351: Oro 2. Plata 199; 1.3 oro. 211 gms.; 1.3gms. 26 gms. 0.9 gms. Plata 424; Oro 2.7. Plata 222; 1.6 oro. Promedio tota! recogido Pinta Oro 92.5 % 94.5 To LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS,” 47 INSTALACIÓN ELÉCTRICA. Hay en el Estado de México, la Compañía de Luz y Fuerza Motriz de Temascaltepec. Esta compañía tiene un contrato con la Seguranza Mining Co., por el cual le concede la exclusiva para comprarle ener- gla eléctrica en el mineral de Zacualpan por 10 años. a La Seguranza Mining Co., se compromete á tomar como mínimo 125 caballos de fuerza, pero puede llegar si le conviene á 6,000 caba- llos como máximo. Puede vender el excedente de su uso. Además el contador se colocará en Zacualpan (detalle importante) en la oficina receptora de energía eléctrica. El precio será entre $ 125.00 y $ 150.00 por kilowatt. Según estudios de los señores contratistas costará la línea de mil á mil doscientos pesos mexicanos por kilómetro, siendo la distancia á la línea principial de 30 á 32 kilómetros. El gasto es por cuenta de la Se- guranza Mining Co. La línea constará de postes de tripié de fierro, se colocarán cada 100 metros de distancia y tendrán 25 pies de altura sobre el suelo. El alambre de cobre será del núm. 4. La corriente será trifásica, de 23,000 voltios. Suponiendo 32 kilómetros á $ 1,200.00 serán $ 38,400.00 Costo de Instalaciones. Si al valor de la hacienda de Zaragoza (100 tonela- E AS SA $ 176,800.00 se le agrega el valor de la transmisión eléctrica..... 38,400.00 Suma el desembols0.....ooorooooo.o.. $ 215,200.00 Ú PRECIOS LOCALES. Leña. La leña vale en Coronas $ 6.00 por tonelada. A La leña en Santiago vale $ 7.00 por tonelada. 48 JOSE VILLAFAÑA. Carbón. Vale lo mismo en la hacienda que en la mina. Carbón de pino, $21.75 la tonelada. Carbón de encino, $ 17.48 la tonelada. Madera. 50 em. de circunferencia, 6 metros de largo á 40 centavos el metro. 40 ” ” 6 ” ” 35 ” ” 30 ” ” 6 ” ” 20 ” $ 25 rajas de 243 metros de largo á 6 centavos el metro. Tablones. 5 metros de largo X 40 cm. ancho X 5 cmts. grueso, $ 2,25 cada uno. 3 metros de largo X 40 cm. ancho X 5 cmts. grueso, $ 1.20 cada uno. Tablas. 5 metros de largo X 40 cm. ancho X 22 cm. grueso, $ 1.50 cada una. 3 metros de largo X 40 cm. ancho x 22 cm. grueso, $0.91 cada una. 2 metros de largo Xx 30 cm. ancho X 23 cm. grueso, $ 0.37 cada una. Jornales. Barreteros por día de trabajo, 3 1.00. Peones de patio y en el exterior, $ 0.62. LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” 49 COSTOS DEL DESARROLLO DE LAS MINAS. Proyectos actuales. Costos sin incluir gastos generales: Socavón sobre veta núm. 9 de Zaragoza..... 101 m. á4S 25.00 $ 2,600.00 Frente N. sobre veta núm. 1 de socavón de Za- ragoza, para comunicación ........o.....oo... MBE 45.00 5,310.00 Concluir corte veta núm. 6 por crucero al alto. aa 45.00 225.00 Socavón de Coronas. Pozo en frente N. sobre veta núm. 4, para comunicación............ 4, 50.00 1,700.00 Socavón de Coronas. Pozo 6 en veta núm. 4, para comunicación, probablemente todo en EAN A 48, 100.00 4,800.00 Socavón del Bobo. Frente S. en veta núm. 2, para comunicación con CoronaS............ e 40.00 1,720.00 Socavón del Bobo. Su prolongación al Po- A AA A ANA IS 40.00 1,600.00 Socavón de Zaragoza. Su prolongación hasta el o al echado de comidos de impor- a A A A DS 50.00 3,250.00 Socavón de Zaragoza. Frente N. sobre veta núm. 1, después de comunicarla con el pozo 6 en veta 4 de Coronas, con 300 m. de des- arrollo llegará al pozo 1 del Bobo........... 300 ,, 45.00 13,500.00 Niasipara el desarrollo. ......o¿0ooomo.ooo como 100 ,, 2.00 2,000.00 2 malacatitos, 1 bomba, 1 caldera y cable..... 4,000.00 o ds A $ 40,705.00 Que corresponde á un gasto de $800.00 semanarios por espacio de 50 semanas. VENTILACION La ventilación es bastante buena en el Bobo y en Coronas por las comunicaciones de sus socavones y los comidos que llegan á la super- ficie del terreno estableciendo corrientes de aire, y si bien por el asunto del agua fluvial, son fatales los comidos antiguos por la gran canti- dad del citado elemento que cae en el interior después de cada coti- diano aguacero, no lo son para la ventilación, la cual como indiqué es nastante buena. Memorias. T. XX VIII, 1909-1910.-4 50 JOSE VILLAFAÑA. No sucede lo mismo en el socavón de Zaragoza, que sólo por su hoca se comunica al exterior; la ventilación desde los 200 metros en ade- lante es mala y generalmente no arde ni vela ni lámpara, y fué pre- ciso para medir hacer uso de una lámpara de acetileno, con peligro por la falta de aire para la respiración. Es necesario poner un tabique vertical de tablones delgados, por ser lo más barato. La atarjea inferior al piso, llena su objeto para desagiie, pero no sirve para la ventilación. CONCLUSION Por todo lo dicho espero haber puesto de manifiesto: que en “Co- ronas y Ánexas” se tiene una negociación minera de importancia, con un vasto campo de exploración por las vetas que lo cruzan, de las cua- les se puede decir que no son estériles y que pueden dar muchos va- lores en plata y oro; pero con la condición precisa de que se inviertan fondos en su desarrollo en metros de avance, para encontrar mejores leyes. Limitándose por lo pronto á una inversión de $800.00 semana- rios más del gasto actual. Que el importante socavón de Zaragoza servirá por muchos años para ventilación, exploración, desagúe y explotación, mediante las co- municaciones indicadas. Que el nuevo socavón en la entrada ó cerca de la entrada del de Zaragoza puede abrir un campo bonancible sobre las vetas del 2* sis- tema ó sea el de Carboncillo. Que el pozo 6 en veta 4 de Coronas, puede ser, desde luego, el prin- cipio de un clavo de importancia, que requiere sólo un malacatito de vapor y cuele al echado para su desarrollo. Que es bueno pensar sobre los asuntos metalúrgicos en el sentido indicado y en sus costos finales. Que tan importante como lo anterior es el desarrollo del negocio minero. Que la energía eléctrica será un auxilio poderoso abaratando el im- porte de la fuerza necesaria en la mina y en las haciendas, y ayudan- LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” a)! do en lo futuro con sus rendimientos pecuniarios al vender en Zacual- pan fuerza y luz á las demás negociaciones. Que con este elemento de fuerza barata y el de la cianuración que permite aprovechar bajas leyes de plata y oro, como indiqué, se puede obtener una utilidad segura mensual aunque sea corta, mientras que las labores de exploración rindan metal de exportación ó indiquen de modo seguro la construcción de más unidades de 50 toneladas diarias en la hacienda de Zaragoza. Uno ú otro camino llevará al término de bonanza á que han llegado, con menos modernos elementos, varias de las minas de Zacualpan, Guanajuato, 2 de Abril de 1909. a E ra í 1 j . e: DP. > E TÍ A ; Bl LANA AA AA SE RA or ds le párr VÚN DADA y ; TA A A | ] Pl É eo E y > A . DES Huy Ed i % Do. 6 MONA AA % A 7 E | 1 ARE AR O A HUA: p Y MÉMOIRES DE LA SOCIETÉ «ALZATE.» TOME XXVII. PRINCIPIOS DE CLASIFICACION $ Y COMPARACION DE ROCAS MACIZAS (IGNEAS) Por el Dr: Paul Waitz, M. S. A. Desde que el miscroscopio ha adquirido importantes aplicaciones al estudio de las rocas, se ha cambiado completamente el carácter de la petrografía: antes ramo poco importante y puramente descriptivo de la Geognosia, se ha transformado la petrografía en una ciencia seria, que en unión de la mineralogía, la química, y la física intenta darnos una explicación sobre la composición del globo, sobre las fuerzas y los acontecimientos y reacciones en el interior y en la costra de la tierra. Antes de que se usara el miscroscopio sirvieron como principios de la clasificación petrográfica, además de la edad geológica, el peso espe- cifico y la composición química aproximada, las propiedades de las ro- cas, que macroscópicamente se podían precisar, como color y compo- sición mineralógica macroscópica. La petrografía moderna no descuida estas propiedades sino que las añade á la descripción de la roca y ha creado para estas propiedades una nomenclatura más concisa y méto- dos más precisos; pero para la clasificación, estas propiedades han per- dido mucho en su valor. En lugar de estos principios de la clasifica- ción antigua, la moderna tiene ahora el modo del yacimiento de las rocas (independiente de la edad relativa) y su composición química, propiedades que se revelan con mucha precisión en la estructura y en la composición mineralógica bajo el miscroscopio. El estudio microscópico condujo á la petrografía á las preguntas, de cómo se han formado las rocas (su génesis), de dónde vienen y qué fuerzas causaron su variedad en composición química y mineralógica 51 DR. PAUL WAIIZ. y en su estrucctura. Del conjunto de todos estos problemas, en parte todavía no resueltos, resultaron los principios de la clasificación mo- derna de la petrografía, que, como es de esperarse, no puede ser un sistema natural, pues las rocas no son cuerpos homogéneos, sino más bien entre todas hay transiciones. Denominamos según Rosenbusch «Rocas los elementos geológicos de una composición química y mineralógica más ó menos constante- que forman la costra de nuestra tierra!» y tenemos que añadir, que por «elementos geológicos» comprende Rosenbusch partes de la costra terrestre que por su forma, su materia y su génesis forman una unidad. Dividimos las rocas en rocas sedimentarias ó estratificadas ó sedi- mentos y en rocas macizas, ígneas ó eruptivas. Entre estas dos clases quedan las pizarras cristalinas y las tobas volcánicas. Las primeras for, man casi para todos los petrógrafos una tercera clase, mientras que se unen las tobas volcánicas con las rocas macizas, si aun en el caso, que estén en unión con sedimentos ó más aún si contienen fósiles, de- ben ser tomadas como sedimentos. Dejando á un lado los sedimen- tos, las pizarras cristalinas y también las tobas sedimentadas y clásti- cas, nos limitaremos en estos apuntes á la clase de rocas macizas. Aunque cambia el carácter de las rocas, que pertenecen á esta cla- se, no es difícil precisar las propiedades que son comunes á todas es- tas rocas y !que caracterizan su clase. Sobre todo son características: la forma en que se presentan en la naturaleza, su modo especial del yacimiento, perforando otras rocas eruptivas ó sedimentarias; su ho- mogeneidad relativa, sin estratificación y sin cambio de composición en diferentes estratos, etc., es decir, su caracter macizo y su génesis de un magma ígneo, que se nota en la estructura, en la composición química y mineralógica y en los efectos de metamorfismo que causa- ron en las rocas que las rodean. o El modo del yacimiento (Lagerungsform, mode de gisement) pue- de ser diferente, pues puede solidificarse el magma al ascender de los focos ya en grandes profundidades, resultando entonces ROCAS ABISMA- 1 Rosenbusch ““Elemente der Gesteinslehre” 2, Aufl. Stuttgart, 1907, pág. 1. ROCAS MACIZAS (IGNEAS). 55 LES Ó hasta que haya llegado á la superficie de la tierra resultando ro- Cas EFUSIVAS. Es fácil comprender, que en los dos casos el magma se solidifica en diferentes condiciones físicas y que estas diferentes condi- ciones deben tener una influencia sobre el aspecto de la roca. Por lo re- gular esta diferencia ya es perceptible macroscopicamente, pero lo reve- la mejor el estudio microscópico. Sobre todo la estructura de una roca y el orden de la cristalización de los diferentes minerales son el efecto de estas fuerzas físicas y á los diferentes modos de yacimiento de las rocas macizas corresponden di- ferentes estructuras. Además de la estructura el miscroscopio revela la composicón miae- ralógica y con ésta conseguimos nuevos principios para la clasificación. - Correspondiendo á una cierta composición mineralógica una com- posición química más ó menos determinada y constante, por otra parte no pudiendo darnos el microscopio datos químicos cuantitativos con la exactitud que el análisis químico, éste nos proporciona primeramente una comprobación para la clasificación mineralógica y en segundo lu- gar una nueva posibilidad para la clasificación. Fijemos ahora las fuerzas, que como consecuencia del yacimiento geológico, en el cual el magma se solidificó, pueden tener influencia sobre el aspecto de la roca. Los tres factores físicos que pueden tener tal influencia son: La presión, que se ejerce sobre el magma, La temperatura y El grado de viscosidad del magma. Eslos tres facteres físicos obran en parte independientes, en parte se modifican mutuamente. La presión depende naturalmente sobre todo de la profundidad en que se solidificó el magma, pero parece que la presión por sí misma no tiene gran influencia sobre la estructura (más bien sobre la combi- nación mineralógica) de la roca, sino que su acción es indirecta, por- que bajo una gran presión no pueden desprenderse los gases que con- tiene el magma y además se conserva mucho mejor la temperatura debajo de las grandes masas que causan la presión. 56 DR. PAUL WAITZ. La influencia de la temperatura es de gran importancia, porque, mien- tras mayor es su elevación las acciones químicas más fácilmente se pro- ducen y se aceleran, y en sengundo lugar la acción química del magma sobre el material, que lo envuelve y rodea, es más enérgica y por úl- timo disminuye la viscosidad del magma. Pero es de gran importan- cia además la marcha del enfriamiento, porque no puede ser igual el resultado, cuando un magma cristaliza á grandes profundidades lentamente por completo, ó cuando se solidifica una parte en la pro- fundidad y el resto en la superficie de la tierra, ó por fin, cuando el magma se solidifica rápidamente como roca efusiva (Factor del tiemp.). El grado de viscosidad depende, como ya lo hemos visto, en parte de la temperatura. Menos influencia tiene sobre ella la presión mis- ma, pero esta es de mucha importancia, porque una gran presión im- pide que se desprendan los gases, que tienen tanta importancia para el grado de viscosidad del magma. Pero además de la temperatura y de la cantidad de gases que contiene el magma, su viscosidad depende en primer lugar de su compósición química. Vemos, que para todas estas condiciones físicas la profundidad re- lativa, en que se solidificó el magma, tiene una importancia grandisima y podemos aceptarla como primer principio de la clasificación, sepa- rando la clase de Rocas Abismales de la clase de Rocas Efusivas. Entre estas dos clases coloca Rosenbuseh la clase de Rocas Intrusi- vas en Filones, que en parte tienen caracteres de rocas abismales ó de rocas efusivas ó por lo menos sus caracteres se asemejan á los de es- tas clases; pero también en parte ofrecen caracteres que solamente son peculiares á ellas y que se pueden explicar solamente por su modo de yacimiento, es decir, su apariencia en filones. Por esto aparece acepta- ble esta clase de rocas intrusivas en filones (Ganggesteine) pero tam- bién otras propiedades se encuentran solamente en esta clase de rocas. Ha influido mucho la separación de esta clase de las otras en el ade- lanto de la petrografía moderna y ha ayudado notablemente á la solu- ción de varios problemas petrográfico-genéticos. Hay que hacer notar, que no podemos separar estas tres clases de rocas completamente, sino debemos tener en cuenta, que debe ha- ROCAS MACIZAS (IGNEAS) ot “| ber transiciones entre ellas no solamente porque el mismo magma, que forma aquí una roca abismal, puede pasar á una roca efusiva allá ó viceversa, sino también, porque las condiciones, es decir, las fuerzas físicas pueden influenciarse mutuamente de tal manera, que resulten rocas de transición. Aquí debemos mencionar también la influencia que tiene la cantidad de un magma sobre las propiedades de la roca respectiva. Es claro que una cantidad pequeña de magma en el paso por las diferentes capas de la costra terrestre, subiendo del foco á la su- perficie de la tierra ó por lo menos á lugares más altos, se enfría más rápidamente que una cantidad grande, pero como lo prueban los ex- perimentos sintéticos de Doelter, y de otros, también siendo las otra- condiciones iguales, la cristalización en una masa pequeña difiere de la que se opere en una masa grande. Wo nos detendremos en la descripción de las diferentes formas de estructuras microscópicas y mencionaremos solamente los dos tipos principales: la estructura granulosa y la porfírica, correspondiendo á las rocas abismales la primera y á las efusivas la segunda, y haremos notar otra vez, que el modo de yacimiento es de primera iraportancia para la clasificación. Pero ese modo de yacimiento no coincide con la edad geológica de la roca; esta que anteriormente era de tanta importancia para la clasi- ficación antigua, hoy día no tiene ningún valor para la moderna. Hay que tomar en cuenta esto, porque todavía hacemos uso de la nomen- clatura antigua, pero los nombres antiguos, como p. e. Granito, que an- tes han tenido una significación geológica histórica no la tienen más (co- nocemos p. e. Granitos terciarios? ). Es un gran mérito para Rosenbusch haber siempre trabajado por la idea, de que la edad geológica de las rocas no tiene ninguna importancia para su clasificación, idea que actualmente es aceptada por todos. Dice 1 También el enfriamiento lateral de una masa intrusiva es por lo regular más rápido que el de partes centrales de esta masa. El efecto de esta diferen- cia se nota en las varias estructuras y composiciones mineralógicas de las di- ferentes partes de la masa, p. e. en la formación de una zona poríírica margi- nal, “la facies marginal” de una masa intrusiva. 58 , DR. PAUL WAITIZ. Rosenbusch en la última edición de su “Mikroskopische Physiogra- phie der massigen Gesteine” Bd. II. 1. Hálfte. Stuttgart 1907, pág. 7: “Se ve que no es necesario, que las propiedades de los tipos de las ro- cas abismales y efusivas sean funciones de la edad geológica, pero en todos los casos deben ser funciones de la profundidad, es decir, de la presión y de la temperatura. Las diferencias peculiares de estos tipos principales son más elevadas que verdades de experiencia y son con- dicionales necesarias y deben ser por eso explicables y deducibles.” Estas condiciones físicas no tienen solamente una influencia sobre la estructura microscópica de la roca, sino también sobre su composi- ción mineralógica y sobre el orden de la cristalización de los minera- les. Pues es bien sabido, que dos magmas de composición química idéntica en diferentes condiciones físicas pueden dar dos rocas com- pletamente distintas, Por eso nos tenemos que fijar para la clasificación de una roca no solamente en su composición química, sino sobre todo en la composición mineralógica porque “las rocas macizas son el re- sultado por una parte de la composición química y por otra parte de las condiciones físicas, bajo las cuales el magma se solidificó.”* El microscopio, dándonos la calidad y aproximadamente la cantidad de los elementos mineralógicos de una composición química más ó me- nos correspondiente á las propiedades ópticas y además el orden de la consolidación de esos minerales, nos proporciona un método bas- tante preciso para la determinación y clasificación de las rocas. Para esta clasificación petrográfica es de primera importancia (des- pués de la estructura) la cantidad de sílice, substancia que en todas las rocas predomina sobre las cantidades de los otros elementos. En la composición mineralógica entra la sílice en forma de cuarzo, en la de silicatos, y también el vidrio de la pasta puede contener una cantidad considerable de esta substancia. Entre los silicatos, los feldespatos son los más ricos en sílice y dan á la roca su carácter. Clasificamos por eso las rocas macizas en Rocas feldespáticas y en Rocas sin feldespatos. El primer grupo está caracterizado por una can- 1 Weinschenk, ““Specielle Gesteins Kunde.” Freiburg, 1905, pág. 15. ROCAS MACIZAS (IGNEAS). 59 tidad de sílice, que basta para la formación de feldespatos, mientras en las rocas del segundo grupo no alcanza para la formación de estos mi- nerales. En este segundo grupo puede haber dos casos: 1) Si hubo bastante sílice para la formación de representantes de feldespatos ó fel- despatoides, menos ricos en sílice que aquéllos, como sodalita, leuci- ta, nefelina y otros, se formaron estos rmaiinerales. 2) La cantidad de sílice no alcanzó ni para la formación de estos feldespatoides. Muy ra- ras veces encontramos rocas de estos últimos grupos en México y por eso no nos ocupamos aquí de ellas. En las rocas feldespáticas se revela la cantidad de sílice bajo el mi- croscopio de tal manera, que las más ácidas son ricas en feldespatos de potasio (ortoclasa) y muchas de ellas contienen además cuarzo; las más básicas contienen feldespatos de sodio y de calcio (plagioclasas). Entre estas rocas básicas los plagioclasas contienen tanta más propor- ción de anortita cuanto más básicas son, y cuanto más básico es el feldespato tanta más importancia tienen los silicatos ferromagnesia- nos. Pero aun en las rocas ácidas, la biotita, la amfíbola y la piroxena son elementos de clasificación. Una diferencia muy importante entre las rocas ácidas es la presencia ó ausencia de cuarzo libre, y en las rocas básicas tiene la misma importancia el olivino. Doy en el adjunto cua- dro según Weinschenk* una clasificación, en la cual están adaptados estos principios de la clasificación petrográfica moderna. Naturalmente hay entre las rocas típicas, es decir, las rocas típicas de las diferentes familias, transiciones también relativamente á su composición mineralógica y encontramos muchas veces rocas, que, por sus caracteres mineralógicos, deben ser clasificadas como rocas de transición entre diferentes familias, pues las rocas no son — como ya lo hemos dicho antes — cuerpos homogéneos.? Si aun en la mineralo_ gía encontramos ejemplares del mismo mineral pero de distintas lo- calidades, que no son de la misma composición química, con mayor ra- 1 L.c., pág. 21. 2 La nomenclatura indica en este caso la transición: andesita basáltica, basalto andesítico, etc. 60 DR. PAUL WAITZ. zón debe haber cambios en una roca que es un conjunto de minera- les. Sin tomar en cuenta las acciones exogenéticas, á las cuales han estado sujetas las rocas, como inclusiones de otras rocas y su asimila- ción, inyecciones de un magma nuevo, infiltraciones de nuevas subs- tancias por pneumatolisis ó infiltración, ó por fin alteración química posterior, hay que pensar en las acciones endogenéticas, es decir» acciones peculiares del magma mismo, que pueden cambiar la compo- sición química y mineralógica del magma. Tales acciones son p. €. mezcla incompleta (Schlieren), diferenciación magmática á causa de separación magmática, separación por cristalización y por el peso espe- cifico de minerales ya solidificados, y los efectos de todas estas accio- nes dificultan naturalmente mucho la clasificación. Es por eso muchas veces un trabajo en vano inútil y desagradable para el petrógrafo, clasificar una roca teniendo solamente un fragmento y una lámina de ella, sin conocer su yacimiento, y se comprende que diversos peda- zos de una masa eruptiva pueden ser clasificados de distintos modos por diferentes ó aun por el mismo petrógrafo. Sin entrar en más detalles sobre la clasificación mineralógica, que se encuentran fácilmente en muchas obras sobre petrografía, nos ocu- paremos de la clasificación química, que completa la clasificación pe- trográfica y nos dedicaremos sobre todo á la explicación de una de ellas. Como hemos visto, la composición química de una roca se revela cualitativamente y también (aunque no en un grado muy exacto) cuantitativamente por la composición mineralógica. Para comprobar esta clasificación mineralógica y para completarla sirve el análisis químico. Según lo que dijimos antes sobre las condiciones físicas y su in- fluencia sobre la forma en que el magma se solidificó, no se puede esperar que el análisis químico sólo puede servir como principio de clasificación. Una clasificación puramente química debe separar nece- sariamente rocas, que por su composición mineralógica y otras pro- piedades estén intimamente "relacionadas, y debe agrupar por otra parte rocas muy diferentes. Tal clasificación nunca puede descubrir TN ROCAS MACIZAS (IGNEAS). 61 las relaciones genéticas de las rocas. Por eso dice F. Becke' en una revista crítica sobre el sistema de clasificación de Cross, Iddings Pirsson y Washington? con mucha razón, que «esta clasificación sis- temática está muy lejos de ser un sistema natural de las rocas, y pa- rece más bien un archivo (Registratur) bien arreglado.» Desde que Rosenbusch en el año de 1889, el primero*, ha hecho la tentativa de obtener por el análisis químico ciertos «núcleos petro- gráficos» que se encuentran en las rocas; los petrógrafos moder- nos han estudiado estas relaciones con mucho empeño. Sin entrar á una descripción y á una critica de estas ideas de Rosenbusch, que él mismo más tarde ha modificado, sin entrar tampoco á la de las ideas de Michel - Lévy, Brógger, Lówinson - Lessing y otros sobre este asun- to, vamos á limitarnos solamente al método de una clasificación quí- mica, que en el día es el más usado, sin embargo de que no faltan objeciones no injustas contra él y no obstante que tampoco este método ofrece un sistema natural. Este método fué formulado por Osann, en su «Versuch einer chemi- schen Klassifikation der Eruptivgesteine,»” trabajo en que el autor trae 'un vasto é interesante material sobre el asunto. Pero antes de descri- bir el método de cálculo de Osann tenemos que decir unas palabras sobre la base de todos estos métodos de cálculo. Como lo ha mostrado Rosenbuseh (1. c.) el análisis químico no sirve directamente para la comparación de las rocas, y todos los que han tratado estos problemas (con excepción de Michel - Lévy) son de la opinión de Rosenbusch, 1 Tschermaks mineralog. und petrogr. Mitteilungen. Wien, 1903. Bd. XXI p. 208. 2 “Quantitativ Clasification of Igneous Rocks based on chemical and mine- ral characters, with a systematical nomenclature by Whitman Cross, Joseph P. lddings, Louis V. Pirsson, Henry S. Washington. With an introductory re- view of the development of systematical petrography in the nineteenth century by Whitman Croos.” The University of Chicago Press. Chicago. William Wes- ley € Son, London 1903. 3 T.M.P. M. Wien 1890 Bd. XI. p. 144. “Ueber die chemischen Beziehun- gen der Eruptivgesteine.” 4 T. M.P. M. Wien XIX. pág. 351, XX. pág. 399, XXI. pág. 365, XXIT. pag. 322 y 403. 62 DR. PAUL WAITZ. El análisis químico cuantitativo nos da el peso relativo por ciento P de los diferentes óxidos de los elementos que forman la roca. Este peso relativo P es el producto del número de moléculas N de estos óxidos por el peso específico molecular p del respectivo óxido: P=Np Implícitamente nuestras fórmulas quimicas nos dan ya el peso es- pecifico de los átomos y de este modo también el peso específico mo- lecular, pues Na,0 no dice solamente, que dos átomos de Na se unen con un átomo de 0, sino nos dice también, que Na se une con O en la relación de peso 2X 23 : 1x16. Pero esta relación en las propor- ciones del análisis no es ¿visible directamente, porque, como lo diji- mos, las proporciones analíticas son el producto del número de molé- culas por el peso molecular. Para los cálculos químicos es preferible usar solamente el número de moléculas N de los diferentes óxidos, que forman la roca y estos números los obtenemos, dividiendo las proporciones que nos da el aná- lisis cuantitativo, entre los respectivos pesos moleculares: NoE P De estos números de moléculas, cuya suma Z tiene, como lo ha en- contrado Rosenbusch, una interesante propiedad, que es, que en todas las rocas es de cerca de 1, 5,'se calculan los porcientos moleculares, es decir, las proporciones de los números de las diferentes moléculas por cien moléculas de la roca, dividiendo cada número de moléculas entre la suma Z y¿multiplicándolo2por 100: % moléculares = E Rosenbusch y Becke hacen aún un cálculo más para tener la rela- ción de los átomos metálicos de la roca y de estas relaciones forma el primero sus «núcleos petrográficos », p. e., el núcleo y de la formu- la RAI Si. 1 O multiplicado por 100 da cerca de;150. A'esta'suma de las moléculas de las rocas multiplicada por cien llama Rosenbusch “Zahl” (número). Y ROCAS MACIZAS (IGNEAS). 63 Osann se contenta para su método con el cálculo de las propor- ciones moleculares por ciento,' pero hace las siguientes implificaciones: 1). H, O, es decir la humedad (agua que se separa á 1109) y agua de combinación (agua al rojo) se excluyen del cálculo. Contra esta supresión no hay nada que decir, porque: a) una cantidad más con- siderable de H, O en una roca indica siempre que la roca está altera- da; si esta agua entra en el cálculo, por el peso molecular muy bajo de H, O (18) resulta siempre un número molecular por ciento muy alto, que altera en mucho el carácter de la fórmula de la roca fresca; b) la cantidad de hidrógeno, que en varios minerales es el elemento esencial (como en las micas p. e.), es tan pequeña, que se puede prescindir de ella en el cálculo de la roca, tanto más que c) muchos análisis químicos no nos dan ninguna seguridad sobre Ja forma en que esta agua se encuentra en la roca, es decir, si es de alteración ó de inclusiones, ó si es de combinación, ó es, en el caso peor, el con- junto de todas las substancias volátiles. 2). TiO, y ZrO, se unen con SiO; P. O;, Cl y SO», que siempre se encuentran solamente en cantidades muy pequeñas, no entran en el cálculo. 3). Fe, O, lo convierte Osann (y también F. Becke) en FeO, es decir, que en esta forma de fierro al mínimo, entra todo el fierro en el cálculo. Aquí tenemos una simplificación á la cual podemos obje- tar. Osann dice sobre este asunto (1. c. XIX, pág. 354): «La expe- riencia ha mostrado que el cálculo de Fe, O, y FeO, es decir de ambos óxidos separados, para nuestro objeto es solamente una complicación innecesaria, porque, aun cuando se trata de las /relaciones químicas de un grupo relativamente limitado de rocas, la separación de Fe, O; de FeO tiene objeto solamente cuando el material es completamente fresco.» Relativamente al primero de estos motivos podemos estar 1 Para obtener en corto tiempo y con facilidad los números moleculares, este autor ha publicado un libro, que en forma de tablas de logaritmos da direc- tamente los números que corresponden á los datos analíticos: Osann “Britrige zur chemischen Petrographie” I, T. “Molecular quotienten zur Berechnung von Gesteine Analysen.” Stuttgart 1903. 64 DR. PAUL WATIZ. conformes con el autor, pero, si aun él pudo hacer esta simplificación en el cálculo de los 900 análisis cálculados en sus trabajos, porque ha tenido que aceptar entre éstos, análisis de rocas que estaban algo alteradas, no creo que debemos admitir esta simplificación cuando se trata de «un grupo relativamente limitado.» No es tan injusta por eso la observación que hace Doelter sobre esta simplificación en su «Pe- trogenesis» diciendo «(...... es un retroceso, si ahora, después que hace algunos años que se ha tomado como absolutamente necesaria la se- paración de Fe, O, y de FeO, se opina que esta de sobra -.... )» 4). Si la roca tiene BaO y SrO se suman los porcientos moleculares de estos óxidos á los porcientos moleculares de Ca0. De este modo tenemos (si sumamos las moléculas de MnO, que siempre son muy pocas, con las de FeO) los llamados «7 elementos petrográficos»: SiO,, Al, O, FeO, Mg0, Ca0, Na, O, y K,O en forma de porcientos moleculares y podemos unirlos de tal manera, como se encuentran unidos en la naturaleza, por lo menos en la mayoría de los casos. Para esto formamos los siguientes grupos moleculares: 1). El grupo molecular de SiO, con TiO, y ZrO, lo denominamos con la letra S y ponemos S igual á la cantidad de porcientos molecu- lares de sílice, ete., colocando esta expresión al principio de la fórmu- la de la roca. S= Si O, 2). La suma de los álcalis Na, O + K, O lo reunimos con la mis- ma cantidad de Al, O,, marcando la cantidad de porcientos molecula- res de los álcalis con la letra A: A =Naz O + K, O. «No queremos decir con esta combinación de los álcalis con alú- mina, que debe haber esta combinación en todos los casos en las ro- cas; para saber, cómo es la combinación, sería necesario conocer, no solamente la cantidad de los minerales respectivos, sino también su composición química respectiva; pero en un sistema, que debe apli- 1 Doelter “Petrogenesis” Die Wissenschait Heft XIII. Braunschweig. 1906, página 63. pe YA ROCAS MACIZAS (IGNEAS). 65 carse á todas las rocas, no es posible tener estos datos. Por otra parte es fácil comprobar, que tal combinación de Na,O + K, O : Al, O¿= 1 : 1 tiene lugar en la mayoría de los casos y que la inexactitud es muy pe- queña.» (Osann, 1. c. XIX p.355). Este grupo molecular se encuen- tra sobre todo en los feldespatos y en los feldespatoides. 3). El resto de alúmina, que queda después de haber formado el grupo Á se combina con CaO y designamos esta cantidad de Ca0 con la letra C. Corresponde esta combinación al grupo molecular CaO Al, O,, que encontramos sobre todo en la anortita, pero también en algunas piroxenas y amfibolas: C=Al, 0¿—A En el caso bastante raro que, después de haber formado A y U que- da todavía un resto de A1,0, reune Osann con éste MgO y FeO en la misma relación 1:1, designando también en este caso (= Al, O,—A. Es preferible en este caso el método de F. Becke, que no une el resto de Al, O, con Mg0 y Feo, sino da este resto separadamente. 4). El resto de CaO que queda por lo regular, cuando toda la alú- mina ha sido unida con los álcalis y la cantidad correspondiente de cal, en los grupos A y C, se reune con FeO, MgO y MnO para formar el grupo T' de la fórmula de la roca: F =Ca0— (+ Fe0 + Mg0 +: MnoO. 5). La relación en cantidad de Na,O : K, O se expresa calculando la cantidad de moléculas de Na,O en 10 moléculas de los álcalis, po- niendo esta cantidad como índice de la letra n. De este modo el índi- ce de n es 10 Na.0 2 PR 6). Es de interés saber que relación hay entre el resto de CaO en F y la suma de las moléculas de FeO, MnO y MgO en F. Del mismo modo que se ha hecho con los álcalis, se calcula esta relación para la suma de FeO + MnO + Mg0 : Ca0, para 10 moléculas de F; poniendo Memorias. T. XX VIII, 1909-1910 —5 66 DR. PAUL WAITZ. la cantidad de los óxidos ferromagnesianos que hay en 10 moléculas de F como índice de la letra m: 10(FeO + MnO + M20) F índice de m = 7). Se calcula el cociente de sílice k de la roca. Como hemos visto, tenemos en A, en la mayoría de los casos, el grupo molécular R¿O AJ.0, de los feldespatos alcalinos con 6 moléculas de Si O, (ortocla- sa K,O, Al, Os, 6 SiO,, albita Naz0, Al, O;, 6 SiO,) es decir, en la rela- ción RsO : Al, O,: SiO, =1:1:6. En C tenemos la molécula CaO, ALO, que es esencial para la anortita (CaO, Al,O,, 2Si0,), en la cual este grupo molecular se une con 2 Si0,, es decir en la relación mole- eular CaO : Al, 0,:SiO, =1:1:2. En E por fin, las moléculas de FeO, MnO y Mgo0 y el resto de CaO se unen con 1 SiO,, formando el gru- po molecular de ortosilicatos (en el olivino y en las micas) de metasi- icatos (en las piroxenas y amfíbolas; además en la titanita, apati- ta, etc.). Calculando ahora la cantidad teórica de SiO, que corresponde se- gún estas fórmulas á A, C y F, en una roca tenemos 6GA + 2C-F moléculas de sílice y dividiendo S, es decir la cantidad real de molé- £ulas de SiO, de la roca entre 6A + 20, + F, cantidad teórica, resulta el índice de k, del cociente de sílice, el índice de R es S CEPA Si k es más grande que 1, podemos deducir que debe haber cuarzo libre en la roca ó una pasta vidriosa, rica en sílice; mientras que si k es «mucho menor que 1, es probable que no encontremos en la roca feldes- patos, sino feldespatoides, que tienen menos sílice, ó amfíbolas ó * piroxenas alcalinas ó mucho fierro magnético, etc. : todo esto liene que comprobar el estudio microscópico, Según el método de cálculo, que acabamos de describir, es 2A +20 + F=100—S ROCAS MACIZAS (IGNEAS). 67 Cambiando el valor de S entre límites muy amplios, es fácil com- prender, que también la suma de A+ C+E cambia en las diferen- tes rocas. Para la comparación de las rocas no importa tanto esta su- ma (que ya tenemos indicada en S) sino la relación entre A, € y F y por eso es preciso, expresar esta relación siempre para la misma can- tidad de moléculas. Para la comparación y además para poder hacer una proyección comparativa de las diferentes rocas, Osann calcula es- ta relación de A: C: F para la suma de 20, es decir para la cantidad de 20 moléculas de las moléculas de la roca menos las moléculas de sílice, y designa esta] relación con las minúsculas a, e y f correspon- dientes á A, € y F. SE SS a+c+f=20. y de este modo 20 A 200 ANS HO E e EA y el valor está indicado como índice á la derecha de la minúscula co rrespondiente como p.e.: La fórmula completa de una roca, p. e. de una 'andesita de hipers- tena del Volcán de Colima! es: A = 5,07, C= 6,47, F = 9,50; te do co o os, % 97, u corresponde como lo hemos visto al grupo molecular (Na,KO),O, ALO,, y e al grupo CaO, Al,O,. En las fórmulas de los plagioclasas (Ab, An), como por lo regular se escriben, y lo mismo en las del orto- 1 P. Waitz, “Le Volcan de Colima” Livret-guide du Xeme Congrés géolo- gique International. México. 1906,fasc. XIII Análisis núm. 2. 68 DR. PAUL WAITZ. clasa (Or) significa Ab la albita de la fórmula Na Al O, (SiO), y Or. el ortoclasa de la'fórmula K Al O, (SiO,)s, mientras An la anortita, tie= ne la fórmula CaO Al, O, (SiO,)». Si queremos darnos cuenta del * Plagioclasa medio,” que según el análisis químico, contiene la roca (ó mejor dicho podría tener), es por eso necesario duplicar 4 de nuestra fórmula para tener la rela- ción de los grupos moleculares R Al O, (Si0,)¿ : CaO Al, O, (Sio»). de los plagioclasas. ln nuestro ejemplo de la andesita de hiperstena del Colima tendríamos de este modo 10 Ab: 6 An 6 (Abs, Anss), es de- cir una andesina como “plagioclasa medio.” Pero no es necesario que el plagioclasa ó los plagioclasas que se en- cuentran en la roca al estudiarla al microscopio sean de esta com- posición: hay que tomar en cuenta: 1) que la composición de los pla. gioclasas cambia en el mismo cristal, lo que se nota bajo el microscopio en la estructura zonal de estos minerales, 2) que los plagioclasas de la roca por lo regular no eristalizan de una vez, sino durante un espacio largo de la cristalización de la roca y los que cristalizaron al principio no tienen la misma composición que los últimos, 3) que en el caso, en que se encuentre en la roca una pasta vidriosa, esta pasta por lo co- mún contiene substancias feldespáticas regularmente más ácidas, que las que se encuentran en los feldespatos individualizados y 4) los ál- calis como el óxido de calcio entran en algunos casos en conjunto con alúmina á la composición de otros minerales como amfibolas alcalinas y piroxenas. Los casos 1) 2) y 3) se presentan sobre todo en las rocas efusivas y por eso el “plagioclasa medio” teórico corresponde con el que en- contramos bajo el microscopio en las rocas granulosas más bien que en las porfíricas. En nuestro ejemplo de la andesita del Colima, el microscopio permite clasificar los plagioclasas como combinaciones de andesina, labrador y bytownita como fenocristales y oligoclasa y an- desina como plagioclasas de la segunda cristalización. Valiéndose de estas fórmulas de las rocas, Osann hace subdivisio- nes en las familias de la rocas de Rosenbusch, que se distinguen por su estructura y composición mineralógica, como hemos visto. ROCAS MACIZAS (IGNEAS). 69 Osann reune rocas parecidas de una familia, p. e. de las andesitas de augita ó hiperstena, formando grupos de estas rocas. De las fórmu- las de un grupo de rocas que en algo siempre se distinguen, calcula Osann el término medio, y la fórmula media que obtiene la llama “Fórmula del tipo” p. e.: Fórmula del Tipo “Crater Lake” de las andesitas de piroxena: A=524-0=612 E-=—937; A A E - O 1O Osann ]. c. XX. pág 441; á la cual se asemeja bastante la fórmula de nuestra andesita de hipers- tena del Volcán de Colima: A O E O A a Waitz l. c. Como se ve, esta fórmula, deducida del análisis químico de la roca sirve para la subdivisión en la familia á la cual la roca pertenece por sus caracteres microscópicos. La fórmula sola no bastaría para la cla- sificación, pues tenemos por ejemplo el tipo “Sta. Virgen” de las an- desitas de amfíbola, cuya fórmula es: k *8; *b] ny S10; dd mo. 1,3: Osann l. c. XX pág. 434. que se acerca mucho al|tipo “ Crater Lake,” pero la roca del tipo “San- ta Virgen” es una andesita de amfíbola y la otra una andesita de pi- roxena. Que estos dos tipos tengan una fórmula parecida no puede sorpren- der, pues hay mucha semejanza también mineralógicamente, entre los dos lo que se demuestra por el hecho de que las andesitas de amfÍ- bola muchas veces contengan piroxenas y viceversa. Pas id 70 DR. PAUL WAITZ. Pero al tipo “ Crater Lake” se asemeja también al tipo “Farsund”” de las monzonitas con la fórmula: 655 %5 “45 o; "55, Osann l. c. XIX pág. 396. Otro ejemplo da el tipo “Kewenaw”” de los Gabbros con la fórmula: A E E Osann 1. c. XIX pág. 423 y 0,88, el tipo “Royat'” de los Basaltos de Plagioclasa con la fórmula: 55 1% 1 "75 "9 DE Osann 1. c. XX pág. 451. 0,98, y observamos que para distinguir estas dos rocas, mineralógica y pe- trográficamente tan diferentes, el análisis químico y la fórmula solos no bastan. Los nombres de los Tipos son tomados de localidades más cono- cidas ó de la localidad de donde la roca corresponde más al tipo. En resumen podemos decir que para la clasificación moderna pe- trográfica sirve en primer lugar: El modo de yacimiento y respectivamente la estructura, en segundo lugar la composición mineralógica y en tercer lugar la fórmula de la roca calculada por el análisis químico. Nos queda por explicar el método de proyección que usa Osann pa- ra la comparación de las rocas. a, ce y f nos dan la relación de A, € y F para la suma de 20. De tres cantidades de una suma constante se puede hacer una proyección en el triángulo equilátero, porque en este triángulo la suma de las tres perpen- diculares de cualquier punto del triángulo á sus lados, es igual á la altura. Dividiendo cada una de las tres alturas del triángulo equiláte- ro en 20 partes iguales, trazamos en estas divisiones líneas paralelas á ROCAS MACIZAS (IGNEAS). 71 los lados correspondientes y designamos los vértices del triángulo con A, € y F, de manera que A designa el vérlice izquierdo, C el derecho y E el superior (fig. .1) o | LRADEDAD y » AAA VAYA s OPI RAIN AAA DANA NANA RARAS Wa A Es Cc ri 1. Tomando, á partir de la base 1) la altura correspondiente/en la per- pendicular que pasa por el vértice A tantas divisiones como indican los índices de a, y en la altura correspondiente (que pasa por el vérti- 72 DR. PAUL WAITZ ce F) la cantidad del índice f, las dos paralelas que pasan por estos dos puntos, deben cortarse en el punto que es la proyección de la ro- ca (en Fig. 1 p es la proyección de la andesita del Colima) pues por él debe pasar también la paralela que corresponde á c. Como se ve, no tenemos en cuenta en esta proyección la cantidad de sílice de la roca, pero también ésta podemos proyectar de un modo es- pecial, que indicó F. Becke y el cual describiremos más adelante. Es de esperarse de antemano, que las proyecciones de rocas seme- jantes quedarán muy cerca ó coincidirán en el diagrama. 2 A eS Fig.2. Areas aproxnadas f. según dotes de Csonn) te — grerto . 3yentla e Atorila. sa 93bbro. PIAR NE fraquita a endesiía -x-x-a basalto. Designando con Osann los 6 triángulos rectangulares, en los cuales las tres alturas dividen al triángulo equilátero, con I-VI en el sentido de las manecillas del reloj (fig. 1) principiando con el triángulo izquier- do sobre la base, observamos que p. e. las proyecciones de los grani- tos se acumulan sobre todo en el triángulo II, las de las syenitas en II y HI, las de las dioritas en III y 1V y las de los gabbros en IV. Del mismo modo encontramos reunida la mayoría de las proyecciones de los pórfidos con cuarzo y de las liparitas (rhyolitas) en Il, de los pór- ROCAS MACIZAS (IGNEAS) 73 fidos sin cuarzo y de las traquitas en II y III, de las andesitas de pi- roxena en JII y IV y de los basaltos de plagioclasa en III y 1V, pero más cerca del vértice F del triángulo, como las proyecciones de los gabbros (fig. 2). Pero notamos igualmente las posibilidades de transiciones de rocas en este diagrama, pues ninguna familia de rocas, según Rosenbusch, está separada de las otras familias por límites fijos. F (Magma TT puro.) / AN > Y | > Ñ / A Si Maáginid 5 ¿ | ' SS a | A N mao Led El ES Á p Ad y (magina [imagina Y puro) Pg. egun Osenn) RE MER puro) Si comparamos en el conjunto de proyecciones de Osann el lugar y y el área de las diferentes combinaciones, reconocemos naturalmente también las áreas que corresponden á los “núcleos petrográficos” de 74 DR. PAUL WAITZ. Rosenbusch, porque el cálculo de Osann está fundado, por lo menos en parte, sobre estos núcleos y Osann mismo anota estas relaciones y las demuestra con la figura adjunta (fig. 3). Osann 1. c XXI pág. 341. Explicaremos por fin algunos otros métodos de proyección, que tam- bién pueden dar una buena idea sobre la composición quimico-mine- ralógica de las rocas. No entrando en la descripción de unos méto- dos especiales que usó F. Becke con tan buen éxito en su trabajo “Die Eruptivgebiete des bóhmischen Mittelgebirges und der amerika- nischen Andes',” tenemos que mencionar y describir el método de este autor para la proyección de la sílice de las rocas. Figs. En el interior del triángulo de Osann no puede ser proyectado otro cuerpo más. Sería necesario una proyección estereográfica para este objeto, pero eso tiene sus dificultades para el dibujo y para la vista del 1 T. M. P, M., Bd. XXIT. Wien 1903 p. 209. iv reé d is ROCAS MACIZAS (IGNEAS). 75 LA conjunto de un número mayor de proyecciones. El método de Becke es el siguiente: Levantando en el triángulo P en el punto p dela fig. 4 que sea la proyección de una roca según el método de Osann, una per- pendicular de una longitud en milímetros correspondiente á la canti- dad de porcientos moleculares de SiO, (pS”) y proyectando esta línea sobre el plano perpendicular P” sobre e! lado AF del triángulo, obten- dremos el punto S”. En seguida haciendo girar 909 este plano P” sobre el lado del triángulo como eje, de manera que el plano P” quede en el plano del triángulo P, pero fuera de este, resulta la proyección defini- tiva de la cantidad de SiO, en el punto s. Fig. 4 b15. Una vez conocido este modo de proyección se ve, que no hay nece- sidad de seguir la construcción anterior, sino solamente construir la perpendicular de la proyección de la roca p en el triángulo de Osann - sobre el lado AF y partiendo de esta base AF, que prolonga la per- pendicular hacia fuera en milímetros correspondientes á la cantidad de porcientos moleculares de SiO, de la roca (fig 4 bis.). 76 : DR PAUL WAITZ. Podemos naturalmente dar estas dos proyecciones juntas ó separa- das según el tamaño del triángulo de Osann que se publique y el ta- maño de la página de la publicación. Michel-Lévy inventó otro método de proyección y Brógger lo mo- dificó. En esta proyección se hace uso de un sistema de coordenadas rectangulares con 4 radios con inclinación de 60% con respecto al eje (ordenada) vertical, fig. 5. 4d €s0 Fty03 | 14g O Se distribuyen los porcientos moleculares de SiO, en milímetros, en el eje horizontal (abscisa) por partes iguales á uno y otro lado del cen- tro y los porcientos moleculares de los otros “elementos petrográficos” del modo que indica la figura. Uniendo todos estos puntos con líneas rectas, resultan diagramas característicos dejlas diferentes rocas. Respec- to á este método dice Doelter* “Esta proyección ofrece una clara vis- 1 Doelter “Petrogenesis” pág. 66 A ROCAS MACIZAS (IGNEAS.) (add, ta de conjunto, porque demuestra al momento la relación de la cantidad de ácido silícicg (Aciditát) de la roca: Un diagrama alargado en di- rección horizontal es típico para una roca ácida, uno corto en esta direc- ción para una roca básica: Las rocas sálicas (leucócratas) tienen figu- ras con la parte superior baja, las fémicas (melanócratas) una parte superior alta. Las rocas que contienen mucha sosa y alúmina resultan con diagramas que están alargados en la parte inferior; en suma: por estas figuras se puede ver y valuar con facilidad la composición quí- mica y, si la proyección es exacta, se puede directamente leer la com- posición por ciento.” La andesita del Volcán de Cclima, que ya varias veces nos ha ser- vido como ejemplo, tiene el diagrama, que presenta la fig. 5. La desventaja de esta típica proyección es que ocupa mucho lugar en el caso que haya que comparar un número crecido de rocas, y por eso pierde mucho en claridad y en vista de conjunto. Pero para la com- paración de los tipos extremos será siempre este método muy caracte- rístico, lo mismo que para la comparación de una serie limitada de rocas, que estén intimamente relacionadas para enseñar el paso lento de unas á otras. Nos hemos ocupado en este corto estudio sobre todo del método de Osann, no solamente porque este método muy práctico es el más usa- do actualmente y ofrece por eso y por el número enorme de análisis que sirvió 4 Osann como base para el desarrollo de su método, un vas- to material de comparación, como ningún otro, sino también, porque es hasta ahora el único método que ha servido para la comparación de las pizarras cristalinas.* U. Grubenmann” adoptó el método de Osann en este sentido, haciéndole solamente algunas modificaciones, Su modo de calcular es en pocas palabras el siguiente: 1 Compárese: Osann 1. c.T. M. P. M. XXIT. Wien 1903. pág. 352. 2 U. Grubenmann: “Principien und Vorschláge zu einer Klassifikation der kristallinen Schiefer. Compte rendu de la Xeme Session du Congres Géologique International. México 1906 Ileme fasc. pág. 961. “Die kristallinen Schiefer” Berlin 1907. II. Teil pág. 12 y siguientes. -] 0.0) DR. PAUL WAITZ S Porcientos moleculares de SiO», A Suma delos porcientos moleculares de los álcalis gue se unen con la alúmina en relación 1:1, C Porcientos moleculares de CaO que se unen con el resto de la alúmina, S Suma de los porcientos moleculares de FeO, MnO, MgO y del res- to de CaO, que queda después de haber formado C. a, e, f, n y k tienen como los anteriores la misma significación que las de Osann. M Resto de CaO que después de haber formado G entra en PF, T Resto de la alúmina, que después de la formación de A y € pue de sobrar. México, Julio 1909. MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVII. LOS PELIGROS DE LAS APLICACIONES TERAPBUTICAS DE LOS RAYOS X Por el Dr. Ricardo E. Cicero, M.S. A. No pocas veces me ha sucedido en mi práctica profesional que al proponer un tratamiento por los rayos X en alguno de los padecimien- tos en que este moderno y excelente medio terapéutico está indicado, me haya encontrado con una resistencia temerosa de los pacientes ó de sus allegados, sucediendo esto último particularmente en casos de niños afectados de tricoficia, traduciéndose el miedo de los padres muy especialmente en el peligro que se imaginan puede existir de que el cerebro sufra por la acción de las radiaciones. Este temor en particu- lar y el vago é indefinible que no aciertan á expresar de que otros ac- cidentes cuya naturaleza y gravedad ignoran pero pretenden presumir, están basados como todos los que á la ciencia atañen en las exagera- ciones é imperfección de conocimientos de la mayor parte de los vul- garizadores y más que de ellos de los simples noticieros; se deben también á la insuficiencia de conocimientos en la materia de los que mejor instruídos debían estar en ella, por causa en parte de la descon- fianza que inspira todo lo nuevo y en cierto modo hasta maravilloso y por la tendencia tan fácil de la humanidad á las generalizaciones, con lo que se hacen inferencias erróneas basadas en hechos que no se ha tratado de conocer bien y cuyas condiciones de producción han sido ignoradas por la generalidad, que se cree, sin embargo, con capacidad suficiente para opinar sobre cualquier asunto; debido por último á la descarada explotación que los charlatanes han hecho con este en rea- lidad excelente medio terapéutico cuando es bien manejado y al que han cubierto de un descrédito inmerecido. 80 DR. KICARDO E. CICERO. Que en sí encierran peligros los rayos X para la integridad del orga- nismo nadie puede dudarlo. Todos los agentes tanto físicos como quí- micos y biológicos que la medicina aprovecha para el tratamiento de las enfermedades son de por sí nocivos si se les emplea en proporcio- nes mayores de las debidas. La substancia más inocente, el polvo más inerte, el agua misma tan indispensable para la vida, el vivificador por excelencia el oxigeno, para citar cuerpos en los tres estados molecu- lares, dañan al organismo si la dosis en que llegan á estar en relación inmediata con el organismo pasa de determinados límites. La intensi- dad del daño puede ser más ó menos variable, exiguo si se quiere en algunos casos; pero siempre real en cuanto se realiza la condición que acabo de indicar. Otro tanto pasa con los agentos físicos; los mejor co- nocidos, la luz y el calor tan indispensables para que las reacciones vitales se efectúen normalmente, resultan altamente perniciosos si lle- gan á ser demasiado intensos, máxime si la duración de su aplicación perdura algún tiempo. Pero si agentes como los que acabo de citar re- quieren para ser nocivos ser elevados á dosis que no sólo relativa, sino absolutamente tienen que ser consideradas como demasiado altas, no sucede lo mismo con los agentes más activos de que la terapéutica dis- pone. Los mercuriales y los diversos alcaloides, para no mencionar más que algunos de los medicamentos más importantes, son no sólo nocivos, sino aun mortales para el organismo en dosis que considera- das en sí mismas parecen demasiado pequeñas, siendo en realidad si se consideran sus efectos, verdaderamente enormes. ¿Qué es, en efec- to, la dosis de un gramo de una sal de quinina, el:alcaloide que se usa en mayores dosis, considerados en absoluto por una parte y en rela- ción por otra con sus intensísimos efectos sobre la temperatura y los sistemas circulatorio y nervioso? Pero si el contraste es notable en esle ejemplo ¿cuánto más no lo es tratándose de los mercuriales cuya do- sificación se hace por centígramos, de la morfina de dosificación aún menor, de la estricnina que tiene que ser empleada por miligramos, de la atropina que con medio milígramo obra intensamente ó de la aconitina cristalizada para la que una dosis mayor de un tercio de mi- lígramo ya es temible? Y sin embargo, todos estos medicamentos son APLICACIONES TERAPEUTICAS DE LOS RAYOS X. sl empleados á diario por los médicos sin que sobrevengan malos efec- tos ni sean temidos por los enfermos ó si acaso en límites que pueden ser considerados como razonables. ¿Por qué entonces para los rayos X no se ha de tener un criterio semejante? Pase que en un principio, cuando aún no habia habido tiempo de que fuesen bien estudiados se les temiese. Pero hoy que son bien conocidos, hoy que están bien de- terminados tanto su acción como sus peligros y los medios de ponerse al abrigo de éstos, ya no hay razón de ser para ese misneismo, que por otra parte va quedando ya enteramente fuera de lugar, puesto que han pasado ya 13 años desde el día en que Róntgen comunicó al mundo la buena nueva de su descubrimiento, sin contar con que 13 años en la época en que vivimos equivaldrían quizá hasta á siglos en épocas anteriores. Partamos pues de este principio: Los agentes más activos de la te- rapéutica son precisamente los que intrínsecamente son más nocivos para el organismo sano. Precisamente la observación de sus efectos tóxicos es la que ha conducido, reduciendo las dosis á lo que la pru- dencia aconseja, á emplearlos como medicamentos. Esto mismo aconteció con los rayos X. A raíz de su descubrimien- to el entusiasmo que provocó su admirable propiedad de hacer trans- parentes muchos cuerpos opacos á la luz, y entre ellos los tejidos del organismo, hizo que fueran empleados con profusión y sin discreción para el diagnóstico y no tardaron mucho en hacerse patentes las con- secuencias de esta conducta irreflexiva. En algunos pacientes someti- dos á largas exposiciones para sacar radiografías de sus órganos en- fermos; pero más aún en operadores que hicieron uso exagerado de este medio dignóstico sin precauciones de ningún género, que ni si- quiera pudieror suponer habrian menester tomar, y más quizá en los obreros dedicados á la fabricación de los tubos para la producción de estas nuevas radiaciones, que por fuerza, los tenían que someter á re- petidas pruebas para asegurarse de su eficacia antes de que fueran puestos á la venta; en estos tres géneros de condiciones comenzó á no- tarse que se producían accidentes más ó menos graves, semejantes en globo á los conocidos por quemaduras, tales como los producidos por Memorias, T. XX VIII, 1909-1910.—6 82 DR. RICARDO E. CICERO. el calor y los agentes cáusticos; pero con algunos caracteres muy espe- ciales, de los que sólo me anticipo á señalar por el momento que, si llegaba á producirse un proceso ulceroso, la tendencia cicatricial era excesivamente ínfima, tanto que aun se designó este accidente con el “nombre de úlcera de Róntgen para recordar que los rayos descubier- tos por este eminente sabio eran su causa específica. Si la observación se hubiera hecho solamente en los operadores ó en los obreros no se hubiera llegado seguramente á averiguar un he- cho muy curioso que domina como base práctica de las aplicaciones terapéulicas bien hechas de este agente físico. Por fortuna para la cien- cia las condiciones de la observación son de por sí variadas y extensas y aun antes de recurrir á la experimentación, la cual tiene por base las dificultades de aquélla y las dudas que á menudo hace surgir, se pudo notar el fenómeno á que aludo en los pacientes sometidos á las aplicaciones de orden radiográfico. En efecto: que llegaran á presen- tarse accidentes en quienes diariamente se hallaban sometidos á la ac- ción de los rayos X no tenía nada de extraordinario; se concehía sin gran esfuerzo que la repetición diaria de la acción llegara á ser nefasta. Pero lo que sí sorprendió, lo que desconcertó de pronto á los obser- vadores fué que en pacientes que habian sido sometidos á la acción de los rayos una sola vez se presentaran accidentes; pero no inmediata- mente, sino bastante tiempo después, transcurridos no sólo unos días sino dos, tres y hasta cuatro semanas sin que nada por lo pronto, ni en los primeros días subsecuentes á la aplicación pudiera hacer presu- mir que habían de producirse accidentes; en suma, que éstos para pro- ducirse habían requerido una especie de incubación semejante á la de las enfermedades infeeciosas. Henos pues en presencia de un hecho que individualiza con un carácter más al agente físico descubierto por Rónt- gen. La luz, el calor, los agentes mecánicos, la electricidad en sus di- versas formas nos tenían acostambrados á ver suceder de un modo in- mediato el efecto á la causa y si venían fenómenos tardíos eran los que denotaban el esfuerzo del organismo para corregir las lesiones, para llenar las brechas producidas ó eran debidos á la acción de causas que secundariamente intervenian, las cuales generalmente eran de orden APLICACIONES TERAPEUTICAS DE LOS RAYOS X 83 infeccioso. Pero que no siendo la causa primitiva de este orden y obran- do de un modo directo requiriese tiempo tan largo para manifestar su efecto, antes de los rayos X nunca se había observado. Este hecho, lo repito, debe tenerse siempre presente cuando se va á hacer una apli- cación terapéutica con estas radiaciones. Este mismo hecho, por otra parte, es tan interesante desde el punto de vista puramente especulativo, que á falta de otros bastaría para afir- mar la acción real positiva y específica de los rayos X, pues cuando se comenzó á observar que su uso producía accidentes, se discutió mucho acerca de si eran atribuibles á ellos ó bien al calor, al ozono, á los ra- yos catódicos, á la luz ultra- violeta, á la emisión de partículas materia- les, á las descargas ó á los efluvios eléctricos producidos por el ámpula, á las ondas eléctricas ó electro-dinámicas ó á radiaciones de natura- leza desconocida. Sin entrar en las discusiones que llegaron á elimi- nar los otros factores, particularmente el eléctrico, permítaseme citar que fué el Dr. Kienbock, de Viena, quien en 1900 demostró perento- riamente que los rayos X y sólo ellos son los causantes de esos acci- dentes. Veamos ahora en qué consisten éstos. Comenzaré por indicar, pero como cosa enteramente excepcional, que Guillemonat, citado por Fo- veau de Courmelles, menciona dos casos de muerte; pero en ellos se hizo la aplicación durante 8 horas consecutivas sin interrupción. Aho- ra bien, como aplicaciones de este género son contra todas las reglas, pues aun con un tubo malo no ha de pasarse de media hora á tres cuartos á lo sumo, para aplicar de un golpe la cantidad de 4 á 6 horas como máximo en una sola sesión, siendo habitualmente sólo de 15' 4 20' las de orden radioterápico y mucho menores las de orden radio- gráfico en la actualidad con la perfección á que ha llegado la fabrica- ción de las ámpulas, resulta que hechos como"los mencionados jamás se presentarán en la práctica normal radioterápica. La acción de los rayos X se efectúa esencial y casi únicamente en la piel en el lugar sometido á las irradiaciones. Es por lo menos, lo que puede afirmarse cun entera seguridad. En cuanto á la acción sobre los órganos profundos aún es bastante discutida. Si los tejidos que ed DR. RICARDO E. CICERO. atraviesan los rayos X son bastante delgados, tales como las orejas de un conejo unidas por su cara cutánea como en la experiencia hecha por Scholtz, la reacción puede efectuarse en el lugar de entrada y tam- bién en el de salida de los rayos. Parece muy poco probable, aun cuan- do se hayan citado observaciones, que después de atravesar el tórax de un hombre adulto puedan producirse accidentes en el lugar de salida de los rayos. En una observación de Kiimmel que parece ser fidedigna se trataba de un individuo tuberculoso muy enflaquecido. Esta acción sobre la piel y el peligro que entraña está en relación con la mayor ó menor penetrabilidad de los rayos, con la distancia del ámpula á la piel y con la duración de la aplicación. Es claro que los rayos poco penetrantes, que por lo mismo son los más absorbidos por la piel son los más eficaces para producir reacciones y por lo mismo. los más peligrosos. Los muy penetrantes, en cambio, que con facilidad atraviesan las partes más gruesas del cuerpo, casi no son absorbidos y son por lo mismo, punto menos que inertes. La conclusión para las aplicaciones radioterápicas es que los rayos deben ser de una penetra- ción media. La intensidad de la reacción cutánea varía muchisimo. Si no es muy fuerte se manifiesta simplemente en las regiones pelosas por la caída del pelo. Si los rayos han sido muy poco penetrantes ó aplicados á una distancia muy corta ó si sobre todo, han sido aplicados durante un tiem- po muy prolongado, la reacción es más intensa, recorriendo todos los grados, desde el simple eritema ó sea reacción vascular con ligerísimo estado inflamatorio de los tejidos á la reacción inflamatoria más intensa con producción de exudados ó hasta la ulceración persistente de lenta y difícil cicatrización. Puede finalmente producirse gangrena con esfa- cele de los tejidos y producción de escaras gruesas que tardan mucho en eliminarse. Con los medios actuales de aplicación han sido deste- rrados los últimos accidentes y sólo vemos la depilación, los eritemas y las inflamaciones de mediana intensidad que intencionalmente pro- vocamos cuando es esta la reacción terapéutica que necesitamos em- plear, como acontece para los lupus, los sarcomas y los epiteliomas. Y puesto que de estos últimos hablo, se presenta la oportunidad de APLICACIONES TERAPEUTICAS DE LOS RAYOS X. 85 señalar que también se ha acusado á los rayos X de poderlos causar y en efecto se han señalado hechos; pero no ha sido en las aplicaciones radioterápicas ajustadas á las reglas modernas, sino sobre todo en los operarios y en los operadores ó en pacientes en quienes indiscretamen- te habian sido forzadas las dosis. En cuanto á la acción sobre los ór- ganos profundos, es, como ya dije, bastante dudosa; sin embargo, pare- ce bastante favorable sobre las enfermedades del bazo en aplicaciones á la región en que esta viscera se halla situada. La acción tan temida sobre el sistema nervioso no está bien demos- trada en el hombre. Existe una observación de Mario Bertolotti de pa- raplegia sobrevenida después de una cura radioterápica; pero á falta de detalles no se puede juzgar del valor de esa observación. Hay otra _de Martini y Negro, que habiendo tratado sarcomas y linfosarcomas en dos individuos vieron desaparecer estos después de sesiones radioterá- picas de varias semanas; pero á la desaparición sucedieron síntomas de mielitis y la muerte. Estos autores no atribuyen directamente á los rayos X estos accidentes, sino que suponen que bajo su influencia fué puesta en libertad alguna substancia tóxica de los sarcomas á la que se deben imputar los accidentes. En realidad los accidentes graves por parte del sistema nervioso só- lo han sido observados en animales pequeños (cuyes, ratones) some- tidos á la experimentación con irradiaciones muy considerables y hay que tener en cuenta que las paredes craneanas de estos animales son muy delgadas y no oponen sino un insignificante obstáculo al paso de los rayos, mientras que en la especie humana, aun tratándose del ni- ño, tienen un espesor más que suficiente para detener el paso de los rayos é impedir que obren sobre el cerebro. Otra acusación que se ha hecho á los rayos X es bastante poco co- nocida del público. Se refiere á que se les considera capaces de causar la esterilidad masculina causando la azoospermia, es decir, la desapa- rición de los espermatozoides en el semen. Esta acusación tampoco reposa en sólidos fundamentos, sino solamente en experiencias en ani- males pequeños (cuyes, conejos) cuyos órganos genitales han sido ex- puestos á radiaciones intensas y prolongadas. 86 DR. RICARDO E. CICERO. Otro órgano finalmente que puede ser dañado por los rayos X es el ojo; pero acerca de su susceptibilidad hay muchas divergencias; pues mientras que para Chalupeky, por ejemplo, es muy sensible, para Scholtz su sensibilidad puede reputarse nula y ambos autores se basan en ex- perimentos hechos en conejos por ellos mismos. Sea como fuere, la opinión general es que sí son nocivos; pero en general sólo para los observadores que hacen muchas radioscopias y absorben por consi- guiente á la larga una cantidad enorme de rayos. Por fortuna la de- fensa es fácil porque no siendo el cristal permeable á los rayos X bas- ta usar anteojos al hacer las radioscopias para proteger los ojos. Por otra parte, si hubiere que tratar por los rayos X alguna región circun- vecina al ojo, basta cubrir éste con alguna lámina metálica maleable ó con algunas hojas de papel de estaño para defenderlo. En resumen, si algún peligro entrañan los rayos X en sus aplicacio- nes terapéuticas ello entra en la regla general de todos los medicamen- tos activos, de los que no hay uno solo que no presente reales peligros si es aplicado en dosis mayor de la debida y sin indicación precisa; pe- ro lo mismo que para todos esos medicamentos, cuando se les aplica con indicación bien definida y en las dosis y de la manera que la expe- riencia ha enseñado, no presentan en realidad ningún peligro y son en cambio un utilisimo agente terapéutico. México, Marzo 1909. A TAS, MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVII. Procedimiento astronómico Bizenital de Azimut para Topografía, Por el Ing. Angel García Conde, M.S. A, La determinación de este importante elemento para el Topógrafo, no ha sido nunca dificil; la circunstancia de que hoy me ocupe de él, es porque estando ya anunciado ¡igeramente y con algún lamentable equívoco en un ejemplo; por otra parte siendo el nuevo procedimiento que presento de fácil aplicación en el cálculo como en la práctica, él está á la altura necesaria de los ya existentes con las ventajas sobre ellos de varias comprobaciones y demás abundantes instantes de obser- vación. Me permito hacer referencia al tomo 24 (p. 423) de las Memorias de la Sociedad “Antonio Alzate” donde se empezó á publicar y consta por lo tanto su apoyo teórico completo. Por hoy sólo voy á hacer la ampliación práctica, para lo cual recordemos que él se aplica con el Sol ó dos estrellas que difieran poco en declinación y en dicho caso los as- tros en esas circunstancias pueden dar: PGE +] G)= (9 + 3) =0:.-..0.....2ómon.. (a) y para la indicación meridiana m m=— 1 [(G — G,) + (g + 91)) pia le ys ato (B) siendo (G G,) (g 9.) las indicaciones goniométricas horizontales, para los mismos dos hilos respectivos al hacerse las observaciones al Este y Oeste. Tomando el ejemplo del Sol en la memoria ya citada, se ob- tienen: para las fórmulas (a) y (B) 88 ING. ANGEL GARCIA CONDE. (a) Milos (B) 2.00. 20y 30 16931 0.00 22y A 169 30.5 2.00 Ay32 16931 De manera que prácticamente, los hilos Axial y segundo dieron el mejor resultado puesto que satisfacieron la expresión de condición (a) =0. Esta dió m= 169%30'.05 y tomando el promedio aritmético m= 169930'.8. Como el mismo día se observaron las estrellas f£ Leo- nis al Este y y Tauri al Oeste y cuyos datos originales fueron coloca- dos en la Memoria del tomo 24 citado, equívocos; poniéndolos como deben quedar se tiene: f Leonis (a) Este).—y Tauri (al Oeste). Lec. cir hor. hilos Lec. cir hor. 7139 49 261925 717 51 A 261 12 78 04 40 260 59 En este caso obtenemos: (a) Filos (B; 1.00 19 y 42 169%31.7 1.00 1yA 169 31.7 0.00 Aydád 169315 El mejor resultado práctico da m = 169931'.5 el promedio m= 169931'.6 de manera que la pequeña diferencia que con el Sol se obtuvo fué próximamente de un minuto, pero hay que advertir que en este caso si hubo armonía que en rigor hubiera sido difícil de obtener, puesto que la indicación m, dependió en las dos observaciones, de la aguja magnética con la cual se orientó la línea (0 — 180); quizá fué que el instrumento permaneció en el mismo lugar en dichas observaciones, hasta que se terminó la última, y que la temperatura templada del lugar donde se hicieron, no proporcionó cambio sensible á la aguja PROCEDIMIENTO ASTRONOMICO BIZENITAL. 89 del instrumento. Hay también que advertir que los valores de m que resulten buenos por satisfacerse (a), casi se comprueban con los otros obtenidos. Como en el procedimiento satisfacer (a) es tener (G + G,=9 + Y) y entonces m= 3 (G + G,)=3 (9 + 91). Caso que se reduce á la ze- nital igual de una estrella á uno y otro lado del meridiano; lo que efectivamente es así, el procedimiento Bizenital se reduce como es na- tural al Zenital igual de un astro á uno y otro lado del Meridiano. Así es que con astros que difieran poco en declinación, lo único que pasa al observar varios hilos y combinarlos de dos en dos, es comprobar que la observación práctica ha sido bien hecha. Lo cual más claramen- te se vió con los ejemplos de Sol y estrellas, anteriores, no obstante que estas últimas diferían como veinte minutos en sus declinaciones. Pongo á continuación algunos pares de estrellas, escogidos del Al- manaque del Observatorio de Washington; es indudable que hay mu- chos más pares, que de este y otros almanaques pueden formarse. No pongo la hora ni época respectiva de observación en estos pares, por- que el que conoce el cielo ve en el día que va á observar, qué conste- laciones hay en él y qué par respectivo de la tabla debe encontrarse y prácticamente si sabe conocer como se ha dicho en el procedimiento Astronómico (tomo 24, p. 423) el momento en que están á altura igual, también sabe si en el momento que desea observar ya pasó el par que podía tomar, ó si está próximo ó lejano. TABLA DE ALGUNOS PARES DE ESTRELLAS, PROPIOS PARA AZIMUT ASTRONÓMICO BIZENITAL Al Este Al Oeste DES E Area iii a Pegasi. A Tar a Andromeda. 3,.—= 0 OriODiS............ y Pegasi. 4— 0 OriOMiS....ocoo.oo.. úu Pegasi. 5.— yv Orionis.......... +. 7 Piscium. 6.—K Orionis........... . € Eridani. 90 ING. ANGEL GARCIA CONDE. Al Este EAS Wei eoniS ie f£ Arietis. S.— rm Leonis ............ E” Ceti. 9.—'a Leonis.:...voo.... f Tauri. 10.— a Hydree............ f£ Orionis. 11.— £ Leonis............ y Tauri. 12.— y Aguila ........... p Leonis. 13— 0 Aguila............. y Virginis. 14— a Corona Borealis. gy Geminorum. 15.— e Corona Borealis. ¿ Geminorum. 16.—K Ophiuche......... p Leonis. dí. —-1.Pegasusisicnon. 7 Bootis, 18.— p OctantiS........... 7 Octantis. 19.— £ Urse Minoris.... 4 Draconis. (H). 20.— f£ Draconis. ........ 0 Bootis. 21.— 6 Ophiuche......... y Scorpi. 22,— 1 Aguila............. m Virginis. 23.— e PegasUS.....o..... K Ophiuche. 24— E Aquarii.....o..om m. Virginis. 25.— Y Capricorni........ 2 Sagitarie. 26.— € CygM8 cococccocooo. 0 Bootis. 2Z7.— 0 CyBNB cooonccconnns B Bootis. La observación práctica del Zenital igual de dos estrellas de la Ta- bla se reduce á un momento, se escoge y practica como en Astronomía. (Véase tomo 24 de Memorias.) En cuanto al Sol, desde luego es ventajoso y conveniente empezar la observación de manera que dure lo menos posible, pero como esto dependerá de la posición del Sol en su órbita, de la posición del lugar de observación, del instrumento que se use, etc., cada observador eli- girá el mejor momento, estudiando su instrumento que prácticamen- te le indicará, cuando esté próximo el momento de no poderlo obser- var. Hecho esto se dirige el telescopio á este astro cuando esté al Este y se recibe su imagen en una pantalla de papel blanco no transparente, A PROCEDIMIENTO ASTRONOMICO BIZENITAL. 91 en el cual también estarán las imágenes de los hilos del retículo y co- mo no puede observarse el centro del Sol, se hará con sus bordes orien- tal ú occidental y superior ó inferior ó con estos dos últimos y uno de los primeros, anotando las tangencias respectivas; se espera el Sol al Oeste idénticamente, no más que las imágenes se deben recibir simé- tricamente al hilo vertical y anotando las lecturas correspondientes, se combinan de manera de eliminar el semidiámetro en cada observación. Pongo en seguida un modelo de Registro de datos de Campo que es- tudiándolo facilitará completamente la comprensión mejor del procedi- miento, pues en él se notará que el borde que fué superior ó inferior y pasó primero al Este, pasa al último al Oeste, así como que por los hilos que pasó primero al Este, pasa al último al Oeste, etc. Tal es el procedimiento original que he arreglado y que espero ten- ga la sanción y utilidad respectiva para aquellas personas que tengan necesidad de él y al tiempo que dirá si fué útil el breve de mi investi- gación. REGISTRO DE DATOS DE CAMPO Hilos G [Al Exte] Bílos—G” [A1 Oeste] A o 0 e Ae dé: BAN ooancnooo nenas orcos A : o A 2 :] [mecano o cesccios ases (AE EE: mit£ E - 4 iS O o , Jan o / Y AS e dad ¡ER! si cod idas le Eq A —emmccnano rnnantos aros E nó ies E A . Veracruz, Enero 4 de 1908. “a S Y AS y ee A 9 SN p Je he 5 4 hR E e REE yo ATA EN: 05M 1 Ye : DA A Pombo O MONA A Ds Do TAS DIA Y AD Maa FUER dido DA A O RA a o AR RA E ASA zi MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVII. LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908 Por Manuel Miranda y Marrón, M.S, A. A primera vista y á quien no presta atención á los fenómenos, me- jor diré, sucesos de la naturaleza, parecerá obra estéril é inútil la re- seña de los grandes seismos que á nuestro planeta sacuden, estadística por mí emprendida en esta República desde el año de 1906 en que describí y estudié las causas de las erupciones y terremotos acaecidos en ese año, retrocediendo hasta el de 1902.* Si mi labor se redujese á presentar únicamente las efemérides de los temblores de tierra, y á describir las escenas que durante ellos se desarrollan, y la destrucción de aldeas y ciudades, y los lamentos de las víctimas supervivientes, y el recenso de los cadáveres y de mutila- dos por el derrumbe de techos y paredes, tendría razón hasta cierto punto la crítica de los no-pensadores, pues todos los seismos y los la- mentables y desastrosos efectos de los mismos son muy semejantes y, si se me permite decirlo, hermanos gemelos. Pero la comparación de unos terremotos con otros en una misma región y en diversas locali- dades ofrece lecciones á la ciencia, y da á conocer mejor cuáles son los puntos del globo más expuestos á esas catástrofes, para que sus habi- tantes vivan prevenidos, y adopten el sistema conveniente de construc- ción de sus moradas, ya que, por una aberración de adherencia al te- rruño, se aferren en seguir habitando esas poblaciones de continua amenaza contra sus vidas y se obstinen en reedificar una y cien ve- ces las ciudades cien ocasiones derruídas. Por otra parte, el estudio 1 Bol. Soc. Mex. de Geogr. 5? ep. II, p. 533. 94 MANUEL MIRANDA Y MARRON. de las causas productoras de los seismos y de los períodos de tiempo en que puedan con más probabilidad esas catástrofes repetirse, no sólo es útil á la ciencia, sino también y principalmente á la humanidad, que podrá recibir, acaso en época no lejana, oportuno y previo aviso de los terremotos, que en determinada región estén próximos á des- arrollarse. Este fin científico y altruista es el que me anima á proseguir en la empresa acometida, y á presentar en este trabajo la descripción y causa de los principales terremotos que á nuestro planeta conmovieron en el año de 1908. En mi estudio “Cometas y terremotos” leído el año próximo pasado (1908) en la Sociedad Astronómica, se recordará que hice el recenso de la mayor parte de los seismos del año de 1907. LOS TEMBLORES DEL 26 DE MARZO. Aunque en los dos primeros meses del año de 1908 tuvieron lugar algunos temblores, como el del 15 de Enero en Gonaives, Santo Do- mingo, seguido de una fuerte marejada que azotó tierra adentro, otro en Viena el 19 de Febrero, y otros ligeros en Oaxaca y Guerrero, en ésta República, indudablemente que los primeros seismos de magnitud y circunstancias especiales dignas de estudio, por su repercusión en va- rios puntos del globo, fueron los ocurridos el día 26 de Marzo, de los que no es extraño que hable casi después de un año, pues revistieron tales caracteres y tuvieron tal correlación con otros fenómenos, que me fué preciso acumular muchos datos para dar con su verdadera cau- sa y tratar de ellos científicamente. * 1 No es fuera de propósito dar cuenta del siguiente fenómeno relacionado en el adjunto cablegrama: “(Nueva York, Enero 20.—Los viajeros y tripulantes del vapor “Monterrey,” que llegó hoy á este puerto, procedente de Veracruz, Progreso y la Habana, traen noticias de un raro fenómeno que tuvieron oportunidad de estudiar, du- rante su travesía. "Y 'S "JN “BUBySe A “E [NUBE *S0] *1S [9p U9IODAMIP TP] Oleg “y :S “y fuero *4 UBnf *1g 1o Jod ODIXP]JA 9P [BIPU9L) ODIFO[OLO99A OLIOYRALOSGO 19 U9 PPRUIOJ “80G6T 9P OZIBIA 9P 93 TOP LOQUO [9 LOA BPeoJeqe U9IgoL e] 9p BIIRO -000/0008 Y 1 ap e1vosg A 3747 herra Puja ur 7 FA PIP A mpaa (AAA |, ARDAMANÓSR ; ST + == SS = === ES z DR ag A > ==“ E SS bLo Ñ Sp VISTLAY8 AE S SS X ESA - GN EZ AAA Z2> - AMA > A: E==> yA. E AAA y 2 p z 712% RAE z ES 57 o) A A ES PEA f e - - E h ade) [. m 2 A | sur E emo + 0 vada ms VUVÍVIVAVOD ROA NVI AV NDYZ a a e mos y cdammduy| Lo LAA ore SN ze a pS ¿0 ems Ss 7? ca », UYUIO y] Z9Y Ud va wurdxn Ne “IT “pr 82 “L “57 ez[y '908 "uloJy ay.” , EN q ¡E Ps y LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 95 El epicentre de esos terremotos, prescindiendo de la agitación seís- mica del lecho del Pacífico confinante con nuestras costas del Sur, es- tuvo ubicado en la misma región del Estado de Guerrero colimitrofe con el de Oaxaca, en que se fijó el del temblor del 14 de Abril de 1907, si bien parece que el 26 de Marzo hubo una derivación hacia Chilapa, donde se dejaron sentir con más rigor los estragos de los temblores. Tomo, por tanto, como base los datos obtenidos en esa población (Chi- lapa), Ayutla, San Marcos y Ometepec, en el Estado de Guerrero, y en Silacayoapan, de Oaxaca, triángulo que puede decirse circunscribe dicho epicentro Entre múltiples movimientos seísmicos verificados ese día, dos fue- ron los de mayores proporciones, que se extendieron á gran parte de este país, € hicieron sentir sus reflejos á distintos puntos del planeta. Hora.—No habiendo una red seismológica bien establecida en esta República y no habiendo una hora relacionada cronológicamente con esta capital, sino que en cada población se rigen los observadores por su reloj, no es posibie fijar una hora exacta de los temblores, sino so- lamente aproximada. Según los telegramas recibidos en el Observato- rio Meteorológico Central, el primer temblor se verificó en Ometepec á las 4h. 15m. p. m.; en San Luis Allende, dentro del triángulo indi- cado, á las 4h. 20 m.; en Silacayoapan á las 4h. 22 m., y según tele- grama privado, en Chilapa á las 4h. 27 m. Se puede, pues, fijar el seismo vespertino á las 4h. 27 m. aproximadamente para el epicentro. Observando la hora en los demás lugares tocados por la conmoción, osciló entre las 4h. 27 m. y las 4h. 30m. El segundo temblor, de mayor intensidad, tuvo lugar en Silacayoa- pan á las 9h. 9 m. p.m.; en Bravos á las 9h. 7m.; en Ojitlán á las 9h. 7 m.; en Chilapa á las 9h. 15m. Estando casi acordes los datos de las tres primeras poblaciones y comparándolos con los del resto de la región conmovida, se puede fijar la hora del temblor nocturno para “El once del presente, por la noche, poco antes de llegar á Progreso, cayó sobre el buque una lluvia de un polvo fino, amarillento, semejante á la harina. No era de carácter volcánico, pues no había piedra pómez en su composición; el polvo, al caer sobre cubierta, se convertía en una pasta. ] o MANUEL MIRANDA Y MARRON. el epicentro á las 9h. 10m. p.m. Así que el promedio para el resto del país respecto del temblor de la tarde fué á las 4h. 28m. y para el de la noche, á las 9h. 12m. que corresponden á las anotadas en el Observatorio Meteorológico de esta capital. E Registro de los seismos.—Los seismógrafos Bosch-Omori del Ob- servatorio Astronómico de Tacubaya, dieron las siguientes indica- ciones: “A las 4 horas 28 minutos, 11 segundos de la tarde, principió un extenso temblor oscilatorio de Noroeste á Sureste y Norte á Sur. “El movimiento principal dejó de apreciarse por las personas, á las 4 horas 30 minutos, 50 segundos, y en los aparatos, por su exquisita sensibilidad, dejaron de marcarse los principales movimientos á las 4 horas 34 minutos, 50 segundos; esto es, seis minutos treinta y nueve segundos después de que el movimiento principió. “Cuarenta minutos después del anterior sacudimiento, se dejó sen- tir otro temblor oscilatorio, en igual dirección, pero de tan poca inten- sidad que sólo los aparatos lo registraron y ninguna persona lo debe haber advertido. “Más tarde, ó sea una hora treinta y ocho minutos después del pri- mer fenómeno, los seismógrafos registraron otro movimiento, también muy ligero y que no fué sentido por las personas. “Las oscilaciones han seguido el rumbo de casi todos los fenómenos registrados en esta capital, esto es: de Noroeste á Sureste, y de Norte á Sur, orientación aquélla de la Sierra Madre y la Cordillera de los Andes. : “A las 7 y 20 minutos de la noche, otro temblor fué marcadu por las plumas del seismógrafo. “El sacudimiento, oscilatorio, tuvo la duración de minuto y medio. “Cuando aún la alarma causada por el primer temblor no desapa- recía, á las nueve y doce minutos treinta segundos de la noche, se dejó sentir otro temblor oscilatorio, que comenzó con movimientos suaves A E Mem. Soc. Alzate. T. 28, lám. IV. Chilapa. Capilla del Dulce Nombre de María. Destruída. LU eE A % Ls a ¿ 7 ed da, e 4 a A y AAN LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 97 que fueron aumentando en intensidad, de manera mucho más fuer- te que el de la tarde, lo cual produjo un pánico indescriptible; la gente se echó á la calle, los teatros quedaron vacíos, las habitaciones, escue- las y por doquiera se veian rostros azorados ó se escuchaban impreca- ciones y rezos. ; “La duración de este quinto fenómeno, fué exactamente de dos mi- nutos treinta segundos.” Los cablegramas que á continuación transcribo dieron cuenta del registro de los seismos en los Observatorios de los Estados Unidos: “Lago Salado, Utah, Marzo 27.—Un fuerte temblor de tierra, que tuvo una duración de cuarenta minutos, fué registrada por el seismó- grafo de la Universidad de Utah, á una hora entre media noche y la hora en que se abrió la Universidad esta mañana. Por espacio de vein- te minutos, la intensidad del temblor fué grande, por lo que el aparato registrador no hizo un registro completo de todas las fases del fenó- meno. “Albany, Nueva York, Marzo 27.—El seismógrafo del Museo del Estado registró hoy un fuerte temblor de larga duración. La sacudida principal fué precedida y seguida de otros fenómenos, que parece fue- ron originados en la misma zona. Este temblor es el más fuerte que se ha registrado en la ciudad desde hace muchos años. “Washington, Marzo 27.—El temblor de tierra que se dice ha des- truído la población mexicana de Chilapa, es el mismo fenómeno que se produjo en la Isla de Santo Tomás, ayer por la tarde, el cual fué re- gistrado casi á la misma hora en Washington, habiendo causado con- siderable alarma en la ciudad de México. “En Washington, los aparatos del Observatorio Meteorológico re- gistraron dos sacudimientos. Estos se efectuaron, aproximadamente, á una distancia de dos mil cuatrocientas millas; el primero tuvo lugar á las seis y nueve minutos de la tarde, y el segundo, á las diez y cin- cuenta y cuatro de la noche. Además de estos fenómenos, se encuen- tra anotado en los libros del Observatorio, otro que se efectuó el día veinticinco, y que se supone ocurrido en el mismo punto que los de ayer. Memorias T. XXVII1, 1909-1910.—7 98 MANUEL MIRANDA Y MARRON. “La población de Chilapa se encuentra, aproximadamente, á una distancia de poco más de dos mil millas de Washington.” M. G. Bigourdan, M. S. A., en una nota que públicó en las Comp- tes Rendus de la Academia de Ciencias del 30 de Marzo de 1908, precisa el registro del temblor de la tarde del día 26 y da indicacio- nes del de la noche, debiéndose tener en cuenta que en el Observa- torio de Paris las horas se cuentan de 0 á 24, á partir de media no- che, estando vigilado el aparato por M. Guénaire. “Este temblor de tierra, —dice M. G. Bigourdan, —fué registrado en el Observatorio de Pa- ris por el seismógrafo Milne, de dos péndulos horizontales, habiendo oscilado ambso; pero uno solo dió una inscripción suficiente, este fué el péndulo dirigido de Norte á Sur, y según el cual los movimientos se produjeron en Jas horas siguientes de la noche del 26 al 27 de Mar- zo de 1908.—La fase inicial principió de una manera casi súbita á las 23 h. 25 m. 20 s. (tiempo medio de Paris) y su primera sección (1) se prolongó hasta las 23 h. 35 m. 50 s. Entonces comenzó la segun- da sección (I,), que terminó á las 23 h. 56 m. 0 s. y durante la cual se manifestaron cuatro sacudidas importantes que comenzaron respec- tivamente á las 23 h. 36 m. 0 s.; 23h. 41 m. 40 s.; 23 h. 47 m. 30s. y 23 h. 52 m. 30 s.—A las 23 h. 56 m. Os. comenzó la fase principal, siendo los movimientos tan grandes que casi chocaba el péndulo con- tra sus puntos de detención. Estas oscilaciones de grande amplitud duraron 13 minutos, después los movimientos calmaron poco á po- co para terminar á las 2 h. 30 s.—La víspera había sido ya registra- da una sacudida á las 19 h. 48 m. y otras dos se produjeron en la ma- flana del 27: una bastante débil fué registrada á las 4 h. 22 m. y otra más fuerte de las 4 h. 40 m.á las 4 h. 50 m.: los movimientos más débiles que siguieron á éstas cesaron de ser marcadas á las 5 h. 30m.” Esta preciosa nota, teniendo en cuenta la diferencia de hora entre México y Paris, pone de manifiesto la correspondencia de los registros de los seismógrafos de los Observatorios de la capital de Francia y de Tacubaya, concordando el número y los momentos de los movimien- tos seísmicos del 26 de Marzo en esta República. Mem. Soc. Alzate. T. 28, lám. V. Chilapa.— Derrumbe de la torre que se estaba reedificando en Catedral.— El Reloj de $2,000 triturado LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 99 El Sr. D. José Comas Solá, Director del Observatorio Fabra de Bar- celona, en sus Observaciones séwmicas efectuadas durante el año de 1908,' asienta lo siguiente: “Marzo 26 y 27. A las 23"17"30”, se inician los temblores precurso- res de un violentísimo terremoto lejano que se manifiestan en la com- ponente E.W. y pocd'en la vertical. A las 23"50"” empiezan las gran- des ondas, las cuales terminan á las 0*5” del día 27. El movimiento cesa sensiblemente por completo á las 0"38”. La duración total de es- te movimiento ha sido, por consiguiente, de 1*20". El epicentro de este desastroso terremoto ha debido tener lugar en el punto distante 9,540 kilómetros de Barcelona.” “Marzo 27. A las 4"12"20*, seinician otros movimientos, precurso- res de una réplica del anterior terremoto (su distancia epicentral es la thisma). A las 432” comienzan las grandes ondas, menos intensas que en el primer choque séismico. A las 5"8” cesan las oscilaciones de este terremoto secundario, pero de gran violencia en su foco.” “Nota.-— El intenso terremoto lejano registrado á las 23"17"30* del 26 y la réplica de las 4'12”20* del día 27, de los que se ha dado opor- tuna cuenta y cuya distancia epicentral la fijé teóricamente en 9540 km., han sido confirmados, habiendo ocurrido tales desastrozos movimien- tos en México, sobre todo en la población de Chilapa, cuya distancia ha resultado ser sensiblemente igual á la distancia teórica calculada.” Dirección—.La dirección de ambos temblores fué la misma en el epi- centro, ó sea en Ometepec, Chilapa y Silacayoapan, de Sur á Norte. En Chilpancingo de N.E. á S.W., que fué la dirección general en la Repú- blica con cambio de N. á S., si bien en algunos puntos, como Tlaxca- la, Atlixco y otros los movimientos terminaron en rotatorios. Especificando la dirección de los movimientos en algunas localida- 1 Memorias de la R. Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, 3? época Vol. VII, Núm. 13, 1909. 100 MANUEL MIRANDA Y MARRON. des, tenemos: En esta Capital, según el seismógrafo del Observatorio- particular del Sr. Prof. D, Luis G. León, en que está implantado el Seismógrafo “Heredia,” el movimiento inicial del seismo de la tarde fué de N.E. á S.W. con cambio de N. á S. El Director del Ob- servatorio de Puebla, D. Francisco de P. Tenorio, envió al Central una nota acompañada de diagramas, de las que se deduce que el seis- mo de la tarde fué de N. E,1 E. 4S.W. ¿+ W. y de N.+N.W. á S.+5S.E, y al final, rotatorio y el inicial de la noche oscilatorio de S. á N. me- dio, rotatorio, y final, oscilatorio de N.W, á S.E. En Chignahuapan, Ob- servatorio Urania, bajo la dirección del estudioso D. Elpidio López, el seismo primero quedó marcado con dirección de E.SE.á W.N.W. y el de la noche inicial con la misma dirección, después de S.S-E. á N.N.W., y finalmente de S.S.W. á N.N.E. habiéndose notado en el de la tarde algunas trepidaciones, señaladas por saltos del estilete del péx- dulo. En Jalapa, otro de los puntos en que la observación fué tam- bién más precisa, el seismo vespertino fué á las 4 h. 40 m. por el ale- jamiento del epicentro, con dirección de N.W. á S.E. y el nocturno á las 9 h. 23 1. con 4 sacudidas de S. á N. De nuestro Observatorio Meteorológico Central no hay datos precisos, porque la esfera del pén- dulo chocó contra la pared por estar muy cerca de ella, defecto que se- fialé al hacer la descripción del terremoto del 14 de Abril del año de 1907. Aunque el movimiento general en ambos seismos fué oscilatorio, fué, sin embargo, también trepidatorio en el epicentro, Ometepec, Si- lacayoapan, Bravos, Tlapa, Acapulco é Iguala, en Guerrero, y en la mayor parte de Oaxaca, como en la capital del Estado, Pinotepa, Aca- tlán, Juquila, Valle Nacional, Tlaxiaco, Teposcolula y Justlahuaca; y también en Izucar y Tehuacán de Puebla; en Jonacatepec de Morelos y en Toluca, capital del Estado de México. : Ruidos subterráneos fueron escuchados en Ometepec, San Luis Allende, San Marcos (Guerrero), Tehuacán (Puebla) y Huajuapan (Oaxaca). También se oyeron ruidos substerráneos en Chilpancingo, siendo el seismo de larga duración, si bien no causó tantos estragos como el del 14 de Abril de 1907 y el de 16 de Enero de 1902, Mem. Soc. Alzate. T, 28, lám. VI. Chilapa.— El Terremoto de 26 de Marzo de 1908. Derrumbe de lo restante del Obispado que había quedado utilizable en el terremoto del 14 de Abril de 1907. A A e LA A is d - % : 1 , , - L A ' ( be NN ' » A 2 ? = q e o SNA , . / , á Y” J A ; A A EA A A a A, k A eS A A Dti 1 f E + N z 1 1 a j 4, e AA: 7 1d: A ' E * iS LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 101 Duración.—Del examen general de los telegramas, el temblor de la tarde duró entre 20 y 50 segundos y el de la noche de 20 á 30 segun- dos. En esta capital el vespertino duró 30 segundos y el nocturno 2 minutos. En Ometepec el primero, 40 s., del segundo no hay dato. En Silacayoapan, el vespertino 2 m. 20 s. y el nocturno, 1 m. 2s. En Chi- lapa, el primero duró 3 minutos, y en la noche desde las 9 h. 15m. comenzó una serie de temblores, pudiéndose estimar en treinta y cin- co los verificados en término de 24 horas. Esa ciudad fué la más com- batida y perjudicada, como luego veremos, y extraño que no haya nin- guna noticia en el Boletín del Observatorio referente á esa población, pues los datos que he tomado son de fuente privada. Los puntos en que los seismos tuvieron mayor duración fueron: Tarde: Oaxaca (capital) 1 m. 15s.: Chilpancingo 1 m. 30 s.: Puebla (capital) 90 s.: Coscomatepec (Veracruz) 1 m. 20 s.: Huatusco (Vera- cruz) 1 m. 10s.: Tlaxcala (capital) 68 s.: Chalco (México) 2 m. 42 s.: Cuicatlán (Oaxaca) 2 m. 3s.: Nochistlán (Oaxaca) 1 m.: Tierra Golo- rada (Oaxaca) 1 m. aproximadamente. Noche: Jalapa (Veracruz) 1 m. 20s.: Cuicatlán (Oaxaca) 1 m. 15s.: Coatepec (Veracruz) 1 m. 5s.: Oaxaca (capital) 1 m. 10s.: Texcoco (México) 1 m.: Puebla (capital) 72 s.: Esperanza (Veracruz) 1m.: aproximadamente. Extensión é Intensidad.—Ambos seismos abarcaron los Estados de Guerrero, Oaxaca, Morelos, México, Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Dis- trito Federal é Hidalgo, tocando algunos puntos de Michoacán, Coli- ma y Chiapas y muy poco al de Jalisco. La intensidad naturalmente fué mayor en el epicentro de Guerrero, fuerte en Oaxaca y demás Es- tados colimitrofes, decreciendo en los demás, pero por duración y fuer- tes movimientos la intensidad fué más notable en la faja que va de Chilapa y Silacayoapan, por Izúcar y Tehuacán (Puebla), Huatusco, Jalapa y Veracruz rumbo al Golfo de México. En esta última ciudad el temblor vespertino se verificó al ser llevado á su última morada el cadáver del recomendable Sr. D. Francisco Javier Muñoz, siendo lan- zadas las aguas del mar como cuarenta metros, bañando lugares nun- ca tocados antes por las olas, ni en días de las mayores tormentas. Los 102 MANUEL MIRANDA Y MARRON. aparatos del Observatorio de Ulúa anotaron movimiento oscilatorio de Oriente á Poniente con duración de 45 segundos. : Detalles.—Durante los temblores del 26 de Marzo del año próximo pasado (1908) no hubo afortunadamente desgracias personales que la- mentar en el Estado de Guerrero, ni en los demás que abarcó el seis- mo. En esta capital, al reventarse el cable del tranvía eléctrico en la 4% calle de Lecumberri fulminó á dos transeuntes, y en las obras del Palacio Legislativo se desprendió una vigueta de hierro lesionando á cuatro operarios, de los cuales uno quedó con conmoción cerebral. También en esta capital se desplomaron varios techos, se cuartearon varios edificios, y se abrió una grieta en el pavimento á lo largo de la calle de Patoni frente al Hotel St. Francis, Recibieron daños de algu- na consideración la Cárcel de Belén, el Palacio de Justicia Penal y la Escuela “Horacio Mann,” en la esquina de la calie de Limantour y Avenida Chapultepec. Como detalle curioso anoto que el Profesor de la Escuela Primaria núm. 97 situada en la calle de San Lorenzo, á fin de quitar el pavor á sus alumnos hizo que entonaran el Himno Nacional, si bien yo creo que ha de haber salido destemplado y con acentos temblorosos. En el Circo Orrin estaba en los momentos del temblor el equilibrista Warty- men bailando en la cuerda floja, pero como para él en ese ejercicio siempre está temblando, siguió en su baile con la mayor serenidad co- mo en terso y bien encerado salón; pero como la concurrencia no era equilibrista, se lanzó de sus asientos presa de pánico, buscando la sa- lida, al escuchar los crujidos del techo de lámina. En la zona del epicentro naturalmente fueron mayores los daños materiales, resultando bastante perjudicadas las poblaciones de Ome- tepec, Tlapa, Hacienda de la Providencia, pueblos de la Costa Chica y principalmente Chilapa, si bien su destrucción no fué completa, como anunciaron los primeros telegramas alarmadores. En Ometepec la ma- yoría de las casas por su mala construcción se derrumbaron, saltando AA 2010) *| op opreo3sody,, 19p e[rideo) q —'Bumni OpuezBuoue s1)uod] ns 100 [B1P9IB() PISO] * "ILA “pr ó8z L "OJBZ[Y "008 "WO A A y y LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 103 los habitantes presos de pánico por sobre los escombros, en medio de los nubarrones de polvo que levantaban los derrumbes, yendo á acampar en campo raso. Los presos llenos de terror y aprovechando la confusión se escaparon de la cárcel, saliendo inmediatamente la gen- darmería en su persecución. En Chilapa se repitieron en mayor escala las mismas escenas, oyén- dose los alaridos de terror y rabia de los prisioneros, por verse ence- rrados con peligro de perecer aplastados por el derrumbe de los muros, y á duras penas se les pudo tranquilizar. Ninguno de los habitantes de esa ciudad cerró los ojos en esa noche por la continua repetición de los seismos que, como dije, se calcularon en número de 35 en las veinticuatro horas. Se abrieron diversas grietas por las que se escapa- ban emanaciones sulfurosas, lo mismo que en Chilpancingo, dando esto margen á que se aumentase el pánico juzgando próxima la apari- ción de un volcán, por más que bien sabido es que por ahora no hay tal peligro, y que los seismos en aquella región son tectónicos. Las oficinas de la Prefectura, el salón del Ayuntamiento, la Catedral y el Seminario de Chilapa quedaron casi en ruinas y las escuelas públicas tan deterioradas que se hizo necesaria la suspensión de los cursos. La oficina del telégrafo que amenazaba ruina fué instalada provisional- mente en una tienda de campaña en el Jardín “Porfirio Díaz.” Fenómenos concomitantes y subsecuentes. —Por el cablegrama del Observatorio de Washington tenemos ya conocimiento que la misma tarde que aquí se sintió el terremoto fué sacudida la isla de Saint Tho- mas, lo cual se confirmó por los dos siguientes cablegramas: “St. Thomas (Antilla inglesa), Marzo 26.—Se sintió un fuerte terre- moto á las 5 p.m., en esta. No se registraron desgracias personales ni se derrumbaron los edificios, por más que muchos sufrieron serios desperfectos.” “Isla de Saint Thomas, Marzo 27.—Ayer se dejó sentir, de una ma- nera muy fuerte, un temblor de tierra. Todos los habitantes salieron de sus casas, consternados. Aún no se sabe las pérdidas y los des- perfectos de la propiedad que haya causado el temblor.” Ya por esto se ve que el seismo no fué local para esta República, y 104 MANUEL MIRANDA Y MARRON. demuestra la fuerza y extensión del fenómeno, lo que servirá para lo que adelante expondré respecto de su causa. Otro telegrama de Boston nos informa de un fenómeno observado por los mismos días en el mar: “Boston, Abril 10.—El vapor “Sylvia” que ha llegado aquí, proce- dente de Cuba, informa que, al pasar por frente al cabo Hatteras pudo contemplar un raro fenómeno. El vapor encontróse de repente entre nubes de vapor, que salían de la-superficie del agua; pero estas nubes eran tan densas, que los marineros no podían ver á una distancia d- diez pies fuera del barco. Un oficial tuvo que estar constantemente en el puente, por espacio de tres días, con el fin de dirigir lentamen- te las maniobras y marcha del buque, para impedir una colisión. Cuando desapareció el vapor sobrevino una recia tempestad.” Esas columnas de vapor que salían del agua indican una erupción submarina; y conjuntamente tuvo lugar una lluvia de cenizas el 26 de Marzo en Annonay, según una nota del Boletín de la Sociedad Astro- nómica de Francia, que dice: “Lluvia de cenizas.—Se nos escribe de Annonay, el 27 de Marzo: Un fenómeno curioso, que fué poco notado y duró solamente algunos minutos se produjo ayer tarde, hacia las siete. Pasó por nuestra ciudad un golpe de viento y arrojó un polvo blanco como ceniza. Sobrevimo poco después otra onda que hizo desaparecer las huellas de esta nueva lluvia, que fué comprobada en todos los cuarteles de Annonay.” Sabemos que los seismos no se limitaron al jueves 26, sino que con- tinuaron en los días siguientes, inclusive el lunes 30 del mismo mes de Marzo, en que tuvo lugar á la vez un iemblor en el fondo del mar que se comunicó á sus aguas, sin que se pueda fijar el punto preciso entre Sud-América y Nueva York, pues el siguiente telegrama sólo da cuenta en general del fenómeno: “Nueva York, Abril 2.—Los pasajeros que vinieron á bordo del va- por “Magdalena,” que llegó anoche á este puerto, procedente de Sud— América, refieren un curioso fenómeno que acaeció en alta mar el lu- nes en la noche. Mientras algunas parejas se dedicaban al baile en la cubierta del mencionado vapor, sintieron que el barco se balanceaba *10JUIJ OUBIL9ASS *(J Á ZO0LI191INL) OMUOYUY * —'so1qod Á SOUBIDUR AP O[ISY UOJ9TINUL SPUOP IABIN y *9SOP UBS “IS Sp 0 dura L, IA Em | XA '9)8Z[Y '908 “WS "HITA “UBr 83 “L Cad LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 105 de una manera inusitada, y el mar se ponía picado. Como el fenóme- no duró por espacio de algunas horas, las personas que se encontra- ban bailando, abandonaron la diversión, poseídos de cierto temor. Un poco después se explicaron el fenómeno, al recibo de un mensaje por medio de la telegrafía sin alambres, en el que se daba noticia de que en México se había sentido un temblor de tierra.” Otro fenómeno fué el siguiente: “Beloit, Wisconsin, Abril 2. —Desde hace algunos días se nota la actividad de la prodigiosa “Roaring Well,” fuente de ruido, situada en la Hacienda de Charles Leather, vecina á esta ciudad. Esta fuen- te sale de una grieta insondable. Se asegura que la fuente anunció el gran terremoto de San Francisco, saliendo el agua con mayor fuerza. Ahora se notan las mismas señales, que se representaron algunos días antes de que se verificara la catástrofe de San Francisco. De la grieta sale un viento fuerte y cálido, y se escuchan unos ruidos continuados, que se asemejan á los truenos.” Como he dicho, en los días subsecuentes al 26 de Marzo continua- ron sintiéndose en el Estado de Guerrero varios seismos, pero los de mayor intensidad tuvieron lugar los días 4 y 5 de Abril. El primero de estos terremotos ocurrió á las siete y cuarenta y cin- co minutos de la mañana, siendo de intensidad muy fuerte, que hizo temer por los edificios de aquella población, más aún cuando fué de carácter trepidatorio. Afortunadamente su duración fué corta, de diez segundos, y todo pasó sin novedad. El segundo ocurrió el día 5 á las ocho y cuarenta y dos minutos de la mañana, según comunicó el encargado de la Estación Meteorológi- ca, señor Guillén, y fué de grande intensidad, trepidatorio, y de la misma duración que el primero, esto es, de diez segundos. El mismo señor Guillén comunicó que á cada momento del día 4 se estuvieron escuchando tremendos ruidos subterráneos, que llenaban de pavor á cuantos los olan. Para terminar lo relativo á la descripción de los terremotos del 26 de Marzo y subsecuentes, “añado como una curiosidad estadística la lista de los temblores que han tenido lugar en esta República en el 106 MANUEL MIRANDA Y MARRON. mes de Marzo, según la reseña de Don Juan N. Adorno: Marzo 17 de 1542, Marzo 22 de 1748, Marzo 28 de 1787, Marzo 2 de 1792, Marzo 28 de 1800, Marzo 25 de 1806, Marzo 25 de 1844, y Marzo 3 de 1845. Habiéndose verificado el 28 de Diciembre del año próximo pasado (1908) la catástrofe de Messina, oportuno es recordar que Sicilia y Calabria fueron sacudidas en épocas remotas por terribles seismos el 27 de Marzo de 1638 y el 5 de Febrero y el 28 de Marzo de 1783, año en que se sintieron múltiples temblores en esta República y en que el Hecla de Islandia estuvo en continua erupción. Muy digna de llamar la atención es la circunstancia de que los dos temblores de Ca- labria á que me refiero fuesen en 27 y 28 de Marzo, lo mismo que los de esta República en 1787 y en 1800, habiéndose verificado casi todos los demás entre el 22 y el 28 del mismo mes de Marzo. XK Causa de los terremotos del 26 de Marzo.—Antes de entrar de lleno á inquirir la causa de los terremotos objeto de esta primera parte de mi trabajo, debo indicar que aun los que se dedican al estudio de los seismos, suelen confundir la clasificación de los mismos con su causa determinante, conformándose con decir que tal ó cual temblor fué de origen volcánico ó tectónico: pero una es la especie á que pertenece el terremoto y otra la causa que lo produce. Llegando á las causas productoras de los seismos, los geólogos y los artrónomos andan á la greña, atribuyéndolos los primeros á causas puramente geológicas, prescindiendo de las astronómicas, y los astró- nomos haciendo intervenir el elemento solar y otros astronómicos; mas la naturaleza se burla de ambos gremios y produce los fenóme- nos independientemente de sus opiniones aisladas, y haciendo inter- venir el elemento geológico y el astronómico. En efecto, siendo la Tierra un girón del Sol, y habiendo tenido su evolución astronómica, pasando del estado gaseoso al de materia líqui- da incandescente y al de condensación de su película externa, quedan- do todavía en su núcleo diversas regiones de masa pastosa fgnea, se- LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 107 gún traté extensamente en mi obra “Las Catástrofes de 1906” (C. IX, págs. 58 á 65), no podemos ni debemos prescindir del elemento as- tronómico al estudiar los fenómenos de nuestro globo, pues no es un cuerpo aislado que verifica su evolución independientemente, sino en consonancia con los demás planetas que forman el sistema solar. De esto se sigue que además de su trabajo de condensación, hay que te- ner en cuenta las influencias que sobre él ejercen los cuerpos cósmi- cos y entre ellos los anillos de asteroides, que no son otra cosa sino la desintegración de diversos cometas. * Las causas de las erupciones volcánicas son múltiples, entrelazadas unas con otras y complicadas, y á veces resultan de la combinación de varias causas, requiriéndose naturalmente la preparación ó desequili- brio en el punto en que un seismo se verifica. En mi opinión, dado el acomodamiento de capas que se verifica en nuestras eostas del Sur en el Estado de Guerrero, era el punto del pla- neta que se hallaba, por decirlo así, más predispuesto el 26 de Marzo para la producción del seismo, al verificarse como se verificó el paso de una corriente de meteoros por el meridiano de nuestro territorio: así que esos terremotos en cuanto á su especie fueron tectónicos, pero en cuanto á su causa fueron las corrientes magnéticas producidas por el paso de ese anillo de asteroides. Tengo, pues, que demostrar que el paso de esos enjambres es productor de terremotos, y después que efec- tivamente fué envuelta la Tierra ese día por una corriente meteórica, que dió origen á ondas magnéticas productoras de los seismos y á fe- nómenos luminosos semejantes á las auroras boreales. En cuanto á lo primero, en mi estudio “Los Terremotos del mes de Abril.” hice notar que el terremoto de Neyra y la Grande Banda se verificó al caer en el mar un meteorito cerca del puerto. Poco antes del terremoto de Riobamba en 1797, se vió en Quito el paso de numero- sas estrellas fugaces. Humboldt refiere que poco antes del terremoto de Cumaná en 1766 se vió el volcán de Cayambe envuelto en una lluvia 1 Véase acerca de la constitución de los planetas y la formación de las mon- tañas la notable conferencia de M. Puiseux del 2 de Diciembre de 1908. 108 MANUEL MIRANDA Y MARRON. de meteoros. Por último, para no traer más citas y ejemplos, el 19 de Mayo de 1861 pasó por el meridiano de Mendoza, en el camino entre Buenos Aires y Valparaíso, un monstruoso meteoro, y al día siguiente fué completamente reducida á ruinas la ciudad por un terremoto, de- jando sepultados en cuatro segundos más de diez y siete mil perso- nas.' Respecto de lo segundo, al Observatorio Meteorológico Central llegó un mensaje de San Juan Bautista (Tabasco) en que se le daba cuenta de haber aparecido el día 27 un hermoso bólido en el cielo de aquella población, hacia el Este de la misma, y con una dirección de Sur á Norte. La estela, muy luminosa, persistió largo rato, aproximada- mente un cuarto de hora, ampliando su latitud al desaparecer. Toda la población de San Juan Bautista salió á observar el fenóme- no, lo cual hizo con comodidad, debido á la hora tan temprana en que fué percibido: las 9 h. 50 m. p.m. , Según comunicaciones telegráficas del Director del Observatorio Me- teorológico de San Juan Bautista, el bólido no fué solamente visible en la capital del Estado, sino en muchos otros lugares, y de un modo especial en Villa de Jalapa, dejando luminosísima estela que fué ensan- chándose y esfumándose paulatinamente hasta su desaparición. Mas no sólo en esa región, sino que también en Sonora fué obser- vado por esos mismos días otro bólido, sin que pueda yo fijar con pre- cisión la fecha, pues el telegrama que conservo de Abril 9, solamente hace referencia á otra noticia anterior. El telegrama dice: Guaymas, Abril 9.—Nuevas noticias recibidas de Altar, manifies- tan que el bólido que en días pasados atravesó rápidamente la atmós- fera, del que dí cuenta- oportunamente por telégrafo, produjo un estruendo tan fuerte, que en varias casas se movieron las puertas vio- lentamente, al tiempo que una luz vivísima iluminaba el espacio; el fenómeno causó gran alarma en los primeros momentos, dejando des- pués atónitos á cuantos lo presenciaron. 1 Véase Volcanes y Temblores de Tierra.—Zurcher et Margollé. Cap. VIII págs. 225 y 240. al LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 109 Al desaperecer el bólido, que tenía color de fuego, dejó por algunos instantes una ráfaga hermosísima en el espacio.” Quiero hacer notar, antes de pasar adelante, que esos bólidos tuvie- ron dirección de Sur á Norte, en el mismo sentido del movimiento de los seismos en el Estado de Guerrero, y que si acaso no fueron obser- vados en mayor número se debió á que el 26 y el 27 de Marzo estuvo el cielo enteramente cubierto de nubes del tipo Nimbus, como advirtió mi ilustrado colega el Profesor Don Luis G. León en el estudio que presentó á esta Sociedad Alzate con el título de “Los fenómenos eléc- 3 tricos observados durante los últimos temblores,' si bien él los atribuyó á la electricidad acumulada en las nubes reaccionando sobre la tierra. Sin negar la electrización de las nubes, opino que la de éstas y la de nuestro planeta con la manifestación de ráfagas luminosas, que no se debieron al choque de los cables eléctricos, fué ocasionada por la co- rriente magnética desarrollada alrededor de la Tierra por el anillo de asteroides á que antes hago referencia, lo cual queda comprobado con Perturbación magnética registrada en el Observatorio del Ebro, Tortosa, 26-27 Marzo 1908. el hecho de que esos fenómenos luminosos no fueron vistos únicamen- te en la región del epicentro, sino en todos los lugares tocados por el terremoto, y más todavía en varios puntos del globo, siendo acompa- fíados de perturbaciones magnéticas. Ciertamente, en el Boletín de la Sociedad Astronómica de Francia, correspondiente á Mayo de 1908 vino esta noticia: “Una aurora bo- 110 MANUEL MIRANDA Y MARRON. real, aunque bastante débil, fué observada el 26 de Marzo último en Donvielle (Mancha) por M. L. Rudaux, y también en Westernieland, Holanda. Los rayos verticales se elevaban en arco luminoso. —Pertur- baciones magnéticas bastante fuertes se percibieron los días 26, 27 y 28, presentando el Sol manchas de poca importancia.” Otra aurora boreal fué percibida también en la noche del 27 al 28 en una gran parte de Suecia, habiendo enviado la descripción de la misma á la propia Sociedad Astronómica M. Charles Boman, según sus observaciones hechas en Avesta. “Aquí en Avesta, dice, he obser- vado este fenómeno desde las 10 h. 30 m. á la una de la mañana. El hemisferio septentrional estaba lleno de una luz azulada que por mo- mentos se hacía más intensa, de suerte que las estrellas como Capella, Castor y Pollux apenas se distinguían. Los centros de donde emana- ban las ráfagas de luz cambiaban á menudo y súbitamente, como des- plegadas por un'golpe de abanico. Las ráfagas y los repliegues de la aurora se extendían bastante más allá del cenit. Sería imposible des- cribir la forma de esta aurora, porque cambiaba á cada instante, sin embargo, estaba constituida por tres arcos de los cuales uno se sobre- ponía sobre los otros dos. Los puntos en que el arco superior reposa- ba sobre estos otros dos eran los más luminosos y de estos puntos bro- taban la mayor parte de los rayos. El color era siempre el mismo, blanco rojizo como la chispa eléctrica, y no cambiaba como sucede á menudo en las auroras boreales de primavera,” «Fx Queda, pues, comprobado que la perturbación magnética con fenó- menos eléctricos luminosos no se limitó á esta República en los días 26 y 27 de Marzo, sino que fué general para el planeta, ya que tene- mos al menos noticias de Francia, Holanda y Suecia. Pero ¿esa per- turbación maguética y esas auroras boreales fueron producidas como los temblores de esos días por el enjambre de asteroides de que antes hago referencia? Acaso desaparezca toda duda, comparando esos fe- nómenos con los verificados en diversas ocasiones en días 14 de No- LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 111 viembre, en que como es sabido se verifica la lluvia meteórica de Leó- nidas. El 14 de Noviembre de 1789 fué visible en esta capital un fenóme- no semejante á las auroras boreales, que fué descrito por el sabio P. Alzate y por el Sr. León y Gama, y que puso en tanta alarma á los me- tropolitanos, que creyeron había llegado el fin del mundo y confesaban á gritos sus pecados. Esa pseudo aurora boreal fué visible, según el testimonio del segundo, en Puebla, Tepeji, Taxco y otras poblaciones del país, y según el relato del primero, se vió en Sonora, Coahuila, Nuevo México, California y entre otros lugares de Europa en Barcelo- na, donde fué visible en la madrugada del 15, habiendo comenzado á aparecer al Norte de esta ciudad, por el rumbo de la Villa de Guada- lupe á las 8 h. 30 m. del 14. A esa hora, según el Sr. León y Gama, detrás de los cerros de la Villa se divisaban unos rayos blanquizcos en forma de escoba, notándose en la base un color entre rojo y amarillo, de cuyos extremos se percibía una porción de circunferencia de color rosado obscuro, pareciendo estar mezclada la luz con humo denso que ocultaba las estrellas del cuello del Camello y de las piernas de Cepheo, la Polar y demás de la Osa menor. Esa ocultación de las estrellas por esa especie de niebla hemos vis- to también que fué observada por M. Charles Boman en la aurora bo- real que se dejó ver en Suecia, y lo mismo pasó al verificarse la llu- via de Leónidas del 13 de Noviembre de 1833, pues M. Palmer, que la observó en New Haven, vió un vapor rojizo que se mostró prime- ro cerca del horizonte meridional, que después se elevó poco á poco hasta el cenit y que, aunque transparente, ocultaba las estrellas muy pe- queñas. Mr. Newton del mismo New Haven, que coleccionó las lluvias de Leónidas de los siglos pasados, señala como una de las más notables la del 4 de Noviembre de 1602, año en que también fué vista otra pseudo aurora boreal á las 8 h. 30 m. p. m. por los viajeros de la nao “San Antonio de Padua,” que venían de Filipinas 4 México, de lo cual dió fe y testimonio el Escribano de la nao, D. Sebastián Elcano, di- ciendo, “que hacia el Norte apareció una gran claridad en el Cielo que MEL: 0 oe 112 MANUEL MIRANDA Y MARRON. totalmente parecía Campos que se quemaban,+de color vermeja que pa- recía una propia sangre, estando atravesada á trechos aquella color ro- ja por unas barras de Norte 4 Sur de color blanco y amarillo, divi- diéndose luego hacia el medio y quedando como un Tizón en el Ayre, habiendo durado el fenómeno como cosa de hora y media, navegando el navío como á los 38 grados y medio y cosa de doscientas leguas de la Nueva España.” He extractado la relación del escribano usando su propio lenguaje, no habiendo sido otra cosa ese Tizón en el Ayre, que un bólido del enjambre de Leónidas, por más que dicho fenómeno se verificase el 4 de Noviembre, pues en mi libro “El Catorce de Noviembre” demos- tré que en cada período de 334 adelanta ese enjambre su aparición un día aproximadamente, y habiéndose verificado, aunque no con la ex- plendidez que se esperaba, la última máxima en 1899, entre este año y el de 1602 hay 297 años de diferencia, que divididos por 33 dan por cociente 9, ó sea que hacia 1602 las lluvias de Leónidas se verifica- ban el 4 de Noviembre, como también la de 1533, habiendo tenido lugar la de 1366 el día 31 de Octubre, nuevo estilo, ó 21 de Octubre, sin tener en cuenta la Corrección Gregoriana.' Mas para no hacer relación de fenómenos luminosos tan remotos co- mo efecto del enjambre de Leónidas, tenemos otro ejemplo reciente en la anrora boreal que fué visible el 15 de Noviembre de 1905 en la Man- cha y en la.región Noroeste de Francia, de la que vinieron varios re- latos en el Boletín de la Sociedad Astronómica de Diciembre de ese año, enviadas porlos observ adores de Dieppe Bayeux, Roubaix, Lille, Béthune, Vannes, Caen, habiendo sido también visible en Irlanda, no- tándose pesturbaciones magnéticas, de las que dió cuenta M. Th. Mou- reaux, Director del Observatorio de Parc Saint-Maur. Esa pseudo aurora boreal tuvo lugar entre 9 h. y 9 h. 30 m. p. m. desplazándose del Norte al Noroeste con color rojizo como de sangre, dejándose ver por instantes rayos verticales del mismo tinte pero más luminosos, en- treviéndose las estrellas á través de los resplandores. 1 Véase para todo estos fenómenos luminosos mi libro ““El Catorce de No- viembre,” págs. 8 4 15 y 37á 41. » LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 113 Que estos fenómenos eléctricos laminosos, pues no pueden llamarse auroras boreales en toda la extensión de la palabra, por las regiones en que han aparecido, sean efecto de corrientes magnéticas producidas por el enjambre de Leónidas queda confirmado por el relato de M. Ca- milo Flammarion, en sus “Estudios y Lecturas de Astronomía” (T. H pág. 101), al hacer la descripción de la lluvia de Leónidas del 13 de Noviembre de 1866. Dice: “Un poco antes y durante esta espléndida manifestación de estrellas fugaces, M. Phipson observó á intervalos irregulares brillos súbitos de luz parecidos á los que produciría una tempestad ubicada bajo el horizonte Norte. Pero no habia tempestad hacia esa dirección, porque los observadores situados en Conventry y Northampton observaron igualmente esos resplandores súbitos de luz rojiza y amarilla, y los atribuyeron también á relámpagos de una tem- pestad en el Norte. M. Hind y M. Symonds vieron también los mismos resplandores ........ Este sabio (M. Hind) notó una luz pálida, difun- dida en el horizonte, cerca de la constelación de León y semejante á la que se observa con frecuencia durante una aurora boreal. Nuestro corresponsal vió exactamente lo mismo, pero lo atribuyó á los rayos de luz de la ciudad (como aquí se atribuyó el 26 de Marzo al choque de los cables eléctricos). Recuérdese que M. Quetelet y algunos otros sa- bios han llamado ya la atención sobre ciertas irradiaciones eléctricas que han aparecido al mismo tiempo que los enjambres más ó menos notables de estrellas fugaces. Todo esto ha inducido á M. Phipson á4 creer que los enjambres brillantes de estrellas fugaces electrizan las regiones superiores de la atmósfera, produciendo fenómenos análogos á la aurora boreal.” Esto en cuanto á los fenómenos luminosos de origen eléctrico pro- ducidos por los enjambres de estrellas lugaces, y en cuanto á terremo- tos ya vimos que el Barón de Humboldt nos da testimonio de que po- co antes del terremoto de Cumaná en 1766, que correspondió á una máxima de Leónidas, se vió el volcán de Cayambe envuelto en una llu- via de meteoros. Como una contundente confirmación de lo expuesto, transcribo la carta siguiente, publicada en el Boletín de la Sociedad Astronómica de Memorias. T. XX VIII, 1909-1910. 8 114 MANUEL MIRANDA Y MARRON. Francia correspondiente al mes de Agosto último, ya que el presente estudio se está imprimiendo con esta fecha 1% de Septiembre. La nota dice: “Explosión de un uranolito.-— Hemos recibido la carta siguien- te.—En el Estado de Michoacán, distrito de Pátzcuaro, entre 10 y 11 de la mañana del 27 de Marzo de 1909, se percibió de improviso, en plena luz solar, un vivo resplandor y se escucharon inmediatamente estallidos semejantes á descargas de artillería. Se buscó en el cielo la causa del fenómeno que parecía venir de la región del Sur y á una al- tura media entre el horizonte y el cenit. Bien pronto se notó que se formaban en el espacio aglomeraciones de nebulosidades blanquizcas en forma de núcleos que desaparecían y reaparecian. Los truenos se repi- tieron varias veces y las nebulosidades variables desaparecieron por fin. Al día siguiente los leñadores encontraron algunos fragmentos de pie- dras meteóricas que llevaron á Pátzcuaro Conviene notar que esta ciudad se encuentra cerca de la región volcánica de Michoacán.— Prós- pero Páramo Rangel — Miembro de la Sociedad, en Morelia (Mé- xico). M. Camilo Flammarion añade, por vía de comentario, que es proba- ble que el fenómeno sea extraño al volcanismo y que se trate de la explosión de un uranolito. Pero es muy llamativo el hecho de haber ocurrido la explosión de ese uranolito, que se confirmó por las piedras meteóricas halladas, precisamente el 27 de Marzo, al año de los que surcaron nuestra atmósfera en la misma fecha del año anterior, pues el terremoto tuvo lugar en la noche entre el 26 y el 27 de Marzo. Hé aquí otro hecho notable que confirma también lo que he asen- tado respecto de las corrientes meteóricas y uranolitos como causas de determinados terremotos. El día 25 de Agosto último (1909) á la una y veinticinco minutos de la mañana conmovió un fuerte temblor la provincia de Siena, en Italia, que ocupa mil cuatrocientas setenta mi- llas cuadradas, y en un cablegrama procedente de Marciana Marina. del día siguiente, se dice que antes de tener lugar el terremoto, se ob- servó en el cielo una especie de foco lumanoso de un extraño color roji- zo. Este foco luminoso no puede ser sino un bólido, que viene á ro- bustecer más y más la hipótesis expuesta, añadiéndose este terremoto DE LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 115 causado por corrientes magnéticas producidas por meteoros á la esta- dística ya numerosa de los anotados en el texto. De todo lo expuesto se deduce claramente, que habiéndose visto va- rios bólidos en esta República la noche del 27 de Marzo del año próxi- mo pasado (1908), al día siguiente de los terremotos, y habiéndose observado esas iluminaciones ó ráfagas luminosas durante ellas, y las auroras boreales en Francia y Holanda en la misma noche del 26 y en Suecia en la del 27, se deduce, digo, que verificó su paso alrededor de la Tierra un anillo de asteroides, que electrizó la atmósfera y nuestro mismo planeta, y fué la causa de los temblores, y acaso también de la erupción submarina frente al cabo Hatteras y del temblor de la isla de Saint Thomas que tuvo lugar una hora solamente más tarde que el ves- pertino en esta República. Podria replicárseme que en tal caso, siempre que se verificase el pa- so de un enjambre de estrellas fugaces debían resentirse temblores de tierra, á lo que respondo que se verificarán siempre que al pasar esa corriente meteórica por el meridiano de un punto de la Tierra, éste se halle en desequilibrio, así como cuando hay alguna epidemia sólo con: traen el morbo los que están predispuestos; pues antes he expresado que los seismos son fenómenos complicados, que no debe confundirse su especie con la cansa que los produce, sin que por lo expuesto pre- tenda yo que únicamente las corrientes eléctricas producidas por los enjambres meteóricos sean la causa de los temblores, pues múltiples son las causas de los mismos¿como extensamente expuse en mi obra “Las Catástrofes de 1906.” Il SERIE DE SEISMOS EN LA REPUBLICA MEXICANA Después del temblor intenso del 26 de Marzo, el subsecuente de ma- yor importancia fué el que conmovió varias poblaciones de Sonora, Chihuahua y Jalisco el día 7 de Abril. Los telegramas recibidos en el Observatorio Meteorológico nos dan cuenta de que el temblor se sintió en los siguientes puntos: Fronteras, temblor oscilatorio, á las 10* 16% A 116 MANUEL MIRANDA Y MARRON. p.m., duración cinco segundos; Moctezuma, oscilatorio de Sur á Norte, á las 10* 30" p.m.; Banamichi, ligero, á las 9" 45” p.m.; Arizpe, osci- latorio, á las 10" 25” p.m. Además de esta región de Sonora, alcanzó el seismo á Colonia de Oaxaca, en Chihuahua, donde hubo varias sa- cudidas entre once y doce de la noche del día 7, y á Autlán de Jalisco donde tembló á la una y veinte minutos ligeramente. El día 23 del mismo Abril se sintió un temblor en Manzanillo, Co- lima, á las 5* 13" p.m. que fué oscilatorio y ligero. El seismo repitió en el mismo puerto á las once de la noche del 16 de Mayo, siendo és- te de más intensidad que el anterior, con la circunstancia de haber si- do trepidatorio. En el propio mes de Mayo comenzó a desarrollarse una importante serie de seismos en la región Sur, fronteriza con Guatemala, siendo sacudidos Chiapas, Oaxaca y el Istmo de Tehuantepec. Esta serie fué de varios periodos habiendo ocurrido los principales temblores los días 6 de Mayo, 12 de Junio, 19 y 28 de Julio, 7 de Agosto y 6 de Noviem- bre, observándose el 11 de este último mes un fenómeno en Chiapas que vino á explicar la causa de esos seismos. Descripción de los temblores. —Desde los días 7 y 8 de Abril, los mis- mos días de los temblores de Sonora se habían sentido sacudimientos ción y trepidatorio en la segunda; pero el de intensidad notable, puesto que alcanzó á esta capital donde se sintió ligeramente, fué el del 6 de Mayo, que tocó los puntos siguientes: Tapanatepec, Mayo 6 de 1908.—Hoy á las seis y cincuenta minu- tos de la tarde ocurrió en esta población un fuerte temblor de tierra, de especie oscilatorio, que duró diez segundos. Alarma en la pobla- ción.—Alegría. Tapanatepec (E. de Oaxaca).—A las 8 h. 53 m. p.m. fuerte tem- blor oscilatorio de 10 segundos de duración.—A legría. A las 8 h. 20 m. p.m. temblor trepidatorio, precedido de ruido sub- terráneo; duración, 20 segundos.—A legría. Tuxtepec (E. de Oaxaca).—A las 8 h. 20 m. p.m. sintióse ligero temblor oscilatorio de E. á W.; duración 30 segundos.—Mtreles. LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 117 Juchitán (E. de Oaxaca).—A las 8 h. 20 m. p.m. sintióse en ésta fuerte temblor oscilatorio de N. áS.; duración, 15 segundos. —E. Her- nández. Salina Cruz (E. de Oaxaca).—A 8 h. 26 m. p.m. (tiempo local) un temblor de dos períodos, oscilatorio de E. á W. y trepidatorio fuerte; duración aproximada, 10 segundos. —El Subinspector, Joaquín Ocam- po y Arellono. Salina Cruz (E. de Oaxaca).—A 8 h. 18 m. p.m. fuerte temblor tre- pidatorio con fuerte ruido subterráneo. Duración, 10 segundos.—4. Delfin. Tehuantepec (E. de Oaxaca). —A 8 h. 18 m. p.m. temblor oscila- torio; duración 15 segundos, regular intensidad.—R. González. El día 11 de Junio continuó esa serie de seismos volviendo á tem- blar en Salina Cruz á las 12 h. 22 m. de la noche, con movimiento tre- pidatorio y duración de 10 segundos; en Tapanatepec á las 10 h. 05 m. p.m., trepidatorio con ruidos subterráneos, y 20 segundos de duración; en Unión de Guerrero á las 10 h. 04 m. p.m., siendo aquí oscilatorio y de tres segundos de duración, y en Acapulco, sobre cuyo temblor no poseo detalles. Al día siguiente 12 se recibió el siguiente telegrama: “Guadalajara, Junio 12.— Los habitantes de Tepeaca, Cuixtla y Es- calón están alarmadísimos por los constantes hundimientos de terre- nos, y las grietas que se abren en la tierra; en algunos sitios, las tie- rras han perdido cuatro metros de su nivel ordinario. El río de Cuixtla presenta un curioso fenómeno, pues no obstante la gran eantidad de agua que lleva, en algunos sitios hierve, por la elevada temperatura; está claramente demostrado que se trata de fenó- menos volcánicos, y es de suponer que una comisión científica estudia- rá el caso, Las vecindades citadas están ubicadas en el departamento de la Ba- rranca de San Cristóbal, pueblo que hace años sufrió mucho, á conse- cuencia de los temblores.” Coincidiendo con esos fenómenos, aunque sin relación geológica con los mismos, tuvo lugar otro interesante en China, el mismo día 118 MANUEL MIRANDA Y MARRON. 12 de Junio, según un cablegrama de Shang—hai. En el flanco de la montaña de Machuan-Shan, cerca de Ichang, se abrió repentinamente una grieta de varias millas de longitud, en la que se hundieron varios caseríos con los habitantes que los ocupaban. «Fx En el mes siguiente de Julio ocurrió el tercer periodo de seismos en la región fronteriza con Guatemala. El 19 de ese mes hubo tres seismos: uno á las 7h. 20m. a. m., otro á las 10h. 13m. a.m. y el tercero á las 5 de la tarde, según los telegramas que llegaron al Ob- servatorio Meteorológico Central, sacudiendo la región en que se ha- llan ubicadas las poblaciones de Tapana, Tapanatepec, Silacayoapan en Oaxaca, Tapachula, y Motozintla en Chiapas, con dirección general de Sur á Norte, trepidatorio en las dos primeras poblaciones y oscila- torio en las demás, y duración entre 2 y 14 segundos. Es de advertir que los días 15 y 16 de Julio había comenzado una serie de temblores en las posesiones españolas de Ceuta y Melilla. El 28 del mismo Julio se repitieron los temblores en las mismas regiones, siendo de nuevo trepidatorio en Tapanatepec, donde se sin- tió á las 10h. 12m. a. m., lo mismo que en Juchitán. Es El 7 de Agosto conmovió el seismo á Silacayoapan, foco de los tem- blores desde el 14 de Abril de 1907, Tuxtepec, Salina Cruz, Jaltipan, Valle Nacional, Cuicatlán, San Cristóbal y Tlacolula, habiéndose es- cuchado en esta última población, según frase de sus habitantes, un retumbo. Ese seismo fué á las 11h. 15m. p.m., según informes del Sr. Méndez, Jefe de la Estación Meteorológica de Tuxtepec, donde fué trepidatorio, con duración de 35 segundos. El temblor repitió á la 1 h. 14m. a. m. en San Cuiistóbal y regiones vecinas y lo mismo en Cui- catlán y en Oaxaca á la 1h. 27 m. a. m., siendo la dirección genera de Suroeste á Noroeste como en Silacayoapan, con duración, según las LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 119 poblaciones, de 4 á 20 segundos, como en Tuxtepec y en Salina Cruz. El mismo día 7 de Agosto á la 1 h. 25m. p.m. se sintió un tem- blor oscilatorio en Orizaba con duración de 6 segundos, Como coincidencia notable hay que indicar que desde el 4 de Agos- to había comenzado una serie de temblores en Argelia, que habían in- troducido el pánico entre los marroquies y de los que hablaré después. E El 6 de Noviembre á las 4h. 20m. p.m. se sintió en esta capital un ligero temblor oscilatorio que duró 20 segundos, cuyo origen venía del Sur, pues se manifestó el seismo con más intensidad en las pobla- ciones siguientes: Juchitán, Oaxaca, temblor oscilatorio á las 4.22 de la tarde, con duración de 14 segundos; Tapanatepec, Oaxaca, trepida- torio, acompañado de ruidos subterráneos, á las 4.20 con duración de 20 segundos: Tapachula, Chiapas, fuerte movimiento oscilatorio á las 4.25, cuya dirección fué de Sur á Norte, y que duró 45 segundos; y por último, en Providencia, Oaxaca, se sintió á las 4.25 un fuerte movi- miento trepidatorio acompañado de ruidos prolongados, cuya duración fué de 30 segundos. Otro telegrama más especificado procedente de Rincón Antonio, decía: “Hoy á las cualro y veintitrés minutos de la tarde se sintió en este lugar un fuerte temblor trepidatorio, con duración aproximada de cin- co segundos. Se tienen noticias de que en otras poblaciones del Istmo se sintió también el fenómeno, con mayor ó menor intensidad. “El seismo causó alguna alarma entre los moradores de este pue- blo. No ocurrieron desgracias personales ” El mismo seismo se dejó sentir también en Salina Cruz, en Tonalá y en todo Chiapas, habiendo sido el de más intensidad de esta serie de temblores, con la circunstancia de que el mismo día fué sacudida la Europa Central y la Meridional, y principalmente Alemania, por fuertes movimientos seísmicos. 120 MANUEL MIRANDA Y MARRON. a Causa de estos tres períodos de seismos.—¿A qué obedeció toda esa, serie de seismos desde el 6 de Mayo al 6 de Noviembre en Chiapas y Oaxaca? Indudablemente á la actividad del volcán de Santa María de Guatemala, pues á principios de Septiembre se abrió un nuevo crá- ter en el cerro de San Felipe, brotando columnas de vapor de agua, humo y gases sulfurosos cruzadas por zig-zags de descargas eléctri- cas durante varias semanas, asustando á los habitantes de las pobla- ciones vecinas y de Quetzaltenango, que recordaban los estragos de la tremenda erupción del 24 de Octubre de 1902 acompañada de un for- tísimo terremoto que acabó con lo poco que había dejado en esa ciu- dad el del 18 de Abril del mismo año. Quedó más confirmada la causa de esos seismos el 11 de Noviem- bre del año próximo pasado (1908), a los cinco días del terremoto, por la nube de ceniza finísima que se extendió en la atmósfera de Chiapas, como se deduce de la siguiente descripción enviada por el corresponsal de Tuxtla Gutiérrez, de fecha 12 de Noviembre, sin que + los habitantes de esa región se diesen cuenta de la verdadera causa del fenómeno “Ayer—dice—en los momentos en que el sol brillaba con mayor esplendor, y cuando nada hacía suponer el fenómeno que iba á pro- ducirse, pues el cielo se encontraba despejado, comenzó de pronto á palidecer la luz del astro rey. “Los habitantes de Mascatepec, población del Distrito de Tonalá, donde esto ocurría, no dieron en principio importancia al fenómeno, pero éste creció en intensidad hasta producir la obscuridad casi com- pleta, pues que el sol aparecía solamente como una bola rojiza de bor- des amarillentos y su luz era interceptada por completo por no sabe- mos qué circunstancia atmosférica. “Como no se había anunciado ningún eclipse, los vecinos se alar- maron terriblemente, y siendo como son los habitantes de Mascatepec, gente tranquila y timorata, no faltó quien atribuyera este fenómeno á un anuncio de castigo del cielo.” LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908 121 Desde que se publicaron en la prensa, á principios de Septiembre, las noticias de la actividad del Santa María, acudi al Excelentísimo se- for Ministro de Guatemala en esta República, el caballeroso Señor Don Víctor Sánchez Ocaña, quien se dignó escribir al Director del Instituto Central, á fin de que me enviase datos relativos á esa erupción y varios estudios sobre el volcán y los temblores en la vecina nación, contestan- do dicho Director que, pasando la época de exámenes los mandaría, pero desgraciadamente hasta la fecha no me han llegado. Opino que mancomunadamente se debía establecer una red seismo- lógica entre México y Guatemala, pues serviría en gran manera para el estudio de los seismos, ya que muchos de los de Chiapas y el Istmo de Tehuantepec son ocasionados por las convulsiones volcánicas del vecino país, así como en parte los de Guerrero, y ya que la división que entre ambas repúblicas existe. solamente es política, porque la naturaleza las tiene unidas y relacionadas geológicamente. G «Fx El volcán de Santa María en Guatemala.—En cuanto á los volca- nes de Guatemala sabido es que han dado lugar á la formación de una serie de conos gigantescos que se elevan á tres y cuatro mil metros en una sierra paralela al Pacífico, alzando su cima el Santa María á 3,500 metros sobre el nivel del mar. Los conos están separados unos de otros por hondas depresiones en la cadena de montañas, y se ha hecho la observación de que en cada nueva erupción hay la tendencia á la aper- tura de nuevos cráteres más cerca del Pacifico que los anteriores, lo que sucedió al abrirse el del cerro de San Felipe, según acabo de ex- poner. Mr. Tempest Anderson, de la Real Sociedad Geográfica de Londres, que ha hecho un estudio especial de esos volcanes y que efectuó con grandes dificultades el ascenso al Santa María, describe el cráter abier- to en 1902 diciendo que es de forma oval, teniendo su diámetro mayor cerca de kilómetro y medio de extensión, y el menor unos ochocientos metros. Su profundidad es de trescientos á cuatrocientos metros, con 122 MANUEL MIRARDA Y MARRON. un lago en el fondo y dos activas fumarolas que lanzan surtidores de agua caliente y de vapor. , La inmensa hondonada que forma este cráter está constantemente llena de una nube de polvo que, al salir al aire libre, es arrastrado por el viento, semejando un principio de erupción. El explorador, recorriendo toda aquella región, ha visitado también el lago de Atitlán, del cual dice que constituye uno de Jos accidentes geográficos más bellos del globo, siendo además interesantísimo. por existir todavía en sus orillas varias aldeas de indios aborígenes, los cua- les conservan muchas de sus costumbres primitivas. El doctor Tempest Anderson opina que este lago ha sido también un antiguo cráter, y da razones muy poderosas en apoyo de esta idea. Si así fuera, podría asegurarse que lal cráler había sido mayor de los conocidos en el globo. Se observan, además, en aquella región otros fenómenos muy dig- nos de estudio, especialmente la ascensión, que á diario se verifica, de masas de aire húmedo procedentes del Pacífico, las cuales, al contac- to del aire frio de las mesetas elevadas de la sierra, forman magníficas nubes de las llamadas cúmulus, tan regulares y vistosas en su aspecto, que dan una singular apariencia al fondo de aquellos espléndidos pai- sajes.* ¡00 LOS TEMBLORES EN EL NORTE DE AFRICA juatro días antes de que comenzara el primer periodo de temblores que acabo de describir, había comenzada otro grupo de seismos á sa- cudir la región Norte de Africa principiando por las posesiones españo- las de Ceuta y Melilla, los días 15 y 16 de Julio, yendo acompañados esos seismos de ruidos subterráneos. El Comandante de la Plaza, rápidamente dictó varias órdenes, en- caminadas á conservar la tranquilidad en la población. 1 Véase “Diario de Nicaragua.”— Managua.— Viernes 26 de Junio de 1908. LOS TERKEMOTOS DEL AÑO DE 1908. 123 El primer terremoto duró cinco segundos, unido á un fuerte ven- dabal. Hubo gran alarma entre la población penal, y el Jefe de la prisión reforzó convenientemente las guardias, estableciéndose igualmente un servicio de vigilancia especial alrededor de la prisión. Momentos después hubo otro temblor, de una duración extraordina- ria, siendo ésta de 47 segundos. Las trepidaciones que acompañaron á este temblor, fueron de gran- des proporciones. El pavimento de las calles, se agrietó en muchas partes. Infinidad de casas, tanto del Gobierno como de los particulares, su- frieron desperfectos de consideración. Algunos cuarteles fueron desalojados violentamente, pues los techos se desplomaron con gran estrépito. El mismo día 16 se sintió un terrible temblor de tierra, en la Pro- vincia de Tacna y Arica, Chile, que queda en la parte Sur del Perú y Bolivia. Un gran número de construcciones quedaron destruidas, no habiéndose registrado por fortuna desgracias personales. -La comunicación cablegráfica entre Arica y Lima, quedó interrum- pida, así como las lineas telegráficas en Bolivia. En el mes siguiente y coincidiendo con los seismos de esta Repúbli- ea del 7 de Agosto, continnaron los sacudimientos en el Norte de Africa derribando á la posesión francesa de Argelia, y principalmente á la pro- vincia de Constantina, eruzada por el río Rummel, afluente del Kebir, y en toda la costa al Sur del cabo Rus. El primer temblor se dejó sen- tir el día 4 de Agosto á las dos y veinticinco minutos de la madrugada con duración de diez segundos, y con oscilaciones de Sureste á No- roeste y derrumbes de muchos edificios, siendo presa los árabes de un pánico indescriptible. Los movimientos continuaron durante todo el día 4, no cesando si- no hasta en la noche. Primero se creyó que no habían ocurrido pér- didas de vidas, pero después fueron encontrados tres cadáveres. Tam- bién resultaron varias personas heridas. Durante los fenómenos hubo escenas de pánico. Los pacientes que 124 MANUEL MIRANDA Y MARRON. se encontraban alojados en los hospitales, abandonaron estos estable- cimientos medio desnudos, dirigiéndose á las plazas; y los prisioneros de la cárcel lanzaban gritos de terror. La mayoría de los habitan- tes de la ciudad acampó fuera, temiendo regresar á sus hogares, por te- mor de que se repitiesen los fenómenos. Los temblores continuaron los días 5, 6, 7 y 8 debilitándose en los dias subsecuentes. Con la repetición de seismos, los edificios resenti- dos por los primeros, vinieron á tierra con los posteriores. Los maho- metanos considerando que esos temblores eran un castigo para los mal- vados, se reunieron en los cementerios, orando sobre las tumbas, hasta que el sueño y la debilidad los vencía. Estos seismos se extendieron á todo el departamento de Constantina, hasta Philippeville y Bone con diversos grados de intensidad. Indudablemente que esta serie de seismos atendida la región, y que quedaron localizados en ella, fueron tectónicos por el acomodamiento de capas en esa parte de la costa africana. IV LOS TEMBLORES DEL 12 DE OCTUBRE Como una continuación de los seismos que han afectado á Guerrero y Oaxaca, aparte del de 26 de Marzo, se sintieron en 1908 otros tem- blores á fines de Mayo y el 6 de Octubre, siendo sensible este último en esta capital y sacudiendo principalmente á Ometepec, Pochutla, Ja- miltepec, Tuxtepec y San Cristóbal, habiéndose verificado el mismo día otros seismos en el Sur de Rusia. La noche del 12 de Octubre mismo se sintieron otros siendo el primero á las 10 h. 32 m. con duración aproximada en esa región de 30 segundos y dirección de N.S., contra- ria á la que había dominado en los anteriores seismos. El temblor re- pitió á las 12 h. 20 m. y á las 12h. 40 m. de la misma noche, habién- dose recibido telegramas de San Marcos, Ayutla, Iguala, Ometepec, Bravos, ó sea el epicentro en Guerrero, y de Silacayoapan y Cuicatlán LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 125 en Oaxaca, de Puebla, de Tlaxcala y otros puntos en que predominó la dirección de N. á S. y de N.E. á S.E. El movimiento se propagó hasta esta capital, habiéndose registrado los tres seismos, durando en jos aparatos del Observatorio la pertur- bación unos cinco minulos. Por haber sido lenta la oscilación, los ha- bitantes de esta ciudad de ambulantes en las calles no recibieron gran susto, pero sí los que se hallaban en los teatros, que los abandonaron rápidamente. Por un telegrama venido de Basseterre el día 13 siguiente se tuvo noticia de que en la Isla de Guadalupe había caído abundante lluvia de ceniza, lo que hacia suponer que el volcán de San Vicente habia hecho erupción. Esta fué la causa del temblor, pues estando desequi- librada la región de Guerrero, basta un movimiento en la subcorteza producido por erupción ó seismo en alguna región relativamente cer- cana, para que se produzca un nuevo acomodamiento de capas, de- biendo tener en cuenta que en todos los seismos anteriores la direc- ción general había sido de S. á N., reconociendo como foco el Pacifico, mientras que en ésta la dirección fué de N. á S. reconociendo como foco el mar de las Antillas. En el propio mes de Octubre, el día 16, á las 6h. 50m. de la ma- fiana hubo otro temblor oscilatorio en Oaxaca, siendo las sacudidas más fuertes en Silacayoapan, con duración de 30 segundos y dirección de E.40., habiéndose sentido también en Jacala, Estado de Hidalgo, á la misma hora, pero ligero y con dirección de N. á S. Otro temblor de intensidad tuvo Jugar en Guerrero el día 19 del mes siguiente de Noviembre á las 3h. 10m. p.m., haciendo sentir sus efectos en Chilpancingo, Tixtla, Taxco, Chilapa y otras pobla- ciones. Para terminar con los temblores de Guerrero habia dado un salto, pero en el mes anterior de Octubre se dejaron sentir varios fuertes sa- eudimientos en las Islas Filipinas, según los adjuntos cablegramas fe- chados en Manila el día 20. “Manila, Octubre 20.—Desde las diez cuarenta de ayer por la ma- fana, se han sentido una serie de temblores de tierra en Manila, á in- 126 MANUEL MIRANDA Y MARRON. tervalos irregulares, hasta por la tarde á las cinco y treinta. Solamente cuatro de los fenómenos seísmicos fueron de larga duración, y como cerca de doce de menor intensidad fueron registrados por los seismó- grafos del Observatorio, en donde los instrumentos vibraron por espa- cio de varias horas. Dos de los temblores fueron por demás violentos, pero no causaron daño en la ciudad, ni tampoco en otros lugares cer- canos. Por los cálculos hechos en el Observatorio, se sabe que el cen- tro de los disturbios terrestres es local, y se encuentra muy cerca de Manila. “Infinidad de personas huyeron aterrorizadas de sus habitaciones al ocurrir los movimientos de más intensidad.” “Manila, Octubre 20.—Hoy se sintieron aquí dos temblores, uno de cuarenta y otro de treinta y cinco segundos de duración. Más tarde bu- bo otras sacudidas de poca importancia. No se han registrado desgra- cias ni averías.” V LOS TEMBLORES DE LA EUROPA CENTRAL Y MERIDIONAL. En el siguiente mes de Noviembre una serie de violentos seismos sacudieron á la Europa Central y Meridional, habiéndose sentido co- mo preludio varios en los primeros días de ese mes, según el cable- grama siguiente: “Karlsbad, Noviembre 5.—Durante las últimas treinta horas, se han sentido varios temblores, que han alarmado á todos los habitan. tes de Karlsbad y los Distritos Norte de Bohemia. “Los seismos se sintieron también en la provincia de Bavaria. No se tienen noticias de que hayan ocurrido serios daños en la propiedad.” Otro cablegrama del día siguiente dió á conocer que el 6 continua- ron los temblores, los cuales venían produciéndose desde la semana anterior. Este otro cablegrama decía: “Plauen, Alemania, Noviembre 6.—Unos violentos temblores de tierra, como nunca se habían sentido aquí, aterrorizaron á los habitan- a LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 127 tes de la ciudad, hoy por la mañana, á las cinco y cuarenta. Cuando principió el fenómeno, todo el mundo abandonó sus habitaciones, hu- yendo por las calles en medio del mayor pánico. “El seismo tuvo una duración de varios minutos; fué acompañado de ruidos subterráneos y violentas explosiones. “Desde la semana próxima pasada se están sintiendo aquí de se- senta á setenta temblores diarios. Ahora se han hecho menos frecuen- tes, pero más violentos. “La temperatura del agua en los balnearios medicinales que se en- cuentran cerca de aquí ha aumentado quince grados.” El centro de esos fenómenos parece haber sido el Distrito de Voig- tlan, en Sajonia, habiéndose escuchado ruidos subterráneos en varios de los puntos por los seismos sacudidos. El temblor más fuerte tuvo lugar la noche del 6, siendo conmovidas entre otras poblaciones Plauen, Dresden, Friburgo, Hellerfurt y gran número de localidades de Gotha y Anhalt, oyéndose explosiones de 5á 10 minutos de du- ración. El movimiento fué de tal intensidad que arrojó á varias per- sonas de su lecho. La temperatura de las aguas medicinales de Sohler, cerca de la villa de Elster, se elevó á 15 grados, ó sea 6 gradus sobre su temperatura normal. El seismógrafo del Observatorio de Laibach indicó el centro del fe- vómeno á una distancia de cinco millas. El Profesor inglés Milne opi- nó que el origen de esas perturbaciones seísmicas se hallaba en la ex- tremidad Sureste de Asia, en dirección de Nueva Guinea, en donde, según él, se prepara la aparición de un vasto continente. En los días subsecuentes continuaron los seismos, si bien disminu- yendo en intensidad, pero el día 12 de Noviembre á las 9h. 30m. de la mañana otro temblor conmovió á Bélgica, reconociendo como cen- tro á Spa y Esniux. El fenómeno duró cerca de tres minutos y fué acompañado de un ruido ensordecedor y rugiente por espacio largo de tiempo, que persistió algunos minutos después de pasado el seismo. Esto ocasionó gran pánico, primero por no ser frecuentes allí los tem- blores, por los ruidos subterráneos y por haber hecho caer los muebles llenos de vajilla y cristalería; afortunadamente no hubo desgracias 128 MANUEL MIRANDA Y MARRON que lamentar en ninguno de los seismos que acabo de describir. To- dos estos seismos fueron orogénicos. Al llegar á este punto quiero hacer esta reflexión. La serie de seis- mos que conmovieron á Chiapas, Oaxaca y el Istmo de Tehuantepec, en el año próximo pasado tuvieron lugar los días 19 y 28 de Julio, 7 de Agosto y 6 de Noviembre, y los grupos de seismos que he estudia- do en los números II y V del presente trabajo tuvieron lugar los de Ceuta y Melilla del 15 al 20 de Julio, los de Constantina del 4 al 8 de Agosto, y los de la Europa Central y Meridional á principios de No- viembre, habiendo sido el de mayor intensidad el del 6 de ese mes, se- gún los cablegramas. Esto parece indicar que si bien los temblores de esa región en esta República se debieron á la erupción del volcán de Santa María por el cráter de San Felipe, en Guatemala; esa erup- ción y los temblores de las regiones del globo citadas, en tres épocas tan marcadas, obedecieron á alguna causa común que hizo sentir sus efectos sobre nuestro planeta, sin que estemos en aptitud de señalarla detenidamente. vi LOS TEMBLORES DE YUCATÁN. En el mismo mes de Noviembre, en la nocbe del día 15, á las 9h. 25 m.. fué conmovido el Estado de Yucatán, principalmente en su par- te Sud-occidental, por un terremoto trepidatorio de bastante intensi- dad y que causó gran pánico, por ser muy raros los seismos en esa península, habiendo sido esta la tercera vez que tiembla allí desde hace un lapso largo de tiempo. El segundo temblor había tenido lugar el día 6 de Mayo en Villa Peto, y el primero en Febrero de 1902. Las poblaciones de que se recibieron cablegramas fueron de Payo Obispo; Vigía Chico, Peto, Iturbide, Izamal, Bolonchén, Hecelchakán, Tekax, Ticul y otros puntos, pero en ninguno se indicó la dirección del seismo, sino hora y duración que fué, según las localidades de dos á seis segundos, pero que por la trepidación fué el seismo más nota- ble. En Mérida también se sintió, pero con poca intensidad. 1 LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 129 El señor General Bravo, jefe militar del Territorio Federal de Quin- tana Roo, transmitió un telegrama de Santa Cruz, capital del Terri- torio, anunciando que los seismos se sintieron allí, que él percibió dos, uno á las nueve y veinticinco de la noche del día 15, el cual fué tre- pidatorio, y se prolongó por espacio de medio minuto. El segundo vino con mayor fuerza que el primero, y duró casi un minuto, por lo cual se alarmaron mucho los habitantes del poblado, más aún, por el poco intervalo que pasó entre los dos movimientos, porque apenas fué de medía hora. Con esto, todo el mundo pensó que el fenómeno repetiría, y con este temor, ninguno quería entregarse al sueño. Por esta nota del General Bravo vemos que la duración del fenó- meno fué mayor en ese Territorio, en que se repitió con más fuerza. Según los otros telegramas, este segundo seismo se produjo á las 11 h. 10 m. de la misma noche del 15 al 16 de Noviembre, el cual se ex- tendió al Estado de Campeche, pero sólo vino telegrama de la capital de este nombre, diciendo que se había sentido un temblor trepidatorio á las once y cuarto de la noche del domingo 15 con duración aproxi- mada de 20 segundos. No habiendo habido entonces ni después noticia de alguna erupción volcánica, lo más probable es que se haya verlficado un acomodamien- to de las capas internas de la subcorteza de esa región, lo que parece estar indicado por la trepidación de los movimientos que fué general en todos los puntos tocados, sin que en ninguno fuese oscilatorio. Sin embargo, la causa y foco principal debió hallarse en el lecho del Mar Caribe, por haber sido más intenso el movimiento en la costa por él bañada. No pudo reconocer por causa, alguna erupción en Centro Amé- rica, porque ya tenemos experiencia que las erupciones de Santa Ma- ría solamente afectan a Chiapas, Oaxaca y el Istmo de Tehuantepec, y que parece haber una muralla: de capas geológicas, divisoria entre esta región y la de Yucatán, pues cuando han sido conmovidos los Es- tados nombrados nunca lo ha sido Yucatán, y cuando fué sacudido este Estado el 15 de Noviembre, no se sintió ningún movimiento en Chiapas ni en Oaxaca, ni en el resto de esta República. Memorias T. XXVII1, 1909-1910.—9 130 MANUEL MIRANDA Y MARRON. VII EL TERREMOTO DE MESSINA. Parecía que el año de 1908 iba á terminar tranquilamente, pues ya estaba para terminar Diciembre sin que se hubiese verificado un seis- mo, pero nuestro planeta es traicionero y da sus sorpresas cuando me- nos pensamos. Y así fué, que tomando resuello desde el 15 de Noviem- bre, y queriendo hacer la Tierra alarde de su potencia hasta el fin del año, dió un empuje tan formidable contra Sicilia y Calabria, que de- jará recuerdos indeleblemente lúgubres en los anales de las calamida- des con que ha sido afligida la humanidad en el transcurso de los si- glos. Messina, la reina del Faro, la floreciente colonia helénica de la Magna Grecia, la antiquísima Zancle, que contaba una vida cuatrimi- lenaria, tan admirable y favorablemente situada en su fertilísima cuenca, para acaparar el comercio de Oriente y de Occidente y tan fa- mosa por su brillante y crujidora industria de la seda, la ciudad esco- gida por Aníbal para sus planes estrategicos contra Roma, la ciudad siciliana que trató de igual á igual con la orgullosa Corte de Madrid, en la época en que España se empeñaba en posar su planta conquis- tadora en Sicilia, y que resistió valerosamente para conservar su au- tonomía cuanto en su poder estuvo, fué derrocada de su trono de ele- gancia y de joyas artísticas en la madrugada del 28 de Diciembre. Con ella cayó también su hermana gemela é inseparable, la ciudad de la Fata Morgana, cuya atmósfera diáfana por juegos de espejismo retrata en los aires las bellezas de ese hermoso panorama, en el que Messina y Reggio eran centinelas avanzadas para guardar el encanta- dor Estrecho. : Ambas sucumbieron juntas en un instante con otras muchas pobla- ciones, pereciendo infinidad de obras de arte acumuladas por los siglos, teniendo lugar la hecatombe humana mayor de los modernos tiempos, sin que hasta la fecha se haya podido formar una estadística exacta de las víctimas. Sd a de dd ii al LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 131 Ez Hora y registros del terremoto.—Parece una paradoja; habiendo si- do derrumbados por el terremoto edificios á millares, la cueva subte- rránea del Observatorio de Messina quedó intacta, y en ella encontró el Profesor Oddon el 19 de Enero (1909) el diagrama del microseis- mógrafo Vicentini con el registro del tremendo seismo. El primer movimiento comenzó álas 5h. 21 m. 15s. aumentando de fuerza du- rante diez segundos y disminuyendo durante otros diez. Siguieron dos minutos de calma, y de nuevo se produjo una segunda sacudida con una intensidad excepcional, que fué la causa de la catástrofe. El apa- rato resgistró todavía otras pequeñas sacudidas á las 5h. 45m., 5h. 53m. y 9h. 5m. dela misma mañana, y después sabemos que no ha alcanzado aún su estabilidad aquella región, sin que pueda preverse hasta cuándo cesarán los movimientos, pues si se compara este perío- do seísmico con el de 1783, se observará que habiendo tenido lugar el primer terremoto el 5 de Febrero de ese año, continuaron las sacu- didas durante todo ese mes y el de Marzo con bastante fuerza, siguién- dose á intervalos movimientos de menor intensidad, durante cuatro años hasta 1786, y luego más débiles hasta que por fin cesaron al ter- minar el decenio en 1793. En el Boletín de la Real Sociedad Geográfica de Londres (Tomo XXXIII, número 2, Febrero 1909) publicó el Dr. R. D. Oldham un interesante estudio comparativo entre el terremoto de 1783 y el de 28 de Diciembre último, cuya traducción hizo favor de obsequiarme mi colega en la Sociedad de Geografía y Estadística, el estudioso Don Car- los Brecker. Con motivo del hallazgo de los seismogramas en el departamento subterráneo del Observatorio de Messina, hay que observar que cuan- do el fenómeno destructivo es producido por una causa relativamente profunda pero local, el movimiento vibratorio se transmite por la tie- rra como por un sólido rígido, sintiéndose los efectos destructores sólo en la superficie, siendo más expuestos los edificios altos y las cimas de elevación, atendida la longitud del brazo de la palanca. Esta mis- 132 MANUEL MIRANDA Y MARRON. ma tranquilidad se ha podido observar en las minas mientras se ex- perimentaban temblores fuertes en la región exterior de ellas, como se ha comprobado en las minas de Bolivia, Chile y Suecia (1823) que habiendo temblado fuertemente en esas regiones, al salir los mineros de sus labores notaron los destrozos y se admiraron del pánico que reinaba cuando ellos no habían sentido ni una oscilación. Humboldt ya había señalado un caso idéntico acaecido á principios del siglo XIX en las minas de plata de Mariemberg, en la misma Suecia. e Volviendo á hablar especialmente del terremoto del día 28 de Di- ciembre, por su fortísima intensidad fué registrado por todos los obser- vatorios del mundo que poseen seismógrafos, pero solamente haré mención de los siguientes. La curva trazada en el seismógrafo Milne del Observatorio de Parc Saint-Maur ha sido la más notable obtenida allí, obteniéndose un diagrama muy nítido con el péndulo N. S. Se- gún ese diagrama las oscilaciones comenzaron brusca y simultánea- mente á las 4 h.23 m. 9 s. (tiempo medio de Greenwich) y las grandes oscilaciones á las 4 h. 47 m., habiendo"durado las preliminares 3 m. ls. Sobre la componente E. O. la amplitud de las oscilaciones pasó de 14 mm. Según las fórmulas de la Comisión seismológica japonesa el epi- centro estaba entre 1400 y 1900 kilómetros, siendo la distancia real de Parc Saint-Maur á Messina de 1580 kilómetros, la media de los números anteriores. En Perpignan sobre la curva de declinación quedaron marcados dos movimientos bien netos á las 4 h. 36 m. y á las 4 h. 48 m. En Pic de Midi la curva del declinómetro presenta también las dos sacudidas principales á las 4 h. 46 m. y álas 4 h. 54 m. Véase en seguida la reducción del notable seismograma trazado en Góttingen (Alemania) por el péndulo horizontal Wiechert, de masa estacionaria de 200 kg. LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 133 Del observatorio de Washington se recibió el siguiente mensaje: “Los instrumentos seísmicos registraron anoche un temblor de una intensidad muy moderada pero de bastante duración. Las investiga- ciones hechas por el profesor Marvin hoy, muestran que el primer sa- cudimiento ocurrió á las 11 y 31 m. p. m. y el segundo á las 11 y 35 y duraron catorce horas. El profesor Marvin calcula que el temblor en toda su fuerza debe haberse sentido á cuatro mil ochocientas millas.” El Señor José Comas Sola, Director del Observatorio Fabra, en Bar- celona, obtuvo diagramas magníficos con el mierosismógrafo de tres componentes de Vicentini y el microsimometógrafo de Cancani, que manifiestan la intensidad del terremoto de Messina comparado con los de San Francisco, Valparaíso, de esta República, del Thibet y de la isla de Ceylan. Allí los movimientos precursores comenzaron á las 4 h. 23 m. 50s. (tiempo medio de Greenwich.) Después de 2 m. 19 s. comenzaron las grandes oscilaciones de la segunda fase del seísmo. El nombrado director estimó la distancia del centro, según la fórmula de Laska, á 1320 kilómetros, pero la verdadera de Barcelona á Messina es de 1200 kilómetros. Los movimientos se descompusieron en doce 134 MANUEL MIRANDA Y MARRON. grupos de decrecimiento después de la gran fase. Muy notable fué la continuidad de los microseismos registrados en ese observatorio desde el mes de Octubre, los cuales disminuyeron á la aproximación del de- sastre, y se reanudaron después de él, principalmente los días 9, 10 y 11 de Enero, disminuyendo luego hasta que tuvieron lugar los temblo- res del 12 y 13 de Enero en Florencia, Bolonia, Trieste y otras po- blaciones de la región septentrional de Italia, de que hablaré luego. La cesación, pues, de los microseismos es indicación de un macro- seismo próximo: desgraciadamente no se puede predecir el punto que va á ser fuertemente sacudido. Quizá examinando la dirección y dis- tancia de los microseismos en diversos observatorios que formasen una red mundial comunicadas con una estación central que se eligie- se, podría saberse el punto en que se verifican esos microseismos de origen desconocido y al venirla diminución precursora de un temblor de importancia, ya podría fijarse la región que deberá ser afectada, dando previo y oportuno aviso para salvar las vidas de los habitantes ya que los perjuicios materiales es imposible evitarlos. Ex Anuncios del terremoto.—En apariencia el terremoto de Messina estalló repentinamente y, sin embargo, hubo anuncios del mismo. Po- ca fe ciertamente hay que darle al profesor Recho que dijo que ho- jeando hace algunos meses un libro de astrología publicado en 1700 encontró la predicción explícita de la completa destrucción de Messina y Reggio por un terremoto en 1908; pero sí se verificaron varios tem- blores en esa región durante todo ese año, precursores del desastre del 28 de Diciembre. Haré una breve enumeración con los datos por mi recogidos durante todo el año pasado: Enero 18: varios sacudimientos en Palermo y otras ciudades de Sicilia.—Enero 23: fuerte temblor en Calabria, siendo sacudidas principalmente Bianco, Brancaleone, Eruz- zano y Ferruzzano.—Mayo 1”: lanza abundante ceniza el Etna y se abren nuevos cráteres en el valle de Bove, derramándose en abun- dancia la lava en dos corrientes en dirección de Catania, sintiéndose LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 135 el día 7 un temblor en Santaverina y adyacentes.—Mayo 13: fuertes temblores en Acireale con manifestaciones de eyección de grandes co- lumnas de humo por el Vesubio, mientras los habitantes se congrega- ban á celebrar la fiesta de la reconstrucción de las casas destruídas por los terremotos de 1905.—Mayo 26: á las 11 de la noche se sin- tieron violentas conmociones en toda la región de Reggio, acompaña- das de fuertes ruidos subterráneos y de explosiones.—Mayo 28: repí- tese el temblor en la misma región de Reggio.—Julio 11: entró el Etna de nuevo en actividad, arrojando lava por sus diversos cráteres, escuchándose ruidos subterráneos y sintiéndose temblores en las ciu- dades más cercanas del volcán.—Julio 31: fortisimo temblor en Udi- ne con destrucción de varios edificios. —Agosto 3: aparece en el mon- te inmediato á la misma ciudad una columna de humo que aterroriza á sus habitantes, —Diciembre 6: fuerte terremoto en Galati Tortorici, cerca de Messina con derrumbe de muchos edificios, aunque sin des- gracias personales. La gente observadora de Génova, dice que tres semanas antes del gran terremoto que destruyó las ciudades de Messina y Reggio de Ca- labria, sembrando la desvastación en grandes zonas de la parte Sur de Italia y Sicilia, las aguas del lago subieron y bajaron como por la acción de un sifón, haciendo saltar á las pequeñas embarcaciones co- mo si hubieran sido pedazos de corcho. - Este movimiento peculiar de las aguas, continuó á intervalos, por dos días, cesando de una manera repentina. La gente que vive á lo largo de las playas, recuerda que á principios de Abril de 1906, se observó un fenómeno muy parecido, pero se cre- yó que el oleaje había sido por vientos que no se sintieron en las in- mediaciones, y que la agitación de las aguas era debida á alguna otra perturbación atmosférica. Después de ese movimiento del lago en Abril de 1906 se produjo el gran terremoto de San Francisco California, y dentro del mismo lapso de tiempo que transcurrió para que se registrara la catástrofe de Messina. 3 Por estas efemérides se ve que el terremoto del 28 de Diciembre 136 MANUEL MIRANDA Y MARRON. tuvo su preparación durante todo el año por perturbaciones seísmicas en todos los alrededores de Messina y de Reggio y por las conmocio- nes de las cuencas internas del Etna, hasta que estalló la terrible ca- tástrofe, que como se sabe fué acompañada de un golpe de mar que arrojó una ola gigantesca sobre Messina, inlernéndose tierra adentro é inundando las sementeras, quedando por la fuerza de la misma con- moción submarina averiados el vapor sueco “Asta”, el austriaco “Bu- datwe” y el italiano “Orseolo.'”” Esa invasión del mar también afectó á Catania y á toda esa costa, destruyendo los cargamentos de mercan- cías, y arrebatando á muchas personas, lo mismo que en la costa del Estrecho. Otro fenómeno concomitante fueron las explosiones terroríficas es- cuchadas desde el momento de la catástrofe y después en el corazón del Etna que arrojó densísimas nubes de humo. Se sabe que el Etna está situado á setenta y cinco kilómetros de Messina y á treinta kiló- metros de Catania. Ae Vandalismo y aspecto desolador de la ciudad.—Enumerar los edifi- cios destruidos de la ciudad, describir las terribles y dolorosas escenas producidas por el terremoto llenaría muchas páginas, excediendo este trabajo de los límites de una disertación científica, pero sí hay que la- mentar el vandalismo de la bestia humana, como ya se experimentó por desgracia en el ciclón que destruyó á Galveston. y en el terremoto de San Francisco, que en vez de condolerse de la desgracia de sus hermanos, se arrojó en Messina, Reggio y demás poblaciones sobre las víctimas expirantes para acabar con su vida y arrancarles sus ves- tidos y joyas, ó entrar al pillaje entre las ruinas, siendo necesaria la ley marcial para contener el salvajismo de esos apaches de la civiliza- ción moderna. No resisto sin embargo, á la tentación de transcribir parte de la re- lación del guarda aduanal Nicolo Sebastini, que escapó de su cuartel por una ventana haciendo muescas en la pared: “Pronto me encontré, dice, rodeado por una multitud de gente semi desnuda y que ahulla- LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 137 ba como lo hacen las bestias salvajes, sobrecogida de espanto; corrían de aquí para allá sin rumbo fijo; de repente vimos que una inmensa ola avanzaba arrollándolo todo, y comprendimos que si no nos dábamos prisa éramos perdidos; así pues, corrimos con todas nuestras fuerzas, cayendo y levantando entre los promontorios de escombros; la ola lle- gó por fin, aunque más baja arrebatándonos las reliquias que llevába- mos en brazos, y arrastrando á varios de nosotros. No he llegado á explicarme cómo nos encontramos en una especie de cerro formado por las ruinas, que por todas partes nos rodeaban; como no podíamos permanecer en pie, resolvimos quedarnos en aquel lugar hasta que amaneciera; pero no nos dimos cuenta de la salida del sol, porque de las ruinas se levantaban densísimas nubes de polvo que hacían el aire irrespirable. Cuando la atmósfera se aclaró un poco, nos dirigimos hacia donde vivía un comandante de legión, guiándonos por una ó dos paredes que quedaban en pie.” “De la ciudad, sólo quedan unas cuantas paredes; la oficina telegrá- fica, está convertida en un montón de ruinas de entre las que salen llamaradas. Me subí sobre un cerro formado por escombros, y ni aun así pude contemplar el tempestuoso mar, El gasómetro ardía y el fue- go cundía por los cuatro rumbos cardinales. Hasta en la tarde volví al cuartel. Por la noche, aquella escena de horror y desolación, sólo era lluminada por los rojizos resplandores de los incendios; temíamos perecer por el fuego, ya que habiamos escapado con vida del terremo- to. Al día siguiente nos embarcamos en el crucero “Piamonte.” A este pavoroso relato solamente añado los siguientes párrafos de la conferencia que M. Léon Mascart dió en la Sociedad Astronómica le Francia el 7 de Abril de este año, describiendo sus tristes impresio- nes sobre Messina y Reggio después de su estancia en las ciudades arruinadas durante cinco días. “Una casa está caída en la calle; la otra derrumbada sobre sí misma. Se camina en una calle en una lon- gitud de cien metros, después se topa con una montaña de ruinas, y es necesario encaramarse al segundo piso para proseguir adelante; se desciende en seguida á la calle para volver á subir de nuevo; los co- ches no pueden circularsino en las grandes avenidas. Por todas partes 138 MANUEL MIRANDA Y MARRON la nada, el vacío, la ruina: por todas partes el mismo espectáculo, por todas partes la misma desolación. Mientras más avanzaba yo, más me invadía el estupor. Buscaba yo. una casa intacta Ó que me diera la im- presión de estar intacta, de estar viviente. Vana investigación. ... Vela yo á los hombres circular entre las ruinas, pero esas ruinas están muertas, como muertas están las casas que ya no pueden albergar á sus habitantes. .... Los tirantes de hierro incrustados en la construc- ción de algunas casas no sirvieron de nada, fueron hechos pedazos ó arrancados ó torcidos por la presión de los muros. Yo vi entre Reggio y San Giovanni una casa que tenía un cinturón de hierro á la altura del segundo piso, pero esa cintura estaba rota y para nada había servido. La torre del faro construída de ladrillo, de 42 metros de altura, que- dó en pie, pero está rota en tres pedazos..... El país está devastado, ninguna casa ha quedado sana en 40 kilómetros á la redonda. ... Los nodos y vientres de vibración son claramente visibles por las casas que resistieron junto á las vecinas completamente destruídas. No he teni- do tiempo para estudiar metódicamente los emplazamientos de estos nodos, que darán indicaciones interesantes sobre el movimiento vi- bratorio. Este movimiento fué indudablemente de una onda de corta longitud, pues que la centena de metros de anchura de la plaza del Palacio Municipal ha bastado para que, en ambos lados, las lámparas de gas se inclinasen en sentidos opuestos. Parece que hay una onda en el suelo semejante en todo á una onda de mar..... No se han em- prendido trabajos que permitan medir con exactitud las modificaciones hidrográficas de las costas y del estrecho. Sin embargo, me parece ser un hecho que han aumentado sus fondos. El hundimiento del muelle, de Messina, el de las extremidades de los embarcaderos de Reggio y de San Giovanni son pruebas de esto. Al Norte de San Giovanni el camino de hierro se encontraba á 70 metros del mar, el cual lame ahora el terraplén. En Pellaro los viñedos situados al borde del mar están ahora casi sumergidos. Los sondeos precisos que se harán darán el emplazamiento del hundimiento submarino, causa de todo el mal, á menos que este emplazamiento esté en la profundidad, al Norte del estrecho, porque la medida de las grandes profundidades es muy de- O AA LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 139 licada y casi imposible con los medios de que disponemos actual- mente.” Fenómenos marítimos.—El Profesor Ricco del Observatorio del Et- na ha hecho notar también que el nivel de los muelles de Messina ha descendido bajo el agua, pues el seismo hizo sentir su influencia -en todo el estrecho, desde Siracusa hasta Termini Imereze, producien- do una inmensa ola de muchos metros de altura, cuyo centro puede fijarse en Messina y los extremos en los puntos más lejanos de Sicilia y Calabria. A consecuencia del terremoto las vías férreas cambiaron de dirección, encontrándose pedazos de rieles á largas distancias de su ubicación, formándose hondonadas donde existian valles y cambian- do la topografía de Messina y sus alrededores, desapareciendo los fa- mosos escollos de Carybdis, habiendo observado el mismo Profesor muchas grietas en las montañas cercanas á Messina. Además del golpe de marea, el mareógrafo registró á las 2 h. 30 m. y á las 8 h. p. m., oscilaciones de 22 centímetros, lo cual nada tiene de extraordinario si se atiende á que las sacudidas tienen que haber comunicado al mar su movimiento de oscilación, lo que también acon- teció en 1783 y en 1905, si bien en este último año el mareógrafo so- lamente marcó 10 centímetros. En cuanto á las variaciones de profundidad en el estrecho, hemos visto la opinión probable de M. Léon Mascart: pero mientras el Dr. Horn del Observatorio del Etna dice que por los sondeos hechos se nota una profundidad cinco veces mayor que antes del terremoto, no tocando fondo las sondas en varios puntos, antes de profundidad me- dia; el Profesor Graevenitz del Instituto Geológico de Viena, que per- sonalmente efectuó sondeos, afirma que el fondo que allí era antes de unos mil metros se ha reducido á cautrocientos, y otro cablegrama dice: “Roma, 28 de Febrero.—El vapor de guerra “Stafetta,”” destina- do al servicio hidrográfico, terminó el relieve del Estrecho de Messi- na, cerciorándose de que su fondo no sufrió alteraciones de impor- tancia.” 140 MANUEL MIRANDA Y MARRON. Yo opino que así como en la superficie de la costra terrestre de esa región ha habido hondonadas y depresiones, lo mismo debe pasar en el fondo del Estrecho, habiéndose formado ondulaciones y depresio- nes por la contracción de la corteza submarina, habiendo, por lo tan- to, aumentado la profundidad en algunos puntos y disminuido en otros, formándose nuevas colinas y valles submarinos en el Estrecho. Un fenómeno que sí parece comprobado es que después del terremoto ha aumentado la velocidad de la corriente del mismo Estrecho, alcan- zando actualmente una marcha de seis millas por hora, siendo mayor dicha velocidad al subir la marea. Para terminar lo referente á los fenómenos marítimos referiré que, según un cablegrama fechado en Messina el 3 de Febrero último al atravesar el Estrecho el vapor “Galileo” fué sorprendido frente al ca- bo Gallo por un movimiento rotativo del mar, con intermitencias tre- pidatorias, resultando heridos varios pasajeros que rodaron por el maderamen á consecuencia del fuerte vaivén, lo que indica que siguen las perturbaciones seísmicas, contracciones y modificaciones en ese Estrecho. E Extensión del terremoto y número de víctimas. —Pasando á la exten- sa zona abarcada por el terremoto del 28 de Diciembre, el adjunto croquis pone á la vista el epicentro y las diversas regiones tocadas por el seismo con el decrecimiento de intensidad, expresadas en la es- cala de Mercalli. Este diagrama está tomado del artículo que sobre el terremoto que estudio publicó en “Hojas Selectas” (Abril 1909) el Pbro. N. Font y Sagué. La sucesión de las zonas de intensidad, según los datos de M. A. Ricco, citado antes, es como sigue: I. Destrucción completa. Esta zona epicentral en la cual se encuen- tran las poblaciones más ó menos devastadas (Messina, Reggio, Villa San Giovanni, Cannitello Seylla, Bagnara, ete.), mide cerca de cuaren- ta kilómetros en su mayor eje. LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 141 MAR TIRRENO .” Yrombolia an esta l*deLipgr: de Salina 0 Foraria E [2 xi . Alicudio; eilcual "JÓNICO uguata_-” A E E SSyrakus IL Sacudidos desastrosas, algunas víctimas. Tiene setenta kilóme- tros en su eje mayor. IL Sacudidas ruinosas, pocas víctimas. Ciento ochenta kilómetros en su eje mayor. IV. Sacudidas extremadamente fuertes, ligeros desperfectos. Trescien- tos kilómetros en su eje mayor. No hay para qué mentar las otras zonas en que la intensidad va de- creciendo, pues para nuestro objeto nos basta la zona primera ó epi- central. Hacer una reseña del número exacto de víctimas en toda la zona abarcada por el terremoto es difícil, sin embargo, por una lista semi- oficial publicada en Roma el 6 de Enero se pueden calcular entre muertos y heridos en las diversas poblaciones, sin contar los que mu- rieron luego en los hospitales, los siguientes: En Messina, 180,000; en Reggio, 32,000; en Cannitello, 9,500; en Palmi, 4,000; en San Giovan- ni, 3,700; en Pellaro, 3,300; en Pisluriano, 3,000; en Seylla, 2,800; en Milazzo, 2,000; en Mileto, 2,300; y en el resto de todas las demás po- blaciones unos 15,000 aproximadamente. De suerte que acaso no sea 142 MANUEL MIRANDA Y MARRON. exagerado el número total de 255,000 víctimas, número que excede á todas las hecatombes de que tenemos noticia durante nuestra era, pues que en 526, según afirman unos cronistas, murieron en el litoral del Mediterráneo unas 120,000 personas, en la catástrofe de Yeddo (Tokio) en 1703 hubo cerca de 200,000 víctimas; en el mismo Japón el 28 de Octubre de 1891, el 15 de Junio de 1896 y el 15 de Junio de 1898, en las tres veces perecieron en junto 167,000 personas. Estos desastres son los que más seacercan en sus proporciones al de Messina, resultan- do pigmeos ante éste el de San Francisco California con mil muertos, (18 de Abril de 1906), el de Valparaíso (16 de Agosto de ese año) con dos mil muertos y ochocientos heridos y los de Guerrero en esta República en los que ha habido pocas víctimas relativamente. No es la primera vez que Messina y Reggio han sido asoladas por terremotos; muy larga es la lista 4 contar desde el primer temblor de que nos dan noticia Tácito y Plinio en el año 18, pero los más graves han sido el de este año de 18, y los de 362, 1509, 1549, 1599; yá contar del siglo XVII han sido de terribles consecuencias los de 27 de Marzo de 1638, 5 y 6 de Noviembre de 1659 y el de 28 de Marzo de 1783 que causó 40,000 víctimas, á causa de que la densidad de la población era menor, pues en cuanto á magnitud acaso sea equipara- ble con el del día de los Inocentes, si bien en este último, además de las víctimas, hay que contar como trescientas mil personas que que- daron en la miseria. xx Clasificación del seismo.—Llegando ya á hacer la clasificación del terremoto, debe colocarse entre los tectónicos por acomodamiento de capas de la corteza terrestre y submarina de esa región, que pertenece á las zonas geosinclinales, por más que el terremoto exterior procedió de una perturbación á gran profundidad, que originó un hundimiento en la superficie de esa región. Esta opinión es la general de los más sabios geólogos italianos y extranjeros, entre los que se cuentan el Profesor Horn y el Profesor Oddone, que en su memoria sobre el te- rremoto, presentada á la Academia dei Lincei, expuso que el centro A E AS AAA As AOS E A A ES p j " LOS TERREMOTOS DEL AÑO DÉ 1908. 143 de la actividad seísmica debe hallarse á la profundidad de nueve kiló- metros por el desplazamiento de la capa cristalina que cubre ese cen- tro. El Profesor Batelli lleva la perturbación hasta 15 kilómetros de profundidad. El célebre astrónomo Padre Alfani dió una conferencia con proyecciones en el Colegio Romano con asistencia de los minis- tros y de Jo más granado de la sociedad Romana y confirmó que el fenómeno se debió á una perturbación de la corteza terrestre, no ex- cluyendo la causa volcánica. El Profesor Edward Hull, geólogo nota- ble y autoridad prominente en volcanismo, ha señalado como causa posible del terremoto la solidificación de la lava en la cuenca del Etna, obstruyendo el orificio de salida, ejerciendo los gases y materias vol- cánicas internas una terrible presión sobre la costra terrestre que ro- dea la base de la montaña, por lo que, encontrando solidificada su sa- lida natural, la buscaron por la región del Estrecho que ofreció menos resistencia. Ciertamente, aunque ese terremoto fué orogénico principalmente, no debe prescindirse en lo absoluto del elemento volcánico. Situada esa región devastada en el triángulo volcánico formado por el Vesu- bio, el Stromboli y el Etna toda su base interna está minada por las corrientes volcánicas, á lo que hay que añadir que por las grietas de la corteza submarina en los movimientos orogénicos deben haberse filtrado enormes mazas de agua, que poniéndose en contacto con las rocas y las lavas internas incandescentes, han de haber producido ex- plosiones ó si se quiere erupciones internas, que conmovieron las pro- fundidades de esa región ocasionando el desplazamiento, acomoda- miento y hundimiento de las capas de la corteza. Us Manifestaciones volcánicas.—Aunque es verdad que los tres volca— nes citados no dieron manifestaciones extraordinarias, sino que se puede decir que su actividad fué á posteriori, el volcanismo ha dado señales de su existencia en diversos fenómenos. Por una nota fechada en Messina el 10 de Febrero se sabe que se vió levantarse periódica- 144 MANUEL MIRANDA Y MARRON. mente en el Estrecho una columna de agua hasta gran altura. El in- geniero Borelli que reconoció la colina donde estuvo situada Palmí notó el día 20 de Enero la emisión de vapores azufrosos y humo «por una grieta cercana al mar, habiendo quedado carbonizados los árboles en dos kilómetros á la redonda. En las cercanías de Rocca San Cacia- no, el antiguo volcán Rusca comenzó á mediados de Enero, después de muchos años de calma, desde 1861, á lanzar llamas, lavas, petró- leo y vapores azufrosos, oyéndose el día 13 fuertes ruidos subterráneos y cubriendo las cenizas calientes varias leguas á la redonda. Además, por los trabajos hidrográficos llevados á cabo por algunos buques de guerra en el Estrecho, se vino en conocimiento de que los cables submarinos estaban quemados, lo que indica que hubo emisión de materias incandescentes submarinas ó de vapor de agua y otros ga- ses á temperatura elevadísima, como se comprueba por el hecho antes asentado de las columnas periódicas de agua arrojadas á gran al- tura. M. Camilo Flammarion confirma lo que acabo de exponer en su ar- tículo sobre el desastre de Messina *. “¿Cómo es posible, dice, que el vapor de agua no entrase en juego en la producción de los movimien- tos observados, siá éstos siguieron borrascas y lluvias diluvianas? Las cantidades de vapor de agua vomitadas por los volcanes, los millones de metros cúbicos emitidos en las erupciones del Etna, nos indican la existencia de ese vapor en esas regiones subterráneas. La observación directa de los hechos pone ante nuestros ojos ejemplos elocuentes de empujes verticales. El director de la Gaceta de Messina cuenta que á la primera sacudida fué arrojado á dos ó tres metros de altura. Varios buques que se dirigían hacia el puerto de Messina resintieron en plena mar un choque violento de abajo hacia arriba, como si la base de las naves hubiesen tropezado en un escollo. Estos bruscos empujes del fondo del mar son los que dan origen á las ondas tan impropiamente llamadas golpes de marea, aun en los mares donde no hay mareas. Una niña de doce años que iba en un wagón en Reggio fué lanzada hacia arriba 1 Bull. de la Soc. Astronom. de France, número de Febrero de 1909. a a A de ea EA as LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 145 amputándose su cabeza que cayó al mar mientras su cuerpo quedó pendiente de la puerta del wagón. El jefe de la. estación de .esta ciu- dad cuenta que casi inmediatamente después del choque se abrió una grieta de más de veinte metros de ancho de la que brotó un torrente de agua hirviente, elevándose á tres ó cuatro metros en el aire, siendo varias personas quemadas por este geyser..... Concluyamos, pues, que en ese país de constitución volcánica, como Calabria y Sicilia, el vapor de agua goza un importante papel en estas violentas convulsiones.” Estos párrafos del sabio francés confirman lo que ya he asentado otras yeces que los fenómenos seísmicos son complicados, y que, aun- que predomine una de las especificaciones de terremotos, no hay que excluir las demás, principalmente en una región eminentemente vol- cánica, habiendo sido el volcanismo la causa principal de las fracturas y fallas de la región sículo-calabresa. e Descripción geológica del centro seísmico.—Nadie ignora que todos esos fenómenos de fracturamientos, de formaciones volcánicas y de estado seísmico constante en Italia tuvieron principio en la segunda mitad de la época terciaria y principio de la cuaternaria. Al cesar con el período histórico las erupciones de Auvernia, las de Italia que no habían comenzado sino al 'fin del plioceno prosiguieron en su tra- bajo de modificación de la corteza terrestre en esa región y se han continuado hasta el presente. Las célebres tobas de los Campos Fle- greos, cerca de Nápoles, primitivamente submarinas y elevadas ac- tualmente á gran altura tuvieron su principio en la época cuaternaria. Sobre esas tobas esencialmente traquíticas se edificó el volcán de la Somma, en cuyo centro tuvo su nacimiento el Vesubio por la explo- sión del año 79 de nuestra era. Las tobas palagoníticas de Sicilia, que sirven de base al Etna, datan del fin del plioceno ó del principio de la época cuaternaria, perteneciendo á ella por entero la formación del volcán, que no ha cesado de arrojar lavas basálticas. Y en ese mismo fin del plioceno comenzaron las manifestaciones volcánicas del Archi- Memorias. T. XX VIII, 1909-1910.—10 146 MANUEL MIRANDA Y MARRON. piélago griego, coincidiendo esas erupciones con los movimientos del suelo que determinaron la apertura tardía del mar Egeo. ” Esas erupciones juntamente con las dislocaciones y contracciones de la corteza han dado lugar á la configuración orogénica de Calabria y Sicilia, la cuai se puede apreciar en su conjunto contemplándola con la imaginación desde las islas Lipari. Al Nordeste el monte Cocuzzo extiende sus acantilados frente al mar Tirreno; al Este se ven las cum- bres gneísicas del cabo Vaticano y los acantilados graníticos de Seylla, fragmentos desgajados del Aspromonte, que se yergue detrás y cuya vertiente oriental, inclinada hacia el mar, está compuesta de terrenos más modernos, y al Sur, la costa de Sicilia con el antiguo macizo Pe- loritano, frente á las islas Lipari. Los granitos más antiguos afloran en la parte Nordeste de la isla, mientras que en la opuesta, en las vertien- tes que miran al Etna, las zonas más modernas del Aspromonte se prolongan cambiando de dirección. De aquí se sigue, que todas esas montañas macizas de masas calcáreas, de gneis y cristalinas muy rÍ- gidas y duras y difíciles de plegarse representan los fragmentos de una cordillera que antes era continua y en la actualidad está cortada por el Estrecho de Messina. Hé aquí la razón por qué los seismos en toda esa región son de tan terribles consecuencias. Ez Ahora bien, en ese Estrecho parece existir una falla en la dirección del Ecuador de contracción que pasa por el Mediterráneo, siguiendo la línea de debilidad por los mares Tirreno, Jónico y Egeo, centros también de dislocación y zonas de hundimientos más modernos toda- vía, hacia los cuales, aunque con menor intensidad, se han prolonga- do los movimientos seísmicos. En efecto, los días 18, 19 y 20 de Ene- ro de este año se sintieron temblores en las islas Jónicas, frente á la costa Oeste de Grecia, y en el Archipiélago Egeo, principalmente en Santa Maura y en Sechpekir. Y el día 15 del último mes de Julio un 1 Véase Lapparent, Abr. de Géol. pag. 257. es ES 3 a di A A e da LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 147 intenso temblor devastó la parte central de Grecia, resultando tres- cientas víctimas entre muertos y heridos, siendo las provincias de Ellis y Aquea las más afectadas, las cuales están situadas en la región de la Península helénica que forma una isla casi independiente unida sólo por el estrecho istmo de Corinto. En la aldea de Euposite se abrió una enorme grieta, á cuya sola vista huyeron espantados los habi- tantes. En la misma dirección exactamente están situadas en Turquía de Asia las ciudades de Focea y Smirna, las que con todas las regiones cireunvecinas fueron sacudidas terriblemente por terremotos en los mismos días ya citados de 19 de Enero y siguientes, siendo destruídas seiscientas casas en Focea. Esos temblores se repitieron el 17 de Fe- brero, siguiendo luego en Marzo el movimiento de dislocación hacia la Palestina, habiendo conmovido un temblor el día 3 al pueblo de Mascarán cerca de Jerusalem. La línea de debilidad en esa región hace un quiebre hacia la parte sud-oriental del Asia, y el 23 de Enero un espantoso temblor conmo- vió la provincia de Luristán, en Persia. De suerte que, añadiendo los temblores del Sur de España, de Portugal y de Argelia, se puede decir que la corteza submarina, casi en línea recta desde el Estrecho de Gi- braltar, siguiendo el Mediterráneo y los mares griegos, y luego en tie- rra firme por Turquía y Palestina, quebrando hacia Persia, se fué res- quebrajando desde el año pasado (1908) al 23 de Enero del presente, pudiéndose trazar gráficamente la línea seísmica en ese arco del Ecua- dor de contracción. rx Causa astronómica del terremoto.—Todos estos seísmos fueron oro- génicos, pero ya he dicho que se debe hacer distinción entre la especie del seismo y la causa que lo produce. En mi obrita “Las Catástrofes de 1906” demostré la influencia que la actividad solar ejerce sobre las contracciones de la corteza terrestre y sobre el volcanismo, y todos estos temblores no son sino un caso particular de esa comunicación de actividad. 148 MANUEL MIRANDA Y MARRON. Cierto es que el Sol se halla en el período de descenso de actividad, pero siempre se ha notado que en ese período de mínima, hay un mo- mento de alza manifestado por las manchas, las protuberancias y las fáculas, y precisamente ese recrudecimiento comenzó en el mes de Diciembre, como puede comprobarse por las observaciones europeas y las diarias hechas por nuestro consocio el Profesor Luis G. León y pu- blicadas por el Ministerio de Fomento. Aunque desde el día 2 de Diciembre había comenzado la activi- dad del astro rey, precisamente el 28 se observó una nueva mancha en el borde oriental, que al día siguiente presentó cuatro núcleos, presen- tando el 31 un puente muy brillante, con grandes transformaciones, para las cuales depen haber intervenido tremendas fuerzas solares. El gran temblor de Luristán coincidió también con grandes mani- festaciones de actividad solar, porque el viernes 22 de Enero aparecie- ron nuevas manchas por el borde oriental y una extensa mancha con dos núcleos en el borde NÉ,, con grandes fáculas. El día 23, día del terremoto, la misma mancha presentaba un aspecto notable con cuatro núcleos muy obscuros. Pero además aparecieron cinco manchas nue- vas al Oriente de la descrita. Al día siguiente 24 era tal el número de pormenores que presentaban los grupos de manchas que fué muy di- fícil al Secretario General de la Sociedad Astronómica dibujar el as- pecto del disco solar. . La tierra no es un todo independiente, sino un cuerpo del sistema solar, y las perturbaciones del astro rey tienen que tener su repercu- sión en nuestro planeta como en todos los demás que á su alrededor gravitan. Pero al elemento solar hay que añadir otros factores, por la complexidad de fenómenos que suelen intervenir en los seismos, y Co- mo coincidencia al menos quiero hacer notar que precisamente el día 28 de Diciembre en que se verificó el horrendo terremoto de Messina, cayó en Tubilla, cerca de Burgos, en España, un bólido de gran tamaño. Fué brillantísimo y al chocar en tierra produjo una explosión formida- ble que incendió una manzana de casas é hizo retumbar todas las de) pueblo, con espanto de sus moradores, que recogieron después cinco trozos del meteorito aún calientes en los que predominaba el hierro. LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 149 Rara vez cae un bólido solo y casi siempre corresponden á un ani- llo de asteroides, y ya demostré en la primera parte de este trabajo la grande influencia magnética que esas corrientes meteóricas tienen en la producción de los terremotos. Az Continuación de los seismos, lluvias. —Todos sabemos ya que el des- equilibrio que tuvo lugar en la región sículo-calabresa ha continuado, produciéndose nuevos y repetidos seismos. No es mi intento dar cuenta de todos, pero sí de los más notables. El 30 de Diciembre, en que los reyes de Italia, cual padres de su pueblo, llegaron á Messina para prestar socorro á las víctimas y dar ánimo á los supervivientes, otro espantoso terremoto sacudió á Siracusa, quedando también destruidas treinta y cinco aldeas de Calabria. Mr. Frank Perret, ayudante del Director del observatorio del Vesu- bio, del gran Profesor Mateucci, que desgraciadamente acaba de per- der la Ciencia, pronosticó para la primera decena de Enero otros te- rremotos en la misma región asolada, fundándose en la posición del Sol, respecto del Sur de Italia y de Sicilia sobre las que ejercería una atracción considerable, y el día siete de Enero se sintieron tal número de temblores, que pudieron estimarse en diez choques por hora, con los cuales cayeron muchos de los edificios semi-arruinados y se renovaron los incendios en algunos de los cuarteles de la ciudad. Los días 8 y 9 continuó esa nueva serie de seismos, especialmente la noche del sába- do 9, siguiéndose una tempestad fortísima en el Estrecho que arrastró otra parte de los muelles de Messina, el campamento provisional cer- ca del mar y se abrió en Giarre una grieta de más de seiscientos me- tros de largo, tres de ancho y más de sesenta de profundidad. Desde esa misma noche comenzó un verdadero diluvio de lluvia que persistió en toda la semana siguiente y se extendió á gran parte del Mediterráneo y de las costas españolas, precipitación pluvial provenien- te acaso de las grandes masas de vapor de agua art ojadas á la atmós- fera por las grietas abiertas en la región de Calabria y Sicilia y por 150 MANUEL MIRANDA Y MARRON. los cráteres del Etna y el Stromboli, que desde el día de la catástrofe con intermitencias estuvieron en actividad de gases. E Temblores en el Norte de Italia y otros fenómenos.—Era natural que conmovido tan hondamente el Sur de Italia se resintiese también el Norte de ese país en la región austral de los Alpes. en la zona de arru- gamientos que levantaron esa cordillera, que por paradójico que parez- ca comenzó como el Atlas por una depresión marina profunda y que todavia se halla expuesta á dislocaciones obedeciendo á la geodiná- mica interna. Y efectivamente, el día 13 del mismo Enero á la una y cuarenta y cinco minutos y á las seis y treinta minutos de la maña- na dos fuertes temblores agitaron toda la parte septentrional de Italia, como centro seismico, extendiendo su influencia hasta el Sur. Vene- “cia, Milán, Florencia, Bolonia, las provincias de Toscana y Lombar- día fueron sacudidas violentamente, llegando al pánico el terror de los habitantes que temían se repitiese el desastre de Messina. En esta ciudad con estos temblores salieron á flor de tierra varios cadáveres, y el día 19 renació de las cenizas el fuego, percibiéndose en las nubes de humo un fuerte olor de carne quemada!.... Desde el día 21 de Enero comenzó á sentirse en Italia un frío ex- tremado, continuando en Febrero las copiosas precipitaciones de nieve, soplando sobre Reggio y Messina el día 12 de ese mes de Fe- brero un furioso huracán acompañado de abundante granizo, todo lo cual venía á hacer más aflictiva la situación de la clase pobre super- viviente, así como la de los habitantes de las márgenes del Tíber que las inundó por el gran caudal de agua que llevaba. Otro fenómeno notable fué la recrudescencia de actividad del Etna á contar desde el día 15 de Abril, que había sido pronosticada por el ci- tado Profesor Perret, que conoce perfectamente toda aquella región y la visitó pocos días después de la catástrofe messinense. Desde el día 15 comenzó á arrojar el volcán enormes llamas y también abundante ceniza que fué á cubrir varias millas en los alrededores, presentando LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 151 esas erupciones un terrible espectáculo, sobre todo por las noches, en que sobre el azul obscuro del firmamento se destacaban los penachos de llamas del Etna y del Stromboli, que también recrudeció por aque- llos días su actividad, aunque en menor escala. Por último, aunque por un telegrama del Observatorio de Monteleo- ne fechado el 20 de Enero se confirmó que, á contar del 28 de Di- ciembre, habían registrado los aparatos doscientos veintisiete temblo- res de primer grado, aparte de otra multitud de seismos de segundo á sexto grado, nadie ignora que aún no se ha verificado por completo el acomodamiento y reajuste de capas de la corteza y subcorteza de la región sículo-calabresa, continuando las sacudidas, habiendo sido fu- ribunda la del día primero de Julio á las 7 h. 50 m., de la mañana; acaso de mayor intensidad que la del día de los Inocentes, solamente que la destrucción de edificios no la pudo haber sino en los pocos que quedaban en pie, y la pérdida de vidas se redujo á dos, por estar acam- pados los habitantes en casetas de madera fuera de la población, pero se derrumbaron varias de las paredes que habían empezado á ser construidas y el faro que alumbra la bahía quedó seriamente averiado. Los instrumentos del observatorio desde las siete de la mañana hasta las tres de la tarde registraron diez choques, escuchándose fuertes rui- dos subterráneos. Después no pudieron ser registrados porque el mi- croseismógrafo Vicentini quedó inutilizado. CONCLUSIÓN. Me había propuesto en el presente trabajo hacer el estudio de los grandes terremotos de 1908, pero están tan íntimamente ligados los su- cesivos, que no he podido prescindir de extender esta disertación á los fenómenos subsecuentes en esa región durante el primer semestre del presente año (1909). Por lo demás la Naturaleza prosigue su evo- lución, sin tener en cuenta la sucesión del tiempo, que es un ente re- lativo ideado por el hombre, por la comparación de los movimientos del Sol y de la Luna con respecto á la revolución de la Tierra. No puedo terminar sin elevar un voto de admiración y de gratitud 152 MANUEL MIRANDA Y MARRON. en nombre de la humanidad á los reyes de Italia Víctor Emmanuel y Elena, especialmente á esta última que, comprendiendo la verdadera igualdad y fraternidad, personalmente asistió á las víctimas supervi- vientes despreciando su propia vida y reprimiendo el natural temor á los terremotos, que agitaron á Messina durante su permanencia en las calles llenas de ruinas y en los hospitales improvisados, y en los que fué ella misma herida al ser atropellada por los que huían aterroriza- dos, sin que esto le arredrase para proseguir su obra benéfica, á pesar de las escenas macabras de que era testigo, como la que presenció en un montón de ruinas, sobre el cual se hallaba de pie la tiple Gemma, que había perdido la razón y que, entre maderos humeantes y rodea- da de cadáveres, entonaba una aria y se inclinaba con semblante ri- sueño ante aquellos corruptos espectadores, figurándose que la aclama- ban y le batían palmas entusiasmadamente. La reina Elena se ha conquistado la simpatía de la humanidad, pues regresando á Roma estableció un taller que dirigía ella misma, se- cundándole la aristocracia, para coser por sus manos vestidos para to- dos los que habían quedado en la miseria, y al llegar su natalicio se negó á que fuese celebrado, consistiendo la fiesta en trabajar más rú- damente en beneficio de los atribulados y en que sus dos hijas Yolan- da y Mafilda, de siete y seis años respectivamente, entregasen al fondo de auxilios los ahorros que habían juntado para el obsequio de su au- gusta madre. Las tropas que ejecutaron en Messina y Reggio los trabajos de sal- vamentos merecen también un grato recuerdo por su altruísmo, pues al saber que se iban á distribuir entre ellos veinte mil liras de gratifi- cación por el Comité de Socorros, renunciaron inmediatamente el be- neficio, y suplicaron que esa suma ingresase al fondo de socorros, así como los reyes mismos rechazaron el proyecto de ofrecimiento de una medalla conmemorativa por su heroica conducta. Pero Victor Emma- nuel no quiso dejar de premiar el heroísmo de sus tropas y de los ma- rinos extranjeros que ayudaron al salvamento, y dirigió una proclama en que después de encomiar el noble espíritu de abnegación de la mi- licia, añade: “Mi admiración y gratitud hacia el Ejército y la Marina LOS TERKEMOTOS DEL AÑO DE 1908. 153 no reconocen límites y se extienden á los oficiales y tripulaciones de los barcos rusos, franceses, ingleses y alemanes que con un admirable espíritu de solidaridad contribuyeron poderosamente á la obra hu- manitaria.” No habían aportado, cuando esa proclama, los buques de la Escua- dra Blanca de los Estados Unidos llevando su poderoso contingente de auxilios, para coadyuvar con las demás naciones á disminuir los pa- decimientos de los damnificados. Todo el orbe civilizado derramó lá- grimas por la desgracia de Italia y abrió sus manos ofreciendo su óbolo. El altruísmo no ha muerto, y ahora tendrá que dar nuevas pruebas en el desastre que aflige actualmente á los desgraciados habi- tantes de Acapulco, víctimas de los terremotos de los días 30 y 31 de «Julio último, que acaban de reducir á ruinas ese puerto, donde mu- chos de nuestros hermanos lloran su desgracia y desolación. ¡Pobre humanidad, cuánto te hace sufrir el desarrollo de la vida de nuestro planeta! México, Agosto de 1909. Memorias. T. XX VIlI. 1909-1910,—10* e Piti AA ¿du O! da 0 Fr 5 = Y a » ' E Uat AA Y $ . : a Y E A ETA 7 e DENOIAN EC A ' yal ade A EAS 1eAY +4 o RL O ' CAES A pa pe ly EA td A c 53 y - z A eN + AAA 50 E TN as MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVIUI. | ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO (CITRUS AURANTIUM) 0 Por Guillermo Gándara, M. S. A. INTRODUCCIÓN Con motivo de haber desempeñado la Comisión con que la Secreta- ría de Fomento se sirvió honrarme para estudiar las enfermedades del naranjo (Citrus aurantium) en el Estado de Yucatán, enseñando la ma- nera de combatirlas, y considerando por otra parte, la utilidad que po- dría producirá los cultivadores de tan preciada planta, una publicación que tratase, aun cuando fuera sucintamente, de las enfermedades y plagas del naranjo hasta ahora conocidas, me he atrevido á escribirla, sin dejar de comprender que como primera vez que se hace, debe contener defectos involuntarios. No tengo la presunción de haber producido una originalidad; sola- mente he procurado compilar lo disperso, añadiendo algunas de mis observaciones particulares, seleccionando los remedios que mejor pue- den adaptarse á las circunstancias de nuestra Agricultura, compendian- do ideas y consultando artículos, folletos y otras obras tanto nacionales como extranjeras. Si este estudio resultare de alguna utilidad, me propongo estar al tanto de los procedimientos de combate que posteriormente se descu- bran y de adquirir el conocimiento de las nuevas plagas que aparez- can, para anotar estas correcciones y adiciones en artículos subsecuen- tes que oportunamente presentaré á esta H. Sociedad. Memorias. T. XXVIII, 1909-1910. —11 156 GUILLERMO GANDARA. Enfermedades y plagas del naranjo (Citrns aurantium) Los parásitos del naranjo son tanto de naturaleza vegetal como de naturaleza animal. Hay además en esta planta enfermedades debidas á defectos de nutrición y enfermedades de causas desconocidas. PARÁSITOS VEGETALES DEL NARANJO , La Gomosis, debida á la bacteria Bacterium gummis. La Antracnosis ó mancha blanca, debida al hongo Colletotrichum gloeosporioides. La Pinta ó Clavillo, debida al hongo Gloeosporium psidi4. La Verrucosis, debida á un hongo del género Cladosporium. El Chancro de los troncos, debido al; hongo Dematophora necatriz. La Costra blanca de las ramas, debida á un hongo del género Cor- hicuma. Algunos hongos Basidiomicetos del género Polyporus. La Cúscuta (Ouscuta americana (?). Convolvulácea). Los Gallitos ó Magueyitos (Tillandsia recurvata (?). Bromeliácea). El Muérdago ó Injerto (Loranthus calyculatus. Lorantácea). Los Líquenes de los troncos que si bien no son parásitos causan, sin embargo ciertos males á la planta. PARÁSITOS ANIMALES DEL NARANJO La Anguilosis, debida á la Anguílula Heterodera radicicola. Piojilloblanco (Chionaspas citri). Piojillo rojo (Aspidiotus auranti). Piojo amarillo (Aspidiotus citricola). | Piojo del Rosa-Laurel (Aspidiotus neri). Coccídeos. | Pjojillo del Higo (Aspidiotus ficus). Piojillo. (Parlatoria pergandit). Mytilaspis citri. Piojillos largos................ Maysilaspia gloverúi. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 157 Piojo lanudo (Lcerya purchasi). Dactylopius destructor. Piojillos harinosos............ ; Dactylopius adonidum. Coccídeos. Lecanium hesperid um. Lecanium olene. Piojos cerosos. Lecánidos. ( Lecantum hemisphaericum. Ceroplastes cirripediformas. Ceroplastes floridensis. Aleuródidos. Pulgón blanco (Aleyrodes citri). + Afídios. Pulgón verde (Siphonophora citrifoliz). ( Metapodius femoratus. Chinche verde (Raphigaster hilaris). Chinches. ; 1 Euthochtha galeator, etc: Chinches aguardienteras... Moscas. Trypeta ludens. Gusanos. Laphygma frigiperda y otros. Atta fervens. Hormigas arrieras. [ . Aecodoma mexicana. Dendrobius maxillosus. Stenaspis verticalis Barrenadores......oooo..... Malacopterus lineatus. Elaphidion inerme. Elaphidion parallelum. Tetranychus serxmacula- tus. Tetranychus Chahuixtle de las naranjas, debido á los Acarianos. bimacula- tus. Typhlodromus olervorus. Etc. 158 GUILLERMO GANDARA. PARÁSITOS DE NATURALEZA ANIMAL Y VEGETAL La Fumagina, debida á los Piojillos y al hongo Capnodium citri. ENFERMEDADES MAS COMUNES DEBIDAS Á DEFECTOS DE NUTRICIÓN La Clorosis. La Frondescencia. La Partidura del fruto. 1 ENFERMEDADES DE CAUSAS DESCONOCIDAS El “Die back.” El “Blight” ó Tizón. La Melanosis. * PRIMERA PARTE De la Gomosis Esta enfermedad ha causado en Italia en los años de 1862 á 1878, la perdida de dos millones de pesos. Se debe, según Comes, á la bac- teria Bactertum gummás. Sintomas Cerca de la base de los troncos y en las raíces gruesas, se notan exudaciones de goma. Cuando el absceso comienza existe debajo de la corteza un liquido fétido y cuando se desarrolla aquél, se seca y se cae la corteza dejando al descubierto la madera. La planta intenta defen- derse y en las orillas de la corteza sana se forma un rodete y aparecen las irrupciones de ésta como óvalos desde 5 hasta 20 centímetros de largo, más ó menos regulares. Si el absceso se extiende en todo el rededor del tronco principal, el árbol muere indefectiblemente. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 159 Una enfermedad semejante llamada Psorosis, aparece en las ramas, más que en el tronco y en las raices gruesas; se diferencia sin embar- go, de la primera, en que no cae la corteza de la parte atacada, sino que hipertrofiándose la capa media de ella, se forma una especie de llaga de color amarillento. Cuando las ramas contienen varias llagas, se ve al árbol como leproso. No se conoce la causa de este trastorno. Remedios Con un instrumento cortante cuyo filo esté desinfectado con una so- lución creolinada ó fenicada, extirpese la parte enferma penetrando con gubia ó con escoplo en la madera, hasta hacer desaparecer el foco de goma que se manifestará por una mancha de color amarillo obscu- ro. En seguida se cubrirá la herida con barro fenicado. Observaciones a. La Psorosis se cura de la misma manera que la Gomosis. b. Cuídese de no cortar la corteza, abrazando el rededor del tronco, porque se matará al árbol con esa práctica. c. No toda irrupción de corteza con formación de rodete acusa la existencia de la Gomosis; para diagnosticar esta enfermedad es pre- ciso que se vean con toda claridad los escurrimientos de goma y las irrupciones correspondientes de la corteza. Medidas preventivas 1* Evitese en el suelo un exceso de humedad. 2" Por medio de la poda, dense al árbol ventilación y luz. 3” No debe introducirse al naranjal ganado alguno, porque con sus pisadas hieren las raíces gruesas descubiertas y la base de los troncos contribuyendo así al contagio de la Gomosis. Esta plaga se halla desarrollada en los naranjales de las fincas del Estado de Yucatán. 160 GUILLERMO GANDARA. DE LA ANTRACNOSIS Ó MANCHA BLANCA Sintomas En las hojas aparecen unas manchitas más ó menos circulares, de color de hoja seca y que van desarrollándose hasta unirse invadiendo una buena parte de la hoja. La enfermedad pasa por los períodos si- guientes: primero las hojas aparecen con 3, 5 6 más manchas de 3 47 milímetros de diámetro; después se notan las hojas como raídas ó bien con una gran porción seca. Los retoños se marchitan, se doblan y se secan, las ramas terminales se deshojan y los frutos, desde muy pequeños, aparecen con una manchita violácea, que se desarrolla con el crecimiento de éstos, perdiéndolos por completo. En las manchas de las hojas se notan unos puntitos negros que no son sino los acér- vulos del hongo que causa la enfermedad y en cuyo interior existen las fructificaciones. Como queda dicho, este mal es debido al parasitismo del hongo Co- lletotrichum gloeosporiordes, estudiado por Penzig en 1882. Esta enfermedad ataca también á la lima y al limón y se halla des- arrollada en algunas haciendas de Estado de Yucatán. Remedios Para curar esta enfermedad se aconsejan las pulverizaciones de cal- do bordelés preparado con la siguiente fórmula: Sulfato de cobre 1,750 gramos. CAM its ah des 1,750 20 Agua de Nuvies e ae 210 litros. DE LA PINTA Ó CLAVILLO DE LA NARANJA Esta enfermedad que ataca también á la guayaba, consiste en que las naranjas se cubren primero de un tinte rojizo obscuro como si hu- biesen sido salpicadas, y después se les nota como lunares obscuros, de tejido realzado, de 1 á 3 milímetros de diámetro. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 161 Este mal fué estudiado por Delacroix en la guayaba, quien encon- tró que era producido por el hongo Gloeosporium psidii. El citado micologistas dice del parásito en cuestión, lo siguiente: “En la región de las manchas los tejidos muertos están infiltrados de un micelio muy delgado, hialino en las partes profundas y leonado obscuro pálido en las contiguas al conceptáculo. El micelio penetra algunas veces por las celdillas del pericarpio y se ramifica entre ellas. Los conceptáculos bastante pequeños, de 90 á 120 y de longitud, ape- nas salientes y poco visibles á la simple vista, aparecen bajo la cutícula que pronto se rompe al impulso del crecimiento de las esporas cuan- do éstas comienzan á madurar. El estroma es negro en la parte que está en contacto con los tejidos, hialino en su parte superior donde pro- duce esterigmatos hialinos y cilíndricos, de 15 á 18 sobre 4 á 5. Las esporas hialinas más ó menos regularmente ovoides están finamente granuladas en el interior.” Remedios Esta plaga ha sido bien combatida en los naranjales de Atotonilco el Alto, Jal., con las pulverizaciones de caldo bordelés aplicado antes de madurar el fruto y preparado á la dosis siguiente: DOMO de GODIO. co torsacnnnci cadera naaa os E 1,760 gramos. TA A EI 1,760 5 A VIA alas didas 210 litros. Esta plaga no existe en los naranjales del Estado de Yucatán. DE LA VERRUCOSIS Esta enfermedad, debida según el Prof. Lamson Scribner, quien la estudió en 1886, al parasitismo de un hongo del género Cladosporium , se manifiesta por un arrugamiento, encogimiento ó pliegue de las ho- jas y por levantamientos en forma de verrugas ó viruelas que aparecen en la epidermis del fruto, alterando profundamente el pericarpio ó cás- cara. 162 GUILLERMO GANDARA. Remedios Según Webber y Swingle, se cura esta enfermedad con las pulveri- zaciones de caldo bordelés, conforme á la dosis siguiente: Sato de COD tra rar E E E. 2 kilogramos. Calviva” 2. REIS II SE 2 5 Agua de IMvia se ie 250 litros Esta plaga es escasa en el Estado de Yucatán, y sólo se observa allí en el naranjo agrio (Citrus bigaradia). DEL CHANCRO DE LOS TRONCOS El chancro del naranjo se reconoce por un agrietamiento y después por un descortezamiento que en determinadas partes de los troncos aparecen. La corteza de la parte atacada se seca y se levanta de sobre la madera, pero no se desprende; si se examina el absceso con un ims- trumento cortante se notará que el mal se extiende más allá de lo que á primera vista pudiera considerarse. Cuando el chancro aparece en los troncos essigno de gravedad, pues fácilmente puede abrazar el re- dedor del tronco, interrumpir la corriente de la savia por la necrosis que ocasiona de la capa del cambio y el árbol se marchita y muere en muy poco tiempo. Esta enfermedad se debe al parasitismo de un hongo (Dematophora necatrix) que ataca primeramente á las raíces finas en las cuales se encuentran los micelios enredados como si fuesen pelos negros; desde entonces el árbol comienza á sufrir, notándose cierta languidez en el follaje y retardo y diminución en la floración. Más tarde, los micelios pasan á las raices gruesas y de éstas al tron- co y aun á las ranas, notándose sobre la corteza unos filamentos vio- láceo-blanquizcos que se extienden longitudinalmente en'una buena parte de ésta. Allí fructifica el hongo advirtiéndose entonces unos pun- tos negros realzados que son las peritecas y unos pelos híspidos de co- lor gris que no son sino los conidioforos del hongo. Esta plaga no existe en los naranjales del Estado de Yucatán. 1 . ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 163 Remedios Esta enfermedad peligrosísima aún no tiene un remedio eficaz y sólo pueden aplicarse Jas siguientes reglas preventivas contra ellas: 1* Drenar el terreno para evitar en el suelo un exceso de humedad. 2% Podar los árboles atacados para darles ventilación y luz. 3” Cavar en las raíces para descubrir la bola de micelios y destruir- los en el fuego, desinfectando el lugar con solución fenicada al 4 por ciento. 4* Extipar los abscesos que aparezcan en los troncos cubriendo la herida con barro fenicado. - 5* Lavar los troncos frotándolos con cepillo y con el caldo bordelés siguiente: A A A A 1 kilogramo. E E AS A RT 1 3 AA A A 100 litros. 6” Arrancar los árboles muy atacados para quemarlos inmediata- mente y desinfectar el lugar que hubieren ocupado. DE LA COSTRA BLANCA DE LA RAMA Un hongo de la familia de las Teleforáceas, probablemente del gé- _nero Corticuma, se desarrolla en las ramas delgadas del naranjo, no- tándose éstas como si hubiesen sido blanqueadas con cal. Jl hongo crece de la extremidad de las ramas hacia atrás y mata completamente la rama en que parasita. Esta plaga existe en los naranjales del Estado de Yucatán. Remedios Pódense las ramas atacadas y destrúyanse inmediatamente en el fuego. 164 GUILLERMO GANDARA. HONGOS SUPERIORES Hemos encontrado en los troncos muertos del naranjo el Polyporus hispidus, el Polyporus annosus y un Polyporus parecido al Igmiarius, y el cual parece ser parásito exclusivo del tronco de los Citros. En la Hacienda de Santa Rosa, Partido de Maxcanú, Yuec., encon- tramos envolviendo las raíces principales de algunos naranjos y pene- trando con éstos en la tierra, á un hongo carnoso, de suave consisten- cia, de color blanco marmóreo, de superficie glanduliforme, como si fuese una costra y que al secarse se endurece como madera. Exami- nados con una lente de aumento varios cortes de él, ninguna especie de cavidad se le notó, por lo qué nos parece ser Himenomiceto, de la familia de las Tremelináceas. Dicho hongo es parásito de las raíces gruesas del naranjo, pues en todo el trayecto de éstas en que crecía, estaban completamente muer- tas y no así las raíces contiguas que sin el parásito permanecían en buen estado de vegetación. Remedios Cávese en el lugar en que se note el hongo, descubriendo bien las raíces atacadas y despréndanse éstas desinfectando el lugar con solu- ción de formalina del comercio al 5 por ciento. DE LA CUSCUTA Esta planta fanerógama, de la familia de las Convolvuláceas y del género Cúscuta, produce muchísimas guías de color amarillo más ó menos subido ó violáceo, según las especies, y que no son más que sus tallos, los cuales se enredan en las ramas de las plantas que invaden adhiriéndose á la corteza de éstas por medio de unos chupadores que poseen, los cuales extraen la savia necesaria para su subsistencia. A esta parásita se le conoce también con los nombres de “Zaca- tlaxcal,” “Cuerda de violín,” “Cabellera del diablo,” etc. Esta plaga se encontró muy desarrollada en los limoneros de la ha- cienda de Acú, Partido de Maxcanú, Yucatán. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 165 Remedios Pulvericénse los árboles invadidos por la Cúscuta con una solución de sulfato de hierro al 5 por ciento. DE LOS GALLITOS Estos son plantas de la familia de las Bromeliáceas y del género Zi- llandsia que como pequeños magueyitos parasitan sobre las ramas de los naranjos ú otros árboles frutales por medio de sus raíces, que pe- netran en la corteza de aquéllas para extraer la savia de que se nutren- Existe escasamente esta plaga en elí Estado de Yucatán. Remedios Echense abajo los Gallitos por medio del instrumento. DEL MUÉRDAGO Ó INJERTO Esta planta, de la familia de las Lorantáceas (Loranthus calycula- tus) es aquella que se nota sobre los árboles, con" hojas carnosas, ova- das y sin nervaduras; la flor es rojiza y muy visitada por los chupa- mirtos; el fruto es una bolita negra como de 8 milímetros de diámetro y la semilla está envuelta en un líquido mucilaginoso muy adherente y que tomada por los pájaros nada sufre su poder germinativo; al ser arrojada por éstos sobre las ramas, queda adherida, germina en tiempo de aguas y hace penetrar sus raíces en la corteza, hasta nutrirse con la savia del árbol en que parasita. En Yautepec, Estado de Morelos, se halla muy desarrollada esta pla- ga en el naranjo. No existe en el Estado de Yucatán. Remedios Córtese la parásita procurando quitar la porción de corteza en que se apoya, cubriendo la herida con barro fenicado. Pódense las ramas muy atacadas. 166 GUILLERMO GANDARA. DE LOS LÍQUENES Ó COSTRA DE LOS TRONCOS En los troncos de los naranjos suelen verse costras de color blan- quizco, amarillento, verdoso, etc. Estas costras son casi siempre cir- culares llegando á tener hasta 20 centímetros de diámetro. Son plantas criptógamas llamadas Líquenes, las cuales no son parásitas, pues vi- ven sobre las piedras y sobre la corteza muerta de los árboles, pero conviene destruirlas porque sirven de albergue á los insectos y porque privan á la corteza del libre cambio de gases en detrimento de la sa- lud del árbol. Remedios Lávense los troncos con cepillo y agua. Después embadúrnense por medio de una brocha con el siguiente caldo bordelés: SUSO deco pre oil 3 kilogramos. CUM e INS 2 5 ¡Agua dd UV a - 100 litros. Los líquenes existen abundantemente en los naranjos del Estado de Yucatán. ; SEGUNDA PARTE Parásitos animales del naranjo DE LA ANGUILOSIS Esta enfermedad de las raices de varias plantas, ataca también al naranjo. Es debida á un anélido microscópico de la familia de los Anguilulidos (Heterodera radicicola) que introduciéndose en los teji- dos de las raíces finas, los hipertrofia primero, notándose entonces la inflamación de éstos y dejándolos después inservibles para las funcio- E ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 167 nes de absorción, perturbándose por consiguiente las funciones nutri- tivas de la planta. Un terreno arenoso y húmedo favorece el desarrollo de esta plaga, la cual ha causado grandes pérdidas en los cafetales del Brasil. En México se ha notado en diversas plantas de cultivo y últimamente en los naranjos de la Hacienda de Santa Rosa, Partido de Maxcanú, Es- tado de Yucatán. Remedios 1” Drénese el terreno para evitar un exceso de humedad. 2* Trácese un cuadrado que comprenda todo el terreno en que se extiendan las raíces, dejando en el centro el árbol atacado. Practíquen- se después en cada metro cuadrado, por medio de una barreta, 5 agu- jeros bien distribuidos y de 30 centímetros de profundidad. Arrójense en cada uno de ellos, 10 centilitros de acetilenada, preparada del mo- do siguiente: E lala Di e aa0 Eros: ERES Calcio. a aoalo calas osea es 1 kilogramos. Arrójese el carburo en el agua, muévase después ésta y media hora más tarde podrá disponerse del líquido. 3” Cúbranse los agujeros cun tierra inmediatamente después de ha- ber echado el líquido en ellos. DE LOS INSECTOS Muchos son los insectos que atacan el naranjo y por esto sólo, nos re- ferimos á aquellos que causan los mayores perjuicios al constituirse en verdaderas plagas. DE LUS COCCÍDEOS Los Coccídeos son insectos hemipteros homópteros, generalmente muy perjudiciales á las plantas y que tienen la propiedad de excretar producciones cerosas que les sirven de defensa para fijarse en las hojas, 168 GUILLERMO GANDARA. frutos y tallos, donde se instalan introduciendo su trompita en los te- jidos de la planta para chupar la savia de ésta. Desde luego se comprende que un árbol invadido por estos enemi- gos de la Agricultura, debe sufrir diariamente una merma de savia su- ficiente para debilitarlo y aun para matarlo si el insecto que lo ataca no es combatido y sigue desarrollándose. Los Coccídeos tienen una biología muy especial, pues una vez insta- lados en alguna parte de la planta comienzan á excretar, como ya se dijo, producciones cerosas de diversas formas, tamaños y colores y que son como escamas que contienen al insectito en su interior. Fecunda- das las hembras se notarán después las escamas llenas de huevecillos y á la hembra muerta. Algunos se reproducen partenogenéticamente. Al nacer las larvas, lo que generalmente ocurre en la primavera, se esparcen por todo el vegetal buscando un lugar donde instalarse (Este será el mejor tiempo para combatir á los Coccideos). - Fijados en la corteza de las ramas, en las hojas ó en los frutos, co- mienzan á crecercomo queda indicado, causando entonces los más de- sastrosos perjuicios. Las hembras quedan fijas hasta morirse y los ma- chos, alados y de formas distintas á las de las hembras, buscan á éstas para fecundarlas, lo que constituye su única misión, pues tienen atro- fiada la trompa y no pueden nutrirse, porlo cual no son perjudiciales. De la forma, tamaño y color de las escamas, así como de los deta- lles del cuerpo de las hembras y de los machos, dependen las diversas especies de Coccídeos. Los Coccídeos que atacan al naranjo son los siguientes: DEL INS CHIONASPIS CITRI 1.HE.HO. Ó PIOJO BLANCO. Este Coccídeo es un piojillo muy perjudicial para el naranjo y cuan- do esta planta se halla invadida por él, se nota en las hojas, frutos, ramas y troncos, como una gran cantidad de hebritas de hilo pegadas, de un milímetro aproximadamente de longitud. Los árboles atacados toman un aspecto ceniciento. Este piojillo fué descrito por el Prof. Comstock en 1880 y más tar- ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 169 de reconocido en los naranjales de Louisiana por el Dr. L.O. Howard. Al principio se había confundido con el Chinaspis euonymi; pero di- fiere de éste en que la escama de los machos que parecen ser ápteros, tiene dos canales longitudinales en vez de uno. El insecto se encuentra en una de las extremidades de la escama. Este piojillo se halla en casi todos los naranjales de México incluyen- do los del Estado de Yucatán. Remedios Recomiéndanse para el Piojo blanco del naranjo las pulverizaciones de emulsión de petróleo. Esta se prepara del modo siguiente: EEN A SO ROA 8 litros. A AN A AA A TE SAS SO OS 300 gramos. A A ADS SS IAN 5 litros. Se disuelve el jabón en el agua hirviendo y lejos del fuego se agre- ga el petróleo, poco á poco, agitando el líquido lechoso que resulte. Para emplear esta emulsión se toma de ella 1 parte para agregársele 10 partes de agua, si se trata de una medida enérgica; y 15 6 20 par- tes de agua si se quiere un tratamiento mediano ó débil, respectiva- mente. Conviene bacer una prueba en pequeño antes de hacer la operación general para cerciorarse de que la emulsión preparada no molesta la vegetación del naranjo. y DE LOS ASPIDIOTUS Estos piojillos son de escamas circulares, aplastadas, más ó menos de un milímetro de diámetro y de exuvias centrales ó casi centrales. La escama de los machos es un poco alargada, con la exuvia excéntri- ca. El macho adulto es alado. El Ins aspidiotus auranti 1. He. Ho. ó Piojillo rojo, es de escama de color gris claro que se obscurece en los adultos, y vivíparo. Se lla- ma rojo por el color purpúreo de sus ojos. Esta plaga se encuentra en los naranjales del Estado de Yucatán. 170 GUILLERMO GANDARA. El Ins aspidrotus citricola [. He. Ho., se conoce en que la escama de la hembra es amarillenta y la del macho blanca con puntitos ama- rrillos; es vivíparo. Esta plaga se encuentra en los naranjales del Estado de Yucatán. El Ins aspidiotus ficus I. He. Ho., cuya exuvia es rojiza, tiene la escama de color rojo obscuro con las orillas grises. La escama de la hembra es 4 veces mayor que la del macho. Es ovíparo y ataca también al Higo. Esta plaga no se encuentra en los naranjos del Estado de Yucatán. El /ns aspidiotus ner 1. He. Ho., cuya escama es blanquizca y semejante á la de los anteriores, es ovíparo y ataca también al Rosa= Laurel. Ñ No se encontró en los naranjos del Estado de Yucatán. Afine á los Aspidiotus, es el Ins parlatorias pergandi I. He. Ho,, cuyas exuvias no son centrales; la escama de la hembra es casi circu- lar y mucho más grande que la del macho que es alargada. Esta plaga no se encontró en los naranjos del Estado de Yucatán. Remedios El mismo que se emplea para combatir el Chionaspis crtri. DE LOS MYTILASPIS Estos piojillos cuyas hembras tienen escamas alargadas, piriformes ó más bien en forma de acocote, llegan á tener hasta 4 milímetros de longitud. El macho no tiene quilla y la hembra está provista de 5 gru- pos de glándulas ventrales. En México existen en los naranjos: El Ins mytilaspis citricola [. He Ho., piojillo cuya hembra tiene escama más ó menos encorvada, de color gris y más ancha en la parte superior. La exuvia también es de color gris y los huevecillos blancos. Se encontró esta plaga escasamente en el Estado de Yucatán. El Ins mytilaspis gloverú [. He. Ho., se distingue del anterior en que la escama de la hembra no es encorvada sino casi recta y de co- ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 171 lor gris claro. La hembra y los huevecillos son de color amoratado y éstos se disponen debajo de la escama en dos hileras. Este Piojo no se encontró en los naranjos del Estado de Yucatán. Remedios Estos piojillos son muy difíciles de destruir, sin embargo en los Es- tados Unidos han sido aniquilados con el procedimiento siguiente: Los naranjos se cubren con tiendas de fuerte lona como lo indica la figura, y dentro de la tienda se hace desarrollar ácido cianhídrico del modo siguiente: Se arregla en el interior de la tienda (que debe quedar hermética- camente cerrada) una polea pequeña por la que se hará pasar una cuerda que desde el exterior se haga correr gracias al peso del cianuro de potasio que se colocará en la extremidad del interior. El material indicado se dispondrá en trozos gruesos y envueltos en arpillera de manera que al soltar la cuerda caiga sobre una vasija de porcelana que contenga ácido sulfúrico en solución acuosa. Así se desarrollará el gas ácido cianbídrico que matará á los piojillos. La fumigación debe durar $ horas cuando menos y al cabo de las cuales el gas se habrá difundido en la atmósfera, y hacerse de noche. Para esto se tomarán todas las precauciones que reclame un tratamien- to tan peligroso como es éste, encargando en todo caso la operación á una persona entendida, Para la aplicación de este tratamiento, ténganse en cuenta los datos del siguiente cuadro, tomado de la obra “Cultivo y Plagas del Naran- jo” por J. Isaac. Cianuro Acido sulfúrico Altura del árbol. Diámetro del árbol. Agua Q.P, 98. por clento, 66 por ciento 1.86 metros. 1.24 metros. A6 gramos. 28 gramos. 28 gramos. IB es IEA ss 84 3% 42 5 42 dy AA: IS 120 0D 70 2 70 y ES 4.34 > 208 ,, 140 $5 210 > 6: Cs 4.66 ,, 474 cf 224 AE 252 be 620 ,, 4.96-6.20 ,, 506 O 280 =p 336 5 6.20-7,.44 —,, 5.58-6.82 ES 840 ,, 392 53 448 A 7,44-9.30 ,, 2.08-6.86 ,, 952 Es 448 E 504 a 9.30-10,16 ,, 7.75-9.30 a LAO ds 672 4 784 cs, Memorias T. XXVIIl. 190-1910,—12 172 GUILLERMO GANDARA. Es de insistir sin embargo, en las aplicaciones de emulsión de petró- leo estudiando en el terreno las más enérgicas que pueda soportar el árbol para evitar en lo posible el tratamiento del gas ácido cianhídrico, que como queda dicho, es muy delicado y además un tanto dispen- dioso. DEL INS ICERYAS PURCHASI 1. HE, HO. Ó PIOJO LANUDO Como grupitos de algodón de 5 milímetros de longitud por 3 de an- cho más ó menos, vense estos piojillos acumulados en las ramas del naranjo. El capote algodonoso con que se cubren, presenta estrias lon- gitudinales terminadas en la parte posterior como si fuesen escarme- nadas y rizadas. Este Coccídeo de antenas de 11 artejos, peludas y pubescentes, tie- ne muy largos los digítulos y presenta en los lóbulos laterales de la extremidad del abdomen una serie de tres cerdas muy largas que á veces se entrelazan. La hembra adulta es de color anaranjado, las patas y antenas son obscuras y los huevecillos rojos. La larva es rojiza, con antenas de 6 artejos y el macho presenta dos apéndices caudales carnosos, con pe- los en su extremidad; es alado y de 8 milímetros de ancho con las alas extendidas. Este piojillo es hábilmente atacado por los Coccinélidos 1ns veda- lias cardinalis I. C. Co., y el Ins novius Koebeli I. C. Co. Catarini- tas llevadas de Australia á los Estados Unidos para combatir la plaga del piojo lanudo, cuyos perjuicios allí han llegado á ser de gran con- sideración. Este Piojo ya existe en los naranjales del Estado de Sonora y no se encuentra en los de Yucatán. Remedios Consiganse las Catarinitas Vedalia cardinalis y Novius Koebeli ori- ginarias de Australia y pónganse en los naranjales atacados para que destruyan al Piojo lanudo, ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 173 DEL INS DACTYLOPIUS DESTRUCTOR I. HE. HO. Ó P10JO HARINOSO Este piojillo es harinoso, de forma elíptica, segmentado y con salien- tes angulosas en las orillas del cuerpo de las hembras. La larva del macho tiene antenas de 7 artejos, 4 digítulos en los tarsos y 6 pelos en el segmento anal. La hembra de este piojillo es de 3 á 4 milímetros de longitud y lle- va 17 apéndices en cada lado del contorno de su cuerpo. Las antenas de la larva de la hembra son de 6 artejos y en los adul- tos de $. El macho tiene 2'5 milímetros de ancho con las alas extendidas y 0/87 de longitud, 10 artejos en las antenas y 2 pelos largos del color del cuerpo en la extremidad posterior. Muy semejante al Dactylopius destructor, es el Ins dactylopius ado- nidum 1. He. Ho. tan común en las plantas de los jardines y que tam- bién ataca al naranjo. Estos piojillos ponen sus huevitos debajo de un copo algodonoso que excretan las hembras en su parte posterior. Excretan también un lí- quido meloso en el que fácilmente se desarrolla la Fumagina. La plaga de estos insectos no existe en el Estado de Yucatán. Remedios Apliquese la emulsión de petróleo como si se tratase del Chionasa piscitri. DE LOS LECANIDOS En el grupo de los Coccideos se comprende el de los Lecánidos, pio- jillos que difieren un poco de los descritos, pues que la hembra es des- nuda y en forma de escama aplastada ó convexa, ya hemisférica ó cirri- forme. Excretan por el dorso una cerosidad que les hace tomar diversas formas según las especies; son oviparas y sin ovisaco. Debajo de la escama se encuentran los huevecillos y una vez formados éstos la hem- bra muere. No se conocen los machos. Los Lecánidos que atacan al naranjo, son los siguientes: 174 GUILLERMO GANDARA. DEL INS LECANIUS OLEAE 1. HE. HO. Ó PIOJO NEGRO Este piojillo que también ataca al Olivo es una especie de escama negra y ovalada, como de 4 milímetros de longitud y de 2á 3 de altu- ra, y lleva una despresión transversal en el dorso como si f era albar- dón. Los huevecillos son alargados y de color amarillento y á la larva se le distinguen 6 anillos. Sólo una cria tiene cada año. Este piojillo es atacado por el CGoccinélido Ins rhizobius ventralis 1. C. Co. No se halla en los naranjales del Estado de Yucatán. Remedios Consigase el Rhizobius ventralis para ponerlo en los naranjos ataca- dos ó bien pulverícense éstos con la emulsión de petróleo. DEL INS LECANIUS HESPERIDUM 1. He, Ho. ó PI0JO BLANDO El adulto de este Coccídeo es de color moreno obscuro y su escama es de forma oval casi aplastada, lisa y lustrosa. Es de 3 á 4 milíme- tros de longitud, tienen 7 artejos, sus antenas y sus patas son largas y delgadas. Este insectito tiene la propiedad de excretar por unos poros que tie- ne sobre los lados del cuerpo una especie de miel que cae sobre las hojas y en la que se desarrolla el hongo Capnodium citri que produ- ce la Fumagina. Es común en los naranjales de nuestras costas, sin embargo, no se halla en el Estado de Yucatán. Remedios Aplíquense las pulverizaciones de emulsión de petróleo. DEL INS LECANIUS HEMISPHAERICUM 1. HE, HO. Ó PIOJO HEMISFÉRICO Este piojillo es de forma casi hemisférica, de color obscuro y se acu- mula en la nervadura central de las hojas. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 175 La hembra tiene de 3 4 5 milímetros de diámetro por dos de altura y 8 artejos en sus antenas. Las patas son largas y delgadas con la ar- ticulación del tarso muy bien marcada. Tiene 8 pelos largos en la parte posterior y los huevecillos son ama- rillos y elipsoidales. Remedios Aplíquense las pulverizaciones de emulsión de petróleo. DE LOS CEROPLASTES Ó PIOJOS CEROSOS Los Lecánidos cuyos cuerpos son generalmente grandes, pues que llegan á tener hasta 8 milímetros de longitud por la cantidad de cera y agua que excretan para formar su carapacho, son blancos, amarillen- tos ó grises y están como compuestos de varios planos en disposición, número y figura diferentes según las especies. Los Ceroplastes que han atacado al naranjo son los siguientes: El Ins ceroplastes cirripediformis I. He. Ho. cuya hembra tiene 4 milímetros de diámetro por 4 de altura y está compu esta de seis planos laterales en forma de trapecio y una exagonal en la cima. Cada plano presenta en su parte central una pequeña depresión. No se encuen- tra en los naranjales del Estado de Yucatán. El Zns ceroplastes floridensis [. He. Ho. cuya hembra casi aplasta- da, es de forma oval, de 3 milímetros de longitud por 2 de ancho; se le notan 6 tubérculos en las orillas y uno central, grande y casi circular. No se halla en Yucatán Los Ceroplastes prefieren las ramitas para instalarse. Remedios. Aplíguense las pulverizaciones de emulsión de petróleo. DEL INS ALEYRODES CITRI, I. HE. HO. Ó PULGON BLANCO Este pulgoncito tiene sus alas blanquizcas y opalinas, en ambos sexos, y cubiertas de polvo blanco. Las larvas se presentan como es- camas de Coccídeos, Los tarsos tienen 2 artejos y tanto el macho co- 176 GUILLERMO GANDARA. br mo la hembra, 2 pares de alas. El abdomen de la hembra es más abul- tado que el del macho y termina en una pequeña saliente aguzada. Tiene antenas de 5 artejos y produce secreciones de líquido meloso en el cual se desarrolla muy bien el hongo de la Fumagina. Las larvas de este pulgón son atacadas por el hongo Aschersonia aleyrodis. Remedios. Aplíquense pulverizaciones de nicotina al 5 por ciento, haciéndose una prueba en pequeño para mejor asegurar el éxito de la cura, agre- gando ó disminuyendo agua, según resulte fuerte ó débil la solución, pues la nicotina no siempre tiene el mismo grado de concentración. La nicotina se expende en latas cerradas de medio kilogramo en la fábrica de cigarros «El Buen Tono,» de esta capital. Valen $0.50. DEL INS SIPHONOPHORAS CITRIFOLIM, I. HE. HO. Ó PULGON VERDE Este insecto es un pulgoncito verde cuyas hembras llegan á tener hasta 3 milímetros de longitud y se acumulan debajo de las hojas del naranjo, prefiriendo las de los retoños. La hembra es áptera, de abdomen abultado, piriforme y con una cor- ta saliente aguda en la parte posterior. El macho es de 4 alas transparentes, con pocas venas y una manchi- ta negra en las orillas delanteras de las alas anteriores; las alas poste- riores están casi atrofiadas. Las antenas son de 6 artejos y un poco más pequeñas que el cuerpo del animal. En el sexto segmento abdo- minal, lleva como la hembra dos cornículos cortos, por donde excre- tan un líquido meloso. Es vivíparo y la hembra ágama. Las patas son largas y delgadas, y no pueden saltar. Este pulgoncito, como todos los de su género, tiene por enemigos naturales á varias avispitas que ponen sus huevecillos en el cuerpo de la hembra. La avispa que causa verdaderos estragos en el pulgón ver- de del naranjo, es el Zrioxwys testaceípes. Este insecto no forma plaga del naranjo en el Estado de Yucatán. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 177 Remedios. Aplíquense las pulverizaciones de nicotina al 4 por ciento, como queda explicado al tratarse del Aleyrodes citri. DE LAS CHINCHES Las chinches que atacan al naranjo punzando las hojas y los frutos con su fuerte trompa para chupar la savia de las primeras ó los liquí- dos azucarados de los segundos, son: la chinche verde y las chinches aguardienteras. DEL INS RAPHIGASTER HILARIS, I. HE. HE. Ó CHINCHE VERDE Esta es un hemíptero heteróptero, de 16 milímetros de longitud por 10 de ancho y de color verde, por lo cual no es fácil distinguirla cuan- do se halla en el follaje del naranjo. Esta chinche ataca los retoños y los seca, y ha causado ciertos daños en la Florida, cuando se ha cons- tituído en plaga. Se halla en escaso número en el Estado de Yucatán. DEL INS METAPODIUS FEMORATUS, l. HE. HE. Y DEL INS EUTHOCHTHAS GALEATOR, 1. HE. HE. Ó CHINCHES AGUARDIENTERAS Estos hemipteros heterópteros, generalmente grandes, pues los hay hasta de 30 milímetros de longitud, son casi siempre de color gris obs- curo, disponen de patas posteriores muy desarrolladas y llevan en los lados del tórax unas glandulitas internas que secretan un líquido aguar- dientoso que arroja rociado el animal cuando se ve atacado por sus ene- migos. Aunque es frecuente ver estas chinches en los naranjales del Estado de Yucatán, no forman una plaga de alarmantes perjuicios; sin embar- go convendría perseguirlas, pues perforando los frutos del naranjo, echan á perder tantos cuantos atacan. 178 GUILLERMO GANDARA. Remedios. Contra estos insectos voladores se aconseja la recolección á ma- no por medio del aparato indicado en la figura, que como se ve, consiste en una larga pértiga llevando en su extremidad un circulo de alambre en el que se adapta la abertura de una bolsa cónica, de fina tela transparente. Para usar con éxito este aparato, procúrese echar la abertura de la bolsa sobre el animal, é inmediatamente por un hábil movimiento de la mano, échese la bolsa sobre et círculo de alambre para que con su dobiez quede atrapado el insecto. DEL INS TRYPETAS LUDENS, 1. D. B. Ó MOSCA DEL GUSANO DE LA FRUTA El Trypeta ludens es un diptero braconido ó mosca de 5á 7 milíme- tros de longitud y de 10 á 12 de ancho, con las alas extendidas; el cuer- po es de color amarillo subido con patas y todo y los ojos de un her- moso verde esmeralda. Las alas transparentes, de varias venas, y con fajas ondulantes de color obscuro. El abdomen de la hembra termina aguzadamente formando un oviscapto muy alargado. Esta mosca sólo se desarrolla en tierra caliente, donde pone sus hue- vecillos en las naranjas, en los mangos y en las guayabas, introducien- do su poderoso oviscapto en el pericarpio de esos frutos; nacen luego las larvas en el interior de éstos y comienzan á destruirlos por dentro, alimentándose de la pulpa; el fruto así cariado cae al suelo, y las lar- vas, que son como gusanos blancos de 5á 7 milímetros de longitud, salen de él para enterrarse á 2, 36 5 centímetros de profundidad, donde se transforman en pupas, las cuales son como de 3 4 4 milímetros de largo, de color amarillo obscuro y de ellas salen las moscas después de 15 ó 20 días. Esta plaga que se desarrclló en Yautepec, Estado de Morelos, y fué casi destruida en 1907 por la ex - Comisión de Parasitología Agrícola de la Secretaría de Fomento, causó muchas pérdidas en ese lugar y gran alarma en la Alta Califorvia, cuyo Gobierno prohibió la entrada ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 179 - allá de toda naranja mexicana, dizque por temor de una invasión de la plaga, como si ésta se encontrase infectando todos los naranjales de nuestra República. Esta injusta prohibición dejó de existir gracias á los trabajos de la mencionada ex - Comisión, que demostró biológicamente la imposibi- lidad de que el insecto de referencia pudiera desarrollarse en aquella región é hizo venir á la República un Delegado del Consejo de Horti- cultura de aquel Estado americano, quién informó que la plaga sólo es- taba confinada en Yautepec y otros cuantos puntos de tierra caliente y que se estaba combatiendo con acierto y actividad. En el Estado de Yucatán existe el gusano en la guayaba y es muy extraño que la mosca no haya aprendido á desovar en la naranja, la cual se encuentra exenta de esta plaga; á no ser que se trate de otra es- pecie, pues las moscas de la guayaba de allí, me parecieron de menor tamaño y de oviscapto más débil para poder taladrar el pericarpio del último fruto mencionado. De todos modos, convendría que los horti- cultores yucatecos estén alertas, para que en cuanto se noten las na- ranjas agusanadas pongan en práctica los siguientes Remedios. 19 Procúrese el aseo de las huertas, deshierbándolas y sustituyendo las cercas de arbustos por las de alambre. 22 Recójase diariamente el fruto caído para incinerarlo en hornos de cremación que para el caso se construyan. 30 Rastríllese el suelo qne está debajo de los naranjos para poner al descubierto las crisálidas y exponerlas á una partida de gallinas pa- ra que las recojan. 42 Si hay cosechas sucesivas en el año, de frutos en que la mosca pueda desovar, como el mango y la guayaba, destrúyase una de ellas, para que cortándose el ciclo generativo de la plaga, perezcan las hem- * bras por falta de oviposición. 180 GUILLERMO GANDARA. DE LAS LARVAS DE MARIPOSAS Ó GUSANOS Varios son los gusanos de Lepidóptero que atacan las hojas del na- ranjo; pero el que más perjuicios ha causado á esta planta es el Ins laphygmas frugiperda I.L.H., por consiguiente, daremos una rápida descripción de este insecto, en el concepto de que todos los gusanos se- mejantes pueden combatirse de la misma manera. Los huevos del insecto referido son de color blanco aperlado y pues- tos debajo de las hojas en grupos de 50 ó más, formando como decha- dos de chaquira. A los 10 días nacen las larvitas que en Agosto y Sep- tiembre son ya gusanos grandes cuyos perjuicios son temibles, pues que casi llegan á desnudar á los naranjos de su follaje. Estos gusanos son de 4 á 5 centímetros de largo, de 12 anillos con pelos cortos, más la cabeza y el segmento anal. Son de color indefinido» pero en general, llevan á los lados una raya obscura y longitudinal en- tre las que se extiende en el dorso otra más ancha, de color gris ver- doso y en la misma dirección. Tres ó cuatro meses tardan los daños de estos gusanos durante los cuales sufren varias mudas. Luego caen al suelo para enterrarse á 5 ú 8 centímetros de profundidad en donde se transforman en pupas ó cri- sálidas. Estas son de color amarillo obscuro y lustrosas y á los 15 días salen de ellas las mariposas, que son como de 2 centímetros de longi- tud por 3 de ancho, con las alas extendidas. Las mariposas son de co- lor gris atabacado y en las orillas de las alas posteriores llevan pelillos amarillentos. No se encontró este gusano en los naranjos del Estado de Yucatán. Remedios Si son pocos los grupos de gusanos, recójanse á mano y destrúyan- se de cualquiera manera, pero si la plaga causa la desesperación del hor- ticultor, pulverícense los árboles con caldo bordelés, añadiéndole Ver- de de Paris (aceto - arsenito de cobre) al dos por mil de caldo. Captúrense las mariposas por medio de linternas - trampas. Estas A ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 181 consisten en una linterna colocada en el interior de una tina de made- ra cuyas paredes internas se hallen embadurnadas con alquitrán. Las linternas - trampas se distribuirán en el naranjal, y se encende- rán de noche para que las mariposas y otros insectos, atraídos por la luz hacia la tina perezcan pegados en sus paredes. DE LAS HORMIGAS ARRIERAS Ó CUATALATAS Bien conocidos son estos insectos por sus depredaciones en las plan- tas y en los graneros, para ser aquí descritos. Las Arrieras, Cuatalatas ó Chancharras como también se les llama en algunas partes, están representadas por dos especies; la ns attas fer- vens I.Hy.A. y la Ins aecodoma mexicana 1.Hy.A. Ambas tienen una cabeza muy desarrollada y se diferencian principalmente en que la pri- mera es de un color más obscuro y en que no tiene espinitas en el dor- so como la segunda. Viven en galerías que cavan en el suelo, más ó menos profundas y en cuyo fondo almacenan sus alimentos y tienen sus nidos, en los cua- les existen sus larvas ó crisálidas. «La familia de las hormigas, además de los machos y de las hem- bras que son alados' y generalmente de corta vida, presenta además, individuos neutros, que no tienen alas, viven todo el año y hacen los trabajos de la comunidad. Los machos y las hembras aparecen sólo en el verano. Después de cierto tiempo, cuando les es permitido dejar el nido, toda la sociedad entra en alboroto y sólo recobra su acostumbra- da tranquilidad cuando el número superfluo vuela en enjambre en busca de nueva habitación. De las que quedan, los machos mueren mientras las hembras pierden sus alas ó les son arrancadas por las trabajadoras. La hembra pone sus huevos que son pequeños y que crecen antes de que la larva haya salido. Estas son pequeñas, sin patas, están cuida- dosamente atendidas y alimentadas por las trabajadoras, con un fluido elaborado previamente en su estómago. Cuando han llegado á su ma- yor crecimiento las larvas, pasan al estado de ninfas; algunos géneros 1 A las Arrieras aladas se les llama en México “ Chicatanas.” 182 GUILLERMO GANDARA. forman capullo y otros no, y pronto sufren su transformación en insec- tos perfectos. Estas larvas y ninfas son vigiladas con mucho celo por las trabajadoras, transportadas á diferentes partes del nido y más ó me- nos expuestas al aire según la temperatura. Antes de que el hombre pueda prever la tempestad, las hormigas cierran cuidadosamente sus nidos, y tan pronto como aclara el cielo vuelven á seguir sus trabajos. Los cuerpos de otros animales, los jugos de las plantas y aun las se- creciones cerosas de otros insectos, por ejemplo, los Aphipae ó pulgo- nes, son tomados por ellas para alimentar á sus delicadas educandas.» (Las Plagas de la Agricultura pág. 385.) En el naranjo causan muchos perjuicios, pues comen la hoja y tiran el azahar con todo y ovario disminuyendo por esto mucho la cosecha. Esta plaga abunda en los naranjos del Estado de Yucatán. Remedios Para combatir las hormigas se emplean los siguientes procedimien- tos: a. Cavar los hormigueros hasta llegar á los nidos para batirlos arro- jándoles bencina y gasolina. ; b. Aplicar gases asfixiantes, como el bisulfuro de carbono, por me- dio de aparatos que como el Exterminador de Hormigas «Universal», que expende la casa de Paulsen y Cía., de Guadalajara, Jalisco (Apar- tado núm. 1), tiene un cuerpo de bomba que arroja el gas que se pro- duce en un braserito, al agujero de las hormigas, por medio de un tubo que se introduce en él. Antes de hacer esta operación procúrese tapar todos los agujeros ve- cinos, dejando sólo el principal para hacer funcionar allí el aparato. Para defender los árboles y macetas, aplíquese el ungúento «Del- fina» que expende el Sr. Gonzalo Urióstegui, en Cuernavaca, Morelos (2% de Galeana núm. 7.). Este ungúento tiene como principio activo una especie de aceite ar- tificial de pescado, cuyo olor persiste por varios meses y es muy re- pugnante á las hormigas. Haciendo con él un anillo de 5 centímetros ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 183 de ancho en el tronco de los árboles ó al rededor de las macetas, no pasarán las hormigas. DE LOS BARRENADORES Los Barrenadores son larvas de coleópteros longicornios, que lala- dran los troncos y las ramas del naranjo, haciendo galerías más ó me- nos profundas. El árbol se marchita y muere si se hallan varios insectos que en dis- tintas zonas lo ataquen. Estos gusanos ó larvas son blancos, carnosos, tienen el anillo adjun- to á la cabeza muy desarrollado por lo que se les llama «cabezones», y están armados de fuertes mandíbulas con que taladran la madera. Dentro de sus galerías se transforman en crisálidas, que sufriendo su metamorfosis aparecen Jos adultos. Estos son de varios tamaños y colores y llaman la atención por sus largas antenas. Los que han ata- cado al naranjo en Atotonilco el Alto, Jalisco, son los siguientes: El Ins dendrobúus maxillosus 1.C.L., de 20 milímetros de longitud por 8 de ancho, de color negro, con dos manchas amarillas y transver- sales en cada uno de los élitros. El Ins stenaspis verticalis 1.C.L., más grande que el anterior, con élitros de color verde obscuro brillante, cabeza negra, tórax, patas, an- tenas y abdomen rojizos. El Ins malacopteros lineatus 1.C.L., más pequeño y más delgado que los anteriores, es todo de color amarillo madera y tiene el abdo- men aguzado. Hay además, el Ins elaphidions inerme 1.C.L., de color gris, y el Ins elaphidions parallelum 1.C.L., que es como de 12 milímetros de longitud y de color moreno opaco. La plaga de los Barrenadores se halla en los naranjos del Estado de Yucatán. Remedios Descúbranse los taladros, quítese el serrín que obstruye su entrada, por medio de un alambrito, introdúzcase una bolita de algodón embe- bida en bisulfuro de carbono y tápese bien el agujero con cera de Cam- peche. Muertas las larvas de los Barrenadores cesará el daño. 184 GUILLERMO GANDARA. DEL CHAHUIXTLE DE LA NARANJA En la costa de Veracruz es frecuente ver naranjas rasposas, de color de tabaco ó como si hubiesen sido enlodadas. Este aspecto lo ocasio- nan arañitas microscópicas del orden de los Acarianos, que se man- tienen picando sobre el pericarpio para hacer la extracción del zumo, del que se alimenta y que al secarse queda como un barniz que se agrieta. Unas cuantas arañitas de éstas pueden alterar así una naran- ja entera en tiempo relativamente corto. Parece que los frutos no sufren gran daño cuando son atacados casi ya para madurar; pero se ha visto que se perjudica notablemente su crecimiento si son atacados desde tiernos. De todos modos, los frutos así cariados, presentan un aspecto nada apreciado en el comercio. Los Acarianos encontrados causando tales perjuicios, son: El Arac tetranychus 6 - maculatus 1.A., el Arac tetranychus 2 -ma- culatus, I. A. un Tetranychus rojo, que es el más frecuentemente hallado y cuya especie no ha podido ser identificada y el Arac typhlo- dromus olewworus [. A. que vive internado en los tejidos de la prime- ra capa del pericarpio como si se tratase del Acariano que produce la sarna en los animales. Estas arañitas atacan las naranjas del Estado de Yucatán. Remedios Pulvericense los naranjos atacados con una solución de nicotina al 5 por ciento, haciendo una previa experimentación para tencr la segu- ridad de que no sufra el follaje de la planta, pues la nicotina no siem- pre tiene el mismo grado de concentración. DE LA FUMAGINA Esta enfermedad consiste en la marchitez y sequía de las hojas, de- bidas á la asfixia que sufren por una tela negra que se desarrolla en su superficie, obstruyendo los estomas y quedando las hojas como si se hubiesen ahumado. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 185 Esta capa negra es producida por el desarrollo de un hongo (Cap- nodiuwm citri) llamado vulgarmente Fumagina y cuyas esporas ó conidias germinan y crecen en los jugos extraídos á la planta por los piquetes de los insectos ó en los líquidos melosos que excretan los Coccídeos y más especialmente el pulgoncito Aleyrodes citri. La Fumagina es una enfermedad de las plantas muy vulgar en Mé- xico, sin embargo no existe en los naranjos del Estado de Yucatán. Remedios Aplíquense las pulverizaciones de emulsión de petróleo. TERCERA PARTE De las enfermedades más comunes debidas á defectos de nutrición DE LA CLOROSIS Esta enfermedad se reconoce en que el follaje (principalmente los re- toños) se pone de un color amarillo claro. No puede confundirse este mal con los otros en que también se amarillean las hojas, pues en la Clorosis, la amarillez se nota sólo en los espacios internervales de la ho- ja, que permanece lustrosa, quedando bien verdes las principales ner- vaduras de ésta, Se cree que esta enfermedad es debida á la falta de ázoe en el suelo y á un exceso de humedad en el mismo. Remedios 19 Drénese el terreno para evitar un exceso de humedad. 22 Descúbranse las raíces gruesas para airearlas. 3% Abónese el terreno con estiércol y sulfato de fierro, del modo si- guiente: Cávese en las raíces hasta 50 centimentros de profundidad y riégue- se allí, para cada árbol, 25 kilogramos de la siguiente mezcla: 186 GUILLERMO GANDARA. Estiércol húmedo ce. o e 24 kilogramos. Sulfato de fierro en polVO ....cocococonoononoo. 1 $3 Pocos son los casos de Clorosis que notamos en los naranjos del Es- tado de Yucatán. DE LA FRONDESCENCIA Esta enfermedad se reconoce en que los naranjos crecen relativa- mente en poco tiempo, arrojando gruesas ramas con follaje abundantí- simo, acusando una frondosidad extraordinaria. Cualquiera esperaría de estos árboles una excelente cosecha; pero el resultado es que no florecen y por consiguiente no producen fruto. La gente vulgar dice que se van de vicio. Esta enfermedad es debida á un exceso de nutrición por la abundan- cia de ázoe que el terreno pudiere contener. Remedios. 12 Pódese el árbol procurando extraerle cierta cantidad de savia por las heridas de la poda. Esto se consigue no cubriendo dichas heridas sino después de algunos días. 22 Castíguese el árbol en el riego, gradual y moderadamente. 32 Siémbrese maíz al rededor del árbol para rebajar el terreno. No existe la Frondescencia en los naranjos del Estado de Yucatán. DE LA PARTIDURA DE LAS NARANJAS En algunos naranjales, las naranjas suelen partirse aun antes de lle- gar á su madurez, como si se tratase de un fruto dehiscente. Veamos lo que dicen ciertos autores de Patología Vegetal, acerca de la causa de este fenómeno carpológico: Jubainville, en su obra «Maladies des plantes cultivées», en la pág na 26: «La llegada súbita de una gran cantidad de agua después de una sequía más ó menos prolongada, hace reventar las raíces, los tallos y los frutos carnosos......... Esto resulta de que de las partes exteriores no pueden seguir el desarrollo de las partes interiores.» ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 187 Delacroix, en su reciente obra de 1908, denominada «Maladies des plantes cultivées. Maladies non parasitaires,» en la página 186 dice: «En resumen, la llegada súbita de agua á una planta más ó menos predis- puesta, en el momento de su período de crecimiento activo, lleva una turgencia considerable en las células; bajo la influencia del aumento rápido de volumen, debido á esta turgencia excesiva, la cutícula y la epidermis ó bien el pericarpio, son sometidas á una tensión de aden- tro hacia afuera, que puede llegar á ser muy considerable y aun á pa- sar el límite de tolerancia de esas membranas. Entonces es cuando se produce la partidura.» Encontramos algunos ejemplares de naranjas partidas en el Estado de Yucatán, Remedaos. Como en la práctica aún no es posible el dominio real de los agen- tes físicos que, según acaba de verse, ocasionan la partitura de las na- ranjas, no hay un remedio propiamente curativo de esa enfermedad, y sólo es de aconsejar para el caso, algunas medidas profilácticas que con- trarresten en lo posible el mal de referencia. Dichas medidas pueden ser las siguientes: 1% Regularícese la humedad del suelo por medio de los riegos. Así se evitará una resequedad relativa del terreno, que no alterarán súbi- tamente las fuertes lluvias que caigan después de una sequía más ó menos prolongada y así se evitarán también los aflujos repentinos de savia, concomitantes á esos fenómenos meteorológicos. 2% Riéguense los naranjos con caldo bordelés, antes de que comien- cen á madurar los frutos. Esto tiene por objeto conseguir varias ventajas: a. Precaver á los naranjos de toda enfermedad fungosa. b. Ahuyentar los insectos. c. Estimular á la planta y ayudar al pericarpio del fruto á desarro- llarse en el exterior para precaver la partidura, pues que, según Von Schrenk, las sales de cobre á débiles concentraciones, forman compues- tos con la savia de las hojas, que independientemente de las funciones nutritivas, activan la fuerza de vegetación. Memorias, T. XXV[Il. 1909-1910.—13 188 GUILLERMO GANDARA. :CUARTA PARTE De las enfermedades por causas desconocidas DE LA MELANOSIS Esta enfermedad se manifiesta por unas manchitas negras, que co- mo si hubiesen sido salpicadas aparecen en las hojas y en los frutos. El follaje no acusa frondosidad y las hojas no están lustrosas; se po- nen algo amarillentas y no acaban de desarrollarse. Los naranjos ata- cados de este mal producen poco fruto y el que producen es pequeño y de mala calidad. La causa de esta enfermedad es aún desconocida; unos dicen haber visto en los tejidos de las hojas atacadas á un hongo aún no clasifica- do; otros á una bacteria no descrita. Ninguno de estos microbios vegetales hemos logrado ver con ayuda del microscopio, por lo que nos suponemos que pudiera tratarse de al- gún pigmento especial que se acumula en las células al ser picadas las hojas por los Piojillos, pues en varios casos hemos visto sobrevenir la Melanosis, después del ataque de dichos insectos ó coincidir la apari- ción de esta enfermedad con el desarrollo de la plaga de los mismos. Remedios. Pulverícense los naranjos atacados con el siguiente caldo bordelés: Sulfato da CObRe mude criar lab 1% kilogramos. Calvi a Ecole 1% Se Agua de lluvia? un as on e ie 200 litros. Si el tratamiento ha de hacerse en tiempo de aguas, agréguense 5 kilogramos de melaza. Esta plaga es muy común en los naranjales del Estado de Yucatán. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 189 DEL DIE BACK Esta enfermedad se reconoce, en que, permaneciendo el follaje lo- zano y vigoroso, se secan los retoños como si se les hubiese quemado, quedan doblados y con las hojas encarrujadas. Despréndense después las hojas secas y quedan desnudas las varas terminales. Si se examinan estas varas se les notará á veces el fenómeno de Fas- ciación, que consiste en un crecimiento lateral de la parte verde; se notará también una abundancia de yemas y pústulas ó costras amari- llas sobre la porción aún verde, asi como un exagerado desarrollo de las espinas. Los frutos no crecen, se ponen de un color amarillo claro, suelen partirse, su sabor es ácido y se hallan como salpicados de diminutas manchas de color rojo obscuro y negro. No se conoce la causa de esta enfermedad, pero según las experien- cias hechas en los Estados Unidos, para descubrirla, se ha visto que aparece el mal coincidiendo con un terreno abundantemente nitroge- nado, Remedios. 12 Pódense las ramas secas. 2% Evitese el abono nitrogenado. 32 Debilítese el terreno, sembrando en el naranjal, por varios años, alguna planta esquilmante que, como el maíz, recogerá buena cantidad de ázoe. Esta plaga no existe en el Estado de Yucatán. DEL BLIGHT Ó TIZÓN - Esta enfermedad consiste en que las hojas se desarrollan poco, se doblan sobre la nervadura central y permanecen como marchitas, El follaje acusa raquitismo y es frecuente ver con muchos varejones los naranjos enfermos del Tizón. El árbol da muy poco fruto y generalmente acaba por deshojarse y - secarse por completo. 190 GUILLERMO GANDARA. Esta enfermedad ha originado serios perjuicios en la Florida, y su causa es aún desconocida. Se cree que es debida á un defecto de nutri- ción, lo cual no se ha llegado á comprobar. Existen ciertos casos de este mal en el Estado de Yucatán. Remedios. No tiene remedio esta enfermedad. Por economía sólo deberán arran- carse los árboles atacados para sustituirlos por otros nuevos de bue- na semilla, desinfectando el lugar que hayan ocupado y abonando la tierra. APENDICE Cuando exista un naranjo con síntomas de sequía y sin que aparez- can en él ninguna de las condiciones que se señalan en las enferme- dades referidas, aflójese el terreno hasta un metro de profundidad, pues suele formarse más ó menos á esa distancia una capa dura de tierra que no deja nutrir á las raíces. Procúrese que en el mismo día en que se haga esa operación queden cubiertas con tierra las raíces. QUINTA PARTE DEL CALDO BORDELÉS El caldo bordelés se prepara del modo siguiente: De la cantidad de agua indicada en las diferentes fórmulas, se sepa- ran 10 litros para disolver el sulfato de cobre en caliente, empleando para esto una vasija de cobre; y otros 10 litros para hacer una lecha- da con la cal. Reunida la solución del sulfato al resto del agua, se agregará á ésta “la lechada de cal, pasándola poco á poco, á través de una coladera y agitando el líquido resultante. Para más detalles pídase á la Estación Agrícola Central la circular que trata de este fungicida. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 191 DE LAS PULVERIZACIONES Estas deben hacerse por medio de bombas pulverizadoras. Estas bom- bas las hay de muy diversos precios y modelos, pero son de recomen- darse las que construye la Casa Dayton Supply Co., de Ohio, Ú. 5, A,, por ser automáticas, de presión, no desperdician los líquidos que con ellas se emplean contra las plagas y están dotadas de excelentes imple- mentos. Estas máquinas resuelven el problema de la aplicación de in- secticidas y fungicidas líquidos á las plagas de los cultivos en extenso. Pidase el Catálogo correspondiente á la Casa mencionada. Los pulverizaciones deben practicarse: La primera, antes de la floración. La segunda, dos ó tres meses antes de la cosecha. La tercera, inmediatamente después de la cosecha. PRINCIPALES OBRAS DE CONSULTA Cultivo y Plagas del Naranjo, por J. Isaac. Las Plagas de la Agricultura, por A. L. Herrera. Boletines y Circulares de la Comisión de Parasitología Agrícola de la Secretaría de Fomento. Insects affecting the orange, por H. G. Hubbard. Year Book of the Department of Agriculture of the U. S. A. Department of Agriculture Report of the U. S. A. Insect life. Les insectes, por M. Girard. Insects and insecticides, por Weed. Las obras que sobre insectos han escrito, Smith, Packard, Coms- tock, Sounders, Johnson, etc. Experiment Station Record. Boletín de la Sociedad Micológica de Francia. Journal of Mycology. Botanisches Centralblatt. La Naturaleza. ( México.) 192 GUILLERMO GANDARA. El Progreso de México. Boletín de la Sociedad Agrícola Mexicana. Journal d'Agriculture Tropicale. Zoología, por Dugés. Zoologie, por Claus. Maladies des plantes cultivées, por Prillieux. Maladies des plantes cultivées, por Delacroix. Maladies des plantes cultivées non parasitaires, por Delacroix y Mau- blac. MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVII. BREVES APUNTES SOBRE EL ESTAÑO Y SUS METODOS DE ENSAYE Por José C. Zárate, M. S, A., Químico, Metalurgista y Ensayador¡ El estaño jamás se halla en la naturaleza al estado metálico, pues aunque así se ha encontrado en Bolivia, su origen está todavía muy dudoso, no habiéndose podido precisar hasta la fecha, si tal hallazgo proviene de fuente natural ó artificial. El estaño se presenta comunmente en la naturaleza en la forma del óxido SnO, en el mineral Casiterita (de todos bien conocido) y cuyo nombre se origina de la antigua denominación que se dió á las Islas Bri- tánicas, por hallarse en sus terrenos grandes criaderos de este mine- ral, distinguiéndose principalmente á este respecto, Devonshire y Corn- wall. El estaño oxidado se presenta en masas, filones y en los granitos, gneisses, esquistos micáceos, clorita, espato calizo y en varios otros minerales y rocas; así como también ocurre muy comunmente en los minerales arsenicales, piritas de cobre y fierro, wolfran (tungstato de fierro y manganeso), bornita, ácido molíbdico, hierro magnético, ete. El ensaye del estaño por la vía seca, además de dar resultados poco satisfactorios, no me agrada, ni aconsejo su uso, por ser el método de ensaye volumétrico, que voy á describir, muy rápido y rigurosamente exacto. La determinación por vía seca del estaño, adolece; como ya dije, de algunos inconvenientes; por ejemplo, si un mineral de estaño bien re- verberado y conteniendo óxidos de hierro, manganeso y cobre (casos 194 JOSE C. ZARATE. bastante frecuentes) se sometiese luego á la reducción, se obtendría un botón estañoso frágil, de aspecto gris y muy pesado á causa del co- bre, que á la vez lo hace muy quebradizo. Ez 1d El método volumétrico de que voy á ocuparme, lo aprendí y expe- rimenté ampliamente en uno de los primeros laboratorios de química wetalúrgica de Denver, Colo., E. U. A., siendo en su mayor parte el de los Sres. Pearce y Dr. Low (ambos también de Denver) y final- mente un tanto adaptado á la rápida y segura manipulación reque- rida en todos los laboratorios de fundiciones, donde el tiempo es un factor principalísimo, pues absolutamente no es dable demorar, fue- ra de los limites marcados por la exigencia terminante en esta clase de trabajos. En otra ocasión tendré el honor de presentar á su ilustrada crítica, diversos métodos, todos volumétricos, en práctica actualmente en la determinación de los minerales y productos de fundición y con los cuales estoy del todo familiarizado, en vista de haber contado durante mi práctica en Denver con los consejos y dirección de hábiles y expe- rimentados metalurgistas y de la experiencia adquirida en los empleos que de quimico metalurgista he desempeñado, en las fundiciones de Torreón y Sultepec. Méropo VoLuMÉTRICO PARA La DETERMINACIÓN DEL EsTAÑO. En un crisol de fierro provisto de una tapa de porcelana (que no le venga muy apretada) y de capacidad aproximada de unos 60 c. e. se pesa medio gramo de mineral. Se agregan unas cuantas gotas de agua para humedecer el mineral (evitando de este modo, que en el princi- pio de la operación, se registre alguna pérdida mecánica). Luego se añaden como ocho gramos de hidrato de sodio (en ba- rras). Tápase el crisol empezándose á calentar hasta en tanto se haya ido la humedad; en seguida se calienta fuertemente con un buen que- mador de gas, hasta obtener una fluida y quicta fusión. Se quita la ta- A ARAS A AS: EL ESTAÑO Y SUS METODOS DE ENSAYE. 195 pa y se vacía la masa fundida dentro de una cápsula de níquel, como de 22 pulgadas. Como á menudo sucede que al enfriarse el material fundido se par- te con estrépito y suelen saltar con violencia algunas partículas, es prudente cubrir éste con una tapa de crisol, de porcelana y de tamaño apropiado. Ahora tómese una cápsula como de 52”, conteniendo poca agua y póngase dentro el crisol caliente que sirvió en la fusión. Caliéntest el contenido de esta cápsula hasta la ebullición, limpiese el exterior del erisol y para desagregar toda subslancia adherida al interior del crisol úsese HCl diluído. Cuando la solución sea completa, reúnase todo el líquido y la masa fundida sin quitarle la tapa (según quedó expre- sado). Esta tapa de crisol se arregla convenientemente con alambre de fie- rro, de modo que pueda cogerse sin hacer uso de los dedos. Agréguese 30 c.c.de HCl que será amplio exceso. Al hervirse se obtiene completa disolución: Lávese el vidrio de reloj que cubria la cápsula y por me- dio desu respectivo alambre, levántese la tapa de crisol (que por pre- caución usamos al vaciar la masa fundida) y lávese convenientemente. Esta solución que no deberá contener residuo alguno de mineral aún no atacado, excepción hecha por supuesto, de pequeñas partículas de Fe provenientes del crisol que sirvió para fundir, se traslada á un vaso de p-ecipitación angosto y alto ó en caso de que de él se disponga, me- jor á un frasco cónico de ancha entrada y calibrado á 200 c.c. Añá- dase á la solución clorhidrica otros 50 c.c., cincuenta de HCl q p. y dilúyase con agua caliente hasta conseguir el mencionado volumen to- tal de 200 c.c. Para reducir el estaño se hace uso de una lámina enrollada de ní- quel (como de 23 dem. de largo y 4 cm. de ancho) y dispuesta de tal modo que por medio de un alambre de níquel se pueda sacar al terminar la reducción; lo que se consigue después de hervir la solu- ción por unos 20 minutos. Retírese del fuego y póngase inmediata- mente un pequeño pedazo de mármol (para llenar el frasco de CO). Luego y bien tapado, se coloca el frasco bajo el agua corriente de la 196 JOSE C. ZARATE. llave con objeto de enfriar su contenido lo más pronto que sea posi- ble. Guando el líquido se encuentraá la temperatura del ambiente, sáquese el rollo de níquel (que quedará muy poco atacado), limpián- dolo con una mezcla de HCl y 3 ptes. de H,0 (para que no disminuya la fuerza ácida de la solución). Añádase un poco de licor de almidón (mezclando 3 gramos con H,O fría y después agregando 500 e. e. de agua hirviendo) y titúlese luego con solución normal de yodo hasta llegar á un color azul permanente. El CO, del frasco casi siempre basta para evitar la oxidación, pero es prudente agitar el licor lo me- nos posible durante la titulación y cuidar muy especialmente que la solución normal de yodo caiga al nivel casi de la superficie del líquido. Ninguno de los constituyentes ordinarios en los minerales intervie- nen en este método. El arsénico arsenioso y el antimonio antimonioso en débiles solu- ciones ácidas, consumen yodo, pero en una solución que contenga al menos la cuarta parte de su volumen de HCl q. p. no tienen efecto al- guno sobre el yodo. Todas las piritas deden tratarse previamente con agua regia filtran- do el residuo insoluble que contiene el Sa quemándola á baja tempera- tura en el mismo crisol de Fe que vaá usarse para la fusión con el hi- drato de sodio y entonces se continúa el ensaye según ya se ha dicho. La solución normal de yodo se prepara disolviendo once gramos de yodo en poca agua y agregando 20 gramos de yoduro de potasio, completando con agua un volumen de un litro. La solución en estas condiciones tiene tal fuerza que tomando en cada ensaye medio gramo de mineral, | c. c. corresponderá aproxima- damente á 1% de Sn. Para normalizar la solución se pesa en un frasco exactamente 0,2 gramos de óxido arsenioso en polvo q. p. y se disuelve en 5 c. €. de HCI calentando muy suavemente dilúyase un poco con agua fría y hágase el líquido ligeramente alcalino con NH¿OH. Vuélvase á acidular ligeramente con HCl y déjese enfriar á la tem- peratura del ambiente. EL ESTAÑO Y SUS METODOS DE ENSAYE. 197 Finalmente, agréguense 3 á 4 gramos de carbonato ácido de sodio y un poco de licor de almidón y titúlese con la solución normal de yodo, hasta llegar al color azul permanente, de que se habló antes. Casi al terminarse esta titulación se percibe una pequeña coloración morena (que no tiene ninguna importancia). Pero siguiendo la opera- ción lenta y cuidadosamente, una sola gota ocasionará ese color azul y permanente, que marca el final de la reacción. 0.2000 gramos de óxido arsenioso 0.2404 Sn, de donde la fuerza de la solución de yodo se calcula. Esta solución dura únicamente en buen estado unos 8ó 10 dias. Grandes ventajas del método descrito: La suma facilidad de obtener el estaño en solución. La ausencia de todo filtrado. No ser necesario absolutamente obtener la separación de los otros metales. Un ensaye puede llevarse á cabo como en unas dos horas. México, Julio 30 de 1909. PEAD A mas BEBA de He ci UR Nte Fa E Ap de > A A ab OÍ: 154 as me dente: catión ces ot So Her 5 APA y LS VA 06 Le pe pet A 3% ren 2% bes O) in RAE 2d O pee 9 len pisto pan MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVI. EL ORIGEN Y LA EVOLUCION DEL NIMBUS LA CUMULIZACION HORIZONTAL Por el Presbítero Severo Díaz, M.S. A., Direcior del Observatorio Meteorológico del Seminario de Guadalajara. Memoria presentada en la sesión solemne que bajo la presidencia del Sr. Gral. D. Porfirio Díaz, Presidente de la República, celebró la Sociedad el 4 de Octubre de 1909, al eumplir el 25? aniversario de su fandación. Al muy digno Secretario perpe- tuo de la Sociedad Alzate, Prof. Ra- fael Aguilar y Santillán, en la fecha gloriosa en quese celebran las bodas de plata de dicha Sociedad. Home- naje de admiración y cariño. I Desde los principios de la Meteorología científica ha llamado fuer- temente la atención de los observadores la nube llamada Cúmulus como que debe contener la razón del tránsito entre ella y la nube por excelencia que recibe el nombre de Nimbus. Casi todos los clasifica- dores siempre la han colocado entre las nubes inferiores, y aunque pocos se han ocupado de la evolución, sus apreciaciones empero han llevado siempre por norma una secreta tendencia á hacerla derivar de abajo á arriba y no por el contrario. Mas en los tiempos modernos se ve claramente definida entre los meteorólogos una tenaz persisten- cia en admitir que el Nimbus se prepara y evoluciona de arriba á aba- jo. Para unos es la partícula de hielo la que descendiendo se funde en la vesícula acuosa destinada á descender hasta la tierra en Ja bienhechora lluvia. El laureado meteorologista G. Guilbert de Caen patrocina con su gran autoridad este modo de ver: yo le he 200 SEVERO DIAZ. refutado en un articulo que vió la luz en el Boletin Mensual del Ob- servatorio Central de México, año de 1908. Ahora me he encontrado en la escasa bibliografía que á este respec- to me he podido procurar, algo más profundo, algo que trasciende á una verdadera teoría de los hidrometeoros, que resulta de una marca- da y muy sugestiva evolución de las nubes: es una pequeña obra del eran especialista Ch. Ritter y que lleva por título: «Le nuage et son róle dans la formation de la pluie». El mismo se encarga de resumir su nuevo modo de ver, por lo que nos apresuramos á traducir este re- sumen con el objeto de discutirlo á fondo, remitiendo para el comple- to concepto de sus ideas á su opúsculo. (Se encuentra en la librería de Gauthier—Villars.) DEFINICIÓN Y PAPEL DEL CUMULUS a) El Cúmulus está formado de velos vesiculares ó “peplon” sepa- rados unos de otros por láaminillas gaseosas que le están adherentes y que por su sobreposición y sus cruzamientos múltiples, constituyen algo así como algodón laminar, verdadero tejido de innumerables cos- turas en el cual están aprisionados gases, vapores, bruma y en gene- ral toda clase de polvos atmosféricos. b) Limitado por estos velos, el Cúmulus se revela en la atmósfera como un ser perfectamente distinto, y que con formas cambiantes, es cierto, á cada instante, está claramente separado del.medio gaseoso en el que nace y se desarrolla. e) Dotado de una gran sensibilidad térmica y eléctrica gracias á la diatermancia y conductibilidad de sus velos, el Cúmulus, al estar ex- puesto al sol, se calienta, se dilata y aspira hacia él al rededor de su base, los gases, los vapores y las brumas. : d) Una vez que han entrado estos en el torrente de su circulación interior, al facilitar la extensión de su tejido, permiten á-la: nube cre- cer y por esto, el Cúmulus lanza como gigantescos tentáculos, protu- berancias y apéndices en todas direcciones y hasta en las capas atmos- féricas elevadas en donde se encuentran mejor realizadas por contraste EL ORIGEN Y LA EVOLUCION DEL NIMBUS 201 las condiciones térmicas y eléctricas de condensación, de agrega- ción y crecimiento de sus diversose elementos hasta el momento en que los abandona fuera de ella en gotas de lluvia, copos de nieve y granizo. e) Y no:sólo por efecto de sus propiedades térmicas y eléctricas de los “peplon”, las agregaciones se hacen más rápidas en el Cúmulus que una simple masa brumosa, sino que sucede que gracias á la resisten- cia de los “peplon” que retienen mucho tiempo la bruine sosteniéndo- la, el trabajo de agregación se prolonga, lo que permite á dicha nube y á los hidrometeoritos, adquirir más fácilmente el peso que les hará descender hasta el suelo. Toda causa natural ó artificial de destrucción de los ““peplon*” debe impedir la caida y por consiguiente detener el crecimiento de los hi- drometeoritos contenidos en la nube. f) Cuando se sigue al Cúmulus en las fases sucesivas de su des- arrollo más completo, se ve uno inclinado á ver en sus protuberancias unos órganos que realizan funciones, y la nube misma aparece enton- ces, gracias al tejido que la constituye, como un verdadero organismo de un género especial: Organismo nebular que se alimenta y crece y cuya actividad tiene por resultado final volver al agua atmosférica del estado de gas bajo el cual entra en la nube al estado líquido ó de hielo bajo el cual es arrojado de ella. g) No se opera en el Cúmulus sino una simple transformación en el estado físico de sus elementos, pero sin alteración en su composi- ción química. Esto es una consecuencia de la propiedad para nosotros tan precio- sa del agua de ser susceptible, entre los límites de variación en las condiciones físicas de nuestra atmósfera actual, de pasar sin descom- ponerse por los tres estados, gaseoso, líquido y sólido, de tener, en una palabra, una verdadera inestabilidad física asociada á una gran estabilidad química. h) El estado de equilibrio de los elementos del Cúmulus, las ma- pmifestaciones de orden exclusivamente mecánico y físico de su activi- dad marcan la diferencia profunda entre las nubes, ú organismos ne- ES yA ; - 3 A AS A Ss ds EA o a Y AE A A 202 SEVERO DIAZ. bulares y los organismos vivientes. Estos están caracterizados, en efecto, por una actividad quimica enteramente particular de sus elementos, por la continuidad de su composición y descomposición simultáneas, cuyo resultado es, que lejos de destruirlas renueva incesantemen- te las últimas partículas de sus tejidos, reemplazándolas por par- tículas llevadas de fuera y que, por la energía de la que están anima- das contribuyen á producir y conservar los diversos modos de actividad incesante que caracteriza á los seres vivientes. En todo caso, y la ob- servación tiene sobre todo interés filosófico, el Cúmulus es la que re- presenta con un modo especial de existencia, un Ser intermediario que se podría clasificar entre el mineral propiamente dicho del tipo cristalizado más perfecto y el organismo viviente del orden más ele- mental. ¡) El Cúmulus es ciertamente de todas las :-bulosidades la que provoca mejor la formación y la caída de la lluvia; es también un mo- derador de la luz y reguladora de las temperaturas. k) Además, como foco de radiación eléctrica hace necesariamente sentir su acción directa é inmediatamente hasta el suelo y si como es indudable, la electricidad tiene una grande parte en los fenómenos de la vida orgánica, se comprende que, á las variaciones notadas en las diversas fases de la evolución de la nube, en la repartición y tensión de su energía eléctrica disponible, corresponden modificaciones pasa- jeras en el estado de ciertos vivientes, en su aspecto, en su economía y en una palabra en el conjunto de manifestaciones del orden bioló- gico cuyo conocimiento es una útil contribución al arte del pronóstico meteorológico. Tales son los nuevos y profundos conceptos que con relación al Cúmulus, productor de Nimbus, ha formulado el metecrologista arri- ba mencionado: nosotros vamos á resumirlos más aún para discutirlos mejor. El Cúmulus es un tejido que se funde en una capa á semejanza del Stratus de los antiguos meteorologistas, si no compacto, á lo menos resistente, y que parece en cierto modo independiente del medio ais- 4 lándose de él por sus distintas constantes físicas. En el medio de esta Mem. Soc. Alzate. T. 28, lám. IX. Fig. núm. 1 SU 6 “unu *31 0 Xx Cursa *907[Y *908 "WO £ “wunu +51 “IX "UB 87 “L *9)8Z[Y "908 “waJY y Wunu Sy * 7 “ul on TX “URI 83 "L '9IB2][Y '908 “WII g “uno +31 “JUX “pr 8 *L "9 82[Y "908 "WO 9 “unu “314 : É *9IBZ| Y '908 “WIN “ATX "UB “82 *L L “vnu +31 “AX “UI SEL *'9) BZ] Y '908 “ue Am a M "LAX “tupI “a 8 “unu *S1y *9]BZ[Y '908 “Wa dl RE JA A A E JN 7 A 6 “UNU *S1q "TLAX “UB 8 L "982 Y "908 “UL IN 01 “tunu *314 NA OS TIAX 1 V ue L UBI "8 9J82Z[y '908 * ad PI Uno +1 “XIX "wr 87 1 "9JU2[Y "008 “WO ¿1 upu *S1 *9]BZ] Y '908 *WwaJA "XX “URI 8 'L EL ORIGEN Y LA EVOLUCION DEL NIMBUS. 203 capa Casi fibrosa, se abren ciertos cráteres por donde se aspiran vapo- res íntimamente mezclados con otras substancias del medio inferior, las que se lanzan hacia arriba formando las muy conocidas volutas tan características del Cúmulus. Estas volutas hemisféricas se con- sideran como unos tentáculos ó raíces superiores, que chupan, digá- moslo así, de las regiones superiores un buen contingente de hume- dad que permite á la nube crecer y desarrollarse, de modo que su primitivo tejido se hace por ello más compacto y rico á la vez que se ennegrece, acabando por producirse el Nimbus, ósea la nube por ex- celencia, que precipita la lluvia. Ahora bien, ¿cuáles son las razones que apoyan este modo de ver tan interesante y original? Siguiendo al autor en su desarrollo se comprende que es una observación muy perseverante é interpretada conforme á los dictámenes de su propia imaginación. Ciertamente se comprende que en asuntos de meteorología no se puede pedir más; pero como es fácil inferir, de este método, lo mismo que se puede ir á una razonada y buena hipótesis, como á otra irracional y falsa. El nos dice que no pu- do emplear la fotografía lo que tiene visos de verdad, más no absolu- ta; pues mientras las grandes y extensas formaciones resisten siempre á este poderoso medio de comprobación, no puede decirse lo mismo de las pequeñas, que un observador perseverante puede siempre es- piar y muchas veces lograr con un verdadero contentamiento á causa de lo sugestivo de esta prueba: hay pues una racional presunción que nos dice que no está aquí la realidad de parte de tan brillante hi- pólesis. En mi concepto, que se desprende de mis particulares estudios de las nubes, hay aquí un error que no obstante ser general, falsea todas las conclusiones del autor, pues se encuentra en la base de su misma hipótesis. Este error consiste en considerar á las volutas hemisféricas del Cúmulus como verdaderamente verticales: así las han conside- rado la inmensa generalidad de los meteorologistas; pero yo tengo muy fundadas razones para verlas como horizontales ó por lo menos con todos los grados de inclinación, en cuyo caso si demuestro este modo particular de ver, creo que refutaré por completo dicha lipóte- Memorias. T. XX VIT 109-1910 —14 204 SEVERO DIAZ. sis. Hé aquí la contribución que traigo ahora al seno de esta Socie- dad como un homenaje á su digno Secretario General, que celebra juntamente con ella, las Bodas de Plata de su mayor timbre de glo- ria, la fundación de esta misma Sociedad. La nube nace en la atmósfera en un medio particular y meteorológi- camente definido: no todos los días son á propósito para producirse. La exigencia más natural que para ello se pide es que exista una bue- na dosis de humedad, la que, como es evidente, sólo coexiste con tiempos especiales. Demos pues para un día determinado estas condi- ciones ¿cómo nace la nube? Si se trata de las inferiores, objeto del presente estudio; podemos decir que no basta la humedad sola, pues si bien es cierto que ciertas nieblas son la más espontánea manifesta- ción de dicha grande humedad, se sabe desde hace mucho tiempo, que no debemos clasificar estas perturbaciones como verdaderas nubes: la nube no es una sencilla manifestación, es un germen de fuerza, es un mecanismo, ó como poéticamente nos decía el Sr. Ritter, es un orga- nismo medio entre el ser mineral y el viviente: la existencia infecun- da de la niebla no se compadece con el alto fin de la verdadera nube. Es un hecho que la mañana es la hora de la máxima humedad, el amanecer puede presentarnos nieblas, pero nunca nubes, á no ser que vengan de tiempos anteriores: el despertar del día es en nuestros cli- mas una hora pacifica, las corrientes del aire se amortiguan bajo el peso de la radiación nocturna, que seca las fuentes de energía, y por esto no tiene propiamente nubes. Yo exijo como segunda condición que haya corrientes de aire para que tome origen la nube. Para evidenciar este punto que es fundamental en lo que voy á ex- poner, haremos algunas previas observaciones. El aire, lo mismo que todos los cuerpos, se pone en movimiento obedeciendo á la atracción «que sobre él ejerce algún centro; de donde resulta que se puede pre- cisar la trayectoria que ha de recorrer con sólo determinar la posición «de aquel centro. En el Territorio de esta República casi siempre tene- “mos encontradas direcciones para las corrientes aéreas debido á si- multaneidad y diferentes situaciones de los centros que ordinariamen- te se avecinan á él; pero sin peuetrarlo. La observación teslifica que EL ORIGEN Y LA EVOLUCION DEL NIMBUS. 205 hay horas preestablecidas para el ingreso y desarrollo de estas corrien- tes: las del primer cuadrante son ordinariamente de máxima presión y soplan de preferencia en la mañana; las del cuarto cuadrante son de mínimo barómetro y se dejan sentir principalmente en la tarde: casi todos los días lay estos cambios de corrientes simultáneas y entiendo que en estado latente existen en todo tiempo, revelándose á nosotros simplemente por las favorables condiciones que encuentran en los cambios de presión. Y Que la lluvia y en consecuencia las nubes, sobre todo las de impor- tancia, exigen para su origen las corrientes aéreas es un hecho que se confirma climatológicamente con sólo reflexionar que no es indiferen- te ni el día ni la hora en la caída de la lluvia: si se necesita que sea á horas determinadas es evidente que tiene ciertas exigencias, y vién- dola corresponder con las horas del cambio de corrientes, se infiere desde luego que debe haber en este fenómeno una íntima relación que no puede ser otra que de causa á efecto. Todas las tecrías que, para explicar el origen y la evolución de las formaciones nubosas, se apo- yan tan sólo en razones de dinámica ó de física del aire, y prescinden completamente de la condición indispensable que las acompaña, á sa- ber, las corrientes del aire, debe considerarse como vana y que no tiene en la observación su apoyo: mientras les busquemos la causa en estas ó aquellas felices y casi casuales circunstancias, que ó bien arre- molinan ó bien atraen diferentes capas de aire de distintas condiciones físicas, haremos sin duda una hipótesis ingeniosa, pero desprovista de verosimilitud, buena para sentar plaza de originales, mas infecunda en prácticos resultados: los hechos ante todo. Levantemos pues los ojos al cielo, y cámara en mano, observemos. Supongamos que tenemos buenas condiciones de humedad en el aire á causa de que ciertas corrientes han venido á colocarse en nuestra vertical: se van pues á formar nubes; más con el objeto de ser lógicos en este desarrollo tomemos la nube más sencilla, la más elemental, nada más que necesitamos que sea verdadera nube. Yo creo que la teoría verdadera de nubes debe aplicarse á todas y comenzar á ser ver- dadera desde los primeros pasos. ¿Conocéis acaso aquellas formacio- 206 SEVERO DIAZ. nes simples y efímeras que bordan el cielo en las mañanas del tiempo de aguas? La atmósfera es purísima, muy azul el firmamento, esplende un sol vivísimo y aquí y allá se ven blanquísimas y delicadas nubes ba- jas: todos las conocemos, y unos las clasificamos como fracto-stratus, otros las llaman fracto-cúmulus y en mi concepto tienen el honor de un nombre más elevado casi el de verdaderos Cúmulus ó Nimbus ele- mentales. Véase la fot. núm. 1; tenéis en ella una formación de esas (f.-s.); la particularidad de ellas consiste en que no tienen bordes pre- cisos, sino que se nota un desgarramiento casi general en su masa, al- go empero se dibuja de naciente cumulización. Veamos ahora la foto- grafía número 2: en el centro aparece un bien formado Cu. escoltado por otros como las anteriores. Y yo os pregunto, ¿créis acaso en la ver- ticalidad de esas volutas, ó mejor, no os dan idea de que en el avance horizontal va encontrando resistencias que, al fin vence, para transfor- marse en una masa irregular como sus vecinas? Estas fueron lo que es ahora y por allí á la izquierda se notan unas chicas que van por el mismo camino. Esta idea de cumulización horizontal ó de resistencia, nace espontá- neamente á la simple observación de un cielo de estío en los meses de aguas y del cual dan apenas una pálida idea las fotografías que pre- sento. Yo no concibo cómo observadores ilustrados han podido eon- servar intacta la imagen de la cumulización vertical que una ¡incon- ciente tradición ha transportado hasta nosotros. Ver un cielo de verano y contemplar cómo las pequeñas é interesantes nubes van avanzando á impulsos de una débil corriente, cumulizándose en su transcurso, luego deshaciendo esa cumulización y repitiendo. dos, ó muchas veces ese sencillo proceso hasta que al fin se deshacen ó disipan para dar lu- gar á otras nuevas. Pero avancemos un poco más para llegar á conclu- siones inquebrantables. d La fot. núm. 3 fué tomada en uno de estos últimos días del presen- te septiembre: vemos en ella una parte del cielo Norte con las ordina- rias formaciones de f. s.: soplaba como es costumbre una débil corrien- te del Este. Se observa desde luego en las partes bajas pequeñas nubes acumuladas, pero un poco arriba otra que se invierte para tomar una EL ORIGEN Y LA EVOLUCION DEL NIMBUS. 207 orientación perpendicular á las primeras, orientación que pocos mo- mentos tomó deshaciendo su cumulización. Este es un caso entera- mente típico: casi siempre he observado á esta primitiva formación to- mar la forma de gorro ó de Cúmulus como dicen los americanos, presentando su parte comba en sentido perpendicular á la dirección de la corriente que la impulsa; mas á poco que domina tal corriente, la nube se alarga, desliga sus arredondeados bordes, y así informe, se entrega por completo á la corriente que la arrastra con facilidad; pero esto no es más que por un momento: á poco la nube retrocede se arre- molina de nuevo reapareciendo la camulización, reproduciéndose este proceso sucesivamente: no hay duda pues de que la corriente es el todo de tal economía. Pocos momentos después de la anterior tomé la fot. núm. 4: esta- mos viendo al Poniente, las Cap-Cúmulus ven hacia nosotros, á-la derecha se ve una desligada, pero las otras nos presentan la cumuliza- ción derecha aunque con tendencia á hacerla perpendicular. Lo que esta fotografía nos enseña es también muy importante: el cielo cumu- loso tiene mucha analogía al cielo vulgarmente llamado aborregado: si transportáramos el primer cielo á la altura del segundo la aparien- cia no podía ser más común é igual: las mismas filas onduladas, idén- ticas formas, sombras parecidas; y es que tanto en los Cúmulus como en los Ci.-cu ó A.—cu., es una corriente de aire la que produce esas formas, esas ondas en virtud de la ley de mínima resistencia que tan conocida es de los físicos, y con la que se explican las formaciones to- das en ondas perpendiculares á las corrientes, como en los lechos de los ríos. Todavía más, aún parece que el período de esta onda de mí- nima resistencia en la atmósfera tiene el mismo valor en los Cu. como en las nubes aborregadas, pues si se viesen las superiores como cuando se les observa con un anteojo, la imagen es perfectamente parecida: luego es imposible prescindir de la influencia de las corrientes de aire en la formación de la nube Cúmulus. Por todo lo dicho no podemos menos que concluir: la comulización vertical no debe admitirse, hay que sustituirla por la camulización ho- rizontal ó de resistencia. Por otra parte, fácil mos parece explicar el 203 SEVERO DIAZ. mecanismo de tal cumulización con las consecuencias que de ella si- guen. Es necesario suponer en la atmósfera la existencia de los mate- riales para estas nubes, como dijimos al principio. Aparecida pues la primera precipitación en plena atmósfera, la corriente que sopla allí la obliga á caminar; pero á causa de la heterogeneidad de su masa ella resiste y nace un pequeño remolino: hé aquí la primera forma redon- da de un borde de nube. Este remolino de eje vertical, se disipa pron- to, en tanto la nube crece en su masa, y luego nueva resistencia: por esto es imposible tomar una buena observación de dirección de nubes en los Cu. nacientes, hay necesidad de esperar á que la corriente recobre su imperio ó tomar el borde no acumulado de la nube. Esta resisten- cia se ejerce necesariamente en mayor cantidad en el lado opuesto, en el borde W. en una corriente del E., por ejemplo; pero los elementos son lanzados en mayor número hacia el lado perpendicular en donde se acumulan y de allí la forma de Cap, tan característica. Cuando la nube crece un poco y los elementos se adhieren entre sí, entonces hay que tomar en cuenta otra acción no menos importante y es la ca- lefacción que el sol produce en ella: la consecuencia de tal calefacción es el que la nube se dilata horizontalmente, la resistencia en tal caso se generaliza, la nube cambia de forma, casi es una placa circular co- mo muy frecuentemente lo observamos en días muy húmedos en el ze- nit, de centro obscuro y bordes redondos y blanquísimos y casi giran- do sobre sí misma con más ó menos fuerza. Esta acción del sol se tiene también aunque en pequeña escala en la nube de cortas dimen- siones. De aquí resulta, que en los días de abundante cumulización las nubes presentan sus bordes arredondeados para todos lados del hori- zonte: si vemos al Norte, hay Cu.; si al Sur, lo mismo, etc., lo que pa- recería contradecir algo de lo dicho. Por esto Poey decía, que el Cu. era la nube de día y del horizonte, aunque no explicó su mecanismo y cayó también en el error de la cumulización vertical. La influencia del sol en la cumulización general de los bordes se de- muestra también fácilmente observando la precipitación inferior en los días en que un velo superior no muy denso, Ci.-s., por ejemplo, se si- EL ORIGEN Y LA EVOLUCION DEL NIMBUS 209 túa arriba de ella: no hay Cu. entonces, sino sólo pequeñas masas in- formes, si es poco húmedo el tiempo, ó verdaderos Ni., si hay suficien- te humedad. mn Saquemos las consecuencias de este modo particular de ver al Cu. Existe pues la resistencia que redondea y la acumulación que ella lanza hacia la parte perpendicular de una masa nubosa elemental; existe á la vez la influencia dominante de las corrientes aéreas que después de cierto tiempo recobra al fin su influjo, ¿cuál es la conse- cuencia de todo esto? La siguiente: en toda nube debe haber tres dis- tintas partes: la primera es la que resiste: en ésta se debe notar una energía enteramente particular; casi se debe decir que no se organiza, sino que toda cuanta es, se ocupa en resistir ó moverse, alejándose de ese lugar: parece hervir en ese punto la atmósfera. La segunda es el cuerpo de la nube que pacíficamente va ofreciendo los materiales que por un proceso físico, enteramente natural, saca del medio, dadas las condiciones que en él hemos supuesto. La tercera parte, y sin duda la más importante, es la que resulta de aquella acumulación que se encuentra en la parte posterior en la Cap- Ou., ó en el centro en el verdadero Cu. Esta parte se distingue por su color que es negro, por su constitución que es floja y sin cohesión, y por su abundancia, efecto de la acumulación. Allí tiene parte muy ac- tiva la corriente, puesto que puede considerarse ésta parte como que ha sido dejada ó abandonada á ella para que la conduzca ó la suelte. Estasparte es muy visible desde el Cámulus más insignificante, y yo le llamo Ni. elemental, pues si el Cu. que le da origen es de alguna im- portancia se deshace en llovizna más ó menos fuerte según lo intenso de su desarrollo. En las tardes de invierno, que siguen á una mañana cumulosa, se presentan muy importantes lluvias; y en las mañanas de estío son frecuentes las repentinas tormentas que resultan de una cu- mulización abundante. El Nimbus pues resulta de una sencilla dinámica que no supone ni 210 SEVERO DI4Z. exige los esfuerzos del ingenio para traerla de las altas regiones del cielo, por difíciles ó casi imposibles organismos. El Nimbus aparece desde los primeros pasos en la nimbificación de los simples Cu. Veamos por qué fases sucesivas puede hacerse de importancia la nu- be Nimbus hasta constituir tormentas. Un Cu. aislado puede dar ori- gen, como hemos visto, á Aoviznas que son á veces regulares. Pero si tenemos en cuenta que el cielo cumuloso es generalmente ondulado estando las fajas, en que se resuelven los Cumulus, espaciadas á dis- tancias regulares, es claro que llegará á suceder que la distancia sea míuima y entonces apretándose entre sí, podrán constituir un manto amenazante de la fornva de los llamados S.—cu, y un paso más los con- vertiráa en Ni. de suficiente contingente de lluvia. Este es un caso muy frecuente. Si observamos con atención notaremos que después de una lluvia causada de tal manera, el celaje que queda afecta la forma de una capa un poco blanquecina, generalmente gris, y que puede causar insignificante lovizna. En mi concepto y teoria expues- tos, se interpreta este hecho como resultado de la fusión en una sola capa de todas las partes acumuladas en volutas esféricas en el primiti- vo Cúmulus. Transformaciones de esta naturaleza son la ley de la at- mósfera: todo en ella tiende. á fundirse en capa ó manto: ya lo vimos en la última forma á que quedan reducidos los Cu.; de donde resulta que la cumulización no es otra cosa que una momentánea fase que pro- videncialmente afecta las formaciones nubosas para acumular energía notable en un estado de necesaria transición, pasada la cual se obtiene el equilibrio estable, para que las corrientes puedan transportar á otras regiones que sin duda necesitan un buen contingente de humedad para su ingente economía: dificil en verdad sería valorar el tanto por cien- to que una lluvia representa en el total de su contenido en materia lí- quida. No me ha sido posible hasta el presente estudiar las condiciones fí- sicas que influyen para crecer ó acortar lo que podríamos llamar lon- gitud de onda ó intervalo que separa dos filas ó cordones negros en un celaje de S.-cu.; pero es muy fácil que sea función de la velocidad de la corriente atmosférica, que es su causa, de la mayor ó menor hume- EL ORIGEN Y LA EVOLUCION DEL NIMBUS. 211 dad del ambiente en cuyo seno nace; y hasta de la cantidad de calor que el sol le aporta, ya que hemos visto á este dato ser de algún modo necesario en la generación de la nube: dejamos pues este problema que conceptuamos interesante á los prácticos que recogen con asidui- dad notas de la atmósfera. Continuemos nosotros. El Cumulo—nimbus: hé aquí la forma por excelencia entre todas las formas de nubes. Aquella inmensa activi- dad que se traduce por el ruido ensordecedor de su potente electriza- ción, aquél inmenso volumen de materia líquida puesta en movimien- to, las furiosas corrientes nacidas en su seno, que arrastran á veces después de derribarlos, árboles corpulentos; la exorbitante cantidad de lluvia que consigo traen, que llega á veces hasta 60 milímetros; to- do esto nos indica que estamos al hablar del Cu.—ni. en el apogeo de las obras de la atmósfera, y sobre todo de la atmósfera mexicana, ya que sus lluvias de estío no parecen componerse sino de una serie no interrumpida de Cu.—ni. en todo el tiempo que ellas duran. Pues bien, el Cu—ni. no se sale de la regla que acabamos de sentar. Traigo dos hermosos ejemplares de esta nube observados en el estío de 1908, que fué muy fecundo en ellos. Ambos pertenecen al segundo cuadrante, rumbo que es clásico en la producción de estas imponentes nubes. No- tamos en ellos las mismas tres importantes partes que hemos visto en el Cu. ordinario: y la marcada con el número 5 nos va presentando muy buenas pruebas de que su cumulización no es vertical sino horizontal. La parte negra que arrastran ambas es notabilísima por su abundan- cia y en ella se observa de particular que no se concreta á la parte estrictamente comprendida debajo de la nube, sino que se alejan á ve- ces hasta cubrir ella por su cuenta todo el cielo: efecto es este sin duda de que el impulso ó reacción que determina el movimiento de la pa- sada masa, abarca más del campo de su verdadero cuerpo; pero la di- rección es siempre la misma que la*que tiene la corriente que produce su cumulización horizontal. Si la corriente no fuera la causa de su cumulización, ¿cómo explicar que nacen siempre en su seno? Si es el sol el que hace que aporten á ella los contingentes que la hacen crecer y tornarse voluminosa é im- 212 SEVERO DIAZ. ponente, ¿cómo es que se desarrolla en plena noche con más especiali- dad? Aunque aquí no nos ocupamos por ahora de las conditiones me- teorológicas en cuyo seno evolucionan las nubes, creemos sin embargo que ellas aportan una prueba que robustece las dadas en favor de la cumulización horizontal del Cu.—ni. En efecto, esta nube aparece de preferencia en las altas horas de la noche: se inicia poco después del crepúsculo con un vivo relampagueo en el horizonte del E. ó sus inme- diaciones. Esta hora es precisamente la del cambio de corrientes, aque- lla en que cesan las del día, que siempre son atraídas por las con- vecciones fuertes de las horas del sol y reaparecen ó se elevan las dominantes: todo lo que nos indica, sin duda, no una simple coinci- dencia, sino una verdadera causa. ¿Tendrá parte en su desarrollo la electricidad? Creemos igualmente que no. La electricidad, dice el célebre físico Turpain, aparece en las nubes por simple consecuencia: la electricidad existe en el medio y las gotas de lluvia no hacen sino recogerla; y cuando dos gotas se fun- den en una aumenta la electrización á causa de que el volumen de la suma es menor que el volumen de los sumandos, que aquí son las go- tas que se unen. Cualquiera causa pues de concentración como lo es sin duda la cumulización horizontal de su masa y la desligación que de ella resulta, bastan para explicar el desarrollo de electricidad, que por otra parte es concomitante á este mismo desarrollo. Y el resultado final que son los velos que adornan nuestras mañanas de Estío en la forma de A.—cu., es la confirmación final también de la que el Cu.—ni., no es sino un Cúmulus con todas sus fases de origen y consecuencias. IV La parte negra que hemos llamado en el f.—s. nimbus elemental y que le está enteramente adherida aunque sin cohesión en sí, la he- mos visto desprenderse en el Nimbus y bajo el poderoso influjo de una probable aspiración que determina en el aire la reacción de la cumu- lización horizontal, toma una existencia independiente, de manera que naciendo en las partes inferiore del Cu.—ni., pronto se extiende á EL ORIGEN Y LA EVOLUCION DEL NIMBUS. 213 todo el cielo, y después de una electrización más ó menos fuerte, am- bas partes, es decir, la acumulada y la floja se funden en una sola, en un velo de A S., en disolución paulatina. Este A. S. no está tampoco desprovista de Ni., á las grandes tormentas sigue ordinariamente una llovizna producida por un velo ligerísimo que casi se unifica con la parte blanca del A. S., restos sin duda de la planificación del gran Ni. formado, como se ha explicado. Esta independencia de la forma- ción y la consiguiente unificación, son interesantísimas en la teoría general de las nubes. La parte negra es concomitante en toda forma- ción intensa. Los casos que la observación recoge son absolutamente probatorios: pasemos en revista los más interesantes. En los temporales descendentes del invierno y que en otra vez he hecho conocer á esta Sociedad, se observa lo siguiente: aparece prime- ro un Ci., su primer aspecto es en bandas con núcleo en el horizon- te; es muy fácil que esas bandas tengan período ó sea determinada longitud de onda, como lo vimos desde el f. s., hasta los cielos aborre- gados; poco después se establece el velo que cubre todo el cielo y que va sucesivamente densificándose hasta llegar á la forma de A. S. El A. S., dicen los autores, de la Nomenclatura, se distingue del Ci. s. en su color más obscuro, que á veces es azulado y al través de él se ye, si no el Sol en su forma, al menos el lugar en que se encuentra. Estos caracteres se explican perfectamente admitiendo que abajo del velo blanco primordial, se ha formado un segundo más obscuro con- comitante, es cierto, pero independiente de él. En primer lugar yo he visto una cumulización apreciable en los bordes de un A. S. intenso y en segundo lugar he visto también llover á la misma nube en los fuer- tes temporales de invierno. En el seno de esta misma Sociedad fué aco- gido un trabajo mío sobre A.S.: en él consideraba particularmente su modo de generación, que podía ser de arriba á abajo y al contrario. El caso anterior pertenece al A. S. descendente. El ascendente parece no tener otro origen que el Cu. ni., tanto en el aspecto intenso, como es el hasta aquí estudiado, como en el ordinario que es de la siguien- te manera: En el seno de una cumulización abundante que es más aparente en el horizonte, no porque allí exista en realidad pues es sólo . 214 SEVERO DIAZ. un efecto de perspectiva, se ve frecuentemente levantarse un Cu., algo más que sus vecinos, levantamiento que se continúa en el medio día, pero que al llegar á determinada altura se desvanecen las volutas que- dando la masa á merced de las corrientes superiores que la obligan á tomar una dirección y la lanzan horizontalmente hasta cubrir á veces todo el cielo. Los prácticos acostumbran clasificar á estas formaciones como falsos Ci.; pero en mi concepto son muy grandes y muy intere- santes, además de frecuentes para ser falsos: son los A. S., ascenden- tes y su función meteorológica consiste en ser la base de la naciente nimbificación que irremisiblemente traerá la lluvia entre 3 y 5 p. m.: los he visto también llover. La fot. núm. 7 da una ¡idea de un A. S., ascendente con los restos de un Ni., planificado. El caso más interesante de la formación de Ni. es sin duda el apun- tado en el párrafo anterior. Es una mañana de estío, en toda ella se han visto recorrer el cielo los interesantes fragmentos de bajas nieblas que se acumulan y se disipan á cada momento; de entre los abundan- tes Cu. del horizonte, brota y se eleva hasta las regiones medias de la atmósfera, el A. S. ascendente, y hasta se producen ligeras lluvias. Después de que está constituído el velo que cubre todo el cielo empie- za á precipitarse debajo de él un segundo velo de color obscuro que se densifica por momentos y que toma las más amenazantes y grandes proporciones: es muy bajo, se le siente pesado, sus bordes son irregu- lares y muy negros, con lento movimiento que parece rodeado de te- rrible majestad: es inminente la tempestad. Las fots. núms. 8, 9 y 10 describen algo este sublime espectáculo. Este caso se comprende en la teoría que hemos expuesto de la siguiente manera: Es condición In- dispensable, por lo menos así lo comprueba la observación, que en ese día haya dos corrientes á distintas alturas, la primera de las cuales ha formado el primer velo y la segunda es la que se encarga de realizar la verdadera é imponente precipitación del terrible Ni. Por consiguien- te queda este fenómeno tomprendido en el caso general de una forma- ción independiente en pleno cielo, modificada por la circunstancia de tener arriba el obstáculo del primer velo. Ya hemos estudiado este obstáculo. Los f. s. de la mañana no se forman del mismo modo bajo dd EL ORIGEN Y LA EVOLUCION DEL NIMBUS. 215 un Sol ardiente que bajo una sombra de algún velo existente, como las A. eu., que son muy frecuentes. La modificación consiste como lo hemos dicho en disminuir la acamulación haciendo desaparecer las volutas de sus bordes y quedando como masas irregulares, aunque se conserve la longitud de honda que por sus demás circunstancias les corresponde. En el caso de que tratamos el periodo se reduce á cero, la gran humedad hace que se confundan unas con otras las ondas de dicho período, el velo es horizontal, pero de superficie arrugada y se nota lo apretado de tales ondas: es muy frecuente la aparición del granizo en tales inmensos velos. El resultado final es que se confún- dan de nuevo éste con el anterior y quede ligera llovizna hasta agotar- los á ambos. La fot. núm. 11 reproduce la lluvia final en los velos confusos de A. S. y Ni. Por último, la fot. núm. 12 nos muestra una cumulización en pleno zenit cuyo origen era una Ni., que se descargaba en el segundo cua- drante; hecho digno de notarse desde el punto de vista de la cumuliza- ción horizontal y que me parece muy á propórito para cerrar esta dis- cusión. V CONCLUSIONES La nube, además de las condiciones previas de humedad, es efecto de una corriente atmosférica, que á la vez es causa de esa misma hu- medad. Si esta corriente domina exclusivamente en la atmósfera y es de poca intensidad y trae además poca humedad, la nube afecta la forma de celaje interrumpido, aborregado podemos decir, en la que es posible comprobar un cierto período ó longitud de onda dando al celaje un aspecto regular compuesto de globos más ó menos separados y en filas: cada globo puede presentar la camulización horizontal en bien definida región de la nube acompañada de una parte sombría opuesta á la anterior y que es consecuencia de ella. En este sentido el celaje de f. s. es meteorológicamente idéntico á los celajes de A. cu. y Ci. eu., ú otros de la misma manera aborregados. 216 SEVERO DIAZ. Cuando, por causa de una gran humedad, el período ó longitud de onda se acorta ó reduce á cero, el resultado es una capa, que será on- dulada en el primer caso (S. cu.) ó lisa en el segundo (Ci. s., A. S.) En el desarrollo de una nube acumulada que acorta su longitud de onda sucede generalmente que la parte acumulada se funde en una capa blanquecina; y en otra más baja é independiente, la parte negra, consecuencia de la anterior, produciendo Nimbus de mayor ó menor intensidad. El Ni., puede provenir de todo celaje aborregado; pero el caso más ordinario es que venga de un S. cu. ó de un A. cu. De aquí resulta que los A. S., ascendentes ó A. S. descendentes como en los temporales de invierno, los que, por otra parte, pueden mostrar una capa unificada con él que le da su color y que puede á su vez originar lloviznas. La nube aislada ó globular presenta necesariamente la acumulación horizontal en un borde bien definido de ella y en lado opuesto gene- ralmente una parte floja de color negro: este es el Ni., elemental y de el que es un desarrollo gigantesco el Cu. ni. de muestras tempestades de Estío. Un tranvía que se mueva sobre un suelo flojo á gran veloci- dad, levantando un apéndice de polvo que le sigue, es la más perfecta imagen de esta clase de nube. En las formaciones compuestas se siguen idénticas leyes que en las simples, sólo que la acumulación horizontal suele anularse con el pe- ríodo de sus ondas. El Nimbus, pues, acompaña á todas las clases de nubes, multipli- cación providencial que asegura en la naturaleza la más importante fun- ción de la vida inorgánica, la caída de la lluvia. Todo lo dicho se refiere á la parte física del fenómeno de la produc- ción del Nimbus; en otro estudio nos referiremos á la parte meteoroló- gica, dejando para ella establecido que la nube es función de la corrien- te de are. A Guadalajara, Septiembre de 1909. MÉMOIRES DE LA SOCIETÉ «ALZATE.» TOME XXVII. DESCRIPCION DEL TORACOGRAFO DEL DR. DANIEL VERGARA LOPE, M. $, A. Tengo el honor de presentar ante la Sociedad Científica « Antonio Alzate» un nuevo aparato toracométrico, destinado á tomar la medi- da y la forma de la sección transversal del tórax, mandado construir especialmente para el servicio de la Sección Tercera del Instituto Mé- dico Nacional. Entre los distintus cirtómetros conocidos y usados en la clínica dia- ría, es indudable que el de varillas ó cintas de plomo y estaño y el anu- lar de Guéneau de Mussy, son los que dan mejores resultados en una operación muy difícil de practicar satisfactoriamente. Existen también, el cirtómetro pantógrafo de Hall, el de Dufestel, y otros, que a prime- ra vista parecen satisfacer, pero para su aplicación se requiere un tiem- po relativamente largo y los resultados para apreciar las variaciones del tórax entre la inspiración y la expiración forzadas deben ser siem- pre poco exactos. La forma y el tamaño de la sección del tórax están sujetos á las va- riaciones constantes que origina el movimiento respiratorio, y de aquí procede la dificultad para tomar exacta y fielmente ambos datos cuya apreciación puede ser muy útil en muchas ocasiones. Con el cirtómetro de plomo y estaño á fuerza de múltiples ensayos prácticos llegan á obtenerse curvas cirtométricas casi exactas; pero aun entre manos experimentadas, es esto algunas veces imposible, Con el toracómetro ó cirtómetro de Guéneau de Mussy, se obtienen sin duda algunas ventajas: mayor facilidad y rapidez en la operación, pero ape- 218 D. VERGARA LOPE. nas es suficiente para tomar la forma en los momentos de respiración normal, siendo imposible apreciarla cuando el tórax se modifica por la inspiración ó la expiración forzadas. A fin de obtener esto último con la mayor precisión posible y en el menor tiempo, he ideado este nuevo aparato, que tengo el honor de someter á vuestro examen. Consiste en un anillo de forma apropiada, dividido en dos partes iguales articuladas entre sí, lo que permite abrir ó cerrar dicho anillo, con la amplitud suficiente para permitir Ja colocación en el centro del tronco del sujeto cuyo tórax se desea medir. (Figs. 1 y 2 A. A.) Una serie de varillas con resortes atraviesan este anillo, radiando del cen- tro á la periferia (Figs. 1 y 2 V. V.), el resorte de cada varilla hace que ésta toque suavemente por su extremidad central las paredes del tórax (Fig. 3), y permite que puedan desalojarse en el sentido de los radios, siguiendo automáticamente los movimientos del tórax. Por medio de cuatro tornillos de presión que pueden obrar á un tiempo y en el momento que se necesite, estas varillas se fijan, quedando abso- lutamente inmóviles en cualquier posición; lo quese consigue con sólo tirar hacia el operador, de las palancas que con este objeto se en- cuentran abajo y á cada lado del anillo. (Figs. 1, 2 y 3, P. P.) Hay otras dos varillas que se fijan á voluntad y sirven para marcar espe- cialmente los puntos que corresponden al raquis y al esternón. (Fi- guras 1, 2 y 3, R. y E.) Todas las varillas llevan en la extremidad central un pequeño codo forrado de hule y terminado en su parte in- ferior por un estilete. En la parte posterior, por medio de un perno unido á la bisagra de unión, el aparato se apoya sobre el soporte ó tallo vertical (Fig. 1, S.) y un mecanismo sencillo permite subir ó bajarlo, así como cambiar su inclinación sobre el plano horizontal. Esto facilita su posición exac- tamente en el plano que se desea medir y cuya inclinación varía se- gún los momentos de inspiración y expiración. Para, su aplicación procedo de la manera siguiente: Con un lápiz dermográfico señalo el punto correspondiente á la base del apéndice xifoide y el punto del raquis situado en el mismo plano horizontal; *9382] Y '908 “wu9N "IXX “UBr 8 'L “TIXX “upr 82 La *9382[Y "908 "ULA "TUIXX “ul 8% 1 * 0)82[Y *908 "uN EL TORACÓGRAFO. 219 hecho esto, coloco el aparato de manera que la varilla central y pos- terior quede tocando el punto señalado en el raquis; contacto que no debe cambiar en ningún otro momento de la operación, á fin de que los trazos correspondan siempre al plano elegido desde el principio. Las varillas deben estar, durante este tiempo, fijas en el máximo de su separación, tal como se ve en la figura núm. 3, lo que permite co- locar fácilmente al individuo, cuyos brazos se elevan cruzando las ma- nos sobre la cabeza. Se cierra el anillo, se libran las varillas gradual- mente, empujando poco á poco las de fijación para que se apliquen suavemente siguiendo el contorno del tórax (véase la figura núm. 3), y en seguida se tira de nuevo de dichas palancas para que se fijen en la nueva posición en que se colocaron sobre el perímetro torácico, Con esto queda terminada la primera parte de la operación, después de lo cual se abre de nuevo el anillo para retirar al sujeto, y no queda sino imprimir la figura, logrando esto con sólo aplicar una hoja de pa- pel sobre los extremos centrales de las varillas, cuyos estiletes la se- ñalan exactamente por medio de pequeñas perforaciones. Para obte- ner fácilmente esta impresión, se fija la hoja de papel sobre un plano resistente, forrado de paño, procurando que los puntos correspondien- tes al raquis y al esternón queden sobre una misma línea, la que pre- viamente se traza sobre el papel y viene a representar el diámetro an- tero-posterior. Para tomar la forma del tórax en los momentos de su amplitud máxima, se dispone el aparato y el sujeto como queda ya dicho, y ce- rrado de nuevo el aparato se invita al sujeto á que haga varias inspi- raciones tan profundas como le sea posible, alternando con momentos de reposo. Durante las inspiraciones, la varilla del raquis debe estar siempre colocada sobre el punto señalado antes, y con la varilla del esternón se sigue el movimiento de avance de este hueso en el punto también señalado; para conseguir esto, se necesita cambiar el plano del anillo por medio del tornillo situado atrás, siguiendo así el moyi- miento de elevación total del tórax, de manera que la segunda medi- da tendrá lugar exactamente sobre el primer plano que se midió. Ha- biendo ya fijado previamente estos dos puntos,“así como la nueva Memorias. T. XXVII1l. 190)-1910.—15 220 D VERGARA LOPE inclinación del plano, se invita de nuevo al sujeto para que ejecute la inspiración profunda, librando al mismo tiempo las varillas por medio de las palancas especiales y volviendo á tirar inmediatamente de és- tas, tan luego como las varillas tocan el tórax en la nueva posición, á fin de que al retraerse nuevamente las paredes torácicas la furma mo- dificada por la inspiración máxima se encuentre ya fija. En el caso de obtenerla satisfactoriamente, no queda sino inscribirla sobre la misma hoja de papel tal como se hizo en el primer caso, procurando sobrepo- ner exactamente el diámetro antero-posterior y el punto fijo en el ra- quis. Esto permitirá apreciar sobre el dibujo, con absoluta precisión, el desalojamiento del esternón y el de las costillas. Para tomar la medida en la expiración máxima, los tiempos de la operación son casi exactamente los mismos que la operación prece- dente: 1. Colocación del sujeto y del aparato, fijando el punto de referen- cia sobre el raquis. 2. Situación del plano del cirtógrafo al nivel y paralelamente al de la sección torácica. 3. Expiración forzada seguida de la inmediata fijación de las vari- llas, abriendo violentamente el anillo para impedir que al dilatarse de nuevo el tórax, el sujeto sufra alguna molestia ó se desalojen algo las varillas. 4. Durante la expiración, los brazos deben estar colgantes á los la- dos del aparato, por el contrario que para la inspiración forzada, en que se encuentran colocados sobre la cabeza. 5. Impresión de la curva en el papel. A fin de evitar la sensación molesta que producirían las varillas metálicas al tocar la piel y algún pequeño araño ocasionado por los es- tiletes, se encuentran éstos revestidos con una delgada capa de hule de menos de un milímetro de espesor, que dejan no obstante, suficiente- mente á descubierto las puntas en los momentos de la impresión. Po- dría creerse, juzgando ligeramente sobre esto, que dicho revestimiento aumentaría con su espesor la amplitud del perímetro real; pero fijan- do la atención, observaremos que no sucede así; pues en primer EL TORACÓGRAFO. 221 lugar, la piel y tejidos subyacentes son siempre depresibles, y los hun- dimientos que se forman al nivel de cada varilla, compensan en algu- nos puntos con exceso el ligero aumento que pudiera producirse por la capa de hule. Los tejidos se hunden más en unas partes que en otras, al nivel del esternón mucho menos que al nivel de la masa musculosa del gran dorsal; pero esto tampoco puede ser un inconveniente, supuesto que nosotros tratamos de medir la amplitud de la caja torácica, de la caja ósea que contiene los órganos profundos, acerca de cuyo estado y des- arrollo nos inleresamos, y cuanto más se hundan las varillas, más próximas estarán de la superficie cuyo valor real se desea conocer; las paredes ósteocartilaginosas pueden considerarse en este caso como im- compresibles. Se comprende naturalmente, que los resortes deben ser suficientes tan sólo para el contacto y nunca capaces de dificultar me- cánicamente la dilatación del tórax. México, Junio de 1909. ds e dl el ya DA a lor e TE E Palio Meca A OS AU bio pa A TT A 0 00 a A eL ANO Ei a y 00! $ A a ni Dones A STA ye VA ATAN ASA ASIAN A LO NT EN MR ea sob NL A BN BON e ¿ E Pedo Ñ va ALCA AAA 8 a MO: AENA, AAA Not “e IMA UD A q o Tb e LE A 07 ny 24m) vob daa, í E eN ¿0 , da EAN 2 MÉMOIRES DE LA SOCIETÉ «ALZATE.» TOME XXVIM. LA EXTENSION EN EL TIEMPO Y EN EL ESPACIO DE LA RAZA HUMANA DE LAGOA SANTA SEGUN EL DR. RIVEL Por Jorge Engerrand, M,S. A, (CON UN MAPA).! Nota leída en la sesión que tuvo lugar el día 4 de Octubre de 1909 bajo la presidenela del Sr. Gral, I!. Porfirio Díaz, Presidente de la República, para celebrar el 25? aniversario de la fundación de la Sociedad. La existencia del hombre prehistórico en América es un problema que no ha tenido todavía soluciones tan evidentes como en el viejo mundo. Eso es exacto especialmente en lo que concierne á los restos mismos de un hombre cuaternario, En 1843, P. W. Lund descubrió huesos humanos mezclados con huesos de animales en una caverna llamada de Lapa da Lagoa do Su- midouro cerca de Lagoa Santa (Est. de Minas Géráes, Brasil). La descripción de los cráneos encontrados, los cuales están casi todos ahora en el Museo de Copenhague, ha sido dada en los trabajos de Lund (carta 4 Rafn), de Lacerda, Filho, Rodrigues Peixoto, de Qua- trefages, Kollmann, Ten Kate, Sóren Hansen. * Estos cráneos, asi como otro encontrado por Santiago Roth en 1881 en Pontimelo (mejor dicho Fontezuelas), provincia de Buenos Aires, parecen pertenecer á la misma raza. Su edad puede discutirse á ex- cepción quizás del cráneo argentino que según Lehmann-Nitsche sería del Pampeano superior, es decir, del Plioceno (no creo conveniente precisar más). Se sabía ya que dicha raza de Lagoa Santa tenía representantes ac- 1 Dibujé el mapa que acompaña á esta reseña según los datos proporciona- dos por G. Gerland, J. Deniker y E. Reclus. Todos los nombres geográficos 6 de pueblos citados en el trabajo y que se refieren á América del Sur están en el mapa. 2 Hay 15 en Copenhague, 1 en Londres y l en Río de Janeiro. 224 JORGE ENGERRAND. tuales entre los aborígenes de Sud América y aun de Baja California * pero los estudios del Dr. Rivet y sus descubrimientos en la República del Ecuador, acaban de poner en evidencia que su extensión en todo el continente sudamericano ha sido verdaderamente considerable, * La raza de Lagoa Santa tiene los caracteres craniológicos siguientes : cabeza pequeña; dolicocéfala y alta; cara corta (chamaeprósopa ); na- riz de índice mesorhiniano; órbitas megasemas; bóveda del paladar extremadamente megasema. Estos cráneos no tienen ningún carácter que sea muy primitivo. En norma lateralis, la curva antero-posterior es bastante regular y se aplasta ligeramente después del inión; la gabela es fuertemente mar- cada y la frente bien desarrollada; la parte superior de la escama 0c- cipital se ensancha bastante y después se inclina bruscamente hasta tener una dirección casi horizontal. El prognatismo alveolar es nota- ble. En norma frontalis, el aspecto es piramidal debido á la gran se- paración de las apófisis zigomáticas. En norma verticalis, la forma es la de un ovoide alargado. En norma occipitalis, la forma es la de un pentágono con ángulos arredondados. Al nivel de las apófisis mastoi- des llega á tener una anchura casi igual á la parietal máxima. Los cráneos son robustos, de paredes gruesas, de inserciones musculares acentuadas, de suturas sencillas. Las mandíbulas son fuertes y sin prognatismo; la barba bien formada y las apófisis geni muy claras. En la oquedad bajo la roca de Paltacalo, República del Ecuador; (no puedo precisar exactamente el lugar por no tener á mi disposición trabajos anteriores del Dr, Rivet), el sabio ayudante de naturalista en el Museo de Paris tuvo la buena suerte de encontrar 138 cráneos en- tre los cuales hay 37 deformados artificialmente. De los 101 normales hay 17 ó sea 16.83% que tienen el tipo de Lagoa Santa: de estos 17, 1 H. Ten Kate. Matériaux pour servira lanthropologie de la presqu'ile ca- lifornienne. (Bull. de la Société d*Anthropologie de Paris, Illtw* Sér. T. VII> 1884, p. 551-569.) . 2 Dr. Rivet. La race de Lagoa Santa chez les populations précolombiennes de Equateur. (Bull. et Mém. de la Société d*Anthropologie de Paris. Véme Sér. T. IX, p. 209-274,) El estudio que presento á la Sociedad A. Alzate, no es sino un resumen de dicho trabajo. M Soc. Alzate T. 28, lám. XXIV. em. Soc. b í <Ín ) UELA S do yENE? > al 7 “S- 4 í os %.] IN GAY A Mas ; o MS 1 A ES ! tE ARA AT ze pa) a 153 = MAS $ Nx, ECUADOR 3 Quillagua —, Changos Repartición Seografica Ao la raza de agos Janta E Tarapaca ÁA= Antofagasta B= Buenos Arres RG= Rto Grande do Su! SICA MP 5. Calharina a? fs TO / NN 1 alo : Yao Fatilo : eos MG = Minas Gere S xo a == Lómites ele una Robla. <= Na AOS 0 “ un Estado =S =z ode una Provincia 5 ON Yi he LA RAZA DE LAGOA SANTA. 225 11 son masculinos, 4 femeninos y 2 de niños. No puedo entrar aquí en los detalles de una comparación minuciosa. Me contento con en- viar á las personas que deseen más informes al mismo trabajo de Ri- vet. Haré observar solamente que la capacidad craneana que es de 1588 en los cráneos de Lagoa Santa llega á 1425 en los de Paltaca- lo del mismo tipo, es decir que es prácticamente igual. Es difícil atribuir una edad determinada á la oquedad de Paltaca- lo. Sin embargo, se trata de sepulturas muy antiguas porque la alfa- rería que acompaña.á las osamentas es muy tosca y de un tipo muy diferente á la bonita cerámica que se encuentra en las sepulturas pre- colombianas del valle interandino ecuatoriano. El resultado es la existencia de un islote pacífico y de un atlántico de la raza de Lagoa Santa. Sólo trabajos posteriores podrán demos- trar si hubo comunicación entre los dos á través del mismo continen- te sudamericano. De Quatrefages expresó ya la creencia que la raza de Lagoa Santa había entrado en parte en la formación de las poblacio- nes ando—peruanas. Lacerda y Peixoto, Canestrini y Moschen, Rey y Ehrenreich han dicho ya que algunos caracteres de la raza de Lagoa Santa se pueden observar en los actuales Botocudos. En 1885 Lacerda les reconoció sobre cráneos de los sambaquis * de los Estados de Paraná, Santa Catharina y de Sáo Paulo. 1 Montones de conchas de ostiones y de detritus de cocina llamados ostrei- ras ó casqueiras en el Brasil. Para las personas á quienes puede interesar el estudio de dichos kjokkenmodinger brasileños citaré algunas obras que es fá- cil consultar: C. Wiener.—Estudos sobre os sambaquis do Sul do Brasil. [Archivos do Mu- seu Nacional de Rio de Janeiro. T. I, 1876, p. 5). R. Rathburn.—A praia consolidada e sublevada e os sambaquis do Porto Santo. (Id. T. II, 1878, p. 172). Domingo Ferreira Penna.—Breve noticia sobre os sambaquis do Para. (Id. T. IV, 1880, p. 85). J. B. Lacerda.—O homen dos sambaquis. (Id. T. VI, 1885). A Lófgren.—Os sambaquis de Sao Paulo. (Boletim da Commissdo Geogra- phica e Geologica No. 9.) Sao Paulo 1893, 91 págs. y 17 láms. Entre las obras que no pude encontrar citaré también para trabajadores más afortunados que yo: 226 JORGE ENGERRAND. En 1891, Hyades y Deniker les observan en los fueguianos y en 1893 Verneau en los tehuelches. Ya dije que Ten Kate los había en- contrado sobre huesos de las cavernas y en los vivientes de la penin- sula californiana. De Lacerda, Virchow, Nehring, von lherin, les han notado sobre cráneos que provienen de los Estados meridionales del Brasil juntos con otros caracteres que serían los de los guaranis (correspondientes precisamente al único cráneo sub-braquicéfalo de la serie de Lagoa Santa). El mismo tipo más ó menos mezclado ha sido observado tam- bién por: Ehrenreich entre los karayas del Xingú * y entre los indios que viven entre los ríos Araguayo y Tocantins. Virchow y Retzius los han observado también entre los tapuyos, De Quatrefages entre los coropos y los goyazes, R. Hensel, entre los co- roados, Ehrenreich entre los arowaks (2 cráneos). La raza de Lagoa Santa ha tenido menos influencia entre los mata- cos y los tobas. El parentezco es considerable con los tehuelches y es notable entre los yahgans, alakalufs y onas. Aunque los araucanes sean muy diferentes, resulta de los estudios de Medina sobre algunos cráneos existentes en el Museo de Santiago, que entre las tribus que vivían en Chile antes de las invasiones perua- na y araucana, estaba representado el tipo de Lagoa Santa. Los changos de las costas del desierto de Atacama, presentan mu- chas analogías. Las hay también en los cráneos estudiados por Ver- gara Flores que provienen de las sepulturas de Quillagua (provincia de Tarapacá, en la frontera con la de Antofagasta). G. S. de Capanema.—Os sambaquis. (Ensaios de Sciencia. T. I, 1875, p. 81). Barboza Rodrigues.—Antiguidades do Amazonas. (Ensaios de Sciencia. T. III, 1880). Wolthmann.—Die Sambaquis an der Brasilianischen Kiiste. (Conferencia dada en la Sociedad de Antropología de Góttingen en 1880). A. Lófgren.—Die Sambaquis von ¡3antos (in Germania, periódico de Sao Paulo. 1884). K. von den Steinen.—Sambaqui Untersuchungen in der Provinz Santa Ca- tharina. 1887. 1, Añluente de la derecha del Tapajos, formando los dos el Amazonas. LA RAZA DE LAGOA SANTA. 227 En el Perú y en Bolivia no hay huellas importantes de la raza de Lagoa Santa. De los muyscas ó chibchas se sabe que entre ellos la ipsidolicocefa- lía es frecuente. En Venezuela sólo se notan los caracteres de la raza de Lagoa San- ta en la región que colinda con el país de los chibchas. Si se confirma la hipótesis del parentezco de muchos de estos gru- pos, la raza de Lagoa Santa se habría entonces esparcido, en épocas muy remotas, sobre todas las costas del Continente Sudamericano, á excepción de las de Venezuela y de las Guayanas, y hasta en la Baja California. En estas condiciones puede esperarse que se llegarán á en- contrar huellas suyas en Centro América y en México. Sería verda- deramente notable que la América Latina, habitada hoy por pueblos que tienen el mismo origen y el mismo tipo de civilización, hubiera estado poblada en tiempos prehistóricos por una misma raza. FEAS A NÓ 1d qn y d HE "RÁ » z ñ ] $ MN ES TEME A A ON A Yu Y AGRA anat go TUE ee Ad md bh La APIO do: ade Er y E A FANIA A e lS tar ARA Lu E A ORIGIN du) Md Dal IR Ae rra de USARAN A HT € , Eat / EIA 7 ASA IAN 4 y E DIAL RA dd Ud » DANDO tl 4 CUE AAA a e MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVII. ESTUDIO DE SANEAMIENTO DE UNA COLONIA RURAL (COLONIA DEL VALLE.) Por el Ingeniero Civil Gabriel M. Oropesa, M.S. A, Trabajo presentado en la sesión del día 4 de Octubre de 1909, en Ja que bajo la presidenein del Sr. Gral. D. Porfirio Díaz, Presidente de la República, celebró la Sotiedad el 252 aniversarlo de su fundación. Pocos asuntos hay en el ejercicio de la profesión del Ingeniero que se presten á escribir una breve nota para ser presentada ante una So- ciedad científica. Son, por lo regular, asuntos triviales que no mere- cen mencionarse en una memoria ó por el contrario, son asuntos de tal trascendencia é interés que ameritan la formación de monografías especiales para dar á conocer con todo detalle las obras llevadas á ca- bo; pero para hacer esto último se necesita emplear mucho tiempo y en la mayor parte de los casos no se puede disponer de él. Acaso sean estos los motivos por los cuales el ingeniero muy pocas veces escribe los resultados de sus estudios. Yo he tenido oportunidad recientemente de estudiar el saneamien- to de una colonia rural en las cercanías de la ciudad de México, y aun- que el asunto no encierra nada nuevo, pues la resolución del proble- ma ha sido solamente la aplicación de principios ya muy conocidos; he querido, sin embargo, reunir en unas cuantas líneas los resultados de mi estudio para presentarlo ante esta respetable Sociedad, pues creo de esa manera corresponder á la benevolencia con que en otras ocasiones han sido recibidos mis humildes trabajos. El saneamiento de la Colonia del Valle ha sido estudiado teniendo en cuenta: Primero. La ubicación de la Colonia al Oriente de Mix- coac, de San Pedro de los Pinos y de otros períimetros poblados. Se- gundo. El declive natural del terreno que en términos generales es 230 GABRIEL M. OROPESA. de Sur á Norte, y también con inclinación transversal de Poniente á Oriente. Tercero. El fraccionamiento de toda la Colonia; fracciona- miento que indica bien claramente que se trata de establecer una Co- lonia Rural; es decir, que cada lote sea dedicado á huertas ó jardines casi en su totalidad, dejando sólo una mínima parte de la superficie del lote para habitaciones. Cuarto. La probabilidad de que muy pron- to se construirá por la Comisión Hidrográfica la prolongación, hacia el Sur, del Canal que está ya abierto hasta el Canal Nacional, y que de- berá servir para conducir al Gran Canal y al Túnel de Tequisquiac los desechos de todas las poblaciones de la región Suroeste del Valle. Quinto. La circunstancia de estar la Colonia cruzada de Sureste á Noroeste por el acueducto que conducirá á la capital el agua potable de los manantiales de la Noria, Nativitas, San Luis, San Gregorio, etc. La ubicación de la Colonia y la pendiente natural del terreno obli- gan á suponer que más tarde, cuando se estudie el saneamiento de los pueblos de los alrededores de Tacubaya y de Mixcoac, forzosamente los conductos desaguadores tendrán que atravesar por las calles de la Colonia del Valle; conviene, por lo mismo, al proyectar las atarjeas de esta Colonia, que algunos de los conductos sean construídos con ca- pacidad suficiente para recibir los desechos de esos pueblos; porque si esto no se hiciera, la red de atarjeas de la Colonia vendría á cons- tituir un obstáculo que ciertamente no impediría la construcción de los conductos desaguadores de Mixcoac y de San Pedro, porque en las calles anchas de la Colonia siempre se podría construir una nueva atar- jea independiente de la que ya estuviese funcionando; pero esto obli- garía á hacer gastos extraordinarios para que siempre quedara defec- tuoso el desagíie, con- dos conductos en una sola calle; es preferible tener en cuenta el agua que más tarde venga de los mencionados pue- blos y construir colectores definitivos con capacidad suficiente para ad- mitir en ellos el agua de que se trata. El mucho declive del terreno permite establecer el sistema divisor, esto es, que se admitirá en las atarjeas sólo el agua que provenga de los excusados, baños y lavaderos, dejando que el agua de lluvia escu- rra por encima del pavimento de las calles, y por lo que toca á las SANEAMIENTO DE UNA COLONIA RURAL. 231 aguas de lluvia de los lotes, dejar que se absorban dentro de los mis- mos terrenos, pues en lugar de ser perjudiciales vendrán á mejorar mucho á las huertas y jardines; á ningún propietario de un lote le conviene hacer el drenaje de su terreno, pues en tierras demasiado secas se hace muy difícil la vida vegetal, que es la que de preferencia se trata de establecer en una Colonia Rural. La Comisión Hidrográfica tiene estudiado el trazo de un Canal que partiendo del Gran Canal del Desagie se dirige hacia el Sur, con el ob- jeto de recoger los desechos de todas las poblaciones de la región Sur- oeste del Valle; de este Canal ya está construido un tramo, hasta el punto en que cruza con el Canal Nacional á inmediaciones del pueblo de Santa Anita; aquí se construirá más tarde un sifón y el trazo desde ese punto es de Norte á Sur, sensiblemente paralelo á la Calzada de Tlálpam, corre al Oriente de dicha calzada y la pendiente es natural- mente de bajada hacia el Norte; todo esto conduce á suponer que para estudiar el desagúe de lcs pueblos de San Pedro y de Mixcoac, se bus- quen lineas que resulten lo más cortas posible para obtener las ma- yores facilidades de escurrimiento con el menor costo en las obras. Los conductos principales tendrían, en consecuencia, dirección de Po- niente á Oriente. En estas condiciones es evidente que habrá necesidad de cruzar al acueducto de agua potable que viene de Xochimilco á México, pues este acueducto forma una línea continua (no podía ser de otra mane- ra) y corta á los terrenos de la Colonia del Valle en una dirección de Sureste á Noroeste; como el acueducto conduce agua potable, no es conveniente que los puntos de cruzamiento se multipliquen, por lo mismo sólo los colectores serán los que crucen al acueducto. En cuan- to á las atarjeas, se ha estudiado un trazo que evita este cruzamiento, con lo que se tendrá también la ventaja de la economía, pues los sifo- nes y obras especiales que tendrían que hacerse reclaman gastos rela- tivamente crecidos que es conveniente evitar. Ya con estas ideas generales entramos de lleno á estudiar el trazo más conveniente de la red de atarjeas de la colonia; lo primero que se ocurre es dar á las atarjeas un trazo en zig-zag, es decir, que recorran 232 GABRIEL M. OROPESA. alternativamente una calle de Poniente á Oriente y luego otra en sen- tido perpendicular, tal como se estudió para las calles de la ciudad de México; pero observando bien el trazo de la Colonia y el fracciona- miento de cada manzana se ve que el mayor número de los lotes tie- nen sus frentes para las calles que corren de Sur á Norte; en la cabe- cera de cada manzana hay sólo cuatro lotes y como dos de ellos, los que corresponden á las esquinas, pueden tener su desagúe expedito para las calles que van de Surá Norte, quedarán sólo dos lotes en cada cabecera de cada manzana, y ciertamente sólo 4 lotes no justificarían el gasto de una atarjea en toda la extensión de la calle; bastará cons- truir un albañal que reciba los desagúes de dos lotes y escurra hacia el Oriente á ligarse con la más próxima atarjea, y otro albañal que reciba los desagúes de los otros dos lotes y los lleve al Poniente so- bre la otra atarjea, dejando el tercio central de la calle sin atarjea de ninguna especie supuesto que no es necesaria, estos albañales resulta- rán de muy fuerte pendiente toda vez que su longitud es sólo de 50 metros y las atarjeas vecinas pasan relativamente profundas; cada uno de estos albañales tendrá en su punto más elevado dos tanques lava- dores, los que se construyan en el origen del albañal de cada una de las dos casas, por consiguiente, sus condiciones de desemboque son aceptables; con mayor razón si se tiene en cuenta que cualquiera obs- trucción del albañal sería completamente local, perjudicando sólo á dos casas. Por este sistema habremos conseguido no construir atarjeas en las calles de Oriente á Poniente y realizaremos por lo tanto una econo- mía sin que esto traiga un mal funcionamiento para las atarjeas; an- tes bien por razón de su menor longitud, podrán tener mayor pendien- te y por consecuencia más facilidad para su perfecto funcionamiento. Tratemos ahora de localizar los colectores ó atarjeas principales de desagiie: limitando la Colonia por el Norte tenemos al río de la Pie- dad y un poco más allá del límite de la Colonia por el Sur, está el río de Mixcoac al que se une el arroyo de la Barranca del Muerto y jun- tos bajan á formar con otros arroyos de más al Sur, el río de Churu- busco. SANEAMIENTO DE UNA COLONIA RURAL. 233 Entre los dos rios mencionados de la Piedad y de Mixcoac, esto es, en los terrenos de la Colonia, no hay ninguna otra corriente natural; el declive del terreno es, en general, como ya lo he dicho, de Sur á Norte y con pendiente transversal de Poniente á Oriente, siendo en rigor dos los puntos más bajos el uno en el extremo NE. del terreno de la Colo- nia á inmediaciones del río de la Piedad y el otro cerca de la calzada del Niño Perdido ó sea el camino de San Angel á México, un poco al Sur del lugar en que este camino es tocado por la línea que marca el lindero de la Colonia con la hacienda de Narvarte. Como he dicho, conviene que sean dos los colectores, el uno para desaguar San Pedro de los Pinos y sus alrededores y el otro para sanear Mixcoac y los pue- blos cercanos; como consecuencia de todo lo que llevo dicho, el pri- mero de los colectores se trazará al Sur del río de la Piedad y parale- lamente á él hasta el primero de los dos puntos bajos que he señalado, en donde se establecerán provisionalmente tanques biológicos y bom- bas para expulsar el agua y arrojarla al cauce del río de la Piedad. El segundo de los colectores conviene evidentemente que viniendo de Mixcoac se acerque al segundo de los puntos bajos que he marcado, para que las excavaciones que hayan de hacerse no sean tan profun- das; en el término de este colector habrá también tanques biológicos y bombas; el agua que resulte será muy útil para regar los terrenos que hay entrela Calzada del Niño Perdido y la de San Antonio Abad, por esto es que no es indispensable en el punto bajo de este segundo colector tener un canal ú otro conducto natural de escurrimiento por más que ahí están las cunetas del camino de San Angel á México, que limpiadas convenientemente podrían recibir las aguas de que se trata y llevarlas por lasinnumerables zanjas y canales que hay en toda esa región y que constituyen hoy el único desagúe de todos aquellos terre- nos. A primera vista se ocurre también utilizar para el desagúe de la Colonia el río de Mixcoac; cerca del extremo Sureste de la Colonia es- tá el Rastro de Mixcoac y en las inmediaciones del rastro es en donde el río tienesu punto más cercano á la Colonia; el río pasa por allí tan alto y el declive del terreno desde este punto hacia el Norte es tan fuer- 234 GABRIEL M. OROPESA. te, que es preciso renunciar á la idea de utilizar este río para recibir el desagúe de una parte de la Colonia. Greo que las razones anotadas son completamente suficientes para motivar el trazo de la red de atar- jeas en la forma en quelo he hecho en el plano respectivo; por lo mis- mo, paso á señalar las condiciones de pendiente y diámetro, es decir, de capacidad de cada uno de los conductos desaguadores. El canal que está construyendo la Comisión Hidrográfica lleva una pendiente de 0.30 en kilómetro ó sea 0.0003, y un poco al Norte del pueblo de San Simón de la Ladrillera, que es donde desembocará más tarde nuestro colector de Mixcoac, el fondo del canal tendrá una aco- tación de 5.55; desde este lugar hasta los tanques biológicos del Co- lector hay poco más ó menos 2,000 metros y si consideramos que el canal ó conducto que deba construirse más tarde tenga una pendiente de 0.0006 que es la que se dió á los colectores de la ciudad de Méxi- co y que tratándose de canal abierto sería más que suficiente, será pre- ciso subir en 2,000 metros, 1.20, que sumado á 5.55 da para acotación del fondo de nuestro colector 6.75; mas por un exceso de precaución que servirá para facilitar el escurrimiento, agrego todavía otros 0.25 y llego á 7.00 que es la acotación que he dado al punto terminal del colector de Mixcoac, según puede verse tanto en el plano como en la tabla que le acompaña. Consideraciones y cálculos enteramente semejantes me dieron para el punto terminal del colector de San Pedro una acotación de 6.50 que fué la adoptada. Ahora bien, en vista del declive natural del terreno que yo estudié en el correspondiente perfil longitudinal, la pendiente que se puede dar al colector de Mixcoac es de 0.0020 y la del colector de San Pe- dro 0.0015; aquí conviene hacer notar que la pendiente ha venido au- mentando á medida que hemos venido subiendo, como corresponde para la facilidad del desagúe. Pendiente del Gran Canal, prácticamente................ 0.00017 Pendiente de la prolongación hacia el Sur................ 0.00030 Pendiente de los canales de desfogue de los colectores.... 0.00060 Pendiente del colector de San Pedro. ......ooococccoco.... 0.00150 Pendiente del colector de MixC0aC....0oooocccccccocoooccoo 0.00200 ; A SANEAMIENTO DE UNA COLONIA RURAL. 235 Como se verá, la mayor parte de las atarjeas que desembocan en los colectores tienen pendientes superiores á 0.00200, es decir, que las condiciones de desemboque son cada vez mejores. Tratemos ahora de averiguar la cantidad de agua que deberá pasar como máximo por el colector de Mixcoac. Si se tratara de una Colo- nia Urbana es evidente que deberíamos calcular la densidad de la po- blación á razón de 150 habitantes por hectárea de terreno, que es la proporción ya establecida y aceptada; pero tratándose de una Colonia Rural cambian las condiciones; se hace preciso tener en cuenta el fraccionamiento en lotes, pues aun cuando estos sean de relativamen- te grande extensión superficial, debemos considerar que no tendrá ca- da lote más de una habitación. No sería posible que se pretendiera construir grandes casas de vecindad porque evidentemente no habría personas que las tomasen en arrendamiento, las familias que se re- suelven á vivir fuera de México, buscan las ventajas higiénicas de la poca aglomeración de gente, de la abundancia de la vegetación, de la gran circulación de aire libre; por lo mismo debemos estar seguros de que en cada lote sólo se construirá una habitación; ahora bien, cada habitación como término medio deberá tener 10 habitantes, y para ca- da habitante debemos considerar una provisión de agua de 200 litros diarios, ó lo que es lo mismo, se necesitarán 2,000 litros diarios por lote. Hago notar que este número es muy alto, supuesto que se trata sólo del agua que irá á las atarjeas, porque el agua que se utilice en el riego de los jardines se quedará en el terreno. El número total de lotes que vaciarán sus desechos sobre el colector de Mixcoac, es de 1967 que á razón de 2,000 litros diarios darán 3.934,000 litros; la práctica enseña que tratándose de atarjeas, debe considerarse que la mitad del volumen total diario pasa por la atarjea en un espacio de tiempo de 8 horas; la mitad de 3.934,000 es 1.967,000 que repartidos en 28,800 segundos que hay en 8 horas, resulta un desemboque por segundo de 68 litros. Si esas fueran las únicas condiciones que debie- ran tenerse en cuenta, calcularíamos el diámetro del colector para des- embocar 68 litros por segundo con una pendiente de 0.0020 y con velocidad igual ó superior á 0 60 por segundo, bastante para arrastrar Memorias. T. XX VI1I. 1909-1910, —16 236 GABRIEL M. OROPESA. todos los desechos y no permitir ningún depósito en el fondo del co- lector; nos resultaría el tubo de 0.35 de diámetro que daría velocidad de 0.66 y podría dar salida á 63 litros; pero ya he dicho que con- viene aumentar la capacidad para dar acceso á las aguas de desecho de Mixcoac y sus alrededores. Dada la inclinación que tiene el terreno es evidente que cuando se llegue á estudiar el saneamiento de Mix- coac se adoptará también el sistema divisor, por consiguiente se debe- rá calcular la cantidad de agua que baje de Mixcoac á razón también de 200 litros por habitante y por día; hay que prever también un au- mento probable en la población de Mixcoac; si suponemos que llegue á haber en aquella región de 20,000 almas, el aumento de agua que recibirá nuestro colector podrá llegar á ser 69 litros, que reunidos á los 68 que teníamos calculados dan 187 litros; con este dato y la pendiente de 0.0020 calculamos como antes el diámetro y la veloci- dad; así llegamos á la conclusión de que el colector que nos ocupa deberá tener 0.50 de diámetro, pues el conducto en esas condiciones desembocará 157 litros con una velocidad de 0.80 por segundo. Para el colector de San Pedro el razonamiento tiene que ser análo- go aun cuando las condiciones varían un poco; la pendiente desde lue- go es de 0.0015; la cantidad de agua es la que proviene de 965 lotes ó sean 33 litros por segundo, á esto hay que agregar el agua que más tarde baje de San Pedro de los Pinos, cantidad que valuaremos en 69 litros, suponiendo que San Pedro llegue á tener una población de 20,000 almas; con esto los datos serán: pendiente 0.0015, gasto por segundo 102 litros. Un tubo de 0.45 de diámetro, desemboca en es- tas condiciones 105 litros, con velocidad de 0.66 por segundo. Antes de seguir adelante debo hacer aquí una aclaración que juzgo de importancia: He dicho que en uno de los colectores de la Colonia deberán descargar las aguas de desecho de San Pedro de los Pinos; en el poblado de este nombre se están construyendo en la actualidad las atarjeas que deberán llevar los desechos al colector de Tacubaya; en vista de esto parecería que mi argumentación no tenía razón de ser, y que el colector de la Colonia del Valle á que me vengo refiriendo, debería tener sólo el diámetro de 0.35 que es el suficiente para recibir OE e SANEAMIENTO DE UNA COLONIA RURAL 237 y dar salida á los desechos de la Colonia del Valle únicamente; pero al decir San Pedro de los Pinos no he querido hablar sólo de la parte actualmente poblada de ese barrio de Tacubaya, sino también de los terrenos que con el tiempo deberán quedar poblados, al derredor de la actual Colonia de San Pedro, como son los ranchos de la Providencia, de la Esperanza, el barrio ya un poco poblado de lvápoles y los terre- nos muy extensos del Sr. Martel. Si en la actualidad se construyera sólo lo necesario para la Colonia del Valle, más tarde al poblarse los terrenos citados se tropezaría con serios inconvenientes y dificultades para su saneamiento: por lo mismo he propuesto como diámetro defi- nitivo para el colector de que se trata 0.45. Hablando del colector que he llamado de Mixcoac, he querido referirme no solamente al pueblo de ese nombre, sino también á sus alrededores: Actipam ó Atipa, Tla- coquemeca, Nonoalco y los ranchos de los Pilares, de San Carlos y de Becerra, con lo cual quedará saneada toda esa zona, pues la Colonia Carrera Lardizábal y otras que hay inmediatas al pueblo de Mixcoac, quedan al Sur del río del mismo nombre y tendrán que buscar su desagíúe por otro colector que poco más ó menos seguirá la línea del río de Churubusco. Ya terminado mi proyecto tuve noticia de que exis- te ya un primer estudio del saneamiento de Mixcoac y refiriéndome á él diré que las pocas modificaciones que requiere ese estudio se rela- cionan sólo á una pequeña porción de la parte baja de Mixcoac y con- sisten en cambiar el sentido de la pendiente de las atarjeas en las ca- lles que corren de Norte á Sur. Esto es perfectamente factible porque dichas calles no tienen pendiente en su pavimento, por consiguiente la atarjea puede lo mismo bajar para el Sur como para el Norte; la mo- dificación ofrece la ventaja de que se acorta mucho el desarrollo de las atarjeas que bajan desde la puerta de La Castañeda y por consecuen- cia puede aumentarse la pendiente, lo que mejora mucho las condicio- nes de desagúe. Por lo que toca á las atarjeas laterales la cosa es bien sencilla, nin- guna de ellas llegará á tener más agua por segundo que la indicada en la tercera columna de la tabla adjunta; como se ve, el gasto máximo para una atarjea lateral es de 7.9 litros y corresponde á la atarjea nú- 238 GABRIEL M. OROPESA. mero 18 de la zona del colector de Mixcoac, pero esta atarjea tiene una pendiente de casi medio por ciento; el gasto inmediato siguiente es el de 7.7 litros y toca á la atarjea número 9 de la zona del colector de San Pedro; esta atarjea tiene sólo una pendiente de 0.0020; pero aun así, un tubo de 0.15 de diámetro con esa pendiente podría dar un gasto de 7.5 que prácticamente es lo necesario; he adoptado sin em- bargo un diámetro superior, 0.30, para mejorar las condiciones de des- embocadura de los albañales de las casas y para alejar el peligro de una obstrucción. Para todas las demás atarjeas de la Colonia habría bastado evidentemente con tuberías de 0.15 pero por las razones asen- tadas adopté diámetros de 0.20, de 0.25 y de 0.30 como se ve en el plano. En cuanto á la desembocadura de las atarjeas sobre los colectores, he procurado facilitarla; si hubiera yo hecho coincidir la plantilla de la atarjea con la plantilla del colector, claro es que por poca que fue- se la cantidad de agua que pasara por el colector, taparía la boca de la atarjea y por lo mismo ésta no tendría el desemboque fácil; si por el contrario hubiera yo hecho desembocar la atarjea en la parte superior del colector, el desemboque sería completamente libre aun en el caso de que el colector estuviese trabajando al máximo de su capacidad; pero en cambio se habría perdido una parte de la altura disponible y por lo mismo se habría perjudicado la pendiente de la atarjea; he acep- tado el término medio, es decir, que las atarjeas desembocarán á la altura del diámetro horizontal del colector. El lavado de todas las atarjeas se hará por medio de golpes de agua, para lo cual en el origen de cada atarjea se construirá un tanque la- vador que funcione automáticamente cada cierto tiempo; la capacidad de este tanque lavador se calculará para cada caso de manera que en el momento de la descarga pueda provocar en el interior de la atarjea una velocidad igual ó superior á 0.60 por segundo, que es la suficiente para remover cualquier depósito que pudiera haber comenzado á tor- marse en el fondo de la atarjea. La ventilación de las atarjeas se hace sumamente fácil pos las tapas de los pozos de visita. SANEAMIENTO DE UNA COLONIA RURAL. 239 Véamos ahora las condiciones en que se verifica el cruzamiento de cada uno de los dos colectores con el acueducto: El fondo del colector de Mixcoac tiene en su punto de eruzamiento una acotación de 7.330, el diámetro es de 0.50 y el espesor de la pared del tubo 0.041, por con- siguiente el trasdós del colector tendrá una acotación de 7.871; la par- te superior ó trasdós del acueducto en el mismo punto de cruzamiento tiene una acotación de 11.056 á la que hay que descontarle sucesi- vamente 0.18 que es el espesor del concreto en la bóveda, 1.90 que es el diámetro vertical del acueducto, y 0.30 que es el espesor del con- creto en la parte baja; hechas las operaciones obtenemos que el punto más bajo de toda la obra del acueducto en el lugar en que lo estamos considerando tiene una acotación de 8.676. Si comparamos este núme- ro con 7.871 veremos que hay una capa de 0.805 de tierra que que- dará interpuesta entre el colector y el acueducto, no hay por lo tanto ninguna obra extraordinaria que ejecutar en este lugar, solamente lle- var la excavación muy bien ademada para no provocar una cuarteadu- ra del acueducto durante la construcción del colector, cosa que sería muy poco probable, pues hay que tener en cuenta que la cepa para el colector tendrá solamente 0.80 de anchura y en este espacio tan corto el acueducto se sostiene por sí solo; bastará como he dicho ademar la excavación para evitar que un derrumbe haga peligrar el acueducto. En el cruzamiento con el colector de San Pedro las condiciones son distintas; allí la acotación del fondo del colector es de 7.920 y como el tubo es de 0.45, el trasdós tendrá 8.411; el trasdós del acueducto está á 10.358, si á este número le restamos como antes los espesores y el diámetro vertical del acueducto, tendremos 7.978; comparando esta ci- fra con 8.411 se verá que el colector quedará interceptado por el acue- ducto en una altura de 0.433, razón por la cual habrá que construir un sifón que tenga 0.60 de caída, sifón que se hará con tubo de acero, tanto para su mejor funcionamiento cuanto para alejar por completo el peligro de filtraciones que pudieran contaminar el agua del acuedue- to. En la parte baja de este sifón claro es que podrán producirse azol- ves, pero esto se combate fácilmente poniendo un tanque lavador en el extremo superior del sifón ó bien una compuerta en el pozo de visita 240 GABRI£L M. OROPESA. inmediato anterior, para almacenar dentro del mismo colector y de las atarjeas bastante cantidad de agua, que levantando la compuerta en un momento dado, puede dar un golpe de agua sobre el sifón lo mismo que podría hacerlo el tanque lavador; por cualquiera de estos dos me- dios no habrá peligro de que el sifón se azolve. El presupuesto general de las obras proyectadas consta al pie de la tabla adjunta; por este presupuesto -se ve que el costo total es de $ 257,513.84; si este número se divide por el número total de metros cuadrados de terreno se tendrá un recargo de $0.06 por cada metro cuadrado, cantidad verdaderamente insignificante si se compara con el inmenso beneficio que proporcionarán las obras del saneamiento. México, Septiembre 12 de 1909. MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVII. LIGERAS CONSIDERACIONES ACERCA DE LA DETERMINACIÓN DE LAS SUPERFICIES POR MEDIO DE LA CUADRICULA Por el Ingeniero Gustavo Durán, M.S. A, Los diferentes procedimientos para la determinación de las superfi- cies y que pueden considerarse comprendidos en una de las tres cla- ses en que estos se dividen: numéricos, gráficos y mecánicos, tienen, según el caso, su aplicación bien definida y sus ventajas más ó menos grandes. De todos, los numéricos merecen por su misma naturaleza el concepto de ser los que alcanzan una mayor precisión, por operarse con los datos tomados directamente del campo, teniendo sobre los otros, la gran ventaja de eliminar uno de los factores que influyen muy directamente en lo que á precisión se refiere, cual es el de la aprecia- ción individual en las medidas directas sobre el plano. Para el procedimiento numérico, cualquiera que sea la época en que se opera y cualquiera que sea el operador los resultados son invaria- blemente iguales, puesto que se trabaja siempre con datos suministra- dos por el mismo levantador, y que éste ha tomado directamente del campo. Para los procedimientos gráficos, en que se cuenta además de la in- certidumbre natural é inevitable de las medidas tomadas en el campo, con la inherente á precisión en cuanto á apreciación se refiere, las cau- sas que motivan la incertidumbre en los resultados finales, están en proporción creciente, dando además por resultado, la variabilidad en superficies para distintos operadores. Debe tenderse, pues, á buscar la forma más práctica para lograr un medio adecuado á las circunstancias y que facilitando la operación ma- 242 GUSTAVO DURAN. terial, dé resultados lo más preciso posibles y exentos hasta donde más se pueda de los errores motivados, ya sea por el trazado de las líneas auxiliares que en los diferentes procedimientos se emplean; por la di- visión inmoderada de la porción por calcular; por la mayor ó menor precisión y aproximación de las lecturas en la regla graduada emplea- da para operar sobre el plano, y según la relación de la escala ó por otras causas mil que influyen directamente en el resultado final. La descomposición de la figura resultante de la construcción del plano, en otras capaces de serles aplicadas fórmulas que den la super- ficie en función de los elementos que gráficamente son tomados del plano, acarrea errores propios de la operación material y otros errores difíciles de eliminar del todo, puesto que provienen de la apreciación individual, que como he indicado antes es un factor muy variable y que alcanza en no pocas veces una cifra considerable que afecta en mucho la precisión y seguridad en los resultados. Los planímetros, que entre los procedimientos mecánicos, se distin- guen por la facilidad de su aplicación y la ventaja de que puede ope- rarse sobre las líneas de un perímetro por sinuoso que este sea, son aparatos ingeniosa y hábilmente combinados que casi automáticamen- te permiten llegar á la medida de las superficies, aun cuando si bien es cierto que su empleo exige sumo cuidado, dependiendo en mucho la bondad de los resultados, de la experiencia del operador. El operador experimentado, logra una gran rapidez en sus operacio- nes y una aproximación que reduce el error probable á un ¿py en las superficies obtenidas con estos aparatos y más aun operando con el planímetro de Coradi ó planímetro de rodillo, por ser este planímetro superior al polar y al de disco. En el de Coradi, la regularidad de la rodada y del deslizamiento del rodillo que permanece constantemente en contacto con la superficie plana y homogénea del papel; la redue- ción del deslizamiento que siempre es causa de pérdida de precisión, y la amplificación del arco desarrollado por la rodada para una misma superficie, son factores que ejercen poderosa influencia en favor de la bondad de los resultados. No entraré en consideraciones acerca de las ventajas ó inconvenien- DETERMINACION DE LAS SUPERFICIES. 243 tes de los planímetros, pues sería alargar demasiado estos pegueños apuntes. Bástame indicar aquí la necesidad en favor de la bondad de los resultados, de operar siempre sobre una superficie bien horizontal, determinar cuidadosamente la constante del aparato que tan directa- mente influye en los resultados, y colocar éste con el fin de que no mienta, de manera que la posición de la varilla índice esté con rela- ción á la varilla polo en una posición normal, ó que para el de rodillo, el aparato esté según la diagonal de la figura. La cuadrícula que quizá también podemos agrupar entre Jos proce- dimientos mecánicos para obtener las superficies, la estimo útil y ven- tajosa en un buen número de casos, teniendo sobre los planimetros el predominio innegable de que á su muchísimo menor precio se une una gran precisión. El planímetro es un aparato relativamente costoso, complicado y de- licado como todo instrumento arreglado para funcionar según combi- naciones mecánicas. La cuadrícula, por el contrario, es un auxiliar sencillo, de fácil ma- nejo y que carece de combinaciones mecánicas. La cuadrícula está formada de un simple cristal en el que se han grabado un número n de cuadros. El Sr. Ingeniero D. Alfredo Martínez acaba de patentar una cuadrí- cula por él formada, y que indudablemente viene á llenar un gran vacío. La cuadrícula que tengo la satisfacción de presentar, es la formada por el Sr. Martínez y está, como fácilmente puede verse, cuidadosa- mente dividida. Con toda claridad se perciben los ejes coordenados divididos del 0 al 22 para las abscisas y del 0 al 17 para las ordenadas. De número á número, ó sea de centímetro á centímetro están traza- das líneas paralelas, formándose por lo tanto cuadrados de un centí- metro por lado que se notan perfectamente limitados por líneas rela- tivamente gruesas. Cada uno de estos cuadros está á su vez dividido en diez partes iguales, por líneas más delgadas, formándose cuadrados de un milímetro por lado. Para mayor facilidad y evitar hasta donde 244 GUSTAVO DURAN. sea posible los errores de lectura, el grabado está hecho de manera que la línea que define los medios centímetros tiene un grueso inter- medio entre las que definen los centímetros y las que marcan los mi- límetros, estando la numeración puesta en los cuatro lados de la cua- drícula. Como se nota, el aparato no puede ser en sí, ni más sencillo, ni más cómodo para su uso. Su aplicación no es menos fácil. En tesis general, con la cuadrícula se obtiene la superficie por me- dio de las coordenadas de los vértices le los puntos que definen las diferentes inflexiones de la figura que limita la porción cuya superfi- cie se pretende determinar. Bastará, por lo tanto, sobreponer el eris- tal á la figura, dándole á éste la inclinación ó posición relativa que se desee, aun cuando es más conveniente para el caso de reconstruir las lecturas, hacer coincidir uno de los ejes con uno de los lados del perímetro de la figura y poder así identificar las lecturas. Sobrepuesta la cuadrícula no quedará por hacer sino las lecturas, en el sentido en que se mueven las manecillas de un reloj, de la abs- cisa y ordenada para todos y cada uno de los vértices formados por las diferentes inflexiones de la figura. De esta manera se obtiene la doble superficie según la fórmula 25 = Y, (Xy — X2-1) en la que S es la superficie, X é Y la abscisa y ordenada respectiva- mente de los vértices, y n el número de éstos. Las lecturas sobre la cuadrícula, apreciándose en milímetros y frae- ciones de milímetro, dan resultados en milímetros cuadrados, unidad muy fácil de reducir á metros cuadrados según la escala de dibujo. Hechas las anotaciones de las coordenadas según el orden metódi- eo en que las lecturas se van ejecutando, se combinarán restando las abscisas según la indicación de la fórmula, no perdiendo de vista por ser de suma trascendencia, el tener en cuenta el signo que debe co- rresponder á las diferencias, para multiplicar en seguida las del mis- mo signo por las ordenadas respectivas y obtener así dos productos, DETERMINACION DE LAS SUPERFICIES. 245 uno afectado del signo más y otro del signo menos, cuya diferencia numérica dará la doble superficie. Con la cuadrícula puede, sin esfuerzo alguno, lograrse en las lectu- ras una apreciación hasta de un décimo de milímetro. Si á la sencillez de la cuadrícula se agrega la simplificación de las operaciones numéricas con el empleo de las tablas ó de las máquinas, se comprenderá cuán ventajoso resulta el uso de la cuadrícula. La cuadrícula y el aritmómetro combinados, reducen el trabajo men- tal á su más simple expresión, convirtiendo el trabajo intelectual en uno meramente mecánico, con la ventaja de que se obtienen resulta- dos que alcanzan una gran precisión. Para los casos de determinación de superficies de figuras geométri- cas regulares, la operación se simplifica aún más, puesto que las fór- mulas que dan las superficies en función de ciertos elementos, indican cuáles convienen tomarse con la cuadrícula, simplificando así las ope- raciones y haciendo más práctico el empleo de la cuadrícula de vidrio. México, Noviembre 8 de 1909. ¿Ted Mina PA É Ñ % se ' A AA AAA PR E DOE A de E als E ¡dh AS ca pa a :N ol A A ] E HEAD pa OIE SUENA bata de Mo Jl y da a IA A A cda MN UAT ” Y A id A E o RD EE AA A Aia Miro ad FUN AA NN alo du juanib .s 01m) pre A ao A aún o ala E 03 it AA Fe ahegos nl Ed OS de PA NA] MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVII. NOTAS MINERALOGICAS SOBRE EL DISTRITO DE GUANAJUATO Por el Dr, E. Wittich, M.S, A. 1. Sobre la existencia del Bismuto en la Sierra de Santa Rosa, Guanajuato. La Sierra de Santa Rosa, la parte septentrional de la Sierra de Guanajuato, zona montañosa compuesta de corrientes de Andesitas y Rhyolitas, baja por el Norte hacia la Sierra de San Antón de las Mi- nas, en varios escalones planos. Los diferentes escalones por su parte son atravesados por líneas de dislocación transversales, de modo que el paisaje no presenta el aspecto de una región típica de fracturamien- to en escalones. Los diferentes escalones acompañan á líneas ó zonas de trituración, cuyo rumbo es aproximadamente paralelo á la direc- ción principal de la sierra, es decir, en lo general N. 502W. En esa linea de dislocación fué descubierta hace años, en las cercanías del rancho de Calvillo, una veta, rica en bismuto. En exploraciones mi- neras posteriores fueron encontradas dos más de dichas fallas con bis- muto. Las dos dislocaciones tienen un rumbo aproximado de N. 502W. con un echado de 6095. distando una de la otra más ó menos 35m. En un socavón de 120 m. de largo ambas fueron cortadas transversal- mente, á la distancia de 80 m. y 115 m. de longitud total de la obra. Ambas demuestran planos lisos de dislocación, las Rhyolitas del pani- no están quebradas en fragmentos grandes en forma de cuña, que se encuentran como “intermedios” en las zonas de fracturamiento;; éstas tienen un ancho aproximadamente de un metro. La verdadera veta bismutífera se encuentra en medio de esta zona y está encerrada com- pletamente por salbandas de arcilla. Tiene un ancho variable; el mayor espesor, unos 50 á 60 em., lo alcanza la veta de la segunda disloca- ción. Esta es una veta cuarzosa irregular, impregnada de los minera- 248 E. WITTICH. les de bismuto y atravesada por fajas y cuerpos irregulares de Galapic- tita (también Esmectita, silicato de alúmina hidratado amorfo) en la cual se encuentran con frecuencia los cristales de Guanajuatita y de otros minerales. La masa principal de la Guanajuatita, el mineral de bismuto más importante de estas vetas, está íntimamente ligada con el cuarzo, al lado de ella se encuentran todavía algunos otros minerales de bismuto, pero todos estos no han sido analizados en estado puro. La Guanajuatita es el seleniuro de bismuto, á la cual corresponde teóricamente la fórmula Bi, Sez, pero en los análisis ha resultado siem- pre un pequeño contenido de azufre, que sustituiría, pues, en parte al selenio. Frenzel encontró en la Guanajuatita 67.38 Bi 24.13Se 6.60 S Mallet UL y 65.01, 34.33, 0.60, Dana INES E 68.86 ,, 25.50, 4.68 ,, Para la Guanajuatita libre de azufre se obtiene por cálculo el resultado: 63.7 ,, 36.3 ,, Según los resultados obtenidos por Dana y Frenzel puede dársele á la Guanajuatita la fórmula 2Bi,Sez + 4Bi,S3. Los cristales son rómbicos columnares, según COP, hasta ahora se han observado las siguientes caras: COP, coP 00, co Poo, coPm, mP 00. Los cristales alcanzan hasta 2 cm. de longitud y 2 mm. de es- pesor. Su color es rojizo de níquel metálico, su peso específico es de 6.25 á 6.97, su dureza 2.5 4 3. La Guanajuatita fué descubierta por el Prof. Vicente Fernández en el año de 1875 y descrita en la “República,” Periódico Oficial del Estado de Guanajuato. Frenzel dió al mineral el nombre de “Selenwismut- glanz;” más tarde Dana lo llamó Frenzelita, y por fin Domeyko lo de- signó como Castillita. Hoy se ha aceptado universalmente la denomi- noción de Guanajuatita, que le fué dada por el descubridor. Literatura: V. Fernández, “La República,” Guanajuato, 1873, Ju- lio 13. A. del Castillo, La Naturaleza, 11, 1873, p. 274; idem, N. Jahrb, f. Min. 1874, p. 225. NOTAS MINERALOGICAS. 249 Frenzel, N. Jahrb. Min., 1874, p. 679. Domeyko, Mineral, Chile, 1879, p. 310. Mallet, Amer. Jour. Sci., 3d ser., vol. XV, 1878, p. 294. Dana, System of Mineral. p. 38. 6.'* Ed. 1898. Aguilera, Bol. del Instituto Geol. de México, núm. 11, 1898. Otro mineral bismutífero fué descrito primero por Frenzel y Navia bajo el nombre de Silaonita. Más tarde demostró H. D. Bruns que sólo se trataba de Guanajuatita mezclada con bismuto metálico. Literatura: Frenzel y Navia, “La República,” 1873. H. D. Bruns, Chemic. News, XXXVIII, 1878, p. 109. Según Frenzel se encuentra en la mina “La Industrial” también la Bismuto—esferita Bi, (CO,)s. Weisbach publicó el análisis siguiente: A veces se presenta este mineral en pseudomórfosis según un mine- ral tetragonal. El peso específico es 7.64. Literatura: Frenzel, Mineralogisches. N. Jahrb. f. Min., 1873, p. 801. Idem, Mineralogisches. N. Jahrb. f. Min., 1874, p. 679-681. Weisbach, Mineralog. Notizen Il, N. Jahrb. f. Min., 1882, p. 254. De otra muestra el análisis dió el resultado siguiente: a EA NR A SACA 70.9 %, DI A IRA AN ARES UD NS. FA E AA A a DS 0.27 ,, A o cielo ela e clio che ela eel SS ER EOad o terminado. anelalo jaajololala visioioldietajaje 0 0.36 ,, Además se menciona Bismutinita selenífera, á la cual corresponde la fórmula Bi,S,+Bi,Sez. Parece como si existiera una serie de mine- rales bismutíferos que quizá sólo fueron mezclados mecánicamente. Como á causa del resultado poco favorable nunca ha estado la mina en trabajo 4 mayor escala y ahora está parada desde hace largo tiem- po, no se produce material nuevo y así no es posible estudiar los dife- rentes minerales de bismuto de una manera más detallada. De otros minerales se encuentran en las vetas bismutíferas sobre 250 E. WITTICA. todo cristales de cuarzo que alcanzan una longitud hasta de 10 cm. Con frecuencia muestran formas irregulares de crecimiento, cavida- des, inclusiones de líquidos; cuarzo en forma de cetro y cuarzo estria- do no son raros; las caras más comunes son COR,+R, á veces 16R. Al lado de cristales de cuarzo se encuentra con frecuencia Fluorita, de por si bastante rara en las vetas argentíferas de Guanajuato. Las cavi- dades de la veta así como las pequeñas grietas, hasta del panino, es- tán revestidas ó rellenadas de Fluorita. Los cristales demuestran sólo 00000, raras veces caras según mOm, los cristales alcanzan una longitud casi hasta de 1cm.; generalmente son transparentes como agua, ó verdosos, raras veces azules; tintas violetas no se encuentran. Raras veces se hallan vetillas de Fluorita con Pyrita en la veta prin- cipal. Menos frecuente es la Baritina, también mineral muy raro en las vetas argentíferas de Guanajuato, que aquí se presenta con bastante frecuencia en las cavidades de la veta bismutífera. Los cristales que alcanzan una longitud hasta de 2cm. muestran una estructura zonal y están siempre desarrollados en forma de láminas á causa de la predo- minancia de OP. El metal más frecuente es la Pyrita; generalmente forma vetillas in- dependientes, y junto con la Fluorita rellena las grietas y diaclasas del panino; se encuentra en forma de pequeños cubos en la Galapie- tita, así como ligada con la Guanajuatita. Como productos de su des- composición resultan Limonita, alcaparrosa y azufre que revisten las paredes en las minas. Además se encuentran ocasionalmente bolsitas y cuerpos irregulares de Molybdenita, tanto en la veta como en la Ga- lapictita. También se presenta Mispikel en pequeños grupos de cris- tales. En la colección del Colegio de Guanajuato existen fragmentos de Jo- seita no cristalizada Bi.(TeS) hasta ahora sólo conocida del Brasil. Como en la mina El Nayal una vez se ha encontrado telururo de oro, no es imposible queo casionalmente se haya presentado también telu- ruro de bismuto. La mina de bismuto La Industrial fué trabajada hace algunos años, A AN Á P e sii ROT É / mu p 9 . NOTAS MINERALOGICAS. 251 pero después fué abandonada á causa de su contenido de bismuto poco considerable; así como por la falta de un mercado para el producto. Cerca de ella se han descubierto últimamente otras vetas de bismuto. Vetas de bismuto existen también en las cercanías de León, Guana- juato, Aguscalientes y otros lugares del rumbo. Bismuto en combina- ción con selenio fué hallado hasta ahora sólo en la Sierra de Guana- juato. II. Descubrimiento de la Raspita en América La Raspita PbWO, fué descubierta el año de 1897 en los minerales de la mina de Broken Hill en Nueva Gales del Sur; hasta ahora no se había encontrado este mineral en ninguna otra parte. En mis viajes en la Sierra de Guanajuato hallé por primera vez en el continente de América también la Raspita en una mina de estaño abandonada, si- tuada en el Cerro del Estaño. Este mineral se presenta aquí exactamente como en Broken Hill, es decir, en pequeñas hojas cristalizadas ó en grupos de cristales repar- tidos en los dos respaldos de una veta de estaño, igualmente en polvo de un color amarillo de yema y también en pegaduras delgadas. Los + €ristalitos son de un color amarillo-pardo con lustre de diamante. La forma de los cristales no puede determinarse exactamente, pero la extensión oblicua en los nicols prueba su cristalización clinorómbica. Por un análisis químico se dejan demostrar los elementos del P—WO,, el tungsteno puede reconocerse fácilmente con un tratamiento con HCI. Resulta una solución amarilla que pasa al azul claro; con H,S se puede demostrar la presencia del plomo. No pudo hacerse un análisis cuantitativo del mineral por no tener cantidad suficiente. La Raspita de Broken Hill da el resultado siguiente: 49.06 WO,, 48.32 PbO 1.43 Fe,O; y trazas de MnO. Según Hlawatsch' lay que añadir á los caracteres mencionados que 1 Hlawatsch, C.—Ueber Stolzit und ein neues Mineral Raspit von Broken Hill, Annal. d. Wiener Hofmudseums XII, 1897, p. 38. Hlawatsch, C.—Ueber Stolzit und Raspit von Broken Hill. Zeitschr. f. Krys- tallographie 1898, Bd. 29, p. 130; Bd. 31, 1899 p. 8. Memorias, T. XXVI1I/, 1909-1910, —17 252 E. WITTICH. el mineral tiene el crucero en el sentido de las caras del ortopinacoide y que la dureza no es más que 2.5. Que la hoja lustrosa se compone de verdadera Raspita y no de Stol- zita, mineral de la misma composición química, lo comprueban los cristales monoclínicos; la Stolzita está cristalizada en el sistema tetra- gonal. Pero probablemente los polvillos amarillos y las pegaduras son de Stolzita. De la misma manera los dos minerales se hallan juntos tam- bién en Broken Hill. Los minerales de tunsgteno se forman muchas veces en los criade- ros de estaño, es decir, en vetas de granito. Como el estaño se encuen- tra siempre en estas vetas intrusivas de un magma bastante ácido y como es siempre un mineral singenético, probablemente se ha forma- do con ayuda de gases pneumatolíticos. En la República la Wolframita se ha hallado junta con el estaño en el¡Estado de Durango; fuera de este distrito el wolfram es muy raro. Se- gún Aguilera! hay minerales de tungsteno en México solamente en los puntos siguientes: Wolframita en Durango. Scheelita en la Baja California. Cuprotungstita en la Baja Baja California, distrito de la Paz. UL Silicatos raros de la Veta Madre de Guanajnato. Durante la explotación minera en tiempos anteriores se encontra- ron en la Veta Madre de Guanajuato al lado de los minerales comu- nes de la ganga y de los ricos metales de plata, tres diferentes silica- tos muy raros, á saber: la Valencianita, el Berylo y la Datolita. La parte de la Veta Madre en que ocurrieron estos últimos minera- les, se extiende desde la mina Valenciana por el Noroeste hasta la mi- na Sirena por el Sureste. La veta metalífera forma una matriz brecho- sa que rellena una falla entre las pizarras y el conglomerado rojo. En 1 Aguilera, Bol. Inst. Geol. de México No. 11, 1898. Mo A NOTAS MINERALOGICAS. 253 este tramo su espesor es de varios metros, mientras que en las labores más profundas es considerablemente mayor, allí se intercalan frecuen- temente intermedios. Valenciamito.—En los socavones profundos de la mina Valenciana se encontró ya en los tiempos de Humboldt la mencionada Valencia- nita; desgraciadamente nunca se ha determinado la profundidad exac- ta de la localidad ni su posición. El Tiro General y el Tiro Esperanza eran los dos únicos lugares en que se halló aquel silicato. La Valencianita se presenta en una matriz brechosa sobre cuarzo; en muchos casos la parte baja de la veta es cuarzo y la superior Va- lencianita. En la veta se encuentran con frecuencia todavía fragmentos de las pizarras del bajo. La Valencianita por su parte está cubierta de cristalitos de cuarzo, Dolomitas y en un caso de pequeños Berilos. Ge- neralmente se presenta la Valencianita en grupos de cristales de un color blanco puro. Según su constitución química y mineralógica la Valencianita se tiene que considerar como una variedad de Adulari- ta. Los cristales presentan en lo general las caras T y + como forma predominante, P es siempre muy pequeño; el hábito cristalográfico di- fiere pues algo del de la Adularita. Los cristales alcanzan un tamaño considerable hasta unos 8 cm.; como consecuencia de la formación po- lisintética de los gemelos las aristas de T—xw producen siempre una línea en Zig Zag. Los mineros conocían este singular mineral desde hace mucho tiem- po; se dice que el administrador de la mina Valenciana, Casimiro Cho- vell, lo ha descubierto y durante largo tiempo se le conocía bajo el nombre de cuarzo romboidal. En honor de su descubridor Chovell que más tarde pereció en la guerra de la independencia, ' el mine- neral fué llamado Chovelia durante largos años. Humbodt?* lo reco- noció como una variedad de la ortoclasa. Según Dana un análisis de la Valencianita dió el siguiente resul- tado: 1 Ramírez. Datos para la Historia del Colegio de Minería, 1890, p. 218. 2 A.y. Humboldt, Ensayo político III. 254 E. WITTICH. SO Lts coo TS Alda E 00d MO LE CIÓN 66.82 AO a o da Na de eos AR 17.58 UN E e . 14.80 Fe Or a id AS oe OD GUA 0.09 99.29 Es pues un silicato de potasa y alúmina casi puro. Las condiciones cristalográficas son brevemente las siguientes: P— M = 87% M—T = = 579.5; P— T,= 67%. Determinante para el hábito cristalográfico es Tx, mientras que la cara P es secundaria.” Adularitas de otrasilocalidades se distinguen algo de la Valencianita por su composición y su forma cristalográfica. Así Adularitas de Elba dieron el resultado siguiente: SO rd RS Sia 63.80 O A A a O roo 21.00 E DO A A A AA 13.80 esto. qei rn di tl OS AS VEN 1.40 Otra localidad de la Valencianita se encuentra en la pendiente orien- tal del Cerro de la Sirena. En donde la Veta Madre se junta con la Veta Amparo en los escalones de andesita del citado cerro, nume- rosas vetas de cuarzo atraviesen el bajo. Estas vetas son extraordina- riamente angostas, apenas tienen un espesor mayor que el grueso de un dedo; en su interior tienen pequeñas cavidades rellenadas de Va- lencianitas. Los cristales alcanzan muchas veces el tamaño hasta de medio centímetro y son idénticos con los de la mina Valenciana. Es notable que al principio tienen un color rosado, expuestos á la luz pierden pronto su color y por fin queda sólo una tinta amarillenta. La localidad fué descubierta por el Sr. L, Laux. Según una indicación del señor Ingeniero Ponciano Aguilar la Va- lencianita fué encontrada alguna vez también en la mina Caliche cerca de Cata. También esta Valencianita se asemeja á la de Valenciana respecto á su hábito y posee el mismo color rosado que la de Sirena, y este color se pierde igualmente en la luz. 1 Plattner, Chemische Unters. d. Valencianits von der Grube Valenciana.— Poggend. Ann. d. Phys. u. Chemie, 1839, p. 299; 1841, p. 145; 1847, p. 479. Breithaupt, Valencianit.— Schweiggers Journ. 1830, p. 322. / ¿e : ¿EN NOTAS MINERALOGICAS. 255 Berylo.— Como mineral nuevo para la Sierra de Guanajuato encon- tré asociado con la Valencianita el Berylo Be Al, (SiO;)5. Ocurre en los cuarzos de la matriz, tanto dentro de la Valencianita misma en gru- pos radiantes de cristales, como sobre las Valencianitas en forma de cristalitos exagonales con P, OP. Hasta ahora el Berylo se ha encon- trado en pocos ejemplares en el Tiro General de Valenciana. Segu- rarfíente ocurre con mayor frecuencia, yo lo encontré p. e. en el terrero de la mina, pero como es poco vistoso escapa fácilmente á la vista. La determinación definitiva del mineral la pude hacer gracias á la bon- dad del señor Ingeniero J. D. Villarello, Subdirector del Instituto Geo- lógico, que mandó analizarlo. El Berylo sin duda se ha formado si- multáneamente con la Valencianita ó inmediatamente después. Hasta ahora se conocía el Berylo resp. su variedad la Esmeralda sólo en la Sierra Gorda, Guanajuato”; otra parte de la República donde se en- cuentra es Tejupilco, Méx. Se cita también de Placer de Guadalupe, Mun. Aldama, Chih., pero esto es un error; el Sr. Aguilera mandó en el año de 1905 al Sr. Ing. Ramiro Robles á aquella localidad para inves- tigarla, pero este trajo la noticia que allí nunca se había encontrado Berilo; en el año de 1905 el lugar fué visitado por el Sr. Aguilera y el Dr. Bóse, que llegaron al mismo resultado. El que trajo el Berylo que se decía procedía de Placer de Guadalupe fué un gambucino ame- ricano que vino de Nuevo México y es probable que haya traído el ejemplar de los Estados Unidos. Datolita.—El último de los tres silicatos es la Datolita Ca (BOH) SiO, que fué descubierta como gran rareza en la mina Caliche y esto en muy pocos ejemplares según sé. Los cristales se encuentran sobre espato calizo (FR) y cua:zo. Alcanzan más de medio centímetro de longitud y presentan numerosas caras, pero su hábito cristalográfico difiere al- go del de la variedad común. Los ortodomas 102 y clinodomas 013, 012 determinan el hábito; hasta ahora fueron observadas las caras 100, 010, 320, 110, 120, 130, 103, 302, 013, 012, 011, 111,115, 114, 1 Aguilera, Bol. d. Inst. Geol. de México, no. 11, 1898, C. F. de Landero, Sinopsis mineral. 1888. + Me Mito Z 256 E. WITTICH. 113, 112, 111, según las medidas de Farrington * y Dr. Waitz. Hay que corregir la indicación de Farrington respecto á la localidad; él dice (1. c.) que los ejemplares provinieron de la mina San Carlos, mien- tras que en realidad se encontraron en la mina Caliche entre Cata y Valenciana. La Mina de San Carlos produjo á su tiempo Aguilarita* pero no Datolita. Los ejemplares encontrados se conservan en la co- lección del Colegio de Guanajuato, en la colección particular del se- ñor L. Laux y en el Museo del Instituto Geológico Nacional. La cuestión es ahora saber cómo se han formado estos tres silicatos tan diferentes en un criadero epigenético típico como lo es la Veta Ma- dre de Guanajuato. No cabe duda de que la veta resp. sus cuarzos y espatos calizos se formaron de depósitos de soluciones calientes; lo mismo se debe decir de los metales. Para los silicatos menciona- dos se tiene que suponer naturalmente el mismo origen, quizá bajo la influencia de elementos mineralizadores y bajo condiciones físicas particulares. En favor de esto hablan las observaciones en la natura- leza, asi como las experiencias en la producción artificial de los tres silicatos mencionados. Las condiciones más sencillas existen en la Datolita. Esta se en- cuentra con frecuencia en rocas eruptivas asociadas con Zeolitas, pero también en vetas de fierro, etc. Groddeck* ha dado una lista de los criaderos de éstas y cita entre otros, Datolita del panino de los criade- ros de fierro de Andreasberg, Harz, Alemania, y de los criaderos de Magnetita de Arendal, en Noruega. La constitución química de la Datolita es O á la de las Zeo- litas, como se ve por el análisis siguiente: 1 0. C. Farrington, Datolith from Guanajuato.—Amer. Jour. Sci. 1898, 4 th ser., vol. V, p. 285. 2 Groddeck, Kurze Uebersicht d. geol. Vork. d. Bormineralien,—Zeitschr, d. Deutsch. geol. Ges., Bd. 39, 1887, p. 253. NOTAS MINERALOGICAS. 257 Los componentes de la Datolita: agua, ácido silícico y cal, están muy distribuidos en la naturaleza, una combinación con el ácido bórico, químicamente tan activo, es fácilmente posible. No es preciso pues una temperatura muy alta para que las reacciones y respectivamente la com- binación de estos diferentes elementos formen Datolita. Asi observó Daubrée * en los manantiales termales de Plombiers, Francia, Datolita recién formada en una solución de no más de 50%C. Aplicando esto á la Datolita de la Veta Madre se podría suponer que soluciones minerales con B (OH); de alta temperatura sin estar sobre- calentadas hayan causado la formación de la Datolita. La presencia del ácido bórico en la Veta Madre nos ofrece también una indicación respecto al origen de los otros dos silicatos, el Berylo y la Valencianita. El Berylo tiene teóricamente la siguiente composición. Con estos componentes se le ha reproducido artificialmente de la manera siguiente: de BeAl (SiO) recién precipitado con ácido bórico calentado á 1,700%C. obtuvo Traube * cristalitos exagonales de Berylo. La cristalización del Berylo tuvo pues lugar en presencia de ácido bó- rico, ciertamente á una temperatura muy alta. En la naturaleza seme- “jante acontecimiento puede verificarse naturalmente á una tempera- tura más baja porque á la profundidad existe una presión mucho mayor y además otros reactivos pueden ejercer influencias. Una tem- peratura más baja la indica también la circunstancia de que cristales de Berylo se encontraron asociados con Dolomitas en las Valencianitas, Como el Berylo ocurre íntimamente ligado con la Valencianita en la Veta Madre, se tiene que suponer para ésta el mismo origen. Ortocla- sas se han obtenido artificialmente sólo de soluciones, por lo menos 1 A, Daubrée, Etudes synth. de géol. expérim. Paris, 1879, p. 72 y sig. 2 Traube, N. Jabrb. f. Min. 1834 Bd. 1, p. 275. 258 E. WITTICH. parece que de masas fundidas han resultado únicamente plagioclasas. De soluciones ó en presencia de agua obtuvieron Friedel y Sarasin' cristales de Adularita bajo las siguientes condiciones: una mezcla de potasa cáustica, silicato de alúmina y agua fué calentada en tubo cerra- do hasta el rojo; después de algún tiempo se formaron cristales bien des- arrollados de Adularita. Para poder comparar más fácilmente esta Adu- larita artificial damos aquí el resultado de su análisis junto con los de Valencianita natural y de Adularita natural de Elba: Adularita artificial. Valenciavita natural. Adularita natural de Kiba. MO ae . 70.02 66.82 63.80 ARO 15.59 17.58 21.00 AO E 14.38 14.80 13.80 La Valencianita natural es, pues, el mineral que más se aproxima químicamente á las Adularitas artificiales. Koenigsberger y Múller? llegaron en sus estudios al resultado: los feldespatos pueden cristalizar sólo en presencia de CO, y á una tem- peratura de más de 820%c., como productos de una reacción de los ele- mentos de la roca. Como el límite inferior de la temperatura durante la formación de la Valencianita debemos suponerun poco más de 320%c., tampoco cabe duda de la participación de elementos mineralizadores; uno de éstos fué probablemente B(OH); lo que indica la presencia de la Datolita. Es posible que también el fluor influyó, éste se encontró en aquel tramo de la Veta Madre en forma de Fluorita. 1 Friedel et Sarasin, Sur la production artificielle d'une matitre feldspati- que.—Bull. Soc. min. France, 1879 t. 11 p. 158, 1881 t. IV p. 171, 1890 t. XII p. 129. 2 Koenigsberger u. Miiller, Versuch iiber die Bildung von Silicaten.—Cen- tralbl. f. Min., 1906 Heft 11, 12. MINERALOGISCHB NOTIZEN UBER DEN MINENDISTRIKS VON GUANAJUATO Von Dr. EH. Wittich, M. S. A. 1. Ueber das Vorkommen von Wismut in der Sierra von Santa Rosa, Guanajuato. Die Sierra von Santa Rosa, der nórdliche Theil der Sierra von Gua- najuato, ein aus Andesiten und Rhyolitdecken bestehender Gebirgszug, fállt nach Norden in mehreren flachen Staffeln ab gegen die Sierra de San Anton de las Miras. Die einzelnen Staffeln sind durch quere Stórungslinien wieder durchkreuzt, so dass das Bild des Staffelbruches dadurch verwischt wirt. Die einzelnen Stufen begleiten Zertrúimmer- ungslinien resp. Zonen, die der Hauptrichtung des Gebirges annáhernd parallel laufen, ihre Richtung ist im Allgemeinen N50W. In einer solchen Dislokationslinie wurde vor einer Reihe von Jahren in der Náhe des Ranchos Calvillo eine Veta entdeckt, die reich an Wismut war. Bei spáteren bergbaulichen Unternehmungen wurden zwei solcher Verwerfungslinien mit Wismuterzen angetroffen. Die beiden Disloka- tionen verlaufen ca. N509W, bei einer Neigung von 6095, mit Distanz von durchschnittlich 35m. In einem Socavon von 120 m. wurden beide quer durchschnitten, bei 80 und 115 m. Beide zeigen glatte Dis- lokationsflichen, die umgebenden Rhyolite sind in gróssere Keilstiicke zerrissen, die als Intermedios in den etwa 1m. breiten Verwerfungs- zonen stecken. Der eigentliche Wismut fiihrende Erzgang zieht mitten durch diese Partie, ringsum eingehúllt von Lettenbestegen. Er hat wechselnde Breite, die grósste Máchtigkeit, ca. 50-60 em. erreicht der Gang der zweiten Dislokation. Er ist ein unregelmássiger Quarz- gang, der sich mit den Wismuterzen imprágnirt hat und von Bándern und Putzen von Galapictit (auch Smektit, ein wasserhaltiges, amor- 260 E. WITTICH. phes Aluminiumsilikat) in dem oft die Krystalle von Guanajuatit u.a. m. stecken, durchzogen wird. Die Hauptmenge des Guanajuatites, des wichtigsten Wismuterzes dieser Gánge, istin dem Quarz eingebettet; daneben treten dann noch einige andere Wismutmineralien auf, die aber alle noeh nicht in rei- nem Zustande analysirt wurden. Guanajuatit ist das Selenit von Wismut, dem theoretisch die For- mel Bi,Sez zukommt; die Analysen ergaben aber stets einen kleinen Gehalt an Schwefel, der also das Selen z.T. vertritt. Frenzel fand im Guanajuatit... 67.38 Bi 24,13Se 6.605 Mallet ,, ob 65.01 ,, 34.33,, 0.60,, DIAS: 5 68.86 ,, 25.50 .,, 4.68 .,, Berechnet ergiebt sich fiir den schwefelfreien Guanajuatit. 63.7 ,, 36.3 ,, Nach den von Dana und Frenzel beobachteten Resultaten lásst sich der Guanajuatit auffassen als 2Bi,Sez + Bi,S;. Die Krystalle sind rhombisch sáulenfórmignach COP, mitzuschárfen- dem Doma; sie erreichen bis 2 cm. Liáinge und 2 mm. Dicke, bis jetz beobachtete Fláchen sind COP, co P 00, co P vo, co Pm, mP oot. Ihre Farbe ¡ist rótlich nickelweiss. Das spez. Gewicht ist 6.25-6.97, die Hárte 2.5-3. Guanajuatit wurde 1873 von Fernández entdeckt und in “La Repú- blica” dem Boletín oficial des Staates Guanajuato beschrieben. Fren- zel benannte ihn Selenwismutglanz. Spáter wurde das Mineral von Dana Frenzelit genannt, und endlich von Domeyko Castillit, Heute ist die vom Entdecker gegebene Bezeichnung Guanajuatit allgemein an- genommen. Litteratur: Fernández, La República, Guanajuato, 1873, 13 Juli. A. del Castillo, La Naturaleza, II, 1873, p. 274; ders. N. Jahrb, f. Min. 1874, p. 225. Frenzel, N. Jharb. f. Min. 1874, p. 679. Domeyko, Mineral, Chile, 1879. p. 310. Mallet, Americ. Jour. Sci., 3d ser. vol. XV, 1878, p. 294. Dana, System of Mineral. p. 38 6.” Ed. 1898. MINERALOGISCHE NOTIZEN. 261 Aguilera, Bol. Instit. geol. de México, núm. 11, 1898. Ein weiteres wismuthaltiges Mineral wurde zuerst als Silaonit be- schrieben von Frenzel und Navia. Spáter wies H. D. Bruns nach, dass dasselbe nur Guanajuatit sei mit beigemengtem Wismut. Litteratur: Frenzel y Navia, La República 1873. H. D. Bruns, Chemic. News XXXVIII, 1878, p. 109. Bismutosphárit Bi, (CO,), soll nach Frenzel háufig in der Mine La Industrial vorkommen. Weisbach gibt folgende Analyse: Zuweilen tritt es in Pseudomorphosen nach einem tetragonalen Mineral auf. Spez. Gewicht: 7.64. Litteratur: Frenzel, Mineralogisches. N. Jahrf. f. Min., 1873, p. 801. Idem, Mineralogisches. N. Jabrb. f. Min. 1874, p. 679-681. Weisbach, Mineralog. Notizen II, N. Jahrb. f. Min., 1882, p. 254. Eine andere Stufe hatte folgendes Analysenresultat: E A a taa a tera 70.9% MR da cie ias eee il era oia sa maa OS EA TA EUA A Ad a: 0.27, RA A A O 1.8 A AS IS SIT AOS 0.36 Des weiteren wurde selenhaltiger Bismutinit erwáhnt, dem die For- mel Bi,S,Bi.Se, zukommt. Es scheint als ob eine Reihe verschiede- ner wismuthaltiger Mineralien vielleicht nur mechanisch mit einander gemengt vorkommer. Da die Mine infolge ihres geringen Ergebnisses niemals in grósserem Masse betrieben wurde, jetzt sogar schon lange Zeit still steht; wird kein neues Erz gefórdert, und so ist es nicht móg- lich die einzelnen Bi-Mineralien náher zu untersuchen. Von weiteren Mineralien finden sich in den Bi-Gángen vor allem Bergkrystalle, die bis 10 cm. Lánge erreichen. Oft zeigen sie unre- gelmássige Wachstumsformen, Hohlráume, Tropfen eingeschlossener Flússigkeit. Scepter-und Treppenquarze sind nicht selten; die gewóhn- lichsten Fláchen sind R, =R, zuweilen 16R. Neben Bergkrystall fin- 262 E. WITTICH. det sich háufig Flussspat, der in den Silbergángen von Guanajualo ziemlich 'selten ist. Die Hohlriume der Veta, sowie kleine Klúfte, selbst Risse im Nebengestein sind mit Flussspat úberkrustet oder er- fíillt. Die Krystalle zeigen nur 00000, selten noch Fláchen von mOnm, sie zuweilen: erreichen fast 1 cm. Lánge meist sind sie Was- serhell oder grínlich, selten blau, violette Farben kommen nicht vor. Als Seltenheit trifft man Trúmmer von Fluorit mit Pyrit in der Haupt- ader. Weniger háufig ist der Baryt, auch er ist bei Guanajuato ein sehr seltenes Mineral, wáhrend er hier ófter in den Hohlráumen der Quarz- veta auftritt. Die Krystalle, die bis za 2 em. Lánge erreichen, sind zonar gestreift, stets tafellórmig entwickelt durch Vorherrschen von oP. Von Erzen ist das gewóbnlichste der Pyrit. Meist bildet er kleine selbstándige Gánge; mit Flussspat erfúllt er die Risse und Abson- derungsfláchen des Gesteins. In kleinen Wúirfeln tritt er aufin dem Galapictit, sowie zusammen mit Guanajuatit. Aus seinen Zerselzungs- produkten resultiren Brauneisen, Alcaparosa (federiger Eisenalaun) und endlich Schwefel. Des weiteren trifft man gelegentlich Nester oder Putzen von Molyb- dánglanz, Mo S, sowohl in der Quarzveta wie im Galapictit. Ausser- dem findet sich zuweilen auch Mispickel FeSAs in kleinen Krystall- gruppen. Angeblich fand sich auch derber Joseit Bi, (TeS), vor, der bisher nur aus Brasilien bekannt war. Da in der Mine Nayal einmal Tellurgold vorkam; so ist ein gelegentliches Auftreten von Tellurbismut nicht ausgeschlossen. Die Wismutmine La Industrial wurde vor einer Reihe von Jahren betrieben, dann aber des geringen Bi-Gehalles, sowie aus Mangel an geeignetem Absatz wieder aufgegeben. In der Náhe derselben wurden neuerdines weitere wismutfiihrende Vetas angetroffen. Ebenso finden sich Wismutadern bei León, Gto., Aguascalientes und an anderen Or- ten mehr. In Verbindung von Selen scheint Wismut jedoch nur in der Sierra von Guanajuato aufzutreten. A: MINERAROGISCHE NOTIZEN. LES) w Il. Ueber den Raspit, dessen erste Entdeckung in America. Der Raspit PPWO, wurde 1897 in denErzen der Broken Hill Mine in New South Wales entdeckt; bis jetzt blieb dieses Mineral auf diesen einzigen Fundort beschránkt. Bei meinen Reisen in der Sierra von Guanajuato fand ich in einer verlassenen Zinnerzmine am Cerro Es- taño óstlich von Guanajuato gleichsfalls Raspit, zum ersten Male im Kontinent Amerika. Raspit kommt hier vor, genau wie in Broken Hill in kleinen Krystallbláttchen oder Krystalleruppen eingesprengt in dem Salband des Zinnerzganges; ebenso auch als eigelbes Pulver, sowie in dúnnen Pegaduras. Die Krystállchen haben kráftige gelbbraune Farbe und starken, fast Diamantglanz. Ihre Krystallform lásst sich nicht bes- timmen, aber ¡hre schiefe Auslóschung unter dem Mikroskop spricht fúr monokline Krystallform; chemisch lassen sich die Bestandteile des PbWO, nachbweisen. Das Wolfram lásst sich leicht durch Behandlung mit HCl erkennen; die gelbe Lósung geht bei Zusatz von Zinn in hell- blaue úíber. Durch H,S kann die Anwesenheit von Blei nachgewiesen werden. Quantitativ konnte das neue Mineral noch nicht geprúft werden, da vicht geniigend Material vorlag. Der Raspit von Broken Hill ergiebt: A E ae aaa eran da iaa 49.06% E A A A 48.32 ,, A O O O 1.43, A A A a A SA Spuren Nach Hlawatsch' ist der obigen Diagnose noch hinzuzufigen, dass das Mineral spaltbar ist nach dem Orthopinacoid; seine Hárte betrágt nur 2.5. Dass in den glánzenden Bláttchen wirklich Raspit vorliegt und nicht der chemisch identische Stolzit, beweisen die monoklinen Krystalle, Slolzit krystallisirt tetragonal. Es ist allerdings móglich, dass in den 1 C. Hlawatsch, Ueber Stolzit und ein neues Mineral Raspit von Broken Hill. Annalen d. Wien. Hofmuseums, 1897, Bd .XII, p. 33.—Zeitschr .f. Krys- tallographie Bd. 29, 1898, p. 130; Bd. 31, 1899 p. 8.: 264 E. WITTICH. e gelben erdigen Partien pulveriger Stolzit vorliegt. In Broken Hill kommen beide Mineralien auch zusammen vor. Das Auftreten von Wolframerzen in Zinnsteingángen ist háufig beobachtet worden.* In Mexiko fand sich Wolframit mit Zinnstein zusammen in den Zinnerzgángen von Durango. Sonst ist in der Re- publik das Element Wolfram selten. Nach Aguilera? wurden bis jetzt folgende Wolframmineralien in Mexiko aufegefunden: Wolframit in Durango, Scheelit in Baja California, Cuprotungstit in Baja California, Distr. La Paz. TIT. Seltene Silicate in der Veta Madre bei Guanajuato. In der Veta Madre von Guanajuato fanden sich bei den frúheren Bergbauen neben den gewóbnlicheren Mineralien der Gangart und den reichen Silbererzen noch drei verschiedene Silikate als Seltenhei- ten, es sind dies der Valencianit, Beryll und Datolit. Der Teil der Veta Madre, in dem diese letzteren Mineralien vor- kommen, erstreckt sich von der Mine Valenciana im Nordwesten bis zur Mine Sirena im Súdosten. Die erzreiche Ader bildet eine Gang- breccie, die eine Verwerfung zwischen den Schiefern und dem roten Konglomerat ausfúllt, Ihre Máchtigkeit auf dieser Strecke betrágt mehrere Meter; in den tieferen Bauen nimmtsie betráchtlich zu, ófter schalten sich dann noch Zwischenmittel ein. In den tiefen Strecken der Mine Valenciana traf man schon zu Hum- boldts Zeiten den erwálinten Valencianit an; leider wurdejedoch nie- mals genau die Tiefe des Vorkommens oder eine genaue Lage des- selben fesgestellt. Der Tiro General un der Tiro Esperanza waren die beiden einzigen Stellen, an denen jenes Silikat gefórdert wurde. Der Valencianit findet sich in einer Gangbreccie, aufgewachsen auf, Quarz, oft ist die untere Lage des Ganges Quarz, die obere Valencia- nit. ln dem Gange trifít man háufig noch Fragmente der im Liegen- 1 Stelzner-Bergeat, Die Erzlagerstitten 11? p. 146. 2 Aguilera, Bol. d. Inst Geol. de México núm. 11, 1898. MINERALOGISCHE NOTIZEN. 265 den anstehenden Schiefer. Der Valencianit wird seinerseits wieder bedeckt von kleinen Quarzkristállchen, Dolomiten und, in einem Fal- le, von kleinen Beryllen. Meist findet sich der Valencianit in rein weissen Krystallerupen. Seinen chemischen und mineralogischen Eigenschaften nach ist der Valencianit als eine Varietát des Adulars anzusehen. Die Krystalle zeigen meist die Fláchen T und x als herr- schende Form. P ist stets sehr klein; die Krystalltracht weicht daher etwas von der gewóhnlichen des Adulars ab. Die Kristalle erreichen eine betráchtliche Grósse bis etwa 8 cm.; infolge der stets vorhandenen polysynthetischen Zwillunesverwachsung sind die Kanten von T=x immer gebrochen. : Den Bergleuten war dieses eigentiimliche Mineral lange schon bekannt; der Verwalter der Mine Valenciana, Casimiro Chovél, soll es entdeckt haben, und lange ging das Mineral unter dem Namen Cuarzo romboidal. Zu Ehren seines Entdeckers Chovél, der spáter in den Unabhángigkeitskriegen umkam, wurde er lange Zeit Chovelia ge- naont. Humboldt * erkannte ihn als eine Abart des Orthoklases. Nach Dana ergab eine Analyse des Valencianits: A A DI A ds 66.82 A A A 17.58 TA A E AA SE 14.80 E A o o 0.09 99.29 Es ist also fas treines Kalium-Aluminium-Silikat, Die krystallo- graphischen Verháltnisse sind kurz folgende: P — M= 87", M—T= Sp — T = 672. Bestimmend fúr den Krystallhabitus ist Tx, die Fláche P dagegen nur untergeordnet. * Adulare anderer Fundorte weichen in ihrer Zusammensetzung und 1 Humboldt, Ensayo político II. 2 Platter, Chemische Unters. d. Valenc. von Grube Valenciana.—Poggendo Ann. d. Phys. u. Chemie. 1839 p. 299, 1841 p. 145, 18% p. 479. Breithaupt, Valencianit.—Schweiggers Journ. 1830 p. 322. 266 E. WITTICH. Krystallform etwas ab von dem Valencianit. So ergaben Adulare von Elba folgendes Resullat: SOS A o 7 3d 63.80 AMO ds a 21.0 EROS A A A A oe 13.80 Ost A e as aa IN AOS 1.40 Eine weitere Fundestelle des Valencianites liegt am Ostabhang des Cerro de la Sirena. Da wo die Veta Madre mit der Veta Amparo sich vereinigt, in den Andesitstufen des genannten Cerros, durchsetzen viele Quarzadern das Liegende. Diese Adern sind ausserordentlich dúnn, kaum mehr als fingerdick, im Inneren haben sie kleine Hohl- ráume, die mit Valencianiten ausgefíillt sind. Die Krystalle erreichen oft bis 4 cm. Grósse. Mit denen der Mine Valenciana sind sie vóllig identisch. Merkwúrdigerweise sin sie anfangs rosarot gefárbt, am Licht verlieren sie ihre Farbe bald, und es bleibt endlich nur ein sechwacher gelblicher Ton zurúck. Das Vorkommen wurde von Herrn L. Laux entdeckt. Wie mir Herr Ing. Ponciano Aguilar mitteilte fand sich auch ein- mal Valencianit in der Mine Caliche, bei Cata. Auch dieser Valencia- nitigleicht dem von Valenciana hinsichtlich des Habitus und besitz- dieselbe rólliche Farbe, wie der von Sirena, die auch allmáhlich aust bleicht. Beryll.—Mit dem Valencianit vergesellschaftet fand ich als ein fúr die Sierra von Guanajuato neus Mineral Beryll BezAl, (SiO;)s. Er kommt in den Gangquarzen vor, sowohl wie im Valenciauit selbst in stengligen Krystallgruppen, wie auch aufgewachsen auf den Valencia- niten in Form kleiner sechsseitiger Krystalle mit P, OP. Bis jetzt ¡st der Bery!l nur in wenigen Stúcken im Tiro General der Mine Valen- ciana gefunden worden. Zweifellos ist er háufiger, ich fand ¡hn z.B. in der Halde der Mine, aber seine Unscheinbarkeit lásst ihn leicht úbersehen—werden. Die definitive Feststellung des Minerals konnte ich infolge der Gútec des Herrn Ing. J. D. Villarello vornehmen, der die Liebenswúrdigkeit hatte, das Mineral analysiren zu lassen. Was die Entstehung desselben betrifft, so hat er sich zweifellos mit dem Valen- Mo > MINERALOGISCHE NOTIZEN. 267 cianit oder unmittelbar nach demselben gebildet. Bisher war Beryll resp. die Varietát Smaragd, nur aus der Sierra Gorda, Gto. bekannt * sonst kommt er in der Republik noch bei Tejupilco, Méx, vor. Zuwei- lex wird er auch von Placer de Guadalupe, Mun. Aldama, Chih. citirt, aber das ist wohl ein Irrtum. Im Jahre 1905 sandte Herr. J. G. Aguile- ra Herrn Ing. Ramiro Robles nach Placer de Guadalupe um des Vor- kommen untersuchen zu lassen; er brachte aber die Nachricht, dass dort Beryll nie gefunden worden sei; im Jahre 1905 wurde der Ort von Herrn Aguilera und Dr. Búse besucht, die zu demselben Resultat gelangten. Der betreffende Beryll, welcher von Placer de Guadalupe stammen sollte, wurde von einem amerikanischen Gambusino nach Mexiko gebracht, der von New Mexico kam, und das Mineral wahr- scheinlich aus den Ver-Staaten mitgebracht hatte. Datolith,.—Das letzte der drei Silikate is der Datolith Ca (BOH)* SiO,, der als grosse Seltenheit in der Mine Caliche entdeckt wurde, meines Wissens nur in wenigen Exemplaren. Die Krystalle sind auf- gewachsen auf Kalkspáte (2 KR) und Quarze. Sie erreichen úber 4 cm. Lánge und sind sehr flichenreich, doch ist ihre Krystalltracht etwa, von der gewóhnlicten abweichend. Die Orthodomen 102 und Klinos domen 018, 012 bestimmen den Habitus. Bisher wurden beobachte- die Fláchen 100, 010, 320, 110, 120, 130, 102, 302, 013, 012, 011, 111, 115, 114, 113, 112, 111, nach Messungen von Farrington ? und Waitz. Zu berichtigen ist jedoch die Angabe Farringtons beziiglich des Fundortes; er gibt 1. c. als Fundstelle an «Mine San Carlos », die Da- tolith kamen jedoch vonder Mine Caliche, zwischen Cata und Valen- ciana, Die Mine San Carlos lieferte seinerzeit Aguilarite aber keinen Datolith. Die Belegstiicke fiir das von mir erwihnte Vorkommen be- finden sich in der Sammlung des Colegio zu Guanajuato, in der Privatsammlung des Herrn L. Laux und im Instituto Geológico Na- cional México. 1 Aguilera, Bol. d. Inst. Geol. de México no. 11, 1898. C. F. de Landero, Sinopsis mineralog. 1888. 2 O. C. Farrington, Datolith from Guanajuato. Amer. Jour. Sci. 1898, IV th ser. vol. V, p. 285. Memorias, T. XXVIII. 1909-1910, —18 268 E. WITTICH. Fragen wir uns nun, wie sind diese drei so verschiedenen Silikate in einer echten epigenetischen Lagerstátte entstanden, wie die Veta Madre es ist. Dass die Veta resp. deren Quarze und Kalkspáte Absátze sind aus heissen Lósungen, ist nicht zu beweifeln. Das gleiche gilt auch fúr die eingeschlossenen Erze. Fúr die erwábhnten Silikate muss natúrlich dieselbe Entstehung angenommen werden, móglicherweise unter Mitwirkung von mineralisirenden Elementen und unter beson- deren physikalischen Bedingungen. Hierfiir sprechen die Beobach- tungen an den natúrlichen Funden, sowie die Erfahrungen bei der kúnstlichen Herstellung der drei genannten Silikate. Am einfachsten liegen die Verhiáltnisse bei dem Datolith. Er tritt háufig fauf in Eruptivgesteinen mit Zeoliten zusammen, aber auch in Eisenerzgángen etc. Groddeck * hat die Lagerstátten zasammenges- tellt und fúhrt darunter an: Silbererzgánge bei Andreasberg im Harz, Magnetitlagerstátten von Arendal in Norwegen. Das Verhalten des Datoliths áhnelt sehr dem der Zeolite; denen er chemisch áhnlich ist; wie aus seiner Analyse hervorgeht: A o cr teoda a de E 37.54 BRO to O SNA > e Tea ale 21.83 CAOS estelar lat 35.00 HARO ls eS 5.63 Die Komponenten des Datoliths, Wasser, Kieselsiure und Kalk, sind allgemein verbreitet, eine Verbindung derselben mit der chemisch so aktiven Borsáure ist daher ausserordentlich leicht móglich. Es be- darf durchaust nicht einer úbermássig hohen Temperatur fúr die Reaktionen resp. die Vereinigung dieser einzelnen Bestandteile zu Datolith. So beobachtete Daubrée * in den Termalbádern von Plom- biers neugebildeten Datolith, der in einer Lósung von nicht mehr als 50%C. krystallisirt war. Angewandt auf das Vorkommen deselben in der Veta Madre, wáre anzunehmen, dass Minerallósungen mit B(OH), 1 Groddeck, Kurze Uebersicht des geolog. Vorkommens d.Bormineralien.— Zeitschr. d. Deutsch. geol. Ges. 1879, p. 253. 2 Daubrée, Etudes sinthétiques de géolcgie expérimentale. 1879, Paris p.72 ff. MINERALOGISCHE NOTIZEN. 269 von hóherer Temperatursohne iberhitzt zu sein, dessen Bildung ve- ranlasst haben kónnten. Die Anwesenheit der Borsáure in der Veta Madre gibt uns auch einen Anhalts punktiiber die Entstehung der beiden anderen Silikate, des Berylls und des Valencianites. Beryll hat theoretisch folgende Zusammensetzung: SUD oc cn OOOO SRT Dor A eo 66.84 LO ATA AAA oo Mona cata MURO O 19.05 A o e deere ale 14.11 Aus diesen Komponenten hat man ihn kúnstlich dargestellt in fol- gender Weise: Aus frisch gefálltem BeAl (SiO) mit wasserfreier Bor- sáure erhielt Traube ' hexagonale Beryllkrystállchen durch Erhitzen auf 1700%C. Die Krystallisation des Berylls ging also vor sich bei An- wesenheit von Borsáure, freilich in sehr hoher Temperatur. In der Natur kann sich ein solcher Vorgang natirlich bei niedrigerer Tem- peratur abspielen, da in der Tiefe viel hóherer Druck vorhanden ist und zugleich noch weitere Reagentien mitwirken konnten. Fiir eine geringere Bildungstemperatur als 1700%C. spricht auch der Umstand, das Beryllkrystalle mit Dolomiten auf den Valencianiten vorkommen. Da der Beryll in enger Verbindung mit dem Valencianit in der - Veta Madre vorkam, so muss fúr letzteren dieselbe Entstehungsweise angenommen werden. Kúnstlich wurden Orthoklase bisher nur auf fliissigem Wege gewonnen, wenigstens scheinen aus Schmelzfliissen nur Plagioklase krystallisirt zu sein. Aus Lósungen resp. unter Mit- Wirkung von Wasser erhielten Friedel und Sarasin * Krystalle von Adularen unter folgenden Umstánden. Eine Mischung von Aetzkali, Aluminiumsilikat und Wasser wurde im geschlossenen Rohr bis zur Rotglut erhitzt, es bildeten sich nach lángerer Einwirkung deutliche Adularkrystalle. Um ihre chemische Verwandtschaft mit den natúrli- chen Valencianiten und dem natúrlichen Adular von Elba besser her- 1 Traube, N. Jahrb. f. Min. 1894 Bd. 1, p. 275 2 Friedel et Sarasin, Sur la production artificielle d?*une matiere feldspati- que. Bull. Soc. min. France. 1879 t. II p. 158; 1881 t. IV. p. 171; 1890 t. XIII p. 129. 270 E. WITTICH. vortreten zu lassen, stellen wir hier die Resultate der verschiedenen Analysen zusammen: Kúnstlicher Natúrlicher Va- Natúrlicher Adular Adular lencianit von Elba SiO oe OL02 66.82 63.80 Al 03 ........ 15.59 17.58 21.00 KO 14.38 14.80 13.80 Der natúrliche Valencianit kommt also chemisch dem kiinstlichen Adular am nichsten. Koónigsberger und Miller * kamen bei ihren Untersuchungen zu dem Resultate: Feldspáte kónnen nur bei Anwesenheit von Co, und einer Temperatur von úber 320? als Produkte der Bodenkórperreak- tion auskrystallisiren. Als untere Grenze fir die Bildungstemperatur des Valencianites ist also etwas mehr als 320% anzunehmen; ebenso ist die Beteiligung von Mineralisatoren zweifellos. Wahrscheinlich war dieses B(OH);, wofúr das Auftreten des Datoliths spricht. Móglicherweise war auch Fluor mit wirksam, das ja in dem in Rede stehenden Teile der Veta Madre mehrfach vorkommt, in den Fluoriten. 1 Kónigsberger u. Miller, Versuch úber Bldung von Silikaten.—Centralb. f. Min. 1906 Heft 11,12. MÉMOIRES DE LA SOCIÉTE «ALZATE.» TOME XXVII. Nueva fórmula. para determinar aproximadamente la altitud, Por el Profesor Luis G. Leon, M- S. A. (SESION DEL 8 DE NOVIEMBRE DE 1909). Si llamamos A y h/ á las alturas barométricas de dos puntos A y B que estén situados á una distancia vertical igual á H, y si llamamos d á la densidad del aire, la diferencia de presión entre los dos puntos se- rá Hd. Esa misma presión en columna de mercurio estará expresada por la ecuación: XA—hA=(Y —h) A, Mamando A á la densidad del mercurio. Igualando resulta: á (W—h) A = Hd, de donde A» —h= H = Ahora bien, la relación de las densidades del aire y del mercurio es igual á La de modo que para una diferencia de altitud de 10*50 ó sean 1050 centímetros, tendremos: 1050 X 0.0013 id 13.6 = M2 Pero cuando la altura es mayor de 200 metros y como la densidad del aire no disminuye proporcionalmente con la altura, no se puede aplicar la relación de 1"" por cada 10"50. Existen fórmulas que deter- minan con bastante exactitud la diferencia de altura entre dos lugares, pero es necesario conocer las dos alturas barométricas en el mismo instante, reducidas á cero y en tiempo tranquilo, las temperaturas y la latitud del lugar. Todos estos elementos entran en la fórmula de La- 272 LUIS G. LEON place, y hay que tomar el logaritmo del cociente que resulta de dividir el valor de las dos presiones. La fórmula que tengo el gusto de presentar á la H. Sociedad Alza- te es extremadamente sencilla y da con mucha aproximación la altura de un lugar, no necesitándose conocer: más que el valor medio de la presión atmosférica en un punto, tomando el valor de 760”" para la presión media al nivel del mar. Las operaciones indicadas por la fórmula no pueden ser más sencillas. Del valor de la presión atmosfé- rica al nivel del mar se resta el valor de la presión media en el punto cuya altitud se busca. La resta se divide en seguida entre la suma de las mismas dos presiones, y el cociente se multiplica por el coeficien- te 17558. El producto nos da la altitud del lugar. Hé aquí la fórmula: H e 17558. :] En la que h representa la altura media del barómetro al nivel del mar y /” la altura media del barómetro en el punto cuya altitud se de- sea conocer con alguna aproximación. Veamos los resultados que se obtienen con esta fórmula. En la ciudad de Tlaxcala la presión barométrica media es de 588*” y el valor que encontré para la altitud de esa ciudad fué 2229 86. El valor encontrado por Saussure fué 2228 metros. En Cuernavaca la presión media es de 637" y encontré para su altitud 1545 metros, y el valor encontrado por el señor Ingeniero Don Vicente Reyes fué 1551 metros. En León la presión media es de 618"" aplicado este valor á la fórmula se encuentra para la altitud 1808 metros, y el valor encontra- do por el señor Ingeniero D. Antonio García Cubas fué 1809 metros. En Guadalajara la presión media es de 635%" y el valor que se ob- tiene para la altitud empleando la fórmula con mi coeficiente (17558) es de 1562 metros. El valor obtenido por el señor Ingeniero D. Vi- cente Reyes fué de 1566 metros. Tomemos por último dos ciudades, San Luis Potosí y Toluca. En la primera tenemos como presión media 612%", Obtengo para su alti- NUEVA FORMULA PARA DETERMINAR LA ALTITUD. 273 tud 1878 metros y según cálculos de la Compañía del Ferrocarril Na- cional la altitud es de 1860. La altitud de Toluca que obtengo con la fórmula es de 2721 metros y según los cálculos de los Sres. Gorsuch y Jiménez es de 2696. La presión media en Toluca es de 555”"6. Los errores que resultan con mi fórmula, comparando los valores de la altitud con los obtenidos empleando procedimientos más exac- tos, varían, en los casos citados, entre 186 (caso de Tlaxcala) y 18” (caso de San Luis Potosí); pero debo advertir que aun empleando fór- mulas más complicadas no se obtienen resultados uniformes á pesar de que los observadores han sido de reconocida competencia. En la obra titulada «Posiciones geográficas y alturas de algunos pun- tos de la República Mexicana,» tomadas por varios autores y publica- da por la Secretaría de Fomento el año de 1901, encontramos los da- tos siguientes: Altura de Celaya, determinada por el Barón de Hum- AS IA AS RARA 1835" 00 Altura de Celaya, determinada por el Sr. Romero..... 1755m 60 Di E occoopncoononouobe 79m 40 Altura de Guanajuato, determinada por el Barón de E A A a O ANO adn 2084m 00 Altura de Guanajuato, determinada por el Sr. Ing. AAA A O E TA 2031= 00 Diteroncla aaa lo ella 532 00 Altura de la ciudad de León, determinada por el Sr. aan OB OO Eo TOS 1840w 00 Altura de la ciudad de León, determinada en la Ofici- MERLO OO SICA ela dels osa dde 17981 00 Diferencia oa aja ela 42m 00 Vemos por lo anterior que, cuando no se desea obtener mucha exactitud en el resultado, es muy cómodo y sencillo el empleo de la fórmula que propongo. Á menudo se ofrece conocer la altura de un lugar sobre el nivel del mar y cuando no se tiene á mano una tabla, de alturas es posible obtener rápidamente ese dato con sólo conocer la presión media del lugar. 274 LUIS G. LEON. De aqui la conveniencia de que en aquellos puntos en que solamen- te hay establecidas estaciones termopluviométricas se encargara á los maestros de escuela que hicieran una serie de observaciones baromé- tricas, bastando con la observación de las 11 de la mañana (hora de una de las máximas y de las cuatro de la tarde (hora de una de las mínimas). México, Noviembre de 1909, TRE MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVIII. SUBRE LA DESTRUCCIÓN DE LAS MANCHAS DE YODO ACCION DE LAS MEZCLAS DE AGUA OXIGENADA Y DE AMONIACO SOBRE EL YODO Por el Ingeniero-agrónomo L. Fourton, M.S. A. Licencié - és - Sciences (Traducido por Carlos Beristáin ) (SESION DEL 7 DE MARZO DE 1910 ) Las manchas que provoca sobre la ropa el contacto del yodo, y la dificultad que tiene uno para quitarlas en frío con los productos comu- nes, hacen que gran número de personas consideran como dañada la ropa manchada por este producto. El yodo, sin embargo, es poco cáus- tico, y no debe uno preocuparse de su acción destructiva sobre la ropa, y es bastante fácil transformarlo en sales incoloras solubles en el agua, para poner al alcance de todos el quitar estas manchas. Recordemos que, entre los productos que se usan ordinariamente, ó que son fáciles de prepararse ó de procurarse, el hiposulfito de sodio, los sulfitos alcalinos ó alcalino—térreos, el gas sulfuroso, transforman el yodo en yoduro incoloro soluble, ó en ácido yodhídrico; que los car- bonatos de sodio y de potasio lo transforman en yoduro y en yodato, incoloros y solubles; que los hipocloritos (agua de López, cloruro de cal ), lo oxidan al estado de ácido yódico. Pero ciertas reacciones de és- tas, que son rápidas cuando se opera sobre el yodo disuelto, obran mu- cho más lentamente cuando el yodo se ha fijado sobre las fibras de los tejidos. Entonces es necesario, para desmanchar rápidamente, aumen- tar la cantidad, la concentración, ó elevar la temperatura del agente empleado. Hemos estudiado en sus detalles la acción sobre el yodo de las mezclas de agua oxigenada y de amoníaco, y agregaremos á los pro- 276 L. FOURTON. cedimientos citados un procedimiento nuevo, cómodo y práctico para quitar las manchas de yodo. a 1. Cuando se hace obrar la solución de amoníaco sobre el yodo en solución acuosa, se obtiene, cuando la concentración de los reactivos es suficiente, un precipitado gris- violáceo de yoduro de ázoe. Este pre- cipitado no se forma en solución diluída. En uno ú otro caso, se pro- duce un desprendimiento débil de oxigeno: 22 cc. de una mezcla de volúmenes iguales de amoníaco (cerca de 160 gr. por litro) y de agua oxigenada (cerca de 8 volúmenes ), han desprendido, en 19 horas, 0.1 cc. de oxígeno. El mismo volumen de esta mezcla, diluido casi al décimo, ha desprendido, en las mismas condiciones, poco más ó me- nos, la misma cantidad de oxígeno. Cuando el amoníaco se agrega á una solución alcohólica de yodo, el precipitado de yoduro de ázoe no se forma, pero puede hacérsele aparecer, cuando la concentración de los reactivos es suficiente, dilu- yendo el líquido con agua. 2, Haciendo obrar el agua oxigenada sobre el yodo en solución, he- mos observado una acción lenta del agua oxigenada decolorando la so- lución de yodo con desprendimiento de oxigeno: 22 ec. de una mezcla de volúmenes iguales de yodo (10 gr. por litro, poco más ó menos) y de agua oxigenada (cerca de 8 volúmenes), han desprendido, en 19 horas, 0.1 cc. de oxígeno, tanto en solución diluida como en solución concentrada. 3. Por fin, el agua oxigenada y el amoníaco mezclados no dan lugar más que á una reacción lenta, oxidando el ázoe al estado de nitrito y de nitrato, sin efervescencia, y con un desprendimiento de oxigeno len- to, pero notable: 22cc. de una mezcla de volúmenes iguales de amo- níaco (cerca de 160 gr. por litro) y de agua oxigenada (cerca de 8 vo- lúámenes ), han desprendido, en 19 horas, un volumen de oxígeno superior á 25 cc., pero no medido por causa de insuficiencia de capa- cidad del aparato. 292 cc. de: la misma mezcla, diluida al 2, han desprendido, en las mismas condiciones, 3.25 cc. de oxigeno. 7 No citamos estas reacciones, cuyo mecanismo no hemos profundi- SOBRE LA DESTRUCCIÓN DE LAS MANCHAS DE YODO. 277 zado, sino para poner en relieve su intensidad, comparada á la de la reacción siguiente: 4. Si se mezclan volúmenes iguales de soluciones de yodo, agua Oxi- genada y amoníaco, cuyas concentraciones sean las indicadas anterior- mente, se manifiesta una efervescencia intensa, y el licor se decolora instantáneamente. También las manchas de yodo de un lienzo, que permanecen cuando se sumerge el lienzo en frío, sea en amoníaco, sea en agua oxigenada, cualquiera que sea la concentración de estos reac- tivos, desaparecen muy rápidamente al contacto de una mezcla de agua oxigenada y de amoníaco. Nuestros ensayes han tenido por objeto determinar la naturaleza y las condiciones de la reacción bajo el punto de vista de su aplicación á la destrucción de las manchas de yodo. El gas producido por esta reacción es el oxígeno; hemos notado este hecho verificando la propiedad que tiene de reencender pedazos de car- bón que presentan todavía un punto enrojecido, y haciéndolo absor- ber completamente por la mezcla pirogalol - potasa. La medida de los desprendimientos de oxigeno obtenidos por la des” trucción completa del yodo por medio de proporciones variadas y Co- nocidas de los tres reactivos, está consignada en las tablas 1 y Il, y nos ha permitido determinar aproximadamente la reacción. Las mismas medidas, completadas por la determinación del yodo y del amoníaco que entraron en la reacción son consignadas en la ta- bla II. El oxigeno fué medido con el calcímetro Bernard (gasovolúmetro adoptado á la determinación de la cal en la tierra). El yodo no destruido era determinado con hiposulfito de sodio. El amoníaco restante era titulado en seguida alcalimétricamente en presencia de helianthina, pero el cambio de color no tenía la precisión suficiente, y las determinaciones hechas de este modo no eran más que aproximadas. 278 L, FOURTON. Volumen de las soluciones SISTEMA INICIAL TABLA I Número Oxí del en centímetros cúbicos aa OBSERVACIONES ensaye (en Cc.) Yodo Amoníaco 2 Epa oxigenada 1 25 2 Reacción no acabada. 2 25 2 La reacción se verifica ins- tantáneamente. 3 25 1 La reacción se acaba con menos rapidez que ln 2, 4 25 0.5 Reacción acabada. 50 25 025 Reacción no acabada. b6 25 0.5 Reacción acabada. 7 25 0.5 Reacción acabada. 8 25 0.5 Reacción acabada con me- nos rapidez que la 7. 9 25 0,5 Reacción no acabada du- rante el mismo tiempo. 10 25 0.4 Reacción se acaba después de un contacto prolonga- do. 11 25 0.3 Reacción noacabada duran- te el mismo tiempo Título de la solución acuosa de yodo en yoduro de potasio... Título de la solución amonia- Cal.somo.o. .nonoo OEA Título de la solución de agua IIA Eros rabo deco Rodo efectuar la reacción. El fin de la reacción era indicado por la desaparición del yodo. 12.33 gr, de yodo libre por litro, 166.66 gr, de NH, libre por litro. 8 81 volúmenes. El yodo y el amoníaco estaban mezclados anteriormente; el agua 0xi- genada era colocada en un tubo pequeño que se volteaba ul momento de a / SOBRE LA DESTRUCCION DE LAS MANCHAS DE YODO. 279 TABLA IL SISTEMA INICIAL E Volumen de las soluciones mero en centímetros cúbicos O ÍeEno del desprendido OBSERVACIONES ensaye a A lan * | (en cc.) Agua Amoníaco oxigenada 18 Reacción apenas acabada, 19 Reacción apenas acabada. Reacción acabada. Reacción acabada. Rencción acabada después de un contacto prolon- gado. ] | | Reacción acabada des- + pués de un contacto más y más prolongado. A e: A O ÓS x Y ' Pp | | J Reacción acabada después de un contacto de cinco minutos. Título de la solución alcohólica de yodo. 12.7 gr. por litro. Título de la solución acuosa de amoníaco, 17.85 gr. por litro. Título de la solución acuosa de agua oxi- 0.852 volúmenes El yodo y el agua oxigenada estaban mezclados anteriormente; el amo- níaco estaba colocado en el tubo. L, FOURTON. 280 088 | € 8'zl 09 ue | 4L |96 uE g'9T e | U8 sl TEN map vpuwixolide u9por ana sosad so] 9p UYIOBIOY SO0UQUIN|OA 6L'8 0431 10d 13 )'0L1 0191 10d “13 Ll +=" BPRUOBIXO BOIB 9P BSONDB UQION[OS B| IP OLDYLL resssasas === =*** OOBJUOVIY OP 1SONDB UQION[OS B| DP O1091.L o ONO op BO1|9400]8 u 9I90nN[OS B| 9P OY L "ug1098el 8] equynoole es enb ¡9 us 19 AQUI 9p 00881] [9 uo Opruozyuo» valo opoÁ 9 “oqny [9 ue eyusuoLioyue sope[ozow unquyso epyuo3ixo n3e 19 Á o9eJuowa 14 970.0 088 0 9v0'0 998 0 600 888 0 A A [osad ua] [osad na] opjosJudusap | opjooxudwusop gHN opox vL930'0 8T | 98130'0 81180'0 9% | ELBPO O 09300 | 921 | 98130'0 vO0P0:0 87 ELGT0'0 s£'0 £0 9:0 90 113 *00 u9yon¡os *1op nO mn[oA u919n|08 u9¡on[os osad un :02 04 089 d op 0594 eL op 0894 uo un[oA UI maior epeua3¡xo en3y oe Juomuy opjpue.1dsoap coo) TVIDINI VAHLSIS opoX oLusuo 19p OJ9MDN 111 VIAVIL SOBRE LA DESTRUCCION DE LAS MANCHAS DE YODO. 281 El examen de los ensayes número 8 (tabla 1) y número 5 (tabla II) muestra que la reacción se aproxima al tipo teórico siguiente: wm L +2 HN, + H,0,>2 NH +0, 254+ 34 + 34 = 290 +32 E AA Ns aso o La discusión de los resultados de la tabla MI nos muestra que una sola reacción no permite explicar los diversos rendimientos en oxi- geno observados, lo que no tiene nada de particular, puesto que el agua oxigenada sola, el amoníaco solo, destruyen lentamente el yodo, y que el amoníaco mismo obra sobre el agua oxigenada. Además, uno cualquiera de estos constituyentes puede desempeñar el papel de cata- lizador en Le acción reciproca de los otros dos. La constancia de la pro- porción Nu Y la variación de la proporción 7; L se ES por la super- y ción á la reacción principal (1) de una y varias reacciones, tales como las de los constituyentes de la mezcla considerados de dos en dos, la reacción (2) por ejemplo: (2) 2 NH, + 1, + H,O > 2 INH, + 0. Esta reacción presenta una proporción 7 =7.1, idéntica á la de la ecuación (1), y una proporción = == 155, doble de la proporción correspondiente 4 a ecuación (1), y que concuerda con la observación número 2 (tabla 111). Pero se concibe difícilmente que falte comple- tamente la reacción (1), y, además, el ensaye aislado de una mezcla de amoníaco y de agua oxigenada hace suponer un papel secundario á la reacción (2). La acción del amoníaco sobre el agua oxigenada, que parece la más importante, según nuestros ensayes preliminares, permitiría también 282 L. FOURTON. explicar las observaciones números 1, 2 y 4 (tabla 1D), bajo el punto de vista de la proporción na pero debería siempre provocar una dimi- minución de la proporción SH es verdad que la determinación del amoníaco no es más que aproximativa, teniendo en cuenta la poca cla- ridad del cambio de coloración. Por consiguiente, nuestros ensayes no permiten dilucidar este punto. Sea lo que fuere, si nos colocamos bajo el punto de vista práctico de la destrucción de las manchas de yodo, se puede emplear para este uso la mezcla correspondiente á los ensayes 7 ú 8 (tabla 1) 6465 (tabla ID), es decir, la constituída aproximadamente por una cuarta par- te de amoníaco comercial y otras tres cuartas de agua oxigenada co- mercial. Se pone en contacto con esta mezcla la mancha de yodo que se ha de hacer desaparecer, y se quita, por medio de un lavado con agua, el exceso de los reactivos y el yoduro formado. Noras.—1%*% Los mismos resultados se han observado, sea cuando el yodo se ha disuelto en el alcohol, ó en una solución acuosa de yoduro de potasio. 2% La potasa y la sosa cáusticas, y sus carbonatos, desempeñan en las reac- ciones anteriores el mismo papel que el amoníaco, y podrían reemplazarlo. 31 El mismo resultado se observa en la transformación del sistema agua- oxigenada-amoníaco-yodo, sea que el amoníaco haya sido agregado anterior- mente al yodo, ó lo haya transformado enteramente en yoduro de ázoe, ó sea que haya sido puesto en contacto ya mezclado con el agua oxigenada, no siendo entonces aparente la formación de yoduro de ázoe. 41 La reacción obtenida con la mezcla correspondiente á la ecuación teórica (1) no da lugar á la desaparición completa del yodo. ENSAYES PRACTICOS Los resultados que figuran en la tabla IV han sido obtenidos por me- dio de ensayes prácticos comparativos efectuados sobre lienzos idénti- cos manchados uniformemente de yodo, que se trafaron por la mezcla de 1 vol. de amoníaco con tres volúmenes de agua oxigenada. SOBRE LA DESTRUCCION DE LAS MANCHAS DE YODO. 283 TABLA MV Duración . Naturaleza del producto del Resultados y observaciones | destinado á quitar las manchas contacto | Agua oxigenada y dd Algunos se- ) Limpieza instantánea y concentrado en frÍíO............ gundos. perfecta. Agua oxigenada y amoníaco, Qu Limpieza rápida y per- O OMTÉCÍO oro 2oonoccoamnionos q fecta. Carbonato de sodio, al 2%, en ]m Limpieza muy rápida y | E ES ( perfecta. Carbonato de sodio, al 29, en 3Qm Limpieza lenta é imper- AA La fecta Hiposulfito de sodio, al 20%,1| Algunosse-|) Limpieza instantánea y A gundos. ) perfecta. Hiposulfito de sodio, al 20%, gm Limpieza rápida y com- en frío... ) ( pleta. (| Ataque rápido. Cambio j de coloración y persis- 1 tencia de las manchas [| atenuadas. | Acción muy lenta. Mis- Agua de López concentrada, y gm IA o docto ib es Agua de López al 7,, fría....... gu mos resultados que con el agua concentrada. Acción rápida. Mismos Agua de López al -;, caliente. 2u resultados que con el agua concentrada. X A pao j 60u Ninguna acción. Agua oxigenada al 7,, en frío. 60m Ninguna acción. Amoníaco concentrado, en frío. 30u l pera uy lenta y muy imperfecta. A : Limpieza muy lenta y 1 m Amoníaco al J;, fMÍ0...ccccooc.... . 801 4 muy imperfecta Agua Común, ÍrÍA ..ooooocooooooooo 30m Ninguna acción. [| Disolución bastante rápi- Agua común, caliente 30m j e o 8 E PA E ! persistencia de las man- L| chas. Memorias, T. XXVIlI, 1909-1910. —19 284 L. FOURTON. CONCLUSIONES Prácticamente se pueden quitar las manchas de un lienzo: por me- dio de una solución caliente de un carbonato alcalino, ó de la lejía común; por medio de una solución de hiposulfito de sodio, en frio ó en caliente; por medio de una mezcla de una parte de amoníaco y tres partes de agua oxigenada, en frío. Este último procedimiento presenta, sobre el primero, la ventaja de la rápidez, y sobre el segundo, la de no provocar, sobre un lienzo áci- do, manchas indelebles de azufre. Utiliza principalmente la reacción siguiente: L + 2 NH, + H;0. > 2 NH + O.. San Jacinto, D. F. Escuela N. de Agricultura, Marzo 1910. MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVII. TRATAMIENTO METALURGICO DE LOS MINERALES DE COBRE EN LA “AMBRICAN SMELTING € REPINING COMPANY” EN SU PLANTA DE AGUASCALIENTES Reseña por el Ingeniero de minas H. G, Guerrero, M. S, A. (SESION DEL 4 DE ABRIL DE 1910). El cobre, sin duda alguna, ha sido uno de los metales que más uti- lidad han dado al hombre desde los primeros tiempos de que se tiene noticia, bien solo, bien asociado á otros metales, como el estaño. Recocido el bronce y dejándolo enfriar espontáneamente, adquiere una dureza muy notable que supieron aprovechar los antiguos para la fabricación de armas, utensilios, moneda, etc. Cobre es una corrupción de la palabra Chipre, sea -porque allí fué descubierto, sea porque en esa isla comenzó á ser explotado, siendo muy difícil precisar una ú otra circunstancia á través de las edades, puesto que en las tumbas contemporáneas de la construcción de la gran pirámide de Egipto, es decir de hace cosa de 60 siglos, se han hallado utensilios de bronce. El interés que despierta el cobre, al que bien pu- diéramos considerar como el fundador de la Metalurgia, es grande por este solo concepto; pero á esta importancia se añade su notabilísimo desarrollo industrial que aumenta constantemente, como si el rojizo metal quisiera ser el indispensable colaborador del hombre en su ade- lantamiento progresivo y participar de sus triunfos. No es el carácter de esta reseña hacer la historia del cobre; única- mente me propongo dar una somera descripción de cómo se obtiene este metal en uno de los establecimientos metalúrgicos más notables que existen en el país. Aguascalientes no es un lugar en cuyas cercanías se consigue mine- 286 H. G. GUERRERO. ral bastante rico en cobre; pero su situación geográfica, las vías de co- municación y las condiciones económicas á que tiende día con día el per- feccionamiento industrial, permiten tratar el mineral cuprífero de baja ley, llevándolo primero al estado de sulfuro y convirtiéndolo después en cobre metálico que la Compañía exporta en barras de 100 kilogra- mos poco más ó menos, con la ley muy apreciable de plata y oro. Recibe la citada empresa mineral de distintos Estados de la Repú- blica, más comunmente del mismo Aguascalientes, Coahuila, Chihua- hua, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán, Nuevo León, San Luis Potosí, Veracruz y Zacatecas. El mineral viene ya en su es- tado natural, ya con un principio de beneficio: matas de Velardeña, Matehuala, Monterrey, y pequeñas cantidades de otras fundiciones ex- trañas á la Compañía. También recibe matas de cobre con poca plata y oro, procedentes de los E. U. de N. A., que aquí acaban de experi- mentar su beneficio, merced á las franquicias de nuestro Gobierno. CLASIFICACION DEL MINERAL Tan luego como llega el mineral, es clasificado en cuatro especies diferentes: concentrados ó polvillos, minerales sulfurosos, silicosos y neutros, clasificación que no es muy estricta, en verdad, pues se mo- difica de tiempo en tiempo, según lo requieren las condiciones del be- neficio. El objeto de esta clasificación es tener siempre, separados de los lechos de fusión, otros chicos de minerales ricos en sílice, fierro Ó azufre, para corregir los primeros en caso necesario. Los concentrados ó polvillos se ponen en lugar especial para darles la compacidad del ladrillo y así fundirlos, porque si se echaran á los hornos directamen- te, no se fundirían, sino que serían arrastrados con los humos de las chimeneas. TOMA DE MUESTRAS Al recibir un carro de mineral, se pesa éste con cuidado y se vacía reservando una porción como muestra, que se marca con el número del lote y se deposita en la sala de muestras hasta que está completa la muestra de que se trata. Esta se va reduciendo de tamaño por mo- DIO A a AS. ed. a A a O e ic TS A TRATAMIENTO DE LOS MINERALES DE COBRE. 287 liendas y divisiones sucesivas, hasta que pasa por un tamiz del núme- ro 200 y pesa 2 ó 3 kilogramos. Esta muestra final se mete en sobres de papel fuerte, que se sellan y se marcan con el nombre del em- barcador, el número del lote, etc. Un sobre se entrega al embarcador, otro se envía al departameuto de ensaye y se conservan dos por si fue- re necesario recurrir á ellos en lo futuro. Al mismo tiempo se toma una muestra de humedad. Los detalles de la operación completa del muestreo son tan impor- tantes, que bien merecerían una descripción separada. LECHOS DE FUSION Las vías del ferrocarril desde donde se descargan los furgones en los patios de la Fundición, tienen una altura de cinco metros sobre el nivel del piso y el mineral es acarreado en carretillas de mano sobre puentes de madera ó tarimas y de ahí se vacía en cajones que miden de largo 60 metros, aproximadamente, por 18 de ancho y 3 de altura. Su capacidad es de 3 á 4,000 toneladas. La formación de los lechos de fusión es muy importante, debiendo el contenido de cada carro ser distribuido horizontalmente en todo el cajón, formando una capa uniforme; sobre este lecho se extiende otro de mineral distinto con iguales precauciones y asi sucesivamente, para que los lechos sean fácilmente fusibles; pero de modo tal, que cuando queden terminados éstos, una sección vertical tomada en una parte cualquiera, dé por el análisis la misma composición. Terminado un lecho, pueden deducirse con facilidad sus contenidos, del análisis y del peso de los lotes que lo forman y calcular la carga de un horno. A esta se añade la cantidad conveniente de piedra de cal, sulfuro de fierro ó mineral silicoso, para tener la grasa y la mata que se desee; lo que se hace, poniendo en los carritos que contienen la car- ga (de una capacidad de 750 kilogramos), cierto peso del lecho gene- ral y el mineral necesario para corregir dicha carga, sirviéndose de básculas con nueve fieles cada una en un mismo plano vertical, que pueden pesar otros tantos ingredientes sucesivamente y sin mover el carro. 288 H. G. GUERRERO. Lista la carga, se envía por elevadores al piso de alimentaciónn de los hornos, en donde se va vaciando con el coke en capas alternativas y en proporción de cuatro carritos de combustible (dos de cada lado del horno), por ocho de carga (cuatro de cada lado), á medida que ba- ja el nivel en el horno suficientemente para contener esta mezcla, re- sultando de aquí que la carga es continua. El coke se pone primero. Una carga puede ser formada, por ejemplo, de 865 kilogramos de mineral de cobre, 90 kilogramos de cal, 40 kilogramos de mineral sul- furoso, 15 kilogramos de silicoso y 55 kilogramos de los iadrillos arri- ba mencionados; á cuya mezcla se agregan aparte 50 kilogramos de grasa y 40 kilogramos de matas de cobre en las que se van concentran- do la plata y el oro. Estas cantidades servirán para cada uno de los ocho carritos que constituyen la carga de que hemos hablado. LOS HORNOS DE MATAS DE COBRE Existen ocho water jackets para matas de cobre y dos para plomo, aunque no todos los de la primera clase trabajan simultáneamente y los de segunda no funcionan sino de cuando en cuando. Uno de los hornos para matas de cobre es un poco más grande que los siete res- tantes: es de 250 toneladas de capacidad en veinticuatro horas y tiene doce toberas de cada lado. La sección de los hornos de cobre, al nivel de las toberas, es de 152”, por 42, aumentando algo estas dimensiones hacia arriba. Cinco cajas de cada lado, dos al frente y dos atrás, de 9'7” de altura, forman la parte inferior de los hornos; estando la superior constituida por dos cajas de cada lado, más una al frente y otra atrás, de 33” de altura, hasta alcanzar el nivel del piso en donde se hallan las puertas por las que se alimenta el horno. Las chaquetas mencionadas son del fierro que se usa en la fabricación de las calderas. El agua que circula en el interior de sus paredes, sale por arriba á una “temperatura de 32% C. Cada horno tiene lateralmente diez toberas de cinco pulgadas de diá- metro, á 18” del fondo del crisol, á través de las cuales entra el soplo que suministra un ventilador rotatorio del tipo cicloidal de Conners- IO A A A is AA AAA AAA AS TRATAMIENTO DE LOS MINERALES DE COBRE. 289 ville, á una presión de cosa de 30 onzas por pulgada cuadrada. La tem- peratura de fusión varía entre 650 y 760% C., siendo este punto difícil de dilucidar. No entraremos á considerar las diferentes tecrías sobre las reaccio- nes todas que se efectúan en el interior del horno, ni á estudiar las condiciones más ventajosas que ha de llenar la carga y el combustible, porque sería inagotable la materia y el trabajo que presento es más bien descriptivo que teórico. Al fundirse lacarga, el azufre se combina con el cobre, el fierro, el plomo, etc., formando la mata que recoge la plata y el oro y sale por el frente del horno juntamente con la grasa hasta el ante-crisol. Este es un estanque circular, de lámina de fierro de 12 de diámetro por 4' de altura, forrado interiormente con ladrillo refractario. Llega aquí la materia fluida en reposo relativo y como el peso especifico de la ma- ta es de muy cerca de 5 y el de la grasa de 3.5, la primera se precipita al fondo, quedando la grasa en la parte de arriba del ante-crisol, de don- de se hace escurrir lateralmente á unas ollas de fierro, de 6 toneladas de capacidad, que la conducen al grasero en que se tira. Se toman muestras de la grasa cada tres horas, día y noche y de las matas, cada vez que se vacía el ante-crisol. Estas muestras son analizadas general- mente una vez al día; pero cuando la marcha de los hornos no es regu- lar, cada rato. El conducto por donde sale la mata del ante-crisol corresponde al fondo de éste y queda colocado en distinta dirección del que sirve de salida á la grasa. Este se halla á un nivel superior al primero. “Abajo del piso de los hornos, mejor dicho de los antecrisoles, está un túnel bastante amplio, el cual es recorrido en todo su trayecto por una locomotora de cortas dimensiones, que remolca las tazas de fierro en que se recibe la mata de los hornos al escurrir de los antecrisoles. LOS CONVERTIDORES Los convertidores son del tipo vertical, de lámina gruesa de acero común. Miden 16' de altura por 8' de diámetro. Son cuatro actualmen- te y cada uno está hecho de dos sececiones, la superior y el fondo. Es- 290 H. G. GUERRERO. ta disposición tiene por objeto facilitar el revestimiento interior. La sección superior, cilíndrica en la parte que se adapta á la sección in- ferior, termina por arriba en un cono oblicuo de vértice truncado, que es la boca. La sección inferior ó fondo, tiene 12 toberas de 1” de diá- metro, que atraviesan el revestimiento y por las cuales Jlega el viento á una presión de 15 libras por pulgada cuadrada. Durante la operación se tiene cuidado de limpiar constantemente estos conductos para que el viento penetre y prosiga con regularidad su acción oxidante. El vien- to, á su paso por las toberas, produce un ruido pecuhiar. Cuando comienzan á trabajar los convertidores, contienen aproxí- madamente 3 toneladas de mata; á medida que la operación avanza, el revestimiento va desgastándose y la capacidad aumentando, hasta ser de 10 ó 12 toneladas al haberse fundido totalmente el forro. Gon- cluída la campaña de un convertidor, se desmonta y se conduce cada sección en plataformas que caminan sobre rieles, al lugar en que es revestido nuevamente para otra campaña. Se forra un convertidor al estar otro en servicio, es decir, de manera de tener siempre refacción para atender á las necesidades propias de esta clase de establecimien- tos en que ciertas operaciones no admiten espera, por ser correlativas unas de otras. Los convertidores son movidos por presión hidráulica que gobierna un operario por medio de palancas. La presión obra sobre una crema- llera en el sentido horizontal y ésta á su vez sobre una rueda dentada cuyo eje es la prolongación del de los convertidores á los cuales está unida, imprimiéndoles su movimiento giratorio según un plano ver- tical. Este mecanismo permite la fácil carga y descarga de los conver- tidores. Siendo preciso que el revestimiento sea muy silicoso, aprovecha la Compañía esta cireunstancia para emplear un mineral que llene este requisito y cuya riqueza en plata y oro le haga más costeable la expor- tación del cobre. Tan luego como se recogen las matas de los ante-crisoles en las ta- zas de que hablamos arriba, son acarreadas hasta el pie de los con- vertidores; de ahí las suben unos elevadores hidráulicos hasta el nivel TRATAMIENTO DE LOS MINERALES DE COBRE. 291 conveniente para alimentar con comodidad los convertidores, á los cuales da el operario encargado de las palancas la inclinación debida. Después se hacen girar dichos convertidores, hasta que queden en po- sición vertical y se inyecta el viento. Las reacciones que principalmente tienen lugar entonces, son: FeS + Si0, +30 =Fe 0, Si 0, + S 0»; Cu.S +20=2 Cu +580,, correspondiendo la primera á la grasa y la segunda al cobre ampollado (blister copper). Una parte del plomo y del zinc se queda en la escoria y el resto se volatiliza. Esta reacción continúa hasta que se ha formado todo el cobre ar- pollado, el cual ha ido depositándose en el fondo de los convertidores. En el curso de ella se vacía la grasa á intervalos (como se dirá en se- guida), que se vuelve á fundir nuevamente en los hornos, y el cobre es recibido en moldes que le dan la forma común de barras, sirvien- do este metal de vehículo al oro y la plata. El cobre está en propor- ción de 97 por ciento: la tonelada de estas barras contiene cosa de 26 kilogramos de plata y muy cerca de 200 gramos de oro. Se mandan las barras á Perth Amboy, N. Jersey, en donde se hace el apartado de dichos metales. El trabajo de los convertidores se normaliza por los cambios de co- lor de la flama á su salida por la boca. El zine, el azufre y otras im- purezas, Je dan su coloración propia, hasta que se observa finalmente la característica del cobre. Estos diversos colores, en que predominan el blanco, el verde, el azul y el rojizo, con sus matices intermedios, producen un efecto admirable, especialmente en la noche y sería una observación muy interesante la que se hiciera sometiendo la flama al espectroscopio. Percibir la transición de un color á otro diverso é interpretar atina- damente lo que significa, es asunto que requiere mucha habilidad y práctica, debiendo ser reconocida la flama final á los cuantos segundos de su aparición, porque de lo contrario la operación se perjudica gran- Memorias. T. XX V1LL, 1909-1910 —19* 292 H. G. GUERRERO, demente con peligro para los operarios, pudiendo aun vaciarse la car- ga de los convertidores, en virtud de la ebullición tan tumultuosa en que entra la masa fundida. Diversas hipótesis hay acerca del nocivo fenómeno. La coloración de la flama acusa también el momento en que se debe vaciar la grasa, lo que requiere un cuidado no escaso de trascendencia. Se inclina suavemente el convertidor para que salga la grasa, de la que se hace una especie de tentadura, digna de ser mencionada. Al efecto, se utiliza una varilla de fierro, como de cuatro metros de largo, plana en una extremidad, la cual está doblada en ángulo recto: la otra extremidad tiene una asa. Coge ésta un operario muy diestro y atra- viesa frecuentemente la extremidad doblada en la grasa que escurre, para reconocer su calidad: si sale nada más grasa, ésta resbala sin in- cidente notable; pero la súbita aparición de pequeños ojos, indica que empieza á salir también la mata y el operario da el aviso convenido pa- ra que se lleve el convertidor otra vez á suposición vertical, previamen- te cargado con nueva mata, operación que se repite por lo común dos veces, es decir, hasta que se ha aprovechado toda la capacidad del con- vertidor. Es necesario tener una vista muy experta para distinguir la presencia de los ojos, pues es instantánea. Oxidada toda la mata, se re- cibe el cobre en moldes. MUESTREO DE LAS BARRAS Es sumamente delicada é importante la operación del muestreo de las barras de cobre ampollado, como se comprenderá fácilmente, por- que es la base para la valorización de los lotes. A cada descarga de los convertidores y por cada 40 barras ó fracción de este número, se recibe una parte de la misma masa que llena los moldes grandes, en un molde chico y adecuado, obteniéndose así la barrita - muestra de dicha partida ó descarga: siendo diez, por ejem- plo, las descargas que forman un lote, diez son también las barritas- muestras, que se van numerando y sellando. Las barritas son llevadas oportunamente al departamento de la sierra especial con que se prae- to o du) TRATAMIENTO DE LOS MINERALES DE COBRE. tican ranuras en cada costado de aquellas, paralelamente á los lados más chicos, hasta llegar á la línea media: las ranuras de un costado alternan con las del otro y son de 224 24 en total. El serrín obtenido representa fielmente la masa de cada barrita, puesto que prácticamen- te ésta ha sido atravesada en todo su espesor y extensión. Los serrines son empacados en sobres con todos los datos para su identificación, sirviendo los diez que hemos supuesto, para formar la muestra defini- tiva del lote. Las barras grandes correspondientes á cada descarga de los convertidores, se pesan, y estos pesos se registran cuidadosamente. En proporción á los pesos de las descargas sucesivas que componen un lote, se toman partes de los serrines respectivos, se mezclan íntima- mente éstas y se tiene con bastante exactitud la muestra final para las determinaciones del caso. É HUMO DE LOS CONVERTIDORES Correspondiendo á las bocas de los convertidores (cuando están en su posición vertical) é independientemente de ellas, están las trone- ras que conducen los humos á un tubo general, de sección grande, que se dirige horizontalmente hacia la chimenea. Este tubo se halla arri- ba y atrás de los convertidores. El humo de estos contiene substancias volátiles, como el plomo, el arsénico, el antimonio, etc., y es enviado en su trayecto á la casa de los costales, por medio de un gran ventilador de abanico, accionado por motor especial y distante de los convertidores cosa de 100 metros. En su rotación, el abanico tiende á hacer el vacío que el humo trata de ocupar, activando su movimiento con la suficiente violencia para atra- vesar los costales. Entre el abanico y éstos, hay cuatro conductos de fierro, paralelos, horizontales y de sección rectangular, en los que es- tán distribuidas 52 grandes lolvas del mismo material, de las que se extrae temporalmente el polvillo que ha dejado el humo al pasar por estos conductos en que se condensa. La casa de los costales es un departamento de ladrillo, muy amplio, en el que cuelgan boca abajo 1,200 sacos ó mangueras de algodón, de 294 H. G. GUERRERO. 30' de longitud por 18” de diámetro, coincidiendo sus bocas con otros tantos agujeros practicados en el piso, que es de cemento. Los gases y substancias sólidas finamente divididas, entran por debajo de éste y pa- san á través de los sacos, dejando en ellos el polvo y saliendo luego por una puerta, primero á un tubo grande y finalmente á la chimenea. Cada veinticuatro horas se sacuden los costales, dando entretanto otra salida á los humos, por medio de válvulas ó registros, para que vayan directamente á la chimenea sin pasar por la casa de los costales, pu- diendo los operarios, por este arbitrio, tener acceso á dicho departa- mento, sacudir los costales é inspeccionar el estado que guardan. Con- cluída esta operación, se franquea nuevamente el paso á los humos la casa de los costales. Se forman lechos con el humo, añadiéndole piedra de cal y dándole después la figura de ladrillos cilindricos ó quesos, de 4” de diámetro por 3” y media de altura. Se ponen á secar dichos ladrillos y en se- guida se funden en los hornos de plomo. Este humo tiene 50 por ciento de plomo, con pequeñas cantidades de plata, oro, cobre y zinc. HUMO DE LOS HORNOS DE MATAS DE COBRE Como casi el 26 3 por ciento del material que se echa á los hor- nos se escapa por la chimenea, ha sido necesario buscar la manera de atenuar en lo posible estas pérdidas. El sistema adoptado es muy in- genioso y consiste en suspender, de distancia en distancia, cortinas per- foradas de lámina de fierro, a lo largo de las cámaras de condensación que recorre el humo en su trayecto á la chimenea y paralelamente á los costados de estas cámaras. Las perforaciones de las láminas son romboidales y como están sumamente juntas, les dan á éstas el aspec- to de redes ó mallas. Miden las perforaciones poco más de 1” y 3 por 3" de ancho, y están como torcidas en la misma dirección las partes llenas que separan unas de otras, lo que hace uniformemente áspera la cara de las cortinas. Cada veinte pies hay en las cámaras una sec- ción de cortinas colocadas muy juntas entre sí: cada cortina mide 6' EY A IA TRATAMIENTO DE LOS MINERALES DE COBRE. 295 de ancho por 20' de altura, llegando ésta hasta el techo de las cámaras: la parte baja de las cortinas descansa en un banco de mampostería de 10' de alto, á partir del piso de las cámaras. Estas tienen una altura total de 30/. Así dispuestas las secciones y sin obstruir el tiro que hace la chimenea para la salida de los gases, queda detenido el material só- lido que estos arrastran, al menos parcialmente, porque se va por la chimenea una buena cantidad de plomo, plata y oro, juntamente con el arsénico, el antimonio, el azufre y el carbón. Los polvillos que se obtienen por este procedimiento, se precipitan al fondo de las cámaras, las cuales son purgadas de tiempo en tiempo, generalmente cada mes, para aprovecharlos en la fabricación de los la- drillos ó quesos. Es muy curiosa la manera como estos humos van dejando cada cla- se de substancias en su curso hacia la chimenea, teniéndose la certeza de hallar siempre y en lugares constantes, el mismo género de mine- ral ó metal en cantidad fija ó muy poco variable, en determinado pe- ríodo de tiempo. Por ejemplo, directamente atrás de los hornos, se en- cuentran las partículas del mineral que no se volatiliza, pero que es arrastrado mecánicamente por la fuerza del viento: más adelante, en dirección á la chimenea, como la temperatura baja, la proporción de este mineral disminuye más y más, y aumenta la de plomo, arsénico, zine y otras substancias que se han volatilizado en los hornos. Esta clasificación automática es tan marcada, que se hace posible la separa- ción mensual de los polvillos que se llevan á los hornos de cobre ú á los de plomo, según su naturaleza. La temperatura de los humos en ta base de la chimenea, es de 160%C. Los humos de los hornos de matas de cobre y los de los convertido- res, caminan, como se ha dicho, por conductos distintos, pero desem- bocan en la base de la chimenea, por donde se escapan juntos. La chimenea es de ladrillo hasta una altura de 15”.24, y de fierro, revestido interiormente de ladrillo, el tubo ó la chimenea propiamente dicha. Este tubo mide 60”.96; asi es que la altura total de la chime- nea, es de 76”.20. La base es de sección rectangular en su parte baja (107.82 x 10”.82, medida exterior) y octagonal en la superior, sobre Memorias T.XXVII1. 1909-1910.—19%* tro exterior mide 5”.94, ia el interior, de 5”49. El cod de estas secciones ofrece un aspecto agradable. EIA pa. para concluir, pea mi pecto al 3 R. HL Webb, pensarme. Aguascalientes, Marzo 31 de 1910, MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVII. TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS METODO GRAFICO PARA SU PREDICCION Su aplicación á la determinación de las longitudes y de las correcciones de las coordenadas d- la Luna Ud Por el Ingeniero geógrafo Valentín Gama, M.S. A. Subdirector del Observatorio Astronómico Nacional Mexicano. : Buscando la manera de simplificar los cálculos de predicción de hi» ocultaciones, que año por año se hacen en el Observatorio de Tacubaya, fuí conducido á un procedimiento, en parte gráfico, que hace ya tres años se emplea con ventaja en él. La cuestión, tratándose siempre de un mismo punto, se simplifica por la posibilidad de reducir á tablas y ábacos, bien sencillos, algunas fórmulas, como se hizo en Taecnbaya. El procedimiento allí adoptado no podría aplicarse, si se tratase de ha- cer predicciones para distintos puntos; por esto, y no dudando que po- dría tener ventajas el uso de un método gráfico, busqué una solución general del problema, que pudiese aplicarse á un punto cualquiera, y no sólo para la predicción de las fases, sino también para las circuns- tancias generales del fenómeno. Tal es el origen del presente trabajo, el que, como se ve, tiene un ob- jeto esencialmente práctico. Llamo sin embargo la atención sobre al- go que hay en él, y que puede tener importancia desde otros puntos de vista: las soluciones gráficas á las que se llega, han sido encontradas por los métodos de la geometría descriptiva, y de ellas, por el solo em- pleo de las fórmulas de la trigonometría rectilínea, han sido deduci- das las que resuelven el problema. Es decir, que la geometría descrip- tiva me ha servido de lazo de unión para “pasar de las cuestiones de Memorias, T. XXVILI. 1909-1910. —20 298 V. GAMA. trigonometría rectilínea á las de la trigonometría esférica, ó con más generalidad, para resolver problemas en los que intervienen tres di- mensiones, valiéndonos de las fórmulas de la geometría plana. No pretendo aventurar por ahora nada sobre la generalidad y exten- sión que puede darse á ese método. Lo creo, sí, susceptible de desarro- llo, y puedo desde luego decir, que siguiéndolo he llegado á establecer la fórmula fundamental de la trigonometría esférica. No sería, pues, remoto, que empleado sistemáticamente se llegase á resultados de al- gún interés, y en todo caso siempre lo tendría, desde ciertos puntos de vista, ge los métodos y de la enseñanza por ejemplo, esta aproxima- ción de dos ramas de la ciencia que hasta ahora habían sido tenidas como enteramente desligadas. La observación de las ocultaciones de estrellas por la luna, tiene im- portancia desde dos puntos de vista: en los observatorios fijos, como un modo de corregir las coordenadas de la luna; en astronomía prác- tica geográfica, como un modo de determinar la longitud. Desgracia- damente las ventajas que para la determinación de una longitud tiene el método de las ocultaciones, las aminora en gran parte lo laborioso y complicado de los cálculos necesarios tanto para la preparación de la observación, como para la reducción de la misma. Quizá sea impo- sible evitar esta última parte, sobre todo si se quiere obtener toda la precisión de que es capaz el método; pero no sucede así con la prime- ra: precisamente uno de los objetos de este estudio, es exponer un mé-. todo gráfico para la predicción de las ocultaciones, que simplifica no- tablemente el trabajo. Las fórmulas que resuelven los problemas relativos al fenómeno de las ocultaciones, se deducen de las que se obtienen para los eclipses, bastando para eso dar valores particulares á ciertas magnitudes que entran en ellas. En efecto, en la ocultación, los conos de sombra y pe- numbra se confunden en un cilindro tangente á la luna y cuyo eje es paralelo á la dirección de la estrella. Pero debido á eso el problema es más sencillo y más fácil de resolver que el de los eclipses. Nosotros lo tratamos directamente porque creemos que este estudio puede ser- vir de introducción al más complicado de los eclipses, y porque pudie- TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 299 ra tener interés para los que desean conocer la teoría de las ocultacio- nes por sus aplicaciones á la determinación de las longitudes ó á la corrección de las coordenadas de la Luna. Realmente la teoría de las ocultaciones tendría lugar en un progra- ma de astronomía práctica con mejores títulos que la de los eclipses. Las razones son obvias: las ocultaciones son incomparablemente más frecuentes que los eclipses; por otra parte, los momentos de los con- tactos en los eclipses son difíciles de apreciar, mientras que la des- aparición y aparición de una estrella son instantáneas y de la preci- sión con que se tiene la hora á la que se produce el fenómeno depende entre otras cosas la exactitud con que se puede tener la longitud. Varios son los métodos que se han propuesto para calcular las ocul- taciones; pera pueden agruparse en dos categorías. En unos se consi- dera la trayectoria relativa aparente de la estrella respecto al disco de la luna, y se busca el momento en que la distancia del centro de éste á la estrella es igual al radio aparente del disco en el instante de la ocultación; en los otros se considera el cono de sombra determinado por la estrella y la luna, y se busca el instante en que el lugar ocupa- do por el observador penetra en ese cono ó sale de él. Tanto en el uno como en el otro de esos dos caminos puede procederse gráfica ó ana- Jíticamente: designamos en efecto por a, 9, a” y 0' las coordenadas apa- rentes de la estrella y de la luna en la época t por 4 4 y 40 las varia- ciones horarias de las últimas; por 4 y 0 4 el semidiámetro aparente del disco de la luna y su variación horaria, para la misma época; y por zx el intervalo transcurrido entre la época t y el instante de la oculta- ción. Ahora, la distancia de la estrella al gentro de la luna en la época t + zx de la ocultación, será una función de las coordenadas de la es- trella y de la luna en ese instante. Por otra parte, esa misma distancia es igual al semidiámetro de la luna. Podemos pues poner simbólica- mente 1+0J2=T [2,0 (a4+2330), (0 +x40)); 300 V. GAMA. ecuación que dará el valor de x. Inútil es deducir la forma exacta de la función F. Basta observar que, siendo pequeñas las distancias de la luna á la estrella, se pueden suponer en un plano y entonces E será de segundo grado en x; como consecuencia nos resultarán dos valores para x que nos darán las épocas de la inmersión y de la emersión. No es más difícil de comprender el camino para la solución gráfica: Con un radio igual 4 4 semidiámetro de la luna, que provisional- mente supondremos constante, tracemos una circunferencia que repre- sentará el disco de la luna, una recta X X (Fig. 1) representará el Fig. 1. paralelo que pasa por su centro, los meridianos quedando entonces representados por normales á X X. Con los valores de J 4 y 4.0 cal- culemos las coordenadas de la luna para las épocas + — 1 y t + 1que serán a =0a=8b4 ya =a + Ja 0, =0— 30 yo =00 +40 e Cuad TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 301 . Tomemos en seguida L E = (a — a) cos 0 IE — a) cos done. y ED 0 00, Ei do e Los puntos E E,” E,” serán las posiciones de la estrella en las épocas f, t—=1y10 + 1, y las líneas que los une (uva recta) será la trayectoria (aparente) relativa de la estrella respecto á la luna. Ahora, lainmersión tendrá lugar cuando la estrella llegue al punto A y si se supone el movi- miento uniforme, como lo hemos hecho, eso tendrá lugar en la época Y == o De un modo análogo se calcularía la época de la emer- 2 1 sión. Inútil es advertir que la solución anterior no nos da ni aun la exac- titud compatible con un método gráfico, pues sin adoptar una exage- radamente grande, se hace sensible la no uniformidad del movimiento de la Luna; pero los resultados así obtenidos pueden servir de base para obtener valores más exactos. No nos detendremos en exponer cómo se hace esto, pues los métodos anteriores, aunque muy sencillos en principio, no son recomendables en Ja práctica. Si nos hemos dete- nido algo en exponerlos, ha sido únicamente para hacer comprender el problema y que se vea cuán fácil es su solución en teoría, por más que los cálculos que origine sean laboriosos. Pero no sólo está en lo laborioso de los cálculos el inconveniente de los métodos que hemos bosquejado, sino también en que no hay en dichos cálculos parte común á los diferentes lugares de la tierra y que pueda hacerse de una vez para todos, como sucede en el que vamos á exponer. Pertenece éste á la segunda de las dos categorías citadas. El camino que seguimos es el de Bessel sólo que procedemos gráfica y no alge- braicamente; á grandes rasgos consiste en esto: En razón de la gran distancia de las estrellas relativamente á sus dimensiones, pueden ser consideradas como puntos, y entonces los co- nos de sombra y de penumbra formados por la estrella, como cuerpo luminoso y la luna como cuerpo opaco, se confunden con un cilindro recto de base circular cuyo radio es el de la luna. Ahora bien, la ocul- 302 V. GAMA. . tación se producirá cuando el observador penetre en este cilindro de Z, sombra. La cuestión que- da así reducida á deter- minar la posición relati- va del observador y dicho cilindro y para eso los ares zziia LE referimos á un sistema P de ejes convenientemen- te elegidos. y Desde luego se ve que seria ventajosotomaruno de los ejes paralelo al SS ná 7 17) ES ON e Ki E == A 2 a NE e del cilindro, el de las z, por ejemplo, pues de esta manera para encontrar ¡FAA el momento de la oculta- ción nos bastaría deter- minar el instante en que Fig. 2. la proyección del obser- vador, sobre el plano de las +, y, entra al círculo determinado por la intersección de ese plano con el cilindro, Escogeremos pues, siguiendo á Bessel, como eje de la z la línea que va del centro de la tierra á la estrella, la cual en virtud de la gran distancia de ésta con respecto á la distancia á la luna, será paralela á la línea que va de la estrella á la luna ó sea al eje del cilindro de sombra. Por plano de la yz tomare- mos el plano horario de la estrella, contando las y pesitivas hacia el Norte; el eje de las z será una perpendicular OX á ese plano y estará en el plano del ecuador. El plano de las xy se llama plano principal; las w se tomarán como positivas hacia el punto X que tiene por ascen- ción recta 90% más la de la estrella. TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS 303 DETERMINACION DE LAS X Y DEL EJE DEL CILINDRO. coordenadas del eje del cilindro de sombra. Estas están evidentemen- te determinadas por las posiciones de la estrella y la Luna. ó sea por sus coordenadas angulares las que designaremos por a y d y a y 0 res- pectivamente. Refiriéndonos ahora á nuestra figura tendremos: == OL cos LO X Y=0L cos LO Y (1) Ahora, en el triángulo P L Y tenemos: cos L Y = cos PY cos PL + cos PY sen PL cos LRY.; pero PL= 90 —0', PY = o, LPY = 180—LPE = 180 —(4—a) así pues, cos LY=c0s L LOY=sen d' cos 4—cos d' sen d cos (a—a); en el triángulo LPX, cos LX = cos PX sen PL + sen PX sen PL cos LPX, pero PX=90, LPX = 90—EPL= 90—(a'—a) luego cos LX=cos L LOX—=cos 0' sen (2—a) Sustituyendo en (1) nos quedará: Y =0L (sen 0 cos d -— cos d' sen 8 cos (a—a) ) O X=O0L cos 0' sen (a'—a) (is ó bien X=0L cos 0 sen (u4—a) Y =0L [sen (0 —0) + 2 cos d' sen ó sen? 3 (a—a)] (3) (5) (+) Generalmente se pone bajo la forma: Y =sen (4 —d) sen? 3 (a'—a)—sen (d-+0”) eos? 3 (a—a) quese obtiene de 2) poniendo cos (a—a) =co0s? 4 a—sen (a'—a); pero no vemos que esta ex- presión sea más cómoda que la dada Ambas son mejores que la (2) en virtud de la pequeñez de (a'—a). Siguiendo el camino que acabamos de trazar determinaremos las - 304 V. GAMA. OL se expresa en función del radio ecuatorial de la tierra y de la pa- ralaje horizontal ecuatorial de la Luna por la expresión: En la que resel radio de la Tierra y z la paralaje; si se toma 7 como unidad de distancia. > 1 OL = sen = La cuestión podía resolverse también gráficamente, pero sería nece- sario una escala muy grande para obtener la exactitud necesaria. Por otra parte no tendria importancia la solución gráfica, pues este cálculo no es necesario hacerlo; se encuentran en todas las efemérides los va- lores de X y de Y para gran número de estrellas en el momento de su conjunción geocéntrica con la Luna, y con estas y sus variaciones ho- rarias a/ y” que también se dan, se calculan sus valores en un instante cualquiera. Es evidente que X es nula en el miomento de la conjun- ción aparente, pero no así su variación horaria X”, COORDENADAS DEL OBSERVADOR. Los designaremos por £ y 7 sin considerar la que se mide sobre el eje de la Z porque no es evidentemente necesaria. Si en la figura suponemos que L no sea ya la Luna sino el punto de la tierra donde está el observador, las fórmulas (1) nos darán los valo- res £ y 7. Pero en este caso PL no será la distancia polar de la Luna sino la colatitud, y el ángulo LPE no será tampoco igual á a“—a sino á la diferencia entre la ascensión recta del zenit del observador, ó sea el tiempo local, y la de la estrella. Además OL se reemplazará por la distancia del lobservador al centro de la tierra, la que designaremos por p. con esto las fórmulas (2) quedarán así: ¿=p cos y sen (t— a) pa) y =p sen y cos g2—p cos y sen d cos (1— 2) TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS 305 306 Y. GAMA. En este caso (t— 2) no es necesariamente pequeño y no es necesa- ria la transformación que hicimos para pasar á las fórmulas (5). Los valores de £ y de 7, dependiendo de elementos que cambian con la posición del observador y con el tiempo, no pueden ser calculadas de una vez por todas, por esta razón importa simplificar el cálculo que es lo que vamos á hacer tratando el problema gráficamente por los pro- cedimientos de la geometría descriptiva. Tenemos como plano vertical de proyección el plano meridiano que pasa por el punto m lugar del observador (Fig. 3); supongamos que ia vertical O P sea el eje de la tierra, tomemos m O T igual á la latitud del observador y O m igual al radio central y; m y m' serán entonces las dos proyecciones horizontal y vertical de la estación. El plano de las Z Y pasa por OP y hace con el plano vertical un ángulo igual á (1-2), (t siendo la hora sideral y u la ascensión recta de la estrella); su tra- za sobre el plano horizontal hará con AT un ángulo igual á (t— a) y será la línea OT” tal que TOT'"=(t—a). Ahora bien la X del ob- servador será su distancia al plano de las Z Y, para tenerla, trazare- mos ml perpendicular 4 OT” y tendremos nr C=£. Si prolongamos en seguida me hasta m” tal que em =m/m, m” será la proyección del observador sobre el plano de las Z Y abatido sobre el plano hori- zontal. Al hacer este abatimiento, O P caerá en O P” perpendicularmente á OT; si tomamos ahora PO Z igual á la distancia polar de ia estrella OZ será el eje de la Z y la normal O Y el de las Y después del abati- miento. Para tener entonces la y y la £ del observador tiraremos m” n perpendicular á O Y y es claro que on=7 y nm! =E Volvamos á nuestra fig. 3. Desde luego tenemos 3=mc=om sen (t— a) =p cos e sen (t— a) y=0n=dn—0 d; pero dn=Cm” cos YeP=Cm” cos ZO T=Cm” cos 3 =p sen y cos d Od=0G cos cOC=p cos e cos (t—a) sen $ TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 307 luego 7 =p [sen y cos 9 —cos e sen d cos (t—a)] Hemos llegado así á los valores de € y y que habíamos obtenido por un procedimiento enteramente distinto. Vimos ya que la ocultación se produce cuando la proyección del ob- servador sobre el plano de las X Y entra en la sección del cilindro de sombra con ese plano; ahora bien, el momento en que eso sucede lo podemos determinar una vez que conocemos las coordenadas del ob- servador y las del eje de la sombra; puesto que entonces podremos ya trazar la trayectoria relativa de la proyección del observador respecto á la seeción de la sombra sobre el plano de las X Y. En efecto, supongamos que hemos calculado las coordenadas É, 7, Es 7. del observador á las épocas t, t, y las 2, Y, %2 y, del centro de la aludida sección para la misma época; si nos referimos entonces á dos ejes pasando por el centro de la sección y paralelos á los otros, tendre- mos para coordenadas del observador: ¿IIA AOS MAI SN cae Tracemos en seguida dos ejes XX, Y Y, y del origen, con un radio igual al de la Luna, tracemos una circunferencia que representará la sección de la sombra (Fig. 4); fijemos los puntos A, B, cuyas coorde- nadas sean €, — Yi, € —Y M—Y2, Y — Y. respectivamente, estos puntos serán la posición del observador á las épocas t, y tz y la recta que los une representará su trayectoria respecto á la sombra. Si el in- tervalo tf. —t, es bastante pequeño podemos suponer el movimiento uniforme, y entonces, para tener el tiempo t en que el móvil llega al borde € de la Luna, ó sea el momento de la emersión pondremos: 308 V. GAMA. Del mismo modo obtendríamos el tiempo en que el observador está en D ó sea la época de la inmersión. y + Sería evidentemente muy cómodo tomar t, — t, = 1 hora, pues de ese modo quedaría sencillamente: == Pero no sería necesario ni aun ese pequeño cálculo, si construimos en efecto una escala como la de la fig. 5, trazamos sobre una hoja de papel los puntos ACB y acomodamos esta tira sobre la escala, leere- mos inmediatamente el valor de AC/AB en minutos y en fracción de minutos. En lugar de determinar £ y y para las dos épocas t, y t, + 1' se puede proceder determinando primero £ y 7 para t,, y calculando €, y TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 309 Y para t, +1, valiéndose de las variaciones horarias £' y y' de las coordenadas; tendremos entonces: m [ m del mismo modo tendremos ==. nar Con esto resultará para coordenadas relativas del punto con respec- to á la sombra 1” antes y después de la época t;. Para 1" antes... £¿ —%,= (41) =(E—4) + (2-50), 1. —% — SUI 7) Para 1" después... £¿—%w. == (£ —%u1) — (4 — E), y. — 7% =Y = (M1 —r)—(G —1)) Para tener S' y 7! diferenciamos las fórmulas (4) que nos dan: d¿=pcos p cos (t— a) dt dy =p cos p sen (t—a) send dt (4) Estos serán los valores de la variación de £ y y expresando t en par- tes de radio (radiantes); pero si expresamos á ten horas tendremos que multiplicar por el número de radios que vale la hora media; aho- ra bien, como la circunferencia ó sean 2 7 radios vale en horas me- dias 23*935 una hora valdrá 2 7 /23.935 = 0.2625, por consiguiente tendremos para variación de £ y y en 1 hora, es decir, para £* y 7! lo siguiente: 5'=(0.2625) p cos y cos (t— a), y =0.2625 p cos e cos (t— a) sen 0 De un modo análogo deduciríamos á 2! y! de los valores de XY, pero no nos detendremos en desarrollarlos, pues q! y! nos los dan las efemérides. Sea que se determinen directamente £, 7, ó por medio de las varia- 310 V. GAMA. ciones horarias, el resultado será tanto más exacto cuanto más cerca esté la época de la fase del punto de partida t,. Además, cuando se si- gue el segundo camino se puede obtener un resultado más preciso par- tiendo de los valores de £* y y? que corresponden, no á la época t,, si- no á la hora media entre t, y la hora de la fase, pues eso equivale á tener en cuenta la aceleración en el movimiento de la proyección del observador sobre los ejes XX YY. No importa por supuesto para eso, conocer con precisión la época de la fase, uno ó dos minutos de error nada significan, asi es que pue- den servir muy bien la hora de la fase obtenida calculando con los va- lores de £' 7 para la época t. Con una poca de reflexión se comprende fácilmente que la posición relativa del observador respecto á la sombra es la misma que en el cielo tiene la estrella con relación al disco de la Luna, así es que el ángulo YOD, por ejemplo, es el ángulo que el radio que une el cen- tro de la Luna y la Estrella hace con el circulo horario que pasa por el centro de la Luna, ó sea el' ángulo de posición de la estrella. El conocimiento de este ángulo es importante sobre todo cuando se ob- serva la emersión, pues nos dice el punto del disco de la Luna por donde la estrella debe de aparecer. Se cuenta este ángulo de 0 á 180 á partir del punto N del disco, indicando el sentido en que cuenta, es decir, si al E. ó al O.; por regla general la inmersión se hace por el borde oriental del disco y la emersión por el occidental, como se comprende con sólo reflexionar que el movimiento de la Luna con respecto á las estrellas es de Oeste á Este. En algunos casos como en el ejemplo que pusimos, en el que la trayectoria apenas toca al dis- co, sucede sin embargo que las dos fases tienen lugar de un solo borde. Resulta de lo dicho anteriormente que la estrella aparecerá en el meridiano de la Luna, es decir, que tendrá lugar la conjunción apa- rente, cuando £—w=0. Ahora bien, este instante de la conjunción aparente distará poco de las épocas de las fases por lo que es conve- niente tomarlo como punto de partida. Vamos para eso á determinar la hora á la que la conjunción aparente tiene lugar. Llamando (4t) PA T£ORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 311 el intervalo entre la conjunción geocéntrica y la aparente £ la abscisa del observador cuando aquella tiene lugar; deberemos tener: z Como £ y £ dor, puede tabularse la expresión anterior para distintos valores de la ” dependen del ángulo horario y la posición del observa- latitud y el ángulo horario y para valores de a' comprendidos entre los límites en que esta varía. Una tabla de esta naturaleza se encuentra . en el Nautical Almanac para 1886 de la que extractamos la que sigue para las latitudes de la República. Angulo horario OA A A 20 | 241 291211 251 30 38 | 46| 56|40| 47| 59 54] 641 76|57| 66| 79 es | 7381 o9m|70| sil 95 Í ¿ 400/83 |92| 104 | 88 | 98 92 | 102 | 114 | 94|105| 118 | 80 | sa [93 | 103 |89|98| 110|92 | 102 | 114 [95|105| 117 lsoo|ss+| 92 | 102 |88 | 97 | 108 | 91 [101 | 112 | 94 | 103 | 114 30 | 82 |90| 100|89|94| 104|89| 98! 108|92|100 | 2111 soolzalss| os|s3 [911 100|86| s4| 103 | 88 | 96! 105 | 312 V. GAMA. En cuanto al signo de 4 fácilmente se comprende que siendo el efecto de la paralaje hacer aparecer la Luna más baja, si está al Oeste del Meridiano la puralaje la hará aparecer más al Oeste, es decir, con menor ascensión recta y por consiguiente la conjunción aparente ten- drá lugar después de la geocéntrica; es decir, 44 será positivo. Lo con- trario sucederá cuando la estrella esté al Oriente. Esto mismo nos dice la fórmula. Las coordenadas x y y sus variacionos horarias a” y' no es necesario calcularlas; en los almanaques Inglés y Americano y en el Conoci- miento de los Tiempos de Francia, se dan sus valores para un gran número de estrellas; en el Anuario de Tacubaya se dan también para muchas estrellas cuyas ocultaciones son visibles en la República. Las tablas del Anuario en las que se dan esos elementos están dispuestos lo mismo que los del almanaque Americano y contienen lo siguiente: Nombre de la estrella, su magnitud, su declinación aparente, fecha en la que se produce su ocultación, hora media de Tacubaya en el ims- tante de la conjunción, ángulo horario que la estrella y la luna tienen en ese instante en Tacubaya, valores de Y, 2! y' en el momento de la conjunción (el de 4 es nulo en ese instante); finalmente, Jímites de la latitud entre los que están comprendidos los puntos en los que es visible la ocultación. Para facilitar el cálculo de € y y se han calculado de antemano y una vez para todos los factores p cos q y p sen q que no dependen sino de la latitud. En la tabla II del final damos sus valores para todas las latitudes de la República de medio en medio grado, damos también en la tabla 1 el factor 0.41915 p cos p que entra en £' y 7/.* Para facilitar la construcción gráfica que nos da los valores de £ y y se hace lo siguiente: Se toma una hoja de papel cuadriculado dividido en milímetros de 40 1 En estus ecuaciones p representa al radio central y Y la latitud geocén- tricaz fácil es deducir ésta de la geográfica, pero no es necesario pues pueden fácilmente transformarse las expresiones p en Y y p sen $ en otras en los que entre la Intitud geográfica en lugar de la geocéntrica. Tomando el semiej» mayor del elipsoide terrestre como unidad y llamando 2” y e ln latitud geo- o ds TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 313 ó 50 em. de lado; por el centro se trazan dos ejes rectangulares los cua- les se gradúan á partir del origen de O á 1, representando la unidad - por 0.20 em. y subdividiendo hasta los 0.01, de manera que 0.01 que- de representado por un espacio de 0.002 m. Con un transportador ó con una tabla de tangentes se divide uno de Jos cuadrantes de O á 902 de grado en grado ó de 30 en 30 minutos; finalmente se traza una cir- cunferencia con un radio igual al de la Luna ó sea de 0.273. Pongamos ahora un ejemplo para ver detalladamente todas las eta- pas de la operación. gráfica y la excentricidad, tenemos las siguientes relaciones que se encuentran demostradas en los tratados elementales de geodesia. cos q” /cos p = (1 — e? sen? p') p=(1—e? sen? y”) 4 de las que sacamos, cos P//cos Pp =p (1 — e? sen? Qp/) Y, ó bien p cos p = cos p/ | (1 — e? sen ? p”) 3 Jl factor 1 (1— e? sen? 9”) 3, que designamos por f, puede tabularse con q” como argumento, que es lo que se ha hecho en la tabla I. Ahora pongamos: > sen? fp = (1 — cos? p) = p ll (1 — e2 sen? p/)2 _ sen? p/ — 2 e? sen? 0/ 4 et sent y (1 — e? sen? p/)? de aquí, prescindiendo del término en e* que es muy pequeño: 4 1—2e2 sen P = sen p/ A y p sen 9 = sen Y/ (1 — e?) (1 — e% sen 4/) 4 ó bien: p sen p=f(1 — e%) sen y” = y sen p' Memorias. T. XX VILI, 1909-1910.—21 314 V. GAMA. En el Anuario del Observatorio de Tacubaya para 1908, encontra- mos que el día 12 de Junio es ocultada por la Luna la estrella y Ophiu- chi y se trata de determinar las horas de la inmersión y de la emer- sión en un lugar á 20%15' de Lat. Norte y 0,1292 al W. de Tacubaya. Tomamos desde luego los datos siguientes: Al Hora de la conjunción geocéntrica. (Tiempo de Tacubaya oros itncade nds de nico ERRE Ti 1244 Angulo horario de la estrella y la Luna en el momento de la CONJUNCIÓN -...occoroccennonccnnnnns H,=14 50 Declinación de la estrella ......oooomemnoorocomo*mmeosr.. 019749 Llamemos ahora t la hora local de la conjunción y h el ángulo ho- La tabla I nos da también el factor f (1 — e?) =g, con P como argu- mento. En la tabla II encontramos tabuladas f cor P” y g sen P” para las latitu- des de México. TABLA I Argumento: latitud geográfica = 0” Tabla de los factores f y y 1 Í V 1— e?sen? p/ 9=f (1 —.e?) [log (1 — e?) =9.9970917] | ARA Mo logg | 2 log f log y | | | EEN | | 15 | 0.000097 9.997189 ll 25 0.000259 9.997351 | 16 0.000110 202 | 26 0 000279 - 371 | 17 0.000124 216 27 0.000299 391 | 18 | 0,000138 2801 228 0.000320 412 19 | 0.000154 246 29 0.000341 | 433 | 20 ¡| 0000170 262 30 0 000363 455 22 | 0.000186 278 31 0.000385 477 | 22 | 0.000203 295 32 0 000407 499 23 | 0.000221 313 33 0,000430 522 | | 24 | 0.000240 332 | . TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 315 rario de los dos astros en el momento de la observación, tendremos 4, siendo la longitud: t= T, —¿4= 14P.44” — (*.127 = 14”. 32 ¡=== A 0 = A Como el ángulo horario, á la hora de la conjunción geocéntrica, es bastante grande, la conjunción aparente tendrá lugar bastante tiempo | después y por lo mismo será conveniente tomar como punto de par- TABLA II Argumento: latitud geográfica = 9' Valores de p cos Y y p sen Y p cos e=f cos y”, psen Y =f (1 — e?) sen £/ peos Y Dif. por Y p sen Y Dif. por 1* y! | | o , 15 00 | 0.9661 | 9.9850 | 0.2582 | 9.4102 15 00 | 9.34 | +4.65 | 9840 | 2656 | 4241 30: | 35 | | 4.49 9614 | 9829 | 2138 | 4375 16 00 | 36 | 4.34 | 9819 | 2824 | 4506 30 | 38 | 4.20 9566 | 9807 2905 | 4632 | 17 00 39 4.07 | 9796 | 2988 | 4754 30 | 40 E | 9513 | 9783 3070 | 4872 | —1800| 42 | 8.84 9771 3153 | 4987 | | 30 43 | ] 3.73 9448 | 9758 | 3253 | 5099 | 19.00| 44 | 3.62 | 9745 3316 | 5207 | 30 45 |- 3.52 | 9401 | 9732 3398 | 5313 | 20 00 ¡1 e | 316 V. GAMA. tida la hora de dicha conjunción. Para esto recurrimos á la tabla y en- contramos así: Hora de la conjunción aparente, f, = 141 32u 4 11280 — 165 002 Ang. horario en la conjunción APArente commmonoo vos SOQÓRn A AA = 760 sor $ Tomemos ahora una hoja de papel transparente y tracemos la línea AT y el ángulo TO?” igual á 769.30; de la tabla II sacamos p cos y | p! p cos Y Dif. por 1' psen Y Dif. por 1” p! | ERASE] / o , Í 20 00 | 0.9401 | 0.9732 0.3398 | 9.5318 20 00 —0.46 | +3 43 30 | 9718 3460 5416 30: 48 3.64 21 00 9340 9703 3561 5516 21 00' | 49 3.25 | 30 9689 3642 5614 30: | 50 3.17 | | 22.00 9276 9674 3723 5709 22 00 | | ] 51 3.09 30 9658 | 8808 5801 30. 53 301 23 00 | 9210 9643 3884 5892 23 00 | 54 2.94 | 30 | 9626 3963 5980 30 | | 55 2.87 | 24 00 | 9141 | 9610 4042 | 6066 24 00 | | 57 2.81 | 30 2598 4122 6151 30 | 58 2.74 | 25 00 | 9087 9575 4201 6233 25 00 | | 59 2.68 | 30 | Y558 4279 6313 30 | 61 2.62 I | 26 00 8993 9539 4357 9392 26 00 | | 62 2.57 | | 30 9521 4435 6489 30 | 63 | 2.51 27 00 8917 9502 4512 6544 27 00 65 2.46 30 9482 4590 6618 30 66 2.40 z 28 00 8835 9462 4667 6690 | z8 00 Er. TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 317 y tomamos om! =p cos p =0.940 valiéndonos de la escala trazada en el papel cuadriculado; trazamos también el ángulo T'OZ= 0 = — 19%49' (trazamos OZ hacia arriba de PT” porque la declinación es negativa) y ZOY = 90%. Hecho esto y teniendo á la vista la figura 3 hacemos la construcción indicada en la figura 6, es decir, se baja de m una perpendicular á OT y se toma m'c = 0.910 = E, y em” = p sen y = 0.343; en seguida de m” se baja una perpendicular á OY y se toma od = 7, = 0.405. La manera más sencilla de hacer estas últimas construcciones es la indicada en la figura 7 (a) y (b); se acomoda el papel transparente de modo que OT' coincida con AT en el papel cuadriculado y m” quede sobre la normal á AT' trazada en el mismo se marca el punto c, se e! peos y Dif, por Y psen Y Dif. por Y pg! o , 28 00 | 0.8835 | 0.9462 0.4667 | 9.6690 28 00 —0.67 +2.35 | | 30 9442 4743 | 6761 30 69 | 231 | 29 00 8752 9492 | 4819 6830 29 00. 70 2.26 | 30 9400 | 4896 | 6898 30 72 | 2 22 30 00 | 8668 | 9379 | 4971 6964 30 00. 74 | 2.17 30 9357 5046 7029 30 75 ] | 213 | 31 00 8530 | 9335 | 6121 7093 31 00 | 76 | | 2.08 30 | 9312 5194 | 7155 30 | | 78 | 2.04 32 00 8487 | 9288 | 5269 7217 32 00 | | 79 2.01 30 9264 5342 7277 30 9240 318 V. GAMA. lee en la escala em' =É y se marca m” tomando em'” = p sen €, figu- ra 7 (a); en seguida se acomoda el transparente como se indica en la fig. 7 (b) y se lee OD=7. Fig. 6. Calculemos ahora +, y para la hora de la conjunción aparente. Tenemos: 1t= 1.28 =1.47 a=4txY =147 X0.579=0.851 + n=y+ 4ty=1.031— 0.149 X 1.47 =0.812 + Los valores encontrados de x= y £ y los ponemos como sigue: x= 0.851 + 1 = 0.812 + ¿=0.910+ 7 =0.405 + E-—2,=0.059+ -n—n=0.407 — d En AAA PANA O E ya ¿A RIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. AR (9) "LAMA V. GAMA. 0 TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 321 La simple inspección de estos valores nos indica que en el instante de la conjunción el punto está fuera de la sombra; si construimos su posición en la fig. 5 y nos fijamos en que la trayectoria del punto con respecto á la sombra nunca se inclina más de 45? de la línea EW., des- de luego comprendemos que no hay ocultación y esto lo comprobamos calculando las coordenadas una hora antes de la conjunción aparente. Tenemos en efecto para ese instante: d. =0.47 X'=0.47 0.579 =0.271 y, =0.47 Y + y =1.031 —0.149 0.47 =0.961; por una construcción gráfica análoga á la anterior sacamos: E, = 0.820 + 7. = 0.483 con lo que nos resulta para coordenadas relativas del punto, respecto á la sombra, una hora antes de la conjunción aparente: S Sie y — 21, = 0.549 Ye — Y. =0.478. Si construimos la posición de este punto y lo unimos con el otro se encontrará que la línea que los une no corta el círculo de la sombra, es decir, que no hay ocultación. Es aquí lugar de advertir que la lista del Anuario es de ocultaciones visibles en alguna parte de la República y no debe entenderse que las ocultaciones son visibles en todos los puntos de ella. En la columna encabezada «Paralelos límites de latitud,» se dan los paralelos entre los que están comprendidos los puntos donde es visi- ble la ocultación; pero no se quiere decir que de todos los puntos com- prendidos entre esos límites sea visible aquélla. Vamos por último á presentar el cálculo completo de la ocultación de la estrella y Leonis que tendrá lugar el 26 de Enero de 1910 en un punto situado á 19%24' de Lat. N. y á 10” al O. de Tacubaya, pero sin entrar en detalles sobre el cálculo de las coordenadas £ y y, con el ob- jeto de que se vea la secuela de la operación completa. Datos que se toman directamente del Anuario: 322 V. GAMA. 1 Hora de la conjunción geocéntriCa ...omcmommm*m.. Angulo horario en el momento de la conjun- ción geucéntricCa. ....omcoomomons. Declinación de la estrella....... = MADE A ORO t,=y —2=09 .40 ¿t= 1.50 t¿=t + 4t= 7.50 E, = 0.942 — TS Co asicicon H= 3 50 — A = 17.1% + w/ 0.535 + y=0.157 + y/ =0.190 — H =3. 50 — IO h,=H—1=4.00 — Jt= 1.50— h.=h, + 4t=5. 50 — 7, = 0.304 + a' 4t=x,=0.981 — a == E — y = 0.039 + N == 1 =0.198 — r + 4try =n=0.502 4 a' =0.535 + 7 01905 AOS 7 = 0.073 = a — E 0.524 + y” => =0.117 — ru= 7 +v—€E =0.563 1 =7 + (y' —71) =0.315 Construimos ahora los puntos l y II cuyas coordenadas sean respec- tivamente, las unimos por una recta y sobre una tira de papel marca- mos los puntos l, II, A y C; en seguida aplicando esta tira á la escala de manera que los puntos l y II abarquen 60” y tomamos Juego los tiempos 7, y 7, transcurridos desde la conjunción hasta los contactos A y B. Encontramos así: 7, =14" — a Io La inmersión tendrá pues lugar á t. — 7, = 7*.36" ,, emersión 5 4 2) tt+7=8.21 6. TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 323 DE LA DETERMINACION DE LA LONGITUD POR LA OBSERVACION DE LAS OCULTACIONES Si los procedimientos que acabamos de exponer para calcular la ho- ra local de la ocultación los aplicamos á varios puntos situados en un mismo paralelo y á diferentes longitudes, tendremos las horas T,, To, T, de la inmersión, por ejemplo, para lugares de latitud gp y de longi- tudes L,, L,, L;..., y comparando en seguida aquellos con la hora Tá la que se observó la inmersión en una estación de lat. (pp, podremos por interpolación determinar la longitud L de dicha estación. Este método se comprende fácilmente, pero sería muy laborioso, tanto más cuanto que por los procedimientos gráficos que acabamos de exponer no podríamos llegar sino á una muy tosca aproximación. Se hace, pues, necesario buscar una solución más directa del problema, y para eso trataremos de encontrar la relación que liga á la longitud y la hora á la que tuvo lugar la fase observada. Supongamos que á la hora T se ha observado la ocultación de una estrella por la Luna, es claro que á esa hora la distancia del observa- dor al eje de la sombra será igual al radio de la Luna, y expresando algebraicamente esta igualdad tendremos una ecuación en la que en- tre como incógnita la longitud. En efecto, tendremos llamando «a la distancia del observador al eje de la sombra == +=" 0) Ahora bien, £ y 7 nos son conocidas porque no dependen sino del ángulo horario, no así x é y. En efecto, si L es la longitud del lugar, á la hora local T de la observación, q será la hora T + L del primer meridiano, y si llamamos zx, la abscisa de la Luna á la hora T, su valor á la hora T + L será x, + 2'L; de la misma manera encontraríamos y =Y + Y L, con lo que sustituyendo en (5) tendríamos a=(2+.u'L— E? + (y—y' L— y) en la que entra como incógnita la longitud L. 324 V. GAMA. Como siempre se puede tener un vator de L aproximado á uno ó dos minutos de tiempo, llamando L, la longitud aproximada y 4 la co- rrección, tendremos que á la hora local T de la observación, la hora referida al meridiano de las efemérides será T + L, + 2, y si llama- mos X, el valor de la abscisa á la hora T + L, tendremos c=a+od y d=(r4 0 4—-Y+(Y+y 207 (6) Si el movimiento de la Luna fuere uniforme las dos expresiones nos darían el mismo resultado y la segunda no tendría más ventaja que la de operar en números pequeños. Pero no es así, los valores de a” y' cambian con el tiempo y por con- siguiente las expresiones no representan bien los valores de x é y sino cuando L ó 4 son pequeños. De aquí la verdadera ventaja de la segun- da manera de operar. Para obtener á 2 de la ecuacion (6) vamos á hacer algunas trans- formaciones algebraicas. Pongamos: —¿=msen M x= xy sen N y —71=m cos M Y Con esto nos resultará: =wW+*n+2%*mn1cos (M— N) Despejando en seguida á 4 nos resulta: ==> m =2N)Y=E de —w ON 7 A “os (M — N) N E —— cos” (M — N) =5 2 a cda ci ld =- —N) n n N Para hacer calculable por logaritmos el radical, ponemos: — sen (M — N) = sen 4 con lo que a resulta finalmente: (1) ¿== — cos u— + cos P 7 TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS, 325 Vamos á interpretar el doble signo y á investigar cuál debe tomarse. Hay dos valores de 2 de los cuales uno sólo conviene. En general no hay incertidumbre en la elección de la raíz que debe tomarse, pues se conoce con bastante aproximación la'longitud; pero no es difícil en- contrar cuál es el signo del radical que debe tomarse, bien entendido que Y se toma entre 0? y 909, de modo que cos Y es siempre positivo. Para esto vamos a tratar el problema por un método más directo, que habla más á la imaginación. > Con las coordenadas zp, Yo del centro de la sombra á la hora local T de la observación (supondremos que la fase observada fué la emersión) fijemos el punto L y tracemos con el radio d el circulo de sombra; fije- mos también el punto A, proyección del observador con las coordena- das £ y y calculadas (Fig. 8). * a Fig. 8. Es claro que en el caso de la figura, el punto A no sale aún de la sombra puesto que ésta se mueve con respecto al observador hacia el Este, lo que nos dice"que el punto donde se observó no tiene la longitud 326 V. GAMA. . supuesta L sino que está más al Oeste. Para encontrar su posición fije- mos la del punto de longitud (L + 1) de la misma latitud q del ob- servador y á la hora local T. Las coordenadas del lugar seguirán sien- do é y 7 y por consiguiente A no cambiará pero los de sombra habrán variado X” Y” y por consiguiente serán 2 + 2 y + y”. Si tomamos en- tonces LG = e! y CD = y”, D será la nueva posición del centro de la sombra. Tomemos en seguida LB' = BA; es evidente que cuando L lle- gue á B' el observador saldrá de la sombra y por consiguiente su lon- gitud será L 4- el tiempo que tarda la sombra en pasar de Lá B'. Este tiempo será : LD siendo el desalojamiento en una hora. Para tener á L B' consideremos el triángulo A LB' en el que cono- cemos LB=d, AL=m y BAL=180— LAD'=180 (M—N); m, M y N están dados por las siguientes ecuaciones: —¿é=msen M, y —73=m O x= =msen N -Yy =n cos N Llamando ahora g el ángulo A B L tendremos: sen == sen (M— N) BA=d cos 4 —m cos LAD=d cos y —m cos (M— N) Ahora, como L D es lo que hemos llamado n en las fórmulas de arri- ba tendremos finalmente: 2 Ie os A dos (M — N) n n El signo + del radical de la ecuación (7) corresponde pues á las emersiones; del mismo modo veríamos que el — que corresponde á las inmersiones. . + Debemos de advertir que las 4' y' que dan las Efemérides, correspon- den al momento de la conjunción geocéntrica de la estrella y la Luna y como hay que adoptar las que corresponden á la hora de la obser- vación, habrá que calcularlas con las fórmulas (4) TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 327 PRECISIÓN CON QUE PUEDE TENERSE LA LONGITUD Influencia de los errores en el tiempo y en las coordenadas de la Luna Para estimar la precisión con que puede tenerse la longitud por el método que acabamos de exponer consideremos un caso sencillo, que nunca se realizará exactamente. Pongamos que y =7 y' =0; las ecua» ciones (8) se volverán: a—it=m ==nun M=n=090 con lo que la expresión que nos da el valor de 4 se volverá: : a—i£ o pd Mi e dE, AS nn E E á la que podremos haber llegado directamente por consideraciones se- mejantes á las del párrafo anterior. Aquí podemos ver inmediatamen- te la influencia en 2 de los errores en el tiempo y en las coordenadas . de la Luna. Tendremos diferenciando con relación á t: la variación de 2” con el tiempo es muy pequeña con relación á la de | zx por lo que podemos prescindir de ella sin inconveniente. Ahora £” o es menor que 2” así es que el coeficiente de dt no será muy diferente de la unidad; puede pues decirse que el error en la valuación del ins- ) tante de la ocultación no está multiplicado en el resultado por un fac- tor notablemente mayor que la unidad. Diferenciando en seguida con respecto á (a — a”) tendremos: : q do 1 MTS d (a—a!) 328 -V. GAMA. Ahora bien, la ecuación (3) nos da: de Tea con lo que expresando á d (a— a”) en segundo de tiempo, resultará: ar — 151 cos d sen 1 eE 15 cos 9 sen 1 d(a—0) E sen 7 z El menor valor de a es 0.50, el menor valor de z es 0% 57 = 3400” así es que el mayor valor de sen 1” sen 7 será yyy; resulta de todo esto que el valor de 42 no pasará nunca de 303299 [d (a—4/)] Puede decirse que, en números redondos, el error en la longitud es 30 veces el que afecta á las diferencias de AR de la Luna y la es- trella. La primera de las conclusiones anteriores nos hace patente desde luego que el método de las ocultaciones tiene una ventaja considera- ble sobre los otros métodos basados en las observaciones de la Luna. En todos estos en efecto, así en el de distancias lunares, como en el de “culminaciones,” el error en el tiempo entra en el resultado multipli- cado por un coeficiente que puede llegar hasta 30. Por lo que hace á la influencia de los errores en las efemérides todos los métodos están en el mismo caso. Debemos añadir que en el método de las ocultaciones la latitud tie- ne influencia en el resultado sobre todo cuando el lugar de observa- ción está cerca de los límites N ó S de la sombra ó cuando ésta se mueve muy oblicuamente sobre la tierra. No todas las ocultaciones son, pues, igualmente favorables. Hay otras causas de error que tener en cuenta, pero las anteriormente consideradas son las más importantes. Antes de presentar un ejemplo de cáleulo de una longitud debemos TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 329 advertir que cuando se quiere toda la precisión posible es necesario llevar en cuenta la altura de la estación sobre el nivel del mar. Esta equivale en efecto á un aumento en la cantidad que hemos designado por p, de manera que designando por A ¡a altura y por ( el factor por el que debe multiplicarse la distancia del observador al centro para tener la coordenada, tendremos para £, por ejemplo E 1 a ab E=(p+a) C=pC(1+ E es decir, que al valor de £ calculado como antes explicamos debe agre- gársele su producto por la relación de la altura á £. Ahora, como el valor de esta última es muy pequeño puede tomarse un valor constan- te de p igual á 6377 kilómetros, así es que expresando la altura en ki- lómetros tendremos para corrección el valor encontrado de ¿, C=£. a X 0.000156. Hagamos ahora un resumen de todas las fórmulas que se emplean en el cálculo de una longitud. zx =sen (a—a/) cos 3/sen z, y =sen (3 — 0) cos* 3 (a—a”)/sen z + —+sen* 2 (a—a”) sen 3 (84 0')/sen 7 a =15 4acos 0/7 y =40/7 E=fcos y sen h 7=M+*%% M=Y Sen y cos 0” y, =f cos e cos h cos 0” tg M=(2—5/(y—% tg N=2 /y' m= (x— £)/sen M=(x—£) cos M n=zx'/sen N=y'/cos N sen 4 =m sen (M—N)/d +d=0.2735 log d= (9.43537) 41=—m/n cos (M—N)=d/n cos y (41 en horas) El signo — corresponde á la inmersión. EJEMPLO Apliquemos estas fórmulas á la observación de la ocultación de 33 Ceti hecha en Tacubaya el 29 de Septiembre de 1909. La hora correc- ta de la observación es t=9"06"13".2, ó expresando en minutos y Memorias, T. XXVIII. 1909-1910, —22 330 Y. GAMA. fracciones de minuto: += 9*06.22; la longitud del Observatorio deter- minada por cambios de señales telegráficas es 6"36"46*.7. W. de Green. Podíamos para el cálculo tomar L, = 6'36" en minutos redondos; pero para facilidad de la interpelación al deducir los valores de a y 0 tomamos L, = 6*35.78 con lo que resulta que la hora de Greenwich en el momento de la ocultación es T= 9*'06”.22 + 6*35”.78 = 15"42* = 15,8000. Esto supuesto y adoptando para la latitud de Tacubaya 19924'17".5 dispondremos el cálculo como sigue: * a =1*01”52*.00 a =1'05 59.01 a— == 1%00'45.15 3(a—a)= 0 3022.57 4*03".01— ¿=2*08'16".80 “=1 5758 .70 ¿—0=0%018".10 3(0—0)=2 03 7.75 4.68557 sen (a—a/)...... 8.24726— sen (9—0)....... ( 2.79106 POSO aaacise Se 9.99970 cos* 3 (a—a!”)....—0.00003 a A —38.25202 8.25202 A O O 9.22458 2=0.98842 — 1=0.16772 1 = 0.00016 y =1+ 1= 0.16788 7 = 61'25".3 4a=138.042 =3685 .3 4 05= 989.28 sen 3 (a— We... 7.94607 sa 7.94607 sen 3 (0 +0)... $.59399 5 : 8.25202 a 6.19411 1 Los elementos todos de la luna han sido tomados del ''Nautical Almanac” que los da referidas las épocas al Meridiano de Greenwich, A A TN PEMEVATNN TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 331 VA 1.17609 MO HER 7 2.99532 da 2.14001 TS 3.56647 AAN —3.56647 y 9,42885 ) cos 0'......+-9.99969 N ¿a 9.74932 9.2682 ) Voy = 9.06 13.2 Acc = 17% ENS acel. = ZO 21 39 13.5 pa Ue — MIMOS RDO0! SO 3 26 PE 51940 22.5 hd dos 0.00016 cos p 9.97460 deposon 9.99725 cos h 9.79250 sen y 9.52145 sen 0' 8.53544 cos 0 9.99774 TAS 8.30270 71- . 9.51644 = 0.32994 7, =0.02008 7 — 7, =0.30986 Corr. por altura =c= 9 y 0.30995 ME USEDAE 0.00016 cos £.... 9.97460 senh.... 9.89458— 9.86934— 0.74019 Corr. por altura = 0.00022 ¿=C.74041 332 V. GAMA. x= 0.98842 y=0.16788 £=0.74041 7 =0.30995 =—E£=0.24801 y —7=0.14207 narnia 9.74932 9.74963 as das 9.42885 >» sen Noco...... 9.95529 IAN tasas 0.32047 o aodes 9.79434 a— Enccccdann , 9.39447 9.39447 Y — Munnnanons 9.15250 sen Mo...omooo. 9.93838 Mas 0.24191 Mei cti 9.45609 M=240911'40" M= 64 2640 M-—N =175%45'00" Ves 0.56463 ANUaa: 9.43537 Mino riotaaa DO 609 LOSE 0.20566 sen[(M — N). 8.86987 cos Y... 9.99868 SON Dorncccnoc 8.89059 oro RARA — I= 0.43622— —II=0.4577 + 41==—1—II=0.0215 horas. — e SÁB 9.45609 Decoracion 0.20566 cos (M—N). 9.99880— Ie 9.66055— L,=6 35 46.8 AS 1 17.0 L=6 37 03.8 TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 333 OBSERVACIONES Debe tenerse presente que cuando la longitud supuesta no difiere mucho de la verdadera (como en nuestro ejemplo) el valor de m, dis- tancia del punto al eje de la sombra, debe diferir muy poco de d (ra- dio de la sombra). Además en el ejemplo m > d lo que quiere decir que el punto que tiene la longitud supuesta aún no llega á la sombra, y como ésta avanza sobre la tierra de Occidente á Oriente, dicho punto estará al Oriente de la estación, es decir, que 4 2 será positivo. El cálcu- lo muestra que así es, pero ese resultado lo podíamos haber previsto por la simple comparación de los valores de m y d. La diferencia de 17* entre el valor obtenido y la longitud adoptada nos representa casi todo el error de la longitud deducida de la hora de la ocultación, pues que la longitud aceptada es conocida á menos de1". Este error proviene principalmente de los siguientes: del error de la corrección del cronómetro; del que afecta al tiempo cronométrico de la ocultación; de los errores en las coordenadas, paralaje y diámetro de la luna. Los dos primeros entran en el error final de 4 2 con un coeficiente poco diferente de la unidad y como en nuestro caso tenemos la correc- ción del cronómetro 4 menos de 0*5, y el error al anotar el momento de la ocultación no pasa á mi entender de dos segundos, quedan como causas principales de la discordancia las dos últimas. Llamará la aten- ción que haya estimado en dos segundos el error cometido al anotar la hora de la ocultación, pues esto no se compadece con el hecho por to- do el mundo conocido de que la ocultación es casi instantánea; pero hay aquí lugar á advertir que cuando se trata de una estrella chica y la inmersión se hace por el borde iluminado, como fué en nuestra ob- servación, la estrella apenas se ve cuando está ya muy cerca, y esto produce cierta incertidumbre en el momento de la ocultación. Por lo que hace á la influencia del error en el radio de la Luna ad- vertiremos que éste se corrige en parte observando las Jos fases de la ocultación; pero no hay que esperar eliminar completamente el error 334 V. GAMA. de esa manera: en efecto, el disco de la Luna no es una circunferencia geométrica, tiene sus irregularidades en los bordes, así es que la hora de la ocultación puede acelerarse ó retardarse según que el contacto se haga en una saliente ó en una entrante del borde. En cuanto al efecto de los errores en los elementos de la Luna da- dos por las efemérides, la mayor influencia corresponde al error en AR y la manera mejor de evitar el efecto de éste, es observar simultá- neamente con un observatorio fijo. Observando por ejemplo en Tacubaya la misma ocultación que en la estación cuya longitud se quiere, se podría con la observación en el primero de dichos puntos corregir de la manera que adelante expo- nemos, la AR y la D de la Luna y emplear los valores así obtenidos para calcular la longitud del otro. CORRECCIÓN DE LAS COORDENADAS DE LA LUNA POR LA OBSERVACIÓN DE UNA OCULTACIÓN La observación de las ocultaciones en lugares de posición conocida puede servir para determinar las correcciones que hay que hacer á las coordenadas de la luna de modo que las horas calculadas para las fa- ses sean iguales á las observadas. Llamando x=, y £ y 7 las coordenadas de la sombra y del observador á la hora T á la que se observó uno de los contactos; deberemos tener: de (e a (9) Si esta ecuación no se verifica es porque las coordenadas de la Luna y de la estrella que han entrado en el cálculo están afectadas de erro- res y habrá que corregirlas de modo quese verifique la ecuación. Para esto pondremos á x y en función de las coordenadas angulares, desig- nando por 4 (a — a”) y 4 (9 — 0”) las correcciones que hay que ha- cer á dichas coordenadas angulares, y por 4 y y 4 x los que en virtud de esto tienen que sufrir las x y. La ecuación (9) quedará entonces hajo la forma: d=(2 + 4d —E + (y+ 4y— MDercnoo.. .(10) TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 335 Para tener 4 x y 4 yen función de 4 (a — a”) y 4 (8 — 0”) dife- renciamos las ecuaciones (9 y 10) con lo que resultará: 1 Ya) = o! PO Á EA zx Ea cos 0” cos (a ar) Ad (a a) == 1 [PE YA E a EOS (0 0) 4 (0 —0) — 2c05 0' sen 0 cos 3 (a! — a) 4 (a! — a)] Antes de pasar adelante observemos: que el efecto en el valor de x del error en d' es insensible por estar multiplicado por una cantidad muy pequeña; que sucede lo mismo con el valor y por lo que no hay necesidad de considerar separadamente los errores en las declinacio- nes de la Luna y la estrella sino únicamente el error en la diferencia de coordenadas; que los valores dados 4 (a — a) y 4 (0' — 0) están en partes de radio, por lo que habrá necesidad de multiplicarlos por sen 1” si se quiere expresar esa cantidad en segundos de arco. Sustituyamos ahora los valores de 4 x y 4 y en (10), desarrollan- do los cuadrados y teniendo presente que podemos ¡prescindir de las segundas potencias de 4 (a — a) y 4(08— 0”) y poner por cos (a! — a) y cos (0 — 9) la unidad, tendremos: 2 =- 04 (a! — E (0: — E) cos (a' — a) sen 1 MD E 0 2 sen 7 + (y —2) 4 (0 — 0) sen 1" Haciendo como antes (x — £) = msen M y—>7=mncos M podremos tener: ” , 2 m sen M sen 1” cos 0 A) sen 7 de =w + 2 sen 1” , A 4 (0 — 6 + OS M4( ) Lis” ÓN 336 V. GAMA. Si pasamos 2 al primer miembro nos quedará: Re (24m) (0 m) = EMM son 11 cos 0 4 (a — a) + ” A) sen 7 Ela En esta expresión podremos, en virtud de que m y d difieren muy poco, poner: : le pe 94 (a = A M cos (a a) + 2 sen 1” RSE DA A (9 — + RNE cos M4 ( 9) La observación de la emersión nos dará una ecuación de forma aná- loga á la anterior; tomadas las dos simultáneamente podremos tener los valores de 4 (a' — a) y 4 (0 — 0). Circunstancias generales de una ocultación Tratándose de eclipses de Sol, fenómeno que tiene gran analogía con las ocultaciones, se acostumbra dar las posiciones de la penum- bra y de la sombra sobre la tierra, de hora en hora para la primera, á más cortos intervalos para la segunda. Para las ocultaciones se li- mitan las efemérides á dar las latitudes extremas entre las cuales es visible el fenómeno. Vamos á ver la manera de fijar estos límites así como la posición de la sombra en un instante dado, pues esto puede servir de introducción á la solución de la cuestión en el caso más com- plexo de un eclipse. Latitudes límites de los puntos en que es visible la ocultación.—So- bre el plano de las XY tracemos la trayectoria de la sombra y las pro- yecciones de los paralelos de la manera que lo indica la fig. 8 veremos entonces inmediatamente cuáles son los límites buscados. Para trazar la trayectoria de la sombra se toma la Y de su centro TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 337 en el momento de la conjunción geocéntrica y se marca el punto O con esa ordenada y la abscisa O; una hora después el centro de la som- bra estará en el punto II cuyas coordenadas serán a”, Y + y'; la línea O Il será la trayectoria del centro de la sombra. La circunferencia de centro O con un radio igual al de la Luna, será la posición de la som- bra en el momento de la conjunción aparente, y si trazamos dos para- lelas 4 O II tangentes á la circunferencia aludida tendremos la pro- yección de la porción barrida, digámoslo así, por la sombra. Para tener la proyección de los paralelos, sea oz el eje de las z, es decir, la línea que va de la tierra á la estrella; OP el eje de la tierra, OY el eje de las Y; A un punto sobre el meridiano de la estrella de latitud p; el paralelo de ese punto formará con el plano de las XY un ángulo igual á (90 — 0) (0 es la dec. de la estrella) y se proyectará por consiguiente según una elipse cuyos ejes serán: AB=cos py CD=cos p sen d El punto C centro de la elipse está fijado por la ecuación: OC.= 0B cos 4 =sen p cos d, y el vértice D por OD = sen (p — 0). La trayectoria de nuestra figura es la de la sombra de la estrella 33 Ceti el 29 de Septiembre de 1909, y los paralelos han sido traza- dos para ¿= 2? que difiere muy poco de la declinación de dicha es- trella. Según nuestra figura las latitudes límites serán + 83% y — 8 que son las que nos dan los Almanaques Americano y Francés. Si se construye una serie de gráficas, análogos á los de la figura, para las declinaciones de 0% á 30% se podrá inmediatamente con la construcción indicada encontrar con muy poco trabajo los límites bus- cados para una estrella cualquiera. 338 V. GAMA. LÍMITE DE LA SOMBRA EN UN MOMENTO DADO Lo mismo que los paralelos, los meridianos de la tierra se proyec- tarán según elipses más ó menos alargadas; de todos los meridianos el de los puntos para los cuales culmina la estrella en el instante dado se proyectará según una recta, y á ese le llamaremos meridiano cen- tral. Sapongamos pues construidas, como en la figura 11, las proyee- ciones de los meridianos sobre el plano de las X Y correspondiente á 33 Ceti y busquemos la posición geográfica del punto A, en el límite de la sombra á la hora de la conjunción geocéntrica. Este punto está en el paralelo de 3795 latitud Norte y á 20? al Oeste del meridiano central. Ahora bien, si conocemos la longitud, respecto á Greenwich por ejemplo. de ese meridiano, tendremas la del punto A añadién- dole 20, Fig. 9 Para tener la longitud del meridiano central observemos que la hora sidérea de los puntos que están sobre él en el momento de la conjun- ción es la ascensión recta de la estrella (a) y por consiguiente si lla- mamos t la hora sidérea de la conjunción, la longitud buscada será » AA TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS 339 (t—a). En nuestro ejemplo ¿=6* 11” a=1* 06”, tendremos pues para la longitud buscada: L=5* 05 =76" y para longitud de A, 967 al W. de Greenwich. Para construir las proyecciones de los paralelos es conveniente fijar los puntos en los que aquellos son tangentes á la intersección de la tierra con el plano de proyección. Para eso observaremos que evidentemente los puntos de contacto deberán estar en la intersección del plano del paralelo con el de proyección, en nuestro caso el de las X, y. Ahora bien, el punto F de la fig. 9 es un punto de esa intersección, la cual deberá ser perpendicular al eje de las Y.Y.; por consiguiente si por F tiramos H H' los puntos H y H' serán los buscados. Puede fijarse el punto H valuando el ángulo HOY y para eso basta observar que sen P cos cos HOY =0F=0B/cosó= Esta expresión nos dice desde luego que si d es muy pequeña H distará de z sensiblemente la latitud del paralelo: esto es lo que pasa en la fig. 11. Lo anterior es bastante para que se comprenda la manera como se procedería para otra hora cualquiera. La ventaja de este método es que se pueden construir de una vez por todas, gráficas para todas las de- elinaciones que alcanza la Luna, pues una vez que se tienen esas gráfi- cas no hay que hacer sino rápidas y sencillas operaciones. Observare- mos por último, que las aludidas gráficas son las mismas que se usan para la determinación de la posición heliográfica de las manchas so- lares. Para construir la elipse según la cual se proyecta un meridiano, que hace un ángulo L con el principal, observaremos que esa elipse debe pasar por el punto P” proyección del polo P de la tierra, fig. 9, por con- siguiente bastará conocer la posición de su eje mayor y como ese eje pasa por el centro O, bastará otro punto de su dirección. Busquemos 310 V. GAMA. pues un punto de la traza del plano del meridiano de que se trata. Es- cogemos un plano vertical de proyección que pase por OY y tiremos un plano tangente á la esfera en P; las trazas de este plano serán AB y AP” y sus proyecciones con los planos del meridiano principal y del otro cuya proyección se quiere formarán un ángulo L. Abatiendo el plano tangente en el polo sobre el de los XY por un giro alrededor de AB, el Polo caerá en P, y construyendo el ángulo APC igual á L la rec- Figura 10 ta PC será la traza del plano meridiano de que se trata con la tangen- te en P. El punto C será pues el punto buscado y MM? el eje de la elip- se. Si en el punto P se trazan una serie de rectas que formen con OA ángulos de 5% en 5%, por ejemplo, tendremos los ejes de todas las elip- ses según la cual se proyectan los meridianos que formen esos ángulos con el meridiano principal. Si se prefiere á la construcción gráfica el cálculo del ángulo CO Y, TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 341 será fácil deducir ese ángulo de la misma construcción. En efecto te- - nemos: AP” = AP” = tg P"OY = tg 0, AO = seco AC= AP tg APC= tg 0 tgL AC tgotgL_ SS a RAND NOAISS235S ENS : CAÑAS SÉ MAA AAA ñ CO Opt : É AR pea AA ES AHHH mr lr a ' ANA a > NN es Conocido el eje de la elipse y un punto P” de ella posible es cons- truirla y calcular el eje menor; pero puede también calcularse éste conociendo el ángulo que el plano del meridiano hace con el de la pro- A PUT A NA yección. Para tener ese ángulo hacemos la construcción indicada en la : ú misma fig. 9, de la que lo obtendremos midiendo el ángulo DCD”. Si lo queremos deducir trigonométricamente pondremos: D'D __DD”__ 0D'tgó tg DCD' == =p O ó bien cot DCD” = sen a cot 0 > A estas mismas relaciones habríamos llegado si hubiésemos tratado la cuestión por los métodos de la trigonometría esférica. Tacubaya, 1910. MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVII. NOTAS SOBRE FAPLORACIÓN Y PROSPECCIÓN DE CRIADEROS MINERALES Por el Ingeniero de Minas Julio Baz y Dresch,M.S. A. (SESION DEL 2 DE AGOSTO DE 1910) PROGRAMA Primeros trabajos para preparar una mina hasta ponerla en estado de ser explotada, tomados desde el tiempo del descubrimiento y pa- sando revista á todos los estados intermedios, como son: exploración, reconocimiento preliminar, denuncio, levantamientos de estudio, obras de investigación, trazado de las obras de preparación para el disfrute y finalmente apreciación del yacimiento. E DIVISION 1. Introducción y exposición del programa. 2. Trabajos de exploración ó prospección. 3. Reconocimientos preliminares. 4. Procedimientos de denuncio. 5. Levantamientos de estudio. 6. Obras de investigación. 7. Obras preparatorias del disfrute. 8. Apreciación del yacimiento. 9. Conclusión. 1.—Iutroducción y Exposición del programa Una mina es un depósito de mineral que puede ser trabajado con beneficio, es decir, que antes de agotarse debe haber devuelto á sus dueños el precio de adquisición y las cantidades gastadas en los ser- vicios de extracción, transporte y beneficio del mineral, costo de obras 344 JULIO BAZ Y DRESOH. auxiliares y administración y además una utilidad líquida y valuada como un tanto por ciento de las cantidades de dinero empleadas. Por lo tanto la persona que emprenda la explotación de un criade- ro mineral deberá investigar, antes de invertir sumas más ó menos grandes en las obras é instalaciones previas, asegurándose lo más posi- ble de que el criadero contiene mineral en cantidad y calidad suficien- tes para justificar esta inversión. La investigación de los criaderos minerales es una operación nece- saria que debe anteceder á las de explotación y es precisamente ella la que decidirá del grado de explotabilidad de un criadero. Puede decirse que la mayor parte de los fracasos en minería se de- ben al descuido de la investigación previa del criadero, pues sólo los resultados de dicha investigación serán á los que se deba atender para invertir un capital, casi siempre cuantioso, en un determinado asunto minero. .1.—Los trabajos de exploración son los que se hacen con el objeto de descubrir criaderos minerales. Dichos trabajos se emprenden siste- máticamente en el caso de una Compañía concesionaria de una Zona de Exploración en una región mineralizada y que tenga un campamento Ingenieros dedicados á descubrir criaderos que ameriten denunciarse. 2.—Fuera de este caso aislado, el descubrimiento de los criaderos minerales es debido, 6 á la casualidad, 6 á los esfuerzos aislados de los gambusinos y cateadores gente de escasos recursos y pocos conocimien- tos científicos, pues su ciencia se reduce á distinguir unas de otras, tres ó cuatro pintas minerales pero que poseen un espiritu aventurero y que siempre con la esperanza de hacer una fortuna rápida en algún descu- brimiento, no desmayan en su empresa arrastrando una vida llena de privaciones. 3.—AsÍ es que generalmente el Ingeniero no tiene que hacer propia- mente el descubrimiento, sino que comisionado por el socio capitalista del descubridor tendrá que informar de la existencia y naturaleza del criadero y de su explotabilidad aparente para que en vista de este infor- me preliminar se decida si hay ó no lugar á proceder al denuncio para amparar la propiedad y empezar á hacer investigaciones formales. Nu TAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 345 4.—Una vez que se ha visto que el criadero presenta buenas condicio- nes pára ser trabajado se procederá al aseguramiento de la propiedad. Dos clases de procedimientos se presentan: 1. Los administrativos, que son los que se siguen en la Agencia de Minería y que comprenden: permiso de exploración, solicitud de denuncio, publicación de dicha solicitud, nombramiento y aceptación del perito, entrega del plano é informe á la Agencia de Minería y expedición del Titulo por la Secre- taría de Fomento. 2. Los procedimientos periciales, que son los que tie- ne que efectuar el Perito para hacer la medida y localización de las per- tenencias señalando en el terreno los puntos que deben ocupar las mojoneras. 5.—Siendo muy costosas, las obras preparatorias de explotación an- tes de emprenderlas, deberá hacerse un estudio completo del criadero y de las condiciones en que se encuentra. Hay necesidad pues, de hacer un levantamiento de estudio para poder determinar la mejor colocación de las dichas obras para que llenen su objeto y para que resulten lo más económicas posible. Con un levantamiento bien hecho se tendrá el criadero de tal modo representado, que será posible después proyectar los lugares de él que se deben atacar y calcular además, no sólo la duración de las obras, sino aun su costo. 6.—El estudio del criadero no será completo'si no se investiga antes, tanto en la superficie como en la profundidad, sus dimensiones, regu- laridad, mineralización y condiciones generales para su explotación. Ciertamente que esto originará un gasto (especialmente las investi- gaciones subterráneas), pero deberá tenerse en cuenta que, si el resul- tado de la investigación es negativo evita el emplear en un mal negocio cantidades fuertes de dinero y si el resultado es favorable, estas obras servirán para dar á conocer la mejor manera de trabajar el yacimiento. Cuando no se conozcan todas las condiciones que se tienen que sa- tisfacer y todos los obstáculos que hay que vencer, las obras que se emprendan tendrán que salir defectuosas y redundarán en perjuicio de la explotación económica. 7.—El estudio y la investigación de las condiciones del criadero Memorias, T. XXVIII, 1909-1910. —23 346 JULIO BAZ Y DRESCH. permitirá fijar de una manera definitiva el método de explotación que se va á seguir y una vez este elegido habrá que hacer el trazado de las obras (pozos y galerias) necesarias para llevarlo á cabo. , El trazado de esta red subterránea comprenderá las obras de acceso y las de circulación interior, que son las intermediarias entre las labo- res y el patio de la mina y que una vez ejecutadas permitirán á ésta entrar en un periodo de plena producción. 8.—El último punto tratado es el quese refiere á la apreciación del yacimiento para decidir de su expiotabilidad. 9.— Conclusión. 2 —Trabajos de exploración ó prospección Dos factores intervienen en el descubrimiento de criaderos minera- les: casualidad y tiempo; pocos son Jos que han escapado á esta doble influencia. El hombre desde las más remotas edades ha extraido las substan- cias minerales del seno de la tierra, es claro que desde un principio debe haberle llamado la atención el diferente aspecto de los minerales respecto á la roca en que se encuentran y atraído por su color,'su brillo, su peso, etc., los recogió y acabó por descubrirles sus otras cualidades. Los minerales más fáciles de recoger fueron los primeros en ser ex- plotados, tales son aquellos cuyos criaderos pertenecen á los denomi- nados placeres. El pastor, el arriero, el caminante, han sido los principales descubri- dores de los criaderos minerales. Pero además de los casos.en que interviene la casualidad, hay otros en los que el hombre se dedica exclusivamente á encontrar ó descubrir dichos criaderos. Estos trabajos de descubrimiento son emprendidos ya sea por perso- nas aisladas que en general poseen escasos conocimientos mineralógi- cos y geológicos y que son designados con el nombre de gambusinos; ó por sociedades organizadas con el objeto de determinar, en una re- gión dada, los criaderos que ameriten ser denunciados. NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 347 Estas empresas, equipadas á veces con todo gasto, tienen verdade- ros campamentos de ingenieros dedicados á levantar el plano topográ- fico y geológico de la región abrazada por la zona de exploración con- cedida y mantienen por un tiempo largo un trabajo perfectamente organizado. El individuo que se dedica á descubrir criaderos minerales debe te- ner cualidades especiales; debe ser robusto y sano para poder soportar las fatigas físicas, largas jornadas, mala alimentación, vida al aire li- bre, inclemencias del clima, ete. Su carácter distintivo es su afición á estas empresas, además debe ser sobrio, prudente, tenaz para no des- mayaren la prosecución de su ardua tarea y sobre todo debe ser escép- tico para no ilusionarse con indicios falsos y así poderle dar á las ob- servaciones y descubrimientos su real valor. Conocimientos en mineralogía, geología, docimacia y análisis quí- mieo (por lo menos al soplete), y de topografía, son enteramente in- dispensables y aunque no se puede decir hasta qué grado debe poseer estos conocimientos, se comprende que de ellos dependerá en gran parte el resultado que se obtenga. " Además debe conocer los procedimientos administrativos de ley que se siguen para amparar los descubrimientos. Todo esto reunido hace del individuo que se dedica á buscar minas un ser especial y en cuanto á su carácter se puede decir que el gam- busino nace, no se hace. Este sería el gambusino ideal, raramente realizado, pues la mayor parte no llenan mi la mitad de los anteriores requisitos, pero al hablar de él lo he hecho porque las condiciones que he expresado son las que deben tener los ingenieros comisionados para el estudio de una región. En un campamento organizado en regla se aplicará el principio de la división del trabajo. El número de personas que lo formen variará en cada caso con la extensión de la zona por explorar, del tiempo en que deba quedar acabado el estudio y de la posibilidad monetaria de la compañía organizadora. Pero en general el servicio debe organizarse asi: 348 JULIO BAZ Y DRESCH. Un jefe. * Sección de topógrafos. Sección de exploradores. Administrador del campamento. Mozos y peones. El jefe del campamento es generalmente uno de los exploradores y su misión es además ¡a de distribución del trabajo, la recopilación de datos y la vigilancia. 4 TOPOGRAFIA El levantamiento topográfico es una operación enteramente indis- pensable en el caso que nos ocupa, pues el conocimiento de la región y de las formas del terreno hará que la exploración se lleve con or- den y método y permitirá relacionar unas con otras las observaciones y datos recogidos. Las operaciones topográficas que tienen que hacerse son de dos ór- denes, primero un levantamiento general que dará á conocer los acci- dentes orográficos y las vías de comunicación y un cierto número de puntos fijos á los que se relacionarán los levantamientos especiales; y segundo, los levantamientos especiales que se harán en cada punto en que el explorador haya hecho un descubrimiento y tiene por objeto de- terminar los elementos del criadero descubierto, localizar los puntos adonde se hayan tomado muestras, servirán además para proyectar los trabajos que se han de hacer sobre dicho criadero, en vista de que sal- gan lo más apropiados para el objeto y por último para establecer el denuncio. EXPLORACION Cada explorador tiene que hacer sus investigaciones en una área li- mitada y proceder sistemáticamente. Las indicaciones á que tiene que atender y por su orden, son las si- guientes: NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 349 Indicaciones locales. Arqueológicas. Mineralógicas. Indicaciones geológicas. Relaciones de formación de los criaderos. Asociación, continuidad y paralelismo. INDICACIONES ARQUEOLOGICAS 0 Son las señales de cualquiera naturaleza que hayan podido dejar los trabajos efectuados en épocas más ó menos remotas. Desde luego la etimología dará una luz á este respecto y aunque muchas veces un nombre puesto al acaso, no quiere decir nada, hay otros en los que dicho nombre guarda alguna relación con su signifi- cado, Así hay lugares denominados: Piedras Negras, Barriga de Plata, Río del Oro, Tetela del Oro, Minas Viejas, Azufrosa, etc., en los que existen carbón de piedra, mineral de plata, oro de placer, etc. Tradiciones.—Muy abundantes en el país, sobre todo en los distri- tos mineros de difícil acceso y poco-poblados; se refieren generalmen- te á minas muy ricas cuya localización exacta no se conoce, pero en la tradición se enentan incidentes por los que puede deducirse el lugar adonde estaba situada la mina, que generalmente fué tapada por su propietario, habiendo éste al momento de huir ó morir, legado los da- tos de su situación á una ó dos personas que quedaron en el secreto. De dichas tradiciones hay que desconfiar, pues si bien es cierto que las hay verdaderas y que realmente han servido para hacer buenos descubrimientos, la mayor parte son inventadas por individuos que tienen por profesión vivir de los erédulos y entusiastas buscadores de minas, al ofrecerse como guías y ayudas en el descubrimiento de la mina objeto de la tradición que ellos"mismos cuentan, Documentos.—Son más raros pero sin embargo existen y sobre ellos se puede decir, lo mismo que se dijo respecto á las tradiciones. Suelen ser de valor los documentos originales pertenecientes á los archivos 4 350 JULIO BAZ Y DRESCH virreinales en los cuales se daba cuenta ó informe de trabajos de minas ó de causas instruidas contra mineros. Trabajos antiguos.—Estos son los más valiosos de todos los indicios arqueológicos puesto que son pruebas fehacientes de la existencia de un criadero mineral. Son de dos clases, restos de excavaciones de donde se ha extraído el mineral, ó de las construcciones destinadas á bene- ficiarlo. Los yacimientos minerales fácilmente reconocibles han sido traba- jados desde épocas muy remotas, cuandg menos en los puntos bien mineralizados del afloramiento. Pero la imperfección de los medios con que contaban estos mineros primitivos dió por resultado que sus trabajos no pasaron de una profundidad relativamente corta (aunque hay ejemplos de casos excepcionales en los que las profundidades al- canzadas son notables), sobre todo cuando tenían que luchar con el agua y por otra parte los procedimientos metalúrgicos antiguos sólo permitían el tratamiento de los minerales ricos. Debido á esto, muchos trabajos tuvieron que ser abandonados cuan do, por haber llegado á una profundidad relativamente grande, por un decrecimiento de la ley del mineral, por una irrupción de agua en las labores ó por una mala organización, el minero no podía seguir traba- jando con provecho. Las vicisitudes por que haya atravesado la región en un período lar- go de tiempo: escasez de lluvias, malas cosechas, guerras y por conse- cuencia emigración y falta de brazos, contribuyen al abandono de los trabajos, los que después de un largo tiempo de inactividad no pueden volver á ponerse en estado floreciente sino á costa de grandes capi- tales. Así en muchos casos esas antiguas obras pueden tomarse de nuevo con utilidad. De ello hay actualmente en el país numerosos ejemplos, aun de aprovechamiento de los desechos de los antiguos (terreros y % jales). NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 351 INDICIOS MINERALOGICOS Estos pueden presentarse de dos maneras: en su lugar ó transpor- tados. El explorador al recorrer una región debe hacerlo con método pre- meditado, recorrerá primero los arroyos principales en sentido ascen- dente, y si llega á descubrir un fragmento de mineral (debe fijarse también en las substancias que pueden ser matrices), esto lo pondrá en el camino del yacimiento; desde luego se fijará en su estado, así un fragmento rodado de un mineral duro que presente sus aristas arre- dondadas habrá recorrido un gran camino, y si el mineral es suave y presenta aristas angulosas, el camino recorrido habrá sido muy corto; juzgando de esta manera y averiguando por la forma del terreno el camino por donde este mineral pudo haber llegado al lugar adonde fué encontrado, proseguirá su investigación en esa dirección buscando más fragmentos, la presencia de los cuales le irá acercando al lugar de don- de provienen. La desaparición de los fragmentos dará lugar á buscar en otra di- rección ya sea en un talweg tributario ó en el flanco de la colina, de esta manera se llega hasta el lugar adonde se encuentra en su yacimiento, Las investigaciones pasarán de los arroyos á las crestas ó filos de las elevaciones y serán facilitadas en muchos casos por la ausencia de vegetación, lo que permitirá notar los cambios de la coloración. El color es un factor muy importante en el descubrimiento: de los cria- deros minerales, pues generalmente el mineral tiene un aspecto dis- tinto de la roca; una capa de carbón se marca por una cinta negra en el terreno ó en el flanco de la colina adonde aflora. Los minerales de cobre dan lugar á manchas verdes, azules ó rojas más ó menos inten- sas que llaman la atención desde luego. Los minerales comunes de hierro son rojos, pardos, amarillos ó negros. Los de manganeso, ne- gros; los de plomo dan colores amarillo y blanco; el mercurio verme- llón y el cobalto da coloraciones rosas aunque poco intensas. Los cambios de coloración en el terreno indican también un cambio en la naturaleza de las capas y los lugares en que dos rocas distintas 352 JULIO BAZ Y DRESCH. - ya sean sedimentarias ó eruptivas se tocan ó se ponen en contacto son lugares propios para investigar si hay mineralización. Los afloramientos de los criaderos se hacen notar en lo general del resto del terreno y desde luego llaman la atención los crestones salien- tes (en el caso de que el llenamiento del criadero sea más duro que la roca encajonante) ó las depresiones (en el caso contrario). El sombrero de hierro de muchos criaderos, por la coloración de los compuestos de hierro se hace también notable y atrae las miradas del explorador. La naturaleza de las aguas da, algunas veces, idea de la minerali- zación que se encuentra en el camino que han recorrido y muchos ma- nantiales han dado lugar á descubrimientos de criaderos minerales. Además, los manantiales de combustibles líquidos y de gases no dejan duda respecto de la existencia de depósitos de estas substancias. INDICACICNES GEOLOGICAS RELACIONES DE FORMACION DE LOS CRIADEROS Los minerales útiles se encuentran repartidos en todo el globo, pe- ro sus criaderos difieren grandemente entre sí según la naturaleza del mineral. Sin embargo se puede decir que hay una asociación entre los terrenos y los minerales que encierran; así, sin analizar esta asocia- ción con detalle, se puede notar desde luego la diferencia que existe entre las regiones á donde se encuentran mantos de carbón intercala- dos entre las capas del terreno y aquellas en las que dichas capas es- tán atravesadas por fracturas mineralizadas y lo mismo se podría decir de otras formaciones, como los placeres auriferos, las regiones petrolíferas y las diamantiferas, etc. Sería una obra de geología especial la que se ocupara con detalle de - este punto. Aquí solamente se hace referencia á las fracturas cuya mi- neralización se ha producido por la circulación hidro-termal, por ser este el caso de los criaderos minerales más explotados en nuestro país, y con objeto de hacerlo de una manera breve y clara transcribiré lo que dice J. Le Conte. e NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 353 1.—Los depósitos minerales, usando el término en su acepción más amplia, pueden tener nacimiento de muy diversas clases de solucio- nes, pero especialmente de las alcalinas porque estas son las disolven- tes naturales de los sulfuros metálicos y los sulfuros metálicos son usualmente la forma original de tales depósitos. 2,—Pueden tener nacimiento de soluciones con muy diversas tem- peraturas y presiones, pero principalmente de aquellas que poseen una alta lemperatura y que se hallen bajo una presión elevada, porque de- bido á su gran poder disolvente, tales soluciones pueden contener ma- yor cantidad de compuestos metálicos. 3.—Las soluciones depositantes pueden moverse en cualquiera di- rección, pero serán las ascendentes las más favorables, porque perdien- do calor y presión á cada paso, tales soluciones harán el depósito más abundante. 4.—Los depósitos pueden tener lugar en toda clase de fracturas que sirvan de camino á las soluciones; en fracturas ampliamente abiertas, en fisuras, juntas, planos de separación, zonas de fracturación y aun areniscas porosas, pero especialmente se verificarán en fracturas am- plias, porque éstas son los caminos más fáciles para el agua que viene de la profundidad. 5.—Los depósitos pueden encontrarse en muy diversas regiones y en muchas clases de rocas, pero especialmente en las regiones mon- tañosas y en rocas ígneas y metamórficas, porque la termoesfera está más cerca de la superficie y su acceso por grandes fracturas es más fácil en estas regiones y en estas rocas. Esta última proposición será la que más utilice el explorador. ASOCIACION, CONTINUIDAD Y PARALELISMO > En general se puede decir que en una región adonde existe un cria- dero deben existir otros semejantes, pues no es natural suponer que las causas que dieron origen á un depósito mineral se-hayan concre- tado á un solo punto permaneciendo aisladas. Las fracturas de la masa terrestre no se verifican en puntos aisla- 354 JULIO BAZ Y DRESCH. dos, sino que se asocian en sistemas y las aguas mineralizantes circu- lan á la vez por todas ellas. Dichas fracturas en lo general no se manifiestan netamente en toda su extensión y por eso hay lugar á buscarlas de uno y otro lado del punto en que se manifiesta claramente. Por otro lado, como ya se dijo, una fractura ocasionada por la ten- sión de la corteza terrestre, va acompañada de otras paralelas, pues las fuerzas que las producen son las mismas. A todo lo anterior deberá atender el explorador. ADMINISTRADOR DEL CAMPAMENTO Tiene por misión hacerse cargo del aprovisionamiento y de la ser- vidumbre así como de las bestias de silla y carga, de modo que ni los topógrafos ni los exploradores distraigan nada de su tiempo en estos asuntos, sino que por el contrario lo encuentren todo siempre listo. Un campamento organizado de esta manera llega á fijar los lugares que se han de denunciar y con todos los datos topográficos, geológicos, mineralógicos y económicos hace para cada uno de estos lugares un proyecto de explotación y con esto habrá concluido su misión. 3. —Reconocimientos preliminares El caso en que el Ingeniero es mandado como explorador con el ob- jeto de descubrir criaderos minerales es un caso aislado que sólo tie- ne lugar cuando dicho Ingeniero está al servicio de ee empresa con- cesionaria de una Zona de Exploración. Mas generalmente el Ingeniero es comisionado, no para dea criaderos minerales, sino para examinar los ya descubiertos. Cuando se está en presencia de un criadero hay que averiguar an- tes que nada su naturaleza. Para este objeto la siguiente clasifitación es la más apropiada: NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 355 1.) Depósitos superficiales. A.—Debidos á agentes mecánicos. B.-—Debidos á agentes químicos. 11.) Depósitos enterrados. A.—Estratificados. a. de origen contemporáneo con las rocas encajonantes. b. De origen posterior á las rocas encajonantes. B.—No estratificados. a. En fracturas. b. En fisuras. c. Stocks epigenéticos. I. Los depósitos superficiales no tienen una forma regular y hay que clasificarlos según su origen. El tipo de los depósitos de la clase A son los placeres y el de la cla- se B el hierro de pantano, IT. En los depósitos enterrados se encuentra una gran variedad, pe- ro desde luego la primera división puede establecerse entre los que es- tán concordantes con la estratificación y los discordantes. Entre los primeros hay unos que son contemporáneos con la roca encajonante, como los mantos de carbón y otros en los que la minera- dización es de origen subsecuente á dichas rocas; esto sucede cuando las aguas mineralizantes han circulado por una capa dada más ó me- nos porosa impregnándola y haciendo depósitos por sustitución. De este género son los yacimientos de cobre de El Boleo, B. C., las are- niscas platosas de Utab, E. UÚ., y los conglomerados auríferos de Wit- watersand en Africa del Sur, En cuanto á los depósitos enterrados no estratificados, los que se han formado en fracturas son los denominados vetas ó filones, á me- nudo de gran longitud. De este tipo son los criaderos de plata de Pa- chuca, Guanajuato y Zacatecas. Aquí se colocan los depósitos formados en el contacto de dos rocas, generalmente una sedimentaria y otra in- trusiva como los de Campo Morado en Guerrero, aunque su génesis sea distinta de la de los filones. La estructura de unos y otros los dis- 356 JULIO BAZ Y DRESCH. tingue de los diques, que se presentan en una forma semejante pero que no están mineralizados. Los depósitos no estratificados formados en fisuras, casi siempre son debidos á impregnaciones y tienen lugar en las juntas ó á lo largo de los planos de estratificación y crucero de las rocas. Siendo por lo ge- neral irregulares y de pequeñas dimensiones, son raramente explota- dos por no contener mineral útil en cantidad suficiente aunque sea de ley elevada. A este tipo pertenecen muchos de los criaderos de cobre del Estado de Guerrero. Por último, los criaderos no estratificados denominados stocks epi- genéticos son los depósitos en forma de bolsas, chimeneas, stocks, etc., que se encuentran generalmente en las calizas y que han sido forma- dos esencialmente por el reemplazamiento del carbonato de cal por otros minerales. Estas sustituciones producidas por aguas minerali- zadoras, han tenido lugar en las zonas de fracturamiento y aun apro- vechando cavidades existentes. A este tipo pertenecen los criaderos de plomo auro—argentiferos de Mapimí, Durango y plomo-argentiferos de Santa Eulalia, Ch. y Sierra Mojada, Coah. El conocimiento de la naturaleza del criadero es indispensable para juzgar del grado de su explotabilidad. Y como la parte directamente accesible de un yacimiento es su aflo- ramiento, en él habrá que basarse, atendiendo á su forma, naturaleza y relaciones con las rocas encajonantes, para determinar qué clase de criadero es el que se tiene á la vista. Así pues, lo primera que hay que hacer es practicar algunas peque- ñas excavaciones que permitan reconocer el estado del afloramiento, tanto más cuanto que muchas veces éste no es visible en toda la ex- tensión del criadero y hay que quitar los materiales depositados sobre él para asegurarse de su existencia y continuidad. ; Aunque no siempre son indispensables estas excavaciones prelimi- nares á poca profundidad, siempre son útiles y agregan mucho al co- nocimiento que se pueda obtener del criadero por la inspección super- ficial. De todas maneras el Ingeniero tendrá en seguida que determinar la NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 357 extensión del criadero en que es visible, su dirección ó rumbo, su echado y su potencia. Empezará por hacer un croquis del lugar para * darse cuenta de la posición topográfica. Tomará en seguida muestras y datos de las rocas encajonantes y sobre todo del llenamiento anotan- do su estructura. ya sea ésta maciza, brechosa, cinteada, etc.; cuál es la matriz y cómo se halla en ella distribuido el mineral, ya sea que es- té diseminado, formando nódulos, bolsas ó cintas y en cada uno de estos casos las proporciones relativas de matriz y mineral. Las operaciones anteriores se ejecutarán en diferentes lugares del crestón, que quedarán anotados en el croquis; además en cada uno de estos diferentes lugares se tomará una serie de muestras del llenamien- to del criadero, que después serán ensayadas, y que darán á conocer el contenido de metal útil. Esta toma de muestras se hará con mucho enidado y de dos maneras: unas se tomarán en general en todo el an- cho del afloramiento, rompiendo el llenamiento con el huíngaro ó la cuña según una línea perpendicular á la dirección del criadero y todo ese material, pulverizado ó quebrado cuando menos al tamaño de gran- za, se mezcla bien y se reduce la muestra á un pequeño volumen. Otras muestras se tomarán de cada una de las porciones que la es- tructura del criadero particulariza, por ejemplo, en una veta cinteada se tomarán muestras aisladas de las diferentes cintas tanto'de las mi- neralizadas como de las que no lo estén; estas muestras se numerarán y sus números se relacionarán en un croquis. Al tomar los datos que van á servir para darse cuenta del valor aproximado del yacimiento, hay que tener presente que en los depósi- tos enterrados la parte superficial de ellos suele presentarse en condi- ciones completamente distintas de apariencia y explotabilidad de las que posee el criadero en la profundidad. Esto es debido á la alteración que en las substancias que constitu yen el llenamiento del criadero, producen los agentes meteóricos; es- ta alteración es de dos clases química y mecánica. La primera es la oxidación, carbonatación, hidratación, y disolución de los minerales y matrices de que está formado el criadero. La se- gunda es el transporte de estos mismos maleriales algunas veces por 358 JULIO BAZ Y DRESCH. el viento, la mayor parte por el agua que se infiltra á través del llena- miento. El resultado es un cambio completo en la parte del criadero in- fluenciada. Unas veces se produce un enriquecimiento superficial, co- mo por ejemplo, cuando del material desagregado del afloramiento el viento arrastra las partículas de matriz poco pesadas y deja las de me- tal; ó cuando el agua ha disuelto y arrastrado los productos de des- composición de las pyritas y ha dejado en las cavidades que ocupaba en el cuarzo que le sirve de matriz las partículas de oro incluídas en dichas piritas y que no es soluble; ó por áltimo cuando debido á trans- formaciones químicas (oxidación, carbonatación, etc.), el mineral que- da apto para ser tratado más económicamente. Otras veces el cambio es contrario y el resultado es un empobreci- miento superficial; esto sucede cuando el mineral de la parte superior del yacimiento ha sido, después de su transformación química, trans- portado mecánicamente ó en disolución á las regiones más profundas. Pero entonces resulta además un enriquecimiento secundario en la : parte del yacimiento adonde se halla depositado este material que pro- viene de parte superior. En general en un depósito enterrado hay que considerar tres zonas: 1.—La zona de alteración meteórica ó de oxidación. Tiene por lí- mite superior el afloramiento y por inferior el nivel hidrostático. Guan- do el criadero contiene gran cantidad de pyritas, el afloramiento es una masa de limonita impura denominada el sombrero de hierro. Más.aba- jo, el material alterado del criadero está teñido con óxidos de hierro y contiene óxidos, carbonatos y algunas veces cloruros, etc., y metales nativos. Esta zona de oxidación suele ser extraordinariamente pro- ductiva; sin embargo los valores pueden haber sido lixiviados. 2.—La zona de enriquecimiento secundario. Colocada abajo de la zona de oxidación y entre ella y el material primitivo é inallerado del yacimiento. En esta parte del criadero las aguas descendentes que al paso de la zona de oxidación se han cargado de substancias minerales, entran en reposo y dejan precipitar por reacción química con los mi- nerales del yacimiento que aún se encuentran sin alterar, las substan- NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 359 cias que llevan en solución, originándose así un depósito secundario. Su límite superior está usualmente bien definido, marcándose por el contraste con el color de la primera zona cuyo material está teñido con oxidos de hierro. El límite inferior, aunque en algunos casos está bien definido, por lo general es sumamente irregular, pues debido al frac- turamiento del yacimiento las aguas provenientes de la primera zona han penetrado por las hendeduras y resquebrajaduras y especialmente á través de las diaclasas, que son los canales más apropiados para las aguas descendentes, ensanchándolas y rellenándolas al precipitar el material acarreado de la zona superior. Esta es la zona de los sulfuros ricos en plata, cobre, plomo y zinc. 3.—La zona de los minerales primitivos. Comprende la parte del yacimiento que no ha sido alterado y por lo tanto se extiende desde el límite inferior de la zona de enriquecimiento hasta la profundidad. El espesor de la zona de alteración varía según las circunstancias; puede ser nulo, cuando debido á la posición topográfica y geográfica del criadero, los productos de descomposición son arrastrados á me- dida que se van formando; puede alcanzar, cuando las condiciones son favorables, una profundidad de 400 y más metros; esto depende de la profundidad alcanzada por el nivel hidrostático, que en general sigue las desigualdades y desnivelaciones del terreno pero con un perfil mu- cho más moderado. En los lugares montañosos que contienen nume- rosas cavidades como es el caso para las regiones fracturadas, el agua meteórica puede descender por estas cavidades á grandes profundida- des. Igualmente la profundidad del nivel hidrostático depende del cli- ma y de la cantidad de precipitación pluviosa. De aquí que en muchos casos un informe basado en un reconoci miento preliminar, presente muchas dificultades y las conclusiones á que llegue sean muy restringidas. Además en el reconocimiento preliminar el Ingeniero comisionado para informar de la existencia, naturaleza y grado de explotabilidad aparente del criadero, tiene que tomar sobre el terreno los datos nece- sarios para hacer el denuncio de la propiedad ó para ratificar que el ya existente cubra bien el eriadero. 360 JULIO BAZ Y DRESCH. Esto es indispensable hacerlo en este reconocimiento preliminar, pues caso de hacerse el denuncio, todos estos datos exactos deben en- trar en la solicitud, sin cuyo requisito no será admitida. Para que puedan ser admitidas para su registro y tramitación las solicitudes de concesión que se presenten ante los Agentes de Minería, es requisito indispensable que en tales solicitudes se exprese con toda claridad y precisión el número de pertenencias que se solicite, la situa- ción que haya de tener en el terreno, la ubicación de éste en la muni- cipalidad correspondiente, con las señales más notables para indentifi- carlo, la designación de la substancia mineral que se trata de explotar y la naturaleza, forma y situación del criadero respectivo en que és- ta se encuentre, expresando si dicho criadero es veta, manto ó placer ó afecta cualquiera otra de las formas en que se presentan y precisan- do el lugar ó lugares de la circunscripción de la Agencia respectiva en que pueda reconocerse el criadero, con señales claras y las más nota- bles para su identificación. El párrafo anterior expresa con toda claridad lo que debe contener la solicitud de denuncio y como una de las primeras cuestiones que hay que precisar es el número de pertenencias y la situación que hayan de ocupar en el terreno, será necesario hacer un croquis (que general- mente y para mayor claridad se adjunta á la solicitud de denuncio) en el que se haya situado el afloramiento del criadero, su dirección y echado y en vista de esto se situarán las pertenencias que se desee am- parar, Respecto á las señales más notables para identificar el terreno y que servirán como punto de partida para la localización de las pertenencias, serán puntos perfectamente fijos utilizándose cuando se pueda las mo- joneras de triangulación, pero como éstas son raras, generalmente se hace referencia á catas ó bocasminas, mencionando el arroyo, cañada ó cerro en que se encuentran. : En cuanto á la designación de la substancia mineral que se trata de explotar, la naturaleza, forma y situación del criadero, todo lo que se ha dicho en esta sección permitirá hacerlo de una manera adecuada. ¿ NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 361 4.—Procedimientos de Denuncio Las substancias minerales para cuya explotación es indispensable, en cada caso, la concesión correspondiente, son las que en seguida se enumeran, cualquiera que sea la naturaleza, forma y situación de sus criaderos respectivos. A. Oro, platino, plata, mercurio, hierro, excepto el de pantanos, el de acarreo y los ocres que se exploten como materia colorante; plomo, cobre, estaño, excepto el de acarreo; zinc, antimonio, niquel, cobalto, manganeso, bismuto y arsénico; ya se encuentren en estado nativo ó mineralizadas. B. Las piedras preciosas, la sal gema y el azufre. La propiedad minera, excepto en el caso de placeres ó criaderos su- perficiales, se entiende sólo respecto del subsuelo y no de la superficie, la cual continúa bajo el dominio de su propietario. La unidad de concesión ó pertenencia minera, es un sólido de pro- fundidad indefinida, limitado en el exterior por la parte de la superfi- cie del terreno que sirva de proyección á un cuadrado horizontal de cien metros de lado, y en el interior, por los cuatro planos verticales co- rrespondientes. La explotación de los frutos de las minas, queda completamente li- mitada por los linderos respectivos. Las concesiones corresponderán y serán otorgadas al primer solici- tante. Todo habitante de la República puede hacer libremente en los te- rrenos de propiedad nacional, exploraciones conducentes al descubri- miento de criaderos minerales. Para hacer dichas exploraciones deberá dar previamente aviso al Agente de Minería, por duplicado y especificando los límites del terre- no que se propone explorar. Dichos avisos no necesitan llevar timbre. Dentro de los terrenos particulares es necesario el permiso de su dueño. El Agente devolverá al explorador, el duplicado del aviso, después de anotar en él el día y la hora de la presentación. Memorias. T. XXVI1I. 1909-1910, —24 362 JULIO BAZ Y DRESCH. No es permitido practicar exploraciones dentro del recinto de las poblaciones sino hasta una distancia de 50 metros de Jos últimos edi- ficios, hasta una distancia de 30 metros de las líneas exteriores de los caminos, ferrocarriles y canales y á un kilómetro de las fortificaciones. En los minerales en que haya pertenencias posesionadas las explo- raciones solamente podrán hacerse en terrenos que disten 200 metros de esas pertenencias y en las minas abandonadas. Dentro de sesenta días improrrogables á contar desde la fecha del permiso, sólo el explorador tendrá derecho á que se le otorguen per- tenencias en el terreno por explorar. Al concluir dicho plazo de sesenta dias no se registrarán nuevos permisos para ese terreno sino hasta después de seis meses, durante los cuales el terreno quedará libre para poder solicitar en él pertenen- cias mineras. Las solicitudes de concesión de pertenencias mineras se presentarán por duplicado al Agente de la Secretaría de Fomento en el ramo de Minería en cuya demarcación se encuentre el yacimiento. Las solicitudes de concesión deberán ser acompañadas del certifica- do expedido por la Oficina local del Timbre que acredite haberse de- positado en la mencionada oficina el importe del impuesto de titula- ción, según el número de pertenencias mineras comprendidas en la solicitud. El importe de estas estampillas es de cinco pesos por cada perte- nencia amparada, cualquiera que sea la substancia mineral que se tra- te de explotar. El Agente de minería registrará inmediatamente la solicitud en el libro respectivo y en presencia del interesado, anotando el día y la hora de la presentación y devolverá al interesado el duplicado de di- cha solicitud. En la solicitud debe expresarse con toda claridad y precisión el nom- bre, edad, ocupación, nacionalidad, domicilio y habitación del denun- ciante, el número de pertenencias solicitadas, la situación que hayan de tener en el terreno, la ubicación de éste en la municipalidad corres- pondiente, con las señales más notables para identificarlo, la designa- em NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 363 ción de la substancia que se trate de explotar y la naturaleza, forma y situación del criadero en que ésta se encuentre, expresando si dicho criadero es veta, manto, placer ó afecta cualquiera otra de las formas en que se presentan, y precisando'el lugar ó lugares de la circunscrip- ción de la Agencia respectiva en que puede reconocerse el criadero, con señales claras y las más notables para su identificación. En los casos en que las solicitudes de concesión no satisfagan debi- damente los anteriores requisitos, no podrán ser admitidas ni regis- tradas. Si no obstante estar satisfechos estos requisitos, no hubiere suficien- te claridad en la solucitud á juicio del Agente de Minería, interroga-=» ra éste al solicitante consignando en la solicitud las aclaraciones que haga. Las solicitudes de concesión en que se pidan pertenencias interrum- pidas, se admitirán siempre que tales pertenencias estén en la misma municipalidad y en el mismo criadero, pues en caso de ser municipa- lidades ó criaderos diferentes, deberán presentarse solicitudes separa- das referentes á las pertenencias que se encuentren en cada criadero ó municipalidad. Dentro de los tres días que siguen á la presentación y registro de una solicitud de concesión minera el Agente nombrará un perito titulado ó práctico para que mida las pertenencias solicitadas y levante el plano correspondiente señalando en él claramente las mojoneras de las per- tenencias solicitadas así como las de las pertenencias colindantes que se encuentren en una zona hasta de 100 metros alrededor. El Agente podrá nombrar el perito que le indique el solicitante, siempre que dicho perito reuna las condiciones necesarias. Dentro de los ocho días siguientes á su nombramiento el perito comunicará al Agente si acepta ó no el cargo, y en el primer caso, que está ya arreglado con el solicitante respecto al pago de hono- rarios. Los peritos están obligados á presentar por cuadruplicado el plano de las pertenencias y colindancias y un informe explicativo, dentro del plazo improrrogable de sesenta días, quedando á su cargo y responsa- 364 JULIO BAZ Y DRESCH. bilidad personal todos los daños y perjuicios que ocasione con la falta de presentación del plano é informe dentro del plazo improrrogable ya señalado. Una vez que el perito ha aceptado y ha recibido copia certificada de su nombramiento, el Agente entregará al solicitante un extracto que contenga: 1.—El de la solicitud, con especificación clara y precisa del nombre y domicilio del solicitante y el númefo de orden del expediente. 2.—El nombre, domicilio y aceptación del perito nombrado. 3—La advertencia que se abre un plazo improrrogable de ciento veinte días para la substanciación del expediente en la Agencia. El solicitante tendrá que mandar publicar este extracto antes de que terminen los ciento veinte días de la tramitación del expediente por tres veces seguidas en el periódico oficial del Estado y entregará á la Agencia los ejemplares respectivos de los periódicos. Los Agentes de Minería lienen un arancel para el cobro de sus ho- norarios, pero generalmente llevan un precio determinado, $20.00 6 $ 25.00 por cada denuncio, encargándose ellos de toda la tramitación, publicaciones, etc.; de modo que el solicitante no tiene sino que espe- rar que pase el tiempo reglamentario de cuatro meses fijado por la ley para la substanciación del expediente en la Agencia de Minerfa, más el tiempo necesario para la expedición del Titulo por la Secretaría de Fo- mento, que generalmente es de otros cuatro meses, para recoger en la Agencia el referido Título que ampara la propiedad minera por él so- licitada, entrando desde luego en posesión de ella. Solamente durante los noventa días, contados desde la fecha de la publicación del extracto, será admitida cualquiera oposición que se presente á la solicitud de concesión, ya sea porque la propiedad soli- citada invada pertenencias colindantes ó porque dicha propiedad ó par- te de ella haya sido solicitada ó concedida con anterioridad. En todo caso cuando se presente un incidente de oposición, el Agen- te procurará una avenencia entre los opositores, pero si no la lograre, entonces la causa se remitirá al juez local de 1* Instancia. Toda omisión en la presentación de ocursos, ministración de estam- 31] NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 36 pillas, publicaciones, pagos de honorarios y en general en cualquie- ra de los trámites, importará para los solicitantes el tenerlos por des- tituídos de su solicitud. El solicitante en posesión del Título que ampara su propiedad mi- nera tendrá que pagar el impuesto anual. Este impuesto anual de pro- piedad de minas se causa en los términos siguientes: A.—La cuota será de seis pesos anuales por pertenencia minera ó sea de dos pesos por tercio de año, cualesquiera que sean las substan- cias minerales que se exploten. B.—Si el número de pertenencias de una misma empresa minera excediese de veinticinco y estas pertenencias colindasen todas unas con otras, la cuota de seis pesos sólo se causará por las veinticinco prime- ras pertenencias y se reducirá á tres pesos por cada una de las perte- nencias que excedan de ese número. El impuesto anual se paga por tercios adelantados en cada año fis- cal, debiendo hacerse el pago en el primer mes de cada tercio, es de- cir, durante los meses de Julio, Noviembre y Marzo y se paga en las Oficinas del Timbre. La falta de pago del impuesto anual es la única causa de caducidad de las propiedades mineras. El impuesto federal sobre minerales de oro y plata es de 3.5 por ciento de su valor para los de exportación y de 2.5 por ciento de su va- Jor para los que se beneficien en la República. El impuesto local de los Estados sobre el mineral extraído es varia- riable, pero no puede ser mayor de 1.5 por ciento de su valor. Las operaciones que el perito nombrado tiene que practicar en el te- rreno son, como ya se dijo, la medición de las pertenencias solicitadas señalando en el terreno los puntos donde deben construirse las mojo- neras y el levantamiento del plano correspondiente en el cual queden señaladas las mojoneras de las pertenencias solicitadas, así como las de las pertenencias colindantes en una zona de cien metros alrededor, cu- yo plano por cuadruplicado junto con un informe explicativo, debe re- mitir á la Agencia de Minería en el plazo de sesenta días, para que se adjunte al expediente. 366 ' JULIO BAZ Y DRESCH Una de las copias de dicho plano debidamente legalizada es devuel- ta al solicitante acompañando al título de propiedad. El procedimiento topográfico de que se sirva el perito para señalar en el terreno los puntos adonde se han de colocar las mojoneras debe ser bastante preciso, pues tales mojoneras están destinadas á fijar pun- tos esencialmente invariables; generalmente se sigue un caminamien- to por deflexiones haciendo polígonos cerrados ó una pequeña trian- gulación cuando la propiedad es muy extensa. La escala del plano deberá ser proporcionada al objeto y es conve- niente que dicho plano sea de un tamaño parecido al del Título, cuyas dimensiones son de 42 por 28 cm. y la escala aproximada será de 1:5000. Los planos de los predios mineros deben dibujarse en papel enlien- zado y las copias en tela de calca y contendrán los datos siguientes: 1.—El nombre de la mina, el lugar de su ubicación; la Municipali- dad, Distrito ó Cantón, el respectivo Estado ó Territorio y los datos que sirvan para la identificación del predio minero. 2.—Las longitudes de las proyecciones horizontales de los lados del perímetro del predio minero y los azimutes astronómicos de los mis- mos lados. 3.—La superficie en hectáreas que comprenda la proyección hori- zontal del predio. 4.—La escala que debe ser decimal entera. 5.—Aun cuando se haya usado la brújula sólo se pondrá la meri- diana astronómica, la cual estará representada por una línea paralela á la orilla derecha del papel del plano y orientada de manera que su extremidad snperior indique el lyorte astronómico. 6.—Las visuales de referencia á puntos fijos y notables del terreno. 7.—Las colindancias mineras. 8.—La fecha respectiva y la firma del perito. Los informes explicativos referentes á la medición de los predios mi- neros, deberán contener necesariamente, además de la descripción de - las operaciones técnicas ejecutadas, todos los datos indicados en los planos, de modo que, en caso necesario, se pueda reconstruir el plano NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 367 valiéndose sólo de los datos del informe. Se expresarán además en és- te, los de ubicación del predio y los de la situación relativa de las per- tenencias que lo componen, según esté consignado en el denuncio, ex- poniéndose las observaciones del caso. El perito hará construir en los lugares adonde deban construirse las mojoneras, bases sólidas de mampostería, de altura no menor de cin- cuenta centímetros, de superficie horizontal y de sección cuadrada y de lados también de cincuenta centímetros por lo menos. 5.—Levantamientos de estudio Una vez el minero en posesión de sus títulos y estando dispuesto él ó la compañía que organice á emprender los trabajos necesarios para disfrutar de la materia útil que contiene el criadero, procederá antes de decidirse á erogar los gastos que ocasionan las obras de prepara- ción para el disfrute, 4 una investigación formal del criadero, en vista de decidir del grado de explotabilidad de él y de la naturaleza y loca- lización de dichas obras preparatorias de disfrute. Muchas veces, la mayor parte por desgracia, el explotador de una mina reduce al mínimo y aun llega á suprimir por completo esta in- vestigación formal del criadero. En la práctica es sumamente nociva y no puede tener por consecuencia más que una falsa inversión del ca- pital en obras costosas y que una vez mal establecidas sólo redundan en perjuicio de la explotación económica del criadero, punto definiti- vo al que tienden todas las miras del Ingeniero. La investigación formal del criadero comprende: El levantamiento topográfico y geológico del yacimiento y ciertes obras de investigación para penetrar á él y conocer su naturaleza Íntima. El primer punto se trata en esta Sección 5%, el segundo en la Sec- ción 6% El levantamiento topográfico de estudio tiene por objeto dar á cono- cer la posición exacta de los elementos de relieve alrededor del cria- dero y aun á cierta distancia de él, pues se hará no solamente de la 368 JULIO BAZ Y DRESCH. superficie amparada por el denuncio sino que se extenderá aunque con menos detalle á aquellos puntos de los cuales el ingeniero considere útil saber su colocación, altura, distancia, etc., con respecto al lugar del yacimiento. Es el esqueleto del levantamiento geológico, que es el que va á dar la relación de posición de las diferentes formaciones, cuyo conocimien- to nos llevará al de la naturaleza del yacimiento. Es la base sobre la que se proyectarán las obras de investigación para penetrar al criadero, pues dará á conocer la situación relativa del yacimiento con respecto al relieve superficial y por lo tanto, será fácil ver en qué punto y con qué dirección deben emprenderse las obras aca- badas de mencionar, y calcular su costo y duración. Y por último, por este levantamiento topográfico se llegará á deter- minar los lugares más adecuados para las instalaciones superficiales * necesarias en toda explotación, sobre todo de los establecimientos de preparación mecánica y beneficio de los minerales, de los caminos, etc. Los métodos empleados para llevarlo á cabo no necesitan especial mención, pues son los usuales. Una pequeña triangulación es siempre de gran utilidad como base del levantamiento, sobre todo cuando este es algo extenso; la configuración se hará con más detalle de los luga- res en los cuales se haya de ejecutar obras. Se puede decir que en ge- neral basta con curvas de nivel espaciadas 10 metros y 5 metros para los lugares especiales. Sobre el plano se indicarán los puntos en que el afloramiento corta á las curvas de nivel de modo de tener perfectamente representado en el papel esta intersección del yacimiento con la superficie, lo que dará á conocer exactamente su forma y la dirección según la cual penetra al interior. Ny Se indicarán igualmente las líneas ideales que representan los lími- tes de la concesión, es claro que de esta manera se verá si el yacimien- to queda bien amparado. Respecto á la escala del dibujo de este levantamiento topográfico, es bueno decir que debe ser más bien grande que pequeña pero sin caer en exageración; la escala de 1:1000 es muy apropiada, aunque para NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 369 un plano de conjunto de una región extensa haya que usar una más reducida. El levantamiento geológico tiene por objeto mostrar la naturaleza de las diferentes formaciones geológicas y sus relaciones entre sí, así como los accidentes que hayan sufrido, tales como plegamientos, dis- locaciones, fracturamientos, metamorfismo, etc. Como ya se dijo, se basa en el levantamiento topográfico. El modo de efectuarlo es delimitando las fronteras geológicas y anotando en el mapa las intersecciones de estas fronteras con las curvas de nivel; en seguida con colores convencionales se indicarán las diferentes clases de rocas, de las cuales se tomarán muestras para su estudio y detar- minación. Es importante ver cómo varían en su estructura y alteración á medida que se acercan al criadero. Los rumbos y echados de las capas se anotarán en el mapa de la manera usual. Mucho cuidado debe tenerse en anotar exactamente las diaclasas, pues es bien sabido la influencia capital que tienen en la for- mación y modo de ser de los criaderos. Por este levantamiento se llegará á conocer qué clase de criadero es el quese va á explotar y es indispensable para no caminar á ciegas en dicha explotación. En el criadero mismo habrá que tomar muestras para llegar á co- nocer la distribución de la mineralización. Muchas veces no se podrá hacer esto más que del afloramiento y en este caso hay que tener pre- sente que esta parte del yacimiento está casi siempre alterada y en algunas ocasiones profundamente modificada por los agentes atmosfé- ricos, pero el estudio cuidadoso de esta alteración podrá decir con bas- tante aproximación cómo será la parte no alterada. Algunas otras veces se puede tomar muestras del interior, pues suelen encontrarse trabajos antiguos; de todos modos ya se ha dicho la ma- nera de tomar las muestras (Sección 3%) y del cuidado que en este se debe tener, anotando siempre en un croquis el lugar correspondiente. Todos estos datos expresados en un plano y bien combinados per- mitirán sacar deducciones de la geogenia del yacimiento, lo cual con- tribuirá mucho á conocer su valor. 370 JULIO BAZ Y DRESCH. En Mapimí, Durango, habiéndose estudiado la geogenia de los cria- deros de plomo, se vió que se han formado en las intersecciones de tres sistemas de diaclasas producidas en la caliza mezo-cretácica por la intrusión de una andesita anfibólica terciaria. Por estas diaclasas han circulado las aguas termominerales (producidas por las acciones sol- fatareanas acompañantes de la erupción de las andesitas), que en su camino ascendente han ensanchado las cavidades y depositado su car- ga mineral. Después de este estudio, buscando nuevas intrusiones y nuevas diaclasas se ha llegado á encontrar otros lugares mineralizados. En Campo Morado, Guerrero, se ha visto que los yacimientos de pyrita aurífera con mezclas isomorfas de sulfuros de Ct. Pb. y Ag. (y de los cuales se explota la parte superior alterada y enriquecida por fenómenos químicos), se han producido en los lugares en que la pi- zarra es cortada por diques de diorita y al bajo de ellos. Y teniendo en cuenta esta asociación de los yacimientos con las intrusiones de la diorita se ha llegado á descubrir otros criaderos á pesar de estar la parte superior de ellos completamente cubierta de detritus. Los dos ejemplos anteriores no son nada raros en el país, muy por el contrario, una gran parte de nuestros yacimientos están intimamen- te ligados con las intrusiones de otras rocas y el fracturamiento de las primitivas. Además, dependiendo la alteración de la parte superior de los cria- deros de la circulación en ellos de las aguas meteóricas y de la pro- fandidad á que llega la influencia de los agentes atmosféricos, se verá la importancia que tiene determinar el nivel hidrostático del lugar, para apreciar hasta dónde han podido efectuarse las acciones de enri- quecimiento secundario. ' Si pues se examina bien esta cuestión tan importante, se verá que al geólogo minero toca indicar adonde se puede trabajar con éxito los criaderos minerales y al Ingeniero de minas cómo se debe explotarlos. NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 371 6.—Obras de investigación Las obras que se emprendan con el objeto de investigar la distribu- ción y calidad de la mineralización de un criadero y por lo tanto su grado de explotabilidad son de dos clases, superficiales y enterradas. La parte del yacimiento que llega á la superficie es el afloramiento; sobre él se deberán hacer los primeros reconocimientos para conocer- lo en toda su extensión. Con ayuda de la carta topográfica se verá cuál es su forma y qué irregularidades sufre, es decir, si tiene dislocacio- nes, cambios de dirección ó de potencia y qué relación guarda con las diaclasas del terreno si éstas existen. La influencia de estas diaclasas sobre la mineralización y modo de ser del criadero, se reconoce ahora como de primera importancia. De los criaderos primarios se puede decir que todos los epigenéticos se han formado en zonas de fracturamiento, que son fáciles caminos para los agentes mineralizadores diversos y favorecen sus relaciones entre sí. La alteración que sufre el criadero en esta parte superficial es muy importante y muy variada. Mientras en algunos yacimientos la alteración producida por los agen- tes atmosféricos es casi nula, en muchos otros se han verificado cam- bios muy notables. La alteración depende de la naturaleza de la matriz y de los mine- rales que contiene. La primera puede ser en muchos casos práctica- mente inatacable, pero si los minerales son fácilmente descompues- tos, al ser transformados al menos en parte en productos solubles que son arrastrados por las aguas, originan la desorganización de toda la masa. Depende también la alteración de la parte superior de un criadero del clima de la región; se sabe el poderoso efecto de desintegración de todas las rocas debida á las grandes alteraciones de las temperaturas diurna y nocturna y en las altas elevaciones por la congelación del agua en las pequeñas grietas y hendeduras, lo mismo que la acción del aire húmedo. Igualmente la situación topográfica del afloramiento tiene gran in- 372 JULIO BAZ Y DRESCH. fluencia en la conservación de esta zona de alteración, pues sucede que el material alterado es deslavado á medida que se forma y si el grado de alterabilidad del yacimiento es menor que el poder de arrastre del agua ó del viento para estas partículas, aparecerá siempre el aflora» miento en estado fresco. La profundidad de la alteración es á veces considerable llegando á 500 metros. En las vetas de cobre de Bute, Mont, E. U., los minera- les de cobre han sido deslavados en los primeros 400 pies de profun- didad, abajo de los cuales se encuentra la bornita y la chalcosita de en- riquecimiento secundario. El resultado de esta alteración es sumamente diverso. Unas veces aparece el llenamiento del criadero elevándose sobre el terreno circun- vecino, cuando éste ha cedido más que el primero á la erosión. Pero á pesar de esto la materia útil ha sido en la mayoría de los casos des- lavada de estos crestones que quedan constituidos únicamente por la matriz alterada. Otras veces los productos de alteración del Jlenamiento son más blandos que el terreno y entonces se forman ligeras depresiones que pasan menos advertidos que los crestones del caso precedente. El producto de la alteración también varía; en los yacimientos de Cu. son los carbonatos y los óxidos que con sus fuertes coloraciones se hacen muy notables. En los yacimientos que contienen mucha py- rita los óxidos de Fe. que se forman por la descomposición de ella ti- ñen á las otras materias alteradas y constituyen el sombrero de hie- rro. En otros es la matriz podrida la única que queda, unas veces endurecida, otras desagregada. Respecto á la distribución en profundidad de los productos de alte- ración, ya se habló en la Sección 3, adonde quedaron indicadas tres zonas; la de alteración meteórica, la de enriquecimiento secundario y la de los minerales primitivos. La superficie de separación de estas tres zonas es sumamente irre- gular y depende de las condiciones locales, sobre todo de las fracturas, que siendo canales para la circulación descendente de las aguas me- teóricas, permite llevar su acción muy profundamente. Es en estas Or y NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 373 fracturas adonde se forman las bonanzas puesto que ahí las reacciones químicas y por lo tanto los depósitos de enriquecimiento secundario han sido mayores. Se tomarán muestras de todos lugares, sobre todo de aquellos en los que el mineral aparezca á la vista, pero también de los otros pues sue- le suceder que adonde menos se espera existen leyes regulares. En algunos lugares habrá necesidad de hacer excavaciones transver- sales sobre el afloramiento, cuando está cubierto por detritus, para ase- gurarse de su continuidad y para tener muestras de ensaye. Todas las observaciones que se hagan deberán anotarse en la carta topográfico—geológica. La inspección del afloramiento dará pues bastante luz acerca de la naturaleza del yacimiento, pero lo que acabará de decidir en este pun- to son las investigaciones subterráneas. Las obras subterráneas de investigación son de dos clases: los son- deos y las excavaciones que permiten directamente el acceso al cria- dero. Con estas últimas se tiene la ventaja de poder penetrar al seno mis- mo de la masa mineral por excavaciones amplias para darse cuenta del estado, calidad y distribución de la mineralización y además pue- den ser utilizadas posteriormente para la explotación del criadero, pe- ro requieren un tiempo mucho más largo y un costo mucho más gran- de que los sondeos. Los sondeos presentan en cambio la ventaja de poderse hacer en un tiempo corto y de sacar un costo pequeño que se reduce aún más cuan- do su número aumenta, pués entonces los gastos generales y de amor- tización del precio de maquinaria se reparte entre todos ellos; pero en cambio sólo dan una pequeña muestra de mineral. Sin embargo, como los agujeros de sonda se pueden multiplicar tan- to como se quiera es posible llegar á adquirir por medio de ellos los datos necesarios para proyectar las obras de explotación. Hay casos en los que la exploración por sondeos está completamen- te indicada y es insustituible, como sucede en la exploración de man- tos de gran extensión, el conocimiento del tonelaje y de la calidad de 374 JULIO BAZ Y DRESCH. la materia útil se obtiene directamente por medio de estas perfora- ciones. También en los yacimientos irregulares como son los stocks forma- dos como se ha dicho en las zonas de fracturamiento, son no sólo de gran utilidad, sino aun indispensables las exploraciones por sondeos. Además son de gran valor como preparación de una obra importan- te cuando aún no se conocen por otros medios las condiciones del in- terior. La aplicación de los sondeos á la exploración de los filones aumen- ta cada día más. Se dice que en una formación irregular como es la de los filones metaliferos el agujero de sonda puede irá dará una parte estéril cuando precisamente está rodeada de partes ricas ó al contrario y de esta manera dar indicaciones falsas; pero lo mismo sucederá con un tiro y en cambio la diferencia de costo y tiempo es notable y los sondeos pueden multiplicarse tanto como se quiera con un aumento de precio no muy grande. ; En el interior de la mina también son de gran utilidad esta clase de exploraciones para proyectar la prosecución de las obras. Delos procedimientos de sondeo es claro que el único que puede usar- se es el que permita sacar del interior una muestra sólida del terreno. Este es el procedimiento llamado de perforación al diamante. En este sistema el ataque de la roca se hace por medio de diamantes ne- gros engarzados en una corona de acero que está unida á la extremi- dad inferior de un tubo del mismo material; sujeto desde el exterior á un movimiento de rotación. La roca se va desgastando á medida que la corona gira, en una sección anular y el núcleo central ó corazón va penetrando al interior del tubo vástago á medida que éste avanza en profundidad, queda ahí sujeto y cuando el aparato es sacado al exte- rior es tomado para ser examinado. Estos aparatos de sondeo están bastante perfeccionados, alcanzan profundidades considerables y pueden instalarse tanto en el exterior como en el interior de una mina y transportarse á lomo de mula, Fun- cionan á brazo ó con fuerza animal, pero los de gran potencia tienen un motor. NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 375 Las excavaciones que permiten directamente el acceso al criadero pueden también ser de dos clases según que lo sigan á paso y medida que se ejecutan ó que vayan á encontrarlo después de haber atravesa- do una porción estéril de la roca encajonante. E Los primeros, que comprenden los socavones á hilo y los pozos in- elinados, hacen posible el examen continuo del yacimiento y hasta em- pezar á disfrutar de la materia útil, pero estas obras están obligadas á seguir las irregularidades del yacimiento, además no siempre es posi- ble dar un socavón que permita con corto desarrollo alcanzar una bue- na profundidad en el cerro y los pozos inclinados no son perfectamen- te utilizables para el servicio futuro de la explotación. En cuanto á los segundos, los cruceros se hacen cuando con un corto desarrollo alcanzan el yacimiento en un punto situado á bastante pro- fundidad y los tiros verticales además de que para una profundidad da- da salen más cortos que los inclinados, son los más apropiados para el servicio de la mina. Teniendo en cuenta estas observaciones generales y las condiciones particulares (topográficas, geológicas y mineralógicas) del yacimiento, se escogerá lo que más convenga. Siempre será mejor hacer á la vez dos de estas obras. Por medio de ellas se penetrará al seno de la masa mineral que se trata de explotar, pero para su conocimiento completo será preciso di- vidirla en macizos por medio de galerías y pozos. Casi siempre en este punto es adonde empieza el período de disfru- te, pues sería anti-económico esperar á que las exploraciones interio- res estuvieran terminadas; pero siempre estas exploraciones deben con- tinuarse preparando el terreno y poniendo á la vista nuevas reservas de mineral. e A medida que se van ejecutando las anteriores obras de exploración subterránea se va muestreando, pues este es el único modo de saber en realidad lo que se tiene. E Examinadas de esta manera las condiciones del yacimiento es como se podrá establecer un plan de explotación racional. 376 JULIO BAZ Y DRESCH. 7.—0Obras de preparación para el disfrute La explotación de un yacimiento mineral tiene por objeto extraer del modo más completo y más económico, más seguro y más rápido la materia útil que contiene. Pero antes de que esta explotación entre en un período de plena ac- tividad, el yacimiento debe estar preparado de tal manera que esta actividad (determinada de antemano por el número de toneladas á ex- traer) no se interrumpa ni se aminore, pues esto recaería directamen- te sobre el costo de la extracción y gravaría por lo tanto las utilidades líquidas. Esto es tanto más importante cuanto que el beneficio en la explota- ción de un gran número de yacimientos importantes radica más en la cantidad del mineral extraído que en su calidad, al grado de que esos mismos yacimientos explotados en escala menos grande no dejarían ningún rendimiento. Además, si bien existen ciertas explotaciones que por la naturaleza del yacimiento tienen una existencia pasajera, hay otros por el contra- rio que deberán durar un número considerable de años. Es en estos últimos adonde más sería de desearse que las obras preparatorias para el disfrute estuvieran bien meditadas y establecidas, pues una explota- ción ciega y atolondrada puede dar lugar á la pérdida de una parte del yacimiento y las obras mal establecidas en su principio, gravarán pos- teriormente el precio de la extracción. Es por lo tanto de primera necesidad, organizar con anticipación la explotación subterránea y á eso tiende todo lo que á exploraciones se refiere. Los datos que habrán proporcionado las investigaciones son los. si- guientes: Género del criadero, forma y posición de él en el terreno, sus dimensiones, sus relaciones con el relieve de la superficie, grado de solidez de las rocas,encajonantes y del cuerpo del criadero, distri- bución y constancia de la mineralización. Además, como ya se dijo, habrá que tener en cuenta el grado de intensidad que se le quiera dar á la explotación. NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES 317 Vamos á ver cómo influyen estas diferentes circunstancias en la elec- ción del método de explotación y por lo tanto de las obras que van á preparar el disfrute. Los criaderos minerales se clasifican según la substancia que con- tienen, su génesis ó su situación en el espacio. Atendiendo á la primera clasificación desde luego se distinguen tres clases de criaderos según que el material que contegan sea gaseoso, líquido ó sólido. La explotación de las substancias gaseosas y líquidas se hace por pozos ó perforaciones á través de las cuales salen por si solas cuando están sometidas á alguna presión ó hay que bombearlas en caso con- trario; aquí quedan colocadas las explotaciones de gas natural, petro- leos y sal gema. En cuanto á las substancias sólidas hay que atacarlas directamente en su masa para fraccionarlas y transportarlas al establecimiento de beneficio de donde saldrán para el mercado. Por otro lado, la explotación variará con el valor de la substancia explotada, pues en el caso de minerales de alta ley de metales precio- sos la explotación deberá tender á no dejar nada absolutamente de la substancia útil aun á costa de un método de explotación más dispen- dioso; pero en el caso de materias de escaso valor incapaces de remu- nerar los gastos que ocasiona la extracción completa de la materia útil habrá que abandonar una parte más ó menos grande de ésta. En cuanto á la diversificación de los criaderos minerales que resul- ta de clasificarlos según su génesis, si bien es cierto que se debe aten- der á ello para saber qué es lo que se puede esperar del criadero com- parándolo con tipos semejantes, no tiene mucha importancia para determinar la manera de cómo debe ser extraída la materia útil. En cambio la situación que guarda con relación al terreno influye directamente en la manera de cómo debe explotarse. Una gran división puede desde luego establecerse (Beer 32), en- tre los depósitos superficiales y los enterrados. A los primeros se aplica el método de explotación á cielo abierto. Las canteras toman la forma de graderías, estando el espesor de los es- Memorias. T. XX VIII, 1909-1910.—25 378 JULIO BAZ Y DRESCH. calones muchas veces determinado, por el de las capas ó lechos de la substancia que se ataca. Otras veces la explotación se hace por medio de excavadoras ó dragas. Como ejemplo de estas explotaciones se puede citar la de los mate- riales de construcción (canteras, mármoles, areniscas, pizarras, cale- ras, etc.), turbas, guano, ámbar, minerales de hierro, diamantes, pla- ceres de oro, éstos se explotaban en California desagregando las arenas auríferas por medio del agua bajo presión. Las máquinas cavadoras (steam shovel) se usan también con gran ventaja en muchos de los casos anteriores, lo mismo que la draga cuando el mineral está bajo de agua (caso de placeres). La gran ventaja del procedimiento es la economía con que se eje- cuta por la facilidad con que se hace el ataque de la masa mineral, porque no se necesita de ademes ni de alumbrado; la pepena se hace mucho mejor que en las excavaciones interiores y además los obreros trabajan en mejores condiciones. Los inconvenientes que presenta la explotación á cielo abierto se deben á la acumulación de las aguas de lluvia y á que muchas veces la substancia por extraer no está directamente en la superficie sino que se encuentra cubierta por material estéril que debe quitarse antes que la útil, lo que constituye un gasto muerto. El espesor de esta capa determina si la explotación debe hacerse subterránea ó á cielo abierto. La explotación de los depósitos enterrados sigue uno de los tres prin- cipios siguientes establecidos por Haton de la Gouipilliere: 1. Método por abandono de macizos. 2 y ., desplomado. SAL y retaque. Por el primer método se extrae del yacimiento solamente una parte de la materia útil dejando la restante en forma de pilares como sos- tén de la excavación. Se practica este método con los depósitos de ma- terias de poco valor que no remunerarían los gastos de ademación ó retaque en caso de que se quisiera extraer todo el contenido. NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES 379 Por el segundo método se extrae la mayor parte del contenido del llenamiento del criadero quitando los sostenes ó pilares que se habían dejado en el caso anterior; quedando entonces el techo de la excava- ción sin apoyo se derrumba más ó menos pronto, pero siempre es im- posible retirar completamente toda la materia útil. Este método pro- porciona gran economía en el precio de costo de la extracción, pero en razón al peligro á que expone á los operarios y á los trastornos que ocasiona en la superficie, sólo puede aplicarse cuando existen ciertas condiciones, como son las de profundidad suficiente, una potencia me- dia, poca inclinación y un techo sólido. Por el tercer método se consigue extraer todo el contenido del eria- dero sin exponer á los trabajadores á ningún peligro y sin comprome- ter la solidez de las excavaciones, reemplazando el mineral por esté- ril. Es este por lo tanto, el método más racional y el que se emplea en la mayor parte de las explotaciones modernas, á pesar de que ori- gina un gasto extra. Pero también debe atenderse á la forma del criadero, principalmen- te cuando se trata de explotaciones subterráneas. Si el criadero es un filón ó veta, el valor del llenamiento hará que se procure extraerle completamente, además en lo general presentará irregularidades en la distribución de la mineralización, existiendo mu- chas partes estériles, la abundancia de matriz proporcionará el mate- rial para el retaque, material que de no ser empleado así, daría oca- sión á un gasto inútil para sacarlo al exterior. Por lo tanto en esta clase de criaderos el método de explotación retacando es el indicado. Si el criadero es un stock y la materia útil es de valor suficiente se empleará también el método de retaque, pero si no, entonces habrá que recurrir al de abandono de macizos. El método de despilado no es aplicable, porque debido á las grandes dimensiones de estos criaderos los perjuicios ocasionados por los desplomes serían muy grandes En cuanto á las capas ó mantos presentan ejemplos de los tres mé- todos de explotación y para la elección del más apropiado hay que te- ner en cuenta el valor de la materia útil que encierran, el perjuicio que pueden ocasionar los desplomes y la potencia de la capa. 380 JULIO BAZ Y DRESCH. Pero sea cualquiera el método que se elija para la explotación de la mina, ésta debe poseer cierto sistema de galerías que pongan en co- municación las labores con la superficie: estas obras son los órganos intermedios por donde se verifica la entrada y salida de la gente, la ex- tracción dei mineral, el desagúe, la ventilación y la introducción de los materiales necesarios para el trabajo. Lo primero que hay que establecer es el acceso al interior del eria= dero. Esto se consigue ya sea por socavones, en los terrenos accidentados, ó por pozos. Los socavones se hacen á hilo de veta ó en cruceros, son igualmente ventajosos cuando, como ya se ha dicho (Sec. 6), con un desarrollo corto se alcanza bastante profundidad en el criadero. Per- miten hacer directamente el disfrute de toda la parte del yacimiento colocada encima de ellos y facilita la extracción tanto del mineral co- mo del agua de la parte inferior del yacimiento. Los pozos pueden ser inclinados ó verticales; los primeros presen- tan inconvenientes para un servicio activo de extracción, los segundos son los más generalmente empleados. Para escoger el lugar de emplazamiento se recurrirá á la carta que ha sido el resultado de los levantamientos de estudio, pudiendo así es- tablecerse la obra con las condiciones que se deseen; en el exterior de- ben dar á un lugar amplio y á propósito para formar el patio y el te- rrero y al que se puede llegar fácilmente; en el interior deben alcanzar el sitio del criadero que se desea atacar; además, se escogerá un terre- no sólido para efectuar la perforación, puesto que estas obras deben du- rar tanto como la explotación del yacimiento y hay que procurar re- ducir al mínimo el gasto de las reparaciones. Estas obras deben ser amplias y proporcionadas al grado de activi- dad que se va á dar al disfrute, así muchas veces los socavones con- tienen dos vías y los tiros verticales dos sistemas dobles de extracción. En cuanto al número de puntos de acceso debe haber cuando me-- nos dos, pero se pueden combinar estas obras con las de investigación hechas anteriormente. Además habrá que tener en cuenta las dimen- siones del criadero, pues por ejemplo para una capa ó manto muy ex- NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 381 tendido en el sentido horizontal, habrá que dividirlo en campos de explotación independientes unos de otros y por lo tanto con acceso separado. Una vez procurado el acceso al criadero hay que dividir á éste en secciones ó macizos para facilitar el ataque de su contenido. / Hay dos modos de hacerlo: por medio de planos horizontales como en €l caso de los filones y entonces se llama división en pisos Ó por secciones verticales, como en el caso de las capas y entonces se llama división en macizos. En el caso de los stocks la división participa de los dos sistemas pues primero se hace una división por planos hori- zontales y en seguida cada una de éstas se divide en macizos. Naturalmente que la división se hace por medio de galerías (caño- nes y pozos) que tienen diversas categorías según la actividad de cir- eulación que deban tener y el tiempo que tengan que durar abiertos. En cada uno de los macizos se establece una ó más labores y el mi- neral tumbado se lleva por intermedio de estas galerías hasta la prin- cipal de extracción y por último hasta el exterior. Entonces estas obras constituyen una red subterránea que es la que hace posible la explotación del criadero. Naturalmente no sería posi- ble esperar para empezar á disfrutar la materia util del criadero á que esta red subterránea esté completa. Su construcción se va efectuando al mismo tiempo que el disfrute pero siempre en avance. es decir, que estas obras que sirven de exploradoras vayan dejando el campo pre- parado para que en seguida se haga el disfrute y de esta manera que- da la mina en estado de plena producción. S.—Apreciación del yacimiento La apreciación total de un yacimiento comprende la material y la económica. La primera es la determinación de la cantidad (en toneladas) de materia útil. Esta determinación se presenta bajo muy diversas cir- cunstancias, desde el caso en que se tenga un simple prospecto hasta 382 JULIO BAZ Y DRESCH. aquel en que se tenga una mina bien desarrollada y en estado de pro- ducción. De un simple prospecto no se podrá afirmar gran cosa, tanto más cuanto que, como ya se ha dicho, la porción superior del criadero es muchas veces distinta de la parte inalterada del mismo y que además la región explotable de un yacimiento metalífero es muchas veces úni- camente la alterada en cierta forma y adonde se encuentran los enri- quecimientos secundarios, Es por esto que debe hacerse todo lo que se ha dicho á propósito de los trabajos de investigación sobre todo de los subterráneos. Es nece- sario conocer íntimamente la masa mineral para poder apreciar su va- lor y esto se consigue solamente penetrando en ella y dividiéndola en macizos para poder cubicar su contenido. Por otro lado hay que te- ner en cuenta las irregularidades en la distribución de la mineraliza- ción. Para la valuación de un yacimiento la escuela francesa hace uso del espesor reducido, el cual multiplicado por el número de metros cuadrados útiles del yacimiento da la cantidad de metros cúbicos y de ahí se deduce su contenido en toneladas. : La escuela americana procede multiplicando el número de tonela- das de mineral en bruto por el número de kilos de metal contenidos en una tonelada. De todos modos la apreciación del número de toneladas es pura- mente estimativa y el término minaral á la vista ha sido objeto de mu- chas discusiones. La apreciación económica de un yacimiento tiene por objeto deter- minar la utilidad que se va á obtener en su explotación. Esta utilidad es el exceso del precio de venta del producto sobre su precio de costo ó producción. Este último se obtiene dividiendo la su- ma total de gastos por el número de toueladas. Pero el total de gastos es muy complexo. Desde luego se tiene el costo de adquisición de la mina y de las instalaciones (maquinaria y obras de preparación para el disfrute) necesarias para la producción; esta suma se divide para su amortización en un cierto número de años y forma la primera partida. NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 383 En seguida vienen los gastos generales comprendiendo sueldos de la administración y empleados, desagie, exploración, reparación éim- puestos y por último los gastos particulares: mano de obra directa, aca- rreo y extracción. Se ve desde luezo que para hacer la determinación anterior hay que hacer intervenir otro factor que es el tiempo, es decir, el grado de ac- tividad que se va á dar á la explotación. Aumentando el número de toneladas diarias extraídas, los gastos ge- nerales repartiéndose entre ese mayor número gravarán menos cada tonelada. Pero por otra parte, para aumentar la extracción hay que aumentar el capital puesto que las máquinas deberán ser más poten- tes, las obras de preparación más desarrolladas lo mismo que las de exploración, y las instalaciones en lo general más vastas. En cuanto al precio de venta será, si la mina no tiene establecimien- to propio de beneficio, el que paguen por el mineral las compañías compradoras, y en el caso que lo tengan, el valor que quede después de deducir el costo de beneficio por tonelada. Entonces una vez hechas las dos apreciaciones, material y econó- mica se llegará á la apreciación total del yacimiento. El número de to- neladas de mineral y la utilidad neta por tonelada darán la utilidad total á obtener del criadero, la cual se repartirá por años según el gra- do de actividad que se le dé á la explotación, es decir, el número de toneladas extraídas por año. La utilidad anual, representando el interés del capital invertido se- rá la que decida en último término de la explotabilidad económica del yacimiento. 9.—Conclusión No todos los yacimientos son explotables, aun con el grado de per- fección á que han llegado las ciencias del minero y del metalurgista. Actualmente se emprende la explotación de muchos criaderos que los antiguos no pudieron llevar adelante y de otros que ni siquiera in- tentaron atacar; los criaderos que hoy no son costeables para nosotros lo serán sin duda para el minero de mañana debido á los progresos de 384 JULIO BAZ Y DRESCH, la minería y de la metalurgia y á la demanda mundial, siempre cre- ciente de materia prima. Todo lo que se ha dicho, resume en términos generales la manera de como se procede en cuestión de minas y el orden en que deben efec- tuarse las operaciones necesarias para llegar á un resultado aceptable, positivo ó negativo, pero disminuyendo las causas de azar y evitando por lo tanto las falsas inversiones de capital y además para alejar de la minería el concepto de aleatoria en que se la tiene. INDICE DEL TOMO 28 DE MEMORIAS TABLE DES MATIERES DU TOME 28 DES MÉMOIRES Baz Y DrREscH (Julio). —Notas sobre exploración y prospección de cria- , deros minerales. (Notes sur exploration et prospection de gi- AS AAA AS SSA TO OSO CA Sar CARBAJAL (DR. ANTONIO J.).—Métodos clínicos de laboratorio aplica- bles al diagnóstico de las enfermedades. (Méthodes cliniques de laboratoire applicables au diagnostic des maladies)...... CICERO (Dr. RicarDo E.).—Los peligros de las aplicaciones terapéu- ticas de los rayos X. (Les dangers des applications thérapeu- PEO desmayos A laa caleta raid Eo Leal e A e Po ara Díaz (SeEvero).—El origen y la evolución del nimbus. La cumulización horizontal. Láminas IX-XX. (L"origine et l"évolution du nim- Hs AAA A MA NY VEN DURAN (GUSTAVO).— Ligeras consideraciones acerca de la determina- ción de las superficies por medio de la cuadrícula. (Considé- rations sur la détermination des surfaces au moyen du ré- AN a A OA SO SS MA IA O e DS ENGERRAND (JORGE).—La extensión en el tiempo y en el espacio de la raza humana de Lagoa Santa según el Dr. Rivet. Lámina XXIV. (extension dans le temps el dans VPespace de la race humaine de Lagoa Santa d'apres le Dr. Rivet. Pl. XXIV)... FOURTON (Luis).—Sobre la destrucción de las manchas de yodo. Ac- ción de las mezclas de agua oxigenada y de amoníaco sobre el yodo. (Comment on peut ejfacer les taches d'iode. Action de Peau orygenée mélangée d'amomiaque sur Piode) ooo... GAMA (VALENTIN).—Teoría de las ocultaciones de estrellas. Método gráfico para su predicción. Su aplicación á la determinación “de las longitudes y de las correcciones de las coordenadas de la Luna. (Théorie des occultations des étoiles. Méthode gra- , IBIMQue pour sa pTEdACION) ic GANDARA (GUILLERMO).—Entfermedades y plagas del Naranjo. (Ci- trus aurantium.) (Maladies de Poranger)...oooioio.. o... GARCÍA CONDE (ANGEL).—Procedimiento astronómico bizenital de azi- mut para Topografía. (Procédé astronomique bizénithal dasmut powr la Topographel ii aioiiia ace cd ta Memorias. TT, XXVIII, 1909-1910.—25* Páginan. 343-384 79-86 199-216 241-245 223-227 275-284 297-342 155-192 87-91 . 386 INDICE. GUERRERO (HILARIO G.).—Tratamiento metalúrgico de los minerales de cobre enla “American Smelting € Refining Company” en su planta de Aguascalientes. (Traitement métallurgique des mi- nerais de cure ER EA APA EN LrEóN (Lvis G.).—Nueva fórmula para determinar aproximadamente la altitud. (Vouvelle formule pour la détermination dé Pal- MIRANDA Y MARRÓN (MANUEL).—Los terremotos del año de 1908. Lá- minas HI-VIf (Les tremblements de terre de l'année 1908. Pl. MTEVDA SD LA A MA AS e IS A E OROPESA (GABRIEL M.).—Estudio de saneamiento de una colonia ru- pal (Colonia del Med Lám. NE (Etude d'assainissement VERGARA LOPE (DR. DEA de un toracógrafo. Lámi- nas XXEXXIIMIL. (Description d'un thoracographe. Pl. XXF- VILLAFAÑA (Jos£).—Las minas de “Coronas y Anexas” pertenecien-. tes á la “Seguranza Mining Co.” Zacualpan. Láms. 1 y Il. (Les mines de “Corona y Anexas.” Pl. Tet IT).......c.ooomoo. Warrz (Dr. PauL).—Principios de clasificación y comparación de ro- cas macizas (lgneas). (Principes de classification et de com- paraison des roches massives (ignées)....ooooooooonmmccro.m... WrirtICH (DR. ERNsST).—Notas mineralógicas sobre el Distrito de Gua- najuato. Mineralogische Notizen úber den Minendistrikts von (GAANAJUELO. a a a e IE ZxRATE (Josf C.).—Breves apuntes sobre el estaño y sus métodos de ensaye. (Notes sur l'étain et ses méthodes d'essdi).... o... FIN DEL TOMO 28 DE MEMORIAS Páginas. 285-296 271-274 93-153 229-240 217-221 23-51 53-718 . 247-270 193-197 REVISTA CIENTIFICA Y BIBLIOGRAFICA SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “* ANTONIO ALZATE * REVUE SOENTIFIQUE ET DIBLIOGRAPHIQUE PUBLIEE SOUS LA DIRECTION DE RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN Secrétaire perpétuel 1910 MEXICO IMPRIMERIE DU MINISTERE DE FOMENTO BETLEMITAS NUMÉRO $ 1910 SOCIEDAD CIENTÍFICA “ANTONIO ALZATE ” REVISTA CIENTIFICA Y BIBLIOGRÁFICA PUBLICADA BAJO LA DIRECCIÓN DE RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN Secretario perpetuo MEXICO IMPRENTA Y FOTOTIPIA DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO Callejón de Betlemitas, núm. 8 1910 ás Ñ yO PU Saf, 1A 4 p S E 7 + 4 é % > Y +8) pam. > A A E O E | e" , Y A E ¿ : S E E HA ASA AS ES PNL a SIE 4d 0 DEDOS y He 2 / . o ee TO qa. A a a e : S E Et ciedad Cientifica Antomo Alzate, MÉXICO. me 2. Revista Científica y Bibliográfica, Núms. 1-12. Tomo 28. 1909 - 1910 LES MINES DE CUIVRE ET LES MINES "ARGENT DU MEXIQUE Par Albert Bordeaux, Ingémeur civil des mines, a Thonon—les=Bains (Haute=Savoie) [Extrait de la Revue Universelle des Mines, etc., tome XX, 2* numéro, 1907] Il serait extrémement long de décrire toutes les mines de cuivre et W'argent du Mexique; nous verrons qu'elles appartiennent á un nom- bre trés restreint de gítes typiques. Il suffit donc d'avoir visité les prin- cipaux de ces gítes, comme nous l'avons fait, et d'avoir étudié les autres dans l'ouvrage tout récent de la Comission géologique du Mexi- que,' pour pouvoir en donner un apercu suffisamment complet.* Le Mexique occupe depuis plusieurs siécles le premier rang parmi les pays producteurs d'argent. Depuis deux ou trois ans, il atteint le second rang comme producteur de cuivre. Pour lor, il est déja au septiéme rang, el sa production va sans cesse en augmentant, Le ca- "pital engagé dans les entreprises de mines et de fonderies dépasse un milliard 250 millions, et la production en métaux a dépassé 800 mil- lions. Il y a plus de 20,000 litres de propriété de mines. 1 Probablemente se refiere el autor á Guide des excursions du X* Congres Géologique. México, 1906. 2 Voir aussi Southworth: Mines of Mexico. Géologie genérale Le Mexique a une configuration générale assez simple. La trait ca- ractéristique est le grand plateau central qui a la forme d'une surface gauche inclinée vers l'Est et vers le Nord, et dont Paltitude varie de 2200 a 1500 métres. Se sous=sol est formé de schistes jurassiques et de roches crétacées et tertiaires, plus ou moins parcourus de veines et de puissants filons. L'Quest est formé de hautes montagnes, de pics et de ravins descen- dant en pente plus ou moins brusques vers le Pacifique; ces monta- enes, la Sierra Madre, etc., sont constituées surtout par des roches cris- tallines et éruptives: d'abord les granites, syénites, diorites, puis les andésites, dacites, porphyres divers, avec des imprégnations de mine- rais, dans les intrusions de roches éruptives. L'Est est une autre Sierra Madre moins haute et non plus formée de roches cristallines: ce sont des calcaires avec des cavités minérali- sées et des gítes de contact et de substitution. Le Nord est une région souvent seche et désertique, semblable a P'Arizona et au Sud de la Californie; le sous=sol est formé tanlót de gra- nite et autres roches cristallines, renfermant des stockwerks de mine- rais cuivreux, tantót de calcaires avec ou sans fossiles, avec des amas de minerais argentiféres. Le Sud posséde une longue ligne de pics volcaniques orientés a peu prés de l'Ouest á 1'Est vers les Antilles: le sous-sol est principalement formé de gneiss, schistes cristallines, granites, diorites, etc., avec des veines, filons, et stockwerks minéralisés en argent et cuivre. La région miniére traverse presque tout le Mexique, de la Sonora á PEtat d'Oaxaca, sur 2574 kilométres de longueur et 400 kilometres de lareneur, á travers des altitudes variaot de 1370 a 2200 métres. On compte 1902 districts miniers, dont 553 d'argent et plomb argen- tifere, 237 d'or, veines et placers, 141 de charbon, pétrole, etc., 68 de mercure, 41 de cuivre, 16 d'étain, etc. Humboldt estimait déja le nombre des mines á plus de 3000. L'argent produit au Mexique dépasse le tiers de la productions mon- diale. 7 L'or est en progression constante dans la Sonora (avec le cuivre), la Basse-Californie et sur la cóte du Pacifique, dans le Guerrero et POaxaca. Les placers son petits et en ravins étroits dans la Sonora et le Chihuahua. . Le cuivre forme d'immenses amas á la Cananea, Inguarán, dans le Guerrero et l'Oaxaca; sans parler du gíte de Boleo, en veines strati- fiées. Le mercure, dans des calcaires á Huitzuco, Guadalcázar, etc., atteint environ 300 tonnes par an. Le charbon est exploité surtout prés d'Eagle Pass et du Rio Grande (limite du Texas); 1l y a aussi de lanthracite dans la Sonora. Le plomb et le zine (calamine, ete.) viennent de l'Etat de Coa- huila. L'étain est en petites veines dans des ujolithes, etc., au lieu de gra- nites comme en Europe. L'antimoine se trouve, avec le mercure et le zinc, á Huitzuco (Gue- rrero), ete., etá Charcas (San Luis Potosí). Le cobalt et le nickel se trouvent a Jalisco, en veines minces. Le vanadiun (descloizite) existe a Charcas (San Luis Potosí). Le fer forme une montagne á Durango, le Cerro del Mercado, ete. Le sel se trouve a San Luis Potosí et dans l'lle Carmen, Golfe de Californie. L'émeraude, le béryl, le dichroite se trouvent dans l'Hidalgo, et il exisle des rubis et saphirs dans divers Etats: Guanajuato, Basse-Ca- lifornje et Durango. Les premiéres découvertes d'argent au Mexique paraissent avoir été celles de Taxco (Guerrero), de Real del Monte et d'Angangueo (El Oro); puis sont venues celles de Zacatecas, Guanajuato, Fresnillo, Ca- torce, etc. Avant de passer á la description systématique des gítes, nous don- nerons quelques idées générales sur les principales venues minéra- lisées. L'age des filons du Mexique est posterieur aux dépóts calcaires du jurassique supérieur: le fameux filon Veta Madre, á Guanajuato, tra- vers d'abord 20 métres de conglomérat rouge á fragments de syénite 8 et le minerai est formé d'oxydes et de chlorures.' Ce sont ensuite 400 métres de schistes talqueux oú le minerai, en sulfures, a formé les plus riches bonanzas. Plus bas, ce sont des shistes alumineux noirs tres pyriteux, oú le filon est stérile. A Zacatecas et á Fresnillo, on trouve la méme série, avec un tuf sédimentaire á débris porphyriques, en outre, au=dessous du conglo- mérat. A Catorce, la série renferme des diorites et porphyres amphiboli- ques, traversant des calcaires. I. MixeS DE CUIVRE Le minerai de cuivre se présente au Mexique sous diverses formes. 12 Cuivre argentifére dans les schistes cristallins ardoisiers (Sud de Puebla). 22 Cuivre avec héntatite dans les assises crétacées, 32 Cuivre avee or dans des masses granitiques, etc. (Sonora, Mi- choacán). 42 Cuivre en veines réguliéres dans des andésites á hornblende pliocénes. 5% Cuivre en couches stratifiées sédimentaires miocénes et pliocenes (Boleo). Les principaux gruupes de mines sont les suivants: 12 Sonora: Granite, diorite et systeme carbonifére: La Cananea, Naco, etc. 22 Basse— Californie, Boleo: Grés, conglomerats et tufs tertiairies renfermant trois couches cupriféres: oxydes, carbonates et silicates dans le lit supérieur; concrétions globulaires, dites boleos, d'oxydes et car- bonates dans le lit moyen oxy-manganates et sulfures, avec boleos, dans le lit inférieur. Pas de pyrite de cuivre. Le lit inférieur présente la plus riche concentration en masses irréguliéres et veinules de 15 á 25 centimétres d'épaisseur. 1 Le chlore provient sans doute des grandes lagunes salées qui recouvraient le pays. 9 32 Chihuahua: Mines de Terrazas, las Vigas, etc., au Nord de la Ville de Chihuahua. 49 Michoacán: Mines Inguarán, etc. Pyrites dans le granite. 52 Coahuila, Durango, etc.: Veines et amas dans les assises cré- tacées, 62 Zacatecas: Lentilles entre granite et calcaires, ou entre porphyre et calcaire (Mazapil). — Veine de contact d'un dyke éruptif: oxydes, carbonates, pyrites, cuivre gris, galéne et blende argentiféres. 72 Guerrero et Oaxaca: Filons quartzeux á minerais riches; pyrite massive entre les schistes et les porphyres et diorites; diorites impre- gnées de pyrite. Ces gítes sont á moins de 60 a 80 kilometres des ports d'Acapulco, etc., sur le Pacifique. Le Mexique posséde un trés grand nombre de fonderies de cuivre dont les principales sont á la Cananea, Boleo, Descubridora, Aguasca- lientes, Monterrey, San Luis Potosí, etc. Voici les principaux producteurs de ces derniéres années (tonnes de 2,000 livres): 1.—Greene Consolidated (Sonora)...... 1904 27,507 tonnes de cuivre. 2.—Boleo (Basse Californie)........... 1904 1 OB 1055 A > 3.— Moctezuma (Sonora).........-.... 1904 4816 ,, SS 4.—Teziutlán (Puebla)...............-. 1903 3,393. COS 5.—Mazapil (Zacatecas)...............- 1903 3,054 .,, $ E *6.—Velardeña (Durango).............. 1904 3,000 .,, a ES 7.— Descubridora (Mapimí, Durango)... 1903 2,482 ,, eS Al 8.— Dolores (San Luis Potosí).......... 1904 2,008 .,, Ss 5 9 —Demócrata (Sonora)..............- 1903 MEE e sl 10.—Tiro General (Charcas, San Luis E BEA AAA! 1904 005: 255 AS En 11.—Jimulco (Coahuila) ...............- 1904 API s o 12,— Pánuco (Coahuila)................. 1902 AS 43 si Sta (SONOTA) -.o.oooococnonooo on 1904 600, A Aguascalientes... ooo... 1903 e pe > 15.—Torreón (Durango) ...............- 1903 AS 16.—San Fernando (Durango).......... 1903 A A ES 17.—Santa Fe (Chiapas)................ 1903 LO, En ls 18.—Las Vigas (Chihuahua) ............ 1903 125..,, A 19.— Clemente Ham (Sonora)........... 1902 TEGO > 5% 20.—Avino (Gabriel, Durango).......... 1903 MU As - 5 10 Citons encore Mendoza (Chihuahua), Monterrey, Cucharas (Tepic), Coahuila, San Carlos (Tamaulipas), Los Ocotes (Oaxaca), Irigoyen (Michoacán), La Dura et Quintera (Sonora), qui produisent de 50 a 100 tonnes de cuivre. La plupart de ces mines n'ofírent pas d'intérét spécial, mais la Greene Consolidated Company est arrivée á une production si énorme qu'el- le mérite au moins une briéve description des gítes et des installations métallurgiques. Greene Consolidated Copper Company (Sonora).—Le gíte de cui- vre a été anciennement un gite d'argent, comme cela s'est passé a But. te, oú le cuivre, dissous a la surface, a subsisté en profondeur. Mais ici, au lieu de filons assez nets dans le granite, on a eu affaire d'abord a des afíleurements plus ou moins paralléles de minerai, entre les calcaires et les porphyres, et surtout á des masses de minerai dans le porphyre, formant un gite de substitution. Le minerai est formé de carbonates et des sulfures de cuivre, avec gangue de quartz; on Pa exploré par plus de 40 kilometres de travaux souterrains. Il y a quatre grands amas principaux: 1.) Cobre grande, qui est une ancienne mine de cuivre, datant de 1883: chalcosine, pyrite, cuivre gris. 2.) Veta grande: mémes minerais, exploités par piliers carrés aban- donnés. 3.) Capote, le principal producteur: mineral spécial formé de pyrite de fer en grains cristallins enveloppés de chalcosine, dans une mas- se talqueuse avec du quartz. Le puits atteint 210 métres de profon- deur, 4.) Puertecitos, le plus grand amas, de 240 métres de puissance á Paffleurement, exploré a 270 metres de profondeur: minerai formé de chalcosine, pyrite, bornite, avec grenats, etc. ¡ 5.) Massey, découvert en 1904, et trois ou quatre autres amas. La production de mineral a été de 734,018 tonnes en 1905, ayant rendu environ 30,170 tonnes de cuivre, soit 4%, et ocecupant 4,000 ouvriers dont 3,200 Mexicains et 300 Chinois. T'exploitation de M. Greene commenga en .1889. Actuellement les usines peuvent suffire a 3,000 tonnes par jour; la concentration, datant 11 de 1903, pent passer 2,000 tonnes par 24 heures, elle a coúte 1.800,000 francs. La proportion d'or est de fr. 0,50 par tonne, et celle d argent de fr. 1,50 par tonne: l'électrolyse se fait 4 New—Jersey. Ce ne serait pas le cas ici d'entrer dans les détails de description d'une fonderie de cuivre, je me bornerai donc á quelques remarques générales.' Les fours de fusión employés sont rectangulaires avec une section de 1”. 10sur 4”.504 5 métres aux tuyéres: comme á Anaconda, on tend á les augmenter encore. Les fours de grandes dimensions, 15 4 20 métres, ont en effet les avantages suivants: : 1) Economie de combustible: 10% de coke au lieu de 11% avec les fours de 4”.50. 2) Plus grande capacité des water - jackets: a surface deux fois plus grande, capacité trois fois plus grande. 3) Rapidité de décharge de la matte et de la scorie: scorie tres fluide et moins d'obstructions. 4) Surfaces d'incrustations bien moindres: deux parois au lieu de six. 5) Marche indéfinie, gráce aux réparations possibles d'un cóté du four. tandis que Pautre marche: la croúte formée protége de la cha- leur. 6) Main- d'ceuvre moindre au chargement et aux coulées: á Ánacon- da, on a ainsi réduit la main - d'ceuvre de fr. 5,60 a fr. 4,90 por tonne de minerai. 7) Coút de construction moindre: pour une dépense triple, capa- cité quadruple: bátiment identique pour une production de 77% plus grande Quant a la formule de charge pour la fusion de la matte, elle est pu- rement un résultat d'expérience, ne renfermant aucun mystére et ne dépendant d'aucune équation algébrique. La formule est trés simple, dés qu'on connaít la composition du minerai; la seule dificulté est de savoir quelle est la proportion de matte qui donnera le meilleur ré- 1 Véase H. G. Guerrero, Tratamiento metalúrgico de los minerales de cobre en Aguascalientes. Mem. Soc. Alzate, t. 28, p. 285. 1910. 12 sultat, en la supposant a 10, 15, 25% de cuivre, par exemple. Bien entendu, il faut avoir á proximité, sinon dans le minerai, du fer oxy- dé, de la silice et de la chaux. En supposant la matte á 25% de cuivre, les limites les meilleures sont 30 á 38% de silice, 80 4 40 de fer oxy- dé, 104 15% de chaux. Dans la fusion pyritique, la premiére matte a 10 a 14% de cuivre et 30% de soufre: la désulfurisation atteint 70 4 71% et la reduction de mineral á la matte est de 44 5%, sur le chiffíre que donnerait le cal- cul de la malte. On a transformé en certains endroits, au Mexique, des fours á plomb en fours á cuivre par un briquetage intérieur; mais les expériences, no- tamment á Aguascalientes, ont fait ressortir la grande difíérence entre le plomb et le cuivre pour la fusion, d'aprés les pertes en plomb. Le plomb doit étre traité comme un métal trés volatil, ressemblant en cela au mercure; il demande donc une pression du vent plus faible et le plus possible d”air froid a faire entrer au sommet de la charge; la colonne de fusion ne doit guére dépasser 3”.60 au - dessus des tuyéres, tandis qu'elle peut étre plus élevée pour le cuivre. TI. MixeS D'ARGENT Les mines d'argent du Mexique apartiennent á trois principales ca- tégories de gisements: veines et stockwerks en roches éruptives, filons- de fracture á travers les schistes cristallins, etc., veines et amas de subs- titution dans les calcaries. ' Chacune de ces calégories de gítes se poursuit a travers plusienrs Etats du Mexique, en suivant des alignements montagneux, et comme " Pindique le tableau suivant: En roches éruptives + Dans los schistes Dans les calenires Chihuahua Ouest.. Sonora Est..... Chihuahua Est. Sinaloa Ouest..... Zacatecas...... Sinaloa Est. Durango Ouest.... Jalisco....... . Durango Est. US SAA Guanajuato.... Coahuila. Querétaro......... Michoacán..... Nueyo León. Hidalgo: E sodas: MéXicoO......... San Luis Potosí et Tamaulipas. Puebla its ej A A o AA dE í 13 Jl faudrait ajóuter la Basse - Californie au premier groupe. L'Etat d'Oaxaca et celui de Guerrero ont une constitution trés com- plexe, par suite du grand nombre d'alignements montagneux qui s'y réunissent el s'y croisent. C'est comme le neeud orographique du Me- xique. L. Vrixes ET STOCKWERKS EN ROCHES ÉRUPTIVES.— Nous suivrons lor- dre du tébleau ci - dessus, qui est celui d'alignement Nord - Sud des Etats mexicains. Le gite de Guanaceví (voir - ci-aprés) nous servira de type. 12 Chihuahua Ouest. Les roches principales sont le granite el la syénite, et différents porphyres. Le calcaire ne parait qu'a Est. La surface, souvent aride, est formée surtout de roches volcaniques, ryo- lithes et rappelle la Californie du Sud, aux Etats - Unis. La Sierra Madre oú se trouvent les mines d'argent, varie de 1,800 a 3,000 métres d'altitude, et les principaux districts miviers en roches éruptives sont les suivants. Le district de Batopilas et Andrés del Río renferme des porphyres, diabases et granites; il est remarquable comme irrégularité et basse te - neur; il est pourtant exploité depuis longtemps. Un des mineurs qui le découvrirent, Angelo Bustamante, fut créé marquis de Batopilas. Les principales mines sont: Pastrana qui a produit 130 millions de 1730 4 1750; San Antonio, 30 millions de 1786 a 1800; Carmen 80 millions de 1790 4 1820; Los Tajos, 564 60 millions. De 1880 4 1892, le district a produit environ 45 millions (Compagnies Consolidées de Batopilas). Un tunnel de fond, nommé Porfirio Díaz, terminé en 15 ans, a facilité le drainage des mines. Le district d'Arteaga, pres de Batopilas, a pour mine principale Pal- marejo, qui a dépensé une vingtaine de millons avant de payer un di- vidende. Le district d'Ocampo (Rayón. Jesús María, etc.) passe pour avoir produit 250 millions. Il s'y trouve la Greene Gold - Silver Company, comprenant les mines de Balvanera, Saa Juan, Santa Juliana, etc., quí est célébre surtout comme appartenant au propriétaire des fameu- ses mines de cuivre dont nous avons parlé. Le district de Parral, comprenant Santa Bárbara et Minas Nuevas, 14 date de plus de 300 ans. Le “Veta Colorada” a parfois 90 métres de puissance entre les porphyres quartziféres et les schistes, elle est tracée sur 16 kilométres de longueur. Les veines San Patricio et Refugio lui sont paralléles. A Santa Bárbara, le zinc abonde, mais se sépare trés facilement. La fameuse mine Palmillas est dans ce district, mais á PEst dans le calcaire; nous en parlerons plus loin, comme des districts de Chihuahua et Jiménez. » Le district d'Abasolo (mines Cusihuiriachic, etc.) a produit 250 4 300 millions de 1660 a 1880. Il a atteint 300 métres de profondeur. Le district de Camargo (mines Encinillas, etc.) est en développe- ment. Le district de Mina est connu par la mine Guadalupe y Calvo, ap- partenant a une Compagnie anglais, qui a produit 150 millions jusque vers 1830; on exploita d'abord a ciel ouvert, puis par puits de 180 a 270 métres de profondeur. Le minerai a pour gangue le quarlz com- pris entre le porphyre quartzifére et l'andésite. L'altitude est de 2,500 métres. 2. Sinaloa Ouest. Les districts suivants sont dans les porphyres et la syénite. Le district de Fuerte avec d'anciennes mines actuellement inexplo- tées. Le districts de Sinaloa a de nombreuses veines auriféeres: la Purisi- ma, la Pirámide, El Rosario (quartz auriféres et pyrites), Jesús María, á la Mexican Mining Company, produit 2 a 3.000,000 par an par amal- gamation. Le district de Mocorito, mines Palmarito, etc., produit aussi de Por. De méme les districts de Culiacán et de San Ignacio. Les gisements forment ici un passage entre les veines argentiféres et cupriféres. Le district de Concordia possede la mine Pánuco, anciennement exploitée, et qui, reprise il y a 30 ans environ, a distribué environ 20 millions de dividendes. Les autres districts miniers du Sinaloa sont dans les calcaires. 3. Durango Ouest. Durango est célébre par son gite de fer inex- ploité d'ailleurs en ce moment, et que les Espagnols, lors de la con- 15 quéte, sur la foi des Indiens, avaient cru étre de P'argent. Les districts argentiféres en roches éruptives sont: La district de Gabriel, avec la mine Avino, autrefois exploitée a ciel ouvert et qui marque la fondation de Durango vers 1550: la cathédrale de Durango fut batie au moyen des taxes levées sur cette mine. Le ciel ouvert avait 150 métres de largueur, on y a trouve du cuivre en pro- fondeur; la lixiviation donne 80% de l'argent, 70% du cuivre; avec 600 ouvriers, on extrait et traite 100 tonnes par jour. La mine Gavi- lanes passe pour avoir donné 30 millions á Charles-Quint. Le district de Canatlán et El Rodeo avec les mines Purísima, Pro- videncia, Coneto, etc. Le district de Papasquiaro et Tepehuanes avec les mines La Porti- lla, Mina Grande, etc. Le district de Topia avec les mines Leona et Madrugada, renfer- mant beaucoup de zinc. Le district de San Fernando renferme du cuivre avec lP'argent, entre les porphyres quartziféres, andésites et rhyolithes. Le district de El Oro et Indé, avec la Compagnie La Lustre qui a dépensé plus de 5 millions en essais de traitement infructeux, pour re- venir á la fusion directe. Le district de Guanaceví me servira á decrire plus complétement ce genre de gisements. La roche minéralisée est la propylite (andésite amphibolique). Le gite est un réseau de fissures se bifurquant, se sé- parant, se coincant, avec des intervalles de propylite plus ou moins com- pacte et toujours imprégnée de pyrite de fer. L'ensemble des fissures peut alteindre 40 métres de puissance, avec la roche éruptive, ce qui donne absolument lPaspect d'un stockwerk. 11 n'y a pas de salbandes. C'est une zone de roches brisées ayant offert un passage facile á la circulation des eaux thermo—minérales. La gangue est plutót le quartz dans la propylite, la calcite dans la syénite. La calcite favorise la pré- sence de l'argent. Les colonnes riches sont trés redressées et tiennent toujours un peu d'or. Le feldespath du porphyre paraít avoir été décom- posé et remplacé par du miuerai (substitution). Ailleurs le gíte est une rhyolithe altérée grise el rougeátre traversée de filons de roche verte (andésite) contenant des fragments de rhyoli- 16 te, 'ou formaticn d'un conglomérat bréchiforme. La puissance miné- ralisée varie de zéro á toute la veine de roche verte, suivant qu'elle est plus ou moins parcourue de veines ou halos (filets en espagnol) de sulfure d'argent. C'est alors l'aspect de que l'on convient d'appeler un stockwerk. Ces filons de roche verte sont disloqués par des failles alteignant 50 metres. Le minerai est formé de pyrite, galéne, blende (rare), mispickel, cuivre gris, argentile, argent rouge, argent natif, etc. Il est parfois assez compact pour étre exploité sans la roche. La région a 1'Ouest de Guanaceví referme des gneiss, granites, dio- rites et diabases, puis reviennent les porphyres quarlziféeres et andési- tes amphiboliques. En somme, á Guanaceví, les veines sont minces, mais riches. La mine plus riche en ce moment appartient á la Compagnie Mexi- co Consolidater! (de Boston), elle distribue des dividendes trimestriels de 300,000 franes depuis 1906. Ce sont les anciennes mines El True- no, Soto, El Porvenir et Nueva Australia; les travaux de développe- ment et installations ont coúté quatre millions. 11 y a beaucoup d'eaux souterraines. Les autres mines du district sont exploilées par des mi- neurs qui envoient leurs minerais á six ou sept moulins (custom mills), pour étre concentrés et expédiés. Clest le cas de beaucoup de districts au Mexique. 4. Territoire de Tepic. Plusieurs petites mines: Zopilote, ete., sont en voie de reprise avec des capitaux aniéricalns. Des installations de broyage et cyanuration ont été faites a Buena- vista et Castellana pour des minerais du genre de ceux de Guana- cevi. Il y a de Pargent et de Por en veines irréguliéres dans les ancien- nes mines de Compostela, Santa María del Oro, Yegua, Santiago, Ama- tlán, etc., qui sont noyées et abandonnées depuis assez longlemps. Ce qui attire Pattention sur Tepic, depuis quelque temps, c'est Putilisation des chutes d'eau. Tepic est au centre d'une région tout a fait tropicale, mais saine. 1 5% Querétaro. Les mines d'argent sont a Pétat de prospections. 1 y a pourtant une mine, El Doctor, qui est exploitée depuis 1876. Le mineral est formé de sulfure d'argent, avec pyrite, chalcopyrite, ga- 17 léne et blende. 1) y a quelques autres anciennes mines et fonderies WVargent. 62 Hidalgo. Cet Etat renferme un des districts miniers les plus cé- lébres du Mexique, celui de Pachuca et Real del Monte, qui passe pour avoir été déja en exploitation avant l'arrivée des Espagnols au Mexique. Le sous=sol est formé de roches éruptives tertiaires; andésite, ryo- lithe et basalte, puis de diorites quartziferes d'un vert foncé, d'argilo- phires et des schistes. L'andésite est parcourue de veines minéralisées riches dés la surface. A Zimapán, la roche est verte et avait regu le nom de trapp, familier aux ingénieurs américains pour désigner une roche dont ils ignorent la nature (trapp vient de Treppe, escalier, á cause de la forme en échelons de la roche). A Pachuca, la riviéere Bonanza longue toute una série d'anciennes usines ou haciendas de beneficio. La veine principale, étendue, et puis- sante, rappelle celle de Comstock, au Nevada, ou celles de Schemnilz en Hongrie; elle fut riche dés la surface, mais elle eut des bonanzas á 150 métres de profondeur. Real del Monte, á quelques kilométres de Pachuca, produit 60,000 lonnes par an, au procédé du patio, un peu modernisé, * que nous dé- evirons plus loin, et 13,000 tonnes au procédé du tonneau. Le mine- ral rend 1%200 d'argent par tonne. - De méme a Santa Gertrudis dont les veines sont dans une andésite á pyroxene, la veine principale a 4 métres de puissance et a produit, de 1877 4 1903, 193,120 tonnes de minerai valant 32 millions ou plus de 150 franes par tonne (1'*500 d'argent). La mine Amistad á la méme Compagnie, a produit, de 1886 a 1903, 368,526 tonnes valant 65 millions ou 180 franes par tonne environ. Le total des dividens distribués dans cette période par ces deux mines atteint 30 millions de frances. Le procédé métallurgique employé est celui du patio et des moulins chiliens (voir plus bas). Les puits principaux ont 242”.50, 400 métres et 426”.50 de profondeur. Les mines San Rafael, Sorpresa et Soledad ont une masse de mi- i En la actualidad se han establecido ya plantas de cianuración. Rev, Soc, Alzate, t. 28,—2 18 nerai, en réseau de veines á basse teneur, exploitées jusque 425 meé- tres de profondeur. Un tunnel, long de 1,500 metres. part de P'usine méme et aboutit au niveau de 220 métres. Le minerais tient 1 á 1'*250 dWargent et 445 gr. d'or par tonne. L2 production, au 31 décembre 1905, était de 600,000 tonnes valant 60 millions (ou 100 franes par ' tonne); les dividendes dépassaient 25 millions de frances. La mine Trinidad a donné environ 100 millions en 10 ans. La veine la plus puissante est á Arevalo, prés d'El Chico; elle varie de 10 4 23 métres, mais avec beaucoup de parties stériles. La veine la plus longue est la Veta Viscaina, qui a 10 kilometres et qu'on dit étre la suite de la Veta Madre de Guanajuato. Le minerai de Pachuca est l'argent natif et la stéphanite; la blende et le cuivre sont rares, ainsi que la baryte et méme la calcite. 72 Puebla. Puebla est plutót un Etat agricole; on est cependant en voie de prospecter quelques mines d'argent dans les districts de Te- ziutlán et de Chiautla, comme aussi á San Juan de los Llanos, a Ma- tamoros, á Zacatlán, 62 Basse—Californie. En dehors de cuivre, la Basse—Californie posséde des placers auriféres et des quartz auriféres, tenant un peu d'argent. Mais elle n'a pas á proprement parler de mines d'argent. Ilya eu pourtant la mine Progreso, prés de Triunfo, qui date de 1778. Les roches sont des granites et syénites avec des dykes de por- phyres. II.—FiLoNS DE FACTURE DANS LES SCHISTES, ETC.—Le type de ce gise- ment est celui de Guanajuato. 19 Sonora. Nous avons, étudié ci-dessus la région des mines de cuivre dont plusieurs furent á Porigine des mines d'argent, comme á Butte, au Montana. ñ Les mines d'argent datent de la conquéte espagnole; il existe une zone aurifére plus ou moins parralléle á la zone cuivreuse, passant á travers Magdalena, Ures, Hermosillo, et s'étendant jusqu'a Guaymas; on y exploite aussi des placers Citons, dans le district d'Arizpe, les mines Arizpe, Moctezuma, les Consolidated Goldfields of México, les placers de Santo Domingo et la Brisca. 19 A Altar, on exploite des placers d'or et d'argentsans eau, au moyen de laveurs á sec, composés d'un soufflet de forge agissant sur une pla- que inclinée. Le rendement atteint 60%. A Magdalena, on trouva une énorme pépite d'argent de plus de 200 kg. Dans le district d'Alamos, la mine Quintera fit la fortune de son in- venteur Almada, qui, dit-on, fit recouvrir de lames d'argent la cham- bre nuptiale de sa fille et en fit paver le chemin du cortége de sa mai- son á l'église. On raconte le méme trait de Jean de la Borde, le francais qui découvrit les mines de Taxco; dans le Guerrero (South- worth). Dans le district de Moctezuma, les mines de Doña María ont une autre légende: cette dame conserva ses barres d'argent et d'or jusqu'á en charger un convoi de 40 mules. A 100 kg. par mule, cela fait 4,000 kg.; mais on ne dit pas la proportion d'argent et d'or. Citons les mi- nes Prietas, oú l'on a installé la cyanuration, Lampazos, découvertes et exploités pas deux ¡jésuites, encore en production; Demócrata, So- nora, ete; contenant de l'or et du cuivre. Les mines Greene Compa- ñía de Oro y Plata, Mulatos, Balvanera, Ronquillo, Guadalupe, Santa Juliana, Pinos Altos, Guaynopita, Square and Compass, etc., toutes ces dernieres dans le district de Rayón, par Ocampo (Chihuahua). 22 Zacatecas. Les mines de Zacatecas el Fresnillo sont trés connues. Ce sont des fractures trés étendues et atteignant 20 a 30 métres de puis- sance, á travers les schistes, les quartzites et méme les calcaires, puis le grauwacke, conglomérat rouge á fragments de syénite, enfin un tuf sédimentaire a débris de porphyre (non pas un porphyre éruptif, com- me disent les Mexicains). La zone á bonanzas est celle des sulfures: entre les oxydes et chlorures, en haut, et les antimoniures, en profon- deur, C'est-á—dire entre 100 el 300 métres de profondeur. On appelle Colorados les minerais oxydés rouges, les chlorures, bleu noir, les bromures (plata verde, etc.); les Negros sont les sulfu- res: argentite, stéphanite, polybasite; les Azulaques sont bleuátres, tellurures, jodures (plata azul), etc. On fait remonter la découverte de Zacatecas au 8 Septembre-1546 en Pattribuant a un lieutenant de F. Cortez, Juan de Tolosa. Les mi- 20 nes Alvarado, San Bernabé, Tajos de Pánuco datent de 1548. Cortez fut longtemps propriétaire de la mine Alvarado, et l'on a conservé ses comptes tres exactement tenus. De 1548 a 1867, on estime la production d'argent de Zacatecas á quatre milliards de frances, sans tenir compte des vols et de ce qui a échappé au trésor espagnol. La moyenne des minerais était estimée á 70 pesos par tonne (175 a 350 frances suivant le cours). Citons, dans le district de Zacatecas, la mine El Bote oú les eroise- ments de veines de quartz atteignent 6 a 16 métres de puissance, for- mant des bonanzas de 40 a $0 meétres de longueur, en exploitation actuellement a 280 métres de profondeur, 8* niveau et durant depuis la surface: le minerai est formé de pyrite et argentite, valant en mo- yenne SO franes par tonne, or compris et représentant 32 gr. par ton- ne. Pour le moment, on ne fait que la concentration et l'amalgama- tion; on songe á installer la cyanuration. * District de Sombrerele: mines Sombrerete, la Noria, la Palma. Les autres districts sont actuellement tres peu exploités: les zones les plus riches sont El Bote, Veta Grande et Pánuco, par Zacatecas. ll existe une zone cuivreuse au N.O. de la ville de Zacatecas: ce sont des lentilles entre le granite et le calcaire (voir plus haut). Ces mines produisent par mois 2,500 a 4,000 tonnes de minerai d'argent, 5,000 a 6,000 tonnes de minerais cuivreux et 2,500 tonnes de flux. Il y a une fonderie de cuivre á Concepción del Oro. Le mineral est lor- mé de cuivre gris argentiféere, pyrite, oxyde et carbonates de cuivre, un peu de galéne et de blende argentiféres. La veine a 6 a 8 métres de puissance. 32 Jalisco. Les minerais sont complexes, tenant de l'argent, du cui- vre, de Por, et souvent du plomb et du zinc; les schistes sont recoupés de dykes de porphyre et d'un conglomerat a galets de dolérite, d'ou une grande irrégularité. 1l y a enfin un grand dépot de fer a Tula, ex- ploité antérieurement a Fernand Cortez. Les districts d'Autlán et de Guachinango cherchent á se développer. Dans le district de Mascota, on a des tellurures avec les chlorures. 1 Ahora ya está instalada. pd 21 A Cuale, on fait la chloruration. A Bramador, les mines La Concep- ción et Las Delicias ont été exploitées par Maximilien, pour soutenir son parti, puis les mines ont été incendiées; la production a été estimée a 50 millions de pesos.* 4% Guanajuato. Cette région, comme celle de Zacatecas, est bien connue des mineurs; mais en ce moment elle prend un nouveau déve- loppement par l'afflux du capital américain. Les mines ayant été ex- ploitées a des profondeurs de 4 a 500 metres et davantage, il n'y reste guére que des minerais á basse teneur, et les résidus des anciens trai- tements, également a basse teneur. Le probleme était donc de trouver un procédé économique et l'on essaya la cyanuration, comme pour les minerais d'or. Le procédé est arrivé deja á un point de perfectionne- ment assez grand pour qu'on obtienne un rendement de 80 a 90 pour cent sur la teneur totale, au lieu de 704 75 pour cent que donnait Pamalgamation. La principale difficulté vient des slimes qu'on débour- de, par lagitation mécanique. soit par l'air comprimé. Nous en repar- lerons plus loin: c'est 'antimoine surtout qui empéche l'amalgamation. Les mines de Guanajuato datent de 1400, en tout cas de bien avant Voceupation espagnole, et ont produit trois á quatre milliards jusqu'en 1870. Les trois veines principales ont 6, 7 et 12 kilométres de long. A Valenciana, la mine la plus célébre durant 40 ans, les mineurs du- rent passer Jeur vie dans la mine. Des gardes armés faisaient immé:- diatement rentrer ceux qui portaient le minerai au jour. Beaucoup moururent et ce fut une des causes de la révolution contre Espagne. La veine principale varie de 6 a 100 métres de puissance, elle re- coupe les schistes a hornblende et la grauwacke, puis des dykes de diorite, serpentine, andésite et un conglomérat de tuf feldspathique appelé “lozero,” d'allure stratifiée. La pyrile est fréquente, la galéne et la blende sont rares, le quartz est souvent violet, l'argent rouge et le cuivre gris sont assez fréquents: le mineral moyen valajt en moyen- ne 35 pesos; le minerai riche 100 pesos. Comme minéraux, on trouve le gypse, la sidérose, le spathfluor, l'asbeste, l'apophyllite, etc.; la fluorine est caractéristique de ces filons. 1 Le peso mexicain vaut actuellement fr. 2,60: il valait 5 francs jusqu'en 1850 en viron. 22 Les compagnies américaines suivantes se sont partagé les principa- les anciennes mines: a) Guanajuato Development Co.: El Pingúico, El Cedro, La Central, San Próspero, etc. 5) Guanajuato Amalgamated Gold Mines Co.: La Luz et La Paz: San Cayetano, etc. c) Peregrina Mining and Milling Co.: Peregrina, etc. d) Guanajuato Mineral Development Co.: Nueva Luz, La Torre, etc. e) Guanajuato Consolidated Mining € Milling Co.: Sirena, Cardona, Carmen, etc., Concordia, Rayas. f) Guanajuato Reduction and Mines Co.: Valenciana, Cata, Mella- do, etc. Ces Compagnies ont construit une série de moulins de concentra- tion et de cyanuration pour traiter, soit leurs minerais, soit ceux des mineurs de la région. Voici ces usines avec leur future capacité: ¡Poregria as aos 20 pilons, projet 100 pilons.. Cyanuration EMOODO e eat ce e ds O A te 5 Na 10" "E projet 20 pilons... Guanajuato Consolidated.. 80, —..ocoocococccoommo.. OS a Reduction..... 80 ,, projet 160 pilons... 53 5 Amalgamated . LOS ENGOdO . T0 LODOS San ¡PrósperO o caouas gate 20 PONS A al elo abla En San CayetadO....o..oooo.o.... 30 .,, projet 50 pilons.... ES Comrall. IMA AIR] MALO A: A Enfin, Pon projette 20 pilons á Noria Alta, 40 a Pingúico, 504 Re- fugio. Le-moulin de San Próspero (San Matías) a passé 70,000 tonnes á la eyanuration avec un rendement de 358 grammes d'argent, 3á 4 grammes d'or, représentant 85% de la teneur. 50 Michoacán. Cet Etat est célebre surtout par le groupe des mines Esperanza, El Oro et Dos Estrellas dont la production a été célebre ces années derniéres. C'est le district d' Angangueo, oú durant plus de 50 ans un groupe de 13 mines, appartenant a Sebastián Camacho de-Mé- xico, expédiait plus de 50 tonnes par jour aux fonderies d'Aguasca- lientes. 23 La mine El Oro exploite les veines San Rafael et Victoria avec 200 pilons et une usine de concentration. 7 La mine Esperanza a donné des bénéfices mensuels de 1.200,000 franes. La mine Dos Estrellas a la méme formation géologique qu'El Oro et Esperanza, mais étant de l'autre coté de la montagne on n”y avai! pas altaché autant d'importance, bien qu'il y eút des affleurements et des éboulis des mémes minerais. Ce sont des veines de quartz á or libre et argentite, encaissées dans les schistes. Deux tunnels paralléles, distants de 1 kilométre, ont re- coupé trois veines: —El Salto; —Veta Nueva, minerai riche irrégulier, riche surtout en or; —Veta Verde, puissante de 44 20 métres, rendant 150 4 200 franes par tonne, oú les épontes surtout sont riches; le quartz du centre est en général trés pauvre, mais permet de grands abatages. Il y a 100 métres d'amont - pendage au - dessus du niveau recoupé par les tunnels, et prés de 4 kilométres de développement, á Veta Nueva, et 2,500 métres, á Veta Verde. Le minerai, depuis 1907, est passé á deux batteries de 130 et 120 pilons, passant 23 á 3 tonnes par pilon, le quartz étant trés dur, puis á la eyanuration avec agitation par pompes centrifuges. Depuis 1903, la production est de 7 4 8 millions d'or et argent par an. Comme á Es- peranza, la proportion dans le lingots-est de 200 grammes d'or pour 800 grammes d'argent. Dans le minerai, il y a 16 grammes d'or pour 100 grammes d'argent, mais on retire 97% de l'or et seulement 60% de Pargent. La force motrice, a 300 kilometres de distance, est capable de 3,500 chevaux. Dans Estat de Michoacán, il faut citer aussi l'ancienne mine de Jean de la Borde, a Tlalpujabua, qui eut quatre bonanzas célébres, dont la derniére, vers 1750, donna á la Borde 36 millions de pesos en huit ans, et P'on dit que c'était la moins riche. La Borde exploita jusqu'a 350 métres de profundeur avec des malacates, treuils 4 manéges de che- vaux; il est probable qu'il n'avait pas beaucoup d'eau pour le géner. 60 México. L'Etat de Mexico a trois districts miniers connus, suite des précédents, ceux de Temascaltepec, de Sultepec el de Zacualpan .Les mines sont des filons de quartz encaissés dans les schistes par- 24 fois dans le granite, puissants de 2 4 6 métres et plus, longs de 3 ki- lométres et davantage. A Temascaltepec, l'ancienne Mina de Agua avait été abaudonnée par suite de venues d'eau qu'on n'avait pu vaincre, malgré Paide finan- ciére du gouvernement. Elle est en reprise au moyen de l'électricité et de lair comprimé. Le filon d'El Rey atteint 15 et 20 métres de puis- sance dans le granite. Ges mines et les voisines avaient produit, jus- que 1783, 602,000 kg. d'argent sans avoir de puits dépassant 80 a 120 métres de profundeur. Le minerai est du sulfure d'argent valant 346kg. d'argent par tonne dans les bonanzas. On installe la cyanu- ration pour 40 tonnes par jour, dans l'intention de traiter les minerais séparant les bonauzas et qui rendent environ 500 grammes d'argent et 142 grammes d'or par tonne. Gitons encore les mines El Rincón, San Antonio, etc. A Sultepec (Malacate, etc.) on a affaire á des schistes quartzeux et micacés métamorpbiques, redressés par des trachytes. Il ny a pas de salbandes, mais imprégnation progressive sur 1 métre a 1.50. A San Pascual, on arrive á 6 métres de quartz et d'argile kaolinienne. Le mineral est formé de pyrite et argentite, il y a trés peu de galéne et blende. La Compagnie de Sultepec exploite les mines de Muñoz, etc., en faisant la lixiviation. L'exploitation passe pour remonter á Moctezuma (ciel cuvert) etá Fernand Cortez (bonanzas). On travaille actuelle- ment a 110 metres de profondeur. La Química, sur les mémes veines, a donné depuis deux ans, 3 mil- lions de pesos de bénéfices, avec 20 pilons, etc. Elle installe la eyanu- ration. Les anciens puits ont 180 métres de profondeur. Citons encore les mines Germania, á Santa Cruz; San Juan Baulis- ta, au méme propriétaive que Dos Estrellas, etc. Comme á Temascaltepec, l'avantage de ces mines est de n'avoir pas été exploitées á des grandes profondeurs comme celles de Guanajuato et Zacatecas. Enfin á Zacualpan, on retrouve les mémes veines de quartz dans les schistes cristallins; mines Guadalupe, las Coronas, Carboncillo, Los Re- yes, etc. La fonderie de Los Arcos, á mi-chemin entre Sultepec et 25 Zacualpan, a fondu en 80 ans, sans interruption, pour plus de 120 mi- llions de pesos de minerais. On fait remonter les mines de Moctezuma etá Fernand Cortez. Plusieurs sont en reprise. 72 Guerrero. Ici les formations sont enchevétrées et les mine sont tantót dans les schistes et tantót dans les calcaires crétacées, le tout re- coupé d'andésites. A Taxco, le travers - bancs (socavón) del Rey a été commencé par Fernand Cortez, et sur 90 métres, il est si haut qu'on peut le parcou- riráa cheval. Il continue sur 650 metres; le minerai est tres complexe, et tient beaucoup de blende jaune et noire, avec de l'antimoine; on trouve aussi de l'étain au voisinage. La mine El Rosario a été une des bonanzas de Jean de la Borde quí, sur ses profits, fit bátir la cathédrale de Taxco, estimée 1.500,000 pesos. 1 exploita trois veines de 1 métre, 1.20 et 2 metres par six puits de 50 a 60 métres de profondeur et un tunnel de 180 métres. A POuest de Taxco, dominent les calcaires, spath calcaire, ete, od les mines San Mateo et Pozo Hondo ont rencontré des bonanzas, D'autres mines; Pedregal, Florida, Atlistac, pres de Taxco. sont en «reprise. L'altitude de Taxco est de 1,750 metres. La mine de Campo Morado a eu une bonanza de 2 millions de pe- sos, qui a duré deux ans. On trouve de cnivre a la Dicha, du mercure a Huitzuco, de lora Garduño, etc. L'Etat de Guerrero a plus de 20,000 kilometres carrés au S.E. in- connus et á peu prés inhabités, avec une faune tres riches et des rui- nes trés anciennes. Íl serait tres intéressant á étudier. Le climat est bon, les riviéres sont abondantes. 8% Oaxaca. Dans l'Etat d'Oaxaca, plus encore que dans le Guerre- ro, les conditions géologiques se compliquent; les montagnes de Zem- poaltepec forment comme le neeud des deux grandes chaines qui tra- versent le Mexique. On compte une douzaine de zones miniéres plus ou moins irrégulié- res et renfermant non seulement de largent, mais de l'or, du cuivre, plomb, du zinc, etc. Le district d'Ixtlán (Sierra Juárez) a de Pargent et de Por, 26 Le district de Tlacolula a eu les plus riches minerais d'argent du Mexique, et l'exploitation est antérieure á la conquéte espagnole. Le district de Taviche (Ocotlán) a eu de riches bonanzas. Le district d'Ejutla a de Pargent et de cuivre. Le district de Juquila a de Pargent et du plomb. Le district de Zimatlán (Peras) est le meilleur producteur d'or du Mexique. Les districts de Peñoles, Tepantepec, Parián. etc, ont de Por. Le district de Silacayoapan a du cuivre. Le district de Tehuantepec a des placers auriféres. La plus riche mine de l'Oaxaca est celle d'Ixtlán qui n'a couté que 600,000 frances de frais, avant de donner de tres riches bonanzas. Elle est a 64 kilometres d'Oaxaca. III. —GrrES INTERCALÉS DANS LES CALCAIRES.—Nous prendrons com- me type le gíite de Santa Eulalia. 19 Chihuahua Est. Le calcaire crétacé contient quelques uns des plus grands gítes d'argent du Mexique. En outre, l'adobe ou tepetate, si usité au Mexique pour construire les habitations, est formé surtout des débris calcaires (et feldspathiques). L'eau transporte la chaux en solution á faible distance seulement, puis elle s'évapore, laissant un dépót calcaire qui ne va pas jusqu'á la mer: d'oú Paspect aride du cen- tre du Mexique. Les Karrenfelder sont des miniatures en relief des- sinées par l'eau, sur des surfaces calcaires. Monterrey est báti sur des dépóts donnant naissance á ces Karrenfelder. L'adobe est brun, Je te- petate est blanc. Le calcaire, avec ses vides caverneux et ses immenses grottes et tunnels creusés par Veau, est tres favorable á des dépóts minéraux, qui sont un excellent exemple de gítes secondaires. Le district de Jiménez a des gites de carbonate de plomb avec de Vargent dans du calcaire, mais ¡ls sont remplacés par du cuivre á fai- ble profondeur. Le grand gíte d'argent en calcaires du Chihuahua est celui de Santa Eulalia, dans le district d'Iturbide, á quelques kilométres de la ville de Chihuahua et du chemin de fer Central Mexicano. La découverte date de 1704. La production de 1705 á 1900 dépasse 900 millions de 27 pesos; elle est encore de 10 á 12 millions de pesos par an, grace á une impulsion nouvelle des capitaux américains. On prétend que les Az- tecs ont exploité avant les Espagnols. D'une maniére générale, le gite est une colline calcaire pleine de cavités et coupée de profonds ravins sur une surface de 10 4 12 kilo- métres carrés; le minerai est en colonnes, cheminées, cavités quelcon- ques et anciens chenaux creusés par l'eau dans le calcaire; on arrive actuellement a 500 metres de profondeur sans sortir des bons mine- rais; on trouve les chlorure, sulfure, brómure et ¡jodure d'argent, avec Vanglésite, la galéne et le fer oxydé, méme en profondeur. Le gíte a été exploité par tout un groupe de Compagnies et propriétaires diffé- rents. Le calcaire est en banes orientés E.-O., avec pendage de 5% á 159 vers le Sud et autant vers le Nord, de sorte qu'il y a un pli anticlinal; les plus grandes fissures sont á angle droit sur l'axe principal. Le cal- caire passe parfois á la dolomie. Les sommets voisins sont formés de cantera ou luf volcanique recouvrant le calcaire qui, au—dessous, s'est trouvé souvent minéralisé, d'oú de nouvelles découvertes. Les dykes de porphyre sont plutót rares dans les mines; on en remarque comme des trainées rayant le calcaire; le porphyre existe probablement en pro- fondeur au-dessous des calcaires. Ceux—ci sont minéralisés sur 750 a 1,000 métres de puissance, sans failles ou rejets dépassant 50 centi- métres. Le minerai existe sous deux formes: les mantos, de forme aplatie, visiblement produits par substitution au calcaire; les abras ou fissures plus ou moins redressées. Le mineral est tantót posterieur aux cavités, tantót contemporain de celles-ci. (Philip Argall). Les cavités voisines de la surface on subi une redissolution des mi- nerais d'argent et de plomb, qui se sont précipités dans les cavités plus profondes, a 300 et 400 métres de profondeur; ces derniéres sont á la fois plus grandes et plus riches en plomb carbonaté argentifére. Quel- ques cavités ont eu 90 metres de largeur; on cite celle de Bull-Pen qui a 130 métres de diamétre et 30 métres de hauteur, a 390 métres de profondeur. Une autre a 48 métres de large sur 90 métres de long. Des fissures trés minces relient ces cavités. Cependant dans une mine, on descend une hauteur verticale de 210 métres á travers des cavités 28 et chenaux naturels. C'est par millions de tonnes que le calcaire a été dissous et entrainé par l'eau. Ces cavités ont des noms pittoresques: le Bataillon, la Plaza de Toros, l'Iglesia grande comme la Cathédrale de Chihuahua. Gelle de Potosi a 90 métres sur 180 de longueur. Certains travaux sont curieux: une route en hélice inclinée relie deux cavités pour faciliter le transport par mules de 'une á l'autre. Le remblayage par le stérile ou le mineral pauvre fait qu'il y a trés peu de déblais á la surface; d'ailleurs le minerai était riche en général. 11 n'y a pas d'eau dans la mine et la contrée est aride (altitude 1,800 me- tres). Le dernier niveau, 520 métres, á Santo Domingo, est toujours riche en carbonates. Les éboulements ont été nombreux antre fois et il y a eu beaucoup de mineurs ensevelis. Les mines les plus riches sont au centre du massif calcaire: Potosi, Santo Domingo, Mina Nueva, Prieto. Cependant a 1'Ouest, il y a eu Santa Rita, Parcionera, Mina Vieja; et á Est, San Antonio, Santa Ju- liana, las Tres Mercedes. On a trouvé un peu d'or aux mines de Chi- ribel et Josefina. 22 Sinaloa Est, —L'Est du Sinaloa et connu d'abord par des place- res auriféres, sur la riviere Petatlán, exploités par les Indiens et par des quartz auriféeres a la Joya el a Copala. Les mines d'argent en calcaire les plus importantes sont dans le dis- trict de Rosario. La mine el Tajo está coté de dykes de porphyre, comme celle de Tiro Real qui exploite á 150 métres de profondeur. Ges mines remontent au XVII* siécle; á Tiro Real, on découvrit une grande bonanza, dite “Bramador” vers 1880; on l'exploite encore. Citons encore, dans 1'Est du Sinaloa, la mine de Guadalupe de los Re- yes, la Republicana, Nuestra Señora, qui a de la blende, la Rastra, etc. 32 Durango Est.— Avant de parler de la fameuse mine de Peñoles, citons d'abord, dans le district de Canelas, les mines El Carmen, etc; —dans celui de Guasimillas, la mine Trinidad; dans celui de Lerdo, les mines Velardeña, Descubridora, Vacas, San Marcos, etc.;-—dans le district de Torreón, la mine Jimulco, avec de grandes cavernes dans les calcaires. Mais le distriet rendu célebre par la mine de Peñoles est celui de 29 Mapimí. Le gíte est formé de calcaire avec des instrusions de dykes porphyriques. Le minerai consiste surtout en oxydes et carbonates, il y a peu de cuivre et de zinc. C'est une ancienne mine, déja reprise en 1829 sans grands résultats, mais on a récemment découvert une gran- de bonanza, et l'on expioite les autres par un tunnel principal réunis- sant une dizaine de nsines. On a atteint 650 métres de profondeur; plus de 5,000 personnes vivent des mines et des fonderies situées a $ kilometres et reliées aux mines par un chemin de fer électrique et un pont suspendu de 290 metres. La production est de 100 á 120,000 tonnes par an valant 2 millions de pesos, dont la moitié au moins est distribuée en dividendes. 42 Coahuila.—La Sierra Mojada renferme de la galéne argentifére dans les calcaires carboniféres, sous forme de dépóts et d'impregna- ticns, et des carbonates de plomb et de zinc, sous forme de minerai de substituticn. Le district de Saltillo produit ainsi environ 5 millions de pesos par an. Le zinc abonde surtout á la mine San Luis, a No- rias de Baján, etc. 11 y a du fer á Monclova. 52 Nuevo León.—L'Etat de Nuevo León expediait annuellement aux fonderies de Monterrey environ 3 millions de pesos d'argent, plomb, zine et fer. Cependant cette production a subi récemment une baisse considérable. 62 San Luis Potosí.—L'Etat de San Luis Potosi a beaucoup de mi- nes fameuses et anciennes, surtout dans le district de Catorce. Citons d'abord les autres districts argentiféres. District de Charcas. Mine du Tiro General qui a produit 17 millions de pesos en 30 ans, de 1865 a 1895, dont 7 millions de pesos de di- videndes. On emploi á Charcas le procédé du patio. La mine a 2 pour cent de cuivre, fondu a Aguascalientes. District de Ramos. Il passe pour avoir produit 60 millions de pesos. District de San Francisco de Guadalcázar. 1 a produit de l'argent avec beaucoup de petites mines, mais a été abandonné pour Catorce, en 1772. District de Catorce. La production, sur plusieurs centaines d'années, est estimée á 2/milliards et demi de frances, jusqu' á 250 métres de pro- fondeur. Le sous-sol est formé d'andésite surmontée par les calcaires, 30 puis par la ryolithe. Le minerai est au contact de l'andésite et du cal- caire. La ryolithe est stérile. Comme minerais, on trouve le chlorure d'argent, le carbonate de plomb, puis l'hématite avec gangue d'agate et de calcite, l'hématite tient de l'or; on trouve parfois un peu de cuivre. Le mineral forme des masses puissantes, contenant en outre pyrile, galéne et blende. Les tunnels de Potosí alteignent au total 3 a 400 ki- lométres de longeur, il n'y a pas de boisage, mais un peu de magon- nerie, les travaux sont en mauvais état et il n'en existe aucun plan. D'une maniére générale, quand il y a de Por libre, il n'y a pas d'ar- gent natif, et inversement; on n'a jamais a la fois haute teneur en argent et en or. La mine Santa Anna a produit 28 millions de pesos de 1885 á 1904; elle exploite a 600 métres de profondeur, avec des pompes élevant 2,000 litres par minute, de 400 métres de hauteur jusqu'au niveau d'écou- lement; il a 40 kilométres de travaux souterrains, 13 tunnels d'accés. La mine emploie 350 chevaux électriques. La mine Palmillas a été célébre récemment par une nouvelle bo- nanza. La mine Protección al Trabajo a un tunnel d'accés de 2,250 metres. En 1902, le minerai tenait 3,500 grammes d'argent par tonne. En 1904, le dividende a été de 59%. La mine Zavala donna 4 millions de pesos en deux ans. La mine La Luz, en 1778, entra dans une bonanza qui donna plus de cent millions de pesos, avec beaucoup de “plata azul.” La mine Padre Flores, payée 700 pesos, donna 7 millions de pesos en trois ans, avec deux bonanzas de chlorure d'argent. La Purísima Concepción fut une des meilleures mines de Potosí. Découverte en 1780 et vendue 200 pesos, elle donna 200,090 pesos par an, de 1787 a 1803, et 3.200,000 pesos la derniére année aprés quoi elle s'appauvrit, les oxydes et carbonates laissant place a la pyrite en profondeur. Les églises de Santa Anna el de Catorce furent construites sur la régle suivante: les mineurs devaient prendre chaque jour un morteau de mineral aussi gros qu'ils le ponvaient et en faire don au curé. Ainsi Véglise de Catorce coúta 1.800,000 pesos. 31 ll y aá San Luis Potosí plusieurs Compagnies métallurgiques avec des fours a plomb et méme a cuivre. La Compañía Mexicana passe an- nuellement 200,000 tonnes de minerais d'argent. La Compañía Nacio- nal et la Compañía de la Paz sont également prospéeres. PROCÉDÉS DX TRAITEMENT DES MINERAIS D'ARGENT. Nous ne ferons ici que signaler le nouveau perfectionnement appor- té au procédé du patio et l'adaptation du procédé de la cyanuration aux minerais d'argent. Cesta Pachuca surtout qu'on a remis en honneur le procédé du «patio. On se serl, pour le broyage, de moulins chiliens (4 meules verticales), puis le mineral passe sur des tables Johnson qui don” nent des concentrés á 10 kg. d'argent et 60 grammes d'or par tonne. Ces concentrés, tenant 35% de lPargent total, sont expédiés en Alle- magne. Les résidus, tenant 800 grammes d'argent et 4 grammes d'or, su- bissent le traitement du patio. Etalés sur un Sol nallé, ils sont mal- laxés par des charrues électriques (au lieu de mules ou de chevaux), et l'on recouvre 90% de l'argent et 30% de l'or qu'ils contiennent. On sait que l'on ajoute au minerai, du sel marin et du magistral (pyrite de fer et de cuivre décomposée en sulfate de fer et de cuivre), et que Pon obtient du sulfate de soude et du chlorure de cuivre, qui, avec le mercure et le sulfure d'argent, donnent du sous-sulfure de cuivre et de l'argent-métal qui stamalgame au mercure. Aprés lamalgamation, on fait une nouvelle concentration sur tables Wilfley et Johnson. Voici les résultats du patio moderne: 1re Concentration .. ....... 35% de lVargent 42% de lP'or Amalgamation au patio.. ISS Er, oi 2: Concentration........... A óñ AS CN O OA IO o LO Ey EAS A 100 100 32 Les 2* concentrés 414 kg. d'argent et 25 gr. d'or sont fondus A Mé- Xico. : Le coút total du procédé est de 8 pesos 60 centavos, soit 22 frances environ par tonne. La eyanuration apliquée au sulfure d'argent, donne des résultats assez variables, suivant la composition des minerais. Alors qu'avec Vor, le rendement est de 954 98%, avec l'argent, il varie de 70 á 8, méme 90%. Il faut ajouter de la chaux et de la baryte dans les tanks, et ausssi de l'acétate de plomb s'il y a zine, pour aider á la précipi- tation. Il faut broyer fin, au tamis 60, etá cause de l'argile, l'agitation est necessaire, Pour l'agitation, il y a deux procédés en presence: l'agi- tation mécanique et lair comprimé; on a méme réalisé une combi- naison de ces deux syslemes par un axe et des agitateurs creux á travers «lesquels en envoie l'air comprimé. Suivant certains théori- ciens, la présence de l'air est nécessaire pour oxyder le suifure d'ar- gent et préparer la dissolution de l'argent. Suivant d'autres, et d'aprés des résultants d'expérience, 1'air est inutile, il y a assez d'oxygéne dans Peau. Dans plusieurs usines, on a passé 50, 70 et 80,000 tonnes de ré- sidus et slimes á la ceyanuration avec des résultats atteignant 80 a 90%, y compris la concentration sur tables Wilfley ou Johnson. On essaie maintenant l'emploi des tube=mills sans faire la concentration. Lors- que lor domine sur l'argent, l'opération reussit trés vite avec un bon rendement, d'oú l'emploi de pompes centrifuges sans air comprimé a El Oro, Dos Estrellas, etc. Si largent domine, les formules sont plus complexes; on peut dire cependant qu'avec une étude préalable du mi- neral, on s'assure vite du degré de rendement qu'on peut atteindre et que méme on le perfectionne, soit comme teneur, soit comme dimi- nution de la durée du traitement. BIBLIOGRAFIA The Iron Ore Resources of the World.—An Inquiry made upon the initiative of the Executive Committee of the XI International Geological Congress, Stockholm 1910. With the assistance of Geolo- gieal Surveys and Mining Geologists of different Countries. Edited by the General Secretary of the Congress. With 22 plates and 142 illus- trations in the text and accompanied by an Atlas of 43 Maps, 2 vols. in 4, 1068 pages. £. 3. Esta obra que ha sido puesta á la venta por la Comisión del Con- greso Geológico reunido en Estockolmo, Suecia, contiene las materias siguientes: Voz. l. Preface. Summary of the Reports compiled by Prof. H. Sjógren. The Iron Ore Resources of different Countries and Ore Dis- tricts. Synoptical Table compiled by F. R. Tegengren. Les ressources de la France en minerais de fer par P. Nicou. Die Minette im Lu- xemburg von V. M. Dondelinger. Die Eisenerzvorráte von Portugal von J. P. Gomes. Notes sur les ressources en minerai de fer de l'lta- liepar G. Atchino. Bericht úúber die Eisenerzvorráte der Schweiz von C. Schmidt. Die Eisenerzvorráte Oesterreich von V. Uhlig. Die im: Ungarischen Staatsgebiete Vorhandenen Eisenerzvorráte von Prof. Dr. L. von Lóczy und Dr. K. von Papp. Die Eisenerzvorráte Bosniens und der Hercegovina von Dr. F. Katzer. Die Eisenerzvorkommen in: Serbien von J. A. Milojkovitch.- Die Eisenerzlagerstátten ir K. Bul- garien von Dr. L. Vankov. Griechelands von Max Nottmeyer. Turkei von M. Nottmeyer. Die Eisenerze Russlands, geologischer Charakter, Verbreitung und Vorráte der Lagerstátten von K. Bogdanowitseh. Fin- lands von O. Trústedt. Rev. Soc. Alzate, t. 28,—3 34 Vot. II. The Iron Ore resources of Sweden by H. Lundbolnn, W. Petersson and F. R. Tengengren. Norweg von J. H. L. Vogt. Great Britain and Ireland by H. Louis. Niederland von (G. 4. F. Molen- graaff. Note retrospective sur les mines de fer en Belgique par G. Les- pineux, Deutsche Reich von G. Einecke und W. Kóohler. Deutsche Kolonien von W. Koert. Canada by E. Haanel. Newfoundland by J. P. Bowley. United States by J. F. Kemp. Mexique par E. Ordóñez. Central America, West Indies, Colombia, Venezuela, Bolivia, Peru, and Chile, by J. F. Kemp. British Guyana by Dr. J. W. Evans. Bra- zil by O. A. Derby, Argentina von Dr. R. Stappenbeck. Western Australia by A. G. Maitland. South Australia by H. Y. L. Brown. Queensland by B. Dunstand. New South Wales by E. F. Pittman, Victoria by J. W. Gregory. Tasmania by W. H. Tuelvetrees. New Zealand by J. M. Bell. Persien von M. Nottmeyer, British India by Sir Th. H. Holland. Note on Iron Ores in India by F. H. de la Tou- che. China by Th. T. Read. Japon and Corea by K. Inonye. Philippi- nes by J. F. Kemp. British Domaines in Asia (Ceylon, etc.) by Dr. J. W. Evans. Niederláindische Kolonien von G. A. F. Molengraaff. Algérie et Tunisie par P. Nicou. Egypt by W. F. Hume. Anglo- Egyptian Sudan by £. C. Dunn and G. W. Grabham. British Do- minions in Africa by J. W. Evans. Congo par J. Cornet. Deutsche Africa von W. Koert. Rhodesia by F. P. Mennmell and J. W. Evans. Transvaal by E. A. F. Molengraaff. Cap Colony by 4. W. Rogers. Pteridografia del Sur de México ó sea clasificación y des- -cripción de los helechos de esta región, precedida de un bosquejo de la flora general por el Ingeniero José N. Rovirosa, Profesor de Historia Natural. México, Imp. de I. Escalante, 1909. 1 vol. 42298 págs.73 láms. La presente obra, fruto de prolongadas y perseverantes vigilias, que «con verdadera fruición escribió el malogrado naturalista su autor, vie- ne á poner un timbre de honor á su reputación científica, á la vez que es un motivo de justo envanecimiento para nuestra literatura botánica. Desde los memorables trabajos de Mociño y Sessé, de muy antigua 365 data. acerca de la flora mexicana, que por muchos años permanecieron inéditos, ningún otro había sido emprendido en México, siquiera fuese como el presente, sobre determinado grupo del reino vegetal; aunque si bien es cierto, en más estrechos límites han aparecido algunos otros bastante recomendables. Séame grato citar, entre los desaparecidos, los esclarecidos nombres de sus autores: Ocampo, Oliva, Herrera, Bár- * - cena, Ramírez, Urbina y Altamirano. Hermosa pléyade de naturalis- tas que aún no ha sido del todo reemplazada. Del principio al fin de este libro, campean en cada una de sus páginas gran suma de datos y conocimientos técnicos que verdaderamente sor- prenden, á la vez que, por su rigurosa exactitud, merecen entera con- fianza. En bien meditado conjunto se enlazan las tres partes en que se divide la obra, llenando cada una de por si, cumplidamente, su objeto. En la 1%, que lleva por título Prodromo, se prodiga un verdadero cau- dal informativo, respecto de la rica flora tabasqueña, puntualizado en sus distintas comarcas ó estaciones botánicas, más propiamente dicho, En la 2? se exponen pormenorizadamente y con gran lujo de detalles, las bases de la clasificación adoptada, y que por su buen criterio no vacilo en colocarla á la altura de la ciencia. En la 3? y última, brilla un refinado arte descriptivo, al trazar el autor con mano maestra, el fiel retrato de las especies vegetales, ajus- tado estrictamente á los cánones ó reglas que rigen esta materia.—Dr. M. M. Villada. Añadiremos que la obra contiene las láminas litográficas que fue- ron ejecutadas conforme á los irreprochables dibujos del autor. No dejaremos de consignar que el costo de la publicación de este libro fué proporcionado en gran parte por un ilustrado Mecenas me- xicano, el señor Lic. D. Joaquín D. Casasús. Memoria Científica para la inauguración de la Estatua de Alejandro de Humboldt obsequiada por S. M. el Emperador Alemán Guillermo Il á la Nación Mexicana con motivo del Primer Centenario de su independencia. México, 13 de Septiembre 1910. Por Dr. Ernst Wittich, Hermann Beyer, Federico U. Damm y Palacio, Paul 36 Henning, Carl €. Hoffmano, Dr. Arnold Krumm Heller, Otto Peust y Dr. Paul Waitz. Impresa á expensas de la Colonia Alemana de México, D. F., Múller Hermanos. México, 1910. 1 vol. 4? 1v-247 págs. 1 re- trato, láminas y figuras. Con gusto damos una breve reseña de esta interesante obra, debida al entusiasmo de algunos ilustrados alemanes residentes entre noso- tros, quienes no obstante que dispusieron sólo de unos dos meses, supieron darle á su libro toda la importancia que merecen los asuntos de que tratan. Al mismo tiempo que esta edición en castellano han dado á luz la edición en alemán, la cual en general es traducción de aquella. Contiene los diez capitulos intitulados como sigue: I. Esbozo biográfico del Barón Alejandro de Humboldt por A. Krumm Heller.—-11. Viajes de Humboldtjen México por E. Wittich.—14. El Ne- vado de Toluca por P. Waitz.—IV. Sobre un jeroglífico de un nombre tomado del Códice Humboldt por H. Beyer.—V. El ídolo azteca de Ale- jandro de Humboldt por 4H. Beyer.—VI. Los estudios zoológicos de Humboldt y su importancia para el fomento de la ganaderia mexica- na por F. €. Damm y Palacio.—NII. Noticias de Humboldt acerca de los gusanos de seda indígenas de México, con especial laborio de la mariposa del madroño Eucheira socialis Westw, por C. C. Hoffman.— VII. La actitud de Humboldt con respecto á los problemas de la An- tropología mexicana, por P. Henning.—IX. Humboldt y la evolución económica y sociológica de México, por O. Peust.-—X. Apuntes sobre el desarrollo de la mineria mexicana, por E. Wittich. Al final del libro están los discursos pronunciados por el Embaja- dor alemán Dr. Carl Buenz y Dr. E. Wittich, el día de la inauguración de la estatua del ilustre explorador. Genese de la Terre. Géologie nouvelle. Théorie chimique de la formation de la Terre et des roches terrestres por HeNR1 LENICQUE, Ingénieur des Arts et Manufactures.—Paris. Labrairie Scientifique A. Hermann et Fils. 1910. 1 vol. in-8, 270 pages, 57 fig. (16 pl.) 7fr. En esta obra el autor trata de la génesis de la Tierra explicada por 37 medio de los fenómenos estudiados recientemente por los químicos, sobre las reacciones de los cuerpos entre sí á las temperaturas del hor- no eléctrico, hechos nuevos que pueden tenerse en cuenta en esos es- tudios. El autor apoya en esas reacciones su nueva teoría. Desarrollando sucesivamente las consecuencias que deduce de esos fenómenos, muestra que la Tierra ha pasado progresivamente de ne- bulosa á esferoide incandescente, después tomó el aspecto de un sol y por fin ha quedado hecho un planeta enfriado, en el que la vida se ha desarrollado y perfeccionado. Según el autor las rocas no son de ori- gen biológico, sino al contrario ha sido la consecuencia de la forma- ción de las rocas. Contiene los capítulos intitnlados como sigue: Consideraciones pre- liminares acerca de las propiedades químicas de los cuerpos á altas temperaturas. —Discusión sobre las causas atribuidas á los fenómenos geológicos en la enseñanza actual. —Causas atribuídas á la formación de las rocas. —Formación del cuarzo y de diversos minerales.—For- mación de la Tierra.—Formación'de las rocas calcáreas. — Formación de los esquistos, margas, arcillas, areniscas y mármoles. Hulla y com- bustibles minerales. —Relación entre la progresión de la vida orgáni- ca y la sucesión de las formaciones de rocas terrestres.—La vida de la Tierra —Volcanes y temblores de tierra.—La Luna. Como se comprende el libro presenta cuestiones de gran interés, sobre las cuales mucho debe aún estudiarse. Précis de Mécanique rationnelle. Introduction a l'étude de la Physique et dela Mécanique appliquée, par P. AppeLL et S. DAUTHEVILLE —Paris, Librairie Gauthier— Villars. 1910. 1 vol. in-8 (25 x 16), v— 716. pages, 220 figs. 25 fr. Entre las ciencias matemáticas, la primera es la ciencia del cálculo, que reposa sobre la única noción de número y á la cual se tratan de relacionar todas las otras. Viene en seguida la Geometría que hace intervenir una noción nueva, la del espacio: en ella se consideran pun- tos que describen líneas, líneas que describen superficies, ete., pero no se ocupa del tiempo en el cual tienen lugar esos movimientos. Si 38 se hace intervenir la noción de tiempo se forma una ciencia más com- plexa, la Cinemática, que estudia las propiedades geométricas de los movimientos en relación con el tiempo, sin analizar cuáles son las cau- sas físicas de estos movimientos. De estas últimas cuestiones se ocupa la Mecánica, la cual sin em- bargo no descubre las verdaderas causas de los fenómenos físicos y se limita á sustituir á las causas reales, causas ficticias, que llama fuerzas, capaces de producir los mismos efectos. Esta obra que esboza el estudio de tan interesante ciencia, está for- mada por los capitulos siguientes: P Nociones preliminares. Vectores. Cinemática. Principios de la Me- cánica: masa, fuerza, trabajo. — Estática. Equilibrio de un punto; equi- librio"de un sistema. Equilibrio de un cuerpo sólido. Sistemas defor- mables.—Dinámica. Dinámica de un punto. Momentos de inercia. Dinámica de los sistemas. Teoremas generales. Las siete ecuaciones universales del movimiento. Movimiento de un cuerpo sólido. Nocio- nes sobre el frotamiento. Percusiones. Principios de los trabajos vir- tuales. Principio de d'Alembert. Ecuaciones de Lagrange. Percusiones, teorema de Carnot. Atracción. Potencial. Equilibrio y movimiento in- terior de un fluido perfecto. Movimiento de los fluidos perfectos. Hi- drodinámica. Ejercicios concernientes á las diversas partes del libro. Annuaire pour l'an 1911, publié par le Bureau des Longitudes. Avec des Notices scientifiques Paris. Gauthier— Villars. 1 vol. in-16, 750 pages, figs. 1. fr..85. El interesante tomito de este año contiene, después de los datos as- tronómicos, cuadros relativos á Metrología, monedas, Geografía, Esta- distica y Meteorología. Además se hallan las noticias siguientes: La 16% Conferencia de la Asociación Geodésica Internacional en Cambridge y Londres, por H. , Poincaré. El eclipse de Sol del 17 de Abril de 1912, por G. Bigour- dan. Noticia necrológica acerca de M. Bouquet de la Grye, por H. Poincaré. Discursos pronunciados por H. Poincaré y B. Baillaud, en los funerales de P. Gautier. MAPOTECA MEXICANA, Carta General de la República Mexicana formada en la Secretaría de Fomento por disposición del Secretario del ramo Lic. Olegario Mo- lina. 1910. Escala 1: 2.000,000.—Impreso en la Sección de Reproduc- ciones de la Comisión Geográfico- Exploradora. Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas. Sección de Carto- grafía y Dibujo. Carta de Ferrocarriles de los Estados Unidos Mexica- nos. Escala 1:2.500,000. 1910. Lit. de la Secretaría de Comunicacio- nes y¿Obras Públicas. (Se halla también en Reseña condensada de los ferrocarriles de los Estados Unidos Mexicanos. 31 de Diciembre de 1909.—México 1910. 82) Plano geológico de la región de San Pedro del Gallo, Durango 1907. Levantamiento geológico por C. Burckhardt. Escala 1: 25,000. Méxi- co. Comp. Lit. y Tip. S. A. (Parergones del Instituto Geológico de México, tomo III, núm. 6. 1910.) Carta General del Estado de Morelos levantada á iniciativa del se- ñor Secretario de Fomento, Lic. Olegario Molina, por la Comisión Geográfico-Exploradora. 1910. Escala 1:100,000. Talleres de zinco- grafía de la Comisión Geográfico-Exploradora (Xalapa, Ver.). DR] A AA EL XI CONGRESO GROLOGICO INTERNACIONAL ESTOCOLMO, SUECIA. 17 A 25 DE Acosto 1910 Los trabajos estuvieron repartidos en las cinco secciones siguientes: 1? Geología general y regional. Tectónica, 2% Petrografía y Mineralogía. 32 Estratigrafía y Paleontología. 4% Fenómenos cuaternarios. Ventisqueros actuales. 5% Geología aplicada ó económica. Las memorias y conferencias presentadas correspondientes á dichas secciones fueron las que indicamos en seguida: 1. GEOLOGIA GENERAL Y REGIONAL. TECTONICA G. De Geer, A Geochronology of the last 12000 years. W. H. Hobbs. Fracture Systems of the Earth's Crust. H. Stille. Senkungs—Sedimentations, und Faltungsráume. H. F. Reid. Faults and Earthquakes. R. S. Tarr. The Advance of Glaciers in Alaska as a Result of Earth- quake Shaking. E. Rudolph. Die geographische Verteilung der Epizentralgebiete von Weltbeben und ihre Beziehungen zam Bau der Erdrinde. C. Schmidt. Ueberfaltungen und Ueberschiebungen altkrystalliner Schiefer úber Mesozoicum in den Schweizeralpen. A. Baltzer. Geologische Bilder aus der Schweiz. J. J. Sederholm. Ueber Bruchlinien mit besonderer Beziehung zur Geomorphologie von Fennoskandia. 42 Regiones polares G. De Geer. Kontinentale Niveauveránderungen im Norden Europas. Arnold Heim. Geologische Beobachtungen in Nordwest-Grónland, speziell auf der Insel Disco und der Halbinsel Nugsuak. H. Jarner. A Concise Sketch of the Geological Observations made in North East Greenland by the Denmark-Expedition 1906-1908. R. Reinisch. Petrographische Ergebnisse der deutschen Súdpolar= Expedition 1901-1903. A. G. Nathorst. Sur la valeur des flores fossiles des régions polaires comme preuves des climats géologiques. J. F. Pompeckj. Sur le jurassique de la région arctique. N. V. Ussing. On the igneous Complex of llimansak, Greenland. O. Nordenskjóld. Die geologischen Beziehungen zwischen Sudame- rika und den angrenzenden antarktischen Kontinent. T. W. E. David and R. Priestley. Geological Notes of the British Antarctic Expedition of 1907-1909. E. Gourdon. Note sur les régions explorées dans l'Antarctique par les deux Missions Charcot. 2. PETROGRAFIA Y MINERALOGIA C. Benedicks. Le fer d'Ovifak: un acier au carbone natif. P. Tschirwinsky. Notices sur la composition minéralogique et ehi- mique des granites de la Suede, F. D. Adams. An Experimental investigation into the Flow of Rocks J. H.¿L. Vogt. Die Bedeutung der physikalischen Chemie fir die Petrographie, : A. L. Day. Are Quantitative Physico-Chemical Studies of Rocks practicable ? 3. ESTRATIGRAFIA Y PALEONTOLOGIA A. Schrammen. Spongien—Forschungen in der oberen Kreide von Norwest-Deutschland, mit Beriúcksichtigung der Kreide von Súd- Schweden. ; 43 A. Hennig. Le conglomérat “pleistocene a Pecten de 1'lle Cockburn Terre de Graham. A. W. Grabau. Ueber die Einteilung des nordamerikanischen Silurs. —Continental sediments in the North American Paleozoic. P. Vinassa de Regny. Le Paléozoique des Alpes Carniques. C. Renz. Das Palaeozoicum Griechelands. C. de la/Torre. A Jurassic Horizon in Western Cuba.—Restauration of Megalocnus rodens, and Discovery of a Continental Pleistocene Fau- na in Central Cuba. 0 Sistemas pre- Cambrianos O. Jaekel. Die Entstehung des organischen Lebens auf der Erde. W. J. Sollas. The Fauna of the Protaeon. R. A. Daly. Some chemical Conditions in the Pre-Canbrian Ocean. J. Walther. Die lithologischen Eigenschaften des Liegenden des Kambriums. J. J. Sederholm. Sur les vestiges de la vie dans les formations pro- gonozoiques. Ch. Barrois. Sur l'origine du graphite dans les systemes précam- briens. A. Rothpletz. Enthalten die Kalkgerólle des unteren Sparagmits Vorláufer der kambrischen Flora und Fauna ? G. Steinmann. Die kambrische Fauna im Rahmen der organischen Gesammtentwicklung. J. W. Ewans. The Sudden Appearence of the Cambrian Fauna. Ch. D. Walcott. The Abrupt Appearence of the Cambrian Fauna on the North American Continent. G. F. Matthew. The Cambrian Fauna of Eastern Canada and Sou- thern Newfoundland. 3 F. D. Adams. The Origin of the Deep-seated Metamorphism of the pre-Cambrian Crystalline Schists. J. J. Sederholm. Die regionale Umschmelzung (Anatexis), erláutert on typischen Beispielen. P. Termier. La genése des terrains cristallophylliens. Ch. Barrois. Le métamorphisme de profondeur en Bretagne. ? 44 J. Koenigsberger. Ueber die erystallinen Schiefer der centralschwei- zerischen Massive verglichen mit denen anderer Lánder. A. P. Coleman. Metamorpbism in the Pre-Cambrian of Northern Ontario. F. Becke. Ueber das Grundgebirge im niederoesterreichischen Wald- viertel. U. Grubenmann. Einige tiefe Gneisse aus ders Schweizer—Alpen. A. C. Lane. The Stratigraphic Value of the Laurentian. W.G Miller. The Principles of classification of the Pre-Cambrian Rocks, and the Extent to which it is possible to stablish a Chronolo- gical Classification. J. F. Kemp. Archean Rocks of the Adirondack Area. J. J. Sederholm. Subdivision of the Precambrian of Fenno-Scandia. A. P. Coleman. Methods of Classification of the Archean of Ontario. 4. FENOMENOS CUATERNARIOS. VENTISQUEROS R. Lepsius. Die Einheit und die Ursachen der Eiszeit in Europa. W. von Lozinski. Die periglaziale Fazies der mechanischen Verwit- terung. J. van Baren. Roter Gesehiebelehm als interglaziales Verwitterungs- produckt. K. G. Kramberger. Eine jungdiluviale Stórung im Lóss Slavoniens. A. P. Coleman. The Lower Huronian Ice Age. M. Manson. The Significance of Early and Pleistocene Glaciations. A. Jentsch. Die Lepidotaxis der Glazialbildungen. H. Menzel. Das Problem der Anodonten. A. Pesci. Théorie de l'áge glaciaire. Erosion glacial W. M. Davis. American Studies on Glacial Erosion. A. G. Hógbom. Die erodierende Wirksamkeit des Inlandeises im mittelschwedischen Urgebiresterrain. A. Penck. Die Glazialerosion in den Alpen. H. Reusch. The Effects of Glacial Erosion in Norway. O. Nordenskjóld. Die Fjorde und die Fjordgegenden. E 45 5. GEOLOGIA APLICADA Ch. R. Van Hise. The Influence of Applied Geology and the Mining Industry upon the Economic Development of the World. F. R. Tegengren. General View of the Exhibition of Mine Maps. W. Petersson. Die magnetometrischen Untersuchungsmetoden. V. Carlheim Gyllenskóld. The Magnetic Survey of the Kiirunavaara Iron Ore Field. J. Keidel. Die neueren Ergebnisse der geologischen Untersuchungen in Argentinien. H. G. Ferguson. Gold Deposits of the Philippine Islands. Hj. Sjógren. The Geological Age of the different Ore Types of the Scandinavian Peninsula. P. Krusch. Die Lagerstátten von radioaktiven Mineralien und die Radiumproduktionsbedingungen. M. Lyon. Les formations auriféres en France. L. De Launay. Les réserves mondiales en minerais de fer. El Congreso aprobó celebrar su 12* sesión en el Canadá en 1913. E, Y ISA 04 A; E A E CA drid: em HA al riR y, T A pc 04 A No nh ES : ke ¿ut MaS Jud EA de e E Ed sa Tomo 28. 1909-1910 A. Les mines de cuivre et les mines d'argent du Mexique.. (El XI?) Internacional. Estocolmo, Suecia. 1910 teca mexicana. . + BIBLIOGRAFIA ' du Bureau des Longitudes pour 1911 jautheville, Précis de Mécanique rationnelle Genése de la Terre, Géologie nouvelle h científica para la inauguración de la estatua de tone NT 10 o noria 1 O ni MA) MN IA AAN ' ma AA nde A E er Nr TRAD ' AA 4 LA , ON e Ea m1 Pas OIDO $ Pl Ide RA ¿Ni turbo ai Y ; Loira Es sos o e A e $ ba BINDING SECT. JUN 271973 Academia Nacional de Ciencias 23 Antonio Alzate, Mexico A6 Memorias PLEASE DO NOT REMOVE CARDS OR SLIPS FROM THIS POCKET UNIVERSITY OF TORONTO LIBRARY 7 AIR Gas los ES A AAA