Butte IN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS EN CORDOBA (REPÚBLICA ARGENTINA) TPODAO. Ad V LE —_— BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — (alle Perú — 684 CON S Se 5 AT (Co » > g 192: APR INT A Cai AN OBSERVACIONES MAGNÉTICAS EFECTUADAS FUERA DE CÓRDOBA EN 1895 Por OSCAR DOERING Para proseguir la exploracion magnética del centro de la República — provincia de Córdoba y zonas limítrofes — hice en el año 1895 un viaje en el Ferrocarril Andino, observando en las estaciones Villa María, General Cabrera, Rio Cuarto, Sampacho y Villa Mercedes (provincia de San Luis), y seguí en el ramal de Villa Mercedes á La Toma. He ocupado los dias del 24 de Enero al 14 de Febrero, en esta exploracion. Por el mal estado de mis brújulas de inclinacion las obser- vaciones se han limitado á la determinacion de la declina- cion y de la intensidad horizontal. No había necesidad de determinar las latitudes : la de al- gunas localidades se había observado ya con mucha precision por el Observatorio Nacional, y la de otras resulta con apro- ximacion suficiente del Mapa General de la provincia de Córdoba. Pero he determinado la longitud de las pocas esta- ciones que habían quedado sin determinacion, con las indica- ciones controladas de mi cronómetro Brócking, número 1024, que me acompañaba en esta excursion. e Las alturas del sol observadas El control de mi cronómetro se ha efectuado mediante alturas del sol tomadas en las distintas estaciones con mi círculo de reflexion sobre un horizonte de mercurio. Funcio- naba como reloj de observacion el de bolsillo Glashútte número 13.373. Principio por dar las listas de mis alturas provistas ya de todas las correcciones necesarias. Córdoba Fecha Hora Limbo Altura reducida o Enero 21 g" a AS 46"29'44"0 | . 952 Ol "aso - 143 Diam : 523 Samus 10 8455 31 92 | 1, mars Ol eo. pt e ed 91 1730 18.0 : ¿ Ente 16 047.8 0) 00170 Villa María A no Eo z GEI Sjemas 21. O 4729 45.0 : 8 22. Bes O 4829 49.0 SUBENBNER . 5S5FEBRL5ES EIERASRE Fecha Enero 26 Enero 28 Enero 30 Hora im 3" 3202 O 551.2 8106 O 10 46.0 5 12 55.2 O 15 31.0 17 41.4 O 211.8 General Cabrera V24087:4 2 eya ¡ES mo pa 42 57. 50 28, 52 44. + Ro»nwnaoo ooo» abababab PAIDAbBA Rio Cuarto 8”52"29*4 55 8.0 571 17,2 59 52.8 o o) o) O) 26.8 0 o o) o o) o 14 23.6 LIT A LA NP O IIA MO TA MOTA A O a O 0 - A / ) | | | Altura reducida 48*29'45'0 47 29 43.0 46 29 42.0 45 29 40.0 49*59'58%0 51 0 5.0 5 0. 2,0 52 59 57.0 53 010.0 51 59 59,0 50 59 58.0 50 0 4,0 42*29'49'0 43 29 44.0 46 29 57.0 o 3 ss . 2885 88REBL - SIS 88283 Fecha Enero 30 Enero 31 Febrero 1 Febrero 2 E CARLAA AIGALANAAEl E 8 53 12.8 58 3,2 9 040.4 2 52.0 5 30.6 Sampacho 9”12"36"4 3 S [=) VCAPALA ACAAVA PALAwWA A O A ná Im Ñ y + A A A A Altura reducida 46*29'47'0 45 29 52.0 44 29 46.0 43 29 43.0 42 29 42.0 42 29 56.0 4330 0.0 44 30 1.0 45*59'550 46 59 50.0 47 59 52.0 0 5.0 O 8,0 46 0 5.0 0 3,0 o La Toma Altura reducida E 3 =d O 93 10.8 9) da - EN ei 47 29 50.0 A da 37560 Q 4929 53.0 2x2 Suma 50m 319010 . Es El 49 29 55.0 de qu e 48 29 54.0 E 0 E 47 29 58.0 4 E > 46 29 52.0 Febrero5 9 e dt Es 49 010.0 qE0 joo gu0 noo E di 2d: 52 010.0 PREi glam seso gy 0160 dagas 5] 40 416.0 nda 5) e Fecha Febrero 10 Febrero 11 Febrero 12 Febrero 13 Febrero 14 E a Villa Mercedes 9 41 56.8 44 42,8 Limbo ¡ON O) A ESE aval al avrapa arpa ' A va APAPLALALR PALALO Altura reducida 42*59'42'0 46 59 53.0 38 59 43.0 43 59 57.0 44 59 59.0 29 35 5.0 49 16 56.0 40 10 16.0 39 416.0 49 59 48.0 50 59 44.0 51 59 51.0 51 59 52.0 50 59 55.0 49 59 56.0 48 59 52.0 49.0 1.0 r Fecha 4 pr y Limbo Altura reducida le Febrero 14 9 > di 5 49*59"59*0 E o e . E | 50 59 54.0 á 288 Bso Córdoba Pa Febrero 17 9 ll e Z 4359"56"0 ps ía da ; E 44 59 54.0 pr . Pe A dl 45 59 55.0 pd, e Pa : 5 (47 00.0 pá , SN ae E (46:59 45.0 Es pio 5 [45 59 46.0 sl De pe = (44 59 39.0 sho a pre > [43 59 47.0 Las observaciones que figuran en la Jista que antecede, no son las únicas tomadas en esta exploracion: se han observa- do unas 50 alturas más, que por varias razones no han po- dido ser aprovechadas para el cálculo de la correccion del cronómetro y que por lo tanto se suprimen en la lista, La correccion llamada del índice ó del cero, para mi cír- culo de reflexion, correccion que se determina por observa- ciones especiales antes ó despues de cada série de alturas del sol, ha sido sumamente variable. Reproduzco los distin- tos valores observados en esta exploracion, en el cuadro que sigue, donde añado tambien la temperatura del aire en el momento de su determinacion. Localidad | Fecha Hora om Sade | Enero 21 19? 28201 + 1' 95 > nero “ a. : : OCIO a a o A 91 12*p.131.4 $217 ; ; » 26 19%4.7+ 2.2 +1 0.0 A A A ' ; % |2*p.|2908l| +055.0 ' » 28 [9%*a4.|2.0| + 116.0 General Cabrera....... a 98 12%p.1260| +12.0 ' » LO A + 114.0 Mo: GUA das » 31 /|3'p.|330| +1 6.0 » 8*a.1.75,0 + 137.5 Febrero 1 [9%*a.| 34.5 + 116.5 a | : o 19%a.1325 +12%.0 » 419417751 41 30 » 413*p.130.5 +1 9.0 a A / A 5 l97a. 1305 +129.0 » 5|2*p.|345| +142.0] » 109%. 1278] +1 5.0 » TI PST + 10m | » 11:19%0.19/31 +138 Villa Mercedes ........ » IES pt 3470 +1 6.0 >. ota lasl +057.0 » 12142%9.137.5 1] +1 8.0 » 1419*4.1 4.5 + 116.0 7 25.0 A A di Ad ns | 001110 629.810.414 4,0 Promedio general (24 determinaciones)........ + 1'15/4 El máximum de la frecuencia corresponde á las correccio- nes comprendidas entre + 1'0:0 y + 1'100. Es imposi- ble descubrir una relacion entre la temperatura del aire y la correccion del índice observada. La correccion del cronómetro Al hacer las observaciones, la hora se ha tomado con el reloj de precision Glashútte comparado frecuentemente con el cronómetro Brocking 1024. En el cuadro que sigue, apunto á más de la correccion del cronómetro calculada, el número de órden de las alturas del sol que han servido para el cálculo, y la diferencia entre el cronómetro y el reloj de observacion. Cron.-Glash. | AT Cronóm. Observaciones | Fecha | Hora | | | Córdoba 1-8 y 9-16 |Enero 21 |12"0a.m.|-—11”39*18] +11”23*%5 Villa María 17-22 » 8-30 | » 26 |120a.m.|—11 53.35|+15 13.7 General Cabrera 31-38 » 39-46 | » 28 /|120a.m.|—11 56.30/+12 37.9 Río Cuarto 47-56 » 57-66 | » 30 |120a.m.|-—12 12.55| +10 47.0 61-66 » 67-71 » 30/31|12 0Op.m.| —12 10.50/ +10 46.5 Sampacho 72-76 » “78-81 EE 1 |120a.m.|—11 59.45|+ 9 11.9 79-83 >» 84-89 » 12|120p.m.| —11 48.900|+ 9 9.9 La Toma —11 38.69 +5 109-116 » 117-124 » 5 |120 » |—11 32.70/+ 5 31. 90-98 » ys » 4 E 0a.m. A Observaciones | Fecha | Hora Cron.-Glash. | AT Cronóm. | | [ Villa Mercedes * 125-126 Febr. 10 9*0a. m.| —11"17:30 + 6” 6%8 127-130 » 10 | 33p.m.|—11 13.80|+ 6 0.3 131-134 > Y 9 2a.m.|—11 12.30|4+ 6 7.5 135-136 "11 44p.m.1-11 9.1014+:6 2.6 137-142 » 12 | 33p:.m.|--11 900|+ 5 59.7 143-148 y 149-154 » 1854120 a mt 11:13:85 +6 0.7 149-156 » 157--164 » 1314112 0Op.m.!|—11 0.3514 6 0.2 Córdoba 165-172 » 173-180 > AS | 12 0a.m: | —10 55.001 $11 3.2 Deduccion de la longitud Exceptuando Villa Mercedes, no he permanecido en nin - guna de las localidades el tiempo necesario para tener observaciones cuyo número y extension permita deducir valores fidedignos de la marcha diaria del cronómetro, sin cuyo conocimiento sería imposible derivar la longitud de las localidades visitadas. Pero esa deficiencia, muy sensible en otras circunstancias, puede ser subsanada perfectamente en esta exploracion, pues tenemos determinaciones de la hora en dos puntos de longitud bien determinada por el Observatorio Astronómico Nacional. | Me refiero á Villa María y Rio Cuarto, cuyas longitudes y diferencias de longitud con Córdoba son las siguientes (re- feridas al meridiano inicial de Greenwich): Córdoba, Observatorio...... 1 = + 4"16”48*2 Vila. María. oros + 4 12 58,3 A) = — 3"49*9 Rio Cuartos ro + 417 18.6 + 0 30,4 Con esas diferencias de longitud reducimos las correccio- nes del cronómetro observadas en Villa María y Rio Cuarto al meridiano de Córdoba y tenemos : Tiempo medio Tiempo medio Lugar Fecha Hora bcn? de Córdoba Córdoba . .. [Enero 21/12" m. |4T = + 11"23/5/4T = + 11”23*5 Villa María.| >» 26¡12* m + 15 13.7 + 11 23.8 Rio Cuarto.| » 3016” p.m + 10 46.8 + 11 17.2 Córdoba ...|Febr. 17/ 12% m. + 11 3.2 + 11 32 De consiguiente, la marcha diaria del cronómetro resulta como sigue : De Córdoba á Villa María..... Enero 21-26 ¿T = + 0*060 De Villa María á Rio Cuarto. . » 26-30 — 1.553 De Rio Cuarto á Córdoba.....- » 30-Feb. 17 — 0.766 De Enero 21 á Febrero 17 ?T media = — 0*752 Aplicando ahora esos valores de 3T, podemos calcular los AT correspondientes al meridiano de Córdoba, y su com- paracion con las AT observadas nos da la diferencia de hora con Córdoba y la longitud al Oeste de Greenwich. Fecha Hora AT observ. eii paproucia Longitud Córdoba calc.-obs. ¡ General Cabrera Enero 28..... | 12* m. |4-12”37*914+-11”20*7] —1"17*2]44"15"31%0 Sampacho Febrero 1....1 6%p. 14 9 10.9/4-11 15.7142 4.8/+4 18 53 O La Toma » 4....112%m. |+ 5 31.3/+11 13. 6/45 42.344 22 30.5 » 5....112%m. |+ 5 31.11+11 12.8|+5 41.7] 44 22 29.9 Villa Mercedes +5 6.0/+4 21 54.2 +5 6.1144 21 54.3 +6 0.7 +6 0.2 +11 6.7 » 13-14|12' p.m. +11 6.3 » lp LAS OBSERVACIONES MAGNÉTICAS Í. Vina MABÍA p = — 32255" 1 = + 4*12”58!:3 — 63*14'34!5 W. Gr. H = 204”6 Esa longitud y latitud son las que resultan de las deter— minaciones hechas por el Observatorio Astronómico Nacional. El progreso rápido de la edificacion en esta floreciente villa no me ha permitido, en ninguna de mis visitas, hacer las observaciones en el mismo sitio donde había efectuado las anteriores. No sin trabajo y pérdida de tiempo encontré un sitio apropiado y no muy distante del centro de la villa: aa o sitio cercado de pared de material, perteneciente al señor SERAFIN GALLI y situado á unos 200 metros al este de los talleres del Ferrocarril Central Argentino; las casas más cer- canas estaban á más de 40 metros del punto donde establecí la carpa para las observaciones. Quedo agradecido al señor FELIPE PoreTTI, á cuya intervencion debo haber conse- guido el permiso para trabajar allí. Determinacion del azimut de la mira Me ha servido de mira, la punta de un poste del telégrafo que estaba al norte de los talleres y que se veía al sur-oeste del punto donde hice mis observaciones. Para la determina- cion de su azimut se han hecho las observaciones siguientes : 1. Enero 25, p. m. — Mira: 89*29/:22, Glash. 6*20"49"4 (HN 102” 4:52 22 48.6 10) 23.10 24 36.4 16 9.28 10-77, 07 OT TZ. 1L Cron.-Glash. = — 11”51*2 AT Cron. = + 15”13?7 Enero 26, a. m. — Mira : 89*29:11. Glash. 6"14”5410 (| 314*52:38 1710.90 315 9.28 1) Cron.—Glash. = — 11"51*%0 AT Cron. = + 15”13*7 e Enero 26, p. m. — Mira: 89*”29:28. Glash. 6*12"55"0 (Ni 103*19:76 14 52.4 0 7.86 16448 0 23.33 18294.0 (Gi 102 38.81 Cron.-Glash. = — 11”51*9 aT Cron. = + 157137 VIA al, 4. Enero 27, a. m. —Mira: 89*29:16. Glash. 8*29"40*6 32 12.8 Cron.-Glash. = — 11”56*6 Ol 297*40:72 O 298 2.38 AT Crom. = + 15”137 Resultado. — Azimut de la mira: po o Las observaciones de la declinacien se han hecho con la aguja dotada de espejo y colgada de una hebra de seda. La - correccion por torsion se ha determinado por observaciones efectuadas ad hoc y las de la aguja doble que gira sobre estilo. Cada observacion es el promedio de cuatro parciales en las dos posiciones: marca arriba y marca abajo. En el Enero 25 p. m 26 a 239*37:40 y. 37.02 36.67 31.83 Azimut adoptado : 239*37:23 (S. W.) Declinacion de la aguja cuadro que sigue, publico solo el promedio. Correcc. 2 Fecha Hora Mira ESO por Declinación ] magnético torsión = 5% p. | 8928:81 | 220"46'43 | —6:82 | 1048:0| 1 O e, 29.0 49.29|-9.11] 47.8| 2 6% a 29.10 46.19 » 44.6| 3 71%a 29.10 45.71 » 44.1| 4 8*a 29.10 45.59 » 44.0/ 5 10” a 28.81 49.88 » 48.6; 6 10* a 28.87 49.28 » 47:5| 7 Enero 26... 11” a. 28.87 51.71 > 50.4| 8 LS. 29.05 51.42 » 49.9| 9 > da 29.05 52.00 » 50.5 10 LO 29 05 51.76 » 50.2 |11 3*p 29.05 51.19 » 49.7 | 12 4*p 29.05 50.95 » 49.4 113 E y Correcc. e Fecha Hora Mira Orta por Declinacion Z magnético icrtida E Enero 26...] 6” p. 29.05 48.57 » 10 47.01 14 1938 28.99 46.31 » 44.8/15 a” 28.99 45.60 » 44.1/16 | 8: 98.99 | 46.55] » 45.1117 Enero 27 9” 28.99 47.38 » 45.91 18 E as 28.99 49.40 » 47.9/19 1*p 28.93 51.07| > 49.7 120 17 p 28.93 52.74| >» 51.3|21 | 92 p 28.93 51.67|—9.71| 50.312 Intensidad horizontal. — Oscilaciones del iman 1..Enero 26.56” — 518" Temperatura = 298, Amplit Correccion por torsion : log. T = + 5” 6"16%0 DD -— — [ dE as OORANDODRDAwOO mM. ud de 25? á 1”. 0.000 115. + 5"12%19"2 (134 0sc.) T = 2*7103 34.8 e 5"11”14*0 + 5"17”15*%6 - 320.4 + 31.6 44.0 — 12 5.6 — 18 1.6 E E A Para reducirá arco oo pequeno. Enero 20,0" DP. Mu. as . Enero 26, 5"22” — 5*”34” p. m. Temperatura : 30%0. Amplitud : de + 521440. +5*27'47:2 + 2 50,4 +. .28 3.2 — 14.4 — 16.4 — 30.4 — 32.8 + 44.0 $ 46.0 + 23 0.4 + 29 24 — 14,0:.: — 15.6 = 390.6 — 32.0 + 49.2 + 45.2 + 456 +. 30 1.6 — 19.2 — 15.2 = 39.2 — 31.4 + 488 + 44.4 + 2% 4.8 +. 341,42 - 184 — 14.4 — 344.8 — 31.2 + 484 + 44.0 +. .: 16.42... 32.58 = 17.8. 19.2 — 34.0 — 31.2 _ 41.2 + 43.2 + 17136 + 33.48 — 17,2 — 18.8 n- 33.4 -—- 39.2 PLOMOIIO es rd es (134 050.) T = 26985 » 9 » 23 (132 osc.) 70 ARO T = 2*6998 o oa d — 0041 OS T, = 226957 (1) 26:55. 1. (194 04c.).7.== 27109 » 074 » 15 » 44 » 15 » 15 » 6985 (132 osc.) 000 » 6970 > 70 » 70 >» 85 » 39 » 7000 » 6970 » e » 6939 ¡134 0sc.) 7 » 70 (132 osc.) 7061 » 6970 (134 0sc.) 55 » 85 » 85 A T = 2*6996 EN . — 0041 e la T, = 2:6955 (2) Log. T, = 0.430 640 Corr. por torsion + 115 Log? E == 0 .430 755 A A A A OR A RO EEE “L Oteunu [9 u0Y z OJewWhnu seuoror¡rso sej ap £ SOJptno s0159 9p Y OJ9UINU [9 UOY Y OJ9WNU SAUOLDP[IOSO SP] Y9p UWOLOYUIQUIO) P| 9p P)|nso1 anb ja se y 9Pp JO[LA 14 9% OYANA PILI 930 631 930 9PT 93'0 gol 930 TST ,980 "** H [*yuozIJOy pepisuayu] TpL 8852 +++ +++ opee¡duy y 0] 80€ 0% Pr ve 08 PO"90 0% ev "8£ 0% 9765 08 testo ++ so +opigaioo é UD TO > ro — 15 o y ÚS $ ge "* SAJPOSISIP SONBNR “110 8T SS 0% 8£ p< 08 61 9£ 0% LS"8€ 0% IP "6S 0% "54 UOLOPIASAp op on3uy 00"0p PI "ZP 00*0P 82€ E A ON "MIN OJod “q 1v cO"61 661 P3"0% 661 c0"61 661 ££"8T 661 801 661 MM TUN OTOd Am IV 916€ 0P% 6T"I 61 TI 19 T 98 3 97 JE.N OJod “M IV 00:0P o 1P% 68:66. 1PG E9:8 vo 1P% Ev; Tv. T1PE L9; Tv. TPé 0 IRON OJod “4 1V 2.8% Bote L.8% €.9% 1.3 a erporu eanyesoduna y “d 9% “d 641 D 86 D C.8 'D PL : cerros RO S y 6 E r a — - PP A gqAKÁá—=* **** Je N OJod “Am IV 00;0v o. 18 8€: Sp. 1V0 Pe; Sr. TP 26;0v.1Ppé OL; VPO TG 22 ge N oJod *H 1Y Lo T6 8.87 G.8I 9.18 LoT6 ++ "+ e1paw e4nyeladuia d p,1 "D- La6 D 9uL d Bue d Bar or ROH (01 6 $ pa 9 A AS E A 13 OVANA 97 OVANA ES (uoromnurpuoo) vinbo »] ap uorvrasa( A 2. ESTACION GENERAL CABRERA p = — 32"48' 1 = <+ 4"15"31%0 =-63"52'45" H = 28" La latitud es la del plano general de la provincia; la lon- gitud, la que he deducido de mis observaciones publicadas en este trabajo. Cuando llegué á este punto por before vez, en 1878, existía sólo un rancho cerca de la estacion. Entretanto la empresa Stroeder había colonizado aquí, y encontré esta vez una poblacion, cuyo núcleo — alrededor de la estacion — se componía de unas 40 casas. Hice mis observaciones á 3 cuadras de la estacion, al Oeste de la misma. Determinacion del azimut de la mira Elegí como mira un poste del telégrafo que estaba á 500 metros al Este de mi punto de observacion. Para la deter- minacion de su azimut hice las siguientes tres séries de observaciones : 1. Enero 28, a. m. — Mira: 229*4:64. Glash. 8* 8"16'6 (] 234*35:95 1348 0 48.33 Cron.-Glash = — 11"56*9 AT Cron. = + 12”38*2 2. Enero 28, p. m. — Mira: 229*4:52, Glash. 5*27* 00 (| 44 3:33 29 21.8 O 19.52 3124 O 6.19 32 41.4 (O 432.00 Cron.-Glash. = — 11%57*15 AT Cron. = + 12”37:6 PE 7 3. Enero 29, a. m. — Mira: 229*4*40. Glash. 6”21"18%6 (] 247*53%57 .0 23.41 OQ 248 9.28 25 25.2 |) 247 55.95 274.0 ( 5.48 Cron.—-Glash. = — 12*0*9 AP*Cron: == +41936 Resultado. — Azimut de la mira : $. EDO AM 20 3.52 2: PE IA TO: 3.05 3 MD O O on 3:51 Azimut adoptado : 85*3*03 Declinacion de la aguja He aquí los resultados de mis observaciones que se han efectuado del mismo modo que las de Villa María y de las otras localidades visitadas en esta ex ploracion. o Fecha Hora Mira Iyorta ont Declinación E magnético orilon E 84. |229*4:58 | 155*43:57 | —9:71|11:32:3| 1 10%a. 4.58 44.16 32.91 2 1*p 4.58 45.48 34.2/1 3 ici 204 2%p 4.58 44.76 33.5 | 4 3%p 4.58 43.52 32.3| 5 5%p 4.58 42.38 31.1| 6 ( za 4.28 39.93 25.0| 7 Enero 29..... + 0 4.28 33.69 2.218 ] 8'a. 4.28 32.26 | —9.71 21.3| 9 Aquí no he efectuado observaciones de la intensidad hori- zontal. 3. RIO CUARTO p = — 337'19" 1 = + 4"17"18"6 = 64*19'39" - H = 438"7 Las coordenadas son las determinadas por el Observatorio Nacional de Córdoba. Esta vez hice mis observaciones cerca de la estacion del Ferrocarril Andino, es decir, á distancia de 3 á 4 kilómetros al SSE. del punto donde había observado en Octubre de 1889, pero más cerca (á 300-500") del sitio elegido por los astró- nomos franceses en 1883 (1) Mi carpa de observacion estaba á 40 metros al Norte de la pared que rodea el terreno en que se han construido los talleres del ferrocarril. Hácia el Norte y Oeste había enton- ces campo libre, pero á 20 metros al Este existía un pequeño rancho. La torre septentrional de la iglesia parroquial se destaca á uno y medio kilómetro de distancia bajo un azimut de 328*41' (NNW.). Para la ubicación del punto donde observaba, dirigí algu- nas visuales á otras torres de Rio Cuarto, cuyo azimut ver- dadero es como sigue : ORtAT: Las 2 torres de la iglesia parroquial..... ba ride / 328 18.00 26 - 7 NNW Las 2 torres del convénto-de S. Francisco.) 99 90490 E / 330 0.60 Determinacion del azimut de la mira De mira me ha servido la cruz de la misma torre de que acabo de hablar. Hice tres séries de observaciones para de- terminar su azimut. (1) Véase Oscar DoerING, Manifestaciones del magnetismo terrestre. Este Boletin, tomo XII, pág. 326. 1.3 A, RR 1. Enero 30, a. m. — Mira: 1554/88. Glash. 6"44”51%6 (| 287*15:48 46 54.0 |0 34.05 48 348 10 31,01: 50 17.8 (] 286 34.52 Cron.-Glash. = — 12”12"8 AT Cron. = + 10”47"1 2. Enero 30, p. m. — Mira: 1555/00. Glash. 5*30"57*2 | 8725:00 32% 11:26 :80:40,72 33418 (QU 30.00 33 24.0 (0 51.91 Cron.-Glash. = — 12*10*7 AT Cron. = + 10”46*9 3. Enero 31, a. m. — Mira: 155*%5/00. Glash. 6"52"52:8 (| 286” 0:72 54 52.0 (| 285 45.71 56 58.6 lO 286 4.28 58 38.6 ¡O 285 52.14 Cron.-Glash. = — 12"8*5 AT Crom. = + 10”46*2 Resultado. — Azimut de la mira: ENCrO A Mco url — 31*18:50 a 1 A 19.37 O A 18.50 31*”18:93 Azimut adoptado: — Ó sea 328*41.07 (NN W.' E e e ia AS EN Declinacion de la aguja Correcc. E echa ora Mira Norte yor clinac E Fecl H M iLiOS citó Declinacion E 1%*a. |15575:06 | 198*14:76 | --9'71 | 11*41:2/ 1 T1%4 5.06 13.81 40.3] 2 8'a 5.06 15,23 41.71 3 9%a 5.06 17.73 44.2| 4 110%a 5.06 19.65 46.1/ 5 A 1p. 5.06 23.21 49.8) 6 1*p. 5.06 24.04 50.5| 7 2p. 5.06 24.16 50.6| 8 | 2%, 5.06 23.80 50.2 | 9 13"p. 5.06 20.95 47.4 |10 ea ELITE 5.00 14.28 40.8/11 AER t 8%a 5.00 13.93 40.4/1]2 | Intensidad horizontal. (Desviacion de la aguja d 200 milímetros) ENERO 30 o — 1 2 3 1 5 ELO, Pei MEA Pd STA 0d diO E, 2"6 p. Temperafura media... 233 3571 31 Y 398 396 Iman al E, Polo N al E...[219? 5'48|219* 0/72/1219” 3:33/219* 2:38/219" 4:28 » W >» E..218 35.00/218 31.91/218 33.81/218 34.76/218 33.81 » W > W..¡1176 39.051176 46.42/176 52.621176 56.431176 36.90 » E >» *..[177 11.191177 19 251177 944.52/177 28.10/177 27.38 Angulo de desviacion F..| 20 57.56| 20 51.73| 20 50.001 20 48.15| 20 48.45 Corr. por áng. desiguales | — 0.14| — 0.14) — 0.13) — 0.13 0.1 P cormegido.......... 20 57.42| 20 51.59| 20 49.87| 20 48.02) 20 48.31 log M empleado ....... 2.588 541 2.588 541 Intensidad horizontal H.. 10.26 17310.26 134/0.26 1320.26 1380.26 135 E. AL El momento magnético M es el que resulta de las observa- ciones completas (de oscilaciones del iman y desviaciones de la aguja á 200 milímetros de distancia) efectuadas en Villa María (principio de la exploracion) y Villa Mercedes (fin de la excursion). 4. SAMPACHO p = — 33"292' 4 = + 4'18"53*0 = 64*43'15" H = 5157 En esta floreciente colonia nacional mis observaciones se han hecho en la huerta de la fonda de RobrIGUEZ situada en frente de la gran casa de comercio de José PIsTOLETII. A 20 metros á la redonda n> había casa alguna. La determinacion del azimut de la mira que era una señal en el parapeto de una casa cercana (á 30 metros de distancia), se ha hecho mediante dos séries de ob- servaciones del sol en las dos mañanas que pasé allí, siendo imposible hacer las observaciones al Oeste del meridiano. 1. Febrero 1, a. m. —Mira: 144*26'95. Glash. 6”46"13"6 14*”17:86 1 56 4 47 58,2 20 50 53.6 ¡O 16.90 52 45.2 (0 2.14 Cron.—Glash. = — 12"5%7 AT Cron. = + 9”11'3 pe Febrero 2, a. m. — Mira: 144*25'89. Glash. 6”45"27:8 (A 14” 6:90 475.0 QA 13 48.33 49 52.0 16 14 6.90 51 56.8 |0 13 51.67 . Cron.—Glash. = — 11%42*2 AT Cron. = + 9”10*9 Resultado. — Azimut de la mira: pá Febrero 1 a. m....... Ed 230*29:37 2. » DA Ma 28 66 Azimut adoptado : 230*29,02 (SW.) — 29 Declinación de la aguja , Correcc. z Fecha Hora Mira Cer por Declinacion E torsion Z 1%a. | 144*25:78 | 285*54/88 | —9:71 | 11*48'4| 1 boda 25.78 54.40 41.9] 2 20 25,78 55.00 48.5] 3 A 25.18 57.14 48.7| 4 19. 25.1 64.52 58.11 5 Ponred 25.78 65.48 59.01 6 21 p. 25.78 65.95 59.5| 7 29 25.18 66.07 59.6| 8 37p. | 25.78] . 64,05 57.6| 9 19 Pp: 25.78 58.09 51.6/10 a e 25.89 55.12 48.5| 11 Ens 25.89 54.52 47.9|12 Póbraio 9 1% 25.89 32.98 46.4/13 a a 25.89 52.86 46.3/14 | 34 25.89 54.52 47.9/15 10%a 25.89 57.50 | —9:71 50.9| 16 Intensidad horizontal. (Desviación de la aguja á 200 milimetros! FEBRERO 1 -_............o.... y PUIO 1N dí WWW ..... Al W, polo Nal W .... Al W, polo N al E..... q Al E, polo N al E Angulo de desviacion p. Corr. por áng. desigual. ? corregido log M empleado ....... Intensidad horizontal H. e... ...v.... 0.26 233 0.26 210 6.91 .62/264 36.42/2 0.26 189 0.26 210 — 30 — El momento magnético M resulta de una interpolacion, proporcional al tiempo pasado, entre sus valores al princi- piar (Villa María) y terminar (Villa Mercedes) este viaje de exploracion. 5. Estacion La Toma (Provincia San Luis) ?p=-=- 333 1 = + 4*"22%3012 = 65*37'33" H = 8898 La Toma era entonces la estacion terminal de un ramal que parte deJVilla Mercedes, y se componía, fuera del edificio y galpon de la estacion, de dos casas en ruinas ocupadas por almacenes, un rancho para la policía y un vagon que servía de vivienda al receptor. La estancia de la que se ha tomado la denominacion para la estacion, está á 2 ó 3 kiló- metros al Oeste de la estacion. Para hacer mis observaciones me establecí con mi carpa en la colina que existe en frente — al Oeste — de la esta- cion y como á 80 metros del galpon de cargas, no muy lejos de la fonda del señor HenrI Dumas. Determinacion del azimut de la mira Tomé, como mira, un adorno que descubrí en un vagon que servía de casa y se había inmovilizado. Hay cuatro sé- ries de observaciones e pa á fin de conocer el azimut de ese punto fijo. 1. Febrero 4, p. m. — Mira: 282*48!10 (N.) Glash. 5"56"50'0 (| 166*39:28 59 16.0 G) 20.24 604.2 0 42.14 302 (0 25.00 Cron.-Glash. = — 11"37*9 AT Cron. = + 5"31%4 A AO A E As A o E EA nl He 2. Febrero 5, a. m. —Mira 282* 48:33. Glash. 6” 4” 08 (| 12*48:57 6178 QU 30.47 8 44.8 10 44.52 10 348 | 30.00 Cron.-Glash. = — 11"33"8 AT Cronm. = + 5%31*0 3. Febrero 5, p. m. —- Mira : 282*48'69. Glash. 6"20"49"0 ()] 163*50:72 23 11.6 'Ol| 32.38 24 51.6 |0 52.35 26 19.0 |60 41.19 Cron.-Glash. = — 11"31*2 AT Cron. = + 5”30*%6 4. Febrero 6, a. m. — Mira: 282*48/75. Glash. 6”10"14*8 () 11*44'59 12.06.08. El 30.00 13 49.4 10 49.52 15378 (0 35.711 - Cron.-Glash. = — 11"34*7 AT Cron. = + 5"30*3 Resultado. — Azimut de la mira : E Febrero 4 Pp, WM. iiciaio., De 15*17:39 2. » a NR AA 17,16 3. A a e ao a 17.92 4. e O rd 17,92 Azimut adoptado : 15*17:60 (NNE.) pe O Declinación de la aguja Correcc. Fecha Hora Mira isis por Declinacion nde torsion 6%a. | 282*48:45 | 279*58:69 | —9:71|12*18:1 "a 48.45 58.10 17.8 8%a 48.45 57.62 FER 84 48.45 56.43 15.9 9%a 48.45 55.60 15.0 10% a 48.45 571.02 16.5 Febrero 4....í 1?p. 48.45 63.57 23.0 Ep. 48.45 65.00 24.4 > 48.45 64.65 24.1 3. 48.45 65.00 25.4 4*p. 48.45 61.90 27,3 | 6*p. 48.45 60.24 19.7 6” p. 48.45 60.47 20.9 6%a 48.57 58.33 LEA 6%a 48.57 58.58 11.9 18. 48.57 58.81 18.1 8a. 48.57 57.50 16.8 Febrero 5....( 9%a. 48.57 59.05 18.4 iia 48.57 59.05 18.4 1*p. 48.57 65.12 24.4 2% 48.57 65.12 24.4 37p. 48.57 64.76 24.1 6%a. 48 57 59.35 14.7 178. 48.57 56.31 15.6 Febrero 6..../ 8'a. 48.57 56. 43 10.7 8%a 48.57 55.71 15.0 94 48.57 55.71 15,0 omar | Número Ly 9%'0 917 9%0 ESP 9%0 E9P 970 cop 9%0 |'* H1eyuozuoy pepisuayu] 10% 6883 |'*""*******opeajdwo y 21 28'6€ 0% 9€'0P 0% ES Y€ 0% TU 6€ 0% £6'6€ 0% tt ++ *opigo4dos 6 810: 81.0." 60 850. erD:= *>soyenB1sop Hue Jod “4107 00*0P 0% FS 01 0% ZO" LE 0% 0€'0P 07 ¿1 0r 0% "+4 UOJORIASIP Ip OpnÍu y 8p"0€ 00'0€ L9"9S c0' 67 OT'8Pb **** A IBN OJod “4 [Y 9L'6€ 6cZ 836€ 607 1L "Sp 6cz 98'L€ 62z e a "MIN OJod “Ax [Y 8b"0P 00€ €P "TP 00€ 00" 0P 00€ £0'6€ 00€ L9"9€ 00€ => ==" 1e y oJod “M 1V 91; 6%. 1O€ 00'0€.10€ 8b;0€.T0€ £0; 6%. 10€ 0t:83.tOg |**"c*** aten ood “q 1y 0.v€ 0.P€ v.9€ C.t€ 8.T£ +++ *grpau e1oyotaduraj, *d 91€ “d Ea *d ET ETT “» GOL E 6 p ES ra It A — rn nana A a Pp OVAUGIAA (soJJ)9unm uu 00% vDínbo 1] 9p uor9masag ) ppruozatoy poprsuau] T. XVI! id a RE “+1 [P10OZ140Y PepIsuayu] ezp 90 | 0vpg 930 | TEE 930 | SIE 9370 | 6%€ 960 | EFE 930 10% 6893 10% 6883 +++ *+opeo¡dwa ¡y 301 €9 6€ 0% 96'£P 0% 69'€F 0% 68" 1P 0% 8b €p 0% €L'ep 08 | coo" *****opideloo á 610 = 810 80 — yO — 90 — 910 — 'sopenSisap “Sup Jod *1107) 286€ 0% »L FF 0% L8'€r 0% £0'3p 0% yO EP 0% 68' at > > DO. de Febrero 10, a. m. — Mira: 163*58/57. Glash. 7"17"16:8 (| 328*”46:90 2 6.8 |0 59:28 211 37,4. 0 46.90 23:35.6..(] .2327.56.67 Cron.-Glash. = — 11”18*0 aT Crom. = + 6%3*7 Febrero 10, p. m. —Mira: 163*57:02. Glash. 5"18”27"0 (| 140*32:62 2 2.4 53.81 Cron.-Glash, = — 11”12'8 AT Cron. = + 6"3*4 Febrero 11, a. m. — Mira: 163*57:73. Glash. 7"13"25'6 (| 328*58:33 5444 |[O 329 14.52 19 97.6 [O 328 45.00 -2140.2 (| 327 51.19 Cron.-Glash. = — 11”13*0 MI Cron. = + 6”2?8 . Febrero 11, p. m. —Mira: 163*56:90. Glash. 5*19"39:4 (| 140*40:00 ME. A2.0. 20). JUL. 2 0 251.6 |¡0 140 48.10 438.8 (| 139 59.52 Cron.-Glash. = — 11"8*7 AT Cron. = + 6”24 Febrero 12, p. m. — Mira: 163*58:21, Glash. 5" 7"1210 (y 142*39:52 915.2 O 59.05 10 50.6 (0 45.00 122.4 (] 141 56.90 Cron.-Glashi. = — 11"84 AT Cron. =+ 614 01D OA ns A, A 7. Febrero 13, a. m.— Mira: 163*58:99. Glash. 7*13"”42'8 (IN 328*20:95 16 28.0 | 33.57 19 18.0 JO 10.71 21 42.4 (Oj 327 17.38 Cron.-Glash. = — 11”6*0 AT Cron. = + 609 8. Febrero 14, a. m. — Mira: 163-59:12. Glash. 7*15"32.0 (ij 327*48:10 14:57.6:-0) 388. 1,96 19 39.0 |60H) 327 49.76 2210.0 (Gi 326 54.29 Cron.—Glash. = — 10"58*8 AT Cron. = + 5599 Resultados. — Azimut de la mira: PEDISMO F PA ca 289" 18:64 » 1072: Me AOS ; 18.82 » 10 A A 18.46 > LEA 19.42 HL, PS a a led 18.52 A O O a a ae 18.57 . CS 18.36 E A o ds 17.58 Azimut adoptado : 289*18:55 (WNW.. > Declinación de la aguja Corr. 2 Fecha Hora Mira o étido por pone E torsion 7 | 71%a. |163*55:23 | 247"15:23 | —9:71|12*28:8| 1 | 8'a. 14.28 27.9| 2 87a 14.40 28.01 31 9%4 14.28 97 9| 4 9%a.. 14.16 297.8| 5 10%a ; 16.07 299.71 6|" DUB, (¿1p. 27.38 41.0| 7 1*p 28.57 42.21 8 2p 29.28 42.9| 91.3 23 p 30.00 43 6/10 | 3%p 31.19 44.8/|11 | 5*p 21.19 34,8112 6%p. 20.80 34.2113 | 7%a. |163 56.84 16.19|—9.71 28.2 | 14 ¡Sa 15.60 27.6/15 -9%a 17.02 29.0 /16 10%a 17.38 99.411 1%a 19.7 31.8|18 Feb. 9......./1*%p 29.28 41.3|19 | 1*p .60 T 42.6|20 2%p 31 55 43.6|21 3'p 30.71 42.7 | 22 4%p 30.00 42.0 123 4*p 28.10 40.1|24 / 7%a. [163 57.80 17.73| 9.71 28.81% Sta 17.38 28 4 ¡26 Los 17.15 28.2 | 27 94. 17.38 28.4 | 28 Feb.10......( 10%. 17.85 28.9 |29| la 19.05 30.1|30 127 26.67 37.7131 | 1*p 26.91 38.0 | 32 2%p 28.93 40.0 133 O Declinación de la aguja (conclusion) Fecha Hora Mira Se grebi Declina- . magnético out cion : 27 p. | 163*57:80 | 247*25:95 | —9:71 | 12>37:0 Feb 10... | ón sa cb , Ta. | 163 57.32 18.33 | —9.71 29.8 40 17.02 28.5 Sa 16.07 27.6 84 15 00 26.5 9a 14.52 26.0 94 15.95 ZELO Pob TL. 108 17 62 29.1 1*p 96.55 38.1 1*p 98.81 40.3 2*p 29.76 41.3 95 p. 97.38 38.9 37p. 97.15 38. | 5*p. 93.57 35.1 1*p. (163 58.45 31.19| —9.71 41.6 FAN | ap. 30.95 41.3 3p. 98.45 38.8 7% a. |163 58.81 21.52 | —9.71 31.6 8'a 18.57 28.6 Pob, 1d. .9+ 2» 99.52 39.6 3%p 28.33 38.4 | Número fol 2) Intensidad horizontal. — Oscilaciones del iman . Febrero 13, 1*24” —1'36” p. m. Temperatura: 324. Amplitud de 25” á 1* Corr. por torsion : log. T + 0.000 113. + 1*21”33:8 + 1*30"”34*'8 (134 0sc.) T = 26940 8.0 > 925 e 47.2 ne 4 —- 236 — 31 4.4 » 925 + 168 + 18.0 > 955 =p 34 + 33.6 , 881 — 46.8 — 47.2 » 896 — 6 32 — 32 3.6 » 896 + 164 + 16.8 » 896 + "30 + 33.0 866 , ms 46.0 — 46.0 > 866 ==: 8120... = 0 14 ». 851 + 15.6 + 15.6 » 866 + 32.0 + 32,2 » 881 — 45.2 — 45.2 > 866 AA O. Rd 18 > 881 + 48 + 14.8 » 866 + 31.2 + 31.2 866 - 44.8 — 44,4 » 836 10.10. ..:99. 08 » 851 + 140 + 14.0 » 866 + 3.6 + 35.6 » 866 — 49.0 — 48.8 > -851 - NUOÓZ =- 36 59 > 866 + 18,6 + 18.4 » 851 FIOMDO 0 a T = 2*6880 Para reducir á arco oo pequeño.... — 0040 Point 10 AO ios T, = 2*6840 (1) E A ce Y] 2. Febrero 13, 1*41” — 1*53 p. m. Temperatura : 334, Amplitud de 25* á 1”. + 1*40"55%0 + 1”46"31*2 (189. ase.) 'T'== 216985 : 44.4 » 39 — 48.8 — 4l 5.2 — 47 08 » 39 + 18.4 + 13.6 » 09 + 34.8 + 30.4 » 39 — 48.4 = 43.6 » 09 hi. 49. 480 o 18:58 134 086.] 25 + 18.4 de 18,4: -' » 6866 ES yY2. + 34.4 > 81 - 47.6 — 47.6 > 66 — 433 4.0 — 49 4.4 > 96 + 17.2 + 17.6 > 96 + 33.6 + 33.6 66 — 46.8 e 46.8 66 — 432 — 5 3,2 66 + 16,4 + 16.0 36 + 32.8. + 32.8 > 66 = 46.0 = 46.0 » 66 - “45 Yé-— —-" 31 2,4 66 + 15.6- + 15.6 : 66 + 32.0... + 31.6 > 36 =- 45.2 — 44.8 » 36 — 46 1.2 + 02 de > 66 + 14,8 14.4 » 36 PS e A a T = 26885 Reduccion á arco so pequeño...... — 0040 E — 42 ce 96 0l26% 97 0 (S0€£ 9370 [19€ 9%'O[8LE 93 'OJ0TE 93 'O[EVE 93'O|STE 980] "0000: H “Z110y *suaju] 790 06€ 2 290 065 3 |" * > *copeajdwa y 30] Ec 8h 0% |LT"16 0% [69 9€ 0% |86'€S 08 [vE"L€ 10:69 0% lOp"LS 03 [230 18 | “> ***OpISadlOO é LT'O sto — loto — J8T'0o — |9tO — J91'0 — [91'0 E e Y “*S1s0p “Buy 110) 69"8» 0% [ze "Le 0% |p89€ 08 [€T 92 03 [OS LG 0% |LI'6S 08 [99"2< 08 [98€ O Té |' 4 *9VIAsap ep '2uy cO'61 933 |18'81 933/91 61 93%|v8 03 IL € 92 |8r "08 9r3l3c 61 93% [CO 6 9%|' "MIN OJod “5 1V 1. ce caz rt Le ezelzcree czz [000 933/61 9p car [63 ve ez3|16"1S Cer [ze 6€ **** opeajdua y 30] 16"1p 0% lec"gr 0% |pppp 0% JOL'6P 0% |L6'6P 0% |IL"9p 0% |€L*9p 0% [€9'8p 03 | 7? *:**c*** oprgaloo dá 6ro—. loz o = lero — TWD — 19010. HO — ¡80 + |81:0 "¡end1sop «Buy 1od “1107 OU 8H 0% |€L'£p 0% [e9pp 03 183'6b 08 [310€ 03 [£8'9b 0% [169 0% |18'8P 0% ¿ UOIOPIASOP Ap 0 NBUY ES'6 LEG |vEG Sl Lez|[6l'9 LeB|PT Le 9L'P LEz|co “6% €b 11 L3Elv3'9 Leg cc ""MIUNOJod Y 1y Le 8e gu lez ec ore lee ze ger les er vaz [esos yarl1Loe gazler oe 933 18p*oc gae| occ: mM le N oJod “A 1 vE CT 897 CO 6 8YT|EE E 83 y IL'S1 89 |16'1€ 19363" PI SY [EP TI ts eN opod AM 1Y LE; ¿GO Í8P:0 .697| 18: EC.BYT [EE EC.BYTÍSP:0 «698 |P3:OL.8I7|26;0 «GT |EC;6LCOBY3| 00 c 0? ren ejod “Y 1y 6.0€ €.6€ € YE L.0€ CTE C.9€ C.CE 007€ ++ + erpat eampesoduia, d £ut dt 190.011.098 | 210.1. 43. LIL LAA O 91 cl H 51 2L u 04 6 a (woro9nuapuoo) sosjamppy poz p vínbv v] op uornmasaq 86% 9%'0 | 18% 93'0 | €0€ 930 | 8t:€ 930 | ISE 9370 | 89€ 930 |'*' H Ivyuoziioy pepisuayu] 290 065% 390 0623 |' opea¡duro 11 80] UP 19 0% ce 0c 07 08% pe 0% LS "ZC 0% EL "TS 0% 3008 03 | * “+++ 0p18a4J09 é 08 0 — tz 0 — 080 — LO suo sis > penSsop “Sup * 410) 19"12 0% pe 08 07 Ob pe 0% PL:3e 0% 1612 0% 1L'OS 0% > d UOJORIASIP AP 0/NGUY Z9'L L% | 0001 133 | 18"ES 8£'3 L%% | 8E'% L% | 9L'P LE *MIEN oJod “4 1y L9'98 9% | 28"LC 9% | EE'Eh 93% | TF 99% | 16'19 9% | 9L'PS 9% |: cc MItNorod “mM 1y 83'61 89% | 29'LT 89% | <6'01 89% | 2P'91-89% | 29 "91 89% | TZ'ST 89% “HL It N oJod “MA 1V €»: I1.69% | SE¡3I-693 | 18;€ ¿69% | £E¡£ «69% | PG:S .69% | 99:9 -69% Be N oJod “9 1Y 1.0€ 0.€€ v.C7 0.9% C.2% 1.9% «+ e1patal eanyedoduJ 'd E E EE 'D 9,8 “d c,6 d Q,2 d Tap e, y 0 ee la DE 61 ST Zt z A A o E £l OUAYIJA EL OYAUIAA 11 OUAMUIAA [worsnj9u09) sow)9wnu poz p vínbo »] op uormasq 4 o El momento magnético M se ha calculado de dos combina- ciones : oscilaciones número | con desviacion número 21, y oscilaciones número 2 con desviaciones número 22. Su pro- medio se ha empleado para todas las observaciones de la intensidad horizontal efectuadas en Villa Mercedes. Aquí concluyeron mis observaciones fuera de Córdoba en este año, pues un telegrama de mi esposa que se había en- fermado gravemente, me llamó á Córdoba y las tareas de la enseñanza me impidieron reanudar estas observaciones. Córdoba, Diciembre de 1904. OBSERVACIONES MAGNÉTICAS EFECTUADAS EN 1896 FUERA DE CÓRDOBA Por OSCAR DOERING El nordeste de la provincia de Córdoba ó sea la parte oriental de los departamentos Rio Seco y Tulumba no ha po- dido tomar parte en el asombroso desarrollo de las llanuras de la provincia. La abundancia de zonas de tierra poc0 apropiadas para la agricultura y la escasez del agua son obs- táculos para el aumento de la poblacion por inmigrantes; los habitantes, en escaso número y diseminados en lugares apartados de las arterias de comunicacion, llevan la vida de sus padres, dedicándose exclusivamente á la ganadería. ¿ La exploracion magnética de esa gran llanura, casi despro- E vista de vías de comunicacion, no se podría hacer sinó com a recursos abundantes y disponiendo de mucho tiempo, Y puesto que carecía de estos dos requisitos, no se me ha ocu- rrido jamás visitar esas apartadas regiones con el objeto de hacer observaciones magnéticas, aunque las privaciones Y sacrificios personales de una expedicion efectuada en tal circunstancias, no me hubiesen arredrado. Por otra parte, en las provincias de Santiago y Santa Fé, las zonas que colindan con ese casi despoblado, son surcadas por dos líneas ferrocarrileras que facilitan su acceso Y ofre- E y A cen un medio de locomoción rápido y cómodo, y su explora- cion magnética nos ahorraría las dificultades de la del nord- este de la provincia, pues la comparacion de los datos adquiridos en aquella con los que poseía ya por mis viajes y estudios en el norte y noroeste de Córdoba, nos daría plena luz sobre la distribucion de los elementos terrestre-magné- ticos en el nordeste. En prosecucion de esas ideas emprendí en Enero de 1896, un viaje en que hice observaciones magnéticas en las si- guientes estaciones de ferrocarril situadas en las provincias de Córdoba, Santa Fé y Santiago del Estero : San Francisco (F.C. C. C.), Morteros (F. C. B.A. y R.), Rafaela, Estéban Rams, Fortin Tostado, San Cristóbal (F. C. C. N.), Ceres, Arrufó, La Argentina, Pinto (F. C. B.A. y R.). Este viaje duró desde el 26 de Enero, dia de mi salida de Córdoba, hasta el 3 de Marzo. , En el mismo año, teniendo que hacer un viaje al norte de la provincia de Córdoba y al sur de la de Santiago, explora- cion que he descrito ya ('), pude hacer observaciones mag- néticas en Quilino, San Francisco de Sobremonte (provincia de Córdoba), Ojo de Agua y Huascan (provincia de Santiago del Estero). Trataré antes de la primera exploracion, en que tambien determiné la latitud de algunas y la longitud de tudas las localidades en que puse mi campamento. LAS OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS Todas son alturas del sol tomadas con mi círculo de refle- xion sobre un horizonte de mercurio. Las anticipo, pues tengo que referirme frecuentemente á ellas, ya al hablar de la determinacion de la hora, ya al deducir de ellas la latitud. (*) Boletin Acad. Nacional de Ciencias, tomo XVIL pág. 263-323. e — Las presento corregidas ya por error del índice del ins- : trumento, por refraccion y paralaje. Prescindo de apuntar la posicion del techo del horizonte en que se han tomado, pues las dos posiciones del techo que uso, dan, prácticamen- te, las mismas alturas. Sin embargo, he cambiado en cada série de observaciones, ese techo, á fin de eliminar del resultado esa diferencia casi nula. El error del índice (del cero) de mi círculo de reflexion A ies (de Bonsack, Berlin) se ha determinado — salvo rarísimas excepciones involuntarias — en cada serie de observaciones ó antes ó despues. Los. resultados de esas 50 determinaciones son muy varia- dos, aún en un mismo dia, como se verá por los siguientes detalles : cea rca .. pr sd | dl id o RA Enero 26 |87a.| 2220 | + 1210 : he 27 |19*4.1|28.0|+1929.0 San Francisco....... qq 1 13+p. 133.0 | + 128.0 » 28 |10%a.| 23.5 | + 2 2.0? ba 28 |4*p.| 2.5 | + 133.0 A y AN A 29 |1”p.| 28.6 | + 120.0 po 30 |9*a.| 29.0 | +118.0 » 30|1"p.|33.6|+123.0 » 30 |3*p.| 32.0 |+12.0 Febrero 1|9'a.|299.3|+115.0 A 5 0 San Francisco... ) » 1110 |35.0| +12. aaa tas 1|3*p.1|34.6| +1 24.0 bos. ...2| 90. 130.2 | + 114.0 » 5|4*p|2%6.5|+115.0 | » 619'4.|2.5|+12%.0 Estéban Rams.......... » 6 |111a.12%.0 | +0 59.0 a II OA p > 5137. [968 [+1 38.0 GN + EA Localidad | Fecha Hora Proreró Ron | Esbrero 1 9.4. 1.23,5: 1. +1 31,0 » 1 5: 2 Esteban Rams......... , á e “ S , ha j pl Ñ » 7|3*p.| 28.3 | + 1 18.0 / » 8 |97a.| 26.4 | + 1 51.0 » 8 |11'a.| 8,5| + 1 14.0 | » 8|1*p.|31.8|+1 44.0 » 8 |2*p.|330|+135.0 Fort. Tostado:7.i dias? , 919%1.12.3|+133.0 » 9 |11%1.|28.0| +1 5.0 » 9|1*p.|317|+144.0 » 913*p.|30.6 | +.134.0 / 11 |[|9%a.| 26.0 | + 1 35.0 » >. JU. ZO. se coo | o » A . lb. . 14 | 2" p.| 32.0 | + 1 26.0 / » 16 |9%*a.| 30.0 | + 1 36.0 17 |10%a.| 27.0 | + 1 48.0 ASMABÍA. iio. » 1idrp. 100.04 114.0 » 20 |4*'p.| 4.0 | + 0 59.0 » 21] |[8*ta.| 23.0 | +143.0 ( » 22 |4*p.| 30.0 | + 133.0 A A » 23 !8*a.| 40!|+141.0 » 23 |4*' p.| 31.0 | + 1 21.0 AO da | » 24 |2*p.| 27.0 | + 1 48.0 La Argentina.......... » 25 |2*p.| 30.5 | + 1 23.0 Ñ 28 |9*a.| 25.5 | + 1 42.0 E A ARES > 29 |9*a.| 26.5 | + 1 33.0 » 29 13*"p. 13851 +133,0 ' San Francisco......... | Marzo 2|3*p.|282| + 1 47.0 ARETES 14 |9*a.| 26.0 | + 1 48.0 Ñ O e 14 13*p.|%9.5|+151.0 | El valor medio de las 50 observaciones resulta igual á+.1'29"”. T. XV 4 Formando grupos en órden cronológico, tenemos los si- guientes valores medios : Valor medio Enero 26 á Enero 30 (9 observaciones)....... + 1'28:0 Febrero 1 á Febrero 6 (9 observaciones)..... 4 1 21.0 Febrero 7 á Febrero 9 (12 observaciones) + 128.0 Febrero 11 á Febrero 21 (9 ohservaciones) + 128.0 Eebrero 22 á Marzo 14 (11 observaciones)... + 1 38.0 . Los valores más divergentes del promedio se deben casi lusi te á determinaci hechas con alturas del sol muy grandes (para la determinacion de la latitud), aunque temo que algunas sean erróneas: oscilan entre + 0'38% y +2'2*. -E Si estudiamos la frecuencia de los errores por grupos equidistantes del error medio (Il = + 1'29”), se nos pre-. senta el siguiente cuadro: | Febrero 1896 Julio 1896 CAN o. 2), I 0 AS O — -- a E E, E ARI O 4 =- LO 8 6 o E O cr A 26 31 E E MAA IO 24 43 O o A a 20 11 E rd 14 3 o e, A A 2 3 TAM — — LEA ss . — 3 Los datos de la segunda columna (encabezada Julio 189 corresponden á las determinaciones del error del índice á + 1'18"; los valores extremos oscilan entre + 2' y +1'0”, El detalle de estas observaciones, que no he publicado el mi trabajo del tomo XVII de este Boletin, es el siguient MEE >, [ Localidad Fecha Hora a Ed al Julio 3 |10%4.| 16:5 | + 2' 9/0? » 3/11*p.|19.21+ 142,5 » 3|2*'p.|194|+1185 > 4 ¡10%*a.| 132] +10 » 5(12m.|256| + 1 21.9 » 5 |2*p.| 18.0 | + 1 10.0 6 E A S. France. de Sobremonte - y 1 y A ; a » 612*p.119.1 14 1 8,8 » 7 |10'a.|182|+1 6.2 » 7|12m.| 20.0 | + 1 21.9 » ELISA LA » 8 |10'a 19:7 — E » 8 [12*m.| 233 | + 1 20.8 » 842.9. FT. 11] 42 10 |¡9%a.| 18.8 | + 1 18.8 » 10 |12m.| 22.7 | + 1 26.2 » 10 |2*p.| 4.3 + 1 3.3 » 11. 110% 19.2 — 1127.5 : » 11 | 12m.| 213|+120.0 Ojo de Agua ¡Santiago... » 15 12*"p,1.98,4 1.1.0.3 » 12 ¡10'a.| 200/|+112.5 » 12 ¡10%a.| 291.2 | + 1 10.9 » 12 |12?m.| 3.8 | + 1 21.7 » 18:11*9.%%.2 1.4 121.7 » 12 |2*p.| 25.2 | 4- 1 10.0 ps 114 [10'a.| 140 | +1 42,5 | » 14 |10%*a.| 14.0 | + 1 14.2 po A 0 14 |12*m.| 15.6 | + 1 14.2 | >» 1da|2:%p.|159|-+1/13.8 La 15 |10*4.| 12.0 | + 117.5 Ojo de Agua........... ER 17 |2*p.|15.5|+115.0 e Paleo E 18|9'a.|110|+1326.2 e a 18 |2*?p.| 140 | + 1 18.5 a gp Hechas estas explicaciones sobre el error del índice, pre- sento en las páginas siguientes las alturas del sol que he to- mado para mi objeto en el primer viaje de exploracion del año que nos ocupa. El tiempo apuntado corresponde á mí cronómetro Brócking 1024. Córdoba . Fecha Cronómetro Limbo Altura corregida o Sal > o ER e e 5 38*29'41:0 á Sl e ES 39 29 48.0 si es1 9) 980 a hi de E 41 29 48.0 po , E ER $ 4130 6.0 de e e 40 30 3,5 8 E e ¿ E (39 29 57.0 e 6100 912% 40 San Francisco Ha Enero 27 9 il se 5 49 305.5 ba, le pe E 50 30 2.0 29, 2509 910% 00 = cia SN 52 30 10.0 > 2287 Olmo E E es A 51 30 13.0 3 s2s LIS SRL RLSBASSS FEBRES ESSARE gs: Fecha Enero 27 Enero 28 Enero 29 Enero 30 Cronometro 10 8 ha Q a BS BALE SES SUBEN .8 BS ELB LAR BABIES: 00 co — 3 — 55 43.6 5 Morteros pal pl Sus ENSEZ a] puaaó — tw - eS E DDN O 04 ¡No . o 7 % * DA ÁD DW WOW Dw0wWRAmo: ¡oJ0 MH OJO MOJO LO 0 VAVAVPAVA AVAWLAD VADVADA Limbo Altura corregida A ny + 50"30'14:0 O) | 49:30 00.0 61 12 51.0 61 59 46.0 33 03,0 31 42 14.0 30 54 11,0 : 37 59 42.0 38 59 49.0 39 59 47.0 40 59 49.0 67 23 13.0 66 18 17.0 65 20 26.0 42 36 21.0 41 59 43.0 Of 15 59 46.0 Sj 11030 do Fecha Cronómetro Limbo Altura corregida Po stare 4 17"59'54:0 és a: 9) 9590 67. 118 16 O 6846 5.0 68. 30.6 D 5480 69. 828.2 D 0651 97.0 70. 33 7.1 OQ 655796.0 2. A 21 45 50.58.0 e de A 8 44 59 52,0 ps O 2 | 4 50 55.0 ha Su 5) 204.0 e aa 3) 1000 - * . - . * E $ % > . 2 88 BSEREBBS AS > z 3 bo a hs -AAVAD PA APLALALA 8 y O Fecha Febrero 1 Febrero 2 Febrero 5 Febrero 6 Cronómetro 3"19"31*9 Limbo Altura corregida 0000 aVo co BAwAGAwnAo: Estéban Rams 41:10:72 a O gg AA A AS Caca Lana au abNaiwnaln 43"29'510 42 29 47.0 68 11 31.0 1 15 15.0 66 29 22.0 65 43 1.0 42 29 48 0 43 29 45.0 44 29 47.0 45 29 54.0 46 29 55.0 67 42 56.0 68 51 56.0 33 29 25.0. 32 29 21.0 3! 29 13.0 30 29 14.0 35 59 30.0 36 59 38.0 46 29 59.0 47 29 55.0 A E Cronómetro Limb 9”11”16*6 13 48.0 15 57.9 18 29.0 10 50 14.9 58 57.1 111538,2 1 39 49.6 rr A O A a O A SS E SÁ AGIAW LO VOS VAPALALA AO APAAIl 1NOY ADA PALCO rm o Altura corregida 48*29'57"0 49 30 1.0 68 06 58.0 69 40 17.0 61 21 49.0 49 30 5.0 48 30 4.0 47 30 7.0 46 29 58.0 48 30 3.0 49 30 1.0 50 30 3.0 51 30 10.0 07 421,0 68 10 27.0 68 59 24.0 69 45 27.0 65 19 36.0 64 31 33.0 51 29 59.0 50 29 57.0 PO a said Fecha Febrero 7 Febrero 8 Febrero 9 a DO da Cronómetro 2*46”58*2 Limbo Altura corregida O) Fortín Tostado Y 22 52.0 o OAPAVAWVA APLAPAVAD SODA VA E A SII UNS GS SN: SP Pdo cl 8 41 46. OAVALDAA 49"29'55"0 48 29 59.0 50 30 18.0 51 30 15.0 52 30 16.0 53 30 17.0 69 2 52.0 69 27 15.0 69 26 15.0 . 52 30 10.0 51 30 11.0 50 30 5.0 41 29 49.0 42 29 45.0 43 29 52.0 44 29 54,0 Fecha Febrero 9 "Febrero 11 Cronómetro 11” 5%44*9 9 0.5 o AVALLALAO 0000 23 53 q. 3 hs A DW ODO aya Aa Nao O AA A DI San Cristóbal 9 19 32.8 2 5.6 VA AMPAICALLALAW PACGANLALAWNA A A A Limbo Altura corregida 43 29 59.0 42 29 49.0 41 29 53,0 41930 40 50 30. 5.0 531 30 7.0 52 30 8.0 5330 9.0 53 30 7.0 52 30 6.0 5130 5.0 50 30 3.0 49 30 4.0 50 29 57.0 SUENA RR DRRSBS 335383 SENREESE ERABRRAR cd Fecha Cronómetro Limbo Altura corregida : a Febrero 14 9 > nen | 5130" 40 so me 9! 52 30 5.0 E ie 5 53 30 1.0 mo | 5330 6.0 e od = 52 30 14.0 po e 5 51 30 3.0 ps si A 50 30 7.0 Rafaela Febrero 16 9 $ Ba Sl 50 30 19.0 E Bss 3 51 30 8.0 so 0100 50 IES abad Febrero 17 9 E ni a 52 39 48.0 58355 9) 91830 Po 5 54 15 11.0 aa 015.040 4 a | 31 59 33.0 it o 31 12 30.0 dd al is Fecha Febrero 20 Febrero 21 Febrero 22 Febrero 23 Cronómetro gh 8 3 8 1 10”16*2 12 29.0 49 16.0 Qi a O 0 310 O go. Y => Y) Ot pa Re Su ss , by Hp qwpao0o0od0y 0 000 DD) CO) Ha O) Qi a [en] (5) CAPApDAL PAWAICA AA S 0 uu HH 00 Dl hu Aa ww [9%] Céres 44 53.0 4 VCALALMDLDALDA ACABADA e. RA TOA y E EOS A O a A E Limbo Altura corregida 4530" 20 53 54 10.0 34 29 21.0 33 29 13.0 32 29 9.0 31 29 9.0 31 29 31,0 32 29 36.0 33 29 34.0 34 29 32.0 34 59 31.0 33 59 32.0 32 59 29.0 31 59 30.0 31 59 28.0 32 59 32.0 33 59 34.0 34 59 39.0 35 59 40.0 Cronómetro a cd 2. ¿3 pero O |] Arrufó La Argentina Febrero 25 10 2 15315 0) 189.1 O! 1.1.0) 581.5) 6 31.1 O | yY5 5) 1.27. 0 13 57.5 Dl 15 9.3 O 17 48.9 75)Í Pinto 11 B.4 O), 14M 04 O] 16 15.0 UÚ'¡ 18 51.6 Oj 92 63 50) 345.0 OÍ 30 55.8 Sl 33 36.4 O Limbo Altura corregida 3459260 33 59 26.0 32 59 21.0 31 59 24.0 51 59 55.0 l 51 59 50.0 57 17 44.0 55 40 49.0 54 51 53.0 53 59 3.0 53 14 1.0 43 59 56.0 45 0 3.0 45 59 59.0 48 0 1.0 Fecha Febrero 29 Marzo 2 Marzo 14 Pa Cronómetro Limbo Altura corregida 9 72411 %) EIA E se E (4359 51.0 de > coa És 48 0 1.0 aa 9) e05 Pd | 43 59 56.0 , e E 42 59 54.0 San Francisco a | 40 40.30.0 A A 39 53 17.0 16352 9) 9 70.0 sa e > 38 23 43.0 Córdoba EA O | 37 20 56.0 Es O | 38 29 41.0 ari Slow > sd 5 [40 29 57.0 3 0412 UD 4030 4.0 e. 5) 39 30 0.0 824 O 110.0 5 edad 133220 O 16 19.6 S| 37 29 54.0 -ál e q "9 a o Determinacion de la hora En general, ha sido mi aspiracion, motivada por lo dudoso de la latitud de las localidades visitadas, procurarme alturas correspondientes del sol, para tener la correccion del cronó- metro (Brócking 1024) libre de la influencia de la latitud y del azimut del sol en el momento de la observacion, El tiempo lluvioso que reinaba durante mi viaje, y la nebulosi- dad consiguiente han hecho imposible — no pocas veces — la realizacion de mi propósito. En el cuadro que va en seguida, están consignados todos los resultados parciales que he podido calcular con mis ob- servaciones. Localidad Fecha Hora AT de las rare salodl aprovechadas e a AAA Ener. 26/12* m 0457 1-8 y 9-16 San Francisco...... » 21112m.|4- 9 9.4] 17-24 y 25-32 » 28| 10%a 33.0 33 y 34 » 28|10%a 34.5 35 y 36 » 28|10%a dll 3/1 y 38 » 2814*p 21.8 39 y 40 » 28| 4 a 24.3 41 y 42 $? ME 26.2 43 y 44 + 30d 28.2 45 y 46 ON 29.4 47 y 48 MOTÍOLOS Hirio os NES 0 Ba 29.0 49 y 50 20 eu 2979 51 y 52 >» .M3Itp. 221 56 y 57 s. WI p. 22.9 57 y 58 os a 29.1 59 y 60 301 9% 27.8 61 y 62 O 1 27.0 63 y 64 » 3019%a 21.7 65 y 66 » 3013"p. 14-921.1 1Yy 1 Localidad Fecha Hora AT de las DN pl aprovechadas A en 3013 *p. |4+ 9”19*5 73 y 74 E E W0LI" A. 19. 75 y 16 E A AA ) > 3013*p. 21.9 1y1 o Ef 301-384 p. 20.21 79 y80 ; , , Febr. 1112%m.|+ 8 59.8! 81-90 y 91-99 | — edo da ' » 121125. 58.21 91-99 y 104-119 — / » 5]4*p.[4+11 10.0) 115y 116, de 9.4 117 y 118 A » 514*p 10.3| 119 y 120 a Estéban Rams ..... . Ar Pr” do: ; » 61 8*a. 13.3 123 y 12 A » 618%4. 15.3 125 y 126 | » 6112%m. 10.5/127-134 y 142-149 — O (ES Ed 9.31150-157 y 164-111] ( » 8|12%m.[+4 9 57.9/172-179 y 186-193] * Fortín Tostado..... de 9112 %m. 55.11194-201 y 208-215] 3 San Cristóbal... S > U|2*%m.[+12 1.4/216-225 y 226-285] 2 “Los 14112*m. [+11 55.9/236-243 y 244-251] * l-.» 16|9”a. |+10 59.0 252 y 253 O 59.3 254 y 255 ? Los OLI 61.8 256 y 257 ! » 16/10%4 61.7 258 y 259 » 110% 59.8 260 y 261 » 17|10%a 59.7 262 y 263 » 17/10% 61.01 264 y 265 » 17/10'a 60.8 266 y 267 : A E 50.7 268 y 269 > » 11|4*p 5801 — Y0 y TA i » 11|4*p 52.3 972 y 2713 » 2Q|9*a 53.8 274 y 275 » 20/10'a 53.7 2976 y 217 e EA 45.51 218 y 219 lo» 20/4*p. 471.31 280 y 281 la MAI. 47.8| 282 y 283 |» M-4| 12%, 48.4/278-284 y 285-291 PA (> 1-23 12%, [4 8 48.5/292-299 y 300-308] lo B|l2%m. 48.1/300-308 y 309-316 A a Numero de las observaciones Localidad Fecha Hora AT aprovechadas Arculón: tacos Febr. 24/12" m.|-+ 9 40.31317-318 y 319-320 f/f » 25/10*a.|4+ 7 11.4 321 y 322 ' 231 2? p. 16.7 323 y 324 La Argentina... ..: 25| 2* p. Ex 325 y 326 los 2|2*p. 18.31 327 y 328 | 25| 2* p. 19.8 329 y 330 28/91 |--6 0.9 333 y 334 e 1d e 335 y 336 Mr EN A 28| 9* a 2.51 337 y 338 28194. 4.1 339 y 34 / 29112 m.|4- 5 45.6/339-342 y 347-350 Los 21m. 45.51343-344 y 345-346 ¡Marzo 2|3* p. |+- 7 56.3 351 y 352 San Francisco .. . Ñ 7 e: ocuod A ) > 3». 57.4 355 y 356 213" p: 57.2 357 y 358 Córdoba......-. hs , 14/12%m.|— 0 45.7/359-366 y 367-373 De las cifras contenidas en el cuadro que antecede, deri- vamos, por combinacion conveniente, las siguientes correc- ciones del cronómetro, referidas todas á mediodía ó media- noche, tiempo verdadero, de las distintas localidades. Los resultados más precisos — los que provienen de alturas co- rrespondientes — van impresos en bastardilla : Localidad T. XViil Fecha Enero 26 21 » hs. 28 » 28-29 Corrección del cronómetro + 004577 Localidad Fecha Hora pra San Francisco...... Febr. 1 12 m. + 8 59.8 » A 12 ». 58.2 Estéban Rams...... » 56 17354. +11 12,2 » » 6 12 m. 10.5 » » 1 12 m $ Fortin Tostado ..... » 8 12m. +.3579 > » 9 12 m 55.1 San Cristóbal ...... O 12 m. +12 1.4 : 14 12m. +11 55.3 A A 18 Im. +10 56.5 » O 12 m 56.2 , >. 12 m 50.3 » 0-24 12 n 48.4 Cares id idids AÑ » 1% 12 n + 8 48.5 A 12 m 48.1 Arrufó ..... o Lic: A + 9 40.3 La Argentina ...... 5 12 m. + 7 14.7 POMO E ad » 28 12 m. + 5 47.5 a » 12m. 45.6 San Francisco...... Marzo 2 12m. +38 0.7 CONODA. toos >> 4 12 m só 0 AE Determinacion de la longitud El itinerario que me había trazado para esta excursion, me ha obligado á pasar tres veces por San Francisco (departa mento San Justo). Cada una de esas visitas fué aprovechada para hacer observaciones de alturas del sol á fin de conocer. correccion de mi eronómetro, y esta circunstancia facilita € alto grado la derivacion de la marcha del cronómetro Com cuyo conocimiento estamos en condiciones de fijar la dife- rencia en tiempo entre las distintas localidades y San Fra cisco 6 Córdoba. | La comparacion de las AT observadas el 26 de Enero Y el 14 de Marzo en Córdoba, enseña que el cronómetro ha ade- lantado 91*4 en los 48 dias, ó sea 1*904 por dia. Las obsel E vaciones en San Francisco, el 27 de Enero y 1” de Febrero, nos dan una marcha diaria del cronómetro de J*920 en ade- lanto, y para los 30 dias del 1? de Febrero al 2 de Marzo calculamos, con las observaciones efectuadas esos mismos dias, el adelanto diario en 1:970. El adelanto total de esos 35 dias es, en consecuencia, de 68*7. El resto del adelanto — 22'7 — corresponde á 13 dias, á saber, al día comprendido entre los mediodias del 26 y 27 de Enero; y á los dias del 2 al 14 de Marzo, de modo que esta 2T sería igual á — 1746. Sin embargo, es probable que el adelanto en las 24 horas del 26 al 27 de Febrero haya sido más semejante al de los primeros dias y de consiguien- te les atribuyo el que resulta para los dias Enero 27 á Fe- brero 1* (=— 1920). Adoptado este valor se deduce una marcha diaria de — 1*732 para los 12 dias contados desde el 2 hasta el 14 de Marzo de 1896. De conformidad con estos datos se han formado los dos cuadros que van en seguida. El primero presenta al lado de la correccion del cronómetro observada en las distintas loca- lidades, la que resulta calculada con relacion al meridiano de Córdoba, y las diferencias parciales con el tiempo de Cór- doba. En el segundo van condensadas esas cifras, exhibien- do la longitud derivada, referida al meridiano inicial de Greenwich, tanto en tiempo, como en arco. Correccion AT calcu- Diferencia del cronómetro Fecha Hora pato lada para en tiempo Córdoba | con Córdoba COCIODA 7. cas Enero 26/12 m.| + 0%45*7|-4-0%45*70 — San Francisco . » YQIN2Qm| 9 9.4 43.78|— 8”25*62 » 28112 m. 29.1 41.86|— 8”47.24 » 28-29/12 n. 28.7 40.90 45.80 MOFÍÓFOS ae » 29/12 m 25.8 39.94 45.86 » 29-30/12 n. 25.2 38.98 46.22 » 30/12 m 24.8 38.02 46.78 AT calcu- Diferencia del cronómetro Fecha Hora AT e: lada para en tiempo observada en vada Córdoba con Córdoba | ; (Febr. 1112m./+ 8”59*8/4+-0"34*18/— 8"25*62 A e a lo 88. 28.001. (> 56112n.[ 11122 25.32 1046.88 Estéban Rams ....j >» 6112 m 10.5 24.33 46.17 ! » 7112 m 9.3 22.36 46.94 ; q 8112 m 9 57.9 20.39) 937.51 | Fortin Tostado... Ñ Eo pots di 19.0 36.68 € bh >. 1119.00). 12 ..1.4 14,48| 11 46.92 | San Cristóbal..... a MEA US 8.57 47.33 » 16112m.| 10 56.5 4.63| 10 51.81] » 1ITHI2m 56.2 2.66 53.54 O perras ) >» 20112 m. 50.30 3.25) 53.5% > 20-291/19 n. 48.4 4.24 52.64 Cs ( »22-23112 n. 8 48.5 8.18| 8 56.68 a e 48.1 9.16 51.2% y >» 2412m. 9 40.3 11.13 9 51.43 La Argentina..... | 2512 m. 114.7 13.101 77.8 Mo (ABS 5475 19.011 6 6.51 ds pie lo» 2Ql2m. 45.6| 20.98 6.58| ] San Francisco ....|Marzo 2122m.| 8 0.7 24.92) 825.62 po » 14112m |- 045.7 45.7 — En el cuadro que sigue, es entendido que las longitudes corresponden á los puntos donde estaba mi carpa en que ha- cía mis observaciones magnéticas. Pero añado, en la última columna vertical, las correcciones aditivas ó negativas que A aplicadas á mis longitudes dan la de la correspondiente esta cion ferroviaria. En San Francisco, Rafaela y Pinto he trabas Jado muy apróximadamente en el meridiano de las estacio- nes; por tanto, mis longitudes no necesitan de correccion. La estacion de Rafaela á que me refiero, es la del Ferrocarril Provincial de Santa Fé. e ON cl LONGITUDES DERIVADAS a Ai 7 a e a Localidad ALE. Al W. Al W. Longitud de Córdoba | de Greenwich de Greenwich |de la estacion| en tiempo en tiempo en arco del ferrocarril San Francisco..| 82546 | 4* 8”22*8 07",5:'43: E. MN Morteros...... 8 46.38 8: 1:9 O 28 E E Estéban Rams..| ¡0 46.66 6 1:6 61 30 24 — 6. Fortin Tostado .| 9 37.10 HALA 47 47 6. San Cristóbal...| 11 47.12 Sd 15 17. 8. Rafaeia ....... 10 52.90 5 59.4 28 50. E Ceres. E 8 56.97 TIO 597 49 — 11. AU SAS 9 51.43 6 56.8 44 12 + 4. La Argentina . 7 27.80 9 20.4 23:20:.6 + 4, MÍO. 6 6.55 10 41.7 40 25 as e, Y El material cartográfico que abraza la zona en que están situadas esas localidades, es bastante escaso. En el cuadro que sigue he reunido las longitudes que otras fuentes de informacion atribuyen á las estacioues ferrocarrileras de que se trata aquí. Se han tomado en cuenta los libros ó mapas que están á mi alcance; no existen muchos más. Las abrevia- turas empleadas en el encabezamiento del cuadro son las siguientes : Seelstrang. — ARTURO SEELSTRANG, Alturas de la Repú- blica Argentina, 1892, trabajo publicado en este Bo- letin, tomo XIII, pág. 45-150. Cuando mi finado colega y amigo escribió ese trabajo tan útil, el primero y único en su género que ha visto la luz en nuestra República, poseía el inmenso material cartográfico impreso y manuscrito, destinado para la confeccion del «Atlas de la República Argentina». Nadie mejor que él es- taba en condiciones de ubicar las distintas localidades cuyos nombres no existían en los mapas defectuosos de entónces, — 710 — mapas que no habían podido seguir el rápido progreso del país. De modo que en cuanto á coordenadas geográficas de los puntos consignados en la obrita, el libro de SEELSTRANG, aparentemente de pura compilacion, es realmente un trabajo original que debe citarse. Chapeaurouge. — CárLos CHaPEaUnoUGE, Atlas del Pla- no Catastral de la República Argentina, B.A., 1901. Norman. —J. Frep. Norman, Mapa Catastral de la Pro- vincia de Santa Fé. Buenos Aires, 1894. P. Ludwig. — Pasto Lupwic, Mapa de los Ferrocarriles de la República, 1903. Este mapa mural no presenta grados de latitud, ni de longitud. He atribuido á San Francisco 31*25' de latitud y 62*6' de longitud, dedu- ciendo sobre esta base las coordenadas de las demás localidades. F. C., 1905. — Mapa de los Ferrocarriles de la Repúbli- ca Argentina, publicado por el Ministerio de Obras Públicas. 1905, Enero. (Este mismo mapa acompaña la Geografía Argentina por CarLos M. UrtgnN, 1905. Longitudes al Oeste de Greenwich Estacion del ferrocarril 0. Doering Seelstrang Norman Chapeaurouge P. Ludwie | F. 0, 1905 San Francisco ...[62* 5'42*162* 7'|62* 0'/62*10;2162* 6'|62* 4” Morteros. .......; 62 021 [61 56 [62 0 |62 7.4162 0 [62 3 IBIMOIA...iooc... 61 28 50 [61 26 |61 25 |61 34.8/61 30 |61 34 San Cristóbal ....|61 15 9 [61 12 [61 11 |61 20.461 16 [61 22 Estéban Rams....|61 30 18 [61 25 (61 25 |61 34.6|61 22 [61 26 Fortin Tostado ...161 47 41 [61 42 |61 38 |61 52.3161 54 |61 43 La Argentina ....[62 20 10 |62 22 |62 15 |62 15.6/62 18 [62 21 CerÓb—.-£2.-.. -[61 57 38 |62 0 |61 55 [61 57.3161 57 |61 59 ArrUÍÓ o 61 44 16 [61 45 [61 41 [61 45.6/61 43 [61 45 Pto 62 40 25 [62 45 | — |62 44.4[62 46 [62.42 A ES Latitudes observadas 7114 — de las observaciones aprovechádas Localidad Feeha Angulo horario Latitud deducida E / Enero 29 | + 20%6 | — 30%40'44"3 33 29 | + 22,0 40 24.0 54 | »: 004 + 21.3 40 28.4 55 MOTICAOS ++. cio. » 30|+18.5 38 30.7 67 . 100 LA 39 49.3 | 68 +. 04-301 39 34.1 69 LAO PA 29.9 40 14.0 70 / Febr. 1|(3218.1 31:24 17:7"F' 100 | » 11|+19.5 23:30.4 | 101 , » 1|+20.6 24 43.9 | 102 San Francisco ..... E 11|+2.06 24 97.8 | 103 » 2|—]J38.5 25 48.8 | 113 Lia Re 2 | — 16.8 24 440| 114 » 6 | — 18.2 29 44 44,4 | 135 » 6 | — 15,4 42 6.31 137 » 6| + 24,2 43 10.1 1. 138 » 6 | +25.1 43 0.1130 » 6| + 26.1 42 57.0 | 140 Estéban Rams..... » 61 +27.1 43 15.0 | 141 » T7| — 19.5 43 47.4 | 158 » 7|— 17.8 43 57.5. 1.159 » dele 1075 44 21.0 | 161 » 71| + 21.8 44 9.1 162 » 711|+2.8 43 42.0 | 163 haci 8| — 16.1 29 12.231.191 a se Bl de 1601 11 33.4 | 182 | > 8|+ 17.5 11 15.7. 183 » 8 | + 18.6 12 28.1 184 Fortin Tostado....: » 8 | + 19.9 11 13.2 | 185 » 9| — 14.7 12. 3,1.4 209 » 9| — 13.9 11.55.51. 208 a 91|+17.6 12 11.71 204 Lo 9|+19.8 11 47.2 | 206 e Esos valores parciales de la latitud provienen ¿Ae alturas extrameridianas del sol, cuyo ángulo horario está apuntado. Respecto del grado de confianza que merecen observaciones de esta clase, puedo referir al lector á lo que he dicho en publicaciones anteriores. Derivo de esas latitudes parciales los siguientes valores : Latitud de San Francisco......... A 31"24*26" Morteros...... o AE 30 40 2 » Estéban Rams........... 29 43 38 > Fortin Tostado .......... 29 11 55 He formado un cuadro de las latitudes que distintos au- tores atribuyen á las estaciones ferrocarrileras visitadas por mí en esta exploracion magnética. Para entender las abre- viaturas, véase el cuadro análogo que contenía las longitu- des (pág. 70). Latitudes Estacion del ferrocarril 0. Docring Seelstrang Norman Chapeaurouge : P. Ludwig +. (. 1905 San Francisco ...[31*24'46"131*25'131 29' |31-26'2131*25'131*26' 0 3 7 San Cristóbal... e É 0 Estéban Rams... .|29 43 38 |29 46 29 47 129 46 4 Fortin Tostado... [29 11 55 |29 13 l299 15 |%9 14 9 99 17 (29 9 La Argentina.... = 29 37 (29 26 |29 33 9 A cd ad E 5 0 2 > TE OBSERVACIONES MAGNÉTICAS El instrumento con que se han efectuado las observaciones magnéticas, incluyendo tambien las determinaciones del azi- mut de las miras, ha sido mi teodolito magnético C. Bamberg número 2597. Morteros (Depart. de S. Justo, prov. de Córdoba) ¿= + 4"8"1*9 =62%0'28" WGr. ¿=583040'2 H=398"3 Morteros, última estacion de un ramal del Ferrocarril Bue- nos Aires y Rosario, es una poblacion floreciente, rodeada de muchas colonias agrícolas. El antiguo fortin de que el pue- blo lleva su nombre, existía á 6 kilómetros al Este de la actual poblacion. La prolongacion de este ramal hasta la es- tacion Ceres, de la línea principal, proyectada al construirse el ferrocarril, no se ha llevado á cabo. La Mar Chiquita es fácil y cómodamente accesible desde Morteros. ¡Qué contraste con lo que eran estas regiones veinte años atrás ! En 1876, los que formabamos entonces la Academia Nacio- nal de Ciencias Exactas, nos preparábamos para efectuar una exploracion de la Mar Chiquita que era en aquellos tiempos una incógnita envuelta en leyendas misteriosas. Iríamos todos á la vez, trabajando cada uno en su ramo especial. El gobier- no de la provincia de Córdoba nos daría una escolta, y la base de nuestras operaciones sería el fortín Morteros. Pero con- sultado el comandante de las fuerzas destacadas en los forti- nes de la Mar Chiquita, el bizarro coronel Aureliano Cuenca, nOs pintó de tal modo las dificultades de la locomocion y del aprovisionamiento, los peligros y sufrimientos que nos es- SM peraban en ese desierto, que convencidos de un fracaso segu- ro, desistimos de la expedicion proyectada, muy á pesar nuestro. Y esta vez llegué cómodamente, en ferrocarril, al punto deseado y encontré aquel desierto convertido en risueños trigales : Morteros brindaba todas las ventajas y comodida- des de la civilizacion, y á orillas de la Mar Chiquita se levan- taba un hotel para los bañistas. Hice mis observaciones en un gran terreno baldío que formaba una especie de plaza entre dos calles paralelas. Los rieles extremos de la estacion estaban como á 180 metros al Este. En frente, á 60 metros al Norte, tenía el restaurant suizo de PabLO SPaHr, donde me había alojado. Determinacion del azimut de la mira Había elegido para mira una letra en la inscripcion de una casa de negocio, al Oeste de la carpa, cuyo azimut se ha de- terminado varias veces. 1. Enero 29, p. m. — Mira: 129*11:67. Glash. 6"26"1250 (PH 92:26:19 28 40.2 9.52 320.8 Q 943.33 3724 0 7.14 39 48 Q 9 51.19 Cron.=Glash. = + 48*0 AT Crom. = + 9"25*3 Por temor de no poder concluir esta determinacion, pues el cielo estaba muy nublado, procedí á la biseccion del limbo del sol con el hilo vertical del retículo. a 2. Enero 30, a. m. — Mira : 129*15/83. Glash. 7*11"49'2 (| 297*53/33 14 43.6 [O 28 9.05 16 50.4 ¡O 297 54.52 18 46.0 () 4.76 Cron.-Glash. = + 47%0 AT Cron. = + 9”24*%4 3. Enero 30, p. m. — Mira: 129*18:33. Glash. 6*4226.4 (j 90*30:95 44 2.0 10 49.05 Cron.—Glash. = + 4414 AT Cron. = + 923% 4. Enero 31, a. m. — Mira: 129*16:90. * Glash. 6"27"54*'8 | 303*20:48 29 54.4 (302 32,62 31 32.4 () 21.67 +3.11,0...0 43.33 Cron.—-Glash. = + 43*0 AT Cron. = + 92217 Resultados. — Azimut de la mira : Enero 30, a. m.. 288*30:09 Enero 29, p. m.. 288*28:50 Enero 31, a. m.. 29.49 Enero 30, p. m.. 29.89 Promedio...... 288*29:79 Promedio...... 288”29:89 Azimut adoptado : 288*29:84 Declinacion de la aguja En el cuadro sighiente reproduzco las observaciones de la declinacion que he hecho en Morteros, Aquí, como en todo este viaje, se ha observado la aguja colgada de una hebra de seda y provista de un pequeño espejo, en sus dos posiciones, marca arriba y marca abajo. Por comparaciones especiales en cada localidad se ha determinado la diferencia entre las in- a 1: das dicaciones de esa aguja y la de la aguja doble que oscila so- bre una punta. Con esa diferencia que llamo brevemente «co- rreccion por torsion », elimino la torsion del hilo y reduzco la observacion á la que daría la aguja doble que ha sido mi aguja normal en todas las observaciones magnéticas. Declinacion observada en Monteros 1896.08 Correcc. A 2 esc ed sio A ey ha E j torsion Z /11%a. | 129*11:31 [210*39:40 | --27:97 |9*30:0| 1 SA 11771 36.91 97.113 Enero 99.....(2'p 11.79 36.07 26.2| 3 4*p 12.04 35.59 25.4 | 4 15*p 11.95 35.47 25.4] 5] Sa 15.71 41.43 27.6| 61 [10% 16.22 43.10 BTS Enero 30.....í 2*p. 17.33 44.64| —27.46| 29.7| 8 zp. 17.45 40.36 | —23.18| 29.6| 9 6*p. 18.33|: 40.00 28.3/10] Enero 31... | 6%a. 16.90 38.45 28.2|11]1 Intensidad horizontal. — Oscilaciones del iman 1. Enero 30, 5*28*— 540” p. m. Temperatura: 334. Amplitud de 27* á 1? Angulo de torsion = 0*235. + 528" 40 + 5"34” 2% (13209.) T=2:7151 5.6 » ] - Mani 1 06 + 8. E 45.2 > 031 +. € £ MY 182 — e a 15.2 > 091 w ue pu DD ha a pun + 5"29%47*6 + 5"35"45*2 - ¡132 osc.) ES 30-322 + 36" 0.8 » — 17.2 -- 14.8 » - 302 — 39.8 » — 7.6 ES 45.2 - 3l..3,3 31 4.8 (134 osc.) -- 16.8 - 20.4 - 33.2 34.8 » + 46.8 - 49.4 » - 32. 3.2 + 38 0.6 (132 osc.) — 16.8 14.0 » - 33.2 — 31.8 (134 osc.) - 46.4 ES 48.8 » - JJ Y 4d + 39 4.8 » = 16.4 -- 18.8 » - 32.4 - 34.0 > + 45.6 + 48.4 » Promedio. ¿2 AA, , Para reducir á arco o peyueño.. Enéro 3056 Polos a se . Enero 30, 5*45” —5*57 p. Temperatura : 32%8, A de 25* á 1”. Angulo de torsion = 0*235. + 5%45% 458 + 5%51" 3:2 (132 ose.) - E AA 17,2 » od 39.2 - 33.2 » + ART 46.8 » + 46 4.8 A 52 3.2 a 184 — 16.4 » 34.8 — 32.4 » + AA 46.4 » 4-85: A A . 18.4 — 16.4 » DE 34.8 ee 32.4 » + BA. ¿4 45.6 » PE LOS de. 4 90D » + 18.4 = 19.2 » cen 34.0 31.6» » — Esta vez se ha observado colocando el iman de oscilacio- nes á 200 milímetros de distancia normalmente á la direc- ción ocupada por la aguja grande, la misma que sirve para la declinación. Se han hecho las 5 determinaciones siguientes : 549" 410. 6 47.2 Desviación de la aguja 55-18 -1133-080,). T.=.2 700 15.6 » 121 312 » 061 44.8 » 061 DO 152 » 091 14,4 » 031 30.8 » 061 44.0 031 a a E AN T = 2*7095 E — 40 LO Le EL ae TF, 27000 ENERO Y ENERO 30 —n a 1 2 3 1 5, Hora AA Wa lp. 1.0028 Temperatura media... 33%5 342 386 3592 313 Inan al E, Polo N al E...[232? 4:28|232* 5001232” 5:48|232” 10:48/232*15:95 > W > t..[231 31.67/231 41.19/231 47.86|231 27.62/231 31.9 » W » W..¡189 10.721189 14.05/189 14.29/189 19.28/189 23.57 El W...[189 41.90/189 56 67/189 59.28|189 40.721189 46.66 Angulo de desviacion ? ..| 21 10,83| 21 8.87| 21 9.94| 21 9.52] 21 9.41 Corr. por áng. designales| — 0,14 — 0.16l — 0.16| — 0.16| — 0.18 P eomegido.......... 21 10.69| 21 8.71] 2 9.78| 21 9.36| 21 9.23 log M empleado ....... 2.589 587 2.589 587 Intensidad horizontal H. [0.25 843[0.25 87210.25 7890.25 84610.25 900 yu EN so San Francisco (Depart. de S. Justo, prov. de Córdoba) 1=+ 4*”8 "2218 = 625 '49* p=8S31*21'26" H = 113”965 De las numerosas localidades de igual nombre, este San Francisco es la estacion del Ferrocarril Central de Córdoba, situada cerca de la frontera de la provincia de Santa Fé. Ro- deada de colonias florecientes y punto de convergencia de un gran número de líneas ferroviarias, esta poblacion que surgió alrededor de las estaciones, se ha desarrollado rápida- mente y es un gran centro lleno de actividad. El antiguo pueblo que ha dado su nombre á la estacion queda á 7 kiló- metros al Norte y no ha podido seguir, ni aproximadamente, el asombroso progreso de la estacion. Para hacer mis observaciones maguéticas instalé mi carpa en una espaciosa quinta alfalfada, á 150 metros, más ó menos, al Sur de la estacion. A 20 metros al Oeste y á 30 metros al Sur tenía la calle pública. Había una máquina trilladora al Este, pero tan distante que no me pareció un obstáculo para hacer allí buenas observaciones. Determinacion del azimut de la mira Me ha servido de mira una letra del letrero de un restau- rant visible á 200 metros de distancia al Oeste, cuyo azimut pude determinar tres veces. 1. Febrero 1, a. m: — Mira: 183*7:86. Glash. 7"42"46"8 [O 9"24:52 45 68 GQ] 829.76 46 54.4 O) 16.19 48 53.6 ¡O 39.76 Cron.-Glash. = + 4519 AT Crom. = + 9%0*4 = 2. Febrero 1, p. m. — Mira: 183*8:33. Glash. 6"30*12:8 (| 168” 5:00 32 31. O 20.24 33 58.8 16 8.81 39 26.4 (i 167 25.00 Cron.-Glash. = + 488 AT Cron. = + 8”58*9 3. Febrero 2, a. m. — Mira: 183*7:86. Glash. 6"32"36'6 O) 17*37/14 35424 (O) 1640.24 37 36.4 ( 25.95 39 56.0 16 43.81 Cron.—Glash. -= + 48%0 AT Cron. = + 8573 Resultado. — Azimut de la mira : Febr. l, a. m... 266*54:36 Febr. 1, p.m... 266*53:78 IS a 53.40 Promedio ..... 266*53:88 Promedio..... 266*53:78 Azimut adoptado : 266*53/83 Declinacion de la aguja (observada en San Francisco en 1896.08) Las observaciones que he hecho son las once que siguen : : - Correcc. ce E : A O torsion 2 [| 8*a. | 18307:86 | 2862571 | —27:47 | 9*44:2| 1 9%a 07.86 28.10 46.6| 2 pra 07.86 28.57 471.11 3 Febrero 1....; Yp 08.33 28.45 46.51 4 3*p 08.33 23.33 41.41 5 5”p 08.33 20.48 38.5¡ 6 1 6*p. 08.33 21.90 39.9| 7 us 07.86 19.76 | —25.89| 39.8| 8 Febrero 2. a, 17.96 19.16 39.1| 9 0 08.28 19.28 38.9 | 10 9%4 08.33 20.48 40.1|11 Me Intensidad horizontal. — Oscilaciones del iman I. Febrero 1, 10*14” — 10*95" a. m. Temperatura: 34%5. Amplitud : 94% 4 1*. Angulo de torsion = 07235, + 10*20” 4.0 (132 0sc.) T= 2*7182 17.6 : 19 151 —- 35.6 = 34.2 » 166 = 49.2 - 47.6 » 151 _ 15 5.6 — 21:47 » 166 = 19.2 = 172 » 121 = 30.0 - 33.6 (134 0sc.) 133 + 43.6 + 47.2 > 133 + 16..5.2 = 22 3,2 (132 osc.) 121 — 192. — "19 » 121 = 34.8 -—- 32.8 » 121 + 48.8 + 46.8 » 121 + E AS - 23.28 » 091 > 18.8 — 16.4 » 091 PP. 35.6 ES 39.2 » 091 a 48.8 + 46.0 » 061 + 18 4.4 ES 24-24 » 121 He 18.4 -— 16.0 , 091 — 48 32.4 » 091 48.4 - 45.6 » 061 LOTO a A Peza. 1110 Reduccion á arco oo pequeño...... — 41 FOBrerO d, IO Er 5.2: 1018 LI. Febrero, 1, 10*27%5 — 10*39%5 a. m. Temperatura: 347. Amplitud de 26* á 1>. Angulo de torsion = 0235. — 10*27"33*9 8 ES 45.4 — MB... 15.2 — E E 31.6 a O. q 44.8 E: 10 6 q AS — 108 150 — 10"33"32:0 132 osc.) = 217182 166 » 151 > 101 > 151 » 121 091 » : 136 o — 10*29"33*6 e O O az 1132 080.) — 46.4 . 44.4 > - JU. 3:38 —- 36 0.8 » = 16.6 o 14.2 » = 33.2 =- 30.4 > - 46.4 — 44.4 > — 312.0 — 376.0 (134 osc.) =- 16.4 — 19.8 > — 32.4 — 35.6 » + 46.0 _ 49.2 , = 3%. 2% e 38 5.6 » — 16.0 o. 19.2 » = 32.4 — 39.6 » - 45.4 + 48.8 > + 39 2.0 + 39 4.8 » - 15.6 = 18. > Promedio Reducción á arco so pequeño Fahriro Ls 10 Boa io 11. Febrero 1, 5*34” —- 5"46” p. Temperatura: 361. Amplitud de 25" e. Angulo de torsion : 0235. + 534 40 + 5%40" 34 (132 0sc.) HE ee 16.4 » a HO 32.4 » + qe + 46.0 ] + ura ER j cs pa E A 16.0 , ij mo. e 32.8 p So at L 46.0 S +. 36.40.:+ 4994 ; ds UE 16.0 , de MED 32.4 A h as e 45.8 ó + 038. E UXxO a de 68.4 15.2 E reasrái 33.0 a 31.6 » dE as. + 44.8 , $. M6 4. deis , die e A 15.2 > T:== 2700 121 T = 2:722 182 Y) MA — 5"38"33%6 E SP E o 4 Eb - 46.8 + 45.6 + 39-32 - AD 6 — 16,8 — 14.8 — dea — 35.6 Ss 46.4 - 48.8 Promedio Reduccion á arco oo peq Febrero 1, 5%*7 p IV. Febrero 2, 8*0" — 8*12” a. m. (132 osc.) >» >» » (134 osc.) > Temperatura: 304, Amplitud. 27 á 1”. Angulo de torsion = 07235. 18" 0” 356 + 383.6” 228. (132 0s0:) = ELA = 16.0 » = 33.6 — 32.4 » + 41,2 + 46.0 » + 1 3.8 + 1 ODA » — 17.2 — 15.2 » a 33.8 - 32.4 » + 46.8 + 45.8 » A 2 4.0 - 82.0 > os 11.3 - 15.6 » ne 33.8 — 32.0 > qu 47.2 + 45.2 » qe 3 3.8 + 9 -2:0 » de DEA E 18:32 » ap 33.2 — 31.2 » A 46.8 + 44.8 » Sm (46. + 10 18 > y 16.4 — 182 , 2 32.8 — 30.8 » 2 46.4 + 44.4 » EN y 3% + 1-6 > en 16.0 = 14.4 » Cer 32.8 — 35.4 (134 osc.) 46.0 + 48.0 » in A a Reduccion á arco vo pequeño...... FODLETO 2. IO MA o == 2:7091 T:==2:/146 — 40 T, = 2*7106 ( AE NICAZ B a LOG “30 | 668 30 | 098 “30 | 188 <3'0 | 6p6 “20 | SI6 “20 |'''H [eruozidoy pepisuaju] TEL 88 z | :******copeaidwo yy 30] 9P P 1% 96 L 1% 96'p 1% 13 1% LL TT 8L'6. 16-30" "o" OpIdOMIDO A 60 — 060 = MES suo — ED. > eto. — "sopengisop Sup 10d “1409 cg? 1% 918 1% OL? T 98% 1% 161 1% e6 € 1% [' 4 uornerasap ep o¡nBuy €€£'€% <9% | 18'E% E9% | 000€ 36 6£ EP "IP PI LE ******* MIN OJod “y 1y LS'8 €9% | 83 68 vPO% | €p"I €9% | €6 OL 99% | €€'El <9% | SP OL <9% |**>*"":M Ie N oJod “4 1y 916% 90€ | 98'L 8€'L 8€'Zl €€ El 8£'Zl "2***** Ie. N oJod “MA 1Y BL:OSoLOE | 98:LPoLUE | Y8:TFoLOE | ZE;BPoLOE | CO:6P.LOE | S6:0S9L08E |'**"***"H Ie N Ojod “Y |y 0-PE c.6% 2,14 1.8€ LoFE ».VE “+++ eJpowl elnyesaduno y 206 > 8aL dee d Ez DOLO o 6.6 Pinar 930008 O 9 pe 1 £ 2 y 2 OUJUISaA L OVA MUA (uorvunosp op »] opws y vpvaxasqo vínbo v]) *vbínbo »] ap uormasaq die 0 ci EsTÉBaN Rams (provincia de Santa Fé) 1= + 4%6"1%6 = 61*30'24” Pp =:2913 38" H:=67%2 Rams es estacion del ferrocarril de San Cristóbal á Tucu- mán, ó del Ferrocarril Central Norte, como se llama después de haber pasado á ser propiedad de la Nacion. Está situada en una depresion del terreno que se extiende de San Cristó- bal hasta el rio Salado cerca de Fortín Tostado. El suelo es muy salitroso, lo que se revela en los terraplenes de la línea, que son poco resistentes. Cavando á un metro de profundi- dad, se encuentra agua potable, débilmente salada ; á pesar de ese defecto es la mejor en gran parte de la línea, por cuya razon las máquinas se surten todas del estanque que la em- presa hizo construir aquí. No puedo resistir á la tentacion de publicar los resultados del censo demográfico y agro-pecuario que he levantado du- ranta los dias de mi estadía en esa estacion; garanto que no hay omision, ni exageracion en las cifras que presento. Hela aquí : Poblacion : 8 personas, de estado soltero, pertenecientes á cinco distintas nacionalidades, de religion no confesada, Pro- fesiones: 1 jefe de estacion (gran acumulador de empleos, pues era á la vez jefe de cargas y encomiendas, telegrafista, cambiador, bombero y su propio cocinero y sirviente), 1 ca- pataz y 5 peones encargados de la conservacion de los terra- plenes, 1 cocinero de ellos (no del jefe). Edificacion : la casa-estacion, un galpon de cargas con ca- pacidad para la carga de media docena de colonias, excelente local para las fiestas de la poblacion, una casilla para los peo- nes, un estanque con bomba. Ranchos : ninguno. Superficie cultivada: la quinta-huerta-jardín de la casilla de 2 por 3 metros de extension, con perejil, cebolla, achicoria y toma- tes. Arboles y arbustos : ninguno. — 86 — Hacienda yeguariza : el caballo de los peones y la inula que servía el malacate de la bomba. Hacienda vacuna, uvina, Ca- bría, porcina : ninguna. Aves de corral : 80 á 100 gallinas con sus gallos, regiamente instaladas en el galpon de cargas. Otros animales domésticos, como ser perros, gatos, etc.: nin- guno. : El abastecimiento de esa numerosa poblacion se distingue por su gran sencillez : desde una máquina que pasa todas las mañanas, se tira hacia la casilla una bolsa de color indescrip- tible (el agua no es muy á propósito para el lavado) que con- tiene un pedazo de carne ; el jefe es vegeteriano, por lo tanto se alimenta exclusivamente de los huevos de sus gallinas y no recibe racion de carne. El que quiere comer algunos «extras » Ó la golosina llamada pan, se la compra en el coche- comedor del tren. Para los casos no previstos de un aumento considerable de la poblacion, por ejemplo por la inmigracion temporaria del que escribe esto, se echaba mano á los tatúes, mulitas, quirquinchos, matacos y peludos que pululan alre- dedor de Rams, y para personas de espectabilidad — tuve el honor de ser inclnído en esta categoría — no faltaban los asados de tiernos jamones de ranas. Se me contó en el tren que Rams era notable por la canti- dad y el espíritu belicoso de sus mosquitos ; me he conven- cido de que realmente merece esa distincion, y voy á añadir, como cosecha propia para la que reclamo la prioridad, que puede estar orgullosa de sus ranas y víboras. Francamente, ni antes, ni después he encontrado en mis viajes una localidad en que veranean tantas ranas y víboras ; en mis caminatas desde la casilla, que era mi hotel, á la carpa, pisaba á cada rato una de ellas. El cocinero, un joven suizo- francés, convertido durante mi visita en mozo y asistente mio, cultivaba con entusiasmo y suma habilidad el sport de la caza de víboras. Las ranas chicas, alimento predilecto de los ofidios inofen- sivos de Rams, al ser apresadas y mientras toman el camino E ea. pa un poco incómodo y tenebroso al estómago de las víboras, lanzan quejidos lastimeros que no se les conocen en los pe- ríodos más felices de su vida y que en el silencio sepulcral de la localidad se oyen á una distancia de hasta tres cuadras. Al recibir ese anuncio característico del asalto á una ranita, el cocinero salía como electrizado, corriendo hacia el lugar del siniestro y, armándose en su carrera con uno de los tantos bastones que tenía plantados en el suelo en todos los rumbos alrededor de la casilla, mataba al asesino con un hábil golpe. Poco afecto á los números, el cazador no se había tomado el trabajo de contar y sumar sus víctimas ; á pedido mío princi- pió á llevar la estadística en una forma tan sencilla, como in- falible, transportando las víboras muertas á la casilla, donde las ponía en fila. Cuando salí después de tres dias de estar allí, habia llegado al número 89. Nos habíamos despedido ya y el tren principiaba á salir de la estacion, cuando oí gritar mi nombre : descubrí á nuestro sportsman que estaba parado á pocos pasos de distancia de la línea enseñándome con aire de triunfador la víctima número 90, que acababa de matar y que alzó con la punta de su baston. La persecucion de las víboras se limitaba á un radio de cuando más tres cuadras desde la casilla, y nuestro héroe se había dedicado á su ocupacion original durante todo el vera- no. Sentado esto, el lector calculará con facilidad el número de víboras y ranitas que habia en todo el gran bañado alre- dedor de Rams que forma una superficie de muchos millares de hectáreas. He informado ya sobre la calidad del suelo. Grande fué, por lo tanto, mi asombro al leer la noticia que en 1889 se había fuadado una colonia en las inmediaciones de la estacion con una superficie de 7500 hectáreas. Fuí siete años después de esa fundacion y se me aseguró que á seis leguas á la re- donda no había rancho, ni siquiera abandonado ; tampoco he podido descubrir camino que diese acceso á la estacion. ¡Para quienes serían esos caminos ! Ne Y para terminar con la enumeracion de los encantos de Rams, voy á repetir lo que se me ha contado y que « se non é vero, e ben trovato ». Decían que la estacion iba á llevar el nombre de « Presidente Pellegrini », mas que este distinguido hombre de estado, al pasar y enterarse de la belleza de este pedazo de tierra, había manifestado que para él era dema- siado grande el honor de ser el padrino del neófito, pidiendo á la vez que se reservase esa distincion para otra persona que fuese más meritoria. Desde entonces la estacion lleva el nombre de Estéban Rams, propietario de ese feudo y de la colonia aquélla de 1889 in partibus infidelium. En esta soledad no me ha sido difícil encontrar un sitio conveniente para mis observaciones; puse mi carpa á 120 metros al Suroeste de la casilla. Allí no había inconvenientes ni estorbos para mi tarea, á no ser las víboras que al tomar yo, sentado en mi silla de campaña, las alturas del sol, me manifestaban más de una vez mucha confianza, lo que no ha impedido que las observaciones. hechas en Rams resultasen muy buenas. Determinacion del azimut El punto fijo (la mira) que me ha servido para las observa- ciones de la declinacion, era uno de los adornos del techo de la casilla. Su azimut se ha determinado tres veces : 1. Febrero 5, p. m.—Mira: 242*13:75 Glash. 5*19"14*'8 ¡6 128*51:19 22 12.8. (| 19 57.62 25 32.0) 34.52 824.4 10 48.33 Cron.-Glash. = 4 45*8 AT Cron. = + 11%12*7 o 2. Febrero 6, p. m. — Mira : 242*13'69 Glash. 5"23"10%4 (y 128” 9:05 25 12.8 (5 127 55.48 27136 | 128 15.95 29 471.8 (0) 127 58.81 Cron.-Glash. = + 39*1 AT Cronm. = + 11”10*1 3. Febrero 7, a. m. — Mira : 242*14/05. Glash. 6"38"17:8 ¡() 327* 3:10 40 38.0 ¡(6h 326 47.38 42 53.6 (II 325 58.10 45278 QU 39.52 Cron.-Glash. = + 35%5 AT Cron. = + 11”9*6 Resultado. — Azimut de la mira: Febr. "7, a. m.... 14*45:30 Febr. 5, p. m.... 14*45:20 : PFébr. 6, p: M.... 44.66 Promedio...... 14*45:30 Promedio...... 147 44:93 Azimut adoptado : 1445/12 (NNE). Estos azimut se han calculado con la latitud de 29*46'; introduciendo la latitud que he observado, resulta el mismo azimut, pero la divergencia de los resultados ante y postme- ridianos aumenta considerablemente, indicio de que la latitud no es exacta. — YU — Declinacion de la aguja Correc A 2 Fecha Hora Mira ldgnéads por de E torsion Xx 2*p. | 242*13:33 | 237* 7:98 | —24:98 | 914:8/| 1 3p. 13.81 6.19 12.50 a da 13.69 3.57 10.01 3 5*p: 13.81 3.52 9.9| 4 Ta. 13.98 | 236 57.38 3.5) 8 yl 13.90 | 237: 2,14 8.4] 6 1 Ed IS Ep; 13.81 2.86 9.21 7 ¡07 13.81 | 236 58.93 5.31 8 CU 13.69 58.81 5.3| Y O 14.05 58.93 5.0/10 8%a 13.93 57.50 3,31% E EAN 10%a 14.40 59.64 5.4/|12 2? p. 14.29 59.76 5.6113 | 4*p. 14.17 57.62 3.6|J4 Intensidad horizontal. — Desviaciones del iman I. Febrero 6, 10*13"— 10*25” a. m. Temperatura = 2877. Amptiñvá de 28* á 15, Angulo de torsion : 0*235., + 10"13” 32 + 10*19" 1:6 (132 osc.) T = 2*7151 ms 16.2. — 14.6 » 151 +. 32.8 — 31.2 » 151 LN 41.2. + 44.4 » 061 + MB. de 00.19 121 e 16.4 — 14.0 » 091 on 33.2 — 30.8 09 + 46.4 + 44.4 » 121 a 5-32 4 04 , 061 een 16,4 — 13.6 » 061 a 32,8 — 30,4 y 09 + 10*15”46%0 + 10*21"43%6 (132 ose.) + 16530 ES 2-0... (13%. 086) — 16.0 — 18.8 » — 2.8 — 34.8 » + 46.0 - 48.4 » + eE A! + 23 4.4 » — 15.6 — 18.4 » - 32.2 — 34.0 » + 45.2 + 48.0 » ES A + 24 4.0 » + 15,2 ES 17.5 » e 31.8 + 34.4 » + 44.8 ES 47.2 Promedio E ON Para reducir á arco 00 : Heguebo.- Febrero 6, JOB UEME. da io (ID, Febrero 7, 7*54” — Temperatura media : + 1 e E — 18.4. o 34.8..— + 48.4 + o — 18.6 — = 35.6 E + 48.4 + + 58648 + = 18.6 -- = $5.74." + 48.2 + +. ..57 48 + — 18.4. — — 34.8 — + 47.06 de e 58 4.4 ES 8"6 8" 0" 372 > (192 056.) 73 » 33.2 » 46.0 » a! » 16.0 » 32.8 » 46.0 » A 0 » 16.0 » 32.4 » 45.65 » A » 15,6 » 31.6 » 45.4 » dE » 10.2 » 31.6 » 1 <= 27091 A 253. ia de 26” á Angulo de torsion «-= 0*235, E E 27073 — 55 257018 2*7121 182 7*58"47"2 + 8" 474454 (132 osc.) 59 4.6 - 5 6.0 (134 0sc.) Ea = 19.6 » 34.0 — dic d* 1132-0680. 47.2 - 44.0 » PFORIOALO a is TO Para reducir á arco oo pequeño .... E 1 A III. Febrero 7, 8*9” — 8*21” a. m. Temperatura media = 268. Amplitud de 25541". Angulo de torsion = 0*235, EPA e El AAA os 8" 9" 2:88 + 8"15" 0'%4 1136 0sc. — 14.8 > 16.4 32.8 — 31.2 » 46.0 + 44.0 » 10:28 + 16 6.0 (134 o0sc.; 16.4 — 19.2 » 32.8 35.6 > 46.07” Pp 49.2 > ps e ES 117 » 16.0 — 18.8 > 32.4 -— 35.6 > 45.6 —_ 48.0 > 2.0 18 4,8 , 15.8 — 18.4 » 32.4 — 34.8 » 45.2 + 48.0 » 13. 18 + 19 4.0 » 15.6 — 18.0 » 31.6 — 34.0 » 448 + 47.2 » 1 12 - 20 3.6 » 14.8 — Te » 31.6 — 33.6 , 44.0 + 46.8 » Promedio HANA A e O IÓ Para reducir á arco «o pequeño .. Febrero 7, 8"3 a. m. 6r..o.eo..eo...»o T.= 277002 es , = ñ ; E A S E a PE AS E E E Es O pde A A A O a A RATA MA . PERIS O RN O PS EEE DN LE8 3 'O[£c8 “z"0/098 “3 O[E08 SE "OlZG8 CE "O9P8 22 O|E8L Sé "O/008 Sé '0|***c**c* cu zmoy suayuy C68 680 C68 6892 |'*****'*opea¡duia 1 80] 8% 11 1% |OS"PL 1% |p8 LT Té [1991 13 |[26'p1 1% |1€'61 1% |L€'61 1% |20'91 13 |********:****opiBelioo á 20 — PUTOS EOS MRS OO += det PTOS => HOOD 1Up OO L€*IT 1% |P9"pT 1% [86'L1 13 [9.91 1% [901 1% [9p'61 1% |3S'61 13 [61"91 le |*0*:c 4 oerasap ep Buy 00*00 913 |S0*6S 6% pe sral61 8e Ta 6€ 9L "VS 188€ 008 9T3|'*'**'*M IBN oJod “4 1y 29"ZE CI (30 "6% SIE zp 9% CIR |E€ 8% SIE |PE OE SIE|LO ER STE|E%'0€ SIE|SO 6£ CTéG|""*"""*M Ie noJod “M 1V c6"0S LEG |L9"92 LE |18"8G LCR |8G 6S LEG |98 LG LC%|8p'0 1L'S IL*S 22229 [e N oJod *M 1V VU LE.8CE [BP 708.8L3|18; EE BET |68:PESBLE PT:TELBLE| TL: CE S8CE|EP; UPo8C3 OL: EP .8LE| "0 0 CC CH eN oJod “1 1Y G.PE c.87 9.7% 7.6% 0.87 901% Lo9% 3..0£ "+++ erpotu vanpeladwa y “d 0.P D 948 "D 9uL “d %aS 2 0.01 'D BuL «d 249 “d CAE ls e AS 8 E 9 G y £ A I — > O nn O A L OMAYUAA 9 OMAYUIHA € OUAUAIAA (MIUDISIP Ip SOLJIMIJNA OO P (uoronurop 9p) apuvab vínbo v] opoasasqo vy 25) 'vínbo 1] op uormasoq bi Forrix Tostabo (provincia de Santa Fé) 1= + 4*7"11*2 = 61"47'47* p = S. 29”11"55" H= Hi De Rams al Norte el terreno va subiendo unos metros; las dos estaciones Portalis é Independencia, situadas entre Rams y Fortin Tostado, tienen casi la misma cota de 72 metros. El campo mejora sensiblemente, hay pasto más variado y más abundante, y la monotonía del paisaje es interrumpida por la presencia de numerosa hacienda y de algunos ranchos y casas habitadas. Cerca de la estacion Independencia descubrí con gran sorpresa mía á un viejoconocido : la palma (falsa) de la Sierra de Córdoba — Trithrinax campestris (Drude). Ella constituye la única vegetacion arbórea en aquellos mun- dos, si se puede llamar árboles á esos ejemplares raquíticos, achatados, de á lo sumo 40 centímetros de alto, que se ven allí. ¿ Quién creería que esa misma planta alcanza 6-7 melros de altura en un ambiente más propicio á su desarrollo, en la Sierra de Córdoba? Cruzamos por un largo puente el rio Sa- lado y entramos 4 kilómetros más al Norte en la estacion Fortin Tostado ó Tostado. : En los pocos años que habían transcurrido desde la coloni- zacion de esta localidad por RopoLro Brumr en 1891, la edi- ficacion alrededor de la estación había adelantado mucho, era una pequeña villa. El suelo es de una greda colorada, muy blanda, pastosa, que al secarse toma un color blanquizco; la tierra vegetal forma una capa delgada de 30 á 35 centímetros de espesor. El agua que suministran los pozos de tres metros de profun- didad, es generalmente salobre, en algunas partes salada. EN las orillas del rio no falta la hacienda ovina y vacuna, la ye- guariza no abunda por temor á los asaltos de los indios. Ha- bía un pequeño destacamento del 12 de caballería en UN campamento distante unos 4 kilómetros al Este. Algunos de E, EA > 0 los indios trabajaban como peones en las cuadrillas de la línea y sus chozas de paja, en forma de parvas, se veían de vez en cuando desde el tren. Encontré un sitio irreprochable para mis observaciones en el terreno que rodeaba la casa CROULLERE Er Ci*, donde me había alojado ; estaba á 150 metros al Oeste de la estacion y á 50 metros al Nordoeste de la casa de negocio. La gratitud me obliga á declarar que estube mejor atendido en esta casa sencilla, que no era fonda, que en cualquier otra localidad de las que visité en este viaje de exploracion. Azimul de la mira Había elegido para mira un adorno en el techo de la casi- lla que se encuentra unos 250 metros al Norte de la estacion, ' He determinado su azimut 4 veces. 1. Febrero 8, p. m. — Mira : 131*10:72. Glash. 5”23"”53%6 () 1948/81 3226.0 (0 18 50.00 Cron.-Glash. = + 30*9 AT Cron. = + 9%57*3 2. Febrero 8, p. m. —Mira 131*10/72. Glash. a O 17-2:62 64,4 OQ 165.9 Cron.—Glash. = + 309 AT Cron. = + 9%57*2 3. Febrero 9, a. m. —- Mira : 131*9/88. Glash. 7*1"31"8 |6 214*59:52 340.6 10 44.76 610.4 (| 213 51.67 832.8 Q 35.95 Cron.-Glash. = + 25*1 AT Cron. = + 9%55*7 AA DO, e 4. Febrero 9, p. m. — Mira: 131? 10:48. Glash. 5"41”"14*8 () 17*51:20 44 29,2 () 29.28 46 18.4 0 49.77 48 16.8 0 37.38 Cron.-Glash. = + 26%4 AT Cron. = + 95414 Resultados. — Azimut de la mira: FOBRECO Pe Mos od 12*51:82 E o 50.62 A Miss a 51.92 e o AR O 51.46 Azimut adoptado: 12*5164 He excluido del promedio los resultados de la tarde del 8 de Febrero. El cielo estaba casi del todo nublado y las pun- terías se hacían con mucha dificultad, puesto que el limbo del sol estaba apenas visible. La observacion del 9, a. m. y. Declinacion de la aguja se han hecho en condiciones normales. Fecha Hora Mira Norte dieras Decli magnético WpétoR nacion loa 191*10:94 1 127*%0:301 19: 17 ra E 10.48 45.111 24:81 | 2.1 4*p. 10.72 44.88 1.0 5”p. 10.72 44.52 0.6 -8a. 10.24 45.48 2.1 Febrero 9... Yara 10.00 48.33 5.2 2 10.48| 46.19 9.5 el 10.48 42.86 | —24.81|8 59.2 | mon +- ur | Número a qe La primera observacion se ha efectuado con la aguja doble que oscilaba sobre un pivot. Intensidad horizontal. — Oscilaciones del iman I. Febrero 9, 10*25” — 10*37" a. m. Temperatura media : 316. Amplitud de 27? 4105. Angulo de torsion : 07235. eri, + 10”24"46*0 + 10"30"44%8 (1382 680.) ¿TT =.2*7189 1.4 » 197 =- 20 Dd e 31 — 16.0 — 14.4 » 151 — 32.8 — 30.8 » 121 + 0 $ 44.4 » 151 + 26 2.4 — 32.09 > 151 TE 16.0 — 14.0 » 121 — 39.4 —- 30.4 » 121 + 46.0 + 43.6 » 091 + * Y Ba. do Ba 52, (184 086: ) 74 as 16.0 — 18.8 » 74 e 32.4 — 3072 » 74 + 58 48.8 > 103 e 28.24 e 34 4.8 z 044 E 10-83 — 18.4 » 059 aa 32.0 = 30.7 » 103 + a o 48.4 » 103 + 292.0 =— 39 4/4 » 044 pe 192 — 18.0 > 074 - 32.0... -= 34.4 » 044 + sp 48.0 » 074 +..20. 16. +. MM 44 » 074 e 14.8 — 17.8 » 088 hos 31.7 33.6 » 044 ELOMORTO «a carros ea T = 277098 Reduccion á arco co pequeño...... — 50 PEDEGLO- 9 IO eses T. = 277048 T. X vin y Desviación de la aguja - (Aguja grande; iman á 200 milímetros de distancia al E y W, FEBRERO 9 Mi o tos 10*1 a. | 10'8 a. | 27 p. | 41% Temperatura media ....| 30%9 -| 32%0 350 3405 ALE, poloNal W..... 149*23:331149*22:62|149*20:72 149*19:05 Al W, polo N al W....|148 35.95/148 36.90/148 33.331148 33.57 Al W, polo N al E..... 106 23.57|106 25.24|106 25.71/106 21.43 ALE, polo N al E...... 43 81 46.19 43.101 - 41.43 Angulo de desviacion p.| 21 12.99| 21 12.02| 21 11.31| 21 12.44 Corr. por áng. desigual.[ — 0.19| — 0.181 — 0.18| — 0.1 P ODUFORÍOO 2 0... 21 12.801 21 11 84| 21 11.13| 21 12.2 .591 893 2,591 89 Intensidad horizontal H.[0.25 85410.25 8580.25 832|0.25 816 ....... San CRISTÓBAL (provincia Santa Fé) ¿A =+ 45111 = 61*15'9* W.Grr p=8.3019:. H.=% Esta conocida estacion del Ferrocarril Central Norte pre- sentaba ya el aspecto de una villa. La mayoría de los habi- tantes, la formaba los empleados del ferrocarril y los arte- sanos de los taileres : la gran sirena á vapor de éstos era el reloj público y regulador de las costumbres de San Cristóbal. En 1890 se habían colonizado los campos alrededor de la estacion, pero encontré pocos colonos y todos bastante des- animados por una serie continua de cosechas malogradas- Criticaban mucho la calidad de los terrenos: una capa mu] a delgada de humus cubre la tierra colorada y pastosa que en- contramos en Fortin Tostado, y buenos terrenos de poca extension alternan con otros abundantes de calidad inferior ó apenas servibles para la agricultura. Se habían hecho cul- tivos de lino, trigo y alfalfa. El agua potable se encuentra á 36 4 metros de profundidad y aparece, segun la composicion del suelo, ya salada, ya dulce. Los mismos colonos desespe- raban del porvenir de la colonia. Me alojé en el restaurant Cosmopolita, donde tuve que di- simular muchos inconvenientes que pueden acobardar al via- jero : mas gozaba allí de la ventaja de poder colocar mi carpa en el terreno muy espacioso que rodeaba la casa. El restau- rant estaba separado de la estacion al Oeste por un ancho boulevard y una manzana entera sin casas. Mi carpa distaba de la casa y de las calles más de 50 metros, solo hácia el Norte se presentaba, á 15 metros de distancia, una casa que al hacer yo una inspeccion preliminar de la vecindad, encontré cerra- da, pero que era una casa particular inhabitada, segun me informaron. Por lo tanto la consideraba inofensiva para mis observaciones. Concluidas éstas el 15 de Febrero y faltando más de una hora para la salida de mi tren, paseé un poco por las calles. Al pasar por dicha casa, la encontré abierta y mi mirada de curioso descubrió en ella un gran motor á vapor con sus accesorios. Había efectuado mis observaciones á 20 metros de distancia de esas enormes masas magnéticas, de modo que si bien mjs resultados no son del todo Aa deben utilizarse con gran precaucion. Azimut de la mira Para la determinacion del azimut de la mira — una seña en un techo á 200 metros al Oeste, —se han efectuado las 4 series de observaciones del sol que siguen ; — 100 — 1. Febrero 13, p. m. — Mira: 48*7:10, Glash. 5"25"50"8 (| 61*22:14 756.8 Q 6 90 29 49.2 10 27.14 y : 3157.60 12.14 ] Cron.-Glash. = + 25%7 AT Cron. = + 11%5713 , 2. Febrero 14, a. m. — Mira : 486/66. E Glash. 6*27" 7:10. (O 256%53:57 a 29 31.8 OQ 35.24 a 31 39.4 10 54.76 ho 33 31.4 ¡O 40.72 ho Cron.-Glash. = + 209 AT Cron. = + 11”56*3 E 3. Febrero 14, p. m. — Mira: 48%6/84. Glash. 5"36” 610. (] 60*:6:42 38 8 40 32 0 31.19 41 28.6 (0 21.43 Cron.—Glash. = + 2614 AT Cron. = + 11”55%5 4. Febrero 15, a. m. — Mira: 48*5/24. Glash. 6"57*17:2 (] 252*55:24 59 68 ( 41.43 100. 39.4 (5 253 5.24 231.8. 16). 252 53.81 Cron.—Glash, = + 27*0. AT Cron. = + 11"54*%4 Resultados. — Azimut de la mira : Feb. 14 a. m... 29*17:16 Feb. 13 p. m... 249"17:63 — Feb.:l6:a. m6... 16.99 Feb. 14 p. m..- A + A Promedio. .... 249”17:08 Promedio..... 249*18:26 — Azimut adoptado : 249*17:67. Declinacion de la aguja — 101 — Correcc. 2 ech ora ir ES Decli- o Gas 4 E e magnético ió nacion z 5*p. | 487:10|168*24:88 | —23:62|9*11:8| 1 od 6p. 1. 70 92.14 9.21 2 A 6.66 11.43 8 58.8| 3 170 6.66 14.64 y 3,01. 8%ta 6.66 14.76 A 9%a 6.66 14.40 1.8| 6 )10%a 6.66 16.07 3,414. 1 Febrero 14..... 16 6.66 17 69 5.0l8 TE 6.66 1107 5.01 9 4?*p. 6.66 18.57 5.9/10 La 6.72 17.74 5,0111 5 p 6.78 17.38 4.6/12 Ta 5.24 12.38 1.2113 Feb pd e Ea] 1914 0.9|14 | Intensidad horizontal. — Oscilaciones del iman I. Febrero 14, 10*52”6, — 10"4%3 a. m. Temperatura : 3327. Amplitud: 25% á 1*5. Angulo de torsion = 02235. — 10*52"34*4 — 10*58"31*2 (132 osc.) T = 2"7031 + 47.6 = 44.0 > 000 + 5340 + 595.6 (134 osc.) 2.6985 3 17.6 — 19.2 > 985 + 46 + 48.4 » 925 + 54 4.0 +11 0 4.8 » 925 a 17.4 — 18.4 » 940 a 33.6 — 35.2 » 985 $ 46.8 - 48.0 » 955 — 102 — + 10'55" 316 +11" 1” 40 (134 osc.) T = 216896 8 17 » U. Febrero 14, 11*7" — 11*19” a Temperatura : 33%. Aiiplitud? 9" á 1. Angulo de torsion = 0*235. Ps dd 16.8 — 6 928 — 33.2 e 34.0 » 925 e 46.9 de 47.2 » 940 CA: 1 E DE RE » 806 dl 16,0 — $1.32 » 955 La Sd. 33.2 » 925 ¡ A o 0 ES 46.0 » 910 | + 1-10. q 39,4 » 925 | — 15,2 — 16.0 » 92 ma qe 2 32.6 » 910 8 ES 448 + 45.6 » 925 E E Lo LO » ss Ls Mad. 16.0 » 25 rta E A OS T = 2:6%4 0 Reduccion á arco co pequeño...... 8 RODIO JLETRCD E is T, = 2*6904 (IN A a + 11* 7" 116 —+11*13" 3:2 (134 0sc.) T = 2*6985 pos >» — 15. fa 6.8 985 — 108. IEA 33.0 » 970 - 45.0 + 46.4 » 970 +08 108 + 14 18 » 955 — 14 a 16.4 » 955 - 4 32.8 » 970 ES 4.4 + 45.6 » 955 +. 00d de » 925 — pe 15.6 » 955 — st. 32.0 > 925 q 100 o 44.4 » 925 +. 1056 +. 161,2 (132 0sc.] 939 — 19.9. 4 14.6 » 925 ea 35.6 — 31.9 » $: 49.2 e 44.0 » : 819 ho 1148. JH 1:56 (134 080.) 925 as 18.8 = 19.4 » 910. E : 34.8 bras 35.6 » 925 + 11"11”48*0 + 11"17"48*8 -- 12 4.0 + 18 4.8 - 18.0 — 18.8 ES 34.4 — 34.4 -- die ES 48.0 PTOMIBOLO Diocese Reduccion á arco os pequeño Febrero 14, 11*2 a. m — 103 — ....o.o.. o... . (144 ose.) T = 2*692 Ñ 925 : 925 > 866 925 T = 26937 a sn dl T,= 2*6897 (1) Desviacion de la aguja Aguja grande colgada de un hilo de seda. Iman deflector á 200 milímetros de distancia al Este y Oeste. FEBRERO 13 FEBRERO 14 A e 1 2 3 4 Cs E 59 p 82 a 105 e. | 15D a Temperatura media 2876 2778 340 341 Al E, polo Nal E...... 189*32:62|189*28:61|189*26:66|189*30148 Al W, polo Nal E..... 0.241188 53.81/188 53.33/188 49.52 Al W, polo N al W 147 14.051147 5.48|147 10.48/|147 12.86 Al E, polo N al W 44 05 35.7% 40.71 35.95 Angulo de dimriacion:$ o.| 20 53.69| 20 55.31| 20 52.20| 20 52.80 Corr. áng. desiguales. . —.0 — 0.151 — 0. = 0,15 a 0 E 20 53.55| 20 55.16| 20 52.06| 20 52.65] log M empleado. ....... 2.591 893 Intensidad horizontal H.l0.26 266/0.26 244/0.26 2220.26 209 — 104 — Desviación de la aguja FEBRERO 14 FEBRERO 15 tn — . ] 6 7 HOM. a 4*4 p. 52 p. 8"2 a. Temperatura media..... 34*2 335 304 Al E, polo N al E...... 189*29:76 | 189*30:48 | 189*25:00 Al W, polo N al E..... 188 51.19 188 50.48 188 47.62 Al W, polo N al W.....| 147 12.15 | 147 10.24 147 4.05 Al E, polo N al W..... 38.81 34.52 31.10 Angulo de desviación p..| 20 52.50 20 54.05 20 54.35 Corr. áng. desiguales ... — 0.15 — 0.15 — 0.15 Y CULTORIÑO lia ei 20 52.35 20 53.90 20 54.20 log M empleado........ 1.591 893 Intensidad horizontal H.| 0.26 214 | 0.26 193 | 0.26 229 RAFAELA (provincia Santa Fé) == E 490514 = 01*28'50* W. Gr. p=S8.31115 H=908% Esta poblacion en que empalman tantos ferrocarriles Y tranvías á vapor, colonia desde 1883, es bastante conocida: cuando yo estuve, merecía ya el nombre de ciudad. Al pasar por aquí, en mi ida á Rams y Tostado, elegí ya una localidad muy á propósito para mi tarea : era un gran terreno baldío, pero cercado, perteneciente al hotel (fonda) Hispano-Italiano, al que me mudé de otro hotel bueno, por la única razon de tener allí mayor comodidad para mis ob- servaciones, En ese terreno estaba mi carpa á mas de 275 me- tros de distancia, al Sur-Oeste, de la estacion del Ferrocarril Santafecino, y á lo menos 300 metros de los rieles del Ferro- carril de Sunchales (Ferrocarril Buenos Aires y Rosario); — 105 — hácia el Sur me separaba una distancia de sólo 25 metros de una calle de poco tráfico, pero la manzana en frente estaba inedificada. De los fondos del hotel tenía que caminar unos 50 metros para llegar á la carpa y al Nordeste á 350 metros de distancia tenía á la vista el gran « Molino Margarita » del señor RODOLFO BRUHL, Debido al cielo nublado, á tormentas y aguaceros, mi es- tadía en Rafaela se prolongó desde el 15 hasta el 21 de Fe- brero. El 18 fuí sacado de mi carpa para ser testigo del primer corso carnavalezco de Rafaela, cuyo éxito fué brillante tanto por el número de vehículos, como por el admirable arte y la originalidad con que muchos de ellos estaban adornados. Azimul de la mira Ha servido de mira una letra en la inscripcion del « Molino Margarita » de RopoLFO BRUHL, á 350 metros de distancia al Este. Su azimut se ha determinado 4 veces con los siguien- tes detalles : 1. Febrero 17, p. m. —Mira : 293*42:56. Glash. 4*53"21*%6 (Gi 138*37:14 55 3.2 0 22.86 57 24.0 10 39.52 59 41.2 (0 21.43 Cron.-Glash. = + 24*9 AT Cron. = + 10%55*9 2. Febrero 18, a. m. — Mira : 293*41:90. Glash. 728" 112 (| 319*23/81 30 58.6 [0 36.19 Cron.-Glash. = + 255 AT Cron. = +- 10*54*7 Observaciones efectuadas á través de las nubes, sin vidrio oscuro. — 106 — 3. Febrero 20, p. m. — Mira: 293*25:06. Glash. 5*11"26'0 (| 136*59:76 13 5.6 Gl 47.14 14 33.6 |O 13710.00 16120 [O 136 58.33 Cron.-Glash. = + 2112 AT Crom. = + 10”49*9 4. Febrero 21, a. m. — Mira : 293*31/91. Glash. 658" 8'6 ( 322” 5:00 59 419.2 (Y. 321 52.15 14: 96.0...(9 323. 10.00 417.4 |¡6 321 52.14 Cron.-Glash. = + 163 AT Cron. = + 10”48*8 Resultado, Azimut de la mira: Feb, 18 a. m.... 63*18:37 Feb. 17 p. m.... 63'108% Feb 2 Am... 18.82 Feb. 20 p. m.... Promedio..... 63” 18/60 Promedio..... 6317: Azimut adoptado : 63*18:00. Declinacion de la aguja a Correcc. Decli- Fecha Hora Mira le a nacion o (47 p. |293*42:50|240* 5:83 | —24:79 9"16.5| Febrero 17... 5? p 42.56 5.24 15.9 (sp 42.62 5.48 16.1 ¡8% a 41.90 | 239 59.40 101 (Sta 41.87 59.62 11.0 yo: pm 41.82 1240 0.95 12.3 Febrero 18...) 9* q 41.7 2.14 13.6 E EE 41.67 5.95 17.5 10 p 42.14 6.42 17.5 19 p 41.90 4.05 15. Declinacion de la aguja — 107 — Correcc. 2 Fecha Hora Mira piedad por eS E magnético on nacion E ( 3*p. | 293"42:26 | 240” 1:67 | —24:79 | 9*12:6 11 Febrero 18...; 4”p. 42.30 1.55 125/12 4*p. 42.38 O. 11.4/13 ¡ Ta. 23.81 | 239 40.95 10.4 /14 8*a. 23.89 40.72 10.01 15 9% 4. 24.06 44.05 13.2/16 10%*a 24.20 46.19 15:91 17 10%a. 24 28 48.33 17.3/18 PEN 94.88 | 46.42 14.8 119 3*p. 24.89 44,52 12.8|20 4?*p 24.96 44.28 12.5] 21 5%p 25.00 42.86 11.1/22 5”p. 23.12 42.50 10.6|23 8%a 31.91 48.33 9.6|24 Febrero 21...j 8% a. 32.04 47.86 9.0125 | ta, 32.14 48.33 9.4 |26 Intensidad horizontal. — Oscilaciones del iman I- Febrero 18, 10*6". — 10*18” a. m. - Temperatura : 308. Amplitud de 26* E Angulo de torsion = 0*235. . + 10" 5”49"2 + 10*11"48:0 (132 osc.) = 217182 + 6 6.0 - 12 4.4 » 151 br 19.6 — 18.0 » 151 . 30.8 — 33.8 (134 osc.; 088 mn 44.0 + 47.2 » 103 e 7 0.8 “+ 3-30 » 074 e 14.0 — 142 > 103 Ss 30.8 — 33.2 > 044 + 4.0 + 46.8 » 074 de 8 0.8 - 14 2.8 > 015 — 108 — — 10* 8149 —— 10*14717*2 (134 osc.) T = 2"7088 - 30.4 ES 33.6 » 103 44.0 + 46.4 » 044 Y 008 + 10:24 1132. .080.) 031 19.2 — 16.4 .. » 061 30.4 — 32.0 » 6985 43.2 + 46.0 > 7074 10.53.32 + 14:20 » 081 6-3 A 15.6 » 031 35.0 — 31.6 » 015 4884 + .0 » 091 11 4.4 + 1 » 031 18.0 — 15.2 061 34.4 — 36.4 [134 osc.) 015 RELOAD py dd Pd os a do T == 27009 Para reducir á arco oo pequeño .... -—- 45 COUPE OY PM PLA II. Febrero 18, 10”21" — 10"33 a. m. Temperatura media : 303. Amplitud de 25* á 1”. Angulo de torsion = 0*235. + 10*21” 110 + 1027" 4*2 ¡134 osc.; T = 2*1103 0 17.2 103 14. en » 0 33.6 » 074 44.4: de 47.2 » 074 2 01 27" 78 » 044 MA 17.2 » 074 db. a 33.6 » 088 218 4 059 3.50. + M30 (10 0%! 076 TO 16.4 , 061 30.4 — 32.8 > 014 43.6 + 45.() >" 044 YU 56.41.0098 3 061 18,8. sd 16.0 » 061 56. 32.4 , 031 18.8. de 5 > 000 e ME + 3 » 061 E EE NS E o O E e E ASA yes. E ld Pe e e A A E =— + eel 10*25748"4 26 4.0 47.6 Promedio -— 109 — + 10*31"45*2 + 32 1.6 (132 osc.) Para reducir á arco oo pequeño .... Febrero 18, 10*4 a. m IM. Febrero 18, 2*50%5 —- 3"2%5 p. Temperatura media : Angulo de torsion = 0*235. ER IA LIRA IRA KR ES 2"50 3312 Promedio - .....-. > T = 27058 10 T==.2:70981 32". nad de 28” á 1”. 2*56"31%6 (132 osc.) > » » » » (134 osc.; O A A e e di Para reducir á arco oo pequeño . Febrero 18, 2*9 p. m ..... .o.....». Tm 271581 — 110 — IV. Febrero 18, 3*6” — 3*"17” p. Temperatura media : 31*8, id de 25* á Angulo de torsion = 0*235. + 3" 6” 32 + 312” 1%6 (132 osc.; — 16.8 15.2 » — 33.6 = 31.6 » + 46.8 Y4- 44.8 » _ 8 + 13..1:2 » — 16.8 — 14.8 » — 33.2 — 31.2 » _— 46.8 ES 44 » + 0 O 14 6.0 (134 osc.) — 16.8 = 19.6 » =— 10.2 - 30.4 » e 46.4 _ 44.0 » — Y 7 B + 15 6.0 » — 16.6 = 19.6 » — 33.0 — 35.6 » + 46.0 => 49.2 » - 10... 2,4 — 16 5.6 » se 16.0 — 18.8 » E 32.4 — 39:72 » | 46.2 + 49.2 » + 11.:3,0 — se e me 15.6 — ct a cn 32.0 — ind als 45.2 5 pa Promedio Porn... ..o...oo o .s.....o... Para reducir á arco 00 pequeño . Febrero 18, 3"2 p. m .eon...o......s 51. T = 271102 151 111 F88 cz 0 | 016 Lo — aa SO DE O. 810 — *+++** ¡enñisop “Sup “410 LL*OT 1% PE6 1% TO" 11 1% TE'IL 1% 2611 1% 611 18 |''* e uoroerasap ap opnBuy COP 613 | 8€£'L 61% | 01'8 6lé | <6'2 61% | 396 OTE 61% |'**"""* MIN OJOd 'Y 1Y 916€ 813 | OL'EF 81% | S0'PP 81% | £P'1P8lé6 | 108€ SIG | 98'LP 81% |" "" MItNOJod “A 1V eg gc 09% | serze og | or8c 09% | cope 09% | 1918 093 | Ol"€c 093 |******* HL Ie N oJod “A 1V LSGEE.T9% | 8P:CE-19% | OLIBESTO% | LG.BE.19% | ZO: PE.IIE | 293 ro 196 | 0**c* "Hen ood Y py L.T€ 6.1€ €.0€ 0.6% 1.0€ Zo TE “+++ epoul eanyedodura y *d 2% d Paz D 8401 7) 616 7) 918 “d 48 ist. Ls dic... v10H 9 ps F $ pa tr A A 81 OUAVYAHA LT OYAUIAA apuvab vínbo »y 9p 41 10 f 3 10 wmoubysip op soWJpoma nu 00% Y uvu] vbínbo m ap uorvrasoq Tv6 “30 FE6 23'0 c06 “30 086 "sajenSisop “Sup Jod 110) 6701 1% 0S'31 13 18'€1 13 6P "TT Tz 6P "91 Tz "cd UOJOPIAsap ap opn3uy 16'IS 8L'0y 98 Tp PULP PU LE 22M IPN oJod “Y 1y | 8p "cz 813 PT ZE 813 8p'0t SIZ 06:93 8SIz 9L'PL8I6 | ""*" "MIN oJod Mm Iv e 9L6€ 09% 86" €£ 097 ac 6€ 09% LS*8€ 09% 06'9€ 093 —|'*****“"H Ie. Nojod M IY += 18:81. 19% 83 61.197 €0; 61.19% Eb; 13.19% C6:08.193 |'*:***** 3 12. N OJod “YH [Y | 0.87 1.9% c.C% 9.2% 8.1% “++ epoul edujedaduoJ 'P G46 “d Lu? d 31€ 9 9401 D Es8 O tl 101 6 | 8 L TE OUAUAHA 07 OUAUAHA (uorsnp9uos) vínbvo »] ap uoromiasoq A A A a —= 113 — CERES (provincia de Santa Fé) 1= + 4”7"51*3 = 61*57'38" W. Gr. p=S. 29*54' H = 86”9 El paisaje que se presenta al viajero que toma el tren de Rafaela á Ceres, es mucho más variado que el que se ve en el - Ferrocarril Central Norte. Las estaciones Lehmann, Suncha- les y Palacios se parecen á incrustaciones en la inmensa lla- nura, casi sin ondulaciones, que está entregada á la agricul- tura. Al Norte de Palacios desaparece la continuidad de la superficie cultivada y se nota, á pesar de que el nivel no va- ría, la existencia de terrenos más secos, anunciada por el ca- rácter de la vegetación, intercalándose fajas pobladas de ár— boles y terreno incultivado, en los campos surcados por el arado. El nombre de la parada en el kilómetro 581, «Las Palmeras » nos revela la existencia de la palma (falsa), la que se presenta más abundante en el kilómetro 590 en ejem- plares de 120 4 150 formando con el chañar pequeñas la- gunas de monte. Más adelante hay aun manchas formadas por el algarrobo, y de vez en cuando aparecen sitios más húme- dos en los que la cortadera levanta sus vistosos penachos. El mismo cuadro de la vegetacion existe alrededor de la esta- cion Monigotes, sólo que se revela más la aridez del suelo. De allí adelante la tierra cultivada se hace más rara hasta el Norte de Hersilia (kilómetro 654), donde entramos de nuevo en una zona ampliamente colonizada y cultivada, no inter- rumpida hasta Ceres (kilómetros 670). En los pocos años que habían pasado desd. la subdivision del campo y su conversion en colonias (1892), se había for- mado un buen núcleo de edificacion urbana en Ceres. El edi- ficio más grande y más imponente era el gran molino á vapor del colonizador, señor RODOLFO BxkunnL, testimonio infalible de la prosperidad de las colonias situadas cerca de Ceres ; su T. Xviu 8 — 114 — maquinaria era moderna y de las más perfeccionadas. La po- blacion compuesta de elementos heterogéneos por su naclo- nalidad, inteligencia, cultura y costumbres, era todavía un mosto turbulento, no clarificado. El revólver y el cuchillo eran los árbitros preferidos para dirimir cuestiones de poca importancia. Dos dias antes, el dueño de la fonda en que to- mé una pieza, había recibido, delante de su casa, dos bala- zos de que murió, en contestación á una palabra imprudente, Pero esas mismas colonias en que á principios predomina. un espíritu batallador, se convierten en modelos de comunt- dades, una vez que la poblacion flotante se retira y que los intereses comunes han producido la amalgamacion de tan - dispares elementos. Las condiciones naturales de Ceres son buenas : los pozos, de 4 6 5 metros de profundidad, dan generalmente agua dul- ce, aunque no faltan algunos terrenos salitrosos. El espesor de la tierra vegetal es muy variable, oscilando entre 25 yá centímetros. Hice mis observaciones en el campo libreá 100 metros de distancia de los rieles y á 200 del molino; la fonda (de Paga- ni) distaba 60, la estacion 400 metros. Debo una palabra de sincero agradecimiento á los señores agrimensor FeLix RÉ, Dumont y Mac CLayY por sus atencio- nes y la ayuda eficaz que me han prestado durante mi estadía en Ceres. Determinacion del azimut de la mira El azimut de la mira — el asta de la bandera de una casá situada á 400 metros al E, — se ha determinado 3 veces. ll resultado de las observaciones vespertinas difiere mucho del de las matutinas. ) — 115 — 1, Febrero 22, p. m. — Mira : 104*19'75, Glash. 5* 9"20*0 20.8 13 22.0 15 7.8 Cron.—Glash. = + 2750 Ol 266* 0:95 Ol 265 46.42 O 26 5.% lO 265 52.38 AT Cron. = + 8”49*1 2. Febrero 23, a. m. — Mira : 103*17'86. Glash. 6*52” 8:0. (| 90” 3:33 54 9.6 (Ol 89 49.05 O 90 9.76 58 2.8 |O 89 54.76 59 56.4 Cron.-Glash. = + 303 AT Cron. = + 8”48*5 3. Febrero 23, p. m. — Mira : 103*18:33. Glash. 5*11” 9:2 13 14.4 ES AO 16 24.4 Uron.-Glash. = + 3158 Ol 265*11:43 Ol 264 56.90 lO 265 17.14 10) 6.19 AT Crom. = + 8”47*7 Resultados. — Azimut de la mira: Febr. 23, a. m.. 105*46'19 Promedio..... 105*46:19 Azimut adoptado : 105*46/78, Febr. 22, p. Febr. 23, p. Promedio m.. m.. ....»o 105*47:33 47.39 — 116 — Declinacion de la aguja le] 4 Mi Norte pie Decli- E Fecha ora ira idos ii nacion E : / 9%a. |104>12:86 | 8-12:86 | —26:95 | 9*19:8| 115 10%4 1296| 14.76 21.61 2 1%a 13.02 | 15.24 2.013 114 13.04 | 14.41 21.21 410 TN (12m 13.10 | 15.36 2.11008 2p 13.10 | 12.38 19.1| $1 3% 13.05 | 10.72 17.51 8 (5 tp 12.81 8.10 15.11 08 157p 12.75| — 7.62 14.71 98 /71%a. 1103 17.86 |7 12.14 14.1/10 8% 18.10) 12.86 14.611] poo 18.19 | 13.81 1 e 11%a 18 65| 18.57 / ) 1 EN 2% p 18.45 | 19.05 900.411 3%p 18.40 | 16.90 18.3|/1 47p 18.36 | 16.19 17.6|1 5lp 18.33 | 15.48 17.01% | a Intensidad horizontal. — Oscilaciones del iman | Í. Febrero 23, 10”33" — 10"45" Temperatura media: 31*2, pa de 26” á 1*5. Angulo de torsion = 0*235, + 10*32%46:0 + 10*38"44*0 — (132 osc.) T = 21121 + 8.2% +. 99,04 136 de ls 14.4 R 136 _ 28 — 30.4 : can + mo 43.6 > 091 A O. (ÉS 080) 103 . 160 = 19.2 ; 103 5 a pe 30,4 1132 ose.) 106 — 117 — + 10*34”46*%0 + 10”40”43"2 (132 osc.) T = 27061 6 a) 059 + 35 + 4l 5.2 (134 osc.) - 16.4 0% 18.0 » 6985 — 32.4 — 35.0 » 7059 45.6 + 48.0 » 044 + JO. 20 - 42 4.4 » 044 = 562. . + 18.0 » 074 = 32.0 — 34.0 » 015 + 45.2 + 47.2 » 015 + 31716 + 43 4,0 » 044 aos 14.8 — 167 » 044 Cos 31.6 — 33.6 » 015 + 44.8 + 47.2 » 044 38 1.2 + 44 U3:4 » _— 14.8 — 16.4 » 6985 e Je 32.8 » 985 Promedio ¿Loc ie T:= 217058 Para reducir á arco «o pequeño .... — 45 Febrero 23,107 4. Wiréro..... 0. E ==21018 . Febrero 23, 1049" — 11*1” a. m. Temperatura media : 3198, Amplitud de 26* á 1%5. Angulo de torsion = 0*235. + 10'49"-116 + 10%55* 56 (134 osc.) T = 2'7163 133 — Ds : » — 30. — 30.4 (132 osc.) 151 6.0: + 43.2 » 091 tr. 00.18... +. 48. 1194 08£.! 088 r 156 in 18.4 » 074 > 31.6. — 34.4 » 074 e e A 48.0 » 074 +. 51.18. . 4H “pr » 074 e my, 18.0 » 074 A JO. == 34.0 > 044 ee Dr”. E 47.2 » 015 +... 02.16... + 8 40 » 044 == MB... 1,3 » 044 me qt. == 33.6 » 044 E 44,4 + 46.8 » 044 0 A o O » 080 e 144. = 16.8 » 044 —— — 118 — — 10”53"30"8 -— 10*59"33*2 (134 osc.) T = 2*7044 + 40. + 46.4 , 044 «| 54 0.4 + 11 0 2.8 > 044 — 14.0 — 16.0 » 015 os 30.4 — 32.8 » 044 de 88. + 45.6 5 015 A T = 2:700% Para reducir á arco «o pequeño.... mes Febrero 23, 10*9 a. m..... US T, = 27018 UI. Febrero 23, 242" — 2%54” Temperatura media : 34*2. ia de 25* á 1”. Angulo de torsion = 0*235. + 242% 418 + 248" 3:4 (132 0sc.) T = 27166 e 6.8 e, de 18.8 1 » 121 pe o 33.2 » 121 efe 488.4 + 46.4 » 121 a a A » 121 da Meis 16.4 > 091 le E. 33.2 » 091 ES 488.4 + 46.0 > 091 A O » 091 e va E 16.0 , 091 Se 34.80 32.0 » 076 bs 488.0 + 45.4 > 076 A , 061 La 50 15.6 > 091 a sed 33.0 , 091 =$ fe y 44.8 , 061 E BL E És , 031 la DA 14.8 > 061 pe ds 31.6. , 061 ce 1 44.4 061 + 056 E” 650 fdo 074 Se 113 de 20.0 k 074 Les Mae 28.4 , 01% $ 46.8 + 44.0 (132.08c.) 06l LO aa de = 27083 Para reducir á arco co. pequeño - See 8 Febrero 23, 228 p. m.......... s.. ¡2708 a IV Febrero 23, 2*57" — 3*9" Temperatura media : 34*6. anpid de 28 ka”. Angulo de torsion = 0*235. + 2%56”44*4 + 3” 2484 — 134 osc.) T = 2*7163 074 e $7. 1.2 + 3 4.0 » — 144 — 18.4 » 163 — 31,2 =- 34 8 » 133 «| 44.6 + 48.0 » 118 + 58 1.2 + 4 4.4 » 103 — 14.8 * — 18.0 » 103 + 31.2 — 34.4 » 103 - Pa 47.2 » 074 | 59 0.8 + 5-38 » 074 Le] 14,4 -- 17,4 » 088 > 30.8 — 34.0 $ 103 ES 40 46.8 4 074 4:03:07 04 Yo 800 > 074 del 13.8 — 16.8 » 088 po 30.4 — 33.2 » 074 + 433.6 46.8 » 103 _ 16.0 + ct » 046 e 19,2 - 16.4 » 061 02 30.4 —- 33.2 » 74 + 43.6 + 46.4 » 074 A 044 e 18.8 — 16.0 (132 osc.) 061 pe 35.2 — 32.4 > 061 Promedio ......... A T = 277089 Para reducir á arco oo pequeño .... qe: de Vebrera APOSTAR y T, = 277044 (1) | ds E IS AS DOS NE SlI6 SE "OET6 30996 “3'OlGL6 <3"0[896 S3'OlLF6 <3“Olt96 <3'0l866 cz ol0ZO 9%3'0|'''H “zuoy *suayu] Ez% z6S'zl'** opeajdua y 30] 06"L T% [36"9 1% [1er9 1% [12 9 té [cero té lez'9 ta [rete 13 l69rp tz |ceL 1% |": “opi8alioo e El'0— [910 [910.— 910 = IP '0 — PEO — lio dUoO Jarro — |yendisap “Sur 0) €0'8 T3 [80"L TG [€L'9 1% [EP "9 13 |6P'9 Té [EP 9 1% legs tz [88:p 1% joc'L TZ |':*4“asep ap “Suy 8p"€z 9PE[Z9 "ZE OVE[ES"DE YVE|S6 "DE DPE[98*LT LPE[OO "08 LPEÍEL*OS LPEÍEC 6% LPEÍFT LE LPEl* M TEN oJod 4 Ty 60 "pS CrElEV "IS SPELOT"ES SPEISP OS CPE[CO "GP OPE|LL*6P YPEÍGT "IC OPEÍPT'ZS IPEl98*LP 9PEÍA 1e N oJod 'M 1Y c6 OL £€ El 29 6 00 OT 000 EL'0 000 8€'L ¿LOL "HI? N OJod M 1V BL /TFo83 [5068.83 [¿L;OP.83 [PT LE.8T [98:TE-6% |9L:vE-6% (30; FE06% |18;EE-6% (67: PE-6% |' A IY N C1od Y 1v £.€€ 0.2€ COTE GoTE LoT€ E.£€ voE€ 6.T£ Lo9% |'' erpow “JoduiaL CN E E AA O A MIA A 6 4 9 S yr £ 8 T £2 OUHUIAA 22 OUAVIHA opuvab vínbo 0, 9p Af ÑÁ q 19 soon 002 p opvoojos uv] “vínbo »] ap uoimasaq — 121 — ArRUFÓ (provincia de Santa Fé) =p 4"05618 = 61*44'T6*, W..Gr.. p=5, "1114 :H =2.90%7 La latitud que los distintos mapas atribuyen á esa estacion del Ferrocarril Buenos Aires y Rosario, oscila entre los lí- mites de 30” 16” y 30" 11”, lo que produce una incertidumbre de 9 kilómetros para la ubicacion de Arrufó. He supuesto esa latitud igual á 30* 11'4, dando la preferencia á la que consigna el Plano Catastral de Chapeaurouge si se toma como punto de partida la de Ceres sobre la que no hay tanta discordan- cia. La zona situada entre Ceres y Arrufó se compone casi exclusivamente de colonias, es decir, de terrenos medidos, de modo que un plano catastral está en condiciones de darnos la diferencia exacta en latitud. Hice mi viaje á Arrufó el 24 de Febrero, conservando mi cuartel general en Ceres, adonde volvi esa misma noche. Encontré pocas casas alrededor de la estacion, á pesar de que la colonia contaba ya unos 7 años de vida. No he tenido el tiempo necesario para investigar las causas de ese estan- camiento, ni las condiciones físicas de la colonia, pues á las 10 a. m. se levantó un fuerte viento Sur con aguacero que duraron hasta las 2 de la tarde y me dieron bastante trabajo para asegurar mi carpa. Al fin ésta resistió y no hubo nece- sidad de interrumpir las observaciones y de salvar el instru- mento. Mi carpa estaba á 200 metros de distancia de la estacion y á 100 metros de la casilla. A 50 metros de distancia existía una casa con almacen que se encargó de mi alimentacion. Determinacion del azimut de la mira Había elegido como mira una punta del techo de la casilla que estaba próximamente á 100 metros al Oeste. Su azimut — 122 — se ha determinado en la mañana (algo tarde) y en la tarde del 24 de Febrero, único dia que he permanecido en Arrufó. 1. Febrero 24, a. m. — Mira : 297*47:86. Glash. 8"48" 758 (ij 92*21:90 50 84 0 44.05 Cron.-Glash. = + 3525 AT Cron. = + 9”40*%6 Azimut de la mira: 281*0'60 (1) 2. Febrero 24, p. m. — Mira : 297*44'76. Glash. 5*2]" 44 [(() 283*56:61 23 30.2 6.19 24 48.4 29.52 % 10.2 (] 282 46.66 Cron.-Glash. = + 370 AT Cron. = + 9”40*%0 OJO) A7imut de la mira: 281*5:95 (2) Azimut adoptado : 281*3:28 Declinacion de la aguja [a] : lea Correc. Decli- 3 Fecha | Hora Mira PES A dasleh 5 | 9%a. |297*48:57 | 26"29:76 | —26:91 | 9:17:6| 1 10%a 48.21| 31.43 19.6| 2 e 46.57| 28.81 18.6|3 Febrero 24. 207. 46.94 97.86 17.0| 4 a op. 45.72 25.95 16.6| 5 4!p. 45.15 22.38 13.6| 6 e 44.88| 2.62 14.1/7 — 123 — Intensidad horizontal. — Desviación de la aguja Se ha observado la desviacion de la aguja grande (de de- clinacion) colgada de una hebra de seda. El iman (de oscila- ciones) deflector se colocaba á 200 milímetros al E y W de la aguja. FEBRERO 24 —— a a a 1 2 3 4 a AA 51 17 p 39 p 4p Temperatura media ....!| 262 25*3 2878 2878 Al E, polo N al E...... 47*59:76| 48” 2:38] 47*59'05| 47 56.90 Al W, polo N al E..... 32.86| 47 28.57 2.62 22.14 Al W, polo N al W 4 48.331 4 54.05| 4 50.72| 4 54.29 Al E, polo N al W..... 5 33.81| 531.91| 528.571 5 24.05 Angulo de desviacion p | 21 17.62| 21 16.25| 21 15.59| 21 15.18 Corr. ang. desiguales...| — 0.26| —0.15/ — 0.19 — 0.15 0 A 21 17.36| 21 16.10| 21 15.40] 21 15.03 log M empleado ....... 2.590 160 Intensidad horizontal H.[0.25 844/0.25 880/0.25 8480.25 856 La ARGENTINA (provincia Santiago del Estero) 1= + 4*9"20*1 = 62*20'6" W. Gr. p¿=S.W*34' H=77"2 Es la estacion del Ferrocarril Buenos Aires y Rosario. Sa- lí de Ceres el 25 de Febrero temprano, observé todo el día en La Argentina y volvíá Ceres aquella misma noche, pues esa localidad, situada como Estéban Rams en la soledad, com- puesta sólo del edificio de la estacion y de la casilla para los peones, no brindaba ninguna clase de hospitalidad. Al Sur se encuentra una zona de bañados que forman un contraste muy pronunciado con los hermosos bosques que había cerca de la estacion Selva, que probablemente han desaparecido — 124 — hoy, á juzgar por el floreciente comercio en leña y maderas que noté en Selva. Observé en el campo libre á unos 200 metros al Este de la estacion, teniendo la casilla á la misma distancia al Sur. Determinacion del azimut de la mira La mira era una seña en el techo de la casilla, situada á 200 metros al Sur. La mañana el cielo estaba del todo nu- blado, de modo que no se han podido hacer observaciones del sol, para calcular su azimut. En la tarde se hizo la si- guiente determinacion : Febrero 25, p. m. — Mira : 349*23/75. Glash. 4"52"55*%6 ( 97” 6:19 54 30.2 (0 28.81 55 48.2 10 19.05 57 24.0 Ol 96 34.05 Cron.—Glash. = + 40*9 AT Cron. = + 7”14%6 Azimut del (>) 89*20:40 al W Azimut de la mira : 162*55/27 'SSE). La latitud, uno de los datos que entran en el cálculo del azimut, no es bien conocida; la he supuesto igual á 29-34". La influencia de la latitud en el cálculo del azimut está in- dicada por la fórmula : coto 5 di == 295% 208 4 do, en nuestro caso por 0/3635d2. En esta cantidad va á aumentar el azimut del sol por cada minuto que la latitud resulte más grande. Con la latitud cre- ciente el azimut de la mira disminuirá cuando se haya de- terminado por observaciones matutinas del sol, y aumentará, a si el azimut se ha determinado en la tarde. Es obvic que esa incertidumbre respecto del azimut de la 3 a 5 sal ey le: S TS NT E E e a e NM A E — 125 — mira, se transfiere tambien á las determinaciones de la decli- nación magnética. Declinacion de la aguja Correc. E Fecha Hora Mira pe por e. E magnético votó nación 2 /10%a. | 349*24'52 | 196”23:10 | —26:61 | 9272] 1 107 a. 24.46 23.57 27.81.2 11%. 24.38 22.62 26.9| 3 Febrero 25..:' 2” p. 24.19 19.52 24.0] 4 3*p. 23.99 14.52 19.21 5 3*p. 23.92 13.57 183| 6 4* p. 2392 12.62 17.4| 7 | : Intensidad horizontal. — Desviacion de la aguja Se ha observado la desviacion de la aguja grande á 200 milímetros de distancia del iman al E y al W. FEBRERO 253 ———n a 1 2 3 4 aL 1094. 11105 a; 1:91 p 45 p Temperatura media .... 290 34 1 343 195 Al E, polo Nal E......[217"53:81|217*50:95/217*45"48/217*45:71 AU W, polo N al E..... 19.05 16.67 4,28 3.51 Al W, polo N al W....|175 0.00/175 1.19/174 52.38/174 50.94 Al E, polo Nal W..... 28.81 29.28/175 18.81/175 14.29 Angulo de desviacion y.| 21 11.01 -21 9.29| 21. 9.64| 21 11.01 Corr. áng. desiguales...| -— 0.14/ — 0.14| —0. — 0.1 P LOTPEIOO io 291 10.87| 21 9.15| 21 9.44| 21 10.85 log M empleado ....... 2.590 160 Intensidad horizontal H.10.25 934/0.25 940/0.25 8091/0.25 901 — 126 — Piro (provincia Santiago del Estero) 14 = + 4"10”41"7 = 62*40'25" p = 29" 10:2 H=8H4 Alrededor de esta estacion del Ferrocarril Buenos Aires y Rosario, encontré unos 25 ranchos, y hasta la única persona de distincion y fortuna, el señor Ramon LaPLaAce que medió hospedaje con suma generosidad, ocupaba con su gran nego- cio un rancho de barro. El terreno es en todas partes suma- mente salitroso, * He observado en Pinto, retirándome á unos 200 metros de la estacion al Norte. Si bien existían algunos ranchos á 30 a metros alrededor de la carpa, creo que su presencia no ha podido ejercer influencia sobre las agujas magnéticas. Determinacion del azimut de la mira Mira: Seña en el techo de la casilla, al Norte de la estacion, á 500 metros al Oeste. Su azimut se ha determinado 2 veces. 1. Febrero 29, a. m. — Mira : 145”19'98. Glash. 6"51"28'6 [O 311*42:14 342.8 (| 310 53.57 55 43.6 (Q 39.52 1.6.0 59.52 Cron.-Glash. = + 38*1 AT Cron. = + 5%46*0 Azimut de la mira : 285*10'25. 2. Febrero 29, p. m. — Mira : 145*]8:21. Glash. 5*10" 3*9 (Y 130” 1/19 60 (i 129 46.19 1356.8 |(6 130 6.19 16 11.6 (6H 129 50.00 | Cron.- Glash. = + 39%7 AT Cron. = + 5%45*2 : Azimut de la mira: 285"]11'44 Azimut adoptado : 285*10:85 (WNW). O A Declinación de la aguja ; Es Correc. ESO E ie da id magnético is nacion E y pa 10'a. | 145*17:02 | 230 3:81 | —27:14|9-30:5| 1 l11%a 16.85 5.95 32.8| 2 11%a. 16.75 7.38 34.3| 3 1% 16.67 5.95 33.0| 4 Febrero 28.../ 1* p. 16.59 6.90 34015 2 p, 16.53 6.42 33.6| 6 dtp. 16.17 | 229 59.52 ap e 0] 4% p. 16.09 |230 1.67 29.31 8 5 15.95 3.81 31.6| 9 Ta. 19 28 | 229 59.76 24,2 |10 10%a 19.28 | 230 6.90 31.3/11 ua 19.28 8.33 32.8 | 22 l1%a 19.28 8.57 33.0 113 E 19.17 8.10 32.6| 14 ] 3"p. 18.71 1.43 27.4 115 5 p. 18.32 | 229 59.52 24.9116 | 55p. 18.2 59.52 25.0 117 Intensidad horizontal. I. Febrero 28, 3”48"5 Temperatura E : Angulo de torsion = 0” 3"48"32*8 4 5. (1132-086,] 40 » .6 (134 0sc.) .3 » o » e" > .8 > E » — Oscilaciones del iman PS. E 3 Amplitud de 26” á 1%. 235. E.=5.2: 1101 50"3238 — 3*56"34*4 (134 ose.) T = 2*6985 0: JO 48.0 , 7015 LAA + 37 4,0 » 000 16.0. — 17.4 > 6970 32.4 = 34.0 > 985 45.2 = 46.8 > 985 o e A + 58: 3.2 > 955 15.2 — 17.2 > 7015 31.8 — 33.6 » 45.4 + 46.4 » 6940 186. +. 50.28 > 955 14.8 — 16.4 » 985 31.2 e 32.4 » 955 Pr a 45.2 a 955 54 56 + 4 0 1.6 (132 osc.) 970 19.2 — 15.2 > 970 E A TE TO T = 2*7005 Para reducir á arco «o pequeño .... «3 FOUND Pis Y o 2* 6960 IT. Febrero, 29, 4"6%5 — 4*18"5 Temperatura media : 32”. Amplitad de 26” á 1”. Angulo de torsion ==. 00 235 12374 (11M 090). T = 27091 46.0 » 091 13 2,0 » 091 16.0 » 121 32.0 » 106 45.2 » 061 41,0 » 061 15.2 > 061 31.2 > 031 44.8 » 061 15 5.6 (134 0sc.) 6985 19.6 > 7015 30.8 » 031 44.4 » 061 16 6.0 » 015 19.4 » 030 34.8 » 6985 ; 8 ñ si si 5 A d A e E $8 pe: Ln E pee 129 — + 4”10"46"4 + 4*16"48%4 (134 osc.) + 17 4,4 » — 16.4 — 18.4 » = 33.2 — 34.4 » + 46.4 + 48.4 » + 12. 30 + 18 4.0 » = 16.0 + y » ro rr nane Para reducir á arco oo pequeño .... Febraro: 20. ABD MD es (II. Febrero 29, 4*217"3 — 4*33"1, TI = 27015 Temperatura media : 32*9, Amplitud de 26* á 1*. 235. Angulo de torsion = 0* — 4*21"16*0 — 4*27"19'0 (134 osc.) = 32.4 — 30.8 (132 osc.) 46.0 — 43.6 a + 2%8 5.2 * (134 osc.) > 16.0 - 18.8 » *_ 32.4 -- 35.2 » + 46.0 + 48.4 > sido 23 2.4 l- 29 4.8 » e 15.6 - 18.4 » a 32.0 - 34.4 » + 45.6 - 47.6 » e 24 2.0 + 30 4.8 » Pra 15,2 — 17.6 » 25 31.6 a 34.0 » 0 45.2 — 47.6 » 25.008 de Lg » Se 14.8 = e » ms 31.2 — 33.2 » > 4.8 + 47.2 » e + 32 28 » E 14.4 e .0 > e 31.2 —- 32.4 » + 44.0. + 45.8 » 27 .0:0 ES 33 2.4 (132 osc.) POMO diera ve Ra Para reducir á arco oo Pie Febrero 29745 Pp, M. DA T* Xvmu T = 27088 151 T, = 2*7004 (MI) 9 — 130 — 126 23 0l6%6 “3 ONE6 “301366 23 0/c66 “za 0000 93 OlFS6 cz olez6 “zx olmeca ez o|'**H zuoy esuayu] IPS 068*3 |: opea¡dwa q 301 €1'8 1% |óL 1 1% [88 L 1% [9L Pp 1% [911 13 [1008 1% [86 Té [183 1% [188 18 |*"*'*** opiSauoo dé rro — loro — 1910 = ¡BO 1910 — 10. — lptio — loro — 1H0 == 1**die0p MOR OS 838 13 [26'L 1% |pL'L 1% [p6'p 1% [19 11 1% |e1 8 13 [26 6 13 |16'% 13 |cp8 1% |:*"3+-asop ep “Huy LS 60/06'9 60%8|€6'Ol 60Z|L9'9T 60Z/61"T 60z|[€€ 8 60Z|PO' IT 60% |2L'0% BOTIEE*ET 608|**M IP N oJod “4 1y ¿06€ SO |£P "TP 80? [98*LP 808 |18'ES SOZ/OT'8E SOZB|F3 "OP SOBÍZ29'2P SOT |I6"12 SOZIOO*EP SO |*M Te N oJod Mm 1Y 00'0€ OC2/[9L'6P OST |18'ES OST|LE ES OCR [98 TC OSEÍEE TES OST/ZC"6S OCE|IS'ES OCZ|18'82 OCE|**H [e N oJod *M [V EE¡8T TIC? FE0E. 158 26:SC€ 1% 19:08 .TCz100:Z0 TOZION 1%. TOR 18;€€ IC 8bP:O€.1[Cé EE EE. 17 5H pe N ojod “H IV v.€£ C.C€ L.28 ToCE 0.27 8.6% C.8t 9.7€ 8.67 | * erparu sdadunoL d 8. 1 d6.€ 1 TES ALE LDZS 7 UESP 08 | ORILLA 6 8 Ll 9 € y € E T A — .e: A SA 0% OYAYIHA 8% OYAVAHA vpos ap vuqay ap vpob]0o apuvab vínbo », op M4 f q 10 sowamue p0% p uv] vínbo v] ap uormiasog a A QuiLino (villa) 4= + 4”17"52?* — 64*28'0" W. Gr. $ = — 30*12:5 H == 425" Las coordenadas son las que resultan del Plano General de la Provincia de Córdoba, 1883. Segun mis determinaciones barométricas en 1889 (1), la esquina Suroeste de la plaza, donde hice entonces mis obser- vaciones, se eleva 3322 sobre los rieles de la estacion Quili- no. Con la altura de ésta igual á 404 metros, resultaban así 437 metros para el punto mencionado de la villa. Entretan- lo aparece la altura de la estacion rebajada á 391796 (2), de donde sigue como altura de la villa 425 metros. El punto donde estaba mi carpa de observacion, es casi idéntico con el que me ha servido cuando hice allí mis prime- ras observaciones magnéticas, el 7 de Diciembre de 1889, á saber, en una quinta, unos 70 metros de distancia del Oeste de la plaza y á 240 metros al WNW de la iglesia parroquial, A pesar de haber demorado allí desde la tarde del 25-hasta la mañana del 30 de Junio, no solo no he visto el sol, sino que tampoco había suficiente luz para reconocer bien la imá- gen de los hilos del retículo en el espejito algo pálido de que está provista la aguja magnética (3). Las observaciones efectuadas son las siguientes : (1) Boletin de la Academia Nacional de Ciencias, tomo XVI, pág. 450. (2) Distancias kilométricas, 4* edicion, 1903. (3) O. Dorrinc, Resultados geográficos, etc., en este Boletin, to- mo XVII, pág. 265 — 132 — Oscilaciones del iman I. Junio 27, 2%45%5 —- 25775, Temperatura media = 21*2. Amplitud de 26” á 1”. Angulo de torsion = 0”140. — 9%45"34*'4 — 2'51"35*2 (134 osc.) T — 21692 m5. + 48.8 » 925 SE O. 628 4.0 » 866 e qe 18.4 » 925 se > 34.0 » 896 dE uo =p 48.0 » 896 HA A 881 2.6 » 896 a O e 17.2 » 866 E ni 33.2 » 866 $ 468 + 47.2 » 896 O ds E » 836 pi 16.870 16.0 » 806 só Més a 32.0 » 836 + 46.0 + 46.0 > en +. 0 16... + 55 18 » 866 e Es 15.2 » 806 de E 31.2 » 836 ma SC 45.2 » 866 isbn dd de 606. 149 » 866 hs o 14.4 » 836 ba e. 30.8 » 866 a ar 4 44.4 » 896 A » 716 E we 18. » 836 OOO is dr T = 216865 Para reducir á arco o pequeño. ... — a LAR a o OE A Tr, = 2:68% (IL). Junio 27, 3*22" — 3r34w Temperatura media : 19*0. Amplitud de 26” á 1”. — 3"22"15:2 — 3*28"16*2 (134 osc.) T = 26940 me 31.6 = 31.6 866 + 4.8 45.6 á 92% + 13016 $. YU 174 » 836 — 133 — — 3"23"15"2 — 3"29”"14/8 (134 osc.) T = 2'6836 — 31,2... 31.2 » 866 e 44,4 + 44.4 » 866 +. 24. 0.8 «30. 5,2 .(136.096.) 794 — 144 — 19.2 » 824 qe 30.8 — 35.2 » 794 + 43.6 + 49.2 » 882 +,.._20 48 «+ 31 4,8. [134 00.) 866 — 18.8 — 18.4 » 836 0 34.8 — 33.8 » 791 + 48.4 + 48.0 » 836 Hou 00d de des :32.:9,2 » 716 ee A 17.6 » 836 Pe 33.6. — 33.2 > 836 + 47.2 — 46.8 > 836 a in LA SO o » 716 aj 16.8 .— 16.4 » 836 23 3.8 32.0 » 806 . 46.4 + 45.6 » 806 28 2.4 34 1.6 » 806 A A . T= 26836 Para reducir a arco oo pequeño.... — 4 Junio 27. 3"5 p. m...... PEA T, = 36791 (41) Desviación de la aguja Junio 27 Junio 27 O a o E 26 p. 37 p. Temperatura media........ 224 183 ADE; polo NalLE 4.00 361*28:57 361*29:28 AlW, polo Nal E cas 360 52.38 360 51.43 Al W,. polo N.al W....... 318 47.62 318 42.62 A! E, polo N al W........ 319 16.43 319 9.05 Angulo de desviacion p.... 21 4,2 21 7.2 Corr. ángulos desiguales... — 0. — 0.15 P CO 21.-:4,01 21 7:11 log M empleado .......... 2.590 683 2.590 683 Intensidad horizontal H... 0.26 087 0.26 076 Se ha observado la aguja grande. Iman á 200 milímetros de distancia al E y al W. — 134 — SAN FRANCISCO DE SOBREMONTE 14= + 4*15"46*73 = 63%56'40%5 W. Gr. p=S. 29"46'49"7. H=892 Esas coordenadas son las que he determinado en este via- je: la longitud por transmision telegráfica de la hora del Ob- servatorio Nacional de Córdoba, la latitud por 4 series (49 observaciones) de alturas circunmeridianas del sol. Asimis- mo, la altura de 692 metros resulta de 29 observaciones del barómetro que hice en esta ocasion ER Mi punto de observacion ha sido á 80" al WSW de la igle- sia en un terreno perteneciente á doña Brígida, dueña cono- cida de la única fonda ó casa de huéspedes de la localidad. No hay 100 metros de distancia entre este punto y aquél, st- tuado más al Sur, donde hice mis observaciones magnéticas los dias 26 á 30 de Enero de 1890. Puesto que tenía otra tarea á mi cargo, he podido hacer observaciones magnéticas solo en los intervalos de mi 0cu- | pacion : no son muy numerosas. Azimut de la mira Había elegido como mira un poste del telégrafo que esta- ba próximamente á 200 m. de distancia al Oeste. Para tener la correccion de mi cronómetro Brócking 1024 hice en es05 dias las observaciones de alturas de sol consignadas en el trabajo citado (1) bajo los números 1á 108. El azimut de la mira se ha determinado tres veces con el resultado siguiente (no repito los detalles aquí) : (1) Los detalles se han publicado en mi trabajo: Resultados Geo E gráficos de un viaje al Norte de la Sierra de Córdoba. Este Bolelm, tomo XVII, pag. 263 y siguientes. : — 135 — Observaciones 1 á 4, julio 5 p. m. Azimut = 279*28:74 Observaciones 9 á 11, julio Y p. m. Azimut = 279 29.30 Promedio (observ. postmeridianas). Azimut = 279*29/02 Observaciones 5 á 8, julio 7 a. m. Azimut = 279 29.08 Azhiud. STOPLAdO. ¿coa eenioo 2719*29:05 Declinacion de la aguja Se ha observado la aguja doble del teodolito magnético G. Bamberg 2597, de modo que no hay correccion por torsion el hilo. Julio 7 Julio 8 ——— —_ A A, A A A 93 a. 46 p. Y 4, 4%7 p. A EAS 543:81 5%43/81 543:93 5*43:57 Norte magnético......... 96 37.46 96 38.25 96 37.54 96 38.33 Declinacion magnética... 1022.7 1023.5 1022.7 10 23.8 Desviacion de la aguja Para estas observaciones ha servido la aguja corta (de in- tensidad) colgada de una hebra de seda, desviada bajo la ac- cion del iman colocado á 200”" al E y al W de la aguja. Julio 7 ; A BONA. nivrorro rara ¿TR 4*1 p Temperatura media........ 226 235 ALE, polo Ñ al E... 118*40:24 118*46:66 AL'W, PON MIR... 3.10 9.28 Al W, polo N al W....... 73 39.28 73 49.05 Al E, polo N al W....... 74 12.86 74 20.95 Angulo de desviación p.... 22 12.80 22 11.48 Corr. ángulos desiguales... — 0.17 — 0.16 Y DOCTODO or ió 22 12.63 22 11.32 log M empleado .......... 2.589 HO, 2.589 240 Intensidad horizontal H.... 0.26 155 0.26 169 — 136 — Ojo DE AGUA (prov. Santiago del Estero) 1= + 4” 14747774 — 6341 '56" p = S.29*"29'3515 H = 5347 Las coordenadas geográficas y la altura son mías, deter- minadas en esta misma exploracion (véanse los detalles en mi trabajo citado ya, en este Boletin, tomo XVII, pág. 263 y siguientes). Hice mis observaciones magnéticas en terrenos de la co- -=misaríá de policía situada en el costado Este de la plaza yá 80 m. al Sudeste de la puerta principal de la iglesia. Azimut de la mira Mediante las alturas del sol apuntadas con los números 109 á 156 en el trabajo citado conseguí la correccion de mi cronómetro durante los dias 10, 11 y 12 de Julio y con los números 12 á 25 de las observaciones azimutales se deter- minó el azimut de mis visuales á la mira: la cruz de la torre oriental de la iglesia. El resultado es como sigue : Ja O 1 A 311*59:16 (4 obs.) Ja dan 59.23 (4 obs.) Julio 1207 m. Amat 58.47 (2 obs.) Promedio. Azimut.......... 3115895 Julio 11, a. m. Azimut...... o. 59.99 Azimut adoptado ........ pes 311*59:47 — 137 Declinacion de la aguja Fecha Hora Mira mia bno E A Ñ 10%a. | 346*24'40 | 4433/45 |10-8:5| 1 labo TO. y o 1*p 24 34 34.40 9.5| 2 3*p 24,28 32.74 191.3 Ñ 84 26.78 33.75 6.4] 4 GO As 1 26.78 34.93 7.61 5 ( 3*p. 26.78 33.63 6.31 6 ¿BA 27.74 36.22 y: 4 E] O 110% 26.30 35.54 8.71 8 A / 1: 25.83 34.40| 8.0| 9 3*p. 25.36 32.55 6.6/16 L Julio 11, 9*27= -— gr39" a Temperatura media : Angulo de torsion = 0*1 E AS e ++! qe De 8 2 + 9*33”:0%8 4 2r": Amplitud de 25” á 1”. 140. (132 osc.) a (136 osc.; >» (134 osc..) Intensidad horizontal. — Oscilaciones del iman T = 216909 — 138 — — 9"31"16'4 — 9*37"16"4 (134 osc.) T = 2*6866 — 32.4 — 31.8 » 821 + + 45.4 ; 821 E . 851 — 15.4 — 15.2 » 851 — 31.6 — 31.6 » 866 e 45.2 + 44,4 » 806 CI dd EAS ea na as T = 216852 Para reducir á arco co pequeño.... — Ml oe acre PA AA T, = 2:6812 (H). Julio 11, 12*57" — 1*9” p. Temperatura media : 268, tics de 25” a 1”. + 12257" 48 + 1" 3" 12 (132 0sc.) T = 2*6999 = 14.5 » Es 18.8 900. + — o e O 30.8 , 939 + 488 + 44.4 » 939 + 68.44 + 45.4 (134 osc. 940. - A ii 19.2 » 92 - HO... 35.2 » 8% e. 8.3. + 49.2 » 89 E A » 8% - 180. 18.6 » 910 34.0 — 34.4 >» 896 + 116 + 7.6 ; 866 A » 88l EY 11.0. 3. 17.6 > 910 - Se 33.2 » 836. a as + 47.0 a 851 e » 866 — Má 16.6 > 88l E 46.0 + 46.0 ; 866 de 2 20 «+ A » 866 Sp 15.6 — 15.8 , 88l ms 31.2 — 31.2 » 866 + 45.2 + 45.2 » 866 PO O as T = 21689 Para reducir á arco 00 pequeño.... 0% A AA AA T, = 21685 | — 139 — 9IE 930 vLO 9370 16€ 9%'0 L9p 930 ep yo |'* H [eyuozioy pepisuaju] OPT 6803 |**********opeajduia y So] o $ 6830 1% 98 8£ 1% PL'€S 16 6865 Tz a UA gto - 600 — 610 — 00 ro '*soJenS1sop so¡n3up “4107 680 Zé 89 36 1% 206€ 12 €6'ES 12 00'0 zz ***ó UOTOPIASIP Ap O/NBUY (6 TS C8 "LI Té 3 069 € 83 6S "+ 7** MA TE ON OJod “3 [y 2063 TZ 30 6P 1% PILLE de 83 61 3% 1881 Zé "***** A TEN OJod “A 1V 8361 €9 836€ 018 eo 61 9L "VE “33 Je N OJod “mM 1v vo:0 .99 18:8£.09 9L;60.99 98; TV .99 €£: £P.99 "2: GE N OJod “Y 1y LoLá €.61 C.v% 7.9% €.0% *** ++ erpour eampeladua], dd. 77) L.8 d Zap d 1 7) 1.6 E Q 14 € rd 1 — nan A A * grorar 11 Orar DNnbo Dd] 9p M 1D Ñ q 7D soWompua 003 p uDma * 3.409 vinby pínfo v] ap uormmasag — 140 — Huascan (prov. Santiago del Estero) 1= + 4*15"32*18 =63"53'1" W. Gr. =8S. 2915'43"4 H=34m, Huascan (los mapas escriben Guascan) es una estancia si- tuada pintorescamente en una loma, cuyas coordenadas ge0- gráficas y altura determiné en esta exploracion. He pasado allí el dia 14 de julio y parte de la mañana del 15, con muy poco tiempo disponible para hacer observacio- ; hes magnéticas. Estas son, de consiguiente, no muy numero- as: 3 observaciones de la declinacion magnética. . Me había estacionado á pocos pasos al Este de la casa habi- tacion. Para la correccion de mi cronómetro había tomado alturas del sol, números 157 á 177 de mi trabajo citado. Como mira me ha servido un árbol sulitario (quebracho e blanco) que está como un centinela casi en el alto de la sierra : de Ambargasta, á 6535 metros de distancia. El azimut de es- ta visual se determinó en la tarde del 14 de Julio, resultán- dome de 2 observaciones igual á 272*44'63 y de otras dos subsiguientesigual 4272 44'65. Azimutadoptado 272* 44.64. Para determinar la declinacion magnética, he observado la aguja doble del teodolito magnético. Declinación de la aguja Julio 14 Julio 15 | o ba Pos METEO Ma 304*24:76 298r18:45 298180 Norte magnético ......... 41 59.64 35 51.48 35 3 Declinación magnética... 1019.5 10 17.7 10 17. Córdoba, Abril de 1905. OBSERVACIONES MAGNÉTICAS EFECTUADAS EN 1897 FUERA DE CÓRDOBA Por OSCAR DOERING El año 1897 es uno de los que no me han permitido ade- lantar mucho la exploracion magnética de la provincia de Córdoba. Habiendo sido encargado, por el gobierno de la provincia, de los trabajos astronómico-geodésicos en la demarcacion de límites con La Rioja, estuve en campaña desde mediados de noviembre hasta fines de diciembre de 1896. El cómputo del material abundante reunido en esta oca- "sion, me tenía ocupado durante Enero y Febrero de 1897, meses que generalmente dedicaba á mis exploraciones mag- néticas. Sin embargo, no he descuidado del todo la tarea que me había impuesto desde el año 1884. Cuando en Junio de 1897 tuve que reanudar y concluir mis trabajos en el terreno, esta vez en compañía de los dos peritos-agrimensores de ambas provincias, demoré algunos días mas en El Cadillo, punto terminal, y en Villa Dolores, punto de partida de mis trabajos oficiales, con el único objeto de efectuar algunas observaciones de la declinacion magnética. Estas pocas observaciones efectuadas todas con mi teodolito magnético Bamberg número 2597, formarán el contenido del presente trabajito. — 142 — EL CabiLto (provincia de Córdoba) 1=-+4"237:57—65*46'53:5 W Gr. p=S31'59'59:2. HA Las coordenadas son las que he determinado, en la demar- cacion de límites, para la columna de fierro, límite de las tres provincias Córdoba, La Rioja y San Luis. Desprecio aquí la pequeña correccion que había de aplicárseles por haber efet- tuado las observaciones magnéticas en un punto situado unos 20 metros al Noroeste de esa columna. La longitud resulta, geodésicamente, del largo de una nor- mal al meridiano de Villa Dolores, trazada hasta su encuentro con la prolongacion, al Sur, de la meridiana de la columna divisoria en El Cadillo. A la vez se ha determinado astronó- micamente por el transporte de la hora mediante dos cronóme- tros de marina. El promedio de los dos procedimientos, cuyos resultados se diferenciaban en una cantidad mínima, es el que se consigna arriba. He determinado la latitud por alturas del sol con el instru- mento de mayor precision de que disponía y que era MI círculo de reflexion de Bonsack-Berlin que admite una apro” ximacion de 5” en altura. Las observaciones se han hecho á mano, sin trípode, como las he efectuado siempre, con el siguiente resultado : £ a)? =8 31*52'58:24 (peso 1) 5 series, 54 observaciones b) 58.70 » ; y MR Ta c) 58.53[| » 1) 8 » 307 Prom.. ¿ =$ 31*52'5845 16 series, 139 observaciones Correccion...... + 0.74 para reducir á latitud del mojon. Las observaciones de a) son de alturas circunmeridianas, las de b), de extrameridianas, pero cerca del meridiano, las de C), observadas lejos del meridiano, varias horas antes 0 — 143 — despues de la culminacion y calculadas según el método de Gauss (*). La altura H de 350 metros es el resultado de 55 observa- ciones de aneroides controlados por un barómetro á mercurio y bien distribuidas sobre las distintas horas del día, efectua- das en Diciembre de 1896 y Junio de 1897. Determinacion de la hora Para la correccion de los cronómetros, el mío, Brócking número 1024, y otro, de Roskell, propiedad del Departa- mento Provincial de Obras Públicas, hice en El Cadillo, en Diciembre de 1896 y Junio de 1897, 158 observaciones del sol. Aquí reproduzco sólo aquellas que me han servido du- rante los dos días que dediqué á las observaciones magnéticas despues de concluidas, en el terreno, mis tareas oficiales en la demarcacion. Helas aquí, tomadas con mi círculo de re- flexion y libres de toda correccion. Fecha Reloj Glashíttte Limbo Altura corregida 1. Junio 17 10"21"18'6 (O 28%59' 1:3 2. 2330.2 GO 2444 1.7 3. 2624 O 229 0.7 4. 28440 O 3013 59.7 5. 31524 O YM59 7.6 6. 141182 O 29:59 267 7, . 442.6 U 301 23.8 8. 46416 O Y 19.8 9. 49356 U 2 44 2.8 10. 51 50.2 O 28 59 22.9 11. Junio 18 12460 O 12. 33 40.0 31 9 0.3 (1) Véase Briinnow, Tratado de astronomía, traducido por MoEsTa, página 289. Este método, poco conocido, me ha dado muy buenos resultados. — 144 — Fecha Reloj Glashitte Limbo Altura corregida Ol os , 230 Si muma E 222 So sm A fin de tener la hora indícada por el cronómetro Brócking, hay que aplicar á la hora del reloj de observacion Glashútte, las siguientes correcciones : A las observaciones número 1-5........ — 45:50 » » lOs — 4 4.60 » E O E: AN — 4 8.95 Resultados : Junio 17, 12* m. AT Brócking = — 1”47*83 » 18,16p. — 1 49.38 Determinacion del azimut de la mira Por falta de un punto notable, apropiado para servir de mira, hice una incision vertical en la corteza de un algarrobo no muy distante de la carpa en que estaba observando el teodolito magnético. - Para determinar su azimut, efectué las siguientes Obsel- vaciones : 1. Junio 17, p. m. — Mira : 160*42:38 (E). Glash. 4”20"”26'8 ( 22*16:67 22 12.2..10) 30.97 24 16.8 |0 13.81 Cron.- Glash. = — 4%3*55 AT Cron. = — 1”48!*11 — 145 — 2. Junio 18, p. m. — Mira : 160*45/88. Glash. 3"39” 2% ( 28*55'71 41.4 (0 22,14 50 38.0 A 53 54.4 o! o Cron.-Glash. = — 4”8*8 AT Cron. = — 1”49*60 Estas observaciones dan el siguiente resultado : Junio 17, pos m. AS = 82*11:00 de y 0 Promedio 82*11:55, No me contenté con estas observaciones del acierto me parecía dudoso. Pues no pude conse- N. guir observaciones en la mañana, pre- sentándose la atmósfera preparada para una nevada, y además el torni- das llo de presion del limbo de mi ins- ¿e tramento funcionaba mal. Así me re- solví á buscar una determinacion geométrica del azimut, que no era di- fícil, puesto que la meridiana estaba trazada en el terreno. El croquis que intercalo aquí, dará a una idea de esta determinacion. Colo- ¡Columna qué á la distancia de 5119 al Norte de la columna y en la misma meri- | diana, una ficha é hice las siguientes E observaciones con el teodolito magnético : Carpa ¡A Estacion : iia visual á columna...... 237*59:76 » » Wii cios 160 45.35 » » o A EA 93 7.26 » e » a PR 295 11.43 » >» » columna...... 331 20.95 » » » CUA o A 345 55.71 Te X vit 10 — 146 — Por simple adicion y resta de los ángulos observados resulta el ángulo Ficha O Mira, ó sea el azimut de la mira = 82” 12'85. Promediando este valor con el que me dieron las observa- ciones astronómicas resulta el azimut que he adoptado: 87”12:20, Declinacion de la aguja Las observaciones de la declinacion se han efectuado, unas (los números 1 á 3), con la aguja número 1 colgada de una hebra de seda, y otras, con la aguja doble (normal) que oscilaba sobre una punta. La correccion de las primeras observaciones por torsion del hilo, etc., se ha determinado por comparacion con la aguja normal en una serie de obser- vaciones efectuada con este objeto. Correc. por torsion Fecha Hora Mira » magnético 11*a. | 160-39:52 | 90*23:81 | —11:93 | 11*44%6 1p 39.76 29.28 3 49.8 Junio 41... 2 p 39.90 29.64 » 50.0 3*p 41.78 19.05 19.5 3» 40.00 16.79 19.0 8% 43.10 18.60 41.1 Junio 1...) 9%4a 45.94 19. Y) 46.1 | 2" p 45.71 23.25 49.5 ViLLA DOLORES (provincia de Córdoba) 1=-+ 4*20"48:8=65"12'12* WGr. ¿=831%56'198 H=53% Estas coordenadas geográficas corresponden al centro de 3 y - 2 NS € O = . . . . $ ys. 1 l wapas | número | — 147 — la plaza, ocupado por un pozo; entre ellas y las del. punto donde hice mis observaciones magnéticas, hay una diferen- cia, aquí despreciable, de solo 3” á 4” en longitud y latitud. La longitud proviene de la determinacion telegráfica que hice el 23 y 24 de Noviembre de 1896, recibiendo cada día tres señales telegráficas del Observatorio Nacional de Cór- doba : los resultados de uno-y otro dia se distinguen en 0%04. La latitud es tambien mía, determinada por alturas del sol con mi círculo de reflexion como sigue : a) p=S 31"56'22"74 (peso 1) ña pto en 7 series b 11 y 24.91 (peso Y) 7 e) 25.96 (peso 1) o » 11.3 Prom. p =5S 31562434 (punto de observacion) Correecion — 4.52 ¿reduccion al centro de la plaza; p¿=58S31*56'19'8 (centro de la plaza) (*!. Los tres grupos de observaciones, a) b) y Cc), tienen el mismo significado que acabo de explicar al dar la latitud de El Cadillo, Determiné la altura de Villa Dolores por observaciones barométricas En Noviembre y poco 1896 en 53773 (43 observaciones) En Junio de 1897 en............. 533.7 (48 ohservaciones) Prodi HS... id 535%5 (91 observaciones) Una quinta espaciosa que forma parte de la manzana que queda inmediatamente al sur de la plaza, me ha servido para efectuar las observaciones magnéticas. (*) Supongo que convienen más á los ingenieros las coordenadas geográficas de la torre occidental de Villa de San Pedro que he deter- minado en esta ocasion 1= + 4*20%55*64 = 65*13'54'5 W Greenw. ¿=5831"55'45'8 H = 537" (plaza). — 148 — Determinacion de la hora Si bien he tomado en Dolores 393 alturas del sol, repro- duciré aquí sólo aquellas que sirven para la correccion del cronómetro durante los días de mi observacion magnética. E Junio 23 10*18"26:'4 (5 29*14'12'0 2. 21140 O 2859 13.6 3. Y31.2 O 2944 13.9 4. 6%6 O 22913.0 5. 28496 3014 15.9 6. 31506 (O) 2059 9.9 7. 342.8 GQ 30 44 15.3 8. 37344 O 302916.8 a 9. 13351.2 O 32092915.4 : 10, 31 98 U 30 44 11.3 11 39424 O 20659 8.6 12 49 44.4 ( 3014 9.5 13 45 94 O 22 6.7 | 14 48 24 U 2944 12.6 15. 50 21.6 O 2859 4.8 16 53.96 O 29M 5.8 17. Junio 24 102 44.9 (GQ) 24727.3 18. 25316 O 30 259.5 19. 2879 0. 30.16 59.1 20. 4.11. 0:90 23,8 21. 36 10.4 (6 3058 36.7 22. 41,4 "5 31 6520 23. LIA SI 9% 24, 8-69 "5: 90056 13 25. 32 15.8 (O 3034 55.6 26. 459.2 (O) 302 20.2 27. 35 50.6 (GQ 3015 50.7 28. 3840.3 OQ 30 018.4 | 29. 39 43.0. (O) 2954 38.1 : 30. 248.8 0. 231 5.7 | Las cantidades á restar de las indicaciones del reloj de — 149 — observacion Glashútte para tener la hora del cronómetro Brócking son las que siguen : Para las observaciones número 1-8 correccion — 4”11*64 9-1 4 9 » » .63 » » » 17-99 » — 4 10.45 » > » 23-30 » — 4 8.98 Resultados : Junio 23, 12* m. aT Cronómetro = + 0”25*99 Junio 24, 12* m. » + 0 28.38 Determinacion del azimult de la mira Elejí como mira una pequeña cruz dibujada con lápiz en la pared blanca de la casa que estaba á 30 metros al Oeste. Su azimut se ha determinado cuatro veces con las observaciones que siguen. 1. Junio 23, a. m. — Mira : 262*36:73 (W). Glash. 7*41"40.4 (O 24*2928 46 37.2 (O) 213.58 Cron.—Glash. = — 4”12*8 AT Cron. = + 0259 2. Junio 23, p. m. — Mira : 262*38:21. Glash. 3” 5”39:'8 (] 282"53:81 1 Md 30.00 7.8 » 9d 47.86 10 56.4 (0 29.05 Cron.—-Glash. = — 4”8*9 AT Cron. = + 02515 3. Junio 24, a. m. — Mira : 262*38:63. Glash. 7*31"41*6 (| 25*26:66 3424 0 42.38 Si 1 23.33 37 42.8 (y AM36.19 Cron.-Glash. = -- 4”11:2 AT Cron. = + 0”23!1 — 150 — Febrero 24, p. m. — Mira : 262*39:28. Glash. 2*54"32:2 (y 285” 3:81 (0) 14.52 Cron.-Glash. = — 4”8*3 AT Cron. = -+ 0”22%0 Resultados : II O A AO o 295*51:95 23, p. E AED 50.72 00, E. Th. PE A A EE 51.9 e De 51.63 Promedio, azimut de la mira. 29575156 (WNW). Declinacion de la aguja Estas observaciones se han efectuado con la aguja doble que oscilaba sobre un pivot. En cada posicion se ha obset- vado tres veces, de modo que cada observacion es el resul- tado de seis parciales. Fecha Hora Mira magnético Declinacion E 6) $) o ' Dl eS ea 38 Junto 9%a. | 262*37:92 | 338-22:66 | 11*36:3 , de 37.81 26.71 40.5 8%. 39.58 26.07 38.0 |3 Junio Y... a 39.58 26.43 38.41% l ”n E 2" p. 39.28 24.09 36.4 | 6 | al — 151 — EL EMPALME 1=-+ 4*23"7*55 =62*46'533 p=5831*56:22"9 H =373" En la demarcacion de límites con La Rioja denominamos « El Empalme » al punto en que la normal al meridiano de Dolores, de 54.563"2 de largo, encontró á la prolongacion de la meridiana de El Cadillo al Sur que tenía una longitud de 6275". Alí hice una determinacion de la declinacion de que daré cuenta aquí, á pesar de haberse efectuado en Diciembre de 1896 Para la correccion del cronómetro Roskell que había lle- vado allá, se hicieron las siguientes observaciones del sol : > Diciembre 20 ln E | 65*59'49:0 5 2504 9) 400 E . e Es 67 29 46.0 E 1 A ed A 67 29 56.0 > 4 pp a RN! A 25 Ouen Para reducir á indicacion del cronómetro Roskell hay que restar de la hora de Glashútte en la mañana : ("1 772 y en la tarde 171772. Resultado : Diciembre 20, 12%m. AT Roskell =— 6"! 3:55. Me sirvió de mira un jalon colocado en la línea al Este, cuyo azimut se ha determinado como sigue (procediendo á la vez á la determinación de la colimacion del anteojo del teo- dolito magnético). — 152 — Mira : Anteojo posicion 1 219*29'25, anteojo posicion II 2192750, Glash. 3”21”"42*0 (y 37*26:00 A 34.4 (0 53.25 26 51.2 | 37.00 28 45.6 (] 3637.00 313.0 QA 13.75 331,4. 6 45.00 36 28.6 10 25.50 38 10.8 (| 35 28.25 Roskell-Glash. = — 1*17*70 AT Roskell = Anteojo I » I , I » I > II » II » I » I — 613% Resultado : Azimut de la mira 90%2:50 (E). Declinacion de la aguja Se determinó por seis observaciones de la aguja doble colo- cada sobre el pivot del teodolito magnético y observada en sus dos posiciones, marca arriba y marca abajo. He ahí el resultado : 1896, Diciembre 20, 2*9 p. Norte magnético, marca arriba Norte magnético, marca abajo Norte magnético, promedio Azimut magnético de la mira Azimut astronómico de la mira Deciinacion de la aguja Córdoba, Julio de 1905, CASERAS OA ...oo....o.o ona... ......ooa.s o ... oo... ...o Loro. P.....s. ESGUAASAO AD ..o o... o. ..*a .e....+.». +... .. 0. 219*28"38 141 14.82 EE LAO. da PoR EL PROFESOR DOCTOR LUIS HARPERATH PARTE PRIMERA PETRÓLEO ARGENTINO La importancia creciente que, de día en día, la República Argentina ha adquirido entre las naciones sudamericanas y por la cual se ha levantado al rango de un factor potente en el mercado universal, tanto por los productos de su ganadería como por los de la agricultura, exige una investigacion cien- tífica continua y seria, para encontrar y fomentar las indus- trias, cuyas bases existen efectivamente, ya sea en su suelo ó en su clima, Entre las últimas, que pueden y deben des- arrollarse por sí mismas y con el tiempo, figuran en primera línea las industrias agrícolas, cuyas materias primas son ofrecidas por ensayos sistemáticos, como sucede, por ejem- plo, en nuestros días con el cultivo del algodon. En otras in- dustrias, debidas al clima especial de algunas partes de la República, se observa lo mismo. La iniciativa comercial prin- cipia á tantear la elaboracion de productos que tienen un valor efectivo en el intercambio universal; los capitales y sociedades crecen y se fomentan con los resultados halagúe- ños y la ayuda del gobierno no es necesaria. Lo obser- vamos, entre otras, en la explotacion del quebracho y la fabricacion del extracto de quebracho en el Chaco. Puede su- Te XVI 11 384 — ceder— y la industria azucarera nos ofrece el caso típico—que circunstancias especiales induzcan á los comerciantes á inver- tir grandes capitales enindustrias, que con un cambio de estas circunstancias se pierden infaliblemente, porque el producto mismo exige para su elaboracion gastos excesivos, que lo transforman en una mercadería inferior é imposible en el intercambio universal. Los factores especiales para tales in- dustrias erróneas son: ó el malestar general del país y en consecuencia la inseguridad de la venta y el alto precio del oro, ó la falta de poblacion y de medios de comunicacion, que con los progresos de la Nacion desaparecerán en el des- arrollo natural de la colonizacion y del cultivo de la tierra. Debiendo prever el capital el carácter transitorio de estos factores, el gobierno tampoco tiene aquí obligacion de inter- venir ; si lo hace por medio de derechos prohibitivos, lo hace sólo para facilitar la liquidacion; pues, una nacion como la. a nuestra, que por todas sus condiciones depende en su bien- estar del mercado internacional, no puede de manera alguna dificultar por estos derechos prohibitivos la produccion de los verdaderos artículos de un posible intercambio univer- sal, aumentando los gastos de su produccion por precios excesivos de las materias alimenticias y de uso diario, €N fa- vor de industrias erróneas. Muy distinto del de todas estas industrias es, por lo gent ral, el orígen de aquellas otras, que deben basarse en riquezas especiales del suelo 6 subsuelo. Aquí la iniciativa particular es muy difícil y á veces imposible, hasta el momento en el cual esta riqueza se puede considerar como verdadera Y posi- tiva. Sólo el gobierno tiene la posibilidad de efectuar un demostracion y lo hace, y debe hacerlo, por una investiga” cion sistemática del país entero, especialmente por medio de perforaciones para reconocer todo lo que en la superficieno se E nos manifiesta tan netamente, y para que, por averiguaciones de poco costo, el comercio pueda resolver el fomento de 2 respectivas industrias. Sin embargo, existen á veces pan — 155 — tantes indicios, para los expertos en la materia, para supo- ner firmemente la existencia de riquezas subterráneas en de- terminados lugares, y en este caso, entra en la investigacion sistemática, la preferencia de estos puntos para resolver cuestiones del más grande interés para el país. El caso típico de la última clase lo constituye entre nos- otros el petróleo argentino. Por esta razon me parece muy oportuno, publicar mis tra- bajos profesionales sobre el mismo y estudiar á la luz de los más distintos fenómenos relacionados con él, si debe y dónde hacerse una perforacion en debida forma para acabar con el continuo vaiven de la ya famosa « cuestion petrolera », ó abrir con probabilidad de éxito nuevas riquezas para el país. La existencia de manantiales de petróleo al naciente de la Cordillera de los Andes, en las sierras de Salta y Jujuy y tambien en Bolivia ha sido conocida desde mucho tiempo atrás. La posicion geográfica de todos los puntos en Sud- América, en los cuales se ha encontrado petróleo, es bien de- terminada por una línea recta, que, principiando más ó menos en el grado 40 S. y 62 O, termina en el grado 12 N. y 73 0. Esta línea representa la posicion verdadera de la mayoría de los lugares hasta ahora reconocidos y al mismo tiempo el límite hácia el Este, siendo el límite al Oeste la falda orien- tal de la Cordillera. Sobre la cantidad del petróleo ó sim- plemente sobre la posibilidad de una explotacion comercial, faltan aún, en todas partes; datos definitivos ; sólo la calidad está químicamente determinada por la analogía completa en todas sus propiedades con el petróleo de Pensilvania (E. U.). El petróleo y el producto de su oxidacion, el asfalto, siempre han sido usados por la poblacion en todos los parajes indicados como combustible y materia de alumbrado ; por lo general se hicieron pequeñas excavaciones para recolectarlo de las partes superficiales. La gran abundancia de tales de- pósitos naturales, sobre todo en la provincia montañosa de Jujuy, en el Norte de la Argentina, llamó la atencion de ca- — 156 — pitalistas y comerciantes, quienes pensaban en un beneficio sistemático é industrial de un tan precioso producto natu- tural. Con estos fines se presentaron, en el año 1881,al gobierno nacional, pidiendo el envio de un geólogo á aquellas | regiones para la investigacion científica indispensable. Acce- , | diendo inmediatamente á esta solicitud, el gobierno encargó al catedrático de Geologia de la Universidad de Córdoba, profesor doctor Luis BrackeBUSCH de este trabajo, quien desempeñó su mision durante los meses de Agosto hasta Di- ciembre 1881. Con fecha 14 de Mayo 1882 elevó su informe correspondiente al Ministerio del Interior. Dicho informe (), intitulado: Estudios sobrela formacion petrolífera de Ju- juy, con el apéndice: Viaje á la provincia de Jujuy, W mapa geológico de la misma provincia y un cróquis dela «Lar guna de la Brea», es una obra completa del infatigable explo: rador argentino, de un valor indiscutible, que posteriormente ha sido confirmada en todas sus partes por otros expertos en la materia. Públicamente se ha reconocido, tanto oficialmente c0- mo por la ciencia, que todos los trabajos geológicos de BRACKE: BUSCH se distinguen por su admirable exactitud y prolijidad, á pesar de que se efectuaban en una terra bastante ignota en aquel tiempo, y nadie negará la absoluta seriedad tanto de las investigaciones citadas, como tambien del valor de las apreció ciones científicas del autor. Es menester mencionar esto; pues veremos que la teoría del orígen del petróleo en aque llas regiones, emitida por BrackesBuscH en esta cn (pág. 194 y 195) no admite el título, que él mismo ha dado 1 su trabajo : Formación petrolífera ; « una serie de fenóme- nos sumamente particulares, que ya no se pueden acomodar. á las teorías desarrolladas» (del orígen terrestre) le « hacen ahora creer, que muchos aceites minerales no se han for: mado de cuerpos terrestres, sino tienen un orígen cósmico « cayeron á nuestro globo en forma de lluvia ». Tanto más (*) Boletin, tomo V, pág. 137-252, valor para nuestro trabajo tiene esta opinion autorizada del veólogo perito y serio, cuanto que mis propias investiga- ciones químicas, me han conducido al mismo resultado, como veremos más adelante. De Jujuy, capital de la provincia del mismo nombre, Brac- KEBUSCH se dirigió al Este, al cerro Garrapatal, 65%0 y 240 5'S., punto donde existe uno de los más famosos manantiales de petróleo, que brota al pié del cerro «en forma de un alquitrán negro, endureciéndose con el tiempo al aire, for- mando un asfalto lustroso ». Las formaciones geológicas son areniscas coloradas, cuyo espesor se aumenta considera- blemente en direccion á la sierra de Tilcara, oolita, dolomita, caliza, margas azules, grises y una especie de conglomerado muy flojo. Al norte del Garrapatal, en el Achiral, 65% O. y 24? $., se hallan otros manantiales bajo las mismas condicio- nes. BrAackEBUSCH creyó que toda la falda oriental de la sierra de Jujuy (Silur) se compusiese de la citada formacion y encerrase petróleo. Efectivamente, siguió encontrando ma- nantiales de petróleo idénticos hasta el límite con la provin- cia de Salta, sobre todo al pié del cerro de Calilegua, 647 50 0. y 239 30' S.; 4500 m. De aquí volvió á San Lorenzo y se dirigió á la Laguna de la Brea, 64? 20'0. y 23? 50' $S., donde la cantidad del petróleo que brotaba era aún más Co- piosa que en el Garrapatal. Antes de llegar á dicho punto cruzó el rio de San Francisco ó Lavayen, que desemboca en el rio Bermejo, que segun las averiguaciones y observaciones de BrackeBuscH, es navegable en la mayor parte del año. Tendríamos, entónces, una comunicacion fácil y baratísi- ma por la via fluvial entre la region de petróleo citada y el rio Paraná. La formacion geológica es idéntica con la ya des- cripta y propia de toda la sierra de Santa Bárbara, que se extiende al Sud de la Laguna de la Brea hasta 64% 25' O. y 24% 20' S. Aquí halló BrackeBuscH una cantidad de fósiles completos en medio de las capas bituminosas. Des- pues de estos reconocimientos en la falda oriental de la sierra — 158 — de Jujuy,' volvió á la capital y siguió luego viaje al Nor-- oeste para estudiar igualmente la falda occidental. En la Puna, sobre el camino de Azul Pampa á Tres Cruces (65% 450. y 23” S.) observó nuevamente la ya conocida forma- cion y petróleo, 3400 m. Otros yacimientos importantes, y siempre en la misma formacion, encontró BrRACKEBUSCH en | Yavi, 65 30' O. y 22% 10'8S., en la frontera con Bolivia, a 3300 m. A la vuelta exploró la region Sud y Sud Oeste de la Puna, continuacion de las capas análogas de Yavi á Tres - Cruces, formando aquí una cuenca entre la sierra occidental de Humahuaca y el cerro Aguilar, llegando á las Salinas Gran- des de la Puna, 66-66? 20' 0 y 237 30 '-237 55" S.; 3I00N En Cerrillos, provincia de Salta, 65% 35" O. y 24? 50”, ob- servó otra vez petróleo en las mismas condiciones. La formacion que BrackeBUscH denomina petrolífera, es la de dolomitas, calizas, oolitos, margas y conglomerados, que alternan entre sí y que descansan sobre las areniscas coloradas ó quedan separadas de ellas por un cuarcito muy duro con restos de plantas indeterminables. Los estudios de BrackEBuscH no han tenido el éxito desea- do, á pesar de que sus conclusiones eran sumamente favorá- bles y demostraban la probabilidad de encontrar depósitos subterráneos de petróleo hasta en el mismo territorio del : Gran Chaco. El gobierno nacional de entónces tenía que s0- lucionar problemas mucho mas serios é importantes para el : bienestar y porvenir del país y además los medios de coml- nicacion con el extremo Norte no existían, como en la actuá- lidad, Por otra parte, los gastos indispensables de los traba- Jos, tanto preliminares como los de perforacion, er. demasiado elevados, para animar á cualquiera sociedad par- ticular, á correr el riesgo de perder sus capitales, sobre | todo, cuando las grandes deficiencias de la legislacion minera de la provincia de Jujuy no favorecen de manera alguna la formacion de sindicatos, pues las concesiones son sumamen- te pequeñas y no se puede interrumpir temporariamente el — 159 — trabajo. Sin embargo, la investigacion de BRACKEBUSCH llamó la atencion general del país sobre el petróleo argentino y en otro lugar, bastante alejado de Jujuy, en Mendoza, se for— maba, en el año 1886, la «Compañía Mendocina de Petróleo», con un capital de pesos moneda nacional 80.000, para explo- tar minas de petróleo en el cerro de Cacheuta, aproximada- mente 60% 45” O. y 33” S.; 2000 m. Ya desde algunos años se había usado el asfalto de este lugar y hasta un año antes se había ejecutado una perforacion en busca de petróleo, pero en un punto no adecuado, y por esto con un resultado negativo. La «Compañía Mendocina de Petróleo» llamó al geólogo doctor RODOLFO ZuBER para el reconocimiento de la region petrolífera de Mendoza y para efectuar las perforaciones correspondientes. ZUBER inició su tarea en Julio de 1886 y da una descripcion detallada en Agosto 1889 : Estudio geológico del cerro de Cacheuta etc. (1), despues de haber publicado ya anteriormente algu- nos datos en el Ingeniero Civil de Buenos Aires (1888). La compañía efectuó de 1887 á 1890 unas veinte perfora- ciones de 80 á 290 metros. Las dos primeras (1887), al pié del cerro, llegaron á una profundidad de cerca de 200 metros á las capas petrolíferas, como ZUBER lo había calculado, pero resultó que no daban petróleo y sí solo agua, demostrando sin embargo partes de petróleo. ZuBer creyó que el agua ha- bía reemplazado al petróleo y se decidió perforar en otros puntos. Los nuevos ensayos, perforaciones 3, 4 y 5, tuvieron un éxito completo, pues, á los 77, 103 y 140 metros respec- tivamente se encontró petróleo y en abundancia, Tambien estas profundidades concordaban con los cálculos de ZUBER. El capital de la sociedad fué elevado de pesos 30.000 á pesos 1.000.000, de los cuales un 90 %/, se abonaron en efectivo. La perforacion número 7 daba á los 156 metros durante algun tiempo, en pozo surgente, unos 40 metros cú- (') Boletín, tomo X, pág. 448-472. — 160 — bicos, los otros sólo abrieron pozos semisurgentes. Como los informes de Zusex eran tan positivos y favorables, predi- ciendo un campo petrolífero análogo al de Galitzia, se conducía el petróleo á Mendoza en un trayecto de 40 kilómetros por una cañería de 90 milímetros de diámetro, que desembocabaenun depósito de acero de una capacidad de 3000 metros cúbicos. : Con el Ferrocarril Gran Oeste Argentino se efectuó un con- trato, para abastecer el petróleo como combustible para las | locomotoras y, la usina de gas de Mendoza se transformaba tambien para utilizar el nuevo y abundante combustible. El ferrocarril ha podido servirse del petróleo durante un año y para todas sus locomotoras. La compañía floreció y daba un 5 %/, de utilidades para los accionistas, pero en 1890-91, las minas se agotaron y se anulaba el pedido de una refinería ya encargada á Europa, . BrAcKEBUSCH llegó en Octubre 1886 tambien al cerro de Cacheuta y constató, que las areniscas coloradas de Cacheuta tenían exactamente el mismo aspecto de las estudiadas ante- riormente en Jujuy y Salta; Zuser, quien las llama «muy po- rosas y permeables,» dice, que sobre ellas reposan «en discor- dancia» depósitos considerables de conglomerados, rodados, etc. y que las areniscas coloradas mismas, siguená tobas grises, á veces verdosas ó coloradas, y margas, en capas de , pocos centímetros á 5 y 6 metros. Esta formacion (Sistema triásico superior — Formacion petrolífera — segun ZUBER) contiene las arcillas y esquistos bituminosos. - La «Compañia Mendocina de Petróleo » había pedido un informe químico al profesor doctor K. EncLeEr en Karlsruhe, quien se expidió en los siguientes términos : « El petróleo de Cacheuta es de color castaño obscuro Con escasa fluorescencia verdosa y olor peculiar, relativamente no desagradable. Elevada su temperatura á 45? se inflama Y sigue ardiendo recien á 902. Empieza á hervir á 50?. A 17" tiene un peso específico de 0.9032. En éter de petróleo se » disuelve sin residuo. NA o o a A AL A AN cl io — 161 — «Es relativamente espeso, su grado de viscosidad, deter - minado vaciando el contenido del recipiente por un tubo de 20 milímetros de largo, y 3 de diámetro, es á 35% = 10.6, siendo el agua= 1. « Para determinar la proporcion de aceites livianos y pe- sados se sometió á una destilación, primero en pequeño, despues, para control, en mayor escala. «En la destilacion en pequeño resultó en 100“ del petró- leo lo siguiente : : : Centímetros Gramos A A O 3.6 el 3.79 Desde: 195 hasta 10D. o. iris 8 1.45 » 150 ESA E a 4.0 2.42 + 175 DB ORO 3.8 2.87 ESOO AO A 1d 30S 202 y. 1205 A e de A 4.4 3.10 , 20.48 Mis 250 A NA 5.0 E O 1 RA: AO pra e 2.70 | O 4.6 3.55] « Calculando, como es de práctica, en los aceites ameri- canos, la parte comprendida entre 150% y 310% como petró- leo de iluminacion (kerosene), resulta, teniendo en cuenta que 100“ del petróleo pesan 90,32 gramos, un producido de : Por ciento Esencias livianas (bencina, etc.)................. 4.1 A e sl 2ES Residuos (aceites pesados, parafina, etc.)......... 73.2 Un análisis de control en la misma forma dió : Bencina, etc...... nel dd A os 4.1 o A O A 22.0 73.9 «El peso específico del kerosene es de 0.809, 'siendo una insignificancia más pesado que el kerosene de Pensilvania, — 162 — pero considerablemente más liviano que el del Cáucaso (Bakú). «El producido del kerosene es mucho menor que el del petróleo de Pensilvania que da hasta el 75 por ciento, pero alcanza casi al petróleo de Bakú con 25 á 28 por ciento. « Los aceites pesados contienen una cantidad tal de para- fina, como no'he podido observar en ningun petróleo hasta ahora». En Marzo de 1887 Zurer se dirigió á San Rafael, al Sud de Mendoza, por encargo de la compañía, para estudiar los yacimientos de petróleo al Oeste de aquel lugar, conocidos por los del «Cerro de los Buitres » (1840 m.) y del «Cerro de Alquitran » (1740 m.) Alrededor del « Cerro de Alquitran» se distinguen cinco antiguas vertientes y unos diez kilómetros al Noroeste una otra, aislada, la del « Cerro de los Buitres »; la: posicion geográfica es aproximadamente 68%45'0 y 34%50'5. Recien en Abril de 1891 se publicaron los resultados de estos estudios (*), que segun ZuBer daban todos los elementos característicos de Cacheuta, en cuanto al criterio geológico, pero, que « las erupciones traquíticas, que atravesaron estos depósitos en muchas partes y en gran escala en la época terciaria, han destruido el contenido del petróleo de est formacion, dejando como sus últimos resíduos las vertientes y campos de asfalto arriba mencionados ». Llega ZUBER á Ja conclusion, que « dichos terrenos no se prestan á una ex plotacion industrial. » Unos setenta kilómetros al Oeste de San Rafael y más aden- tro de la cordillera se levanta el Cerro de la Brea en idénticas condiciones geológicas, segun Zuser, como los depósitos recien nombrados. En 1892 el profesor doctor BODENBENDER, SUCesor de BRACKEBUSCH en la cátedra de Córdoba, visitó tambien estos terrenos y estudió otro paraje petrolífero, en las faldas MiS” (*) Boletin, tomo X, pág. 320-325. . — 163 — mas de la cordillera al S.O. de los anteriores, en la sierra de Loncoche, donde, bajo el nombre del « carbon de MaALAr- GUÉ», existen otros depósitos deasfalto y asfalto carbonizado, 69%35'0. y 35730'8S., dando cuenta de sus observaciones en el trabajo : Sobre el carbon y el asfalto carbonizado de la pro- vincia de Mendoza (*). Aquí el asfalto ha formado una veta de 20 centímetros de espesor y algunas vetillas, que cruzan casi perpendicularmente capas margosas. Por la descripcion de- tallada de BODENBENDER se ve, que hay gran analogía con los depósitos de Cacheuta, cerro de Alquitran, de la Brea, etc.. etc., á pesar de que la descripcion misma y el criterio de BODENBENDER distan bastante de las opiniones de ZuBEr y tambien de las del doctor HaurTHaL, geólogo del Museo de La Plata, como se desprende claramente de la otra*parte del citado estudio ó sea sobre el « Combustible de San Rafael », que estos llaman : « Carbon de piedra de San Rafael ». Basta comparar los estudios de BODENBENDER con Jos otros, para inclinarse á las opiniones emitidas por éste, debido á la claridad de sus exposiciones geológicas. No hubiera tocado este punto — pues, no acostumbro meterme en terrenos para mi desconocidos, como lo es el de la geología especial —, pero como hay que mencionar « ciertas opiniones » sobre el orígen del petróleo y hasta sobre «análisis químicos » del doctor ZUBER, es menester dejar aquí constancia tambien de esta interpretacion geológica divergente. Animados por los buenos resultados que durante un año daba para los accionistas de la Compañia Mendocina de Pe- tróleo la explotacion de las minas de petróleo de Mendoza, se formó, más ó menos independiente de ésta, la Compa- nía Mendocina de Petróleo, Seccion Jujuy. Como, segun la afirmación más positiva de ZuBEr debían encontrarse en esta region grandes depósitos de petróleo, se iniciaron bajo la direccion de Zuger mismo algunos trabajos pero no daban [*) Boletín, tomo XII, pág. 151-170. — 164 — ningun resultado, porque, cuando llegó la maquinaria, solo cuatro perforaciones preliminares se pudieron efectuar, por haberse gastado el capital de 130.000 pesos y porque los malos negocios de la « Compañía Mendocina de Petróleo», debidos al agotamiento de los pozos de Cacheuta, no permi- tían reforzar la «Seccion Jujuy ». Otros capitales eran impo- sibles de obtener, dada la gran crisis que pesaba en aquel tiempo (1890/91) sobre el país entero. ZubEr había hecho con anterioridad—á la formacion de la « Seccion Jujuy » — UN viaje al Garrapatal y á la Laguna de la Brea, recogiendo aqui, el 9 de Setiembre de 1888, una muestra, la cual Jlevó á Men- doza. El mismo ha efectuado un análisis de este petróleo, publicado como «informe sobre el petróleo de la Laguna de Brea » (*) Este análisis de ZuBEr no tiene mucho valor para el re- conocimiento químico del petróleo en cuestion, pues, $ efectuado de una manera muy primitiva y deficiente y sin los datos necesarios para poder juzgar los resultados. Así por ejemplo, faltan en absoluto las determinaciones del peso específico; sólo indica el del petróleo crudo con 0.925 á 28", 60.932á 15”, y el del producto refinado con 0.831 á 26”. Dos porciones fueron destiladas: L 50 ec., y 11:500 cc., dando los resultados siguientes : [. 50 cc., punto de evaporación : 2007. A O O 20€. 1 A A a 1.5 E e is caldo ad 3.5 bis A atar pee 3.0 00 A 5.0 4.5 gr A aa ea e 24.5 gr. Resíduo en la retorta : coke y gotas de aceite semi-sólido. Considerando (? !) el peso de los 50 centímetros cúbicos () Boletin, tomo X, pág. 442-447. — 165 — de petróleo crudo como 46,5 gramos, al destilado < 3209 como kerosene (?) y al resto del destilado como aceites pe- sados, se obtiene : Por ciento ECONO. ¿E a een Ea ACUOS DOONMOL, ar bdo canal 62.4 CORO, DOCU O caros o e 18,2 100.0 II. 500 cc. =465 gr. (?!); punto de evaporación : 170” O a o e e 20.08 gr > IR 37.78 e o E 120.53 ( Pe E THOR: 70 $10), 900 5 ia rr e 2.38 á O al ras na 92.40 ad Resíduo en la retorta: poco coke en un licor negro, es- peso ; enfriado se solidificó casi completamente. Calculando como antes obtiene ZUBER : Por ciento KOPODODO 6; ¿aa ria ts ea PR AAA A ; 24.7 Coke, rosidao” z indida O e 310 100.0 I fué destilado rápidamente, II lentamente, « encontrando que la destilacion lenta da resultados mucho mejores para la práctica, que la rápida » (!!). Esto no es cierto. Para obtener resultados prácticos debe procederse siempre de la misma manera, con mucha exacti- tud, y con muchas precauciones. No sabemos ni la capacidad de las retortas, ni su relacion con el contenido ; II se efectuó sobre una cantidad 10 veces mayor que 1; en Jl se quedó «todavía una tercera parte de la substancia usada», «no te- niendo bastante fuerza la lámpara para hacer pasar tantos aceites, como en la primera destilacion »; sin embargo : « no examiné el resíduo, sabiendo ya por el primer ensayo, que pasaron todavía aceites pesados poco parafinosos » (!!). Se — 166 — ve ya, por lo dicho, que este « análisis » está muy lejos de una determinacion química, además no da ni capacidad del envase, ni tiempo de destilacion para cada fraccion ó por cada centimetro cúbico ; en el petróleo crudo calcula 50 centíme- tros cúbicos como 46.5 gramos y en los destilados como 45 gramos ; calentó sin intermediario (baño de parafina, baño de aire, ete. contermómetro controlador) directamente sobre una «lámpara de alcohol de doble tiro» etc. Sin embargo, yá pesar de que despues no tenía bastante « fuerza la lámpara», dice ZuBer, « que se mantenía el fuego siempre igual » ! No ¿puede ser, es imposible sin usar intermediario, pues la lám- para nunca arde igualmente, depende del calor de la misma, de la cantidad de alcohol que contiene, del estado de la me- cha, etc., etc. Con todo eso, como « sucedió repetidas veces», que el termómetro bajó de 260? á 245%, quedando algun. tiempo constantemente entre 245? y 248? [y esto á pesar que las fracciones de 200? á 250? y de 250% á 300? fueron re- cogidas y pesadas separadamente — 37,78 gramos y 120,53 gramos (!!)], y como estas oscilaciones se repitieron cerca de 300% y 3407, llega Zuber « por esta particularidad » á de- ducir que el petróleo bruto de la « Laguna de la Brea » sed análogo al de Bakú, de la fórmula €, H»,, «porque estos se descomponen notoriamente con mucha más facilidad, que los de la fórmula C, Hon +2.> Asi es, que ZUBER de- clara : «Su composicion y propiedades lo hacen bastante parecido á los petróleos de Rusia (Cáucaso)». Por el estudio de este análisis é informe me inclino á creer, que ZuBEr ha estado bajo la impresion, de que el petróleo de Jujuy debía ser distinto del de Cacheuta, y como ENGLER había llamado la atencion sobre el hecho, que el kerosent, obtenido del petróleo crudo de Cacheuta, p. sp. = 0.809, $€ parecía mucho al de Pensilvania, pero que era considerable- mente más liviano, que el del Cáucaso (Bakú), y como tenía «los aceites pesados una cantidad tal de parafina, como 10 he podido observar en ningun petróleo hasta ahora,» mien- — 167 — tras que los de Bakú están hasta libres de parafina, entónces Luner, involuntariamente, encontraba la causa de cualquier fenómeno en una diferencia fundamental de las dos materias primas. ¿Y por qué no ha seguido el procedimiento analítico de ExGLER, para poder juzgar con imparcialidad ? Pues de- bía ser bastante difícil para cualquiera conservar la tranqui- lidad de espíritu en aquel momento del fracaso de la com- pañía explotadora de Cacheuta, buscando mejor resultado en Jujuy, tanto más cuanto que poco antes todos los informes ha- bían sido más que favorables para el depósito subterráneo de Mendoza ! ExcLEk prescribe un globo de vidrio de 6,5 cen- tímetros de diámetro con una prolongación tubular de 15 y un diámetro de 1,5 centímetro para la destilacion de 100 cen- tímetros cúbicos de petróleo, que destila por un tubo la- teral, 6,5 centímetros arriba de la parte superior del globo. Este tubo lateral pasa por un caño de 45 centímetros (1 centí- metro de diámetro) de cobre, á una bureta, cuya temperatura se regulariza envolviéndola con agua fría. La duracion de la destilacion es de dos y medio centímetros cúbicos por minuto, retirando la lámpara alternativamente al llegar a un punto fijo de la destilacion. Era pues fácil, trabajar como ExcLEr y recoger los desti- lados á las mismas temperaturas y así ZuBER se hubiese per- suadido en el acto, que los dos petróleos son idénticos y además con un gran exceso de parafina y de la fórmula : Co Hon + 2, igual al de Pensilvania, como mis múltiples aná- lisis lo demuestran claramente. Todo el otro contenido del citado informe demuestra esta idea fija de la diferencia de los dos petróleos en cuestion, el método del ensayo II « da resultados mucho mejores ¡para la práctica », 44 por ciento de kerosene en lugar de los 19.4 por ciento de 1 y como ExcLeER había obtenido 22,0 á 22,7 por ciento para el petróleo de Cacheuta, «el resul- tado mucho mejor para la práctica » hizo decir á Zuben: «Una refinacion sencilla puede dar de 404 50 por ciento 108 -— de kerosene; esta cantidad se podrá aumentar considerable y ventajosamente aplicándoles, aún á los aceites pesados, otras rectificaciones á fuego libre ó más bien con vapor sobrecalentado » (!!!). El ácido sulfúrico sacaba al desti- lado una cantidad regular de substancias resinosas, como Zuger no lo había observado hasta entónces, pues «me parece (!) un comprobante del alto contenido de hidrocar- buros C, Hz,, lo que me parecia (!) verosímil ya al obser- var las oscilaciones del grado de ebullicion » !! Para ofrecer todos los datos de ZuBEr doy ahora su «aná- lisis» del kerosene, obtenido en ensayo IT y refinado: 50 cc.; punto de evaporación : 90”, O a do o 0.5 cc, A AE A 1.9 A O A 2.0 A A A $5 27.5 CC. A IE ie a Ida 7.0 A RA AA 11.5 O a ds 3.0 E MN 19.0 50:0.c6. Los 27,5% de 150% — 300? le dan «la muestra del mejor kerosene », poco amarillento, casi sin olor, p. sp. = 0.831 á 26” (EncLeR para Cacheuta 0.809 (11) ), que se inflama recien á los 412, Los aceites pesados ¿mezcla de las destilaciones anterio- res) daban en la destilacion nueva : 50 cc.; punto de evaporación : 100". <= o ME E 5.5 cc. O A a ar 10.5 E A 5.5 15.5 e A o lol 5.5 C- 30 Residuo (aceite oscuro). ............... 4.5 — 169 — Todas las fracciones pasaron líquidas, color amarillento hasta castaño claro, oscureciéndose en poco tiempo y mos- trando una linda fluorescencia azul. « Se ve entónces, que los aceites pesados de este petróleo, sometidos á una rectí- ficación sencilla dan todavía hasta el 30 por ciento (104 12 por ciento del petróleo crudo) de kerosene », « contienen poca parafina (? !) », ete. ¡ Verdaderamente un resultado « práctico»! ¡50 á 62 2. ciento de kerosene |! Si no es lícito para un químico, comparar los resultados de los ensayos 1 y II de Zuser entre sí, tampoco lo es, ponerlos en comparación con los datos de ExGLEn; sin em- bargo, como el caso es tan singular, los uniré en un cuadro en cuanto sea posible : 100% del petróleo dan : Centímetros sdbloos Gramos nn ENGLER I— ZuBen un ENGLER I — Zumea 11 O E O 00 0.0 2:27”. 0,00 0,00 0" 1O0 E A 0.0 1.45 0,00 0,00 100: 3 119 7. 4.0 0.0-=-0.8 S2 "0,007" 078 LA 3.8 0.0 4.2 2.87 0.00 3.17 A AA 3.3 2.8 4.6 2.52 2.14 3.51 O. ts 4.4 2.8 4.7 3.10. 2,14... 0,50 E PO 5.0 6.0 14.8 3.32 .3%8 983 218 3300 -.... 3.6 17" IDO 2.70 5.40 11.23 WU O 4.6 ES 6.8 3.55 1.31 5.2 Despues del mal resultado, que tanto las minas de Ca- cheuta, abandonadas por completo, como tambien el ensayo de perforacion en Jujuy habían dado á la Compañía Mendo- - cina de Petróleo, el asunto « petróleo » apenas se ha movido en el país. Este fenómeno es muy natural y se explica fácil- mente por lo que ya he dicho : hasta que no se haya probado la existencia de depósitos subterráneos de petróleo en con- diciones de una beneficiacion posible, el penpital particular no puede emplearse en esta industria. Es deber del gobierno nacional, resolver el dieses es- T. XVI — 170 — tudiar sin preocupacion alguna la cuestion misma y de fondo, en cuanto se relaciona con las distintas probabilidades, y mandar una persona práctica y perita en la materia á los lu- gares respectivos, contratar á uno de aquellos internacio- nales «olfateadores » de petróleo. Los estudios geológicos de BrACKEBUSCH y BODENBENDER bastan mientras tanto para indicar á aquél el rumbo en general, y otros reconocimientos científicos pueden y deben postergarse hasta el momento de las perforaciones, cuando se reconozca fácilmente el carác- ter geológico y tambien el químico. Sobre todo, los análisis químicos de los petróleos de las distintas capas han de de- terminar, si las perforaciones en uno ú utro punto deben se- guir ó cambiar de lugar, puesto que nuestra « formacion» petrolífera, ó mejor dicho, nuestros campos petrolíferos son una verdadera terra incognita. Sin embargo nunca debe olvidarse, que en estas cuestiones técnicas no se puede pres- tar oído á cualquier vecino, que se declare competente por sí y generalmente, sólo por haber pasado por la region. Desgri- ciadamente abundan estas personas en el pais y nos hacen pet- der mucho tiempo á los que por profesion ó placer nos dedi- camos al estudio sério de estas ó análogas cuestiones. Los tales sin más razon que « porque sí », lanzan á la publicidad verdaderas monstruosidades, que una vez en curso cuesta trá- bajo contrarrestar su nefasta influencia. Recuerdo que el reconocimiento de tres pequeños poz0* perficiales de pet bastaron, para que un cierto « autor? introdujera en la prensa técnica de Europa el célebre cuento de la « riqueza sin igual » y de los « depósitos inagotables de petróleo en Bolivia ». Así se explica que siempre se encuentran de nuevo par- ticulares, que desde ya se meten en la explotacion de «minis de petróleo » á descubrir y para perder con seguridad su (%- pital, no sabiendo que aún falta la base de cualquier éxIl0 halagúeño : el reconocimiento sério y la solucion seguri de la cuestion misma por parte del gobierno. — 1711 — Ya hemos mencionado, que la «Compañia Mendocina de Petróleo, seccion Jujuy » ha gastado unos 130000 pesos en la «Laguna de Brea» y en el «Garrapatal». Sabido es, y lo conozco en sus pormenores, que otros 70000 pesos se habían perdido en el mismo lugar anteriormente por industriales audaces, y sin embargo despues ha sucedido otro tanto. Las provincias de Jujuy y Salta ya no están más « fuera del mundo » como antes ; la locomotora ha cambiado radical- mente su anterior aislamiento colonial y modesto con su en- trada triunfal á las dos capitales. La afluencia de foraste- ros de todas profesiones, y hasta de caballeros «sin ninguna », todavia se aumenta en progresion geométrica, debido al Fe- rrocarril Nacional á Bolivia, que está en construccion actual- mente, y además por el ramal de Perico á Ledesma que está en las mismas condiciones, sin mencionar los atractivos que aquellas regiones ya tenían y tienen por el oro, las borateras, etc., tanto delas provincias citadascomo de la gobernacion de los Andes, la altiplanicie, la puna de Atacama. Además hay otros proyectos de Ferrocarriles, que allí se estudian por el momento, buscando una union directa por vía férrea con el Paraná, faltando desgraciadamente hasta la fecha el gran pro- yecto del porvenir: la canalizacion de los rios San Francisco y Bermejo ! Recien esta obra, fácil segun datos bastante fun- - dados y de personas sérias y que merecen fé, unirá defini- tivamente aquellas tierras, tan predilectas por sus productos agrícolas, como por sus riquezas mineras, con un lazo indes- tructible al mundo civilizado, abriéndoles el camino hácia el mercado internacional y de intercambios. Así ha sucedido, que algunos comerciantes se apercibieron del asfalto del Garrapatal,, que estaba á la vista en diversas partes de aquel terreno. Llevaban muestras de la superfi- cie, que naturalmente es la parte mas dura, más oxidada, más « asfaltada » de estos yacimientos petrolíferos y basán- dose en un análisis (no he podido averiguar el analizador) procedían con esperanzas de millonarios, pero sin capital ! á — 172 — formar una sociedad para explotar el... asfalto! Como Dios s0- lamente ayuda al fuerte, y éste es en nuestro caso — Como en tantos otros, el capital, la nueva sociedad estaba muerla antes de nacer; trabajaba con crédito, lo peor para tales em- presas. Un buen día se encontraban con el asfalto del Garrapatal en la estacion Colastiné, bien albergado en los vagones y ts perando ser cargado en las lanchas ya listas, para ser trans portado á Buenos Aires, donde el asfalto de Trinidad se vende fácilmente á 40 pesos oro la tonelada, pero el ferrocarril n0 quiso desprenderse de su carga antes de arreglar el flete; 00 daba crédito. Los socios habian gastado el capital, los ban- cos probablemente quisieron ver el producto de la labor mm. dustrial y de la madre tierra en el puerto seguro de Bueno Aires, antes de cotizarlo; y los capitales particulares $ mostraron aún más retraidos. Y sin embargo tenía la s0- ciedad la mejor concesion de Jujuy, que hasta la fecha se conoce, la « Nueva Polonia », concesion al pié del Garrapa- tal, de tres « pertenencias » á tres « unidades » de 300 met! por 200 metros, ó 6 hectáreas, igual á 54 hectáreas y la ad- yacente « Eloisa Isabel » de dos pertenencias ; total noventi hectáreas. Ya había bastantes cambios entre las person, que figuraban como socios y dueños de las mismas ; salieron los antiguos, entraron nuevos. En estos momentos, la presencia de los vagones cargados con « asfalto » en la estacion Colastiné, llamó la atencion de un inteligente y muy aventajado industrial del Chaco Santa- fecino, quien al conocer la causa de este raro fenómen0 se decidió á abonar el flete y poner á flote la sociedad, hasta que él mismo conoció personalmepte el lugar de su pro” dencia. El asfalto llegó á Buenos Aires, pero nadie quiso comprarlo ! Todavia deben hallarse allí unos 125 toneladas: Resultó que el asfalto no eraadecuado para el asfaltado de e calles, ardia con suma facilidad y pronto, se oxidaba esponli" a neamente en la superficie y endurecía antes de ser alisado, , p — 173 — etc. ! Sin embargo, he visto varios lugares en los cuales se ha comprobado evidentemente la bondad de la materia, pues el pavimento con asfalto de Trinidad en los mismos lugares y puesto al mismo tiempo, se encuentra actualmente en un estado mucho más deplorable. El que sepa todo lo que cuesta, introducir al mercado del país un nuevo artículo, aun desconocido, comprenderá la resistencia y las dificulta- des que se oponían á la aceptacion de este « asfalto » y fácilmente los opositores podrán apoyarse en el hecho de que este « asfalto » no representa un material uniforme ; son efectivamente eflorescencias ó exudaciones de petróleo, oxi- ados al aire y endurecidos bajo la accion del sol tropi- cal de Jujuy y de sus célebres « vientos de tierra », la cual se entremezclaba hasta formar un 50 por ciento de la masa total del famoso « asfalto ». Como una comprobacion absoluta de lo exacto de esta opinion puede considerarse el hecho de lo que mientras tanto había sucedido en el Garrapatal. Aquí se habia sacado todo el « asfalto », se acabó la explotacion de la mina por sí. Pero poco después de haber llevado la capa su- perior, que cubría á la tierra, esta misma principiaba á gotear huevo asfalto, « aceite de asfalto » ! Asi lo creyeron los so- cios y como tal lo mandaron al profesor doctor Kasr, quien al analizarlo, no tenía fundamento para rechazarlo como aceite de asfalto ú otra cosa, como fácilmente entiende todo el que ha trabajado con estos productos, poco definibles con exactitud, En estos momentos nuestro industrial llegó al Garrapatal, dudando en el acto del «aceite de asfalto ». Me mandó mues- tras y las clasifiqué como de petróleo crudo, No debe olvi- darse que la muestra mandada á Kasr era tomada en el principio de aparecer las gotas, las mías recien ahora. En excavaciones — que daban muy buenos resultados en las cir- cunstancias especiales del Garrapatal, — en sueldos, peo- nes, viajes, informes, compra de concesiones y de acciones de socios, no olvidando aquel famoso flete, nuestro industrial EA — había gastado inútilmente otros 70.000 pesos sin sacar beneficio alguno. Supongo sin embargo, que los primeros ensayos de perforacion, que el gobierno haga, los hará es- pecialmente en estas dos concesiones, pues son las mejores. ENSAYOS FUNDAMENTALES Hemos reconocido, que el problema de la existencia Ó N0- existencia de depósitos subterráneos de petróleo en la Re- pública Argentina, no puede resolverse por el capital parti- cular, sinó únicamente por investigaciones y ensayos oficia- les. Tendremos ahora que contestar á dos preguntas funda- mentales, que forzosamente deben hacerse. Primero: ¿Es oportuno ó necesario, que el gobierno nacional se preocupt desde ya de la cuestión « petróleo», ó puede dejarla par otros tiempos ó generaciones ? y segundo : ¿Cuáles son »e bases científicas, en las que el gobierno nacional puede 0 debe fundarse para estas averiguaciones y ensayos funda- mentales? Creo que á la primera pregunta debemos contestar, que t$ un deber del gobierno, estudiar sériamente desde yi la cuestion petrolífera y no perder más tiempo con los titulados viajes preliminares, que son absolutamente inútiles, PIS nada pueden aclarar, que no sea conocido tanto por los bar sayos efectuados por las compañias, como por los análisis múltiples existentes y por ahora son sólo las perforaciones, las que deben hablar. La existencia del petróleo está pr” bada hasta la evidencia, no es posible ponerla en duda, sÓ se puede tratar de averiguar la cantidad probable : ¡hay 9% buscar los depósitos ! y . z ; — 175 — Y como aquí no se trata de fomentar una industria para explotar riquezas naturales del país para el mercado in- ternacional, sinó para cubrir nuestro consumo interno, y como este consumo es enorme, es evidente que no debemos esperar otros tiempos, ni dejar las investigaciones fundamen- tales á otra generacion : el bienestar del país reclama con ur- gencia la resolucion de esta cuestion; pues se trata de un im- portante factor político. Fomentaremos la fuerza nacional en la produccion entera ganadera, agrícola é industrial al inde- pendizarnos del exterior para un artículo de primera necesi- dad. Digo, que es un artículo de primera necesidad para nuestro país y sumamente fácil es probarlo por medio de la estadística, que nos suministra los datos sobre las cantida- des enormes de dinero, que actualmente pagamos al exte- rior por la importacion de petróleo bruto ó de sus productos comerciales ulteriores, El Anuario de la Dirección General de Estadística, co- rrespondiente al año 1903, tomo 1, obra prolija y completa del infatigable doctor F. Larzrxa, nos suministra todos los datos necesarios, correspondientes al año 1903, en compara- cion con los promedios anuales, calculados para el quinque- nio 1899-1903. Sólo damos las cantidades totales y su valor, porque es indiferente saber de que país lo importamos; basta que se trata de importacion. Para facilitar aún más un criterio exacto en este impor- tantísimo asunto de la política financiera nacional de nues- tro país, he unido en el cuadro comparativo siguiente los valores, que la estadística nacional nos ofrece de todas las mercaderías citadas. Mientras este estudio estaba imprimiéndose ha aparecido el tomo I del Anuario, correspondiente al año 1904. Como no hay variacion alguna en la importacion de los dos años 1903 y 1904, fuera del aumento progresivo normal, he dejado el cuadro calculado para 1903, añadiendo las cifras para 1904, =— 176 — cz0 "REE 1 + O9T"S91 "Lp <8T 'L6v"8p L80"v30"T9 "**1910L D8T 16. >= Tv9"2r3 cc "Té 196" vT o "Je19uTru e9lg | €6% 085 '61S — 208 "39€ tea €v 888 £9%3 aa , 0 OMS Y 909 860"L co sob "Té 905 "86 ¿AO A 2272? “UNtIoS PUI[ISTA 68€ tó ER 08L"3 LL 8 369" LE A 22? Buyeded | 86% 1L0'L19 8 + L<6 "PES 9 8t0'3c8 "8 966 "819 "PI A *"9JUBOPLIQO] AO9Y | $83 00S'€EL9'3 + 000" v9L"v6 005" LEP"Lé 000"898 Sp : E :":*”*9U9S0J9MN | 966 90€"91 E 8599 168 "28 56067... «EA MO. OPG"L qe 0rs"8 0061 E o 3... WMHDIIO +. Ob 266 Ev € — LOS "196 *€ 6151108 96P 960"1 AS +37 eamduur e1jen | 16% 2 P E) q S OTIBNUY p+I923 £061-6681 061 FOGT uoroey 10d uy ojuenbum?) [ap soyonpoxd sns A 03n4q 09104994 - A A A OJSUNN SOTIM NA SAUAVALLNVO Per *910 "e cre £r0 TP Sr€ 6FTE I€38"296"% | 06% "CCE "E A AOL L9T 6%€ 6P1 91€ 966" 1 SS 0202007 [RJQUIVI v0Jg | £6% B9U' UI 106*1 ecc OT 8EL"1 ESP" C% y A O 299 8pI "31 P6T El 19€ "OT 1068 8e0"L e E? MIOS YUOERA 7 UNE ZOS "61 919*T €1S "91 LOTT 880" T sa e LL 86% Lev 68L"T 88€ 'L9T"I coc 89r "1 6L8' L88 OST Pz9 E: "2 0Ue9piiqn] 91199 Y | E8%7 OT6 "890€ T9T"1P9*3 6€6'8239"T vI6"Lr3"I OL SUUAL-d "22 "QUasoJoy 96€ 9809 891 'LI 856 'v SES "al 89 6 a a o. ¿AU E pa LET A 001 £C6 O "> **> PUIJOSTL) c6í Scr9 "601 TEL" 108 cv9 "601 TcL*TO8 OST" 9éS to A Odo | 18% f 1] Y 1 q ñ OJIenu y POGI £061 vO61 £061 £061-6681 10192.10d uu] ojuenbuinh pp sozonpold sng A 09n.1q 09/0494 KA <— nx OJ9UINN (soyosdep ap o3ed uo) OMO SOSIAA NA OALLOJAA WMOTVA OMO SOSHA NA VAMUV.L HA SAMOIVA — 178 — Número 297, página 95. Nafta impura: Aforo pesos oro 0.10 el kilo; libre. 2.017.512 kilos (5.261.507); valor pesos oro 201.751 (526.150). Nota. — La disminucion se debe á la misma razon, como la en la importacion de la brea mineral. Número 295, página 94. Gasolina : Aforo 0.076; gravámen aduanero 0.028; rendimiento fiscal 37 pesos. 1.300 kilos (8.540); valor pesos oro 100 (953). Número 292, página 93. Benzina : Aforo 0.151; gravámen 0.055 ; rendimiento 4.633 pesos. 82.891 kilos (66,585); valor pesos oro 12.535 (9.648). Nota. — 35 kilos, valor 11 pesos, libre. Número 296, página 95. Kerosene: Aforo 0.05 (el litro); gra- vámen 0,0536; rendimiento 1.393,247 pesos. 41.597.210 litros (38.626.560); valor pesos oro 1.247.914 (1.158.7%). Nota. — 131.535 litros, valor 3.945 pesos, libre. Número 283, página 91. Aceite lubrificante : Aforo 0.1003; gravámen 0.0369; rendimiento 279.509 pesos. 8.952.028 kilos (6.234,957) ; valor pesos oro 887.879 (624.150). Nota. — 88.226 kilos, valor 8.822 pesos, libre. Número 298, página 95. Parafina : Aforo 0.40; gravámen 0.148 ; rendimiento 409 pesos. 2.771 kilos (2.720), valor pesos oro 1.107 (1.088). Número 388, página 121. Vaselina comun : Aforo 0.312, gravámen, 0.115, rendimiento 3.293 pesos. 28.506 kilos (21.408), valor pesos oro 8.901 (7.028). (Número 389 en 1904). Número 655, página 209. Asfalto : Aforo 0.04, graváme 0.004, rendimiento 173 pesos. 43.222 kilos (562.802), valor pesos oro 1.728 (25.482). Nota. — La disminucion de la importacion de asfalto % debida en parte á la suspension parcial de la pavimentación de asfalto en 1902 en Buenos Aires, quedando UN ga stok restante para 1903. : Número 293, página 94: Brea mineral : Aforo 0.01, grat A E — men 0.0022, rendimiento 13 pesos. 31.455 kilos (242.641); valor pesos oro 316 (1996). Nota. — La disminucion considerable en la importacion de la brea mineral en 1903 es debida en parte al hecho, de que la usina de gas de Mendoza, instalada sobre la base del petróleo de Cacheuta, siguió después del abandono de aquella mina usando brea, que entónces debió importar. Ahora se ha transformado nuevamente, El rendimiento (13 pesos) se explica por haberse introducido 24.472 kilos, va- lor pesos oro 246, libre (por contrato especial, basado en las cuncesiones de ferrocarriles, etc.). Puede ser que « brea mineral » sea un nombre colectivo para todas aquellas breas, que no pertenecen al petróleo bruto ó nafta impura, porque los introductores son muy vivos en cuestion de los impuestos y no se les escapará tan fácilmente que « brea mineral » está gravada con 0.0022 pesos el kilo y la nafta impura se introduce libre de derecho de aduana; más bien tenemos que buscar algo de orígen sospe- choso bajo el nombre genérico de nafta impura, lo que yo no puedo saber. Como actualmente el valor de la brea mineral importada es insignificante, no tiene ninguna im- portancia un error posible, proveniente de ella. La nafta impura está libre de derecho para facilitar el uso industrial de ella como combustible, etc. Naturalmente, algunos de aquella clase de gente que nunca se acaba, han creído que esto era para favorecer una nueva industria del país, algo clandestina, para eludir el impuesto sobre kerosene y acei- tes lubrificantes. Como el resultado práctico les ha demos- trado, que en « materia química » nose destila con palabras, y que la nafta, que se exporta, no es la que tiene mucho ke- rosene, que los gastos de destilación aquí son mucho mas elevados que en los puntos, donde abunda el petróleo natu- ral, combustible en sus restos, etc., etc., ya no existe más esta industria «nacional ». — 180 — El aumento relativamente fuerte en la importacion de los aceites lubrificantes (42 por ciento sobre el promedio del quinquenio !) nos revela el rápido adelanto, que se nota en la agricultura y en la ganadería, y el enorme valor que estas representan para el bienestar general del país. Es un valioso argumento más para aquellos legisladores prudentes, que se preocupan de abaratar la vida del obrero y del cultivador, del colono, sólo posible por el libre cambio y nunca por la protec- cion de industrias nacionales artificiales, erróneas ó falsas, sobre todo en una república exportadora de cantidades de productos, que están expuestos á ser gravados mañana como « represalia » en los países compradores, Por estas razones bien claras tenemos que decir, que el país ganará con la pronta y definitiva resolucion de la cuestion del petróleo nacional pues importa un valor de cuatro millones de pesos oro. La riqueza nacional se aumentaría entonces en dos y UN cuarto de millones, valor neto de las mercaderías, sin el de- recho de importacion. Los nuevos datos del año 1904 comprueban — como se vé en el cuadro — la marcha segura y progresiva de los artí- culos de consumo, que por ahora nos ocupan. Hemos visto, que es urgente, que el gobierno nacional se preocupe sériamente en dar un corte práctico á toda esta filosofía retórica sobre el petróleo nacional, dejando informes oficiales, oficiosos ú otros á un lado, llamar á un reconocido y práctico « olfateador » de petróleo y proceder á las perfora- ciones. Solo así se gana tiempo y la misma suma que para los informes inútiles acumulados ya ha desembolsado la Nacion, hubiera bastado para la «resolucion práctica », pero definitiva. ¿Cuáles son las bases científicas, en las que el gobierno nacional puede ó debe fundarse para estas averiguaciones y ensayos fundamentales ? Esta es la segunda pregunta, qué nos hemos hecho y buscaremos ahora la contestacion. A simple vista parece la contestacion muy sencilla : “ ¡Las experiencias de la geología! » % — 181 — Y sin embargo, no es del todo exacto. La geología, esto es cierto, es la ciencia que se ocupa especialmente de estu- diar y reconocer la parte superior de la costra terrestre, tanto la parte superficial visible como la, que sigue á ésta hácia el interior de la tierra. De la última hay alguna seguridad sólo en aquellas regiones, donde se han efectuado perfora- ciones, ó donde ésta se relaciona directamente con la pri- mera ó con la reconocida — en casos análogos —por perfora- ciones ó dislocaciones naturales. Así hemos llegado, guiados sobre todo por los fósiles, á dividir el tiempo del continuo desarrollo de las partes superiores en ciertas épocas y sub- dividir luego á estas mismas épocas en « formaciones », nombre genérico, que indica tanto á las capas, sus minerales y las de sus rocas eruptivas, como tambien á la seguida temporaria de las mismas, su fauna y flora y su estado con- temporáneo de la atmósfera. La formacion primera es naturalmente aquella en la cual no había vida orgánica alguna, pues plantas y animales precisan como conditio sine qua non la preexistencia de la costra terrestre sólida y ya enfriada en su superficie. Se la deno- mina formacion «azóica », sin vida, ó tambien la « arcaica » y ella está caracterizada por la ausencia absoluta de fósiles. Así permite esta sólo una subdivision algo teórica, pero bastante segura por la sobreposicion de las capas : la formacion lau- renciana y la hurónica. A la formacion azóica siguen la « paleo- ZÓica », la « mesozóica » y la « cenozóica », cada una dividida en muchas subformaciones. Corresponden á la formacion paleozóica la formacion « algónkica », «cámbrica », « silú- rica », «devónica », « carbónica » y « dyásica »; á la meso- zóica : la « triásica, «jurásica » y « cretácea »; á la cenozóica : la «terciaria », «diluviana » y « aluviana ». Todas éstas son muy bien determinadas por sus fósiles correspondientes y por sus minerales ; más aún, diferencias esenciales nos lle- van á bastantes subdivisiones en cada una de estas forma- ciones, — 182 — Ahora bien, siendo una formacion característica, propia para un mineral, entónces hay que buscar la formacion y despues catear sólo en ella al mineral en cuestion, en nuestro caso al petróleo. Pero aquí resulta desde ya para la geología la primera gran dificultad : el petróleo se encuen- tra en las más variadas y distintas formaciones! Y, como el petróleo es un líquido, puede filtrar y penetrar por varias capas y formaciones ; y, no conociendo de seguro la manera, como el petróleo se ha formado, tampoco podemos encontrar aquí un punto de apoyo para la geología. Puede ser, que se haya formado ó encontrado por cualquier causa sobre la tierra; puede ser también que las materias, que luego se han transformado en petróleo, se hayan formado s0- bre tierra; puede haberse formado además en la tierra y de substancias allí preexistentes ; puede haber filtrado de arriba para abajo ó vice versa por presion lateral ú otra causa. Así tenemos que distinguir entre depósitos ó minas prima- rias y secundarias, cuando por ejemplo la presion de los Ya- pores ha obligado parte del petróleo á dejar su mina pri- maria y aglomerarse en otro lugar distinto. Por lo dicho podemos no sólo imaginarnos con fac lidad, cuán grandes dificultades se presentan al geólogo, que busca petróleo, sinó además, qué nuevos obstáculos $e interponen, para encontrar el depósito mismo, aún cuando conocemos la presencia del petróleo en una region ó formá- cion. En nuestro caso ya se presentan dos distintas opiniones sobre la formacion misma : BrackesuscH lo supone cubriendo á las areniscas coloradas, ó entre las areniscas mismas Cl capas de conglomerados, y en las areniscas citadas. ; Zuser lo busca abajo de las areniscas coloradas, que él cree jurásicas y las capas petrolíferas triásicas, opinion que BODENBENDER combate como no suficientemente probada. Y como es muy natural, delante de tales dificultades geológicas los mismos geólogos abandonan la « formacion» como guía Y. IN AA A o se inclinan á subsanar este defecto por teorías sobre el orí- gen del petróleo mismo y en este punto me creo, como quí- mico, con más derecho para « opinar », pues la faz química, es la única que determina la posibilidad, la verosimilitud ó la imposibilidad de tales teorías. Antes de discutir las teorías sobre el orígen del petróleo en general, estudi las opinivnes de BRACKEBUSCH Y ZUBER sobre el orígen del petróleo argentino. Hemos vistoque Brac- KEBUSCH sociiañe un a prigon cósmico : « Una série de fenóme- nos ,le hacen creer, que muchos acei- tes minerales no se han formado de cuerpos terrestres » más bien, « que cayeron á nuestro globo en forma de lluvia ». Zunen, por el contrario, en su Informe sobre los terrenos petrolíferos del departamento de San Rafael, dice (*) : « Las ideas primitivas sobre esta cuestion, que atribuían el orígen del petróleo á la accion volcánica, dejaron de exis- tir, cuando se supo que los mayores depósitos de esta subs- tancia se encuentran en partes, que nunca tuvieron relacion alguna con el vulcanismo. Despues se repetía con bastante frecuencia la teoría, segun la cual los betunes y aceites mine- rales eran un producto de la destilacion seca de depósitos carboníferos, debida á incendios subterráneos. Pero esta leo- ría no ha podido resistir á los estudios químicos y geológi- cos, que demostraron: « 1” Que los hid ducidos por la¡destilacion seca del carbon son esencialmente distintos de los que componen el petróleo: los primeros pertenecen al grupo de la fórmula general €, Ha, - ¿(« grupo aromático »), mientras eS los otros corresponden á los grupos C, Ha, . 2 y Cp Hon « 2 Que en los Estados Unidos se encuentran los ANA petrolíferos en formaciones más antiguas que el carbon y en muchas otras partes no tienen Ja menor relacion con el carbon de piedra (Galitzia, Rumania, Cáucaso). 1%) Boletín, tomo XII, pág. 373-374. — 184 — « Harper en Norte América fué el primero que supuso la probabilidad de que los aceites minerales sean el producido de una descomposicion lenta de substancias orgánicas amon- tonadas en algunas formaciones marinas bajo presion y sin acceso del aire. « Estudios posteriores y extensos practicados en distintas partes demostraron: que el petróleo se encuentra en varias formaciones, pero siempre en condiciones casi iguales, es de- cir en capas porosas, que alternan con arcillas ó esquistos im- permeables, y nunca en vetas ó filones; que estos depósitos petrolíferos son siempre de orígen marino, acompañados por gases inflamables y agua salada y sulfurosa, y que estas for- maciones contienen casi siem pre muchos restos orgánicos de orígen vegetal ó animal. «Por consiguiente queda hasta ahora la teoría de HARPER adoptada por casi todos los conocedores, sufriendo pocás modificaciones, insignificantes, segun las circunstancias lo- cales de caso especial. « Mis propios estudios practicados durante seis años en los terrenos petrolíferos de los Karpatos (Galitzia, Austria), des" pues en Mendoza y últimamente en Jujuy y Salta, confirmál completamente estas ideas, y los resultados halagúeños, que hasta ahora la explotacion técnica, basada sobre ellas ha ob+ tenido, les da aun más apoyo.» : Un entreacto De la misma manera como BopexpexDER en su estudio: Sobre el carbón y asfalto carbonizado de la provincia de Mendoza (*) se ha visto obligado á entrar en una crítica séri de las supuestas formaciones carboníferas, que ZUBER y clama para aquellas regiones con tanta insistencia, Y como nosotros teníamos que ocuparnos de ciertas inexactitudes Y (*) Boletin, tomo XII, pág. 151-170. — 185 — errores en el titulado análisis de petróleo de la Laguna de Brea, tambien estas declaraciones ex-cátedra sobre el orígen del petróleo reclaman y exigen una crítica imparcial, pero severa, porque se relacionan íntimamente con una de las cuestiones más importantes del país y, la forma positiva de las aseveraciones insinúa, facilmente, una credibilidad inmotivada. Como Zuner tiene la particularidad de citar opiniones ó trabajos sin indicar su fuente, es más ó menos imposible hacer una investigacion seria y tenemos que contentarnos con llamar la atencion sobre lo que nos parece á nosotros erróneo, inexacto 6 falso. Así es que no he podido encon- trar en toda la literatura un solo autor, que mencione — y sea solo por curiosidad — un supuesto urígen volcánico del petróleo! Y—químicamente hablando —es el colmo de una teoría, el tal orígen volcánico. Todos los fenómenos volcá- nicos, aceptados como tales, deben ser forzosamente pro- ductos de un calor extremo; el petróleo se descompone y principia á destilar ya á una temperatura relativamente baja, destilacion que sigue sucesivamente hasta 500 6 600 grados. Una accion volcánica es generalmente — y lo ha sido siem- pre —acompañada por una erupcion, la costra terrestre su- perior se rompe, se abre. Entónces debían escapár primero todos estos productos de la destilacion, por ser gases, mez- clarse con el aire y ser llevados por los vientos como nu- bes. Se ve, la nueva de ZuBer es una imposibilidad. Que el petróleo sea un producto de la destilación seca de depósitos carboníferos, debida á incendios subterráneos, tam- poco se ha supuesto. En un solo caso, el de Baku, se había admitido en un principio tal orígen por los diferentes pro- ductos, que llegaban á la superficie. Se creyó, que en aquel lugar existiesen dos diferentes mi- nas ó depósitos de lignitas, y que las lignitas más antiguas, las de abajo, se habían incendiado y que ahora las lignitas - Superiores se descompondrían por destilacion, debida al calor Te XVI a: — 186 -—— desarrollado por el depósito inferior ardiente, tal cual suce- de con el carbon en las retortas de una fábrica de gas. Esta opinion, insostenible al conocerse la extension de la zona petrolífera del Cáucaso, se explica, porque el gas desprendi- do de las minas de petróleo de Baku y usado desde tiempos remotos para sostener los fuegos sagrados en los templos, es en su mayor parte acetileno y no metano, etano, ele. como lo son los gases de otros depósitos subterráneos de petróleo. Es que el petróleo del Cáucaso se compone de los hidro- carburos de la fórmula C, H,,, los otros generalmente s0n €, Hon , 2; por tal razon los de Baku arden con llama blanca, muy luminosa, los otros con llama azui, poco intensa, y la analogía con la llama del gas de alumbrado daba cuerpo el aquel caso á una teoría tan extraña. Es cierto que HARPER ( habla de la probabilidad de un orígen del petróleo por una descomposicion lenta de substancias orgánicas, amontonadas en algunas formaciones marinas, pero no es exacto, que es orígen sea su teoría, pues él ha sostenido al mismo tien- po, que el petróleo de las formaciones silúrica y devónica sea de orígen animal, el de la formacion carbónica, en Con- tra, sólo en parte, mientras que la otra parte sea el producio de una descomposicion de plantas. Y, sobre todo, no ha sk do él, el primero, quien ha vertido tales teorías; cien año$ antes von BEROLDINGEN, HAQUET (2) y KLuK ya las había desarrollado y especialmente Haquer era, quien sosteni el orígen animal del petróleo. a Igualmente es del todo inexacto, que los depósitos petrolí- feros son siempre de orígen marino, etc., etc. El orígen del petróleo es hoy tan desconocido, como antes (*) Rapport géologique sur un gissement de pétrole dans le Hanovrt- Bruxelles, 1872. (>) Oesterreichische Leitschrift fir Berg-und Húttenwesen, 18%- 43, pág. 10 y siguientes. Da — 187 — y seguramente había las causas más distintas, que lo pueden originar, como veremos más abajo, No veo, cómo Zuber puede decir en 1891, que sus pro- pios estudios en Galitzia, Mendoza, Jujuy y Salta (?) con- firman completamente estas ideas (de Hanrer), ó no lo entiendo ; pero que sus « resultados halagieños, que da hasta ahora la explotacion técnica basada sobre ellas » —«les da aún más apoyo »; esto no me explico, pues en aquella época el fracaso completo de la Compañía Mendocina de Petróleo, ya era un hecho. Dejemos ahora las « teorías », que sólo tienen un interés limitado para nuestro país y estudiemos las otras opiniones sobre el origen del petróleo. mu EL ORIGEN DEL PETRÓLEO a) Teorias antiguas Las teorías sobre el orígen del petróleo pueden dividirse en dos grupos : las de un orígen cósmico y las de un orígen terrestre, las últimas con la subdivision de un orígen de mate- ria inorgánica ó de materia orgánica. Ocuparémonos primero de las teorias de un orígen terrestre. Entre las teorías sobre un orígeu inorgánico terrestre sólo la de MENDELEJEFF (*) ha tenido cierta aceptacion. MENDELEJEFF opina que se han formado en la costra terrestre hendiduras y grietas, debido al levantamiento de sierras, que les siguen á lo largo hácia el interior, llegando así á una zona de hierro antracífero en (*) Berichte d. deutschen chem. Gesellschaft, 1877, tomo X, pág. 229. — 188 — estado ígneo-líquido. Por estas grietas y hendiduras ha lle- gado entónces el agua de las capas superiores á estas masas ígneas — como supone MENDELEJEFF — y, por doble des- composicion, se habrían formado ahora hidrocarburos, que subieron como gases ó vapores á las partes superiores, donde debían condensarse por el enfriamiento á causa de la temperatura relativamente baja de estas capas. Para fomentar tal teoría se han iniciado experimentos prácticos de labora: torio y efectivamente lograron CrLorz (1) y MENDELEJEM obtener hidrocarburos, al conduci? vapores de ácidos (ó va- pores de agua sobrecalentados, MENDELEJEFF), sobre hierro ó manganeso antracíferos. EncLER (*) al combatir la posi- bilidad de este orígen, menciona que ZALOZIECKI hace la observacion fundada, de que tales grietas y hendiduras de la costra terrestre solo eran posibles en las partes compactas Y duras de la costra terrestre. Esto evidentemente es cierto, agua ó sus vapores á aquellas masas ígneo-líquidas, dado * hecho, que la temperatura constantemente se aumenta al llegar á mayor profundidad, él no solamente no tiene razon, sinó que químicamente aquella suposicion es imposible! Cada materia, que á cierta temperatura no se descom- pone, tiene su temperatura « crítica», á la cual el gas M0 puede licuarse bajo ninguna presion, lo que algunos llaman « punto absoluto de ebullicion», porque al llegar á esla misma temperatura, el líquido se gasifica bajo cualquier presion. La temperatura crítica para el agua €S segur (*) Jahresbericht d. Chemie, 1878, pág. 1196. (*) Muserarr, Chemie, 1898, tomo VI, pág. 2119. — 189 — Srrauss (1) + 370? C. y segun NADEJDIME (*) + 358? C. A los pocos kilómetros llegaría pues el agua á su temperatura erítica, á pesar de que con la presion de solo una atmósfera el agua ya se gasifica á los 100 grados y que, al «caer en grietas », ella no puede encontrarse bajo alta presion. ¿Cómo ya á caer el agua en estado gaseoso, el vapor ? Si echamos agua hirviendo vemos que el vapor sube y lo mismo sucede en el interior de la tierra; lo prueban los geiseres con sus erup- ciones de agua y vapor en intervalos bien regulares y se- guros ! Las otras observaciones que se hacen á la teoría de MENDELEJEFF no tienen tanta importancia. La falta absoluta del petróleo en las piedras volcánicas se explica ya por los mismos fenómenos volcánicos, su temperatura, ete., como la ausencia en las rocas y capas arcaicas es debida al hecho de que las masas de esta formacion son muy compactas, También la baja temperatura de las minas de petróleo se explica fácilmente, pues ellas tienen la temperatura de las rocas, que las encierran. Tampoco puede sostenerse que una mina, al haberse dado salida al petróleo, debería rellenarse de nuevo de un depósito inferior de petróleo caliente, pues tanto las masas ígneas pueden haberse enfriado, y entónces no fun- cionan más, ó el agua no alcanza más á ellas, porque la an- tigua grieta se halla ahora rellenada por masas sólidas. PixosguF (*) expone que los distintos hidrocarburos que forman petróleo, no podrían encontrarse en una sola capa debido á la gran diferencia de sus puntos de evaporación y condensacion; los pesados tendrían que quedarse en las capas inferiores, los livianos, al contrario, encontrarse en las supe- riores, mientras que la práctica enseña más bien lo contrario. Esto es un argumento no sólo contra la teoría de MEXDELEJEFF sinó contra todas las teorías de un orígen terrestre del pe- () Bievermass, Chemiker-Kalender, 1905, IU, pág. 101. (*) Hóren, Das Erdól u. seine Verwandten, pág. 105. — 190 — tróleo, pues cada una de ellas debe contar con una tempera- tura bastante elevada, sea que su orígen se suponga en la descomposicion de plantas ó de partes animales. La existen= cia de derivados de amina y de piridina no es de manera al- guna prueba eficaz de un orígen orgánico; al tratar del orí- gen cósmico ventilaremos esta cuestion secundaria. Las mismas observaciones, que se hacen á la teoría de MENDELEJSEFF deben hacerse á la de Byasson (*), quien su- pone que vapores de agua, originados por la caida de aguas marinas á capas inferiores de la costra terrestre, en combi- nacion con ácido carbónico han formado petróleo, al encon- trar hierro ó pirita de hierro incandescentes. Como los gases suben y no bajan, y como aquí se trata de tres gases dife- rentes: ácido carbónico, vapor é hidrocarburos, es más que imposible este orígen. BERTHELOT (*) cree que metales al- calinos con ácido carbónico (será de los carbonatos?) hu- biesen formado con hidrógeno en el interior de la tierra ace- tileno y luego petróleo, idea que tampoco no es sostenible por las mismas razones, que ya hemos objetado en contra de la teoría de MexDELESERF. Dumas, Rosk y BunseN conside- ran en sus tratados de química al petróleo como producto de la condensacion de hidrocarburos, contenidos en los depo- sitos de sal de roca, y FórrerLe de aquéllos en las pizarras bituminosas ; pero así no se explicaría el orígen mismo de los hidrocarburos, sinó sólo su aglomeracion secundaria. Igual observacion debe hacerse á la teoria de HocHsTETIEN, quien cree (*) en una formacion á base de hidrocarburos de carbon de piedra. GrecorY, KobrLL (*) y otros son partida- rios de una formacion del petróleo por destilacion y “ob (*) Comptes-rendus de PAcadémie des sciences, 73, pág. 609. (*) Comptes—rendus de lAcadémie des sciences, 82, pág. 949. (*) Jahrbuch d. k. k. geol. Reichsanstalt, 15, pág. 206. ( * Journal f. prakt. Chemie 'I), 4, pág. 1; idem 8, pág. 305. — 19 — bustion subterráneas de carbon de piedra, lo que sostiene tambien Le Ber (?). Si queremos admitir un orígen terrestre y de procesos inorgánicos, creo más bien que puede darse otra explicacion, bastante plausible y que tambien practicamente ha sido estu- diada por SABATIER y SENDERENS (?). Sabemos que á alta temperatura se forman fácilmente car- buros alcalinos ó alcali-térreos, por ejemplo el carburo de calcio, de carbon y cal viva 0 piedra de cal, carbonato de calcio. Pues bien, si plantas encerradas en el interior de las capas superiores de la tierra, y mezcladas con carbonato de calcio, ó en contacto con rocas calcáreas han formado por combustion carbon de leña en depósitos subterráneos, el mis- mo calor ha podido quemar las piedras de cal y la cal viva, al caerse al carbon, ha debido formar carburo de calcio, que luego quedaba encerrado en el lugar de su formación. Enfriado con sus rocas vecinas en épocas posteriores y rompiéndose ahora la costra superior al levantarse sierras, ó con ocasion de terre- motos — lo que fácilmente puede suceder á causa de los hue- cos, formados por la combustion de las plantas y la coccion de la cal, — podría entrar agua al depósito de carburo de calcio, ó por grietas, gruesas ó pequeñas, ó por infiltracion. El pro- ducto natural sería entónces acetileno, del cual se ha podido formar petróleo, y éste, ó se ha quedado en el mismo lugar, ó ha filtrado por las rocas vecinas y porosas. Pero tambien contra esta teoría debe observarse, que los gases formados debían buscar su escape hácia la atmósfera, ó por las grietitas ó por la porosidad de las piedras que permitía la infiltra- cion del agua. Entre las teorías del orígen del petróleo de materias orgá- nicas mencionamos primero las que lo suponen formado por *') Comptes-rendus de U'Académie des sciences, 81, pág. 967. * Comptes dus de T'A AR RR sciences, 1394, pág. 1197 y 1185. y LOMptes — 192 — una descomposicion de plantas. Ya anteriormente nos hemos ocupado de algunas de estas teorías, al hablar de los hidro- carburos de las pizarras bituminosas y de los encerrados en la sal de roca ó en el carbon de piedra, que encontramos en algunos depósitos secundarios de petróleo. REICHENBACH (, por ejemplo, creyó en una transformacion de aceite de tre- mentina de pinos primordiales; WaLL y Krúcer (*) buscaban el orígen del petróleo en la celulosa; DauBrÉE dice haber obtenido hidrocarburos, al hacer reaccionar vapores de agua sobrecalentados y madera, y que éstos además notaban como síntoma característico al mismo olor que es propio del petró- leo de Pechelbronn (*). Una formacion indirecta del petróleo, es decir por descomposicion de carbon de piedra, supone, como ya hemos dicho, HocusteTTER; de lignita WELTER; de turba BiyxeY. Hunt (*), como también LESQUEREUX, Ve el orígen del petróleo en la paulatina y contínua destrucción y transformacion de algas ó fucos marinos ; WiINDEKIEWICZ() de resíduos de plantas en general, incluyendo troncos de árboles. Un orígen vegetal del petróleo admiten HARPER (*) y STRIP= PELMANN (*), pues lo suponen en parte para el petróleo de la formacion carbonífera, mientras otra parte demos- traría un orígen animal, como tambien el petróleo del Silor y Devon. SrriPPELMANN (5) cree además, que esta formació! del petróleo se efectúa todavía en la actualidad en el interio! (*) Schweigger's Journal, 59, pág. 967. (*) Hóren, Das Erdol, ete. pág. 111. *) Exscuer, Die Entst. d. Erdóles, Chem. 1nd., 1895. (*) Jahresbericht d. Chemie, 1871, pág. 1188. (*) Femuixc, Hando. d. Chemie, 1878, HI, pág. 39. (*) Rapport géologique, etc. (*) Die Petroleumindustrie, etc. (*) DixcuER, Polyt. Journal, 229, pág. 1. AE E : y Gel — 193 — terrestre y, debido á su temperatura elevada, el petróleo, una vez formado, llegaría á las capas superiores por con- densacion de sus gases ó por capilaridad. La teoría, que en los últimos decenios domina, tanto en las filas de los químicos como en las de los geólogos, es la que supone un orígen animal al petróleo y que sostiene, que es el producto de resíduos animales, que en épocas geológicas muy remotas y en cantidades enormes hubiesen sufrido una descomposicion especial, para la cual en la actualitad falta- sen, en general, las condiciones ó factores esenciales. LeoroLb vox Buch (*), porelaño 1830, más ó menos, opi- nó que el gran contenido de bitúmen en las pizarras suabas (Lias superior) estaba en relacion directa con las abundantes masas de resíduos animales incrustados en ellas. BertELs (*) vió el orígen del petróleo del Cáucaso en la descomposición de moluscos ; MúLteEr (*) sostuvo, que numerosos cadáveres de animales hubieran cubierto el fondo de mares, entónces existentes, que, encerrados por el fango y barro, se descom- pusieron lentamente, formando petróleo que luego penetro á las capas superiores; Fraas (') consideró los sedimentos bituminosos de la Syria como producto de la fauna del mar cretáceo y el petróleo del Djebel-Zeit, en una escollera de corales en las orillas del Mar Rojo, como producto de des- composicion de las tan abundantes masas de pescado en aquella laguna. Análogas teorías sostienen WmitxeY, Huxr, Peckmam, ORTON, SICKENBERGER (*) y sobre todo HórEK (?), quien cree en una destilacion lenta, PoR al calor terrestre, , de resíduos de moluscos, peces y a (*) EscLer, Muspratt's Chemie, 1898, IV, pág. 2121. (*) Waenen, Jahresbericht d. Chemie, 1875, 1059. (*) Zeitschrift [. Parraffinind. 1876, pág. 70-71. (*) Excuer, Muspratt, etc., 1. c. (*) Hóren, Petroleumindustrie Nordamerikas, 1877, pág. 83. — 194 — b) La teoría « Engler » Llegamos por último á la teoría que hoy en dia es la más aceptada: la teoría de EnGLER(*). ExgLER mismo dice, que una teoría de un origen animal del petróleo recien puede pre- sentarse como fundada, cuando explica no solamente el me- canismo químico de la transformacion de la materia animal en petróleo, sinó tambien la aglomeracion de tan enormes masas de restos animales, como debían reunirse para formar depósitos de petróleo de las dimensiones, que la experiencia ha reconocido. Esto es cierto, pero veremos, si la teoría de ENGLER puede satisfacer estas dos condiciones esenciales. Por la destilación seca de materias animales solo se obtie- nen hidrocarburos parecidos al petróleo, pero ricos en pl- roles, piridinaminas básicas y otras substancias con un Col- tenido de nitrógeno, como lo demuestra el aceite animal. Ahora como el petróleo contiene sólo poco nitrógeno y Como ENGLER supone que por razones geológicas no puede du- darse de la formacion del petróleo por materia de la fauna marina, él estudia principalmente la destruccion de nitró- geno animal y su explicacion química. Pero aquí hay qU€ observar, que tales razones geológicas no pueden hacerse valer, puesto que el petróleo no es característico para nin guna formacion geológica, sinó que se encuentre más Ó menos en todas, como ya hemos visto. Varias destilaciones, entre estas algunas bajo alta presio «(hasta de 10 atmósferas) demostraban siempre el hecho mel cionado, es decir la riqueza en nitrógeno del producto de des- tilacion. Basándose en la fácil descomposicion de las partes ricas en nitrógeno en cualquier materia animal (por putre- faccion), mientras que la materia grasa, sobre todo sin Co! tacto con el aire, se conserva por tiempo relativamente larg0 ENGLER ensayó una destilacion seca de materias grasas Doa (') EscueR, Muspratt, etc., pág. 2121-22. E A a E EN O — 19 — una presion de 20 á 25 atmósferas y á una temperatura de 360* á 420”, Putrefacciones rápidas de materia animal da- ban así en el laboratorio una comprobacion de lo dicho : que- daba gran parte de la grasa en el estado, conocido por «adi- pocira ». De la destilacion seca de estas masas resultaron hi- drocarburos análogos á los del petróleo. 492 kilogramos de aceite de pescado (Clupea Ayrona), p. sp. =0.903, daban á ExcLer en la destilación á 3207 y bajo 10 atm. presion en un principio, y 4007? y 4 atm. al fin de la operacion, 299 ki- logramos de un destilado oleoso, que contenía fuera de res- tos de grasa sin descomposición y olefines, hidrocarburos de la série de las parafinas. Otros ensayos con resultados aná- logos prueban, que así se puede obtener un petróleo artificial, bastante parecido al natural. Pero ExGLER pasa á mi parecer con demasiada facilidad sobre la descomposicion y transformacion en dos distintas fases ó períodos, á lo menos, cuando se trata de masas enor- wes. Donde se efectúa una descomposicion de cadáveres por putrefaccion, no pueden aglomerarse otras masas, provenien- tes de la fauna marina, base de la teoría de EscLen. En los mares, los cadáveres, por lo general, se bajan y sirven de alimento á otros animales, pero, admitiendo la putrefacción de ellos, los mismos productos de esta putrefacción infestan á las aguas mismas y matan á todos los animales vivos, razon por la cual esta hipótesis nos puede dar sólo masas muy limi- tadas. Y si los cadáveres de la fauna marina, tal vez como efecto de una inundacion, se hubiesen separado de las aguas de mar, tambien en este caso es violento, aceptar que estas inundaciones Jepositarían «masas» en los mismos lugares, porque en tales inundaciones violentas se deben romper fácilmente los diques naturales, que antes habían separado el mar del depósito de cadáveres, de este verdadero cemente- rio marino, que debía formar forzosamente un valle hondo, para poder retener las masas de seres marinos. Y si los fac- tores para una putrefacción rápida eran dados, tambien lo .— 196 — eran para una descomposicion de las materias grasas en poto tiempo más, que dificulta sériamente la segunda parte de la «operacion química » en cuestion. No niego, ni puedo negar la formacion de petróleo conforme con la teoría de ENGLER, lo repito; sólo me dirijo contra la formacion del petróleo, que se obtiene de muchos modos y maneras y que seguri- mente no es todo del mismo orígen ; creo que ENGLER no ha solucionado lo que él mismo llama indispensable: él no puede « explicar la aglomeracion de tan enormes masas de reslos animales, como debían reunirse para formar depósitos de petróleo de las dimensiones que la experiencia ha reconocl- do». Me parece, que ENGLeER mismo no está satisfecho de ninguna de las opiniones emitidas hasta la fecha, que prt- tenden hacer plausible tal aglomeracion de cadáveres, pues, al enumerarlas no se declara partidario de alguna; plo busca aclarar, en algo, aquella de ZALOZIECKI, combatiendo las de ZiNKEN, OCHSEMUS y Otros, como luego veremos. Suponiendo el hecho de la aglomeracion, dice ENGLER (), que á pesar de haber sido aceptado por la gran mayoría de los peritos enla materia la transformacion de la materia animal en petróleo en dos fases: descomposicion de las mater nitrogenadas por putrefaccion con simultánea transformación de gran parte de grasa en adipocira, y luego transformación de la adipocira en petróleo, — sin embargo uno no puedé or marse, segun el estado actual de nuestros conocimientos, UM idea exacta, de qué manera se ha efectuado todo este pi” ceso químico. Probable es, continúa el autor de la teoría, que tenemos que admitir, que — despues de la descompost cion por putrefazcion — primeramente se separó la glicerim bajo la influencia del agua, junto con la formacion de ácidos sebácicos, llegando luego á la formacion del petróleo po! ha accion de la presion alta y del calor, ó sólo de la presio): Las diferencias, tanto las de la materia, como las de las Usd (') Encuen, Muspratt, ete., pág. 2131. pS ES | E A A a A A — 19N — eunstancias especiales durante la transformacion, producen las diferencias en los productos definitivos, ó sean los distin- tos petróleos : así el orígen de los petróleos de Galitzia y de Norte-América ha sido á baja temperatura ordinaria ó de poco calor; el de los de Bakú á alta temperatura ó á una compensación de ésta por alta presion. El aumento de la temperatura y de la presion se deben, segun ZALOZIECKI (). á la superposicion de nuevas formaciones sobre los conglo- merados con un contenido de materias grasas, Ó segun Donx (*), por dislocacion de terrenos sedimentarios. Basán- dose en la observacion de la transformacion de ácido oléico y de grasa de ballena en hidrocarburos, al calentarles en tubos cerrados, es decir, sin destilacion, ENGLER admite, con Hó- PER, ZALOZIECKI y otros, que tampoco en la formacion del petróleo se puede suponer, en regla general, una destilación, sinó que el mismo conglomerado, que contiene la materia prima, ha sido tambien el lugar de la transformacion en pe- tróleo. La descomposicion de las grasas se ha efectuado según Verrm (*) bajo separacion de ácido carbónico ; segun ExcuLer, de ácido carbónico y agua. La teoría de EscLer ha sido bastante combatida, pero antes de ocuparnos de esta lucha teorética, es preciso ocu- parnos de las diversas ideas emitidas para aclarar la citada aglomeracion colosal de cadáveres, que recien podría soste- nerla. Segun los datos estadísticos, solo del depósito subte- rráneo de Pensylvania se ha extraido hasta el 1” de Enero 1905 la cantidad de 100.605.719.000 kilos, que corresponden á unos 1200 millones de hectolitros y por consiguiente a un estanque de 10 kilómetros de largo, 1 kilómetro de ancho y 12 metros de alto, ó de 100 kilómetros por 1 kiló- metro y 1720. ¿Qué cantidad de cadáveres de la fauna ma- (*) Disener, Polyt. Journal, 280, pág. 5. (*) Donx, Der Liasschiefer, etc., Túbingen, 1877. (*) Vera, Die Erdólindustrie, pág. 95. — 198 — rina debía reunirse, cuando solo una parte de su materia grasa se transformaba en petróleo, transformacion en la cual además se desarrollaban cantidades de agua y ácido carbóni- co? Y cuánto petróleo habrá aún en la misma «formacion» á extraer, y qué cantidad no podrá extraerse por quedar retenido en los conglomerados y rocas ? ¿No llegaremos acaso á muchos miles de millones de toneladas ? ¿Y cómo explican los sostenedores de esta teoría, el fenó- meno de la aglomeracion? Veremos. Hórer (1) sostiene, basándose en estudios geológicos, que para explicar una aglomeracion tan enorme de residuos animales, como era indispensable para el orígen del petróleo en sus distintos grandes depósitos subterráneos, exclusivi- mente se podría tratar de una fauna marina. Pero nos queda debiendo una explicacion, qué fauna marina y cómo ha po- dido reunir tales masas de cadáveres en un sólo lugar, y po consiguiente, nosotros debemos contestarle, que n4 una fauna marina ha podido originar el petróleo! Que el petróleo en Sus yacijas primarias se halla las más de las veces en las capas sedimentarias superiores, no es exacto, como ya hemos visto; — que el petróleo se encuentra allí con restos fósiles de ani: males marinos, — que las pizarras liásicas bituminosas (que en su destilacion dan parafinas y aceites minerales) son ricas en zoolitos, — que las rocas de corales del Mar Rojo, los hue: cos de los ortho-ceralitos en las calizas de Peckenham (Ca- nadá) y en las dolomitas de Kuchelbad (Bohemia) encierren petróleo, — que el agua que lo acompaña casi siempre Co! tiene mucha sal gema con sales de magnesia, bromo y yodo— todo esto no es prueba alguna para la tésis de Hórer. La sal puede tener su orígen muy distinto, como tambien el petro- leo y hasta existe la probabilidad de que éste sea directament la causa de la conservacion de restos animales; además, la formacion de pequeñas cantidades de petróleo puede ser de- E (*) Hóren, Das Erdol, etc., pág. 115. — 199 — bida á la fauna marina en cuestion y estar sin embargo, sin relacion alguna con los verdaderos depósitos de petróleo, porque en la mayoría de los casos no se ha logradu descubrir tales depósitos, cuando las idénticas condiciones geológicas, 6 sean las de las formaciones, sólo han consistido en las cita- das propiedades particulares de algunos sedimentos y piza- rras bituminosas ! ZLiskex (') supone, que se hubiesen aglomerado sobre el fondo del mar los cadáveres de animales que habitaban los mares, especialmente de malacozoarios [segun Léuckart (*) tambien de infusorios, noctiluccos, actinios, pulpos blandos, limáceos, cephalópodos con concha, ete.] y además de ostras y pescados de concha [cuyas conchas se hubieron consumi- do por el ácido carbónico del agua (?)). Cubiertos con cieno, aquellos se han descompuesto entónces, formando su materia grasa el petróleo, que —evaporado por el calor terrestre —era transportado por destilación á las capas superiores. Ya anteriormente nos hemos ocupado de la imposibilidad de un proceso semejante, tanto por la existencia de otros tantos seres marinos, que se alimentan de los cadáveres, como por infeccionamiento por ptomainas y otros venenos cadavéricos, que impiden la aglomeracion de masas ; y además, tomando en consideracion los animales enumerados, dudo mucho que podían bajar al fondo del mar, por falta de peso específico. PieosE ur observa todavía que, suponiendo tal destilacion, los destilados livianos se hubieron separado de los pesados, y los ensayos del fondo de mar, practicados por Vox GúmBEL, que dan vestigios de materias grasas, en ningun caso prueban aglomeraciones sobre el fondo de los océanos. Ochsextus (*) ha sido, sin duda alguna, el «luchador en (', Zisxes, Geol. Horizonte d. foss. Kohlen, Leipzig, pág. 121-122. (*) Hóren, Das Erdól, etc.. pág. 117. (*) Chemiker Ztg., 1891, pág. 935, 1135, 1866; 1892, pág, 1181 y 1923; 1896, pág. 383. — 200 a primera fila» por la teoría de ENGLER, reconociendo desde luego sus grandes méritos en el terreno experimental sobre la formacion del petróleo, de tal manera que se enconira- ba envuelto en una discusion bastante ágria con HÓFER. la teoría de ExncLerR ha sido llamado en aquella época pY HoLbe (*) : teoría EncLer-HóÓFER, y OCHSEMIUS (*) señalaba esta denominacion como errónea, diciendo que HÓFER ha- bía emitido públicamente su idea sobre el orígen animal del petróleo de Pensylvania recien en 1883, mientras que Él mismo ya en 1882 había sostenido, en la sociedad geológica alemana, un orígen animal y especialmente por reaccion quí mica con aguas madres salinas; el origen animal ya había sido supuesto por Murcuison (*) en 1830 y la importancia de álcalis en la reacción por Brown (“) en 1843. ENGLER, al contrario, tiene el gran mérito : haber dado efectivamente la. prueba (experimental) de lo acertado de aquellas ideas sobre el origen del petróleo. Hórer (*) contestaba algo ir. tado, que él ya en 1877 en su libro sobre la industria petro- lífera de Norte América había desarrollado la hipótesis del orígen animal como una teoría bien fundada y elaborada con criterio y no como simple opinion, que era el verda- dero nombre para las anteriores publicaciones de otros. Está bien, pero yo creo que Hórer está en un error al decir: «que alguien al leer las observaciones de OcHsEmMt> — y sobretodo uno que no conoce á fondo esta cuestion —, podrá suponer, que Hórer se hubiese adjudicado méritos A ajenos», pues no es Hórer, sinó HoLpe, contra guien se dirige Ocasemus; en la causa misma, OcusenIUSs juzga 0% _— ') Chemiker Ztg., 1892, pág. 1053. *) Chemiker Ztg., 1892, pág. 1181 y 1923. *) Jahrb. f. Mineral., 1830, pág. 125. (“1 Gesch. d. Natur, 11, pág. 646. (*) Chemiker Ztg., 1852, pág. 1859. a buen é imparcial criterio. La verdadera teoría bien elabora- da sólo proviene de ExGLER y de sus pruebas analíticas y tanto más es « teoría ExGLER », cuantu Horen la rechaza di- rectamente, declarando que nunca ha pensado ni pensará que el petróleo sea originado sólo por las materias grasas. He tenido que ocuparme aquí de este «intermezzo», porque la crítica imparcial siempre debe buscar y tomar en cuenta «pequeñeces» como esta interpretacion errónea, pequeñeces que aparentemente se olvidan, sin embargo siguen de hecho, turbando la vista y desviando el criterio recto de las partes y de sus partidarios: ¡somos sólo hombres! Mientras que yo tambien —como ya anteriormente lo he expuesto — no puedo encontrar, dónde Hóren se hubiese en- sayado en dar una aclaracion por la monstruosa aglomera- cion de cadáveres de la fauna marina, Ocusextus á lo menos pretende darnos esta explicacion, aunque la encuentro poco plausible. Dice (*) (y lo sostiene en todus los demás artícu- los, ya citados, sobre esta cuestion): « La formacion de pe- tróleo se debe á aglomeraciones en masa, de organismos marinos — y especialmente de la fauna marina, — que se en- cuentran sometidos á la accion de aguas madres salinas — de sales de aguas madres, — enterradas bajo de una capa de limo, impenetrable al aire »; y (*): « Supongamos, que una bahía, de entrada estrecha como la de Rio de Janeiro, por ejemplo, poblada por una abundante flora y fauna sea inun- dada de repente por un torrente de aguas madres, que, ba- jando de un estrato de sal, situado en cierta altura — es decir, levantado un poco — arrastrara limo, arcilla salífera, ete., todos los seres vivientes de la bahía morirían de golpe envenenados por el cloruro de magnesio de las aguas madres, quedando enterrados bajo una cubierta impermeable al agua yalaire.> (') Chemiker Ztg., 1891, pág. 939. ¡*, Chemiker Ztg., 1891, pág. 936. T. xvi — 202 — No se puede negar, que se habrá formado petróleo, cun- forme con las ideas de Ocusenmtus, dado el estado de nues- tros conocimientos actuales de la materia y los ensayos prác- ticos de ExcLer; pero masas de petróleo, como las que hemos mencionado, en manera alguna se han podido formar así. Tambien admitiendo que aquellas catástrofes Se hubie- sen producido repetidas veces en el mismo lugar, ó en varios lugares distintos, pero adyacentes, la cantidad del producto, petróleo, exige tales masas de peces y de aguas madres, qué toda la teoría, como explicación general y verdadera del orígen del petróleo, es imposible. Por la cantidad del pe- tróleo podemos calcular la de adipocira, por ésta la de los distintos miembros de la fauna marítima y Pol ésta recien las dimensiones que la banía debía tener para poder alimentar y hospedarlos. Sólo una imaginacion más que viva puede seguir á las inmensas cantidades, que así forz0- samente debemos obtener y recien tenemos calculada uni muy pequeña parte, pues estas aguas deben ser envenenadas por el cloruro de magnesia de las aguas madres. Ahora ll inundación de la bahía por aquellas aguas madres tent como consecuencia forzosa un crecimiento rápido de las aguas de la bahía, y estas salen al mar abierto por la boca, €N- grandecida en proporción á la altura de las aguas, hasta vel” cer el desnivel momentáneo. Y lo peor del caso es, que los peces muertos suben á la superficie! es decir ganan abierto. : Las masas de aguas madres deberían ser entónce : calculables y, sin embargo, el efecto producido era sólo insig” nificante. En lugar de una bahía ya tenemos que supone! y lago interno y encerrado entre altas riberas, que disminuy? su riqueza en fauna marítima y todavía quedaría subsistente el hecho de que los cadáveres flotarían en la superficie de las aguas, Y, ¿de dónde saldrían estas enormes cantidades e. aguas madres? pues debían corresponder á salinas de dimen”. siones ni remotamente conocidas en el día de hoy, $2; s casi 11 a conserven su cloruro de magnesia y que sin embargo aún deberían existir ! Además, hay que observar que la teoría de Ocumsextus no está probada experimentalmente, porque no explica la pu- trefaccion rápida de las materias nitrogenadas, factor esen— cial de los ensayos de ExcLer. Al contrario, la sal y tambien la salmuera impiden la putrefacción por bastante tiempo, como su uso diario en la conservacion de la carne lo prueba y OcHsExtUS (?) mismo cita un ejemplo convincente. En la vecindad de Vizakna en Transilvania (Hungría) tuvo lugar el 4 de Febrero 1849 un combate entre las tropas imperiales y las de Bem. Por la dificultad de enterrar los cadáveres — de unos trescientos honveds húngaros — resol- vieron el 7 de Febrero, tirarlos al pozo de minas de sal « Echo », de 200 metros de profundidad y abandonado á causa de su inundación por las aguas salinas. En Julio de 1890 penetraron al mismo pozo grandes masas de aguas atmosféricas, llenándole y removiéndole de tal manera, que salieron seis de aquellos cadáveres, despues de haber per- manecido más de cuarenta y un años en las aguas saladas. Aparte de la descomposicion y pérdida del pelo, no se ha podido observar ninguna alteración en los cuerpos ; el exte- rior y el interior, todos los órganos y tejidos correspondían en absoluto á todas las propiedades de cadáveres frescos. Todos, hasta los más internos órganos, que no habían estado en ningun contacto directo con las aguas saladas, estaban completamente atravesadas por cristales de cloruro de sodio del tamaño de semillas chicas hasta el de arvejas. Á este gran poder conservador de la sal, y para el caso de una descomposicion lenta y de una supuesta formacion de petróleo, hay que agregar aún el igualmente grande poder conservador del nuevo producto, del mismo petróleo; así á lo menos lo han demostrado mis múltiples ensayos en este *) Chemiker Ztg., 1891, pág. 938. — 204 — sentido. Para sostener la teoría ExGLER me parece indis- pensable, admitir primero una descomposición rápida por putrefaccion de toda materia nitrogenada, antes de la transfor- macion de las materias grasas en petróleo, pues este impe- diría el primer proceso. Mucho menos posible que la teoría de OCHSEMUS Mé pá- rece una otra, emitida por Anprussow (*) para el Mar Negro, suponiendo como causa de la aglomeracion de cadáveres mi- rinos la entrada de aguas de mar á un lago de agua dulce. La expedicion marina del Tschernomoretz, 1890, ha observado en el Mar Negro á una profundidad de 425 metros un conte- nido tan grande de ácido sulfhídrico, que á causa de eslo toda vida orgánica era imposible ; ya á 200 metros se apercibe bien su olor. Faltando así los animales que pueden consumil los cadáveres de peces, que bajen á la profundidad, tendría- mos una razón para la descomposicion por putrefacción, er ce y en caso de una catástrofe una aglomeracion de masas, Ue que esto sea demasiado insignificante para explicar cantide: des de petróleo, como aquella de Pensylvania. Tal catástrofe ve ANDRUSSOW en la entrada de mar en el Mar Negro, po! rompimiento del Bósforo. El Mar Negro antes ya había estr do, en varios puntos, en contacto con el mar, pero despues ba sido transformado en un lago de tierra adentro y Sus aguas resultaron convertidas en aguas salobres por la continui | afluencia de agua dulce, proceso que parece probado po! pe. | fósiles de la fauna correspondiente. Al entrar luego el ago? de mar de golpe, se acabó — según Anorussow —la y de agua salobre y la aglomeracion de cadáveres estaría exp cada. Pero la observacion diaria nunca nos da tal efecto inme- diato, al entrar el agua de mar en agua salobre ! ni ent” dulce. Varios ejemplares, hasta especies enteras, Se muero en el instante, otros recien en algun tiempo y otros $8 adap" tan al nuevo ambiente. Y como el pescado muerto sube pOr (*) Jahrbuch d. k. k. geol. Reichsanstalt, 42, pág. 361. añ ES mero á la superficie, el flujo y reflujo le conduce al mar abierto, donde es consumido por otra fauna. Faltando el cloruro de magnesio en cantidades, como las supone Ocusk- MUS en sus aguas madres, la exterminacion de una fauna « de golpe » es insostenible. Es cierto que á veces se observan grandes masas de peces muertos, que cubren superficies extensas. Kusserzow (*) lo relata de la bahía de Karabugas, que — según él — por gran evaporacion se enriquece en sales hasta tener 23? Beaumé, mientras el Mar Caspio mismo sólo marca 130% Beaumé. Al entrar en la primavera verdaderos enjambres de en la bahía, estos se mueren. Pero el reflujo devuelve á un mar abierto los cadáveres. Además, por la graduacion se ve, que aquí ó existe una salina desde antes, ó que está for- mándose recien. Por lo general, no se puede hablar de aglomeraciones de peces en la playa, ésta existe solo en la imaginacion de los «soldados de tierra »; los conocedores del mar están persua- didos de antemano de su imposibilidad. Muy bien lo dice Ocusemos (*) : « La gran velocidad con la cual el mar mismo procede á una limpieza general y completa en la escala más grande, se observa muy bien en las bahías, después de grandes avenidas de pescado, en las cuales efectivamente á veces se ven más peces que agua y que estos por su enor- me masa obligan al paseante á fugarse de la playa. Lo que de estas masas despues es recogido de nuevo por el mar (y lo es casi la totalidad) no se puede encontrar más, ni sobre el fondo, despues de horas, por lo general, á más tardar en uno ó dos días, aunque la bahía durante la invasion pa- recía repleta. En otro lugar (*) el mismo autor nos cuenta, que en Abril 1882 el mar al este de la costa entre Boston y Fila- (*) Zeitschr. f. praht. Geol., 1898, pág. 26. (2) Chemiker Ztg., 1891, pág. 936. (*) Chemiker Ztg., 1892, pág. 1181. — 206 — delfia mostraba grandes campos, de extensiones de varias millas, cubiertas por completo de cadáveres de peces. Un sola borrasca les hizo desaparecer. En Chile ha observado avenidas de pescado, que cubrieron la playa en una capa de un metro de altura y que fueron echados al dia siguiente de nuevo al mar, á lo menos en las vecindades de las poblacio- nes, por medio de un peonaje extraordinario. En poco tiempo todo había desaparecido, tambien de aquellos lugares, en los cuales los cadáveres no se habían removido. SICKENBERGER (*) opina que en el Mar Rojo se forma pt- tróleo por la descomposicion por putrefaccion de pescado; porque este mar, el más cálido y salado de todos, debido á su situacion particular y al clima tan calido, alberga mismo tiempo la vida orgánica más desarrollada, que se 0- noce, tan abundante que no alcanzan los consumidores de cadáveres marinos, á acabar con estos. La putrefacción de estos restos forma — siempre segun SICKENBERGER — UN verdadera « fermentacion de petróleo ». Procesos análogos— pero en épocas lejanas — presume él para el Mar Muerto. OcHsEmUs (%) ya le observaba, que el petróleo del Mar Rojo no tenia tal orígen, sinó que éste había filtrado al mar, de capas bituminosas terciarias de las orillas, é invitó á SICKEN BERGER á hacer un ensayo práctico en su laboratorio de Call invitacion que, aceptada por SickesBErGER, le dió solo 1 resultado negativo (?). s Mucho menos aún puede explicar las aglomeraciones en cuestion la hipotesis de loxes (*, quien busca la causd de una extincion momentánea de la fauna marina en la alaer" cia extraordinaria de agua dulce, que, según él, sucede á 01 (') Chemiker Ztg., 1891, pág. 1582. (*) Chemiker Ztg., 1891, pág. 1735. (") Chemiker Ztg., 1892, pág. 1180. (*) Geolog. Magazin, 1882, pág. 533. | A llas de las mares de la India y, según NorpExskIóLD, en la embocadura del Jenisei. LyeLL ve en las corrientes limosas del Shebenacadie á un verdadero analogon de la aglomera- cion de saurianos y cefalópodos de los terrenos liásicos. Lo mismo da, si las aguas salobres se forman por las aguas de mar, ó vice-versa por las aguas dulces. La primera publicacion de Ocmsexus en la Chemiker- Zeitung sobre el orígen del petróleo se encuentra en el nú- mero 53 del 4 de Julio 1891, en Dinglers Polytechnisches Journal del 17 y 24 de Abril y 8 de Mayo del mismo año, Zanozieckt (1) había tratado sobre la formacion de pe- tróleo y de la ozocerita, sosteniendo luego sus opiniones en otro artículo (*) contra Ocusextus, quien le contestó en seguida (*). Lo que á nosotros interesa por el momento, es, como quiere explicar ZaLozieck1 la aglomeracion de las ma- sas de cadáveres marinos. Dice, que las corrientes reinan- tes arrojan Jos restos de la fauna marina siempre á las mismas playas favorecidas, sobre todo de lagunas y bahías poco mo- vidas de las zonas tropicales y templadas. Luego se cubren eonarena y lodo y así no pueden ser consumidos por la fauna paleozoica, están bajo la accion del oxígeno atmosférico, Por más tiempo que este procedimiento dure, tanto más mate- ria animal se aglomera, hasta que — ó por levantamiento Ó por retirarse el mar — esta queda separada del mar, mientras que el proceso químico de descomposición de la materia animal sigue, que en vista de la larga duracion de los proce- sos geológicos ya sobrepasó la fase de la descomposicion de la materia nitrogenada por putrefaccion. Lo que anterior- mente hemos observado, prueba que es en absoluto imposi- ble, que la hipótesis de ZaLoziecki sea una expresion verdadera ó sólo factible tratándose de hechos naturales. (*) Dingler, Pol. Journal, 280, pág. 69, 85 y 133. *) Chemiker Ztg., 1891, pág. 1203. *) Chemiker Ztg., 1891, pág. 1736. — 208 — . En primer lugar, en ninguna parte del mundo se observa, que las corrientes arrojen los restos de la fauna á las playas favorecidas ! no; es el flujo, que los arroja y el reflujo los devuelve al mar, donde son consumidos. Y el reflujo los llevaria aún en el caso, que la arena y el fango ya los hubiesen cubierto, pues los llevaria junto con éstos. Y — que idea se ha formado ZaLozIEcKt, ¿cómo se podrá elec- tuar una putrefaccion sin acceso deoxígeno ? Y si hasta el momento del levantamiento ó de la retirada del mar estaban las masas aún bajo la accion del agua ¿cómo es que la grasa formada no sube á la superficie, debido á su poco peso espe- cífico? y ¿cómo es que nunca se observa petróleo en los pozos de las playas? Contra la teoria de OCHSENIUS observó ZALOZIECKI como argumento de más peso, que el petróleo sea más antiguo, geológicamente hablando, que las aguas má- dres salinas, lo que OCHSENTUS niega y refuta; pero dejare- mos estos pormenores, pues nada tienen que hacer con nuts tra pregunta : « ¿Cómo se puede explicar la aglomeración de tan enormes masas de restos animales, cómo debían reunirse para formar depósitos de petróleo de las dimensiones qué la experiencia ha reconocido ? Y sin la cual explicacion nin- guna teoría — según ExGLER mismo — puede presentarse como fundada ! Hemos visto que ExGLERr y todos los demás nos quedan debiendo la contestacion, entónces la teoría no €s fundada. Repito, ella puede explicar la formacion de petróleo, per no el orígen del petróleo. Por esta razon tampoco tenemos que ocuparnos de algunas observaciones « ultra » — científicas sobre pequeños detalles ó defectos de la teoría química de ExcLER, como son las de PhiLIpEs (*) y otros. En esta ocasion me será permitido señalar todavía dos a riosidades del citado estudio de ZaLozrieckt. La primerd has : — ') Transactions of the Am. Phil. Soc., 18, Mayo 1893. A o a 5d Y Fs es refutada á base de análisis por ExGLER (*) y Kast y Sk1in- NER (*), y lo era ya cinco años antes de la publicacion citada por ExcLer y Bómm (*). Es que ZaLozieckt habla de « es- tudios de bituminacion » : adipocira, ozokerita y petróleo ! Es decir, que la ozokerita es el intermediario entre adipo- cira y petróleo, que el petróleo bruto se forma ó se puede formar de la ozokerita, mientras que ésta no solamente está en el petróleo bruto, sinó que tambien se forma del petróleo como por lo general es aceptado. Al leer la refutacion de ZALOZIECK1 (*) contra KAST y SEIDNER me parece, que él ya no sostiene más su anterior teoría y lo mismo sería bueno, hacer con la otra parte, de la cual nos ocuparemos abora. Dice ZoLoziecki (*) que se puede estabiecer el paralelo « Adipocira », « Ozokerita», « Petróleo» y « Turba », « Lig- nita », « Carbon de piedra y Antracita ». ¿Pero quién sostendrá que de la turba se forme lignita, de esta carbon de piedra y luego antracita? No; debido á las dis- tintas condiciones del material, del calor, de la presion y por consiguiente de la destilacion se ha formado á su tiempo de los cadáveres del reino vegetal antracita, ó hulla, ó lig- nita, ó turba ! ¡Tampoco puede citar con fundamento alguno ZALOZIECK1 (*) como aglomeracion de grandes masas las mi- nas de carbon, productos de una destilacion Ó combustion incompleta de plantas, como ejemplo ó analogía á la aglo- meracion de masas de la fauna marítima. En aquellas épocas los árboles y plantas en general, care- cían de profundas raíces y las grandes lluvias los arrastraban (' Chem. Industrie, 1895, entrega 2". (*) Dingler, Pol. Journal, 284, pág. 143 y 253. (*) Dingler, Pol. Journal, 262, pág. 526. (Y) Dingler, Pol. Journal, 284, pág. 253. [*) Dingler, Pol. Journal, 280, pág. 136. [*) Dingler, Pol. Journal, 280, pág. 85. — 210 — junto con la tierra de las cuestas; y si eran cuestas de valles cerrados, los troncos quedaban enterrados en estos abajo de la tierra llevada, entrando luego en la formacion de las minas de carbon, etc.; si los valles eran abiertos y en contacto con el mar, tierra y troncos eran tragados por éste. , > C) Otro ramillete teorético Ocuparémonos ahora de algunas publicaciones recientes sobre el orígen del petróleo. Jenó Kovács Y SAM SÓTET () observaron, que la brea negra, por su constitución terrost, no equivale en manera alguna al asfalto natural con su gral viscosidad. A pesar deesto, siempre queda la probabilidad de que los dos sean productos del petróleo, sólo que el asfallo propiamente dicho no está mezclado con arena, tierra, el. debido á las circunstancias y condiciones especiales del lugar de su yacimiento, abrigado contra vientos de tierra, Ó de su formación, 6á una purificación posterior por agua, por eje plo. Ricuarpsox (?) menciona, que la arena petrolífera de Texas es rica en foraminíferas —como el esquisto de Califor- nia, que encierra la arena petrolífera de la pendiente del Pa- cífico, — además contiene restos de bacilariáceas Y fangos, partículas microscópicas de asfalto en mezcla con pedacil0s de conchas, etc. THreLk (*) llama la atención de que e Pa tróleo de Texas--como el de Rusia en la arena movedizi, sobrepuesta con capas alternantes de arcilla y arena, — $ una comprobación de la teoría de Ocmsentus, hallándose la salina en la vecindad (Louisiana). En una publicación P0% () Chem. Rev. d. Feti-u. Holz-Industrie, 7, pág. 8. 4) Chem. Centralblatt, 1900, 1, pág. 873. (*) Chemiker Ztg., 1901, pág. 175. a — 211 — terior (*) dice, que el petróleo (de Texas) contiene sin du- da mucho azufre libre, pues una muestra de petróleo bruto de Beaumont mostraba un sedimento de 63.63 */, azufre amorfo, 6.81 ”,, azufre cristalizado y 29.56 */, petróleo bru- to. El mineral que cubre á la capa petrolífera es carbonato de cálcio con 1.58 %/, azufre, libre y en combinaciones orgá- nicas. El petróleo de Texas contiene (*) 1.75 */, azufre térmi- no medio. O'Neti (?) informa sobre el petróleo de Califor- nia, que en cantidades considerables sólo se encuentra al Sud en Ventura, Los Angeles, Orange, Santa Bárbara, Kern y Fresno. Ya en explotación desde 40 años, recien desde 1892 da cantidades satisfactorias, porque las perforacio- nes no llegaron á bastante profundidad; la producción alcanzó en 1897 á 2.250.000 hectólitros, 1902 á 20.500.000, La calidad es muy variable, de 0,7849 á 1,0000 peso específico, y supone O'NeiLL con sobrada razón, que en un principio la calidad ha sido probablemente igual y que las diferencias se deben á procesos naturales de destilación y sobre todo de filtración, por la cual se forman aceites livianos y queda un resíduo más compacto y rico en asfalto. El petróleo de California—químicamente considerado—está entre los de Pensylvania y de Bakú, contiene parafinas, hidrocarburos de la série del benzol y naftenes; de 0.001 á 0.669 */, nitró- geno y de 0.062 á 0.950 “/, azufre. Este último — según O'NeiLL — forma parte de una combinación volátil, pues ge- neralmente destila á la misma temperatura; á mi parecer se trata aquí tambien de azufre libre. El resíduo de destilación —asfalto—es de tan buena clase, que á veces conviene des- tilar el petróleo con el único objeto de ganar el asfalto. La misma opinion de una filtracion del petróleo emite Dax (*), [*) Chemiker Ztg.. 1902, pág. 896. (*) Chem. Centralblatt, 1901, 11, pág. 714. (*) Journal Americ. Chem. Soc., 25, pág. 699. - [*) Chem. Centralblatt, 1901, 1, pág. 649. — 212 — quien ha hecho ensayos de filtración por Tierra de Florida, di tanto con el petróleo de Pensylvania, de piedra arenisca del Devon, como con el de Ohio, de piedra calcárea del Silur en centenares de metros de profundidad, conteniendo de 0,5 4 2>/, de azufre. ExGLER y ALBRECHT (*) se declaran descon- formes con Day y sostienen, que'el petróleo sube por efecto E de la capilaridad. En Newcastle (Black Hills, U. St.) la pie- a dra arenisca petrolífera es de un diámetro de 3 metros según KxicHT (?). , v 3 | | El petróleo del Japon es segun Suiw-IcHi-TAKBANO (*) de a orígen orgánico marino, se halla en la formación terciaria, tl tre pizarra y piedra arenisca (MaberY y Suin-1cH1) (*) congran cantidad de conchas fósiles. De interés es tambien, que el pe- tróleo de Westfalia (Alemania) se encuentra segun MúLLEr() en Olfen y Walstadde en tierra caliza marnosa y en Alen so — Drensteinfurt y — Sendenhorst (en analogia con Wellil */,) en el asperon carbonífero, es decir en la formación Cal= bonífera. El petróleo de Pechelbronn (Alsacia) se encuentra: solo en capas areniscas terciarias y, por la razon de no ; hallarlo en el Trias ó Jura, sostiene v. WerwEKE (*), qUe all se hubiese formado. Las opiniones de OCHSENIUS (*) sobre el orígen del petróleo del Mar Rojo y del Mar Muerto, emitidas en la controversia citada con SickenbercEr, han sido a pletamente confirmado por BLANK ENHORN (*), quien Me de que calizas bituminosas y de asfalto se levantan paralelas Y *) Zeitschr. f. anorg. Chemie, 14, 1901, pág. 889. (*) Chem. Centralblatt, 1902, 11, pág. 832. Y) Chem. Centralblatt, 1901, 1, pág. 1069. (*, Amer. Chem. Journal, 1901, pág. 297. (5) Zeitschr. f. prakt. Geologie, 1904, pág. 9. (*) Zeitschr. f. prakt. Geologie, 1895, pág. 97 y 1896, pág. e (7) Chemiker Ztg., 1891, pág. 1735. 1) Zeitschr. f. prakt. Geologie, 1903, pág. 294. AE ER E — 213 — Mar Muerto y al valle del Jordan, que, especialmente en el Wadi Ajun Musa y el monte Neba, contienen un 104 25 */, de bitumen en término medio y darán buen asfalto, como el del Mar Muerto, calculado en unos mil metros cúbicos. El orígen de estas masas bituminosas se halla en una transformación ulterior de petróleo, que se acumuló en las montañas del Mar Muerto de las capas cretácess y que efectivamente brota tanto de la tierra, como del foudo del mar. Llegamos ahora á los estulios de SABATIER y SENDERENS, ya citados, segun los cuales se forman productos volátiles de condensación en la hidratacion del acetileno, á temperatura ordinaria ó poco elevada (*), debido á un exceso de hidrógeno en presencia de niquel (en forma de polvo, finamente dis- tribuido» son productos secundarios, parecidos en sus propiedades al petróleo americano. Conduciendo acetileno sobre niquel á los 200 grados (*) € hidratándolo luego de la misma manera con un exceso de hi- drógeno y en presencia de niquel, se obtiene una mezcla de hidrocarburos del metano y naftenes, bastante parecida al pe- tróleo del Cáucaso. Al efectuar esta última operacion á 300 grados (*) se descompone una parte de los hexanes cíclicos, resultando hidrocarburos cíclicos no saturados, — es decir análogos al petróleo de Galitzia y, conduciendo el acetileno en mezcla con hidrógeno sobre el niquel, se obtiene un petróleo entre el americano y caucásico (es decir parecido al de Ca- lifornia). De esta síntesis los autores deducen, que se en- cuentran en el interior de la tierra metales alcalinos y alcali- no-térreos, tanto libres, como en estado de carburos, que por laaccion de/agua producen hidrógeno y acetileno. Estos gases, en muy variadas mezclas, encuentran en su camino metales (*) Comples-rendus de U'Académie des sciences, 128, pág. 1173. (*) Comptes-rendus de U'Académie des sciences, 131, pág. 187. (*) Comptes-rendus de U' Académie des sciences, 134, pág. 1127 y 1185. — 214 — en polvo y finamente distribuido, como por ejemplo polvos de niquel, cobalto, fierro (?1); reaccionan con estos en la mane- ra indicada y originan asi los distintos petróleos, Esta hipo: tesis se distingue de las otras por el hecho de aclarar las dis- tintas clases de petróleo. Pues bien, químicamente se pueden da aceptar los ensayos citados, como métodos sintéticos parao tener diferentes hidrocarburos, pero sólo simplificando y re- pitiendo los ensayos, que demuestran en la descripcion algo de inseguro, todavia no bien experimentado. En cuanto á la aplicacion al petróleo terrestre tenemos el gran defecto, que á aquellas regiones del interior, donde puede haber metales alcalinos y alcalino-térreos y sus carburos, nunca podrá llegar el agua, por estar su temperatura mucho'mas arriba de latem- peratura crítica del agua, y que los vapores de agua suben y no bajan; además, nunca se ha encontrado ni niquel, n1C0- ab balto, ni fierro metálicos en polvo en cantidades; ademásel. hidrógeno es demasiado liviano para mezclarse con los Y- pores de acetileno, y últimamente los productos resultantes, por la diferencia de su punto de evaporacion, deberían col densarse en diferentes partes y no podrían formar las mez clas, llamadas petróleo, niaun cuando se hubieran quedado en el mismo lugar de su producción. nar. Hay que mencionar todavía la hipótesis de SoKoLoOrF(') A quien sostiene, que el carbono y el hidrógeno, presentes! un principio como elementos en el cosmo, se combinarontl épocas muy remotas y primitivas de la formación de nuestro globo. El producto de esta combinacion fueron los hidroci" buros, que luego se disolvieron en el magma viscoso, Sept”. : la rándose de él de nuevo, al enfriarse éste. Pero com0 * A SS temperatura del magma « viscoso » seguramente debe cora derarse más alta que la temperatura crítica de los hidro” 0 carburos, todo esto es muy obscuro y doblemente imposible, también por lo recientemente dicho. Para mí es un acertil) Dn (*) Chemiker Ztg., 1899, pág. 843. — 45 — cómo ExGLER (*) pueda hablar de esta teoría, como « basada en un proceso cósmico », pues sólo el orígen del hidró- geno y carbono supone SokoLoFrF cósmico; su unión se efectúa en nuestra tierra, es pues su orígen del petróleo una teoría absolutamente terrestre. Nuestro estudio prolijo de las teorías sobre el orígen del petróleo no ha podido llegar á un resultado satisfactorio, nin- guna de ellas puede sostenerse delante de una crítica impar- cial, basada en nuestros conocimientos de la materia en ge- neral y en nuestro sano criterio humano. Algunas son de por sí directamente imposibles; otras, expresarán efectivamente una verdad, un proceso químico natural, pero sólo pueden explicar la formacion de pequeñas cantidades de petróleo ; ninguna nos ofrece un solo rayo de luz en la obscuridad que la masa enorme de esta materia tan abundante ha formado alrededor de su orígen. Lv Capilaridad Tenemos que decir algunas palabras sobre otro punto muy obscuro, que la misma cuestión encierra. Curioso es que más ó menos todos los peritos en la materia parecen presos de una idea fija : sostienen, que el petróleo ha filtrado de abajo para arriba, que ha subido de capas inferiores a superiores, sea por destilación, sea por presion ó sea por... capilaridad ! No conozco en la física ninguna « propiedad », de la cual se abuse tanto y tantas veces, como de la capila- ridad ! La física solo sostiene, que en tubos capilares tanto el agua, como otras substancias líquidas suben á una altura muy (*) Escuen, Muspratt, Chemie, 1898, 1V, pág. 2120. — 216 — limitada : 15.37 — 0.0019 £ milímetros para un tubo del 1- dio de 1 mm. y para agua; 6.95 — 0.0023 £ milímetros par petróleo, segun FRANKENHEIM (*). A pesar que los exper- mentos practicados, en verdad están lejos de confirmar cual- quiera de las multiples teorías de la capilaridad, esta mili : grosa propiedad debe servir á todo el mundo científico, par « matar » con una sola palabra á cualquier pregunta, que ES Cualquiera se le ocurra y para la cual no hay contestación a almacenada. Así los botánicos dicen por ejemplo : que «por capilaridado | el agua sube del suelo hasta la punta más elevada de los árboles —es decir, en primavera ! cuando sube la savia, 104 otoño, cuando baja, ó en invierno. Cosa curiosa! La físic, E que guarda el secreto de la capilaridad, nos enseña que el E poder capilar disminuye con la temperatura, la botánica, Pp! el contrario, — que la pide prestada para explicar fenómen% por lo demás sencillos, — pretende que en invierno su valor sea cero, pero que con el calor del verano su efecto sé ne fiesta omnipotente. Y sin embargo, la suba de la savia n0 tiene E ; p que ver nada con la capilaridad, sino con el sol y su efecto E la vida vegetal. ; Toda planta viviente se debe considerar como un Sist ma cerrado, un conjunto de células, desde las raíces hasta l Cima, y en este sistema, las células vecinas tienen la p0 lidad de una comunicacion, como por una puertecita, repre a sentada por una membrana. En las extremidades de las de E tas hay primero los brotes y luego las hojas, en las existe la clorófila, una especie de laboratorio quimior Creto ó más bien de un aparato químico microscópico» pa poderosísimo. En él se descompone primero el ácido card” por la accion del sol (ó sea por la « tension », como JO entre la atmósfera electropositiva del sol y la molécu electronegativa del oxígeno). El ácido carbónico es UL e” *) WiNkELMANN, Handb. d, Physik, 1891, 1, pág. 467- la ultra 4 — 217 — existente en mezcla von el aire en nuestra atmósfera y pro— ducido por la combustion lenta ó « digestion » nuestra y de todos los otros animales, por la putrefaccion, por la fer- mentación, por el fuego, ete. El resultado ó efecto de la descomposicion del ácido carbónico en la clorófila, en oxígeno y en carbono, es, que el oxígeno se escapa del laboratorio sui generis, atraído por la fuerza solar citada. Queda pues en la célula sólo el carbono, y esto justamente en el momento de nacer, in statu nascendi, como nosotros, los «sabios », decimos, y en este momento el carbono — como tambien cualquier otro elemento — es muy electroactivo, ó químico-activo, busca entrar en una nueva combinacion, puesto que su fiel compañero, el oxígeno, se ha ido. Y, como en la misma célula de la clorófila se encuentra agua, se forma por los dos, el agua y el carbono in statu nascendi : almidon ! El primer cuerpo orgánico se ha formado, la vida vegetal ha principiado ! Del almidon se forman luego los otros constituyentes: durante el dia se llena, por ejemplo, la hoja de la parra completamente con almidon, en la mañana siguiente ya ha desaparecido, ha formado nuevas combina- ciones químicas, celulosa, azúcar ú otra. Pero nuestra célula, antes llena con el gas ácido carbónico y con agua, ahora sólo alberga al almidon sólido : por consi- guiente se ha formado en ella un vacío, análogo al « vacuo » de una bomba. La presion del agua en la célula vecina obra entónces sobre la membrana, «abre la puertecita de comn- nicación »; la primera célula se llena nuevamente con agua, en estado gaseoso, debido al vacio. Mientras tanto ha entrado tambien nuevo ácido carbónico del aire, es agarrado por la clorófila y en « tension » solar: los factores de otra formacion de almidon están dados. ¡La vida orgánica sigue! El vacío relativo producido de esta manera en la segunda célula, obliga á la tercera, á comunicarse con ella por la presion subsistente de la atmósfera, y así debe entrar en accion la cuarta, quinta, sexta, etc., hasta plegar. al si TY. Xx vin . — 218 — de agua, adentro de la tierra, que alimenta las raíces y con ellas al árbol entero. Para mí no puede haber nada más seguro y sencillo, que lo aquí expuesto: me parece la verdad. Fuera de las múl- tiples y más diversas manifestaciones de la «tension» en los fenómenos puramente terrestres, existen igualmente va- rias intercósmicas de suma importancia, en las cuales obra á veces á la par de la gravedad ó gravitacion. La «tension» se manifiesta como fuerza cósmica : 1? En la atraccion de sol y planetas, debida á las atmósl- ras de oxígeno y nitrógeno de estos, según la clasificacion de BerzELtUS, atmósferas de elementos mu y electronegalivos, en contraposicion á la atmósfera solar electropositiva de hi- drógeno, helio, metales alcalinos, alcalino-térreos, etc.; 2” En el rechazo de los cometas por el sol, que en sa rihelio desarrollan una atmósfera ultra-electropositiva de sodio, es decir, de electricidad igual á la solar; 3” En el rechazo recíproco de los soles entre sí, pues todos son dotados de atmósfera electropositiva. Siendo los soles las cabezas de sus respectivos sistemas tenemos que ver en _ tercera manifestacion cósmica de la « tensión » la consent” cion de las propias existencias de soles y sistemas nn que de esta manera pueden resistir á la fuerza atrayente e materia, á la gravedad. me Hasta este momento, mi teoría de la « Tensión > 1“ sido refutada por nadie, ni nadie ha pretendido refutaclas la lógica y la abundancia de fundamentos, bien im mente seleccionados, han sido reconocidos unánimemente » como mi discurso (*) en la 75* asamblea de la sociedad alemá de Naturalistas y Médicos, en Septiembre 1903 en Cassel, só sido impreso y divulgado ya entres mil ejemplares, e.” puede observar, que mis ideas no sean conocidas. 2) HARPERATH, Sind die Grundlagen der heutigen Astronomi: Physik, Chemie haltbar ? Mayer y Miiller, Berlin, 1903. a y ; — 219 — Ahora á mas de estos efectos cósmicos debemos el calor y la luz á la « Tension », pues ella, la tension, los pro- duce, en nuestra atmósfera y como hemos visto, la vida or- gánica de las plantas tambien es uno de sus efectos. En otra entrega de este mismo Boletin me ocuparé de los movi- mientos cósmicos, especialmente de los de nuestro sistema solar: sol, planetas, satélites y cometas, y á raiz de los re- sultados de la astronomía observadora y á base de nuestros conocimientos de la « materia », reconoceremos fácilmente el mecanismo sencillísimo del cosmos y á las órbitas como re- sultantes de la « Tension» y «Gravedad ». Pero tambien para aquellos, que me exigirían de dejar de lado mis propias ideas ú teorías, al tratar de otro asunto, también para estos, digo, no puede haber duda alguna, que he acertado en lo que he expuesto de la vida de las plantas, de la suba de la savia. No pretendo dar pormenores exactos de un proceso natural con esta explicacion fundamental, no! sólo quiero fijar rumbos, para que los entendidos en la materia des- cubran aquel « secreto». Como químico, sólo me ocupo de lo que la planta recibe, consume y de los productos ó transforma- ciones en la planta. Así vemos — y es probado por infinidad de ensayos — que el ácido carbónico del aire forma con el agua, que sube del suelo, en las hojas frescas, nuevas — almidon ; que esta formacion se efectúa sólo de dia, y por lo general en la primavera y en verano, es decir en hojas recientes y como efecto de sol «caliente»; que en la noche, el almidon recien formado, ya se separa de las hojas, de manera que estas en la mañana siguiente, de nuevo se encuentran sin al- midon; que las plantas exhalan oxígeno activo, ozono ; que en pleno calor del sol sin embargo las hojas están frescas, pues por el vacío producido en las células por la union del carbono del gas ácido carbónico con el agua, formando un cuerpo sólido : almidon, el agua se evapora y entra como gas en las células, proceso que absorbe bastante calor; que por exceso de calor, como por su contrario, la helada, las — 220 — hojas mueren y la vida de la planta se interrumpe tempo- ralmente; que la vegetacion de la zona tropical, en aquellas partes donde hay agua, es incomparable en su magnitud y abundancia, insignificante, por lo contrario, en sus partes estériles, secas, como tambien lo es la zona glacial, y entre estos extremos se encuentra la vida vegetal de la zona tem- plada : todo esto nos obliga : 1? á reconocer la parte directa, que el sol ejerce como factor principal en la vida vegetal ; 2 que en la hoja se forma por el gas « ácido carbónico » y el agua —líquida ó gaseosa — el almidon sólido, que ocupa sólo una mínima parte del lugar, anteriormente llenado por aquellos y que así se forma un vacío. Dado el vacío, tenemos la presion atmosférica como segundo factor, para hacer subir la savia y la capilaridad queda ilusoria, innecesaria. Ahora, ¿cómo se producen los pormenores del caso, qué rol ejerce la clorófila, el plasma, las partículas de grasa en las células, etc., etc.? Estas son cuestiones del dominio de la botánica; la química considera el proceso en general. Es pues, un abuso que la botánica se permite con la capila- ridad y un abuso análogo comete la química y la geología, al hacer subir por capilaridad el petróleo el través de las más distintas y variadas capas de cualquiera de las formaciones geológicas. Ya hemos visto, que experimentalmente se ha pro- bado, que el petróleo no sube por capilaridad niá la mitad, como el agua : en un tubo de 17” de rádio sube algo menos de 7 milimetros, lo que sería en uno de 0,1*" de diámetro, segu” la teoría de la física, 139 milímetros. Para poder subir por capilaridad en este caso un metro, llegaríamos á UN diámetro de 0,014%% para el tubo. El petróleo se encuentra siempre mezclado con agua; el experimento prueba para el petróleo que en un tubo, mojado con agua, no se producen los fenó- menos de la capilaridad, sinó una depresion. Conveng0 que la mezcla mecánica con agua no es lo mismo que un tubo mojado, pero la influencia del agua, tambien en mínima cantidad, debe disminuir bastante la altura capilar ordinaria. Igualmente 02 — 221 — quiero discutir por ahora, si el petróleo sube en la mecha por capilaridad, á pesar de que tambien aquí se podría observar mucho. ¡ Pero, piedra arenisca y capas de arena no son mechas ! Al hablar en la agricultura del mismo fenómeno —dema- siado deficientemente probado —es decir, de la suba del agua por capilaridad, la práctica ya da una profundidad limitadísi- ma, y se atribuye un poder capilar regular, por ejemplo, al terreno arcilloso y un mínimo al arenisco. ¿Y qué resultado obtenemos, cuando queremos quemar petróleo bruto por me- dio de una mecha? ¡No arde! ó, si arde en un principio, pronto la mecha se carboniza y se apaga la llama. Es posible ó mas bien probable, que las materias resinosas disminuyan y anulen el poder de chupar de la mecha, impidan sus funcio- nes aspirantes, pero si este fenómeno se debe á la capilaridad, en la tierra debe suceder lo mismo. No he podido encontrar literatura sobre este particular, . sólo algunas pocas de ZALOZIECK1('), ENGLER y Lewin (*) Y Lissenko (*), por consiguiente he tenido que hacer varias séries de ensayos, para tener opinion propia sobre la altura á la cual sube el petróleo en mechas y en qué tiempo; además, sobre la influencia de la temperatura. En general los he hecho con mechas libres al aire, 6 puestas á propósito en lámparas, pero otras séries de en- sayos he efectuado de la manera siguiente: En tubos de 2 metros de altura y de 672 de diámetro he colocado mechas de algodón, como se usan en las lámparas á alcohol de Ber- zelius; la mecha entraba libremente, sin sufrir presion algu- na. Un frasco Erlenmeyer, que contenía en el principio un litro del líquido á ensayar, de temperatura — en lo posible Constante, pero distinta para las diversas pruebas — lleva- ba en el corcho el tubo descrito y la mecha tocaba exacta- (*) Dingler, Polyt. Journal, 260, pág. 127. (*) Dingler, Polyt. Journal, 261, pág. 81. (*) Dingler, Polyt. Journal, 287, pág. 280. — 222 — mente el fondo del frasco. Otro tubito, que contenía el corcho, estaba provisto de una llave, que de vez en cuando se abría, para tener seguridad que el líquido mismo quedaba siempre bajo la presion ordinaria. Por regla general estaba cerrado, para evitar pérdidas por evaporacion del líquido. Se observó tanto la subida en la mecha en milímetros como la disminu- cion del líquido y el tiempo. La mecha era lavada anterior- mente con benzina y bien secada, conforme con los procedi- mientos de Lissenko y de ENGLER y LEWEx. He probado que el poder de la mecha de embeberse con petróleo, aumenta rápidamente al arder, pero no es debido este fenómeno á un aumento de temperatura del petróleo en la lámpara, pues la he puesto en un baño de agua fría y me- dido la temperatura del petróleo en el envase de la lámpara; en varios casos he hecho bajar así la temperatura de 20? á 4”. Tambien he constatado que con el aumento de la tempe- ratura sube más rápidamente y en más cantidad el petróleo en la mecha fría. No contradicen estos hechos á lo observado por los autores citados. Al tratar de las diferencias observa- das en el poder de embeberse ó de la absorción del petróleo por las mechas, ExcLer y Lewrx opinan que éste depende del grado de viscosidad y que se aumenta, por consiguiente, con la temperatura, con la cual la viscosidad misma disminuyt proporcionalmente. Pero, ¿están estos fenomenos de acuerdo con la capilari- dad? ¡La física, al contrario, sostiene que el poder capilar se disminuye de una manera constante por cada grado de aumento de la temperatura ! La viscosidad se relaciona de cierta manera con el peso específico de las distintas fracciones de destilación de un mismo petróleo, y efectivamente sube el petróleo de poco peso específico con más rapidez y el qe cantidad que aquel de un peso específico elevado. He aquí un cuadro comparativo de los resultados 0 dos por Lissexko en el estudio citado : bteni-= , o 2 - “ SEGUNDOS PE] A E A z E Il 100 IV v vI viu o' 1 3 3 5 5 E ? p 15 13 20 25 225 3 ? 3 32 35 515) 65 540 6 5 4 70 60 90 12 1,080 12 12 5 120 110 150 210 1.740 28 30 6 200 180 225 340 | 2,460 45 50 7 285 285 295 480 | 3.360 65 75 8 390 390 390 640 4.320 95 105 9 530 510 5 830 640 125 150 10 630 710 710 | 1.070 | 7.020 165 190 11 860 950 870 | 1.380 9,480 | 210 250 12 | 1.070 | 1.200 | 1.070 | 1.740 | 13.620 | 265 315 13 1.360 | 1.500 | 1.275 | 2,22) Y 330 385 14 1.605 | 1.800 | 1.515 | 2.760 E 405 460 15 1.980 | 2.100 | 1.820 | 3.420 ? 490 520 La página 224 contiene la construcción gráfica, que las cifras de este cuadro comparativo permiten, sólo que la unidad de tiempo, segundo, es reemplazada por la de minutos por a dis: Qrbojo. indicados sube el petroleo refinado « Solar » dí ie hermanos, de Bakú, con un peso específico = 0.866, l en una mecha especial para kerosene; II en una mecha gruesa, pero floja; IN en una mecha ordinaria, preparada de antemano con benzina; 1V en la misma, pero sin preparacion alguna y Y en papel filtro; el petróleo refinado « Kerosin » del mismo orígen, peso Sapécilipo — 0.825, corresponde á los ensayos VI y VII, tratándose en VI de una mecha ordi- naria delgada y en VII de una ordinaria, oe J gruesa. Conforme con los resultados de I mos que sacar las conclusiones: 12 la velocidad, con la cual sube el petróleo 224 — se o OxnN3ssi1 rios | | a 239 oy yy *dnyog "Po 1POY), 99]01 707 "hr moros y on 1 14 e £ .. , . ERE £ a z $ A q dá Ps E 5 e. Y em) a a pa olor dimeonad pao io ] POB pepa y a [segorird uso, ex) idea ] Pa ld Et E dd ixu070 LE * Y ue 0 [0 jesod* asomado | PS, "¡1380U,10100des mos J EA 3 ed ia ..” 7 a h A — 225 — « Solar» es la misma para una mecha gruesa ó delgada; igual afirmacion vale para el « Kerosin »; y 2 la velocidad, con la cual sube el «Kerosin» de peso específico = 0.825 en la mecha, es mucho mayor (4 '/, veces) que aquella con la cual sube el petróleo « Solar» de peso específico = 0.866. Sobre todo, en la reproduccion gráfica, vemos que las curvas medias (de IL, IL y HI y de VI y VII) son muy diferentes, en sus distintas partes en favor de los últimos, pero tambien éstas principian á los 15 centímetros su inclinacion á la hori- zontal, á la cual las otras ya están llegando, es decir, han alcanzado á su límite de absorcion. Los números IV y Y prueban que la calidad ó pureza de la mecha tambien es un factor importante, del cual LissenKo se ha dado cuenta, cam- biando su anterior opinion, que la velocidad de la subida del petróleo en la mecha, sólo sea una funcion del peso especí- fico, sin poder darse razon de este fenómeno. Como el petróleo «Solar» arde bien con mecha gruesa y mal con mecha delgada, Lissexko hizo otra série de ensayos, cortando despues del ensayo la mecha en tres pedazos igua- les de 5 centímetros cada uno, marcando con [ la parte infe- rior (en contacto con el petróleo), con II la parte media y con 11I el otro extremo. PARTES DE LA MECHA NCO Í Do Á CINC UNA NATURALEZA DE LOS ENSAYOS I mM ni | Total (1) gramos | gramos | gramos | gramos e a Petróleo « Solar » ( mecha ordinaria. .. 2.0901 1,750|1,025| 4,865 P. sp. =0.866 .. / mecha gruesa.. ..-- 3,600|2,930|1.380| 7,910 Petróleo «Kernsin» ¡ mecha ordinaria... .11,850| 1,519/0,935 4.304 1.6401 7,924 p.sp.=09.825... | mecha gruesa...... 3,604| 2,680 (*) En el cuadro publicado por Lissewxo, hay en los « Total » dos errores de imprenta : 6,940 en vez de 7,910 y 4,364 en vez de 4,304. — 226 — Vemos pues — dice Lissenko — que la cantidad de petróleo con la cual la mecha queda embebida, depende del grosor de la misma y es sólo poco variable con el peso específico. En todos sus ensayos las mechas gruesas siempre han absor- bido una y media á dos veces la cantidad, que las delgadas indicaban. Como el objeto de los estudios de LISSENKO Se relaciona con la construccion de lámparas para el petróleo «Solar», llega él al resultado, que hay que disminuir al mínimo la distancia entre mechero y depósito y reforzar la mecha. He efectuado muchos ensayos con mechas de diferentes clases y con gran variacion defactores, obteniendo resultados análogos, como veremos despues en la descripcion y diseu- sion de ellos. Menciono otro ensayo de LisSENKO, hecho con un depósito de control. Teniendo que subir el petróleo « Solar » 6 centímetros en la mecha, se obtenía un poder lu- minoso de 10 */, bujías, con 7 centímetros de 10, con 8 de 9 '/, y con 9 sólo de 8*/, bujías. Este hecho explica el fenó- meno curioso que observamos á menudo al usar lámparas 4 kerosene. Muchas veces arden bien en las primeras horas para descender luego bastante en su poder luminoso, carbo- nizándose la mecha. Un fenómeno muy curioso y análogo he tenido la oportunidad de poder constatar en otras distintas marcas de kerosene de comercio de Pensilvania. Guardando las latas (con canilla) en absoluto reposo en el sótano y sacando el kerosene de á 2 litros cada vez, €n principio me satisfizo completamente la marca, pero al llegar á la segunda mitad se disminuyó considerablemente el poder luminoso de las lamparas y con los últimos cuatro litros la loz bajaba tanto, que tenía que echar el kerosene y recurrir 4 la Otra lata. Grandiosa era, en comparacion, ahora la luz. Que tal fenómeno no era un defecto de la mecha, ya lo había probado anteriormente; tampoco se relacionaba con la altura de la mecha, entre el nivel del kerosene y el mechero, pues se tiende que en casa de familia siempre se llenan por completo — 227 — las lámparas. ¿Cuál podría ser entónces la causa? Como la segunda lata daba el mismo resultado extraño que la primera, compré otro cajon, analizando el petróleo de las dos latas al llegar, despues de ocho días de reposo y al haberse consu- mido con exceso la primera mitad. Resultó, que al llegar, (probablemente por el movimiento del carro) había uniformi- dad en el kerosene, peso específico = 0.815 y temperatura de destilacion entre 130 y 265 grados. Sin embargo noté que la mayor parte destiló una mitad alrededor de 185 grados y la otra á 240 grados. Despues de ocho dias de reposo el kerosene de la parte superior de la lata marcaba sólo peso específico = 0.809 y destiló de 125 á 245 grados; el análisis del kerosene al fon- do del envase demostraba á su tiempo peso específico = 0.830 con sólo 20 %/, destilado de 150á 185 grados y más 0 menos un 80 /, de 225 á 300 grados. El kerosene era pues una simple mezcla de varios productos que se deshacía al re- posar, asentándose en el fondo los hidrocarburos de alto punto de destilacion y flotando los otros, teniendo los dos diferente peso específico. En otro caso me ha sucedido lo mis- mo con otra marca y con una mezcla de tres kerosenes, re- finados por mí, obtenidos del mismo petróleo bruto del Garrapatal de Jujuy, y en este año he observado análogos fenómenos en otros dos kerosenes, tambien refinados por mí. La única explicación que encuentro, es la siguiente : Estando el kerosene, mezcla de distintos hidrocarburos, en una lata en absoluta tranquilidad, sin que la lata esté com- pletamente llena, se volatiliza el hidrocarburo más liviano, de punto de evaporacion más bajo y sus vapores llenan el espacio entre el kerosene y la tapa de la lata, se condensan y quedan en la parte superior del kerosene; al llenar las lám- paras se saca esta capa y el proceso sigue de tal manera, que últimamente queda un kerosene más ó ménos libre de los hi- drocarburos livianos y rico relativamente en hidrocarburos pesados ; la mecha resulta demasiado larga y la cantidad de — 228 — kerosene absorbido no es más suficiente para producir el po- der luminoso deseado. El experimento de LisseNKO lo aclara bastante: la mecha ordinaria ha absorbido 4,865 gramos de petróleo « Solar », la gruesa 7,910 es decir 1,63 veces más; para el Kerosin los datos son 4,304 la ordinaria y 7,924 la gruesa, ó sea 1,84 veces. La comparacion de las partes da: los primeros cinco centímetros (los inferiores) 3,600: 2,090 = 1,72; 3,604: 1,850 = 1,95 resp. ; los otros cinco 2,930 : 1,750 = 1,67; 2,680: 1,519 = 1,76 resp.; los superiores 1,380: 1,025=1,35; 1,640: 0,935 = 1,75 resp. ; Estas diferencias son : 1,72 (1,95) los primeros 3 Cen- tímetros, 1,67 (1,76) los siguientes y 1,35 (1,75) los últi- mos; total 1,63 (1,84). Siendo, pues, para Kerosin las cifras más bien constantes, en el petróleo «Solar» bajan de 1,724 1,67 y 1,35. Un estudio imparcial de todos estos fenómenos nos debe persuadir de que no es la capilaridad ó, á lo menos sólo la capilaridad, la que hace subir el petróleo en la mecha, sinó tal vez el hecho de que poco á poco se llenan las células Yé getales (6 animales) de la mecha con petróleo, subiendo éste de una á otra, reemplazando al aire (lo que podrá llamarse capilaridad). Al arder la mecha, se evapora por el calor el pe- tróleo de las partes superiores, produciendo un vacío €n las células vecinas que obliga al petróleo de las células infertores á subir y llenar este vacío, etc., en completa analogía á las cé- lulas vivas de las plantas. En la planta la funcion celular ce- sa Ó temporariamente durante el invierno, por dejar de pr” — 229 — ducirse el vacío en las células superiores ; ó definitivamente por la muerte, en la cual se rompen las células por putrefac- cion, etc., ó por las heladas (en las hojas, etc.), que al dila- tarse el agua, al bajar la temperatura á cero grados, producen roturas por presion, como lo hace el agua en invierno en las cañerías cerradas. ¿Qué queda ahora de la capilaridad para los fenómenos llamados geológicos que se observan en el suelo ? Creo, que muy poco! Destruir por la crítica una teoría es fácil, se dice; pero presentar una teoría mejor es más difícil, Veremos si es cierto. Trataremos primero de explicar el orígen del petróleo de otra manera que como se pretende hasta ahora: demostraremos su orígen cósmico; y, en lugar de la subida por capilaridad, bus- caremos en parte la por presion y como regla general reem- plazaremos la subida por una bajada, una verdadera infil- tración . PARTE SEGUNDA EL ORIGEN DEL PETRÓLEO LÓGICA QUIMICA La química nos ha facilitado la prueba absoluta de que la materia siempre se manifiesta de la misma idéntica manera para el analizador, y lo ha logrado de un modo tan indiscu- tible, tanto para las aglomeraciones grandes, las masas, C0- mo para las partes más pequeñas de estas, que no habrá en la actualidad, quien dude de este hecho. La quimica descrip- tiva, tanto inorgánica como orgánica, nos lo ha probado, reu- niendo los caracteres esenciales para cada elemento y para las combinaciones más variadas de estos entre sí: pará las masas y para las moléculas y los átomos; la analítica, descomponiendo con seguridad matemática los cuerpos en sus elementos, según su calidad y cantidad; la industrial, transformando múltiples substancias y riquezas de ec tañas y llanuras, tierra y agua, productos de los reinos mineral, vegetal ó animal, ofreciéndonos por medio de méto- dos sencillos y bien definidos, cuanto puede servir a los a” diversos destinos ó para mejorar nuestro modo de vivir Y aumentar nuestras comodidades; la terapéutica, indicando muchísimos medios que sirven para conservar nuestra salud y restablecerla, como también de fomentar la higiene M0” — 231 — derna; la sintética, que por el estudio de los elementos de los cuerpos del punto de vista de su utilización industrial ó su aprovechamiento para la vida, inventa nuevos cuerpos, ó pone á nuestras fábricas en condiciones de elaborar en grande escala y bajo precio, substancias que se conocían antes como productos naturales, obtenidos por lo general á gran costo y sólo en ciertas y determinadas regiones privilegiadas de la tierra. Lo que para la física y la astronomía, las ciencias pre- dilectas de tantos siglos, era enigma indescifrable ó milagro eterno, la química lo ha resuelto en su infancia, en su primer siglo de vida; por sus pruebas irrefutables nos ha conven— cido de que sólo la materia existe, tal cual la observamos en nuestra madre tierra, en la luna, en los planetas y come- tas y en los soles, los astros que brillan de noche en el cielo; que el fantástico éter, el todopoderoso de las otras « ciencias naturales », es un simple cuento de la clase de las más co- munes rondallas, Y, ¿qué es lo que sabemos de esta materia por la química ? Sabemos que la materia, en general, está formada por agrupaciones de diferentes partículas, que no pueden trans- formarse por los medios á nuestro alcance, segun nuestros conocimientos actuales, los unos en otros, son elementos ó cuerpos simples. Estos elementos se unen entre sí formando los cuerpos compuestos y de las dos clases se forman las masas, la materia en su totalidad. Sabemos que los elementos por sí, forman cuerpos divisibles hasta llegar á un límite, en el cual la partícula obtenida resulta indivisible, hemos llega— doá los átomos ; los cuerpos compuestos nos ofrecen últi- mamente unidades, indivisibles sin destruir el carácter de la combinación del cuerpo, pero descomponibles en los átomos de los elementos, que forman el cuerpo compuesto; hablamos de sus moléculas y reconocemos luego tambien moléculas en la union de átomos de un solo elemento. Sabemos que en estas partículas indescomponibles de la materia, en las molé- — 232 — culas y átomos, ya obran las mismas « fuerzas », Como las Ob= servamos en los cuerpos y sabemos que estas « fuerzas » nO son tales, sino manifestaciones de una sola y única fuerza verdadera y real, de la energía. Sabemos que en todas aque- llas manifestaciones de Ja energía, las tituladas « fuerzas » desaparecen en su totalidad ó en parte, observándose en su lugar otras manifestaciones; las «fuerzas» se transforman unas en otras, como por lo general se dice, pero la verdadera fuerza, la energía, la causa de aquellas manifestaciones, que- da invariablemente unida á la materia, en calidad y en Cán- tidad, pues el átomo conserva siempre sus mismas propieda- des por sí y en sus aglomeraciones, en los cuerpos simples; como en su union con átomos de otros elementos, en los cuerpos compuestos, Sabemos más aún ¡Los elementos son del mismo origen, sus átomos sólo se diferencian por las cantidades de energía y por la agrupacion interna de ésta, que nos facilita la distin- cion de elementos electropositivos y electronegativos, mien- tras la cantidad de energía está indicada por el peso atómico. Sabemos, como consecuencia lógica de todos estos pormé: nores, que en el átomo, determinada cantidad de materia li- mitada encierra determinada energía, y aquí tenemos la dife- rencia fundamental entre el pensamiento del químico y el del físico ó de cualquier otro naturalista. El químico considera la materia encerrando á la energía, afuera materia, aden- tro fuerza, y el físico, por el contrario: adentro materia, afuera fuerza, en su vehículo, en el maravilloso « éter », qué separa átomo de átomo (segun ellos), en el cual el átomo nada. -Y, como la materia sólo se manifiesta á nosotros por la energía, debemos dar igual cantidad de materia á cada átomo de cualquier elemento que sea, pero variable cantidad Y variable agrupacion de energía según los diversos elementos; obtenemos así el indestructible átomo de cada elemento 00% su materia y energía propias y características. — 233 — La filosofía puede ir aún más lejos: puede negar la mate- ria envolvente y definir nuestra materia en sus átomos como de partes definidas de energía, limitadas sólo idealmente por la formacion de los átomos, pero no limitadas de hecho por materia : llegamos ála negacion de la materia, al reino único de la energía. Las distintas manifestaciones de la energía, las fuerzas, se dividen generalmente en dos grupos ó clases: fuerzas quí- micas y físicas. El reconocimiento íntimo de la materia, que sirve de base para cualquier trabajo ó estudio químico, obliga al químico mismo, tomar en cuenta cada una de las fuerzas y servirse de ellas, segun lo exija el caso. No sucede lo mis- mo con el físico, quien se ocupa con preferencia de las masas y sus estados; de las diferencias perceptibles, que se producen por las fuerzas en la materia, en las masas, sin entrar de ante- mano en consideraciones, basadas en la composicion química de ellas, sobre los distintos elementos, que forman los cuer- pos y masas; solo entran en el circuito de sus observaciones en segunda línea. Como consecuencia lógica de esto, resulta evidentemente, que tambien el orígen de las fuerzas para él, es cuestion secundaria; su clasificacion principal es la division de la materia en sólida, líquida y gaseosa, contando teórica— mente aun con un cuarto estado ultragaseoso : con el estado esferoidal; el peso de la materia no se relaciona en sus tra- bajos con la unidad química, con el peso atómico del hidró- geno, sino con el peso de un volúmen dado y en relacion al agua ó aire: el peso específico ó la densidad. La fuerza, al obrar sobre una masa, se une con ella segun la opinion rei- nante en física; el físico distingue por consiguiente, un es- tado lucente, eléctrico, magnético, etc., y considera á las fuerzas, en cierto sentido, como un algo material ; habla de fuentes de ellas y de sus corrientes; las conduce, etc. La fuente de la luz y del calor es luego el sol y las fuerzas deben llegar del sol á la tierra y como falta entre estos la mate- ría, el físico carece de un vehículo para las fuerzas. Así en- t, XVvin 16 — 234 — tendemos que debía inventar este «vehículo»: el teorético éter, que, á pesar de todo, para gran parte de los físicos es muy problemático y reemplazado por el estado esférico de la materia misma, en el cual ésta pierde sus propias calidades para obtener la particularidad del éter; no se habla, pues, de hidrógeno, de hierro, de oro, de mercurio, de azufre, etc, en estado esférico, sino de la materia en tal estado ; la divi- sion química en elementos ha desaparecido. Creo, que nadie ha de comprender ni al éter ni á este es- tado esférico; el sano criterio humano, á lo menos, no alcanza á tales alturas científicas segun mi parecer. Las propiedades del éter son aún más incomprensibles. No es materia, sin en- bargo «llena » el cosmos; no tiene propiedad material alguna — sin embargo envuelve á cada átomo en particular, luego á las moléculas hasta á los cuerpos y masas ; es retenido por la materia y transpasa á ella las fuerzas. Mientras los átomos '— siempre segun la física — están en eterno movimiento rota- torio de impensable velocidad, igual si se trata de un gas, de un líquido ó de un cuerpo sólido; del aire rarificado en Un tubo de Geissler ó de una campana, de una máquina ó de la torre Eiffel; el éter sólo es más racional, no forma parte €N la rotación, es hasta algo coherente en cierto sentido y ondula. Por sus ondulaciones él transporta electricidad y magnetismo, sonido, luz y calor y todo al mismo tiempo ! con velocidades ultrabumanas ! Lo que para nosotros son siglos, para el éter parece apenas segundos! Y tan seguro cumple con Su tarea de vehículo, que ni confunde la ondulacion de una sola estre- llita, de las innumerables pobladoras del cielo, Con la del astro vecino, A Y como el orígen de las fuerzas es cuestion secundaria para la física, tambien su esencia, su ser, lo es; DÍ da 0 3 : ó : «Soni- definicion de ellas, describe sólo sus manifestaciones. a do es sonido, luz es luz, calor es calor, electricidad es € e tricidad, magnetismo es magnetismo, gravedad es graY Y con esto basta, No apela la física al sano criterio hu mano, a — 235 — ni es controlada por él, como lo es cada paso del químico; sus leyes se aceptan como dogmas de la ciencia, sus definicio- nes son el catecismo con la autorizada aprobacion de los superiores; sobre esta base de una fe ciega se levanta su pomposo edificio. Y sin embargo, pronto desaparece tambien en la física la verdadera existencia de las fuerzas por sí: la gravedad pro- duce movimiento; el movimiento luz, calor, electricidad, magnetismo, sonido; la luz movimiento, calor, etc.; el calor ásu vez genera los otros, como también lo hace la electri- cidad, el magnetismo y el sonido. ¿ Cómo se puede entender, comprender tal particularidad ? Sólo por la explicacion que la química nos ofrece, que además cuenta con otra fuerza, la afinidad y que niá esta ni á niuguna de las otras fuerzas reconoce como tales, sino solo como manifestaciones temporarias de la energía, de la energía unida inseparablemente con la materia y unida con ella ya en el átomo. Ha sido entonces sólo un paso obligado, cuando la química ha extendido su análisis á la materia cósmica, á aque- lla materia que, igual á la terrestre, llena el espacio. Basándose en los resultados de sus ensayos de laboratorio el químico se ha alejado de la tierra y por su entrada segura y triunfante en el espacio, nos ha traído la luz y levan- tado el velo oscuro, que cubría para nosotros el cosmos, el universo! Por la analogía en sus manifestaciones y por la identidad de su materia, de sus elementos, reconocidos por el análisis espectral, es decir, por una prueba innegable de la identidad de la materia cósmica con la materia terrestre, pode— mosseguir la formacion y el desarrollo de la materia : dela ma- teria primitiva al átomo; delátomo á la molécula; del elemento : a las combinaciones ; de los dos á las masas terrestres y á la tierra como tal; de la tierra á los otros planetas de nuestro Sistema solar, á cometas y al sol mismo, á nuestro astro; del sol á las agrupaciones de soles ó astros (llamada « vía láctea » para nuestro sistema superior de soles); en una palabra : — 236 — ¡de la materia primitiva llegamos al universo! ¡al «todo»! Pero algo más nos ha enseñado la química ! El tiempo, la formacion paulatina, consecutiva de las masas, en distintas fases, en múltiples épocas! Reconocemos que todo tiene el mismo orígen y que la materia en intervalos de tiempo se desarrolla, se transforma, iniciando ya otras transformaciones posteriores, hasta que llega á la estabilidad definitiva. Y aun durante aquellas épocas hubo y debía haber estabilidad tem- poraria, hasta que el valor de otro factor ha crecido «tanto como para deshacer el equilibrio, producir una catástrofe é iniciar la transformacion siguiente. Así se han aislado primero las cantidades de materia que hoy en dia reconocemos como nebulosas ó vías lácteas yi formadas, surgidas de las nebulosas; la materia de las nebu- losas se dividía en las partes que formarán— ó han forma- do en la actualidad — los soles con sus sistemas solares; las masas solares se han subdividido y transformado en los dis- tintos miembros del sistema: sol y cometas, planetas Y saté- lites. En cada uno de estos cuerpos cósmicos, de estos mun- dos, ha seguido la transformacion, tal cual la conocemos para nuestro globo por las diferentes épocas geológicas y así pau- latinamente hemos llegado al actual estado de la tierra, con su flora y fauna, con el hombre y la obra supremá del hom- bre: el llegar á reconocer la unidad en el todo! Estando probado de esta manera que toda | nada de « materia propia » sino que es simplemente uná par te insignificante, un «átomo cósmico» de la materia del universo ¿quién se atrevería á declarar que toda su masá de- bería haberse separado de la otra materia solar en el mismo tiempo, en un solo acto? Más aún, cuando tomamos en const” deracion que la tierra no es autónoma, no existe por sÍ, sel lada en el universo, sino en la situacion Muy dependiente é - inferior de un simple subordinado y esclavo del sol, en cuyo sistema tiene que seguir su órbita! Y, ¿nO prueban 105 * e teoritos que todavía hoy acumulamos más materia cósmica a tierra nO tiene E — 231 — Y, como en relacion al sol, á su sistema, á los otros miem- bros de este sistema, cometas y planetas, seguimos la misma trayectoria, la misma órbita, año por año durante tantas épo- cas de tanta duracion, con seguridad ya durante á lo menos millones de años, no teníamos que acumular en épocas ante- riores ya á todo lo que en cualquier parte de la órbita terres- tre se aproximaba demasiado á nuestro globo? No puede haber «cálculo de probabilidades » que no llegue á este resultado, Así tambien — desde tiempos muy remotos — hemos obligado á nuestra pequeña semejante, al planeta Luna, á someterse á nuestra fuerza superior, dejar su vida planetaria y subordinarse en su órbita á la de la tierra, á transformarse en nuestro satélite y fiel compañero en la común vida in- tercósmica. Ahora, no encontrando absolutamente ninguna explicacion racional para la existencia de una materia determinada como producto de un proceso geológico, pur factores propiamente terrestres, ¿no será entonces nuestro deber, guiar la imagi- nacion humana hácia el universo, á estudiar el cosmos, á averiguar, si nuestro mismo sistema solar no dispondrá de idéntica materia y seguirla en caso afirmativo con nuestro raciocinio y estudio á reconocer, si y cómo esta materia pu- diera haberse unido con nuestra tierra? Supongo que nadie podrá tentar á limitar tanto nuestro campo intelectual, para prohibirnos esta excursion, al contrario, todo el mundo la ha de aprobar, querer y exigir ! Basándome en este orden de ideas y no pudiendo encontrar en ninguna de tantas teorías el verdadero orígen del petró- leo, es que yo me he atrevido á dar el paso á los « lugares ultratérreos », á los otros cuerpos cósmicos de nuestro siste- Ma, para estudiar su naturaleza y su posible «entierro» Ó «enterramiento». Y he tenido suerte ! Lo he encontrado ! Ya hemos mencionado y copiado textualmente las opinio- nes de BrackesUscH, que todas las circunstancias y porme- Nores, observados por él en el territorio petrolífero de Jujuy, — 238 — le obligan á creer en un orígen cósmico del petróleo y en una verdadera ivfiltracion, despues que el «petróleo había llovido del cielo! » La química nos ha dado en el análisis espectral el medio de analizar los cuerpos cósmicos. Es cierto que este mismo aun no está explicado, pues no conocemos el por qué de las líneas, colores y cintas, pero sus resultados son — en ciertos límites — tan seguros, como los de cualquier otro método analítico : sonsiempre iguales para la misma materia en idén- ticas condiciones. Analizando ahora los distintos cuerpos celestes, y espt- cialmente los de nuestro sistema solar, obtenemos com0 resultado sorprendente, pero seguro: 1” que la atmosfera del sol (y de los astros) se forma exclusivamente de elemen- tos electropositivos (según la clasificacion de BERZELIUS), tanto la fotósfera como la cromósfera; 2 que la de los pla- netas es como la nuestra, que reconocemos como de nitró- geno y oxígeno, cuerpos ultra-electronegativos ( BERZELIUS); 3” que la de los cometas es en un principio de hidrocarburos (petróleo), en el perihelio de sodio, ultra-electropostiiv0 (BerzeLtus) y despues nuevamente de hidrocarburos; la cof de hidrógeno (electropositivo). ll LA SERIE DE BERZELIUS Y LOS ELEMENTOS DE LA ATMÓSFERA SOLAR BERZELIUS ha reconocido en los fenómenos eléctricos la manifestación más característica de la « Energía» Y basado todo su sistema químico sobre los fenómenos de la “ electr: cidad por contacto», en la cual vió la explicacion para la abini- dad química. Una dificultad muy grande se opuso esde ie primer momento, para formar á raíz de aquella una «ser — 239 — de tension eléctrica», en la cual los elementos debían estar arreglados de tal manera, que el carácter electronegativo disminuyera desde el primer elemento de la serie, oxígeno, hasta encontrar un elemento completamente neutro, y se- guir por los elementos electropositivos, con carácter posi- tivo creciente hasta llegar, al más electropositivo: pota- sio. Esta dificultad consiste en el hecho, de que ni BERZE- tus, ni nosotros hoy en dia podemos disponer de los elementos en estado sólido puro, metálico ó metaloídeo para averiguar por experimentos de contacto su legítima posicion en aquella serie y así BERZELIUS se ha visto obligado á hacer su clasificacion y serie por comparacion de las propiedades de las combinaciones con el oxígeno, llamando electronegati- vos á aquellos elementos que con el oxígeno no pueden for- mar una combinacion electropositiva, arreglando los ele- mentos despues por el carácter más ó menos electronegativo de las mismas. De idéntica manera arreglaba los otros ele-, mentos, los electropositivos. Que esta serie tenía y tiene aún muchos defectos, es sabido y lo sabia ya BERZELIUS, colocan- do por ejemplo, el hidrógeno entre silicio y oro, «á pesar de que una prueba por la electricidad por contacto revelaría seguramente su carácter mucho más positivo », y hoy ya lo tenemos entre manganeso y Zinc; tambien menciona él la di- ficultad, que le causaron el thorio y el zirconio. Sin embargo, debe reconocerse, que la posteridad no ha podido cambiar muchos elementos de su lugar : el « maestro » ha visto muy claro, como era su costumbre. La suma importancia que tiene el carácter eléctrico de los componentes de las atmósferas de los cuerpos celestes, en el caso de nuestro sol, planetas y cometas, n08 obliga á entrar algo á fondo en esta cuestion y doy en el cuadro siguiente la «Serie de la tension eléctrica» (t) y — Segun KAYSER (*) (*) BerzeLIUS, Lehrbuch der Chemie, 1, 1843, pág. 118. (*) Wiwxenmaxs, Handbuch der Physik, 11, 1, 1894, pág. 446. — 240 — — los principales análisis espectrales del sol en sus resul= tados : los de FRAUNHOFER (E), AnGsTRÓM Y THALÉN (AT), LokvYer (L), Kaiser y Runce (KR), RowLanD (R) y Hum- PHREYS (H) (?). Série de la tension eléctrica de los elementos segun BERZELIUS y su presencia d ausencia en el espectro solar F AT La) KR Rb) Ho) AS OA = - — — qe .. MEA ado — — = — nO = II ia — — — — no nr A dd EEE E — — — — no + E IA A — — = = 20d -. O E: = — SS = tá bd DO ad SS — — = yor pe AO a a, — — — SS = = OO = - — Don 00... AO — tl — — no e A A ca si si — sl sl AS ae di si — si sl MOUDIOO io cs só — si — sl de hi E — — — — ? E Dr OS — — — — no 2 CO a ds pod de si si er Antimomio D.......... — did sed ca no en LO — — — - ap 2 A — .. —- — Yo dl LL de IIA ca si si — si ye O A — sua — — si > o MS 2 We a O e O E AN de sde e - ? Es e AER pa pS el — ? ES A raid si se pi - 0 MU o o — aó — — sl A PI: po, e si - sl. 9 O E he ta al =- nO E (*) Astrophys. Journ, 1902 (15), pág. 313. F AT La) KR Rb) He) EI a — — ? — si — NS b si — si - si =- O ió di ió — —- ? — no — A , — — ? -- si - a — = si o si — o — = si — si - a A ? si si AS si si e de si si si = si si a e NA AN si si si = si sl AI DEA » si ? ? - si — O a is a si si si — si si Manganeso *)........... — si si o si si A — = si = ? — Moda A — — si — si — ol edo dd OÍ =— — — — 2 — o NA AN — — — —- si — A — ? si = si si O o io — SS = — -- — OS a e cm — ? - si si O dd ie de — = ? Pe. si pe O — — 2 - si — Magnesio )............ si si si — si si O ces si si si = si si Estroncio *)............ — — si — si si rta dee CAM RS si si si — si si ur EAS — = Y no — pe o si si si — si si a — — si no si — _2) Kayser (1, c.) dice: 1” que tendríamos que agregar á la lista de LockYEr todavía el carbono y el nitrógeno. Es que él supone en el espectro las cintas del carbono y nitrógeno, es decir, del cyano, pero los mismos autores y otros han probado, que estas cintas pertenecen al carbono ó lal vez á hidrocarburos ; 2 que probablemente había que borrar mu= chos de esta lista, como él y RuxcE creen haberlo probado por ejemplo para el potasio y litio, rubidio y cesio; lo que confirma, para los últimos dos, ROWLAND. b) Kaxsen (1. c.) duda, que todos los elementos, citados por — 242 — RowLanb tengan sus líneas entre las del espectro de FrAux- HOFER.. ) Cc) Las determinaciones de HumPHREYSs se han obtenido en Sumatra durante el eclipse solar del 18 de Mayo de 1901 por medio del « flash-spektrum », «rayo-espectro », que al prin- cipio y fin de un eclipse total se obtiene sólo por segundos y por medio de la observacion de la cromósfera y de la corona; tiene la particularidad de mostrar líneas de colores en vez de las negras del espectro de FRAUNHOFER. Poresta razon se cree que en la cromósfera, se trata de una atmósfera que vuelve á la fotósfera y que se llama la «capa volvente ». S0- bre la base de la fotósfera, al levantarse la cromósfera, $e observan todos los elementos indicados, pero sólo el calcio, helion é hidrógeno (especialmente el calcio) llegan á las úl timas capas de la corona, como se ve por sus alturas res pectivas: 0.25” aluminio, cobalto, lantano ; 0.5” sodio y vanadio; 1” nickel; 3” cromo; 4” bario y hierro; 5” silicio; 6” magnesio; 7” manganeso; 9” estroncio y titano; 34” cal- cio, helion é hidrógeno. d) Ya LockYer ha llamado la atencion sobre el hecho más que importante, que en la atmósfera solar faltan absoluta- mente los metalvides, es decir, todos los elementos electro- negativos del sistema natural de HarpErATH (1) : el grupo Y, clase a y b, familia 19: fósforo, arsenio, antimonio y bis" muto; 20: azufre, selenio, telurio y ?; 21: fluor, cloro, bro- mo, yodo; 22: oxígeno, nitrógeno, neon, argon, krypton Y xenon, Es esto una de las comprobaciones más terminante$ para mi sistema de la formacion de la materia en general, de los elementos en especial y de la formacion y del movimiento de soles (y cometas) con atmósferas electropositivas, costras neutras intermedias, interior electro-negativo, y de planetas (y satélites) (con atmósferas electronegativas, costras 10%” (*) HarpERATA, Sind die Grundlagen der heutigen Astronomie, Py" sik, Chemie haltbar? Berlin, 1903. pág. 65. = 243 — tras intermedias é interior electropositivo). Desgraciada- mente algunos representantes de las ciencias naturales mo- dernas demuestran una falta muy deplorable de conocimientos químicos y no pueden entender, que la materia en cualquier parte del universo debe seguir estrictamente la misma única ley natural, la que estudiamos sólo en la química. Se observa esto al consultar las obras de los geólogos y mineralogistas ; de los físicos y entre estos sobre todo de aquellos « físicos », que á sí mismos se llaman físico-químicos (¡ como lo demues- tra el pecado químico mortal, de hablar de un « elemento » radio y sin embargo dar como propiedad característica para este « elemento », su habilidad para descomponerse y formar helion y otros elementos «desconocidos » 1); de los astróno- mos (entre los cuales FOERSTER espera, que la química aclarará en lo futuro muchos secretos celestes); de los botá- nicos y zoólogos. Por el contrario, estos autores esperan todo de las matemáticas «superiores». Solo así puede explicarse, que todos estos investigadores traten de los elementos solo como de una materia sólida, líquida, gaseosa (¡ hasta esfe- roidal 1), pesada ó liviana; el carácter químico no entra para nada en sus especulaciones. Y los químicos, más ó menos sin excepcion, tienen todavía tanto que hacer en su nueva ciencia, amenazada á cada rato de invasiones extrañas — como lo observamos en este mo- inento por el «grupo» de « físico-químicos » —, que —por lo que sé — solo un WiwkLeR(*) ha sacado exactas conclusiones de las observaciones astronómicas. Además, la precision que el químico acostumbra y debe acostumbrar, para establecer su único fundamento para sus obras, su base analítica, le induce siempre en el error, que igual cosa sucedería en las ciencias hermanas, olvidando, que gran parte de ellas están envueltas en un tejido inextricable, encuadrado en el marco 8 WinxLer, Ueber die Entdeckung neuer Elemenle, 1897, Berlín, g. 16. — 244 — centelleante de las matemáticas superiores, — para dar á cada afirmación un cierto aspecto de exactitud. ¡ Cuántos esfuerzos no han hecho y hacen aún los físicos y astrónomos para encontrar oxígeno en la atmósfera solar! Parece no quisieran convencerse de que un elemento ultra- negativo como el oxígeno en una atmósfera positiva de meta- les formaría óxidos sólidos y físicamente indescomponibles, Todos estos ensayos, para encontrar líneas del oxígeno (y azu- fre), deben llamarse «no acertados » (*), lo dice tambien Kavser (1. C.), y lo confirma Duner (*). TrownrIDGE (*) de- mostró en 1885 con HurcHixs, que Draper estaba en un error al suponer líneas de oxígeno en el espectro solar, En 1887 habían logrado los mismos descubrir la cinta del carbono (¿60 de hidrocarburos?), más ó menos completamente invisible por las líneas negras de absorcion de metales, especialmente del hierro, y para tener más seguridad respecto del oxígeno, que indudablemente en sus líneas lúcidas y nebulosas debía extinguir las líneas de hierro, reanudó TrowBRIDGE bajo este punto de vista sus trabajos. Obtuvo el resultado, que en los lugares respectivos no era invisible ni una sola de las más débiles líneas de hierro. Basándose en la visibilidad de las cintas del carbono habla TrowsripGE del «hecho de la combustion» del carbono, que —químicamente hablando — no es exacto, pues si bien es cierto, que nosotros aquí recibimos las cintas del car- bono igualmente por combustion de cyano en oxígeno Seco (ATTFIELD, MorrexN, DipmrTS, Lervina, DEWAR), tambien €5 innegable su procedencia de hidrocarburos, y en este Cas0 por la chispa eléctrica (Hucciws, VOGEL, HAssELBERG), (') Scuusrer, Phil. Trans. 170. 1879; Smyth, Trans. Edinb. R. Soc. 30. 1882; H, Draper, Sill. Journ. 14. 1877; J. A. DRAPER, Still. Journ. 16. 1878, (*) Comptes rendus de ' Académie des sciences, 1893,pág. 1056. (*) Philos. Mag. 1896, (41), pág. 450. — 245 — de manera que Swan, AwGsTRÓM, THALÉN y en un prin- cipio Lervina y Dewar lo confundían con la de los hidro- carburos. Así es que esas cintas observadas, ó pertenecen á hidrocarburos, ó á carbono gaseoso ó luminoso, sin que deba presumirse una combustion, análoga á la terrestre. Por las mismas razones se anulan las conclusiones sacadas por Kayser y RuncE ('), que por las cintas sea probada la presencia de nitrógeno del cyano. Tampoco puede ha- blar en absoluto TrowbripGE de la incandescencia de los «óxidos» de las tierras raras; los espectros de éstos son muy poco conocidos y sus líneas pertenecen (segun todas afirmaciones) á los metales mismos, no á los óxidos; y — si estos óxidos están efectivamente en el sol, es solo una prueba de lo ya dicho de las combinaciones forzosas del oxígeno, elemento ultra-negativo. Es que TROWBRIDGE, á pesar de sus pruebas en contra, no se explica la falta del oxí- geno y lo conjetura por un discurso — bastante infundado — de SarispuryY (?) en la British Association de Oxford en 1894, donde éste decía: «El oxígeno forma, en cuanto lo sabemos, la parte más grande de la materia sólida y líquida de nuestro planeta y nitrógeno es el componente principal de nuestra atmósfera. Si ahora la Tierra es un pedazo aislado y separa- do de la masa solar, como saben contarnos con predileccion los cosmogonistas, ¿cómo es posible, que nosotros, al dejar el sol, hemos limpiado á éste tan radicalmente de nitrógeno y oxígeno, que ni vestigios de ellós han quedado para poder ser descubiertos por el ojo sensible del espectroscopio ? » Por la tensión eléctrica — de la cual nos ocuparemos luego — de la atmósfera electropositiva solar, la terrestre, electronegativa, es levantada hácia el sol y sus componen— tes, el nitrógeno y el oxígeno, están en tensión directa (*) Karser Y Runce, Abhandl. d. Berl. Acad., 1890. *) TrowsriocE, Carbono y Oxígeno en el sol. Philos. Mag., 1896, 41, pág. 450. — 24h — con el sol, no pudiendo combinarse entre sí, por ser los dos ultra-electronegativos y por consiguiente su union quí- mica bastante difícil de realizarse, pues se obtiene de los elementos mismos solo por fuerte y continua descarga eléc- trica. Se supone, por lo general, que el nitrógeno y el oxígeno del aire sean elementos inactivos, pero no es así, son «ener- géticaménte» ocupados, obligados por la tension eléctrica, debida á aquella atmósfera solar electropositiva. Por esta razon, no puede existir, ni nitrógeno, ni oxígeno en la atmós- fera solar, son rechazados hácia el interior, formando con elementos positivos de la atmóstera la capa ó costra sólida, que divide á los gases y masas interiores negativos de los positivos exteriores, de la atmósfera. Y no estando en la atmósfera, el «ojo sensible del espectroscopio» no puede descubrirlos, á pesar de que existen en otras partes del sol, en la costra y en el interior. Y como este « pedazo aislado y separado de la masa solar» que forma nuestro globo, se ha separado del sol, bajo la influencia misma de la atmósfera electropositiva solar, los gases negativos han sido atraídos por la tension, los positivos repulsados, y la masa terrestre total ha sido obligada, por la misma tensión con el sol en rotacion, á la rotacion propia correspondiente. Así debía formarse alrededor de un interior terrestre positivo la al- mósfera terrestre negativa, y luego se formó en el punto de contacto de los dos, la costra sólida terrestre, electroneutra, y de combinaciones químicas. Tienen razon los cosmog0- nistas y si SaLisBurY hubiera sido un químico, nO hubiese dicho lo que TrRowBRIDGE cita, y éste no buscaría con tanto em- peño por filosofía, lo que por espectroscopio no encuentra. En experimentos espectroscópicos terrestres, él había ob- servado líneas oscuras, correspondientes al calcio () Y al hidrógeno (*) y «cree» que estas líneas pueden ser del 0Xxl- (*) Philos. Mag., 1902 (4), pág. 606. (*) Philos. Mag., 1903 (5), pág. 153. — 241 — geno ('). BerBERICH (*) ya ve más lejos y dice que esto sería «toda una prueba nueva» para la existencia del oxígeno en la atmósfera solar, en caso que la «teoría » de TROWBRIDGE sea exacta; Juego sigue diciendo: « en todos casos, sería más comprensible, que un gas tan liviano (!!), como el oxí- geno, formara parte de la atmósfera solar, que los pesados vapores de calcio ». Con permiso; el peso atómico del oxígeno es hoy día acep- tado = 15.88, el del calcio 39.8, el del hierro 55.5 (hidró- geno = 1.00). Aquí no se puede hablar de liviano ó pesado, menos cuando el hierro pesa tanto, y supongo que BERBERICH no quiere negar la existencia de éste en el sol. Es que el calcio es muy-electropositivo. e) En el Bulletin n* 12 del Observatorio de Yorkes dice: Las cintas del espectro del carbono ó de hidrocarbu- ros. Esto debe tomarse en cuenta, porque KEYSER y RUNGE —como ya hemos expuesto — creyeron en un espectro del cyano. f) Mientras que DEsLANDRES (*), al observar el eclipse del sol, el 16 de Abril de 1893 en el Senegal, solo obtenía un es- pectro de la corona con líneas luminosas, en su mayoría des- conocidas, LockYEr (*) distinguió en corona y protuberancias calcio, hélion é hidrógeno; Comas-SoLaA (?) (del eclipse del 28 de Mayo de 1900) calcio, hélion, hidrógeno, titano (?), hie- rro (?) y magnesio (?); EversbED (*) (del eclipse del 22 de Enero, observado en las Indias), cálcio, hélion é hidrógeno (*) American Journ. of sc., 1903 (15), pág. 243. 1) Naturw. Rundchau, 1903 (18), pág. 401. *) Comptes-rendus de 'Académie des sciences, 1895, pág. 707. (*) Astronom. Nachr., 1896, núm. 3359. S de Comptes-rendus de PAcadémie des sciences, 1900 (135). pág. (*) Proc. of the Royal Soc., 1901, (68), pág. 6. — 248 — y DE La BauMeE PruviaL (*) (del eclipse del 28 de mayo de 1900), calcio, hélion é hidrógeno. 9, h) Fuera de los elementos, citados con autores y 0ca- siones en f), fueron encontrados en la cromósfera por Loc- KYER (*), estroncio, hierro, magnesio, manganeso, bario, cromo y aluminio y constatada la ausencia de (h) nickel, cobalto, cadmio, estaño, zinc, silicio y carbono. Los astros, que son soles, como nuestro sol, con sus plane- tas, satélites y cometas, debido á la única ley natural que conocemos, la del desarrollo continuo, de la formacion y transformacion de la materia, de la «no pérdida » de mate- ria y energía, tienen sin excepcion atmósferas electropositi- vas. Se dividen por lo general en tres clases: blancas, con atmósferas de poca absorcion, cuyo espectro muestra ó inten- sivas líneas de hidrógeno y débiles de metales (Sirio), ó dé- biles de hidrógeno y débiles de metales (f Orionis), ó in- tensivas de hidrógeno y la línea luminosa Dj (« Lyrae); amarillas,con atmósferas de absorcion (como la de nuestro sol), con un espectro ó de hidrógeno ó de líneas intensivas de metales (Capella), ó líneas luminosas con oscuras y cintas débiles (T Coronae); rojas, con un espectro ó de cintas Y líneas negras de hierro y de otros metales (x Orionis) ó cin- tas muy anchas, tal vez de hidrocarburos. Las nebulosas — cuyo espectro es muy difícil de obtener, se conoce solo por fotografía y demuestra exclusivamente hi- drógeno y el elemento de la línea D, y tal vez nitrógeno (1); son en el primer estadio de desarrollo y formacion de sistema. En contraposición directa á estas atmósferas de elementos electropositivos tenemos las de los planetas — de los cuales son visibles para nosotros sólo los de nuestro sistema solar — con atmósferas de elementos electronegativos, como 10 eN la de nuestra tierra, que se constituye de oxígeno y nitrógeno, (') Comptes-rendus de P'Académie des sciences, 1901 (132), Pá8- 125%, *) Astronom. Nachr., 1896, núm. 3359. E A A EAS — 249 — elementos ultra-electronegativos. Mercurio, Venus y Marte ya tienen una atmósfera, que no se distingue de la nuestra y que también contiene vapores de agua; lo mismo vale para Júpiter y Saturno, que además tienen en parte un espectro desconocido, mientras Saturno y Neptuno parecen contener en masa un otro elemento desconocido. Los satélites de Jú- piter tienen idéntica atmósfera á la de Júpiter; del nuestro, de la luna, no conocemos la atmósfera, pues es claro, que la electronegativa atmósfera terrestre la repela al lado opuesto, donde ella debe existir en la prolongacion tierra-luna y en forma de una cola en analogía á los cometas, despues de haber desarrollado su atmósfera electropositiva, la cual es repelida por la electropositiva del sol. mI ATMÓSFERAS Hemos dicho que las atmósferas deben dividirse en dos grandes grupos : atmósferas formadas ó por elementos. elec- tropositivos, ó por elementos electronegativos. Para estable- cer esta diferencia fundamental nos hemos servido tanto del carácter esencial de los elementos, tal como el maes- tro en química, BerzeLius, lo ha establecido en su teoría eléctrica, que hasta la fecha sólo ha sido combatida por ra- Zones equivocadas, como del análisis espectral, único método que tenemos á nuestra disposicion para estudiar aquella materia, que no podemos someter al interrogatorio severo de nuestros reactivos de laboratorio. Esta distincion de las atmósferas es nueva, es una teoría propiamente mía y lucho con grandes y múltiples inconve- nientes para hacerla plausible, á pesar de que en el fondo, T. X Vin 17 — 250 — ella es sumamente sencilla y además un hecho tan probado que ya no debería dársele más el nombre de teoría, sinó de verdad científica reconocida. Al averiguar las causas que dificultan una aceptacion plena de esta verdad por el sano criterio, me he dado cuenta de que el impedimento princi- pal se debe á la poca importancia que se atribuye en general á la atmósfera terrestre, al aire. Es cierto que los libros pa- recen afirmar lo contrario, pero esta afirmacion sólo se re- laciona con el rol que el aire juega en la vida vegetal y animal; su poder intercósmico se cree Cero, pues los fenó- menos meterológicos y los de luz y calor, únicos que la física en parte funda en la existencia de nuestra atmósfera gaseost, son exclusivamente terrestres. Más aún, como factor esencial del aire se considera sólo uno de sus componentes : el oxígeno; el otro, el nitrógeno más bien es tomado como lastre! Azoe le titulamos, la neg” cion de la vida animal y con esto basta, no se explica la pre- sencia de una masa gaseosa é inactiva, que para nada sirve ! Y sin embargo, el aire es y queda una mezcla química de ni- trógeno y oxígeno, y así debe ser, para que cumpla con SU principal obligacion, su virtud intercósmica : la conserva- cion de la atmósfera electro-positiva del sol, sin la cual la existencia propia del sistema solar sería imposible, NO cito entre los componentes del aire al neon, argon, kryplol, xenon, pues son elementos no bien conocidos, ni bastante estudiados y su totalidad sería en último caso insigniicante en comparacion con la cantidad del nitrógeno y oxigeno» tampoco cito ni el ácido carbónico, ni el agua, porque Se combinaciones químicas, disueltas en la mezcla química (E los elementos nitrógeno y oxígeno, que tienen ini una importancia terrestre, para la vida vegetal y el bienes nuestro. Se me observará, que el nitrógeno es UB factor si dispensable del aire para rarificar el oxígeno, impedir ' oxidacion rápida y por consiguiente un incendio poo como resulta de los experimentos con oxígeno pa no; no es así, pues el oxígeno, del cual nosotros nos servi- mos en los experimentos, no está, como el aire y su oxígeno, en tension con el sol, no forma aire, no está «ocupado» (como debe decirse) químicamente, es una cantidad limitada de oxí- geno, separada del aire mecánicamente por el envase que lo alberga, como lo es, por ejemplo, tambien aquella parte del aire mismo, que llena el interior del telescopio. ¿ Y nuestra vida? ¿será posible en una atmósfera de oxí- geno puro ? ¿ Y por qué no? Nosotros somos seres « adapta- dos » á nuestro aire ; otro aire hubiera obligado á nuestros antepasados á una evolucion distinta, el organismo estaría formado de otra manera. El oxígeno es el elemento químico, que forma la base de la vida de todos los organismos terrestres. Nuestro alimento, primera necesidad para la vida animal, consiste en plantas ó en la transformacion de plantas en seres, Las asimilamos — como se dice — por la digestion, por la union de su carbono con el oxígeno del aire, una combustion lenta, cuyos productos son los de la combustion en general : ácido carbónico y agua. Esta descomposicion produce «energía libre», un estado electroactivo, limitado al cuerpo humano por el aislamiento de éste por la piel; y al intervalo de la produccion de la ener- gía libre, durante el cual estamos despiertos, sigue el otro de su absorcion por el organismo ad hoc, el cerebro, en el cual nos encontramos dormidos, separados de hecho de la vida activa, á la que al día siguiente de repente volvemos, de- bido á aquella misma energía acumulada. El ácido carbónico y el agua, que exhalamos, se extienden, se disuelven en el aire y ahora el ácido carbónico obra de la manera ya descripta, al entrar en las células vegetales, donde el sol lo descompone por la tension, devolviendo el oxígeno al aire como factor esencial de éste y dejando el carbono en la célula en un es- tado tan electroactivo, de energía libre por la descomposi- cion, que puede formar con el agua almidon, la base de toda materia vegetal. Con otras palabras, se ha transformado el — 232 — ácido carbónico con el agua otra vez en alimento, que será descompuesto en la digestion, por el mismo oxígenoy bajo una retransformacion en el mismo ácido carbónico. Para todos estos procesos químicos necesitamos á más del invariable carbono y oxígeno, agua distribuida en las capas superiores del suelo. Ya la hemos formado también en la digestion y, de- bido al calor atmosférico se evapora agua de ríos y mares y se mezcla con el aire, sube como vapor ó gas, se enfría y fecunda la tierra en forma de lluvia. Luego, entra el agua por las raíces en el sistema cerrado de cada planta, para volver á unirse, en la distanciada célula de la clorófila, con el carbono N statu nascend1. Pero no es sólo el carbono in statu nascendi electroac- tivo, lo es tambien el oxígeno y al entrar á formar nuevd- mente parte del aire, le reconocemos ahora obrando como un factor cósmico en la atmósfera terrestre: en « tension? con la atmósfera solar, levantando y activándola, como aqué- lla lo hace con la nuestra, la planetaria. Esta actitud inter- cósmica es la verdadera causa, la razon para la vida vegetal y animal sobre nuestra madre tierra, es el rol que jugamos todos y cada uno de nosotros en el sostén del sistema solar y luego en el equilibrio universal, en la naturaleza! El verdadero destino de plantas y animales es servir al sol indirectamente para sostener su «lucha por la vida », pe nuestra vida de fauna y flora se precisa para la conservacion de la atmósfera de elementos electronegativos de la tierra — y de los planetas en general, — única base de la perduración de la atmósfera electropositiva solar. Esta es el arma de cual el sol hace uso en la lucha continua con las masas de An Otros soles y sistemas solares. Estos exigen, como masas, e reunion absoluta de la materia por la gravedad y DO la efec- túan por el rechazo por electroigualdad del mismo valor, siendo las dos fuerzas simplemente diferentes manifestació” nes de la única y misma energía. . ki : J por” Otra importancia que se reconoce en el aire es, $! ete A IA A , E de J de Es — 253 — tador de los fenómenos meteorológicos é intermediario de luz y calor. Los fenómenes meteorológicos son puramente terrestres, relacionados tanto con la vida vegetal y animal, como con la luz y el calor terrestre. Si ya se ha reconocido en meteoro- logía la importancia de la luna en estas manifestaciones de la energía, para nosotros no es de importancia, pues es sim- plemente un caso secundario y especial de la misma tension, cuyo factor principal para nuestra atmósfera es la atmósfera solar y, la luua entra recien en tension con la tierra á causa de la misma tension solar con ella, Y cuando la física precisa de los gases de nuestra atmósfera para llegar á las ondulacio- nes de luz y calor, ocasionadas por el milagroso «éter », producto y compañero decrépito de nuestra pobreza intelec- tual, y traidas desde el omnipotente padre Sol, nosotros no podemos ocuparnos seriamente de cualquiera importancia, que nuestra atmósfera sacara de tal rondalla. Y sin embargo, estas ondulaciones existen, son una ver- dad real, innegable ! Pero, no son movimientos secundarios, debidos al traspaso de una « luz » ó de «un calor » solares de su vehículo intercósmico á la materia sólida terrestre, á nuestra costra terrestre; sinó son movimientos primarios, originados por la tension, por la atmósfera solar electroposi- tiva y la terrestre de elementos electro-negativos. He dicho, que el aire es una mezcla química, de nitrógeno y Oxígeno. Una mezcla química es una mezcla mecánica, en la cual las partí- culas de cada uno de los componentes no están sólo material- mente mezcladas, sinó tambien unidas por tension energé- tica entre sí, sin que puedan entrar en una combinacion quí- mica, lo que indudablemente sucedería entre el nitrógeno y Oxígeno del aire, al no existir la tension eléctrica con la atmósfera solar; formarían anhidrido nítrico. Siendo el aire Una mezcla química de los elementos electronegativos nitró- gen0 y oxígeno, cada molécula de éstos, como tal, es atraida por el sol; se levanta y se separaría indudablemente de la — 254 — costra terrestre para unirse con el sol, si no fuera retenida por la gravedad, que la une á la tierra, equilibrando la atrac- ción solar; y tanto ésta como aquélla no sén, como ya lo hemos dicho, sinó manifestaciones de la misma energía. La molécula pasiva de los gases tiene probablemente la forma de un globito, pues en la primera aglomeracion de masas líquidas la observamos : se forman gotas. En esta forma la molécula dista siempre igualmente de la masa terrestre, pues lo hace su centro; en cada posicion entonces la molécula pasiva está « en equilibrio ». No sucede lo mismo con la mo- lécula activa, con la molécula en tension. Ya hemos visto que la idea, que el químico tiene formada de la materia, en caso que se acepte el dualismo de « materia y fuerza », le obliga á reconocer en cada átomo una cantidad limitada de energía, encerrada por materia. Para explicar cualquier fenómeno químico y, como ya se demuestra por la posibilidad de con$- truir una série eléctrica de los elementos, la cantidad limitada de energía (variable en general, pero constante para cada elemento) se compone de una cantidad de energía positiva y Otra de negativa, cuya relacion tambien es variable en gt- neral, pero constante para cada elemento. He aquí la dife- rencia y multiplicidad, la variacion de los elementos recono” cidos en su orígen, su causa. Si prevalece en la molécula la energía negativa, la tension positiva solar la levanta, la atrae como molécula. : Ahora, como la molécula contiene tambien energía posl- tiva, aunque en mínima cantidad, ésta es rechazada por la ten- sion electroigual solar. La molécula redonda, nuestro globu- lito, no puede conservar más su forma, la energía positiva la rechaza hácia la tierra, la energía negativa la atrae hácia el sol : se extiende, toma la forma de bastón, demuestra el pri- mer ejemplo de aquella propiedad de la materia, que recos nocemos en la « elasticidad ». | Por lo dicho, nos hemos dado cuenta que la verdadera com- posicion de nuestra atmósfera consiste en una mezcla quí- — 255 — mica de los elementos nitrógeno y oxígeno con la particula- ridad, que las moléculas de éstos forman en su conjunto líneas rectas, pues cada una tiene la forma de baston, diri- gido con la punta positiva hácia la tierra y con la punta ne- gativa hácia el sol. Esta interposicion lineal de las molé- culas del aire nos ofrece la solucion natural y sencillísima para todos los fenómenos físicos. Sonido, luz, calor, « co- rrientes » eléctricas Ó magnéticas, etc., etc., son productos de esta interposicion. La telegrafía sin hilos es una de las últi- mas, pero mejores comprobaciones de mi teoría, pues ésta la explica como una consecuencia forzosa de la interrupcion en el arreglo rectolinear de las moléculas del aire producida por una descarga ó campo eléctrico. No hay trabajos más ingratos, y sin embargo de más alto va- lor científico, que las continuas y sistemáticas observaciones en meteorología y en física, que exigen un verdadero amor á las ciencias naturales y sacrificios diarios. En nuestro tiempo, reconociendo su importancia, se los ha confiado, por lo general, á los gobiernos, quienes ven en su fomento un deber moral, unificando por convenios internacionales y publicaciones pe- riódicas los resultados parciales. Así es, que, en la actua- lidad se reconoce la unidad, tanto de la materia como de la energía. Por este adelanto, los mismos físicos aceptan en el fondo, que la gravedad, el movimiento, la luz, el calor, el sonido, la electricidad, el magnetismo, la afinidad química, en una palabra, que todas las llamadas fuerzas no son tales, sinó simplemente funciones ó manifestaciones de una sola verdadera fuerza, de la energía, la causa de estas mani- festaciones. Con este reconocimiento, desaparece la necesidad que la física creyó había de introducir en las teorías un vehí- culo para las fuerzas; un vehículo que diera á las fuerzas la posibilidad de trasladarse, por ejemplo del sol á la tierra, adop- tando como tal el éter, por un convenio mutuo. Si las fuer- zas sólo son distintas manifestaciones de una sola verdadera fuerza, entonces ésta debe existir en todas sus partes, donde hay materia, y aquellas únicamente deben considerarse como distintos estados de la materia. Observando ahora, que sobre todo la luz, el calor, el magnetismo dependen de la posicion del sol, la causa de la variedad é importancia de aquellas. manifestaciones, debe ser á la par intercósmica y terrestre, NEwtTonN, al reconocer la gravitacion como manifestacion in- tercósmica de la gravedad, introdujo así un valor constante y recíproco de las masas en los estudios de las ciencias na- turales; pero sólo para una de las fuerzas, que sin embargo. á nuestra vista se transforma en movimiento (la caida de agua por ejemplo), electricidad, magnetismo, luz, calor, afini- dad química, ete. Por consiguiente, si queremos averiguar la causa de la luz y el calor, es menester averiguar tambien la de la gravedad y gravitacion. Como ya he dicho varias Ve- ces, encuentro yo esta causa en la constitucion « energética de la materia y en su interposicion recíproca por la tension. En este momento la tension, ó lo que yo titulo tension, €$ tan nueva, como lo era la gravedad y gravitacion en el tiempo de Newrow, y como ese conocimiento es indispensable pará poder averiguar el verdadero orígen del petróleo y de la sal, es conveniente explicar la tension con ayuda de algunos dibujos, que están representados en la página 257. La figura A representa la tierra en «tensión » COD el sol, la luna y algunos astros, en un corte ecuatorial y para el 2. mento del pase del sol del hemisferio sur al norte, €5 decir, para el principio de la primavera europea. La atmósfera debe tener — conforme con mis estudios JA concluidos y á publicarse en otro tomo de este Boletín — 4% altura media, igual á la distancia entre la superficie de la tierra firme y su centro, porque la costra sólida se ha formado y interior electropositivo y del exterior electronegativo €n ¿0na de contacto de los dos. Esta zona de coitacto HERA senta una esfera hueca ideal, cuyo radio exterior 7 eS igual | radio interior é igual á la mitad del radio R de la esfera l terrestre, pues la tierra como planeta debe considerarse has- ta el límite extremo de la atmósfera, parte tan esencial, como lo es la costra firme. De aquí resulta, que, siendo r, el radio S e : de la tierra sólida, igual á 3' tambien el espesor de la esfera : ; 8 hueca, que llamamos atmósfera, debe ser igual á 3% En esta atmósfera, de nitrógeno y oxígeno, cada molécula de los elementos que la forman, está en tension directa con el sol, cuando ningun otro cuerpo lo impide por su interposi- cion, como por ejemplo en un eclipse solar, cuando la luna se interpone entre el sol y la tierra. Lo característico, para una molécula del aire en tension con el sol, es que la energía ne- gativa se dirige hácia el sol con su atmósfera electropositiva, y la energía positiva al contrario hácia la tierra, repulsada por la atmófera electropositiva del sol. La electricidad, aque- lla propiedad de la materia, á la cual debemos la forma, á reconocer lo más ideal en la cristalizacion, nos explica y con- vence, como ya hemos dicho, que cada molécula en tension debe tener la forma de un bastoncillo, debido á la energía interior, que es en parte atraída y en parte repulsada. Tiene pues, cada molécula del aire terrestre en tension con el sol la forma de un bastoncillo con la punta positiva hácia la tie- rra y con la negativa hácia el sol. La prolongacion de la po- sicion de cada molécula en tension, forma con las otras m0- léculas, que se hallan en esta prolongacion y que están tal- bien en igual tension, líneas rectas y materiales hácia el sol; la atmósfera terrestre en tension es pues, idealmente, formada por estas líneas rectas y materiales, que son todas casi para- lelas entre sí, con una pequeñísima inclinacion, que corres ponde á la enorme distancia entre el sol y tierra. Esta parti- cularidad del aire se distingue perfectamente en el dibujo. La atmósfera terrestre, en tension con el sol, es atraida por el sol con su atmósfera electropositiva, pues el oxígenO Y el nitrógeno son de los elementos más negativos. Estos, sin em- bargo, por ser materia, son tambien atraídos por la tierra, de- E IET SS A es e — 259 — bido á la gravedad, y no pueden separarse entónces de ésta, sinó deben aglomerarse en la vecindad de la costra sólida, lo mismo como aquella parte del aire, que no está en tension con el sol. Por esta razon cada molécula tiene una posicion deequilibrio distinta, segun estéó no en tension con el sol y así observamos que toda la atmósfera terrestre se levanta há- cia el sol en la mañana, desde las 18* hasta las 24”; bajando paulatinamente en la tarde, de las 0” hasta las 6*, Debido al famoso fenómeno, llamado « inercia » de la materia, la curva superficial de la tarde es mucho más suave que la escarpada de la mañana y su conjunto nos representa la verdadera forma de la atmósfera terrestre, pues esta es siempre en igual ten- sion con el sol, sólo en distintos lugares locales. En la noche, de las 6% á las 18", los astros en su totali- dad están en tension con las moléculas del aire y las obligan, á alinearse en forma de bastoneillos, pues todos los astros son soles y tienen atmósferas electropositivas, sólo que aquí la tension no levanta la atmósfera hácia una estrella determinada, desde que la distancia entre la tierra y los astros, es tan enor- memente distinta de la entre la tierra y el sol, que el poder de atraccion de la tension parece desaparecer. El punto negro, en vez de la circunferencia adoptada para las posiciones de los astros invisibles, indica que estos sólo son visibles en tension, es decir, desde las 7* á las 17”. Es que las capas superiores perduran por su posicion local más tiempo en tension con el sol, que las aproximadas á la tierra; hablamos del crepúsculo. A las 7% 45% vemos, que ahora la luna alinea la atmósfera terrestre, ¿Cómo puede ser esto, dado que la luna es Un... planeta como la tierra, sólo mucho más pequeño? ¡Pues, es Muy sencillo! La luna está igualmente en tension con el sol. En la tierra, no sólo los elementos de la atmósfera están en tension con el sol, sinó que tambien lo están las combinacio- nes químicas que ella encierra : ácido carbónico y agua, y aun la costra misma.. Otro tanto se observa en la luna. 000 —- ¡Pero la luna no tiene atmósfera! ¡ Ya lo creo, que la luna tiene atmósfera! y atmósfera igual á la terrestre, de oxíge- no y nitrógeno, pues es un planeta como la tierra, y ha sido transformado en nuestro satélite sólo por la preponderancia intercósmica de la tierra. Por este hecho su atmósfera es re- pulsada por la atmósfera terrestre y se encuentra sólo al otro lado de la luna, que nunca podemos ver, debido precisa- mente á esta repulsion por la tension entre dos atmósferas de igual carácter eléctrico. ¿ Y, cómo es esto, que observamos la luna sólo como « pri- mer cuarto »? ¿qué la luna sólo en parte es visible? Pues bien, nosotros vemos especialmente aquella parte de la superficie lunar que está en tension con el sol, porque tambien lo está con la tierra y su atmósfera. De la misma manera como en los elementos de nuestra atmósfera en tension con el sol, la energía negativa es atraida, y la positiva rechazada, tambien lo observamos en las combinaciones de elementos ó cuerpos compuestos, cuya parte ó elemento negativo debe entonces llamarse «en tension», ú ocupada por la tension Con la atmós- fera electropositiva solar, mientras que el elemento positivo repulsado debe llamarse libre. La parte de la luna, que mira á la tierra es sin atmósíera, pero su costra sólida, de compuestos químicos, Su materia, antes neutral, ya no lo es más respecto á la tierra; pues €5- tando con su energía negativa en tension solar, ocupada, SU energía positiva es libre y se pone como cualquier cuerpo positivo en tension con la atmósfera negativa terrestre, CoN nuestra costra firme y con el mar, produciendo flujo y reflujo en sus distintos valores en la neomenia/y luna llena J sus fases intermediarias. La luna refleja la luz solar! Entre los astros, marcados como invisibles, ha 23", señalado como visible, con un punto. En la además que en direccion á ese astro se levanta UN tubo, qee separa materialmente una pequeña parte de aire de la totali- dad de la atmósfera en tension con el sol. Debido á esle hecho y UNO, á las figura se hoi — 261 — aquella pequeña parte de aire, no está más en tension solar y por consiguiente se debe poner en tension con el astro indicado. Así se explica que en plena luz del sol, á mediodía, se puedan observar con el telescopio los astros, invisibles á esa hora para nuestro ojo inerme, A las 24? y en la parte extrema del aire, vemos una repro- duccion aparente del sol, que se encuentra en esta direccion. En este lugar se cruzan todas las líneas ideales, que pueden imaginarse desde nuestro ojo, inerme ó armado, hácia la su- perficie del sol y debe reproducirse allí una verdadera imagen del sol, análoga á cualquier imágen en un espejo. Así es que vemos aparentemente al sol girar en un sentido que es todo lo contrario al verdadero sentido de su rotacion. Creemos observar una rotacion del Oeste al Este, en lugar de la ver- dadera rotacion del Este al Oeste, como se ve indicado por las flechas al lado del sol verdadero y del sol ficticio. Fuera de la atmósfera, una otra flecha indica la rotacion terrestre del Oeste al Este, es decir, en sentido inverso á la rotacion del sol. Es sumamente sencilla la explicacion de este fenómeno, porque es el sol en rotacion que, por intermedio de la tension, obliga á la tierra, á entrar en rotacion propia y permanecer en ella, Tengamos dos agujas magnéticas y apro- Ximémoslas tanto, que el polo norte de la una se ponga en línea recta con el polo sud de la otra. Iniciemos ahora un movimiento de una de las agujas en un plano rotatorio, en— tónces observamos, que la otra sigue inmediatamente este movimiento, se pone tambien en rotacion, pero en sentido opuesto por la razon de que las dos agujas están frente á frente. Este experimento se puede imitar en parte con una brújula y un iman cualquiera, por ejemplo, uno de los que se encuentran en las cajas de juguetes de niños. Aproximamos el iman á la brújula de manera, que la distancia entre ésta y un polo del iman sea la mínima, y con el otro la máxima, entonces el polo contrario de la brújula se dirigirá al iman y el de igual nom- bre se apartará. Damos ahora al iman un octavo de vuelta, as BNO — la brújula le sigue, girando en sentido inverso; luego levan- tamos rápidamente el iman para colocarle en un instante en su primitiva posicion, frente al polo girante de la brújula, y repetimos el anterior movimiento del iman, entonces sigue girando con mayor rapidez la brújula. Así se obtiene fácil- mente una verdadera rotacion entera y rápida de la brújula, Más aun, una aguja de hierro dulce, ó una rueda, ó un disco del mismo material, giran de idéntica manera por el movi- miento indicado de un iman. Lo que en estos experimentos sucede por el magnetismo, entre el sol y la tierra se observa como efecto de la tension entre estos dos y entre sus atmósferas. Como el centro de gravedad es aquel punto en el interior de un cuerpo, en el cual nosotros consideramos reunido todo el valor de la misma, y hablamos luego, en la gravitación, de la relacion de los centros de gravedad de los cuerpos Cé- lestes, el sol y la tierra, por ejemplo, tambien debemos intro- ducir en la doctrina de la tension « puntos » de tension, que se hallan en la superficie de los cuerpos, donde observamos todas las manifestaciones eléctricas de esta clase. Estos pul” tos de tension son exactamente aquellos dos puntos de los cuerpos en tension, entre los cuales hay la menor distan- cia. En los cuerpos celestes estos dos puntos se encuentran situados en la línea recta, que une los centros ideales de gra- vedad de ellos; entre el sol y la tierra en aquélla que une el centro solar con el terrestre; su posicion es, donde esta líneR corta los extremos de las atmósferas. Los puntos de tension representan el valor total de la tension, Como los cen- tros de gravedad el de la gravitacion. La línea recta entre los centros de gravedad del sol y la tierra, y que pasa por sus puntos de tension se podrá llamar la línea « energética? entre el sol y la tierra' y los puntos de tension repre” sentan puntos de la acumulacion energética ó eléctrica, pa los cuales se efectuaría la descarga eléctrica, si la distanció y el vacío no la hicieran imposible. Está pues toda la tiertt — 263 — en tension con el punto de tension del sol, en la línea energé- tica entre el sol y la tierra, y viceversa, el sol con el punto de tension de la tierra. Estando el sol en rotacion, se mueve el punto de tension del sol y obliga á la tierra, que está en tension con él, á seguir este movimiento. Pero resulta ahora que el punto de tension (que es material) se ha movido y está fuera de la línea energética, es decir él ya no es más el punto de tension, sinó aquel otro punto de la superficie so- lar, que está en su lugar en la línea energética. Como éste sigue moviéndose por la rotacion del sol, sigue tambien mo- viéndose la tierra : principia á girar. Persistiendo la rotacion solar, persiste tambien la terrestre, porque persiste la «fuerza» cuyo efecto es la rotacion y su velocidad es la expresion del valor de aquella « fuerza ». Si se ha efectuado una rotacion y el primer punto de tension ha vuelto á serlo, podemos unir todos aquellos puntos, que hemos reconocido como puntos de tension por un momento y obtendremos un plano, que pasa por el centro de gravedad, pues él esta formado por la parte de la línea energética entre centro de gravedad y puntos de tension terrestres como radio. A este plano le llamaremos « plano energético ». Gomo es un plano ó disco en rotacion, en su centro, es decir en el cen- tro de gravedad, podemos construir una vertical, que repre- senta el «eje » de la rotación, cuyos extremos nos dan los polos : Norte y Sud. - Vemos que la solucion de aquel gran enigma de la rota- cion de la tierra es más que sencilla á base de la tension, siempre que el sol esté en rotacion. El sol primitivo era la union de todas las moléculas, que forman el conjunto de la materia de nuestro sistema solar y ocupaba antes un espacio mucho más grande que el del sistema actual. Al unirse las moléculas con su centro de gravedad, tenían que imprimir al conjunto un movimiento, cuya velocidad iba en aumento en relacion con la mayor union de la materia y de su concentra- cion. La agrupacion interna del globo en rotacion, obtenida — 264 — de esta manera, era primero debida al mayor ó menor peso de la materia primitiva, formando la más pesada el núcleo, la más liviana la atmósfera, y como todos los soles son de la misma manera, aglomeraciones de materia, todos tienen tambien atmósferas iguales y por consiguiente electro-iguales, elec- tropositivas. Para la conservacion de éstas, como condicion forzosa para la existencia de un sol, los soles echaron en grandes catástrofes planetas, cuyo arreglo interno era debido á la existencia del sol con su atmósfera electropositiva. Así es, que los planetas debían formar atmósferas electronegativas. Es pues un efecto muy sencillo de la energía, tanto la forma- ción de sol y planetas, como su rotación recíproca. A pesar de que aquí no es el lugar de entrar en pormenores sobre la rotacion de la tierra, quiero ya adelantar, que ésta, una vez en rotación, sigue, por lo que se llama «inercia», conservando su eje de rotacion Sud-Norte, á pesar que esle eje sólo es perpendicular á un verdadero plano energético en dos momentos del año, en los equinoccios, porque duranle el otro tiempo el punto de tension está al Norte v Sud de este plano, debido á la existencia de los otros planetas y SU influencia sobre el centro de gravedad y la gravitacion. Por esta idéntica razon la línea energética forma con el eje de rotacion terrestre un ángulo que varía entre noventa y 867 senta y seis y medio grados, más ó menos, y como la rotacion misma es debida á la tension, que obra en el punto de ten- sion, el efecto de la « fuerza » rotatoria es variable segun lo demuestra el paralelógramo de las fuerzas, es decir la veloci- dad de la rotacion es variable, ningun día es de igual duración al anterior. Nosotros observamos como consecuencia natu- ral de este hecho, que el sol verdadero no pasa por nuestro meridiano á mediodía medio, sino con una diferencia, qué nos proporciona la ecuacion del tiempo. Existen tambien 0lriS razones, pero sólo secundarias, para este fenómeno ; la desir gual duracion de la rotacion es la causa principal. y La figura B representa la parte de la tierra y de su atmoós- ds =í E E , | b N A 3 7 e — 265 — fera, que en los equinoccios se dirige al sol, es la mitad del plano energético iluminado, ó de día. Su mayor tamaño faci- lita darse cuenta con mucha más exactitud de mi modo de comprender ó interpretar la tension como fuerza cósmica, al par de la gravitacion. He creido tanto más necesaria la cons- truccion de esta figura, cuando ella hace ver, al primer golpe de vista, que la atmósfera terrestre disminuye rápidamente en densidad, á medida que nos alejamos de la superficie firme, debido á la atraccion de sus particulas por la masa de la tierra : atraccion distinta de la solar por la tension; pues, la altura de la atmósfera terrestre es insignificante, en comparacion con la distancia entre el sol y la tierra, pero de muy gran valor para la gravedad, por adherir á la costra firme y por estar bajo la presion de la columna superior de aire. Esta diferencia en la densidad es de la más grande importancia para algunos otros efectos de la tension, que llamamos fuer- Zas fisicas y que en nuestro caso son simples efectos terres- tres de la tension cósmica, como veremos en seguida. La figura C nos muestra el ángulo, que los bastoncilos de oxígeno y nitrógeno — y luego toda la línea de tension — forman durante el día, de las 18* á las 6”, en los equinoc- cios y en el plano energético, con la posicion horizontal, que exige la gravedad ; la inclinacion es hácia el Este en la ma- ñana y hácia el Oeste en la tarde. Igual posicion nos da un corte del polo Sud al Norte para la inclinacion hácia el ecuador y la verdadera posicion sería naturalmente para to- dos puntos la que de las dos se deduce matemáticamente, La molécula en forma de globo se encuentra en equilibrio en cada posicion, no así la en forma de baston, la molécula en tension, pues tiene dos posiciones, una para satisfacer á la tension, otra para satisfacer á la gravedad, cuya diferen- Cta es dada por el ángulo respectivo. Quedando de igual po- der para el mismo lugar la fuerza de tension y lo mismo la de gravedad, resulta una oscilacion por el ángulo dado, pero Por igual tiempo. Siendo entonces el ángulo grande, la ve- TY. XV 18 — 266 — locidad es grande, y chico, la velocidad es chica; es decir, la velocidad del movimiento se relaciona directamente con el ángulo entre la posicion por tension y por gravedad : es lenta á las 18* y crece hasta las 24* para disminuir hasta las 6". La interposicion verdadera depende, además de la direccion, del lugar de la molécula en cuestion y punto de tension del sol ficticio, comu hemos visto. Esta interposicion total produce las verdaderas líneas de tension, que llamamos rayos de luz. Es pues la luz un estado de las partículas del aire, en el cual reconocemos simplemente un efecto terrestre de la tension cósmica. Hay dos distintas posibilidades, como resultantes de este efecto : las partículas de la atmósfera ú oscilan ó están en rotacion. La figura D representa la oscilacion: 1, €s la molécula en reposo, sin estar en tension; 2, la misma en tension hácia la atmósfera + del sol, acumulando la energía negativa en la punta superior por atraccion y la + en la punta opuesta por rechazo. En 3, la molécula, en tension se pone horizontal á la tierra, debido á la gravedad, el punto a baja á la derecha y b se levanta á la izquierda. Como la energía negativa está acumulada en a, todo el baston vuelve inmediatamente por la tension á su posicion primitiva; a se levanta, b se baja, como indica 4, para volver en 5 á la segunda posicion, etc., etc. bastoncito está en oscilacion, como indica |. : La figura E representa la rotacion : 1, 2 y 3 son las mismas posiciones como antes, pero en 4 vemos que la energía (como lo indica la flecha de 3) ha vuelto á reunirse y forma en vez del baston ab el baston cd. En 5 el baston se pon€ nueva- mente horizontal (por la gravedad), la energía Se une nuev? mente en el centro y llegamos en 6 á la posicion por tensioD ba, á la cual sigue de y luego otra vez ab, etc., ete.; es decil, la molécula está en rotacion. o Cual de las dos, oscilacion ó rotacion, da la verdadera espl cal cacion del fenómeno, sólo se podrá resolver por posteriores ensayos; yo, por ahora, me inclino á la rotación. — 267 — La figura F nos demuestra el calor. ¿Cómo se produce el calor por lo general? Indudablemente por golpes. El hierro se calienta, cuando el martillo del herrero lo trabaja, ó al fro- tarlo; y el frotamiento debe considerarse como una serie de golpes consecutivos. Al calentarlo por fuego producimos fuego, quemando gas, carbon, leña, etc., es decir por des- composicion química del gas y combinacion química del car- bono ó hidrógeno con el oxígeno del aire. Este proceso quí- mico sólo se produce cuando nosotros le iniciamos de cual- quier manera, y sigue luego por sí mismo á una cierta temperatura. La descomposicion y combinacion química misma, se nos pre- sentan en sus efectos como una propagacion sucesiva y Super- ficial del fuego, y nos hacen comprender, que molécula tras molécula se desprende de la superficie, para combinarse con el oxígeno, y así entendemos que estas moléculas del carbono en aquel estado deben « golpearse » mútuamente entre sí y con el oxígeno. Tenemos pues el estado de la materia, produ- cido por golpes, el que observamos como calor y el efecto de los golpes, la vibracion molecular debe ser por consiguiente lo característico para este estado. En la figura F vemos que, como efecto de la tension, cada molécula del aire en ese estado se mueve en un espacio determinado, con un movi- miento sea de oscilacion ó de rotacion. Durante este movi- miento, cada molécula debe chocar con todas aquellas que alcanzan á ocupar por momentos parte de ese espacio deter- minado. En cada choque se golpean mútuamente las molé- culas y pasan al estado de la vibración molecular, es decir observamos la produccion de calor. Es pues, tambien el calor, una sencilla manifestacion de la tension, un efecto producido en nuestra propia atmósfera y no nos llega del sol. Los movi- mientos de luz y calor, tal cual la física los concibe, se explican en absoluto y de acuerdo con el sano criterio humano, sin tener que recurrir al inmortal fantasma del éter. Y nada más natural que el conjunto de los fenómenos del — 268 — calor sobre nuestra madre tierra. En la mañana principiaá desarrollarse el calor ; la atmósfera, enfriada durante la no- che, se calienta poco á poco; el máximum del calor se siente recien á la una ó las dos, despues de mediodía y luego declina el termómetro, para bajar hasta las primeras horas de la madrugada. Más humedad contiene el aire, más se siente el calor, y más seco, menos nos molesta. Es claro : en la ma- ñana, la diferencia entre la posicion por tension y la por grá- vedad de las moléculas en tension es pequeña y erece paula: tinamente; el movimiento molecular de oscilacion ó rotacion es pequeño, pero va en aumento hasta mediodia, pues elán- gulo correspondiente á cada hora, es recorrido en igual tiem- po, la velocidad está en relacion directa con el ángulo. Mayor es la velocidad, más fuerte el golpe! En la mañana poco, 4 mediodía, mucho calor. Por los golpes, obtenemos el estado vibrante de calor y como la velocidad en las horas del medio- día es bastante constante, resulta que las primeras horas de la tarde son mucho más cálidas que las últimas de la ma- ñana, debido al estado vibrante ya existente, a la «inerció! Más vapor de agua se ha disuelto en el aire, más se reduce el espacio libre de cada molécula, más se siente el calor! Idén- ticos efectos resultan de la diferente latitud de un punto y de las diferencias entre las estaciones : el calor se relaciona directamente con el ángulo entre la posicion por tension Y gravedad, es decir con la hora, la latitud y la posicion del sol cada vez. La presion atmosférica disminuye 00 tura, porque la columna de aire de encima se achica con Caz paso que subimos; con la presion atmosférica se disminuy€ tambien la densidad, se aumenta por consiguiente el am cio libre de oscilacion ó rotacion de cada molécula del aire) calor, para llegar, últimamente á una Zona, culas se mueven sin que se rocen : hemos llega del frío absoluto. Creo imposible una explicación de los bien el : donde las molé- más sencilla, nd. cada — 269 — más clara, para todos los fenómenos calóricos, que Se nos ofrecen diariamente. He dicho, que la telegrafía sin hilos es una comprobacion muy concluyente para la doctrina de la tension. Es evidente, pues estando «alineado» todo el aire por la tension, una fuerte descarga eléctrica interrumpe esta alineacion, lo que es perceptible á gran distancia con una propagacion horizon- tal : sigue la curva de la superficie terrestre, no forma una línea recta. Tanto las distintas figuras explicativas de este capítulo, como tambien su contenido en general están basa- dos sobre la forma y las distintas posiciones de las moléculas del aire, que obtenemos como consecuencia de la gravedad y de la tension. La tension, tanto del sol, como de los astros, produce el levantamiento de los bastoncitos hácia éstos y luego el alineamiento descrito; la luz tenemos que conside- rar como un estado material de las moléculas, ó por oscila- cion, ó por rotacion como efecto de la posicion horizontal molecular por la gravedad y la distinta por tension. Si producimos ahora una alteracion eléctrica en el arreglo total de la capa atmosférica, sea por chispa ó por un fuerte campo eléctrico, entonces obligamos á las moléculas (en forma de bastoncitos) á entrar en seguida y por momentos en ten- sion con el campo eléctrico ó los polos productores de la chispa. En la línea horizontal obra esta nueva y momentánea interposición por tension en el mismo sentido de la gravedad, reforzando pues con un máximum la posicion horizontal, cuyo efecto llamamos propagacion horizontal de los rayos, que originan la telegrafía sin hilos. Lo anteriormente dicho sobre la tension eléctrica con cuerpos sólidos y compuestos explica la no-interrupcion de esta clase de telegrafía por paredes, etc. ¡ A mí mismo me parece á veces la tension uno de esos cuentos de las mil y una noches! ¡Cuán fácil, cuán senci- llamente encontramos una solucion para tanto, de lo que Se dice hoy : « Ignorabimus » ! — 270 — Sin embargo, la misma impresion tenemos de cada trabajo científico, de cada descubrimiento en ciencias, que abre nue- vos horizontes á nuestra imaginacion. Y así ha sido siempre desde que la tierra está poblada por seres intelectuales. Cada paso adelante que marca la historia, ha echado abajo opinio- nes que anteriormente nadie había puesto en duda. Olvida- mos que nosotros entramos en la vida de trabajo, munidos de conocimientos que nuestros antepasados no han tenido, pues son fruto de su labor. He aquí la causa por la que se señalan nuevos rumbos á la enseñanza; de allí que no se dé hoy tanta importancia á los estudios clásicos, al latin, griego, hebreo, y que en cambio se enseñe á nuestra juventud idiomas vivos, al par que se le dan los resultados de los estudios en ciencias naturales, armándolo así para emprender la lucha por la vida con pro- babilidades de triunfo. Los perfeccionamientos en las artes é industrias, reempla- zan cada vez más en las fábricas, el operario por la máquina, la división del trabajo abarata la obra, la entrega Como0 escla- "va del capital; el individuo se convierte en un engranaje de máquina. La misma lucha contra el déspota «capital » es algo as una consecuencia forzosa de nuestros adelantos; como UN síntoma de reaccion general, que nos haga volverá reconocer al hombre en el engranaje de la máquina de nuestros pro- gresos. Algo semejante se observa en las ciencias. El estudio de una ciencia en sí, se hace cada día más raro, al par que 146 especializaciones se multiplican al extremo. El que quiera tri" bajar en generalidades de una ciencia cualquiera, tiene qué empezar por estudiar á los especialistas y del resultado de. este estudio y la propia observacion, deducir leyes Ó prince pios fundamentales. | Lo malo es que todos estos trabajos requie tiempo y no pocas veces el investigador científico 1 í como ren mucho legaal ón — 21 — de su vida sin alcanzar á ver el fruto de sus afanes. KOPPER- NIKUS ojeó por primera y última vez su obra impresa en el lecho de muerte. El que dedica su tiempo á trabajos científi- cos sérios, se halla al frente de un dilema : ó publica sus resultados, sin tener la suficiente seguridad de sus juicios y la comprobacion necesaria á sus experiencias, exponiéndose á dar á luz un fruto no maduro; ó no los publica, en la espe- ranza de un perfeccionamiento, y en este caso corre el riesgo de no publicarlos jamás. De mí sé decir que, aunque mis estudios en ciencias naturales datan ya de muchos años, sólo el cumplimiento de un deber explica la publicacion de sus resultados. Sin duda todos preguntan aquí ¿cuál es la causa de la tension? y ¿cómo es, que una doctrina tan natural y clara no es un bien comun ya desde mucho tiempo atrás? Pues bien, la tension es, como toda fuerza, una simple manifestacion de la energía, la cual observamos entre todos los elementos y que llamamos generalmente « elec- tricidad por contacto », «galvanismo » Ó « voltaismo ». Diferentes elementos, que por su estado sólido no pue- den entrar en aleaciones ó en combinaciones químicas, ma- nifiestan sin embargo su « deseo » de entrar de esta manera en un estado de equilibrio químico mútuo, cuando están en un contacto material : la energía latente quiere transformarse en energía libre. Pero no es el contacto material lo esencial para esta manifestacion, sino el hecho, que no exista materia cualquiera, por ejemplo aire, que separe un elemento del otro en el momento de un contacto. Así es que análogos fenó- menos se nos presentan en el vacío, donde tenemos el mismo Caso: ninguna materia se encuentra entre los dos elementos, separados por un vacío. Y siendo el espacio forzosamente un vacío absoluto, en el cual los cuerpos se muevan, tene- mos la explicacion por la tension entre los elementos, que forman las atmósferas en los mismos cuerpos cósmicos. El vacío absoluto debe existir y es innegable, pues la gravedad — 272 — uniría cualquier materia, sin trayectoria equilibrada; con el cuerpo que más atracción ejerce sobre ella y un equilibrio momentáneo debe deshacerse por los continuos movimientos de los cuerpos celestes con trayectoria equilibrada. La noción « materia » incluye el vacio absoluto y sólo el fantasma filo- sófico del « horror vacui» haimpedido el reconocimiento universal de esta verdad, ha producido un éter, que solo podría impedir la tension y que en consecuencia imposibi- litaría el equilibrio intercósmico y produciría infaliblemente el desplome del cosmos, el fin del mundo. Y como cada descubrimiento científico se funda sobre la totalidad de nuestros conocimientos naturales á su tiempo, tambien la doctrina de la tension se ha desarrollado, oculta- mente para unos, abiertamente para otros, desde siglos atrás; KOoPPERNIKUS y BErZELIOS la han sentido, sus obras lo dicen. La tension será un bien comun, recien cuando el sano eri- terio del mundo intelectual, sobreponiéndose á los prejuicios, haga á un lado los convencionalismos científicos que ná a explican; cuando se oiga más á la razon que á la voz de los pontífices de la ciencia que hablan ex-cathedra. AS RANES + RI a A E O A E A A AO o E E E e E PETROLEO" Sad PoR EL PROFESOR DOCTOR LUIS HARPERATI Continuación) IV CONCEPCION QUÍMICA « Las investigaciones en ciencias natura- les, tienen la particularidad de que sus resultados son igualmente accesibles al cri- dos obtenidos ». Si nos dedicamos al estudio sério de las obras de nuestros viejos maestros en Química, para indagar el verdadero ser de éstos, muy pronto nos persuadimos de que esta verdad funda- mental, — que hemos citado al principio de este capítulo en la misma forma y con las mismas palabras, que L1EBI1G la ha sen- tado en el prefacio de sus célebres Cartas Químicas — ha si- do el único guía, de que se ha servido cada uno de ellos para dejar constancia de su saber y de sus ideas. Sus Únicos Me- 9 T. Xvin — 274 — dios para ejercer una influencia decisiva sobre sus contempo- ráneos intelectuales han sido: estilo popular, sencillez en la expresion, claridad del pensamiento, exactitud escrupulosa en la observacion, informacion fidedigna sobre las circunstan- cias accesorias, relacion estricta aún de los ensayos Con re- sultado negativo; así esos fundadores de nuestra ciencia han sabido atraer discípulos á la Química: han apelado exclusiva- mente al sano criterio humano! La fantasía humana, en un brillante juego de reflexiones é ideas, trata con ahinco de encontrar en todas partes, tam- bien en la Química, cuanto le sea posible, en cantidad y an- tigúedad, predecesores, discípulos y adeptos de nuestra «arte negra », les arrastra de su escondite en los claustros de la edad media, y nos les presenta como luces infalibles, levantando hoy al cielo la gloria de la Alquimia, dedicando luego una sonrisa caritativa al flogisto. Y sin embargo, es un grave error. Ni la alquimia, Mi el flogisto tienen nada que ver con lo que entendemos y debe- mos entender, nosotros los químicos, bajo el nombre de Quí- mica: son simplemente sarmientos sui generis de la Física. Nosotros, los químicos, queremos reconocer la materia €N sus componentes más pequeños y característicos, descompo- nerla, examinarla á fondo y distinguirla por éstos, recien el tonces queremos aprovechar los conocimientos así adquiridos para el bienestar de la humanidad y de nosotros mismos, pará nuestro sosten en la lucha por la existencia, sobre todo enel terreno de las industrias, donde hemos entrado triunfantes, indicando nuevos rumbos y fomentando vigorosamente y comercio. : No así los alquimistas y flogísticos. Los primeros sE buscaban, por regla general, la transformacion de pá de poco valor en « nobles », de alto precio, lo mismo como e hacemos tambien nosotros hoy en dia, pero como porn dario; para ellos era el único, quedaban del todo físicos. a el flogisto es un fantasma tan puro y nítido de la física, Com e q ningun otro; lo palpamos aún hoy en su segunda y empeo- rada edición: aquel milagro fundamental de la física, cuyo nuevo y moderno nombre es: Eter! Lo que no puede expli- carse, se considera basado en el éter, solo que el éter es, en contraposicion al flogisto, algo material, envuelve á los átomos y moléculas con su maravillosa rotacion, aún cuando son componentes de nuestras masas minerales más compactas y firmes; llena al espacio, conduce y entrega á la materia luz, calor, electricidad, magnetismo, etc., despues de haber- les servido como vehículo; molesta en su tranquilidad de vagabundos á los pobres cometas, los autores de los céle- bresaños de buen vino, etc. Contra esto tenemos que aplaudir todavía al flogisto y contentarnos con sus acciones: era la verdadera anti-materia ; al unirse con la materia, el peso de ésta sedisminuyó, al escaparse aumentó ! No podemos negar que de vez en cuando hallamos uno ú otro físico, que se ocupa de una posible descomposicion de la materia, en primera línea de mezclas, como lo es el aire, ú observa descomposiciones químicas á raíz de ensayos físico- eléctricos ; pero el verdaderoideal de lafísicaes ho y el desiem- pre, la « elaboracion» de las fuerzas y su engrillamiento en «leyes», sin ocuparse de la composicion química de la ma- teria; el ente físico de la materia consiste en los titulados es- tados: sólido, líquido, gaseoso y... esferoidal. Este último un estado, que puede considerarse á la par del flogisto y del éter! Hasta BerzeLuus, la química como tal, en todos sus pre- cursores, estaba completamente encadenada por la física, y sus representantes no lograban deshacerse de ésta, á pesar del apoyo voluntario y firme de la medicina. Sin embargo, mucho y de primer órden se ha obtenido en resultados, que luego ha servido en su totalidad como primer fundamento para la nueva ciencia naciente. Mencionemos especialmente los trabajos de un GEBER y ALBERTUS MAGNUS; VAN HEL- MONT, GLAUBER y AGRICOLA; STAHL, BERGMANN y SCHEELE; — 276 — CAVENDISH y PrIiESTLEY; LAVOISIER, BERTHOLLET, KLa-P- korH, WoLLASTON, PROUST, RICHTER, DALTON, GAY-Lus- sac, Davy, etc. Cada uno de estos investigadores había elegido como campo de trabajo algun pedazo especial de la graa área, que la física poseía para su exclusivo culti- vo; pero todos ellos han trabajado á lo menos tan decidida- mente y con éxito en la física, como en la química, donde aun no encontraban un lugar de refugio, teniendo que que- darse muchas veces enla cómoda casa ajena. Nuestro propio edificio, ningun otro lo ha erigido, que el maestro BERZELIUS. quien con su talento y génio tan alto y raro ha reunido los trabajos de todos aquellos precursores para formar un comun y sólido fundamento para un pensamiento é investigacion propiamente químicos, para la « Concepción Química ». El ha creado una nueva Ciencia de la Materia, la Química, y pro- ducido así la separacion definitiva de ésta de la física, expre- samente porque la concepcion física es diametralmente opues ta á la concepcion química. En contra de la interpretacion de la física, que considera á la materia como portador de Le fuerzas, estas fuerzas mismas se presentan como una propie” dad esencial é inseparable de la materia. Así reconocemos 1 ésta como un conjunto de elementos indescomponibles, dis- tintos unos de otros por los distintos valores totales y Pat" ciales de las fuerzas ; contra la fé ciega en dogmas físicos St levanta el llamado sublime de Lresre al sano criterio; contra materias y fuerzas nos lleva la bandera « Materia y Fuerza? á la lucha, la inseparable union de la única materia con la única fuerza! Entre la Química y la Física, á lo menos la de hoy día; ” abre un abismo infranqueable, como siempre ha existido J existirá entre una fé ciega en dogmas y el sano criterio» Mientras la física no eche á la trastera su mejor hasta que no separe de su doctrina la interpretacion má de Luz y Calor, Electricidad y Maguetismo, hasta entonces la química no tiene nada de comun con ella, los químicos E o pueden aliarse con los físicos, pues el modo de pensar, la concepcion fundamental de los unos, son irreconciliables con los de los otros. En sus « leyes », la física está en plena armonía con la gra- mática, se reconocen en las excepciones; el químico acepta solo una ley única: la ley natural, la ley del desarrollo. En- contramos al estudiar los tratados físicos, filosóficos Ó sofís- ticos, que simples suposiciones surgen de repente como vet- dades probadas; el éter y el estado esferoidal, producto exclusivo de un convenio mútuo y tácito, se ofrece como verdad infalible, como dogma en ciencias naturales y se echa el anatema contra cualquier escéptico, el avalema del desco- nocimiento científico. En el químico solo tenemos fé, cuando nos ofrece pruebas positivas é irrefutables, que cualquiera comprende y reconoce y que cada químico puede comprobar experimentalmente; solo se le permite hacer uso de la « ma- teria », de los reactivos, no de una teoría gris. El físico salta con una amable sonrisa sobre las irregularidades é ¡legalida- des más grandes en observaciones en ciencias naturales, se arma con las matemáticas superiores; el químico —que po drá tener acaso aún más conocimiento de éstas, tiene que contentarse con las cuatro primeras reglas de la aritmética, pues son éstas, las que se manejan en el comercio, en las in- dustrias y en la vida pública. Para el sano criterio, cero es cero, una expresion para algo que no existe, y por supuesto no puede serigual á uno, divi- do por infinito, pues el infinito tampoco existe para él, que observa un fin de todo, de la reaccion química, Como del cosmos limitado por los cuerpos celestes más alejados; para él las matemáticas superiores deben quedar, lo que son, €s decir, un medio sencillo y cómodo para llegar á valores aproximados. Aquel puñado de físicos, aún en nuestros dias naterialistas, fácilmente puede ganar su vida por el brillo de teorías ó la fabricacion de libros, por el mútuo incienso y los golpes de bombo; el ejército de químicos no se encuentra en — 278 — iguales condiciones, tiene que alimentar á la industria, y ésta, como es sabido, mide los servicios que se le prestan, con una otra y más real medida, que los gobiernos. ¡ Sin embargo, parece en la actualidad, que no existieseen realidad aquel infranqueable abismo entre la física y la quí- mica ; al contrario, se murmura, se habla de una «redención» de la química por la... física química ó química física! ¡Efectivamente, no puede dudarse que la química pasa por un cierto estado de inercia y ya desde bastantes años atrás! bien entendido, tratándose de la química como cien- cia, pues el contínuo desarrollo de la industria prueba, que á lo menos el desempeño de la parte industrial de la química está en muy buenas manos, — lo que falta, son los jefes s0- bresalientes, los grandes maestros. Por regla general, en la actualidad, los químicos emi- nentes se han dedicado á especialidades, son ajenos, por sí y su concepcion química, á discusiones inútiles, tienen una bien marcada tendencia á crear algo positivo, prelie- ren su bien merecida tranquilidad social, única base de un trabajo fructuoso, y no quieren perderla, exponiéndose á ataques de aquel modo indescriptible, como tuvo que sufrir- los nuestro último portaestandarte CLemens WINKLER. ¡To- do lo contrario pasa con aquella « célebre » asociacion físico. química! Por lo pronto, ya nos superan á nosotros, simples químicos, ante los ojos de los legos, — ¡pues son estos los jueces públicos en todo! — en todas partes se ven y se con0- cen «químicos»; nuestros resultados ya forman parte del individuo por sí, pues el sano criterio les ha entendido Y transformado en bien público; nosotros nos sometemos al fallo positivo de la experiencia, trabajamos con bien conoce dos reactivos ! pero los otros no se titulan químicos, NO, Es físico-químicos ; esto para algo debe valer! Y, además, su medio preferido de trabajar, á lo menos cuando se diguan bajar al mundo vulgar contemporáneo, es el niño mimado de la actualidad, la electricidad! El pobre químico habla eN E idioma vulgar; el arrendador en la granja físico-química se distingue por su lenguaje cultivado, pues se compone de palabras prestadas de voces extrañas: ¡cuánto más de sabi- duría debe representar ! ¡Qué gran sábio! ¡sabe discurrir de manera que nadie lo entiende! Y ¡ esta opinion vulgar, esta opinion de legos, hace la opinion de los gobernantes | los físico-químicos fácilmente hacen carrera! Y así, gracias al todopoderoso presupuesto, estos señores siempre tienen tiempo, sus aulas no les extrañan demasiado; pueden asistir á cada congreso y en estos se portan como una sola familia, es verdad, en plena armonía con su orígen físico. Pero por esto los químicos se retiran de aquellos congresos, no tienen ganas de presentarse á tales mayorías ficticias; de aguí el atraso y hasta decadencia de las secciones químicas, desde que aquellos señores han sabido, colarse por debajo de éstas. ¿Y qué puede decirse de adelantos, traidos por la físico- química á la química? Creo que, tambien en la actualidad, la química ha sacado mucho más de positivo de la física, que de la físico-quimica! Esto ha de demostrarse por el tiempo. Yo considero su influencia como infausta para la química, como CLemens WINKLER pensaba tambien, quien solía decir y escribir: «Por su concepcion prueban, que son físicos, y no químicos ». Se entiende desde luego, que sólo combato esta doctrina, en cuanto se ha introducido en la química, lo que no impide, reconocer que entre sus partidarios existen químicos de valor, y estoy muy lejos de querer atacar perso- nalmente á ninguno de ellos; el tiempo juzgará! Y, como tantas veces lo hemos observado, que seobtiene un resultado del todo contrario al expresado, estoy plenamente convencido, que el fin definitivo del actual movimiento, quiero decir, de la físico-química no se realizará en la química, sino en la fí- Sica; aquí se podía llegar por una reforma radical á conver- Ur á esta deuna doctrina dogmática en una ciencia libre, de in- vestigacion libre, y entónces podrá contentarse la físico-quí- Mica con sus resultados. — 280 — Como anteriormente ya lo hemos expuesto, nosotros, los químicos, reconocemos y debemos reconocer como único undamento de nuestra ciencia, que toda la materia, que for- ma el cosmos, se compone de elementos, cuerpos que por los medios, actualmente á nuestra disposicion, no pueden des- componerse y que ni se descomponen por cualquier medio conocido por la naturaleza; así pues, si el rádio se transforma en helio, entonces es probado, que aquél no es un elemento. Nuestros elementos mismos se nos presentan en masas, y estas masas son compuestas de partículas muy pequeñas é indescomponibles, de átomos, que se consideran como unidos entre sí, formando moléculas, porque de los átomos de dis- tintos elementos se forman las partículas más pequeñas de las combinaciones químicas, que contienen dos ó más ele- mentos, y estas partículas más pequeñas, indescomponibles sin destruir la combinacion, llamamos moléculas; es pues sólo en analogía, que tambien de los elementos en estado na- tivo hablamos de moléculas, como base de la formacion de masas. Los cuerpos así formados son ó sólidos, ó gaseosos. Los cuerpos sólidos son mecánicamente coherentes, pero tormados de moléculas sólidas, separables una de otra; la molécula sólida es, para decir así, una molécula temporaria- mente inerte, inactiva; la manifestacion principal de su enel- gía es la gravedad, y además la afinidad química en los cuet- pos compuestos; su coherencia es aún más caracterizada po" el arreglo interno de las moléculas, debido á laactividad ener- gética anterior, que recien despues de la formacion de la masa y del equilibrio energético de ésta, despues de su el friamiento, ha pasado al estado latente, inactivo. Los cuerpos gaseosos son incoherentes, formados de moléculas aisladas en estado energético-activo, en el cual las manifestaciones energéticas de electricidad, luz ó calor están en equilibrio con la gravedad ó la superan todavía. La mezcla de moléculas sólidas y gaseosas nos conduce del estado sólido por el pasto- so al líquido, en el cual las moléculas gaseosas están reten e NA das por las sólidas, debido á la gravedad, con excepcion de aquellas que están en la superficie, donde las moléculas ga- seosas se separan del líquido, que se evapora, porque aquí no están más completamente rodeadas y retenidas por las sólidas. Así conocemos puntos fijos de liquefaccion, pero no de evaporacion, sino puntos absolutos de evaporación, por- que entre estos dos y á cualquier temperatura, Se observa una evaporacion ó gasificacion paulatina, pero continua. Nosotros, los químicos, reconocemos y debemos reconocer además, como tambien ya lo hemos visto, y como consecuen cia fatal é ineludible de esta concepcion de la materia, que todas aquellas manifestaciones de las fuerzas, que observa- mos en las masas, deben estar fundadas en cada 1no de sus átomos, quiere decir que todas aquellas fuerzas, Sin excepcion alguna, son solamente distintas manifestaciones de una única fuerza, de una única energía, y que esta energía debe ser inseparablemente encerrada por la materia, ó — con otras palabras — que cada átomorepresenta una parte bien limitada y aislada de energía. Tenemos pues energía aislada, limitada, ó energíalencerrada por materia, como el contenido, la com- prension de la concepcion química ; en contradiccion á la con- cepcion física, que considera á cada átomo rodeado por éter, como materia envuelta en éter, y dotada de una rotación pro- pia de gran velocidad, y que sólo manifiesta fenómenos de aquellas fuerzas, que por intermedio del éter le son trans- pasadas, La física supone pues una materia encerrada por fuerzas; la química, energía (como causa delas fuerzas) ence- rrada por materia, ó á lo menos aislada. Así la física nos habla de la propagacion de la luz, con una velocidad de alrededor de 300.000 kilómetros por segundo, de la reflexion, de la refraccion y doble refraccion, de la aberracion de la luz, y MAxwELL llega hasta proclamar una presion mecánica por la misma. De la misma manera, del todo material, se trata el calor, al cual dan naturalmente la misma velocidad de unos 300.000 — 282 — kilómetros, á pesar de que en los eclipses solares se observa un intervalo de 13 minutos entre luz y calor. La doctrina de la electricidad nos presenta: generacion, conduccion, carga, consumo y transformacion de la electricidad, de la cual se dice directamente, que «corre »; su propagacion tambien es indicada como de 300,000 kilómetros. Los cuerpos se clasi- fican directamente como buenos ó malos conductores de calor ó de electricidad, y la « célebre » teoría de los ¡ones exigeuna fé ciega en iones cargados con electricidad positiva ó negati- va y les quiere distinguir aun por el color. En vista de tales pormenores, creo, que el sano criterio forzosamente debe considerar á las fuerzas como á otras tantas materias. Y á pe- sar que de esta manera nos enseñan, que la luz solar y el ca- lor solar efectúan trabajos sobre nuestra tierra, que producen efectos, es decir, que sus valores se adicionan materialmente, hasta la fecha no hemos podido observar ni una disminución de las fuerzas por sí ó en sus transformaciones en el sol, ni un aumento de sus efectos en la tierra. Cuando la física estudia el efecto de cualquier fuerza, lo hace exclusivamente en la materia, los cuerpos, € inventó luego el « Eter» como portador de las fuerzas y transmisorde ellas á la materia; en la materia misma sólo se observan má- nifestaciones de movimiento, que podrán distinguirse como movimiento de ondulacion ó de vibracion. Ahora nosotros, los químicos, tenemos que averiguar primeramente, si estas má- nifestaciones de movimiento no deben explicarse de otromodo y por la misma materia y su particularidad. Efectivamente, como ya hemos visto, es así: no nos llegan de manera alguná luz y calor del sol, sino se producen recien en nuestra atmos- fera terrestre, en nuestro aire, como una manifestacion enel” gética, basada en la energía encerrada en los átomos de la materia; son una activacion, una excitación de la energl: Tampoco debemos hablar de corrientes eléctricas, sino de excitaciones; no de una conduccion, sino de una excitacionde la energía, contenida en los átomos. — 283 — He tenido que ocuparme otra vez de estos pormenores, para probar que, efectivamente, la carrera científica del físico, quien cuenta con una materia como tal, cuerpos, y sus mani- festaciones como consecuencia de una adicion de fuerzas, y por regla general todavía con la Jimitacion que los cuerpos mismos no se alteran químicamente por esta adicion de fuer- Zas, — exige un Criterio y una concepcion de la ma- teria del todo distintos de los que la carrera científica del químico requieren. Reclamamos para nosotros, que nues— tros conciudadanos nos respeten como investigadores serios y laboriosos y que presten crédito á nuestros resultados, pues somos más dignos de fé, que cualquier otro investigador, en otra rama de las ciencias, desde el momento, que nuestras afirmaciones pueden fácilmente ser contraloreadas. Suponer la existencia de una sociedad clandestina de soco- rros mútuos espirituales en el ejército de los químicos es imposible: el número y la variedad de las distintas ramas del químico son demasiado grandes, y no lo permitirían. Te- níamos que reemplazar los dogmas científicos por la libertad de investigacion, oponer el sano criterio á las «autoridades » científicas. Pero, al reclamar de nuestros conciudadanos fé en nuestros trabajos y nuestra honradez, es menester ante todo, que nosotros mismos la tengamos tambien; debemos esta convencidos, que cada elemento y cada combinacion de éste con un otro, cada cuerpo químico tenga en sus partículas más pequeñas la idéntica composicion, como la reconocemos en la masa del mismo, y además, que todos los fenómenos de la misma manera tengan su causa en ella misma y por consi- guiente en aquellas partículas más pequeñas. Y ningun sín- toma, ninguna observacion ha podido desquiciar esta nuestra conviccion hasta la fecha; cada aseveracion en este sentido ha sido reconocida inmediatamente como errónea. Así leemos nuevamente en nuestros dias, que los más recientes experi- mentos de Lanporr, que se ocupan de alteraciones del peso Por reacciones químicas, podrán poner en cuestion la cons- — 284 — tancia de los pesos atómicos ó moleculares. Pero no hay rá- zon, en suponer esto. Sin querer entrar en una averiguación sobre si tales alteraciones pudieran tal vez explicarse por pe- queños errores, quenunca es posible evitar del todo, podemos admitir como realeslas pequeñas variaciones quese manifies- tan. ¿Qué es loque significa una pequeña alteracion del peso por reacciones químicas ? De manera alguna una alteracion del valor fijo del peso atómico, sino solo un efecto distinto en la balanza, queal parecer importa una variacion del peso. Ten- dremos el equilibrio de una balanza, cuando la gravedad de los pesos igualaá lagravedad de la substancia á pesar. Si aho- ra producimos una reaccion química, nuestros pesos quedan comoson, pero hemos obtenido una cierta cantidad de un nuevo cuerpo; con otras palabras, enestecaso la gravedad de nuestras pesas, la medida para la gravedad ó para el peso, queda inva- riable, mientras que el cuerpo, cuyo peso Ó gravedad se quiere determinar, es un otro que antes. Pero la gravedad es una de aquellas manifestaciones de la energía, que son susceptibles, deestar influenciadas por otras manifestaciones de la misma, por el magnetismo, por ejemplo, y como demuestra la obser- vacion, en un grado bastante alto. Ya un pequeño iman de aquellos, que se encuentran en los juguetes de los niños, en forma de herradura, altera el peso de un pedazo de hierro sobre una balanza química á la distancia de un metro, que € fácil comprobar, poniendo el iman una vez más bajo, luego más arriba del nivel del hierro. Es este un fenómeno que $ puede observar muy bien con imanes rectos regulares aún a la distancia de tres metros. Mas, he observado sobre la misma balanza y con ausencia de cualquier factor de alteracion 0% nocido, que uniman, colgado libremente y con la caja de la balanza cerrada, permitía apuntar exactamente todas las Y” riaciones de la intensidad magnética por las correspondientes diferencias del peso, y eso durante varias semanas. Tambien he encontrado, en una balanza magnética, construida por Mi, toda de madera, que se produce una alteracion del pt- s0, cuando se unen un iman, colgadopor arriba en el mismo punto, donde se prende el platillo, con un pedazo de hierro, puesto sobre el platillo, es decir á hacer tomar el hierro por el mismo iman colgado; y en otros casos he visto, que el peso total no correspondía á los pesos parciales; á veces he cons- tatado un aumento, á veces una disminucion del peso. Al dar á este pedazo de hierro dulce la forma de un grueso pero largo alambre, de un baston, y dejándole al contacto con el iman, he observado para las distintas horas del dia, y durante varios dias siguientes, una continua serie de variaciones del peso, con valores máximos y mínimos á las mismas horas. Ni el tiempo, ni los aparatos de que dispongo, me permiten seguir estos experimentos; pero los efectuados ya, prueban, que aquí podrá haber una explicación para alteraciones del peso por reacciones químicas, por ejemplo, por el valor mag- nético de los cristales, distinto segun el sistema de cristali- Zacion y la clase de la materia. Así llegaríamos tambien á una fácil explicacion para el hecho de que algunas determi- naciones del peso atómico dan, para ciertos elementos, siempre distintos valores segun el método y la substancia resultante. Indudablemente es probado, que la gravedad es una manifestacion de la energía, queá veces está bastante influenciada por otra manifestacion de la misma energía y que esta influencia nos lleva para algunos cuerpos á valores, que observamos fácilmente como alteraciones de peso, y que luego se toman aparentemente como alteraciones del peso atómico; es que, á pesar de que cada átomo existente perma- nece sobre la balanza, el arreglo interno de los cuerpos, la agrupacion molecular es distinta. Hemos visto así, que la concepcion química exige, reconocer en cada átomo una Can- tidad de energía siempre igual á la de cualquier otro átomo del mismo elemento y además, que esta constante cantidad de energía en cada átomo, variable para distintos elementos, > — químicamente hablando — expresamente lo caracterís- tico para explicar y distinguir los elementos entre sí; el — 286 — aislamiento de la energía, su limitacion, nos conduce á la nocion: «Materia». Anteriormente, como la química tenía aun demasiado que hacer para erigir su propio edificio, ni la «guerra» por las fuerzas, ni el éter, ni el estado esferoidal tenían importan- cia para ella; recien hoy, cuando su fundamento, la con- cepcion química y el sano criterio como única autoridad — forman parte de nuestra entidad como químicos, llegamos al arreglo interno de la casa, y éste forzosamente debe efectuar- se por elreconocimiento de la energía. Estamos pues, en la actualidad facultados y tambien obligados á fomentar una nueva doctrina de las fuerzas, basándonos sobre nuestra concepcion química de la materia, pues solo así podemos aproximarnos á nuestro objeto científico principal, á recono- cer la formacion de la materia en sí. Este mismo orden de ideas ha llevado tambien á otros investigadores, como por ejemplo, el célebre astrónomo Forrster de Berlin, á decla- rar con franqueza, que únicamente de la química debían es- perarse ulteriores aclaraciones astronómicas. Este límite tenemos que alcanzar y le alcanzaremos solo siguiendo el ejemplo y la doctrina de BerzeLtus y Liento, pues la quí- mica es la ciencia de la formacion y transformacion de la materia. Nuestro obrador en manera alguna está restringido á la superficie de la tierra; no, tenemos que llegar á investigar á raíz del reconocimiento íntimo de la materia á nuestro alcal- ce, aun la materia fuera de éste, y no solamente la de la tierra misma, sino tambien la de los otros cuerpos celestes, de los visibles como de los invisibles, pues todos tienen el mismo origen, la misma formacion y transformacion, y por esta lá: zon estamos obligados á buscar en esta misma materia hasta la causa de aquella formacion y transformacion, que debe ser la misma, que para todas las manifestaciones de la materia; tenemos que averiguarla en esta única ene? yía, cuyas wi” nifestaciones materiales denominamos fuerzas. Así €s, 4% — 287 — en la formacion de esta materia debe ser dada ya tambien la causa para lasaglomeraciones cósmicas de la misma y parasus movimientos en el espacio, para el desarrollo y formacion de los sistemas solares y el completo despliegue de los miem- bros de estos sistemas, para la vida vegetal y animal; solo así podemos llegar á descubrir la única ley natural verdadera, ¡ Desarróllate! No es lícito al químico decir: la tierra da vuelta, porque ella da vuelta! tenemos que averiguar la causa de la rota— ción ! No nos es lícito, como lo es para los físicos, definir : Luz es luz, calor es calor, sonido es sonido, electri- cidad es electricidad, magnetismo es magnetismo, gra- vedad es gravedad; no, nosotros tenemos que explicar todo, fundar todo en la única y misma definicion de la ener- gía, cuyas partes aisladas son nuestros átomos de elementos. ¿Y, nuestra actual teoría química alcanzará para esto? ¡5Se- vuramente, que sí! La teoría química de nuestro BERZELIUS alcanzará para ésto; lo que le talta es su contínuo desarrollo ulterior sobre la magnitud de los nuevos reconocimientos, que actualmente ya son de nuestra propiedad científica. Y expresamente esta primordial falta, que aquel contínuo des- arrollo no se ha efectuado, es la culpa de la tan alabada quí- mica-física, su mala influencia sobre la química. Es aquí el orígen de que hasta entre las filas de los químicos la fé ciega y dogmática ha alcanzado á traer confusion y persecu- cion de herejes, que personas de otras convicciones han sido clasificados como atrasados, á pesar de su perfecta concepcion química. Precisamente aquel camino, queantes se ha seguido y que desde la autoglorificacion de los físico- -químicos ha quedado abandonado, la averiguación de un sistema natural de los elementos, iniciado por los trabajos de un LOTHAR MEYER y MENDELEJEFF, nos hubiera conducido seguramente al fin deseado, pues aquella única ley verdadera, la ley del desarrollo de la materia, no conoce excepcion alguna. De lo expuesto resulta, que solo una exacta definicion del — 288 — verdadero ser de la energía nos podrá guiar para reconocer la causa efectiva de cualquier transformacion de la materia, inclusos todos los fenómenos, que en ella observamos como manifestaciones de la energía, y además, que aquella defini- cion sólo podrá obtenerse por una armónica intepretacion tan- to de la materia, como de las fuerzas en sus manifestaciones. A tal averiguacion he dedicado pues todo el trabajo de mi vida, ella es mi fin último, y, si he tenidola suerte de poder gastar en la misma veinte años de estudio contínuo y llegar á establecer un sistema natural, entonces debo la realización de estos deseos solo á la libertad é independencia, de las cua- les he gozado desde que he desembarcado en este país hospita- lario, donde el gobierno se limita á exigir el estricto cumpli- miento del deber, dejando en lo demás, absoluta libertad de accion. El tiempo va á resolver, si he logrado encontrar una solucion verdadera, si mi sistema es cierto ó erróneo, pero en tanto, su estudio no dañará á nadie; pues, si lo primero, se ha ganado conociéndolo y, si se llega á probar su falsedad, se impedirá que otros pierdan el fruto de su trabajo, Mar- chando sobre el mismo camino. Sin embargo, un hecho que dará constatado para siempre: el único guía en todos mis estudios ha sido aquel párrafo de LiebIG, que he antepuesto á estas líneas: que siempre me he honrado en ser simple- mente un químico. Mi primera asociacion de ideas ha sido: ¿Cual de las «fuerzas » exterioriza, refleja con más nitidez el ente de la - energía ? Estudiando las fuerzas en sus manifestaciones lle- gamos á distinguir dos grupos entre ellas, hay fuerzas mon0- polares y fuerzas bipolares. La luz es una fuerza monopolar, solo conocemos diferen” cias de intensidad de la luz, lo contrario es la oscuridad, la ausencia absoluta de luz, de la luz visible, que sólo podemos tomar en consideracion, pues la llamada luz negra, los rayo? negros son manifestaciones directas eléctricas, que no pode mos reconocer con nuestro ojo inerme. El calor eS igualmente — 289 — una fuerza monopolar, sólo observamos diferencias termomé- tricas de su intensidad, en un sólo sentido, partiendo del cero absoluto, el frío no es pues la ausencia de calor, sino su intensidad relativamente baja, una disminucion del efecto calórico acostumbrado, ordinario; el sonido tambien es mo- nopolar, su ausencia nos lleva al silencio absoluto; el movi- miento es monopolar y principia en el acto, cuando un cuerpo sale de su reposo absoluto ; la afinidad química es una fuerza monopolar, pues su cesación causa la ruina de la combi- nacion, etc.; tambien la gravedad es monopolar, conduce sólo á la union, nunca á la separacion de las masas. En cam- bio tenemos que llamar fuerzas bipolares á la electricidad y y al magnetismo. Observamos de la misma manera manifesta- ciones electropositivas como manifestaciones electronegati- vas y cada una con gran variedad de intensidad, pero el equi- librio lo obtenemos solo por su «consumo» ó su mutua « com- pensacion », donde las dos manifestaciones desaparecen ; reconocemos que cuerpos, «cargados» con electricidades del mismo nombre se repelen, con electricidades de nombre contrario se atraen; aún más: descubrimos polos, un polo positivo y un polo negativo, en analogía al magnetismo con sus polos Norte-magnético y Sud-magnético. Al adelantar más mis trabajos y profundizar mis estudios, llego á demos- trar, que todo el magnetismo, incluso el llamado magnetismo terrestre, no puede confundirse con cualquier otra fuerza en su origen, es decir, que no es una fuerza primaria, sino simplemente una manifestacion'secundaria de la electricidad, que en su efecto material se podrá designar como una inter- posicion de la materia vertical al plano de un círculo eléctri- Co. Ahora me parece muy sencillo, pensar que una manifesta- cion monopolar esté basada en una fuerza bipolar. que á la par puede manifestarse tambien bipolar; pero me queda in- Comprensible, cómo una fuerza monopolar podría llegar á manifestarse bipolar. He raciocinado, que la energía sea bipolar, Una fuerza bipolar, y como he tenido que excluir de la com- 20 — 290 — paracion al magnetismo como «fuerza», como hemos visto recien, he constatado que el verdadero ser de la energía se refleja ó exterioriza lo más claramente en la electricidad, y es pues ésta la que debe guiarnos en nuestros trabajos. Si tomamos ahora en consideracion, que la afinidad química tambien es sencillamente una de las manifestaciones de la energía, y que el químico sólo podrá imaginarse la energía como el total, óá lo menos la parte integrante de los átomos de nuestros elementos químicos, entonces tenemos que reco- nocer en el acto, que la teoría electroquímica de BERrZELIOS es exacta, verdadera; y si esta teoría hubiese sido combatida con razones valederas á la prueba, entonces tambien mi re- sultado sería falso; por el contrario si no existiesen razones contra aquella teoría, ésta podría llevarme directamente á mi fin. Así he llegado á un examen minucioso de las causas, que en su época determinaron el abandono de la teoría berzeliana y he logrado descubrir inmediatamente, que no existen tales causas, y que sólo un gran error, un desconocimiento conl- pleto de la misma teoría electro-química ha servido de base para combatirla. La verdadera base fundamental de la teoría berzeliana 65 la concepcion de la materia como de una union de indescom- ponibles átomos de elementos (como fundamento de la explicacion, dice BerzeLtUs). Fuera de la materia, caracle- rizada por la gravedad, el célebre autor incluyeen el círculo de sus especulaciones « tres otras especies: Luz, Calor Electricidad, estas encierran la última razon de la acti- vidad en la materia y en las fuerzas, INMANENTES 6 ella, y como además no poseen gravedad, no podemos den minarlas nimateria ni meramente fuerzas, €8 pi en el fondo no sabemos lo que son ». Ahora el estad de estas especulaciones se había llenado aún más de dili- cultades para BerzeLmus respecto de la electricidad (po frotacion), por el descubrimiento de la electricidad pot peo tacto, descubrimiento hecho por VOLTA y probado expe! ON mentalmente y sobre base química como exacto por el mismo BERZELIUS; así llegó á declarar «esta especie de electricidad tambiencomo ¿2nmanente en lamateria», ó sea enlos átomos de los elementos. Hemos luego reconocido, que segun BEr- ZELIUS las dos clases de electricidad, la positiva y la negativa, están inmanentes en los átomos de cada elemento, y expre- samente por cada átomo la cantidad fija de + a electricidad positiva y — b de electricidad negativa, resultando además una diferencia fija de las dos electricidades c (a > b), y esta diferencia puede ser de un carácter ó positivo, ó negati- bus > , vo, Ó igual á cero, 4 a—=b=cC, e 0. Para cada otro elemento tenemos otros valores para + a y para —- b, por consiguiente tambien para +c. Clasificando luego los ele- mentos electropositivos, y los con — c como electronegativos, es decir segun su carácter eléctrico, y además tanto en el grupo positivo, como en el negativo segun el valor numérico de c, resulta la ya tratada serie de BERZELIUS ó serie electro- química, principiando con el valor negativo más grande de — C, siguiendo con > —c',>—c'',>—c'''...hastalle- gará c*= 0; entonces seguimos con los valoresde + Cen va- lor inverso, principiando con el menor + c**”, siguiendo a E A E a A sea el valor positivo más grande. Lo particular en el arreglo de esta serie consiste ahora, en que al contacto de dos elementos cualquiera, siempre aquel que antecede en la serie, queda activado negativamen- te y el que sigue, positivamente, de manera, quecada uno de los elementos (con la única excepcion de los dos miembros finales c y cY, es decir del más electronegativo y del más electropositivo) se nos presenta eléctricamente activado al- gunas veces positivamente y otras veces negativamente, se- gun que esté en contacto con un elemento, que le precede ó sucede en la serie. — 292 — Guiándose por estas mismas observaciones llega BERZELIUS despues á sostener, que cada combinacion química, ó union química de varios elementos, se efectúa, debido á estas parti- cularidades eléctricas, que observamos como electricidad de contacto, son pues manifestaciones de esta fuerza, inmanente á los átomos de los elementos, tanto en la formacion demolé- culas del mismo elemento, como de moléculas de combinacio- nesde varios elementos y aún en la congregacion de las molécu- las, las masas ó cuerpos químicos. Este arreglo interno dela materia, debido á electricidades heterogéneas, ó como hoy en dia debemos decir: «energía heterogénea », y cuyo efecto contacto-eléctrico ó manifestacion, reconocemos en la union química, obliga tanto á los átomos, como á las moléculas, á afectar una forma exterior determinada, comonos ofrecen por ejemplo los cristales, hecho, sobre el cual ya BERZELIUS mismo ha llamado la atencion. La formacion de moléculas de elementos por union de átomos se realiza por ligadura mú- tua, pues la energía inmanente en cantidad menor de un áto- mo liga igual cantidad de la energía opuesta del otro átomo $ vice-versa, y resulta así un doble átomo ó molécula del mismo elemento con la doble cantidad de la diferencia de energía del átomo, naturalmente de igual caracter Ó signo, electropositivo ó electronegativo. La formacion de moléculas de combinaciones químicas de varios elementos nos ofrecen relaciones muy distintas, y podrán considerarse como unio- nes de átomos ó uniones de moléculas de los distintos ele- mentos y aún como uniones mixtas. Sea +a y +a” la cantidad de la energía positiva de los elementos E y E"; —by—b' la de la negativa, entonces se liga +acon—b' y +a' con—b y obtenemos la dife- rencia energética + a — b'=3, y +a'— basva Ahora, a puede ser mayor, igual ó menor de b”, Juego 3 puede sel igual á cero ó representar un valor positivo (ab ó se tivo (ab) ó negativo (a' 32' positiva, 3=3' neutra y ¿<0”' negativa; si tenemos — 3 y +2”, resultará una mo- lécula negativa (3>3"'); (neutra ¿=2")ó positiva (3<32'). Además obtenemos una otra clase de diferencias ó sea la di- ferencia entre 3 y 3” por cada combinacion, y esta diferencia absoluta es particular para cada combinacion química, luego distinta para distintas combinaciones, y —tratándose de energía de mismo nombre — sucede otro tanto con la suma de3 y 3” lo cual determina recien el carácter de la combina- cion, cuando tomamos aún en consideracion la relacion del sobrante energético á Ja totalidad de energía inmanente, así reconocemos fácilmente la variedad y fundamental diferencia de los cuerpos ó combinaciones resultantes. Una expresion sencilla del carácter de la combinacion obtenemos por lacom- paracion análoga de lasumade todas las energías positivas y la de las negativas: + (a +a'+a"”...): —(b+b'+b"...), pues 4a—b'y +a'—besigual 4(a +a') —(b+b"). La teoría berzeliana ha sido admitida pronto y por la ge- neralidad de los químicos hasta la célebre época de floreci- miento de la química orgánica y especialmente hasta los tra- bajos de Dumas y la proclamacion de la teoría de los tipos químicos por GErHaArDrT. Pronto desapareció la teoría elec- troquímica de BerzeELtUS y sin exageracion puede decirse : se olvidó! Obras fundamentales como el Handbuch de GMELIA, que en su edicion quinta nos ofrece todavía una apreciación séria de la misma por List de Gettingen, ni la menciona en su sexta edicion (Naumann de Giessen); la nue- va séptima (por Frieomerm) ha eliminado por completo y con mucha razon toda la química teórica del Handbuch. — 294 — Todas las obras de aquella época pasan en silencio sobre la antes tan célebre teoría y sin embargo en la actualidad puede decirse, que nuevamente llena el ambiente químico : Volve- remos á BErRZELIUS! Así encontramos, que ERDMANN Se re- cuerda de ella en su química, hasta un NerNsT (*) tiene que confesar : «Es posible, que aquella teoría de B£RZELIUS en la actualidad — en que de nuevo prestamos atencion prefe- rente á los fenómenos electrolíticos, llegará másá su de- recho». Es cierto, lo dice, despues de haberla condenado á muerte eterna unos párrafos antes, pues en el mismo lugar ci- tado decía: «Pero pronto se probaba como ¿imposible el triunfo de esta teoría ». ¡Lo «imposible» se transforma en « posible » en la misma página! Creo estar en el terreno de la absoluta verdad al afirmar que hoy no solamente la gran mayoría de los químicos anorgánicos puros, como se llaman, (no de los físicos !), ha vuelto á aproximarse del todo á las ideas berzelianas, sino aún una gran parte delos orgánicos, lo que puede observarse mejor leyendo las disertaciones de nuestra actual generacion. ¿Qué se podrá objetar contra la teoría de BerzeLtus? Pues, hasta la fecha nada, absolutamente nada! á lo menos del punto de vista del químico. Ya Lornar Mever (*) lo ha visto; él dice: «La intensidad ó la tension de la excitación eléc- trica, que se produce por el contacto de dos substancias, qU- micamente distintas, parece estar en una relacion íntima á la afinidad química entre ellas y se reconoce tanto más grande, cuanto más pronunciada es su afinidad. Y basándose sobre es- ta suposición, que con toda probabilidad esexacta, BeRzELIOS ha establecido su teoría electro-química, que ha servido €n primera línea para llegar á un buen arreglo y orden enla química inorgánica; pero aquella ha sido considerada como refutada, desde que algunas conclusionessacadas SiN duda ') Dammer, Handbuch, 1, página 147. (?) Lornar Meyer, Moderne Theorieen (5, página 545. — 205 — erróneamente, han sabido poner en conflicto esta doctri- na con los resultados de la substitución de los elementos, observada en las combinaciones orgánicas ». Y, Lormar Meyer tenía esta vez razón, como en tantas otras cuestiones. La única objecion séria contra BERZELIUS, consistía en la afirmacion, de que, en combinaciones orgáni- cas, un elemento electropositivo pudiera ser reemplazado, — substituido —, por un elemento electro-negativo, sin pro- ducir cambios radicales en la combinacion misma, «alterar eseucialmente la naturaleza de la combinacion »; así ante todo pudiera ser sustituido el hidrógeno, por ejemplo por el cloro. Bien; esta objecion es totalmente errónea. Por lo pronto, los caracteres de estos titulados productos de susti- tucion son bastante distintos entre sí, como por ejemplo lo prueba la sustitucion: metano, monoclormetano, biclormeta- no, triclormetano y tetraclormetano. Luego, ¿con qué dere- cho se titulan de sustitucion estos nuevos productos ? ¿Qué es lo que ha sido sustituido? ¿Acaso el hidrógeno por el cloro? ¡De manera alguna, esta no es la reaccion! Esta reaccion tiene dos fases : primero quita el cloro al hidro- carburo un hidrógeno, pues éste forma con el cloro, que es mucho más negativo en relacion al hidrógeno, que el car- bono, y por consiguiente, en todo de acuerdo con BERZELIUS, —ácido clorhídrico! De esta manera nuestro hidrocarburo saturado, se ha transformado en un hidrocarburo no-satura- do y ahora llegamos á la segunda fase de la reaccion, en la cual se adiciona otro cloro al hidrocarburo no-saturado. Aparentemente el cloro ha entrado en la combinacion en lugar del hidrógeno, pero enrealidad hay que distinguir fundamen - talmente las « ligaduras » de estas dos uniones. Hidrógeno en estado naciente, es decir hidrógeno en estado electro — Ó ener- gético —activo, forma despues nuevamente en una fase con el cloro ácido clorhídrico, por ser el hidrógeno mucho más elec- tropositivo en relacion al cloro, que el carbono, es decir en conformidad con la teoría berzeliana, y resta un hidrocarburo — 296 — no-saturado, que entonces en completa analogía á la anterior descomposicion, se transforma en otra fase en un hidrocar- buro saturado por otro hidrógeno en estado naciente. ¡Es que la palabra «substitucion » es una expresion falsa para este fenómeno ó reaccion : de aquí el error ! Este error es tanto más imperdonable, cuanto que aquellos mismos derivados halogenados se obtienen de una manera análoga por la simple adicion de los halógenos á los hidrocarburos no-saturados, y sin formacion simultánea de los ácidos hídricos de los ha- lógenos, como sucede siempre en el caso anterior. Además, tambien se forman hasta por adicion de los ácidos hídricos respectivos; por; reemplazo del grupo negativo hidroxilo, dando al mismo tiempo lugar á la formacion de agua; por descomposicion del pentacloruro de fósforo en oxicloruro (6 del bromuro) con el oxígeno de los aldehidos ó de los keto- nes, donde resultan hidrocarburos no-saturados. Ante todo existe una diferencia fundamental, como hemos dicho, entre el modo cómo se efectúa la « ligadura » del hidrógeno con el carbono y la del cloro con éste, pues el hi- drógeno se une con el carbono debido al poder electro —0 energético — negativo de éste; el cloro, al contrario, por el positivo. Desgraciadamente aún en la actualidad encontra- mos en textos de química una falsa distincion de los mela- loides, que divide á éstos en monovalentes, bivalentes, t)- ó pentavalentes (ó tri- y pentavalentes) y tetravalentes; Fluoro, ¿Cloro, Bromo, lodo son monovalentes ; (Oxígeno), Azufre, Selenio, Telurio, bivalentes; Nitrógeno, Fósforo, Arsenio, Estibiv tri-ó pentavalentes y Carbono tetravalente. Es que la palabra « valente » causa aquí la confusion, excluy? una expresion clara, que Erbmann por ejemplo precist, ae tinguiendo valencias con hidrógeno y con oxígeno. Pero yO creo, que la solucion es muy fácil; usamos la palabra «di- namo» á la par de « valente ». Si luego nuestro elemento $e combina con un elemento más positivo que él, y a como tipo de los elementos positivos al hidrógeno, entoncé — 297 — usamos — valente, si se combina con uno más negativo que él, donde se toma al oxígeno como tipo de los elementos ne- gativos, hablamos de —dinamo. Clasificando así los elementos y llamando al Fluor, Cloro, Bromo, lodo monovalentes y heptadinamos, al (Oxígeno), Azufre, Selenio, Telurio bivalentes y hexadinamos, al Nitró- geno, Fósforo, Arsenio, Estibio trivalentes y pentadinamos, al carbono tetra —valente y tetradinamo, entonces indica- mos a pri0r1, que en uno de los casos (-valente) es la ener- gía negativa del elemento, que se combina con la positiva del otro, en el caso contrario (-dinamo), que la energía positiva del mismo elemento se combina con la negativa del elemento, que entra en la combinacion química. Como ahora un elemento de comparacion, el oxígeno, es bivalente, es decir se combina con dos átomos de hidrógeno, el otro ele- mento de comparacion, entonces tenemos que calcular, al tratarse de valencias, con la valencia mono-atómica, de un radical R, y al ocuparnos de dinamicidades, con la valencia bi-atómica, molecular, de dos radicales, R, y así llegamos á un resultado más que curioso y muy sorprendente, es de- cir al hecho, que la suma de las valencias y dinamicidades nos da la misma cifra ocho para todos los metaloides. Obte- nemos : RH RH, RH, RH, R¿0, R,¿0, R,0, TE (5) (9 (8) (s) E (Fluor) O (Oxígeno) N (Nitrógeno) C Carbono Cl Cloro S Azufre P Fósforo Br Bromo Se Selenio As Arsenio I- lodo Te Telurio St Estibio Considerando luego el metano, CH,, químicamente co- mo una combinacion del carbono (con el hidrógeno), tenemos Una nnion tetravalente; en el mono-clor—metano, CH,Cl, Una trivalente-monodinama ; para el bi-clor-metano, CHall,, bivalente-bidinama ; el cloroformo ó tri-clor-metano, CHC,, — 298 — monuvalente-tridinama y el tetracloruro de carbono ó tetra- clor-metano, CCl,, tetradinama; la suma de valencias y di- namicidades, sin embargo es siempre cuatro y así resultan siempre combinaciones saturadas. No es aquí el lugar á propósito, para entrar en Con- sideraciones, sobre si la teoría de BERZELIUS, por hacer y permitir estas distinciones fundamentales entre union posi- tiva y negativa, esté llamada á servir como único me- dio de coordinar supuestas divergencias en las ideas rei- nantes en la química orgánica, es decir, á salvar la mismi teoría que la ha herido aparentemente de muerte, pero confío en que no esté lejano el tiempo, en que un químico orgánico de profesion se ocupe de la demostracion de esta verdad. Pero sí es mi deber, indicar que por esta teoría está tambien aclarado el hecho, absolutamente comun en la química inor- gánica, de que entre dos elementos dados se forman distin- tas combinaciones, debido á las distintas cantidades de átomos de los elementos que entran en la combinacion (por ejemplo de átomos de hidrógeno ó de vxígeno), variedades que, además consisten en la formacion de moléculas ó agrupaciones de éstas. Así conocemos por ejemplo de combinaciones del cloro con el oxígeno las siguientes : 1* C1,0 Monóxido de Cloro y CIO. H,O Acido hipocloroso, 2 (01,0?) (CIO, . H¿02) 3" (C1,0,) C1,0, . H,O Acido cloroso, 4* C1,0, Peróxidode Cloro y (C1,0, . H¿O, Acido hipoclórico) 3" ¡010 C1,O, . H,O, Acido clórico, 6* (11,0,?, (€1,O, . H,0?) 7* (C1,0,) c1,0, . H,0 Acido perclórico. El carácter negativo ó ácido erece con el aumento de oxXl- geno en la combinacion, pues ya hemos visto antes, qn cuando — c energía ó electricidad libre negativa pe da áun átomo de oxígeno, corresponderá — 204 % — 299 — lécula, — 4c á la molécula doble, etc., porque las idénticas cantidades de energía ó electricidad positiva y negativa que están ligadas en el átomo, entran en una union mútua, recí- proca al formarse la molécula. Llamo además la atencion sobre el hecho, que las combinaciones 1, 3,5, 7, es decir las impares, son conocidas como monohidratos de ácidos, pero no 2, 4, 6 y solo 4 como anhidro (fuera de 1). Examinando ahora de la misma manera las combinaciones del azufre con el oxígeno, obtendremos : 1* S,0 S.0 . (H,0:, 2 (S,0,) S¿0, . 'H,0), Acido hiposulfuroso, 3" S¿0, Sesquióxido de azufre (S,O, . (H,0), (Pirosulfitos alcalinos) Y S,0, Dióxido de azufre y S,O, . ¡H,O), Acido sulfuroso. 3" (S,0,?; (S,0, . (H,0 ,?) 6" S¿0, Trióxido de azufre y S¿O, . (H,0), Acido sulfúrico. ad 4* S,O, Dióxido de azufre y(S,O, . H,O Acido pirosulfuroso.] ad 6* [(S,0,!,0, Heptóxido de az.] y [(S,0,',-H,0, Acido persulfúrico ad 2 S,0, S¿0, . S,0, . (H,0), Acido ditiónico, S,0, - (S,0, . (H,0), Acido tritiónico, (S¿0,', . S¿0, . (H,0), Acido tetratiónico, ¡S¿0,), - S¿0, . (H,0j, Acido pentatiónico, Tanto la existencia de los pirosulfitos de sodio, potasio y amonio, como la su posicion de BERTHELOT-MARSHALL, de un Heptóxido de azufre, del ácido persulfúrico y de los per- sulfatos de potasio, amonio, bario ó plomo precisan aún una comprobacion; las sales tiónicas son raras y aún discutidas respecto de su constitucion química. Por lo demás, toda esta exposicion muestra una analogía completa con las combinacio- nes del cloro, sólo que aquí los números 2, 4, 6, los pares, en- tran en el rol de los impares 1,3, 5, 7 del cloro, y 1, 3,5, delazufre en 2, 4, 6 del cloro, es decir que, las combinacio- 1es pares reemplazan las impares y vice-versa;en lugarde la formacion de monohidratosácidos encontramos los bihidratos. — 300 — Pasando luego á la tercer familia, observamos como una verdadera sorpresa, que aquí se repiten los mismos porme- nores de la primera, del cloro, y en la cuarta, la del carbono, volvemos á los de la segunda, del azufre: 1* N,O Monóxido de nitrógeno N,O .H,O Acido hiponitroso, 2 N,O, Dióxido de nitrógeno y (N,0, . H,0) 3 N,¿0O, Trióxido de nitrógeno y N,0, . H,O Acido nitroso, 4* N¿O, Tetróxido de nitrógeno (N,O, . H,0?) 5” N,O, Pentóxido de nitrógeno y N,O, . H,0 Acido nítrico. Indudablemente se trata en esta regularidad de la forma- cion de combinaciones químicas de una propiedad comun de las familias ó de los grupos del Fluor y del Nitrógeno, que nos es revelada por la teoría berzeliana. Se podrá suponer por ejemplo, que las verdaderas combinaciones entre aquellos (— y, como representantes, entre el cloro y el oxígeno, 0 entre el nitrógeno y el oxígeno —) sean combinaciones ató- micas, donde existe luego un oxígeno, debido á la destruc- cion ó descomposicion de una molécula al formarse la combi- nacion entre el oxígeno y uno de los otros elementos. Las demás cantidades de oxígeno podrán entrar sin embargo, E forma de moléculas. Una suposicion de esta clase sería qui- micamente lógica, en verdadera armonía Cun muchas ou propiedades, por ejemplo, el carácter venenoso y explosivo de tantas combinaciones expresamente de estas familias Y a hecho de la gran dificultad de producir una union directa de oxígeno y nitrógeno de nuestro aire, que solo por descarga eléctrica parece originarse. dde Fácilmente nos convencemos por lo dicho. que la teoria BErzZELIUS conviene particularmente al estudio y al reconó- cimiento de la agrupacion interna de la materia Y ta probar la falsedad de la moderna leyenda de la físico- quin sobre utilidad de la doctrina de las valencias en general, q vemos dictada ex cátedra: «Mientras en el terreno de la que — 301 — mica inorgánica se manifiesta más y más la insuficiencia de la teoría de las valencias, y por consiguiente, se limita cada día más su aplicacion, en el terreno de la química orgánica ha sabido sostenerse aun en la actualidad como indispensable y excelente guía de la investigacion (*). La doctrina de las va- lencias, interpretada á raíz de la teoría berzeliana, es y queda para la química entera y para el químico una excelente guía para la investigacion, por ser la expresion de una verdad innegable. Sobrada razon tenía pues LorHar MEYER, como hemos visto, al declarar que aquellas consecuencias, sacadas de la teoría de las substituciones, y que se usaban como arma para combatir á la teoría de BerzELIUS, debían ser sin duda al- guna erroneas; sin embargo vale la pena, entrar un poco más detalladamente en el estudio de aquellas «razones», que la tan «célebre » físico-quimica ha pretendido oponer á la doctrina química y á la teoría berzeliana especialmente, en lo poco, que nos ha sido posible encontrar en los muy nu- merosos autores de aquel grupo, á pesar de la notoria litera- tomanía de ellos. NerNST (2) nos las ha revelado, como ya hemos dicho, al ocuparnos de aquella célebre «imposibilidad posible». El declara rotundamente, que la teoría berzeliava es absolutamente ¿mposible, en primer lugar « por la defi- ciente consideracion, que aquella teoría presta á la faz físi- ca de la cuestion, que por este solo hecho ya es insostenible en sus premisas ». Es algo duro y hasta inusitado, encontrar tales palabras £n un manual químico, pero es un hecho, que revela el gran error, en el que Dammer ha incurrido en su tiempo, cuando confió la parte teórica á NersT y no á un «simple » químico, por ejemplo, á LorHar MEYER Ó á SEUBERT y este . error ha dificultado mucho la divulgacion del manual, tan (*) RormmunD-NernsT en Damuer, Handbuch, etc., IV, página 26. 1 Damuer, Handbuch, L, página 147; ib., idem, página 187. — 302 — excelente por lo demás. Sólo á esta circunstancia puede atribuirse el que ya tengamos la séptima edicion del manual de GmeL1N, mientras la segunda de DammeEr aún no aparece, ¿Qué importancia puede tener la física, para nosotros los químicos, si tratamos de fundar una teoría química de las combinaciones, de la doctrina química de átomos y moléculas, cuando la misma física declara, que ella no se ocupa de fenó- menos de la materia, acompañados por composiciones 6 des- composiciones químicas? ¡ Aquella física, que considera las fuerzas de una manera tan material, que NERNSr (*) 005 cuenta de iones positivos y negativos como de átomos de una nueva especie de elementos, dotados de peso atómico! ¡ Cierto es, que aquel « peso atomo-eléctrico» es tan pequé- ño, queno puede tomarse «prácticamente » en consideracion, cuando se trata de manifestaciones químicas! (?). Esta misma física, no puede ser de manera alguna la que condene un teoría química, creada por un químico de la talla de un BeazeLtus, quien está persuadido de la existencia de «áto- mos con las fuerzas inmanentes en la materia» Y quien se funda en ésto ! Premisas para una teoría química son — segun LiebiG — : Análisis químico y por consiguiente el carácter químico de los cuerpos, y además el sano -criterlo humano; pero nunca una otra teoría ! y menos una teoría física, cuando la física entera hasta la fecha ni ha logrado dar otras definiciones, que sus célebres: luz €s luz, calor es calor, electricidad es electricidad, sonido eS sonido, magnetismo es magnetismo, gravedad es gravedad ! ¡ Eo- tónces bastaria definir : afinidad es afinidad ! Pero, quién pretenda negar á un BERZELIUS el conocimiento más exa0- . "e . í ¿ a- to de cuantas observaciones físicas se habían Ef . . d- do hasta su tiempo, ni le conoce por Sus obras, pe 0 ER- brá oido hablar de él! máxime cuando el mism 2) NerNsT, Naturforscherversammlang, Hamburg» 1901. ?) ROTHMUND-NERNST, !. c., página 77. — 303 — ZELIUS (*) nos cuenta largamente, que fué el experimento físico de VoLra, la electricidad por contacto, el punto de partida para levantar su teoría! Más aún, al principio tambien él era, con DE La Rive y Farabay, adversario decidido de la electricidad por contacto, considerando las manifestaciones eléctricas observadas por VOLTA comoprodu- cidas por la «oxidacion de uno de los metales á costa del aire» (*); sin embargo — y esto es lo característico para su honradez científica absoluta — resolvió (?), hacer personal- mente otros experimentos, para averiguar la verdad. Sus ensayos con lámina de “cobre en ácido nítrico y zinc en una solucion completamente saturada de óxido de zinc, dieron un resultado final tan claro y convincente, que BERZELLUS mismo declara (9): «De este experimento tan sencillo, se deduceindisputablemente, que los fenómenos químicos, que se observan en el conductor húmedo de la columna no son la causa del estado electro-activo de la misma, sino, al revés, ellos son una consecuenaia de éste ». Basta para reputar la especie, lanzada por NerxsrT, como una calumnia. Además declara Nerwst la «imposibilidad» de la teoría berzeliana, porque « se han observado procesos quími- Cos, que estaban en la contradicion más absoluta con la con- cepcion exclusivamente dualista ». ¿Qué procesos son estos ? NerxsT mismo lo dice: 1% el poder de combinacion entre dos átomos iguales, como tenemos que constatarlo en las moléculas de muchos elementos, como ser hidró- seno, oxígeno, cloro (Ho, Oz, Cl,, etc.) ; 2 « la conducta anó- mala del carbono, que puede unirse de la misma enérgica Manera tanto al hidrógeno como al cloro, es decir, cada cual un elemento caracterizado como positivo y negativo. » Estas dos objeciones ni merecen ser tomadas en sério, ') BerzeL1S, Lehrbuch (5), 1, página 76, u. f. ) Ibidem, página 84. ¡ Ibidem, página 86. 3 — 304 — puesto que cuando un átomo contiene + a electricidad positiva y — b electricidad negativa con un sobrante de electricidad positiva + 3(+ a —b= + 3), la union mo- lecular se debeá la ligadura de los átomos por + b elec- tricidad positiva de un átomo con — b del otro, y + b de éste con — b del primero, queda pues 2 (+ a — bd) =$ 9% electricidad positiva, libre, activa para la molécula con una union tan íntima entre los átomos, como no la hay ma- yor. Análogo será en el caso, que 3 sea un excedente de electricidad negativa ó igual á cero. Luego el carbono se li- ga con el hidrógeno por ser negativo en relacion á este (union por valencias); y con el cloro, por ser positivo en relacion á él (union por dinamicidad), todo exactamente como el mismo BerzeLtus ya lo ha declarado. De paso sea dicho, que aque- lla aseveracion, que el hidrógeno y el cloro pertenecerían á los elementos más pronunciados como electropositivos 0 electronegativos, tampoco es cierta ; en la serie de BERZE- Lus en 56 elementos el hidrógeno tiene el número 35, el carbono 41, el cloro 51! yo — conforme Con mis propias experiencias daría entre aquellos 56 elementos al hidrógeno el número 11, al carbono 42, quedando el cloro Con al. Sin embargo — y esto robustece mi sospecha de qu aquellas objeciones no han sido hechas seriamente por el au- tor — NerNsT reconoce en la misma página la « posibilidad » de la anterior imposibilidad, al esperar que la teoría de BEl- ZELIUS « llegaría ahora á valer ». Desgraciadamente lo ha ol- vidado otra vez otras 38 páginas más adelante, pues aqu aprendemos, que la química « se ha emancipado aún pasaD” do por encima de la autoridad de un BenzeLtus » de esta hipótesis, que « sólo era adecuada, para dificultar una exacta concepcion de los hechos ».« Ninguna acciou recíproca, nin- gún efecto recíproco ha sido descubierto pot la física, E que cualquier cabeza especulativa se haya apoderado de para una explicación de las fuerzas químicas > ! Bien, E pongo que exclusivamente las « cabezas especulativas ” % — 305 — los representantes de la físico-química se podrían encontrar heridos por esta invectiva. Luego dice, que «nos encontra- mos todavía muy lejos de poder reducir las reacciones quí- micas al juego de fuerzas físicas bien definidas y expe- rimentadas ». En este caso tendremos que esperar aún un rato muy largo y tal vez quedaremos entonces siempre « muy lejos » de esto, pues no existen tales fuerzas físicas bien de- finidas. Definiciones como: luz es luz, etc., no son tales; en el mejor de los casos se llamarían : pleonasmos. Además — sigue nuestro autor — « nunca se prueba más el maestro como tal, que expresamente al usar aquella restric- cion sabia, que el naturalista tiene que imponerse á si mis- mo en la eleccion del límite á alcanzar » ! Entonces tienen muchísima razon aquellos sabios de Quevedo, que como « lí- mite » se habían impuesto, aprender la célebre sonrisa sabia, esta sonrisa de « superioridad », que se usa, cuando otro ha- bla! y como « ellos » nunca abren la boca, con derecho son los primeros en sabiduría. Sin embargo, mi opinion es completamente opuesta á lade NerxsT; su modo de compren- der es el de un aprendiz ó de un oficial ; el maestro, alcontra- rio, debe mirare! todo, abarcarel conjunto, porque el reconoci- miento del verdadero ser de la materia es la solucion de to- dos los enigmas, que en los distintos ramos delas ciencias na- turales, gracias á los buenos servicios de la física con Sus de- finiciones sui generis, forman una cadena monstruosa bien cerrada; y expresamente es de la química, de la cual el sano criterio exige y espera la solucion. Toda la evolucion de la química orgánica es una prueba absoluta que cada uno de los maestros ha querido llegar á esta solucion; los maestros inorgánicos de la misma manera siempre han declarado, que aquel «célebre» «Ignorabimus» no es una palabra digna de un diccionario químico, que tampoco tiene lugar para « éter» y otras finezas físicas. Lo que NerxsrT exige del maestro, poner la proa á la manera de obrar por parte de las fuerzas impulsivas y rl la T. XvitL — 306 — pregunta sobre su ser y origen, esto se encuentra en la físi- ca, no en la química. Justamente en el límite más alejado ulterior, que el maestro elige, se encuentra la razon, la ver- dad del antiguo proverbio : ¡ Fortes fortuna adjuvat! LA CAUSA DE LAS TITULADAS FUERZAS Me parece haber probado de una manera irrefutable, que todas las objeciones, que hasta ahora se han presentado en contra de la teoría berzeliana, no tienen valor científico al- guno y que sólo aparecen como consecuencias fatales, ó de un error en la apreciacion de la teoría misma, Ó de una in- terpretación falsa de referencias á ella, no controlada por el estudio directo de la teoría original. Este reconocimiento de la futilidad de las objeciones contrarias á esta teoría, por una parte, y, por otra, el hecho innegable y ya probado, de que por ella la química ha logrado explicar de una manera natural y sin violencia alguna, no solamente cuantas reacciones químicas se han ofrecido, sino tambien la estructura interna de los cuerpos, nos obligan como químicos, á reconocer y aceptar sin reserva la teoria de BerzeLIUS en sus bases fundamentales. Entonces esal mismo tiempo nuestro deber, ampliarla y pré- cisarla en sus definiciones y consecuencias, apoyándola en los nuevos resultados y progresos, obtenidos por la investigación química, física, geológica, mineralógica, botánica, zoológica y sobre todo astronómica, para llegar así á establecer uni verdadera teoría natural, que sirva á explicar todos los fen0- menos y manifestaciones de la materia en general, y de e manera sencilla, sin chocar ni un solo momento con el sano criterio humano, es decir, una teoría comun y fundamental para todos los ramos de las ciencias naturales. Si logramos obtener un resultado final tan halagúeño, no habremos presta” do solamente un gran servicio á las ciencias naturales, sinó 4 -- 307 — todo el saber humano; habremos simplificado la instrucción pública sobre manera y librado á nuestra juventud de un peso enorme y del lastre inútil y dañino de las falsedades del catecismo científico de la actualidad, eliminando del cerebro de los adultos el desprecio por el trabajo mental y las inves- tigaciones científicas; habremos ¿destruído la federacion de las sociedades de socorros mutuos espirituales y transformado nuestros propios conocimientos especiales y profesionales en un bien comun de la humanidad ; habremos reemplazado á la autoridad de cualquier predilecto, por la autoridad superior é inmortal del sano criterio y además de todo esto, habremos abierto el camino, que nos conducirá á levantar el velo, que oculta el origen de la materia misma y de la causa y efectos de su evolucion, á solucionar los últimos enigmas del cosmos, en cuanto sea posible y esté al alcance del intelecto humano. Y, si nos preguntamos : ¿cómo llegará un fin tan preexcelso ”? ¿ Cómo ampliar y adelantar la teoría química á raíz de los progresos científicos en general? tenemos solo una contesta- cion : sobre la base de la energía inmanente al átomo químico, como única causa de todas las tituladas fuerzas, de las diferen- tes manifestacionesde la energía en la materia. Y el concepto general, que de esta energía debemos formarnos, lo hemos reconocido ya anteriormente, tenemos que considerarla en una forma análoga, como la observamos en una de sus mani- festaciones, en la electricidad ! Nuestro fin ulterior que nunca debemos perder de vista en nuestras investigaciones, es el fin más amplio, que el hombre puede proponerse ; no debe limitarse á la averiguacion de la materia de hoy y de sus transformaciones, sinó debe abarcar aún la misma forma- ción de la materia, pues éste es el sentido completo de aque- lla ciencia, que denominamos Química: la sana doctrina de la materia. Un estudio objetivo en absoluto y por consiguiente una avaluación de este material tan importante nos lleva pronto — 308 — á reconocer, que una gran cantidad de las manifestaciones de la energía, que observamos, está a priori en una relacion di- recta con la posicion sincrónica del sol y tenemos que conce- der luego á la aglomeracion de materia, llamada sol, una in- fluencia decisiva, un influjo directo sobre la misma energía. Asi nos persuadimos, que la aglomeracion de materia, llamada tierra, como cuerpo cósmico lleva una vida solitaria tan rela- cionada con el sol, que se puede decir que aquélla misma se debe en absoluto y en su totalidad á éste y que tenemos qué ver en el sol, respecto á la tierra, el cuerpo principal cósmico y considerar á la tierra como solo un simple y secundario Sa- télite de él que, en comunidad con las demás masas análogas, los planetas y sus lunas, y un grupo de otras, pero muy distin- tas aglomeraciones, los cometas, forma, Con el sol mismo á la cabeza, un todo bien definido y armónico: el sistema solar. Estudiando ahora con más atencion los fenómenos, que € relacionan con la posicion del sol y considerando á la tierra simplemente como un miembro de nuestro sistema solar, entónces nos damos cuenta de un movimiento aparente r0- tatorio de la bóveda celeste alrededor del eje eclíptico, en direccion del Este-Norte-Este á Oeste-Sud-Oeste, y pol con- siguiente tambien del sol alrededor de la tierra en el plano eclíptico. Explicamos esta observacion erróneamente, pero en todo deacuerdo con las ideasastronómicas de la actualidad, por un movimiento anual de revolucion de la tierra en este mismo plano eclíptico, de Oeste-Sud-Oeste á Este-Norte-Éste, y esta revolucion de la tierra es considerada como efectuán- dose en una elipse. Pero las observaciones modernas prueban hasta la evidencia, que el sol mismo marcha con una velocidad de unos cuarenta kilómetros por segundo (de veinte y es cincuenta distan las opiniones al respecto) en el espacio 8 el hemisferio celeste Norte; es pues evidente, que la bale efectúa tambien esta misma traslacion en el espacio, y Si es que nunca puede volverá un lugar, en que antes 50 encata y por consiguiente, su órbita no puede ser elíptica, SIDO ven — 309 — que ser espiriforme, lo que tambien CLEMENS WINKLER (') ya lo ha sostenido ; obtenemos una hélice en vez de la elipse, que se dice actualmente. El movimiento de la tierra en su órbita, sólo se efectúa con una velocidad de treinta kilómetros por segundo, es pues más lento que el de traslacion con el sol hácia el hemisferio celeste Norte (ó á lo menos de igual veloci- dad, más ó menos), y este solohecho — fuera de muchos otros — basta, para convencernos, que el movimiento de la comun traslacion, de la traslacion del sistema, es el principal; el otro, de la traslacion aislada de la tierra en su órbita, en el sistema, es luego secundario y el de la rotacion alrededor del eje terrestre terciario (469 metros por segundo para un punto del ecuador), y de la misma manera es evidente, que esta traslación principal del sistema se puede concebir solo como un movimiento propio del sol, que como cabeza del sis- tema arrastra á todo élatrás de sí, y con esto cae la especie astronómica de la revolucion alrededor del sol. Tenemos que recordarnos aquí, que este movimiento eclíptico de la tierra la conduce el 21 de diciembre (aproximadamente) al grado 23 1/2 Norte y el 21 de julio al grado 23 1/2 Sud, la tierra esta pues una vez al Norte, otra vez al Sud del sol y con el movimiento propio de traslación en el espacio hácia el hemis- ferio celeste Norte, tenemos que decir, que la tierra debía encontrarse entónces á veces delante, á vecesatrás del plano ecuatorial solar! ¿Noes esto absurdo? Siendo el sol la cabe- za del sistema no queda otro remedio, que aceptar lisa y lla- namente que la órbita terrestre, la hélice, queda siempre Atrás del sol y tenemos que confesar, que tambien el movi- miento de la tierra alrededor del sol es un mito astro- nómico. Otro movimiento rotatorio aparente de la boveda celeste, que observamos, no se efectúa alrededor del eje eclíptico, [) Wiwxuen, Uber die Entdeckung neuer Elemente, 1897, Berlín pag. 16. — 310 — sinó alrededor del eje Sud-Norte, en la direccion Este-Oeste y por consiguiente parece tambien el sol moverse de Este á Oeste en el plano del ecuador, ú en un plano paralelo á éste, segun su posicion en la eclíptica, movimiento que es diurno. Este fenómeno lo explicamos por un movimiento rotatorio de la tierra misma, de Oeste al Este, alrededor de su eje Sud- Norte, que se efectúa en un día, ó sean 24 horas, mientras la tierra continúa su revolucion ; se le denomina rotacion de la tierra, Fuera de estos dos movimientos reconocemos un tercero de la tierra, el de declinacion del eje, que forma en ss posiciones solsticiales un ángulo de 47” y cuyo efecto lo encontramos en la existencia de dos puntos matemáticos aparentemente fijos, los polos celestes Sud y Norte, formados por una verdadera inclinación anual del eje de Norte al Es- te (47% aprox.) y vice-versa, es decir, en contra del movi- miento aparente de la bóveda celeste anual alrededor del eje eclíptico de Este- Norte-Este á Oeste-Sud-Oeste. Este movi- miento de la declinacion tambien está en oposicion directa á la doctrina consagrada por nuestros astrónomos tychonianos, que pretenden hacerse pasar por koppernicanos. Pero él está exigido por el hecho de la estabilidad ó fijeza de los polos celestes, y ademas por la revolucion en una ót- bita espiriforme detrás del sol, porque de otra manera 10 podríamos observar el cambio de estaciones, sinó tendríamos siempre ó verano óprimavera ú otoño, ó cualquier estación, siempre la misma — como lo decía ya KOPPERMKUS (A decir si aceptáramos el continuo paralelismo del eje terres” tre, el evangelio de nuestros dias. Estos tres movimientos de la tierra se relacion blemente con el sol, pues por la revolucion volvemos sie á una posicion en el sistema, que la tierra — €N relaci an induda- mpre onal $ S AS (*) NicoLar CorennicI, Thorunensis : De Revolutionibus orbium cat” lestium, libri V1, Thoruni, MDCCCLXXILL, página 31, lin. 1 8 et 1. d. — 311 — sol — tenía un año antes, la revolucion nos da el año; por la rotacion volvemos diariamente á la misma posicion en re- lacion al sol, pero distinta en el sistema, la rotacion nos da el dia; por la declinación del eje vuelve anualmente el mis- mo punto terrestre á tener el sol en su vertical; Ja declina- cion nos da las estaciones. Pero no son solo estos movimien- tos de nuestro globo los que están en relacion directa con la posicion del sol, sinó tambien algunos otros fenómenos terres- tres. Así, por ejemplo, nos demuestra la observacion diaria, que tambien la luz y el calor se relacionan directamente con aquella posicion, como igualmente el magnetismo, tanto en sus intensidades y variaciones diurnas, como anuales y en su existencia misma. Si queremos ahora llegar á una definicion exacta del ser de la energía, que, como hemos visto, tenemos que reco- nocer como inmanente en cada átomo de materia, entonces debe resultar de esta definicion (— y de una manera sencilla y en analogía con la explicacion de aquella manifestacion de la energía, que observamos en las combinaciones químicas segun la teoría de Berzelius —) y como consecuencia forzosa una relación entre la tierra y el sol, que explica de la ma- nera ya indicada: 1 La revolucion anual de la tierra en una órbita espi- riforme; 2” La rotacion diurna de la tierra; 3% La declinacion anual del eje de la tierra de 479; 4% La produccion de luz en la atmósfera terrestre; 5 La produccion del calor en la atmósfera terrestre y S0- bre la tierra; 6” El orígen del magnetismo terrestre; 7” La produccion de las variaciones magnéticas. Ninguno de estos puntos está explicado en la actualidad ni por la física, ni por la astronomía; todas las explicaciones que se nos ofrecen resultan elaboradas en un todo, confor- — 312 — me con el modo particular de las definiciones físicas en ge- neral. La revolucion y la rotacion existen porque sí, con- forme con la gravitacion y la «ley» de « inercia » que con- serva eternamente el efecto de aquel célebre puntapié, que la tierra recibió al ser colocada en el cosmos, en el sistema solar! La declinacion se echa sencillamente al canasto, pa- sando así los mismos, que se titulan «koppernicanos», sobre la autoridad de su propio maestro KoPPERNIKUS. ¡No existe! La luz, pues es... luz y nos llega del sol por medio del éter. El calor, pueses... calor y nos llega del sol por medio del mismo éter. El magnetismo terrestre es debido á la existencia de dos polos materiales magnéti- cos (!!). ¿Las variaciones magnéticas? pues son... varia- ciones, existen ! Para cubrir esta pronunciada falta de conocimientos rea- les, para desviar á los curiosos de afuera, la física cósmica copió simplemente á su progenitora, la física terrestre, sir- viéndose de las matemáticas superiores, que han tenido qué aguantarlo! En la práctica se procede distintamente, pues los errores de las teorías y de las matemáticas, se corrigen por las «tablas», que un BesseL ha sabido construir, para poner de acuerdo observacion y «sabiduría », tablas que dl año, dia y hora cubren Jas deficiencias del cálculo, operación que lleva el nombre de « correccion»! Así es comoó el mE go cree, que una « fuerza inicial » ha impulsado el movimien- to de rotacion y revolucion, y que la propiedad « inercia» €n union con la fuerza de gravedad ó su hermana cósmica, la gravitación, conserva una resultante de la fuerza inicial y de la gravitacion eternamente. UN PASEO BALÍSTICO AO 4 : ¿ricas Pero el sano criterio no alcanza á estas sutilezas teortó” ñon pues comprende, que una bala que sale de la boca de un cañol, — 313 — debe caer á tierra, poz la accion constante de la fuerza de «gravedad », entre la masa terrestre y la de la bala, y por haber cesado aquella otra « fuerza», que dió el impulso que inició el movimiento; y en consecuencia, calcula, que en condiciones semejantes tambien la tierra debe caer al sol, puesto que la «inercia » pretende ser material y no mental, y su efecto por consiguiente debe manifestarse análogamente en ambos. Más se complica aún esta cuestion para nuestro criterio por-la observacion del perihelio y del afelio, los dos extremos de la distancia variable entre el sol y la tierra, pues en el perihelio la tierra se acerca á 147 millones de kiló- metros del sol. contra 152: millones, que dista en el afelio. Comparando este hecho con el ejemplo de la bala, resulta que ésta, en analogía al caso concreto, se encontraría ya en la rama descendente de su trayectoría, pues ha pasado el punto culminante, la trayectoría se aleja más y más de la curva parabólica, formando la balística con un ángulo de in- cidencia mayor que el de elevacion. La curva parabólica es, según la física, la curva teórica de nuestra bala, producida por la gravedad, que la obliga á bajarse; una otra, la balística, es la de observacion. Lateo- ríasostiene, que sus diferencias sean por el efecto de la resis- tencia del aire, el cual al obstaculizar la marcha de la bala, disminuiría su velocidad y la gravedad (que conserva su valor permanente) obligaría entónces por su aumento relativo, á causa de la disminucion de la velocidad, á abreviar la curva descendente teórica. Además se dice, que en el vacío no se disminuiría la velocidad ; al contrario, que la velocidad ini- cial se conservaría en toda la trayectoria y, á no existirla gra- vedad, nuestra bala se movería indefinidamente en línea recta con velocidad uniforme. Esta «verdad física» es falsa, pues si es obra de la gravedad, que la línea recta se trans- forme en una curva parabólica, nadie puede negar, que la gravedad tenga influencia sobre la bala en movimiento. Aho- ra sabemos, y la misma física lo enseña, que la manera de ze E «obrar » de la gravedad consiste en obligar á los cuerposá unirse con la tierra, por consiguiente «obra» la gravedad en la rama ascendente de la trayectoria en contra del sentido del movimiento ascendente de la bala, pero en la rama des- cendente en el mismo sentido del movimiento descendente de ella. El punto culminante, Ja exacta mitad de la curva para- bólica, es indudablemente un punto, desde el cual la bala principia á caer, pues ya no asciende más: Debe desde este momento entrar en accion la «ley física», que «rige» la cal- da deun cuerpo, es decir la aceleracion. Como el valor de la gravedad sólo se disminuye en un milésimo por 3000 me- tros, podemos tomarla para nuestro ejemplo de un valor igual y. Buscando ahora el efecto de y sobre un cuerpo €l movimiento, tenemos ya una prueba concluyente en la ob- servacion de la caida de cualquier cuerpo, que este efecto depende en cada punto del ángulo formado por la trayecto- ria y la vertical hacia la tierra: su mínimo visible coincide con un ángulo de 180”, cuando el cuerpo se levanta verti- calmente; su máximo con un ángulo de 07, cuando el cuerpo cae verticalmente como por ej. en la caida libre; en cualquier otro caso se observa una continua desviacion de la trayecto: ria hacia la tierra. La experiencia prueba, que un cuerpo qué cae libremente, llega á tierra (con una aceleracion de la velo- cidad de su movimiento de 9”8 aproximadamente y part Ber- lín y por cada segundo) con una velocidad final, igual á aque lla del mismo cuerpo. que resultaría al efectuarse la caida sobre un plano inclinado. El camino (s), recorrido por un cuerpo en Su caída debe ser igual al producto de su velocidad (v) media por el Hean (E) empleado, conforme con el sentido : velocidad y camino, si el cuerpo principia á caer, su velocidad es cero, pará des gar al último á v, entonces su velocidad media es igual 4 => y obtendremos: s=3 t. La velocidad v es el resultado ó efecto de la aceleración J — 315 — y como este valor se relaciona con el segundo, el valor efec - tivo se obtiene para cada caso, multiplicándole por el tiempo, es decir v =g! y obtenemos : s= ze t=598. ; l : De la misma manera obtenemos: s eS gt Si tenemos ahora, en vez de la vertical de la caída libre, una trayectoria inclinada con un ángulo de 609, ó sea de 30% con la horizontal, resulta que el trayecto á recorrer es exactamen- te el doble de la perpendicular ó de la altura. La aceleracion del movimiento de un cuerpo que cae con una inclinacion de 60? no es la misma, que cuando cae verti- calmente, porque un peso que obra sobre un plano inclinado se equilibra por un contrapeso que es directamente propor= cional á la altura al plano inclinado, es decir, igual al pro- ducto del peso por el seno del ángulo de elevacion, Ó sea de 307 en nuestro caso. Es que tenemos que descomponer aquel peso en sus componentes, de los cuales uno es perpendicular y el otro paralelo al plano inclinado, y el primero es equili- brado por la resistencia del mismo plano, quedando pues solo el último que igualar por el contrapeso, lo que nos con- duce á la relacion citada. En nuestro caso el plano inclinado es el doble de la altura, por consiguiente el valor de 9' solo la mitad de g:9' => De aquí resulta que el cuerpo se mueve en el plano inclinado solo con la mitad de la velocidad, que en la caída libre ó vertical, y como debe recorrer el doble del espacio (en nuestro caso), necesita pues el cuádruple de tiempo. : Supongamos que el cuerpo precisa un segundo para su caída libre, vertical, entónces su velocidad final es igual á Y, siem- pre que su velocidad inicial haya sido cero, es decir, que no haya habido velocidad adquirida ó fuerza impulsora, ó sea o e Al caer con una inclinacion de 607 (con la al), la aceleracion sólo es de y ' Ó, como hemos visto, de E oe 2, la velocidad media por segundo luego no es igual á : Ó ; AA E sean 4”9, sino á q = 2”45, pero como cae ahora durante + cuatro segundos la velocidad final es igual á 4. ¿1x1 = 9.8 metros, es decir, las velocidades finales, adquiridas por la aceleracion, son iguales para la caída vertical Ó incli- nada, son funciones de la altura y no del tiempo empleado. Podemos y tenemos que reconocer entonces, que la acele- ración es un efecto principal de la gravedad —como tambien lo sostenía ya GALILE!I, — y como, en nuestro ejemplo, el cuerpo necesita el cuádruple de tiempo para caer de la misma altura sobre el plano inclinado, que precisa en la caída libre, obteniendo sin embargo sólo la misma velocidad, entonces tenemos el mismo efecto de la gravedad recien en el cuádru- ple del tiempo, luego se han perdido tres tiempos Ó tres cuartas partes del verdadero efecto de la gravedad por formar la trayectoria un ángulo de 60? con la vertical. El valor de la gravedad equivale pues sólo á un cuarto de este mismo en la caída vertical, por consiguiente Su efecto tambien debe reducirse á un cuarto, es decir, hemos probado, que no se puede aceptar la afirmacion contraria de la física, que el valor de la gravedad sólo se disminuya en un milésimo por 3000 metros, puesesen el caso especial de la caída libre. Es interesante darse cuenta de la gran diferencia en el valor del efecto de la gravedad; por esto he construido la siguiente tabla, que demuestra claramente este hecho fonda" mental, cuya expresion es la curva balística, en Sus die valores principales para los ángulos 0? á 90”. siendoel ámgulo deincidencia, formado por la bala al caer á tierra, CON la ho- rizontal (el ángulo complementario al ángulo de incio de la tráyectoria) por ejemplo 309, el trayecto á recorrer € el doble de la unidad de la altura, y es recorrido en el cuár druple de tiempo, cuya unidad se refiere á la de la altura, Y E ÁNGULO DE TRAYECTO Unidades TIEMPO — DIFERENCIA DE LOS CORRESPON- VALOR LIBHRE L DE LA GRAVEDAD INCIDENCIA Unidades DIENTES Unidades 02 0/20"| 10000 100000000 02 0'20”| 1:100000000 0 330 | 1000 1000000 — 310|1: 1000000 0 650 500 250000 — 32% |1: 250000 0 34 20 100 — 97 30 | 1: 10000 0 38 10 90 8100 e 19-50 0d 8100 0 43 00 80 6400 pe OA 6400 0 49 00 70 4900 - 0d 4900 0.571 20 60 3600 WE 3600 1 850 50 2500 A Y ls. 0 opa de 2500 1 26 00 40 1600 ria YT 1600 1 54 40 30 900 — 284011: 900 2 52 00 20 400 EH 11 400 5 44 2 10 100 29522 |1: 100 6 22 50 9 81 38 301 1: 81 7 10 50 8 64 — 4800 |1: 64 8 11 50 ni 49 141001 1 49 Y 35 40 6 36 1235011: 36 1i 32 10 5 25 15630 | 1: 25 14 28 40 4 16 25630 |1: 16 19 28 10 3 9 45930 |1: 9 30 00 00 9 4 10 31 50 | 1: 4 31 45 20 1.9 3611] 149011 3.61 33 45 00 1.8 3.24 | 15940|1: 3.24 36 150 107 989| 21650 |1: 2.89 38 41 00 1.6 9.56 | 23910|1: 2.56 41 48 3 1.5 92%5| 37911: 2.25 45 35 00 1.4 1.96 | 34630 | 1: 1.9 50 17 50 1.3 169| 44250]/1: 1.69 56 26 30 1.2 La. 68. 8041 1,4 65 22 50 11 121 | 8562 |1: LEAL 90 00 00 1.0 1.00 | 94 37 10 | 1: 1.00 =- 318 — resulta el valor de la gravedad, considerado en la aceleracion, como 1: 4, lo que llamo « valor libre », y con unidades en re- lacion á las otras. Las otras tres cuartas partes del valor de la gravedad son perdidas para el efecto especial, que luego en esta parte de la curva balística se pronuncia ; el descenso relativamente pequeño de la curva en este momento, es de- cir del ángulo de incidencia de 30? (ó de inclinacion de 607). Ahora tenemos que preguntarnos: ¿será verdad, que la velocidad inicial se conserve y que la velocidad real sólo sea el resultado de la resistencia del aire y de la gravedad? Veremos que este es otro error típico : la velocidad inicial se disminuye con relacion al tiempo y al camino recorrido. To- memos un ejemplo práctico. El cañon Krupp C/92, de calibre 024, L 40, de un peso de 24.300 kilos; proyectil 215 kilos; carga 85 kilos ; velo- cidad inicial 610 metros; fuerza viva 4078 toneladas M.; poder de perforar una plancha de 70 centímetros fierro dul- ce; ha dado — en Abril 1892, en Meppen, Prusia, donde existe el gran polígono de Krupp — con un ángulo de eleva- de 44”, como resultado, que la bala ha caido á los 702 a una distancia de 20226 metros habiendo obtenido en el pul tode culminacion la altura de 6540 metros. pe y N , / y 7 ed S 5] nu ru A 0! £ pa me” “ 6 PES no AA AA XI 5 PA, ys NON po AS l pa + o A e ' NS 3 , FA he AS 4 Lc : ph A 7 A , a a 6 3 Y É INS Me Ny yd l Si Xi 2>-— - '», l e + 3 ' 1 1 A | US ; + U rl py LL) 208 21 + 7 19 A 2 3 E 7 o MM az 13 14 15p16 11 18 — 319 — La base de nuestra curva balística es la distancia horizon- tal recorrida AB= 20226 metros; la trayectoria es la curva ASB misma; el ángulo de elevacion XAB = «2 = 449; la altura MS = 6540 metros. Siendo $S el punto de culminación, la curva parabólica normal debe ser ASB', con el ángulo de incidencia Y”"B'A=a' =a2= 44%; AX y B'Y” se cortan en la prolongacion de MS. La compa- racion debe hacerse con la curva ASB”, y no con AS'B, que corresponde á la base AB, pero cuyo punto de culmina- cion hipotética S' corresponde á la perpendicular S'M', sien- do AM” = M'B. Es que la irregularidad — como dicen los físicos! — de la curva, no consiste por de pronto en que el punto de culminacion coincide con un punto de la segunda parte de la curva parabólica, sino que éste es el límite de la rama ascendente y descendente, y que divida la curva en las dos partes correspondientes, y no una vertical, levantada en el centro M' de AB. Así se esplica que Y 'B, lado del ángulo Y'BA ==” =a, no puede servir de base para el estudio de las diferencias entre la curva parabólica teórica y el resultado empírico de la curva balística, sino B'Y” || BY” y, que la base teórica más bien debe consistir en la construccion de 5M 1 AB y la prolongacion de ABáÁ AB”, siendo MS | AB' yAM= MB”. El ángulo de incidencia YBA = f = 55? es efectivo y puede compararse con a” ó a', pero ellado de este, YB, tampoco es la línea de comparacion, sino sólo Y”B”F. El ángulo $f siempre es mayor que el ángulo z. Un punto Pes dado por la ordenada PP” y la abscisa AP”, su correspondiente altura de la caida se encuentra por la prolongacion PP” hasta P” sobre AX, es pues P”P”. ¿Cuál es la longitud de la trayectoria recorrida ASB= s ? Aproximadamente — segun la fórmula parabólica para ASB”, reducida á la base AB: a 2 / 4 "=ASB=AbB| 1 ar : (55) . (55) ] =2450". É J — 320 — Estos 24450” ha recorrido Ja bala en 70*2, luego su DA44% 24450 70.2 velocidad media por segundo es igual — 348 m. Conocemos empíricamente dos velocidades, la ini- cial propia al tipo del cañón en cuestión, de 610 metros y la media de 348 metros. Ahora veamos qué velocidades nos pro- porciona la física. Siendo el tiempo total 70*2, corresponderá la mitad á cada parte de la curva, la ascendente y la descendente, ó, á lo menos, el tiempo medio, ó disponible para recorrer laper- pendicular SM debe calcularse en Ls — 35* 1. Por iguales razones se tomará la mitad de la curva total de 24450 m. = 12225 m. Un cuerpo que cae sobre un plano inclinado alcanza al recorrerle una velocidad igual á la que le corresponde al cae! verticalmente desde el mismo punto á la horizontal. Siendo el cuadrado de la velocidad adquirida, v* en los dos casos, igual al doble producto de la aceleracion por el camino, obte- nemos por el recorrido en los dos casos vi=2gh =29'! Luego, la relacion de los caminos recorridos €n tiempo igual sobre la vertical y el plano inclinado, es como a En nuestro caso, el cuerpo recorrerá entonces sobre € plano inclinado SB (ó arco SB) la distancia SC” (0 Ss e SC) en igual tiempo que la vertical SM, siendo MC* Pe” pendicular sobre SB (ó MC normal al arco SB). Los triángulos rectángulos MSC ' y BSM son semejantes: luego es SC' :: SM =SM :; SB Ss 19995 : : yl Los 12225 m. han sido recorridos por la bala en 39% — 321 — para saber qué tiempo corresponde á SC”, ó sean 3498" 7 planteamos la proporcion : 12225:35.1=3498,7:X es JA08. 18 do do x= =10.0456 =40 La bala ha recorrido SC” en el mismo tiempo, 10*, en que hubiera recorrido la vertical SM, y podemos ahora calcular la velocidad, que segun las « leyes » físicas correspondería á la bala en S, pues sabemos que hubiera necesitado 10 segun- dos para caer de Sá M, ó sean 6540 metros. La velocidad en S, el impulso vw, daría á la bala al re- correr el trayecto SM una velocidad final, que se compone del valor del impulso más la aceleracion: v = w + gt, el camino recorrido h es luego h=wit+ . + 1? h—!9+1? 6540 —4.9<10" l 10 W3= 605" ¿Cuál debe ser la velocidad inicial, que correspondería á una velocidad 605 m. en S, segun la física? En este caso tenemos que aplicar la gravedad como factor que disminuye la velocidad. Siendo w>* la velocidad inicial en A, la velocidad final en será: v=w" — gt w=0-+gt=605 + 9.8 < 10 = 7037 velocidad inicial en A y 605 m. velocidad resultante en $, dan una velocidad media de AA = 654 m., que debe ser la velocidad media de toda ss trayectoria de la bala, Puesto que ésta, segun la física, es acelerada de la misma T. Xvu 22 o Aa — manera por la gravedad en la rama descendente, como re- tardada en la ascendente. Tenemos ahora Ja particularidad de que los resultados em- píricos dan por 70*2 una velocidad inicial de 610 m. y una media de 348 m,; el cálculo físico, en cambio, da una velo- cidad inicial de 703 m. y una velocidad media de 654 m. de la cual resultaría el tiempo total de 37*2, En resumidas cuentas, la física nos da 33*, 47 por ciento de menos en el tiempo; 93 metros, 15 por ciento de más en la velocidad inicial y 306 metros ó sea un 88 por ciento de más en la velocidad media ! Diferencias de esta magnitud deberían tratarse con prele- rencia en los trabajos físicos, para llamar á todos, á aclarar las bases falsas, que sin duda alguna originan tales cálculos, y por consiguiente demuestran errores fundamentales al menos, en una de las hipótesis ó leyes físicas. Y efectivamen- te, este ejemplo nos prueba en absoluto y con claridad que la célebre ley de inercia es un absurdo, y lo prueba no solo por reflexiones filosóficas, sino experimentalmente. He aquí la solucion. Por de pronto sabemos, como resulta- do seguro de múltiples ensayos, que un cuerpo al. ae aumenta progresivamente su velocidad, en proporcion, que equivale á 978 por segundo en la caida vertical libre, Y en el caso de la bala de cañon tenemos indudablemente, € la segunda parte de su trayectoria, es decir, desde el punto de culminación $ hasta su caída en tierra B un cuerpo que Cf: La velocidad que la bala tiene ó conserva aún en S, An que considerar á la par de una velocidad adquirida por ella, por haber caido ya con anterioridad desde una altura Es y pondiente. La perpendicular SM divide a base AB en :y partes desiguales: AM= 11325 metros y MB = 8901 qa tros, cuya suma 20226 = AB observado. La Curva sb E acortada en relacion á la curva SB'== AS, la cual hemos !£ conocido como de 12225 metros. Tenemos pues MB' (AM): MB =SB': SB. — 323 — Este arco SB ha sido recorrido por la bala en et 23971 y la aceleracion adquirida durante estos 3511 es igual á aque- lla que corresponde á un cuerpo en caída libre de 10*, como hemos probado. Esta última es de 9.8 >< 10 —= 98 m. 3622.7m.en 35*1 da una velocidad media de 27/m por se- gundo. Dada la aceleracion de 98 metros, la velocidad final debe ser = 274 + 49 = 323 metros y la inicial de 274 — 49 =225 m., para estar conforme tanto con la acelera- cion igual y continua de un cuerpo en su caida, como tambien con la velocidad media dada de 274”. Tenemos que aceptar esta velocidad conservada y propia de la bala á pasar por 5, al principiar su caida con 225 metros y esta con la inicial de la bala, observada con 610 metros, nos da entónces para la curva ascendente AS una velocidad total media de EAMEEoS = 417.5 m. por segundo. Esta velocidad de la curva ascendente y la de la descendente nos dan la velocidad total media de a = 349.150. 0, == 1 1 0Dd8er> vada (24237 m. en 70*2), Como la bala ha precisado 39*1 para recorrer el trayecto ascendente, la disminucion dela velocidad es — 610 — 225 = 385 m., esdecir, 10.90 m. por segundo. La bala al salir de la boca del cañon tenia 610 metros de velocidad como consecuencia de la explosion de la carga, es decir, el movimiento representa el trabajo como transforma- cion de la fuerza inicial del impulso. Este trabajo se mide por la velocidad iniciada y por el tiempo; los 10.90m. de la disminución de la velocidad son pues el valor del trabajo efectuado en cada segundo, y la bala se pararía á los 5515. Es algo distinto : 55%5 y el «¡jamás!» de la física, como consecuencia de la « inercia ». En resumidas cuentas : la bala sale de la boca del cañon en A con 610 metros de velocidad, se levanta en 35*1 m. = 6540 m. y pasa en S con 225 m. de velocidad, para llegar en otros 35:14 B, es decir á una distancia de 20226 metros de A con la velocidad final de 526 metros. MOVIMIENTOS CÓSMICOS Si aplicamos ahora, lo que en este caso práctico de la bala se ha observado, á la tierra en su perihelio, nos damos fácilmente cuenta, de que ésta se encuentra en la rama des- cendente y que precisamos una fuerza efectiva para explicar su vuelta al afelio, es decir, para evitar que la tierra llegue al resultado final de la bola, cayendo al sol. Más aún, no es solamente la revolucion, que resulta inexpli- cable como movimiento en equilibrio por solo la gravedad, tambien la rotacion demuestra el mismo defecto. Suponga- mos conlos físicos, por un momento, que la rotacion terrestre sea la consecuencia de un impulso primilivo y, que la «iner- cia» podría explicar la perduracion de este movimiento ini- ciado — á pesar de cometer aquí el gran error de olvidar, que aquel movimiento, como efecto del impulso, es un trabajo, que debe medirse porla velocidad y el tiempo, — entonces debe- mos reconocer que la tierra, atraida por el sol por la grave- dad, es más atraido en el hemisferio de dia, frente al sol, que en el de noche, del lado opuesto, y tenemos pot consiguiente una fuerza permanente, que obra en contra de la rotacion. Precisamos luego tambien aquí otra verdadera fuerza perma- nente, para sostener la rotacion, especial mente si tomamos ell consideracion, que la rotacion de la tierra no Se efectúa . un tiempo igual, sinó — como lo prueba la ecuacion del tiem" po—el 21 de Marzo 1906 en 24 horas menos 18 segundos, el 21 de Junio 1906 en 24 horas más 13 segundos, el 23 de Septiembre 1906 en 24 horas menos 21 segundos y € Diciembre 1906 en 24 horas más 30 segundos. Tenemos pues que hablar de una verdadera aceleracion y luego de Un ss — 325 — jamiento de la rotacion, con una diferencia máxima de 51 se- gundos entre los dos. Si la gravedad por sí sola no puede explicarnos estos dos movimientos, tan importantes para nosotros, que nos dan los años, los dias y las noches; y cuando vemos además, que el tercer movimiento de la tierra, la inclinacion del eje, que di- vide el año en sus estaciones, es directamente negado por la física, entonces es nuestro deber no descansar en nuestros estudios y averiguaciones cósmicas, hasta que hayamos lo- grado encontrar una otra segunda fuerza cósmica, que obra it la par de la gravitacion, que es la denominación de los fe- nómenos cósmicos de movimientos celestes, debidos á la gravedad. Esta otra fuerza debe obrar —en relacion á las masas — tanto como una fuerza de atraccion como de repul- sion, y además es indispensable, que sea una fuerza, que obre de superficie á superficie y no, como la gravedad, de Masa á masa. Y, cuando los físicos y los astrónomos tienen el derecho indiscutido, de definir la gravitacion como la accion telo— dinámica y cósmica de la gravedad, entonces es tambien lícito para nosotros, ofrecer como definicion científica de esta nueva fuerza cósmica la accion telodinámica de una otra ma- nifestacion de la energía, que podemos observar directamen- te en nuestro laboratorio en idénticas condiciones, como las hemos establecido, como indispensables, para el cosmos y obrando á lo lejos. Esta manifestacion de la energía es la electricidad, y especialmente la electricidad por contacto. La electricidad, ó mejor dicho, la electro-actividad dela materia, produce como efecto la atraccion ó repulsión de las masas y obra en la superficie de ella; y doy el nombre de Tensión, como ya lo hemos visto en el capítulo anterior, á la acción telodinámica y cósmica de esta manifestacion de la energía, que llamamos en las observaciones de laboratorio electrici- 0 en analogía absoluta de las palabras gravitacion y gra- 'eda — 326 — La observacion y un estudio crítico de la rotacion y de la revolucion de la tierra, nos obligan á aceptar y reconocer la tension, como fuerza cósmica, de la misma manera decisiva, como nuestras averiguaciones sobre la luz y el calor lo han hecho en el capítulo anterior, y eu el cual ya hemos mencio- nado tambien la rotacion terrestre, como un efecto de la co- mun accion de la tension y de la gravitacion. Esta rotacion se efectúa en el plano del ecuador terrestre de Oeste al Este y alrededor de un eje, cuyos polos denominamos Sud y Norte. Este plano y este eje son constantes, pero no corresponden á ta posicion verdadera del sol durante todo el año sinó solo la de los equinoccios. En los equinoccios, el punto de tension entre sol y tierra se encuentra en el plano del ecuador, como toda la línea, que une los centros de estos dos Cuerpos cósmicos y que pasa por sus puntos de tension recíprocas, como ya sabemos. Pero en todos los otros momentos del año esta línea, y con ella el punto de tension está fuera de aque) plano, del equinoccio de Marzo hasta el del Septiembre al Norte y el otro tiempo al Sud. Si queremos ahora buscar la causa de la rotacion en la tension, tendríamos aparentemente que observar un continuo cambio del plano de la rotacion y, que todos estos planos cruzarían dos veces por dia al ecuador en intervalos de exactamente doce horas y, que llegaríamos seis horas despues del primer corte al máximo de la desvia- cion Norte, y seis horas despues del segundo al máximo Sud. Además varían estas desviaciones diariamente en su magni- tud hasta llegar en los solsticios á la mayor amplitud. He aquí donde la «inercia» verdadera se 105 presenta, pues es debido á ella, que el plano y el eje de la rotacion Sé conservan, aquel plano, que resulta como medio de todos los que aparentemente se deben producir. El movimiento de e tación de cualquier masa, debido á cualquier impulso cit inicial, forma primero el eje de la rotacion y si retiramos 105 tantáneamente la fuerza motriz, entonces el movimiento col tinúa por algun tiempo, pero con una velocidad, que decret? — 321 — continuamente hasta llegar á cero, conservando sin embargo el mismo eje, exactamente como se observa en el trompo. Si se- guimos dando al trompo nuevos impulsos laterales durante el tiempo que esté en rotacion, como los niños lo hacen con un látigo, perdura la rotacion alrededor del mismo eje; el im- pulso lateral se transforma pues en una fuerza rotativa y del mismo sentido como lo ha tenido la fuerza iniciadora. Es que aquel impulso ha dado al trompo una rotación de una veloci- dad determinada y por un tiempo determinado, durante el cual cada otra fuerza impulsora encuentra la primera aún en accion, y se descompone en sus componentes, de los cuales uno sostiene la rotacion iniciada tal cual, como se efectúa. Esta «inercia » existe pues por un tiempo determinado y cuando el impulso es permanente, perdura tambien la « iner— ciax, pero no como resultado de un impulso único, sinó de una fuerza permanente, que se descompone al obrar lateral- mente, en una fuerza vertical, que actúa sobre el eje de rota- cion y otra, que obra perpendicularmente á aquella, conforme con el conocido teorema del paralelogramo de las fuerzas. Así se explica, que el plano de rotacion sea siempre constan- te, á pesar del continuo cambio del punto de tension, punto que representa el lugar, donde la fuerza rotatoria obra. La deduccion lógica y científica que nos ha hecho reconocer la tension como fuerza cósmica á la par de la gravitación, NOS ha demostrado igualmente, que ambas sólo son diferentes ma- nifestaciones energéticas y como tales permanentes, obrando por la separacion efectiva de los cuerpos cósmicos y estable- ciendo el equilibrio ea sus movimientos, obligando á cada uno, á moverse en su órbita. Pero al mismo tiempo nos ha en- señado aquella deduccion tambien, que la doctrina de la tension es simplemente la aplicacion cósmica de la teoría berzeliana. En los capítulos anteriores de esta misma parte, pará acla- rar la misma nueva doctrina, hemos seguido el camino direc- tamente opuesto: hemos tomado por base el carácter esenz — 328 — cialmente distinto de las atmósferas, su clasificación como atmósferas electropositivas y electronegativas, es decir, su formacion por elementos positivos ó por elementos negativos, segun la posicion de éstos en la serie de BERZELIUS, y cuya existencia nos había revelado el espectroscopio. Y, como na- die osará llamar casualidad una regularidad cósmica tan pro- nunciada, debemos admitir, que la prueba de la existencia de la tension es aún más evidente que la de la gravitación, pues muchos fenómenos, explicables por la gravitacion, lo son tambien por la tension, pero no al contrario. Estamos en este círculo de ideas en un todo de acuerdo con KAN, quien ya en 1786 reconoció la unidad de la materia bajo la influencia de dos fuerzas: vis attractiva, que obliga á la materia á contraerse á un solo punto, vis expansiva, que la obliga á extenderse al infinito ; la obra comun, simultánea y permanente de las dos nos proporciona los movimientos Ce- lestes. ¡ La vis attractiva es la gravitacion, la vis expans va es la tension; gravitacion y tension son los factores indis- pensables de los movimientos y del equilibrio del cosmos! Asi es, que todos los astros ó soles, —que, debido á la gravitacion, tienen que « contraerse á un solo punto », =$ repelen mútuamente por sus atmósferas electropositivas y activas, tienen que «extenderse al infinito» á causa de la tensión, y por consiguiente «sus movimientos celestes», Eras órbitas, son aquellos, que resultan como puntos de equilibrio de las dos «fuerzas », de las dos distintas manifestaciones de la energía. Y, como la electricidad por contacto recien obra con el contacto, ó más bien dicho, como se observe recien por este contacto, es decir, que la una precisa la presencia efectiva de la otra, para entrar en estado acti" vo, tambien la tension, como fuerza cósmica correspon" diente á ella, sólo se presenta en estado activo entre las dis- tintas atmósferas solares positivas, cuando estas mismas están activadas por la tension con las atmósferas negativas, forma- das en cada sistema solar por sus planetas. Por esta supre- — 329 — ma razón, en la verdadera lucha por la vida, la propia existencia, los soles han tenido que separar y engendrar planetas con atmósferas electronegaltivas. PRAE-MATERIA ; MATERIA PRIMA; MATERIA Si seguimos la evolucion de la materia cósmica desde su orígen como un conjunto de átomos de materia, dotados cada una con idéntica energía bipolar encerrada, entónces nos damos cuenta exacta de la sencillez más perfecta de ésta. Aquellos átomos mismos representan el producto de la union de la coherente materia primitiva, la Prae-Materia, que llenaba al espacio, con la energía, ó solo la division de la energía coherente primitiva, y, por consiguiente, estaban, debido á su orígen, en movimiento y, una vez engendrados, buscaban la union con otros, para llegar á un estado de equi- librio mútuo; formaban por la electricidad, como manifestacion de la energía, moléculas de dos ó tres átomos, bi ó triató- micas, la Materia prima. Esta materia primogénita, esta generación de átomos y en consecuencia de moléculas bi y triatómicas es nuestra verdadera materia primordial, pues ya representa energía, negativa y positiva, encerrada por mate- ria, ó segun el otro concepto, partículas a aisladas de estas energías unidas; es la energía, inmanente en la molécula, que ici en sus manifestaciones, las fuerzas. Segun la clasificacion de los elementos por BERZELIUS, tenemos en las moléculas triatómicas la base de los elemen- tos electronegativos, en las biatómicas aquella de los electro- positivos; además están estos Prae-elementos en un doble movimiento: un movimiento lineal comun, igual al movi- miento del átomo, al cual él ó los dos otros átomos Se han unido, y un movimiento rotatorio comun, transformacion del primitivo movimiento linear del ó de los átomos, que Con el primero han formado la molécula. Hemos dicho que las moléculas bi y triatómicas forman la materia primogénita y, — 330 — que tenemos que ver en ellas la base de los elementos elec- tropositivos y electronegativos, pues no forman parte de nuestros elementos, sinó estos se han formado recien por la union de aquellas entre sí, como reconoceremos más adelante y en este sentido les he llamado materia primordial. Por lo pronto y debido á las dos manifestaciones de la ener- gía, que titulamos « gravedad » y «electricidad », nuestras moléculas formarán agrupaciones de materia, pues la triató- mica atrae la biatómica, formando una mezcla ó union mecá- nica, que como masa continúa en el movimiento rectilíneo de la molécula triatómica, siendo el movimiento rectilíneo y ro- tatorio de la biatómica transformado en rotatorio y lineal comun, aumentándose la velocidad rotatoria. Esta agrupacion atrae otras de menos valor, moléculas triatómicas, biatómicas y luego tambien agrupaciones ya formadas, uniendo así toda la materia en masas voluminosas, pero aisladas en el espacio, masas que formarán despues los distintos astros y que, Po! las razones indicadas, están en movimiento lineal y en move miento rotatorio, Por este último, por lo pronto, adoptan la : forma de discos. Pero tambien en las masas mismas ya se producen arreglos de la materia, puesto que estas no representan combinacio- nes ó uniones químicas, sinó acumulaciones Ó mezclas mecá- nicas de moléculas bi y triatómicas. Siendo por la naturaleza de su formacion las triatómicas más « masa », es decir mis pesadas que las biatómicas, las triatómicas se unen Cod mayor aceleracion — y hasta desalojando á las biatómicas — € el centro de la masa en rotacion, mientras que las más livianas, las biatómicas, flotan sobre ellas y forman Ja parte exterior, la que llamaremos en adelante atmósfera. Y noes solamente este arreglo interno el único, que observamos €! nuestra masa esférica, porque el hecho de estar en rotagitn da á todas las moléculas tambien un movimiento horizontal, lineal, que en su totalidad y en relacion á la masa misma, se observa como la rotacion de ésta. Este movimiento horl- — 331 — zontal de las moléculas es de un valor sumamente distinto, pues para el eje de la rotacion es solo ideal, reducido á una rotacion en el tiempo de la rotacion del disco entero; cuanto más que se alejan del eje las moléculas, más, grande es su movimiento lineal y por consiguiente, llega á su máximum en el límite exterior, pues el movimiento en sí se mide por la velocidad de la rotacion ó la velocidad angular de la masa, que en el tiempo £ efectúa una rotacion del valor del ángulo céntrico w», mientras que cada molécula por sí efectúa á con- secuencia de esta rotacion y por permanencia en el lugar ma- terial, que ocupa, distintos caminos, cuya extension se mide por su posicion en el radio de su plano de rotacion. Las mo- léculas, que son atraidas lateralmente, podrán dar al disco por momentos una forma, que se aproxima á una esfera, pe- ro entónces es el ecuador el plano de mayor radio y por con- siguiente de mayor movimiento lineal. Debido á esta particularidad las moléculas se mueven tam— bien en el sentido del polo hácia el ecuador en la concentra— cion del globo, debida al movimiento hácia el centro, como efecto de la gravedad, y nuestro globo se transforma de una esfera verdadera en una otra, que demuestra los polos apla- nados y el ecuador elevado; las paralelas conservan su for- ma de círculos cerrados, los meridianos parecen compuestos de dos segmentos iguales de un círculo con mayor rádio que el ecuador, en vez de la esfera aparece un globo compuesto de dos casquetes iguales, de dos segmentos de una esfera, entre los cuales falta la zona intermediaria, hasta llegar á un verdadero disco. La densidad de la masa se aumenta, pues el peso propio de las moléculas obliga á éstas á moverse hácia el centro y por consiguiente se aumenta su concentracion ; Su rádio, r, se disminuye. Al rádio 7 corresponde la veloci- dad angular w, al radio disminuido, p, corresponde la velo- cidad w, y entre éstos hay la ecuación : 120t=p%”, es de- cir, con la concentracion de la masa se aumenta la velocidad de la rotacion en relacion dada. E Entre la parte interior de las masas cósmicas, compuesta de moléculas triatómicas y la exterior, de moléculas biatómi- cas, existe una zona en la cual estas dos clases de moléculas se encuentran en una mezcla, de manera que en la parte in- ferior predomina la masa triatómica y en la superior la biató- mica. Observo aquí, que hago una diferencia fundamental entre mezcla mecánica y mezcla química. La primera es una mezcla, en la cual no obra fuerza alguna entre las partículas de los distintos componentes entre sí, que podría llamarse union, óá Jo menos relacion de los componentes, mientras tanto que esto sucede entre las partículas de los componentes deuna mezcla química, entre las cuales incluyo tambien, por ejemplo, nuestro aire, lasllamadas soluciones en general, las aleaciones, etc., etc. Aquella zona de mezcla, que separa el interiordelexterior|— comoloes en nuestro planeta, porejem- plo, la costra sólida, la tierra que habitamos, que encierra al interior positivo y que es rodeado de la atmósfera negativa E toma, conforme con lo dicho, cada vez más la forma de un ant- llo ecuatorial, plano, al cual afluye la materia lateral cuyas partículas tienen menor movimiento horizontal. El continuo roce de las moléculas expresamente en aquella region del mee yor amontonamiento, la presion de todos sentidos, que aqui obra, y además la particularidad de ser la zona de la mezcla de las dos clases de moléculas, activa en esta parte la energit» la materia se calienta y se produce la relacion de las molécu- las entre sí, debido á la energía, obteniéndose así la mezcla química en distintas composiciones, pues la inferior se pro” duce sobre la base de las moléculas triatómicas, electrones” tivas, la superior sobre la base de las 'biatómicas, electropó” sitivas, mientras la capa interior del anillo se constituye SiN predominancia de ninguna de las clases de moléculas. Este anillo ecuatorial, de una altura muy considerable, Y de un espesor que se disminuye más y más, está ahora for- mado de muy distintas agrupaciones químicas de las dos moléculas, como ya hemos visto, y, como la formacion de la 33 — mezcla química, una especie inferior de la combinacion quí- mica, produce por la union de las moléculas una contracción material, observamos la division efectiva del anillo total en una cantidad de anillos concéntricos, exactamente como el telescopio lo demuestra en el anillo de Saturno. Mientras tanto se concentra la masa cósmica en evolucion más y más, y llega el momento, en el cual estos anillos ya no están más en contacto material con la demás masa, en- tonces quedan girando alrededor de la masa con la velocidad, que esta tenía en el último momento de su coherencia con aquélla. La masa aumenta siempre en velocidad y por esto es mayor la velocidad angular del segundo anillo ; éste ad- quiere mayor velocidad de la que conserva el anterior y de la misma manera siguen los otros, hasta que todo el grupo de estos anillos concéntricos se mueve alrededor de una masa de un disco, ó tal vez de una esfera céntrica, sin estar en contac- to alguno con ella y que ésta tiene una velocidad mayor, que el anillo inferior, éste que el siguiente, etc., hasta el exte- rior con la menor velocidad, exactamente como lo observa- mos en todos sus detalles en Saturno. Cada anillo separado de la masa contiene partículas iguales, de un movimiento uniforme horizontal y de igual velocidad angular, correspondientes ála anterior velocidad rotatoria de la masa total; el movimiento lineal de la masa misma queda per- sistente, pero no sucede lo mismo con el anillo separado, en el cual aquél se disminuye, puesto que la titulada « inercia » no existe, como hemos probado. Los otros anillos siguen de la misma manera como el primero y obtenemos un plano de anillos en rotacion inclinado hacia el plano de rotacion de la asa misma. El principio de un atraso en la rotacion, acom- pañado de la atraccion por la masa separada y SU mayor vée- locidad produce la rotura de Jos anillos, catástrofe deuna vehemencia y actividad energética extraordinaria. E e TO ELEMENTOS QUÍMICOS Peso atómico El efecto de estas primeras catástrofes lo reconocemos en la formacion de elementos químicos, cuyos átomos son el producto de la union indestructible de moléculas bi- y triató- micas de la materia prima. Segun la velocidad angular de cada anillo se efectúa esta formacion de la materia, y de este hecho viene, que el conjunto de masa de cada átomo es dotado de un peso atómico, que representa en absoluto la veloci- dad delanillo de formacion, en su relación á la velocidad de los otros anillos. Obtenemos esta concordancia de la ma- nera más sencilla, y correcta posible: damos el valor Uno á la velocidad angular del primer anillo, que se separa, y €! consecuencia damos el mismo valor Uno al peso atómico del elemento de su formacion, que es el Hidrógeno, H. La se paracion de los anillos se observa solo, cuando la masa bs rotacion ha obtenido en este lugar la velocidad de 3.3 kiló- metros por segundo, comolo prueba el cálculo, que fácilmen- te podemos hacer por los datos que nos ofrecen los pesos ato- micos de los elementos, su volúmen atómico y SU carácter eléctrico, y además las velocidades y órbitas de las masas de materia, que en el período subsiguiente al de la formacion de elementos reconoceremos en la formacion de planetas; entónces volvemos á averiguar aquella velocidad lineal 0 de traslación horizontal de 3,3 kilómetros por segundo. La constancia de esta cifra para la formacion de ca mento nos permite ver en la velocidad lineal la causa de la separacion del anillo y de la formacion de los elementos químicos; mientras que la velocidad angular del momento de la separacion está representada por el peso atómico. Tratándose — y lo hemos probado ya por nuestro cas0 — da ele- — 339 — de un disco en rotacion, que al mismo tiempo se concentra, entonces la parte exterior nos ofrece el fenómeno, que las partículas de materia — ó de materia prima en nuestro caso — que la forman, no solamente tienen la mayor velocidad lineal, por corresponder al radio mayor, sinó que ésta queda siem- pre igual para todos los anillos por la razon, que aquel aumento de la velocidad angular es el resultado de la concen- tracion de las masas. La concentracion de la masa cósmica consiste en la caida de sus partículas hácia el centro de la misma con la acelera- cion ya reconocida por el ejemplo de la bala; caida y acele- racion son el efecto de la gravedad y la concentracion es el único trabajo efectuado. No produviéndose una separacion material, se debe conservar luego la totalidad de la energía, observamos pues la constancia de la « Fuerza viva » ó de la Es mas ? «Potencia viva»: . siendo m la masa yv la velocidad O e : A adquirida, 5 Ha velocidad media. La constancia ó la conserva- cion de la fuerza viva es la base de lo que entendemos bajo la designacion « Dinámica » y «Mecánica racional ». La fuerza viva de cada punto material, de cada molécula 2) EA O E mov bi ó triatómica es, como hemos visto, =$ En una masa en rotacion tenemos que tomar en consideracion, que la ve- locidad se disminuye en relacion al rádio y llegamos pues al resultado, que la fuerza viva de una masa en rotacion, L, es igual á la suma de las fuerzas vivas de los puntos materiales, 9 mov” que la componen; L=—X m7) Conforme con esta «Fuer- za centrípeta», y designando con ou la velocidad angular O sea el ángulo, descrito en cada segundo por el rádio, enton- ces la velocidad de un punto, cuya distancia del eje es p, €s: U=+¿w, y obtenemos para la fuerza viva de la masa en ro- tacion: mew? wm =Y%|(——=)]=->2 a" ( 3 ) y + (mp”) Y (mg), la suma de los productos de todas moléculas de la masa por los cuadrados de sus distancias al eje, es el « Mo- mento de inercia» de la masa en relacion al eje, T; luego tenemos 301 To” > (mg*) = E 5 L — 3 Es un anillo, en el cual todas las partículas distan igualmen- te del eje, el radio y resulta un factor comun : T= p"2m La suma de las masas de todas las moléculas, que forman la masa es igual á la masa misma, ¡., es decir O El momento de inercia, en nuestro caso po”, €s, segun se definicion, para cada cuerpo una cantidad determinada é 1n- variable, luego corresponde á cada valor y., ó sea de la mase reducida al rádio de rotacion p, un determinado valor de. Como la velocidad de un punto es igual á la velocidad angu- lar de la masa por el radio del punto, y como la masa total queda constante, y sólo se concentra, tambien el valor de u es un valor determinado por cada valor de ¿ y el dev por“ da concentracion. Si luego dividimos el radio primitivo 7 el dos partes iguales, y igual á 5 y vw, por consiguiente á 2%, la velocidad angular de la masa se ha doblado, al reducirse 4 la mitad del radio. : Un círenlo, reducido á la mitad de su radio, tiene redee su circunferencia tambien á la mitad, pues ella siempre es € producto de la constante = por el diámetro, ó Sea el doble rá- — 331 — dio. De esto resulta probado que al reducirse á la mitad el radio del disco, el anillo más extremo ha conservado la mis- ma velocidad para todas sus moléculas, pues la velocidad an- gular se ha duplicado, mientras la circunferencia, ó el camino delas moléculas, se ha reducido á la mitad. He aquí la expli- cacion del fenómeno, de que la velocidad de la masa en el momento de la formacion de cada elemento siempre tenga el valor invariable de 3,3 kilómetros por segundo. De paso sea dicho aquí, que en Química se ubserva como regla general, que para la destruccion de una union por sí, se necesitan circunstancias análogas á la de su formacion y tendríamos en esta velocidad molecular de 3,3 kilómetros por ya una explicacion sencilla y fehaciente para el hecho de la constancia del átomo, de su indestructibilidad por los medios á nuestro alcance. Durante la concentracion se produce luego la separacion de un anillo, ó sea de materia prima que está en condiciones de formar un elemento siempre cuando la velocidad de la nueva superficie ha llegado á 3,3 kilómetros por segundo, así resul- ta con el tiempo una cantidad de anillos concéntricos con velocidad de sus partículas 3,3 kilómetros por segundo, pero con una velocidad angular ó de rotacion siempre creciente, como lo prueban tambien los anillos de Saturno. Como cada anillo nuevo se aproxima más al centro, Su elemento se forma de más moléculas triatómicas, negativas, es decir el anillo superior dará razon á la formacion del ele- mento más electropositivo, el interior del más electronega- tivo, y esto se repetirá en cada formacion de elementos, 0 destruccion del sistema de anillos formados. Además existe en este sistema de anillos una presion; los anillos Superiores obran sobre los inferiores y los inferiores vice- versa, los unos quieren concentrarse, los otros extenderse, y el resultado de esta presion es, que el elemento producido por el anillo exterior es dotado de un volúmen atómico muy grande, el del segundo de un volúmen menor, disminu- T. XV 23 — 338 — yéndose hasta el del anillo mediano del sistema, aumentando de nuevo hasta llegar al último ó más inferior anillo; pero el aumento sigue en menor escala que se ha producido la dismi- nucion, debido á la presion exterior permanente. Los átomos de los elementos de cada formacion son defini- dos por tres propiedades bien averiguadas, como hemos visto, es decir: 1% el peso atómico, limitado á la velocidad máxima angular, que la masa solar ha adquirido duranle la separacion de sus anillos, y creciente en la formacion; 2 el carácter eléctrico de los elementos nos da como elemento de menor peso atómico el más electropositivo de la formación y de más peso atómico al más electronegativo, etc.; 3* € volúmen atómico es mayor en el primer elemento, el ele- mento de menos peso atómico, se disminuye hasta llegar al mínimo del elemento del medio, aumentando luego hasta el segundo — pero menor — máximum del elemento último más electro-negativo. Debemos tratar ahora de la causa de las formaciones ulteriores de los elementos, despues de la pri- mera separacion. Pero antes de entrar en este estudio €s menester, entrar en una averiguacion prolija de lo que ha pasado con las otras masas cósmicas. EL CREADOR El «equilibrio cósmico » Hemos principiado á describir la evolucion de la muleea en el momento, en el cual se ha formado la « materia primo- génita», que hemos llamado para nuestros trabajos la des dadera materia primordial ». Sin embargo, tenemos que a poner la preexistencia de un «algo», que luego on nó la formacion de la materia primogénita, y además e que suponer tambien un otro «algo», una Causa, cuyo € E ; es exactamente esta formacion. Un estudio, basado sobre lO resultados de investigaciones en ciencias naturales no puede ultrapasar este límite, porque faltan todos los factores, que precisamos para poder hacer una comparacion: no exis- tía ni « la materia con fuerzas inmanentes », ni el «tiempo», pues esta materia nace recien en aquella formacion de la materia primogénita, y el acto de nacer es el principio del tiempo, expresion para los intervalos efectivos entre los di- versos estados de las evoluciones de la materia primogénita. Solo especulaciones filosóficas podrán ocuparse de lo que preexistía á la materia y al tiempo, y juzgadas con criterio químico estas especulaciones no tienen valor alguno, pues son solo distintas palabras para el mismo hecho, palabras que en su última definicion se asemejan como una gota de agua á otra: el origen del todo! Nuestro criterio conside- ra, y con razon, al hombre como el ser más perfecto existen- te; inútil de discutirlo, pues somos los únicos, que pueden darse cuenta de lo que pasa y aprovechar lo que se observa en el mundo material. Así sabemos, que somos individual- mente mortales, como todo lo que existe en fauna y flora, y sometidos á cambios materiales como hasta la materia inorgá- nica, somos productos del tiempo. Es por consiguiente, un raciocinio bien fundado, si nosotros suponemos, como principio deltodo, un ser absolutamente omnipotente, la suma de todo lo que nosotros llamamos perfecto: un creador. Sin embargo, tenemos que preguntarnos en seguida, ¿ Y de dónde y cómo viene el creador? ¿Cuál es su origen? ¿Por qué mo- tivo ha precedido á la creacion? ¿Qué somos nosotros con relacion á él? Una contestacion á estas preguntas es imposi- ble, pues son mal formuladas; no deben, ni pueden hacerse á nosotros, porque nuestra mente no alcanza ni á entenderlas ! Se relacionan con un « algo», que llamamos «ser», porque la palabra « ser» es la expresion para el conjunto de una in- dividualidad, la palabra más alta y noble, que nuestro idio- ma posee para lo más perfecto á nuestro alcance. Pero es un “ser », que existía antes del tiempo, antes de nuestra mate- — 340 — ria primordial, y he aquí dónde y por qué nos falta la compa- racion ; no nos es dado, concebir lo que no tiene tiempo, que es eterno, sin principio, sin fin, y que no tiene su base en la « materia con las fuerzas inmanentes»! Si luego queremos dar la eternidad á la materia misma, chocamos primeramente con todo lo que nos es incomprensible al suponer un crea- dor, además podemos entender un desperfecto: falta otro «ser», tambien eterno, ú otra materia eterna que se una Con aquella, para dar principio al tiempo y á la evolucion de la materia, que no puede ser eterno, por precisar tiempo. En este caso de las dos materias eternas nos falta además otra vez el «ser», que les une! Y siempre nos queda aquella pre- gunta : ¿ De dónde? Es pues simplemente un juego de pala- bras, el que encontramos, y siempre tenemos que reconocer, que la perfeccion humana no alcanza para tales averiguacio- nes, están en terreno desconocido é incomprensible para n0S- otros. El hombre sério lo reconoce y la acumulacion de expe- riencia, la más alta perfeccion de nuestra entidad, de nuestra mente sólo nos puede y debe enseñar, que aquel « ser» debe ser libre de cualquier imperfeccion, y esto solo basta, para po" der estudiar con éxito la evolucion de la materia primordial, desde el principio del tiempo hasta nuestros dias! Cada pro- ducto de la naturaleza debe tener su raíz, su base ya el aquella formacion de esta materia primogénita, pues si no es así, si en cualquier momento se necesitara una « correccion», un «cambio», una «intervencion» por parte del EipiO” E entónces nosotros atribuiríamos á él una imperfección. debía saber de antemano el mal rumbo, que hubo que . gir, el momento grave, donde debía intervenir y pol consi- guiente debía evitarlo; al no aceptarlo así, degradamos al e incomprensible, al creador, á un ser humano, á una criatura: Tenemos, pues, plena razon en ser materialistas en nuestros estudios y averiguaciones ulteriores, como hombres, que ne guiamos por las manifestaciones de la naturaleza, pot lo Unt co positivo, que para nuestro alcance existe en este mundo, re- — 341 — pues nuestra única suposición es, que la materia ha sido creada de una manera tan perfecta, que cualquier evolucion ya está dada fatalmente en su propia formacion. Entendemos pues bajo « Prae-Materia» lo que preexistía á la materia pri- mordiai y como causa del orígen de esta última, la « Energía » como suma y causa de toda fuerza, que obliga á la «Prae- Materia» á evolucionar, y nos ocupamos sólo de reconocer esta evolucion. Parece que nos hemos puesto un límite, pero no es cierto, este límite nos pone nuestra imperfeccion, á pesar de que somos seres, y lv más perfecto del mundo. El primer momento, el principio del tiempo, la generacion de nuestros átomos primogénitos, es pues el verdadero prin- cipio de cualquier filosofía natural, y nos resuelva ya desde luego un otro problema : el espacio. El espacio es el lugar, que ocupan aquellis partículas, y por consiguiente el espa- cio es limitado; lo que no es espacio, debe ser á nuestro al- cance el vacío, caracterizado por el hecho, que en él se en- cuentran aquellos átomos y moléculas con energía inmanente, cuya evolucion es el objeto de nuestro estudio. Ya hemos se- guido en su evolucion y transformacion en masa cósmica, y luego en elementos químicos á una parte de ellos. Como esta evolucion es forzosa, y dada por la materia primordial, es evi- dente, que no solo nuestra masa solar en particular, sinó tambien todas las otras partes restantes de la materia han evolucionado de idéntica manera. Tenemos entonces una can- tidad limitada de « masas cósmicas limitadas », y nuestra de- finicion de espacio se cambia por consiguiente: ahora tene- mos que definirle como el lugar, en el cual se encuentran las masas cósmicas. Estas masas han recolectado en el ver— dadero sentido de la palabra, cuanta materia prima existía en el espacio ; entre ellas reina el vacío absoluto! Y estas masas se han formado por la propiedad de la materia, de unirse, por la gravedad, y sin embargo aquellas masas no se unen entre Sí. Y así debe ser, pues hemos reconocido ya en nuestra masa Solar un arreglo interno de la materia: la formacion de un — 342 — exterior, de una atmósfera electro-positiva, compuesta de moléculas biatómicas ; y lo mismo, que ha sucedido con nuestra masa, debe haberse producido tambien en todas las otras, pues es basado en la materia misma. Luego nuestras masas cósmicas en su totalidad tienen atmósferas electropo- sitivas y debido á este hecho, las masas no pueden unirse entre sí, pues la repulsion, debida á sus atmósferas electro- iguales lo impide, ejemplo que la observacion nos ofrece á menudo, en la aproximacion de los cometas al sol, á pesar de la cual no se efectúa su union material con éste. La evolucion, estudiada en nuestra masa cósmica, nos ha conducido á la nocion « Tiempo », en el cual ésta se encon- traba en movimiento lineal, con rotacion, y á la transforma- cion de una parte de la materia primordial, que formaba pri- meramente un anillo y luego un sistema de anillos concéntri- cos, en elementos químicos ; lo mismo han efectuado — pues así lo exige la « materia» —las otras masas; todas tienen igual atmósfera y han producido de la misma manera elemen- tos químicos. Entre las masas, la gravitacion y la tension pro- ducen el equilibrio, ÁTOMOS de «elementos químicos » Nuestra masa cósmica en evolucion puede considerarse € el momento, en el cual la hemos dejado, como una masá terna, coherente en forma de un disco en rotacion y con move miento de traslacion, formada por materia prima, que tiene una velocidad lineal menos de 3 kilómetros por segundo, —envuez ta en un sistema de anillos de materia prima con una velocidad de 3,3kilómetros por segundo, y por lo demás participando de la rotacion de la masa interna y de su traslacion, con la par tl- cularidad de que el movimiento rotario, el ángulo céntrico e crece del anillo exterior al interior y al disco concéntrico. — 343 — Esta evolucion continua y normal sigue, hasta que se pro- duce entre el sistema anular y el disco un desequilibrio, de- bido á la concentracion del último y al aumento rápido de su rotacion. Una vez producido este desequilibriv —lo que suce- de en término medio, cuando el radio de la masa total se ha disminuido á la mitad — cesa la coherencia interna de rota- cion de cada anillo, cuyas ¡partículas ó agrupaciones de Ma- teria Prima bi y trimolecular son completamente iguales entre sí, porque las unas están distribuidas, con igual distan- cia entre sí, en las otras, formando una mezcla química, aná- loga á la que reconocemos entre el oxígeno y nitrógeno, al formar al aire. Al cesar la coherencia, aquellas agrupaciones se aislan como partículas que contienen en un volumen uni- forme igual cantidad de masa, en relacion fija entre sus par- tículas primitivas, las moléculas bi ó triatómicas, uniéndose definitivamente por los factores especiales y fenómenos vio- lentísimos, que acompañan la cesacion de la coherencia, del arreglo interno de cada anillo, dando á estos momentos el carácter de catást La composicion material de cada anillo es distinta de las de ¡os otros, en relacion al lugar de su orígen sobre el radio, conforme con el arreglo interno de la Materia Prima en el disco primitivo ; al extremo exterior electropositivo corres- ponde un interior negativo. Al romperse el anillo por la ce- sacion de su coherencia material, cada uno de sus compo- nentes, que ahora son átomos de elementos químicos, está en igual movimiento angular que, debido á la gravedad, se transforma en un movimiento vertical, de caida hácia la masa del disco interior, como lo reconocemos hoy todavía, dán- dole el nombre de peso y especialmente, para los elementos químicos, de peso atómico, : Al caer las masas de materia, — como debemos llamar los atomos y moléculas de los elementos formados, al disco de Materia Prima, masas de moléculas bi y triatómicas de Mate- ria Prima, — estas ocupan, — debido á su mayor peso, — el — 344 — interior y obligan la Materia Prima á levantarse formando una atmósfera alrededor de la materia ya formada, y en esta atmósfera vuelve á producirse el arreglo interno de la ma- teria prima, como anteriormente, é igualmente la separacion de anillos, al llegar en la superficie á la velocidad lineal de 3,3 kilómetros por segundo, y obtendremos un segundo sis- tema de anillos. Así sigue la evolucion con los intervalos de las catástrofes y su formacion de elementos, que caen á la masa interior, hasta que toda la Materia Prima se ha trans- formado en materia. Los elementos de cada sistema de anillos, correspondien- tes á cada catástrofe, tienen un peso atómico mayor, que los anteriormente formados, y conforme con el aumento de la ve- locidad angular, cada elemento siguiente'mayor, que el del anillo anterior; adonida y: como el carácter pont y activo de laatmósfera va ela masa Con- serva su existencia propia, — - tambien el carácter total de los nuevos elementos es más positivo y menos negativo, como el de los anteriores. Debido al arreglo análogo de la materia prima en cada formacion, vuelva á repetirse, que el elemento del anillo exterior resulta con el máximum de volúmen y de un carácter esencialmente electropositivo; luego el volúmen disminuye y tambien el carácter positivo y, al haber pasado por el mínimum, vuelva á tender á un segundo máximum (menor que el primero) de volúmen y un carácter negativo. Debido á la mayor concentracion el volúmen atómico en su generalidad, tambien progresa con cada formacion. PLANETAS ¿smica Así hemos obtenido la evolucion de nuestra masa COSIM ia. de una masa de Materia Prima en la de una masa de mt de El aumento del peso atómico de las partículas y la gran bd bl cidad angular de la masa producen un núcleo interior mul — 34% — más compacto, en el cual las partículas son obligadas de arre- glarsetambien lateralmente, debido á la densidad grande ob- tenida, mientras que antes podían gravitar hácia un círculo de mayor velocidad : en vez del disco en rotacion llegamos á una esfera en rotacion. Con esto se cambian todas las relaciones de las velocidades para Ja evolucion posterior; á la concentracion á la mitad del radio ya no corresponde más el aumento de la velocidad an- gular al doble, sinó, como se trata ahora de la concentracion de una esfera, llegamos más ó menos á la triple velocidad, pues ésta se aumenta para un disco á razon de la raíz de 4, del cuadrado de 2, para la esfera de la raíz de 8, del cubo de 2, en nuestro caso. En la masa cósmica de materia, en forma de una esfera, en rotacion y traslacion, formada por los gases de los elementos, el más liviano, el hidrógeno, de- bía levantarse hacia la superficie de la esfera, formaba su atmósfera, su atmósfera electropositiva, y así la masa siempre quedaba munida de su arma para rechazar á las otras masas cósmicas con idéntica evolucion y por consiguiente con idén- tica atmósfera electropositiva de hidrógeno. En la esfera, el ecuador es el círculo de mayor movimiento lineal, de un mo- Vimiento que obra en' contra de la caida de sus partículas hácia el centro de gravedad, y como la esfera al concentrarse, 1umenta su velocidad angular en relacion á la raíz cuadrada del cubo y no del cuadrado (— como en el disco —) de la cifra, que resulta por la disminucion del radio, tambien la velocidad lineal de las partículas, que forman el ecuador su- perior, no quedan más, como antes, con la velocidad lineal uniforme de 3,3 kilómetros por segundo, sinó llegan al producto de uno y medio por la cantidad anterior, por cada disminucion del radio á la mitad, crece de 3,3 kilómetros por segundo á 4,7, luego á 6,6, á 9,3, á 13,2, etc., etc. Así resulta que la esfera en su concentracion forma un anillo material en el ecuador y, porel aumento correspondiente de su velocidad de rotacion, Jlegamos á un momento de dese- — 346 — quilibrio, al producirse una fuerza centrífuga en él, en vez de la centrípeta. Entonces el anillo se separa de la esfera cen- tral, conservando la velocidad del momento de su separacion, mientras la esfera sigue girando con velocidad siempre cre- ciente, dando lugar á la formacion de un nuevo anillo. El anillo separado queda atrás de la masa central en el movimiento de traslacion, porque hemos visto, que la iner- cia sólo puede sostenerse en relacion al tiempo; el trabajo, efectuado por la traslacion, en cada segundo disminuye el valor de la fuerza iniciadora ó antes existente, para efectuar el movimiento en el segundo siguiente, etc. Luego el anillo se rompe, la masa se contrae, se une en un volúmen concen- trado, que generalmente formará una nueva esfera. La exis- tencia efectiva de la masa cósmica en evolucion, con su atmós- fera electropositiva de hidrógeno, obliga á la masa separada á un arreglo interno, atrayendo todas las partículas, (— ele- mentos y combinaciones, —) electronegativas, hácia sí repe- liendo las positivas, hasta que debida á la gravitacion y la atraccion eléctrica la masa del anillo se transforma en una Masa, que puede y debe seguir á la masa principal en su tra- yecto cósmico, se formará el primer planeta. Una parte de la materia positiva se separa de ella, recha- zada por la atmósfera positiva de la esfera céntrica, formará los cometas, como veremos. : La masa planetaria llega á formar un punto de tension en su parte clectronegativa, opuesta á la esfera céntrica COM atmósfera positiva, en la cual se forma el otro punto > tension, en relacion con el planetario. Como la esfera co. no sólo está en movimiento de traslacion sinó tambien €l rotacion, su punto material de tension, es decir el de la masa cósmica en evolucion, se mueve, por ejemplo, hacia el e entonces el de la masa planetaria le sigue tambien al Este, obligando así á otras partículas á ponerse frente de nuesti” masa central, que atrae lo negativo, rechaza lo positivo, : forzosamente se forma así de la masa planetaria separa y ia: BN una otra esfera con atmósfera electronegativa y un interior electropositivo, en rotacion del OestealEste y en una revolu- cion, atrás de la masa cósmica en evolucion, formando su órbita una hélice: el primer planeta existe. En la mitad del radio de la esfera está la zona del contacto entre la atmós- fera negativa y el interior positivo: aquí se forma la costra sólida y neutra del planeta, separando así definitivamente los gases positivos interiores de la atmósfera negativa exte- rior, La otra masa, separada de la planetaria, nos forma, como hemos dicho, los cometas, un capítulo de mayor interés para nuestro estudio y que luego trataremos especialmente. Mientras tanto, la masa cósmica misma ha seguido su evolu- cion y formado tantos planetas, como serán necesarios, para sostener por su parte la atmósfera electropositiva permanen— te activa é indispensable de la cabeza del sistema, del sol. El sol mismo es luego transformado en un cuerpo cósmico concentrado, en rotacion, con movimiento propio de trans- lacion — ¡debido á los otros soles! — y con una atmósfera electropositiva, separada por una costra sólida de los gases electro-negativos del interior, y en este hecho tenemos que reconocer la causa de la separacion de los planetas: El so NOS precisa para asegurar su propia existencia. LOS « PORMENORES » de la formacion de nuestro sistema solar (Con un mapa) El peso atómico de los elementos y los planetas en sus movi- mientos nos dan entónces todo lo necesario, para reconstruir la evulucion de todo el sistema cósmico, como lo veremos en nuestro sistema solar, Estudiando las distancias y los "ovimientos propios de los astros en relacion á nuestro sistema solar, tal cual resultan por la determinacion de su paralaje heliocéntrico, observamos, que las veinte estrellas — 348 — más próximas al sol tienen en término medio una paralaje de 03 y solo a' — y a” — Centauri (0772); Lalande 21, 185 (0"48); 61'—y 61* —Cygni (0744); a'"—y o —Canis Majo- ris (Sirius) (037); Argelander-Oeltzen 18,609 (0"35) y Groombridge 34 (031) superan á los 0”3. Por esta razon tenemos que aceptar, que una distancia actual de 03 de paralaje, pertenece probablemente á aquellos soles, que se formaban en la proximidad del nuestro, y daremos pues al espacio, llenado primitivamente por la materia de nuestro sistema solar, un radio esférico de unos 50 millones de Me- gakilómetros (1 Mkm.= 1.000.000 km). A este radio corres- ponde un espacio ó volúmen de unos 523.600 trillones Mkn'. Recien cuando esta masa se ha condensado, y reducido á un volúmen de menos de unos 123 trillones Mkm'. ó sea á la 4277 ava parte, principia la formacion del primer anillo, cuyo límite exterior dista unos 3 millones Mkm. del centro, ó sea del eje de rotacion. La condensacion ha sido indudable- mente aún mucho más considerable, pues hemos visto que la masa, que desde un principio estaba en rotacion, como yá hemos probado, se aplasta continuamente hasta formar un disco en rotacion en vez de una esfera. Al disco, formado por el conjunto de la materia, pertent- ciente á nuestro sistema solar, tenemos que describir en aquel momento, como una aglomeracion de Materia Prima, de una mezcla de moléculas biatómicas electropositivas, que formaban su parte exterior, y de moléculas triatómicas, que afluyeron de Jos lados al círculo de mayor velocidad horizol: tal. La velocidad lineal llegaba en la parte extrema del ce límite exterior del anillo electropositivo en formacion á 3,3 kilómetros por segundo (s= 3,3 km.), y la velocidad a era de 0”01903 por dia (Motus quotidianus: .=0"0 3 3), s de dias efectuándose una rotacion en unos 68 millone (=68105378 d.). La masa superficial del disco que se 0% contraba en rápida concentracion, es la que forma al anillo. un fenómeno que llamamos producido por la “ fuerza — 349 — centrífuga», hasta que el disco mismo se había reducido áunos 1540096 Mkm., es decir á la mitad, á la cual corres- pondía ahora una velocidad angular: v=2><0”09103; rota- cion = 34052689 d; velocidad lineal por segundo: s =3,3 kilómetros. Ya llegó la concentracion á la zona de las mo- léculas triatómicas electronegativas, las cuales formaban un anillo electronegativo, que seconcentró con la masa hasta 0=4>0”01903; rot.—17026345 d, 7770048 Mkm; s=3,3 kilómetros. La disposicion gráfica de este primer período representa en la figura: «Radii Disci materiae primae Solisin singulis momentis formationum Elementorum Chimiae », el princi- pio de la formacion del primer anillo á 3080192 Mkm. y el fin del segundo á 770048 Mkm., el radio se ha reducido á un cuarto, donde el Il indica el principio de un nuevo, segundo periodo. Las mismas cifras correspondientes y los demás por- menores están registrados en la parte: Formationes Ele- mentorum, donde se separa de la « Prae-Materia » la « Mate- ria Prima », y donde el primer período se divide en IA y IB, pues la poca densidad de la materia prima en esta época re- tardó la catástrofe de la destruccion de los anillos tanto, que la concentracion del disco llegó hasta un cuarto del radio anterior, en vez de la mitad, como sucede en las formaciones siguientes, El sistema de anillos del primer período es cons- tituido por dos: uno de una rotacion v= 1><0”01903 y otro 0=3,97<0”01903. El primer anillo es formado por molé- culas biatómicas electropositivas como base y entremezcla- das con éstas se encuentran moléculas triatómicas negativas, que, por la igual distancia entre sí y la igual relacion á las biatómicas, en todas partes deben considerarse como disueltas 0% aquéllas; el segundo por el contrario es de moléculas tria- tómicas electronegativas, como base, en las cuales están di- sueltas las biatómicas ; el primero corresponde á la « Pars exterior electropositiva», el segundo á la «Pars interior electronegativa %, — 390 — Faltando un continuo aflujo de nueva materia hacia el anillo, (— porque la masa ya se ha concentrado á un disco de 770048 Mkm. radio —) ó cualquier otra «fuerza», que empuje, no puede continuar la rotacion uniforme y en los anillos se forman partículas ó átomos de materia por la union de las moléculas bi y triatómicasen igual relacion y cantidad, es decir átomos de igual composicion en y para cada anillo, que son atraidas por la masa cósmica en concentracion, á la cual recaen con la velocidad del anillo, que les es propia: los del 1'%anillo con la de 1, los del 2” anillo con la de 3,97; ha sido transformada la velocidad angular comun en velocidad vertical ó peso de cada parte, de cada átomo! Del 1%” anillo resulta el elemento electropositivo « Hidró- veno», H=1.00, del 20 el elemento electronegativo « Oxi- geno », U= 3,97 peso atómico, y reconocemosahoraen laotra parte de la disposicion gráfica la posicion verdadera de los anillos, cuya velocidad angular se nos presenta en el cua- dro sistemático de los elementos químicos como «peso ató- mico » de éstos. Es verdad, que yo doy al oxígeno sólo el peso atómico de 3,97, en vez de 15,88, como lo encontramos en general; y podrá parecer, en el primer momento, que y0 hubiese segul- do «célebres » ejemplos y «arreglado» cifras, para obtener una posibilidad, de colocar elementos «incómodos » €N Lol sistema, proceder bastante comun y caracterizado en el idio- ma cortés, como « corriger la fortune ». Pero no es así; conforme con toda la literatura oficial, he podido darle 15,88 y colocarlo en la formación TIT, entre 15,0 y 17,0, donde expresamente me falta un elemento, que iniciaría — como en los otros autores — una série químicr: oxígeno, azufre, selenio, telurio. Pero las pruebas de la verdad de mi sistema son tan concluyentes, que el carácle! total de la evolucion de la materia me obliga á renunciar á este lugar para el oxígeno, y preferir entrar en una lucha teorética, que de otra manera no tendría razon de ser. Yo mismo hago por esto enormemente más difícil mi posi- cion, pero sería faltar á la honradez científica, el rehusar un combate, ocultando una verdad: el oxígeno como elemento no tiene analogía con el azufre; se cree encontrarla solo en el hecho supuesto de la bivalencia de los dos, que tambien es dudosa. Por lo demás tenemos que ver en el oxígeno uno de los primeros elementos; es el más electronegativo, pertene- ce luego como primer elemento al extremo de los negati- vOS, pues estos bajan en su carácter negativo con elaumento del peso atómico. Luego su carácter de gas permanente, en circunstancias normales, es una razon poderosa para aceptar- lo como elemento de la primera formacion. Los elementos que podrán titularse en cierto sentido por lo general gases permanentes, son hidrógeno y helio; oxíge- 10, nitrógeno, neon, argon, krypton, xenon y además el fluo- ro. El helio es un gas electropositivo, no hay duda de esto, á lo menos el helio de la atmósfera solar, pues seria el único elemento no positivo de ésta; y debe ser más positivo que el hidrógeno y por consiguiente debe tener un volúmen re- lativamente muy grande, y su punto de liquefaccion se su- poneá5*? absolutos, mientras el hidrógeno (á la presion ordi- naria) tiene como punto de fusion 14*1 absolutos (—259*9) (y de evaporacion 2195 abs.). El oxígeno tiene (siempre segun los datos más modernos y fehacientes) un punto de fusion de 46? absolutos (y de eva- poracion de 90? abs.); el nitrógeno de 757 absolutos (y 81” abs.); el neon (?); elargon de 851 absolutos (y 869 abs.): el Krypton de 104 absolutos (y 121933 abs.) y el xenon de 133” absolutos (y 16399 abs.); el fluoro es líquido á los 87? absolutos, Como todo líquido se evapora, sólo el punto de fusion es de capital importancia y tomando el oxígeno como elemento más electronegativo de la primera formacion con 3,97 p.at., al nitrógeno, de la segunda con 6,965, neon A tercera con 19,9, argon de la cuarta con 39,6, krypton de la quinta con 81 ,2 y xenon de la sexta con 127,0, entón- ces llegamos á una familia química de perfecta armonía, que contiene todos los elementos, que componen nuestro aire, «la familia de los aerógenos », en plena conformidad con su orígen en la « pars interior electronegativa ». Además, hay otra razon forzosa para aceptar 3,97 como peso atómico del oxígeno, pues con 15,88 tiene un volumen atómico de 11,1, mientras el volumen atómico del nitrógeno con 13,93 sería de 13,6, loque establecería una excepcion única en mi sistema, donde con una regularidad absoluta se au- menta el volumen de período á período, y donde en el perío- do mismo se encuentra el máximum principal siempre para el elemento más electropositivo, es decir, de menos peso atómico, el maximum segundo, pero menor que el primero, para el elemento más electronegativo, por consiguiente de mayor peso, observándose un solo mínimun en el medio aritmético de la formacion. Dar al peso atómico del oxígeno 3,97, en vez de 15,88, no altera nada, es un cuarto del peso aceptado; el oxígeno de hoy sería simplemente uni molécula de cuatro átomos, que en regla general no se separan. Por estas y más razones he cambiado en sus pesos atom cos respectivos : j- l. Oxígeno. = -——— —= 3.97. 2. Carbono = —=—— = 5.955. 3. Nitrógeno = —— = 6.965. 4. Silici === == 14.1. 4. Silicio 3 14.1 Para el carbono, y tambien para el silicio, han sido reclamá- das estas cifras ya porotros y porotras razones. Yo cita sencillamente al oxígeno actual como 0), al nitrógeno Na. E carbono C,, al silicio Si,, pero observo que tambien part pa bono = 11,91 tenemos perfecto lugar, dando el silicio — 333 — = 28,2, entre aluminio y fósforo, en la cuarta formacion; y entre carbono = 11,91 y oxígeno = 15,88 cabe nitrógeno +::13,93. Es pues cualquier suposicion de un «arreglo » improce- dente. Lo mismo debe decirse para presentar el tantalio con 145,3= ¿>.181,6, el torio con 173,1 .=%<.230,8 y el uranio con 177,5 =3 236,7, pues son exclusivamente ra- zones químicas, que me hacen aceptar estos pesos. Por lo demás no hay variacion. Hemos visto, que el peso atómico del hidrógeno y del oxí- geno —como el peso atómico de todos los elementos quími- cos — resulta ser la transformacion de la velocidad, ó del movimiento angular horizontal de la masa coherente, en un movimiento vertical de las partículas, formadas por la misma masa. La velocidad angular de la masa solar en evolucion se conserva pues en el peso atómico, en el sentido de que, destruida la homogeneidad del anillo, sus partículas en mo- vimiento son atraidas con igual velocidad hacia el centro ma- terial, al cual cayeron. Ahora bien, el aumento de la velocidad angular de la masa del disco es debido á su concentracion, como hemos visto, y el momento de inercia, T, para un anillo es T = ¡¿”, es una constante; corresponde pues á cada valor de y. un cierto valor de ¿* en un solo sistema, y vice-versa. Al romperse el anillo, por haber sobrepasado su velocidad periferial su lí- mite, la fuerza viva de cada punto material enaquel momento o ES 37» s decir, el medio producto de la masa por el cua- drado de la velocidad, la cual en nuestro caso depende de la distancia del centro, por consiguiente existe una relación y una relacion inversa entre la velocidad y el radio para el orígen de cada átomo, y reconocemos entónces en el peso atómico directamente la fuerza viva, /, de la ma- teria prima originaria y de sus partículas en el momento de la catástrofe de la formacion :H = 1; 1 = pondus atomi- Y. XVI 24 — 304 — ? me* cus = velocitas = k, y como la fuerza viva es 7 tam- bien la masa de cada átomo del mismo elemento es la misma. Llamo la atencion especialmente sobre este hecho, pues la misma fuerza viva, que ahora reconocemos conservada en el peso atómico, luego, en la formación de los planetas, nos da la «3* ley de KepLer», que los cuadrados de los tiempos de revolución de los planetas se relacionan, como los cubos de sus distancias solares. En general, materia, energía, fuerza viva y peso atómico vienen á ser siempre sólo dis- tintas expresiones de la misma verdad. El primer período de la formación de elementos se ha con- cluído. La materia recien formada : el hidrógeno y el oxígeno, caen por su peso atómico en la masa cósmica en rotacion hacia el centro, y desalojan de aquí toda Materia Prima, que, €n gran movimiento, debido á la caida de aquella materia, se agrupa alrededor de la misma. Como la materia al caer al centro arrastra consigo á las moléculas bi y triatómieas de la Ma- teria Prima, ésta, que forma ahora una verdadera atmósfera del disco cósmico en rotacion, se arregla internamente, ene lo hizo anteriormente, en completa analogía al estado print: tivo, enel cual se producía la primera separacion de un a llo, sólo, que su carácter electropositivo se ha acentuado por la formacion del hidrógeno y oxígeno, pues debe 0 se siempre en consideracion, que todas las masas cósmicas en evolución tienen atmósferas electropositivas Y qU* po consiguiente las moléculas biatómicas electropositivas sun siempre rechazadas, y se retiran del exterior al interl0? a la formacion de los anillos, de manera que €n la pra formacion de elementos había más consumo de moléculas triatómicas que biatómicas. : 0048 Nuestro disco en rotacion tiene ahora un radio de de si Mkm, en la superficie una velocidad lineal de 3,3 tes por segundo, velocidad angular w=4 +< 9”01903 por Y» efectuándose una rotacion en 17026356 dias. Durante su concentracion á la mitad del radio = 385024 Mkm se forma un sistema de anillos compuesto de tres, el anillo exterior con cuádruple velocidad angular que el primer anillo, que nos ha dado el hidrógeno, y que nos dará el helio; el anillo mediano, del carbono, v = 5.955 y el interior, del nitró- geno, v = 6.965. Luego se produce la ruptura de los anillos, como anterior- mente, y resulta helio, p. át, = 4, más electropositivo que el hidrógeno, y de más volúmen; carbono, p. át. = 5.955, electroneutro, de poco volúmen, pues sutría la presion del primer y tercer anillo, sólido, de alto punto de fusion; nitrógeno, p.át. 6.965, electronegativo, pero menos que el oxígeno, de más volúmen que éste y gaseoso. Los elementos formados caen al centro del disco en rota- cion, se mezclan con la materia ya existente aquí —hidróge- no y oxígeno — y por lo demás han puesto la Materia Prima nuevamente en idénticas condiciones, como en el principio de la primera y segunda formacion de elementos, siguiendo en aumento el carácter positivo. Principia el tercer período; el disco tenía más de 385024 Mkm de radio, pues la segunda formacion llegaba solo á la velocidad 7 en vez de 8, que hubiera sido la en el mo- mento matemático de la reduccion del radio á la mitad; la velocidad lineal siempre de 3,3 km por segundo, la angu- lar » = 8 <0"01903 por dia (la normal para r = 385024 Mkm; la efectiva era =7x< 0”01903); efectuando una rotacion en 8513193 días. Durante su concentracion á la mitad del radio, á la cual corresponde v = 16, y aun más lejos, hasta llegar á v = 19,9, se forma un tercer sistema € anillos, compuesto á lo menos de seis (podrá ser que un elemento aun es desconocido, entre v= 15 y v = 17). En el exterior se forma el anillo del litio, v = 6,98, al cual “gue, pero todavía en la parte positiva, el del berilio, "=9,03, y el del boro, v=10,9; el anillo mediano del — 336 — silicio, v = 14,1 y los inferiores del fluoro, v = 18,9 y del neon, v = 19,9. Por la ruptura se producen los elementos litio, p. át. = 6,98, más positivo y de más volúmen que el helio, y menos positivo y de menos volúmen el berilio, p. át. =9,03, yel boro, p. át. = 10,9, llegando al neutro silicio, p. at. =14,1 de poco volúmen, el cual nuevamente crece para los elementos negativos: fluoro, p. át.= 18,9 y neon= 19,9. Estos elementos caen al disco, se mezclan con los anterio- res, la Materia Prima se arregla nuevamente alrededor de la materia y principia la formacion del cuarto sistema de anillos de, á lo menos, siete: Lres exteriores positivos y 4 inferiores negativos. Los datos normales son: r = 192512 Mkm; s = 3,3 km; v= 16 >< 0”01903; rotacion en 4256586 de los efectivos + = 22 < 0"01903 hasta w = 40 Xx 001903, en vezdew=32x< 0”01903, que sería el fin normal del período. Los elementos formados en este período son : sodio (22,88), magnesio (24,18), aluminio (26,9), fósforo (30,77), azufre (31,83), cloro (35,18) y argón (39,6). Unidos estos elementos con los anteriores, se inicia el quinto período, pero la masa cósmica se ha extendido un poco con el destrozo del cuarto sistema anular, de manera que el primer anillo del quinto, el del potasio, corresponde á v= 38,86, teniendo el último anterior, el del argon 396: pues por la extension momentánea del disco se disminuy0 la velocidad de la rotación. A Este nuevo período, enyo radio normal debía Ser y Mkm al principio de su formacion, s =3,3 km; 0 =* ><0”01903, rotacion en 2128293 d., cuenta con un sistema de á lo menos 18 anillos con las velocidades de w = 38,86 >< 0”01903 hasta « = 81,2 <0”01903 y nos ofreció com0 elementos : potasio (38,86), calcio (39,8), escandio (43,8), '" tanio (47,7), vanadio (50,8), cromo (51,7), mn (54,6), fierro (55,5), niquel (58,3), cobalto, (58,56), cobr (63,1), zine (64,9) galio (69,5), germanio (71,9). asen?” (74,4), selenio (78,6), bromo (79,36) y krypton (81,2); estan — $91 — do dotado cada uno de ellos tanto del peso atómico corres- pondiente, como del volúmen y carácter eléctrico. De la sexta formacion, r = 48128 Mkm,s= 3,3 km. w = 64<0”01903, rot. de 1064144 d., conocemos 17 ele- mentos : rubidio (84,8), estroncio (86,9), ytrio (88,3), zirco- nio (89,9), niobio (93,3), molibdenio (95,3), rutenio (100,9), rodio (102,2), paladio (105,7), plata (107,1), cadmio (111,6), indio (114,0), estaño (118,1), estibio (119,3), telurio(126,6), iodo (126,0) y xenon (127,0). En esta formacion ha sucedi- do, que á la formacion del anillo de telurio ha seguido por cualquier causa una extension de la masa ó una disminucion de la velocidad por otra razon, siempre que el peso del _ telurio es efectivamante de 126,6 y el del iodo de 126. Los elementos citados son todos elementos bastante raros ó escasos, pues la Materia Prima ya se ha transformado casi en su totalidad en elementos, de manera que la nueva atmós- fera de nuestro disco en rotacion (r = 24064 Mkm), formada de Materia Prima, ni alcanza á la mitad del radio, es decir, que al condensarse la masa en esta séptima formacion á r = 12034 Mkm, toda la Materia Prima aun existente ha entrado á formar el último sistema de anillos, principiando cons =3,3 km, w = 128 < 001903, rot. de 532073 d. y acabando cons = 3,3 km, o = 256 < 001903, rot. de 266037 d. Conocemos 24 elementos raros de este período, que en volúmen, carácter eléctrico, etc., corresponden to- dos estrictamente al lugar de su formacion. Son: cesio (131,8), bario (136,4), lantano (137,9), cerio (139,0), praseodimio (139,4), neodimio (142,5), tantalio (145,3), samario (148,9), gadolinio (155,0); terbio (158,8), erbio (164,8), tulio (169,7), torio (173,1), uranio (177,5), Wolframio (182,6), osmio (189,6), iridio (191,6), oro (195,7), Mercurio (198,5), talio (202,6), plomo (205,3), bismuto (206,9) y radio (223,3). Con esto se acaba la primera parte de la evolucion de la Materia Cósmica, que forma nuestro sistema solar; toda la — 358 — Materia Prima se ha transformado en materia, las moléculas bi y triatómicas han engendrado los átomos de los elementos, al llegar la masa coherente á una velocidad lineal de 3,3 km por segundo, velocidad, que por la concentracion del disco en rotacion corresponde cada vez á mayor velocidad angu- lar, la cual durante esta época se ha aumentado de 0”01903 por diaá 4"87168, ósea á 256 >< 0”01903. Los anillos se han separado de la masa, al alcanzar, por lo que se llama fuerza centrífuga, — es decir, por la velocidad de rotacion — mayor velocidad en la superficie del disco, como corresponde á la gravedad, que originó la coherencia de la masa; una vez separado, la Materia Prima en ellas se ha mezclado, como se mezcla siempre nuestro aire, cuyo oxígeno ahora se Con- sume en la combustion y que se forma luego de nuevo por la vida vegetal, que descompone al ácido carbónico. Por la diferencia en el carácter eléctrico, la relacion de las molécu- las biatómicas con las triatómicas y, por la velocidad del anillo, se han formado grupos de las dos clases y moléculas, completamente iguales para cada anillo, y estos grupos han formado en las catástrofes de las roturas de los anillos, unidos como sistema rotatorio alrededor del centro com centrado, individuos ó sean átomos, idénticos entre Si pero muy distintos de todos, originados en cualquiera de los otros anillos. Estos átomos cayeron con la velocidad adqui- rida, es decir, con la del anillo, á la masa, ofreciendo en esta misma velocidad aquella medida de la union material, que llamamos peso atómico de un elemento. En inge medio se puede decir, que aquellas catástrofes, debidas al desequilibrio obtenido en la masa cósmica, en el disco € rotacion por la formacion de los anillos, han tenido lugar al haberse concentrado la masa primitiva cada vez á la mita del radio. Los elementos mismos al caer á la masa cósmi%, de la cual se habían formado, ocupaban por su mayor a el centro de la masa y la Materia Prima, arrastrada ee po en su caida, se arregló luego de nuevo, como lo había hec — 399 — en un principio, pues no hay ninguna razon posible para una alteracion de este arreglo forzoso; así es, que despues de cada catástrofe, la evolucion sigue en idéntica manera, como antes, y por consiguiente resulta en cada formacion una cantidad de elementos, que, segun el lugar relativo de su orígen, repitan aglomeraciones y caracteres de elementos de formaciones anteriores, con los cuales forman las tituladas familias químicas, las cuales son 22. Estas se subdividen en un grupo exterior, electropositivo, A; un grupo inferior, electronegativo, E; un grupo neutro mediano (de 6 familias) de un volúmen mínimo y de carácter metálico, C, mientras A representa el primer máximum de volumen y E el segundo, menor que el de A. Entre A y € y C y E hay grupos de ele- mentos metálicos, B, de alto punto de fusion y carácter algo negativo y D, de bajo punto de fusion y carácter más positive. El volúmen aumenta en cada familia de formacion á for- macion; el carácter eléctrico aumenta en el sentido posi- tivo; la relacion entre moléculas biatómicas electropositi- vas y moléculas triatómicas electronegativas de Materia Prima se aumenta cada vez en favor de los biatómicos, por- que las otras masas cósmicas en evolución rechazaban hacia el interior, por sus atmósferas igualmente positivas, agru- paciones positivas, sin haber formado elementos, atrajeron en contra negativas, es decir, despues de cada catástrofe dominaba más y mas en el resto de la Materia Prima el carác- ter positivo. Este hecho es en un todo de acuerdo con la ra— zon ó causa para la formacion de una atmósfera, con carác- ter eléctrico pronunciado, durante toda la evolucion de las masas cósmicas, y aun para su resultado final, el sol, pues esta atmósfera constituye el arma, del cual cada masa cós- mica en evolucion, ó formando un sistema solar, solo puede hacer uso, para conseguir y guardar su propia exis- tencia, amenazada continuamente por la gravitacion. Es «la lucha por la vida cósmica », predecesora de cuanta « lucha por la vida » puede haber. Es pues, siempre el mismo fenó- — 360 — meno, como ya hemos visto tambien, que materia, energía, peso atómico, fuerza viva son solo palabras distintas para di- versas manifestaciones de un orígen comun, y asi recono- cemos en la totalidad de la evolucion una sola corona de laurel, que adorna los héroes en ciencias naturales, los NICOLÁS KOPPERNIKUS, JUANJACOBO BERZELIUS, ROBERTO MA- YER y CarLos DArwty, especialmente á BERZELIUS, quien ha reconocido ya la causa comun, y á cuya memoria me honro en dedicarle el primer cuadro gráfico, que reune generalida- des y pormenores de la evolucion de la materia. Este cuadro se entiende ahora por sí mismo: las divisio- nes de los Radii disci, etc., siempre por la mitad, repre- sentan en su totalidad esta primera parte, la formacion de los elementos, en la cual el radio se concentra de 3080192 Mkm á 12032 Mkm, es decir, á la doscientos cincuenta y seis ava parte, cantidad, por la cual la velocidad angular se ha multiplicado. Hemos visto, que antes de la formacion de los elementos y despues del origen de la Materia Prima, es decir, desde la Prae Materia continua nuestro radio ya se habia concentrado desde unos 50 millones de Mkm. Si tomamos ahora como radio inicial 49283072 Mkm, he- mos llegado á la diez y seis ava parte, 3080192 Mkm, pará el principio de la formacion de los elementos yá la cuatro mil noventa y seis ava parte, 12032 Mkm, para el fin de este período; la materia, calculada por razones que luego ya reconoceremos, como esfera, representa luego solo la 68719476736 ava parte de la esfera ó volúmen inicial 1% 16777216 ava parte del volúmea de la masa al producirse la formacion del hidrógeno. Estas cifras recien dan una idea lejana por su enormidad, de la cantidad de moléculas bi y triatómicas, que están unidas en un átomo de un elemento, y como sólo esta estructura interna atómica puede o la particularidad del espectro de cada elemento con SUS pl neas, al mismo tiempo alcance nuestro criterio, á darse lio ta de la absoluta perfeccion de aquella evolucion y tambi — 361 — del gran alcance, al cual nuestros medios de laboratorio han llegado. Demostrando la division de los Radii daset, etc., la gene- ralidad de la evolucion, el conjunto, titulado : Formationes elementorum nos da los pormenores. Aquí, aquellas divi- siones del radio se compensan por la duplicacion de la me- dida de representacion, pues si en II, por ejemplo, los Radi2 disci, etc., nos dan hasta III el doble de espacio que co- rresponde á HI (hasta llegar á cuatro), en las Formationes elementorum el espacio para los 770048 Mkm de 11) es igual al de lll con 385024 Mkm y al de VII con solo 24046 Mkm. Gracias á este arreglo gráfico, puedo fácilmente demostrar la absoluta analogía en la evolucion de la Materia Prima durante la formacion de los elementos, que solo es relacio- nada con la posicion geométrica de cada anillo en la masa existente durante su propia evolucion, que es la formacion y destruccion de cada sistema anular; la distancia efectiva del eje de rotacion no tiene valor alguno, pues esta se dis- minuye siempre por el aumento de la velocidad angular Se hacen comparables los lugares geométricos de la for- macion, multiplicando sus distancias al centro por el aumento de velocidad, y precisamente este producto nos lo da la re- presentacion gráfica verdadera. La posicion de cada anillo ya está indicada por una línea transversal, que divide la doble línea ó paralela, que indica el lugar total del sistema anular. Como esto no es de una regularidad matemática, princi- piando con la anterior mitad y llegando á la nueva mitad del rádio, un subsiguiente arreglo gráfico da para las mismas formaciones de elementos (I- VII) un espacio igual por cada "na, de mauera, que ahora los elementos formados en el anillo exterior ocupan siempre igual posicion, los del inferior tambien, y por consiguiente todos los intermediarios. Tambien aquí la línea transversal es la posicion exacta; cada elemento lleva su signo químico. Finalmente se aumenta en otro cuadro gráfico, que sólo se — 362 — relaciona con los elementos reconocidos, ya formados, la uniformidad del sistema. Aquí se reconocen directamente las «familias químicas », por ejemplo, los alcalis : H ,He, Li, Na, K, Rb y Cs; los halógenos : F, Cl, Br, 1; los aerógenos: 0, N, Ne, A, Kr y X, etc. Cada elemento lleva su peso atómico en relacion al hidrógeno — ¡ que es tanto más el único tér- mino de comparación para el químico, cuanto que de hecho el oxígeno sólo tiene un cuarto del peso, que actualmente se le da! — y para demostrar su posicion exacta, viene agre- gado al peso atómico, en una columna separada, la « escala», es decir, la division análoga de cada formacion en sus valo- res como peso atómico. La primera formacion va de unaá cuatro, dividido en unidades, la segunda, de cuatro á siete, igualmente, la tercera, de siete á veintiuno de á dos, mien- tras que la cuarta de veintidos á cuarenta, demuestra un lento crecimiento, de á uno y medio, en la parte positiva(22 a 28) y un rápido, del doble ó sea de tres, en la parte negativa (28-40). Esta division se ha hecho para colocar los elementos negativos en su debido lugar para formar las familias qua micas, lo que es lícito, porque la causa de la irregularidad existe en la formación de anillos más voluminosos. La quinta formacion demuestra igual fenómeno, de 37 á 61, el aumen- to es de á dos, pero de 61 á 82 se aumenta paulatinamente á 2,1. La sexta es normal, de 84 á 128 de á dos, y la séptima deá 5,333, de 128 hasta 245. Así llegamos á las 22 divislo- nes, querepresentan las 22 familias; 1á 4el grupo: A, 548:B, 94 14:C,15418:Dy 19422: E. LOS PLANETAS El primer período de la evolucion de nuestra materia cos” mica, era meramente de concentracion y por consiguiente de la produccion de una cierta velocidad de rotacion; el y gundo lo hemos estudiado como período de la transfotar da de la Materia Prima en Materia, ó sea de las formaciones — 363 — los elementos químicos; llegamos ahora al estudio del tercer ó penúltimo período: Formationes planetorum, parte de la cual es además la formacion de los cometas, como ya sabe- mos; el último periodo es: Formatio solis. Con la desaparicion de la Materia Prima por la formacion de los elementos, ya no existe más la atmósfera electropo- sitiva de las moléculas biatómicas para rechazar á las demás masas cósmicas y, para sostener así la existencia de nuestra masa cósmica en evolucion. Pero tampoco existen las condi- ciones indispensables para la formacion de combinaciones químicas en general, pues la masa en rotación y en movi- miento lineal propio es en un estado tan activo, y además tan ténue, que las combinaciones químicas, recien formadas, in- mediatamente se deben disociar, descomponer en los gases de sus componentes ó elementos. Tenemos pues, una mezcla de gases ó átomos de elementos, en la cual el arreglo interno principalmente debe iniciarse por un movimiento hácia el centro de la materia de alto peso específico y atómico, Su- biendo para la zona exterior los gases livianos y de gran vo- lumen atómico, y entre éstos especialmente el hidrógeno. Al mismo tiempo hay que observar, que esta masa de materia es mucho más pesada que la Materia Prima anterior, y que por consiguiente se dificulta más la afluencia á la zona de mayor movimiento rotatorio; nuestra masa ya no tiene más la forma de un disco, sino se aproxima más y más á la de una esfera en rotacion, con unaatmósfera, formada principalmente por el hidrógeno. Este hecho tan sencillo, pero de una im— portancia fundamental basta para sostener la existencia pro- pia de la masa cósmica en evolucion, pues demuestra que ella, aún despues de la desaparicion de las moléculas biató- micas electropositivas de la Materia Prima, conserva el ca- rácter electropositivo de la atmósfera, sólo, que ésta ahora está formada por el elemento hidrógeno, electropositivo. Como la evolucion de la « Materia Prima » ha dado lugar á la formacion de los átomos de los elementos químicos, Cuyo BA conjunto llamamos « Materia », la evolucion de ésta consiste en la division de la masa solar en cuerpos cósmicos, que en su conjunto forman el sistema solar, y que se compone del sol como masa principal y resultante final de la evolucion, de los planetas con sus satélites, y de los cometas. tasegunda evolucion sigue inmediatamente ála primera, á la formacion de los elementos, hay sin embargo un cambio esencial en los valores, que ahora resultan, ó sean las posiciones y los movimientos de aquellas masas, que para nosotros son los documentos fehacientes de esta época, de la misma manera, como los pesos atómicos lo son para el período anterior. Así se explica, que un verdadero estudio de los fenómenos celestes, en cuanto se relacionan con nues- tro sistema solar, debe basarse sobre el origen mismo de los planetas, como productos de la condensacion y aglomeración de anillos solares. Y—como el sol ha formado durante su concentracion los planetas, como único medio de combate en la « lucha por la vida », para defenderse de la atraccion por los otros soles y guardar su propia existencia, la misma masa solar en evolucion ya ha transformado las masas planetarias de tal manera, que se encontraron en condiciones, pará po- A pesat d der llenar su objeto, condiciones, que en la actualidad S0S- tiene el sol reconcentrado mismo. Por esta razon existe uni ] sistema pronunciada estabilidad en todas las relaciones en € desde un principio y aún hoy dia; podemos hablar de un equilibrio constante y recíproco. Así se esplica, que existe una fundamental igualdad en los diversos tiempos y distancias de los actuales planetas Y de los anillos solares, de los cuales se han formado. El radio vector, ó sea la distancia media entre un planeta y el centro del sol, es igual á la distancia, ó al radio de la masa solar en evolucion, hasta el límite inferior del anillo de Su origen la velocidad, con la cual el planeta se mueve en SU órbita, es la con la cual el anillo efectuó su rotacion, y POr consi- guiente la duracion de una revolucion del planeta es igual á — 365 — la de una rotacion del anillo; la rotacion del planeta y su velocidad es el resultado del equilibrio obtenido por la ten- sion entre sol y planeta y la velocidad propia de rotacion del planeta, como producto de la concentracion de la masa del anillo á la actual esfera. Las regularidades en el sistema solar, que la observacion nos ha enseñado y en cuanto son reales, es decir, la regla de Trrrus-Bove y la segunda y tercera ley de KepLER, deben explicarse por regularidades de la misma formacion y de los anillos; la primera ley de KepLER es falsa, pues la verdad del movimiento propio del sol demuestra por sí, que los planetas no se mueven en órbitas elípticas, sinó en forma de hélice. La regla de Trrius-Bop£ sobre las distancias de los pla- netas al sol, aún en la forma, en la cual está representada hoy día, ni tiene el carácter de una ley, ni se puede titular «matemática », como lo observa Gauss; sin embargo ya en- cierra el principio de una verdadera regularidad, basado en el lugar de la formacion de los anillos planetarios; suposi- ciones, como las de OumLerr y Fayes, que las actuales dis- tancias y órbitas de los planetas sean distintas de las primiti- vas, son fantasmas, que, pronunciados ex cáthedra y sin prueba alguna, sólo sirven, para fomentar la inercia en la investigacion científica: son «bromas espirituales ». En la regla de Trrius-Bope tenemos la distancia Sol-Mercurio como base, con cuatro unidades, á las cuales se adicionan para Vénus 1 >< 3 unidades, = 7; para Tierra 2 < 3 = 10, para Marte 4 <3 = 16; Júpiter 16>3 = 52, Saturno 32< 3 = 190 y Urano 64 < 3 = 196 unidades. Una uni- dad corresponde á dos millones de millas geográficas ó 14,82 Mkm. En la tabla siguiente doy las distancias aceptadas, las conformes con la regla de Trrius-Bope y las diferencias, pero principiando con Neptuno, es decir, al revés, y en la misma tabla adjunto tambien mis cifras normales para los anillos, Suponiendo su formacion siempre en la mitad del rádio solar resultante, es decir con el rádio que había quedado despues, — 366 — a a de A A a e 06.0 83 69=85'69 |83'1 lez +| se ver —|1 —|? =LX1 |: opadien 3 9P"PPXI -+8%'69=8L'€01 |93'p |U PY —| 804 |6 H=|v>—le6 =p4Xxx3%8 lc“: snudA ¿, 9 vPX3 +83'60=08'8F1 ogro [eo —| 6 |1'0% +|68 His A a exar, Q OP PPXP HR BET LES TREO 167 HE Los 18 —*= 20. o NO 9V'PPX8 +8%'60=96'P1p E > pe Pa — |9L€ =1pPX8 |' sopiciasy O 9P"PFXOL -+83'60=P9"0LL [969 180 —| Z£2 |ee —|9% —18L =pxXxot |" sandnp % 9h pp X3€ +88'"60=00'28PT| 0088 |6"€ +| verr [ea +|08 +|rosr =1p+X2e |'cccouamyes G OP PPXP9 +8%'6=8L'v688| EL'0E [UT +| 1988 [89 +|ppT +|800€ =p X v9 | 000: ouea ÉL 9v "PP X831+88"60=91"00LS| 9U'ELBT (€ 38 +| 281 |p sé +|6881 +|9109 = LF X 8861] coumdan Y y as po . .. — |28081 = Lp X 9c% E 8 k 9 S y € ra I “UM TAL "UN N o/o “HAL ol “UN IN “WIN A 9483/0891 e19Ue9SIG cÁ go13u9 serouadajrg ¡se 19u 8Id| cA¿a4Jue serouaaJIg O[NU*e [9p OIPpey A E SOL 9p A o 1 VLINV'Id 10399A A4ACa-SnILTL VII OPA HLVYAJAUVH VHKAlLSIS — 367 — de la última formacion de elementos, ó sea al haberse trans- formado toda la Materia Prima en materia = 12032 Mkm. Un estudio de esta tabla comparativa demuestra desde luego una diferencia fundamental entre la regla Trrrus-BobE y mi sistema. Tratándose de la concentracion de la masa solar á su ac- tual volúmen, y de la formacion de los planetas en distintas épocas, por la separacion de pequeñas partes de la misma masa, entónces el sol, ó mejor dicho el centro del sol, debe ser el punto de partida para cualquier comparacion séria, es decir, para una comparacion matemática, que nos puede revelar los pormenores de la formacion y de la actual órbita de cada planeta. Trrrus-BoDE no proceden así, sinó que acep- tan como punto de comparación cualquier punto de la órbita hipotética de Mercurio, cuya distancia fija al sol adicionan á las distancias teóricas entre el planeta y laórbita de Mercurio. Por una coincidencia casual, la formacion, que despues de la de los miles de asteroides, ha engendrado de dos dis- tintos anillos, pero al mismo tiempo, los dos principales planetas de una formacion: los gemelos Marte y Tierra — está caracterizada por distancias solares de estos dos planetas, que en el conjunto con irregularidades, perfectamente expli- cadas, de las dos siguientes formaciones, reflejan sin embar- go de una manera especial la verdadera relacion matemática existente, Por el contrario, mi sistema principia con la distancia solar teórica de Neptuno, planeta obtenido por la evo- lucion de un anillo que se ha formado ó separado de la nasa solar al reconcentrarse ésta á la mitad del rádio ante- lor; despues siguen bajo el mismo criterio las formaciones Posteriores, cuya posicion geométrica teórica siempre es en la mitad del anterior rádio y así obtenemos naturalmente, á partir del sol, una progresion geométrica, cuya razon es dos Y Cuyo primer término, ó sea la distancia teórica de Sol á Mercurio, es igual al rádio primitivo de la evolucion de ¿a — 368 — Materia, 12032 Mkm, dividido por la octava potencia de dos, = 256, por haber $ formaciones distintas, ó sea 12032: 256 = 47 Mkm. Así encontramos por las distancias solares de los planetas a, 2a, 4a, Sa, 16a, 32a, 64a y 128a. Aquella coincidencia daba á Trrrus la misma proporcion geométrica, pero con a = 44.46 Mkm y no a= 47, que es nuestra constante. Su proporcion geométrica consideraba á Tierra y Marte como planetas de formaciones aisladas y no como gemelos, pero se calcularon las distancias de los planetas á la órbita de Mercurio, en vez de tomarlas del cen tro solar y había por consiguiente que adicionar á cada valor la distancia entre mercurio y el sol, transformando así una verdad y una fórmula exacta matemática en un error y en una fórmula de ningun valor y no matemática. Las diferencias relativamente pequeñas, hasta un 25 por ciento, se explicarán al tratar de cada planeta en especial. Como distancia de Mercurio al sol se adoptó por Trrius-BODE 39,28 por ser cuatro tercios de 44,46, y llegar asfá la relacion sencilla 4 á 3, como la expresion de regularidad encontrada, La importancia extraordinaria, que la regularidad entre las distancias de los planetas al sol revela, y el reconoci- miento del hecho, que ellas presentan en realidad und progresion geométrica de razon dos, me ha obligado á de- tenerme tanto en la tan combatida regla de Trrius-BODE, pues, en verdad, esto ha sido uno de los factores principales, que me ha guiado en mis trabajos en busca del orígen de los elementos. Ocuparémonos ahora de utras regularidades entre los planetas y en su relacion al sol, para entender y explicarlas, pues á pesar de ser adoptadas como fundamento de todo el saber astronómico de la actualidad, no han sido expli- cados hasta la fecha estas tituladas leyes de KEPLER, Das- tante enredadas por los cálculos de Newrox, quien conse dera el movimiento como una manifestacion de la inerci% en vez de reconocerlo como un trabajo efectuado. — 369 — Las leyes de KerLER, publicadas en 1619 en su Harmo- nice mundi, dicen : 1% Cada planeta describe en su movimiento de revolucion una elipse alrededor del sol, el cual ocupa uno de los focos. % El rádio vector de cada planeta describe en tiempos iguales áreas iguales. 3 Los cuadrados de los tiempos, en que dos planetas efectúan su revolucion, son proporcionales á los cubos de sus distancias medias del sol. La primera ley es falsa, pero sin embargo podrá servir para la explicacion de la proyeccion del movimiento real de la revolucion de los planetas sobre un plano, perpendicular á la línea del movimiento propio del sol, de manera que este movimiento mismo resulta representado en la proyeccion por un punto. Si bien aun no está determinada con bastante seguridad la direccion verdadera del movimiento del sol, ni se sabe nada sobre la forma de su órbita (que por analogía con las otras órbitas probablemente es tambien espiral), sin embargo es seguro, que existe este movimiento propio del sol y además, que es el movimiento más rápido, que en el sistema solar se conoce ; según las determinaciones del ob- servatorio de Potzdam, su velocidad es de cincuenta y siete kilómetros por segundo, velocidad que le hace recorrer en treinta días igual distancia, por ejemplo, como la que media entre la Tierra y el Sol. Este solo hecho es suficiente para darse cuenta que en realidad la Tierra es arrastrada por el sol, y que se mueve tras de él, alrededor un punto material, por el cual el centro solar ha pasado unos doce días antes en su marcha hácia el hemisferio norte; punto, del cual distamos en término medio unos 136,64 Mkm. Resulta así para la órbita de la Tierra una hélice cilíndrica, cuya proyeccion al plano indicado se presenta como círculo, ó más bien, como elipse, debido á la particularidad de la órbita con su perihelio y afelio. La segunda ley de KeeLer, que el rádio vector de cada 5 2 — 370 — planeta describe en tiempos iguales áreas iguales, es debida al equilibrio existente en el sistema solar desde su forma- cion, pues de la misma manera, como los anillos planetarios aumentan en velocidad angular con la disminucion del rádio [—ó sea el rádio vector del planeta—|, debido á la concen- tracion de la masa solar, tambien la velocidad actual del planeta depende, por su orígen, de su distancia del sol. La evolucion del planeta como tal, y como producto de la con- centracion del anillo, causada y efectuada por el sol, ha desarrollado y establecido un valor medio de la tension que en equilibrio con la gravitación sostiene la órbita primi- tiva. Como la marcha normal resulta acelerada con la apro- ximacion al sol, tambien es retardada por el alejamiento del planeta, variando el efecto de la tension y de la gravedad en razon inversa al cuadrado de las distancias. Un cuerpo en reposo, sia movimiento, caería pues verti- calmente al sol, debido á la tension y á la gravitación, pero el planeta en su movimiento medio de revolucion resulta solo desviado, ó inclinado hacia el so! en su órbita, acelerado al mismo tiempo por el creciente valor de aquellas « fuerzas? sobre él y además por la misma inclinacion. Este mismo átl- mento de su velocidad disminuye el efecto real de tension y gravitacion; en vez de seguir inclinándose más al sol, la órbita resulta aproximarse á una línea tangencial, se aleja del sol, y la marcha es naturalmente menos acelerada, la velocidad disminuye, hasta llegar en el afelio á tal mínimo, que ahora aquellas «fuerzas» nuevamente se manifiestan por una paulatina pero continua aceleracion. La mayor velocidad coincide pues con el perihelio, con la menor distancia, la menor con el afelio, es decir con la distancia mayor, Y como todo este fenómeno es debido al valor distinto de tens sion y gravitacion, en relacion inversa al cuadrado de la dis- tancia, resulta la igualdad de las áreas. La tercera ley de KeeLer, es, á mi juicio, muy mal for- mulada, Hay una expresion mucho más clara y sencilla pará — 3711 — esa ley, y sobre todo una expresion en la cual se evita por completo una comparacion entre varios planetas, y que por consiguiente permite sacar las mismas conclusiones por el solo hecho de conocer, ó el tiempo de la revolucion de un planeta, ó su distancia del sol. La actual tercera ley de Kk- pLer dice que los cuadrados de los tiempos, en que dos planetas efectúan sus revoluciones, son proporcionales á los cubos de sus distancias medias al sol. Sean t t,t,... los tiempos y pe, o, -..las distancias medias, entonces tenemos ii 20 Ds 2 Pe 2 ye 3 5 Pt, o =P Pr «Br ro PS AO == 1 . w . A , MAR > pele. es decir, el producto del cuadrado del tiempo de revolucion de un planeta por el cubo de la distancia de otro, es igual al cuadrado del tiempo de revolucion de éste por el cubo de la distancia del primero. Ahora, como el tiempo de revolucion de un planeta depende exclusivamente de la velocidad an— gular de este movimiento, imaginándose que el área total descripta por el rádio vector de un planeta forma (—en la pro- yeccion—) un plano ó un disco en rotacion, corresponde á cada tiempo un cierto ángulo céntrico de rotacion: 0.0, 0,- Pero estos ángulos están en razon inversa con los tiempos de revolucion, á ángulo pequeño corresponde tiempo grande, A ángulo grande tiempo corto. Diremos, por ejemplo, que la tierra efectúa en 365.25 una revolucion, entonces (=365.25 dt 755 día; M Í da revolucion A ecisa para ca : MA arte precisa p l año y 322 d. por consiguiente tenemos t. — 587.25 360? e PEN sd a E 57m. pues: Lt, > t; pero: w, p? — 0, $ o es decir, el producto del cuadrado de la velocidad angular de un planeta por el cubo de su distancia al sol, es igual al pro- ducto de los mismos elementos para cualquier otro planeta: El cuadrado de la velocidad angular de revolucion por el cubo del radio vector es una constante. Conociendo ahora la constante C [— calculada natural- mente siempre por medidas iguales, por ejemplo la distancia en Mkm., la velocidad angular por día y por grados —| tene- mos : 3 e e ad, Ape Sp ES ao j p (0 es decir, de la velocidad se deduce el rádio vector, y de éste aquélla. La determinacion de la velocidad angular por día es tambien la de la duracion de cada revolucion entera en días, T, y vice-versa, pues T =- noia y ww = e Y úl T Pero no sólo es ésta una nueva y simplificada expresion de la tercera ley de KepLer, sinó es tambien la expresion y ex. plicacion de una verdad fundamental. Sean ahora p y w los valores respectivos para la Tierra, y 2, Y vw, para Marte, entonces tenemos : se e AP O O, w* >< 4.1897? = w,* < 4.189p,”. 3 4.189p* es el volúmen de una esfera del rádio p, Y ei el de una esfera del rádio y, ; es pues V el volúmen de la € fera, de un rádio igual al rádio vector terrestre, y V, el de otra, de un rádio igual al rádio vector de Marte, y tenemos : A E a: es decir, que el cuadrado de la velocidad angular de la masa solar, al formarse, ó al separarse el anillo planetario terrestre, por el volúmen, que entonces tenía el sol, es igual al cuadrado de la velocidad angular de la misma masa solar, al separarse el anillo de Marte, por el volúmen, que en ese momento co— rrespondíale á ella. En términos generales, resulta, pues, directamente, que el cuadrado de la velocidad angular, — adquirida por la masa solar por su concentracion durante su evolucion en el tiempo de la formacion planetaria respectiva, — con el correspon- diente volúmen de la misma masa, queda constante, ó — lo que es lo mismo — que los cuadrados de la velocidad angular de la masa solar en los diversos momentos de la evolucion, estan en razon inversa con los volúmenes simultáneos, la velocidad misma luego inversa á la raíz cuadrada del volú- men y por consiguiente tambien á la raíz cuadrada del cubo del rádio correspondiente. Así tenemos pues la llave para la reconstruccion de toda evolucion de la masa cósmica en general, despues de la trans- formacion de la Materia Prima en elementos químicos, en Materia, siempre que los planetas han conservado tanto sus primitivas distancias al sol, tal cnal la tenía el anillo pla- netario respectivo, como tambien en el tiempo de su revolu- cion el tiempo, ó la velocidad de la rotación de aquel anillo. Si un punto material, cuya masa es igual á m, se mueve en cualquier tiempo con la velocidad c, entónces llamamos á la cifra mec” 2 la fuerza viva del punto material en aquel momento, Pero — 374 — esta denominacion no significa de manera alguna, que debe suponerse fuerza alguna, sinó que la masa y velocidad del punto material representan un cierto valor (*). Como la masa solar consiste en el conjunto de todos los puntos materiales del sistema y, como la masa de los plane- tas, en su totalidad, no alcanza ni á uno y medio milésimo de la masa del sol, podemos decir : que la masa ha quedado ab- solutamente la misma durante toda la evolucion del sistema, es aproximadamente la actual masa solar, la cual al principio de la formacion planetaria tenía un volúmen de un rádio r = 12032 Mkm y actualmente solo de 0.75 Mkm. Resulta pues que, para conservar la misma velocidad para cada pun- to material, la masa misma debía continuamente y en igual escala aumentar su velocidad angular ó su rotacion, como correspondía á esta concentracion del volúmen y por esta razon, la fórmula v*V = w,*V, es la verdadera expresion de la fuerza viva para la evolucion de nuestra masa solar, y que por esta igualdad constante está definida sencillamente la CONSERVACION DE LA FUERZA VIVA Pero como la representacion verdadera de la materia solar, de sus puntos materiales y del movimiento de éstos está da- da actualmente por el conjunto de la materia del sistema, es decir del sol, planetas, satélites y cometas, con las rotacio- nes, revoluciones y demás movimientos propios, además del movimiento traslatorio común del sistema entero, tambien el trabajo, efectuado por la fuerza viva, y por consiguiente SU pérdida, no puede haber influído más que en un arreglo y equilibrio definitivo en el mismo sistema y por esta razón hal existe tal pérdida, considerando al sistema solar en su totali- dad. Así es — como ya lo hemos indicado al ocuparnos de la segunda ley de Keener — que efectivamente se han conser (*) Rrrrer, Lehrb. d. techn. Mechanik, 3, $ 21, p. 63. — 310 — vado por la formacion y evolucion de los planetas con sus at- mósferas electronegativas, en contraposicion á la atmósfera electropositiva solar, las distancias de los anillos en las de los planetas y las velocidades de rotacion de los mismos ani- llos en las de revolucion de aquellos, debido á la tension y gravitacion. La conservacion de la fuerza viva es uno de los pocos hechos, constatados en todas las diversas ramas de ciencias naturales de una manera tan precisa y clara, que podríamos llamarla sin exageración una verdad científica, de la cual no es lícito dudar, á lo menos para un hombre, que se ha de- dicado al estudio de cualquier ciencia natural. Es pues una manifestacion de la « Energía», que revela de una manera absoluta lo esencial de ésta y por consiguiente de la « Mate- ria ». Coma la fuerza viva, que reconocemos en la « Materia Prima » y luego en los elementos químicos, en sus masas, como en sus moléculas y átomos, se encuentra despues con- servada hasta en los distintos miembros de nuestro sistema solar y ey la totalidad de los cuerpos celestes, tanto en sus constituciones, como en sus movimientos, — como esta mis- ma fuerza viva se nos presenta en nuestras observaciones en determinadas masas de materia en constantes cantidades, matemáticamente exactas, tenemos que dar á este hecho, re- cien probado y revelado por la nueva faz, en la cual estudia- mos la formacion y transformacion de la Materia [— que es la única verdadera definicion de la nucion « Química » —] la explicacion para el modo de obrar tanto de la « Gravitacion » como de la « Tension» en el cosmo, á lo lejos, como tam- bien de la gravedad y electricidad, propiedades de la Mate- ría, que estudiamos en el laboratorio. Así es que no puede extrañarnos, que observemos la conservacion de la fuerza Viva invariablemente en cada desarrollo de la materia, en la «vida» de la materia, inorgánica como orgánica, vegetal como animal, en la fobiación de nuevas especies como en las reacciones químicas. Las transformaciones, en las cuales re- — 376 — conocemos esta conservacion de la fuerza viva — lo que po- demos llamar « trabajo efectuado », — tenemos que concebir luego como verdaderas reacciones químicas, y explicarlas de una manera análoga, como explicamos la constancia ó conser- vación de la materia de las masas, que entran en reaccion química y de las que resultan por esta; la no pérdida y la no creacion de materia. Es pues la fuerza viva inmanente en los átomos, come dice BErzELIUS respecto á la electrici- dad, y como en ésta reconocida también la gravedad. El trabajo efectuado por la fuerza viva en la formacion de la materia y luego en la transformacion de la misma en com- binaciones químicas y masas cósmicas es pues lo que titula- mos « Movimientos celestes » en general, y los movimien- tos de nuestro sistema solar como tal y los, efectuados en el sistema mismo por el sol, los planetas y los cometas, rola- ciones y revoluciones en particular. | Queda pues perfectamente explicada la razon, por la que «los cuadrados de los tiempos, en que dos planetas efectúan su revolucion, están en relacion con los cubos de sus distan- cias medias al sol » y además he probado, que la verdadera expresion de esta verdad debe ser, que « el producto del ct drado de la velocidad angular por el cubo de la distancia » dan idéntica constante para cada planeta, pues son la expre- sion de la « conservacion de la fuerza viva » del sistema. Entramos ahora á la descripcion de la evolucion de la e sa solar durante la época de la formacion de los planetas, tal cual los hechos persistentes lo revelan. GS ar Bl PA A Ac ve E i ....o. e... .o.r....b RI mm...” ..os. .e....... ... ...... BBD anarxo 7 q G ña 3 ¿EH 3 A E 11732 UH 1802 > _SINNVO( a gel 5 eE a WyYIUOWN AN el A A —Á PP A AA A Pm : "IDOL LS DIO ANSINOHVLANVT Ed AVINIH)) — INAAOLN AIN 1 402422707, IVIWILVA A vio poramariono PLANETARIO HAD SGIHALRAL Sis Ses SM HAUÍ LÍSS Mareame Pairac Sois IN SINGULIS q FDEMATIOAOA ELESIENTIRON IAMAE. E ¿7 E A Ó 5881 z E o < : S e juin li al 3302 mm = Re pp 7051! 5 .> Y ALE W Y 800€ > e... : : 3 ' 29109 o o 42808! z ma Sl e a Da lio AE UD E] 3 27 W had 1133187 sl 0) vr Y P5T7901 "A 95396 lntono E Es pe A 9 OS + A a 0d 0d: E ad M 6516281! ; VE is : « 8 > 4 E A: == $ FEDUS, O dy ARAS] : A 370024 AL ==. Y E TRATA] E A yq evss Aia so A E "El 740075 1 SY ALUAL COL ZE LA a) NÓMINA DE LAS PUBLICACIONES RECIBIDAS EN CANJE POR LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS EN CÓRDOBA (REPÚBLICA ARGENTINA) HASTA EL AÑO 1912 CONFECCIONADA POR EL BIBLIOTECARIO ENRIQUE SPARN En el presente catálogo, las revistas y publicaciones están clasificadas por el orden de los continentes : América, Europa, África, Ásia y Áus- tralia, y las de cada continente por orden alfabético de los países y las de éstos por orden alfabético de las ciudades donde son publicadas. Por este procedimiento simple y práctico es fácil darse cuenta inme- diatamente si la revista buscada se encuentra o no en la Biblioteca de la Academia. Como existen muchas publicaciones cuyas series están incompletas, la Academia se empeña actualmente en completar las que faltan, como bién en reanudar el cange de sus publicaciones con los más renom- brados Institutos, que por causas ajenas han dejado de mandarnos sus revistas desde hace años. La publicación de esta nómina, tiene también por objeto hacer cono- cer el rol de nuestra Academia en el mundo científico, y el de invitar a las Sociedades que no se encuentran en ella, a comunicar sus direc- “iones al Secretario de la Academia Nacional de Ciencias en Córdoba. E. SPARN. T. X vi AMÉRICA REPÚBLICA ARGENTINA Buenos Aires. Biblioteca Nacional. Registro nacional. Año 1895-1905. 1906, Trim. 1., Catálogo metódico. Tomo 1. 2. 1893. 1900. Centro Estudiantes de Ingeniería. Revista politécnica. Nos. 4-8. 11-19. 36-46. 53-63. 67-73. 75. 81-87. 95. 107. 108. Año 1-12. 1899-1911. Centro Jurídico. Revista jurídica. Año 4-9. 1887-93 (incompleto). Centro Naval. Boletín. 1888, Febrero. Marzo. Mayo-Julio. Stbre.-Dicbre. 1889. 1890, Enero-Octbre. 11, N. 1. 2. 5-12. Tomo 12. 13, N. 1-4. 11. 12. Tomo 14, N. 1-4, 10-12. Tomo 15. 16, N. 1. 2. 6-12. Tomo 17, 8-12. Tomo 18, N. 1. 3. 4. 6-12. Tomo 19, N- 1. 2. 412. Tomo 20-23. 24, N. 1-8. Tomo 29, N. 11. 12. Tomo 30. 31, N. 1. 7. 10-12. (1887-1908). Informe anual del Hospital de Clínicas de la Capital. 1885. Círculo Médico Argentino y Centro Estudiantes de Medicina. Revista. N. 93-109. 128. Año 8-12. 1908-12. Comisión del Censo Agropecuario Nacional. La Ganadería y la Agricultura en 1908. Tomo 1. 2. Comisión Directiva del Censo Nacional Argentino. Censo 1%. 1869. 29. Tomo 1-3. 1895. á Comisión Científica agregada al Estado Mayor General de la Expede ción al Río Negro (Patagonia). Informe oficial. Tomo 1-3. 1879. Consejo Nacional de Educación. El Monitor de la Educación común. N. 305-7 382-414. 416. 418-31. 433-36. 438. 441-58. 460-61. Tomo 18-41. Censo escolar nacional. Año 1885. Tomo 1-3. rtamento Nacional de Agricultura. N. 15- Boletín. Tomo 1-12. 13, N. 1-9. 11-20. Tomo 14. 15, * 7-11. 13-18. Tomo 16. 17, N. 1-10. Tomo 18-20. o. 373-76. 378-80. 463-714. — 319 — VÁZQUEZ DE La MORENA. Estaciones agronómicas. Su impor- tancia y necesidad en la República Argentina. 1884. Departamento Nacional de legs nales. Año 1. 2, N. 1. 2. Año 3. 7. 12, N. 10-12. Año 13, N. 4.8.1 2. Año Sa 15, N. 1. 3. 4. 6-9. 11. 12. Año 16, N. 1. 3-8. 11.12. Año 17, N. 1-5. 9. 10. (1891-1910). Boletín. Año 1-3. 1882-85. Memoria. Año 1882. 1883. La mortalidad habida en 18 ciudades argentinas durante el año de 1889, Dirección General de Correos y Telégrafos. Anuario de Correos y Telégrafos. Serie 2, N. 8. Antecedentes administrativos de Correos y Telégrafos. Vol. 4- 11. 1892-98 Memoria correspondiente a 22. 1885. Dirección General de Defensa agrí Instrucciones para la ad de la langosta. LywNcH ARRIBÁLZAGA, E. Informe sobre una EY realizada en Bolivia. Dirección General de Estadística de la Nación. Anuario. 1893-1904. 1906-09. El comercio ¿ape argentino. N. . 59. 61-70. 72. 74-94. 96-130. 134-37. 139-43. 9 146. ps 53. (1883-1912). Datos ao 1883. 1884 Estadística del comercio y de la navegación de la República Argentina. Año 1883-86. 1888-92. Censo de los Empleados administrativos, Funcionarios judi- ciales y Personal docente de la República Argentina. Año 1892-94, Comparaciones estadísticas internacionales. 1894. Procedimientos. Año 1886 Reseña de La Plata. 1885. Dirección General de Estadística de la ciudad de Buenos Aires. Anuario. 1892-94. 1905. 1908. Boletín mensual. Año 15, N. 7-12; 16, N: 1-10, 12; 17; 18, N. 1-6, 8-11; 19, N. 1-6. 9-12; 20; 21; 22, N. 2-6. 8-12; 23; 24, N. 1-11; 25, N. 3-12; 26, N. 1-6. 1901-12. Boletín trimestral. N. 1. 2. 1890. Censo general de la ciudad de Buenos Aires. 1887. Tomo 1. 2. Instituto Geográfico Argentino. Boletín. Tomo 1-7. 8, Cuad. 1-3. 6-12; 9, Cuad. 3. 6. 7. 9-12; 10, Cuad. 1-9. 11. 12;11, Cuad. 3-12; 12, Cuad. 11. 12; 13; — 380 — 14, Cuad. 1-4. 9-12; 15; 16, Cuad. 1-4. 9-12; 17, Cuad. 4-6. se 18, Cuad. 1-6. 10-12; 19, Cuad. 1-6; 20; 21. 1880- 1900, Instituto Agronómico- Veterinario de la provincia de Buenos Aires en Santa Catalina. ales. Año 1-4. N. 1-32. 1386-89. sets . lo + Tomo 1-11; 12, N. 2, 12; ES N. 4-6. 10; 14, N. 1. 3, 904- oia Sección Geología, Mineralogía y Minería. Tomo 1-46. Ministerio de e y Marina. Album de vistas fotográficas de la Fábrica Nacional de Pól- vora. Campaña de los Andes al sur de Patagonia por la 2? división del ejército. 1883. Memoria del Departamento de Ingenieros Militares, por Ma- nuel J. Olasccoaga. Buenos Aires. 1883. Ministerio del Interior. Campaña de los Andes al sur de la Patagon Memorias correspondientes a 1867. 1868. pe 1877-82. Ane- xos a la de 1 Memoria de la Comisión de las Obras de Salubridad de la Ca pital. 1882. Memoria de la Administración Nacional de Vacuna. 1882. Memoria del Departamento de Policía de la Capital. 1882. Memoria del Presidente de la Comisión municipal al Concejo. 1882. Memoria histórica y descriptiva de la Provincia de Tucumán ALEJO PEYRET. Cartas sobre Misiones. Bovk. Preliminares de la Expedición Austral Argentina. FoNtaNa. Viaje de exploración al río Pilcomayo. 1885. GANCEDO. Memoria EPA de la provincia de Santiago del Estero. MeLrróNn GowzáLez. El límite oriental del territorio de Misio- nes. Tomo 1 a Latzixa. La República Argentina, como destino de la inmi gració Lista. A iba de las Misiones. MOYANO, CArLOS M. A través de la em Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Públ 9, 1882 Memoria presentada al Congreso. 1873. 15m 1878. 187 — 38l — 84. 1886. 1890. 1892-1901. 1902, Tomo 1. 1903. 1904, Tomo 1. 1906, Tomo 1. 2. 1907, Fold 1. 1908, Tomo 1. 2. Mensaje del Presidente de la República. Mayo 1884. WiLDE, EDUARDO. La cuestión religiosa en el Congreso Ar- gentino. Buenos Aires. 1883 Ministerio de Relaciones Exteriores. Boletín mensual. 1882-95. Memorias presentadas al Congreso en 1882 y 1883, La Frontera Argentina-Brasileña. Tomo 1. 2. 1910. Libro Azul Ministerio de Gobierno de la provincia de Buenos Aires. Memoria correspondiente a los años de 1881 y 1882, Museo Nacional. Anales. Serie 2. Tomo 2-4. Serie 3. PR 1, Entr. 2. Tomo 10-15. Comunicaciones. Tomo 1. 1898-190 Memoria. 1894-96. Museo Público. Anales. Tomo 1. 2. 1864-74. Observatorio Mons. Lasagna del Colegio Pío IX de Artes y Oficios. Boletín meteorológico. Año 1, N. 1-3. Año 2, N. 5. 6. 1898. 1900. Oficina Demográfica Nacional. Boletín demográfico argentino. Año 1-7, N. 14. 1899-1906. Oficina de estadística comercial de la República Argentina. Cuadro general del comercio exterior. 1877. 1878 Sociedad Científica Argentina. Anales. Tomo 1-23; 24, Entr. 4-6; 25; 26, Entr. 3-6; 27; 28; Entr. 1. 2. 5. 6; 29, Entr. 1. 3-6; 30-32; 33, Entr. 1-4. 6; 34, Entr. 1-4. 6; 35, Entr. 1. 3-6; 36, Entr. 1. 4-6; 37-41; 42, Entr. 1. 2. 4-6; 43-46; 47, Entr. 1. 3-6; 48; 49; 50, Entr. 1-3. 5. 6; 51-53; 54, Entr. 1. 3-6; 55; 56, Entr. 1. 3-6; 57, Entr. 1-4; 58, Entr. 1-5; 59, Entr. 5; 60, Entr. ; 61-64; 65, Entr. 1-5; 66; 67, Entr. 1-5; 68, Entr. 1. 2. 4-6; 69, Entr. 1-3. 5. y 70, Entr. 1. 2. 4-6; 71; 72, Entr. 1. 2. 4-6; 73, Entr. 1. 2. 5. 1874-1912 Congreso científico interstciocil americano. jor Boletín. 1910. Primera reunión del Congreso científico latino-americano cele- brado en Buenos Aires del 10 al 20 de abril de 1898. IV. Sección 32, Revista del Archivo. Parte 1. 1872-78. Sociedad Geográfica Argentina. Revista. Tomo 1-3. 4, Enero-Marzo. Junio-Dicbre; 5, Enero- Mayo. Agosto-Dicbre; 6; 7. 1884-89. 0 O — 362 — Sociedad Nacional de Farn Revista farmacéntica pue 1902, N. 2-6. 9. 12; 1903; 1904, N. 7-9 Sociedad de Ingenieros Civiles de la República Argentina. El Ingeniero Civil. Año 1, N. 1-24. 1888. Sociedad Rural Argentina. Anales. Vol. 4-22; 23, N. 1-20. 22-24; 24, N. 1. 2. 4-11. 13-24; 25; 26, N. 1-4. 6-8. 10-24; 27, N. 1-8. 10-24; 28; 29; 30, N. 1. 2. 4. 6-10; 31, N. 12; 32, N. 2. 1870-97. Sociedad Zoológica Argentina. Periódico zoológico. Tomo 1-3. 1874-78. Universidad. Anales. Tomo 1-9. 11-15. (1888-1901). Publicaciones de la Sección perio de la Facultad de Filosofía y Letras. N. 1. Trabajos del Museo de cia N. 6. 9. 16. 22. 23. 25. Catálogo metódico de la Biblioteca del Museo de Farmacolo- gía. 1863-1904. MATIENZO J. Gobierno del Perú. Universidad Popular. Revista bimestral. Año 1. 2, N. 1-4. 3. 1906-08. Anales de la Sanidad militar. (Dr. Marcial V. Quiroga.) Año 2-4. -1900- 02. Anuario CAN de la República Argentina. (Dr. D. Alberto Navarro Viola.) Año 1880-87. Semana dll N. 212-492, 244-50. 252-351. Año 5-7. 1898-1900. Córdoba. Departamento General de Agricultura y Ganader ía. Boletín. Tomo 1, N. 1-4 Dirección General de Estadística de la provincia de Córdoba. Anuario. 1900-06. 1 Campaña agrícola. 1906-10. Intendencia Municipal. Archivo Municipal de Córdoba. Libro 1-7. 1882-86. Memoria presentada en marzo de 1884. Observatorio Nacional Argenti Resultados. Vol. 1-18. ps 1900. Buenos Aires. Calendario astronómico para el año 1 Efemérides de estrellas cireampolares para el año 1908: GouLp, B. A. Fotografías cordobesas. 1897. — 383 — Oficina pi Argentina. Anales. Tomo 1-14. 16. Buenos Aires. 1878-1905. Boletines. Pe 1. Buenos Aires, 1911. Universidad Nacional, Facultad de ro Médicas. Publicaciones. Tomo 1. 19 La Plata. Centro Médico. Revista médica de La Plata. N. 2-26. Año 1-3. 1888-91. Dirección General de Estadística de la provincia de Buenos Aires. Anuario estadístico de la provincia de Buenos Aires. Año 1-6. 1881-86. era mensual. N. 1-6. 11. 12. 14. 23-55. 58-67. 77-89. 91- o 1-12. 1900-11. Dias. a Año 1868-78. Reseña estadística y descriptiva de La Plata. Demografía. Año 1899-1902. 1904-06. Dirección General de Escuelas de la provincia de Buenos +8 . Revista de Educación. 1905, Enero-Junio. Agosto. Setbre Octbre. 1906, Enero- E Setbre.-Dicbre. e 09. 1910, Abril-Dicbre Centro Universitario. Revista. Año 2. 3, N. 1-14. 1901-03. Museo de La Plata. Anales. Parte 1. 2. 1890-1901. Revista. Tomo 3. 6. 7, Parte 2. Tomo 8, Parte 1. Tomo 9. 10. 13. 18. (1892-1911). Asamblea general de profesores, 8 de mayo 1912. LEHMANN-N1TscHE, RoBerr. Catálogo de la sección antropo- "lógica del Museo de La Plata. Buenos Aires. 1910. Outes, F. F. as del cráneo — s tiempos prehistóricos y protohistóricos en la provincia Ss Córdoba. Universidad Nacional. Observatorio astronómico. Anuario. 1890. 1891. 1894. 1897. 1899. Anales de la Oficina meteorológica de la provincia de Buenos ires. Tomo 1. 3. 1896. 1902. Boletín meteorológico de la provincia de Buenos Aires. Año 3-9. N. 731-3287. 1895-1902. Estación astronómica de Oncativo. 1908. Universidad Nacional. Facultad de Agronomía y Veterina Revista. Época 1. Año 1-10. Época 2. Año 1. 2. 1006- 1906. — 381 — Tucumán. Gobierno de la provincia. Memoria histórica y descriptiva de la provincia de Tucumán. BOLIVIA Sucre. Instituto Médico. Revista. Año 1-3. N. 4-24. (1905-08). BRASIL Maceió. Instituto Archeologico e Geographico Alagoano. Revista. Vol. 2, N. 16-18. Vol. 4, N. 3. 1883. 1908. Ouro Preto. Escola de Minas. Annaes. 1909-11. N. 11-13. Pará. Museu Goeldi (Museu Paraense) de Historia natural e ethnographía. aletas. E 2-6 0 Mem aa bibliográfico. 1879-1904. Río de Janeiro. Academia de Medici Annaes. Ser. A ia 1-7;8, N. 1;9, N. 2; 10; 11313, N : 14-65; 68; 69; 71; 74. (1885-1908). Boletim. Anno 1-3. 1885- Instituto Historico e Geografico Br azileiro. evista. Tomo 46. 49-57. (1883-95.) Homenagem do Inst. Histor. e Geogr. Braz. á Magestade o Senhor D. Pedro II. 1894. Museu Nacional. Archivos, Vol. 1-5. 7. 8. 10. 12. 13. (1876-1905) Guia da Exposigao Anthropologica Brazileira. 1882. Nerro, L. Conférence faite le 4 de novembre 1884. Observatorio Nacional. Anmuario. Anno 1. 2. 7-28. (1885-1912.) Memoria de Sua — 385 — Boletim mensal. 1900. 1901. 1902, Janeiro-Setembro. 1903-06. 1907, Janeiro-Junio. 1908. Bulletin apena > dead 1882-83. Revista. Anno 1-7. 1 CRULS, L. Le climat q Rio de Janeiro. Rio de Janeiro 1892. — Méthode graphique pour la détermination des heu- res approchées des eclipses du soleil et des occultations. Rio de Janeiro 1894, Méthode pour determiner les heures des occulta- tions d'étoiles par la lune. Rio de Janeiro 1899. osigóes geographicas. Rio de Janeiro 1894, Sáo Paulo. Museu Paulista. Notas preliminares. Vol. 1. pe de LLE Revista. Vol. 1-8. 1895-1 Catalogos da Fauna Prid Vol. 2. 1909. Commissúo Geographica e Geologica Boletim. N. 1-14. 17-21. (1899- -1906.) ao do rio Juqueryqueré. 1911. do rio Tieté. 1906. — do rio Paraná. 1906 2 do rio Ribeira de Iguape. 1908. dos rios Feio e Aguapehy. 1905. Secgáo oloretedia ca. Dados climatologicos. 1891-97. Ser. 2. N. 1-15. 1904-12. Kr EDMUNDO. A ribeira de Iguape. Sáo Paulo 1908. Sociedade Scientifica. evista. Vol. 1, N. 1-4; 2; 5, N. 1-8; 6, N. 11. (1905-11.) CANADÁ Guelph (Ontario). Entomological Society of Ontario. Annual Report. 1884-89. 1906-10. The Canadian Entomologist. Vol. 16; 17, N- 1-5. 7-12; 18-20; 21, N. 1-8. 10-12; 22; 23, N. 1-4. 6-11;-38, N. 5-12; 39, N. 1-6. 8-12; 40; 41, N. 1-5. 7-12; 42; 43; 44, N. 1-7. (1884- 1912.) — 386 — Halifax (Nova Scotia). Nova Scotian Institute of Science. Proceedings and Transactions. Vol. 5-12, Part 1-3. 1878-1909. Montreal. Natural History Society. The Canadian Record of Science. Vol. 1. 2. 1884-86. Ottawa. , Department of Mines (Mines Branch). Annual Report on the Mineral Production of Canada. Ein Bulletin. N. 2. 3. Report on the Mining and Metallurgical Industries of Canada. 1907-08. Palwozoic Fossils. Vol. 1. Vol. 2, Part 1. Vol. 3, Parb1. 4. Mesozoic Fossils. Vol. 1. Part 1-5. (1876- pe Canadian Organic Remains. Dec. 1. 3. 4. Contributions to Canadian Paleontology. y 1 Part 1.2. 5. Vol. 2, Part 1. 2. Vol. 3, Part 2. 3. Vol. 4, Part 2. (1885- 1902.) Mines ra N. 23. 32. 39. 47. 49. 53. 55. 59. 68. 69. 11. 9. 3. 84. 86. 92. 93. 96. Department se Mines (Geological Survey Branch). Annual Report. New Ser. Vol. 1-13. 16. (1876- -1904.) Summary Report. 1906-10. Memoir. Publications. N. 923. 965. 973. 975. 980. 998. 999. 1016. 1021. . 1031. a 1034. 1035. 1050. 1052-1060. 1010. 1073. de 1085. Toronto. Canadian Institute. Annual Report. 1887-1893/94. Proceedings. Vol. 2-7. 1884-90. New Ser. (1897-1904.) Transactions. N. 1-14. 16. 17. 19. (Vol. 1-8.) 1890-1906. Meteorological Office. et Monthly Sr Review. Vol. 8; 9, N» 1-9. 11-125 e. N. 1-7. 9-12; 15-18; 19, N. 1-5. 7-12; 20-23; 24, N a 25; 26, N. 1-9; 27; 28; 29, N.1-7, 9-113 3053 mn 1-7. 9-12; 33, N. 1-11; 34, N. 2. 3. 5-12; 35, N. 145- 36, N. 1-3. (1884-1912.) N. 1.2. 49.11.12 mm 387 — Report. 1883-90. 1895-1903. 1905. 1906. 1907, Part 1-7. Observatory. Results of meteorological, seismological and magnetical Obser- 'vations. 1908-10. Winnipeg. Manitoba Historical and Scientific Society. Santiago Annual Report. sois -1901. 1904-06. Transactions. N. 1-6. 12-15. 17. 19-22. 25-42, 44-59. 61. 62. 68-72. (1883-1906.) ScoBLE. Our Crop Markets. CHILE de Chile. Museo “isa de Chile. Bolet Lomo 2, N: E, e N. 16. 17. 1903. 1905. Observatorio Astronómico. Anuario 1903. 1904. 190 Observaciones a si 1873-84. Publicaciones. N. 1-4. Instituto qe Meteorológico y Geofísico de Chile. Ofici Publicaciones. N. 1. 2. na Central Meteorológica. Anuario. 1869-75 Oficina Hidrográfica de Chile. Anuario hidrográfico de la marina de Chile. Tomo 9-23. 1876- 1901. Noticias sobre las provincias litorales Estudios hidrográficos sobre la Pataginil occidental, ejecuta- dos por la corbeta italiana Caracciolo. El terremoto del Y de mayo de 1 Informes de la casa de Sir W. G. Armatria sobre la ruptura del cañón del crucero Angamos. CHalGNEaU. Derrotero del estrecho de Magallanes. 1900. EcHeverrIa Y Reyes. Geographica politica de Chile. Tomo 1-2. 1886-87. FAGaALDE, A. Magallanes el país del porvenir. Tomo 1. 1901. GuERRERO VerGARA. Los descubridores del estrecho de Ma- gallanes. Parte 2%. 32, 1880 — 388 — GORRINGE. Derrotero del río de la Plata. Traducido por Ra- món Guerrero Vergara. IBAR SIERRA. Estudios sobre las aguas de Skyring y la parte austral de Patagoni LÉv£que. o de restar del puerto de Lebu. studio sobre la ría de Constitución y la barra del río Maule. MALDONADO, K. Estudios geográficos e hidrográficos de Chi- loé. 1897 MORALEDA Y MONTERO. Exploraciones geográficas e hidrográ- ficas. 1888. San Román. Desierto y cordilleras de Atacama. Tomo 1. 1896 SuLLIVÁN. Derrotero de las islas Malvinas. Traducido del inglés. VERGARA Y MEDINA. El capitán de fragata Arturo Prab, VIDAL GorMaz. Jeografía náutica. Entr. 2. 3. 4 Universidad. Anales, 1862. 1864-83. 1884, Sección 2. 1885-94. 1895, Enero- . 1896-1900. (Tomo 20-107.) ar e omelaUiohar Ferein. Verha aa de , Heft 1. 2. 4;2, Heft 1-3; 3; 4; 5, Helt es 0,1 Société scientifique > pda Actes. Tomo 2, 3, N. 1-3; 4. 1892-94, Sociedad Nacional de Minería. Boletín. Año 10-22. 1893-1905. Estadística minera de Chile. Vol. 1-4. 1903-09. Instituto de Ingenieros. Anales. Año 1. Tomo 1, Entr. 1-9. 1890. Ministerio de Industrias y Obras Públicas. Anuario. 1888. 1889. Boletín. Año 1. Año 2, Julio-Dicbre. Año 3, Enero-Setbre. Novbre. Dicbre. Año 4. 1887-90. Memoria. 1889, Recopilación de leyes y decretos de interés general en 1888. Valparaíso. Museo. Revista Chilena de Historia natural. Año (1902-03 Servicio meteorológico de la Dirección del territorio maritimo. Anuario. 1905-09. 6. Año 7, N. 12 — 389 — COSTA RICA San José de Costa Rica. Museo Nacional. Informe. 1896-1 alo Frio coi Nacional. Ana mo 3. 4. 1890-91. Instituto crab die Boletín trimestral. N. 1-4. 1888. Ministerio de Fomento. Memoria. 1889. 1890. CUBA Habana. Academia de Ciencias médicas, físicas y natura Anales. AA s 360-64. 366-68. ct 0 87. 390-92. 394- 98. 400-07. 418-30. Tomo 31-42. 43, Enero. Febrero. Mayo- Dicbre. vidas 44, Enero. Setbre. ire (1894-1908.) Secretaría de Agricultura, Industria y Comer Boletín oficial. Vol. 1, N. 6-8. Vol. 2, pe 2. 5. 6. Vol. 3, N. 1-6. Vol. 4, N. 1. 3. 4. (1906-08.) ESTADOS UNIDOS DE NORTE AMÉRICA Ann Arbor. Michigan Academy of Science. Report. 1905-08. 1910-11. Austin, University of Texas. Bulletin. N. 59. 65. 81. 93. 102. 125. 135. (1905-09.) Baltimore. Johns Hopkins ee ireular. N. 1-17. 19-25. 27-32. 34-51. 53-100. 102-07. 109-16. 118-165, de 68. 170. 174. 176. 178-80. 182. 184-87. 189. 191-227, 229-41. (1879-1912. Studies in Historical and Political Science. Ser. 3, N- 1-8. 11- 12; 4-10; 11, N. 1-6. 9-12; 12-14; 15, N. 1-9. 12; 16-27. 28, N. 1-4; 29, N. 1-3; 30, N. 1. (1885-1912.) — 390 — Boston. American Academy of Arts and Sciences. Proce ca Vol. 19-31. 32, N. 1. 3. 5-7. 11. ete. Vol. 33, N. 1-1 6-20. 22. etc. Vol. 34, N. 1-16. 18-19. 21. ete. Vol. Vol. 39, N. 1-7. 9-19. 21. 23. etc. Vol. 40, N. 1. 3-11. 13. etc. Vol. 41, N. 1-4. 6. 8. etc. Vol. 42, N. 2-4. 6-9. 11-14. 17-26. 29. etc. Vol. 43, N. 1-2. 5-17. 19. ete. Vol. 44, N. 1- 26. Vol. 45, N. 1-16. 18-21. Vol. 46, N. 1-11. 13-24. Vol. 47, N. 1-5. 7-21. (1883-1912.) Society of Natural History. Proceedings. Vol. 17-22. 23, Part 1-2. Vol. 24-27. 28, Pag. 1- 218. 243. ete. Vol. 29, N. 1-4. 6. be 9-12. 14-18. Vol. 30, N. 1-7. 9, 11. etc. Vol. 31, N. 1-3. 5. 6. 8. Vol. 32, N. 1-2. 4. $T. 10. 17. Vol. 33. N. 1-8. N 34, N. 18. (1875-1908.) Brooklyn, N. Y. re Societ ulletin. Vol. E 7. (1883-85.) stadtoyica Americana. Vol. 1-5. 1885-89. Buffalo. Society of Natural Sciences. Bu a Vol. 4, N. 2. Vol. 5, N. 5. 2. 4. etc. Vol. 9, N. 1-3. Vol. 10, N. 1. 1882. 97. e 10. Vol. 6.7, N. 1. Vol. 8, N 99. 1902. Cambridge, Mass. Entomological Club. Psyche. Vol. 1-7. N. 1-190. 192-96. (1874-96.) 198-214. 216. 922.48. Charlottesville. University of Virginia. Mc. Cormick Observatory. Publications. Vol. 1, Part 2-5. (1886-90.) Chicago. Academy of Sciences. Bulletin. N. 1. 2. 3, Part 1. N. 4, Part 1. (1 Annual Report. 1895-97. 896-1900.) — 391 — Cincinnati. Society of Natural History. Journal. Vol. 4-21, N. 1. (1881-1909.) Colorado Springs. Colorado Colle Publication General Series. N. 5. 6. 8. 9. 10. 13. 14. 16. 17. 1894-1906. Columbia, Miss. University of Missouri. Studies, Science Series. Vol. 1-2. (1902-07.) Bulletin. Science Series. Vol. 1, N. 1. 2. Vol. 2, N. 1. 2. — onomical Series. N. 1-19. (1902-09.) — Engineering Ex- periment Station Series. Vol. 1, N. 1-3. Vol. 2, N. 1. 2. Catalogue. 1903-04. 1906-07. Davenport. Academy of Science Proceedings. ve 1-11. Vol. 12, Pag. 95-240. (1867- -1910.) Des Moines. lowa Geological Survey. Annual Report. Vol. 3-7. 9-20. 1893-96. 1898-1909. lowa Weather Service. Weather Report. 1878-80. 1882-89. Indianapolis. Indiana Academy of Science. Proceedings. 1891-1910. Department of Geology and Natural Resource Annual Report. 1897. 1898. 1900. e. 1903. Jefferson City. Missouri Geological Survey. Report. 1874. Palaeontology. Part 1. 2. 1894. ad and Zinc. Section 1. 2. 1894. Lawrence, Kansas. University of Kansas. Science Bulletin. Vol. 1-5, N. 1-11. (1902-10.) — 382 — lp Kansas University Quarterly. Vol. 1, N. 1.3.4. Vol. 24. , N. 1-2. Vol. 6. 7, N. 1. 3-4. Vol. 8. 9. 10, Nobiid de -1902.) University Geological Survey of Kansas Annual Bulletin on the Mineral Resources of Kansas. 1902. 1903. Reports. Vol. 8. Topeka 1904. Lincoln. University of Nebr Se Agricultural aptos: Station. aga N. 6. 11. 16. 17. 21. 25-27. 29. 30. 43-45. 41-60. 64, 10. ES e 84. E -1904.) sá Report. 5-7. 9. 10. 13. 15. 16. 1891- 93. 1895. 1896. 1899. 1901. 1902. Madison, Wis. Wisconsin Academy of Sciences, Arts, and Letters Transactions. Vol. 6-13. 15. (1881-1907.) Wisconsin Geological and Natural History Survey. Bulletin. N. 1. 2. 1898. Geology of Wisconsin. Vol. 1. 4. (1873-79.) Meriden, Conn. Meriden Scientific Association. Transactions. Vol. 2-4. 5. 8. 1885-90. 1891-92. 1897-98. Milwaukee. Public Museum. 1895- Annual Report of the Board of Trustees. 13-16. 19-26. 98. 1901-08. Winconsin Natural History Society. Bulletin. New Ser. Vol. 2-7, N. 1-2. (1902- -09.) Annual Report. 1871-81. Occasional Papers. Vol. 1. 1889. Minneapolis. Minnesota gos of ás a 29/94.) Bulletin. Vol. 2, N. 01. 4, Part 1, N- 1: (1882-1892) Geological pa Natural A Survey of Minnesota. Report. Botanical Ser. N. 1. 1892. Annual Report. 16. 1887. — 393 — Morgantown. West be Geological Survey. Vol. 2 (A) [Supplementary Coal Report]. 1908. New ias. Connecticut Academy of Arts and Sciences. Transactions. Vol. 1-11. 13, Pag. 47-87. Vol. 14, Pag. 291-466. Vol. 15. 16, Pag. 1-245. 383-407. Vol. 17, Pag. 1-139. (1892- 1912.) Yale University. The American Journal of Science. Ser. 3. Vol. 27-32. N. 157- 193. (1884-86.) New York. Academy of Sciences. Annals. Vol. 3, N. 8-12. Vol. 4, N. 1-8. 10-12. Vol. 5, N. 1-8. Vol. 6, N. 1-4. Vol. 7, N. 1-5. Vol. 8, N. 1-3. 5-12. Vol. 9- 20. 21, Pag. 1-175. (1884-1911.) alias. Vol. 3-16. (1883-97.) Memoirs. Vol. 1, Part 1. Vol. 2, Part 1-4. 1895. 1899-1905. American Geographical Society. Bulletin. Vol. 16-32. 33, N. 1. 3-12. Vol. 34. 35. 36, N. 1-4. 6-12. Vol. 37. 38, N. 1-3. 5-12. Vol. 39, N. 1-5. 7-9. 11-12. Vol. 40, N. 1-11. Vol. 41. 42. 43, N. 1-3. 6-8. 10-12. Vol. 44, N. 1-5. (1884-1912.) New York Botanical Garden. Bulletin. Vol. 7. N. 24. 1910. Science. Journal. Vol. 1-22. (1883-92.) The American pa tee Journal. Vol. 1-7. The American Sue N, 469-80. Vol. 41, N. 481-92. Vol. 42, N. 493-94. 497. 498. 499-504. Vol. 43, N. 505-07. 508. 509. 510. Se 12. T. X vi — 394 — 514-16. Vol. 44. N. 517-22. 523. 524-28. Vol. 45, N. 529- 36. 537. 538-40. Vol. 46, N. 541-43. 545-48, (1889-1912,) Orono. University of Maine. ulletin of the Agricultural Experiment Station. N. 187. 195. 196. 1911. Philadelphia. Academy of Natural Sciences. Proceedings. Vol. 45-63. 1883-1911. The Franklin Institute. Journal. Vol. 123-26. 127, N. 1-4. 6. Vol. 128, N. 1-2. 4. 6. Vol. 151. 152, N. 1-4. 6. Vol. 153. 154, N. 1-5. Vol. 155, N. 1-3. 6. Vol. spa N. 2. 4-6. Vol. 157, N. 3-6. Vol. 158, N. 1-5. Vol. 159, N. 1. 4. 5. Vol. 160, N. 1. 3. 5. 6. Vol. 161-63. 164, N. 1- pa Vol. 165, N. 2-6. va 166-68. 169, N. 1-2. e da 170, N. 1-5. Vol. 171, N. 1-5. Vol. 172. 173. (1887-1912.) Wagner Free a. of Science. Transactions. Vol. 1. 3. (1887-92.) Commercial Museun Annual Mopor. 1910. 1911. Portland, Maine. Society of Natural History. Proceedings. Vol. 2, Part 9. 1911. Rochester, N. Y. Academy of Science. Proceedings. Vol. 1. 2. 3, Br. 1. 3. Vol. 4, Pag-1 Vol. 5, Pag. 1-38. (1890-1910.) -64. 93-241. Saint Louis. Academy of Science. cl Vol. 1-5. 6, N. 2-3. 5-8. 10- 13. 15. etc. a . 5. 8-13. 15. etc. Vol. 8, N. 1-6. 9. ele. cs ik N. 2. ete. Vol. 11, N. 1-5. 7. ete. Vol. 12. 13, ee Es Vol. 9. etc. Vol. 14, N. 1-5. 7. etc. Vol. 15-17. 18, N. + 19, N. 1-10. (1856/60-1910.) 1. Potter: Contributions to the Archaeology of Missourl. Part 1. 1880 — 395 — Missouri. Botanical Garden. Annual Report. 1891-1911. Salem. Essex Institute Bulletin. Vol. 1-26. 1869-94. San Francisco. California Academy of Sciences. Proceedings. Ser. 2. Vol. 1-6; Ser. 3: Zoology. Vol. 1, N. 1-2. Vol. 2, N. 1. — Math-Phys. Vol. 1, N. 1-7; Ser. 4. Vol. 1, Pag. 1-6. 289-374. 405-430. Vol. 3, Pag. 1-48. 57- 182. 187- 264. (1888/89-1912.) Bulletin. Vol. 1-8. (1884-87.) Memoirs. Vol. 2-4. (1888-1904.) Occasional Papers. Vol. 1-8. (1890-1901.) Geographical Society of the Pacific. Transactions and Proceedings. Ser. 2. Vol. 1. 3-5. (1902-08.) Brooks. Early Migrations. Arctic drift and Ocean Currents. DavibsoN. The shoaling of the bar at the entrance to San Francisco Springfield, Mass. Museum of Natural History. Report. 1910. 1911 Topeka, Kans. Kansas Academy of Scien Transactions. Vol. a 8 20, Part 1. (1881-1906.) Trenton, N. J. New Jersey Natural History Society. Journal. Vol. 1-2. (1886-91.) Tufts College, Mass. Tufts College. e Scientific Series. Vol. 1, N. 4 — Vol. 2, y. Las 1. 1895-1905. 1910. Urbana. University of Illinois. University Studies. eS 1, N. 3. 5. 6. 10. (1901-05.) Bulletin. Vol. 3, N. 7. N, 8, Part 1. 3. 1906. Announcements. e 07. Warren. Academy of Sciences. Transactions. Vol. 1, Part 1-2. (1903-09.) Annual Report and Papers Read. 1902-03. 1907-08, Washington. Smithsonian Institution. Annual Report of the Board of Regents. 1870-1905. 1907. 1909. 1910. 1912 Smithsonian Mii Collections. N. 140. 156. 167. 238. 301. 469. 478. United States National Museum. Bulletin. N. 33-38. 39 A-M. 40-48. 50. 52. 53, Part 1. N, 54. 55. 56, Part 1. N. 58-69. 71-77. (1883-1912.) Special Bulletins. N. 1. 1892. American Hydroids. Part 12. a 0-04 ra from the United States paper Herbariumn. . 9. 10, Part 5. Vol. 12, Part 3. 6. Vol cds Vol. 12. 14. 17-27. 29-40. 01) Annual Report. 1884-97. 1899-1903. 1908-11 Bureau of American Ethnology. Anmual Report. 1-9. 11-26. 1879/80-1887/88. ppt PILLING, 1 a W. H. An ancient Quarry in dle Thomas, Cyrus. The Problem of the Ohio Mou in. N. e J. C. Bibliography of the Chinookan Langu Pa a bo e a e 25-30. 32. 35. 37.39. 40, Part. . Bibliography of the Athapascan Languages: QA . Bibliography of the Algonquian Langulg%: a Bibliography of the Mushogean Lang! e Bibliography of the Iroquoian Language" 189. Indian is e — 39 — THomMAS CYRUS, The Circular, Square, and - Earth- works of Ohio. 1889. Thomas, Cyrus. Catalogue of Prehistoric Works east of the Rocky Mountains. 1891 OWEN DorskY, James. Omaha and Ponka Letters. 1891. Boas, FRANZ. Chinook Texts. 1894. FowkKek, pe AP Investigations in James and Poto- mac Val 94. National de 0, Sciences. Memoirs. Vol. Proceedings. el 1, Part 2. 1884. 884. ciety. Bulletin. Vol. 13. 14, Pag. 1-232. 247. etc. Vol. 15, Pag. 1-26. 57-1 >. United States Department of Agriculture. Report-of the Secretary of Agriculture. 1898, 1900. Vesrhook. 1884. 1893. 1896-99. 1901. 1903-04. gs LX, Bulletin. y. 12-14. 32. 33. 30. UN North American Fauna. N. 4.5.7. > 10- 14. 16-20. 22. 26. 27. 30. 32. 1890-1911. Division of Entomology. Bulletin. N. 5. 6. 8. 1885. Division of Ornithology and Mammology. Bulletin. N. 3. 4. 6. 8. 1893-96. Division of Forestry Report. New de. Vol. 4. 1884. Division of Statistics. Report of the Statistician. N. 14-29. 1884-86... Weather Bure ias. No - 6. 8. 10. 19. 26. 32. 33. 35. 1892-1904. — D. . 1897. 1900. 02. 02. 03. 06. Report of ie 1891/92-1895/96. 1897/98-1908/09. Special Report of Chief. 1891-93. Monthly Weather Review. 1884-93. 1894, Jan. Feb. March. May-Dec. 1895-1900. 1901, Jan.-April. June-Dec. 1902-1907. 1908, Jan.-Aug. Oct.-Dec. 1909, Jan.-Jun Bulletin of the Mount Weather Observatory. Vo. a, Part11 4. Vol. 2, Part 1-6. Vol. 3, Part 1-5. Vol. 4, Part 1 Tables of daily precipitation at Special River and Rainfall Stations of the U. S. Weather Bureau for the years 1893-95. — 398 — FinLeY, J. P. Certain climatic Features of the Two Dakotas. 1893. United States Geological Survey. Bulletin. N. 1-144. 146-51. 153-62. 164-75. 177-207. 209-10. 366-90. 392-447. 449-65. 467-69. 472-83. 486-90. 495. 1883- 1912. o Vol. 1-5. 7-13. 16. 18-25. 27-34. 36. 38-45. 52. 1890-1908. Premia me N. 1-3. 9. 10. 13-15. 58-68. 70. 72. 73. 75. 1902- Annual e of the Director. 2-5. 7. 8, Part 1. 9-10. 1, Part 1. 12, Part 1. 13-15. 16, Part 2. 17. 18, Part 1-3. 19, Part 1-3. 20, Part 1. 3. 21, Part 1-3. 22. 29-31. (1880- 1910.) Mineral Resources of the United States. 1883-93. 1901. 1907- 1909. Water-Supply and Irrigation Papers. N. 65. 66. 69. 70. 72. 76- 81-83. 85. 223. 226. 227. 233. 235. 236. 238. 256-58. 261. 263. 265-70. 272-717 United . Geological and pci Survey. Bulletin. Vol. 2-5. 6, N. 1-3. 1876-82. Survey ie e Territories. HAYDEN. Annual Report. 2. . 6. 11. 12. (1870-78.) Report. Vol. 1-3. sd 9. 10. 12. (1873-79.) PowELL. Contributions to ds North American Ethnolog- Vol. 2. 3. 5-7. 9-11. (1890-93.) Miscellaneous Publications. N. 1. 2. 5. 9. 10. 1200889 United States Naval Observatory. Report of the Superintendent. 1890-92. 1894. 1897-1900. Report of Meteorological and Magnetical Observations. .1889-9. Observations. 1884-88. 1890-92. War Department. Signal Service Annual Report of Chief Signal Officer. 1871-72. 1871: 1879-81. 1883-90. Professional Papers. N. 2. 4. 6.7. 8, Part 1. y. 9-18. Eapaest: ummary and Review of International ceci ou vations. 1883-87. : «th the Arctic Series of Publications issued in connection wi Signal Service. N. 3. 1887. Charts showing the Rainfall of the United States for each month from January, 1870, to December, 1873. — 399 — Engineer Department. U. S. Army. WHEELER, G. M. Report upon pres: Surveys West of the Hundreth Meridian. Vol. 1-7. (1879-89.) Proceedings and Addresses of the Executive ca of the Patent Centennial Celebration. Patent Centennial Celebration 1891. Washington. GUATEMALA Guatemala. Dirección General de Estadística. Anales estadísticos. Tomo 1. 2. 1882. 1883. Anuario. 1898. Censo general. 1893. Demarcación política de la república de Guatemala. 1892, Informes sobre los trabajos de la Oficina de estadística en 1883-85. 1887-88. Memoria de estadística. 1893 Memoria presentada a la EN de Fomento. 1892. Sociedad Guatemalteca de Ciencias. Revista mensual. Tomo 1, N. 5 — Tomo 2, N. 9. (1893-94.) HAITÍ Port-au-Prince. Observatoire météorologique du Séminaire-College St. Martial. Bulletin semestriel. 1909-11 MÉXICO México, Academia Mexicana de ee ua Físicas y Naturales. Anuario. Año 1. 2. 1895 Dirección General de ao a. Anuario estadístico de la República Mexicana. Año 1-12. 14. 1893-1904. 1906. Boletín semestral. N. 2-10. (1888-92.) Estadística general de la República Mexicana. N. 1-10. 3884-96 Estadística ganadera. Año 1902. Estadística industrial. Año 1902. — 400 — División territorial de la República Mexicana. Estados del Centro, Golfo, Norte y Pacífico. (1904-07.) Importación y exportación de la República Mexicana. 1899- 904. 1906. 1907 Informes y documentos relativos a comercio exterior e inte- rior. N. 1-5. 7. 8. 11-22. 43-45. 47-64. 67-70. (1885-91.) Instituto Geológico de México. Boletín. N. 2-9. 11-17. 20-25. 28. (1895-1910.) Parergones. Tomo 1. Tomo 2, N. 4-6. Tomo 3, N. 2-6. Ministerio de Fomento. Anales. Tomo 5-8. 1881-87. Boletín. Tomo 1-10. 1877-86. a Censo general de la República Mexicana verificado el 20 de Octubre 1895; el 28 de Octubre 1900. Revista meteorológica mensual. Tomo 1, N. 4 6-17. 1881-82. Museo Nacional. Anales. Tomo 1, Entr. 1. 4-12. Tomo 2. 3, Entr. 1-46. 11. 12, Tomo 4, Entr. 2-4. E Museo Nacional de Historia natural y Sociedad Mexicana de Histor:a natural. La Naturaleza. Ser. 1. Tomo 7, N. 1-24. 1884. Ser. 2, Tomol, 1-10. Tomo 2, N. 1-11. Tomo 3, Cuad. 5-10. Ser. 3. To- mo 1, Cuad. 1. 2. Observatorio Astronómico Nacional de Tacubaya. Anales. 1896. 1897. Anuario. Año 4-10. 15. 18. 23-27. 29-32. (1884-1912,) Boletín. Tomo 1, N. 1-3. 5-13. 15. 16. Tomo 2, N. 1-4. (1889-98.) Observatorio Meteorológico-Magnético Central. ; Boletín mensual. 1888-94. 1895, Enero-Junio. Agosto. OoÍb. z a . Enero-Ju- Dicbre. 1896, Enero-Marzo. Junio-Dicbre. 1897, i nero- Junio 1910, Enero-Julio. Novbre. Dicbre. 1911, Datos pluviométricos y agrícolas en el año 1883. Observaciones magnéticas. Enero a Marzo 1884. Revista mensual climatológica. Tomo 2, N. 2. 11. Secretaría de Fomento. E N.14. Boletín de Agricultura, Minería e Industrias. Año 1. 2, — 401 — Año 5, N. 3-12. Año 6, N. 4-12. Año 7.8.9, N. 1-7. 11. 12. Año 10, N. 1-7. Boletín democráfico de la República Mexicana. Año 1-7. 1896- 2. Memoria. 1877-85. Sociedad Científica « Antonio Alzate ». Memorias y Revista. Tomo 1. 2, N. 1-10. 12, Tomo 3, N. 3-12. Tomo 4, N. 3-12. Tomo 5. 6, N. 5-8. 11. 12. Tomo 7, N. 1-6 Tomo 8, N. 1-8. Tomo 9, N. 1-10. Tomo 10, N. 5-12, Tomo 11-19. 20, N. 5-12. Tomo 21. 22, N. 1-8. Tomo 23. 24, N. 6-12. Tomo 25. 26. 27, N. 1-10. Tomo 28, N. 9-12. Tomo 29, N. 1-6. (1886-1910.) Sociedad de Geografía y Estadística de la República Mexicana. Boletín. Tomo 1-6. 1888-94 (incompleto). Sociedad Geológica Mexicana. Boletín. Tomo 1-5. 6, Parte 2. Tomo 7, Parte 1. 2. (1905-11.) Toluca. Observatorio Centra Boletín meo. Tomo 1, N. 1. 4. 5. 7. 9- 11. Tomo 2, Tomo 4, N. 1-10. Tomo 5. 6. 7, N. 1-3. 5-17. To- mo 8. 9, N. 1-11. $ 14. Tomo 10, N. 4-9. Tomo 11, N. 1-14. Tomo 12, N. 1-6. Tomo 16, N. 1. (1879- -1912.) PARAGUAY Asunción. Oficina General de Estadística. nuario estadístico de la República del Paraguay. Año 1886. Puerto Bertoni. Estación Agronómica. Revista de Agronomía y Boletín. Tomo 4, Na 1 E 112 Tomo 5, N. 1. (1910-11.) ¿ PERÚ Lina. Cuerpo de a righ de Minas del Perú de Boletín. N. 1. 4-9, 11.12. 14. 18-22. 94-26. 29. 30. 32. 35. 36. 38. 41. de 46. 49. 51. 53. 54. 56. 57. 59-62. 68. 09. 1£ 76. (1902-11.) — 402 — Escuela de Ingenieros de Lima. Anales de Construcciones civiles y de minas. Tomo 1-4, 6. (1880-87.) ae de Minas, Industria y Construcciones. Año 1-23. 1885- 907 (incompleto). 35 ee áfica Bole . AñO 3, A Año 4. 5. 6, Trim. 1-3. Año 8, La 2. 3. Año 10, Trim. 2-4. Año 11-14. 15, Trim. 1. 4. Año 16, Trim. 1. a -1906.) URUGUAY Montevideo. Ateneo 03 a Ana ob: 5. 1883. Dir Ses e de Estadística. Anuario estadístico de la República Oriental del Uruguay. -86. 1893. 1895-1903. 1907-08. Tomo 2, Parte 1. Comercio exterior de la República Oriental del Uruguay. 1871- 94. 1896-97. 1900-01. Dirección General de Instrucción Pública. Boletín de Enseñanza primaria. N. 19-44. Año 3-6. (1891-93) Ministerio de Instrucción Pública. Memoria. Period. 1. 2. (1885-89.) Museo Nacional. Anales. Vol. 1-4. 1894-1902. Flora Uruguaya. Vol. 1-3. 1901-06. Observatorio meteorológico del Colegio Pío de Villa Colón. -3. 7-12. Boletín mensual. Año 1-11. 12. N. 1-9. Año 13, N- e e Año 14, N. 1-3. Año 15, N. 4-12. Año 16, N- 14- N. 7-12. Año 18. 19. 1888-1905. Años meteorológicos. 1894-1907. a bd pa Resumen de las observaciones meteorológicas ejec 1883- Observatorio del Pra Anuario PARA Año 1. 2.4. (1901-04.) Sociedad de Ciencias y Artes. Boletín. Año 3-11. 1879-87. — 403 — VENEZUELA Caracas. Universidad. Anales. pas 3, N. 1. Año 5, N. 2. (1902-04.) EUROPA ALEMANIA Aachen. Meteorologisches Observatorium. E Deutsches Meteorologisches Jahrbuch. Jabrg. 1897-1909. 191 Altenburg. Naturforschende Gesellschaft des Osterlande se itteilangen aus dem Osterlande. ES Folge. Bd.5-7.1892- Annaberg ¡. Erzgeb. Annaberg-Buchholzer Verein fúr Naturkunde. Jahresbericht. 7. 8. 1883-88 Bamberg. Naturforschende Gesellschaft in Bambery. Bericht. 13-21. 1884-1910 Berlin. Kónigl. Preussische Akademie der Wissenschaften. di Abhandlungen (Physikalische). Aus dem Jahre 1889. Berlin 1890. Abhandlungen (Anhang). Aus dem Jahre 1888. o 10, Sitzungsberichte. 1882-90. 1891, N. 10-53. 1892-94. 18 s 1-3. 11-53. 1896, N. 1-42. 45- 53. 1897. 1898. 1899, 1900, N. 1-21. 23-53. 1901. 1902. 1903, N. 1-40. 41- dl pan 1905, N. 1-5. 8-22. 23-53. 1906. 1907. 1908, N- 1-3. 5. po 24-53. 1909, ms 1- 22 15-25. 26-36. 39. 40-53. 1910. 1911, 1-53, 1912, N. Monatsberichte. Po 1881. — 404 — Kónigl. Preussische Geologische Landesanstalt and Bergakademie. Aa 1883-1907. 1908, Teil 1. 1909, Teil 1. 1910, Teil . 1911, Teil 1. Register iiber Band 1-20. 1880-99. Kónigl. na Meteorologisches ES Veróffentlichungen. N. 209. 210. 912. 214. 215. — Ergebnisse der Gewitter-Beobachtungen in den Jahren. 1891-1907. Ergebnisse der Niederschlags-Beobachtungen in den Jah- 1891-1905. 1907 Bericht iiber die Tiátigkeit im Jahre. 1891-1908. — Abhandlungen. Bd. 1, N. 1-8. Bd. 2, N. 1-3. Bd. 3, N. 13. — Deutsches Meteorologisches Jahrbuch. 1883-95. 1896, Heft 2. 1897-1902. 1903, Heft 1. 2. 1904. 1905, Heft 1. 2. 1906. — Ergebnisse der Arbeiten des Kóniglich Preussischen Aero- nautischen Observatoriums. 1900-02 — Ergebnisse der Wolkenbeobachtungen in Potsdam in den Jahren 1896 u. 1897. Regenkarte von : Prov. Ostpreussen, 1900. Prov. cod sien, 1899. Prov. Brandenburg u. Pommern, 190 Westpreussen u. Posen, 1900. Prov. ocio DO Prov. Hessen- | Bericht des internationalen meteorologischen Comites. Versammlung zu Upsala. 1894. — Bericht iiber die internationale meteorolog. Conferenz zu Paris. 1896. — Instruktion fir die Beobachter an den meteorolog. Sta- tionen II. HI. u. IV. Ordnung. 1888 50-jiihr. Jubiliumsfeier. 16. Okt. 1897. lisos G. Die Niederschliige in den nordd gebieten. Bd. 1-3. Berlin. 1906. HELLMANN, G. Grósste IN i Berlin. 1884. Gesellschaft Naturforschender Freund Sitzungsberichte. Jahrg. 1874- e 1900-10. Festschrift zur 100 Jahr-Feier. 1873. Gesellschaft fir Erdkunde. 1.4 Zeitschrift At 1873-75. 1882-93. 1894, pp 10. 1895-97. 1898, N. 1. 4-10. 1899-1904. 1905, N-19. 20 1907, N. 1-8. 10. Si N. 1-6. 8-10. 1909-11. 1912, a Zeitschrift fir allgemeine Erdkunde. Bd. 2. 17. 1 857. eutschen Strom- n Deutschland. — 405 — Gesellschaft fiir Anthropologie, Ethnologie u. Urgeschichte. Zeitschrift. ni Jahrg. 1879-95. 1896, Heft 2. 4-6. 1897-98. 1899, Heft 5 1900. 1901, Heft 5. 1902, Heft 2-6. 1903, Heft 5. 1904-05. ps Heft 6. 1907. 1908, Heft 1.2. 5. 6. 1909, Heft >. 6. 1910, Heft 1-5. 1911, Heft 5. Botanischer Verein der Provinz Brandenbr Verhandlungen. Jahrg. 21-36. 38- pe denó. 94. 1896-1904. unta Zoologisches Museum. Bericht. 1902-05. 1907. Mitteilungen. Bd. 1-4, io 1. (1898-1908.) Deutsche Physikalische Gesellscha, Die Fortschritte der Physik. O 1881-87. Verhandlungen. Jahrg. 1887-98. 12% N. 1-15. 1900, N. 1-17. -6. Centralverein fir Handelsgeographie. Export. Jahrg. 1884-87 Deutscher Kolonialverein. Deutsche Kolonialzeitung. Bd. 1-3. 1884-86. Forschungsreisende u. Gelehrte aus den deutschen Schutzgebieten. itteilungen. . 1-17, Heft 1. 1888-1904. Forstlich meteorologische Stationen Preussens. Jahresbericht. 1887-97 Beobachtungsergebnisse. 1890-97. Bergwirtschaftliche Mitteilungen. Beiblatt zur Zeitschrift fiir prakt- ische Geologie. Herausg. v. M. Krahmamn. Jabrg. 1 1-3. 1910-12. Fortschritte der praktischen Geologie u. Bergwir tschaft. Herausg. Y- Max Krahmann. Bd. 1-2. 1903-10. Meteorologische Zeitschrift. Jato 1881- , Der Naturforscher. Wochenblatt zur Verbrcitang der Fortschritte in den Naturwissenschaften. Jahrg. 1872-73. 1882- 86. Zeitschrift fiir praktische Geologie. Herausg. Y- Max Krahmann. ahrg. 1893-1912 Zeitschrift fir ri Insektenbiologie. Jahrg. 1910. 1911, Heft 1-6, Zeitschrift fir das Berg- pare und Salinen-Wesen in dem Preussischen Staate. Bd. 19-23. 1-75 rai Verein der preussischen Rheinlande und Westfalens. Sitzungsberichte. 1906. 1908. 1909. 1910, Hiilfte 2 Verhandinngen. Jahrg. 36-60. 61, Hiilfte 2. 62. 63. 65. 66. 67, Hiilfte 2. (1879-1910.) — 406 — Niederrheinische Gesellschaft fiir Natur und Heilkunde. Sitzungsberichte. Jahrg. 1895-1901. 1902, Hilfte 2. 1903. 1904, Hiilfte Braunsberg. Botanisches Institut des Kgl. Lyceum Hosianum. Arbeiten. 1. 2. 1901. Braunschweig. Vercin fir Naturwissenschaft. Jahresbericht. 1-16. Festschrift der 69. Versammlung deutscher Naturforscher u. Arzte. 1897. Globus. Tlustr. Zeitschrift fiir Liinder = und Vólkerkunde. Bd. -86 Katalog der Ausstellung priihistoricher anthropologischer Funde Denutschlands. 1880. Deutsche Anthropol. Gesel ft. Naturvissenschafliche Rundschau. 1890, N. 51. 1891, N. 1-24. Steinmann. Die paláolitische Renntierstation von Munzingen q ANS bei Freiburg i. Br. (Archiv fir Anthropologie- ¿ BL. 9, 4.) Bremen. Naturwissenschaftlicher Verein. bh a Bd. 5-10. 11, Heft 1-2. Bd. 12-14. 16, Heft 12. 17. 18, Heft 2. Bd. 19. 20, Heft 1-2. Bd. 21, Heft 1. ini zu den Abhandlungen. N. 6-8. ; Beitriige zur nordwestdeutschen Volks Bd. 15, Heft 1-3. Geograpische Gesellschaft. Deutsche Geographische Blitter. Bd. 5- 21, Heft 2. Bd. 22, Heft 1-3. Bd. 23. 24. 25, Heft 1-2. Bd. 30, Heft 2-4. Bd. 31, Heft 2. Bd. 33, Heft ds 2. 4. (1882-1910.) Jahresbericht. 3. 5. 7-10. Katalog der hrconiniscs Ausstellung- 1884. Meteorologisches Observatori en te hes Meteorologia Jahrbuch. (Freie Hansestad! pe pe Jahrg. 1890-1911 — und Landeskunde. 19. 20, Hoft 3. 4. Bd. Heft 4. Bd. 26, Ba. 32, Heft 4. Breslau. Sohlesischo Gesellschaft fúr vaterlindische Cultur- o cg gob Jahres-Bericht. 64. Nebst Ergiinzungsheft. 65- — 407 — Ergáinzungsheft. 69. Nebst Ergiinzungsheft. 70. Nebst Er- giinzangsheft. 71. 72-75. Nebst Ergiinzungshefte. 76. 77-78. Nebst Ergiinzungshefte. 79. 80. 81. Nebst Ergiinzungsheft. 82. 83. 87. 88. (1886-1910.) Die 100 Jahrfeier u. Geschichte der Gesellschaft. Chemnitz. o iaa Gesellschaft. Bericht. -15. Danzig. Naturforschende Gesellschaft. Schriften. SE coo Bd. 5-7. 8, Heft 1. Bd. 9-12, Heft 1. (1881-19 Katalog dee Bibliothek. Heft 1. 1904. Festschrift zur Feier des 150 jiihr. Bestehens der Gesellschaft am 2. Januar 1893. Danzig in naturwiss. u. medizin. Beziehung. 1880. Donaueschingen. Vercin fiir Geschichte und Naturgeschichte. Schriften. Heft 5. 6. 8. 9. 10. (1885-1900.) Dresden. Kóniglich Siichsische Landes- Wetterwarte. Dekaden-Monatsberichte. Jabrg. 1898-1909. Deutsches Meteorologisches Jahrbuch. Es 1903. 1904, Hilf- te 2, 1905. 1906. 1907. 1908, Hiilfte Das Klima des Kónigr. Sachsens. Heft di 7. 1892-1903. Kritische Bearbeitung der Luftdruckmessungen im Kónigr. Sachsen wiihrend der Jahre 1866-1900. Dresden 1903. id Gesellschaft « Isis » Sitzungsberichte und AbhandiGA pi: a 1874-93. 1894, Juli-Dez. 1895-1906. 1907, Juli-Dez. 1908-1 Festschrift zur Feier ihres 50 jiibr. e 14. Mai 1885. Fercin fir Erdkunde. Mitteilungen. Bd. 1, Heft 1-4. 7-10. Bd. 2, Heft 1 Jahresbericht. 1-13. 15-27. (1863-1901.) Biicher-Verzeichnis. 1905. Mitglieder-Verzeichnis. 1906. 1908-10. Festschrift zur Iubelfeier des 25 jiihr. Bestehens. 1888. — 408 — Litteratur der Landes-und Volkskunde des Kónigr. Sachsen. Nachtrag 1. 4. F. yon Bellingshausens Forschungsfahrten im Siidl. Eismeer. 1819-1821 Dresden. 1902. SCHNEIDER, O. Muschelgeld-Studien. Dresden 1905. Naturwissenschaftl. Beitriige zur Kenntnis der Kaukasusliinder. Berichte der Verwaltung u. Vermebrung der Kgl. Sammlungen ir Kunst. u. Wissenschaft zu Dresden. 1886-95. Elberfeld. Naturwissenschaftlicher Verein. Jahresberichte. Heft 1-10. 1851-1903. Emden. Naturforschende Gesellschaft. ahresbericht. 66-93. 1880-1908. Kleine Schriften. N. 5-10. 12. 14. 16-19. (1858-99.) Erfurt. Kónigliche Akademie gemeinniitziger Wissenschaften. Jahrbiicher. Nene Folge. Heft 13-19. 21-30. (1885-1904.) Erlangen. Physikalisch-Medizinische Sozietát Sitzungsberichte. Bd. 11. 12. 13. 15-21. 23. 25. 26. 28-43. (1879-1911 Festschrift der Physikalisch-Medizinischen Sozietit zu Erlan- gen zur Feier ihres 100 jiihrigen Bestehens am 27. Juni 1908. Frankfurt a. M. Senckenbergische Naturforschende Gesellschaft. Bericht. 10-38. 40-42. 1879-1907. 1909-11. Katalog der Vogelsammlung im Museum. 1891. — der Reptiliensammlung. Teil 1. 2. 1893 pa der Batrachiersammlung. 1892. erbauten Festschrift z. Erinuerang an die Erófínung des nen Museums am qn Okt. 1907. Physikalischer Verei 41. 1908- Jahresbericht. 1877. 98. 1900. 1901. 1903. 1905. 2 va Der Neubau des Physikalischen Vereins und sein feier am 11. Januar 1908. -98. — 409 — Z1EGLER, JULIUS, und KónIG, WALTER. Das Klima von Frank- furt am Main. 1896. 1901 Neue Zoologische Gesellschaft. Der zoologische Garten. Jahrg. 15-26. 1874-85, Verein fiir Geographie u. Statistik. Jahresbericht. 1878-90. ia zur Statistik der Stadt Frankfurt a/M. Bd. 5, Heft 886- Me der Popaslcndál Ausstellung. 1883. BREUSING. Leitfaden durch das Wiegenalter der Kartogra- phie. Frankfurt. 1883. Statistisches Amt der Stadt Frankfurt a]M. CA Mitteilungen iiber den Civilstand der Stadt Frank- arta 1887-92. ollo aro jac Gesellschaft. Nacbrichtsblatt. Jahrg. 38, Heft 3, Jahrg. 39, Heft 3. Jahrg. 40, Heft 2. 3. Jabrg. 41, Heft 1-3. Jahrg. 42, Heft 2-4. Frankfurt a. 0. > rad Verein des Regierungsbezirkes Frankfurt. lios. Abhandlungen und Mitteilungen aus dem Gesamtge- eS der Naturwissenschaften. Bd. 2-26. 1884-1910 Societatum Litterae. Verzeichniss der in den Porilialica der Academieen und Vereine aller Liinder erscheinenden Einzelarbeiten aus dem Gebiete der Naturwissenschaften. Jahrg. 1-14. 1887-1900. Freiburg i. B. Naturforschende Gesellschaft. Berichte. Bd. 1-17. 18. 19, Heft 1. 1886-19 Festschrift der 56. Versammlung deutscher lll und Arzte. 1883. Berichte iiber die Verhandlungen. Bd. 7. 8. 1877-85. Fulda. Vercin fiir Naturkunde. Bericht. 3-7. 1875-83. Gera (Reuss). Gesellschaft von Freunden der Naturwissenschaften Jahresbericht. 27-35. 53. u. 54. 1884-92. 1910-11. T. xv 28 o Giessen. a Gesellschaft fiir Natur-und Heilkunde. icht. o sr Bd. 7-34. 1859-1905. Neue pi Bd. 2-6. —- Natervisencinflc Abteilung. Bd. 7-34. 1859-1905. ue Folge. Bd. 1-4. 1905-11 Register zu de Biinden. 1-34. 1849-1904. Górlitz. Oberlausitzische Gesellschaft der Wissenschaften. Codex diplomaticus Lusatiae superioris. Bd. 1, Heft 1-4. Bd. A Heft 1-5. (1897-1904.) Neues Lausitzisches Magazin. Bd. 57-80. 1882-1904. li rlisctondo Gesellschaft. Abhandlungen. Bd. 16-27. 1879-1911. Góttingen. Kónigl. Gesellschaft der Wissenschaften Nachrichten : Mathematisch- physikaliseño ono 1877-92. 1893, Heft 12. 1894-96. sg Heft 1-3 pie 1898. pay 1911, Heft 1-5. 1912, Heft 1-4. — Geschiiftliche a ungen. 1894, Heft 1. 1895-96. 1897, Heft 1. 1898. 1899, Heft 1. 1900-11. Gotha. ee Geographisches Jahrbuch. Herausg. Y- H. Wagner. Bd. 1-10 Petermann's Mitteilungen. Jahrg. 1855- 87. 1890, Heft 1-10. 1891, Heft 1-8. 10-12. 1892, Heft 1-3. 5-7. 9-12. 1893-9. 1895, Heft 1-2. 1899- se 1912, Heft 1-6. — Inhaltsverzeichnis der Bánde von 1855-64. 1895-1904. -- Ergiinzungshefte. N. 1-88. 104- 167. Greifswald. Naturwissenschaftlicher Verein fiir Neuvor. -pommern und Rú ng Mitteilungen. Jahrg. 11-38. 40. 42. 1879-1906. 1908. Geographische Gessellschaft. Jahresbericht. 2; 3, Tl. 1; 4-9. (1883- -1905.) — 411 — Giistrow. Verein der Freunde der Naturgeschichte in BO rg. Archiv. Jahr 30-46. 48-54. 55, Abt. 1. 56-58. 59, Abt. 1. 60, Abt. 2. 61-63, Abt. 1. 65. pliegos Extrabeilage z. Archiv, Jahrg. 44. « Die landeskundliche Li- teratur iiber die Grossherzogtiimer Mecklenburg ». Giistrow. 1889. Inhaltsverzeichniss und Register zu den Jahrgingen 31-50. 1897. Halle. Kaiserl. Leopoldinisch-Carolinische Deutsche Akademie der Natur- forscher. Nova Acta. Abhandlungen. Bd. 40-48. 53. 57-67. 69-72. 74-77. 79. 80. (1878-19083.) Leopoldina. Heft 15-21. 28-39. (1879-1903.) o zu den Acta und Nova Acta. Bd. 1. Bd. 2, Hiilf- te 1. kata PE Bibliothek. Lieferung 2-9. 1889-99. chte der Bibliothek u. - Naturalloare mida: 1894. o Gesellschaft. bhandlungen. Bd. 15-21. 1882-99. Bericht. 1880- 92. Verein fir Erdkunde. Mitteilungen. Jahrg. 1-35. 1877-1911 Wochenschrift fiir Astronomie, ei u. Geographie. Herausg - r. H. Klein. Jahrg. 1880-86 Hamburg. Deutsche Seewarte. Deutsches Meteorologisches Jahrbuch. Jahrg. 1-33. sero-1018 Annalen qe Hydrographie und maritimen Meteorologie. Jabrg. 8. 9. 10, peut 8. 10. 12. Jahrg. 11-14. (1880-86.) Aus dem Archiv. Jahrg. 1-22. bo 34. 1878-99. 1901-11. Jahresbericht. e 34. 1893-19 Deutsche iiberseeische o Beobachtungen. Heft 1-20. Ergebnisse der meteorologischen Beobachtungen a trum. 1876-1905. Ergebnisse der meteorologischen Beobachtungen fir ax... ennium. 1876-1905. Monatsbericht. Jahrg. 9-16. 1881-91. — 412 — Katalog der Bibliothek. 1890. Nachtrag zum Katalog. I-1X. 1894-1910. Resultate meteorologischer Beobachtungen von deutschen u. hollindischen Schiften fiir Eingradfelder des Nordatlanti- schen Ozeans. N. 1-19. 1880-1901. Segelhandbuch fiir den Stillen Ozean. Hamburg 1897. Naturhistorisches Museum. e Jahrg. 1-3. 5-25. 26, Beiheft 2. Jahrg. 28, Bei- 1883-85. 1887-1908. pass his a Director Prof. Dr. Pagenstecher fir 1883. MUcGrE. Ueber die los des Kryolith. Hamburg 1884. FISCHER, Ueber einige afrikan. Reptilien, Ampbhibien und Fische. GERSTACKER. Bestimmung der von Dr. G. A. Fischer gesam. ren. Naturwissenschaftlicher Verein. -——Abhandlungen aus dem Gebiete der Naturwissenschaften. Bd. 1-19, Heft 1-5. 1846-1910. Verhandlungen. Folge 2. Bd. 1-5. 1871-82. Folge 3. Bd. 1-19. 1895-1911 Verein fir naturwissenschaftliche Unterhaltung. erbandlungen. Bd. 6-14. 1883-1909. Geographische Gesellschaft. tticlitagen. Bd. ds 22. 24. 25, Heft 2. Ba. 26. (1882-1910.) KarL Frieborich. Die La-Plata Liinder. Hamburg 1885. Hanau. Wetterauische Gesellschaft fiiv die gesammte Naturkunde. Bericht. 1868-1909. Festschrift. 1858. 1908. : Festgabe zur Jahrhundertfeier, 1908 : Geschichte der Wetter- auischen Gesellschaft f. die gesammte Naturkunde. Hannover. Naturhistorische Gesellschaft. Jahresbericht. 21-41. 44-57. 1870-91. 1894-1907. dis ER. Die Veriinderung in dem Bestande der hannoverett”. Flora seit 1780. Hannover 1867. Provinzial Museum Katalog der A 1897. — der systematischen Vogelsammlung- 1897. — 413 — Verzeiehniss der im Museum vorhandenen Siingetiere. 1897. BraxDbEs, W. Flora der Provinz Hannover. — Gefisspflanzen. Hannover u. Leipzig 1897. Heidelberg. Naturhistorisch-Medizinischer Verein. Verhandlungen. Neue Folge. Bd. Se Heft 1-3. Bd. 4, Heft 1. Bd. 5, Heft 4. Bd. 6, Heft 2. 4. 5. Bd. 7, Heft 2-5. Bd. 8, Heft 1-4. Bd. 9, Heft 1-4. Bd. 4% Jena. Medizinisch-Naturwissnschaftliche Gesellschaft. Zeitschrift fir Naturwissenschaft. Bd. 30-32. 33, Heft 2-4. 4-41.-42, Heft 1-3. Bd. 43. 44. 45, Heft 1. 2. Bd. 46. 1 Denkschriften. Bd. 1, Abt. 1u. 2. Bd. 2, Abt. 1-4. Bd. 3, Abt. 1. 1879-80. 1889 Karlsruhe. Zentralbureau fir Meteorologie und Hydrographie Deutsches ia Jahrbuch (Baden). ea 86. 1888-1 arica Verein. Verhandlungen. Bd. 9-18. 21. 23. 1883-1905. 1908. 1910. Badische Geographische Gesellschaft. Verhandlungen. 1880-86. g. 1883- Kassel, Verein fir Naturkunde. Abhandlungen und Bericht. 28-38. 40-43. 45-52. (1881-1909.) Festschrift. 1 atalog der Bibliothek. 1875. Kiel, role Verein fir Sehleswig-Holstein. hrif 1-14. Ep Register zu a Kommission zur rca Untersuchung Ergebnisse der Beobachtungsstationen an d ten iiber die physikal. Eigenschaften der Ostsee un und die Fischerei. Jabrg. 1873-93. der Deutschen Meere. en deutschen Kiis- d Nordsee — 414 — Kónigsberg i. Pr. Physikalisch-Okonomische Gesellschaft. Schriften. Jahrg. 2-11. 18-45. 47-50. (1861-1909.) Leipzig. Kónigl. Sáchsische PR der diciendo: Abhandlungen M 16, N. 1. 3. 4. 5. Bd. 17. 18. 19, N. 2-4. 5. Bd. 20. 21. 22, 23, N. 1. 2. 4. 5. Bd. 24. 25, N. 1. 3. 4. 5. Bd. 26. 27. 28, N. 1-3. 5. Bd. 29. 30. (1887-1908.) — Philologisch-historis- che Klasse. Bd. 9. 10, N. 2.3.5.7. Bd. 11, N. 1-4. Bd. 12, N. 1. 3-5. Bd. 13, N. 1. 2. 5. Bd. 14, N. 2. 4. 5. Bd. 15, N 2.3.Db, Ba. 16. 17, N. 1.35. Bd. 18, N. ZE ba 19. 20, A . Bd 24, N. 1. 2-4. 5. Bd. 25, N. 3. Bd. 26, N. 1-3. ció Berichte iiber die Verhandlungen. Mein 36. f ft Philologisch-historische Klasse. Bd. 35. 37. 38, Heft 1 > -5 40, Hoft 1-4. Bd. 41, Heft 1 1. Bd. 59, Heft 1-5. Bd. 60, Heft 1-8. 1883- 1908. Sachregister der Abhandlungen und Berichte 1897. Zur 50 jiihrigen Jubelfeier der Kónigl. Siichsischen Ge schaft der Wissenschaften zu Leipzig am 1. Juli 1 Naturforschende Gesellschaft. Sitzungsberichte. Jahrg. 1874-81. 1883- Gesellschaft fir Erdkunde. Mitteilungen. 1879-92. 1894-1903. 1905. 1906. o Veróffentlichungen. Bd. 2. Bd. 2. 4. Bd. 5-6. (1895-1904.) Berg-und Huettenmaennische Zeitung. Jahrg.- 1870-77. sell- 92. 1894-98. 1906-10. 3, Heft 1. — 415 — Gaea. Natur u. Leben. Zeitschrift zur Verbreitung naturwiss. geo- graphischer Keuntnisse. Herausg. H. J. Klein. Bd. 7-27. 1871-91. RAN Rundschau. Zeitschrift fiir Redio Geologie. Bd. 1-3. 10-1 ds Zentralblatt. Bd. 1-17. 1901-12. Physikalische Zeitschrift. Jahrg. 3-5. 6, Heft 1-15. 17-23. Jabrg. 7, 9-24. Jahrg. 8-12. 13, Heft 1-8. 10-24 Uebersicht der Resultate Mineralogischer Forschungen in den Jahren. Entworfen von Dr. Adolf Kenngott. 1844-52. 1856-65. Zoologischer Anzciger. Herausg. v. Victor Carus. Jahrg. 3-17: N. 46-438. 1880-94. Libeck. Geographische Gesellschaft und Naturhistorisches Museum. Mitteilungen. Reihe 2, Heft 1-16. 1890-1902. Lineburg. Vaturwissenschatlicher Verein. Jahreshefte. 4-15. 1868-1901, Magdeburg. Museum fiir Natur-und Heimatkunde. Naturwissenschaftlicher Verein. Abhandlungen und Berichte. Jahrg. 1879-81. 1885-96. 1900-04. Neue Folge. Bd. 1, Heft 1-4. Bd. 2, Heft 1-2. 1908. Festschrift zur Feier des 25 jiihr. Stiftungstages. 189. Mannheim. Percin fir Natur kunde. Jabresbericht. 52-60, 71. 72. 1885-93. 1904-05. Marburg, Gesellschaft zur Befórderung der gesamten grades Sitzungsberichte. Jahrg. 1866- 34, 1886-87. 1 hriften. Ba. 12, Abt. 1. 2. 4. 5. 7. Bd. E pes 1-6. (1896- 906.) Percin fi Erdkunde. Jahresbericht, 6-12. 14-26. (1883-1909.) Société q Histoire naturelle. Bulletin. Sér. 2. Sér. 3, Cahier 16-22. 24-26. (1884. 1909.) — 416 — Minchen. Kónigl. Bayerische Akademie der Wissenschaften. Sitzungsberichte. Mathematisch-physikalische .. 1881- 1906, Heft 3. 1907, Heft 1-2. 1910, Abh. 10-1 imdiairgna: Mathematisch- OS PES 1876-95- 1896, Abh. 2-4. 1897-99. 1900, Abh. . 4. 1901, Abh. 1. 4, 1902, Abh. 2-4. 1903-06. Bd. 23, mesa 2. Bd. 24, Abh. 1: Bd. 25, Abh. 5 Almanach fiir das Jahr 1884. 1890. FESTREDEN Radlkofer, Ludwig. Methoden in der botanischen Systematik. 25. VII. 1883. Kupfter, Karl. Theodor L. W. von Bischott. 28. II. 1884, Hertwig, Richard. Carl Theod. von Siebold. 29. II. 1886. Groth, Paul. Molekularbeschaffenheit der Krystalle. 28. 11. 1888. Lommel, Eugen. Georg Simon Ohm?s wissenschaftliche Leist. ungen. 1889, o: A Angómeti Probleme der Mechanik des Him- . 1892. rútingos, > pre die Wege und Ziele der Hirnforschung- 22. 1893. Y. a Max. Rerum cognoscere causas. 5. XI. 1890. Sohncke, L. Bedeutung wissenschaftlicher lonfalrin 15. XI. 1894. Lindemann, Ferd. Philipp Ludwig v. Seidel. 27. II. 1897. Geobel, Karl. Studium u. Auffassung der Anpassungserschein- gen bei Pflanzen. 15. III. 1898. y. Orff, K. Hiilfsmittel, Molhodes und Resultate der interna- tionalen Erdmessung. 15. XI. 1899. é Ranke, Joh. Kommission po Erforschung der Urgeschichte. 28. III. 1900. v. Zittel, Karl. Ziele und Aufgaben der Akademie Jahrhunderts. 14. XI. 1900. SE a Karl. Max v. Pettenkofer zum Gediichtniss. it. 15. XI n des 20. 16. XI. + o Karl. Ueber NS Wahrhe 1902. Knapp, G. Fr. Justus y. Liebig. 11. III. Pringsheim, Alfred. Wert und angebliche matik, 14. MI. 1904. Haushofer, K. Franz y. Kobell, eine Denk 1903. n Unwert der Mathe- schrift. 1884. — 417 — y. Bauernfeind, Karl M. Das Bayerische Praecisions-Nivelle- ment. 1888 Lommel, E. Joseph v. Fraunhofer?'s gesammelte Schriften. 8 : Geographische Gesellschaft. Mitteilungen. Bd. 1, Heft 1-4. Bd. 2, Heft 1. 2. Bd. 3, Heft 1. (1904-08.) Jahresbericht. 1872-1902. Heft 2-20. Kónigl. Meteorologische Centralstation. Deutsches Meteorologisches Jahrbuch (Bayern). Jahrg. 1883- 1910. Uebersichten iiber die Witterungsverhiiltnisse im Kónigr. Ba- S yern fiir jeden Monat des Jahres. Jahrg. 1885-1902. Minster, Westfilischer Provinzial- Verein fiir Wissenschaft und Kunst. Jahresbericht. 12-26. 28. 38. 1883-98. 1900. 1909. Die Kunst und a ÓN der Prov. Westfalen. Stiick 1. 2. 1881. 6. Neisse, a Gesellschaft « Philomathie ». ericht. 23, 29. 30. Núrnberg. Naturhistorische Gesellschaft. Abhandlungen. Bd. 8-15. 18. 1884- 1904. 1909. - Festschrift zur Begriissung des 18. Kongresses der Deutschen Anthropologischen Gesellschaft in Niirnberg. 1887. Offenbach a M. Perein fiir Naturkunde ericht, 10-36. 1868-95. Osnabrilck. Vaturwissenschaftlicher Verein. Jahresbericht. 5. 6. 8-14. (1880-1900.) Naturwissensehaftlicher Verein. Bericht. 13-18. 20. (1883-1907.) .x0- : he Gesellschaft. Denkschriften. Bd. 6. 1890. — 418 — « Flora » oder Allgemeine botanische Zeitung. Jahrg. 1883. 1885. 1886. 1888 Naturwissenschaftlicher Verein. Berichte. Heft 1-9. 12. 1886-1904. 1907-09. Correspondenzblatt. Jahrg. 36-40. 1882-87. Schneeberg. Erzgebirgsverein. « Gliickauf ». Jahrg. 4-7. 1884-87. ¿SR afilicher Verei Mitteilungen. Heft 1-3. 208. 1885. 1893. Sondershausen. Botanischer Verein Irmischia. Korrespondenzblatt. Jahrg. 1-6. 1881-86. Stettin. Entomologischer Verein. Entomologische Zeitung. Jahrg. 39-44. 62-72. 73, Heft 1. 1878- 1901-12 Strassburg ¡. E. Meteorologischer Landesdienst in Elsass-Lothringen Deutsches Meteorologisches Jahrbuch (Elsass-Lothringen)- Jahrg. 1890-94. Stuttgart. Verein fiir vaterliindische ge in Wiirttembery. Jabreshefte. Jahrg. 31-54. 56. 62-68. (1875-1912.) Festschrift zur e 9 400 pur Jubiliiums der Eberhard- Karls-Universitiit zu Tiibingen. 18 Das Ausland. Wochenschrift fir Erd = ad Vólkerkunde. Her- usg. y. K. von den Steinen. Jahrg. 53-64. 1880-91. eN Centralblatt fiir Mineralogie, Geologie u. Palacontologie. Jahrg- 1 1912. Neues Jahrbuch fiir Mineralogie, Geologie u. Palaeontologie Jabrg 1830-1912 — Beilageband. 4-14. 19-33. (1885-1912). Wiesbaden. Nassauischer Verein fiir Naturkunde. 9-1911.) Jahrbitcher. Jabrg. 36-41. 44-50. 52-55. 57-64. (1882: — 419 — Wúrzburg. Physikalisch-Medicinische Gesellschaft. o -Berichte. Jahrg. 1878-90. 1891, N. 1-5. 1892-93, 1894, 5-10. 1895-1901. 1902, N. 1.2.5.6. 1903-08. 1909, N. 1-5. 1910, N. 1-5, 1911, N. E7. Zwickau Sa. Ferein fiir Naturkunde. Jahresbericht. 1879-86. 1888-96. AUSTRIA-HUNGRÍA Aussig a. E. Naturwissenschaftlicher Verein. Bericht iiber die Táttigkeit im Jahre. 1887-93. Bistritz. Hóhere Gewerbeschule. Jahresbericht. 4-16. 1878-93. Bregenz. Vorarlberger Museums- Vercin. Jahresbericht. 23-47. 1883-1910/11. Briinn. Naturforschender Verein. Verhandlungen. Bd. 29-32. 1890-93. Bericht der meteorologischen Commission. 9-12. 1889-92. Budapest, Ungarische Akademie der Wissenschaften Mathematische und naturvissensehafMiche Berichte aus Un- garn. Bd. 1-22, 24. 25. 1882-1904. 1906. -.. Musei Nationali Hungarici. Annales historico- naturales. Vol. 1-3. 4, Pars 2. Vol. 5. 6. 7, Pars 1. Vol. 8- 10, Pars 1. (1903-12.) Természetrajzi Fiizetek. Vol. 1-25. 1877-1902. Kónigl, Ungarische naturwissenschatliche Gesellschaft. agyág u. seine Erzlagerstitten. 1885. ». Die meteorolog. Verhiiltnisse des Monats Mai in Ungarn. 1886. — 420 — . Crustacea Cladocera. Faune Hungarice. 1888. bios Regni Hungarice. 1889. 5. Histoire naturelle des Gryllides de Hongrie. 1891. 6. A Csetráshegység geologiája es ércztellérei. 1896. 7. A magyarországi Szitakóto — Félék Természetrajza. 1896. 8. A Zempléní Szigethegység. 1897. 9. Cypridicola Parasticia. Nov. Gen. Nov. Sp. 1893. 10. Der Organismus der Craspedomonaden. 1897. 11. Die segundiiren da des Persányer Gebirges. 1886. 12. Flore Transilvanice. 1886. 13. A magyar Halászat Kónyve. Bd. 1. 2. 1887. 14. A magyar Birodalom. Moh-Flórája. 1885. 15. Ueber die Windrichtung in den Liindern der ungar. Kro- 4 16. Adatok a Bor-es Mustelemzés. 1889. 17. Ungarliindische Thone. 1886 18. A Légnyomás a magyar Birodalomban. 1897. 19. A magyar Allattani Irodalom. 1891. 20. Die Characeen (Characeae. L. Cl. Richard). 1 21. Erdmagnetische Messungen in den Jahren. pá ¿A 1896. Le Passé et le Présent de la Société. Société Hongroise de Géographie. Bulletin. Tome 12-21. 23, Livr. 5-10. Tome 24-27. 31- 38, Livr. 1-5. Tome 39, Livr. 4-10. Tome 40, Livr. 1- 4, 1884-93. 1895- 99. 1903-12. Abrégé du Bulletin. 1892, Livr. 8-10. 1893, Livr. 5. 8-10. 18M, Livr. 6-10. 1895-1904. 1905, Livr. 1- we 1906, Livr. 1. 2. 4. 6-8. 1907, Livr. 9-10. 1908, Livr. 1. 4-10. o vel ische Reichsanstalt fiir pe und Erdmagne- tism Periana tiber die Titigkeit der Anstalt. :2-4. 8. 9. 1901-03. 7. 1908. $ E Jahrbiicher. 2% 29, Tl. 3. Bd. 30, TT]. 1. Bd. 31. 32, 4 5 d. 33, Tl. 4. Ba. 34, TL. 4. Bd. 35.36. 37. 38, T1.2:3- (1899-1908. Publicationen. Bd. 5-9. nen Verzeichniss der fiir die Bibliothek als Geschenk Eprenasó und Ankauf erworbenen Biicher. 1-2. 7-8. 1908-0 Kónigl. parta Ornithologische Zentrale 1907. Aquila. Jahrg. 1. 3-11. 13. 14. 1894. 1896-1904. 1906. Graz. Naturwissenschaftlicher Verein fiir Steiermark. Mitteilungen. Bd. 2-47, 1876-1910. Hermannstadt. Siebenbúrgischer Verein fir Naturwissenschaften, Verhandlungen und Mitteilungen. Bd. 34. 37-42. 44-59. Jahrg. 1884. 1887-92. 1894-1909. Igló. Ungarischer Karpathen- Verein. Jalhrbuch. 13-16. 18-19. 21-23. 25-32. 34-35. 37- 39. Jabrg. 1886-89. 1891-92. 1894-96. 1898-1905. 1907-08. 1910-12. Innsbruck. Ferdinandeum fir Tirol und Vorarlbe erg. Zeitschrift. Folge 3. Heft 29-38. 40-47. 49-55. 1885-94. 1896- 1903. 1905-11 Naturwissenschafilioh. Medizinischer Vere Berichte. Jahrg. 13-15. 17-21. 23- $3 1882-85. 1887-91. 1893- 1910. 4 Klagenfurt. Naturhistorisches Landesmuseum fiir Kiirnten. Jahrbuch. Heft 16-18. 20. 23-28. os der magnet. u. meteorologischen Beobachtungen u Klagenfurt. 1882-84. 1889. 1894-98. 1900. Maita. 1883. 85. Festschrift zum 50 jiihr. Bestehen. 1898. Klausenburg. Ungarisches Botanisches Journal. Herausg. v. A. Kanitz. Jahrg. 1883-89 Kloster-Neuburg. K. k. Chemisch-Pho ysiologische Versuchsstation. Mitteilungen. Heft 1. 4. 1882. Aus den Laboratorien. N. 2-6. (Arbeiten von F. von Thiimen.) VON THUmEN. I wal di cenere. Tarif. Tariffa. 1882. Kraków, Académie des Sciences. ; Anzeiger (Bulletin international). — Classe de philologie. 1889, — 422 — N. 1. 4-6. 8-10. 1892, N. 8. 1893. 1894, N. 1. 3-5. 8-10. 1895, N. 1-5. 7-10. 1896. 1897, N. 1-8. 10. 1898-1902. 19403, N. 1-5. 8-10. 1904. 1905, N. 1-2. 8-10. 1906-08. 1909, N. 1-2. 4-6. 9-10. 1910, N. 1. 3-8. 1911, N. 4-10. — Classe des sciences mathématiques. 1901-04. 1905, N. 1-4. 7-10. 1906, N. 1-2. 4-10. 1907-08. 1909, N. 1-2. 4-10. — A: 1910. 1911, N. 1. 5-10. 1912, N. 1-4. — B: 1910. 1911, N. 1-2. 5-10. 1912, N. 1-3. Rozprawy Wydzial. matematyezno-przyrodniezy. Ser. 2. Tom 1-15. Dzial A. B. 1891-99. Ser. 3. Tom 3-8. Dzial A. B. 1903-08. as komisyi anar Tom 22-29. 31. 32. 39- 88- pos es 0 ent Ro >s Katalog o aa polskiej. Tom 2. 3, Zeszyt 1. 2. Tom 4-7, Zeszyt 1-2. Tom 8, Zeszyt 3-4. Tom 9, Zeszyt 3-4, Tom 10. (1902-10.) Atlas geologiczny Galicyi. 1887-88. Pamietnik. Tom 16-18. 1889-94. . LINZ Verein fiir Naturkunde. Jahres-Bericht. 14-19. 21-22. 24-29. 31-33. 35-38. 1884-89. 1891-92. 1894-99. 1901-03. 1905-08. Pola. K. k. Kriegsmarine. — Hydrographisches Amt. Veróffentlichungen. N. 5-22. 24. 25. 27-31. Monats = und Jahresiibersicht nach den Terminbeobachtun- gen in Pola und Sebenico. Jahr 1897- 1905. Prag. Kóniglich Bohmische Gesellschaft der Wissenschaften. Jahresbericht. 1880-1904 a Kio Sitzungsberichte. Mathematisch-naturwissenschaftliche haftliche Klasse. Folge 6, Bd. 12. Folge 7, Bd. 4. Bd. 2. Bd. 4. 1883-84. 1885-86. 1888. 1890-91. Bericht iiber die mathemat. u. natur kationen. Heft 1. 2. General-Register. 1784-1881. Geschichte der Gesellschaft. Heft 1. 2. wissenschaftlichen Publi- E K. k. Sternwarte. - e und meteorologische Beobachtungen. Jahrg. 44- 49. . 68-72. 1883-88. 1890-1905. 1907-11. A Beobachtungen. 1884-1904. Wrixek, L. Definitive, Resultate aus den Prager Polhóhen- Messungen von 1889-1892 und von 1895-1899. . BoeHnm, Joser G. Die Kunstuhren auf der k. k. Sternwarte. Pressburg. Verein fiir Natur-und Heilkunde. Verhandlungen. Neue Folge. Bd. 5-6. 8-14. 18-20. (1881-1908.) Reichenberg. Verein der Naturfreunde. Mitteilungen. Jahrg. 16-28. 31. 1885-97. 1900. Salzburg. Deutscher und a e Verein. Mitteilungen. 1884. Zeitschrift. Jahrg. a Hoft 1-3. Trenscin, Naturwissenschaftlicher Verein des Trensciner Comitats. Jahreshefte. 1884. 1886-89. 1891-92. 1896-1910. Trento, Societá degli Alpinisti Tridentini. Bollettino. Anno 1. 2, N. 1-5. Anno 3. 4, N. 1. 6. Anno 5. 6, + 1-5, Anno 7. 8, N. 2-6. Anno 9, N. 1-3. (1904-12.) Trieste, Societá Adriatica di Scienze need Bollettino. Vol. 5-18. 1880-98. Museo civico di Storia naturali. 1890. Atti. Vol. 2. Wien. Kaiserl. Akademie der Wiasencohafión. ed haftliche Klas- se . H. III; 92. Abt. 1. 1. IT; 93. Abt. 1. IL. HI; 94 Abt sta III; 95. Abt II; 96. Abt. 1. 11 1. Ma. 113. HI; 100. Abt. 1. Ha. 110. MI; 101. Abt. I. Il a, Heft 1-2. 4-10. 11d. 11T; 102. Abt. 1, Heft 8-10. Ma, Heft 8-10. 11 b, Heft 8-10. 1MI, Heft 8-10; 103. Abt, L. Ha. Abt. 1. la. 11d. 111; 117. Abt. 1. Ma. 1). 111; 118. Abt, Il. Ha. 1). MI; 119. Abt. 1. Ha. 11d, Heft 1-8. 11; 120. Abt. 1. Ha. 11). TI; 121. Abt. 1, Heft 1-3. Ha, Heft 1. 11d, Heft 1-2. 1885-1912. Denkschriften. Mathematish-naturwissenschaftliche. Klasse. Bd. 49-61. 64. 66, Tl. 3. 67-70; 71, Tl. 1. 72-74. 77-81. 85. 87. 1882-94. 1897. 1900. 1899-01. 1902-04. 1906. 1907- 0. 1910. 1912. Almanach. Jahrg. 1897. 1903-11. Register zu den Biinden der Sitzungsberichte. XII (zu Bd. 97-100). XIV (zu Bd. 101-105). XV (zu Bd. 106-110). XVI (zu Bd. 111-115). Register zu den Biinden 1-50 (1851-1910) des Almanachs und der feierlichen Sitzungen. 1901 Mitteilungen der Erdbeben-Kommission, Neue Folge. N-. 1-30. 32-37. 40-43 K. k. Naturhistorisches Hofmuseum. Annalen, Bd. 1-9. 10, Heft 1. 3-4. Bd. 11-18. 19, Heft 1. 34. Bd. 20-22. 23, Heft 3-4. Bd. 24. 25. K. k. Geographische Gesellschaft. Abhandlungen. Bd. 1, Heft 1-5. Bd. 2, Heft 1-7. Bd. 3, Heft 1-4. Bd. 4, Heft 1-6. Bd. 5, Heft 1-4. Bd. 6, Heft 1-3. ppp ) Mitteilungev. Bd. 28-46. 47, N. 9-12. Bd. 48. 49. 50, y. 2 10-12. Bd. 51. 52. 53, N. 1-6. 9-12. Bd. 54, N. 1-3. (1885- 1911.) amaia der wissenschaftlichen Erforschung des Balatonsets. Bd. 1, TI. 3-6. Ba. 2, Tl. 1. 2. Bd. 3, TL 4, K. k. Zoologisch-Botanische Gesellschaft. Verhandlungen. Bd. 27-54. 61. 1877-1904. 1911. Register. 1871- K. k. Geologische Reichsanstatt. Bd. Abhandlungen. Bd. 3-8. 10. 12, Heft 1 1-4. Bd. 13, A e 14. 15, Heft 1-5. Bd. 16, Heft 1-3. Bd. 17, Heft 1- y se Heft 1-2. Bd. 19, Heft 1-3. Bd. 20, Heft 1-5. Bd. 4% * 1. Bd. 22, Heft 1. Uy — General-Register der Abhandlungen der Jahrg. 1850-70. Jahrbuch. Jahrg. 1880-90. 1891, Heft 1-3. 1892. 1893, Heft 1-2. 1894-96. 1897, Heft 1. 3. 4. 1898-99. ess Heft 1-2, 1901-03. 1904, Heft 1-2. 1905-11. 1912, Heft Verhandlungen. Jahrg. 1870-85. 1886, N. 1. d 10. 13-18. 1887-93. 1894, N. 1-9. 11-13. 1895-1904. 1905, N. 1-3. 5-18. 1906. 1907, N. 1-15. 17-18. 1908-11. 1912, N. 2-5 Naturwissenschaftliche Abhandlungen von Wilh. idos: Bd. 2-4, Berichte iiber Naturwissenschaften von Wilh. Haidinger. Bd. Ficus. Geologische Karte der Umgebung Wiens. KENNGOTT. Mineralogische Forschungen. Bd. 1-3. Katalog der Bibliothek des K. k. Hof-Mineralien-Cabinets. Katalog der Ausstellungs-Gegenstinde bei der Wiener Welt- ausstellung. Fiihrer zu den Excursionen der Deutschen Geolog. Gesell- schaft der allgem. Versammlun K. k. Zentral-Anstalt fiir Meteor ologie ie Geodgnamik. Jahrbiicher. Neue Folge. Bd. 8-29. 31-45. 1871-92. 1894-1908. K. k. Gradmessungs-Burean. Astronomische Arbeiten. Bd. 1-14. 1889-1907. Osterreichische Kommission Fiir die Internationale Erdmessung. Verhandlungen (Protokolle). 1904-10. Verein zur Verb eitung naturwissenschaftlicher Kenntnisse. Schriften. Bd. 6-8. 10-36. 38. 42-44. 49-51. 1865/66-67/68. 1869/70-95/96. 1897/98. LO -03/04. 1908/09-10/11. Jubiliiumsschrift. 1860-1 Freunde der na in Wien Berichte iiber die Mitteilungen. Bd. 3-7 (letzter). 1848-51. Ornithologischer Verein Mitteilungen. oa. 1877-81. Relative Schworebestimmun gen durch Pendelbeobachtungen in den la 1892-94. Herausg. von der Marine Section des k. eichs- -Kriegs-Ministerium Deutsche Rundschau Fiir Deograndds und Statistik. Herausg. v. Dr. F. Umlauft. Jabrg. 8. 9, Heft 1-4. Jahrg. 10-11. 1886-90. a Mitteilungon, gesammelt von G. Tschermak, Jabrg. 74 Zeitschrift Fiir wissenschaftliche Geographie. Herausg. v. J. J. Ket- ler. Bd. 1-5. 1880-85. T. xv 29 BÉLGICA Anvers. Société royale de Géographie. Bulletin. Tome 9. 10. 11, Fasc. 2-4. T. 12. 13. 14, Fase. 1.3. T. 15. 16, Fasc. 1. 3. 4. T. 17-20. 21, Fasc. 1-3. T. 22, 23. 24, Fase. 1-3. T. 25-31. 32, Fasc. 1-3. T. 33, Fasc. 1-3. T. 34, Fasc. 3. 4. (1883-1910.) Paedologisch Jaarboek. Jaarg. 1901-04. Bruxelles. Académie royale des Sciences, des Lettres el pr ta de Belgique. Annuaire. 1875-99. 1902. 1907. 1908. -12, Bulletins de la Classe des Sciences. qe pe: 1901. 1902, N. 1- 11. 1906, N. 5-12. 1907, N. 1-11. 1908, N. 1-8. 1909, N. 4-6. 9-12. 1910, N. 5-12. 1911, N. 3-12. 1912, N. 1-5. — Tables générales du nes des Bulletins. 1881-98. Mémoires. Tome 41. 1875-76. Mémoires couronnés. Tome 24-26. 39. (1875-76.) Musée royal a naturelle de Belgique. oires. Tome 1-4. 1900-10 Bulletin. Année 1882-86. Société royale de Botanique de Belgique Bulletin. Tome 23-27. 29. 32- 40. 43. 44. 46. 47. (1884-1910) Société royale zoologique et malacologique de Belgique. Annales. Année 1876-1907. 1909. 1910 Procés-verbal. Année 1881-92. Société entomologique de Belgique. Annales. Tome 18-35. 38-51. 1875-91. 1894-1907. Comptes rendus. 1874-79. 1881-83. Mémoires. Tome 3-7. 9-17. 1895-99. 1901-09. L'assamblée générale extraordinaire convoquée pour la com- mémoration de la fondation de la Société. 16 Octubre 1880. Société royal Belge de Géographie. Bulletin. Année 1884-92, Société scientifique. Revue des questions scientifiques. Tome 15-20. 1884-86. dl Ciel et Terre. Revue populaire d'Astronomie, etc. Année 1880-89. Liége. Société géologique de Belgique. E 15, Annales. Tome 2-12. 13, Livr. 1. 2. T. 14, Ln Záwvr. 1-3. T. 16, Livr. 1. 2. T.-17. 18, Live. 13. E 19 20, Livr. 3. 4. T. 21, Livr. 2. 3. T. 22, Livr. 1-3. T. 23, Livr. ST. 24, Liv. 1-3. T. 25, Livr. 1.2. 7.26, 27 30, Livr. 1-3. T. 31. 32. 33, Livr. 1-3. T. 34, Livr. 1-3. 'T. 35, Livr 1-2. T. 36, Livr. 2-4. T. 37, Livr. 1. 2. 4. T. 38, Liyr. 1-4. (1875-1911.) co - Uccle. Observatoire royal de Belgique. Annales. Nouv. Sér. Annales astronomiques. Tome 1-7. 9.1 11, Fasc. 1. 13, Fasc. 1 — Annales météorologiques. Tome 2-11. 13. 14. 17-19. 20, Fase. 1. 2. Physique du Globe. Tome 3. 5, Fasc. 1. (1907-11.) Annuaire astronomique. 1907. 1908. 1910 Anmuaire météorologique. 1883-1906. 1908. Liste des Observatoires magnétiques Diagrammes du météorographe Van Rysselberghe. Années DINAMARCA Kjóbenhavn. Kongelige Danske Videnskaber "nes Selskab Oversigt over Forhandlinger. 1874- 1911. 1912, N-13 Det Danske meteorologiske Institut. Nautical- -meteorological Annual. 1898-1904. 1906-11. Anmuaire météorologique. 1883-91. 1892, Partie 2. 1893, Par- , bie 1. 1894, Partie 1. 1895, Partie 1. 1896-1908. 1909, Par- bie 1. 1910, Partie 1 ESPAÑA Barcelona. Real Academia de Ciencias y Arte Año académico 1898/99. 1500) 1900. 1901/02-1907/08. 1909/10- 1911/12 Acta. 1883- 85. Boletín. Época 3. Tomo 1, N. 1-5 10. Tomo 3, N. 1-3, (1892-1912.) Memorias. - 2. Tomo 1. 1878. Época 3. Tomo 3-5. 6, N 1-14. 16-33. Tomo 7, N. 1.3. 4.7.8. 13-17. Tomo 8, N. 1-4. 6-31. Tomo 9, N..1. Tomo 10, N. 1. 3-8. 1894-1911. . 8-20. 22-30. Tomo 2, N. 1- — 428 — La Crónica Científica. N. 220-388. 240-45. 247-48, 250-56. 268-80, 283-84. 299. 303-04. 307-09. 313. 319. 321. 324. 330-31. 337. 350. (Tomo 8. 9.) 1885-86. Madrid. Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales. Anuario. 1889. 1895. 1897-1900. 1907-12. Boletín. Tomo 3, N. 1-3. Memorias. Tomo 1-17. 18, Parte 1. Tomo 19-26. 1850-1908. Revista. Tomo 1, N. 1-3. 5-8. Tomo 2, N. 1-5. Tomo 3, N. 1-6. Tomo 4, N. 1-6. Tomo 5, N. 1-4. 7-12. Tomo 6, N. 1-12, To- mo 7, N. 1-7. 10-12. Tomo 8, N. 1-12, Tomo 9, N. 1-6. 8-12, Tomo 10, N. 1-9. (1904-12.) Revista de los Progresos de las Ciencias exactas, físicas y na- turales. Tomo 3-21. Tomo 22, N. 1-4. 1853-87. Discursos leídos en la recepción pública del señor Daniel de Cortázar. Junio 1884. Discursos leídos en la recepción pública del Excmo. señor de Botella y Hornos. Junio 1884, Programa y reseña del certamen propuesto y celebrado para conmemorar el 20 centenario de Pedro Calderón de la Barca. Madrid. 1884. PICATOSTE. Memoria premiada para conmemorar el 20 cente- nario de Pedro Calderón de la Barca. Madrid. 1881. Rico Y SixoBas. Libros del Saber de Astronomía del rey Don Alfonso X de Castilla. Tomo 1-4. Tomo 5, Parte 1. Real Sociedad Española de Historia natural. Anales. Tomo 23-30. 1894-1902. Boletín. Tomo 1-6. 7, N. 1-9. Tomo 8, N. 1-5. 8-10. Tomo 9, N. 2-10. Tomo 10. 11, N. 1. 2. 4-10. Tomo 12, N. 1%: (1901-12.) Memorias. Tomo 1, Mem. 2-22. 25-30. Tomo 2, Mem. 1-9. To- mo 3, Mem. 1-6. Tomo 4, Mem. 1-5. Tomo 5, Mem. 1.2. E Tomo 6, Mem. 1-3. 5. 6. Tomo 7, Mem. 1-6. Tomo 8, Mem. 1.7 Catálogo sistemático. 1910. Real Sociedad Geográfica. Anuario. 1910. 1912. Boletín. Tomo 17-21. 22, N. 1. 2. 5. 6. T. 23. 2, N. 1. 25-28. 30-35. 36, N. 1-10. T. 37, N. 1-9. T- 38. 39. 40, 1-3. 10-12. T. 41-44. 45, Trim. 2-4. T. 46. 47. E ; ; im: 51. 52, 'TEna: 1-3. T. 49, Trim. 1. 2. 4. T. 50, Trim. 1. 2. T. 0 bid. 3. T. 09, Trim. 1. . T. 54, Trim. 1-3. (1884-1912.) Repertorio de ios, PRE Revista de Geografía colonial y mercantil, Tomo 1, N. 1-6. 8. 10-12. 14-17. 19-32. T. 2.3, N. 1-13. 15. 16. T. 4.5, N. 1-8. de Di 1TL...E..8..9, N. 10: (1904-12) Comisión del Mapa geológico de España oletín. Año 1881-89. 1894. 1898. 1899. 1906. Memorias. Año 1886-88. 1890. 1896. 1898. 1907. San Fernando. Instituto y Observatorio de Marina. Almanaque náutico. 1888-92, 1894-1906. 1908-13. Anales. Año 1885-1902. 1904-07. Sección 2. Año 1908-10. Zaragoza. Sociedad Aragonesa de Ciencias naturales. Boletín. Tomo 1, N. 7. T. 5, N. 1-10. T. 6, N. 4-7. (1902-07.) FRANCIA Abbeville. Société d' EÉmulation. Mémoires. Année 1877-86. 1892. Bulletin. 1881-84. Angers, Société d' Études scien tifiques. Bulletin. Nouv. Sér. Année 1881-1905. Société des Sciences et Belles- Lettres. Mémoires. Tome 1. 2. 1890-92. Béziers, Société d* Etudes des Sciences naturelles. Bulletin. Vol. 1-4. 10-26. 29. 30. (1878-1908.) Société archéologique. Bulletin. Année 1885-87. 1889-97. 1900. Bordeaux. Académie Nationale des Sciences, Belles- Lettres et Arts. Actes. Sér. 3, Année 35-62. 66-69. 1873-1900. 1904-07. Société Linnéenne. Actes. Vol. 29-53. 1873-1903. — 430 — Catalogue de la Bibliotheque. Fasc. 1. 2. 1894-1901. Société de sec commerciale. Bulletin. Sér. 2. Année 1884-88. 1889, N. 1-22. ee e: 1891, N. 1-12, 14-24. 1892-94. 1895, N. se ¿4 5. 7-24 26 + bes PE 1899 00, y 10 Y. . 4-9. . 1903, 1-11. 14-24, 1904, N. 1-18, 21. 22. 06 N. Sa: 13-16. ps 24. 1906, N. 1. 2. 4-11. 15-22, 1907, N. 1-3. 5-12. 1908, N. 1-4. 6-12. 1909, N. 1-3. 5. 9-12. 1910, N. 1. 2. 4. 5. 8-10. 12. 1911, N. 2-6. 8-12. 1912 (Re- vue), N. 2. 3. Boulogne sur Mer. Société académique de Y arrondissement de Boulogne s/m. Bulletin. Tome 1-6. 1864-1903. Mémoires. Tome 13-24. 1882-1906. Brest. Société académique. Bulletin. Sér. 2. Tome 9-27. 29-31. 33. 1882-1901. 1903-06. 1907-08. Caen. Académie Nationale des Sciences Mémoires. Année 1881- 1902. 1904-06. 1908. Cherbourg. Société Nationale des Sciences naturelles et mathématiques. Mémoires. Tome 23. 25-27. 29-32. 35. 36. (1881-1907.) Dax. Société de Borda. 4: 32 Bulletin. Année 6-27; 28, Trim. 1-3; 31, Trim. 2420 Trim. 1-3; 33, Trim. 3-4: 34, Trim. 1-3. (1881-1909.) Dijon. Académie des Sciences, Arts et Belles-Lettres. -1906.) Mémoires. Sér. 3. Tome 8. 9. Sér. 4. Tome 1-7. 10. (1888 Douai. Union géographique du nord de la Franc dd 8 Bulletin. Année 1893, Trim. 3-4. 189L- 1902. 1903, 0 Trim. 1904, Trim. 2-4. 1905. 1906. 1907, Trim, 1-3. 19 3-4. 1909 — 431 — Draguignan. Société d' Études scientifiques et archéologiques. Bulletin. Année 1886-93 Grenoble. Société de Statistique. Bulletin. Sér. 3. Tome 12. Sér. 4. Tome 1-10. (1883-1908.) Havre (Le). Société de Géographie commerciale. Bulletin. Année 1884. 1885. 1886, Janv.-Octbre. 1887, Janv.- Octbre. 1888-90. 1891, Janv.-Avril. Juillet-Décbre. 1892-95. 1896, Trim. 2-4. 1897- ee 1902, Trim. 1. 2. 4. 1903, Trim. 1-3, 1905-11. 1912, Trim. Lille, Société des Sciences. Mémoires. Sér. 5. Fase. 1-3. 5. 6. 1895-96. Société géologique du Nord. Annales. Vol. 12-15. 1884-88. Société de Géogr Bulletin. da 1885, N. 1-5. Année 1886. Lyon. Académie des Sciences, Belles- Lettres et Arts. Mémoires Vol. 26, — Sér. 3. Tome 1-6. 11. 1883-1901. 1911. Société botanique. Annales. Année 1883-87. 1889-98. 1900-03. Bulletin trimestriel. a 2. Année 1883-86. 1887, Trim. 3-4. 1888, Trim. 1. 3. e Trim. 2-4, 1890. 1891, Trim. 1. Bulletin. Année 1887-95 Marseille. : Faculté des Sciences. Annales. Tome 1-15. Tome 17, Fasc. 1-5. (1891-1908.) Montpelliep. Académie des Sciences et Lettres Bulletin mensuel. 1909, x. 51. 1910, N. 1.5-7. 1911, N. 1.2. 0 Y 919: 1912, N. Mémoires. Tome 10 — wa Tome 3. 1880-1907. - ME Société Languedocienne de Géographie. lletin. Tome 7-11. 12, Trim. 1-3. T. 13, 14, Trim. 1. 3. 4. 15. 16, Trim. 1. 2. 4. T. 17-25. 26, Trim. 1-3. 27. 28. 29, Trim. 1. 3. 4. T. 30, Trim. 1. 2. T. 32, Trim. 1-3. (1884- 1909.) Troisiéme Table decennale. (1898-1907.) Nancy. Académie de Stanislas. moires. Sér. 4, Tome 15 — Sér. 5, Tome 12, 1882-94, Société de Géographie de U Est. Bulletin. Année 2-7. 8, Trim. 1.3. 4; 9. 10, Trim. 2-4; 11-17. 18, Trim. 1. 2. 4; 19-23. 24, Trim. 1-3; 25, Trim. 2-4; 20. 97, Trim. 3. SE 28, Trim. 1-3; 29, Trim. 3. 4; 30, Trim. 3. 4. (1881- 1909.) Nevers. Société Nivernaise des Sciences, Lettres et Arts. Monographie de la Cathedrale, par M. 1" Abbé Crossnier. 1854. Hagliologie Nivernaise ou Vies des Saints, par Mr. Crossnier. 1860 ; Inventaires des Titres de Nevers, par le Cte. de Soultrait. Nice. Société des Lettres, Sciences et Arts. Annales. Tome 9. 11. 13. 14. 17. 21. (1884-1909.) Nimes. Société d' Etude des Sciences naturelles. Bulletin. Année 12-33. 1884-1905. Paris. Académie des Sciences. Comptes rendus. Année 1876. 1877. 1884-86. Muséum d' Histoire naturelle. N. 1 Bulletin. Tome 1:8. 9, N. 1-4 T. 10, N- 10.6 HA li a 1-7. (1895-1909.) Rapports annuels de MM. ice. les professeurs et chefs de serv! Institut National agronomique. Annales. Année 1876-82. — 433 — Bureau Central Météorologique de France. Annales. Année 1877-99 Observatoire de Montsouris. Annuaire. 1887-95. 1897-1900. Observatoire météorologique, physique et glaciaire du Mont Blanc. nnales. Tome 1-6. 1893-1905 Ministéres de la Marine et de Y Instruction Publique. ission scientifique du Cap Horn, 1882-83. Tome 1-3. Tome 6. Association Frangaise pour 1 Avancement des Sciences. Congrés de Clermont-Ferrand. 1908 Société académique Indo-Chinoise de France. Bulletin. Années 1881-90. Bulletin et Mémoires. 1884-86. 1887, Fasc. 2. 4-6. 1888, Fasc. 1. 3-6. eitid Fasc. 3-6. 1890-93. 1894, Fasc. 3-6. 1895, 1896, 899. Fase. 1-4. 6. 1904. 1905, Fasc. 1. 3. 1908, Fasc. 1. 2. 1909, Fasc. 1-3. Mémoires. Sér. 2. Tome 3, Fasc. 3. 4. Tome 4. Sér. 3. Tome 1, Fasc. 1-4. Tome 2, Fasc. 1- . (1888-1902. Société de Géographie. La EDO. Bulletin de la Société. 1878-88. 1889, Trim. 1. 3. 1890-96. 1897, Trim. 1. 2. 4. 1898. 1899. — Tome 1-5. 6, N. 1-4. T.7.8, N.1-5. T.9, N. 5.6. T. 10-14. 16, N. 1-5. Y, 18, N. 4-6. T. 19. 20. 21, N. 1..T. 22, N.1.6..T. 29, N. 1.4.6. T. 24. (1900-11.) Comptes rendus des séances. 1882-99. Société de Géographie commerciale. Bulletin. Tome 5-11. 14. 15. Fase. 1. 3. T. 28. 29. 30, Fase. 1-11. T. 31, Fase. 1-6. 8-12. T. 32, Fase. 1. 2. 4. 5. 8. 10-12, T. 33, Fasc. 1. 3. 5-12. T. 34, Fasc. 1-6. 1883- 1912. Société entomologique de France Annales. 1883-92. 1895. 1896. 1897, Trim. 2-4. 1898-1900. ulletin. Année 1896-1900. Société de Topographie de France. Bulletin. Année 1883. a N. 1-9. 1885-91. 1892, N. 1-3. 7- 12. 1893-96. 1897,:N, Société zoologique de France. Bulletin. Vol. 5. 1880. > EA Association scientifique de France. ulletin hebdomadaire. Tome 9-13, 1884-86, Annales des Mines. Sér. 7, ic 1-4. 6. 1872-74. Cosmos. Tome 1-2. 1884- Cosmos les Mondes. Sér. “ Ponio"T -9. 1884-85. La PFenille des Jeunes Naturalistes. N. 205-52. 290-302. 304-29, La Nature. Revue des sciences. Année 3. 6-9. 14. 1875. 1878-81. 1886, Revue géographique internationale. N. 108-53. 155-76. 183-90. 1884. Revue scientifique. 1885, Part 2. 1886, Part 1. 2 Revue sud-américaine. Année 1884-90. Pau. Société des Sciences, Lettres et Arts. Bulletin. Sér. 2. Tome 13-16. 32. 34-36. (1883-1908.) Perpignan. Société agricole, scientifique et littéraire des Pyrenées Orientales. Annales. 1884, 1885. 1887. 1889. 1890. Rochefort. Société de Géographie. Bulletin. Tome 5.6.7,N.3.4.T.8.9, N.1. 3 GIA 30, N. 3. 4. 1884-90. 1908. Rouen. Société des Amis des Sciences naturelle Bulletin. Année 1865-1901. ses 05. 1907. Société Normande de Géographie. Bulletin. Année 1865-95. 1896, Jan. Févr. Mai-Décbre. ob E Janv. Fébr. Setbre.-Décbre. 1899-1902. 1903, Trim . 1904. 1905, Trim. 1-3. 1906, Trim. 1-3. 1907, Trim. 1. s 1908, Trim. 2-4. 1909, Trim. 1-3. Congrés national des Sociétés frangaises de Géographie. Ses sion 24. Rouen, 3 au 8 Aoút 1903. St. Dizier. Société des Lettres, des lib des Arts, de l' Agr iculture. Mémoires. Années 1880-83. 1885-94. Semur. Société des Sciences historiques et naturelles. E Bulletin. os 1865-81. Sér. 2. N. 1-8. 10- sér. 3 (1884-9 — 435 — Catalogue de la Collection géologique du Musée. Années 18 Toulon. L' Académie du Var. Bulletin. Nouv. Sér. Tome 12-14. 1884-88. Toulouse. Université. Annuaire. 1892-93. 1900-04. 1908-10. Bulletin. Fasc. 1-19. 1897-1906. Comptes rendus et Rapport annuel. 1891-92. 1901- e oe Bulletin populaire de la pisciculture. Nouv. Sér. N. 1909 Société d' Histoire naturelle, Bulletin. Année 1885, Juillet-Décbre. 1886. 1887, Janv.-Sbre. 1888. 1889. 1890, Janv.-Juin. Octbre.-Décbre. 1891. 1892. 1893, Janv.-Setbre. 1894-1902. 1903, N. 1-7. 1904, N. 3. 4. 1905, N. 1. 2. 1906. 1908, N. 3. 4. 1909, N. 3. Société académique Franco-Hispano-Portugaise. Bulletin. Tome 5. 6. 8-12. (1884-94.) Observatoire “astronomique. Annales. Tome 4. 1901. Tours, Société de Géographie. Amnuaire. 1885. Revue. 1884. 1885, N. 1. 3-7. 9-11. 1886, N. 1-5. 7-12. 1887, N. 2-12. 1897- 7 1903, N. 1. 2. 1904. 1905, N. 3. 4. 1906, N. 3. 4. 1907, N. 1-3. 1908, N. 4. 1909. HOLANDA Amsterdam. Koninklijke Akademie van ro Jaarboek: 1882-84. 6-90. Verhandelingen. e pea 26. 28. (1883-90.) Verslagen en eso Reeks 2, Deel 18 — Reeks 3, Deel 7. 1883-9 Koninklijk oriapico a « Natura Artis Magistra ». Bijdragen tot de Dierkunde. N. 11-13. 1884-86. Koninklijk Neder "landsch Aardrijkskundig . Tijdschrift. Ser. 2. Deel 1-3. 4, N. 1-4. 6. D. 5. 6. 7, N. 2-5. D. 8-26. (1879-1909.) — 436 — De Verslagen omtrent tocht met de Willembarents. N. 6-12, 1881-84. Weekblad van a Nederl. Tijdschrift voor Geneeskunde. 1888. Deel 1, N. 13-18. 22. 24; Deel 2, Ea 1-22. 24. 1889. Deel 1, N. 2-16. 18. see la 2, N. 1-3. 5. 6. 8-10. 12. 13. 15. 17-24, 1890. Deel 1, N. 1-14. 16. 17. 19- pe 23. 24; Deel 2, N. 1-14. 19-24, 1891. Deel 1, Deel 2, N. 1-5. 7-12. 15-24. 1892. Deel 1, N. 4-8. 10-12. 15-24; Deel 2, N. 1. 2. 4-16. 18. 20-23. 1893. Deel 1, N. 1-9. 11. 12. 14. 15. 17. 19-21. 23. 24; Deel 2, N. 1. 3. 4. 6-24, 1894. Deel 1, N. 1-17. 19. 21-24. Ameterdila: Haarlem. Hollandsche Epa der Wettenschappen. Archives Néerlandaises des Sciences exactes et naturelles. To- pe 22, Livr. 1-3. T. 23, Livr. 3-5. T. 25, Livr. L; dE 5. T. 26, Livr. 2. T. 27, Livr. 1. 2. T. 29, Livr. 1-5. T. 30, Livr. 1. 4-6. — Sér. 2. Tome 1, Livr. 1. T. 2. 3. 4, Livr. Sr T. 5-7. 8, Livr. 1. 3. 4. T. 9, Livr. 1-3. T. 10, Livr. 1. 2. T. 12, Livr. 1. 2. T. 14. La Haye. de -1909.) HUYGENS, uercid (Euvres complétes. Tome 1. Fondation Teyler. Archives du Musée Teyler. Sér. 1. Sér. 2. Vol. 1-10. Vol. 11, Partie 1-3. Vol. 12, Partie 1. 2. 1868-1911. Catalogue de la Bibliothéque. Livr. 1-4. 1885-86. Catalogue du Cabinet numismatique. Édition 2%*. 1909. Middelburg. Zeeuwwsch Genootschap der Wetenschappen. Archief. 1880-1911 Catalogus der Bibliothek. Stuk 1. 2. (1874-83. Verslag. 1893- 1902. Zelandia Iliustrata (Vervolg). 1-4. (1885-1905.) Levensherichten van Zeeuwen. Atl. 1-3. 1888. po Van Grijpskerke. 't Graafschap van Zeeland. Middelburg. 1 Nijmegen. Nederlandsche Botanische Vereeniging. Prodromus florae batavae. Vol. 1, Pars 1-3. 1901-04. s'Gravenhage. Nederlandsche Entomologische Vereeniging. Tijdschrift voor Entomologie. Deel 25-48. 49, Afl. 4. 55, Afl. 1. 2. (1882-1912.) D. 50-54. == Berichten. Deel 1. N. 1-24. D. 2. N. 25-48. 1901-05. 1905-09. Nederlandsche Dierkundige Vereeniging. Tijdschrift. Deel 1-5. 1872-81. 1882-94. 1898-99. Utrecht. Provincial Utrechtsch Genootschap. Aanteekeningen. 1879-1905. 1907-11. Verslag. 1863. 1866. 1879-1905. 1907-11. Koninklijk Nederlandsch Meteorologisch Institut. Annuaire. Année 1896-1907. 1908-10. A, B. Mededeelingen en Verhandelingen. N. 1-7. 9-13 a. Onweders, optische verschijnselen, enz. in Nederland. Deel 20- 28. 30 (1899-1909 Publication. N. 90, 1-3. (1904-05.) N. 104. (1856-1908.) Observations océanographiques et météorologiques dans la ré- gion du courant de Guinée. Texte et tableau. 1855-1900. Observations néerlandaises a les études internationales des nuages en 1896-97. Utrec Rapport sur 1'Expédition Na Nócrldddnids en 1882-83. Utrecht. 1910. INGLATERRA Belfast, Natural History and Philosophical Society. Report and Proceedings. 1883-96. Bristol, Naturalist's Society. Proceedings. New Ser. 1874-93. 1896-98. 1903-04. Fourth Ser. Vol. 1, Part 1-3. 1905-06. List of Officers and Council. 1885-94. 1896. Chester, Society of Natural Science, Literature and Art. Report and Proceedings. 14-40. 1884-1911. Dublin, Royal Dublin Society Y. Oonomic Proceedings. Part 1-4, Scientific Proceedings. New Ser. Vol. 1-4. 5, N. 7 ete. Vol. Vol. 1, Part 1-11. 13-16. Vol. 2, 6. 7, N. 1-4. Vol. 8, N. 1-5. Vol. 9, N. 2 ete. Vol. 10. 11, N. 3-10. 12-24. 26-31. 33 etc. Vol. 12, N. 1-37. Vol. 13, N. 2-7. 11. 14-19. 21-23. (1885-1912.) Scientific Transactions. Ser. 2. Vol. 3, N. 7 etc. Vol. 4-6. 7, N. 1-2. 4-12. 14-16. Vol. 8, N. 1. 6-16. Vol. 9, N. 1-9. (1885- 1909.) Edinburgh. Royal Society of Edinburgh. Proceedings. Vol. 10-28. 29, Part 1-8. Vol. 30, Part 1-6. Vol. 31, Part 2-5. Vol. 32, Part 1-2. (1880-1912.) Transactions. Vol. 29. 30, Part 2. 3. 4. Vol. 32-34. 35, Part 1-4. Vol. 36, Part 1-4. Vol. 37, Part 1-3. Vol. 38, Part 1-4. Vol. 39, Part 2-4. Vol. 40. 41, Part 1-2. Vol. 42-44. 45, Part 2-4. Vol. 46, Part 1-3. Vol. 47, Part 1-4. Vol. 48, Part 1. (1878-1911.) Royal Scottish Geographical Society. The Scottish Geographical Magazine. Vol. 1- 3. 4, N. 2-12. Vol. 5. 6. N.1-8. 10-12. Vol. 7, N. 2-12. Vol. 8, N. 1-2. (1885-92.) Glasgow. Natural History Society. e Glasgow Naturalist. Vol. 1, Part 1-4. Vol. 2, Part 2-4. Vol. 3, Part 1-4. Vol. 4, Part 1-2. Transactions. Vol. 2-5. New Ser. Vol. 1. 2, Part 1-2. Vol. 3, Part 1-3. Vol. 4, Part 2-3. Vol. 5, Part 1- 3. Vol. 6, Part 2-3. Vol. 7, Part 1-3. Vol. 8, Part 1- 2. (1869-1908.) London. British Museum. Natural History Department. Catalogue of Marsupialia and patto 28 e Vol. 12. 13. 14. 16-24. 1888-96. Birds? Eggs. Vol. 1. 2. e 02. a 1889. British Echinoderms. 1892. — Spiders of Burma. 1895. — Madreporarian Corals. Vol. 1-6. F — Fossil Birds. 1891. — Fossil Reptilia and Pp — Fossil Mamalia. Part 5. 1887. — Fossil Fishes. Part 1-4. q — Fossil Cephalopoda. Part 1-3. 1888-97. Plates. 1888. lates. 1893-1906. a. Part 1-4. 1888-90. — 439 — Catalogue of Tertiary Mollusca. Part 1. Australasia. 1897. — Tertiary Vertebrata of the Fayúm, Egypt. 1 — British Oligocene and Eocene Mollusca. 1891. — Chalcididae. — Cretaceous Bryozoa. Vol. 1. 2. 1899. 1909. — pls Bryozoa. 1896. Marine Reptiles of the Oxford Clay. Part 1. 1910. on of African Blood-sucking Flies. 1909. Handbook of Tsetse-Flies. 1911. ler — Shell and Starfish pei — Coral Gallery Geology and secó gy Gallery. British Fungi Gallery. Mr. Worthington Smith?s Drawings of Field. Dos Society. Proceedings. N. 190-231. 238-449. 451-52. 456. 459-65. 467-83. 486-93. 496-506. Ser. A. N. 507-41. 544-79. 581-90. 591. 592. Ser. B. N. 507-08. 511-14. 518. 521-27. 529-37. 539-41..543- 45. 547. 548. 550-56. 558-59. 561-581. (1878-1912.) Philosophical Transactions. Ser. A. Vol. 178-200. N. 331-38. 340-60. 362-64. 366-76. 379-80. 385-88. 390-91. 396-97. 400- 02. 408-11. 414-32. 434-50. 452-894. (Vol. 201-12,) Ser. B. Vol. 178-95. N. 216-19. 221-22, 224. 227. 230. 232-33. 235- 36. 238. 243-45. 249-52. 254-55. 257-59. 261-64. 271-73. 275-76. 279-83. 285-88. 290-92. (Vol. 196-202.) (1887-1912.) Year-Book. 1-3. 5. 6. 11. (1897-1907.) Reports of the Commission appointed by the Admiralty, the War Office, and the Civil Government of Malta, for the In- vestigation of Mediterranean Fever, under the Supervision of an Advisory Committee of the Royal Society. Part 5-7. 1907. Report on the Sleeping Sickness Commission. N. 1-6. 1903-05. Brarrre, J. C. Report of a Magnetic Survey of South Africa. 1909. Chemical Society. Journal. Vol. 45 £ 46, Jan-July. Sept.-Dec.; 47 € 48-53 % 54; 55 £ 56, Jan.-June. August-Dec.; 57 58; 59 « 60, Jan.- Nov.; 61 € 62-99 € 100; 101 £ 102, Jan.-June. (1884-1912.) Proceedings. N. 1-73. 75-80. 82-104. 106-08. 110-29. 131-72. 179. 181. 183-89. ne 286-89. 291-93. 295-309. 311-13. 315-43. 345-49. 351-52. 355-56. 358. 360-403. (1885-1912.) — 440 — Catalogue of the Library. 1886. The Jubilee of the Chemical Society. 1891. Geological Society. Quarterly Journal. Vol. 14-43; 44, N. 173. 175. 176; 45-62; 63, N. 249. 251. 252; 64, N. 254-56; 65; 66; 67, N. 265. 267. 268; 68, N. 269. 270. List. 1887-94. 1897-99. 1902. 1906. 1912. Geological Literature added to the Library. 1894-1905. 1907-10. Warrs, W. W. The Centenary of the Geological Society of Lon- Linnean Society. Journal. Botany. N. 171. 172. 174-78. 180. 182-84. 187-202. 9204-34. 236. 238-43. 245-47. 249-54. 257-67. 269. 270. 276. 277. 279. — Zoology. N. 122-25. 133-35. 141-208. 211. 212. (1889-1912.) - List. 1890-99. 1902-03. 1907. Proceedings. Session 100-121. 1887/88-1908/09. Entomological Society. E Transactions. 1886, Part 1. 2. 4. 5. 1887-90. 1891, Part 1. 2. 5. 1892, Part 1. 2. 1893-95. 1896, Part 1-3. 5. 1897. 1898, Part 1. 2.4.5. 1899, Part 1-3. 5. 1900. 1901. 1903, Part 1. 2. 4. 5. 1904, Part 1. 2. 4. 5. 1905, Part 2-5. 06. 1907, Part 1. 2. 4. 5. 1908, Part 1. 3-5. 1909. 1911. Royal Geographical Society. The Geographical Journal. Vol. 1. 2. 3, N- 1-3. 5. 6. Vol. 4- 5. 6, N. 1. 2. 4-6. Vol. 7-18. 19, N. 1. 2. 4-6. Vol. 20. 21, N. 1-3. 5. 6. Vol. 22-26. 27, N. 2-6. Vol. 29, N. 1-5. vol. 99, N. 1.3. 5. 6. Vol. 80. 31. 32, N. 1-4. 6. Vol. 33, N. 1. 2. 4-6. Vol. 34. 35, N. 6. Vol. 36, N. 2-4. 6. Vol. 37, N. 1-3. 5. 6. Vol. 38, N. 1. 2. 4-6. Vol. 39, N. 3-5. 6. (1893-1912. Proceedings. Vol. 8-15, N. 1. 1886-95. Royal Meteorological Society. Quarterly es Vol. 11-16. 17, N. 78-80. Vol. 18-20. 21, N. 94-97. Vol. 22-37. 38, N. 161. 162. (1885-1912.) a oa 884- The Meteorological Report. N- 15-37. 39-53. 55-114. ( 8.) : Meteorological Office. 1-6. 1906-11- Annual Report of the Meteorological Comittee. ; -90. 1892- Report of the Meteorological Council. 1867-87. 1889-90 1903. 1904, N- 18: 1905. . Weekly Weather Report. 1884-91. 1893- e A . 53. 1906, N. 1-4 11-22. 24-30. 32. 34-53. 1905, N- 1-38. 40- - T. xv — 441 — 12-42, 44-53. 1907, N. 5-53. 1908, N. 1-17. 19-53. 1909, N. 1-10. 12-38. 42-47. 49-53. 1910, N. 2-17. 20-53. 1911, N. 1. 3-18. 20-22. 24-34. 37-53. 1912, N. 1-14. 16-18. 21-29. Monthly Weather a 1884-87. 1907-10. 1911, N. 1-3. 5. 7-12. 1912, N. Quarterly W Pes pa. 1869-80. Meteorological Observations at Stations of the Second Order. 1878-83. 1886-18887. 1889-1901. 1903-07. Hourly Readings from the Self-Recording Instruments at the different Observatories. 1881-86. New Ser. 1900-04. 1906-10. Hourly Means (for Five days and Calendar months) of the Reading obtained from the Self-Recording Instruments at the different Observatories under the Meteorological Coun- cil. 1887-97. 1899 Contributions to our Knowledge of the Meteorology of the Arctic Regions. Vol. 1, Part 1-5. 1879-88. Contributions to our Knowledge of the Meteorology of the Antarctic Regions. Contributions to our Knowledge of the Meteorology of Japan. A Discussion of the Meteorology of the Part of the Atlantic lying North of 309 N., for the Eleven Days ending 8' Fa- bruary 1870. Charts of Meteorological Data for Square 3. Lat. 09-109 N., Long. 209-309 W., and Remarks to accompany the Monthly * Charts, which show the Best Routes across the Equator for each Month, dc. Charts of Meteorological Data for the Nine 10% Squares of the Atlantic which lie between 20% N. and 109 $S., and extend from 109 to 409 W, , with accompanying Remarks, ending with the Best Routes across the Equator. Charts of Meteorological Data for the Ocean District adjacent to the Cape of Good Hope, with accompanying Remarks. Daily Weather Charts for the Period of Six Weeks ending June 25, 1885, to illustrate the Tracks of two Cyclones in the Arabian Sea. Sunshine Records of the United Kingdom for 1881. Ten Years Sunshine in the British Isles. 1881-90. Rainfall Tables of the British Isles, for 1866-1880. Compiled by G. J. Symons. Rainfall Tables of the British Isles, 1881-90. Temperature Tables for the British Islands. Daily Means for the Thirty Years 1871-1900. Supplement. 30 — 442 — Harmonic Analysis of Hourly Observations of Air Tempera- ture and of Pressure at British Observatories. Rep, W. Meteorological ie made at Sanchez (Sa- maná Bay), St. Domingo. 1886-1888 RAVENSTEIN, E. G. Cli aa Observations at Colonial and Foreign Stations. 1% Tropical Africa, 1900- 1902, with Summaries and Map A Discussion of the Meteorology of the North Atlantic during August 1873, with 31 Synoptic Charts. Barometric Gradient and Wind-Force. Report by E. Gold. Life History of Surface Air Currents. A Study of the Surface Trajectories of Moving Air. By W. N. Shaw and R. G. K. fert. emplie The Free Atmosphere in the Region of the British Isles. First Report by W. H. Dines, with an Introduction and Note by W. N. Shaw. The Beauforí Scale of Wind- Foreo: Report of the Director with a Paper by G. C. Simpson, and Notes by Sir G. H. Darwin, W. H. Dines, and Commander Campbell Hepworth. The Trade Winds of the Atlantie Ocean. By M. W. Campbell Hepworth, J. S. Dines and E. Gold. rtecanioins Atlas of the British Isles. On the Winds, «ce. of the North Atlantic along the Tracks of Steamers from the Channel to New York. SRT from a Paper issued by the Deutsche Seewarte, Ham ate for Steamers from Aden to the Straits of ia and back. Translated from a Paper issued by the Royal Meteo- rological Institute of the Netherlands Indian Ocean. PrerrY. Report on the Meteorology of Kerguel Scorr. Report on the Storm of October 13-14, 1 — Report of an Inquiry into the Conne Strong Winds and Barometrical Difterences ToYNBEE. Report to the Committee of the Office on the Use of Isobaric Curves — Report on the Gales experienced ; adjacent to the Cape of Good Hope, between Lat. 30 509 $S., and Long. 102 and 409 E. p — On the age Geography of the part of the Atlantlo en Island. xion ab ween " Meteorological pa the Ocean District an — 443 — which lies between 200 N. and 109 $., and extends from 109 to 402 W. A paper read before the British Association at Bristol, in August 1875 Instructions in the Use of Meira Instruments. Instructions for Meteorological Telegraphy. 1883. Barometer Manual for the Use of Seamen. Sixth Edition. Fishery Barometer Manual. 1870. Observations of the International Polar Expedition 1882-83. Fort Rae. Observations from British Colonies. 1909-12. Gibraltar, Cy- prus, Malta, Hong-Kong, Ceylon, Straits Epica Accra, Freetown-Sierra Leone, Gambia, Northe Nigeria, Sou- thern Nigeria, Nyasaland, Belize (British nincid. Anti- gua, Barbados, Bermuda, Grenada, Jamaica, Nassau u, Lucia, St. Vincent, Trinidad and Tobago, Georgetown, Man- ritius, Seychelles, Fiji. International Codex of Resolutions adopted at Congresses, Conferences, and at Meetings of the Permanent Internatio- nal Committee. 1872-1907. Report of the Proceedings of the Meteorological Conference at Leipzig, 1872. Report of the Proceedings of the Meteorological Congress at Vienna. Report on Weather Telegraphy and Storm Warnings. Presen- ted to the Meteorological Congress at Vienna. 1873. Report of the Proceedings of the Conference on Maritime Me- teorology held in London, 1874 Report of the Permanent Committee of the First International Meteorological Congress at Vienna. Meetings at Vienna, 1873, and Utrecht, 1874. Report of the Permanent Committee of the First International Congress at Vienna. Meeting at London, 1876. With Sup- plement, Reports to the Permanent Committee of the First International Meteorological Congress at Vienna on Atmospheric Electri- city, Maritime Meteorology, and Weather Telegraphy, 1878. Report of the Permanent Committee of the First International Congress at Vienna. Meeting at Utrecht, 1878. Report of the Proceedings of the Meteorological Congress at Rome, 1879. Report of the International Meteorological Committee. Meet- ing at Berne, 1880. — 444 — Report of the Second Meeting of the International Meteorolo- gical Committee, held at Copenhagen, August 1882 Report of the Third Meeting of the International Meteorolo- gical Committee, held at Paris, September 1885. Report of the Fourth Meeting of the ol Meteorolo- gical Committee, held at Ziirich, Septen Report of the International Meteorological cd at Mu- nich, 1891. Report of the International Meteorological PO Upsa- la, 1894. non of the International Meteorological Conference in Pa- re ojal of e International Meteorological Committee, St. Petersburg, 1899. Report of the International Meteorological Committee, South- port, 1903. Report of the International Meteorological Conference in Inus- bruck, 1905. Report of the International Meteorological Committee, Paris, 1907. Report of the International Meteorological Committee, Berlin, 1910. Symons's Monthly Meteorological Magazine. 1885-1912, N. 558. Nature, a weekly illustrad Journal of Science. Vol. 25-34. 1881-86. Richmond, Surrey. Kew'Observator Report of id Kew Committee. 1884-90. 1895-99. s in the Preliminary inquiry into the causes of the variation readings of Blackbulb Thermometers in vacuo. Teddington. National Physical Laboratory. Report. Year 1901. 1905-09. ITALIA Bergamo. Ateneo di Scienze, Lettere ed Art Atti. Vol. 1-17. 21. peta 1909-10. — 445 — Bologna. Reale Accademia delle Scienze dell Istituto. Memorie. Ser. 4. Tomo 1-10. Ser. 5. Tomo 1-10. Ser. 6. Tomo 1. 4-7. (1879/80-1909/10.,) Rendiconto delle sessioni. Classe di Scienze fisiche. Nuova Ser. Vol. 1-8. 11-14, (1896/97- 1909/10.) Brescia. Ateneo di Scienze, Lettere ed Arti. Commentari. 1884-88. 1890-1900. Catania. Accademia Gioenia E Scienze naturali. tti. Ser. 3. Tomo 17-20. Ser. 4. Vol. 1-3. 5. 7. 8. (1883-95.) Bollettino Ad sedute. Fasc. 1-73. Mio Genova. Museo civico di Storia naturali. Annali. Vol. 16-36. 38-42. (1880-1905/06.) Lucca. Accademia di Scienze, Lettere ed Arti. Atti. Tomo 20-30. 1376-1900. Memorie et Documenti. Tomo 12. Tomo 13, Parte 1. (1880-81.) PraGGIO. Dell'arrivo fra i Niam-Niam. Lettura Milano, Reale Instituto Lombardo di Scienze e Lettere. Rendiconti. Ser. 2. Vol. 16-34. 35, Fase. 1-10. 12-20. Vol. 56 Fasc. 1-19. Vol. 37. 38, Fasc. 1-18. 20. Vol. 39, Fasc. 1-14. 16-20. Vol. 40, Fasc. 4-20. Vol. 41, Fasc. 1-18. 20. Vol. 42, Fasc. 1-6. 11-20. Vol. 43. 44. 45, Fase. 1-13. (1883-1912.) Societá Ttaliana di Scienze naturali e Museo civico di Storia naturale. Atti. Vol, 28, Fase. 5. Vol. 29-42, 43, Fasc. 1-3. Vol. 44-46. 47, Fasc. 1. 2, (1885-1908. ) Mimorio. Tomo 1, N. 1-10. Tomo 2, N. 1-10. Tomo 3, N. 1-5. Tomo 4, N. 1-5. Tomo 5. 6, N. 1-3. Modena. Regia Accademia di Scienze, Lettere ed Arti. Memorie. Ser. 2. Vol. 3-12. Ser. 3. Vol. 1-9. 1885-1910. Societá dei Naturalisti e Matematici. Atti. Ser. 3. Vol. 1-7. 12-16. Ser. 4. Vol. 1. 4-12. (1881-1910.) — 446 — Moncalieri. Societa meteorologica Italiana. Bollettino decadico. Anno 12-14. 1883-85, Bollettino mensuale. Ser. 2. Vol. 3-8. 1883-88, Napoli. Societá Reale. Accademia di Scienze morali e politiche. Atti. Vol. 19-41. 1885-1912 Rendiconto. Anno 1887-94, 1897- 1901. 1903-12. FIORENTINO, FRANCESCO. Il risorgimento filosofico nel Quat- trocento Societá Africana d' Italia. Bollettino. 1887-93. (incompleto.) Stazione zoologica. Fauna und Flora des Golfes von Neapel. Monographie 1-21. Padova. Accademia scientifica Veneto-Trentino-Istriana Atti. Ser. 1; Ser. 2. Vol. 1-4. (1878- -1902); Nuova Ser. Anno 1, Fase. 1. An. 2, Fasc. 2. An. 3-4. An. 5, Fasc. 1. (1904- 08); Ser. 3. An. 1. 3. 4. (1908-11.) Pisa. Societá Toscana di Scienze naturali. Atti. Memorie. Vol. 4, Fase. 2. Vol. 5, Fasc. 2. Vol. 6-27. (1880-1911.) — Processi verbali. Vol. 1-21, N. 1.2. (1878- 1912.) Roma. Pontificia page ia Romana dei Nuovi Lincei. Atti. o 33- pr a... 1910/11. Reale pd dei L nnuario. 1894. 1009 1907-08. 1911-12. Memorie. Classe di Scienze fisiche, 7. 9. 10. 12; matematiche € natu- Ser. 44. rali. Ser. 2a. Vol. 4; Ser. 3a. Vol. VOL E de -85.) > E Atti. Rendiconti. Classe di Scienze fisiche, matematiohe pa turali. Ser. 4. Vol. 1-3; Vol. 4. Seco 1, Faso. 1-7. 9-14 Sem. 2; Vol. 5-8. (1884-91) ; a 5. Vol. 1-2; Vol e par 1. Sem. 2, Faso. 1-4. 6-12; Vol. Sen 1, dardo 1042 Sem. 2; Vol. 5-16; Vol. 17. ci 1, Fasc. sem AE Sem. 2, Fasc. 1. 3-7. 9-12; Vol. 18; Vol. 19. Sem. 1, Fasc. 1-10. 12, Sem. 2; Vol. 20. Sem. 1, Fasc. 2. 4-7. 9-12. Sem. 2; Vol. 21. Sem. 1. (1892-1912,) Atti. a dell'Adunanza solenne. 1892-1911. Tra . Vol. 4-8. 1880-84. lotes: pe dd Centrale Vitt. Emanuele. Bollettino d'Opere moderne straniere. Anno 1886-91. Direzione Generale dell Agricoltura. Bollettino di Notizie agrarie. Anno 1880. 1884-86. 1887, N. 1- 10. 13-33. 35. 38-61. 64-70. 73-82. 1888, N. 1-2, 7-20. 23-56. Rivista meteorico-agraria. Anno 1887, + 1-25. 27-31. 34-36. 38. 40. 1888, N. 1-10. 12-22. 24-26. 28. 30. 32-35. 40. 1889, N. 1-14, 16. 18-24. 26-39. 1890-93. 1894, N. 1-15. 1895-1901. Annali di Agricoltura. 1883-84. Bollettino ufficiale. Nuova Ser. 1902-08. Notizie intorno alle condizioni dell'Agricoltura. Vol. 1-3. 1878- Reale Ufiicio ( Comitato) geologico d' Italia. Bollettino. Anno 1884-86. 1888- ele 1893, N: 1-2. Societá geografica Italiana. Bollettino. Ser. 2. Vol. 10-12. (1885-87); Ser. 3. Vol. 1.2, N. 1-7. Vol. 3. 4. 5, N. 1. 6. 8. 9. Vol. 6, N. 1-7. 10-12. Vol. 7.8, N. 1-4. 6-12. Vol. 9-12. (1888-99); Ser. 4. Vol. 1. 2, N. 2-5. 8-12. Vol. 3. 4, N. 2-6. 11-12. Vol. 5, N. 1-10. 12. Vol. 6, N. 1-2. 7-12. Vol. 7-12. (1900-11); Ser. 5. Vol. 1, N. 1-7. (1912.) Memorie. Vol. 5-9. 1895-99. Societá degli spettroscopisti Italiani. : Memorie. Anno 1883-85, 1886, N. 1-3. 5-12. 1887. 1888. 1889, N. 1-5. 7.12 Torino, Musei di Zoologia ed Anatomia comparata della Reale Universita di Torino. Bollettino. Vol. 1-26. N. 1-644. 1886-1911. Societa filotecnica. Atti. Anno 7. — 448 — Venezia. T' Ateneo Veneto. e Amno 1880; 1881, Fasc. 5. 6; 1882; 1889; 1900, Fase ; 1901-06. 1907. Vol. 1, Fasc. 2-3. Vol. 2; 1908, Vol. 1. Vol. 2, Fasc. 1-2; 1909, Vol. 2; 1910, Vol. 1. Vol. 2, Fasc. 2d LUXEMBURGO Luxembourg. Institut Grand-Ducal. Section des Sciences naturelles, physiques et mathématiques. Archives trimestrielles. Nouv. Sér. Tome 1, Fasc. 1-4, Tome 4, Fasc. 3. 4. Tome 5, Fasc. 1. 2. (1906-10.) Publications. Tome 20-25. 1886-97. NORUEGA Bergen. Museu um, Ls 1892-1902. 1903, Hefte 2. 3. 1904. 1905. 1906, be de ais 1885-87. 1889. 1891. 1899-1908. 1911. Fauna Littoralis Norvegiw. Heft 2-3. (1856-1877 .) Turbellaria ad Litora Norvegise Occidentalia. 187 78. Nye Aleyonider, Gorgonider og Pennatulider tilh. Norges Fau- na. 1883. Bidrag til Myzostomernes Anatomi og Histologi of Fridtjof Nansen. 1885. APPELLOF, A. Meeresfauna von Bergen. Heft 1-3. (1901-06.) SArs, G. o. An Account of the Crustacea of Norway. Vol. 1-5, Parts 36. Christiania. Videnskabs-Selskabet. Forhandlinger. Aar 1884-1910. Skrifter. 1. Mathematisk-naturvidenskabelig Klasse. 189, Skrifter. II. Historisk-filosofisk Klasse. 1894, N. 1-5- Norwegisches Meteorologisches Institut. Jahrbuch. 1884-1904. Norske Nordhavs Expedition Skrifter. 1-21. 23-28. (1881- -1901.) — 449 — Norske PA ingskommission. endstandsobservationer. Hefte 1-5. 1882-93 sore Commission der Europiáischen Gradmessung. Geodiitische Arbeiten. Heft 1-7. 1882-90. AN der Pude 1893. 1894. STEEN, AKSEL S. Beobachtungsergebnisse der Norw. Polarstation Rossekop. Tl. 1. 2. 1887 Tromsb. Museum. Aarsberetning. 1883. 1885-1903. 1905-10. Aarshefter. 1-22. 24-26. 28-33. ale -1910.) Trondhjem. Det Kongelige Norske Videnskabers Selskab. Skrifter. 1897-1910 ñ PORTUGAL Coimbra. Observatorio meteorologico e magnetico da Universidade. servacoes meteurologicas, magneticas e sismicas. Anno 1877- 92, 1894-1911. (Vol. 16-50.) Lisboa. Academia das Sciencias. Jornal de Sciencias mathematicas, physicas e naturaes. N. 9- 16. 30-50. (Vol. 1-3.) Historia dos Establecimientos scientificos, litterarios et artis- ticos do Portugal. Tomo 10-13. Hamlet, et O Mercador de Veneza, traducido por Bulháo Pato. Roteiro de Lisboa á Goa por D. Joáo de Castro. Commissdo do Servigo geologico. Communicagóes. Tomo 1-8. 1885-1911. Cuorrar, PauL. Recueil de monographies stratigraphiques sur le systóme crétacique du Portugal. 1* étude. 1 — La Faune jurassique du Portugal. Ordre 14 2. 1888-93. Fase. 16% 2. 1904-05 Etude géologique du Tunnel du Rocio. 1889. Mollusques tertiaires du Portugal. 1903-04. et BENSAUDE, ALFRED. Études sur le séisme du Ribatejo du 23 avril 1909. 1910-11. | | | — 450 — DoLLFUSS-COTTER. Le Pliogéne au nord du Tage. 1'* Partie. Lor1ot, P. DE. La ig crétacique du Portugal. Vol. 14% 2. 1887. Ser. 2. Vol. 1. 1898. — Description des ió tertiaires du Portugal. 1896. NerY DELGADO, J. F. Terrains paléozoiques du Portugal. Étu- de sur les fossiles des schistes á Néréites de San Domingos et des schistes á Néréites et a Graptolites de Barrancos. 1910. Estudo sobre os Bilobites. 1888. Supplemento. — La Fauna silurica de Portugal. 1892. 1897. SauvaGe, H. E. Vertébrés fossiles du Portugal. 1897-98. Observatorio do Infante D. Luiz. Annaes. Vol, 8-20. 45-48. (1870-1910.) Brito CAPELLO. La pluie á Lisbonne. 1879. — Détermination de la température de Vair. Lisbonne. 1879. — Résumé météorologique de Portugal. Lisbonne. 1879. FRADESSO DA SILVEIRA. Relatorio do Congresso meteorologico de Vienna. Lisboa. 1874. — Relatorio do servico do Observatorio no anno 1870-71. Lis- boa. 1872. . Sociedade de Geographia. Boletim. Ser. 3. 4. 5, N. 1-4. 11. 12. Ser. 6, N. 1. 2. 4. 7-12. Ser. 7-11. 12, N. 1. 3-12. Ser. 13-17. 18, N. 1. 4-12. Ser. 19. 20, N. 7-12. Ser. 21, N. 1-5. 8. 9. 12. Ser. 22, N. 1:6. 9-12. Ser. 23, N. 1-4. 6-12. Ser. 24, N. 1-6. 9-12. Ser. 25. 26, N. 1-10. Ser. 27, N. 2-12. Ser. 28, N. 1. 2. 5-12. Ser. 29. 30, N. 1-5. (1882-1912.) Expedicáo scientifica a Serra da Estrella em 1881. Meteorolo- gia, Archeologia, Medicina (Hydrologia, Ophthabnolog.), Ethnographia, Botanica. FERREIRA D'ALMEIDA. A questáo do meridiano universal. 1889. De Ficarno. Plantas nteis da Africa portugueza. 1881. Corbr1ro. L*Hydrographie africaine. Lisbonne 1878. vEDEs. L'Industrie miniére au Portugal. Lisbonne 1878. MALHEIRO. ds teias geologicas e mineiras nas colonias portuguez có de institutions de prévoyance du E 3. : La question du Zaire. Le Portugal et la traite de noirs. 1883. A questáo do Zaire. Portugal e a escravatura. 1883. Corte Real. Resposta á sociedade anti-esclavista de ortugal . Londres. Porto. ; Academia polytechnica. Annaes scientificos. Vol. 1-7. N. 1. Coimbra 1906-12, GoMEs TEIXEIRA, F. Obras sobre mathematica. Vol. 2-5. Coimbra. o R. Les mathématiques en Portugal. 2%* édition. Coim- a 1909, a DE Lima. Humanité. Vérité. Justice. Pour la paix et pour l'humanité. Lisboa 1898 RUMANIA Bucarest. Société des Sciences. Bulletin. Anul 6-14. 15, N. 1. 3-6. Anul 16. 17, N. 1. 3-6. Anul 8, N. 2-6. Anul 19. 20, N. 1-5. Anul 21, N. 1-2. (1887-1912.) Institutul meteorologic al Romániei. Analele. Tomul 1-16. 18. (1885-1902.) Bulletin mensuel des Observations météorologiques de Rouma- nie. Anul 8-14. 17. 18. (1899-1909.) RUSIA Dorpat (Jurjew). , Gelehrte Esthnische Gesellschaft. ¡Epica 1884-86. 1888-90. 1893. 1895. 1898-1900. 1902- 1907. 1911 Verhan opel Bd. 12. 14-19. 21. (1884-1904.) ol Gesellschaft bei der Universitát. Schriften. N. 1-3. 5-8. 11-14. 16-20. O o Bd. 5-14. 15, N. 1. 3-4. Bd. 16, N. 2-4. Bd. 17-20. (1878-1911.) Archiv f. d. Naturkunde Liv.-Esth.-u. Kurlands. Ser. 1. Bd. Y Let. 2 mE 2. Bd. 13, Lief. 1. (1885-1905.) Katalog. Tl. 1. TUrsTIG, ibid iiber die Entwickelung der primi- rta. Acta et commentationes. God 1, N. 1. God 2, N. 2-4. God 3, N. 1-4. go 4, N. 1-4. God 5, E 1-4. God 6, N. 1.2.5. God 7, N.2.4. God 8, N. 3. God 9, N. 1-8. God 11, N. 1-6. God 12, N. 1-6. God 18, N. 1-12. E 1901. 1903. 1904. 1910. Ekatérinenbourg. Société Ouralienne des Amis des Sciences naturelles. Bulletin. Tome 25-30. 1905-10 Helsingfors. Societas Scientiarum Fennica (Société des Sciences de Finlande). Acta. Tomo 21-34. 35, N. 1-10. T. 36, N. 1-4. T. 37, N. 1-9. 11. T.. 38, N. 1.3. 4. T. 39. 40, N. 1-4. 6-8. T. 11, Y. 4.0 7. (1896-1911.) Bidrag till Kinnedom af Finlands Natur och Folk. Hiiftet 57- 66. 67, N. 1-3. H. 68, N. 1-2. H. 70, N. 1-2. H. 71, N. 1-2, H. 72, N. 2-5. H. 73, N. 1-2. (1898-1912.) pega LA Fórhandlingar. 37. 39-50. 51 A. B. C. 524. B. C. A. C. (1894/95-1910/11.) Tables Era des publications de la eunicioasa des Sciences de Finlande 1838-1910. 1912. Institut météorologique Central. Meteorologisches Jahrbuch fiir Finland.-Bd. 1-6. 1901-06. Observations météorologiques. 1881-97. 1899-1900. Observations météorologiques. État des glaces et des neiges en Finlande pendant l'hiver 1892-93. 1893-94. En ges 96. 1896-97. 1897-98 Erdmagnetische Untersuchungen in Finnland. Bd. 1. TI. 1. 0 1910. Niederschlagsbeobachtungen in Finnland im Jahre 1909. 1910. Societas pro Fauna et Flora Fennica. cta. Vol. 1-4. 5, Tl. 1. Vol. 6-32. 35. (1875-1911.) Meddelanden. Hiiftet 1-16. 18-37. 1874-90. 1892-1911. Notiser ur Fórhandlingar. Hiiftet 6-11. (1868-75.) Festsehrift. Herrn Prof. Dr. J. A. Palmén zu seinem 60. a 1905. Gewidmet von Schiilern und Kollegen. ci E Vetemikaniión pra A N. 1-3. (1892-96.) Société des Naturalistes d 1 Université. 94, Fasc. Travaux (Trudi). Tom. 19, Fasc. 4. T. 22, Fasc. 3. 1.2% — 453 — E 4. T. 25, oa 6. T. 27, Fasc. 1.3.5. T. 28, Fasc. 3. ! E. 30, Fase. 3. 5. T.-33, Fase; 1.4: T. 35, Fasc. 2-4. 6. > 36, Fase. 1-6. T. 9% Fasc. 2-6. T. 38, Fasc. 1-3. T. 39, Fasc. 2-6. T. 40-43. 44, Fasc. 1-4. (1889-19192.) Comptes rendues (Protokoli). 1904-11. Moscou. : Société Impériale des Naturalistes. Bulletin. Année 1876, N. 2-4. 1878. 1882. 1883. 1884, N ; 85. 1886. 1887, N. 1. 2. 1888. 1889. 1890, N. 2-4 1891-1903. 1904, N. 1.4. 1905-09. 1910, N. 4. 1911, N. 1-3. de poe Tome 15, Livr. 6. 7. Tome 16, Livr. 1-4. 17, Livr. : e ieilagisaian Piti ium der Universitit. eobachtungen. 1883-93. 1901-07. Odessa. Société des Naturalistes de la Nouvelle Russie Mémoires. Tome 20. 25-29. 34-36. (1895- 1911.) Index des To- mes 1-30. Observatoire météorologique et magnétique de D Université Anmuaire. 1908-1909. Annales. 1895-97. 1900. Revue météorologique. Années 1886-95. 1901-02 Riga. Naturforscher- Verein. Korrespondenzblatt, 27. 30. 33-48. (1884-1905.) Festschrift. 27. Miirz 1895. St. Petershurg. Académie impériale des poses Bulletin. Tome 29, 2-5. T. 30, N. 1-3. 5. T. 31-45. Sa 2.) — Nouv. toas Tome 1. 2.3, N. 13.58, T.4, N. 1. 3 bol e os a OLE 7, N. 5 TINTA TO NL O No 2 6 11. ¡es y 185. T.13. 16 NM. .86. Tb N 13. 16, N. 1. 3-5. T. 17-25. (1894-1906.) — Sér. 6. Tome . > 8-18. T 2-5. 6, N. 1-8. 10. 11. (1907-12.) bl Sér. de Classe podeis ca Tome 32-36. 37, N. 1-4, 6-12, T. 38, N. 1-9. 12. T. 39-42. er Dep. 8: el pete Tome 1. 2. 3, — 454 — 1-65. T. 4.5,N.1.3.6.T.6.7,N.1-5. 7, 9,N. 2. HO 10. T. 9, N. 4-7..T. 10, N. 2-5. 7. T. 11, N. 1-4. 6-10. T. 12, N. 1. 2. 4.5. 8-10. T. 13. 14, N. 1-3. 5-7. 10. T. 15, N. 1-3. 5. 7-10. T. 16, N. 1-6. 8. 9. T. 17, N..1.3:0..T. 18. 10, Mi 1-7. 9-11. T. 20, N. 1. 2. 4-10. T. 21, N..1..3. 6. T. 22. 23, NET. T. 24.25. 26, N. 1. T.27, Noi. 2 TM T. 30, N. 1-3. (1895-1912.) Commission sismique permanente. Bulletin. Année 1907, Octobre-Décembre. 1908, Janvier- Septembre. Comptes rendus des séances. Tome 1. T. 2. T. 3, Livr. 1. 2, N. 1 et 2. Livr. 3. T. 4, Livr. 1. 2. (1902-11.) Musée géologique Pierre le Grand. ravaux. Tome 2, N. 3-7. T. 3-5. (1908-11.) Observatoire physique Central Nicolas. nnales. 1883, Partie 1. 1884, Partie 1. 1885-1904. 1905, Supplement. 1907, Partie 1 et 2. Jahresbericht. 1881-86. Section géologique du Cabinet de Sa Majesté. Trayaux. Vol. 5-7. Vol. 8, Livr. 1. (1902-08.) Comité géologique. Bulletins. Tome 20, N. 7-10. T. 21, N. 1-4. 9.-10. T. 22-25. 26, N. 1-7. T. 27, N. 2-4. 6-10. T. 28. 29. 30, N. 1-5. 1901- 11. — Supplements des Bulletins. Yome 6-16. (1887-96.) Mémoires. Tome 1.2.3, N. 1-3. T. 4-7. 8, N. 1.2.4. T. 9-12. 19.013. 4. T..14:-16,.17, N. 1.3. T, 10-40 (1883-1902.) —Nouv. Sér. Livr. 1-12. 14-32. 34-38. 40-49. 51-57. 59-61. 66. 67. (1903-10.) 5 Explorations géologiques dans les régions auriféres de la Si- rie. Région aurifere de 1"Amour. Livr. 4-10. (1904-10.) Région auriftre d'Iénisséi. Livr. 3-5. 7-9. (1902-10.) Région aurifére de la Léna. Livr. 2-5. (1903-10.) : Carte géologique de la région aurifere d'Iénisséi. Descrip- tion de la fenille 1-7. B-7. H-7. B-7. K$: LO bo L-9. J-8. J-9. Carte géologique de la région au cription de la feuille I. II. Carte géologique de la région aurifere de la Léna. Des- cription de la feuille 1-6/7. 11-6. II-6. 1V-2. e 1-2. Carte géologique de la région aurifere de la Zéia. Des- eription de la feuille 11-1. 111-2. 111-3. 1-4. 0-4. rifere de 1?Amour. Des- — 455 — Jardin impérial de Botanique. Acta horti Petropolitani. Tom. 1-13, 14, Fasc. 2-4. T. 15. Fase 2-4. T. 16-18. + Fasc. 1. 2. T. 20. 21. 23. 24. 25, Fasc. 2-4 . T. 27. 28. 30, Fasc. 1. (1871-1911.) Catalogus. N. 7 “1885- 90.) Russisch-Kaiserliche mineralogische Gesellschaft. erhandlungen. Ser. 2. Bd. 32. 33, Lief. 2. Bd. 34, Lief. 2. o 35. 36. 38, Lief. 1. Bd. 39, Lief. 2. Bd. ps (1896- 9.) balon zur Geologie Russlands. Bd. 16-20, 21, Lief. 1. Bd. 22-24. (1893-1909.) Societas entomologica rossica. Hore*. Tom. 10-12. 14. 16. 18-34. (1873-1900.) Tiflis. Physikalisches Observatorium. eobachtungen fiir die Jahre 1871-1904. Erdbodentemperaturen. 1880. 1882. 1883. SUECIA Góteborg. Kungliga Vetenskaps-och Vitterhets-Samhille. Handlingar. Ny Tidsfóljd. Hiiftet 18-32. 1883-97; Fóljden 4. Hiiftet 1-11. 1898-1908. Lund, Universitetet. Acta. Arsskrift. Bd. 19-40. 1882-1904. — Ny Fóljd. Bd. 3-6. 1907-10. Festskrift, 1872-1897. Universitita- Bibliotheks tias Katalog. 1883. 1884. Stockholm. Kungliga Svenska Vetenskapsakademien Arkiv fór Botanik. Bd. 9, Hiifte 3. 4. Bd. 10, Hiifte 1. Arkiv fór Matematik, Astronomi och Fysik. Bd. 1-3. Bd. 4, N. 3. 4. Bd. 5. Bd. 6. Bd. 7, N. 1. 2. (1903-11.) Arkiv fór Kemi, pb 0 och Geologi. Bd. 1. Bd. 2, Hifte 1-3. 5. 6. Bd. 3, Hiifte 2-6. Bd. 4, Há fte 1. 2. Arkiv fór Zoologi. Bd. 1, Bd. 2. Bd. 3, Hiifte 1. 2. Bd. 4-6. Bd. 7, Hiifte 1 Arsbok. 1903-11. Handlingar. Ny Fóljd. Bd. 16. 17. 19-32. 34-36. 37, N. 1-6. 8. d. 38, N. 1.2. 4. 5. Bd. 39-41. 42, N. 1-4..6. 8. 9. 11.12. Bd. 43, N. 2. 4. 7. 9-11. Bd. 44, N. 1-4. Bd. 45, N. 1-3. 5. 10-12. Bd. 46, N. 1. 2. 6. 7. Bd. 47, N. 1. 1878-1911. Bihang till Handlingar. Bd. 5-17. 19-28. (1878-1903.) Ofversigt af fórhandlingar. Arg. 35-59. 1878-1902. pops fran K. Vetenskapsakademiens Nobelinstitut. 0-0. 1215. DB. 0, N Entomologiska e eningen. Entomologisk Tidskrift. Arg. 1-32. 1880-1911. Register. Arg. 11-530. 1890-1909 Svenska Sillskapet fór Antropologi och Geografi. Ymer. 1884-86. 1887, Hiifte 1. 2. 1888-91. 1892, Hiifte 1-3. 1894-1911. 1912, Hiifte 1. 2 Uppsala. Kungliga Vetenskaps-Societeten. Nova Acta. Ser. 3. Vol. 12-15. 17-21; Ser. 4. Vol. 1, N, 2-8. Vol. 2, N. 1-10. Vol. 3, N. 1. 2. (1884-1912.) Universitetet. Bulletin of the Geological Institution. Vol. 1-3. 5-7. (1892/93- SUIZA Aarau. Aargauische Naturforschende Gesellschaft. Mitteilangen. Heft 3-5. 7-12. (1882-1911.) Basel. Naturforschende Gesellschaft. Verhandlungen. Bd. 7.8. 9, 11-14. 15, Heft 1. Bd. 16. (1882-1903 nis und Sachregister der Biinde 6 bis 12. 1875- 1900. Heft 1. 2. Bd. 10, Heft 1. 3. Bd. y — Namenverzeich- Bern. : Schweizerische Naturforschende Gesellschaft. vola a 1875/76-85. 1893-95. 1897-1904. 1907, Vol. Vir id dni Mitteilungen. 1880-87. 1891. 1894. ES A Geographische Gesellschaft. Jahresbericht. 1882/83-1889/90. 1893/94-1896/97. Chur. Naturforschende Gesellschaft Graubiindens. Jahresbericht. Neue Folge. Bd. 21. 22. 27-34. 36-52. (1876- Frauenfeld. Thurgauische Naturforschende Gesellschaft. Mitteilungen. Heft 5-7. 10-16. (1882-1904.) Fribourg. Société Fribourgeoise des Sciences naturelles. Bulletin. Vol. 1-4. 6-12. 15-18. (1879-1909.) e Botanique. Vol. 1, Fase. 7-9. Vol. 2. — Chimie. , 2, Fasc. 1. 4. Vol. 3, Fasc. 1-2. — Géologie et Géogra- e Vol. 3, Fasc. 1. Vol. 4, Fasc. 3. Vol. 5-7. — Mathé- matique et Physique. Vol. 1. — Physielogie, Hygitne et Bactériologie. Vol. 1, Fasc. 1-3. — Zoologie. Vol. 1, Fasc. 2. Genéve. Institut National Genévois. Bulletin. Tome 21-25. 27-31. 33. 36-39. (1876-1909.) Mémoires. Tome 16-18. 20. (1886-1910.) Société de Physique et d' Histoire naturelle. Compte rendu des séances. 19-28. 1902-10. Mémoires. Tome 29. 32. 33. (1884/85-1901.) Lausanne. Socióté Vaudoise des Sciences naturelles. Bulletin. e 81-117. 119-152. 154-172. 174-176. Vol. 16-48. 1880-19 saca. 1882. Statuts. 1882. Neuchátel. Société des Sciences naturelles. Bulletin. Tome 15-30. 33-37. (1884-1909/10.) Société Neucháteloise de Géographie Bulletin, Tome 1-15. 17-20, (1885-1910.) Réglement. 1885 T. Xvin 31 St. Gallen. Naturwissenschaftliche Gesellschaft. uch. 1882-1903. 1906. 1908-10. Ostschweizerische Geographische Gesellschaft. Mitteilungen. 1883-92 Ziirich. Schweizerische Meteorologische Central-Anstalt. Annalen. 1864-86. 1889. 1890. 1892-1903. 1905-09. Naturforschende Gesellschaft. Vierteljahrsschrift. Jahrg. 29-37. 38, Heft 2-4. Jahrg. 39. 40. 42-48. 49, Heft 3-4. Jahrg. 50, Heft 1-2. Jahrg. 51, Heft 2-4. Jahrg. 52. 53, Heft 4. Jahrg. 54. 55. 1884-1910. Festschrift. 1 u. 2. 1896 . ÁFRICA ARGELIA Alger. Société des Sciences physigues, naturelles et climatologiques. Bulletin. Année 1883-89 Bóne. Académie d* Hippone. Bulletin. N. 9-29. Comptes rendus. 1887-88. 1890-1900. Réunion du Bureau en 1883. N. 2-9. Statuts organiques de 1"Académie. Éssai d'un Catalogue minéralogique algérien, ete. 1873. Oran. Société de Géographie et d* Archéologie. Bulletin. Tome 4. 5. 6, Janv.-Mars. T. 7, Avril-Décbre. T. 8. 9, Janv.-Mars. T. 10, Juillet- mois T. 11, Jany.-Sebtbre- T. 13, Janv.-Juin. T. 14. 15. 16, Avril-Déobre. T, 17-24. 25, Trim. 2-4. T. 26, Trim. 2. 4. T. 27, Trim. 2. 4. T. 28, Trim. 1. 3. 4. T. 29, Trim. 1. 2. 4. e — 459 — EGIPTO Caire (Le) Société khédiviale de Géographie. Bulletin. Sér. 2. Sér. 3, N. 1. (1882-88.) MAURICIO Port Louis. - Royal Alfred Observatory. Annual Report. 1887-99. Meteorological Results. 1883. 1884. 1887-98. Society of Arts and Sciences. Transactions. Vol. 11-14. ¿ UNIÓN SUD-AFRICANA Cape Town. Geological Commission. Annual Report. 1901-08. 1910. South African Museum Annals. Vol. 4, Part 1-2. 4-8. Vol. 7, Part 1-2. South African Philosophical Society. Transactions. Vol. 1. 2. 5, Part 2-4. Vol. 6. 7. 8, Part 2-4. ol. 9, Part 2-4. Vol. 10, Part 2-4. Vol. 11-13. 14, Part 1. 2. 4. Vol. 15-17. 18, Part 1. 3. (1878-1909.) Royal Society of South A frica. Transactions. Vol. 1, Part 1. Vol. 2, Part 1-3. (1909-12.) ASIA FILIPINAS Manila. Bureau of Science, Division of Ethnology. Publications. Vol. 1. Vol. 2, Part 1. st -05.) Bureau of Science, Division of Geology and Mine The Mineral Resources of the Philippine sei 1908-10. Observatorio Boletín mensual. Año 1897-1901. — 460 — INDIA Calcutta. Board of Scientific Advice for India. Annual Report. 1902-08. 1909-10. Asiatic Society of Bengal. Journal. 1884-1904. (incompleto.) Proceedings. 1884-1904. (incompleto.) Centenary Review from 1784 to 1883. Geological Survey of India. Memoirs. Vol. 3. 4. 5, Part 1. 3. 4. Vol. 6-10. 11, Part 1. 2. ¿107 ER 1-3. Vol. 34. 35. Part 1-3. Vol. 36, Part 1. 2. (1864-1907.) Memoirs. Palaeontologia Indica. Ser. 2. Vol. 1-3. Ser. 3. Vol. 1-13. Ser. 4. Vol. 1, Part 1-5. Ser. 5. Vol. 1-10. Ser. 6. Vol. 9, Vol. 1-2, Part 1. Vol. 2-3. Ser. 10. Vol. 1, Part 1-5. Vol. 2, Part 1-6. Vol. 3, Part 1-8. Vol. 4, Part 1-3. Ser. 11. Vol. 1. Vol. 2, Part 2. Ser. 12. Vol. 1-4, Part 2. Vol. 2-3. Ser. 13. Vol. 1, Part 1-7. Vol. 2. Vol. 4, Part 1-2. Ser. 14. Vol. 1, Part 1. 3. 4. Ser. 15. Vol. 1, Part 9-4. Vol. 2, Part 1-2 Vol. sa Part 1-2. Vol. 4. Ser. 16. Vol. 1, Part 1-3. New Se: Vol. lied Vol. 1-28. 29, Part 1. 3. 4. Vol. 30-35. 36, Part 24. Vol. 37-40. 41, Part 1. 2. (1868-1911.) General Report. 1897-1903. Manual of the Geology of India. Part 1. 3. 4. Madras. Government Observatory. h Results of Observations of the Fixed Stars made with the Meridian circle in the years 1868-70. Pusa. Agricultural Research Institute and College. : id Memoirs of the Department of Agriculture in India. Bo a cal Series. Vol. 1, N. 2-5. Vol. 2, N. 2-8. — Chemical sei 5 Vol. 1, N. 1-5. 7. — capa Series. Vol. 1, Vol. 2, N. 1-2. — 461 — Prospectus. 1909. Report. 1907-11. Report on the Progress of Agriculture in India. 1904-06. Simla. Indian Meteorological Department. Monthly Weather Review. 1891. 1892. 1893, N. 1-9. 11. 12. 1894, N. 1. 3-8. 10-12. 1895-1901. 1902, N. 1-7. 9-12. 1903- 1910, N. 2. 5. 6. 8-12. 1911, N. 1.4.6.7. 9-12. 1912, N. 1-2. Indian Meteorological Memoirs. Vol. 1-14. 18, Part 1-4. Vol. 19, Part 1. Vol. 20, Part 2-8. Vol. 21, Part 1-2. (1876-1909.) Meteorological Observations recorded at 6 Stations in India. Year 1879-88. Annual Summary. 1891-1903. 1905-10. Report of the Administration. 1876-1910/11. Report of the Meteorology of India. Year 1-5. 8-12. 14. 15. (1875-89.) Report of the Meteorological Reporter to the Government of Bengal. Year 1868-74 Cyclone Memoirs. Part 1-5. (1883-93.) Instructions to Observers of the Indian Meteorological Depart- ment. 1902. Handbook of Cyclonic Storms in the Bay of Bengal. Vol. 1. 2. 1901 INDIAS NEERLANDESAS Batavia. Koninklijke Na atuurkundige Vereeniging in Nederlandsch-Indié. e Tijdschrift voor Nederlandsch-Indié. Deel 44, Af. Deel 45, Afl. 3. 4. Deel 46, Afl. 1. 3. 4. Deel 47- 56. ha (1885-1910). Weltevreden. . Boekwerken. 1884. Januari-Juni. Bataviaasch Genootschap van Kunsten en Wetenschappen. Notulen van de algemeene en Directievergaderingen. Deel 14. Afl. 2-4. 1876-77. o voor Indische Taal-, Land- en Volkenkunde. Deel 23, Afl. 5. 6. Deel 24, Afl. 1-3. Catalogus pe Ethnologische Afdeeling van het museum. 1877. erslag. van eene Verzameling Maleische, Arabische, etc. Handschriften. 1877 A Het Maleisch der Molukken. 1876. Magnetical and Meteorological Observatory. bservations. Vol. 6-14, 16-29. 30, with Appendix 1 € 2. Vol. 31. (1885-1908.) h Regenwaarnemingen in Nederlandsch-Indié. 1883-91. 1893- Buitenzorg. Departement van Landboww. Bulletin. N. 1-17. 19. 20. 23. 25. 26. 28-38. 40-42. 44. 47. (1906-11 Bulletin da Jardin lo de LN N. 1-15. 17-22, (1898-1905.) — Sér 91 Jaarboek. 1908. 1909. a 1909- 10. Mededeelingen. N. 2. 3. 5-9, 12-16. Batavia 1906-11. s” Lands Plantentuin. Mededeelingen. N. 7. 10-14. 16. 18-75. Batavia 1890-1904 Catalogus der Bibliotheek. Batavia 1887. Rijswijk. Vereeniging tot Bevordering der geneeskundige Wetenschappen in Ne- ri. = Indie. PRA Tijdschrift voor Nederl.-Indie. Deel 28-36. 39, Afl. 2-6. Deel 40. 41, Afl. 1. 2. 4. Deel 42. 43. 44, Afl. 1-5 Deel 45, Afl. 1-3. 5. 6. Deel 46, Afl. 1-4. 6. Deel 47, Afl. 1-4. 6. Deel 48-51. 52, Afl. 1. Batavia 1888-1912. Salatiga. Algemeen-Proefstation. se be Verslag omtrent den staat van het Algemeen-Proefstation Salatiga. 1907-08. JAPÓN Kyoto. Imperial University. 1.2 Memoirs of the College of Science and Engineering. Vol. 1. 4 N. 1-14. Vol. 3, N. 1-8. (1903-12.) Calendar. 1888/89-1905/06. 1909/10. — 463 — Mizusawa. International Latitude Observatory. Annual Report. 1904-10. Sendai. Tóhoku Imperial University. Science Reports. Vol. 1, N. «IDL2, Tokyo. Imperial University. Journal of the College of Science. Vol. 8-9. 10, Part 3-4. Vol. 11, Part 1-2. 4. Vol. 12. 13, Part 1-2. 4. Vol. 14-16. 17, Part 2-4. Vol. 18, Art. 1. 2. 4. 6-18. Vol. 19, Art. 2-17. 20. Vol. 20, Art. 1-4. 6. 7. 9-12. Vol. 21, Art. 2-8. 10. 11. Vol. 23, Art. 1. 4-7. 12-15. Vol. 24. 25, Art. 1-18. Vol. 27, Art. 3-12. 14-19. Vol. 28, Art. 2-5. Vol. 32, Art. 4. (1898-1912.) Imperial Earthquake Investigation Committee. Bulletin. Vol. 1.2, N. 1-3. Vol. 3, N. 1.2. Vol. 4, N. 1-3. Vol. , N. 1. Vol. 6, N. 1. (1907-12.) Públications. N. 5-17. 19-24. (1901-07.) Imperial Meteor ological Observatory. Bulletin. N. 1- Annual Report. 1888-1905. 1906, Part 1. 1907-09. Monthly Summaries and monthly Means. Year 1884. 1886-90. Organisation du Service météorologique au Japon. 1899. 1904. Geographical Society. Journal. N. 181-92. 197-222. 229-76. Vol. 16-23. 1904-11. Report of the 6% annual meeting. Qt OCEANÍA ds. AUSTRALIA Observatory. Meteorological Observations. Year 1879-81. 1883-1904. 1906-07. Royal Society of South Australia. Transactions and Proceedings and Report. Vol. 8-20. 21, Part 1. Vol. 22-35. (1884/85-1911.) Memoirs. Vol. 1. 2. (1902-10.) — 464 — Brisbane. Royal Geographical Society of Australasia. Geographical Journal. Vol. 15-21. Session 15-21. Vol. 23-25, Session 23-25. (1899/2900-1909/10.) Melbourne. Royal Society of Victoria. Proceedings. New Ser. Vol. 1-5. 7. 8. 9, Part 2. Vol. 10. 12, Part 2. Vol. 13, Part 1. Vol. 14-24. (1889-1912.) Transactions. Vol. 1. 2. 3, Part 1. Vol. 20. 21. 23, 24. Natural History of Victoria. — Prodromus of the Zoology of Vie- toria. Decade 1-18. 20. (1878-90.) Sydney. Geological Survey of New South Wales. Memoirs. Geology. N. 2.3. 5. 1901. — Ethnology. N. 1. 1899. — Palaeontology. N. 4-9. 1894. Mineral Resources. N. 2. 4-10. 12-15. (1898-1911.) Records. Vol. 2, Part 1. 2. 4. Vol. 3, Part 1. 2. Vol. 4, Part 1. 3. Vol. 5, Part 1. 3. 4. Vol. 7, Part 2. 3. Vol. 8.9, Part 1. (1890-1909.) Royal Society of New South Wales. Journal and Proceedings. Vol. 11-44. 45, Part 1-3. (1877-1911.) Anthropological Society of Australasia. Journal. Vol. 10, N. 4. 5. 9-12. Vol. 11, N. 9. University. The Sydney University Calender. 1885. Australian Association for the Advancement of Science. Report. Vol. 1-7. 9. (1887-1902.) NUEVA ZELANDIA Wellington. New Zealand Institute. Transactions and Proceedings. Vol. 18. 19. 21. 23-29. 31. 33. 34. 36. (1885-1903.) 1. — América : República Argentina..... .oOrooe.ao.o. Es 438 Página Página A O PA dio. Now York: ¿coa A d4db" NICO... eN 432 O 465 - Nimegen..: << o 00 436 as a A 418. Nimes: ¿odas o 432 A SS 431 Niirnberg «<<< ENOMDOLES: 392 OD) 1 ea a 458 ia ES 460 OFONO. rial 394 A 428 .. Osnabriiek./... 1... 417 ar A AS iS. Diamant 386 O as E ió 459. OUnro Proton... ei 384 MAMI. e as 415 ar PE AE A a 446 O dol: DAA a 384 OIDO. no 464 MEÍA 0 o 432 ri O O 392... Pasan... ir. cane 417 E ES A 434 A a 299