9 ap Aa a a . k . A A A A ir y > AAA AS E o pa AA Ds os a re o Digitized by the Internet Archive in 2009 with funding from University of Toronto http://www.archive.org/details/memorias29acad MEMORIAS Seto Cienúica “Antonio Alzado. MÉMOIRES SOCIE SCOENTIAIOO “Antonio Alzate.” Publiés sous la direction de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN, Secrétaire perpétuel. —TOME 29 1909-1910. MEXICO IMPRIMERIE DU GOUVERNEMENT FÉDÉRAL. 1909 Úlc_o_-4 LALALA VALLAN ras U SINO MEMORIAS y ES ED eZ. / DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA “Antonio Alzate.” Publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN, Secretario perpetuo. TOMO 29 1909-1910. I4THS 6 | S ) hi "NES MEXICO Jo IMPRENTA DEL GOBIERNO FEDERAL (4? de Revillagigedo núm. 47). 1909 SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” FONDÉE EN OCTOBRE 1884. Membres fondateurs. MM. Rafael Aguilar y Santillán, Guillermo B. y Puga, Ri- cardo E. Cicero et Manuel Marroquín y Rivera Président honoraire perpétuel. ol na M. Ramón Manterola. ía Secrétuire général perpétuel. + '/ | M. Rafael Aguilar y Santillán. Conseil directif.—1909. PRÉSIDENT.—Dr. Eduardo Licéaga. ViceE-PRÉSIDENTS.—Ing. Gabriel M. Oropesa et Dr. Daniel Vergara Lope. SECRÉTAIRE.—Prof. Manuel Moreno y Anda. VICE-SECRÉTAIRE.—Ing+ Jorge Méndez. TRÉSORIER PERPÉTUEL.—M. José de Mendizábal. <> — La Bibliothéque de la Société (Ex-Mercado del Volador), est ouverte au public tous les jours non fériés de 4 h.á 7 h. du soir. Les “Mémoires” etla “Revue” de la Société paraissent par cahiers in 82 de 48 pags. tous les mois. La correspondance, mémoires et publications destinées á la Société, doi- vent étre adressées á la Sociedad Científica “Antonio Alzate” Ex-Volador.—MÉXICO (Mexique). Les auteurs sont seuls responsables de leurs écrits. Les membres de la Société sont désignés par les lettres M. S. A. SOCIETÉ SOIENTIFIQUE ''*ANTONIO ALZATE.' MÉMOIRES, T. 29. 5 CONFIGURACIÓN GEOGRAFICA Y CLIMAS DEL ESTADO DE DURANGO hd POR EL INGENIERO PASTOR ROTAIX, M. $, A, El Estado de Durango se encuentra comprendido de Po- niente á Oriente, entre las llanuras costeñas que constituyen el Estado de Sinaloa y los áridos desiertos de la parte Norte de la Mesa Central Mexicana. Formal el territorio del Estado cuatro fajas paralelas di- rigidas del N.W.alS.E., perfectamente determinadas cada una por su distinta configuración topográfica, altitud, formación geológica, clima y vegetación. La zona occidental está forma- da por el flanco de la Sierra Madre y se denomina “Región de las Quebradas;” las zonas medias comprenden el macizo montañoso de la misma Sierra y la faja central del Estado, que podemos llamar “Región de los Valles,” y la oriental se forma con los terrenos áridos característicos de los Estados fronterizos. Primera Zona.—*“Las Quebradas.” Al terminar las llanuras sinaloenses, que tienen una an- chura media de 70 kilómetros, se yergue majestuoso el enor- me macizo montañoso de la Sierra Madre, que como sabemos, - 6 PASTOR ROVAIX. > es la parte que á México corresponde en la inmensa cordille- ra que extiende la cadena de sus montañas desde los hielos del círculo polar ártico á los del antártico, y que se conoce con los nombres de Montañas Rocallosas, Sierra Madre y Cor- dillera de los Andes. El levantamiento de la Serranía en el extremo de la cos- ta es sumamente brusco. Giganteseos cantiles forman la im- ponente gradería de su flaneo occidental extraordivariamente cortado por una serie no interrumpida de profundísimas ba- rrancas, conocidas en la región con el nombre de “Quebradas,” por las cuales, en rápida pendiente, se precipita el agua de la Sierra para formar los Ríos de Sinaloa. Todo el flanco occi- dental está formado únicamente por contrafuertes y quebra- das, sin más espacios planos, que las limitadas vegas del le- cho de las barrancas. Entre la llanura y las cumbres de la Sierra hay de 2,200 42,500 m. de diferencia de nivel; aun cuan- do la zona que propiamente debe llevar el nombre de “Las Quebradas” y que corresponde á Durango, se extiende sola- mente de los 500 á los 1,800 metros de altura sobre el mar. Las alturas inferiores á 500 m. corresponden, en lo general, á Sinaloa, y las de más de 1,800 tienen todos los caracteres de la Sierra Madre. La anchura horizontal del flanco de la Sie- rra puede fijarse en 50 kilómetros por término medio. Para dar una idea de la abrupta configuración de las que- bradas, y al mismo tiempo de su grandiosa belleza, cito como ejemplo la de Huyapan, después llamada Río de Tahuehueto' y en Sinaloa Río de Humaya, que se encuentra en la Munici- palidad de Tepehuanes, Santiago Papasquiaro. En un punto denominado “El Pila” la distancia horizontal entre las cum- bres de La Quebrada, que se elevan, á 2,600 metros, es de siete kilómetros y el lecho del río se encuentra solamente á 800 me- tros de altura. La profundidad de La Quebrada es, por lo tan- to, de 1,500 metros, que se descienden en tres y medio kilóme- tros solamente. Arriba del rancho del Chapote forman las Mem. Soc. Alzate. El principio de una Quebrada, Durango. T- 291617 1. CONFIGURACION GEOGRÁFICA Y CLIMAS DEL ESTADO DE DURANGO. 7 márgenes del río, cantiles verticales que pasan de 200 metros de altura y “El Pilar” debe su nombre al grandioso obelisco, eu- ya imagen figura en una de las vitrinas del Instituto Geológi- co de México, que es una columna monolítica, casi circular, de 5 m. de diámetro y 40 m. de altura, que se levanta ente- ramente aislada frente á una enorme roca cortada á pico. Semejantes á la Huyapan son las demás quebradas del Estado, aun cuando,en lo general, para igual profundidad, pre- sentan siempre mayor distancia horizontal entre sus cumbres. Cada uno de los afluentes del río principal al descender de la Sierra forma otra nueva quebrada que precipita sus aguas en una serie de cascadas. y Las Quebradas principales del Estado son la de Huyapan, de Tamazula, Basís, Piaxtla, Ventanas, San Diego y el extra- ordinario Cañón del Mezquital, de que después hablaremos, que forma la más gigantesca quebrada del Estado. Le sigue en magnitud la de Huyapan. En la formación geológica de la región dominan las rocas rhyolíticas. Las canteras que tan abundantes son en el centro de la Sierra, ocupan aquí un lugar secundario. Esta zova es extraordinariamente rica en vetas metalíferas de todas clases, dominando las de plata con altas leyes de oro. La constante diferencia de altitudes produce la más com- pleta variedad de climas. Lis cumbres tienen el frío de la Sie- rra y el fondo de las quebradas el calor del trópico, La vege- tación varía con la temperatura, siendo el lecho de las barran- cas, un girón de los bosques tropicales. Colocada la Sierra Madre en una dirección normal á la de los vientos dominantes del Estado que son los de S. W., la re- gión de Las Quebradas, es el frente de la enormo trinchera co- locada por la Naturaleza para detener la humedad de los vien- - tos que soplan del Océano Pacífico, y por lo tanto, esta zona es la única que puede llamarse húmeda en el Estado. Las nie- blas son muy comunes, y tanto en el invirno como en las llu- 8 PASTOR ROUAIX. vias, las precipitaciones son muy abundantes. Carecemos en absoluto, de datos meteorológicos de esta región, lo que uni- do á la inmensa variedad de climas, hace imposible señalar un dato medio para temperatura y lluvias, aun cuando solo fuera aproximado. La zona de Las Quebradas es la porción del Estado que encierra las bellezas naturales más imponentes, la más exube rante vegetación y las riquezas mineras más fabulosas; pero al mismo tiempo, su escarpadísima topografía opone extraor- dinarias dificultades al desarrollo del progreso. Hasta la fecha el hombre ha sido impotente para construir un simple cami- no de herradura en buenas condiciones, que permita explotar las riquezas mineras de la región y dar paso fácil al comercio con el Pacífico. Segunda Zona. —La Sierra. Una vez aleanzadas las cumbres, se extiende el macizo montañoso de la Sierra Madre con una altura media de 2,400 á 2,600 metros sobre el nivel del mar. La faja de terreno ocu- pada por la cordillera, desde su arranque sobre las costas has- ta su descenso á la Mesa Central, tiene una anchura de 1204 130 kilómetros. Las montañas más elevadas de la Sierra lle- gan á 3,000 y 3,200 metros sobre el nivel del mar, entre las cuales citaremos los Altos de Flechas y Buena Vista en Gua- navecí, las Cumbres de Topia y Carboneras, el Cerro Prieto, el Huehuento y el Cerro Blanco. El Cerro de Muignora, en el Estado de Chihuahua, inmediato al lindero de Durango, es la cima más elevada de esta parte de la Sierra, pues llega á.-. 3,500 metros sobre el nivel del mar y en varios años conser- va su envoltura de nieves de un invierno al otro. Desde la frontera de los Estados Unidos hasta el Cañón del Mezquital al Sur de Durango, la Sierra presenta un eje continuo que divide las aguas en dos vertientes, oriental y T. 29, lám. IL. Un acantilado de 200 metros de altura en la Quebrada de Huyapan. Fondo de la Quebrada de Huyapan, Durango 3 > e CONFIGURACION GEOGRÁFICA Y CLIMAS DEL ESTADO DEL DURANGO. B occidental, y desprende vigorosos contrafuertes en todos sen- tidos, más notables muchas veces que el eje mismo. En la par- te Norte, el eje y sus ramales forman cordilleras escarpadas que producen una configuración topográfica sumamente que- brada; mientras en la parte central, tanto el eje como los con- trafuertes, se ensanchan produciendo grandes mesetas pla- nas, como son los Llanos de Otinapa, Llano Grande, las enor- mes planicies del Salto y la Ciudad y muchas otras. La vertiente occidental, por medio de las quebradas vier- te su agua directamente al Océano. La Oriental forma dos cuencas hidrográficas principales: en el Norte, la del Río Na- zas formada por los Ríos del Oro, Tepehuanes y Santiago Pa- pasquiaro, y en el centro y Sur, la del Río del Mezquital, que reune las aguas del Río del Tunal, su verdadero origen, con las de los Ríos Chico, Canatlán, Santiago Bayacora, Poanas, Súchil y Gracoros. z Verdaderamente notable es el curso del Río del Mezqui- tal. Todos sus afluentes tienen su origen en las cumbres de la Sierra y casi todos corren en la primera parte de su curso de Sur á Norte. Bajan á los Valles centrales del Estado, que por término medio tienen una altura de 1,900 metros, se reunen y unidos toman el camino del Norte al Sur por el centro de la cuenca, en dirección contraria á la de su primitiva corriente. Al tomar el Río del Mezquital esta dirección, encuentra en su camino las mismas cumbres de la Sierra que fueron su ori gen, elevadas á cerca de 3,000 metros; mientras el río, al en- frentarse con ellas, solo está ya á 800 metros de altura sobre el mar. El paso del Río del Mezquital á través. del macizo to- tal de la Sierra constituye una obra maravillosa de la Natura- leza, que muestra la potencia del agua como factor geológico. Por grandes espacios el fondo del barranco profundísimo que lleya las aguas, afecta la forma de verdadero túnel, pues las rocas de sus cumbres casi se unen, habiendo un lugar en que puede atravesarse el precipicio, varios centenares de metros Mem. Soo. Alzate México. T 29. (1909-1910).—2 10 PASTOR ROUAIX. A arriba de su fondo, por medio de un puente formado con el tronco de un pino. Al cruzar las cumbres de la Sierra el fon- do de La Quebrada se encuentra ya á 500 metros sobre el ni- vel del mar solamente, es decir, cerca de dos kilómetros y me- dio más bajo que los picos de la cordillera. Apenas puede imaginarse la abrupta configuración de la región eruzada por el río y por sus quebradas afluentes. El Cañón del Mezquital es la barranca más colosal del Es- tado y quizá en la República entera no se encuentre otra que iguale la majestad de su grandeza. Habitada esta región por indígenas semi-salvajes y defendida su agreste virginidad por el encrespado hacinamiento de sus montañas, muy pocos seres civilizados han tenido oportunidad de admirarla y com- prenderla. Cuando el progreso conquiste estas regiones, el Cañón del Mezquital, ahora desconocido hasta del geógrafo, se eitará como una de las maravillas de la Nación. En la formación geológica de la Sierra Madre dominan las tobas rhyolíticas (canteras) habiendo también grandes super- ficies formadas por rhyolitas ó cubiertas por lavas volcánicas modernas. Las ealizas son desconocidas por completo. Suma- mente pobre es la parte alta de la Sierra en vetas metalíferas y las pocasique se conocen daníleyes incosteables. La considerable altura á que se eleva la cima de la Sierra, produce en nuestras latitudes una temperatura muy baja, re- gistrándose en todos los inviernos mínimas de 10 4 12 grados bajo cero. Menos húmeda que la primera zona es, sin embar- go, más favorecida por las lluvias aue lasidos zonas del orien- te, tanto en intensidad como en la regularidad de sus precipi- taciones en los diversos períodos. Es raro el invierno en que no son abundantes las aguas-nieves y nevadas y en la esta- ción de lluvias, además de los agnaceros torrenciales. se regis- tran lloviznas continuadas por días enteros. Creo que un pro- medio anual de 1000 4 1200 milímetros para la precipitación debe acercarse á la verdadera, lo que es considerable compa- Mem. Soc. Alzate. T. 29, lám. 111. P.Baruetche. fot Los Pilares de Covadonga, Peñón Blanco, Cuencamé, Durango. a CONFIGURACION GECGRÁFICA_Y CLIMAS DEL ESTADO DE DURANGO. 11 rado con las zonas orientales; pero muy corto con relación á las lluvias de la Sierra Madre Oriental sujeta á los vientos del Atlántico; puesto que en Necaxa (Sierra de Puebla) por ejem- plo, el promedio de siete años resultó de 2536 mm. La vegetación dominante es la que corresponde á estas al- titudes, coníferas y cupulíferas y en sus géneros pinus y quer- cus (pinos y encinos) cuya madera constituye la principal ri- queza de la Sierra. El piso está cubierto por completo por las gramineas (zacates). Tercera Zona.—Los Valles. El flanco oriental de la Siorra Madre ó sea su descenso á la Mesa Central, es incomparablemente más suave que su repentino levantamiento sobre las costas, pues además de la considerable diferencia de altura que tienen, por bajarjal Orien- te á un terreno elevado ya á 1900 m. sobre el mar, y en el Occidente erguirse en toda la plenitud de su grandeza; los con trafuertes que desprende la cordillera para el lado de la Mesa, son cadenas montañosas poco accidentadas que vienen á mo tir en lomeríos de suave pendiente. Los arroyos y ríos orien- tales bajan por barrancas profundas, que no presentan las abruptas asperezas le las quebradas. Estas condiciones han permitido abrir buenos caminos carreteros hasta el centro de la Serranía. Al pie de la Sierra Madre se extiende la zona central del Estado, que debe considerarse en realidad, como una sola y única meseta plana, en medio*de la cual se levantan, cortando su monotonía, cordilleras aisladas, que al fraccionar la meseta forman los diversos valles enteramente planos que caracteri- zan la zona. La altura del punto central de todos los valles es sensiblemente igual, de 1900 m. sobre el nivel del mar; sin que se note en el conjunto de la meseta una pendiente gene- ral que incline las llanuras en determinado sentido, puesto que 12 PASTOR ROUAIX. las aguas de cada valle reconocen cuencas muy diversas, ha- biendo algunos, como el Valle de Guatimapé y parte del de Tapona, cuyas aguas se depositan en lagunas formando cuen- cas cerradas. La uniformidad de su altura y formación geoló- gica produce la más completa identidad en los demás ca- racteres de las diversas llanuras. Los Valles y Llanos más notables del Estado son: los de la Zarca y Canntillo en Indé; Guatimapé, Cacaria y Guadiana ó de Durango en el Partido de este nombre; los de la Noria en San Juan del Río; Tapona y Purísima en Cuencamé, y las diversas llanuras del Partido de Nombre de Dios. La altitud de algunos puntos de estos Valles se ve en la siguiente tabla: Lugares Altitud. Observadores. Estación de Guatimapé. 1976 m. F.-C. Internacional. y Cacaria. 1922, > 5 Dufango... 1892 ,, e E Ss y Uhorro == LOA ., 5 5 » Tapona...= 198%. ,, a. E 5 » Yerbanís 1896 ,, E E Graceros (N. de Dios).. 1955 ,, Ing. Leandro Fernández. ” y Juana Guerra (id.). -.. 1863 ,, ee E S BELO ro. -...-: PAS 1871 ,, Juan Mateos. Tizonazo (Indé) ..- . 1981 ,, se he La Zarca (Indé)....... 1830% >, . He citado los datos anteriores con el objeto de hacer no- tar la completa uniformidad de altura que presenta la Zona Central del Estado. Del pueblo del Tizonazo en la llanura de Indé á Graceros, en Nombre de Dios, hay 270 kilómetros en línea recta, encontrándose todos los demás puntos que indico sen el intermedio de esos lugares extremos. Mem. Soc. Alzate. T. 29, lám. IV. P.Baruetche,fot Los Pilares de la Joya de Covadonga, Peñón Blanco, Cuencamé, Durango. E TEE UA CONFIGURACION GEOGRÁFICA Y CLIMAS DEL ESTADO DE DURANGO. 13 Las cordilleras que se levantan en el centro de esta zona, presentan también identidad de caracteres y una tendencia marcada á situar su eje paralelo al de la Sierra, es decir del N. W. al S. E. por lo que todas quedan paralelas entre sí. Se asemejan también á la gran cordillera en la configuración es- pecial que presentan casi todas, teniendo su flanco occidental más escarpado que el oriental. Elevan sus cumbres, en lo ge- neral, de 440 á 600 metros sobre la llanura, es decir 4 2,300 ó 2,500 metros sobre el nivel del mar, lo que produce en ellas una vejetación semejante á la de la Sierra. Citaré como cor- dilleras notables de esta Zona, los enormes macizos montaño- sos de La Candela y Canoas cuyos picachos pasan de 3,000 metros de altura, y que por su proximidad á la Sierra Madre y su completa semejanza con ella, se les supone g neralmen- te como un simple ramal, siendo en realidad cordilleras en- teramente independientes. De menor potencia que las anterio- res, pero también cubiertas de la vegetación propia de la Sie- rra Madre, son las Sierras del Oso y Guajolotes en Indé; San Francisco y La Silla entre Durango y San Juan del Río, el Re- gistro en Durango, la de Gamón en Cuencamé y la de Santa María en Nombre de Dios. La Sierra del Yerbanís, más baja que las anteriores forma en el Partido de Cuencamé el límite de esta zona. Las Sierras de Cacaria y Magdalena en Duran- - go y la Cordillera de Urica en Nombre de Dios, son única- mente ramificaciones de la Sierra Madre. Como montañas no- tables solo citaré el Alto del Hipazote en la Sierra de la Mag- dalena, que se eleva á 3,200 metros sobre el nivel del mar, el Picacho de los Altares en la Sierra de Gamón, y el enorme bloque de granito que forma el Cerro Blanco de Covadonga, origen de la Sierra del Yerbanís. * Dominan las rhyolitas en la constitución geológica de estas cordilleras, Las tobas rhyolíticas (canteras) forman la mayor parte de los lomeríos que desprende la Sierra Madre. Verda deramente notable es el inmenso campo de lavas volcánicas 14 PASTOREROUAIX. (basaltos) de 200,000 hectaras de superficie en los Partidos de Durango y Nombre de Dios, que forma “La Breña” y “Los Malpaises,” que es como se le denomina en la región, Las ca- lizas se presentan en los límites de esta zona con la tercera, sirviendo de intermedio con las rhyolitas las tobas calizas (lla- madas “caliches”) que forman la corteza de todos los lomeríos planos en que terminan las llanuras hacia el Oriente. Las pla- nicies están formadas por aluviones modernos. Interponiéndose normalmente al camino de los vientos do- minantes del Pacífico, la Sierra Madre con sus 130 kilómetros de anchura, y también detenidos por las pequeñas trincheras que les oponen las demás cordilleras paralelas, las zonas orien- tales del Estado se caracterizan por su atmósfera seca y por la gran irregularidad de sus precipitaciones pluviales. En cam- bio, la Zona de los Valles, por su latitud, fuera del trópico, vero muy cerca de él, y por su altitud, goza de un clima en extremo benigno, con temperaturas medias de 18 á 190 sin que. las mínimas bajen mucho de 0 y las máximas pasen de 350 centesimales Tanto en esta Zona como en la del Oriente, presenta el año tres estaciones solamente, que son: el invierno de media dos de Octubre á mediados de Febrero, las secas de Febrero á mediados de Junio y las lluvias de Junio á Octubre. La tem- peratura media del invierno debe ser de 12 grados, sin que ba- je demasiado en sus mínimas, como ya dijimos. Ofrece en lo general lloviznas de corta magnitud, y solo en los lomeríos al- tos han llegado á registrarse nevadas. La estación de las se- " cas está caracterizada por vientos sumamente fuertes y.cons- tantes durante Febrero, Marzo y parte de Abril, y por calo res relativamente altos en Mayo y Junio. Tanto los vientos del principio como los calores del fin de la estación, producen la más completa resequedad en el suelo y la atmósfera. Las lluvias se presentan siempre en la forma de aguaceros torren- ciales de muy limitada extensión superficial y muy irregular "e UOpeAo/) ep e4of e] op seueg “OSUBIN( 9P OPeIsH +30) '9Y019UAVg *d “A “wuBl 67 “L . *3)8Z] Y '908 "U9IN CONFIGURACION GEOGRÁFICA Y CLIMAS DEL ESTADO DE DURANGO. 15 distribución, tanto en el tiempo como en el espacio que abar- can. El promedio de las lluvias anuales en esta Zona debe re- sultar de 500 4 550 milímetros. En la dora dominan por completo las gramíneas (zacates) que cubren, casi exclusivamente, el suelo de todas las llanu- ras y forman la planta característica de la Zona. Algunos lla- nos, sobre todo en los lugares sujetos á inundaciones, se desa- rrollan bosques de mezquites (Prosopis juliflora) y de huisaches (Acacia farnesiana) demasiado extendida esta última especie para no ser indígena del país. En los malpaises y en la base de las montañas se produce en abundancia el nopal durazni- llo (Opuntia leucotrica). Ya dijimos que las cordilleras en sus cimas presentan la misma vegetación que la Sierra Madre. De todas las regiones del Estado, la más admirablemente dotada de todos los elementos necesarios para la vida del hom- bre, es esta Zona. Los arroyos, que bajan de las cordilleras en avenidas caudalosísimas durantelas lluvias, prometen en un porvenir no lejano, transformar las ahora estériles llanuras pas tales, en campos de verdura y fuentes de riqueza incalcula ble. Ofrecen los Valles tierras vírgenes de fertilidad descono- cida en el centro del país y agua en abundangia que solo es- pera el dique que en su curso le oponga el progreso, para servir de poderosísimo auxiliar al hombre. Dueño el Estado de Du- rango de la Zona de los Valles, pnede esperar tranquilo el eurso de los siglos. Cuarta Zona.—La región árida. La enarta zona forma un gran plano inclinado dirigido ha- cia el Noreste, con alturas que varían de 1,000 á 1,600 metros sobre el nivel del mar. El paso de la Meseta de los Valles á los terrenos de esta Zona se verifica por medio de lomeríos poco escarpados ó por la interposición de una cordillera que sirve de límite perfecto á los terrenos de ambas Zonas, como 16 PASTOR ROUAIX. pasa con las Sierras del Yerbanís y de Palotes, en el Partido de Cuencamé, que tienen sus faldas orientales en la región ári- da y las occidentales corresponden á la tercera Zona. La Es- tación de Yerbanís al Poniente de la Sierra, se encuéóntra, co- mo ya dijimos, á 1,896 metros de altura y la de Pasaje, 24 ki- lómetros después, está solo á 1,595, 300 metros más baja, encontrándose ya al Oriente de la Sierra. Atendiendo á la di- rección en que se inclina esta Zona, el punto más bajo de ella corresponde al extremo N. E. del Estado, que forma par- te del árido desierto del Bolsón de Mapimí, donde se encuen- tra la altura de 1,000 m. sobre el nivel del mar. Toda la parte Oriental de la Zona se extiende en las gran- des llanuras de la frontera, y aun cuando está cortada por va- rias cordilleras, no forman valles verdaderos como en la ante- rior; sino que presenta enormes planicies ilimitadas en algún sentido, como los llanos de San Juan de Guadalupe, que son el extremo Norte de inmensa llanura del Estado de Zacate- cas, y los de La Laguna, La Cadena y Bolsón de Mapimí que se continúan sin interrupción por el Estado de Chihuahua has- ta la frontera de los Estados Unidos, Varias cordilleras de montañas se levantan bruscamente en medio de la llanura, con su eje dirigido siempre, como en todo el Estado, del N. W. al 5. E., paralelo al gran macizo de la Sierra Madre. Su altura es considerable con relación al te- rreno en que se levantan; pero más bajas que las Sierras de la Zona anterior, puesto que sus cumbres más elevadas ape- nas llegan á 2,000 metros sobre el nivel del mar. Son notables las Sierras de la Campana, Tlabualilo y Mapimí, en el Parti- do de este nombre; la del Rosario, entre Mapimí y Nazas; la de San Lorenzo y Palotes en Cuencamé, y la de Ramírez, úni- ca cuyo eje más bien se dirije del Oriente al Poniente, en el Partido de San Juan de Guadalupe. Cerca del lindero del Es- tado con el de Coahuila, se levantan las Sierras de Jimuleo y la Candelaria. Mem. Soc. Alzate. 'T. 29, lám. VI. El Río de Durango, antes de formar el Cañón del Mezquital. ,T. 29, lám. VII. Mem. Soc. Alzate. Fondo del Cañón del Mezquital, Durango. CONFIGURACION GEOGRÁFICA Y CLIMAS DEL ESTADO DE DURANGO. 17 Algunos de los puntos de esta Zona, de que tengo datos comprobados de su altura, son los siguientes: Lugares. E Alturas. Antoridad. Torreón (Coah.).......... 1134 m. F.C. Internacional. AOma- Co... c-- ANI O E di : ETA MCOTO Lmioloceci ide 1306 ,, > SS ES 1308 ,, 3 e Velardeña ........ A 1379 ,, a a EDS AS JN 15090 10 Ss hi E A es 1273 ,, Ing. Juan Mateos. San Juan de Guadalupe... 1570 ,, A a Ea 1665 ,, A iS MIO io 1368 ,, Wislizenus. Toda la región árida está formada por calizas eretácicas y jurásicas. Se encuentran también grandes extensiones de te- rreno cubiertas de lavas volcánicas (basaltos en lo gémeral), siendo una de las más extensas la región situada en el linde- ro de las Municipalidades de San Bartolo (Pdo. de San Jnan de Guadalupe) y Santa Clara (Cuencamé). El clima de esta Zona es bastante cálido y extremoso. Lia temperatura media anual debe resultar de 22 423 grados, con máximas de más de 40 y mínimas de O, Lo característico del clima es la más completa falta de humedad en la atmósfera, que produce uva vegetación raquítica y seca. Los vientos del S. W. ó sean del Pacífico, que son los dominantes en el Esta- do, como ya hemos dicho, tienen que recorrer para llegar al extremo de esta Zona, 500 kilómetros, interponiéndose nor- malmente es su camino la potente anchura de la Sierra Ma- dre y todas las cordilleras del Estado. Los vientos del Atlán- tico, que son los que soplan en la estación de lluvias, encuen- tran esta región extraordinariamente seca y ardiente, y pasan Mem. Soo. Alsate México. 1 20. (1909-1010).—8 18 . PASTOR ROVAIX. á condensar sus nubes á la Zona de los Valles. Por eso las lluvias son muy escasas y sumamente irregulares en sus pre- cipitaciones, que se verifican siempre en la forma de aguace- ros torrenciales, presentando los años un reducido número de días de lluvia. Torreón, por ejemplo, registró en 1908, 17 días de lluvia solamente. El promedio anual de las lluvias puede fijarse en 400 mm. para la parte occidental de la Zona y, 300 para el Bolsón de Mapimí, cantidades que si se precipitaran en otra forma, producirían mejores condiciones higrométricas en la atmósfera y en el suelo. Consecuencia natural de la falta de humedad es la fuerte evaporación que absorbe por completo la corriente de todos los arroyos y ríos, y hasta el mismo Nazas, á pesar de sus 37,000 kilómetros cuadrados de cuenca hidrográfica, en su ma- yor parte en terrrenos de la Sierra Madre, pierde su caudal en los meses de seca al penetrar á esta Zona. Los escasos ma- nantiales que se encnentran son de muy corto gasto. Dos arbustos forman la vegetación dominante y típica de estas estepas: la gobernadora (Larrea mexicana) y el hoja sén (Casalpinia exostemma). Los terrenos montañosos están tapiza- dos por completo con la lechuguilla (Agave heteracantha), cuya fibra cuando pueda extraerse de un modo económico y rápido, será una gran fuente de riqueza para el Estado. El guayule quese produce en los lomeríos, antes sin utilidad, ha dado gran valor á los terrenos de esta Zona. Todas las llanuras desiertas y áridas de esta región, están formadas por uva capa de tierra vegetal de algunos metros de espesor, cuya fertilidad es asombrosa cuando cuentan con agua suficiente para el riego. La Laguna, por ejemplo, rega- da por las aveniadas del Río Nazas, solo es comparable en fe- racidad á las más ricas tierras de las costas. Desgraciadamen- te el agua de los ríos con que cuenta, por las condiciones es- peciales de su atmósfera, es muy corta para la gran extensión Mem. Soc. Alzate. T. 29, lám. VIIL. Fondo del Cañón del Mezquital, Durango. CONFIGURACIÓN GEOGRÁFICA Y CLIMAS DEL ESTADO DE DUHANGO. 19 de sus llanuras; y tratar de utilizar el caudal de los ríos cen- trales, como se pretende ahora, es un bello proyecto en la teoría; pero imposible en la práctica por las condiciones topo- gráficas del Estado, y porque ninguna razón hay para privar á los Valles centrales de las aguas que en ellos nacen. Tal es en rápido bosquejo la configuración del Estado de Durango, una de las regiones más desconocidas del país. Durango, Agosto de 1909. E 158 == AE ER un e E qa ; ; 7: E E A YE A Min t. je O a “ade AA] DN A Sito da SA Era + e E « ta SS SOCIÉTE SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29. zl APUNTES PARA LA HISTORIA DE CHIAPAS POR EL LIC. RAMON MENA, M. $, A. E EL IDIOMA ESPAÑOL. Sabido es que el Estado de Chiapas es un teatro casi in- explorado para el lingíista y que más de media población ha- bla lenguas indígenas, muy dignas de ser estudiadas por su alto valor etnológico; sin embargo, ahora trataré del idioma español que es la lengua oficial y que reviste importancia psi- cológica é histórica; con efecto, en Chiapas no se habla el es- pañol como en el resto de la Nación; abí ha sido conservado, en parte, el español del siglo XVI, tal como lo enseñaron los conquistadores, á lo que se agregan los modismos hijos de las lenguas de cada lugar y es por eso por lo que el español de Chiapas constituye casi un dialecto. De mí sé decir, que fre- cuentemente ví hablar á hijos de Chiapas sin entenderlos, no obstante que hablaban en español; yo conocía las palabras pe- ro con valor diverso. Mi práctica de Juez en aquel Estado, me trajo serias difi- cultades, dado que por razón del valor inexacto de las palabras los deudores resultaban acreedores; pues la palabra “prestar” vale tanto como “pedir prestado.” 22 - RAMON MENA. Ya el Gobernador D. Emilio Rabasa había parado mientes en el asunto y durante su gobierno, inició ante la Legislatura, la promulgación de un Decreto, prohibiendo terminantemente ' el uso de palabras y frases con acepciones erróneas. Dicho Decreto existe publicado, yo lo ví en el Archivo oficial de Tux- tla Gutiérrez. A continuación doy lista de las palabras y locuciones que he podido retener; pues el vocabulario es riquísimo y juzgo di- fícil extirparlo de la región. La Onomatología es tan interesante como el Vocabulario y aunque de ella poco he conservado, es, sin embargo, bastan- te á formar un concepto. Entiendo que aun existe D. Astrolabio Tercelino Guerra; conocí á una Doña Témpora, á un Ariosto, á D. Andarivel y me platicaron de Porfirina Diquiz. Los nombres de personas son tomados de las novelas ó bien de las palabras que se oyen y llaman la atención y no es remoto que sean hijos de los más extraños caprichos; así, en el caso de Porfirina Diquiz, me refirieron que el padre había determinado que su primer hijo fuera llamado Porfirio Díaz; más aconteció que no tuvo hijo sino hija y entonces para no variar su determinación, formó el femenino de nombre y ape- llido, de donde, Porfirina Diquiz. * Por de contado que la gente culta, no usa de todo el Vo- cabulario y se expresa en un castellano limpio y fijo como quiere la Academia y hasta censura los gazapos de la gente del interior, como llaman á toda aquella persona que no es de Chiapas. No un sentimiento de crítica zambona me lleva á este es- tudio, sino la importancia del modo de hablar de un pueblo, importancia que para mí sube de punto, por cuanto de tiempo * Existe el apellido Culebro. A los Tiburcios, se les dice Chobolos. ¿Quién no conoció á Tío Chobolo en el Partido de la Frailesca? Es común al uso del nombre Espatolino, APUNTES PARA LA HISTORIA DE CHIAPAS. 23 Agápito . Agengible Aguadar Ah, bien Ah, malbaya: Al saber Alzáte Andá ligero Aparente Aúto Azarear Bajareque Bilma Bien puede Blando Bolo Bombillo Cabo Cacahuatal Casero Cajué Carreta Candela Canillón Centro Ñ Coche Cochada ” Véase t. 24, p. 427. atrás vengo dando á esta meritísima Sociedad, algunos Apuntes * para la Historia de Chiapas.* Agapito Jengibre Echar agua Loc. afirmativa » "uegativa y» Aubitativa Levantáos Andad de prisa Apropiado Auto Hacer mal de ojo Bajarec.—Palabra de la lengua zo- que. (Es un carrizo para la construcción de chozas) Bizna Contestación al “Con permiso” Recado de Escribir, papel secante Ebrio.—La palabra es de lengua tzotzil Quinquet Extremo Cacaotal.—Plantío de cacao Huesped Café Carrete de hilo Vela Flaco y alto Flux Cerdo Piara De donde cojés vos? De por sí Desde hoy Desinfestar Divierta Donde Don Ex.... El Enjaguar Emprendarse Emprestar Escabel 24 RAMON MENA. _ Coma Comadre.— En el tzotzil y en el tzen- dal, es frecuente apoco- par las palabras; de ahí tomaron los chiapanecos el sistema, pues usan del apócope principalmente en los nombres de per- sonas. Cómo no! Loc. familiar Compa Compadre Contiemplar Contemplar Costurar Coser Cuando es viaje? Cuando marcha usted? Choco Tuerto Chucho Perro Chus Jesús Cual es vuestro apellido? (Loc. usada en primera persona) Yo soy “de por sí” flatoso. Vine “desde hoy.” Hace un momento Desinfectar Diversión En casa de.... Difunto.—Donde Don ex-Juan Al- varez. (Usan este artículo antepuesto á nombres de personas de don- de resultan, el Juan, el Chus, etc. ) Enjuagar Presentación matrimonial V. Prestar Taburete APUNTES PARA LA HISTORIA DE CHIAPAS, 25 Es propio Estoy llegando Faústo Flato Flojo Fresco Fortunoso Fuez Galán, galono, a Grabiel Gustar Hagás Hagás presto Hilera lo, ía Tlusión Íngrima Y de áhi? Jalar Jalarse Jaragán Jimbar Juncia La bruta Lucear Manda Manijar Meco Mero bueno Molestoso Mem. Soo. Alzate México. Contestación al “Con permiso” Acabo de llegar Fausto Disgusto, mal humor Cobarde Refresco Afortunado Juez Simpático, hermoso, a.—Se aplica así mismo á animales y á co- sas. Gabriel Divertirse Hagáis Hagáis pronto Hilo Ito, ico, illo Panorama, vistas Solitaria (persona) Loc. ilativa Traer pronto Hacer caer Haragán Hacer caer Follaje del ocote El colmo.—Fulana es “la bruta” de inteligente. Iluminar Mande usted Manejar Color huero, rtubio.—Se dice: ojos mecos, á los ojos claros. Bien criado, decente Molesto T 29. (1909-1910),—4 26 Molote Mulito Nagás No muy me Ojála Oscurana Palillo Palillero _Para Pasar á traer Pasear Patojito Perezosa Picarse el ojo Porquería Poner baile Prestar Príneipio - Pringue Prohibir Qué ha de ser? Querés? Qué ya? Rejeguería Ruano Ruín Salera Saludes RAMON MENA. Mitote Guajolote, pavo No hagáis (Forma negativa incorrecta) Ojalá Crepúsculo vespertino Porta plumas Aparato que tiene porta plumas (Se antepone al verbo agradar y así dicen: Que animal para agra- darme Atropellar Embriagarse Niño.—Y así preguntan ¿Cuantos patojitos tenés vos? Mecedora Chasquearse (Es un despectivo) Dar un baile Pedir prestado.—Presté cinco pe- sos, Pedí prestados 5 pesos, Principio Pequeña gota de agua.—Y a pringa; lloyizna. Evitar (Dubitativo) Quieres? (Acompaña á las negaciones como para darles fuerza). Lechería Color amarillento Flaco Recamarera Saludos APUNTES PARA LA HISTORIA DE CHIAPAS. 27 Sentir Opinar Sequía Sed Será? (Dubitativo) Sestear Reposar á la sombra en el campo Sin el (Respuesta al “Con permiso”) Sí, pues Loc. familiar muy común; equivale al all right de los americanos » Sisote Pan francés, telera. Sólido Solitario (lugar) Somatar Medio matar Sos Sóis Susté Es usted.—Susté malo Taburete Silla Tapadera Cobertor, zarape, manta Tengusté Tenga usted Tío, tía (Es aplicado á los ancianos) Tierno De poca edad Todavía Desde Tueser Toser Triquis Cohetes chinos Un (Es antepuesto á los posesivos, tu, su, etc.) Vení vos Venid Violineta Organillo de boca Vos Usted Vuelvo otro Regreso pronto México, Agosto de 1909. E oo E SOCIETÉ SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.” MÉMOIREs, T. 29. 29 ¿Por qué no han dado un resultado satisfactorio los ahonos químicos? POR RAPAEL M. TELLO, M, $, A,, Ingeniero y Perito Agrícola. Hoy que por primera vez tengo el honor de presentar ante ustedes mi modesto trabajo del cual no dejo de reconocer sus deficiencias, les suplico me permitan su atención en el des- arrollo de mi tema, el cual si me atrevo á tratar aun conocien- do mis ineptitudes, es por que á remejanza del agua crista- lina que después de horadar una roca edifica al través de los siglos una hermosa estalactita, así mi limitada, pero constan- te observación, mis deseos por cooperar en algo en nuestra querida y respetada Sociedad, me obligan á exponer mis de ficientes ideas en un tema como el que me he impuesto y que deseo pueda ser de utilidad para nuestra Agricultura Nacional. Ligeros datos históricos sobre los abonos. Varios historiadores dicen: que el arte de cultivar el sue- lo, ya sea para obtener alimentos ó productos necesarios para (1) Datos tomados de diversos autores. 30 RAFAEL M. TELLO. el hombre y los animales, es una de las más antiguas OCcupa- ciones de la humanidad. Una de las pruebas que presenta Griffiths, es la pirámide egipcia “Gize,”” en cuyos dibujos representan higueras y reco- lectores de higos. Dice que la erección de esta pirámide data de unos 1,500 años autes de Jesuerislo; mas como esta cons- trucción supone un desarrollo en la civilización, es evidente que el arte agrícola sea anterior á esta época algunas centu- rias. Según Bretschneider y otros, manifiestan que el arroz, el trigo, el mijo y las batatas, se cultivaban en China 3,000 años antes de la Era Cristiana. Estos enltivos fueron después introducidos en Europa por los egipcios y los fenicios que cultivaban en las costas del Me- diterráneo; se extendieron después considerablemente en tiem- po de los griegos y del Imperio Romano. aunque los progre- sos realizados fueron muy pequeños. Para los abonos hay que citar á Teofrasto, Catón, Plinio, Homero y Columela. Los abonos usados por los antiguos fue- ron los estiércoles de las aves y de los animales domésticos, y los romanos pusieron (el arte) de obtener los abonos, bajo la advocación del dios “Stercutius.” Consta también en las obras de Plinio, de Virgilio y de Columela, que los antiguos agricultores sabían ya que los abo- nos * minerales” (cenizas de plantas) producían los mejores efectos en las tierras y fué usada la cal como abono por dife- rentes tribus de la Galia Transalpina en tiempo de Plinio. El sabio agrónomo gaditano Columela que vivió en tiem- po de Jesucristo y que escribió su obra “De Re Rustica,” de- plora el atraso agrícola de su tiempo y habla del empobreci- miento de las tierras hasta la esterilidad, por el abandono é jgnorancia de las necesidades de los cultivos. ; En la Edad Media escribieron algunos autores, pero en na- da influyeron sus trabajos en medio de la barbarie de la épo- cea, que aniquiló las antiguas filosofías de Egipto y Grecia, impidiendo todo desarrollo intelectual. Después, el Emperador Carlomagno, estimuló el desarro- llo (científico) de la agricultura en la Europa Occidental, diri- giendo personalmente la explotación de 70 granjas de su pro- piedad. En 1534 apareció la obra inglesa más antigua, de alguna importancia, titulada: “The Book of Husbandrie” (El libro del agricultor), de Sir Anthony Fitzherbert, donde se dan ins- trueciones para el laboreo de las tierras y trata del uso de las margas. Veintiocho años después, Martín Tusser dió á luz su obra: “Five hundred points of Husbandrie” (Quinientas cuestiones agrícolas), en las que recomienda la rotación de los cultivos. En 159, Hugh Platt, publicó su obra: '“Diverse sort of Soile not yet brougth into any Public nse for Manuring both of Pasture and arable Ground” (Diversas clases de estiércoles no conocidos aún del publico, para abonar lo mismo los pra- dos que las tierras cultivadas), en la que cita: la sal, cabellos, lodo de calles, heces de la cerveza, cenizas vegetales y desper- dicios de pescado, p En los siglos XVII y XVIII se escribió poco acerca de los abonos, pues los agricultores fijaron su atención en el mejora- miento de la ganadería. Durante los primeros 20 ó 30 años del siglo XIX, los es- eritos de Saussure sirvieron de base á los tratados agrícolas; éste creía que la sal y la potasa encontradas en las cenizas de las plantas, procedían de la acción del ázoe durante la com- bustión. Esta teoría fué mantenida por varios sabios como Voigt, Taer, Bousingault, Mulder, etc., quienes la defendían como Saussure. Mas como eran erróneas, el mismo Saussure las reconoció 32 RAFAEL M. TELLO. así y fué uno de los primeros que probó: que el humus no po- dría sublir todo lo que una buena cosecha requería. Finalmente, el propio fundador de la doctrina, M. Saus- sure, llegó á convencerse de que el carbono de las plantas pro- cedía de la atmósfera y que los elementos mineralógicos del suelo desempeñaban un papel importante en la nutrición de las plantas. En 1839, el Dr. Esprengel publicó un trabajo en el cual defendía la idea de que ciertos suelos eran estériles por efec- to de la ausencia de los constitutivos minerales necesarios pa- ra el desarrollo de las plantas. Al año siguiente fué cuando apareció la gran obra de Liebig: “La química orgánica en sus aplicaciones á la agricultura y á la fisiología.” La importancia de ésta fué demostrar: que el humus del suelo era pobre é insuficiente para facilitar los ma- teriales que constituyen los tejidos de las plantas. Liebig sos- tuvo que el ácido carbónico de la atmósfera era el depósito del carbono de las plantas; que su hidrógeno lo tomaban del agua y el nitrógeno del amoniaco del aire y del suelo; el azu- fre, que es uno de los componentes del protoplasma (puede decirse: la vida) de las plantas, procedía de los sulfatos con- tenidos en el suelo y las restantes materias orgánicas que se hallaban en las cenizas de la planta, procedían del suelo don- de ellas se desarrollan; Liebig demostró que las plantas no po- dían vivir sin estos ingredientes minerales y que el humus no podría ser el único material nutritivo de las plantas. La fertilidad de un suelo no puede permanecer inalterable sino se le restituyen las substancias que las plantas le han to- mado para su desarrollo, y estas substancias son: “Los Abo- nos,” aplicados convenientemente. Las tierras vírgenes, lo mis- mo antiguas que modernas, perdieron su vigor y todos los pueblos han visto la necesidad de los abonos, reconociendo su importancia; pero la manera racional y oportuna de-aplicarlos ¿POR QUÉ NO HAN DADO UN RESULTADO SATISFACTORIO LOS ABONOS QUIMICOS? 33 == no se ha comprendido aún, no obstante que desde Liebig y sus sucesores estudiaron la fisiología vegetal. No me ocuparé por ahora de estudiar en detalle los ele- mentos constitutivos de las plantas, las funciones de sus ór- ganos y las condiciones necesarias para su desarrollo, puesto que no es mi objeto, y sí voy á exponer lo defectuoso del sis- tema de aplicación y uso de los abonos y en particular de “Los Químicos” que tienen una gran importancia en nuestra agri- cultura, dependiendo mucho de ellos, el progreso de la misma y el aumento de producción, Igualmente, no entraré en estudio de clasificaciones de abonos, ni de cada uno de ellos, por no hacer muy extenso mi presente trabajo. ¿Por qué no han dado un resultado satisfactorio los abonos químicos? Difícil es en verdad dar una contestación firme y segura á tal pregunta que es de bastante trascendencia, pero como ya llevo dicho: mi limitada y constante observación, mi amor á la Ciencia Agrícola y mis ardientes deseos por nuestro pro- greso nacional, me obligan á citar los puntos que me parecen más culminantes del tema que me he impuesto y que espero llene mi vehemente deseo. Es innegable que los abonos químicos darán un resultado magnífico, cuando éstos sean aplicados de una manera cientí- fica, práctica y económica, Mas al haber yo sido testigo en diferentes puntos de nues- tra República de la manera como se verifica esta aplicación y no conforme eon ella, ocurrí al establecimiento donde se ex- penden estos abonos, que á mi humilde criterio son los mejo- res, puesto que ellos son concentrados. Tal establecimien- to es el Sindicato de Potasa Alemán, representado por los Mem Soo. Alzate. México, 'P' 29, (1909-1910), —5 34 RAFAEL M. TELLO. Sres. Bode y Rosenstein, quienes á su vez me permitieron el honor de ser su representante en los diversos Estados que he recorrido. Ya así me fué más fácil ver de cerca la manera de mani- pulación de los abonos y los métodos que siguen tanto para su aplicación como para su venta. Principié por ver, no sin sentimiento, que dicho Sindica- to tiene ya fórmulas fijas y determinadas de abonos, para cada una de las diversas especies de plantas que se cultivan en nuestra República, y de las cuales reproduzco algunas: Para Maíz. 140 Kilos Superfosfato. 150 ,, Cloruro de potasio. 180 ,, Sulfato de anonia- Co. 30 ,, Huesos molidos. Para Trigo, Cebada y Centeno. 130 Kilos Superfosfato. Para Caña, 200 Kilos Cloruro de potasio. 300 ,, Sulfato de amonia- co. 130 ,, Superfosfato. 30 ,, Huesos Molidos. Para Alfalfa y Trébol. 140 Kilos Superfosfato. 80 , Cloruro de potasio. 130 ,, Cloruro de potasio. 160 ,, Sulfato de amonia- 80 ,, Salitre de Chile. co. 200 , Huesos molidos. 30 , Huesos molidos. No satisfecho con esto y deseoso de cerciorarme del resul- tado, salí por diversos puntos del Estado de Puebla, del que soy hijo, y allí tuve oportunidad de aplicar dichos abonos (en el Rancho Colorado y otros) según las instrucciones del Sin- dicato, los cuales no han dado resultado, como lo comprobé también personalmente. Así mismo tuye el sentimiento de escuchar quejas de va- rios agricultores, por el mal resultado de sus abonos; en cam- ¡POR QUE NO HAN DADO UN RESULTADO SATISFACTORIO LOS ABONOS QUIMICOS? 35 bio, en el Rancho “La Rosa” (Puebla), propiedad del Sr. Pe- tersen, ha ocurrido todo lo contrario, pero debido á su constante estudio, á la inversión de algún capital en provecho de sus tierras y las contínuas experiencias que ha hecho por sí pro- pio, sin atender á los consejos de aplicación que da el Sindi- eato, como me lo manifestó el mismo señor. Regresé de mi Estado lleno de tristeza por ver el mal sis- tema llevado en la aplicación de los abonos y manifesté las innovaciones que á mi propio criterio debían introducirse, las cuales por lo visto no fueron atendidas, pues hasta hoy conti- núan de igual manera, expendiendo los abonos sin antes sa- ber ó indagar, si ellos serán benéficos al aplicarlos. Ahora, que como ya dije, deseo exponer mis creencias des- pués de mi constante observación, paso á citar los puntos que deberían tenerse en cuenta para que los abonos químicos den á nuestros agricultores todo el provecho necesario que ellos desean, así como que las tierras los reciban de una manera tanto científica, como provechosa. ¿Cuál es el punto primordial del que debían partir para sa- ber el abono que una tierra necesita? Es indiscutible que su análisis, tanto físico como químico, pues por él se vendrá en conocimiento de las substancias de que está compuesta la tierra que se trata de abonar; cuáles de ellas le faltan ó le son necesarias para que la producción sea favorable y en qué cantidad necesita éstas, puesto que si cada tierra es un individuo distinto, por consiguiente será tam- bién distinta su composición. Así es: que si nuestra tierra que vamos á abonar tiene por ejemplo la cantidad suficiente de potasa, ¡¿i qué ponerle más? que es lo que se hace aplicando las fórmulas que da ya el Sin- dicato. De nada le serviría á nuestra tierra ese exceso de po- tasa, puesto que la planta por cultivar no tomaría sino la indis- pensable para su crecimiento y desarrollo. No poniendo más se evita: ya el gasto en vano de tal subs- 36 RAFAEL M. TELLO. tancia que quizá sería arrastrada por los agentes naturales, ó tal vez perjudicaría las condiciones físicas ó químicas de la tierra, ¿Cómo evitar esto? Haciendo, como ya dije, un análisis tan- to cualitativo, como cuantitativo de cada una de las tierras, cosa que nunca ha hecho el Sindicato, ni las demás casas ex- plotadoras de abonos y que deberían hacer para obtener resul- tados ciertos y seguros, así como para evitar las fórmulas ge- nerales que nunca podrán dar buenos resultados. También deberían preocuparse todos los que se dedican á la explotación y manufactura de abonos, en indagar la naturaleza del suelo, su origen, composición, altitud, latitud, situación topográfica, sistemas de riegos, sistemas de cultivos y naturaleza del sub- suelo, y no como Jo hacen; que para que todas las tierras sean ricas ó pobres en principios fertilizantes y estén en el lugar que sea, ellos aplican ó encargan se aplique el abono de una manera general, sin atender á ninguna de las cireúnstancias ya citadas; así por ejemplo: para el cultivo del maíz, lo mismo les da que el terreno sea arcilloso, calcáreo, arenoso Ó humí fero, como que esté situado en Sonora, México ó Yucatán, ete., ellos dan para tal cultivo la fórmula que ya iudiqué (para maíz) (pág. 34), cuyas canti lades señaladas son por hectárea, sin an tes preoeuparse por ver si conviene ó nó aplicar dicha fórmula y en las cantiiades expresadas. Lo que digo con este cultivo lo diría para todos, en que el sistema es el mismo. Todo esto lo he confirmado en el Estado de Puebla, don- de no se ha logrado obtener resultados satisfactorios con los abonos. De aquí que todo lo que procede, no solo al Sindicato de Potasa Alemán, sino que lo hago extensivo para todas las ca- sas que se dediquen á la explotación de toda clase de abonos, quienes deberían por medio de propagandas, como lo hacen para anunciarse, propagar también los medios para que los mismos agricultores hicieran sus análisis y ellos mismos vie- ran también lo que hace falta 3 sus tierras. ¡POR QUÉ NO HAN DADO UN RESULTADO SATISFACTORIO LOS ABONOS QUIMICOS? 37 Me permito decir esto, porque en varios de mis viajes ha habido quienes me hagan las siguientes observaciones, me han dicho: Los abonos químicos serán muy buenos, pero ¿có- mo sabremos si al aplicarlos no perfudicamos nuestras tierras y hacemos un gasto que nos traería otros para modificar lo hecho? Agregaron, además, que los comerciantes en abonos dirían que á sus tierras les faltaban varias substancias, ya para ven- der éstas mejor y á buen precio, sin que ellos supieran si efee- tivamente les serían necesarias. Hubo quién me dijera: ¿cómo sabe usted si el abono que me recomienda puede ser útil á mi tierra si no la conoce? Efectivamente que tenían razón y de aquí el que demos- tré mi interés por remediar estos inconvenientes, lo cual no conseguí en esa época y es lo que hoy deseo dar á conocer. ¿Cómo podrá lograrse? Haciendo un manual enteramente práctico de “Análisis Químico Cualitativo,” para que el agri- cultor con los conocimientos de química elemental que tuviera, 6 aun sin ellos, pudiera darse cuenta de la carencia de subs- tancias que tuviera su tierra y de esta manera, ya por convie- ción propia, él pediría aquellas substancias que viera le hacían falta, restando solo á la casa comercial el hacer un análisis cuantitativo para indicarle las cantidades en que fuere nece- sario aplicar dicho abono. Esto no aumentaría gran parte del trabajo de dichas casas y sí, en cambio, sería benéfico tanto para nuestros agriculto- res, como para las mismas casas expendedoras. Felizmente cada día va en progreso la civilización agríco- la, pues con gusto vemos que en la mayor parte de las hacien- das de nuestra R+pública, han iio reemplazando el antiguo arado “egipcio” por el modsrno de fierro, como se está hacien- do también: ¡Con la “rutina” y el estudio! Tiempo es ya de que nuestros agricultores no se dejen sor- prender por la carencia de conocimientos, y que ellos mismos, 38 z RAFAEL M. TELLO. á quienes debe preocupar también el progreso de nuestra que rida patria, analicen sus campos, ejecuten experiencias, for- mulen ideas provechosas y verifiquen sus cultivos y operacio- nes de la manera que la ciencia lo aconseja. Aplicación de los abonos químicos. Los métodos que deberían seguirse para una buena apli- cación de los Abonos Químicos, dependen: de la naturaleza del terreno, considerando el suelo y subsuelo, de su situación, de los vientos dominantes, de las épocas de lluvia y sequía, del clima, del sistema de irrigación, así como de la siembra, laboreo y la planta que vaya á cultivarse. Aplicar un abono sin tener en consideración todo lo que antecede, es como aplicar á un enfermo un medicamento “ca- sero” (como se dice vulgarmente), el cual su resultado es du- doso y la mayor de las veces perjudicial. La tierra, como ya dije anteriormente, puede compararse con un individuo, y como tal, necesita de cuidados, alimentos, calor, luz, aire, agua y, además, todas las atenciones que exi- jiría el primero, para su desarrollo tanto físico como moral. También la tierra sufre enfermedades que la inutilizan pa- ra la producción y pueden traerle la muerte, volviéndola esté- ril si antes no se le prodigan los cuidados y medicamentos que le sean necesarios (los abonos), siempre que al aplicarle ta- les abonos sea hecha esta aplicación de una manera racional, con lo cual se logrará obtener el mejor provecho y abundante producción. Los métodos de aplicación que aconseja la “Guía” del ya dicho Sindicato, me parecen muy deficientes y defectuosos, pues como para los abonos, tratan este punto tan importante de una manera general y no en detalle como deberían hacer- lo, siendo que de ello depende la parte principal del resultado apetecido. ¿POR QUÉ NO HAN DADO UN RESULTADO SATISFACTORIO LOS ABONOS QUÍMICCS? 39 El ya tantas veces dicho Sindicato expone en su guía un párrafo que dice: “es condición indispensable como ha queda- do comprobado en la práctica, para que los abonos ejerzan mayor efecto, se usen juntos y vayan previamente mezclados entre sí, antes de aplicarse á la tierra” Á continuación sigue diciendo: “Para facilitar á los agricultores el uso de los abo- nos, los proporcionan ya mezclados y listos para su inmediata aplicación, hechas las mezclas con arreglo á las “fórmulas” se- ñaladas para determinada siembra ó planta.” _¿Pozrá esto dar buen resultado? Indudablemente que no, pues el mismo Sindicato no ignora que existen algunas subs- tancias que no deben mezclarse (sulfato de amoniaco y esco- rias Thomas); otras que se mezclarán únicamente cuando estén inmediatas para ser aplicadas (cal y sales potásicas); y las úl- — timas que es indistinto hacer la mezcla ó no. Como demostración de mi dicho reproduzco un dibujo que recibí del mismo Sindicato, titulado: “¿Cuáles substancias de abono pueden ser mezcladas?” el cual no á todos los agricul- tores se les muestra. Mas, ¿por qué no aclaran esto en su “Guía”? ¿No les daría mejor resultado tanto comercial como instructivo? Como creo que sí, por eso hoy me permito reproducirlo y exponerlo, 40 RAFAEL M. TELLO. JSuperfosfatos Escorias A T10mMIas Jullato de Amoniaco Queng 0/021948 7 Pe > De O PAÍS NO Pilrato ode Sosa Soles Potosicos Wi Las substancias ligadas en este dibujo con líneas gruesas e...) no deben ser mezcladas; las ligadas con líneas do- bles (===) pueden mezclarse únicamente cuando estén inmediatas para ser aplicadas, y las ligadas con líneas simples (————) pueden mezclarse á cualquiera hora. Si todas las causas y modificaciones que llevo dichas se tuvieran en cuenta para el caso que nos ocupa, veríamos con verdadero placer nuestros campos fértiles y productivos, y no escucharíamos las justas quejas que varios agricultores en- vían, atribuyéndolo á los abonos, cuando que éstos aplicados debidamente, que es lo que no se ha hecho, serían el mejor e ¿POR QUÉ NO HAN DADO UN RESULTADO SATISFACTORIO LOS ABONOS quimicos? 41 recoustituyente de los suelos y el mejor alimento de las plan- tas, unidos á los que el suelo y la atmósfera les proporciona para su crecimiento y madurez. Ojalá y el Sindicato de Potasa Alemán, lo mismo que las demás casas manufactureras de abonos, tomaran en cuenta esta mi pequeña recopilación de datos para la buena aplicación de los abonos químicos, así como que todos nuestros agricnl- tores pudieran ver que no hay que culpar á dichos abonos, puesto que ellos en sí no son sino el instrumento material, aplicable á producir su efecto, y que la falta de estudio y de experiencias, son las causas fundamentales que han dado ori- gen á que el resultado de los ya tantas veces dichos abonos químicos no sea satisfactorio, Espero sean atendidas estas mis humildes proposiciones, con lo cual me sentiría feliz y se habría logrado dar un paso inmenso en el progreso agrícola nacional. Convocatoria. Fuera del tema que me he propuesto, pero relacionado con el mismo objeto, propongo á todos los agricultores mexicanos, se estudie con detenimiento un proyecto adecuado, para la construcción é instalación de una Fábrica Nacional de Abonos Químicos, sabiendo que nuestra República es tan rica en ele- mentos que podrían servir de base para llevar á efecto tal pro- yecto, pues siendo, además, que cada día se ve la necesidad de ellos en nuestro suelo, de esta manera nos evitaríamos el que nos llegaran de naciones extranjeras, pudiéndose fabricarlos en la nuestra y resultar de este modo beneficiados, tanto en su fácil transporte como en su valor que sería muy económico y al alcance de todos los agricultores. Ojalá y llegara á ver realizado este mi vehemente deseo, que de efectuarlo, traería grandes ventajas á nuestra agri- cultura en general, siendo que existen tantos campos que por Mem Soo, Alzate, México, T 29. (1909-1910).— 6 42 RAFAEL M. TELLO. £ falta de abono se encuentran como aletargados é improdue- tivos. Para finalizar diré: que yo, un humilde hijo de la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria, deseo que esa juven- tud que hoy ocupa las aulas de esa mi querida madre Escuela, fije su atención sobre los puntos que á grandes rasgos he ci- tado en este mi modesto trabajo, para que cuando ya se encuen- tren en el extenso campo de la lucha, puedan vencer con sus conocimientos las dificultades qne á su paso se presenten, y podamos ver en no lejano día á nuestra querida Patria alzarse orgullosa entre las demás naciones, por su adelanto agrícola que está llamado á ser su porvenir. México, 3 de Mayo de 1909, SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '' ANTONIO ALZATE.'' MÉMOIRES, T. 29. 43 A __ —_—__—____—_—_ ___——__ Sur la vie apparente de corpuscules obtenus par éraporation de solutions de silice el de carbonate de calciam dans de lea saturóe dacide carbonique PAR A, L, HERRERA, M, $. A. Chef Professeur de Biologie A l'Institut Médical de México. Apercu historique.—Rainey en 1868 et Harting en 1872 ont fait connaítre les figures celullaires préparées par diffusion lon- te de carbonate et de bicarbonate desodium dans diverses subs- tanees colloidales, en présence de chlorure de calcium et de quel- ques autres sels calcaires. Ces travaux sont bien connus et ont été répétés derniérement par Butler Burke, Dubois etKuckuck, Le premier a mis du chlorure de baryum raditére dans la gélati- ne, mais Dubois a observé que le chlorure de baryum non radi- fóre donne aussi des corpusenles. Kuekuek a publié un ouvrage remarquable sur les cellules ou corps de baryum, obtenus avec 44 A. L. HERRERA le chlorure de baryum et des bouillons divers. J'ai fait des centaines d'expériences avec ces divers procédés. En 1906 j'ai dit, dans mon ouvrage “ Biologie et Plasmogénie,” que ces corpuscules étaient dús á une cristallisation incomplete des carbonates terreux au sein de la graisse. En effet, bouillis avec de l'eanils produisentune couche flottante de graisse. Mes recherches ultérieures ont démontré que cette graisse est ac- cidentelle et accessoire et que les corpuscules bouillis long- temps se purifient de la graisse sans perdre leur forme. Is persistentaprésineinération ebaussi dans les dissolvants des graisses, par exemple, dans un mélange de chloroforme, ben- zine et éther. D'autre part, les graisses incinérées lentement laissent un résidu de silice, qui provient probablement des al- bumines ce qui explique la formation de corpuscules caleai- res-siliciques au sein de l'huile et de Pacide oléique. Interprétation des calcosphérites ou radiobes.—Ainsi que je Pai dit dans mon. article “Sur les phénoménes de vie ap- parente observés dans les émulsions de carbonate de chaux et silice gélatineuse,” ces corpuscules sont dús á une cristallisa- tion incompléte des sels caleaires ou barytiques dans la silice. Slack a observé que le sulfate de cuivre et autres substances inorganiques donnent des figures spéciales dans la silice, par une cristallisation incompléte. J'ai vu que le bicarbonate de sodium et le chlorure de calcium en se diffusantlentement dans la silice colloide montrent les corps de Harting et Rainey. Se- lon Paul Ganbert, les deux causes principales qui font varier le facies d'un cristal sont la vitesse de eristallisation et Pab- sortion de matiéres étrangéres dissoutes dans l'eau mére. Cet- te derniére cause doit intervenir dans la production des eris- taux artificiels possédant les mémes formes que le minéral considéré. Ainsi, les cristaux de gypse, qui dans une eau-mé- re pure sont toujours allongés suivant Paxe vertical et limivés par les faces gl (010), m (110) et al (101), apparaissent, com- me dans le cas de cristaux naturels, allongés suivant Paxe b SUR LA VIE APPARENTE DE CORPUSCULES UBTENUS PAR EVAPOBATION, 45 si Von ajoute 4 Veau mére du bleu de méthyléne. De méme, tan- dis que dans Veau-mére pure, le nitrate de plomb eristallise en octaédres parfaits, laddition de bleu de méthylene le fait eris- talliser en cubes, avec des stries analogues á celles de la pyrite triglyphe; par analogie, on peut penser que la forme en cubes de la pyrite naturelle est due á la présenes d'une matiére étran- gére. (“Comptes-rendus de PAcadémie des Sciences. Paris. 28 déc. 1908). Jannettaz a décrit aussi les sphérolithes, eristallites, pola- risation d'aggrégats ceristaux colloides et inclusions de eris- taux. 0 ] Gaubert a observé que les cristaux Vacide phtalique peu- vent absorber pendant leur aceroissement une certaine quan- tité de matiére étrangére, qui exerce une influence sur leurs formes et sur leur grosseur. Les différentes faces n'ont pas la méme faculté de se laisser pénétrer par ces substances; aus- si les eristaux montrent-ils la structure dite en sablier, dont la signification est ainsi fixée. * Les eristaux de chlorhydrate de conicine ont souvent 'ap- parence de la mousse. Exposés pendant quelque temps á Pair ees eristaux se modifient, les prismes disparaissent, et, si la eristallisation avait Vapparence de la mousse on voit se pro- duire en certams points, des formes qui rappellent celles des sporanges; peu á pen apparaissent des cristaux jaunes. * a (1) Les roches, p. 210, Paris. 1900. (2) P. Gaubert. De l' influence des matiéres colorantes d'une eau-mé- re sur la forme des cristaux qui s'en déposent. C. R. Acad” Sci. 22janvier 1906. Voir aussi: J. H. Bowman. Société anglaise des Industries chimi- ques. Section Canadienne. 19 Octobre 1905 —Rev. Gén. Sciences. 1906, p. 301. Selon Bowman le mélange V'un colloide á une substance cristalli- ne fgadue modifie beaucoup la cristallisation et forme des cristaux, par des modifications dans les lignes de force et dans Vapport de matiére an eristal en formation. (3) Dragendorff. Manuel de Toxicologie. 1886, p. 374, 46 , A. L. HERRERA, Les cristaux liquides.—Un grand nombre de travaux ont été publiés sur les cristaux liquides. Pai étudió les eristaux li- quides Voléates alcalins % et présenté un mémoire sur les mouvements serpentiformes et amiboides des oléates alcalins et de Pacide oléique flottant dans Peau de chaux ou dissous dans le sulfure de carbone et se mouvant et déplagant au-foud de Peau ammoniacale. Lehmann prétend que ces eristaux représentent un état nouveau de la matiére, mais Quincke, Tammannt et Nernst les ont envisagé comme des émulsions. C'est Pexplication exacte. On r'obtient pas une séparation de liquides et solides par la centrifugation des eristaux liqui- des mais cela arrive toujours avec les émulsions de consis- tanee trop ferme, surtout avec celles de carbonates et phos- phates calcaires ou barytiques dans la silice coagulée. Quant aux différences optiques entre les émulsions et les eristaux liquides, elles ne sont pas si profondes qwon la dit et Jai vu les eroix á la lumióre polarisée dans les cristaux de carbo- nates terreux impregnés de silice. Or, ces complexes ne sont pas des états nouveaux de la matiére, des cristaux liquides. L'acide oléique, qui intervient pour un part si importante dans la formation des cristaux liquides ne donne pas toujours les formes myéliniques. (1) Adami et Aschoff. Sur les myélines. Soc. Roy. Lond. Proc. 526. B: Lehmmann. Archiv, f. Entwickelungsmechanik. n. 21, 1906; Les eris- taux liquides. Rev. Sei. Avril 1909, p. 537; P. Gaubert. Les cristaux li- quides. Rey. Sei, 9 janvier 1909, p, 32; voir aussi les publications et ou- vrages de Lehmmann, Vorlánder, Quincke. (2) Notions de Biologie et plasmogénie, p. 83, et plusieurs publi- cations dans les “Mémoires de la Société Alzate,” “La Naturaleza,” “Re- vista Médica,” €. On donne les travaux de Lehmann comme des nou vgau- tés. Mes recherches datent de 1898 et Drumond et Virchow ont décrit les formes myélinoides des 1825 et 1862. “Monthly Journal.” Robin. Traité du Microscope, p. 472. ' e A SUR LA VIE APPARENT DET CORPUSCULES OBTENUS PAR ÉVAPORATION, 47 Celles-ci se produisent surtont sous Vinfluence du carbona- te neutre de sodium ou de potassium, qui sont trés solubles et qui, probablement, donnent des carbonates barytiques, cal- eiques, ete., au sein de P'acide oléique. Celui-ci renferme de Pa- cide silicique et des traces de sels de baryum, calcium ete., dues au procédé de préparation et á origine organique de cet acide. En effet, un acide oléique presque pur, préparé par mon ami, le professeur Ricardo Pérez, etquifútpurifié de toute trace de sels barytigues et plombigues ne donna aucune structure myéli- noide. Schenk prétend avoir opéré avee des corps absolument purs, mais cette afirmation est contraire aux observations de tous les microchimistes. Au microscope on observe qu'il y a pas de substances absolument pures. Toutes sont souillées de mierobes et de leurs sécrétions, de graisses des opérateurs et fa- bricants. Les ouvrages classiques de chimie sont pleins d'er- reurs á propos des silicates, que J'ai trouvé méme dans Pale- ooletdansles graisses. Ramsay méme, le chimiste bien connu, a été une victime de ces impuretés quand il a dit que le radium transforme les métaux...... etil s'agissait des impuretés du yerre. Chaque fois que lon opérera avec des réactifs de laboratoire etsurtout avec des substances extraites des organismes, on de- yra avoir en considération que méme les cristaux renferment un grand nombre d'impuretés dont influence est négligeable pour les chimistes, mais une importance énorme pour les mi- ero—-chimistes, puisque une dose infinitésimal d'impuretés ap- parait inévitablement sous un grossissement de 1000 diamé- tres, leur influence étant amplifiée, exagérée 1000 fois. Eh bien je ne trouve dans aucune publication sur les cristaux liquides la description des méthodes employés pour purifier les réactifs. Au contraire, on dit que les formes se produisent ayec une variété spéciale de réactif et Adami et Aschoff se de- mandent s'il y a plusieures myélines de pureté variable. Un fait est curieux á remarquer: de deux préparations d'un méme 48 A. L. HERRERA. composé, Vune présentera la double réfraction et Vautre pas. Parfois elle se présente, mais temporairement et on voit les globules disparaítre pour faire place á des eristaux, ce que Jal vu dans les émulsions de carbonates terreux quand la réaction du liquide est trop alcaline, Paleali dissolvant la silice. C'est inconciliable avec Pidée un état nouveau de la matiére. Les calcosphérites incinérées conservent leur forme et traitées par un acide faible elles laissent un résidu silici- que. 1 Yy a done pas de eristaux liquides, mais des cristaux impurs, anormaux, impregnés de colloides empéchant une eris- tallisation parfaite. Imperfections de la technique de Harting et Rainey.—Ces au- teurs font diffuser lentement le bicarbonate de sodium et le chlorure de calcium dans de la gomme ou de Palbumine. J'ai obtenu les mémes résultats en diffusant ces sels dans la sili ce. Les calcosphérites se forment avec une grande irrégula- rité. Plusieurs cireonstances ont une grande intluence sur les résultats: Concentration dela pseudo-solution eolloide, température, proportions des sels, distance des sels, volume du liquide, im- puretés organiques et inorganiques, agitation, forme des va- ses, vitesse de la diffusion, état moléculaire des sels et consis- tance des mémes ainsi que leur solubilité, le chlorure de eal- cium compact se dissolvant plus lentement que le chlorure spongleux. Dans la méme préparation on trouve une grande variété de sphérocristaux, de membranes, ce quí est dú aux condi- tions de précipitation du carbonate de calcium et de coagula- tion de la silice dans les différentes régions et zones de con- centration du liquide. La concentration est plus grande au voi- (1, Mr. Kuckuek m'a communiqué que les eristaux de Lehmann sont des alliages d'un solide et d'un liquide. e «> SUR LA VIE APPARENTE DES CORPUSCULES OBTENUS PAR ÉVAPORATION, 49 sinage des sels et elle présente des variations selon un grand nombre de facteurs. La siliee se coagnle en présenee du bi- carbonate de sodium solide ou en solution concentrée, du chlo- rure de calcium solide on en solution faible et du carbonate de calcium. C'est la cause de la coagulation á Pintérieur et á la surface des eristaux ou en dehors Veux, les flocons du gel siliciques, impregnant plus ou moins de cristaux. C'est le moment de donner Vexplication des formes obser- vées. M. Kuekuek accepte Pionisation des sels par Veau des gels. Pour moi Vexplication est plus simple. > Tout d'aborá quelques eristaux de ealcite en formation sont entrainés par les traces de graisse vers la surface de la li- queur. 1ls renferment une trace de silice se dissolvant bientót dans les traces Vacide ou Valcali et la force de eristallisation Vemporte alors sur la force opposée, c'est-á-dire, sur la cohé- sion des molécules de graisse et le silice coagulée empéchant le rapprochement des molécules cristallines. D'ailleurs, lagrais- se soxyde au contact de Pair et les eristaux de calcite se for» ment plus ou moins rapidement, conservant souvent une partie arrondie. Cette eristallisation est plus rapide au soleil ou á une température de 50 a 60 degrés. Dans les profondeurs du liqueur les molécules de calcite en formation s'associent ayec les granules colloides de silice ou du colloide organique, le coagulent, et alors le réseau eris- tallin subit laction disruptive du gel et il en résulte, des dé- formations et des phénoménes de croissance et de. division. On sait que la formation des .gels s'accompagne d'un gonfle- = (1) Graham. “L/acide silicique est coagulé en quelques minutes eos úne solution 'contenánt un 100008 Vún carbonáte alcaliñ! ón terrenx.' ales de Chimie et rl dl Paris: 1862, 3e. “serie. "Tome LXV; p: 170.- bl Mem. Soc. Alzate. México. T 29. (1909-1910), —7 50 A. L. HERRERA. ment considérable.“! Le silicate de sodium sirupeux étendu Veau et traité par un acide ou par un sel eoagulant solide ou en solution concentré, augmente de volume, par absorption d'eau. La preuve de cette explication est que si Pon fait dif- fuser le chlorure de calcium sur le carbonate neutre de sodium en présence de silice eolloide, on observe parfois, dans des con- ditions eompliquées de concentration et de contact, queles eris- taux de carbonate de sodium en voie de dissolution s'impreg- nent de silice et le carbonate de calcium se forme entre le ré- seau cristallin lui donnant Paspect des amibes. Les fragments et les figures de cerrosion des cristaux de carbonate neutre de sodium conservent leur forme, se gonflant lentement et présen- tant des monvements amiboides. On observe aussi dans les ceristaux de calcite un grand nombre de particularités intéressantes. Souvent un globoide renferme dans son intérieur un grand nombre de petits eris- taux se gonflant lentement. J'ai vu, dans les solutions diluées la structure du spath caleaire décrite par Huygens % c'est-4- dire, des sortes de cubes remplis de files paralléles de globu- les symétriques. Des vacuoles s'observent souvent au centre des sphérocris- taux, si bien décrites par Kuckuek: elles sont dues á la disso- lution de l'émulsion silico-calcaire. Ces sphéro—eristaux forment les conostats de Harting, sur- tout en présence de colloides organiques, mais généralement ils meurent par eristallisation, ainsi que Pa dit M. Dubois. C'est dí á ce que les membranes de silice coagulée sont trop fines et solubles et la force de cristallisation, de plusieurs cris- taux associós, lemporte sur la résistanee opposée par le gel á la cristallisation. (1) La pression osmotique des sels englobés a aussi une grande in- fluence sur le gonflement par le gel. (2) Fluid and apparently living crystals. “Scientific American.” Suppl. January 30, 1909, fig. 1. SUR LA VIE APPARENTE DES CORPUSCULES OBT£NUS PAR ÉVAPORATION, 51 Si les granules colloides se trouvent en grand nombre au- tour de eristaux en formation excessivement petits, il y a émul- sion des miero-cristaux dans le gel silicique. On a alors Vap- parence d'un protoplasma gravuleux. Ce résultat se produit quand on précipite des solutions trés diluées et c'est le point le plus intéressant de mes recherches. On sait, d'ailleurs, qw'il y a une grande variété de carbona- tes calcaires et de formes cristallines de ces sels, selon les con- ditions de préparation, ce qui explique plusieurs autres détails des figures obtenues. Modifications diverses 4 la technique de Rainey et Harting. Le carbonate neutre de sodium donne les figures amiboi- des que je viens de signaler, mais il renferme un excés daleali et la préparation et conservation de ces figures est trés diffici- le. Avec les mémes réactifs et doses on obtient souvent des résultats décourageants. La précipitation des solutions diluées, des grandes masses de liquides, la diffusion lente par diverses moyens, á travers de filtres de collodion ou de parchemin, donne des résultats trop variables. Les contacts des liquides et des solides, les lig- nes de contact des solutions sont trés inégales et la diversité décourageante des organoides ainsi préparés est étonnante. Souvent la silice se coagule séparément et le gel renferme seulement des cristaux bien formés et sans intérét, La chaux vive, purifié des alcalis par des lavages á Peau distillée et mise dans une solution Vacide carbonique et sili- ee, fournit des membranes délicates et une espéce de proto- plasme, mais ici encore le contact est variable entre la chaux et la solution et les résultats trop irréguliers. La techniqueidéale consistera en déterminer la coagulation du colloide et la cristallisation simultanément, de la maniére la plus réguliére et dans les proportions nécessaires pour évi- ter un excés de réactifs. Il faudra aussi éloigner les chances 52 A. L. HERRERA, -de dissolution des flocons dans les traces d'aleali ou dYacide, -ce qui est le plus grand écuiel dans co genre Vexpériences.U - Technique perfectionnée. Emploi des solutions de silice et carbo- nate de calcium.—Ces considérations et Pobservation des figu- res plasmogéniques préparées dans plus de 1000 expériences soigneusement décrites dans les livres de notes de mon labo- ratoire et qwil serait inutile de copier ici, "ont suggéré Vidée de la technique suivante: Dans un siphon “Sparklets” á charge Vacide carbonique liquide on introduit 1700 c.e. Veau distillée dans un alambie métallique, aditionnée de 4 grammes de carbonate de calcium pur et lavé. On ajoute aussi 20 centimétres enbes de silice eo- lloide á 0,2 pour cent. On ferme le siphon, on injecte Pacide carbonique et on abandone pendant 24 heures. Apres on fait jaillir 100 centimétres cubes de solution et on évapore á 50 ou 60 degrés, dans une capsule de Petri de verre de léna. T"emploi des vases en verre ordinaire est trés nuisible pour. les expériences de plasmogénie, parce que le verre se dissout plus ou moins dans Peau, et la proportion-de silice augmente, mais Pincouvenient le plus redoutable est que les liqueurs pren- nent une réaction alealine et les figures les plas fines ne se forment pas, par dissolution. Les vases métalliques s'échauf- fent trop sur leurs parois, ou le carbonate cristallise sans s'é- mulsioner. Jai observé que la silice, dans la proportion indiquée (0,2 q > P ) pour cent) ne se coagule pas avec Pacide carbonique. Graham -dit que la silice est trós sensible a Paction de cet acide, quel- q , ques bulles étant capables de la coaguler, mais cela a lieu avec la silice en solution concentrée á 14 pout cent. (1) La méthode de Vesque pour produire les raphides artificiels con- siste á faire diffusser deux solutions, de chlorure de calcium et d'oxalate de potassium dans de Peau sucrée a 5%, á Vaide de cordons de papier bu- vard. (Ann. des Sc. nat. sér.:5, t. XIX, 1874, p. 300). > $ SUR LA VIE APPARENTE DES CORPUSCULES UBTENUS PAR EVAPORATION. 53 On sait que la silice et le carbonate de calcium son dis- sous par Vean chargés d'acide carbonique et cette dissolution áune influenee géologique bien connue. Opérant dans les con- ditions indiquées, sous pression, Pacide ou anhydride carboni que se dissont en grande quantité, selon la table suivante: í Pression Solubilité á Atmosphéres 0C. 12.43 C 1 ETT, 1.086 5 8.65 5.5 lO. 16.03 9.65 15 21.95 13.63 20 26.65 17.11 25 30D 20.31 30 33.74 23,25 Selon Wroblewsky!" Solubilité du carbonate de calcium dans leau contenant de Pacide carbonique á différentes pressions, selon Engel, Y Pression - CaCO» par litre CaCO3 par litre, calonlé al Milligrammes Milligrammes 1 1,079 1,085 2 1,403 1,471 4 1,820 1,834 6 2,109 2,139 La résultat de cette technique est trés important. L'éva- poration lente du liquide détermine un dégagement ménagé (1) The action of water and aqueous solutions upon soil carbonates, by Y. Cameron and James M. Bell. U. S. Dep. Agriculture. 1907. p. 9, (2) Ibid, p. 41. > 54 A. L, HERRERA. du dissolvant de la silice et du carbonate de calcium, c'est-á= dire, de Vacide carbonique, eb il y a formation lente aussi d'une émulsion de carbonate de calcium dans la silice. Ici il Wy a pas de diffusions rapides, de courants bouleversant 'émulsion etla désagrégant. Il y a pas de sels artificiels, puisque Pon peut agir sur le carbonate de calcium naturel le plus pur et le bicarbonate ou carbonate neutre de sodium et le chlo- rure de calcium ne sont pas employés. Il ne faut craindre non plus Paction dissolvante d'un excós Yaleali. Seulementles flo- cons les plus délicats peuvent étre attaqués par Pacido silici- que en excés ou par Vacide carbonique. Je nal observé enco- re la dissolution des flocons par VPacide silicique, eb quant á Pacide carbonique leur action est óvidente sur les ealeosphéri- tes préparées par la méthode de Harting, avec le bicarbonate de sodium et le chlorure de calcium. On remarque, en effet, que ces globoides sont attaquées aprés deux á trois jours par Pexcéós Vacide carbonique et il reste des charpentes siliciques, décrites dans mon article précédent. “ L'évaporation de la so- lution silicique-carbonique réduit beaucoup ce danger, parce que Vacide carbonique se dégage au fur et á mesure de la for- mation de lPémulsion. : Dans ces conditions les flocons se forment en grand nom bre, avec une grande uniformité, pérsistant plusieur. jours. Tls montrent á peine dans leur surface des calcosphérites ou des eristaux de calcite en petit nombre et souventils sont com- plétement homogénes. % Ces flocons, observés avec un grossissement moyen, pré- sentent aspect granuleux des amibes et du protoplasma en général. Avec un grossissement de 1000 a 2000 diameétres et surtout á la lumiére polarisée ou dans les photographies, ils ont une structure sphérulaire des plus nettes, semblable á ce- lle qui ont décrit Kunstler et Bousquet et qui s'observe sans (2) Phénoménes de vie apparente, 6. “Mém. Soc. Alzate.” t. 26, p.277. SUR LA YIE APPARENTE DES CORPUSCULES OBTENUS PAR ÉVAPORATION. 55 diffículté dans les cellules des tuniques externes des oignons, ete. Dans les flocons les moins fins on trouve des granules sphériques, de moins d'une miera, entourés de silice coagulée. On peut méme les compter: il y a des focons constitués par 12420 granules. Quelques-uns sont de forme irreguliére, com- me nouex ou vermiformes, et Pensemble montre plutót une structure vermiforme ou réticulée, comme de cordons péloton- nés, rappellant une maniére frappante VPaspect du noyau vu sans coloration préléable et dans une cellule vivante végétale. J'ai observé aussi cette strueture vermiculaire dans le proto- plasma des insectes. Quand Vévaporation se fait á la température ordinaire et dans une grande masse de liquenr, alors que toutes les causes de dissolution sont évitées et que la silice existe dans la solu- tion en la proportion exacte, Vailleurs difficile á fixer, il y a formation d'émulsions excessivement remarquables. Elles sont trés réfringentes et dificiles á observer sans VPemploidelalumiére oblique on la lumiére polarisée. Elles mon- trent des mouvements amiboides, des pseudopodes hyalins; prolongés en tous sens. On dirait qwelles sont des rhizopodes naturels et Pillusion Yun étre artificiel y est compléte. Mal- hereusement je ne suis arrivé encore á (ixer tous les détails de ces préparations. Quelquefois fai yu ces rhizopodes tritu- rant avec une baguette de verre, sur le fond une coupe Ves- sai, un grain de chlorure de calcium dans Vean distillée adition- née de bicarbonate de sodium et une goutte de silicate de sodium sirupeux. lls se produisent aussi, parfois, aiusi que je Pai indiqué auparavant, á Vaide des eristaux de carbonate neutre de sodium dans Vean silicique et en présenee du chlo- rure de calcium solide. - Ces amiboides ont probablement la structure alvéolaire, puisqueles calcosphérites y sontultramieroseopiques etla mem- brane silicique qui les entoure á une délicatesse extréme, per- 56 A. L. HERRERA. mettant les changements osmotiques actifs. C'est la premiére fois que Pon produit une imitation si parfaite du protoplasma avéc les réactifs inorganignes. Le moment n'est venu encore d'étudier les propriétés phy- sico-chimiques et physiologiques de ces corpuseules organi- sés. Je me suis voué á Pétude de tous les détails nécessaires pour les préparer en grande échelle et sans hésitations. Je dois ajouter seulement que les émulsions siliciques=ear- boniques prenent les colorantes basiques, par exemple la fus- chine aleoolique. En présence de matiéres colloides organiques, les flocons ne montrent pas un progrés appréciable, ainsi que Vexigerait la théorie albuminoide. En effet, j'ai préparé diverses solutions de cerveau, de chair museulaire, voire móme dun organisme complet, un petit poisson (Girardinus poeciloides) dans une les- sive de soude. Aprés J'ai ajouté des grains de chlorure de cal- cium. Les matiéres colloides inorganiques et organiques se sont coagulées formant un caillot de composition chimique tres complexe, mais avec les caractéres des émulsions silici- ques. Tout naturellement la structure délicate du cerveau v'a pas réapparu. C'est que le genre du colloide, leur nature or- ganique ou inorganique n'a pas dans cette expérience un róle prédominant. La techuique des coagulations a une influence beaucoup plus grande, puisque J'ai mis en présence doses énor- mes de réactifs comparativement aux doses infinitésimales qui absorbe la cellule vivante par des pores ultramieroscopiques. Clest comme si nous táchons de dessiner une fourmi de grandeur naturelle, avec un pinceau énorme. Symmétrie des corpuscules émulsionés.—51 Vémulsion est trés fine et sest constitués lentement, les corpuseules caleaires englobés montrent une symmétrie parfaite et qui rappelle Yu- ne maniére frappante la structure sphérulaire du protoplasma. Rien v'empéche que les émulsions encore plus fines wWaient pas les propriétés diastasiques caractéristiques de l'émulsion SURLA VIE APPARENTE DES CORPUSCULES OBTENUS PAR ÉVAPORATION, 57 protoplasmique. Et en effet, j'ai vu quelquefois, ainsi que je Pai dit dans les lignes précédentes, des óémulsions excessive- ment délicates, douées de mouvements amiboides expansion et de contraction. On suppose que les diastases ou ferments sont la base de la vie, mais il est plus probable que la fonetion diastasique soit un tésultat de Pactivité osmotique de 'émulsion protoplas- mique, qui produira les ferments par un mécanisme inconnn. La preuve en est que les ferments digestifs, par exemple, sont produits par les glandes et probablement par le noyau des cel- lules glandulaires. On ne peut pas admettre que les glandes soient produites par les ferments. Emulsions et sphérocristaux de sels autres que la calcite —Un fait important pour la biogénése, est que l'on peut produire ces figures avec les phosphates de chaux.et de baryum, les sulfa- tes et fluorures terreux, le carbonate de cuivre, " et en général, tous les selsinorganiques ou organiques cristallisables, dont la eristallisation est modifiée par la prósence de colloides,% Har- ting a étudié les conostats eb membranes formées par dif- fusion de fluorures et sulfates dans l”albumine. Kuckutk, dans son remarquable ouvragesur le problóme de la génération primitive, a décrit les corps de baryum, dús aux sels de ba- ryum et les bouillons, ete. La formation de eytodes et óémulsions rest done un rara avis du carbonate de calcium, de móme que les formes et strue- (1) Wieler, A. Ueber das Auftreten organismenartiger Gebilde in chemischen Niederschlagen. Ber. d. deutschen. bot. Ges. XXII, 1904, p. 541-544. (2) Voir: Slack. On the employement of ceolloid silica in the pre- paration of erystals for the polariscope. “Monthly Microscopical Journal.” Vol. V, p. 50. Mem. Soo, Alzate. Móxico, ' 20. (1909-1910).— 8 58 A. L. HERRERA. tures organiques ne sont pas Papanage exclusif des matiéres protéiques. Les carbonates seraint-ils la base du protoplasma primitifi— J'ai trouvé que les carbonates sont pour ainsi dire plus sou- ples que d'autres sels terrenx pour la préparation des sphéro- eristaux mais C'est peut-étre une simple question d'anpré- ciation personnelle. Moi méme, j'ai fabriqué des coquilles et des carapaces phosphatiques, des globules organoides de fuo- Tures, etc. D'ailleurs, les carbonates terreux existent partout dans la nature organique et inorganique, quoique leur analyse ne soit pas toujours facile, Selon Melnikoff" il fant faire agir un acide énergique, trás rapidement, sur les organes ou organismes, pour obtenir, dans les réactions microchimiques, un dégagement de bulles; sans cela, Pacide carbonique reste dissons. J'ai vu que les infusoi- res et autres animalcules de l'eau cronpissante et P'eau en gé- néral, de sonrce ou de puits, dégagent de lacide carbonique si Pon fait diffuser de Pacide acétique faible entre la lamelle et le porte—objet. On ne voit pas bien le lieu de sortie des bulles et probable- ment une grande part de Pacide carbonique reste dissous. IT y a en outre, des sels composés de carbonates et phos- phates % et peut-étre encore lémulsion primitive de carbona- tes s'impregne t-elle de grandes quantités de matiére organi- que, et le carbonate y reste t-i1 dissimulé, comme dans la glo- buline calcique de Harting. (1) Untersuchungen uber das Vorkommen des Kohlensáuren Kaikes in Pflanzen. Dissertation inaugur. Bonn. 1877, p. 30. (2) A Barillié. Carbonophosphates du lait. C. R. Acad. Sci. 2 aoút 1909. + SURLA VIE APPARENTE DES CORPUSCULES OBTENUS PAR ÉVAPORATION. 59 Circulation des sels ealcaires dans la nature et dans les organis- mes. On sait que le carbonate de calcium ainsi que le phos- phate sont solubles dans lean renfermant de Pacide carbo- nique. J'ignore si Von a étudié le dégagement ultérieur de Pacide carbonique des solutions de phosphates et la précipita- tion ou eristallisation du phosphate de chaux. Quant au car- bonate il est bien connu comme lagent de la formation des stalactites et stalagmites et d'énormes formations, d'une gran- de variété. Sans aucun genre de doute, dans les sources in- erustantes, il devra y avoir formation de quantités colossales de figures organoiles, semblables á celles que j'ai produit dans mon laboratoire, puisque les eaux naturelles renferment tou- jours une dose variable de silice ou de silicates alcalins dilués. Par conséquentil y aura dans la nature deux sortes de for- mes amiboiles et eytodiques: les formes vivantes, albuminoi- des selon Vécole, et les formes non vivantes. Quel est le róle de celles—ci? Je Vignore. Peut-étre les formations oolithiques sont elles souvent dues á cette cause. Les sels calcaires se trouvent partout dans les organismes animáux et végétaux; les sels de baryum dans les Xenophiyo- phora mentionnées dans Vouvrage de M. Kuckuck. Le carbo- nate de calcium existe dans les myxomycétes, " les polypes, les foraminiféres, les mollusques, eto., ete. Selon Loeb, le calcium existe dans le noyau des cellules et cela explique Paction nui- sible de Vacide oxalique sur les spyrogyra. Je me demande quel sera le procédé naturel de la forma- tion des carapaces et des coquilles. Il se peut que les liquides órganiques, sang, séve, lymphe..... lasssent déposer le carbo- nate de calcium dissous dans Vacide carbonique de la respi- ration. ou bien que des précipitations lentes se produisent au sein des tissus, par la lécithine ou les ferments. Supposant (1) G. Massee. A Monography of the Myxogastres. London. 1892, 60 A. L. HERRERA. que les premiers étres aient par origine une émulsion silicico= calcaire, ce quí est probable mais non prouvó encore, il faudra supposer aussi que les bicarbonates ou carbonates alealins en- trainés par les fleuves et dus á la dócomposition des felds= paths, se trouvent en présence des sels calcaires de leau de mer et de la silice, colloide universel et primordial, ef don- nent ainsi naissance á des monériens semblables au Bathybius etau Protoamoeba de Mary.” La dificultó pour cette théorie consiste en admettre que la diffussion de ces sels a 6tó len- te et dans des conditions évitant la dissolution dans Pexcés Valcali. Or, J'ai vu parfois, avec ces sels, des carapacos, de faux radiolaires et de fauses amibes une délicatesse extróme. Ils ne présentent pas encore les phénoménes vhimiques de la vie. Peut-étre aussiles deux mécanismes sont-ils associós: préci- pitation des sels calcaires dissous dans des liquides organi- ques renfermant de Pacide carbonique et précipitations et coa- gulations lentes dans les cellules et tissus, par conflit des sels apportés de Vextérieur et de ceux qui se sont accumulées dans certains organes ou cellules (cartilages, ete.) Le Cladothrix chromogenes et Vautres espéces similaires, peuyent détermiver dans certains cas la précipitation du fer que contient Vean, sous forme Vox yde de fer qui se fixe sur la membrane et la teint en brun plus ou moins foncé. Dans le méme ordre Vidées, 1l est trós probable qu il faut leur atéri- buer une grande part dans la formation des concrétions cal-- caires ou des dépóts ferrugineux qui se déposent dans les tu- yaux de conduite de certaines eaux et peuvent en diminuer singuliórement le diamétre; la colonie filamenteuse s'accole (1) The Cytods, by A. Pratelle. “The Scientific Monthly.” July € August. 1909, p, 9, —Albert et Alexandre Mary. Evolution el transformis- me. Paris. 1907, p. 149. SUR LA VIE APPARENTE DES CORPUSCULES OBTENUS PAR ÉVAPORATION. 61 aux parois, comme un le yoit sonvent dans les cultures, et dé- termine, autour de ses longs éléments, la précipitation du cal- caive ou du fer ds Peau, de la, méme maniére que le Leptothrix buccalis oczasionne la précipitation des sels de chaux de la sa- live et la formation du tartre dentaire.“ Importance des microcristauz pour Uorganisation des colloídes. - Selon les recherches classiques de Bitsehli, il faut triturer Phuile avec du sel ou du sucre ou lépaissir avec du carbonate de potassium pour obtenir les mousses protoplasmoides. Rhum- bler prépara des émulsions analogues á Paide de gélatine et de corps pulvérulents insolubles. De la sorte, les particules du gel ou du savon huileux sont séparées á une distance conveua- ble etil y a formation d' alvéoles, agissant comme des ntri- cules osmotiques. Les mierocristaux de sels terreux ou métal- liques ont une fonetion semblable dans les cas des gels silici- ques ou albumineux. En effet, j'ai étudié un grand nombre - de gels albumineux, de plus de 1000 sédiments Vurine humai- ne, et divers gels, encore plus nombreux, de silice et de silica- tes, et J'al vu que si les microcristaux d'un sel ne se sont pas insinués entre les micelles du gal il aura seulement Paspect dé- crit pour Bútschli á propos des gels siliciques.% Van Bemmelen, Bútschli et Hardy ont démontré que les gels des colloides, particuliérement des gels siliciques, selon les conditions de coagulation, forment un tissu de mailles ou- vertes ou bien une structure alvéolaire, les alvéoles ayant, 1,4 miera á 1,5 micra et les parois 0,3 a 0.2 Or, ces gels sont trop (1) Macé. Bactériologie. 1901, p. 1079. (2) Van B-mmelen. Die Einwirxung der Hitze auf dás Gewebe des Hydrogels der Kieselsáure. 18 nov. 1901. Archiy. Néerland. des Sciences Exactes er Naturelles. Absorption. 7th. Abhand. --Biitsehli. Untersuchun- gen úber die Mikrostruktur kunstlicher und natúrlicher Kieselsiure- Gallerte. (1900) Verhandl, des Heidelberger Naturhist, Verein. N. F. S. 341. 62 A. L. HERRERA. consistants et incapables Vévolution et de mouvement. Mal. gré mes efforts je ne suis pas arrivé á les faire évoluer, mais aussitót qu'ils Simprégnent de macrocristaux, ¡ls prennent des allures protoplasmiques des plus nettes et montrent méme des mouvements. Par exemple, le gel silicique produit á Vaide de la chaux lavée et la silice colloide a Vaspect de flocons trans- parents plus ou moins durcis eb ayant une grande tendance a se contracter. Leur forme est irréguliere et leur densité est plus grande que celle de Veau. Mais si la chanx calcinée et lavée soigneusement pour lui enlever toute trace Palcali agit sur la móme silice collvide en solution faible aditionnés Vacide carbonique, il y a produc- tion de membranes une grande délicatesse, oscillantes, se mouvant sous influence du souffle et rappellant la structure et l'aspect du protoplasma. Les solutions silico-calcaires déssé- chées sur une lame de platine montrent Vaspect de coquilles eb carapaces microzeopiques, tandis que la silice colloide dés- sechés dans les mémes conditions, a seulement Vaspect d'écail- les. Les eristaux microscopiques modifient donc la consistan- ce du gel et séparent les mailles du réseau jusqu'a former une émulsion capable de mouvements quand les parois siliciques des caleosphérites sont d'une épaisseur trés petite. Les microseristaux probablement se divisent, comme les eytodes de Kuckuek, ce qui expliquerait la croissance du pro- toplasma observée par Kúnstler. Il y a encore une autre difículté pour la théorie albumi- niste de origine de la vie. 1 faudrait accepter la formation spontannée de matiéres protéiques a Vétat de pseudo solution colloidale et depuis leur coagulation par un sel et Penglobe- ment des microcristaux par le gel. Combien de difficultés et de coincidences! Dans un autre ordre d'idées je me demande si le gel silici- SUR LA VIE APPARENTE DES CORPUSCULES UBTENUS PAR EVAPORATION, 63 que n'aura pas le pouvoir de dissocier les molécules d'acide carbonique, puisque il dissocie les cristaux de divers corps. Il faudra, pour étudier ce problema, déterminer lPétat de Paci- de earbonique ayant coagulée la silice collvide, On sait que les locons entraínent une partie du corps coagulant, le modi- fiant, emparant de Pacide d'un sel.... L'argile a la faculté de polymériser les pétroles. Cela serait, par conséquent, le procédé le plus simple et le plus naturel de la formation des premiéres molécules de matiére organique dans les milieux pri- mitifs. México. le 5 septembre 1909, Observations complémentaires. Novembre 1909.—La pression osmotique a une influence énorme sur le gonflement des sphé- rocristaux et cela nous a suggéré Vexpérience suivante: Sur des écailles de silice colloide déssechée on dépose du carbonate neutre de sodium renfermant quelques traces de carbonate de potasium. On recouvre avec le couvre—-ob- jet. Quelques jours aprés, le sel a absorbé 1”humidité de Pair et il y a eu formation de gouttelettes sur les écailles. La silice est dissoute lentement et aussitót coagulée par les carbonates en voie de cristallisation. “? Le gel silicique s'opo- se á une cristallisation parfaite. (1) Peut-étre y a-t-il aussi du silicate alcalin en voie de cristallisation., Une solution de silice en carbonate de sodium abandonne des cristaux so- lubles de silicate alcalin. 64 A. L. HERRERA. On observe des cellules complétes, avec un noyau, des radiations, des blastoméres se comprimant fortement, des ovu- les, des microbicides, des fignres mitosiques .....- une ri- chesse remarquable de formes organoides des deux régnes. Je me demande si les sels du protoplasma naturel ne se- raient pas la cause de leur structure, par une espéce de eris- tallisation incompléte, puisque les selssontindispensables pour la vie. On peut aussi faire dissoudre les carbonates alealins dans une solution de silice et faire évaporer. Il y a des trace de matiére organique, mais ces cellules résistent á Vincinéra- tion. Elles sont solubles dans Veau. On peut les obtenir par des solutions trós complexes eau de mer, eau saturée d'aci- de carbonique et de carbonate de chaux, ete. La variété des figures est trés grande, surtout quand on évapore quelques grammes de silice colloide et sels dans une boíte de Petri, a 15 degrés. Quelques cellules se conservent trés bien, mais en général elles sont dissoutes par Vexcés WValeali ou déformées par la dessication ou les réactions sub- séquentes. Pendant un voyage á Veracruz, sur la Cóte de VPAtlan- tique, J'ai observé que les roches sont enduites d'une couche verdátre dalgues diverses, de Protocoques assez semblables á ces cellules. L'eau de mer évaporée laisse un résidu déli- quescent (par le chlorure de magnésium) et 1l faudra étudier,, ce procédé de biogénése (?) puisqué les roches renferment des silicates capables d'étre attaqués par leau, les sels et Pacide carbonique. Cette nouvelle hypothése a lavantage de la production de parcelles mieroscopiques, de corpuscules sur la surface des roches, sans prétendre, comme la théorie photosymhétique classique, que la mer, un milieu de masse énorme, sous Pin- o SUELA VIE APPARENTE DES COBPUSCULES OBTENUS PAR ÉVAPORATION, 65, fluence de la lumiére, donne des corpuscules limités, sans s'or- ganiser en leur totalité. M. $. Ledue a publié une brochure sur “Les Croissances Osmotiques,” oú Pon trouvera un excellent résumé de la ques- tion, des notes historiques sur les corps de Harting, sur la na- ere artificiel, etc. (Nantes, 1909). o Vem. Soc, Alrate México. T 29. (1909-1910). 9 66 A. L. HERRERA. Explication des planches IX, A, XI et XUL PLANCHE IX, Figs. 1 et 2.—Cellules naturelles, selon Heckel (L'origi- ne de la vie. 1908, p. 135, figs. 5 y 6). Fig. 3.—Cellules artificielles de carbonates de sodium et potassium en voie de cristallisation sur la silice. PLANCHE X. Fig. 1.—Noyaux excessivement petits de carbonates de sodium et potassium et silice colloide, ayant une grande ana- : 3 a logre avec les noyaux des cellules végétales. Zeissp py Fig. 2.—Les mémes, plus grossis. Structure sphérulaire. PLANCHE XI. 2 DD Ces aspects sont dus á la tension superficielle de P'émul- sion silicique-saline agissant en combinaison avec la force de cristallisation. La tension superficielle fait prendre aux gout- tes d'émulsion la forme sphéroidale et par la concentration la Fig. 1.—Cellules en division. Zeiss silice se moule sur les micelles ou sur le résesu des eristaux, - en se coagulant. Ces Águres résistent á Paction du chlorofor- me, de lP'alcool et de Vean. Fig. 2. —Emulsion silicique saline déssechée. Par la con- centration et la tension superficielle on obtient Paspect Pun tissu, avec cellules en division. SUR LA VIE APPARENTE DES CORPUSCULES UBTENUS PAR EVAPORATION, 67 PLANCHE XII. Fig. 1.—Phosphate tribasique de sodium.. 0.10 Carbonate de potassium......... 0.05 Silice colloide á 2 p. 100......... 10 00 On évapore lentement entre le porte-objet et le couvre-ob- jet. L'émulsion semi-liquide se segmente par effet de la con- centration et la tension superficielle. Les mémes causes pro- duiront,dans 'intimité des solutions et des liquides organiques, les corps de baryum de Kuckuck, les globules de Rainey eb Harting ou radiobes de Burcke (éobes de Dubois) et méme les cellules vivantes et segmentations directes ou indirectes. Fortement grossie. Zeiss Fig. 2.—La méme préparation moins grossie. 233% 9 EU. Y 60.01 ECTS TAN tb UE by Tis tan 1, * 173 caño qu, E ER ) pL IX "T. 20, Mem. Soc. Alzate. ig. Mem. Soc. Alzate. e do AUD Mem. Soc. Alzate. m o PIE (6 Mem. Soc. Alzate. 'T. 29, pl. XIL SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '*“ANTONIO ALZATE.'”” MÉMOIRES, T. 29, 69 Nombres (ieowráficos del Estado de Tabasco, de la. República Mexicana, Origen lingiiístico, estructura original y significación de los nombres de lugares de Tabasco que no corresponden á la lengua castellana, POR EL PROF. MAROOS E. BECERRA, M. $, A. En memoria de mi generoso protec- tor y amigo el insigne pedagogo, pro- fesor D. Alberto Correa PROLOGO. Cuando emprendimos el presente trabajo no llegamos á suponer que sus dimensiones pasaran de las de una simple lis- ta de nombres, que debíamos agregar á unos apuntes geográ- ficos de Tabasco que para la enseñanza primaria estábamos escribiendo. Sugiriónos la idea de agregar á un trabajo sobre Geografía una lista así, la experiencia que teníamos del gusto con que los niños se interesan por conocer el significado y ori- gen de los nombres de los lugares que estudian, y la convic- ción de que el maestro puede proyectar, con el análisis de ta- les nombres, alguna mayor luz sobre sus lecciones de Histo- ria. Por desgracia, la generalidad de los autores de textos de 70 Marcos E. BECERRA. Geografía han olvidado este recurso tan valioso para el interés y amenidad de sus libros. Fuera del texto de Geografía de Mé- xico, del Profesor D. Alberto Correa, en donde tal recurso se utiliza, no conocemos ningún otro que lo haya empleado. Sabiendo que existían dos fuentes de donde tomar esa lis- ta, que eran el libro intitulado “Nombres Geográficos de Mé- xico,” del Dr. D. Antonio Peñafiel, y el folleto “Nombres Greo- gráficos del Estado de Tabasco,” del Ing. D. José N. Rovirosa, nos pareció tarea facilísima la de seleccionar en ambas la men- cionada lista. Sin embargo, formada ésta y comparada con los nombres que traen las cartas del Estado y el Indice Alfabético de Lo- calidades que resultó del Censo de 1900, y que publicó la Se- cretaría de Fomento, notamos entonces que el número de los que faltaban era considerable, lo que nos obligó á emprender él trabajo de completar la repetida lista y de investigar, por consiguiente, el origen lingúístico, la estructura original y el significado de esos otros nombres. No”era esta la parte de la lista más fácil de hacerse, porque, precisamente, las palabras omitidas debieron de serlo por la dificultad que presentaban. ' Cunduacán, Nacajuca, Huimango, Puscatán, Tenosique, Jonuta, no podrían haber pasado inadvertidas. Así, pues, tuvimos necesidad de emprender una labor no prevista, y en el curso de ésta hemos necesitado también re- considerar algunas palabras ya tratadas, bien porque nos pa- reciera errónea su identificación lingiiística, ora porque creyé- ramos incorrecta su restauración, ó ya porque, aun dando por buevas una y otra, juzgáramos inexacta la interpretación re- sultante. Perdónesenos tal osadía, si lo fuere, á que nos ha movido un deseo sincero de acierto, y permítasenos hacer, á este res- peto, una aclaración que nos importa. Entre las palabras re- consideradas, las más son las del Señor Rovirosa, y no podría ser de otro modo, puesto que éste escribió especialmente sobre ” A / NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 71 los nombres de Tabasco. Poco tratamos á aquel distinguido naturalista, honra de nuestro terruño, pero su reputación, pa- ciente y legítimamente conquistada, nos inclinó siempre á res- petar su nombre y á acatar sus enseñanzas, disemivadas en numerosos escritos suyos, que esperan la mano diligente que los reuna. No deberá pensarse, pues, que, al referirnos á él en este trabajo, tengamos el propósito de menoscabar esa repu- tación, ni creemos que nuestro trabajo, aun juzgado como perfecto, viniera á dar ese triste resultado. Bueno es recor- dar, desde luego, que nuestro sabio conterráneo dedicó la ma- yor parte de sus energías á la Historia Natural, y que el estu- dio de las lenguas indígenas deben de haber sido para él una ocupación secundaria, á que, tratándose de la lengua mejica- na, ó nahoa, debe de haberlo inclinado el estudio de la “His- toria de las Plantas de Nueva España,” del Doctor Hernández. En segundo lugar, solamente hay una clase de gentes que pue- dan decir, ó quizá pensar, que el hecho de expurgar las obras de nuestros antecesores de los yerros inherentes á toda obra humana, constitaye una falta de consideración hacia aquellos. Esas gentes defienden el árbol no por respeto al que lo sem- bró sino por el arrimo que les presta, la sombra que les da y los frutos que les prodiga. O seengañan ó pretenden engañar á los otros con su actitud, en la que no hay más que un vil egoísmo. ¡Ouánto más honrarían al plantador procurando mul- tiplicar el árbol, aunque á veces tuvieran que podarlo, para que fructificara, ó recortarlo, para sembrar sus vástagos? Por nuestra parte, creemos que el mejor medio de honrar la me- moria de los hombres que nos han precedido en una obra cual- quiera, es tomar esa obra, y procurar pulirla, y perfeccionarla, al grado que ellos habrían querido hacerlo. Esto no menosca- ba su derecho á nuestro respeto, pues, si, cada vez que se rec- tificase una opinión ó se declarase falso un concepto emitido por algún gran hombre, sufriera su prestigio, Moisés sería un 72 Marcos E. BECERRA desconocido, Tolomeo un insignificante y Aristóteles un eual- quiera, Nos hemos desviado un tanto de nuestro objeto al escribir estas líneas, el cual era dar una somera razón de este estudio. Volvemos, pues, al asunto principal. , Aparte del interés, meramente lingiístico, que despiertan en la enseñanza de la Geografía los significados de los nom- bres de lugar, los conocimientos de esta clase son de un va- lor inapreciable para hacernos ver, de una sola ojeada, y adi- vinar á veces, los grandes fenómenos históricos. Bástanos, v, g., saber que el nombre de “Zaragoza” la heróica ciudad ara- gonesa, es una alteración del de la antigua Cesar—Augusta, para tener la intuición del inmenso influjo latino en el mundo antiguo. Leyendo la obra del Dr. Membreño, “Nombres Geo- gráficos de la República del Salvador,” se comprende cuán ex- tenso radio de acción tuvo la civilizacion nahoa en nuestro continente. Es suficiente enterarse de que en mejicano el mar se llama atlan y la voz teotl se aplica á la divinidad, y recordar ála vez que la Atlántida fué citada por Platón y que en griego theos eva también la divinidad, para que del informe fondo de las conjeturas emerjan las hipótesis, revestidas con el ropaje de la realidad y de la certidumbre. Son los nombres de lugar algo así como una petrificación del lenguaje, que es mdispensable á las futuras investigacio- nes de la ciencia, euyo grosero y primitivo afán de tocar para creerjamás se satisface. Cuando ya los acontecimientos ó gir- eunstancias que impusieron estos nombres han pasado, cuan- do los pueblos sobre los que se estamparon yacen cubiertos por los sedimentos de otros pueblos, á su vez disueltos y re- constituidos en forma nueva bajo la oleada incesante del tiem- po, basta levantar los estratos que los cubren y defienden, pa- ra enterarse de tales acontecimientos. Es así como, en las are- niscas triásicas del Connecticut, aves enormes, que La siglos pasaron por allí, nos dejaron en la huella minuciosa de sus NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 73 trancos gigantescos, noticia de su existencia, detalles de su estructura é indicación de sus costumbres. Por eso la profesía del gran Víctor Hugo, “esto matará á aquello,” no ha podido cumplirse; no podrá cumplirse nunca, quizá. La piedra no ha muerto; no puede morir ni ceder un ápice de su imperio-al papel. Cada uno ha menester lo suyo. Para conservar el conocimiento de los hechos que atañen á los seres, son indispensables, son insubstituibles, la piedra de Champolion, los tableros de Palenke, y la caliza litográfica en que las aves con dientes ó los reptiles con alas nos dejaron es- tampada su quimérica figura. Hasta el agua, cuando se petri- fica, nos guarda testimonio de una fauna, á que apenas hubié- ramos permitido la existencia al encontrarla, ruda pero fiel- mente retratada en la cueva de los hombres primitivos. Si los nombres de lugar se refieren á los de nuestro terri- torio y han sido puestos por gentes de que llevemos sangre y hablemos lengua, la importancia de su estudio sube de punto hasta el grado de constituirse en necesidad. Es tal el caso nues- tro. Nuestra vida étnica no empieza, como algunos han dado en insinuar. con los primeros y profundamente ignorados po- bladores de América; ni siquiera se le puede atribuir como principio el advenimiento histórico de los aztecas ó de los ma- yas. Tampoco tiene origen, como algunas gentes vanas que- rrían, en los pueblos autóctonos de que España proviene, ibe- ros ó éuskaros, ni en los invasores celtas, fenicios, romanos, visogodos ó árabes que le dieron su fisonomía actual, Nuestra vida étnica, nuestra raza, nació, fisiológicamente, el día en que, tras la unión, fortuita pero fecunda, del conquistador europeo con la india sometida, nació el primer mestizo, é históricamen- te, el día en que la Conquista se consumó, : Nuestra historia empezó ayer, como nuestra vida. Diga- mos esto de paso, á los ignorantes ó pesimistas que nos tachan de degenerados porque no hemos crecido á su gusto; que, al contemplar nuestras enfermedades sociales y políticas, las con- Mem. Soo. Alsate. México 'T. 29. (1909-1910) —10 74 MARCOS E, BECERBA, sideran decrepitud; que nos cantan la sensatez y la cireuns- pección de un pueblo viejo trasplantado á la América. Pero así como cada individuo no es absolutamente distin- to de sus padres, ni la biografía de éstos le es absolutamente indiferente, puesto que á ella refiere la ley de la herencia la causa de formas y hechos en los hijos, tampoco nos es extra- ña ni la historia de los aborígenes de América ni la de los con- quistadores españoles, portugueses y franceses. D. Pelayo y D. Julián, son personajes que nos interesan, Ó que nos deben interesar, tanto como Netzahualeoyotl y Max- tla. Así se ha comprendido con respecto á los hombres, pero no así con respecto al idioma. El castellano que hablamos aquí es, aunque no quieran darse por entendidos de ello los respe- tables académicos españoles, también un mestizo. La influen- cia de los idiomas de México sobre el castellano traído por los conquistadores ha sido tal, que el erudito Sr. Robelo ha podi- do hallar en el número de los aztequismos material suficiente para un diccionario. Este mestizo que ha hecho lo que el otro: ha vestido el traje europeo de su padre y reclama un lugar en la vida. Digno es de ello por la resistencia material de sus as- cendientes. Remi Simeón, hablando de la lengua nahuatl dice: “Esta fuerza vital de la lengua de los vencidos está igualmen- te atestiguada por los numerosos préstamos que han tenido que hacer los conquistadores á los descendientes de aquellos.” Digno también por lo culto de ese abolengo, que no envidia á la más culta manifestación moderna de la palabra. ¿Cuándo en el griego científico se llama miriápodo (diez mil patas) al cienpiés, ó cuando se da el nombre de polyglottus (muchas le- guas) al senzontle es acaso más deseriptivo que el mejicano que lós denomina sentsonmaye (cuatrocientas manos) al uno y sentsontlatoli (cuatrocientas lenguas) al otro? Quédese el aprendizage del griego, del latín, del mejicano ó del maya, para los especialistas en literatura, filología, his- toria, arqueología, jurisprudencia ó sociología. Pero, así como NoMBRES GFOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 75 el estudio de las raíces latinas y griegas del castellano se han considerado hasta ahora como un apoyo indispensable para el buen empleo de nuestra lengua nacional, deben estudiarse tam- bién las raíces americanas, eon que, tan hondamente como con aquellas y con igual fuerza, se añanza dicha lengua en el terreno histórico-filológico. Volviendo á nuestro agunto de los nombres que contiene este trabajo, nótese que la simple interpretación de algunos de ellos, como Tabasco, Onohualco, Potonchán, Huimango y Teno- sique, así como las referencias á Jicalango, Agualulco, Quetzala- pa, Ayacachapa, Cimatán y Zahuatlán, proyectan nueva luz so- bre conceptos históricos ó geográficos de nuestra región, poco dilucidados hasta ahora. En general, de acuerdo con las ati- nadas consideraciones del Sr. Rovirosa, debemos señalar el he- cho de que, habiendo estado habitado nuestro territorio por gentes de filiación étnico-linguística maya ó tsoque en su ma- yor parte, y mejicana en una parte muy pequeña, los nom- bres con que se conocen los lugares desde el primer día de la Conquista son casi todos mejicanos. Dos explicaciones pueden aventurarse ante tal fenómeno: una es la de que, habiendo acompañado constantemente á los conquistadores intérpretes ó lenguas mejicanos, éstos decían en mejicano á,los españoles los nombres que los indígenas de cada lugar les hacían saber en su lengua propia, y por ello se quedaron dichos nombres en mejicano como están ahora; otra es la de que esos nombres mejicanos, de poblaciones cuyos ha- bitantes hablaban otro idioma, ya estaban impuestos á éstas cuando los españoles arribaron á nuestras tierras. Daría pro- babilidades á la primera hipótesis aquella volubilidad con que los hispanos vinieron imponiendo nombres á los lugares que descubrían, cosa de que dan buen ejemplo las tres expedicio- nes de Hernández de Córdova, Grijalva y Cortés; pero algu- nos otros hechos quitan fuerza á esa suposición. Son estos: que, según Bernal Díaz, cuando Grijalva llegó á Tabasco y los 76 MARrcos E, BEOERRA. indígenas le dieron á saber el nombre del lugar, el nombre da- do fue Tabasco, nombre mejicano indiscutible, según vere- mos cn el artículo que le corresponde en este trabajo; que ese nombre se lo comunicó á Grijalva un intérprete que no sabía más que el castellano y el maya (Julián ó Melehorejo); que á Bernal Díaz no se le podría tachar de poner nombres indíge- nas á su arbitrio pues con claridad se nota que los nombres de la región exclusivamente maya los dice siempre en maya (Co- zumel, Catoche, Champotón) mientras que desde Tabasco los nombres son mejicanos (Tabasco, Agualuleo, Tonalá, Coatza- coaleos, Papaloapan); y, por último, que aun en la expedición á Hibueras, en que iban miles de mejicanos, entre los que de cierto se encontraban algunos intérpretes además de Malint- zin, los nombres que se consignaron sólo son mejicanos hasta ciertas regiones, mientras que de ellas en adelante se expre- san nombres que no corresponden á esta lengua. De todo lo expuesto brota la convicción de que, aunque se ha afirmado que nuestra región no estuvo bajo el dominio de los mejicanos, tal afirmación es infundada. Para ella no ha habido más que un dato negativo: la ausencia de los nombres de lugar de Tabasco en el Códice de los Tributos. A nuestro juicio ni esa ausencia está definitivamente probada, puesto que Puscatlán Aztoapan, Huexolotlán, Ocoapan, Otatitlán, pue- den referirse á lugares de Tabasco, ni, aunque lo estuviera, tiene ella el valor que se querría darle, pues, á pesar de que Cimatlán y Jicalango pertenecían á los mejicanos, tampoco aparecen en el Códice. Si la región tabasqueña estaba, ó no, sojuzgada por los mejicanos, al tiempo de la llegada de los eu- ropeos, no nos sería fácil resolverlo;.lo que sí nos creemos au- torizados á suponer es que, en general, los nombres de lugar fueron impuestos por aquellos, que eso fué antes de la Conquis- ta, y que no pudo ser más que á título de dominio. Fueron esos nombres mejicanos sobre poblaciones que hablaban en su ma- NoMBRES GEOGRAFICOS DEL ESTADO DE TABAS0O. 71 yor parte el chontal ó maya y el tsoque, como el sello que se estampa sodre un papel ya escrito. No fué, sin embargo, tan superficial como esto la penetra- ción de la influencia mejicana sobre los nativos, puesto que, infiltrados en el vocabulario castellano de rancios pero hidal- gos moldes que habla el pueblo campesino de la región tabas- queña, junto á palabras de origen maya, como chuchumo, jolo- che, leque, macal, chinchín, bush, encontramos un numerosísimo contingente de palabras de origen mejicano, como palanque, totolote, cacalote, guapaque, jaguacte, guacta, puscagua, tutupana, tamular, pepenar, quelite, toloque, quequeste, juil, ete., y es de no- tarse que un gran número de estas palabras se buscarían inútil- mente en los vocabularios escritos por los aztequistas más dis- tingnidos, por la sencilla razón de que, habiéndose juzgado, generalmente, que Tabasco era región extraña á tal lengua, nadie se ocupó en estudiarla en aquel medio. Jicalango y Ci- matlán, admirablemente puestas para encerrar la región, de- ben de haber sido los centros de donde la influencia mejicana se extendió sobre toda ella. Bueno es, empero, que pongamos á nuestros lectores so- bre ayiso, acerca de algunos nombres que, por ser, probable- mente, recientes los lugares á que se aplican, deben de ser tam- bién recientemente impuestos. De estos son Jicoténcatl, DMi- choacán, Tapachula y otros que, como á estos, hemos marcado con asteriscos, á in de que el juicio de cada lector decida. A este respecto, y en general creemos, salvo el caso de Jicotén- catl, que los nombres que se aplican á cosas permanentes, co- mo ríos, arroyos y lagunas, y á poblaciones urbanas, como ciudades, villas y pueblos, son originarios. Hay en Tabasco, además, alguuos otros nombres de lugar que no pertene- cen al castellano, por ejemplo Jersey, Nueva Zelandia, Liman- tour, Chicago, ete. Se comprende que son de reciente imposi- ción también y, tanto por esto como por su propio origen, es- tán fuera del objeto de esta Toponimia. 78 MARCOS E. EECERRA. Con respecto al uso que hac»mos de las letras ese y she, en vez de la ce, la zeta y la equis, así como á la supresión de la ha- che en algunas palabras mejicanas que habitualmente se han venido escribiendo con ella, remitimos al lector á las razones que ponemos en las notas que acompañan á las palabras Agua- cate, Astapa y Bush. Algo debemos decir acerca de las denominaciones que da- mos á las lenguas de donde provienen las palabras objeto de este estudio, y de la ortografía con que escribimos esas deno- minaciones. Llamamos mejicana, maya y tsoque á las mencionadas len- guas porque, aunque los dialectos que ahora se hablan en Ta- basco, tienen las denominaciones de agualulco (derivado de la lengua mejicana), chontal, tsental ó tsendal (derivados de la len- gua maya) y tapijulapa (derivado de la lengua tsoque), los re- feridos nombres de lugar parecen haber sido impuestos en épo- ea en que estos dialectos no estaban aún diferenciados de las lenguas madres. Además, aun cuando realmente provinieran de los dialectos, no nos parecería indebido llamarlos con el nombre de familia en vez de hacerlo con el de género ó espe- cie, como no es indebido decir que una rosa es una Rosácea y que un perro es un Cánido. A este respecto debe tenerse presente que el sabio D. Fran- cisco Pimentel llama lenguas ó familias lingiísticas á la mejica- na, á la maya y á la tsoque. Según él, de la primera se derivan dos idiomas, el nahuatl y el cuitlateque, que son en tal caso gé- neros, y del nahuatl proviene el dialecto agualuleo, que es es- pecie. La lengua ó familia tsoque dará, pues, como idiomas ó gé- neros al mije y al tapijulapa, y el maya, al tsental y al chontal (aunque dicho señor, erróneamente, niega que este último ten- ga parentesco con el maya). Escribimos con jota el nombre de la lengua mejicana por- que nos atenemos á las razones que expresamos en la referi- NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 79 da nota de la palabra Bush. Creemos que la única razón que haya para escribir este gentilicio, y su primitiva, con equis, es una de acatamiento á un decreto, según el cual el nombre de nuestro país deberá escribirse México. Nosotros, tratándose de lugares ó cosas relacionadas con nuestra denominación políti- ea, nos veríamos obligados á escribir las respectivas palabras con equis, pero si no se tratare de eso, nos creemos en liber- tad de escribirlas conforme á la ortografía que, con tanto acier- to, prescribe la Real Academia Española. La razón de poner tsoque con ese, y no tzoque ó zoque, con zeta, está en el hecho de que este último sonido no existe en esta lengua. "Cumple á nuestro deber mencionar aquí las principales fuentes escritas que nos han servido para llevar á cabo este trabajo. Han sido éstas: 1” las obras citadas “Nombres (Greo- gráficos de México,” del Dr. D. Antonio Peñafiel, y “Nombres Geográficos del Estado de Tabasco,” del Ing. D. José N. Ro- virosa; 22 el “Diecionario de Aztequismos” del Lic. D. Cecilio A. Robelo; 3* el libro “Archivo Histórico-Geográfico de Ta- basco” del Dr. D. Manuel Mestre Ghigliazza; 4? “El Censo Ge- neral de la República Mexicana, de 1900,” en lo correspondien- te á Tabasco; 5” el Mapa de Tabasco, formado por Melchor de Alfaro Santa Cruz, é incluido en el tomo 11-1. de la obra “Colección de Documentos Inéditos, relativos al Descubrimien- to, etc”, de la Real Academia de la Historia, de Madrid; 6% otro Mapa de Tabasco, hecho bajo la dirección del Profesor D. Alberto Correa, y 7* otro Mapa, ejecutado bajo la del Sr. D. Arcadio Zentella. Naturalmente, hemos tenido que recurrir á otras fuentes de información para obtener datos, rectificarlos ó corroborar- los, tales como la “Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España,” de Bernal Díaz del Castillo; la “Colección de Documentos para la Historia de México,” de D. Joaquín Gar- cía Icazbalceta; la “Historia de las Conquistas de Hernan Cor- tés?” de López de Gomara; el “Diccionario de la Lengua Ma- s 80 MARCOS E, BECERRA. ya,” de D. Juan Pío Pérez; el “Vocabulario de la Lengua Mexicana,” de Molina; los “Anales del Museo Nacional;” las “Antiquities of Mexico,” de Lord Kingsborougth; el “Diecio- nario Histórico-Geográfico” de García Cubas, y muchas otras. Pero un auxilio mayor que el de los libros hemos tenido en la bondadosa é incansable ayuda que nos ha prestado nuestro amigo el Sr. D. Mariano J. Rojas, Profesor de Lengua Meji- cana en el Museo Nacional de Historia y Arqueología, así co- mo en las indicaciones que nos ha hecho otro amigo nuestro, muy respetable, el Profesor de Lenguas D. Francisco Rivas. Gracias á sus valiosos concursos, algunas palabras realmente difíciles, tales como Istapangajoya, Tabasco, Onohualco, Poton- chán, han quedado, á nuestro parecer, satisfactoriamente inter- pretadas. Y terminaremos con las frases con que el Sr, Rovirosa da fin á su trabajo, haciéndolas nuestras: “Otras personas nos seguirán en la vía ya comenzada, con la fe que para estas la- bores comunica el alto mérito que en sí entrañan; á ellas toca rectificar nuestros errores. México á 16 de septiembre de 1909. - A E NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 81 1.—ACACHAPA (vecindario de la Municipalidad del Centro y nombre antiguo de un brazo del río Dos Bocas).—“Ri- bera delos ayacatehos.”—“Ayacach-apan” (de ayacachtls, cierta ave; y apan, sobre el agua).—Mejicano. La palabra mejicana ayacachtli, que equivale á la castellana sonaja, se aplica como nombre á una ave (campylorhyncus zonatus, Bp., Troglodítidos) la cual tiene también los nombres de 'sonaja, matraca y carricoche. En la obra “Nombres Geográficos de Tabasco” se restaura la palabra en la forma “Aca-cha-pan” (de acatl, caña; chantli, casa; y pan, en) pero en vista de las “Relaciones de Tabasco,” insertas en el “Archivo Histórico— Geográfico de Tabasco,” creemos que el nombre haya sido “Ayacachapa” y entonces la interpretación que proponemos es la más apropiada. El actual Acachapa debe de haber sido el punto en que confluían el antiguo río Ayacachapa y el hoy llamado Grijalva, pues en las citadas “Re- laciones” dice: “ayacacapa sale de dos bocas, atraviesa lo mas de la tierra y biene a entrar en este rio de grixalva diez y ocho leguas de esta villa” (Santa María de la Victoria). En el mapa que acompaña á la obra original se ve la confluencia indicada, que corresponde, aproximadamente, á la que expresa el texto y 4la que hay entre el paso ó vuelta de Acachapa y el pun- to en que estuvo Santa María de la Victoria, que era, según la misma obra, sobre el río Grijalva y 4 media legua de la mar. Interpretamos por ribera los elementos a-pan, que literalmente dicen “sobre el agua” ó “en el agua” (de atl, agua; y pan, sobre ó en), porque es más racional pensar que las cosas nombradas estaban á las márgenes de las «corrientes y no sobre estas mismas. Debemos fijarnos, á este respecto, que aun ahora se da en Tabasco el nombre de riberas á los vecindarios rura- les, y que tal denominación no puede tener más origen que el de las signi- ficaciones parciales de las poblaciones que constituyen esos vecindarios, ubi- cadas casi siempre á las orillas de los ríos. 2.—ACUMBA (laguna y hacienda, en la Municipalidad de Ma- Mem. Soo. Alzato, México. T. 29. (1909-1910) —11 x 82 ; MARCOS E, BECERRA cuspana).—“Lugar de tinajas. ”—“Acom—paw” (de aco- mitl, olla para agua, tinaja; y pan, terminación toponími- ca).—Mejicano. El significado propuesto en “Nombres Geográficos de Tabasco” es “lu- gar del agua amarilla,” suponiendo que la estructura original de la pala- bra era “Acozpan” (A-coz-pan; de atl, agua; coztic, amarillo; y pan, en), pero nosotros creemos que en ellos hay un error, y hemos procurado en- contrar otra restauracion. La suposición de que la zeta, ó mejor dicho la ese, primitiva se haya cambiado en una ene ó en una eme, no tiene precedentes en hechos de es- ta clase ni fundamento en ley de afinidad fonética entre una y otra letra. Por un caso excepcional podría suponerse que, habiendo existido la ese, ó la zeta que el autor supone, se la hubiera suprimido, elidido, en la pronun- ciación, pero entonces la palabra sería 4cuba y no Acumba. Habiendo una eme, no es prudente desconsiderarla, siendo, como es, de importancia en la lengua mejicana. En cuanto al cambio de la pe antigua por la be actual, sí estamos de acuerdo con el autor de la obra mencionada, porque para ello sí existen antecedentes y fundamentos. Dice el Sr, García Icazbalceta que el nombre de este lugar aparece es- erito con o (Ocumba) en la carta de Cortés referente á la expedición á Hi- bueras, publicada en la colección de Gayangos, y que en otras versiones de la misma carta se lee Acumba y Acumbra. Es fácil comprender que el po- ner Ocumba, en vez de Acumba que es el nombre debido, proviene de un sim- ple error de lectura del manuscrito original. El Dr. Hernández, en su obra “Historia de las Plantas de Nueva Es- paña” (tomo III, pág. 364) menciona una planta llamada acumba como pro- pia de Michoacán. 3.—AGUACATE (rancho, en la Municipalidad de Montecristo). —Aztequismo, derivado de auacatl, nombre de cierta planta (persea gratissima, Gaertn., Lauríneas). Se acostumbra poner con hache la palabra mejicana de que proviene el aztequismo aguacate, escribiendo ahuacatl, pero, aparte de que el más respetable de los mejicanistas, Fray Alonso de Molina, en su “Vocabula- rio de la Lengua Mexicana,” pone esta palabra, como otras muchas análo- NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 238 : gas, sin hache, creemos que la razón fonética que algunos pretenden en- contrar, para emplear dicha letra, es completamente ilusoria. . Se dice, en efecto, que esa hache no es muda sino que es algo pareci- da á una ge, á cuya pronuaciación se suele caer cuando se articula con un ligero descuido, como pasa con lá palabra ahuacatl que, por ese camino, se ha convertido en aguacate. Y nosotros decimos que esa razón es ilusoria, porque lo mismo se cae á la ge, en el caso de la palabra de que se trata, es- cribiéndola con hache (ahuacatl), que sin ella (auacatl), pues lo que hace caer á la ge no es la hache sino el diptongo ua. Una afinidad idéntica con la misma letra tienen los diptongos con u inicial ue, ui, como se ve en las — palabras hueso, hueco, huipil, euya lectura ó pronunciación correcta es ueso ueco, vipil, y de donde, descuidando ésta un poco, resultan gueso, gueco, gui- pil. En cambio, los diptongos con i inicial, ¿e, no tienen afividad con la ge sino con la ye, como es fácil notarlo en las palabras hierba, hielo, que pro- sódicamente son ierba, ielo, y se convierten en yerba, yelo, por la absorción de la i del diptongo. : Se ve, pues, que la hache no tiene oficio fonético de ninguna clase en 6 estas palabras, y que tampoco hay un uso invariable y autorizado que la imponga como simple letra gráfica. 4.—AGUALULCOS (región constituida por los pueblos de Pechu- calco, Huimango, Anta y Cúlico, en la Municipalidad de Cunduacán).— “Lugar rodeado de agua.”—““A -yaualol— co” (de atl, agua; yaualol, rodeado; y co, terminación to- ponímica).—Mejicano. Los Agualulcos actuales son poblaciones que hablan lengua mejicana. (Véase “La Municipalidad de Cunduacán.” Breves apuntes Geográficos, por el Prof. Rosendo Taracena.—Cunduacán. Tabasco. 1907).—De allí el llamar agualulco al dialecto derivado del mejicano que se habla en dichas poblaciones. + Las gentes que habitan las cuatro poblaciones citadas deben de haber inmigrado á ellas, ó haberlas fundado, viniendo de la región situado entre el río Tonalá y las actuales Municipalidades de Cunduacán, Comalcalco y Paraíso, región que, según se inficre de los relatos de Hernan Cortés y de Bernal Díaz, y de la Memoria del ilustre tabasqueño Dr. Cárdenas, Dipu- tado á las Cortes Españolas en 1811, llevaba dicho nombre antiguamente. Hernán Cortés llama río Agualulco á lo que los descubridores llaman río de la Rambla y hoy es Barra de Santa Ana; Bernal Díaz dice que, al re- . 84 MARCOS E, BECERRA. tornar á Coatzacoalcos de su expedición á Chiapas, pasó el “río agualulco,” y que Cortés, cuando marchaba á Hibueras, pasó por un pueblo llamado Ayagualulco, El Dr. Cárdenas aclara estos datos, precisando que los Agua- luleos pertenecían, en su tiempo, políticamente á la subdelegación de Aca- yucan, y eclesiásticamente al Obispado de Oaxaca, y que estaban constitui-. dos por cinco poblaciones de las que era la principal Huimanguillo. Proba- blemente las otras cuatro eran las actuales de Ocuapan, Tecominuacán, Me- catepec y Zanapa. : En las “Relaciones de Tabasco” (1579) no se encuentra el nombre de Agualulcos ni otro semejante, pero sí los de las cuatro poblaciones que ac- tualmente forman el grupo. Las Relaciones expresadas dicen que había “entonce en Tabasco ocho poblacisnes de naguatatos (mejicanos) y señalan co- mo una de ellas a Huimango, pero no á las otras siete. Nosotros, por otros pasajes de la misma obra, inferimos que eran mejicanas, además de la ci- tada, Cimatlán y Jicalango. Bernal Díaz hace mención de Huimango como primera población de la Chontalpa. 5.—AMACOITE (arroyo, en la Municipalidad de Huimanguillo, afluente derecho del río Mezcalapa).—Aztequismo deri- vado de amacuauitl, nombre de cierta planta. No es fácil precisar de qué género ó especie de planta se trata. El autor del “Diccionario de Aztequismos” considera que las palabras vulgares amate y anacahuite, nombres actuales de dos plantas que pertene- cen á familias muy diferentes, no son más que alteración de! primitivo ú originario nombre amacuauitl ó amaquahuitl, que él juzga aplicable al árbol de cuya corteza hacían su papel los mejicanos. Los Sres, D. Gumesindo Mendoza y D. Alfonso Herrera, en su mono, grafía intitulada “El Anacahuite” (“La Naturaleza;” tomo III, pág. 151), opinan que la planta de que se hacía el papel era el anacahuite actual, alte- ración según ellos, del amaquahuitl antiguo. El Sr. Orozco y Berra (“Historia Antigua y de la Conquista de Méxi- o;” tomo I, pág, 337) opina como los Sres. Mendoza y Herrera, á quienes cita, . Nuestra opinión difiere de las de estos respetables escritores, y creemos que haya error en las suyas. Expondremos las razones en que nos parece que se apoyan éstas y las que dan fuerza á la nuestra. NoMBRES GEOGRAFICOS DÉ£L ESTADO DE TABASCO. 85 Los que opinan que las palabras 4matl y amacuanitl designaban á una sola planta se fundan, según creemos, en que esta última palabra significa etimológicamente “árbol del papel” (amacuauitl; de amatl, papel, y cuavitl, árbol) y juzgan que realmente al decir amatl no se hacía más que cometer una apócope con la palabra correcta amacuauitl, El Dr. Hernández. en su obra sobre las plantas de Nueva España da lugar á confirmar este parecer cuando dice (“Hist. Plant. Nov. Hisp.”; tomo L., libro IL, pág. 165): “Ama- quahuitl, seu arbore papyri.” Más tarde Clavijero, al afirmar, sin más acla- raciones, que el papel mejicano se hacía del árbol llamado amacuahuitl, se apoyó en esta frase de Hernández y le dió fuerza con su autoridad. Pero, á pesar de lo anterior, y aun con el apoyo del mismo Hernández, nosotros opinamos que amail y amacuavitl, palabras de donde provienen los respectivos aztequismos actuales amate y amacoite, designaban á plun- tas distintas, aunque ambas utilizables, una principal y otra secundaria- mente, en la fabricación del papel. Tres fundamentos damos á nuestra opi- nión. Primero: el dicho del P. Motolinia, mejor informado, sin duda algu- na, que Hernández y Clavijero. Dice aquel cronista (García Icazbalceta. —“Colece. de Doc. para la Historia de México;” tomo I., pág. 246) que en Tlaxcala se hacía papel de maguey, y agrega: “Otros árboles hay de que se hace en tierra caliente, y de estos se solía gastar gran cantidad: el árbol y el papel se llama amatl y de este nombre llaman á las cartas y á los libros y al papel amate.” Segundo: la consideración de que la palabra amatl que designaba al pa- pel, se originó, según el mismo P, Motolinia nos lo hace saber con toda ela- .Yidad, del que llevaba la planta de cuya corteza empezó algúu día á fabri- carse el papel y no el de la planta del de éste. No de modo diferente se ori- ginaron las palabras papiro y cálamo, que han llegado hasta nosotros, de los nombres de las plantas de donde se sacaron aquellos primitivos útiles de escritura. Así, para designar en mejicano á la planta de donde provenía el papel no era necesario agregar la palabra cuavit! (árbol) pues por sí mis- mo el árbol tenía un nombre: amatl. La prueba de este aserto existe en la actualidad. Los amates, plantas de clima cálido, como Motolinia lo dice, se llaman simplemente amates, y no hay lagar en la República en donde lle- ven un nombre siquiera semejante á la palabra amacuauitl. Tercero: Hernández, hablando del amaquahuitl en el pasaje descripti- yo cuyo epígrafe hemos copiado más arriba, dice “Arbor est magna: Mali Medicae folis, flore ac fruetu candido, in corymbos composito, sapore et odore fere nullo, trigidaque et sicca natura. Tepoztlanicis provenit monti- bus ubi frequenter interpollatur ex ea papirus.-..” Lo que traducimos así: ““Arbol grande, con hojas de manzano, for y fruto muy blancos, for- 86 - MARCOS E. BECERRA. mando corimbos, sabor y olor casi nulos, de naturaleza fría y seca. Provie- ne de los montes de Tepoztlán, en donde frecuentemente se le mezcla en el papel.” En donde se ve que el amaquahuitl de que se trata no daba la corteza principalmente empleada para el papel, sino que servía para mezclarla con alguna otra; y que ese amaquahuitl tampoco era un amate (amatl, amacos- tic, amaesquite, tepeamate, teshealamate, y samatito) pues, siendo éstas plan- tas del género ficus (familia de los Urticáceas), ninguna de ellas da inflor- escencias en corimbos, como se dice del amaquahuitl referido. Y que el ye dadero árbol del papel era el amate actual, queda probado con el dicho de Montolinia y con la persistencia del nombre, tal como an- taño se castellanizó, en los numerosos ficus indígenas. Corrobóralo el he- cho de que en tarasco el amate se llama siranda, palabra que quiere decir papel. El Dr. Urbina, en su monografía sobre los amates (“Anales del Mu- “seo Nacional;” 1% época, tomo VII, pág. 93-114), opina “que los antiguos mexicanos daban el nombre de amates á las plantas de la familia de los Ur- ticáceas, del género Ficus,” y en la misma monografía el autor del “Dic- cionario de Aztequismos” afirma, en una carta dirigida al Dr. Urbina, lo siguiente: *“Todos-los indios viejos de Tepoztlán dicen que el papel lo sa- caban del amazquitl.” (ficus complicata, H. B. K.) Probado que el amatl y el amacuauitl eran plantas diferentes, veamos si el anacahuite puede ser alguno de ellos. : El anacahuite, según sabemos, es una planta del género cordia de la familia de las Borragináceas, mientras que el amatl ó amate es del género ficus de la familia de las Urticáceas. Los caracteres aparentes y efectivos que separan, pues, una de otra esas dos plantas son tan considerables que motivan una separación de familias. Más, aún: las Borragináceas son Co- rolifioras entre las Diclamídeas, mientras que las Urticáceas son Monocla- mídeas. Cualquiera persona que examine las dos plantas, aún sin hacer el análisis de sus formas florales, las considerará perfectamente diferenciadas. Así, pues, los mejicanos no pudieron dar, por semejanza, un mismo nom- bre á plantas en sí tan diferentes. De haber sido así no faltaría algún cor- * día que llevara el nombre de amate, que es la castellanización del antiguo amatl y que, como sabemos, solamente se aplica á los ficus indígenas. . Si Hernández, al decir amaquauhuitl, no quiso hablar de un amate ó amatl, ¿pretendió, entonces, designar al anacahuite? Las bases que pue- den darse para una resolución afirmativa á esta cuestión han sido: una no- table coincidencia entre los caracteres que Hernández consigna y los que tiene el anacahuite; una semi-coincidencia entre las letras de ambos nom- bres. Con respecto á lo primero, necesario es declarar que los caracteres que NomMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 87 el botánico español atribuye al amaquahuitl corresponden con los que tie- ne el anacahuite: hojas, por la textura y quizá por la forma; flores, por la disposición y por el color. Preciso es también advertir que, aunque nues- tros colectores botánicos no han identificado al anacahuite entre la flora del Estado de Morelos, al menos, que sepamos (véase “Sinonimia de Plan- tas Mexicanas,” por el Dr. José Ramírez), nosotros hemos encontrado en los alrededores de Tepoztlán una planta que, de no ser dicho anacahuite, por lo menos es del mismo género que éste, pues su porte, foliescencia y madera acusan una gran afinidad con el bojón, tambor, ó palo María (cor- día gerascanthus, Jacq.) Esta planta tiene sus flores blancas y en corimbos según se nos ha informado (pues nosotros no hemos tenido ocasión de ver- las) y. aunque se la conoce con otro nombre mejicano que luego diremos, algunos opinan que es el anacahuite, y así la llaman. No obstante todo lo expuesto, la descripción hecha por Hernández es tan superficial que no se- ría difícil, si se quisiera, aplicarla á otra ú otras varias plantas de muy dis- tinto género ó familia que el anacahuite. Por eso, sin negar la coinciden- cia de caracteres que hemos señalado, y aun en el caso de que en Tepoz- tlán exista el cordia anacahuite, tal coincidencia no es bastante para jus- tificar la afirmación de que Hernández quiso describir dicha planta. Véamos, ahora, qué valor puede tener la semicoincidencia de letras en tre ambos nombres. Dos casos pueden suponerse, al dar por cierto que el médico de Feli- pe II quizo, realmente, hablar del anacahuite (anacuauitl?): 12 dicho autor tuvo el propósito de consignar este nombre, pero al escribirlo se equivocó, 6, bien, lo escribió con la ene pero el tipógrafo cambió dicha letra, ponien- do una eme equivocadamente; 22 el nombre debido era amaguahuitl y la palabra ha sufrido alteración de entonces áacá Evidentemente que la pri- mera suposición carece de valor, puesto que el mismo Hernández dice: ““Amaquahuitl, ó sea árbol del papel,” en donde la eme del elemento amatl (papel) está en su papel. La segunda suposición es, pues, la posible. Pero, ¡en qué condiciones ha sido necesario que se efectuara tal fenómeno? Cree- mos que la corrupción ó alteración de la estructura de una palabra se pue- de atribuir á dos factores aislados ó concurrentes, que son, distancia de tiempo y distancia de espacio entre la época ó el lugar en que la palabra ha- ya tenido su mayor ó más genuino empleo y aquellos en que se esté usan- do. En el caso dela palabra amaquahuitl, ésta podría haberse alterado: (a) por ser empleada en comarcas alejadas del radio de acción de la lengua me- jicana, á que pertenece; (b) por ser empleada en tiempos muy distantes de aquel en que tuyo su más intenso uso; (€) por la concurrencia de ambas cir- eunstancias. Por ejemplo: en Tamaulipas, en Nuevo León, ó en Coahuila, —en 88 Marcos E. BECERRA, donde el anacahuite abunda y se le conoce con tal nombre,— podría haber sucedido que lasupuesta palabra mejicana originaria se hubiese convertido en laactual. A tal supuesto podría dar fuerza la observación de un hecho más, á saber: la palabra anacahuite, —ó amacahuita, como otros dicen, — por su estructura, sugiere laidea de un diminutivo castellano, y de allí, quizá, pudo venir la palabra anacua, ó anagua, con que se digna en aJguno de aque- llos Estados otra planta que corresponde á un género que tiene afinidad con el cordia (eheretia elliptica, DC., Borragináceas). En los nombres de lugar de aquellaregión,—que de seguro provienen delos de estas plantas, --se advierte más claramente esa deformación gradual de la palabra anacahuito, según se ve á continuación: Anacahuite,. ..-- Anacahuita, - .--- Anacuita, - ---- Anacua, -..- Ánacuas.... Pero es el caso que la corrupción de la palabra amaquahuitl,—si ella hubiera de ser considerada como verificada,— se presenta también en co- marcas y en tiempos de completa actividad de Ja lengua mejicana; como, “ por ejemplo, en Tepoztlán. Si las palabras amatl y amacuantl tienen como raíz un mismo elemento, por qué una de ellas, aun castellanizada, no ha perdido la eme, de modo que se dijera anate y no amate, ¿Por qué la otra nose mantiene en la misma línea de variabilidad de su compañera? ¿Por qué, finalmente, la planta que hemos visto en Tepoztlán lleva otro nombre en me- jicano, con el que es conocida allí, en vez del nombre de anacahuite que, aunque altérado, vendría á ser el más apropiado á su antigua aplicación? Tal planta, lo repetimos, tiene allá otro nombre y es éste el de micacuauitl, que quiere decir “árbol de la tos mortal” (de micatlatlasisti, tos mortal, — tos ferina, — y cuanill, árbol), y que alude al empleo que se hace de sus flores y de su corteza para la curación de las afecciones bronquio-pulmo- nares. ' De todo lo expuesto se puede inferir con toda exactitud que la pala- bra anacahuite no es una corrupción ó alteración de amacuauitl y que, por consiguiente, el amaquahuitl de Hernández no es aquella planta de las Bo- rragináceas. Quedan, por lo mismo, sin identificar la planta descrita por el botánico español así como el amacoite que ha dado nombre al lugar de Tabasco y que, con toda probabilidad, es el antiguo amacuauitl. 6.—AMATAL (hacienda, en la Municipalidad del Centro).—Co- lectivo castellano, derivado del aztequismo amate, nom- bre de cierta planta (véase “Amacoite”). 7.—AMATÁN (río, en la Municipalidad de Tacotalpa, afluente del de la Sierra). —“Donde abundan los amates.”—““Ama- NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 89 tlán” (de amatl, amate, cierta planta; y ¿lan, colectivo toponímico).—Mejicano (véase “Amacoite”). 8.—AMATE (rancho, en la Municipalidad de Jonuta).—Nombre de cierta planta (véase “Amacoite”). 9.—AMATITÁN (pueblo, en la Municipalidad de Jalpa, y punto del río Usumacinta, en la de Jonuta).—“Lugar entre los amates.”—““Ama-titlan” (de amatl, amate; y titlan, en- tre). —Mejicano. 10.—ANAtTÉ (hacienda, en la Municipalidad de Tenosique).— “Cuadro, ó cuadrado.”—“Amayté.”—Maya. 11.—ANTA (pueblo, enla Municipalidad de Cunduacán) —“Lu- gar de recandación.”—“Aanta” (de aanta, ir recogiendo). - —Mejicano. 12.—APAZTLA (pueblo antiguo de la Chontalpa, ya extinguido). “Donde abundan los apastes."”—“Apas -tla” (de apastli, cierto utensilio para agua, lebrillo; y tla, colectivo).—Me- jicano. Aunque en las “Relaciones de Tabasco” aparece el nombre de esta población no hemos podido hallarlo en el mapa que las acompaña. ¿Será quizá, el actual Atasta, cuyo nombre haya sufrido alteración de entonces á acá? No es posible resolverlo. El dicho Atasta no figura en el mapa ni en el texto de la obra citada. 13.—ASTAPA (pueblo, en la Municipalidad de Jalpa). —“Ribe- va de las garzas. ”—“Ast--apan” (de astatl, garza; y apan, sobre el agua). —Mejicano. Los más autorizados y antiguos mejicanistas, si no es que todos, han establecido la costumbre de escribir con zeta las palabras mejicanas en que la zeta ó la ese deba ponerse. Si hubiéramos de seguir esa costumbre, la restauración de la palabra que motiva esta nota sería Azt-apan y no Ást -apan y uno de sus elementos aztatl y no astatl. Sin embargo, mantenemos en ese particular, la forma que la palabra tiene en la ortografía geográfica oficial, porque la consideramos correcta, fundados en estas razones: 1? por- Mem, Soc.Alsate. México, T. 29. (1909-1910)—12 PAN % A 90 MArcos E, BECERRA 4 5 que se acostumbra pronunciarla con ese y no con zeta; 2? porque nunca se ha pronunciado con zeta (tal como esta letra se pronuncia hoy en caste- llano), pues en la lengua mejicana nunca ha existido dicha letrá. Don Eufemio Mendoza, mejicanista de autoridad, dice que en mejica- no “la ce suave se pronuncia casi igual á la ese un poco más silvada,” y que “lazeta poco se parece á la castellana, pues tiene un sonido semejan- te á la ese.” En el maya tampoco existe la zeta, según Don Juan Pio Pé- rez, y tampoco en el tsoque, según hemos podido advertir al oírlo hablar frecuentemente. Más, aún: entendemos que no hay lengua indígena de América que tenga tal sonido. Pero, entonces, —se nos dirá, —¿por qué los primitivos escritores espa- ñoles mejicanistas, ó mayistas, hicieron un uso exclusivo de los signos zeta y tezeta, cuando lo indicado habría sido precisamente desecharlos, emplean- do la ese ó la esse que también existían entonces en el castellano?» Para encontrar la causa de ello precisa saber que que el sonido zeta fué introducido en la lengua castellana por los dominadores musulmanes de la » península ibérica. En efecto, este sonido no existió, —según lo prueba D. Julio Cejador y Frauca en su obra “Gérmenes del Lenguaje, ”— ni en el latín, ni en el griego, ni en el éuskero, ni existe en el francés ni en el ita- liano, mientras que sí se encuentra en el árabe, el hebreo, el siriaco y el albanés. Puede, pues, darse por cierto que su introducción al castellano se debe á los árabes y que en la época de los descubrimientos y conquistas de América ya su empleo estaba tan generalizado como lo está hoy, aun en regiones en donde el dominio político de los musulmanes no pudo pene- trar. Pero como la literatura estaba en tal época en manos del elemento hostil á judíos y mahometanos (los clérigos, casi siempre). éste no había admitido la tal zeta arábiga en su fonética, y el signo que hoy le correspon- de representaba entonces el sonido latino algo parecido al de la ese actual. Así se explica perfectamente que aplicaran la repetida zeta á un sonido de nuestras lenguas de América que tenía mucha semejanza con la consonan- te latina. Un hecho que tiene relación con lo anterior, pero que no puede atri- buirse á la misma causa, sino á otra distinta, es el de que en el castellano que se habla en América no se pronuncia absolutamente por ninguna per- sona nacida aquende el Atlántico la zeta castellana. Todas las personas, de éstas, medianamente instruídas, saben que, por ejemplo, las palabras cereza y ceniza se pronuncian con sonidos en que no entra la ese y, sin em- bargo, todas esas personas las pronuncian como si se eseribieran con dicha ' ese: seresa, senisa. Si los españoles conquistadores empleaban ya en su épo- ca la zeta arábiga, necesario es suponer que su empleo se debió sostener en $ EN NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 91 América como se ha:sostenido en España hasta ahora, á no haberse pre- sentado otra causa distinta de la influencia literaria á que hemos hecho referencia antes. Esta causa fué, á nuestro parecer, la fonética americana, en donde la zeta no existía. Las madres ó las nodrizas que amamantaron á la raza criolla no la pronunciaban y por esta causa esa raza se independi- zó del influjo árabe con respecto á la letra consabida, pero introduciendo su propia influencia étnica en la lengua de sus progenitores masculinos, de tal modo que la ese que ahora pronunciamos difiere de la ese española que estamos acostumbrados á oír de labios de los españoles contemporáneos, pues nosotros la emitimos sumamente delgada y la que ellos emplean es más gruesa, más voluminosa, por decirlo así, teniendo cierta aproximación á la she que antes tuvo el castellano. Volviendo sobre el asunto de la ortografía usada por los primero me- jJicanistas ó mayistas, un examen dela fonética de la zeta, y de su afines la te y la de, nos servirá para corroborar las ideas expuestas al principio. Dichos primeros escritores ponían algunas veces antes de la zeta una te, como se ve en las palabras tzupotl, tzanatl, tzopilotl. Pues, bien: haciendo el intento de pronunciar estas palabras en su legítima, íntegra y correcta forma prosódica mgderna, se tropieza con una insuperable dificultad de lo- grarlo, debido ello á que, siendo la te y la zeta miembros de una misma se- rie orgánico—fisiológico de sonidos (te, de, zeta), la diferencia de ellos, cuan- do se les une así, escapa á nuestro órgano vocal ó á nuestro oído. Igual dificultad tendríamos en pronunciar íntegramente las letras de las siguien- tes sílabas, constituídas con sonidos que también forman serie entre sí: dze ó zde, eya ó gra, ycha ó chya (ye consonante), ssha ó shsua, vfa ó fea, bpa ó pba. En todos estos casos una de las dos absorve indefectiblemente á su ve- cina, oyéndose solamente la inmediata á la vocal. Por el contrario, considerando aquel signo zeta como representante de una ese, no es difícil pronunciar las combinaciones citadas de las palabras tzapotl, tzanatl, tzopilotl, que deben leerse tsapotl, tsanatl, y tsopilotl y caste- llanizarse sapote, sanate, sopilote. El latín botánico se ha visto obligado á transcribir con ese la palabra tzapotl, y ha llamado al chicozapote achras sa- pota, y á la familia de estas plantas Sapotaceae, de donde la Real Academia ha tenido necesidad de escribir Sapotáceas. Antes de terminar esta nota, haremos una observación acerca de la au- tenticidad del nombre Astapa como palabra mejicana. Entre las muy importantes notas con que.dos distinguidos escritores tabasqueños enriquecieron la segunda edición de la “Historia de Tabasco,” del Sr. Pbro. D. Manuel'Gil y Sáenz, hay una en que se emite la opinión de que la palabra Astapa no es mejicana sino genuinamente castellana, pues- 92 Marcos E, BEOERRA. to que una antigua población española se llamó así. Creemos errónea tal opinión, porque, si bien es verdad que existió en España una población de ese nombre, eso fué antes de la época de las conquistas de América. Dicha población tiene ahora el nombre de Estepa y ese nombre ya lo tenía tam- bién en la época expresada. En la relación de la “Conversión del Piritu,” impresa por primera vez en 1690, y reproducida en la *“Colece. de Libros raros ó curiosos que hablan de América” (vol. VIL—Madrid.—1892), se lee el siguiente pasaje: ““---.el padre fray Matías Ruiz Blanco, natural de la villa de Estepa ----” Por otra parte, en las “Relaciones,” escritas en 1579, es decir, cineuenta años después de la Conquista, ya se menciona á ** Aztapa— Zaguatán” como parte de un grupo de poblaciones llamadas “los tres Za- guatanes.” 14,—ATASTA (villa, en la Municipalidad del Centro).—“Gar- zal del agua.”—“At-astla” (de atl, agua; y astla, garzal). —Mejicano. La restauración de este nombre consignada en los “Nombres Geográ- ficos de Tabasco,” no es la que ponemos aquí sino “Az-ta-tla,” significan- * do “en donde abundan las garzas.” Tal vez el distinguido autor de la obra estaba enterado de que en Oaxaca existía una población con el nombre de Astatla ó Astata, y creyó, con tan atendible fundamento, que nuestro Atas- ta era una alteración del nombre que lleva la población oaxaqueña. Nos- otros desechamos tales restauración é interpretación porque en las “Rela- ciones” yemos que desde 1579 el nombre se empleaba exactamente con la estructura que ahora tiene, y no es probable que en cincuenta años hubie- ra sufrido esa alteración, cuando luego en más de trescientos no ha sufrido ninguna. Hay que advertir que el Atasta de que hablan las “Relaciones” no era la actual población, objeto de esta nota, sino otra, hoy ya extinguida, cer- ea de Jicalango, de Campeche. Quedaba esa población ubicada cerca de la laguna de Atasta, hacia la parte de aquel Estado próxima á nuestro límite y que antiguamente nos pertenecía. , Bernal Díaz la llama Gueyatasta, diciendo que quedaba cerca de Xica- lango. 15.—ATLÁN (hacienda, en la Municipalidad de Nacajuca).— “Donde abunda el agua.”—“A—tlan” (de atl, agua; y tlan, colectivo toponímico).—Mejicano. ES NOMBRES GEOGRAFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 93 16.—AYAPA (pueblo, en la Municipalidad de Jalpa). —“Lugar de neblinas.”—“Ayau-pan” (de ayauitl, neblina; y pan, terminación toponímica).—Mejicano. 17.—BALANCÁN (villa, cabecera de la Municipalidad desu nom- bre).—“Lugar abandonado á causa del fuego. ”—“Balan— kan” (de balan, haberse huido; y kaan, apócope de kakaan pp. del verbo arder, quemarse, incediarse).—Maya. 18.—BALLASUS (laguna, en la Municipalidad de Nacajuca).— Mejicano? La estructura de esta palabra, —si realmente fuere mejicana, — pare- ce muy alterada. 19, —BASLUNTIC (arroyo, afluente del río Chinal, en la Muni- cipalidad de Macuspana).—“Lugar ó región especial de saraguatos.”— Bats-lum-t” (de bats ó baats, saraguato; lum, tierra; y ti, lugar señalado ó determinado).—Maya, 20.—BOQUIAPA (pueblo, en la Municipalidad de Jalpa).—“Lu- gar de neblinas.”—“Po-quia-pau” (de poctli, humo; qui- auitl, lluvia; y pan, terminación toponímica).—Mejicano. 21.—BULUJÍ (hacienda, en la Municipalidad de Tacotalpa).— “Lugar de ahogados. ”—“Bu-luc-3i1” (de buluc, ahogado, que se ahoga; y Júl, haber sido, del verbo jal, ser). —Maya. La hacienda está á la margen del río de Puscatán, llamado también río de Bulují ó de los Bulujfíes, el cual tiene su origen en el Departamento de Chilón, Chiapas, en donde también existe un lugar de tal nombre. 22.—BUsH (laguna, en la Municipalidad de Nacajuca).—“Ca- labazo.”—Maya. El nombre de bush se aplica en Tabasco á Ja planta que produce los ca- 94 Marcos E. BECERRA. labazos, bules, acocotes, alacates ó guajes (layenaria, vulgaris, Ser., Cucurbi- táceas), al fruto de ésta y al utensilio ó vasija que se obtiene del epicarpo de dicho fruto, _ : El Lic. Don Eustaquio Buelna, en su estudio sobre los “Nombres keo- gráficos de Sinaloa,” considera que el nombre de bule, que allá se da al uten- , silio indicado, es de la lengua cahita que allá mismo se habla. La cireuns- tancia de que esa palabra no sólo se use en Sinaloa sino también en otras regiones muy distintas de aquella, la de que en Tabasco se use una palabra tan semejante á bule y que tiene más apariencia de indígena que ésta, y la del significado de bush en lengua maya (*“cosa hinchada, ó cosa engrosada”) hacen suponer que bule no es más que una alteración del originario maya bush, el cual puede haberse propagado á los lejanos puntos en que ahora es usual por la vía de las Huastecas que, como se sabe, son de origen maya. Es oportuno llamar la atención del lector sobre que, aunque ha sido costumbre representar el sonido she, que exite en esta y en otras palabras mayas ó mejicanas, con una equis (bux, en vez de bush), nosotros represen- taremos ese sonido siempre con la letra inglesa she. Nuestro objeto es no fomentar más el error (muy frecuente y explicable en quienes no estén al corriente de la ortografía histórica del castellano, ó de la fonética antigua del mejicano ó del maya), de que en el mejicano ó en el maya había el so- nido equis, —tal como lo tienen las palabras actuales máximo, luxar, Xo- chimileo, Xóchitl, — cuando no hubo nunea tal sonido gutural en esas dos lenguas. En ese error han caído los extranjeros, —franceses é ingleses—eon respecto á nuestra denominación gentilicia y nacional, pues nos llaman mecsicanos, Ó Mérsico, cuando, realmente, nunca nos hemos llamado así. La equis, —cuyo empleo en la palabra México tanto se ha discutido, — se usaba en el castellano del tiempo de la*Conquista como la she del inglés ó la cre del francés ahora. La gran ciudad azteca tenía dos nombres, según es bien sabido: uno era el de Tenochtitlán. y el otro era el que, modificado por la evolución grá- fico-fonética del castellano, ha llegado hasta nosotros. Este último no se pronunciaba con el sonido de la jota con que nosotros lo pronunciamos aho- ra, pero tampoco con el sonido de la equis (e-s) que algunos creen, sino que se pronunciaba Méshico, así como con she inglesh ó che francesa. Los cas- tellanos consignaron exactamente los sonidos de la palabra escribiendo Mé- xico. De igual manera escribían Xalapa, Oaxaca, Tlaxiaco, palabras indí- genas, 6 Guadalaxara, Ximénez, palabras españolas, que se pronunciaban Shalapa, Oashaca, Tlashiaco, Guadalashara, Shiménez. Transcribieron, pues, la palabra correctamente, puesto que aplicaron al sonido la letra que le co- rrespondía. Había, sin embargo, elf el castellano y por la misma época, —según lo NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL EsTADO DE TABASCO. 95 adviérte Cejador y Frauca, en su obra “Gramática y Diccionario del Qui- jote,"— otra letra cuyo sonido era análogo al que la equis tenía entonces. Esa letra era la jota, que sonaba como nuestra ye actual. ¿Cómo y cuándo empezaron á usarse ambas con el sonido gutural que tiene ahora la jota? No podríamos decirlo, pero es lo cierto que, andando el tiempo, vinieron á pronunciarse, tanto la jota como la equis, con el referido sonido gutural, desapareciendo del castellano el sonido que tenía la equis y quedando sólo á la ye el palatal que ya desde entonces tenía y que aun tiene. El sonido que tenía en el antiguo castellano la equis, existe, —ya lo hemos dicho, — en el inglés y en el francés, como se encuentra en los nombres Sheldon y Cham- pionet. Nosotros emplearemos aquí el signo inglés que es el que menos se presta á confusiones. Si empleáramos la equis seguiría sucediendo lo que ya hemos indicado, á suber: que los que no saben qué sonido se daba á esa letra en tiempos de la Conquista, la pronunciaban como c-s, y creen que ese era el sonido mejicano. Se ve, pues, que los que recomiendan el empleo de la equis en vez de la jota para las palabras Méjico, Jalapa, Oujaca, ete., alegando que el ori- gen de esas palabras lo justifica, aducen un argumento notoriamente falso, si se refieren al origen mejicano. Mal se invoca el origen en cuestiones or- tográficas, para palabras que no tenían alfabeto. Si tan amigos son del ori- gen, ¿por qué no lo reivindican para la restauración ortográfica de los nom- bres de Guadalajara, Jiménez, Jerez, cuya ortografía actual tiene el mismo origen que tuvieron las que antes hemos dicho? ¿Por qué no abogan por la restauración fonética de las palabras mejicanas, cosa que tal vez sea más fundamental pero que es menos factible, y que se diga Méshico, Oashaca, Shalapa, etc? Por lo demás, y puesto que para este otro objeto sería preciso una ver- dadera regresión, nosotros ponemos la restauración ortográfica de todas es- tas palabras con la simple intención de restaurador, es decir; no para que se use de nuevo la cosa restaurada, sino para que se vea como era. Los pa- lacios del Palenke deben restaurarse, pero fácil es comprender que eso no se hace para habitarlos. Ñ 23.—BUusHiÁ (laguna, en la Municipalidad de Montecristo). —““El que se hincha ó crece por sí solo.” —'“Bush-inaj” (de bush, cosa hinchada, engrandecida, hinchar, engran- decer; é inaj, sufijo verbal que indica auto-acción, es de- cir, la acción sin el auxilio de agente extraño ó externo). —Maya. 96 MARCOS E. BECERRA. 24. —BUtzIJÁ (río, afluente del Usumacinta, en la Municipali dad de Tenosique).—“Humo de agua, neblina.”—“Butsi- 34” (de dutsil, humo; y ja, agua).— Maya, Nuestro amigo el Prof. D. Elías Aguilar nos informa de que este río tiene una cascada, en donde se forma la neblina á que debe atribuirse su nombre. También podría significar agua negra, de boshil, negrura, y ja, agua. 25.—CAMOAPA (arroyo, afluente del Mezcalapa, y vecindario de Huimanguillo). —“Ribera de los camotes.”—Camo- apan (de camotli, camote ó batata; y apan, sobre el agua). —Mejicano. 26.—CAMPECHE (hacienda de la Municipalidad de Comalcalco). —“Culebra y garrapata.”—Kam-pech (de kan, culebra; y pech, garrapa).—Maya. 27.—CANIZÁN (vecindario, en la Municipalidad de Tenosique). —“Víbora astuta. ”—Can-itzab (de kan, culebra, víbora; é itsat, astuto, artero, cauto).—Maya. Se ha emitido la opinión de que este nombre es una alteración de Xt- zancamac, nombre de le capital de la antigua provincia de Acalan, en que se supone que fué sacrificado el estóico é indomable Cuauhtémoc, y de allí ha nacido la creencia vulgar de que en ese lugar fué aquel acontecimiento. Todo ello no puede pasar de una conjetura desprovista de verosimili- tud, pues, además de que los nombres son diferentes, el lugar en que pu- diera suponerse que estuvo Fizancanac no sería, en ningún caso, el que ocu- pa el actual Canizán. En efecto: aunque los dos derroteros que puede re- construírse con los datos que se encuentran en la carta de Cortés consabida y en la Historia de Bernal Díaz, difieren grandemente, y aunque, en tales condiciones, sólo los de Cortés nos merecen entera confianza, tanto éstos como los de Bernal Díaz coinciden en consignar el hecho de que entre Ci- guatezpan ó Ciguatepecad (Tenosique) é Itzancanac había más de tres jor- nadas hacia el interior, lo que equivale, según la celeridad posible en aque- lla marcha, á decir que había más de quince leguas. Ahora, bien: el actual 5 NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. ; 97 Canizán queda río abajo del pueblo de Usumacinta que, según el dicho bien claro de Cortés, estaba abajó de Ciguatezpan, entre esta población y Tatahuitalpun (Balancán). Si Canizán es el asiento de alguna antigua población, no es probable que ésta haya sido el histórico Itzancanac. Los dos nombres de Itzancanac y Hueiacalan, maya el uno y mejicano el otro, con que en los relatos de Cortés y Bernal Díaz, respectivamente, se alude á una misma población, vienen á significar lo mismo. Tltzancanac sig- nifica “cosa ingeniosa que flota, ó fotante” (de itzat, ingenioso, hábil, indus- trioso; y kaanac, cosa flotante). Hueiacalan quiere decir “Acalan, grande,” y Ácalan “lugar de canoas” (de acali, canoa; y lan, terminación de nombre de lugar). De paso debemos notar que la palabra kaanac (cosa flotante) es una prueba del parentesco de los idiomas del Continente con los antillanos, puesto que la palabra canoa, tan parecida á kaanac, es antillana. 28.—CANTEMÓ (rancho, en la Municipalidad de Jonuta y arro- yo en la de Tenosique).—Nombre de cierta planta (aca- cia filicina, Willd, Leguminosas).—Maya. 29.—CANTUC (hacienda, en la Municipalidad de Tenosique). —*“Coyol ó eocoyol, amarillo. "—“Kan-tuk” (de kan, ama- rillo; y tul, coyol, eocoyol, ó cuaucoyoli, cierta planta).— Maya (véase “Cocoyo!”). *30.—CAOBANAL (vecindario, en la Municipalidad de Jalpa).— Colectivo castellano, derivado de caóbano, ó caóbana, cierta planta. (Véase “Caóbano”). *31.—CAÓBANO (arroyo, afluente del río Butzijá, en la Munici- palidad de Tenosique).—Nombre de cierta planta llama- da también caóbano, caobo y caoba (swietenia mahogana, Lin,, Meliáceas). Esta palabra es de la lengua caribe, según el Diccionario de la Real Academia Española. 32.—CATEC (arroyo, afuente del río San Pedro, en la Munici- palidad de Balancán).—“El que pasa ó atraviesa rápida- Mom. Soc.Alzate. México. T. 29. (1909-1910)—13 5 08 MARCOS E, BECERRA mente.”—“Ka-tec” (de hat, atravesa ó estorbar el paso; y tec, breve, pronto, presto, rápidamente). —Maya. *33.—CEIBA (vecindario, en la Municipalidad de Paraíso, y la- guna y arroyo en la del Centro).—Nombre de cierta plan- ta (eriodendron occidentale, Tr. et Pl. Malváceas).—Hai tiano. 34.—CENTLA (ciudad del Tabasco precortesiano, ya desapare- cida).—“En el maizal."—“Sen-tla” (de sentli, mazorca de maíz; y tla, colectivo.—Mejicano. Los autores que han hablado de esta población han alterado de diver- sos modos el nombre de Sentla, ó Centla, pero la mayor parte de las varian- tes se pueden atribuir ó á la afinidad fonética de la e con la i, como de Cen- tla Cintla, ó á un error de lectura, al tomar por una u lo que en los manus- eritos era una ene, como de Centla Ceutla. Esta población estaba situada cerca del mar y próxima á la que más tarde fué Santa María de la Victoria, segín los cronistas de la Conquista. 35.—CIMATÁN (barrio de la ciudad de Cunduacán, antes pue- blo de Santiago-Cimatán).—“Donde abundan los cima- tes ”—“Sima-tlan” (de símatl, cierta planta; y tlan, colee- tivo toponimiceo).—Mejicano. Bajo el nombre de cómatl, comapalli, ayecocimatl, cicimatic, cuahtoccimatl, tecimall, y tlalcimat!, describe Hernández varias plantas que corresponden generalmente, sezún el Dr. Urbina (*“Anales del Museo Nacional;” segun- da época, tomo III, pág. 157-162), á diversas especies y géneros de Legu- minosas, principalmente al del frijol (phaseo/us). Lo que se utilizaba de todas ellas para usos alimenticios ó medicinales era la raíz tuberiforme, del- gada. Son, en lo general, plantas del medio cálido. z El cicimatic (canavalia villosa, Bent.), se encuentra en Teapa y en los alrededores de San Juan Bautista, en donde se le da el nombre vulgar de frijolillo. Creemos que el nombre Zimapán, lugar en donde existen esta planta y el cónatl (desmodium amplifoltvtum, Hewmls.), aluda á alguna de ellas (Zima-pan ). NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 99 El P. Sahagún (“Historia General de las Cosas de Nueva España;” to- mo III, pág. 232-237) dice: “Hay una raíz que se llama cimatl; la yerba de esa raíz se llama quarecoc y también cimatl; esta yerba hace unas habas que son como frijoles grandes y son éstos pero silvestres; la raíz si se come eru- da ó mal cocida provoca á vómito y mata; es menester cocerlas dos días y que hierban consecutivamente.” Según se deja comprender por el relato de Bernal Díaz, bajo el nombre de Cimatán se entendía no una población sino un grupo de poblaciones, que dieron mucho quehacer, por su indomable carácter, á los primeros enco- menderos, de los cuales fué el mismo Bernal uno. Este dice que “los de Cimatán no querían venir á la villa (de Coatzacoalcos) ni obedescer manda- mientos.” Con este motivo el Capitán Luis Marín comisionó al mismo Ber- nal Díaz para ir con otros tres españoles á procura» reducirlos por la buena, pero los indios, lejos de entender, salieron agresivamente al encuentro de los comisionados hasta cerca del río Mazapa (hoy cauce del río Seco), ma- tando á dos de ellos, hirieron gravemente á Bernal Díaz y haciendo “tomar las de Villadiego” (como ingenuamente dice el soldado historiador) al otro compañero. Tal estado de insurrección dió origen á la expedición á Chia- pas hasta Chamula, pasando por Tepuzutlan (?), Cachula (Quechula), Ez- tapa (Istapa) y Cinacantlan (Zinacantlán). De regreso por Tapelola (Tapi- lula), Silosuchiapa (Solusuchiapa), Coyumelapa (?), Estapanguaxoya (Ista- pangajoya ), Tecomayacate ( Tecomajiaca) y Ateapan (Teapa), quisieron tomar venganza de los cimatecas, cosa que no lograron del todo, pues, por lo contrario, losindios “hirieron sobre veinte soldados y mataron dos caballos,” huyendo luego de la población. Posteriormente, cuando Cortés pasó por Tabasco, rumbo á Centro-América, ordenó á Bernal Díaz adelantarse á Iqui- nuapa (población principal de los Cimatanes) con treinta españoles y tres mil indios mejicanos, á fin de que los alojaran, cosa que, naturalmente, lo- gró, pero volvieron á alzarse tan luego como los españoles salieron. La su- jeción definitiva no se efectuó, quizá, sino hasta la época del Adelantado Montejo. Los Cimatanes ó Cimatecas estaban constituídos, probablemente, por las poblaciones de Conhuacán, Cimatlán, Cueultiupa, Iquinuapa y quizá algunas otras. En el mapa de Melchor de Alfaro aparece esta última (Te- noapa) pero las demás no, viéndose, en cambio, hacia el interior una ins- cripción que dice: los tres Cimatanes. Los de Cimatlán eran de filiación mejicana, pues en las “Relaciones” se dice: “motezuma tenía en esta provincia (Tabasco) dos fuerzas de mexi- canos que eran xicalango e cimatlán” (Véase Zaguatán). En Oaxaca existe la población “San Lorenzo Zimatlán,” nombre que el Sr, Martínez Gracida traduce por “lugar de la raíz del cerro” (?). , 100 MARCOS E, BECERRA. 36.—CoBÁ (laguna en la Municipalidad de Tenosique). —“En- roscado sobre sí mismo”.—“Cop-ba” (de cob, enroscarse; i da, desinencia reflexiva).—Maya. *37.—COCOHITAL (arroyo en las Municipalidades de Paraíso y Comalcalco). —Colectivo castellano del aztequismo coco- hite 6 cocuite (cuacuauitl en mejicano), nombre de cierta planta (robinia, sp? Leguminosas). 38.—CocoNnÁ (montaña, en la Municipalidad de Teapa).— “Agua honda”.—“Kook-né", (de kook, hondo; 1 naá agua). —Tsoque. De esta montaña baja un arroyo llamado en castellano “Arroyo Hon- do.” 39.—CocoYoL (hacienda, en la Municipalidad de Nacajuca). —Aztequismo, derivado del mejicano cuauhcoyoli, noma- bre de cierta planta (cocus guacoyule, Liebm., Palmeras). 40.—CoMAL (arroyo, en la Municipalidad de Nacajuca).—Az- tequismo derivado del mejicano comali, nombre de cier- to utensilio de cocina. 41.—COMALCALCO (ciudad, cabecera de la Municipalidad de su nombre).—“Casa de los comales”.—““Comal-cal-co” (de comali, comal, cierto utensilio de cocina; cali, casa; 1 co, terminación toponímica).—Mejicano. Cerca de esta población existen las ruinas llamadas de “Comalcalco” y que han sido descritas por M. de Charnay, quien las visitó. Opina este arqueó- logo que corresponden á la antigua Centla, pero esa opinión, fundada en una falsa identificación del río Grijalva, fué ampliamente refutada por el Sr. Ro- virosa en su “Ensayo Histórico sobre el Río Grijalva.” Los datos que se encuentran en las “Relaciones de Tabasco” corroboran absolutamente lo asentado en dicho “Ensayo.” Ni la población ni las ruinas aparecen en las NoMBRES GEOGRAFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 101 “Relaciones,” ni en el mapa de Melchor de Alfaro. En un mapa antiguo en- H) contramos una población con el nombre de “Los Comales,” ubicada en la región de los Agualulcos, antiguamente de Veracruz. Como se ad vertirá, hemos escrito las palabras comali, cali (comal, casa), con ele y no con elle (comalli, calli) porque en mejicano no había elles, co- mo ahora tampoco las hay. Creemos que la costumbre de escribir con elle las palabras que se pronuncian con ele no sea más que un hábito de lati- nistas, que sería muy bueno in ¿llo tempore, y para palabras de abolengo la- tino, pero no para las del mejicano. 42,—CoNGO (laguna, en la Municipalidad de Macuspana).— “Lugar de fiebres”.—“Com-co” (de comic, calentura re- * cia, fiebre; i co, terminación toponímica).—Mejicano. 43.—CoNJÁ (arroyo, afluente del río Usumacinta, é isla, en la Municipalidad de Montecristo).—“Agua de la hondona- da”.—“Kon-já” (de kon, barranco, valle, hoya; i ja, agua). —Maya. 44.—CoPÓ (rancho, en la Municipalidad de Tenosique). —Nom- bre decierta higuera parásita (ficus rubiginosa, Desf. Urti- cáceas).—Maya. 45,—CUATAJAPA (río, afluente del Sanapa, en la Municipali- dad de Huimanguillo). —“Ribera del bosque ó arbole- da”.—“Cuatlaj-apan” (de euatlajtli, bosque; y apan, sobre el agua).—Mejicano. 46.—CUBILÍN (rancho, en la Municipalidad de Balancán).— “Majada ó rastro de pumas”.—Coj-bilín” (de coj, puma; 1 bilín, rastro ó majada).—Maya. 47. —CUCULTIUPA (barrio de la ciudad de Cunduacán, antes población separada).— “Templo de la enfermedad”.—Co- col-teopan” (de cocolistli, enfermedad; 1 teopan, templo). —Mejicano. 48, —CUCUYULAPA (río, laguna y vecindario, en la Municipali- 102 MARCOS E. BECERRA. dad de Cundnacán).—“Ribera de los eoyoles ó cocoyo- les”.—“Cnaucoyol-apan” (de cuaucoyoli, cocoyol, cierta planta; i apan, sobre el agua). —Mejicano (véase “Coco- yol”). *49.—CUERNAVACA (hacienda, en la Municipalidad de Comal- ealeo).—“Lnugar junto al bosque”. —“Cuau nauac” (de cuautla, bosque; y nauac, cerca).—MeJicano. 50.—CÚLICO (pueblo, en la Municipalidad de Cunduacán).— “Lugar de los abuelos”.—*Culi-co” (de culi, abuelo; y co, terminación toponímica).—Mejicano. 51.—CUMUAPA (vecindario, en la Municipalidad de Cundua- cán).—“Luyar que tiene ollas”.—“Com-ua-pan” (de co- mitl, olla; ua, posesivo; i pan, terminación toponímica).— Mejicano. 52.—CUNDUACÁN (ciudad, cabecera de la Municipalidad de su nombre). —“Lugar que tiene ollas”.—“Com-ua-can” (de comitl, olla, ua, posesivo; y can, terminación toponími- ca).—Mejicano. 53.—CUPILCO (pueblo, en la Municipalidad de Comalcalco; ba- rra ó desembocadura, entre Cárdenas i Paraíso, 1 vecin- dario, en esta última Municipalidad).— “Lugar de copi- lis”.—-*Copil-co” (de copli, cierta pieza del vestido azteca, propia de principales; y co, terminación toponímica).— Mejicano. En el mapa de Tabasco formado bajo la dirección del Sr. Prof. Alber- to Correa, en 1891, se ven dos lugares con el nombre á que se refiere esta nota, y son Cupilco, la barra ó desembocadura citada, y Cupilco, el pueblo jurisdicción de Comalcalco. En el mapa formado, posteriormente, bajo la dirección del Sr. D. Arcadio Zentella se ven tres, cuyos nombres están al- go diferentes allí, pero que son realmente los mismos: Tupileo, pueblo de Comalcalco, Tupilco, barra, y Tupilco vecindario de la Municipalidad de Pa- - NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 103 raíso. El nombre que aparece como nuevo es el del vecindario, que proba- blemente no siempre se ha tenido en cuenta, quizá por su poca importan- cia en lo antiguo ó por ser de reciente fundación. En la carta relativa de Hernán Cortés á Carlos Quinto, se menciona á Cupilco (Copileo ó Copilcon) como designando una provincia ó región. En las “Relaciones de Tabasco” hablando de la barra de Cupilco, se lee: “es despoblado este rrio,” .... “estan uno poblezuelos arrendados deste rrio la tierra adentro como quatro leguas seis y ocho que se dicen los copileos.” AMNí mismo dice que había dos poblaciones: Teotitlán—Copileo, 6 Copileo-Teuti- tlán, y Copileo-Zacualco. En el mapa que acompaña á dichas “Relaciones” se ve este último hacia la costa y el otro hacia el interior. *54. —CUPILQUILLO (laguna, en la Municipalidad de Paraíso). —Diminutivo castellano de “Cupiico” (Véase). En el mapa del Sr. Zentella están Tupilco y Tupilquillo en vez de Cu- pileo y Cupilquillo. Muchas personas usan en esas otras formas ambos nombres. ] 55.—CUSHCUCHAPA (rio, en las Municipalidades de Cundua- cán, Comalcalco y Paraíso, y vecindario en la de Cun- duacán). —“Ribera del agua dormida, amarilla”.—“Cos- eochi apan” (de costic, amarillo; cochi, dormir; y apan, so- bre el agua). —Mejicano. 56.—CHaBLÉ (hacienda, en la Municipalidad de Montecristo). —"“Trampa de hormigueros” —“Chab lé” (de chab, hor- miguero, cierto mamífero; y lé, lazo, trampa en que se usa lazo).—Maya. 57.—CHACaJ (rancho, en la Municipalidad de Balancán).— Nombre de cierta planta, llamada en castellano palo mu- lato (burseru gummifera, Jacyg., Burseráceas).—Maya. 58.—CHACALAPA (vecindario, en la Municipalidad de Jalpa, y nombre antiguo de uu río brazo del Dos Bosvas).—“Ri- 104 MARCOS E. BECERRA, bera de los camarones”.—“Chacal apan” (de chacalin, ca- marón; y apan, sobre el agua).—Mejicano. En las Relaciones se lee: “un río que entra por los cimatanes, atravie- sa por el medio de la chontalpa viene á Chiltepec;” y en otra parte: “Cha- calapa entra por los cimatanes, sale á la laguna de taxagual y á Chiltepec.” Probablemente era el río hoy llamado de Nacajuca ó de Cunduacán. 59. —CHACALÍN (laguna, en la Municipalidad de Macuspana). —Nombre del camarón, cierto crustáceo.—Mejicano. 60.—CHAcamás (río, afluente del Usumacinta, en la Municipa- lidad de Montecristo). —“Río que se derrama con fuer- za”.—“Shaa-kamach” (de shaa, derramamiento; kamach, recio, grande).—Maya. 61.—CHACUIBA (arroyo, afluente del río Teapa, en la ciudad de Teapa).—““Arroyo enchaparrado”. — “Cha-cui-bae” (de chaco, bajo; cui, árbol; y bac, arroyo).—Tsoque. 62. —CHACHOO (laguna, en la Municipalidad de Montecristo). ““Alcalino y salado”.—Chan-choo” (de chaaj, alealino, li- xípido; y chooch, salado). —Maya. 63.—CHANCcALÁ (arroyo, afluente del río Chocoljá, en la Muni- cipalidad de Tenosique).— “Víbora ó culebra venenosa, pequeña.” —Chan-calam” (de chan, pequeño; y calam, serpiente ó víbora de color negro y rojo, venenosa).— Maya. 64.—CHANSAYAB (hacienda, en la Municipalidad de Tenosi- que). —“Pequeño manantial”.—“Chan-sayab” (de chan, pequeño; y sayab, manantial, vena de agua).—Maya. 65.—CHAPULTEPEO (rancho y hacienda, enla Municipalidad de Huimanguillo, y hacienda, en la de Tacotalpa).—“Cerro NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL EsTADO DE TABASCO. — ” 105 del chapulín.”—“Chapol-tepec.” (de chapolin, langosta, cierto insecto; tepell, cerro; y c. terminación toponímica). —Mejicano. 66.—CHAQUILPÁ (arroyo, afluente derecho del río Usumacinta, en la Municipalidad de Tenosique).—“Aguada formada por los aguaceros ó lluvias. ”—Chaac il-paa” (de chaac, lluvia, aguacero; ¿l ser; y paa, aguada, alberca, estan- que).—Maya. 67.—CHAYALA (pueblo ya extinguido, próximo á la costa).— “Lugar en que se esperabas” —“Chiaya-lan” (de chiaya, pretérito del verbo chia, esperar; y lan, terminación topo- nímica).—Mejicano. Las Relaciones dicen que esta población estaba “obra de media legua” de la boca del río Grijalva, “en medio de la montaña” y enfrente de Santa María de la Victoria. 68.—CHASPA (arroyo, afluente del río Teapa, en la ciudad de este nombre).—“Arroyo que tuerce. ”—“Shats-bac” (de shats, torcer; y bac, arroyo).—Tsoque. 69.—CHICOCÁN (arroyo, afluente del Mexcalapa, y hacienda y vecindario, en la Municipalidad de Huimanguillo). — “Seis lugares. ”—Chicoa-can” (de chicoase, seis; y can, ter- minación toponímica).—Mejicano. *70.—COHICOZAPOTE (hacienda, en la Municipalidad de Tenosi- que). — Aztequismo derivado del mejicano shicotsapotl, nombre de cierta planta (achras sapota, L., Sapotáceas). 71.—CHICHICASTE (laguna y arroyo, en la Municipalidad de Frontera).—Aztequismo derivado de tsitsicastli, nombre de cierta planta urticante (gronovia scandens, L., Loáseas). Mem. Soc.Alsate. México. T. 29. (1909-1910)—14 106 MARCOS E, BECERRA 72.—CHICHICAPA (pueblo, en la Municipalidad de Comalcal- co).—“Ribera de las aguas amargas. ”—“Chichic-apan” (de chichic, amargo; y apan, sobre el agua).—Mejicano. 73.—CHICHIGOBAC (arroyo, afluente del río Amatán, en la Mu- nicipalidad de Tacotalpa).—Tsoque. 74.—CHICHILTE (arroyo, en la Municipalidad de Tacotalpa, afluente del río Teapa).—“Piedra colorada ”—“Chichil- te e (de chichiltic, colorado; tetl, piedra; y Cc, terminación toponímica).—Mejicano. En “Nombres Geográficos de Tabasco” se traduce este nombre por chichiltic, que por sí solo significa colorado, Nosotros ereemos que en la pa- labra hay los tres elementos que expresamos. *75.--CHICHONAL (vecindario, en la Municipalidad de Jalapa). —Colectivo castellano, derivado del tsoque, chichum, nom- bre de cierta planta (bactris horrida? Palmeras). Según Gagini (“Dice. de Barbarismos y Prov. de Costa Rica”) en Cen- tro América se lama guiscoyol (““coyol espinoso” en mejicano) á “una pal- mera muy espinosa cuya madera negra y durísima se emplea generalmente en la fabricación de bastones.” Creemos que sea la planta á que alude este artículo, 76.—CHILAPA (nombre de un pueblo ya extinguido, en la Mu-- nicipalidad de Macuspana; río, en las de Macuspana, Centro y Frontera, afluente del Grijalva; vecindario, en la de Frontera; y hacienda, en la de Macuspana).—“Ri- bera de los chiles ”—“Chil-apan” (de chili, chile ó pimien- to; y apan, sobre el agua).—Mejicano. *77,—CHILAPILLA (vecindario y hacienda, en la Municipalidad del Centro, y río, en las de Macuspana y del Centro, NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 107 afluente del Grijalva). —Diminutivo castellano de Chila- pa (véase). *78,—CHILAR (hacienda, en la Municipalidad del Centro).— Colectivo castellano, derivado del aztequismo chile (cap- sicum annuum, L., Solanáceas). 79. —CHILATEUPA (pueblo, ya extinguido, próximo á Nacaju- ca). —“Templo del chilar.”—“Chila-teopan” (de chili, chi- lar, sembrado de chiles; y feopan, templo). —Mejicano. 80.—CHILTEPEC (vecindario, en la Municipalidad de Paraíso). —“Lugar de chiles.”—“Chil-tepes” (de chili, chile; y te- pec, terminación toponímica).—Mejicano. 81.—CHINIQUIJÁ (arroyo, afluente izquierdo del río Usumacin- ta, en la municipalidad de Tenosique).—“Arroyo de pie- dras ligeras para hondas.”—“Chin-ikil-já” (de chin, piedra de honda; ¿kil, ligero, aéreo; y já, agua).—Maya. *82.—CHIPILINAR (vecindario, en la Municipalidad de Jalapa). —Colectivo castellano, derivado del mejicano chipilin, nombre de cierta planta (crotalaria guatemalensis, Bent., Leguminosas). 83.—CHIQUIHUITE (laguna, en la Municipalidad de Macuspa- na).—Aztequismo, derivado de chiguivitl, nombre que significa cesto ó canasta. 84, —CHISMUC (arroyo, afluente del río Usumacinta, en la Mu- nicipalidad de Tenosique).—“Agua que se escurre á so- tierra.”—“Tsits-muc” (de tsifs, escurrir el agua; y muc, enterrar, sepultar, soterrar).—Maya. 85.—CHocoLJÁ (río, afluente del Usumacinta, en la Municipa- lidad de Tenosique). —“Río de agua tibia ó caliente. ”— 108 Marcos E, BECERRA. “Chocol já” (de chocouol, color, ó chocou, caliente; y Ja, agua).—Maya. A este río afluye un arroyo llamado en castellano “Agua Tibia,” lo cual confirma la interpretación propuesta. *86.—CHOLULA (rancho, en la Municipalidad de Comalcalco). —“Lugar de asilo ó huída.”—“Cholo-lan” (de choloa, huir, y lan, terminación toponímica).—Mejicano. 87, —CHONTALPA (región, que comprende varias Municipalida- des).—“Región extranjera.”—“Chontal pa” (de chontlali, extranjero; y pan, terminación toponímica).—Mejicano. Este nombre fué puesto por los mejicanos á la región tabasqueña ne- tamente maya. En Oaxaca existe la región de los Chontales, que suponemos es gente distinta de los chontales de Tabasco, porque según Pimentel hablan una lengua ajena á la lengua maya. 88.—CHUCHUMBAC (arroyo, en la Municipalidad*de Jalapa, afluente izquierdo del río Tacotalpa).— “Arroyo de los chichones”—“Chichum bac” (de chichum, chichón, cierta palmera espinosa; y bac, arroyo). —Tsoque. *89.—CHUCHURUMBEL (hacienda, en la Municipalidad de Na- cajuca). (4?) Esta palabra parece ser una alteración de la castellana churumbel, nom-* bre de cierto instrumento musical. NomBRES GEOGRAFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 109 90,—CHURUB (hacienda, en la Municipalidad de Paraíso).— “Chulub.”—Maya. En maya se llama chulub al depósito, 4 modo de estanque, para agua Movediza, y también á la misma agua llovediza, 91.—CHurYipÁ (rancho, en la Municipalidad de Montecristo). “Aquada de los gavilanes.”—“Chuy-paa” (de chuy, ga- vilán; y paa, aguada).—Maya. *92.—ESQUIPULAS (barrio de la ciulad Capital del Estado).— Plural castellano del aztequismo hipotético esquipula, derivado del mejicano ¿isquipoloa, “escobas grandes. — “Ixqui poloa” (de ¿squitl, escoba; y poloa, desinencia au- mentativa).—Mejicano. Este nombre se aplica, además, á un barrio de la ciudad de Teapa y á seis haciendas y dos ranchos de las Municipalidades de Jonuta, Frontera, Cárdenas. Cunduacán y Comalcalco. Existe, con respecto á él, la particu- laridad de que, á pesar de ser una palabra mejicana, no se encuentra, fue- ra de Tabasco y de Chiapas, en otros lugares de nuestro país. Eso provie- ne de que el primitivo nombre ha sido traído de de Guatemala en la advo- cación de un Santo Cristo llamado de Esquipulas. El hallarse en Chiapas se explica unas veces por su proximidad a Guatemala y otras por su cerca- canía á Tabosco. Según lo refiere el Sr. Gil y Sáenz, en su “Historia de Tabasco,” en 1774 falleció en San Juan Bautista el Obispo D. Diego de Peredo, quien - traía consigo un Santo Cristo de la advocación mencionada, originario de Guatemala. Al morir lo donó á su capellán, el P. D. Francisco Barrera, también guatemalteco, y éste inició la devoción al crucifijo con la cons- trucción de un templo, que después fué núcleo del actual barrio de Esqui- pulas. Es seguro que de entonces data, por la propagación del culto á la imagen referida, el empleo del nombre para designar lugares de Tabasco. El Sr. Canónigo D. Vicente de Paula Andrade, en su opúsculo “Mes Histórico de la Preciosa Sangre,” dice, —apoyándose el Juarros, historia- dor de Guatemala, — que “cerca de Chiquimula, de la provincia del Petén, en Guatemala, “se encuentra el célebre Santuario de Esquipulas, de tres naves,” y que ““en la cabecera de la nave principal se ve la imagen de Cris- 110 MARCOS E. BECERRA. to crucifijado, que esculpió el 1595 Quirino Cataño.” Agrega el Sr. Andra- de que ““este Cristo se venera también en la Cruz, de Querétaro,” Con res- pecto a esto último, ha tenido la amabilidad de darnos á conocer el pa- saje de la obra en que este dato se consigna, en el cual también se dice que el culto de Esquipulas fué llevado de Guatemala á Querétaro por Fray Mar- gil de Jesús. D. José Milla (Historia de la América Central.”—Guatemala.—1989. —Tomo 1, pág. 220), siguiendo probablemente á Juarros, dice que Esqui- pulas era corte de un cacique poderoso. En la misma región quedan Chi- quimula y Zacapulas. *93.—ESTAPILLA (pueblo, en la Municipalidad de Balancán).— Diminutivo castellano de Estapa, alteración de Istapan. —“Istapilla” (véase “Istapan”). 94.—ETAPA (arroyo, afluente del río Tacotalpa, y hacienda, en la Municipalidad de Jalapa).—“Ribera de los frijo- lares.” — “Etl-apan” (de etla, frijolar; y apan, sobre el agua).—Mejicano. 95.—GUACAPA (vecindario, en la Municipalidad de Gundua- cán).—“Ribera seca 6 enjuta.”—Uac-apan” (de uacqui, seco ó enjuto; y apan, sobre el agua). —Mejicano. 96.—GUACBAC (arroyo, afluente del río Amatán, en la Muni- cipalidad de Tacotalpa).—Tsoque. 97.—GUACTA (vecindario, en la Municipalidad de Jalapa).— . Aztequismo, nombre de cierta planta (pachira aquática, Aubl., Malváceas).—Mejicano. La palabra guacta, con que ahora se designa esta planta, parece ser una alteración de uactla, que significaría “colección ó conjunto de flacos ó delgados” (de uacgui, enflaquecido, y tla, colectivo) y que alude, induda- dablemente, al aspecto que ofrecen los cercados vivos en que este árbol se emplea, y que cuando nuevos aparecen, en fila ó hilera, delgados y altos. NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 111 98.—GUAITALPA (pueblo, en la Municipalidad de Nacajuca). —“Sobre tierra extensa. ”—“Uei-tlai-pan” (de ued, gran- de; tlali, tierra; y pan, terminación toponínica).—Meji- cano. *99 —GUANAJAY (hacienda, en la Municipalidad de Paraíso). —Nombre de cierta población y riachuelo de la isla de Cuba.—Antillano. *100:—GUANAL (hacienda, en la Municipalidad de Nacajuca, laguna y. hacienda, en la del Centro, y vecindario, en la de Jalapa).—Colectivo castellano, derivado de la pala- bra guano (véase “Guano”). *101.—GUANO (laguna y hacienda, en la Municipalidad de Ma- euspana).—Nombre de cierta palma (coripha, sp? Pal- meras). Esta palabra es de la lengua peruana, según el Diccionario de la Real Academia. *102.—GUANASOLO (hacienda, en la Municipalidad de Paraí- so). —Nombre compuesto, híbrido, formado por la pala- bra peruana guano, cierta planta, y la castellana solo (véase “Guano”). *103.—GUAO (laguna, enla Municipalidad de Frontera). —Nom- bre de cierto reptil del orden de los Quelonianos.—An- tillano. En las Antillas existe una planta dañosa del mismo nombre. *104.—GUACAPACAL (hacienda, en la Municipalidad de Hui- manguillo, y vecindario, en la de Jalapa).—Colectivo 112 Marcos E. BECERRA. 0 castellano, derivado del aztequismo guapaque, nombre de cierta planta (ostrya virginica, Willd., Cupulíferas). Molina no trae en su vocabulario el sustantivo mejicano de donde se origina la palabra guapaque, pero es indudable que ese sustantivo existe ó ha existido, porque en el dicho autor se halla el adjetivo uapactic que de seguro proviene de tal sustantivo. Nuestra opinión tiene por fundamento el hecho de que muchos adjetivos mejicanos de esta estructura provienen de un sustantivo en que la cualidad que aquellos aluden es caracterís- tica. Camotic (morado) viene de camotl (camote), quiltic (verde) se deriva de quilitl (yerba), neshtic (cenizo) de nestli (ceniza), y así otros varios. El que sepa que el guapaque es un árbol que tiene una madera durísi- ma y que, además, uapactic quiere decir endurecido ó duro, comprenderá lo atinado de nuestra hipótesis. , *105.—GUARUMA (laguna, en la Municipalidad de Macuspana). —Nombre de cierta planta (cecropia mexicana, Hemsl, ó cecropia peltata, Lin., Urticáceas).—Haitiano? En Michoacán llaman saruma á la planta indicada, en Costa Rica gua- mmo y en Colombia yaruma. En esta última forma la mencionan los anti- guos escritores Las Casas, López de Gomara y Fernández de Oviedo. *106.—GUÁSIMO (laguna, en la Municipalidad dJonuta, yran- cho, en la del Centro).—Nombre de cierta planta (gua- zuma polybotrya, Cav., Esterculiáceas).—Cuausimatl? Ua- zuma? Cuaushima?—Mejicano? En Tabasco se da dos nombres á la planta: uno es el ya expresado, y otro es pihoy ó pishoi, palabra maya con que también se la conoce en Cam- peche y Yucatán. En Veracruz y Tampico se le llama guasima ó guásimo, y en Michoacán vasima, que es indudablemente una variante de lás dos pa- labras anteriores. En Costa Rica se llama también guasimo. El hecho de ser estas palabras, excepto pixoy, tan semejantes á las pa- labra mejicana buasuma, y quizá á cuausimatl, ó 4 cuaushima, así como su área de dispersión, nos inclinarían á juz¿ ala un aztequismo, pero nos abs- r NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 113 tienen de ello: 19 el hecho de que la palabra se usa en las Antillas y en la América del Sur; 2? la opinión de Macías (“Diccionario Cubano”) que la juzga castellana de origen arábigo, y la de Gagini (Dicc. de Barb. y Prov. de Costa Rica) que la considera haitiana; y 3” la circunstancia de que la plan- ta tiene otro nombre mejicano, que es cuaulote ó cuauilote (Morelos y Gue- rrero). El Padre Las Casas dice que de la madera de este árbol sacaban fuego los indios. 107.—GUATACALCO (pueblo, en la Municipalidad de Nacaju- ca).—“En la antigua casa de piedra. ”—“Ue-te-cal-co” (de ueue, antiguo; tetl, piedra; cali, casa; y co, termina- ción toponímica).—Mejicano. 108.—GUAVILCALCO (pueblo de la Chontalpa, ya extinguido). —'“Lugar de casas de madera.”—“Cuauitleal-co” (de cuauitl, madera; cali, casa; y co, terminación toponímica). —Mejicano. *109.—GUAYAL (rancho y vecindario, en la Municipalidad de Tacotalpa).—Coleetivo castellano, derivado del maya ua- yaj, nombre de cierta planta (chamaedorea ernesti-augusti, Went., Palmeras). 110.—GUBAC (arroyo, afluente del río Oxolotán, en la Munici- palidad de Tacotalpa).—Tsoque. 111.—GUEZALAPA (nombre antiguo del río Grijalva), —“Ribe- ra de los quetzales.”—“Quetzal-apan” (de quetsali, cierta ave; y apan, sobre el agua).—Mejicano, (Véase “Aca- chapa”). El nombre consta en la Carta de Hernán Cortés referente ála expedi- ción á Hibueras. *112.—HUIMANGUILLO (villa, cabecera de la Municipalidad de Mom. Soo. Alzate. México. T. 29. (1909-1910)—15 114 Marcos E, BECERRA sunombre).—Diminutivo castellano de Huimango, nom- bre de cierta población (véase). 113.—HUIMANGO (pueblo, en la Municipalidad de Cunduacán, y río, en las de Jalpa y Nacajuca).— “Lugar de autorida- des grandes.” —“Uei-man-co” (de uei, grande; mani, los que gobiernan; y co, terminación toponímica).—Mejicano. 114.-.-IquINuAPaA (pueblo, en la Municipalidad de Jalpa).— “Lugar de gentes piadosas ó compasivas.”—“Tenoa-pan” (de ienoa, piadoso ó compasivo; y pan, terminación topo- nímica).—Mejicano. 115.—IsMATE (rancho, en la Municipalidad de Macuspana, y laguna y vecindario, en la del Centro). —Aztequismo, de- rivado de ¿tsmatli, nombre de cierta planta. 116.—IsTATEL (vecindario, en la Municipalidad de Tacotalpa). —“Piedra blanca. "—“Ista-tetl” (de istac, blanco; y tetl, piedra).—Mejicano. El punto llamado Istatel era, antes de que el Gobierno de la Unión mandara construir el camino carretero entre Tacotalpa, de Tabasco, y Ama- tán, de Chiapas, un Ingar del río Tacotalpa peligroso para las canoas que por allí bajan cargadas, por haber en ese punto un erizamiento de peñas- cos, en los cuales era fácil chocar al bajar embarcados. El nombre “piedra blanca” proviene de que desde ese lugar se divisa al frente una gran peña blanca de la montaña “Madrigal,” á cuya falda pasa, más abajo, el río. Era como un punto de referencia para los canoeros. El 10? Batallón de Infantería y parte del 142, que allí cerca estuvieron acampados, ejecutando las obras del camino, lograron quitar aquel peligro de enmedio del río, á fuerza de dinamita, y hoy es un paso seguro. El lu- gar denominado “Poposá” (“piedra blanca” en tsoque) está más abajo, pe- ro su denominación se refiere también al peñasco blanco del “Madrigal,” y hace alusión, sin duda, á que, cuando se sube embarcado, en ese punto principian á notarse á la vez el peñasco de la montaña y los primeros impor- tantes raudales del río Así ““Istatel,” por arriba, y “Poposá,” por abajo, constituyen dos puntos de referencia hacia un tercero situado en la mon- NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO 115 taña que desde ellos se divisa. Las haciendas y ranchos ubicados en la pro- ximidad de esos puntos forman el vecindario de “Istatel.” 117.—IsTAPANGAJOYA (montaña próxima á la cindad de Tea- pa).—“En donde se hiends el euajiote.”—Ishtlapan-cua- shio-yan” (de ¿shtlapana, hender; cuashiof!, enajiote, cier- ta planta; y yan, terminación verbal toponímica).—Meji- cano. El nombre de la montaña viene del de una población próxima perte- neciente á Chiapas. La planta á que se refiere, el cuajiote (bursera sp?, Bur- seráceas), produce, por incisiones en su corteza, cierta resina ó copal. Pró- xima á la población hay una hacienda llamada desde tiempos antiguos “El Estoraque,” nombre que alude, con toda certeza, á la misma circunstancia de existir por allí alguna planta de las que producen copal ó estoraque. La planta llamada cuajiote es del mismo género del palo mulato, que, como se sabe, produce también cierta resina, siendo, como éste, propia de las regio- nes calientes. En “Nombres Geográficos de Tabasco” se restaura así la palabra: “Ista —pan-cualo-yan,” y se interpreta con el significado de “Ingar sobre la sal.” El autor indica, prudentemente, que le parece poco segura la interpreta- ción. Efectivamente, la suposición de que las actuales sílabas ga y jo sean adulteración de las seudo—originarias cua y lo no nos parece lógica más que por lo que respecta á la primera de ellas. Bernal Díaz del Castillo, que pa- só por esta población cuando su expedición á Chamula, la llama Estapan- guazoya, en donde se ve que lajo actual es la originaria xo, 6, mejor di- cho, sho, e 118.—IXTACOMITÁN (río, en la Municipalidad del Centro).— “Lugar de los huesos blancos.”—“ Istac omi-tlán” (de istac, blanco; omitl, hueso; y tlan, colectivo toponímico). —Mejicano. Este río viene de las montañas próximas á la villa de Ixtacomitán, Es- tado de Chiapas, y de allí su nombre. 116 MARCOS E, BECERRA. 119,—IZTAPAN (población ya extinguida, á la margen del río Usumacinta, y abajo del pueblo de este último nombre). —“Lugar del agua blanca. ”—“Ist-a-pan” (de ¿stac, blan- co; atl, agua; y pan, terminación toponímica).—Mejicano. 120.—JAGUACAPA (pueblo, en la Municipalidad de Jalapa).— “Ribera de los jaguactes.”—“Shauac-apan” (de shauac- topili, ó quizá shauactli, jaguacte, nombre de cierta planta; y apan, sobre el agua).—Mejicano. El Sr. Rovirosa interpreta este nombre como “lugar de los huacales de arena,” considerando que su estructura se puede descomponer así: Sha—- --huaca—pan, y que estos elementos proceden de shali, arena, huacali, hua- cal, y pan, lugar. Hemos ereído más acertado restaurar la palabra Jagua- capa á la forma Shavac-apan atribuyéndole los elementos shauactli y apan, La terminación apun se justifica por estar la población á margen de río, el otro elemento por ser la planta indicada por él una palmera indígena pro- pia de la región y de la comarca (véase “Jaguacte”). *121.—JAGUACTAL (lugar histórico, próximo á la ciudad de Cunduacán, y rancho en la Municipalidad de Tenosique). —Colectivo castellano, derivado del aztequismo jaguacte, nombre de cierta planta (véase “Jaguacte”). 122.—JAGUACTE (arroyo, afluente del Usumacinta, en la Mu- nicipalidad de Jonuta).—Aztequismo derivado deshauac- tli, nombre de cierta planta (bactris, sp? Palmeras). El nombre científico de esta planta, bactris, de corresponderle, vendría á significar en griego lo mismo que significa el nombre mejicano que he- mos consignado. Bactris quiere decir bastón, aludiendo ála utilización que se hace, dealgunas especies de este género de plantas, en bastones. El nom- bre mejicano shauactli se deriva, á nuestro parecer, de shauactopili, que, según Remí Simeón, era un “bastón negro que los comerciantes, particu- larmente, llevaban como adorno,” de shauac, obscuro, y topili, bastón. NOMBRES GEOGRAFICOS DÉL ESTADO DE TABASCO. 117 123.—JALAPA (villa, cabecera de la Municipalidad de su nom- bre). —“Ribera de arena.”—“Shal-apan” (de shali, arena; y apan, sobre el agua).—Mejicano. *194. —JALAPITA (vecindario, enla Municipalidad de Nacajuca). —Diminutivo castellano de Jalapa (véase). 125.—JALPA (villa, cabecera de la Municipalidad de su nom- bre). —“Sobre la arena. ”—-Shal-pan” (de shali, arena; y pan, terminación toponímica).—Mejicano. 126.—JALUPA (pueblo, en la Municipalidad de Jalpa).—“So- bre el camino de arena. ”— “Shal-o-pan” (de shali, arena; otli, camino; y pan, terminación toponímica).—Mejicano. 127.—JICALANGO (pueblo, ya extinguido, próximo á la laguna de Términos, Campeche).—“En donde abundan las jíca- ras.”—Shica-lan-co” (de shicali, jícara, cierto vaso; lan, abundancial; y co, terminación toponímica).—Mejicano. Jicalango perteneció 4 Tabasco, según las “Relaciones,” y fué un pues- to militar de los mejicanos antes de la Conquista. La palabra Hibueras, con que los conquistadores designaron una región centroamericana, tiene en la lengua antillana igual significación que Jicalango, pues gúiro, jigúera, ó hibuera, son variantes del nombre de la planta que produce la jícaras ó tecomates. *128.—JICOTÉNCATL (pueblo, en la Municipalidad de Tacotal- pa).—“El del labio burlón”.—“Shico-ten-catl” (de shicoa, burlar á otro; tentli, labio; y catl, terminación nominal de persona)-—Mejicano. Este nombre ha sido puesto en memoria del valiente tlaxcalteca, céle- bre en la historia de la Conquista. La población es reciente, y sus prime- ros habitantes han sido indígenas, originarios de Chiapas, de sangre y len- guá que vienen de Jos mayas. 118 Marcos E. BECERRA. *129.—JIMBAL (rancho, en la Muvicipalidad'de Jonuta, y arro- yo, afluente del río Tortuguero, en la de Comalcalco).— Colectivo castellano, derivado del maya jimba, cierta planta (bambusa guadua, L., Gramíneas). Este nombre jimba se aplica, según nos informa un amigo nuestro, en algunas partes de Veracruz y Guerrero, á la planta llamada en Tabasco ca- ña—brava (gynerium sagittatum? Gramíneas). Igualmente lleva el nombre “de jimba el fruto de cierta planta que no conocemos. Son estos frutos del tamaño de un huevo y semejantes en la forma á una avellana, duros y hue- cos. Atravesándoles un palillo, á manera de eje-longitudinal, y abriéndo- les lateralmente dos agujeros opuestos se convierten en trompos que, al bailar, producen un zumbido agradable, de que la palabra jimba parece ser una onomatopeya. La palabra jímba significa en maya “el que zumba sobre sí mismo,” de jim, zambido de la cosa que se arroja, tira ó lanza; y ba, par- tícula reflexiva. En Chiapas se usa el verbo jimbar en la acepción de lanzar con fuerza á distancia alguna cosa. *130.—JOBO (hacienda, en la Municipalidad de Macuspana, y rancho, en la de Montecristo).—Nombre de cierta plan- ta (spondias lutea, Lin., Anacardiáceas). Esta palabra no es de las lenguas de México, pero tal vez sea de algu- na de América. En algunos lugares llaman á esta planta hobo ó cupu varian- tes de jobo. En mejicano la llaman costishocotl y atoyashocotl y en tarasco pompoaqua. 131.—JOGOBAC (arroyo, afluente del río Amatán, en la Muni- cipalidad de Tacotalpa).—“Arroyo que humea.”—“Joco- -bac” (de joco, humo; y bac, arroyo). —Tsoque. 132.—JONUTA (villa, cabecera de la Municipalidad de su nom- bre).—“En donde abundan losjonotes.”—“Shono-tla” (de shonotli, jonote; cierta planta; y tla, colectivo). —Meji- cano. Esta planta (heliocarpus americanus, L., Tiiláceas), tiene en Tabasco NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 119 otro nombre, jolosín, que, á nuestro parecer, también es de la lengua me- Jicana. Su significado, arrugadito (sholochoa, arrugar, y tsin, terminación diminutiva), es aplicable al frito, pequeña cápsula aplanada, lentioide— oyal, corrugadita, provista de cilios plumosos, caracteres que le han valido á la planta que los produce el nombre científico de heliocarpus (sol-fruto) por simular un sol con sus rayos. La verdad es que tan descriptivo nos pa- rece el nombre jolotsin como heliocarpus, pues si á unos ha podido parecer el fruto un sol con sus rayos, á otros bien pudo parecerles una carilla arru- gada. 133.—JUIBA (arroyo, afluente del río Teapa, en la ciudad de este nombre).—“Arroyo que rodea. ”—“Jui-bac” (de juib, al rededor; y bac, arroyo).—Mejicano. *134,—JUILERO (arroyo, afluente del río Santa Ana, en la Mu- nicipalidad de Cárdenas).—Colectivo castellano, deriva- do del aztequismo juil, nombre de cierto pez (leucus sp? Ciprínidos). 135.—JULIATENGO (arroyo, afluente del río Teapa, en la Mu- nicipalidad de Jalapa).—““En la orilla del agua de los jui- les ”—““Shuil-a-ten-co” (de shuilin, juil, cierto pez; atl, agua; tentli, orilla; y co, terminación toponímica).—Meji- cano. 136.--JULIVÁ (laguna, en la Municipalidad de Nacajuca).— “Lugar en donde hay juiles.”—“Shuili-ua” (de shuilin, juil, cierto pez; y ua, partícula interfija ó posfija que ex- presa la idea de tener ó haber). —Mejicano. 137.—LACaAMJÁ (arroyo, laguna y río que ésta forma, afluen- tes izquierdos del río Lacamtún, y ranchería, en la Muni- cipalidad de Tenosique).—“Agua grande ó extensa. ”— “Lacam-já” (de lacam, prefijo aumentativo; y já, agua). —Maya. La significación de esta palabra, que debe atribuirse á la laguna, de donde, seguramente, el río toma su nombre, nos pone en condiciones de 120 > Marcos E. BECERRA, identificar el lugar en que el Nohháa (véase) de que nos habla Cogolludo es- tuvo ubicado, pues este último nombre significa exactamente lo mismo Simatlán.—4. Onoualeo 6 Nonoualco. 1. Pushcautlán.—2. Camotlán —3. que Lacamjá. La distancia entre el pueblo de Usumacinta y Nohháa, con- jeturable por el relato del historiador expresado, coincide con la que pue- NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABA£CO, 191 de calcularse que exista entre aquella población y la laguna de l:acamjá. Esta laguna queda, aproximadamente, á la altura de las ruinas de Menché. 138.—LAcaAmMTÚN (río, afluente izquierdo del Usumacinta, en la Municipalidad de Tenosique). —“La gran roca. ”—“La- cam-tun” (de lacam, prefijo aumentativo; y tun, piedra). —Maya. El nombre de este río se origina, indudablemente, del de la antigua comarca llamada “El Lacandón,” situada en el territorio que se encuentra á las márgenes derecha é izquierda del río Alto Usumacinta y de sus afluen- tes Lacamtún, Chixoy, ó Salinas, y Pasión. La comarca, á su vez, lo toma, según el abate Brasseur de Bourbourg (“Dictionnaire et Grammaire et Chrestomathie de la Langue Maya.”—París.—MDCCCLXXI.—Pág. 278), de una localidad así llamada, de la cual dice: “Lacamtún: localidad anti- gua, hoy abandonada, situada sobre un peñasco, dominando un lago, en el país de los Lacandones, en las soledades del Petén; de esto es de donde se deriva el nombre.” Bernal Díaz y Villagutierre citan una población del trayecto entre Te- nosique y Petén, que tenía guerra con los lacandones. Esto da idea del ra- dio de extensión que éstos tenían por el Oriente. En las cartas de esas re- giones se señala el limite del Sur hasta cerca de la cumbre de Ixbul, pun- to de nuestra línea de límite con Guatemala. Por otra parte, M. de Char- nay (“Les Anciennes Villes du Nouveau Monde”) considera lacandones á losindios que encontró desde el paso de Yaxchilán hasta las ruinas de Men- ché, lugares que, como se sabe, están cerca de Tenosique, y no puede ne- garse que lo eran, pues las descripciones y dibujos no dejan lugar á duda. *139.—MACAYarL (vecindario, próximo á la Capital, en la Muni- cipalidad del Centro). —Colectivo castellano, derivado de macayo, nombre de cierta planta (véase “Macayo”). 140.—MACAyo (arroyo, afluente derecho del río Mexcalapa, en la Municipalidad de Huimangnillo).—Nombre de cierta planta (andira excelsa, H. B. K., Leguminosas).—Meji- cano? Tiene esta planta, medicinal y constructiva, otros tres nombres vulga- Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1909-1910)—16 122 MARCOS E, BECERRA Tes que son: moca, maca y pacai. Este último es maya, y los otros dos tie- nen tal semejanza con la palabra macayo que sugieren la certeza de que no son más que variantes unas de otras. La palabra maca y Macaua son ver- bos mejicanos que significan, respectivamente, “dar algo á otro” y “otor- gar algo, ó conceder, ó soltar algo de la mano.” La terminación yo se em- plea en mejicano agregándola á sustantivos para expresar la abundancia ó conjunto de las cosas designadas por dichos sustantivos. Las palabras aca- yo, nacdyo, istayo, teyo, derivadas de acatl, nacatl, istatl, tetl (caña, carne, sal, piedra), significan: cañaveral ó carrizal, carnoso, pedregoso ó pedregal. El nombre pacai significa en maya, “el que paga ó retribuye,” de pac, pa- gar, retribuir, y a, sufijo sustantivante. 141.—-Macurás (laguna, en la Municipalidad de Jonuta).—Az- tequismo, nombre de cierta planta (tabebuia leucoxyla, D. C., 6 tab. pentaphylla, Hewmsl., Bignoniáceas). : Este nombre de la planta, macuilis, resulta tan descriptivo como el nombre que la ciencia botánica le ha impuesto, y aún, quizá, más. En efec- to: pentaphylla ó leucoxyla, del griego, quieren decir, en castellano, cinco hojas ó madera blanca, respectivamente; macuilís es corrupción de maeui- lishtli, que significa cinco nudos (de macuili, cinco, é ishtli, el nudo de la ca- ña, Ó cosa semejante) y que alude á la articulación que tienen sobre el pe- cíolo común las cinco lacinias de sus hojas digitadas. 142.—MACULTEPEO (vecindario en la Municipalidad del Cen- tro). —“Sobre los cinco cerros. ”—Macuil-tepec” (de ma- cuili, cinco; y tepec, sobre el cerro).—Mejicano. 143.—MACUSPANA (villa, cabecera de la Municipalidad de su nombre). —“Lugar de las cinco barreduras ó limpiezas.” —““Macui-chpana” (de macuili, cinco; y chpana, barrer, limpiar). —Mejicano. Nuestro historiador Gil y Sáenz atribuye el origen de la población y del nombre que ésta lleva á un suceso del orden religioso acaecido por los or cierto que por entonces tuvo principio la pobla IR == años de 1665, dando p NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 193 ción, y por probable que el nombre fué una composición de los de dos per- sonas. —Marcos y Juana, — que en el lugar vivían, pero el Sr. Rovirosa, en una nota reproducida en la última edición de la “Historia de Tabasco,” impugna acertadamente la opinión de aquel historiador, aunque la etimo- logía que propone tampoco es probable. Cree el Sr. Rovirosa que la. pala- bra Macuspana venga de los elementos macu—pane, del tsoque, que querrían decir, en castellano, “lugar á donde va el padre ó sacerdote,” y que afudi- rían á la circunstancia de que, antaño, el cura de Jalapa tenía bajo su ju- risdicción una comarca que se extendía hasta Tepetitán. Para aceptar como buena la etimología propuesta por el Sr. Rovirosa, sería necesario: 12, que las gentes que pusieron el nombre y las que lo lle- vaban hubieran sido tsoques; 22, que se conociera alguna población, tsoque ó no, que llevara actualmente, ó que se supiera que lo había llevado, un nombre en esa lengua; 3%, que la estructura actual ú originaria de la palabra no dejara duda con respecto al origen lingiíístico que se le atribuye; 42, que la palabra Macuspana no tuviera ninguna analogía estructural con nom- bres de alguna otra lengua de las que hayan privado para las denominacio- nes geográficas de la región; y 5%, que, efectivamente, la población hubiera sido fundada en tiempos poscortesianos. En cuanto á lo primero, si bien hay huellas ligúísticas é históricas de que la región tsoque comprendió á Jalapa, no conocemos datos que permi- tan considerarla extendida hasta Macuspana. El Señor Rovirosa, en la no- ta mencionada, maniñesta que, después de escrita su obra “Nombres Greo- gráficos de Tabasco,” en cuyo prólogo limitaba la región tsoque hasta Ta- cotalpa y Jalapa, nuevas investigaciones suyas lo habían convencido de que los tsoques se extendian hasta Macuspana, pero, por desgracia, no sa- bemos que el expresado investigador haya publicado ningún escrito á tal respecto, y mientras nos sean desconocidos los fundamentos de su criterio, debemos constrenirnos al concepto de que.la región de los tsoques no pa- saba de Jalapa, y. en este caso, la hipótesis de que los de Jalapa nombra- ran en tsoque á los de Macuspana es admisible, pero no lo es la de que és- tos se denominaran á sí mismos en una lengua qae no era la propia. Y, si no eran tsoques los de Macuspana y llamaban con este nombre á su pobla- ción, es preciso resolver que tal palabra tampoco era tsoque. En cuanto á lo segundo, fácil es advertir que no lleva nombre tsoque ninguna otra población, pues aun las poblaciones cuyos habitantes son ó han sido tsoques, como Teapa, Tapijulapa, Oxolotán, Amatán, Istacomi- tán, Solusuchiapa, Tapilula y Tecpatán, se conocen con estos nombres que, como se ve, son de la lengua mejicana. Es cierto que los habitantes indí- genas que aún hay en varias de las poblaciones citadas suelen emplear en- 124 MARcOs E. BECERRA. > tre sí nombres tsoques para apéllidar las poblaciones cercanas, llamando, p. e., Shosponó á Solusuchiapa, pero estos nombres no trascienden para na- da fuera de las relaciones que entre sí tienen los mismos indígenas. La pa- labra Macuspana, de ser tsoque, constituiría la única excepción. - Conrespecto á lo tercero, nótese que la estructura actual de la pala- bra que venimos estudiando no acusa con exactitud los elementos macu— pane que se le suponen. Dividiendo de esa manera dicha palabra, resultan dos elementos que no son los supuestos sino macus-pana, diferentes de aquellos otros, uno por sobra y otro por cambio de letra. La diferencia por cambio de e en a no es inaceptable, pero la diferencia por aumento sí lo es. La existencia de una ese en la palabra actual podría achacarse á una inter- polación corruptiva, pero tal interpolación no puede invocarse sin tener como apoyo de su probabilidad una ley fonética ó un hecho filológico aná- logo, cosas que no es fácil presentar. Por otra parte, las Relaciones” nos prueban que desde 1579 á acá no se ha efectuado variación alguna en esos elementos de la palabra pues allí se encuentra el nombre en estas tres for- mas: Macuiepana, Macuirpana y Macuopana. Basta ver manuscritas es- tas tres formas juntas para comprender que en el manuscrito original de- ben de estar todas con equis y que el copista equivocó la segunda y la ter- cera. En el mapa correspondiente se lee perfectamente Macuspana. En cuarto lugar, si la palabra Macuspana no dá con exactitud los ele- mentos tsoques que se suponen, en cambio, tiene una muy ostensible ana- logía estructural con nombres mejicanos de lugar, como Mucuzxtepetla, Ma- cuitlacatl, Tlaxrpana, y es fácil observar que todos los otros nombres de lu- gar, antiguos y modernos, de esa región (Acumba, Chllapa, Tepetitán, Tepecentila) son mejicanos, pues sólo hasta las riberas del Usumacinta, nombre que es todavía nahoa. empiezan los nombres mayas. Por último, la certeza de que la población haya sido fundada en tiem- pos posteriores á la Conquista ho puede basarse en un dato negativo, cual sería el no encontrarse mencionada entre las poblaciones que citan Cortés y Bernal Díaz en sus relatos. Ya en 1579 existía Macuspana (lo hemos vis- to por las “Relaciones') y, sirviendo este dato para fundar la presunción de que es una población precortesiana, en nada la rebaja el hecho de que, no habiéndola tocado los conquistadores, á su paso por Tabasco, no la ha- yan citado. *]144 —MAJAGUA (paso sobre el río Mezcalapa, en la Munici- palidad del Centro).—Nombre de cierta planta (hampea NOMBRES GEOGRAFICOS D£L ESTADO DE TABASCO. 125 integerrima, Shl., Malváceas).—“Mashauatl”?— Meji- cano? En el “Diccionario de Aztequismos” se considera que el origen proba- ble de esta palabra es la mejicana mazahua. Sólo por el respeto que nos me- rece la opinión de un aztequista como el autor de la obra citada. daríamos esta palabra como derivada del mejicano, pero nuestro parecer se inclina- ría mejor á considerarla como traída de las Antillas á México por los pri- meros españoles. Otros nombres de plantas, como jagua, tagua, pagua, y yagua, y la palabra jua, que tampoco son del mejicano y que correspon-. den, de seguro, á una misma lengua, dan fuerza á nuestra opinión, y la co- rrobora el hecho de que el nombre majayua se aplica á otra planta, textil como la de que venimos tratando, de cultivo y no indígena: la thespesía po- pulnea (Corr. Malváceas). Es probable que se haya dado el mismo nombre por analogía, 4 plantas textiles indígenas de México. En Jalisco se llama así á otras dos plantas diferentes: el heliocarpus americanus (Lin., Tiliáceas) y el hibiscus tiliaceus (Lin., Malváceas). En Veracruz se da igual nombre al helicteres guazumarfolia (H. B. K., Esterculiáceas), y en el mismo Estado y el de Morelos se llama jocuiste-majagua á una Bromeliácea: la bromelia karatas de Linneo. Todas las dichas plantas producen fibras textiles. 145.—MaJáÁs (rancho, en la Municipalidad de Cárdenas): — Nombre de cierta planta.—Maya. En Tizimín, de Yucatán, existe una hacienda de este mismo nombre. En Tabasco hay una planta llamada majás grande (cordia sp?, Borraginá- ceas) y Cogolludo cita otra con el nombre de majás, que, según su decir, se utilizaba para el chocolate. No podemos suponer qué planta sea esta úl- tima. 146.—MArLUuco (haciendas, en las Municipalidades del Centro y de Jonuta, y arroyo y sabana, en la de Macuspana). —“Lugar restituído.”—“Maluco” (maluco, daralgo á otro, restituir). —Mejicano. Aunque este nombre parece ser mejicano en su conjunto y en sus ele- mentos, debemos advertir que pudiera no serlo. 126 MARCOS E. BECERRA. Maluco es el nombre con que Fernández de Oviedo, en su “Historia General y Natural de las Indias” (libro XX, capítulo XXXIV), designa una de las islas de la Especiería ó quizá un grupo de ellas, las que hoy llamamos Molucas, próximas á las Célebes, en la Melanesia (Oceanía). En los pasa- jes en que consta tal nombre se dice £l Muluco, y no Maluco simplemente. También se llama maluco al natural de dichas islas. Por último, se denomi- na así á cierta planta alimenticia indígena de Filipinas (+ordía olítoria, Blan- to, Borragináceas). Como la cireunstancia de que, al mencionar alguno de los lugares que llevan tal nombre en Tabasco, se hace anteponiéndole el ar- tículo en la formaen que Oviedo lo hace, debemos pensar que ello pudiera provenir de que se haya puesto á esos lugares de Tabasco dicho nombre co- mo una repetición del de la isla, ó por existir allí algún árbol idéntico al que lleva el repetido nombre en Filipinas. Así, sedice “El Nopal,” “El Naranjo,” “Los Alcanfores,” ete. *147.—MANATINERO (rancho, junto á la laguna Machona, en la Municipalidad de Cárdenas, y arroyo en la de Macus- pana).—Colectivo castellano, derivado del antillismoma- natí ó manato, nombre de cierto mamifero acuático. *148.—MARICHE (laguna, arroyo y rancho, en la Municipalidad de Montecristo). —“*Lugar de maderas. ”—“Mari-tsi” (de mari, madera; y tsi, lugar).—Cabita. La lengua cahita es propia de Sinaloa. El autor de los “Nombres Geo- gráficos Indígenas de Sinaloa” dice que la terminación tzise ha transforma- do, por corruptela, en che ó chi. De ahí Mariche en vez de Maritei. 149.—MAZzALTEPES (hacienda, en la Municipalidad del Cen- tro).—'Cerro de los venados.”-—"Masal-tepec” (de ma- satl, venado; y tepec, sobre el cerro). —Mejicano. 150.—MazapA (nombre primitivo del río qne posteriormente fué “Dos Bocas,” hoy “Río Seco”).—“Ribera de los ve- nados.”—“Mas-apan” (de masatl, venado; y apan, sobre el agua). —Mejicano. 151. —MAzaTEU£A (pueblo, en la Municipalidad de Nacajuca). NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTÁDO DE TABASCO. 197 —“Templo del venado.”—“Masa-teopan” (de masatl, ve- nado; y teopan, templo).—Mejicano. 152.— MEcATEPTC (pueblo y laguna, en la Municipalidad de Huimarguillo).— 'Cerro de los cordeles.”— “Meca te- pec” (de mecall, cordel; y tepec, sobre el cerro).—Meji- cano. 153.—MECcOAcÁN (pueblo, en la Municipalidad de Jalpa, y la- guna, en la de Paraíso).— “Lugar en que hay cordeles.” —“Meca-ua-can” (de mecatl, mecate, caerda; ua, interfi- jo que expresa posesión, haber, tener; y can, termina- ción toponímica).—Mejicano, 154.—MENCHÉ (ruinas prehistóricas, ubicadas sobre la mar- gen izquierda del río Usumacinta, en la Municipalidad de Tenosique).—“Artífices en madera”—“Men-ché” (de men, artífice ó artesano; y che, madera).—Maya. M. de Charnay. en su obra ““Les Anciennes Villes du Nouveau Mon- de” (pág. 370-380), ha descrito estas notables ruinas, á las cuales impuso el nombre de “Ciudad Lorillard.” Antes de M. de Charnay las habían visi- tado ya Dupaix y Castañeda, en 1805-1807; Suárez, de Tenosique, én 1872; Edwin Rockstroh, Director del Instituto Nacional de Guatemala, en 1881, y después de éste el inglés Mandslay; y el Ing. D. Luis Valay ha- bía bosquejado el plano de ellas. Según la carta de esa región, levantada por la Comisión de Límites con Guatemala, dichas ruinas están sobre los 16%55' de latitud Norte, y los 90%56' de longitud Occidental de Greenwich, equivalentes, según la carta del Sr. Zentella, á los 897' de longitud Oriental de nuestro meridiano. 155.—MEXCALAPA (río, en las Municipalidades de Huimangui- llo, Cárdenas, Cunduacán y Centro).—“Ribera de los mexcales ”—“Meshcal-apan” (de meshcali, maguey eoci- do; y apan, sobre el agua). —Mejicano. *156.—MIAHUATLÁN (vecindario, en la Municipalidad de Cun- 128 MARCOS E. BECERRA, duacán).—“Donde abundan las espigas del maíz.” — “Miaua-tlan” (de miaua, espiga ó flor de maíz; y tlun, co- lectivo toponímico).—Mejicano, *157.—MICHOACÁN (rancho, en la Municipalidad de Huiman- guillo).—“Lugar de pescadores. ”—Mich-ua-can (de mi- chín , pescado; ua, interfijo de posesión; y can, termina- ción toponímica).—Mejicano. 158.—MIsIcaB (hacienda, é isla del río,Usumacinta, en la Mu- nicipalidad de Balancán).—“Terreno barrido.”—“Misib- cab” (de misib, escoba, ó mis, barrido; y cab, tierra ó te- rreno).—Maya. *159.—MISTECA (laguna, en las Municipalidades de Macuspa- na y Centro). —Aztequismo derivado del gentilicio mish- tecatl, aplicable á los habitantes de Mishilán. 160.—MoOGosHra (arroyo, afluente izquierdo del río Puyaca- tengo, en la Municipalidad de Teapa).—Tsoque. 161.—MuLTÉ (pueblo, enla Muvicipalidad de Balancán).—“Lu- gar de peones de labranza. ”—“Mol-te-c” (de moleua, amo- llentar ó ablandar la tierra; tecatl, posfijo gentilicio; y c, terminación toponímica).—Mejicano (véase “Popane”). En el mapa de 1579 no aparece este nombre pero sí el de Popane, pa- labra maya que tiene el mismo significado. 162.—NACAJuca (Villa, cabecera de la Municipalidad de su nombre).—“Lugar de las carnes pálidas ó descoloridas.” —“Naca shushu-can” (de nacatl, carne; shushuctic, desco- lorido, pálido; y can, terminación toponímica).—Meji- cano. En las “Relaciones” se lee Nacazuzuca y también Anaxuxuca; Cortés dice Anaxuxuca y Bernal Diaz Nacaxuxuyca. NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABAE£CO 129 163.—NAHUATES (rancho, á la margen izquierda del río Cha- camás, en la Municipalidad de Monteeristo).—“Lugar de mejicanos. ”—“Nahuatl” (de nauatl, mejicano).—Meji- cano. 164.—NocBac (arroyo, afluente del río Oxolotán, y rancho, en la Municipalidad de Tacotalpa).-——Tsoque. 165.—NOHHÁA (nombre de una antigua población, cerca de Te- nosique).— “Extensión de agua; laguna. ”—“No-ja” (de noj, grande; y ja, agua).—Maya. López de Cogolludo, en su “Historia de Yucatán,” publicada en 1688, refiere las peripecias de la Conquista del Reino del Próspero, emprendida, hacia 1646, por el caballero de Calatrava, D. Diego Ordóñez Vera y Villa- quirán. Este Reino parece haber abarcado la extensa é inculta comarca li- mitada, al Norte, por Tabasco y Yucatán, al Oriente y al Sur, por el Petén y Verapaz, y al Oeste por Chiapas. Nohkáa parece haber sido el nácleo de aquella conquista, población que estaba fundada á la orilla de una laguna, como el nombre mismo lo confirma, y que distaba cerca de veinte leguas de Tenosique. Esta circunstancia de ubicación y distancia, la coincidencia de signifi- cados entre el nombre Nohháa y el de la laguna de Lacamjá (véase) situa- da hacia la margen izquierda del río Usumacinta, y el hecho, consignado también por Cogolludo, de que para venir de Nohháa á Tenosique había ne- cesidad de eruzar un río en canoas, dan fundamento para considerar que el antiguo Nohháa estuvo á la margen de la laguna expresada de Lacamjá. Petenecté, ubicado á la margen del Usumacinta, y arriba de Tenosique, no quedaba lejos de Nohháa. *166.—NOPAL (hacienea, en la Municipalidad del Centro).— Aztequismo, derivado de nopali, nombre de cierta plan- ta (opuntia hernandesi, OD., Cactáceas). 167.—NOPALAPAN (hacienda, en la Municipalidad de Paraíso). “Ribera de los nopales.”—“Nopal-apan” (de nopali, nopal, cierta planta; y apan, sobre el agua).—Mejicano. Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1909-1910)—17 130 MARCOS E, BECERRA 168.—NOHSAYAB (hacienda, en la Municipalidad de Tenosi- que).—“Manantial grande.”—“No-sayab” (de moj, gran- de; y sayab, manantial, vena de agua).—Maya. 169. —OCELOTEUPA (pueblo de la Chontalpa, ya extinguido).— “Templo del tigre. ”—“Ocelo-teopan” (de ocelotl, ocelo- te, tigre mejicano; y teopan, templo).—Mejicano. El nombre de ocelote se aplica en México lo mismo al jaguarete ó ja- guar (leopardus onza, Moore) de Sur-América, que al tigrillo ó frijolillo (leo- pardus pardalis, Moore), ambos existentes en nuestro país. Hay en la re- gión tabasqueña un segundo tigrillo, el mijilote ( felis mitis, Fed. Cuv.), más pequeño. 170.—OCUAPAN (pueblo, en-la Municipalidad de Huimangui- llo).—“Ribera de los ocotes.”—“Oco-apan” (de ocotl, oco- te. cierto pino; y apan, sobre el agua).—Mejicano. El nombre no puede referirse á la circunstancia de que en el lugar ó en su proximidad haya árboles silvestres de ocote ó pino, porque, siendo esta conífera propia de otres altitudes, en ninguna parte de Tabasco se da si no es por medio de trasplante. Quizá, entonces, aluda á pinos plantados exprofeso, como ahora los hay. 171.—OCUILTZAPOTLÁN (pueblo, en la Municipalidad del Cen- tro).—“Donde abundan los zapotes con gusanos. ”— “Oecuil-tsapo-tlán” (de ocuilin, gusano; tsapotl, zapote; y tlan, colectivo toponímico).—Mejicano. 172.—OGOIBA (arroyo, afluente del río Puyacatengo, y vecin- dario, en la Municipalidad de Teapa).—“Arroyo de la bebida.”—“Ocui-bac” (de ocui, bebida, derivado del ver- bo oc, beber; y bac, arroyo).—Tsoque. 173.—OLCUATITÁN (pueblo, en la Municipalidad de Nacajuca). NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 131 “Lugar entre los árboles de hule.”—“Olcua-titlán” (de olcuauitl, árbol del hule; y titlan, entre).—Mejicano. Aunque no se sabe que exista actualmente en estado silvestre en algún lugar del país el árbol que produce el hule ó caucho (castilloa ellastica, Cerv., Urticáceas), es lo cierto que esta planta es indígena de esta parte de Amé- Tica, pues en ella conocieron por primera vez los europeos el látex que pro- duce, empleado en el famoso tlachili ó juego de la pelota. En Michoacán se da una especie de este mismo género de vegetales, y se añírma que en Gua- temala y Honduras se da espontáneamente la que motiva esta nota. 174 —OMmITLÁN (nombre de un pueblo de la Chontalpa ya des- aparecido). —“En el osario.”—“Omi-tlán” (de ómitl, hue- so; y tlan, colectivo toponímico).—Mejicano. 175.—ONGaxY (arroyo, afluente izquierdo del río Chacamás, en la Municipalidad de Montecristo).— “Reunión de pesca- dos. ”—“On-cai” (de on, reunión, algunos, varios; y cai, pescado).—Maya. 176.—ONOHUALCO (nombre antiguo de la región comprendida porel actual Estado de Tabasco, y quizá parte del de Cam- peche).—“Lugar de extensión ó llanura."—“Ono-ual-co” (de onouali, lo yacienteó echado; y co, terminación topo- nímica).—Mejicano. Clavijero, hablando de la provincia de Guazacualcos, dice: “Esta con- finaba por Oriente con el vasto país de Onohualco, bajo cuyo nombre com- prendían los mejicanos el Estado de Tabasco y los de la península de Yuca- tán, los cuales no estaban sometidos á su dominio. Los españoles le llama- ron Tabasco.” En ningún otro autor antiguo hemos hallado el nombre de Onohualco, aunque suponemos que Clavijero lo haya tomado de alguno dig- no de crédito. En cuanto á la interpretación tampoco la hemos visto en ninguno. Pensando, nosotros, que quizá en los elementos del nombre Nonoalco, tan parecido á Onohualco, hallaríamos alguno de los de esta última palabra, nos dimos á averiguar qué significación tendría ésta en las obras de topo- 132 ) MARrcoOs E, BECERRA. nimia, no obteniendo ningún resultado en tal tarea, á pesar de que las pa- labras Nonoalco y nonoalca sí son frecuentes en los historiadores. El reputado historiador D. Alfredo Chavero afirma ( “Anales del Museo Nacional,” 2? época, tomo TI, pág. 66-69) que Tabasco llevó en tiempos próximos á la Conquista los nombres de Nonoaleo ó de Onohualro, indistin-, tamente, y opina que el nombre Nonoalco es el toponímico correspondien- te al gentilicio mejicano nonoalca, plural de noalcatl que, á su vez, es una variante eufónica de noholcatl y noholtecatl, habitante ó gente del Nohol 6 Sur. Dice, además, que esta palabra Nohol, netamente maya, corresponde á la designación étnica de las gentes que, antes de la venida de los ulme- cas, ocupaban la región que existe entre el Usumacinta y Tehuantepec. Esta nacionalidad ó gente se expandió hacia el centro de nuestro territorio, penetrando hasta Veracruz, Puebla, Hidalgo y Oaxaca, en donde dejaron, como señal de su permanencia, las pirámides de Cholula y Teotihuacán, y las fortificaciones de Kinoxteki ó Monte Alván, y en donde los ulmecas los encontraron. Eran ellos los kinames que, al mezclarse con los u/mecas, dieron origen á la raza ó gente ronoalca como son llamados en varios có- dices. Los nombres Vonoalco y Nonvalcos, aplicades á lugares de México y de Centro- América (véanse el **Dic. Geograf. Hist. y Biograf. de los Es- tados Unidos Mexicanos,” por Antonio García Cubas; tomo 1V, pág. 183; y la “Colece. de Libros y Doc. referentes á la Historia de América;” to- mo VIII, pág. 455 ), aludirán, en tal caso, á los grupos en que aquella gente se encontró en tiempos posteriores. Un pasaje que se encuentra en la obra “Colece. de Doc. para la His- toria Mexicana,” del Dr. Penalfiel. podría coadyuvar á establecer la iden- tidad ideológica entre Onohualco y Nonoalco. Reprodúcese allí (ler. cua- derno, pág. 41) el manuscrito número 4 de la Biblioteca Real de Berlín, en el cual se ve el jeroglífico que, á nuestra vez, nosotros publicamos con esta nota. Es el dibujo de una tinaja, ó de una ol/a, en cuya boca se ven unos circulitos que sobresalen. Junto á este jeroglífico, arriba, está escrita la palabra Nonohualco. El texto en mejicano puesto al pie del dibujo empieza así: “*Texomotl, yntlal nemac, ynonohualeo quin cahuilli, tiuh. ..” Desde lue- go se nota que. si el texto ha debido mencionar á Nonohualeo, que es lo que está escrito arriba de la figura, entonces abajo ha sido mal puesto, y en donde dijo yn—onohualeo debería haber dicho yn—nonohualeo. Lo prime- ro equivale á la frase castellana: de Nonohualco ; lo segundo se traduce: de Onolhualco. Puede conjeturarse que la falta de esa ene provenga de un error del escribiente del texto mencionado, pero también podemos suponer que ha sido omitida para decir intencionalmente yn—onohualco. A lo primero podría inclinarnos el hecho de que más adelante, en la NoMBRKS GEOGRAFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 133 =— —-= página 51, se alude al lugar con la palabra nonohualca. Podría decidirnos á lo segundo la consideración de que los mejicanos hacían gran mérito de la eufonía en sus composiciones, y habiendo en la frase yn—nonohualco una concurrencia de dos enes, el escribiente la evitó suprimiendo una de ellas, En tal caso, Onohualco vendría, por razón eufónica, á ser lo mismo que No- nohwalco. Si el autor en donde «Clavijero leyó este nombre escribió ynono- hualco, fácil es comprender que, desintegrando el sabio jesuita la preposi- ción yn, resultó una palabra que sin duda equivalía, como en el manuscrito de Berlín, á Nonohualco. > Por nuestra parte, seguimos el parecer del sabio historiador del *Mé- xico á Través de los Siglos,” en cuanto á que Onohualco y Nonohualco sean una misma palabra, pero desechamos la suposición de que aquella forma exa una alteración de ésta, y que ésta tenga su origen en la palabra maya nohol. Creemos, por el contrario, que Nonoalco sea alteración de Nonoualco y ésta variante de Onohualco, palabra netamente mejicana. El verbo onoc (ya- cer estar echado) con el pronombre ni (yo) se escribe nonoc (ni-onoc, yo yaz- go); la forma impersonal del verbo es onova, á lo que, por lo mismo, se le ha qnitado la,ene que representa el pronombre. Si estuviéremos equivocados, la interpretación del jeroglífico y su com- paración con las esculturas podrán servir para dar la más cierta traducción de la palabra. *177.—OTATAL (laguna, en la Municipalidad de Macuspana). —Colectivo derivado del aztequismo otate y éste de la palabra mejicana otatl, (bambusa arundinacea, Roxb., Gra- míneas). 178.—OTATITLÁN (hacienda, en la Municipalidad del Centro). —“Entre los otates.”—“Ota-titlán” (de otatl, otate; y titlán, entre).—Mejicano. 179.—OJIACAQUE (pueblo, en la Municipalidad de Nacajuca). —“Lugar de las cañas de ungivento.”—“Oshi-aca-c” (de oshitl, ungúento; acatl, caña; y c, terminación toponími- ca).—Mejicano. Puede referirse al carrizo que crece en ciertos lugares próximos al agua que aún se acostumbra vender llenos de trementina para usos medicinales. 134 MARrcos E. BECERRA. 180.—OxoLOTÁN (pueblo, en la Municipalidad de Tacotalpa.) —“Donde abundan los tigres.”—“Oselo-tlán” de oselotl, tigre; y tlan, colectivo toponímico).—Mejicano. 181.—OsrITÁN (vecindario, en la Municipalidad de Huiman- guillo).—“ Entre las cuevas.”—“Osto-titlán” de ostotl, cueva; y titlán, entre.) —Mejicano. 182, —PALINÁ (rancho, en la Municipalidad de Montecristo). —“Descascarar semillas.”—“Ppaalinaj” (de ppaal, des- cascarar; é inaj, semilla.) —Maya. 183.—PamPusÚ (laguna, en la Municipalidad de Nacajuca). —“Canal espumoso.”—“A pan—pusun” (de apantli, canal; y pusunqui, espumoso).—Mejicano. 184.—PEcH (arroyo, en la Municipalidad de Macuspana).— “Garrapata.”—“Pech.”—Maya. 185.—PAsanTÓ (arroyo, afluente derecho del río Usumacinta, en la Municipalidad de Tenosique).—“Abertura ó cavi- dad de zanja atascosa.”—“ Paac—-tsam-—thol” (de paac, abierto, cavado; tsam, hundirse, atascarse; y thol, zanja, cuneta, foso ).—Maya. 186.—PECHUCALCO (pueblo, en la Municipalidad de Cundua- cán).—“Lugar de casas embarradas.” —“Pecho-cal-co” (de pechoa, apócope de pepechoa, tapar ó cerrar con pie- dra y lodo los agujeros de la pared; cali, casa; y co, ter- minación toponímica).—Mejicano. El Sr. Rovirosa, en su obra tantas veces mencionada, considera que este nombre es alteración del de Pichucalco, población de Chiapas. Exis- ten, en efecto, en la misma región geográfica que constituye la llanura ta- basqueña, dos poblaciones cuyos nombres, ligeramente diferenciados, pa- recen tener un mismo significado: una es la que motiva esta nota y que pertenece á Tabasco; la otra es Pichucalco, primitivamente Pueblo Nuevo de Pichucalco, correspondiente al Estado de Chiapas. Pero la más antigua NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 135 es Pechucalco (de Tabasco) pues en 1579, á raíz de la Conquista, ya apa- rece en las “Relaciones, ” mientras que Pichucaleo no se encuentra sino hasta fechas posteriores y la misma denominación de Pueblo Nuevo indi- ca que es reciente. Esto último también indica que los que fundaron á Pi- chucalco eran habitantes de alguna otra población del mismo nombre. Por consiguiente, si la hipótesis de que Pechucalco y Pichucalco tienen un mis- mo significado fuera probable, debería darse por seguro que la última fué fundada por inmigrantes salidos de Pechucaleo, población que era y aún es de agualulcos, es decir de mejicanos. Estas inmigraciones de poblado- res costeños hacia al interior se efectuaron frecuentemente, como lo atesti- guan Jonuta, formado por inmigrantes venidos de Jicalango, Pueblo Nuevo de las Raíces, llamado primitivamente Pueblo Nuevo de Ojiacaque, forma- do por gentes venidas de la Chontalpa, y San Francisco Estancia Vieja ó de Guatacalco, San Carlos Oleuatitán y San Fernando Ocuilzapotlán, que tu- vieron el mismo origen. Y, en tal caso, el nombre Pichucalco sería una co- rrupción de la palabra Pechucalco, y no viceversa. A corroborar tal eriterio concurriría la consideración de que la evolución fonética de e á ¿, operada de Pechucaleo á Pichucaleo, es más probable que la de ¿á e, que sería ne- cesaria de Pichucalco á Pechucalco. No por distinto modo se originó del fuemos y del domeñó antiguos el fuimos y el dominó modernos, y se originan ahora de los correctos y cultos pedir, decir, medir, los vulgares pidir, dicir, midir, tan comunes en el lenguaje infantil. Bernal Díaz, empero, menciona una población que llama Coyumelapa, ubicada entre Solusuchiapa é Ixtapangajoya. Si se supone que el autor de la “Verdadera Historia de la Conquista” escribió equivocadamente este nombre, debiendo haber escrito Coyamelapa, o que, si lo escribió de esta manera dicho autor, al copiarse del manuscrito se equivocó el nombre cam- biando una letra, entonces si podría, también, suponerse que los primitivos habitantes de Pichucalco (Chiapas) eran originarios de dicho Coyamelapa, y entonces Pichucalco no sería alteración de Pechucalco, y la significación que el Sr. Rovirosa da á la primera resultaría muy acertada (Pitzo—cal- co, “en la zahurda de los puercos,” de pitzotl, puerco; cali, casa; y co, ter- minación toponímica ), puesto que Coyamelapa significa casi lo mismo (Co- yamel—apan, “ribera de los puercos monteses,” de coyametl, puerco mon- tés; y apan, ribera). Remesal cita á Cuyamelapa, de los tsoques, lo que da certeza á esta suposición. En cualquier caso, Pechucaleo no es palabra de- rivada de Pichucalco, 187. —PeLJÁ (laguna, en la Municipalidad de Tenosique).— 136 MARrcos E. BECERRA “Agua única ”—“Pel-34” (de pel, único, singular; y Já, agua).—Maya. 188.—PETENECTÉ (nombre de una población antigua, ya ex- tinguida, á la margen del río Usumacinta).—“Isla del palo de tinte. ”—“Peten—ek-té” (de petén, isla; eck, palo de tinte, cierta madera; y té, árbol). Maya. Cortés cita esta población como ubicada arriba de Zagoatezpan (Teno- sique). En el mapa de Melchor de Alfaro se ve abajo de Tenosique, y en la lista de poblaciones correlativa, se cita antes de esta población, arriba de Usumacinta. Por Cogolludo, que escribió en el siglo siguiente al de la fecha del mapa, se viene en conocimiento de que Petenecté quedaba, real- mente, hacia arriba de Tenosique, pues dice el mencionado historiador que distaba veintidós leguas de Usumacinta, y da á entender que Nohháa, si- tuado arriba de Tenosique, no quedaba lejos de Petenecté. El palo de tinte ó palo de Campeche ( hematoxylon campechianum, Lin., Leguminosas ) es una planta propia de la región. 189.—PICTUN (rancho, en la Municipalidad de Tenosique).— “Mojón ó señal de término. ”—“Pietun.”—Maya. 190.—PICHIJÁ (arroyo, afluente del río Chacamás en la Mu- nicipalidad de Montecristo). —“Arroyo de los tordos.” — “Pich-34” (de pich, tordo; y já, agua).—Maya. 191.—PIMBA (arroyo, cerca de Astapa, en la Municipalidad de Jalapa).—“Arroyo de moscas. ”—“Pin=bac” (de pino, mosca; y bac, arroyo).—Tsoque. 192.—PoaAwNÁ (río, afluente del Puscatán, y vecindario, en la Municipalidad de Tacotalpa).—“Río de los jolosines ó jonotes.”—““Poa—ná” (de poa, jolosín; y náa, agua).— Tsoque.—(Véase “Jonuta”). 193.—PocvIcuc (hacienda, en la Municipalidad de Montecris- NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 137 to).—“Ardilla de color tostado.”—“ Poe-bi-cuc” (de poc, tostado, asado; bi, semejante, parecido; y cuc, ardilla). —Maya. 194, —PocHoTE (laguna, en la Municipalidad de Montecristo). —Aztequismo, derivado de pochotl, nombre de cierta planta. En Tabasco se llama pochote no á la ceiba ó ceibo (eriodendron occi- dentale Tr. et Pl, Bombáceas) como sucede en otros puntos de nuestro país, sino á otra planta que, como ésta, produce cierto algodón; el co- chlospermun hibiscoides, H. et B., de la familia del achiote ó bija ( Bixíneas). 195.—PoLEVvÁ (arroyo, afluente del río Usumacinta, en la Muvicipalidad de Tenosique).—“Agua de macerar cor- tezas."—“Poo-leb-á” (de poo, lavar, purificar; leb, corte- za; y ú, agua).—Maya. 196.—PomoNá (arroyo, afluente izquierdo del río Usumacin- ta, en la Municipalidad de Tenosique). —“Arroyo de es- puma espesa. ”—“Pom—mon-á” (de pom, espuma; mon, espeso; y á, agua).—Maya. 197.—PoOPANE (población antigua, á la margen del Usumacin- ta). —“Lugar de peones de labranza. ”—“Poec-pav” (de pocché, terreno; y pan, escarbar, trabajar la tierra). Ma- ya (véase “Multé”). En el mapa de Melchor de Alfaro aparece esta población ubicada, con Istapa y Jonuta, abajo del punto de bifurcación del río Usumacinta en sus dos brazos, Usumacinta y Palizada, y en el terreno que abraza dicha bifur- cación, es decir, á la margen derecha del brazo Usumacinta y á la izquier- da del Palizada. Como por los relatos de Bernal Díaz y de Cortés, se sabe, con toda seguridad, que, por lo menos, Istapa estaba en 1524 á la margen izquierda del tronco fluvial que se bifurca, se comprende que, por esta par- Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1909-1910)—18 138 MARCOS E, BECERBA te de la región tabasqueña, las ubicaciones del mapa de Melchor de Alfaro no fueron hechas concienzudamente. Creemos que Popane haya estado arriba de la bifurcación. Actualmente no se conoce ninguna población de Tabasco con este nom- bre, pero existe, á la margen del mismo Usumacinta, y en la mismo situa-- ción topográfica relativa que con otras poblaciones tenía Popane, el pueblo de Multé, cuyo nombre significa en lengua mejicana lo mismo que Popane 198.—Poposá (hacienda, en la Municipalidad de Tacotalpa). —“Piedra blanca. —““Popo-tsá” (de popo, blanco; y tsá, piedra).—Tsoque (véase “Istatel”). _199.—PoTONCHÁN (nombre de la primitiva población indíge- na que después fué Santa María de la Victoria). —“Lu- gar que hiede, que huele mal.”—“Poton—chán” (de potoni, heder, oler mal; y chan, terminación toponímica).—Me- jicano. El nombre Potonchán, de una antigua población de Tabasco, se ha con- fundido, por todos los historiadores modernos y por muchos de los anti- guos, con el de Champotón, antigua y actual población de Campeche. Así, cada vez que, en los relatos históricos referentes al Descubrimiento ó á la Conquista de Nueva España, se encuentra la palabra Potonchán aplicada á Champotón, se ha pensado que se cometía un error sobre el concepto sim- plemente prosódico ú ortográfico del nombre, y no sobre el concepto geo- gráfico; y, por el contrario, enando se ha visto aplicado el mismo nombre á Tabasco, se ha creído que se cometía un error geográfico. Examinemos la cuestión. ' Cuando Bernal Díaz dice Potonchán se refiere á Champotón. La lec- tura de este autor induce, empero, á pensar que, en la época en que escri- bió su obra, las ideas de ambos nombres no estaban muy precisas en su memoria, pues no sólo llama indistintamente con uno ú otro nombre á la población campechana sino que, al hacer mención de ésta en su relato de la expedición dé Cortés, la menciona como tocada después de haber pasa- do por Boca de Términos (hoy “Isla del Carmen”). Esta confusión de Bernal Díaz no puede explicarse más que conside- rando que la diferencia de las ideas que entrañaban las palabras Poton- chán y Champotón se había hecho vaga en la memoria del historiador, no NOMBRES GEOGRAFICOS DEL EsTADO DE TABASCO. 139 E quedando más que el recuerdo del sonido, y que, habiendo leído, Bernal Díaz, en Gromara, que escribió antes que él, los nombres de Champotón y de Potonchán, como aplicables á Tabasco, quiso rectificar la parte de error que esta aseveración traía, y cayó él, á su vez, en otro error, aplicando am- bos nombres á Champotón. El error de Gomara indujo, pues, á Bernal Díaz al suyo, y el de aquel se explica porque, habiendo escrito su obra en Espa- ña, sin ser testigo y sólo por informes (aunque éstos le fueron comunica- dos por los mismos conquistadores), entre 1540 y 1552, confundió los dos nombres, de por sí ya muy semejantes. Fernández de Oviedo, que aunque estuvo en América muchos años nunca vino á México, cae en el error de Gomara, mientras que nuestro erudito Orozco y Berra llama, como Bernal Díaz, Potón—Chán á Champotón. En resumen: todos ellos dan por cierto que hay dos nombres para un solo lugar. El examen de otros documentos bastará, empero, para convencernos de que en esta cuestión hay yn motivo más fundamental para equivocar- se, y es la existencia de dos lugares con dos nombres diferentes singular- mente parecidos. Esos documentos son: 1?, el “Itinerario de la Armada de Juan de Grijalva,” escrito por el clérigo Juan Díaz, capellán mayor de dicha Armada, publicado en toscano, en Venecia, en 1522, y reproducido por el Sr. García Icazbalceta en su “Colección de Documentos para la His- toria de México” (tomo 1); 22. las “Relaciones de Tabasco,” escritas en Ta- basco mismo en 1579, publicadas en la obra “Coleecc. de Documentos Iné- ditos, relativos al Descubrimiento,” que mencionamos en el prólogo de este trabajo, y reproducidas en el “Archivo Histórico-Geográfico de Tabasco,” allí mismo citado; 3%, una cédula de encomienda á Bernal Díaz, extendida por Hernán Cortés en 1522, y publicada por D. Justo Zaragoza entre las Adiciones y Aclaraciones que agregó á la Historia de Guatemala” de Don Francisco de Puentes y Guzmán (Madrid.—1882); y 42 un mapa, impreso según nos parece en el siglo XVII, que tiene en su poder, y que bondado- samente nos ha permitido examinar, nuestro respetable amigo el Profesor D. Francisco Rivas. ; En el primero se citan con toda claridad y distinción uno y otro lugar, habiendo tenido el Sr. García Icazbalceta el acierto debido al restituir á su indudable estructura original los nombres algo variados que se consig- narón en el textoitaliano (Champontón, Campontón y Champotón, para el uno, y Protonta, para el otro), de modo que aplica á cada población el nombre. que le correspondía. En-el segundo, escrito, como hemos indicado antes, por personas que vivían en Tabasco, se da repetidas veces el nombre de Potonchán á la po- blación indígena sobre cuyo asiento se había fundado más tarde Santa Ma- ría de la Victoria. 140 Marcos E. BECERRA. En el tercero, la cédula de Cortés, existe un pasaje, que ha reprodu- do en parte el afanoso bibliógrafo Lic. Genaro García en el prólogo de su fidelísima edición de Bernal Díaz del Castillo, y que dice ask “...... de- posito en vos Bernal Díaz, vecino de la villa del Spíritu Sancto, los seño- res é naturales de los puebios de Tlapa é Potuchán, que son en la provin- cia de Cimatán.....- ” Fácil es comprender, por lo que luego veremos, que al poner lapa se quiso poner Teapa, población antigua y actual de Tabasco, y que esta equivocación provino de un error de lectura, ya sea éste del autor mismo de las Adiciones, al hacer en sus manuscritos la trans- cripción de la cédula de Cortés, ó ya, quizá, del editor de la obra en que se dieron á luz. Una e pudo confundirse con un ele; esto es palmario. Decimos que se trata de Teapa, porque el propio Bernal, en las pro- banzas de méritos que promovió en 1539 (Fuentes y Guzmán.—“Historia de Guatemala.” —Adiciones y Aclaraciones), dice que “el pueblo de Tlapa tenía más de mil casas,” y esta aseveración coincide con dos pasajes de su “Historia Verdadera de la Conquista.” El primero, al referir la expedición á Chiapas, dice que Teapa, por donde pasaron al retornar, era una pobla- ción de gran importancia. El segundo, al narrar Jo acaecido en la expedición á Hibueras, expresa que Teapa y Tecomajiaca (ésta es hoy sólo un barrio de aquella) eran poblaciones de su encomienda. La otra población dada á Bernal Díaz por Cortés no pudo ser Cham- potón, porque ésta, en el tiempo en que la cédula fué otorgada, no había sido aún sojuzgada por los españoles, y las encomiendas mal podían ser si- no sobre poblaciones Óó comarcas sujetas, siquiera nominalmente. De de- recho, y según sus capitulaciones con el monarca español, ese dominio co- rrespondía á Montejo; de hecho, solo él lo fundó con los suyos y con lo suyo. Bien es cierto que Tabasco, —y por consiguiente, Cimatán, —también estuvo sometido á Montejo, pero eso fué después del tiempo en que se dio la cédula, y, aunque lo hubiera sido durante esta nueva jurisdicción, Cor- tés, que habra sujetado á Tabasco primeramente, y que-había comisionado a Montejo para pucificarlo, tenía perfecto derecho para dar encomiendas en aquel territorio, mientras que en Yucatán no lo tenía. En el cuarto documento, que consiste en el maya que hemos tenido á la vista, se marc: n como dos lugares comp!etamente diferentes á Cham- potón y á Potonchán, ubicando al primero en Campeche y al otro en Ta- basco. E A la convicción que se forma en vista de tales documentos debemos agregar la opinión, digna de ser considerada, del notable americanista el Dr. Brinton, quien fundándose, indudablemente, en el cotejo de los escri- tos de los diversos cronistas de la época de la Conquista, aplica el nombre Potonchán á la que más tarde se llamó Santa María de la Victoria. NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL EsTADO DE TABASCO, 141 En cuanto al significado del nombre, el que da el mismo Dr. Brinton nos parece acertado, pero no como perteneciente al maya, —pues los ele- mentos que él pretende hallar son muy forzados, — sino al mejicano, que los tiene apropiadísimos Nombres de lugar mejicanos, análogos á Poton- chán, son: Coatinchán, Cuautinchán, Ayotinchán, en donde el elemento chan es siempre posfijo. En los nombres mayas es prefijoinvariablemente: Cham- potón, Chanchén, Chancabal, Chan—Miguel, Chan—-Santacruz, etc. El prefijo maya significa cosa distinta que el posfijo mejicano. - 200.—PULINTÉ (rancho, en la Municipalidad de Montecristo). -- —*“Polem-té” (de polem, hinchado; y té, árbol, madera). —Maya. La estructura de esta palabra es análoga á la de los nombres mayas de varios plantas: munité, canisté, pucté, chacté, chacauanté. Tal vez lo sea de alguna que no conozcamos. En Chiapas existe un lugar llamado Pu- lenté. 201.—PuscaTÁN (pueblo, en la Municipalidad de Tacotalpa).— “Lugar de pusheaguas”—“Pusheau-tlan” (de pusheaua, cierto modo de envoltorio ó paquete; y tlan, colectivo toponímico).—Mejicano. En los “N mbres Geográficos de México” está reproducido el jeroglí- fico de una población de «ste nombre, sacado del Códice Mendocino, así como la restauración y la interpretación del nombre significado en el di- bujo, hechas por el 5r. Orozco y Berra. Este profundo historiador opina que el jeroglífico representa una cabeza de adormidera y que su significado es el de 'lugar de moho” (de pushcauhqui, mohoso, y tlan, en), pero el Se- nor Peñafiel no está de acuerdo con esto, y cree que el nombre tiene como elemento principal la palabra poshcauhcamotli, sinónimo, según el Dr. Her- nández, de camotli (camote). Por nuestra parte, no nos parecen acertadas ni la apreciación del jeroglífico ni la restauración é interpretación del nom- bre resultantes, propuestas por el Sr. Orozco y Berra, pero tampoco las del Sr. Peñafiel, y por eso nos atrevemos á proponer otras que difieren de ellas, Juzgamos, en primer lugar, que el jeroglífico no representa un fruto 142 MARcOs E, BECERRA. sino una hoja. Basta observar cómo están representados estos dos Órganos vegetales en todos los otros jeroglíficos del Códice para convencerse de esto, En segundo lugar (y en esto seguimos el dictamen del Sr. Peñafiel), la adormidera, propiamente dicha, como pláfita exótica que es, no pudo haber sido tan común, cuando se escribió el Códice (años cercanos á la Conquis- ta), que sirviera de signo de la idea que se supone expresada en el jeroglí- fico. Por último, la interpretación de “junto al moho” ó “junto á lo mo- hoso” no podría considerarse fundada, en tanto que no pueda saberse á qué circunstancia topográtea siquiera probable aludía. En cuanto á la interpretación que propone el Sr. Peñafiel, diremos que, si poshcauhcamotli fuera el principal elemento del nombre, la estruc- tura de éste sería Pushcauhcamotlán ó, por abreviación, Camotlán, pero no Pushcautlán, porque no habría razón para abreviar la palabra á tal extremo que desaparecieran las letras que expresan la idea fundamental del nom- bre, Sobre todo, el jeroglífico lo confirmaría, cosa que no sucede, pues, si la figura no parece representar un fruto de adormidera, menos se asemeja á un camote. El jeroglífico del nombre Camotlán, representando un camo- te, es típico, como puede verse en la copia que hemos sacado de la misma obra del Sr. Peñafiel y que reproducimos con este trabajo. Si este respetable autor, al hacer el examen del jeroglífico consabido, hubiera tenido en cuenta una idea que él mismo consigna en otra parte de su obra, habría podido acertar con el significado de la figura, dando, á la vez, la más perfecta comprobación á dicha idea y determinando con clari- dad un hecho importante de la gráfica mejicana. En efecto: al analizar el nombre de 4huatziizinco, en aquella parte de su libro, advierte que el elemento ahuatl (encino) se representa con dos signos combinados: a-huatl, de atl (agua) y huatl (hoja), tal como se ve en el jeroglífico de esta palabra. Conforme á eso, y á semejanza de lo que pasa con el signo del agua, el dibujo esquemático de la hoja viene á ser no ya un ideograma sino un fonograma, es decir, no una figura que nos recuer- de la cosa que represente en sí y únicamente, sino un signo que tiene por objeto hacernos recordar esa cosa para rememorar en seguida su nombre y después un determinado sonido que exista en éste, Podría, por consi- guiente, agregarse el fonograma de uatl á los otros, ya bastante numero- sos, que tuvo la escritura mejicana, con la notable cireunstancia de que este diptongo marca un paso entre los fonogramas silábicos (tlan, pan, cuau) y los alfabéticos (atl, etl, otl). Esta idea se confirma con el examen de otros tres jeroglíficos del Códice Mendocino: Ahuatepec, Capulhuac, Cua- huacán, En todos ellos para encontrar uno de los elementos del nombre (ua) se hace ineludible considerar que él está representado por el signo de NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 143 la hoja, pues, de lo contrario, no sería ¡ osible encontrarlo, ni se sabría aplicar una significación racional á ese detalle del dibujo. Ahora bien: aunque en mejicano la idea de hoja se expresa con la pa- labra izuat!, un análisis detenido de esa y de algunas otras palabras nos lle- va á comprender que, en realidad, la raíz lingitística de ellas es uatl: izuatl (hoja de maíz verde ), miauatl (espiga y flor del maíz), oautl (espiga de maíz), auatl (espina), euatl (corteza, cuero para curtir), tlashouatstli (hoja seca), tepustlacanauali (lámina ú hoja de metal). En conclusión: puede darse por exacto que el jeroglífico de una hoja no sólo puede tener el valor ideológico de aquel vegetal (uatl) ó el de la partícula posesiva ua, sino que vale como simple sonido que puede entrar en composición de palabras. La clave y punto de partida de esta evolución fonogramática está en la palabra pushcauatl, que es la única que tiene re- presentación en el jeroglífico de Pushcautlán, pues la terminación tlan no la tiene. Siendo éste una hoja con los signos del moho (como lo hace notar el Sr. Orozco y Berra), fácil es leer pushea—uatl, hoja mohosa, de pushcauh- quí, mohoso, y uatl, hoja. Pero,—se nos preguntará, —¿qué cosa es push- cagua ó pushcanatl? En Tabasco todo el mundo lo sabe: es lo que hemos dicho al principio, “cierto modo de envoltorio ó paquete” el cual se hace comunmente, con cierta hoja. Esta es la llamada hoja-blanca (calatea dis- color, G. T. Meyer, Musáceas) que tiene en su revés un polvillo blanco co- mo moho. 202.—PUTSBAC (arroyo, afluente del río Oxolotán, en la Mu- nicipalidad de Tacotalpa).— “Arroyo de basura.”—“Puts- bac”4de putsi, basura; y bac, arroyo ).—Tsoque. 203.— PUYACATENGO (río, afluente del Teapa, y vecindario, en la Municipalidad de este nombre).—““En la orilla del agua salada. ”—“Poyac-a-ten—co” (de poyac, salado; atl, agua; tentli, orilla; y co, terminación toponímica).—Mejicano. 204, —QUETZALTEPEC (rancho, en la Municipalidad de Huiman- guillo).—“Sobre el cerro de los quetzales.”—“Quetsal- tepec” (de quetsali, cierta ave; y tepec, sobre el cerro).— Mejicano. Existió antiguamente una población de éste nombre en esta región, 144 MARCOS E. BECERRA. gún se desprende de una de las cartas de Cortés 4 Carlos Quinto, en que habla de ella diciendo: “..... la provincia de Tabasco, y la de Chimaclán (Cimatán) y Quechula y Quizaltepec (Quetzaltepec), y otras que por pe- queñas no expreso...... ” (“Cartas y Relaciones de Hernán Cortés,” por D, Pascual de Gayangos.—París.—1866.—Pág. 275). 205.—SABUCOCH (arroyo, afluente izquierdo del río Usuma- cinta, en la Municipalidad de Tenosique).—“Agua que no debe beberse.”—“Sab-uk-och” (de saban, veneno de la víbora, ó tsabcan, serpiente de cascabel; uk, beber; y och, expuesto, en peligro). —Maya. 206.—SAGUINÓ (arroyo, afluente del río Tacotalpa, en la Mu- nicipalidad de este nombre).—“ Arroyo de los monos — “Tsagúi-nó” (de tsagúi, mono; y ró, agua).—Tsoque. 207. —SALOYA (vecindario, en la Municipalidad de Nacajuea). —“En donde se camina sobre arena.”—“Shal-o-yan” (de shali, arena; otli, camino; y yan, terminación verbal toponímica).—Mejicano. . 208.—SANAPA (pueblo, y río, confluente con el Tancochapa, en la Municipalidad de Huimanguillo). —“Ribera de los sanates.”—“Tsan-apan” (de tsanatl, sanate, cierta ave; y apan, sobre el agua).—Mejicano. 209.—SAQUILÁ (laguna y arroyo, afluente del río Chacamás, en la Municipalidad de Montecristo).—“A gua blanca.” “Sakil-4” (de sakil, blanco, blancura; y 4, agua).—Maya. Algunas ci.cunstancias históricas sobre la fundación de la actual villa do Montecristo, así como la identidad de significaciones entre la palabra Saquilá y el nombre de lztapan, nos hace conjeturar que esta antigua gran población, de que nos hablan los historiadores de la Conquista, estuvo asen- tada primitivamente cerca de este lugar, próxima á Saquilá y 4 Monteeris- to. Los habitantes del antiguo Zztapan, poblaron, probablemente, después el pueblo de Estapilla (Istapilla) más arriba del sitio en que estaban, mien- NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 145 tras que los que, posteriormente, poblaron Montec.isto fueron llegados de Macuspana. 210.—SAYÁ (arroyo, afluente del río San Pedro, en la Munici- palidad de Balancán).— “Fuente, manantial, vena de agua —“Sayab.”—Maya. 211.—Saratí (rancho, en la Municipalidad de Tenosique).— “Añadido, empalmado, maneornado.”—“Tsayajlín” (de tsayajlín, pp. del verbo tsayaj, añadir, coser, surcir, man- cornar, empalmar).—Maya. 212. —SEJÁ (laguna, en la Municipalidad de Montecristo).— “Poca agua ”—“Tse-já” (le tsets, pequeño, poco; y Já, agua).—Maya. 213.—SoPoG (arroyo, afluente izquierdo del río Usumacinta, en la Municipalidad de Balancán).—“ Atolladero.”— “Tsopoc” (de tsopoc, futuro del verbo tsopol, atollarse, atascarse).—Maya. 214. —SOYATACO (pueblo, en la Municipalidad de Jalpa). —“En el palmar."—“Soyatla-co” (de soyatla, palmar; y co, ter- minación toponímica).—M ejicano. 215.—SUCHE (arroyo, en la Municipalidad de Macuspana).- — Aztequismo, derivado de shochitl, que significa for. 216.—SUBIQUINÁ (laguna, en la Municipalidad de Montecris- to).—“Donde se rodea ó se da vuelta.”—“Sutbi-kenaj” (de sutbil; dando vuelta; y kenaj, torcer, doblando).— Maya. 217.—SUMINÁ (rancho, en la Municipalidad de Balancán).— “Lugar desaparecido por sí solo.”—“Tsum-inaj” (de tsumi, pretérito de tsumul, desaparecer, acabar; $inaj, su- Mem. Soo. Alaate. México. T. 29. (1909-1910)—19 146 MARCOS E, BECERRA fijo adverbial queindica que la acción se efectúa sin agen- te extraño ó ajeno).—Maya. 218.—SHAGABITO (arroyo, afluente del Etapa, en la Municipa- lidad de Jalapa).—“Arroyo frío que se cruza salvándo- lo."—“Shakab-its” (de shakab, pasar sobre algo; 6its, frío, fresco, helado).—Maya. 219.—SHANABCU (cerro ó cumbre, en la Municipalidad de Te- nosique).—“Sandalia ó zapato asentado ó echado.”— “Shanab-cub” (de shanab, sandalia, zapato; y cub, cosa asentada, echada).—Maya. 220.—SHANCABAL Ó CHANCABAL (rancho y hacienda, en la Mu- nicipalidad de Balancán).—“Palmar de abajo.”—“Shan -kabal” (de shaan, guanal, donde abundan los guanos ó palmas; y kabal, abajo). —Maya. 221.—SHIMOMÉ (arroyo, en la Municipalidad de Jalapa).— “Arroyo que da vuelta sobre su origen. ”—“Shim-omí” (de shim, raíz, tronco, origen; y omí, presente de om, tor- nar sobre sí, envolverse).—Maya. 222.—TABASCO (nombre actual del Estado). —“Lugar que tie- ne dueño.”—“Tla—uash-co” (de tla, prefijo pronominal indeterminativo, alguno; uashca, dominio, propiedad; y co, terminación toponímica).—Mejicano. Según Bernal Díaz, el nombre de Tabasco era el del cacique que go- bernaba la región al tiempo del Descubrimiento ó de la Conquista. Según el historiador tabasqueño Gil y Sáenz, el nombre es una combinación de palabras del idioma maya, que quieren decir “hemos sido engañados.” Al- gún otro autor ha opinado que el nombre de Tabasco viene de la palabra tabaco, que es antillana. El Sr. Rovirosa juzga, con más acierto que todos, que el expresado nombre es de origen nahea. Por último, el Dr. Berend NoMBRE8S GKOGRAFICOS DEL EsTADO DE TABASCO, 147 en su manuscrito de nombres geográficos mayas, citado por Brinton, cree que Tabasco viene de los elementos mayas tab-uaxac-coh (Tabuashacoj, Tabuasaco, Tabuasco, Tabasco?), que significan “nuestro señor el de los ocho leones,” queriendo así conciliar el dicho de Bernal Díaz, de que el nombre venía del cacique de la región, con el hecho de ser los habitantes gentes de origen maya. En general, el parecer del Sr. Rovirosa, de que la palabra sea de la len- gua mejicana, nos parece acertado. Pero no estamos de acuerdo con la res- tauración que hace del nombre ni, por consiguiente, con la respectiva in- terpretación. Por lo que se refiere á lo primero, bastará dar una ojeada á los elementos silábicos de la palabra Tabasco para tener la certeza de que es mejicana. La primera sílaba, ta, y la terminación co, características de la toponimia mejicana, son de decisivo alcance para la verosimilitud de tal suposición. Otros hechos la corroboran. En Zacatecas existió, hasta hace pocos años (1840), una población llamada Tabasco y que es hoy la villa del Refugio, del Partido de Villanueva (véanse, el “Diccionario Histório Geo- gráfico de la República Mexicana,” por García Cubas, y el “Mapa de los Departamentos de Jalisco, Zacatecas y Aguascalientes,” por D. José Ma- ría Navarro.—1840), y un Partido denominado Tavasco (véase el ““Mapa del Distrito de Villanueva,” por J. G. de la Cortina).—A esos lugares de- be de referirse Don Alberto Santoscoy (“Anales del Museo Nacional,” 1* época, tomo VII, pág. 311-314), quien apoyándose en la crónica del P. Te- llo, referente á las lenguas de Nueva Galicia, dice que los caxcanes ó “rús- ticos mexicanos” fundaron los pueblos de Tenánco, Jalpa, Mecatabasco, ete., y cita más adelante, como de raza tocha ó mejicana, á los pueblos de Mecatabasco, Jalpa y Ahualulco. En el mismo Estado de Zacatecas existe un rancho llamado Temoluasco; en Veracruz existe Tlecuasco; Apipilhuaxco es un rancho del Estado de Hidalgo, y Apipilhuasco un pueblo del Estado de México. En cuanto á que la palabra original haya sido T/lapalco, como opina el Sr. Rovirosa, repetimos que no estamos de acuerdo con aquel respeta- ble autor (aunque pensemos, con él y con el ya citado Dr, Brinton, que geográficamente sería apropiadísima), porque los elementos fonéticos ac- tuales de la palabra Tabasco (Ta-bas-co) no acusan como antecedentes más que á una parte de los que se suponen en Tlapalco (Tla-pal-co, de tlali, tierra, paltic, húmedo, y co, terminación toponímica). La sílaba en que difieren esencialmente la palabra actual y la que se supone originaria es la de enmedio. ¿Pudo, pues, la pseudo-originaria pal, convertirse en bas, bajo la acción deformadora del tiempo, y á favor de cir- cunstancias gráficas ó fonéticas lógicas? 148 Marcos E. BECcKÉRA. Con respecto á la acción del tiempo, ella queda absolutamente descar- tada con el hecho de que ningún escrito autiz 10 trae la palabra Tlapalco., Ea Bernal Díaz dícese Tabasco, y éste escribió poco después de la Con- quista. Las circunstancias gráficas tampoco han sido favorables, pues ni en la antigua letra española ni en la inglesa actual pueden confundirse una pe con una be, ni una cle con una ese. Las circunstancias fonéticas han si- do completamente favorables á la substitución de la pe antigua con la be actual (puesto que ambas letras son afines y, además, pueden invocarse otros hechos análogos en la historia de estas palabras), pero la substitución de la ele con una ese sí ya no está en igual caso. La ese que actualmente haya en las palabras de origen mejicano no puede provenir más que de los so- nidos she, che, tze, ó tse, ó quizá de la misma ese que los primitivos aztequis- tas representaron generalmente con una zeta. Así, pues, la sílaba bas no puede provenir de la sílaba pal. , Dicha sílaba puede venir de alguna de las siguientes: pash, pach, patz ó pats, y paz ó pas (Tapashco, Tapacheo, Tapatseo, Tapasco); pero también puede originarse de alguna de estas otras: wash, uach, uatz, ó uats, y uaz ó uas (Tauasheo, Tauachco, Tauatsco, Tauasco). Nosotros hemos opinado que venga de uash, según se ve en el artículo arriba. En efecto: leyendo á Bernal Díaz es frecuente encontrar la palabra Tabasco, así con be, pero otras veces se encuentra con ve: Tarvasco. En las “Relaciones” se encuentra indistintamente con be, Tabasco, con ve, Tavasco, y con u, Tauasco. Esta misma imprecisión ortográfica se nota en otras pala- bras puramente castellanas; así, se ve escrito, indiferentemente, estaba, esta- va ó estaua. Tablas o, pues, viene, por una senda perfectamente lógica, de Tlauashcol. Lo confirma su significado, que coincide, en el fondo, con la interpretación que Bernal Díaz, atribuye á tal palabra, y con la respuesta dada por los tabasqueños á Grijalva (cuando éste les proponía la sujeción al Rey de España)¡de que no necesitaban nuevo señor, puesto que ya lo tenían. En resumen: la existencia de silabas características del mejicano en la palabra Tabasco; el encontrarse ésta en otra colonia de mejicanos tan dis- tante, como estaba Zacatecas; el estar escrito Tauasco en alguna obra; el existir aún, actualmente, en otras regiones de nuestro país nombres meji- canos con la terminación uasco; la relación entre el significado que hemos propuesto, el que Bernal Díaz consigna y el pasaje á que hemos aludido; todo ello, en fin, concurre á darnos la convicción clara de que el nombre Tabasco es de origen mejicano, que la restauración que hemos propuesto es acertada, y que, como lo hemos dicho al principio de este trabajo, Tabasco estuvo bajo el dominio de los mejicanos. Por lo demás, y en cuanto á que la palabra Tabasco fuera el nombre NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 149 del cacique, como dice Bernal Díaz, debemos tener en cuenta que éste es- eribió su obra muchos años después de los acontecimientos y estando en Guatemala. Se comprende que, al querer recordar algunas circunstancias 6 detalles secundarios de esos acontecimientos, su memoria no se los haya suministrado con entera fidelidad. De tal clase de detalles es el de la signi- ficación del nombre de Tabasco, y es seguro que, al consignarlo, aquel ve- rídico historiador, recordó solamente la idea general y fundamental de él, que es la de dominación ó señorío, y la expresó en su obra dándole la for- ma conereta que le pareció más en consonancia con esaidea. Pero, aun de- sechada esa suposición, y dando por probable el que, cuando escribió su “Historia,” Bernal Díaz hubiera recordado con precisión la idea asentada por él, es necesario advertir que la fuente que le sirvió, al tiempo de los suce sos, para obtener tal noticia no pudo ser muy exacta. En efecto: ¿cómo pu- do él obtener la noticia entonces si no fué por medio de intérpretes que so- lo sabían el maya? Es probable, pues, que. al valerse de Melchorejo ó de Julián, éstos, que no entendieron exactamente el significado de la palabra mejicana Tabasco ó Tauashco, la intepretaran por el nombre del que man- daba. *223.—TABASQUILLO (antigua población, ya extinguida, y lagu- na y arroyo, en la Municipalidad de Frontera), —Dimi- nutiyo castellano de “Tabasco” (véase). 224. —TACOTALPA (villa, cabecera de la Municipalidad de su nombre). —“Tierra de breñas.”—“Tlaco-tlal-pan” (de tla- _cotl, breña; tlali, tierra; y pan, terminación toponímica).— Mejicano. 225.—TACUTA (laguna, en la Municipalidad de Nacajuca).— “Breñal.”—“Tlaco—tla” (de tlacotl, breña; y tla, sufijo co- lectivo). —Mejicano. *226.—TACUTILLA (hacienda, en la Municipalidad de Nacaju- ca).—Diminutivo castellano de Tacuta (véase). 227.—TAMACAZTEPEQUE (nombre antiguo de Tepetitán, pue- 150 Marcos E, BECERRA. blo, en la Municipalidad de Macuspana).—“Cerro de los ministros ó servidores del templo. ”—“Tlamacas-tepe- e” (de tlamacasque, ministro ó servidor del templo; tepell, cerro; y c, terminación toponímica).—Mejicano. Hernán Cortés, hablando de esta población, dice: “...... Tepetitán ó Tamacaztepeque, como se llama por otro nombre...... z 228.—TaAMULTÉ (pueblo, en la Municipalidad del Centro, y pueblo y laguna, en la de Frontera).—“Lugar de peones de labranza”—“Tlamol-te-c” (de tlamoleua, ablandar, amollentar la tierra; tecatl, sufijo gentilicio; y c, termina- ción toponímica).—Mejicano. Las dos poblaciones actuales, Tamulté de la Barranca (del Centro) y Tamulté de la Sabana (de Frontera) ya existían en 1579. Esta última apa- rece en el Mapa de Melchor de Alfaro con la palabra Tamultecal, en que, como se ve, entra la terminación gentilicia que hemos considerado. 229.—TANCOCHAPA (río, afluente del Tonalá, en la Municipa- lidad de Huimanguillo). —“Ribera de las dentaduras.”— “Tlancoch-apan” (de tlancochtli, dientes molares; y apan, sobre el agua). —Mejicano. 230.—TANGOBAC (arroyo, afluente del río Oxolotán, en la Mu- nicipalidad de Tacotalpa).—“Arroyo de los caracoles.” —“Tanco-bac” (de tanco, cierto caracol; y bac, arroyo).— Tsoque. *231.—TAPACHULA (rancho, en la Municipalidad de Comalcal- co).—“Lugar que se riega ó aniega.”—“Tlapacho-lan” (de tlaapacholi, anegado, regado; y lan, colectivo toponí- mico).—Mejicano. Y Nombres GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 151 232, —TAPIJULAPA (pueblo, en la Municipalidad de Tacotalpa). “Ribera de majar ó despedazar cántaros de algo”.—“Tla— pil-sholo-apan” (de tla, prefijo sustantivo indefinido, al- go; apiloli, cántaro; sholouya, majareon mano de morte- ro; y apan, sobre el agua).—Mejicano. Para conocer la significación probable del nombre Tapijulapa, nos ha servido de clave segura el hecho de que la población que lo lleva es de ori- gen tsoque, y el conocimiento de que todas esas poblaciones, aunque tie- nen un nombre en mejicano, llevan otro, de igual significación, en la len- gua de sus primitivos habitantes. Tapijulapa lleva el nombre tsoque de ““Majcuibac,” palabra que quiere decir “agua ó río del cántaro.” Esta cir- cunstancia, que el autor de los “Nombres (Geográficos de Tabasco” apro- vechó para acertar con alguna otra restauración ó interpretación, nos in clinó á desechar la que en dicha obra propone el expresado autor para la palabra de este artículo. La considera una alteración de Tlapihuilapan, significando “río que se acrecienta ó se crece,” de los elementos tlapihuilo, acrecentarse, y apan, río (?); pero, si realmente el elemento tlupihuilo fue- ra originario, la palabra no se habría convertido en Tapijulapa sino en Tapi- gúilapa, porque la afinidad del diptongo ui es hacia la ge y no hacia la jota (véase “Aguacate”), como vemos que sucede en gúisache, agúegúete, agúi- zote, que provienen de uishachin, aucuetl, auisotl. En cuanto al significado, y á la parte lógica de éste, creemos que el Investigarlo pueda dar gran luz sobre el origen de los bailes y juegos lla- mados de piñata (pignatta, olla, en italiano) que probablemente sean origi- narios de América. Siendo esto así, como nos parece, á ello podrían refe- rirse los nombres Tapijulapa y Tapijuluya. Los indígenas del Departamento de Simojovel (Chiapas), que hablan un dialecto del maya, llaman á Tapijulapa con el nombre de “Kibalucum,” que tiene por elementos las raíces mayas kibal, cántaro, y uleum, río 233.—TAPIJULUYA (arroyo, en la Municipalidad del Centro). —“En donde se majan ó despedazan cántaros de algo.” —“Tla—pil-sholo-yan” (de tla, prefijo sustantivo indef- nido; apiloli, cántaro; sholouya, majar con mano de morte- ro; y yan, terminación verbal toponímica). —Mejicano. 152 MARCcOsS E. BECERRA. 234.—TAPOCINGO (pueblo, en la Municipalidad de Nacajuca). “Zapotlán el chico, ó Zapotlancito.”—“Tsapo-tsinco” (de Tsapotlán, cierta población; y tsinco, terminación di- minutiva toponímica).—Mejicano. 235.—TASISTE (hacienda, cn la Municipalidad de Macuspana, y arroyo, en la del Centro).—Aztequismo, nombre de cierta planta (chamaedorea sp? Palmeras).—“Tlashichtli.” —Mejicano? Tlashichtli, según Molina, es “pasador (?) que se tira con ballesta.” El historiador Gomara dice: “..-... hay palmas de ocho á diez maneras; -... Hacen los indios lanzas y flechas de palmas, por ser tan recias que sin hen- der, ni remachar, ni les poner pedernal, entran mucho.” 236.—TATAHU/TALPAN (nombre de una población antigua, á la margen del río Usumacinta).—“Llanura quemada. ”— “Tlatla-uei-tlal-pan” (de tlatlac, quemado; uei, grande; tlali, tierra; y pan, terminación toponímica).—Mejicano. La carta de Cortés á Carlos V., referente á la expedición á Hibueras, menciona una población á la margen izquierda del Usumacinta, cinco le- guas arriba del antiguo Istapan. Esa población llevaba el nombre de Ta- tahuitalpan, nombre que no consigna Bernal en su “Historia” y que tam- poco figura posteriormente en las “Relaciones.” Como el significado de la palabra'mejicana motivo de esta nota tiene analogía con el de la palabra maya Balancán, y ambos nombres se relacionan con el relato de Cortés, re- ferente á la primera de éstas, y como, por otra parte, Balancán no aparece todavía en 1579 en las “Relaciones,” es de suponerse que esta última po- blación haya sido fundada posteriormente con los restos de la antigua Ta- tahuitalpan, 6 Tlatlaucitlalpan. Actualmente Balancán está ubicado en la margen derecha del Usumacinta, pero se comprende que no ha de haber estado siempre allí, pues en la izquierda, arriba de Montecristo y de la con- fluencia de los ríos Chacamás y Usumacinta, se ve un arroyo llamado de “Balancán Viejo.” Los habitantes de Tatahuitalpan quemaron la población y huyeron hacia la otra parte del río, según el relato de Cortés. 237.—TAXAGUAL (nombre de un pueblo, ya extinguido, y de NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 153 - ciertas laguvas, próximos á la costa). —“El desgranade- ro”—“Tlashacnalololoyan” (de tlashacualololoyan, lugar donde desgranan semillas).—Mejicano. 238.—TAXcCO (arroyo, en la Municipalidad de Nacajuca)— “Lugar del juego de la pelota.”—“Tlach-co” (de tlachtli, juego de la pelota; y co, terminación toponímica).—Me- jicano. 239.—TEAPA (cindad, cabecera de la Municipalidad de su nom- bre), —“Ribera de las piedras. ”—“Te-apan” (de tetl, pie- dra; y apan, sobre el agua).—Mejicano. Esta población, que, con Tecomajiaca, fué dada en encomienda á Ber- nal Díaz, tenía más de mil casas en tiempos de la Conquista, según el di- cho del propio Bernal. Los habitantes primitivos eran tsogues, de índole levantisca. Bernal Díaz refiere que, cuando regresaban á Coatzacoalcos él y los demás españo- les que fueron á la conquista de Chamula bajo las órdenes de Luis Marín, los de Teapa y Tecomajiaca los recibieron en son de guerra, á pesar de que eran gente ya sometida. Trabaron combate con los indios y, vencidos és- tos, uno de los consejeros del capitán propuso que se marcara con hierro como á los esclavos á los prisioneros. Opúsose cristiana y noblemente Ber- nal Díaz, y á causa de eso tuvo un serio altercado con el otro español, lle- gando por poco á las armas entre sí. El capitán Marín atendió á las razones de Bernal Díaz, y con ello terminó el disgusto. Tal hecho, si es una prue- ba de las violencias cometidas por los conquistadores hispanos, nos hace ver que no puede medirse con un solo patrón la talla de aquellos. Siendo el autor de este trabajo originario de Teapa, aprovecha la oca- sión para lamentar que en Teapa no exista un lugar, calle, jardín ó sitio público, que lleve el nombre de aquel valiente soldado é historiador. 240.—TEcoLPÁ (rancho, en la Municipalidad de Montecristo). —“Donde milpean en mancomún.”—“Te-col-pac” (de te, lugar; col, milpear, sembrar milpa; y pac, juntamente, en tropa).—Maya. - : Mem. Soc. Alsate. México. T. 29. (1909-1910) —20 154 MARCOS E, BECERRA 241, —TECOMAJIACA (barrio de la ciudad de Teapa, antes pue- blo de Tecomajiaca).-—“Lugar de las máscaras de teco- mate.”— “Tecoma-shayaca-c” (de tecomatl, tecomate, cierto utensilio como vasija; shayacatl, máscara ó adorno de la cara; y c, terminación toponímica).—Mejicano. Bernal Díaz dice en un pasaje Tecomayacate, pero en otro dice Tecoma- jayaca. En las “Relaciones” dice Tecomariaca. En Tabasco los tecomates se fabrican del epicarpo del fruto de la plan- ta llamada jícaro (crescencia cujete, Lin., Bignoniáceas). 249,—TECOMINUACÁN (pueblo, en la Municipalidad de Hui- manguillo).—“Lugar en donde hay cazadores de fieras.” “Tecua-min-ua—-can” (de tecuani, fiera; mina, cazar; ua, partícula que denota haber ó tener; y can, terminación toponímica).—Mejicano. 243.—TECOLUTA (pueblo, en la Municipalidad de Nacajuca). “En donde abundan los tecolotes.”—“Tecolo-tla” (de tecolotl, tecolote, cierta ave nocturna; y tla, colectivo).— Mejicano, *244 —TECOLUTILLA (pueblo, en la Municipalidad de Comal- calco). —Diminutivo castellano de Tecoluta (véase). - 245.—TECPATE (arroyo, afluente izquierdo del río Ixtacomi- tán, en la Municipalidad del Centro).—“Lugar de peder- nales ”—“Tecpatl” (de tecpatl, pedernal).—Mejicano. 246.—TENOSIQUE (villa, cabecera de la Municipalidad de su nombre).—“Casa del deshilador, ó del hilandero.”—“Ta- na-tsiic” (de tana, casa, habitación, morada; y tsitc, deshe- NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASOO. 155 ME brar, deshilar, contar hilos).—Maya (véase “Zagoatez- pan”). El significado de esta palabra nos da la clave para identificar un punto del itinerario de Cortés á su paso por estas regiones, pues dicho significa- do es el mismo que el de la palabra mejicana Zagoatezpan (Tsaua-tecpan) con que el Conquistador designa á una población ubicada en las márgenes del río Usumacinta. 247. —TEPETITÁN (pueblo, en la Municipalidad de Macuspa- na).—“Entre los cerros. ”—“Tepe-—titlán” (de tepetl, ce- rro; y titlan, entre).—Mejicano. El primitivo Tepetitlán estuyo en sitio distinto del actual, junto á la sierra, según lo dice Hernán Cortés. 248. —TEPECENTILA (pueblo ya extinguido, y arroyo, en la Mu- nicipalidad de Macuspana).—“Ladera del cerro.”—“Te- pe-tsintla” (de fepetl, cerro; y tsintla, ladera).—Mejicano. *249.—TEQUILA (vecindario, en la Municipalidad de Jalpa).— “Lugar de tributos.”—“Tequi-lan” (de teguitl, tributo; y lan, terminación toponímica).—Mejicano. 250.—TILAPA (punta, en la laguna de Mecoacán).—“Ribera del agua negra ”—“Tlil-apan” (de tliltic, negro; y apan, sobre el agua).—Mejicano. 251.—ToNará (río, en el límite de Huimanguillo con el Esta- do de Veracruz).—“Lugar de calor.”—“Tona-lan” (de tonali, calor; y lan, terminación toponímica).—Mejicano. 252.—Tucra (pueblo, en la Municipalidad de Nacajuea).— “Donde abundan los sembrados.” —“Tuc-tla” (de toctls, sembrado; y tla, colectivo).—Mejicano. 156 marcos E. BECERRA, 253.—TULACAL (rancho, en la Municipalidad de Tenosique). —“Lugar lleno de ciénagas ó lagunetas.”—“Tul-aakal” (de tul, lleno, repleto; y aakal, laguneta, aguaje, ciénaga). —Maya. *254,—TULAR (arroyo, en las Municipalidades de Cárdenas, Cunduacán, Comalealeo y Paraíso). —Colectivo castella- no, derivado del aztequismo tule, en mejicano tulin, nom- bre de diversas plantas palustres ó acuáticas. 255.—TuLuÁ (río, en la Municipalidad de Macuspana).—“Río que se desbordaba ó rebosaba.”—“Tuli-já” (de tuli, pret. de tul, rebosar, desbordar; y já, agua).—Maya. 256.—ULAPA (pueblo de la Chontalpa, ya extinguido, próximo á la costa). —“Ribera del agua negra. ”—“Ul-apan” (de uli ú olin, hule; y apan, sobre el agua). —Mejicano. El sustantivo olín se emplea metafóricamente para dar idea de la cua- lidad de lo negro, como en la palabra ulcvate (ul-coatl, culebra prieta). En los pictoglifos se representa el hule (el látex, no la planta) con una man- cha negra. Tal vez el lugar llamado actualmente Tilapa (con igual signifi- cación) sea el antiguo Ulapa. 257.—USUMACINTA (río, en las Municipalidades de Tenosique, Balancan, Montecristo y Jonuta, y pueblo en la de Te- nosique).—“Lugar de monitos.”—“Osoma-tsin=tla” (de osomatl, mono; tsintli, diminutivo; y tla, colectivo).—Me- jicano. *258.—XOTAL Ó CHOTAL (arroyo, afluente del río San Pedro, y rancho en la Municipalidad de Tenosique; arroyo, NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 157 afluente del río Chacamás, en la de Montecristo, y ve- cindario, en la de Jalapa). —Colectivo castellano, deriva- do de shote, nombre de cierto caracol fluvial.—Del me- jicano? : a Parece que la palabra shote tiene una área de dispersión bastante ex- tensa, pues lo mismo en Costa Rica (Gagini.—““Diccionario de Barbaris- mos y Provincialismos de Costa Rica”) que en el Salvador y en Honduras (Membreno.—“Nombres Geográficos de la República del Salvador” y ““Az- tequismos de Honduras”) se usa la palabra castellanizada jute (shute), signi- ficando cierto “molusco fluvial en forma de caracol.” El señor Membreño le atribuye un origen mejicano á la palabra, suponiendo que venga de shotl, pie, á causa de no tener más que un pie dicho molusco. La cireunstancia de existir el nombre Jutiapa (Jute-apun, Shute-apan, Shote- apun), corres- pondiente á un río del Salvador, y la de haber ese molusco en sus aguas, dan una gran probabilidad á la opinión del señor Membreño, de que dicha palabra es de origen mejicano. Nos parece, sin embargo, que, al serlo, y al provenir de shotl, como él supone, esta palabra s/hute ó shote, necesita, foné- tica y lógicamente, tener algún elemento además del que significa pie. Lo aclararemos. , Fonéticamente, shotl, ó shutl, no sería suficiente más que para consti- tuir alguna de estas formas del nombre: Jutlapan (Shutl-apan), Jutapan (Shut-apan), Suapan (Shu-apan). Esta última manera de composición se ve en shopili (sho-pili, dedo del pie), shocpali (sho-cpalr, planta del pie), sho- temol (sho-temol, cojo del pie). Cuando shute se conserva íntegro en Jutea- pan, es ello, de seguro, porque hay algo más que shotl en esa primera par- te de su composición. Lógicamente, para denominar al animal es necesario poner algo más que la idea de *pie;” algo más que determine la particularidad del animal con respecto á este órgano, supuesto que los mejicanos erau maestros en sus denominaciones. ' La palabra shvute podria venir de los elementos mejicanos shotl (pie) é utetl (barriza ó vientre), Shoitetl, que, por absorción de la i, se ha conver- tido en shotetl, castellanizada en shute, y cuya significación es exactamente igual á la de la palabra gasterópodos (yuster, estómago, y podós, pies) con que la Zoología designa estos moluscos. De no tener origen mejicano la palabra shote, podría tenerlo maya, de shot, “pellizcar, cortar,” por la práctica indispensable de cortar la punta de la concha para poder sacarlo por succión al comerlo, ó, bien, de chot, ““tor- 158 MARCOS E, BEOERRA. cer, como hacen á la ropa para exprimirla,” porla forma típica de estos mo- luscos, En Veracruz y en Tamaulipas se conoce bajo el nombre chote el fruto llamado en otras partes cuajilote (parmentiera edulis, D. C., Bignoniácéas). Probablemente sea, también, de origen maya esta palabra. y su significado aluda á la forma de estrías retorcidas que afecta la superficie del fruto indi; cado. 259.— Y ASTUNTJÁ (arroyo, afluente del río Usumacinta, en la Municipalidad de Tenosique).—“A gua de las piedras ver- diosas.”—“Y ash-tuni-3á” (deyaash, verde; tunich, piedra; y já, agua).—Maya. 260.—YAXCHILÁN (paso sobre el río Usumacinta, arriba de las ruinas de “Menché,” en la Municipalidad de Tenosique). —“Límite primitivo. ”—“Y ash-tsilan” (de yaash, ó yash, primero, antes; y tsilaan, pp. de tsil, dividir tiempos, ca- minos, etc.) —Maya. M. de Charnay (“Les anciennes villes du Noveau Monde;” pág. 370— 380) menciona bajo el nombre de Faxchilán un arroyo (cuya dirección no expresa) á la margen derecha del río Usumacinta, y bajo el de Yalchilán el paso de que trata este artículo. En la carta de Tabasco del Profesor Don Alberto Correa, formada sobre la base de otra muy incompleta que formó (con motivo de comisión oficial) el Lic. Don Adolfo Alomía, figura un arro- yo llamado Yaxchilán como afluente izquierdo del río San Pedro, que es, á su vez, afluente derecho del citado Usumacinta. Por último, en la carta del Sr. García Cubas, formada con motivo de la, hoy definitivamente termi- nada, cuestión de límites con Guatemala, se ven con el mismo nombre de Yaxchilán dos arroyos, uno que afluye en el Usumacinta y otro que desem- boca en el San Pedro. Como se ve, la determinación de cuál era el verdadero Faxchilán no es cosa fácil, tratándose de referir la denominación á una dada corriente de agua. Esa dificultad proviene, á nuestro juicio, de que realmente el nombre no se aplicaba á una sola cosa sino á varios de los puntos señalados en la primitiva línea con Guatemala, pues debe recordarse que, en cuantas cues- tiones se suscitaron por entonces entre ambos países, se invocó á Yaxchil- NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 159 lán como límite tradicional. La interpretación que damos á esta palabra nos aclara tal punto. Actualmente, carece de importancia para nosotros el saber que, efee- tivamente, hay dos arroyos que llevan el nombre de Yaxchilán ó Yalchi- lán, uno que sale al San Pedro y otro al Usumacinta. Esos puntos de nues- tros antiguos límites han sido substituídos por líneas geográficas naturales más precisas, aunque por ellas hemos perdido, pues el arroyo de que nos ha- bla Charnay, que era el más avanzado sobre nuestro país, ha quedado in- ternado en territorio guatemalteco. Sin duda por la proximidad á tales antiguos puntos se ha dado el nom- bre de Faxchilán á las ruinas de Menché (véase). 261.—YAXUM (laguna y arroyo, afluentes derechos del río La- camtún, en la Municipalidad de Tenosique).—Nombre de cierta planta de follaje muy verde.—“Yash-uw” (de yash, verde; y um, contorno, en derredor).—Maya. 262.—YOLOSHO"HIL (vecindario, en la Municipalidad de Cun- duacán).—Aztequismo derivado de yoloshochitl, nombre de cierta planta (talauwma mexicana, Don., Magnoliáceas). 263.—YOoMEL (hacienda, en la Municipalidad de Balancán).— “Comarca quemada. ”—“Yum-el” (de yum, al rededor, en contorno, á la redonda; y el, quemar).—Maya. 264.—ZAGUATÁN Ó ZAGUATLÁN (región antigua, formada por las actuales poblaciones de Jalapa, Jaguacapa y Asta- pa).—“Lugar de hilanderos ó hiladores.”—“Tsaua-tlan” (de tsauani, hilandero ó hilador; y tlanm, terminación co- lectivo-toponímica).—Mejicano. Nuestros escritores han confundido el nombre de Zaguatlán con el de otra región, también de Tabasco, Cimatlán, creyendo que este nombre es una corrupción ó variante del primero, y que ambos corresponden á lo que 160 MArcos E. BECERRA. fué el pueblo de Santiago-Cimatlán y que hoy es un barrio de la ciudad de Cunduacán. De este error ha resultado que se erea que Cortés pasó por Cunduacán, al ir á Hibueras. Una lectura algo detenida de varios pasajes de la “Historia Verdade- ra” de Bernal Díaz bastan, sin embargo, para desengañarnos de este error. En primer lugar, se ve que Cimatlán, ó los Cimatanes. como dice el histo- riador expresado, era comarca demasiado conocida por él. y que si hubiera querido mencionarlo cuando, en su relato de la expedición aquella, habla de Zaguatlán, lo habría precisado, pues, como hemos dicho al tratar de Ci- matán (véase), los cimatecas le habían dado motivo para recordarlos. En segundo lugar, por el mismo Bernal se sabe que, mientras Cortés avanzaba sor la costa hacia los Cupileos, en aquella expedición, Bernal Díaz marcha- ba por el interior, ó se adelantaba, hacia Cimatlán, á tomar alojamiento, saliendo luego á incorporarse á Cortés antes de que éste llegara á Cupilco, de modo que á Nacajuca ya llegó junto con él. Todavía más adelante eru- zóse el río Quetzalapa (río Grijalva). y es, por consiguiente. absurdo su- poner que, yendo hacia el Usumacinta como iban, llegaran á Cunduacán, que ya queda muy atrás. En tercer lugar, los Zaguatanes estaban á la ori- Ma del río Quetzalapa, por el cual subieron hasta allí canoas que venían de Santa María de la Victoria y de Teapa y Tecomajiaca, cosa que se explica fácilmente, tratándose de Jalapa. Jaguacapa y Astapa. pero que no podría comprenderse si se tratara de Cunduacán. Bernal Díaz menciona las ca- noas venidas de Teapa y Tecomajiaca, y no pudo haberse equivocado en tal respecto porque eran, como hemos dicho en otro lugar, pueblos de su encomienda en donde él había estado-ya (véase “Teapa”). Por último, Cor- tés en su carta á Carlos V. dice que desde la población de Zaguatlán en que estuvo se divisaba una sierra como á diez leguas de allí, junto á las cuales quedaba la principal población de Chilapa, que era la región á donde se di- rigían. Tal circunstancia geográfica resulta fácil de identificar desde Jala- pa, Jaguacapa ó Astapa, ó desde algún punto próximo á estas poblaciones, pero es imposible hacerlo desde Cunduacán ó algún punto cercano á esta otra población. Cortés dice que la población en que él estuvo estaba dividida por un río, cosa que corrobora Bernal Díaz, y que el barrio más chico, que fué el único que conoció, por no haber podido eruzar á los que quedaban del otro lado, tenía más de doscientas casas. Según las “Relaciones,” los tres Za- guatanes estaban “juntos el uno del otro,” de lo cual se infiere que lo que Cortés juzgó un barrio era en realidad una de las tres poblaciones, y que tal ubicación no había variado aún en 1579, fecha de dichas “Relacio- NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADI) DE TABASCO. 161 nes.” En el mapá que acompaña á éstas se ven los tres nombres escritos hacia la punta ó península que forman, al confiuír, los ríos de Teapa y Ta- cotalpa. Como actualmente están, Jalapa, Jaguacapa y Astapa, notablemen- te separadas, se comprende que han sido cambiadas de lugar, y no podría- mos señalar su precisa ubicación antigua, pero por los datos oro-hidrográ- ficos ya aducidos, creemos que no será difícil identificarla más tarde. 265.—ZAGOATEZPAN (nombre de una población antigua, á la margen del río Usumacinta).—“Palacio de hilanderos, ó hiladores.”—“Tsaua-tecpan” (de fsauani, hilador ó hi- landero; y tecpan, palacio).—Mejicano. Según puede verse en el relato de Hernán Cortés, con respecto al via- je á las Bibueras, Zagoatezpan quedaba río arriba del pueblo de Ozuma- zintlan (hoy Usumacinta) y río abajo del de Petenecté (hoy desaparecido). Cogolludo que habla de estas dos poblaciones, con motivo de la misión re- ligiosa á Nohháa, cita 4 Tenosique entre ambas. Esta circunstancia, así como la identidad de significados de ambos nombres, Tenosique y Zagoa- tezpan, prueba que se trata de una misma población, con dos nombres dis- tintos, uno maya, actual, y otro mejicano, antiguo, consignado por el Con- quistador. 266.—ZAPOTE (hacienda, en la Municipalidad de Cárdenas, ranchos, en la del Centro y Balancán, y vecindario, en la de Nacajuca).—Aztequismo, derivado de tsapotl, nombre de cierta planta (lucumma mammosa, Gaertn. fil., Sapotá- ceas). 267.—ZUMPANGO (arroyo, afluente del río González, en la Mu- nicipalidad de Nacajuca).—'“ Lugar de colorines.”— “Tsompan-co” (de tsompantli, colorín; y co, terminación toponímica). —Mejicano, Háblase de las simientes ó frijolitos rojos de la llamada madre de ca- cao ó madre chontal (erythrina coralloides, DC., Leguminosas). Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1909-1910)—21 162 Marcos E, BECERBA APENDICE. 268.—AZUM (arroyo, afluente izquierdo del río Lacamtún, en la Municipalidad de Tenosique). — “Arroyo de cauce es- trecho. ”—“A-zuwm” (de a, agua; y sum, estrecho, apre- tado).—Maya. *269.—CARIBE (laguna y arroyo, en la Municipalidad de Jo- nuta).—Americanismo que se aplica, corruptivamente, como gentilicio á los indios lacandones (véase “Lacam- tún”). Los indios caribes eran, propiamente, sólo los habitantes de la comar- ca llamada Caribana, en la América del Sur, gente de índole bárbara é in- dómita, según se infiere de los relatos de los primeros descubridores y con- quistadores, pero después se hizo extensiva la denominación de “caribes,” “comedores de carne humana,” “infieles,” “apóstatas,” á todos aquellos nativos que lograron por algún tiempo mantenerse libres de la sujeción á los europeos, y por eso se dió tal nombre á los lacandones. En Alcedo (Dicc. Geográfico-Histórico de las Indias Occidentales.”—Madrid.— 1739. Tomo 1,) se lee: “Caribes, Nación bárbara de Indios feroces, comedores de son los más crueles que infestan los Pueblos de las Misiones del río Orino- co, y los mismos que también llaman Galibis: . ... el nombre de Caribes no sólo se da á éstos y á los de las Antillas sino á los demás bárbaros que co- men carne humana.”—“Caribana, País grande llamado hoy Guayana Mari- tinia (Marítima?) ó Nueva Andulucía Austral, se extiende desde la boca del río Orinoco hasta la del Marañón. ..? *270.—CARIBAL (diversos parajes habitados por indios lacan- dones, en la Municipalidad de Tenosique).—Colectivo castellano, derivado del americanismo caribe (véase). dida ARE NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 163 *271.—CHAYOTAL (isla del río Lacamtún, en la Municipalidad de Tenosique). — Colectivo castellano, del aztequismo chayote, en mejicano chayutli, cierto fruto (sechiuwm edule, Sw., Cucurbitáceas). 272.—CHUMCHEJÉ (paraje, en la Municipalidad de Tenosique). —““Donde roen ó minan los chejés.”—“Chum-chejé” (de chum, ó chúrum, roer, minar; y chejé, cierta ave).—Maya. El chejé es el picus scalaris, Wagler, de los Pícidos, según el Señor Ro- virosa. 273.—CHINCHIL (arroyo, afluente izquierdo del río Chacamás, en la Municipalidad de Tenosique). —“Troje 6 granero de maíz."—““Shim-chil” (de shim, maíz; y chil, troje ó gra- nero).—Maya. *274.—GOGUAL (hacienda, en la Municipalidad de Jalapa). —Colectivo castellano, derivado de gogo, goco, ó guoguo, nombre de cierta planta (salasia elliptica, Pery, Celastrí- neas).—Filipino? 275. -IxcÁn (río, afluente derecho del Lacamtún, en la Muni- cipalidad de Tenosique).—“Lugar fuertemente frío.”— “Tts-kan” (de its, frío, helado, fresco; y han, fuertemen- te, reciamente).—Maya. 276.—JAYAQUÉN (arroyo, afluente izquierdo del río Usuma- cinta, en la Municipalidad de Tenosique). —“Arroyo que se extiende en su asiento.”—“Jay—-aken” (de jay, ancho, extendido, tendido; y aken, asentado, colocado).—Maya. *277.—JÍCARO (arroyo, boy desecado, que cruzaba la ciudad 164 mMARcos E. BECERRA. de San Juan Bautista).—Aztequismo, nombre del árbol que produce las jícaras ó tecomates, derivado de shicali (véase “Jicalango”). 278.—JIJIPÁ (arroyo, afluente izquierdo del río Usumacinta, en la Municipalidad de Tenosique). —“A guada de los ga- vilanes.”—“Jii—páa” (de j¿i, gavilán; y páa, aguada, es- tanque).—Maya. *279.—JOLOCHERO (isla del río Lacamtún, en la Municipalidad de Tenosique). — Colectivo castellano, derivado del ma yismo joloche, en maya joloch, la bráctea de la mazorca del maíz. 280.—MURE (manantial y arroyo, en la ciudad de Teapa).— Tsoque? En tsoque “manantial” se dice muta, y “Mmanar agua” mui-pa. *281.—MUSTAL (barrio de la ciudad Capital del Estado).—Co- lectivo castellano derivado de musté, nombre maya de cierta planta (clerodendron ligustrinum, R. Br., Verbe- náceas). 282.—PUJUM (arroyo, afluente izquierdo del Usumacinta, en la Municipalidad de Jonuta).—“Rodeado de espadañas ó eneas.”—“Puj-um” (de puj, enea ó espadaña, cierta plan- ta; y um, rodeado).—Maya. 283.—SANES (arroyo, afluente derecho del río Blanquillo, en la Municipalidad de Teapa).—Plural castellano del tso- que tsan, gusano. El P. Sánchez, en su “Gramática de la Lengua Zoque,” dice que tzan es culebra y tzuguin gusano, pero Grasserie, en su “Langue Zoque et Langue Mixe” trae la palabra tzan como equivalente de gusano. Nuestra opinión es NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABAECO, 165 también esta última, pues la palabra poatsán, que se aplica como nombre á cierta larva de mariposa, quiere decir “gusano del jolosín ó jonote” (véase “Jonuta”), de los elementos tsoques poa, ““jolosín ó jonote,” y tsan, gusano. 284. —TUTUNIJÁ (arroyo, afluente izquierdo del Polevá, en la Municipalidad de Tenosique). —“Piedra en el agua. ”— “Tu-—tunich-3á” (de tu, en; tunich, piedra; y ja, agua).— Maya *285.—ZENDALES (río, afluente del Pedregal, en la Municipali- dad de Tenosique).—Plural castellano, del mayismo zen- dal, en maya tsental, gentilicio aplicado á ciertas gentes de filiación maya, y que significa “apaciguado” (de tsem, apaciguar, calmar, y tal, posfijo de participio pasivo). RESUMEXN-. Nombres mejicanos, originales ó ligeramente variados . 143 Nombres castellanos, derivados de la lengua mejicana... 18 Nombres mayas, originales ó ligeramente variados... .. 76 Nombres castellanos, derivados de la lengua maya.....- 5 Nombres tsoques, originales ó ligeramente variados.... 20 Nombres castellanos, derivados de la lengua tsoque-- - 1 Nombres de otras diversas lenguas, y derivados de éstas. 12 Nombres de origen lingúístico dudoso. ....... IO, Totalice=-- ACA 285 E AAA 1 ¿ade 544 Pin 21: 4 LOTT dia mel Je 4er A (pili , po Ao a ce eras A Y q d sí £e TDMA A y ' TS TIO ; . o ; 4 5 Pe o Le do: | . Uy pr . nm Í y Y OPA q 2 AA Ñ ; E Ñ>> PROS NDA: | ka Uca ¿oe a y NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 167 INDICE DE OBRAS CONSULTADAS. Andrade V. de P.—““Mes Histórico de la Preciosa Sangre.”— México. 1908, Brasseur de Bourbourg.—Dict. et Gram. et Chrestomatie de la Langue Ma- ya.” —Paris. 1872. 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Línea. 69 4 ER 9 1 009 74 18 82 7 83 12-13 84 19 95 10 95 31 104 17 107 7 108 1 109 10 110 5-6 112 25 112 30 122 1819 124 25 126 7 145 10 148 26 153 20 158 19 Errata ó Error. de lugares Champolión Palenke que ha hecho en ellos gueso, gueco, guipil derecho Championet Palenke “Chan-choo” chili color “escobas grandes” Fray Margil pihoy buasuma macuilishtli Chllapa eordia SFJÁ Tauashcol como á los esclavos á la margen Corrección. de lugar Champollion Palenque ha hecho en ello gúeso, gúeco, gúipil izquierdo Championnet Palenque “Chaa-choo” chila calor “escoba grande” Fray Antonio Margil pixoy uasuma macuilishtli Chilapa cordia SEJÁ Tauashco como á esclavos hacia la margen Los nombres AMATAL, CAMPECHE y CHAPULTEPEC, cabezas de artículo, deben ir señalados con asterisco. yl st f e SOCIÉTE SCIENTIFIQUE ''ANTONIO «ALZATE.” MÉMOTRES, T. 27. * 173 LA' LUCHA DEL ESTOMAGO CON EL INTESTINO, POR EL DR. ALEJANDRO M, DEL CAMPO, M, $, A. Sed sobrios y vivireis sanos, dice un proloquio mas 'antiguo que la Biblia y los transgresores de este hiziénico precepto provocan un conflicto entre su estómago é intestino que se tra- duce por empanzamiento, acideces, contracciones dolorosas del estómago y otros transtornos nerviosos del trisplágnico y de pneumogástrico. ; La sensación del hambre parte de la mucosa gástrica, Jle- ga al centro cerebro espinal por el pneumogástrico y se refle- ja por el trisplágnico para convertirse en movimiento. El pneumo gástrico es el encargado de gritar tengo hambre y si nosotros acudimos con el alimento, lo calmaremos; pero podemos equivocarnos de dos maneras: 1? dándole mas de lo que necesita para la satisfacción precisa de su necesidad ó 22, ingiriendo alimentos que lo estimulen demasiado: licores espi- rituosos, alimentos condimentados con exageración. Este nervio es el encargado de estimular las glándulas se- eretoras del jugo gástrico, líquido ácido, que convierte los ali- mentos nitrogenados; carne, leche, etc., en peptonas. La digestión estomacal se opera pues en un medio ácido y este medio puede hacerse excecivamente ácido por exceso de es- tímulo, proveniente de exceso de alimentos ó exceso de condi- mentos. => E PA 174 * ALEJANDRO M. DEL CAMPO. A la digestión intestinal concurren tres jugos alcalinos: bilis, jugo pancreático é intestinal que digieren las grasas y las féculas, emulsionando á las primeras y transformando á las segundas en d-xtrina y luego en glucosa. No hay que olvidar que esto se verifica en un medio alcalino. Lo dicho, por lo que ve á la parte química de la digestión, que se ej=cuta bajo la presidencia del pneumogástrico; pero falta la parte mecánica, encomendada al trisplágnico, que la favorece por los movimientos peristálticos y antiperistálticos del tuto digestivo, con los cuales logra también expulsar el residuo dejando expedita la vía para la siguiente labor, El duodeno, que es el vertedero de la bilis y del panereas, tiene una sensibilidad exquisita; pero es tol+rante con los al- calis é intolerante con los ácidos. Además, es el encargado de abrir ó cerrar la puerta inferior del estómago—el píloro—de la cual conserva la llave. Un estómago repleto de alimentos es como una matriz ocupada por el producto de la concepción, con las diferencias de que el estómago tiene que verificar su parto pocas horas después de ocupado y la matriz á los nueve meses y de que el primero, en el estado sano, expulsa sin dolores y la segunda casi nunca se libra de ellos. Pero el estómago tiene á veces sus partos dolorosos y se presentan también sus casos de distocia. Y como hay un por- tero intolerante que en echando la llave provoca un conflicto, hay que estudiarle el genio para no exarperarle y tenerle grato. Un estómago no se vacía de golpe sino por pequeñas por- ciones es expulsada una parte del qunimo ácido, el duodeno percibe esta acidez, se exita y provoca una contracción del pí- loro y la puerta queda cerrada; pero luego acuden la bilis, el jugo pancreático é intestinal para neutralizar con su alealini- dad esta acidez; entonces el duodeno cesa de ser exitado y de nuevo abre la puerta. Llega una segunda porción de líquido ácido, segunda exitación, segunda clausura, segundo fujo de LA LUCHA DEL ESTOMAGO CON EL INTESTINO. 175 líquidos alcalinos, segunda nentralización, calma subsecuente del duodeno, ausencia del reflejo trisplágnico, apertura del pí- loro y repetición sucesiva de los fenómenos de la serie. Pero cuando por exceso de acidez ó por exceso de alimen- tos, los jugos alcalinos se agotan por mayor gasto que el re- querido para una digestión norma); ¿qué sucederá? Q 10 el duo- deno, para no sufrir la acción del líyuido quemante, cerrará la puerta y el estómago seguirá repleto, hasta que el hígado y el pancreas, con un trabajo extraordinario, elaboren nuevas cautidades de líquidos alcalinos. Y si en el entre tanto, el es- tómago, de ordinario to'erante con los ácidos, seirrita y se ha- ce sensible hasta el dolor, protestará contra su contenido y tratará de expulsarlo por medio de contracciones exageradas y dolorosas; pero la puerta está cerrada y he aquí el caso de distocia. Alguna vez sucederá que no pudiendo hacerse la expul- sión por abajo se haga por arriba y se produzca el vómito, pre- cedido de palidez, enfriamiento, sudores y estado sineopal, pro- pio de la nausea, efectos todos de los reflejos trisp'ágnicos. Otras veces el vértigo estomacal será el resultado, con ó sin palpitaciones, ó bien la modorra con sus entorpecimientos y regúrllos. En las crisis dolorosas, pronto es llamado el médico y en tal conflicto, la terapéutica que este siga puede ser de dos ma- neras: etiocrática ó sintomática. La primera es la mas racio- nal, por que, quitada la causa se quita el efecto. La segunda tendría por objeto calmar, por medio do los narcóticos, el sín- toma mas molesto, el dolor; pero esto se consigue también su- primiendo la hiperacidez por medio de los alcalinos. Yo asocio, con muy buen éxito, tres carbonatos: de sodio, de magnesio y de calcio con 10 gotas de amoniaco, en una: po- ción aromatizada con alcohalado de hinojo, para tomar en eu- charadas cada cuarto de hora, hasta dominar el conflicto. Para prevenir los siguientes accesos dolorosos se necesi- 176 ALEJANDRO M, DEL CAMPo.—LA LUCHA DEL ESTUMAGO CON EL INTESTINO. tan medidas higiénicas y terapéuticas: Las primeras consis- ten: 12 en la abstinencia por las horas restantes del día, ó ca- taplasma de hambre como yo la llamo; 2? en imponer el révimen lacto-vegetariano mientras desaparece la susceptibilidad dolo- rosa, á fin de no hacer trabajar mucho al órgano enfermo: 3? después se permite el régimen mixto: carne cocida y por úl- timo asados, todo con legumbres verdas y sopicaldos. > Nada de licores, á título de aperitivos, nada de chile, ni especies aromáticas, ni vinos de mesa, que exageran la hiper- clorhidría. Como medios terapénticos, habrá que dar al enfermo el tricarbonato, dos horas después de las comidas, hora en que generalmente prende el dolor ó antes si comienza, por que no hay que dejarlo crecer. dad En los casos rebeldes es muy conveniente calmar la con- gestión de la mucosa, antes de la ingestión de los alimentos, para lo cual es muy útil el condurango: 10 gotas de extracto fluido media hora ant=s de cada alimento. La asociación de la morfina, cocaina y belladona debe re- servarse para los casos que no hayan sido dominados con los remedios anteriores; pues los recientes casi nunca requieren este supremo recurso. La Higiene, como en todo, debe ser la preferida, por que vale más precaver que enrar, y el mejor de todos los preven- tivos es la observancia del precepto: “sed sobrios y vivireis sa- mos” Lagos, Septiembre 29 de 1909, SOCIETÉ SCIKNTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 29. 177 SINTESIS TEORICA DE NUESTROS PRINCIPALES METEOROS, » CINCO AÑOS DE OBSERVACIÓN, POR EL PBRO. SEVERO DIAZ, M. $. A,, Director del Observatorio del Seminario Conciliar de Guadalajara. Trabajo presentado en la sesión del 4 de Octubre de 1909, en la que bajo la presidencia del Señor General Don Porfirio Díaz, Presidente de la República, celebró la Sociedad el 25? aniversario de su fundación. La ley que en México, lo mismo que en todo el mundo, preside al desenvolvimiento de los fenómenos de la atmósfe- ra, es la que vacilante aún exponía en el Primer Congreso Me- teorológico Nacional, celebrado en esa ciudad en noviembre de 1900: la ley de la Coexistencia de los valores extremos de los diferentes elementos de observación meteorológica. En ese estudio refería cómo, en invierno, las mínimas de temperatu- ra coexistían siempre con las bajas de la presión, las que si eran suficientemente profundas venían acompañadas de llu- vias menudas y penetrantes, tan características de nuestros elimas. Los calores de estío se normaban siempre por las al- Mem. Soo. Alzate. México T. 20. (1909-1910)—23 178 SEVERO DÍAZ. tas presiones; y las lluvias estivales, que por su importancia no solo presentan interés científico, sino principalmente eco- nómieo, pues deciden para nosotros el problema de las cose- chas anuales, se regularizaban siempre por las variaciones de la presión, siguiendo una especie de cielo que ameritaba un: estudio minucioso y profundo. Exponía además otros no me- nos curiosos ó importantes hechos de muy notables coinciden- cias, en lo referente al período otoñal. Posteriormente á esto publiqué unos “Estudios de Meteo- rología Mexicana” en dond» me extendía un poco más sobre estas mismas coincidencias, señalando muy pormenorizada- mente, y según el orden cronológico de nuestro año meteoro- lógico, estas mismas coexistencias, estudiando hasta algunas de sus causas; pero sin hacer el desarrollo científico de mis presunciones, dejando para ulteriores tiempos la ampliación de este que considero como fecundo pensamiento. No se me olvida, y aún estoy gratamente impresionado por la favorable acogida que esta Sociedad “Alzate” dispensó á la primera demostración de estos mis particulares modos de ver en nuestros fenómenos meteorológicos, cuando probé fotográ- ficamente, si we es permitido hablar así, la verdad de lo que he llamado temporales de invierno, que en realidad son los fenó- menos más previsibles de todos los de la atmósfera y los úni- cos que hasta el presente se sujetan á una ley de matemática precisión en el seno de la movible y desesperante sucesión de meteoros: en esto influye, es cierto, un dato enteramente lo- cal y por lo mismo aplicable á sólo nuestro territorio, cual es la forma especial de él y su situación con relación á los cen- tros de acción meteorológica en los E. U., lo que reduce mu- cho su aplicación á la Meteorología general; pero es algo de regla en lo que hasta el presente no parecía tenerla y por esto me he congratulado en exponerla y lleva mi entusiasmo en medio de mis muy estimables consocios. - SÍNTESIS TEÓRICA DE NUESTROS PRINCIPALES METEOROS. 179 Si pues, es un hecho que existe algo regularizable en la at- mósfera, y además que, según nos lo hacen presumir estos pri- meros resultados, estamos en el camino que verosímilmente á ello conduce, me he animado á proseguir en este sendero ya parcialmente fecundo, y ereo que he llezado ya á dar un paso más, no ya para establecer un hecho aislado, sino más bien en el sentido de edificar la verdadera teoría de nuestros meteo- ros, facilísima en verdad á causa de los adelantos presentes de la Meteorología. Muchas veces he hecho para mí este raciocinio: si dos me- teoros coexisten invariablemente, es claro que si uno de ellos es dinámico, es decir, se enlaza con las cansas que hacen mo- ver el aire, puede muy bien ser este causa del otro; luego solo nos queda estudiar algo para establecer entre ellos la tal cla- sificación, que una vez realizada, nos conducirá indefectible- mente á dar la más-completa y satisfactoria explicación del meteoro desconocido. Ahora bien, encontrada la explicación se tiene la base más firme para proceder á lo que constituye el ideal de la Meteorología, á saber, la previsión. El verdade- ro trabajo pues, del meteorólogo en la actualidad, es identificar los hechos que observa con las más probables causas que se co- nocen influyen en la atmósfera y establecer las más seguras correlaciones: después vendrá indefectiblemente la ley de su- cesión que es en realidad la previsión. El barómetro, he aquí el aparato por excelencia de la Me- teorología. Los encargados de observarle diariamente están perfectamente enterados de que en nuestros climas, este apa- rato marcha con una pasmosa regularidad de modo que casi nunca desobedece las leyes estrictas de su variación diurna: siempre está en alta y en baja á las horas trópicas del día: ra- = rísimo es aquel día en que hay una subida extraordinaria en los intervalos de dichas horas, lo que acontece sólo en los mo- mentos críticos de las tempestades estivales que ordinaria- 180 SEVERO Diaz. mente son entre cuatro, tres ó dos de la tarde. ¿Cuáles la ra- zón de este hecho que nos separa profundamente de los climas templados de la tierra en donde hay subidas y bajadas extra- ordinarias de la presión, á la entrada de los temporales, en todo el año? Pues precisamente esta es la causa de tal fenó- meno: la lejanía en que nos encontramos de los centros per- turbadores de la presión. En una región en donde el barómetro solo obedece á la acción que en el momento actual está con más preponderan- cia sobre de él y en que la acción perturbadora pasa á milla- res de kilómetros de distancia, es más seguro que se obedezca á la primera y se nulifique casi la segunda: no es el período diurno el más á propósito para descubrir la acción lejana de los centros perturbadores de la presión: lo único que se puede observar es que á la primera aproximación de estos centros la mínima ó la máxima del día se hacen más ó menos profundas, se debilita ó amplía la oscilación, pero nunca se extenderá su perturbación á destruír totalmente aquella máxima ó mínima. Tales son los hechos que la observación recoge. El célebre meteorologista D. Juan N. Contreras, de feliz memoria, llamaba variaciones de período irregular á las que él observaba en el barómetro siguiendo la curva que se dibujaba en la cuadrícula de abcisas y ordenadas que tanto usamos en nuestros estudios, y consideraba como de mucha “trascenden- cia su estudio, pues ninguno de los meteorologistas mexica- vos podrá negar que con ellas y solo con ellas están enlazados todos nuestros meteoros. Este sabio tan poco conocido, aun- que inmerecidamente, fingió una hipótesis ingeniosa como to- das las suyas, para explicarlas, diciendo que eran debidas á una ondulación provocada en los polos de la tierra en el mo- mento de la descarga eléctrica de las auroras, la que para rea- lizarse necesitaba enrarecer el aire cireunvecino, enrarecimien- to que originaba una onda que luego se propagaba de norte á 1 SINTESIS, TEORICA DE NUESTROS PRINCIPALES METEQROB. 181 sur llegando al cabo de algunos días á gravitar sobre nuestros barómetros no sin primero dejar huellas de su paso en los de los E. U. La descarga se dejaba sentir inmediatamente en nuestras agujas magnéticas y había un intervalo entre esta conmoción de la brújula y la llegada de las ondas de presión. He aquí la razón de su previsión y la teoría de sus célebres pronósticos. Si esta teoría es un tanto imperfecta á causa sin duda de lo reducido de las observaciones, no me atrevo á calificarla de falsa, antes por el contrario me parece genial como todas las suyas, pues se sabe ahora que entre las modificaciones que meteorologistas eminentes han juzgado del caso llevar á las teorías que se tenían autes acerca de la circulación general de la atmósfera, figura en primera línea la que se llama del tor- bellino polar y que supone que en el polo de la tierra se ejerce una misteriosa atracción de todo el aire de la atmósfera obli- gándole á girar á su alrededor y llevando envuelto en esta ro- tación á todos los torbellinos secundarios que nos es dado ob- servar en las bajas regiones de la atmósfera. ¿No podrá la intensa descarga polar que produce las auroras ser la causa de ese centro de atracción ya que no es inverosímil el enrareci- miento previsto por el sabio mexicano? Esta sería una prueba más de que nuestro célebre meteorólogo guanajuatense se ade- lantó á su época en el establecimiento de sus métodos de ob- servación y en lo atrevido de concepciones respecto de la cien- cia de la atmósfera? z Pero sin elevarnos nosotros demasiado, prácticamente nos parece que las variaciones de período irregular del barómetro en nuestros climas tienen toda su razón de ser en la aproxi- mación á nnestro territorio de los centros de acción, de baja ó de alta presión, que pasan cerca de él, ya de los E. U. del Norte, como de los ciclones del Atlántico y del Pacífico. Tal 382 SEVERO DÍAZ. es la teoría que siempre he venido sosteniendo. Con ella eo- mo se recordará hice la síntesis de todos nuestros meteoros en mi opúsculo titulado “Estudios de Meteorología Mexicana,” la demostración de cuyos modos de ver me he comprometido á traer al seno de esta docta corporación. Ahora pues voy á intentar esta demostración, para lo eual he preparado las cur- vas que acompañan al presente trabajo. Daré pues primero una idea del método que al presente voy á emplear, lo que cons- tituye la explicación de la manera como preparé estas cur- vas. Se sabe que, mes por mes, el Observatorio Central de Washington publica en su Revista dos cartas geográficas del Territorio de la Unión Americana en que constan las trayec- torias de los centros de alta y baja presión. Es evidente que no todos esos centros tendrán efecto notable sobre nuestro barómetro, sino solo aquellos que se aproximen suficiente- mente al nuestro y en especial á la localidad escogida para es- tudiarlo, como en el presente caso lo es Guadalajara. Por lo mismo he tomado una de estas cartas y “sobre ella he escogido y señalado los lugares más apropiados para que los centros tengan acción en mi barómetro por su mínima distancia: 10 fueron estos lugares, como consta en la carta adjunta. Por allí vamos distinguiendo la sílaba Gu, abreviatura de nuestra Guadalajara, y de allí, conforme á la distancia, se ven los nú- meros de 1 4 10. O de otro modo: la red de meridianos y de paralelos .está puesta en la carta de cinco en cinco grados y nuestros números tienen las cifras características siguien- tes: SÍNTESIS TEORICA DE NUESTROS PRINCIPALLS METEOROS. 183 1 entre los paralelos 25 y 30 y los meridianos 93 y 100 2 5 30 y 35 0 100 y 105 3 > 30 y 35 + 95 y 100 4 33 30 y 35 AS 105 y 110 5 ES 30 y 35 $ 900 y 95 6 da 35 y 40 > 95 y 100 7 A 35 y 40 A 100 y 105 8 57 25 y 30 > 90y % E O A en el Golfo. 10 entre los paralelos 35 y 40 y los meridianos 105 y 110 Dicho esto, en el gráfico de las curvas del barómetro para los cinco años que comprende este estudio, he marcado con un cuadrito el día en que se ha visto que un centro ha tocado. alguno de los lugares anotados con los números en la parte más próxima de sn curso, poniendo abajo del cuadrito, prime- ro el número correspondiente á los arriba anotados y á un la- do el valor de la presión tal como lo trae el círculo pequeño de la carta: Adentro del cuadrito hay un puntito que marca el lugar preciso en que se encuentra el centro del canevá geo- gráfico de la carta. También he dibujado la lluvia tomando simplemente las alturas en milímetros y transladándolas á los milímetros de la cuadrícula en líneas verticales. Adverterimos por fin que los cuadritos de abajo son las bajas y los de arriba las altas presiones. La primera consecuencia que resalta, que se impone á la simple inspección de estos gráficos es que la mayoría, que la inmensa mayoría de nuestras presiones altas ó bajas, corres- ponde exactamente á la presencia de un centro similar en los E. U. del Norte; que este hecho es exclusivo en todo el año y domina por sobre todas las influencias y que por fin da el ca- rácter á nuestras variaciones barométricas, que son profundas, que son ligeras, que son como el centro lo quiere. Las deduc- ciones que de este hecho se desprenden son de trascendental importancia: aparte de la que apuntamos, á saber, de que no 184 SEVERO DÍaz. debemos buscar otro origen á las variaciones de la presión, que éste; se tiene la que se enlaza con el sistema de vientos que en esta ó aquella región deben de soplar ya que los vientos son función necesariamente dependiente de los centros ciclónicos ó anticieclónicos que en una determinada región dominan; y por fin con tal origen en la presión se puede establecer toda la teoría de nuestros meteoros los que no tienen otra causa que la que del hecho apuntado depende, ni se revisten de otro carácter que del que ellos les asignan. Vamos, pues, á hacer la síntesis de estos meteoros fundán- donos en el hecho trascendental de que nos venimos ocupan- do. Primero el invierno. En este tiempo encontramos estable- cido el verdadero imperio de los centros americanos; la pre- sión por lo mismo es en este tiempo notablemente oseilatoria por no decir irregular: es entonees cuando se acumulan á ori- llas de nuestro territorio el mayor número de tales centros y también cuando más cerca de nosotros están. En consecuen- cia, el tiempo del invierno debe ser de variantes térmicas no- tables, los grandes fríos que observemos estarán acumulados al rededor de los días en que estos centros son más intensos ó más próximos. Para esto he tomado en todos los cineo in- viernos estudiados las temperaturas menores de cinco grados que aquí son las de los grandes fríos, y tomando una línea de las horizontales de mi cuadrícula la hago servir de línea de partida, entonces llevando para arriba las temperaturas mayo- res y para abajo las menores de cinco grados, señalo con lí- neas proporcionales en mílimetros á los grados de frio, como puede simplémente notarse con solo ver mis gráficos. El invierno de 1904 fué apenas sensible, tocó los límites de lo insignificante: la presión á su vez no bajó ni siquiera á un mílimetro: nada de lluvias invernales, tan solo se observa- ron las clásicas formaciones de blanquísimos Ci. en forma de plumas rizadas con su tradicional dirección del W. ó+en sus alrededores: Es tambien tradicional en ellas la evolución de a dl SÍNRESIS TEORICA DE NUESTROS PRINCIPALES METEOROS. 185 estas nubes desde los Ci., hasta los Cu. Ni, como en otras ve- ces lo he prabado hasta.la evidencia y lo he repetido hasta el cansancio. En el año de 1905 ya tiene algnnos descensos de la temperatura abajo de cinco grados y de la presión á un milí- metro, se observan ligeras lloviznas, y es más profunda y más marcada la oscilación barómetrica. Hay que llegar al invierno de 1906 para conocer hasta donde puede llegar la acción perturbadora de los centros tan- tas veces mencionados: en este año estuvo en su apogeo esta acción. Ya desde diciembre de 1905 notamos en la última decena una fuerte mínima de la presión con lluvia muy nota- ble y un período de frío considerable: dos centros están allí para monumento. ¡Yque enero tan inmortal como el de 1906! Abrase mi opúsculo de los “Estudios” y lo tendremos allí es- tudiado pormenorizadamente. Para no repetir señalemos tan solo á la pasada el profundo descenso de la temperatura y de la presión en la última decena, con el clásico temporal de in- vierno estudiado allí en las tres formas que he dado para este fenómeno á saber el frío preparativo que he Jlamado de causa, el ascenso de la presión eon sus correspondientes vientos del N. E. y la segunda mínima con la lluvía y por fin el frio de efecto que lo cierra. Las lluvias invernales llegan también á su apogeo. El invierno de 1907 es una repetición del anterior por una ley que no parece extraña á la irregularidad de la atmósfera. Hay el frío y la llnvia en fines de diciembre y los apretados temporales en enero, uno de los cnales me sirvió para la de- mostración fotográfica de lo que dije el año anterior; como la presión en el año siguiente de 1908 no tiene los descensos con- siderables de los años anteriores, el invierno de este es una repetición del primero de 1904. No dejaremos de advertir que los intensos inviernos de 05, 06 sobre todo y 07 descendiendo, corresponden al máximo de manchas solares en el período un- decenal porque atravesamos. Mem. Soc. Alzate. México T. 29. (1909-1910)—24 186 SEVERO DÍAZ. No estudiaremos el tiempo de aguas por que quiero ser breve en estas demostraciones y porque necesito otros datos á más de los que he transcrito en este gráfico; pero no desper- diciaremos esta ocasión para apuntar desde luego el hecho de que en este tiempo se debilitan notablemente los centros ame- ricanos, hecho que se explica facilmente por la aproximación del sol que en su camino anual pasa en este tiempo á nuestro hemisferio, retirando más al norte el ordinario camino que es- tos centros acostumbran recorrer en el invierno que es suando están más cerca de nosótros; sin embargo no faltan: este hecho es fundamental en mi teoría del tiempo de aguas que expon- dró á esta Sociedad próximamente. La presión á la vez es imenos oscilatoria y casi de la altura media que en todo lo res- tante del año. Por último, dije en mis “ Estudios” que cuando en el tiem- po de aguas se agota el material de vapor que los calores acu- mularon en nuestra atmósfera, sobrevenían lo que llamábamos calmas de agosto, muy conocida por estos rumbos con el nom- bre de canicula, tiempo en que se exacerba el calor y se re- sienten mucho las cosechas, si es de consideración; entonces para suplir lo que falta á nuestros campos entran en nuestra atmósfera los ciclones del Atlántico y del Pácifico que dan un buen contingente de lluvias menudas en septiembre y oehlu- bre llamadas lluvias de S Miguel ó cordonazo de S. Francisco. En septiembre de 1904 tenemos un ciclón del Pácilico, que apenas está apuntado por lo poco estudiado que nuestra me- teorología tiene á esa vegión. A fines de septiembre de 1905 tenemos un ciclón del Atlántico, de menor efecto y anotado con la cifra 8 que pertenece, así, como la 9, al Golfo. En dos de octubre de 1906 sopló en estas regiones formidable el cor- donazo, una de las más grandes lluvias se nota entonces y en algunas regiones de la costa habo verdaderos desastres: en Zapotlán se recogieron aves marinas. 1907 y 1908 no presen- tan ciclones notables, pero me constan que han existido y se a * SÍNTESIS TEÓRICA DE NUESTROS PRINCIPALES METEOROS. 187 puede de ello dar un indicio porque las mínimas de esos tiem- pos en la presión no tienen todas su correspondiente centro que las explique, El cielón que acaba de destruir casi á Mon- terrey es una triste confirmación do lo que llevamos apuntado. Respecto del calor dijimos que era muy natural en estas reglones del trópico; pero en cuanto á los exacerbamientos de él, coincidían con las altas presiones. Lo probaremos. En 1904 basta la simple vista, pnes arriba de los centros de alta pre- sión anotados para los meses de calor, se ven en pequeñas lí- neas verticales los grados en que el termómetro superó la tem- peratura de 30 que es la que regulariza entre nosotros las má- ximas de calor. En 1905 no tenemos centros de alta presión: el calor no se matiza, sube y sube siempre en plena evolu- ción: es su tiempo. Estúdiense los años siguientes y se tendrá de esto las mismas demostraciones. El hecho más importan- te que del estudio del calor se desprende es que puede muy bien servir para anunciar la temporada de aguas definitivas ó sean las primeras tormentas, pues se notará que precisamen- te llegan cuando el calor culmina en su curva. De estos hechos se deduce inmediatamente la verdadera teoría de nuestros meteoros. lwos centros de acción de la at- mósfera, como ordinariamente se llaman á los centros de alta y baja presión, tienen ya establecido su merecido puesto en las ideas generales de los meteoros del mundo entero, y nosotros no podiamos salirnos del campo de estas conquistas sino que por el contrario juzgamos que nuestro único deber es hacer simplemente la aplicación de ellas á los nuestros. Se sabe que la teoría termodinámica de los dichos centros gana cada día más terreno: al centro de baja concurre el aire y se comprime allí en su centro: y del centro de alta sale aire que por su su- cesiva expansión se enfria; luego los grandes frios no pueden ser indiferentes á los grandes contrastes de la presión entre nosotros. Por otra parte la mezela de aires de distintas con- diciones físicas siempre ha sido considerada como generadora 188 SEVERO Diaz. de nubes y de lluvia. Por consiguiente, cuando en invierno, en el que siempre tenemos centros sucesivos en nuestro terri- torio, esa mezcla debe ser muy importante, y tanto más cuan- to que algunas veces se nos aproximan mucho y son ellos de una más intensa acción: los temporales de invierno reciben así la más completa explicación que debe en mi concepto cerrar con esto toda discusión. Advertiremos por fin que, según lo últimamente descubierto, son los centros de alta los que arras- tran en su paso á los de baja, lo que hace necesariamente de- pendientes las bajas temperaturas de los abatimientos de la presión entre nosotros, lo que está plenamente confirmado por la observación. Que los grandes calores de nuestro prematuro estío coin- cidan con las altas presiones no puede ser obstáculo á la ante- terior teoría, pues además de que en ese tiempo no es notable el influjo de dichos centros á causa de que entences es cuando se van retirando de nosotros, debe necesariamente preponderar la acción local que está en plena posesión de su imperio y al apretarse el aire bajo la acción de la alta presión es evidente que la radiación no se ejerce y el calor que llega, todo se em- plea en hacernos más insoportable la ya candente atmósfera que disfrutamos. Pasamos por alto como lo hemos dicho el tiempo de aguas para establecer con datos más completos su verdadera teoría; igualmente omitimos otros detalles de los fenómenos apunta- dos por que de no haberlo hecho así, hubiéramos entrado en el campo más detallado de la climatología local y no en el de la teoría pura y general, aplicable á otras lecalidades de nues- tro territorio, ó mejor á todo él. Este trabajo elimatológico lo estoy completando y en los diferentes pasos que hasta el pre- sente he dado, no he encontrado un hecho solo que contradi- ga en lo más mínimo la teoría general que acabo de exponer: estos dos trabajos se complementan recíprocamente y espero . SÍNTESIS TEORICA DE NUESTROS PRINCIPALES METEOROS. 189 que de ellos como punto de partida se desprenda una serie de trabajos entre nuestros colegas de la República para dejar perfectamente conocidas las leyes que rigen á nuestros meteo- ros y deducir al fin la ley de sucesión, que será el ideal supre- mo á que aspirar debemos los que tenemos á nuestro cargo seguir las hermosas cuanto interesantes manifestaciones de nuestro esplendoroso cielo. . Guadalajara, septiembre 3 de 1908. CA 5 RA po” . eS z, ¿e EA « a p: = pa E w e - LS a e * as > a q ts _ - ó E : » y 2 o : ñ e 3 ARS in ua a EAPEA 1 3 .* $ - a E Ñ a Ñ > : ; h KK * M SOCIÉTÉ SOIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 29. 191 PANTEONES DE MEXICO Y SEPULCROS DISPERSOS, Extracto del prólogo de una obra que llevará el título anterior, POR : JESUS GALINDO Y VILLA, M. $, A, Antiguo Profesor en el Museo Nacional de México, ete. Leído en la sesión solemne que, bajo la presidencia del señor General D. Porfirio Díaz, Presidente de la República, celebró el día 4 de Octubre de 1909, la Sociedad Científica “Antonio Alzate,” al cumplir el vigésimoquinto año de su fundación. s Recogemos con amor y veneramos casi como cosas san- tas, los objetos de uso personal de los séres amados que pasa- ron por el mundo imprimiendo en nuestras almas su huella de luz; coleccionamos con respeto en los escaparates de los Mu- seos históricos las prendas que llevaron en vida guerreros in- victos, escritores excelsos, ciudadanos beneméritos, á manera de reliquias, á enya sola vista se despierta el recuerdo de pa- sadas grandezas, y reviven el amor y la admiración por quie- nes emergen del nivel sobre el enal no pueden asomar ni to- dos los hombres, ni todas las inteligencias, ni, por desgracia, la mayoría de los humanos esfuerzos. En la imaginación del viajero que alcanza á contemplar, enmudecido en Aquisgram, el austero trono de los viejos em- peradores germanos, surge, como por extraño sortilegio, la poderosa efijie de Carlo-Magno; como ante los desgarrados 192 J. GALINDO Y VILLA, estandartes de los Inválidos aparece á la mirada extraviada y delirante el rudo batallar de léna, de Austerlitz, de Friedland y de Wagram; más intenso aún ante la tumba del guerrero cuyo sol se ocultó bajo el horizonte de Waterloo. Conservo frescos exí mi memoria (y de esto hace ya dieci- seis años largos), mis hondas impresiones y el mundo de re- cuerdos agolpado á mi mente, á la vista, en un Museo de Ma- drid, de la levita ensangrentada que llevaba el General Prim al ser herido de muerte por las balas homicidas, en el rápido drama de la calle del Turco; pero mayor fué mi emoción cuan- do, tan lejos de la Patria ausente, palpé en el propio Museo un retrato de Morelos y otras piezas del inmortal héroe de Cuautla. » Y, si tal nos acontece ante semejantes objetos, ¿cómo no avivar la llama de nuestros sentimientos al encontrarnos jun- to álos sepuleros mismos que contienen los míseros despojos de nuestros héroes homéricos; de nuestras patrias glorias, ó de-personalidades más ó menos notables en nuestros anales? La Historia euyos juicios emanan de las fuentes de la Verdad y que para nadie tiene distinciones, recoge todos los hechos de los hombres públicos, y con el resumen de la vida de cada uno de ellos forma la trama de sus narraciones. La política, el arte, la ciencia, las letras, llenan períodos intensos con ilus- tres nombres; y siempre señalan una época ó un siglo los in- mortales de Alejandro, de Miguel Angel, de Kepler ó de Ali- ghieri. Por eso estas páginas que ofreceré á la publicidad, no son el resultado de la simple curiosidad ó del mal gusto—si se quiere,—de vagar por entre las tumbas solitarias y al través de las tristes y silenciosas necrópolis. ¡No! Sus fines son más altos y más nobles; ya que para unos, el olvido—según se ha PANTEONES DE MEXICO Y SEPULCROS DISPERSOS. 193 == dicho en corriente frase, —empieza al borde de la fosa, y para otros, que son los menos y los elegidos, les cobija desde ese instante el ángel luminoso de la Gloria. - * E Cuando con patriótico empeño decidió nuestro Gobierno —como ha hecho la nación francesa bajo las bóvedas de San- “ta Genoveva, —ofrecer sagrado asilo á todos los despojos de nuestros hombres insignes, mandando construir el Cenotafio en la antigua huerta de San Hipólito y proyectar la vía públi- ea al través del Panteón de San Fernando, no vacilé en tra- bajar durante un año entero, arrebatando no pocas horas al natural descanso y aprovechando la mayor parte de los días festivos, para acumular, afanoso, datos acerca de los persona- jes allí inhumados; y me eupo al fin la satisfacción de que esa modesta, pero ingrata labor, se diera á la estampa con toda li- beralidad en las prensas del Museo Nacional. Por ser de “calidad,” es notabilísimo el Panteón de San Fernando, no sin razón llamado de los “Hombres Ilustres.” Allí hay nada menos que seis Presidentes de la República, que evocan otras tantas épocas de nuestros anales: Guerrero, Lombardivi, Carrera, Herrera, Comonfort y Juárez. Numero-, sos políticos de la talla de don Luis de la Rosa, de Lafragua y don Manuel Ruiz; Generales como Parrodi, Zaragoza y Lean- dro Valle, al lado de don Tomás Mejía; periodistas inolvida- bles como Zarco; historiadores como Zerecero y.Don Carlos María de Bustamante; artistas como Joaquín Ramírzz. Concluida la tarea relativa á San Fernando, y al recorrer innumerables veces los corredores de ese cementerio ó discu- rrir entre las huesas, muchas veces iluminadas por la lívida loz de la luna ó por la linterna del celoso guardián de aquella habitación de la Muerte, tomó forma en mí la idea de hacer un estudio especial de los demás panteones del Distrito Fede- Mem. Soc, Alzate, México. T 29. (1909-1910).—25 194 J. GALINDO Y VILLA. ral, y así lo he ido llevando á cabo, también á ratos perdidos, en los panteones de Dolores, del Tepeyac, Francés, Español y algunos otros. Un brevísimo resumen dará á conocer la importancia hn estas fúnebres excursiones. Descuellan en el cementerio de Dolores, tres lotes prinei- pales: el llamado “Rotonda de los Hombres Ilustres,” el del Colegio Militar y el de los “Defensores de 1836 á dl >” hay además otro grupo de sepuleros aislados. En la Rotonda están cuatro Presidentes de la República, y uno que lo fué interino: Arista, Peña y Peña, Lerdo de Te- jada, Méndez J. N., y González. Dos héroes de la Independen- cia: Quintana Roo y Leona Vicario. Once militares que figu- ran, respectivamente, en diversa escala, en la Historia Patria: Letechipía, Corella, Miñón, Calixto Bravo, González Ortega, Pacheco, Ceballos, Donato Guerra, Rocha, Berriozábal y Es- cobedo (los menciono en el orden en que fueron sepultados). Doce letrados ú hombres públicos: Miguel Ruelas, Basilio Pé- rez Gallardo, Pedro Ogazón, que también fué militar; Eligio Ancona, Juan José de la Garza, Vallarta, Espinosa de los Monteros, Melchor Ocampo, José María Mata, Ponciano Arria- ga, Manuel Azpíroz; un hombre de ciencia: el Doctor don Fran- cisco Montes de Oca. Un político, más popular por su musa y por su oratoria parlamentaria: Guillermo Prieto. Cansada sería la enumeración de los que yacen en el lote del Colegio Militar y entre los defensores del 47: el General Miguel María Echagaray, Lorenzo Pérez Castro, Eleuterio Méndez, y Cortés y Frías, figuran en el primero: Ciriaco Váz- quez, Miguel Andrade, Miguel Negrete, José Justo Alvarez, figuran en el segundo. Pero no menos interesante es el grupo de sepuleros aisla- dos, en el mismo Panteón de Dolores. Las biografías de quie- nes voy á citar ocuparán un apretado volumen que estoy pre- parando: Leopoldo Río de la Loza, Luis Hidalgo Carpio, Gra- PANTEONES DE MEXICO Y SEPULCEOS DISPERSOS. 195 e bino Barreda, Manuel Acuña, Miguel Auza, Aureliano Rive- ra, José Simeón Arteaga, Matías Romero, José María Vigil y y otros varios. En gran manera es fatigoso el trabajo biográfico-neero- lógico queá la investigación presenta el Panteón del Tepeyac. _Miguel María Azcárate, los hermanos Agea, Rafael Angel de la Peña, aquel “Peñita” maestro de numerosas generaciones; Manuel María Contreras, Alfredo Chavero, Emilio Dondé, Ma- nuel Gargullo y Parra, Vicente García Torres, (padre), Luis Gutiérrez Otero, Lorenzo de la Hidalga, don Antonio López deSanta-Anna (cuyos restos eubren un modestísimo monumen- to), Rafael Lucio, Manuel Orozco y Berra, Anselmo de la Por- tilla, Protasio Tagle, el General Régules, José Sebastián Se- gura, Féliz Zuloaga, Gumesindo Mendoza, allí se encuentran, como se encuentran también en aquel cristiano recinto, el cé- lebre Coronel Miguel López y el General guatemalteco don Manuel Lisandro Barillas, cobardemente asesinado. -. + + Por de pronto, no me es fácil indicar nada acerca de los demás panteones, porque una vez concluida toda la parte bio- gráfica ya señalada, entraré de lleno al estudio de los hombres notables que descansan en los demás cementerios del Distrito Federal. Pero no solamente en éstos los hay eminentes. En nues- tra propia ciudad de México, casi junto á nosotros, los encon- tramos. ¿En dónde? En los templos, que antaño sirvieron de cementerios. Bastarán para el objeto algunas citas. En la pequeña cripta de la Catedral se conservan los res- tos del General Barragán, que murió ocupando la Primera Magistratura de la República. . En el Presbiterio descansan varios de los Arzobispos me- 196 J. GALINDO Y VILLA. e tropolitanos, cuyos sepuleros se descubren el Viernes Santo, cuando se quitan las alfombras y desnudan los altares. Las capillas ostentan numerosas lápidas sepulerales. La del Venerable Fr. Juan de Zumárraga, el cual encabeza la se- rie de Prelados de México; las de los Arzobispos Aguiar y Seijas y Don Lázato de la Garza. En otra están las cenizas del célebre ermitaño de Santa Fé, Gregorio López, cuya vida misteriosa dió margen á la conseja de que era nada menos que el desequilibrado Príncipe don Carlos, hijo de Felipe IL. En la capilla de San Feiipe todos pueden contemplar la urna que, bajo sentido epitafio, guarda los restos del injusta- mente olvidado Libertador Iturbide. Otra urna de cristal, eo- locada en la capilla de San José, contiene los restos de Hidal- go, de Allende, de Mina, de Jiménez, de Morelos, de Matamo- ros; y cercana á aquélla, otra urna más que encierra la osa- menta del benemérito General don Nicolás Brayo. La Iglesia de Jesús Nazareno, que ha custodiado los res- tos de Hernán Cortés, piadosamente cubre los de don Lucas Alamán, del insigne ñlólogo Fray Manuel de San Juan Cri- sóstomo, apellidado Nájera, en el siglo; y los del artista cata- lán don Manuel Vilar, fundador y director de la que se llamó Nueva Escuela de Escultura en la Academia de Nobles Artes de San Carlos, en México. Las cenizas de algunos Virreyes de la Nueva España se conservan aún: bajo magnífica plancha metálica, en la Basfíli- ca de Guadalupe, las del buen Bucareli; en San Cosme, las del piadoso Marqués de Casafuerte, y en el Santuario de la Pie- dad, las del noble Duque de la Conquista. * * * Otras muchas huesas han desaparecido; y algunas, que se han buscado con empeño, como la del “Pensador Mexicano” Fernández de Lizardi, ni rastro han dejado. ¡Cuántos restos PANTEONES DE MEXICO Y SEPULCROS DISPERSOS. 197 mortales de personajes meritísimos yacen en la fosa común! Empero, puesto que es físicamente imposible recobrarlos, con- servaremos solícitos los de aquellos á quienes ha cabido suer- te mejor; y á ese fin se encaminan todos los esfuerzos del pre- sente cansado estudio; porque si es un hecho incoutrovertible que todos los séres humanos somos iguales ante el implacable rasero de la Reina de las Sombras, y, si todos, también, somos polvo y nada en la Eternidad, justo es que, en el Tiempo, los vivos hagamos porque se conserve perdurable la memoria de los muertos, cuando éstos en vida se consagraron al bien de la Patria y de sus semejantes. México, 4 de Octubre de 1909, TU ES Ley ¿Cs am A E 7 SOCIETÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 29. 199 LA GRUTA DE SANTA ANA POR O, CONZATTI, M. $. A, Regiamente hospedados desde ayer (Junio 22 de 1909) yo y mi buen hijo Hugo, en la casa de nuestro común amigo, Prof. Don Isaac Cancino Gómez, de Cuyamecalco, Distrito de Cui- catlán, decidimos invertir algunos días de nuestras vacacio- nes veraniegas estudiando la flora de esta exuberante región. El pueblo de Cuyamecalco, cuya altura sobre el nivel del mar puede estimarse en 1,8060 metros, visto desde la cercana eminencia que tiene al Este, denominada “La Loma,” presen- ta un aspecto en verdad encantador con su lindo caserío cir- cuido de grandes. cuadros cultivados que miran, por el Norte, hacia el profundo barranco por donde se abre paso el cauda- loso Quiotepec, en tanto que por el lado del Sur tienen la cum- bre del “Cerro de la Raya” que no mide menos de 3,000 metros de elevación. Los moradores distínguense por su carácter hospitalario, apacible y trabajador. A pesar de que pertenecen á dos cultos diversos—católi- co y protestante—entréganse ásus prácticas religiosas con to- da tranquilidad, no habiéndose dado el caso de que, por razón de creencias, los unos molesten á los otros: notable ejemplo de verdadera tolerancia que deberían imitar otras poblaciones que se precian de cultas sin serlo de verdad. 200 C. CONZATTI. Su actual Presidente Municipal, Sr. Don Nicolás Pérez, nos participa que en el vecino pueblo de Santa Ana existe una gruta digna de ser visitada, y bondadosamente se ofrece para servirnos de guía. Aceptamos de buen grado este ofre- cimiento, pero como nosotros pensamos herborizar en el tra- yecto, convenimos en adelantarnos, á cuyo efecto emprendi- mos sin demora la marcha, deseosos de aprovechar las horas más propicias del día. El camino que de Cuyamecaleo conduce á Santa Ana es có- modo, amplio y pintoresco, y no obstante lo poco que ha llovi- do hasta hoy por este rumbo, las plantas interesantes no esca- sean á uno y otro lado del mismo. Así, pues, con bastante fre- cuencia nos vemos obligados á hacer alto para guardar en el portafolio de que estamos provistos, las especies que más atraen nuestra atención. De esta manera logramos colectar un hermoso Lycopodium de bifurcaciones gruesas, resto viviente de una flora singular que lleva muchos siglos de haberse hundido en las profundi- dades del pasado y que ahora sabemos encontrar de vez en cuando en las entrañas del planeta transformada en estra- tos de carbón;varios Polypodium epifíticos, uno de los cuales interesantísimo por la curiosa venación de sus frondas; dos Gloichenias, con notable ramificación dicotónica superpuesta; algunas Orguídeas, entre ellas al Epidendrum vitellinum majus, muy.apreciado por sus flores salmón intenso de larga duracion; muestras de un Liguidambar tal vez nuevo para la ciencia; la enana Chimaphila maculata, con sus guapas anteras poricidas; un Dendropanax, una Urera, un Psidivm, una Calliandra, un Galium, un Solanum, un Physalis, con otras muchas cuya exac- ta determinación propóngome reservar para otra ocasión. Como á la una de la tarde llegamos al pueblo de Santa Ana — para el cual nuestro aneroide de bolsillo acusa una altura máxima de 1,300 metros sobre el nivel del mar—y mientras es- peramos al Sr. Pérez que quedó en alcanzarnos para servirnos LA GRUTA DE SANTA ANA. 201 de guía en nuestra visita á la gruta, nos disponemos á comer sin dilación. Con gusto observo que en mi buen Hugo acrecióntase el entusiasmo por la proyectada visita á medida que los minutos transcurren, al grado de ponerse á investigar—motu propri— el lugar preciso en que se encuentra. Da finalmente con él, y allá nos dirigimos todos sin demora. El pueblo de Santa Ana—distante apenas unas dos leguas de Cuyamecalco—se halla sembrado, como la mayor parte de los del rumbo, sobre una rápida vertiente en cuya base, por el lado del Sur, corre precipitado el torrente de San Miguel al través de un barranco profundo y sinuoso, para aumentar más tarde el caudal del Río Quiotepec, con el cual confunde sus aguas un poco más allá de Chiquihuitlán. La gruta que pretendemos visitar se halla á la entrada de la población, á unos cuantos metros tan sólo de su arteria prin- cival, única que merece llamarse calle, pues las otras no pasan de ser callejuelas bastante angostas y tortuosas. A no estar en antecedentes, nadie que viera este lugar por primera vez pensaría que en él se esconde una joya natural. Por delante de la reducida abertura redonda que conduce á la gruta, vése una pequeña explanada sobre la cual —según los vestigios que todavía se distinguen—se levantó algún po- bre jacal. Aquí supimos qué sus moradores huyeros despavo- ridos tras el descubrimiento que, motivado por algunos extra- ños ruidos, hicieron de la caverna que se encontraba á sus es- paldas. : La abertura mencionada se encuentra á flor de tierra, pe- ro es tan pequeña que no vemos manera de franquearla. La oportuna llegada del Sr. Pérez vino á sacarnos de vacilaciones, pues provisto de lo necesario procedió luego á ampliar la en- trada. No queriendo perder tiempo, dedícome entretanto á exami- nar las rocas que forman el techo y la pared anterior de la Mem. Soc. Alzate. México, T 29. (1909-1910),—26 202 -- C. CONZATTI. gruta, y con relativa facilidad, no obstante la tierra y maleza de que están cubiertas, descubro aquí y acullá algunas crista- lizaciones formales de carbonato de cal—según pude compro- bar más tarde — pertenecientes al sistema romboédrico, de las cuales permítome el honor de acompañar algunos ejemplares con este eserito, destinados á ilustrarlo. Terminado el trabajo de ampliación y hallándonos impa- cientes por penetrar al interior, procedemos á deslizarnos por aquella boca incómoda y estrecha que se prolonga por algu- nos metros con una inclinación no menos de 45 grados. El primero en verificarlo es el Sr. Pérez, sigue luego el que habla, en tercer término el niño Hugo, y, por último, el Prof. Can- cino. Desde un principio noto con satisfacción que el aire inte- rior es perfectamente respirable: así lo patentizan, al perma- necer escondidos, los ocotes y la linterna que llevamos, lo mis- mo que la absoluta libertad con que respiramos. En cuanto á su temperatura no difiere sensiblemente de la exterior. No bien hemos avanzado unos cuantos pasos sobre un pi- so en extremo difícil por lo desigual y ya estamos frente á un espectáculo grandioso que nos deja perplejos de admiración. Ante nuestra investigadora mirada se ofrece la caverna en to- da su magnificencia con sus caprichosas colgaduras y sober- bias columnatas, inconformes ciertamente con los órdenes at- quitectónicos conocidos, pero no por eso menos hermosas y llamativas; con sus innúmeras estalactitas y estalagmitas de todas formas y tamaños, unas toscas y gruesas, otras esbel- tas y delgadas; en fin, con sus múltiples recodos y escondri- jos que imprimen al conjunto un aspecto imponente y fantás- tico á la vez. Las luces de nuestras antorchas son reflejadas de mil mo- dos diversos por las facetas de los infinitos cristales que ta- pizan literalmente la gruta entera, de tal modo que, sin po- derlo evitar, antójansenos sus paredes como constituidas por pedrería. 1 LA GRUTA DE SANTA ANA. 203 La sala en que nos encontramos es muy espaciosa, pero bastante irregular. El piso muy desigual y lleno de protuberancias es suma- _Mmente escabroso, y en su parte central presenta una excava- ción cónica y profunda que conduce á un piso inferior, pero que nosotros no visitamos por lo avanzado de la hora y, más que nada, por lo peligroso del descenso. Correspondiendo casi á esta depresión, cuelga de la bóve- da una gigantesca estalacticta, rodeada de magníficos corti- najes y bifurcada en su mitad inferior en dos enormes pier- nas que imprimen al todo un aspecto por demás macabro. En atención á esta cireuntancia denominamos el lugar “Sala del Ajusticiado.” Un poco más allá encuéntrase una colosal columna—evi- dentemente constituida por una estalactica unida en su par- te media á la estalagmita respectiva—más delgada en su me- dianía y mucho más gruesa en sus extremidades, destinada— en apariencia cuando menos—al sostén de la pesada bóveda que gravita sobre ella con el peso incalculable de quién sabe qué número de siglos acumulados. Detrás de ella obsérvase un segundo ensanchamiento de la gruta, más reducido que el anterior, sin duda, por lo que _ respecta á dimensiones, pero no inferior á él en cuanto á be- lleza natural. En honor del intrépito guía que nos precede, damos á es- te lugar el nombre de “Alcoba del Presidente.” De su techo que en ocasiones suele ser muy bajo, desprendo sin esfuerzo apreciable una hermosa estalactita tuberculosa, ligeramente cónica, de 45 centímetros de largo por unos 3 de diámetro en su parte media, que logro hacer llegar incólume á la casa. Como otras muchas examinadas, ésta también presenta en su punto de origen una pequeña perforación excéntrica con unos 17 centímetros de profundidad, que revela claramente su manera de formación y cuyo proceso consiste en que las pri- 204 C. CONZATTI, meras gotas de agua cargadas de materias en disolución que llegan á la bóveda de la cavidad, dejan—merced á la evapo- ración—un pequeño aro de sustancia lapídea que las gotas sucesivas aumentan sin cesar, formándose de este modo el. tubito central que no tardará en desaparecer á su vez á medi- da que la estalactita se alarga. El silencio aterrador, propio de sitios semejantes, es aquí interrumpido de vez en cuando por el seco chasquido que pro- ducen al caer las gotas de agua que á intervalos regulares se desprenden de las extremidades libres de las estalactitas, des- pués de haber atravesado el considerable espesor de la techum- bre, lo que demuestra con toda evidencia la ininterrumpida formación de esta ignorada maravilla natural. Ignorada, decimos, y así es en efecto; de las muchas Greo- grafías que se han publicado en estos últimos años, no hay una siquiera que mencione la Gruta de Santa Ana, á pesar de merecerlo. La forma general de ésta—abstracción hecha de las si- nuosidades comunes á todas las cavernas —es la de un bote- llón ventrudo, de cuello largo y angosto, acostado sobre un plano algún tanto inclinado en dirección del meridiano, y abra- vesado en su tercio posterior por un soporte vertical que co- rresponde á la columna de que se hizo mérito no ha mucho. Esparcidos donde quiera, por el suelo vense numerosos fragmentos de estalactitas y columnas, cuya existencia allí sólo puede explicarse por desprendimientos espontáneos ó por movimientos seísmicos, toda vez que la gruta permaneció com- pletamente desconocida hasta la fecha, y por tanto es poco probable que el hecho se deba á destrucción deliberada del hombre, ó bien á alguna otra causa distinta, tanto más cuan- to que, según parece, los lugareños atribuyen á arte diabóli- co esta obra maestra de la naturaleza, para la cual abrigan un santo horror que sólo una cultura sostenida sería tal vez ca- paz de combatir y dominar. LA GRUTA DE SANTA ANA, 205 Muy sencillo sería, por lo demás, practicar una entrada que diera fácil acceso al interior, haciendo que lo que es ahora mo- tivo de superstición se convirtiera luego en fuente de luz, pues tenida cuenta de los muchos transeuntes que atraviesan por Santa Ana en su paso para las fincas cafeteras de más abajo, tales como “Unión Ibérica,” “El Faro” y otras, ó para Tuxte- pec, se podría imponer una cuota módica, á cambio del dere- cho de visitar la gruta, euyo producto cabría destinarlo á la ereación y fomento de la Escuela del lugar. Bien valdría la pena que el H. Municipio de Santa Ana procurase implantar una mejora que nada ó muy poco cuesta, no exigiendo más que alguna buena voluntad, mejora tanto más plausible cuanto que la población no obstante su impor- tancia, carece de Escuela Oficial. Algo más de una hora invertimos en esta visita subterrá- nea, donde tantas emociones nuevas nos aguardaban, y ya sa- tisfechos de ella—como bien claro lo dicen nuestros semblan- tes— tras largo y difícil batallar logramos franquear la salida todavía en tiempo hábil para contemplar una vez más y en plena luz el variado y multicolor paisaje de esta agreste natu- raleza, envuelto ahora en los dorados haces de un sol que muere. * Oaxaca de Juárez, Junio de 1909. OLA SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.” MÉMOTRES, T. 29. 207 EL “SALITRE” Y EL GANADO, POR EL ING. ROMULO ESCOBAR, M, $, A, Necesidad de las substancias minerales en la alimentación. Todos los animales, como las plantas, necesitan consumir en su alimentación cierta cantidad de substancias minerales cuyos efectos no están bien aclarados todavía. Se sabe que en los vegetales la cantidad absorbida es pe- queñísima y se reduce á la ceniza que se obtiene en la inci- neración; pero no obstante la pequeñísima proporción de esos componentes minerales se ha demostrado que algunos de ellos son enteramente necesarios para la vida del vegetal. La acción del fósforo, del potasio, del calcio, del sodio (que parece des- empeñar el papel del potasio cuando este falta) y de otras substancias minerales es tan marcada en la vida vegetal que en ella está fundada una gran parte de las prácticas agrícolas que se refieren al uso de los abonos y á la fertilización de las tierras por otros medios. En los animales aumenta la proporción de las substancias 208 - ROMULO ESCOBAR. minerales y el papel de muchas de ellas es un enigma para la ciencia tan obscura como lo es tratándose de los vegetales. La formación del esqueleto y de los diversos tejidos en que el carbono se encuentra en proporción menor que en los pro- ductos puramente vegetales, como_los hidratos de carbono (celulosa, almidón, azúcares) hace que en los animales sea igual ó más imperiosa que en las plantas la necesidad de con- sumir ciertas substancias salinas. Los carnívoros encuentran satisfecha esta necesidad, has- ta un punto más avanzado, en su alimentación natural más cargada de sales, como que está formada por el cuerpo de otros animales; los animales que consumen gran proporción de granos ingieren con ellós, igualmente, una gran cantidad de sales; por último los herbívoros, y muy especialmente los ru- miantes, ingieren en su alimentación natural menor cantidad de substancias minerales, y así se explica el hecho bien cono- cido de los ganaderos y perfectamente comprobado, de que los animales rumiantes, como el ganado bovino y el ovino, sean los que suelen sufrir más por la falta de sales en su alimenta- ción ó en sus bebidas. Hechos vulgares que indican esa alimentación. * Para apreciar la intensidad con que se manifiesta en los organismos animales la necesidad de ciertas substancias in- orgánicas, examinemos ciertos fenómenos que son bien cono- cidos, haciendo caso omiso de las necesidades semejantes de las plantas. La mujer en cinta, que tiene la necesidad de formar en sus entrañas un nuevo ser que debe consumir en la formación de su esqueleto una gran cantidad de materias minerales, ad- quiere frecuentemente un deseo irresistible por las substan- cias terrosas y no son raras las que comen arcilla y las que se A qe EL ''GANADO” Y EL SALITRE. - 209 deleitan comiendo magnesia calcinada, yeso ó substancias se- mejantes. En los niños que comienzan su desarrollo es muy común el vicio de comer tierra, por el cual reciben cruelmente mu- chos castigos injustos debidos á la ignorancia de sus padres, y ese vicio no es sino la mavifestación de una necesidad im- periosa de sus organismos, nacida de la falta de substancias minerales en los alimentos que ingieren. La administración de fosfatos y de substancias calcáreas, empleados como medicamentos, curan en el organismo huma- no una gran variedad de enfermedades que no son sino esta- dos patológicos debidos á una alimentación en que falta la proporción conveniente de esos alimentos minerales que son tan necesarios como los orgánicos, no obstante la pequeña cantidad en que intervienen. En las haciendas ganaderas se ven frecuentemente reses que comen huesos (muy especialmente vaquillas en la prime- ra gestación) que dejan de pastorear y aún de beber agua por andar mascando un hueso durante días enteros y manifestan- do ante los ojos del vulgo que un vicio muy arraigado las obli- ga á hacerlo. No es un vicio, sino una necesidad tan impe- riosa como la que obliga al niño á comer tierra. En algunas regiones del país, lo primero que busean los ganaderos cuando tratan de juzgar las cualidades de una finca es si tiene terreros donde los animales puedan tomar las eflo- rescencias que vulgarmente se llaman salitre, sin serlo en la mayoría de los casos. Conozeo haciendas con buenos aguajes, con abundantes pastos y que, sin embargo, tienen el grandísimo defecto de ca- recer de terreros. Mem. Soc. Alzate. México. T 29. (1909-1910).—27 210 e RomuLo EscoBAR. El derecho de terrear los ganados como servidumbre. En algunas regiones, como en el Distrito de Guerrero, del Estado de Chihuahua, he visto que el derecho á terrear es una servidumbre que algunas veces se estipula en las translacio- nes de dominio de fincas ganaderas y recuerdo haber oído de un caso en que se vendió una parte de una hacienda donde estaban los terreros, reservándose el dueño de la otra parte el derecho para terrear sus ganados en la primera, con lo cual quedó siempre como verdadero dueño de toda la finca porque no hay poder humano que pueda detener'á los animales en los sitios en que faltan terreros y recorren grandes trayectos, derriban las cercas de piedra suelta y no respetan las cercas de alambre cuando sienten aquella necesidad imperiosa y sa- ben donde se encuentran los terreros. Muchos ganaderos, preocupados con la denominación erró- nea de salitre, que se da á substancias que no son el nitrato de potasio, y conociendo la esencia del fenómeno de la nitrifica- ción, quieren satisfacer las necesidades de sus ganados pre- parando aquella substancia en salitreros artificiales y es sabi- do de algunos que los hacen matando cerdos para enterrar los cuerpos con sal común y cal apagada en montones de tierra húmeda que hacen al efecto, para que el salitre se forme, co- mo tiene que formarse y lo tomen allí las reses vacunas. Es inútil decir que esos ganaderos recurren, en este caso, á un procedimiento de fabricación demasiado costoso. Las ovejas adquieren verdadero hábito de comer sal cuan- do se tiene cuidado de suministrarles esta substancia y todos los animales, desde el hombre hasta las aves, necesitan con- sumir no solo esa, sino otras substancias salinas. Antes de la construcción de nuestros ferrocarriles, los co- merciantes que se internaban á las regiones pobladas de in- a EL “GÁNADO” Y EL SALITRE, 211 dios en la frontera Norte del país, preferían llevar sal de coci- na y chaquira de vidrio para hacer sus compras porque sabían que esos artículos tenían más demanda entre los indios que el mismo dinero. - Es curioso citar á este respecto una estadística que toma- mos de una revista extranjera de la cual resulta que los ingle- ses son los mayores consumidores de sal en el mundo, pues mientras cada inglés toma 72 libras de sal por año, los fran- ceses solo consumen 36 libras, los alemanes 35, los españoles 31 y los rusos 33 libras. El Sr. H. Carrascosa, de San Cristóbal las Casas, E. de Jhiapas, en carta que nos dirijió en Abril 2 de 1899 nos ha- bla de una-cueva ó gruta que existía en su finea donde se veían llegar continuamente palomas, en gran número, queiban á co- mer una tierra salina que alli había y es sabido que estos ani- males, como las aves de corral, se benefician mucho comiendo polvo de huesos, sal común y otras substancias salinas, y que cuando les hacen falta adquieren el vicio de comer sus propios huevos ó de desplumarse. Animales que comen hueso.—Sal para los animales. En el Manual del Ganadero Mexicano, por el Sr. Dr. Dill- mann hay un capitulo que dice lo siguiente: “Una de las cosas en que debe ser muy severo y cuidalo- so el encargado de una hacienda, es en la limpieza del campo, á fin de que no queden huesos desparramados, pues el ganado vacuno se acostumbra á comerlos, y esto lo enteca y lo mata. “No están de acuerdo las opiniones respecto de las causas que inclinan á los animales vacunos á comer huesos. Algunos creen que esto solo lo hace el ganado enfermo con objeto de curarse, y después adquiere esa costumbre. “Nosotros no participamos por completo de esta opinión, 212 ROMULO ESCOBAR. porque el animal solo busea en su alimentación aquellos ele- mentos indispensables á su organismo, y fuera de toda duda, únicamente la falta de sales en los pastos y en las aguas, es lo que los obliga á buscar en el hueso ó fosfato de cal, ese ele mento que les es tan necesario. “Las ovejas no pueden comer hueso, pero en algunas épo cas es tanta la necesidad de la sal que se han visto manadas que se comían los corderos en el acto de nacer; cuando esto sucede, todas las ovejas lo rodean y lo lamen; empiezan luego por mascarle los huesitos de la cola, después las patas, ya así siguen hasta mascarlo todo. “Este peligro existe cuando el campo no tiene pastos ni aguas salobres, y el mal no se evita sino proporcionándoles sal á los animales. “Ellos mismos se lamen los unos á los otros cuando están sudados, buscando las substancias minerales contenidas en el sudor. Al lamerse los animals vacunos, es cuando tragan el pelo con que se forman esas bolas de cerda llamadas egagrópi- las, que se les encuentra á veces en la panza (rumen). : “La sal facilita la digestión, evita muchas enfermedades, mantiene siempre sano al animal, le hace producir mas carne y mejora el cuero. “Un ganado naturalizado en campo salobre que pasa á otro donde no hay sal ninguna, no se aquereneia sino con mu- chísima dificultad. “Para enseñarle rodeo y hacer que venga con gusto á su parada, lo mejores bañar con ssl el palo que se pone en el me- dio del rodeo, ó atarle algunas bolsitas de sal que el ganado se entretiene en lamer. “En todas partes del mundo se da sal á los ganados; pues si todos los animales la necesitan, está probado que los rumian- tes como son: la vaca, la oveja, la cabra, la necesitan mucho más. “Esa costumbre data de los más antiguos tiempos, y en la EL “GANADO” Y EL SALITRE. 213 7 historia del arte agrario de todas las naciones, se encuentra establecida desde épocas remotas. “Entre los griegos era general el uso de la sal y se la pro- porcionaban á sus ganados cada 5 días. “Los romanos seguían la misma costumbre, y entre los árabes, pueblo esencialmente esmerado en los cultivos, se es- tableció el empleo de la sal reconociendo sus ventajas. “Un agrónomo árabe, de hace más de 18 siglos, prescri- biendo minuciosamente á los de su nación las reglas para el mejor cuidado del ganado, dice lo siguiente: “La oveja á quien se dé á beber agua salada, se hará preñada antes que las otras.” “Debe dárseles sal para que engorden, repartiendo á cada 100 ovejas dos almudes cada 5 días en el verano.” “Creemos excusado hacer más citas á este respecto; y de- jando los tiempos antiguos para yenir á épocas más modernas, diremos que en Europa varios gobiernos han tomado sus dis- posiciones respecto de la cantidad de sal que es obligatorio proporcionar á los ganados, y las Corporaciones científicas que vigilan las exigencias de la industria y riqueza nacional, hacen estudios repetidos y frecuentes publicaciones demos- trando la necesidad del uso de la sal, y las cantidades en que debe ser proporcionada á los animales, con relación al alimen- to que sele summistra. “Debemos decir de, paso, que la ganadería más primitiva es la de los mexicanos. “Antiguamente casi todos los hacendados acostumbraban aquí poner sal en los rodeos. “En aquel tiempo, para proporcionársela, los habitantes de los campos se reunían y hacían grandes expediciones para traerla en carreta de las salinas. : “Hoy, tan útil costumbre, puede volver de nuevo, pues la sal es barata y de esta manera, á la vez que se haría al gana- do un gran beneficio, se evitaría el peligro de que coma hueso. “Cuando un animal come huesos, sino los encuentra en el 214 ROMULO ESCOBAR, campo, se viene como loco á buscarlos cerca de las casas. De- ja de comer pastos, y suele andar dos ó tres días con el hueso en la boca. : “Al animal que prineipia á comer hueso, pronto se le ye mancar ó renguear, y en seguida empieza á secarse por los cuartos. “Sigue secándose y al fin se muere. “El hueso no es fácilmente digerible, y no estando bien mascado, le uleera los intestinos y el animal muere entecado. “Cuando está bien mascado es digerible, pero se introdu- ce en la sangre y se deposita en los bofes, dándoles á estos . una consistencia huesosa, por lo que á los animales que comen hueso, se les encuentran los bofes duros, hasta el punto de no poderse cortar con el cuchillo, y grandes ulceraciones en los intestinos. (?) “Algunas veces el ganado pierde la costumbre de comer hueso y vuelve á engordar, pero esto no sucede generalmente, y lo mejor es evitar el mal, pues el ganado que come hueso, pasa el tiempo caminando de un lado al otro, buscándolos en el campo. “Concluiremos este capítulo repitiendo que el uso de la sal influye en la salud de los animales, mejora la calidad de la carne, precave y disminuye los efectos de las epizootias y ayuda favorablemente todas las principales funciones del or- ganismo. “La sal gusta mucho á todos los animales. Las aves la buscan con empeño. “Las gallinas que no comen sal, comen sus propios huevos. “En Inglaterra es prohibido el uso de la sal en los palo- mares pue3 todas las palomas de la comarca se vienen al pa- lomar en donde la encuentran, dejando abandonados los suyos. “La sal de roca es una piedra que puede colocarse en el rodeo ó en el campo en el paradero de los ganados. EL “GANADO” Y EL SALITEE. 215 “La sal común se coloca haciendo un pequeño pozo, y allí se hecha para que pueda comerla el ganado, y no se la lleve el agua. Puede también emplearse, y la emplean algunos, en otras partes: haciendo un montón de sal, cubriéndola comple- tamente de paja, y prendiéndole fuego en seguida, á fin de que derretida la capa superior, forme una costra gruesa y que- de así, como un mogote de sal que no derriten las lluvias. “Quizá nuestros hacendados no desatenderán estas indi- caciones, y se vuelva á la buena costumbre antigua, y aban- donada por causas superiores á toda voluntad, como se aban- donan y se olvidan tantas cosas buenas.” La sal y los ganados. De un colega profesional, tomamos lo siguiente: “Cuando les falta la sal á los ganados, sufren una aberra- ción del gusto; buscan las materias saladas, lamen las piedras y muros, devoran la madera y la corteza, comen tierra y ex- erementos. La cantidad deficiente de sal hace disminuir las secreciones y la digestibilidad de los alimentos. “Sila falta de sal es peligrosa, no lo es menos el exceso; hacerla beber demasiado, perjudica las funciones normales de los órganos digestivos, provoca la desasimilación de las subs- tancias albuminoides: la sal en fuertes dosis produce irrita- ción y diarrea, “Si el exceso y la falta de sal en la alimentación producen los resultados que se indican, cuando se encuentra en buena. proporción, su influencia es muy benéfica, excita la sed, el ape- tito y el celo, pone brillante el pelo de los animales. Produ- ciendo sed, aumenta la cantidad de agua ingerida, cireuns- tancia favorablo para las vacas lecheras cuando tienen el agua á su disposición para podérla tomar á cualquiera hora, sin pe- ligro de excederse en su uso. 216 ROMULO ESCOBAR. “Los pastos poco apetitosos, los mejora notablemente, per- mitiendo utilizar los alimentos que los animales rechazan en un principio. Actuando sobre la mucosa de la boca, la sal au- menta la secreción salivar, favoreciendo así el principio de la digestión. La acción estimulante y el aumento de jugo gás- trico, facilitan la digestibilidad de algunas substancias poco asimilables. Las funciones seeretoras de la piel son facilita- das. Cuando el heno ha sido amontonado húmedo y presenta un principio de fermentación, es prudente adicionarle de 5á 10 gramos de sal por 100 kilos de pasto, con la que se previe- nen algunos accidentes digestivos que pueden ocasionar. “Los forrajes provenientes de terrenos húmedos insalu- bres, se mejoran igualmente con la adición de sal. La canti- dad de sal que se debe dar diariamente á cada vaca, es de 40 gramos más ó menos. Cuando los animales pastan libremente en el campo, se colocan algunas piedras de sal en los corrales, ó también se pueden poner en bolsas colgadas de los árboles de los potreros. A los animales mantenidos en establos se les da la sal disuelta en los alimentos líquidos ó espolvoreada so- bre los forrajes. Es buena práctica disolver una pequeña can tidad de sal en el agua que se pone en los bebederos.” Ansias de roer. Copiamos en seguida lo que dice un autor desconocido acerca de esta manía que puede considerarse como una ver- dadera enfermedad. “Ansias de roer. — Esta enfermedad se manifiesta por la propensión, peculiar al animal atacado de ella, de lameró mor- der los objetos que están á su alcance, especialmente las subs- tancias saladas. Cuando el mal ha llegado á su período eulmi- nante, es acompañado de notable decaimiento. Esta ansia de absorberlas substancias de reacción alcalina, de lamerlos mu- ros, comer la paja empapada de orina en putrefacción, ete. pa- _ “EL “SALITRE” Y EL GANADO. 217 rece demostrar con evidencia que existe en el estómago una formación exagerada de ácidos, que obliga al animal á absor- ber materias anti-ácidas. Por consecuencia, el mal empeora hasta tal punto que las vacas atacadas de él devoran con tal avidez las sustancias calcáreas y arcillosas, las argamasas, los trozos de tejas, las cuerdas, los trapos, los pedazos de made- ra podrida, y las materias más asquerosas, á la vez que desde- ñan los alimentos sanos y el agua pura. “Esta enfermedad produce poco á poco la frialdad de los huesos, un decaimiento completo y un estado eaquéctico, al cual los animales sucumben al cabo de algunos meses ó de más largo tiempo. Esta afección se encuentra solamente en la es- -pecie bovina, y especialmente en las vacas ricas de leche: ra- ra vez es epizoótica ó enzoótica, y ataca primero á los anima- les aislados, y más tarde, algunas veces, á caballerías enteras. “En los carneros que habitan caballerizas sucias ó que se alimentan con forrajes agrios húmedos ó de pantanos, la en- fermedad se manifiesta por la depravación del apetito, que im- pele á dichos animales á comer la lana. “Causas. — Esta afección se atribuye á una alimentación dañada, y á la de juncos y hierbas de las lagunas: á bebidas de mala calidad, falta de forraje ó impureza de él, suciedad de las caballerizas, acumulación de estiércol en las mismas, aire viciado y fétido, poco aseo de los pesebres y de los vasos que contienen los alimentos, ete. “Tratamiento.—Ante todo, alejamiento de las causas que se presume hayan ocasionado la enfermedad, y el cambio de localidad. “Después se administrará al animal el remedio siguiente: “Bicarbonato de potasa... .... 3 Onzas. Raíz de genciana en polvo. .....-.... NT Raíz de acoro en polvo..... A ES ISA Co o AR co 00 Ars Raíz de valeriana en polvo........--. e Mem, Soo. Alzate. México. T 29. (1909-1910), —28 218 RomuLo EscoBAR. “Se mezclan, administrándose en dosis de una cucharada sopera tres veces al día. Por este medio se obtendrá una cu- ración radical en pocos días, á condición de proscribir las cau- sas de la enfermedad. : “Dicho polvo debe conservarse en una botella bien tapada, á fin de evitar que el bicarbonato de potasa caiga en delicues- cencia. “El agua de cal es también un remedio excelente para cu- rar en corto tiempo y en casos poco graves. Por ejemplo, se dará á beber al animal durante algunos días, cada vez 5 azum- bres de agua de cal pura. El cuarto día se suspenderá este tratamiento, y se reemplazará con la receta siguiente: Raíz de valeriana en polvo .......-.-- 5 ONZAS. Raíz de genciana en polvo........-... De Ea Rarzide acoro A. A y Aceite de cuerno de clervo..........- LA “Se mezclan y se administra un puñado tres veces al día. Es raro que sea preciso repetir este tratamiento. “Se han obtenido también curaciones radicales con el uso del ácido elorhídrico (muriático), 1 4 onzas en 3 de agua, ad- ministrado tres veces al día. El sulfato de sodio en ganadería. Copiamos en seguida un artículo del Sr. Alfredo Ramos Montero que publicó “El País” de México el 21 de marzo del año en Curso. “EL SULFATO DE SODA EN GANADERIA. SUS USOS Y APLICACIONES.” “La forma de completa libertad en que viven por lo gene- ral nuestros ganados, no permite emplear prácticamente va- 5 EL “SALITRE” Y EL GANADO. 219 2 rias substancias tóxicas condimentarias ó medicinales, que pro- ducen excelente resultado sobre el estado general de los ani- males, fortaleciendo su organismo y evitando muchas enfer- medades más ó menos perjudiciales, “Sin embargo, las cabañas y demás establecimientos de animales finos hacen excepción de esta regla, lo mismo que las estancias que adquieren reproductores perfeccionados para re- 'finar las haciendas y en uno y otro caso interesa á los hacen- - dados conocer ciertas substancias de uso sencillo y práctico, “cuya necesidad se hace sentir en el cuidado ds los ganados fi- nos que á causa de su mismo perfeccionamiento son cada día más delicados y exigentes. “Entre estas substancias de fácil y útil aplicación en el campo, tenemos el “Sulfato de soda” conocido también “Sal de Glauber,” que puede adquirirse en todas las boticas á un precio reducido. “El sulfato de soda es una sal cristalizada, sin olor, de sa- bor freseo y un poco amargo, soluble en el agua fría y que al- canza el máximum de solubilidad en el agua de 33 grados de temperatura. “Los efectos del sulfato de soda sobre los ganados son muy variables y dependen principalmente de la cantidad en que se administra, pues esta substancia puede tener propiedades *con- dimentarias, tónicas, refrescantes y purgativas.” “Las propiedades condimentarias y tónicas son semejan- tes á las de la sal común, desde que activa las funciones di- gestivas por la excitación que produce sobre la mucosa gastro— intestinal. “En dosis mediana, los efectos del sulfato de soda son re- frescantes, á causa de su acción sobre las vías intestinales y cuando las dosis se elevan, esta sal obra como purgante pero sin producir perturbación alguna en el organismo animal, co- mo sucede en otros medicamentos que hacen perder el apetito, 220 RomuLo ESCOBAR. ocasionan cólicos, ete. Es uno de las purgantes más sanos y económicos para los ganados. “En los animales herbívoros los efectos purgativos del sul- fato de soda se manifiestan después de las 24 horas, pero en los carnívoros se hacen sentir de 2 44 horas después de haber sido administrado. “El sulfato de soda influye también sobre las secreciones del hígado y los riñones y es un buen remedio contra las in- flamaciones é irritaciones internas. “Y para concluir con las propiedades del sulfato de soda, sañalaremos que los estudios modernos demuestran que esta sal es también un verdadero alimento, cosa que no es s de ex- trañar, teniendo en cuenta su composición. “Para obtener los resultados que hemos indicado, es ne- cesario administrar el sulfato de soda á los animales en dosis adecuadas y de acuerdo con ciertas indicaciones que aseguran benéfica acción en cada caso. “He aquí las dosis é indicaciones reconocidas por el Pro- fesor Terry, conocido médico veterinario francés; “DOSIS CONDIMENTARIA. Vacunos y caballares......... 15 4 20 gramos. Ovinos y porcinos ---........ A RS “Estas dosis se emplean por ración y en esta forma el sul- fato de sodio es tan apetecido como la sal común. “DOSIS TONICAS Y REFRESCANTES. WEIR TA 100 á 150 gramos. Caballaros: JE as 504100 ,, Oyinos. 3424. 22202 IA ALA “Administrado en esta dosis es muy bueno para los arti- males fatigados por un trabajo excesivo, faltos de apetito ó debilitados por alguna enfermedad. EL “SALITRE” Y EL GANADO. 291 “DOSIS CONTRA INFLAMACIONES. AA RE 50 á 100 gramos. ODANOLOS LOS Cao a SIA Ovinos y porcinos. .-.-....-.. dE! “Estas dosis deben administrarse á los animales 2 á 4 ye- ees cada 24 horas. “DOSIS PURGATIVAS. Calballares.--- == 2o=. . 500 á 1,000 gramos ICAnOS acne ass E 2504. 5005 -,, TO AA LOW AZDES ECOS: o 16 ss nos 20120004 100 “Cada una de estas dosis corresponde á 24 horas. “En cuanto al modo de administrar el sulfato de soda á los ganados, se puede recurrir á varios medios que en cada ca- so tendrán su aplicación y sus ventajas ó inconvenientes. “Indudablemente el procedimiento más sencillo consiste en disolver la dosis de sulfato de soda en el agua que se ha de dar á beber á los animales, los cuales la toman generalmente sin inconveniente, sobre todo cuando tienen sed y la dosis no es exagerada. - “Cuando los animales se resisten á tomar el sulfato en es- ta forma puede disolverse en una pequeña cantidad de agua, que se hace beber á los animales por los medios forzados co- nocidos para administrar medicamentos y también puede ad- ministrarse mezclado con miel ó melaza, es decir, en forma de “electuario,” nombre que reciben en medicina humana y veterinaria los medicamentos así preparados. Como se ve, no hay dificultades para emplear el sulfato de sodio, que se di- suelve perfectamente en el agua fría, pudiendo disolver el agua calentada á 330 tres veces su volumen de esta sal. 222 RomuLo EscoBAR “El sulfato de soda puede tener todavía otras aplicaciones en el campo, dignas igualmente de ser apreciadas, pues una vez que se le disuelve en agua fría mezclada eon un poco de ácido clorhídrico, constituye un refrigerante, que puede reem- plazar al hielo—imposible de encontrar en nuestros campos— en las aplicaciones sobre las contusiones externas con infla- mación y en los demás usos de esta substancia en la economía doméstica. “De todo lo que hemos expuesto se desprende que el sul- fato de soda es una substancia de muchas aplicaciones en la ganadería moderna, muy practica por sus bueuas propiedades, su costo reducido y su fácil empleo, exento de toda clase de peligro, aún en las manos más inexpertas, cosa que no puede decirse de la mayor parte de las substancias medicinales y que aumenta el valor práctico del sulfato de soda.” Origen de este estudio. El conocimiento de estos y otros muchos hechos semejan- tes nos hizo comprender la importancia que en la alimenta- ción de nuestros ganados tiene la administración de substan- cias salinas y lo que más nos llamaba la atención era que esa necesidad fuera mucho más marcada en unas regiones del país que en otras. Sabemos bien que en los pastos y en el agua encuentran los animales satisfecha esa necesidad en muchos casos, y es bien conocido el experimento que puede hacerse para evitar el crecimiento y producir el reblandecimiento del esqueleto en un cerdo pequeño al que se le dé puramente agua destilada, pero el caso es que, en fincas con iguales aguas y pastos en la apariencia, notábamos una enorme diferencia entre las ne- cesidades que para la sal y el salitre tenían los ganados. Recogimos cuantos datos pudimos recoger acerca de las condiciones de las fincas en que el uso de la sal ó del salitre EL “'SALITEE” Y EL GANADO. 223 es una n2cesidad y á cada paso encontrábamos una confusión mayor en el asunto y esto nos inclinó á emprender en la Esta- ción Agrícola de C. Juárez una investigación más extensa por medio de la distribución de tres á cuatro mil cuestionarios que mandamos á agricultores de todo el país en los cuales ha- ciamos preguntas que al parecer eran inconducentes, pero que esperábamos que nos permitieran aclarar algunos puntos du- dosos y quizás establecer algunas reglas. Cuestionarios contestados. Un gran número de ganaderos de todo el país nos hizo el favor de resolver las pregurtas que contenían nuestros cues- tionarios y eliminando en ellos todo lo no conducente é inter- pretando en muchos casos los hechos consignados hemos for- mado los siguientes cuadros.* Consideraciones acerca de los cuestionarios. Desde luego es lógico suponer que la mayoría de las per- sonas que contestaron los cuestionarios son ganaderos que comprenden la importancia del asunto y, más que eso, gana- deros que viven en fincas donde la necesidad de sal ó salitre para los animales es patente, porque, como hemos dicho an- tes, hay muchos lugares donde los pastos y el agua contienen bastantes substancias salinas para que no se sienta la necesi- dad de dar esas substancias artificialmente. Es fundado suponer, igualmente, que una gran cantidad de los cuestionarios que repartimos fueron á dar á manos de agricultores que no se dedican á la ganadería, de personas “ que no quisieron tomarse la molestia de devolverlos ó de in- 1 Se omiten los cuadros en este estudio presentado á la Sociedad ““An- tonio Alzate” por no ser necesarios. 224 ROMULO ESCOBAR, dividuos que carecían de datos para dar contestación á las pre- guntas que se hacían. Al estudiar los cuestionarios que se nos devolvieron he- mos procurado hacer algunas interpretaciones que nos pare- cen razonables, por ejemplo: hemos considerado que el terre- no es calcáreo donde el interesado no contesta la pregunta relativa á la naturaleza de las montañas, pero sí dice que la cal se consigue cerca de la hacienda, y donde no se contesta de una manera categórica la pregunta relativa á si sufren los ganados por falta de sal ó salitre, la hemos considerado afir- mativamente contestada cuando se nos dice que se da sal ó sal tierra á los animales, puesto que al seguir esa práctica es porque hay una necesidad no satisfecha naturalmente, Datos importantes contenidos en algunos cuestionarios. El Sr. José C. González, de Camotlán, Colima, dice que dan sal 4 sus ganados cada ocho días porque no kay salitre y que de no hacerlo los animales se llenan de garrapatas. El Sr. J. J. Saldívar Luna, de Garza García, N. León, di- ce que cuando se da poca sal 4 los ganados buscan con ahineo los terreros. El Sr. P. A. Gaitán, de Congregación, Hidalgo, consigna un dato curioso al decir que sus animales tuvieron el vicio de comer huesos el año pasado en que hubo mucho pasto y que no lo tienen ahora que hay poco pasto, fenómeno que podría tener relación con la cantidad de lluvias que en un caso po- drían haber lavado los terrenos salitrosos y en otro haber for- * mado bastantes eflorescencias en el suelo. El Sr. Ramón A. Saenz, de Guerrero, Chih., dice que en su finca hay terreros que dan tequesquite y que en vez de sa- lirse sus animales de la finca llegan á ella de las fincas veci- ans. EL “SALITRE” Y EL GANADO, 225 El Sr. Fortunato Santos, de Zaragoza, Coah., dice que en terrenos con buen pasto, donde las montañas calcáreas están á 28 kilómetros, sufren mucho los ganados por la falta de sal Óó salitre y que comen huesos aunque se les dé sal. El Sr. Cleofas Vega, de Milpillas, Chih., dice que cuando falta salitre, comen tierra los animales y sufren daños porque no engordan. = ElSr. Cruz Vega, del mismo lugar, dice que sus ganados terrean en tiempo de secas y no terrean en tiempo de aguas, lo que se explica porque en el primer caso existen las eflores- cencias sobre el terreno y en el segundo son disueltas esas sa- les por las aguas de lluvia. El Sr. Flavio Castro, de CO. Fernández, San Luis Potosí, dice que al Norte no se necesita dar al ganado sal, mientras que al Sur y al Oeste si tienen los ganaderos que dar sal ó sa- litre. E El Sr. Serafín Legarreta, de Zaragoza, (Distrito Hidalgo) Chih., nos dice que hay terreros en su finca y que ésta se mantiene invadida por ganados que llegan en busca de aque- llos y que el yicio de comer huesos se nota donde no hay sal. Cita el caso de un rancho llamado el “Salitre” donde el gana- do vacuno no engorda mucho y donde el asnal sufre enferme- dades que atribuyen á aquellas snbstancias. El Sr. Francisco Medina, de Irapuato, Guanajuato, nos dice que usan 120 gramos de sal común por cabeza de ganado mayor cada 15 días. El Sr. C. Grijalva, de Pedernales, Chih. cita el caso de unas reses que ¡se envenenaron el año pasado comiendo ó la- miendo los huesos de un animal envenenado. El Sr. Crescencio Rodríguez, de Saltillo, Coah., nos dice que al ganado menor hay que cubrirle con ramas espinosas los terreros para evitar que coman tierra con exceso. El Sr. M. A. Charles, de Venado, Coah., nos dice que hay en su finca agua y plantas saladas y que solo terrean los ani- Mem, Soo. Alsate. México. 'T. 29. (1909-1910).— 29 226 ROMULO ESCOBAR, males que no comen Jauja y Saladillo, así como que comen huesos los animales que viven donde no hay salitre. La plan- ta llamada Saladillo no la encontramos citada en ninguna obra sobre nuestra Flora; pero la Jauja es la Sueda difusa, que como todas las Quenopodiaceas contienen gran cantidad de sales. El Sr. Pantaleón Orozco, de la Primavera, Jalisco, dice que en media hacienda hay salitreras y agua salada, pero que en la otra mitad hay que dar sal ó salitre á los ganados cada 8 días. El Sr. Santana Pérez, de Yepómera, Chih., dice que los ga- nados terrean más en tiempo de aguas, lo que depende proba- blemente de ser una región seca donde solo en "ese tiempo se forman las eflorescencias de sales, condición que aquí es pro- bablemente distinta de la que existe en Congregación Hidalgo, El Sr: Lic. J. M. Dávalos, de Zamora, Mich., nos dice que gastán 120,000 kilogramos de salitre al año para 4,000 cabe- zas de ganado vacuno, lo que equivale á 30 kilogramos al año por cabeza, ó sean 82 gramos al día. Esta cantidad que parece exagerada si se tratara de sales puras no lo es en realidad por las impurezas que el salitre ó sal tierra pueden contener. El Sr. Ignacio de la Torre, de La Sauteña, Tamaulipas, nos dice que los ganados no sufren por falta de sal ó salitre porque hay la planta llamada Saladilla que suple á aquellas substancias. La testamentaría de J. Oliveros, de Celaya, Gto., nos dice que hay salitre en los terrenos y que los animales no comen sal aunque se les dé, lo que parece indicar cierta preferencia por la primera substancia. El Sr. F. R. Betancourt, nos dice que los animales solo co- men huesos en tiempo de secas, en un lugar donde hay mu- cho salitre. El Sr. Miguel Pier, de Padilla, Tamaulipas, dice que hay EL “SALITRE” Y EL GANADO, 227 en aquel lugar un zacate muy salado llamado Zacahuistle, planta que no encontramos en la Sinonimia de Plantas Mexi- canas. El Sr. Albino Fernández, de Boquerón, Puebla, dice que dan sal á los ganados en tiempo de aguas. El Sr, Ramón Galván, de Jaumave, Tamaulipas, dice que los ganados sufren por falta de sal ó salitre en los terrenos montañosos pero no en los terrenos planos, lo que concuerda con lo que pasa en el Estado de Chihuahua, donde hay mayor necesidad de sal y salitre en la región montañosa que en la re- gión de las grandes llanuras. Como se vé, entre los datos anteriores y en los demás con- signados en la condensación que hemos hecho de los cuestio- narios, hay muchos informes importantes; pero se nota des- acuerdo entre algunos de ellos y por su simple lectura no se puede llegar á conclusiones de ningún genero. Hemos querido, pues, hacer una condensación mayor, agru- pando los datos de diversos modos, para ver si podían descu- brirse algunas relaciones fijas y hemos formado los siguientes cuadros: Condensación de los datos. Estudio de los diversos fenómenos consultados respecto á la existencia de cal para construcciones en la misma finca ó en lugares lejanos: 228 ROMULO ESCOBAR. - AA IE AAA CASOS DONDE LLEVAN LA CAL DE- . Menos Ñ De más e 2 De244 Detas Desá 16 de 16 A Ii kilómetros. |kilómetros, kilómetros. | E E A Dan sal, salitre Ó sal tie: rra á los ganados, pro- bablemente porque no hay manera de que to- men esas substancias expontáneamente en su-||. ficiente cantidad......[| 5! (31 (311 (9/9) o 15 No acostumbran dar sal, salitre, ni sal tierra á los ganados, porque terrean expontáneamente -..-.|| 64 8 21 16 18 Casos en que los animales comen huesos. .....-.[| 49 1 10 -] o , Casos en que es notable que los animales salgan de los fundos en busca de terreros. 2.2... 51 gl 1. fund Co] dl o pu =] Las rocas calizas abundan en nuestro territorio y es pro- bable que si se recogieran datos acerca de la frecuencia de los casos en que la cal pueda fabricarse cerca de la hacienda ó finca de campo y de aquellos en que hay que traerla de gran- des distancias, resultarían más numerosas las fincas que se en- contraran en el primer caso, lo cual explica la magnitud de las cifras dela primera columna. Hay que considerar igualmente que tenemos datos de fincas donde el uso de salitre ó sal se considera importante, pero no tenemos en la misma propor- ción de aquellas donde no se considera importante este asun- to, como lo hicimos notar antes. , EL “SALITRE” Y EL GANADO. 299 5 Por consecuencia, deben hacerse estas consideraciones al interpretar los resultados de esta investigación y tener en cuen- ta el reducido número de contestaciones recibidas, así como la forma en que se hicieron las preguntas y se dieron las contes- taciones, comenzando por desprenderse de las prejuicios que uno tuviera sobre el asunto. Debemos confesar que, dado el carácter de nuestras ex- plotaciones ganaderas, en que los animales se mantienen ge- neralmente libres, nosotros esperábamos encontrar alguna re- lación notable y directa entre la distancia á que se obtuviera cal para construcciones y la necesidad de dar sal ó salitre á los animales, así como entre esa distancia y el vicio de comer- huesos. Deducciones respecto á la abundancia ú rareza de cal. Z Sin embargo, se vé porlos datos anteriores que esa rela- ción marcada no existe y parece: 1.—Que es indiferente que se encuentre cal á menos de 2 kilómetros para que sea necesaria ó innecesaria la adminis- tración de sal ó salitre á los ganados. 2.—Que en caso de haber alguna diferencia es en el sen- tido de que la existencia de cal cerca de la finca coincide con la ne- cesidad de dar sal ó salitre á los ganados porque . 55 casos cuando tienen la cal á menos : de 2 kilómetros, y en Z >? ” z Dan sal ó salitre en | 37 casos cuando tienen la cal 4 más de 2 kilómetros. 64 casos cuando tienen la cal á menos No dan sal ni salitre de 2 kilómetros, y en O o eii a e | 63 casos cuando tienen la cal 4 más de 2 kilómetros. 230 ROMULO ESCOBAR 3.—La existencia de cal cerca de la hacienda no es moti- vo para que el ganado no coma huesos ni para que deje de sa- lirse del easeo en busca de terreros. 4.—Parece que hay más casos de que los animales coman huesos en los lugares donde sufren por falta de sal ó salitre, que donde no sufren, pues las contestaciones de que existe ese vicio corresponden á ] 52 casos en que los interesados consideran que los gana- dos sufren por falta de sal ó salitre, y 23 casos en que consideran que no sufren. Esto parecería indicar que donde faltan sales alcalinas y sufren por eso los ganados, adquieren el vicio de comer huesos. Naturaleza de las montañas. Por otra parte hemos querido arreglar los datos teniendo en cuenta la naturaleza de las montañas que existen en las di- versas localidades, previendo que hubiera alguna diferencia en los fenómenos que se notan cuando estas son de tal naturale- za que pueda su desagregación producir sales alcalinas, como sucedería, tratándose de rocas graníticas ó volcánicas, ó cuan- do fueran de naturaleza calcárea. Desde este punto de vista pueden agruparse del siguiente modo las contestaciones que tenemos recibidas: EL “SALITRE” Y EL GANADO. 231 LOS ANIMALES e Safren porfalta! Terrean Salen del casco e sal enel en busca de Comen óÓ salitre. Campo. terreros. huesos Dondelas montañas mas|| sí no | sí no | sí no | sí no cercanas son calcá- reas solamente..... || 41 35|60 16/30 45|31 44 Además de haber mon-| tañas calcáreas hay de otra naturaleza, co mo graníticas, volcá- nicas, etc. 1-46 22152 8/3L 36/23 45 Donde las montañas son de diversa naturaleza, | pero no calcáreas....|| 41 16/45 11/33 21/12 42 Donde no hay montañas.|| 3 4| 3 5| 1 5| 0 7 Dende luego podemos hacer caso omiso de los datos rela- . tivos álos casos en que se dice que no hay montañas y redu- cir los otros á relaciones centesímales para que se aprecien me- jortodas la diferencias y de ese modo formar la tabla siguiente: Donde las montañas son puramente calcáreas... Donde hay montañas calcáreas y de otra na- UILALOZA Vio ci ia Donde no hay montañas calcáreas.....-. CASOS EN QUE LOS ANIMALES * Sufren, Terrean. Salen Comen huesos. del casco. 53.9% | 78.9% | 40.0% | 41.3% 67,6% | 86.6% | 46.20% | 33.8% 719% | 80.39% | 61.1% | 22.2% 232 RoMULO ESCOBAR. Hacemos notar que en el grupo de las rocas no calcáreas están incluidas las rocas graníticas y las volcánicas, las cuales contienen generalmente feldespatos que pueden descomponer, se produciendo sales de potasio y de sodio. S Es curioso observar cómo cambian las cifras aumentando ó disminuyendo regularmente en la primera, tercera y cuarta columna, pero en cambio podemos decir que las variaciones de la segunda columna, que se refiere á si terrean ó no los ani- males, no indican nada claramente. Deducciones. Parece que puede deducirse de los datos de las otras tres columnas, primera, tercera y cuarta, lo siguiente: 1.—Que los ganados sufren menos donde las montañas son de naturaleza calcárea y más donde no son calcáreas, es decir, donde su composición haría presumir la abundancia en los pas- tos, en las aguas y en las tierras de las .sales alcalinas. Nos parece que en este caso es de mneho más peso y más clara la relación, que en la deducción 2 anotada anteriormente tratán- dose de la existencia de cal para construcciones cerca ó lejos de la finca, que es enteramente contraria. 2.—En los terrenos donde las montañas son celcáreas hay menor tendencia en los ganados para salirse del casco en bus- ca de salitre, y esa tendencia es mayor donde las rocas son fel- despáticas. : 3.—Donde las rocas son calcáreas es mayor la proporción de los casos en que los animales comen huesos y es menor don- de las rocas no son calcáreas; en otras palabras, parece indi- car el examen de esta columna que hay una relación inversa entre el vicio de comer huesos y el hecho de que sufran los animales porfalta de sal ó salitre, conclusión que está de acuer- do con la número 3 anotada anteriormente, pero en desacuer- do con la número 4- EL SALITRE” Y EL'GANADO. pl 233 Resumiendo puede decirse que estos datos indican que la necesidad de dar sal ó salitre artificialmente á los ganados au- menta de los lugares donde las rocas son calcáreas á donde no lo son y que el vicio de comer huesos está en sentido con- trario. Es esta otra conclusión inevitable si se atiende, sin per- juicio alguno, á los resultados numéricos de los datos que te- nemos y contraria á la opinión que teníamos de que esa nece- sidad disminuyera donde las rocas pueden dar en su desagre- gación mayor cantidad de sales potásicas y sódicas. ¿Los animales que terrean, en virtud de una necesidad de su organismo, buscan en ese acto sales alcalinas (potásicas y sódicas) como se eree generalmente ó sales calcáreas? Parece que lo que buscan son sales calcáreas ú otra subs- tancia que puede ser el fósforo. ¿Los metales alcalinos tienen en el organismo un papel distinto que el calcium? Parece qne sí, como lo veremos más adelante, al menos cuando se ingieren al estado de carbonatos. ¿Los animales que comen huesos lo hacen por la necesi- dad que sienten de ingerir sales calcáreas? Parece que no, puesto que donde más se nota ese vicio es donde la cal abunda en los terrenos y quizá lo que buscan sea el fósforo solamente, que también contienen los huesos y que es de las substancias más necesarias. ¿En la practica puede el ganadero satisfacer la necesidad de sus animales suministrando sal común ó cloruro de sodio únicamente? No obstante la contestación que hemos dado á la primera pregunta y la creencia de que en muchos casos lo que se ne- tesita es el fósforo creemos que sí, apoyándonos en la prácti- ca de todos los ganaderos que dan á sus animales sal, y, lo que si podemos afirmar, es que esa práctica no puede producir ma- les en ningun caso, porque los ganados no tomarán esa subs- Mem. Soo. Alzate. México. T 29.(1009-1910).—30 234 RoMULo ESCOBAR. tancia cuando no la necesiten y en cambio se logrará beneficio en la mayoría de los casos, Papel de las sales en el organismo animal. Las materias salinas contenidas en el cuerpo de los anima- les no desempeñan ningún papel como fuentes de energía y parece que su función más importante es mantener una com- posición normal y una presión osmótica uniforme en los teji- dos del organismo. El Sr. F. C. Cook, fisiologista de la oficina de química del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, dice lo siguiente en un estudio importantísimo que se titula “Meta- bolismo de Fósforo orgánico é inorgánico.” “La importancia especial de sales de calcio en la coagula- ción de la sangre y en la formación del coágulo de la leche es bien conocida, así como la acción peculiar de las sales de cal- cio, de potasio y de sodio en las contracciones rítmicas del eo- razón y enla irritabilidad delos tejidos muscular y nervioso.” “Forster alimentó á perros con grasas é hidratos de carbo- no libres de substancias salinas y con carnes lavadas hasta re- ducirles la cantidad de sales que contenían. Los animales es- taban moribundos de los 26 á los 36 días. Es probable”que hubieran vivido más tiempo si se les hubiera privado por com- pleto de alimentos, dándoles pura agua, puesto que el metabo- lismo de la abundante comida que se les dió ayudó á aumen- tar la pérdida de las sales contenidas en el cuerpo”.....-... “El metabolismo del calcio ha sido extensamente estudia- do. Hay dos formas de calcio que entran en la composición de nuestros alimentos y bebidas: la forma orgánica en la le- che, huevos, semillas, ete., y la forma inorgánica que consiste principalmente en carbonato de calcio, sulfato de calcio y fos- EL “SALITRE” Y EL GAxaDo, 235 fato de calcio. Anibas formas son absorbibles, dependiendo la cantidad absorbida de que los alimentos se tomen simultanea- mente.” “Entre otros factores que influyen sobre la absorción del calcio puede mencionarse el cloruro de sodio, que aumenta, y los álealis que disminuyen la cantidad de calcio que se absorbe. Como se ha dicho antes, existe una relación íntima entre el calcio y el ácido fosfórico.” “Según Bunge y Bertram el calcio del alimento vegetal no es tan facilmente absorbido como el del alimento animal.” “Da propiedad más característica de la caseína es la de coagularse con cuajo en presencia de una cantidad suficiente- mente grande de sales calcáreas. En soluciones privadas de sales calcáreas la caseína no se coagula con el cuajo, ete.” “En estados patológicos como en la raquitis y en el reblan- decimiento de los huesos, se ha encontrado una oseína que no produce nada de gelatina típica al hervirlos con agua. En otras palabras, estos estados patológicos-parecen afectar principal- mente la composición cuantitativa de los huesos y muy espe- cialmente la relación entre las substancias orgánicas y las inor- gánicas.” “La importancia del calcio para la actividad del sistema nervioso y de los músculos ha sido estudiada por muchos in- vestigadores. Las conclusiones á que han llegado son que si la cantidad de calcio se disminuye aumentará la irritabilidad nerviosa y muscular y que esta disminuye cuando se aumen- ta la cantidad de calcio. Ringer demostró que él corazón de una rana puede mantenerse latiendo por largo tiempo en una mezcla de eloruro de sodio, cloruro de potasio y fosfato ó elo- ruro de calcio, atribuyendo especial influencia á la sal de cal- cio. 236 RomULo ESCOBAR. “El calcio produce un estado de contracción mientras que el sodio y el potasio producen un estado de relajación. Tigerstedt afirma en su obra que las sales de calcio favo- recen las contracciones del corazón mientras que las de pota- sio influyen en sus relajamientos. “Los huesos pueden, sin duda alguna, servir como alma- cenes de calcio y quizá también de magnesio. La cantidad de calcio en los huesos disminuye cuando un animal se sujeta á una alimentación pobre de calcio. Explicación de los hechos que resultan de esta investigación. Hemos querido copiar estas afirmaciones del estudio del Sr. Cook porque nos dan mucha luz en el asunto que estudia- mos. Al pensar en la diversa acción de las sales alcalinas apun- tada por el Sr. Cook hay una diferencia en propiedades que nos interesa mucho para explicar los resultados contenidos en nuestras investigaciones. Ñ Los cloruros de sodio ó de potasio, así como los nitratos, tienen la propiedad de escapar á la acción absorbente de la tierra y la atraviesan con el agua subterránea, razón por la cual, en el curso de los siglos, se van almacenando esos cloru- ros en el agua del océano, lagos y mares interiores. Los car- _bonatos de potasio y de sodio, que son á los que se refiere el Sr. Cook con la palabra álcalis, no tienen esa propiedad y la tierra los detiene de cualquiera solución que la atraviese. En los terrenos formados por rocas que contienen feldes- pato, que es un silicato doble de aluminio y de potasio ó de so- dio, deben encontrarse las sales de estos dos últimos metales, más en la forma de sales que la tierra retiene que en la for- 4 EL “SALITRE” Y EL GANADO. * 937 ma de cloruros ó nitratos, que son arrastrados por las aguas, porque escapan á la acción absorbente de la tierra. Si el eloruro de sodio, euyas propiedades sou muy seme- jantes á las del cloruro de potasio, aumenta la asimilación del calcio en el organismo y los carbonatos alcalinos la disminu- yen, como lo dice el Sr. Cook terminantemente, parece que quedan explicados tres hechos: Primero: que nuestros gana- dos sufren más eu los terrenos que provienen de rocas feldes- páticas, donde falta el calcio y donde la naturaleza de las sa- les alcalinas (carbovatos), hace que disminuya ó se dificulte la absorción del calcio. Segundo: que no son sales alcalinas las que buscan nues- tros ganados al terrear, sino sales calcáreas, cuyo metal, el cal- elo, tiene una relación íntima eon la absorción del fósforo. Tercero: que el cloruro de sodio, facilitando la absorción del calcio, puede bastar en la práctica, como lo afirmamos an- tes, para satisfacer las necesidades de nuestros ganados, por- que sirve de una manera indirecta. Faltaría explicar el hecho de que la frecuencia de anima- les que comen huesos sea mayor en los terreos donde las montañas son caleáreas, fenómeno que parece resultar com- probado del resumen de nuestros datos. Debemos confesar que no encontramos explicación á esa relación inversa que parece existir entre el vicio de comer hue- sos y la necesidad reconocida ¡por los hacendados de dar sal ó salitre á los animales y creemos que pueda deberse ese resul- tado obtenido en nuestra investigación ó bien á mala natura- leza de los datos que se nos ban comunicado ó á algún fenó- meno fisiológico que desconocemos. - La sal común para corregir el vicio de comer huesos. En todo caso, el interés práctico que tiene este asunto pa- va nuestros ganaderos, queda satisfecho indicando que para co- rregir el vicio de comer huesos debe recurrirse á la adminis- 228.» Roxmrr.o EscoBAR tración del eloruro de so:lio:ó sal común, según se d-sprende de la eficacia de esta substancia para aumentar la asinmil+ción del calcio y del fósforo, así como de la opinión, casi u: ánime, de los señores ganaderos que han tenido la bondad de contes- tar nuestros cuestionarios. El uso de la sal común debe ser general. Además, puede establecerse como general la siguiente re- gla: conviene dar sal común á los ganados en todos los casos, seguros de que solamente la tomarán los animales que la ne- cesiten, y aunque haya en la finca lugares llamados salitrosos, donde se ven etlorescencias de substancias salinas, porque bien pueden ser estas de las que impiden ó disminuyen la asi- milación del calcio en vez de ser de las que la favorecen. Osteomalacia. De la naturaleza de esta enfermedad y de los medios que se recomiendan para combatirla resulta una comprobación de gran peso para las deducciones é hipótesis que hemos hecho en el curso de este estudio. Está enfermedad consiste en un estado de fragilidad es- pecial ó reblandecimiento de los huesos de los animales adul- tos, debida á la reducción de las substancias calcáreas conte- nidas en ellos, reducción que puede ser originada por falta de nutrición calcárea ó por desasimilación de ella por la acción del ácido láctico producido en el organismo, según una teoría que ha sido bien definida aunque no aceptada en lo general. Es común esta enfermedad en las vacas muy lecheras, y en las vaquillas en los períodos avanzados de la gestación. Está acompañada generalmente, de enflaquecimiento, ca- tarro gastro-intestinal y de una aberración del gusto que ha- ce al animal comer estiércol, tierra, hilachas, madera y huesos. Hay debilidad muscular, temblores y apoyo intermitente EL “SALITRE” Y EL GANADO. 239 del cuerpo en los miembros posteriores, marcha díficil y con frecuencia se nota un sonido especial con el juego de las arti- culaciones, Las fracturas de los huesos son muy frecuentes y la solda- dura es díficil. El Médico Veterinario V. T. Atkinson en un estudio que titula; “Huesos: enfermedades y accidentes” relativo á enfer- medades del ganado vacuno, dice lo siguiente: “La enfermedad (osteomalacia) en los Estados Unidos es- tá limitada á ciertas zonas localizadas en el Suroeste, conoci- das con el nombre de distritos alcalinos (Alkali districts) (sic) y á las regiones de Nueva York donds se ha explotado desde hace mucho tiempo la industria lechera. La causa de está en- fermedad es la insuficiencia ó falta completa se sales calcá- reas en la alimentación, así como el consumo de heno produ- cido en lugares bajos y pantanosos, desechos de las cocinas, papas y la excesiva cantidad de ganados en los agostaderos. desprovistos de sales calcáreas y se ha observado después de los períodos de sequía.” Vemos por lo anterior que la presencia de carbonatos al- calinos en las tierras puede tener gran influencia en el mal de que nos ocupamos. El mismo autor recomienda para combatir esta enferme- dad un cambio de alimentación, y la administración de sales terrosas, como el fosfato de cal y de magnesio; el uso de fo- rrajes ricos en substancias minerales como los granos, el sal- vado y la harinolina. Puede recurrirse al polvo de huesos ó al fosfato de cal pu- to, agregándoles en pequeñas dosis en los piensos, así como el agua de-cal agregada á las bebidas. Termina el citado autor diciendo: “El cambio del ganado á agostaderos donde la enfermedad no se presenta y el empleo liberal de sal común y de la harina de huesos son los mejores 240 ROMULQ ESCOBAR. / recursos para combatir esta enfermedad en el ganado de las grandes haciendas.” Los Sres. Gagny y Grobert en su Diccionario de Vete- rinaria tratan extensamente de esta enfermedad y concuer- da lo que dicen con las opiniones que hemos citado del Sr. Atkinson. Ciudad Juárez, Chihuahua, Noviembre 12 de 1909. SOCIETÉ SCIENTIFIQUE ,, ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29, 241 Observations sur la morphogénese en Plasmologie, ALBERT et ALEXANDRE MARY. Les organismes rudimentaires dont la structure rappelle le mieux les imitations protoplasmiques réalisées par Biits- chli avee des mélanges Veau, 'huile, et de soude ou de chlo- rure de sodium, les Myxomicetes, changent de forme et se dé- placent á la maniére de ces imitations elles-mémes. Ils par- courent quelquefois des distances considérables; et la vitesse de raptation, d'aprés Cienkowski et Van Tieghem, dépasse 03 par minute chez Physarum et 0""4 chez Didymium leuco- pus. Pendant cette marche, mille courants traversent la subs- tance fondamentale: microscopiques “ riviéres de protoplasma,” qui confluent au point oú le mouvement a commencé. Il n'est pas diffcile de reproduire artificiellement ce mode Vactivité, qui existe également dans les cellules animales ou végétales. De trós intenses courants, accompagnés de con- “tractions vacoulaires, se manifestent dans tout melange récent Valcool et Vean, ou de silicate de potasse. Une goutte de fu- ehsine, en diffusion dans le silicate de potasse, laisse des la- eunes ou intervalles, du bord desquels se détachent des glo- bules arrondis limités par une membrane et pleins de granu- lations de fuchsine; ces corpuscules nagent dans les lacunes Mem. Soc. Alaate, México. T. 20, (1909-1910) —31 242 ALBERT¿ET ALEXANDRE 1 ARY. par contractilité générale, comme les amibes des eaux dor- mantes. 4 La morphogénie (on évolution de la forme) et la motilité élémentaire tiennent Pune et Pautre á la nature des courants Vosmose ou de diffusion. Si ces courants sont équipotentiels et d'orientation symé- trique, la forme est réguliére, et la motilité, nulle. L'ensemencement, avec des cristallites de sulfate de zine, Vune goutte de solution gélatineuse et salée de ferroeyanure de potasium (avec traces de silice), engendre des formes ra- diaires une idéale regularité. 11 en va de méme pour le sul- fate Vammoniaque pur daus le silicate de potasse dilué. Le sulfate de euivre ou le sulfate ferreux dans une solution aqueu- se de phosphate de soude, ou le phosphate de soude dans une solution de cacodylate de magnésie, produisent des cellules rondes invariables. La précipité Fe (C Az)" FeK?, déseché, pul- verisé et semé dans le silicate de potasse sirupeux, donne des lépocelles sphériques souvent pourvues une noyau avec nu- cléole, etc.....- . Si, au contraire, les champs de diffussion ne sont pas com- posés de lignes de force symétriques et équipotientelles, la morphologie se ressent de ces inégalités. C'est es que démon- tre Vétude: 12 des diffusions proprement dites; 2% des émul- sious; 32 des ervissaneces osmotiques. a) Difusions —Une goutte Venere noive prend une forme amiboide lobée dans Peau fortement gommés, Diffusion ami- boide, encore, cells du bichromate de potasse dans une disso- lution aqueuse de soude a Palcool et de ferrocyanure de potas- sium. - Parfois, les actions pólaires produites par les différences osmotiques des liquides en présence, se manifestent par un seul courant ou faiseean de courants centrifuges. Un cristal de phosphate de soude se dissolvant dans Peau colorée par l'en- eve noire, difínse d'un seul cóté. Les figures coméntaires de OBSERVATIONS SUR MORPHOGENESE EN PLASMOLOGIE. 243 permanganate de potassium du célebre professeur mexicain A. L. Herrera, Y et celles de sulfate de cuivre dans le cinna- mate de sodium, sont dues au méme phénoméne. b) Emulsions.—Ce genre de préparations plasmogéniques a été particuliérement étudié par A. L. Herrera. Derniérement, le savant biologiste nous signalait une tech- nique dont il avait obtenu d'excellents résultats. On introduit, dans 10 e.e. Veau saturée d'acide carbonique, 0.10 de silicate de soude, puis 0.50 de chaux en bouillie épaisse. On agite aus- sitót. Chaque particule de chaux s'enveloppe d'une aire de car- bonate et silice coagulée, et reproduit des aspects d'Infusoires, spores, protoplasma granuleux. En modifiantles conditions de lexpérience, nous avons no- té de non moins curisuses morphologies. On prend: ORNATO 20d ta io 5 C.C. Eau distillée...... A 10 Solution saturée de phosphate ESO ES A 5 Silicate de potasse sirupeux... 0,50 Chaux lavée, en bouillie ...... 1 On dépose une goutte du mélange sur le porte—objet. Aprés une demi-heure environ, la préparation acquiert une grande netteté et peut étre examinée avee profit. Comme dans les essais de Herrera, ce sont les formes de protoplasme granu- leux, de spores et VInfusoires (Kolpodes, Paramécies), qui se montrent les plus abondantes. 5i Pon ajoute une goutte Veau de mer sur le porte objet, il se dessine autour de chaque cor- puscule une large zóne de diffusion formée par 'émulsion gra- nuleuse extravasée: des formes cellulaires, des formes radiai- (1) Ct. Boletin del Comité Nacional Mexicano de la Alianza Científica Universal, Suin 1908, planches 1 et Il. 244 ALBERT ET ALEXANDRE MARY. res, de magnifiques amibes, apparaissent alors 5 pon á peu dans le champ du microscope. c) Croissances osmotigues.—Les précipités de double décom- position ont fournila matiére premiére des meilleures manipu- lations de biologie synthétique. Mais les méthodes suivies par les auteurs pour en rechercher les propriétés, cnt été tres di- vergentes. Herrera place á une cerlaine distance, au sein de la mé- me goutte d'eau (faiblement silicatée), un petit cristal de deux sels susceptibles d'agir Pun sur Pautre. Les cristaux se dissol- vent lentement, leur surface de diffusion s'étend, et, vers Pin- tersection des deux solutions, naissent une foule de figures organoides précipitées. U La techuvique de Bóttger, Traube, S. Leduec, Gariel, ete., consiste á utiliser lun des sels en granules, comme semences, Pautre en dissolution, comme milieu nutritif. C'est ee procédé que nous avons appliqué aux observations micrographiques. Les publications du Dr. S. Leduc ont révélé que Pon peut, en agissant sur la pression osmotique, modifier lintensité ou la direction des courants, et diriger la morphogénie. -Les orga- nes terminaux sphériques des pseudophytes (ou plantes artifi- cieJles, metallsalzvegetationen), *obtiennent en diluant la solution dans laquelle S'effectue la eroissance, c'est-á-dire en dimi- nuant la pression osmotique; si Pon augmente ensuite, cette pression, la eroissance reprend en hauteur, et Pon a des orga- nes terminaux piriformes. € Nous avons rappelé, daus nos Etudes expérimentales sur la génération primitive, la “fexibilité morphologique” des pseudo- phytes. En aditionnant la solution-mére de diverses substances (1) Cf. A. L. Herrera, Fenómenos de vida aparente; in Boletin del Co- mité Nacional Mexicano de la Alianza Científica Universal, T. 1, N? 1 (Mars 1908) p. 19 et suiv. (2) S. Leduc, Essais de biologie synthétique, in Biochemische Zeitschrift, 1908, p. 283, OBSERVATIONS SUR MORPHOGENESE EN PLASMOLOGIE, 245 chimiques, on réalise autant “Vespéces” typiques: vermifor- mes avec le chlorure de sodium sans gélatine, épanouies aux extrémités avec le chlorure d'ammonium, épineuses avec l'azo- tate de potassium, ete ... On influe aussi facilement sur les éléments pseudo—histologiques, qui s'effilent aux deux bouts dans le sulfite de sodium, deviennent variqueux dans le bisul- fite de sodium, fibri laires dans le sulfure de sodium, eylindri- ques eb conrts daus le bichromate de potassium. Y Les pseudoeytodes que nous avons préparés, en 1908, avec des eristallites des sulfates ferreux dans une solution de sul- fate Vammoniaque et de ferrocyanure de potassium (avec tra- ces de silicate), eroissent abondamment et confusément quand le sulfate Vammoniaque fait défaut, émettent des pseudopodes allongés si la proportion en est assez forte, demeurent sphéri- ques et inertes lorsqwil se trouve en excós. Ameba quarta ne se comporte pas autrement si on ajoute des traces de chloru- re de sodium á Peau ot elle vit. % Voici quelques résultats nouveaux obtenus dans notre la- boratoire: Sulfaté8 de cuivre dans soude á Palcool: amides; Sous-azotate de bismuth dans carbonate de soude: cellules nuclées; Sulfato ferrique dans silicate de potasse trés dilué; cellules sans pseudopodes, bourgeonnant avec intensité; Sulfate de zinc dans ferrocyanure de potassium (solution faible): cellules 4 pseudopodes réticulés analogues á ceux des Radiolaires; ¿ Soude pure dans sulfate de cuivre (solution faible): ami- des; (1) $. Leduc. La diffusion et losmose, in C. R. Association frang. pour Pavancement des Sciences, 1907. (2) Alb. et Alex, Mary, Efudes expérimentales sur la génération primi- tive, Paris, 1909, p, 41 et 42. 246 ALBERT ET ALEXANDRE MARY, Sulfate ferreux dans carbonate de soude: cellules avec erois- sance linéaire unique et multicellulaire; Sulfate de cuivre danssilicate de potasse dilué: cellules a développement unilatéral; émission finale de pseudopodes dé- liés; ruptures d'équilibre et motilité générale; Sulfate ferreux._dans eau marine (65%) et silicate de po- tasse (35%): bourgeonnement actif et émission de pseudopo- des trés réduits; ete.... Mentionnons surtout ici nos plus récentes tentatives d'0v0 eytose plasmogénique, pour le moins aussi satisfaisantes que les expérienees du Dr. Martin Kuekuck sur les sels de ba- ryum. z La cellule engendrée par un trés petit cristal de sulfate fe- rreux dans une dissolution de ferrocyanure de potassium, res- te arrondie, sans pseudopodes, si Pon ajoute au milien de cul- ture une solution de phosphate de sonde; mais elle se multi- plie, et les cellules-filles Sagglomérent en une superbe morula, stade embryologique commun á tous les Métazoires. La eolo- nie aceroit par karyokinese A Pintérieur et par bgurgeonne- ment á la périphérie. L'énergie du processus s'aceroit si Pon substitue á Peau distillés de Veau marine étendue. Trop saturée, la solution ferroeyanique phosphatée ne per- met que Pémission de pseudopodes. Trop diluée, elle donne lien A de grandes cellules rondes, incapables de se multiplier. Pour obtenir une morula, on peut opérer dans les conditions indiquées ci-aprés: Eau de mer diluée........ 3 101c:6: Ferrocyanure de potassium (so- lution saturée)........... 0.50 Phosphate de soude (sol. sat).. 0.50 » (1) Kuckuck. Die Lósung des Problems der Urzeugung, Leipzig, 1907. OBSERVATIONS SUR MORPHOG£NESE EN PLASMOLOGIE. 947 Ainsi, le composé phosphaté semble jouer un róle pure- ment osmotique, mais prépondérant, dans la multiplication et le groupement des cellules, et Phérédité de la forme morula se rapporterait á la loi de constance osmotique de R. Quinton. Quelques faits biochimiques appuient cette proposition. I'hérédité (ou conservation intime des conditions matérielles de lévolution des étres, de leur milieu formateur), a pour sióge précis le boyau nucléinien, ou, chez les eytodes á noyau diffus ou sans noyau, les granules phosphorées du paraplasma. Un organisme unicellulaire á nucléine localisée, le Stentor, par exemple, étant divisé en deux fragments, lun nucléé, Pautre privé de noyau, le segment nucléé seul est apte á la reprodue- tion (la nucléine n'est qu'un plasma phosphoré). Le liquide séminal est trés riche en phosphates. Pour 100 parties de cen- dres, le sperme humain laisse 25 parties de sels divers et 75 de phosphate de calcium (Vauquelin et Kólliker). La laitance de carpe, dans les mémes conditions, donne 13.4 parties de sulfates alealins, 36.5 de chlorures alealins et 5U de phospha- tes de calcium et de magnésium ((Grobley). L'évolution des cellules-germes primitives et la procréation actuelle des orga- nismes sont done probablement conditionnées en partie par les dérivés du phosphore. “Point de phosphore,” a dit L. Bichner, “point de pensée.” Point de phosphore, devons— nous ajouter, point de reproduction. Etrange confirmation technique de la eroyance populaire á la solidarité de la matiére nerveuse et du liquide fécondant! Si, en raison d'excés véné- riens, les phosphates de Porganisme se trouvent soutirés pour constituer un sperme surabondant, les éléments nerveux, par contre—coup, subissent une dégénérescense rapide: la patho- logie nerveuse wen est Vailleurs plus á apprendre le parti qwelle peut tirer de Pétude des antécédents sexuels des ma- lades. T'adjonetion, an liquide ferrocyanique phosphaté, de pe- tites quantités de chlorure de sodium, sulfate de magnésie et 248 ALBERT ET ALEXANDRE MARY, carbonate de chaux, produit (toujours avec des eristallites de sulfate ferreux), des colonies ramassées sur elles-mémes et pourvues d'une cavité en cul-de-sac, communiquant au- dehors par un méat (blastopore) caractéristique de la forme embryologique gastrula. Les quelques premiéres cellules im- médiatement issues de Vélément original, sont assez grosses eb demeurent les moins nombreuses. Par bourgeonnement, nais- sent ensuite un plus ou moins grand nombre de cellules d'un diamótre bien moindre; ees deux productions distinctes répon- dent á la différenciation embryonnaire des blastoméres en deux groupes, ou feuillets germinatifs. Des essais prócédents, comme des innombrables reconsti- tutions histologiques, botaniques et zoologiques de Herrera, Ledue, Kuckuck, Harting, etc., se dégagent des apercus théo- riques d'une valeur biologique inestimable. Tls renforcent le bien—fondé de la .doctrine Moniste, en montrant Punité et Pluniversalité de la Vie, la faculté de va- riabilité de Pespéce minérale et Pévolutivité des pseudo-orga- nismes. Tls attestent que les mouvements et les formes traduisent uniquement les relations des corps avec leur ambiance. Tls prouvent,—contrairement á ce que pensent beaucoup d'évolutionistes, —que point n'est besoin de longs siéeles pour bátir une morphologie complexe, si le milien s'y préte des Pabord.....-. Une fois ces conclusions admises, —et comment ne pas admettre des conclusions qui sont des groupes de faits ?—il de- vient indiscutable que les morphologies organisées sont au moins partiellement louvre directe de Pinorganique, et que la OBSERVATIONS SUR MORPHOGENESE EN PLASMOLOGIE. 249 genése des formes animées ne connait Vautres lois que celles de la diffusion et de P'osmose. Echanges de matiére et en méme temps d'énergie, recher- che un équilibre sans cesse poursuivi, jamais définitivement atteint, telle est la grande tendance qui préside á la vie et aux transformations des organismes comme A l'activité et aux mutations de 1' Univers. Beauvais (France), ce 28 Aoút 1909. Mem. Soc. Alzate. México. T. 29.(1909-1910). —32 250 ALBERT ET ALEXANDRE MARY. Désignation des figures. (Planche XV). a, Diffusion amiboide Vun cristal de bichromate de potas- sium dans une dissolution de soude a Valeool avec ferrocyanu- re de potassium. 1.—Infusoires et spores produits par des émulsions calciques en présence du silicate de potasse et du phosphate de soude. 2 4 4.—Amiles, cellules et forme radiaire (suite de Vexpérien- ce précédente), 5.—Amibes (sulfate de cuivre, soude á Valeoo!). 6.—Cellules nuclées (sous-azotate de bismuth dans carbona- te de sodium). " 7.—Exemples de bourgeonnement (sulfate ferrenx dans eau de mer et silicate de potassium). 8.—Pseudo—morules. 9.—Pseudo-gastrules. fo Mem, Soc. Alzate. Ab OE Albert Mary del!. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29. 251 EL ISURGENTE FRANCISCO AYALA, POR MIGUEL SALINAS, M, $. A. No siempre salen á luz las acciones meritorias de los hom- bres, ni siempre, por consiguiente, puede la posteridad re- crearse con el recnerdo de ellas. Miriadas de actos de valor sublime, de abnegación heroica y de otras excelsas virtudes han quedado y quedan de continno sepultados en el olvido. Sin embargo, todos aquellos cuyo heroísmo no ha logrado de- jar huella en la memoria delas gentes, han contribuído al me- joramiento y bienestar de sus semejantes, y bien "merecerían que se alzase un gran monumento á su memoria, con una ins- eripción que, imitando la que Esquiros propuso para los már- tires anónimos de la Libertad, dijera: 4 los héroes ignorados la humanidad agradecida.” Algunos mexicanos heroicos no han podido sustraerse á esa ley. Entre los que se sacrificaron en la guerra de Inde- pendencia, algunos han alcanzado fama, han sido cireundados por los fulgores de la gloria, mientras otros han pasado inad- vertidos. Entre estos últimos se cuenta Francisco Ayala, que fué el primero que derramó su sangre por la independencia patria en el territorio que hoy forma el Estado de Morelos. Ya el Sr. D, Francisco Sosa que ha emprendido la tarea loable y meri- 252 MIGUEL SALINAS. toria de sacar á luz á muchos mexicanos ignorados, escribió la biografía de Ayala; en “México á través delos siglos” se re- latan y ensalzan las hazañan de este luchador abnegado; y la Legislatura del Estado de México, por decreto de 13 de mayo de 1868, mandó dar al pueblo de Mapastlán el título de Villa de Ayala. No obstante esto el nombre de Ayala no es tan popular co- mo debiera; y para procurar su popularidad, para llevar el re- lato de sus hazañas y de su martirio á los hogares morelénses, voy á escribir la presente relación en un momento propicio, cuando el país todo se apresta á celebrar el primer centenario de la Independencia. Tal celebración es testimonio elocuente de que la obra emancipadora de nnestros padres es conside- rada por nosotros como obra justa, santa y gloriosa; y por en- de, consideramos dignos de loa á todos aquellos que contribu- yeron á ella con alteza de miras y la honraron con acciones heroicas y egregias virtudes. .” hd Al Sur de la H. Cuautla, como 4 8 kilometros de distancia, se encuentran hoy las ruinas de un antiguo ingenio quese lla- mó Hacienda de Mapastlán. Al $S. O. del arruinado ingenio, á cuatrocientros metros de distancia, está la Villa de Ayala, an- tes pueblo de Mapastlán, en la orilla de un riachuelo ó barran- ca que atraviesa la comarca de Norte á Sur, y que se llama Chiconahuapan, quizá por que recibe las aguas de varias ha- ciendas, pues según el distinguido filólogo Don Cecilio A. Ro- belo, la voz significa nueve aguas. Esta barranca pasa al Po- niente de Cuautla, y antes de llegar á la Hacienda de Mapas- tlán, da varias vueltas ó hace curvas, y en su margen izquier- da se alza el pueblo de Anenecuilco. El Sr. Robelo descompone así este vocablo; A—nenecuil-co: viene de atl, agua; nenecuiltic, torcido; y co, en: donde el agua da vuelta. 0 EL INSURGENTE FRANCISCO AYALA. 253 Al otro lado del riachuelo que tambien llaman de Anene- euilco, y cerca del arrninado inzenio, está un establecimiento de beneficiar metales, llamado El Mortero de Mapastlán. En él, en distintas épocas y desde hace sig'os, se han molido los minerales sacados de las minas de Huautla. El pueblo de Mapastlán es relativamente moderno. En un mapa de Cuautla, levantado en 1743 por orden del virrey con de Fuenclara, se ve el ingenio de Mapastlán, pero no el pue- blo; y en la relación que acompaña al mapa, se dice que al Sur del ingenio, á un tiro de escopeta, y en la orilla del río, hay una ranchería compuesta de seis familias de mestizos y quin- ee de mulatos libres. Esta-anchería era ya en 1810 la congre- gación de Mapastlán que fué erigida en pueblo por la Legisla- tura del Estado de México en 1834, El Sr. D. Octaviano Palacios, Diputado varias veces á la Legislatura d+l Estado de Morelos y originario de la Villa de Ayala, me ha referido que en su familia hay la tradición de que á principios del siglo XVIII se verificaban frecuentes ro- bos y asaltos cerca de la Hacienda, precisamente en el paso del río, llamado entone=s Puso de la Gallina, y que para evitar- los, un antepasado del Sr. Palacios propuso al administrador de la finca que le permitiese ir á vivir, con otros vecinos de la vieja Hacienda de Mapastián, al lugar de los robos, para que éstos cesaran. Se establecieron, en efecto, allí algunas fami- lias que en 1743 formaban la ranchería mencionada en el do- cumento antes citado, y que después formaron el pueblo de Mapastlán hoy Villa de Ayala. El relato que hago en estas líneas difiere en algunos pun - tos importantes del que hacen los Sres. Sosa y Robelo, uno en la biografía de Ayala y otro en unas revistas del Estado de Morelos. No sé donde tomarían sus datos estos señores; yo to- 251 MIGUEL SALINAS. mé los míos de un manuserito que existe en Cuautla en poder de Don Lucio Montero, y que acaba de ser publicado por el Dr. Antonio Peñafiel en una compilación de documentos y fo- lletos, titulada “Ciudades Coloniales.” El autor del manuscrito fué Don Felipe Benicio Montero, natural de Cuautla y testigo de los sucesos que narra. Cuen-* ta éstos con nimios detalles, lo enal prueba que estaba bien enterado; y escribió pocos años después de los acontecimien- tos, cuando estaban fre=cos en la memoria de sus conterráneos, y podía haber encontrado muchos que rectificarán sus errores. Según parece, el escrito de Montero fué hecho con motivo del título de heroica ciudad, dado á Cuautla en 1829. El historiador Alamán, antes de escribir su Historia, levó el referido manus- crito. Creo, pues, verosímil lo que dice Montero. * * * No se sabe si Francisco Ayala era nativo de Mapastlán ó de alguna otra población del Plan de Amilpas; pero todos es- tán de acuerdo en que era hombre honrado, de valor extraor- dinario y de gran actividad. En los primeros años d+ siglo pasado vivía en el pueblo antes citado econ sa mujer y sus hi- jos. Algunos de éstos eran sin duda hombres ya formados, pues tomaron parte en la guerra y murieron heroicamente al lado de su padre. Este ejercía el cargo de Capitán de Acorda da y lo había desempeñado con tal celo, que limpió de ladro- nes la comarca. **? El cumplimiento de sus obligaciones le granjeó la estima: (1) Eran tantos los ladrones que infestaban los caminos de la Nueva España, que el gobierno virreinal acordó autorizar, en cada comarca, la for- mación de grupos de vecinos que, mandados por uno de representación, persiguiesen á los ladrones. Las fuerzas formadas en virtud de este acuer- do y las cárceles donde se encerraban á los ladrones se llamaron acordadas. EL INSURGENTE FRANCISCO AYALA, 255 ción de muchos y también la malevolencia de no pocos, pues desgraciadamente los comerciantes y hacendados españoles y criollos, sin duda con la mira de cuidar sus intereses, han fa- vorecido más ó menos disimuladamente á los ladrones. Esto lo saben bien los que han leído los informes virreinales, el del duque de Linares, por ejemplo, y los que han vivido en pueblos y haciendas en las épocas aciagas en que se ha desarrollado el bandidaje. En 1810 había en Mapastlán tres españoles, Martínez, Pue- bla y Pimentel, que aparentemente eran amigos de Ayala, pe- ro que en realidad le profesaban cierta inquina por la perse- cución que hacía á algunos ladrones favorecidos por ellos, y quizá con más razón por haberse negado Ayala á formar par- te de las fuerzas que los españoles de las Amilpas estaban or- ganizando para combatir á los insurgentes. Esta circunstancia hizo que Ayala se hiciese sospechoso á los realistas, aunque no hubiese llevado á cabo un solo hecho que justificase sem-jantes sospechas. Tal era el estado de los ánimos en mayo de 1811. En aquellos días, una fuerza insurgente fué derrotada en Jalmolonga, según el Sr. Sosa, ó en Nostepec, según el manus- erito que sizo; y en la correspondencia quitada al enemigo, se encontraron cartas dirigidas á Morelos por un Sr. Ayala. Es- te no era Don Franciseo el de Mapastlán, sino un brigadier lla- mado Ignacio; y ya sea por equivacación, ó porque se supu- siese que había parentesco entre ellos, un español apellidado Moreno fué mandado desde la hacienda de San Gubriel, á la cabeza de una fuerza, para que cayera sobre Ayala y lo apre- hendiera. Llega Moreno á Mapastlán; rodea con su gente la casa de Ayala; quiere hacerlo prisionero; éste resiste; cambia algo- nos tiros con sus aprehensores y queda herido lo mismo que su mujer, la cual, en ess momento, amamantaba á su hijo. El pueblo, al escuchar las detonaciones, se alarma; se en- 256 MIGUEL SALINAS. tera del asunto, se arma, corre á la defensa de Ayala, arreme- te contra Moreno y los suyos y los pone en fuga. Entre tanto los españoles de Mapastlán que podían haber intervenido para calmar los ánimos, no lo hicieron y salieron para Cuautla á dar parte del escándalo y á decir que Ayala se había insurrec- cionado. La noticia causó en Cuautla gran sensación, y los espa- ñoles de ahí, unidos á los de las vecinas haciendas, levantaron á toda prisa una fuerza y la pusieron al mando de Don Ansel- mo Rivera, anciano español, jurado enemigo de los insurgen- tes y administrador de Rentas Reales. Esa tropa se dirigió á Mapastlán que, como hemos dicho, dista 8 6 Y kilómetros de Cuautla. El pueblo la recibe en son de guerra y la ataca furio- samente con armas de fuego, machetes, garrochas y hasta con coas, y la hace retroceder en desorden á la Hecienda de Mapas- tlán y emprender luego la fuga hasta Cuautla. En la precipi- tación de la fuga, se le cayó la peluca al jefe Rivera, y, según dice el manuscito, dicho Rivera iba gritando: “¡mi peluca, mi peluca!” La esposa de Ayala murió á causa de las heridas que le infirieron los de Moreno; y su hijito quedó en poder de Don Vicente Pastrana y de Doña Estefanía su esposa, padres de la muerta. El general Guerrero, que pudo apreciar las cuali- dades de Ayala, mandó poner en un colezio, años más tarde, al mencionado niño. Al retirarse la fuerza de Cuautla, Ayala, que no pudo ó no quiso entrar en explicaciones con el Gobierno, se retiró á Ane- necuilco, donde pasó la noche en una casa ó viejo convento con- tiguo á la iglesia dei pueblo. Los de Cuautla volvieron al día siguiente sobre Ayala, al mando de Don Joaquín Garcilazo que, según parece, era el sub- delegado; pero por precaución y para evitar una sorpresa, si- guieron un camino indirecto, el de la Hacienda del Hospital; y al llegar á Anenecuileo, vieron que algunos hombres asoma- EL INSURGENTE FRANCISCO AYALA. 957 ban la cabeza por las ventanas del viejo convento y se ocul- taban después. Esto y el ver detrás de la iglesia unos caballos ensillados, á la sombra de unos árboles y atados á éstos, hizo comprender á Garcilazo que allí estaba Ayala. Comenzaron el ataque desde lejos, dirigiendo algunas descargas á las ven- tanas del edificio. Los de adentro contestaban una que otra vez. No faltó entre los asaltantes un muchacho que, como el Pípila de Granaditas, fuera bastante osado para acercarse al convento. Ese atrevido fué un mozo llamado Ramón: dijo que si le daban los caballos amarrados detrás ds la iglesia iría por ellos. Se lo prometieron, y desde luego puso en obra su inten- to. Despreciando las balas, se llegó á los caballos, desató uno de ellos y se lo llevó. Ufano con su triunfo, volvió por los de- más; pero al desatarlos,una bala dirigida con precisión le atra- vesó las sienes de la cabeza (dice el manuscrito) y lo dejó sin vi- da á los pies de los animales. Los sitiadores no osaron acercarse mucho; sólo tres jóve- nes de Cuautla, Miguel Reyes, Mariano Alvear y Mariano Ochoa llegaron á las bardas del atrio, y desde allí invitaban á los es- poñoles á que se acercasen. “Vengan, les decían, al fin la gue- rra es por ustedes y no por nosotros.” Nadie se acercó. Los tres valientes eran excitados á hacer un esfuerzo más y echarse sobre las puertas del edificio; pero no lo hicieron por la con- sideración de que los encerrados eran mexicanos como ellos, y algunos eran amigos. Al fin volvieron á unirse á los sitia- dores. , Garcilazo pretendía pasar la noche en Anenecuileo para impedir que Ayala se escapase; pero su fuerza que no estaba muy disciplinada, se fué desbandando poco á poco, y él mis- mo se vió obligado á regresar á Cuautla. Ayala, viéndose libre y pensando que mucha gente estaba ya comprometida por ha- ber tomado su defensa, que los de Mapastlán habían saqueado y destrozado las casas de Pimentel, Puebla y Martínez, y que Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1909-1910)—33 258 MIGUEL SALINAS. A los españoles del rumbo lo verían siempre con ojeriza, resol- vió seguir el partido de la insurrección é irse en busca de Mo- relos. En la madrugada del martes anterior al jueves de la As- censión de 1811, salió de Anenecuilco, y pasando por San Vicen- te, Olintepec y Moyotepec, y caminando de rancho en rancho, llegó á Huitzuco y se puso en comunicación con Trujano que estaba en Tepecoacuileo. Al principio no fué bien recibido, pues se dudó de la sinceridad de su adhesión á la causa de la Indepen- dencia; pero al ser tratado, al escuchar su relato de los suee- sos de Mapastlán y al ver sus heridas, de las cuales no había sanado aún, se disiparon los temores y se le dió franca hospi- talidad. Los Sres. Sosa y Robelo dicen que Ayala, al verse rodea- do de gente enemiga en el convento de Anenecuilco, abrió las puertas, montó á caballo, apostrofó enérgicamente á sus con- trarios, y, seguido de los suyos, rompió el cerco y salió rumbo al Sur. Tales acontecimientos conmovieron toda la comarca é hi- cieron que los españoles de Yautepec enviaran á Cuautla un re- fuerzo de setenta lanceros al mando de Don Ignacio Cardona. Este jefe se puso á la cabeza de las fuerzas unidas de Cuautla y Yautepec y se dirigió á Anenecuilco; pero ya no encontró á Francisco Ayala. En virtud de un acuerdo que Trujano tuvo econ otros jefes, Ayala se retiró á Zimatepec, donde se creyó seguro y al abrigo de cualquier ataque, y donde tomó reposo y se dedicó á curar sus heridas. Sus hijos Francisco y Rafael, unidos á los mapas- tecos que los acompañaban, se dirigieron á Chilpancingo; allí fueron presentados á Morelos como valientes y sufridos, por lo cual quedaron agregados al ejército del Gran General. El grupo de mapastecos, entre los cuales sobresalió Don José Rafael Sánchez, se batió siempre con mucha bizarría y se distinguió en varias acciones, sobre todo en las que Morelos libró en Tecualoya y Tenancingo á Porlier y Michelena, enuna de EL INSUEGENTE FRANCISCO AYALA. 259 las cuales murió este último al tratarde apoderarse de un cañón. El artillero que lo manejaba era el enautleño Juan Domínguez (a) el Herrero; y otro euautleño, un muchacho apellidado Car- tera, fué el que disparó la bala que mató á Michelena. Mientras Ayala se enraba en Zimatepec, Morelos seguía su marcha triunfal de Chilpancingo á Chilapa, de aquí á Tlapa, y luego á Chiautla, donde derrotó y fusiló al jefe español Musi- tu. Al día siguiente de esta derrota, se presentó Ayala en Chiau- “tla, ya curado de sus heridas. Incorporado al ejército indepen- diente, marchó con él hacia Izúcar y tomó parte en el comba- te que se libró á Soto Maceda, en el cual fué mortalmente he- rido este jefe. Al retirarse Morelos rumbo á Cuautla, dejó la plaza de Izúcar bajo la custodia de Ayala. Allí permaneció éste todo el tiempo, muy corto por cierto, que el Ilustre General tardó en ir á Cuautla, Tlaltizapán, San Gabriel, Taxco, Tecualoya y Tenancingo, obteniendo por doquie- ra aplausos y triunfos, pues lucían entonces para él los días prósperos de su brillante carrera militar. Al regresar Morelos de Tenancingo, pensó dirigirse á Izúcar, donde Ayala lo espe- raba; pero al pasar por Cuernavaca, supo que Calleja se apres- taba á buscarlo, y salió para Cuautla, donde resolvió esperar al ejército realista, porque ya no había tiempo de llegará Zzú- car. Fortificada Cuautla á toda prisa, son llamadas á ella todas las partidas de insurgentes que se encontraban cerca, y entre ellas, acudió la de Ayala, para sufrir con estoica resignación las calamidades del sitio y tomar parte en los mil combates que sufrieron los incomparables defensores de la Sagunto me- xicana. Algunas acciones de guerra demostraron que Ayala care- cía de habilidad y de dotes estratégicas: no era un jefe ca- paz de salvar situaciones difíciles con los recursos que nunca faltan al talento militar; pero en cambio poseía corazón gene- roso; miraba cara á cara á la muerte con gran indiferencia; en 260 MIGUEL SALINAS. los combates, su bravura rayaba en temeridad y en absolu- to desprecio de la vida; y su abnegación llegaba al heroísmo. Estas cualidades le valieron la amistad y cariño de Galeana. El 2 de Mayo de 1812, cuando Morelos rompió el sitio de Cuautla, cuando en medio del numeroso y bien pertrechado ejército realista, salieron los diezmados batallones insurgen- tes, que más bien parecían falanges de espectros salidos de las tumbas, espectros que ostentaban en el rostro la palidez de la muerte y en los ojos el brillo de la bravura y del orgullo, en- tonces salió también Ayala; y salió en el lugar que correspon- día á los hombres de su temple, en la vanguardia, al lado de su amigo Galeana, el ilustre Aguiles de los combates americanos. En los últimos días del sitio, una fiebre terrible estuvo á punto de acabar con la vida de Ayala; débil y convaleciente, montó á caballo y salió de Cuautla con todos los sitiados. Mon- tero, el autor del manuscrito, lo encontró en Tecajee y cruzó con él algunas palabras. En Chiautla se reunió con sus hijos y con su grupo de mapastecos, atravesó la sierra en que se en- cuentra el mineral de Huautla y llegó á Tlaltizapán. La fiebre volvió á apoderarse de él. Entre tanto, los realistas organizaron una fuerza que pu- sieron al mando de Don Gabriel de Armijo, cuyo objeto era cuidar delas fincas azucareras y procurar que siguieran éstas sus labores interrumpidas por la guerra. Armijo se situó en Yautepec y estuvo espiando los movimientos de Ayala. Cuan- do éste comprendió que iba á ser atacado, se retiró á la hacien- da de Temilpa, muy cerca de Tlaltizapán, situada en la margen izquierda del hermoso riachuelo que viene de Yautepec, y que aumenta su caudal con el agua de los manantialas de Las Es- tacas. (1) El Sr. Sosa le llama hacienda de Teneguilpan y dice que está cer- ca de San Gabriel. La equivocación en el nombre es sin duda una errata de imprenta: Temilpa dista como 40 kilómetros de San Gabriel. Desde la guerra de Independencia quedó arruinada, hasta que el ministro D, Car- EL INSURGENTE FRANCISCO AYALA, 261 En Temilpa, Ayala encerró al fundidor de la Hacienda de Treinta, Don Juan Rendón, y áotros operarios, con el objeto de que fundiesen cañones; y él, enfermo y con pocos hombres, decidió hacerse fuerte en la hacienda y esperar á los realistas. El Coronel Don José Rafael Sánchez manifestó á Ayala que era una temeridad esperar al enemigo cuando se coutaba con tan pocos recursos, y le instó y rogó que se salvara; pero Aya- la se ofuscó y se mantuvo en la idea de entablar una lucha desigual. Ya estaba Sánchez montado á caballo y listo para alejarse de aquel sitio peligroso, y todavía exitaba con ardor á su amigo para que lo siguiera y abandonara Temilpa; pero Ayala se mostró sordo á tales exitativas. Pronto llegó Armijo, rodeó la hacienda y comenzó el ata- que. Ayala, como siempre, se defendió con heroísmo y tena- cidad increibles. Cansado el realista de tanta resistencia, man- dó prender fuego á la finca. El fundidor Rendón, sus opera- rios, y Francisco el hijo de Ayala que estaba con ellos, no pudieron salir de suencierro y murieron abrasados por las lla- mas. Estas, al fin, hicieron que Ayala, su hijo Rafael y sus compañeros se rindieran al terrible vencedor. Fué para los insurgentes una verdadera desgracia el error en que incurrieron casi todos sus jefes, de encerrarse en fuer- tes donde forzosamente debían ser aniquilados. ¡Con cuánta amargura se recuerda la toma del Fuerte del Sombrero, defen- dido por el héroe Moreno! ¡Cuánto dolor causa el fin tristísi- mo de Ayala! Aunque éste declaró que sólo él era culpable, y que los demás eran peones, encerrados en la hacienda contra su vo- luntad, Armijo dispuso qne los jefes españoles Acha y Sara- chaga se llevasen al joven Rafael y á otros de los rendidos pa- los Pacheco la compró é hizo construir en ella un edificio para escuela re- gional de agricultura. No llegó á establecerse la escuela: la hacienda fué vendida y perteneció después al coronel D. Manuel Alarcón. 262 MIGUEL SALINAS, ra la villa de Tlaltizapán. Al pasar el río, fué fusilado uno de los prisioneros; otro á la entrada de la villa, y Rafael Ayala en la plaza de la misma. Su cadáver fué colgado de un mez- quite que había en dicha plaza. Armijo, con los demás prisioneros, signió la cañada que pasa por Barreto, Tecumán, Xochimancas y Atlihuayán; y llegó á Yautepec. A la entrada de esta población, en el barrio de San Juan, fué fusilado Ayala y colgado de un árbol su cadáver. Hay en el atrio de la pequeña iglesia de San Juan un ár- bol secular, una hermosísima ceiba, que no tiene jgual en aque- llos contornos. Tal vez de una de las ramas de ese coloso de la vegetación, estuvo suspendido el cuerpo del épico luchador Ayala, padre infortunado de una familia de mártires. Cuernavaca, diciembre 4 de 1909 SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIREs, T. 29. 263 Conferencias sobre Historia. de Querétaro dadas al Cuerpo docente del Estado, á solicitud de la Dirección de Instrucción Pública. POR VALENTIN PF, FRIAS, M. $. A, Querétaro en los tiempos pre-Cortesianos.—Su Conquista. Su posición topográfica. Jerarquía Civll.—Instrucción pública. Según el común sentir de los historiadores, Ixtacmixco- huatl é llancuey, su consorte, fueron los progenitores de aque- llos seis indios caciques que vinieron del Norte, del lugar lla- mado de las siete cuevas, á poblar esta América. Otomitl, el menor de éstos, fué á quien le tocó en suerte poblar la zona en donde mucho tiempo después vendríase á fundar el pueblo, hoy ciudad de Santiago de Querétaro. La ambición del dominio y señorío, provocó entre los pue- blos una erano interrumpida de guerras entre mexicanos, taras- cos y otomies chichimecas, hasta que Moctezuma Hilhuicami- pa vino á poner el hasta aquí, señalando como lindero, según la tradición, una cerca ds Sur á Norte que aún existe, naciendo 264 VALENTÍN F.'FRÍAS. de la ex-Garita de “Pinto” hacia el Sur, sobre el monte llama- do “El Picacho.” Esto fué en 1446. De esta época para acá, quedaron sujetos los chichimecas, que después formaron el pueblo que nos ocupa, á la Provincia de Jilotepec. En el primer tercio del siglo XVI, merodeaba por estos cerros un indio noble y rico llamado Conin (palabra que sig- nifica ruido) originario de Nopala, el cual comerciaba con las tribus dispersas de Chicbimecas, dándoles sal, mantas y ce- reales en cambio de pieles, plumas y otros productos de estos bosques. Su carácter ladino y perspicaz hizo que poco á poco fuera captándose su simpatía, al grado que llegó á dominarlos. En sus correrías encontró con el hermoso paraje tan rico en manantiales como en feracidad, hoy “La Cañada,” y con- vocó á las tribus Chichimecas errantes á reunirse en aquel lu- gar, y trayendo consigo varias familias de sus consanguíneos, fundó un pequeño pueblo al que dió por nombre “Ndamaxey” que significa “Lugar en que se juega á la pelota.” Como la bondad de Conin y la esplendidez que gastó en los repartimientos atrajo algunos mexicanos y tarascos á ave- cindarse en aquel lugar, los otomíes decíanle “Ndamaxey,” los tarascos “Querétaro” y los mexicanos “Tlaxtli” que después se corrompió en “Tlaxcho” y más tarde en “Taxco.” Todas estas palabras significan lo mismo: “Lugar en donde se juega á la pelota.” Por qué prevaleció la voz tarasca, no lo dicen los his- toriadores. Se le puso así, porque aún se ve en un tramo de la cordi- llera de cerros lado Sur, entre Hércules y la Cañada, un fron- tón de peñas entre las que se halla una taladrada, y sin duda por su semejanza con el “Uli” ó como hoy decimos “Frontón” en que acostumbraban ellos jugar á la pelota, le dieron tal título. También se le nombró “Queréndaro,” que siguifica “Lu- gar de peñas;” pero este nombre no prevaleció. CONFERENCIAS SOBRE HISTURIA DE QUERÉTARO, 265 Querétaro, según el sanserito, significa “Familia sagrada;” ““Quereta,” “Familia” y “Haro” “Sagrada.” Hernán Pérez de Bocanegra á quien perteneció esta enco- mienda, ayudado de su eriado Juan Sánchez de Alaniz, hizo bautizar á Conin y le dió por nombre Fernando en memoria del Conquistador Don Hernando Cortés, y le apellidó de Ta- pia, en memoria de su compañero en lides Don Andrés de Tapia. Bautizado Don Fernando de Tapia, emprendió la conquis- ta pacífica de los indios en unión de Alaniz, doctrinándolos é ilustrándolos, dedicándose también con ardor á la explotación de las aguas, zanjearlas y hacer el reparto equitativo de ellas entre los indios. Como era vasallo fiel de la Corona y sostenía á sus expen- sas 500 indios de arco y flecha, se unió con Don Nicolás de S. Luis Montañés, indio cacique y rico de Tula é invitaron á otros caciques de Jilotepec, y pusieron sus personas, bienes y guerreros á disposición del Virrey D. Luis de Velasco, el pri- mero, quien aprovechando aquel espontáneo ofrecimiento, les mandó se internasen por el bajío sometiendo á todos estos pueblos á la Corona de Castilla. En efecto; organizado su ejército compuesto de mexica- nos, tlaxcaltecas y de algunos españoles, salieron de Tula rum- bo á San Juan del Río, en donde entraron el 24 de Junio de 1531, sin derramamiento de sangre, haciendo las paces con Mexici el Capitán de los Chichimecas de aqual lugar, y á quien pusieron por nombre Juan al darle las aguas del bautismo. El R. P, Fr. Francisco Rengel que venía con los conquis- tadores celebró el Santo Satrificio y diósele por título el de San Juan del Río en memoria del Precursor cuya fiesta era, y del Río, por el que corre aún á orillas del pueblo. En aquel lugar permanecieron un mes, entretanto toma- ban arreglos con los otomíes de Querétaro para hacer la en- trada del ejército conquistador; porque si bien es cierto que Mem. Soc. Alsate. México. T. 29. (1909-1910) —34 266 VALENTÍN F. FRÍAS. los vecinos de la Cañada, entonces Querétaro, estaban sujetos á Don Fernando de Tapia, también lo es que otras muchas tribus errantes de estos contornos no lo estaban; principal- mente la tribu existente á la falda del “Sangremal” (hoy Ha- cienda de “Carretas” y “La Quinta”) á orillas de la laguna que existió entre Pathé y el acueducto, capitaneada por los caci- ques Don Juan Criado y su mujer Doña Juana Chichimeca. Consumados los convenios del modo de entrar el ejército conquistador, entre los caciques Don Fernando de Tapia y Don Nicolás de S. Luis Montañés con Don Juan Criado, éste convino en permitir la entrada y sujetarse á la Corona, á con- dición de tener un combate á brazo partido con el ejército conquistador, á fin de probar con ello que si se sometían no era por falta de valor sino por convicción. La víspera del día señalado para la entrada, se avistaron ambos ejércitos en el lugar donde hoy existe la casa de la Ha- cienda del “Colorado,” en euyo lugar los chichimecas de Que- rétaro ofrecieron al ejército conquistador un abundante al- muerzo de pavos silvestres, como señal de amistad y acepta- ción. A la puesta del sol se despidió el ejército de Don Juan Criado, regresando á Querétaro á prepararse para la lucha del día siguiente, en que el valor de ambos contendientes debería quedar muy alto ante la historia. * * € El 25 de Julio de 1531, á la salida del Sol, estaban ya am- bos ejércitos frente á frente en la loma del “Sangremal;” y al grito de ¡¡“Santiago”!! dado por D. Nicolás de S. Luis Monta- ñés, y que era la señal convenida, traboce encarnizada lucha á patadas, manazos y mordidas, que duró once horas. Los historiadores están contestes en que eclipsó el Sol y se vieron las estrellas, así como que los chichimecas se rindie- CONFERENCIAS BOBRE HISTORIA DE QUERÉTARO. 267 ron al aparecer en el cielo una eruz luminosa y Santiago Após- tol á caballo; y de aquí los símbolos que tiene nuestro Escudo de armas y el origen de la Cruz de piedra que aun hoy venera- mos en la iglesia de su nombre. Los chichimecas rendidos de fatiga y llenos de asombro pidieron la paz y las aguas del bautismo, con lo cual terminó el combate. Al día siguiente, fiesta de Señora Santa Ana se celebró la primera Misa, no en el lugar donde hoy está la iglesia llamada “El Calvarito,” como vulgarmente se cree, sino donde hoy es- tá asentada la iglesia de la Cruz. Debido á la citada aparición y por haber sido en tal fecha la conquista, más tarde cuando en 1655 diera el Rey Felipe IV, el título de “Muy noble y muy leal ciudad” al pueblo de Que- tétaro, le dió por titular á Santiago, anteponiéndolo á su nom- bre, por lo cual hasta hoy se titula “Santiago de Querétaro.” Con este motivo el entonces Virrey de México, Duque de Alburquerque agregó á sus armas las de Querétaro concedi- das antes por el Rey Carlos V. Dejando establecido el nuevo pueblo de Querétaro á la fal- da Sur Este de la loma del “Sangremal,” (hoy barrio de San Francisquito) hasta “Carretas” y el acueducto, continuaron los conquistadores su empresa conquistando el Pueblito, San Bar- tolomé, San Miguel, etc., etc., hasta Acámbaro. Volvió Don Fernando de Tapia y en unión de Juan Sán- chez de Alaniz trazaron el nuevo pueblo de Querétaro para es- pañoles y cuya traza fué del hoy Jardín Zenea hacia abajo, quedando entre el Querétaro de Indios y el nuevo de españo- les un buen pedazo de monte que poco á poco se fué poblando hasta quedar completamente unido con aquel á fines del si- glo XVII. Ayecindados ya algunos españoles, comenzaron á hacer, con ayuda de los Religiosos que habían estado llegando, el tem- 268 VALENTIN E. Friás. plo grande de San Francisco; pues otros Religiosos de la mis- ma Orden, habían hecho ya el templo y Hospedería de San Buenaventura después convento de erucíferos, cuyo templo lo administraron desde la conquista y por algún tiempo los Sa- cramentos, y cuya obra corrió á expensas del Conquistador Don Fernando de Tapia. * * * Hecha la conquista y ya asentados los españoles en su ba- rrio, quedó como primer Gobernador de indios el mismo de Ta- pia y como Alcalde Mayor de los españoles, Juan Sánchez de Alaniz; y más tarde, cuando la población de estos aumentó no- * tablemente, fué nombrado en 1578 el primer Corregidor, sin jurisdicción in solidum, sino dependiendo de México, pero eon facultades para nombrar Alcaldes Mayores (hoy Prefectos) y Menores, (hoy Guardacuarteles). En 1770 fué nombrado Don Ignacio Ruiz Calado, primer Corregidor eon jurisdicción in solidum (hoy Gobernador) y él fué quien publicó las primeras Ordenanzas de las que han ema- nado las que hasta hoy nos rigen. Este Corregimiento fue notable por lo acertado de sus dis- posiciones y por haberse ceñido extrictamente á lo mandado por el Virrey, Conde de Revillagigedo, en lo relativo al aseo y embanquetado de las calles, así como la nomenclatura oficial de las calles. Siguieron otros cuatro Corregidores cuya administración no ofrece cosa notable hasta llezar al Lic. Don Miguel Domin- guez euya esposa se hizo célebre en la historia de México por su virilidad y demás cireunstancias concurrentes á la festina- ción de nuestra emancipación. El último Corregimiento solo tuvo de memorable la encar- nizada persecución á los adeptos á la Independencia. CONFERENCIAS SOBRE HISTORIA DE QUERETARO. 269 El 27 de Junio de 1821, capituló Luaces en el convento de la Cruz, y el Libertador Don Agustín de Iturbide, consuma- dor de nuestra Independencia, nombró como Encargado inte- rino de esta plaza al Coronel Miguel Torres, el cual gobernó hasta Agosto de 1822, que el Gobicrno Constituyente decretó debía nombrar cada Provincia tres personas que lo goberna- sen, por lo que gobernaron desde esa fecha hasta Agosto 24 de 1825, los Sres. Don Manuel Septien, Don Juan José Pas- tor y Don Andrés Quintanar. La Carta Magna crió los Estados, por lo cual gobernó el Estado como primer Gobernador Don José M. Diez Marina hasta igual fecha de 1829. De aquella fecha á hoy, ha tenido el Estado ochenta y dos Gobernadores, inclusive los provisionales; y de estos solo cua- tro han terminado su período, habiendo no pocos que han go- bernado días, y alguno solo unas cuantas horas, debido á las agitaciones políticas de los partidos, que tanto desvastaron el país. Los Gobiernos más notables han sido: el del General Don José M. Arteaga por el impulso que prestó á las letras y por la publicación de las llamadas Leyes de Reforma, El de Don Francisco Berdusco, porque en su tiempo hu- bo dos días en que á la vez tuvo esta ciudad tres Gobernado- res, por los distintos Partidos que se discutían el Poder, y por la chusca manera como este señor salió depuesto del Palacio, derrotado por Mesa. El de Don Angel Cabrera por el pronunciamiento que fes- tinó su caída el 19 de Agosto de 1855. El de Don Juan Manuel Fernández de Jáuregui, por el res- tablecimiento de la Compañía de Jesús, negado por su ante- cesor. El de Don Francisco de P. Mesa, por haber existido en su época los Poderes Nacionales en esta ciudad y por los trata- dos de paz con los Estados Unidos. 270 VALENTÍN F. FRÍAS. Los de Arteaga, Ríoseco, Echegaray y Zenea, por que les tocó en suerte gobernar en los agitadísimos tiempos de la exal- tación de los partidos y las persecuciones religiosas; épocas de luto y desolación en que fueron celausurados los conventos, derribados los templos á cañonazos, quemadas las imágenes veneradas en la vía pública, exclaustradas las religiosas y perseguido el clero. El imparcial escritor tiene que pasar sobre estos hechos como por ascuas, sintiendo el alma afligida por aquellas con- tiendas fratricidas, que gracias á Dios y al Héroe de la Paz que nos gobierna, pasaron ya á la historia, quizá para no vol- ver más. Continuemos: El del Coronel Julio M. Cervantes, por la plaga de ladrones y plagiarios que entonces asolaron el Esta- do, sin contar con elementos para afrontar la situación. El de Don Manuel Domínguez, por la época no menos la- mentable del memorable Sitio. Y por último el largo período de nuestro actual gobernan- te el Sr. Ing. Don Francisco González de Cosío, en cuya épo- ca se han levantado la mayor parte de monumentos públicos, y se ha dado impulso á todos los ramos. Juan Sánchez de Alaniz, español entendido é ilustrado, fué el primero que con ayuda del Misionero que vino con los conquistadores, dió principio en esta ciudad á las tareas de enseñanza, dando comienzo con la Doctrina cristiana, así co- mo la agricultura y medicina prácticas, sin olvidar los rudi- mentos decanto religioso para el servicio delos Divinos Oficios. Ya en el último tercio del siglo XVI, existía en el conven- to de franciscanos una escuela de instrucción primaria para indios mestizos y españoles; y aún cuando también había en- NIATRIPA CONFERENCIAS SOBRE HISTORIA DE (QUERÉTARO. 2971 señanza superior, regularmente los hijos de españoles pasa- ban á México á recibir allá esta; ya sea por que aquí sólo se hacía la carrera eclesiástica, ó bien con objeto de hacer una lucida carrera y volver ásu patria borlados en ambos derechos y con el título de Licenciados, en lo cual consistía la mayor gloria de los estudiantes de aquella época. En el primer tercio del Siglo XVII, tenemos ya un buen colegio fundado en la casa de la Compañía por los RR. PP. Jesuitas, del cual salian los alumnos para las Universidades de la Capital del Reino. También los RR.PP Agustinos tuvieron un buen colegio en el Siglo XVIII, pero los alumnos que se hacían religiosos allí quedaban, rmás los que no satisfacían sus aspiraciones, pasa- ban al Real de San Ildefonso y al Mayor de Santos de la Ca- pital, en los cuales lucían sus dotes. Al finalizar el siglo XVII, fundó nuestro conterráneo el be- nemérito Br. Don Juan Caballero y Osio, de sus propios, el Colegio de San Javier, (hoy Colegio del Estado) y desde en- tonces quedaron unidos los dos colegios, el de San Ignacio y el de San Javier con el título de “Reales Colegios de San Ig- nacio y San Javier.” Ambos eran regenteados vor RR. PP. de la Compañía; en el de San Ignacio solo se hacía carrera eclesiástica, y en el de San Javier otras carreras, á manera dé nuestros tiempos cuan- do el Seminario y el Liceo estuvieron unidos. De aquellos colegios salieron muchas lumbreras que die- ron mucho lustre á Querétaro. Entre otros, recordamos un ac- to público en el que el alamno que lo presentó, lo sostuvo to- do el día tratando varias materias y con aplauso de la concu- rrencia. Con la expulsión de los Jesuitas, quedaron ambos Cole- gios abandonados, hasta la reapertura del de San Javier por el primer Cura clérigo Dr. Don Antonio de la Vía en el últi- mo tercio del siglo XVIII. 272 VALENTÍN F. Frías. Apenas entrado el siglo XIX, la V. Tercera Orden de San Francisco con la cooperación del Coronel Don Juan Antonio del Castillo y Llata, fundó el edificio de la Academia destina- do á Escuela de primeras letras y enseñanza de dibujo; y aún cuando ya existía tiempo ha la Escuela de Beatas Carmelitas para niñas, y otras seis de segunda orden, no obstante, esta Escuela ocupó el primer lugar por su selecto cuerpo de pro- fesores, sus materias, y quizá hasta por la elegancia de su edi- ficio. Razón de más tuvieron los que bautizaron el siglo pasado con el mote de “Siglo de las Luces,” porque efectivamente se desarrollaron en él, de una manera vertiginosa, las ciencias, dejándose sentir su influjo hasta en nuestro suelo. En el primer tercio del siglo pasado dió principio la evo- lución de las ciencias, y el ahínco del saber; y así vemos como á la par que los niños se multiplican en las aulas, estas au- mentan en número; pues á fines del segundo tercio existían ya como superiores profesionales: un Seminario de clérigos, el Colegio del Estado para Ingenieros, Abogados, Farmacénti- cos, ete., ete., tres colegios para preparatorios, entre estos uno regenteado por sacerdotes Oratorianos, y una veintena de es- cuelas de instrucción primaria. El provecho y adelanto que de ello resultó es incalculable. Entró el siglo XX, y con él el decadentismo; pues ya sea por indolencia de los padres de familia, por la ambición prema- tura del lucro, por las exigencias de la época, pluralidad de materias, falta de individuo, debido á la materia decadente, ó por lo que se quiera, la ciencia se ha estasionado desgracia- damente; y así vemos que la ¡juventud actual lejos de procu- rar obtener un título, ocupar un puesto público obtenido á fuerza de constantes afanes, estudios y desvelos, que lo hon- raría sobre manera, cifra toda su ambición y anhelo en ganar dinero para derrocharlo luego en un redondel ó en una can- e ina A AR o a E AIR a CONFERENCIAS SOBRE HISTORIA DE QUERETARO. 273 Conste que esta digresión tiende, no á denigrar la juven- tud actual, sino á lamentar sinceramente la situación, y más aun, el mañana de mi querido suelo. Es cierto que el profesorado procura en cuanto puede ayu- -dar á levantar ese desaliento; máxime, si tenemos en cuenta el sistema moderno que tanto ayuda á la inteligencia, pero nuestra juventud solo desea dinero y más dinero, importándo- le un bledo el triste porvenir que con tales preliminares se le espera el tan querido terruñO....ooooocooooccoconorrooo.. Santiago de Querétaro, Julio 9 de 1909. Mem. Soo. Alzate. México. T. 29. (1909-1910) —35 ALO EOS ec A y Y po Gin OS o UdAdA ig dd 4 (8 IS ; 10 KG pue, de ¿ld 1:53 car De AE 6h sd qu sito di sl e SAS (004% e o Ieu DEN SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '“ANTONIO ALZATE.” MÉMOIREs, T. 29. 275 Breve estudio sobre las condiciones que deben llenar los planos de los terrenos nacionales que van á levantarse con motivo de la nueva ley de tierras, POR EL ING. EDUARDO BEAVEN, M, $, A, (Sesión del 7 de Febrero de 1910). Tuve oportunidad de explorar minuciosamente los terre- nos nacionales de los Estados de Zacatecas, San Luis Poto- sí, Durango y Coahuila y con ese fin la Secretaría de Fomento me dió los planos de dichos terrenos, y leí en la Sección de Tierras de la misma Secretaría, los expedientes de los deslin- des, para conocer principalmente los informes de los ingenie- ros que habían efectuado los levantamientos. Con los planos y datos que tomé de los expedientes, fuí á hacer la exploración de los terrenos nacionales, y me costó muchísimo trabajo, dinero y tiempo dar eon ellos porque los planos no estaban referidos á ningún punto bien definido, vi- sible, de duración indefinida, y fácil de encontrarse. Esta di- ficultad me ha sugerido la idea de que lo primero que deberá hacerse al emprender el levantamiento de planos de los terre- nos nacionales será buscar puntos notables, los más próximos de los referidos terrenos, con el objeto de referir el levanta- miento á dichos puntos. Estos puntos que se pudieran llamar puntos de referencia, “banco de referencia ú origen de las coordenadas, deberán ser: J 276 EDUARDO BEAVEN. edificios en una ciudad, el pico de una montaña, la torre de una catedral, un poste kilométrico de vía férrea, un puente sobre río ó barranca, el céntro de la plaza de un pueblo, ete., ete. La referencia de los terrenos nacionales á dicho punto, se hará por medio de un caminamiento ó de una poligonal, si- guiendo algún bien de dominio público como, por ejemplo, una carretera, camino ó vereda, el banco ú orilla de un río navega- ble ó flotable, y pasando también por los puntos más notables y visibles del terreno hasta llegar al punto de referencia. Se puede asegurar categóricamente que ninguno de los planos de deslinde que generalmente existen son localizables con exactitud por el más hábil y sabio de nuestros ingenieros, á menos que alguna persona de los que trabajaron en la época de deslinde acompañe al ingeniero para indicarle uno de los puntos vértices del levantamiento. Aún esta indicación pudiera no ser exacta, pues desde la época del deslinde hasta la fecha han pasado muchos años, quizás veinte; y es muy improbable que alguno de los que asis- tieron al deslinde conserven en la memoria el lugar exacto de los vértices ó de un vértice, pues hay que advertir que los te- rrenos nacionales que existen son los terrenos más malos que se deslindaron, y que fueron dejados por las empresas deslin- dadoras al Supremo Gobierno. Todos esos terrenos naciona- les estaban y aún están despoblados, en su mayor parte eran áridos, y siguen siéndolo por falta de agua. Todas estas cir- cunstancias hacían que tanto los ingenieros como las autori- dades judiciales que intervenían pasaran rápidamente por los linderos y á donde se detenían más, era en los vértices del pe- rímetro del terreno que se mensuraba. Las líneas de dicho perímetro, la mayor parte, eran de grandes longitudes cierta- mente, pero á pesar de esta circunstancia favorable, cualquiera variación en la colocación del teodolito, ó en otros términos, cualquiera excentricidad de estación al ir á localizar nueva- mente los terrenos, tendría que acarrear grandes errores de locación. Los PLANOS PARÁ LA NUEVA LEY DEJTIERRAS, 277 En ninguno de los terrenos nacionales existe una mojone- ra, y aunque se dijo alguna vez que en algunos vértices se habían puesto montones de piedras, éstos no se encontraron ni por algunos de los que habían intervenido en el deslinde. Esta otra observación me hace aconsejar que para lo futuro al ir á hacer el levantamiento, mejor dicho, simultáneamente con las operacionas del levantamiento, deben venirse colocando mojoneras de mampostería de piedra, ó preferentemente de concreto. Estas mojoneras deberán tener una forma cónica, piramidal, troncónica ó cilíndrica; pero en el eje vertical de- berá existir un pedazo de tubo para poder insertar en él, en cualquiera época posterior al deslinde, jalones, balizas ó ban- deras para nuevas medidas, ocasionadas por fraccionamien- tos ó relocación de los linderos. Las líneas del perímetro, en su mayor parte eran de gran longitud y como no se estable- cieron mojones intermedios entre puntos distantes, no se pue- de determinar cuál es el lindero de dicha línea, á menos de un nuevo trazo con instrumentos topográficos. Es casi se- guro que siempre los colindantes irán metiéndose en los te- rrenos nacionales tanto más cuanto que, no hay persona que se los impida. Estos abusos no siempre pueden descubrirse pues aunque la ley de tierras vigente en este momento, orde- na la creación de empleados vigilantes de los terrenos nacio- nales, atendiendo á la conservación de sus bosques, etc., és- tos no tienen el don de obicuidad, ni son tan numerosos que puedan vigilar todos los terrenos; y aun suponiendo que lo fue- ran, entre dos yértices distantes, tal vez diez kilómetros ó vein- te á través de un terreno accidentado y con vegetación, no es posible que ellos señalen la línea recta que une esos dos vér- tices. Este estado de cosas perjudica únicamente al Gobierno porque los colindantes de los terrenos nacionales han ido inva- diendo e-os terrenos y están ejerciendo el derecho de propie- dad, la mayor parte de mala fé. Muchos de ellos han enajena- 278 EDUARDO BEAVEN, do parte de esos terrenos, y otros ya son dueños, de esos mis- mos, por prescripción, puesto que han ejercido dominio de pro- piedad por mayor número de años del que fija la ley. Esta observación de los hechos vuelve á sujerir una nue- va idea, y es ella, que deben colocarse mojoneras intermedias en las grandes líneas del perímetro, de manera que una perso- na colocada en una de ellas pueda mirar á simple vista las eolo- cadas inmediatamente atrás y adelante. Naturalmente estas mojoneras intermedias, no serán ni tan grandes ni tan bien construidas como las que se coloquen en los vértices del perí- metro. Hasta donde sea posible deben en lo futuro preseribirse los llamados linderos naturales, pues casi todos los pleitos en- tre colindantes, sobre todo entre colindantes de grandes pro- piedades, se deben á la vaguedad de las líneas de los llamados linderos naturales. Es muy frecuente que dos grandes pro- pietarios esten 5 6 6 años litigando porque no pueden poner- se de acuerdo sobre eual es la linea que va sobre las cumbres de la sierra que separa las dos propiedades, y es que al con- venir que sus linderos eran la cumbre de la sierra, ereyeron que iba á ser una línea definida, olvidando que la arista de la serranía que se proyecta en el horizonte es quizás la proyección de grandes mesas que están en la parte alta de la misma se- rranía. Las corrientes de agua, los ríos, los torrentes, los talwegs, se modifican constantemente por aterramientos y deslaves que aprovechan ó perjudican á un colindante; y en nuestra historia se tienen casos, que dan lugar á contiendas interna- cionales, como por ejemplo las modificaciones de los cursos de los ríos de las fronteras Norte y Sur. Esta observación hace pensar que conviene en lo futuro procurar que los linde- ros sean siempre líneas rectas y que ose acepten en los nue- vos fraccionamientos linderos naturales. Por otra parte, un colindante poderoso álas márgenes de un río que corriese en Los PLANOS PARA LA NUEVA LEY DE TIERRAS 279 un lecho movible, por medio de espolones, diques, presas y obstáculos de cualquiera naturaleza, podría hacer que insen- siblemente el lecho de un río cambiase en su beneficio y con perjuicio del ribereño colindante. Las mojoneras de los terrenos nacionales creo que deben ser construidas á expensas del Estado y esto debe hacerse por las cireunstancias especiales en que se encuentran los mismos terrenos nacionales euya ubicación es en las partes más áridas y despobladas de la República y porque la ma- yor parte de los colindantes no cultivan sus propiedades, y, en consecuencia, no perciben utilidades. El lindero entre dos propiedades es una línea virtual que no tiene latitud. El que es dueño de un terreno es dueño de lo que está abajo y de lo que está arriba de la superficie y tiene derecho de usar ó de servirse de ella, de percibir sus frutos, de transformarla, enajenarla ó destruirla; y en con- secuencia ereo que á un propietario pobre no se le puede obli- gar á que construya mojoneras especiales, costosas, en un pla- zo determinado y algunas veces hasta violando las leyes de la equidad, porque pudiera suceder que un colindante que tuvie- ra una hectárea de terreno adquirido en 10 ó 15 pesos le co- rrespondiera poner la mojonera del vértice expensando la mi- tad de los gastos, y esa mojonera pudiera costar 100 ó 200 pesos, ya por el valor intríseco de los materiales empleados en su construcción, ya por la naturaleza del suelo en que tuviera que cimentarse. Está bien que la ley pueda someter el dere- cho de propiedad á diversas restricciones; pero deben de ser equitativas, y así al dueño de la hectárea de terreno de este ejemplo se le debería obligar á poner unos estacones de madera ó un montón de piedras y estas clases de mojoneras se compren- de bien que tienen una cortísima vida y que no llenan el ob- jeto que se persigue. En el Derecho Civil francés se acepta la doctrina que to- 4 do propietario puede obligar á su vecino al amojonamiento, 280 EDUARDO BEAVEN, haciendo los gastos á expensas comunes; pero no hay que ol- vidar que Francia es el país de la pequeña propiedad, que la riqueza está mejor distribuida que en nuestro país, y que el co- nocimiento y el respeto á las leyes está más generalizado que en el nuestro. A pesar de lo manifestado anteriormente, convendría mu- cho una ley ó reglamento para que en las futuras adquisicio- nes de terreno se marque la obligación en los contratos de venta, de amojonar sus terrenos los compradores, en todas las esquinas. Una de las cosas más difíciles con que tropieza el inge- niero es la identificación de los terrenos, porque la mayor par- te de las propiedades que existen en el país no tienen forma regular, sino que, por el contrario, parece que los vendedores de terrenos ó el gobierno colonial, se propusieron darles las for- mas más irregulares, con el objeto de dar lugar á que en lo £u- turo hubiera muchos litigios en los Tribunales. El Distrito Federal ofrece un ejemplo muy elocuente, pues en las decenas de miles de predios rústicos que hay en él, no se encuentra uno que tenga una forma regular y que sus lados estén orientados en la dirección del meridiano y su per- pendicular. Esto lo puede comprobar con unos 800 planos de predios rústicos que existen en mis archivos. En el Distrito Federal también, en su mayor parte, los pre- dios rústicos están sin amojonar, y los linderos dizque señala- dos por zanjas irregulares, por bordos de tierra, por setos, por líneas de magueyes, por hileras de árboles y por caminos. Es- tos linderos tan poco precisos frecuentemente motivan pleitos de todo género entre los propietarios y, á decir verdad, sin sa- ber en ocasiones qué discuten, ó discutiendo fajas de terreno de valor insignificante. En mi práctica dos veces he sido árbitro amable compo- nedor entre dos indígenas que disputaban uno 8 metros cua- Los PLANOS PARA LA NUEVA LEY DE TIERRAS. 281 drados y otro 23 en la serranía del Ajusco. Todos estos ca- sos justifican la circunstancia de que todas las propiedades queden amojonadas y que se dé una Ley. No trato por ahora, de seguir determinado orden lógico en estos apuntes. Sería conveniente que el plan de estudios de la Escuela de Ingenieros para la carrera del Topógrafo se modificara li- geramente, para que pudiera cumplir mejor con los trabajos que en la práctica se presentan en nuestro extenso territorio. Por ser la carrera de Topógrafo la más corta, hay más in- genieros de esta clase, también son los que ganan menos, y los que por la naturaleza de su trabajo viajan más por la Repú- blica y se alejan de las grandes ciudades. Todo esto hace que el Topógrafo sea quizás el más solicitado por el propietario ru- ral, quien le consulta los trabajos que más le interesan en la ex- plotación de sus fincas, y con el plan de estudios actual, el Topógrafo no siempre puede resolver las consultas constantes que enel campo se le hacen. Convendría en mi opinión que se le den algunas reglas para la redacción de informes. algunas cla- ses de irrigación que abarque el arte práctico de hacerlas, el arte de construir caminos de explotación que son indispensa- bles en toda finca agrícola: que sele den también algunos apun- tes sobre los rendimientos de los eultivos, de la ganadería, ete., y sobre el valor predial, principalmente del rústico. Tambiénse deben enseñar las leyes de tierras y las correlativas que rigen la propiedad, así como todas aquellas que rijan los contratos relativos á bienes rurales, á ventas, etc. También que se le instruya sobre el régimen de las aguas, y algo de drenaje. Al- gunas nociones de construcción rural y de albañilería le se- rían muy útiles, pudiendo así en partes alejadas construir sus mojoneras, instalar vertedores, ete. Como el Topógrafo de nuestro país es frecuentemento nom- brado por las autoridades perito para valorizar una propiedad, necesita conocer lo que anteriormente he manifestado y tam- Mem. Soc. Alzate. México ; T. 29. (1909-1910)—36 282 EDUARDO BEAVEN. bién en el caso de que sea nombrado árbitro, perito tercero en discordia ó árbitro amable componedor. En resumen, ereo que convendría estudiar los planes de estu- dio de los Geóme- tras rurales europeos y amerie:mos, y hacer uno comparativo con el plan de estudios de nuestra Escuela de Ingenieros. Los conocimientos complementarios que he señalado en la carrera del Topógrafo, los considero indispensables para secundarlas patrióticas miras del Gobierno al tratar de fomentar la agri- cultura, Aunque la enumeración de estos estudios es larga, creo que la instrucción indispensable se podría condensar en un to- mo en octavo de 300 páginas. En el estado actual de nuestro país no se necesitan sabios ingenieros al estilo de los que sa- len de las universidades alemanas ó francesas, sino ingenieros que ejerzan el arte del ingeniero, aplicando las mejores reglas para hacer bien las cosas, aunque se desconozcan las profun- das teorías ó doctrinas en que se basan las reglas. Dentro de 50 años convendría ir innovando la enseñanza técnica, en el sentido de profundizar teorías y doctrinas. Los conocimientos complementarios á que me refiero se pueden entresacar de tratados de Topografía, de Agricul- tura, de Hidráulica agrícola y de nuestras Leyes codificadas (Código Civil, Leyes de tierras y aguas, Ley minera, Código de Comercio, ete,, ete.). Los terrenos nacionales que he recorrido tienen una vegeta- ción, en su mayoría, formada por arbustos ó árboles de poca altura y sólo los que están en el partido del Mezquital (en Du- rango) tienen bosques de árboles altos. El levantamiento de estos terrenos tendrá que ser costoso, y por eso conviene que se escoja un medio que déla exactitud suficiente, y que sea sin embargo el más económico. Hay también enlos Estados del Norte terrenos nacionales con tierras blanquizcas donde la refracción es muy fuerte y las visuales dirijidas á las estacas que se van clavando en los alineamientos, cuando se hacen ' Los PLANOS PARA LA NUEVA LEY DE TIERRAS. 283 medidas directas, fatigan mucho al ingeniero y más aun á los que van cadeneando, y resulta en la práctica, que los ingenie- ros, en los primeros días, ponen gran «tención en sus alinea- mientos y en las medidas; pero después se desatienden y al efectuar el cierre de los polígonos se encuentran grandes erro- res. También al hacer medidas directas resulta que para ha- cerlas bien hay forzosamente que desmontar, y estos desmon- tes no siempre son perfectos, y lo son menos en los terrenos nacionales que exploré porque las plantas que abundan más son las espinosas. Además en las medidas directas hay una gran causa de error, porque materialmente es imposible lle- var las cadenas horizontales ó sin catenaria. Estas considera- ciones hacen indicar como el medio más apropiado, econó- mico y exacto, el de medir con estadia. Lia exactitud de estas medidas depende únicamente de la determinación exacta de las constantes y ds la buena graduación de la mira. Citaba el hocho de que en esos terrenos hay mucha refrae- ción y con las medidas con estadia se aminora ésta, porque la * visual va aproximadamente como á un metro cuarenta centí- metros del suelo. Los terrenos nacionales no tienen en sí gran valor y la exactitud del levantamiento no debe de ser tan gran- de como la que se emplea en los trabajos de ciudad, y por lo tanto propongo que sea de '/¿sy que es el promedio obtenido en el error de cierre de 141 líneas por la U.S. Lake Survey. La longitud de las visuales no deben pasar de 60U metros y un promedio de las mínimas debe ser de 250 metros. Entre los ingenieros de gabinete estas apreciaciones pu- dieran parecer poco justificadas; pero hay algunos hechos elo- cuentísimos como el levantamiento de la línea limítrofe con los Estados Unidos, en que hubo una bella comprobación de - la exactitud de la estadia. Se midió una línea de 100 millas de longitud con cadena, se hizo la misma medida con estadia y también se calculó esa línea por medio de triangulación; y al comparar los datos, resultó que: la medida hecha con la es- 2584 EDUARDO BEAVEN. tadia era la mejor, pues se acercaba más á la obtenida por la triangulación. Respecto de los errores angulares se debe aceptar 0/596 de error de cierre por cada kilómetro de línea recorrida, que es- tá de acuerdo con el obtenido en una serie de experiencias efectuadas en los Estado Unidos en 118 líneas que sumaban 826 kilómetros. El método que en la generalidad de los casos se debe em- plear es el de rumbo y distancia, pues heeho con cuidado da muy buenos resultados. No es un método tan preciso de le- vantamiento como el de triangulación, pero este último es muy eostuso y dilatado y los terrenos nacionales que se van á me- dir tienen un valor muy bajo. Una vez obtenido el perímetro del terreno de cada uno de los terrenos nacionales, éstos deben fraccionarse en lotes eua- drados cuyos lados estén orientados de Norte á Sur y de Este á Oeste y ereo que una cosa importantísima es que el Gobier- no Mexicavo adopte á nuestro sistema de medidas, el sistema de fraccionamiento que con un éxito asombroso han empleado hace 120 años los americanos. Los terrenos públicos de los Estados Unidos son infinita- mente más extensos que los nuestros, y todos ellos han sido divididos en lotes cuadrados con lados orientados en el senti- do del meridiano y su perpendicular, teniendo cada lote de- signación especial conforme á una clasificación sencillísima, y se puede asegurar que en los 120 años que ha funcionado este sistema no ha habido nunca conflictos de ningún género y menos de identificación. En cambio con el desorden nuestro y principalmente por la falta de clasificación, la regla general es que nunca se pueda identificar un terreno nacional. El sistema americano de fraccionamiento es un modelo en su género, pues su funcionamiento ha evitado ó prevenido que los terratenientes hubieran gastado millones de dólares, en li- tigios como habría pasado si la adjudicación de tierras se hu- r Los PLANOS PARA'LA NUEVA LEY DE; TIERRAS, 285 bieran hecho caprichosamente con el sistema de los antiguos 13 estados de la Colonia, : Ahora que la Comisión Geodésica Mexicana está trazando un meridiano, convendría que se estudiara por dicha comisión los 24 meridianos que se han fijado en los Estados Unidos pa- ra el fraccionamiento de los terrenos públicos con objeto de que nuestro meridiano llene las eondiciones que ha motivado ese trabajo, y pueda á la vez servir para relacionar el levanta- miento de algunos de nuestros terrenos nacionales. Esa Comisión Geodésica Mexicana podría al mismo tiem- po trazar una línea de base, que en el sistema americano de fraccionamiento es un paralelo de latitud. En caso de que el meridiano que está trazado esté muy le- jos de donde están ubicados los terrenos nacionales, en obvio de tiempo convendría trazar otros ejes coordenados, pero igual- mente orientados. Para aclarar más la importancia de estos ejes coordena- dos deseribiré el sexto meridiano principal de los Estados Uni- dos. Este coincide con la longitud de 9709-22 Oeste del meri- diano de Greenwich y la línea principal de base corta el meri- diano en el 400 de latitud Norte. Este meridiano está locali- zado hasta encontrar el río Missouri, y hacia el Sur hasta los 370 latitud Norte, y este meridiano y su base sirve para refe- rir todos los planos topográficos de los Estados de Kansas; Nebraska; del Estado de Dakota que está al Sur y al Oeste del río Missouri; del Estado de Wyoming; del Estado del Co- lorado exceptuando el valle del río Grande del Norte al Sur- oeste del Culorado, porque esos terrenos del valle están referi- do al meridiano secundario llamado de Nuevo México que tiene una longitud de 1060%-52'-09 Oeste de Greenwich y cu- ya línea de base está 10 millas abajo de la confluencia del río Puerco con el río Bravo del Norte. Estos ejes secundarios coordenados, controlan los levantamientos de Nuevo México y del valle del río Grande del Norte, del Colorado. 286 EDUARDO BEAVEN. Los americanos usan para el trazo de meridianos y para- lelos que se apoyan en los 24 sistemas de ejes coordenados que mencioné unos aparatos llamados accesorios solares ó brújulas solares y sí como espero en lo futuro se trazan las líneas de división de tierras en el sentido de los rumbos Nor- te Sur y Este y Oeste será conveniente que en la elase de To- pografía de la Escuela Nacional de Ingenieros se estudien los aparatos señalados y se practique su uso. Estoy seguro que todas las oficinas de terrenos ubicadas en Washington y en diversas partes de la Unión facilitarían con gusto toda clase de informaciones referentes á la legis- lación detierras, trabajos técnicos topográficos y presupuestos. Tengo la creencia que en un país nuevo y pobre como el nues- tro no deben hacerse ensayos para parecer original, sino que es más sencillo y económico copiar lo bueno donde quiera que se encuentre. Las oficinas que pueden suministrar mejores da- tosson: General Land Office, Washington, D. (y; United States Coast € Geodetic Survey, y Mississippi River Commission. Porúltimo, el levantamiento de planos de los terrenos na- cionales no se debe hacer por comisiones nombradas por el Gobierno, ni por compañías ó empresas poderosas que contra- ten dichos levantamientos. No deben ser hechas por comisio- “ nes del Gobierno porqus saldrían demasiado costosos y tar- darían mucho en hacerse. Los empleados de planta, con suel- do fijo, no siempre son los más prácticos y competentes ni tienen interés en hacer pronto los trabajos que se les enco- mienden, sino al contrario su interés está en que se alarguen lo más que sea posible para percibir durante más tiempo sus sueldo. Además, como los nombramientos no son el resulta- do de competencias, sino en la mayoría de casos de recomen- daciones ó favoritismos; resulta también que en la mayoría de los casos los empleados no son los mejores. No quiere decir esto que en las oficinas del Gobierno no haya hombres de mu- chos méritos y que ocupan puestos muy merecidamente, 1 Los PLANOS PARA LA NUEVA LEY DE TIERRAS 287 No conviene que sean empresas ó compañías poderosas las que contraten estos levantamientos, porque probablemen- te no lo harían por las utilidades propiamente del trabajo de levantamiento, sino para combinaciones ulteriores, con el ob- jeto de acaparar terrenos valiosos por sus riquezas naturales aunque inexplotadas. Tampoco conviene, porque las empre- sas ó compañías poderosas disponen de un círculo de acero de amigos influyentes, abogados y empleados, y solamente pro- curarían respetar la forma de sus contratos aunque los viola- ran en el fondo. Mi opinión es que los levantamientos se deben contratar con ingenieros de una edad de 30 á 45 años, porque en este período de vida se tiene ya experiencia adquirida en los tra- bajos profesionales, se ha formado el carácter, y hay bastan- te resistencia física para soportar las penalidades de los tra- bajos de campo. Comprendo que la Secretaría de Fomento ha de desear tener informes técnicos completos desde muchos puntos de vista, como por ejemplo, el de la Hidráulica, Hidrografía, Agricultura, Minería, Industria, Orografía, Geografía, Polí- tica, Comercio, Climatología, Estadística, Militar, etc., ete.; pero el ingeniero que contrate el levantamiento puede tener la consulta de especialistas en cada uno de estos ramos, ó bien organizar un cuerpo de ingenieros que puedan resolver todas esas cuestiones-con la misma competencia que los haría una comisión nombrada por el Supremo Gobierno, Los trabajos hechos por comisiones del Gobierno depen- dientes quizás de una seceión no tienen propiamente respon- sabilidad, ya que no se les puede exigir más sino que lleguen á sus horas de oficina, salgan á las mismas y hagan trabajos útiles ó inútiles. Las opiniones del Jefe de la sección ó de los jefes directos de dicha comisión son las que prevalecen aun- que algunas veces sea bien notorio que dichos jefes sean nu- lidades. Esto que digo, es en tesis general pues para honra de 988 EDUARDO BEAVEN. de nuestro Gobierno, hay muchisimos jefes dignos de todo en- comio y de la consideración nacional. q Muchas otras cosas se me ocurren; pero no son tan esencia- les como las que he indicado, y por eso las omito; más antes de coneluir deseo precisar que estos apuntes están escritos sin pretensiones de ningún género, y estoy cierto que hay mu- chos errores en ellos, y que son muy deficientes; pero á pesar de esto quiero contribuir con mi grano de arena á los profun- dos estudios que hace la comisión encargada para formular las bases á que deben sujetarse los levantamientos de los terre- nos nacionales de la República. México, Enero de 1910. SOCIETÉ SCIENTIFIQUE , ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29. 289 L'anydrobiose el. les plasmas slciques artificial PAR ALBERT et ALEXANDRE MARY, (Note présentée par A. L. Herrera, M. S. A. dans la séance du 7 Février 1910). On a depuis longtemps observé les faits de reviviscence chez nombre d'animaux Infusoires enkystés ou Rotiféres des séchés qui avaient perdu toute activité physiologique, et qui- se réveillent á la vie au contact d'une goutte d'eau. On con- nait aussi la curieuse influence de l'anhydrobiose ou privation momentanée d'humidité, sur les ceufs vierges des organismes sexués. Jacques Loeb desséche des ovules dastéries sur du papier buvard. Replacées ensuite dans Peau, ces ovules se segmentent, et produisent des morules comme sous l'influence de la fécondation. Les plasmas artificiels de Ledue et de Herrera jouissent de propriétés analogues. Les croissances osmotiques sont “re- viviscentes:” desséchées lentement, avec précaution, puis re- placées dans un milieu salin analogue á leur milieu généra- teur, elles reprennent leur aceroissement provisoirement inte- rrompu. Les plasmas siliciques du professeur Herrera donnent souvent des figures d'ovules d'abord trés simples, mais suscep- tibles d'évoluer en magnifiques blastoméres, si on les soumet á une technique appropriée. Prenons: 1* Silicate de potasse; 2% Carbonate de soude. Mem. Soc. Alsate. México. T. 29. (1909-1910)—37 290 ALBERT ET ALEXANDRE MARY. Une goutte de cette solution, évaporée rapidement a la lampe ou á Pétuve abandonne des pseudo-cellules granulaires, microscopiques, peu apparentes, des sphéro—eristaux qui sem- blent définitivement fixés á ce stade de développement, Si on les soumet de nouveau á "action du silicate, mais cette fois non dilué, et qui aprés deux minutes de repos, on évapore Explication des figures.—1, cellule.—2, division binaire.—3, morula. 4, tissu épithélial.—5, tissu, derechef rapidement la préparation, ces pseudo—cellules se montrent trés fortement acerues par Vintervention du silicate, et gráce au retrait provoqué par 1'évaporation, leur masse pseudo-—vitelline s'est segmentée, de telle sorte qu'elles ont créé pour la plupart, une morula, plus ou moins avancés dans son évolution, depuis la division binaire jusqu'au degré plus élevé de multiplication. Cette seconde épreuve, mais par deuxiéme évaporation lente, donne aussi des figures d'épithé- lium, Vécailles épidermiques d'une remarquable fidelité. Une L'ANHYDROBIOSE ET LES PLASMAS SILICIQUES ARTIFICIELS. 291 seule goutte de la préparation renferme les figures par di- zaines. Le retrait dans les roches produit des effets analogues A la eristallisations. Dans les solutions, il engendre des formes analogues á celles de la diffusion, et la diffusion, c'est losmose, mais sans membrane. On pourrait dire du retrait que c'est une difusion négative. Herrera a obtenu par évaporation, c'est- á-dire par retrait une foule de formes organoides merveilleuses, notamment des pseudo-carapaces de radiolaires et ces fameux embryons humains dont la morphologie mérite d'attirer vive- ment Pattention. Mais, depuis que Pon poursuit Panalogie qui existe entre les plasmas artificiels et les naturels, albuminoides, qui ne Poublions pas, renferment une lrame silicigue importance ca- pitale, il West pas sans intérét de rapprocher le retrait mor- phogenique des pseudo—vitellus, de lanhydrobiose fécondante. ÉK—_— e SOCIÉTE SCIENTIFIQUE ''*ANTONIO ALZATE.'”” MÉMOIRES, T. 29. 293 ¿CONO FUE TRAZADA LA PIEDRA DEL SOL? POR EL LIO. RAMON MENA, M. $, A. (Sesión del 7 de Febrero de 1910). Siempre he creido que los nahoas poseyeron medios téc- nicos ingeniosos y sencillos para desarrollar su plástica admi- rable; perdidos tales medios, es preciso arrancarlos á los Có- dices y á los monolitos que los contienen. Cuando en 1908 llevé al Museo Nacional los interesantes monolitos que guardaba la casa Boker y C*, hice un estudio superficial de aquellos, pero pude encontrar en uno, de carác- ter funerario y penitencial, huellas evidentes de factura. Se trata de una figura trazada y principiada á esculpir en la su- perficie superior del pequeño monolito; ahí quedaron pegotes de una pasta caliza extendida para dibujar en ella y ahuecar «después con el itztli, como se ve en otros sitios de la misma superficie, Ahora, en la Piedra del Sol, comunmente conocida por Ca- lendario Azteca, creo haber descubierto la manera de proce- der del lapidario, en lo que se refiere al trazo de figuras geo- métricas. Veamos: Aun cuando el perímetro “de la piedra está desportillado, conserva en el lado derecho y en la porción superior de la iz- quierda, lo bastante á sugerir que la figura fué la de un cua- drilongo, en el centro del que, está inscripta la circunferencia del cilindro esculpido. 294 . RAMON MENA. Con líneas de puntos he continuado los lados de la piedra sobre la calca de una de las últimas y mejores fotografías que hice tomar por el fotógrafo del citado Museo. Reconstruido el cuadrilongo, uní sus ángulos con diagonales y el punto de intersección de éstas, me dió el centro de la piedra y el de la circunferencia inscripta, con ese centro, pude seguir correcta- A A TT A mente las circunferencias de la piedra, las que fijó la fotogra- fía; después, tomando la bisectriz de los ángulos formados por las diagonales A, B y C, D, al cortarse, encontré que fijan el eje de las 4 puntas de pie vuelto ó grándes rayos solares de la piedra, Y que son diametralmente opuestas; he marcado estas primeras bisectrices, con las líneas 1 J, y KL que al cortar- (1) Véase una fotografía cualquiera de la piedra, que por ser muy conocidas no es preciso reproducir aquí. ¿COMO FUE TRAZADA LA PIEDRA DEL SOL? 295 se engendran 4 ángulos rectos cuyas bisectrices sirven de eje á las otras 4 puntas ó rayos que no tienen pie vuelto y que señalo con m. Nos resultan 8 ángulos; sus 8 bisectrices, dan el eje de las 8 figuras designadas comunmente como aspas, las que señalaré econ e. En la porción plana de la piedra, sobre la que se levanta el cilindro esculpido, hay ocho perforaciones que siguen á la cireunferencia y que son oponibles. De cuantos han estudiado este gran monumento, solamen- te Gama, en 1792 y Abadiano en 1889, han hecho hincapié en tales perforaciones. El ilustre Gama, creyó que servían pora recibir gnómones, euyas sombras indicaban las horas. A más de un principio de erítica defectuoso, Gama partía de un supuesto: el de que la piedra estuvo colocada vertical- mente y mirando á rumbo determinado. Estudios posteriores, apoyados por testimonics antiguos, el de Durán entre otros, establecen, sin lugar á duda, la posición horizontal de la pie- dra, en su templo, con lo que viene por tierra el edificio levan- tado con habilidad exquisita por Gama. Abadiano pensó que en las perforaciones se levantaban gnómones, que se unían con hilos, á uno central y que entre unos y otros hilos se colocaban travesaños, constituyendo el todo un aparato de observación astronómica y ritual. Este sis- tema parece suponer la situación vertical de la piedra y en si- tio despejado, así es que por la razón que el anterior, viene por tierra; además, entre los aparatos de observación, toma- dos de los códices é inteligentemente explicados por la Sra. Nuttall, en un estudio presentado á la Sociedad de Geografía de esta Ciudad, no aparece algo que remotamente se asemeje al complicado mecanismo ideado por Abadiano. Ahora mi explicación: Yo creo que ante todo, hay que cerciorarse de si las perforaciones son de mano indígena, re- 296 "RAMON MENA. sultado de instrumentos indígenas y pertenecientes al monu- mento. La manera de hacer el taladro, su forma misma, aún te- niendo cuenta el deterioro por los agentes exteriores, res- ponden afirmativamente. Resuelto este punto, y dado que to- do en el monumento tiene su objeto, cabe preguntar. ¿Con qué fin fueron hechos tales taladros? rr as cdo rr A mn a aa a a Hemos visto que no pudieron servir para reloj solar ni pa- ra armar un aparato astronómico; luego su destino debe de ha- ber sido de otro orden. Para explicarlo, debemos fijarnos en la colocación de las perforaciones y en que no llevan jeroglí- fico ni adorno alguno. Los taladros siguen á la curva de la circunferencia y están en la porción baja ó rebajada de la piedra, resulta que fueron hechos posteriormente á la cireunnferencia y después de hecho ¡COMO FUE TRAZADA LA PIEDRA DEL EOL? 297 el rebajo. En la fig. 2, tenemos marcadas las perforaciones con las letras a, b, c, d, e, f, 9, h; si unimos con hilos las a e, hd, vemos que pasan por el centro de la cireunferencia y co- mo en los puntos ¿, 4, tenemos unas rayas paralelas á la cir- cunferencia, parece que se quizo rectificar ésta; por otra parte, uniendo la bf, ella y la a e, pasan marcando las líneas del NAO- LLIN; además, fijando por medio del eruce de cuerdas, un bas- toncillo en el centro como punto fijo y de él partiendo un hilo que termine en otro bastoncillo móvil que pueda penetrar en las perferaciones, encontramos un excelente tiralíneas para el trazo de la gran cantidad de rectas que hay.en los relieves; por el mismo pracedimiento, pero sustituyendo el bastón mo- vible por un itztli, se trazaron todas las circunferencias y ar- eos de la piedra; así lo he repetido sobre la calca, siendo asom- brosa la coincidencia; así debieron haberlo hecho los nahoas: las mismas causas, engendran los mismos efectos. ¿De qué modo pudieron trazar cireunferencias perfectas sin compás y sin señalar aparentemente un centro en la pie- dra, si no es con el procedimiento que he explicado? Procedi- miento sencillo, casi primitivo, como tuvieron que ser los de aquellos hombres, dado su medio y su situación con respecto á los demás países del globo. México, Febrero de 1910, Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1909-1910)—38 sue Ed ult 00 Prat Usas ds, od mE Gl > 7 do AGO : H pr 1 Y DIE 5d DAY is pon ados 401 lead ps ah A ; Gu añ e E "To E ; fo ori 8 E Ars a pS O mA A) : ad AS ñ SE y ado 2 A Alesis od or les , ds : PAE : A 1 e as: ba 1 NA 0 APAGO EUR p , vi bosta EN ss ¿ eh ms a OPA ITT 1: SoctÉTÉ SCIENTIFIQUE '' ANTONIO ALZATE.' MÉMOIRES, T. 29. 299 Pormes organiques artiicielles- vasculariséos. PAR ALBERT et ALEXANDRE MARY, (Note présentée par M. A. L. Herrera, M. S. A. Séance du 7 Mars 1910). Leduc a défini les organismes: des solutions separées par des membranes. La vie et Posmose, c'est tout un. 1l apparait méme que les albuminoides ne juissent de la propriété de constituer des organismes qu'á cause de la facilité avec laquelle ils for- ment des membranes osmotiques. T'albumine, nous le savons, n'est pas nécessaire á la ma- nifestation de la vie élémentaire. Les silicates colloídes, et tou- tes autres substances salines sous le méme état se cellulisent et vivent en vertu des mémes processus que les protozoaires. Mais il semble que Palbumine, gráce á lambiance osmoti- que qwWelle conditionne, joue un trés grand róle dans la vascu- larisation, dans Vapparition de canaux circulatoires au sein une colonie cellulaire, Si Pon sóme des cristallites de sulfate de cuivre dans une solution de silicate de potasse, on obtient des cellules sans ca- ractóres particuliers. Si Pon sóme les mémes cristallites dans une simple solu- tion aqueuse Valbumine de blanc oenuf, Valbumine se préci- pite en flocons alvéolaires sans noyau ni membrane, analogues par la texture, aux éléments obtenus avec le sulfate ferreux dans le phosphate de soude. 300 ALBERT El ALEXANDRE MARY. Mais les résultabs sont bien différents en semant les cristal- lites de sulfate de cuivre dans une solution aqueuse d'albumine mélée de silicate de potasse. Les cellules obtenus ont alors des noyauz magnifiques, souvent aussi complexes que ceux des cellules animales ou végétales les plus perfectionnées et se multiplient soit en bourgeonnant, soit par karyokinese. Les colonies sont parcourues de courants une trés grand intensi- sité, dessinant des valsseaux circulatoires trés nets. Ainsi paraissent, dans la solution, de véritables villosités artificielles, semblables en tous points aux dillosités intestinales de lhomme et des animaux. Les cellules oecupant la périphé- rie, a la maniére Yun épithélium dont elles prennent aspect, et le centre du groupe est représenté par un ramuscule vas- oulaire terminé en cul-de-sac. Ces expériences nous mettent sur la voie Vune explica- tion mécanique de la formation des vaisseaux circulatoires: Ce sont des squeletles osmotiques dont la forme, Vétendue, les rap- ports, sont déterminés par les courants de liquides dont les organismes sont le siége. Ici encore, la forme organisée est un cadavre de solution. : Remarquons enfin: 1? Que sans la silice, on n'obtient pas, dans les précedents essais, de formes nettes, ce qui eorrobore les vues du savant professeur Herrera, au sujet du róle de la silice colloide dans la production des phénoménes vitaux. 2* Que les formes complexes obtenues par nos procédés se pro- duisent des que lambiance réalise des conditions osmotiques déterminées, sans avoir besoin du concours de longues lignées organiques, résultat conforme á la loi d'Hérédité simulée, qui fait aujourd'hui la base de la théorie, soutenue dans tous nos ouvrages, de la formation rapide des prototypes, déjá com- plexes, des séries organisées. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '' ANTONIO ALZATE.”” MÉMOIRES, “p. 29. 301 ¡HH A--=-.2 AAAAAkAkA ¿gro 5 a) Au 13. Las sd $ Ha ¡ais 00% asia a SUE PA met do pra "eds ; A Ed E 1 Six EIN ASIAN, AA NE , 1 A E en . MAR As pd rn AA oa RESHRA ALAS e ESA A, ata Ab PUTA sl E AR! ER 09 S A . 3 E > a E AA 2 ESC a Pes CANTIDADES DE LLUVIA RECOGIDA EN LA CAJA DEL AGUA DEL MOLINO DEL REY - EN EL BOSQUE DE SANTA FE Y EN EL EX-CONVENTO DEL DESIERTO DURANTE EL AÑO DE 1909. Observaciones ejecutadas bajo la dirección del Ingeniero GUILLERMO BELTRAN Y PUGA, M. $. A. Director General de Obras Públicas. Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1900-19810)—39 | Cantidades de lluvia recogida en la Caja del Ayna del Molino. del Rey, dorante el año de 1909, 9 00 1D) DIH 010 | Días. | Enero. Febrero, AS MR A Es A AAA IS DEL MOLINO DEL REY, DURANTE EL ANO DE 1909. 307 Cantidades de llfvia recogida en la Caja del Agua del Molino del Rey, durante el año de 1909, Agosto. |Septiembre.| Octubre. Noviembre, | Diciembre. Total de lluvia en el año 474mm0, 308 CANTIDADES DE LLUVIA RECOGIDA EN EL BOSQUE durante el año de 1909, | Cantidades de lluvia recogida en el Bosque de Santa Pé, Días. 90-004 0N-= Sumas. Enero Febrero. Marzo. E ls a E A bril. pu 00+ IA II CC PRONpaADRA A: 18.3 Mayo. AS ea 9.0 Junio. 0.6 , ; PRADO, CARIDAD A DE SanTa FE, DURÁNTE EL AÑO DE 1909. 309 j z ; 7 Cantidades de lluvia: recogida en el Bosque de Santa Fé, durante el año de 1909. Días. Julio. Agosto. |Septiembre.| Octubre. | Noviembre. | Diciembre. 1 1.8 E 06 ea == 2 0,2 1.0 14.2 ge e 3 7.2 160 13.1 ES > 4 2.8 3.3 0.9 de Es 5 2.1 eN 0 ae SA 6 do 5.0 0.6 e Ze 7 0,5 EE 1.6 Ea 1.2 9 A A Ra E 10 eL Eo) 2.3 Se 11 ENE 2.9 15 2.3 12 2.1 pea Sado 5.0 13 as 13,4 6.3 AE 14 a 7.4 0.8 SE be 15 54 7.0 1.0 2.7 E 17 144 Ze 6.3 AA 2.7 18 6.9 ES 0.6 0.2 So 19 18.7 OS EE 49 E. 20 40 Me ze 12.2 4.8 21 8.9 12.2 8 88 ¿ SS 22 E 2. 8.1 Ez 23 hoz E 0.2 15 24 4.7 AA 2.8 0.6 25 <3bS er 53 152 26 3.8 = eS 12,2 27 17.9 3.1 ea 28 25.7 5.3 > 29 m1 0.2 = 30 0.4 2.0 S 31 38 0.4 > E Sumas.|| 135.7 80.3 60.9 42.8 8.7 A] Total de lluvia en el año 444mm2, 310 CANTÍDADES DE LLUVIA RECOGIDA EN EL EX-CONVENTO Cantidades de lluvia: recosida. en el ex-Convento del Desierto, durante el año de 1909, Febrero. Marzo. 3 y AAA SS '* DoOoomuoonUo: » Mayo. Junio. .s PND ooo. oou '* NINSO: noe Rs e. Me TT A DEL DESIERTO DURANTE EL AÑO DE 1909. 311 Cantidades de lluvia: recogida en el ex-Convento del Desierto, durante el año de 1909, Días. Julio. Agosto. |Septiembre. | Octubre Noviembre. | Diciembre. 1 E 1.5 10.5 4 ai e 2 6.5 20.0 21.5 des 1.5 Sr E 2:5 30.0 54.0 qa AS SS 4 2.0 12.5 25.0 ES E ES 5 12.0 12.0 6.5 ES da 6 15 10.0 NA zz SS ESSd 7 11.0 7.0 11.0 E 1.0 8 2.0 ná 1.0 E - as 9 A 3.0 EEN a 2.0 10 a TA 0.5 E a 11 3.0 2.0 2.0 a E 0.5 12 e 18.0 23 0.0 > OS 13 0.5 A 1.5 2.0 53 Je 14 sa 27.5 26.0 11.5 2 15 AE 29.0 12.5 AN Ma 16 1.0 5.0 6.5 E mE 17 0.5 ¿2 2.0 rs Ho 18 6.0 e 13.5 ez A 3.5 19 9.5 En a L5 SE ESE 20 8.5 9.0 a 25.0 b 23 21 1.5 1.5 E 4.0 E e 22 25 9.0 3.5 4.0 Sa 4.0 23 2.5 e 51.0 lt HS 24 5.0 3.0 AS 4.5 Ebro 25 0.5 a 25 5.0 e 26 7.5 a a 2.5 AS IE 27 oz 1.0 Sa 0 == E 28 3.0 11.0 Es 3.0 E 24 29 49.0 3.0 qe ade E 0.5 30 22.0 1.6 a E LAS 31 28.0 25.0 eE PA | EA —— oo | eo qx[j"L-- A A | Sumas.|| 188.0 241.5 251.0 71.0 1.5 11.5 Total de lluyia en el año 970mm5. j CS AE > “Ñ ¿Je a 7 ls m ¿e Sl RON] ¡lb ¿e o 1 SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29. 313 A _ O ___—o A __—__ —<-—A———— Teodolito Magnético Mexicano y observaciones ejecutadas con él en Teotihuacán el 28 de Diciembre de 190%, POR M, MORENO Y ANDA, M. $, A, En la sesión del 6 de Diciembre de 1909 tuve la honra de presentar ante esta Sociedad el teodolito magnético ideado por mí y que el Sr. Ing. Don Angel Anguiano, Director de la Co- misión Greodésica Mexicana, se había servido mandar cons- truir por la acreditada casa Troughton dv Simms, de Londres (N* 100). Anticipadamente desde la sesión del 7 de Agosto de 1905 había hecho una breve exposición del dispositivo que ha- bía dado al teodolito. Aunque las figuras que se acompañan dan idea clara del instrumento, voy á dar unas ligeras explicaciones acerca de él. Es un teodolito astronómico de 5 pulgadas, con 1 minuto de aproximación en sus dos círculos. Quitando el telescopio de sus montantes, se pone en su lu- gar y sobre los mismos montantes, pues tiene muñones igua- les á los del telescopio, una caja rectangular de madera que en la parte superior lleva fijos un nivel, un tubo metálico pa- ra la suspensión de las agujas, y el termómetro para anotar la temperatura en las observaciones de oscilación. El tubo de Mom. Soo. Alzate. México. 'T. 20. (1909-1910) —40 314 M. MORENO Y ANDA. suspensión tiene una cremallera que sirve para acortarlo ó alar- garlo y remata en la parte superior en el casquillo graduado para medir la torsión. La lectura de las escalas de los imanes, se hace por me- dio de un microscopio fijo en el extremo del lado menor de una barilla doblada en ángulo recto, la que en el lado mayor tiene una abertura circular en que entra un pivote horizontal fijo en uno de los montantes del instrumento: en el extremo de di- cho lado mayor hay un contrapeso para equilibrar el sistema. El microscopio gira en un plano vertical paralelo á las divi- siones verticales de las escalas de las barras. En la figura núm. 4 el microscopio se ve en una posición inclinada, pero bien se comprende que para hacer las lecturas debe encontrar- se horizontal, siguiendo el eje magnético de los imanes. Las agujas imanadas son tres: una para la declinación, otra para las oscilaciones y la tercera, pequeña, es la auxiliar en las observaciones de desviación. El instrumento fué estudiado en el Observatorio de Kew en el mes de Agosto de 1909 y trae los certificados de sus cons- tantes y las tablas de corrección. Explicación de las figuras: Fig. núm. 1.—Disposición del instrumento para recibir el telescopio. Fig. núm. 2.—Teodolito arreglado para las observaciones astronómicas. Fig. núm. 3.—Retirado el telescopio, ocupa su lugar la ca- ja de madera con sus accesorios para la observación de declinación y oscilaciones. (Por una distracción no se colocó el mi- eroscopio, el que se ve en la parte infe- rior de la figura). Mem. Soc. Alzate. Fig. 3. Teodolito magnético mexicano. T. 29, lám. XVL 3 Mem. Soc. Alzate, EA AE Fig. Teodolito magnético mexicano. e die is es q Mem. Soc. Alzate. T. 29, lám. XVIIL Fiz. 4, Teodolito magnético mexicano TEODOLITO MAGNÉTICO NÚMERO 100. y 315 Fig. núm. 4.—Instrumento dispuesto para la medida del ángulo de desviación. La regla metálica entra en dos correderas fijas en la parte inferior de los travesaños horizontales de los montantes. Con el fin de probar la bondad y exactitud del instrumen- to hice con él observaciones magnéticas en Teotihuacán, el 28 de Diciembre de 1909. A 44 kilómetros al NE de la ciudad de México se encuen- tra la estación de Teotihuacán, del Ferrocarril Mexicano, y 3 kilómetros al N. de dicha estación la gran pirámide del mis- mo nombre. Esta pirámide, según las observaciones de la Comisión cien- tífica de Pachuca, se halla situada á 19041 267 latitud N. 6*35"18*3 long. W. de Gr. La altitud de Teotihuacán según la nivelación del Ferro- carril Mexicano, es de 2,282 metros, El lugar elegido para hacer las observaciones fué un pun- to situado cerca de la arista Sur de la fase Oriental de la gran pirámide. Puesto el círculo horizontal en el O de la graduación y di- rigido el anteojo á la señal, que era el remate de la Iglesia de San Martín situada al Norte, hice 4 observaciones de Sol en las dos posiciones del instrumento, obteniendo los resultados siguientes: 316 M. MORENO Y ANDA. Hora Cir. hor. Señal. zo 00D e 2850042215 29 205-2002. 285 5507 5 0900/00 23111 3:42 203 286 4115 0 WI cobos 287 2830 0 9 31 08 6 286017190 Los tiempos se tomaron por medio de un buen reloj de bolsillo, contador de segundos, el que comparado con el pén- dulo del Observatorio de Tacubaya antes y después del viaje, en el momento de la observación de Sol tenía un atraso de.. 9'4; por consiguiente la hora media verdadera de la observa- ción es: 9*31”180. Con los elementos: h=9'31"18— ¿=23018/03/"1— y =19041/271" y haciendo uso de las analogías de Napier para calcular el azimut, obtuve para indicación del meridiano geegráfico..... 149046'52/”, y para el meridiano magnético, observado á las 12:13", 157016/'30"".—Resulta entonces: Meridiano geegráfico. ..... 149046'52/: Meridiano magnético.....-. 15701630" D= 702938" (4 12:13") Componente horizontal (H) Dos series de oscilaciones dieron para valor de una osci- lación 4'9488, el que corregido por marcha del cronómetro, torsión, temperatura é inducción, quedó igual á 4'9128. TEODOLITO MAGNÉTICO NÚMERO 100. 317 Los ángulos de desviación, medidos á las distancias de 20 y 30 centímetros, que en el caso de nuestro teodolito son las más convenientes, fueron 5939/15 y 1042/52, — Haciendo las correcciones respectivas, resulta lo siguiente: mH log=1.63734 5 log=2.62829 HB” log =9.00905 H log=9.50452 H=0.3195 — (á 303” p. m.) NoTA.— Teotihuacán se asienta enmedio de unas lomas te- petatosas que insensiblemente van ascendiendo hacia el Nor- te, y el terreno en su mayor parte está cubierto de toba vol- cánica y de basalto escoriaceo, llamado vulgarmente tezontle. México, Enero 12 de 1910. ds Pl cda exar e SOCIETÉ SCIENTIFIQUE ,, ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 29. 319 La carrera de Metalurcista y su separación de la. carrera de Ingeniero de Ninas POR EL ING. DE MINAS JOSE 0. HARO, M. $, A. (Sesión del 2 de Mayo de 1910). El actual plan de estudios de la Escuela Nacional de In- genieros para las diversas carreras que allí se estudian, pro- mulgado en 7 de Enero de 1902 por la Secretaría de Justicia é Instrucción Pública, hace una distinción completa entre las carreras del Ingeniero de Minas y la del Metalurgista, que con anterioridad al citado plan, siempre habían estado unidas, ex presándolo así mismo los títulos que se expedían al terminar la carrera; de manera que con toda justificación, las personas que se dedicaban al importante ramo de la industria minera, se titulaban “Ingenieros de Minas y Metalurgistas.” La ley ha cambiado ese estado de cosas, y debemos de preguntarnos: ¿Se ha aventajado algo en la práctica? ¿La se- paración indicada ha sido justificada? ¿Conviene que las co- sas sigan en el estado actual, ó debe de volverse al régimen anterior? Preguntas son estas que para las personas extrañas á la - carrera del Ingeniero, y sobre todo del Ingeniero de Minas, pa- recen no tener gran importancia; pero que en realidad encie- 320 Jos£ C. HARO. rran un asunto de mucho interés, precisamente para el públi- co que es casi el único que ocupa á los Ingenieros de Minas y 4 los Metalurgistas, en las dos ramas naturales de la indus- tria minera. Examinemos la cuestión -4 fondo, ya que hasta hoy es- te estado de cosas ha pasado desapercibido. 1? ¿Qué se ha aventajado con la separación de las dos ca- rreras? Desde luego se podrá objetar que en todo orden de ideas, la subdivisión del trabajo es conveniente; y que concretándo- se al asunto presente, el individuo que posea las dos carreras, vunca podrá sobresalir en las dos á la vez, porque es muy di- fícil que además de los conocimientos teóricos que se requie- ren en ambas, llegue 4 adquirir todos los conocimientos prác- ticos necesarios 6 indispensables para el buen desempeño de los trabajos que se le encomienden; de manera que ni será buen Ingeniero de Minas, ni buen Metalurgista, sino un me- diano enciclopedista en asuntos de minas, incapaz de contri- buir al adelanto del negocio que se le encomiende; y menos aún de las ramas que profesa de la ingeniería. Sin negar las ventajas de la subdivisión del trabajo, el ra- zonamiento anterior se hace sin tener en cuenta las circuns- tancias que nos rodean; y lo mismo se puede aplicar al caso concreto que analizamos, que á las demás ramas de la inge- niería, y en general al de todas las profesiones. En efecto, porqué no subdividir la cárrera de Ingeniero Civil en Ingenie- ros de Puentes y Calzadas, de Caminos de Fierro, de Canales y Vías Fluviales, y por último de Puertos y Faros? Porqué no exigirque el médico se especialice en la curación de las en- fermedades de cada uno de los principales órganos del cuerpo humano? Porqué el abogado ha de ser igualmente apto para "tratar los asuntos de derecho civil, los de derecho criminal y los de derecho internacional? Los ejemplos serían numerosí- simos, y si no se procede de esa manera, es porque sin duda LA CARRERA DE METALURGISTA Y LA DE INGENIERO DE MINAS. 321 alguna nuestro estado social no ha llegado todavía al grado de adelanto que impone por sí sola esa subdivisión en las pro- fesiones, sin necesidad que la ley intervenga. Esta solo debe de expedirse para reglamentar y ordenar lo que la costumbre ha establecido con prioridad; y de ninguna manera debe de anticiparse á las costumbres sociales reconocidas como prove chosas, porque entonces no solo quedará como letra muerta, sino que será perjudicial para los mismos ivtereses que trata de proteger. Como confirmación de esto último, me bastará asentar que desde la expedición del actual plan de estudios para la Escuela Nacional de Ingenieros, ni un solo alumno se ha de- dicado, nimenos aún recibido de Metalurgista; y esto en el es- pacio de ocho años, tiempo más que suficiente para juzgar de la bondad de la disposición de la ley. En cambio son bastan- tes los ingenieros de minas recibidos en todo ese período, pe- ro sin los conocimietos del metalurgista; y por lo tanto el per- juicio para la sociedad es patente, puesto que el público acos- tumbrado á ocupar á los ingenieros de minas indistintamente, ya en asuntos propios de la explotación, ó ya en el beneficio de los minerales; y garantizado de la competencia de los inge- nieros por los títulos que el Gobierno expedía; no podrá distin- guir cuales son los competentes para asuntos de metalurgía, y se expondrá á ocupar á ingenieros que no sean metalurgis- tas, como podría ocupar tal vez con más provecho, simples prácticos en el beneficio de los minerales. Sin referirme á las personas que hoy figuran como inge- nieros de minas y metalurgistas, y cuya competencia en am- bas materias está fuera de toda duda, me bastará mencionar á los profesionistas que tan hábiles fueron en asuntos propios de minas, como en los de beneficio: así pues, los ingenieros Don Miguel Velázquez de León, Don Pascual Arenas, Don Manuel María Contreras, Don Ramón Almaraz, Don Guiller- mo Segura y Pesado, y tantos otros, han dejado asentado el Mom. Soo. Alzate. México. T. 20.(1909-1910)—41 322 JosÉ C. HARO. hecho no solo de la compatibilidad, sino también de la conve- niencia dela reunión de las dos carreras actuales en una sola. 22 Existe alguna justificación para quela antigua carrera de Ingeniero de Minas y Metalurgista se dividiera en dos ca- rreras distintas? ñ Desde luego aparece que de las ocho carreras que figuran en el artículo 1? de la ley, sólo á cuatro de ellas se les concede el título de Ingeniero, y estas son la de Civil, de Industrial, de Minas y de Geógrafo. Las cuatro siguientes que son las de Topógrafo, de Electricista, de Metalurgista y de Ensayador, no ameritan el título de Ingeniero, y esto por sí solo basta pa- ra que los estudiantes las consideren como carreras de segun- do orden, y tengan poco empeño en seguirlas. Por otra parte, tampoco se concibe que pueda haber alum- nos que saliendo con un título de la Escuela Nacional de In- genieros, no sean ingenieros; y si bien es cierto que antigua- mente tampoco los ensayadores se consideraban como inge- nieros, también lo es que se había hecho constumbre y se te- nía como forzoso el haberse recibido de Ensayador para soli- citar el examen de Ingeniero de Minas; de manera que este título implicaba el de Ensayador, y por esa causa, la mayoría de los alumnos se recibían en esa rama de la ingeniería. Pero sigamos: las materias de estudio para el ingeniero de minas y para el metalurgista en el plan actual de estudios, son las siguientes que pongo enfrente una de otra para su comparación. Minas. Metalurgista, ler. Año. 1er. Año. Matemáticas superiores. Química analítica y Doci- Geometría descriptiva. masia. Topografía é Hidrografía. Mineralogía. Dibujo topográfico. Economía política y ele- LA CARRERA DE METALURGISTA Y LA DE INGENIERO DE MINAS. 323 Minas. 1er. Año. Dibujo arquitectónico. 2 Año. ler. Curso de Mecánica. Estructuras de hierro, Es- tereotomía y Carpintería. Física matemática. Dibujo topográfico. Dibujo arquitectónico. 3er. Año. 20. Curso de Mecánica. Hidráulica y sus aplicacio- nes Estabilidad de las cons- trucciones. Procedimientos de cons- trucción, conocimiento y resis- tencia de materiales. Dibujo arquitectónico. Dibujo de máquinas. 4% Año. Química analítica y Doci- masia. Mineralogía, Geología y Paleontología. Economía política, etc. Dibujo de máquinas. 5% Año. Laboreo de minas y admi- nistración minera, durante seis meses en la Escuela Práctica de Pachuca (que ya no existe). Metalurgista. ler. Año. mentos de derecho en lo que se relaciona á la práctica de in- geniería. 2 Año. Metalurgía durante seis meses en la Escuela Práctica de Pachuca (que ya no existe). 324 Jos£ C. Haro. Además la ley señala al ingeniero de minas las prácticas parciales siguientes: ler. año de Topografía durante dos meses. 20. año de Topografía subterránea durante un mes. 3er. año de Mecánica aplicada durante dos meses. 40. año de Geología durante dos meses. y para Metalurgista las siguientes: ler. año en la Casa de Moneda duraute dos meses. Las prácticas generales son: Minas: Seis meses en los centros mineros del país. Metalurgista: Seis meses en las haciendas de beneficio y principales fundiciones. Así pues, la simple comparación de los estudios que se requieren para las dos carreras enseña: que mientras la del minero abarca la totalidad de los conocimientos exigidos al ingeniero (con excepción de los especiales al civil); la del me- talurgista solo comprende los muy indispensables para el es- tudio de una sola parte de la metalurgía, y que la totalidad de las autores comprenden bajo la denominación de “Meta- lurgía especial.” Y lo más curioso del caso es que los metalur- gistas comienzan sus estudios profesionales-precisamente con las principales materias que figuran en el cuarto año para los mineros; de donde se infiere que la ley considera que los es- tudios de los tres primeros años del minero, son completamen- te inútiles para el metalurgista. Véamos si es cierto, Desde luego las matemáticas superiores á mi juicio, se im- ponen para todos los estudios de la ingeniería, no tanto por las continuas aplicaciones que de ellas deban de hacer, pues que los conocimientos de álgebra superior y de cáleulo infinitesi- mal pocas veces se aplican; sino por el hábito que con ellas se adquiere del raciocinio, y la precisión para plantear los pro- blemas tan variados de la práctica. La geometría descriptiva es indispensable al ingeniero, puesto que siendo la base del dibujo empleado en la ingenie- LA CARRERA DE METALURGISTA Y LA DE INGENIERO DE MINAS. 325 ría, éste á su vez es el lenguaj= apropiado para transmitir sus ideas; y no se concibe que un metalurgista que tiene que em- plear toda clase de aparatos mecánicos, y servirse de cons- truecciones de todas clases, ignore esa aplicación tan importan- te de la geometría. Baste saber que en Europa todo operario de cualquiera industria relacionada con la construcción, como carpinteros, canteros, herreros, mecánicos, ete., conocen la geometría descriptiva, para que se encuentre absurdo que de la Escuela Nacional de Ingenieros salgan profesionistas que la ignoren. * - La Topografía pudiera parecer inútil para el metalurgista, así como el dibujo topográfico; pero no debe de olvidarse que este puede ser llamado para proyectar algún establecimiento metalúrgico, para dirigir su instalación, ó para levantar pla- nos de un conjunto de oficinas de beneficio; y en tales casos, si los procedimientos de alta precisión de topografía, saldrían sobrando, no así los métodos comunes de levantamientos de planos; de manera que esta es otra materia que el metalurgis- ta no debe de ignorar. Así es que del primer año de estudios del minero, el di- bujo arquitectónico es la única materia que no consideramos necesaria para el metalurgista. El segundo año de estudios del minero comprende la me- cánica analítica, las estrueturas de hierro con la carpintería y la esteorotomía, la física matemática y los dos dibujos del primer año. Y en el tercer año están la mecánica aplicada, la hidráulica, la estabilidad de construcciones, resistencia de materiales, y los dibujos arquitectónicos y de máquinas. De todas estas materias, solamente la física matemática y el dibu- jo arquitectónico podrían omitirse en la carrera del metalur- gista; pero no se concibe que este ignore por completo la me- cánica, la hidráulica, las aplicaciones de la descriptiva, la me- cánica aplicada á las construeciones y el dibujo de máquinas. Y aun la física matemática, si como he sabido, su estudio 326 Josf C. HARO, consiste en el de la electricidad, tampoco se debe de ig- norar. Aquí debo de manifestar que en los treinta años que lle- vo de ejercer la carrera de Ingeniero de Minas y Metalurgis- ta, diez de ellos los he pasado al frente de haciendas de bene- ficio, y durante ese tiempo he tenido que ocuparme no solo de metalurgía especial, es decir de la parte esclusivamente química del tratamiento de los minerales; sino también, y de una manera constante, de asuntos de mecánica, de construe- ción, de resistencia de materiales, de levantamiento de planos, de nivelaciones, de dibujo de máquinas, ete. Cómo hubiera yo podido atender á ocupaciones tan variadas, si solo hubiera te- nido los escasos conocimientos que hoy se exigen á los meta- lurgistas? Recuerdo aún que en una de las haciendas que tu- ve á mi cargo, el consumo de combustible semanario era de 75 á SO toneladas, que al precio de $25.00 que entonces cos- taba la tonelada de carbón puesta en la hacienda, representa- ba un desembolso de $2,000.00 por semana; es decir la utili- dad que debía tener la hacienda. Fué pues, necesario hacer un estudio detallado de la producción de fuerza motriz, que motivó el cambio de calderas, la construcción de una chime- nea de tabique de 40 metros de altura, y la instalación de una nueva máquina de vapor; con todo lo cual se logró dis- minuir el gasto de carbón á menos de la mitad. Y en casos semejantes se encuentran hoy día todos los compañeros dedi- cados á la profesión. Coneretándome ahora á los estudios especiales que la ley exige al metalurgista, se ve con toda evidencia que esta no ha tenido en cuenta más que los conocimientos de química ne- cesarios para el tratamiento de los minerales; y que quien ideó el plan actual de estudios, ignoraba por completo las exigen- cias de la metalurgía. Lógicamente la metalurgía puede dividirse en “general” y LA CARRERA DE METALURGISTA Y LA DE INGENIERO DE MINAS. 397 “especial;” y ya tengo dicho que así la consideran todos los autores. Es natural que primero se estudien los procedimien- tos generales empleados para el tratamiento de los diversos compuestos de los metales, y que después se estudie en lo particular el beneficio de cada uno de ellos, y los variados pro- cedimientos empleados en la industria para conseguir los fines deseados. Entre los conocimientos de metalurgía general, deben de entrar el de los múltiples aparatos de granceo y de molienda, como son las quebradoras de quijada, los cilindros de granceo, las baterías de mazos, los molinos chilenos, los de tubo, ete.; los aparatos de clasificación, los de concentración, los ventila- dores para el soplo de los diversos hornos, las bombas de to- dos sistemas, ete., ete.; y como todos los aparatos menciona- dos requieren una fuerza motriz, el estudio de la metalurgía general debe ser posterior al de la mecánica en todas sus apli- caciones. í Igualmente la construeción de estanques para agua ó la- mas, la de los hornos, chimeneas, edificios de todas clases, ete., requiere también el conocimiento de los diversos proce- dimientos de construeción, y el cálculo de la resistencia de los materiales empleados. Por consiguiente la práctica general que durante seis me- ses se exige á los alumnos de metalurgía, se reduce á bien po- ea cosa, si se piensa que los estudiantes solo irán á ver en gran- de, las operaciones químicas que en los libros de estudio están condensadas en pocas hojas, y reducidas á unas cuantas reac- ciones químicas; puesto que todo lo demás que encuentren en las haciendas de beneficio y fundiciones, no tendrá para ellos ninguna importancia práctica, ignorando los fundamentos de Na carrera, y autorizados por la ley que deberá de expedirles el título de metalurgistas. Así pues, creemos haber demostrado que de ninguna ma- 328 JosÉ C, Haro. nera ha sido justificada la separación de las carreras del in- geniero de minas y la del metalurgista; y solo queda por re- solver la tercera pregunta que desde el principio planteamos y que es la siguiente: 3% ¿Conviene que las cosas sigan como están, ó debe de modificarse el plan de estudios y en qué sentido? Todo lo asentado en las líneas anteriores resuelve la pri- ra parte de la pregunta. De ninguna manera y por ningún mo- tivo es conveniente para la sociedad, que nuestros metalurgis- tas salgan de la Escuela con conocimientos tan deficientes. La prueba está hecha ya; y ella demuestra que los mismos jóve- nes, que no tienen más criterio para juzgar la importancia y bondad de la profesión, que el plan de estudios vigente, han considerado la metalurgía como una carrera sin valor, y en la cual nunca podrán prosperar, puesto que hasta la fecha no existe ningún metalurgista de cuño nuevo, permitiéndoseme el término. Tengo la creencia que no hay un solo ingeniero de minas que no se haya ocupado en más ó menos escala de asuntos de metalurgía; y es de esperarse que los que han obtenido su tí- tulo con posterioridad á la separación de las dos carreras ten- drán el buen sentido de completar por sí solos los estudios de metalurgía, para poderse ocupar también de ella, corrigiendo de esa manera el vacío de la ley. De no seguir las cosas como están, no caben pues más de dos soluciones: ó se establece la carrera de metalurgista com- pleta, con todos los conocimientos que hoy le faltan y que ya he mencionado, ó se vuelve al antiguo régimen, uniendo la in- geniería de minas con la metalurgía.- Si se optara por lo primero, tendríamos dos clases de pro- fesionistas que no se diferenciarían sino en una sola materia: la explotación de minas para los mineros, y la metalurgía pa- ra los metalurgistas; y francamente no hemos llegado á ese LA CARRERA DE METALUEGISTA Y LA DE INGENIERO DE MINAS. 329 grado de adelanto; debiendo advertir que ni en les naciones más cultas se encuentra esa subdivisión. No queda pues más de la solución última que sería la más acertada, y que es de esperarse se tome en consideración por las personas que tienen á su cargo el importante ramo de la enseñanza profesional, si.alguna ocasión llegaren á sus manos estas mal trazadas líneas. México, Abril de 1910. Mem. Soc. Alsate. México. e T. 29. (1909-1910) —42 á h % y AN « y >) " mes h ea Ed pon * Ma A PR p A A OO Jl aa a Al AA A Yuen cevrid, p y ' 5 Y o > A 4 í S Md Ai RS, LUPITA 7 ñ A > ME OE R O AO ESA ES cid Mm to, ar E apodado er a os rd AS ET El AGA ra AO yla BOU ¿ de De z EA A 3 od “MITA v ” A h va: EY OI eo SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRBES, T. 29. 331 SUR LES OXIDASES SILICIQUES ARTIPICIELLES, PAR A. L, HERRERA, M. $. A. (Séance du 2 Mai 1910). On sait que Bertrand et Petit ont synthetisé les oxydases par fixation d'un sel de manganése sur P'albumine séche. Or, Jai observé que plusieurs des propriétés physico- chimiques de Palbumine d'ceuf sont dues á leurs sels et composés organi- ques siliciques. La coagulation, par exemple, est analogue á celle de la silice colloide renfermant du chlorure de sodium et soumise A Pinfluence de la chaleur. Le coagulum, de méme que celui de lalbumine, est soluble dans Peau alcaline á 15000 ou aprés une ébullition de 30 a 40 heures, dans eau pure. On trouve la silice dans les cendres de Valbumine et des diastases. Par conséquent, j'ai eu Vidée de synthétiser les oxy- dases de Bertrand par la silice et un sel de manganése, né- gligeant d'une maniére compléte les substances organiques. EXPÉRIENCES. N? 1288. 18 Mars. 1910.—On précipite une solution de silicate de sodium par le chlorure de manganése et on lave sur le filtre jusqwá non précipitation par le sulphydrate. Le fil- 332 A. L. HEREERBA. trat donne du vert avec la teinture de gaiac, si 'on ajoute le silicate de manganése humide. Mars 21.—Le precipité adhérant au filtre donne du bleu “ avec le gañac. N? 1290. A.—Silice colloide........ 5 e. e. EE IPS A, " 5e. ce. Mn Cl? C:—HEPO0 distillés:-..2:--. 5 e. e. D— ,, po NAS 5 e. e. + Mn Cl? On ajoute 1 c* de solution de Mn C1* a 1% en B et en D. On ajoute a A, B, C, D de la teinture de gaiac. Sur le champ coloration bleu obscure en B. Ce résultat indique que les granules de silice colloide ont absorbé le Mn C1” et activé la réaction. N'* 1295. Mars 26. Lavage sur le filtre jusqu'á non précipitation par le sulphy- drate. La silice donne une coloration intense avec le gañac. 0,02 de silice et 5 e. e. de H*0”: Mars 28.—Décomposition active. ” 29.— ” ” ” 30.— ” ” ” 31.— ” ” Ayril 4.— y ES N> 1296. Mars 28.—On ajoute du Mn C1' pulverisé sur SUR LES OXIDASES SILICIQUES ARTIFICIELLES. 333 le silicate de sodium+-H*0?. Plantes de Traube (Fig. 1): les bulles Voxygóne brisent les parois des pseudo—phytes. N* 1297. Mars 29.—On ajoute de Peau oxygenée au si- licate de sodium et Mn C1* en cristaux. Production de pseu- do—phytes de Traube remplies de bulles doxygéne. Il y a parallélisme de la croissance, de la morphogénie et de la fer- mentation. Des bulles d*oxygéne entraínent le silicate de manganóse gélatineux. (Fig. 2). N* 1299. Mars 30.—Silicate gélatineux de manganése, fin, lavé 2 jours sur le filtre. Décompose activement H*0?. Les flocons entraínés par les bnlles arrivent á la surface de la li- queur et forment une espéce de voile de fermentation. (Fig. 3). N?* 1302.—Du silicate de manganése est mis en macéra- tion avec un excés de silicate de sodium sirupeux. Dissolu- tion, On filtre et dyalise pendant 20 heures, aprés dilution et addition de HC1. Le silicate de manganése colloide ainsi ob- tenu décompose H*0”. De la méme fagon on devra préparer Vautres ferments et des silicates terreux ou métalliques, dont la coagulation par les sels donne des amibes et des globules pseudo—vivants. Probablement, dans la nature, l'eau alcaline, de la décomposition des feldespaths aura aussi une action dis- solvante sur les silicates terreux et métalliques. J'ai observé en outre que la potasse a une action dissolvante sur ces sili- cates plus intense que la soude. N* 1304. Avril 8.—Oxydase de silicate de manganése fin, préparée aveo: Silicate de sodium sirupeux....... 10 gr a 100 ,, EOS LU PA TO A o de 100 ,, Précipitation et lavages. Dessication. 334 A. L, HERRERA. On prend de cette oxydase ......... 0,05 Bam SHE AS 7 II MO 40,00 aa OXy gone io A 5,00 On place dans le flacon d'un uréométre, a 10*20, jusqw'a 120. : Dégagement Voxygéne........-.- 10 e. e. 'C'estrá-dire que 0,05 de cette ozydase présentent une ac- tivité considérable. Le dégagement d'oxygéne a persisté pendant quelques jours. Je vai pas eu le loisir nécessaire pour comparer ces oxyda- ses avec les ferments de Bredig et Bertrand et pour instituer des expériences sur des animaux et des malades, L'empoisonnement des oxydases siliciques par Piode et .le sulphydrate d'ammoniaque exige le coneours de quelques jours. Introduites dans Porganisme elles ne seront pas em- poisonnées par les toxines ou microbes, au moins d'une ma- niére subite, et cette cireconstance présente un grand intérét. CONCLUSIONS. 1? Les silicates de manganese présentent les deux pro- priétés principales des oxydases naturelles: coloration bleu avec la teinture de gaiae et décomposition de l'eau oxygenée. 2% On obtient des oxydases synthétiques de Bertrand sans albumine, á Vaide de substances inorganiques, 3 Les formes artificielles de plantes produites par Traube et, en général, limmense série de structures organoides pro- duites par Harting, Rainey, Vogt, Leduc, les fróres Mary, He- rrera, Kuckuek, etc., présenteront, en outre des similitudes Mem. Soc. Alzate. T. 29, pl. XIX. = es Silicate gélatineux de manganese, fin, lavé 2 jours sur le filtre: dé- 5 0) composition active d'eau oxygénée. Oxydase. Zeis q + > * 1d P j í 2 4 E Silicate de soude+ H0»+Mn Cl... Coucordance du plasmoge- nie et fermentation. LS SUR LES OXYDASES SILICIQUES ARTIFICIELLES. 335 morphologiques, structurales, physiologiques ---... des simi- litudes chimiques au cas oú Pon ajontera aux silicates des tra- ces de sels de manganése. 4o La vie ne saurait avoir une base physique (colloides inorganiques) et une base chimique (albumine). Il se peut que les gels inorganiques soient la base des diastases, agents de Pactivité chimique de la cellule. Mexico, le 29 Avril 1910. HR A EN HOR adi Ad val PoR apa qu) WRIEA TIT y 158% Fa Y Maio E: pu OMA VA VIA 15:14 4H , ek 0 20% SOCIETÉ SCIENTIFIQUE ,, ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRBES, T. 29. 337 APA Algunas. causas que infloyen en la variación del censo en León. POR EL PROF. MÁRIANO LEAL, M. $, A. (Sesión del 6 de Junio de 1910). Para completar nuestra nota de mayo del año anterior so- bre fluctuación de la población y sus causas principales en esta ciudad, según nuestro entender, damos hoy este trabajo que tendrá su valor relacionándolo con su tronco. Como para el anterior tomamos nuestros datos de naci- mientos, de los curatos, por las razones expuestas ya. Aplicada la regla al caso de 1909 para llegar á obtener un quinquenio nuevo y poder hacer la comparación por quinque- nios completos, le encontramos un número total de habitan- tes igual á 81,667, muy bajo, comparable á los anteriores, á 1873, 1874, 1889, 1893 y 1897; pero queriendo, como dejamos dicho, hacer la comparación por períodos que pueden estimar- se como regulares, hemos reunido los. datos del período en grupos de á cinco años, dando principio con el de 1865 á 1869 y obtenemos los resultados siguientes, es decir que se encuen- tran en el cuadro adjunto, donde hemos hecho figurar algu- nas comparaciones que pueden tener alguna importancia, En la gráfica salta más á la vista el camino que deseamos sea considerado: se observa un aumento continuo de 1865 á Mem. Soc, Alzate, México. T. 29, (1909-1910) 43, 338 - MARIANO LEAL. 1884; sigue un descenso también continuo hasta 1894, es de- cir en diez años, para volver á elevarse hasta 1904, desde don- de vuelve el descenso sostenido. ñ 1810-74 120,000 110,000 Jo0,o00 %a,0o0o 30,000 o Queriendo ver si se podía tener alguna regla que nos per- mitiera predecir los aumentos y bajas sólo nos encontramos con lo siguiente, que puede estimarse como la causa de la va- riación: el primer aumento, es decir, el de 1865 á 1884 con- cuerda con la llegada del Ferrocarril Central y mantenimiento de fin de línea en esta ciudad, lo que le trajo un progreso que fué pasajero; en el primer descenso está comprendido el año de 1888 en que tuvo lugar la inundación de la ciudad, vino es- casez de ciertos elementos y por consiguiente hubo emigra- ción, uniéndose á lo dicho la prolongación de la vía férrea y por consiguiente la terminación de estación final. Pasados los efectos de la inundación vuelve el progreso y el aumento que EL CENSO EN LEON. 339 se sostiene hasta 1904; viniendo luego descenso continuo, que bien se puede explicar por los efectos de la crisis gene- ral y por la emigración hacia los Estados Unidos de mucha de nuestra gente de campo. Muy probable es que viéndose el mal trato y las decepciones que por allá se experimentan se remedie el mal y terminando los efectos de la crisis vuelva el aumento de la población que hasta hoy no se hace sensible; pero que sin embargo nos acusa un censo mayor que los de los primeros años de nuestro estudio. Muy mucho deseamos llegue el recuento de octubre próxi- mo y conocer lo que dé para podernos pronunciar definitiva- mente sobre el valor de la regla. Censo de León en 1909, Parroquia del Sagrario.. 2,090 Nacimientos.. < Parroquia del Coecillo... 514 Parroquia de San Miguel. 336 A 36 por mil habitantes, hacen un total de 81,667, Comparaciones. Censos. Diferencias. e Promedio de 15 años.... 106,352 En el año de 1909... -.. 81,667 24,685 Promedio de 45 años.... 106,352 Promedio de 1905 á 1909. 115,139 8,787 Promedio de 1900 41904. 117,744 Promedio de 1905 4 1909. 115,139 2,605 Promedio de 1880 á 1884. 115,150 Promedio de 1905 4 1909. 115,139 11 Notable por verificarse á los 25 años justos. 340 MARIANO LEAL. Por años. Años. Censos. Diferencias. 397411.) HON SA oy DIR 11,000 1889.. NI e a es 13,888 1003. 5638 2 3,971 oeste IEA 14,740 En los años de 1864, 1866, 1867 y 1868 el censo fué infe- rior al del año actual; en los demás superior, oscilando entre 102,028 el año de 1879 y 131,972 el de 1903. Por quinquenios. De 1865 4 1869..... 81.267. ... 33.872 De 1870 41874..... Sn 18.678 De 1875 4 1879..... 1O0NSDG RES: 5.333 De 1880 á 1884. ... 115.150..... 11 De 1885 á 1889..... 114.661. ... 478 De 1890 4189%..... 104-189 24 950 De 18154 13997 AOS O 7.122 De 1900 á 1904..... VNIA E 2.605 - De 1905 4 1909..... ADO E de León, Mayo de 1910. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '**ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29. 341 NOUVELLES FORMES ORGANISEES ARTIFICIELLES PAR ALBERT et ALEXANDRE MARY, (Note présentée par M. A. L. Herrera, M, S. A. Séance du 6 Juin 1910). Il West pas douteux que toute cellule organisée est due á la formation d'une membrane précipitée autour 'un cristal. lite salin, ou Vune gouttelette acide, dans une solution. L'al- bumine, étant donnée complete, c'est-á-dire impregnée de sels et de sílice, se peuple spontanément de leucocytes et de phago- eytes dés qu'une cause quelconque y détermine la production de molécules d'acide formique, ou de formiates. Lies molécu- les formiques coagulent autour delles la membrane de la jeune cellule. L'ovule se forme de la méme facon. La fusion de la vésicule de Purkinje avec celle de Balbiani détermine une double décomposition chimique, donnant naissance á un for- miate; ce formiate, cette particule saline microscopique, donne naissance, par simple précipitation, á une membrane vésicu- laire: Povule est né. Le spermatozoide renouvelle le composé formique ayant perdu de sa vigueur. Dans la fécondation par le gaz carbonique, il-y-a encore production d'un formiate, car l'eau, le gaz carbonique et le potassium (tous les liquides organiques en contiennent) don- nent naissance á des eomposés formiques. 342 ALBERT ET ÁALEXANDRE MARY. Ainsi tout Porganisme se construit par des procédés analogues a ceux de la plasmologie expérimentale. Ce sont les observations du docteur Garrigue qui nous ont mis sur la voie de cette importante découverte. . Dans Vorganisme déja construit, le sang este liquide plas- mogéne par excellence. 1l-y-a plusieurs types de sangs. Dis- tinguons: 1? Le sang á base de fer (vertébrés). 2? Le sang á base de cuivre (céphalopodes). 3? Le sang á-base de manga- nése (mollusques). eo Les métaux indiqués sont dits respiratoires. 1ls permettent la combustion vitale. En prenant pour substratum un ferro- eyanure ammoniaco-silicique, et pour nucléole un sel de fer (sulfate ferrique) on obtient des résultats sur la nature des- quels toutes nos études ont jusqu' ici porté. . Notre but, présentement, est de faire connaitre qu un nu- cléole cuivrique, dans un milieu ad hoc, reproduit également des formes organisées. Ces formes sont brunes, deviennent violacées comme le pigment du sang des céphalopodes,. lors- qwWelles restent longuement exposées a Pair. 4 Pour les obtenir, on prend un mélange des trois o suivants: eau de mer; ferrocyanure de potassium; trartrate de sou- de. On sóme dans ce liquide complexe des cristallites de sul. fate de cuivre. Il: se constitue de magnifiques amibes finement granuleuses. y Les noyaux sont trés apparents, Le mode: de gónération de ces pseudo-cellules est la gemmation. De gros bourgeons, restant attachés á la cellule-mére, se forment pendant.la pre- miére heure. Il se dévoloppe aussi de petits bourgeons super- ficiels ayant tout Paspect de nouvelles cellules et qui faisant Vabord partie des éléments primitifs, conquiérent, en 48 heu- res, une indépendance totale: La génération par bourgeonne- ment, s'explique trés, facilement, Le centre du cristal qui sert de nucléole 10 en méme A 3y? “OLA mo op OA ADOL19] 9P S9[[9L9Y LLL SOTO) “unn pos 9p 0110) np esuodo1d uo L9UL 9 UBO [| SUBP SLAM 9p AIMUBÁDO.LLO] 9P S9/[919Y 18 S9[0[[97) "9JUZ[Y 908 WS]Y Mem. Soc. Alzate. 129 PL XXI Bourgeonnement des cellules artificielles Légende.—Fig. 1: les produits du bourgeonnement restent réunis en série linéaire. Fig. 2, Stade de début du bourgeonnement Fig. 3: la cellule-mére et ellule-fille se sont séparées.—c, e”, e”, centres hypertoniques successifs de diffussion; m, membrane précipité zónes de diffussion. VAS li led $ 7 Y Abe HA A í A NOUVELLES FORMES ORGANISÉES ARTIFICIELLES. 343 temps le centre des zones de diffusion du précipité qui cons- titue le corps cellulaire. Ces zones de diffusion sont donc assimilables á des sur- faces sphériques concentriques. Mais, la membrane osmotique précipitée qui limite la cellule artificielle n'est pas une ré- sistance uniforme. Elle est sensible á la rupture, sur des points de moindre résistance. Le point médian de toute ligne idéale de rupture devient, pour la matióre nueléaire saline qui cherche 4 s'échapper á Vexterieur, un nouveau centre de diffusion dans la solution gónératrice. De ce centre partent de nouvelles ondes sphériques con- centriques, donnant naissance á un bourgeon qui grossit, jusqu'au moment oú il se reproduit lui-méme par le procédé quí vient d'étre indiqué. Des séries entiéres de bourgeons peuvent naítre de cette maniére. Si la tension, ou la disten- sion superficielles sont assez fortes, suivant les cas, les bour- geons se séparent les uns des autres. Dans le cas contraire, ils restent associés, imitant le thalle de la levúre de biére et des autres champignons inférieurs. Les explications qui viennent d'étre données sont parti- culiérement vérifiables sur les fausses cellules cuivriques. Mais elles rendent intelligibles une foule de phénoménes ana- logues étudiés sur d'autres préparations, et elles sont applica- bles á un leucocyte naturel qui bourgeomne, et dont le for- miate nucléaire cherche une issue au-dehors par un hiatus de la membrane dVenvoloppe distendue par les forces osmo- tiques. PAN YA . los A Y NAS ATA ab AAN FA: A Al 7 di Ñ ei W > 2 20 LINA E e Ar A aia dliatiió pd cago iio A UI epi DS BO pea E LA IA adioa ea bo ATREA Ma Pi EA obH IAS pes Fdo Io REN «$ ep 2 > Eres A Ed ART Aro Die END 42 PA AN ¿Lp % ATA inf Mn dl » SociéTÉ SCIENTIFIQUE '' ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29. 345 NOTAS ACERCA DE XOCHICALCO POR EL LIC. RAMON MENA, M. $, A. (Sesión del 6 de Junio de 1910). BIBLIOGRAFIA DE XOCHICALCO. En los “Tres Diálogos Latinos ó México en 1554,” de Cervantes Salazar, reimpresión de Icazbalceta, 1875, se hace alusión á Xochicalco en el tercer Diálogo. Otra cita referente á Xochicalco, nos la proporciona Saha- gún, hacia 1569, en su célebre “Historia de las Cosas de Nueva España” y con la siguiente frase: “ -- ....las ruinas de Xo- chicalco, que se encuentra en los confines de Quauhnahuac,” nos enseña que ya en el siglo XVI, el monumento estaba re- ducido á ruinas. El P. Durán en su obra, “Historia de las Indias de Nue- va España,” 1590 (Cap. III, págs. 27 y 28, ed. del Museo Nacional) dice, refiriéndose á la manera como los mexicanos fortificaron el cerro de Chapultepec, que éste ha de haber pre- sentado un aspecto semejante al de Xochicalco. La primera descripción formal de Xochicalco y segura- mente la primera visita á las ruinas, con un fin cientítico, son las del distinguido polígrafo D. José Antonio Alzate, cuyo Mem. Soo. Alsate. México. T. 29 (1909-1910)--44 346 RAMON MENA. nombre lleva con legítimo orgullo esta Sociedad. (Gacetas.— 1791, Supl.) El P. Márquez en su “Due antichi monumenti di archi- tettura Messicana.”—Roma, 1804, da una buena descripción del monumento. El Barón de Humboldt, en “Vue des Cordilléres,”” ed, de 1816, vol. 1, págs. 129 4 137 y lám. IX del Atlas, describe Xo- chicalco. Nebel, en su Viaje Pintoresco, 1835, describe la lámina. Branz Mayer, “Mexico asitwas and as it is” 1844, pág. 178, hace una completa descripción del monumento y sus cer- canías. Kingsborough. Robertson, en su obra, vol. 111, nota XXXIX, vol. IV, ha- bla: de do 2 un templo cerca de Cuernavaca, en el camino que va de México á Acapulco.” También el Capitán Dupaix, vol. VI, pág. 430, se detiene ante Xochicalco. E Taylor, en “Anahuac,” cap. VII, pág. 186, hace estudio de las ruinas ya mencionadas. Orozco y Berra, en su clásica “Historia de la Conquista,” vol. 2, pág. 369-70;1880. consagra algunas importantes líneas al célebre monumento. D. Alfredo Chavero, en el tomo 1 de “México á Través de Siglos,” se ocupa en el estudio arqueológico de Xochicalco. Batres en el periódico “La Nature,” volumen correspon- diente á 1886, segundo semestre, dedica pocos párrafos á gra- bados, de fotografía directa de las ruinas. El arqueólogo D. Cecilio A. Robelo, publicó una completa descripción del monumento, en el periódico “La Semana,” de Cuernavaca, año de 1887, En 1888 y en la misma ciudad im- primió un tolleto con la descripción citada. El Dr. Antonio Peñafiel, en su obra capital “Monumen- tos del Arte Mexicano Antiguo,” Berlín, 1890, produjo un es- DETALLES DE CONSTRUCCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALCO. 347 tudio original y de recopilación, acerca de Xochicalco, profu- samente ilustrado. El mismo, publicó un estudio militar de Xochicaleo, por el Teniente Juan B. Togno, 1892, Ed. Secretaría de Fomento. El Dr. Ed. Seler, en “Gesammelte,” vol. II, 1908, Berlín, hace el estudio arqueológico de los relieves de Xochicalco. La Srita. Adela Breton, publicó un artículo ilustrado con fotografías y pinturas tomadas directamente, para una publi- cación americana de etnología. U. S. A. 1908, El último estudio que conozco, relativo 4 Xochicalco, es del Dr. Peñafiel, en su “Ciudades Coloniales.” Estado de Mo- relos. 1909, Tip. y Fot. del Ministerio de Fomento. Humboldt, Nebel, Orozco y Berra y Chavero, no conocie- ron de visu las célebres ruinas. Excursiones de carácter científico á las ruinas de Xochi- calco, se cuentan: La del P. Alzate en 1791; la del Dr. Peñafiel en 1887, ba- jo los auspicios del Ministro de Fomento, General Carlos Pa- checo (en esta excursión se contó el Dr. Seler); la organizada por el E. de Morelos, 1888, presidida por el Ing. José C. Se- gura y la organizada por el Museo Nacional, er Marzo de 1909, presidida por el autor de este nueyo trabajo. 348 RAMON MENA. Detalles de construcción del Monumento de Xochicalco, Conservo en cartera algunos apuntes de la excursión que con mis alumnos de Arqueología hice en Marzo del año ante- rior á las ruinas del interesantísimo monumento arqueológico de Xochicalco, región de los tlalhuica, en el actual Estado de Morelos. Cualquiera que sea la importancia de estos apuntes, tie- nen la de haber sido tomados frente al monumento, antes de que fuera reconstruido, perdiendo su originalidad y sufriendo en su simbolismo. El teocalli propiamente dicho, está levantado sobre la pla- taforma de una eminencia artificial en el Cerro de Xochicaleo y que constituye el patio, de la forma y dimensiones que se expresan en la fig. 1. Este patio estuvo cubierto de ladrillos, según el P. Alzate ó de adobes, según el Dr. Seler. Ambas opiniones parecen inadmisibles, porque no las confirma la ex- ploración y por que lo común en estas construcciones, era el revestimiento con lajas ó con un mortero comparable al hor- migón. Yo encontré una superficie plana de tierra apretada. El núcleo de la construcción era un montículo de canto ro- dado, texcaltetl (piedra negra con infiltraciones de sílice) y lo- do; las soluciones de continuidad, fueron rellenadas con grava y lodo; las caras del montículo, afectando aquellas que había de tener el monumento, fueron aplanadas con grava y morte- ro de cal y arena de barranca, en gran proporción la primera. Sobre tales superficies fueron colocados directamento los blo- ques de piedra ya cortados, andesíticos unos y de arenisca otros, arrancando directamente del suelo y sin cimiento, pues 2 decímetros de tierra floja que ocultaba dicho arranque, fue- ron llevados indudablemente por los agentes exteriores. - DETALLES RE CONSTRUCCION DEL MONUMENTO DE XOOHICALCO. 349 La dimensión media de los bloques es de 1 metro de lon- gitud, 60 centímetros de latitud y 40 de espesor; los de las es- quinas, son más grandes que éstos. Entre unos y otros, no hay lodo ni mortero y están colocados de tal modo que hacen un amarre fuerte, Fig. 2. Tengo por inconeuso que los bloques fueron esculpidos después de colocados, asílo confirman las líneas del dibujo y las fallas del lapidario, entee uno y otro bloque, fallas corregidas con pequeños bloques ó con mortero que completa la piedra desportillada. Esculpidas las caras, recibieron una imprimación blanca, de cal y creta, especie de estuco, sobre el que fueron aplica- dos colores, de los que quedan huellas ciertas de rojo, verde, azul, amarillo y negro. Aquí cabe advertir que se conservan fallas ó enmendaturas del pintor, por las que se ve, que colo- cado un color por otro, se le recubrió con laimprimación blan- ea y sobre esta se colocó el color definitivo. Esto proporciona un dato de factura y hace ver que no hubo en Xochicaleo su- perposición simbólica de colores, El Dr. Seler creyó que el cuerpo del monumento era hue- eo y que comunicaba con cámaras subterráneas. Hay en el nú- eleo dos excavaciones, de adelante á atras, hechas sin cuida- do y con el fin de buscar t»soros imaginarios, estos hoyancos, hechos en la época de Maximiliano, contribuyeron á la caída del segundo cuerpo, visto aún por el P. Alzate. Precisamente los hoyancos me enseñaron que el núcleo fué macizo y me ministraron detalles de construcción. La altura del primer cuerpo, basamento propiamente dicho, es de 3 metros 89 y la del segundo, de 1 metro 68, por mane ra que la altura total dei teocalli, en Marzo de 1909, era de 5 metros 57; la inclinación del talud del basamento, 73 grados y la del segundo, 66 grados 70; El paseadero que hay entre la corniza del primer cuerpo y el talud del segundo, es de 47 centímetros. 350 RAMON MENA. De las 4 caras del teocalli, la que mira al poniente, lleva al centro la escalinata de acceso, entre dos ancones que avan- zan y que están esculpidos en sus caras externas, llevando en el pasamano relieves ornamentales de escama de culebra. Se conservan los primeros peldaños de Y metros 53; 40 centímetros de peralte y 30 de huella. Un explorador alemán, asignó á la escalinata 15 peldaños, el Dr. Seler, 11 yo le se- ñalo 13, tomando una base absolutamente ritual. El primer peldaño, lleva al centro y adelante un pequeño sillar que hace presumir estuvo la escalinata dividida, lo que parece tener confirmación en el hecho de haber sido adoradas dos deidades en este Teocalli. Dos deidades fueron adoradas en el Gran Teocalli de Te- nuehtitlan y tuvo su escalinata dividida en dos. El P. Alzate, en 1,791, cuando visitó las ruinas de Xochi- calco, tuvo informes de ancianos, asegurando que el teocalli tuvo 5 cuerpos. Los Doctores Peñafiel y Seler, dan solamente 2 cuerpos á la construcción. La solución de este problema es extraña á la índole de las presentes líneas; más no creo ocioso apuntar que la observación de pinturas y alfarerias tlalhuicas en lo concer- niente á casas de Dios, proporcionarán la última palabra. La altura media de los relieves de las caras del Teocalli es de 6 centímetros; la del cuerpo de los grandes cipactli es de 1 decímetro. Todo el material empleado en el monumento, existe en su comarca: el canto rodado, la arena y el agua en las barrancas inmediatas; la piedra calcárea y la creta, en las cercanías de Apatlasco, no lejos de Tetlama; rocas andesíticas, en el Te- yotzin, al N. E. del monumento y cinabrio en las minas de Cuintepec y Tepeyoculco, 6 kilómetros al W. de Tetlama. México, Junio de 1910. DETALLES DE CONSTRUCCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALCO. 351 Las Fortificaciones, Como 6 kilómetros al S. de Cuernavaca, está el cerro de Xochicalco, de caliza, con una altura de 117 metros sobre el llano y de 1,585 sobre el nivel del mar; tomada ésta sobre el - teocalli. De la base á la cima, se encuentra un ancho foso no muy profundo, rodeando el cerro unos 4 kilómetros é interrumpido al N. E. por un maciso á manera de puente que conduce por ancha calzada al castillo; de estos dos monumentos hablaré adelante. Salvado el foso, una serie ascendente de paseaderos y ta- ludes, cortados en las mismas vertientes del cerro, lo rodean. Las dimensiones de esta gran gradería, son diversas y cada ta- lud tiene revestimiento de piedra pequeña, cortada en una ca- ra. Á manera de contrafuertes, hay á grandes trechos mon- tículos piramidales de caras revestidas como los taludes y que semejan bastiones. Prosiguiendo la serie de paseaderos ó terrrazas, se advier- te que el ascenso es en espiral. De arriba á abajo, el primer talud es irregular, según se ve en el perímetro de la fig. 1. En los taludes al N. del Teocalli, hay abiertos subterra- neos, de paredes revestidas de piedra de cal, piso de hormigón y que presentan puertas trapezoidales de piedra gris, actualmen- te (1909) tapadas y que es posible comuniquen unos subterra- neos con otros; 7 contó la excursión del E. de Morelos. A uno de ellos fueron Maximiliano y Carlota y para que pudieran pasar cómodamente, fué mandada ampliar la entra- da y colocar dos peldaños, destruyendo el pavimento, acto de barbarie que presagiaba la era de las reconstrucciones arqueo- 852 RAMON MENA. lógicas. Este subterráneo , de paredes onduladas como el cuer- po de una serpiente, sigue de N. á S. como con dos metros de claro y 1.75 de altura y después de casi 20 metros se llega á un lugar en que el techo se amplía y eleva, la ampliación es como un casquete hemiesférico que se va estrechando en tubo de chimenea; tanto el casquete como el tubo llevan revesti- miento de piedra pequeña cortada, se les llama vulgarmente las “chimeneas”, porque hay otros. 'Dogno los estima comuni- nicaciones entre fuerzas colocadas en las terrazas y en el teo- calli y otras de reserva Ó para sorpresas, en los subterráneos, es decir, les atribuye un objeto exclusivamente militar. Se les ha tomado también por ventilas de los subterráneos y si tales usos tuviera, no hay que perder de vista el meramente astro- nómico, dadas las referencias astronómicas que arrojan los je- roglíficos del teocalli y la facilidad de observación en esa es- pecie de telescopios con su cámara obscura en el subterraneo. Togno le da á la situación y terrazas de Xochicalco un al- to valor estratégico, las considera inexpugnables y crée que aun podían ser artillados, pues la disposición responde á los conocimientos clásicos actuales del arte de fortificar. El teocalli está ligado por una calzada, al castillo: la cal- zada tiene el tipo de una vía romana, es muy ancha y sigue la pendiente de un cerro, hábilmente suavizada; grandes lajas de superficie plana y contornos no picados, sirven de sólido pa- vimento; el ascenso no es fatigoso. La calzada es, pues, un gran monumento, único en su género. (Figura 5). El Castillo, así se le llama á la fortificación piramidal de una base y dos cuerpos en la que remata la Calzada y que do- mina perfectamente el teocalli y las fortificaciones hacia el S. W. Por el talud superior del Castillo, hay fragmentos de si- llares andesíticos con restos de pintura roja; se encuentra tam- bién un block de ornato y que parece una flor estilizada. Aun cuando el teocalli encerraba en sus relieves toda una DETALLES DE CONSTRUCCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALCO. 353 Cosmogonía y dos grandes y veneradísimas deidades, aun cuando su factara y sus colores hicieran de él riquísima joya del arte tlalhuica, no cabe pensar que se le rodeara de un ver- dadero lujo de fuerza, de poder, de resistencia, no; las fortifi- caciones de Xochicalco, responden á una defensa nacional ¿de quién? de las poderosas tribus de lo que hoy es Estado de Gue- rrero, porque Xochicalco es un punto montañoso que franquea el paso al grapo de montañas de Guerrero. Singular idea, la de coronar los baluartes de la Nación con el templo de sus deidades, de su ciencia y de sus letras, lo más caro al corazón de los hombres! Y que los tlalhuica guerreaban con los de Guerrero, lo con- firma un mapa jeroglífico de Tetlama, visto por Alzate y del que, acaso es copia el que posée el Illmo. Sr. Plancarte, Obis- po de Cuernavaca, en su colección particular. Ahí, en el lugar que ocupa Xochicalco, hay dos indios combatiendo y que llevan estos nombres con letra española antigua: Xochicatetli, Xicate- tli, aludiendo el primero á la región de Cuauhnahuac y el se- gundo á la de las jícaras (xicalli) que es la de Olinalá y Aca- petlahuaya, lugares manufactureros, aun en nuestros días, de xicalpeteti, jícaras pintadas. Mem. Soc. Alsate. México. T. 29 (1909-1910)--45 354 RAMON MENA. Deidades de Xochicalco, Dos eran las deidades adoradas en el teocalli de Xochi- calco: Chicomexochitl y Chalehiuhtlicue, para decirlo de una vez: el dios de las flores y los mantenimientos y la diosa de los ríos y las fuentes. El P, Alzate, alcanzó á ver el primero hacia atrás y á la derecha de la plataforma que servía de piso al llamado segun- do cuerpo del teocalli; en la región, por aquel entonces, decían que era una silla (chimotlalli) y ese nombre le da el Padre; con efecto, el perfil del monolito trae el recuerdo de un ¿cpalli. La diosa fué arrancada de su sitio y llevada con otras piedras grandes á la cercana Hacienda de Miacatlán, con anterioridad á la excursión del Padre Alzate. El sitio es evidentemente, el paralelo al del anterior, pues no tiene otra explicación la colo- cación de éste. Fortuna y grande ha sido el que una y otra deidad no hayan sido destruídas. Corre válida la tradición de que los de Miacatlán bajaron á Chicomexochitl para llevárselo y que los de Tetlama se los quitaron por la fuerza y lo colocaron sobre la loma de “La In- dia”, nombre que tomó desde entonces; una partida de solda- dos franceses de la intervención, derribó el monolito y enton- ces sufrió las desportilladuras que presenta. Visto esto, los de Tetlama llevaron á la deidad y la colocaron en el atrio de la iglesia del pueblo, lugar adonde la vió y fotografió en 1909 el que esto escribe. Paso á esbozar el estudio arqueológico de ambas deidades: Chicomexochitl. Está esculpido en una roca andesítica muy obscura, sien- do muy notable el feldespato. Tiene 1 m. 90 de altura por DETALLES DE CONSTRUCCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALCO, 355 1 m. 08 de ancho, econ un espesor de O m. 40 arriba y Om. 41 abajo. Frente. Ocupa el centro un joven sentado á la oriental con las manos sobre las piernas; se raconoce el sexo por el max- tlatl que baja de la cintura y cae entre las manos; abajo, una fa- ja de 4 flores polipétalas y 5 frutos ó espigas; 3 de estos fru- tos hay en cada lado y siendo espigas de maiz (xilotl) se explica su presencia por la dependencia de Cinteotl con este Dios. Enmarcando el cuerpo del joven hay unas figuras en lo- sanges, que son estilizaciones del signo malinalli que tiene relación con Xochiquetzal, deidad femenina de esta en que me ocupo. A los lados de la cara hay dos grupos de 4 flores circula- res cada uno; arriba de la frente, hay una banda de 5 flores circulares que se continúa á los lados con una flor en cada uno: total 7 flores en la banda y esto da la lectura chicome, siete y zxochitl, for; que es el nombre del Dios. Sobre la banda que en- cierra este ombre, hay otra, ancha, y en ella aparecen 5 dan- zantes, danza característica de estas deidades; encima toda- vía una banda de flores y coronando esta cara, dos series de plumas, que parecen de águila. Perfil. Las caras laterales están ocupadas por una planta en flor, y arriba un pie entre 4 flores coronado por 2 flores, cireulares como las anteriores en un lado, y en el otro, no el pie, sino un conejo; uno y otro simbolismo, parecen referirse 4 la tierra florida. La planta florida, es emblemática de este Dios, y así apa- rece en el Códice Magliabechiano. Al relacionar esta deidad y sus simbolismos con aquellos de los relieves del basamento de su teocalli, veremos que re- memora á uno de los creadores del Calendario en la región de Cuauhnahuac, misma en que se encuentra el monumento en estudio. 356 RAMON MENA. Chalchiuhtlicue, Está esculpida en pórfido traquítico, pesa 109 k. 500 gr.; tiene de altura O m. 91, por 0. m. 41 de ancho y 0. m. 26 de espesor. Toda la cara anterior, está ocupada por una mujer joven, de pie; el sexo se reconoce en el traje caractarístico y en los senos; entre las manos, tiene la deidad un receptáculo. La ca-. ra aparece entre las fauces de una coatl, Ó mas bien cipactli, La diosa lleva grandes nacochtlis (orejeras). Hay un corona- miento superior de plumas. Por el tocado y por el vaso, así como por estar junto 4 una deidad de mantenimientos ó producción de la tierra, la he cla- sificado como Chalchiuhtlicue, la diosa femenina de Tlalloc y la indispensable para la producción de la tierra. Se sabe que esta diosa era adorada unida á otras que lo eran de mante- nimientos y no cabía otra cosa entre un pueblo eminentemen- te agricultor como el tlalhuica. ; Hacia el centro de la cara Oriente del Teocalli y en el fri- so hay una pequeña deidad que parece Xochiquetzal y en la cara interna de uno de los blocks que prineipia el llamado segundo cuerpo del teocalli, en la cara Poniente, ó sea la que lleva la escalinata de acceso, aparece una pequeña deidad que por sús grandes orejeras y llevar por tocado un apantli inverti- do coronado como de gotas, parece ser del agua; tiene el cuer- po cubierto de tiras de papel y reposa sobre 3 grandes plumas risadas; está bajo un guerrero de pie, del que se ven las pier- nas y los flscos del Chimalli. Las proporciones humanas de otras figuras de los relieves, aplicadas á estas piernas, podría dar el alto del resto del cuerpo y por tanto del block superior, acercándonos así fundadamente á la altura del techo del teo- calli. Cuanto al sentado á la oriental, del Chicomexochitl, cabe advertir que es el mismo de los Sacerdotes del basamento y que en Tetlama, los indígenas se sientan en esa misma forma. DETALLES DE CONSTEUCCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALCO. 357 Los Cipactl De los relieves del basamento, llaman desde luego la aten- ción unas grandes figuras á manera de serpientes, 2 en cada Cara. Las de la cara del Poniente son de menor longitud que las de las otras caras y están separadas por la escalinata; el relieve, trabajado con primor, alcanza Om. 1 de altura. No parece sino que el escultor quiso que estas figuras fueran las principales, las que resumieran el simbolismo del monumento; así pues, debemos dedicarles atención sostenida. Las cabezas, no son de coatl, como se ha creído, por que los dientes, los cuernos superiores y el tipo, establecen mar- cada diferencia y fijan el carácter del cipactli. Se alega que estas cabezas son del mismo gálibo que la esculpida en la ta- lonera de una de las colosales piernas de Tula, existentes en el Museo, pero esa cabeza, sin examen detenido, ha sido toma- da por eoatl, cuando no es sino cipactli y ahí está el cuerno distintivo. En el Codice Vaticano B, 3773, láms. 26 y 16 y en el Pie- tórico, lám. 14, encontramos el cipactli con el tipo de los de Xochicalco. El Dr. Peñafiel, encuentra la identidad entre el de la lám. 25 del Códice Vaticano y los de Xochicalco (V. “Ciudades Coloniales”—E. de Morelos, artículo Xochicalco— 1909). La importancia del cipactli en la Cosmogonía nahoa es grandísima (Véase la palabra en el Sahagún y en el Dicciona- rio de Mitología Nahoa, de Robelo). Humboldt, dice del cipactli (Voyages, págs. 157 y 58).... “la idea del animal marino cipactli, se encuentra ligada en la “Mitología mexicana, á la historia de un hombre que cuando 358 RAMON MENA. “la destrucción del cuarto sol, despues de haber nadado lar- “go tiempo se salvó alcanzando la cima de la montaña de Cul- A espadarte es nombre español del narval euyo gran “diente es conocido bajo el nombre de cuerno de licornio. Bo- “burini ha tomado este cuerno por un harpón, y traduce falsa- “mente, cipactli, por serpiente armada de harpón.” El origen de la palabla cipactli es maya y arroja esto un dato para la comunidad genésica de los calendarios maya y nahoa, Pero volvamos á las figuras: Las cabezas de la cara Po- niente, no llevan adornado el belfo superior con plumas que caen hacia adelante, como sucede en los demás; mas esto obe- dece á razones de estética, pues en estos cipactli, el cuerpo no serpea como en los otros y las plumas de la cola casi tocan las fauces, porque la porción larga del cuerpo queda abajo y la ca- beza y la cola suben. En todos estos cipactli, el cuerpo está integrado por plu- mas rectas al centro y rizadas en los bordes, interrumpidas las primeras por figuras corazonadas, de un amplio simbolis- mo. Son el corte de un caracol y pueden recordar el origen marino del animal, el joyel de Quetzalcoatl, ó el agua. Las he encontrado, entre las plumas que caen á la espalda de una Chalchiuhtlicue de la colección del British Museum (Kings- borugh, IV, lám. 2) sobre el pie de un danzante esculpido en un teponaztle de ébano rojo (Museo de Tepoztlán); este dan- zante lleva flores en las manos y en una piedra cosmogónica del Museo, procedente de las calles de México y que el Dr. Seler estimó procedentes de Chalco. Hace pues, alusión en Xochicalco, á las producciones de la tierra y á Quetzalcoatl como una representación de Cipactonal. Las colas de los cipactli de la cara Poniente, tienen 5 plu- mas, 3 al centro y 2 laterales, rizadas. Las de los de la cara Oriente, tienen 6 plumas, 4 al centro y 2 laterales, rizadas. En / DETALLES DE CONSTRUCCIÓN DEL MONUMENTO DE XOCHICALCO. 359 . los de las caras N. y S., la misma disposición que en la ante- rior. Los cipactli de estas tres caras, tienen la cabeza hacia arriba, el cuerpo serpea varias veces y las colas están vueltas hacia abajo, tocando el signo malinalli que separa los dos mons- truos. Como se trata de cipactli ó cipactonal, su relación con Xochiquetzal es palpable y de ahí el signo malinalli. Los cipactli de todas las caras, llevan sobra el belfo supe- rior,enmarcando el cuerno característico el signo en S, xonecui- Ni, lo que les da carácter astronómico, y tanto es así, que del signo, en los cipactli de las caras Oriente, N. y S. arranca una flor xochitl, de la que bajan plumas, quetzal, dando el nombre Xochiquetzal, una de las deidades inventoras del Calendario astronómico. Hasta la figura serpentina de estos cipactli, encierra un simbolismo, el de la tripa retuerta, de la hartura, de los man- tenimientos, en fin, por la relación estrecha entre Chicomecoatl, Chicomexochitl y Xochiquetzal. Los Sacerdotes. Entre las volutas de los cipactli de las caras Oriente, N. y S. hay individuos humanos, sentados á la manera usual toda- vía en Tetlama, tienen maxtlatl, lo que fija el sexo masculino; las cabezas con rico tocado de cabezas de cipactli y plumas; llevan una de las manos sobre el suelo y con la otra, sobre la cara anterior del tronco, señalan: los de las caras N. y $. se- ñalan al Oriente, y los de esta cara, señalan al N. y al S.; algu- nos de estos individuos llevan frente á los labios el signo de la palabra. Por el casco y la actitud reverencial de tomar pol. vo, me parecen Sacerdotes, por el casco, entiendo que son Sa- cerdotes de Chalchiuhtlicue, una de los deidades del teocalli, según dije en su lugar. En el friso hay Sacerdotes, más caracterizados que los an- teriores, por llevar en una mano la bolsa de picietl de los Sa- 360 l RAMON MENA. cerdotes; están sentados á la misma usanza que los anteriores, llevan al cuello un pinjante, y el tocado es diverso: una ban- da frontal con 5 flores circulares, rematada adelante-y atras por tiras de papel. Arriba de la banda, formando el cuerpo del casco, el emblema del año, rematado por una flor, de la que ba- jan plumas de Quetzal, son pues, Sacerdotes de Xochiquetzal y Chicomexochitl, la otra deidad del teocalli. Me refirieron los nativos de Xochiltepec, pueblo cercano á Xochicalco, que tanto ahí como en Tepoztlán, hace pocos años, durante la Semana Mayor, los Sayones llevaban gorros semejantes á los de estos últimos Sacerdotes. Es de notarse, que el tipo antropológico de los relieves, persiste en la región. Fechas del Monumento. Cara Poniente: V calli; 1 acatl; INN tochtliz 11 ozomatli; 4 coatl. En los signos acatl y tochtli, parece comprendido el tec- patl. Cara Oriente: IT acatl; 3 ozomatli; 1 ollin. Cara Norte: 3 cipactli. Cara Sur: IV acatl; VIII acatl; VI calli. En 1435. (VII acatl) fué la sumisión de los tlalhuica á los mexica. En 1469 murió el gran Ilhuicamina y ocupó el trono Axa- yacatl. La fecha IV tochtli, corresponde á 1469. En 1446 hubo' una irrupción de langostas que consumie- ron las sementeras; el monumento arroja (V Calli, 1445), este mismo signo tiene la equivalencia 1497 en que los mexica pl- dieron fuerte contingente á las provincias conquistadas para someter á Tecuantepec. A más de las fechas, se encuentra 6 veces el símbolo del DETALLES DE CONSTRUCCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALCO. 361 fuego nuevo, que como se sabe, era encendido cada 52 años. Hay otras muchas figuras rituales y astronómicas en el monumento y el estudio de ellas, demanda nueva excursión á las célebres ruinas, pero muchas de ellas, (de las figuras), han de haber sido colocadas fuera de sitio y algunas otras recons- truidas, en la inteligencia de que conservar es reconstruir. De- finir este punto, no es de la índole de estas notas. Mem. Soc. Alzate. México. T. 29 (1909-1910)—46 362 RAMON MENA. Cerámica de Xochicalco, La manufactura de objetos de tierra, no ofrece en Xochi- calco, á lo menos superficialmente, tipos abundantes. La ties- tería que yo recojí, es la que en parte, ilustra estas líneas; su escasez no indica fuera en corto número y mediocre entre los tlalhuica. Explorando en el patio del teocalli, en los montícn- los que lo rodean, en los paseaderos de las fortificaciones y en el Castillo, así como en Miacatlán, habrían de encontrarse te- soros de cerámica, pero ya lo he dicho, explorando: hacer ex- cavaciones á tontas y á locas, seguir las huellas de un hallaz- go, eso no es explorar, arqueológicamente hablando. Hasta hoy, no se ha hecho una sóla exploración arqueológica en la República. Volviendo á la tiestería, las piezas a, b, c, d, e, fueron en- contradas en el lado N. del Teocalli, 4 un decímetro de pro- fundidad, en un yacimiento de tierra vegetal, acarreada por los vientos. Las piezas f, 9, h, pertenecen al primer paseade- ro de la fortificación del Poniente, frontera á la escalinata. Las piezas ¿, son vasos encontrados por el Dr. Seler, al S. de Xoxicalco, sobre el Mirador de Miacatlán. La pieza j, es un cántaro moderno de Xochicalco. Sentado lo que precede, cabe ir determinando cada pieza: a. Fragmento del bocal de un vaso; lleva ornamento de la tripa retuerta, en relieve (no es pastillaje) lo que hace enten- der que el vaso fué destinado á las deidades delas cosechas. La pasta es de arcilla amarilla, bien batida y de cocción completa. Espesor 7mm. Una franja de pintura negra decora el borde que es redondeado. b. Fragmento de un molcajete ápodo. El estar decorado TE DETALLES DE CONSTRUCCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALCO, 363 en su interior, indica que no fué utilizado en usos domésticos. El fondo es de una imprimación calearea, blanca y encima fran- jas negras, siendo de advertir, cerca del labio, dos signos as tronómicos, los xonecuilli, forma igualmente, de unos paneci llos ofrecidos á las deidades de las flores. La pasta es de arcilla obseura, bien batida y coceión com- pleta. Espesor, 5ma. ; - C. Fragmento de un vaso decorado en rojo y negro; deco- ración absolutamente arcaica, lo que hace contraste con la fi- nura de la arcilla, la cocción perfecta y el pulimento antes de recibir la pintura Las tribus del Sur empleaban ese procedi- miento y aun los caracteres decorativos, los he encontrado en dicha región. Como tales tribus eran las enemigas directas de los tlalhuica, á ellos debe de haber sido arrebatado este vaso y por eso el fragmento lo encontramos junto al teocalli y no en las fortificaciones. Espesor 8mu. “—d. Cabecita de arcilla amarilla, cara posterior plana puli- mentada, lo que manifiesta que no perteneció á un vaso, Lle- va un tocado en relieve, de granos de maiz. Fué un penate. Confirma lo que tengo asentado en mi estudio “Cabecitas de Teotihuacán” respecto á procedencia de estos tepitoton. e. Fragmento de molcajete, de piés llenos. La pasta es mez- ela de arcilla y ereta; sin pulimento ni pintura; la curva del vientre y labios es elegante. Cocción completa. Espesor 10mm f. Fragmento de un tlemaitl; el mango llevaba perforacio- nes y es hueco, para contener esferillas y agitarlo. Arcilla muy obseura, cocción de primer grado. Espesor, 1lum y. Fragmento de un vaso de sección trapezoidal; ornamen- tado con salientes como de alguna fruta. Pasta de arcilla y creta, dominando la última. Cocción completa. Espesor de las paredes 12m. del fondo, 23m Las salientes están aplicadas por el procedimiento del pastillaje. h. Fragmento de molcajete de pies huecos para sonaja. 364 Ramon MENA. Pasta muy obscura de arcilla y arena. El pie está quebrado. Cocción de primer grado. Espesor de las paredes, 9mm. Tanto en los fragmentos que presentan superficies curvas, como en el cántaro moderno j se advierte desde luego, la fal- ta de torno en la manufactura, característica de la cerámica antigua de nuestras familias indígenas y "de las que han que- dado retrasadas. Los vasos encontrados por el Dr. Seler, son toscos y pare- cen hechos en dos porciones, la superior y el pie, con estre- chamiento para empuñarlo. Lástima que no tengamos detalles de pasta, cocción y espesor. DETALLES DE CONSTRUOCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALCO. 365 La palabra Xochicalco, “En la casa de las flores”, he ahí lo que arroja literalmen- te la palabra Xochicaleo; pero este nombre es simbólico; ya Robelo ha dicho que cuando Xochicalli, “casa de flores”, es el nombre de un edificio, lleva la posposición co, que significa: “en”, “lugar de”; así, tendremos en la casa de Xochitl, en el lugar de Xochitl, siendo aquí, lugar y casa, sinónimos de templo y Xochit!, aludiendo á la tierra florida, á las deidades del teocalli. El 66* edificio, de los comprendidos en el Gran Teocalli de México, tenía el nombre de Xochicalco, por estar dedicado á uno de los Dioses del maíz y á la Diosa del agua. Se ve bien clara la relación del nombre en los dos casos á que me contraigo. Cerca de las ruinas existe un pueblo, de nombre Xochilte- pee, y tanto ahí como en Tetlama se conserva una tradición referente á los Señores de Tepoztlán y Xochicalco, quienes llegaron á las armas, porque el hijo del Señor de Tepoztlán fué devorado por uno de los cipactli del monumento de Xochi- calco y á estos cipactli llaman Xochimecatl, cuerda de fores, hilo en el que eran ensartadas flores y que asían mujeres que se entregaban al baile en las fiestas, tepeilhuitl, durante las que era sacrificada la esclava Xochiquetzalli; pero entiendo que el nombre dado á los cipactli es posterior á la conquista hispánica y sin relación con la danza mencionada; acaso valga tanto como “mecate de Xochicalco”, por la longitud y moyi- miento de los monstruos, según se puede ver en su lugar. Tanto en la deidad Chicomexochitl,* como en piedras suel- * Todos los relieves del monolito, convienen tanto 4 Xicomexochitl como á Xochiquetzal, dioses varon y hembra, á virtud de la dualidad mí- tica. Generalmente se le interpreta por Xochiquetzal, pero ya he dicho que yo le yeo maxtlatl, signo de varon y nombre escrito en la banda frontal; es decir, fundo mi dicho, al separarme del sentir de los Maestros. 366 RAMON MENA. tas del monumento, hay diversos tipos de flores, como se ve- rá adelante, explicando la lámina relativa. 1. Tres tipos de flores; figuran en relieve en el monolito de una de las deidades del teocalli. La flor puramente circu- lar, es una estilización, como se ve, es el centro de las otras flores. 2. Uno de los blocks caídos (1909) al pie del basamento lleva dos flores pentapétalas; el block es fragmentario y pa- rece de ornato. : 3. Block como el anterior; parece una planta florida; el monolito, por su corte, indica ser del cuerpo superior. 4. Como los anteriores, es un sillar ornamental; tiene dos flores pentapétalas, algo desportillada una de éstas. 5. Fuste de columna andesítica blanca; una de las bases lleva una flor pentapétala en relieve; hay otro fragmento igual sólo que en vez de flor, presenta una vírgula. 6. Encontrado este monolito cerca del Castillo. ¿Es una” flor? Un estudio de la flora regional sería preciso para estable- cer comparaciones con los relieves, y así, fijar la clasificación botánica; otro tanto pudiera hacerse con'la fauna, de la que hay tipos entre los relieves, como el tlalcoyote, especie de tejón. que ha sido considerado ya como coyote, ya como zorra; mas no es un canidio, así me lo ha comunicado nuestro hábil na- turalista D. Alfonso L. Herrera. DETALLES DE CONSTRUCCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALCO. 367 CONCLUSION. Lentamente se conquistan las verdades en la Arqueología Nacional; por eso, bien tarde hemos llegado á determinar la civilización á que pertenece Xochicalco. El Dr. Antonio Peñafiel, el Lic. Robelo, el Dr. Seler y el que esto escribe, todos, hemos llegado á la conclusión de que el monumento de Xochicalco es nahoa y todos, cada uno en su esfera, hemos aducido pruebas que nadie ha contradieho todavía, que nadie refutará seguramente. He aquí un paso de- cisivo para estudios ulteriores, pues mucho queda por estu- diar en Xochicalco. Aquello de que «ahí se lee como en un li- bro abierto» no pasa de ser una frase de esas que empujan suavemente á la sonrisa, según decir de un historiador. Ya la toltecomanía y Quetzaleoalismo, no son tomados en consideración por nadie que estudie, por nadie que tenga una mediana disciplina intelectual. Nada serio es el atribuir la obra colosal de Xochicaleo á los tolteca, á los maya, á los palencanos; se llega á ver en las célebres ruinas el tipo antropológico y aun los caracteres grá- ficos de aquellas civilizaciones, pero la verdad dice desde la piedra lo contrario; todo eso esla resultante necesaria del Quet- zalcoalismo y de la toltecomanía. En el teocalli de Xochicaleo, palpita un extenso simbolis- mo mitológico y cosmogónico: la formación, el origen de la tierra, el nacimiento de los dioses, el cómputo del tiempo: las observaciones astronómicas, la unión de la tierra madre y del 368 RAMON MENA. agua madre para producir cereales que sustenten y flores que embellezcan; y á todo esto, agregada la conmemoración de acon- tecimientos determinados, como la renovación del fuego prin- cipalmente, como que dicha renovación implicaba el renaci- miento, la continuación de la vida, de los cereales, de las flo- res. Distraídamente sin duda, los Maestros Robelo y Seler, han llamado prehistóricas las ruinas de Xochicalco, y digo dis- traídamente, porque el sólo hecho de reputarlas nahoas, les quita el carácter de prehistóricas, dando por supuesto á esta palabra la correcta acepción científica que le corresponde. Yo que no soy partidario de las reconstrucciones de los monumentos de la antigúedad, deploro el que Xochicalco haya sido reconstruído; sin embargo, algo queda intocado, por su naturaleza misma, y ahí habla la sabiduría y queda resellado el carácter de la gran familia nahuatlaca. XXI! 'T. 29, lám. Alzate. Mem. Soc. Corte vertical. ZE EA 2 S ES E calli y Montículos. Patio, Teo Verdadero corte m : del I eocalli. Fortificación W. del Teocalli. 1909, Corte vertical. del block superior, lieves Re Xochicaleo Mem Soc. Alzate. T. 29, lám. XXI. Grandes Cipactli, Cara Sur. Escalinata del teocalli. Caras W. y $. Xochicalco. on O “OD]RLOIGOO [891700 Y O “([en90% 0prysT) DIOOXAOaHO “ATXX "17 63 “1 0) uz] NS "VOR "UN [PPM PIB) CUPO varo “OD[BUIYDON AXX YI 66 L '9JUZ| Y 908 “US cido JN ERAS lA A AA E ade CN h Ñ , . - ' Mem. Soc. Alzate. TT. 29, lám. Xochicalco. Cipactli, Cara Sur. XXVL Sa É 32% "TIIAXX “WBL 67 L "OD]BOIYUVOX ap uv) "OJUZ[Y *908 “WL9]N 'P. 92, lám. XXIX, Mem. Soc. Alzate. 2168 Tipos de flores de Xochicalco. SocfÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29. -369 PARASITOS VEGETALES DE LA ALFALFA (Medicago saliva) POR GUILLERMO GANDARA, M, $, A, Profesor en la Escuela N. de Agricultura. (Sesión del 6 de Junio de 1910). Las plagas de la alfalfa, debidas á parásitos vegetales, son las siguientes: La Cúscuta. (Cuscuta americana ?) La Cúscuta es una planta fanerógama de la familia de las Convolvuláceas, cuyos tallos son delgados, volubles, amarillen- tos, violados ó rojizos, parecidos á una cuerda de violín. Vulgarmente se le conoce con los nombres de zacatlaxca- li, cuerda de violín, cabellera del diablo, etc.; los indígenas saben extraer de ella una materia colorante. Sus hojas están atrofiadas, y como los tallos carecen de elorofila, la planta no asimila el ácido carbónico por medio de la función clorofílica y por esto se vé obligada á parasitar, emi- tiendo sus tallos una especie de raíces adventicias que intro- duciéndose en la corteza Ó raíces gruesas de suculentas plan- tas son verdaderos chupadores de la savia de éstas. Las flores son blancas, penduculadas, con estigmas globu- Mem. Soo. Alzate. México T. 29 (1909-1910)—47 370 4 GUILLERMO GÁNDARA. losos y llevan una bráctea en su base; la semilla es parecida á la de la alfalfa y como en los alfalfares plagados por la Cús- cuta, fácil es colectar la semilla de ambas plantas, sucede con frecuencia que al sembrar la primera se siembre á la vez la segunda, En los alfalfares plagados de Cúscuta se nota esta pará- sita rastreando entre las matas y trepando en los tallos en que parasita. En el Valle de México se ha desarrollado mucho esta pla- ga la cual ha causado ya considerables pérdidas, por lo que es urgente que los alfalferos pongan en práctica las siguientes medidas. Tratamiento. 1* Al sembrar la semilla de la alfalfa, es preciso cercio- Fig. 1.—La Cúscuta atacando un tallo. rarse que ésta dependa de casas que garanticen su pureza, ó PARÁSITOS VEGETALES DELA ALFALFA. 371 bien, consúltese sobre esto á la Estación Agrícola Central, donde con ayuda de anteojos de aumento y otros aparatos es- peciales, fácilmente se descubrirán las semillas intrusas. Pa- ra esto sólo basta enviar una muestra de la semilla que se quie- ra escudriñar. 2* Si la plaga se halla ya desarrollada en los cultivos, des- pués de un corte de la alfalfa, rastríllense los tronquitos pa- ra entresacar los tallos de la Cúscuta y quemarlos en seguida. Después pulverícese el alfalfar por medio de una bomba pul. verizadora, con una solución de sulfato de hierro al 5 por cien- to, Si al segundo corte de la alfalfa se notan aún huellas de la parásita, pulverícese otra vez el alfalfar con la misma solu- ción, pero al 6 por ciento. La Orabanca de la alfalfa. (Orobanca rubens). Esta fanerógama de la familia de las Orobancáceas, es pa- rásita de la alfalfa cuyos perjuicios no son de consideración por ser muy rara en los alfalfares. Como de 15 ó 20 centímetros de altura la Orabanca ru- bens, es de flores sesiles y rojizas, estambres mny vellosos y estigma amarillento; cáliz compuesto de dos sépalos cortos; corola bilabiada, con el labio inferior escotado y de tres lo- bos; flores dispuestas en espigas y con una bráctea en la base; fruto capsular con dos valvas que quedan adherentes en la base y en la cima en la Jehiscencia. Tallo carnoso, dirigido, simple, amarillo rojizo y grueso en la base. 372 . GUILLERMO GÁNDARA. El Chahuixtle de la alfalfa, (Uromyces striatus), Caracteres exteriores de la enfermedad. Esta plaga es parecida á la que se conoce con el nombre vulgar de “tizón” y sólo difiere de ésta por ser las manchas más pequeñas y obscuras; dichas manchas no son aureoladas y se presentan como cojinetes formando verdaderas pústulas que á su madurez se abren para expulsar las fructificaciones del parásito. Causa de la enfermedad. La plaga se debe al parasitismo de ¿A : E un hongo del orden de los Uredinomi- AB! cetos, de la familia de las Uromíceas, del género Uromyces y de la especie- Striatus. Estudio del hongo. Esta Uromiceácea es heteroica; pro- duce sus ecidiolos y ecidios en los Titi- malos (Euphorbia cyparissias) y las ure- Pie A rio a y teleutosporas en el Trébol y de hoja mostrando las pús- más comúnmente en la Alfalfa. Perro ad El carácter esencial del género de ras del Uromyces striatus. este hongo es la forma de la teleutospo- ra, unicelular, más ó menos ovalada; obscura de color y con membranas que se engruesan hacia el ostiolo. El carácter esencial de la especie, se halla en las estrías longitudinales que á manera de crestas existen en la superficie de la teleutos- pora. A s pure PARÁSITOS VEGETALES DE LA ALFALFA. 373 Las uredosporas son casi esféricas, amarillentas, con mem- branas gruesas y con dos poros. Tratamiento. Desde luego convendría destruír los Titimalos que se ha- llen cercanos á los alfalfares para cortar el ciclo generativo del hongo. Evítese un exceso de humedad en el terreno, y en Otoño córtese la alfalfa plagada y quémese; cuando comien- ce á retoñar pulverícese el alfalfar con caldo bordelés. En México no se conocen los Titimalos y sería provecho- so que se buscara la planta ó plantas nodrizas del hongo pa- ra que destruyéndolas se corte el ciclo generativo del parásito y librar por ese medio á la alfalfa de la plaga. Existe la Eu- forbiácea Euphorbia latyris, pero hasta ahora no se le han reco- nocido los ecidios correspondientes. El Blanco de la Alfalfa, (Peronospora trifoliorum) Caracteres exteriores. Las hojas y los tallos de la alfalfa se cubren de un polvi- llo blanquizeo dando al alfalfar el aspecto de ceniciento. Des- pués de 15 ó 30 días, el follaje se marchita y decolora y los tallos se doblan y se secan. Mientras tanto se producen las conidias del parásito y aunque se corte la alfalfa, éstas caen sobre los retoños, contagiando al cultivo, atacándolo y evitan- do el crecimiento de la planta cuyas hojas quedan pequeñas y amarillentas, aunque abundantes. Causa de la enfermedad. Esta enfermedad es debida al parasitismo de un hongo del orden de los Ficomicetos, de la familia de las Peronospó- reas, del género Peronospora y de la especie Trifoliorum de De Bary. 374 GUILLERMO GÁNDAKA. Estudio del hongo. La característica de este hongo, en primer lugar es, que en los te- jidos produce huevos ú oogonos en invierno y por lo cual puede pasar de año en año, reprodu- ciéndose por éstos; los huevos son globulosos, lisos y de color castaño. En segundo lugar es, que puede desarrollarse por un simple micelio y por conidias; éstas son elípticas, de color gris y producen 200sporas, que dotadas de flagelo y mo- vimiento, se introducen por los estomas dela ho- ja germinando y dando lugar al nacimiento de los micelios; éstos son Fig. 3.—a, conidióforos y bh conidias del p E Peronospora trifoliorum (muy aumentado). de calibre variable en sus distintas zonas granulosas, de eolor gris y hialinos en sus extremidades. En un punto de tejido de la hoja los mi- celios forman un estroma y de éste nace un conidióforo, que como si fuera un arbolito microscópico, sale por los estomas, ramificándose en cima de 6 ó 7 divisiones y llevando un par de conidias en cada una de las extremidades últimas, que son sabuladas y bífidas. El crecimiento de las ramas del conidiófo- ro es definido y no como en los hongos del género Phytophthora, que es indefinido. PÁRASITOS VEGETALES DE LA ALFALFA. 375 El hongo de que tratamos, ataca también á los tréboles y á otras leguminosas. Tratamiento. 1? Córtese la alfalfa en cuanto se note el color blanco en sus hojas y retirándola del cultivo sin regarla por el suelo, de- be destruírse por medio del fuego. El objeto es destruír las conidias y micelios del hongo. 2 Pulverícese el cultivo recien cortado, con la prepara- ción bordelesa. -32 En el invierno tómese la precaución de cortar con tan- ta frecuencia como sea posible, la alfalfa, para no dar lugar á la formación de los huevos ú vogonos, que también se llaman esporas de invierno. 4% Cuídese el cultivo lo más esmeradamente posible, abo- nándolo, regándolo y deshierbándolo oportunamente para dar más vigor á la planta y ponerla en condiciones de resistir la acción del parásito. Otro Blanco de la Alfalfa, (Erysiphe polygoni). Caracteres exteriores de la enfermedad. En las hojas de la alfalfa se nota un polvillo blanquizco que desde luego detiene el crecimiento y lozanía del follaje. Después, entre ese polvillo aparecen puntitos negros y por fin el follaje languidece y las matas mueren. Esta plaga ataca también al Trigo Sarraceno, á los Trébo- les, al Tomate y á las Cucurbitáceas. 376 GUILLERMO GÁNDABA. Causa de la enfermedad. Esta enfermedad es debida al parasitismo de un hongo de) orden de los Ascomicetos, de la familia de las Carpoáceas, al género Erysiphe y á la especie Polygoni. D. C. Estudio del hongo. Los micelios hialinos y tabicados, forman una especie de red en la superficie de las hojas, nutriéndose de las células su- perficiales cuyas membranas desgarran para absorber el pro- toplasma por medio de chupadores y produciendo hacia la at- mósfera gruesos filamentos llamados conidióforos, en cuya ex- tremidad aparecen las conidias en gran número, como lo indi- ea la figura número 4 letra a. A esto se debe el polvillo blan- quizeo que se observa sobre las hojas. A fines del verano y principios del otoño, aparecen los puntitos negros que no son sino las peritecas del hongo. Es- tas son obscuras, con fuleras alargadas, hialinas primero y Fig. 4.—Carácter microscópico del Erysiphe yoligoni. a, conidióforos. b, ascas con esporas. c, conidia desprendida. d, micelio con chupadores. €, conidia germinando. f, periteca. grises después; enteramente cerradas y contienen de tres á cuatro ascas elipsoidales con 3 ó 4 esporas ovoides cada una. Las esporas y las conidias germinan produciendo los micelios. PARÁSITOS VEGETALES DE LA ALFALFA, 317 Tratamiento. Por medio del fuelle de Vermorel “Torpille”,% aplíquese polvo de azufre sobre el follaje. Fig. 5.—Azutrador., El Tizón de la Alfalfa, (Pseudopeziza trifolii var. medicaginis). Caracteres exteriores. Las hojas de la alfalfa presentan manchitas gris-amari- llentas, aureoladas y como de un milímetro de diámetro cuan- (1) Estos aparatos se venden en la casa de Balme, de esta Ciudad. Mem. Soo. Alzate. México T. 29 (1909-1910)—48 378 GUILLERMO GÁNDARA. tamaño de las manchitas sino por el número de ellas en las hojas. e Vistas estas manchitas con aumen- núm. 7. Fig. 6.—Hojas de alfalfa Esta enfermedad es contagiosa pa- atacadas por el “Bega ra, la Alfalfa y para el Trébol y se ha presentado devastando los alfalfares, tanto en Europa como - en América. Las matas no crecen, las hojas son raquíticas manchadas y eloróticas. Causa de la enfermedad. La plaga es debida al parasitismo de un hongo del orden de los Discomi- cetos, de la familia de las Pezizáceas, del género Pseudopeziza, de la especie Trifolii y de la variedad Medicaginis. Fig. 7.-——Fragmento de hoja de al- falfa con las apotecias aumentadas. Pe ESE 5 PRIÓZ YE EAS Ñ Fig. 8.—Carácter microscópico de una apotecia. Corte vertical mostrando las ascas y parafisas] (muy aumentado). PARÁSITOS VEGETALES DE LA ALFALFA. 3879 Estudio del hongo. Rastreando los micelios del hongo entre las células de los tejidos, salen á la superficie de la hoja para formar un estro- ma sobre el cual se produce un disco peridional en euyo inte- rior, se desarrollan verdaderas picnidias cuyas esporas son alargadas y parecidas á las ascas ya conocidas, ó bien, y este es el caso más común, se forman estas mismas ascas que al madurar rompen la pared interna del disco, quedando éste co- mo un cajetito y recibiendo entonces el nombre de apotecia. Las ascas contienen $ esporas generalmente y éstas son ovaladas y tiene un núcleo en cada foco. - Fig. 9.—a, micelio; b, asca con esporas; C. espora germinando. o Tratamiento. Si el alfalfar es propenso á plagarse del hongo, suspén- danse por algún tiempo los abonos nitrogenados que como los estiércoles favorecen mucho el desarrollo del hongo. Córtese la alfalfa plagada y quémese procurando no de- jarla en los campos del cultivo. Por medio de una bomba pul- verizadora, irríguense los troneos de las matas cortadas tan pronto como comiencen á retoñar. Puede repetirse esta ope- ración después de un mes si vuelven á aparecer las manchi- tas en las hojas. 380 GUILLERMO GÁNDARA. La pinta de la alfalfa, (Cercospora helvola var. medicaginis). Caracteres exteriores de la enfermedad. La plaga se presenta con pequeñas manchas en las hojas, visibles por ambos lados de éstas, de color de tabaco obseuro, casi circulares ó elípticas, de contorno irregular y esfumado y como de medio milímetro más ó menos de diámetro. Las manchitas causan á las hojas una clorosis, amarilleándolas y después la muerte secándolas. Ataca también á los tréboles. Causa de la enfermedad. . Esta enfermedad se debe al parasitismo de un hongo del orden de los Pirenomicetos, de la familia de las Esferiáceas, del género Cercospora, de la especie Helvola de la variedad Medieagines. Fué estudiado por Chester en 1889 en Delaware, E. U. Fig. 10.—a, Tufa de la Cercospora Helvola; b, detalles de las esporas. Estudio del hongo. Los micelios existen entre las células de los tejidos ab- sorbiendo su contenido y ocasionando por esto la decoloración La 1 PAÁRASITOS VEGETALES DE LA ALFALFA. 381 del follaje; después, se acumulan en un punto de la hoja, de- bajo de la epidermis. Dichos micelios originan la mancha; y aprovechando un estoma salen á la superficie de la hoja pa- ra seguir creciendo y formar los conidióforos, que más tarde, en su extremidad producirán las conidias ó esporas. Estas son alargadas y están divididas transversalmente por varios ta- biques. + Tratamiento. Como la enfermedad aparece en el alfalfar, en mancho- nes, es preciso cortar la alfalfa del área plagada y quemarla. Además, se recomienda abonar el lugar con cal. La irrigación de caldo bordelés en el lugar del corte, será muy provechosa para matar las esporas caídas á las cuales se debe el contagio, y para prevenir al cultivo de la invasión de otro hongo. La Antracnosis de la Alfalfa, (Colletotrichum trifoliz). Caracteres exteriores. En los tallos, peciolos y hojas de la alfalfa aparecen unas pequeñas manchas de color obscuro en las cuales se notan dis- persos pequeñísimos puntos negros. Cuando las matas contie nen muchas manchas, comienzan á decaer y poco después se secan. Esta enfermedad ataca también al Trébol rojo. Causa de la enfermedad. Este mal es debido al parasitismo de un hongo del orden de los Pirenomicetos, de la familia de las Esferiáceas, del gé- nero Colletotrichum y de la especie Trifolíiz de Bain. 382 GUILLERMO GÁNDARA. Estudio del hongo. Este hongo fué estudiado en 1906 por los Sres. S. M. Bain y S. H. Essary, en Tennessee, E. U. A., donde en ese año la plaga pro- AZ A ¿- dujo considerables pérdidas. El parásito en cuestión ha sido en- Fig. 11: harta longitudinal abi o Sn Esta del Colletotrichum, mostrando Arkansas, Virginia y, Ohio. En conidióforos, conidias y cerdas. México no se ha reconocido esta enfermedad. Los acérvulos son abultados, los conidióforos hialinos, ci- líndricos ó fusiformes y juntos ó separados; las conidias son hialinas, rectas, romas en sus extremidades y de 3-4 x 11-13 y; Fig. 12.—a, apotecias; b, asta con esporas y parafisas; c, espora germinando y esporidias. las cerdas son contínuas ó uniseptadas, pocas ó numerosas, de color de hollín y con la extremidad pálida, sinuosas ó nodulo- sas y de 4-7 X 39-62 1. HA PARÁSITOS VEGETALES DE LA ALFALFA. 383 Tratamiento. Siéguese la alfalfa atacada y destrúyase en el fuego sin dejar nada de ella regada en el suelo y pulverícese el cultivo con caldo bordelés después de 8 días de la siega. El mejor remedio sería sembrar variedades de alfalfa re- sistentes á la plaga. Esto se ha practicado con todo éxito en Tennessee y de allá podría conseguirse semilla de alfalfa in- mune á la enfermedad. Los Esclerotos de la !Alfalfa. (Sclerotinia trifoliorum). Caracteres exteriores. La alfalfa comienza 4 amarillarse y después de algunos días muere, formándose manchones eu los alfalfares, que se extienden irregularmente. En seguida aparecen en el nudo Fig. 13.—a, micelios; b, otra forma de micelios. vital de las matas, cuerpos negros más ó menos del tamaño de un frijol, llamados esclerotos y más tarde, de éstos, unas sa- 384 GUILLERMO GÁNDARA. lientes en forma de copa cuya parte superior es cóncava co- mo el vidrio de un reloj y á las cuales se les llama apotecias. Cuando la alfalfa muere, sus hojas se cubren de un polvo ceniciento. Esta plaga ataca también á los tréboles y hasta ahora no se ha reconocido en México. Causa de la enfermedad. , Esta enfermedad se debe al parasitismo de un hongo del orden de los Discomicetos, de la familia de las Pezizáceas, del género Selerotinia y de la especie Trifoliorum de Eriksson. Estudio del hongo. El micelio penetra en los tejidos de la raíz y en la prima- vera aparece en el exterior para formar un estroma compacto que constituye los esclerotos. De éstos se desprende un pedi- celo cuya extremidad abultada es el himenio en forma de co- pa que constituye la apotecia. Como hemos dicho, la parte su- perior de ésta, es cóncava como el vidrio de un reloj, es decir, sin tener depresión central como un embudo. En esa conca- vidad nacen las ascas sin opéroulo, y las parafisas que no son sino aseas abortadas. Las esporas que son ovoides, salen del asea por un poro que ésta lleva en su extremidad superior, y al aire húmedo ó en el agua, germinan, hinchándose primero, alargándose y dividiéndose después por medio de tabiques y arrojando por fin pequeños cuerpecillos esféricos llamados es- poridias. Estas germinan y producen los micelios que se intro- ducen en los tejidos de las raíces de la alfalfa. Tratamiento. Si el mal comienza á notarse, habrá que extraer de raíz las matas de los lugares atacados, para quemarlas en el acto, resembrando después el terreno que ocuparen; pero si el mal ¿E PARÁSITOS VEGETALES DELA ALFALFA. 385 estuviere muy desarrollado, lo mejor será arar el terreno pro- fundamente para extraer las matas econ raíz y todo, y destruír- las en el fuego, dejando el terreno para cultivar, por varios años, otras plantas que no sean Leguminosas forrajeras á las cuales ataca de preferencia el parásito. Gangrenosis de la raíz de la Alfalfa, (Rhizoctonia violacea). . Caracteres exteriores. _ Enlos alfalfares se notan círeulos más ó menos grandes de alfalfa que al principio no erece parejo con la de todo el cultivo y después se va marchitando y amarillándose hasta que muere. Si se examina la planta enferma se notará que las raíces, sobre todo en la 20na de los pelos radicales, se hallan gangrenadas, es decir, destruída la corteza al parecer por un exceso de humedad, quedando sólo la parte leñosa del cilin- dro central. También se observan en la región atacada unos filamen- tos obseuros como pelos que se enredan en las raíces y tam- bién unos cuerpos esféricos del mismo color y hasta del tama- ño de un grano de trigo, que se hallan adheridos á la corteza por medio de filamentos radiados. Causa de la enfermedad. . Este mal es debido al parasitismo de un hongo aun no bien conocido y que se ha colocado provisionalmente en el orden de los Pirenowmicetos, familia de las Esferiáceas, del género Rhizoctonia y de la especie Violacea de Tulasne. Estudio del hongo, Los filamentos obseuros que se notan en las raíces, son los micelios del hongo. Dichos micelics son cilíndricos, rígi ds Mem. Soo. Alzate. México T. 29 (1909-1910)--49 386 GUILLEEMO GÁNDARA. dos, tabicados, de color blanquizco primero y después violeta si se ven con mieroscopio, y ramificados generalmente en án- gulo recto por lo cual se sueldan unos con otros formando Fig. 14, —Esclerotos ó cuerpos miliares. Tamaño natural. una red espesa que se adhiere á las raíces, penetrando á sus tejidos para atacarlos y provocar la gangrenosis expresada. Fig. 15,—Corte vertical de un escleroto visto con aumento. PARÁSITOS VEGETALES DE LA ALFALFA, 387 Los cuerpos esféricos indicados se llaman tuberoides y es- tán formados por un micelio de tabiques muy cortos y célu- las casi globulosas y que enredándose como estropajo sobre sí mismo, forman un estroma esférico cuyo objeto es desco- nocido. Además de éstos cuerpecillos, se forman otros llamados esclerotos ó cuerpos miliares, de estructura diferente y de obje- to casi ya bien definido. Estos cuerpos adheridos también en la superficie de las raíces, sobre todo en las más gruesas, es- tán formados por haces de filamentos más ó menos tabicados, que encontrando un estoma ó una parte débil del tejido de la planta, se introducen en esta para absorber el contenido de las células, según Prillieux. La superficie del escleroto, está constituída por una espe- sa red del mismo material y casi se le nota la tendencia á transformarse en peridion ó membrana de periteca. Algunos micólogos aseguran haber visto las peritecas ya formadas del hongo de referencia; pero esto aun no está bien comprobado. Este hongo ataca también al azafrán, al trébol, zanaho- ria, nabo, remolacha y espárrago. Tratamiento. Se han hecho experimentos para cambatirla Rhizoctonia de la remolacha y se han visto los buenos resultados que pa- ra esto ha dado la cal viva, poniendo un puñado de esta mate- ria en polvo, al pié de cada mata. Pudiera ser que para la Rhizoctonia de la alfalfa, el procedimiento diese los mismos resultados. Para practicarlo será preciso sujetarse á las re- glas indicadas en el tratamiento contra la Sarna de la Raíz. (Véase la siguiente enfermedad). Si á pesar de este remedio el cultivo no se compone, en- tonces será preciso practicar la desinfección del terreno, pues se ha visto que los micelios del hongo pueden vivir entre la 385 GUILLERMO GÁNDAHNA. tierra húmeda por mucho tiempo y se desarrollan así hasta encontrar las raíces para atacarlas. Para la desinfección de los terrenos se conocen dos proce- dimientos: uno seguro y otro dudoso. El primero consiste en cuadricular el terreno por metros cuadrados y en 5 partes de cada nna de estas superficies cua- dradas, se pone una inyección de 10 gramos de bisulfuro de carbono, á 30 centímetros de profundidad y por medio de una bomba inyectora de Velmorel. (Pídanse informes de estas bombas en las casas expendedoras de materiales hortícolas, de esta Capital). Este procedimiento como se ha dicho es muy seguro en sus resultados, pero es muy costoso por lo cual no podrá apli- carse en terrenos extensos. En cuanto al segundo procedimiento, consiste éste, en ha- cer 5 agujeros repartidos en cada metro cuadrado, por medio de una barreta, también á 30 centímetros de profundidad y arrojar en cada agujerillo una piedrita de 10 gramos de carbu- ro de calcio, tapaudo con tierra las perforaciones y regando * después el terreno escasamente. Con la humedad, el carburo se descompone produciendo gases venenosos de acetileno que son los que constituyen el elemento activo de la desinfección. Este tratamiento ha sido ensayado en México con buen éxito, para combatir las anguílulas de las raíces; pero aun no se ha ensayado para la desinfección de parásitos vegetales. Conviene pues hacer los experimentos consiguientes ya que el carburo de ealeio no es muy costoso. Sarna de la raíz de la Alfalfa, 4 (Urophlyctis alfalfae). Caracteres exteriores. Desde un poco arriba del cuello ó nudo vital de la planta hasta las raíces gruesas y delgadas de ésta, se notan superá- AA PÁRASITOS VEGETALES DE LA ALFALFA. 389 cialmente unas verrugas claras al principio, negras después y que llegan á ser del tamaño de un arvejón. Estas verrugas son irregulares y su coloración obscura es debida á la presen- cia de grupos de esporas-huevos entre las células hipertrofia- das. Naturalmante en una planta atacada así, se perturba se- riamente la función nutritiva, comenzando por no crecer la mata, después sus hojas se amarillean y la muerte es inmi- nente. Esta enfermedad se ha encontrado en los alfalfales del Ecuador, Estados Unidos del Norte, Suiza, Italia y en la Al- sacia. En México no se ha llegado á descubrir. Causa de la enfermedad. Esta enfermedad es debida al parasitis- mo de un hongo del orden de los Ficomice- tos, de la familia de las Quitrídeas, del gé- nero Urophlyctis y de la especie Alfalfae de Lagerheim. Estudio del hongo. La característica de este parásito vege- tal es, que se reproduce por medio de espo- A De Die ras-huevos ú oogonos, los cuales son de 40 á tis alfulfae. Tamaño 50 y, de forma hemisférica y de color obsen- Pa ro. Los micelios son finos y ramificados y no se ha observado que sus conidias se transforman en 200 sporangios como pasa con el hongo Urophlyctisleproides que produce la sarna de la Remolacha y con el Chrysophlyotis endo biotica de la sarna de la papa de Inglaterra, muy distinto del primero. Tratamiento. Si la plaga comienza á desarrollarse, puede ser benéfica la práctica de descubrir un poco las raíces con arado ó con aza da, y regar en el surco abierto un puñado de cal viva en pol- y Pp 390 GUILLERMO GÁNDARA. vo para cada dos ó tres matas, tapando después el surco. Ha- bría también que suspender el abono de estiércol y moderar los riegos. Pero si la plaga se halla muy desarrollada, lo me- jor sería sacar la alfalfa arando el terreno profundamente, juntar las raíces descubiertas con mata y todo para quemat- las y dejar destinado el terreno durante dos ó tres años á la siembra de Gramíneas. Necrosis de las raíces de la Alfalfa, (Asterocystis radicis). Caracteres exteriores. Esta enfermedad ataca á las raíces de la alfalfa, especial- mente en la zona de los pelos radicales. Alterada la estructura de la raíz, sufre gravemente la función nutritiva de la planta la cual muere por inanición. El mal aparece por el mes de ma- yo en los alfalfares, en manchones circulares más ó menos grandes, los cuales se notan porque la alfalfa no crece y las hojas se amarillean, doblándose hacia abajo los retoños al mar- chitarse. Esta enfermedad ataca también al lino, nabo. colza, lechu- ga y otras plantas. Causa de la enfermedad. Esta plaga se debe al parasitismo de un hongo del orden de los Ficomicetos, de la familia de las Quitrídeas, del géne- ro Asterocystis y de la especie Radicis de Wildeman. Estudio del hongo. La característica de este parásito vegetal es que se repro- duce por zoosporas, las cuales son nucleadas y tienen una lar- ga pestaña vibrátil colocada en su extremidad. Estas zoospo- PARÁSITOS VEGETALES DE LA ALFALFA. 391 ras se forman por división del protoplasma dentro de bolsitas membranosas llamadas zoosporangios que no tienen cuello co- mo las del Olpidium y se localizan en las células de las raíces que hipertrofian y desgarran para dar salida á las zoosporas. Como en el Olpidium Brassicae que ataca las raíces de la col, Fig. 17.—Detalle del Asterocystis radicis. a, célula de la raíz, con plasmodio y esporangio. b, célula radical con zoosporangios arrojando las Zoosporas; c, pelo radical con quistes; d, zoosporas muy aumentadas. no se ha llegado á ver la fecundación por oogonos en el hon- go de que tratamos, no obstante que como en aquél, se le no- ta la formación de oogonos ó esporas de invierno de paredes muy resistentes y contenido protoplasmático enquistado. Tan- vo las zoosporas como los oogonos ó esporas de invierno, se han observado dentro de los pelos radicales. Tratamiento. El mismo que se recomienda para combatir la Sarna de la raíz de la alfalfa. (Véase la pág. núm. 389). 392 GUILLERMO GÁNDARA, Un nuevo hongo de la Alfalfa, (Pleospora alfalfae ?) En un alfalfar del Distrito Federal, se ha encontrado últi- mamente una nueva plaga. Se trata de un hongo que causa sus perjuicios en la alfalfa importada de la Provenza. Caracteres exteriores. Las hojas de la alfalfa atacada se presentan con manchas grises de contorno obscuro; aisladas, necróticas y más ó me- nos circulares, hasta de dos milímetros de diámetro y con pun- tos obseuros muy pequeños distribuidos en el área. Per estos caracteres la plaga á que aludimos puede con- fundirse con “el tizón”; pero difiere de esta enfermedad, en que las manchas son más grandes y no abultadas como las de la primera enfermedad, Las hojas más atacadas se amarillean y mueren por gan- grenosis. Causa de la enfermedad. Esta plaga se debe al parasitismo de un hongo del orden de los Pirenomicetos, de la familia de las Esferiáceas, del gé- nero Pleospora y como aún no encontramos una especie cono- cida con la que resulte bien identificada, la denominamos pro- visionalmente con el nombre de alfalfae, pues es posible que se trate de una especie nueva. Estudio del hongo. Vistas las manchas con aumento, se notan en ellas unos casquetes esféricos con un cireulito claro en el centro. Hecho el corte microtómico correspondiente, se observa que dicho casquete esférico es parte de una periteca con ostiolo, por lo » PARÁSITOS VEGETALES DE LA ALFALFA, 393 que el hongo puede colocarse entre los del orden de los Pire- nomicetos, y como las peritecas son globulosas, delgada y obs- eura su membrana y están encajadas en los tejidos de las ho- jas, el hongo corresponde á la familia de las Esferiáceas. Las aseas son hialinas, claviformes y pezonadas en su extremidad superior; contienen hasta 8 esporas y se producen en número de 3 6 4. Las esporas son de 30x15 y, más ó menos ovales, hialinas y septadas como 5 veces transversalmente, notándose A Fig, 18—a.—Hoja de alfalfa atacada. b.-Fragmento de una mancha vista con aumento y mostrando los casquetes esfé- ricos. c.-Corte vertical de una periteca. d.—Asca vista con aumento. e.—Es- poras (joven y adulta). también tabiques verticales. No se ven los micelios ni las di- , versas formas que produce el Pleospora herbarum ó el Sphaerella Tulasne, cuyas formas ascóforas presentan algunas analogías con las que corresponden al hongo que estudiamos. (Fig. 18). Mem. Soc. Alzate. México T. 29 (1909-1910)—50 394 El corte frecuente de la alfalfa en verano para destruirla en el fuego y la irrigación del caldo bordelés con bombas pul- verizadoras sobre el corte, ereo que darán los mejores resul- tados. Además, habría que evitar un exceso de humedad y los abonos nitrogenados que favorecen sin duda el desarrollo de la plaga. GUILLERMO GÁNDARA. Tratamiento. Escuela N. de Agricultura, Agosto 5 de 1910. INDICE. Antracnosis.....-.. E pág. Blancos to. pesas A Cúscutao. Lai a A Chabuca A HSClSTO LOA io oo . (Gangrenosist o a A Necrosis de las raíces.....-.. y NuevO0/hongos- aos E Orobanca...-.--... AE 34 Emite. ns O E Sarna de la tama 1 Dize e a TEE $ 381 373, 375 369 372 383 385 390 392 371 380 388 377 SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '** ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 29. 395 —______—_—_—_—_—_—z24A<á<áAáAáAá en el agua. Mas como no en todos los depósitos es posible ex- tender este aceite, se utilizó otro medio: el de cubrir los depó- sitos de agua para uso doméstico, con una tapa formada de tela metálica, que impide á los mosquitos llegar hasta la super- ficie del líquido. Por último, hay pantanos que no es posible - petrolizar ni menos cubrir eon las tapas de que se acaba de hablar, y entonces se recurre á canalizar el terreno ó á relle- _nar dichos pantanos. También se procede á la destrucción de Jos mosquitos que hay en el interior de las habitaciones, por medio de la fumi- gación. : 400 EDUARDO LICÉAGA. He aquí cómo se ha resuelto el problema de destruir el mosquito vector de la enfermedad. TIT. Protección de los no-inmunes. Si fuera posible evitar que las personas no-inmunes fue- ran picadas por los mosquitos, sería otro medio eficaz de con- tribuir á la disociación. Este medio se realiza haciendo que los hombres vivan en casas que tengan sus puertas y venta nas alambradas, ó por lo menos encerrándose en ellas desd - la caída de la tarde, y en último caso eubriéndose eon pabe llones, pues la misma Historia Natural ha demostrado que los mosquitos aprovechan la puesta del sol y la noche para alimen- tarse con la sangre humana. Este medio de defensa es muy eficaz, pero va siendo aceptado muy lentamente; no el de los pabellones, pues antes de que se supiera que los mosquitos te- nían la funesta facultad de que acabamos de hablar, en todos los. lugares en donden existen, las gentes se han protegido siempre con pabellones, para dormir; pero únicamente con el objeto de evitarse la molestia de la picadura de los mosquitos. El problema de la disociación de los tres elementos queda por tanto, prácticamente resuelto. Véamos ahora como hemos puesto en ejecución estos preceptos. IV. Cómo combatimos la fiebre amarilla. En donde se trata de extinguir la fiebre amarilla, se divi- de la localidad en distritos; cada distrito se pone bajo la vigi- lancia de un médico profundamente penetrado de la doctrina de la transmisión de la enfermédad; á sus órdenes hay cierto COMO SE HA LUGRADO DESTERRAR LA FIEBRE AMARILLA 401 número de agentes sanitarios, que se encargan: unos, de ha- cer el padrón de todos los no-inmunes; otros, de vigilar al que se enferma de calentura, para aislarlo desde el primer momen- to, como sospechoso de tener la fiebre; otros más, de visitar los depósitos de agua, para vaciar el agua que contenga lar- vas, limpiar cuidadosamente la vasija en que estuviere dicha agua, llenarla con agua limpia y cubrirla con la tapa de tela metálica de que hemos hablado; otros agentes se destinan A extender capas de petróleo sobre las superficies de agua que no pueden ser cubiertas de otro modo; agentes dependientes de un ingeniero, se ocupan de hacer desaparecer los charoos y pantanos, rellenando unos, para que la oquedad quede cu- bierta, y canalizando otros, para que el agua corra y no que- de estancada. Por último, agentes destinados al efecto, se en- cargan de destruír los mosquitos que se infectaron antes de que las autoridades sanitarias hubieran descubierto al primer enfermo de fiebre amarilla. La operación de desinfectar los locales, que para el easo no tiene más objeto que el de destruir los mosquitos, es tam- bién un acto muy interesante en el combate contra la fiebre amarilla: en el cuarto que se ha de desinfectar se cubren las rendijas, de cualquier dimensión que sean, por medio de papel engrudado; se cierran las puertas y ventanas, cubriendo tam- bién las rendijas que tengan, y cuando todo está así prepara- do, sobre una bandeja que contenga agua se pone un peque- ño brasero, encima de él una hojalata, sobre ésta el azufre, tan extendido como sea posible, é impregnado de alcohol: el azufre ha de estar, por lo menos, en la proporción do veinte gramos por cada metro cúbico de capacidad del cuarto. En- tonces se enciende el alcohol, se cierra la puerta; se cubren con papel con engrudo las hendeduras que esta tenga, hasta la bocallave de la cerradura; arde el azufre; se convierte en áci- do sulfuroso; este gas se extiende por todo el interior del cuar- to y mata no sólo á los mosquitos, sino á todos los demás in- Mem. Soc. Alsate. México . T. 29 (1909-1910) —51 402 EDUARDO LICÉAGA. sectos que pudiera haber en la pieza. Cuando el ácido sulfu- roso ha penetrado por todos los rincones, la destrucción de los mosquitos es infalible; pero es preciso poderla comprobar, y para esto se ponen mosquitos testigos: en un tubo de ensaye se introducen mosquitos vivos, que se han tomado de fuera de la habitación; se cubre el tubo con un pedazo de tarlatana y se coloca en el lugar del cuarto á donde parezca que llegarán más difícilmente los vapores del ácido sulfuroso. Terminada la fu- migación, se abre la puerta poco á poco, dejando entrar el ai- re exterior, y se va á ver la probeta con los mosquitos testigos: si se les encuentra á todos muertos, es prueba de que lo esta- rán igualmente los demás que había en la habitación y que es- taban en condiciones más favorables para ser alcanzados por el ácido sulfuroso. Esta operación que, como se acaba de oír, es muy sencilla, necesita una condición expresa: que todas las hendeduras por donde pueda entrar la luz, estén cubiertas, porque los mosqui- tos, en el momento en que sienten el olor del ácido sulfuroso, tienden á escaparse por donde ven luz. Pues bien, esta cir- eunstancia hacía imposible la desinfección de las casas que tienen techo de zacate y con más razón tratándose de jacales. Durante la epidemia de 1903 nos encontramos con esta di- fienltad en Ciudad Victoria, capital del Estado de Tamanlipas. Estaba de Jefe de la brigada que hacía el cambate contra la fiebre amarilla en esa población, el Dr. Narciso del Río, que era un médico muy sagaz y enteramente posesionado del in- terés que había en destruir los mosquitos infectados, y me avi- só que era imposible desterrar la fiebre amarilla de aquella ciudad, porque no se podían destruir los mosquitos infectados en las casas que tenían techo de zacate ó con grandes hende- duras, como son la mayor parte de las habitaciones de esa ciu- dad. Me empeñé vivamente en que no abandonara la pobla- ción sin encontrar antes el modo de poder desinfectar los jacales, y entonces le ocurrió forrarlos de manta por el exte- COMO SE HA LOGRADO DESTERRAR LA FIEBRE AMARILLA. 403 rior. La manera de ejecutar esta operación se fué perfeccio- nando poco á poco, hasta que el citado médico llegó á resolver el problema del modo siguiente: ponía una tira de manta, de la anchura que tiene este género, fijada con clavos en el suelo, junto al muro exterior de uno de los costados dal jacal; la le- vantaba á lo largo de ese muro, y cuando llegaba debajo del alero del techo de zacate, fijaba la tela en el fondo por medio de una varilla de madera colocada transversalmente, y esta varilla la sujetaba por medio de un puntal; entonces continua- ba aplicando la manta debajo del alero, después por encima de él, hasta el vértice del ángulo que forma el techo de dos aguas; la bajaba por el otro lado; le daba vuelta por debajo del alero y la fijaba por medio de otra varilla transversal, sos- tenida también por un puntal, como en el lado opuesto; la ha- cía descender á lo largo del muro y la fijaba con clavos en el suelo. Imbricada sobre aquella tira, ponía otra, colocada de la misma manera, y otra y otra, hasta el extremo del jacal, Quedaban por eubrir las partes anterior y posterior: entonces cosía las tiras de manta, una al lado de otra, hasta cubrir las paredes que faltaban, sujetando esas tiras de manta con la pri- mera y con la última de las imbricadas; y dejaba sólo una aber- tura frente á la puerta, por donde pudiera pasar para encender en el interior el azufre, y una vez hecho esto, cerraba la puer- ta y cosía la abertura. De esta manera logró hacer de un jacal lleno de aberturas, una pieza enteramente cerrada, y desde en- tonces se pudieron desinfectar los jacales lo mismo que las ca- sas de material más perfectamente unido. El Dr. del Río dió á esta funda el nombre de “Victoria”, por la ciudad en donde la había hecho, y yole doy el nombre de funda inventada por el Dr. Narciso del Río. Cuando traté del modo de descubrir al enfermo que tiene calentura y que no es inmune contra la fiebre amarilla, hablé de la visita domiciliaria; pero no traté de otro procedimiento, que sólo en México usamos, y es éste: toda la zona en donde 404 EDUARDO LICÉAGA. reinaba habitualmente la fiebre amarilla, está cruzada por fe- rrocarriles, muy especialmente el Estado de Veracruz y el Ist- mo de Tehuantepec, y con frecuencia sucedía que un indivi- duo que ya comenzaba á estar enfermo, tomaba el tren para escapar á la vigilancia de la brigada sanitaria; llegaba á otra población donde no existía la enfermedad y se convertía en un foco, de donde irradiaba la fiebre amarilla, que se extendía hasta presentar la forma epidémica. Entonces me ocurrió es- tablecer agentes sanitarios viajeros, que caminan en los trenes. Toman el nombre y apellido de cada pasajero; averiguan el punto de donde partió y aquél á donde va y si es inmune ó no contra la fiebre amarilla; si tienen la más ligera sospecha de que la persona interrogada esté con calentura, le ponen el ter- mómetro; si este instrumento demuestra elevación de tempe- ratura, cubren al enfermo con un mosquitero, si está acostado, y si aún puede permanecer sentado, le ponen un sombrero cubierto con un velo, en cuyos bordes se fijan pequeños cilin- dros de plomo, que lo obligan á quedar constantemente ajus- tado sobre el cuerpo, y de esa manera el no-inmune sospecho- so no puede ser picado por los mosquitos, y así protegido, se le conduce hasta el primer lazareto que se encuentre en el ca- mino que lleva. Se le hace bajar y se le sujeta al aislamiento. Los agentes viajeros se distribuyen de esta manera: uno va de Córdoba á Veracruz y otro camina en sentido contrario; uno de Córdoba á Santa Lucrecia, eruzamiento del ferrocarril del Istmo, y otro de Santa Lucrecia á Córdoba; un agente va de Joatzacoalcos á Salina Cruz y otro á la inversa Cuando la epidemia ha existido en los lugares intermedios, se ponen otros agentes entre Veracruz y Tierra Blanca y en- tre Progreso y Mérida, en ambas direcciones, y cuando hubo la epidemia entre Tampico y Monterrey, se hacían viajar agen- tes sanitarios entre dichos puntos. Este sistema ha dado ex- celentes resultados y no ha sido imitado todavía en ninguna - otra parte. Com6 SE HA LOGRADO DESTERRAR LA FIEBRE AMARILLA. 405 1. Medidas tomadas en los Puertos. Como comprenderéis, no basta hacer esta defensa en el in- terior del país; es preciso hacerla también en los puertos; pero allí no necesitamos de agentes especiales, pues los Delegados del Consejo Superior de Salubridad están encargados de ha- cer esta vigilancia en todos los buques que llegan á nuestros puertos. Cuando desgraciadamente llega un enfermo de fiebre amarilla á un puerto, se le conduce desde el buque hasta el la- zareto, en una camilla provista de alambrado, que no permita que los mosquitos stegomya que se encuentren en el camino, le puedan picar; llegado al lazareto, se coloca al enfermo en una sala con alambrados. Esta es ya ocasión de hacer conocer una práctica que tam- bién nos es peculiar, en asuntos de policía sanitaria interna- cional, En México no establecemos cuarentena contra los puer- tos en donde existe fiebre amarilla, sino que nos basta hacer la visita sanitaria. Si al verificar esta operación se encuentra un enfermo ó un sospechoso de fiebre amarilla, se lo envía al lazareto, en la camilla alambrada de que acabamos de hablar; pero á los que están sanos se les deja entrar. Si van destina- dos á algún lugar de la Meseta Central del Anáhuac, los agen- tes sanitarios los acompañan hasta que llegan á una altitud mayor de mil doscientos metros; si se han de quedar en los puertos, en donde ha sido endémica la fiebre amarilla, se les visita todos los días, durante seis, para sorprender el momen- to en que comenzaran á enfermarse, si por desgracia trajeran en incubación la fiebre. Si yan destinados á un lugar en don- de ha sido endémica esta enfermedad, se avisa por telégrafo á la autoridad respectiva, para que los vigile durante seis días y los aisle en el caso que tengan calentura. Esta práctica, que es tan liberal; que no pone obstáculos ' er 406 EDUARDO LICÉAGA, al comercio; que no estorba la libre comunicación de los hom- bres, nos ha sido suficiente para defendernos de la fiebre ama- rilla que pueda venir del exterior. Nuestro proceder hace con- traste con el que siguen en los puertos de la Isla de Cuba y de los Estados Unidos, en donde se detiene á todas las perso- nas sanas que proceden de un puerto en donde existe la fiebre amarilla, y se les encierra en un lazareto hasta que pasan los días de la incubación de la enfermedad. Esta práctica la he- mos desechado en México por las dificultades que impone al comercio, á la navegación y á la libre circulación de los hom- bres y porque es enteramente innecesaria. Esperamos que, tarde ó temprano, nuestro modo de proceder sea adoptado por todas las naciones que pretendan defenderse de la fiebre ama- rilla. y He aquí, señores, el sistema que ha empleado la Repúbli- ca Mexicana durante los últimos seis años, y que ha dado por resultado la desaparición de la fiebre amarilla en toda la ex- tensión del territorio nacional, pues el último caso que hubo en Tampico data del 3 de Noviembre de 1903; en Veracruz fué el 11 de Febrero de 1909 y en Mérida no se ha vuelto á pre- sentar otro caso desde el 20 de Diciembre del mismo año. Podemos decir, pues, que la fiebre amarilla está desterra- da de la República Mexicana. México, Julio 4 de 1910, SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.” MÉMOTRES, T. 29, 407 Prévision du temps. Probabillés saisonnieres PAR LÉON DESOROIX, M. $, A. (Séance du 4 Juillet 1910). Dans le tome XIV de nos Memorias, (page 295, année 1900) j'ai donné les formules obtenues d'aprés la discussion des observations faites á Paris de 1806 a 1872, d'une part, pour le vent, la température et la pluie; et de 1873 a 1595 pour ces élements etla nébulosité, la radiation, 'humidité, lévaporation, la pression barométrique et P'état orageux, J'ai prolongé jusqu'á ce jour cette statistique et vérifié chemin faisant, Putilité réelle et bien précieuse de la formule quí permet d'avertir, soit de mois en mois, soit de trimestre en trimestre, du caractére que pourrait exceptionnellement présenter la situation générale du temps: pour la Ville de Pa- ris tout au moins, dont la statistique météorologique a servi de base á tous ces calculs. Dans Vespoir de trouver des imitateurs, j'ai remis a 'Aca- démie des Sciences, le 20 mai 1905, le résultat de mon long travail pour ce qui regarde la série de Montsouris depuis 1873. Il aurait done sufd qu'on tint ájour ce répertoire en essayant Papplication de cette méthode originale de prévision globale du temps á longue échéance. Je v'ai pas réussi á convaincre mon monde; tout'au plus ai-je constaté que mes confréres en cherchant la solution du probléme dans une autre voie, Wétai- ent plus rebelles á lidée qu'on y pouvait parvenir, 408 LÉON DESCROIX. Or, voiei que 'hiver 1910 nous a fourni un nouvel et frap- pant exemple du secours que Von peut tirer de la discussion mathématique des longues séries observations des quelleson Wa guére tiré parti jusqu'á présent, si ce est pour tracer les grandes lignes*de la climatologie générale. Nos collégues de la Société “Alzate” qui ont inséré mes précédentes communications voudront pent-átre faire un peu de place á Pexposé suivant qui est qu'un type de caleul, moins compliqué qu'on a paru le eroire. Nous extrayons des tableaux contenant les valeurs undé- cennales dites hypothétiques, et se rapportant á la période mo- yenne de 66 années, les chiffres ralatifs á la fréquence ainsi qu'au volume de pluie pour les trois mois d'hiver: Décembre, Janvier, Février. j : Paris.-Pluviosité Vhiver. Valeurs moyennes undécennales hypothétiques. D.—La date terminale de la période undécennale envisagée, T.—Le total de la pluie pour le trimestre d'hiver. F.-La fréquence ou nombre de jours pluvieux. |) H H] |) el H] |) H H 1880| 113.7 (58.4 [11890/| 114.1 51.5/1900| 112.0 [52.0 811 114.0 [60,1 91 111.5 (53.3 [| 01/ 115.3 [52.0 82, 114.6 (61.5|| 92 108.4 (52.2 || 02 118.0 (51.7 83| 1157 [61.511 93| 106.6 (51.81; 08| 119.6 [511 S4| 117.1 (61.3 [| 94 106.6 50.4 ||. 04 121.2 [50.7 85 117.5 |60.2 | 95| 107.2 '50.2 || 05| 124.4 [50.5 86| 118.1 [59.1[P- 96| 109.0 (50.5| 06| 124.5 [50.3 87 117.4 (57.5|| . 97, 109.0 (51 1[[ 07| 123.5 [50.2 88| 117.2 (56.1[|. 98 110.6 (51.5|| 08| 120.6 [50.4 89| 114.8 (55,2 [| 99| 110.8 [51.8 /[1909| 118.7 |50.6 C'est ce que représente le diagramme que voiei. PRÉVISION DU TEMPS 409 Voyons maintenant ce que furent en réalité les résultats de Pobservation pour la période undécennale se terminant Van- née présente: Paris. Pluviosité réelle. Époque Fréquence Coefficient Récolte FxC TxC totale D F C de 1900 59 10, 1995. 59.0' 199.5 0d > 58 34 90.6 1802 308.0 02. 47 57 140.7 267.9 8020 03. 45 18 679 3510 5296 04 49 96 1436 4104 1378.6 Mem. Soo. Alzate. México, T. 29 (1909-1910)-.52 410 LÉON DEsCROIx. Époque Fréquence Coefticient Récolte FxXC TxC totale D F C de 1905 50 110 1238 550.0 13678 960061 96 138.7 585.6 13315 07 52 78 93,7 405.6 7309 08 52 57 991 2964 564.9 09 47 34 90.3 1598 307.0 1910 1 10 7 + E. Motanx 1 55660 7 32259 75338 +x +x La valeur x cherchée pour l'hiver 1910 devait étre celle qui dans les limites d'approximation que comporte la probabili- té une forte anomalie, manquerait au total des produits de la décade antérieure pour obtenir ''équivalent de la valeur un- décennale hypothétique correspondante. On est conduit a cet- te derniére par extrapolation, gráce aux artifices de caleul ordinaires, auxquels on peut se confier sans crainte d'erreur abusive sur le sens de Vécart exceptionnel qu'on veut prévoir. Dans le cas présent, les valeurs hypothetiques undécen- nales paraissaient devoir étre 512 et 117""1, qui, multipliées par 66.0 donnent 3379.2 et 7728.6; Voú Pon conclut que Vhiver de 1810, pour cadrer avec les 10 années précédentes devait four- nir des quantités voisines de' 53 jours et 215mm. C'était une forte présomption de précipitation tont á fait excessive pour une fréquence á peu prés normale. Si 'on ajoute que, par des procédés identiques, on concluait a Pextróéme fréquence des vents Vouést comme á la douceur de Pair on comprendra qw'on ne pouvait se défendre de redouter que le régime des cours Veau ne nous exposát á des inondations. Quant á la détermi- nation des valeurs mensuelles isolées, lindication, des plus inquiétantes, wen était que plus accentuée. En réalité nous avons recueilli 235 mm en 59 jours et Pon sait que la Ville de > PRÉVISION DU TXMPS. 411 Paris eút á souffrir Vun débordement de la Seine qwon r'avait pas vu depuis deux siécles et demi. Je rappellerai que notre formule est basée sur la concor- dance trés approchése des variations de lVactivité physique du Soleil et des variations d'amplitude de Poscillation magnétique (déclinaison) telles que nous les voyons dans les tables de W olff prolongées jusqu'á ce jour. La périodicité, que nous estimons soumise á des fluctua- tiones dont les limites seraient comprises entre 60 et 72 ans, (Voú notre point de départ de 66 ans pour le calcul des inéga- lités) ne nous paraít pas encore avoir regu de meilleure expli- cation que celle qui fait dépendre “ces oscillations periodiques auxquelles est assujetie la figure d'équilibre ellipsoidale prise par une masse fluide” (Dirichlet). Cette application de la mé- eanique analytique n'a comme on Va déja fait remarquer “rien á voir avec Pinfluence des planetes ou action du milieu tra- versé par le Soleil”. On comprend qu'il ne s'agit pas Vespacements réguliers comme ceux qu'on a vainement atteudus de confrontations synchroniques. Cela ne pourrait étre qu'en envisageantla mas- se entióre de notre atmosphóre. Il y aura toujours quelque chose d'indéterminé dans le caleul de la fonetion pertubatrice á cause des interférences; mais pour un lieu donné le flotte- ment général y raménera, comme pour obéir á la loi des com- pensations, des événements identiques á ceux du passé, Voú ressortira la périodicitó mise en évidence par un calenl d'équi- valences. 11 nous a paru suffisant d'admettre que l'équilibre hy- grométrique de la Terre est la conséquence du pouvoir électro- magnétique solaire et que toute cause capable dVinfluencer tel élément, á certaine date, agit avec un poids qui décroit de méme á des intervalles égaux et convenablement limités de cette date. Paris, 3 Juin 1910. p % YE ÓN 7 E N y E de , APO a in VITA e PS ¿OS le dia SOCIETE SCIENTIFIQUE , ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29, 413 UNA SOCIEDAD PARA EL ESTUDIO DEL FOLKLORE CHILENO Por el Prof. JORGE ENGERRAND, M. $, A. (Sesión del 4 de Julio de 1910). La progresista República de Chile acaba de manifestar una vez más el interés y la importancia que da al desarrollo de la ciencia. Se sabe que la inmigración extranjera es bastante con- siderable en Chile y que los alemanes, los vascos franceses y los vaseos españoles son los que acuden en mayor número á la suriana república. Los unos y los otros se funden fácilmente en la población local á la cual la mezcla con los araucanes ha dado ese temperamento enérgico que tan fácilmente se nota entre los chilenos: así se va formando poco á poco una na- cionalidad nueva, bien caracterizada, que difiere netamente de los pueblos vecinos. Los alemanes han tenido y tienen una influencia muy mar- cada sobre la evolución de Chile. Varios de ellos son directo- res de Museos de Historia natural, profesores de universida- des ó miembros de sociedades científicas locales, Entre ellos, tengo el gusto de citar el nombre de Rodolfo Lenz, autor de obras notables sobre su país adoptivo y especialmente sobre las razas indígenas que allí viven y sobre los idiomas que ha- blan; citaré solamente sus tan apreciados “Estudios arauca- 414 JORGE ENGERRAND. » , nos” y sus trabajos sobre el orígen de las voces chilenas deri- vadas de lenguas indígenas americanas. El Sr, Rodolfo Lenz es el sabio que acaba de establecer en Santiago de Chile la “Sociedad de Folklore Chileno” con cuyo programa ha tenido á bien obsequiarme. Ese programa comprende además un estudio muy intere- sante del mismo señor Lenz sobre “Etnolojía 1 Folklore” cuyo título escribo como lo hacen los mismos chilenos. El conside- ra el folklore como una rama de la etnología, lo que se puede discutir, puesto que como lo saben los miembros de la Socie- dad Alzate, las opiniones sobre lo que son la etnología y la et- nografía son muy diversas y contradictorias. Según él, “el folklore es aquella rama de la ciencia del hombre que recoje los mitos y todas las manifestaciones de las creencias popula- res, las leyendas, las consejas, los cuentos, cantos y prover- bios, las supersticiones y costumbres.” Insiste, con justa ra- zón, sobre lo interesante que ha de ser el folklore de todas las repúblicas latino-americanas en las que se mezclan tantos elementos de procedencias diversas. El estudio del folklore me- xicano, por ejemplo, sería de una importancia capital por la influencia considerable que ha de ejercer en él la historia de las antiguas civilizaciones en nuestro país. Pero para realizar tal estudio, si el apoyo de los poderes públicos que deben fo- mentar ante todo la instrucción primaria no es absolutamen- te indispensable, debe contarse sobre la ayuda eficaz de todos los que observan el pueblo y que viven en contacto con él, es decir los profesores, sacerdotes,etc. Lo que falta es más bien el entusiasmo y el gusto por el estudio. El programa para el estudio del folklore chileno del Sr. Lenz está dividido del modo siguiente: UNA SOCIEDAD PARA EL ESTUDIO DEL FOLKLORE CHILENO. 415 I. LITERATURA. A. Poesía. B. Prosa. II. MÚSICA Y COREOGRAFÍA: ARTES PLÁSTICAS Y ORNAMENTALES. III. COSTUMBRES Y CREENCIAS. A. Fiestas y diversiones. B. Costumbres y creencias relacionadas con la vida del individuo. C. La vida material del individuo en general. D. Las ocupaciones sociales y los artesanos. IV. EL LENGUAJE VULGAR. A. Teoría del idioma. B. El material del idioma. No quiero entrar en los detalles de tal programa porque, como es natural, se aplica especialmente á la región chilena. El Sr. Lenz acaba su trabajo dando las reglas para la trans- eripción de documentos en dialecto chileno y comunica obser- vaciones sobre la fonética chilena. Bien es sabido que el español que se habla en las diversas repúblicas nispano-ame- ricanas difiere bastante del castellano académico y en la mis- ma España el idioma hablado de una provincia á otra difiere también mucho. Hay quienes digan que es en Colombia en donde se habla el mejor castellano, pero habría que probarlo. Por otra parte los idiomas tienen que modificarse considera- blemente en los diversos centros de civilización latino-ameri- canos y eso en relación con las exigencias de la vida local to- mando palabras de los idiomas locales y adulterando las del mismo español. Es probable que sea en Chile en donde se ha- ble el español más transformado, superando quizás á las alte- 416 JORGE ENGERRAND. raciones que los brasileños han hecho sufrir al portugués, mo- dificando considerablemente su pronunciación y agregándole muchas palabras guaranís, tupis, etc. El estudio de esas transformaciones del lenguaje popular está en relación directa con el folklore. Citaré algunas usadas entre el pueblo bajo chileno según Lenz: Dentrar por entrar; alimarse por animarse; querís por quieres; ruvulución, eumu- nica, turrumoto, ete., por revolución, comunica, terremoto; 'a- gua, Phora por el agua, la hora; un gúevo, er huevo, los hue- voh por un huevo, el huevo, los huevos; preúto por producto; quierida mía por querida mía; corazoneito mído por corazon- cito mío; la yerra por la guerra; precetol por preceptor; Con- ceuceón ó Concección por Concepción; decil-lo por decirlo; sordao por soldado; sar por sal; reitir por derretir; trompecé por tropecé; insáme por exámen, etc. Este rápido estudio del programa de la Sociedad de Fol- klore chileno bastará, ereo, para dar una idea de su importan- cia y de lo que se puede esperar de ella para el estudio del pueblo chileno. Esperamos que alguno de nuestros colegas se inspirará en sus proyectos para establecer en la Sociedad An- tonio Alzate una sección de Folklore mexicano. México, Julio de 1910 A > Indice del tomo 29 de Memorias. —_—- o Table des matiéres du tome 29 des Mémoires. Beaven (Eduardo). PÁGINAS. Breve estudio de las condiciones que deben llenar los pla- nos de los terrenos nacionales. -.oooooooonooooces===o-- 275-288 Becerra (Marcos E ) Nombres geográficos del Estado de Tabasco. (Noms yéogra- phiques de U' Etat de Tabasco) -oooooooormm====on.=.---- 69-171 Beltrán y Puga (Guillerma10). Cantidades de lluvia en el Molino del Rey, en el Bosque de Santa Fe y en el Ex-Convento del Desierto durante el CA e OS NETAS 305-311 Camaipo (Alejandro M del). La lucha del estómago con el intestino. (La lutte de Vesto- ORO A A Y Conzatti (Casiano). La Gruta de Santa Ana, Cuicatlán, Oaxaca. (La Grotte de A ss aid a cel sas aja => > 5), 1 L99=205 Descroix (Léon). Prévision du temps. Probabilités saisonniéres. .....----. 407-411 Diaz (Severo). Síntesis teórica de nuestros principales meteoros. Cinco años de observación. Láms. XIII y XIV. (Synthese théori- s que de nos principaux météores. Pl. XT et XIV).....-... 177-189 Mem. Soc. Alsate. México T. 29 (1909-1910) -—53 418 Engerrand (Jorge). PÁGINAS. Una Sociedad para el estudio del Folklore chileno. (Une So- ciété pour Uétude du Folklore chilien) -.ooccocomoo-=. 2. 113416 Escobar (Rómulo). * El “Salitre” y el ganado. (Le “Salitre” et le betail)...--... 207-240 Frías (Valentín PF). Conferencias sobre Historia de Querétaro... ---. es 263-273 Galindo y Villa (Jesús). Panteones de México y sepulcros dispersos. (Cimetiéres de México et sépultures dispersées). o ooocicococococo acne ono 191-197 Gándara (Guillermo)- Parásitos vegetales de la alfalfa. (Medicago sativa)-.. -... 369-394 Haro (José C). La carrera de Metalurgista y su separación de la carrera de Ingeniero, de MiNaS... 222202 occasion re ooo 919329 Herrera (Alfonso L)- Sur la vie apparente de corpuscules obtenus par évapora- tion de solutions de silice et de carbonate de calcium dans de leau saturée Vacide carbonique. Pl. IX-XIT ........ 43-67 Sur les oxydases siliciques artificielles. Pl. XIX....... 331-335 Leal (Mariano)- Algunas causas que influyen en la variación del censo en RIN E o A AO A 337-340 Licéaga (Dr Eduardo) Cómo se ha logrado desterrar la fiebre amarilla de la Repú- blica Mexicana. Comment on est arrivé d faire disparaítre la fiévre jaune au MexniQUlrocooncccaccco A 395-406 Mary (Albert et Alexandre)- Observations sur la morphogénése en Plasmologie. Pl. XV. 241-250 L'anydrobiose et les plasmas siliciques artificiels... .-.. 289-291 Formes organiques artificielles vascularisées. .......-.. 299-300 Nouvelles formes organisées artificielles Pl, XX et XXI. 341-343 419 Mena (Ramón). Apuntes para la Historia de Chiapas. El idioma español. (Votes pour U Histoire de Chiapas. La langue espagnole) - .. ¿Cómo fué trazada la Piedra del Sol?..__....-.=------ ———Notas acerca de Xochicalco. Láms. XXIEXXIX......- Moreno y Anda (Manuel) Teodolito magnético mexicano y observaciones ejecutadas con él en Teotihuacán. Láms. XVIE-XVUI Rouaiz (Pastor). Configuracion geográfica y climas del Estado de Durango. Láms. I-VHL. (Configuration géographique et climats de tarde Durango. Pl. INTI ooo. == 2-- El arbusto llamado “Hoja-sen” en los Estados fronteri- zos. (Flourencia cernua D. Cho iocomoconooonoamo--- * Salinas (Miguel). El insurgente Francisco Ayala - --oooommoo== === =====-.-- Tello (Rafael IM)- ¿Por qué no han dado resultado satisfactorio los abonos quí- micos? (¿Pourquoi les engrais chimiques n'ont pas donné de IS os jUisamiar). Lata cedo a ERRATAS. Pagina. Línea. Dice. Debe decir. 7 5 5m 9 m Ss 8 (ase.) Cerro Blanco Cerro Gordo 12 11 (asc.) 1955 1965 PÁGINAS. 21-27 293-297 345-368 313-317 5-19 301-303 251-262 h q, E E 0 1 oe Al rc ; ; 3 pe 1: vb 19 De JE PA o OS a VALS: qn “a oe dan: GRAN Ba a E Wo: O di En » na ai ey y 10H HET Cí A REVISTA CIENTIFICA Y BIBLIOGRAFICA Société Scientifique “Antonio Alzate.” EY UE NCIENTIFIQUE ET BIBLIOGRAPHIQUE PUBLIÉE SOUS LA DIRECTION DE RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN Secrétaire perpétuel. 1909-1910. MEXICO IMPRIMERIE DU GOUVERNEMENT FÉDÉRAL 1909 Sociedad Científica “Antonio Alzate.” REVISTA CIENTIFICA Y DIBLIOGRAFICA PUBLICADA BAJO LA DIRECCIÓN DE RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN Secretario perpetuo 1909-1910. MÉXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO FEDERAL (4% de Revillagigedo Núm. 47). 1909 SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” MEXICO. FONDÉE EN OCTOBRE 1884. Membres fondateurs. MM. Rafael Aguilar y Santillán, Guillermo B. y Puga, Ri- cardo E. Cicero, Manuel Marroquín y Rivera et Dr. Da- niel M. Vélez. Président honoraire perpétuel. M. Ramón Manterola. Secrétuire général perpétuel. M. Rafael Aguilar y Santillán. Conseil directif. —1909. PRÉSIDENT.—Dr. Eduardo Licéaga. V1ICE-PRÉSIDENTS.—Ing. Gabriel M. Oropesa et Dr. Daniel Vergara Lope. SECRÉTAIRE.—Prof. Manuel Moreno y Anda. VICE-SECRÉTAIRE.—Ing+ Jorge Méndez. TRÉSORIER PERPÉTUEL.—M. José de Mendizábal. La Bibliothéeque de la Société (Ex-Mercado del Volador), est ouverte au public tous les jours non fériés de 4 h.á 7 h. du soir. Les '““Mémoires” etla “Revue” de la Société paraissent par cahiers in 82 de 48 pags. tous les mois. La correspondance, mémoires et publications destinées á la Société, doi- vent étre adressées á la Sociedad Científica “Antonio Alzate” Ex-Volador.—MÉXICO (Mexique). Les auteurs sont seuls responsables de leurs écrits. Les membres de la Société sont désignés par les lettres M. S. A. Sociedad Cientifica “Antonio Alva,” MEXICO. roo. Revista Científica y Bibliográfica, Núms. 1-4. Tomo 29. 1909-1910. SESIONES DE LA SOCIEDAD. JULIO 5 DE 1909. Presidoncia del Sr. Dr. D. Vergara Lope, Vicepresidente. TRABAJOS. —Prof. Juan S. Agraz. Nuevo método para obtener los car- buros de hidrógeno gaseosos. Dr. J, Alemán. Estudio químico de la Tronadora (Tecoma mollis Juss. ), - (Memorias, t. 27, p. 275). Prof. M. Leal. Lapoblación de León, Gto. Regla para determinar el cen- s0. (Memorias, t. 27, p. 265). M. Pérez Amador. La oxidación del fósforo como fuente de radioactivi- dad. Dr. Paul Waitz., Principios de clasificación y comparación de las rocas macizas ígneas. (Memorias, t. 28, p. 53). NOMBRAMIENTO.—Miembro titular: Dr. Ernesto Wittich. PosTULACIÓN.—Para miembro titular: Ing. Horacio C. Symons. El Prosecretario, JORGE MÉNDEZ. AGosTo 2 DE 1909. Presidencia del Sr. Dr. D. Daniel Vergara Lope, Vicepresidente. FALLECIMIENTOS.—El Secretario perpetuo dió cuenta de la sentida muerte de los socios honorarios'Sres. Lic. 1). Joaquín Baranda, antiguo Mi- nistro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Ing. D. Manuel Fernández Leal, antiguo Ministro de Fomento, de quienes la Sociedad recibió valiosos servicios y muestras de estimación; Almirante G. Neumayer y el eminente sabio Simón Newcomb. TRABAJOS.—Prof. R. Mena. El idioma español en Chiapas, (Memorias, t. 29, p. 21). Prof. M. Miranda y Marrón. Los terremotos ee 1908. (Conclusión). (Me- morias, t. 28, p. 93). Ing. P. C. Sánchez. Experimentos de mediciones lineales con invar. Prof. José €. Zárate. Ensaye volumétrico del estaño. NOMBRAMIENTO. —Socio honorario: Ing. Juan D. Villarello, Subdirector del Instituto Geológico Nacional. Miembro titular: Ing. Horacio C. Symons. PosTULACIONES.—Para miembros titulares: Sres. Urbano Aldrete y Pedro González, jr., Ingenieros de Minas; y Eduardo Rodríguez, Ingeniero agrónomo. El Secretario anual, M. MORENO Y ANDAa.' SEPTIEMBRE 6 DE 1909. Presidencia del Sr. Ing. G. M. Oropesa, Vicepresidente. TRABAJOS.—Ing. J. Galindo y Villa. Las puertas de medio punto en el costado Norte del Palacio Nacional: Dr. J. M. de la Fuente. Arbol genealógico del Cura D. Miguel Hidalgo. Prof. G. Gándara. Enfermedades criptogámicas del Naranjo. (Citrurus aurantium). (Memorias, t. 28, p. 155). Prof. A. L. Herrera. Sur la vie apparente de corpuscules obtenus par éva- poration de solutions de silice et de carbonate de calcium dans de U'eau saturée Vacide carbonique (Memorias, t. 29, p. 43)... Ing. Pastor Rouaix. Configuración geográfica y climas del Estado de Du- rango, (Memorias, t. 29, p. 5). MÍA 7 NOMBRAMIENTOS.—Miembros titulares : Urbano Aldrete y Pedro González, jr., Ingenieros de Minas, y Eduar- do Rodríguez, Ingeniero agrónomo. PosTULACIONEs.—Para miembros titulares: Ing. Luis G. Córdova y Ambrosio Romo, Zacatecas; Y. S. Bonillas, geólogo y Enrique C. Guillaumet, químico. El Prosecretario, JORGE MÉNDEZ. Sesión solemne del 4 de Octubre de 1909. 25% Aniversario de la Pundación de la Sociedad. Presidencia del Señor General de División DON POREFTRIO DIAZ, Presidente de la República, Acompañado de los Sres. D. Ramón Corral, Vicepresidente de la Re- pública, Ministro de Gobernación, Ing. D. Leandro Fernández, Ministro de Comunicaciones y Obras Públicas, Dr. D. Eduardo Licéaga, Presidente de la Sociedad y del Consejo Superior de Salubridad, é Ing. D. Guillermo Bel- trán y Puga, Director General de Obras Públicas. Abierta la sesión á las 6.45 p.m. el Secretario general perpetuo, después de la lectura del acta de la sesión anterior, dió cuenta de haberse recibido especialmente para esta sesión los trabajos siguientes, además de los que se leerían conforme al programa: L—Nombres geográficos del Estado de Tabasco, por el Prof. Marcos E. Becerra. IL.—La lucha del estómago con el intestino, por el Dr. Alejandro M. del Campo, TUL.—Síntesis teórica de nuestros principales meteoros. Cinco años de ob- servación, por el Pbro. Severo Díaz. TV.—El origen y la evolueión de la nimbus. La cumulización horizontal, por el Pbro. Severo Díaz. V.—Observations sur la morphogénese en Plasmologie par MM. Albert et Alexandre Mary. VI.—Tablas matemáticas y astronómicas calculadas para la división deci- mal de la circunferencia, por el Ing. Joaquín de Mendizábal Tamborrel S VU.—Estudio de saneamiento de una colonia rural, por el Ing. G. Mur Oropesa. VUL—Estudio de la formación de los elementos agronómicos del suelo, po el Ing. R. M. Tello. , IX.— Una inclusión de silicato en el fierro metéorico de Toluca, por el Prof. Dr. G. Tschermak. A continuación el mismo Secretario propuso se nombrara Socio Pxo- TECTOR HONORARIO al Sk. GENERaL D. PORFIRIO Díaz, lo que fué acep- tado por aclamación. (Aplausos). El Sr. Dr. Licéaga leyó el siguiente informe: SENOR PRESIDENTE: SEÑORES: Me cabe la honra de dirigiros la palabra en la presente ocasión, por la benevolencia de mis consocios, que se han dignado elevarme á la Presiden- cia de esta Sociedad, sin merecimiento alguno de mi parte. La Sociedad Científica “Antonio Alzate” ha vivido tan modestamente que casi pasa desapercibida para la mayor parte delos habitantes de la ciu- dad, debiendo ser tan conocida y apreciada en México como lo es en el ex- > tranjero. Ha tenido una historia muy original, que me voy á permitir condensar en pocas líneas. Unos estudiantes de la Escuela Nacional Preparatoria, en reducido nú- mero, cursaban historia natural en 1884 bajo la dirección del Sr. Prof. D. Alfonso Herrera. Los domingos se dirigían á diversos lugares del Valle de México, procurando aplicar los conocimientos que habían adquirido duran- te la semana, en la recolección de plantas y animales, que estudiaban en sus detalles y clasificaban en los grupos que les corresponden en lainmen- sa serie de los seres vivos; sin dejar de observar el terreno en donde se des- arrollaban, las condiciones meteorológicas que les rodeaban, el suelo en que habían nacido y las rocas que formaban el cimiento de ese suelo. Con el caudal adquirido, los estudiantes se reunían para comunicarse sus obser- vaciones, en los corredores de la Escuela Preparatoria, y en el mes de Oc- tubre del año que dejo citado resolvieron formar una Sociedad que tendría por objeto cultivar diversos ramos de la ciencia, formar y conservar colee- ciones de historia natural, adquirir instrumentos para perfeccionar sus ob- servaciones y una biblioteca que les permitiera ampliar sus conocimientos. El primer acto de la nueva Sociedad fué comunicar al Sr. Herrera los fines _que se proponía, y este maestro inteligente, que comprendía desde el pri- 9 * mer momento el partido que podía sacarcarse de aquellos entusiastas ini ciadores, puso á su disposición el museo de historia natural, los gabinetes de física y de química y la biblioteca del establecimiento, proporcionándo- les así los elementos que les faltaban. Cuando el Sr. Herrera se separó de la Escuela Preparatoria, no pudo contar ya la Sociedad con aquellos elementos y fué á abrigarse en un mo- desto asilo, que le proporcionó el Subdirector del Observatorio Meteoroló- gico Central. Allí comenzó verdaderamente el trabajo de aquellas abejas, que lleyaban la miel á su panal en la forma de ejemplares de historia na- tural, de libros y de instrumentos. A la formación de la biblioteca contri- buyeron muchas personas, especialmente el Sr. D. Miguel Pérez, Subdirec- tor del Observatorio citado. Pero como el material aumentaba constantemente, ya no cupo en aquel pequeño departamento y la Sociedad tuvo que emigrar á la Escuela Nacio- nal de Ingenieros, á otro pequeño local que le proporcionó el Sr. Ing. Ugalde. Al poco tiempo fué ya insuficiente este nuevo local y de aquí se origi- nó la separación de los objetos adquiridos: los libros quedaron al cuidado del Sr. D. Rafael Aguilar y Santillán, Secretario de la Asociación; los ins- trumentos, fueron encomendados al Sr. D. Guillermo Beltrán y Puga y los ejemplares de historia natural los conservó el Sr. D. Daniel M. Vélez. Después, con fondos propios, oenparon un local en la calle del Puente de la Leña y de allí pasaron á otro de la calle de la Palma. Em Enero de 1891 el Sr. Lic. D. Ramón Manterola proporcionó aloja- miento á la Sociedad en la Biblioteca Pública “Romero Rubio.” de Tacu- baya, á fin de que los libros adquiridos fueran puestos á disposición del pú- blico. Allí permaneció la Sociedad hasta Septiembre de 1894 en que pasó á la calle de la Cerbatana; después á la de Chavarría, y por último, en 1896 se instaló en el local en donde la encontramos. La Sociedad, que no solamente trataba de acopiar libros é instrumen- tos, sino que deseaba dar á conocer sus trabajos, publicó su primer cuader- no á fines de 1885, que el Sr. Pérez hizo imprimir en un número del Bole- tín de la Secretaría de Fomento, obsequiando un sobretiro de 200 ejempla- res á la Sociedad. Esta publicó después por su cuenta los dos primeros nú- meros de sus Memorias, en Septiembre de 1886 y en Febrero de 1887, y por fin, desde Julio de este último año se han seguido publicando regular- mente las Memorias en la Imprenta del Gobierno, patrocinadas por la Se- cretaría de Gobernación. El número publicado en 1886 lo encabezó el Sr. D. Miguel Pérez'con la siguiente introducción, que pinta mejor de lo que yo pudiera hacerlo, los primeros pasos de la Sociedad : ¡ Reylsta (1909-1910).—2 10 “La Sociedad Científica “Antonio Alzate” tiene la honra de presentar - al público por primera vez sus humildes trabajos sin pretensión de ningún género, y antes bien con sobra de temor, porque hace apenas sus primeras armas, dando á luz algunas de las Memorias leídas en sus sesiones. Culti- var los estudios, principalmente en lo que á las ciencias de observación se refiere, tal es el fin de la Sociedad. Con dificultades serias ha tropezado du- rante su corta existencia, pero sus jóvenes miembros, perseverantes como todo el que tiene fe en el éxito de sus obras, mucho más cuando son éstas de levantados fines, han ido salvando uno á uno los obstáculos. “Es'por desgracia un hecho, que numerosas Corporaciones han nacido al calor del más estrepitoso entusiasmo; la nobleza de su objeto, el número de sus adeptos, la pompa de su instalación, la brillantez de sus comienzos y el esplendor de sus programas ha hecho concebir alagadoras esperanzas, pero, flores de un día, han muerto casi al nacer, el entusiasmo y los pro- pósitos se han evaporado; los adeptos se dispersan para repetir después pa- recidad escena bajo distinta forma, y solo queda en pie una decepción. Y así obrando, es ilusión el progreso. y la perfección ideal tras el que en va- no se corre porque huye y huye siempre. La Sociedad “Alzate” á pesar de estar formada por jóvenes de quienes pudiera esperarse también algo pare- cido á lo antes dicho, ha procedido con prudencia extremada. Ha huído de toda ostentación; nació en pobre obscuridad y en ella ha vivido, elaboran- do grano á grano el material que comienza á presentar al público; es muy severa, severísima en sus labores; mucho más seguramente que algunas Sociedades formadas por hombres maduros y veteranos científicos, muy so- bría en preceptos reglamentarios, emplea en útiles discusiones el tiempo que en algunas corporaciones se gasta lamentablemente en dar y combatir trámites. Es halagador á la verdad, que los miembros de la Sociedad ““Al- zate” moderen los ardores de su juventud con los consejos de su razón. Pru- dentes hasta ahora, y pensadores y hombres en una palabra, á pesar de sus pocos años, van pisando terreno firme. Será lenta su marcha todavía du- rante algún tiempo, poco importa; su obra no será deleznable, ni los frutos de sus vigilias serán efímeros. “¿Cualquier paso que signifique adelanto científico patrio es digno de aplauso y de congratulación; pero doble placer me causa en esta ocasión la con- ducta de los mencionados jóvenes, y la aparición de sus primeros trabajos porque á mi lado he visto formarse algunos de ellos, desde que comenzaron á nutrir su espíritu con el sagrado pan de la ciencia. “A nombre de ellos pide, pues, al público su idulgencia, el último de los Miembros Honorarios de la Sociedad. — Miguel Pérez.” La profecía del Sr. Pérez se ha realizado, y lo que él dijo en el año de 1886 lo podemos repetir hoy que la agrupación cumple veinticinco años de 11 existencia: “La Sociedad “Alzate” ha huído de toda ostentación; nació en pocre obscuridad y en ella ha vivido, elaborando grano á grano el material que presenta al público; es muy severa, severísima en sus labores; muy so- bria en preceptos reglamentarios, emplea en útiles discusiones el tiempo que en algunas corporaciones se gasta lamentablemente en dar y combatir trámites... .... Su obra no ha sido delezneable, ni los frutos de sus vigilias efímeros.” Si me permito hablar en estos términos que parecen poco modestos en boca de uno de los asociados, es porque soy el último de los que han ingre- sado al seno de la corporación; es porque á mi pesar, no he podido traer un solo grano de arena al edificio que ellos han levantado; es porque me sien- to con el valor de decir la verdad. No es, pues, el espíritu de corporación el que me induce á hablar así, sino un sentimiento de justicia y de admi- ración por los que trabajan con tanto éxito y hacen tan poco alarde de sus estudios, y porque debo presentar la Sociedad al Primer Magistrado de la Nación, tal como ella es. Pero no quiero pasar adelante sin daros á conocer los nombres de aque- llos jóvenes, casi adolescentes, que iniciaron la creación de esta Sociedad: eran Rafael Aguilar y Santillán y Guillermo Beltrán y Puga, á los que se reunieron como fundadores Ricardo E. Cicero, Manuel Marroquín y Rive- Ta, Agapito Solórzano y Solchaga y Daniel M. Vélez. Pero debo hacer especialísima mención del Sr. D. Rafael Aguilar y San- tillán, que no solamente fué fundador de la Sociedad, sino que por su cons- tante afán y su laboriosidad incansables, se ha convertido en el centro de la Sociedad, alentando siempre á sus compañeros, arreglando las labores, conservando como un tesoro cuanto pertenece á la corporación. Todos sus consocios, apreciando justamente los méritos del Sr. Aguilar, desean demos- trárselo en esta solemnidad, suplicando á usted Señor Presidente, que se digne presentarle é nombre de ellos, esta placa que se ha mandado grabar con su nombre y con una inscripción alusiva, para que la conserve en re- cuerdo de la apreciación que hacen de sus extraordinarios méritos los miem- bros de la Sociedad Científica “Antonio Alzate.” Para dar una idea de los trabajos de que se ocupa la Sociedad, permi- tidme que enumere los que han hecho el objeto de sus labores en el pre- sente año: Algo que se ha descuidado en el problema de la educación, por Y. En- gerrand y F. Urbina. a Elementos del cometa Morehouse, por J. M. Chacón. Abastecimiento de aguas en la ciudad de Morelia, por P. Ortiz Rubio. Purificación y abastecimiento de aguas potables de las grandes ciuda- des, por 1. Pérez (ruzmán. > 12 Cantidades de lluvia recogidas en el Molino del Rey, el Desierto y el Bosque de Santa Fe, por G. Beltrán y Puga. La actividad solar durante el mes de Diciembre de 1908 y primer tri- mestre de 1909, por £. G. León. Nombres de los Reyes de México. Estudio etimológico, por C. 4. Ro- belo, Los peligros de las aplicaciones terapéuticas de los rayos X, por R. E. Cicero. La navegación aérea, por R. Mallén. Xochiquetzal. Diosa de las Flores, por R. Mena. El levantamiento magnético en la República, por M. Moreno y Ánda. Los grandes terremotos del año de 1908, por M. Miranda y Marrón. Métodos clínicos de laboratorio aplicables al diagnóstico de las enfer- medades, por 4. J, Carbajal. ¿Por qué no han dado resultados satisfactorios los abonos químicos? por R. M. Tello, Descripción de un toracógrato, por D. Vergara Lope. Nuevo método de obtener los carburos de hidrógeno gaseosos, por Y, $. Ágraz. Estudio químico de la Tronadora, por J. Alemán. La población de León. Regla para determinar el censo, por M. Leal. La oxidación del fósforo como fuente de la radio-actividad, por M. Pé- rez Amador.” Principios de clasificación y comparación de las rocas macizas ígneas, por P. Waitz. El idioma español en Chiapas, por R Mena. Experimentos de mediciones lineales con ¿nvar en los trabajos geodé- sicos, por P. 8. Sánchez. Ensaye volumétrico del estaño, por J. €. Zárate. Las enfermedades del naranjo, por G. Gándara. Corpúsculos de vida aparente que se obtienen evaporando una sctabtOs de sílice y carbonato de cal, por-4. L. Herrera. Configuración geográfica y climas del Estado de Durango, por P. Rouaix. Esta simple enumeración de los trabajos ejecutados en el año actual basta para dar idea de la diversidad de los estudios de que se ocupa la Aso- ciación: los hay de astronomía, meteorología, geografía, física, química, his- toria natural, biología é historía antigua de México, y como estudios prác- ticos se ocupó de la provisión de aguas de las ciudades y de la manera de hacer el censo de la población, Se ve, pues, que todas las ciencias citadas y algunas de sus aplicaciones tienen aquí representantes. 13 = Como en cada paso que da la ciencia amplía la extensión de los. conoci- mientos anteriores, abre nuevos caminos á losinvestigadores y nacen como por encanto ramas nuevas del saber humano; es imposible que la inteli- gencia de ningún hombre, por vasta que fuera y por muy feliz que fuese su memoria, pudiera abarcar todos los conocimientos humanos, como su- cedía en aquellos siglos muy remotos en que había hombres que tenían tal privilegio. De aquí viene la necesidad de la división del trabajo y del e.tu- dio: mientras más crece la ciencia más precisa dividirla y subdividirla, pa- xa que la inteligencia limitada de cada hombre se ocupe de cultivar deter- minado género de conocimientos. Inspirándose en el amor al estudio que inculcó á los mexicanos el sabio con cuyo nombre se honra esta Sociedad, sus miembros se dedican al cul- tivo de la ciencia, dividiéndose las labores entre muchos: en efecto, cuenta en el país con 214 socios y con 204 en el extranjero. Los veintisiete tomos de Memorias y Revista que ha publicado son tan estimados, que le permiten hacer el canje incesante de ellas con 75 de los cuerpos científicos establecidos en el país y con 875 en el extranjero, entre los cuales se cuentan las sociedades doctas más reputadas del mundo. Con el producto de ese canje y con las donaciones de las sociedades se ha enriquecido la biblioteca, pues solamente la Academia de Ciencias de Pa- vís le ha enviado los 154 tomos que lleva publicados de sus Actas y los 95 de sus Memorias. La biblioteca cuenta actualmente con 21,300 volúmenes, siendo una de-las más ricas de la República en colecciones y monografías modernas de las ciencias físicas, matemáticas, naturales y geográficas. Cuen- ta además con 977 cartas y planos y con 628 retratos de sabios modernos y - contemporáneos y recibe mensualmente de 400 4.500 publicaciones. Véamos ahora los elementos de que esta sociodad puede disponer pa- ra su subsistencia y progreso: desde luego este local, compuesto de dos piezas, que no pueden contener ya los libros y las colecciones, con la va- liosa ayuda de la Secretaría de Gobernación, á la que debe la Sociedad la impresión de sus memorias, y por último, con los escasos donativos que voy á enumerar: La Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, cada mes. $20 00 La Secretaría de Fomento le proporciona mensualmente....... 35 00 La de Instrucción Pública y Bellas Artes........---» Deben 50 00 Término medio del producto de cuotas de los s0ci0S-......-.-.- 80 00 otal: 222300 207» $ 185 00 14 Como. veis, esta cantidad no es por sí misma considerable, y si se atien- de á que la Sociedad debe sostener el canje con los 1,100 ejemplares que se imprimen de sus memorias, se comprenderá que la mayor parte de los ingresos se emplea en gastos de correo y en la pequeña gratificación que se da al empleado encargado de la correspondencia. Queda el resto para gastos de escritorio, alumbrado, ete. No se retribuye, por tanto, la suma de labor que implica la enorme cantidad de objetos recibidos, su clasifica- sión y arreglo, la correspondencia con las Sociedades científicas del país y del extranjero, las citas á los socios, ete., etc. Por breve que sea la reseña que hago de la Sociedad “Alzate,” me es imposible dejar de mencienar la prueba de vitalidad que ha dado, reu- niendo, como lo ha hecho, los tres Congresos meteorológicos que se han verificado en los años de 1900, 1901 y 1902 y publicando los dos tomos que contienen las actas, memorias y resoluciones de los dos primeros con- gresos. Señor Presidente: Si esta Sociedad, con el modesto auxilio que recibe de las Secretarías de Estado y con el pequeño contingente de sus socios ha podido llegar al estado en que se encuentra, casi por sus solas fuerzas, se puede decir; si se ocupa de cuestiones que interesan á todos y ha procurado poner la meteo- rología al servicio de la agricultura; si ha logrado reunir la más vasta co- lección de libros y objetos que ninguna otra Sociedad; si ha llegado á le- vantar nuestro crédito científico en el extranjero: qué no podría hacer si recibiera la poderosa ayuda que habéis dado, señor, á tantas otras socieda- des; si el Gobieano la tomara bajo su protección, ya no en la forma de mo- destas subvenciones de las diversas Secretarias, sino con una subvención bastante amplia, para que adquiriera un local capaz de contener y recibir su numerosa biblioteca, que sin cesar crece, sus colecciones de cartas geo- gráficas, mapas, retratos do sabios, fotografías de la luna, etc., ete? Si el local en donde su biblioteca se colocara estuviera más accesible al públi- co y se dotara á la Sociedad con mayor número de elementos para los al- tos fines que se propone; ésta alcanzaría en muy breve tiempo el auge á que está llamada por el extraordinario tezón y constancia de sus fundado- res y por el envidiable lugar á que ha llegado en el mundo científico. Señor: Vos, mejor que nadie, sabéis que el progreso social de los pue- blos toma su origen en los laboratorios, en los gabinetes científicos, en los museos, en las bibliotecas. Alentad, señor, á esta Sociedad con el apoyo 15 del Gobierno y agregaréis un lauro más á los muchos que lleváis conquis- tados como el más entusiasta protector de los estudios científicos de nues- tra Patria. Al hacer en esta reseña mención del Secretario general pe-petuo, el Sr. Dr. Licéaga suplicó al Señor Presidente de la República le entregara en nombre de la Sociedad la medalla de oro que como un homenaje por su abnegación y trabajos durante 25 años en pro de la Corporación, habían acordado sus consocios presentársela en esta sesión. * El Señor Presidente de la República entregó dicha medalla al mencio- nado Secretario, felicitándolo y dirigiéndole frases de aliento (Aplausos). El Sr. Aguilar y Santillán en extremo conmovido, dió las gracias manifes- tando que solo había trabajado por cariño á la Sociedad que exhortaba á los socios para que procuraran por todos los medios posibles su mayor en- grandecimiento y dió las gracias más sinceras á tadas las personas que de cualquier manera tomaron parte en esta manifestación. (Aplausos). En seguida se leyeron los trabajos siguientes: L Apuntes acerca de la acción fisiológica del foripondio (Datura corni- gera), por el Dr. E. Armendaris, IL. La extensión geográfica de la raza fósil de Lagoa Santa, por el Prof. J, Engerrand. IM. Panteones de México y sepulcros dispersos. por el Ing. J. Galindo y Villa. s IV. Una nueva é interesante aplicación de la ortodiagrafía, por el Dr. D. Vergara Lope. Con este trabajo el autor presentó los resultados gráficos ob- tenidos. Quedaron nombrados miembros titulares los Sres. Y. S. Bonillas, geó- logo, Ings. Luis G. Górdoba y Ambrosio Romo, Zacatecas, y Enrique C. Guillaumet, químico. Con lo que terminó la sesión á las 8.15 p. m. á la que asistieron ade- más de los mencionados al principio, los socios J. S. Agraz, R. Aguilar * Al fin de esta ñcta se publica la lista de las personas que se dignaron correspon- der á la iniciativa de la comisión, contribuyendo para el costo de la medalla, Do 30 LE ES 16 y Señora, U. Aldrete, M. F. Alvarez, E. Armendaris, J. M. Arreola, E. Beayen, M. Bloch, E. Bóúse, C. Burckhardt, S. Díaz, G. Durán, J. Engerrand, F. Fernández del Castillo, J. M. de la Fuente, J. Galin- do y Villa, G. Gándara, J. C. Haro, T. L. Laguerenne, E. Landa, F. Lentz, A. Membreño, J. Méndez, Joaquín de Mendizábal, José de Men- dizábal, Sra. Z. Nuttall, M. Olivares, G. M. Oropesa, T. Paredes, L Pé- rez Guzmán, F. M. Rodríguez, Leopoldo Salazar, P. Salinas y Delgado, E. E. Schulz, F. Sierra, Julián Sierra, R. M. Tello, M. Uribe Troncoso, D. M. Vélez, D. Vergara Lope y M. M. Villada; la Sra. de Galindo y Villa, Sritas. Mirassou y Ross; Sres. L. Ahuayo, Porfirio Díaz, jr., S. García Cue- llar. Ph. Gracieux, J. Hurtado, F. Licéaga, O. Licéaga, J. Monjarás, N. del Moral, J. Ortiz Monasterio, E. Peimbert, M. Pérez Amador, Alberto y Xavier Rojas y el Secretario que subscribe. El Secretario anual, M. MORENO Y ANDA. Lista por orden alfabético de las personas que se sirvieroncon- tribuir para la medalla de oro entregada «l Sr. Rafael Aguilar y Santillán, Socio fundador y Secretario per- petuo de la Sociedad. Prof. Juan S. Agraz, Químico en Jefe del Instituto Geológico Nacional. Profesor en la Escuela Nacional de Agricultura.$ 10 00 Ing. Leopoldo Ahuayo, Ayudante de topógrafo del Instituto Geo- Jprco Naciona A 2 00 Lic. Rafael de Alba, Profesor en la Escuela Nacional de Comer- CO ers a A o TAE 5 00 Ing. Roberto Hay AndersoN. ----0ooomo==noooocooron varo 5 00 Pbro. J. M. Arreola, Profesor en el Seminario Conciliar de Gua- dalajaraoo. 2 as A A A za 2 50 Ing. Eduardo pBeaveno esas oa cs oo ts ds al 5 00 Ing. Luis G. Becerril, Primer Dibujante del Instituto Geológico Nacional. Profesor en la Escuela Nacional Preparatoria... 3 00 Ing. Guillermo Beltrán y Puga, Director General de Obras Pú- E CT IO NA 5 00 Dr. E. Bóse, Geólogo Jefe de Sección del Instituto Geológico Na- A A Jabon a Horas a 10 00 ALFEOMTSUTTNAAAE 47 50 ON Y Del frente ............$ 4750 Dr. C. Burckhardt, Geólogo Jefe de Sección del Instituto Geoló- ICO Nacional 2 -0=2=./.ee- cos sacos 10 00 Ing. Juan Camacho, Ayudanté de Eopógrato del Instituto Geoló- TOSCO acional sano ES 00 once ocio nit co ener 5 00 e O A 5 00 au Capilla: a ele a a cae Doo 3 00 Sr. Francisco de P. Carbajal. Fotógrafo del Instituto Geológico Nacional TS 5 oct coi có Dios uE 1 00 Dr. Ricardo E. a o, Profesor en la Esc ia N. de Menivina 10 00 Prof. C. Conzatti, Director de la Escuela Normal para Profeso- AO A E AI 10 00 Pbro. Severo Díaz, Director del Observatorio del Seminario de il A O SS 2 50 Dr. Alfredo Dugés, Profesor en el Colegio del Estado de Guana- A A A AA TS TNA 6 00 Prof. J. Engerrand, Geólogo del Instituto Geológico Nacional, Profesor en el Museo Nacional de Arqueología -. ..-..-.-. 15 00 Ing. Rómulo Escobar, Director de la Estación Agrícola Experi- mental de Ciudad Juárez, Chih ....-... AS edo 5 00 Ing. Leandro Fernández, Ministro de Comunicaciones y Obras A SN A SEEN 5 00 Ing. Teodoro Flores, Geólogo Jefe de Sección del Instituto Geo- io E e A SS 10 00 SuiValentin E. Frías. QUerÉtato Lhoiovecooocconecconsonano> 2 00 os Mide la Puente tados oooooocoomonasao nc. 2 00 Ing. José de las Fuentes, Director de le Oficina de Patentes y Marcas, Profesor en la Escuela Nacional Preparatoria .... 5 00 Ing. José Galán y Ainslie, Inspector de las Obras de Saneamien- a MA DA AAA A, LACA 5 00 Ing. Vicente Gálvez, Topógrafo del Instituto Geológico Nacional 5 00 Ing. Angel García Conde, de la Comisión Geográfico-Exploradora 3 00 Ing. Antonio García Cubas, Ingeniero consultor de la Secretaría PARIO Rs ateo sat e To a e as 5 00 Gral. Angel García Peña, Director de la Comisión Geográfico-Ex- e A A RO 30 00 Ing. Francisco Garibay, Subdirector de la Comisión del Catastro 10 00 Pre Jesús Gasca, GUAMaJUaÍo e coman ooo came amado nan... 5 00 Ing. Roberto G. Gómez, Aspirante á Geólogo del rocio Geo- ABBIdO Nacional > osos ce acaos oia adan o 5 00 Ala yuella cancoosco==n $ 212 00 Reyista (1909-1910).—8 18 De la vuelta edo $ pa Pedro González, jr., Topógrato del Instituto Geológico Na- cional parce 2 a OR Prof. Alfonso L. Herrera, Jefe de Sección en el Instituto Médi- 20 Nacional: -.. o os Ing. Luis Híjar y Haro . oc coa A Ing. Teodoro L. a es Ao Sr. Hermión Larios, Ayudante de Tea del a Geológi- co Nacional... Ing, ¡EdmundoLeal, León; Cho rauricao cero sn cios ed Prof. Mariano Leal, Director del Observatorio Meteorológico de León GEA o AA Dr. Federico Lentz, químico Dr. Eduardo Licéaga, Presidente del Consejo Superior de Salu- lubridad y Director de la Escuela Nacional de Medicina. .. Lic. Víctor J. bizardi, Guanajuato... O ON Ing. Gabriel Mancera, Diputado -.o-oooss===9sopoesoosospe nó Lic. Ramón Manterola, Diputado, Profesor en la Escuela Nor- mal para Profesores. - > eoe=== pulsiones Ing. Jorge Méndez, Primer Ingeniero de la Dirección General de Obras ¡Eúblicas as e Ing. Joaquín de Mendizábal, Ingeniero de la Comisión Geodési- CaMexicana: e o ÓN Sr. José de Mendizábal, Bibliotecario y Tesorero de la Sociedad. Brof. Manuel Miranda:y Marrón:-.-----e0sas pee usas Ing. Francisco Nicolau, Director General de Faros ..--.-.-.---. Sra. Zelia Nuttall, Profesora honoraria del Museo Nacional de 'AFQUEolO DÍA ea ss a o A Ing. Macario Olivares, Jefe de la Sección Técnica de la Dirección Generalide Obras Públicas. na. - esco ae o Ing. Gabriel M. Oropesa, Director de las obras de saneamiento de¡Guadalupe Hidalgo DD. haste Ing. Pascual Ortiz Rubio, Morelia, Mich... .ooooooooorooo---- Ing. Trinidad Paredes, Geólogo del Instituto Geológico Nacional Dr. Antonio Peñafiel, Director General de Estadística .......-- Ilmo. Dr. Francisco Plancarte, Obispo de Cuernavaca, Mor. .... Lic. Cecilio A. Robelo. Cuernavaca, Mor. .2ooooo ooo. =.-.--. Ing. Francisco M. Rodríguez, Profesor en la Academia NN ictonal dolBellastArtes a a a E E 212 00 5 00 1 00 20 00 500 2 00 5.00 5 00 8 00 5 00 1 00 . 4 00 2 00 5 00 3 00 5 00 19 Del frente ......... $ Sr. Francisco Javier Rojas, Ayudante en la Biblioteca de la So- A ld E io a O O e e Prof. Miguel Salinas, Director del Instituto Pape—Carpentier. Merrnavacal Mor o o colo a Ing. Pablo Salinas y Delgado, Jefe de Sección de la Dirección Senoraldo Obras tDúblicaniao >> 222 cb aser nao Timo. Dr. Atenógenes Silva, Arzobispo de Michoacán.....---.-. Sr. Fernando Urbina, Ayudante de Geólogo del Instituto Geoló- A o Ing. Bartolo Vergara, Director de la Oficina Impresora de Estam- pillas, Profesor en la Escuela Nacional de Ingenieros. ..... Dr. Daniel Vergara Lope, Jefe de Sección del Instituto Médico Nacional y Profesor en la Escuela Nacional de Medicina .. Dr. Manuel M. Villada, Profesor en el Museo Nacional de Histo- ria Natural y en las Escuelas Nacionales Preparatoria y de a or AS UA ES > PEE Dr. Paul Waitz, Geólogo del Instituto Geológico Nacional. ..-.. Ing. Francisco de P. Zárate, Gobernador del Estado de Zacatecas Prof. José C. Zárate, Ayudante de químico del Instituto Geoló- gico Nacional ....--. Escipaoso cu opero de A La Comisión: Ramón Mena. Joaquín de Mendizábal. Macario Olivares. * Gabriel M. Oropesa, 400 00 2 50 20 9 £69 T3 [CH MS vG TG 0'6T eg "sTto A AA deur 80 N MS LG 8? $0 686 |6'vt 81619 E ls “> 91QUISTLT 00 0% MS MS 0% 6p LT UPG | SST v6'819 TUTTTNET TRES T7 *PAQUIITAO NJ 676 su Hd [MSN O 14 66 99% |24'LT BOLO ra EA OS E RLO) L"8L só [CH EN 8'9 G9 €'6 SL6 |0'03 95 819 ES AAA exquiendog S'8PT rá [Cl EN €'9 L9 SOT |8'637 |€£'0% C6's19 A IRAN 0"LET 9% El H S'9 9 v0lL |€63 |0'03 96619 OREA e DO oran 8'Lp vy HN EN vG TG TIT |0*P8| 20 AAA A a A orunp 088 vI S A A A A a A A oLt*n 9% GE AMS MS Sé 0p LOT |336 | 133 CPLLO A AA MIE maqy e” pI 60 Ss MS 9 8€ 69 9'TE | 240% ME A 7 OZIB A dur 17 MSS M |9% |6e (30 |893 | 01 68'8to ||i"="" A 019194 dd 90 MNN | MS [0% |8b A A E o o 0190 val Tu o o o van z uuop “og |, PIPA 3 a a e es, [SI | sacos Le "SOquN *B1QUIOS B| Y 3118 19p duo y, €-————->>——————_———_ _—__—_—__ ___ __________ __ "98621 PUNT “O "MM 93 P09h19 =Y “Y 'S “MU “IVA “A “LOA 19p Upr009Mp 0) oloq “8061 ?p 0uD 12 auVAMp “oppnlvuone) ap OpDISHT NQU'I U9 SOPDIJIDAT SV) AP JDAJUD UNUNSIT "'N 8/93/L001G=5 "SV OIDO'TOHOHXIAN SAENOIOVAHEASIO ductos. in 21 9TTI9 000 000 000 RS 63'6PT 98903 66 Tp 000 000 00'0 00'0 s5'0 Ta “14909 VLANTT MNÁN MÁ MN M£MN MÁMN MÁMNAM MÁ MNM MÁMNM MÁMNM M¿£MN MÁMN MN 4 MNA MN Á MNAM apar aa Á "MOP OJUALA HAS MÁ MS MÁ MS MSÁM MÁ MS MÁ MS ULULOP UPIDIDAA 696 007 (PG 1926 6/83 066 683 Pv'S3 v'S6 TER 0'€3 o'TG (da "Po para Yun) “UnA XP SoquN "901qUIOS Y Y ae 19p “duro L, 6TTOL £9 "792 66 192 £T'092 02692 €£6 092 60192 98682 89792 [S'392 TU “00 9 MOI 9IUIOLAON Ca 91 NIDO oque deg “== :09S0D Y E ome o 5 5 “12) "MM Lh9LEm600L =Y 192 =H N €[¿1,/TTog3=2 "ZWIVZNO) AVATALLVN] 0421904] 19p U91000.01p 1) OlDQ —_—>r_—_—— “SYOIDOTOHOIAN SANOIOVAHTAIASIO “S061 9p 0uD ya auvanp “vopows ap 0pms ir NY ILVZV IL 10 SOPpvINIDAA SD] IP JPLIUIÓ UDMNST EA IS EE e A A BIBLIOGRAFIA, Savants du jour. Henri Poincaré, Biographie, Bibliographie analytique des écrits, par Ernest Lebon, Agrégé de lUniversité, Lauréat de l'Académie Francaise, Correspondant de 'Acadé- mie Royale des Sciences de Lisbonne, Membre honoraire de lPAcadémie de Metz. Un volume in-8 (28-18) de vi-80 pa- ges, papier de Hollande, avec un portrait eu heliogravure. ler. Juillet 1909. 7 fr. Librairie Gauthier—Villars. Cet Ouvrage a été signalé a l Académie des Sciences par M. G. Darboux, Secrétaire perpétuel (Séance du 12 juillet 1909), et á Y Académie Frangai- se par M. Thureau—Dangin, Secrétaire perpétuel (Séance du 15 juillet 1909). “¿Cet Opuscule est le prémier d'une Collection que je me propose de pu- blier sur les Savants du Jour. la paru convenable de mettre mon entre- prise sous l'égide d'un nom dont la réputation est mondiale. J'ai eru quil serait attrayant de reproduire la partie biographique du spirituel Discours prononcé par un profond historien en recevant M. Hen- ri Poincaré á l'Académie Frangaise. » — Afin de donner une idée nette des profondes et multiples recherches de ce penseur, J'ai, d'une part, présenté les jugements portés en Science, avec une haute compétence, par deux éminents sayants dont le devoir a été Ven résumer, devant un public d'élité, les principales directions et les nom- breuses conséquences; d'autre part, inséré, sur son récent Ouvrage relatif á la Philosophie scientifique, une fine analyse spécialement composée par Yun de ses collégues á la Sorbonne et á l'Académie Frangaise. En faisant précéder chacune des cing principales sections de mon tra- vail d'appréciations dues á des hommes ilustres, il me semble que j'y ai in- troduit des éléments qui font oublier la sécheresse inévitable de suites ana- lytiques d'énumerations de titres d'écrits, bien que les titres vagues soient accompagnés de sobres explications. C'est pourquol jose me flatter d'étre parvenu á composer un ouvrage qui soit á lafois intéressant pour les personnes qui désirent connaítre, seu- lement dans son ensemble, lEuyre de M. Henri Poincaré, trés utile a celles qui se librent á d'ardues recherches dans quelqu'une des larges et nombreuses voies qwil a ouvertes. a a : LN 88 Je crois avoir signalé tous ses Ecrits originaux et les principales ana- lyses dont ils ont été le sujet. Ce west qw'aprds les avoir lus ou parcourus que j'ai donné les références et les renseignements qui s'y rapportent, On rendrait servicie á la Science en m'indiquant les omissions. Beaucoup de ces Ecrits ont été reproduits en diverses langues: j'en ai cité les traductions que J'avais yues ou dont j'étais certain. Enfinilimporte de faire remarquer que M. Henri Poincaré, aprés avoir lu la partie de mon manuscrit relative á Analyse mathématique, a bien voulu me donner de précieux conseils pour le classement analytique des Mémoires et des Notes, et qwil a aussi lu et approuvé la derniére épreuve Vimprimerie de cet Opuscule. ” ] Etude sur 1'Espace et le Temps, par Georges Lechalas. Deu- xiéme édition revue et augmentées. 1 vol. in-8 de la Bibliothe- que de philosophie contemporaine, 5 fr. Féliz Alcan, éditeur, Pa- ris. 1909. ; La premiére édition de cette Etude, parue vers la fin de année 1895, se trouvant épuisée, Vauteur en a préparé une deuxiéme édition. Il convient de signaler les points ou cette nouvelle édition differe le plus de la premiére. Tout d'abord Vétude de lespace géométrique s'est notablement étendue, ayant plus que doublé. C'est quen effet les bases logiques de la géométrie ont fait Vobjet de travaux fort importants dont il était indispensable de tenir compte, et cela a amené lauteur á con.a- erer deux chapitres distincts aux géométries non métriques etaux géomé- tries métriques; un peu plus d'extension a d'ailleurs été donnée aux consi- dérations d'ordre historique. La mécanique a motive de moindres modifications; toutefois des indi- cations d'ordre historique sur le croix des repéres auxquels on rapporte les mouvements ont été empruntées a M. Duhem, et Von a signalé tout Vin- térét que présente la maniére de voir de M. Painlevé sur le róle que joue y dans se choix le principe de causalité. A Toccasion du plobleme de la géométrie de notre univers, les objec- tions de principe opposées par M. Poincaré á tout essai de détermination de cette géométrie ont dú étre discutées. Enfin la critique de Vinfini et du continu a dú étre revue, pour tenir compte de la théorie des ensembles infinis de George Cantor. 24 La théorie des courants alternatifs par Alexandre Russell, M. A., Maítre de Conférences de Mathématiques appliquées et Directeur de la Section des Mesures, á Faraday House, London. Traduit de Vanglais par G. Séligmann-Lui, ancien Ele- ve de Ecole Polytechnique, Inspecteur général des Télégra- phes. Tome II. Volume de 1v-551 pages, avec 209 figures; 1910, 18 fr. Librairie Gauthier—Villars. Dans ce deuxiéme Volume sont abordés les sujets relatifs á Voutillage des stations électriques á courant alternatif, génératrices et réceptrices, ainsi qw'a la transmission de l'énergie: la théorie des alternateurs et mo- teurs, et les procédés d'analyse des ondes qui permettent de confronter les prévisions théoriques et les résultats d'observation; les conditions de stabilité de marche entre machines se commandant ou entre machines attelées á une charge commune; la théorie des transformateurs sans fer et avec fer dans leurs différents modes d'emploi, celle des fuites magnéti- ques, -celle des moteurs d'induction, moteurs á collecteurs, commutatri- ces et convertisseurs á rotation; enfin la théorie et la comparaison des sys- temes de transmission de l'énergie. Annuaire du Bureau des Longitudes pour l'année 1910. In- 16 de plus de 900 pages avec figures: 1 fr. 50 net. Franco, 1 fr. 85. Gauthier-Villars. Si précieux par le nombre de documents qw'il contient, vient de pa- raítre. Cet excellent Recueil renferme cette année, aprés les documents astronomiques, des Tableaux relatifs á la Physique et á la Chimie. On y trouve: éléments magnétiques, correction et comparaison des barombótres et des thermomeétres, dilatation des liquides, tensions de vapeur, élasticité et frottement des solides, viscosité des gaz, longueurs d'ondes, solubilité, etc., etc. e. Cet Ouvrage ne se trouvera pas seulement sur la table du technicien, du physicien, du mathématicien; les laies eux-mémes le consulteront vo- lontiers pour avoir sous les yeux la liste des constantes usuelles, et aussi pour lire les intéressantes Notices de cette année: celle'de M. Baillaud sur la Réunion du Comité international de la Carte photographique du Ciel et celle de M. Lallemand sur les Marées de VEcorce terrestre. ds: Sociedad. Ciniiea. “Anton Alzate, MEXICO. Pa... Revista Científica y Bibliográfica, Núms. 5-6. Tomo 29, 1909-1910. UNA INCLUSION DE SIEICATO EN El. FIERRO METEORICO DE TOLUCA > POR G, TSCHERMARK, M, $, A. En los fierros meteóricos, designados como fierros de Toluca, se han encontrado varias veces en el estudio del residuo después del tratamiento con ácidos, mínimas partículas de carácter semejante á piedra, que han sido determinadas mineralógicamente (1). Inclusiones más grandes de si- licatos no se habían observado, en cuanto yo se Pero semejantes inclusio- nes se mostraron en una laja de Xiquipileo, que recibí hace algunos años de la casa de Wappler, de Freiburg. Es una sección de unos 14 mm. de es- pesor de un bloe plano que mide cerca de 14 cm. en su longitud y 6 em. en su mayor ancho. En el fierro octaédrico se encuentran algunas inclusiones arredondadas y esquinadas, que tienen un diámetro hasta de 15 mm. y que representan úna masa granulosa y pedregrosa ó que se componen de troilita compacta, Ambas están íntimamente ligadas, de modo que las masas pedregosas casi siempre están rodeadas por troilita. En el fierro aparecen además en la cercanía de las mencionadas tam- 1 Cohen und Weinschenk, Ann. d. Naturhistor. Hofmuseums, 1891, VI, pág. 141, 159. —Cohen, Meteoritenkunde,*I, pág. 216, 317, 319, 321, II, pág. 258. — Laspeyres, Zeitschr. f. Krystollogr. Bd. XXIV, pág. 489 (1895), Bd. XXVII, pág. 586 (:897). Revista (1909-1910).—4 26 bién algunas inclusiones de Schreibersita hasta de 1 em. y en un punto si- tuadas paralelamente á las laminitas del fierro. El carácter del fierro se parece perfectamente al de la mayoría de los blocs del fierro de Toluca. Las laminitas octaédricas muestran generalmen- te un ancho de 14 mm. Las inclusiones de silicato son de grano fino, de color pardo-verduzco. En la lámina microscópica se ve muy bien la textura granulosa, pero rega- das'entre los granos transparentes se encuentran también muchas acumu- laciones opacas y ordenadas más ó menos en forma de red. (Véase la lámi- na). Estas acumulaciones se componen en su mayor parte de troilita, en el resto habrá una mezcla de vidrio obscuro. En el límite de las inelusio- nes de silicato y separados de ellas se observan frecuentemente granos aislados de silicato en la troilita que las encierra, pero no en el fierro cer- tano; los gránulos transparentes tienen casi todos el mismo color verde— parduzco y á la luz natural apenas se nota diferencia. El crucero, frecuen- - temente reconocible, corresponde á los miembros del grupo de las pyroxe- nas. Pero en el estudio óptico uno de estos componentes se determina fácilmente como broncita por sus colores de polarización débiles, la extin- ción derecha respecto á las grietitas finas, y por la orientación óptica de las secciones transversales. La broncita contiene frecuentemente inclusio- nes, en parte gránulos opacos (probablemente troilita ), así como agujas delgadas opacas que aparecen truncadas transversalmente en los extremos, pero á veces también agudas en un lado y cuadradas en el corte transyer- sal, otras veces están ordenadas paralelamente á las grietas del crucero, otras oblícuas con éstas, y por fin se encuentran también inclusiones ví- treas arredondadas que se componen en parte de vidrio negro en parte de vidrio verdoso claro. Los otros granos de igual color se determinan como augita por sus co- lores de polarización vivos y la extinción oblícua, que se desvía de la diree- ción de las grietas del erucero en los cortes longitudinales en un máximum de 389, y por la existencia de un eje óptico en las secciones transversales. La augita está muy agrietada en las secciones transversales, en los cortes longitudinales muestra mucho menos grietas de erucero que la broncita, pero es también más pobre en inclusiones, que son del mismo carácter que aquellas, con excepción de las agujas que faltan en la augita. La broncita predomina claramente en la mezcla, mientras que la augita forma solamen- te una cuarta hasta una tercera parte del total. De una manera muy se- cundaria se encuentran gránulos incoloros aislados, que se distiuguen tam- bién por su refracción que se acerca á la del bálsamo de Canadá, Por el estudio óptico se determinan como plagioclasa por su fino estriamiento en fajas gemelas y los colores de polarización débiles. El estudio más detalla- Rev. Soc. Alzate. T. 29. FIERRO METEORICO DE TOLUCA. Un lugar en la lámina á través de una inclusión de silicato en el fie- rro de Toluca. Luz polarizada. Amplificación Xx 31. Fotografía en placa ortocromática ejecutada por el Sr. Prof. A. Pelikan. En el centro de la mitad derecha de la figura se ve un grano de plagioclasa, así como un po- co más abajo uno más pequeño. Las manchas completamente negras co- rresponden á las partículas opacas, las otras á la broncita y á la augita. y 54 sed yA Ag | ] ' > SR (e e do, bondadosamente ejecutado por el Sr. Prof. Becke, dió en una sección de por casualidad casi vertical á la primera línea media a un ángulo de extin- 3 ción de 42 con la traza de 010. El verdadero ángulo de los ejes ópticos E pudo medirse dando aproximadamente $5”. En un corte por un gemelo de Karlsbad pudo determinarse el ángulo entre los ejes ópticos B en los dos mo individuos en 379, mientras que según los diagramas de M. Lévy, este án- : gulo es para AbyAn=27" y para Ab» An—=4305, Así es que la plagioclasa E -se tendrá que designar como una oligoclasa muy cercana á la andesina. Su cantidad es pequeña, forma apenas el 5% de la masa del silicato. Mezcla de olivino ó de cuarzo no se observó. y 1] En el residuo de la disolución del fierro de Toluca reconocieron Cohen , y Weinschenk, si no con seguridad por lo menos con gran probabilidad, tanto broncita como augita. Laspeyres calculó por el análisis de ese resi- duo, al lado de otros componentes, también una plagioclasa parecida á la andesina. Los mismos silicatos que observé en las inclusiones grandes pa- recen pues también encontrarse en menor cantidad y distribución más fina en el fierro. 4 ; La parte del fierro, en la cual las inclusiones están una al lado de la otra, recuerdan algo el fierro meteórico brechoso de Copiapó descrito por Haidinger (1). También en este caso varias de las inclusiones granulosas Ñ de silicatos están ligadas con troilita, pero la mayoría no, tienen todas aris- , tas agudas y fuera de las inclusiones de silicato más grandes están distri- - buídas en el fierro también muchas partículas pequeñas y diminutas de es- ta clase. (Traducido de Tschermaks Mineraloyische und Petrographische Mit- teilungen, XX VIII, 1909, 1. 62, Heft). Note préliminaire sur un gisement préhistorique découyert a Concepción, État de Campeche, PAR MM. J. ENGERRAND, M. $, A, et F. URBINA, M, $, A. (Résumé extrait du Bol. de la Soc. Geol. Mex.) Le gisement préhistorique de Concepción se trouve dans E de Campeche, á une journée de cheval de la frontiére guatemaltéque, sur la 1 Sitzungsber. d. Wiener Akad. Bd. XLIX, pág. 490 (1864), y 28 route qui va de Flores (Petén) a Champotón (Etat de Campeche), pres Vun hameau qui port le nom de Concepción. Il y'agit d'un véritable atelier de taille de la pierre qui se trouve pré- cisement placé sur une bande d'afieurement du silex déja signalée par K. Sapper qui en a rencontré le prolongement horizontal dans son itinéraire paralléle au nótre, de Icaiché á Mérida. (1) , A notre connaissance aucun autre yéologue n'a fait ce voyage que le Guatemaltéque Pánfilo Cambranes (2) dont nous ne connaissons aucune observation écrite. q Le gisement que nous avons eu la bonne fortune de découvrir n'avait jamais été signalé par personne et v'était pas connu dans la région. Il est probable que d'autres ateliers doivent se rencontrer sur la méme bande de silex si nous en croyons la description de pieces rencontrées par Bellamy dans le Honduras Britannique, description qui s'accorde assez bien avec les caractéres des objets rapportés par nous. (3) Le gisement préhistorique de Concepción se trouve sur la route méme, un ¿eu aprés le hameau de méme nom, en descendant vers la Tuxpeña mais on rencontre déja des piéces isolées en sortant de la Esperanza, c'est- á-dire avant Varriver á Concepción. Les silex travaillés sont extrémement nombreux. Nous n'avons pu malheureusement recueillir que trente-huit piéces, quelques-unes d'un poids considérable, car nos chevaux étaient tres chargés et fatigués par un voyage long et pénible. Leur type est nettement ehelléen et acheuléen bien que nous ne vou- lons pas les faire synchroniques des époques chelléenne et acheulénne de VEurope occidentale et du pourtour de la Méditerranée. Le gisement est á fleur de sol. D'ailleurs, dañs la plus grande partie de la péninsule yucateque, le calcaire tertiaire est directement recouvert par une couche de terre végétale. Il n'y a pas, á proprement parler, -de quaternaire car la circulation des eaux s'y fait, probablement depuis le pliocéne, d'une fagon purement souterraine. La constitution du sol emp3- che de méme la formation de dépóts éoliens. Si nous avons de bonnes raisons pour croire que les piéces rapportées 1 K. Sapper: Ueber Gebirgsbau und Boden des ncrdlichen Mittelamerika. (Er- gánzungsheft N? 127 zu Petermanns Mitteilungen.—Gotha 1899). Carte N? 2. Le méme auteur a d'ailleurs rencontré d'autres gisements jusqu'aux environs de Ticul (Yuo.) 2 K. Sapper. Loc. cit. p. 1. 3 E. Giglioli. Materiali per lo studio della “Eta della Pietra” P. 169 et 170. > 99 , par nous sont trés anciennes, nous ne pouvons done pas cependant affirmer qwWelles soient quaternaires, Néanmoins, il est trés probable qw'elles représentent la plus ancienne manifestation de Vexistence de homme dans la péninsule yucatéque et peut-étre dans tout le Mexique. SESIONES DE LA SOCIEDAD. NOVIEMBRE 8 DE 1909, Presidencia del Sr. Dr. D. Eduardo Licéaga. NECROLOGIA.—El secretario perpetuo dió cuenta con el fallecimiento de los Sres. Dr. Federico F. Villaseñor, miembro titular; Dr. Jesús Ale- mán, socio corresponsal en Guanajuato y Prof. César Lombroso, socio ho- norario. TRABAJOS. —Ing. G. Durán. Ligeras consideraciones acerca de la de- terminación de las superficies por medio de la cuadrícula. (Memorias, t. 28, p. 241). Dr. J. M. de la Fuente. La Genealogía de las familias Hidalgo Costilla, Gallaga Mandarte y Villaseñor. Ing. R. G. Gómez. Importancia de las observaciones pluviométricas y sus aplicaciones á la agricultura. Prof. L. G. León. Nueva fórmula para determinar aproximadamente la altitud. ; NOMBRAMIENTOS. —Socios honorarios: Sir George Howard Darwin, PF, ER. 5. (Cambridge ), Alfred Angot ( París ), Ch. Lallemand (París ), Per- cival Lowell (Flagstaf ), G. Tschermak (Viena ), O. D. Chwolson ($. Pe- tersburgo ), G. Cantor (Leipzig) y M. Wolf ( Heidelberg ). PosTULACIONEs. —Para miembros titulares: Prof. Marcos E. Bece- rra é Ing. Modesto C. Rolland. 30 DICIEMBRE 6 DE 1909. Presidencia del Sr. Dr. D. Eduardo Licéaga, TRABAJOS. —Prof. C. Conzatti. La Gruta de Santa Ana, Cuicatlán, Oaxaca. (Memorias, t. 29, p. 199). . Ing. Luis Espinosa. Extracto de una memoria acerca de la riqueza mi- nera de América por R. M. Raymond y W. R. Ingalls. Dr. J. M. de la Fuente. Genealogía de las familias Hidalgo Costilla, Gallaga Mandarte y Villaseñor. (Continuación ). Prof. M. Moreno y Anda. Nuevo teodolito magnético. Dr. M. Uribe Troncoso. Las condiciones higiénicas del mobiliario es- colar. Dr. E. Wittich. Notas mineralógicas sobre el Distrito de Guanajuato. L Existencia del estaño en la Sierra de Santa Rosa. (Memorias, t. 28, p. 247). NOMBRAMIENTOS. — Miembros titulares: Prof. Marcos E. Becerra é Ing. Modesto C. Rolland. Socios honorarios: L. Fletcher, F. R. S. (Londres), E. Metschnikoft (París ), S. Cannizzaro (Roma), J. B. A. Chauveau (París), E. Fischer (Berlín ), H. Rosenbusch (Heidelberg), A. Haller (París), H. Douvillé (París), A. D'Arsonval (París ), Ch. Dépéret (Lyon), Albert Heim (Zu- rich ), D. Ehlert (Laval), J. Bergeron (París) y S. Ramón y Cajal (Ma- drid ). PosTULACIONES. —Para miembros titulares: Ing. Manuel Schwarz y Dr. G. R. Wieland. ha El Secretario anual, M. MORENO Y ANDA. BIBLIOGRAFIA de La evolución de la tierra y de sus habitantes, con cortes geo- lógicos, fósiles característicos y reconstrucciones de paisajes representados en siete láminas coloridas por el Prof. Dr. E. Fraas, Conservador en el Museo Real de Historia Natural de 31 Stuttgart. Edición castellana por el Dr. E. Bose, Geólogo Je- fe de Sección del Instituto Geológico de México.—K. G. Lutz, Editor. Stuttgart. Texto 115 p. 8” y 7 láminas en cromolito- grafía (25 x 125 cm.) 41 fr. 25 e. La presente obra se compone de dos partes, una de ellas consiste de 7 grandes láminas murales que ilustran: I, las formaciones paleozóicas anti- guas; IL, las formaciones paleózoicas modernas; II, la formación triásica; IV, la formación jurásica; V, laformación cretácea; VI, la formación tercia- ria y Vil cuaternaria. En cada lámina se veen primer lugaruna reconstruc- ción del paisaje que se tiene que suponer para aquella formación; estas re- construcciones han sido ejecutadas por el Prof. Fraas de Stuttgart junto con un pintor de animales y representan realmente una combinación de nuestros conocimientos actuales de la estratigrafía del mundo. Al lado de las reconstrucciones se encuentra un corte transversal típico de las capas de la época, que indica al mismo tiempo la subdivisión de ella, así como las dislocaciones que ha sufrido principalmente en Europa. Los diferentes pi- sos se distinguen por colores y en el lado izquierdo de la lámina se encuen- tran figurados los fósiles más característicos, cada uno colorido con el co- lor que caracteriza su horizonte en el corte geológico. Para la designación de los pisos fueron aceptados los términos universalmente empleados, de- jándose aparte hasta donde fué posible los nombres puramente locales. La ejecución artística de las láminas es verdaderamente de primer orden y es- pecialmente los paisajes delas formaciones triásica, jurásica, cretácea y ter- ciaria parecen inmejorables tanto en el sentido científico como en el ar- tístico. La segunda parte de la obra consiste en un librito que sirve de expli- cación para las láminas. El texto original se refería principalmente á las condiciones geológicas de Europa; pero la edición castellana, hecha por nuestro consocio el Dr. Exilio Bóse, añade á cada capítulo general otro so- bre las condiciones estratigráficas en los diferentes países de América, reu- niendo así de una manera concisa todo lo que sabemos actualmente sobre nuestras formaciones . El texto comienza con un capítulo sobre la geo- logía dinámica, da después la subdivisión de los sedimientos de la cor- teza terrestre, explicando brevemente también el desarrollo de los seres vi- vos En los capítulos siguientes se discuten una por una las diferentes for- maciones, viniendo al principio la descripción de las formaciones en gene- ral, la de sus fósiles característicos y la del paisaje que se tiene que supo- ner para aquella época y después sigue una breve indicación del desarrollo de cada formación en América; estos últimos capítulos tienen un orden por 32 pisos y en segunda línea por países, a descripción siempre con Canadá y terminando con la Patagonia. En cada piso y cada país es- tán indicados los apellidos de los autores que principalmente estudiaron la estratigrafía en aquella parte de América. Después de cada época siguen cuadros comparativos que demuestran el desarrollo de los pisos en los diferentes países de América, según.el es- tado actual de nuestros conocimientos. Estos cuadros representan un tra- bajo enteramente nuevo, cosa semejante no se encuentra ni en los manua- les más grandes. Las láminas con su texto están destinados al uso de las escuelas; el contenido de las primeras es enteramente elemental, y lo mismo se puede decir de los capítulos generales estratigráficos y de las descripciones del paisaje, mientras que la descripción del desarrollo de las formaciones en América es un poco más detallado y necesitará quizá en parte una expli- cación del profesor. En general podemos decir que la obra será muy útil para la instrue- ción en geología en nuestras escuelas, especialmente porque la edición es- ta hecha en castellano, cosa bastante rara en las láminas murales, Pécheux (H.), Docteur és Sciences, Professeur á 'École nationale "Arts et Métiers d'Aix,—Le Pyrométre thermo-élec- trique pour la mesure des températures élevées. Petit in-8S (28 fig); 1909. (Encyclopédie scientifique des Aide-Mémoire). Broché 2 fr. 50 c. Librairie Gauthier—-Villars. Dans les diverses branches de lIndustrie qui emploient les tempéra- tures élevées (industries métallurgiques, industries chimiques ), on a be- soin de connaítre avec une exactitude suffisante-les températures auxque- lles on opére; température des gaz d'une cheminée ou d'un foyer, tempé- rature d'une sole, d'un creuset, température du fusion d'un metal ou d'un alliage, température d'ébullition un liquide. Pour de telles déterminations, il est nécessaire d'avoir á sa disposition un appareil de mesure facile á construire, et d'usage commode: le pyro- métre thermo-électrique répond a la queseion. L'Auteur, dans ce petit Ouvrage, a voulu vulgariser l'emploi de cet appareil de mesure. 33 Congrés International des Applications de l'électricité. Mar- -seille, 1908. Trois beaux volumes in-8* (25-16) publiés par les soins de H. Armagnat. Ces Volumes se vendent ensemble 60 fr.—ler. Partie: Rapports préliminaires. Volume de vi-709 pages, avec nombrenses figures; 1909. 24 fr.—ITe. Partie: Rap- ports préliminaires. Volume de Iv-784 pages, avec nombreu- ses figures; 1909. 24 fr.—Ille. Partie: Organisation du Congrés. Volume de Iv-550 pages, avec figures et planches; 1909. 24 fr. Librairie Gauthier— Villars, Quai des Grands—Augustins, 59. Paris. Dés ses premiéres réunions, la Commission d'organisation reconnut la nécessité de donner une base aux discussions des séances en faisant pré- parer des Rapports préliminaires sur un certain nombre de questions ehoi- sies; mais, en présence du délai trés court entre ses réunions et l'ouvertu- re du Conerts, elle décida de laisser toute initiative aux rapporteurs choi- sis par elle, en leur indiquant seulement le but á atteindre. Les Rapports préliminaires contenus dans les deux premiers Volumes sont done bien l'oeuvre personnelle des rapporteurs et, si Von veut avoir une idée des diverses opinions régnantes au moment du Congrés, il fait se reporter au troisieme Volume qui renfe-me les procés-verbaux sommaires des séances et les Annexes. Afin de faciliter ee travail de comparaison, la Table des matiéres de chacun des deux premiers Volumes renferme, outre le titre et la page de chaque Rapport préliminaire, lVindication des pages du troisiéme Volume oú se trouve la discussion correspondante, ainsi que les Mémoires présen- tés en séances et insérés en Annexes. Les procés-verbaux des séances ont été rédigés par les secrétaires des sections et complétés quelquefois par des Notes un peu plus étendues re- mises par les auteurs. Un certain nombre de Mémoires répondant aux Rapports préliminai- res ou tout á fait distincts ont été publiés sur la demande des présidents de sections; ils forment la plus grande partie du Tome IT, oú ¡ls sont clas- sés sous le titre d'Annexes, Post et Neumann, Traité complet d'analyse chimique appli- quée aux essais industriels. Tome second, deuxiéme fascicule: Revista (1908-1909).—5. 34 Sucre de betterave. Sucre de canne. Amidon et fécule. Dex- trine. Glucose. Documents officiels concernant les produits alimentaires sucrés, Gr. in-8 (17-25) de 300 pages compactes, avec 120 fignres dans le texte 8 fr.—Paris. Libraire Scientifi- que A. Hermann et Fils, 1909. Dans cet ouvrage les traducteurs se sont efforcés, tout en respectant le texte original de Vauteur allemand, de le complétes par Vintroduction des méthodes plus spécialement employées en France, et des procédés d'a- nalyse les plus recents, Le fascicule allemand correspondant comprenait toute la série des industries agricoles, MM. Chenu et Pellet ont cru bon, étant donné Pimportance de leurs aciditions, de le diviser en deux parties et le présent fascicule ne comprend que le Sucre de betterave, 1'Amidon, la Fécule, la Dextrine et le Glucose auxquels ils ont ajouté un chapitre sur le Sucre de canne et un appendice donnant tous les documents officiels concernant les produits alimentaires sucrés. Ciudades Coloniales y Capitales de la República Mexicana por el Dr. Antonio Peñafiel. Se imprime por acuerdo del Sr. Gral. D. Porfirio Díaz, Presidente de la República. siendo Se- cretario de Fomento el Sr. Lic. D. Olegario Molina.—Estado de Morelos.- —-México. Imp. y Fototipía de la Secretaría de Fo- mento. 1909. 1 vol. fol. vin-192 págs. 41 láms. Como los tomos de los Estados de Guerrero y Tlaxcala, de que ya nos hemos ocupado en esta Revista, el presente tomo contiene interesante ma- terial acerca del Estado de Morelos. He-aquí un sumario: El Estado de Morelos, datos geográficos y estadísticos. Gobernantes.—Conquista de Cuer- navaca, por Bernal Díaz del Castillo.— El Lagarto de S. Antón, por el Li- cenciado C. Robelo.— La piedra del escudo ó Chimal de Cuernavaca, por el Lic. R. Mena.—Las ruinas de Xochicalco, por el Dr. E. Seler.—Xochical- co, por el Teniente Coronel J. B. Togno. — Cuauhtla, la ciudad y su sitio, ete., por el Sr. D. Manuel Orozco y Berra, etc. — Apuntes biográficos del Sr. Cura D, José M. Morelos.—Algunos doc umentos originales de su cau- sa.—Manuscrito de la historia del sitio de Cuauhtla, por D. Felipe B. Mon- tero. 0P'092 L'v€ CS'G9L GS6 TI "192 "91 MUITAON "LE 8h 6£l A A O "8E A nn put *-- -="e1quiendog "16 26 092 "86 91092 "0p €8 ===> OJnunp 0P OÁBN 8 66 Ge [11q Y S*07P 7 OZ 0 Sé 91” EN O 01 ES : 9 ANA 35 "arpaur "ur . “pa ¡007 ADT PA PH 00 Y 01JaMOIBg "SASAOM PJUBUJULOP OJUILA == 2 A SA vIQUIOS Y| Y dp pop duo L “LO AM F67u8 01 G =Y "N 8//90/88007=% “Y “S "IN ILAOIANAJN ZUMO E) XITAH “DNI 72 “od opowtof UDPOMX Ip “5 “VATATL 49 (GOGI-G69T) SOUD GT AuvANp SHpVIRIDAÁ SV] IP JAI UIÑ UNUNSIJ - "“SVWOIDOTOHOAXTLAIMN SANOIOVATHISIO 36 88'1P9 MN 4 2 UNAMS | 97 “deur rdh MN MS e7 0 09€ 69 MN OLE 3e 7e 0€'LG +6 N HN L' $9 SPGIL £6 N E Á EN 78 96 2376 DL? MN =r 19 16 6816 eL N GIN 0 +6 66'ppT £01 N "LN 09 36 g0'971 Sg'0T N poa go 2'0T 280% 9'01 N MS 15 06 849 056 EN MS 16 89 087% e9 N MS ez 70 0071 Gs MN MS 9'€ 0% UU vu o > “1 d "uy ua uUJULOP UPLDIGALE | paul uno | “UA *4309 BLAN" T [paul “194 Á "ufuop 0qualA «9ypo a E “0H Par S9qON 000877 = H “LO *M Gir 18109819 =Y "8061 9p 04D ]9 9UDANP —_Pm 050 |96l vIG 976 vEG [6:91 GS 98€ 06 |6'2T 01286 "VIQUIOS 01 y 9118 pop “dura, 88'98G € "18€ 0'EL 06 "28€ €J'988 893 |TOT 9b'L8G 8'%3 |8'Lt Th 986 887 |9'2T 91986 G'83 |9'LT 97986 LG |6'91 18'986 19% |0'CT 9T'L8c yo ¡eat €£ "186 > o viu XUN | Pon "00 9 "UIYAVE * == QIQUIPLAON 0 9190990 --91quoydeg ...o..s 045800 Y EA STO A OÁBN == 81QUIDLUT SIASUM N 21/88/07061=% “SY OIDO TOHOHIAMN SANOIOVATASTIO “ODIXAIA 2P 10943) 090]0400J9. JT 0240JDA4ISQO 19 UN SOPVIYIDAR SV] 9p PAIUIÓ UDUNSNT 37 Estado que manifiesta el número de kilómetros terminados hasta 30 de Junio de 1908, por las siguientes Empresas de Ferrocarriles. + (De la Memoria de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, 1907-1908). Kilómetros Nombre del Ferrocarril. construídos. AA a a a O EOS 470.750 Ometusco á Pachuca ( Ferrocarril Mexicano)... .---=- 45.750 Nacional de Tehuantepec. ==> =22-<=.2=<--=“bos=.-=- 303.500 Distrito Federal ( Compañía Limitada de-Tranvías Eléctri- E RON e Si 256.588 O AA O EE 422.302 A A A A A 777.800 Puebla á Izúcar de Matamoros ( Ferrocarril Interoceánico)- 76.393 San Marcos á Tecolutla (Ferrocarril Oriental Mexicano.— : etrocareil Interoceánico).. tooo ooo nroan 126.500 Matamoros á Tlancualpican (Ferrocarril Interoceánico ).- - 40.000 Cuautla á Chietla (Ferrocarril Interoceánico ).----- ----.. 67.582 Oriental Mexicano ( Ferrocarril Interoceánico)....<- 22 100.389 IS MEXICO ocacion ooo e pon 2,234,525 Potrero, Vanegas y Matehuala ( Ferrocarril Nacional de Mé- O A e le a 65.180 Michoacán y Pacífico ( Ferrocarril Nacional de México)..-- 91.917 Salamanca al Jaral (Ferrocarril Nacional de México )..--.. 35.275 Guanajuato á Dolores Hidalgo y San Luis de la Paz ( Ferro- Ca a cronal do MEXICO Yo 22 toto caldo 59.900 Salamanca á San Juan de la Vega (Ferrocarril Nacional de ICO E >, 72 A A 45.047 a A EN 70.410 Meratra a Boca del=RÍO'-- ¿2202 0oceconoconononnamo 1.340 s SA AA AAA 28.340 A la vuelta ....-.- Lose 5, 319.488 38 Kilómetros Nombre del Ferrocarril. construídos. De la vuelta ......-... 5,319,488 Weracruzal Pacifico) le o e ti e al 420.851 Compañía Constructora Nacional Mesmane os 142.000 CentralpMexicano. to SS 3,609.795 División de Monterrey (Ferrocarril Central Mexicano) .-- 594.800 División del Pánuco (Ferrocarril Central Mexicano ). . ----- 193.591 Tula 4 Pachuca (Ferrocarril Central Mexicano). --.----=-- 70,200 México á Cuernavaca y el Pacífico ( Ferrocarril Central Me- E e e DO A 291.122 Villa Lerdo á San Pedro de la Colonia (Ferrocarril Central Mexicano es a os 63.600 Mexicano de Unión (Ferrocarril Central Mexicano). -.-..--- 17.070 Industriales (Ferrocarril Central Mexicano). .oooo=o===-- 9.572 San Bartolo á Río Verde (Ferrocarril Central Mexicano )..- 42.356 San Pedro de la Colonia á Paredón (Ferrocarril Central Me- p A ds = TE A 295.306 Edalpo ra o la 195.640 Nordeste de México. otto o cas 52,589 Mérida á Progreso (Ferrocarriles Unidos de Yucatán )...... 36.456 Peninsular (Ferrocarriles Unidos de Yucatán ).-.------=--- 199.228 Mérida á Valladolid con ramal á Progreso (Ferrocarriles Uni- dos de YUCA) e ua a O a ES 240.324 Mérida á Izamal (Ferrocarriles Unidos de Yucatán).-.----- 65.848 Mérida á Muna (Ferrocarriles Unidos de Yucatán).-.------ 78.000 Tehuacán á Esperanza (Ferrocarril Mexicano del Sur). ...- 51.092 Mérida lá Boo o iS 193.000 Campeche á orma DUST E Ss PEE 6.000 Internacional Mea A A o a 1,456.161 San Juan Bautista al Paso del Carrizal (Tranvías Tabasque- O O A - 5.750 San Andrés Chalchicomula....- 3 IS NS DO 10.353 Orraba al e o ES 7.550 Santa Ana Mas cal ES 8.500 Cárdenas:al ¡Río Grigalva 2e.seeo ae said 7.500 Toluca 4 San Juan de las Huertas. -.- o ooooo=ror=roromne===-- 91.358 AO o 25.500 Celaya á Roque y Plancarte y Santa Cruz. oooooomoooo=--- 30.000 IA Ga Locas 22 en efes > 125,400 O A A IO ÍS 60.100 A A A A AS e 68.765 Ocotlán á Atotonilco el Alto (Ferrocarril Central Mexicano). 35.260 Occidental de MÉxicO--- oooooooro=-oo==---- anos paas 61.000 A A OS 34,877 San Juan Bautista y el Playón (Forma parte de los Tranvías IAN poso ejes e. pasoo ode z 1.188 REO A a a : 31.000 San Juan Bautista al Río González (Compañía Industrial de A A A OS 5.425 Río Grande, Sierra Madre y PacÍfiCO --...--. 15.900 AitOneatalde Vucatán cciocolotocccodococococcnodon» 5.000 IRENE PTICtaB cocoa rca oo 2 33.000 Menanco ada Drmdad: - 220 ecooo=neo 20 omo nn 47.000 San Rafael y Atlixco (Xico y San Rafael) ---.o.-o-oo.--.. 139.423 Zacatepec á Jojutla (Agrícola de Juárez) .-.--.omooooo---- 7.530 San Luis Potosí á Río Verde oooooocomooooncocoooooooon-> 60.000 A AAA A 73.282 Otumba á CuautengO...omooom===.- A 10.420 A A A 86.048 CA AA A A 10.817 ; Compañía Mexicana de Tracción. .ooooooooooomomm==--=" 5.500 Mineral de Chihuahua..-......- O 29,544 Marfil á San Gregorio é Irapuato. -... TN NS Y ISA 30.000 Coahuila y Pacífico (Ferrocarril Central Mexicano) --.. ---- 319.500 A E A A 32.840 5 : Ala uote... 2... . as 16,612.332 40 " Kilómetros Nombre del Ferrocarril, construídos Dela vuslta As 16,612,532 Naco ss a OS a E 123.500 Comerciales del Distrito Federal. .2oooooooiceooomo 2. 10.740 Chtmalhuacán"4 Texcoco: e. os e 15.552 Mota del Cura y Carrizo en Coahuila (Carbonífero de Coahui- la, Ferrocarml Internacional) daa ti ias 43.500 PigdadiCabadas is IS O a E 5.300 Sierra Pinta á la Bahía de San Jorg0. .ooooocooocccoonoo-- 19.000 Cananea, Rio"Yaqul y Pacificomes. ocio te a 381.780 Pan Americano a ca 450.000 Tranvías Eléctricos de Ciudad Juárez -.oooocooorioon..o-. 1.932 Hacienda de Hornos: 4 ViezCA SST ocios cos 23,000 Tlalnepantla México. o as 16.608 Ayalos:á San Pedro Oca a 27.500 Castillo/AJuanacatlón cd OS 7.500 - Porvenir de Matehuala ca E 11.890 Circultode Banos ta 4.834 DelDesaguo e o n 43 484 CarploáTeprógachlci Sas e IS 88.000 Atlamajac al Ferrocarril MexicaDO-..oooomonoceccooro.o-- 30 000 Sur Pacífico" (Inter California). -....oo0oooococccenacocoos 52,000 Linares al Mineral de San JOSÉ... -ooceooococoroamodenos 61.791 Oaxaca Tlacolula E a NS 11.460 Aoricola do Dar OS 26.130 Zitácuarolá JOcOnUSCO a cneccccass odos os 16.000 San Martín San Juan Tela AS 11.600 El Guarde a Nepanapacid uo ldens slds ts 25.000 Hacienda del Refugio á BrisbiD....-ooeomo===oo==o=-=-. 6.000 “The Cananea Consolidated Copper Co., S. A.” (Sierra Ma- 2 dr ase ts 51.160 Yondesé6ió TOLUCA. cancerosas pra AS 12.000 Estación de San Lázaro al Ferrocarril de San Rafael y Atlixco. 4.711 Minatitlán al Ferrocarril Nacional de Tehuantepec... ...-.. 10.735 Colomba anta nt o E NS 31.500 Marfil á Guanajuato (Ferrocarril Central Mexicano)... .... 6.400 México/A Chalco. oe bobn dass sien e Pe 33.000 Alamos á Guadalajara (Sur PacíficO)..ooooommeo==--.o=-=. 353.276 DM 18,629,215 Seiedad. Cientlica. “Antonio Alza. MEXICO. Srs Revista Científica y Bibliográfica. Múms. 7-8. Tomo 29. 1909-1910. NECROLOGIA. DR. DON ALFREDO DUGES. Tenemos el penoso deber de informar á la Sociedad “Alzate” que el día 7 de Enero del presente año, falleció en Guanajuato nuestro innolvida- ble amigo y maestro, el sabio naturalista y reputado ginecólogo, Dr. Don Alfredo Dugés, consocio nuestro, La amistad que unió á este sabio esclarecido con los señores miembros de la Sociedad “Alzate” y eus virtudes y grandes méritos de hombre cien- tífico, investigador concienzudo y profesor, nos autorizan para hacer, á grandes rasgos, una biografía del finado, extractando lo que publicamos en la Revista de la Sociedad “Antonio Alzate” (1902, núm. 2, p, 5). * * * Alfredo Augusto Delsescautz Dugés nació el 16 de Abril de 1826, en Mont- pellier, Erancia. Hijo del eminente profesor Antonio Imis Delsescautz Du- gts, heredó el talento de su padre y su afición al estudio de la naturaleza. Sus primeros estudios escolares los hizo en Montpellier, así como los mé- dicos, los cuales continuó en París, en donde se recibió de Doctor en Medi- cina. Vino á México, en Mayo de 1853 y casi toda su vida la pasó en Gua- najuato, donde fué Profesor de Historia Natural del Colegio del Estado, Inspector Sanitario, etc. Revista (1909-1910).—6 42 Obtuvo más de 40 títulos honoríficos, perteneciendo á los sociedades sabias de México, Academia de Medicina, Sociedad “Alzate,” y otras, y á varias extranjeras, como las de Biología y Zoológica de Francia, Dr. Alfredo Duges. (1526-1910). Desde 1885 desempeñó el cargo de Agente Consular de Francia, ha- biendo obtenido las Palmas Académicas. En nuestro concepto merecía la Cruz de la Legión de Honor, que no le fué concedida, por un olvido, quizá, 43 de sus compatriotas. Felizmente, en México encontró una segunda patria, que reconoció y premió la labor del Maestro. Nuestra Sociedad “Antonio Alzate” le consagró una sesión, en la que fué leída su biografía, publicán- dose con el retrato de este ameritado Profesor. Sus trabajos publicados hasta 1908, llegaron á 137 y se refieren princi- cipalmente á Zoología, Botánica y Paleontología. (1) El Dr. Dugés estudió con verdadera pasión y éxito, los Reptiles y Batracios de México, y sus pu- blicaciones acerca de medicina, zoología y botánica médicas han sido huni- versalmente aceptadas, traducidas á varios idiomas y utilizadas como base de numerosos estudios sobre la fauna y flora nacionales, Los “Elementos de Zoología” del Dr. Dugés han sido y serán indispensables en muchas Es- cualas Superiores é Institutos Científicos de México. Durante 24 años nos honró el Dr. Alfredo Dugés con su amistad y co- rrespondencia científica, justo es que dediquemos estas palabras á su me- moria, haciendo público nuestro duelo, que lo es también para la ciencia en general y para los centros científicos de México, y expresando, á la vez nuestra más sincera condolencia á la familia del finado. ' México, Febrero 7 de 1910.—A. £. Herrera. THE NEWLY DISCOVERED CAVE OE ATOYAC, VERACRUZ, A contribution to the Study of Cave-development. By M.M, ALLORGE, L, és-Sc,, F, E. $, Introduction. —When we follow the railway line from Veracruz to the City of Mexico we eross, first, a line of dunes behind wich extends a swampy plain of Pleistocene sands. Ata slinghtly higher level stands another plain of Pliocene age, built chiefiy by the mud streams coming down from the “neighbouring volcanic cones. After Paso del Macho we meet for the first time a longitudinal ridge of limestone, which is a spur of the Western Sierra Madre, The limestone contains a number of hippurites and rud- [1] La mayor parte de los trabajos del Dr. Dugés se publicaron en '“La Naturale- za,” períódico de la Sociedad Mexicana de Historia Natural y en las *“Memorias y Re- vista” de la Sociedad Científica ''Antonio Alzate.” Después de 1898 siguió publicaddo sus estadios, que no interrumpió sino pocos meses antes de morir, 44 istae, establishing its Middle Cretaceous age. The railway runs over this limestone from the S0th kilometre across Orizaba as far as the 180th ki- lometre near the station of Esperanza, atter jvich the country is completely covered by volcanic ejecta. ; Upon this calcareous bed, sink—holes swallowing up rivers are of very frequent occurrence. The Spanish name for a funnel-sapped depression of this kind is sumidero, and one of the railway stations has been called by this name. These sumideros correspond to an extensive system of subter- ranean. channels: the deepest are still used by underground streams, whereas the higher ones are mostly dry, and haye reached a state of old age, characterised by the deposition of sinter and the formation of stalact- ites tending to obstruct them again. The cave of Atoyac is an instance of this class, Location. — The mouth of the cave is located amidst steep slopes 900 metres east of the station at Atoyac, about 70 metres below the railway, and 26 metres above the present level of the river flowing at the bottom of the gorge. The opening was discovered during the summer of 1906 by Senor Sánchez when hunting big game among these recipices. During the following autumn the writer had an opportunity of visiting it with Professor C. dle la Torre (Havana University), and of making a rapid surv- ey of it. The entrance is partielly closed by the fall of debris. The strike of the cretaceous limestone at this point is north to south, the dip is about 75 degrees east, and the jointing is aproximately perpendicular to the strike. A glance at the plan of the cave shows that the succession of chan- nels and chambers is not random, but presents a rectangular arrangement, The main passages run in a north to south direction, according to the strike; the may be called subsequent. They are connected by smaller trans- verse corridors corresponding to the joint planes and obsequent to the direction of the strata The features of the interior were briefly described and accounted for. A transverse corridor is partially closed by a high ridge which has been probably formed by the blocks of limestone falling from the roof, damming back the water and slowly covered by the sinter deposited by the cascade. Near the top of the cave is a series of narrow tortuous passages, recalling to the mind the worm of a still. They are superposed one above another, and suggest the progressive tunnelling down of the waters. All these narrow tunnels run to the bottom of a vertical shaft, which the writer was not able to explore; but a constant current of fresh air (temperature 209 centigrade) gives evidence of a direct communication with the surface of the soil. It corresponde in all probability to a chimey by which the surface . waters were formerly engulfed. * 45 Conclusion.—A careful analysis of the succession of chambers compos- ing the cave of Atoyac proves that the work of excavation of the limestone by the waters has been controlled, down to its most minute details, by the planes of bedding and by the system of joints and the fractures. Sub- terranean waters always take advantage of these natural planes of division in dissolving or in eroding calcareous rocks. Up to the great dam, pottery has been found, and thereis evidence ofthe utilisation of this cave by the Indians some five centuries ago. The situa- tion is so favourable that it has probably been used as a rock shelter at a much earlier period. The author thinks that if the actual sinter floors were carefully removed, and methodical investigations conducted, they would lead to valuable additions to our knowledge of American pre—his- tory. The proximity of a railway station would greatly facilite this res- earch. (Rep. Tith British Assoc. adv. Sc. 1907). LE MATLACUEYATL (MALINTZI) PAR M. E. ORDOÑEZ, M. $, A. Anucune montagne isolée, dans wimporte quelle autre partie du Pla- teau Central du Mexique, ne se dresse plus majestueusement belle que le “Matlacueyatl” ou “Malintzi,” s'élevant a environ 2300m. au—dessus de sa base, au Nord—Est de Puebla. Il se trouve au milieu des vastes plaines limitées, á VEst, par la Sierra du Pic d'Orizaba et, á VOuest, par la Sierra Nevada; il est placé dans de si favorables conditions que Von peut, du haut de ses sommets nus, á la silhouette fantastique, admirer un panorama des plus intéressants et des plus instructifs. Quoique s'élevant au centre d'une contrée riche et peuplée, le Matla- cueyatl est demeuré jusqw'á ce jour presque inconnu de la science. Son isolement, cependant, luí a permis d'étre contourné par des chemins de fer, et e'est toujours avec admiration que les voyageurs contemplent cette 46 énorme masse conique, recouverte de foréts et couronée de rochers, sou- vent revetue de neiges pendant l'hiver, ou enveloppée dans des nuages noirs, apportés par les vents froids du Nord qui soufflent á la méme épo- que. H. de Saussure, (1) incidemment, a déja parlé de cette montagne, dont il avait estimé la hauteur bien au-dessous de Valtitude réelle déter- minée récemment, en analysant son influence sur le climat des contrées avoisinantes. D'autres explorateurs se sont contentés de la citer parmi les plus hautes du pays, mais sans préciser son importance dans Vensemble de nos vieux volcans. J. Felix et H. Lenk (2) ne lui eonsacrent que quel- ques notes, tres courtes d'ailleurs, notes qui leur ont été fournies verbale- ment par M, H. Topf, de Jalapa. Us y décrivent quelques pies du sommet et, entre autres détails, y mentionnent Vabsence de cratére. M. Topf as- signe une hauteur de 4059 m au pic le plus élevé; mais Valtitude est no- tablement supérieure. Les deux auteurs cités ont fait une assez bonne description microscopique des échantillons de roches fournis par M. Topt, et cela constitue une trés précieuse contribution á létude de cette mon- tagne. Il est probable que les échantillons dont ¡ls traitent proviennent des differents pics du sommet, car leur description correspond exactement á celle des specimens recueillis par nous dans cette partie du volcan. Dans les quelques pages qui suivent, nous exposons le résultat de deux ascensions trés rapides que nous avons effectuées au Matlacueyatl. La premiére date du mois de mars 1898; nous avions essayé de gagner le sommet; mais, malheureusement, une pluie tenace et froide, aceompagnée dun vent trés fort, nous en empécha. La seconde, faite en compagnie de quelques membres du “Club Hípico” de Puebla, le 25 noyembre 1906, fut plus heureuse, car, outre que le beau temps nous favorisa, nous eumes le plaisir d'escalader les pies en compagnie Vexcellentes alpinistes. (3) Gráce aux données, encore trés incomplétes cependant, que nous avons pu recueillir dans ces deux courtes visites au Matlacueyatl, nous avons im- médiatement compris sa grande importance au point de vue de Vétude générale de nos volcans, aussi bien de leur pétrographie que de leur strne- ture. Par leffet de l'ceuvre avancée de Vérosion, Von peut examiner la structure du massif, dans ses parties tres profondes, sur les parois de (1) H. de Saussure, Coup d'«xil sur 1'hydrologie du Mexique, principalement de la partie orientale, acompagné de quelques observations sur la nature de ce pays. (Mé- moires de la Saciété de Géographie de Genéve, HI, 1862, p. 5-196, passim). ; (2) J, Felix u. H. Lenk, Beitráge zur Geologie und Paláontologie der Republik Mexiko, I, Leipzig, 1890, p. 50. (3, Nous adressons nos remerciements les plus chaleureux á MM. José et Carlos Dorenberg, de Puebla, qui ont bien voulu nous préter leur aide personnelle pour pouvoir effectuer cette excursion, 47 grands ravins dont lorigine se trouve trés proche du sommet. Nous avons Vintention de continuer nos explorations, aussitót que cela nous sera pos- sible, ces premisres recherches nous ayant vivement intéressé. Les coordonnées géographiques du Matlacueyatl ont déja été determi- nées par la “Comisión Geográfico - Exploradora” (1) et donnent 199 13/48" lat. N. pour le pic culminant. : Ainsi que nous Vavons dit plus haut, Valtitude anciennement assignée au point culminant du Matlacueyatl est erronée, si nous en jugeons d'aprés les mesures barométriques prises par ladite **Comisión Geográfico-Explo- radora” et d'apres les nótres, assez rapprochées de ces deniéres, á savoir: 4461 m., selon les caleu]s de la “Comisión” et 4440 m. selon les nótres. Ce chifire dépasse de 180 m. la hauteur du Cofre de Perote. La montagne, sur une circonférence de S0 km. et suivant une pente tres douce, se de- tache comme un grand cóne sillonné de profonds ravins, qui lui donnent, tout au moins pres da sommet un aspect de vieillesse rendu plus frappant par la vue des restes de rochers, á moitié détruits par les agents d'éro- sion, qui subsistent encore au voisinage de la cime. Le róle du climat est si important dans les montagnes du méme genre eb du méme áge que celle que nous décrivons, qu'il suffirait, á lui seul, duns certainsecas, pour déterminer les rapports de parenté et de synchro- nisme existant entre elles. En effet, nos volcans monogénes, tels que l'Ajusco, le Cofre de Perote, le Xinantecatl, le Tancítaro, le Zirate, qui res- semblent tous au Matlacueyatl aussi Vien au point de vue pétrographique quau point de vue tectonique, ont leurs sommets dans un état de destruc- tion bien plus avancé sur les pentes exposées aux vents dominants, aux orages et a la neige que sur les pentes oposées, soumises á un climat plus uniforme, ce qui prouye que ces facteurs excercent une influence sur la forme de ces massifs. De ce fait, et bien que les flanes de la montagne soient sillonnés d'une facon assez régulitre sur tont le pourtour á partir du sommet, les ravins les plus profonds prennent toujours naissance au Nord ou 4 1'Est; ils y for- ment de véritables incisions, commengant au coeur de la montagne; leurs escarpements gigantesques, par leur forme en fer-a-cheval, rappellent un peu de puissants talus de débris, qui s'augmentent sans cesse par Veffet de nouveaux éboulements, comme nous en avons vus lors de nos visites. 11) Nous devons faire observer que la longitude du Matlacueyatl publiée par “P'Ob- servatorio Meteorológico Central.” (Posiciones y alturas de algunos puntos de la Re- pública Mexicana, México, 1901) a été probablement mal copiée sur les documents de la “Comisión;” en effet, on a écrit 02 4/45“, ce qui représent la longitude orientale par rapport au méridien de San Miguel Canoa, et non la longitude par rapport á celui de Alóxioo, qui donnerait 1% 6/35", 48 Mais le Matlacueyatl ne présente qw'á V'Est et au Nord, pres du som- met, ces escarpements et ces talus de débris que prolongent des barrancas tres profondes; au contraire, si l'on regarde vers l'Ouest, on ne voit que des talus á pentes trés raides (352 a 389) et uniformes, partant de la créte pointue, rocailleuse, orientée N.-S., sur laquelle se dresse le pic le plus éle- vé de la .montagmne. “Cette créte, déchiquetée par Vérosion, est formé de coulées de lave superposées, qui constituent fout au moins la région su- périeure du massif. Autre différence entre la région escarpée du Nord et de T'Est et le talus régulier de 'Ouest et du Sud: ici les ravins, moins pro- fonds, prennent naissance á quelque distance du sommet, en formant une coupure aussi abrupte, mais sillonnée d'étroites arétes, qui convergent vers le fond. Les escarpements du sommet des entonnoirs se prolonzent; en descen- dant la montagne, par des ravins dont les bords, déconpés á pic, sinclin- nent d'une maniére uniforme en suivant la pente générale du cóne; leurs parois forment de hautes murailles entiérement á pic, soutenues quelque- fois par d'étroits contreforts, et lon peut y voir, vers le haut, dans toute leur nudité, les laves massives plus ou moins alterées; au milieu, sur ce- lMes-ci, qn apergoit des matériaux désagrégés, arrachés du sommets, parmi lesquels se trouvent de grosses pierres qui ont roulé jusque lá; en bas, re- couvrant le tout, s'étend une épaisse couche de tufs de couleur jaune ou une blancheur éblouissante. Au sujet de la descente reeulitre des parois des ravins, 11 faut, cepen- dant, faire une exception pour le bord de la grande coupure qui s'ouvre, á VEst, dans la direction de la Hacienda del Pinar et qui, partant du sommet opossée aux plus hauts pics, forme une aréte peu inclinée qui va rejoindre, á 3 km. de distánee á Est, une autre éminence conique, le Cerro de Xal- tonal. Vus d'une certaine distance, au Sud, par exemple, de la ville de Puebla, les rochers du sommet et les bords de la barranca se raccordent au Cerro de Xaltonal et produisent l' impression que l'on a en face de soi-les bords d'une grande caldera. Revenons aux talus de l'Ouest et du Sud: on peut y distinguer tos par- ties quoique la différencene soit pas trás tranchée. D'abord, on voitune pente de 35% 4 382 d'inclinaison, sur 300 4 400 m. de hauteur, qui part des ro- chers du sommet; cette pente est remplacée plus bas par une autre, tres adoucie, qui va mourir sur une espece de terrase dont les bords, brusque- ment coupés, descendent par des contreforts escarpés jusqwiá la limite de la végétation arborescente (3900 m.) et, lá, se confondent avec les flanes en pente plus douce de la montagne. Deux fois déja, cette pente reguliére, qui ya mourir presque insensiblement dans la plaine, a été recouverte d'une forét vigoureuse, dont il ne reste plus que des arbres de petite taille, oñoru 9p ejugo sun seada *e[q9n q op 91pa UB 9P UA (ZULIA) [Pp LÁ900U JU or] "OYUZIY 08 “A9M 68 L 49 que dévorent sans pitié, depuis des années, les chemins de fer et la ville de Puebla. Celle—ci, par suite de sa situation privilégiés á une courte dis- tance de ce massif, juite d'un spectacle attrayant: pendant les beux jours du printemps et de V'été, on y voit se jouer les nauges orageux, et pendant Vhiver, on peut admirer les pies du sommet recouverts de neige. Le sommet du Matlacueyatl a la forme d'une créte dentelée, qui s'al- longe, sur une distance d'un kilométre environ, dans une directión N.-S. Un des pies, ou plutót un bloc ou une table de lave, dépasse en hauteur tout les autres: c'est le “Pico Mayor,” comme nous Vappelons; son altitu-7 de absolue, selon nos caleuls, est de 4440 m. Le bloc de lave du Sud, le “Pico Meridional,” rugueux, comme le sont tous les rochers du sommet de la montagne, ressemble d'une fagon frappante á celui du sommet du Cofre de Perote; de méme que ce dernier, il repose sur des bréches et des agglo- mérats rouges, á demi calcinés. Sur cette base peu solide et instable, le bloc ce désagrdge peu á peu du cóte de l'Est, et ses débris, en s'accumu- lant, forment des talus au pied des escarpements disposés en entonnoirs Voú de grosses pietres de détachent presque constamment. Au Sud du “Pico Mayor,” la créte descendante est surmontée de deux gros pics; le plus méridional, séparé des autres par des cols ondulés, est, sans contredit, le plus intéressant de tous: il sert de couronnement á un gouffre en forme de fer-i—cheval, de 400 m. environ de profondeur, dont le fond donne naissance á un énorme ravin. L'extrémité Nord de cette créte est entourée d'un talus de débris et de rochers. Elle s'abaisse trés rapidement; mais, avant qwelle rejoigne la pente uniforme de la montagne, un pic pointu, trés haut, s'y dresse encore: la “Chichita.” Ontre la séparation en coulées, la roche qui constitue le sommet du Matlacueyatl montre une structure columnaire imparfaite, qui West visi- ble que sur les parois des grandes murailles formant les bords des ravins; on y voit aussi des amas irréguliers d'agglomérats volcaniques, intercalés entre les différentes masses de roche dure, dans leurs parois verticales; leur présence accélére de beaucoup la destruction des pics. 1 faudrait se placer sur le bord le plus bas d'un des entonnoirs situés en face des grands pics pour pouvoir admirer ces énormes murailles verticales de 400 m. et se faire une idée de la structure des roches, en observant les progrús de Valtération produite par Vaction des fumerolles et les conditions atmos- phériques. Quoiqu'on soit obligé d'examiner de trés loin les parois á pie de la mon- fagne, on peut se rendre compte des divers états d'altération des laves, á partir des roches encore fraíches du sommet. Ce qui frappe tout V'abord, c/estla coloration bigarrée des murailles, formant un mélange harmonieux, des plus agréables á V'ceil. Le blanc, le rouge sang, le jaune, le gris et le Revista (1909-1910).—7 50 » noir prédominent, tantót bien délimités, tantót se fondant eusemble et donnant des nuances intermédiaires. Par un soleil d'hiver, ce spectacle est Vun effet saisissant. La disposition des laves en minces coulées successives n'est bien visi- ble qw'á la partie supérieure du massif, lá ou Vérosion a pu se faire une fagon active, par suite de l'interposition de lits 'agglomérats; mais ses con- ches ne présentent aucune régularité. De méme, l'inclinaison des laves est trés variée, et il est impossible de déterminer le point de départ des con- lées. Cependant, les épaisses conches de lave morcelée qui forment la cré- te de la montagne présentent une inclinaison vers VOuest, contraire á la pente des entonnoirs; chaeun de ces cirques produit lVimpression Vétre un centre Véruption, une caldera. Mais, si ces apparences ne nous permettent pas de nous former une conviction certaine, nous devons remarquer que la montagne ne présente aucun cratére. D'un autre cóté, dans les ravins si- tués á V'Est des murailles escarpées, les couches de lave s'inclinent en sens opposé: Voú Pon peut conclure que Vorifice de la cheminnée déruption a du étre placé non loin du point de départ des entonnoirs, de telle sorte que la eréte rochense du sommet représenterait les bords d'une grande caldera que Verosion aurait fait reculer vers l'Ouest, en déterminant ainsi une di- minution de hauteur de la montagne. A mesure que lV'on descend dans les profondeurs des gouffres, des en- tonnoirs et des barrancas, ou voit augmenter l'épaisseur der conches de la- ve, en méme temps que diminue celle des lits d'agglomérats et de débris. A un certain moment méme, par suite de cette augmentation de puissan- ce, les nappes-superposées cessent de paraítre distinctes, comme si le noyau de la montagne avait été formé d'une seule masse, d'une fagon absolument pareille 4 beaucoup des sierras éruptives monogénes semées sur le Platean Central mexicain. Par suite de ce changement, la structure columnaire imparfaite, si saisissante au sommet, disparaít, soit parce que vraiment elle n'existe plus, par suite de Valtération des surfaces exposées, soit encore parce qwelle est cachée sous les debris qui recouvrent le fond des cirques torrentiels, restes des matériaux qui remplissaient autrefois l'intérieur de li"cheminée d'éruption. L'étude de la disposition des matériaux volcaniques est rendue trás dif- ficile par Vabondance de dykes de roches altérées, qui croisent en tous sens les roches de la partie inférieure. Un grand nombre de ces dykes, chose curieuse, s'arrétent avant V'atteindre les conches de lave du sommet. Da dá y avoir, Vaprés ce qw'on sait de la structure du Matlacueyatl, une in- terruption dans Vaectivité du volean, qui passa une période d'action conti- nue, pendant laquelle toute la montagne se serait formée, á une période Vaction intermittente avec émission de laves, éruptions explosives de pro- . . En A . Ñ É J í 51 duits détritiques, bombes, ete,, sans oublier les débris cinéritiques que Von trouve actuellement sur le flanes de la montagne. A vrai dire, les produits cinéritiques qui couyrent sa base et qui lui appartiennent en propre sont mélés, aux produits des volcans beaucoup plus jeunes qui forment le grou- pe de l'Acajete, tout pres á VEst; car ce volcan, comme tous les autres géants mexicains, est accompagné de son cortege de cónes de bréches, dont les cratéres surmontent des coulées basaltiques. De cette association fré- quente des vieux massifs monogénes avec des volcans plus jeunes vient Vabondance des ““malpays” au Sud du Plateau Ceutral. Les roches du Matlacueyatl, Vune couleur gris ou brun rouge, sont des andésites 4 hornblende et hypersthéne, avec un peu de mica biotite. Elles sont toujours á structure porphyritique, avec cristaux de labrador abondants. Dans leur páte microlitique, uvec, des aiguilles de plagioclase ef souvent d'hornblende altérée, subsiste un résidu vitreux incolore, gra- nulé ou brun. L'hypersthéne forme de petits cristaux. Ces roches res- semblent beaucoup a celles du Cofre de Perote et du volcan Nevado de Toluca. . (Annales de Géographie, Paris. N? 100. Juillet 1909). SESIONES DE LA SOCIEDAD. ENERO 3 DE 1910. Presidencia del Sr. Ing. Joaquín de Mendizábal Tamborrel, ELECCIONES de la Junta Directiva para 1910: “Presidente: Ing. Joaquín de Mendizábal. Vicepresidentes: Ing. Macario Olivares y Dr. Manuel Uribe 'fron- coso. Secretario anual: Ing. Gustavo Durán. Prosecretario: Dr. Everardo Landa. TRABAJOS.—Ing. Rómulo Escobar. El “Salitre” y el ganado. (Memo- rias, 29, p. 207). Ing. J. de las Fuentes. Empleo de la hidrazina y de sus sales en el pro- cedimiento de beneficio de minerales por amalgamación. V. F. Frías. Conferencias sobre la Historia de (Querétaro, (Memorias, * 29, p. 263). Prof. M. Salinas. £l insurgente Francisco Ayala. (Memorias, 29, p. 251). 52 NOMBRAMIENTO.—Socio honorario: Prof. D. Rafael Altamira. 2%, POosTULACIONES.—Para miembros titulares : Prof. L. Fourton é Ing. Higinio Zúñiga. FEBRERO 7 DE 1910. Presidencia del Sr. Ing. Joaquín de Mendizábal Tamborrel, FALLECIMIENTO.—El Secretario perpetuo dió cuenta con la sensible muerte del Sr. Dr. D. Alfredo Dugós, Socio honorario, que dejó de existir en Guanajuato el día 7 de Enero próximo pasado, á la edad de S4 años. Le- yó el elogio remitido por el Sr. Prof. A. L. Herrera (Revista, p. 41). TRABAJOS.-—-Ing. E. Beaven. Breve estudio sobre las condiciones que dez, ben llenar los planos de los terrenos nacionales que van á levantarse con motivo de la nueva ley de tierras. (Memorias, 29, p. 275). Albert et Alexandre Mary. L'anhydrobiose et les plasmas siliciques arti- Fficiels. (Memorias, 29, p. 289). Lic. R. Mena. Como fué trazada la Piedra del Sol. (Memorias, 29, p. 293). Dr. J. L. Ortiz. No es la luz el agente de la fotografía. NOMBRAMIENTOS.—Socios correspondientes: Lic. D, Cleto González Víques, Presidente de la República de Costa ' Rica; D. Ricardo Fernández Guardia, Secretario de Relaciones Exteriores; Lic. D. Alberto Echandi, Secretario de Hacienda y Comercio; Lie, Alfre- do Volio, Secretario de Relaciones Interiores; Ilmo. Dr. D. Juan Gaspar Stork, Obispo de Costa Rica; Coronel Dr. W. C. Gorgas, Panamá. Miembros titulares: Prof. L. Fourton é Ing. Higinio Zúñiga. PosTULACIÓN.—Para. miembro titular: Ing. Juan E. Reyna, Cuernavaca. MARZO 7 DE 1910. Presidencia del Sr, Ing. Joaquín de Mendizábal Tamborrel. TRABAJOS. —Ing. G. Beltrán y Puga. Cantidades de lluvia recogidas en* el Molino del Rey, Bosque de Santa Fe y Ex-Convento del Desierto, durante el año 1909. (Memorias, 29, p. 305). 53 Prof. L. Fourton. Destrucción de las manchas de yodo. Acción de las mezclas de agua oxigenada y de amoníaco sobre el yodo. (Memorias, 28, p. 25). Albert et Alexandre Mary. Formes organiques artificielles vascularisées. (Memorias, 29, p. 299). Ing. P. Rouaix. El arbusto llamado Hoja+sen en los Estados fronterizos. (Memorias, 29, p. 301). NOMBRAMIENTO.—Miembro titular: hng. Juan E. Reyna, Cuernavaca. El Secretario anual, GUSTAVO DURAN. BIBLIOGRAFIA. Savants du jour. Publication honorée Vune souscription de la Académie des Sciences. Gaston Darboux. Biographie, bi- bliographie analytique des écrits, par Ernest Lebon, Agrégé de PUniversité, Lauréat de Pl Académie Frangaise, etc. Un volu- me in-8 (28-18) de vin-80 pages, papier de Hollande, avec un portrait en héliogravure. 10 Janvier 1910, 7 fv.—Paris. Li- brairie Gauthier—Vallars. Cet Ouvrage a été signalée á l'Académie des Sciences par M. Van Tieghem, Secrétairie perpétuel (Séance du 17 Janvier 1910). . En présentant ce Livre á l' Académie dans la méme séance. M. Emile Picard, Président, s'est exprimé en ces termes: “Je dépose sur le Bureau, de la part de M. Ernest Lebon, un Ouvra- “ge intitulé Gaston Darboux, qui renferme une Biographie et une Biblio- “graphie analytique des écrits de M. Darboux. M. Lebon a entrepris de pu- “blier une série de petits volumes de nature analogue, sous le titre géné- “yal des Savants du Jour. Déja, il y a quelques mois, le premier volume “Je cette série, consacré a M. Henri Poincaré, a été présenté a 1 Académie. “Dans YVOpuscule actuel, on trouvera une tres intéressante Biographie “de notre Secrétaire perpétuel, avec une vue générale sur son ceuvre scien- “fifique. La liste des Mémoires et Ouvrages, qui ont été distribués en sept “sections, a été établie avec un soin extréme. Leur énumeration consti- “tuerait déjá un document précieux, mais M. Lebon ne s'en est pas tenu «la, ll donne quelquefois un court résumé du travail mentionné, et indi- “¿que les analyses dont il:a fait Vobjet. La collection, dont M. Ernest Le- “bon vient de publier les deux premiers volumes, rendra certainement les ¿“plus grands services aux chercheurs et aux historiens de la Science.” Producción de cobre en el mundo de 1907 á 1909, en toneladas, 1907 1908 1909 Estados Unidos ....-.. 392,520 423,300 490,310 Méxicd=> osas 56,565 "39,990 - 56,240 Can 25,615 28,570 24,105 Newfoundland .......- 1,730 1,430 1,380 Coba. A a 3,000 9,675 América del Norte. 476,430 496,290 574,110 AFgOOtIDA 023022 .. 220 225 600 Bolivia. tee 2,500 2,500 2,000 Chil cocos 26,685 38,315 35,785 Perico id. 10,575 15,000 16,000 América del Sur .. 39,980 56,040 54,385 ATEOMADIA . ===. .... 20,490 20,200 22,455 A a aaa 920 1,575 1,615 España y Portugal .... 49,675 52,585 52,185 Hungría .-.----=-===-= 125 2,240 4,505 Inglaterra oe 022.. 700 700 700 Tala e 3,306 2,975 2,275 Noruega. ----- 232 7,010 9,190 9,080 RU as 15,000 20,085 17,750 SUScie. sa 2,000 2,000 2,000 DOrquía. === ====22-. 1,250 1,050 800 A A 100,470 112,600 113,815 JAPO A 48,935 43,000 47,000 LAA duce 6,800 6,880 14,945 - Australasia...-...7--- 41,150 39,500 34,400 IS SOS 713,865 754,310 839,225 (The Enginnering and Mining Journal, según Henry R. Merton € Co. Londres). 55 "22PMAULIG OPpuduag *1099901(] TH METE SE E * 621 "119 y 000 | MSM. sos er | ve Joy Jos8z, ¡991 A AS OZP]N 00 | MS AA ME BLAZE Grr9 [=== co101q9d 00 MS 27 8e [ver [9h [e TN O19U OTGT 0:03 MS e'€ w 120 |ev3 [971 $019 || 77 slquena 000 | MS LT op — [pg |Lló [3:91 v319 ||” exquerson 00 | HEN yI + lo |386 [3:81 A E aq nyO 1:68 38 po ly |vuk [981 Gro [|:“:exquenydog DNA | 8'9 MA (RA EA Es ABE, 168 | €9 19, [3 prT [608 ¡€ Tc | S'TI9 0701 a A a 1 +9 rr GgT |0'v8 |E3G | 0TT9 A ss o a 17% 6 leor lees [613 | 0019 O AS eS aa TP |vIE |El UTI9 vu | E 5 5 vaa | Ap "19303 BIADT | vipam E O | S AAN 8 "00 Y “UPA UT SASIA | SIQUN *21qUOS 8] Y 918 [op “due L 6061=H "X9NI "MM 11/08/1806 =1Y n8Bri Lobo = “OL HT 9P 024] Y 6067 9P NY 9P, "“SVYOIDOTOHOAIAIAN SIANOIOVATISTIO “ODNVUN(] 9P 2999 f* OMPISUT 12p O14OJDALISQO 19 Ud SOPpyMIIMAÍ $0] ap VLaUAÓ UDMNSIT A A A ———— 56 “JU soÑñoyÍ 9sof: “1099911 TH s'8 NA E 07 £9 UA NO S009 0 [pS ouy 69 ¿MUS Lv L9 sy A RO AU RS “91Q STOUT e) "MUS 6'T S9 0'9 |3'96 |8'ST |€35'019 "9IQUISTAON +9 MUS Ss? 89 0'9 OLEO NORTE LOAD LOT TETAS "9190390 GTI UN 9'G 92 $8 |£P3 [691 |69'609 oxquiey des 02 MS Gl 12 STT [|9'83 |2'8T |05'609 "7009503 y 89 AS SR €l LL POR IDC ST IESO (ER omnE g'6T A | 0'9 TZ £'€T |T'8Só [961 |81'609 NAL Y oTunf 18 NS E IO Ss €6 €3T | 266 |0'T6! | €P'S09 "7 0ÁBM | S'8 NS e T ha 128 A AIN | TQ y L'8 "MUS E E TG Lv 69 8'Z6 | S'8T El SP'S09 OZIBIN ideur 6'8 MS y Ñ vo €S 198 S'9% |€'£T |89'609 7 019:1Q9H ideur sg "MUS y , ST 86 ¡ETT [€'€6 [0'PT |90'0T9 OL TY o o o Ur q d uy uo *UTnIoOp UNI J| pora ES "ULA "XBN Po 18303 BLAN" T BIpau “19A Á “UNMOP OJUALA. | “apo "00 Y “MOB SISAM SoQquN | a | *B,1QUIOS R] % 3118 19p “duo L «5961 =H ' "O0X9TAL "M ¡6GoT=1 uc L/cvobI=" “G06T 9P 0UD 19 AUDANP + “VITHHO JN 2P 09289700979 í 024OJWAAISYO) 12 Ud SOPDIJIDAR SD] IP POLI WIN UIUMSAT "SW OIDO'TOHOAIADN SIANOIOVAHAIASIO Speiedad Cientíica Anton Alzate. Revista Científica y Bibliográfica. Núms. 9-10. Tomo 29. 1909-1910. Estación Biolóvica Marina de Roscoll, anexa á la Universidad de París. Secretaría de Estado y del Despacho de Instrucción Pública y Bellas Artes. —México.—Sección de Educación Secundaria, Preparatoria y Pro- fesional.—Mesa 2?—Núm. 5575. El C. Secretario de Relaciones Exteriores me dice lo que sigue en nota fechada el 22 de enero último: “El Ministro de Francia en esta capital, en nota de fecha 20 del mes en curso me dice lo que á continuación tengo la honra de transcribir á us- ted, para los efectos á que hubiere lugar: “De acuerdo con las instrucciones del Señor Ministro de Negocios Ex- tranjeros de mi país, tengo la honra de adjuntar á usted un ejemplar de la noticia relativa al funcionamiento de la estación de zoología marítima de Roscoff. Gracias al empeño y á la actividad de su Director Señor Delage, Pro- fesor de la Facultad de Ciencias de París y miembro del Instituto, se han llevado á cabo mejorasimportantes en la Estación de Roscoff, y se han crea- do laboratorios particulares que se ponen á disposición de los trabajadores. Para alquilar cierto número de estos laboratorios, el Señor Delage sos- tiene relaciones con varios sabios extranjeros, y ya varios Estados han acordado subvenciones al establecimiento Roscoff. El precio del alquiler de cada laboratorio es de 1500 fr. al año. Mucho estimaría yo 4 Vuestra Excelencia que se sirviera comunicar los informes contenidos en la noticia de referencia á las sociedades y á los sabios mexicanos á quienes pudieran interesar, con el fin de que eventual- Revista (1909-1910).—8 38 mente,se pongan en contacto con el Señor Delage directamente, ó por me- dio de esta Legación ó de la de México en París.” Y lo transcribo á usted para su conocimiento y fines que procedan, acompañándole la noticia sobre el funcionamiento de la Estación Biológi- ca de Roscoff. Libertad y Constitución. México, 26 de febrero de 1910.—Por orden del Secretario. El Subsecretario, E. A. Chávez.—Al C. Presidente de la Sociedad Científica “Antonio Alzate”.—Presente. Estación Biológica Marina de Roscoff, anexa á la Universidad de París. Fundada en 1872, por H, de Lacaze-Duthiers, esta estación no era al principio más que una instalación rudimentaria. Pero la elección muy jui- ciosa del lugar era la garantía segura para su desarrollo posterior. Allá, en efecto, se encuentran en su vecindad inmediata, todas las naturalezas del fondo, (arena, limo, yerbas, conchas rotas, moerl, rocas. helechos, ete. ), con las faunas y las floras particulares á cada una de ellas. Hay pocos lu- gares sobre las costas que puedan compararse como ése, en cuanto á rique- za y variedad de la fauna, ya sea en Francia, ya en el extranjero. Además las mareas son allí muy fuertes (cerca de 1U metros) y descubren exten- ciones considerables de playa, de tal manera que es muy fácil cosechar allí una multitud de animales. Por eso también, los progresos de la estación han sido incesantes. Hoy es un vasto edificio que mide más de media hectárea y se halla cubierto de construcciones. COMPRENDE: Un gran acuarium de 300 m. cuad. de superficie con veinte arcas de circulación constante, de agua de mar y con dos grandes hoyas igual- mente de circulación; Un vivero de cerca de 1,000 m. cuad, de superficie y de 4 m. de pro- fundidad alimextado por la marea: Unas cubetas elevadas de 180,000 litros, en donde llega el agua por medio de una bomba puesta en movimiento por un motor, y de donde se esparce por las arcas y los tanques del acuarium, y en las pequeñas ar- cas de los salones de estudio: 22 salones de trabajo para los sabios que se entregan á investigacio- nes originales; 59 Un salón de colecciones que contiene todos los animales de la región determinados por especialistas; Una gran sala común para los estudiantes, á quienes se dan dos series de conferencias y manipulaciones de 30 sesiones cada una; Una biblioteca; Una sala para la física; Un salón para la química; Dos gabinetes de fotografía; Un salón para las máquinas; Un taller; 20 recámaras en las cuales se admiten á los trabajadores que tienen interés especial en quedar cerca de su trabajo. Los útiles comprenden diversas embarcaciones de vela pequeñas y una lancha con motor de 18 toneladas, con la cual ha podido llevarse á ca- bo una excursión hasta Inglaterra. El número de trabajadores, que durante varios años, había variado de 30 á 40, habiéndose duplicado en estos últimos tiempos, ha habido la ne- cesidad de hacer nuevos aumentos para recibir á todos los que vienen aho- ra al laboratorio pidiendo hospitalidad. Se han demolido y vuelto á coustruir según nuevos planos el acua- rium y las antiguas sillas movedizas, y se han edificado 24 laboratorios nuevos, alumbrados todos por medio de amplios vanos de vidrio y dotados con todos los aparatos científicos que reclama la técnica moderna; estos salones están cerrados y constituyen para los trabajadores que los ocupan, laboratorios personales en donde pueden aislarse cómodamente. Estos la- boratorios personales se ponen á la disposición de los sabios de los Esta- dos extranjeros, mediante una pensión anual de 1500 francos pagaderos á la Facultad de Ciencias de París. ls un precio notablemente inferior bajo el cual se alquilan las piezas de la estación zoológica de Nápoles. Con- viene notar que la estación de Roscoff no hace un doble empleo con ésta. En etecto, colocada á orillas de un mar de mareas, cuya fauna es del to- do diferente á la del Mediterráneo, constituye por el contrario su comple- mento natural. 60 RIQUEZA MINERAL DE AMERICA POR E, W. RAYMOND Y W, R. INGALLS, Fué mi intento dar lectura ante esta honorable reunión á un extracto del interesante trabajo de los Señores R. W. Raymond y W. R. Ingalls pre- sentado en una sesión del Instituto Americano de Ingenieros de Minas, en el mes de febrero de este año, con el título: “La riqueza mineral de América”. Pero la información que este trabajo contiene es tan precisa, y está tan hábilmente presentada, que me he visto en la necesidad de trans- eribir, más que de estractar, mucha parte de su texto, en cuanto tiene re- lación directa con el papel que los yacimientos minerales de metal precioso han hecho como estimulantes en la exploración y conquista de América. Dicho lo anterior, no necesito agregar que en lo que sigue nada hay que no proceda del trabajo de dichos Sres. Raymond é Ingalls, y que no me pertenece más que el deseo de llamar la atención de esta Sociedad so- bre él. * Contando con vuestra benevolencia entro en materia. Los recursos minerales de una región, según el testimonio de la histo- ria, han sido el origen de su primer desarrollo y la base de su ocupación subsecuente por agrupaciones civilizadas y prósperas. Los hombres de la edad prehistórica, viviendo de la cuza y de la pes- ca, no pudieron utilizar ni valorizar los depósitos minerales pero el paso dado en la civilización, representado por las manufacturas y el comercio dió ya ocasión para que se comenzase á realizar el valor nacional de los de- pósitos por el intercambio que hacían de sus productos las tribus más re- motas que los poseían. Entre otros ejemplos está el de losindios del Lago Superior de Norte América que cambiaban su cobre nativo por la mica de Carolina del Norte, y así otros. : En los tiempos modernos los metales preciosos han sido el estímulo para la exploración y la Conquista y esto es del todo aparente en la histo- ria de Norte y Sur-América. Fué la perspectiva.de tener oro y plata la que condujo los aventure- ros Españoles á las costas de América: las conquistas de México por Cor- tez y del Perú por Pizarro fueron inspiradas por los relatos de las rique- zas de los Aztecas y de los Incas. Las exploraciones que se sucedieron á * Transactiones of the American Institute of Mining Engineers. Vol. XL. 1309 (1910). 61 la Conquista descubrieron muchas famosas bonanzas de metales preciosos; la primera plata enviada á Europa de México se obtuvo en las minas de Tasco, descubiertas por los Españoles en 1522 próximamente, un año des- pués de la conquista. Estas minas, lo mismo que las de Pachuca, se han reputado como las más antiguas en México, pues algunas de ellas habían sido, de tiempo atrás, trabajadas por los Aztecas, cuando tuyo lugar el arri- bo de los Españoles. Es muy interesante el notable desarrollo de las minas de oro y plata en los tres siglos que siguieron y merece por tanto hacer de él la siguiente reseña cronológica. En 1537, cinco años solamente después de la conquista del Perú, co- menzó la explotación de las minas de oro por los Españoles en Nueva Gra- nada, (Estados Unidos de Colombia). En 1540 comenzó en México la de las minas de plata en Zacatecas. En 1545 se dsscubrieron las famosas mi- nas del Potosí en Bolivia; y en 1548 se hizo el primer descubrimiento en Guanajuato, México. En 1557 tuvo lugar un acontecimiento importantísimo: Bartolomé de Medina, de Pachuca, México, inventó el procedimiento de amalgamación que se ha llamado beneficio de patio. En 1571 la mina de mercurio de Huancavelica, Perú, comenzó á pro- ducir abundante metal y fué este un suceso de grande utilidad para el be- neficio de los metales de Potosí. En 1574 se introdujo en Perú el beneficio de patio. Las minas de pla- ta de Oruro en Bolivia, fueron descubiertas en 1575. Los placeres del Bra- sil lo fueron en 1577. pero pasaron 100 años sin que se trabajaran activa- mente y su producto vino á adquirir importancia en 1695. En 1590 inven- tó Alonso Barba en Potosí, Bolivia, la amalgamación de cazo. Después de los descubrimientos narrados sobrevino un período de cal- ma de 50 años en el cual no se registró hallazgo digno de anotarse; pero en 1630 se dió con las minas de Cerro de Pasco, Perú; y en 1633 el peruano L. S. Barba inventó el horno de Aludeles para obtener la reducción y des- tilación del mercurio, el primero por su eficiencia para el objeto, pues que permitió dar gran impulso ála metalurgia de los metales preciosos que por aquél tiempo y por tres siglos después se han obtenido con la agencia del mercurio En 1666 se desenbrieron las minas de plata de Cusihuiriachic de Chihuahua, México. En 1695 comenzaron á producir con abundancia los ricos placeres de oro de Geraes, Brasil, La famosa mina de Santa Eulalia, Chihuahua, fué hallada en 1704. La gran bonanza de Real del Monte, Mé- xico, se descubrió en 1762 y en 1771 las ricas minas de plata de Hualga- yoc, Perú. En 1778 se abrieron las minas de Catorce, México, y fué reco- 62 nocida su riqueza. Las históricas minas de Guarisamé, Durango, se ha- lHaron en 1783 y en 1792 la famosa bonanza de Sombrerete, Zacatecas. Hasta 1793 vinieron á utilizarse en México las mulas y caballos para la incorporación de los agentes químicos con las lamas en el procedimiento de patio, ahorrando con esto el 25 por 100 en el costo del beneficio; antes de esta fecha la operación se hacía enteramente con trabajo humano. Todos estos grandes descubrimientos y explotaciones tuvieron su asien- to en la cadena de montañas, ó serie de cordilleras que localmente se les ha designado: Montes Rocallosos, Sierza Madre, Los Andes, etc. y de una manera general, Cordilleras Americanas, que se extienden casi sin inte- rrupción desde Alaska á la Patagonia, considerando como una dependen- cia suya la Sierra Nevada de California. La extensión y variedad en ri- queza mineral contenida en los depósitos diseminados de oro y plata en to- da la asombrosa extensión geográfica de esta formación de montañas no tie- nen paralelo con la riqueza mineral que se haya podido manifestar en los Alpes, los Urales, los Carpatos ó los Balkanes, ni en cualquiera que pueda revelarse en lo sucesivo en el Himalaya, Montes de la Luna, ú otros imper- fectamente representados en las cartas de Asia y Africa. Los conquistadores Españoles tuvieron la buena fortuna de atacar el Continente donde la gran cordillera metalífera quedaba más cerca del mar, de aquí la temprana explotación de México y de partes de Centro y Sur- América. La colonia Inglesa en James Tower, la expedición de Ponce de León y otros en la región de los Appalachian fracasaron, por que inspira- dos en la esperanza de encontrar ricos depósitos de oro, se dirigieron lejos de las Cordilleras, y quedó reservado para los últimos siglos revelar las ri- quezas de los Montes Rocallosos en los Estados del Pacífico y territorios British Columbia, Yukon y Alaska, por donde aquellos se extienden. Con todo no pueden considerarse como completamente exploradas las Cordilleras Americanas. Especialmente en Centro y Sur-América, se ha- llarán, indudablemente, depósitos minerales que igualen á las famosas bo- nanzas del pasado. Pero la historia de cuatro siglos pone de relieve un principio que de- be tomarse en seria consideración, á saber: que mientras la minería puede ser inspirada en cada región por el deseo de obtener metales preciosos, es- te ramo de industria no puede establecerse en modo permanente, y ningún comercio substancial puede asegurarse hasta que la explotación de los me- tales inferiores y de los minerales voluminosos, especialmente el carbón, ha comenzado. La explotación de los metales preciosos está caracterizada por campamentos efímeros; la de los metales inferiores se distingue por la creación de poblaciones permanentes, y á menudo ciudades con una pobla- ción persistente. Esta ha sido la historia de los Estados Unidos; ha veni- 63 do áser la de México y será la de Sur-América. No tenemos que ir lejos para hallar la razón. Los metales preciosos pueden extraerse por métodos imperfectos, el oro se obtiene hoy en Alaska lavando la grava en bateas. La plata se ex- trajo por más de tres siglos en México y Sur-América por el procedimien- to de patio que no ha requerido más que el trabajo de hombres auxiliados por animales, pero con escasa maquinaria, y las barras obtenidas pudieron transportarse á largas distancias por veredas en las montañas en las que sólo había lugar para un hombre ó una mula. Esta era la situación en el Oeste de los Estados Unidos cuando las minas de la veta de Comstock se estabatrabajando, antes del advenimiento del Ferrocarril del Pacífico. Los exploradores han cateado sobre muchas partes de Colorado, Utah y Neva- da, descubriendo crestones de minerales de plomo y cobre; pero sin dispo- ner de un transporte barato estos descubrimientos fueron inútiles. El fe- rrocarril citado permitió extraer los metales inferiores de la región Occi- dental de los Montes Rocallosos y llevarlos á los mercados del mundo, implantar grandes centros de fundición y unaindustria minera permanen- te; asimismo desarrollar las industrias manufacturera y agrícola requeri- das para el sostén de la minería. La ciudad de Virginia, dependiendo solo de las minas de oro y plata del Comstock ha decaído hasta ser una endeble sombra de sí misma; pero Denver, Lago Salado y Helena con grandes cen- tros de fundición alimentados con los metales inferiores que llegan á sus hornos, han llegado á ser por el contrario, centros prominentes de pobla- ción. El rejuvenecimiento de México como país minero data de 1886, cuando los minerales plomosos, especialmente de los Sierra Mojada, comenzaron á ser importados á los Estados Unidos en cantidades importantes. Y fué so- lo tres años más tarde en 1889 que la minería del plomo condujo al esta- blecimiento de fundiciones en México. Este hecho no sólo estimuló á la construcción de ferrocarriles sino que promovió la explotación de minera- les de plata que los fundidores pedían como fundentes. Por ejemplo, las mi- nas del Parral producen mineral de plata muy silizoso que requería ser so- metido al procedimiento de lexiviación por el hiposulfito. Y de este modo la explotación del distrito se hacía en una pequeña escala. Pero ahora el Pa- rral es una gran ciudad minera, respecto á tonelage: Sus metales se embar- can en fuertes volúmenes consignados á los fundidores, quienes los mez- elan con otros minerales y los tratan con menor costo que cuando lo hacían por el antiguo método de lexiviación, Aun cuando en el caso de algunos minerales las fundiciones tienen ahora la competencia del procedimiento de cianuración no puede negarse que Monterrey, San Luis Potosí, Aguas- calientes, Terreón y Velardeña, como centros de fundición, constituyen el nucleo real de la prosperidad minera de México. 64 Así ha sucedido en Sur-América. En años recientes, Chile ha sido una nación comercial muy importante del Continente Sur, no por razón de su producción de oro y plata sino más bien por la de cobre y salitre. Chile está indudablemente destinado á tener una grande alza como país minero, acometiendo la explotación de sus recursos por métodos más modernos, que resultaron de la construcción de ferrocarriles, la erección de fundicio- nes centrales, el desarrollo de sus minas de carbón, etc. Semejantes re- sultados serán seguidos de la reapertura de Cerro de Pasco en Perú, como mina de cobre, y de una creciente explotación de los depósitos estaníferos de Bolivia que puede llegar á ser el primer país productor de estaño en el mundo. El Brasil fué famoso originariamente por ser manantial de diaman- tes y por sus ricos depósitos de oro; pero los diamantes han escaseado y le queda una célebre y productiva mina de oro, San Juan del Rey, pero en la industria minera del Brasil lo que tiene superior importancia son los mi- nerales de manganeso y la arena monazítica. El objeto de este trabajo al encarecer la importancia de la explotación de los metales inferiores ha sido hacer aparente la íntima relación entre esa clase de minas y el desenvolvimiento de transportes perfectos con el corolario de que los intereses industriales no pueden asegurar ningún ade- lanto real hasta disponer de las comodidades que trae consigo un medio de transporte barato. En ausencia del transporte barato la minería de los metales inferiores es impracticable en general; pero la posesión de depósi- tos de tales metales y minerales inspira la construcción de ferrocarriles que se desarrollan luego por el orden natural de las cosas. En regiones pri- vilegiadas ha sido posible explotar metales inferiores de tiempo atrás co- mo en el interior de los Estados Unidos, que disponiendo de vías fluviales para llevar sus productos á los mercados del mundo, pudo explotar sus recursos en metales inferiores sin la influencia estimulante de depósitos de metales preciosos. Pero es indudable que la falta de vías navegables y el carácter accidentado de la costa Occidental de Sur-América ha retar- dado la explotación de metales inferiores en espera de la tediosa construe- ción de ferrocarriles en las pendientes de los Andes. Se tienen estadísticas en lo concerniente á América, sobre Estados Uni- dos, Canadá, México, Bolivia, Brasil, Chile y Perú, con las que se acredita que estos países poseen las especies minerales que demandaría forzosamen- te el establecimiento de una minería que tenga por base la explotación de los metales inferiores. Faltan esos documentos para los demás países de la América del Sur y los de la América Central; pero se sabe que hay una industria minera de importancia en Guatemala, Nicaragua y Honduras, igualmente en Colombia, Venezuela y Argentina. En un ensayo sobre industria minera, la cuestión de supremo interés 65 concierne al futuro; pero pende este mucho del pasado y aun del presente. La experiencia del mundo por muchos siglos enseña: que si los depósitos de minerales preciosos han producido por largos períodos de tiempo ,suce- de que en una ocasión dada odrá estimarse lo que puedan durar y el pro- ducto de que sean susceptibles si no es por solo unos cuantos años más. Al contrario: podemos formarnos buena idea de los depósitos de fierro, aún sin labrados, en Michigan, Wisconsin y Minnesota que yacen cerca de la superficie y cuya extensión puede determinarse por medio de cateos ó son- das; igualmente podemos medir aproximadamente los depósitos de carbón mineral, que aparece en capas de extraordinaria extensión, marcada por co- nocidos fenómenos geológicos. Por otra parte aun en países en donde la minería está bien desarrollada como en México y los Estados Unidos na- die podría aventurar una indicación cuantitativa de las existencias mine- rales de cobre, plomo y zine en esos criaderos. Así y todo, si es cierto que las minas individualmente dejan de producir lo es también que son reem- plazadas por nuevas y que la extensión y capacidad productiva de los dis- tritos aumentan, como lo reflejan las estadísticas. En cuanto á nuevos distritos, las probabilidades con que cuenta la ex- ploración de nuevos depósitos minerales son cada vez más diminutas. De 1849 á 1879 los descubrimientos eran comunes en los Estados Unidos, des- pués de 1879 han sido cada vez menos frecuentes; lo cual debe provenir de que la superficie ha sido tan cuidadosamente escudriñada que pocos cres- tones han podido quedar desapercibidos ó no han ofrecido interés á los ex- ploradores juzgándolos de escaso ó ningún valor. Hay también distritos en donde la exploración es en extremo difícil por cuanto á que las vertien- tes montañosas están pobladas con intensos montes. Se concibe que en México y Sur-América se verifiquen estas condiciones. Pero no obstante la escrupulosidad con que la superficie de Norte y Sur-América se haya explorado es lo probable que solo una pequeña par- te de la riqueza mineral de sus tierras se ha descubierto. Muchos depósi- tos minerales de metal precioso ocurren en lo que se llama Vetas Ciegas, (las que no llegan á la superficie). El descubrimiento de minerales es grandemente casual. Sin embargo, la práctica y ciencia geológica ha reforzado la capacidad de los explorado- res. Nadie podría juzgar hace 5 años de las inmensas cantidades de cobre que se hallaron en Ely, Nev., bajo la masa casi estéril que con el carácter de criadero aurífero había dado lugar á trabajos infructuosos por unos treinta años. Este descubrimiento fué análogo á la revelación casi contem- poránea de que bajo las grandes masas de terreno aurífero del Mont Mor- Reyista (1909-1910).—9 66 gan en Queensland, Australia, se hallaba un inmenso depósito de mineral de cobre. Estos descubrimientos, además de constituír un aumento importante en el abasto de cobre, significan acaso más por la enseñanza de nuevos he- chos en la ciencia que trata de los depósitos minerales. Por ejemplo, el descubrimiento de ricos minerales de plata en una for- mación caliza en White-Pine, Nev,, fué la primera causa de una atención reiterada en la mineralización de la misma clase de roca en Eureka, Nev. El descubrimiento de las bonanzas de Eureka impresionó mucho. Semejantemente el descubrimiento del oro en la andesita y fonolita de Cripple Creek, Colorado, en 1891 Antes de esafecha los exploradores ame- ricanos no sabían que el oro se encontraba en andesitas y no distinguían á ojo desnudo el mineral que contenían, sino hasta que por el ensaye pu- dieron determinarlo. Pero los actuales exploradores aprendieron la lección, De los hechos citados se desprende otro de importancia científica y es que en Ely y Mont Morgan se hayan encontrado depósitos de mineral de co- bre debajo de extensas masas de terreno que contenían algún oro sin ma- nifestar ninguna indicación de la existencia del cobre. Así es que por la generalización de tales hechos y su aplicación á la exploración futura la Geología aplicada á este ramo será el guía de los futuros exploradores. Nos adelantamos aun á decir que en años venideros los triunfos de los geólogos serán más y más frecuentes y que acaso nuestros sucesores de la próxima generación puedan decir que el descubrimiento de un mineral de casual que era se ha convertido en un problema de pura deducción científica. Pero cualquiera que sea el progreso en esta dirección sentimos la seguridad de que la riqueza mineral de Norte y Sur-América después de cuatro generaciones de exploración estará aún lejos de ser conocida y que en el curso del tiempo, las minas de Sur-América traerán á sus pueblos un desarrollo material de la clase del que Canadá, México y Estados Unidos han experimentado. Queda por hablar del carbón, que es la médula de toda industria, del cual Norte-América es tan rico. La impresión popular de que los Estados del Centro y Sur-América no poseen importantes abastos de carbón no es- tá bien fundada; es más bien una confusión de la falta de explotación con la no existencia. De hecho, el carbón y la lignita aparece en muchos puntos de México, América Central y del Sur; y realmente se explota en Chile, Perú y la Ar- gentina, aunque su producción no baste aún para llenar las exigencias do- mésticas. En cuanto á los Estados Unidos, según un informe del perspicaz es- tadista Abraham S. Hewitt, poseen un tesoro tan vasto, en los Estados del 67 Centro y el Este, que el mundo puede extraer de él su abastecimiento por siglos futuros, pues que el carbón todo del resto del mundo puede deposi- tarse dentro de la cuenca que poseen sin que sus millas cuadradas ocupen una cuarta parte del area carbonífera de los Estados Unidos considerada en dicho informe en el cual sin embargo no se comprenden los terrenos carboníferos del Colorado, que han sido estimados con una extensión igual á todos los otros campos del carbón de los Estados Unidos. Si el carbón de las Repúblicas sur-americanas ocupa una relación geográfica peculiar con sus otros recursos minerales, tal como fueron re- conocidos en 1868 por los Estados Unidos, las exploraciones futuras tienen que determinarlo. En 1876 el gran ferrerista inglés Lowthian Bell declaró que los manu- factureros americanos de fierro y acero seguirían contrariados sin esperan- za alguna por razón de las distancias á que tenían que transportar sus mi- nerales fundentes y combustibles, comparando esta situación con la suya en la que sus materiales los tienen casi en justaposición completa. Pero la inventiva y empresa de los americanos ha obliterado estos supuestos impedimentos de tal modo que una tonelada de mineral de fierro puede transportarse á millares de millas sin la intervención del trabajo humano. Los ríos y los océanos considerados antes como obstáculos para el comer- cio se han convertido en vías de comunicación y el transporte barato por los ferrocarriles ha aniquilado las distancias. El progreso científico por su lado, ha reducido mucho la importancia decisiva que se daba antes á las diferencias en la cualidad de los materia- les erudos. El uso de productores de gas y de las máquinas de gas ha he- cho desaparecer el limbo de superioridad d+ ciertos combustibles; y el ade- lanto de la metalurgia ha reducido el interés de la composición y ley especial de los minerales. En suma el progreso científico ha permitido utilizar un mineral erudo que posea algún valor, y la practicab:lidad de ello no de- “pende del dictado absoluto de la naturaleza, sino de la decisión económi- ca del hombre. En esta decisión más que las condiciones naturales funcionan el cos- to del transporte del material erudo al punto de su reducción y manufac- tura, y el subsecuente para entregar el producto á los consumidores. Aplicando á Sur-América el abaratamiento del transporte como se hizo antes en los Estados Unidos y muchas partes del Canada, á saber: estableciendo ferrocarriles para desarrollar los recursos de muchas regio- nes no es dudoso que la minería sur-americana llegaría al extremo de que dentro de pocos años acreciese el bienestar y multiplicase la industria de sus habitantes. Además hay otro aspecto de la influencia del hombre sobre la natura- 68 leza que merece ser aquí considerado. Si es cierto que las ciencias y el arte utilizan las fuerzas y materiales que ministra la naturaleza lo es tam- bién que el método de tal utilización está dentro de la elección del hom- bre. Y el moderno desarrollo del uso de las corrientes eléctricas como ve- hículo de natural energía invita á transformar la vida industrial del mun- do. Sin entrar en detalles juzgamos suficientemente justificado decir que la transformación y transporte de energía por este medio para utilizarla en puntos distantes, como calor ó fuerza motriz, hace de cada caída de agua un recurso natural para prolongar la existencia de los criaderos de carbón y la de las maderas. Desde este punto de vista las elevadas cimas de las cordilleras americanas y los innumerables torrentes que concurren á for- mar los ríos que descienden á uno y otro océano ministra un inextinguible manantial de energía para las generaciones venideras. Este bosquejo general sería incompleto si no se reconocieran también los motivos y facilidades que ofrecen las topografías de Norte y Sur-Amé- rica para el futuro tráfico interior. Que cada nación debería ser árbitra por gobernar, dentro de sus propios límites, los productos de todo el mun- do, es una noción basada en la experiencia histórica de la guerra. Acaso ningún país como los Estados Unidos se aproxime tanto á este objeto y sin embargo, carece y uecesita de muchos productos del trópico, que no puede cultivar y que los pagaría con gran complacencia. Hasta aquí, por razones que no es necesario referir, el curso del trá- fico ha sido Este-Oeste; pero se aproxima el tiempo en que se inaugure un importante intercambio comercial entre Norte y Sur. A este fin el pro- yecto de un ferrocarril intercontinental, por largo tiempo perseguido, ya ofrece llegar al fín de una poderosa promesa; y cuando se llegue á comple- tarlo, las cordilleras americanas, que inspiraran la conquista de este he- misferio á la civilización europea, habrán venido á sér el eslabón que una á sus dos mitades en una permanente paz y progreso. México, Diciembre de 1909. LUIS ESPINOSA, M. $. A,, Ingeniero de Minas, Coordenadas reográficas y altitudes del Estado de Puebla, tomadas de la lista que acompaña á la Carta mural de ese Pstado, publicada por la Comisión Geográfica Exploradora, (1908). Abreviaturas: C, ciudad, H, hacienda, P, pueblo, R, rancho, Y, villa. A a SS A Amalucan (Cerro)... O A os pao OO Vamo: =.-- Had AAA AO A A y E A CA Batán (El), H Buenavista (San Juan), H.ooooocooooroo----. Buenavista (Santa María), H.--. PEA Costocráan (Cerrar ns a Coyotzingo, P.....-. Cruz (Fábrica). -...--- Cuautlancingo, P... Esperanza (F. C. M. Gallinero, H.....-. Huauchinango, C... Huejotzingo, C..... Hueyotlipan, P..... pl o. ACB > A Ixtaccihuatl (roca más alta pechos) -........-- Manzanilla (Cerro). Matamoros Izúcar, €. Matlalcueyatl (Malinche, cerro Xaltonallin)... Metlaltoyuca, P.... Molcajac, V..-.. ---.- Ú Momoxpan, P.oooooioocoo.o.-- Adler Moyolzmnco ue. E MES is eS ed Nextetelea Bao los oia o sa) Nopalucan etc asen aos Ocotal ooo Ocoyucan, P.....-.. Pantepec; Dies. e ¿bnsio a A A Popocatepetl (punto más alto del cráter) Volcán Puebla Ms ec e Rancho Colorado -.oo2mc.0oooo=ooo=oosoz==o=> Resurrección, V.... Sanctóram; Eo oi lan a San SN En E lao dos cbo toos dpO id San" Baltasar. Prot ao dios e San Juan del Río, P.. Santa María, R..... San Martinito, H....- San Miguel Atlixco A (Corro) eos oa tete Sam Pablo (Cerros o a aoa ee dr SES Tecamachalco, C.... Lat. N. 18 58 45 19 02 19 19 07 11 19 14 35 19 11 49 19 04 07 19 05 16 18 51 42 19 00 57 20 1051 19 09 28 19 05 06 19 10 44 19 05 34 18 36 12 19 13 48 90 44 05 18 44 09 19 04 12 19 1435 19 07 13 19 1259 19 08 36 18 58 31 20 31 29 19 01 17 19 02.30 19 04 35 19 06 04 19 05.51 19 06 03 19 0124 18 10 01 19 05 06 19 01 02 18 54 42 19 06 25 18 53 58 18 5257 Long. E. Altitud de México 0 53 43 0 53 02 0 49 56 0 42 02 0 4135 0 52 57 0 51 40 1 45 39 0 54 37 1 04 59 0 43 45 0 55 22 0 29 33 1 0000 0 4016 1 06 07 1 1653 1 13 46 0 52 01 0 43 43 0 47 33 1 18 44 0 5051 0 49 56 1 11 40 0 30 20 0 56 06 0 54 56 1 0018 0 52 46 0 58 23 0 55 36 0 37 09 0 56 00 0 52 48 0 41 44 0 56 36 1 09 56 1 24 05 m. 2068 2490 2200 2404 2322 2180 2452 2133 1490 2280 2206 5286 2301 1309 3911 390 1838 2159 2271 71 Tecajete (extremo S. del cráter)......--..- .. O A ANS Menextlaltiloyan; Pro pnas oops E nO O SS ener (Cerro) ci es= ccoo oeaaia m2 dejo Se A A o O Tepuxzochitl. ((erro)--.->22=ceoo-o-===-=-<. Tetela de Ucampo, V.oooooomcooorancoo ooo: ME ca Dio aa e 0 lame as Cl O Roto ES DEE esa =o IESO TA got A A Iliana Prato caes mientos A Puzapam, HH... ...-.:. TS lol o IEA (COITO) 22 coa a ea e Villa de Libres (San Juan de los Llanos)...... ARA E -Xilotzingo, AMA AR A A A A AN an ore, (AA ANA - ES ARO A E OS A O SOS AENA AA A A A IA ATSC o ao loo rior ase esse Lat. N. 19 04 04 18 27 51 19 05 22 18 57 43 19 06 08 18 34 47 19 641 07 19 49 15 19 16 55 19 49 30 18 40 54 19 10 10 38 58 07 18 25 41 19 01 44 20 28 19 19 04 44 19 27 54 19 12 32 18 58 36 19 05 23 19 05 12 19 52 49 19 56 05 19 04 27 18 19 56 19 03 26 18 19 57 Long. E. Altitud xico m. e 0 44 08 2496 1 4434 1660 0 5508 2183 11346 2242 0.5648 2304 11209 1750 0.5831 2329 11945 1790 0.4146 2310 1 4637 1990 12845 1950 0 47 17 2280 10215 2443 026 16 1100 0.5130 2157 12541 438 05311 2198 2651 2380 4508 2248 OOO ae 56 02 2220 0146 2361 3252 1890 1037 2050 0 47 16 2407 13938 1521 0.5252... 15322 1109 Rh hHhoocor 72 SESIONES DE-LA SOCIEDAD: ABRIL 4 DE 1910. Presidencia del Sr. Ing. Joaquín de Mendizábal Tamborrel. TRABAJOS. —Ing. Valentín Gama. Teoría de las ocultaciunes de estrellas; métodos gráficos para su predicción. Su aplicación 4 la determinación de las longitudes y para las correcciones de las coordenadas de la Luna. (Memo- rias, t. 28, p. 297). Jorge Griggs. Bosquejo de los fósiles de Chihuahua. Ing. H. G. Guerrero. Tratamiento metalúrgico de los minerales de cobre en la “American Smelting and Refning Company en su planta de Aguasca- lientes (Memorias, t. 28, p. 285). Prof. M. Moreno y Anda. Teodolito magnético mexicano y observaciones ejecutadas con él en Teotihuacán el 28 de Diciembre de 1909. (Memorias, t. 29, p. 313). NOMBRAMIENTOS.—Socios correspondientes: M. Eric Boman (París) y D. Víctor Delfino (Buenos Aires). Mayo 2 DrE 1910. Presidencia del Sr. Ing. Joaquín de Mendizábal Tamborrel. FALLECIMIENTOS.—El Secretario perpetuo participó las sentidas muer- tes del distinguido naturalista ALEJANDRO AGASSIZ, acaecida el 27 de Mar- zo pasado á la edad de 75 años y del Prof. Enrique H. Giglioli, socios ho- norarios. 4 TRABAJOS. —Prof. G. Gándara. Parásitos vegetales de la alfalfa (Medi- cago sativa). Memorias, t. 29, p. 369). Ing. F. Gómez Mendicuti. Resumen general de las observaciones meteo- rolégicas de Mérida, Yucatán, durante 15 años. (Revista, t, 29, p. 35). Ing. J. C. Haro. La carrera de Metalurgista y su separación de la carre- ra de Ingeniero de Minas. (Memorias, t. 29 p. 319. Prof. A. L. Herrera. Sur les oxydases siliciques artificielles. (Memorias, t. 29, p. 331). POSTULACIÓN. —Para Miembro titular: Prof. Alberto M. Carreño. 4 73 JUNIO 6 DE 1910. Presidencia del Sr. Ing. Joaquín de Mendizábal Tamborrel. NECROLOGIA.—El Secretario perpetuo dió cuenta del sensible falleci- miento del ilustre Dr. Prof. ROBERTO KocH, socio honorario, eminente bae- teriologista, descubridor del esporo carbonoso, del bacilo de la tuberculo- sis y del vibrión colérico, muerto á la edad de 67 años el 27 de Mayo pró- ximo pasado. TRABAJOS.—Ing. G. Durán. Ventajas del nuevo estereotrazador en los le- vantamientos estereofolográficos. Prof. M. Leal. 4lgunas causas que influyen en la variación del censo en Leon, Gto. (Memorias, t. 29, p. 337). Albert et Alexandre Mary. Nouvelles formes organissées artificielles. (Me- morias, t. 29, p. 341). . Lic. R. Mena. Notas acerca de Xochicalco, Mor. (Memorias, t. 29, p. 345). NOMBRAMIENTOS. —Miembro titular: Prof. Alberto M. Carreño. Socio correspondiente: Prof. Dr. Guido Valeriano Callegari, Padua. El Secretario anual, GUSTAVO DURAN. B:BLIOGRAFTA. Savants dujour. Publication honorée d'une suseription de VPAcadémie des Sciences. Emile Picard. Biographie, Bibliogra- phie analytique des écrits, par Ernest Lebon, Agrégé de P"Uni- versité, Lauréat de l'Académie Francaise.—Un volume in-8 (28-19) de vui-80 pages, papier de Hollande, avee-un por- trait en héliograyure. ler. Juin 1910. 7 fr. Librairie Gauthier— - Villars, Quai des Grands—Anugustins. 55, á Paris (6*). En présentant ce Livre á Académie des Sciences, dans la séance du 20 juin 1910, M. Gaston Darboux, secrétaire perpétuel, s'est exprimé en ces termes: Revista (1909-1910).—10. 74 ¡ “J'ai Vhonneur de présenter á l'Académie un nouveau volume de la “Collection des Savants du Jour entreprise par M. Ernest Lebon. Ce vo- “Lume est consacré au Président actuel de l'Académie des Sciences, M. “Emile Picard. “¿Comme les volumes précédents, celui—ci serecommande parune abon- “dance dans les informations, une súreté dans les renseignements de tou- “te nature qui feront de la Collection de M. E. Lebon le guide le plus “précieux pour les futurs historiens de la Science. “J'y signalerai plus particulidrement la charmante Notice biographi- “¿que qui ouvre le volume. Elle nous fait conaítre la jeunnesse de M. Emi- “le Picard, ses premiéres études et ses suecés, puis ses découvertes et les “principaux incidents de sa belle carriére scientifique. Elle insiste, comme ¿41 convient, sur les incursions que notre Président a faites dans le do- ““maine de la philosophie des sciences et plus particulierement sur le beau “Rapport qu'il fut amené á écrire en 1900 sur Vensemble du progrés scien- “tifique, á la demande du Commissaire général de Exposition universelle “internationale, notre cofrére Alfred Picard.” The Thrust-Masses in the Western District of the Dolomites (South Tyroi) by Mrs. Maria M. Ogilvie Gordon, D.Sc., Ph.D. — Transactions of the Edinburgh Geological Society. Vol. IX. Special Part. 1910. 8? 91 pages, 2 geological maps, 18 coloured geological sections, and a number of original photographs and sketches. Mrs. Gordon describes a series of gigantic thrus-masses composed, in that district, of Permian, Triassic, Jurassic, and Cretaceus rocks that have travelled from east to west above the older erystalline rocks of the Central Alps, and have subsequently been downthrown along with the older rocks and suffered further deformation in the region of the Dolomites. The base of the series is composed of brecciated rock-material belonging to the floor over which the subjacent mass has passed and to the lower layers of the subjacent mass The lower layers of each mass differ from place to place, as they were masses that had been already plicated in east and west direction, and in the course of the overthrust movyements new plicational forms were superinduced both in north and south and in east and west directions. Similarly the cross-faults intersect, or eoalesce with, the east-west, E.N.E-W.S.W, and W.N. W.—E.S.E. faults, and form fault- networks which completely isolate the adjacent areas in the crust. The 75 - chief Dolomite mountains, such as the Langkofi and Plattkofl Massive and Sella Massive, are areas of inthrow surrounded by faults, within which the higher thrust-slices have been preserved. One of the geological maps shows four successive thrust-masses—(1) a basal thrust-mass mainly composed of the Permian Quartz Porphyry and Gróden Sandstones. the Lower Trias, and the “Calcareous facies” of Muschelkalk and Marmolata Limestone; (2) a thrust-mass comprising fragments of the older strata and widely extended exposures of the porphy- ritic layas and tufaceous and dolomite facies of Middle Trias; (3) a thrust- mass belonging to the same facies as (2), but mainly composed of Schlern Dolomite, with varying thicknesses of the lavas and tuffs below it and of Upper Trias and younger horizons above it; (4) a thrust-mass mainly composed of Upper Triassic Dolomite associated with infolds of younger Mesozoic strata. The other geological map shows the datailed stratigraphy of the Langkofi and Plattkofi Massive. This mountain has been regarded as a “Coral-Reet” of Middle Triassic age, but the supposed “reef” peculiar- ities are interpreted by Mrs. Gordon upon the basis of the overthrust structures typical of the whole area. The outstanding deformational feat- ure of all the thrust-slices is the rapid variation in the thickness of the various horizons of strata. Otlrer features are the brecciated or nodular structure of the rock—material in the crush-zones, passing into gneissose and schistose structure, and the close cleavage penetrating the rocks in intersecting directions. The outward dip of the strata noticeable in the chief mountain—massives is a dip participated in by the subjacent thrust- masses and associated with steep flexures towards leading faults of the later period of downthrowing and horizontal displacements. Mrs. Gordon interprets the leading strike in the district as a curve round the north, west and south, and the transversal directions as N.N.W.-S.S.E., N.S., and N.N.E.-S.S.W., the system being essentially an interference system produced in virtue of the coalescence of plicational effects during the interaction of north-south and east-west pressures 76 : Eneyclopédie industrielle, fondée par M. C. Lechalas. Tein- ture, corroyage et finissage des cuirs par M.—C. Lamb, F. C. 5S., Directeur de la Section de Teinture au Collége technique de la “Leatheasellers Company” de Londres. Traduit par Louis Meunier et Jules Prévot. Librairie Gauthier—-Villars, Quai des Grands—Augustins, 55.—Paris. (6e.) In-8 (25-16) de vi-470 pages, avec 203 fig. et 4 pl. d'échantillons; 1910. 20 fr. “Depuis vingt ans, Vapparition du tannage au chrome et le dévelop- pement rapide de Vemploi des extraits tanniques ont déterminé un chan- gement d'orientation complet dans lindustrie de la tannerie et de la mé- gisserie. Esclaves jusqw'á cette époque de la routine et de Vempirisme le ¡plus étroit, ces deux industries se sont brusquement émancipées et se sont placées rapidement sous la protection de la Science eb sous son contróle rigoureux. Ce mouyement s'est manifesté principalement en Angleterre etil na cessé de s'y déyelopper, gráce au magistral enseignement crée á Université de Leeds par le professeur Procter, des lVannée 1891, et quia servi de base á 'un de nous pour l'organisation scientifique de Ecole frangaise de Tamnerie installée a Université de Lyon. “L'enseignement supérieur des Universités de Leeds et de Lyon ne s'adresse forcément qw'4 un public d'étudiants assez restreint, ayant déja recu une préparation scientique relativement élevée, et il restait á créer un enseignement plus populaire et plus pratique. Cette création a été fai- te en Angleterre par notre excellent collégue et ami le Dr. Parker, fort bien secondé par des collaborateurs de premier ordre en téte desquels il convient de citer M. M.-C. Lamb, “Notre traduction s'adresse tout particuliérement aux contramaítres et aux chefs d'atelier; nous espérons qu'elle rendra service également aux chi- mistes et aux éleves de l'Ecole frangaise de Tannerie. Is y trouveront, exposés sous une forme simple á cóté des questions qui leur sont familié- res, des indications nouvelles sur les méthodes de travail et les tours de mains usités en Angleterre pour certaines spécialités encore peu dévelop- pées en France. “En ce qui nous concerne, la seule récompense que nous ambitionnons pour notre effort, c'est de contribuer á nouveau, dans une certaine mesu- re, si petite qw'elle soit, aux progrés de Vune des plas importantes et des plus difíciles industries frangaises. Table des matiéres.—I. Généralités sur les opérations préliminaires.— Il. Blanchiment proprement dit.—III. Agents de démontage.—IV. Mé- thodes de teinture.—V. Matiéres colorantes artificielles —VL Matiéres TT colorantes maturelles.—VIL Mordants.—VIN. Couleurs, comment les as- sortir. —IX. L'eau.—X. Teinture á la brosse.—XI. Essorage et mise au vent aprés teinture.—XII. Préparation et application des “fat-liquors” et des émulsions.—XIIL. Essorage et séche.—XIV. Palissonnage et parage á la lunette. —XV. Substances employées pour le finissage des cuirs.— XVI, Meulage ou dolage.— XVI. Appréts, glacage, finissage.—XVIL Empreintes et reliefs. —XIX. Brosgage, roulettage, repassage et calandra- ge.—XX. Grainage ou liégeage.—XXI. Nouveauté et cuir fantaisie.— XXI. La teimture et le yernissage du cuir au chrome.—XXII5L. Corroierie «du cuirau chrome combiné.—XXIV. Teinture et finissage du cuirá Valun. —XXV. Teinture et finissage des cuirs tannés á 'huile.—XXVL Corroie- rie. —XX VI. Teinture des tapis de laine et des fourrures. —XX VIT. Com- paraison des produits tinctoriaux et essai de ces derniers. z Mission Seientifique G. de Créqui Montfort et E. Sénéchal «de la Grange. Antiquités de la Région Andine de la République Argentine et du Désert d'Atacama par Éric Boman. Tome 1. XI-388 pages, 2 cartes, 32 planches et 28 fig. Tome II. 561 pages, 1 carte, 51 planches et 45 fig. Paris, Imprimerie Na- tional. Librairie H. Le Soudier, Boulevard Saint-Germain, 174. 1908. 2 vol. gr. in-8, Esta interesante obra contiene el resultado de las investigaciones lle- vadas á cabo durante el año 1903 en la región noroeste de la República Ar- gentina que abarcó el Valle de Lerma, la Quebrada del Toro, la Quebrada de las Cuevas, Puna de Atacama, Puna de Jujuy, Quebrada de Humahua- ea y Jujuy, añadiéndose á los estudios de esta expedición las efectuadas por el mismo autor dos años antes con la expedición sueca al sur de Boli- via, así como á las provincias de Catamarca y Tucumán. Nuestro ilustrado consocio principia por un estudio etnogeográfico de la región interandina de la República Argentina y un resumen de los conoci- mientos arqueológicos que se tienen hoy día de esa comarca, ocupándose después en una descripción de los importantes hallazgos hechos en Lapaya en el Valle Calchaquie. vEl autor establece que en su concepto los antiguos habitantes de las altas mesetas de la Puna de Jnjuy pertenecían á un pueblo diverso de los Diaguitos llamados ““Calchaquis” de los valles interandinos. El estudio del precioso material hallado-por M. Sénéchal de la Grange en el Cemente- rio de Calama, y otros sepulcros en el Desierto de Atacama, le permiten -asignar la extensión geográfica de aquellos pueblos que antes ocupaban la amplia zona que abarca desde la Puna de Jujuy hasta el Océano Pacífico. 78 Para cada una de las regiones tratadas se da una breve reseña geográ- fica, así como notas de lo que puedan tener de interés la flora y la fauna, desde el punto de vista etnográfico. Nuestro infatigable explorador añade á los resultados de su última ex- pedición, los descubrimientos arqueológicos hechos por la misión Sueca en el oriente de la provincia de Jujuy en los límites del Gran Chaco. Al fin del tomo Il se verá con especial interés una carta arqueológica bastante completa, que el autor formó siguiendo las convenciones del Con- greso Internacional de Arqueología y Antropología prehistóricas de Esto- colmo (1874), pero haciendo las modificaciones necesarias por tratarse de antigiedades de América que tiene diferencias con las de Europa. Vemos que en muchos casos están citados pueblos de nuestro Anáhuac, con los cuales hace acertadas comparaciones. Terminamos esta muy breve reseña dando los títulos de las principa- les materias que contiene la obra. Tome 1. Carte ethnique de la région andine de l'Amérique du Sud en- tre le 22e. et le 33e. degré de latitud Sud, au XVlIe. siécle. Antiquités de la région Diaguite dit “Région Calchaquie.” Lapaya (Vallée Calchaquie). Vallée de Lerma. Quebrada del Toro.—Tome Il. La Puna et ses habitants actuels. Archéologie de la Puna de Jujuy, du Désert d'Atacama et de la Quebrada de Humahuaca. Région extra-andine de la province de Jujuy. Analyse chimique des objets préhispaniques en métal. Bibliographie et table des matiéres. Les Mathématiques en Portugal. Par Rodolphe Guimaries, Capitaine du génie, etc. Deuxiéme édition sojgneusement re- vue et trés considérablement augmentée —Coimbre. Impri- merie de Université. 1909. 1 vol. gr. in-8, 656 pages. La interesante obra de nuestro ilustrado consocio es una excelente con- tribución á la bibliografía matemática internacional. Comienza por una reseña histórica que comprende desde los trabajos del rey Don Ajfonso VI en-1338 hasta la época presente. Viene en seguida “la extensa bibliografía general matemática portuguesa clasificada en las tres secciones: análisis matemático, geometría y matemáticas especiales; dando acerca de la mayor parte de los escritos interesantes análisis y resúmenes. Contiene igualmente suplemento, notas, apéndice y lista de las abreviatu- ras usadas en las series citadas. Por este útil libro puede juzgarse del envidiable lugar que los mate- máticos portuguesas ocupan en el mundo científico. 79 66'906 28% 309 “Id eur 0S'TG 16'69 589€ 19'66 1P"E8 SgT'pL 50'92 18'9€ Is'9 val “10904 DJADIT q ud uy uo OIporu '19A Á *UJULOp OJUAA. s €lu8961=H v'S 6 €9 op 6% LG vp 03 Sy 09 Ss A 1057 £9 £'9 ñ $9, 69 06 37 LL UL vOT GS 02 SIT LL IZ 901 Es 9'l 29 031 Fe 8'9 09 PTI = vv PG 9'p y 18 09 vL o "pour uu) UA POQON OX9N SP "H LT "SO6I=¿4067 'DIDID() 9P JVAUI() 01407VALISYO) 66€ 9'TE 0'0€ 6'T€ 0'0€ +66 $68 8 "86 9'TE AS v"P8 02€ o "XxYM "PO *"1AQUIOS UY 04 jop "duo, 9€9 "169 "169 "9£9 "G69 OP'9€9 GT 269 va "00 P "MOJUE A 019.149] ==> 0190 “== *91QUIOLNJ * “OIQUIOLAON e "910400 dog aloe 03503 y os ornf A o1un f* Aito e OÁBIN DY q y 8061 SST E ERE mm — G06G— "SW OIDOTOHXHOHEIAN SIANOIOVAHIASTO TNGHIE00OLL=" F "9 “I_ 00UAT “Y PH SS + cr e PST LT'C6S | | al 9% 268 || “exqueraon 8'CT TE "268 91 NI v'9T 61066 ||" "o1querjdog 9'91 aL v6€ 03803 y 891 C£'C68 9'LT CL P6€ G'8T OP "HG ELIT 69162 T'ET iaa 0 0 RIO SI NOA SS o MS SS] Rot AA ATINA SS HS . s S] 01910 9f E 19H LOGT “> Squad 9061 a Si el SR 0H O MA 00 00 Soja 0 MO +0 th 00 00 hi rm 1 v G 0 G G 8 + ES 8 0 0 16 e o] El A el I y ed su ue ULUOP UPIDIDAIC | por Yue "14903 BIAN]T RIpom 79A Á “ILuop OJUaLA “o() Y "MIR “erpora “un SS 3! saquN *BIQUIOS 8] Y 9118 19p “duna L, Ñ == "E9u6916= H "ODIXONL "PH //81,Sl00=Y 188/GO061T=5 "LOGT=906T "VIAHN J 2P OPDISH 19p 01090) 19p 01407MAt9SQ() “SY OIDOTOHTHOUAIAA SANOTOVATIASIO Y OS IM vppuog hp fp 18'8vp — MANE 0 Bs 6'€ yO TESTA POrOYUR O E *ouy 000 Rs CL 0% TP SL G'Srt |£'TT | 29'096 "7 “9IQUIOTAON 00'6 Sl 'M A GS 0'8 |9'9r [881 |1r098 [[7"""" 91quyO 0769 E e (A $'S bl vy6 G'91 |6'31 |824'098 “=ve1quieydog £6'11T dE A IA A eia £9 S'0T [8:81 [P'PL |9l'TOG —||"="""" 09803 y 00'8L q AC E 1 Tas O TS 9 86 SEUL RE PAI AA ormnf 0022 LEE AIN y ARES does 8S' €S yIT |9'08 |9'9T [99'09G ||" *orun f: 00'01 as "MS 1557 sh 8'01 |T*I3|39r [estee [["7=""""" oLty 697€ Ze "MSM vana SP FO0T ¡903 |9'S OB6005 AS Tuqy 6366 "MS S'E 96 POT |6'6T |%'91 [|6609G ||""""*"* OZIBIAL pl 000 MS LG SP DL 6'9T |T'ZT |02'096 2257 0191Q9H SGT ma "MN 9'8 19 39 6'8l |€'6 6090 lia. 0J9UH SO6L 230€ => "MS 0'S 09 Dodd VET |0'8 9T'098 "==*01QUOSLLT 2OGT vV1UL o o o TU *[0J09 VIAN]T e1poul Co OJUOrA O “o¡pom UM YH Pon "00 Y "W9IBT "SISI *'SOQUN o 19IQUIOS 8] Y 91]e op “duo L 0197=H E) MSG 3 T00G19 =Y 1S8/9h037=% "SO6I—L06T "SDII/VIDZ 9P DM DP] IP 0449) 12 US OPVISAT 19P O0Y40JDALISQO “SY OIDOTOHOAIADKNO SANOIOVATHASIO Revista (1909-1910).—10* 82 MAPOTECA MEXICANA, Carta general del Estado de Nuevo León, levantada á iniciativa de su actual Gobernador, General de División Bernardo Reyes, por la Comisión Geográfico-Exploradora. 1906. Escala de 1:500,000 (2 hojas). Carta general del Estado de Puebla, levantada á iniciativa de su actual Gobernador C. General Mucio P. Martínez, por la Comisión Geográfico- Exploradora. 1908. Escala de 1:250,000. (Publicada en 1909 en los talleres de Zincografía de la Comisión). (4 hojas). Carta general del Estado de Tamaulipas, levantada á iniciativa de su actual Gobernador C. Pedro Argiielles, por la Comisión Geográfico-Explo- radora. 1908. Escala 1:500,000. (Talleres Z:ncográficos de la Comisión). (8 hojas). Carta general del Estado de Tlaxcala, levantada á iniciativa del Señor Secretario de Fomento Lic. Olegario Molina, por la Comisión Geográfico- Exploradora, 1908. Escala de 1:100,000. (Talleres de Zincografía de la Co- misión). (4 hojas). Carta general del Estado de Veracruz, levantada á iniciativa de su ac- tual Gobernador C. Teodoro A. Dehesa, por la Comisión Geográfico-Explo- radora. 19083. Escala de 1:400,000. Publicada en 1909 en los talleres de Zin- cografía de la Comisión. —(Con planos de las ciudades de Jalapa, 1907; Ori- zaba, 1899 y Veracruz, 1907, á la escala de 1:10,000). (9 hojas). Memoria del Gobierno del Estado de Zacatecas. 1904-1908.—Contiéne los planos siguientes: 1. Croquis de las vías de comunicación telegráfica y telefónica eu el Estado de Zacatecas hasta Junio de 1908. 2. Croquis de la ciudad de Zacatecas, levantado por disposición del €. Gobernador del Estado Lie. E. G. Pankhurst, por los Ingenieros Luis C. Es- pinosa y Francisco López ton lá cooperación del Sr. Ing. Luis G. Córdo- va. 1908. 4:5,000. 3, Plano de la ciudad de Fresnillo, levantado por Carlos Krauss. 1908. 1:5,000. 4. Plano de la ciudad de Sombrerete, por el Ing. Alberto C. Jaime. 1908. 1:5,000. 5. Plano de Ciudad García (Jerez), por el Ing. Rafael F. Rosales. 1908. 1:5,000. A 6. Croquis de la ciudad de Nieves, por Ernesto Compeán. 1908. 1:5,000. 7. Plano de la ciudad de Mazapil, por Primitivo Padilla. 1908. 1:5,000. 8. Plano de la ciudad de Juehipila por el Sr. Ing. R. F. Rosales. 1908. 1:5,000. 9. Plano de la Ciudad de Pinos, por el Ing. Adolfo Palacios. 1908. 1:5,000. 10. Plano de la Ciudad de Villanueva, por Pasenal Ortega. 1908, 1:5,000. 11. Croquis de la ciudad de Nochistlán, por el Prof. Pablo F. Durán, 1908. 1:5,000. 12. Plano de la Ciudad de Tlaltenango, por José M. Caballero. 1908. 1:5,000. 13. Croquis de la ciudad de Ojocaliente por Agustín Hernández. 1908. 1:5,000. INDICE: DE EA REVISTA. TOMO 29.—1909-1910., Table des matiéres de la Revue. Actas de las sesiones (Comptes rendus des séances). Julio 1909 á A A O A AS OS 5, 29 y Allorze M. M.—Te newly discovered Cave of Atoyac, Veracruz Engerrand J, et Urbina F.—Note préliminaire sur un gisement préhistorique découvert 4 Concepción, Campeche (Résumé) Estación biológica marina de Roscoff, anexa á la Universidad de Ferrocarriles de la República Mexicana hasta Junio de 1908.... Necrología: Dr. Alfredo Dugés .—o=o=oooombcm==ccoteniano.» Observaciones meteorológicas: IO OS La A AA A AN A Mérida, Yucatán, 1895-1909 22.o0ooocooeoonocanoa => a AA NAAA A A Morelia, Michoacán, 1909 ..-.....---- ART TN TEN: AMEN A Ln IA A A IA A Ordóñez F.—Le Matlacueyatl (Malintzi) 1 planche......----- Producción de cobre en el mundo de 1907 á 1909 .-.ooocooooo.- Raymond R. W. é Ingalls W. R.—Riqueza mineral de Amé- a a mn o ln o a . Tschermak 6.—Una inclusión de silicato en el fierro meteóri- ROS Tolica (E TÁ) eo os a PÁQISAS Ss4 Bibliografía. BIBLIOGRAPHIE, Annuaire du Bureau des Longitudes pour 1910-20... 02... Boman, Antiquités de la Région Andine de la République Ar- BOP o o a A A O Congrés International des applications de V'Electricité. Marsei- A OA Fraas, La evolución de la tierra y de sus habitantes ...-....--- Grimaráes, Les Mathématiques en Portugal ----0ooooo.0oo-. Lamb, Teinture, corroyage et finissage du CUIT .---oooooooo... Lebon, Savants du jour: LE SE coo, GDarbouz “y o AL AS io e A e ct Lechalas, Etude sur l'espace et le temps... 20ooooooccococoo.. Pécheux, Le pyrométre thérmo-électrique pour la mesure des temperatules eloyé0s oocososss oca aa Peñafiel, Ciudades coloniales y Capitales de la República Mexi- cam. ¿Estado de Morelos.