ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO, PERIODICO OPICIAL DE LA UNIVERSIDAD, DESTINADO AL FOMENTO _DE LA INSTRUCCIÓN PUBLICA Y AL CULTIVO DE LAS CÍENCIAS | Y LAS LETRAS EN EL ECUADOR. | +“ h NUMERO I.— MARZO DE 1883. CONTENIDO. Prospecto. Roinilllación de la Universi- core —Discu 1508 y poesías. —Boletín =Universi- O. de 1383, e as UITO, De - Q q 00 IMPRENTA DEL GOBIERNO: 08 LA UNIVERSIDAD DE QUITO. NUMERO £ E MARZO DE 1888. - PROSPECTO. la La Universidad de Quito, que de muy antiguo pe gozado de justa fama, se presenta hoy al mundo lle< -na de vida y lozanía juvenil, cual si no hubiese estado más dedos años rodeada de sombras de muerte. Una de las elocuentes pruebas de la poderosa fuerza y abundante savia vital con que: se levanta de su tumba, “esla fundación de la Revista cuya publicación emplea: za con este número. —Hlacíale falta en el estadio de las letras y las ciencias el arma de la prensa, y el pensamiento de fundar los ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO na* ma día fausto y glorioso de la ti de Obrpacroióa tan i tante y tan un Estado culto y progresista. - Ese pensamiento generoso, que no ha tardado en ici, ejercerá, como lo esperamos, benéfica in- - fluencia no sólo en la Universidad, sino en toda la so- - ciedad ecuatoriana. El título de la Revista da 4 cono- cer bastante lo que deseamos que sea: limpio espejo - que refleje y muestre al mundo el activo desenvolvi- iento de las facultades intelectuales y morales de nuestra juventud universitaria, sus trabajos científicos : Y iterarios, el estado de las rentas y, en fin, todo cuan- to constituya la organización y condiciones de la exis-. tencia del Establecimiento y cuánto tenga relación de con él : E 50 no se crea que nos Emióremos á publicar a s frutos de la Universidad: de lo mucho bueno que ateria dec ciencias e á es 28 en es E en Europa y América, escogeremos lo más útil $ mi perfecto para insertarlo en nuestro periódico. Tampoco estarán vedadas las páginas de los A - Les para los partos de ingenios ecuatorianos que pertenezcan á la Corporación 6 á los bancos univ: tarios, con tal que versen sobre los objetos mencion: «dos. Aceptamos la luz de donde quiera que veng si es luz pura. E Quizás no habría inconveniente en que la Acs demia Ecuatoriana, Correspondiente de la Españ dy - honrase los ANALES con sus importantes trabajos, qu - tanta analogía tienen con los de la Universidad Di - Academia ha estado también, sin culpa suya, la años como encerrada en un sepulero, y ya es tie Juventud estudiosa y á toda la N: ALES no serán publicación extraña 41 - lítica; pero se entiende á la política considerada € - ciencia y en sus relaciones íntimas con la vida y su - te delos pueblos, no en sus manifestaciones bander -. y ardientes polémicas personales: esto sería culti elementos de discordia y disolución entre. los ma tros y entre los estudiantes. En esta m: > > de a reinstalación de la Univoridad. En esta feta - era imposible que no hubiese corrido en ondas de lava laj justa indignación de todo pecho ecuatoriano aman- te de la justicia y dela honra de la Patria. Puede de- -—cirse que la Universidad ha'*resucitado entre el fuego y lasangre del combate, y que los AyaLes han sido - arrullados en su cuna por los gritos del triunfo, los ana= temas de la libertad contra la tiranía y las bendiciones de e Corazones á la eperines de un porvenir di- El Jamie 18 del mes actual fué día cuyo recuerdo vivirá con gloria en la posteridad. La ejecución por parte del general Veintemilla del decreto inconsulto y descuida expedido por el Congreso de 1880, obra del 1 mismo general, trajo la peón y ruina de la Universidad; y el triunfo delas armas de la Patria con- tra la usurpación y el AIES: —triunfo de la justicia y la civi- eras traído e uchas S reparaciones legítimas y santas ! devolver. á dicho able mi vida y actividad, luz y hon- acto, á no haber otros o de trascendental significa- ción, bastaría para mostrar, al mundo la justicia y los generosas ds impulsos que han dado alma é incontras table. movimiento á la gues a que ha conmovido toda la República: aun a ide. combates E sacrificios exf el litoral, 4 esta guerra en q ros Jóvenes se han levantado hasta el heroísmo, y en que la ; e] 6 ignominia de que E a brió la brutal doxmin: or má -¡Ouá4 y inagnífico es el espec de 1 entud luehando E derramando su sangre por dar libertad : ála 'brir las puertas. del Etecolo de las Ci xclamaríamios: ¡ Esto ie : SN . miembros más incidió; cuando ocuparon sus puestos bajo el di sel los miembros del Gobierno Provisional. Al punto sonó el H no Nacional a por numervsa orquesta y ortoctaMciió tado. La concurrencia lo escuchó de pies y terminó con entusia: aplausos. En dida se leyeron. ó recitaron numerosos discurs poesías: eran como ondas de fuego derramadas por corazones pa U os brindis, Fácilmente se desahoga el corazón, nada hubo queind el más breve extravío de la inteligencia ni pasión nin los términos prescritos por la ca y 14 A las ocho de ia nOSAS se. o disolvi dodo los que la forma ISCU ES0s Y POESÍAS PRONUNCIADAS EN LA SOLEMNE LACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DE o EL 18 pr DE 1883. Después de cantado el Himno Nacional, el Señor Modesto Espinosa, Ministro de lo Interior e Señores: ze Cuando desatentado el há del Si ta Universidad el golpe que la redujo a pes S bame yo d e servirla con el tí tulo de secretario, y lo ten - Yona á mi ardiente anhelo porel peo intelectual de blica. Y mi ambición se hallaba satisf echa; pue acreditados y dignos a que e las ES tarias, ála gloria de obilísima- juventud « desvelos re proyech de la cual no cesaba de lastimar a oídos el e de las varas pea Maja castigado, (pues, ¡crímenes fueron para el tirano!), la dig- era ad y nobleza de la juventud martirizada en cárcel de 'malhe e-5 chores Pero inopinada suerte me ha traído, señores, sin que yo me - atreviese ni á imaginarlo, áotra participación en esta grata solem- nidad que realiza mis constantes patrióticos votos ; y el recuerdo de este día será, no puedo dudarlo, superabundante resarcimiento de los sinsabores inseparables de una situación que nunca pretendí, y qu jalá pueda redundar en algún bien para la ilustre Co rporación : que hoy instaura sus fecundas tareas, á la sombra de la libertad re- da, en gr an parte, por heroicos s acrificios de sus generosos El Gobierno mo Provisional. de la República va á reinstalar la. ] ersidad que echó por tierra, furibundo y bárbaro, el despotis- s y si ella renace de sus cenizas, diante fénix de la civilización: mo; ecuatoriana, cante la Patria hosanna inmortal 4 las li gue- : oronan con triunfos de la inteligencia, y alborozados Jos los 'saludemos á las letras que vuelven cuendo $e ¿aid baleándose, ebria de impotente venganza, la tiranía; 4 las cien- cias que > abia ora AA se desploma y rueda en pedazos el solio de la barbari + : El Señ 8, Don Pacífico Villagómez, cursante de la Facultad de Jurisprudencia, leyó el siguiente dis curs Señores: e de e ed que a Anto Gstadió, yá escuchar. de muero, o, dl poe y dep lecciones de sabiduría y de virtud, a - Al través del alborozo con que semejante reflexión me rega inspírame también confianza para continuar en mi labor; pero con: fieso francamente que siento pasar uno de los más agitados insta? tes de mi vida. Pues, mi Patria engrandecida con el martirio vuelto digna de las cue cly ng me estremece de entusia mo y me conmueve hasta el deli Séame permitido, Man AS declarar que hago un gra esfuerzo ahogando en su cuna estos sentimientos de mi corazón, 18 cet es rácdo bb sta. SELLOS de las cai E din que darle rigorosa solución, voy: á consignar algunas ideas que valgan como ligerísimos pee históric a : Para un célebre escritor de fimes del sig lo pasado y princi del actual, son las universidades una especie de eslabones que enla- * zan la civilización sas con la usstución cid: calor del sol fecundante del catolicis erarjos. da E. los tiempos que corren las miii 1 dona de vi de fnerza moral, epa cierto movimiento civilizador á la soci - dal ps nmede sustraerse á su a ' se siga la rebelión, y de ésta se pase nsolente de muchos contra todos. aestros y discí cíp strado AS y pla para con ld ne han obid anos el destino de la Patria, raya muy alto el de la pro- n á las letras. La Francia de Luis XIV, sin esta A pro- tecció ión, no pudiera gloriarse de un Mallebranche y Pascal en Fi- losofía, “de Bossuet de Fenelón en Historia y Literatura, de Racine y Corneille en Poe En mi sentir, A: primer paso de la tiranía es matar toda ilus- tración. Pues, ella es su impugnador más terrible que al ¡bo da al traste con quien conculca todo IeBptios arEsO. No debo buscar lejos de mi Patria, ni en remotos tiempos, ejem. E los de lo q acabó de afirmar: Sobre el salero de García More se lía levantado la usurpación po: la dictadura después 4 la tiranía Al siempre, la de un oscuro militar, como se alzó sobre en cadáver ta as Julio César el trono en que Se asentaron me mperio romano. Aunque no cosa rara, pero contras arse, y Sd deslinda y « ara el genio Pecallar a a ! E sa destructor del infausto 4 p , " o del S de setiembre. EL valor y el poderío, ¡es que su existencia y apoyo no leg od Han contemplado con opel: en todas s épocas, los esta bleci- ntos literarios: éste es el miramiento o á a razón, hués- ped, que, como dice un filósofo francés, n vas de un mun- do desconocido. Cordura del político, epocalcions científicas, lealtad del soldado, honradez del ciudadano tienen casi siempre su cuna en universidades y colegios; y tas más Veco el austero silen- cio de s sus ciatstEoS 2 1ns Le ai - muchos papas cont rebo- iento 4 las regiones de la sabiduria a, cs menester de e ie ms + de : ¿ s E ública que de eja en pos de sí una estela de luz, y que, a a A gritando álos pueblos: ¡adelante, camino de EE ee zació La Univer ersidad de 1878 se a SE profesores , que aqui 2% ) S en Lai 0 ón, conforme al Iegiaiv expedido por dial Co: onstituyente, en mismo año. Ciencias físicas e nafurales,. Juri n todos sus variado , Lite con sl prllldo fin de que $ sus profesores le barca, y d que la numerosa juventud agrupada en torno de ellos siguiese ce das óscuras, preparadas por la tiranía para la ignorancia y la inmo- ralidad, Mas un acto de subido patriotismo, nunca bastante bie: encomiado, les hizo sostener 2 Universidad de Quito con gloria ; plendor admirables; y esta conducta magnánirca, Jovenes est diantes, debe despertar en ains os afectos de imperecedera gra tud. ando á un lado la superficialidad de otros tiempos, que ico más Eno bellezas de estilo y sutilezas de ardientes 1 o s, los nuevos maestros aplicaron la critle aal estudio dela nelas. No un Ss prurito de disputa invadió-Inego las aul fué el aan de Pp y eb o, de análisis" filosófico el que Si apod ró bien pronto de los á xs Contempladas así las más g ves es de hi ejendias “públic as desde las alturas de la tafísica, y estudiadas en sus relaciones con la Iglesia y la Histo: niones que corrían muy validas, y que con apariencias ras y católicas envolvían lastimosísimos absurdos, fueronimpugl das y reducidas á polvo por el triple poder de la il ses la au ridad histórica y de la o ¿e sona. sus ru pee pura, revesi tida de pr endores ¿ E -0Cupacl nes, aé SOS: A Eo tr y fa ra de la Doveniana, eu sus aio y exám en con toda la fe y vigor que produce en el alma el convencim de la mee Bien así como la palabra“es signo de la idea, SS los disot actos huertos de la Universidad son las expresi nes del pen: miento dominante en sus aulas. Punto poco menos qué imposible conocer su naturaleza y Sun si no las buscamos en dd : esa queja amarga de n usto resentimiento, insy E. s y temores á la tiranía oia, sirviendo de pretex- ze E. a o osplegaa a persecución contra sus autores. Los pocos tenía ea á PS sen ni el favor coda: ni et ue nento debilitó ae Ditoa lelas iras año sufriendo con entereza y heads coria pa y ne so inventó para los otros jóvenes que eludier stigo de cerrarles las puertas de universidades y egin El ra azón el divino aliento de morir ó iberia la Pala. Las. cinco. 05 ' bayon netas con las cuales Sd e a su ir y esclayos, Su vasta eru yh genio, E; | civilizadora, en todo grande acontecimiento sé é descubre: 1samiento que coneibe, y un brazo que lo ejecuta, áun cuan- a ejecución del concepto se prol Ad en la serie de los tiem-. Primero fueron la filosofía y escritos políticos de Platón y Aris: ridadd de naturaleza y tiempo, que la extensión y langnificencia del imperio de Alejandro; y la Revolución Francesa op es suqhir se, si o Lo se Es ac de las doctrinas de 10 d La Univerdidad do E 978 e en Sus e de de a sis- den áticamente oposicionista á un gobierno ilegítimo, tan j di ers do que germn AS en la; A y Reid, arnes y iedas id LA > ¡dócanes! la pación en donde aparece una juventud que com bate los Dias y los crímenes con la palabra y con la espada feliz, porque anuncia una era de graudeza para la Patría. El por: venir es nuestro; y tened presente que los laureles que se recoge á la sombra de la paz con el cultivo de las letras son tan lorioso os que se conquistan en los campos le batalla. Hagamos, pues, libre y católica. Ho dic El Señor Don Man María Ciao cursante de la Fc tad de pam leyó: Excelentísimos SON Before Protosorad, oops! - Confuso, Pd pan me encuentro al dirigirme hacia y sotros como alumno de la Facultad de sd A sE varones ilus- tres, cuál per el dpi cuál por la pluma ó la espada, apenas Mi atrevo á leyantar 101 dóbil VOZ. iras de palace no hal réis en mí, tan iio la $ casinos sensaciones de mi corazón | ue € as pren ós adornan . descuella inajestue Ud as q la eleme > elit perdonar ba falta tas. En la solemne reorganización de la Univerndad. de ésta venparme; permitidme haga una dolorosa excursión, trist ya cla más óida base EA pr Ogreso, , de la libertad y de la religi -Masel pele del ma, la satánica ignorancia dió un bramid furor al contemplar la” terrible guerra que le e ego é ins piró á Veintemilla. sa rencor. contra este santuario. El horizo1 - de la propiedad 4 AS protege. La y dea no se. ados a el injusto atropellamiento; la contestación né el Pasógticd: 23 uisa de o ota de soldados y, al chasquido del látigo, aprenden la € .. Veintemilla azotando á míud es el cuervo que devora ¿ele o de la Patria. La cin- ts igibimimia, verse. : a, ¿mo yg co- aa es á ser apocados es? ¿qué es sino asesinar su a alma? ? ide era la situa- entrovelan un porvenir siniestro, sentían evaporarse sus más alagadoras esperanzas; sin profesión, ¿qué iba á ser de ellos? 0 AÑOS per rmtadecido en o lamentable estado; lo perdido en es- te tiempo, ¿quién sería cajaz de restituir? Responsabilidad, y respon- Sabilidad atroz pesa pe los que tanto daño hicieron. La Univer- sidad de entonces había perdido su antiguo esplendor y los estu- dliantes cón el corazón oprimido apenas podían dedicarse Á sus ta- as.'La ceo esa vida e ala, fué el único sostén se sus tias Un nuevo y fuerte ataque habían de sufrir, la Dictadu- fa, €s decir, la prolobigáción: de su e Considerad, señores, cuál sería su entusiasmo al saber que “os bravos del Norte prefe— rían la muerte á la esclavitud. Todo s descábamos pe á morir por Ji te Dictadura. El Diez de Enero, señores, nos. pde glorioso día, tu memoria permanecerá ct ventud! sino tocistran ( Ine ta ni més grande , Justa por] i principios ye sostiene, grande por «el heroísmo... Si bos limitamos á la dei puede deci que el Di de Enero es A glorioso timbre. De hoy más ya no será la burla los a sino aquel santuario adonde entran reyes con so; : brero en n ; El Su ES ebid Gobierno ovisiónil al iirameiataiedia te recinto de la sabiduría, dando está mues tras de que su pri e anhelo es la felicidad del pueblo. Pueblo a se instruye ce e ser gran pueblo; sacrilegio y horrendo crimen es reventa lo los ojos y despeñarle. en la ignorancia, aatalle el alma, imag - del mismo Dios. Instrurámonos, conoze 2Camos los Sagra grados debe, teli igencia, cuya Y SE mada ra son pundonor, justicia y libertad. Precisamente por orque - perversos vislumbran su ruina en el cultivo de l talento, siempre: procurado. didiosa ar á la ignorancia. - El tirano de pe ye teme la crítica, las lecciones de bien que e dirigen; la conel cia limpia, el corazón puro hada temen, y conga na poe cida e seo n pueblo. ” 1d. E LL os GAL EN aban al descubrirla? Sin periódicos, sin políticas, -¿(l6n ide habfamgs de expresar nuestras Mecccida tds ye : frimientos escolares Sino en la O Y Querían escla ES viles aduladores; he alí el motiy : s grandes universidades siempre q terciado en la ública: la de Francia castigaba malos reyes, entendía : cdta del Estado y más de una vez le dió la salvación. - amtiguo, en la culta Atenas, era conmiñado con la lala els a El griegos da o de la Lo pe ES tasas Ella multiplica 4 SUS de e 5d be per rita; no ) Usurpa SE ne el Fon: dor ante el mundo es por s 108. eyes, la Medi LS tos cultiv. da y una juven d entusiasta es ' orar los destinos de la Patria. El Gobierno protegiéndo-. 2 con decisión acarreará las bendiciones del porvenir. Ya no exis: á ese ro piroicnEo o tan funesto entre la fuerza y la inteli igencia. Jóvenes, vais á entrar en la vía del progreso, no deslustréis el renombre que habéis adquirido, ved que las demás naciones os con- te emplan con asombro. Nuestros enemigos aun rugen en su desespe- E Yración; si no los exterminamos pueden “rehacerse y entonces ¡ay de - nosotros! Si el fitimo suspiro de nuestros labios, si el postrer latido ed nuestro pecho son AS ntr E en ) a ala + Recordad la gracia pasada y convertíos en campeones e > in que no están reñi0ós las letras con las met Sócra a en Manti- 1, Cer sdichado del e ro de os qu gu ' (0 a a de mis compañe eros si, al termi presara al Supremo Gobierno Provisional nuestro profundo. - €imiento y gratitud. Ylbien que hemos recibido con la apertura e la Universidad es una segunda vida, un se gundo bautismo. Acep- tad, Señores, la sangre que os ofrecemos para coronar la obra que Ne eváis á cima con tan prósperos augur lod y tiranuelos viles ya no rán el corazón de la Patria, la j Juvent a He dicho. 57 : .. E Señor -Dork Paro An Guarderas y CUY sante de la Fa Ps ltad de Ciencias, Ley yó: zS ES Señores: Ze a _ Las Universidades son a corazón do las - ciones venideras. dl Eo . pe Meier le; e puede la Universidad: ex it dd la - Grande es este día de conca; día en que la Patria si 4 to lar . corazón, y el es es le sá vida que por sus venas circula riosos en 'que la República ve da PárcoUR lleno de esperanzas, en: que la Universidad sacude las cadenas que remachó injusta la 12 tancia átrevida, la tiranía ambiciosa ; en los que la juventud, herida en lo 1ás vivo, salva su honor y se apercibe á derrotar tiranos; j to es, séñores, sean solemnes y pasen como Jena o á las gener ee audasteis, señores profesores, € que en nombre de la. cultad de Ciomles tome la palabra; 1e .ereo insuficiente para de empeñar cargo tan honreso, pero me obliga el deber, es me alien' a e Soy Ea Ne apenas el el Tabofios pa pa nevo Lan dai lNevan al hombre hlá en ogrndeciniento yá 5163 per ción; y cada ramo bo saber humano € ira u ester: a de e ealizar lo que en el m undo e: tribui Del Aia páde ala ñ ls: dente naciones; Pitágoras, Hu plató buscaron e ly de e ce yd vilizar dos tienen la gloria d a ra Esculapio, por haber resucitado muchos muertos. Lue- eleva un genio, sale Hipócrates de la escuela de Heródico, y, wtándose á los tienipos, a: el verdadero punto de vista de Aca: la separa de la Flos ofí Sw krai los fenómenos morbo- Os, descubre la Higiene, estudia el influjo de los a agentes que nos edo. y y badó de la Medicina un eetdadoro genio, que, con bálsa- no divino, mitiga las dolencias de la humanidad. Donde quiera que las ciencias se cultivan, la civilización flore- -Cez y si esta palanca poderosa se apoya en verdad y en la fe, le= 'anta á las naciones á la cumbre del pro Europa recibe las primeras luces de 5 alturas se a 2 entras no se alza el sol de Galilea, el Occidente se pie 8 a sus instituciones con la verdad Ea cristianismo se fu a catti y ad e e convierte e de y e destina es son ad gran pá ; ní bienestar pala em E ñores; las € ciencias físicas el loerol sin ellas no hay civitizáción: 8 artes no se cultivarían, la industria no pre A e $e ebe la humanidad sus grandes adelantos, ea pasos de gigan- e que ha dado la generación moderna avanzando en el progreso? El telégrafo, llevando el pensamiento en alas del rayo y civili- e a ho sy perfecciones; lo eruzando el espacio sin fin onoc ares y ofreciendo á la humanidad > a pregen- rob! orgelódo misterioso + e ciencias "descuento | human: sn - ¡mé on, sino raciones esos próblez el poder de los Holas? Papito á á q quejas de Pintor E ndo el mundo; Newtón, aproximando el cielo 4 la ti tierra, como. melo de 5 = vantib y amexazan de muerte Á las iiionos Botilicas > tros de la tiranía hacen de moda gos en el ps de la víc inocente; y la ciencia, y con ella la liberta d de ae pirantes, y en su agonía son pisoteadas por las ad de un dés q ta e surpador de nuestros sagrados derechos, quisiste matar nu tra esperanza con la punta de ta ú espada para que con las tinieb - de la ignorancia y el sello de la ignominia, marchemos. uncido, tu Carro dro oso!: o: la tiranía tiembla cuando la juventad se irrita; ni la nod del tormento pueden manchar su honor, ni la fuerza ( las bayonetas ahoga el grito de su Indignación ; firmes en sud gracia levantan el. grito de alarma, y dejando á Minerva por guirá Marte, contribuyen en gran manera á la restauración de ciencias, de la justicia y de la libertad ecuatoriana. Maestros, dignos sois de que :S Patria encomiende á vuestr manos todo su porvenir; con el ejemplo de vuestras virtudes y coat de vuestras saludables enseñanzas, sea la Aso virtud para ser libre, y libre para ser sabia. Jóvenes que acabáis de ser hérdes para venir á coro sabi no olvidéis que las ciencias que civi Lian las naciones, no flore sino á la sombra de la virtud ña, de la ivertad que 5s En seguida la orquesta, dirigida por el Señor Don Ar Córdoda, éjecutó la sinfonía Suppe, intitulada “El ta y el Alde eE dE E Y el Doctor. De Camilo nee Rector de Un esos Acal a perecedero cabrio: Tras Pa period nía que, rompiendo los diar a general diluvio E Mera d probidad, « - damen oe RÍO q E Matriz de la ciencia, Eo sin El sus > por elas, estalla la guerra, y. Enerra sin Deia ni te: hasta que el orden subvertido se restablezca con el Recio del ninio de lo que ete gobernar sobre ló que está destina do á Entre la Universidad y Veintemilla, el concierto y la, paz eran posibles, y una vez empeñada la inevitable lucha, la Universi- débil materialmente, tenía se elegir entre las vías de glorio- martirio ó de humillante esclavitud. No vaciló, ni podía e predial por la gran mayoría e sus ilustres profesores y generosos alumnos, tomó decida y vato- mente la a enda, y con la Patria : y por la Patria, tuvo días dura prueba y amarga tribulación, Justo es que como ella. tengá ía de pura goes, de solemne regocijo, > ese día ha legado y lo : 1mos atrayesa Al poner la” vista en el auditorio que me rodea, ls de poi es lo coniponen? Bizarros adalides lastimeros gemidos de la Patri ron- “sierras, para empuñar ada: Jointors. arrancar una á una a las armas de mano de log presores y; conipitiendo en constancia y valor, sembrar el pánico en - filas de sus enemigos, con pasmosas victorias ó con retiradas n el pasmosas todavía: profesores que, poseídos de la excelsi- a inteligencia, de la dignidad, de la ciencia de que son re- sist rechazaron con desdén los cohechos de la torpe tiranía E rd q coin altiva y serena frente á las amenazas y á las persecu— pro = e aniolós con ntra el poo oleaje y la tr para con. : lees retemplaro, u el valor, y ios empeñaron eu tan desigual que, y jimos, fu ) de virtud y patriotismo de que sólo «€ es capaz la a joentd injo impulsos de eruboramter” vitali dad. Prof | > E las olas, acabarán bien pronto de convertir en menudo. — 18.5 más reñido de la pelea, poidlisado con largueza vuestia. pre sangre, presentándole en holocausto víctimas de inapreciable va Ye orgullosa de teneros por LS inscribe reconocida vuestros no! bres en los fastos de su Honor, gloria y iberia nabéis adquirido SS ella, q vo tros y para vuestra bien venida generación; mas ¡4 cuán ele precio! ¿Por q ué veo en vuestras filas antes y tan hoblblos ds Á ¿Qué id hecho dé los Dávalos, Flores, Borreros, Saas, Be zares y otros muchos de vuestros invictos compañeros? Esas pal tl . de ciprés entrelidadas de ear que el yiento mece en nuestros enterios, me lo están dici as, O Tenoyemos 2 este instante tristes recuerdos. República está de piácemes y esta Universidad con rioso, embriagada contempla 4 la Patria mp a del baldón que me 3 libre de las cadenas que la ato caba y, ataviada de -minando serena á la pacífica conquista de los codiciolios | pra la, verdadera civilización: Para que tan hermoso peon llegue 5. ser consol Ya pee no olvidemos, señores, que la ardua empresa en que ( empeñados, jos de hallarse Sosunada: está apenas en 8 : principios. E co libertad con mira las ciuco mil dues que la _cadenaban, lu he mdo uno contra tres, diez contra ciento, ha obra de esfuerzos giganteseos, de adwirable constancia, de her Reconstituir la República, asentando el orden sobre firmes bar. ses, restituyendo á la autoridad, prostituída é infamada nan con eficacia y sin violencia; garantiza a liberta que nila tiranía la secuestre, vi la arde 1 do rne en pe lava, es á todas luces empresa aun más difícil y colusal. a coronarla, la Patria exige de todos. sus El Se mo con su largo cortejo de mezquinas pas: Hemos des sencadenado, señores, la tecpeciado y embray das. As ie entonces á arrojar, con larga mar contorno do en que nave mos, el clmante e - acendradas virtudes, $ Al NA iga ya más ás del Ecuador. r, lo que de la ge Ea Tas naciones de SurAmérica: “pue a pao -yul de la anarquía”, Sea ésta, al ! par la la última de nuestras revolucio e E por la Libertad: y batero de cobre oa nuestras armas contra la anarquía, lidiemos en pro le la autoridad, teniendo presente que la anarquía, no me- nos que el despotismo, es enemiga declarada de esa hija nobiliciima 1 Cielo que sólo respira y vive en el perfumado y tranquilo am- nte del orden, -La Universidad, que tan nee y ampliamente ha coadyu- rado á la primera parte de esta E aa ad cooperará á la segunda con no menos consagraci ón, y, 4 no dudarlo, con mejor xito, desde que, vuelta al campo adonde la es su índole nati- va E ei] naturales pretensiones, ponga en acción las aptitudes pe- e en su seno se cultivan, desarrollan y adquieren, “Estad de ello seguros, e ciudadanos que es el pa eltos a tarea de reor misede el país; pue s cedidos dicos patriotismo que á tal conducta los impu MiS; se encuentran en día o por la Jue gratitud que en ellos excita el Eres erés con que n - tenciones, hadéls puesto vuestras primeras miradas en ele esta- ecimiento, para sacarlo del hondo abismo en que yacía sumido. » honra, el deber, ahora más que nunca ineludible, e a rro y entera obediencia, en 7 nos rca todos los ciu- 1DO $. El Dr Don Folio B. Enríquez, Decano de la Fucvlad de rudencia y profesor de Derecho Internacional, * l pe» y Administrativa, 0 eepidl de los "brillantes discursos que acabamos, dei oir “ento. : udos, no soy yo quien debiera dirigiros la pa porque mi utorizada voz no merece la honra de ser ama por este sol ó o aaftorio que, en día tan solemne para la juventud y la | seno derecho á que sele hable el lenguaje de la elocuen- ro, si mi pobre inteligenci J eñores, ni una a digna de y Yi ñaros á exe rar la tin rado d 6 la somb , de esos hermosos pabe es que ador- mario de las. ciencias y que, con los colores del iris, y la es; ar aux E a ul en esta augusta casa de la juventud, donde debemos celebrar me fiesta de la Libertad, porque la juventud la ha conqu tdo: y Ta. celebramos en este día, porque la INICIÓ de la U yersidad es fruto de justicia, y la Justicia es hija de la verdadera bertad. Sí, la juventud ha reconquistado la a O E que su inteligencia busca la verdad y su corazón ama el bie bien y la verdad que busca y ama no puede halla dos 0d con e E vina luz de la libertad. Y ¿no veis, señores, la ardorosa frente de gren entados campos de batalla á ocupar en las aulas de esta Univ A sidad el asietilo que dejaron abandonado y vació por amor á la E tria? . : Ah! señores. Un soldado ambicioso, que soñaba con el oro zo del crimen el pedesta tal de su poder; y, desleal y perjuro, su por r los escálones de la infamia al augusto asiento de la autorl Social; y allí, bajo el solio, que no levanta el pueblo sino para hon al patriotismo y la virtud, ála ilustración y el talento, la e e sd trono, y en él se sentaron los vicios, velados por la rancia. Y pa entonces no ss EZ a la le Y, Jonas e ne sultánic: p Z; ye br el suelo O ecuatoriano, pi he e surpado, que la Nación no le hubiera con rado por el Polimno, quiso recoriquistar el imperio del orlen, el estandarte e dea la legitimidad levantado en el O el crim il y otra vezse derramó abundan e la sa Dg hijos fieles dela Bepública. ido me estrem ñores, al Escorday ese infausto día en que los esbirros ee asesinaron ¡cobardes! al indefenso pueblo; y no quisiera + , si no estuviesen aún vivas las profundas herid sd 10 quisiera recordar, digo, que al festín de los frat ambién al extranjero des e ee ete de pan ensangrentado, eS de e me sería creer sE un dió pudiese mater á nO debldurina; 20 Veinte: milla, el hr más po bil hilo deseda con que se Ale mi a El negro manto de la tiranía ve pego la República: i o hubo derecho que no fuese conculca i garantía que'no fuese a ela IVoradado sobre todo, la liberta ad era ibl stiese con Veintemil palab: y la imprenta, ajeras ras del AA amordazadas ó proscritas, El martirio del látigo, del infame - tigo, Seo sólo de la infamia, se levantó atrevido para matar la entud; el mismo látigo con que la tiranía había iusultado ya la. ligencia y el valor de uno de los soldados de la libertad, centi- ela de los principios; el mismo látigo con que la Dictadura ha in- tado también 4 la América Republicana, y la barbarie ha es- ndalizado á la civilización. En un altar de la Patria, en uno solo, ise aquí, en el al- ' de las ciencias, se con nservaba i intacto y. el sagrado fuego de ibertad; porque la yerdad, objeto de la pucia y y el bien, fruto J los profesores que la entendieron, puesto que el patrio- : la sesos el tirano Poné sobre ella con su aliento profes ores, queno pacieron para € coca el ejemplo de la dignidad os la enseña 108 para lo popve nir, despreciaroral tirano y saliero idad con la ecc de del deber cumplido, ¡Fué ento 2 venta tud exhaló una queja, y cuando á esa queja E Dt 448 pu ser ho Panúpico, de io abrirse el Sangay; y desde el Mácará truena el ca fo sobre las bayonetas de cerca mil esclavos que en esta il A partes oscuridad y sombras y sepuleral AS . -. X el pueblo, gran pueblo ecuatoriano ¿dónde está?; ¿se ba olvidado de sus pasa: das glorias, 6 ha inclinado la cerviz al yugo del tiráno? No, mil ces no: de la nueva constitución existía siquiera eln ombre ese nombre la ilusión de una gs ¡Llusión, ppt vana 1 sión! Mientras el pueblo, respetuoso y obediente á la autoridad la ley, esperaba que la aurora del 16 de agosto de Sea y viniese á disipar las tinieblas de la larga noche del despotis Veintemilla quería hacerla eterna Es rompiendo él mismo el aparen te título de su pd i njusto, leva ó el aprobioso pendón de la dic. : Noertad y san las contes de mil mártires que la fecunda Pm. su sangre! Mas no: cuando el tirano salva bodas las vallas de ley, la tiranía está ES acabarse y no tarda la hora bendita de redención del pueblo. La Dictadura fué el grito de guerra que, do de la tumba de la Patria, repitió el eco desge el Carchi ai M rá. Suena la hora solemne de la vindicta social; arde el pueblo santa indignación; la justicia reclama los derechos de la libe la libertad quiere triunfar por la justicia; en vano las bayonetas diepata: pens abogar la voz del patrioti smo; los partidos pol cos, q con opuestas eras, se unén y estrech ba, ajo n solo pad ón, el glorioso pabellón de la República, para d juntos las cadenas que la oprimen y envilecen. ¡Guen grita la: va áleross Esmeraldas, la primera en el combate, ¡Mue: libertad! responden los proseritos desde el Carchi. ¡Guerra! la heroica Imbabura. ¡ ¡ Libertad, libertad! claman el Chimboraa d p vos de la poe en todas partes huyen desconcertados los Bo e la Restauración sigue triundinte su camino de sacrificios - de glori Mas. faltaba á los héroes la mejor de las coronas, la del trio de dos el chiinen, execró la traición y por. preliió delo rio! ; ¿Gloria £1a juventud estudiosa que en la prisión de un ptico aprendió los toques de la guerra para dar la señal del Í bate! ¡Gloria á la heroica júventud que en el ocho de enero pre- paró la victoria! ¡Gloria, en fin, y mil coronas para la tum.ba de los héroes que han sacrificado la vida por amor ála libertad! Pero la grande obra de la Restauración no está completa, se- hores pues falta una jornada: el Dictador, aunque agonizante, vi- 'e aún y sueña con el poder y las riquezas; y desde su última trin- chera nos insúlta todavía. ¡A Guayaquil, Fs á Guayaquil vo- lemos en alas del patriotismo para arrancar de la- garganta de ese. noble pueblo las cadenas que le ahogan! Guiados al combate por s esclarecidos héroes de la Patria, no dudemos de la victoria: los vencedores de ayer serán los vencedores de mañana. ¡Un sacrificio - más, : sol de la libertad brillará con pura y viy vificante luz en to-. ci y la Dictadura no volv erá Ja á enlutar el sueló a El Dr. D. -Carlos A profesor dé Derecho Civil, , dijo: Señores: “Volvía de mi cuarto destierro; dice Víctor Hugo, al tantar batalla de Sedán, (un destierro belga, poca cosa)... . Yo estaba 'n la media luz del sueño interrumpido: las ideas indecisas y difu- an aún soñolientas entre la realidad y yo; sentía el vago .De pronto un viajero oi es éste? Otro contestó: Sedán, Yo me estremecÍ.... Aquel Pan era un sepulero,” izá más de lo que sienten. De sentir, sentimos todos. aún los más ueñuelos; pero la expresión, dote es de esos hombres extraordi- os que pasman y dominan las inteligencias y los corazones, Por- tento admirable, sus uisino se prestan aún á la ex n de afec- jones con: trapuestas: cuando hablan; la humanidad habla; y yo, gu- sanillo imperceptible, tómo las palabras de ese hombre luz, de ese ue con su inteligencia y corazón ha fijado los dos polos: del mundo verdad y de Vuelvo de mi edicion; digo también yo, de un destierro de la e sidad, suplicio atroz. Paréce me qu ne el tiem mpo detiene suca- » en po de este augusto verdad; siento. vago deslumbramiento del o y me pregunto: ¿En dónde ; ¿qué sitio es éste? La imponente y, pas voz del. En Meca e este como Era iglos, m de “la ”, Me un sepulcro, contem- Privilegio de los grandes genios: expresan” lo que sienten y a 3 ; pu A — proseno, a señofes, proserito de este Santuario; Se cruzado tierrá ee si Pei tales me me par reo trascurridos. vd - del pre ed oca lá Ss io, y paréceme ne soy ¿ds admiro hé; roes, y paréceme que soy héroe: cual jardinero que se risa con el perfume de la flor « Vo ha cultivado, así mi espíritu absorbe la ciencia »y el heroísmo de mis alumnos. listas ilusiones pra for- la creación; se eleva el espíritu, se enroblece el corazón: son hor delici ias que se sienten al recoger los frutos del trabajo 1 lect : Ha abéis, señores, hallado palabras para piba] los viole latidos del corazón, los convulsivos movimientos del es se divisan las he yas es patrio su é ciones, que conmueve ye ¡ay! señores, mo ( espués de que se les la voluntad del Sátrapa era. la de incióios 4 á la condición de e a hos; ellos nos han dejado; justicia se ha hecho, pero justicia » o los juzgo como juez, siento su falta como compañe sobre todo, me angustia el corazón, casi le mi sen o de va. Está jos de su tongo y me. AS oexs Ea an e vendición para o Francesa, dijo Fe Excelentísimo Señor, Señores: Grande. y magnífico es el espectáculo que en este momento se y antes de darse principio á 0. quizá más cruda y dificultosa, a la agitación de las armas, hacen silencio el parche y el clarín;, dad de a endo 2 dad, ciren es pis co- eléctrico area y mantenían vigoroso en los y la pa persigue, encarcela, azota á los] jóvenes que, en sidra pp servilismo, osaron prorrumpir en un grito ee rotesta y li lib tad; y éste negro atentado contra la ciencia es com relidio del la traición infame que Algunos meses 's después, nos a Patria en un abismo de ignomin Mas entonces, señores, como si si la, copa del. crimen hubiese re- ado, suena la hora de la justicia divina, se levantan á una los «+ Nombre de libertad su pecho inflama, - eS lama ES Prende en su corazón adorinecido. ... ces. comienza una de las páginas más gloriosas de: nues tros En el Notte orte, patria de héroes, trábase la lue ucha en tre los sol- s de la libesind y los de la tiranía: uno contra Z, Sin E *cursos, sucumben varias veces y otras | e: decididos, y. no o hasta ver coronados se más at no ¡mer impulso, y conmo óndose, . eslabón pes ; dit Don ve María da Pálit, profesor de Lesgua; $ ! uventud. pe santuario. de la ciencia, sara Hadas z pl po ia voy y “esplendor. n tirano de hos el patrio Ea no, expulsa á los maestros del saber, huella los sagrados fu eros blos todos de la República, y,-como dice. nuestro inspirado vate,. coria. ¿A ellos Salar inmareesible! nes Es trono la tiranía. “La cadena guñA qua : tes de la tiranía ; el del Sur, que imitó álos Diez Mil Griegos, pa- * sando como ellos al través de mil peligros, como ellos venciendo, pe- : ro atacando en vez de retirarse; y en fin el del Norte, que, huracán * violento, derribó el árbol de la tiranía, ya vacilante al recio golpe de * robustos leñadores. Quedan aún las raíces y el leño destrozado del * árbol maldito; mas, no lo dudéis, señores, con el auxilio de Dios, la * bravura de nuestros soldados y el patriotismo de todos los ecuato- A se despejará el terreno y se dará cima á la redención e la Patri E educación de la juventud puede labrar su dicha, y darles fuerza, ho nor y duración, ¿Qué es la educación? Es, señores, la formación del hombre; tarto en su parte física como en la espiritual. El hombre nace d bil é ignorante, nace inclinado al mal; ahora bien, la educación toma en la cuna, preside al desarrollo de sus fuerzas corporales y desenvolvimiento de su inteligencia, combate en sa corazón Jos ma- los instintos, reprime la concupiscencia, y juntamente siembra cultiva en él todas las virtudes, plantas celestes que en la tierra pro+ ducen las flores más bellas y los frutos más opimos. En tan y portentoso trabaño, participan los padres, la familia y la socieda el maestro y el sacerdote; y, sino se malogran sus afanes y desv los, ¡cuán hermoso y sublime es el resultado de la educación! En- > |] tifica el haber sido ereado á su imagen. Y aun se aproximará más La A de EE ñ :punto, pero á todos les tocará algún rayo de este sol yi- or; cada uno se educará conforme á su esfera y condición y de este modo, ¿cómo no compis cada cual con su destino la tierra, cómo no será cada cual feliz? Y: siendo así, como dice Jovellanos, que la dd pública. es otra cosa que la suma ó el resultado de las felicidades de los dividuos del cuerpo ares al educarse todos los ecuatorianos, ¿Có- Mo no ha de ser grande, próspero y feliz el Ecuador? Efectivamen- la educación es el único medio para que vaya de envidias, e era cciona rá Ps métodos -de enlivo y acopio tesoros 9 rotables ea feraz suelo ecuatoriano; el comerciante, el industrial án l de la rutina, y llevarán á cabo empresas que, - tando e propios caudales, asimismo á Su Con la educación, tal como como debe ser, 6 la par que el pueblo ¡quece, van morigerándose sus ome a Ene l deseo de hacerse mejor y ser útil á sus prosigue 4 Ss agigantados una nación por la senda de led elicidad y el ver- lero progreso. E último, (y notadlo, señores, ésta es la cuestión de vida 6 rte para un pueblo), la educación es la que cría hombres, es de- ir ombres dignos de llamarse así. Desautórizada y débil es mi me atreviera á hablaros sobre tan elevado pato: si no A las elocuentes frases del sucesor de Quintilian y Rollín, ilustre obispo de aa Escuchadlas, señores, y pue ga ofundo acacia: - “Por todas partes óyeso decir; ¡Los end faltan! ; ¿dónde in los hombres? Es el grito, la queja universal... «¿Qué Buscan los pueblos, cuando temen e gran desastre? scan un hombre que los preserve de él. “Cuando las de la anar- a, 6 caen en el abatimiento Jetárgico que es el sueño precursor. a muerte; al perecer, tan sólo saben repetir la palabra ¡lc ss Er RR nos falta! ¡no tenemos un hombre! : Hóminem Sin duda, señores, cuando un hombre ha de ser el nlcador +« pueblo, Dios solo le suscita; pero es preciso que la educación le Jare á tan alta misión; es preciso que forme á los hombres que de agruparse en torno de él, y contribuir con él ála salvación qe s circunstancias o ordi “necesitamos td de sara, ombres de fo hombres de honor y va- ed genio”; y la educación esla única que nos los e se | pass por ato las causa del mal que nos cono a Mi me, del cáncer que roe las entrañas de se Patria; la ignor dcio, el egsísmo, el a la corrupción de ideas y costum bres: ésos son los mi e la laa debe ab ogar bla. El oc ade «de todos los vicios, y que o: permitiéadala] ] hombre entegareo al trabajo que da pan y alas le enyilec le deprime tanto que ya no $e avergúenza de arrastrarse ante el y e ocio, sólo puede corregirse con los hábitos de diligencia q. engen dra la educación: ésta es la que forma varones de ánimo robusto inquebrantable, al jústum el tenácem propósiti vírum, da a ción, pero de la educación verdadera, esto es, de aquella que al cn tivo de la e une el del corazón: á las ciencias los princi pios religiosos, * ó : o, Señores, la educación qu que e ha de form viduos y soc iedades, i impeler á la Patria por el camin progreso y ecu en os días de peligro. Por fortuna, y ¡ben: mos al Cielo! hasta aquí la educación que se reparte en nuestras Cuelas, colegios y universidades, ha sido de esta especie. Pero nas entramos en la vía: ¡qué ee es lo que se ha hecho, en Co: ración de lo que está EOS hace terce: como € lonario e territorios por España, conventos de Quito; PS cierto, se estudió bastante tras, lo indispensable; de Ne e rie les, — al no nda decirse que la: Medi era o corta administración, mostróse entusiasta pro- -tector de la eifacalón pública. Después de él casi nada se hizo, hasta que surgió entre nosotros un hombre (1) de aquellos que sólo. e vez en cuando aparecen en un pueblo: inteligencia singular que Pron casi todos los ramos del saber humano, Y con una facili- ensión, Investig caba las ca as de los acon- sd años le bastaron-. rril, constru vir edificios, orga por primera vez la enseñanza de encias matemáticas y naturales. Galardón E ansioso apetecia ra el llamarse Pre r de las ciencias, letras y artes en el Ecua- or, título por PE que la Historia aa no le negará. Y por o e tu o por la educación de la juventud, te perdomará, sí, muchos e erro y muchas faltas - Lo mismo, señores, “ha de sicetdfe con todo gobermante « cas de obiern mservar la educación | e e iuventnd'en tod desacertado el a uitológieó úlido armó. ( ren casco oy ia oc, nuevo a de lama- admirar se pa ante 1 o la feliz dol en una de Jas ) desgarrad por , señores, su imagen parece aún como que preside esta asam- lea, ¡Oh ho mbre grande, tu Patria algún ene te hará eomplida ticia; aclamar ete posteridad y, en vista de tá acen- rado patriotism admirable rporoed dé tu constante an- Pd | suerte fomente la educación. A los ,. pues, to a di- a por el nacimiento de su hijo el o Alida: No me glorío == da, se 08 Ñ en el campo del honor, prontos Á nuevos comba po entre tanto, ¡educaos para ser útiles 4 vuestros compatrio! caos para ser dignos de llam se hombres; educaos para se brillo, fuerza z salvación de la Patri : He dicho, Tozóse con maestría el magnífico vals de E. Gregh, intitul “La Inmensidad”, repartido para orquesta por el Señor Don A ricio Cágdción; Y el Doctor ee Antonio Muñoz improvisó lo guiente: Excelentísimo Señor, Señor Rector, Señores Profesores y ñores A 4 El acto que hoy solemnizamos es de la mayor significac de la más alta importancia social; pues dice á á la paro de 1 juventud que es la genuina y positiva esperanza de la Patri reinstalación, 6 Epa NS la exhumación de esta gua é ilustre Universidad es ta ás pe Saa cuanto: se h asociada á los Ende cids nombres deJ94 inclitos caudillos sees nuest En efecto: puso el e eo republicano, e haci armas 2 su irresistible valor ra icarlas de menos enemigas y sin otros elementos que mágida palabras. Eibertad y Orden, ha. obten o triuhfos espl didos de Sur á Norte, de Oriente á Occiden to deciros lo que dijo a a ed istótel e fué á to de tener un hijo sino de que éste ha de ser educado por A E Jen. Ae 08 digo, no tanto os felicito por la restauración de con su y str y omagración la a ense ñanza y vuestra co es loción al estudio, os conducirán al templo dela inmo: _ donde hue cs como otros tantos ra Es: | Señoteé : Perdonad que el santuario de la cieticia y el saber sea profa- mado con la palabra de un soldado. Empero, día es este de impere- cedero said las puertas del templo de Minerva se han abierto; aj felici En día que. debiera pres 1 libro del “destino, el sol- ás estúpido, ignorante y opio. coh negra traición arrebató el poder pins o, y fuisteis ya en su mos el objetivo de su : carnizado odio: es que potismo no se sino donde pe y corrupción imperan. Vosotros, caia ie sa que oponer al déspota: 1 derecho, al vicio virtud, a ha porfiada hubisteis de es nder; y con y úestros soldados; es- a porción escogida de la sociedad, poemes una cruda cam- ña: la palabra, la tribuna, la prensa, armas poderosas, con que bestisteis de frente al despotismo o que e ganaba terreno. El tirano, uto como villano y cobarde, alzó su mano sacrílega; fuisteis de- ojados de e cata faó arrebatada vuestra propiedad, y isteis aherrojar á la tud en lóbregas pusett donde era tratada da con la Tórala de desapiadados esbirros. ¡Hiena feroz! Este aprendiza provecho, para lachar por e Revéullcs yy contra el mal rad. SE es, vuestra participación en la restauración de 1 la República es ensa: vosotros encendisteis el fuego santo del bc en el gu sultando á la patria de Olmedo, Rocafuerte y García í que la justicia de la Providencia quiere que donde fué la cuna el ejército, la Patria necesitan de vu cooperación. Se- varones, cultivando la nieliccnión: y a el cn Mas la a e ha terminado de el cal ha buscado ruarida la orgullo. y altiva Guayaquil. a o roca E o! 0 Pos sea talvez el teatro de ri a -«Indadable! En En a OS E e Fool vuestra recompensa está en el deber eunplido, en la grati ur e pueblo , las bendiciones de la posteridad!: completad la o: zada; la juventud universitaria debe ir hasta las orillas d Gigas. para E el walhechor, el sacrílego sufra su merecido tigo: Arado sois de la justicia divina, cumplid esta misión! : So Ae á dos persecuciones, cadenas, Peri lá. grimas, sa ngre,.. sustituyan las garantías, la paz, el progre la sa Pos iberia, la eonrondia de hermanos! ES El Señor Hón Carlos Pérez Quiñones leyó ¿ Señores : le impi espacios 408 la slomidad de hoy día le prese: Esas o consideracimts ms me 1 tra indulgencia me ali r, que la Universidad á po olvo la, Dictadura de seis años que el Ect dor cres s frido. El día mismo que se oa el año de 181 presentóse como los atenienses fifuraban á la Sabiduría, e Minerva en la austeridad y el sáber, Palas en el arreo. : tó á la arena, armada de punta en blanco para sic lucha, y torren - tra el poten que, para castigo. n Nación ros había. oído gritos mn testas más audaces, a - que repercutiendo en los salones de lea entres, del _Dictador.. zadas por la le las discusiones que á pechos 1 y hubo día que no discuta E A slación, Derecho Internacional; cuantos son los ramos que com- nen las complicadas materias públicas pasaban por las horcas o de nuestras aulas, llevando la marca ardiente de nuestra . En ese gimnasio o de la intelifónció, las fer zas Ye iban au- sado prodigiosamente. Mas el déspota, que al principio nos ha- bía visto con fingida indiferencia, empezó á temblar, y á mirarnos “con miedo, como $ osea : formidables. Más de una vez sus mi- a fué mucho más gloriosa, lin pp stante, a porfiada, que la sostenida por e Nación desde el 26 de marzo. Cay la Uni- grs So el skins de sus glorias: As bailó sebre las rui- a s las cenizas del santuario del saber, y las E untó: al dio empero las cenizas le ad en los ojos y le cega - ron miserablemen Los es puentes no ) retrocedieron: sordamente iban minando cimientos de un edificio de iniquidad para que luego se desplo- e por sn propio peso. re ha súcedido. Yi 1 profesores, ni escola- s qe ee un punto de dante Para que AS nten- ria la l Sigan los maestros el camino empezado; háganse dignos de lá confianza que la sociedad ha depositado en ellos, al poner en sus manos la delicada tarea de educar jóvenes que lleguen á ser hon- 'a y gloría de la Patria; pónganse, en fin, á la altura del siglo XIX, No las exageraciones de unos, no el retroceso á la edad media de tros. La época á que hemos alcanzado es la del escepticismo y de duda. Caminamos á tientas en oseuro sendero hacia una E desconocida y, por tanto, es menester lleyar muy encendidas la antot- os estertores de la agonía; ¡luz, más nz necesitamos ñoso e bien la gpesicin al co sistema de or Po años, tornó E proseguir sus lecciones de La Universidad se levanta ahora más gloriosa y sai y unen; Quito ya volverá d ser “Luz de América”. E ES con el ejemp! ministración, dodvirtiendo á los empleados en Pes y e El Señor Don Juan R. Orejuela nn : - Beñored: Tras argos días de opresión y de intoriainios. volvemos á respi rar en el beis de la Patria el aire pis de la libertad, y : demos regocijarnos en esta fiesta, con que la ciencia viene á co pá la más esplendida de las intorias que puede am pueblo re; en sus anales. Sí, señores; la solemne reinstalación de la Uni tado 4 la Nación: Di ctadura personificada en el hombre fan puro. Para cimentar bien su imperio, corrompió al soldado, jando impunes los delitos, Epa do la licencia para ha las ri de esa clase, á la que pór desgracia. el unifo - eonvi ser pasivo ; pretendió corromper al E prop : cionóndole a nes es bárbaras, prohibidas. por se y rasa dl ade 0: - —bridores de sus robos; escan ndalizó á la sociedad con sus afeaba los ce y se burlaba de la ignorancia del presuntuoso pador, dió un muerte al ecimien t pre a 3 MÁXimas del bien; arreba ER obra de la Eren cenar ai á esa juventi la consecuencia de > republicanismo. Empero la juventud nunca jamás doblegó. la, o Sen el verdugo. E ¡SUE de dl es!, ventud, que - piación del Selmveta - hizo vestir el las prisiones; _aficionó lo manejo del rémington, y á dar al Dictador y 4 sus esbirros, en los noble ; heroica lec ección del aprendizaje que hizo ti r cava log libros, olvidó los. s halagos de la yida de esta iante, prefirió la estación del campamento; y vosotros, -visteis Ea, orgullosa y patriota, E Ocho y Diez de Minero: Perdonad, señores, si e tenido. que recordar en bosquejo la época luctuosa en que mi Patria gemía bajo la bota del más inso- te y estúpido de-los tiranos. ¡Cómo quisiera sustraer á la histo- ss esa oro de vergiienza y de ignominia, de libertinaje y de- adación Hoy ha legado el tiempo de la reinvindicación; y al mpás del himno de la Patria, en medio del entusiasmo de un ueblo q... vuelve la juventud á sentarse en los bancos del E n y la moral; hoy se desplega ante sus ojos el inmenso hori- -zonte e de la libertad, y con a pie entra de nuevo en el vasto : pu id abre la justicia, Voble, te y e pata orción de mi querida la senda que : : io ul icon la felici. (Pese con is a la escuela del , hos guiará por el camino de la equidad tarde la historia usticia á SÓClrOS, porque supisteis ser A se porque supis- A sin abatiros y porque habéis sido valerosos defensores de liberta He disko: Cantóse entonces el Coro Triunfal de A. Moriconi, letra del . P. Teódulo Vargas, $. J.; y Señor Don Angel Polibio E 23 promunció la siguiente pacsí - Salí llorando del te dió, - Porla mano del Déspota impelido; Y aun cuando al riego de mi triste llanto» Orecer ví flores en ajeno sue e Entre ellas no creció la flor de olvi Di: Era imposible, pues te amaba tanto, Patria de mis ensueños de ventura Centro de amor que todo bien encierras, - Donde es vulgar lo bello de si hera Por el brillante exceso de hermosura, - Aquí, bajo tus Palopss y alcanors, E : vnermen las : Mezcladas con dnlofeimos amores. E ven, y Le y arre ios o _Te viste el sol, te - confíe —$8— Qué importan tus cadenas de un minuto, 9 te haya. herido un a tiranos '. Si la desgracia recibió trib S Del persa, el sienpre y a las gradas d Con las ruinas del mágos 0 Copio Si unos hijos te hieren, os te aman y adóran u bien jertido, tos ofensas Jloran; Sé alzan, y alegres por ió mueren, e al de! no cet tus a Yta mi Ese in pod pr no posi! Abandonado lore Y, sin poder tornar, por tí delire. a Pal Ambiciona hasta su último tan Y quiere ahogar t también su. ire , Por eso el csi ando ¿ risa Y E es Introdujo 4 su alcázar q burla del llanto Con que piedad en vano Ss Puso veneno en el celeste vi Para herir al pastor en el santuario, S : sal puñal del asesino e : Eee ha poco restan hiel amarga, -—— ¿Escierto que vencim s Que libertad idpraaen por despojos? A Escucho atento á ver si no gemimos, o Con la mano restrégoe 1 ost Os; E Y haya salido, juzgo por d Con vida la Nación de su neo. Pero ¡es verdad, e: ci estoy despierto? Escucho, miro, racioc . €s cierto; Con mano gen cc Abre el Gobierno, que se ha dado el pueblo, DES De este Plantel de luz la puerta mohosa eE Y hace al revés de lo que hacía el rOmAnÓ. ce el na simbólico de Jano, : an Dolbeio o como añ a. Y cual estudia vence generosa! sto no decian ae ve a á pena, “El Ecuador ha Con desprecio un ph naciones, Razón movió sulen Mas, vivir sin peligros casi es ; mengua; "Vencer la muerte es sin igual nar. Vivir no lo. PERE cora: ali a iseve ls aa y 5 oran al io. Ea ones enlto acá en la tierra, 3 del] as oh a S progreso por r qué sE ona. Se entera > Brillen eon el PC pe artes; a Y cual hoy día, ¡siempre : Que salgan de este e anplos Para orgullo y ejem Cual de nido imperial Je eentachos Estudiantes que al ver la ti Rompen el libro para hacer carinehos; A qe E ee paz, con alegría Olvidan Y sólo A ps e ciencias gloria f - El Teniente Coronel Doctor Manuel Nicolás Arízaga di Excelentísimo Señor, Señores : No puedo disimular el entusiasmo que me domina « en tan lemnes circunstancias como las pr esentes, así como tampoco m posible expresaros las diversas sensaciones que agitan mi alma a( radora de la Patria y de la civilización. Sírvame esto, de disculpa ; ra que excuséis la agdacia que hace desautorizada hi 1 dond más ro mos siete años, 6 implantar en la Nación el orden, la libertad | de % Los déspotas necesitan para su afianzamiento y perpet nidad vil Apoyo de la ignorancia y la corrupción; y, hé ahí, señores, qué Veintemilla, al mismo tier mpo que des struía el santuario a ¿ncias, esta Unive orsid. Sn de luz. civilizadora. - E A ía pise otro modo, señores, a AL eS ee han de- la Dictadura del Gran Ca pitán, son lo más granado del ta- to y de la ilustración; son casi todos cam ¡peones universitarj Mí bsián Salazar, Pa militar y literaria, no sólo del Ecuador, no aun n de la Am pedo Sur; allí Sarasti, arado Aguirre, . ra defender la sacrosanta cn de e nue Sera segunda independen- a. ¡Vosotros les habéis aisimado: señores, € mo deshecha npestad sobre las huestes del Traidor AA EA .Tomper las ¿nas del pueblo, rasgar las sombras de la esclavitud y alumbrar bramoso pe? e la Patria cun a o sol pa Dies: e ec pd -Espin sa y Her tadistas, y de Guerrero y Pérez patriotas inmaculados z nquevirato de doy es antípoda de la Dictadura de ayer; si al ¡mero le presta su claridad el mediodía, y á la segunda le denia pavor las sombras del avern : Bendigamos, pues, al Uielo, señores, porque tras de tan lar y tormentosa noche han vuelto á colorear nuestro horizonte los al- 0 juas cia ero! de hora del a puntal icio, y el. 1 cañón nos convoque nueva a ra el. Ene >> - ¡36 . e la Universidad, , sed como antes, ; la con la sangre de mil mártires ilus ara o concluir, permitid, señores, que el eiúltimo 2 los: soldados muceta, os invite á exclamar: iva la república! com El Señor Don Leonidas Pallares Arteta leyó la ip posición : » PR co al aldo Las riquezas que encierra | «A quien primero el sol su rayo envía +. > o Ek LA JUVENTUD. ¡Juventud de mi ia o Orgullosa levanta tu e Y dirige á su suelo la alrdds, Para:imitar su Pig y su u grandeza! ¡Ecuador, Ecuador, hijo querido E 'Del Padre de los Incas, hey del día, Que en luminoso abrazo Con majestad se aduerme en tu regazo Í; Tus costas baña, henchido De orgullo y de alegría, El Pacífico mar, el mar gigante, A quien rinde altanero Su enerespada cerviz ma Tronco parar (Que de Colón las naves vió a ao Tus guapos fortiliza el dias nas h. Ese Tritón inmenso de la tierra Que altivo cruza por opuestas. 20naó, “Du hermoso seno, sin rival fecundo, Diamante singular de la corona - Que engalana del mundo la cabeza, Ostenta el Chisaborazo su belleza: átalaya de la ardiente zona, - y : Porque del mundo el porvenir le e; E Iza altiv rada frente 87 cielo; A bre. á quien devora aca ción de alo e Nueyo Colón, A pensamiento enano. E Le debe un continen Que entre las sombras entonteó oprin inido, Y lo volvió á la luz, iopéndióne, A la luz inmortal donde ha nacido. sol, tus adalides, tus hazañas, Tu Ooéano; tus ríos, tus montañas, Cuanto circunda tu bendito suelo, Tus ea y tu cielo, : a Cuanto brota de tí, todo es gigante Esplendoroso y regio, Patria mía: - El sol que tuvo en tu recinto un Ps A - El Pacífico mar, y el Ohimborazo, ta - Y ¡Amazonas audaz, todo es ejemp Ye grande fué tu juventud aliente + E pta e pose anhelos A A. humillar la cerviz de Es A Proclamando orgullosa EOS “La redención del pueblo ecuatoriano, Cuando su soplo Jibertad e Para formar el corazón de Francia. ¡Juventad, as gue con bravura sabido Sepultar as . El fantasma de n egra 1 ictadura, Ñ Fruto de Ja ambición y la oasis + —Deun ispbédil tirano degrad A QUE Porque, hijas de la: El pecho. de” Hel og Del que dador en el lad GE ds tngo ce elemen tons cien brazos, á todos alcanza, á todos Pd ¡ Ay de yosotr hecho indispensable! ¡ | Ss madre! A od nos auspicios < quedotí asociar el valor á la prudenci: la inteligencia, no pudo tener su os dioses. Jóvenes, ¿queréis : éste es el modo. Y kh AS a tribuno petora, el sabio escribe. Nadie dl | golpe que da ni el que reci Siente, á medida que el peligro ap Desplómase vencido el fuerte me Y otro al recio combate se apercibe, La ciega multitud se epa Invade el campo, avanza alborotad * Con el sordo rumor do la marea, * Y son, en el furor que nos agita, Trueno y rayo la voz; el arte, espada; conca noto o la o ño Don José] Ficardo Cari a lei | Permitid, gión nia Áltimo de vosotros. ocupe este lugar sin ningún derecho, porque hay sentimientos que no puede dominar el corazón. En los umbrales de la vida, sin capacidad ni dotes para ivar vuestra mente, mis palabras, ' nacidas desde lo más hondo lel pecho, hablarán sólo 4 vuestro corazón. Hijos de una misma causa, soldados de una misma idea, no dudo, señores, que vosotros sabiéndome comprender me sabréis disenlpar también. : e la patria de los Montúfares, Salinas, Corderos. pe Para mísero an se levautó un día desde la ciudad que bañan liras ondas del caudaloso Suri y el pueblo que Par y a de libertad ante jundo m $ e losti- la OSCUTAS. combinaciones be > a políti mezquina y artera! Fatíd ca 6 des nerecieron aquellos que no supie: ron doblegar humilde la cient e que lanzaron contra ella, el an tema de un pueblo que, co sea Eecnador, none, se siente dem ñ la corona de vuestros triunfos, Sí, vosotros, en Cu Fonte resplandece la. aureola del genio, os. Quitó el derecho del sabios Es 4 vosotros, profesores, á Ss arrancó los más nobl sagrados derechos, comprados con largas horas de estudio y 1 tación, .. Enpero, señores, Jos mails no han nacido para ser escl vos, ni el patrimonio o de una familia. La hora de la redención ha! sonado en el reloj del destino: desde el oscuro rincón de una ca provincia, un hombre, sin armas ni soldados, nuevo Bolívar, lan el grito de libertad. A su vez desde las lejanas comarcas del Mac rá, prosiguiendo la historia inmortal de sus padres, doctos y aud ces guerreros llaman á los pueblos á encarnizada lucha. Nol Janza á sus hijos, constantes udalides:de la Libertad, héroes q dignamente pudieran figurar en una epopeya de Homero. A su b - la juventud ecuatoriana acude, sin exigir otro privilegio que el _recho de ser HOIDeR y la esperanza de morir por la Patria, E A ss mártires que sacrificasteis en aras de la Pati «vuestra existencia, en la espléndida mañana de la. vida, estái rra Ll lágrimas que riegan vuestras ti n las das que un pueblo agradecido hace en memoria y vuestro sa eri cio. Libre y feliz, el Ecuador bendice vuestro hero otros, soldados del Po justo orgallo de la Patri poned una rama de laurel sobre leros: con su san ENE las puertas del porvanii J óvenes, el sol de - Universidad, santuario de la ciencia, se abre á dns ranzas é ilusiones. Ne o os arredren los sacrificios y priv: tengáis que llevar á cabo, Las es spinas del camino qe la. ci convierten despuós en flores de inmarcesible gloria. ¡ oh jóvenes, sabe hacer o á los 1 E es! Señores pines: vosotros que béis sufrido el ru 5 los que tas dado pa des en bra de libertar al puebl ¡ateo de renos, nabéis tenido, en el momento del peligro, palabras de aliento: para vuestros soldados,. .. ¡adelante! La libertad de la Patria no está consumada. Hay todavía: un nuevo San Mateo para vuestro heroís- ' 10, nuevo Junín para vuestra bravura, nuevo Diez de Enero para uestra gloria. Mas en el camino de triunfos que la Providencia 08 o, recordad (permitiume decíroslo) que la juventud debe ser ce él objeto Je los esfuerzos de un Gobierno justiciero y leal, pe > $ .. E E cora en lajuven- E sea servi E LAMARTINE. La reinstalación de la Universidad Central del Ecuador es un contecimienro fausto: y Ares c9n y e , hoy late de lasmo € osura “Vf la Jaz y la amé: : dada sr En la estupenda creación: derrama!” Sí, hoy" que la Nación se ha lev varado: como un solo hombre e rocar y hundir en el cieno de > infamia la dominación más ido pesar sobre nosotros, de esperar es que vuelva $. > a doce la razón bajo el brillante cil del Ecuador; y que nues- s gobernan ntes sabrán pa poa a si es una dé nues stras ne- de s consolidar los verdaderos pr cipios de la República, loes- bi a esfera de la enseñatza en za a JE hironios” realizado el 1 coa ari e n bernantes se: P E trella que amas el polo, y opaerrar e tendenci di magnética “El nombre dela Univeisidad. de Quito ha sido célebre en ¿América Ecuatorial desde remotos gras Justo será que nu Gobierno y toldos nuestros hombres de Jue el dos de Diciembre de 1880, Una turba de esbirros y rables ii por calles y plazas, y aun se atreven á profanar con inmunda planta este A ae de la Ciencia y de la Paz. Sinie la mirada, la mano empuñando acero envilecido, acechá cada la víctima señalada, como hambriento lobo que saborea de anten no la sangre de su inocente presa; y, ved ahí una bella pol de la juventud universitaria segu ultada en el oseuro calabozo - cárcel, Allí están los - sas, los Sarrades, Ponce, Veint Lasso Aguirre, Maldonaco, Ruz y Otros: es decir, la nobleza, Jor, la ilustración, el talento y la virtud, ultrajados por la ru : el vicio, la ignorancia y la barbario. ¿Y pe qué? a Señores ; € más slaj pp os e ode y 5 ión ¡o más te e deb bía tes triunfar con a Vei Mb horas habían pasado los jóv: + os y hasta alegres, cuando a por 3 ur le oo. de ed al despac ho de un que prendí ela justicia y del 'deregho; allá y a á demostrar que ad ser már- de la libertad, Rayos de sublime indignación se desprenden de s labios de esos nobles jóvenes e rechazar la humillante pro- uesta, y sin vacilar eligen el tormento “antes que la ignominia, esde entonces, al levantarse y . E aarteda el sol, se repiten escenas no pueden recordarse sin exeerar la memoria del verdugo de Patrias y el pa de la expiación del crimen se convierte en an- de la inocencia. y pati ahora, señores, que haga mención de un aconte- miento en el cual resalta de mn lado la bizarría de una víctima, y e otro se patentiza la mezquindad de su verdugo. Justo es que, al brar con raptos dejúbilo esta especie de resurrección de la miversidad, recordemos los nobles hechos de los jóvenes formados n ella porque de ella es la gloria, y el baldón y la ignominia son Muchos días habían pasado yasin que las sugestiones del dés=s ota lograran debilitar siquiera la inquebrantable firmeza de los im- ertérritos defensores de la justicia, cuando uo de ellos, jp pr el Director del Panóptico, de que el precio de la libertad de to Ós consistía en la delación de la persona que se hubiese encargado: , desde esta misma tribuna, había manifestado sus ideas libre- bs, era ya señalado por el Déspota como enemigo suyo; no im- o motivó la Protesta, y sostiene la justicia y legalidad de mo puede el a grosero disentir con ma alumno f E Universidad de Quito? No hallando razones, apela al insul- Es) EA rios 3 anickó pazas, y des; espide pe gado j joven, condenándole ú vivir bajo. la férula de los eovicial cuartel. Más tarde, habiéndosele “eetarado ad hácele piar el crimen de hercicidad con u a persecución de dos años. Por la sencilla relación que habéis oído, comprenderás qu tos hechos son el fruto de las buenas ideas inculcadas en el de Ja juventud. Si ella es jinstrada y moral, el porvenir del m do está seguro, porque ella es el escudo de la bien entendida Hi tad contra los desmanes de los déspotas, Los tiranos más im les é ignorantes son siempre lógicos: procuran embrutecer para der dominar, poe la inteligencia no puede : ser esclava, ni el samiento puede ser ceñido por aros de hierro. Facilítese, pues, 4 todo o la participación en las me todos los jóvenes pobres y de talento. No olvidéis, gobern lo que dice el gran publicista Ma adiedo: “vender las luces sultar. á Dios”. os Codo ias aquel apotegma di e 0 á bajos ida impro) po ' O | imperio”, ¡Día grande, día memorable y ni Esfe en que nuestros l méritos ts han: A enel templo « de Minerva, para a | la con su presen y la Ciencia! ¡Felices los Pes: A trenzó corona, con los laureles de a a yodra, emblema de la ootalidad y la oliva símbolo E 3 - Jóvenes compatriotas, “vosotros sois la lisonjera espera nuestra Patria idolatrada; vuestras prisiones, vuestros vuestros sacrificios y la sangre derramada en los campos de serán lección de grande enseñanza, que traspondrá de uno - continente la simiente de la civilización, y la verdadera li - Recordad siempre que el corazón de la; juventud ha sido el de la generosidad, abnegación, patriotismo y valor. Ñ miento de un deber; entonces, abandonando las co: logar y los encantos. de la sociedad por los rigores él eo la campaña, ascendisteis, en actitud imponente y : ad Ar] stas de los Andes, adonde sólo osa hiena 'amás baj: jaréis de la ph! rie que sombras de esa noche social que liamamos despotismo. e rl señores, la aparición de la luz ! Al romper él al- Li cude el pesado sueño, y se levanta de cea versidad de Quito, en cuyo fecundo sen bles. celebridades, honra de la vs Na- Santuario de la octal: patria, había merecido siempre. de de los Gobiernos, aun en medio de los más rudos trastornos es en el poor asilo de las Ciencias ? Sucedió, sin embargo, señores, en época de aciago recuer edo ue jamás "podía a preverse. Vino á turbar la tiranía la tranquilidad esta casa de la civilización; expelió de ella á los maestros, y có delas aulas á los. dis iscípulos, para pda: como rote arma s, á las mazmorr Apa- laz, para que entre Eo mbras campease la iniquidad; era 'rnal ai del “despotismo, que procura siempre aliarse a ignorancia. a Pero Dios escuchaba el clamor de las víctimas, y, Sila reden= de este pueblo ecuatoriano, cubierto de oprobio y de vergúen- », en ars quizá, de pasadas culpas, había de ser fardía, no por. | condenado á servidumbre y abyección perpetuas.. Llegó, 5 perdón, y hénos aquí rescatados, más que por retó al opresor. El alumno que ayer estudiaba en sus libros, los derechos del hombre ep com- npuñ defender- ; ¡Feliz la República que así contrapone de univ: ceenidód pto tel, y llama álos prosélitos de la sabiduría, para batir 4los sec ces de la barbarie! Quizá no he debido, señores, tratar de otro asunto que d Letras, en la solemne reinstalación de este noble instituto; pero Y parece que oigo todavía los últimos ecos de la tempestad del Di de Ene cuyo re resplandor se nia y od la Patria, paa 1 cer el Gobierno rno sino regocijarse, -ranzas para lo por venir, y ofrecer su paternal protección, co y eficaz, á estos alumnos de Bab ilustres de maña “Creced y floreced, pla: ”, debo decirles, con : lebre poeta, y n tan prior abras, para expr placencia con que el Supremo Gobierno Provision la Nación restablece hoy el vobillaimo instituto universitario. cnlta k denodada Quito. ds He dicho. ; e BOLETIN pito | —=- 000 Jue Para mejor inteligencia de los discursos anteriores, y de las ¡causas que motiy, oposición de la Universidad de Quito al Gobierno del General Veintacila; se insertan los documentos si- ge - DISPOSICIONES DE LA “LEY DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA, lr - POR LA ASAMBLEA NACIONAL, ori pe EN AMBATO EN 187: Art. 61, Par la provisión de las cátedras de enseñanza pp: Flor, se rendirá examen ante la Facultad respectiva en prescrita por el art. 47. Toda cátedra vacánte se pondrá en elhcar: ú oposición, con las formalidades que determine el reglamento ge- neral. Arte 47. El examen á que se refiere el artículo anterior, se da- dos días diferentes: en el primero, se examinará al pretendien- el de dos horas sobre las aleros que das de pt en el segundo, dará una lección oral de media hora so sacado por suerte, y preparada en seis horas, con el Auxilio de s y en cede ión. $. 1.” No necesitan dar examen para obtener el título de La es los que betis Ea diez años, ú obtenido por opo tedra la ria que hubieren de enseñar; los que Mufilesen blicado una obra Pe á juicio del di General, a el o de que pretendan se reis y los que cielos lenguas vivas, de villes y dto profesores de enseñanza snperior y secundaria, en ; durarán en su destino 28 todo el o de su ps NOVIEMBRE DE 1880. E - 6FICIO DI] 91 Pp ÓN INTERIOR. AL VICEREC: DE LA UNIVERSIDAD cindi:Mibidlado de Estado en el e de lo In di 0uo. Noyiembre 24 de 1880, E Al Señor Vicerector de la Universidad. y Con esta fecha, S. E. el Presidente de la República, mo 1 do por la Jey de G de Noviexcbre de 1880, ha tenido á bien nomb1 Rector de esta Universidad al Señor Doctor Ascensio Gándara más e en el: desempeño de los, cargos que o que tengo á honra Canis 6 U. Dios y Libertad.—Cornelio E. Vernaza, CONTESTACIÓN DEL VICERECTOR AL 1 ANTERIOR, República da Eonador —Quito, á 25 de Rovianbre de 188 Ha biendo participado á los señores o de esta Univ dad el contenido del oficio que US. H. se sirv ió dirigirme en 24 los corrientes, he recibido la contestación siguiente: : “Los profeso sores que suscriben han iseiada los debi catedráticos propietarios en virtud de la oposición que La cuencia, aceptar e el n ombrar hiónla de leiook bios Elías fps Juan de D. Campuzano, Julio B. Enviquii L Borja, José M. Cárdenas, Ezequiel Muñoz, Rafael Rod: Maldonado, José M. Vicos, Carlos R. Tobar, Manuel He José En Troya, Lino Cárdenas”. comunico á US. E. ara conocimiento del ms E Dios: nu e 6 US, H —Cartos users USCIAS a E JERECTOR. : República del de Bei de la Universidad. —Qui- Noviembre 25 de 1880. Señor Rector de la Universidad: Por la resolución gubernativa comunicada á US, el día de ayer, ha caducado el nombramiento con que la Junta de gobierno. de la Universidad se sirvió favorecerme en 11 de Diciembre de ciudadanos, y la o de que no me. veía expuesto al , Pues mi conservación en el muito hd o del o de inis deberes, y he procurado cum- n ellos Achiote - No puedo, pues, acéptar la condición á le me reduce la ata indicada, y lo comunico á US, para los fiaes consiguiente Dios Búardo á US.—J. Modesto Espinosa. pls del Ecuador. —Noviembre 26 de 1880. or Rector de la Universidad: El dias Gobierno ha endo que todos los empleados de Universidad siguieran, en ea de interinos, desempeñando ciones. Pongo en conocimiento de US. que ses ore con- uar ejerciendo los Cargos de Vidoractor y ida Sea guarde á US.—Carlos Casares A El decreto « expedido por las Cámaras Lei lati “sanción que le habéis dado y la n: ii os a la Universidade! 2: de alarmar juventud t do á dirigirla por el camino de la ciencia, de la moral y del verda- dero progreso. En efecto, Señor, no podía imaginarse golpe más funesto para * la ilustración y el porvenir de la Patria que las disposiciones 4 que aludimos. Ellas, á más de ser evidentemente antisociales, atacan de una manera directa uno de los ás sagrados derechos, como es el * de la propiedad, sin el cual no hay ni puede haber estímulo para e trabajo y el adelanto de los pueblos. Decimos que aquellas disposl- * ciones se oponen á la ilustración y porvenir de la Patria, porque si el á la juventud. Lo primero no puede tener efecto; pues creemos que en nuestra pundonorosa Patria no habrá ur solo hombre, de ciencia? que quiera adquirir un derecho, fundado para sus actuales pos res en el más legítimo título; si lo segundo, se perderá la juventud, porque si no se la educa en la verdad y en la moral, será m una porción ambiciosa, que, buscando sólo la satisfacción de Sus senfrenados apetitos, hundirá la República en un mar de degrada- ción y de ignominia. a No, Excelentísimo Señor: si os habéis puesto á la cabeza de la Nación, si queréis de ella respeto y obediencia para llevarla por lo senda que la conduzca á su anhelado fin, sea el poder un guardiá de la ilustración y la justicia: así, la samisión será una garantía par ra la autoridad, y la autoridad una garantía para los súbditos, 4 E Adolfo» Baquero, n q ; : , Román, Emilio Arroyo, Carlos Arellano, Luis F. Sarrade, Teófilo Sarrade, Y. Ricardo Carrión, J. Gabriel Mora, Angel 1 Barona, Joaquín Lalama, Carlos A, Maldonado, Francisco Y. y A - Aleridl, J.I, Zodriguez, Jos José Tooquín 2 Pálit; y So peunos más que posteriormente se retrac OFICIO DIRIGIDO POR EL MINISTRO DE LO INTERIOR AL NUEVO RECTOR DE LA UNIVERSIDAD.: Ecuador.—Ministerio de Estado en el Despacho de lo Inte- a 17 de Febrero de 1881, r de la Universidad epúblc me ha, , orenado decir á ibier y Pro no a pena ó castigo antro? á la fec Dios y Libertad.— Cornelio A nio. OTRO OFICIO AL MISMO. ap del Ecuador.— Ministerio. de lo Interior.—Quito, á | 1882. Senor Eos de la Universidad: Es arios estudiantes de Jurisprudencia en la Universidad de sta Capital se han dirigido al "Supremo e Aria el ptesente trim mino conce- do para poder rendir sus exámenes en las materias en que se en- ¡entren aptos para ello; y que se Ao que lunnos que no an podido presentar dichos exámenes de anteriores dis- ¿ ( obierno, puedan baenpién ser admitidos al " del Poder Ejecutivo ha tenido 4 , poniendo en su conoci- ss puedan rai la | EXAMENES DEL PRIMER TRIMESTR E DE 1883. En los exámenes públicos que han tenido lugar del 5 al . del presente mes, lian salido aprobados (1) los jóvenes cuyo nom 3 bre se inserta á continuación, e FACULTAD DE JU RISPRUDENCIA+ EXAMINANDOS. MATERIAS DEL EXAMEN. Reinaldo Pino de ainia nga. ¡ Economía A AOS Enrique Pino de A A AS OS A 3 Nara e Ambate...... | Derecho ' Internacional e rió a oro Narráoz de Pujilí...| Cienci 3 Emilio Cobo mbato.-+:..2: De Cobo Civil Romano, Español y] - Pat: cc ra Abe as) victor M, urraldo de Latas al Ss EAS us Espai y 2. Alfredo Baquerizo úa ad erecho Romano, A . | Patrio (Testamentos y Manuel María A do Público Eclesiástico e] E. e e o ¡co CS LL Jorjo Noboa do Guayaquil........ Drohe: Domotaldi Código iilias| 2 z a E FACULTAD DE CIENCIAS. _ EXAMISANDOS, MATERIAS DEL EXAMEN, 4 ón E Antonio F. Miño de Latacun unga...| Física....... o - J¿Joaquí Pena de Guia... AO PS Y IN a E Juan A. Cevállos de Qu AO A Rafael F. Ae ¿e Guiio:: q Luis A. Terán de Quito..........] Id. Nicolás de Quito... od Td. A FACULTAD DE MEDICINA. : EXAMINANDOS+» i ; MATERIAS DEL, EXAMEN. pa Jaóino de Pillaxo | Clinica aso on valor pai del voto de cada uno de los. tros p po e 2 Dion Los ANALES S o Publicar, en cuanto sea e, la primera Ra de cada m * 7 AGENCIAS DE LOS ANAL” cs : La Agencia Central de los ANAL£S se ralien la Secretaría de la Universidad. * lo pd 85. Espinosa y C*—Carrera de García Moreno, 1d. -— Señor D. Juan J. Carcelén —Carrera, de Chile, ds un semestre. Un Hlmero suelto. . ANALES se canjean con las vovidk Naco bill: ye Cs del mismo volumen. El envío del presente número sirve de invitación á dicho e: CORRESPONDENCIA. e a pis a al Sr. D. Manuel María Pal, ANALES DE LA UMVERSIDAD DE QUITO PERIODICO OFICIAL DE LA UNIVERSIDAD, DESTINADO AL FOMENTO DE LA INSTRUCCION PUBLICA Y AL CULTIVO DE LAS CIENCIAS Y LAS LETRAS EN EL ECUADOR NUMERO MB-—ABRIL DE 1883 CONTENIDO Reseña Histórica de la Un la Universidad, por el Sr. Dr. Pablo Herrera.—Lecciones de Legislación, por el Sr. Dr. Elías Laso.—Ojeada sobre la Vegetación Ecunto el R. P. Luis Sodiro, S. J.—Observ acio nes Médicas, po el Sr, Dr. Canto 31 Co Cotopaxi, por el Sr. D , Quintiliano Sánchez. —Boletín a illa + QUITO IMPRENTA DEL GOBIERNO Keimpreso en la Imprenta de la Universidad Central del Ecuador. 1880. NUMERO iL. z S ABRIL DE 1883. RESEÑ A HISTOR RICA DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO, POR EL SEÑOR DOCTOR PABLO HERRERA, $ as les institutos extólicos debe el Ecuador, no solamente los colegios y .establecimientos de instrucción primaria, sino tam- bién sus antiguas y florecientes universidades. 03 religiosos. de. San Agustín fueron los primeros que « es- A en Quito una importante Universidad con el ¿título de San Fulgencio, según aparece de la bula del Papa Sixto V, da- da en 20 de Agosto de 1586. Mas, sea porque todaslas órdenes religiosas rivalizaban en el o empeño de contribuir al progreso de las ciencias, ó porque aquella universidad no satisfo- cia cumplidamente las aspiraciones del pueblo ; y de la juventud estudiosa, el Cabildo secular y todas las clases de la sociedad se interesaron en queso abriese otra universidad bajo la dirección de los sabios hijos de San Ignacio do Loyola, que desempeñaban, con lucimiento y general aplanso, las cátedras de enseñanza superior en el Colegio Seminario de San Luis, £ fundado porel sabio y san- to Obispo de Quito D. Fr. Luis López de Solís. n. 1620 se estableció, pues, la Real y Pontificia UNivERSI- DAD DE Say Grzaorio Macxo, bajo la Eo de los PP. de la Com: E de Jesús. Felipe ll expidió, en San Lorenzo, la cédula de 5 de Setiembro del mismo año, disponiendo que aque- los Padres puedan usar do los privilegios apostólicos, concudidos por varios Pon tífices para conferir grados académicos ó univer- sitarlog. Notable fué el impulso que entonces se dió 4 la a in strucción pública, en el antiguo o e Quito, y grande el espl endor con que brilló Ja misma Universidad, por sus magyido ES profesores y por los: hombres eminentos que dió á la Iglesia, á la, cátedra y -2l foro, : ce nono, por ejemplo, el D DD. A ustín Bernal- do de Quirós, Obispo de Popayán, que, sin pal deh pa op- tado grados académicos en las célebres Universidades de Sala- DRnca y. Sev a, recibió la bor de de decia: e en, la de Sen Gregor HEEE rio Magnoy se incorporó en ella; D. Alejandro de Alcaraza, Obispo de Santa Marta; D. Francisco Figueredo, Obispo de Po- payán y después Arzobispo de Gruatemala;-D. Joaquín Rubio, Obispo de Sebú; D. José Arauz, Arzobispo de Santa Fé; D. Ma- nuel Rojas, Obispo de Santa Cruz de la Sierra; D, Joaquín Va- lencia, Ministro de Indias; D. Ignacio Flores, Presidente de Charcas; D. Francisco Ibáñez, Oidor de Quito; D. Ignacio de Aibar y Eslaba, antiguo Fiscal y distinguido hombre de letras, €. os religiosos de la Orden de Santo Domingo abrieron tam- bién, en 1688, la Universidad de Santo Tomás de Aquino, en el Colegio de San Fernando, criado por el sabio y virtuoso religio- so de la misma Orden Fr. Bartolomé García. La cédula de $. M. C. y la bula del Padre Santo que instituían esta Universidal E en el Colegio de San Fernando, dirigido por la Orden de Predi cadores de Quito, se expidieron en 1683; mas no se pusieron en: ejecución sino en el sobredicho año de 1688, á consecuencia de * algunas dificultades que se allanaron fácilmente. Desde entonces hubo en Quito tres Universidades: la de San Fulgencio, la de San Gregorio Magno y la de Santo Tomás de quino; mas la primera se extinguió por la Real Audiencia, ha- cia fines del siglo pasado, por el abuso que se hacía en la conce- sión de grados académicos, pues se conterían á sugetos á veves indignos en 13 de Agosto de 1776, extinguiendo esta Universidad y tras- ladando al Colegio de San Luis la de Santo. Tomás de Aquino, fundada en el de San Fernando, con las cátedras de este Colegio y sús temporalidades. El Rey aprobó aquel auto por la cédula expedida en Aranjuez, el 20 de Tao te 1800. Así quedó únt- “camente la Universidad del Doctor Angélico, secularizada cast en su totalidad; pues ni los Rectores fueron religiosos de la Or- den de Predicadores, mi todos los profesores pertenecían á esto instituto. La decadencia de la Universidad fué considerable; pues, aunque su nueva instalación se hizo en 1786 con grande solem- nidad, quedó privada de sus cuantiosos fondos primitivos; y los religiosos de Santo Domingo se oponían, cor. razón, á que Se. adjudicaran al colegio de San Luis los fondos propios de San Fernando. : Hubo una época en que, cerrado el Colegio Seminario, sirvió E de cuartel de caballería á fines del siglo pasado, y o por lo a mismo, cerrada la Universidad fundada en este Coleg1 > » g De. «0 El Presidente y la Real Audiencia dictaron providencias; Expulsados los Jesuitas en virtud de la cédula de Carlos TI, de 5 de Abril de 1766, que se llevó á ejécución 'en Quito en “Agosto de 1767, el Presidente Diguja nombró profesores de las otras órdenes religiosas y particularmente de San Francisco, pa- ra que continuara abierta la Universidad de San Gregorio Mag- no. Pero la Junta de aplicaciones de temporalidades .d1ó un auto, e para reparar y mejorar este importante extoblecimiepto, suminis- trarle algunos fondos, que siempre fueron escasos, y reformar sus estatutos. Eligieron profesores de distinguidos talentos, mo Mejía, Rodríguez, 6%., y procuraron que se e estableciera 2 competencia literaria con los conventos re apiOsOS, en los que re- gentaban sus cátedras profesores de grande fama, Así se conser- vó la Universidad con algún lustre, pero olé siempre á no tes aer vicisitudes, á consecuencia de la guerra de la Indepen- dencia, y de las revoluciones, que se han sucedido, casi como las olas de la mar embraveci ente á formar p e los ingenieros civiles, sfqui- cias. Pero, cerrada la Escuela Politécnica á fines de 1875, el pie en que actualmente se encuentra, esto es, como era antes del año de 1869. erá por demás dar una serie cronológica de los Rectores de la ts en la época de su mayor “esplendor; pues to- dos ellos gozaron de grande reputación por sus letras y “virtudes. RECTORES DE LA UNIVERSIDAD DE SAN GREGORIO MAGNO DESDE 1640 HASTA 1767. R, P. Juan Pedro OVA... o »» 5 Rodrigo Barnuevo, dd y calificador del Santo Co a a ió a 00. 2» 3 Juan Pedro ¿AAA por segunda vez..... 1653. A 1655. »)» y, Amtonio Ramón de Moncada... - ==. <--<=>- 1658. ss je Bar O e 1664. A, TUIA de IGuobTA. iso ia o. MOS: ny TUD AO O rasa ens A - 1670. » 3» Gaspar Vivas, por EA e A 1673. a CU O IA a OS y 3) Pedro de Ta o O, AA so TÓBL 1 » Juan Martínez Rubio-..-- o es E » 3 Benedicto de pts > A a pH O PO O A O CAE pps o A Di ». » Diego Abd de Cp qn 1698, Y” dio Gallego, por segunda vez En o $ ds » 3, Jannario Antonio Giarofalo as. 8 60 R. P. Bartolomédo Arauz E O A O 1718, SAS de A AS id A E O 1723. 3 A OO A ES dias ab $ , Marcos o a A a a o 2 A TON O A AIRE 1738. id E A e ES AN e os A E E A A —T(49. Y] 3 Tomás A A 1150. 3 > A Angel María Manca..-... A 1754. » » Federico Antonio Conose md 1757. »: 3) -Miguol Manosalvas, último Recil de la A Coi] o de A ES a (0. Contin ss y JURISPRUDENCIA. APUNTES PARA LAS LECCIONES ORALES DE LEGISLACIÓN, POR ElL,8R. DA, ELIAS LASO, CATEDRÁTICO DE LEGISLACIÓN Y ECONOMÍA POLÍTICA. Advertencia a los estudiantes, Las lecciones orales que vals LS hs O tomadas, en gran peña, e ES Grimke, o lia 'Comte, ” vuestra atención 4 pesar de que, á de veces; y repotiró casi ¡teralgente algunos trozos de sus escritos. de armuaréó de todo en todo á nuestra Santa Religión Ca- : celica Apostólica, Bomena. Esto toy pronto á retractarme de cualquier error que involuntarismento cometa, pues. mi enseñar doctrinas puras y verdaderas. z o A A Algunos de los publicistas que he citado, han sostenido erro- res tra anseendentales quo vulneran la moral y el catolicismo; pe- ro, en esta parte, los refútató, y adoptaré de ellos tan sólo aque- Mo bueno que contienen sus obras : En el sistema oral, el Tos padidn Espetidor debe tomar nota del discurso del E para que los alumnos puedan, con esta auta, corregir los Apúnta o 2tos que hayan hecho; mas, como la Ley de Inst trucción Pública, e de Kaber establecido el mé- todo horal, no ha dota cdo $ á cada clase con un Inspector Repetidor, hs «querido | llenar esta falta para ayudaros á vosotros. Si logro mi objeto, sirviendo de algún modo á la. juventud ecuatoriana, satislago mis aspiraciones;, : Ya: E en cinta, con- tinuaré el camino, alentado con la certeza de que la juventud es generosa y pordonará y mis-faltas. . Quito, Marzo 19 de 1888. LECCIÓN 1* El hombre corsie derado como indir duo Antes de aia al hombre en soviedad, debemos ig a le corno individuo; pues, Aunque o ombre jamás se ha enc trado aislado, porque el aislamiento es contrario á su hetiraleda, sin embargo, conociéndole individualmente, le conoceremos me- Jo como miembro de la gran familia humana, como, es del cias el ls sobre la tierra, y habiendo +HBnido 4 EN ella, como dice Plinio, rudus in nuda humo, no puede permano- cer en la inacción; pues su cuerpo y su alma lo impelen al movi- miento, al trabajo, al progreso, es DE al desarrollo Háco, aldo- - senvolyimiento intelectual y al perfeccionamiento moral. "Todo sér es necesariamente uno. Todos los seres han sido creados por una inteligencia infinita, según el plan divino traza- do por la eterna sabiduría. Para obedecer á esta disposición del Criador, debe cada sér «1 umplr con el oficio que se le E enco- mendado, y por eno todo sér ha recibido de Dios al impulso que le dirige hacia el fin que le fué señalado. : l fin natural del sér no es extrínseco al sér: es una mis- ma cosa con él, es aquel principio interno de actividad que lla= ramos naturaleza. de 1 SéE, el hombro es la adquisición del bien verdadero, os decir, d e la posesión de Dios. A este fin llamamos bien esto para diado del útil y del placentero, con los cuales lo con- fundo el hombro, cuando porrieno su razón. El bion útil debe: E r secución de éste. ien placentero es el efecto del honesto; sér, es muchas veces su perfección. Los animales carecen de razón; pero, si no carecieran de ella, no serían perfectos en su gé- 2 objetos, los fines de las acciones y de la Legislación. puede satisfacer sus aspiraciones con sólo la posesión de las cosas” efímeras ó limitadas, ya sean internas Ó externas. Es verdad que, las internas, la ciencia, la virtud, le hacen experimentar una sa- tisfacción más pura, más cumplida, más verdadera que las exter- nas, la riqueza,.los placeres físicos; pero no ocupan completa- mente sú entendimiento, no satisfacen su corazón: aspira siempre | á un algo más noble, más grande, más conyincente, más rico, más. perfecto, más bello, más sublime; á un bien más perfecto que to-. dolo que le rodea; y este bien perfectísimo, este amor puro es. Dios. y : LECCIÓN 2* El hombre es libre. Esta verdad -es el fundamento de la moral y de la Legisla- ción; pues, si el hombre no fuéra libre, la ley sería inútil. ¿Para. qué dar reglas al que no puede observarlas? ¿ Para qué declarar punibles acciones que no dependen de la voluntad del agente? Ha El sentimiento íntimo de cada individuo y el criterio uni- versal del género humano son las pruebas más claras y mejores e esta verdad. Todo el que pronuncia las cn as vicio Ó vir- tud, mérito ó demérito, alabanza ó vituperio, pena Ó premio, sa- tisfacción interior ó remordimiento, reconoce la libertad. Toda ley que se promulga, toda orden que se da, todo arrepentimiento que se expresa, todo castigo que se impone, toda autoridad que se establece, prueba que el hombre es libre; porque, de no ser así, todas las palabras enunciadas, que recuerdan otros tantos - órdenes des ideas, y toda regla ó autoridad serían vanas é inútiles. nos filósofos han negado la libertad; pero esta misma negativa de rueba; pues, si los filósofos que la niegan no fueran libres para eterminarse. por esta ó anat opinión, no habrían podido resolverse en contra de la libert tros filósofos, no pudiendo negar le libertad, han negado la presciencia de Dios. ES y otros se han arado ante este so- fisma: “Lo que Dios sabe, debe acaecer. infaliblemente; es así que Dios sabe ó conoce todas las obras del hombre; luego, éstas son necesarias, inevitables”. Puedo yo decir con razón que este año se cometerán crímenes en esta ciudad, pues conozco la na- turaleza del hombre; pero, de la previsión infalible no se deduce la necesidad de que se cometan los crímenes prev istos, porque la infalibilidad está en el observador, más la libertad 6, mejor dicho, a facultad de obrar es propia de la persona que ejecuta la acción. He previsto los crímenes, sin menoscabar en nada la libertad de los criminales. Dios, que dió al hombre la libertad, es el prime- ro que la respeta. Si el individuo está pormuadlida de que es libre, la mociedad lo. está más, y por eso el hombre, desde que forma familia, tribu ó nación, da leyes, dicta órdenes, establece epi es decir, pro- cura reglamentar las acciones Kbres del indivi os materialistas han destruído la libertad del hombre y el derecho que la autoridad tiene de castigar, diciendo: “Las ac- ciones del hombre dependen de su organización; el hombre obra con arreglo á su organización”, (véase á D. Pedro Mata ensn tratado de la razón humana). Pero, felizmente, la simple obser- vación de los hechos desmiente todos los días este error. Vemos, >. e que la organización del hombre le impele enérgicamen- ee aro) y sin embargo la razón le refrena, le dirige ; > millares de es La organización le impele con im- ulso vehemente á la conservación de la vida, y la razón y el eber hicieron ala con paso firme y frente levantada al Cir- co romano á diez y ocho millones de mártires. Cuando Marco Atilio Régulo se dirigía á Cartago para morir por su patria, cuando Guzmán el Bueno arrojaba su espada desde los niuros de Tarifa para que atravesaran ásu hijo». seguramente su razón hizo un esfuerzo sobre su organización: luego, la razón, y.no la, organización, eE las acciones on hombre, PEN — Yi —« Así como han puesto en duda la existencia do la Libertad, is han due o _que ósta tiene su asiento en la volun- tad, y la han fijado en la inteligencia. me verdad qe el hombre necesita conocer antes de querer; pero, aun después del conocimiento, puede no querer. Cuando digo: me conyiene loer, hago un raciocinio, un acto do entendi- miento; pero, qn después del: conocimiento. de 405] re convie- ns leer, puedo todavía leer ó no leer; luego, cuando después do decir: me conviene lecr, digo: voy. á leer, entonces determino ral voluntad por un acto difere nte del entendimiento y propio do la voluntad. La dira occión dada á la ad es lo que llamarnos moralidad de una acción. Cuando el hombre dirigo lv voluntad hacia aque- llo- que lo conduce al bien honesto, sus acciones son morales, son buenas, son honestas. ntonces es verdaderam ente libre, pues la libertad verdadera consiste en querer lo que se de Cuando el hombre se dirige por el camino: del mal, perviorte. el criterio racional y el moral, abusa de la Libertad, peo, que ha recibido esta facultad para elegir entre los mil medios ó ca- _minos que pueden conducirlo á su £n o que lo. parezcan mejores; pero, cuando olige el mal, abusa no usa de su liBertad. dios es perfectamente libre, y por tanto es impotente para el mal; pues . a porfección de la libertad no consiste en l: “ción del mal, sino en la da de los mejores medios par bien; por eso "dijo San Agustín; Deus est omnipotens, el cum sté. emmipolens, fall ron potest, A a non polest, et ideo est omnipotens. qua non ES A -Peitido: moral, “Hacer el bien y a del mal” es el primer principio moral. Este prine cipio existe en el hombre; su enten miento y su volpiritpd lo conocen, y lo aplican rápidamente á todas las ac-_ “ciones y á bodos los casos de la vida. . ista aplicación instantá- nea se ooo a sentido moral: existe en el entendimiento: y no, 88 diverso de esta faenltad; pues, aunque es cierto que cl niño, y aun el hombro de escasa razón, tionon sentido moral, esto no ma- nifiesta que sea una facultad d diversa del entendimi ento; porque, si bien se examina. el sentido moral es un juicio como todos los. demás, sin otía diferencia que la rapidez, | sentido moral es el conocimiento del bien de la PA : lalicidad: es la tendencia que el Supremo Hacedor ha puesto. en el corazón del hombre hacia la consecución del fin honosto, del ord : S ES Hd o dirigirse. al bien, al orden, claro. esto bien, este orden deben ser perfectos, Di : — 65 — dos, no, imperfectos. La utilidad, el interés son bienes incomple- tos, son limitados; ho pueden por esto ser el fin de las acciones del hombre. S El sentido moral le manifiesta, pues, al hombre la obliga- ción moral de obrar bien, y los medios de que debe valerse para cumplir con esta obligación. Como estos medios pueden ser Inmu- chos y variados, el hombre tiene libertad para escoger éxtos ó6 aquéllos de entre los que le presenta su entendimiento; obra con libertad en esta elección. También goza de libertad física cuando se resuelve á dirigirse al fin honesto 6.4 separarse de él. Es verdad que, al separarse del fin honesto, abusando de la libertad moral y, usando sólo de la libertad física, no lo consegui- rá; y, por lo mismo, no poseerá la verdadera felicidad. £5l conocimiento del fin honesto es fácil de adquirir; pues toda la naturaleza nos manifiesta que Dios tuvo un plan, una idea, un objeto, en una palabra, un fin en la creación. $4 razón, la voluntad, los sentidos, todo, todo nos sirve para conocer que Dios tuvo el fin de que hemos hablado. O Conocida esta verdad ineoncusa, innegable, clara y sujeta al criterio del entendimiento y los sentidos, es también clara la con- secuencia que de ella se deduce: luego, el hombre debe coadyu- var á este fin; luego, no debe jamás contrariarlo. La obligación de coadyuvar es relativa, porque no pocas veces depende de las circunstancias; la segunda obligación de no contrariar es abso= luta, porque al hombre jamás le es permitido, contrariar el deber que la conciencia le indica. to con que determino mi deber se lama conciencia, la cual no es más que la conclusión de dos premisas, una general, otra singular. Pongamos un ejemplo para mayor claridad: “To- do soldado está obligado á defender la patria”-premisa general; “Yo soy soldado”—premisa singular. Estas dos premisas son ver- daderas; de consiguiente, lo es también la conclusión ó, lo que es lo mismo, el dictamen de mi conciencia: “Luego, yo debo pelear para defender la patria”. Cuando una ó las dos premisas son falsas, la conclusión lo es también; ejemplo: “Las manchas del honor se deben lavar con sangre”—premisa falsa; “Mi honor ha sido manchado”—premisa singular, que puede ser falsa ó ver- dadera; pero, siendo falsa la premisa general, lo será también la conclusión: “Luego, estoy en el deber de retar á mi adversario”. La volúntad ó in del Criador es lo que llamamos ley natu- ral, y á ésta debemos conformar nuestras acciones todos los hombres. LECCIÓN 42 Deberes del hombre para con Dios, consigo mismo y con los demás ? | Lombres. El hombre, sér finito y contingente, fué criado por Dios, al cual, por esta razón, pertenece todo él con sujeción completa. Dios Gh es sumo sór, suma crias sumo bien; luego, el hombre-lé perte- nece por su sér, por su inteligencia y por su voluntad. La ex- presión voluntaria de nuestra depen: dencia, cuanto al sér, se lla- ma adoración; cuanto al entendimiento, Je; cuanto á la volun- tad, amor ó caridad. - SI yo reconozeo que todo mi sér provieno de Dios y que Dios me lo conserva, reconozco en Dios una superioridad imnfini- ta; pues de la nada me crió, me dió el sér; y de este sér finito y contingente al sér infinito de Dios, hay una distaricia inconmen- surable. Este reconocimiento voluntario, racional é innato de la infinita superioridad que existe en solo Dios, demostrada por la ereación y gobierno del mundo, se Hama adoración. Adorar alguna cosa fuera de Dios, es un absurdo, un mal moral, llamado idolatría. No adorar 5 Dios, es otro absurdo, -pues el sér contingente protesta contra el sér infinito: este ps surdo, este mal moral, s e llama impiedad. Adorar falsamente, expresando falsas ada del hombre con la Divinidad, es otro absurdo, otro mal moral, llamado superstición. el hombre es compuesto de alma y cuerpo, ya porque los afectos interiores transpiran necesariamente al exterior: y, finalmente, porque si los afectos no se expresaran por actos exteriorés no se- rían conocidos de los demás hombres. Los que han dicho que basta el culto interno, se han apoyado tan sólo en el principio de la utilidad: “Dios no necesita”, han dicho; “luego, es imú- til la adoración”. Tal raciocinio es falso, pues la utilidad debe buscarse en el hombre y no en Dios. En el hombre hay ntili- ad y necesidad de adorar, porque no puede ni debe dejar de ex- presar con verdad aquello que siente. Si disfraza su sentimien- to, disfraza la verdad, miente; luego, tiene necesidad y le es útil espese con actos externos su adoración interna. ombre tiene necesidad del culto externo, lo tiene tam- bién la sociedad, que es el conjunto de famihas, de individuos. l Estado ateo es imposible é inmoral: imposible, porque, compuesto de hombres, no pueden éstos dejar de conformar sus acciones Con sus creencias; inmoral, porque la sociedad, el Eis- tado tienen el deber de procurar el perfeccionamiento moral de los asociados, y el primero de los deberes es el que tenemos para con Dios. Este deber es el ES ES y la adoración eom- prende el culto interno y exter í como el hombre Po es para con Dios, porque estos deberes no son más que el cumplimiento del primer cales moral —hacer el bien; asimismo, de este primer deber nacen los deberes para consigo mismo, todos los cuales pueden reducirse á éste—hacer el bien. El primero y más positivo bien que puede hacerse el hombre á sí mismo, es el de conformar sus pensamien- tos, voliciones y afectos á los de Dios, de quien depende con dependencia absoluta, es deetr, dirigirse con todo su sér al fin y i —67— honesto que le prosenina Dios, cuando le erió. Para conseguir este fin, tiene necesidad de conformar á él su entendimiento, su voluntad, sus ideas y sus acciones. Este deber lo cumplen per- fectamente los de vida contemplativa; pues, huyendo de los obs- táculos que presentan la naturaleza humana y la sociedad, se dedican con todo su sér al cumplimiento de este deber primordial, Los contemplativos son el modelo de la perfección. Toda idea está incompleta, ice Balmes, cuando no se concreta, cuando no se reduce á un hecho; por eso en Dios toda idea se realiza: tuvo la idea del mundo y el mundo se hizo. Los contemplativos rea- lizan la idea más perfecta que puede tener el hombre del bien. Para conseguir el fin honesto, necesita el hombre perfeccio- nar su entendimiento, su voluntad y su organización física: tie- ne, pues, el deber de ilustrar el entendimiento, rectificar los afec= tos, conservar el cuerpo. La religión y la moral reglan y recti- can los afectos; la ciencia ilustra, enriquece el entendimiento; la conservación de la salud y del vigor vivifican y mejoran la or- ganización física. El ascético modera la fantasía, refrena y regula las pa- siones, vigoriza el cuerpo y sujeta la materia al espíritu. Si en la austeri ad hay algún pequeño sacrificio de la vida, lo hay también en el sitadio del sabio y en las fatigas del militar. suicidio es la violación del deber de conservarse; con el suicidio, el sér tiende al no sér, lo cual es contradictorio y mons- es El que se suicida no quiere cumplir el fin honesto para el cual le crió Dios. El mártir no se suicida: prefiere, entre dos deberes, el mayor. Esun deber confesar á Dios, es tam- bién un deber conservarse; pero, en la colisión de estos dos de- beres, hay obligación de sacrificar el segundo, que es menor, al primero, que es mayor. Lo mismo. sucede cuando se da ó se arriesga la vida por la patria. sí como es un deber conservar la vida, lo es también con- servar el honor y la buena fam ara cumplir bien los deberos para con Dios, para con la sociedad y para consigo mismo, sirven de poderosos axiliares las virtudes siguientes: prudencia, no astucia; Justicia, no pasión; fortaleza, no rigidez; perseverancia, no obstinación: - LECCIÓN 5? E El hombre es sociable por naturaleza. 1 hombre es sociable por naturaleza; si no lo fuera, seríán inútiles el don de la palabra, la beneficencia, la compasión, la amistad y el amor: cosas todasque el Criador ha impreso en nueg- tra alma, y que són otros tantos lazos de unión que ligan á los hombres entre sí, y que los asocian, no con unión meramente a- pa comó la de los animales, sino con unión de voluntad, es E decir, con unión racional y no meramente física, ombre es un sér inteligente, y ésta es otra de las prue- bas que manifiestan su carácter de sociabilidad, pues la inteli- gencia sin la sociedad no conseguiría su perfecto desenvolvimien- to, El salvaje, á pesar de que no vive en completo aislamien- to, pues pertenece 4 una tribu ó, cuando menos, á una familia, es siempre un hombre degradado: su inteligencia apenas se eleva sobre la delos brutos; permanece estacionario ó progresa con suma Jentitud; su criterio moral se pervierte; es cruel y sanguinario, cobarde para con los otros hombres y altanero paracon los que le son inferiores. Pero, á medida que las relaciones sociales se ex- tienden ó multiplican, su inteligencia va desenvolviéndose y su- biendo á una escala superior, conoce más, reflexiona mejor, com- para con más acie:t», su criterio moral seperfecciona, sus costum- bres se puifican, sus aspiraciones se rectifican y se mejora todo | su sér, ES naaa Tan necesaria 6, más bien dicho, tan íntimamente ligadas se hallan la idea de inteligencia con la de sociedad, que, aun en medio de los pueblos más cultos de las sociedads más perfectas, e hombre, para llegar á la sabiduría en las ciencias, á la perfección en la industria, á la riqueza en el comercio, necesita estrechar más y más los lazos sociales. El termómetro para conocer el grado de cultura y desenvolvimiento intelectnal de un pueblo es la mul- tiplicación, variedad é intimidad de las sociedades. En Inglate- rra, Alemania y los Estados Unidos de América, las sociedades so multiplican diariamente: en la América Latina son pocas, y la inteligencia se pierde en el individualismo. ip Si las facultades intelectuales del hombre manifiestan á las elavas que ha nacido para la sociedad, las cualidades físicas lo de- mu-stran igualmente, La infancia del hombre es débil y prolon- gada, sin la sociedad perecería en la cuna; no así los auimales, á quienes Dios ha dado los medios de proveer por sí solos á sus ne- cesidades, El cuerpo del hombre no acaba de desarrollarse hasta los veinte años; los animales se desarrollan muy pronto, y desde el primer instante de su nacimiento, saben buscar los medios de subsistencia, el abrigo y la defensa. El hombre, aun en la plen1- tud de su desarrollo carece de la fuerza del rinoceronte, del valor del león, de la ligereza del tigre, de la velocidad del ciervo, de las garras del oso, de las astas del toro; no náda como el pez, no vue- la como las aves, no trepa á los árboles como el mico, no sabe eons- truir la casa como el castor, no fabrica la cera y el panal como la abeja; pero se reúne en sociedad, con ella desenvuelve su inteh- gencia, y supera y domina á todos los animales, y á toda la creación. A A O A AS A A . sa Así como el lenguaje prueba que el hombre es sociable por naturaleza, así lo prueba igualmente la escritura ó la facultal de conservar el pensamiento, comunicarlo á los demás, aunque sea. 00 del polo ártico al antártico, y trasmitirlo á las generac:ones fu- turas. E, Los animales pueden proveer á sus necesidades con su tra- bajo aislado; no así el hombre, porque, si no se asocia, el produc- to del trabajo es pequeño y mezquino, La diyisión del trabajo, tan necesaria para la producción de la riqueza, supone ineludible- mente la sociedad. - La acumulación de capital, base indispen- sable de la producción, sería imposible sin la sociedad. . El res- petoá la propiedad ó la seguridad de que nadie gozará contra mi voluntad del fruto de mis fatigas, sería completamente imposible sin la sociedad. : E e. Todo lo que nos rodea prueba que el hombre es social por naturaleza; y la historia confirma esta verdad, porque no hay me- oria de que el hombre haya vivido aislado y fuera de la familia, origen el sociedad, y de la tribu, origen de las diferentes for- -mas de gobierno más ó menos perfectas, hasta llegar á los gobier- nos representativos, que constituyen la forma de gobierno más excelente que hoy se conoce, LECCIÓN €? Origen de la sociedad. “Sociedad es la conspiración 6 tendencia de muchos hom- bres á la consecución común de un bien conocido y querido por S, “El hombre nace en la sociedad, en ella se perfecciona, por ella anhela; luego, la sociedad es natural al hombre; luego, es contra la naturaleza huir de la misma”; así arguyen unos. Útros, por el eontrario, dicen: “Todos los hombres son naturalmente iguales; esta igualdad desaparece en la sociedad; luego, la socie- dad, por lo menos la civil, es invención del hombre y no de la na- turaleza. . ombre, cuando más, necesita para formarse de la socie: loméstica; pero, después de formado, puede salir de ella”, De este modo, mirando unos la sociedad como un estado necesario, y otros, como un estado arbitrario, se dividen en dos clases extremas, que dividen á su vez todas las doctrinas filosó- ficas en dos escuelas: escuela de lo necesario, escuela de lo con- tingente, Pero lo necesario y lo contingente no se excluyen absoluta- mente: pueden existir de un modo simultáneo. Es muy posible que, así en la sociedad como en cualquier individuo, se halle la E — 10 — aplicación particular de una idea universal, la aplicación contin- gente de una idea necesaria, Al hablar de los deberes del hombre para con Dios y para consigo mismo, dijimos que la base y fundamento de estos debe- res era el principio moral: Haz el bien. Este mismo principio es la base de los deberes del hombre para con los demás, es decir, dela sociedad. Sila voluntad de Dios en la creación del hombre fué destinarle para la felicidad eterna, y si el fin honesto decada hombre esla consecución de este fin, de esta felicidad, claro es que todos los hombre tenemos el mismo fin, considerados indi- vidual ó colectivamente, pues el fin del individuo no puede estar 'n pugna con el de la suma de los individuos. '“Podo hombre re- cib1ó del Criador la misma naturaleza que yo; luego, las inten- ciones del Criador, con respecto 4 cada uno de los hombres, son las mismas que contemplamos al tratar de las relativas á mí mis- mo. Por consiguiente, mi conducta para con ellos será tanto más perfecta, cuanto más conspire á procurarles lo que debo preten- der para mí. : as : ues Para determinar mis deberes con los hombres, no tengo que hacer sino convertir hacia ellos las varias formas con que se me | presentó el principio universal, considerado en su relación con- migo mismo. Esta transformación me dará las siguientes fór- mulas: Haz bien á otro: haz que tienda hacia su fin, que guardo el orden, que viva honestamente, que alcance su perfección, que se haga feliz, que tiénda hacia Dios. El deber de hacer el bien á otro incluye necesariamente el de amarle; y, como todos los hombres son de naturaleza igual á | a mía, es claro que á todos ellos debo amar igualmente que á mi; pero esta igualdad es en cuanto á la cualidad, no á la cantidad. : todo lo dicho, se deluce que el deber de hacer bien á otro y de amarle del mismo modo que á uno mismo, es el origen natural y moral de la sociedad. Por tanto, la sociedad, 4 más de ser un estado natural, es también un deber. Luego, el hom- - bre es sociable, y vive en sociedad, y se ha encontrado siempre _en ella, no sólo por razones ó lazos lógicos y naturales, sino tam- bién por obligación, por deber. Al hombre le es útil vivirenso- ciedad; pero esta mtilidad no es la razón de la existencia de la sociedad, sino una de las consecuencias benéficas de ella. El hombre vive en sociedad por su voluntad; pero no es esta yolun- tad el origen de ella, sino la causa concurrente de su existencia. Luego la utilidad y el pacto social son consecuencias de la socie= dad, pero no la razón de su existencia. E LECCIÓN 7? Opinión de algunos publicistas. ; Aleunos publicistas han prescindido de esta cuestión, y han partido de la existencia de la sociedad, sin averiguar su origen: E z > ¡L>- Para conocer las razones en que se fundan, oigamos á Benjamín Constant: “Los escritores del siglo XVII, dice Constant, ba- bían puesto muy en moda estas materias que son insolubles y ociosas. Hay, en la historia de todos los orígenes, hechos pri- mordiales cuya causa, así como la de la existencia, no debe bus- carso. . La existencia es un hecho que debe admitirse sin necesl- dad de explicarlo. Cualquiera tentativa de explicación nos in- clina á esta dificultad trivial y burlesca, pero que no por eso de- ja de provocar al raciocinio: ¿la gallina ha precedido al huevo, ó éste á aquélla? El único filósofo que se haya explicado con cor- dura sobre esta materia, es el que dijo: nosotros seguimos á los que nos preceden y precedemos á los que nos siguen. En la mis- ma razón está el modo de la existencia de cada una de las espe- cios de los seres, que el de la misma existencia. Este modo es también un hecho primordial y una ley de la naturaleza; los hombres religiosos pueden atribuirlo á la voluntad del Criador y los incrédulos á la necesidad; mas este hecho no es de modo alguno explicable, como lo son los otros fenómenos, por la suce- sión de las causas y de los efectos. “El hombre no es sociable porque sea débil, pues hay ani- males. mucho más débiles, que no lo son. No vive en sociedad porque haya calculado las ventajas que debía procurarie, puesto que, para calcularlas, hubiera sido preciso que conociese ya la so» ciedad: hay, en todo esto, círculo vicioso y petición de principio. 1 hombre es sociable porque es hombre, así como el lobo es in- sociable porque es lobo: tanto valía averiguar por qué el primero anda con dos piés y el segundo con cuatro”. Esta opinión no es verdadera, es un tanto materialista y pe- ligrosa. El hombre es un sér racional: puede y debe investigar todo lo que Dios ha dejado á la investigación y estudio: de otro modo, el hombre se confundiría con los brutos. Así como no es ocioso saber por qué hay pluralidad de niundos, diversidad de especies y familias entre los animales, diferentes géneros y cla- ses en los vegetales, y cualidades distintas en los diversos seres do la creación, así es indispensable saber si el hombre es sociable por naturaleza, y por qué existe la sociedad. La tión no es tampoco insoluble; pues la razón, dirigida por la lógica, nos conduce, muy fácil y prontamente, al perfecto - conocimiento de muestro origen y de la condición de sociables: ya lo hemos visto en las dos lecciones anteriores. Pero, aun cuan- do no bastara la razón para que el hombre conociese su naturale- za, su origen, sus cualidades principales y su modo de ser social, la revelación nos lo ha dicho todo en el Génesis ó gran libro de la creación. La revelación no choca con la razón: es conforme con ella; es, digamos con más propiedad, su complemento. Ningén pueblo ha podido prescindir de ella, y por eso la vemos en todos ellos, aunque en algunos extraviáda, incompleta y hasta absur- da, pero manifestando su conformidad con la razón, á pesar de $e o z 12 a los defectos que la separan de la Tuz sp del cristianismo. Los diferentes mitos que encontramos en la historia de los pueblos, para explicar su origen y sus principales épocas de renacimiento Ó progreso, ño sor más que traducciones más ó menos imperféc= tas de la verdad que Dios nos reveló por medio de Moisés, el más grande legislador delmundo. La creación por wr o Creador, la cuída ó degradación del hombre, la encarnación y la redención, el diluvio y separación posterior de los hombres, son hechos des- figurados en los diversos mitos, pero que atesti; guan la verdad de aquello mismo que han desfigurado. a in conocer el verdadero origen de la sociedad y del carác> ter sociable del hombre, hay que caer en ml y mil errores y con tradicciones, no sólo al estudiar la gran ciencia de la Legislación, sino también en el estudio de las demás ciencias, atínque sean las meramente naturales. Por falta de este estudio, algunos a blicistas han inventado diversos amentos sociales que e ducen á las más absiilos consecuencias. Si el hombre es socia- ble por pacto, como lo quieren Hobbes y Rousseau, puede no sus- crilir dicho paeto y sostener la guerra Sa con los demás LECCIÓN sa Derechos y deberes sociales universales. En las lecciones anteriores, hemos dicho que el hombre es sociable por naturaleza y por deber; hemos afirmado que la socie=. dad existe y que este hectro la sido constante, universal, inne- able. —Vamosá hablar de los deberes y derechos universales que sirven de base y fundamento á la sociedad, y sin los cuales ésta. perecería ó degeneraría hasta perder el objetivo á que se dirt; primero de estos deberes es el de veracidad; ds e. cimos que el hombre tiene el deber de hablar la y ortad; expresa- mOS y reconocemos a como corisecuencia Mamen de es- te deber, el derecho que los demás hombres y la sociedad tiene de que se les hable la verdad : en este deber hay por lo mismo un derecho. Haz el bien es el principio fundamental de la moral; por es-. te deber, estoy obligado á descar el bien á todos los hombres, Y como la verdad es un bien del entendimiento, tengo el deber — hablar la verdad, y los otros tienen el derecho de ex lgirme que les hable la verdad. El perfeccionamiento de la voluntad requiero igualmente la veracidad, el perfeccionamiento físico lo exige tam- bién; Lue ego, el hombre: debe: ser veraz para conseguir él mismo la perfección intelectual, moral y física, y para que la consigan los Jemás hombres. sociedad es la concordia de las inteligencias, voluntades iaa para la consecución del fin honesto á que está llamado el a y esta concordia sería imposible sin el deber de ser ve- De aquí se deduce que el deber de ser veraz, no sólo se hu imatitaldó en favor del individuo, sino también, y muy principal- mente, en favor y como fundamento de la socieda úl segundo de los deberes sociales universales - es el de la : honeilidad “de costumbres. El desorden de las pasiones es el gran- de obstáculo que impide el bien social é individnal; védase con este deber negativo todo lo que tiende á encender las] pasiones con exceso y desordenarlas para contrariar el fin honesto, á cuya con- secución deben contribuir. El honor, el amor y la ta son los tres deberes en que se resuelve el deber primordial de la ho- nestidad de costumbres. El honor esel tributo de nuestro nia dimiento con que acudimos á satisfacer la voluntad de los otros. Jl amor es el tributo de nuestra voluntad con que acudimos á sa- tisfacer la voluntad de los otros. La cortesía es el tributo de nuestros buenos modales con que satisfacemos á los demás hom- res, mo el amor que debemos á los demás se deriva de la iden- tidad do nuestra naturaleza, se deduce de esta premisa la conse- cuencia lógica del deber que tenemos de amar aun á nuestros ene- migos, puesto que, por serlo, no pierden la analogía de naturale- za. Mas, como el amor, permaneciendo en el fondo del corazón, no podría. ser conocido de los otros hombres, tiene necesidad de hacerse exterior y manifestarse por medio de los actos de bene- volencia y cortesanía; luego, éstos són también obligatorios, pero nuestros actos de cortesía deben corresponder á los que los otros nos conceden. - | tercero de los deberes universales es el de conservar la vi- da. La vida humana está sujeta á tres causas de ruina: el Seti Ana la agresión injusta y el natural descaecimiento de Juerzas. E ombre, lo hemos dicho ya, tiene deberes que, cumplir para con Dios, la patria, la humanidad y para consigo mismo: tiene obli- gación de procurar con todas sus fuerzas la consecución del fin honesto para el que fué criado; luego, no es dueño de su vida: si la corta, deja de cumplir los "deberes que le impuso el ida y se desvía del camino que le conduce al fin honesto. Aun abru- mado de trabajos y pesares, puede servir á los demás hombres de conveniente y útil modelo de paciencia y resignación: Job y Tobías nos manifiestan esta ver Que todo hombre tiene dexocho de conservar la vida que ha ro recibido de su Criador, y por consiguiente de preservarla de las embestidas que pueden destruírla, resulta con evidencia del de- ber individual de conservación: hay, pues, derecho para rechazar al injusto agresor, y aun de matarlo cuando no queda otro me- dio de preservar muestra vida. Si tenemos el deber de preservar nuestra vida del natural descaecimiento de fuerzas, tenemos derecho á los medios que impidan este descaecimiento; tenemos el derecho de propiedad, sin el cual el fruto del trabajo estaría á merced del más fuerte, con perjuicio del trabajador. El derecho exclusivo que tengo al fruto de mi trabajo, se llama dominio, es decir, necesidad; pero, como el trabajo se ejerce siempre sobre alguna cosa, se sigue que la propiedad es anterior al trabajo, de la cual éste es el medio de adquisición. Tengo el deber de conservarme: en virtud de este deber, ocupo sin perjuicio de otro un pedazo de terreno, lo des- cuajo, lo roturo, lo enltivo, lo riego, y eon estos hechos, no sólo yo gozo del fruto de mi trabajo, sino también los otros; porque, á-medida que la seguridad de mi propiedad y mis esfuerzos au- menta, aumenta también el producto; puedo por el cambio dar estos productos más baratos; luego, la propiedad es anterior al trabajo, y es útil y provechosa no sólo para mí, sino también pa- ra todos mis semejantes. - LECCIÓN 9% E A A A De la antoridad. El Génesis, los libros de los indios, los de los chinos, y gene- ralmente todas las historias que narran el origen del mundo y de los hombres, hablan de éstos como de seres perfectamente socia- les, pues los han encontrado viviendo en sociedad, donde quiera ¿ue se hayan hallado. El desenbrimiento del Nuevo Mundo con rmó esta verdad y la corrobora actualmente, pues los salvajes que ocupan los bosques, viven también en sociedad y se hallan sujetos á una autoridad más ó menos absoluta. Este hecho, es- tudiado en sus causas, ros manifiesta que en la esencia misma de hombre están el principio de asociación y el de autoridad; y los vemos en la concorde y necesaria tendencia que conduce á todo el género humano á un fin único. Fijemos ahora la vista en el hecho soctal, y consideremos un fenómeno que rorsstantemente o acampaña: en toda sociedad existe una autoridad, es decir, nna persona ó una asamblea en quien todos reconocen la potestad de obligar. Ahora sea doméstica, ahora sea política, civilizada Ó bárbara, legítima ó usurpadora, de seguro tiene una ó muchas cabezas; y esta cabeza ó esta asamblea que ejerce la autoridad, dirige á la multitud. Este es el hecho: vamos á explicarlo filo- > sóficamente. z - Si el hombre tiene el deber de llegar á un fin honesto y de p.m — (Y) — ayudar á los demás para que lleguen 4 él, es claro que se encuen- tra en el deber de sujetarse á todos los medios que le conduzcan al fin, y el primero de estos medios es unir, coordinar y utilizar todas las inteligencias; pues, como los hombres son' hibres é 1m- dependientes, piensan y quieren de diversos modos, y para que haya armonía en la sociedad y pueda ésta servir para la conse-. cución del fin honesto, es necesario que una inteligencia armon!- eo y ligue las inteligencias de los demás, usando de la autoridad para encarrilarlas cuando se desvían del fin honesto. Esta inte- higencia es el soberano, y esta fuerza es la autoridad: soberano y autoridad que también están sujetos al deber de procurar la con- secución del fin honesto de los asociados, y que nacen junto con la sociedad, pues jamás se han visto desunidos de és sta inteligencia coordinadora de las demás inteligencias existe en la multitud; pero tiene que actualizarse ó concretarse en un individuo ó en una sociedad que lleven el nombre de mo- narca; aristocracia, oligarquía ó república: la forma es indiferen- te al principio. Los que obadecen á esta inteligencia no son sier- vos, porque no trabajan para ella sino en provecho propio: ésta es la diferencia esencial entre la obediencia y la servidumbre. a existencia de la soberanía y de la autoridad como una necesidad, como un deber, se manifiesta aun en las sociedades particulares, pues no hay asociación científica, moral, industrial, agrícola ó mercantil que no elija un jefe ó directorio, una junta, un “comité”, como se dice hoy; esto mismo sucede aun en las asociaciones de mero placer, como los teatros, torneos, conciertos y bailes; todo lo cual manifiesta que la soberanía y la autoridad nacen de la naturaleza misma del hombre, ó, lo que es lo mismo, del deber que éste tiene de sujetarse á los medios que le conduz- can á su fin. | Lia soberanía y la autoridad vienen mediatamente de Dios; pero inmediatamente existen en la multitud, la cual tiende na- turalmente á elegir lo mejor, cuando se la deja libre de la fuerza bruta ó de la pasión. Este es el mejor resultado de la concien= cia recta é ilustrada: de aquí proviene la tendencia á elegir lo bueno, y verificar la elección por concurso ó por mayoría de su- fragios; de aquí resulta también la animad versión general cuando se eligen personas indignas. — Pero este derecho de elegir nace de la naturaleza, no de la convención, ó como dicen los discípulos de Rousseau, del pacto social. LECCIÓN 10* Soberanía. La soberanía es el derecho de mandar para conseguir el fin de la sociedad. El soberano manda para la felicidad de los aso- ciados; el señor manda para su propia conveniencia: hé aquí la diferencia entre la soberanía y el despotismo. Mbs El único verdaderamente soberano, dice Romanosi, es Dios, puos todos los demás tienen una autoridad limitada: por consi- guiente, toda soberanía viene de Dios, y el soberano temporal es sólo lugar teniente de Dios. Su derecho de mandar nace de la necesidad de armonizar, unir y utilizar las fuerzas é inteligencias de los asociados, para que éstos consigan ó lleguen al fin hones- to, para el cual fueron criados por el Supremo Hacedor rn rudimentario de todo gobierno, de todo pueblo, de toda tribu: a Historia y la razón lo prueban unánimemente. Muerto el pa- dre común que ejercía la autoridad en la familia, continúa la soberanía y la autoridad en los hermanos, ya en uno, en algu- nos, ó en todos. Esta pequeña sociedad, este gobierno en em- brión, llega más tarde á formar la tribu: así lo vemos en las hor- das salvajes de América y en las poblaciones nómades del Asia. » tribu crece y pasa á formar un pueblo, una nación, que es- tablece ó adopta una forma cualquiera de gobierno; pero más tarde, á medida de las necesidades, circunstancias y grado de moralidad, cultura é inteligencia, llegan estos pueblos á las for- mas mixtas más complicadas que conocemos: gobiernos repre- sentativos, ya sean con autoridad central ó decentral. Pero to- a sociedad tiende á ser gobernada por las mejores inteligen- cias, por los hombres de más valor, ó, cuando menos, por los más ricos. ste solo hecho destruye la teoría del pacto social, - soberanía, la autoridad existen por naturaleza, por deber. ay dos formas de Gobierno, la monárquica y la poliándrica: las demás son convinaciones más ó menos perfectas. La mejor forma de gobierno es aquella en que se consiguen más fácilmente las dos condiciones esenciales siguientes: unidad y eficacia. El gobiérno debe ser úno, para ser fuerte; y eficas, para cumplir con el deber de conducir á todos los asociados al fin honesto, á que tienen obligación de aspirar. Debe ser «no para aunar las inteligencias y lasfuerzas de los asociados, y eficaz para hacerlas útilos y productoras. Según esto, no puede asegurarse de un modo completamente afirmativo cuál es la forma de gobierno más perfecta; pues la monarquía tiende más á la unidad, pero en la república hay más eficacia. Más tarde examinaremos ls razón por que el legislalor tiene necesidad de estudiar las con- diciones físicas, morales é intelectuales de cada pueblo para adop tar esta 6 aquella forma de gobierno. Stuart Mill asegura que los pucblos atrasados deben empe- zar por establecer un gobierno despótico, para llegar al repre- sentativo cuando lo permita el mayor grado de cultura. Un pue- blo:utrasado, dice este publicista inglés, cuandosin seguir el orden y progresión que la naturaleza guarda en toda su economía, adop- ta la forma representativa, la desacredita porque no puede esta blecérla ni manejarla, : : Poda sociedad empieza por la familia; éste es el estado y confirma el principio que hemos sentado: la sociedad, la dd — il — +trimke observa que hay pueblos Ss la autoridal diri ge á la opinión pública, y otros donde ésta dirige á aquélla; y añade que en la América latina sucede lo primero, y en los L:- tados Unidos é Inglatera lo segundo. Los primeros, dice el estadista norteamericano, no son aptos para el gobierno repre- sentativo; los segundos consiguen con aquella forma grandes ventajas, porque Ta opinión pública, manifestadada por la pren- sa, ejerce un verdadero poder moderador que contiene á la au- toridad y aun al soberano dentro de los límites de lo justo. 'Taparelli asegura que las ciencias se cultivan y ; desenvuelven más en las monarquías; ; pruébanlo, dice, la Grecia en tiempo de Pericles, Roma en la época de Augusto, Francia en el reimado de Luis XIV, Prusia durante el gobierno de Federico el a y Rusia en el período de Pedro y en el de Catalina. Pero no de- hemos suscribir á esta opinión, porque las repúblicas limas de Grecia y Roma poseyeron también grandes inteligencias: ; Milcíades, Aristides, Temístocles, Esquilo, Demóstenes, Esqu- nes y otros mil, entre los griegos; Camilo, Fabio Máximo, los To, Cicerón, Virgilio, Horacio, Tito Livio y otros op Iaa entre los romanos; pues, aunque Virgilio, Horacio y Tito Livio brillaron en la época de Augusto, se educaron en la SOdeha e pudiendo decirse lo mismo de César y Pompeyo. Lntre los mo- dernos, las re úblicas italianas dieron sabios en casi todas las ciencias; la Francia, de Luis XIV no tuvo oradores políticos ni estadisiasy como los tuvo la república; y, si Napoleón pudo lle- var ¿ Egipto esa pléyade de sabios anticuarios y naturalistas, y coma ese consejo de sabios jurisconsultos y hombres: de Es tado, fué porque supo recoger y aunar las inteligencias que ha- bían nacido y educádose durante la república, cuanto á nosotros, sl contamos á Velas sco, Alcedo, Mal- donado, A Mallas Espejo y algunos más, durante la colonia; en los pocos Veo de república, tenemos á edo, Rocafuerte, García Moreno, el P. Solano, el P. Salcedo, Mo Riofrío, Espinosa, Miño, Villavicencio, Cuesta y otros muchos eruditos, historiado- res, jutiseonsultos, médicos, literatos y poetas de marca, que yi- ven todavía, y cuyos nombres 1o expresamos por no herir su modestia. ¡ Pero, aun cuando la historia no manifestara esta verdad, bas- ta considerar que un régimen en que el hombre goza de más se- gnridad, hbertad é independencia, un gobierno en que todas las ie toman parto, es más á propósito para desenvolverlas E eleva wlas (Continnmará). 4 pad CIENCIAS. OJEADA GENERAL SOBRE LA VEGETACIÓN ECUATORIANA, a y TITTTA ANTATT ñ ad g Do usj TOm TT 2... 3.0 Te PTE ul lo a La LO o A CATEDRÁTICO DE BOTÁNICA. (a) Al poner, hace pocos años, el pie en el suelo ecuatoriano, quedamos profundamente prendados del aspecto vigoroso y bri- lante, no menos que de la riquísima variedad de su vegetación. La afición que siempre hemos profesado al estudio de los vege- tales. nos estimuló desde luego á dedicar, á la investigación de £ su flora, todo el tiempo que ocupaciones más perentorias nos de- jaban libre. Además del halago que esta primorosa é intere- sante vegetación ejercía sobre nuestro ánimo, nos impulsó enér- vicamente á su estudio el ver el indigno olvido en que se la ha de- dado hasta el presente; pues bien puede afirmarse sin hesita- ción, que apenas habrá, en el continente americano, otro país cu- cuya veze'ación haya sido, hastaahora, tan descuidada como la del Ecuador. Para hallar plantas todavía no descritas ó al me- nos no conocidas como naturalas de este país, no es necesario subir á los nevados ó penetrar en nuestros bosques: en las inme- diaciones y aun en el recinto mismo de la capital, viven muchas de ellas. Los primeros conocimientos de alguna importancia que ha llamos registrados en los códigos de la ciencia, acerca de los ve- getales ecuatorianos, no datan de una época más remota que el principio de este siglo, y son debidos á los Sres. Humboldt y Bonpland, cuyos descubrimientos forman, aun hoy día, la base principal ó como el esqueleto de nuestra Flora. Pero, infeliz- mente, estos esclarecidos viajeros se detuvieron muy poco en nuestro país, y no visitaron de la provincia de Quito más que los alrededores de la capital y uno que otro de sus volcanes más in“e-esantos; por consiguiente, no pudieron dar de su vegetación sino ideas muy vagas y radimentarias. Juntamente con ellos vino también otro sabio, y éste americano, el ilustre cuanto 1- feliz Francisco José de Caldas, que en los años de 1801 á 805, recorrió las provincias de Ibarra, Quito, Latacunga, Cuenca y (a) El presente opúsculo fué publicado el año de 1874. Lo reproducimos ahora h Ss Eee y h ; eon muy pocas a E ; inteligencia de lo que se irá publicando en lo sucesivo. A ARS A así porque se ha hecho muy raro, como para facilitar la ds A NI A IÓ a e ; ; 1% Lója (a); mas el fruto de sus investigaciones quedó sepultado ns los acontecimientos políticos que cortaron tan prematura y astimosamente su preciosa existencia, o será desagradable á los ecuatorianos conocer el juicio de este sabio sobre la vege- tación de los Andes. cta pues, así: “¡Qué vegetación tan vi- gorosa, tan varia, tan nueva, la de la parte alta de la provin- cia de Quito! Mr. Bompland está asombrado de esta riqueza ina- gotable. Es imposible que lo vea todo este joven botánico, que va á desaparecer como un cometa. ¡Cuántas preciosidades de- a en nuestras manos! Las plantas del término de la nieve son E más bellas y más nuevas. ¿En qué lugar de la tierra hay tantas que se ión hasta este término como en Quito? Parece que ésta es la patria de las plantas raras. . . Los botánicos apo- nas conocen estas regiones: no las han visto sino rápidamento y en señaladas OCAsIones, de “Desde entonces, dice el Sr. Jámeson, hasta el año de 1894, pies tmltomo Las dal to- do descuidado, así que se le pudo llamar la tierra incógnita. Más tarde, habiendo penetrado en él algunos viajeros, pudimos con- seguir algún mayor conocimiento de su vegetación, €”. [c]. En- tre éstos, nombraremos al Sr. Ricardo Spruce y especialmente al Sr. Paodort Hártweg. Los descubrimientos de este último, publicados por el-Sr. Jo: orje Béntham en el año de 1839, dieron algo mieles luz so! r» nuestra flora. or es el mérito que, bajo este respecto, se grangeó el Sr. ns Jámeson. En su larga permanencia de s de años en Quito, en calidad de profesor de Botánica, exploró incansablemente nuestras arpas y colectó un gran número e plantas nuevas, las que envió á varios sabios de. Europa para sulclasificación. Fuera de ne en el año de 1865, empezó á ae blicar, en su Symopsis Plantarum Alquatoriensium, todas las pla tas que, hasta entonces, se conocían como naturales de este e ; Quedó empero esta obra incompleta, por haberse ausentado del Ecuador, después de haberla llevado hasta la Fam, de las Plan- tagíneas, siguiendo el procedimiento del Pródromo Candollano, Añadiremos también que la mayor parte de los Musgos ecuato- rianos, publicados por Guillermo Mitten en el año de 1869 (d), han sido aos r el Sr. Jámeson. (a) Contribuciones de+ Colombia, pág. sea y sig. (b) Semanario de la Nueva Granada, pág. 555. pe Synopsis Plantarum Aquato A pról Pe. - (8) Journal of the Linnezn Society, Botany, vol, 12, Musci Austro Áme- ricani. o las precedentes, á pesar de que nuestras investigaciones se ban limitado, hasta ahora, casi exclusivamente á la parte superior de la provincia de Quito, la cual, al mismo tiempo que es relati- vamente la más pobre, ha sido también la más explorada por los viajeros, que inmediatamente se han dirigido á la Capital. Así se podrá conjeturar, más bien que la riqueza vegetal de nuestra fora, lo poco que se ha hecho hasta el día y lo mucho que hay todavía que descubrir. Podemos decir que, hasta el pre- sente, sólo las cercanías de las principales ciudades y los montes de mayor altura han sido suficientemente explorados, y que el interior de las provincias y los bosques primitivos son casi ente- ramente desconocidos, especialmente los del inmenso territorio del Oriente (a). ¡Cuántas especies nuevas y endémicas queda. rán todavía ignoradas en esos bosques aun intactos, que sin exa- seración se pueden llamar mares vegetales, en las profundas que- bradas y en de ovillas de nuestros caudalosos ríos! Pero, ¿cómo descubrirlas, cómo estudiarlas todas? El sor nuestro territorio tan quebrado, lo enmarañado de los bosques, la falta de guías ex- perimentados, de medios de transporte y de víveres, la insalubri- dad de muchas regiones, el peligro por parte de los animales así feroces como venenosos, y otras mil dificultades desconocidas en Europa, oponen los obstáculos más poderosos al progreso de las ciencias naturales, y condenan al naturalista, por decirlo así, al suplicio de Tántalo. escribir esta breve lucubración, nada me es tan sensi- ble como los cortos límites en que debo encerrarme. - Mis conti- nuas ocupaciones y otros obstáculos no me han permitido explo- rar hasta ahora más que la parte superior de la cordillera occi- dental, muy poco de LES regiones Inferiores y de la cordillera oriental, que son precisamente las partes más ricas y menos co- nocidas. Verdades que, pura los sabios europeos, la vejeta- ción andina es quizá la más interesante, por tener mayor aña- logía con la de Peal sin embargo, considerando la cosa en sí misma, estoy convencido de que, como la vegetación alpina cons- tituye la parte científicamente más importante para los países europeos, así la de las regiones inferiores lo es para el nuestro; fuera de que ésta, con la multiplicidad más abundante, con la variedad más halagúeña, y con la magnificencia más encantado- rá, proporcionaría al escrito conceptos más variados y notables. Quédese este asuuto para tiempos más felices, en que á nuestros deseos asistan cireunstancias más favorables. A ara proceder, en lo que vamos á exponer, con mayor mé- todo y claridad, dirigiremos, desde lnego, nuestra consideración á las cireunstancias particulares del país, que al parecer tienen mayor influjo sobre su vegetación en general, para pesar des- o A E a A : PRA SLI CS AI RA ENE O (a) A y El Sr. R. Spruce se detuvo por algún tiempo en este territorio; pero los re- sultados de sus estudios 110 ban llegado hasta ahora á nuestro conocimiento. : - 5 pa pues á considerar la vegotación misma, sogún que se nos presen- ta en cada zona particular, Entre dichas cir cuustancias, pues, las más dignas de ponderación son: 1% la posición geográfica; 9% el elima; 39 las condici ¡ones del terreno; 4? el estado actuál de la. vegetación. A CIRCUNSTANCIAS LOCALES. oa 1. POSICIÓN ECUATORIAL.—Entre las condiciones ias les de nuestro páís, en relación con su vegeta ción, colocamos en primer lugar la posición geográfica ecuatorial, asi por el impor- UE tante c0n] junto de muchas otras que lleva consigo, como por ser. ésta uno de los privilegtos ES que participa con pocas regiones. sa línea equinoccial, pasando muy cerca de la Capital, le divido de modo que, de los ochos grados. de lidad, dos quedan en el hemisferio- boreal y seis en el austral. latitud que ocupa en la tóta- rimero, y acaso principal efecto de esta pon. es que el lí mite inferior de la nieve Da que puede considerarse aproximativamente como el superior de la vegetación, al monos. £ fanerógama, está con ligeras oscilaciones locales, á los - moe- tros, y por consiguiente. ála altura de la cumbre del Monte Blan- co en los Alpes, y cerca de 2000 metros más alto que el límite * de la vegetación en los Pirineos. Sobre esta enorme anchura, que no es sobrepujada sino por la de la grande cadena del Hima- laya y por algún punto de los próximos Andes peruanos, la ve- getación puede desplegar - una grandísima variedad de formas; pero, aunque esta variedad, sobre una misma área, fuese igual : al de la á la de la Europa central, sin embargo el número nuestra seria casi. el doble del de aquélla, siendo así que 1 an- chura de nuestra zona-vegetaiva es casi el son de la de Euro- pa Exten liendo, pues, nuestra comparación á los países más. oreales, hallamos que, á los 782 de latitud ca en la costa” S. Ó. del Spítzberg, el límite-de la.nieve permanente baja hasta el nivel del mar; con que la zona vegetativa os nula e. misferio austral, estos límitos son .tolaxía más $ redada” $e sigue de aquí que la: zona vegetativa o en nuestro país extensión vertical máxima, disminuyendo gradualmente haa: los polos; y por consiguiente, que en igua e circunstancias” y dentro de iguales límitos horizontales, posee er mayor número e formas. Otra consecnencia que se deriva de la misma posición geográ- fica y de la enormo altura de sus montes, es la de prestarse á toda: clase de vegetación. Para explicar este concepto, nos basta divi- dir hipotéticamente toda la zona vegetativa en tres zonas parcia= los, provistas cada una de temperatura y vegetación propias. La de ) Los grados de te fi á la escala centigrada ada y las ih didas tíneáles : se metro, cuando no se advierte lo contrario. 1 1ayor part rte de alba son on de bidas á los Srs. Drs. Alfonso Reiss y Guillermo Stiibel PAltoras tomadas en ida del Ecuador Y, Qado, 1871 y 1873). en ds” inferior, ps goza de la temperatura media de 25 4 302 e. (a), fo" % bas menta una vegetación vigorosa y colosal suficientemente carac erizada con el nombre de- vegetación tropical; la superior produce la enana sí, pero elegante, que vemos en los Alpes y en la ma— yor latitud en que pueda subsistir la vida vegetal; la intermedia tiene también formas relacionadas con la temperatura y demás condiciones que reinan en sus diversas alturas. De esta suerte, nuestro territorio encierra, en »u corto ámbito, las plantas de los climas más calientes | E de los más fríos, y mientras en sus vastas llanuras te las Palrcas, las Esictamíneas, las Aroídeas y otras semejantes, que Jos aficionados de Ara cultivan con tantos gastos y cuidados en sus estufas, sin poder ver, con todo eso, m en la vegetación el vigor, ní en las flores lu lozanía que despliega espontáneamente en nuestros bosques; allí arriba, entre las empinadas rocas y á lo largo de los arroyuelos en que se deslizan lentamente las nieves de los volcanes, crecen las que viven bajo las neberas de los Alpes, en la E roenlan- la y en las tiorras e cia cts, ¡Qué enlace tan raro e ad- r que o países que gozan de la misma posición, carecen dé re- giones tan elevadas como las del Ecuador, y consiguiente, aun de la vegetación Lt como casi t toda la umérica Central, En es emasiado olla, para que pao a E en ellas la deliéas da cuanto primorosa vegetación de nuestros llanos; y finalmen- te las tl occidentales del vecino Poet por la carencia de las Juyias periódicas, ofrecen más bien el aspecto estéril y desolado e un desierto privado de toda vegetación, que el de 1 una región tropical Sucesión de las Zonas. Las consideraciones que acabamos de exponer, nos manifiestan solamente cómo se juntan en nuestro territorio las tres grandes masas de vegetación: la de la zona tropical, la de la templada 2 la de la fría. Mas, examinando las eosas deteni mente, no será difícil convencernos de que las va- riaciones de las zonas (y, por consiguiente, aun de la vegetación) se paran en estos términos. Puede bastar para esto la obser- vación del Sr Humboldt, tan oportuna para nuestro objete como justa en sí misma, que en las regiones extratropicales, “Ta obliení- dad de los rayos solares y la duración desigual de los días aumen- tan en tan alto grado el calor del aire en las montañas, que muchas veces no puedo . percibirse diferencia alguna entro el ea- lor de la llanura y el que reina en 1500 m. de altura; y éste es e motivo por que muchas plantas crecen al pie de los : Alpes y so- bre su cumbre. Como han soportado los rigores del frio en lo llano durante el invierno, ae d6 sufrirán en los meses de oto- ño en las montaña. Por eso se ven también algunas plantas alpi- nas de los Pirineos en los valles inferiores. En nada tienen que w E h E A extrañar allí el calor, al cual tienen que estar sujetas por algunos meses en las mayores alturas. No sucede así entre los trópicos y particularmente en el Ecuador, en el vasto espacio de 4800 me- tros de extensión vertical, en donde, por la dirección perpendicu- lar de los rayos solares, la temperatura va aumentando progresl- vamente de arriba abajo, los climas se suceden como capas sobre- puestas unas á otras en cada una de las cuales la temperatura es casi constante y donde la presión atmosférica, el estado igroscópt- co del aire y su carga eléctrica siguen leyes inalterables, De se- mejante orden de cosas resulta que, como cada altura entre los “trópicos está sujeta á condiciones particulares, también ofrece producciones que varían según la naturaleza de estas circunstan- cias; y por eso enlos Andes de Quito, en una faja de 2000 metros se observa mayor variedad de formas que en una faja situada de igual modo en los declives de los Pirmeos €.” (a). Según esto, toda la zona vegetativa se puede dividir en muchas zonas parcia- les, cada una de las cuales posee su vegetación propia, que difie- re de la vegetación de las otras en proporción que difieren las demás circunstancias. : 2. DeL cimra.—Bajo este nombre, tomaremos aquí en consideración particularmente el calor y la humedad, que como dice Alfonso de Candolle son los dos poderosos moderadores de la vegetación. Y, por lo que hace al primero, baste decir que va- ría de modo en las dos extremidades de la zona vegetativa; que, mientras en la inferior la temperarura media llega en ciertas lo- calidades hasta 30? e. en la superior baja hasta permitir la exis- tencia de la nieve permanente: diferencia mayor que la que exls- te entre el verano de Bolonia [269,5] y el invierno de Berlín [09,3], entre cuyas ciudades median casi nueve grados de lati- tud; ó mejor, entre la del mes de Agosto en Mesina á los «diversas zonas y las varizciones á que dan lugar en la vegetación. Fácil es prever que dichas graduaciones termométricasson mucho más sensibles desde el límite de la parte selvosa hacta arríba, que «viceversa. Por 1) que hace á la humedad, fuera de las lluvias pe- riódicas, que le riegan tan copiosamente, posee nuestro país ríos caudalosos que le sirrcan, como es sabido, en todas direcciones, «y los arroyos que los forman son como las. artertas capilares que llevan la sangre á los miembros más periféricos del cuerpo animal. Así, éstos como aquélios contribuyen á fomentar la vegetación, ya inmediatamente con sus aguas, ya medianamen- te en virtud de sus emanaciones acuosas, que sirven para man- tener el equilibrio higroscópico de la atmósfera. - La parte sel- vosa es también otro manantial fecundo de la humedad atmos- férica: su vigorosa vegetación se puede considerar como un mo, derador de la evaporación. a (a, Senan. de la N. G. pág. 2607. + A dd — Las regiones superiores, que también por circunstancias 0s- -- peciales, son las más secas, se proveen de la conveniente hume- - dad por la condensación y precipitación de los vapores que se ele- E - , van de las inferiores. . Constancia de estas condiciones. Todavía más que las cir- eunstancias indicadas, contribuye á la multiplicidad, variedad y - lozanía de la vegetación su constancia ó poca variabilidad. ón enanto.al calor, aquí no se conocen más que dos estaciones, el invierno y:el verano; pero el sentido de estos hombres es bien - , diferente del que tienen en los países extratropicales, siendo así que no denotan sino estación más óÓ miénos llúviosa. La tem- peratara, lejos de bajar, asciende en el invierno por la mayor densidad de las capas atmosféricas y por la menor intensidad , de la evaporación. . En verano los vientos periódicos, más ó me- nos fuertes según las localidades, pero siempre más que en el im- vierno, hacen bajar la temperatura, asípor sí mismos, como por la irradiación noctuma, á la cual dan margén despejando el cielo. ¿ Este desquilibrio es, en general, de poca entidad para la vegeta- > , Í _ IS p Es E ción con excepción de las regiones superiores, en donde las es- _carchas nocturnas perjudican frecuentemente á los sembrados. : La duración siempre igual del día y de la noche, debida á la posición geográfica del país, contribaye á la constancia de la temperatura; y el estar la mayor parte del país enbrerto de bos- ques, sivve al misimo tiempo á la conservación del equilibrio tanto +t»rmomótrico como higroscópico, impidiendo que los rayos solares directos levanten considerablemente el calor de la superíicie te- rrestre durante el día, como también que ésta se enfríe por enér- .gica evaporación y por irradiación nocturna. Todas estas circunstancias, al mismo tiempo que son Ccons- ¡tantos en cada zona parcial, admiten graduaciones, especialmen- te la temperatura (como hemos dicho) entre una y otra zona, -dandp, como es evidente, de ésta manera, el mayor impulso á la variedad de la vegetación, determinando del modo más decisivo ¿la localización de cada especie dentro de los límites más angos- tos posibles. Siendo claro que, de las muchas zonas parciales, habrá siempre alguna que posea un número de circunstancias «Más proporcionadas á las exigencias fisiológicas de una ó más es- - pecies que las demás zonas; que, por consiguiente, se multipl ¿carán y desarrollarán en ella, bajo el continuo y poderoso influjo .de las circunstancias favorables que allí encuentran; de modo que, poco á poco, predominarán sobre las que, por ser hechas pa- ra otras zonas, no pueden multiplicarse n1 desarrollarse en ésta con la misma energía, por el constante inftujo de causas poeo lar yorablesy así, éstas, Ó acabarán por ser excluídas del todo, 0, lo que comunmente sucede, formarán un elemento secundario en las zonas próximas á la propia, desapareciendo paulatinamente en las más remotas de ella, En realidad, apenas se podrá citar algán ejemplo de plantas alpinas que se hallon todavía en ts A A A ON A A RO E a T a ii ás —bh— regiones inferiores, como oa con cd frecuencia en Eu- ropa. Luego, la: localización * y Ta multiplicidad de las especies es un fenómeno debido, á la posteión ecuatorial, y á la persisten- cia de las condiciones de nuestro territorio. - 3. NATURALEZA Y ESTRUOTURA DEL TERRENO, —XNo doja- remos de hacer, en este lugar, me ción de la diversa. cesto 0 de los terreños ' de esté país, cualquiera que sea la importancia ue se le quiera atribuir sobre la vegetación. - Desde las orillas del Pacífico hasta el pie de la Cordillera, predominan los terre- nos sedimentarios, es decir, el eretáceo, terciario, y cuaternario y, entre éstos, las calizas, ar CnÍSCAs y arena suelta; pero éstas están frecuentemente * por espacios bastante considerables, cubiertas con depósitos alirriales, arrastrados Hor los ríos desde las regiones superiores. Todo esto está cruzado en muchos puntos por rocas verdes de origen eruptivo, las"que se muestran más desarrolladas «sobre las laderas exteriores de los Andes, alguna vez hasta lu al- tura de los páramos, en donde'se hallan tambión sedimentos q ¿Quos y pizarras pr iméfivas,+ La región superior, desde Colombia hasta Riobamba, se compone de tobas rolcánicas. qua aa adas, de andesitas y laras andesíticas. + Desde Riobamba mota Loza (parto poco explorada geológicamente (a) y le que no pescan .en el pre esente eserto) parece constar de rocas anti- ¿guias evuptivas y pizarrosas, y de algunos terrenos Sosiliferos del pe- ríodo secundario. De todo lo:cual podemos concluir que los te- rrenos silíceos son los predominan, así en su masa origta- ria, como en los depósitos alayindes amontonados en-las regiones inferiores. Después de éstos, vienen los calcáreos. ya menciona- dos; los demás merecen poca e en. las. localidades á que, en el presente escrito, nos - limitamos.: El estado de estos elementos es, ya de rocas sólidas y petrosas, ya de toba más ú Menos compacta, ya de arena más -Ó menos gruesa y suelta, co- ¿mo ceniza volcánica ó rapilliz'ó como depósitos aluviales. Sería contra el objeto de las presentes nociones detenernos en los por- menores de los vegotalés de:cada terreno; más .importante nos. 3 poros para compr render las variaciones dela y vegetación, aun de A as zonas particulares, fijarnos en la irregularidad grande de la superficie terrestro, especialmente en ki.parte media y superior. Destrozado nuestro país de mil maneras por los más yl iolentos y .dintumnos volcanes qué quizá ha habido, está-aquí recorrido por montes y valles, lomas y que radas, recas y pehascos ahnlanza- os en el aire; tolo lo cual, así como contribuye -á dificultar las investigacionos, facilita la moultipl icidad delos productos en.ca- * da zona partquiess y hace 508 los vezetales propios. de zonas .. £uentemente m diversas, e junten en la.amsmas , ¡¡Cuánt veces las Arde y las. TEscitaniónvas pueden. renple tar. de 29.4 (a) 1 E el Sr. Dr. Medoro wolf ha. E ún esti Hor especia! de los re pr esta da veánse los FP, Edd LE neos po e Ro, epriblie y ia L5e está de: de Dro, 1879. — 86 — modo hasta las regiones selvosas más elevadas, y las de la supe- > rior extenderse hasta muy abajo en lugares aislados y de ven- tilación activa! Las primeras hallan en las quebradas el calor y la humedal de los llanos inferiores, por la concentración de los rayos solares y por la lentitnd de la evaporación de tales sitios; las segundas encuentran la temperatura de los puntos superiores por la ventilación, con que pueden, hasta cierto punto, compen- sar también la ligereza de la columna aérea que reina en aquéllos, la cual, facilitando la evaporación, influye al propio tiempo en el movimiento y cambio de las savias y de los gases en su orga- nismo. sE ! : 4. ESTADO NATURAL DE LA VEGETACIÓN.—Me permitiré lla- mar la atención sobre otra cirennstancia que contribuye mucho al mismo fin de hacer más variada la vegetación, que es el esta- do natural en que se halla todavía la mayor parte de nuestro país, 3l cultivo se dirige de suyo á cuidar y fomentar la multiplica- ción y el desarrollo de las especies útiles y á destruir las quee agricultor cree inútiles ó dañosas para su objeto económico, lo que lleva á cabo, ya directamente, arrojando estas últimas de su área natural, desarraigándolas, quemándolas, 6%., ya indirecta- mente; reduciendo así el terreno, como también la atmósfera á un estado poco proporcionado á sus exigencias fisiológicas. El «desmonte de los bosques, el desecamiento de las ciénagas y de las lagunas, el encajonamiento de los ríos y semejantes labores agtícolas, tienen por necesaria consecuencia la de acabar con muchas aan ó, al menos, eliminarlas de los territorios cul- tivados y de enteros países. Las plantas herbáceas, especialmen- te anuas ó rizomatosas, pueden más facilmente sustraerse á tal «desastre, así por sus menores proporciones, que las ponen en es- tado de eludir las diligencias del cultivador ó de ser por él des- cuidadas, como también por el breve espacio de tiempo de que necesitan para propagarse; pero las leñosas, y especialmente los árboles, se hallan casi imposibilitadas de evitar su exterminio, á no ser que puedan halagar el ánimo del colono con alguna utili- dad práctica, ó bien retirándose, casi en voluntario destierro, á los barrancos inaccesibles al cultivo. Recorriendo la Flora de la Huropa central hallamos apenas quince familias que poseen es- pecies árboreas, y estas son tales que se recomiendan, ó por sus maderas, como las Coníferas y las Cupuliferas, Ó por sus frutos como varias Rosáreas y Aurantiáceas: poquísimas se encuentran que no ofrezcan, ya la una, ya la otra ventaja, lo que apenas Ss€ | puede creer que se verificaria en el estado natural. Entre nos- otros, pues, esta consecuencia sería tanto más fatal é inevitable, - por ser las especies tanto más localizadas ó limitadas á menores. áreas, y porque muchas entre ellas no podrían granjearse bajo ningún aspecto el ánimo avariento del agricultor. | expuesto podrá bastar para dar una idea general de las oe circunstancias geográficas, físicas y climatológicas de nuestro t A A A O A LA AR A e nd ALAS A E E E 4 3 E e rritorio, de las cualos depende en gran parte su vegetación. Pa- saremos ahora á ocuparnos inmediatamente en ella. Echando. una mirada general sobre toda la zona vegetativa que, como que- da dicho, tiene la extensión media de 4800 metros, se advierte, desde luego, que hay en ella dos partes muy sensiblemente dis- tintas: la inferior cubierta, hasta el límite medio de 3300 m., de selvas muy densas y frondosas; y la superior, que desde ese lí- mite sube hasta el de la nieve permanente y carece en general de vegetación arbórea. Considerando, pues, la parte selvosa, halla- remos, aun dentro de sus límites, diferencias bastante marcadas para poderla subdividir en zonas secundarias. La inferior, po blada por una ve retación robusta y primorosa, no podrá confun- dirse jamás con la superior, formada principalmente por arbus- tos enredados con zarzas y bejucos, y mezclados con árbol: s de tronto enano, vegetación macilenta y forma raquítica. En lain- termedia, predominan todavía plantas arbóreas, de proporciones tanto más aventajadas cuanto más se acercan á la inteion: Así, su afinidad, como la distinción de la una y de la otra, se mani- fiesta más bien en la diversidad de los tipos. Según esto, podría- mos dividir toda la zona selvosa: 12 en Tropical; 2% Subtropi- cal; 32 Subandina. La andina tiene también dos regiones suf- cientemente caracterizadas. La inferior resultá de gramas den- sas y elevadas, con las que se unen también arbustos singenesios Gynoxis, Baccharis) y melastomáceos (Miconia, Chaetogastra). a superior es la patria de los Culcicios, de las Drabas, de las Eudemas, 87. Estas divisiones difieren poco ó nada de las que, rio y bajo nombres algo diferentes, propuso el Sr. Ebum- t. : (Continuará). x_— ——— e > ——___—_— MEDICINA. OBSERVACIONES MÉDICAS. POR EL SR, DR. MIGUEL EGAS, CateDRÁTICO DE MeDICcINA LrGsL É MiciEnE PÚBLICA, Aunque no nos sea permitido asegurar que en todos los Tn- gares de la República reina una constante primavera, preciso es convenir en que la mayor parte de nuestras ciudades y aldeas ira disfrutan casi siempre de las ventajas propias de un tennera- mento sano y agradable; pues que, á excepción de algunos pue- blos de la costa y de los valles del interior en los que dominan las calenturas intermitentes, los demás llaman la atención del via-' Jero, ya por la pureza del arre que en ellos se respira, ya por es- tar srl del calor excesivo del estío y del rigor del invierno, * A medida que ascendemos de las playas bañadas por el Pa- tos: á las bellísimas mesetas que forman nuestras cordilleras, advertimos que mejora más y más la salubridad del clima; tan-- to que en los sitios elevados nunca se desarrollan esas enferme-- dades malignas que, de tiempo en tiempo, vienen á diézmar las £ poblaciones colocadas á las ovillas del. mar, junto á los grandes rios. De aquí se infiere que las. probabilidades en favor de la longebidad deben ser mayores en los lugares que ocupan las fal- das de las montañas, sin que, por esto,.se crea que faltan ejem= plos de vida ddátoda en los pueblos litorales, puesto que en unos y otros ha habido personas cuya existencia se ha prolonz zado” pe 3 más de un siglo, Con tado, es indispensable confesar. -que algunos de nues- lugares fríos tienen el grave inconveniente de no acomodarse á la “complexión de los individuos pocos robustos, que cuentan más. de cincuenta años de edad. as perturbaciones de la divestión, * los achaques de las vías its y las irregularidades de las funciones secretorias. componen el cuadro patológico, que debe es- tudiar con-preferencia el médico encargado de asistir á las per- sonas sexagenarias, sin olvidar que la traslación de éstas á un valle de-temperamento suave auxiliaría poderosamente la acción” de los medicamentos. . Aleunos Ancianos, persuadidos de que ha: bajado la temperztura del y país, atribuyen á esta causa Imagina- ria lo que, en realidad, proviene de las modificaciones que han padece a en su organización; por efecto del frío y de los años. en savido es que, en igualdad de circ: .. las loca- da inclinadas hacia el oriente, como la de Quito, gozan de mayor salubridad que las que tienen una situación a sin embargo, no se ha de suponer que sean malsanas las que miran hacia el occidente ó á otro punto cardinal cualquiera; pues nadio ignora que son de clima apetecible los lugares que, á semejanza de la ciudad de Otavalo, oc co valles no muy bajos, y ligera- mente inclinados hacia el n A pesar de la bonteñidad del clima de la capital, se desarro- llan con tal frecuencia las enfermedades catarrales, que si bien son leves por lo común, pueden considerarse cora o endémicas de nuestro país. En efecto, basta que una persona se e xponga do improviso ála acción del viento, en aquello os días en que la at- mósfera está húmeda y fría, para que se sienta acometida de coriza ó tos, y á veces de pluritis y clon Si por desgracia estas últimas enfermedades se repiten 4 menudo, y duran por iucho tiempo, tomando un carácter pass suelen. ocasional, | | a a E no solamente el estorbo de la respiración, sino también la dilata- ción de los bronquios y la dificultad de la circulación, dificultad que no tarda en acarrear ciertas alteraciones orgánicas del co- razón, Según esto, es facil explicar la formación de los edemas 6 hidropesías concomitantes de la mayor parte de las enfermeda- des que sobrevienen en la estación de os lluvias; puesto que, á más de los obstáculos que dichas alteraciones oponen al movi- miento de los liquidos, llega entonces á suprimirse, casi en el todo, la transpiración cutánea, y queda cegada, por decirlo así, una de las más poderosas fuentes de excreción y depuración. : os principales medios profilácticos que debieran. eieples: las personas de constitución delicada, para no ser víctimas de los accidentes indicados, pudieran reducirse al uso de bebidas diafo- réticas y de camisetas de lana, y al cuidado de precaver toda im- presión causada por las variaciones súbitas de temperatura, es].2- cialmente después de haber comido. En seguida de las afecciones catarrales, hay que nombrar las que tienen su asiento en el hígado, ya porque se las observa con mucha frecuencia, ya porque importa descubrir sus verda- leras causas, á fin de que el tratamiento curativo sea más seguro y eficaz. Aparte de la influencia que ejercen, en la producción de esta clase de enfermedades, la falta de pt a] en la cir- culación, las perturbaciones de la digestión, el uso inmoderado de las bebidas estimulantes 6%,, contribuye también á su desa- rrollo, y tal vez más de lo que se crea, la costumbre muy común entre nosotros de ir á los baños de agua fría dos ó tres horas an- tes de que nazca el sol, permanecer en ellos por largo tiempo y estorbar después toda reacción hacia la piel, entregándose inme- diatamente á trabajos sedentarios ó quedando en la más com- pleta inacción. Para que tales baños fuesen menos nocivos, se- ría menester que se procurase una reacción útil hacia al exterior del cuerpo, por medio del paseo ó de movimientos musculares extensos y capaces de impedir la acumulación de la sangre en las vísceras principales, tal como el hígado; pues conviene saber que el olvido de este precepto higiénico puede ocasionar acciden- tes de gravedad, y particularmente los que se fijan en este órga- no, aun cuando el baño sea de corta duración. Después de los equinoecios, y en especial del de marzo, apa- recen algunas fiebres de carácter tifoideo, que, desarrollándose de una manera esporádica, no respetan edad, sexo ni tempera- mento; puesto que tan luego se las ve acometer á muchos indi- viduos de la misma familia y de hábitos semejantes, como inva- dir á varias personas de distinta complexión y de diversas cos- tumbres, burlando casi siempre la sagacidad del médico que tra- ta de oponer un dique al enrso que ellas siguen, en virtud de la causa oculta que les dió origen. Estas fiebres presentan, es ver- dad, síntomas no muy graves, pero exigen un tratamiento bien a dirigido para que la convalecencia sea pronta y feliz. 5 Asimismo se ha observado un fenómeno morboso quie, si no es raro por su aparición, no deja de serlo por el erecido número de individuos en quienes se presenta, sobre todo entre los niños: hablamos de la enfermedad conocida con el nombre de esecarlati- na, y que el vulgo confunde con el sarampión. Su curación, en los casos leves, se obtiene por medio del abrigo y de los medica- mentos sudoríficos; mas las complicaciones no pueden ser reme- diadas sino por un profesor experimentado. cies En ciertos pueblos de la provincia de Cuenca, dominan de tal modo las enfermedades vermiculares y cutáneas, que sería de suma importancia el descubrimiento de las causas que las enger- ran: Para no proceder vagamente en esta clase de investiga- ciones, convendría fijar la atención, respecto de Jas primeras, en el uso diario que suele hacerse de los alimentos harinosos y fe- culentos, y respecto de las segundas, en las circunstancias pe- culiares que contribuyen á turbar la función secretoria de la piel. Los moradores de dichos pueblos que, por negocios de comercio, emprenden marchas fatigosas por caminos. os de 1105, CU- yas aguas son demasiado frías si se las compara con la tempera- tura media de la atmósfera, se ven obligados á atravesar estas aguas, estando con el cuerpo cubierto de sudor; y prosiguen su marcha, repitiendo el mismo acto de imprudencia en cuantos ríos encuentran en el tránsito. De aquí proviene que la trans- piración cutánea cesa repentinamente y varias veces, dando ori- gen, con semejante desorden, á una multitud de enfermedades eruptivas. Quizá pudiera también explicarse, por la misma cau- sa, el hecho notable de que, en esta provincia, sean tan frecuen- tes los casos de elefancia; y, para que-tal teoría no pareciese en extremo aventurada, convendría llamar en su apoyo las observa- * ciones que, de tiempo atrás, atestiguan que en otros lugares, como Ambato é Ibarra, en que la temperatura de sus.aguas tam- poco está en relación con la del ambiente, se ven de continuo ab gunos individuos atacados de lepra leonina. E - Los habitantes de las provincias de Guayaquil, Manabí y Esmeraldas son acometidos de calenturas intermitentes, disen- terías y tétanos. Esta última enfermedad, conocida en el país con el nombre harto significativo de pasmo de arco, suele atri- buírse principalmente á la impresión causada por-el agua ó e aire frío, cuando el cuerpo está caliente ó ha recibido alguna he- rida. Las disenterías son á veces de carácter maligno, y depen- den en gran parte del estado asténico de las vías digestivas y. del uso de alimentos de difícil digestión. En cuanto á la causa oca- sional de las fiebres intermitentes, han dicho algunos, que pu- diera hallarse en los vapores que se lavantan del Pacífico, y son arrastrados por las corrientes de aire que se dirigen hasta el cen- tro de los valles interandinos, siguiendo las abras por donde co- rren los ríos tributarios de aquel que, por su desagie en el mar, > ofrece fácil il á dichas corrientes; mas esta hipótesis, por ingeniosa que sea, no alcanza á exp icar todos los hechos, ni da razón del carácter peculiar de estas enfermedades, cuya curación se obtiene casi siempre á beneficio de las preparaciones de quina. Tales son, en general, las enfermedades que más de ordina- rio se presentan en el territorio de la República, y las causas de que, al parecer, proceden. AD AA Estado del Hospital de San Juan de Dios, en el mes de marzo de 1883, HOSPITAL CIVIL. Dopartamento de hombres ; ENTRADAS. A 38 Entran desde aba? del meso a 92 TO A de 180 ALIDAS. Li 72 MIEDOS. => a A AN 21 TU 93 EXISTENCIA, EJuStcn td 87 Ham ¡ana ná - Daz E Reha O DE 10 9rSS. ENTRADAS. Cuan BETO del mes. di do a 67 atras desde ela? del mes... 3 p< 00. 3 A A 143 SALIDAS. Cunidis o e A MEP. A e 13 A A 78 EXISTENCIA. METE ESTA MA 65 HOSPITAL MILITAR. ENTRADAS. stare 19 debmen Poo os A -S6 - Entran desde el 1%... id A 73 A O 159 SALIDAS. : idos. e A A eo. Muros O 2 A o 94 EXISTENCIA. E E OS. o 20 HOSPITAL DE MUJERES. Ta Ñ mé T idanartamenta Ja | Na! nterna de « Va iS Gila des e - SALA DS LA VIRGEN, Á CARGO DEL DOCTOR JOSÉ MARÍA CÁRDENAS. (2) MOVIMIENTO DE ENFERMAS, EN EL MES DE MARZO DE 1883. E ENTRADAS. Existían el 11 debes... om O 31 3 Entran desde el 19 del mes. 332 no... on SI-3 IA , FTotak > 2 NE E 88 SALIDAS. Curadasi eo A 26 (a) Muy e desear sería que los Sres. Alumnos Internos, con la dp esmero que el Sr. 1). Manuel A. Espinosa, nos comunicasen, cada mes, el est tado de sus respeciivas siids. == HS Convalecientes... ¿2 Muertas 2. o EXISTENCIA, Existen LEDO... 3... CUADRO sinóptico de las enfermedades que se han sala, durante el mes de marzo, 0 36 presentado en la ul Ys E $S |.o É 3 sE 2 Ea 3 3 pes 3 2 ENFERMEDADES. =” = ESy sE o < E Y z AS A = E ER ES ER O O a 8 ne| = |2 Estomatitis AS a E IO = 1 Catarro seo del estómago..-...-- |] 1 [oso] ..---. A 1 ia api dci SRA IU A A I PA E Cata estinal agudo ES Eclr 1 pee 2 e id. CrÓMICO---...-..- a 3 8 regias E E E A 3 4 I o I 9 e a NO a 2 po Z ongestión hepática . 2 ol a 7 Heeos A AS o A O A 7 1 1 teria grav A ñas AR 1 1 ld... ca. is 1 O A A 1 Pulmonía..- A Mes A E 1 2 Pleure A A A sE I I TiSIS PUÍmonar-.:.-... es Lota , 1 2 Tos ferina os A ES 2 a Pa 2 Bronquitis crónica Fa AR RE aaa Po 2 Metritis crónica... 2d ds Pa Ed AO 1 a 1 Ia. gu a EA Loki. A de Metrorragia.-.- Se. a A O da Cáncer uterino 1 a OR e z Lesión pia del :corazón > 2 A ES DA E Apoplegí rebral A a a a pu A TO AA, =D 2 1 caiplegia A A eo id So 2 ¿Cura I A - ad I a E A E E Pa ¡PEA E: E 1 Epilepsia, As A A y I aa 1 E A RO A 1 A O Ae 1 Mática ER A Aa ad 1 Reumatismo articular agudo........ 1 ld O ÓN i 100 re A E E bars dk Monoartribis.. o iii AA 2 A O a E 2 Ficbre intermitente Ac -- e AS E Es 2 Id. mitente 2 E ae A 2 Id. ástri ER 4 A A 4 A A O 3 A RO A Clorosi y E A, 1 A 1 Flegmón ilíaco. 1 a e a ES r ER Lp... 3 SO Manuel A. Espinosa, Alumno Interno del Hospital de San Juan de: Dios. — 4 — LITERATURA. CANTO ML OTOP ALL, POR EL SR. D. QUINTILIANO SANCHEZ. A Juan Abel Echeverría. Id E A , A orillas del torrente ue mis plantas rocía con la espuma, En el brazo apoyada mi cabeza, Ante a Na inmensidad que abruma. Mi embebecida mente, Jal COTOPAXI, tu grandeza allá, lejana, entre la densa aa Alzarse miro tu encendida frente. ¡ Viene la inspiración! el pecho mío Se agita en noble aliento, Y cruza el pensamiento Las nítidas regiones del vacío, ¿ Quién coronó tu cumbre Con diadema de lumbre? ¿Quién dió á tu voz el trueno, Que en tus cavernas cóncavas retumba Y tiene al mundo de apa lleno? ¿Hiros acaso gigantesca tum De los genios del mal? E encendido Al soplo de Satán, da eulpado Y en su orgullo vencido, De Sabaot huyendo la presencia, Cayó del alto cielo derribado? Tal vez, en su demencia, , Al hundirse confuso en el averno, Rompió al través, rugiendo, tus entrañas; Y allí dejó ese fuego sempiterno - En que terrible y cárdeno te bañas. ¡Quién me > diera, anhelante, Tu origen penetrar, ver el instante — 95 — de ue tu vasta ae estremecida En brazos del gigant “ué en tus áureos don sacudida /* ¿Qué mano poderosa Después tu blanca copa reluciente Arrancó estrepit sa, Y la arrojó á las sierras del Oriente? Abrióse el ancho cráter: lnengo y ronco Fué tu primer bramido, Espantoso, profundo, Cual será triste y bro De nación en nación perentido. El estertor postrero de este mundo. - Desde entonces tu fuego, En lenguas mil lanzado á los espacios; Torres formando y fálgidos SS Se esparce sin soslego. Ya se dibujan cetros y coronas, Que el soplar de los vientos desvanece; 'a náda un buque con o lonas, Ya sibilante sierpe se apare Y se forja doquier la Peto Las visiones del Ei y la alegría. El sol reverberante. Sobre tí esparce su cabello de oro; La nieve rutilante 'Te cobija, cual manto de diamante; Reina la calma, aquiétase la esfera, Y se oye el himno del solemne coro Que, entre purpúreas nubes, Elevan al Señor almos querubes. Así brillar se viera Tu cima plateada Cuando al al fiat de Dios, desde la nada Te levantaste airoso, Y, admirable coloso, o asentaste en la andina cordillera Deslumbras y sublimas En éxtasis el alma, Mientras luces hérmosól mientra animas a soledad con resplandor, y cálnia La llama sus furores. Coronado de suaves epica», Dor tus níveas plantas Cual o alcázar te levantas; ES AN Y, si en serena noche te contemplo, Altar pareces de infinito PEmplO: Mas negro, de repent Te vela en torno Ln a celajo: Des saparece el seductor paisa T, en un rojo demonio transformado, Espantador, Se Mas fiero y ensaña Cual si te alzaras són hundir la ds Anuncias sólo destrucción y guerr Desde tu rojo cráter, con horrendo Y repetido estruendo, Surgen montañas de humo que arrebatan Su claridad al sol; los huracanes Furibundos dilatan El mudo espanto á los remotos montes; Los anchos horizontes De lobreguez se cubren, y los manes Del escondido averno ! En tu voz oyen la del Juez Eterno. Como rita a enormes ascos encendidas, n rudos estampidos, Eni innúmeros átomos deshechos, Jue las arenas de la mar rermedan; Cubren valles y prados, Y cabañas y techos. Los hombres espantados Alzan á tí los ojos; su bravura Olvidando las fieras, se guarecen En lejana espesura; Al oírte los Ándes se estremecen, Y el Genio de lo grande te proclama Enhiesto monte de perenne fama. El Etna (*), á cuyo acento. Tiembla Trinacria pálida; el Vesuvio, Que lanza de cenizas un diluvio, Y sepulta al momento Populosas ciuda des; Hoy escombros y vastas soledades; ¿Qués son en tu A EN a intremere on Murmure Trinacriam, et coclum ii fumo. ; Virgilio —£Encida. Lib. LLL. — 1 — Sino pobre eminencia El uno, el otro miserablo altura, Que one te rinden con pavura? Pú, rey de los volcanes Atalaya de la iva del: Pi Que convirtió ¿ Sodoma en lago hirviente; 'Tá, fragua de diabólicos titanes, Más admirable CS más sublime, Terriblemente be Eres el monstruo en cuya frento el sello Dios de su gloria y su justicia imprime. ¡Y eres nuncio de muerte! De Viracocha el vaticinio aci go, | "Tú, COTOPAXI, recordar hiciste, Cuando la vez primera ($). "To inflamaste como hórrida Quiero, Y, velándote triste Rovelaste á'los Incas el amago; Mientras las rodas naves españolas, Do muertes jay! preñadas y Je estrago, Surcar osaron las ignotas olas. Llegó soberbia, en sangulinoso carro, La Dorta letal: su centellante Mirada, aliento le prestó á Pizarro; La espada fulminante Blandió en mayor pt yan Y fué placer la aaa da En sangre tinto, el Manto del augusto ) Juro gimiendo, el inclito monarca ictima fué de vencedor injusto. Cuanto encierra el imperio De plata y oro altísimos veneros, Cuanto en su seno abare El Cuzco y la opulenta iietoadtés, ¡Ay! no sació la sed e los iberos. | Le indianos guerrer Al estampido “del fusil, “el ra Mirar creyendo, en Eapido desmayo Pavoridos rodaron: la cue Del español sangrienta Je muerte se apacionta, Y el sol trémulo brillo (*) Primera erupción en 1532. (*) 1533 e Sóbre sanguíneo lago: tristemente, En crespones densísimos y etado, Parece que indignado Huye veloz. atrás del occidente. medidos como Tr robles Que en la selva aterró cierzo inclémento, Yacen los indios míseros, y el campo Cruza, en la noche, moribundo lampo.. Sed insaciable de ánimos innobles, oro fué srueldad y Ad a luto y quebrarrt 2 doquier la hispua muehodiámbre. Falo ! para: llorar tant ta á los ojos la la Historia se asombra nel los fieros opresoros nombra - ¿Qué de constancia p pudo? Defiende patria y- divelud Sedella: Rumiñahui feroz; pero, sañudo, nunclas, COTOPAXI, el fin tremendo E los hijos del Sol, con nuevo estruendo yes as huestes, turba das, caps eron como ovejas desteniladis (+8): Y triunfó Viracoeha, y en tu altura Se vió su sombra escuálida, gigante, Que, entre la nube oscura : anzó un gemido y se peana al mstante. NA A a De entonces espantable, Con perpetuo bramar, siempre mcansable, Haces temblar el Ecuador; inspiras Admiración, horzor, sólo á tu nombre, Cuando ascienden tus llamas en espiras Y alumbran sn su luz el firmamento, Y rojizas y be Agrupadas del E Forman peana al sol y las estrellas, pe se postra de entusiasmo el hombre! , si hórrido amenazas made el tronar de cien cañones, tus rocas y broñas despedazas, Palpitan de terror los corazones, Y en la llanura yerma y solitaria Se eleva melancólica plegaria. (**) Bulla de Tiocajas. a Mi E A A o (*) 1877. == YY sua Yo te miré inflamarte (*) Doblando tu aplad y ondas de lava Tender á toda La tierra cod en estupor estaba, en el caos amaga Hosco y denso Ena globos errantes Por el aire asomaron fulgurantes. Oíte aterrado con llorosos ojos, Súbito ví los cielos anublarse, Y parecióme el mundo desquiciarse, Y rodar al vacío, hecho coo. Ss Mares de azufre y lodo, En férvidos randalós : Arrasaron colinas y a 5 tus peñas volaron en pavesas, Y en desusado modo Clamaron dondequier los animales, tus hondos bramidos Fueron del Carchi al Macará: plañidos” De muerte discurrieron las montañas; Las olas tras las olas, por extrañas Veredas, rompen cauces corrompidos, . El Napo y el a PUEDA. ] Llevaron al Atlan El fuego de tus Pagiass o A Y el Esmeraldas, turbio. y. resonante, e Pagó tributo de mayores aguas - Al cerúleo Pacífico distante. Aunel valle, aia die ceniz Largas memorias de ng conserva; Él o crece aún la ye Ni benéfica ura: fecundiza Y0l campo desolado: Rómpese allí la reja del de Si el labrador en su afanar portía... Junto á un peñón tajado, 20 Como lecho mortuorio, le ds. 6 Desolación ER es O a a lastim: Y el Genio del dele dede e Hépocnto : Bosque, responde con gemir funesto. También á tí te llegará el destino En la postrera destrucción del mundo, — 100 — Cuando, al mandato de Jehová divino, Con rebramar insólito iracundo, Estalles en pedazos: tus eternas Bases gimiendo en su eje diamantino, Se abrirán tus cavernas; 'Tus entrañas de fue Se mostrarán; cruel E Brumará á los morta Asombrados mirando ae males. Mas hoy daba, por fin: nunca el viajero A contemplar se para el lastímero Montón de enormes restos, . Y la mirada fije, y triste diga: : ““Aquéstos son, ne Los destrozos del mon te pondéroso Que asoló el Ecuador”; y silenetoso, Y suspirando su camino siga. Heraldo antes de gloria Que de exterminio y muerte, tu flot anto Ignea columna hasta el Edén dilata; Y tu manto de plata, Cual pabellón conticadó de E Muestra de Dios la gran a e => corona real, Poste La noche alumbren arreboles dé oro; Y orgullo sé, y decor o, Y alto portento de la Patria mía. - Fatigado del canto, | Yo, entre la grama, dejaré mi hra; , al són del aura tibia que suspira, Deseansaré entre ES Durmiendo dulcemen Al arrullo del agna dele torrente. =$ = BOLETIN UNIVERSITARIO Estado de la Universidad de Quito, en el mes de marzo de 1083, Rector, Se. Dr. Camilo Puna: Vicerrector. BD colón Egas. Secretario. Sr. Dr. Manuel Baca M. Prosecretario. Sr. D. Emilio Guarderas. Bibliotecario. Sr. Dr. Carlos Uasares. Colector. Decano. SD Tio Tobar. FACULTAD DE JURISPRUDENCIA. Sr. Dr. Julio B. Enríquez. CÁTEDRAS. PROFESORES. Sr. Dr. Carlos Casares Juande D. Campuzano. . AE ” yaho BM. Enriquez. + .¿-.-. y Elias E » o» Luis Flipe O rias Civil Romano, Espa- ñol y P Derecho Eclesiástico Público y Tv le a Constitucional y Ad- ministrativa; Derecho Interna- cion Legislació n; Economta Política Deurecho Comercial; Práctica del Derecho W FACULTAD DE CIENCIAS. Decano. Sr. Dr. José María Troya. AÑOS. PROFESORES, CÁTEDRAS. . Matemáticas. qe Se. Dr, qe us eS OS Física, SS OR ] Herrera... -:3 ¡ Química Inorgánica y Analítica. 20 ss oe: Hd as Química o, 8 Fisiológica. Abelardo Egas.... 48 O R. P. Luis “Sodiro, S. + A Bor a E Geodesia ES constracción de caminos. ; uitec FACULTAD DE MEDICINA, Decano. Sr. Dr. Rafael Rodríguez Maldonado. AÑOS. PROFESORES, | CÁTEDRAS, Es Sr. Dr. José D. Echeverría, Ána se se 27 » » Nicolás Egas Fisiología é Higiene Privada. qe » 1» José María Cárdenas. - gs General, subt gía y Ana- joa Eat 42 » » Rafael Rodrí íguez M. erapénti y Materia Médica. E ES » D. José María Vivar. a e cología. qe » Dr, Florentino Uribe. As Interna. 52 y 6 » » Ezequiel Muñoz. Cirugía y ricia, 6? >» »» Miguel a, Medicina al é Higiene Pública FACULTAD DE LETRAS. (») PROFESORES, -: CÁTEDRAS. A Sr. Dr. Luis Antonio Salazar........... Lengua y Literatura Inglesa. «+ D. Manuel María Pólit, E Lengua y Literatura Francesa. (*) Por un decreto inconsulto y absurdo, el e E 1880, instrumento ser- vil del ad Veintimilla, | -mandó establecer la Facu e Letras en los colegios Racionales. Por ahora, e: Supremo Gobierno aia] a poi las cátedras. de idiomas extranjeros. E —103— CONSEJO GENERAL DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA. Acta de la sesión del 20 de febrero de 1883, Se abrió la sesión con el Rector, que la presidió, los Sres, Decanos de las Facultades de Jurisprudencia, Medicina y Cien- cias naturales y el R. P. Rector del Colegio de San Gabriel. Se leyó el acta de la sesión anterior, con el objeto de que el Consejo general se impuslese de los asuntos que en ella se ha. bían tratado. Se procedió en seguida á la organización de la Junta de Universidad, y antes de elegir las personas que debían componerla, observó el Sr. Rector.que, aun cuando hasta ahora habían sido miembros de dicha Junta los Decanos de las Faecul- tades, sería más zonveniente nombrar un profesor por cada Fa- cultad; puesto que los Decanos son miembros del Consejo Grene- ral de Instrucción Pública, tienen que presidir sus respectivas Facultades y desempeñar muchas otras comisiones que los tienen ya demasiado" recargados de ocupaciones y deberes. Aprobada la opinión del Sr... Rector, se procedió á la elección de los Sres. profesores que debían componer la Junta Universitaria, y resul. aron legalmente elegidos: el Sr. Dr. Carlos Casares por la Fa- -cultad de Jurisprudencia, el Sr. Dr. Ezequiel Muñoz por la de Medecina, y el Sr. Dr. Abelardo Egas por la de Ciencias. En seguida, propuso el Sr. Rector la fundación de un pe- riódico oficial de la Universidad, que debería intitularse “Anales de la Universidad”, en el cual se publicarían todos los actos universitarios, el resultado de los exámenes, el estado de la ense- ñanza, los trabajos de los profesores y de los alumnos 63.; adu- ciendo, en apoyo de esta proposición, que una revista semejanto, además de aumentar la vitalidad ilustre de la Universidad, se- ría de grande estímulo y provecho para los jóvenes, y presentaría vasto campo á la inteligencia y laboriosidad de los profesores, que contarían con un medio de divulgar y dar utilidad práctica á sus importantes trabajos. Después de una prolongada discusión sobre este proyecto, se aceptó la idea y se nombró una comisión, com- puesta de los Sres. Dres. Camilo Ponce, Julio B. Enríquez y Rafael Rodríguez Maldonado, para que trabajasen, y presenta- sen en la próxima sesión, un proyecto de acuerdo reglamentario de la publicación que se trataba de fundar, Pisulmónte, el R. P. Rector del Colegio de San Gabriel pi- dió que el Consejo Greneral designara el tiempo, en que debían recibirse los exámenes en dicho Colegio; expomendo, en apoyo de esta solicitud, que en el art. 112 de la Ley Orgánica de al ción Pública de 1880 estaba en plena contradicción eon la libertad ( os, que sería muy gravoso tener que reunir á los profe- — 104 — sores cada. vez que los estudiantes quieran dar sus exámenes, y que con, tal motivo había consultado al Sr. Ministro de lo Late- rior, quien resolvió que tada tres meses se admitieran exámenes por diez días ifsacutivos. Se mandó buscar en el archivo de la Secretaría la nota á que aludía el KR. P. Rector, para decidir, en vista de ella, sobre el particular. No habiendo otro asunto e n qué Ociparse, por no estar to- davía entregado ni Aoejado olsratiso deb onsejo General, se levantó la sesión. — El Presidente, Camilo Ponce. EL Secreta- rio, Manuel Buca M, Ácta de la sesión del 17 de marzo de 1883. Se abrió bajo la presidencia del H. Sr. Ministro de lo Inte- rior, Relaciones Exteriores é Instrucción Pública, Dr. José Mo- esto Espinosa, y con asistencia de los.Sr. Delegado del Sr. Ar- zobispo, Prebendado Juan de D. Campuzano; Director General de Instrucción Pública, poda. da González Suárez; Rector de la Universidad, Dr. € once; Rector del Colegio Nacional, R. P. Lorenzo , nia S:J.; y los Decanos de las Facultades Dres. Julio B. Enríquez, Rafael Rodríguez Mal- o y José María Troya. Leída y aprobada el acta de la sesión anterior, dióse cuenta: 1? De una nota del pao de lo Interior por la cual se q que el Timo. y «Sr. Arzobispo ha nombrado al Sr. Preb. Dr. Juan de D. peta delegado suyo para repre- sentar de en las sesiones del Consejo Greneral;—se “mandó archi- va 2 Del siguiente proyecto de dcuerdo, po Ses. o Camilo Ponce, Julio B, Enríquez y Rafael ps drí- guez Maldonado, en cumplimiento he A comisión que, para ese efecto, recibieron en Ja sesión anter] quí el tenias Discutidos separadamente cada uno de los artículos de este acuerdo, fueron aprobados sin ninguna modificaci 32 De-una solicitud del Sr, Y al María , A que pi- de la devolución de los certificados, que había presentado á fin de obtener la declaratoria de aptitud para el grado de Bachiller en E da :—se accedió á lo solicitado; o De un oficio del Ministerio. de lo Interior 6 Instrucción P blica, con otro acjunto, en que él Rector de la Corporación Universitaria de Cuenca pide que se resuelva Jo que se estimo de justicia, acerca del pago de los sueldos deeengndos po or el fina- do Dr. D. Mariano Cueva en el servicio del Restárado de dicha corporación; —resultando que era punto que el Consejo había co- nocido y É tutlado ya, en una de las sesiones anteriores, se amunidó : : e le E tienda; : — 105 — comunicar la salón! .. dictada en contestación á la nota del er Rect 59D nota diFigida por él Sy. M. Abelardo Egás que renuncia el obraaendo de miembro de la Junta Universita- ria;—se le admitió la renuncia, y en su lugar fué elegido E Dr. Manuel La aULUCA; en. cu suelya cuál de las dos institutoras debe conservar la propiedad de la escuela expresada;—se mandó pasar original al tor Gre- neral para: qu, en uso de las atribuciones legales, resuelva la con- o De una nota del Dr. Darío Echeverría, que ofrece esta» blecer gratuitamente una escuela práctica de anatomía, ayuda- do por los Sres. J. Joaquín Pólit, Luis A. Terán y Juan J. ¿gúes, que, también, se comprometen. á prestar sus servicios. sin remuneración alguna; solicitando que se obtenga. sólo' del Su-' premo Gobierno la cantidad in dispensable para el pago de un sir- viente,, y, para los gastos que. requieren las preparaciones -cada- véricas;—resolyióse que se eleve original al Supremo Gobierno el expresado. oficio, con informe fayoroble de parte del Consejo; 89 El Sr. Dr. Troya solicitó que el Consejo disponga, que el Bibliotecario Nacional satisfaga, á la Biblioteca de la. Facul: tad de Ciencias, la cuarta parte que la ley señala del producto de las contribuciones establecidas en favor de la Biblioteca Na- cional, y que se nombre un bibliotecario que cuide en lo sucesi- vo de la recaudación é A bs esa renta, y de la. conserva- ción de los li lr cuanto _primero, se qe cando que se pida un informe al Dr. Fran ticós Ti ijón, Bibliotecario Nacional;. y en cuanto á lo segundo, que la misma ld: de Ciencias elija uno, de sus miembros para desempeñar el cargo de Bibliotecario; Finalmente, el Sr. o de la Universidad hizo. presente que convendría que el Consejo General dictase algún acuerdo con el objeto de contribui r, por su parte, á solemnizar la celebración del Centenario de Bolívar que se aproxima maba ya; —acept tada la in- depa nombró el Consejo al mismo Rector y al Dr. Rafael Ro- dri Taldónado. para que, en la próxima sesión, presentaran un io para convocar en toda la República un concurso lite-: rario. Con lo que, no habiendo otro asunto, se levantó la sesión. El e sidente, J. Modesto Espinosa. E Secretario, Manuel Baca h , Ji ACUERDO sobre la fundación de los “Anales de la Universidad de Quito”. El Consejo General de Instrucción Pública ACUERDA: 19 Fúndase un periódico oficial de la Universidad, destinado al fomento de la instrucción pública, en todos sus grados, y que se publicará, cada mes en entregas de cincuenta páginas, más Ó menos, con el título de “Anales de la Universidad de Quito, Pe- riódico Oficial de la Universidad, destinado al fomento de la ins- trucción pública y al cultivo de las ciencias y las letras en el Ecuador”; ) Ea 2% El material que cada número contenga estará dividido en las secciones siguientes : 1. Ciencias y Literatura; 11. Leyes, decretos y resoluciones relacionadas con la instrucción pública; IT. Actas y acuerdos del Consejo General, Junta y Facultades universitarias; IV. Boletín de Instrucción Pública; 2 Para suministrar el material necesario á esta publicación, las Facultades establecidas en la Universidad designarán, los meses, un profesor de su seno, y un alumno de los que cur san las ciencias propias de la Facultad, á fin de que escriban una memoria ó dcortación sobre el tema que elija el mismo nombrado ó que la Facultad señale; y si, á Juicio de ésta, me- recieren ser publicadas dichas disertaciones, serán enviadas al Rector por el respectivo Decano, para que sean insertadas en los **Anales”: 40 El Rector se dirigirá á los escritores más notables del » como para este objeto no los “Anales”, á uba suseripción general de todas las personas — 107 — INVITACIÓN. República del Ecuador.—Rectorado de la Universidad.— Quito, á 4 de Abril de 1883. Señor: —El Consejo General de Instrucción Pública, por un acuerdo, cuya copia va adjunta á esta comunicación, ha creado una revista mensual con el título de “Anales de la Universidad de Quito”. Sería desconocer la ilustrada penetración de Ud. el dete- nerse á enumerar los poderosos motivos que han movido al Con- sejo á esta fundación, y los importantes y elevados fines que con ella se propone alcanzar. recabe de ella el honor y provecho que, más que nunca le son necesarios, ha ereído el Consejo que, á más de la obligada cooperación de las es Universitarias, debía ar á en el hr y me ha impuesto, en mi calidad de Rector de la Uni- j o el grato deber de dirigirme, entre otros muchos Seño- res, á Ud. en solicitud de su importante colaboración á los es”, 4 Si, como lo espero, acoge Ud. favorablomente esta invita— ción, se ha de seryir dirigirme directamente á mí ó al Señor Ma- nuel María Pólit, encargado de la edición de los “Anales”, los trabajos literarios ó científicos con los que contribuya Ud. al sostenimiento y buen crédito de la enunci vista. on e de respetuosa estimación, soy de Ud. atento y 5. S. Camilo Ponce. CONTESTACIONES. Quito, Abril 9 de 1883.—Señor Rector de la Universidad. — Presente. Señor: Contesto á su respetable oficio de 4 del presente, expresándo- UB lo mi profundo reconocimiento, por la bondad con que se ha ser- vido contarme entre los escritores que pueden ocupar, con las producciones de su ingenio, las columnas de la interesante ro- vista que ha fundado y seguirá dando á luz la calta 7: digna Corporación presidida por Dd... or onocedor del escaso, mérito literario de, cuanto compone mi humildo pluma, declinaría, sin falsa modestia la. honra con que. Ud. mo favorece; pero es tan vehemente. mi, gmor al pro- greso de las Letras Ecuatorianas, que cuantas yeces no “ne loy1m- pidan mis ocupaciones actuales, contribuiré con algo que, á lo menos, sirva para que los lectores de los “Anales” juzguen con más acierto. de la belleza de otras obras, tomando. como punto de comparación lás mías. EA De Ud. muy atento agradecido y:obsecuente DO en Luis AA ps La Liria, 8 de Abril de 1883.—Señor Rector de, la Uni- versidad de Quito. 4 : E c+ El los y A - 0 : A ja s YN > 5 4 ES ae Qu o E es oa, nd =< pá 5 2 o S porque es prueba. do valiosísima distinción; y, á pesar de mi edad qEA Ls ; h $5 4 A mo me hallo, á propender én cuanto me sea posi y Progreso de la Patria. mole? ; Mi colaboración tendrá por objeto principal la agricultura, tan atrasada entre nosotros, y á enyo estudio práctico me he con; traído casl1 exclusivamente en los últimos años, ¡ Dios: quiera o esfuerzos finales de mi vida sean útiles á mis compar trio Con sentimientos de respetuosa estimación, soy de Ud. Se- ñor Rector, atento y $. $. ba ' ) Nicolás Martínez. OFICIO AL DIRECTOR GENERAL DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA. . Ecuador.—Presidencia del Consejo General de Instrueción Pública.—Quito, 12 de Abril de 1883. io Señor Director General de Instrucción Pública: : El Consejo General de Instrucción Pública, en su sesión 3 de — 109 — 9 del presente, tomó en consideración la consulta propuesta por US. sobre “si un maestro de primeras letras tiene derecho. á pe- dir que se le traslade á otra escuela, cuando ha obtenido ya una en propiedad”; y, vistas las Aisposiciones legales relacionadas con el punto consultado, tuvo á vien resolver “que el Subdirector. de estudios, en yirtud de sus atri huciones, puede, trasladará un,maes- tro que posee una escuela en propiedad á otra que se encuentre vacante, siempre que razones de interés público aconsejen la tras- lación, sin que, esto de desecho ás JAS pst ás Cxigir! seme- jantos eo a E Lo ue tengo á á. honra, csi á, US., en contestación á su cstimablo oficio Ein e fecha Y 9 del id CRIS Lo doriotobs Cumio Pone vemo 07 0 ACUERDO . A SOBRE LA CELEBR ACIÓN DEL CENTEN ARIO DE BOLÍVAR. (pr) Consejo Gehoral-de Iastrucción Pública, decealalís por su parte, contribuir á solemnizar el día 24 de Julio del presente año, CENTENARIO DEL LIBERTADOR D. SIMÓN BOLÍVAR, TAGUERDA:/.1 7 1? Se abre un concurso literario de composiciones en prosa y en verso, sobre asuntos referentes al LIBERTADOR 22 Son invitados á este concurso todos' los literatos de la República; 3? Todos los concurrentes remitirán, hasta el 15 de Julio, .al Sr. Rector de la Universidad de Quito, dos pliegos cerrados que contengan, el uno la composición literaria, sin firma, pero con una marca ó seña determinada; el otro, lós nombres y ape- llido del autor, con expresión del Jugar de su nacimiento y domi- cilio. El primer pliego llevará escrito sobre la cubierta la. pala- bra Emporición el segundo: la palabra .Autor y además a mar- C 42 El 15 de Julio, quedará cerrado s Concurso, y ie si- mente día el Sr. Rector presentará al Consejo de Instrdoción ública todos los pliegos que hubiere recibido; 5% El Consejo, sin abrir dichos pliegos, conservará los que contencen los nombres, y entregará los de las composiciones á dos misiones, compuestas cada cual de tres miembros, elegidos: por E =4 Para que los Sres, que deseen tomar parte en el concurso, tengan el tiempo se publ ica este dea “antes o el acta de la respectiva sesión, la .cual saldrá en el número siguiente dé los “Analés” =Mo= el Consejo, la una para juzgar los trabajos en prosa, y la otra, las poesías; pudiendo, sin embargo, elegirse tan sólo una comi- sión ; 62 El 20 de Julio, presentará cada comisión su juicio crítico acerca de los trabajos que se hayan sometido á su examen, ex- presando los que merezcan el premio y las menciones honorífi- 7 72 El autor de la poesía que merezca el premio, recibirá co- mo tal una lira de oro, que lleve grabados el nombre del LIBER- TADOR y la fecha del CENTENARIO. El premio para la mejor composición en prosa será una palma de oro, que lleve igual- mente grabados el mismo nombre y fecha; ; 8% Las comisiones determinarán el número: de menciones honoríficas que deban concederse; 99 El día del CENTENARIO, se proclamará solemnemente el juicio de las comisiones; se abrirán los pliegos que encierran los nombres de los autores premiados ó mencionados, y se E rán los demás; se adjudicarán los premios y, en fin, se leerán, por el propio autor ó por otra persona nombrada al efecto, las composiciones que hayan obtenido premio ó mención honorífica; 102 Se publicarán, en los “Anales de la Universidad de Quito”, las composiciones que merecieren algún premio ó men- ción honorífica. JUNTA UNIVERSITARIA. Acta de la sesión del 24 de Febrero de 1883. Reunidos en el local de sesiones los miembros de la Junta de Gobierno de la Universidad de Quito: Sr. Dr. Camilo Ponce, Rector, Dr. Carlos Casares y Dr. Ezequiel Muñoz; se dió cuenta de una solicitud del Sr. Colector D. Julio Tobar en que presen: ta los fiadores para el desempeño de su cargo; la Junta estimó suficiente la fianza y resolvió que debían hacerse reconocer Ju- dicialmente las firmas de los que la escribían. En seguida se acordó y dispuso que el Sr. Bibliotecario debía presentar una fianza de mil pesos, para responder por las cosas de su cargo. En E asarla al Sr. Dr. Carlos Casares, para que 1 A Puesta en discusión una reclamación de la Sra. Natalia Mon- salve, viuda de Angulo, sobre una cantidad que asegura deber la Universidad á la testamentaría de su esposo, se resolvió que A NN — 111 — la peticionaria justifique su derecho y que en la hijuela diviso- ria de los bienes del finado Sr. Dr. Angulo, le ha cabido ese eré- dito. Habiéndose tratado sobre si debían abrirse las matrículas y recibirse los exámenes de los estudiantes que quisieren presen- tarlos, el infrascrito recibió orden de fijar un aviso que declare abiertas las matrículas; y, en cuanto á lo segundo, se determinó que era de competencia dal Consejo General de Instrucción Pú- ica. Fué leída, aunque no aprobada, la última acta de la anterior Junta Universitaria. e leyó una comunicación del Sr. Ministro de lo Interior suales para los gastos de la Universidad. Se acordó contestar dando E gracias por el interés que manifiesta el Gobierno Pro- visional por la Instrucción Pública. Se mandó que el Colector presente el presupuesto do los gas- tos que sean indispensables. e dispuso también que el mismo Señor presente la cuenta de lo que se les adelantaba á los Sres. profesores por sueldos. No habiendo otra cosa, se levantó la sesión. Se aprobó esta acta con las modificaciones siguientes: —1* Nómbrense los profesores que concurrieron:-2* La H. Junta Uni- versitaria resolvió que la Sra. Monsalve no sólo justifique su de- recho sino también que haga constar que, en la hijuela diviso- ria, le tocó por su parte la expresada deuda de la Universidad. El Rector, C. Ponce.—El Secretario, Manuel Baca M. A A FACULTAD DE JURISPRUDENCIA. Acta de la sesiom del 12 de Febrero de 1883. Concurrieron los Sres. Dres. Campuzano, Borja, Enríquez, Ca- saros, Laso y el Sr. Rector que presidió. edió al nombramiento de Decano de la Facultad y, habiéndose hecho la elección por votación nominal, resultó legal- mente elegido el Sr. Dr. Julio B. Enríquez. Con esto se levantó la sesión, El Rector, Camilo Poncc.—El Secretario, Manuel Baca M. e == 0 ¡FACULTAD DE CIENCIAS. esta Acta de Ta sesión del 12 de Febrero de 1883. +0 Asisticron los Sres: Dres. Troya, Egas Abelardo, Cárdenas Lino y Herrera; los que, presididos por el Sr. Rector, procedie= ron á la elección de Decano, y por votación nominal, resultó electo! el Sto DriFosé'María Troyar o oconpnia ao 3 No habiendo otro asunto en el despacho, se levantó la Sesión. E to El Rector, Céniilo Ponte.—El Socretario, Múñiel "Baca M. SAPO aorrriA a esa h , a : 4 E: iS “Lomo FACULTAD DE MEDICINA. > E á LA a RÍO al Acta de la sesión del'12 de febrero de 1883," > Presidió el Sr. Rector y concurrieron los Sres. Dres. Egás Miguel, Egas Nicolás, Rodríguez Rafael, Muñoz, Uribe, Cárde- nas José María y Vivar; procedieron al nombramiento de Deca- ] no de la Facultad do Medicina y, habiéndose hécho la” elección. ] por votación riominal, resultaron seis votos en favor del Br. Dr. Rafael Rodríguez Maldonado y dos por el Sr. Dr. Miguel Egas; | en virtud de lo' cual se declaró legalmente elegido el Sr. Dr. h dríguez; con lo que se levantó la sesión. EY Rector, Camilo Ponce.—El Secretario, Manu Baca M. Aéla de la sesión del 10 de Marzo de 1883. -* E o Á an ds ES LAA AA Y MALL US mM: el in ett Ilo ja e El Decano, +Rafael Rodríguez Maldonado. —El Secre DE: LA UNIVERSIDAD DE QUITO Ml PERIODICO OFICIAL DE LA UNIVERSIDAD, DESTINADO AL FOMENTO DE LA INSTRUCCION PUBLICA Y AL CULTIVO o A CIENCIAS Y LAS NUMERO HI —MAYO DE 1883 SEGUNDA EDICION CONTENIDO. A di ca TA, Reseña Histórica de la Universidad, por el Sr. Dr. |[ | Pablo Herrera. —Lecciones de E ed: rel Sr. Dr. 1H 0 as EAN oo. la Vegetación Ecuatoria- |] na, por el R. P. Luis Sodiro, S, J.—La Poesía Popular y A SN Universi- ñ "NUMERO HL MAYO. 1885. e RESEÑA HISTORICA ¿DE EA UNIVERSIDAD DE QUITO, POR EL SEÑOR DOCTOR PABLO HERRERA ( a ueción ). Si los rectores de la antigua Univisiaia de San Gregori M: or sus luces y, sobre todo. por sus EI P: eugtta de San JOaiil sirvió ele tiempo las cátedras A y fué Decano de la Universi Ene Pp. Pedro Lima se publicó un ds ó sermó eS en Quito con motivo del Prensa de : a P. Domingo de a pta! escribió un Rai 7 Divina. lunt , El P. Jua d fásda De caia El P. Gaspar Vivas A dee de Je más te tes teólog : la Univers idad de San Gregorio Magno;desempe: mi vnién los - noríficos ios: de E de Studios Y Rector de m8: mism | versida Mo pr rofesor Se A cología, Mo un tato De Uso el grs Medic. ElP. Velasco dice, con razón, que es te sabio jesuita d e es acia ala Universidad de San Gregorio, en los pr rime- > Diego e Lieña, natural de Loja. célebre Enea ó un curso s sobre: esta Cc E d, 3 iaa Es. de . E s e PE A tancisco, Abad y de Doña An Plaza de Copado DD. no de la gran sierva E cáitos ra, Hina Teresa de Jesús, no solamente dela Universidad, sino profesor de Artes y Prefecto de me 1P. Domín ngo de Aguinaga, catedrático de Filosofía, escri- ( en 1675 una obra intitulada De Divina Voluntate, y otra De Vir- El P. Andrés Junio, profesor de la misma Universidad de San regorio Magno, escribi ió en 1660 un tratado sobre igual materia. E Pp, Juan de Segovia escribió en 1665 un tratado De Actibus . Jamuario Antonio Garofalo, enseñó Teología Moral, desde es del siglo XVII hasta principios del XVIII. Existen tres obras ditas de este sabio jesuita: Tractalus de ió eS 1 tom. , De Peccatis, 1 tom. 42, De Ente parado e 8 Jacinto Basilio Morán de Butrón, pa a ula uil, - de Filosofía, escribió en eri un e + de Lógica, Física entario sobre los ocho libros as Fisica de de la Venerable Virgen Mariana de Jesús, y 3 E E 07 ¿gr de la provincia de Guaya- adrid en 1745. “A a de a es ron > un tratado: de : El P. Francisco Javier Aguilar esubió un curso Glosófico se- E n la mente de Aristóteles. E El P. Fernando Espinosa escribió un tratado intitulado: Aristo” E ula 1 tom. 3 Es Continuará de ARDA pa A - JURISPRUDENCIA. E APUNTES ' de PARA: Las. LECCIONES. ORALES DE LEGISLACION, E POR EL SEÑOR. DOCTOR ELIAS. LASO, - Cadudrático de Legislación Sa Economía Pol ítica. parelli¿ pero «Es cierto ps las dario libres no hacen á los hombemk tan perfectos, que no sean capaces de cometer ri errores en el ejercicio de las cana que se les cometen. Lo es igu ualme ue, bajo esa forma de dre los hombres pre con frecue: cia extraviados por las más gro: n pueden ir más allá de los límites « jan. La frase «soberanía del pue sujetas á la más fatal 7 falsa ietorpletación. segura base que antes; por cuan - sustituido á la Sas del poder hereditario, se supone algunas : ces que este nuevo poder posee atributos ilimitados, y que es bre para poa como quiera de los derechos de una parte de comunidad. Se ha repudiado el «derecho divino,» y ha nacid ! '0S. por eye erecho para cometer injusticias; dd que, tratándose del : , no habiendo poder que o autoridad sobre su volun la ne cesidad del a tiene el poda el derecho de obrar co an aquí jor concedidas muchas do, modo al las de todo un pueblo. que se ejecutan; pero aun el monarca más do á dejar que los individuos sean 1 libres es hasta « de qe la ró posición poa ser douinida; pe yO, enuncia de la base del- argumento, hacien- nción un incidente, en vez de un fundamento Intrí: n paso ds eo en el razonamiento con ¡ada prisa. Tas naciones qe er y Í temente (tal vez a ga 1 ita por sus malos hechos. 1 unas Veces por otras monte: en otras por el azote de las siones ios La Franc lr 1 le ión: hasta que al fin esos o fueron ellos mis xa Ema crap vo , a a 8 eyes que infringían las invariablemente te este so ha 5% A 18 il E] e. sE %n $ e o o o A :g A o a q] E o E So m q E: 5 «Pero To, es de qemsioi importancia el HEES de idades en consecuencia de los actos de los mero de personas oites son envueltas en los sufrimientos hat caen fs los culpables. «Pero, primero, ésta no es una respuesta al argumento, que afirma que los culpables son castigados más temprano ó más tarde. «Segundo, la misma circunstancia ocurre cuando se castiga á in dividuos privados. No podemos castigar con la muerte á ningún. hombre, sin afligir más ó menos á un número de personas que 1 podem 1 cidad de su familia y amigos. Este es el orden eros Providencia. Y está sin pe establecido así, porque sus casos, alguna sombra de vituperio ó reproche ay contr. tre no són abiertamente culpables, ó no han cometido una idéntica.» 3 El Libro de los 3 uetes ses 10s Cueto Libros de los Reyes en las Loa sean pu pee os, os castigados por la violación de. En e ¿EDROS de ia se encuentra la po a fe - la soberanía se halla limitada por la justicia, pues se do omni otentes. _Este absurdo continúa siendo en el l Ecua E FE - EA * a a: violencias que la g sent de Pond | tit t base justa tre ol sufragio pod la población. Uso en se la een a del Ge neral Flores. «iones s de Sila, el desenfreno de Máco y los litbucaros más e A á la razón; AN varo e Eee e Das tón y Ma rat; dic ley de de máximo; ed ho han violado todos los derechos n que ellos mismos pro: l mba aboliendo las comunidades. religiosas. Una de las asam- , e de la antigua Italia decretó la a pena de muerte contra los arte- soberanía no limitada por la justi dias el ejercicio de la lid dl solo las mayorías ent también una in e Boer Mill, después de pie ve ela el no es un derec nde deber, quiere que todos moy mo seres racio pecan Hench los mismos derechos y ies elos gi y por ser débiles, h sv más razón para prot debilida en a elección de os criminales, los que no saben leer y ese bir y lo han hecho. bancarrota. : A - gre y de dinero, deca tener. el derecho de saber por qué, y de a se escuche s ar reta Pe proyecto siguiente para dar voto á las iez mil ho - puso el (ato ntan idad indicado. LECCION 12% Acción de la autoridad. La acción de la autoridad, en las sociedades Jo formadas € de conducirlas ás A fin honesto, lo cual se consi in ral con el sobrena tural. sta a ue, confiada en la paz, anclaba tranqu o al ers eblo de ds tenas: «el proyecto de Temísto- el pu ueblo ateniense tu ció s está abi iga ho: - Propio edi y sociabilidadido los individo que sí6 aliperfecci namie: desenvolvimiento peo ad q y sua al dassccáilo físico div ca no dde más fuerzas que]las de los indiviz os DSi la E iaambl: es claro que debe a la fuerza de to= para proteger las de c Para api se vida y la propiedad, e necesidad de castigar. l derec o de castigar que tiene la socieda d no se deriva de la uti- d, del pacto social ni de la defensa; se funda en el peicoiló de ia: deber y expiac Si se derivara de de mtitidad; podía muchas veces no ser útil cas- gar, y sin embargo el orden moral se perturbaría, Po pune un crimen, tan por no ser útil castigarlo. Si la a iera otro objeto que la corrección, sería inútil castigar Mi 19 e e conducir a lo e de fens ella misma al fin Í on esto, den rden, egurarse, si 1e: de que ha cesado. E > r debe buscar en las penas t: tres grandes. y pri o di go del libro 7 2 de la Histo ria | versal. La STA pue Católica prohibió el suplicio de la cruz, ne DiÓ la marca en la frente, para no desfigurar, dijo, la imager 4. 6n0 e AA mento, aprobado por Augusto, y usado hasto poco en Inglaterra. fué reprobado cet por el Papa Nicolás en su carta á los Búlgaro E Hemos dicho que la sociedad tiene el dober de conservar e den social; luego, tiene el derecho de imponer la pena de m "Pero ésta debe limitarse á castigar aquellos dos Ae sin ser ver daderos delitos, o ue el individuo se prepara á los. Como esta autoridad es indefinida, hay necesidad de que agentes sean Pana de acreditada y jamás desmentida moralida y cordura. Todo lo que hemos apuntado A ed en esta lección, tudiaremos mejor en la parte penal. . dd ION: Arción: de la autoridad Otro de los deberes iia de la iotienal, P ción toda su ias 5 de las Taza ¿protes un alar piro Ale desigualdad socia, “dia de n por otro medio que no sea el de la unidad de religión. verdad, une fuertemente á os; y ni — 114 — de busca : En los países en que, por desgracia, los asociados tienen dife- rentes creencias, como en los Estados Unidos de América, que se for O verdad para hallarla, pero, una vez encontrada, no hay necesidad rla. l dido en los Estados Unidos con les mormones, álos cuales, á pesar de la libertad religiosa, los han perseguido y disuelto por la inmo- - ralidad que proclamaban. e demás, e proveniente de la emigración, en vez de útil, es perjudicial, cuan- «do el emigrante no se nacionaliza; pues entonces los extranjeros - forman una población heterogénea, transitoria y muchas veces in- moral, exigente y altanera: así ha sucedido en Buenos Aires > FePÓ. 1 an faltado algunos hombres ligeros ó corrompidos que han supuesto incompatible el catolicismo con la república; pero este Hd a ¡e - o po [a] [e] e [50] = po] > 19) * Qs 2054 po eN 0 (9) o pa un e |] r un = e) (9) +3 pa dera repúblic La libertad de cultos, dicen algunos, nace de la libertad de con- elencia. y ésta de la libertad de pensamiento: pues nadie puede po- 0 ner vallas á éste, que esuna operación :nmtracraneal, y por lo mismo libre é independiente de toda autoridad. Siendo falsa la premisa, die puede pensar aquello que no debe ejecutar: si yo no puedo —ASCSINAL, NO puedo tampoco alagar este pensamiento, pues tengo el _deber moral y religioso de desecharlo y borrarlo de mi entendi- miento y de mi voluntad. : Si el individuo, dicen otros, debe ser religioso, el Estado debe ser ateo. Pero el Estado ateo es imposi 1 A E gos cismát o constantemente á los pocos cató cos que viven en la Rusia; los cantones suizos luteranos miran tólicos; LECCION 142 Acción de la autoridad. ícomo la autoridad tiene que poner en acción sodas sus fue: Zas para garantizar á los asociados la persona y las creencias reli- giosas, así está obligada á emplear sus fuerzas para asegurar r la pr iedad. Los romanos, y podemos decir, generalmente todos ee no dieron á la propiedad otro origen que la fuerza: de este prin lo o consecuencia lógica la conquista, y la esc AEREA 3 í al la z io, y cayó, asi como cayeron con e osurdos. Én la edad media, la guerra constánte y ca los señores AS la ignorancia general y la co: e el ho estudi La porción de la stiraledd del Holabre es el único paa ue se debe tomar para la demostración del derecho.de En e ae cuando se dice: «el Pat tiene necesidad est ncia del derecho de propiedad, ya pe decir: «existe. 0.» a: y a de un : e y le pide justicia contra esta usurpación. Oti n éste tiene tamb e AEnEn ulto oren min universal, constante y prog gresivo. pac de lenso, CESA quiero: estas sensacio: pe »samiento, esta voluntad las encuentro en mí, y l is o 2 otro, siempre tenga! es e que me pertenecen si o por ed dr es rabaj chiles y Hina pr cia de estas primer modo a ere so 'ótro lo que hubiese pro odu Edo pe ro esto d ri poco, porque e e trabajando se viera privado del tro Sto de su rabajo, pronto dejaría de produc r, y querría también vivir de la fruta, caza Óó pesca que ebaEs $ ótro: en semejante estado, to. dos perecerían. de De la desigualdad de las ciega nace la in de las fortunas: en el estado natural, el que ás robusto y más inteli- sto se Pe aun en ho arguye su justicia; pero re nace una Pdo ego que consiste en los bienes | de este mundo, menos adherida á su sér, pero más respetable, SE la segunda de su trabajo: y, porlo mismo que está menos adh da á su sér, necesita ser rg eiii por la sociedad, pa- ro de p r el fruto de sus esfuerz go Meda o y 1 ne ro rs ade ha sdauivido con SA títulos, dicen los s : cialistas.. el Se iempo, la usurpación. Se res 1 tud de a gunda parte de la objeción, se desvan con la práctic a de todas las naciones que han establecido la cripción de treinta años, y con la necesid dad de IIS 0, evitar una guerra constante de “todos contra to “No 14 ción que no haya sido conquistada por ótra, y si en alguna de de : ellas se averiguase el origen de la propiedad, cada una alegaría su títu- lo, y tomaría las armas para hacerlo valer: esto mismo sucederí ía uOS. entre Los oa ue, mu poriscción y sé ap aprovechan de ello con el trabajo. “El capital no habias exist | porque Logo se habría oa e trabajo de acumularlo. En cua to á 19 tie a. olla no está ocupada poes cp su pega, o beis sino e fru to, Y9 que lo disfrutaría no EsOia: durante la árabes, que eran po cds dida 190 — A e o deberían ener hijos pr | Edad, y Fe ióetes deberían sercomunes. Q individuos pc dicarían al ramo de la ¡idustria 4 á que los des: : la socieda lad, y para evitar la pereza, recibirían salarios propor cionados á su actividad é indust tria, y entonces la desigualdad o al cabo do poco ti a Las cosas sis pa e da le, pues pro se despreciaría un premio muchos. Así, cas ss csalació A al trabajo, á tidad y calidad, no cabe celo en este trabajo El comunismo máta el trabajo, E alejando su blanco más, suprime la libertad, n : l necesita motivos que le impelan á obrar: pues, no teniendo or ni o lc padecimiento ni goce, pronto caería en la inac: o haría uso qe se alma: todo él sería dirigido por elinstint deben abolir la familia: ¡ay 9: á Le na idad. Sin embargo, se dirá: «ha existido el comunismo en los rel rlosos;» pero preguntaremos: ¿cónio ha existido? Er comuni: LO 1n heroísmo. y no todos son héroes. Es una especie : e e derbenalos Sn alansterios de Fouri Ses form la general: son h excepción: y por eso dio Nuco! Señaf, La ndo. de María: «ha escogido la hay e Thiers á Taparelli es muy corta la distancia, pues los ; : de estos dos IES estadista. se derivan de. un mismo p! pio—la naturaleza; no cp e el se ehtol lo UR CRtE y on más precisión ques ero. La propiedad, dice a es de derecho natural, porqa a hombre tie ne el deber de llegar á da La honesto, tiene por físi morales indispe asaples s la mismo derecho á los medios físicos legar á á su fin, el pee o. no. la reglamentaci medio de adquirir to aná la fue )r consiguiente, el origen es e natural, explicado por. el debi de Hegar al ña honesto. : La propiedad de la tierra se funda en dos razones: 1% E bre es independiente por naturaleza, luego, todos los demiús tene mos el anión e? de respetar esta indepsadencia, la cual no se limita 4 su personalidad, sino también á los medios de que se ha apropia- o para conservarla. Si yo, en uso de mi independencia, ocupo. nd terreno inculto é inocupado, le descuajo y roturo, le de PA cultivo, no he Pe el derecho d> nadie, he usado de mi inde= : el o puede ads porque atacaría po mí el: derecho natural de da independencia. 25% Eloultivo, porque é aplica á la tierra trabajos permanentes, constantes, no sólo. de ividuó, sino de geaeraciones, y _más en situación de po tos, que hubieran podido adquirir. Cor “el bella, hago un derrita: sitivo'y general á toda la humanidad. E b LECCION 152 Pacto social : A Así como a puso la utilidad en lugar de pa Ja y. €b: deber, así /. J. Rousseau inventó el pacto social, par es car to- - das las leyes de la sociedad e como derivadas de una e ei BA | ar un sis re inc iaa aaa ni he wradición ce testimonio del, id pre ha Génesis, los libros chinos, los de los indios, todos ' origen dE la humanidad dan testimonio de 1: ombre. Se descubrió el Nuevo Mundo y allí fu mbre, el. salvaje, viviendo en familia, perteneciendo á obedeciendo á un magistrado, formando tod soe d: lo ns 1 hombre solo y « naa Tag - > los beneficios s de la bid y eto narse á p completa independencia de que gozaba actualmente, para adql fir les q sociales, qe tan e veía en su imaginación y 1 pues ae querría EAS 4 otro tanta autorida | e usar de sus derechos en alguno de los dos casos a ES atilidad—y entonces salta á la vista lo med sistema inventado 2 E filósofo de Ginebra. (Continuará). 0 CIENCIAS OJEADA GENERAL Pob RE/LA VEGET ACION. ECUATORI ANA, "POR. EE Ry P. LUIS SODIRO $. J., Catedrátic o de Botánica. [Cox ecióN TÉ. ZON, AS VEGETALES. TI 20NA AROpEaL. Ñ Al a a interés que inspira la vegetación de nuestro. E Ss fijamos tanto en el que procede 8 la 1 magnificenci | añ ermosura e la misma, es decir, en lo que se 1 cía a. cuanto. pe el que Leo n onsideraciones científicas ó ó se relac dealgún mo odo con Si ¡ atendiéram lam mpresionar n notablemente las frecuentemente ido lo sus ramos van revoletea alegres y clamorosas, otr su mérito los tan celebrados jardines de Circe F alguna Acantácea (Bichon y Leptostachya), alguna Personada (Toreniay del otoño Pócas son entonces las plantas que allí conservan to- pio Ly ylhrina; de las Malvác:as, ef Hibiscus Patálas: de las Bombáccas, € - vegetación más IS y risueña. Entre las muchas gramas que. é Tomen elegantes; arbustos le Mimosas y: de Acacias $ FuGE la ma a 1 Vte á E r ¡ue Vie. Oatoy: a Eguatocie €. pág. 280 y o densa pero RegusE formada en gran parte de Graméneas a y de Ciperáceas, á las que a como elementos secundarios, Vandelia, Her Pe a dad na £ abiada (Sale, Hyptis), alguna Verbe= nácea (Priva, Ve erbena), t Ama (Crathula, Achyrantes, A=* marantus E.) Lo pu dos menos estériles de estos llanos uniformes y monótonos, están señalados por arbolitos esporádicos de 4Ácw= cas Y Prosopis, por matorrales de Mimosas, Rámncas, Buetner as, Lu" 6d dccas pee Aras praia en 290 dos or po ueños be- durante el estío, el aspecto de los bosques de Europa á mediados das sus hojas en estado de vegetación (Mirtáccas, Anunáceas E), Y entre tanta desnudez, son más admirables las hermosas flores conservan muchas e ellas; por ejemplo, de las Pap:lonáceas, la unbax Ce'ba; de las Convolvuláceas, la Ipomea Fistulosa; de las Apo oc neas, la Tabernemontana Es. , Las partes de las sabanas frecuentemente inundadas porelre-. flujo der río, empujado iria por la marea, ofrecen una. AS prevalec n, hallamos la Sia dl: y la Dombeyana 5 O que se e Echa des las hojas de estos E cia y _palide- cen en su rededor, ena este extrañ medi- da que él adelantX de un ramo á otro, de uns 4 E a glas como as _de las Indias ess Las riberas de los ríos y de los est tros de vegetación resultando de aquí cercos y bosquesi dadísimos E ds et pERpIES. Con ésta se asocia también la ma ayaquilensis. la Anona Uliginosa y Bonpla te did — Bulos a enla el suelo, hallamos el Esper US anda el Pe ticulatus y el Nodosus, la Typha Truxillensis, la Prapa Natans E. La Pistia Obcordata (“lechuga del río” en Guayaquil) y la Salvinia Hs pida se crían en los maderos podridos, en las orillas de los ríos, y, desprendiéndose de ellos por las avenidas de las mareas, quedan cialmente de agua dulce, así como en las or b de los ríos, además de las que acabamos de citar, viven Aa elegantes especies de Veplun'as, Hidrocarídeas, Alismáceas, L trarias y Se entre las que prevalecen las Lnotéreas y las ER como el £pido- bin y e Lythrum en Europa (a). Ant e dejar resta región, digna ciertamente de estudios más e más detenidos, haremos todavía mención de algunos de sus vegetales más interesantes. Nombraré en primer lugar, una e _pecie de /Telosis que hallé parásita, en gran nde a a en pas is de Babahoyo, en las raíces de un grande árbol. El ex E e ile que pude hacer de paso, me inclinó á creerla una ña idéntica con E Pda que se halla también en el ascenso eó del Po y, en mayor abundancia, al lado A (valle de Lloa), y esto hasta la Aide de má s de 3000 mm., en de la temperatura puede llegar apenas á 8 6 10? c.; mientras en sl punto antecedente, á pocos metros sobre el mar, el calor medio es de 28%.La identidad de la e especie en dos puntos tan lejanos y de condi- tarde A de citar algún otro fenómeno análogo. x Gigantea, la Munting.a Calaburu, la a Radialifo E ga E», son árboles muy fre bospues de la ón que nos ocupa. Varias eee e as de Capparis, ds Cleono E O a, de Passiflora, de Begonia, de Piperé., se hallan ya s orillas de los e dada ya cerca de las habitacio- nes, yaálo ES de e po Entre las Cleomes merece especial (a) En los p dra esteros de agua estancada de las coña del Guayás, se: E presenta á menudo el fenómeno de que la: parte cortical de lus raíces de algunas plan- o tas acuáticas se Sd olla notablement e. transformándose en masas esponjosas de va- 2 rias forma sy dimensiones. có Eso Pussica > (07 allo y ! LS A ape: despiden cade las axilas de sus hojas raicillas, al crias muy delgadas, que s tarde sufren la transformación 1 mencionada, gets la forma y el volumen casi de PA es ¿Srumosás del Lx ulús Pio La parte transformada mide casi una pul mas la extremidad se Poema en di: estado bere y se prolonga nota- Meier. ela fijarse en el cieno. Aquí tenemos E te una forma particu- : tar á los ¡cularí ón ¿ 5 i mparar En la 4mmarnia Ranosior y en el Ponygatiim Dadicióm:, se renueva este mismo fenó- v en mayores proporciones, pues la transformación Ra na gran parte de las $ d 2 aun la parte inferior del tallo, basta en donde está s sergio, Peace. elagua a al nivel normal. La causa inmediata de tal eel llrcaióa 1 es o la tempe- * agua misma el viven, que puede subir hast n pepise nm qu izo la observación. Su objeto, pues, es l de impedir la total sumersión de las vores avenidas, . la lijercza de 1 te espo suficien arrancar del cieno, siempre 1 jo, las extrenmdades raigales iservar en tales casos tala la planta il dani a superficie del ; ue tal fenómeno no fección osa, lo manifiesta evidentemente el aspecto de las plantas, que acernos comprender su naturaleza. Pero, en cuanto al obje Api zón ar si el indiéa:do sea realmente el único, Ó si esté oipado pee á Aia a bsorción, Esta sospecha tiene su origen y se apoya en el hecho de que el miso : al 0 prodhice también. en las raíces de tallo de alguna Jussica leñosa y trepa erres h do: el e, cuando se halla: circun. 0% ¿bundaite. umedad,: «como. hemos 0 alte de Mindo. A a y de ¿Caraques poseen un nú añórable y formas muy intereiga Las Bambúseas, las Escitamíneas y me lia son de las que más la atención del pa moro, 1 ma A al mismotiempo Cil s, cuanto se señalan por sus pro- se pi c, cu. de eros sabrosos, nutritivos y sanos qu a gente de aquellas regiones, á quie ienes el ex or y yde po de del clima hacen del todo i ape d tes jos a Pa ¿Me se E la costa de Pee haci a la : po por largo tie Ad né As una elevacic 1 fresca: somb: : pS a ques al pie ode la a situados casi en el limito. entre la. PO gión precedente y 400 mm. sobre el mar, así como es la más loza- na y soberbia, es también la más agradable é incrasaitl por su variedad. Allí, c le Í Ss] ur si 14s O » s Pd ten z Éste, abundante ¿ústeoto, así de los muchos que vac mente, como de los que lo recibió. Nada modo los propios: á a descen encia. La materia, en la naturale- za, se halla como rotatorio: sube para ba y baja] para empezar de nuevo otro ati luego que haya concluido , el que actualmente la fatiga. Pero si esto tiene lugar en t artes a uí y = onda e verifica con ma or actividad ) y ati , be de ; A, - —_mosférica que se desarrolla y conserva constantemente, el que no sólo el suelo sino también el tronco de los ár: 2 aun sus hojas estén á medudo cargadas de vegetales epífitos, acre- ándo , centándose de este modo la superficie del suelo á man hos só capas sobrepuestas una á otra. En las regiones ex- tratropicales, s este lenómeno casi exclusivamente por sión de fijarnos todavía algo más en los bejucos, que se pueden 2 Ab OS g Hymenophyllum, Trichomanes G., tienen varias especies de tallos vo- p neas, citaremos con Humboldt [a] los géneros Chsquea y Bambusa; entre las Amarilídeas, el género Bumaria; de las Bromel'as, alguna es e de Pitcairnía sin hablar de las Diosesreas y Esmilacíneas de las ab n “(Dioscóreas, Polig'neas, Convolvuláccas, Contortas, Ranunculáccas, Le muchas an Europa guminusas, Ampelídeas E.); 22 qu carecen quí ¡ Cynanchum, Lathyrus, Pisum); muy pocos, los fruticosos ó sufruti cosos. En nuestras regiones, por lo contrari , estos últimos pre- valecen sobre los precedentes. aremos notar, además, ql . Fuestros bejucos herbáceos crecen particularmente en los paraje d y bosques, en los matorrales 8... en los bosques más elevados y SOM bríos, predominan los leñosos. - . En sentido más propio se aplica el nombre de epifitas 4 las pla tas que viven Sobre otras, sin percibir de éstas otro beneficio q l del apoyo ó asiento bastándoles para su alimento lo que la 2 rc E Tepresentantes de esta naturaleza. Citaremos como jeta Oxalídeas, las Cacteas, las Gesneráceas, las Urticáceas y especial (a) Tableaux dela N dture, pág, 366... eat la ay od parte den deje Ó, pt menos. viven 1 indiferentemente: s lo, y aun sobre las piedras. El nú poo s se aumenta con a domablehiente al pasar á las pra Entre las Pandáncas, hallamos la Car ludovicia; las Aroídeas lo : tadab> e las 115 especie los Orqu: deas, que existe n en > de nuestra colección, número bastante considerable: mie ptras, en la Flora de las plantas vasculares de Europa, forman -nto que apenas merece ser tomado en cuenta. también el número de los individuos: pasando por q ev ques, apenas se puede hallar algún pedo espacio en que pud xistir una planta más: os omo hemos 2 un los e pue un. Ple Ae tres Ó cuatro esp” cies una que otra Gesnerácea, el Vace 2:un, Dendropheluin Ó a cola. el Sphyrospermim Cor difoliun 6 M seta E vivientes no son más felices en eximirse de estos huéspedes portunos. De sus ramas están colgadas os especies de enpodíum, que llegan á tener hasta un metro de long itud, y si las hallamos de mayores dimensiones aún debe Pod ventura : buirse á la circunstancia e e su tallo, frecuentemente fi ó la raíz flojamente adherida, se arranca por el pes: de superior que, por las ropas bifurcaciones, se trasforma el r "llandsías son e if € , el agua llovediza y el rocío nocturno; sino tambié na a y otras sapo qe carecen Le tal a 1 stas viven muy frecuen nte pegadas me que ns A * _— MA Na - fascos, como muchas otras, ófrecen el singular fenómeno de queá. . . medida que su tallo se prolonga en la parte superior, se seca en la 1cal interior hasta perder totalmente el tejido cortical. Parás tas y Semsparásitas. Las plantas parásitas se distinguen de las epífitas en que. además de vivir adheridas á otras plantas, atraen también de ellas las:sustancias nutritivas. Llámanse simplemente parásilas si se nutren únicamente de las savias ajenas. y semiparási- sitas de este elemento, les es preciso recibir de las plantas en que viven las materias nutritivas ya desoxidadas. Las plantas vascu- 1t p lares de tal naturaleza son escasas en nuestro territorio. Citare- mos aquí los géneros Cuscuta, Neottia y Helosis representados por | cho má pocas especies. Mu 1sta m'parásttas pertenecen casi todas á la familia de las Lorantáceas, la 1gi tanto lo es en l e Quisaya].. n las cercanías de Quito, Tumbaco y Pomasqui, €s muy común el Phryglanthus Acutifolius, que prospera admirable- mente aun sobre las plantas lechosas (Fcus Carita), En 1 superior se halla el P2. Grandiflorus, Ph. Corymbosus, Ph. Socundus, 0 Ca) Y. Eichler, in Mart. Fiora Brasil, Vol. Vparte Ll, pág 130 500 | A 1b1 sen géneros y en Esperior a en la zona Ma y las Z 7 cad] son más ricas de géneros en la inferior y de especies en la erior. Finalmente, notaremos aquí de paód, que el Phryg lan Pos ns: especie poe od [¿totalmente?], en oposición con casi todas las otras de la presente familia, además de hallarse en la pro- vincia de hoj Já iso, crece también en el poto hasta 3480 , y aun en el Antisana casi á la misma altura dd (Continuará). | Ud La POESIA POPULAR Y TRUEBA. PM det de algunos, la poesía hispano—americana, asi de L - tiempos de la Colonia como de la éra actual, carece, con frecuen= en efe | poetas americanos, en yez de aspirar á esa originalidad que, más ó menos tarde, tiene de ser el principal distintivo de su fecunda 1sa, Ae eren , generalmente, continuar entonando el conoc dea: ve 5: Aa y del Tajo acentos semejantes á los que hicieron O, nl Aids del Tíber, los hijos del pueblo rey. genio y | ricieron surgir del seno del Océano una nueva tie: ta z : ñados por “los padres de la poes E esusados acentos; Ss; pe 2ro pocos Ercillas y muchos dos Ac ales que surcaron las ondas que la escondían. La España apoder. 37 7 E | ue estaba en do ende su hal E e la Patria, están siempre oesía pil ¿rina, original y ¿contado y poco tiene de hacer el poeta para arrancar de su lira las notas más armoniosas. Si quiere dirigir ardientes plegarias al Eterno, con toda la efu= a sión de que es cap2z un oen que se Si ¡anhela saciar su sed de “sin más armas. que su acífica p 1 la cruz civiliz zación. co : ua ps productora de tan h y, en una palabra, consagre t n momento, á esa ador rable y Hilenclco poema de carl 2 qu ue principia en la más sublime abnegación y. se tirio. ¡O! ¡PPQAEAN sus cantos serán, unas vece een e á las grandi eche un 1aci : 2 sus. A pres consagra su ima sedes e 30% P2. uñado d e form nade má espantosas cuanto más escasa eran po cad rantarse; 5 que n, una ojeada rápida eo esa luc e terrible, encarnizada 2 y sangrienta, esa. grandi opeya que se llama /a irc de la Indep ulera se desplegarán, 4 su vista vida y espléndi Ma 1 s, pero SL pasamos á la puesía descrip'lz estro en un país donde no hay tras O junto á la margen de nuestros ríos y e. la cumbre de nuestras ORfARi Tiempo ha, al atravesar uno de nuestros ; - nente m Por pde si el ingenio americano dos consagrar á y poesía tumbres de: una sociedad enteramente nueva. MN célebre Larra dan a go dem que sea escribir € en el E am en de ft alma que sueña con 1 e la. desfallecida mano d EoDero, sea cual fuere el estado de hs iii de una nación, tie- uelo y sus días de ventura, y e c 4 e 0 esía 2 ueblo sus da y porque me encanta su 'senci originalidad, su a A Poio : prin uerzos desesperados y que rse Verna los deriores espa añoles. La Naprién ser m am: as y má pin poetas nta aparecer pone si ntástico y maravill vuelven paje la Sri papular, cuya sencillez y naturalidad encan= ta, y que origiaa! sin ser amtástica, y tierna y delicada sin ser PST nii Ñ En nuestra lratura, que no es sino un reflejo de la raro ed debía suceder otro tanto. La edad de oro de las letras pet la época de los e Garcilazos, de los Herr eras y Caros - de triste recordación. - Nuestros primeros vaguido España, el culteranismo más ds Chillo, ¿Que sind de perlas n potro cristalino, X.”; y un P. Aguirre que, cantando á4 Monserrate, exclamase: “Este de rocas promontorio adus Mas que de Jiges los ribazes A Freno es al aire y á los cielos poes - Organizado te ror á los lu En una ari en todos los versos odo nos han ido de lia época se nota la m En pe ad, igual pompa y afec e se encuentran en las Quintana per á clós. españo coló _noros y magníficos, el bardo ecuatoriano, el in Sel O do, vertía torrentes de poesía, empuña ñaba el cetro de oro de la ratura americana, y entonaba cantos armoniosos, su 798 de c -petir con 1 los del inspirado poeta de la Penínsu z Luego, cuando en España comenzaron á hablar los: esq letos ao animacion y vida las a lescendieron el cielo y salieron los de e sus moradas infe pa mitin cuando se empapó mé exceso la literatura Pp ntásticas creaciones de la escuela romántica, emig l chos « os duendes s superiores se apoderen de ella. analicen to s bellezas, reparen algún tanto su desaliño, y la den e quísimo ornato que. necesita para continuar la delicia del literato aa ps constituye el ídolo de les pueblos. que el del pueblo mismo; la manifestación de sus más e oumnos alectos, ( ice ¿zar necesita cantar, beis. e en sus tia pe ijan su atención ó influyen en s ecto de la memoria, Se pe las alteraciones que 6 Na e la, ya pa sa seo de e mejor e n dela poesía poca y nada tendré que o En iciosas cda del Sr. Zárate. Una guerra d ntre 10 restos de la Pang e goda y los ás España produjo hechos de valor: inaud mbre se re > j a 0 los +umances, Ma riquísima mina que jamás sé agota, á pesár de las multiplicadas ne que se han hecho, con el nombre de »o- manceros. Pero no es ésa la ns ld española que pue eda llamarse también Alobleces, y por tanto, no me detendré más e ella¿“y solo añadiré, con Qui A «qn a a iaa que pintaban felizmente las costumbres moriscas y conservaban en l: memoria del vulgo las Bragas del Cid y otros campeones se ple- gaban á toda clase de asuntos, se valían de un lenguaje rico y na- tural, se vestían de una m Mcdí tinta amable y Lana S presentab:n | por todas partes aquella facilidad, aquella frescura, propias de 1 un Ñ he: > , k A b E, A que éste ; cólica ó del bullicioso rasgar de una guitarra. Y el pueblo ama esa poesía, porque es la suya, porque está en un lenguaje que mprende, porque versa sobre asuntos que le interesan, porque di egid las más Sin composiciones + - cdñl de oro de la literatura ó de la:época del renacim buen gusto; reci- 2 por ejemplo, la inimitable «Ej itola va de Caro (2), ó la ortal «Oda á la Impren: ta» de ' tana; y el hombre del pue- neció indiferente ¿los más Ertodicada po artos ad ingenio, le identificarse con el cantor y gi o que él ha sen mudo: escu charéis los. latidos de su corazón q uedará vibrando como una ida ¡estra mano de un artista; le haréis pen ó desfallecer, al impulso de las emociones quese h neo desarrollar el p a unos > ejemplos e "tniados del mismo Trueba. Pocas n escrito con tanta sencillez y naturalidad omo la intitulada « «Flotes s para la: Virgen: » y “sin embargo difícil nte se podrá rá encontrar algo más tierno y delicado q. esas sen= bras: E A e Pai temo que la Virgen Ed o haga caso de una niña,” puestas € en boca de ia mr e que dice: X A, o á id Una corona de flores : Mlevó. calcita María: e “Ca ampañero, toma th jarro 2. Hasta que rompas da cuerda, Del tinto a za bodega das Lanza un Hosanna bendito Y Bébelo o sube . A los cielos y la po e a torre de > AER, ue, campanero del alm ocando las campanas E Esta noche es noche buenas" sin al concltrir cada estrofa, brota natura mente de los 156 : bios A fibillo: AS de si nada de esto sueñas, ; d q que no ¡vega ho Pues si nada de esto ves, orazón de ¡Cuánta tristeza y beldacolíá encierra el cantar «Sin esperan-- za»!, y el lector se encuentra hondamente sa cuando lle Lal al siguiente trozo con que termina la composició me “Cayó el manceho, y la calle ie ¡Ay! £ra un pobre m Queló muda y solitaria, AS Apio: Y siguió soplando el cierzo : Mas que el fr Y doit a escarcha El desamor de urta ingrat: J pués los serenos, E El , ' dea Sobre eb losas heladas ie Afirman que Vieron un cuerpo sin siga ; Y siendo así, no podí Al llado de una guitarra, : - Vivir un cuerpo sin alma! : O lecatipenicioninias h abrán escrito, en indioma de por ¡n tiernas y delicadas como «La casa donde vi vivió,» y es difíc no sentir una dulce melancolía al leer Dies om de sus estrofa5y m. ejemplo la siguiente: Casita casita blanca Los o w canción; Jonde m$ amada vivió, -Enredaderas te adornen 1 rayos y de huracanes. . Y flores te den olor: le guarde por siempre - Vo vendré cuando el sol nazCar os guindos y los manzanos Yo y al morir el sol, Pe den sombra y prot E A fecundar cor mi Ha Nunca En la fuente : , Los campos de alrededor, - Que te daen Julio tados Fijos los dolíentes ojos _ Entonen en tu tejado SE — Entu desierto balcón 8.” : Con dificultad pudiérase hallar. tampoco una esiciot con más soltura y gracia que «La ¿e al aturalmente y sin esfuerzo, cuando se exclama: E, ; ¿Som img -40 cora. Y Serrana is Eo Deja i er cara de. cielo: OS ES A Varhe á sb ad Como la tuya; dp : e Sa pisamos d , ud on too dela la prim a os A ON ai “Mano ¿4 alma te ofrezco, Si es que no te has: mirado 0 : a rida, > . Nunca'al espejo, dy Que > me va cansando Antes de el trato Justo a La solter Debes sados didó Mas és e Luego no vengas Que antes de todo sepas 07 E Con que sue AS vale Cuantas son cinc , Muchas pes ó el siguiente.de la segunda: Me gustan emy tus ojos, Pero no te quiero niña, * Me gusta mucho tu pelo - Y sabrás que note quiero, Me gusta muc pre tu cara, Por que no puede una luz Me gusta mucho tu cuerpo; Alumbrar dos aposentos.” ¿Qué encanto especial, qué magia inesplicable bene, 1 ues, esa poesía. para así agradar, á pesar de su sencillez y ligereza: La pes _ sía popular agrada, porque gica los acentos más íntimos lel al- ma y cuenta hasta las Ali pulsaciones cds Frase es porque, en ella, depondas hay de abstracto ni ¡Sel pens a rase e do do Donizetti, iaducidla, si lada más n frío d: gita sionada serenata que se habrá entonado : al pie de una elevada ven= tana, y o desu r ar cará, unas voces un » gemido, y otras na sonrisa. Y tomad cu quiera de esos versos, hacedle sufrir todas las etamoriácia ima _mables, y siempre e vasd en sí el pensamiento ¡ ingenioso y delica i ue fu ó sonrisa, porq la yoz del Espe : es un y valle ro e rá dice, lomas escon 4: lós qien sus oj ; ros quince años de mi vida. En el fondo de Í e bóveda del fol nogales y los fresnos, co: Boch qt — 10 — “¿Que réis saber lo que yo hacía mientras iban á ésta nues- adres y nuestros abuelos? Mesentaba bajo unos cerezos qué Hno frente á la casa ibi. porque desde allí se descubría todo valle que finaliza en el ma r, y poco después iban ¿ buscarme E nitro Ó cinco muchachas, coloradas como las cerezas que pen- que un día na de aquellas achas peces para triste, porgutl pevio iba á ls por Mt tiempo y deseaba un cantar que - ¡€Xpresara su tristeza; se le hice, y poco después el cantar era Po ca Fea en el valle. E Ot nc] ví í desaparecer allá álo le- boleda, ES VOIVCA á casa poseido de una ran s.» os Mica añade, que dejé mi solitaria aldea: quince años hacé dee en lugar de cantar bajo los cerezos de mi país n tivo, canto en esta Babilonia que se alza 4 o Hita del Manzanares; y sin embargo, aun me entretengo en contar desde aquí los árbo- í y dond ce. ¿l “de E eo a ni de latín, de preceptos “de Aristóteles ni de Horacio? ' labladme de' flores E ru o EA, entonces os 2 - entien a El. dE gua dei y daga id: 250 cón ae afectada e , €xtravagan cla Mora cab fermosa Non ví en la' frontera, 00 hasta que el inimitable Trueba so ayer: A A ho ho río z RIRS .. Te vi una 7 O. la orilla del río E Do Maa e Aa a Y ad la a pa ha sido ¡Jónticas los versos compuest os Cu bd 1 : Rea estaba aen es ancia, PE os compuestos Liapnees éste ha 0 ss 5 |] nm o O “< 4 o UN O o] pS] ” (97 — de , e aR E 4) a] s ao, >» un - eb -3 O E sE sp a 9) - -3 mo Góngor 2, que llevó la page ide y. Pintos del- Da hasta la extravagancia y el delirio, es muy diferente a la entonando un romance IDQTIAcO, dice: > o *Amarrado al duro DuNEO A y ES : ¿ FE forzado de Drag da De una gilera turques HO A En laplaya de Marbella, : dona manos en el remo ed bs Se quejaba, al ronco +ón Y ambos cion en la tierra, 5 A É Del pes de la c cadena, al Ya a lodavía cuando, SS á la poesía. populas por. Ar aaa su graciosa letrilla aa cn pie es: de a yo Mente eS Yr elas gente, 'Ó 6 aquella que principia: ÓN Que esté la bella ie elad vestida y mal o Bien puede; ser? - época y precio -£n sus. letrillas satíricas, que pene perecerán, a aro pati] rán siempre recitadas pen arre puetpizeno: : el enc ncanto del. sae para el sane PP... e Hé E por una cuando ingenios superiores se apode poes sine as ornato, sin caer en la afectació e: Ever died 9 en to Litoral es esa - rasgar de una guitarra. p epi el y ueblo. encuentra, eta! ivos de diversi rsión aun en medio de sus padeci las más veces, g edo disaol, ar quela' > >sía, in: ea aguaje dosali E A PS in tan helo ir “ádo dote soltura y delicadeza de esos senci- ho llos cantares que el pueblo se pierda en fantasma- ue las fibras más delicadas del alma, y sea cada uno de sus «coa un canto que interese á todos, que todos entonen pa] EE . Py á paso, e uno ¿de sus afec u á mí, sólo he querido, en este hu- milde trabajo, der una ojeada rápida sobre la poesía popular, exa- _minándola por todos sus aspectos y haciendo conocer su impor- tancia, hoy más que nunca indisputable. a con un hecho que me concierne y da sem á e «9 y 3 » 'y E o s= o to 38 a O ES Lu y + A dE [e] Ny o o Qu id os $ ES ES JR o o mk m O cas ás Sa As O O un eb par 1 q de rta líneas, s ya por mí en el seno de una A orBl literaria y da das : le mucho pa ha. de «Un matrimomio en mi barrio,» uN umilde ensayo de poesía po- E en li trabajo de puro Loa mpo, y que carecía de toda preten- de : E nto eloc: luma. El acreditado crítico, al recomen- o pa qa rea pus eel. que, según él, tiene «El malrtmonio en -——¿mibarrio,» hace también resaltar sus faltas, que muchas Y gr raves -— debió haber en tan fugaz como volandero ensayo. En to á éstas, debí acatar, como en efecto acaté, una voz tan oi co- mo ha sido y es la su a y ap pp á Series las hiso de. ver, a te materia con sibplos tomados del poeta popular español, e a vez de haberlas compro obado con versos de origen ecuatoriano, e e diendo á la riquísima mina de expresivos cuartetos con que nues- tro pueblo manifiesta sus alegrías y tristezas. Las vicisitudes de mi pS pu Sri mi escrito allí donde se ie de Wie batán lara, y que yo me había trazado, aun antes de la pulicación e la E es histórica crítica sobre la Poe sía pri: de E vado á los 0) > a ' EL IMCIENSO Y LA ALHUCEMA. L 54 ¡Qué bien huelen! qué 7 bueint Aquél á un huésped ed oir Este mundo es un mercado Mas ésta 4 huésped que vi donde juntos se expenden El incienso y la alhucema, . ¡qué su suertes tan distintas, Las penas y los placeres. Aguda: de dos gn —Vecinita, vecinita Y > pestes acera, $ Pasa á la tienda de oli E Compra incienso y quema ¡EN . Rosa, con ojos saltones, Que a el Santísimo viene. y gata vivos y alegres; .y , von ojos hundidos, pos de mí! sd ol mi madre pies La y dolientes; pi muere, e muere! pa ¡qué ed: optan a funestos e una 20 ai á Anar era : Y Ap otra que! halo á pots —Yo no Apra craneo E Y á una madre que se muere. Yo no puedo de pe A qa madre da á le un ln ná, a Md. - Y, con presteza pu blas bid, hate palmas! ; Me e dice: “Com ed e a ¡Llegó el el huésped, llegó el huésped! la tienda ars o ¡ya se murió mi madre! acá el bracero;. .. A Butran desde-el Etvivonci ; > e E ja - MEDICINA e Estado del Hospital de Nati Do aa de Dios; en Sm y DaÓA : a de: e O HOSPITAL CIVIL. Departamento de hombres. ENTRADAS. Existían el 1? del mes.....---. O a o it A 87 Entran desde el 1? "del A OS 89 RO A A O e O 176 SALIDAS : A, ps ES OO A Ne eo ci pd ppt 63 a EA OR ER o ES se PO 18 datdas drop OS br ld SS : EXISTENCIA ESO Ae OS. a 95 " Departaménto de mujeres. A ENTRADAS. slltdo el. 17 del mes: 0 a a sets 65 Entran desde el r? - del mes A A o 79 e O AA LOMO 144 cd SALIDAS rd PROA eii OA A A las ES 2d ) Muertas... ...... o y NR A O o , > EXISTENCIA. Existen el.30 del mes.......... e E dia ie, La 83 ¿HOSPITAL MILITAR. : e ro RADA Existían el 1” del a E e AEREAS e Ad a p A Ps ES a d AQUTECOS A e EP A o Muertos. ¿is dd dl a a E O E ESIStOn el JO dE ames... Le. rara e ET ¿de 0 AN MON y : . Manuel A. Espinosa, Al. In. ep l No publicamos! los e sigo de especial por cuanto la Facultad de Med formidad, desea que los ¿finos inte da modelo que ella misma ha de proponer. BOLETIN UNIVERSITARIO CONSEJO GENERAL DE INSTRUCCION PUBLICA ds Sr. Dr. D. Camilo Ponce, Rector de la L 1 Tave la honra de recibir el apreciable oficio de US. en que se rve darme noticia de la fundación de una revista mensual titula- á é ingenio tiene la República puestas sus muy seguras esporas Aceptar la invitación con que se me distingue es en mí deber e agradecimiento; y s i bien mi desgastada salud, por ; rte, y la cortedad (que á ¿hol más que nunca sb loro) de cp al d por “otra tan éficarme nte Losa cie que me AGRADO: su Htento y S. Belisario Peña. Ambato, Abri 15 de 1883. fortuna de E ago que volts la pena. de bledo en el gran es de la Universidad de Quito, me apresuraré á eo con este di pues dos, un ciego pde yo, no puede aspirar. mejor i Con tentifoienios + respeto y consideración, me suscribo de US. su muy obsecuente S. S. : JB. DAN Quito, Abril 16 de Ai Sr. Hectir de la Universidad: ? He recibido la honrosísima a que se ha rudo d ra co € eri ódico que, por acuerdo del Conse ública, se > esta blecido con el tít 1] de Quit ce aprecio, la feliz idea de h consiguientes achaques; y me sus ribo como su “obsecuente servidor P. F. Cevallos. Ambato, Abril 16 de 188. eS a de la Universidad de Quito: ES e tenido Ta Bonta de recibir la nota circular que US. die invitándo te r parte > a «Anales de: de Quíto» con. mis trabajos liter, 4 undamente la “atención de U y de 8,0 con la: csurjor consideración, atento. y. S. Se . o Francisco 5 lomtaloo. Repú bli de ia E 1 RL e o a o No > Ls Ns! A. MALLAS o 1 UaUui z ME há 1 Se. Rector de l Universidad: l ligno de los NTOS: taci n nobles propó de p oso estimulo , para tr pa cuanto dle en e st. O, y cinta E vez en cuando con mi humilde con=. Haciendo votos porque el Consejo General de Instrucción Pú- ses orbita: todas sus tareas por un éxito brillante, para wa y utilidad de la Patria, me es grato ofrecer á US. los respe- cosideraciones con que me suscrib Su muy atento S. S. y C. | ce élix Proaño Castillo. je del Ecuador. —Cuenca, á 18 de Abril de 1883. Señor e FeGtdo h muy Alen nota dé US., Ji con una copia de | :rdo del M. I Pepo General de Instrucción Páblica, hab y lustre de las letras ecuatorianas, se ha on el título de «Anales de la Universidad de dumplidos agradecimientos por la alta hopra dsd invitándom colaborar en tan res- 12n pecar lo perm rmitan se escasas fue ocuraré. hacer lo e esté ce m eS 1 Ebo or dar á Á nuestra a República paz y pre ospe= 1d, para que la Mustre Universidad de Quito pueda dar cima á de as nobles ree e la da dirección de su be ne- Dios cop - US. — ome Matovele y de he ¿ho me. oxcusaría yo de ela: con mi incapacidad, án ducirme á aceptarla otro mayor impulso, cual es el cumplir la obli gación de todos c0ñ la Patria, ss procurar su provecho y buen nombre, cada cual como pudie Se Negocios no sólo ajenos, pero aun contrarios á las tareas lite- rarias tienen por ahora empeñada mi atención, y por esta causa plimiento de mi deber y el desempeño posible á mis alcances de la ae honra ue e cad A se ha Pe hacerme pe nera Julio Bidibida. e 1883. —Latacunga, Abril 18. Al Sr. Dr. G: Ponce, Rector dela Universidad Central, en 2 Quié Señor: Sobremanera grato á la honra con que US. se ha dignado favo- erme, no sé á qué deba distinción tan alta, cuando carezco d No reiteraré mis gracias, sin acompañarlas de mis felicitacione _€se noble instituto, por su e pedo con el brillo de hat ayer empeñado por la Dictadur o de sabios esa gran Universidad: vuelve co á pe para. lo. porvenir; al tria está de gala. on sentimientos de respetuosa estimación, soy de US. ate y 5. S., Señor Rector: E det Abel Echeverría. “Quito, Abril y de 188. Al Sr. Rector de la Universidad: lme osplazo o en alto gr n Eno á lo dente, doy al o General de Instrucción en particular, los debidos agradecimientos, 10 lica, y á oberrlitecido mie solicitando mi colaboración ep S cu miinsuficiencia me de te revista; y aun - alien o es as no me dejan mucho tiem- po disponible, pro é, sin embargo, ada de alguna _mañera, á ¡mias tan Maria Osa para : e COR e de pic estimatida 0 de US. mu atento y S. S i José Rafael Arfaaga. boren alganse de alla Deléótuosa ha des r, má de buena voluntad y de no cortos deseos de eco acier e US. muy atento y S. > Eána Mera.> Cuenca, Abril 26 de, 1883. Respetado Señor: Agradezco la Serán con que US. me favotáce: en su 1 oficio. del presente mes, invitándome á i colaborar en. los «Anal di ne de eno de Erallina acepto el fayor y me suscribo de US. ri tuoso y obediente servidor Q. B. S. M. 4 ae Mi: jee as > Quito, 25 de Abril de 1883. Sr. Rector de la Universidad de Quito. Señor: Acepto gustoso la Di invitación. ¡bere á la importante publicación n mensua e ral de Instrucción Pública ha £ fundado, con e tito ] e la Universidad de Qui ito». > ps corresponder 4 la prueba de dis contribuyendo, con algo que, si bie t va, á lo menos, para manifestar mi “vehemente anhelo der al progreso « le las Letras nacion a sentimientos de particular aprecio soy de U a a A o oálaluz pública, según dcabcdó da la ilustre Cor ración que dig; mente pres 7 Quisiera Sr. vee ctor, pe s aptitudes fueran tan grandes co- o mis deseos, para rapónder cumplidame nte al honor que US. Ae ha servido dispensarme; pero haré todo esfuerzo, para ocu= ar continuamente las columnas de los «Anales,» á fin de que la Juena voluntad sirva de disculpa á la falta de todo otro mérito. n sentimientos de gratitud y aprecio, soy de US. Sr Rector, A. P. Chaves. OFICIO AL SUPERIOR DE LOS do aci DE LAS RRE CRISTIAN es. -Ecuador.—Secretaría del Consejo General de ceaisnne Pú- blica. —Quito, á 25 de Abril de 1883. Al Superior de los HH. de las oiaías Cristianas. | : ; : de _ escritas « con nda y exactitud, S do: de los Aut al estudio JUNTA UNIVERSITARIA. Acta de la sesión del 17 de Marzo de 1883. Presididos por el Hi oa asistieron los Srs. Drs. Ezequiel y Muñoz y Manuel Herr Fué leída y kjrodada al acta de la sesión anterior. De segaer cd se e don qe Aprian o á padel nicatenie la cebra parte de la ns Pe los lea. sa de veinte s, que debían percibir ín ntegro. En e o estaba inc as la lista de algunos gastos hechos: por el Col tor en varias reparaciones de la casa, de las clases y del salón de actos públicos.—Se aprobó el pr esupuesto, suprimiendo mandando pagar cuarenta pesos a Aparicio Córdova por el A canto y orquesta del día de la solemne reusrilación de esta Univer ie 2, De un informe del Sr. Dr. Caña Casares, ón la solici- tud oe por el Sr. José pr Castro, pidiendo que se le declare 30 Deun cátitodds piéntido por la Sra. EN Monsal e ida de Angulo, para cia car su derecho á la cantidad ES Universidad adeuda á la testamentaría del sbciogits Dr. ulo -en comisión al Se r. Casares para ns emita su into ne Finalmente, á petición del Sr. Dr. Herrera, la H. Junta tus por conveniente ordenar que ol ein Se José María Orejue- la entregue los libros de e? Con esto se levantó la se pe El ones Camilo PAE Secretario, Manuel Baca M. a DE JURISPRUDENCIA. Acta de la sesión del 5 de Abril de 1883... voc dos A dara por, el Sr. Decano, Dr. D. J uke B. reu n los Srs. Drs. Laso, Casares, pido ; frascrito el de la se nte el asunto, ordó qu ue e LS. e iso: dada tad pa l mes e Mayo, SE. Dr Casares otro para el mes de Junio yl Srs. Drs. Capuzano, Enríquez y Borja debían contribuir por su e Julio, Agosto y Setiembre respectivamen- . Dr. Las ES que además del trabajo que le había co- ando, añadiría algunos otros para a los números dico s de E en comisión El Decano, Julio B. Enríques.—El pe Emilio Guarderas : FACULTAD DE CIENCIAS. Acta de la sesión del 4- de Abril de 1883. Nenmidos los Srs. R. P. Sodiro, Dr. M. Abelardo Egas y Dr Manuel Herrera, profesores de la Facultad de Ciencias, presididc por el Sr. Dr. José María Troya, Decano de la misma Falcutad, se leyó y aprobó el acta de la sesión anterior. Por orden del Sr. D y | el ecano le jo la Facultad; en esta virtud a No AS cu. E a poy: ; as N. y Echeverría, hizo la moci siguiente: «Los Srs. profesores que por su experiencia, sus extensos onoci s y su antigúedad en el profesorado, se han hecho es difícil fo ormar un trabajo cientí profesores en el orden siguiente: El Sr. Dr. Egas para el mes: de Mayo, el Sr. Decano para Junio, el Sr. Dr. Cárdenas J. M. par: Julio el Sr. Dr. Muñoz para Agosto: en este mes volverá á reu-. | asó. Sr. e impon los o e las salas del Hoi ¡tal dé ata ón de Finalmente, por indicación del Sr. Dr. Egas N., se a qe dúferi el nombramiento de los alumnos hasta el cuarto día De seguida fué leído otro oficio del Rectorado, e en el e del Supremo Gobierno, s na: > 5 . disposición lt Faculta se admitan exám todo os los días sábados, sie mpre que ren inscritos en sd aría al menos cuatro estu ¡diantes; 768 las pao eel se abran los lunes y se cierren los viernes á las doce e: 1a. Terminado así el pai el sr. Dr. Miguel Egas tomó la pa- ra y dijo: «Aunque me es me pen contra un médico i 'onstane mero en asistir á los he Se estra gra A : dandindole presentar su examen de incorporación. Más, evitar e se susciten pd evenciones contra los miembros de la Fa- sus atribuciones, haga observar lo prescrito en los artículos Es 63, ss 65 y 75 de la Ley de Instrucción Públic Con esto se cerró la sesión. El Decano, Rafael Rodri guez Maldonado,—El Secretario, Manuel Baca EXAMENES DEL SEGUNDO TRIMESTRE DE 1883. En los exámenes públicos que han tenido lugar en 2 y 7 del resente mes, han sido aprobados [1] los jóvenes cuyos nombres se insertan á continuación. FACULTAD DE JURISPRUDENCIA. EXAMINANDOS. MATERIAS DE EXAMEN. VOTACION» Ignacio Navas de Q Cuca ARMONIA va O Ca Alfredo Baquerizo de hana Canónico [Cosas y Juicios. ecle- COS ad o en 2.33 id. A A 100. e A A O 2. 2. 2 - Alcibíades Cisneros de Pelileo..| id. E ..2. 2. 3 FACULTAD DE CIENCIAS. El Sr. José María Castro de Quito, en 7 de Abril de 1883, fué graduado ce AGRIMENSOR, con dos /erceras y una cuarta. FACULTAD DE MEDICINA. El Sr. Arserto Sírz.de Guayaquil, en 5 de Mayo de 1883, fué . graduado á á LiceNCcIADO, con cinco primeras. AAA sk la a misma fecha, el Sr. Li de de Alausí fué gradua- do de LicexcIaDO con cinco primer .. oo . [1] El valor respectivo Bag ri voto ci cada uno de los profesores es el siguiente: y bie Regular Bie 2 2 rc rr ERRATAS SUSTANCIALES. PÁGINA: LÍNEA: DicE. LÉASE. DO. iia 24-...-- ayudarlos á vosotros... dio 1030-32. pt ct elantaba,-...-.. UPERpOR rlos. Es artos 1 A A A An A>+LAPCO ANALES + ONIVERSIDAD DE QUITO É PERIODICO OFICIAL DE LA UNIVERSIDAD, DESTINADO AL FOMENTO DE LA "INSTRUCCION aio Y AL CULTIVO DE LAS GIFS Y LAS | TRAS EN EL tit is NUMERO 1V—JUNIO DE 1883 SEGUNDA EDICION CONTENIDO "ciones uh Lost Sr. Dr. Elías Laso. — nicas n de Derecho a el Sr. Dr. Carlos Casa- General sobre la ión Ecuato- riana, por el R- mig Cra yA pd A ql tico, , Sr. emi; res! y As dl por cds D. pt María Pólit.—Examen | Paine Penal, e. 1 Sr. Dr. | oletín Universi IS. DE LA ONIVERSIDAD DE QUITO. - NUMERO Iv. JUMO DE 188%. HIRISPRUDENCIA. o RUNTES PARA LAS LECCIONES ORALES DE LEGISLACION, POR EL SEÑOR DOCTOR ELIAS LASO, Catedrático de Legislación y Economia Política. : (Continuación). LECCION 16% Utilitarismo. Hemos visto que el hombre es sociable por naturaleza] dor AS de sociedad existe y es un hecho constante, universal é inne gable; queno puede haber sociedad sin soberanía y Notaridad: que tanto el indivi sl duo como la sociedad están ligados á la ley del progreso para la con- - secución del fin honesto, y Lie esta base social ha sido puesta por Dios. as por los hom á estudiar con al xpuesta. á este contagio: cesario prevenir el er dal ando las consecuencias A art las doctrin nas antica licas.. E Entre éstas, rniciosa. es la del ntibtarismo, o la base no sólo del bala slamá: sino de toda idea política; sustituye la materia al espíri rota dle all mo á la caridad, la codicia :undo y vivificador oner, sin destru edad, un que ha a sido dre de os lUanda. la: 1pio noes y deber—remonta su vue- ones etére y descubre los espacios inmen- ro- rilidad, qué $ expansión, q ué a dd ura, qué cb lidad de e os 1 OIE A jgno: orancia Card vulg ña » y e más con la dopo de ln E Triste 4s, dice un escritor moderno, aquel en que, con tan Í inep- das 1 exclamaciones, s se ico seis tan graves y trascendentales”— l a «Bien es placer ó causa de placer. Mal es dolor ó causa de dolor:” 3 he aquí la definición Ea da pen de las ideas simples del bien y del . A bi sta, aparece, e Béntiam sue el bien e el to, el hoola; la idea m ada diferencia iiole, Les e diipalonts He no , puede definirse r aqué élla, No se uede definir al hijo ese el padre, 50 ne A de pe med oa no definir, y por eso la de finición « que onlisando es más bien pS que del - que dijera que es un monte elevado cubierto de nieve perpetua, d., €; así podría doitido más ó menos acertada ó poéticamente, e Do Y daría una buena definición. Además, la definición es incomp dE 10 ry al dolor no son elementos esenciales del bien y rente, en lo os y en lo moral, el dolor es un bien posible rio. En el orden o finición. No definiría el Chimborazo dl” o, perfectámente bee de Dada dond capaz da acomet yo rd á cabo grandes hechos. Esto lo manifiesta la historia, la Hobo fía y aun la observación más vulgar de lo que acontece iariamente, “Si no pienso más que en mis comodidades, decía Epicteto, soy escla- yo de micuerpo.” “Todos los grandes hombres de la an ola dice En il y los mimados y el racionalista que sólo halla el bien en la utilidad, da ar y cer una ligera digresión. Bolívar en 1816 había perdido toda espe- ranza de triunfo: derrotado p os Maralo es en Pe puesta su ca .s A za en precio por Moró, Co General de Venezuela; expulsado de - Ghñiiria por > revolucionario Mariño; insultado personalmente y ame- 7 nazado de m nsrte AE un subalterno, Bermá idez 2 ATADO solo y abru- a09 Larrazábal, aque sejába nle us yn ranza € á Catón abandonó. - e ds He: aqu ed héroe dos que RO ; os lo cierto, ae 2d clases de bie E nes Leire eS lo p subdivide en físico uramente y | ustrada. Hr os comercio y relaciones nt' mas entre los tres ór- dones Es pod el cree es su Ar vb lós otros dos, los re Roda , de aquí, porque, á se del placer a no reconoce más que la simpatía. El amor entre los católicos se eleva al sacramento; y hé aquí el bien moral en su esencia, en su pureza, porque antes que el afecto, tes que el ot sentimiento de placer, está la idea del deber. El uno 30 n]l sa: la primera es vil y Ape a última es noble y santa. Elca ici lá en el bien ú orden moral y llega hasta la virginidad, la abnegación y renuncia de todo, hasta de sí mismo por el. -'amOr puro, cobiins > sublime de Dios , objeto divo digno de poseer le el corazó n todo e tero. or sensaciones, y la razón las reforma ismo con el bien moral: senti ás, el seótittiai conoce me- Sepresentacines escéni ieas. gozan del mi asco De mí sé decir que admiré Lo. é al pri inturas de Rafael en el Vaticano, porque tenía entendido. RS ue dea admi rarlas. Pero siti endo de mí un cierto rubor de no se: prender el Paraíso Perdido a no estimar el vel templo de Sa San Pedro tener oídos formados para el Don Juan de Moz 2 el Mi ' Rossini, no es pobla he de entender, he del ds la Transéi n de Rafael. Y fuí y volví, y torné; y tuve fuerte querer, y S 10 de verdad no dí con el hito capo bra ón, salí Roma z0 de que me había deleitado oou Transfiguración, San Jerónimo del Dom pla ud ÍN micl da Moliere las sad obras miesttss de la BOBA plo Bien, ES pudo no ser así, m ara mi consuelo ó para mi vanidad, esto me bas E as, p E ta” En este ponsimieadó ético, filosófico y profundo de Don Juan Montalvo, se palpa Jo que llevo dieho—el conocimiento muchas veces se adquiere y precede casi siempre al ae sólo que es tan rápido el paso del conocimiento al sentimiento, que en muchas. ocasiones no nos damos cuenta de la di entre una y Otra ac- ción. Cuando las bellas cd! y la poesía han tomado por única brú- jula al sentimiento, el ma to, la iaa la extravagancia, el nao han corrompido - tod fuente de belleza. 1708 A a moral sucede lo mismo y con mayor razón; por eso el hombre > ura con todo el esfuerzo de su talento justificar el m al. te he- cho Acao lo vemos más que nunca en la edad presente: los antica- de que no po Dios; lo que suce do David de aquella expresión verdaderamente a corazón. De todo esto se deduce que A dicha perfect a posesión del bien; pero del bien excelso y completo, con pnelohtia ES Poaserl : TV, : Pad. no a . de os el egoísmo. a sensación y el plc E tmósfera única de su yo, pues á él se refieren aun a Eo e precie grrr El utilitarista vulgar busca el placer qe Ps : tilitarista más entendido unes también 20 iron - venidero; pero uno aii son igualmente egoístas; sin embargo, este último se acer- ea 5 al buen AiO á la verdad, al principio del deber. El ES ue py bien por conse seguir la vic á eterna, cosa que está más allá sepia, es ciel dudarlo. menos egoísta que el que votada la utili E dad ó el placer tangible, que tiene delante de los ojos ó que pu ger en a mismo momento. No así el santo; él cumple la ley, se s jeta estrictamente al deber, ama sin tener en suena la ree ompe: ni el prescinde desu. yo ect ro Á idad. Si Bur Burlem E 10 , mi Dios, > Pera quererte, me mueve El ci flo o que me tienes pr rometido: ¿Hs me mueve el infierno tan temido, ra dejar por eso de ofender ú me mueves, mi Dios: MRE el see ecido; Muéveme el ve; Muévenme las angustias de tu muerte; Muéve eme, en fin, tu amor de tal manera, e aunque no hubiera cielo, yo te Ae aunque no hubiera infierno, te temiera No me tienes que dar porque te quiera: Porque, si cuanto espero no espe rara, Lo mismo que te quiero te quisiera.” a todas las «pu del hombre no tuvieran más que un origen— di placer—com per dios an los utilitaristas, entonces el hombre sería incapaz de re refe ; y sus acciones todas serían iguales, no habría unas mejores que pee Siendo uno el principio, pe Api arta de él se derivan serían siempre las mismas: s, todas las ac mE La verdad es una; si fuera. múltiple no sería verdad, porque es por su naturaleza y carácter. Lo bueno, lo bello, lo _ verdadero no son más que una misma cosa, el orden bajo tres fases disti tintas, y el orden mismo no es sino el a la voluntad, la manifestaci ir. manifestacion de: Dios: eps ei única, de - externas é inte os hacia . m aces e a de i han con o la nidad patos jarro o Señor, y con ella la vé d ña el catolici rmitido es llamar que enseñan > , Jesús es E más elevado (debió a cor es necesario ap a en. apa ar y YT E Ri rá EA SA e EE e A y ETT IAE e E S CA > O E E A SS É EA AO 2 A 3 4 Y y > AN O Ñ > O E , z > lo A E Ela AS uno de y Piioeeda , especiales cada hataliea siente de dto verso mo odo, organización > e á sensaciones diversas; cada fibra lleva

dolor ] hé Epia consecuencia monstruosa, o desgraciadamente lógica de la doctrina de Béntham. El hom. re mutilado por haber perdido sus más nobles y ricas Facaltadisa: ; rea á la condición de los seres meramente sensibles, á los bru- - tos, y armado de su razón como del fu uego griego para destruir toda idea x dejo justicia y deber, sería un ente más degradado y temible que E Adipem suum concluserunt: os eorum locutum est superbiam. Sal- ] mo XVL VIL prinenpión do 1 opuestos; | que siendo una sola la verd 20. pla q las Acciones del hombre de debe ser tam á un ita y Esa principio bien es placer se pene en ia dicción con el segundo. ¿Cuál aprós pues, la regla de con ducto . vtlitarista do do el bien individual está en contradicción con el ge- eral ?. - - - Preferir el primero es lo práctico, lo común, lo ha acon- espiritual, es necesa- , SOnAible, y la doctrina lite il. dy Els u base. '¡Eripe me de RASTAS e VIII Los católicos decimos: el hombre es sociable por naturaleza: | ecos organización física, carácter moral y facultades intelectuales así lo E manifiestan. No puede desarrollarse el cuerpo, desenvolverse la in- teligencia ni consegui ol perfeccionamiento moral sino con el auxi- lio de sus semejantes. Una prolongada y débil infancia 1 tiene por largo tiempo en el regazo materno y al abrigo del hogar domésti. co. La palabra y la escritura le proporcionan un ca mientos y de experiencias, que recibe de E casi sin trabajo corazón tiene necesidades, se manti especiales q; no son los del e la beneficencia, el Pm e ternura, la le son necesarios. Detodo esto conelunímos que es sociable por nat raleza, 20% LS gara todo iento tiene obligación n de procurar cot semejantes, y de aquí n el del es ser sociable, La bistoria co- - rrobora esta aserción; a, al resina el eñarn de un pueblo, ó de a la humanidad en general, se encuent amilia como 1 núe eo, jamásel hombre aislado: la narración de Moisés y aun los de las diversas onformes en este punto. Si el hombro. es sociable pe á n de la sociedad es el perf siento del hor ¡ dd dh PE individuo y dela dociodades buscar el mayor me hombre, cuyas carnes prometan buen sa tos nutritivos y suculentos:” lógico de pe lagar que está en pta + sible de conveniencias que ue pueda encontrar, ó, lo que es lo mismo, ' mayor suma posible de placeres, y evitarla mayor suma de poned ó dolores. El utilitarista Doro la la parte física del hombre y procu- Ta el desenvolvimiento intelectual, cuando en este esenvolvimiento ta armonía con el utilitarismo. Ad el Pbro ic contiene en sí ini Injostició, otro absurdo a a A A a e EN o mover, armonizar, lares a ley ART es ed sad su po- der es limitado: sobre él está la justicia, está D El legis q vil no debe crear derechos ni deberes, no es omnipotente. El hom- civil gar A la no da sino o amparo, protege, defiende este de- recho de las agreslones elos á que está ex ombre tie- ne el derecho natural de usar del fruto de su trabajo; luego, cuando 2 ley civil garantiza 6d propiedad y posesión, cuando castiga el robo, o da al hombre la propiedad, la defiendo, la protege, la pone á cu- biorto de las agresiones injustas. ; El utilitarismo, al negar la ley natural, niega los derechos, y ne- gando los derechos, niega a los deberes, pues son correlativos. Béntham y su escuela, no pudiendo resistir á la razó n, admite los deberes, pe- + surar SS a: dies de Na! Decio y Vespasia: A locuras de Calígula, las intemperancias de Helio sábado, las Paria ciones de Mesalina, porque todo esto es justo y obligatorio. o ó NE e umanidad, según el principio utilitarista, es un á ol a or la furia de las tempestades y que flota ó se penicds an- da empujado or las olas del océano, encalla en un bajo ó es arrojado de sierta donde la a lo jade: las Seas lo roen Todo lo que manda la ley es bueno: lo ; la . er católico sed utilit arista es un . aaurdo al a > E Cuando el utilitarismo s se aplica al sistema democrático, bo bars cuencias son las mismas que enunciamos en el número Epa E ltitud. Aplicado á la iioiarqila, de e tado por la república, es el absolutismo Z ,S revolución la anarquía, el derecho del más fuerte. titución de los Estados Unidos de Color bia jes en el número 3? es que. la libert al ro obo e a los o 18 ind delo de haprofita y Brcalasión de i impresos” “Libertad de expresar sus pensamientos de palabra ó por sacro > 1 limitación alguna.” k: LE "Libertad de ejercer toda das ; a prota de dar ó recibir la instrue , ne titución, RA pero > lógica mente dehén 8 MOFMOnNEés p ían Es 3 z abrir escue la en los etados e bandos de e olaa, pues su ctra. no se opone á la Constitución y leyes, podían por > e al razón, ejercer su religión: ¿qué daño físico hace al individu á la de comunidad el sn da rienda suelta á la impureza;? esta pasión no es 9 a opi a soberanía nacional, n i turba la paz pública.—No hi is no la pl ii mater tail. Por esta legislación utili- y la injuria, que hieren x más sil amente ade el les: ta Mn rallan ao an opor Ls el ia viduo ere e que tiene dopo de ra hac o us r sí mismo ieda caos; peroridad de de E sobre el débil, de astuto sobre el “sencillo, de corrom AM ro Q $0 dá la parte culta y1 honr ada de pa más quía, 0 seJa a ación base el inirrado tacón de ein o audaz ra pu ro, donde el uilitarismo perra en su ester propia, donde cell DA fuerza El deduc 0 ca debe ser el pi del alar la u de razonamiento en legislación”... . a ara la : cipio, basta practicar un balance de placeres y pi rito o la A medida que conten suma de aquello : “Mas, como la utilidad general debe ser deslarida'p or el mayor núme- ro, la voluntad de la mayoría es, en definitiva, la Enente de la ley”. .. ó aquí, ses la cos de Bé ntham. Creo indispensa- do consulta ésta, no consulta la roland de la enla El mayoría; si E - quiere consultar la de aquélla, le es imposible, porque nadie dee cuando terminará un pueblo: luego, la realización del pricbipiaa es imposible. La mayoría puede cambiar, puede equivocarse; luego, el prinés pio está expuesto á teidacias a y á error, y un principio variable no es rincipio, no es más que un _capric O. mayorí quiere hoy la guerra ¡ ste hecho ha sado á nuestra vista en 47 guerra franco-prusiana y en la del P Bolivia con Chile. La voluntad de la mayoría muchas veces está en pugna individuo, ys en este caso, aunque el individuo esté. asistido - justicia y razón, debe ser sacrifi duo Cuitas: “conviene sacrificar bre era Dios! El principio aifitációna: ¿Ca » co, atenta la premisa establecida por el sistema de EAN consecuencia fué el dei Dd. - - --€l más só de los pd han cometido” en la pto Ha todo así progresiva : ladanos: pues aun de es , el un y A Safla al más débil, si pd o Sun iene 4 refu sta al. s del pentilisatoArielbtalos, Platón, Cieorbl | eo > y practicado siempre el catolici cismo, pues E ER sea justa, acomoda a EN iversas necesida- en común de los ueblo por una simple mayoría En este senti ido, la demo- n gobierno de Dredego en favor de la mayoría numéri 1 munidad. P Ma cano sufr ha democ dencia ll constituida no consigue con esto niaun su oljeto ostensible de dar en todos los casos el á 7 a justicia no se obtendrá jamás nes. puramente ino - XIL so El utilitarismo no bes explicar la inde: la virtua _ ni siquiera 3 herofémo nda e la abnegación. Codro, Leonidas, Cu me ers y ode A! > 6 5u dede z e _Bé Acha más que unos malos calculadoros, J esús, al divino Jobs úsy los diez y ocho millones de már ' acoretas ná los millones y m millones de santos, son para cocioglorda sl así calificó á Sócrates, Platón y stótelos, El filósofos ea de la. $ el un loco. Judas, si J udas, censurando á la piadosísima María porque rom- pió un sis vaso de alabastro y ungió á Cristo Nuestro Señor, con ungiiento de nardo puro, es un perfecto utilitarista, ao calculó que sería más útil dar á los pobres los trescientos dena pod o valía ese ungiiento. “Pero Judas era un ladrón”—dice el se ista. Los desamortizadores de los bienes eclesiásticos en Colombia di- q de opio ás útil emplear. estos caudales en la rar : os gobernadores se lo ro NA a Utlitaristas modenós; cuya figura está calcada oe el 1 le Judas. E Hay también hechos buenos Y. laudables que el atilitarismo 1 no de explicar. Un hombre que hal lo ártico oye ref próximo ó remoto esp —ninguno: no le conoce la víctima, n testigos de su heroísmo. . - - El solda onardo nte, en la d ta de la Puerta, le dió su caballo al Libertador, que huía á pi hecho de abnegación y patriotismo?: la derrota fué general y desas- , e: sr uerra era á muerte; todo esto lo sabía. Pra pero 30 4 d col de ció 4 En pi ob Eu ue la recibido del Liber A Carujo e el 25 de Setiembre de Colom Hé aquí las dos tander), sin n poder ex contestár or e nricaos dotó E jatado ue sos l e ars de Colombia le dijo: pero es útil para he- d Balica, y lo demás no importa. Repito, hé aquí la escuela R - XII 4 Béntham, después de asegurar “que cada hombre es más compe- tente que otro para decidir lo que sl á su bienestar,” y que el lacer ¿que sólo pueden ser Juzgados el que los siente, dice en kl 1*, página 83, de la Doontología, lo eE ente: “Los indivi- cc ó de penas y placeres especiales, en razón de su organiza- a é intelectual, sus conocimientos, sus costumbres, su cor Adisió a eu Jomébtita y idad el sexo, la, cda el clima, y otras mu- chas sa e y com pe circunstancias.” a verdad, mbre no tiene regla alguna constante, se- a gura é de vriablo para pe acciones; y en el mismo caso se halla la so- 1eda: ue todas: las ci retaroial físicas, morales s, intelectuales sociales pueden influir en el modo, forma, carácter é intensidad me | : as pai ibE no es un criterio seguro, una regla infalible. El me- jicano cree pal inercia es el placer supremo: el americano del Norte al contrario, que la felicidad está en e el movi miento. Las damas placer la asafétida; para las europeas es insoporta- | es un narcótico insoportable. Las sopa tan apetitosa O ra un brebaje para los atenienses. Puede as á in lavía e duo, : ona, .e es intolerable. ¿Quién no ha cambia sto dida qu avanzado en edad? El niño se entretiene con un ] € te; el oia sueña con los arreboles de la vida y los mil y nil tintes de la paSor el hombre adulto quiere 27 gig ser o oo sabio ó rico, y si tiene la gracia e Hon , aspira á ser que as para uno e o par a otro, sin que me al segundo de lo contrario. Según esto, mE das L facetas, es po que cambia de colores á pci que la de ahor ia ra um á cambio de un solo Ho aquí dos cáleulos utiitaristas o en 2 os. dos sentidos indicados. CALCULO DUB RSTA etc 1* Soy pobre 20 El habe desnudez y falia de habitación me poa 3? El hambre de mis a: me duele más ES % Nadia da ps : 5 E st de qu 6: N o mu oa eel A ma : tisfaró mis reciailidas y las de toda. a Con estas suma ton go un > capital que ao me dará pingú - ganancias. -10. Unoó eS años más y soy rico, mu ES: ci ad Cuando lo sea tendré, además, el ea de restituir la sama sE sn : : 12, Nada Sede éste, porque lo restituiré con el interés de plaza Dolores, E Al dolor de cometer una vileza ss : o El rubor de mí mismo, del cual no o ut HE 'scindi mi nobis utilitarista. O to es estudo: e BALANCE. lero tran se me . ñe o 2e sa e Saldo á favor da los primer ¿105 Este guarismo 10 es la razón, la “uste as motivo din terminarme. E Hurto la suma. --- Lo : | : -orRo. CALCULO UTILITARISTA e Dolores alorrados 5 slador 10. La soc oda du un. rain e caro menos. 11. e lomo ahorrará mil pd y no irá un e ía á la 2. La socie Dolores padecidos p Sufro el dolor instantáneo, ó sea prolongado, de saber que un amigo sofocara por orden mía á mi hijo recién nacido. Este y el . único dolor que cuento en contra de la acción que quiero os | BALANCE. E Dolores ahorrados...-.. a dia a dado E Dolores padoecidos . E AS E 1 a S aldo a A 11 En rial ei 11 es la razón, es el motivo, es la justicia del er mi hijo recién nacido!...-. -- La consecuencia es te- oo A propia del avestruz que mata á sus hijos; pero es , Pues se nn nde de las premisas del utilitarismo como la yA ; als POLITICO UTILITARISTA. Motivos de conveniencia pública. - 1% El Gran tra 8 Ayacucho es un genio militar y político. Vale tal vez más que . 2% Es partidario o de sistema ce ntral. -3% Sabemos En quiere dira unida, ó nada. E -4v En Bob mandó gen, una. - constituci ión casi “monárquica Y a el “dolo dl Ernst : ' * La división colombiana A llegó del Perú, y cuya mayo par en el. dor, es la el ejéreito, es la que se ha batido Y | sde el Orinoco nara las cimas del Potosí: toda ella ha 1es de Sucre, _ Esta y las a. del Ecuador 4 Quito lo ó de la: República si se divide C ran Bolívar y Sucre, paí Y dept y eS á sal Mon ! a poned 2 Unlanta y ini otros veteranos po ya riN á Dolivar y Suero on B LO ón tada, ro Emite pa iran se á Bolívar en Riochico, Orituco y "AMAS: grito se dejará oír y será aio en todo Ven En Caracas el General Toro y mil y mil ersonas de gran im- portancia verificarán una reacció n de la cual el 11 a Páez. no po- 4. ere se mu al no ) resucitar jam pe 6. Sa ntander, caudillo del partido vilitariata, no volverá des 2. E Coroneles Obando y López tienen eje medi dorante a rante lar 1otas; son amigos íntimos de a PP. de profesión que pueción encar - ganso de la oi por una suma mise qa Ya sea Al e sos Ps se ruta co Buenaventura ó la de Pasto, e tien n n el asoanto de og porque si go patos e - os podrán ser mucho; pero si vive, será golpe es pres seguro y fecundo en utilidad poi, que pode- mos a como un fausto acontecimiento, en nuestro p eriódi- co, (El Demócrata del 1* de alo qe 1830), nino ó pene dba des- pués yg Sucre haya salido de Bog E 21. Restrepo, Castillo, Vergara, García del Río y demás plumas. ; > Bolívar. Caerán € ns 23. a muerte Fl anta es pe ai un gro qe: +. ya 1 e = ida y uiadó largo, salvará 4 Colombia de una guerra frat desastrosa y sangrienta, cuyo hn no es dosis ib Una: gota. fuente legítimos, sin efecto re- los divide ó Aticos en naturales, de ate iia Són naturales. e... que, de su eó : / Mi entamiento to y Hipica an obtenido el e a o disposi mass > del padre ó bind e los haya reconoci ayuntamiento se subdividen e an Nadaleros incestuosos y s : plemente ilegítimos son los que no provienen de dañado ayuntam y no han sido reconocidos DQó hom af Pe rresibied es el e con- opbido en adulterio es, entre personas de las cuales a álo menos, al tiempo de se de oncepción, estaba casad que has los po Sayán contraído matrimon ¿ En > sucesivo, citaremos. sólo “Códig so Civil.” ¿ta eoció pd EA para: Jos e fectos concebido entre padres que estaban , con otro en línea a e consanguinidad ó ea ad; 2% El concebido entre pa- dres de los cuales - el uno se hallaba con el otro. en el segundo grado transversal de consanguinidad ó ibndad, de E El o entre pa- res de los cuales el uno era hermano de ascendiente del otro, Se advierte que pora y afinidad. da que ella enes tos tres casos, comprenden la leg ítima y la ilegítima.—Sacrílego, es el hijo pita entre padres de e cuales alguno era clérigo de órde- nes mayores, ó persona ligada por voto solemne de castidad en inge : roBEIoNa reconocic a por la Iglesia Católica. grite pues, un pe :¡ón rigurosamente lógica, que comprende á todos los hos con definiciones claras precisas, en términos que no Ad sortida po encuanto á la respectiva paga hijos : ile legítim mos. Ed: A A slación Española n ab e feliz en esta materia desa ba do tan propen sos de suy: paco de de elas ones, complic, la doctrina con diversidad de nara que: dife il la determinación de las diferencias que distinguen entre : los hijos ilegí En la aia al título 15 de la Partida 4*, se fija, como , UNO de de sus objetos, e si e determinar las diversas especies de hijos ilegíti- mos. “E mostrar primeramente qué eS decir fijos non legítimos. tales. E cuantas maneras son de ellos.” En : á este los hijos edi se dividen en natur ales, Jornecinos, manceres, esp rios y no “N atocilós é non legítimos, dice esta ley, llamaron los sabios. tiguos álos fijos que non naseen de casami miento Amb e nd ley, assí barr los que facen en las paganas, y confo á la 12 2* del tít, aquella mujer es llamad dnd que es una sola, é ha - que sea atal que pueda cas cas ella a, Si quiere, aquel quela. tien Y La falta ley dió ó lugar á serias dil mujer de de quien 20 en su casa, ni e una Es a: ca 08 en el hijo las apio susodichas, mandamos que sea hijo natural Sin esfuerzo alguno, se advie rten los vae cíos de esta ley, Y: la de 13 Abril de 1837 procuró d padre debía constar ie una manera clara, cit y Edel no por inducciones y conjeturas, ni por s ERE ú oficiosidades que Dti di dy rod á cualquier otra en a, y por otros diferent | motivos. Previno también que: “] lee eN esivo sólo por reconoci miento “explícito d del padre, hecho en un instrumento público, ó á pre - — sencia del juez y dos odría declarar á alguno por beni para todos dos efectos civiles. Sin este. reconocimiento, se prohibida toda in n sobre paternidad : na le adulterio, ó son lcd en pari y ms los adult plc incestuose e nascen ade Epa uee: pe vin End 1 de las s mujeres que tie Ab nie por had sas, é son ellas. atales que se dan á otros omes, marido que la tiene en su casa, é non lo son. Según e os € s de los nuturales, fornecinos, manceres y no- ss; son los que nacen la de concubina ó barragana que el padre Ha vera de su casa; y como se supone que tal mujer se da á otros hom bres. no se sabe quién es el padre; pero la madre no es casada, ne rienta, ni bricos: ni es tampoco de las que comercian públicamen- E. con sus cuerpos. Mas la ley 11, tít. 13, Part. 6* llama espurio al jo que nasce de mujer prostituta que s edaá muchos, y según la 3 cn 14, Part. 4*, hijo espurio quiere doce tanto como fornecino. De Ea E ls hijos ilegítimos, excepto los naturales; y se dice, en consecuencia 1e los hijos ilegítimos se dividen en ads y espurl mpren- iendo bajo esta última denominación á los for cod e aunagrds yo ( o estos nacen de mnjer casada, es claro que jad ne A nos por parte de madre; lo cual demuestra, á su yv: EE de fornecinos se comprenden los adulterinos por Da te de Se ¿Aceptada esta clasificación, ertremos en materl Le Jonto: t. 267, no pueden ser reconocidos como "naturales los de dañado Aronteriónto es decir, los adulterinos, insestuosos y gos. e citada ley de 13 e Eo Y aaa Tse o á. dote 8 a a form pará reconocimien: además, hijo , as E ; estuoso para los efectos civiles, Areta atender al hrt 33, y vo peto Canónico. De estos antecedentes resultan varias. conse- E Seo nuestro Código, pi hijo ci en adultério no puede ser cido como natural, aun cuando al tiempo del nacimiento hubie- ido los traer pics onio válido sin necesida nforme $ á la e Recopila ida, podía este hijo ser recono-. a gual, es aa el hijo, cuando los par. de de consanguinidad ó afinid: ad, pero. A A O de ó sótimo obio a civilmente, Recopilada, eran de mejor condici o, al tiempo del nacimiento, podían los PAU pos matrimonio sin no- pesidad de SON porque podían ser reconocidos. Pero, n verdad, más conforme á la justicia y á la moral es la prohibición. del Códig , 8 digo ha mejora da not tableta la condición de los hijos, restringien- do los casos de incesto. Siendo el reconocimiento de que tratamos un asunto Ai civil, no debía atenderse al cómputo canónico para determinar los grad os de parentesco; y como, s egún la citada Ley E por Ae o de; pare rentesco.. “Mu a ( digo a os efectos civiles, . hondo p “cómputo a y no E deb 268 declara que A rádonocimidato es un acto libre y y volu o del padre ó madre que reconoce, y el 269 ordena que se dia p vaicities público, ó ante un juez y dos testigos, 6 por a ta- mentario; entendiéndose que si es uno sólo de los Ai el de reco- noce, no está obligado á expresar la persona en quien, ó de quien hu. bo al hijo natural. La Ley Recopilada estableció dos uedids de prueba paraa filiación natural, á saber, el reconocimiento del padre, ó eb gr cd nacido de la única concubina que tenía el padre en la casa; el art. 1 de la mencionada ley de 13 de Abril de 1837 o “No podrá. sordo SÓ ción, ya que, s y, uste ario: permite la prueba mé ha Allación y por: rosp rante el monio, establece “natural contra la voluntad de los e ilada y la de 1837 « eran deficientes, porque se rofo- estro Código es mucho m reconocimiento para que se ace pe bCrenidis, y pun Ís por las cuales se puede impugnar el reconocimien tiendo la eee á toda persona que pruebo interés a ello. S ) F nr. MATRIMONIO DE LOS HIJOS MENORES. El art. 102 declara que los que > Ryo cumplido veintiún años. están obligados á obtener el consentimiento de persona alguna para - contraer matrimonio, y el art. 103 prohibe á los menores de > veintiún no q impono el Cód izo obrog eberes O el caso. el lmamiento o ntonces el der curador niegan sn pd Eo oa aunque s sea sin expresar cau gúna, no se ca vender al matrimonio de los menores de diez ocho años; pero los mayores de esta edad tienen derecho á que se € se la causa del disenso y se califique ante el juez competente, jue las razones que justifican el og no pueden menor que haya ciones ue ' haya hecho al me te Darme o cumplidos e d, O sin el con sentimiento expreso del padre y de la odos Si pi hubiese muer-. ó estuviese imposibilitado para manifestar su voluntad, basta el consentimiento del otro, y estando discordes el padre y la madre, pre- valecerá la voluntad del padre, ya sea que disienta, ó ya que consien- ta en el matrimonio.” Sogá n nuestro Código, el hijo menor que ten- ga padre y madre legítimos ó naturales, puede so ln e S 'es- de una madre, quizás más: solícito por el bienestar y ventura de sus hijos, es más perspicaz, es más previslv “El amor maternal, dice un escritor, este afecto de las mujeres, o oniitiad para ellas de las mayo-. res vi indi de los más Sp LlbOS deberes, de los goces más puros, .b lla en ellas con todo su esplendor. . - -¡ Amor maternal !... -¿quién, a oír este nombre, 1 no se siente profundamente conmovido ?; ¡afectuosos cuidados, halagiveñas caricias, consejos prudentes de oehiintis 5 y du uda, reunís y excedéis en sind en poder, en duración, todos e demás afectos ME corazón humano... Atento, reconcentrado, su- frido, infatigable, ¡oh tú, amor oaiaiel tá velas e n estos lugares, sión de paz, de virtud, de eco Estos sentimientos son los que ho insistido algo sobre este punt r su notoria impor 0 El art. Se de la ley de Colombia, 6 á falta de los dali) e al aba lo atern 10 y en su defecto, a conto re nuestro Código no excluye á llama en as al pia Años hasta la de vóintiineo Pl las colombianas des- hast ligación de solicitar la licen- an, debían suspender el matri- le edir n uevamente el : adres en la in el provio 'oiligación se e: Ste 4 25 años, ó la hija de 195 2L, ln ¡tán e de la dE Si el consentimiento debía obtenerse del al 10- imponerse una multa en su provecho. : TL rita Cetina NUPCIAS DE 0 PADRES. Según el le 120, el dodo ¿mula 10, teniendo hijos de prec: te matrimonio bajo su Ap potes red Ó bajo su curaduría, quier ) roceder al inventario solemne de los y les pertenezcan como á herederos de su quiera otro pro Para la formación di 53n 1092130 ódigo ha excogitado, en be tan 3 sE En precaución para E la confusión y pérdida ó extravio de los. se pr do a prole, sino también una razón | respeto que el cónyuge sobrevivien po 10. os que le la ar disolación del anteric s se e imponían por el hecho da aida st aunque de sesullal la confusión de la prole. La Ley Recopilada, al contrario, 1 impone pena alguna, ni aun en el caso de que haya confusión de pa N aos Có0 digo no O: la viuda contraer nuev o Toda a E cs a nenas a y oyendo el dictamen de facultativos, silo ereyere con: ente. —En el caso de este artículo, la mujer y su Epi estarán so- ostas ocasi á terceros por la. Nalón pino de Ja temmidad: ” La respon dad solidaria sobrevie e por es dumbre, pero no es per o del att onio; .= e os lta confusión en la ó cura hijos. En caso de que se omita la de- : nunciación, la. madre y su marido quo et solidariamente responsa- bles de la l del marido aun á los actos de la mujer ant es al matmonio Con estas o tunas precauciones se aseguran los interes s de ds hijos comprometerse ó desaparecer bajo la lninlii n del 1 La ley 4”, tít. 16, Part. ES permite que la medó | pueda. dora de sus hijos, * “si tes en mano del Rey, ó gar do son los hué s, que de dona que los mozo guarda, que non pe - - Porque podría acaescer r, que | os prtesaciones inde á la s ivar ede s dere Os CIENCIAS. Sa OJEADA GENERAL cA SOBRE LA VEGETACIÓN ECUATORIANA, ón POR EL R. P. LUIS SODIRO $. J., Catedrático de Botánica. (Continuación) TL. ZONA TEMPLADA O SUBTROPICAL. ; > ue Abades de exponer sobre la región tropical podemos , £ toda la región selvosa,. puesto ATAN atmosférica, que der ón local sobre el -.. del e a de patata: o ros boris la masa pobiaia iaa Re xa pai de 3 plantas arbóreas de mayores ó menores proporciones, pero que, en let esencial, no difieren mucho de lo que hemos visto en la parte prece- ente. Los bejucos, al menos los leñosos, van haciéndose más raros, o las epífitas y las parásitas siguen con la misma frecuencia de es- s y de individuos en toda la parte ocupada por los bosques pri- o De este tan lento y casi insensible cambio de vegetación se sigue mu 4 . imposible, trazar un límite natu- a. uso : Coníferas. Para rias exploraciones o s locales: la perspi n faltar aun a todo, sin que | biaran « en verd. m tros naturales m ds po cuya escala, pc e está todavía der pa Sonibiemen e. natural, el segundo, aunque por ventura más ataca es siempre ar- ti e é endida la 2 grande Lio que reina entre esta zona Pl la pedi ella en g goueral limitándonos á á pocas O que pre resente ¡ue a tienen», en: as remo adotik or mérito do las quinas s son las grandes proporciones que, po árb y la hermosura, á veces nal gar, de sus flores reunidas en il en la extremidad de los r «vestidos frecuentemente con hojas muy anchas y ermosas; el. les el de contener en sus fibras corticales, como es sabido, el espe- - cífijo más poderoso contra una e las enfermedades más comunes al mismo tiempo más difíciles de curar, que afligen á la especie hum LS medicina. Límites de esta zona y en particular de los Helechos arbóreos. fos _niéndonos á los límites que el si Humboldt prescribe á la zona oc pada por los iodo E 'PUpOS, podríamos considerarlos de é qui F este nivel, y también. más de en ad de tunos, la vegetación conserva todavía en la región selvosa su primoroso, las proporciones y al timbre de zona. subtropical, or hermosos árboles Melastomáceos y pss de abundantes bejucos y de las pilas Pero como los hee ue ] mos podido observar personalmente, acerca de la extensión doo 2 lechos arbóreos, no concuerdan con las opiniones de Humboldt, n vemos precisados á á reducir nuestra zona á limites más angostos de que en realidad tienen Jos helechos, y á darle un nombre algo div del pS había recibido La te esclarecido autor (Da viendo ahora á las A eo s ya citadas, notaremos ante tod de: e que son demasiado poto debo límites. que codo eribe á - Escitamíneas, cada: dice cea no crecen Á una. altura superior págs 280... pena cti ipules. > iogoritos a ot a Ea e it ¡ones e refiere de “hab 0,56 queda! una, a cun mbre de la Silla de Crsacas Á er 50 m.; pues que, precisamente al mismo nivel, se encu y pla ¿de esta clase, en ys declives del a sad paso del río Silante y quebradas de Nieblí, muy a s abajo. El Sr. Stibel señaló o mito superior la elevación de 1600 m. En cuanto > límite in- lor de los helechos, no es ls exagerado: yo encontra: o una esp>cie de Cyathea en los bosques de Angas, á una a eoración que calculamos aproximadamente en 200—300 m. Mas, o que e al superior, la diferencia entre los datos de Hamboldt sE mis 0b- vaci oderla pasar en silencio. delo labia a más que hasta ahora he Rngontrado en nuestros Ande e crece tadiría más abajo de be nivel, estos hermosos vegetales prosiguen sin interrupción y en esta- vegetación muy enérgica, especialmente entre 2400 y 350 m.. i pudiera suponer que el Sr. Humboldt quiso indicar, con es0S' Os o ente los Kmites de la residencia ordinaria de estas her- pr apor de acaso tranisigir de algún mi o lo os di e als idad se citar, como apónd s citadas e última (la región « de los helechos e rea q luir toda acosada con términos su: límite superior ha Es se iofaes con mueho JO. m., peta que, según él, el inferior he hasta Leto m. más que sel 23 éstas: La $ S dor y) 370 m “má en que hs encontra Mojacda cerca de Monaco o será in nátil «para la ciencia, ni fuera de rogó investigar r circunstancias físicas del país, que contribuyen acluse plantas p pueda subir á elevaciones tan Jl a ES rd dio Inego los tres puntos e pense en donde los helechos asciem= den á mayores alturas, se hallan en el descenso occidental de tres de los principales voleanes de la: ¿Cordillera; por consiguiente, están pro- tegidos por ellos así de la acción cer mii como e la sequía, que naturalmente producirían los vientos secos y fríos del: veranó, que so plan constantemente del oriente: al occidente. Además, todo ese se a la eg interiores, een maravillosamente los vient san por las cerdilleras de Imbabura, Cayambe y Antisana ARE e Ea y ie, E estos e rininos no son tan has e y 6 á los bosques del e de tantas AS Creen de nues n- t pe y: su inte idad. cues dol 1 nel no ) compensa de suyo or- dinariamente la falta de la atmosférica, ni es menester que ésta sea n subida. zÓnN : : si bajan hasta 400 m., como lo afirma Humboldt mismo, apenas ha- mb. en nuestro territorio, algún punto á esta Altar nes que la tempe- - ratura sea inferior á 20 e., mientras la de Quito á 2850 m. es de 14, Ze En cuanto á las quinas, parece que, en la época en que o Sr. Hum. boldt permaneció en Quito, no se conocía todavía su existencia en los bosques de esta provincia y de la de Riobamba, ya que en el “Cuadro de las regiones equinocciales” (b) se expresa de este modo sobre el par- ea Cd e ps sin disgusto, estas h roo E regiones que , tanto ha- lago eje re un ánimo sensible. ála im impresión ón de los prodigio dea Sataraleds beis nos q. Jan.” La variedad A es mucho y pro porciones e sus oro es, como por sus gran ndes q Pcia a.” das: es ba Sa RON en los bosques húmedos de Nieblí y mu- cho más en los orazón. Por el eontrario, una especie (quizá ep fita Ó parásita) dea con a ns flores apétal E cos cubiertos de musgos en las regiones es as 'tos parajes de nuestras selvas. a mente incapaz de comprender tdo lo que Al - presión no di nd más amplia, ni más p sobre la fi a s aspiraciones no sola— ES oli antistacs sino. que aun las. es y ahoga. Quien. ha experi do u ales impresiones, á darse razón así mismo d e y siente Ll npremo se presenta, sensiblem -) rancia y y de la basbavia, en los recesos litros de las dora y (Continuará). TFERATURA. UN NUEVO IDEAL POETICO POR EL SEÑOR DON REMIGIO CRESPO TORAL, : A El año hd 1882, dejó de existir el príncipe de los poetas ameri- | OS, Enri que Wadsworth Lo ngfe ellow, uno de los más encumbi genios de este nuestro siglo XIX. Ed, agfellow es el poeta de "América vigoroso, hijo: de un mun- rgen, ; casto ROS a nero 5 la lspiración, en el eo dle pedi ; bo de con e, la eteo con Byron, cantaba adentro de una tumba con men rdía, á la manera de serpiente, con los admirables. y no me malogrados Musset y Pa Esta era la poesía del dead el canto de lar cobardes, el E e mido de espíritus ira o on la miseria del placer, y se echaron en brazos es hastío, Mea de mortales dolencias des 0 r í, pues, seductor 4 á la vez que peligroso, € ese ideal pres india manos destinos. La tumba era 54 to no de todo; €l n tirano. | sino el paca e el ci dolor, q no abía para él más horiz a enérgica por valor bristiana, oa: por el sacrificio, i m en fin, por ser ie e del destino del hombre según la econo mía de la creac - Señala inte en este gran siglo del trab ajo y de las titánica empresas, la poesía debía mostrarse ardiente como el silbar de l: locomotora, y tierna siempre y elevada como un gemido del Cal- vario. * La musa de los festines y los cementerios debía ser echada fuera dé la República literaria, y la gran poesía, de que habla ya Thiers era menester que «hicies pagador. A él lo reconocemos - fundado en los poemas Edad Media, se anunci: O del arte y de 1 ia d dd - Perola obra del genio debe ser co: 1ada; y á 8030 Ace América, mundo virgen, entusiasta y vigoroso; ps Tres e la obra. : nosotros, la ió casi no ha pasad de otra cosa qu d opta ecalo idad de gemido estéril. ¡Quiera Dios.se levante una generación nueva, q cede encantadoras melodías del arpa del sn poeta del Nor : Nos complacemos en ei culto á la belleza; ansiamos gloria para la Patria: y bien quisieramos verla la primera, entre las nacio nes llamadas á regenerar el arte. : n habríamos a componer una disertación acerca este diiondoncia . Mas, dejando tan fecunda labor 4 ir noe las más rodas, nos conte ata remos co os cal El Salm no E e da es e ad adelante! en la senda, de arma! en el combate, de ¡valor! en > medio de la penes es e, sior! del mismo poeta, reducido á otra form: ze En esta espiritual y admirable alegoría vese á un ma ¡cebo joven todavía, pero valeroso, emprender penosa asi - la cumbre de doi e mreenas está el yentisqu ero. tral : tempestad se alza sobre intenta d eicdinos dE e le muestra el Palto' mas el e ¡Excélsior ! leva e su bandera; es necesario llegar á la anhelada Ae de ¿mts des brumas de la cumbre. Al día dire los os - dosos monjes del San Bernardo encuentran un ido sobre la nieve....¡Ahí está el valiente mance Eto ela e y cr en sus recién apagados ojos el brillo del ero PE: pe: dín 9 ya n tie rra, la orgullosa inscripción se lee allí... ¿Fué, 0 ide Jo!...4 lo lejos y hacia arriba, en las cumbres d a ciclo, se Poe cdo. E 1és ES manidad ha z ichad dodés a Ev Excélsior es la i imagen del hombre cristia reciando es losencantos de la vida y vie def ciones del corazó rende E oe “as entrañas: _ queda li.. da added oi más e elevados 1í la indicada paráfrasis: EL SALMO DE LA VIDA e o WADSWORTH LONGFELLOW. (*) i De as lira con innoble acento, No me digáis, por Dios: «Engañadora Sombra es la vida, sombra de un momento; Con la materia ¿caba el pensamiento; . La noche del vivir no tiene aurora... > ¡La y ida! ¿No sentís fuego divino? : : Adentro el pecho arder, hermanos seres? ¡La y. (dal 100 es la elas mba su destino! Nadie al alma le grita en su camino: » «A polvo tornarás, pues de polvo: eres.» La vida es hondo Pm co faena, a, corazón que late _ Al rudo golpe de incesante pena, z ida ya la marcha del combate. E : e ¡Gozar! ¡gemir!.... ¡No á ello está sujeta. a Elan a!....Sois obreros: fat tigada, ] : Po OS ES een dar en la jornada. e THE PSALM or. LIFE. pa eS ot in mosraía afal numbers, z y + In se world's ad field of beto, a qa ouac of lif en ed dumb, < deiven cattle! Beá 4 hero in the s ml Se bb á que el p Y a ot del tetas gime are calla ¡Más fuertes sed en la áspera Dale No los goces caes vagos é inciertos De alegre porvenir. Viejo pa E Pues que Nou nacta: también guarde sus muertos. er pegó E la de. á bea e de OS, E denodado. AS + di las borrascas del océano, N; a en noche sin estrellas, e esperanza, cedió hermano Cobrará, E fin, aliento sober: : e vuestra nave al descnbar Pe huellas.... ).s S la ti | Rie: el É prado de tas eto E - Ved, en el polvo « del trabajo hundida Ima generosa y feat rl... eso. es LE eso rr 108 — ¡EXCELSIOR! a IA a pe. POR. ENRIQUE WADSWORTH LONGFELLOW; (*)' Traducido del inglés POR EL SEÑOR DON M ANUEL MARÍA PÓLIT, Caledrál, co de Lengua y Literatura Francesa. Tela la noche sombras esparcía Cuando un joven cruzó un villaje alpino; , Llevando una bandera que decia:, ¡Excélsior! : Y su mirada, llena de coraje, se . 2penas aclarad | Se alzaban como espectros a ealés sea. > : —Y arrancó de su pecho hondo gemido ¡Excélsio 1% (*) EXCELSIOR! ; The sii of men were se fast, “Oh! stay,” the maiden said, Pr rest As thr Ata, h-an Alpin illage ed, Thy weary head upon this brea A you o bore, LE now A 1ce,: A. tear stood.in his bright blue pa A ad lb this e A Me But still he answered with a a siglo Exc Excelsi His brow was sad; his eye beneath Beware epi a : Adi branch; Flashed like a faui chion Si its sheath; | *“Beware the awful a And, as a silver clarion, This was the pa last Cocdenight The edita ye pal eno id ó A voice replied, far up ho the da Exc ppy homes he saw the ' light At br reak of day, as heaven-ward oe 101d fires gleam warm and bright; | The pious monks of Saint= peras Above, the spectr > glaciers shone, Uttered the oft- crepeated pr And from his hps ds á groan voice cried through the said air: : a 0 elsi “Try not the eri ” the old man said; A Atila Py the en Pito “Dark lowers the tempest ov Pee Se Half buri the snow ce “The roaring cenas t is deep and wide,” | Still da fn h Ed ia And loud that clarion voice replica: That banner with sy strange, device: Loxcels Fixcelsio There is the twilight e ho grey; Lifeless, E bea qna: he a And from ARS ne pe far A voice lar like a cli» star: Exc ( ne De intento hemos hecho uso de la pla revados propia de América; pues nos parece que, en castellano, no hay otra que s.m el como ¡esta lo mismo sas significa, en Francés s yen his, la palabra a nde. ES Ay! no delata a el anciano exclama, «Ciérnese en lo alto tempestad furiosa, Hips dor el torrente ya rebosa.» mpero, con más fuerza, su voz clama: e .. ¡ Excélsior pi «Pára y reclina, dice la doncella, : «En mi regazo tu cansada sien:» lo sus ojos, las lágrimas se ven, : Y. suspirando le as á ella: xcálsior! ; «¡Mira eh ramo que a cierzo pasea] «De so alud huye ligero del mon ntañés adiós post stre eo a. de: 05 A San e ierisata coro Vleipid, - Cercano Al cielo, el rezo matutino E salmodiaba, cuando repentino - Rasgó los aires grito arde . ¡ Excél Istor ! Salió un monje, y el perro ade seguía El rastro del viajero, le halló yert o Bu en su puño, de nieve ya cubierto; a Asida la: ole qus decía: : a ¡ Excélsior! Su débil luz ha aurora daba al ro i bello adolescente, Y al sin vid Cuando una el bajó nte, omo. una estrella, nl sereno cielo: ¡Excélsior! 'N ORITICO DEL , A DEL cóDIGO PENAL, a POR EL SR. DR. MIGUEL EGAS, a - Cutedrátia ES Aledicina il ¿E Hg Hei ¡Pública AS ltronas y cu: valesquiera otras personas elositarias $ por su esta profesión de los secretos que se les confían, y pb fuera del ca en ie son llamadas á declarar enjuicio, ó en que la ley las obli- a á hacer conocer dichos secretos, los hubieren ado: serán £ á cién Ss.» 4 pública dicación todo el contenido de este artícu= mar la atención de los Señores Pro- di restringe p : big dá A iguitas de los facultativos y hasta con desdoro de os e e la sancionaron. a que los señores examinadores no quisieron entrar en el fon= e pe siguiente proposición «El sigilo del Dades, debe ser absolutamente cines esta proposición ó la combatan, en el dilatado campo de la E bre discusión, vamos á empeñarnos en poner de iso $ da: ve S ¿Cad que ella Aun de los solador iciami ue vi > rar pe st “no ¿decia imposibilidad, que hay de obligar 4 U e lone á su conciencia revelando secret )nocer las razones que militan en favor del : inemos pe a someramente ese sentimien | A sun t a sentimos que nu: uestr el Bolos cuando nos enco os y los graves. n una da de ocho días á seis meses y con una Con el objeto, pues, de que nuestros escritores públicos iustren ) nci res ue para e nos bastaría a o de los q TS AS Dr e, tringe la proposición, con E dolor, otra alma que, pertlcipando de Mibstea: aflicción, rea: las. decaídas fuerzas de nuestro espíritu. Queda satisfecha nuestra necesidad al encontrar al amigo que nos espera “alboroz ado, con la sonrisa en los labios y el pecho generoso y pronto á recibir nues= tras confidencias, con la misma suavidad con que el cáliz dela azu= cena absorbe los o pod del sol. Al escuchar la OR E mos sido comprendidos Un e saludable. se ha ad e y nuestro la is la 2pM cación práctica del gran lidad. Uno 1 para da arca santa le la lealtad. m) esta manera nuestra dio esa 4 á Estar consolada y tranquila, libr ya de im se ortunos eiogaaird desde el momento en que la amis sta mil veces no. po va! au O ” (41) Ú y Qu Eo ls + Oo e o E 3 po] |] n s a 3 a: ps $ un — po n e] 0 go p Un , - viales de sentido común, desde el momento en que se dijera que - ese hombre, permaneciendo siempre honrado y leal : nada disminuya su buena reputación, p da libre salida á lo que bebía tener oculto en lo íntimo de su corazón da j pa A de discurrir. En todo tiempo se ha considerado el secreto una virtud, y no han e ea los pueblos que le hen, > tributado culto como á una Div Por el eitano, la Edelca la delación, han sido calificada como una e pare mo un delito. Nadie ha creído que la tr: la deslealtad s dich ha rá motivo ni pretexto Ao: que nos autorice ¿ llo que se nos ha recomendado conservar enteramente oculto. “secreto de que somos dibosurids, ajeno es, y no ten nemos derecho ay A el velo ems lo cubre Heuer Expuesto á á las curan E esho onra : - Si todos en general estamos cidad á e al silencio 5% aquello que se nos ha referido reservadamente, es indu : esta obligación llega á se r mayor para los profesores de Medical ES las ce : s físicas y morales de las dolencias que éstos padece E En placa si la infidencia y la delación son actos dde la sana mo- E la sociedad condena, si cuantos los cometen se a a indignos de la estimación pú úbli ica, ¿no será execrable la con- ducta del médico, qué, prostituyendo su conciencia, llega á de later 2 cia, eninfame 8 os que le han ya cs 5 por nece sidad t— o. ls ¿datedad oistigark siempre el desprecio y la más pro- “funda indignación, la conducta del tivo ie cambiase el no- . ve qui eE demi, de la humanidad con la NE ocu- " delato or. s que poa en el es y en An y aun los est demes! en la más justa rd de que e al méd erdad? ¿Podría existir esta cree que e uno y cago" tienen A OS JADIOS del sigi . una co tada, la: dote eL cuerpo? ¿Por q le comunica que tal vez vd Piotr conservar oc sufrimientos físicos. sino también sus E ute: sus s padecimicn morales que tan frecuentes son en el hogar doméstico? O) pd ita dice, en la convicción general de que el médico ha ju: a Cruz del Salvador y los Santos Evan E usar bien y e E A AE rado a inieno su profesión, y guardar secreto en los casos quelo requie- ran. Consiste en que es tradicional entre las gentes. que ese Jura mento necesario data desde los tiempos de Eee quien, en=.. tre otras garantías, consignó la que nos ocupa en estas memorables de ne. 7 7 ti de : co Cútar: E profesor = Ms cosas más delicadas y más (Atimás exigiría ese secreto prudente, ese silencio sabio, esa reserva profunda que Ea como una con ádición a de la práctica del arte. ción de los da édicos. En esas ólidas 1 Diles descansa el alto de inspirar tan ilimitada confianza: eso es lo que eleva nuestra pro fesión á la altura de un cerdito Los médicos son, ns eso, lo Pedir natos de los HigEmtoRS en da int Aena de E a: o y odaría más e facultativos que Pdo los seeretos que se les han pu | con motivo de su profesión. Tan cierto es esto, que el mismo ar e culoq ue ha motivado esta o into el castigo de prisi mul á a Pe gia dp dich etos. Todo esto prueba q| elac do y patd un acto ao se y eSruArs la con- : del profesor py así pro on. mo. omento. : bien sabi ds es que t oscuridad en el di tico influyen soderosamente y de un do: fatal en el tratan iento: de curación se hace imposible. Además, el enfermo y sus deudos ya no verán en el facultativo que entra á la casa á donde ha sido llama- _do, al benefactor que debe llevarles el consuelo, la salud y la vida, sino al espía autorizado que todo lo escudriña, al delator condeco- “rado que eo ha de transformarse en AS pesa para heceries om ante los jueces del crimen. Hé ahí al hombre de la ciencia, al bienhechor de la humanidad convertido en a pre- o incontestable la necesidad del A Suéido se trata de - Que desea saber esos secretos, Para examinar la conducta q. a de » cultativo ha de obser este caso, téngase presente que a blamo os de la Rerlaración da á hechos que el médico ha decada á conocer con motivo profesión; de manera que, á no ser por cua en Eros persona á quien se llama para que preste su declara- | ón como simple testigo, fácil es distinguir la diversa obligación 0d ue Jona Sbbte el uno y sobre el otro. Llamado el primero á visitar yd donde yace el paciente: allí escucha la relación sucinta y veri= dica que le hacen éste y sus deudos, se impone de todos los por- a menores dela vida y costumbres de su cliente, le ausculta, por de cirlo así, moral y físicamente el corazón, y penetra en el CiENO Bb - eretos de una alma que e se muestra tal como ella es. ¿Habrá cult - tivo que, abusando de esta confia anza, echase á la calle esos secrez tos? ¿Merecería el calificativo de honrado quien así poeta 3 ¿Qué poder legal puede invocarse para Sonminar 3 ese profesor á que, de leal y confi a se cambie en vil delato Pero se dirá tal v e serían inmensas las ven ae que saca- : in los ouinas mo uciks de la declaración de los médicos y La PER )'s Aapite ciertos hechos que, á no. 3 cl esta ones a edarí s del misterio, o, ale a ando lei impunidad de los criminales 185 particu. ares deben ceder ante el É mos obligados á Pm opinen E Sa polor pe hijo 4 As que declare Coniis su ee y + éste : á Coque. depo Inga ra de aquél. El juez debiera obligar á los esposos á sí : es d? ftilidad pública, la la disco rdia en ias del ho es El sen tido: e común, que aza con indignación metal procedimiento, se ha valido, en Sada cs y lugar, de la voz de los legisladores, pa- ra ordenar que no exija ni admita el testimonio de los ascen= dientes y descendientes cónyuge y hermanos E reo. (Código de - _enjuiciamientos en materia criminal, artículo e Si la pa testimonial había de ser da Sded que, en 4. instrucción dels ario, no > debiera tenerse consideración ni res- entonces ¿por qué ese privile que hay q ¡ rácter y la di E :d del sac dono: Luego, existen ist en los cua- des tiene que ceder el interés de la justicia en gen ral á las consi= > per debidas á otro interés, á otro derecho, see sea. para ticu e uado : cunstancias que le ro su cliente la ingenua relación de cuanto procedió y a ejecución de ese hecho. Pero nadie podrá sostener con r fundames a u de la siguiente a si el juez pudiese exigir á | sores que den testimonio en contra de sus clientes, la parte Paya so= pe de la dutocidad Pe se les compela á d «clarar cuanto ellos supieren acerca del asunto que se ventila; y de esta manera, que- sen burlada la referida disposición. Si la recta razón nos enseña que no es lícito exigir á los aboga- declaración relativa á las confidencias que les han he- ; si el deber profesional se sobrepone en estos e quiere llamar utilidad pública, ósean vantajas de pretende que sólo el mé- liga á declarar los secre= go esigual y quizá ma- ra de los defensor í ta ambien y un ? deber, se un Pita impue leber, al de la adoinis el l: que unen á'los individa os de una familia, : pinión, citaremos un hecho que es. e grande significación, si se atiende al tiempo en que él tuvo > Lu á las circunstancias que le rodearon, anado la administración de j ta líneas en cumplimiento de lo. edicina, es el de excitar á los ciudada -. Para concluír, séanos perm mitido hacer una reflexión que vie n apoyo de mero E oi cuado las pasiones pa se .enardecen, cuando e cedor impone su voluntad al vencido, do el odio y la ver nea oa el Sa siento de la nsticia y la er O. Qu ', en donde llora 2remos, pues, que! igilo de los profesores de tarel ánimo BOLETIN UNIVERSIT. DECRETO da 00 DEL SUPREMO GOBIERNO PROVISIONAL sobre la Biblioteca Nacional y su incorporación á la is sidad de Quito, EL GOBIERNO PROVISIONAL e. ECUADOR, _ CONSID SRANDO: E Que la Biblic e reta els : irigid: sin una autor ción E raid ha sufrido ' grande uó e E zo a ; a 4d . DECRI TA E ia Biblioteca Nacional se incorpora á la Univers id £ o Art. - Quito, bas bajola inmediata inspección delaJunta Universitaria rt. 2” El bibliotecario será nombrado por el Poder Ejecutivo, á propuesta de la Junta Universitaria, gozará la renta de cuarenta pe=. - sos mensuales, y durará en su, destino cuatro años, pudiendo ser pedo: Art. 3” Elque aspire al IS de bibliotecario dará an- ' te la misma Junta Universitaria un examen de scr hora, por lo. menos, sobre bibliografía, palcogra afía y tipogra AN . único. Por ahora el Gobierno nombrará un bibliotecario térino, el cual sólo rendirá la hipoteca prescrita por. el artícu u ria, literatura, usos, costum lica ; bién un 1 catále go de las da años por ecuatorianos, a se ha Eds da Rep onas ma rd e rt Ad -LaB Biblioteca estará abierta todos los días, excepto los los o festa pS da diez de la mañana hasta las tres de la Art s concurrentes á la Biblioteca eonaceió n única- A la lectura, y no les será | r sí lanos ningún li- +. Tampoco podrá sacar nadie libro alguno dela Biblioteca, ba- jo ningún pretexto 2 Art. 11. Las rentas pertenecientes á la Biblioteca Nacional serán ra Xt. 12. Los la Biblioteca Naciorial un ejemplar, y en caso de no ve o pa- ia - garán en dinero el valor doble de la obra, folleto $ periódico que se hubiere dr o. hs Art. 13. Los propietarios ó directores de imprentas pondrán en : conocimiento del Bibliotecario el libro, folleto ó periódico que se : La imiere. e en caso de no hacerlo, pagarán una multa de cinco lez peso n los «Anales de la Universidad» se publicará una razón de los os. ee Ge, que se hnbieren comprado ó dado para la - Biblioteca Nacion S rt. 15. La Biblioteos de la Universidad queda refundida en la Nacional, y.sus obras se trasladarán á ésta, previo el Siero i0- - vantario que se haya formado ó se formare con este objeto. 0: Dado en el Palacio de Gobierno en Quo, Dapital de la Repú- E ne á 23 de Mayo de 1883. : tín Querrero.—Luis Cordero.—Pablo Herrera.—El Ministro ES : lo cl F. Modesto opi copia: El Secretario de la Uni versidad, J/anuel Baca 1, ] — —_m—m— > CONSEJO GENERAL DE INSTRUCCION PUBLICA. CONTESTACION A LA INVITACION DIRIGIDA POR EL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD A VARIOS LITERATOS. : Lois: Abril 28 de 1883. E dá Sr. Dr. A. Canilo Ponce, Rector de la Universidad de Quito. ó e pa port ÚS. con su grada cion del dos delos corrientes, en la cual se sirve comunicarme == uerdo del onsejo General de Instrucción Pública sobre la c sde de una ac E cum. que tiene por título «Anales de la Universi y meinvitaác colaborar en su publicación. Soy agrade preciosa obra, mi gratitud timientos patrióticos me d En rogó US., siquiera mi buena voluntad, cor Sa 0BsEJO: e en S acuerdo cuya copia hallé ¡ inclu e municación de [ a designado, E _materi A os «Anales,» € entre e ot cierna E EN instrucción pública. El Entiendo qu RCD no publicar las leyes hechas, si | ri conviene dictar: ode: ha razón está 4 designando al L. poe de y al profesorado de la Universidad de Quito como los más á pro V e y el el bien público, hacen esperar que las leyes se1n, sobre justas, ati- nadas; y no lo serin las que se improvisen, ni “las s quese dicten por quienes, echándolas de arquitectos porque han visto edificios, ención, asegurar la resurrección de la instrucción úlcera ec An por el entusiasmo de la reacción; es de grave momento tener pa Hb blica Sir á los escritores públicos á do pos po : r, nO La ilus » al el pueblo egará 8 gra con Al studio. hecho y de opinión forma cual las discusiones serán metódicas y breves, derivándose de pe una fecundí economía e Por esto, yo el último de de tiem los pensadores, me atrevo á hacer ya algunas indicaciones, no con otro objeto que el de dispertar el ánimo para la contracción á es- tas paa E a Di pain a de Estudios debe elevarse al o Director: las materias no se oponen, antes se ayudan, y, hasta a punto, los deberes son idénticos en los Sé -Carg ) El Di rector General ero ser nombrado en Junta de Doctores : tos ad: emple _no debe imponer Sn ley Ao ir do ss a +0 de su: que vidus o del es de ea ria y la cien a esa libert nos intima pro- e estudioso y oye eli in ey de la fatalidad: to libertad esla a la acción del bien la ley debe proporcionar espac llo, cuidando de poner óbice á las tendencias h c lib hacen . : son apar. de elevar su raciocinio o altura E requiere la Metafisica, y se aturde y anonada la inteligencia. con las demostra- iones del Algebra ó la Trigonometría. Por o arde la Higiene 8 A TN “n 0 Cb pS] HO E 0 e o un (0 YN + E Sd O un Cu O an E pS:> [55] Só, pu po eu 19 ¿A [a] o gn (D 4 CD "y pS] un Pp p Me] E ra el pol + o i OS los grados; que el latín hasta 4 los niños, y que ningún E ser aprende sino por los continuos ejercicios de lo mismo ad ya se y sabe, porque ela a es la que labra los tee rdos d3 rsos en un año, y no Ae pero si ¡empre con sujeción á las gulas. on tal fin se ha de de e que las aulas se abran á horas di ca de US. respetuoso y HS: Darío E. Palacios. ito Mayo 1? de 1883. e muy estimate o al se digna hon- Anales de 1 a ta consideración: con. qu ntos OMS xr timie entc de see a ento S | : $ Manuel N:colás Arízaga. Señor Rector de la Universidad. ro Quito, á .' de Mayo de 1883. Señor: He recibido la honrosa comunicación que, á pOlebTa del Cot 5ejO General de Ir . Pública, se ha dignado US. dirigi in vitándome á . aceptar las | muy 0 obsecuente servidor iS Modesto Espinosa. República del Ecuador.—Cuenca, Mayo 11 de 1883. Al Señor Rector de la Universidad. tuerzas. debido: respeto, y , soneiderabio me suscribo de muy atento 5. S: QS M. Bo, : Rafael. Y, ... x A —— —Á o ; : pe JUNTA UNIVERSITARIA. AE , Aca de da. sesión del 7 sal Atril de -1887. da 1 O cantidad que la Universidad 'adeuda 4 la testamentaría En, Dra Angulo, y se dispuso que por ola se solicite del Tribunal de uentas| la liquida: ód. respec de una solicitud del Se lod A. Acost ta, que pedía: quese É ado pagar por Calecturia los sueldos de los meses de Enero oy a que no había percibido. La H. dé estimó justa la soli- ordenó que se le pague lo que le correspondía por el tiem- o transcurrido desde el 1” de Enero hasta 3 20 de Febrero del ente año. Del presupuesto de gastos y sueldos correspondientes á los “Catedráticos y demás empleados de la Universidad, desde el 20 Marzo hasta el 20 de Abril. Fué aprobado sin hacer ninguna mo- = dificación A Co Siluido así el despacho, el Sr. Presidente rea que el Señor Dr. Emilio Guarderas, al aceptar el nombramiento de Pro- secretario de la Universidad, había renunciado el da á que era se acordó que la A onod á ra anar á trabajar un buen retrato. del Liberta dor, con su res- ectivo mar rco; autorizando al mismo Rector para de ape contrate con os artistas más hábiles del país. Con esto se cerró : El Rector, Camilo Ponce.—El ai ds Baca q DOCUMENTO IMPORTANTE. . ; 1 República del Ecuador.—Quito, Marto 28 de 1883. : Al Sr. Rector de la Universidad de Quito. : Señor: S o Si los hechos más notables han de constar en documentos fide- : de dignos, dooumen tos que, á no dud la His- toria patria: si ellos deben pasarál la coat tales como ) han suce= dido, y antes de que la mano del tiempo llegue á pa rlos, ]' to, muy is es que en los «Anales de la rada dad,» se pu que uno de esos hechos el noble carácter de nuestros alumnos 5 enes hé éroes mes aun no se e resuely ren ; á ae: ton, con que han Aelendida sus Herchos. para volvor ásus 4d abrir el libro de su ciencia se ilecta. itentas estas consideraciones, y movido o por el deseo de que la a sa Juz de la verdad sirva ohipre de guía en la relación de los aconte- ador el Salón pe vatáena y ad vez end y dolorosos los, y ante el cual se agita, se Agradec publicada, junto: con los expresados docu mentos. q os guar rde á US. > Migue Egas. o de la Universidad.—Quito, á 6 de Abril de 1883. os or Dr. Miguel Egas, Catedrático de Higiene Pública y a cies ¿Le A al. e Dios puardek Camilo Ponc:. O XKKXA . Acta de la sesión del 30 de Junio de 1879. resididos por el Sr. Rector los Sres. Profesores Casares, Sa zar y Troya, aprob:ron el acta de la sesión precedente, y el Si sares comunicó á la Junta, que había picictes o al Sr. Ricardo tínez, cursante de Jurisprudencia, para que pronunciase el discur so prevenido por se artículo 135 del Réamento: el día de la dis- tribución de prem Se leyó 3 después. al e sScio, dirigido 2 Sr. Rector por. los jóvenes que lo o suscribe e ¿Un sentimiento de veneración gratitud á la memoria d el il tre ecuatorian no, Excmo. "DOG GasrreL García MoruNO, | movido á la juventud de a Capital, á dar solemne testimonio aquellos sóla afectos, por medio de un cuadro que represen ese ciudadano emi pe. las ciencias en el Ecuador, y e ria de mm rd AS a gen Pepi cds uno de los más egregios Ponts ] eterna un magnífico mon to qu que le granjearon altísimo no ista d qui j te, Juan B. Daste, Ma de Le qe bar, a Ba C AneE Lcda, oA. osé aquín pólit, Luis. E ; > el Orej ri ja ejue la, Nicolás Orejuela, Juan R.Orejue- SES. ruet, Ricardo Martínez Holguín, Eudoro re es, e Vicente Tale Zaldumbide, José María Salvador González, so Ribadeneira, Modesto Emilio be Eladio Valdez, Juan ro Dast ón Gómez )erto Pérez. Mitos Ortuño Miño, Jos mez, Pacifico et ed e A. hire, Luis F. Sarrade, e Mera gr Gui- tonto Vitor Dina Hidaleo, Mi guel Z allas, Flavio Ple pa Pedro. A. ca José A Moro, Pac ñ Tina ajero, Adolfo Baquero, Luis A. Salazar, Augusto N- Martí. ez, Manuel María Aleida Juan Santillán, Tomás A. Jácome, Ra- fael A es Nicolás en pt ano EE se ola a ate Ei a ne con ta Ra fico un opald dl digno de las cívicas virtudes y levantado es- mbre. > — O La p = a. 3 o 7 nosa, Gabriel | ] el A. Espin eopoldo Pino, Alejandra €. salvado ñ Po yo, dE 2d: - Trajano de 5 z, Rafael AL . oia dE la ar aceptaría agradecida el a de la atar pues que el retrato del Sr. García Moreno tenía muy alta significación, ora: or el noble del Hchiod é haa ici Sr. Dr. D. GabrisL Garcia Mo- ie RENO, Obsequiado á la Universidad por la inteligente é ilustrada ta v Pd 414 memoria del expresa sado" Sr. 7 1 de Química y Rector de este Es lablocia miento, pa ra recuerdo d las virtudes que le ados del es clarecido oy, ntífice Pío IX, « e. tad “INSIGNE s Estur SE: . po Ñ ' da : e In imidad; el Sr. Rector ordenó qe se extendiese el SETS hs dh d ye contestación, de conformidad con lo dispuesto por la Junta y expre- sando, además, la personal satisfacción con que veía premiado en u gratos lazos, como condiscípulo y oa que había sido, y estimador sincero de sus altas dotes, no menos que de su decidido y fecundo interés por la Implantación y cultivo de las ciencias en la República. : Con lo cual, y no habiendo otro asunto en que se ocupase | nta, se cerró la sesión.—El Rector, pct Ligas. —El Secretario, : Jus Modesto Espinosa. ha Ap DEL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD AL OFICIO PREINSERTO, Rectorado de la Universidad.—Quito, á 2 de Julio de de . | Señores: Sumamente honroso para la ilustrada juventad de Qu ito es el in Edi obsequio del retrato del Sr. Dr. D. Gabriel García Moreno, | a aceptación para la Universidad se dignarou U roponerme a e able comunicación de 30 de Junio próximo pasado. día ser indiferente al noble designio de as se conservase en AN establecimiento aquel precioso recuerdo de Pbeienónid udadano, tan desgraciadamente perdido para la ciencia y para : E 1elo de 2 4 las s ciencias, en el Esvador la ap d 2) Pero no he A céri do] que la acentos sea obra exclusivambadól A mía, para que no Laa originada en la especial benevolencia que j nía a a Mo me unanimidad que era de esperarse, se ha Larido ona el siguiene , te acuerdo: (Aquí el acuerdo). AL participar á 4 UU. la resolución precedente, me cabe la satis- “facción de asegurarles que será fielmente cumplida; felicito á la Ju= - yentud pos la nobleza de su carácter patrióticos sentimientos, ES me ofrezco 4 UU. con las distinguidas consideraciones del más E bsecuente servidor. 4 guel E, SAS. FACULTAD 1 DE o: ds de la Sesión del 23 de Abril de 188 qe ; meda los Srs. profesores Borja, Campuzano, Casares y Laso, presi resididos por el Decano Dr. D. Julio B. Enríquez, fué leída y apro- se Dr de acta ae la sesión anterior. Dada cu enta de un PES del El 0 qa 378 n ps] — OR a] pa] A Ho] Ar 0 » E ER 24 ELE > [7 Pp ¿A +0 5. nn sp 0 $ pued pr a ad 1%) e] El a E o > . En consecuencia, la Paca dispensó al Sr. Gómez fatal los erechos que debía erogar para su grado de Licenciado. Leída una cusa del Sr. Dr. Casares en una solicitud del Sr. Federico Andra- (Al ué despido y se comisionó para el informe al Sr. Dr. Cam api e esentó escrito su dictamen acerca de la tesis | E Sí Alíredo Baquerizo; se acordó od : ese con d FACULTAD DE MEDICINA. Acla de la sesión del 1 9 de Abri de 1883. Concurrieron los Srs. Polesotes Egas Miguel. Egas Nicolás, CH : | obea Muñoz, Echeverría y Uribe, bajo la presidencia del Sr. dra crea neces”rio. - El Sr. Dr. Muñoz tomó la calidad y dijo: que la Facultad no te nía derecho para modificar los decretos del Consejo General, yque o £ £ alu u legidos s reúnan, y acuerden el orden con que en cada mes han de presen- Tar sus trabajos, para que se pu Le en el periódico oficial de | tic san en esta Aca El.Sr: Dr; si todos los Doctores, tanto en acia comas en Jurisprudencia de- 2 > asunto para le sesión. siguiente. Con esto se le e Decano, Raf el Rolríguez Maldunals.—El SEeretitla. Manuel a —— Acta de la sesión del 9 de Mayo de 1883. 5 Asistieron los Srs. Drs. Egas N., Egas M., ol M., Mu- 10z, Uribe, Echeverría y el Dec cano presidente Fué apro obada el acta de la sesión A teribe En seguida el in- frascrito dió lectura de la disertación intitulada: «Examen crítico del art. 497 de nuestro Código Penal.» A petición del Sr. Profesor de Patología General y Nosología, se hizo una ligera adición enla e id ros pata de las enfer edades que se bond Dies en algunas salas del Hospital de Caridad de San Juan de Dios. Se E en comisión á los Srs. Drs. Cárdenas y Muñoz qe que infor 2 De una contestación del pe Subdirector de Estudios de esta r. Decano de la Facultad, con- traí e había bdo con el deber que la ley de Instrucción rd seriada con respecto al ejercicio de las pro- Finalmente, para cumplir con lo prescrito en el art. 103 del Reglamento de Policía, la Facultad nombró á los Srs. Drs. Nicolás inosa y Vicente Cisneros para que, en presencia del Direc- tor de A hagan la visita é inspección de boticas. no haber otro asunto o en que ocuparse, se levantó la sesión. El Decano, Rafael Rodríguez Maldonado.—El nO Manuel Baca Mi Acta de la sesión del 11 de Mayo de 1883. Ponídió el Sr. Decano y concurrieron los Srs. Drs. Egas M-, irdenas J Muñoz, Echeverría y Uribe. E - la y aprobada el acta de la sesión precedente, los cuadros sinópticos presentados por los Srs- lumno a y Ho; sa Lo oe r, A J. Páez, e las. las ee s pue epa : que la Facultad ara decidi: ir sobre ibertad n del S r. Decano, y dd stud de ella fu s aprobado e : me ca de ar citado, y ó al infrascrito que unique esta resolución á todos el elos o Clínica del Hospital de san Juan de Di on esto se levantó la sesión. "> El Decano, Rafael Rodrí, guez Maldonado.—El Secretario, Manuel Baca M. OFICIO DIRICIDO POR EL DECANO DE LA FACULTAD DE MEDICINA. República del Bouador.—Facultad de Medicina Quito May pi le 1883. o E Al Sr. Dr. Nicolás A. spinosa.—Su e casa. da a Señor: Si A Honroso cuanto. cido me es el comunicar E ua E 1 pr elamento. e Polic E a tad se ha visto ¿Bilgida á distraer á Ud. de sus impor= tantes os s, porque, en asuntos como el que nos ocupa, de- be recurrir á los profesores probos, A 2 activos, que des- empeñen tan delicado aro con el pao valiosísimo servicio que va á pres a Ud, E eo me A ES á “tributarle. el más eimplido agradecimien j E EA a on Rafael pies Maldonado, E tual oficio fué dirigido al;Sr. Dr. Lino Cárdenas. es cd AA de AA AAAAAAKÁ y EXAMENES Y GRADOS DEL SEGUNDO TRIMESTRE dea dE DE O En los grados y exámenes que se han recibido del y de May al 21 de pta de 1883, han salido Ae nera (5 Los iia cds nombres se insertan á continuaci FACULTAD DE JURISPRUDENCIA. » t EXAMINANDOS:. pa da MATERIAS DEL EXAMEN. ¿NOA O E | : Aliredo Baqu uerizo de Guá abi ronbiala Política. e 20 17 de Alcibía: s Cisneros de Pel; a A AAA de - Eudoro M donado de Cuenca ia Ad 3 cio roma se Tina en 6 de Junio 1883, fué graduado de Licexciabo, con cinco Primeras. El Sr. A Barsa Cueca de Quito, en 14 de Junio de 188, E é gradu o de Licesciapo, con dos primeras y tres segundas. BLSr. Ena Antonio PeÑAHERRERA de Cotacachi, en 15 de) unio de 1883, fué graduado de Doctor, con cinco primeras y uNa segunda. El Sr. Arrjanbro SaLicaDo de San Miguel de Latacunga, en 16 A SS de Junio de 1883, fué graduado de LicewciaDo, con una primera y tros segundas. El Sr. GanriEL Tenacto VEINTIMILLA de Guaranda, en 21 de Junio de 1883, fué graduado de Doctor con seis primeras y una segunda. FACULTAD DE CIENCIAS. EXAMINANDOS. MATERIAS DEL EXAMEN. | VOTACION» Teodomiro Andrade de Quito. O is AA ro Das ae Quito: Ar A $. 24 De s M. Baque o de Qui AAA Td. o a e aa E gs 3. ndro Bastidas de Pelileo.. AAA LE - FACULTAD DE MEDICINA.- EXAMINANDOS. MATERIAS DEL EXAMEN. VOTACION». a Pals ra Ter erán de Oui La oa E AD E e Juan J. Hidalgo de Latcunga $ oí PE E de E Sr. ELoy Roprícuez de Quito, e Sa ps de Mayo de 1883, fué uado de LicexciapO con cinco prim : r. MawurL Ronrícusz de Quito, en 21 de Mayo de 1883, fué E ES con cinco aleta ] Del una od omisión, ue muy gustosos A no 'ró el nombre del Sr. Juan J. > qumoy go, en la pág. 54, y astas El St: paa firmó ze 1 Protesta de la Ajutentd, ni ise ctó po osteriorment 48. 73, lín. 24, en vez de «que habían. nacido y educádose, «que más demas brilla do. ANALES DE-> LA UNIVERSIDAD DE QUITO PERIODICO OFICIAL DE LA UNIVERSIDAD, E rios AL FOMENTO DE LA INSTRUCCION declaró Y AL CULTIVO DE LAS CIENCIAS Y LAS TRAS EN EL ECUADOR | NUMERO o - JUN LIO DE 1883. SEGUNDA 1 EDICION A Ano CONTENIDO — Reseña Histórica de la U niversidad, por el Sr. Dr. P blo Herrera. —Lecciones de Legislación, por el Sr. Dr. Elías aso.—Ojeada General sobre la Vegetación Ecuato- >. J.—Oda á D. Juan León Mer anción del Petrarca, Caducida e el Sr. D. Julio Zaldumbide. —Boletín Universitari Ú A A -QUITO— 1898 pta E da Daiana Cos sa a (. Váem pe RESEÑA IIS STORICA 20 DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO, : POR EL SR. DR. PABLO HERRERA: : ps (a ca nación dm) de 5 El P. Ma da ; sophia vd P.J ee Salas: Coura: a Seholasticajo 1 tom.; 4 Ds Divin PON » 1 tom. . Luis Barco: «De Concursu Dei el Act. etc.» -ElP. Joaquín Alvarez: «Philosophia Aristolclis,» 1 El P. José Nieto Polo del Aguila: «De Gratia Just andid Á to om. El P. Pedro Garrido: ps etc.» «Tr aclatus Coll ¿ Fr. Lucas de Solís. Abad 8 Manuel Román. - El P. Fr. Isidro Coronel. - El P. EX Isidro Az El P. Fr. Domingo de Torel. - El P. Fr. Francisco Sánchez. O. > Pére El P. Fr Ignacio Castro, electo en 1764. tes se dio, la las anto Tomás cátedra más de Teología ornaais A 2 otra. del Sutil Escoto, s or un caballero P. ero é: éste r esto abr eclesiásticos « qu creían En Sea ugar ca A o td - -D. z dina, con la calidad de que, en lo CORE se observara rigurosa alternativa entre cli coS: y secula (Continuará.) * Dd APUNTES AS PARA LAS LECCIONES. ORALES DE des sISL POR EL SEÑOR DOCTOR ELÍAS-LASO, A Catedrático de Legislación y Economía Política. qe ( Continuación se LECCIÓN al e Soberanía y autoridad e en concrab Ds tarias: existe: en esta coicta: la da dd tiene la il nía y la ejerce edio de la autoridad, pero, ya porque esta anio idad e des- ah da camino as las Justicia y el deber, ya porque abusa de fuer- n provech: ividual, la multitud se reúne, las inteligencias s Sueras se aúnan Pen adoptando una forma cual- arrol! ento borda pe - medio de esta fe éste es el deber orilal de hs eran n, Dd que sujetarse al principio Ea justic ón Sig debe eres. El modo mejor de. da , honesto, es la unión y o entre la Iglesia y el Estado, pero “obrando cada at Bbártro de la órbita de sus deberes. : sia Católica, aun considerada como mera asociación filo- esfera de acción por el Estado. ce ni qué autoridad Ale el Estado, para atacar ó desmen- soci se ad de matemáticos cuando éstos se reúnen para de- aci la hipotenusa es igual al cuadrado de ingun: la i : ; Ine, 1ego, estas aplicaci ciones di el Estado: todo lo cual nos haría caer en ne ca st ni : 14 peo s Hemos a que a eS de la sociedad. y del Estado acÑ Ta milia. Año bien, el modo de fo r la familia es el matrim luego, el matrimonio no Sl o LacÓn puramente individu: . rivada de la ley civil, ya que la sociedad tiene en él gran parte terés. Por esta razón, el matrimonio, institución social, pit €] de absolutamente de la zutoridad civil, la cual, si puedo tarlo, no a desvirtuarlo ni corromper erlo. El matri ser Pe el ee. las l: jo e por base la idea falsa y una peda de Ao ó de utilidad. pues. sólo te aspecto brutal, pueden tener cabida las cione cis contra la indisolubilidad del matrimonio, S nacional, sino de iaidad: tócale á la Iglesia, que es la 40 ía ó suprema aut toridad, dictar losimpedimentos que i: contr: El co natural que sirye de mate, ura erior e 1 5d tercero, ponidle s Le vd sadn: io € caneraido Pagina tiene por fin último e aumentar z perpetuar el paa del. Só deba contraerse con l E ps pea ! ulto ue el católico. di a Iglesia ó ó Protarquía es la que tien : > En del ar As fo podia mentos del armonia pe pero o el tos: at pra de althu «Paro nosotros considerar ato en el terreno de la e y de la sa pue: te económica trataremos de él bajo este aspec 4 qué sirve el celibato y en general el ascetismo Peaira ns ones: para protesta Ela de la sobriedad; ve Toda pi dice Balmes, necesita realizarse, ia: co etarse para llegar á su perfección, y el ascetismo católico a ta la PE dee del espír EN - Uno de los actuales roble sociales que los publicistas ti ha Sd in por resolver, es el pauperismo. El catolicismo es € nomista que ha sabido resolver este gran problema. Béntham ; pero quiere que este eto E teme quel 4 Eolica la dist OS p ridad de inedios, co dución etplos tan rápidamen- Edad Media? ¿Por da los gobiernos ocrático, ue la Iglesia. la actuales, con todo el aparato constiti ertan, á encontrar de An o zaci ad, que establezca una pe proa elos Dobles de autoridad es uno mismo en toda forma, luego no pap -birse más Eo la eS entre la unidad e rana así las de E América Lata: da eitociacia de pia pe mios a de ecia. na es la forma social en abstracto: las variedades proceden de los hechos concretos, y no se hallan por consiguiente sino en las Aa Piera Fuera de la primera sociedad formada por la del Criador, toda sociedad Lerdadi ada nace de un estado an= dedo en que cas causas, orígenes y raíces. La Pa pri va más natural, más sencilla, entre las sociedade es particulares, familia, cad la sociedad dom éstica: relación e de to d dividuo del linaje humano en val primer albor dela vida. rd 2 o e ea si queremos e conocer Eonia de lm las fo e debem os descomponer: la inm: sa ida a del cuerpo social en sus ele y más ples, y después consider el m como se “desarrolla un: pa á ser sociedad ea y di tobas y relaciones en que debe naturalinente asentarse la auto ridad públi: pendiente, ó sea la soberanía, presupue estas las. teoría: Enivorsal da bemos establecido. : Nada tiene de metafísico. nada de imaginario este exam : desenvolvimiento de la familia: antes por el. contrario, pos st: ciendo á nuestra vista, y palmamos el objeto sobre que versa. maginación sólo. hemos de o que trasporte esta bn as á un: caes sola, y re a c ciend i e pesca E se recia La sus gi o natural, 'uno de los hijos que ha perma los mandatos del padre sin viol nos á los hijos que, en terre e : -ron y con este s, á los cuales les queda, sin em 5 antes de «spir fa , TECO cias 9 Estados. Hé aquí. la poliarquía ó cel abierto de mucho! pues aunque el padre común conserva la primera autoridad, los hijos, Jefes 4 su vez de otras familias, mandan también en ellas, y tienen sr hee en el gobierno qe0 llamaremos común y si sa es e Est no otro, es el origen natural de la monar- quí ai ce el dio de la monarquía doméstica que hemos descrito. José, suce diendo á Jacob, es el tipo de la monarquía hereditaria, que conti nuó ón Efraí m y Manasés: hasta volverá unirse en n Moisés, conti- nuar en Josué, disolverse en los Jueces y dre á unirse enSaúl, Da- vid y Salomón, dividirse segunda vez entre Roboam y Jerobo2 unirse por tercera ocasi cautiverio de B: bilonia. El _ la historia del pueblo hebreo, se ve el ori igen de la monarquía . de la p: coa con suma claridad, naciendo natu nta esta: ece3 ( cho com Moisó ció ca, de la confederación y aun de los gobiernos representativos. : En la forma dr Eres, lá autoridad está concretada en un so- lo individuo, ne cual delega á sus agentes las diversas partes de su autoridad. as poliarquías, el principio abstracto de la autoridad es el mismo que el de las monarquías: pero está concretado en la multitud, la cual sólo la ejerce cuando elige: pero, después de la elección, dejo oncretada en la comunidad elegida, de modo q ol la multitu dejando de ser soberana pasa á ser súbdito. .-puede ser nómade, ya sea pastoril ú guerrer 2 Manda la verdadera civilización, ó E impeiro de las leyes, requiere casi si mpre m estabilidad; pue pas a la industria, cl comercio, la cien: cia necesitan re Romagnosi y e raparell reconocen otra ue: de jutasidsd es la enseñanza. El maestro adquiere, naturalmente y por derec autoridad sobre los discipu los, A más de otros títulos: éstees 1 de los motivos de la autoridad de la Iglesia católica, maestra - are ciencia revelada y de los más ps E raciona= les de ral. LECCION 19" ¿Cuál es la mejor forma de gobierno? A > ise de esta cuestión en abstracto y de un modo absoluto, ya a be nenas ab o que e la mejor duda de ei es la que encierra en c usca la mejor forma dé pc de shlss un pueblo deter- brá que estudiar la cuestión no sólo en abstracto, sino vpipeo óy lo que es lo mismo, o antes las s mí 4l- tanc tario. pos de este pueblo: clima, carácter, ín= ción Pa pa relaciones pol ado _de cultu ys dea desa narquía, aunque fuera constitucional, : peo a esta pacciiód en el terreno de la ciencia, dice Taparel 5 CEl bién de todo sér co se regula por la aptitud del mismo A para cra á su fin. El fin del gobierno es unir las inteligencias, monos de dar en un equívoco: todo derecho se funda en alguna ver- dad que esel título dal de Ño mismo, el cual encadena la volun= án 1 . Ahora 1 bien, daros da nombre de liada á la verdad de la autoridad, y saquemos por conclusión que con su sitindad une la autoridad las inteligencias. Luego el ia coi para cada país en parti- e laíoj usticia sea menos evident * : snidad de a utoridad es, sin duda, o: en la monarquía. sa sonía e tre arece EE md La eficaca—1 dee espíritu pd co debe - — enlas ed plis y la razón es que sin este _sistir. Esto parece haber querido dar á ente cuando dijo que el alma odo E repúblicas e tud no Apot mi ireliga glosa dich E epúblicas. “Bella alal te pudiera deci aquís se explica: bien la rápida caída de las plblicas: siendo « com difícil que conserven por mucho tiempo el vig or del pl nteré : tereses. priva Pero esta razón confunde dos cosas harto diver= sas entre sí, nono saber, interés de muchos 6. Interés común: enel a referido, el Eseoipe del cuerpo legislativo afianzará los intere= q n número y en poder; pero si la Justicia e E s de los que son inforna á los lina saldrán es, es decir, los que e deben ser el más caro objeto de la” pre dal ónnell en la rr uZzg; siempre que el pobre tiene más necesidad que el rico de dar su v to en las pia No admitió esta doctrina la Constitución in- glesa, y de aquí, según dice J. B. Se que muchos abusos no PU dan corregirse por los medios legales. oála ejecución, dependiendo. como depende de las A Ay de la etteidad y de la constanc:a, será más uzgorosa en la monarquía, a donde es mayor la unidad de la autoridad; y acaso será más activaen las cms si bien le a . ao mayor número de contra= diccion a constancia, en la. monarquía, halla un escollo en la es Pes desbarata los e po aun del hombre más perstveran= te: en la república, la perseverancia no tiene que temer este esco= llo, mas en cambio tropieza en un obstáculo gue está en la misma naturaleza se la mudable ear movile vulgu a «3? La fuerza acia ges suele ser mayor en et repúblicas con el on ero no es posible Ls un gobierno ejercido en c E - conservar mucho eps una vasta extensión de io: para > a to es necesaria la fuerza de las monarquías. La aaa Ro de | js de AA o nosson, pues, n ciales cuando hos. «Burlam aqui E decide por el ee mixto, indir en : un solo principio, “según el cual aquel Gobierno es óptimo que quita la licencia sin entronizar la:-tiranía. Pero este principio pe- ca en muchos puntos, porque lo pri uenta con el más esencial entre los elementos sociales, que es la unidad: dividid un Estado en tres ó cuatro partidos iguales, y tendréis el equilibrio, y - por.consiguiente la imposibilidad de que reinen la licencia y la ti- ranía; mas rot con esto una verdadera sociedad buena y feliz? Consistiendo el sér social en la unión, es evidente que cuanto más - dividáis tanto yv e pmp ico . sér social. Lue nás E bien debe tenerse por óptimo aquel gob o que junta, con la ut suma, la mayor seguridad posible nta la licencia y la tiranía. ista misma verdad se puede probar bajo otro aspecto. En toda so- debe haber de 1 de'sér ó de estabilidad, otro se eg : ns ui sa favor de la forma sta, consiste en re cia del gobierno á una pura nega ación: ahora bien, lo puramente negativo 1 nunca puede ser óptimo. Nadie diría A un médico que - €s Óptimo porque no quita la yida al enfermo. - «Lo tercero supone que los gobiernos mixtos paco más seguros que los es de no dar en ser tiránicos. Cierto que si por tiranía Se entien de (como suele entenderse en su sentido específico) e el do- _minio enc ejercido en una sociedad por xx solo t0dividuo, Su aser- ción es ev ee mas sl se toma esta a paiabra, como ebe omarse b O en ca nque menos fá e combinarse, es más pet- rdi E quea unque de ordinario la tiranía ejercida por muc chos 11 de vituperable de todas, pues oprime á los débiles que tie- mayor derecho á la protección social, 04 . embargo la menos tuperada, porque el número de los opresores da cierto aspecto de legitimidad deslumbradora, pl porqu e e peta de los opri- - midos an sotocados porel n O. «Lo cuarto, en toda band e oblea los obstáculos opuestos , insumiós contra la tiranía son más poderosos que todos s los a obier | Ma fuerza libre del freno de la conciencia y de la pública honestidad y de da opinión in pública, yerémosla en la alternativa ó de ser débil para apio: ir encia, ó de ser tiránica y oprimir la justicia. El gran ) 'e que. de epende la a social, es, na e actra da Haller, 1 la conciencia, ó al men 111 honestidad soci «Consúltese, si e do siblia contiene , espresiones gráficas contra el go- | 1 r de Ns los. re ROT hasta e te día: conolada r nám Í así. lo: fics t:mbién conti Igo. hora pues oye su Voz: pero diria primero, y anúncia les él derecho dal ey, que ha de reinar sobre ellos «Y así Samuel ed todas las palabras del Señor al pueblo, ql le había pedido u «Y dijo: fieles será el derecho del rey, que ha de mandar sol tros: Tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus carros, y lo dará sus guardias á caballo, y que corran delante de sus coches. «Y los hará sus Tribunos, y Centuriones, y cod cor e campos, y mae de sus s mieses, y que fabr SUS CArros, sde «Ha á también á vuestras hijas sus perfumeras, sd y: , panade E O a «Tomari e inispie l jor de vuestros campos, y viñ: : “vares, 1% ye dará á sus siervos y E ezmará vuestras mieses, y los esquilmos de las vih: .ra darlo á sus eunucos y c «Tomará también Finestra siervos, y siervas, y mozos más eispiriad vuestro os asnos, y los aplicará á su labor. «Diezmará asimismo vuestros rebaños, y vosotros seréis su a aqué d E ase á cd a] pe siervos «Y clamaréis aquel día á causa de vuestro Rey, que os habéis io y no os oirá el Señor en aquel día, porque pedisteis tene dde el pueblo no quiso dar oídos á las razones de Samuel, si no que dijeron: No, no: porque Rey habrá sobre nosotros. os seremos también como todas las gentes: y A nos ju Picia delante de nosotros, y peleará n Er 0 stras gue ó Sa muel' “todas las palabras. del pueblo, La rebrióla oídos del Señor, «Y dijo el Señor á Samuel: Oye su voz, SA pon Rey r sob: Y e Samuel á los varones de Israel: Ayase cada un ciu A 0 Cabas CIENCIAS. 03 EADA GEN ER xL - SOBRE LA VEGETACION ECU ATORIANA, . POR EL R. P. LUIS SODIRO S. da > Caledr ático de Botánica. : A E Continuación). E A . Es ta: carece o además de las proporciones aventajadas y lo a e se admiran en la de las inferiores, y de las formas ec y vo sión de la tropical á la a y como tal participa, ó más bien re- sulta, de lo menos did nte y halegieño esí de la una como de la primer las que ¿ota accidentales ó arbitrarias. meras su considerable altura, ya que, a asignándole e como límite in- id la: elevación de la altiplanicie o se ex Le ntre Riobam- oca de esto, la temperatura media es de 1 oco más; demasiado débil para fomentar en las presentes a una > rat más eg gmás: E haber sl mo 2 es dido al suelo nuevos det orgánicos e pero, pa a vez z da truida ésta, no Ac AnS extrañar q. toda esta a llanura se halle en tal esta er los des resultados e se ER A ds £S aso cuidado en lam reve ise pusiera el d . Los alrededores de abel ac icultura, orita por ito Allí LA = pe ran í de éstos como mos hec inferior de 2700 á critor, no deja de ser equívoco y no raras veces insignifi limitándonos al pa solamente la £. Spinosa, la cual. dado que se pueda a denominar én algún modo esta región según el estado actual, sería de vegetación arbórea. Es, por de es, y el que predomine algo en > , yustos tan 1 todo incompetent es para caracterizar una. región: o pr: . nto que no faltan otras AS vistosas, como los Tacsos mia Mixta en sus variedades), el Huantuc Datura api arias Fuesias, Melastomáteas, las Mutisias ES que pudieran caracte zarla de un modo m más ostensible y satisfac torio. El princip 1 interés que experimenta el botánico europeo en ex- orar las partes inferiores de esta región es, por ventura, el de en- sontrar en ella muchas formas, de las que estaba acostumbrado á continentes, cuales son, por ejemplo, la Setaría, la Festuca, el Bro- mus, el Cyperus, la aleocar, entre las Glumáceas; la Salix, el Ama- 'rantus el Chenopodium, la Plantago, la Valeriana, el Senecio, el Gma- O la Rubia, la Salavia, el a el ei la Berber:s es VO 1 Poa Ann pu el Tra, Cum a la 7 ola. Tricolor y Sue pales como es fácil pes r, las que predominan en géneros y más iento en. es ns, son las rte ropias del aís a al menos del Ord da la rada, sé pres A come, 2% ba Lan ilias entes como las Piperáceas, las Bromeláceas, las L sy 8%. Así po- e la Azolla Megallanica (?), la Salvia ici: el Sola- itipes, el Sencc'o Teretifolius, y el Ranunculus Tridentatus. En páramo de Tiupullo, el Z ycopodiúm Subulatum, una hermosa es- e cie de Oncidium, la Buddleta Calycina, la Gentiana Cerastodes. En :rcanías de Machachi, la Salvia Phenic'a, la Fuchsia Umbrosa, la bno Cericea y la Datura Sanguinea, vulgar en toda la alti lanicie, osas al rededor de las chozas se los indígenas. Tampoco la ee sus s lotes cándic las y notable la escasez de e Quijo y Perucho. as reas que da de il se extienden desde la a icie de Quito y suben de ambos lados, cual más cual menos, e ia la región superior. ( E Dd Pe plantas, ya herbáceas. 3 ya fruticos a región inferior. cua ses. serían, po ejes l: pl puesto por asada porque más arriba ta demasiado raros y. eric neo que la z zona “conserve el m ismo nom ombre. Ea Lane ee av ONE ANDINA. : 1 ee. te iafenDr zs la: 2004 verdaderamente Abdel en n tras ins se puede fijaren general á los 3400 m., que corres= ponde á la altura del Etna, y coincide casi exactamente, en el Im- a ; lin o Sos 2. eN 230 pa) ss pun pS «UN ES = S e SS a a a sw -— [5] nm 93 S 3 1) => > S mn us pro. po] . UN R md SE a SE > Su Aa EZ a . Y a y un 4) 3 , : ; 4 a Aloe ía dea especialmente de os As Los adas forman al En . er en ambos pa y de esto Pri a jon se orig Das cin co eri on e é Era (así se llama la parte inferi ea =S ES lejos. de poderse mente s tico, al amenísimo. 6 de: ca asi no da crédito 4 sus propios ojos, al ver como ha rn eientto, a faz de aquellos para E o O Ss Yíste - 216 de tods lo más hermoso y brillante, como para el tiempo sus fiestas, sabiendo los días de luto y desolación que le han de ES Hegar más tarde. El pe inv a cds esas a di ente= : , y así 50 largo de desaiós permite á los tallos olaa Ss, y m tos resisten más á las causas destructoras, pierda del tiem > le - que no puede sobre ellos la inclemencia siado mitigada de las estaciones: y entre tanto ofuscan y seso. són sus despojos fúne- bres el brilo de las recientes a tas 67 están representados tambié a lo y de las 46 familias á que dichos géneros pertenecen, clan es decir las nombra- as poco antes, son extranjeras en eS pas que en la vertida zula, 'OS bropios de Deyuxia A (Gene pe ertenecen po parte de es gramas de páramos), és Wichuria, la Halenia, el Lysipoma, la Perezia, la Ottoa, - el Melandrium E TO: ero además PA EAS e A Orinas A entre sí pa - las dos regiones en la analogía de las formas, de la que se deriva di la gel ci GoÓ complexivo de la vegetación. Esto se podría deducir - aun delasola consideración del gran número de grupos naturales (familias y géneros), que, como queda dicho, son comunes á las dos regiones. Para citar algún ejem Da casi ¡ todas. las (15) especies de m - Alchemilla tienen el mismo aspecto que 1 los Alpes; el Gen e de ii el Rub bus Nubigenus y el Glabratus, las varias especies de Bartsía 6. imitan europeos. Las Acae dl: por el contrario, recuerdan las Agrimonias y las Dryas la Calceolaria y el Hedyotis Ericoides, las Ericas y la Calluna; la Pernellya, ] los ceca y las Andromedas y la miii los oa Los la] a esto, la proporción entre los géneros propios de nuestros cb y Í comunes con la 0 e y. TON de it sería como 9:4- A sto bast tante de los cálculos del Sr Reise méri. ta ramos del isa, s al de los géneros dénicos con los de nm: ivergencia de caes cálculos Pr Eo de d ert estros A pe] óen Méjico. Po general la de DC y d perantia inst do 410 argode los os riacht elos h eat xisten otr e ON 2 vé q ñ j ¿ , > da Sacos dos a que faltan en nuestros Andes, están sustituidos pór la Baccharis a y Humafusa, y y porla Muúhlenbekia Vulcanica. Las Wernerias, la Plantago Rigida, la Fragosa, el Pectophytum $. imitan as que los s y lej limit € los grupos sino que se se extiende bién al hábito exterior Ey al con- junto del organismo vegetativo, que parece más sensible te en grupos tan an diversos como son las Compues: y las Salicíneas, las Violarias (Viola nia y las Saxífragas, las L belias Dsiona Do des y Reniforme) y las Primuláceas (Soldanella) plantas estas mutuas relaciones, se llaman n «especies mo e y e A los breves rasgos, con que hemos procurado e sniest la. analogía entre la vegetación de nuestros Andes y la de los Alpes ña n algu elementos á que la vegetación de los Alpes debe principalmente su elegancia y hermosura, á saber, las q: as Peres as Saxifragas y las Primulóceas, haya tanta escasez vuestros ÁAn= tas otras Alsíneas de allá. Tea Eonia especies de Sa rocas y de los riachuelos de har pes: se ven aquí a únicamente por dos variedades de la Saxifraga a a pitosa, a Andicola, $ Brochyphylla (Wedd), y por Se Boussingaulta; pero esta última no se ha encontrado hasta el de más que en el ea mborazo. De las Prímuláceas nO se egos toda- vía en nuestro país sino dos especies de Centunculus y una de Ana- gallis, Probablemente introducida, en las regiones inferiores las Dis a Soldanelas, E 6. nos son completamente desco- ocidas. Mej jor repr sa son JAS droga z las Cencianáceas podem mos oponer Tas iria “as, ee | r or s us hojas; Jas Siblor pis. as Castillejas y rico como original y elegante de las Cal- esta familia e ls localidades La Andromachia (Liabum) Aci welis, y el Senecio Nubigenus y el ES llla/alius. pose an la 472 ca y los Do q óS los Alpes : as s Otras e species de eS último género, como también las Chuqu E > e dis su 0] oy o His n= 0 147] a ER pS) E 20 un es nm un E 0 A Sá < pao y S de ceo les s imprimén ua al Gua hatiem Leontupod:um los elreiónta. en / o formas pigmeas. El Cule tium Rufesens y el C. Nivale, al es als tres Óc tura de Qui EN consiguiente, cause Dicha admiración he mbre del pus Pichin ncha, en la elevación de 4737 M Le ta del Monte pene untameñe (Sida) Pihinchense, el us flo- Al una región que se brinda paras semejantes odas Nue: e 0 tros cereales prosperan bien hasta 3150 m., y, en algunas localida- des, la cebada sube hasta 3550 m.: En las regiones selvosas, la ve- getación es todavía más parecida á la tropical queá la alpina. Ade- más infinita es la diferencia que corre entre la vegetación que seno halla á 4100 m., altura superior al hato de Antisana (4069 m.), y la “del nivel de 2000 m. o al del pueblo de Guaillabamba (3106 m). Ella' apena evidentemente á dos zonas muy diversas entre sí. Verdad es que la cterminación del ate in erior de la vege- el. nivel. delia ni aun se ue e La ¿Quito ao Ls El límite e quede leds propuesto oia ye ep Ae el que propuso el isebach [a] (10200 p. par.) y. er [b], (10400 p. a por pa que hace al superior habl; tante. claro los hechos que acabamos de exponer. Añadirem también que Lt, de conocemos todavía en nuestros A una región de pla Epia inferior á la de las e que Humboldt Pa esta denominación á la zona que nos so se hemos llamado «Subandina».—2 Las palabras: ás a ed se sustituyen á las plantas alpinas á la altura de 4100 m.» $, podrí dar ocasión de creer que, desde esta altura, no hubasbe otra clase de vegetación que gramas, lo que se opone al número bastante creci- que pertenecen en la mayor parte á los pajonales; ni hay duda que otras endoso, aos ejemplo, las de 13 Con:puestas, poseen en esta regió ero de grupos, si mayor, ciertamente poco. nor « pe án e Dateteó: insinuar enbren: que las grama sean las fanerógamas se CA á mayor ra, 1 e está lejos de ser así.—3" e erdad que ep 4 nerógamas baj - delanieve leds, La últimos fobia, la Valeri ezo ge tes ya AN, : halló Sho o ad a let más abajo) la Ephedra Americana, que al mismo tiempo vive el .e. orillas del río Cutuchi entre Ambato y la Latacunga á 2668m. y del rio Ambí en la provincia de Imbabura á 1803 m., y del río | i dud Sd po] — a] (e [o] z » a E ro se ven sie empre muy c codo os de flores y frutos como en los 1d $ eto , más calientes. La diversidad de las o los y de la ha- mo lo e el Sr. Béntham (a); sin embargo, el examen organo- gráfico no Emoraas en nada esta opinión. Además, el mismo te- nómeno de extenderse á enorme diversidad de elevación se repite ti * de hacia el Oriente de Asia, y E de Se o imalaya cerca de e m. más arriba que la nuestra en el Antisana. Supuesto que la £ E - dina-Póppig, sea, como opina Se Tulasne, e ns dela oca , gozaría ésta de grandísima extensión aun en la dirección - horizontal; pues, además de nuestro territorio se ¡Hallqria también enla blica de o Bolivia, Perú y según Gay «en casi toda las hile a mejante título, merecen especial mención la Psychrophila ES dE ñ Cala) Sagilata, la Gunnera Magellanica, y el Geum Magellan'cum, de las regiones más destiales de nuestro Continente, llegan y at pasan el Ecuador. Del mismo modo nos ness el An 3 cc además de las muchas especies ya me nadas eceden- E 3 Va Costopteris Fragilis, el Bothrychium Virg'nianum y la cata Tr=- a as alm ente, la ais Andicola. E se 6 la S. Stellata- m uy ra “el adas citaciones, omi ¡timos > las anteriores, se cier : (a) Benth. he rartweziamae, pás- po << (b) Flora Brasil., He Er neral : a eres Assia, ol. E A PLANTAS DE' LOS ANDES DE QUITO aa RECOGIDAS EN LOS AÑOS DE 1871 A 1874 | E : Familiae. ¡Cen |Spec.| Familiae. ¡Gen |Spec.| Familiae. |Gen| Spec. 'olygoneae--..| 3 | 11 | Papaveraceae ..| 41.64% 1 5 4 9 Cruciferae ..-- 28 | 254 1 7 ideae .- 21.03 LAS I 4| el Hey l e 4 LIO pe o eee O a RE e 3 3% E 1 de A E A 21.38. E E so E ¡E 143 | 119 73 /| 312 |' q, 30% : 4 1 1 | Campanulaceae | 3 3 2 15] Pongatiae-... I 1 | Phy 1 1 | Rubiaceae 21 69 | Mal I 11 Lonicerat. «| 2 4 |St e uncaceae E inea 1 1 | Bittneriaceae..| 4 iliaceae 3 3 oganiacea 1 1 | Tiliaceae ...... 4 milaceae I 2 | Apocy A E 5 [Ternstromiaceae| 2 | Dioscorene E | 5 | Asclepiadeae 6 | 14 | Clusiaceae.....| E | ideae 3 7 | Genti: a-1.5 E : Iypoxideae ¿.-|. EPCCE iatae 11 |'48 | Meliaceae..-... 1 Amaryllideáe ..| 8 | 17 9 |. 25 Bromeliaceae ..| 3 | 16 ace: Ep do? Orchideae 323 TEÑo erifol 8; 20. 7 ingiberaceáe I 2 volvu 15] 2 e Cannaceae TE 1 | 2moni: 3 ES fúsaceae.¿-..] 1 1 | Hydrole: E a a Najadeae....-.] 2 3 | Solanaceae.....| 19 | 115 | R rvideae -.....| 4 | 14 | Scrophulariae..| 24 | 80 LE Typhaceae.....| 1 | “1 |Acanthaceae...| 11 | 22 [1 Pandanexe. -.. 1 4 1 | Bignoniaceae -.| 7 | ILJA A Ne 2 | Gesneraceae...| 7| 32 |4 OTY Utriculariae ...| Y I Primulaceae --.| 3 4] 1 3 | Myrsineae.--.- lo 7 1 11 Ebenaceae.....1 1 1 eae 2 EN .. paa AE» ..o--- Lie 2 ace 6 Umbellife 16 | 3o | H Araliace: 4 E 4 Ampelideae..-.| 1 6 oranthaceae..| 7| 24 Crassulaceae...| 2| 4 Saxifrag 1,3 Foma ibes | 1]. 3] Rosaceae-...--|. SEL AM pp e A ad $4: cres .hon- E 53 ZE 33 252 Na 259 Summa. 1 lion. “o qe Erd, 728 2558 [*] ( Euacliird) ito ai y o - EL DIEZ DE AGOSTO Y LA ACADEMIA ECUATORIANA POR EL SR. D. Juas León Mura. (%) El 10 de Agosto de Pepe es, en la historia del Ecuador, y aun en de la de OS fecha ven neranda y de aq Pe que inducen : alma á graves ondas meditaci Si se atiende á if | sensibles de su influencia en da: o ne aquí, y nueva manera de vida á áqueen m s puntos s ¡cial u unión pa a EE To -on ; savia de qe da 2 discurri ra te po debió publicare e en el prges número E las MEMORIAS n: rre diente de la 10 Ce Agosto pa 7 á Epi le] lítica, la re dee an lileron el ol orrieron torrentes ne sangre; los contendores se echaron n mu= - da m magna, vinieron las csi licnes intestitao, fruto de los vicios e y ambiciones en endrados, como era natural, por esa misma gue- inable, ha comenzado otra de o _más extensa, de fuerza sec sd su espiritu tual influ ujo, la conciencia con su ad inquebrantáble, y las pasiones cipono con la eferves- a volcá ns que las hace tan odiosas y terribles. L ser el resultado final de esta le sa y complicada Ed cdo mas no es dudable el cotidiano aumento de Que sea funesto. Abiertas t todas las entra- la sociedad é i nfluencias ende nos vie- n f ae yde nes y mucho mayores. y el espíritu de neci uventud, naturalmente á y estros u Pp a obres naciones dad ra por apoyo y la limpieza de costu as compañeras nada vale: y ni gala de honra, ni sustento de fe. ni guía de verdad habrá par si los fundamentos de la familia y de la sociedad se ma- e dresles de a los uropa e do para recibirlos é inc uba rquía y la ignorancia. abre; los afortunados cazadores, después del afán y jadeo de la batida. ¡Cuántos laureles ganados en heroicas peleas han sido tristemente ajados pos las propias manos que las alcanzaron! Con tal proceder, júzguese si podría babor en nuestras socieda- des Eaán contrapeso á las malas influencias que han obrado bran todavía de lleno s>bre ellas. Al contrario, cada revolución, nue o nas que corroen las entrañas de las viejas sociedades transocéani- - cas, y de la demagogia impía que huella la cerviz de las nuestras, ta- de S los, se e mostrado e Sn las menuden ecesarias para la AA de la hos es hasta las gra osas que requiere la vida de las naciones. pd po material ar- a a labor que aumenta los sensuales Í ta las hondas ciones en busca de luz y deleite para qn es desde las Losas A esía,. oa los sazonados fruto de la grave historia; escas nida des , hasta la fría severidad de la filo- rolvi imiento e las Lo intelectual Ss érica, ha padecid E Ps clavos quere machan esas s cadenas, á despecho de la po bic Ss podría proporcionarzos nuevas fuentes de i inspiracion ¡Ó, cl mbres que no, y ( llevado su anti pd Sm) hásta de Aa ps no cines dle pEóRa en que en nuestras repúblicas no se conserve ni aun la lengua de Casti- lla. Este odio á ido cuanto fué de la madre común, que rechazan- do hasta la rica herencia del idioma, quiere que nos contetemos con una ridícula jerga, de la cual nos da con frecuencia risible ep: la sangre, la religión, la le da y las co trae y cadenas. que ligan, y la literatura, da idusney Laa com ción y la es No hay, pues, en la Aénda española, nación alguna que no se honre con uno ó muchos escritores y poetas (sin entrar en cuenta los ingenios que han sobresalido en otros ramos): y más de una se enorgullece con justicia de ser madre de sabios y vates altamente reputados. Junto con las riquezas que el comercio y la industria se llevan á Europa, van asimismo el oro y la pedrería de la inteligen= cia del Nuevo os Esto lo han'conocido y confesado notables escritores europeos, y de uno de ellos son las oa nee que Ent; SS z años transeribí en E de mis obras oM “De ela aplace, á do menos. en y lteratura con todo eur hitáiinal Menta el Arclao priv vile gencia, a ca ndo que la. civilización ha Ls antes de r hasta nosotros, no dim menos, nuevos objetos de estudio. Sin embargo, en las regiones oñentales hay más d a ome da cie de Europa; > y el abierto la carrera, nos ha seguido mucho “camino: de de letras, yin en el del Doe ista es la verdad. ero, advierte el daño; á sige des la a eos A m solidad la e perderse ahoga nea uento. El estudio algo « rían, de seg ro, tamaño mal. Le hay pereza ocante á la lect e p de dieran e amé eralme TIO ) cipale: ngua y de hubo pa y sp lesa Esto en cuanto á la forma. Ene londó, 1 la literatura sudamer de canz, en la mayor parte, se halla a mucho más viciada: tiendeá ser escéptica, impía y corruptora: no corresponde al pensamiento "4 las aspiraciones de la sociedad h cuya yl ayer, y cuyo porvenir se muestra “bañado en alegres colores, aun. 4 os ojos de los mismos que la pintan, en sus escritos, con ras- > gos que sólo convienen á la caducidad sin esperanza y á la tristeza hija de los vicios y el hastío. La América es joven, hermosa y llena de fuerzas vitales: ¿quién no conoce esto y lo repite por todas partes? Este es ya estribillo vulgar: y, con todo, nos empeñamos en cubrir los hechizos de esta Virgen del mundo Con la ropa vieja y sos os amenísimos valles, hundídonos en selvas, dejádonos arrebatar por las :ó bien habriamoshecho provecho- ca dé nuestros pueblos; habríamos penetra oensu ento, y dos su pensamiento; en su corazón, y descubier- elaborado las joyas de la literatura hispano-americana. | cia de cada pueblo constituyen ul provecharse á ps el ao: A € oa y valor sus obra i sentir, una éra nueva á des letras de siento. de las Academias cotrespole ena y id “No se do > sim e título de honra: de Madrid; pero pin á ¿ra no mostrarnos 1 08 ad ed cá ae peo E lo cual es e en obras de este género á causa de la inevita= tumbres, y quizás hasta la portes: que tanto la ha menester. gue á Dios que esto no sea un sueño: is Si las fechrs que en ca ada uno de nuestros ema hans señ: las revoluciones ó las o de la a 105 cdta de una de sus corporaciones sal ternidad en el ia de Jas Luces, nos abre los brazos y nos dir fra sas pias para que á ella debem Ja vida y los primordiales fundamentos de la familia católica y dela sociedad civilizada. ¿Po dremos ser indiferentes á este llamamiento? Cc no trar del las inteligencias para la defensa éincremenio del idioma común estableciendo el comercio de ideas, traerá por última consecuen: a ' 6 És ra tiros al corazón de una de las literaturas 1 ás ricas y hermosas lo ¡Qué fenómeno: s los de la vida de Ss pes O Ecuad ia para lanzarse de lleno: con entera libertad en las vías de la cultura Sip con ella como uno de los medios de asegurar € aña la familia español ia sola or ao pi estén sus miembros End Quito, á TO o de A gosto de 1876. CANCION DEL PETRARCA Trabucipa POR EL Sr. D. JuLto ZaLDUMBIDE. Traducciones de versos. de Ñ sento á los Srs. Rrs. de los Anales de la Un' vedada de Quito 0 : aducción de la Canción famosa del Petrarca VERGINE BELLA. a tudiosos de la poesía daa no me parece fuera de d oca. pei sobre las traducciones de versos $ ticular to de ganar la indulgencia del e de , se han publica sia dos traducciones del inglés | baches por es le erar dos cosas: el va- En electo, quien, raduco cestudiosamente á Horaci O, tom lección práctica pren - vana Ú nos pri r. Luis de León, mó aquel procedimiento lírico sobrio, elegante y vigoroso. El trabajo empleado en una coa traducción sólo está á los cauces de los iniciados en ela Po po ES E jan se, n A tan : (sea dicho de paso) me acojo yo ahora, para obtener el perdón de los desaciertos que abundarán en mi traducción de una de e más bellás poesías del tercer poeta de Italia. cione: de una b dificultades. No se ha de aña dE Sc nes A todo ue sale de esta condición, será inventar, ucir; se bea, guardar. cuanto es posible las figuras delo ori, cierra én sí un estudio atentísimo de ellas; y el a también l sp ¡dos secretos del arte: (las poesías deducidos en castellano y mo como. extranjeras n zas; y ¿quí nos las habemos con todo el arte otra vez, y además el o bes ii a a aa e es un g o á aquella dulce amparador od á quien con fe la llama acudir suele: Virgen, si allá te duele Miseria humana de este humilde suelo, Tb oído e mi pies, ahora: - Acúdeme en mi due a Aunque « soy polvo, y E reina del cielo. Virgen sabia, y del bello. coro una De las beatas vírgenes pr tes; ero dichosa j rego P incita Sali : ciel regina. | Ve e dol Eve a io apbondó la grazia abbonda. Con delle PrecO de a mia scor E la mia a via drizzi á E buon fine. Di: questo tempesto: stella, pe a quí mi ritrovo, si ol, sen: -Edho 1á da vicin 1 altime. strida. Ma pur. , pare a si fida: Peccatrice, 1 nol ne EA habs Ricordl che fece il daa A e de escudo ña En las cuitadas gentes, Que la victoria da, no sólo ampar De embates de la Muerte y la Eoetanal ¡Oh refrigerio al torpe, insano fuego Que abrasa el pe aquí de los mortales! Virgen, tus o ojos reales : | de A Que tristes OR en tu hijo amado OR De la i impiedac dis las Noi tre hija y ma e Le, de ña otra, a : arnos en la edad postrera Y del eterno Padre, ; h puerta de de a empírea "sala! ' entre todos los seres que en sí lleva - El mundo entero, sólo tú, gloriosa tu, Donna del ciel, _fu nostra dea e mente inchine ergine chiara e stable de eterno LE ] Jrego. nemico e mio dal non mida: OStro io, per scamparn he carne alt tuo e ehiostro. ergine umana e nemica d” prgogtio, . Del comune papa amor e induca di Sena ete d'u contrito. 'm o e a Eatuck + a E qe fuiste escogi ida Para cambiar en gozo el llanto de Eva. Tú, pues de DS alcanzas toda c De su gracia hazme digno, ¡oh endesa Ya en el supremo reino coronada! Virgen santa, de toda gracia llena, Que por alta y sincera humildad fuiste Al cielo alzada adonde va mi ruego; Tres dulces, caros nombres milagrosa Aúnas en tí—de are: hija y esposa: Virgen, á quien El Rey que DOS, hierros ha rompido Y hecho la tierra libre y placentera, En sus llagas Md AS: mi encendido Corazón yo te pi Beatífica de almas ei: Vir en, nic, a sola, sin ejemplo Que al Cielo e beldad embelesaste, Y fuiste aquí en Est mundo. que, habitaste Por tí dichosa ser mi vida pue Que siempre a a súplica intercede, Virgen afable y Do la culpa abundó. la gracia e : A tus pies en ui postra Te ruego seas mi Y lleves á buen fa la senda. mía. Virgen clara y eternamente bla: De este mar ao a pura, De pa nauta fiel gui rad - Repara en qué borr: sca as da ble ade encuentro solo PE á merced cn viento, ano á ce postrer lamento. tí i ánima rs se da no lo o niego, : sid ás : Mortal Belda d, s me acorres, tiene. n red de encantos: presa soda mi alma. Virgen sagrada y alma, No tardes, que mi fin mortal ya viene: Mis as han pasado, como flecha Veloz, entre miserias 8 pecados; a los miro aca jade cx viendo la muerto, Ele me e acecha. di di llamart e per Virgen de ¿ho soda Todo lo sabes tú: si sin dora Ella no pudo hacer cesar mi lloro, Para tu gran poder a leve cosa, Y obra tuya piados Que en mi salud redunda Y tu decoro. Virgen en quien he a la pa Que quieras al pi ria ce ayudarme, De insania y de impureza e 'Antes mi llanto, limpio ya del todo De aquel terrestre lodo, Devoto bañe tus benditas plantas el E o — 256 i po remo día: se apresu alce lempo y vuela Riad - Virge yoo ra! Y ora la muerte, la conciencia ora Mi corazón azorz. : A tu hijo recomiéndame, nO Dios, y hombre verdader Y acoja en paz mi Ale: poa BOLETIN UNIVERSITARIO. —_——— cosmo GENERAL DE INSTRUCCION PUBLICA. Acta de la sesión del 9 de Abril de 1883. res ecididos por dl Sr. Rector, asistieron los Srs. Des Campuza- no, González Suárez, Enríquez, Troya y el R. P. Rector del Cole- 'o Nacional de San Gabriel. z ué leída A aprobada el acta. de la sesión anterior, y se dió ta: E e e una contestación del Sr. Dr. Francisco Jijón contraída 4 estas que, como encargado do la Biblioteca Nacional, había percibido en varios dividendos la suma de 174 o pesos; pero sin de- r nada desu inversión. Se mandó dirigirla originala1 H. Sr. Mi- : nistro de e lo Interior é Instruciñón Pública, por no pertenecer al e tres oficios sl por el Sr. P b. Dr. Federico eo ue 4 DE r Gen istruce sd cut ió, aroma ne is esta cuestión, E ' grin en lo relativo al e siguiente: ubdirec- ES, OS, “está causando la a libertad de estudios, tanto á A Qs como á la moral, por haberse relajado á consecuencia de Er los | lucio es siguie 1* «Los os que hubiesen po uso de la libertad de estu- dios, de podrán ser admitidos á dar xámenes sino de seis en seis meses, y después que hubiesen dl sob dd los exámenes de , los alumnos que han seguido sus cursos en los Co ESOS ó Liceos de la República, sin Dee uso de la libertad de estudio 2" «Los exámenes que presentaren los jóvenes, qu ue % hecho uso de la libertad de as o que puedan ser : .acad a E e da y 'or no tener el Consejo G pá on para a resolución, se mandó enviar original la solicitud indicada al > Ministro del ramo ES on voto trio del Consejo. - Finalmente, se dió lectura al proyecto de Reglamento pa ara la Ss - celebración del Centenario de Bo lívar, apuros ado por los Srs. Drs. - Camilo Ponce y Rafael Rodríguez Maldonado, fué aprobado en su totalidad con la adición siguiente: «Se publicarán en los «Anales de la ao. a o las composiciones que merecieren al- gún premio ó m de » Con esto se fest la sesió Sy El Rector, Camalo ica a Manuel Baca Mo CONTESTACIONES Á CLA INVITACIÓN DIR : UNIVERSIDAD Á VARIOS. LITERATOS. a E del Ecuador.—Loja, Maó 10 ad: 883. A Sr. Rector de la Universida d Central. Quito. Señor: listinguida honra he recilido de US. en la invitación qu 4 de “Abril me dirige, incluyéndome la copia del bien m ao es dd General de Instrucción Pública, q n el título de a de la U j o fe! de Apo eladobamente de la levidoR iras y la lle de sentimientos que abriga esa Ilustre Corpo- > ición. a Con sentimientos de da consideración, me suscribo de . . atento Ramín Samanego. : : Quito, 16 de Julio de 1883. Sr. Rector de la Universidad de Quito.—Presente. Señor: Tuve la satisfacción de recibirla hourosa invitación que se hey Ñ e hace actualmente en la República... 201 en esp soy ad al me suscribo e US. many atento, obsecuente servid de lo Lipies JUNTA UNIVERSITARIA. Ácla de la sesión de 18 de Mayo de 1883. ; por el Sr. Rector, asistieron los Srs. Casares, Muñoz -cedente, e la, tac stud de E — 259 — 3 Dela liquidación de los sueldos devengados por el Sr. Dr. ES Angulo desde el 27 de Enero de 1877 eo el 27 de Agos- o del mismo año, que, á razón de pis n pesos cinco rea- E mensuales que le estaban asignados, co o jubilado. se pagar por el mes a del 20 de Ab al 20 de ayo del quecur- sa. Se aprobó el O además se mandó dar al Sr, Leoni- su sueldo ín , Por ser el único profesor graduado en la Facul- tad de Ciencias Naturales y porlo mismo no tener ninguna otra pro- fesión ni industria de que vivir. Con esto, se levantó la sesión. El Rector, e Ponce.—El Secretario, Manuel Baca M. ¡x_——— Acta de la sesión del 19 de Junio de 1883. Abierta 0 Ann Srs. Casares, Herrera, dr fué presidi- da por el + O pare hasta = 20 de Febrero próximo pasado. Por último, la H. Junta dispuso qne por Secretaría se comunique al Tribunal de Cuentas la resolución dada en su sesión anterior, sobre los dere- chos que se pagan para obtener el diploma de Agrimensor. Por no haber otro asunto en el despacho, se levantó la sesión. El Rector, Camilo Poncc.—El Secretario, Manuel Baca M. Acta de la sesión del 11 de Julio de 1883. E Asistieron los Srs. Drs. Casares, Muñoz y Herrera, y presidió eel Sr. mE tor. b is iO nto de qe do y as. iodo no fué adm: itida do reo a. muy enta- ndici iones. También se leyó e ¿co del' Sr. Decano E — 260 — -de la Facultad de Jurisprudencia, que comunicaba que se había “dispensado al Sr. Víctor Gómez Jurado de toda la cuota correspon- diente al grado de Licenciado, y al Sr. Federico Andrade de la mi-. tad de la que se paga por el de Doctor; se suspendió la aprobación de éstas, hasta que se presenten los:comprobantes prescritos en el art. 72 de la Ley de Instrucción Pública vigente. De seguida fué nom- “brado el Sr. Dr. Ezequiel Muñoz, para que, de acuerdo con el Colec- tor, se encargue del arreglo é impresión de los programas, convites, notas honorificas 8. Luego fué designado el Sr. Dr. Alejandro Ri- “badeneira, profesor sustituto de Ciencia Constitucional, Adminis-. trativa y Derecho Internacional, para pronunciar el discurso prescri- “to por el art. 203 del Reglamento General; y por indicación del Sr. Dr. Casares fué elegido el Sr. Aurelio Espinosa para el discurso de “la distribución de premios. Finalmente, el Sr. Dr. Casares expuso que, según el art. 15 del Decreto expedido por el Supremo Gobier- “no Provisional, el 23 de Mayo, la Biblioteca de la Universidad de- bía: refundirse en la Nacional; y que, para evitar que la Universl- dad pierda su Biblioteca, le parecía conveniente que la H. Junta recabe del Supremo Gobierno una aclaratoria sobre este particular. Con esto, se levantó la sesión. : El Rector, Camilo Ponce.—El Secretario, Manuel Baca M. JUNTA GENERAL DE PROFESORES. — Ácta de la sesión del 12 de Febrero de 1883. Y osé ár - Darío Echeverría, José María So José María Vivar, Manuel 2 gas, Se leyó el oficio dirigido por el H. Señor Ministro de lo Interior é Instrucción Pública, que autorizaba á las Facultades para que nombren sus respectivos Decanos. En seguida se trató de fijar el día en que se debía reinstalar la Universidad con los Catedráticos ela y de común acuerdo se convino en que fuera el 18 de. r antes rtu Luego ordenó el Sr. Rector quese reúnan las Facultades ' jan sus respectivos Decanos. Reunida la Facultad de Jurispruden” «cia, presidida por el Sr. Rector, se dió lectura del acta de la S - anterior; pero se suspendió su aprobación hasta que se 1nS “Facultad con su Decano propio. 'Se pasó inmediatamen “sante de Medicina. ! : y elic — 261 — - ción de éste, por votación nominal, declarándose la mayoría en favor del Sr. Dr. Julio B. Enríquez. Se reunieron sucesivamente las Facultades de Medicina Ciencias Naturales, presididas asi- mismo por el Rector; y verificada la votación nominal, resultaron elegidos, el Sr. Dr. Rafael Rodríguez Maldonado en la Facultad de Medicina, y el Sr. Dr. José María Troya en la de Ciencias. Des- pués de terminada la elección de Decanos, acordaron los Profeso- res los días y horas en que habían de tener lugar las clases, lo que. se arregló como consta del Cuadro existente en Secretaría. - Finalmente, los Srs. Drs. Julio B. Enríquez, José M. Troya y Ezequiel Muñoz fueron comisionados por la Junta General, para invitar al Supremo Gobierno Provisional de la República 4 honrar con su asistencia la solemne reinstalación de la Universidad. : on esto, se levantó la sesión. El Rector, Cam¿lo Ponce.—El Secretario, Manuel Baca M. FACULTAD DE JURISPRUDENCIA. — Acta de la sesión del 30 de Abril de 1883. Presididos por el Sr. Decano, concurrieron los Srs. profesores Juan de D. Campuzano, Elías Laso y Carlos Casares. : Se aprobó el acta de la sesión precedente. Se dió lectura del informe emitido por el Sr. Dr. Juan de D. Campuzano sobre la so- licitud del Licenciado Sr. Federico Andrade, que pedía dispensa de los derechos correspondientes al grado de Doctor en Jurisprudencia. Después de discutido el informe, se-acordó conceder la dispensa de la mitad de la cuota; también se mandó devolver al solicitante los certificados que con este fin había presentado. De seguida el Sr. Decano propuso quese procediera al nombramiento de profesores sustitutos; y por indicación de los respectivos propietarios, fueron elegidos el Sr. Dr. Alejandro Ribadeneira para la clase de Ciencia Constitucional, Administrativa y Derecho Internacional; el Sr. Dr. Emilio Guarderas para la de Economía Política y Legislación; el Sr. Dr. Leonidas Batallas para la de Derecho Civil romano, espa- ñol y ecuatoriano y el Sr. Dr. José N. Campuzano para la de De- recho Canónico; advirtiendo que este último fué nombrado direc- tamente por la Facultad, por no haber querido hacer ninguna in- dicación el catedrático propietario. Con esto, se levantó la sesión. El Decano, Julio B. Enríques.—El Secretario, Manuet Baca M. FACULTAD DE CIENCIAS. : Acta de la sesión del 19 de Abril de 1883. : - Reunidos los Srs. Profesores, R. P. Luis Sodiro y Dr. D. Lino Cárdenas, presididos por el Sr. Decano Dr. D. José M. Troya, se dió lectura del acta de la sesión anterior, la que fué aprobada. De A : — 262 — E seguida se leyó un oficio dirigido al Sr. Decano por el Sr. Profesor de Zoología b tad nombrara un Profesor sustituto para su Cátedra, por cuanto debía ausentarse é indicando al Sr. Dr. Manuel Baca M. para este nombramiento; como en ese momento entrase el Sr. Dr. Manuel Herrera, el Sr. Decano le instruyó de lo que se trataba, y hecho es- to la Facultad nombró Profesor sustituto de Zoología al Sr. Dr. Ba- c1, asignándole la mitad del sueldo que debía gozar el propietario, debiendo ser preferido el sustituto en la parte que le corresponde, mientras desempeñe el cargo, en caso de no ser pagada íntegra- mente la renta señalada. El Sr. Decano manifestó que el Supremo Gobierno había tenido á bien nombrarle Bibliotecario de la Fa- - cultad de Ciencias, é hizo ver la necesidad que había de dirigirse al Bibliotecario de la Nacional, para recaudar la parte que según la - ley corresponde á la Biblioteca de esta Facultad, la que quedó in- formada del nombramiento hecho en la persona del Sr. Decano. Sin otra cosa de que tratarse, se levantó la sesión. El Decano, José M. Troya.—El Prosecretario, Emilio Guarderas. qQER__Á_-AMMII¿ÍIÍ]¿] EA . OFICIO AL SR. AQUILES ITURRALDE. — Decanato de la Facultad de Ciencias.—Quito, Julio 4 de 1883. ? Señor D. Aquiles Iturralde.—Latacunga. E Señor: : He puesto en conocimiento de la Facultad, que tengo á honra via el generoso obsequio de las vívoras enviadas por Ud. al Museo de Historia Natural; y la Facultad, en su sesión de 3 del pre- sente mes, me ha impuesto el honroso deber de comunicar á Ud. su gratitud y sus más completos agradecimientos por un acto que revela su amor á la Ciencia y noble patriotismo. Dios guarde á Ud.—/. M. Troya. aa FACULTAD DE MEDICINA. o Acla'de la sesión del 7 de Junio de 1883. Abierta con los Srs, Drs. Egas M., Egas N., Muñoz, Cárdenas ). - M., Uribe, Echeverría y Vivar. Fué aprobada el acta de la sesión precedente. Se dió lectura de la contestación del Sr. Dr. Vicente Cisneros, que, por el mal esta- do de su salud, se excusaba de hacer la inspección de Boticas. Fué admitida la excusa, y en su lugarfué nombrado el Sr. Dr. Lino Cár- enas. e po De seguida tomó la palabra el Sr. Dr. Miguel Ein y dijo: «Es tando ya cercano el día en que deben publicarse los Anales de la Universidad con la Memoria ó escrito que corresponde á la Sec- r. M. Abelardo Egas, contraído á pedir que la Facul- A — 23 = ción de Medios. tiempo es de que se dé lectura del trabajo que ha debido presentar rel Sr. Decano, conforme al orden con que fue- ron nombrados los Srs. catedráticos, en una de las sesiones ante- riores.» 1 Sr. Decano manifestó: que, aunque en la sesión del 10 de Abril había sido ne pde aries su disertación en poo mes, sin embargo, aun no había concluído de r recoger to dos los datos necesarios para lara mar un fabula original; y añadió que, atendidas sus aptitudes personales, le parecía imposible presentar - en tan corto tiempo un trabajo eminentemente Pasa E tomado e la medicina patria, puesto que le parecía indispensable que las disertaciones publicadas por los miembros de la Facultad reúnan estas condiciones Et . Muñoz A o: e creía A el a pe S£..- a od que brnida darse á la Sótáinpa, reciso será convenir n uno de estos dos extremos: ó son ilusorios los ptas la Fa- sobre el punto que hubiese elegido, opinó e r. Miguel Egas que era preciso obligarle á que presente su escrito con la pronti- tud del caso. En e irtud, hizo la moción siguiente: «Oblígu se al estudiante que ha sido designado, á que presente su memoria, sea la que fuere.» Se aprobó esta moción y se mandó comunicarla por Secretaría al Sr, Guillermo Espinosa. 01A9 Después el Sr. Decano indicó que se debía tratar de los próxi- mos certámenes, y saber si la Facultad contaba ó no con discípulos que lo sostengan. A petición del Sr. Dr. Miguel Egas, apoyado por el profesor de Fi isiología é Higiene, se aprobó la siguiente moción: Pe se recabe del Sr. Rector la reunión de la Junta General de Profesores pe | A el Sr. Dr. Miguel Egas dijo: _«Con disgusto he no- ec 210, que mess sesiones EP esta AE tienen lugar á ucesivo, se cuide de E. ar las puertas de este mente abiertas, durante las ot de la Corporación que US. tan acertadamente preside.» on esto, se cerró la sesión. : El Decano, Rafael Rodríguez Maldonado.—El Secretario, Manuel Baca M. ———_— > _—_——_—_—_—_—— EXÁMENES Y GRADOS DEL TERCER TRIMESTRE DE 1883. En los grados y exámenes al 21 de Julio, han salido aQE9 ue se han recibido del 22 de Junio ados (*) los jóvenes cuyos nombres se insertan á continuación FACULTAD DE JURISPRUDENCIA. EXAMINANDOS. MATERIAS DEL EXAMEN. VOTACION. Domingo, b; Acevedo de Da: 2% año de Derecho Canónico --...- PP 3 osé R. Carrión de Quito.....--.- Primer curso de Derecho Práctico. 1, 1. 2. cio Navas de Quito ES DE ACIÓN 50334 Lado Rafael Suárez de Amba Ciencia Administrativa . 2. 3 3- Pablo A. Vásconez de Latacunga... unes curso de Derecho "Canónico 2. 2. 2. “Víctor M. Iturralde de 1 atacunga Ta. id. id... A Miguel A. González de Latacun i ia, id 3. 3-4 Alfredo Baquerizo de eo Ciencia Constitucional 2. 2. 2 gustín Toro es dis PQit.. | Legislación <= iearcastas] Pedra Ricardo Ruíz de Quito Derecho Internacional , 1. 1. 2. Rafael Suárez de ME Ta. 2. 2. 2. Miguel Chiriboga de Quito .--.... 2% año de Derecho Canónico .--.2- VERED Reinaldo Muñoz de Quito-..=.... 1 ds sonda la e Luis F. Maldonado de Latacunga. . Derecho Internacional....=...-..- 3 3-3 Teodomiro Días de Puéllaro...... Primer as de ho Canónico..| 2. 2. 2. Alcides Naraujo de Ambato....-. egislac 13. 3 4 ass Uquillas de Quito... ii. 'iencia kan mibistrativa cia i- 2. 2. 2. gnacio Navas: de Quito Derecho Internacional 2. 2. 3: Leopoldo Araujo de Quito........ Id. id. a Y $ - Rafael Suárez de Ouito..-...-.... Legislac 1. 2 2- Rafael Terán de Latacunga. --.... | Primera curso de ir Práctico..| 1. 2. 2- Camilo Miño de Latacunga. .-.-..| Ls el id... 142 - Heliodoro Samaniego de Loja..... Ed 1d: id, Mi. ds per Samaniego de Loja.....-... do 1 id. di. t 2 4 2 ; o Baquerizo de a A + Administrativa. A 1. 3: 3 Enrique 0 rralde de Lata a Política 2. 2. 2. Alcides dr de Ambato id 2. 2. 2. a. El S graduó de Docrok con dos Primeras, cuatro segundas y U (*) El valor respectivo del soto de cada uno delos in e es el siguientes 2 Muy bes... y Hd cedo 2 "Blen +9: ] e E 4. Mal E FeberIco ANDRADE de hilo; $ 16 de Julio de 1883, se a tercera. + FACULTAD DE CIENCIAS, EXAMINANDOS. MATERIAS DEL EXAMEN. VOTACION. Manuel María Peña de Quito .--.. Sabales Inorgánica y Analítica....| 2. 2. 3. Daniel Núñez de Quito Id. id. ¿La E Pto e E Juan José Egiiez de Quito-.......- Id. id. da 3, Antonio Miño E. Id. id. ll col o ro E sé J. Pólit de Quito Td. id. ¿a A E ¡AA Ricardo Ortiz de Quito es i a E e 220 sé J. Calisto de QuitO---...-...| FÍSICA oooooooorm=ocrrrrrran-- 2 Luis A. Terán de QuitO-=.. ===: Zoología O Ze DR Dani ñez de QUÍtO->ouomm=o=a=]o 1d, eco ro o a E Juan José Egiiez de Quito.. ....... 1d A a Manuel M. Peña de Quito--..----] A a E ZA Leonidas Llerena de Pelileo...-.. A Isaac Parreño de Quito 0 curso d táni E ME a Pablo Franco de Guayaquil. ...-..- Química pisa y E isiológica.... 2 E Carlos E. Gangoten A n "Riobamba Id. id. ide o A Domingo Leoro de Fbár E rimer curso de Botánica 2-33 id. a. e da 2% curso da Da E Leopol do re . Guaranda.... aa -| Química Eo Tigre y Pisiclógica.- El Luis Anda de Ambat Id. do 12 2 de Rafael Bale de ara Id. id, o E A FACULTAD DE MEDICINA. EXAMINANDOS. MATERIAS DEL EXAMEN. VOTACION. Carlos Fee de ue is Examen práctico de Clínica A Td di Id. . a Cirugia 1 2 dd ME e id. a Id. E neral... 1 de. dde uel Herrera de Gui A Primer curso d: el. 2.2.3 Clica Espinosa de a ---| Medicina re E al é e pública. L Liz Tomás Jáco e Quito Td. i o 7 Guillermo Espinosa de Quito .-.-- 2% curso de e. je de Armando Terán de Quito. -....--- d. A Ramón Gómez de Quito Fisiología é Higiene $ Lo Ed de : El S Marrano A. CAMPUZANO, €N 21 de jalo de 1883, se e gra duó de Lceicios con cinco primeras. ERRATAS SUSTANCIALES. En la pág. 216, lín. 19, en vez de aprobados, léase examina. los. En la pág. 218, lín. 4 en vez me cinco primeras, léase seis PE a METAS. : : : a BIBLITOGRATFIA. ENSIO OS ARUM VASCURARIUM PrOvINCcIE Ri e y setermina con algunos OS acerca pa 14 agilice geográ- fica, las propiedades y uso de dichas plantas. Con este nuevo estudio, el R. P. Sodio ds dado un paso más en la formación te nuestra Flora; y ha merecido bien del Ecua- dor y de ES cie E le s números siguientes de esta Revista, saldrá un a detenido de esta obrita, hecho por el Sr. Dr. Luis Cor- o DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO. NUMERO VI... de AGOSTO DE 1883. LA UNIVERSIDAD DE aro, COMO PRENDA : DE ADMIRACIÓN y GRATITUD, | DEDICA | ESTE NUMERO DE sus ANALES A En MEMOBIA DEL LIBERTADOR. SIMON BOLIVAR, EN BL CENTENARIO DE su NACIMIENTO En 24 DE JULIO DE 1883. A SEGUNDA EDICION * ENEL CENTENARIO DEL LIBERTADOR SIMON BOLIVAR. INFORME DE LA COMISION CALIFICADORA. Suito, Julio 3o de 1883. Sr. Rector de la Universidad de Quito. Señor: Los infrascritos, nombrados por el H. Consejo General de Ins- ! trucción Pública para formar la comisión que debía Preténos SS. Dios guarde á US. muchos años. Pablo Hed -J. Modesto Espinosa.—Julio Zaldumbide. ym 285 0 e, : VELADA E EBRXABIA DEL 24 DE JULIO DE 1882. - — ze : Jato el precedente, informe y abiertos los ies que conta : nían mbres de los. autores, para pue e el Poema, titulado quemados, el Máides de mis amigos y mis ma estros, o ee po A rt a de amistad que, din día mí estrecha, : nos. E rimeros años. pt in ULTIMOS PENSAMIENTOS DE BOLIVAR. Orias ya des chas y honor; la Ett a “sien, la planta ensangrentado, El labio mudo, lacerado el pecho.... e Sentí un afán gigante, y 100. E : oe los do y a..--me iudaros. E VII. s ¡Qué silencio en este áspero desierto! E Rueda el agua temblando en la an Suena la brisa, cual gim Py á un mue vut. En el bosqne apacible y o Bajo la amiga sombra de e ES El corazón inerte y dolo Sólo aguardo el palito: apesebido: a ¡Cuán triste es el ocaso de las almas!.. IX. Sólo el recuerdo amargo y enebundos Eco doliente de la edad pas : Como la flaca voz de un efudo Me trae los rumores de ese mundo De mi risueña aventad dorada. X. ¡Ay! sí, de aquel almíbar todavía Quedan las heces, donde echó su cieno Y sangre humana la disc cido pia Paladean. aún suave a mbro Ya el licor de mis ¿hos juveniles! XII. Como águila : valie nte prisionera, Rotas de la arnón las ES uras, D rá las alas altan alte en Es ei Ys aa ds pa A anidará soberbia en las alturas. XIIE Y est de. cien leones el cado, mi dolor rudo y ee undo, amor de mi gem Cual mi acento en la Mol llenará el mundo. Al tronar de los roncos huracanes! XVI. ¡Adelante! adelante! mis pendones! Y retroceda la enemiga gente! E Al vibrar de mi espada refulgente. XVII. Corre en mis venas desreda plomo, Siento el ate afán de Prometeo, o del destino los furores domo: Yo tornaré á-mi gloria... bie cómo Se apagará mi férvido deseo?.... nn. Ardió entonces cual fuego en mis entrañas , cual fiero león de las montañas, Bajé bramando al extendido llano. XIX. Pues q ante el Señor el: Jasintenda: De salvar á la América inocente, Libre pis ca fué en mi pensamiento; | Y luego cien batallas; y al momento Se alzó libre y soberbio un continente. XX. ¡Sí! en el esclavo mundo americano, Yo lancé audaz de libertad el grito; fuerza de un Titán sentí en mi mano, En mis miembros impulso sobrehumano, Y en mis ojos la luz de lo infinito. XXI rendió en mi pecho llama aun no extinguida, Y me aguijó la gloria afán profundo. América anhelaba mi ven nida: Fué mi vida de América la vida; Mi corazón, el corazón de un mundo. XXI. 1 Ss : ¡Napole sal te contemplé vencido Desde la airosa rn de mi gloria; Oh César! con Bf: esclarecido; ¡ sto: cier paneread la Hisior XX H : añóse en n resplandor mn dele miel n su clamor me E SoTad pao XXIV. Rayo voraz arrebaté del cielo, de "Y en hoguera tornóse un continente; A Y como el cóndor Pe mi vuelo: : Bajo mi férrea planta tembló el e Sobre los montes vanié la frente XXV. ae aspirando la esencia de las rosas, > Y músicas oyendo celestiale: AS contemplando neg e hermosas, e esar sentí mi rostro dele q Las brisas de los da caian e XXVI. s pies rendida la a Mías e tierras libres y los m. Nunca en menguante mi apacible luna; Mi honra, colosal como ni nguna, Yá á mi fama elevados cien altares. IAEA: XXVII. Yo soy tu padre, ¡ América!..-.Gigante, De las ardientes La yas de Angostura, _Lancéme al Chimborazo, y ¡adelantel....- Un instante no más, un solo instante... Y hollé del rico. Potosí la alt ura. o E la ingente Panta a la Pe A Ptas las > cumbres tá las p: Sus áureas. puertas m anqueó 1 la. historia, E - Y, celebrando mi Pen vict : : reta de Ho, omero. resonó en rel Guayas. ' de : dos y grandes como. a mpuñaroa val Aemesises ce E agotar mundo los alle Pe plácidos Htatrado ya es dal histo ES Y a lle cd pe úcaso dé mi glorid,. 1 A Y el cáliz bebo al fin de los dolores? O XXXII. e Velas cual leve hoja en el estío, sa Aquellos cp de du ensueño _Hoy....ya : po, oración tímido énsayo,. Y cae sobre el pecho la alta frente. XXXIV. ¡ Y es mi acento cual lúgubre rr Y se extingue entre lágrimas mi vida!.... Bebtasto a de dl ti o pen isamien GE Y hoy sólo esperas ban aid os odré verte Ah! yo ante .. NO PO: kodar al polvo d “desde el a pad Eva ce Yo o quise de las .. el ruido, Nunca ominosa libertad sin freno, Escuchada la voz del magistrado, No audaz la multitud, digno el senado, sims el derecho á discreción de Breno; v. De austero mesurado patriotismo, Leto ps y E lides; En las almas amor, nunca egoí smo; Abatido e peda 2 1 despotismo. Y sobre el trono el ínclito Aristides. vI. Hartura á la ato alaba. 'b zá Deseé, y amable los hogares; A la tinicbl a de reo lumbre; “Hierro para los cHfmenes, la cumbre Para el honor, y para Dios altares. VI. ES - Soñé un grupo inmortal de ciudadanos Que, unidos en la plaza y en el templo : Es vol. Creí hombrear con Régulo y Fabricio Y el severo inocente Cincinato; Mas, corrompido el popular PEA Con Catilina alzó la frente el vicio, Y el infame puñal Bruto insensato Hs IX. _ Y ese ideal purísimo y divino, )mo mi alma gener ES cual de hojas raudo torbellino, io. ze corriente presurosa X. Y En se escuchan cien NA clamores, Cual la grita feroz de una jauría, Y los héroes con e sus furores Apagan, y la Patria en sus dolores De su triste nacer maldice el dla, XI Entre la risa y burla de la pis, od Libertad. cadáver in: Banquete de los cuervos bdo en breve, En tanto la caterva ofrece aleve, )oquier la alevosía sus p1 prest a, y su veneno la e dia; Levanta el crimen palmas inmo: rtales; Libre es el lobo, libres de chacales; - E Medra el vicio, corónase la envi pa de: MI. Y la insensata turba. ideo La pata inva espac a al hombro la inmensa pesadumbre. AN El viento matador de la. torm menta Y emo hay Dio. , Catería mn Ss Pa ¡Rec erdo!...-en esa 1 noche e infíecrroy AOS A: mt virtud brinddós vil tribut paz Patria! es tu baldón, Baldón dos, pss mplacable, cual Furia del Aver nO, : u puñal contra mí levantó Bruto!....- XXI. Y tu padre y tu egregio ciudadano En aquel mundo que formó, extranjero, «¡Piedad!> te gritó aún; mas, todo en vano: Buscó, por fin, las playas del Océano, Y del destierro el mísero sendero. XXII. Y hoy, el LipéRTADORS el pa el fuerte, Ríndese como el árbo Nadie piadoso llanto por A pots Y enel hondo silencio de la “pde Se apaga su tristísimo gemido...- XII. ¡Y 4t65. 44 también, hermano, hérmaio, Te hirió cobarde plomo delincue nte!.... XXIV. Te respetaba el enemigo acero, Té abriste en el da pu camino; Eras entre los hér s el primero: Y el premio 6 re postrimero, Fué el infame ¡puñal de un asesino!.. Xxv. ¡Caín! torpe Caín!, como montaña, - Caíga mi maldición en tu cabeza! Grande, cual la del tigre, fué tl saña, Que aun al más inocente acecha y daña, de sacia en él s su criminal ca rir pueda pláci La sierpe del dolor en mí se abriga, El humo de la sangre me atosi me sa esta os des cieno. Aron ca XXVIL _ De mezquino placer en copa de oro, e N unca dona ber eces ute é rico t Que me atraj: [sde nu Pensé que, au r la tumba f: Su rostro tad onto Con intenso, purísimo cariño. XXIX. ¡Y hoy es sólo un cadáNer. Si ella ha muerto, Yo también moriré: mi vida e S SUYA; E : ¡Pague su necio intento con la vida!....> XXXI. ¡Po bre a. Lea y all Viuda del Honor y de la Glor La blanca vestidura desgarrada, l Polvo inmundo en la sien, z aja Has dass al ito de la Historial... Menguada Sofa bdo tú fuiste el bald nde. > ] AXxaL, : a ¿To evarta, atada d a - Hasta mercado, escuálida, "nilens; Sa pa rad ed se 3 Es > e EE ES as 53 tamos, En mi adorada patria prisi ¡onero E: pelas acdo de He ad profendo, - En espantosa. soledad hoy muero ¡Clemente Dios!... Mas en tu amor espero : ae tú comienzas cusudo acaba el mado. 4 eS 5 y Juego, mundos inmortales... muc > imiendo pe Hoy se cierne mi alm dolorida solo he Dios de mi conciencia: Tú brillas como lámpara en mi pec E inundas con tu luz mi inteligencia, Me ciñes vestida de inocenc Y me acompañas al mortuorio Tecla! rx, Tú, Señor, de la tarde á > les A esta morada mísera vinis ye ¡Ah! tú, desde la cruz, los dir yetlas Me extendías benigno y piadoso... Tú, Señor de los vivos y los muertos, Tras estos rudos, ásperos desiertos, Eres del alma oasis deleitoso. Hundida en polvo la o e Caído en la mitad de la jor iS enferma el ánima alien: Del mundo de mis sueños siempre ts Siotto-él en mi cuerpo el frío de la nada.... XII, ¿Para qué coriquistar un nombre vano? á Por qué buscar los goces de la fama, nube de ” De la vida en las mustias ni Ni flores brotan, ni la brisa zumba: Todo se hunde en el mar de los edades. ... Pero, tras las humanas vanidades, Nos muestra Dios su faz sobre la tumba. Pda : XIV. ¡Salve! salve, Señor! Mi postrimera Plegaria te alzo, triste ate pasad En tí solo, Señor, mi Patria es e. a arrostre la tor ene fier arríbe airosa al puerto ape, XV. debe te” bendiga, América adorada! De tus hijos se apague el rudo encono. : a > Para salvar del hondo precipicio: - ¿Un Curcio quieres, víctima a abnegada? Yo alegre me ciclo en la inflamada - Pira del horroroso sacrificio. Mi altivez y soberbia el vuelo expande, Y ardiente como el águila, pa XVII. El mismo soy que puso vencedora, Del lees en la empinada cumbre, La planta; y de occidente hasta la aurora, Vió ads la luz deslumbradora 5 e libertad, inmensa muchedumbre !. XIX. Ba nad. en nacion resplandores, ¿Con el afán de cóndo or doncs sE - Sentí del heroísmo les ar e dentro el nm impulsos des gigante. yo 3.0. ornóse mi faz. resplandeciente; o, antros de eterna luz fueron mis yO ie ; XxI. , | Oh cima del rebeoó Chimborazo! do ; do Se Ss A yr da o de pS Merra: el lazo, 1 vez mn E capléndida regazo pa 4 tender.el ra lo reprimido. : Xx El sueño de mis glorias se ha deshecho, Me abre sus antros el sepulcro frío, Y en tierra pS bajo extraño techo Mas ¡no impor - Valiente es aun mi ¡ pecho: ¡ Cúmplase en mi E voluntad, Dias mío! XXV. Puedo aun vencer en las humanas lides e Estas serán mis ínclitas hazañas ¡XXVI ¡Quién Abog y O tirano, Miraron en mi sien áurea na Y el cetro de los reyes en mi mano; Y fué mi nombre, cual el nonbre oO Maldecido de la una á la otra zona!.. XXVII. Pisado fuí cual polvo del emos Beso de Judas mancilló mi frente, Y contemplé la faz del asesino, detrás de esas sombras adivino De los cielos la luz resplandeciente. XVII. ¡Vedla!....ya asoma la Hair aurora: Del Edén los Larios lum Se encienden!.--. Voime Shb Colgaré ahora, De mis glorias la espada vencedora Dios de mi corazón, en tus altares!.... SUENO Y REALIDAD CANTO A BOLIVAR, POR_EL SR. ). QUINTILIANO SÁNCHEZ. ARGUMENTO. : Durm iéendo Bolívar á orillas del Orinoco, bajo la sombra de un árbol secular, comienza 4 sonar en las hazañas Sy los antiguos héroes, Se figura entre ellos : ponderando O hechos de a lades, siente avivarse su amor patrio. Des vés ed e ha soñado bién en N vpoleón, pos ulando más verdadera gloria, avarece de a bir E qa pa de la América, y, tocándole levemente, revela á Bolívar su alto des redíl 5 3S ¿Su es Bo 1er _ Se lcdcná Bol Sus cualidades. Co- Estragos de At combates. Invocación n nas gran 13. u imagen ando ndes. La do aa “a Dad El Pueblo ps la pa El vimos indignada Pueblo jurz, elite de Bolívar, que el Ecuador será siempre libre. Eran 7 Abril los días De amenidad, encantos y ármóOnías, á de cibia sies Abc calm a poco á poco, Las auras de repue o apa cinie durar, A e el Orinoco, Cual fada peregrina, se recuesta.. Bajo la sombra grat De árbol frondoso, po la edad gigante, De frescas hojas sobre lecho blan Gentil adolescente está soñando u Y mágica ilusión le pe halagando. _ Nosueñ a. a De férvidos am Ni ve los bles : o De una dicha p0BezS no le acaricia > 55 la cree ce Sereno ve pas a por Cuantas al ho DEE ar parecen Mil ise anhela Que llegan, y, mesi zadas, > Cual os ante eE sol, se desvanecen. qa E : 7 Queen Marató PEp eat E A E recia lucha, la cate :persa. El “En n voces por 3 antros epotidas, e Desátase sublim cs .. Cuando el acero a y Unido 4 los trescientos de Leonidas. Después de Mantinea, bate en la pelea 4 Cu pal E corre de melenas blondas, AS 66 s llanos cam A dos á par del t ravo Epa Rival de Abi Abayenian á las huestes españolas, : _Desc cubre : á Cipión: la Aírica altiva : o En Cal sueña y Alejandro, y siente _ El joven Caraque El soplo de un espírita candente. De alborear risue Contempla e el porvenir: en inmortales a luégo piensa. ntiguos adalides o su ejemplo mejor, son sus rivales. Colombia e extensa Será para su lides; Tendrá de hétod inmortal claras señales, Y, con mayor pujan Que el fiero Aquiles, plandió su lanza. -— ¿Quién es aquel, á cuya planta el orbe, Cobarde ia calla; Y, en su ambición, naciones tras naciones Pavoroso avasa Los imperios se boa rbe, Y es su voz el tronar de los cañones ? - Con insano anhelar, Mes, Europa Con negro man ropa, Y es el mundo intel campo de guerra. Ni sujetar la tierra 4 servidu dre -Es coronarse con eterna lumbre. Así sueña en los héroes: oda brisa, 8 En plácidos vaivenes. A Cual bienhechor rocío, Le refresca las sienes; n las ondas del rí A De súbito reflectan nubes ii - Y al sonar de las hojas, : Cercano se o A : R Por la veci ma, - : udo revolar, se asoma. 7 Angel que cra Llega ya margen de corriente arroyo, Y sírvele de apo; o - El árbol, bajo el cual en a Soñando está ce libertad > altura El Ge alzada Genio de Caracas. Trae Y al viento desplegada a ps colar el A e E stidur De ojo, azul y gua ualda : E RE Le corona le ria guirnalda; o Sodi placent e Y, volteando Al ato diamantino, Con ademán súave : : Lt Toca apenas al Joven peregrino, Y asíle habla con acentó grave: 4 «Soy el Angel que guarda lá regiones De América infeliz, perla del globo: Inspiración, ardor al cielo robo, Del E Po para tí los « : e : que , al Gehio colosal de los guerreros. >. «Llora tu patria, atada á la oyanda De tres largas centurias; Dura cadena de opresión circunda | De la andina princesa la garganta; j E : Gemidos son sús ecos cuando canta. Venga ya las inju Con que la hades España la denuesta En abyección funesta.» «Luchar es tu virtud: pródiga suerte Dará á tu pecho Cra energía; Serás caudillo fue Que atarás á tu carro a ona, Tu lanza, en lucha im Será iracundo rayo. . Despierta á tanta . Atleta de mil ínclitas hazañ Ante e quien in en letal desmayo, Temblarán las Españas. Bañe tu rote resplandor divino, Bríos te exalten y saber profundo. ¡ Envidiable es tu sino! Despierta ya, Libertador de un mundo. » * Dice el Angel; Y leve > por la esfera, _ Honda charca de eE: el viento” “azota - Del regio cóndor las tendidas alas, El Y el monarca atrevido, Cual desdeñando el cielo, - Con el león temido —Desciende £re Puesto de pié, de airoso cad En la actitud á Jove semejaba, Cuando á hundir en el Etna se aprestaba A la razagtitánica insolente. Eee cc > He y 2 - Ya convulsa Siento no que a pul Mi labió empieza 4 betas y grande Anhelo'm A la musa del Ande, A la deidad de cítara s Encomiendo al Varón, es e loores - No! ucantarán humildes aygotes: ÓN Ta, que á la etérea Ae - Del sublime te encumbra - Y con antorcha perennal Alumbras Al pueblo á quien anima. ! pp ne libertad: tú, que cantares as Del lie de la vegas de Am - Y haces brotar los es mides Musa feliz de Olmedo, Ensalza lafvirtud: que*yo caipildas Solo aspirar á ad : 4 Sólo fun noralpoiegado alcanza, E | E oi temid s s laneros Inquietos por los A divagaban, ' YO: repetido grit O hibertad 6 muerte proelimaban razón estaba escrito. A E e: de a uién al genio resiste, Si de od cielos el poder e asióte Pi no Pri rodigi so en talento Le adorna el a ime : Saca mayor a Al caso abren dércile propicio, Y al infortunio vence, en su porfía, " Como á la noche el luminar del día. Desde Cúcuta Sd Bárbula, la as : A sus huestes, a N morir ó tñuniar: siniestros, visos Torrent desborda ; Corre la sangre, y, 'discurriendo, aterra. El guerrero clarín valles y sierra + OS Con "espa antoso arr E En sufcarro por t ierras!y por mares La Discordia corrió: le e ellea de El ojo escrutador con el oe: Insaciable de luto y exterminio. E5os pe y sanguínea uel + Señala su dominio: des llanto se. escuchas : Se sucede Sor denia la. liv A e al mies o las ferradas picas Esconden la llanura. Se encruelece la lidia: más fervientes Se estrechan con Pee los combatientes. raderas antes ric De árboles y PemitA Ya, con pe huesos, Aparecen blancas; Y tú, Orinoco, 4 pe estancas De calirenas lle Y rebozas de bendio ¡oh Magdalena! Y Bolivar? avanza imperturbable, cd Rápido cual turbión que antigua valla e Arrastra inexorable. E )JLÍVAR ti Y el Despotismo, aimeaventados calla. Semeja el Adalid ena razo, A cuya inmensa plan Se húmillan e, ñas tempestades, Y sus furias el ábrego quebranta, Huyendo á más remotas soledades. “ Si á la vida de Tú, del Dion nio v Musa, qu e cantas hondo combat Con dulo ce voz, loan! acentos, n plectro más s p Cantar las lides fieras, Del Héroe de Colombia los portentos Y las hispdens a uchedumbres rotas. Y si á BoLívar en sus glorias vieran, De emulación Siro se estremecieran Los manes de Alejandro, Y aun la sombra de Aquiles, envidiosa, Moviérase en la tumba do reposa. : Ya llega á Bo: acá: grita a Como el estrue ado de ac - Hasta los aires sube ; aligi san nube. Envuelve á los gu erreros, y, He enda, - Cual de soja ay en las A fraguas; : Con furibundo alard En el alma la cólera les: arde. y : Son los hijos sea Dro ed o mágico impu Al bizarro español. deja convlso, siente, á su pesar ad a el seno. E Cuanto le estorba a : SE El € audillo. inmortal, E “vence, y pasa, : Y, al resonar de los preñados bronces, Antiguo semidiós de E ce PReina del EL viste en tus cola has banderas del iris levantadas Por BoLívar, el ángel ES victoria. alía m Y de tus hijos la oia historia, Latir e juveniles pechos; Y si el íncli re E e cada rompió de tus martirios, e v adas sendas e a A más Ss y n más: s capi ita: Parten corPél cual rias UE Ane: A todos da destellos de su eciós - Del águila la vista, o Su afanar sin sosiego; a - Y llevado á la gloria por. un numen a - Irresistible y ciego, - eS La libe rtad ee julento imp ega el Lidiador: ns dónds Pizarro ape rodar su formidable carro, —BoLívar manda, y viene la Victoria; A Borras pa nce el ce mo: Y el español, temblan Maldice ya su Pe entrenó. da ibérica cuchilla, ¡Oh de dolor recuerdos y quebrantos!. Qué campos y qué mares : Ño purpuró de sangre sin máncilla? Pero llegó, entre tanto, La expiación nare De honor y libertad. Boril fiera, Desatada en aceros, La pugna de Junín. hiela y y sorprende. No tan cruel se ofen La banda de leones altaneros, Que por la presa lidia - En la abrasada arena de Numidia. Cual impetuoso, denso torbellin Que arrastra en su furor parti Mores, E Arrolla al pAndL en su cam - A paso, marcha ya, de vencedores Bolívar con sus héroe eñ Avg as a a - Vence el león, cuyo postrer rug Se confunde e entre el ds de ds s dianas. Callados ya Ai alas los clarines, ¡ Gloria! el Héroe clamó, y en los confines el lejano horizonte ¡Gloria! cantaron los fugaces vientos. A la cima del monte Augusta sombra.de repente cds En cuya faz el a reverberab Corona de diamantes Las sienes le adormaba; . El arco y las sa ea del hor le pendían; s miradas inquietas Con el cetro luciente que alot Su ademán revelaba, y la Aseentias Voz que iba ensordecien El alto risco y el peñón eee! «¡Salve á tí, le decí Numen de Fes _Juraste un dia Allá, en el Monte De luengos siglos destrozar e) yugo. Así á tu genio plug Y hoy, de la goda , dl Monarquía, Rueda á tus pies el viejo simulacro.» «Al fin tu gloria incomparable muestra ue el porvenir descubre sus misterios: Í ¡estra No descansó en la cds Ron Detén aquí tu pas Y manda al sol pepa en los imperios Donde antes nunca descendió al ocaso.» Dijo: y, envuelto en arrebol bérmoso; El sabio Manco-Cá ápac, majestuoso, Hasta el lago bajó, oe su morada Escóndese en las o De zafiro y topacio pa Poe Las linfas, al abrirse, o cohcidó en su espejo la imagen re eflej Del que venció las huestes aa Hondo estremecimiento La tierra conmovió: ¡libre es un mundo! Resonó con Maráfico sonido, Y; llibre! fué dóquieta repetido: : EN unísono acento. Oh España! á tal por RA a las Pete dad Con que á los SL ee cesar as Es fama que los Inc Se alzaron de sus dbak venerandas. Vencida estás, España: ; Muerto el prístino brío, rrias nos serán. Sólo fué mengua La Patria contemplar de oprobio llena. Habla tú, cuyos Sui combatieron Al gigante del Y en Bailén y decodadós, le vencieron. Pan do he pe idia Por la traición ó el despotismo lidia. Es gloria libertarse qee e A E ¿jemplo diste tú: sólo Anidar en el alma los lane Pte : Nuestras tus glorias son y tus loores.- De Sia el sue En cuyo en eh el Despotismo, Dilatar su mir Y contemplar sl claro os a se rado $e n radiosas n > nombre de por y el de Qurro. (1) Despllóga el jalde ma all = n majestuoso prtndas E y playas. Delta recorrer, y allá, en el Guayas, Del bardo Olmedo la suspende el canto. - En tanto el Campeón, na embeleso - De la futnra prole, ávido vu Sus lauros á rendir á Ven do rie del hombro. el ponderable peso y y O m Dig de este dlicomjo, da: Primera. en el grito SE 25. a. De bot la América, el asilo E Busca anhelante del hogar ooo pita: | OA, Varón nacido á pa pez Libertador audaz de un hemisfer ¡Oh de tiempos y de cen inpropenól ]: n dura recompensa Tiene la a de sus hermanos. Entristecido pien Sentado al borde pe la mar, y augur e Colombia, su prez, la desventura. Ad viejo piloto, En la borrasca expert Desde la playa, en el sóguro puerto, 5 Y y Elah nueva nave qu En! las alas san viento y la esperanza. Mas, genio superior, nunca se abate De la injusticia pérfida al combate: Encubre su reia bendice su Obra; Llenóse su destin k po Riqueza le faltó, fama Se sobra. a Vedle morir! Div OE ayo de oriente et ale ventura, Y un haz de luz le arrebató 4 la altura. Su imagen, bio ] FEA Sobre los Andes m bn : Cual numen tutelar a apacible De resplandor su las asian dí Sonríese ya Cuando á la Patria ve libre y señora. Mas rodéale en torno nube negra Cuando la Patria en servidumbre llora. Lanza de indignación cárdenos lampos; Vierte lumbre ps estra Ad Por ciudades y campos, O Y más grandioso en su “actitud se muestra. A Así vimos su rostro E a Pichincha, Cuando ambición sang - Y necio orgullo, e de ocho hincha, La esclavitud y afrente Ea Dé á Serio pa encono 1 Ma blo desbandadas greyes; : : la voz 3uttemberg: in pS — 296 — Y al solio apenas con temblor Sen De adulación el denegrido incien Mas, inspirado el Pueblo en furor santo, Con doble peto de an y arrojo, Ardiendo en justo enojo, Se alzó como Titán que siembra espanto. Ejemplo dió elocue Con severa lección 4 á las edades, Castigo á las maldades. a Dictadura Ai Y rugiente,, En sus hercúleos bra La oprimió, y luégo la. ardid en pedazos. ¿Otra vez tornará la servidumbre A dominar airada ? Vuélvase al caos la primitiva lumbre, El Ecuador mil y Antes que apure. dl. pesar las heces, Viviendo de nación esclavizada. Mientra el sonido por los aires vibre, aya en los astros luz, sol en el cielo, Y el cóndor dea con PA vuelo, Delante de Botiva Pueblos, jurad: ¡ Ex EcuaDoR ES LIBRE ! ¿Juráis?.-.- El juramento Escucha el Padre es as asiente, Y, al inclinar la fre Tremen los Andes y su vasto asiento. Julio 24 de 1883. ULTIMOS MOMENTOS DRY BOLIVAR (€) ! Manzanares O Lalo aces, bellos campos, : dones de ona 13 Es EE cos y en recuerdos tristes, ¡Salve n mis veces! Xi alma arrebatada /eros ansía; con n la ment e os busco En las playas atlánticas, os hallo, -— Póstrome en vuestro suelo, y reverente : Mi ósculo estampo en él. ¡ Salve, oh lugares Lo 2 poo libertad sagrados! : - Venga de vos la IO que anhelo: Did ela yO punto, dádmela, y mi lira a en viriles y arm oniosas notas, Corre el noted mes. Del mar la brisa . Mueve el cañaveral, que Tumoroso. da; a AS a tristes quejas de vecino po El aire turban y el profundo oca La última huella de la e Escoge. Cual l bajel por las cto dd En la arena tendido, otra: rda Que sus despojos al ábisino. arrastren: ; En por blando cojín las demacra aldas sostenidas, la espaciosa elos sa, nte en ve oz ¿y tu mult 1uoso curso, cúal aluvión esten, recuerdos Mil su mente cruzar, y que bi instante Vuelven á henchir su corazón marchito Las egregias Erro id ' días. Y luégo tiembla, y su alma se estremece De orgullo herida, guió n y pena, Imágénes al ver de glorias idas De recientes infamias torpes sombras, Rudos espectros de futuros males. ullo! á justas befas digno blanco ¡Org Cuando á vulgares almas das aliento, ¿Quién osa contra tí mover la lengua did bendiciones á tu fuego niega, ¡Oh igneción l cuando, á Da: perversos, Del ofendido hon 9 le din el so lor! de y A huye. A A Y LI ua ígnea materia En el seno de monte cuyo cráter : “Silencioso y helado miente calma, 5 Así mientras, los párpados caídos - Y los labios sin voz, marmórea efigie Semeja el Héroe, de sí mismo dentro -A fervoroso razonar se entrega, : E Que aquí mi musa revelar pretende Y ¿Lo dida el mundo? ¡Oh, no! ¿Quién la evidencia. Reyocar osa é impertinente duda ? ; Mas incompl ¡Cielo! '¿por,qué niegas? - El dón de pleno acierto al genio human a Ver con audaz mira undo joven ea 147 om rle rle, y á A do ; - Asombrado decir: ¡Hé aquí tu IR ! : y á las puntas, fiar de cuatro acer Gentes postrando número infinitas; - Y arrancar al error A iilones de almas, Yála cruel barbarie: las sangrientas d echo humano DE s Dado culto Criador; triunfante ruz alzar da los dorados templos . ¡Q Qué hazañas! ¡qué grandeza! ¡cuánta par ¿Quién á envidiarlas no se inclina? ¡Oh! fuera Yo aquel gran genovés! ¡Oh madre 2 t F Fuera yo entonces tu monarca, de e a, y vida! ¡Oh tú del “mundo cible, alza la frente, e esplen ndores!.... al: Quél oda tu diestra, eficios larga. ncia regalaban ?. : ta la pasión infame. Que la bea daña á la pasión debida De lo grande y lo eros ty at ! Epa Habla, arguye por tí, vence; tun Sin mancha brille; yo lo anh ee Se LE dt ra y la ¡Pudo!.... ¡ Maldi: da ngra rato! pas ingrato! me respondes, ¿por qué á ¿olvido E as mi amor ex favores. y de de culpas, a 5D Ea 1. o com etí, me deusas? E e enro está O Esta UL j Hhambreados buitre -Que tu seno ha bnzado. las entrañas - Indias á devorar? ¡T E ey nos das; viene; anúl ; El juez, el magistrado su oro envuelven in ella, y vanse, y nos salvamos.-.. ¡ Burla! ¡ Burla cruel! Su tósigo vertido En ¡a copa de ofensas ya colmada La hace al fin desbordarse, y tú las sientes Volverse contra tí. ¡Justo e es el Cielo ! as «Justo es e cielo, sí: quien la tardanza | De la reparación y del castigo as Mira de impunidad cual ; e a cierta, o Loco ó necio discurre. "De te es siglos - Invencibles pulula; el claro Plata, Y el sangriento escenario de Valdivia, a aaa pa y el eras O) a ¿conquistados e Chile y fundador de Ps manos de los indio ios, contra quienes h Ss e 4 Manco-Cápac saludó mérica a al Sos, de here se lonas 'o el primero entre ellos, yo el más grande. a - Sí: tal me siento. Enemistad, envidia, Contra el cielo tronad: de él Se hechura; ; Él me dió esta cabeza, engendr. | Feliz de altas ideas; este pecho, o Para servicio de la patria ¡Oh Colón! no te envidio: pE9y BoLívar ! Émulo tuyo soy: tú al Es Esta adorada América arranc Yo de España al poder; tú á e "a diste, Mas yo á la libertad: ¡la hice señora ! aza es tuy: l raudal discurrir del Sacos tacdo sita, Curcio más noble, por su amor hundirme. é, luché, nn o tiempos, ngre, . A empos1 hoy á la memoria mía Un instante vol lved...- c.. E «En o siento Melidor de combates - Dadm e, dadm Mi acero vencedor ; al E venga - 4) El ao juramento de Bolívar fué lecho en el Sara Ave por as E aio nuestro historiador el Dr. Ce vallos s, el tiempo que. reputado arto, ojadizo ó sado Nosotros aña y alto me “de sublimi dad. a | A llevarme á á la lid e Y á crecer en orgullo, bríos é ira Cuando crece el peligro. ¡Ea! ¡Al da ¡ A la carga!...-Ellos son..-.Cruel s edazar Rendidas frentes ; ichiblo monstruo, El cadalso devora ilustres presas Do antes en paz reinaban nuestros lares Sólo hay negros escombros; la abundancia ES Pálida, y desgreña ay ón 0 Orfandad, viudez, luto do quie Y en todo corazón Sdio y v a Con la zozobra y el dolor A ¿Tregua ?—Ninguna. rs en la tumba, Y Morillo its las generosas ¿Mu > ¿Sin cuartel guerra? Sea luerte á muerte, r a ir Desde el Ávila altivo al Mon Del Monserrate hasta el Pichiacha” 0h impía! ¡Oh atroz necesidad ! de mi alma exp Prendas con que la ornó naturaleza, No habrá perdón: caerá; que un escarmiento Los frutos da también de una victoria. ¡ Piar, Piar! tus Ce no me acusan; (5) SL 5) El general Piar deslucia sus muc chos méritos con su excesiva ambici y tativa es Aira o habría Pra q. b e pia y revoltoso. Una ten EN istad te dió lágrima , sentencia Terrible mi a o qe ela lid prosigue eñaz to o del Apure, Bravos de Casanare, de las niebl Andinas hijo hurra! paró gritos alles y montaña: ande Tosca lanza. ¿Qué importa? A uaís cierto Amor de libertad os arrebata, ea Prolonga el cuello y los delgados brazos En el vertiginoso arranque; Que qe dolor a 6 ca ira Delle voy: seguidme. Hijos felices e la fortuna y de mi ejemplo, Sucre. Páez =5 aa 2 y Mariño 32 y Rivas --- e Urde --. y cien Es seguid el rumbo De escarnio a sonó muera, os lecho. Ella encarnada en mí Sigue mi causa y de esplendor la llena. nimos ne La Le h sentist a ALE ! ño presa a vencer, E ua. siempre: e í por todas partes Mi ánimo, nunca. Al hado adv , viene 4 mis Di Huéllole, y paso, y sigo, y más puja a sa Pa armes “á el todo n las a rocas nar; ved cul endo. Ss pe agria At el águila soberbia o con más rapidez se precipita - Sobre el nido de víboras que pudo, Velado entre malezas, en el y eS Profundo . E no con m á un tiempo PS destroza, m ¡rato aos : éla! ¡á pecto y tros campos S n O , no Peposo, no ofrece: : Tra El rudo afanar de o ampañas, Tras el fuego ) la sangre de las crema «Y volamos. Mirad: como del ala Del huracán la arena removida » Se levanta á los cielos, como el humo Del abrasado seo con ella Revuelto, roba los febeos rayos entenebrece aire, así el violento Venezuela, cuna mía, es libre a l sur, guerreros! La contienda siga. No E 'sudor os sequéis, no al ardoros Potro quitéis la brida, no la lanza Deis al descanso: el reino de los Shiris- ....-.- héroe feliz y el ene ¡Jamás desde la lid que del Olimpo ros vió los c iamante él ce cercana se tra 6 contienda! to, brada, te ai Es jar el próximo cejar; ya. Y CoLombia la escucha, y por los manes Sagrados de los Incas Hualpa Huáscar Vengarla ps Ordénalo, y yo marcho. Yo lo juro también: será vengada: Hecha será del Cielo la justicia... ... : Mírame atento el salvador de Chile, Que acudiera primero á la palestra: De mi mente la luz, la incontrastable Fuerza de mi querer penetra al punto Y ¡oh noble corazón. del po pe mío «El templo del Deleite y la Moka Al peruano cerrando, á las fatigas Y á los peligros de la lid le e traigo. ¿Quién al ver de CoLomBIa E legiones, Quién á su lado á combatir no olvida 0 DA 1 Abra 1 Comerid en Dé altares | a a el formidable rayo E Boyacá os nas y ar abobo, ÁS dl Piohlacha en la ncia: el mismo Hoy en mi diestra á a rde Triunfar quiero otra vez: á eso á esta tierra Del sol Sino mis armas. ¿Quién osado <¡ Allí veo Junín!. .. ¡Allí Ayacucho! ... ¡ Campos de eterna gloria, cuánto os amo! Cuánto me gozo en yos!.... el césped 'or el ferrado casco del fogos Caballo hundido advierto; en nda huella san e las lanzas E choque, el estampido De dle cañón oi del clarín las voces, de : del fertho, que á las filas Orden y aliento llevan, rudos gritos De reto, de ira, de venganza escucho, Que sordo y vago en la quebrada sierra El eco repercute; por los aires. De un velo de humo ennegr Legs, + sombras Diviso : on que meros lent infini En i número atropada: 7 Y en la Mromidds lucha EUR : E monarcas ...ejércitos.... naciones m a conquista y del feroz colono n los q : «El nombre de Corompra el orbe llena; 5 Con él resuena el m e la Fama — 309 — Vuelve la nueva á la aventina cumbre, Y los manes allí del viejo Bruto Que te escucharon, llénense de asombro. a, espada mía, tu destino excelso - Firme y leal llenaste y fortunada : ue en la humana memoria la eternice : po armonioso y celestial desata Aquí su discurrir suspende el Héxror, Y como el sol hundido en el ocaso Su luz envía aún en la alta cumbre Del monte á reflejar, que hermosa brilla, Tal su alma augusta el macilento rostro Breves instantes le ilumina. Vivo, Sida de tempestad bátenle el alma Y así, tras él, su razonar pro Siempre en ardiente frase, aunque callada : «Y tanto afán y sacrificio tanto ; Fueron locura ó necedad, Dios mío ? Ta obra de las ideas generosas, De los portentos de invencibles brazos, De la constancia, asombro de la historia ; La santa aspiración del patriotismo ; s ley del hado que á la tumba de indigna muerte herida, se a IRA RAS e — 310 — Cediendo á las Euménides odiosas De la infelice sociedad el cetro P Condena insano el hom a y de los torpes Vicios y de los mara dos La io a o as se plasa ? cio en las ap E vil mas Fomoto vierte «¡ La vil ingratitud ! A conspicua actora De la social escena! ¿ está el santo 1 bien Y Veo y palpo mi engaño. Mis riquezas, Mi paz, mi bienestar, todo á la causa De CoLomBia lo dí, cual liberales, Y cuando erguido y firme en la peana Sublime de la gloria, de lora undos AD i único orgullo sois!...- á yla ia pe ¡Oh! nunca! nunca!...-Mas atroz el za la os Alíase al insulto y la calumnia, Y, llenos de pd y cieno inmundo Labios y manos, sobre mí se arrojan ; pos el Gran blas el Padre amado, po pobre, enfermo, desvalido, : uerte Leiden en lus extraño lecho A Que la piedad de un español le presta !.... (6) , Y del cobarde crimen, de las sombras id ac protegido, el plomo naa: Por colombianas manos disparado e - yo Sucre lu. Su At sus tia Sacrificios, sus glorias sin manci A escudar su existencia no iron Y triunfó la maldad!.... Héroe querido] Del fratricida golpe no fué sólo - Tu corazón in : mira E Cual me hiere también, y de la tumba Me derriba 4 á las lóbregas entrañas. «No me quejo de tí, CoLombta mía; Pueblo, yo no te acuso: nunca muestras De insensatez ni de maldad has dado. Ellos, de la rs adoradores, vocan y tu sangre beben ;: Ellos, atentos sólo al propio tos. Las armas que la patria libert Contra la patria hoy vuelven ; de sus golpes Al furor todo cae; por doqu viera pp peras á es futos Sp : Son, cual de in uieto lago las porpilisa ano a zO 1mf les almas Los civiles deberes: olvidados aras carecen; si or, sin honra, Constitución y ley, tirados ruedan ; La Paz Oron desgarrado el manto, corona l ¡Ay! de todos los bienes en la Tú sólo Hen de pies, Independencia! a E estreme ao E == ACASO, caso un día Me alinea port... ¡Oh injusto, Ro mibla, (6) La Pe de San Pedro fué propiedad de D. Miguel de Mier, caballero y : honrado O comerciante español, que dio PE aa y sirvió y honró á Bolívar en — 312— Infernal pensamiento! no mi mente enes de sombras; no en mi pecho viertas Más amargura: la apurada baste, Que mi sosiego y mi existencia roba A «Si á lo menos un ángel á mi oído Palabras de esperanza susurrase ; Si me dijese :—*Tu CoLombBrIa amada ará de los males que hoy la postran ; 1 ida, oco de luz y de riqueza emporio, ado grande, gloriosa, respetada, ¡Ah! mi postrer suspiro de cuán dulce Consuelo acompañado vyvolaría ! 3 ; Dónde ese sane está, Dios bondadoso ? Déjale á mí venir: mi alma le anhela Más que la tierra en sequedad la lluvia. ¡Quiero esperar!.... Y sólo, del futuro Entreabiertas las sombras, cuadros miro OS ¡ Humillado su nombre, el nombre late e América esplendor, caro á 2 ona] A ¿Para esto la crié? ¿y á tal dest Sus propios hijos ¡Sh dolor! de obten? Ps . «Quizás después.... Los o resucitan-.-- Del hombre el corazón se regenera...... Quizás de la razón al magisterio Doblen los bandos la cerviz rebelde, Y se convenzan que los vicios nunca A BOLETIN UN IVERSITARIO. CONSEJO GENERAL DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA. AX Acta de la sesión del 16 de pue de 1883. s sión, y se levantó la a El Presidente, /. Modesto Espinosa.—El Prosecretario, Emilio . : Guarderas. : A CONTESTACIONES Á LA INVITACIÓN DIRIGIDA POR EL RECTOR DE LA e UNIVERSIDAD DE QUITO Á VARIOS LITERATOS. _ República del Ecuador.—Loja, Julio 14 de 1883. Señór Rector de la Universidad de Quito. Señor: Por haber estado más s de dos meses ausente de esta ciudad, no he podido contestar el muy estimable oficio de US., que he tail > do á mi regreso, acompañándome el Acuerdo del Consejo General de Instrucción Pública, relativo á fundar la revista : lleva el tí= tulo de «Anales de la Universidad de Quito,» para la que se pide E mi humilde colaboración. e emasiado entusiasta siempre por todo lo que dice el buen - nombre y progreso de las letras ecuatorianas, no vacilo y antes naa gustoso la honrosa invitación que US., sin tener conoci- iento E mi. Tipufcienció: se ha, cata hacerme; y aun cuando : .. | 3H > | las complicadas ocupaciones del destino que actualmente dae | peño, no me dejan tiempo desocupado, haré lo posible para cola- borar aunque sea en los últimos números de tan ilustrada revista. : Agradezco profundamente á US., la alta distinción que con tal motivo se ha dignado hacerme, suscribiéndome de US. aten- to y S Salvador Carrión. Zaruma, Julio 24 de 1883. Señor Rector de la Universidad de Quito. Señor : | -—— Herecibido el oficio de 15 del mes actual, en el que, comuni- cándome US. que el Consejo General de Instrucción Pública, ha creado una rivista mensual con el título de «Anales de la Univer- - sidad de Quito,» se sirve US. invitarme á colaborar en tan impor- tante publicación. Doy á US. las más expresivas gracias por la honrosa. invitación ue ha querido favorecerme; y ofrezco ocupar las columnas : de los «Anales,» cuando me sea posible, con algún escrito, sujeto ¡desde luego á la sabia crítica de os editores de la Revista. Soy de US., con la mayor consideración, muy atento y $. $. José Peralta. JUNTA UNIVERSITARIA. A Acta de la sesión del 9 de Agosto de 1883. = - Abierta erta con los Sres. Dres. Casares y Muñoz presididos por el Sr. Vice do Después de leída y aprobada el acta de la sesión precedente, se - dió cuen o Dal presupuesto de gastos correspondientes al mes corrido del 20 de Junio á igual fecha de Julio del presente año. Fué apro- o. Del oficio del Sr. Dr. Miguel Abelardo Egas, que certifica- ba: PE el Sr. Heliodoro Sáenz había estado desem pe Sn _ tino, desde mediados de Febrero Dot el 19 de Abril ue a mandó pagar al Sr. Sáenz el sueldo correspondiente : tiempo indicado. a inalínente se dió lectura de las actas de:los certámenes; Pe en Vista de ellas la H. Junta resolvió que se conceda premio ¿€ dá clase á los-cursantes ao habían obtenido calificación muy je ate; y premio g á-los q e la habían -—3L 3 — tenido sobresaliente; y como por los trastornos políticos no han llegado to todavía las medallas pedidas ci se acordó distri= buir únicamente los diplomas, y que, n luego como lleguen las medallas, se las entreguen á los Seba no que a ts obte- nido. La distribución se hizo en el orden siguien (Véase á continuación la lista de los estudiantes ala Con esto se cerró la sesión El Vicerrector, Nicolás Egas.—El Secretario, Manuel Baca M. —— Acta de la sesión del 14 de Agosto de 188 de Presididos por el Sr. o de la Universidad, Dr. D. N colás Egas, se reunieron s. Dres. Casares, Muñoz y Herrera miembros de la Cr Toidá que fué el acta Edd se apro-. 5. El infrascrito presentó al o un oficio del Sr. Decano de. la Facultad de Medicina, contraído á comunicar la dispensa e, de la mitad de los derechos del grado de eS or, AR con= qu cedido esta Facultad al Licenciado Sr. D. Carlos Rom Junta aprobó la pa No habiendo otro oa Es dé ocu- parse, se levantó la sesió El Vicerrector, Nicolás Egas.—El Prosecretario, Emilio Guarder as. Acla de la sesión del 8 de Setiembre de ile Baj se reunieron los Sres. Dres. Elie Herrera. Leída y ao ss acta anterior, se puso en conocimiento dela H. Junta las solicitu- des de los Sres. José Herrera Ortega, Encarnación Villafuerte, Ale- jandro Schibbye y M. Antonio González, relativas á arrendamien-=. e tos de los locales bajos de la casa de la Universidad. Se resolvió no aceptar dichas propuestas por no creerlas convenientes. En este momento entró el Sr. Dr. Muñoz. El Sr. Dr. Casares expuso que el Sr. Interventor de la Tesorería de Hacienda habíase pre- sentado para entregar la subvención correspondiente al mes de Ju- ri y contraba en el deber de cumplir con lo dispuesto por la ley. La Junta ordenó que se hagan los gastos según la disposición legal, y se nombró a A De M Muñoz para gus .— eE con la familia del Sr. Dr. Casares reclamó que debía alar la fianza del Sr. Abel García Jaramillo, por cuanto había presentado la escritura ab de caria de 6000 pesos, en conformidad con el decreto del Gobierno podar jal, que unió las Bibliotecas Nacional y Universitaria. a e ordenó que se alce la fianza, y se levantó la sesión. RI o Nicolás Egas.—El Prosecretario, Emilio tera e FACULTAD DE MEDICINA. Acta de la sesión del 3 de Julio de 1883. Abierta con los Sres. Dres. Egas e Cárdenas José María, Muñoz y Uribe, pias or el Sr. Decano A oa Rodríguez Maldonado, fué apro ohacta AMPñOr. cano ordenó gus se diera lectura he % disertación ada Se cal estudiante r.D.G rmo Espinosa, la que, leída que fué por el autor, pasó en omidión para que la examinasen los $, denas, que debían presentar su informe á la Facultad. Poco antes entraron los Sres. Dres, Egas Miguel y Echeverría. En seguida se n a r. Egas Nicolás der r. Dee , por su par ; Sr. Juan Cevallos; y por sidencia d Aa Sr. Viv var, profesor de Far- macia, al Sr. Leonidas Benites. A propuesta del Sr. Dr. Muñoz, determinó la Facultad el orden con que debían principiar y termi- nar los actos, y ordenó que por Secretaría se pasen á p antes expresados las respectivas notas, comunicándoles su nom- sto 2 El Dr. Miguel Egas dijo: «Señor Decano:—Ya que ac aba de ies todo lo concerniente á los certámenes de esta Facul- tad, bueno será que se dé conocimiento al Sr. Rector del orden en z que deben tener lugar dichos actos, á fin de que éstos se pongan n armonía con los que han de presentar las otras dos Facultades. E an ont” No habiendo Decano o de esta Fa dd. mal pudiera -reerse que los alumnos de las danes de Humanidades que se dic- tan en la Universidad, evacuarían sus certámenes y exámenes, sin tener quien presida estos últimos y quien actúe en las Juntas de calificación de los certámenes. He juzgado que la existencia de las enseñanzas de inglés y francés en este Establecimiento N0 so Bl Decano, a Rodríguez Maldonado —El Prosecretario, En E lio Guar deras Acta de la sesión del 13 de A gosto de 1883. : - nas de los Sres. Leonidas Benites y Juan Cevallos, para que pro- nuncien los discursos en los certámenes de las clases de Terapéu- tica y Farmacia. Se dió cuenta: | 1 De una solicitud del Sr. Licenciado Carlos Román pidien- do se le dispense la cuota correspondiente al grado de doctor, El nicar esta resoluc 2” De la sigui cargada de inspeccionar INFORME DE LA COMISION MÉDICA, ENCARGADA DE VISITAR LAS BOTICAS DE LA CAPITAL, República del Ecuador.—Quito, á 10 de Julio de 1883. Al Señor Decano de la Facultad de Medicina.—Presente. Señor Decano: mes en curso, é informa de su resultado, como sigue Instalada la comisión en la «Botica Alemana,» hallándose pre- : Es sentes los tres farmacéuticos incorporados que la sirven, que son los Sres. A. Schibbye, E. Stahlschmidt y A. Kistenmacher, pava pS ió edica= mentos que tuvo á bien pedir para este objeto, é inspeccionó la oficina y los útiles, para las preparaciones y para su despacho.— con el muy crec número de especialidades, de instrumentos y de útiles para la práctica de Medicina y Cirujía, constituyendo un verdadero lujo de Farmacia. Tan sólo ha notado la falta de la do. . En seguida la comisión se trasladó á la «Botica del Hospital de Caridad.» Antes de hablar sobre el estado de esta botica, hace farmacéuticos incorporados y el estatuto ó p: de la Carida EG ' Botica, es más abundan ón al gran cunsumo mayor parte de los m + + — 318 — : soja, en el servicio de las enfermedades, siendo todos + bañado ca alidad: se hallan bien SEA ados y en una localidad aseada. Se nza de Caida para medica OS dé icados, y que se usan á do fr ad Don Ti e existe, no es para el objeto; y bien se comp a grande importancia de este requi- sito. Por lo demás, la Hermana de la Caridad, á cuyo cargo está la botica; eS ser entendida ay adecuada para el despacho de los recetarios. A oniocarión pasó la comisión á la «Botica de San Francisco» servida. por el farmacéutico incorporado Sr. Leonidas León, quien, mentos de buena giicad, todo bien arreglado y ordenado. 51 tas, no ns medicamentos indispensables, Ó o conocidas ida pasó la comisión á la «Botica Francesa», servida por el farmacéutico incorporado Sr. José María Vivar, quien prestó el : pS o legal. Este bado de reciente fundación as co mismo que hacé poco tiempo que ha prinéipiado su ds spucho; food dl lidad, y los pos en abundante surtido, no sólo en sustancias de uso común en nuestro país, sino en medicamentos nuevos y en especia- li o notándose excelente arreglo y orden en todo, y un esme- Ep Igual cosa hay que hác r respecto dispensable ara el caido imiento y mejor arreglo de los farmacéu- ticos, en el despacho de las recetas. s cuanto puede informar la comisión al Sr. Decano, puc nocimiento de la Facultad Médica. e Espinosa. Ha Cárdenas —El Comisario, Manuel Here ra, profesor de Químic 1 Sr. Decano matiteió que la Facultad ebiE ocuparse deteni- El damente acerca de las indicaciones hechas s por la arial 2acio- ión, dividió : 'si más que puede hacerse, es que la Facultad nombre un-ins para nombrar un farmacéutico que reemp la Caridad en la Botica del Hospital. > En cuanto al 2”, después de alguna discusión, se acordó, á pro- ión. E El Decano, Rafael Rodríguez Maldonado.—El Prosecretario, Ent dio Guarderas. E Secretaría de la Universidad de Quito.—Quito, Agosto 14 E de 1883. i A Srs. Drs. Nicolás Aurelio Espinosa y Lino Cárdenas.—Presentes.. ms ñores:—La Facultad de Medicina, en su sesión de ayer, me ba impuesto el honroso encargo de manifestar á UU. su agra- decimiento, por haber cumplido la comisión que les confiara de — visitar las boticas de esta ciudad, con la exactitud, tino y acierto con que lo han verificado. : pa do Cumpliendo este deber, me es grato suscribirme de UU. muy atento S. S, ; El Prosecretario; Emilio Guarderas. a ..” Secretaría de la Universidad. de Quito.—Quito, Agoste 14 de 1883. Sr. D. Leonidas León. E | E Señor: —La Facultad de Medicina, en su sesión de ayer, acor- - dó transmitir á U. el informe de misió : lativa á la Botica de San Francisco, y me orden: que la misma Facultad enviaría dentro de poco p 2% » SS / : — 320 — a comisión 1 para que valve visitar esa Botica, en el con cepto d z E. si para entonces no se encuentra en buenas eb para : $ to. w y E no EN aludida del informe es como sigue: pre ontinuación E isi Í ida por. yen E ariamente a la curación e las enfermedades de este lugar, y su despacho Dareos arreglado Lo que tengo la honra de poner 50 su conocimiento. Dios guarde á U.—Em:lio Guarderas. CERTAMENES PUBLICOS DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO Da 3 al 8 de Agosto 1883. LISTA DE LOS ALUMNOS SUSTENTANTES. FACULTAD DE JURISPRUDENCIA. da >, 8 Civil.—Manuel María Pólit, Adolfo Casares, Luis : e de Vaca, Álvaro Terneus, Alberto Aguirre, José Miguel ape de Derecho A e RA Terneus, Alberto Aguirre, Adolfo fo Caz sares, Carlos M. León, José Miguel Ocampo, Manuel María Pólit.*. : Esgislación —Kaodo Pino, Alcibíades Cisneros, Enrique Pin0- Dérecho Internacional.—Alíredo Baquerizo*, Agustín Toro Nar- váez. O Derecho Prdet; ico. —Pacífico A Aurelio Espino Luis e Póli, Adolfo Baquero. e Los alumnos cuyos n PE van señalados con un asterisco, pronunciaron tarso del acto pS correspondiente. FACULTAD DE MEDICINA, _—— Anat.mía.—Mariano Peñaherrera, Miguel Ignacio Ronin E Fisiología € Ce Privada.—José Joaquín Pólit*, te or z tiz, Juan José Egúe ES Leolbel Interna.—Pablo E. Franco*, Cañon E. Gangotena, 2 Ma- nuel Bravo. Terapéutica 74 Materia Málica.—Leonidas Benites, Juan A _vallos”, José A. Manrique Farmeno Leonidas Benites*, J uan A. . Cevallos José M.. rique Toxicología.—Manuel María Casares, Manuel R. Elizalde. Clí n' ca Interna.—Pedro Antonio Guarderas, Manuel María Ca- sares*, Ricardo Villagómez Cirugía, primer curso.—Pedro Antonio Guarderas, Manuel M. Casares qe ¡Eeuedo y Obstetricia, segundo curso.—Alberto Sáenz*, e Viz- ca lite Legal € Higiene Pública.—Manuel R. Elizalde*, Arma do Ter FACULTAD DE CIENCIAS. Física Aplicada á la Med:cina.—Miguel I. Román, Mariano Pe- | ñaherrera.* : e Quín'ca Inorgánica y Analítica.—Miguel l, Román, José 1. Ca- listo. : A nes pe Orgánica y Fisiológica.—Manuel María Peña, Antoni Botánic e primer curso.—Gabriel Mora, Cicerón Cisneros. E B otánica, segundo ted A. Str , Juan A. E Pedro Antonio Guardera Zeoogía José. eo poli, Ricardo Ortiz: Fr Lengua oi Samaniego* , Luis A. Salazar, Filo- , ego. A teo Samaánie Lengua y Literatura Francesa, EMNA n —Alberto Aguirre, Álvaro Terneus. STRIBOCION 51 PREMIOS DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO El 10 de Agosto de 1883. Ss Después de leído por el Sr. R. Aurelio Espinosa, cursante de sexto año de Jurisprudencia, el discurso acostumbrado, recibieron - la NOTA HONORÍFICA en su respectiva clase, conform e á lo prescrito en el art. 183 del Reglamento general de estudios, los Señores -Manuel María Pólit Manuel María Pólit Alcibíades Cisneros Alfredo Baquerizo Pacífico Villagómez Miguel Ignacio Román Ricardo Ortiz Pablo E. Franco | Leonidas Benites , Juan Si Cevallos - Manuel María E z Ein María Casares uel María Casares ul lo: Vizcaíno Armando Terán EE ze Mariano Peñaherrera Miguel I. Román - Ricardo Ortiz Gabriel Mo ora. José A. Manri - José Joaquín Ple E Filoteo Samaniego _ Álvaro Terteus en la clase de DeanO Civil. Pr curso. de Botánica. recho eos Legislació Dereala Internacional. reia E Anaton ] Histología é Higiene Priva- Patología Intern Terapéutica y Mabdd Mé- Farmacia. Toxicología. Clínica Interna. Primer curso de Ciru Segundo cu se de sa y Obstetric Medicina Legal é Higiene Se eta lies Inorgánica y Ana- lítica Química Orgánica y Fisio- Segundo curso de Botánica, cl Zoología. Lengua Inglesa. cd Lengua [y Literatura Eran CES, En Legislación, elle pl, | 2. Ep A ide y clase, Alfredo. ogalivad de : : SS de 2% clase, Agustín Tor a E . En Derecho Práctico, de 1? clase, Pacífico o Villagó: nez, de a a : Pr. Aurelio my pinosa, de Qui E id. En Anatomía de 1? clase, Mariano Peñaherrera, | id al ds Miguel 1. Román, En Fisiología é Higiene Privada, de 1% clase, José Joaquín Pólit, : : Ricard ' t : En Patología Interna ........--.. de 17 clase, - En Terapéutica y Materia Médica, de 1? clase, Leonidas E de Ja En Farmacia, a por E de 1% clase, En Foxicolopía, 1:23 io. .0 ¿enoko 00.30 QÍOgeS. En Clínica Let, a dei clase; E : Pd . Mal | En el ne curso de Cirugía, -... de 1 clase, a En el 2 de Cirugía y Obstelvióía, de 11 clase, = alo Viscao ide e Ala En Medic. Legal é Higiene Pública, de 1% Esas aa pea lizalde, det aa eS =- d de A clase, Heliodoro e ES uis A. Salazar, de tito Samaniego, A le Quiso. ngua y Literatura Francesa, de 1% clase, a : aro ens PA. .. : EXÁMENES Y GRADOS DEL TERCER TRIMESTRE DE 1883. En los grados y exámenes que se han recibido del 21 de Julio. . l 41 de Agosto, han salido aprobados los jóvenes cuyos nombres nsertan á continuación. (1) GRE “FACULTAD DE JURISPRUDENCIA. 2 EXAMINANDOS. MATERIAS DEL EXAMEN. VOTACION. iHeconomta Política. 222. >. dc ------| Primer curso de Cánones E Verán de Latacunga ....| Primer curso de po E ía. Puellaro=¿ 022: d. id. 1d. a-...| Segundo id. A e ES s d. id. id, Ta Eos «| Primer id. id. id 1 id. id. nea 2.2] Derecho Internacional. -...-.-- IA t0---.--..| Primer curso de Dere cho Prácti CO]. LE Has es Se gundo curso de Derecho Civil..| 3. 3- 3- IS ; id. id. do pd e Primer id. +: id. 1d ..1.2. 2. 3 a Legislación 1h : egundo curso de Derecho Civil... 3- 3- 3 Ul [piano Arau ae e Quito Derecho de Gentes .----..-...- 2.3. 4 Le Pólit AL Primer curso de Cánones. -- pl ideo de ¡ Td. id. dl do : 2. +: id a 3-33 e aa sia E . 178 Ze peas a Derecho Internacio ánal= E E A E Primer curso de Derecho Civil. E E de Quito ...-. ¡Según 2de a id. id. 1] 2 RA n de Quito......| Primer curso de E Práctico] 1. 1-2» a pa le Quito pra: Econo ta Políti e O 2.2 Re z Yao ad OS 2. o 2. de Quito, en 9 de A > se gradu ó de Doctora con seis sepiados yn una ende - ALEJANDRO SaLgano de Lean en 11 de le Agosto de ein ó de Doctor con siete E FACULTAD DE CIENCIAS. | EXAMINANDOS. MATERIAS DEL EXAMEN. y VOTACION. Ramón Gómez de QuitO.....2...... | Química Orgánica y O e Meade “Leopoldo Ormaza Asi Riohamba..... Primer curso de Botánica....-.. LEA Luis A de Am Pd 1d de e tr Ricardo Vilacónes de Quito 2 Te. 58. dd A Eleazar Villareal de Túquerres .....| Físi dde eodomiro e $ e, MA Química Inorgánica y Analítica..| 2 E Rafael Suárez de Ibarra ...-.....-... TA Juan Hidalgo de Latacunga.....-.-. CooloBÍa: ccoo e dao ab] de Srl FACULTAD DE MEDICINA. EXAMINANDOS. MATERIAS DEL EXAMEN. Gabriel Mora de QuitO.-... o... Ae a Isaac Parpeño de QUÍtO: 0020. om= d. E Francisco Cadena de Ibarra ..-...... Terapéu E E A "omás Jácome de id eS le Se dudo da de Cirogin..- O A Luis A.: Derán de Quitono 01 veois Fisiología é Higie A 3 Leonidas Llerena se Petileo A 1d. reno Mi Eloy Sáenz de QUÍLO -ooooooomoo-- Primer curso ae Cirugía. a q id. ide Cinica Iiterña. -.. 0.00 co > 2 Man en M. A a de quie A SE Fisiología é Higiene PA o Nú le Falo Eco pios nora Ml das de 0 aidro Melo de Pelilco e o Anstomía to auot co ase daa . NY YNY 106 ADA FAA LR AE 3 Con mucho placer h=:mnos leído de. je cia «VARONES a dacrie DE La ORDEN SeRÁFICA EN EL EcuaDOR, FUNDACIÓN. E DE Q HASTA NUESTROS DÍAS, POR EL P. Fr. os Mae pb q UIT Pe TE, O ioadrias pen CoLeciO DE San DieGO 5» 1 fom. cn 4: men, de 215 veria. , . P. Compte que, en el año pasado, dió á luz una «Defensa del P. Er. Jodoc) Ricke, Findadar de los conventos de S. Pablo de Quito y S. Bernardino de Popayán,» vindicándole de haber bs los planes de Ja con que pretendía hacerse inde E e Gon- fun ' vento de Quito empieza una serie cd doctos prota de Filoso- fía y Teologia, muc os de ellos americanos, que conservaron en mv e eN o PA estas regiones la tradición de ciencia y estudios de los Buenaven= turas y Escotos; algunos dejaron obras inéditas que existen en la Se de ios prine'o; piblicistis de Aníórica: y á súlado, Fr. Manuel prelados como el Ilmo. y Rmo. Fr. Manuel Plaza de Riobamba, que después e evangelizar durante cincuenta años la tribus del Uca- yale, subió á la sede episcopal de Cuenca, y. á los ochenta años cio de la hist ria patria! " E : A E El R. P. Luís Sadiro, 8. 3. Conocida es la competencia de este distinguido religioso e2. uno da los más importantes ramos de la Historia Natural: la 192 amena, como útil, ciencia de la Botánica. - desconocidas en suinmensa mayoría, por los noria Euro tigable escudriñador | A os ado, se q a o on el mayor afán al estudio científico de nuestras - plantas, el Eoua- or, no ha dejado de estudiar sus riquezas vegetales, Edic sin cas an é ir preparando abundante opor para dar á luz obras que hag á sabios de otros países la a pasmosa variedad de nuestras plantas. n toriana, obra que requiere grandes conocimientos, constante apo riosidad, ea propia e un esclavo de la ciencia, y alguno años de ímproba consa a ad folleto que acaba de Ae con el título de Recen- erv ciones microsc picas de diminutos ido, prueba lo que pudie- ble de ramos llamar la vocación irresistible n botánico: pues los ve-= getales, al parecer imperfectos, que iaa este grupo, carecen de la órganos florales, que, con la pompa del matiz y, á veces, con suavidad del perfume. tientan y convidan á los simples aficionados El mencionado folleto del R. P. Sodiro comprende 426 especies de cript gamas, distribuidas entre 46 gáneros, pertenecientes estos, úlvimos á 5 órdenes. Gran parte de las plantas descritas ha sido descubierta y examinada por la primera vez, motivo por el cual ha usado el autor del legítimo derecho que todo botánico tiene, de imponer á 24 especies ó géneros nuevos dei de su propia in- vención, aunque no siempre adecu:dos, como nos permitimos ob= servar res ecto de la especie 49 del género Asplenium en el opús- culo de Só vamos hablando, pág. 39. (* s de notar que este crecido número de criptógamas ha sido co léctado, casi en su totalidad, en sólo una tercera parte del territo- uestra vegetación en toda la comarca ecuatoriana. Si sola- mente en 1lelechos; L'copudios, Pol'pod'os, E. tenemos tal dt será la que reina en otra e de ordeneasúperiares, q a- : *) Esto que taste botánico para con el insigne hijo del Ecuador, que sabe, á un tiempo, ci E Hd proteger Lis ciencias y las letras, y realzar sus mé. itos con la alta. —N. del E. parecería crítica, es delica lo reconoci niento ca 5 gratited de es ES + de la prosperidad y crédito de la ha Pd 3 1almente la rigen, Ren apreciado en el grado 1a obra del inteligente religioso, y le han conf miento de «Botánico de la Nación,» en vista del proves s como el citado o la formación nia de la Flora Ecuatoriana, obra , no sólo para la ciencia, sino también para la agri- ra, la medicina, la ¡duna y las artes , Así lo ha comprendido el ros religioso, que, amando al Ecuador como si fuese el país de su nacimiento, se empeña en do- | o con aquella obra, diimdiando: al mismo Hompapeod laudable a entusiasmo nuestro rutinario sistema de labranza, ansioso de su= | istrar á est. ores algu 1 con cai aplicación hagan más fructífero su trabajo. as La e el tiempo nos oápada tratar rectos ea o upan á nuestro sabio y modesto amigo, da, ño de ilustrar y engran r líquense, á lo menos, esta s é incorrectas líneas, en suyo. Probemos con ellas que sabemos agradecer á favorece. Lurs CORDERO. DUELO UNIVERSITARIO. Universidad de Quito acaba de perder á an de sus o De s dis ¿o ss a Cárdena los e le sus parientes, amigos. y a O pocos elfermos y menesteroso DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO. PERIÓDICO OFICIAL DE LA UNIVERSIDAD, DESTINADO AL FO- MENTO DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA Y AL CULTIVO DE LAS CIENCIAS Y LAS LETRAS EN EL ECUADOR. , TOMO TI DE MAYO A NOVIEMBRE DE 1888. QUITO. IMPRENTA DE LA UNIVERSIDAD. . | 1858. ANALES DE LA UNIVERSIDAD CEMIRAL DEL ECUADOR PERIODICO OFICIAL DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO, DESTINADO AL FOMEN- TO DE LA INSTRUCCION PUBLICA Y AL CULTIVO DE LAS CIENCIAS Y z LAS LETRAS EN EL ECUADOR, CONTENIDO, Continuación de los ** Anales”, por el Doctor Julio B. Enri- quez.—Elenco delos Rectores, por el Doctor Pablo Herrera.—Leo- . ciones de Legislación, por el Doctor Elías Laso.—Discurso, por el Doctor José Nicolás Campuzano. —Investigación, por el Doctor Manuel María Casares, —Boletín Universitario. de E QuITO. ip y Encuadernación de la Universidad Central del Ecuador | JU : 1888. Director de Ja Imprenta, Baficl María Bermeo, - ANALES DE LA CMUERSIDAD DE QUITO, SERIE M.) Quito, Junio 15 de 1888, ¿NUMERO 7. ——CONTINCACION DE LOS ANALES DE LA. UNIVERSIDAD DE QUITO, . La Universidad central del Ecuador, vuelta ála vida después del glorioso diez de enero de 1803, necesitaba, más que en ninguna otra época, fundar un periódico destinado al cultivo de las ciencias y las letras, que fuera, como se dijo en su prospecto, “limpio espejo que refleje y mues- tre al mundo el activo desenvolvimiento de las Ía- cultades intelectuales y morales de nuestra juven- tud universitaria, sus trabajos científicos y litera- rios, el estado de las rentas y, en fin, todo cuanto constituye la organización y condiciones de la existencia del Establecimiento y cuanto tenga re- lación con él”. Y' pocos días pasaron desde la so-' lemne reinstalación de la Universidad, cuando és- ta vió satisfecha esa necesidad. y cumplido su de- Seo; puesel Honorable Consejo General de Ins- trucción Pública, en la sesión del 20 de febrero del indicado año, acordó, mediante la patriótica ini- ciativa del Señor Doctor Camilo Ponce, la funda- ción de los “Anales”, que principiaron á publicar- se en marzo del mismo año. . Mas, desgraciadamente, la duración de esta Revista fué muy corta, por obstáculos provenien- tes de la falta de imprenta propia, pues la del Go- bierno, en la cual se publicaron los seis primeros Múñcros, tuvo que emplearse en otros trabajos importantes que exigían preferencia; y como aque- llos obstáculos no permitían continuar con la de- bida regularidad dicha publicación, quedó ésta in- terrumpida hasta que el Establecimiento pudiera adquirir una buena imprenta de su propiedad ex- clusiva. Cierto que para éllase destimó el produc- to de la suscripción de los “Anales”, y cierto también que para el mismo objeto cedieron gene- rosamente el citado Doctor Ponce su rentade Rec- tor y el Doctor Nicanor E. Guarderas la suya de Prosecretario durante el tiempo en que ejercieron, respectivamente, estos cargos; pero dichos pro- ducto y rentas eran insuficientes, y fué menes- ter capitalizarlos y colocarlos á interés, junto con la cantidad de más de dos mil sucres que el actual Rector, Señor Doctor Elías Laso, obtuvo que el Gobierno cediese del producto de grados universi- tarios asignado á la Biblioteca Nacional, á fin de que se aumentara el fondo necesario para la com- pra de la imprenta. e : Se ha realizado, por fin, el vehemente deseo de la Universidad; se ha llenado un vacío que en élla había; y la nueva imprenta, pedida á Nueva. York el año próximo pasado, está ya desempeñan- do su civilizador oficio en un local de la casa del Establecimiento, local grande, cómodo, lleno de tuz y muy aseado. | La justicia nos obliga á manifestar que la ad- j Ds quisición de la imprenta, como la preparación del local destinado á recibirla, se deben en gran parte al expresado Señor Doctor Laso, quien, con su ilus- trado y patriótico celo por el bien y prosperidad de la Universidad, ha trabajado activamente y Ven! cido muchas dificultades hasta dejar satisfecho 105 .* deseos de ella. El Señor Doctor Laso ha añadido, pues, nuevos títulos á los muchos que tiene pará merecer la gratitud de la Universidad y particular mente de la juventud estudiosa. 9 Nm Cumplimos también con un deber agradecien- do al Señor Gobernador de Guayaquil, Doctor Mo- desto Jaramillo, y al Señor Domingo L. Ruiz, Cón- sul del Ecuador en Nueva York, por los servicios cen que han favorecido á la Universidad facilitan do la transportación de la imprenta. Llenada ya la falta que impedía la continua- ción de esta Revista, vuelve la Universidad á la noble tarea comenzada en 1883, en esa época en que nos halagaba la esperanza de que la paz y ventu- ra sociales serían el fruto de los sacrificios de los buenos hijos de la Patria. Vuelven, pues, los pro- fesores, como lo hicieron en aquel año, á ocupar- se en los trabajos científicos que, conforme á lo acor— dado porel Honorable Consejo General, deben ser publicados cada mes. Y los alumnos, distinguidos muchos de ellos por el talento y amor de la ciencia, vuelven á tener el poderoso estímulo de. que su trabajo sea premiado con la publicación de las di- sertaciones que escriban y de la votación que en los exámenes obtengan. En los últimos años escola- res se han leído, ya en la tribuna universitaria, ya en las clases de Derecho Público, disertaciones dig- nas de aplauso, que no han sido publicadas á causa dela suspensión de los “Anales;” pero en lo por- venir no faltará tan justo y eficaz estímulo á los jó- venes que, despreciando con voluntad enérgica los falaces atractivos del vicio que la ociosidad engen- dra, buscan sólo en la virtud y la ciencia la satis- facción y la corona de sus nobilísimos esfuerzos. Y como los frutos de la Universidad no se- rán los'únicos que han de publicarse en los “Ana- les,” pedimos otra vez la valiosa colaboración de los ilustrados miembros de la Acadamia ecuatoria- Na, correspondiente de la española, y de todos los ecuatorianos amantes de las ciencias y las letras, que quieran honrar las columnas de este periódico. JuLio B. ENRÍQUEZ. 00 98 ELENCO DE LOS RECTORES DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO, DESDE 1767 ('). Dr. D. Antonio Viteri y Órozco, Canónigo de uito Fr. Antonio Celís, dominicano. -- 7H - Fr. Isidro. Barreto, dominicano. -....- pe, Fr. Baltasar Venegas, dominicano. --.----- Dr. D. Nicolás Carrión, Doctor en Jurispru- ME o Dr. D. José Cuero y Caicedo, Canónigo Peni- Ene de Quito, Obispo electo de Po- Dr. D. Pole Gómez Medina, Arcediano de Quito: fué. elegido en 3 de:'noviembre. - El Marqués de Villa Orellana: en 2 de octubre. Dr. D. Tomás Yepes, Canónigo de Quito, Co- misario de la S. Inquisición: en 2 de oc- -—D. Juan Ruiz de Santo DOMiNBO . sais + - > Dr. D. Joaquín Anda, Canónigo de Ouito: en 12 de octubre Dr. D. Manuel José de Caicedo, presbítero. - - Dr D: Antonia dde Ted oa Dr. D. osqiá de Sotomayor y Unda, presbí- PD. ee Ruiz de Santo Domingo. --...--- Dr. D. José Manuel Flores, presbítero, electo : DOF MU ORLANtE nor. >> Fr. Manuel Cisneros, dominicano. - , Dr. D. Bernardo Ignacio. de León y Carcelén. . » Dr. D: só Camacho, presbítero: en 5 de oc- a A a a da AO o de a a o a (*) Sirve de apéndice á la “Reseña histórica de la Universi dad de Quito”, por el Señor Doctor Pablo Herrera, publicada en . la primera serie de los 4xades. á E e SENO pg E e Nicolás Joaquín de Arteta, presbítero. - Dr José FéRx V AÍdivIeso. - - cekanor ayas Dr josé Camacho, presbítero, Vicerrector. . Dr. D. José Modesto Larrea, Vicerrector. -.. - Dr. D. José Miguel Carrión, Canónigo de Quito Dr Pedro José de Arteta, Vicerrector. .... Dr. D. Pedro José de Arteta, Doctor en Juris- prudencia.se vd ae ajo le José García Parreño, óóN en Teología Ramón Miño, Doctor en Jurisprudencia: En-1? de enero. y cs Pedro Antonio Torres, Deán de Quito, Obispo electo de Cuenca 40 ds a do Dr. D. José Manuel Espinosa (por segunda vez) Dr. D. Antonio Gómez de la Torre, “Doctor en Jurisprudeacid. dbidia eds als sor Dr Antonio Martínez, presbítero, Vicerrec- LOF AD: OVIEDO in sis a e Dr. D. José Manuel Espinosa (por tercera vez): En EEUMMADES, o ds Dr. D. Gabriel García Moreno, Doctor en June prudencia. ¿pe ei A és Dr. D. Miguel Egas, Doctor en Medicina, Vice- VEO e cn e e RS Dr. D. José Manuel Espinosa (por cuarta vez) Dr José Mariano Mestanza, Doctor en Ju- MUSprudeaMa 9... ¿o ata Camilo Bes, Dector en Mead Vicerrector: en setiembre... 2. José Manuel Espinosa (por paco vez): en 10 de Enero. IR O > q SD Y0 U 01500 PUVODUO ———— - D. Lorenzo Espinosa de los Monteros, Doc- tor en Jurisprudencia, Vicerrector: en A D. Francisco Javier Montalvo, Doctor en _ Jurisprudencia, Vicerrector: en enero.. - Dr. D. Rafael Barahona, Doctor en Medicina, Vi SETTER rte José Manuel Espinosa, Doctor en Medi-. 00 iia DS Dr. D. Lorenzo Espinosa de los Monteros, Vi- INEREEOE: En JUNO P3000 si 1878 DD). Miguel Epas: en agosto... 1878 Dr. D. Carlos Casares, Doctor en Jurispruden- cia, Vicerrector: en diciembre. .....-.- 1879 Dr. D. Ascensio Gándara, Doctor en Medicina: O a 1880 Dr. D. Elías Laso, Doctor en Jurisprudencia, VARITE[l0r enqulio. - Breda o 1882 Dr. D. Camilo Ponce, Doctor en Jurispruden- cla; en febrero... ¿PP 1883 Dr. D. Nicolás Egas, Doctor en Medicina, Vice- A A O 1883 Dr. D. Elías Laso:.en 3 de agosto..---.....- 1884 A A APUNTES PARA LAS LECCIONES ORALES DE LEGISLACIÓN POR EL SEÑOR DOCTOR ELÍAS LASO, CATEDRÁTICO DE LEGISLACIÓN Y ECONO- MÍA POLÍTICA DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL. SOBERANÍA. ¡_I Creo que en ninguna época se ha estudiado más que en la ac- tual la cuestión Soberanía, pues tanto los publicistas como los teó- logos han comprendido la importancia de este principio, y el influ- jo que ejerce la idea primordial de la Soberanía sobre la organiza- ción de los gobiernos y la suerte de los pueblos. A Por esta razón el Padre Santo ha dirigido su voz autorizada d todo el orbe católico, y ha puesto en su lugar este principio político moral que es el centro, base y fundamento sobre el que descansa el edificio social y determina el modo de ser y la ventura ó desdi- cha de los pueblos y gobiernos. arece que se acerca ya la resolución de este problema, y POr esto he creído necesario estender y aclarar algo más las ideas Y ela- . tivas á este asunto, arrimándome á las Ensíclicas de S. Santida León XIII; de suerte que esta conferencia no es más que la expla- : nación de las marcadas con los números 9 y 10. + Cada escuela ha procurado definir la Soberanía de tal modo: que la definición indique ya el origen y la totalidad de las circuns- tancias de la Soberanía, así como la tendencia y objeto de la escue- la política que la enuncia. Héaqui las ciel más comunes. 1% Soberanía es la autoridad independien añ Soberanía es el derecho de mandar a la felicidad de los asociados. 3* Soberanía es el derecho de mandar para conseguir el bien, social. 4” Soberanía es el derecho de aunar las fuerzas y las inteli- sanas para hacerlas convergir al fin social, * Soberanía es el poder necesario para reglar el uso de to- das aquell as facultades del hombre, que por su naturaleza, exijen ser sometidas á un régimen común, para emplearlas en la conse- cución del propósito social. 6% Soberanía es la supremacia de la voluntad general de los miembros de la comunidad política sobre la de cada una de ellas. rá qe es la razón de ordenamiento de la sociedad resi- dente en ella m > se Soo es el poder perpetuo y absofuto de una Repú- 9 Soberanía es la facultad que tiene la ela en todo tiem- po de querer y de obrar cuanto le parezca convenie 10? Soberanía es la conciencia que un Estado 3 de sí.. 11% Soberanía es Supresna voluntas. 12? Soberanía es la supremacia del poder y de la majestad.. 13% Soberanía es la autoridad que decide en último término y sin apelación 14? Bluntschli, finalmente define la Soberanía diciendo. “El Estado es la encarnación y la personificación del poder de la Na- ción, cuyo poder, considerado en su majestad y en su fuerza su- prema, se llama Soberanía. Al tratar del origen de la Soberanía y de la persona en quien reside, yalas escuelas están más divididas, y tanto que parece impo- sible el acuerdo, al menos en la segunda de las cuestiones—en quien reside Es tan hondala diferencia, quelas consecuencias son diametral- mente opuestas, porque las unas llevan á la anarquía y ála disolu- ción de las sociedades, y las otras conducen ála unidad, á la con- centración. La primera deja la autoridad al advitrio de la multitud ; y por ende al delos espíritus inquietos, al de las almas que viven de lo aleatorio, y á las veces ála voluntad de los malos, para quienes laau- toridad es un estorbo, una rémora odiosa que hay necesidad de qui- tar del medio, 4 más bien dicho, suprimir. Para la segunda, es un elemento natural adherido á la naturaleza misma de la humani- »* — 336 dad de una manera tan íntima que es imposible Peraa ar séres ra- cionales sin sociabilidad, ni sociabilidad sin Soberan ero como en los siglos anteriores al XVI dd estas cuestio- nes pertenecían únicamente al dominio de los sabios, puede muy bien decirse que no pasaban de teorías filosóficas cuyas resoluciones eran desconocidas, y hasta cierto punto indiferentes para los pue- blos; mas no sucede lo mismo hoy día en que todos los pueblos cul- tos quieren tomar, cual más cual menos, una parte activa en la or- ganización de los gobiernos, en la acción de la autoridad y en la - marcha administrativa de toda asociación política. Antes de Cristo, parece que todos los gobiernos derivaban su poder della fuerza; pues el hombre dejenerado obedecía instintiva- mente al más fuerte, y por eso la escritura nos dice que Nemrod, forzudo cazador, fundó Babilonia y se hiso obedecer y respetar co- mo jefe de aquel pueblo primitivo: así como Assur fundo Nínive y fué también uno de los representantes de la fuerza. La historia profana nos dá ejemplo igual en Rómulo, fundador de Roma. Los patriarcas, que eran los soberanos legítimos y necesarios de sus familias ; Ó si se quiere de sus tríbus, fueron las excepciones de aquella regla general; excepciones que Dios quiso conservar pa- ra la formación del pueblo de Israel, escojido por Él para tipo de las sociedades humanas Redención. Tan general era la fuerza como fuente de la autoridad, que Dios tuvo que regir per- sonalmente, por medio de uma teocracia pura, al pueblo Judío, no sólo durante el gobierno de Moisés, Josué y los Jueces, sino aun - durante los Reyes hasta la estinción de la dinastía de David, s griegos con sus Juntas populares, sus confederaciones y sus congresos “anfitiónicos, así como los romanos con sus comicios POpures confirmaron el derecho de la fuerza, porque allí la volun- tad de las mayorías no era consultada como la expresión del dere- cho, sino como la manifestación de la fuerza superior, á la cual de- bían sujetarse todas las demás fuerzas mínimas de los asociados. Por esto es que en todos estos gobiernos el individuo no era na-: da, pues todo lo absorbía la Nación, ó el conjunto que formaba la fuerza. La justicia, el derecho, pertenecían al Estado, y el indivi- duo carecía de derecho cuando se ponía al frente del Estado. Una traducción de esta doctrina fué el ostracismo en Aténas y el salus populi o lex esto del pueblo rey. a confirma esta verdad, pues todos los pueblos anti- guos reconocieron el derecho de la fuerza y creyeron que la Sobe- ranía se derivaba de ella, y residía en el más fuerte, sea pueblo, ra- za Ó individuo, como en fuente única y propia. La conquista; la esclavitud; el derecho de vida,elde triple venta y el de noxa So- bre los hijos; el de repudio discrecion de los maridos respecto de sus esposas, eran corolarios de esta doctrina; así como lo ilimitado de la autoridad, pues ni los pueblos, ni los reyes conocían otro lí- mite qu eel de otra fuerza superior. Zu regere imperio populos, Romane, amemieito, » Le decía 2 a — 3 — Virgilio al pueblo romano para animarle á sobrellevar sus poó- derosas armas á los más remotos pueblos de la tierra y remachar- les las dear de oproviosa y dura servidumbre; y á Augusto le decía ascelur ps [ro rotanus origine Caesar, Imperium Oceano, Jamam sde terminet astris das estas expresiónes del cisne de Mantua no fueron hi- pérvoles poéticas, sino hechos consumados que él los refería por- que los había visto, pues las águilas romanas, sin más derecho que la fuerza, extendieron sus conquistas desde el Rín hasta el Atlas desde el Eufrates hasta el Atlántico, y Augusto, desembarazado de sus rivales, no tuvo otro límite de autoridad que su propio que- rer, aldo adversante, según la enérgica expresión de Tácito. Las razas, los pueblos y los gobiernos sucumbían antiguamen- te unos trás otros, porque los menos fuertes tenian que ceder el pa- so y hasta desaparecer para dar lugar á los más fuertes; y esto pa- recía tan natural, tan justo, tan fundado en razón, que ni los filóso- fos, ni los oradores, ni los moralistas dejaban escapar queja alguna, ni esplicaban de otro modo estos fenómenos sociales Aún después de la Redención, la fuerza no cedió su lugar, si- no paso á paso y en retirada lenta, organizada y temible todavía; dígalo el sistema feudal; la lucha de la Iglesia y el Estado, princi- palmente en la cuestión de las investiduras, y todo el derecho pú- blico de aquellos siglos de formación, en que la humanidad her- vía en el crisol del tiempo para purificarse del paganismo y rea- parecer bajo otra forma más perfecta y más análoga al principio de caridad proclamado por Jesús en las poéticas riveras del lago de Tiveriades. Es A que la fuerza apareció más tarde con el ropaje de la ley, pues hubo escuela ise hizo derivar toda autoridad de la volantid: del legislador como de única dec Mas in eunomne sunm impcriun porsttemue contulit.” Dige mana, cuando no es e rjerdón a la divina, es la misma flterta menos brutal, pero más temible que la primera, por que está destituida de la compasión que cabe en la fuerza pura. a omnipotente palabra del Salvador, diseminada por todos los ángulos del globo y dirigida á todas las clases de la humanidad fué desterrando poco á poco el imperio dela fuerza y arraigando el de la justicia y el deber. Jesús elevado en la Cruz atrajo hácia íá toda la humanidad, pues fué el centro de la unión y de verdad Que los hombres van comtemplando y al cual van acercándose len tamente, pues no comprenden todavía aquella enseñanza sublime Que en una sola frase contiene todas las ciencia públicas y la política más elevada. “* La verdad os hará libres. "—Los siglos XV, XVI XVII, XVIII, y XIX. llamados, por su desenvolvimiento intelec- tual, al estudio de esta máxima divina se han dejado arrastrar por el sofisma; han perdido el hilo que debiera conducirles, y cegados — 98 — por el orgullo satánico, propio de los que saben poco, se han perdi- do en un racionalismo pantanoso é insuficiente, del cual no podrán salir sino aceptan la mano de la Iglesia Católica estendida para sal- varlos. La verdad, predicadaá lospobres y los pequeñuelos, parece queno asciende todavía á los ricos y los grandes, por que no se mezcla con la soberbia; pero las desventuras causadas por las revo- luciones populares, que como lasde Inglaterra y Francia, les dieron el grito de alarma ha despertado á estas clases sociales y las va obli- gando á parar mientes y escuchar la voz de una razón superior que enseña el modo de organizar las sociedades y.de encarrilar á los pueblos en el verdadero camino del progreso. - Los últimos atentados de los istas y nihilistashan adver- tido á los Soberanosque si la fuerza, la ley civil ó la multitud fue- ran las verdaderas fuentes de la Soberanía, la humanidad marcha- ría de negación en negación, de absurdo en absurdo á la disolución y ála muerte; pues la fiebre mata; pero no regenera. : ¿eE El protestantismo relajó todos los vínculos de la autoridad, y lanzó en medio de los pueblos el grito ; 0% serviant ! para sa- cudir el yugo del Creador: La revolución francesa con sus ilimita- dos derechos del hombre, fué la consecuencia lógica del protestan- tismo, y el principio de la Soberanía absoluta del pueblo fué e resultado necesariode las dos premisas anteriores. El que no reco- noce el yugo de la fé, porque está persuadido de que su razón le basta para comprender la revelación, establecer el culto, y dirígir las acciones humanas, no puede creer que hay necesidad de la obediencia á una autoridad política que no sea el mismo, ó queal menos no haya contribuido á formarla y darle vida, acción y mo- vimiénto. ra a : : -Hé aquí el origen de esta tercera escuela que hace al pueblo soberano absoluto, dueño exclusivo de la suerte de la humanidad; pues, según ella, el pueblo tiene en sus manos todos sus destinos y posee los medios y lás fuersas necesarias para conseguir la felí- cidad. No está expuesto á equivocarse porque tiene el conoci- miento perfecto del bien, ó cuando ménos el instinto de la felici- dad y ventura. ' : Los principales argumentos de los que proclaman la sobera- nía absoluta del pueblo 'son los siguientes: e: _ hombreticne pleno derecho de gobernarse á sí mis- mo; la sociedad no es más que la suma de lós homibres; luego la sociedad tiene, á su vez, el derecho de coristituirse y gobernar- _se, porque el derecho de cada una de las partes forma el derecho del todos. ' > : . A 2% - El hombre, considerado comoindividuo, esindependiente y libre; luego si sé le sujeta á una voluntad Extraña es por su pro- ce dt esta es la única fuente legítima y razonable de la auto- dad 0 E : — 339 — - Las ventajas de la sociedad son. las que determinan al o á perder una parte de su independencia á trueque de con- servar las demás; y por esto se sujeta á las autoridades y obede- ce sus preceptos. 42 El hombre, por el mero hecho de otupar el mismo terri- torio, pueblo ó nación que otros hombres, contrae obligaciones respecto de los demás; y las contrae de tal carácter que puede de- cirse muy bien que las obligaciones y derechos del hombre son de dos especies, individuales y sociales; pero estas obligaciones so- ciales no coartan las individuales, porque se Bra á ei el derecho ageno; son más bien negativas que positivas. jee El hombre es sociable por naturaleza, pues de otro mo- do no podría desenvolver sus facultades intelectuales, perfeccio- nar las morales ni desarrollar las físicas; luego deriva de su pro- pia naturaleza el derecho de constituir y gobernar la sociedad en que ha de vivir y cumplir con su destino. La sociedad es un me-' dio de perfeccionamiento; este perfeccionamiento es un deber ine- ludible, luego el hombre tiene el derecho de organizar este medio para llegar al fin. 62 El fin próximo del sér es intrínseco q sér;es aquel movi- miento interior que le impele á la concecusión del fin; luego el dere- cho de constituir y gobernar las sociedades es propio de ellas mis- mas; no puede por lo mismo ser extrínseco. ín estos argumentos fundaron la Soberanía absoluta del pue- blo lós revolucionarios del 93 y todos los que después han procla- mado y adoptado los principios de la revolución francesa. Pero al concretar estas abstracciones, al reducirá la práctica las teorías, se dividieron en dos grandes facciones. Los unos, siguiendo á Locke, dijeron que los pueblos y los mandatarios celebraban pactos ó convenios políticos en virtud de los cuales uno ó algunos hom- bres, tó el derecho de mandar á los demás. e sistema de concretación de la autoridad suponía que an- tes de esta concretación existían ya algunos hombres snperiores á los demás, que contrataban con la multitud de igual á igual, ó que al menos poseían de antemano algun mando ó superioridad, lo cual «da en tierra con el sistema, porque manifiesta que el derecho de mandar no tuvo por único origen la voluntad de la multitud, sino que existió antes del pacto, y que este, solo sirvió para organizar la autoridad, limitarla'ó moderarla de algún modo. o pudiendo sostener estesistema, seacojiéronálos de Hobbes y Rousseau, que inventaron el pacto social entre individuos ¡ igua- les como origen de la Soberanía popular. Los hombres, según es- tos dos filósofos, no pudiendo progresar, pero nisiquiera asegurar la vida y la propiedad, en el estado salvaje, que era el natural, se asociaron para conservarse y perfeccionarse. En este pacto renun- cian los hombres una parte de su independencia para asegurar las restantes, y el que es designado para el mando deriva de dicho pác- to toda su autoridad; es un simple mandatario que debe dar cuen- — 40 — ta de sus acciones á la multitud mandante; ésta puede retirar el mandato cuando le plazca. La plenitud dela Soberanía reside pues, originariamente, según-este sistema, enla multitud, la cual la ad- quiere no por haberla recibido directamente de Dios, sino porque ésta al constituir al hombre libre, independiente y racional, lo hizo Soberano Este sistema es falso ante la historia; es falso ante la filosofía y, además, incompleto. — Es falso ante la historia, porque no hay un solo hecho que lo compruebe, pues todos los historiadores al narrar el origen de los pueblos nos hablan de asociaciones ya formadas, Ó al menos de tríbus con jefes reconocidos, ó siquiera de familias cu- yo padre era el monarca supremo, acatado y obedecido por aque- lla sociedad en embrión. Grimke, no pudiendo negar esta ver- dad histórica, ni aducirá hechos falsos, como lo hiso Burlama- qui, trata de explicarla asegurando que el consentimiento no apare- ce de la historia, pero sí de la naturaleza del hombre, el cual por su calidad de racional buscó la sociedad como medio indispensa- ble de progreso; y añade, que el consentimiento fué sin duda im- plícito, pero no por esto menos válido, ya que en toda legislación civil ha reconocido el legislador el consentimiento implícito como fuente de obligaciones y derechos, Pero no explica dos hechosque estaba en la osas de explicar para que pueda aceptarse su doctrina.—1? Si el hombre se asoció por la persuación de adqui- rir en la sociedad el elemento más eficaz de perfeccionamiento, an- tes de esta reflección, antes de este paso hácia el progreso, estuvo sido encontrado este hombre aislado, este salvaje individuo, que debió existir antes de refleccionar y decidirse á vivir en sociedad. —27 Aún supuesto el estado de aislamiento y de completo salvajis- mo, ¿ cómo en tal estado de enbrutecimiento conoció el hombre las ventajas de otro estado que jamás había soñado, menos conoci-. o? Las ventajas dela sociedad sontan difíciles de conocer que aún: gozando de ellas y habiéndolas visto desde la niñez, la generalidad de los hombres las desconoce. Era necesario que el salvaje po- sea una inteligencia superior para entrever y adivinar los benefi- cios de la sociedad; y no esesto lo natural, pues la inteligencia del hombre no se desenvuelve sino ayudada por las demás inteligen- cias: aislada, perece ó vive tan raquítica y miserable que EN se distingue del instinto de los brutos. El origen natural de las sociedades y de los gobiernos, es la familia. La historia de todos los pueblos y la experiencia diaria comprueban este hecho irrefragable, y el io al narrar el mo» cho da la esplicación filosófica correspondient ** Dijo también el Señor. No es bueno que el hombre sg. solo: hagámosle ayuda semejante á él.” l hombre al nacer encuentra á su derredor á la madre que le acaricia y al padre que le enseña: la primera le forma el corazón, E — 341 — el segundo le desenvuelve el entendimento; así sú corazón y su mente adquieren lo que han menester para que pueda cumplir con su destino y alcanzar su fin: aún el desarrollo físico le debe á estos dos séres, pues si la madre le alimenta en los primeros años, el pa- dre le ejercita después en la carrera, la lucha, la natación y la caza; así el niño encuentra desde su más tierna edad personas que le go- biernan y á quienes obedece necesariamente sin pacto ni acuerdo previo;viene al mundo y en el instante de su llegada es ya miem- broobligado de una sociedad necesaria, cuyos vínculos de amor, de respeto y de consideración no han de terminar jamás y ha de que- rer con una voluntad firme y podemos decir ¿1voluntaria, porque - sólo dejando de ser lo que és puede dejar de amar y de obedecer á estos dos séres que le recibieron á la entrada de la vida y que él, á su vez, los ha de acompañar y obedecer hasta que ellos salgan de ella. ue ven en el individuo el origen de la sociedad y del gobierno, consideran al hombre como animal, pues las unidades sólo forman agrupaciones como las grullas, hormigas ó abejas; pero no es esto la sociedad, no es el gobierno responsable y filo- sófico que rige los pueblos y la humanidad: TIT. Hemos visto que la historia desmiente el principio del pac- to social, vamos á ver si la filosofía lo aprueba ó rechaza. Lasimple observación de la naturaleza del hombre manifiesta que este sér- fué creado, organizado y destinado para vivir en sociedad. Sus fa- cultades intelectuales, sus voluciones, sus afectos, su infanciá pro- longa da, su debilidad física, su tendencia ineludible al progreso, to- do, todo, demuestra que el hombre ha nacido para la sociedad co- mo el águila para volar. Si el Creador le hubiera destinado para el aislamiento le habría privado de la inteligencia, le habría hecho indiferente á la compasión, á la beneficencia, y al amor, le habría privado del dón de la palabra, porque todo esto le habría sidoinú- til sin su caracter de sociable por naturaleza. l hombre errante y aislado no es el hombre del Creador; no es él que cumple su destino y su misión; es el hombre dege- nerado, que deja de observar los preceptos de su Hacedor. No es el ente racional que debe reinar sobre toda la creación conser- vando perpetuando, y mejorando día á día la humanidad. No es el hombre primitivo que dirige como Jápehth, magestuosa y no-. blemente una familia, una tríbu y que es la semilla de un gran pue- blo, que derramándose por todo un continente ha de dar nombre a una raza é imprimir en ella los caracteres indelebles de la inte- ligencia, de la magestad y de una superioridad incontestable sobre todos los otros séres del Universo. Es una hoja seca que huellan los animales, que arrstran las corrientes ó que despedazan los huracanes. : Pero los cenobitas del alto Egipto, los de la Tebaida fueron da solitarios , se dice, y en la soledad cumplieron su misión, llegaron á su fin y robustecieron su corazón y su inteligencia. No, estos no fueron solitarios, pertenecieron constantemente ála gran socie- dad de la Iglesia, observaron sus preceptos, obedecieron á á sus au- toridades y sirvieron casi siempre de centros de civilización y cul- tura, porque allí donde se establecía un monasterio asomaban los . campos cultivados, la industria establecida, la ciencia adelantada; y con todos estos elementos de sociabilidad se formaron grandes ciudades, grandes centros de población. . El hombre, á medida que avanza en civilización y cultura, je feccióna más y más su sociabilidad ingénita, pues, no hay un term metro más exacto de la cultura de un puebló como ese espíritu ne asociación, que se desenvuelve y extiende en“toda sociedad que progresa. _ La Inglaterra y los Estados Unidos del Norte de Amé- rica estudian, trabajan adquieren riquezas y hasta se divierten en omún, mientras que en otros pueblos menos cultos el espíritu de asociación no ha llegado á la misma altura. Sabido es que la hu- manidad ha ido perfeccionándose lenta pero constante é infatiga- blemente desde que fué creada en la familia paradisiaca hasta el siglo en que vivimos; y si este progreso lo ha adquirido y consiste todo entero en la mayor fuerza del elemento social, claro, muy cla- ro es que la sociabilidad es natural al hombre, y es el medio más poderoso de po ear Un medio, caprichoso y “soluble como elpacto no habría sido suficiente para Operar un ae miento de ascención tan constante y fructuoso. Cristo mis- mo, cuando vino almundo á sacar al hombre de las acia del gentilismo y de las metas, de la ignorancia, operó esta obra prodigiosa pis s y más los lazos de la sociabilidad por. medio del amor y deldcbad El Catolicismo no es más que la expresión Sera de la perfecta sociedad de los hombres entre sí para hacer de la humanidad una sola familia y unir ésta á la Divini- dad por medio de la oración, el respeto, la obediencia, el agrade- cimiento y la caridad. La convención, la defensa, la utilidad y todos los demás me- dios de cohesión inventados para el progreso de la humanidad, son medios facticios que pueden aunque muy imperfec ctamente unir al- gunos hombres y operar el progrso físico, moral é intelectual de es- tos individuos; pero no pueden haber sido el móvil constante, el ge- nerador iricansable del progreso de todo el genero humano, porque son medios extrínsecos que hoy són y mañana desaparecen;no así la sociabilidad natural é intrínseca que impele constantemente á la humanidad como el muelle interno de un r Si la sociedad, si la autoridad, fueran obras de la convención, difícil, imposible sería explicar el derecho de penar, porque si el. pacto de uná generación pudiera ligar á otra en lo civil, no sucede lo mismo en lo criminal; absurdo manifiesto es que puedan quitar- me la vida porque consintió en ello mi abuelo. E Pero aún aceptando la obligación de las generaciones anterio- O ros, claro es que las posteriores podrían declarar que se separaban de la sociedad, quedesconocían la autoridad y que'usaban del dere- cho natural y propio que en toda sociedad tienen los A de separarsecuando no les conviene continuar en ella; y entonces no solo los que pretenden cometer un crímen, sino hastalos eee que se aburren de sí mismós, podrían separarse y cometer impune- mentelos más odiosos crímenes ó vivirconstantemente en pugna con la sociedad, todo lo cuales un despropósito lógico de la doctrina del-pacto social. Todavía más, el argumento que suelen hacer los enemigos de las penas, especial mente de la capital, es incontestable para los que fundan la autoridad en un simple pacto ó convención adie pue- de dar lo que no tiene; es así que el hombre no tiene el derecho de matarse, ni de hacerse grave daño, ni de enajenar su hvertad, lue- go no puede trasmitir estos derechos á á la sociedad. dmitámos, sin embargo, por un momento, la doctrina de Rousseau; pero AO ¿ cuándo tiene la sociedad el dere- cho de castigar en virtud del pacto implícito celebrado por las - “pasadas, presentes ó futuras? necesariamente debe ser cuando hay justicia ó utilidad en hacerlo, pues dejar este dere- cho máximo y terrible al arbitrio de la autoridad, sería antinatural, antilógico antihumano; pero si el derecho ha de aparecer con lajus- ticia Ó la conveniencia, y sin ellas es nulo y muerto, muy claro es. que tal sistema es pao y Ds necesita de otro comple- | mento directo. b Pero este sistema fútil y vacío cuenta sin embargo con una multitud de defensores, pues los racionalistas y materialistas que. no reconocen un ente superior al hombre, un legislador supremo, proceden lógicamente al admitir ese absurdo como el único elemen- to componente de la sociedad, de la Soberanía y de la autoridad: Bluntschli refuta este sistema diciendo : “Rousseau, seguido por los revolucionarios franceses, fundó la Soberanía sobre la vo- luntad general; pero en bien del derecho el producto advitrario de la voluntad. La voluntad es un desarrollo y una manifesta- ción del alma y del espiritu humano, y nó una. institución de dere- . Cho público como la Soberanía: La voluntad del Soberano supo- ne la soberanía y no visiversa. LaSoberanía supone el Estado y no está fuera ni es superior á él”. E 1V: Ya hemos visto que los proclamadores de la soberanía abso- 'luta del pueblo, despúes del sistema de Locke han sostenido hasta hoy el de Rousseau, fundándolo en la convención implícita de los pueblos; pero les quedaba todavía otra gran cuestión que resol- ver: ¿cómo se obtiene la voluntad popular? Conseguir unani- midad de voluntad es imposible, y por estose acojieron 1 al principio de las mayorías; según este sistema, donde hay diez individuos — 34 — seis dán la ley ¿imponen su voluntod á los cuatro, estos ctia- tro, que forman la minoría tienen que sujetarse necesariamente á la voluntod de aquellos. E mo á primera vista se conoce lo absurdo de esta doc- trina, han hecho esfuerzos mil para justificarla de algún modo, pero las razones más poderosas son las de Grimke. 19 El principio de las mayorías, dice,es necesario, porque no hay otro modo de consultar la voluntad general. 2% La mayoría representa hasta cierto punto ála minoría, porque las discordias son accidentales. 32 Comolos intereses de la comunidad son los mis- mos, las mayorías atienden á ellos por necesidad y las minorías reciben y gozan de estas ventajas aunque no hayan intervenido en las deliberaciones legislativas ó administrativas. 4? Aunen las sociedades particulares hay que sujetarse á la voluntad de la mayoría para llegar á un acuerdo. 5% El individuo en los casos difíciles pesalas razones y conveniencias: en pro y en contra, deci- diéndose por el partido que está apoyado en mayor número de razones ó conveniencias: luego es justo el principio de las ma- yorías. : Pero todas estas razones son pobres sofismas que no alcanzan á engañar la razón más vulgar, porqué la necesidad de cometer una iujusticia ó un despropósito, manifiesta que ésta se deriva de otra que le sirve de base: adoptado el pacto social, hay que adoptar el segundo despropósito, que es el despropósito de las mayorías. Las mayorías y las minorías discuerdan casi siempre en los prin- cipios fundamentales y no en los accidentes; si un partido admi- te todo culto religioso y otro quiere sólo el católico, es porque € primero es ateo y el segundo creyente, y por esto el uno quiere el accidente de la tolerancia y el otro el de la unidad LA un estos aprovechen también á las minorías; pero éstas no han inter- Además, esto sucede también en las monarquías absolutas, pues en ellas el único imperante se ocupa también de las necesidades generales y las multitudes aprovechan de los arreglos y de los me- dios establecidos por el monarca parala satisfacción de las antedi- chas necesidades. No hay pariedad entre las sociedades particulares, que son de suyo accidentales, y enlas queno se estipula nada relativoá los de- rechos inalienables del hombre y la asociación política que esfun- damental. Los partidarios de la convención confunden estas dos sociedades, pues les dan el mismo origen, á pesar de la enorme diferencia que hay entre ellas por su objeto y por su fin. Cuando el hombre pesa las razones en pro y en contra no. arregla la resolución final teniendo en cuenta el mayor número de éllas, sino la verdad ó la conveniencia positiva que hay en unas más bien que en otras. : — 345 — Stuart Mill, con razón más elevada, no niega el absurdo de las mayorías, ni pretende justificar este despropósito, admitido hasta hoy por el partido liberal, según el decir de este publicista inglés, tan sólo por obstinarse, en negar una enfermedad conside- rada incurable. Los publicistas de buena fé, sin negar el mal' han buscado el remedio, y por esto Lord John Russell y Disraeli, Jefe el primero del partido liberal, y el segundo del conservador inglés, trabajaron por remediar la injusticia delas mayorías, Marshall ha buscado también este remedio, pues- considera que no hay go- bierno democrático posible si se admite el principio de las ma- yorías. Parece que el criterio general rechaza ya este absurdo. electoral propuesto por M. Tomás Haro, que e lo he expuesto ya - enotra lección. Más si se considera detenidamente este sistema, | sibienda voz á la minoría, peronoleda voto, propiamente tal, que es lo positivo y eficaz en las asambleas legislativas; por consiguien- te, remedia el mal en parte, pero no llega á conseguir la voluntad del todo, como sería necesario para salvar elprincipio de la Sobe- ranía popular. pas NA Espantados los hombres de gobierno y los publicistas de las consecuencias desastrosas que había producido esta doctrina de la soberanía absoluta del pueblo, estudiaron la historia, meditaron so- - bre todas las sociedades, principalmente dela edad media, que fue- ron los primeros ensayos del derecho público fundado en la fé y el buen sentido y consultaron á la pesa, fuente de verdad, de cordura y de buen gobierno. Los revolucionarios del 93 habían estudiado tan solo las anti- imag y todos los principios que las regían, de heálicea plagados de citas, de aluciones y de imitaciones de _ aquellas sociedades y de aquellos hombres de gobierno. Dan- ton, Robespierre, Saint-Just, Conthón, Collot d'Herbois, Billau Varennes, Legendre, Lacroix, Fallien, Barrére Desmoulins y el Jefe mismo de los girondinos, Vergniaud, así como Sieyes, el for- -mador de constituciones, todos, todos, estaban empapados en el clasicismo griego y romano. Los discursos de todos aquellos ora- ton, Decio, Régulo, Cincinato, Bruto, Horacio, Cocles, Harmedio y Aristogitón, pues soñaban tan sólo en Atenas, Esparta y Roma. El pueblo, á su vez; pretendía adoptar las costumbres, los ves- tuarios y hasta los modales de los espartanos y romanos; dejaban criar el cabello, empezaron á usar largas clámides y no hallaban uen sabor sino en aquellos discursos de Club en que oyan de- cir á David: “pido que me asesinais”, á Marat, que sacando una pistóla y aplicándosela á la frente decía: “una palabra más y me -hago saltar la tapa de los sesos. — 346 — Pasado este hervor revolucionario, y espantados, como he- mos dicho, de las consecuencias funestas de estas parodias grie- gas y romanas, los publicistas estudiaron mejor los hechos y los principios, la historia y la filosofía, y de este estudio nació la es- cuela que reconoce á la Divinidad fuente única de la Soberanía, pues asegura que la Soberanía no emana del pueblo, sino de Dios y quese halla limitada por la Justicia. Aun los publicistas protes- tantes sostienen hoy esta doctrina, enseñada ya en el siglo XIII por Santo Tomás,'cuyas razones voy. á exponer, tomándolas de su opúsculo. “De Regimine Principum. Todo poder emána de Dios, como dominador Soberano. De tres modos se prueba esta verdad. Como sér, como 220tor y CO- mo fm. Como ser, porque es necesario que todo sér se refiera al primer Sér, como principio de todo sér, á la manera que todo ca- lor se refiere al calor del fuego. Por la misma razón que todo sér depende del primer sér, la autoridad que existe en un sérde- pende de la autoridad del primer sér; autoridad que es tanto más noble cuanto está destinada á reinar sobre hombres iguales en na- turaleza al sér que sobre ellos ejerce autoridad. No tienen pues razón para ensoberbecerse, sino para gobernar con humildad á su pueblo. “Ellos te han elegido por Jefe, dice Séneca, no te ensober- bezcas por esta distinción, y sé entre la muchedumbre, como uno de ellos.” Por consiguiente, del mismo modo que todo sér depende del primer sér, que es la primera causa, así tambien todo poder de la criatura viene de Dios, como del primer Soberano y del primer sér. Ademas, todo número procede de la unidad y está determi- nado por ella. El numero de los Soberanos trae su origen de un solo Soberano que es Dios; así como en las cortes de los reyes hay muchos Jefes entre sus empleados, y todos dependen de uno solo que es el rey. El poder está en proporción del sér, y es adecuado al sér, porque el poder está en razón de su objeto. Lo que la criatura es al Creador, eso mismo es el poder del sér creado al del sér increado, porque todo lo que está en Dios es Dios; es así que todo sér creado tiene su origen en el sér increado, luego el poder creado se deriba del poder increado. Esto mismo sucede en un Soberano porque no hay autoridad donde no hay superioridad $ poder; luego toda autoridad se deriva del poder increado, que resi- ios. Por esto dice San Pablo: “ Dios lo sustenta todo; ” el Eclesiástico: “Dioses Rey poderoso y omnipotente que domi- na”. : No solamenteel sér, sino también el movimiento demuestran que toda autoridad se deriva de Dios. Todo lo que se mueve se mueve por algún agente, y sin _engolfarnos en abstracciones de motores y movidos llegaremos á un primer motor inmutable que es Dios, ó la primera causa. Entre los hombres los que más par- ticipan de este movimiento son los Reyes y todoslosque ejercen una autoridad cualquiera, ya en la administración, ya en los tribunales, ya en la guerra, ya en fin en el ejército de cualquiera otra auto . — 341 — dad participan del movimiento, es en virtud y por la influencia del primer motor, que es Dios. causa primera tiene más ac- ción sobre su efecto que la causa Ea, 0 es así que Dios es la cau- sa primera; luego si todo está movido en virtud de la primera causa y recibe el movimiento por la influencia del primer motor, el movi- miento de los mandatarios tiene su origen en Dios que es el pri- mer motor. Si hay orden en los movimientos de los cuerpos con mucha más razón le habrá en los movimientos de los espíritus. Enefecto, vemos á los cuerpos inferiores movidos por los supe- riores, y que todos los movimientosserefieren al movimiento supe- rior; luego si todos los movimientos están dirigidos por un pri- mer motor y sufren su influencia, lo mismo sucederá en las sustan- cias espirituales, por la mayor asimilación que éstas tienen con aquél y esta es la razón porque estas son más aptas para recibir la influen- cia del motor Supremo que es Dios. - Los Reyes y demás magis- trados son más aptos para estos movimientos, ya por estar consa- grados á este género de trabajo, ya por la experiencia que adquie- ren, ya porque tienen necesidad de sostenerse en esta disposición habitual para conducirse mejor en los actos de gobierno. Entre un magistrado dedicado al gobierno y temeroso de Dios, y otro que no posee estas dos cualidades, no cabe duda de que el primero será más apto para el mando, porque recibe de Dios, pri- mer motor, un inpulso mayor, pues está más cerca de Él y es más sensible al movimieto; por esto es que hubo gran diferencia entre David y Baltazar, considerados como magistrados. Por todo esto dijo Salomón; al hablar de Dios como del primer motor: “Míoes el concejo y lal equidad, mía esla prudencia, míaesla fortaleza. Por mi reinan Jos reyes y los poderosos y los legisladores de- cretan Ad paa hombre siempre obra con un fin, porque su inteli- gencia ere se propone un fin en. «cada una de las ac- ciones, cuanto más inteligente sea una naturaleza, tanto más tendrá que proponerse un fin; es así que Dios es la inteligen- cia suprema; luego todos sus actos se dirigen más rectamente á ¿un fin. De aquí debemos deducir, que en todo fin de un objeto creado, perciste la acción de la inteligencia divina, que nosotros llamamos Providencia, y en virtud de la cual. 7 Señor todo lo dispone y dirige asu fist. Por comiquients todo lo que tiene un fin más excelente, participa más de la acción divina. “El 28 ¿bierno de una sociedad, cualquiera que sea su forma, desde se propone un fin laudabie y honesto, dice Aristóteles, recibe ¿A influencia de la acción divina, quedando el gobierno de los so- beranos sometido á su virtud. Por otra parte, el legislador debe proponerse que todos los ciudadanos vivan según las máximas de la virtud, y este es el fin preferente del legislador.” El movi- _miento del primer motores tansuperior álos demás, cuanto el poder divino es superior átodo poder creado. Tanta es su ac- ción y tal la influencia que ejerce, que hace exclamar á Isaías: . —348 — ¡ “Señor, nos dará paz á nosotros porque todas nuestras obras has obrado en nosotros”! “Nada podéis hacer sin mí, ” dice el Evangelio. Cuanto más honesto y legítimo es el fin, como por ejemplo, la felicidad de una Nación, respecto de una ciudad ó fa- milia, tanto mayor es la eficacia de la exitación que produce en el agente. El fin que unsupremo mandatario debe proponer- se para sí y para sus gobernados, es la eterña bienaventu- ranza. Por lo mismo que esta dicha es la más perfecta, debe excitar mucho más á todo Jefe de Estado, para hacer que los ciu- dadanos llegen á este fin; haciéndolo así gobernará con sabidu- ría. Aristóteles dice en su metafísica: “que el primer motor ó causa primera, que es Dios, mueve todas sus cosas según su voluntad, es decir, al fin que se propone, que es el mismo Dios” el Salmista dice también: “Leadorarán y obedecerán todos los Reyes de la tierra: todas las Naciones le servirán.” “Los Reyes. . dice Salomón, son Ministros de Dios” y San Pablo: añade: “no hay potestad sino de Dios.” >. VL _. Después de haber probado que la Soberanía se deriva de Dios pasa Santo Tomás á probar que la Soberanía esta limitada | por la Justicia, diciendo: “Dios premia todas las acciones bue- premia con bienes temporales, reservando la felicidad eterna pa- ra las mayores: por esto premió en los romanos, dándoles el im- .. sus propias pasiones. : El principio de Justicia que limita las acciones y derechos de los individuos, limita así mismo las de las sociedades y sobe- El Soberano manda para la felicidad de los súbditos; Y €0- mo la felicidad consiste en la consecusión del fin honesto úÚlti- mo, al cualsirve de medio el fin próximo; esclaro que ni uno, ni otro fin podrían conseguirse sin el límite de la Justicia, POr- que este es el equilibrio que Dios ha establecido entre los dete- chos y las obligaciones para que las unas no dañen á las otras, ni los derechos y obligaciones de un individuo, pueblo ó raza estén en colisión con los de otro individuo, pueblo ó raza. a Soberanía limitada por la justicia es un principio reco- Pci ya aún por los protestantes, pues aquella omnipotencia de la Soberanía absoluta del pueblo ha causado tantos y tan gra- ves males á las sociedades, que al fin los publicistas han re- conocido el principio enunciado por Santo Tomás en el siglo XIII. Grimke, al hablar de este límite de la Soberanía dice: “La frase Soberanía del Pueblo es nna de las que se hallan sujetas á la más fatal y falsa interpretación. Por cuanto en una Repú- blica la autoridad Política del Estado no descansa sobre la in- segura base que antes, por cuanto la voluntad del pueblo se ha sustituido al poder hereditario; se supone que' este nuevo poder posee atributos ilimitados.... Ha nacido una máxima terrible para la humanidad y destructura de los mismos inte- réses que las instituciones libres deben proteger. No hay so- bre la tierra un poder, ni el del pueblo, ni el del príncipe que pueda considerarse. absuelto de observar los eternos principios de la Justicia. Asegurar lo contrario es negar la existencia de las leyes más fundamentales de la humanidad, de aquellas leyes que imprimen á las acciones el caracter de buenas ó de malas. Ta- les leyes no son arbitrarias, son parte de nuestra Constitución original, tanto como nuestras facultades a Grim- ke, con la historia en la mano demuestra claramente que Dios ha Pe siempre á los pueblss violadores de la Justicia. el Ecuador hay necesidad de proclamar y repetir muy enla este principio, porque nuestros reido se creen y obran como omnipotentes Los Reyes y mandatarios: son más ricos cuando son justos, que cuando por allegar riquezas quebrantan la Justicia, porque la in- dustria y el comercio son hijos de la paz y el orden, y esto no se consigue sino con la más estricta Justicia, cuando ésta se que- branta, las riquezas emigran á otro lugar, á otra Nación donde pue- dan encontrarla. En todas las cosas humanas no hay ninguna más digna de preferencia que la amistad. Ella hace de todos los corazones vir- tuosos un solo corazón, de ella se necesita en todos los negocios, ella no es importuna enla prosperidad, ella es fiel en la desgra- cia, ella es de tal modo útil en la felicidad, que sin ella los go- ces más dulces cansan y fastidian; ella suaviza y casi anulan los trabajos. Por más que los tiranos deseen adquirir un bien tan precioso, jamás podrán conseguirlo. La amistad está basada en la comunicación y correspondencia, y como no aspiran á promo- ver el bien general sino á fomentar el suyo propio, son muy po- cas ó ningunas las relaciones que tienen con sus súbditos. Los que tienen un mismo origen ó naturaleza, los que se asimilan en cos- - tumbres ó en algunas otras relaciones sociales, se unen ordinaria- — 390 — mente con los vínculos de la amistad, pero escasa ó nula será siem- pre la que exista entre los súbditos y el tirano, porque viéndose estos en vez de amados, despreciados y agobiados por el yugo de aquél, ni pueden aproximarse á él, ni este tiene derecho á que- jarse de su alejamiento; porque ni supo, ni quiso hacerse amar. Cuando los súbditos palpan los beneficios que les dispensa la sa- biduría del gobierno, los magistrados son amados por la multitud. El pueblo no es nunca tan depravado que aborrezca á sus bien- hechores; mientras que cuando le tiranizan no tiene tanta virtud, que si encuentra ocasión favorable, se contenga en los límites de la fidelidad y deje de romper el yugo que le oprime. Quizás, en opinión de muchos, no se reputaría contrario á la fidelidad opo- nerse de cualquier modo á la iniquidad de los tiranos. El temor es el apoyo de los tiranos, y no hay fundamento más delesnable y hasta temible, principalmente cuando llega á la desesperación. Para hacerse respetar por el temor hay necesidad de muchos cómplices ó agentes, y entonces el tirano, á más de ser súbdito desus cómplices, gasta en ellos todolo que el magistrado legí- timo puedeahorrar. ; En el orden natural hay un gobierno general y otro particu- Jar. El gobierno universales el que contiene todas las cosas, ba- jo la dirección de Dios y las leyes de su Providencia, y el gobier- no particular, muy semejante al de Dios, se encuentra en el hom- bre, llamado cosios (mundo pequeño) porque representa al go- bierno universal. Del mismo modo que todas las criaturas Cor- porales y todas las sustancias espirituales están sometidas y con- tenidas en el régimen divino, así también los miembros del cuer- po y las facultades del alma, están sometidas al régimen del alma; porque la razón es al hombre lo que Dios es al mundo, Pero siendo el hombre sociable por naturaleza, la semejanza del gobier- no del hombre no consiste en que un hombre sea gobernado por la razón, sino en que la sociedad sea dirigida por la razón de un hombre, en el gobierno monárquico, de algunos hombres en las demás formas. Estees principal atributo de la Soberanía. Los magistrados supremos están en el mando para ser en Sus Estados lo que el alma esen el cuerpo, lo que Dios es enel mundo; . porque si bien se medita son los instrumentos de la Justicia, pues que para administrarla fueron elevados, debiendo mirar á todos sus gobernados como hijos, como miembros suyos. : os magistrados supremos imitan á Dios en sus dos grandes operaciones—crear—y dar vida y movimiento. Losque fundan una República le imitan en el primer acto, tomando de la naturalezala materia prima que son las familias, los que la gobiernan le imitan en el segundo, por eso se les dá el nombre de Reyes, derivado de la palabra régimen que significa dirección, gobierno; y como 1105 dirige y gobierna el Universo con la Justicia, claro es que con ella deben gobernar las sociedades ó naciones los que las presiden. Gobernar es dirigir á su debido fin lo que está sometido á e “una autoridad. Siempre que una cosa es dirigida á un fin que es- tá fuera de la cosa misma, el deber del gobernante consiste, no solo en conservar íntegro el objeto confiado, sino en hacer que llegue á su fin. Es así que el fin del hombre es la felicidad eter- na; luego los magistrados supremos deben gobernar de tal modo que todos los asociados consigan el fin; lo cual sería imposible sin el respeto y práctica constante de la Justicia. : El distinguido publicista belga, Carlos Périn, al hablar de la Soberanía limitada por la Justicia se expresa del modo siguien- te: “La -revolución propaga las ideas más falsas y peligrosas to- cante á la naturaleza de la Soberanía y representación nacional, y á sus derechos; pero ni en la República ni en la monarquía pue- de la representación nacional ser absoluta y adoptar su capricho como regla de conducta. Unaasamblea política, aun cuando ejer- ce en el Estado la Soberanía, nunca representa más que al hom- re, y por encima de éste existe una ley eterna, natural y divina, ante la cual la Soberanía popular, como todas las soberanías hu- manas, está obligada á inclinarse”.... Y por esto distingue es- e eminente publicista el patriotismo cristiano del pagano dicien- "do: “El patriotismo cristiano es muy diferente del patriotismo antiguo. Este es una especie de fanatismo por el cual el indivi- duo se precipita y se abisma, hasta cierto punto, en cuerpo y al- ma en la vasta. unidad del Estado donde desaparece toda vida individual. Bajo el imperio del patriotismo cristiano el hombre se entrega también á su patria; pero su abnegación, en la paz co- mo en la guerra, nada tiene de absorción panteística á la que es- taba ofrecido el ciudadano de las sociedades antiguas. Aun dán- dose á la patria, el cristiano permanece el mismo, porque sobre la . patria está Dios á cuyas leyes y mandatos debe obedecer ante to- das las cosas. Pero Dios, le manda amar y servir á su patria, y la sir- ve con más eficacia, pues pone á su disposición fuerzas á las que ha impreso toda su energía, el sentimiento de la dignidad, de la libertad y de la responsabilidad personales. El cristiano obligado - á amar á todos los hombres, ama con amor más particular á los que viven con él en el mismo país, que comparten con él en la vida pública la buena y mala fortuna, y á los que se encuentran más íntimamente unidos por las tradiciones y por los afectos.” Pero para que el límite de la Justicia interpretado de un mo- do absurdo, no ate imprudentemente las manos de la autoridad, como lo quiere la escuela radical, dice Périn. “Si se quita toda iniciativa á los poderes públicos, sí, á fuerza de querer hacer ino- fensiva su acción, se concluye dejándolos impotentes, sucederá todo lo contrario de lo que se espera. La sociedad quedará es- puesta á-todos los males de la servidumbre por efecto de las pre- cauciones que haya tomado para escapar de ellas, porque no hay peor servidumbre que aquella á que se ven reducidos los pueblos por la impunidad de la libertad del mal.” - “Si es indispensable dar á la sociedad garantía contra los - 2d e po n= 392 eN abusos de la autoridad, no lo es menos dárselos contra los abusos é injusticias de la libertad, ó de lo que se llama pueblo sobera- mo. No hay verdadero dde sino allí donde el pueblo tiene bas- tantes derechos para detener á/los poderes públicos siempre que traten de turbar la libertad del bien, los límites. de lo justo, y nolos tiene para paralizar su acción cuando protegen y animan lo que ena SNE y útil, y reprimen y desalientan lo que no lo es.” et en justo equilibrio la autoridad y la libertad, fuerzas oido de toda vida social, y reconocer en la autoridad los de- rechos que tiene para ser respetada y obedecida, y á la-sociedad todo lo que es menester para preservarse de la arbitrariedad gu- bernativa; determinar estos derechos respectivos de suerte que reine la armonía entre las fuerzas del poder y los de la libertad : tal es el problema que se plantea en toda obra de Constitución política Cu ando un pueblo llega á realizar esta armonía, estos lími- tes dictados por la Justicia, se eleva á una felicidad rara en las cosas humanas, porque tiene asegurado el verdadero orden, que consiste en el movimiento regular de la libertad bajo la ley de la usticia.” A este mismo propósito dijo un publicista americano: “El poder que gobierna la sociedad ha de ser fuerte, porque si es dé- bil tiraniza ó conspira. Tiraniza, cuando se esfuerza en hacerse obedecer; conspira, cuando sufre en silencio la resistencia y el ultraje. Augusto se siente fuerte y su imperio es suave. Tiberio se halla débil y maquina y oprime; de los monstruos que man- charon el solio de los Césares, fueron más duros é insoportables los que oían ya cercano el ruido de los pretorianos que venían á iaa ncluiremos, pues, este punto reconociendo que una Cons- dé: vigorosa quita á los magistrados las ocasiones de ser crueles, porque aleja las revoluciones que alientan las leyes débi- les. Mientras rigió en el Ecuador la Constitución de 1869, que robusteció el principio de autoridad, no hubo necesidad de derra- . mar una sola gota de sangre; la fuerza de la ley bastó para po- ner á raya á los revolucionarios. No así con las Constituciones liberales de 1861 y 1883; ambas fueron rotas por insuficientes, y ambas se hallan tintas en sangre. La historia propia nos de- muestra que el único medio de estingir el cadalzo político es ro- bustecer la autoridad; cuando se la debilita se la pone en el ca- so de la propia defensa ; la muerte propia ó la ajena. Colocada la autoridad en esta estrechiak claro es que el deber y la concien- cia le obligan á optar por la propia conservación. VI. Reconociendo algunos publicistas que la Soberanía emiáñade Dios y está limitada por la Justicia aseguran que la paternidad es la fuente única donde se concreta y reside, pues los demás — 303 — modos y fuentes son meramente adyacentes. Pero si bien-la fami- lia es el nucleo-de la sociedad, sobre los derechos del padre hay 'otros derechos superiores, á los cuales los primeros tienen que ceder en no pocas ocasiones, y estos derechos son los de la so- ciedad. ¿Quién ha disputado pues ese derecho que la sociedad tiene de suspender los derechos de paternidad y decidir entre el padre y el hijo cuando éste, cumplida la mayor edad, designada por la ley, quiere casarse y establecer una nueva familia? ¿De- be esperar la autoridad el consentimiento del padre para llamar al hijo á defender la patria amenazada? ¿No puede la autoridad separar al hijo del lado de un padre disoluto?; luego los dere-. chos dde la paternidad son diversos é inferiores á los de la so- ciedad, por más que sea una de las fuentes ó modos de con- cretar la Soberanía. Es verdad que á las veces el padre reune en sí los caracteres de padre y de mandatario; pero esto no prueba qúe esas dos ¡“autoridades son idénticas. La sociedad es un ente moral libre, independiente, perfecto y responsable y por eso.es necesario que reciba de Dios el derecho, diremos mejor, el deber de organizarse; más esta organización se verifica de varios mo- dos, que la Providencia se reserva como un derecho propio que nadie puede disputarle. ' La Biblia es enseñanza cierta y sublime, y eñ ella vemos que los derechos y autoridad paternas y losde Soberanía son diversos, por más que algunas veces se encuentren unidos en una sola per- sona. Jacob fuéel padre y elsoberano de su familia que constituya un pueblo, á pesar de constar solo de setenta y cinco personas ; estaban pues, reunidas en él las dos potestades; más cuando pa- só áEgipto perdió la Soberanía y obedeció á Farahón y al mi-. nistro de éste, Joseph; hé aquí al padre obedeciendo al hijo sin haber perdido la autoridad paterna; luégo la paternidad y laSo- beranía son potestades diversas. Tan cierto es lo dicho,queal na- rrar este pasaje.dice el escritor sagrado que Jacob adoró á su hi- jo Joseph; y es sabido que en la Biblia el verbo adorar significa también reconocer autoridad. Muerto Jacob y multiplicado el pue- blo de Israel, la autoridad paterna y la Soberanía debieron pasar según el sentir de los que confunden estas dos potestades, á la trí-. bu de Rubén, el primogénito; más no fué así, porque la autori- dad de familia, ó la paternidad, pasó al penúltimo hijo de Jacob, Joseph, y de allí alsegundón Efraín, quedandola Soberanía en Fa- rahón. Cuandoel pueblo de Israel recobró la Soberanía no lacon- cretó en la tríbw de Rubén, el primogénito, sino en Moisés; que pertenecía á la tríbu de Lebí. Muerto Moisés la Soberanía se con- cretó en Josué, miembro de la tríbu de Efraín; y cuando éste fa- lleció se cambió la forma de gobierno concretándose la autoridad en los Jueces, que pertenecieron á diversas familias y pueblos; y. - cambiando también en ellos el modo y forma de concretar la au- toridad. Débora asumió la autoridad porque las circunstancias y - cobardía de. Barac le obligaron á ello para rechazar á Sisara, que amenazaba á Israel con. un cuerpo respetable de tropas. Gedeón es llamado después para ponerse á la cabeza de la multitud y sacudir el yugo de los madianitas. Setenta hijos legítimos dejó Gedeón, y sin embargo asume el mando Abi- melech su ilegítimo, Jephté, Jefe de vandoleros, es elegi- do popularmente, y así se concreta en él la autoridad de Juez para que rechaze á los amonitas, enemigos de Israel. Sansón lle- ga á ser caudillo por su prodigiosa fuerza, Helí por su aristocra-. cia y Samuel por su virtud. Los israelitas piden entonces Rey, y Dios les advierte que concretando la autoridad en un Rey habían de caer en servidumbre; pero importunado por el pueblo hace que la autoridad del Rey caiga en la persona de Saúl; al cual rechaza después por la reiterada desobediencia y hace de David, poeta y guerrero, un Rey grande y poderoso, elevado á la ma- gistratura por veinte años de campaña. : s Dividida la autoridad real de la sacerdotal durante los Ke- yes, se une en Matatías y los cuatro macabeos, Judas, Simeón, Jonatás y Juan Hircano. é aquí, pues, la Soberanía concretada de diversos modos; unida algunas veces á la autoridad paterna; separada otras; confundida con la sacerdotal en los Macabeos, y separada des- pués desde Aristóbulo II hasta la conquista de la Judea por ompeyo y la venida del Mesías. le Hasta aquí hemos visto cómo la Soberanía emana de Dios, fuente A natural de toda autoridad, y está limitta- da por la Justicia. once visto, también, que se concreta de diversos modos, y que éstos pueden reducirse á tres, necesarios, voluntarios é involuntarios. Finalmente, sabemos que el estado de moralidad, instrucción, cultura y modo de ser de cada época, de cada raza, de cada pueblo, influyen en el modo de concretar la autoridad, pues en los pueblos incipientes prevalecen, por ser más conveniente, los necesarios é involuntarios, mientras que en. los pueblos cultos y adelantados se concreta de un modo volun- tario. En esta clase de concretación entra ya la voluntad hu- mana como causa segunda, y por ésto es más notable, pero más | peligrosa; eficaz, pero difícil: parte más directamente al puerto, - . pero navega entre Escila y Caribdis. vuL. emos llegado ya al momento de estudiar la cuestión prin- cipal. —¿ Dónde reside la Soberanía? A Las diversas escuelas que han concordado ya en las cuestio- nes anteriores, discrepan: todavía en ésta, y las dificultades son _tántas que la mayor parte de los publicistas, ó eluden la cues- tión, ó la suponen resuelta, según su modo de pensar; a po- cos, muy pocos, la abordan de un modo franco y capaz de satis- facer á todas las inteligencias, como parece haber sucedido con — 30) — el principio de que la Soberanía emana de Dios y está limitada por la Justicia. Pueden reducirse á tres las opiniones relativas á este asun- to. Unos creen que la Soberanía reside en el pueblo, otros sos- cuales es.:á no dudarlo el de regirse y gobernarse: 2% Los pue- blos son responsables de sus actos, como lo son los individuos; es así que sería injusto exigir responsabilidad de actos que no le pertenecen; luego la responsabilidad supone la Soberanía. La sociedad dicen, no es un agregado material y puramente numérico de individuos, ni siquiera de familias, pues si así ra habría sociedad en un rebaño, es algo más noble, más espiri- tual que una simple agrupación ó amontonamiento de unidades; es algo más que la coexistencia de séres ó de hombres. Lo que está unido en una sociedad, y constituye su vida y su personali- dad es la inteligencia y la voluntad, las cuales no caben en un espacio determinado, en un tiempo limitado ni en uu número re- ucido. Por esto, cuando muchas inteligencias conocen una verdad y conspiran para alcanzar un mismo fin, entonces deci- mos propiamente que forman socie | Si no tenemos duda, y creemos como una verdad inconcusa, que Dios ha impuesto á las sociedades, á los pueblos, del mismo modo que á los individuos, la obligación de dirigirse al fin próxi- mo y al remoto, y si se les ha dejado la libertad de escoger los medios y los caminos que juzguen más adecuados para llegar á ellos ; si se les ha advertido que castigará severamente el abuso de esta libertad, el desentendimiento de tan sagrado deber y la pertinacia criminal en no emprender el camino para llegar á es- tos fines; es claro que Dios ha dado á los pueblos la libertad y los medios necesarios para cumplir este deber primordial y gene- rador de los demás. Esta libertad, este medio, es la Soberanía. Los pueblos son responsables de sus acciones, y lo son pa recibieron de Dios la Devcrinias de otro modo la responsabilidad no existiría; ni habría Justicia al castigarlos por sus demasías y las de sus mandatarios, pues no es justo sc al que no es l:- re, ni es razonable exigir el cumplimiento de un deber al que no se le ha dado el medio de sbiolados : __. _Hayen las acciones del que manda y enlas de los que hedecen una solidaridad por la cual el pueblo responde de cos — 306 — faltas de sus mandatarios. Abramos el Génesis, el libro de los. Jueces, los cuatro libros de los Reyes, los Paralipómenos, los original y la justicia del castigo en la humanidad. Las faltas cometidas por Omni y Fines, hijos del Juez Helí, y la debilidad. de este magistrado fueron castigadas en el pueblo de Israel, . como si él fuera directamente responsable; y por:esto el pueblo fué derrotado dos veces por los filisteos, perdió treinta y cuatro mil hombres y quedó prisionera el Arca Santa. Se apartaron muchos Reyes de Israel y de Judá del fin social, y los pueblos de Samaria y Jerusalén fueron conculeados, llevados prisione- ros, por. Salmanasar el primero y Nabucodonosor el segundo. echías con los mensajeros de Merodách-Baladán es castigada en el pueblo después de muchos años, así como lo fué la cruel- dad de Saúl y la impiedad de Manasés. Peca David dos veces, pues se lleva la mujer de Urías, y después la vanidad le impele á formar el censo militar del pueblo Judío, y ambas ocasiones' es castigado el pueblo: la primera con la guerra, y la segunda' con la peste que mata setenta mil hombres. Luego el pueblo es responsable de las faltas de los gobiernos, y es responsable por=" que es soberano. La Iglesia misma, cuando impone al pueblo un entredicho general por las faltas de los magistrados supremos, lo impone para obligar á aquel pueblo á usar de su Soberanía y. castigar, Ó, al menos, reprender al magistrado; luego reconoce que en éste reside la Soberanía y que por esto es responsable .de las faltas gubernativas. | bilonios cayeron por el lujo y la molicie; los medos y persas por el orgullo satánico; los griegos por el-ateistio práctico, perso- nificado en Alcibiades y Pericles; los romanos por la.sangre ver- uias, Y los Borbones, que llegaron á sentarse en los tronos- más .altos de Eo a — 3 TZ del fin social en las revoluciones de Alemania, “Inglaterra y Francia, porque la primera: amparó y proclamó desatentadamen- te la llamada Reforma religiosa, que desató todos los vínculos de la autoridad en la Iglesia, en los gobiernos, en las familias: la segunda, hizo prácticas todas las teorías de la primera, y fi- : nalmente la tercera, más desatentada si cabe que la de Inglate- rra, se propuso destruir las bases en que Dios había cimentado las sociedades, y sustituir otras de pura invención humana. Pero contra los que sostienen que la Soberanía reside en el . pueblo hay un argumento de difícil solución. Nadie puede te- ner un derecho que le es imposible ejercer; .es así que á la mul- titud le es imposible gobernar, luego carece de ese pretendido derecho. Este argumento se robustece al considerar que las ma- yorías carecen del derecho de- imponer la ley á las minorías; y como el único modo de consultar la voluntad del pueblo ha sido hasta aquí el de las mayorías, claro es que el pueblo, en el ver- dadero sentido de esta palabra, no ha ejercido la Soberanía m1. aun en los gobiernos más democráticos. El derecho de elección, el de censura por la: prensa y la in- surrección para deponer y castigar á los magistrados, no son ejercicios de la Soberanía propiamente dichos, porque elegir no es gobernar; estos dos hechos son muy diversos; el que elige no hace más que designar las personas, pero no manda. La. censura tampoco es acto de autoridad, porque equivale al con- seJo, que se ejercita aun entre iguales. La insurrección es un empleo de la fuerza bruta que en nada se parece al ejercicio de - un derecho. emás, este pretendido derecho es todavía un problema de muy difícil resolución, pues aun los que lo conce- en lo hacen con tantas limitaciones que casi es nulo ó impo-.*' sible de verificar en un caso dado. a resistencia ha de ser. meramente pasiva, sin poder pasar á ser activa sino cuando el, encargado de la autoridad es gratuita, pertinaz y naturalmente, injusto y los males que pudieran sobrevenir no sean mayores, porno la superioridad de fuerzas del magistrado sea muy no- . table, : ¿Hay hombre por malvado que sea que llegue á ser malo por solo el placer de serlo? ra hacerlo, es un argumento terrible contra el pretendido derecho de insurrección. Jano , E ER Los q stienen quela Sob ía resideen la Nación dicen: Toda sociedad se compone de dos elementos necesarios pueblo, au- toridad, elementos que forman un solo-todo moral indescomponi- ble, inseparable, in ivisiblez luego «la Soberanía reside en el todo, | no en el pueblo, que es solo la parte, y el todo no es el indi- Ffuasa O EA viduo, no es un número tal ó cual de individuos, de átomos so- ciales los que poseen la Soberanía, este derecho santo, genera- dor de todos los demás derechos, no es trasumante, es perpetuo, es inamobible, es indibisible, es inalterable, es nacional, razón nos dice, añaden los partidarios de esta teoría, que el poder supremo es una consecuencia del estado social: el estado social es unión de hombres, iguales todos por naturaleza - en sus atributos esenciales y en sus derechos: luego en la socie- dad, como cuerpo moral, esto es, en los hombres que la compo- nen, tomados colectivamente, debe residir la Soberanía. Si, pues, en la sociedad se encuentra, en cuanto es cuerpo moral; si nin- guna razón natural necesaria se puede descubrir, por la cual ten- gan algunos ó alguno la preferencia sobre los demás, es indispen- sable concluir que la Soberanía reside en la totalidad del cuerpo moral. Pero este sistema tiene también argumentos muy fuertes ue le oponen sus adversarios. Sila autoridad y la multitud, que constituyen la Nación, estuvieran siempre de acuerdo, no habría nada que obgetar contra la residencia de la Soberanía en la Na- ción; mas como esto rara vez acontece, es claro que la Soberanía no puede residir en dos séres opuestos y desacordes. Este desa- cuerdo hace imposible el ejercicio, así como vimos lo era por só- lo el pueblo, á cuyos individuos por falta deconcordia leses tam- bién imposible el ejercicio de la Soberanía. emás, hay muchos casos en los cuales desaparece la au- toridad;luego en ellos falta el sujeto en quien debe residir la So- beranía. Cuando el pueblo amotinado desterró áTarquino el So- berbio y proclamó la República, el Senado no existía, porque Tar- quino lo había disuelto mucho tiempo ha, y la revolución la in1- ciaron y consumaron tres ciudadanos destituidos de toda autorl- dad, Lucio Junio, apellidado Bruto por su aparente simplicidad, Colatino y Lucrecio. Corioliano á las puertas de Romanoencontró autoridad nin- guna organizada y en acción: el Senado disuelto, los Cónsules, Cayo Tulio y Rufo,rehuyendo de la autoridad dice TitoLivio,por no comprometerse en una guerra contra tan grande Catipán; el pueblo atemorizado huya por todas partes después de haber reñido con el Senado y desconfiado de la aristocracia; los ancianos, las. ujeres y los niños asilados enlos templos; pero deestos sale Va- súplicas á Veturia, madre de Corioliano, y áVolumnia, su esposa, á salir al encuentro del conquistador, yla patria sesalva: pero en nos padecía una emiplégia que había nulitado completamente su acción. mn 1 PRA 4 15 lor Pe E 5 en Ron ari 4 dí nes los quedó en Roma autoridad alguna durante muchos días, pl so pretorianos sacaron el trono á pública subasta y hasta que S co llanta lia Ta lano 1 6950d4ra Ida 0, NA- i po Ll : A A, A 1 1] ] xs dans ie Te e y A die mandaba; tod res mataná+Juliano y hay otros tant tel hastaque Septimo Severo triunfa sobretodos sus conmilitones y restablece por segunda vez la autoridad. Hay, pues, momentos en que la au- toridad desaparece; luégo ese cuerpo compuesto de dos elementos componentes, pueblo y autoridad, deja de existir por la muerte de uno de sus miembros. : ¿Donde existía la “autoridad cuando al acercarse á Roma Genserico huye el Emperador Máximo, le persigue el pueblo in- dignado, le mata y queda el Imperio sin autoridad alguna que la rija? Si San León nosale al paso paraatajará este bárbaro, como atajó tres años antes á Atila, Roma perece abandonada de lospo- seedores de la autoridad, elemento indispensable para formar lo que se llama Nación. n aquellaaciaga nocheen que Napoleón vagaba por el cam- . de Waterló, antes de escribir aquella sublimecartaal Regente e Inglaterra, y de que los aliados llamená Carlos X ¿en qué ma- nos residia la autorida o en nuestra propia casa hemos visto no pocas veces es- te fenómeno, no sólo en la noche diez de Agosto de 1809, en que el Presidente Conde Ruiz de Castilla fué depuesto por una Junta que todavía no era más que una suma deconjurados, sinotambién en el día posterior, en que organizada la Junta que representaba ya la autoridad, faltó el otro miembro, la multitud, pues consta de la historia: “ que la multitud se mostró asustada de un avance que venía á poner en duda la legitimidad del poder que ejercían los presidentes á nombre de los reyes de España, y fué preciso perorarla en el mismo sentido que á las tropas para no exaspe- rarla, El arbitrio produjo buenos resultados, á lo menos por en- tonces, y el pueblo, amigo de novedades, fraternizó por lo pronto, aunque al parecer con repugnancia, y talvez traidoramente, con a revoluci yA ón.” desapareció. Cuando Napoleón llevó prisioneros á Carlos IV" y su hijo Fernando VII, desapareció tan súbitamente.la autoridad en España que ni las municipalidades, ni los tribunales dieron sintomas de vida. Las Juntas, especialmente la Suprema de evilla, se organizaron después; pero en el monento desapareció oridad, y esto es lo que alegó Quito para proclamar la in- —360— - lió para Bayona dejó en Madrid una Junta encargada del poder «pero cuando Fernando renunció la corona de lo Ma- «yo del808 no quedó en toda España ni el Rey padre, que había - renunciado antes, ni-el Rey hijo, ni la Junta que por ser simple delegada del Rey Fernando desapareció leg: te junto con su . «.delegante, ni autoridad alguna, y poreso la Junta económica de Asturias que carecía de autoridad política, recibió: del pueblo amotinado la misión de defender España. Todos los pueblos, todas las naciones cuentan, más ó menos, momentos análogos á -torios del que pese lay autoridad «suprema. .. . Pero en e modo de concretar la autoridad, aun la-pontifi- O E | . pa . :C1a solo y algunas porel clero y el PASOS ; no pocas por los empera- ardenales. . . ; car en el O la estatua de Júpiter Olímpico. Mata- e los famosos macabeos, reunió en su persona la pasar á un gentíl, aun cuando las dos primeras se hubiesen con- eretado en Antioco por un hecho involuntario del pueblo Judío. Parece que otro tanto sucedío cuando Pompeyo conquistó Jerusa- lén y encontró á Hircano Di disputándose el mando su- premo de la Judea y del Pontificado. X. Parece que és más acertada la opinión de los que creen que la Soberanía reside en el mismo Dios, y que este la concreta de diversos medos; según- conviene á.la Providencia divina, y 9 la na Ye —361 — libertad humana, al provecho de los pueblos y á esa sabia eco- nomía que conserva la unidad en la variedad de todas las cosas materiales, espirituales y morales de la humanidad; pues si por un momento fijamos nuestra atención, vemos muy claramente, que no habiendo unidad absoluta en todos los séres, no la hay tampoco en el modo de adquirir la autoridad. or esto dijo muy bien Taparelli al hablar de este asunto: “Como el lector habrá advertido, no estoy haciendo otra cosa que aplicar al orden moral una ley universalísima del Creador, á quien plugo reflejar en la unidad cósmica la perfectísima unidad, onde se contiene por modo eminente la variedad de lo creado, se- - llando así sobre cada una de las creaturas ciertas formas primiti- vas, de cuya íntima unión son el elemento material, nace é en el orden creado una variedad inmensa, constantemente di- rigida por dos leyes de unidad y de multiplicidad, de general y de particular, de especie y de individuo, en cuyo conocimiento se encierra por conclusión, toda la enciclopedia especulativa y prác- tica. Así, según la ley universal de los cristales, estos nacen de la convinación de un'ácido con unabase; pero ¡cuán innumerable variedad de cristalizaciones produce esta ley única! Una es la forma del proteo, como llama Hauy el carbonato decal; pero cuantas figuras extremadamente varias se engendran enella. . Una es la vid, una la rosa; pero que variedad de sabores en la prime- de. hermosura en la segunda,.... Pues á esta ley uni- versalísima de la variedad pretenden algunos sustraer el orden so- cial, cuando en él debe ser la variedad más multiforme: en lo ma- terial ningún elemento contraviene al querer indeclinable del Crea- dor, mientras que la naturaleza inteligente, que forma la sociedad, está regida por la libertad, que tanta parte de acción deja á la di- versidad de los ingenios y voluntades de los hombres.” : El Supremo Soberano unas veces concreta la autoridad de un modo necesario, pues uno en el padre de familia, al cual por amor, por deber, por reconocimiento y por necesidad obedecen los hijos, no sólo como á padre, sino también como á Jefe de la familia, de la tríbu y hasta de un pueblo entero. Así la concretó en dán, en Noé, en Abraham, en Isaac, en Jacob y en todos los pa- triarcas. Así la concreta hoy en lastríbus de América, Asia, Afri- ca y Oceanía. Entonces no cabe duda de que la Soberanía que emana-de Dios reside allí donde Dios la ha colocado como en uno de sus Vicegerentes. ¿Quién ha puesto en duda esta Soberanía necesaria? : : . viduos que no.son el padre: así sucedió cuando la concretó en Joseph, hijo de Jacob, á quien obedeció su padre comoá ministro de Farahón. En Moisés, en Josué y en algunos de los Jueces, y Biblia convence al entendimiento más obsecado, de estas Sobe- se: PE EP —362— ranías necesarias. * Moisés fué un Soberano necesario para libertar + pueblo de “Israel, Josué para + eo la tierra de Canáan lt ro gre- dióta. Sansón para librarle de la dura servidumbre de los filis2 teós, cp Macabeo para sustraerle de la tiranía é impiedad de cha tío adigd que estos son prodigiosque hoy nose repiten: que el Bobiérno Judíó era teocrático puro, y quepor eso obraba Dios pa: pues los hemos visto repetidos no pocas veceshasta os pueblos cuyos gobiernos han sido el reverso de la teocra- dla. Leyendo atentamente la historia se comprende que la Provi- dencia tomó de la mano á Napoleón primero, así como en otro tiempo tomó á Saúl. hijo de Cis, le hizo ungir con el Sacerdotesu- premo, Pio VII, como lo hiciera Samuel, y concretó en él la au- toridad dándole la Soberanía del pueblo más anárquico y más au- daz del mundo. Antes había hecho lo mismo con Alejandro, que imberbe todavía supo encerrar en el puño de su mano la Grecia anárquica, la Macedonia orgullosa y la opulenta Persia; y despuésdetan colo- salpoder, quesegún la expresión de la Escritura, había hecho en- mudecer la tierra, le hace parar á las puertas de Jerusalén detenido por el anciano Jado. ugusto debía ser el Soberano del mundo para preparar la venida del Mesías, y Dios le sobrepone de un modo prodigioso á rivales poderosos, audaces, y de genio militar mil veces mayor que el del cobarde sucesor 5 César. Pero la prueba más clara de que Dios concreta á las veces la autoridad de un modo necesario, es aquella concretación que predijo Isaías, seña- lando aun el nombre de Ciro doscientos años antes del tiempo en que debía verificarse. Durante la edad media Dios concretó E Soberanía de Roma en los Papas, para evitar la disolución de la Europa bárbara: pe- «ro la concretó lenta éinsensiblemente, pues la ineptitud de los Em- peradores ó la molicie fué creando circunstancias, como la de San León el grande, para hacer necesaria la concentración del poder y de la autoridad en aquellos ancianos respetables, ante cuya los bárbaros, y cuya sólida virtud atraía á todos los pueblos y á todos los mandatarios, hasta hacer de ellos los árbitros de toda cuestión política ó' intemaciosal. No fué Pipino, no fué Carlos Magno el que dando álos Pon- tífices el título de Condes de Roma y señalándoles pequeños tefri- torios les dieron la Soberanía, pues antes que ellos, antes que Sus títulos y concesiones ya los Sóberanos Pontífices ejercían autori- «dad amplia y cumplida no sólo en Roma, sino en casi todo elmuñ- do culto, porque así convino para salvar la Europa de Ta.CONTUP- ción del bajo ¡ imperio, de la crueldad 'de los bárbaros, e más tar- de de la cimitarra turca. di Muchas- veces concreta Dios la autoridad de un “modo, vol tario, dejando.al pueblo la designación de la persona, Ó' personas se: Su ss ds F tl da — 363 —. que deben ejercerla. En este caso el pueblo no dá la autoridad, no trasmite la Soberanía, no gobierna, pues la elección es simple- mente el señalamiento del individuo en quien deberesidir tempo- ralmente la Soberanía para la organización y progreso de la aso- ciación: por esto es que Romagnosi ha dicho con razón queelúni- co Soberano verdadero es Dios, y que los Soberanos temporales son únicamente Vicegerentes de Dios; de otro modo no puede explicarse la sugeción en que queda el pueblo después de la ección, pues si fuera el depositario inmediato de la Soberanía podría cambiar la autoridad cuando quisiera, podría dejar de obe- decer ú imponerle condiciones al poder. ¿Cómo podrá llamarse Soberano aquel cuya única misión es obedecer al mismo á quien ha elegido? Pero ni áun al tiempode elegir puede apellidarse Soberano, porque áun en este acto ins- tantáneo no concurre todo él, ni es el resultado de la voluntad general, puestoque una multitud de séres racionales queda exclui- da:naturalmente de este derecho, como sucede con los niños y con los que no saben leer y escribir; otros han sido excluidos del ejer- Cicio de este derecho por la ley ó por la costumbre, como las mujeres, á pesar de que son igualmente racionales y á las veces más que muchos hombres, y que por su misma debilidad y ser- vidumbre doméstica tienen mayor necesidad y más claro derecho de elegir á los q AE p he E E : dumbre, á las veces cruel beranía, ni que el pueblo, el verdadero pueblo, es el que la posee y ejercita, pues en puridad de verdad la elección es la expresión Suponiendo la más grande moralidad política en todos los asocia- LE — a dog, y el respeto más profundo á la libertad dae los electores. ero no es esto lo que generalmente sucede, ni es la elección un asunto libre de la multitud de irregularidades á que están ex- puestas las acciones humanas. En el terreno de la práctica el sufragio popular es á las veces el campo de Agramante, es la caja de Pandora, es la cabeza de Medusa, es el compendio de todo lo malo y víl que afea á la humanidad, porque es la expresión de la voluntad de los más poderosos, de los más audaces, de los m ricos, y no pocas veces de los más corrompidos. El pobre pueblo al ejercer este derecho pone el agua en la cuba de las Danaidas, ó sube con la piedra á la cima como Sísifo, pues jamás llega á con- seguir lo que desea ; no pocas veces es Ixión que engendra en las nubes monstruosos centauros. 14.esto se añade una exclusión absolutaé como que contiene el art. 9? de nuestra ley fundamental, el sufragio queda reducido á cero, porque se priva del derecho de votar á la mitad de los séres inteligentes que constituyen la humanidad, y se co e á la porción más moral de la sociedad y á las veces más inteligente que la no excluida, con lós criminales, á quienes quitan el derecho de sufragio los arts. 11 y 12. ¡Tal es el sufra- gio universal reducido á ley por los mismos liberales que lo pro” como un derecho inconcuso ! q séres racionales; pero aún la tercera parte es el eco de los más acaudalados y de los propietarios, pues los arrendadores y los eo- merciantes por menor no pueden disgustar á los propietarios ni á los banqueros, y el voto se cuenta entre una de las libras esterli- nas que se paga de renta agrícola ó de interéses. Los EE. UU. del Norte son el otro modelo presentado comunmente en esta ma- teria; pero Toqueville nos ha revelado los secretos electorales de la gran República y Grimke, uno de sus más célebres publicistas mo- dernos, nos está diciendo que allí no se elije á los hombres supe- riores, porque estos son ya conocidos por sus hechos, y la prensa libre los desuella de los piés 4 la cabeza cuando algún partido, poco prudente, se atreve á presentarlos: las medianías obscuras y sin tinte conocido, nos dice Grrimke, son las buenas y generales candidaturas, porque la prensa nada tiene que decir. Stuart Mi confirma esta verdad y añade: “La ieicdónoña general del go- bierno representativo, como de la civilización moderna, inclina há- cia la mediocridad colectiva y esta tendencia se aumenta por to- das las reducciones y todas las exclusiones del derecho electoral, las cuales tienen el efecto de poner el poder principal en las manos. de presonas más y más inferiores al nivel más elevado de instruc- ción en la comunidad.” | Ent tros vemos tambié g ] barg de tener hom- bres superiores dignos de regir la República, y capaces de hacer la al a — 365 — felicidad pública, no son elegidos, ni conviene que lo sean, por- que la anarquía y la pérdida casi total del principio de autoridad hace necesaria la elección de aquellos que pueden contener á los malos, sofocar las revoluciones y conservar la paz siquiera du- rante un periodo—Los avisados y enérgicos, antes que los buenos y los sabi10s. No faltan ejemplos de elección popular en la Biblia;

Dicho sea todo esto para que se vea cuan lejos estamos de justificar los derechos de la persona cuando estamos defen- hechos en que do la multitud por una necesidad wre- sistible de un individuo fuera del cual no pueden obtenerse el cual gira todo el orden social. Podemos, pues, concluir di- ciendo: que la necesidad física puede imponernos el deber de la dependencia política, porque el ser de nuestro cuerpo hace necesaria nuestra dependencia del mundo físico.” — 369 — Bhuntschli mp le el mismo principio que Taparelli, pues dice: “Cuando la fuerza funda y destruye de esta suerte, la si- tuación FIAR es sin duda imperfecta: más por ruda que sea la conquista, tiene en su Plis un contenido moral que explica su importancia en el derecho.” Derecho público uni- versal tomo 1% cap. 2% del sida 40. Si. pues hay, como acabamos de ver, muchísimas maneras de concretar la autoridad, élAro* es que la Soberanía está en manos de Aquel único Sér que sabe, cómo y en quién le ha de concretar os constituir su Gerente Esta vo es conocida, no por la revelación, sino por la claridad Eo Le hechos que la demuestran, bién así como la rovidencia dj: ue qe ven hasta los ro en eps en que naturalmente se ven no pocas veces los hombirdacide obedecer á uno ó á muchos individuos determinados, Volun- tad manifestada por la elección directa ó indirecta, la procláma- ción ó el consentimiento tácito, y determinado porel amor, el reconocimiento de los beneficios id el atractivo del talen- to, del valor, de la gloria y del genio. Por esto dice tan poé- tica como - sabiamente Virgilio. va “* Ac veluti magno in yoo: q um sacpe coorta est pass itio, sae ovilebe vulgus; mque faces et saxa sólamt; 2.9 or arma —ministrat: tun pietate gravem ac meritis si forte virum quem onspexere, silent, ad rectisque 5 ribus adstant ; lle regis dictis animos, pectora mulcet. Inzoluntariamente por el deber: de sujetarse á una fuerza fis isica mayor para evitar el aniquilamiento nacional, y Tes debe- La historia, leida con atención, manifiesta que estos dife- rentes medios de concretar la autoridad han estado, y están ac- tualmente en relación íntima con el grado de cultura y civili- zación delos pueblos, así como con sus diversas y á las veces cterogéneas necesidades, pues en los puebies primitivos y costumbres sencillas y naturales parece que el método común de concretación es natural, El padre es el Jefe necesario de la familia y así continúa siéndolo de la tríbu, de las tríbus y á las veces hasta de la Nación, formada por aquellas tríbus y familias. ; Pero la población crece, el territorio se cha, la :in- dustria se mejora, el comercio se enriquece, los conocimientos Se multiplican, y el hombre, que es un sér progresivo, ne- cesita ya de un orden social más complicado, así como lo son ya sus costumbres, sus necesidades y hasta sus caracteres; cam- —JU— ** Conviene, eh Griegos, que uno solo ríga, Pues nunca podréis ser pueblo de Reyes: El cetro obtenga aquel que el Cielo elíja, Reine en la multitud, y la de leyes.” Tliada Canto 2? Cuando las naciones adelantan en cultura y civilización, entonces llegan también áese estado de madurez que necesi- para concretar la autoridad por medio de la elección, y organizar gobiernos representativos más ó menos democráticos, pues ya hemos visto cuantas irregularidades hay en las eleccio- nes populares aun en las naciones más cultas. Tal vez que esta forma de concretación solo puede operar de una manera satisfactoria en los pueblos eminentemente cristianos, y por es- to dijo Montesquiu que el elemento, el principio motor, el alma mater de las Repúblicas era la virtud. +). Stuard Mill al tratar esta cuestión asegura que los pue- blos empiezan por los gobiernos despóticos para llegar más tarde á los representativos, porque estos necesitan de ma- or grado de cultura y adelanto que aquellos; y añade, que se é Inglaterra lo segundo. Los primeros. son aptos para el go- bierno: representativo ;-. los segundos consiguen con aquella for— ma grandes ventajas, porque la opinión pública, manifestada por la prensa, ejerce un verdadero poder moderador que con- cretación de laautoridad guarda también esta ley, y se pone en relación con las circunstancias de las épocas y de los pue- blos, así como cón los caracteres y modo especial de ser cada asociación política. 1. | . XI Parece que el Padre Santo prueba explícitamente la teoría de la Soberanía del pueblo; confirma la opinión de los que asegu- ran que la Soberanía emana de Dios como de propia y única fuente; y se inclina á corroborar el principio de que la Sobera- nía reside en el mismo -Dios, el cual la concreta de distintos mo- =31P=x dos en casita 9 Lomo hombres que han de ser sus Vicegerer- te me es dado comentar ni explicar la palabra alioHáldas del Jefe de la Iglesia, me limito á repetir Era los párrafos de las encíclicas Humanum Genus é Inmortali Dei relativos á estas cuestiones, para que los alumnos las Maite y acepten considerando la expresión genuina de la verdad y de la ciencia. - “Vienen en seguida, dice el Pontífice León XHI en la' encí- clica Humanum Genus, los dogmas de la ciencia” política. tos, son de igual condición. Siendo todos libres por naturaleza ninguno de ellos tienen derecho de mandar á sus semejantes, y es hacer violencia á los hombres querer someterles á cualquie- ra autoridad, á menos que tal autoridad no proceda de ellos mismos. Todo poder está en el pueblo libre; los que ejercen el mando sólo lé tienen por mandato ó concesión del pueblo, y eso de modo qué si cambia la 'voluntad popular, hay que despojar de su autoridad á los Jefes del Estado, aun á despecho de ellos, La fuente dé todos los defechos y de todas las furiciones civiles, ó reside en la multitud, ó: reside en el poder que rije al Estado si está constituido según los principios nuevos. El Estado ade- más ha de ser ateo. Para él no hay en efecto, ninguna razón de preferir una otra de las diversas formas daa 77 á to- das debe considerarlas iguales. “Que tales doctrinas profesen los fracmasones, 'que es para cdo el ideal con arreglo al cual entienden constituir las socieda-. des, cosa.es.cási en demasía evidente para que sea menester pro- barla. Mucho tiempo hace ya que francamente trabajan por con- seguirlo, y 4 eso dedican todos sus esfuerzos y recursos. Abren: así el. camino á otros sectarios numerosos y más audaces que es- tán prontos á sacar de esos falsos principios conclusiones. todavía más detestables, es á saber, la. participación y la. comunidad de, bienes entre los ciudadanos, después qee se suprima toda diekina ción de, clase y fortuna. “Por la voluntad de Dios nacen en dicha los hombres para estar reunidos y vivir en sociedad; la autoridad es el Aer nece- sario para el mantenimiento de la autoridad civil, de tal manera que rota la autoridad, la sociedad se disuelve fatal é iptnediat- mente. ' La autoridad tiene, pues, por autor al mismo Sér que ha creado la sociedad. De modo que guien quiera que sea aquel en cúyas manos reside el poder, esees Ministro de Dios. Por conse- cuencia en la medida en que lo exigen el fin y la naturaleza de la sociedad humana, hay” que obedecer al poder legítimo que man- da cosas justas, como. 4'la misma autoridad de Dios que todo lo gobierna; y nada hay más contrario 4la verdad que sostener que . e la a y del red depende rehusar esa obediencia cuando comode. —312— “La Iglesia pone bajo la garantía del deber y de la concien- cia la obligación de dar al poder civil lo que legítimamente se le e Si hace derivar de Dios mismo el derecho de gobernar, de eso resulta para la autoridad considerable aumento de digni- dad y facilidad más grande de conciliarse la obediencia, el respe- to y el buen querer de los ciudadanos. “¿De donde también se sigue, dice el Pontífice León XIII. en la encíclica inmortali Dei, que el poder público por sí propio, ó esencialmente considerado, no proviene sino de Dios, porque sólo Dios es el propio, verdadero y Supremo Señor de las cosas, al cual todos necesariamente están sujetos y deben obedecer y servir, hasta tal punto que, todos los que tienen derecho de man- dar, de ningún otro lo reciben sino es de Dios, Príncipe Sumo y Soberano de todos. No hay potestad que no parta de Dios. El derecho de Soberanía. por otra parte, en razón de sí propio, no está necesariamente vinculada á tal ó cual forma de gobierno: pué- dese escoger y tomar legítimamente una ú otra forma política, con tal que no le falte capacidad de obrar eficazmente el provecho co- mún de todos. “* Mas cualquiera que sea esa forma, los Jefes del Estado de- ben poner la mira totalmente en Dios, Supremo Gobernador del República. Porque así como en el mundo visible Diosha creado causas segundas que dan á su manera claro conocimiento de la naturaleza y acción divinas y concurren á realizar el fin para el cual es movida y se actúa esta gran máquina del orbe, así también ha querido Dios que en la sociedad civil hubiese una autoridad principal, cuyos gerentes reflejasen, en cierta manera, la imagen de la potestad y providencia divinas sobre el linaje humano. *“*Y en efecto, una vez convencidos de que los gobernantes tienen su autoridad de Dios, reconocerán estar obligados en deber de Justiciaá obedecer á los príncipes, á honrarlos y obsequiarlos, á guardarles fe y lealtad á la manera que un hijo piadoso se goza en honrar y Obedecer á sus padres. Toda alma está sometida « las potestades superiores. —Noes:menos lícito despreciar la potes- tad legítima, quien quiera que sea el poseedor de ella, que el resis- tir á la divina voluntad. — 3 TA man del derecho nuevo ] acerca del gobierno de los Estados, lo dice la misma razón natural, porque la naturaleza misma enseña que toda potestad; cualquiera que sea y donde quiera que resida, proviene de su Suprema y Augustísima fuente, que es Dios, que el gobierno del pueblo, que dicen residir esencialmente en la mu- chedumbre sin respeto ninguno á Dios, aunque sirve á maravilla para halagar y encender las pasiones, no se apoya en razón alguna que merezca consideración, ni tiene en sí bastante fuerza para con- servar. e seguridad pública y el orden tranquilo de la sociedad. verdad, .con tales doctrinas han llegado las cosas á punto que se Hi por muchos como legítimo el derecho á la rebelión, pues ya prevalece la opinión de que no siendo los gobernantes sino delegados, que ejecutan la voluntad del pueblo, es necesario que todo se mude al compás: de la voluntad de éste, no viéndose nunca libre el Estado del temor de disturbios y asonada. ” Después de haber escuchado la palabra infalible del Jefe de la Iglesia creo que podemos concluir asegurando que en la cues- tión—donde reside la Soberanía—hay dos opiniones, de las cua- les la una no está reprobada y puede defenderse hasta que la Igle- sia pronuncie su fallo autorizado. Tal es la de qué la Soberanía reside en la Nación, es decir en la eto y la multitud reunidas. Pero la otra opinión.—La Soberanía reside en el mismo Dios y Éste la concreta donde su sabia é infalible Providencia sabe que conviene, "Parece más autorizada por el texto sagrado, antiguo y nuevo, así como por el Padre Santo y la conducta observada por los Apóstoles y los fieles en los primeros siglos de la Iglesia. No faltan tampoco escritores sagrados y publicistas que suscriban á esta Opinión: pues si bien Suárez y Belarmino parece que se in- clinan á la primera, pero si se les estudia detenidamente se ve que estos sabios Jesuitas, persuadidos de que los príncipes mal acon- sejados habían sido en el siglo XVI el apoyo del protestantismo, tuvieron á bien manifestar que Dios no siempre concretala a nía en un Rey, pues á las veces lo hace en la Nación, dándole al pueblo el derecho de elegir como medio de concretación. Dios le dijo á á Farahón—-* Para esto te he puesto, para manifes- tar en tí mi fortaleza, y para que sea referido mi nombre en toda la tierra. Exodo IV, V, 16. Epístola de San Pablo álos Roma: nos. ap. V. 17. El Profeta Daniel le dijo al Rey Baltazar: “Oh Rey, el Dios Altísimo dió á tu padre Nabucodonosor el reino, y la grandeza, la. gloria, y por la grandeza que le dió, todos los pueblos, tríbus y len- guas Je respetaban y temían, “Mas cuando su corazón se levantó, y su ánimo se obstinó en la e fué depuesto del trono de su reino, y le fué quitada su gloria, hasta que reconoció que el Altísimo tenía poder en el reino de los pa y que levantaba sobre el trono á cualquiera que quería. Yal mismo Baltazar le dijo: “dividido ha sido tu reino, Y. se ha dado 4los medos y los persas. —374— Cuando Pilato le dijo á Cristo: ¿á mí no me hablas ? ¿no sabes que tengo poder para crucificarte, y que tengo poder pa- ra soltarte? Respondió Jesús: no tendrías poder alguno sobre mí sino de hubiera sido dado de arriba. “Toda alma, dice el Apóstol, está sometida á las potestades superiores: porque no hay potestad, sino de Dios: y las que son, de Dios son ordenadas. Por lo cual el que Pesiste 3 á la potestad, resiste á la ordenación de Dios. ... Porque es Ministro de Dios para tu bien... - vengador en ira contra aquel que hace lo malo* Por lo cual es necesario. que le estéis sometidos, no solamente por la ira, más también por la conciencia. Por estacausa pagáis también tributos: porque son Ministros de Dios, sirviéndole en esto mis- mo Sa an Juan, en el Apocalipsis, llama á Cristo: “Príncipe de los Reyes de la tierra” y al describir al Verbo dice: “Y tiene en su vestido y en sumuslo escrito: Rey de Reyes y Señor de los Señores. Esta: po combaten “algunos diciendo: Luego no existe el derecho de insurrección, y los pueblos deben obedecer pacien= temente aun á los mandatarios injustos; y esto es. así, los pue- blos no son responsables ni dignos de castigo por las faltas de los magistrados, lo cual está pnratida Por las Pan letras y por la Historia. Pero sí es una verdad inconcusa que la obert está limi- tada por la Justicia, y que los magistrados están constituidos no para provecho propio, sino para conducir á los pueblos á fin re- moto por medio del fin próximo, claro es que no deben ser obe- decidos en aquello que contraría radicalmente estos principios; y gunos de los Reyes de Judá obligaron al pueblo a idolatrar, ó al menos lo estimulaban con su ejemplo; y por esto fueron castiga- dos, pues debieron haber resistido; pero cuando las faltas son pu- ramente políticas ó administrativas, además de que caben medios legalés de corrección los individuos no són los llamados ácastigar. Tapaárelli parece que conviene en el derecho de insurrección cúan- do el magistrado es pertinaz y gratuitamente injusto y no son mayores los males de la ¡ opticos pero Pacheco va todavía más allá y condena la insurrección recordando el ejemplo de los már- tires y asegurando que los males políticos y sociales los remedia laProvidencia lentamante, sin que el hómbre tenga derecho de entrometerse en esta acción providencial, cuyos efectos deben es- perar las generaciones: que por esta falta de paciencia las revo-, luciónes empeoran las condiciones de los pueblos en vez de me- jorarlas. “Las revueltas intestinas perdieron á lós griegos, los rO- manos y los bárbaros. La Alemania, la Inglaterra y la Francia" habrían progresado más sin las revolticiónes que con ellas, pues . su Na actual se ha operado á pesar de las revueltas y Gia — Y — por circunstancias económicas y sociales que han superado el obstáculo opuesto por los perturbadores del orden. - Todo en la naturaleza está subordinado, tanto lo físico co- mo lo moral é intelectual; el individuo está subordinado al padre ER familia, ésta al Municipio, éste al Magistrado ó . magistrados supremos, y estos á su vez, lo están á Dios, á sí mismos por la conciencia y el deber, á la opinión pública, á los Senados ó Cor- poraciones supremas y no pocas veces á la humanidad, que los juzga y reprime. Si Dios ha establecido esta concatenación ad- mirable, esta máquina perfecta de la cual Él es el eje y el motor; ¿para qué buscar otro centro múltiple, vario, apasionado, falible y versátil como la multitud ? ntes de concluir. da todo lo dicho advirtiendo que me he limitado en esta lección á exponer los diversos sistemas, pero sin desidir, pues si es ed que la ciencia ha pronunciado su última palabra respecto de algunos principios, no así respecto de otros, La Soberanía emana de Dios, y esta limitada por la Justicia, Hé aquí dos principios generalmente admitidos aún por los pro- testantes y liberales de buena fe. La Soberanía reside en el Pueblo. Esta opinión se halla com- batida y casi generalmente desechada por los publicistas de q y reprobada por la palabra del Padre Santo. La Soberanía reside en la Nación. Desde el siglo XVI hasta hoy han sostenido esta. doctrina publicistas de crédito eminente; este último principio habéis escuchado algunas de las phe siones que se le oponen; pero visto también que no está condenado. La Soberanía reside en el mismo Dios, el cual la concreta se» gún conviene á su Providencia divina Jas necesidades de los pueblos J las conveniencias sociales, en aquel ó ó aquellos á quienes constituye sus Vicegerentes, Esta verdad tiene.en su apoyo las razones ex- Puestas, las lecciones de la Historia, la conducta de los primeros cristianos y la aprobación implícita del Jefe de la Eglesia, no faltan- do textos sagrados que parece la. confirman, . Cuando la ciencia Progrese, prevalecerá, pues lo Sad ab ner” a na- citur 07 do.” PRONUNCIADO POR,EL Señor Docror D. José NicoLáÁs CAMPUZANO, PROFESOR SUSTITUTO DE LA CLASE, DE - Derecho ISA AL PRINCIPIAR- EL CURSO ESCO- LAR DE 1887 Á | Señores : | edo Cuando ve llamado por vosotros á tomar parte en la deli- cada, puesto ata labor, de educar á la juventud de mi pa- tria, E id da debilidad de mis fuerzas puso vacilante mi yo- dicando los o sacrificios en pro de la más escojida y noble pan de sus uese religioso deber que no se lo puede quebrantar sin amargu- me á vuestro lado, y de la cual os doy público testimonio; ese e SS á la naturaleza completa del hombre, y en particular, á a de la facultad intelectiva, sujeto en quien reside la ciencia. atu todas sus ventajas. Inventor del telégrafo y de los vapores, 1 7 siera recorrer en un instante los espacios infinitos de la verdad. apartémonos, en lo posible, de esa pretensión vanidosa y por de= más soberbia del presente siglo. Ni tenemos para eso necesidad e grandes esfuerzos: nos bastará someternos á esa ley de natu- raleza, en virtud de la cual todo sér, en su perfeccionamiento, tiene que ir ascendiendo gradual y paulatinamente hasta llegar al punto á que está llamado á ocupar según los designios del Creador; bastará fijarnos en que nuestro entendimiento no puede penetrarlo todo en una sola mirada y que debe proceder él tam- bién por grados en la asecución de la verdad; bastará ir de lo simple á lo compuesto, de lo particular á lo general, adquirir en fín, aquellos conocimientos que sirven de base á los demás. Los hijos de este siglo quisieran abrazar todos los ramos del saber, especialmente aquellos cuyo objeto es la materia en sus diversas formas y relaciones; sólo miran con desdén las. que se proponen estudiar la entidad más noble del Universo, á saber, el espíritu y cuanto le concierne. Quisieran ser á un tiempo geógrafos, matemáticos, químicos, geólogos, médicos, jurisconsultos, políti- cos, estadistas, y sobre todo esto, también consumados literatos. Y tanta ciencia van á buscarla, no en las obras bien meditadas de los sabios, sino en las hojas periódicas de los charlatanes que se estiran por parecer representantes legítimos del siglo de las lu- ces;-los libros van olvidándose por la generali e los que as- piran á conocer algo del Universo, de sus leyes y de sus causas, Gran desgracia, Señores, que merece ser remediada oportuna- mente, - A fín de que el estudio sea provechoso y nos sirva de ins- trumento para -romper el negro envoltorio de ignorancia en que nace nuestra a es menester que os Á ser so- para los cuales hemos nacido con disposiciones; es necesario que sepamos sacrificar lo curioso á lo útil, lo útilá lo necesario. Si vosotros, jóvenes, siguiérais estas máximas, llegaríais á ser cóns- pícuos en las carreras que habéis abrazado; os pondríais lejos de esa necia presunción y de los errores que engendra la ilustración Supabióil, y aun cuando conociérais menor número de cosas, las comprendiérais mejor y más profundamente. _ Bién sabeis, Señores, que hay una ciencia madre y maestra de las demás, que contiene los fundamentos de todás y 1 nos dá las últimas razones de cuanto encierra el Universo. € quiera llegar á la sabiduría, debe haberse familiarizado con esa — 318 — estudio dela verdadera filosofía racional, sustituyéndola con una espuria, empírica y superficial. De aquí vinieron tantos errores que casi han sepultado las verdades en funestos escombros. si Jesucristo, verdad incoada y eterna, no estuviese alumbrando constantemente, por medio de su Iglesia, las oscuridades de este mundo, hace ya más de un siglo el linaje humano estuviera se- pultado en abismos más negros y profundos que los en que estu- vo sentado bajo las espesas sombras del paganismo. Cuando las ciencias vuelvan á vigorizarse con el estudio de la filosofía ra- cional, cuando acudan á ella para explicar los misterios de la creación, cuando oigan de sus Tabiaaia que es el alma humana, lo que es el hombre, lo que es la sociedad, lo que es Dios, enton- ces se convertirán en caminos que nos conduzcan á beber los to- rrentes de luz que corren á raudales de la Sabiduría misma. _ Si, pues, á vosotros jóvenes, os sobra tiempo para otros es- tudios que no sean los que venís á hacer en esta casa, yo 0s acon- _Sejara que, antes de daros á la lectura de novelas y poesías bala- díes, revolviérais una y otra vez los libros de la filosofía. Ellos os darán alimento sustancioso para vuestras inteligencias y_ se- rán preservativo eficaz contra tantos errores como vagan ahora por el mundo. : Os dije, Señores, que el estudio debe estar en conformidad con la naturaleza com Jota del hombre, si ha de conformarse ú su objeto propio, esto es, á la perfección de la naturaleza huma- a. Esta, inquieta y turbada, ha buseado en todo siglo, sin in- - terrupción de ninguna clase, un centro donde descansar, donde se aquieten los anhelos de su corazón que busca lo infinito, pues el hombre tiende eon todo su sér á la posesión del bién y del Bién Supremo. Que éste es su fín lo están diciendo las criatu- ras en concierto sonoro y admirable; se lo dice la caducidad de su cuerpo, la inmortalidad de su alma, la luz de su inteligencia, los latidos de su corazón. - Y si este es su fín, debe tenerlo pre- sente en todas sus operaciones, con especialidad, en las más no” bles y elevadas, en aquellas en que se ejercitan sus facultades esenciales, como son el entendimiento y la voluntad. La cien- cia, cualquiera que ella sea, no puede prescindir del Bién Supre- mo, sin dejar de ser ciencia, así como el amor, sino está vivifica- o por la caridad, no es amor verdadero. Por haber olvidado estas verdades, la sabiduría moderna ha introducido confusión espantosa en todas las ciencias y ha conmovido así todo el orden moral que constituye la vida del individuo y de las soci Y sino mirad, Señores, lo que pasa en esas soberbias naciones del viejo mundo. Prendadas de la brillantez de su civilización, creyeron que Dios estaba por demás en el Universo, y han rrado su nombre inefable de la filosofía, de la geología, de la me- dicina, de la jurisprudencia, de la política, de todo, y con borrat- lo, se van metiendo en una fastuosa barbarie que puede compe- tir muy bien y con sobradas ventajas con la civilización de Men- — 379 — fis y Babilonia. La vieja Europa, la culta Europa, si no vuelve sus ojos á la salvadora de las naciones y de los pueblos, á la Igle- sia Santa, si no reinscribe el nombre de Jesucristo en sus códi- gos, en sus libros, en su filosofía, en su medicina, en su juris- prudencia; sino pone de nuevo la cruz en la corona de sus re- yes, perecerá cierta é infaliblemente y la luz pasará á otras na- ciones más humildes, para posar en ellas y darles paz y ventura. Ojalá, Señores, esa luz no se aparte jamás de nosotros, y no se apartará, sl seguimos, como hasta aquí, subordinando las cien- clas al magisterio de Dios, si no evitamos el ser iluminados por sus resplandores y si conservamos su reim así como en la familia, en el Estado, en las ciencias y en las artes, en todo, porque del Señor es el Universo y cuanto él encierra. os impíos han logrado inducir á muchos incautos en el monstruoso absurdo de que mientras impere Dios en los pueblos, éstos no gozarán de ninguna libertad. Al decirles eso, ivritaron la pasión más ciega y más insensata del hombre, la soberbia, y sin examinar en qué fundamentos se apoyaron esos hombres pa- ra lanzar semejante blasfemia, los ignorantes pusieron sus bra- zos en la obra y desterrar á Jesucristo del reinado de las socie- ades. Y como los impíos viesen que para lograr este empeño, el camino era reducir la blasfemia á sistema de doctrina, funda- Ton una escuela de ciencias políticas, en la cual todo conspiraba á su intento infernal. Pudiéramos decir que el trabajo de las demás ciencias contra la Religión, se sintetizó en las públicas. Plantas á los filósofos, á las universidades, á las ciencias. Para honra nuestra, á este establecimiento le toca la no es- casa gloria de haber sido uno de los primeros en alzar su voz Con- tra esa pretendida ciencia, de haberla sometido á las enseñanzas divinas, de haber principiado á dictar una política cristiana. Con esto, los ca seis esta Universidad han cumplido uno 70 los me ads deberes, y uc o con la lealtad que corresponde á ben muy bién aia conciencia no qu “tranquila y que lle- varían sobre sí una responsabilidad inmensa, si á una juventud generosa y bién intencionada, la extraviaran en punto tan Impor- tante, desligando los estudios de las enseñanzas católicas; saben que las semillas de bién ó de mal que se echan en esas tiernas Inteligencias, deben dar frutos perpetuos de saludó de muerte para la patria; saben que la grandeza de esta se halla en la pose- sión de la verdad y del bién, y como-buenos hijos de ella quie- ren inmortalizar su dicha y la las amargas lágrimas que seguro, seguirán cumplien- nod de la Iglesia. Sa- — 380 — al fín y al cabo arranca á los pueblos la enseñanza del error. Con hacer esto, los profesores cumplirán la sustancia de sus obli- gaciones y prestarán así un servicio inmenso á la causa de la ci- lización y de la patria. | Sin sentir, Señores, he hablado siquiera brevemente de los deberes de los profesores. No pensé hacerlo, porque juzgaba atrevimiento en mí insinuar algo acerca de eso á maestros tan ilustrados, tan concienzudos, tan patriotas y tan católicos como los que tiene en su seno esta Universidad. Mas, ellos que han cumplido con su principal deber, antes que enseñanza, verán en mis palabras el aplauso de su conducta, la felicitación que me- rece quien obra recta y sabiamente. E Me propuse también, Señores, hablar de las obligaciones de los. discípulos; aunque entiendo que los jóvenes que me escuchan las conocen muy bién. oos dañará, con todo, si os tralgo á la memoria lo que vosotros mismo no ignoráis. Las máximas que nos guian en la vida práctica deben sernos recordadas fre- cuentemente, aun cuando las conozcamos con perfección, por el peligro que corremos al olvidarnos de ellas. El amor á la ciencia debe ser el principal móvil del estudio; pues, sin este amor, el éspíritu no tiene el vigor que requieren las tareas escolares, no profundiza ninguna materia ni se levan- ta á las altas regiones de la verdad ni va en pos de luz : los bie- nes suprasensibles no son el patrimonio de dd que se encuen- tran encadenados por los encantos de la materia. Si estamos de TR á ella, ni los dotes del entendimiento ni la dedicación estudio ni los constantes sacrificios bastarán para empujarnos e las comunes medianías. El alma del sabio se mue- no pueden compendiarse en esa sola; porque quien ame la cien” cla no omitirá sacrificio por pa será disciplinado, mo- vero, constante y aun religioso. Bien quisiera, amados jó- venes, aumentar en vuestros pechos la sed de sabiduría para que así.os coronárais de gloria y enalteciérais á la patria. . discursos valdrían muy poco, aun caso de que fueran elocuentes, á presencia de los ejemplos que os dan vuestros profesores, ex- — 381 — ceptuado el que ahora os habla. Seguídles, Señores, y en brete obtendréis las palmas que en este plantel se guardan para los jó- venes estudiosos y que buscan con afán los secretos de la ciencia. MEDICINA: INVESTIGACION ACERCA DE CIERTOS casos PERNICIOSOS y ENFER- “MEDADES DE NERVIOS, 4 Por Manuel María Casares, Profesor de Patología gene- ral y Nosografía. M de abril del presente año, ha puesto fín á las reclamaciones 9 sur- gieron con motivo del distoma hepático; por lo tanto, no debo ya ocuparme en un punto desprovisto de interés y actualidad. Mas siendo indispensable desentrañar el secreto de las dos proposicio nes etiológicas enunciadas, me tomo la libertad de pedir As luces, á fin de ver si desaparece la confusión de las ideas, ya que un Profesor debe aprovechar las ocasiones que se le ofrezcan de estudiar y aprender algo útil para la enseñanza. a importancia delas opiniones, objeto de este artículo, sal- ta á la vista: esos casos perniciosos, aquellas enfermedades de ner- vios son efectivamente hechos particulares recojidos y acumula- dos por la observación diaria de uno de pt cos más acredi- tados en Guayaquil; y como el progreso y adelanto de la Patolo- gía general consisten en reunir hechos aislados, para deducir le- yes generales que vayan robusteciendo las bases del edificio mé- dico, si resultan exactas las opiniones citadas, deberá ensancharse y enriquecerse el extenso campo de la Patología, con la adquisi- ción de hechos completamente nuevos. Supongo que los Señores Profesores de la Facultad Médica del Guayas se mantendrán firmes en la resolución de estudiar y experimentar hasta la saciedad: espero se hagan las investigaciones . EPPECICLOAS Ni — 382 — clínicas y anatomo-patológicas convenientes, Y veremos los re- sultados. Ahora bién, para la resolución de un problema nosológico es necesario precisar debidamente las ideas y palabras, de otro modo es imposible obtener conclusiones provechosas. Ahí está la his- toria de la Patología: cuando se abandona el método científico, no se consigue otra cosa que enredarse y perderse en el laberinto de las hipótesis y de los errores. Qué ventajas produjo para la ciencia el misticismo médico de la edad media? Elevando la luz demasiado hacia las alturas, perdió la noción del terreno en que pisaba y se quedó en completa oscuridad. Si queremos discutir de una manera provechosa, debemos expresar con claridad y precisión nuestras ideas: ¿resolverémos acaso debidamente un problema ó expresarémos con claridad una idea, si nos limitamos á decir casos perniciosos y enfermedades de nervios originadas talvez, por los distomas del hígado? Se- res microscópicos... .! : Evidentemente, el Señor Doctor Lascano, al emitir su opl- nión, tuyo en cuenta los. casos perniciosos y las enfermedades de nervios que el mismo ha observado muchas veces; luego estamos en presencia de hechos concretos, con forma y caracteres particu- lares, mies para ser especificados y aun descritos : ¿ por qué no se emplean expresiones "más terminantes ? Es del todo imposible pensar, ni por un momento, en la fie- bre palúdica perniciosa; cometeríamos un absurdo científico in- tolerable para la civilización médica moderna. Si estimara en poco la honradez científica, diría que lo indeterminado de las ex- ETE me autoriza para suponer hasta lo mas incomprensl- e; pero no malgastemos tiempo en creencias sin fundamento. ¿Cuáles serán, pues, aquellos casos perniciosos ? Porinterés de la ciencia, desearía más claridad en los conceptos; en mate- rias científicas, no hay otro medio de discurrir acertadamente. ' Uxplíquese y desenvúelvase la opinión emitida y tendremos á que atenernos; mientras tanto nos ahogarémos en hipótesis, erro- res y contrasentidos. in Det manera, no comprendo cómo los distomas produz- can directamente las enfermedades de nervios: los séres parasita- rios, ¿ se alojan en el sistema nervioso, ocasionan las respectivas lesiones materiales y producen las enfermedados de nervios? (!) Enfermedades de nervios, cuales? El histerismo? Impo- sible. El neurosismo? No se concibe La irritación cerebro- cardiaca? . Mas dificil aún... .Concluyamos, si no hablamos tico, comisión á la cual tuve la honra de pertenecer; van á sor- prenderse indudablemente, al ver que se insiste contra hipótesis Td niciosos y enfomedidas de nervios: -Haboh ska e demanda anezilio y nera de fuerzas. son los puntos que conviene ésclarecer, si no queremos emplear SN y generalidades impropias e una discu- sión científica 2 Qué especie ó especies mórbidas están comprendidas: en el grupo llamado casos perniciosos ? 2% Cuáles son las FORTE de nervios producidas direc- tamente por los distomas del híga: no se arguya que norris es esta la materia del es- tudio y experimentación; no sólo las opiniones sino hasta las dudas deben ser motivadas por alguna razón plausible. Al for- epic es menester darle algún fundamento; porque tal fundamento ha de ser la guía para las investigaciones ulterio- res, que oían ó destruyan dicha hipótesis. Pues bien, en el caso actual, ansiamos descubrir aquel fundamento: no se con- cibe una ¡dea : científica si nó la engendran motivos mas ó menos Sor ri y tonformes con ur principios de la ciencia. má; sto si está expresado con claridad, se han 0b- clic casos perniciosos y enfermedades de nervios originadas, tal vez por el distoma hepático: descríbanse dichas especies mór- bidas observadas y tratarémos de convencernos. | terminar, quedamos enla persuación de que amor , Por al progreso de la Medicina en el Ecuador, se desarrollarán é ilus- trarán los puntos dudosos, indicados. pS. BOLETIN UNIVERSITARIO PIRSONMALA DA AA UNIVABIDAD EN EL PRESENTE AÑO ESCOLAR DE 1887 Á 1889. EMPLEADOS. Rector de la Universidad señor Doctor Elías Laso. Vicerrector Mariano Bustamante. Secretario ee $ “ + Mauuel Baca M. Prosecretario 45 di “José Bolívar Barahona. AS se e «Carlos Casares. Colecto H 1 Don José Julio Tobar. Oficial a de la Secretaría, e Rodolfo Carcelén. Director de la Imprenta, “Rafael María Bermeo. ti oi las télmmles * PO po OS la Universidad, LROFMESORES. Señor Doctor Julio B. PaÁuez Decano de la Facultad de Jurisprudencia y Profesor de Derecho Internacional, Derecho Ad- ministrativo y Ciencia Constitucional. Señor Doctor Elías Laso, Profesor de Economía política y Legislación. Señor Doctor Carlos Casares Profesor de Derecho civil ro- mano, español y ecuatoriano. Señor Doctor León Espinosa de los Monteros Profesor (interino) de Derecho práctico. eñor Doctor Nicolás Campuzano, Profesor (sustituto) de Derecho canónico. Señor Doctor Rafael Rodríguez Maldonado, Decano de la Facultad de Medicina y Profesor de Terapeútica y Materia médica, Señor Doctor Rafael Barahona, Profesor de Fisiología é Hi- giene privada. Señor Doctor Miguel Egas, Profesor de Medicina Legal, é Higiene pública. Señor Doctor Ezequiel Muñoz, Profesor de Cirujía y Obs- tetricia. Señor Doctor Lino Cárdenas, Profesor de Farmacia y Toxi- cología. : » Señor Doctor José Darío Echeverría, Profesor de Anatomia descriptiva. — 38) —= Señor Doctor Rafael Arjona Silva, Profesor de Clínicainterná: Señor Doctor Manuel María Casares, Profesor de Patología fieneral, Nosografía y Anatomía patológica. Señor Doctor José María Troya, Decano e E Facúltad de oa y Profesor de Física aplicada á la << 3E R. P. Luis Sodiro; Profesor de Botán Señor Doctor Miguel Abelardo de Profesor de Zoología general. Señor Doctor Manuel Herrera; Profesor de Química otgáni: ta y analítica. eñor Don José María Vivar, Profesor de Química orgánica y e e R. P, Jacint6 La Caniera, Decano de la Facultad de Filosoz fía y AA y Profesor de Filosofía raciona Señor Doctor Honorato Vázquez, Profesor (sustituto) de Li teratira: A : Señor Don Manuel María Pólit; Profesor de Francés é Inglés: Alumnos de lá Facultad de Jurisprudenciá, ELASÉ DE DERECHO CIVIL; Señores: Eduardo A quo a , j osé B is F. Flores > Juan Dantata Botjá; a M. Ganportb er Borja, Joaquín Lartea; edro pe e ies Sergio Molineros, Eduardo Bue Virgilio Ontaneda, Vicente Cáni. José M. Leonardo Carrillo; Alberto Poñce, Manuel orrea, Alejandro P Nicanor Correa, Alejandrino Rivadentirá: - Manuel Escuderó, Francisco Urrútia; Luis F. Villacrés: CLASE DE DERECHO CANÓNICO: Señores. Eduardo a Manuel Correa; osé Bar Luis F. Flores; uan sie Borja, Joaquin Larrea, juan Borja, Sergio Molineros; - diiardo Bueno; José M: Peña, — 386 — Pedro Antonio Bustamante, | Alberto Ponce, Vicente Cabrera Alejandro Ponce Leonardo Carrillo, Alejandrino Rivadeneira, Manuel Escudero,, Luis F. Villacrés,, Julio Fernández Virgilio Ontaneda, Nicanor Correa, '- Francisco Urrutia, Víctor M. Gangotena. CLASE DE ECONOMÍA POLÍTICA, DEÑOFES.. Julio Andrade, Gabriel Buendía, Nereo Cabezas, | Luis Felipe Mesías,. Agustín Cevallos, ' Gonzalo Miranda, Alejandro Coloma, '- Carlos Moncayo, Luis Castro, -— Vicente Pallares, Virgilio Cajas, Manuel Pachano, Miguel Antonio Cruz, César Polit, Teodosio Dávalos: Ricardo Pazmiño, Camilo Daste, Eloy del Pozo, Márcos Durango, - Antonio José Quevedo, Julio Granda, ; . Alejandro Salvador, Benjamín López, Carlos Terán, Daniel Yanes,. + Elías ToroFunes, Benjamín Yerovi, Benjamín Vega, Abelardo: Manosalvas, - Manuel Villagómez, Aurelio Villagrán. £LASE DE DERECHO ADMINISTRATIVO Y CIENCIA CONSTITU- CIONAL.. Señores. Julio Andrade, ; Abelardo Manosalvas, Gabriel Buendía, - Luis Felipe Mesías, Nereo Cabezas, : Gonzalo Miranda, Agustín Cevallos, Carlos Moncayo, Alejandro Coloma, - Vicente Pallares, Luis Castro, Manuel Pachano, Virgilio Cajas, César Pólit, Miguel Antenio Cruz, Ricardo Pazmiño, Teodosio Dávalos, : Eloy del Pozo, Camilo Dáste, : - Antonio José Quevedo),. Marcos Durango, Alejandro Salvador,. Julio Granda, Carlos Terán, Benjamín Lopez, Elías Toro Funes, Daniel Yanes, Benjamín Vega, Benjamin Yerovi, Manuel Villagómez, : Aurelio. an Pi CLASE DE DERECHO PRÁCTICO, PRIMER CURSO. DEÑOres. Alberto Aguirre, Nicanor Hidalgo, Miguel Arregui, Manuel Larrea, Nicolás Astorga, - Gabriel Monje, Julio Chiriboga, Juán Mosquera, Eduardo Espinosa, Clemente Ponce, Antonio Falconí, | Rosalino Poveda, Demetrio Paz y Miño, Federico Terán, José P 0zO, Wenceslao Vázcones, José Stacey, José Velasco, Aurelio Villagómez. CLASE DE «DERECHO PRÁCTICO. A AX SEGUNDO CURSO, Señores. Leopoldo Araujo, Manuel Naranjo, Ulpiano Araujo, José Miguel Ocampo, Luis Emilio López, Pedro Palláres, Miguel Loaiza, Manuel Terán, Luis Cabeza de Vaca. Alumnos de la Facultad de Medicina y Farmacia. A CLASE DE ANATOMÍA. Señores. Lucindo Almeida Eliseo Oidóhez, José Ponce Elizald, Carlos Domigo Sáenz, Ricardo Núñ Alejandro Villamar, Maximiliano | anión Tarquino ViterL CLASE DE FISIOLOGÍA É HIGIENE PRIVADA, Señores. Alberto Cortéz, - Enrique EA Manuel María Maldonado, Luis Salvador, — 388 Tor y CEASE DE PATOLOGÍA GENERAL, NOSOGRAFÍ ÍA M ANATOMÍA PATOLÓGI GA, Señores. Juán Antonio Arturo, Carlos Barreiro, Virgilio Arregui, José María Corral, Elías Almeida, Ricardo Darquea, N icolás Baca, Elías Vacas. CLASE DE TERAPEÚTICA Y MATERIA MÉDICA, Señores. Julio Paredes, Samuel Buendía, Reinaldo Samaniego, Mariano Domínguez, CLASE DE FARMACIA, ” Señores. Reinaldo Samaniego, Julio Paredes, Samuel Buendía, Mariano Domínguez, CLASE DE CLÍNICA INTERNA, : Señores, Urcisino Alvarez, Elías Gándara, Julio Vázcones, a Robalino, Teófilo Cabezas, Luis Ter Leonardo E stupiñán, Rafael Rivadencira, César Lozada, | Luis Vivanco. CLASE DE TOXICOLOGÍA, Señores, Teodomiro > César Lozada, Urcisino Alvare Elías Gándara, Julio Violes > Benjamín Robalino,, Teófilo Cabezas, , Luis Terán, Leonardo Estupiñán, Luis Vivanco, CLASE DE CIRUGÍA, PRIMER CURSO, SEÑOres, Urcisino Alvarez, César Lozada, Julio Vázconez, Benjamín Robalino, Teófilo Cabezas, Luis Terán, Leonardo Estupiñán, : Luis Vivanco, er a SEGUNDO CURSO DE CIRUGÍA Y' OBSTETRIELA, DEÑOYES. Mariano Peñaherrera, Miguel Ignacio Román, Rafael Suárez, José María pd Pedro A, Alarcón, José Ignacio Calisto, Alejandro Melo, CLASE DE MEDICINA LEGAL. É HIGIENE PÚBLICA. Señores, Alclandro Melo, Miguel I, Román, Rafael Suárez, . Pedro A. Alarcón, José Ignacio Calisto, CLASE DE OBSTETRICIA. PRIMER CURSO, Señoritas. Zoila Arcos, Teresa de la Peña, Elisa Freile, Maclovia Quijano, Rosa Verdesoto. SEGUNDO CURSO, Señoritas, Rosa Adrian, | Rosa Jara, Mercedes Músor Alumnos de la Facultad de Ciencias, ¡$ _— CLASE DE FÍSICA APLICADA Á LA MEDICINA. Señores. Lucindo Almeida, Maximiliano Ontaneda, | Leopoldo Escóbar. - Guillermo Ordóñez, José Ponce pe : Carlos Domingo Sáenz, Ricardo Núñez, ad Alejandro Villamar, . Eliseo Ordóñez...” || Tarquino Viteri. CLASE DE QUÍMICA INORGÁNICA Y ANALÍTICA. Señores, Lsucindo Almeida, Maximiliano a Leopoldo Ares Eliseo Ordóñ Teófilo Espinosa, Guillermo Ordénes, Nicolás os Róbles, José Ponce Elizalde, Manuel López, | Alejandro Villamar, Ricardo Núñez, Tarquino Viteri Víctor Vivar. CLASE DE QUÍMICA ORGÁNICA Y FISIOLÓGICA, Alberto Cortéz, Enrique Miranda, Eloy Moncayo, Señores, Carlos Egas, Manuel María Maldonado, Luis Salvador. CLASE DE BOTÁNICA. Elías Almeida, Virgilio Arregui, Nicolás Baca, Carlos Daniel Barreiro, PRIMER CURSO. Señores. Elías Vacas, Carlos Carrillo, José María Corral, Manuel Darquea Arturo Terán. SEUUNDO CURSO. Samuel Buendía, Mariano Domínguez, Señores. Julio Paredes, Reinaldo Samaniego, CLASE DE ZOOLOGÍA GENERAL. Alberto Cortéz, Manuel M. Maldonado, Señores. Enrique Miranda, Luis Salvador, Alumnos de la Facultad de Filosofía y Literatura, CLASE DE LITERATURA, Luis Emilio López, Gabriel Monje, Señores. Vicente Pallares, Aurclio Villagómez. «91 cun CLASE DÉ LENGUA Y LITERATURA INGLESA, DEÑOYres. Luis Riofrío, * ; [ Gonzalo Miranda, Antonio José Quevedo, CLASE DE LENGUA Y LITERATURA FRANCESA. SCROrFeS. Juan Borja, . Manuel Pachano, Francisco Urcaia, Manuel Correa, > H omero Carrera, + Nicanor Correa. República del Ecuador. —Rectorado de la Universidad. Quito, Mayo 14 de 1888 H. Señor Ministro de Instrucción Pública. Tengolasatisfacción de remitirá US. H., para corrocimiento def Supremo Gobierno y de los padres de familía, las actas de las sa- batinas del aio año escolar. La de Anatomía fué honrada con la asistencia . E. el Presidente de la República y los H H. Señores Ministros de Estado, y la de Economía política mereció la felicitación pública que diriió á los alumnos el Señor Decano de la Facultad de Jurisprudencia: tan distinguido pS sus luces y talento Dios dl a US H. ELías LASso. Hoy cuatro de febrero de mil nd a y ocho, se reunieron los Señores Rector, Casares (Carlos), Espinosa de los Monteros, ÓN no, Bara hona, Muñoz, Silva, Echeverría. Ca- no Peñaherrera y José María Vaquero. Faltó el Señor des Ignacio Calisto. Terminado el acto los Señores profesores de la Facultad de Medicina lo calificaron de bueno o certifico.— Por el écaño, MIGUEL Ecas.—El Socrtetido, Manuel Baca M. Hoy diez y ocho de febrero de:múl ochocientos ochenta y ocho, se reunieron los Señores Rector, Casares (Carlos), Espino- e 39) sa de los Monteros, Campuzano, Silva, Casares (Manuel María), Egas (Miguel Abelardo) y Herrera, presididos por el Señor Deca- no de la Facultad de Jurisprudencia, con el objetode presenciar el examen quincenal de los cursantes de Cánones; de entreestos fal- taronlos alumnos José Barona, Víctor Gangotena y Virgilio Onta= neda; fuerondesignados por la suerte para sostenef el examen los Señores José María Peña y Luis Villacrés; y para preguntar los Señores Pedro Antonio Bustamante y Leonardo Carrillo. Ter- minado el acto, que versó sobre materias de Derecho Público Eclesiástico, los Señores profesores de la Facultad hieieron las calificaciones siguientes: al Señor Pedro Antonio Bustamante bueno, y á los demás regular. —El Decano, JULIO B. ENRÍQUEZ. — 11 Secretario, Manuel Baca M, Hoy tres de matzo de mil ochocientos ochenta y ocho reu- hidos los Señores Rector Casares (Carlos), Espinosa de los Mon= teros, Rodríguez Maldonado, Barahona, Silva, Casares (Manuel M.) lerréra, Muñoz, Echeverría y Vivar, presididos por el Señor Dr. Miguel Abelardo - Egas, conto profesor más antiguo (pór haber faltado. el Señor Dr. ses María Troya Decano de la Facul: r buexo —Por el Decano, MIGUEL ABELARDO EGas.—=El Secres tario, Manuel Baca M, Hoy diez y ocho de niarzo de mil ochocientos ochenta y ocho, feunidos los Señores Doctores. Rafael Rodígueéz Maldonado; Decano de la Facultad de Medicina, Barahona, Egas (Miguel); Muñoz, Cárdenas, Silva, Echeverria, Casates (Mantel María), Enríquez, Laso, Espinosa de los Monteros, Casares o He- Frera, Campuzanoy Egas (Abelardo), p A eenal presentado por los cursantes de Anatomía descriptiva El Señor Decano cedió la presidencia al Excmo. Señor residente ne la República, que también concurrió al acto acompañado de [H. Señores Ministros de Estado y de otros ftincionarios, Y dió principio el acto con un discurso pronunciado por el Señof Maximiliano Ontaneda, fueron designados para preguntar loS alumnos Tarquino Viteri, Guillermo "Ordóñez, Carlos Domingo - Sáenz, Alejandro Villamar y para responder los Señores José Ponce Elizalde, Eliseo Ordóñez, Ricardo Núñez y Lucindo Al- meida demostrando estos últimos sobre el cadáver muchas de las preguntas que se les dirigieron. Tanibién preguntaron losSe- ñores Miguel Román, Pedro Alarcón, Mariano Peñaherrera y Manuel Bello Jijón. Terminado el acto, comotro discurso po” — 393 — nunciado por el Señor José Ponce Elizalde, los Señores profe- sores de la Facultad lo calificaron de sobresaliente. El Excmo. Señor Presidente declaró instalada la Escuela Práctica de Ana- tomía, retrotrayendo la fecha desde el 1% de los corrientes.— El Decano, RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO.—El Prosecreta- rio, José Bolívar Barahona. Hoy catorce de abril de mil ochocientos ochenta y ocho, reu- nidos los Señores Doctores José María Troya, Decano de la por la suerte para sostener el acto fueron los Señores Virgilio Arregui y Nicolás Baca y para preguntar los Sres. Elías Almei- da y Carlos Barreiro. Terminado el acto, los Sres. profesores de la- Facultad de Ciencias lo calificaron de Sobresaliente.— El Deca- no, JosÉ MARÍA TROYA.—El Prosecretario, José Bolívar Barahona. EE AS Junta administrativa. SESIÓN DEL 4 DE MAYO DE 1888. Se reunieron los Señores, Rector, Casares, Muñoz, Herre- ra y Pólit y aprobaron el acta anterior. Se dió cuenta : 1? Del presupuesto correspondiente á abril próximo pasa- do, que se aprobó sin ninguna modificación. 2? Del Reglamento de Imprenta nuevamente redactado por el Señor Pólit con las modificaciones adoptadas por la Honorable Junta en la sesión precedente, que igualmente fué aprobado. % De una solicitud del Señor Doctor Lino Cárdenas en la cual pedía se le mande pagar lo que le adeudaba el Estable- cimiento por sueldos devengados, durante el año de 1878, co- mo profesor sustituto de Patología. En vista de larespectiva liqui- dación se mandó que el Señor Colector pague los noventa y cin- CO sucres treinta y tres centavos, que reclamaba el interesado. 4? Oido el informe verbal del Señor Doctor Casares res- pecto del arreglo con el Señor Doctor Miranda, se convino en dad Rector, El Secretario, ELÍAS Laso. Manuel Baca M. — 304 — Hoy. cinco de mayo de mil ochocientos echenta y ocho, reu-, nidos 5 Señores Doctores Julio B. Enriquez, Decano de la Fa- cultad de Jurisprudencia, Laso, Casares (Carlos), Espinosa de los Monteros, Campuzano, Barahona, Muñoz, Silva, Echeverria, Egas (Abelardo), e Y Herrera, el infrascrito llamó por lista á los alumnos de la clase de Economía Política, y faltaron á ella los Se- ñores Agustín Cavallo Julio Granda, Manuel Pachano, Ricardo Pazmiño, Elías Toro Funes, Manuel Villagómez, Daniel qa David Pazmiño, Miguel Antonio Cruz, Carlos Moncayo, Ale dro Salvador y Aurelio Villagrán, y sostuvieron el A ar Señores Abelardo Manosalvas y Vicente Pallares, y preguntaron los Señores Gonzalo Miranda y Benjamín Vega, unos y otros d signados por la suerte. Terminado el acto que versó sobre la Pro- ducción y Circulación, el Sr. Decano felicitó á los alumnos por el lucimiento con que trataron de estas importantes materias; y los Señores profesores lo calificaron de muy sobresaliente. —El Deca- no, JuLio B. ENRÍQUEZ—El Secretario, Manuel Baca M. Son copias.—El Secretario, Manuel Baca M, SN Facultad de Jurisprudencia. SESIÓN DEL 15 DE MAYO DE 1888." Abierta por el Señor Pi con asistencia de los Seño- res Doctores Laso, Casares, Espinosa de las Monteros y Cam- puzano Despues de leida. y. aprobada el acta de la sesión. pre- cedente, se presentó al despacho un oficio del Señor Rector en el 'cual. comu nica. al Señor Decano que. muy y pronto estará en O de servicio. la i imprenta de este Establecimiento; .reco- ndándole se sirva Organizar los trabajos con quela F Facultad de acc] ha de contribuir mensualmente para la publica- ción de los “Ana Se convino en que los: Señores, profeso- res han de ess sus respectivos trabajos, en el orden siguien- te: 1? el Señor Decano, 2? el Señor Doctor Laso, 32 el Señor Doctor Casares, 4? el Señor DoctorEspinosa de los Monteros y 5? el Señor Doctor Campuzan ¡ El Señor Decano PAR que la publicaci ón de los «Ana- les,” que tanto honra á la Universidad iba á continuar, gra- cias en su parte principal, á los esfuerzos del Señor Rector aye con tanta constancia había trabajado hasta realizar la adquisición de la imprenta que actualmente posee el Establecimiento, y propuso: “Que se acuerde un voto de gracias al mencionado Señor Rector -. — 39) — por el vivo y patriótico interes, con que ha realizado el vehe- mente deseo de la Universidad respecto á la adquisición de la imprenta ”. El Señor Doctor Casares apoyó esta moción, que fué aprodada. . -E Con esto se cerró la sesión. y El Decano, El Secretario, Junio B. ENRÍQUEZ. Manuel Baca M REGLAMENTO. DE LA IMPRENTA DE LA ¿UNIVERSIDAD ¡CENTRAL. Art. 12 Lainspección superior de la Imprenta co- rresponde al Rector de la Universidad, bajo la dirección de la Junta Administrativa. Árt. 22 El Rector visitará la Imprenta, á lo, menos una vez por semana, y además siempre que las circunstan- cias lo exijan. : rt. 32. Habrá un Director, nombrado por la Junta Administrativa, que cuidará del orden y economía de la Imprenta, vigilará y dirigirá el trabajo de los cajistas, prensistas y demás oficiales, y contratará las obras, debien- do en todo caso estos contratos levar el visto bueno del Secretario de la Universidad. 3 Art. 42 El Secretario, para ejercer la atribución que se le asigna en el artículo precedente, deberá consul. tar á la Junta Administrativa y proceder de acuerdo con élla, siempre que las obras fueren de importancia ó respon- sabilidad. Art; 52 “Debe el Secretario exigir al Director de la Imprenta una cuenta mensual de los ingresos y gastos, y presentarla á la Junta Administrativa, para que, despu de aprobada por élla, pase el saldo á manos del «Colector de Rentas de la Universidad, que abrirá cuenta separada á la Imprenta. ; Art. 6% El Director, después de dar una fianza de ochocientos sucres, necesaria para su nombramiento, re- cibirá la Imprenta por inventario prolijo en que consten el número y estado de las prensas, mesas, cajetines 8”; el número ó peso, clase y estado de los tipos, viñetas, líneas 8? — 396 — Art. 72 La custodia de la Imprenta corre á cargo del Director, quien será personalmente responsable de to- da pérdida ó deterioro que no provenga del uso natural; sin perjuicio de la responsabilidad especial que recaiga sobre los oficiales respecto del Director, á quien se le fa- culta aceptarlos y despedirlos. Art. 82 Asímismo serán responsables el Director y los oficiales de todo perjuicio ocasionado á la Imprenta por toda obra que en élla trabajaren á hurtadillas. rt. 92 Tanto el Director como los oficiales deben asistir á la Imprenta de 7á 10 dela mañana y de 11 á 5 de la tarde, todos los días, excepto los feriados. Cuando ha- ya trabajo urgente, deberán además asistir desde las 6 de la noche, aun hasta las 10. rt. 10. El Director de la Imprenta recibirá, por ahora, la pensión de 12 sucres mensuales, fuera de lo que le corresponde por sú trabajo particular. Art. 11. Los cajistas y prensistas ganarán conform á la tarifa siguiente; clasificándose los primeros en cajistas de TN “INFR ESE Comrosición.—Por un pliego de pica, 2 sucres 50 centavos, 2 sucres y 1 sucre 20 cen- tavos, según la clase. Por un pliego de long, 3 sucres 50 centavos, 3 sucres y 2 sucres, Por un pliego de breviaria, 4 sucres, 3 Sucres 50 centavos y 2 sucres 50 centavos. IMPRESIONES. —Por cada 100 tiradas, al tirador 15 centavos; al entintador 5 centavos. La paga de los trabajos extraordinarios como títulos, composición de labores, cuadros y estados é:?, así como la de los meritorios ó aprendices, la fijará equitativamente el Director. Art. 12. El pago de la pensión del Director, se ha- rá mensualmente por el Colector de la Universidad, cuan- do se haya presentado la cuenta de que habla el art. 5, y deberá figurar en el presupuesto general. a Art. 13. El pago de los oficiales y del Director, €n razón de su trabajo, se hará semanalmente por el mismo Director, AN — Art. 14. El Director de la Imprenta; después de ordenada ó contratada una obra, entregará el manuscrito á uno ó varios cajistas, cotejará en persona la primera prueba con el original y cuidará de remitir la 2% y 3? al autor, Ó 4quien correspondan.—En la tirada inspecciona- rá personalmente los primeros tiros. rt. 15. Letoca al Secretario corregir las últimas pruebas de todas las publicaciones oficiales de la Universi- dad, como notas, actas, acuerdos, : : Art. 16. Lo dicho del Secretario en los artículos anteriores se aplica al Prosecretario en su caso. rt. 17. Además de la prueba á que se refiere el art. 14, la Imprenta no está obligada á dar á los autores más de dos pruebas de sus escritos. | Art. 18. La Imprenta observará estrictamente la ortografía de la Academia Española. rt. 19. Los manuscritos no se admitirán, si no lle- varen la firma del autor ó de la persona responsable, sien- do esta responsabilidad efectiva conforme ála Ley. Una vez recibido, no se devolverán y se conservarán en el archivo de la Imprenta. : Art. 20. Elarchivo de la Imprenta comprenderá dos secciónes: la una de originales, á que se refiere el artículo pdas: la otra de todos los impresos que se dén á uz. Art. 21. Fuera del ejemplar para el archivo, se re- tendrá uno para la Biblioteca de la Universidad, otro para la Biblioteca Nacional y los demás que la Ley exigiere. Art. 22. Toda obra que se dé á luz, por pequeña que sea, llevará al pié en caracteres menudos: Imprenta de la Universidad Central del Ecuador.—Quito, y la fe- cha en que acabó de imprimirse. Quito, á 16 de Mayo de 1888. El Rector, El Secretario, Elías Laso. Manuel Baca M. ta | República del Ecuador.—Rectorado de la Universidad— Quito, mayo 3 de 1888. H. Señor Ministro de Instrucción Pública. Tengo la honra de dirijirme 4 US. H. con cl objeto de pedir- — 398 — le que recabe de S. E. el Presidente de la República la orden res- pectiva para el pago de $ 8.560 que el Tesoro Nacional debe á la Universidad por los sueldos de los empleados y Profesores en los años de 1883 y 1884, pues todos los empleados de la lista civil y militar PENE integramente pagados por estos años. de! Octubre de 188 5 hice este mismo reclamo, y el H. Se- ñor Minist testarel 28 del pro- pio mes diciendo que llenaría este sagrado deber tan luego como pa- sen las circunstancias aflictivas del Tesoro. En atención á estas circunstancias he guardado silencio hasta hoy, pero la necesidad de pagar la parte de sueldos que debe la Universidad á los Señores Profesores, y más todavía la de formar las bibliotecas de cada una de las cuatro Facultades y atender á los gastos de: la imprenta que ha establecido recientemente la Universidad, repararlascubier- tas de la casa que necesitan pronta y total refacción, me obligan á repetir el reclamo, sin dudar del buen éxito, porque S. E. Al pe dente de la República busca siempre las ocasiones de favorecer de todos modosla Instrucción pública, y 105 H. H. Señores Ministros secundan tan laudable propósito. y me guarde á A ES ES ELíAs Laso República del Ecuador —Rectorado de la Universidad. = Quito, mayo 9 de 1888. CIRCULAR. . Señor DecaR6 dela Fábultid-de ¿22D II o Tengo: la honra de poner en conocimiento de US. + que la imprenta de la Universidad estará muy pronto en estado de serví- cio, y como la continuación de los “Anales” será uno de los pri- meros trabajos científicos y literarios de la Universidad, dígnese US. reunir la Facultad que tan dignamente preside para organi- zar los trabajos científicos con paa la Facultad enriquecerá men- sualmente los referidos “ Los borradores deden di en Secretaría el 12 de cada mes, lo más puntualmente posible para poder arreglar los trabajos de impresión y conseguir puntualidad en las publicaciones. Dios guarde 4US, H. ELíAs LAso. República del Ecuador. —Rectorado de la Universidad.— Cguito; mayo 12 de 1888. Señores Hachette y C? Cábeme la satisfacción de contestar á su estimada da 10 de abril próximo pasado Agradezco el envío del primer libro. de lectura. + Cumpliendo con el deseo de UU. he puesto: el libro en ma- - 25000 nos del Señor Subdirector de Estudios por ser el adi. pa cionario Aus en esta República cuida de la enseñanza prim 8 de Febrero mandé á U Ú. todo el valor de las ps see aa láminas y di la bondad de remitir. En Junio próximo hare UU. un nuevo pedido de Moros, áU S > AE TO ELÍAS LAso. - República del Ecuador. —Rectorado de la Universidad.— Quito, mayo 18 de 1888 H. Señor Ministro de Instrucción Pública. - Tengo la honra de contestar al estimado oficio de US. H. fecha 18 del presente mes, en el cual pide informe sobre el ads de la Universidad. n el momento he pedido á á los Sres, Decanos el informe rela- tivo á Ed una de las Facultades para dar el general pero temo que no vengan tan pronto como sería nesesario, porpue el tiempo es muy corto y la proximidad de los exámenes Nena á los Sres. - Profesores á tareas más prolongadas y repet Tan luego como reciba estos informes ace el general. Dios guarde a US. H : 7 ELTfASs LAso. República del Ecuador. Heoado de la versidad. — Quito, mayo 19 de 1888. ] ——Circulará'los Señores Decanos: Con fecha 16 del presente, me dice el H. Señor o de Instrucción Pública, lo que copio: “Pido 4 US. se digne infor- Marme acerca del estado de esa Universidad, o rejida por :US. áfin de tomar los datos nesesarios con que pueda infor- mar á mi vez al próximo Congreso.—Dios «guarde á US. H.— José M. Espinosa > tanda á4 US. para que se sirva dar el informe de la Facultad que tan dignamente preside. Dios guarde á US. H. ELías LAso. República del Ecuador. A de la Universidad. e Quito, mayo 23 de 1888. Señor Doctor Adriano. Cobo. Tuy. apreciado amigo. Dándole á U. las debidas gracias, le remito los doce sucres que U. se dignó dar á Manuel depa ii ductor de los tres cajones de Ja prensa. —— r sí la Universidad necesite de los servicios de U. no me excusaré de pedírselos; pues conozco que U. está siempre pronto á servir á la Instrucción Públic Ocupe á.S. A. S. S. y amigo. ELíaAs Laso. República del pa —Rectorado de la Universidad.— Quito, mayo 24 de 1888. Señor Presidente de S. E. el Tribunal de Cuentas. El Ministerio de Hacienda ha pedido al Tribunal de Cuentas, que US. tan dignamente preside, la liquidación dela cuota que la Universidad debía percibir directamente para ella, en los años de 1883 y 1884; pero no ha pedido la liquidación de la cuota que le correspondía por la enseñanza de Anatomía. Estas dos sumas componían en aquellos años la subvención de la Universidad, por esto la Ley de presupuestos de 17 de no- viembre de 1880 comprendió ambos partidos votando para la Universidad $ 8.000 y 4236 para Anatomía cuya enseñanza ha estado y está á eso de un profesor rentado Eo la Universidad. Sírvase V. E. ordenar que se corres- pondiente 3 á esta enseñanza ya qne ella no +3 sido incluída en la que se ha remitido al Ministerio de Hacienda, Dios guardeá4US. H. ELÍAS LASso. República del ea —Secretaría de la Universidad.— Quito mayo 1? de 1 Señor Doctor Luis Felipa Borja. La H. Junta Administrativa, en su sesión del 27 del pasado, ordenó que se remita al Concejo General de instruccion pública la solicitud presentada por U. en los primeros días de dicho mes; porque esta Corporación es la que ha de conocer de este asunto por excusa de los Señores Rector y Vicerrector. Dios guarde á U. JosÉ BoLÍVvAR BARAHONA. República del Ecuador. E AE de la Universidad.— Quito, mayo 19 de 1888, Señor Doctor Rafael Barahona. Tengo por ] icará U. queel e ectaside la Facultad de Aa en vista de un oficio dirigido por el Se- ñor Intendente General de Policía, para que se hagan extensivas las visitas domiciliarias á todos los establecimientos públicos suje- <= 401 — tos á su inspección, como colejios de ambos sexos, cárceles, 5 de detención, penitenciaría, hospital, hospício, cuarteles, fábricas $ra ha tenido á bién designarle para que reunido con el Señor profe- sor de Medicina legal é Higiene pública, y el Señor Intendente General de policía se dignen practicar estas po pie principiando por el establecimiento de la Policí Diós guarde á U. | José BOLÍVAR BARAHONA. Igual oficio se py. al Señor Doctor a Egas : República del Ecuador, e erana, de la Universidad Quíto, mayo 19 de 1 . Señor intendente ¡General de Policía, -¡Cábeme la honra de comunicar á U. que el Señor Decano de la Facultad de Medicina, ha tenido á bién nombrar á los Señores Doctores Rafael Barahona profesor de Fisiología é Higiene ri- vada y Miguel Egas profesor de Medicina legal é Higiene públi- ca, para que acompañados con U. visiten todos los establecímien- tos públicos sujetos á:su inspección, principiando las visitas por el establecimiento de la Policía. se servirá avisar oportunamente á los Señores profesores; designándoles el día y hora en qué ha de verificarse la Esteras E ins- pec Dios guarde á U. * b José DOSivAR BARAHONA. REGLAMENTO, INTERIOR DE'1L IMPRENTA D8 LA UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR Art. Ye Todos lol empleados están obli gados á asistir 4 la oficina de 74 10 de la mañaña y de 11 á A > la tarde, y por la noche cuando fuere: ñece- PAE ZE IL ajísta que rio avisate al Direc-. tor con anticipación la no asistencia á la oficina, será multado! en' veinte centavos dé sucre. -. "Art. 3? Ningún cajista ocupará á los apten- cue sin" previo” consentintiéito del Director. Art, 4? Todo cajista está en la estricta obli- gación: se dt sus: ¿bajos sin pérdida de tempos ¿ot coil 1 ARES ze El nue ES dejare epastelar al- guna forma, por. descuido, pagará una. multa «de veinte centavos de:Sucre; y: el Diréctor hará: dis= tribuir por cuenta del que ha dejado:.empastelar. Art:»:6% El cajista que dejare un original sin concluir, será, dispensado por.primera ocasión, y el Director hará concluirlo, sin que tenga obción ánada el que no lo pd concluido, pero si abusare de esta cóncesión por más veces, será expulsado sin reclamo alguno. Art. 7? Todo cajista guardará COnSigo la úl- tias «prueba de sus trabajos para «descargo suyo. ¡Art! +8 dos aires deben pa. O ler en la oficina. Art. ..9?. Se prohibe: á gs cajistas hacer tra- bajos ocultos'so' pena de ser a de la oft- cina, y resarcir su valor. *** “Art. 10. Los cajistas, prensistas. y encuader- nadores, están obligados á pagar cualquiera daño ocasionado por su descuido ó negligencia, siem- pre que se compruebe elcautor del daño. Art. 11. Los cajistas.según las aptitudes se- rán calificados de. € «A Ene primera, segunda y tercera clase; y los' apre ices según exámen que se les tomará, . irá cesivamen Art. 12. Se co NEAdA á los cajistas que to- do tipo que estuviere .caido, sea: pyantado, inme- diatamente sin (space alguna. : Art. 13. El pr 51S está. en La brigación de poner á la vista del Director, dos ejemplares, ti- rados, de cualquiera, Dos ria! dos; ns; pistin- tas, ESA 58 Los. prensistas, EE pS pe que ningún empleado CA mB de un «ejemplar de cualquier periódico, 488 ese. se imprima; y. ic ¡entres Sado PRONTA Ha E dlelias a E y q de — 403 — Art. 15. 'El prensista entregará '4 los encuas dernadores todo trabajo, que fuere de ¡encuader- narse, contando los ejemplares. 2. 100 ¿1 5óaTt... 16... Los prensistas, están obligados, 4 limpiar. las prensas siquiera una.vez.cada. semana, y á.cuidar.todos los. útiles concernientes al trabajo de:prensáscbinieob y Istigso silo stes 19 ol ae Art. 17. Los encuadernadores recibirán de los prensistas contados los ejemplares de toda ti- rada que fuera de encuadernarse, y de igual 'ma- nera entregará al Director después de .encuader- nados. | “1MArt' 18. Los'aprendices y entintadores guar- darán respeto á los cajistas, y todos éstos en ge- neral al Director. Art, 19. Los aprendices están obligados al aseo de la oficina, | Art. 20. Se prohibe en absoluto á todos los empleados en general el presentarse beodos á la Oficina, y de igual manera laintroducción de licor al establecimiento, “ , - Art, 21. Los pagos se harán los sábados de cada semana á las cinco de la tarde. : . Art 22. Ningún empleado saldrá de la ofi- Cina sin previo permiso del Director, y esta licen- Cla no pasará de treinta minutos. Art. 23. Se prohibe entrar á la oficina á to- da persona que no fuere empleada eni élla, así co- mo ningún empleado podrá hacer entrar á perso- na alguna, sin permiso del Director. rt. 24. Se encarga á todos los empleados cultura y educación en la oficina. NOTA.—Esta es la primera ocasión que entre nosotros se ha formulado un Reglamento de esta especie, con el Objeto de que los empleados de imprenta, ó mejor dicho, que todos aquellos que poseen este arte, vayan adelantan- do tanto en la profesión como en el porte que deben obser. var en las oficinas de esta clase; siendo de notarse que es « uno de los primeros por:su importancia, y con bastante do- lor vemos que esta profesión va cada día de mal en peor, causando admiración; pues desde Guayaquil, adelante se deja ver los progresos que hace, merced á la regulariza- ción con que de Hal establecido las oficinas de esos países, Así, pues, todo cuanto deríguroso y defectuoso se encuentre en'este Reglamento, debido es quizá á que es el primero ue se ha dado en esta culta capital, y después iremos mo- dificando las faltas, que con la. experiencia «notáremos. Quito, Mayo 24 de 1888. ¿EL' DIRECTOR ' DE LA IMPRENTA, RAFAEL M. BERMEO, "1 trar + ¿ í o) a ox , S bn ds , ¿ y iy" a EN y Pa - 5 O AD PEA y y “03 í reo j E E rn 14.34% y » » ir? » 3D “SOL .: 3 S E FE y 2 F UT f 20DOJ E Ñ da OE 7 ateo? y q A - ñ s 8 P y e ps E - ERRATAS SUSTANCIALES. Pcia. Línra. 33 d4 33 7 33 42 330 41 336 14 343 32 943 39 941 39 344 32 346 26 361 32 302 6 205 966 34 967 13 367 17 367 48 3987 27 D1crE. satisfecho de lo .s Anales” numero pues uno en el padre Antíoco ehu á derivado á sucedido parecer que al usurpador omigo DEBE DECIRSE, is Jeh ha derivado ha sucedido perecer pe el usurpador omingo AVISO. Los ANALEs se publicarán, en cuanto sea po- sible, la segunda semana de cada mes. AGENCIAS DE LOS ““AMALES.”” A Qurro. eS de la Universidad. ri Rafael E, Dávila, carrera de Gar- RIOBAMBA nor Doctor Don Julio Vela. SUSCRIPUIONAS. Suscripción intentada para un año. Pr E MR o E A . e blanoro suslto. A Los ANALES se canjean con las Revistas nacionales y ex- ais a as del mismo volumen. nsértanse toda clase de avisos sobre asuntos referentes E la instrucción pública, y al cultivo de las ciencias y las letras. de Los que no pasen de cuarenta palabras ad $040 Los que pasen de este número, por cada cinco par labrás más CORRESPONDENCIA. A Ha de dirijirse al Señor Don Manuel La- rrea Lizarzaburu, encargado de la edición de los ANALES. , de x AA (A > e lA ANALES hn ph DEL ECUADOR, caigo Cie y es por el Señor Doctor 1 les, por el Señor | De ANALES. DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO. SERIE Il > Quito, Julio 15 de 1888, ¿ NUMERO $, - JURISPRUDENCIA PARA LAS LECCIONES ORALES DE LEGISLACIÓN POR EL SEÑOR DOCTOR ELÍAS LASO, CATEDRÁTICO DE LEGISLACIÓN Y ECONO- MÍA POLÍTICA DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL. LECCIÓN 20. . DEISMESION DE LOS RODERLS: La división de los poderes es tan antigua como los gobier- ROS, porque aunen las f li tales la autoridad toda y com- pleta no puede ser ejercida por un solo magistrado, por un solo orden de autoridad; pues siendo múltiples y variadas las funcio- nes que debe desempeñar para atender á la conservación, progre— so y bienestar de la Nación, hay necesidad ineludible de que cada función sea desempeñada por el órgano apropiado para de- sempeñarla; sin que esta variedad destruya la unidad propia de la soberanía y de la autoridad, así € ser uno por tener diversos y multiplicados miembros cuyo des- tino es prestar servicios determinados; pero convergentes 4 un solo fin-la conservación de la vida-y sujetos á un solo motor que preside y gobierna-el alma Por esto dice Bluntschli. “Es necesario unidad de sobera- pero desigual: el uno es superior, el otro subordinado ó coordi- ado, viéndose por todas partes la unión ó la unidad. Por lo "Mismo, dividir los poderes del Estado y ponerlos realmente en 4 perfecta igualdad, es romper el cuerpo social. Separar la cabe- .Za del cuerpo y hacerlos iguales, es matar al hombre.” Los griegos y los romanos conocieron la unidad de la sobe. ranía y procuraron guardar en su ejercicio la unidad material no la sustancial; pero no conocieron que la unidad no se pierde en la división accidentál y necesaria de los poderes. Los griegos reunían al pueblo en el Teatro de Atenas y. allí, ó en el Pnyx, la Junta era una; pero desordenada, é incapaz de repsesentar legíti- ma y genuinamente la voluntad general, como ellos pretendían, ni guardar la unidad verdadera de la soberanía. ¿ Los romanos clasificaron las Juntas populares con más or- den y método, reuniendo al pueblo unas veces por curias y otras por centurias: Á las veces los Comicios se formaban también por tribus, y esta era la forma más apetecida por el partido popular; pero tampoco consiguieron la representación verdadera de la voluntad popular, ni la unidad fundamental ; pues la soberanía ha tenido siempre funciones complicadas que deben ser desempe- ñadas por diversos agentes. Los modernos, sin buscar la unidad material, que tanto anhe- laron los antiguos, han conseguido más uniformidad en las vota- ciones populares, en la opinión pública, expresada en la prensa y la tribuna, y finalmente en el ejercicio mismo de lasoberanía; pues laclasificación y orden de las funciones contribuye, ó más bien di- cho, conserva la unidad uicial más que cualesquier otro medio ma os representativos comprenden ya que la soberanía es una, pero que los poderes deben ser diversos en sus trabajos y funciones, sin dejar por esto do ll armonía y uni- formidad de plan y de fin; y sin exagerar la división hasta separar completamente y diversificar las funciones de cada poder; pues la unidad de la soberanía no permite esta separación absoluta, obli- gando á los poderes en la práctica á compenetrarse los unos á los otros y unirse y confundirse en algunas ocasiones para la mejor zonsecución del fin social próximo y del remoto. Por esto es que el poder legislativo compenetra á las veces el judicial y juzga á los altos funcionarios. El poder judicial compenetra á su vez al legislativo y establece, con la práctica y las mismas resoluciones judiciales, algo parecido á las atribuciones propias del legislativo. Elpoder ejecutivo compenetra también al legislativo y judicial, pues legisla y juzga no pocasveces, nien redu- cido número de materias. Esta promiscuidad es necesaria é inevi- table, porque es la consecuencia de la unidad de la soberanía; pero no por ser una y compenetrarse los poderes dejan estos de necesitar cierto grado de independencia, cierto círculo de acción propia, indispensable para el orden y buen desempeño de las funciones necesarias para el ejercicio total de la soberanía y la consecución del fin social. Parece que el Supremo Hacedor ha hecho dela soberanía un ser muy semejante al hombre, en el cual siendo unala inteli- gencia son diversas las facultades; á pesar de que también estas se compenetran no pocas veces para ayudarse y conseguir el fín, - Ora reunidas, ora separadas. io Des s eS Ar “la conferencia y la cooperación”. Un poder al cual, - decir exacto de este publicista, le falta la intel gencia de: Des. za es ciertamente una quimera: es cuando más un mecanismo más ó menos perfecto que puede servir de medio de concreta- s e ción, pero no constituir un poder, una facultad, una rama de la soberanía. Se ha dicho también Las reglas que respectivamente establecen nuestro. artículo. 73. y la ley de Partida son casi idénticas en el fondo; pero, como, nuestro Código cuenta por: días, y la ley de Partida, por meses, que no constan .del mismo número: de días, más fijo ó inalterable, es,el período de gestación determinado en el artículo 73. de- más, este no se concreta, á fijar el tiempo, en cuanto sea. condi- ción de la legitimidad : su. objeto es fijar el minimum y el máxi- anun del tiempo que puede transcurrir entre la concepción y el. nacimiento, para cualquier caso de filiación, legítima ó ilegítima. a ley de Partida parece limitarse á los casos de legitimidad; pe- ro,es cierto que, establecida la regla para estos, podía extenderse, r y se extendía en efecto, á los de filiación ilegítima.—Nuestro que ha concebido y dado á luz su mujer, si prueba que, du- rante todo. el tiempo en que, según el artículo 73, pudiera pre- sumirse la concepción, estuvo en absoluta imposibilidad física de tener acceso á la mujer. La condición que exige la ley de Parti- da.es: “é bivien en uno á. la sazón que la concibió,” pero esta so- la circunstancia no debía establecer por sí la paternidad del ma- rido, que bien podía vivir en uno con su, mújer, y sin embargo hallarse en estado de absoluta imposibilidad” física para el ac- ceso; pues la frase vivir en uno no significa precisamente la po- sibilidad de la generación. Preferible es nuestro Código por su precisión y claridad, cualidades inapreciables, sobre todo tra- tándose de cuestiones de filiación y que por lo mismo tienen tan- ta trascendencia en el órden doméstico y social. Para evitar du- das, era necesario que el Legislador estableciera una regla segu- ra, y esta la. encontramos en el artículo 175. inciso 2? Goyena en el inciso 22 del: artículo 101 de sus Concordancias, motivos 5 comentarios del Código civil español, dice: “Contra esta pre- demuestran la conveniencia é importancia dela disposición de que tratamos; siendo de notarse que es aun mas preciso nuestro Código, porque se refiere 4 la absoluta imposibilidad física. que el fijo de alguna muger que dixese tales palabras como sobre dichas son; naciera, de ella seyendo casada con aquel marido: é — 416 — non aviendo el marido estado alongado della tanto tiempo que pu- diesen verdaderamente sospechar segund natura que el fijo fue- ra de otri por tales palabras que el padre ó la madre dixesen, non debe el fijo ser deseredado nin le empece en ninguna manera.” La ley 2, título 8, libro 5. R, que detalla los requisitos para que el hijo se entienda naturalmente nacido y no abortivo, dice: ** pero si por el ausencia del marido, ó por el tiempo del casamiento clara- mente se probase, que nasció en tiempo que no podía vivir natural- mente, mandamos, que aunque concurran en el dicho hijo las cuali- dades suso dichas, que no sea habido por parto natural ni legí- timo. ”—La primera de estas leyes se concreta á un caso deter- minado y fija la ausencia del marido como prueba para descono- cer al hijo, sin aceptar aisladamente la declaración de la madre en cuanto al hecho de haberloconcebido en adulterio. La segunda ley serefiere ála ausencia del marido ó al tiempo del matrimonio; pero no comprende las otras causas de la imposibilidad física del acceso. Nótase además que se confunde el hecho del parto con la calidad del hijo; que son cosas diversas. El parto es un hecho que se refiere á la madre, y puede ser el parto natural, aunque el hijo no sea del marido. Supóngase, por ejemplo, que una mujer casada hubiera dado á luz un hijo, p s diez meses de la ausencia del - marido, tal hijo no podía ser de éste, es decir, no tendria la calidad do todo vivo, ó de no haber sobrevivido las veinticuatro horas ó sido bautizado, no significaría por sí que tal hijo no fuese del marido, suponiendo que hubiese estado en uno con su mujer. En conclusión resulta que es preferible la disposición de nues- tro artículo 175; porque comprende todos los casos de la imposi- bilidad física del acceso y fija términos precisos. El artículo 176 dice: “El adulterio de la mujer aun cometi- do durante la época en que pudo efectuarse la concepción, no autoriza por sí solo al marido para no reconocer al hijo como su- yo. Pero probado el adulterio en esa época, se le admitirá la prue- ba de cualesquiera otros hechos conducentes á justificar que él no es el padre.” La ley o, título 14,P. 3, que dejamos transcrita, supo- ne que la madre confiese ó declare que el hijo que lleva en su se- no Ó que ya ha nacido no es del marido; y á esta exposición no da fuerza alguna, sino en el caso de ausencia del marido : de mo- do que, la declaración de la mujer por síno presta mérito, y la prue- ba del adulterio nace más bién de la ausencia del marido. Nues- tro Código supone quede cualquier modo se haya probado el adulterio ; declara que esta sola prueba no autoriza el desconoci- miento de la legitimidad del hijo; pues no habiendo imposibilidad física de queel marid A E A esco? — 417 — ella, durante el tiempo en que puede presumirse la concepción, el sólo adulterio no excluye la posibilidad de la paternidad delmarido. La ventaja que obtiene este, en virtud de la prueba del delito, está reducida á que se le admita la prueba de cualesquiera otros hechos conducentes á justificar que él no es el padre. Pero, ¿cuáles serán es- tos otros hechos que, independientemente de la absoluta imposi- bilidad física del acceso, conduzcan á demostrar que el hijo no es del marido ?: no se nos ocurre caso alguno, € insistimos en la opi- nión que sobre este punto hemos sostenido en las “Instituciones del Derecho civil ecuatoriano” pagina 117. Mientras vive el marido, nadie puede reclamar contrala legi- timidad del hijo concebido durante el matrimonio, sino el marido mismo; toda reclamación la ha de hacer dentro de los sesenta dias contados desde aquel en que tuvo conocimiento del parto, y ningu- na reclamación contra la legitimidad tendra valor alguno, sino se interpusiere en tiempo hábil ante el Juez; artículos 177, 178 y 183 inciso 12. Estas restricciones y términos son de la mayor impor- . . A tancia, para evitarlos gravísimos y palmarios inconvenientes que de los términos comunes para otras acciones. - En la legislación anterior no encontramos estas preciosas garantias, que son la sal- vaguardia de la legitimidad de los hijos concebidos durante el matrimonio. ecta del adulterio. La confesión de la mujer no puede ob- lo contra sí mismo en asuntos que le acarreen responsabi- lidad penal, artículo 23 de la Constitución; por tanto la declara- ción no puede ser sino espontánea y como tal obra de . despecho, (según dice laley de Partida), delocura ó deprostitución. Ennin- guno de estos casos debe admitirse; y como aun permitida á la ma- dre, á nada podía conducir semejante declaración, la moral y el de- coro exigen que no se admita en juicio. Supongamos que la con- fesión espontánea fuese efecto de una conciencia demásiado escru- pulosa ó timorata, tampoco haría prueba; diríamos entonces con ogrón; “ Car malgré Linfidélitó de. la femme, si le mari a co-- — 418 — hiabité avec elle Penfant peut lui appartenir. POTEST. MULIER. ADULTERA: ESSE ET IMPUBES MARLEGM PATREM HABUISSE di- saient les poetes romains.” Enconsecuencia, es preferi- ble la prohibición que consagra nuestro Código en: interés del pu- dor y de los e lazos.con.que la misma. naturaleza. une á.una madre para. con sus hijos, y ahogan/la voz. con que pre- tendiera mancillarlos. (| Continuará). MEDI DlCIA A DERRAME PERITONEAL. TRATAMIENTO LACTEO. POR EL DOCTOR RAFAEL ARJONA SILVA, PROFESOR DE CLÍ- NICA INTERNA, Al Hospital de San Juan de Dios, sala de “La Virgen” Clínica interna, entró María Ch. ála cama N? 35 el día 3 de abril de 1888.—Su edad 11 años, natural de San Miguel de Latacunga, avecindada en Quito desde ahora 3 años; está en la os temperamento bilioso, constitución regular; su alimenta- escasa, la habitación miserable; hija de padres sanos é indi- acá Ha sufrido las enfermedades propias de la infancia; después ha gozado de completa salud hasta ahora 2 años, en que principió á sentir un dolor en el hipocondrio izquierdo, que se irradiaba á la parte antero-inferior del abdómen y al dorso, de- bido á golpes de manos y piés que había recibido. A los diez meses principió á hincharse el vientre y continuó por espacio de dad tene hasta presentar el enorme volúmen que en la actuali- a e encontró en aptitud ortopneica, algún tanto demacrada, piel pálida y seca; ninguna cicatriz en toda la superficie cutánea, no había: edema en las extremidades; pero sí gran aumento de volumen en el abdómen; en su circunferencia epigástrica medía 110 centímetros y en la “umbical 130; las fosas ci elevadas, La forma del vientre esferoidal, había tensión en sus paredes, movimientos ondulatorios á la palpación y percusión, Aparisno en la parte ántero-superior y media, matidez en el resto de esta región quese extendía á una considerable extensión de la base del pecho La lengua cubierta de una lijera capa biliosa; la respiración frecuente, pequeña, anhelosa y débil, llegaba casi á la sofocación: -—419 — :á causa dela comprensión que sufrían los pulmones por la .gran -cantidad del líquido derramadoy rechazo de las vísceras abdomí- nalesá la cavidad torácica. La circulación era lenta, los-ruidos «cardiacos: oscuros; pulso pequeño depresible, ¡ninguna dilatación ni varicosidad en los vasos venosos subcutáneos. isminución del:sudor (anidrosis) y de la orina (disuria:) pues'la cantidad en las 24 horas: llegaba solo á 300, y 400 gramos, era:pálida, de: menor densidad que en el estado normal, no contenía albúmina ni otra sustancia extraña á su composición. Un dolor poco intenso en el hipocondrio izquier- do; insomnio unas veces y otras sueño agitado; libertad para los movimientos de aprehensión, aptitud para. variar las posiciones -en su lecho y la progresión le era muy penosa y difícil por la fati- ga en que entraba. En vista del.volumen considerable del vientre, y la. clara y fácil fluctuación, el sonido timpánico:en las regiones umbilical y epigástrica, matidez en las partes declíves, la forma esferoidal del .abdómen, la falta de durezas y abolladuras, diagnostique «una ascitis, ¿Pero será ascitis sintomática ó primitiva.? La ausencia de lesiones orgánicas del. corazón, el buen estado del aparato diges- tivo inclusive el hígado, la falta de albúmina y láminas epiteliales en la orina; y en fin la carencia de síntomas inflamatorios del _peritóneo me hicieron dudar en una ascitis dependiente de lesiones de estas vísceras. La poca coloración de los tegumentos. falta de alteración en la sangre y de síntomas diatésicos alejaron la idea de una ascitis discrasíca. Por el contrario, la edad de la en- ferma, los bruscos enfriamientos inherentes al género de vida á que La uso frecuente en el Hospital) compuesto «de cocimiento de ta- réticas, ya, infusión de parietaria (como vehículo.) con. vino diurético del Hotel Dieu, ó sulfato de-magnesia á la dósis de 30 gramos del primero y 15 del segundo endulzado con jarabe de escila, óde las cinco raíces; pero como:no seobtuvo aumento en la cantidad de orina excretada, ni disminución del derrame perito- neal, antes si mayor fatiga en el aparatorespiratorio, se hizo ur- gente la operación de la paracentecis, la que se practico el undé- timo dia de permanencia de dicha enferma.en la sala y con todas las- reglas y precauciones del caso; dando por resultado la salida — 420 — de diez y ocho litros de líquido cetrino, transparente y espumoso; -sin que la pacienta haya experimentado síntoma alguno alarman- te antes sí libertad en los movimientos respiratorios y bien estar general. Inmediatamente se procedió óáun nuevo y minucioso examen del abdómen y no se notó cambio alguno en los órga- nos contenidos en esta cavidad. Se hizo friccionar el vientre con rón al interior los alcalínos en dósis purgantes, los 3 primeros dias y los restantes á dósis diurética, continuándose también la untura y el vendaje. Como no se obtuvo cambio favorable en los síntomas, sino más bien agravación y reproducción del derra- me en tal cantidad, casi como la que había al principio, y se ha- cía necesaria otra nueva punción, se suspendió este tratamiento y se adoptó la medicación láctea; en la forma siguieute: los 6 primeros dias, se le dió á la dósis de 500 gramos de leche con to de clorido de sodio; lo que produjo un admirable efecto diurético por consecuencia “notable disminución del derrame abdominal “razón por la que se siguió el mismo tratamiento, aumentando la dósis en los días siguientes, hasta llegar á uno y dos litros de leche con 15 gramos de clorido de sodio. . A los ocho días de este tratamiento. se suspendió la sal de sodio, por la repugnancia y náuseas que causaba á á la enfer- ma y solo, se le siguió administrando la leche á las dosis arri- indi Í 4 veinte días, notándose tímetros en la circunferencia epigástrica y 40 en la umbilical. 24 de mayo, á los 50 días de permanencia en la sala, fué invadida de calofríos, calentura, cefalálgia anorexia y mal es- tar general; porlo quese le a una bebida sudorífi- ae Oo n (q) O En :- M s UN Y a wm - p n = o 0 mo < pS = 2] [es] =p 0 ES el O 20 pa un 3 O grados, y con gorgoteo en la fosa iliáca derecha, estupor, postración de fuerzas, erupción de manchas rosáceas, sed intensa y cefalál gia frontal, ee tratamiento fué en los 12 días siguientes, mé- -dico-expecta nte, y consistió en bebidas atemperantes de - descomposiciones neutras de bicarbonato de sosa, endul- zadas con E de cortezas de naranjas, y limonada clorhídri- con el mismo jarabe, siendo su valo una infusión de flores de lúpulo; para combatir la diarrea que sele presentó, 49] == se prescribieron enemas albuminosos con láudano de Sidemhan, or la casos de fiebre tifóida característica y las malas condiciones higiénicas dela localidad y más circunstancias que rodeaba al enferma, creí sin la menor duda que María Ch. había sido pre- sa de fiebre tifóida de forma benigna. El tratamiento higiénico no ha satisfecho nuestros deseos: por ser bien conocidas las condiciones higiénicas hospitalarias desfavo- rables de todo punto y más principalmente, por esa lamentable fusión, en un mismo departamento, de enfermedades que por su naturaleza deben encontrarse separadas para evitar el contagio tan frecuente entre los enfermos. n la marcha, duración y terminación de la enfermedad se notó la particularidad de haberse verificado el derrame ascítico en el tiempo de un año y obtenerse lacuración en ochenta días, inclu- _sive la complicación dela fiebre: hallándose al presente las dimen- siones, forma y dci del vientre en estado normal sin vesti- gio alguno de derrame y en completa actividad y armonía to- daslas funciones, salió del Hospitalel 23 de junio del presente año. He resuelto presentar esta observación: 1% Por ser caso raro para mí en el lapso de 16 años que llevo de ejercer la profesión Mé- dica, en laClínica tanto civilcomo hospitalaria; 22 Porhaberseob- tenido la curación rápida, mediante el tratamiento lácteo, por lo que no pu uedo menos de disuadir al público de los infundados te mores é inconvenientes que se le atribuye; y á los cooprofesores á que lo usen con profusión, á fin de que se haga extensivo dicho tratamiento áotros estados morbosos; 32 Por dar áconocer el sis- tema de observación que se sigue en la enseñanza de la Clínica que aunque im perfecta por hoy á causa de la falta de elementos con que cuenta; se perfeccionará no dudo, atendido el entusiasmo que tiene nuestro eminente Decano, quien ofrece recabar del Go- bierno los útiles necesarios para el siguiente curso escolar. El cumplimiento del deber, hace que publique este pequeño trabajo, é invite á mis ilustres colegas para que con sus afanes y seriasobservaciones; se llegue á formar la Clínica patria tan indis- pensable en un país que marcha á su engradecimiento. Quito, junio 28 de 1888. — 49 — CIENCIAS. “OBSERVACIONES INDUSTRIALES. - POR EL SEÑOR DON José MARÍA VIVAR, PROFESOR DE QuÍMI- “CA ORGÁNICA Y FISIOLÓGICA, Con este título insertamos ahora' algunas nociones de Quí- mica técnica ó práctica, que hace algún tiempo, teníamos deseo de dar á la luz pública, aun cuando de ellas se trata en las clases co- rrespondientes, se las explica á los alumnos, que á éstas concurren dando á la enseñanza la extensión y exactitud que ha menester para que sea provechosa. Y creemos tan urgente llevar á cabo nuestro , Pensamiento, cuanto que, bien sea por la diversidad de ramos á . que los estudiantes tienen qué dedicar su atención, bien por el co- mún desprecio con que se miran las materias con la referida cien- _cia relacionadas, bien por que se cree queno podemos mejorar nuestras industrias, implantar nuevas, ni salir de la estrecha y .. Oscura senda, prescrita porlarutina; los principios químicos y aunlos _ delas demás ciencias naturales, han quedado hasta hoy en la esfera perfecto, si se trae á la cuenta la debilidad de nuestras fuerzas; mas en cambio de esa imperfección, veráse en él, el desintere- sado ahínco con que procuramos que mejore nuestra naciente industria, principal fuente de la riqueza y felicidad de los pueblos. La caña de azúcar ( Saccharum officinarum ), perteneciente á la gran familia de las Gramíneas, cuya altura media es de cua- dias occidentales por los Españoles Portugeses que la recibie- ron de los Arabes. Su composición procéntica, según el señor Agua... oi dh +72 Azúcar cristalizable.... 17, 80 Azúcar incristalizable... o, 28 — 423 — Contiene, además, una cantidad variable de diferentes aceites esenciales. Las principales variedades de la caña se reducen á la. Otaití, Batavia, Criolla, uti diversa su calidad, atenta la mayor ó menor cantidad de azúcar que contienen; pero todas sos REE ud clima AS terreno fértil, . ojo, húmedo, bie do, con materias queno contengan mucho nitrógeno, ni... Ae pp en. exceso, pues aquél y éstas disminuyen la can- tidad de azúcar, provocando la formación de un jugo impuro. Las plantas, esto-es, las estacas se deben sembrar á distancia de metro á metro y medio, pudiendo propagarse también por me- dio de semillas colocadas á la propia distancia, 4 fin de que, cuando lleguen á la época de crecimiento, no se mallas las 4 unas á las otras, no pierdan su vigor natural y se levanten loza- nas-y robustas. Debe cuidarse, además, de la constante y per-. fecta limpieza de las sementeras, abandonando la costumbre, en, extremo perjudicial, de ensuciarla, á á pretexto de. abono, con el bagaz azo de la caña molida; pues conteniendo éste un treinta por ciento de. jugo azucarado, abandonado al aire libre, entra en fermentación espontánea que principiando por la alcohólica pasa, á la acética, y luego á otras, antes de llegar Á su completo des- doblamiento, circunstancias todas que contribuyen á descompo- ner el azúcar de las nia No se corten éstas sino cuando lle- guen á su perfecta madurez; cosa que se conocerá ya por el tinte amarillento de los tallos, ya porla.d secación de la epidermis, ya por el jugo azucarado y espeso que producen. Después de corta- da, no se deje la caña al aire libre, mas llévesela inmediatamente al ' lugar en que debe ser molida; así se consigue que no se pierda Por la evaporación el agua que contiene, que no se endurezca .ni . se dificulte la molienda. En orden al molino y condiciones que debé reunir éste á fin de utilizar la mayor cantidad dejugo contenido en la caña y todo el extraible por la prensa, inos compuestos de cilindros horizontales á los formados por ver- ticales; pues con ellos se aprovecha de la presión vertical, seimpi- de el desperdicio del jugo y se facilita el servicio del aparato, por que la caña se introduce en él con mayor seguridad. Otras muchas condiciones se requieren para obtener un producto de buena ca= lidad y más abundante, condiciones relativas bien á la manera con que deben colócarse aquellos, bien al lugar, bien á su limpieza, 8, $e; pero de ellas no nos ocupamos 2 ahora para estudiarlas en ocasión más ás oportuna. Nos limitarémos, pues, á observar algo rara de á la elaboración, esde luego no sabemos porque, en nuestros e RAN E calentar la caña al introducirla en la prensa, cuando si- guiendo ese procedimiento, pierde aquélla su elasticidad natural y el jugo se derrama más facilmente; cosa que se puede conseguir también arrojando vapor. mezclado con gotitas de agua sobre la * Caña, Con esta. operación, por sí í sencilla y nada costosa, porque — 494 — para obtenerla se o aprovechar del bagazo como combustible, se consigue el aumento de un quince por ciento en la producción del jugo, aumento q dúe siempre se desperdicia por ignorancia ó des- cuido. Diversas son las condiciones que deben reunir los estableci- * mientos, según sea la clase de producto que se intente obtener elaborando la caña; pues las necesarias para hacer un buen aguar- diente no son las que requiere un buen azúcar. son muchas ni muy costosas las reformas que los pro- pietarios tuvieran de introducir en sus fábricas. Una caldera bien arreglada para la defecación, dos filtros de los comunes, dos de carbón animal, un horno para su preparación, dos calderas para la cocción y evaporación, algunoscristalizadores, y un buen canasto- tamiz (llamado impropiamente turbina) son los útiles que, unidos á los que de ordinario se encuentran en todo establecimiento, bastan y sobran para obtener un buen azúcar de primera preparación. Cierto que para la perfección absoluta del producto, los útiles han de ser finos y también perfectos; y que, en tal caso, es indispensable ' comprarlos en el extrangero, aumentando así los gastos de produc- ción á causa del elevado precio á que se los obtendría si se trae á la cuenta los impuestos fiscales y municipales que gravan la im- portación de esos ú tiles, y las dificultades del transporte pro niente de la falta, casi ER de caminos. Mas, tales bolos desaparecen si se considera que la industria nacional se encuentra en estado de proporcionarnos esos mismos útiles á precios cómodos y con la prontitud apetecible, aun cuando, de otro lado, no sean del todo iguales á los que nos vienen de fuera del país: la cantidad y calidad del producto será inferior, pero en todo caso mejor que el que se consigue con los aparatos de que hasta ahora hace uso nues- tra incipiente industria azucarera. Además, la baja en la producción puede compensarse ventajosamente aprovechando de la melaza, para obtener mayor cantidad de producto. n efecto, separado el azúcar de primera cristalisación, sujé- tese la melaza á la decoloración por el carbón animal, y cristalizado el jarabe, se tendrá azúcar de segunda, y si se quiere, de tercera clase, entodo caso, mejor que el que se importa de Pasto, que . tiene mucho de invertido y poco de sacarosa, debido seguramente al descuido é ignorancia con que se la elabora Los ácidos dilui- dos, los álcalis y el calor prolongado transforman por hidratación, la sacarosa en una mescla equimolecular de sueo y levulosa, como lo decia las fórmulas e pzd Cia His Op pH 2 =CsH12 O + CH. Os sa eii se linal azúcar ABRAS: á causa de la acción que ejerce sobre la luz polarizada; pues la sacarosa que es dextró- gira se convierte en levogira, esto es, se invierte' su poder rota— torio, porque el carácter levogira es dominante, una: vez que á 45 igualdad de pesos la levulosa desvía mayor número de grados hacia la izquierda que la glucosa á la derecha. + pa | Es ariba ns A AA Nose ] la prec sa gramínea que lo contiene, falte material para la elaboración del aguardiente ó alcohol etílico diluido (C ¿E ¿JOH +nH 20), cuyo consumo, por desgracia, ha llegado á ser excesivo con notable perjuicio de la moral y salubridad públicas; y que sea del todoin- - dispensable para obtener este artículo, el jugo azucarado; pues se puedesacar éste dela melaza que queda después de separado el azú- car de primera cristalización. Hay ot has y muy variad terias, como las sustancias feculentas ó amiláceas, de más fácil cul- tivo y menor precio, que mediante operaciones sencillas pue- den transformarse en líquidos fermentables y suministrar la can- tidad de aguardiente que se desee; pues aunque no tienen sacaro- sa, están formadas de los mismos elementos y, en condiciones ade- cuadas, dan igual resultado. Es verdad que el aguardiente ob- tenido de las sustancias amiláceas en la primera destilación, no es el alcohol etílico diluido en agua, sino una mezcla de éste con otros muchos alcoholes y esencias que le dan mal olor y peor gusto; . pero esta dificultad desaparece empleando para su preparación aparatos más perfectos y complicados que los alambiques ordina— rios, El aguardiente nacional, á pesar de ser elaborado con el jugo de caña, tiene iguales y aun peores defectos; porque su cantidad es inferior á la que debía producir el azúcar empleado, disminu- yéndose considerablemente el lucro de los fabricantes; y su calidad no sólo, inferior, sino tanto más nociva á la salud de 'los consumidores, cuanto mayor es la proporción de alcoholes extra- ños y demás impurezas que de ordinario le acompañan; consecuen- cia legítima del total descuido en las manipulaciones y de la falta de aseo é imperfección de los útiles destinados á su elaboración. No se limpia la caña ni el molino, y el jugo se abandona á la fer- e dl mado vulgarmente pondo—longo, cubierto con una copa, ó co ajo la cual se dos, último refrigerante unido lateralmente al pondo-longo. Los depósitos sucios en que se guarda el aguardiente son de madera —426— é impurezas que disminuyen la cantidad del producto y dañan su calidad. ando: motivos especiales € imprescindibles impidan la ex- tracción cd azúcar y el fabricante'se halle obligado á elaborar el aguardiente, procure con el mismo jugo azucarado obtenerlo en mayor cantidad, mejorando á la vez su calidad. Concéntrese el jugo hasta la: consisteisa de jarabe, dilúyase en água caliente hasta que marque 9 ó 10% en el pesa jarabes, añádase enseguida - para cada nueva ción el fermento bien conservado y, final- mente, colóquese todo en las mejores «condiciones de una buena fermentación. De esta manera los aceites esenciales se evaporan, los gérmenes de fermentaciones nocivas se destruyen, y la eleva- ción * gradual de la temperatura, como también la adición de una po cantidadde un ácido cualquiera (*) favoreciendo la hidratación de la sacarosa, regularizan su desdoblamiento en glu- cosa y A Ci H5> O + E ies O= Có: ida Os TCó peli Os Sacarosa. es La dilatación del jarabe en el agua PEE da al tu fer- tico y succínico;. pero estos productos secundarios y sus de- rivados se separan del alcohol etílico, al destilar en aparatos adecuados á la temperatura conveniente, el líquido fermen- tado. Dichos productos son más, igual d menos volátiles que el alcohol ordinario; los primeros se separan haciendo pasar por el líquido una corriente de aire quelos arrastra consigo y añadién- dole lejía de potasa ó cal, que neutraliza los ácidos, forma sa- es fijas y los retiene con el rezago en el fondo de la caldera; los demás introduciendo en los aparatos de destilación una mo- dificación muy sencilla é importante, que consiste en colocar entre la calderá y el cabezote de los alambiques comunes, un cilindro con varios diafragmas perforados en forma de harnero y llenos de carbón nuevo de madera. A (*) Algunos fabricantes comienzan 4 emplear el ácido sulfúrico como correctivo, en las fermentaciones tardías ; ojalá conozcan su importancia y se sirvan de él siempre y no sólo como remedio, — 427 — Este cilindro es un verdadero depurador fisico que retie- ne los principios igual y menos volátiles que el alcohol etílico, gracias álas propiedades absorbentes del carbón y ála diferen- te cantidad de los productos destilados; debiendósele preferir, por lo mismo, á cualesquiera'otras sustancias, conocidas en el comercio con el falso nombre de desinfectantes químicos, como Ss ul transforman el alcohol principal, y los n compuestos, cuyas olores siendo más fuertes y paicadta ocultan el del CIP común. l alcohol ordinario oxidándose se cambia en aldehido y agua: 2(C,H s) O H+ Os: =2(C, H, O)H+ H¿O coll etílico, El aldehido cuerpo Ab y reductor toma otra porción dle oxígeno y se transforma en ácido acétic -2(C, H, 0) H + 0,= Hb H, 0),O H Ald chido o. Oxigeno, pe acético. - El ácido acético en contacto con el alcohol. etílico forma el eter etil-acético y agua -(C,H,JoH+(C,H ¿0)oH=(C, H,)-o-(C,H,0) AGS etílico, Acido ácé Eter etil-acético.” Los demás alcoholes sufren cambios en todo semejantes, razón por la que los desinfectantes químicos son verdadero infectantes. Aplicando á la elaboración del aguardiente las modifica- ciones indicadas, hemos obtenido en la práctica el. notable au- mento de un veinte por ciento en su producción y el agra- dable olor y gusto, propio del afamado Ron, que le da su prin- cipal constitutivo el alcohol etílico. ( Continuará ). — 428 — BOLETIN UNIVERSITARIO. LOS DELITOS POLITICOS. DISCURSO PRONUNCIADO EN LA SOLEMNE DISTRIBUCIÓN DE PREMIOS DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL, EL 31 DE JULIO DE 1887; POR AURELIO M. VILLAGÓMEZ, ESTUDIANTE : DE CiENCIAS PÚBLICAS, Señores Profesores, Señores : No puedo ocultar mi turbación al tener que hablar en este santuario de la ciencia, dirigiéndome á un auditorio ilustrado, com- puesto de altos magistrados de la República, de ilustres doctores de la ciencia y de una escogida juventud. Meveo en la compro- metida y escabrosa situación de representar á mis condiscípulos en el acto más solemne, en que se recogen los premios debidos al estudio y al mérito, después del largo período d tros desvelos y afanosas cargas, á consecuencia de estudios difíciles, de la más importante trascendencia en el mundo moral, pues llevan en sí el germen de prosperidad y grandezaó de aniquilamiento y ruina de las naciones. Estudios son estos de problemas oscurecidos y mi- nados por los más opuestos sistemas: unos, expresión de tumul- tuosas y enconadas pasiones; otros, nacidos de viles cálculos, y al- guno en fin que, á pesar de las tempestades que le han batido y de la plaga de errores que han amenazado extinguirle, se ha ele- vado por los esfuerzos de la razón de encumbradas inteligencias con fuerza y pujanza avasalladoras. Qué diré yo, Señores, que pueda ser digno de la culminante grandeza de las Ciencias Públi- cas, de vosotros á quienes me dirijo, que corresponda á la instruc- ción é inteligencia de esta generosa juventud, que no desdiga de este augusto recinto, en donde otros más favorecidos por la natu- raleza han hecho oir su voz con la fuerza y confianza que da e talento, el estudio y una bien adquirida posición en la República de las letras. Pero como sois ilustrados, tengo un íntimo conven- cimiento, la más firme persuasión de que también sois benévolos, y así no dudo de vuestra indulgencia oyéndome tratar en este dis- curso de un hecho que actualmente agita á los pueblos y hace que el alarma cunda en todas las naciones, Confiado, pues, en esa benevolencia que la invoco y la necesito, pondré todo el empeño posible á fin de penetrar en el orígen de ese hecho, investigar sus causas y dar, si es de mis alcances, con su verdadera naturaleza; — 429 — ateniéndome á lo que dictan la razón y la experiencia, á lo que he podido comprender en el estudio de Ciencias Públicas y en las sabias enseñanzas de mis beneméritos é ilustres profesores, y por último, á lo que por circunstancias muy peculiares me colocan enel grado de imparcialidad que requiere la investigación de una ver- dad arrollada por tantos intereses ycuantas pasiones de partido se conocen. En la sombría época que alcanzamos se advierte, Señores, el poderoso influjo de un hecho, acaso el más terrible que han pre- senciado los siglos y las épocas: de un hecho que bate, agita, con- mueve en sus raíces, trastorna y por último arranca á los pueblos y naciones de las bases más íntimas en que se afianzah el orden, la estabilidad y el progreso, para hundirlos en un caos tumultuo- so, donde todo tiembla, todo vacila, todo se oscurece, todo se nie- ga; y donde solo el error y los vicios se levantan altivos y altane- ros. En ningún tiempo los anales de la Historia nos manifiestan un desbordamiento de las pasiones políticas en tan prodigiosa al par que horrible magnitud: hoy la insurrección es para la multi- tud su ídolo, su necesidad más imperiosa. Nunca, jamás tan bo- rrascoso desquiciamiento han padecido los principios que susten- tan el orden social. De aquí, el que las sociedades vacilen ensus mismos fundamentos, se sacudan con vertiginoso tambaleo, con- culcándose todo verdadero principio, oscureciéndose las buenas ideas y sepultándose en fin todo sentimiento noble y generoso; pero irguiéndose cual soberbio Satán el individualismo en todas sus execrables faces y con su séquito igualmente abominable. ¿De ónde, Señores, procede tan perenne vacilación? ¿ De dónde tan- to malestar, tanta agitación, tan continuo y fuerte movimiento ? ¿ Dónde está el origen, la causa, el germen de tanto movimiento tenebroso, detan lúgubre vacilación, detanta zozobra tempestuosa? Sucédense en vertiginosa rapidez gobiernos y dinastías: nada fir- me, nada estable, nada que indique la más remota esperanza, ni cierto. Todo error, todo vicio, todo delito y hasta los crímenes Que excitanla indignación más profunda, que repugnan y sublevan nuestra conciencia en lo más recóndito del espíritu, no solo se disi- - Mulan y excusan, sino que se quiere justificarlos siempre que se encubran con la fascinadora palabra de delito político, de revolu- ción. Hasta se tiene el descaro, y se llega al más impudente cinis- mo de proclamarlos como un derecho, elevarlos á la categoría de uN principio inconcuso, con una escuela que los sostenga é innu- merables adeptos que los defiendan. Desde la época sombría en que el Filosofismo cundió en toda Europa y alarmó á la Francia eon la más conmovedora desgracia, con esa formidable y espanto- Sa crísis que ha atormentado á la especie humana desgarrándola y envileciéndola, de nunca vista manera, inflamáronse los ánimos en el más sanguinario delirio. Cuando se reconoció por pueblo á la turba más perdida, abyecta y miserable, se proclamó por volun- — 430 — tad Soberana la vociferación.de esa canalla, ávida de exterminio y de infamar prostituyendo t todo lo que se elevaba sobre ella; en- tónces se la vió coronada, paseada en triunfo y lo. que. es peor ¡adorada | en su genuína personificación, el Dios Marat, el mons- truo más indigno y afrentoso al género humáno. Desde esa épo- ca de pavoroso torbellino toda idea recta .se ha conculcado, todo verdadero principio se rechaza, todo noble sentimiento se desde- ña y toda virtud ha sido escarnecida; mas encima de estos escom- bros se levanta erguido el funesto sistema de la independencia más absoluta, llevada á tal exceso que se niega que haya para el hom- bre algúnfreno, algún dique, algún vínculo, alguna leyá que deba someter su actividad. De ahí, que la insurrección sea considera- da superior á todo sagrado poder que existe sobre la criatura ra- cional; de ahí, el alarma, el inmenso fragor que va cundiendo, dila- tándose cada vez más pujante y vigoroso de Oriente á Occidente, de Norte á Sur, estremeciendo lós ámbitos todos del mundo -mo- ral; de ahí también el que anegados en. sangre fratricida se revuel- van los estatutos fundamentales de las naciones, se promulguen nuevos códigos, se proclamen absurdos derechos, caigan todos es- tos sepultados por el peso de nueva revolución, que en rápido e sanguinario pi es aniquilada porel pañal de otra aun más dora. Enel: > tanto mal, catástrofes, de interiaitable ae no hay esperanza. E ers desvanece el erito defensor del orden, pa dela revolución, modera- dor de la libertad: física para hacerla. entrar en los límites de la tardes «racional. y en los elevadísimos designios del Crea- " Penerelñas] e Señores, en el ser de ese hecho, investiguemos su íntima eséngia,: ¡desarrollémosle enla plenitud de sus consecuen- cias ,para. así. llegar, alexactoconocimiento de su naturalezaintrín- seca. . Si todo esto: alcanzamos, habrémos eo á determinar su entidad y trascendencia criminal. - Todo «ser que: ño es causa de sí mismo; que no lleva en. sí í la razón de su esencia, nt éxistencia, es y está esencialmente subor- dinado á otro Ser, único' ¡principio y fin absolutamente último de toda apto de toda existencia» Esta subordinación del ser que es efecto al Ser que es ¡cd ves y se halla constituída por relacio- nes, vínculos indisolubles que brotah de la esencia misma del ser secundario para.con el Ser necesario. _Estas relaciones jemeudas desenvolverse la actividad ya extrínseca, ya intrínseca de todo. ser creado. El. hombre, ser por naturaleza. «Inteligente conoce. estas relaciones en su.sujeto y en Su término: percibe, contempla y. ad- mira este orden en todas y en cada: una de las criaturas. El hom- re, ser por naturaleza libre, tiene ensí mismo, en su voluntad el poder de dirigirse, desarrollar swactividad en virtud de sus actos, y desarrollándola c ceñirse á este orden, á este supremo designio, 4 e... A estas leyes dictadas por el Soberano legislador y autór de tódo lo eado. g Pero también el hombre abusando de esa inteligencia que conoce, de esa voluntad que tiende, de esa libertad por la cual son suyos los actos por los que se adapta al plan divino; puede apar- tarse de esas leyes, puede róomperlas, puede trastornarlas en su ser individual por medio de sus actos. Pero como brotan de la esencia misma del ser, como son fijas, constantes, inmutables, co- mo perfectamente adecuadas á la naturaleza racional; el orden, principio de la recta disposición de los.actos humanos para:cón el. fin absolutamente último de todas las cosas, exige que sean res- tauradas esas relaciones, que se reintegren haciendo desapárecer en el hombre la causa que le ha inducido á violarlas: -.De donde. no solamente se deduce que un acto de transgresión es en sí mis-. mo malo, por cuanto supone la rebelión de un' ser 4:las Jeyes «de. su naturaleza específica, á/lo que conviene de un modo necesario: con la esencia de los «seres; sino que también hay. en- él tanta: mayor malicia ó criminalidad cuanto haya mayor conocimiento: de .€sos lazos y deberes, mayor volunatad de. romperlos, y se propon- ga.el hombre fines especiales opuestos á la naturaleza racional, y por último, sean aquellos deberes más íntimos y conexionados á consecuencias más ó menos importantes, inmediatamente emana- das del acto criminal. ta : E Apliquemos estos principios metafísicos al hecho de que se. trata, al crimen cuyo objeto es la subversión delorden legítimo en | el Estado, al que tiende 4 romper las leyes en que descansa el or- den constitucional, con el fin de descubrir su intrínseca perversi- dad € ingente trascendencia. : | : ue es ley de la naturaleza racional la sociabilidad, es princi- - pio incontrovertible: la razón y los hechos concurren ádemostrar- lo... ¿Qué motivo de ser habría entre los derechos y deberes de los. hombres entre sí, los que brotan de la. misma naturaleza espe- cífica del ser racional, sin la sociedad: único. é indispensable me- dio de satisfacerlos? ¿Qué fuera: del. desarrollo de nuestras facul. : tades, de la expresión de nuestros pensamientos, y sentimientos, de la. satisfacción de nuestras más arraigadas y urgentes necesida- es, del total y acorde. perfeccionamiento.de la, actividad humana á que deben concurrir y de hecho concurren todos. y cada uno de nuestros semejantes? La razón no-nos manifiesta ningún medio Para llegar á estos fines, sino tan solo el de la sociedad en:sus múl- -, tiples y diversas formas. -Que: haya: en. ella un principio «único Que enlace las inteligencias con la- verdad, ligue las libres volunta- des con el bien subordinando esa diversidad de tendencias, con» trarestando opuestas pasiones, refiriendo, ordenando, todas las acciones á un fin único, ó bien común, es. otro principio igualmen- te innegable. Donde quiera que la inteligencia tienda y espacie Su mirada, ya en las regiones especulativas, elevándose 4 las más encumbrad OE 7 es de E Metafisica; Ó ya descienda al z idad OA 499 — fecundísimo terreno de la Historia y atraviese por todas las épo- cas y pueblos, hallará siempre confirmada esta verdad por la fuer- za misma de larazón y por los hechos, que siendo uniformes y cons- 1 o M1 de E. f. Sd O | A o oO A secamente convienen con.el ser del hombre. ¿No es verdad, Señores, que conocemos este principio de sociabilidad del modo más evidente ? que lo conocemos con la inmutabilidad caracteri- zadora de las leyes de la naturaleza? Es pues en todo punto in- contestable que el apartarnos de ley tan constante, tan uniforme, al modo universal, es en sí mismo malo: es propender al error, á lo que no es, no debe ser. Sublevarnos contra ese principio de dirección exclusivo y único-la autoridad—¿no es quebrantar el arden impuesto al ser intrínseco de las cosas por el Autor de to- das ellas? Querer extinguir, despedazar, aniquilar lo que es guía de nuestra actividad, fuente de nuestra perfección ¿no es acaso renegar del ser mismo que tenemos como criaturas inteligentes y libres? ¿no es por ventura esa misma libertad quien exige y re- clama la existencia de una fuerza ordenadora en toda asociación ? Si tan conveniente, tan necesaria, de tal modo tan absolutamente imprescindible es que exista la autoridad á fin de que haya asocia- ción, es de la Los evidencia que la rebelión contra esas leyes es un acto criminal en su concepto, en su entidad misma. Esto en las regiones metafísicas, en sd horizonte que alcanza á divisar la encumbrada abstracción; descendamosahora á lo exis- tente, á lo particular, al orden de as neeciencias, al terreno en donde las leyes de la naturaleza se revisten de una forma real y de- terminada, y se manifiestan patentizadas en virtud de los hechos. Verdad muy debatida en todo el siglo pasado y en los comien- zos del presente, pero en la actualidad ajena de la menor du- da es que, el hombre no siempre interviene libremente en el ori- en, en la constitución y particular forma de la autoridad, y por consiguiente de la sociedad civil; puesto que en las más de las ocasiones es la misma naturaleza. quien á proporcionado al hom- bre para su bien la sociedad doméstica, origen único, germen de toda sociedad, siempre que reconozcamos, como debemos, en el género humano su unidad y procedencia del Paraíso. En otras ocasiones un derecho preferente es el germen de un hecho obliga- torio, lo cual acaece en el caso de conquista causada por guerra justa, y por último, en otros y con muy peculiares circunstancias de igualdad hasta cierto punto individual en las personas que se constituyen en la sociedad formada por ellos, la libre volun- tad del hombre fué la que concurrió en la actuación dela autoridad y existencia de la sociedad. Observemos, sinembargo, que en odos estos diversos casos satisface una ley i impresa en nuestro ser, contribuye á patentizar una necesidad imperiosa de nuestra naturaleza racional. Siendo esto así ¿cómo podemos reconocer, no digo un derecho en el hombre, pues parege inconcebible, sino que sea indiferente, que esté en su poder, en su arbitrio romper — 433 — con la autoridad despedazando el vínculo de unión y garantía de los derechos más vigorosos é imprescriptibles por excelencia? La rebelión contra la autoridad vendría á parar en su horrible proceso con el parricidioen lasociedad doméstica, en la revolución y anar- quía de la sociedad civil, en el cisma y destrucción de la Iglesia, siempre que fuera susceptible, de aniquilamiento por obra del hombre. Para romper y dar en tierra con el orden legítimo de un Estado ¿qué de medios tan terribles no son para ellos necesa- rios ? Lo que tiene por fin un crimen, ya hemos probado que la insurrección es criminal en sí misma ¿ qué de trastornos, de sangre, desolación, ruina, muerte y exterminio no son indispensables ? la sociedad toda se estremece y se agita, y hasta en el hogar do- méstico se padece el mareo tempestuoso que causan las pasiones de partido. Ese dulce recínto donde tienen cabida los goces más firmes y puros de la vida, en los fatales momentos de rebelión es someternos en nuestros actos externos, y recayendo estos en las cosas y bienes que se ocultan bajo las palabras de honor, vida, liber- tad y hacienda, es moralmente imposible que lo que tiende á sub- vertir el orden que abraza tan importantes y multiplicadas rela- ciones, no conmueva el edificio social en sus más íntimos y arrai- gados simientos. De ahí el malestar profundo, la desconfianza, el sórdido egoísmo, pasión tan cruel comotiránica, todos se abra- zan en el odio más concentrado, en todo se ve dificultades y obs- táculos insuperables y el miedo se apodera de los ánimos. es- graciado de quien no abrigue el mismo odio, temor, víl recelo y egoísmo. Así, Señores, se cumple esa máxima tan célebre como Ma “La revolución, como Saturno, devora á todos sus ijos. ” ¿Por ventura, Señores, quien trata de subvertir el orden le- gítimo de un Estado no advierte que ese es un crimen, y que pa- ra consumarlo son necesarios muchos otros igualmente graves ? un crimen es el germen de otros delitos y crímenes que se van en- cadenando y arrastrando á los pueblos á un abísmo. ¿No tiene á la vista tanto trastorno, tanta confusión, lucha la más desgarra- dora de una sociedad que arde y se inflama por el devorador sO- plo de pasiones las más violentas ? ¿ No abraza la inteligencia del revolucionario el desolado campo de la Patria, en donde yacen mutilados los cadáveres de sus hijos predilectos? Quien arros- tra la muerte por defenderla es un hijo predilecto de la Patria. ¿ No escucha con los oídos del alma ese horripilante¡ ay ! de tan- tos infelices que lloran la prematura muerte de bienhechores, pa- dres, esposos, hijos, en contienda fratricida ? ¡ Qué de tumultuo- Sas pasiones siente hervir ensu pecho! ¡ Quédemales, quéde pio” nes sucedidos y que van sucediéndose con inusitada rapidez está palpando ! Paralización en la agricultura y el comercio, atraso en to- da industria, suspensión en el progreso, dilapidación y agotamiento E “del tesoro público, hé aquí los trastornos del orden social: calámi- dades, estragos, sangre, desolación, ruina, muerte y exterminio, pa- " decen y lloran los mienbros todos de un Estado combatido porla fie- bre revolucionaria. Terrible peste que devoralos pueblos. Los. go- biernos por! tales medios sl sumérgense en la 1 duda, en la in- quietud, n ver en todos los individuos á % quienes no estan ligados con ri relaciones, adversarios que, en presentandose la menor coyuntura, les vejarán y hostilizarán. De ahí, tántacondescendencia porcom- placer y halagar á unos; de ahí también el derrochamiento de los caudales públicos en medios que se encaminan á la separación, ruina y amiquilamiento- de los otros. Lo que debe ordenarse á ¡lo quedebeser garantíase con- vierte en instrumentos de despojo, vejación y muerte. Los go- biernos amenazados y los que deben su ser á los crímenes y deli- tos políticos no hallan en su orígen, nien su ánimo, ni en las circunstancias fundamento alguno para ser fuertes, firmes y esta- bles: de ahí, tánta debilidad y tánta tiranía; imperfecciones sumas en todo poder, en toda autoridad, en todo gobierno. Estos son medios minas E di tienen que ponerse ne- cesariamente en ejecución s 1 el propósito de sub- vertir el Estado: ora el ooo reciba tada su energiá y eficacia del acuerdo de varias ó muchas personas, ora todo él se sustente poder que e refrena nuestra turbulencia. Ahí está la Historia cón ' sus páginas empapadas en sangre; ahí, la húimánidad siempre heri- * da y desgarrada; ahí está, á nuestra vista se halla el espectáculo de *' nuestras nacientes sociedades confirmándonos esta dura y funestísi- ma verdad, Pero el revolucionario sondea con su inteligencia: todo este enorme cúmulo de desdichas, y sin embargo persiste en su pro- pósito. No vacila, nada le inquieta, nada le arredra, primero es su interés que el abismo en que sepulta ásu Patria; y hasta llega en su delirio á sacar. partido. de las catástrofes con que la naturaleza ha abrumado á.los pueblos. Pero entonces ¿que justificación, qué consecuencias necesarias, que inmediatamente del hecho mismo se desprenden, Además, es imposible negar que se haga una revo- lución sin conocimiento. de las tropelías que siembra en rededor. No veo, pues, Señores, en el hecho, de subvertir_elorden excusa alguna, sino la más absoluta criminalidad, Criminalidad que la he- mos visto en toda la plenitud de los más horrendos delitos que se perpetran, puesto que la hemos considerado enla relación ó. deber que se rompe, fundado en la naturaleza específica del hombre, en el — 435 — conocimiento, en la intención y voluntad del agente. Resta sólo examinar el objeto que el delincuente político se propone y las consecuencias inmediatas que del acto emanan. Todo eso lo he- Patriotismo, progreso, felicidad pública, libertad: hé aquí, Señores, las grandes palabras en que van escondidos los crimenes a rf na vez, pero ¡cuán rara! verdadera ambición de gloria. ] m por supuesto que verdaderamente se emprenda el delito político por la felicidad pública, mas yo pregunto: loque es ciertamente Justo se consigue por los crímenes? La felicidad pública no puede estar reñida con la justicia; pues entonces no sería bien del hombre, felicidad racional ¿Se podrá probarque alguna vez se la ha conse- guido? Pero ahí esta la Historia del género humano negándonos en cada una de sus páginas tan fatal aberración. Por otra parte, no ha habido casi delito ni crimen, desde el más inmundo y tétrico que no haya sido defendido con el especioso pretexto de placer, de felicidad, de perfección.... Ahí está el suicidio. sostenido por unos, como derecho incontestable que nace de la suprema libertad y dominio del hombre en su vida y en sus actos; ahí están el robo y el incendio preconizados por la comuna; ahí están los mormonces. . .. Basta, Señores, no quiero rasgar el velo.que oculta infamia imponderabl8!—Vuelvo, pues, á repetir que no ha habi- do crimen alguno que no haya sido adornado con alguna campa- muda palabra: pa Ex 0 no Py > camos por último sus consecuencias. Estas consisten cn pérdidas de todo punto irreparables, especialmente en el orden'mo- ral. Los aluviones que han talado nuestros bosques, colmando de miseria y desconsuelo á nuestros nacientes pueblos; los torren- tes de fuego que, surgiendo de la profundidad de los abismos, se han elevado por encima de las nubladas cúspides de nuestros volca= nes, y desde allí descendiendo en torbellinos de lava han. espar- cido donde quiera el incendio, la devastación, el cúmulo de ruinas y el hacinamiento de toda desgracia; el hambre y la peste haciendo víctimas sin cuento por los ámbitos de nuestra desgraciada Re- Pública; todo esto nos ha causado muchísimos males; pero la revo- lución continuada y nunca interrumpida que ha sido y es el estado normal (si cabe decirlo) de nuestras modernas sociedades nos ha causado muy peores. Males de la especie enumerada y males Correspondientes al orden moral han pervertido el juicio dela mul- ES titud, sepultando las ideas'en un caos tenebroso de violentísimas pasiones. Aquellos son reparables: industria, comercio, buena voluntad, facultades amplísimas que llenan una inmensidad incal- culable, nos han traído mayor cúmulo de males.—Pocos años de vi- _ da independiente hemos vivido y sin émbargo, ¡cuán fecundos en. intrigas, en pretextos frívolos para paliar injustos designios! Ora ha sido la codicia bajo el manto de la ambición de gloria, ora ven- ganzas crueles, ora en fin, habitual pereza para vivir del propio tra- bajo las que han ennegrecido las páginas de nuestra historia y des- garrado las entrañas de esta madre común. Aquellos mismos que dictaron un orden político hecho á su guisa y talante, pocos días después han olvidado sus caprichos por otros nuevos. ueva re- volución, nuevo trastorno. Ahora no es la multitud quien se insu- rrecciona, el poder mismo es el insurrecto. Quisiera yo saber, Se- ñores, si la Gran Bretaña tan fecunda en hechos gloriosos, tan bien constituída, tan rica de varones ilustres, de tan eficaz gobierno ¿Cuenta con tántas regeneraciones y contantísimos regeneradores? nal por su mismo ser de hombre; la hemos examinado en el cono- cimiento de los deberes que se infringen y en los crímenes que comete el delincuente político; hemos procurado penetrar en la muy obstinada malicia y perversidad que encierra el tenaz pro- pósito de cometer un crimen, cuya ejecución exige medios los más inícuos y funestos; también hemos tocado las consecuencias inme- medios para perpetrarlo, en sus consecuencias y también se han sondeado los efugios que se alegan para justificarlo.—De este aná- lisis deducimos de un modo incontrastable que el delito político es- un crimen de la más grande malicia y trascendencia. En la revolución, Señores, todo se agita, todo se revuelve, to- do se enturbia, se escarnece y se confunde; pero el fango, la podre- dumbre brotan á la superficie. Lo que debía aplastarse y sepul- tarse en el inmundo cieno es lo que se levanta y enseñorea y do- mina y corrompe la sociedad. Lo que debía ser abatido y aun ani- quilado para que no sea vergijenza y escándalo del hombre, es aquello mismo que se yergue triunfante, lo que rige y reina en la muchedumbre.—Tan grande trastorno en las leyes de la natura- leza, tal desquiciamiento en las bases mismas de la sociedad, uni- doá tanta desolación, estrago, ruinas, lágrimas, depravación, pér- didas de todo punto irremediables, grande é insondable abismo — 43 — de iniquidades sucedidas y que se van sucediendo, se proclaman, ¿quién lo creyera ?—¡ cómo un derecho, cómo un poder confor- me á la recta razón, cómo el reflejo de la divina Providencia!-—Im- posible fuera creerlo; pero en todas partes lo vemos, lo oímos, lo palpamos. Nosotros, nosotros mismos, ¿no hemos admitido este error? Apenas nuestra tierna inteligencia empezó á desplegar sus alas en las regiones del saber ¿no le abrazó como si fuera la verdad más necesaria? Este es el primer delito que se defiende como un derecho. nte el inmensísimo espacio que nos presentan las genera- ciones pasadas y las presentes, en donde ha reinado este crimen y y se ha extendido con sus funestas consecuencias; ante un pasado tan triste, un presente tan azaroso y un porvenir tan incierto y os- curo: ante el sombrío cuadro, abierto á nuestros ojos de atroces crímenes, que se han sucedido, se suceden y se irán sucediendo, mientras se proclame el absurdo poder para destruír y demoler todo orden; el alma retrocede y se abisma en la más tenebrosa me- lancolía. -. ¡ Ah, Señores! sien esta y en otras materias nos acogiéramos á lo que dicta la verdadera ciencia ¡qué aurora tan brillante! ¡qué espectáculo tan hermoso el que se nos presentaría!-Cuando en la más lóbrega y tempestuosa noche, en que temíamos que el mundo sucumbiese por la lucha de los elementos conturbados, y ya creía- mos oír el último y supremo ¡ay! desgarrador del Universo que vacila, se desquicia, se desploma y perece con fragor horripilante; y vemos que las tinieblas corren ahuyentadas por los resplandores del crepúsculo matutino, y vemos que el rey de los astros avanza > A República del Ecuador.—Rectorado de la Universidad Cen- tral.—Quito, junio 2 de 1888. Señor Presidente de S. E. el Tribunal de Cuentas. Tengo la honra de dirigirme á V, E., pidiéndole se digne or- — 438 — denar que el señorSecretario confiera la liquidación de lo que el Te- soro Nacional debe á la Universidad por los años de 1879 hasta pago en obsequio de la Instrucción pública, tan digna de atención bajo todos conceptos. Dios guarde á US. H. ELÍAS Laso. República del Ecuador.—Rectorado de la Universidad Cen- tral. —Quito, junio 6 de 1888, H. Señor Ministro de Instrucción pública. Cuando pedí el pago de lo que el Tesoro Nacional debe 4 la Universidad por los años de 1883 y 1884, el H. señor Ministro de Hacienda pidió al Tribunal de Cuentas la liquidación de la sub- vención sin incluir la parte relativa á la enseñanza de Anatonomía, á pesar de que en los años referentes la ley de presupuestos de 17 de noviembre de 1880 conprendió ambas partidas votando direc— tamente para la Universidad, ocho mil sucres y cuatro mil doscien- tos treinta y seis para Anatomía, cuya enseñanza ha estado y está á cargo de un profesor rentado por la Universidad. Para reparar esta falta presento hoy la segunda liquidación que ha conferido el Tribunal de Cuentas convencido de la justicia del reclamo. No dudo de que US. H. se dignará recabar de S. E. el Presidente de la República el pago de las dos liquidaciones. No dudo tampoco de la buena voluntad de S. E. el Presi- dente de la República, porque durante toda su administración ha protegido, como debía, la Instucción pública, , Dios guarde á US. H. ELÍAS LASO. República del Ecuador.—Rectorado de la Universidad Cen- tral —Quito, junio 12 de 1888. H. Señor Ministro de Instruccion pública. Contesto al estimado oficio de US. H. fecha 11 del presente mes, en el que me comunica queS.E. el Presidente de la Re- pública sabiendo que faltaba papel para el primer número de “Los Anales”, obsequia una resma de este artículo. Agradezco el obsequio no sólo por ser la expresión de S. E. en favor de la Instrucción pública sino también por la oportu- nidad. S Dios guarde á US. H. e ELÍAS LAso. 8 República del Ecuador.—Rectorado de la Universidad Cen- tral—Quito, junio 14 de 1888, nl Señor Presidente del Ilustre Concejo Cantonal. Tengo la honra de poner en conocimiento del Ilustre Con- cejo, por el respetable órgano de US., que está ya en estado de servicio la imprenta de la Universidad y como este vehículo de extensión de las luces, tiene por exclusivo objeto favorecer y ge- neralizar la enseñanza, me he creido en el deber de anunciar al Ilus- tre Concejo la apertura de la referida imprenta, porque conozco el plausible celo que anima á esa lustre Corporación y su digno Pre- sidente, por todo lo relativo á la Instrucción pública. Dios guarde á US. ErLías Laso, República del Ecuador.—Rectorado de la Universidad Cen- tral—Quito, junio 15 de 1888. Señor Presidente de la H. Cámara del Senado. Excelentísimo Señor: Cuando la ley mandó dar una obra valor de 16 sucres para la Biblioteca de la Universidad á- los estudiantes, que pretendan Optar grados académicos, dictó una disposición justa; porque ha- biendo recibido los optantes la enseñanza en la Universidad natu- ral era que este instituto científico gozara de aquel emolumento. Desgraciad te la disposición anterior fué cambiada en pró de la Biblioteca nacional, por la ley de 28 de agosto de 1869; Porque careciendo esta de fondos para su enriquecimiento, se tra- tó de dárselos á costa de la Biblioteca universitaria. Esta injusticia continúa hasta la presente, no obstante haber desaparecido el pre- texto que hubo para sancionarla; pués hoy la Nacional cuenta con tres mil sucres anuales para la compra de libros, y la de la Universidad carece del único fondo que le es propio. : o sési las facultades universitarias enriquecen con este im- puesto sus propias Bibliotecas, ó si lo remiten á la Nacional; pero justo sería lo primero, cada facultad necesita de libros para la enseñanza, y como la ciencia adelanta diariamente, las Bibliotecas Universitarias deben tener indudablemente un fondo fijo para ad- nue es 4 a “an e : E pl ACIHMAICICIA quirir los buenos libros des capitales de Europa. ; El Gobierno provisional reparó esta injusticia; pero el decre- to que dictó quedó derogado tácitamente, talvez sin advertencia, por la Convención de 83, y la irregularidad continúa como antes. Mi deber, como Rector de la Universidad Central, es pedir á la H. Legislatura que asigne á la Biblioteca de la Universidad el impuesto de que se trata. o - No dudo que así hará, pues conozco el espíritu de rectitud y — HH) — el amor á las ciencias que caracteriza á cada uno de los H. H Diputados que tan dignamente componen la presente Legislatura. xcmo. Señor. : Erías Laso. República del Ecuador. —Rectorado dela Universidad Cen- tral. —Quito, junio 20 de 1888. Señor Presidente de la H. Cámara de Diputados. Ecxmo. Señor : La Universidad Central del Ecuador, á la que pertenece la mayor parte de los H. H. señores Diputados por sus títulos de Doctor, que los hace miembros de ella, carece hoy de casa; pues el Instituto de Ciencias ocupa casi toda la antigua casa de la Univer- sidad, y no tiene ésta más que tres locales para las 24 clases de enseñanza, que en ella se dictan á los numerosos alumnos que acu- den diariamente á recibirla. os señores Profesores alternan desde las siete de la mañana, hasta las ocho de la noche; pero á las veces este orden riguroso no es suficiente; porque cuando un Profesor prolonga la lección orah por más de una hora, el Profesor que debe seguir no tiene para su clase y se ve obligado á despedir á los alumnos. La disciplina escolar no puede conservarse con el esmero que requiere la moral; porque del Instituto se disculpan atribuyéndola á á los de la Universidad y vice- versa «El Instituto no puede trasladarse á otracasa porque no encon- traría locales á propósito para los gabinetes y laboratorios que costaron á la Nación ciento ó doscientos mil pesos. s pues necesario que la Universidad salga de su antigua casa, y sois vO- sotros H. H. Legisladores, los que debéis remediar este inconve- niente, dando á la Universidad los fondos suficientes para comprar una casa y adaptarla á- sus necesidades; ó lo que sería mejor y me- nos costoso, construir otra propia al objeto. El Tesoro Nacional debe á la Universidad, según la liquida- ción adjunta $ 26.31 3, 77 centavos. Esta suma puede servir de base para la compra ó construcción del edificio, y entonces el gas- to quedará reducido cuando más á diez mil sucres para la Nación; pues los 26,313 sucres 77 centavos con que contribuye la Univer- sidad son un désebohs que se debe suponer hecho ya por el Tesoro, ó que debe hacerlo irremediablemente; porque es deuda recomendada como ineludible y preferente por el artículo 94 de la Constitución de la República. reo que los H. H. Legisladores atenderán patrióticamente á esta petición, llenando una de las necesidades más Ei que tiene hoy la Universidad. Excmo, Señor, ELíAs LAso, Si e il República del Ecuador.—Presidencia del Tribunal de Cuentas. —Quito, junio 13 de 1888. Practíquese por Secretaría la liquidación de las pensiones a el Tesoro Nacional adeuda por los años de 1879 á 1882 al Esta- blecimiento de la Universidad Central, juntamente con los e se han dejado de pagar desde el año 1879 al 82 expresado por la enseñanza de Anatomía, de conformidad con la asignación señalada por las respectivas leyes de los expresados años y el oficio de dos del presente del señor Rector de la Universidad.—Sánchez.— Delvalle, Secretario El infr ascrito ta cumpliendo con el decreto anterior y previo cl examen de las cuentas de la Tesorería de esta provin- cia, porlos añosá que se refiere el oficio del señor Rector del ex- presado Establecimiento procede á practicar la siguiente LIQUIDACIÓN. Debe. Haber. UNIVERSIDAD.—Desde el 1% de ene- ro de 1879, hasta el 17 de Octubre del mis- mo año, fecha en que .empezó á regir la ley de Instrucción pública, en la que se asignó otra dotación á razón de 6.000 pesos ó sean 4.800 sucres, votados en la ley de Gastos UE 1876, le corresponde... .--2aendo $ 3.826,61 Desde el 18 de Octubre de 1879 hasta el 31 de Octubre de 1882, á razón de 8.000 pesos ó sean $ 6.400 asignados en la citada ley de Instrucción pública y la ley de gastos de 1880 20.507,46 ABONOS.—Por este crédito en 18794 razón de 650, pesos tres dividendos, son (en Sticres).... is e e 0 $ 1.560,00 Mas dados á Stanislao Levoyer como profesor del Establecimiento en el mismo ARO, Y En Ho PEdAS, e E 104,00 onados en 1880, al Señor Doctor José M. Cárdenas como profesor, en ocho partidas de 35 pesos, y al señor Doctor, As- cencio Gándara en cuatro de igual cantidad = 338,00 bonados en 1881, al Colector en 13 Pertilass 00 init -ÍS 6.328,00 1d.-en-i882,a4 idi:enid id. coil Ea 6.290,40 ANATOMÍA. —Desde el 1% de enero hasta el 31 les Octubre de 1882, correspon- de á la Universidad á razón de 4.2 36 pesos, ó sean $ 3.388,80 centavos, según asigna- Pasan $ 24-334,07 $14-620,40 149 —Ñ : Debe. Haber. a Vienen $ 24.334,07 $14.620,40 ciones hechas en los presupuestos de gas- : tos de 1876 y 1880por la enseñanza de A A O 16.944 ABONOS.—Pagados en el año 1880 al señor Doctor Antonio Falconí, profesor del. ramo] sr “> 344,00 $ 41.278,07 $ 8.964,40 A o id ES $26.313,67 Según se ha demostrado aparece que resulta el saldo de $ 26.- 313,67 centavos á favor de la Universidad por las pensiones que se le han dejado de satisfacer por los años de 1879 á 1882, junta- mente con las que le correspondían por la enseñanza de Anatomía, (S. E. ú0.) Quito, junio 13 de 1888.—G. Delvalle, . - República del Ecuador.—Rectorado de la Universidad Cen- tral. —Quito, junio 20 de 1888, - Es Señor Colector de Rentas de la Universidad. Para cumplir con lo mandado por la Junta Administrativa, proceda U. al otorgamiento de la escritura de fianza hipotecaria que, según el Reglamento de Imprenta debe rendir el Director Rafael M. Bermeo, conformándose con la minuta é instrucciones recibidas. ; Dios guarde á U. ; Elías Laso, República del Ecuador.—Decanato de la Facultad de Juris- prudencia.—Quito, junio 2 de 1888. Señor Rector de la Universidad. Le es sensible á la Facultad de Jurisprudencia, no enviar el informe pedido por el H. señor Ministro de Instrucción pública; puesto que, como expresaron los señores profesores en la sesión del 24 de mayo último no hay ya tiempo para trabajar ese infor- me, por ser muy pocos los días que faltan para la reunión del Con- greso, al cual debía él presentarse. ordó sin embargo la mencionada Facultad informar si- quiera acerca de los alumnos que concurren á las clases pertene- ci ALS) as cientes á ella; expresando como lo hace por medio mío, que dichos alumnos observan buena conducta, distinguiéndose muchos de ellos por su moral y prácticas religiosas; que por lo general son aplicados al estudio y que su aprovechamiento es notable, Lo que tengo á honra comunicar á US. Dios guárde á US. JuLio B. ENRIQUEZ. República del Ecuador.—Decanato de la Facultad de Juris- prudencia. —Quito, junio 2 de 1 Señor Rector de la Universidad. La Facultad de Jurisprudencia, instruida con viva satisfacción del estimado oficio en que US. me comunica que la imprenta de la Universidad estará muy pronto en estado de servicio, indicándo- me que convoque á dicha Facultad para la organización de los tra- bajos científicos que deben publicarse mensualmente en los “Ana- les”, ha tenido por bien acordar que para este efecto escriban los profesores sus disertaciones en el orden que consta en el acta de 15 de mayo último, á fin de que cada mes, comenzando por el pre- sente, se publique una disertación cordó también la expresada Facultad, por exigirlo así la justicia, un voto de gracias á US. “por el vivo y patriótico interés con que á realizado el vehemente deseo de la Universidad, respec- to á la adquisición de la imprenta. ” Lo que me es honroso y satisfactorio poner en conocimiento de US. Dios guarde á US. JuLio B. ENRIQUEZ. República del Ecuador.—Decanato de Facultad de Medici- na.—Quito, junio 8 de 18 A1 H. Señor Ministro de Guerra y Marina. La Facultad, que me honro en presidir, no puede pira con lo mandado por US. H. respecto del Capitán Venégas porque el señor Juan F. Muñoz que suscribe el informe no consta entre los F acultativos incorporados en este re aca por consi guiente el referido informe no está arreglado á la ley Dios guarde á US. H. RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO. República del clear. . de la Facultad de Me- dicina. —Quito, junio 8 de 1888. Señor Rector de la Universidad. | No es posible á los señores profesores de la Facultad de Me- dicina, dar el informe pedido por US. por falta de tiempo; pues como lo manifestaron en la sesión de ayer, apenas faltan tres días para la reunión del Congreso. Bes Lo que me es grato comunicar á US. para su inteligencia, Dios guarde á US. RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO. República del Ecuador.— Decanato de la Facultad de Ciencias.—Quito, mayo 31 de 1888. Señor Rector: Me propongo satisfacer el deseo de US. expresado en el of- cio de 19 de los corrientes, en el que me pide informe acerca de la Facultad de Ciencias de esta Universidad. or contestación, expondré sucinitamente el incremento que ha tomado esta Facultad desde su origen hasta nuestros días, terminando por manifestar á US. lo que necesita para llegar al grado de perfeccionamiento que le cumple, vistas nuestras actuales circunstancias. : La Facultad de Ciencias, que inmerecidamente presido, sin embargo de ser de reciente formación, ha contribuido podero- samente á perfeccionar los ramos de enseñanza que comprende, y aún ha llegado á ser auxiliar eficaz de las carreras de medicina y farmacia. : No ha mucho, Señor Rector, que la enseñanza de Química y Botánica estuvo confiada á un solo profesor, quien, gracias á sus profundos conocimientos, y asidua consagración, pudo desempeñar- la con lucimiento. Por desgracia este insigne maestro desapareció de la escena de la vida, dando sí, positivas muestras de laboriosidad y perseverancia. A pesar de la competencia de tan esclarecido profesor, jamás pudo ser perfecta la enseñanza; y esto, no por falta de disposición (que tuvo de sobra ) sino por carecer de elementos indispen sables en ciencias que, por su naturaleza, son esericialmente prácticas. Por esta razón su esmero se redujo á trasmitir teóri- camente sus conocimientos, y sólo de cuando en cuando, hacien- ticas. Por lo demás, todos conocen la importante obra que con el título de Synopsis plantarum aquatoriensium comenzó á publi- car, obra que revela la asiduidad y consagración de este ilustre profesor. : Con el establecimiento de la Escuela Politécnica (de grata aunque infortunada memoria,) se pudo perfeccionar la enseñan- za de las ciencias físicas y naturales, gracias á los conocimien- tos, de los eminentes sabios germánicos y á los elementos ma- teriales con que enriquecieron nuestro suelo. Desde entonces — 445 —. cambió por completo la faz de la Facultad: de Ciencias, pues, no tengo embarazo en decir, que dió un salto inmenso en rreno de los conocimientos humanos. Por desgracia se nos arre- bató también esta legión de sabios, dejándonos, eso sí, gérmenes que pudieron fructificar. Además, con la adquisición de todo gé- nero de aparatos, útiles de laboratorio y museos, y con la opor- tuna idea de sacar las cátedras á oposición, todo ha cambiado, y se puede decir, que hoy la Facultad de Ciencias ofrece visos de un porvenir lisonjer O. A pesar de todo esto, como las aspiraciones en materia de ciencia jamás terminan, me permitiré hacer algunos apuntamien- pose cuanto á las modificaciones que aun se pudieran introdu- r con buen resultado y mejor provecho. -Se ha dicho ya que las ciencias que se cultivan en la Fa- cultad de este nombre, son por naturaleza prácticas. Si esto es así; natural es que la práctica verse precisamente acerca de los elementos explotables que entraña en su seno el rico territorio de la República, Ningún ecuatoriano ignora la riqueza que encierran nuestros bosques en productos de toda naturaleza. Desde las maderas, hasta los más preciosos medicamentos y perfumes; desdeel peque- - ño insecto, hasta el fiero javalí, allí se encuentran. Los elemen- industria, la química y la medicina tendrían mucho de que aprove- char si fuesen todas ellas conocidas y mejor estudiadas. ¡ pues, la naturaleza ha dotado este país con “profusión sin igual ¿ por qué somos tan remisos que no queremos hacer uso de tales elementos, tan indispensables para promover la riqueza, co- mo necesarios para encarrilar la ciencia ? y NS po 1 21 LI E DO PUE PR Anales” de la Universidad, es llegado el caso de : promover esta idea en las Cámaras Legislativ as. Se pide á la Facultad de Ciencias, material para las publicaciones; favorézcase, pues, las excursiones cientí- ficas, los análisis de minerales, aguas, terrenos, vegetales etc. etc. á fin de sacar el mejor partido de lo que nos brinda con srta ae la naturaleza. la que existe en la Universidad. De este modo todas cuatro Fa- Cultades tendrían lo necesario para sus consultas. En el siglo de las a OS ciencias y descubrimientos, no es posible nos a á ciegas Ig- 4 he s trivia En cuanto á textos ba también escasos: no tenemos sí-' no los que dejaron los R. R, P. P. alemanes, y aun éstos se pue- den reducirá dos incompletos. Muy oportuno y útil sería: reco- mendar á los respectivos profesores la continuación de éstos y en cuanto á los demás, se les podría excitar para que cada uno de ellos. forme el que le corresponda. De este modo no sólo. se les estimu- la al trabajo, sino que al mismo tiempo, se as álos alum- nos uno és los elementos e AS Dios guarde á US, : José MARÍA TROYA. República del Ecuador. —Secretaría de la Universidad Cen- tral. —Quito, junio 5 de 1888, Señor Manuel Larrea Lizarzaburu. La H. Junta Administrativa, en la sesión de hoy, estimando debidamente las aptitudes y patriotismo de U. tuvo á bien nom- brarle Editor y Administrador de las BobRcAaes que se hagan en la Imprenta de este Establecimiento ; asignándole el sueldo de A mensuales. ue tengo por Hilda honra comunicar 4 U. para su ona Dios guarde á U. Manuel Baca M. e República del Ecuador, —Secretaría de la Universidad Cen» tral. —Quito, junio 9 de 1888, Señor Don Luis EUA. de Vaca. La. Junta. Administrativa en la sesión: de 3 de los: CO» rrientes, teniendo en Cuenta el patriotismo y laboriosidad de U., tuyo á bien designarle para que pronuncie. el discurso, que debe preceder á la solemne distribución de premios, con. que terminará el presente año escolar. Lo que tengo por py honra. poner | en AQnRcimisnto de U, para cumplir. con mi deber. Dios guarde 4 U. So is ao IA Mannel Baca M. República del a Secretaría de la Universidad Cen- tral. —Quito, junio 8 de 18 Señor Doctor D, Honorato Vázquez, Tengo por mucha honra comunicar á U.; que la H. Junta Administrativa en su sesión de 5 del que cursa, estimando debi- damente el patriotismo, laboriosidad é ilustración de U., tuvo á bien designarle para que pronuncie el discurso de apertura de cla- ses, prescrito por el art. 203 del Reglamento General de estudios. Dios guarde á U. Manuel Baca M, República del Ecuador. —Secretaría de la Universidad Cen- tral.—Quito, junio 8 de 1888. Señor Colector de rentas, Me es honroso comunicar á U.; que el 6 de los corrientes to- mó posesión el señor Manuel Lbries Lizarzaburu del cargo de Editor y Administrador de la imprenta de este Establecimiento. El sueldo asignado por la H. Junta Administrativa para esté nuevo destino es el de $ 16 mensuales, Dios guardeá U. Manuel Baca M. República del Ecuador. —Secretaría de la Universidad Cen- tral. —Quito, junio 8 de 1888. La H. Junta Administrativa en la sesión de 5 de los corrientes maudó aumentar dos sucres mensuales al sueldo que goza el ofi- cial mayor de este despacho; Pre se le ha duplicado el trabajo con motivo de la publicación de los “ Anales. Asímismo acordó; que desde este mes en adelante, se pague dos sucres mensuales al señor Rodolfo Carcelén para que timbre Se nuevo sello todos los documentos oficiales de esta Univer- si Dios guarde á U. Manuel Baca M. República del Ecuador. Sa de la Universidad Cen- tral. —Quito, junio 8 de 1888. Señor Secretario del Hlastre Concejo Municipál. Por. mandato de la Facultad de Medicina, tengo la hon- da E ra de dirijir á U. el presente oticio, pidiéndole se digne enviar á este despacho una copia autorizada de la Ordenanza expedida por r esa Ilustre Corporación para que las comadronas rentadas por el Municipio asistan á las mujeres pobres. Dios guarde 4 U. : Manuel Baca M, ———A A ———_—_—_— Junta Administrativa. SESIÓN DEL 5 DE JUNIO DE 1888. Se reunieron los Señores Rector, Muñoz, Herrera y Pólit y aprobaron el acta anterior. No asistió el Señor Carlos Casares por estar de duelo. Por indicación del Señor Rector se acordó que en adelante todos los oficios, documentos 5 títulos que se expidan en esta Uni- 1 se timbre con el nuevo sello que acaba de llegar de Nue- a York Ed que se halla bdo por la Junta; para este efecto se asignó el sueldo de dos sucres mensuales al Señor Bodollo Car- selen quien debe timbrar los expresados documentos Se aprobó el presupuesto correspondiente al mes s pasado, y se aumentó dos sucres al sueldo del oficial mayor de este despa- cho, por habérsele duplicado el trabajo con motivo de la reapari- ción de los “Anales”, para los que había de sacar copias de todo lo actuado en Secretaría. El Señor Pólit manifestó que era indispensable el nombra- miento de un Editor que se entiendaen la corrección de todo lo que se publique en la Imprenta de la Universidad y administre el pro- ducto de la venta de los Anales y demas publicaciones que se ven- dan por cuenta del Establecimiento y se entienda con los agentes que se ha de tener en las provincias; despues de discutida la pro- posición, se convino en crear este nuevo empleo con el sueldo de 16 sucres mensuales. Luego se procedió al nombramiento de la persona que debía desempeñarlo y fue designado el Señor Ma- nuel Larrea Lizarzaburu. También fueron nombrados los Señores Luis Cabeza de Vaca y Doctor Honorato Vazquez para los discursos prescritos por los articulos 133 y 203 del Reglamento General de estudios, respectivamente. Con esto terminó la sesión. ElRector, : El Secretario, Etías Laso, bd S Mannel Baca M, a Facultad de Jurisprudencia, SESIÓN DEL 24 DE MAYO DE 1888. Asistieron los Señores. Doctores. Laso, Espinosa de los Mon- teros y Campuzano, presididos por el Señor Decano y aprobaron el acta de la sesión anterior. Se leyó nn oficio del Señor Rector, trascribiendo otro del H. Señor Ministro de Instrucción pública, en el cual pide informe respecto del estado de la Universidad, á fin de comunicarlo á las Cámaras Legislativas; y los Señores profeso- res expusieron que los alumnos de las respectivas clases obserba- van muy buena conducta y manifestaban aplicación y que aten- diendo á que faltan solo pocos días para la instalación del Congre- so no era posible presentar un informe minucioso. Terminó la sesión. - El Decano, El Secretario, JuLro B. ENRIQUEZ. Manuel Baca M, SESIÓN DEL 30 DE JUNIO DE 1888. Presidida por el Señor Decano y con asistencia de los Señores Doctores Laso y Campuzano. o se dió cuenta del acta última por ausencia del Señor Se- Cretario. : Se leyó y aprobó el siguiente informe: Señor Decano.—El título, matrículas y certificados de apro- bación presentados por el Señor Miguel Loaiza manifiestan que ha cursado este Señor todas las materias que exigen las leyes vi- gentes y de la manera que ellas lo requieren para optar el grado de Licenciado en jurisprudencia. Así, pues, salvo el más ilustra- do dictámen de la H. Facultad, creo que se debe declarar al pre- notado Señor Loaiza apto para el examen previo el antedicho grado.—Quito, junio 30 de 1888. erminó la sesión. El Decano, El Prosecretario, JULIO B. ENRIQUEZ. José Bolívar Barahona. Facultad de Medicina, SESIÓN DEL 7 DE JUNIO DE 1888. Presididos por el Señor Decano asistieron los Señores Docto- res Egas, Muñoz, Cárdenas, Silva y Echeverría, no asistieron los Señores Doctores Barahona por enfermedad, y Casares por estar de duelo, A E — 450 — Leida y aprobada el acta de la precedente sesión, se presen- tó al despacho: una solicitúd del Señor Luis Vivanco pidiendo de- claratoria de aptitudes para el grado de Licenciado. Oido el in- orme verbal del Señor Doctor Cárdenas que había examinado los documentos respectivos, se accedió á lo pedido. Igual declarato- ria se concedió á los Señores Julio Vásconez, Daniel Núñez, José Joaquín Pólit y Leonardo Estupiñán, después de do! los res- pectivos informes expedidos por el Señor Doctor Cárdena Se mandó devolver al Ministerio de la Guerra el expediente al capitán Miguel Venégas porque el informe dado por los ciruja- nos militares no estaba arreglado á la ley. En vista del oficio del Señor Rector en el cual comunicaba que la imprenta de la Universidad se encontraba ya en estado de servício y recomendaba que la Facultad acuerde el orden con que han de presentar sus trabajos, se convino en que los Señores pro- fesores publiquen sus escritos en el orden siguiente: 1% el Señor Doctor Silva, 2? el Señor Decano, 3? el Señor Doctor Egas, 4? el Señor Doctor Muñoz, 52 el Señor Doctor Cárdenas, 6% el Señor Doctor Echeverría, 7? el Señor Doctor Casares, y 8? el Señor Doc- tor Barahona. También se dió lectura de Otro oficio del Señor Rector pi- diendo informe acerca del estado de la Facultad para remitirlo al H. Señor Ministro de Instrucción pública que lo pedía para infor- mar á su vezaal Congreso. Señores Profesores manifestaron que no les era posible cumplir con lo pedido por el Señor Rector por la premura del tiempo, pues, solo faltaban tres días para la instalación de las Cámaras eñor Doctor Muñoz, con apoyo del Señor Doctor Cár= denas, propuso lo siguiente: moción que fué discutida y aproba + da. “Que el Señor Decano pida cuanto ántes al Congreso que para la formación y aumento de una Biblioteca propia de la Fa- cultad de Medicina se adjudique á ésta, los derechos de Biblioteca erogados por los alumnos que obtienen sus grados en la mensio- nada Facultad.” El Señor Doctor Egas, apoyado por el Señor Doctor Muñoz propuso: “Que se invite al Ilustre Concejo Municipal para que nombre un Facultativo que se encargue de examinar todas las re- ses que para el consumo del público se introducen diariamente al matadero, á fin de que reconozca el estado y condiciones de dichas reses.” ' También fué aprobada esta moción Por último se ordenó al infrascrito que pida al Señor Secreta- rio del Ilustre Concejo Municipal una copia de la ordenanza expe- dida por esa Corporación rentando á dos nas para que asis- tan á las mujeres pobres que e de part on esto terminó la sesió El Decano, El Secretario RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO, Manuel Baca M, EXPLICACION. ' _ En el número anterior de los “Anales ”, nuestros lectores ha- brán notado muchas faltas tanto de ortografí a, como sustanciales, así lo indica la misma fe de erratas, que es numerosa, y otras más que no se ha incluido en ella, p. ej.: en la página 370, línea 40, dice prueba cuando por el sentido mismo de la oración y para la - conformidad de ideas con S. S. León XIII debía ser reprueba ; en la página 375, línea 26 dice: este, cuando es de decir contra este, y otras más, como estas que nuestros lectores habrán creido que es por descuido en hacer las debidas correcciones; no es así: esto ha pasado sólo por la premura del tiempo; pues en 15 días, se han recibido los cajones de la Imprenta, se ha procedido á á arreglar en el local correspondiente, distribuyendo los tipos, se € y á la pu- blicación de dicho uúmero delos “Anales”, sin dar lugar por lo tanto, á hacer con escrúpulo y detención las correcciones que con- venía hacer. EL EDITOR. arán, en cuanto- “sea po= E segunda; semana de cada mes... E IGENCIAS DE LOS cana a o —Señor: Dee Ricardo Sindosah, | | : o 'Qurro.—Colecturía. de la Univers ersidad, A AT .. 40 ......... Suscripción adclónmida: para un año o A A dE Un número suelto...-...-..2-..... IM Axazzs so canjenn e con las Revistas nacionales y es ga sora - ANALES DE LA UMVERSIDAD DE QUITO, SERIE Il; Quito, Agosto 15 de 1888, 3 NUMERO 9. JURISPRUDENCIA. A ———ÚÁ APUNTES PARA LAS LECCIONES ORALES DE LEGISLACIÓN POR EL SEÑOR DOCTOR ELÍAS LASO, CATEDRÁTICO DE LEGISLACIÓN Y ECONO- MÍA POLÍTICA DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL. _—_——— i LECCIÓN 21. LOS OTROS TRES PODERES DE LA NACION, Hemos dicho que la Soberanía, sin dejar de ser uña, se divi- de para su ejercicio en tres poderes, legislativo, ejecutivo y judi- cial; pero el Estado que es el representante, el agente activo de la autoridad, 4 más bien. dicho, la autoridad misma en sus diferen- tes acciones y manifestaciones, hecesita para establecer un buen régimen gubernativo robustecer el poder atendiendo constante- ente y con vigilancia incansable á aumentar la esfera de acción, la cantidad misma de poder, la eficacia de este poder y su acción benéfica sobre todos los asociados para colocarse á la cabeza deellos, conducirlos ó siquiera ayudarlos á conseguir ese triple desarrollo físico, moral é intelectual de que han menester para la consecu- ción del fin remoto. En el estado actual del mundo este poder se consigue de dos modos, aumentando el poder de la Nación y apropiándose de las fuerzas vivas de la sociedad para ponerlas al servicio del Estado. L El poder de la Nación se aumenta con la riqueza y la fuerza: - ftlanto másrico es un pueblo más lo es su gobierno; porque la rí- - Queza de los individuos forma la riqueza de los gobiernos. Anti- - Suamente no comprendían esta verdad y por eso los gobiernos acaudalaban á costa de los súbditos; pero esta riqueza es efímera, — 403 — desaparece en el primer desastre y no tiene capitales de reserva que reparen TOTO las pérdidas sufridas en los primeros re- ses. uando la riqueza está en el pueblo; cuando ella proviene verdad; los primeros” en la guerra de unionistas y separatistas gas- taron de 1861 á 1865 muchos millones de pesos, parecía que € tesoro público y el individual estaban agotados; pero el segundo es como el Fénix, renace de sus propias cenizas porque basta una chispa bajo la ceniza para que el soplo vivífico del interés indivi- dual la anime, la levante y saque de ella una llama abrazadora que se eleva, ondula y llena el espacio en menos tiempo que aquel en que se consumió la primera. Postrada la Francia por la Prusia en 1870 paga una contribución de guerra enorme y sinembargo, su industria no muere, su riqueza no se agota y esa sangría la vivif- ca, la robustece y le da sangre más llena de fibrina. Estos pro -digios, desconocidos en la antigiiedad, se deben á la buena distet- bución de la riqueza entre los individuos. Una contribución enorme, un empréstito fabuloso son cosas de un momento, y la riqueza brota por todos los poros del cuerpo rs con más abun- dancia que el agua de losmanantiales.- - La buena distribución de la riqueza, el respeto á la propie- dad, la división del trabajo, la libertad de acción y de movimien- to industrial bien entendidos multiplican los medios de subsisten- cia, facilitan la satisfacción de las necesidades de la vida y la po- blación crece, se ensancha, se derrama, hinche el territorio nacio- nal, rebosa, sale á otros pueblos, estudia, aprende, medita y da á la Nación aquel grado de fuerza moral, científica, industrial y física que hace poderosos á los pueblos. El Estado observa todos estos movimientos progresivos, los estudia, los vigila, á las veces los dirije, los refrena cuando se ex- travían y hace de ellos su vida y su poder. La Estadística le da los datos, la Economía política le dicta las medidas, la Moral los endereza, la Religión los sublima; y los hombres de gobierno, que ven con todos estos ojos, conocen mejor que los otros hombres los caminos, escogen el más recto, el que tiene menos obstá- culos, toman .las riendas, emprenden lentamente la marcha, aligeran -el paso ó lanzan el carro del Estado según con- viene á las circunstancias y los tiempos. El talento, la pru- dencia y la sagacidad son gran parte para el manejo oportuno de estos medios y la consecución del propósito social. El hombre público que no conoce esta oportunidad, ó que abusando de su genio y del poder de la Nación cuyos destinos di- rije deja de poner en'acción todas las fuerzas y las riquezas indi- viduales, se queda corto y retarda el progreso nacional; pero tam- bién lo retarda, y hasta lo pierde, el que suponiendo que todo lo asequible es permitido, abusa del poder de la Nación y la precipis — 434 — ta por encima de la justicia y el deber, vallas náturales de la auto- ridad. Esta fuerza que nace de una población rica y vigorosa se ma- nifiesta en el interior por medio de la administración ejecutiva en general, así como por la administración de justicia y la policía; la primera acostumbra á los ciudadanos á obedecer; íz segunda diri- me con autoridad sus diferencias y castiga los crímenes; fina Imen- . te la tercera corrije las acciones que sin ser completamente punibles son ya una preparación del delito, y todas tres vigilan para la con- secución del orden público. En el exterior la fuerza se manifiesta por medio del ejército, el cual hate respetar los derechos de lá Nación, los vindica cuan han sido conculcados y pone en su lugar el honor nacional. ES ejército es el brazo del Estado, así como los poderes legislativo y ejecutivo son su cerebro y el judicial su conciencia. Por esto es que el ejército es esencialmente obediente no deliberante y para es- tar bien organizado necesita de dos elementos, el ejército veterano y una reserva compuesta dé todos los: ciudadanos capaces de to- mar las armas. Cuando el Estado cuida solo del ejército de línea noes fuerte porque no puede ni tiene medios de reparar los reve- ses, pocas batallas son necesarias para subyugarlo. Cuando la re- serva hace las veces del ejército Ó cuando no se cuida de la edu- cación guerrera delos ciudadanos, dando á las multitudes genio marcial y pundonor nacional, tam mpoco es fuerte el Estado por- que no da completo desarrollo al ejército y las guerras se prolon- gan más allá de lo que conviene, Enla guerra franco- -prusiana le faltó á la Francia el segundo elemento y por eso sucumbió inme- - diatamente después de haber sido destrozado:su ejército de línea; En los EE. UU. la guerra civil se prolongó demasiado porque un ejército de simples milicias no:alcansa á desarrollar todo el poder del Estado pues no es en verdad más que el complemento necesa- rio del ejército permanente. Pero no bastan estos medios materiales CUA no existen less moralés. Un país sin cultura y civilización, sin hábitos de orden y Obediencia es siempre un pueblo débil por más elementos ma- teriales que cuente. Respeto á la autoridad, obediencia á la 'ley, amor-al orden, costumbres sencillas, conocimientos generalmente difundidos entre la multitud, amor propio nacional y sobre todo principios religiosos arraigados en el corazón són indispel les para que un Estado sea 2 fuerte y poderoso, IT El segundo medio de aumentar el poder de la Nación es, diji- mos, que el Estado se apropie de las fuerzas vivas de la sociedad para ponerlas á su servicio. Vamos, pues, áver cuáles son estas fuerzas vivas y cómo debe aprovechar de ellas la autoridad. a prensa, la tribuna y la opinión pública, han dicho los pu- — 455 — blicistas, son estas fuerzas vivas, al menos en los gobiernos repre-, sentativos, que hoy en día son los propios de los pueblos cultos. Es la prensa el primero ó.el cuarto poder del Estado?, pre- gunta Cormenin y contesta. Esta cuestión es muy controvertida. ** -...- Bajo el punto, de vista de las ficciones constitucionales, la ** prensa no es ni siquiera un poder; mas bajo el aspecto de la ver- “* dad práctica, la prensa es el primero de todos los poderes. En “efecto el que no cesa de hablar, concluye por recibir parias del ““ que no habla siempre. Elque dispone de la publicidad, al fin “$ al cabo se hace dueño del que recibe esa publicidad misma” -La prensa tiene varias formas, libros, folletos, protocolos me- morias y periódicos; pero los primeros están por lo regular des- tinados á las ciencias y la literatura, los segundos circulan talvez sólo en las clases elevadas de la sociedad, “las memorias y proto- colos son especialidades: el periódico es la forma más apropiadaá la discución política palpitante y de actualidad, El Estado no puede ser indiferente y dejar que este poder hable y obre sin moderador; él forma la opinión pública con su hermana. la tribuna, y la opinión pública una vez formada es un poder temible, porque puede destruir; ó sumamente útil y prove- choso, porque su acción poderosa é irresistible es capaz de reali- zar en un día lo que se ha pretendido durante largos años, Ó aque- llo para lo cual se ha trabajado mucho tiempo sin provecho. Es el vapor, es la electricidad, aplicados á la política. La autoridad debe observar todos los pasos, tendencias y modos de ser de este poder para seguirlo cuando es justo, útil y comveniente, ó mode- rarlo cuando es perjudicial. La autoridad tiene felizmente medios eficaces para neutralizar este poder y para dirigirlo á la consecu- ción del fin social. Debe tenerse presente que la prensa unas veces existe sólo por la-ley, mas no se halla en las costumbres, y entonces no es un po- der tan grande que digamos. Inglaterra y los EE. UU. la tienen arraigada ya en las costumbres más que los demás pueblos de Eu- ropa, y por esto es allí un poder casiorganizado, temible €influyen- te en todos los negocios gravesdel Estado, En la América del Sur, dice Grimke, la prensa no está en las costumbres y por eso los en- cargados del poder la amordazan no pocas veces, y la desprecian en otras muchas, Los encargados de la autoridad pueden dirigir este poder, ó al menos moderar su acción por medio de periódicos oficiales, dia- rios semi—oficiales; ó valiéndose de la misma libertad concedida á a los ciudadanos para terciar en las discusiones públicas. El primer modo casi nunca es bueno; porque el diario oficial tos de la autoridad, asi como de las órdenes y comunicacio- nes oficiales que deben conocer los asociados para saber cual es la política, actividad, vigilancia y táctica del Gobierno. Cuando se — 456 — mezcla en las discusiones casi siempre agría los ánimos, antes que calmar la agitación ó la exageración de los partidos; porque la dis- cusión tranquila sesostiene mejorentreiguales, pues entre estos am- os tienen necesidad de buscar la razón para apoyar sus doctrinas; no usan del tono magistral que suele tomar el diario oficial y el in- terés de los individuos no se mezcla en las discuciones, ó al menos no se presume ser el móvil desus opiniones. Si el diario oficial baja el tono, contemporiza y se muestra débil la oposición crece en audacia, lucha con más vigor, canta victoria y toca dianas; anona- dando así á la autoridad y presentándola y aun exponiéndola al menosprecio y befa de la multitud, todo lo que la desprestigia y hace despreciable. El Gobierno, solía decir con razón García el Grande, debe contestar con hechos á sus calumniadores, y cierta- mente esto vale más que una polémica directa por la prensa. Otro de los medios empleados frecuentemente por los gobier- nos es el de un diario semi-oficial. Pero este medio es todavía me- nos conveniente que el del diario oficial propiamente dicho, por- que es muy difícil sostener el incógnito y guardar el justo medio entre los interéses y pretensiones del Gobierno ylos dela oposi- ción. El carácter dudoso del periódico basta para desacreditarlo desde su aparición en la arena política, y el desprestigio es casi se- guro si el redactor no es un periodista diestro y veterano; aun con estas cualidades no puede prescindir de que sus lectores le escuchen prevenidos en contra; necesita, pues, de gran talento y de vasta ins- trucción para arrancar] baci delectores puestos en guar- E estrechado por las pretensiones del gobierno y la lógica de la opo- sición. No faltan ocasiones en que la autoridad le obliga á de- - bernativos y los Ministros escriben en los demás periódicos como Pudiera hacerlo un particular; así en la discusión hay igualdad y AA la oposición no se exaspera. El Ministro no expresa la opinión del Gobierno como sucede en los diarios oficiales ó semi-oficiales, defiende los actos y la política gubernativa como pudiera hacerlo cusión igual en el terreno cómún obtiene mejores” “resultados, es ' más pacífica, más libre, más escuchada y mejor comprendida; el * Ministro puede en ella callar cuando conviene el silencio; dejar pasar la agitación febril de las pasiones y hacerse escuchar des- pués, sin que nadie le reconvenga por no haberse explicado duran- te la tormenta; sus victorias són más completas, porque aparecen en público como el triunfo de lá razón sin mezcla alguna dé la autoridad, y los ciudadanos pasan sin obstáculo alguno á las filas * ministeriales; pues ceden á la razón y no al interés ni'al miedo. El Gobierno debe moderar los avances de la prensa con la prensa; colocar á la cabeza de sus escritores hombres diestros.ca-.. paces de dirigir el movimiento intelectual para que no se extravíc, y llene su:misión de ilustrar;y popularizar los conocimientos más necesarios para el buen movimiento y progreso social; así la pren- sa es. un poder tan poderoso. como la autoridad misma, porque la inteligencia. se sobrepone á la fuerza y. condu uce rectamente á la. multitud. . Pero como en ella cabe el crímen, lo mismo que en todas dee cosas humanas, la autoridad no debe dejarlo pasar desa-. percibido; debe castigarlo. severamente, pues la discusión tiene. lugar dentro del círculo de la moral, más no tuera. de él; porque todo lo que sale de la moral. la autoridad debe aplastar y refrenar, h Una prensa irreligiosa, licenciosa y calumniadora es, un elemento de destrucción y de muerte, que la autoridad debe reprimir con . energía para que no envenene á la sociedad; porque asi como la. discusión científica, política ó industrial difunde la luz y los cono-.. cimientos entre las. multitudes, así mismo cuando salta la valla de la moral, pervierte el criterio popular y corrompe las costumbres. Un periódico sedicioso es un clubista, ahullador deplazas públi-. cas, que debe ser amordazado por la autoridad para que no per- turbe el orden público. Esos escritores de taberna que se apo- deran de la prensa para iniciar las revoluciones deben ser expeli- dos de ella por la ruda mano de un gendarme, .. JII. Otro de los poderes: bes es la hcasepola y la: autoridad E debe poseerla para conducir á los pueblos al fin social á que es llamados; Dios mismo puso la elocuencia en boca de Araón cuan- do quiso organizar el pueblo de Israel, en la de Pablo cuando qui- so llamar á los gentiles y enla de Pedro el ermitaño cuando qui-- so libertar el Occidente de la absorción mahometana. Si la elo- cuencia es el arte de mover y convencer, la autoridad para aunar” las inteligencias y armonizar las voluntades debe : emplear tam- bién estos dos medios, que á las veces son los únicos capaces de — 458 — conseguir el propósito social. El cristianismo no se difundió de otra manera por todos los ángulos del mundo. Pero si en toda forma de gobierno la elocuencia es un poder, en la representativa es una necesidad; porque la autoridad vive de ella, pues desciende al terreno parlamentario y allí discute cuerpo á cuerpo y obtiene sus triunfos con el sudor de su rostro. Toda ley, todo decreto tiene que ser discutido, y si el Ministerio Carece de oradores, la oposición dirige los trabajos parlamentarios de tal modo. que ata las manos de la autoridad para lanzarse des- pués á implantar lo que ella apetece. Cuando la oposición cuen- ta en su seno hombres verdaderamente patriotas, conocedores de las necesidades públicas y amigos del progreso, el Ministerio debe secundarlos, ayudarlos y aunar sus fuerzas para adelantar en el camino del progreso; pero si el genio del mal procura la destruc- ción y la muerte arrastrando á las multitudes á un abismo, la au- toridad debe emplear tambien armas iguales convenciendo y con- moviendo á la multitud para alumbrar su camino, y hacerle ver los precipicios y los escollos. Los ministros deben estar siempre listos para dar razón de la marcha administrativa, y para explicar el por qué de cada uno de los actos de la autoridad, asi como de los motivos de la política que hayan adoptado. : Al contestar á las interpelaciones deben ser claros, sencillos. concisos y moderados; no deben ostentar superioridad, pero, tam- poco deben inclinar la cabeza; en los casos árduos pueden asegu- rar que meditarán la contestación, para manifestar prudencia; pero no deben quedarse cortados, porque esto revelaría inepcia ó cobar- día. "Un Ministro instruído, elocuente y dedicado al desempeño de sus deberes oficiales equivale á un ejército, y es el elemento más positivo para conseguir el respeto y prestigio de la autoridad. IV. - , La prensa y la tribuna forman á las veces la opinión pública, este tercer poder más. vigoroso, más exigente y más poderoso que los otros dos; pero con más frecuencia la opinión pública di- rige y domina ála prensa y la tribuna. La opinión pública tiene varias facetas, pues se manifiesta no sólo en la prensa y la tribuna, sino también en los salones, en el club, en el teatro, en los círculos de plaza, en las asociaciones particulares y en las conversaciones de todo género. e Los antiguos conocieron el poder de la opinión pública y por eso decían: vor populi vox Dei. Durante la edad media es- tuvo, sino oscurecida, al menos restringida á un muy pequeño círculo administrativo. En la época moderna ha adquirido ma- yor poder, mayores proporciones que en otra alguna, y por lo mismo, hay que estudiarla, formarla y dirigirla con más cuidado. Bien encaminada está produciendo en Inglaterra y los EE. UU. — 459 — se derramó como un torrente, y con el pretexto de las nacionali- dades, cometió todo género de desafueros y propaló principios monstruosos de gobierno material y cesáreo, que matará tarde ó temprano la verdadera libertad y el órden. Los magistrados se ven pues en la necesidad de grangearse- la opinión pública para que la autoridad no encuentre obstáculos, pero no deben conseguir este elemento de poder á costa de la mo- ral y la justicia. or esto es que dice Bluntschli tan sabiamente: “El hombre ““ de Estado debe, pues, contar con ella, aun cuando la desapruebce, “* sino por su verdad, al menos por su poder. Es necesario que se ““ esfuerce en ilustrarla, en conseguirla, y hacerse un aliado de un ** adversario temible.” “* Por lo demas, no es un poder activo: no engendra el pensa- “* miento criador, sino que le recibe, se apodera de él y lo extiende; ** critica y comprueba; pero no gobierna, y sólo abandona este “* papel cuando el gobierno choca con la ardiente oposición de las “* masas, y la lucha ha inflamado las pasiones, en cuyo caso pue- *“ de transformarse en resistencia abierta y apoyar una política re- ““ volucionaria.” “ Por lo demás, la opinión se encuentra en una dependencia “* demasiado estrecha del espíritu del tiempo. Nada puede resis- “* tirle cuando se halla en el apogeo desu vuelo, y se dirige hácia “* su fin de interés general. Sin ser un poder de Estado, se con- -* vierte entonces en poder público.” La Francia, decía Napoleón, necesita siempre tener una pasión; esto mismo puede decirse de todo pueblo cuando no es- tá subyugado por un despotismo absorbente qne todo lo tenga bajo su planta. Un pueblo sin opinión pública es hoy tan difícil, como un hombre sin corazón. Las multitudes invaden día á día el terreno de la política y adquieren un ascendiente, un prestigio, una iniciativa, una actitud imperiosa que casi casi se parece á la autoridad misma. Hay, pues, que respetarla, dirigirla, moderar- la ó seguirla como hace el piloto con las corrientes de los mares. La autoridad tiene hoy necesidad de luchar con este Proteo que cambia de formas como el camaleon de colores; por esto hoy, : más que nunca es difícil gobernar. — 460 — CIENCIAS — a AL LECTOR. A Varios son los motivos que me han inclinado á emprender una obra que la considero superior en mucho á mis débiles fuerzas. Reiteradas cuanto comedidas insinuaciones de algunos amigos que me honran; recomendación no menos cordial del Señor Rector de la Universidad; deseo ferviente de ser útil, en medio de mi pequeñez, á mi idolatrada patria, por la que he prometido hacer continuos sa- crificios; la necesidad que se ha hecho sentir de una Obra que sirva de texto á los alumnos que si- guen las carreras de Medicina y Farmacia; he ahí, en compendio, las razones que me han obligado á sobrellevar carga tan pesada, a + La experiencia diaria nos enseña que las con- ferencias orales no son suficientes para ilustrar la mente de los alumnos, si al mismo tiempo no van auxiliadas de una obra referente á la materia que cursan. Poresta razón, me he propuesto dar á luz elpresente tratado, y también, porque los textos de Física médica publicados hasta hoy, demás de es- tar escritos en idioma extraño, son en su mayor par= te extensos tratados de Física pura con muy pocas aplicaciones á la Medicina; circunstancias ambas que, lejos de despertar el entusiasmo en los jóvenes, acen que dichas obras sean miradas con desdén, y aun con horror, si como sucede, algunas de ellas contienen cálculo matemático.——Para guiar al médi- co, al cirujano etc., por el camino que deben seguir en sus operaciones, no es indispensable, en efecto, el cálculo matemático; basta que éstos tengan en cuenta las leyes fundamentales de la ciencia de la naturaleza, y que sepan aprovechar juiciosamente de ellas en sus procedimientos. == 61 La presente publicación, por el contrario, abundará en aplicaciones prácticas, y sólo alguna vez, cuando se deje notar verdadera necesidad, se insertará alguna fórmula fundamental, eso sí, con las deducciones respectivas, á fin de hacer compren- der á los alumnos la importancia que ella tiene, y la recomienden, por lo mismo, á la memoria. : El método que me propongo seguir en el cur- so de mi obra, difiere un tanto del generalmente adoptado por autores que tratan de la materia, no porla fátua presunción de creerme superior á ellos, siz no por que deseo acomodarme al estado intelectual de nuestra juventud, y más que todo, por haberme aleccionado con la experiencia de nueve años de profesorado. Como supongo que los alumnos que comien— zan el estudio de Medicina, se han hecho ya cargo en los colegios de los principales fundamentos de la Física, creo no necesitan hacer nuevo estudio de esta ciencia; así que, no me empeñaré en descender á pormenores respecto de sus principios generales; á menos que así lo exija alguna consideración espe- cial, sea por su novedad ó porque en ello: haya inte- rés conocidamente práctico. Mas, por otra parte, me veré en la precisa necesidad de anteponer á ciertos capítulos algunas consideraciones previas acerca de varios puntos de Medicina ó ciencias anexas, para facilitar la comprensión del asunto que se va átra= tar, ya que los Legisladores han querido que el es- tudio de la Física médica se haga en el primer año de la carrera, antes que el estudiantetenga alguna noción de fisiología, patología etc., cosa que en mi humilde concepto es necesaria. Por las mismas razones, y para facilitar todavía más el estudio, he creido oportuno poner al pié de cada página, cuan- do trate de las aplicaciones, un vocabulario de los términos técnicos desconocidos á los alumnos: por lo demás, hé aquí el orden que me propongo seguir. — 462 — Comenzaré por apuntar en letra bastarda los principios ó leyes fundamentales de la Física para refrescar la memoria de los alumnos: de seguida y sólo sucíntamente entraré en la explicación ,y de- ducciones generales de estos principios; pero me detendré lo suficiente en sus aplicaciones, cuando haya lugar á éstas. Tendré cuidado de apuntar en caracteres pequeños, tanto las consideraciones previas que necesite el estudiante, cuanto aquellas cosas que sin ser de importancia capital, explanen más el asunto propuesto. | En el estado actual de la ciencia, no es fácil producir cosa alguna nueva: los principios y leyes fundamentales de la Física son invariables, y lo mismo da exponerlos de una manera ó de otra; lo que sí conviene es no alejarse un punto dela doc- trina universalmente aceptada. Por esto me he propuesto seguir á los autores de más nombradía, y de éstos, al que observe más método, claridad y sencillez en la exposición. Para llevar á cabo mi propósito en lo concerniente á la Física pura, he creido atinado adoptar el orden y doctrina conteni- dos en la competente obra del Señor D. Eduar- do Rodríguez, por reunir sobre manera lás condi- ciones preinsertas. No por esto dejaré pasar en alto los sabios conceptos contenidos en las clásicas a de los Señores Ganot, Deschanell, Daguín se Por carecer de grabados á propósito, me refe- riré en lo relativo á Física pura, á los contenidos en el texto del Señor Ganot (edición de 1885), por parecerme el más generalmente esparcido; y, por lo que toca á las figuras que necesita la parte apli- cada, citaré y describiré fielmente las que existen en la interesante obra del Señor Wundt, la que me ser- virá también de guía en todo el curso del presente tratado. Habituado á leer y releer obras escritas €n — 463 — idioma francés, es natural se me escapen algunos galicismos; pero como está fuera del alcance de mis fuerzas el evitarlos, mereceré sino perdón, por lo menos indulgencia. Por fortuna no escribo para literatos, quienes inconsideradamente han dado en la costumbre de censurar cuanto ven escrito, como si no supiesen que para llegar á ser uno perfecto en cualquier ramo de instrucción, corta es todavía la vida de un hombre. No: yo escribo para jóvenes principiantes, en quienes cabe la generosidad del disimulo, antes que la crítica desatentada. Por lo de- más, estoy dócilmente dispuesto á oir cualquiera observación, siempre que sea bien intencionada; y si ésta viene de parte de mis comprofesores, no só- lo no será desatendida, más aún acogida con reco- nocimiento. TRATADO DE FISICA APLICADA A LA MEDICINA, CIRUGIA, HIGIENE Y FARMACIA NOCIONES PRELIMINARES. 1 Física, en su acepción más lata, es la ciencia que tiene por objeto el estudio de los agentes que existen en la na- turaleza, y de las cualidades y modificaciones que sufren los cuerpos, siempre que éstos no cambien su constitución. Se- gún esto, la Física viene á ser una de las grandes ramas de la filosofía natural. ; 2 Observar por medio de las impresiones que recl- bimos; conocer y profundizar por el raciocinio los secre- si tos y leyes de la naturaleza creada, tal es su objeto. e esto sesigue que la Física debe ser tan antigua como el hombre; porque inspirado éste á cada instante con la sublime con- templación del bello y elocuente espectáculo de la naturaleza, y sorprendido continuamente por los fenómenos que le eran sensi- bles, natural es creer que se haya despertado en él la admiración, y por tanto, el deseo vehemente de inquirir las causas de tales impresiones, así como las leyes que las rigen. 3 En la naturaleza hay que estudiar los cuerpos de que está compuesta, y las causas que los modifican, ó sean, los llamados AGENTES NATURALES. 4 Por cualquier lado y bajo cualquier aspecto que se considere la naturaleza, se nos presenta á nuestros senti- _ dos como un aglomerado de partes limitadas de mayor Ó menor extensión. Todas y cada una de estas partes, llamadas cuerpos, por razón de su existencia, deben tener su fin, su objeto determinado; pues, lo contrario repugna á la infinita sabiduría de su Criador. Este fin ú objeto se cumple por medio de cierto orden Ó armonía que ince- santemente reparamos en lo creado. e la atenta observación de la armonía y fin que ca- da ser tiene en el Universo, se ha descubierto la exis- tencia de ciertas causas materiales (como lo es también el objeto en quien deben obrar), y álas que se atribuye todo género de mutaciones que alcanzamos á percibir en los seres corpóreos, y otras más que se nos ocultan aún, pero que por analogía, estamos en el caso de acordarles el mismo origen material. A estas causas, á estas fuer- zas capaces de mantener ese equilibrio y asombrosa ar- monía, es álo que se ha denominado agertes naturales,' entre los que podemos contar: el sorn2do, el calor, la luz, el magnetismo, la electricidad, la afinidad química y la atracción universal. La ciencia tiende á probar que todos estos agentes son nada más que movimientos sutilísimos de la materia. uanto al sonido, calor y luz, parece ser ya un hecho incuestionable. d En esta bella teoría, que es nada menos que la de la Uni- dad de las fuerzas físicas, se supone que el éter es un fluido su- tilísimo, eminentemente elástico, que penetra por los más pe- queños poros de los cuerpos, llenando también los espacios 1n- terplanetarios, y capaz de recibir las vibraciones de las molécu- las de aquellos (á las que debe suponerse en constante estado de actividad), pudiendo á su vez transmitírselas á éstos. Aunque a comparación es demasiado grosera, sucedería lo que con el ai- re, que puede hacer vibrar á los cuerpos, después que el mis- — 465 — mo ha entrado en vibración á causa del movimiento comunicado por éstos. 6 Dase el nombre de materia á todo aquello que es ex- tenso é impenetrable. a extensión é impenetrabilidad, son en efecto, las dos cualidades esenciales de la materia, por lo que nos ha servido para definirla, una vez que no conocemos su esencia. 1 La materia es PONDERABLE Ó IMPONDERABLE: /a materia ponderable, físicamente hablando, son los CUERPOS, y la imponderable el ÉTER. E 8 Que los cuerpos todossean pesados, nadie lo pone en duda: aun el hidrógeno, que entre los gases es el me- nos pesado, alcanza á tener el peso de o£"-, 09 por litro. Faltaría sólo poner en evidencia la imponderabilidad del éter. (*) Si bien este razonamiento corresponde á la Físi- ca teórica, diremos no obstante, que es de todo punto imposible apreciar la densidad del éter, si se tiene en cuenta que es un fluido sutilísimo que se cierne, diré- moslo así, al través de los cuerpos, y que, según algu- nos físicos, sería él mismo la causa de la pesantez. Y Se da el nombre de FENÓMENO á cualquiera modifi- cación que sufre un cuerpo cuando obran sobre el los agen- tes naturales. as 10 La palabra fenómeno que, en estilo vulgar, se da á todo aquello que tiene algo de maravilloso ó raro, se- rá para nosotros la voz más usual: tanta es su frecuen- cia, que no hay momento, por inapreciable que sea, en el que no se repitan infinidad de fenómenos. El correr del agua, las voces de los animales, la caída de un cuerpo, la rotación de la tierra, la aparición del sol en el horizonte, la presencia de la luz, la combustión, respiración, palpi- taciones del corazón etc. etc., hé ahí otros tantos fenómenos. (*) del éter, porque todas las pruebas aducidas, suponen elevados vtonocimientos de Fí- Sica , i jado ; y luego, trasp límites que nos hemos fijado. , e la existencia del éter es generalmente aceptada por los fisi cos; si bien es verdad que hay algunos que la niegan por ser inútil, dicen, ción; pues, ta, n los que así opinan, considerar la materia ponderable re— b ducida 4 su mayor grado desutileza para poder explicar todos los fenómenos físi- cos iante su intervención.—Esto es verdad; pero en tal caso, no hay sino mero cambio de palabras, porque dado que así fuese, esa materia sumamente ténue y enra- recida, sería lo que llamamos éter. : bien creo que más allá del hidrógeno, que:es el cuerpo más sutíl que se co- istir una sustancia que lo es más todavía porque repugna la idea de vacío absoluto: y aun creo más; y es que, el éter es la sustancia primitiva de Cuya densación resultaron los cuerpos. - - E e E 3 le 11 Para hacer marcar más su frecuencia y llevar las cosas hasta la admiración, pongamos un ejemplo de los más sencillos; y á fin de hacerlo más sorprendente todavía, tomemos en la mano nada más que un pedazo de un metal cualquiera, un trozo de hie- rro, 2h ejemplo, y veamos lo que en él pasa. Por de pronto este trozo de hierro, por pequeño que sea, gos za de la propiedad de atraer, Le es propio de toda sustancia ma- terial: él atrae mi cuerpo como yo lo atraigo áély como es atrai- do porla tierra. Esta atracción no puede ejercerse sino mediante un intermedio puesto en actividad por las fuerzas moleculares del hierro y de las masas vecinas, mi cuerpo, la tierra S?; este medio que pone en acción esa fuerza es el éter. El calor que el hierro recibe de mi mano, despierta también actividad, porque dilata su masa y separa las moléculas unas de otras.—El mismo calor es suficiente para engendrar corrientes termoeléctricas (véase esta palabra) que partiendo del lugar ca- liente se dirigen á la zona fría.—El sudor de la mano por insigni- ficante que sea, ataca al metal en razón de su acidez, Y además de reaccionar químicamente sobre él ocasionando movimientos atómicos imperceptibles, desarrolla también electricidad.-——Mi bra- zo al sostener ese peso pone en contracción una infinidad de fibri- as. musculares, que para ponerse en actividad, necesitan que el calor interior de mi organismo, debido á las reacciones químicas que en él se operan, aumente su intensidad, lo cual no puede acontecer sino á beneficio de nuevas y multiplicadas oxida- ciones y desoxidaciones, necesitando éstas de infinidad de movi- mientos en el interior de mis tejidos, y como resultado de esto, au- mento en el número de respiraciones, y por Eto acceso de ma- yor cantidad de aire á mis pulmones. La luz que ilumina el metal para ser visto, ajita de tal mane- rasus moléc ulas, que causa verdaderaadmiración, saber hasta qué punto llega la actividad de la materia, como lo vamos á manifestar, -n o teórica se sabeque el primer rayo luminoso del es- ar ( véase más adelante este asunto ) que es el rojo, ne- cesita A billones de vibraciones por segundo para ser percibido; y el violado, que es el último, 733 billones (*) de do en el mismo tiempo.—La luz blanca, que es el conjunto de todos los colores del espectro, necesitaría pues la suma de las abladivals de los siete colores que lo componen; y. como el hierro por' su co- lor gris, se halla, se puede decir, entre el negro que es la priva- ción de la luz y el peas que es la luz en toda su plenitud; nece- Sitaría, digo, más ó menos, la mitad de vibraciones de todos los colores del espectro, es pr 610 billones para que el ojo pueda Anido: *- Discúrrase por este orden y se verá que todavía hay movi- ¿(%) A mayor abundamiento, hágase el ciar del tiempo que se necesita para contar un billón, y se verá, ¡parece cosa increible! quese necesitan más de 9,000 años, contando día y noche, y con la mayor aa. — 461 — mientos que aun no se han enumerado, ni es posible que se pue- dan enumerar. La infinidad de moléculas de oxígeno que pe- netran en el momento de la respiración ; los glóbulos de la sangre que se encargan de apoderarse de este gas; el cambio de esa enor- me cantidad de átomos que se verifica en medio de las reacciones químicas en el interior del organismo 8? £* y no habremos ter- minado aún. Por larga y cansada que parezca la descripción que acabamos de hacer, tiene por objeto manifestar el número infinitamente pro- digioso de fenómenos que se repiten á cada instante en la natura- leza, y la estupenda actividad de la materia que, en las profundi- dades misteriosas de su sustancia, y fuera del alcance de los sen- tidos del hombre, realiza con exactitud matemática las leyes que le fijó el Criador. 12 May tres especies de fenómenos: FÍSICOS, QUÍMICOS Y VITALES. | 13 En los fenómenos químicos cambia por completo la constitución del cuerpo en quien se realizan, á benefi- cio de la fuerza llamada afinidad química; al paso que en los físicos, se mudan simplemente las condiciones físicas del cuerpo, y esto, mientras dura la acción del agente que los produce; desde luego sin que se haya alterado en na- da su constitución. Algunos ejemplos aclararán esta dis- tinción importante; para lo cual eligiremos, de propósito, los más vulgares. 14 (a) Si yo tomo una fruta cargada de ácido tánico, un plátano por ejemplo, y lo divido con un cuchillo, concu- rrirán las dos primeras clases de fenómenos. El esfuerzo que hago para dividir la fruta venciendo la cohesión que le mantiene unida en un solo cuerpo, es un fenómeno físico, porque si es cierto que he hecho dos partes de ella, en na- da se ha alterado su calidad; pero en seguida de la parti- ción, el ácido tánico que aquella contiene, -ha atacado al hierro del cuchillo, y aparece éste teñido por una sustan- cia azulino-violada: ha habido aquí transformación profun- da de la materia del acero que se ha combinado con el áci- do de la fruta para formar un tercer cuerpo, el tanato de hierro, igual en todo á nuestra tinta de escribir, sin ser por esto, hierro ni ácido tánico. o : ) Si introducimos un bastón en el agua, parecerá que está roto, siendo así que en realidad no lo está: hay aquí una ilusión óptica debida á la refracción de la luz;-es en otros términos, un fenómeno físico; pero supongamos que este bastón fuese de potasio ó sodio (ambos cuerpos E), - ¡> simples metálicos); quizá no tendríamós tiempode observar tal fenómeno de refracción, porque al instante que tocarán en el agua, vendría una viva inflamación acompañada de exploción violenta, dando por resultado final, una altera- ción profunda del metal que por su combinación con el oxí- geno é hidrógeno del agua, nos daría hidróxido de pota- sio!ó sodio, sustancia semejante á la lejía de jaboneros y diversa en todo dél agua y de los metales puestos á la ex- periencia: ha intervenido aquí un fenómeno químico. (e) Todos conocen lo caústico y corrosivo que es la cal salida de los hornos; no es posible aplicarla á la len- gua, porque podría hacer una úlcera profunda, si estuviese en alguna cantidad. - De la misma manera, el ácido sulfú- rico, conocido en él comercio con el nombre de vitriolo, es: una sustancia tan corrosiva que una gota sola depositada sobre el dorso de la mano, puede ocasionar una quema- dura profunda. Pues bien: uníd ambas cosas; habrá agi- tación violenta, elevación de temperatura, ambos fernióme- nos físicos; más después quedará todo en calma, y habre- mos obtenido un tercer cuerpo, el sulfato de calcio, vulgar- mente llamado yeso, y conocido por todos. Es una sus- tancia blanca, traslúcida cuando cristalizada, que no tiene sabor ni olor, y privada completamente de la causticidad delos componentes. Nuevamente aquí ha habido una transformación profunda de los ingredientes, dando lugar á un tercer cuerpo, diverso enteramente de cada uno de ellos: hé ahí feriómenos físicos y químicos. (4) En una bujía encendida, pasan varios fenómenos físicos y químicos; la fusión de la cera por acción del ta- lor, su ascención en la torcida en virtud de la capilaridad, la ebullición y evaporación que aquella experimenta, son fe- nómenos físicos; pero cuando la cera ha llegado 4 cierto grado de temperatura suficiente para entrar en 1gnición, In- tervienen fenómenos químicos, uno de los cuales y princi- pal, es la oxidación, cuyo: resultado es agua, anhídrido carbónico y óxido de carbono, sustancias todas resultantes dela combustión. i 0 : Podríamos multiplicar los ejemplos indefinidamente, pero bástenos éstos para marcar la diferencia entre las dos clases de fenómenos. Veamos ahora cuándo y cómo acon— tecen los fenómenos vitales y las diferencias de éstos, con los que hemos estudiado. 15 Los fenómenos vitales, difieren de los anteriores en — 469 — que se producen en el seno del organismo vivo en virtud del principio llamado vital. El organismo de los animales y de las plantas es un laboratorio en el que se verifican: los más variados fenómenos físico-químicos, pero éstos mis- mos son modificados en fuerza del principio vital, y no bas- tarían por sí solos, para desempeñar las funciones tan varia- das que se verifican en el organismo vivo: la vitalidad les imprime, pues, un sello especial que los hace diferentes de los observados generalmente en la materia privada de vida. Cuando por la muerte desaparece el principio vital, se apo- deran del organismo los agentes maturales, y entonces sí, los fenómenos físico-químicos, que antes concurrían sólo en parto para sostener la vida, entran dominando, no ya un: organismo que resistc, como cuando había vitalidad, sino una porción de materia inerte y pronta:4 desorganizarse y sufrir las alteraciones de que es suceptible, por razón de su composición química. El hombre mismo á beneficio de la vitalidad de que goza, se oponeá la acción destructora de los agentes naturales; pero esto sucede en ciertos y deter- minados límites compatibles con su salud y vida: 'si éstos: traspasan, se hace notarla falta de equilibrio en sus funcio- nes; las fuerzas vitales languidecen y viene la enfermedad cuando menos, y por último, la muerte. En este estado, las fuerzas físico-químicas se enseñorean de su organismo, y aquel que antes podía dominar á los agentes naturales, se deshace en sus elementos primitivos; entonces ya noes ni la forma la que conserva, es pura materia, capaz sí de nue- vas evoluciones. Esto no obstante, debemos confesar que hay un nexo 6 mutua dependencia entre los fenómenos físi- co-químicos y vitales, cuando el organismo está vivo, que se hace muy difícil deslindar, hasta que punto intervienen los unos y toman parte los otros. 16 Los cuerpos están compuestos de partículas peque- ñísimas que hen recibido diversas denominaciones. Se da el nombre de MÓNADA (del griego uovas wri- dad ), al último clemento insecable 6 indivisible de que es- tá compuesta la materia. La reunión de mónadas forma los £toxos; (del grie- go arogeos; de a priv. y teva, cortar, dividir), la de estos, las MOLÉCULAS; y, por último, el conjunto de moléculas cons- tituye las MOLAS. : — 470 — 17 En las mónadas reside la fuerza de atracción; en dos átomos la de afinidad y en las moléculas las de cohesión y demás fuerzas físicas. La Física estudia las propieda- des generales de la molécula sin determinar el cuerpo a que pertenece; al paso que la Química se ocupa de las pro- piedades particulares de la molécula y en cada cuerpo se- paradamexte. 13 La materia es suceptible de dividirse y subdividir- se de una manera prodigiosa, sin quelo sea infinitamen- te, como lo creían los antiguos. Hay, en efecto, un lími- te más allá del cual no es posible pasar; límite puesto en evidencia por el raciocinio y no por los sentidos. 19 La análisis química ha demostrado perentoriamen- te que el agua, por ejemplo, está compuesta de hidrógeno y oxígeno, (gases ambos) en las proporciones de 2: 1 Pues bien: si tomamos una gota de agua y la dividimos y subdividimos, llegará un momento en el que no basten nuestros medios ordinarios para dividirla más: esta es la división mecánica, y la última partícula del agua divisible por este medio, es lo que hemos llamado m0/a.—Sigamos la división, no ya mecánicamente, porque no nos es po- sible, y sí sólo conla imaginación; vendrá entonces un ins- tante en el que obtengamos un cuerpecillo pequeñísimo compuesto todavía de los elementos constitutivos del agua, idrógeno y oxígeno, y que no admite división ulterior sin descomponerse «en los elementos de aquella; esta es la molécula. Si pasamos este límite, tendremos tres cuer- pecillos todavía más pequeños que el anterior, de los cua- s, dos serán hidrógeno y uno oxígeno: hé ahí los dtomos. 20 Hasta estos últimos tiempos, tanto los físicos como los químicos, creyeron que los átomos, es decir, los últimos elementos constitutivos de una sustancia compuesta, Co- mo el agua en el ejemplo propuesto, no eran ya divisibles, y por eso se les dió el nombre expresado, que como he- mos visto, quiere decir, insecable, indivisible Ó no separa- ble. Mas la Química teórica, en nuestros días, ha ido más adelante, y estudiando el peso atómico de los cuerpos, que es diverso para cada uno de ellos, siendo así que todos caen en el vacío con igual velocidad, ha deducido, y con razón, que todavía los llamados átomos están compues- tos de otros elementos menores, de volumen y peso igual en todos los cuerpos, y lo que es probable, también de la — 411 — misma naturaleza. A estos corpúsculos infinitivamente (*) pequeños y . verdaderamente insecables, es á lo que los químicos modernos, sobre todo los alemanes, dan el nom- bre de átomos últraquímicos ó mónadas [loo uo. 21 Las moléculas de los cuesxpos están compuestas de átomos de la misma ó diversa. especie; sí lo primero, se dice que el cuerpoes SIMPLE, y si lo segundo que es COMPUESTO. ...22 La fuerza de afinidad es la tendencia que tienen los átomos para unirse.—Un átomo no puede existir solo * y aislado; busca siempre otros para estar en combinación. —Esta combinación puede hacerse entre átomos de lá misma especie, y el cuerpo formado por ellos se llama szmple, como el oro, la plata, el hierro, el cobre, el azufre, el carbono, el hidrógeno €:* $? de los qué no se puede ex- traer otra cosa, que la misma sustancia: ó de especie di- ferente, y en tal caso se llama compuesto, como el agua, los ácidos, las sales, y en general la mayor parte de cuer- pos existentes en la naturaleza. pda Y . 23 Hasta el día se conocen 70 cuerpos elementales ó simples, los que combinándose unos con otros en diverso número y proporción, dan lugar á todos los seres existentes en la naturaleza, : Dieiib El : 24 La fuerza de cohesión que es ya del dominio de'la Física, es aquella que mantiene aproximadas las molécu- las, formando por su agrupamiento, primero las mo/as' y después los cuerpos. Una molécula se parece mucho á una mola en cuanto á su composición química, más no:en cuanto á sus propiedades físicas, que son enteramente di- ferentes. | ) 25 Estado de us cuerpo es la manera cómo éste se 1105 Presenta á nuestros sentidos. Son tres los estadosde los cuerpos: SÓLIDO, LÍQUIDO Y GASEOSO Ó AERIFORME. 21 Estos diversos estados dependen de la cantidad de calor que posee cada cuerpo á una presión determinada. Sí las moléculas de los cuerpos llegan á aproximar- se tanto que, en virtud de su atracción, ofrecen bastante re- sistencia para ser separadas, tendremos los cuerpos sól?- dos; si ésta disminuye considerablemente hasta el punto dió Siempre que usemos de este término, se ha de entender no el infinito me- tafísico, sino lo indefinido. :: ' EE ! (*%) Si la palabra át fiv aceptada, debería reser- » varse, por razón desu etimología, para denominar estos elementos ultraquímicos ; Dus- .Cándose otra para designar lo que hasta el día se ha llamado átomo= Ele : AR = que, por el propio peso de sus moléculas puede cambiar de forma el cuerpo, nivelándose y amoldándose á la forma de las vasijas que lo contienen, se dirá que el cuerpo es líquido: por último, si penetrando mayor cantidad de ca- lor entre aquellas las pone en separación hasta el punto de ofrecer resistencia para unirse, y más bien tendencia á separarse más y más, tendremos idea de lo que son los gases. Más adelánte trataremos de este punto extensa- mente. A SECCION 1. PROPIEDADES DE LA MATERIA Y DE LOS CUERPOS. 29 Las propiedades de los cuerpos son aquellas cuali- dades que caracterizan su modo de ser, Se las divide en GENERALES Y PARTICULARES: generales son las que convic- nen á todos los cuerpos sin excepción sea cualquiera Su es- tado, y particulares las que residen únicamente en algunos de ellos, ó sólo en algunos de sus estados. | Las propiedades generales sos: la EXTENSIÓN, IM- PENETRABILIDAD, DIVISIBILIDAD, MOVILIDAD, INERCIA, PO+- ROSIDAD, COMPRESIBILIDAD, ELASTICIDAD, Y ATRACCIÓN. eremos al estudiar cada una de estas propiedados, que unas corresponden á la materia, otras al cuerpo y otras á la materia y al cuerpo. sojrempical ol | | 31 Las propiedades particulares son en gran número; las Principales son: la DUREZA, TENACIDAD, MALEABILIDAD, DUCTILIDAD, OPACIDAD, TRANSPARENCIA, 7 Vamos á estudiar cada una de las propiedades gene- rales con sus principales aplicaciones. : : CAPITULO L EXTENSIÓN. 82 Definición — Za extensión es la propiedad que tienen los cuerpos de ocupar en el espacio un lugar determinado, Un cuerpo es ancho, largo y grueso, ó lo que es lo mismo, ene longitud, latitud y profundidad, 6 sean sus dimen- Si0nes y; si consideramos las tres reunidas, tendremos lo que ER =— se llama volumen; pero muchas veces sólo es necesario considerar dos de éstas, y en tal caso tendremos lo que se llama superficie: en otros casos sólo es necesario apreciar una sola dimensión del cuerpo, y entonces tendremos la línea; finalmente si hacemos abstracción de todas tres di- mensiones, habremos llegado imaginariamente al punto matemático. 3 La extensión es una propiedad de la materia y de dos cuerpos, sin la cual no se concibe la extstencia de aque- lla ni de éstos. El estudio de la extensión constituye la ciencia mate- mática llamada geometría; por lo tanto á la Física corres- ponde sólo estudiar los medios materiales de apreciar ó medir con exactitud la extensión, y de esto nos vamos á ocupar. Con saber medir una línea, se puede medir una extensión cualquiera. 34 Medida de una línea—Para medir una línea echa- mos mano de la unidad de medida, vara, yarda, metro 8? y la col sobre el cuerpo que tratamos de medir, tantas veces cuantas sea necesario; pero no siempre tendremos coincidencia exacta, y entonces, necesitamos apreciar la fracción que queda, para lo que nos servimos de los sub- múltiplos de la unidad, decímetro, centímetro, milímetro . 39 En las medidas de precisión ó en los cuerpos dema- siado pequeños, no basta esta manera de medir, es preciso - hacer uso de instrumentos adecuados y construidos con su- ma precisión. Así para medir exactamente una exten- sión tan corta que, por su pequeñez, no alcancen los me- dios ordinarios, se hace uso del vernier, rosca micromé- trica, esferómetro, catetómetro $: (Véase estos instru- mentos en Ganot figuras I, 7, 10, 12, 13, y Pe 36 APLICACIONES.—La medición es de uso común en Medicina y Cirugía: es un procedimiento de examen que consiste en determinar de una manera exacta las dimensio- nes de una parte del cuerpo por medio de instrumentos ade- cuados llamados mensuradores. 37 Esta manera de examen tiene por objeto apreciar (con más exactitud que la que pueden sumininistrar los sen- tidos aislados ) las modificaciones ocasionadas por las en- fermedades en la longitud, latitud, profundidad, ó volumen pá, Pri que tratemos de medidas, seguiremos el sistema decimal. (**) En adelante las citas á este autor seindicarán con una G. solamente. E de una porción cualquiera del cuerpo humano. La medí- ción corrije los yerros que han podido cometerse por la inspección y palpación; sirve también de auxiliar á la per- " cusión, y suministra datos precisos para hacer un buen diag- nóstico. 39 Los instrumentos que se usan para esto son nume- rosos: varían según la conformación de las partes que se trata de medir, y según la clase de medida que se practi- que. Si se trata de determinar el perímetro de la cabeza, pecho, abdomen ó miembros, se usa de preferencia la cinta métrica, y sólo por excepción se emplea aparatos especia: les, tales cómo, el cirtómetro de Woillez, los instrumentos de Guenau de Mussy, de Sibson, de Fourmentin 8? des- tinados todos á la medición de la circunferencia y diáme- tros del pecho. > La cinta métrica basta generalmente para apreciar las diferencias de longitud de los miembros en los casos de fractura ú luxación. 39 La medida de los diámetros exteriores de las cavi- dades esplánicas, se hace por medio del compás de gruesos, construido de diverso modo según la necesidad. Así pa- ra los diámetros del cráneo se hace uso de los cefalómetros ; para los del pecho, está dicho que el cirtómetro, el com- pás de gruesos ordinario, el aparato de F ourmentin; para los. de la pelvis, los pelvímetros. M. Gubler ha inventado un compás para medir el espesor de la piel, útil en los ca- sos de atrofia de este Órgano; y los Señores Morton, Jac- guart y Broca hacen usode un instrumento llamado gon:ó- Metro para medir el ángulo facial. sl 0 La medida de las cavidades y conductos exije el empleo de instrumentos particulares; pero en lo general e Vocabulario. : Palgación.—Examen de las partes colocadas bajo la piel 6 en las cavidades na- E de paredes blandas como el abdomen, por la aplicación metódica de la mano | sobre su superficie exterior. . Percusión.—Método de exploración que consiste en golpear las par e +4 naa Cavidad, con el fin de descubrir por la resonancia la presencia de sólidos, líqui £ases contenidos en su interior O! c+ . . 2, , e - 7 »cimiento y dis- . Dragnóstico.—Parte de la Medicina, que tíene por objeto, el conoci ¡bui poi de las enfermedades, valiéndose de todos los medios que pueden iueibaña á Cste fin, A bdomen.—Equivale 4 vientre. : A 2 : 5 Cirtómetro.—Instrumento inventado por Piorry para medir el rl Prominencias anormales: consiste en una cadena de acero formada de eslabones idos á remache movible — A 75 — se hace uso de las sondas, que son unos cilindros huecos ó macizos, más ó menos flexibles, que están graduados tan- to en su grueso como en la longitud. La cavidad uterina se mide con el histerómetro ó sonda uterina, que es un ta- llo metálico encorvado ligeramente, y que lleva un anillo corredizo que desliza y queda fijo en el hocico de tenca, mientras la sonda penetra hasta el fondo de la cavidad ute- rina; el anillo es el indicador de la profundidad á que ha llegado la sonda. Para calcular la profundidad y los diá- metros de una estrechez del esófago, se sirve sea de una sonda de caucho endurecido, ó de una barba de ballena á cuyas extremidades están tornilladas unas olivas de marfil de diferente tamaño, pero bien determinado. Para medir” el calibre de un estrechamiento del recto, se emplea una gruesa cánula graduada: por último, la escala propuesta por Charriére en el grueso de las sondas y candelillas, per- mite precisar el sitio y grado de estrechamiento de la uretra. +41 Cuando se practica la medición de una parte cual- quiera del cuerpo humano, es indispensable tomar algunas precauciones, si se quiere obtener datos exactos. En primer lugar, cualquiera que sea el instrumento empleado, es preciso tener cuidado de ejercer una compre- sión metódica y uniforme; en segundo lugar, la parte me- dida debe ser colocada siempre de la misma manera, cada vez que se tome una nueva medida: la posición que se prefiere es la que corresponde á la relajación muscular po- sible, posición que será cómoda para el enfermo y para el médico; tercero en fin, los mensuradores nó deben variar, y serán aplicados siempre exactamente sobre un lu gar de- terminado. Para guardar esta precaución, es necesario to- imar puntos de partida siempre constantes, tales como el pesón enla medición del tórax, el ombligo en la del abdó- men, las espinas ilíacas ántero—superiores en las de los miembros inferiores 82 Así mismo, es útil trazar sobre la Fractura.—Rotura de una parte dura, como hueso; cartílago etc. Laxación.—Dislocadura. ars . Esplánicas.—Las cavidades que se encuentran en el interior del cráneo, pecho y vientre. Cefalómetro.—Que sirve para medir la cabeza, eloímetro— “ss . en “* pelvis. Atrofía.—Alteración que experimenta un Órgano por falta de nutrición, y que re- te consiste, en la disminución de su tamaño ú grueso” en Goniómetro.—Medida para ángulos. Histerómetro— “ ““ el útero. Esófago.—Tragad — ero. Recto. —Ultima parte del intestino. Candelilla.—Sonda maciza. -476— piel del sujeto examinado, una señal con tinta ó nitrato de plata que sirva de guía en la maniobra. 42 En el mayor número de casos, el médico mide com- parativamente partes simétricas del cuerpo, como porejem- plo, los dos lados del pecho, los dos miembros superiores Ó inferiores, para de la comparación de las medidas sa- car datos para el diagnóstico. Para no «ser inducido *á error, es preciso no olvidar que en el estado normal, por anomalía ó mala conformación ,una delas partes puede ser más voluminosa que su congénere, sin que esta di- ferencia pueda atribuirse á un estado patológico: así es como el lado derecho del torax tiene.un perimetro -su- perior en 3 Ó 4 centimetros al izquierdo; así es también, como el ejercicio de ciertas profesiones, alargan ó engro- san más un brazo que el otro. 45 La medición es un procedimiento, cuyo valor diagnóstico es de los más variables, según el lugar de su aplicación y el fin propuesto. Aplicada á la cabeza, no €s útil sino en las investigaciones de antropología, y para evidenciar las variaciones de volumen del cráneo en “al- gunos casos de hidrocéfalo: «aplicada al pecho presta im- Portantes servicios al querer seguir la marcha de los de- rrames pleuríticos; también puede ser útil para el diag- nóstico de la tisis pulmonal (H. Gintrac). La medición del abdomen permite en ciertos límites revelar el aumento ó disminución de derrames intraperitoneales; pero es preciso no descuidar que una parte del perímetro depen- e de la distinción de las asas intestinales por los gases, y que el grado de ésta es variable. Los comadrones dan mucha importancia á la medida de los diámetros de la pel- VIS para saber si es ó no posible el parto; y en Cirugía se distingue una fractura de una luxación, muchas veces, con sólo hacer la mensuración de los miembros; así es como sin elempleo de las sondas graduadas, el conocimiento de las enfermedades de la uretra y del esófago sería imperfecto. (A. Rigal). ] : a E A O Anomalía.—Toda particularidad orgánica que presenta un individuo comparado, con la mayoría de individuos de su especie, de su edad ó de su sexo. Por anomalía se ha hallado colocado, por ejemplo, el corazón á la derec! EE Be da po istoria natural del hombre considerado como individuo ó como HL idrocéfalo.—Agua en la cabeza, > Derrames Pleuríticos.—Colección de agua (serosidad ) en las pleuras , ] 5 “ . o. « enel peritoneo ó tela que cubre á “* intraperitoncales.— los intestinos, “CAPITULO Moro o f É “$109 5! 00 SC IMPENETRABILIDAD. E O CRA ; O SINSMIBYI Store 2 msi ob eo. ofdosa tob »ODE PAD 2 iolg 52:44 Definición: —dómase IMPENETRABILIDAD á la propio- idad que tiene la materia de.no poder. benpar dos porciones E ESA arinsióoia 29 JoTY . Das 45 Anos 1h í L ab tidad es enalidad pr teria y no de los cuerposios 02009 2comtn dera: c+ Encefecto, un cuerpo puede ser penetrado más-ó meé- -nos por: otro por razón delos póros que dontiene:asÍ' un «clavo puede penetrar en una pared:Ó en un trozo: de 'ma- dera; el agua penetra en el intetior de ciertos cuerpos. y en algunos tanto, que llega 4 disolverlos; dos gases:ó do líquidos mezclados, llegan á tener un yolumen menor que la suma delos volúmenes de cada uno de ellos: En to- ¿dos estos ejemplos há habido penetración aparente; es de- Cir, que el un cuerpo ha ocupado los poros del otro;, Mi nO la materia misma de éstos, que hay que considerarla Sin poros, A parte de esto, hay que observar que. Jos cuerpos mismos resisten más ó menos á la penetración, porque tienen, que vencer la fuerza que mantiene sus mo- léculas 4 una distancia dada unas de otras. . Cualquiera puede creer que el agua, así como los demás líquidos, 50h facilmente penetrables; pero en esto se comete un, ertot, poraus hay que suponer, pará que así suceda, que, 5 úu á ¿a dela ma- % . . pei 2 3d tración queden sensiblemente los mismos, y esto no acon- tece en la práctica. Enciérrese un líquido cualquiera £n «Un depósito que lo llene completamente y del que no pue” los gases cuándo han sido reducidos en.su volumen po — 478 — OBSERVACIONES INDUSTRIALES. POR EL SEÑOR DON JosÉ MARÍA VIVAR, PROFESOR DE QuÍMI- : CA ORGÁNICA Y FISIOLÓGICA. ( Continuación). Habiendo tratado en general de los dos productos más nobles que naturalmente ofrecen los vegetales encargados de la elabora- ción de la sacarosa, necesario es descender á los pormenores, pues, sólo así podrémos apreciar la importancia del artículo que nos ocu- pa, y verémos si sea posjble entre nosotros perfeccionar con uti- lidad manifiesta dicha industria. AZÚCAR CRISTALIZABLE. Estado natuyal —El azúcar cristalizable ó prismático, llama- mente, es la hoja el órgano principal para la formación del azúcar; ella es en la remolacha, como también 'en la mayor parte de los ve- el maíz; en algunas raítes;' en varios troncos; en ciertas palmeras ; es tienen éstas y la presencia de ciertos ácidos, como tendrémos ocas a de yer, lo invierten en parte.ó totalmente, de modo sE di eg era, y el qué se encuentra en la éncina de agallas, producidos am- Sos bajó la influencia de la picadura de ciértos insectos, contienen Eran cantidad de azúcar cristalizable. ( A as E AA a E a ria a E AI Pr opiedades Físicas y químicas —El estudio de las propieda- —479— des físicas y químicas del azúcar es de grande : importancia, por que algunas de ellas constituyen la base de su preparación y re- finación, como hemos de ver más adelante y al ocuparnos en par- ticular de esas operaciones. Por la evaporación lenta de las disoluciones de azúcar, se for- man grandes cristales trasparentes, que caracterizan la especie que vulgarmente se llama azúcar—candi; mientras que enfriando con prontitud una disolución concentrada del mismo, se obtienen pe- queños cristales areniformes. Los cristales formados por la evapo- ración lenta, son duros y tienen por densidad 1,606; al frotarlos en la obscuridad presentan el fenómeno de la fosforescencia; tri- turados largo tiempo en un mortero, pierden cierta cantidad del sabor característico; no conteniendo agua de cristalización, PY inalterables al aire seco. Una disolución de azúcar calentada algunas horas á 90? pierde poco á poco la propiedad de coll zar, y tanto más fácilmente, cuanto más concentrada se encuen- tra. El azúcar cristalizable es muy soluble en el agua, y es así que le basta la mitad próximamente de su peso en agua fría, y menor cantidad de agua caliente para su completa solución. Las disoluciones concentradas tienen una consistencia espesa, por cu- ya razón les llaman almibar y, en Farmacia, jarabe. El mismo azúcar es insoluble en el éter, y en el. alcohol absoluto y frío, á la temperatura de la ebullición disuelve el segundo 1,25 por ciento óximamente; el alcohol acuoso lo disuelve con tanto mayor fa- cilidad, cuanto mayor sea la cantidad de agua y más alta la tem- _peratura á que se opera. Las soluciones acuosas de azúcar tienen un sabor francamente dulce, y desvían á la derecha el rayo de la luz Polarizada; (V.P. 424) cuan do son pueden conservar- se durante largo tiempo sin alterarse en vasijas apropiadas, y, ade- más, permiten la conservación de otros objetos; los que sin su pro- tección serían alterados, como por ejemplo los frutos carnosos. El carbonato, sulfato, oxalato, citrato y fosfato básico de cal; son menos solubles en la disoluci ción sacarina que en el agua pura, y tanto menos cuanto más concentrada sea la primera; el carbona- to de magnesia hace excepción, La sacarosa, así como toda otra especie química fija, au- menta la densidad del vehículo en el que se encuentra en solución Y para determinar en estos casos la cantidad de azúcar que dicho íquido contiene, nos servimos o ordinariamente, ó del procedimien- to óptico por medio del sacarímetro, ó del peso específico: tenien- o el primero por inconveniente la necesidad dla aparato espe- cial, es preferible el segundo, por que para ello basta un aerómetro con escala para el peso específico, un termómetro c. y la tabla ar- reglada por Gerlach, á la temperatura de 179 5.c. la que, creyén- dola necesaria, la ponemos á continuación, a Tabla de relación entre el peso específico y la cantidad por ciento. Feo espe. ¡Cn on empece, [Car peo espect. Cid 1,000.000 o -1,110.646 | 26 1,238.293 51 1,003.880 I 1,115.330 27 1,243.877 52 1,007.788 2 1,120.048 28 1,249.500 | 53 1,011.725 3 1,124.800 | 29 1,25 5.161 54 1,015.691 4 1,129.586 | 30 1,260.861 55 1,019.686 5 1,134.406 | 31 1,266.600 | 56 1,023.7 10 6 1,139.261 32 1,272:3709 | $7 1,027.764 7 1,144.150 | 33 1,278.197 | 58 1,03 1.848 8 1,149.073 | 34 1,284.054 | 59 1,035.961 9 1,154.032 | 35 1,289.952 | 60 1,040.104 10 1,159.026 | 36 1,295.890 | 61 1,044.278 1 1,164.056 | 37 1,301.868 | 62 1,048.4832 12 1,169.121 38 1,307.887 | 63 1,052.716 13 1,174.221 39 1,313.946 | 64 1,056.982 | 14 | 1,179.358 | 40 1,320.046 | 65 1,061.278 | 15 1,184.531 | 41 1,326.188 | 66 1,065.606 | 16 1,189.740 | 42 1,332.370 | 67 1,069.965 | 17 1,194.286 | 43 1,338.594 | 68 1,074.356 | 18 1,200.269 | 44 1,344.860 | 69 1,078.779 | 19 1,205.589 | 45 1,351.168 | 70 1,083.234 | 20 1,210.945 | 46 1,357-918 | 71 1,087.721 | 21 1,216.339 | 47 1,363.910 | 72 1,092.240 | 22 1221971188 1,370.345 | 73 1,096.792 | 23 1,227.241 | 49 1,376.822 | 74 1,101,377 | 24 1,132.748 | 50 1,383.342 | 75 1,105.995 25 El azúcar se funde á 160? en un liquído claro, y se solidifica por el enfriamiento, en una masa amorfa trasparente llamada vul- garmente, azúcar de cebada que se vuelve poco ápoco opaco y cristalizado, como lo hace el anhídrido arsenioso. El azúcar seco ca- Oo á 100% en un tubo cerrado á la lámpara, se colora al cabo de un día; en treinta días, próximamente, se vuelve líquido, espe- So, y después del enfriamiento, resulta semejante al azúcar de ce- A Nes, se calienta á más de 160%, se trasforma en una mezcla de g/m- cosa y levulosa á expensas de una parte de la misma sacarosa, la Que, descomponiéndose, cede los elementos del agua, para esa reac- ción, y su carbono, puesto en libertad, es el que va colorando cada vez más el producto. ca Si se calienta hasta unos 2507, la descomposición es ma- pisgreo que es una masa amorfa muy soluble en EE agua, delicuescente! y de sabor amargo; calentando aun más fuertemente, se descom-. ed el azúcar, entra en destilación seca, produciendo sus de-: rivados pirogenados en: forma de humo con olor agradable, y apa dando un fesíduo de carhón poroso y brillante, i hi. pda disolución sacarina, en contacto con la. levadura de, ¿ger-' veza, y á una temperatura media de 15% 2 5% entra. en fermen-, tación, produciendo anhídrido carbónico, alcohol, glicerina, y áci-; dos sucínico y : acético. Antes de verificarse la, fermentación, ya lo hemos dicho;.-el azúcar eristalizable se cQ te en azúcar: in- vertido ó de frutas ácidas, inversión que parece.ser favorecida por la naturaleza ácida del fermíento. Con efecto, todos los ácidos dé- biles minerales y la mayor parte de los orgánicos producen. tam- bién. dicha inversión, siendo más: rápida ésta en caliente que: en frío y por los ácidos minerales que por los órgánicos, tales cqm ma el ácido tártrico, cítrico, oxálico, málico, acético, 8:?, sin que,, deje Le ser tan completa y Eficaz en e PEO caso como en el segun; o. 4 ta descomposición del azúcar: eristalizable Ó sacarosa, en Mo levulosa, .ó azúcar invertido, explica la presencia .cons- tante del estas dos últimas variedades. en 1 frutas ácidas, siendo preciso buscar la sacarosa .en las: plantas, = jugo tenga .reac- ción neutral. Por.esta misma reacción,.se explica el hecho tan;co- nocido, de que las frutas secas presentan en la superficie del ¡pe- ricarpio, muchas veces, granos blancos, (ciruelas, higos; RRA Sen cas 8), que no son otra cosa que glucosa, Mientras que en. eli in- terior de las expresadas frutas se encontrará el azúcar invenido y reductor, - La sacarosa no reduce la COMIOR cupro-alealina y de Fehling, tomo sucede con. que produce una- (*) tanto más es cuanto mayor cantidad de álcali PES contenga el líquido. Esta reacción es tán segura y sensible, que 5 ha vuelto: la pa de un procaalndeneo. de análisis para ta 108 nidad res. El azúcar dHstanzable se ombres con los áIcalis, Hertas 4 va calinas y óxidos metálicos, haciendo el papel 'de ácidos y form mo do los MANRIdoS impropiamente; sacarátos de odos ellos, los de cal h cuyo motivó vamos E ar de Estas Du de sep eo E5 rom "y rel, químicos llaman reducir, le roca ca ae ombin aciones, ya en forma de dde del licor de Fehling se e precipita el óxido so de cab “E PSC TEA Ben ye pres bo el bismuto inét ( lirato de ph láta amoniacal, 1 ata pura y br cd py ropiesl y pate ¡ene prést io inmenso en pe tria de los espejos, > r la pl ue ne con que se puede e n todo tamaño; y gua de e om de £ vidrio, de 1 tambié ¡én porque, con este nuevo yo prota miento nosé ¿HCUEn- A en Contácto de tiña disolución de azúcar cristalizable el” Hiarógido dé calcio, 00: eal hidrat a: CO Ha, sedisgélvé: esta e gran cantidad; fésultándo añ liquido clató, dotide: 'sé eficúentra la cóm- bihaci ión Cn Ha Ot: 'CiOFH20, que HO es otra: eósá, que: el isoltuición Se enturbia cuárido 8e la no y Aral” por esdgilarse completamente, como sucede cón la albúmina, presentándose" una riásá cón tispecto de engrido; és- tccombinación Estín Satarato” bastos: de calcio € 12 Hs Ori $CH0 sico de calcio, se forma carbonato de cal insolubl, que se precipita, y sacarosa, que quéda* tx disblución: > Cra Hz O5 Gia + CO = me Ca.CO; + Cr Ha, Or. 2. Sacaralb de calcio... andado preci RAR NEAR CQppren- “der Esa la A ue, lá ¡ presencia de k cal Hende Hla fabrica ón del: azúcar Existal table baste de cf Y que una di solución: de és- Fis do Jet sin JUNY catión de Tela manera, EA La todó du Azúcar. El'Sacarato de bario, es también descompúesto fácilmente por el CELE y puede sustituirlo. * : Cr Hzo Ba: Ora, + H,0 hz y Ha: On. po Sib acarato de : bario rio qe so eres “1 Mas ¿por esto Dieta que, absolutamente son O ro, los hlcalis. [Par ra la 5acarosa;.pues¡ya¡yimos em otro lugar que también son agen- tes: de hidratación, Para: los; hidratos, de, carbono, 3 aun cuando «sobre las diso! 'azúc no desplegan su ¡ac- «ción con la misma energía, que a ce EÍUcosasA lo hacen y pro- fundamente, cuando se pcs en contacto en estado 5 seco. Ó en So- is muy concentradas... Tía acción de las sales SeutE lá sacafosa, varía nó EM según el genero y la especie de-la sal, sido también, según” el es- tado de : saturación q neutrálidad de. aquellás. Las sales que pre- "viene sic a sacarosa s0n gencralmen- telas Migiadas; ARGAEPUOR “de todos Modos, para que la transfor- “mación 5e vefifique; és necesaria cierta elevación de temperatura. j El água azucirada sé conserva sin alteración cuando contiéne clo- 'tidós de zihñe y de calcio, Hasta tal punto que resiste q este caso ¿la acción del Calor que si la disolución fuera en el aguá pu- tas Algunas sales, tomo el sulfito de calcio, clorido de amonio, Mitrato de: potasio, “impiden también ésta trans nsformación, á la tem- peratura ordinaria; el sulfato de magnésia ho la impide, pero a setarda, Si se calienta á 889 el aa azucarada, á la que se haya añadido sulfato de calcio, nitrato de potasio. ó sulfato de magnesio, Se forma, al cabo de algunos días, cierta cantidad de glucosa. Si en la página 422 de este periódico, dimos la composición 683. procéntica de la caña de azúcar, según el Señor Popp;.esa compo- sición, por término medio, se refiere á la caña de azúcar cultivada con ciencia, y no á la que se podría llamar silvestre, en atención á nuestra actual agricultura. En la página 478 de este artículo, he- mos visto que, no sólo es la caña dulce la que contiene la sacaro- so, sino que muchísimos otros vegetales la suministran igualmen- te, y alguno de ellos en tal cantidad y condición, que se ha vuelto un nuevo ramo de industria; pero en todos ellos, ya por causas na- turales ya por falta de cultivo, se encuentra mezclada con muchas otras sustancias, cuyo influjo debcmos conocer en lo posible, para el fin que nos proponemos. JUGOS SACARINOS. —Composición.—Además del azúcar cristalizable, contienen los sinosas, esencias más ó menos aromáticas, agrabables ó desagra- .dables; fermento y sustancias albuminóideas; ácidos y bases orgá- nicas; sales minerales, vegetales ó mixtas; materias colorantes, Edo Todas estas sustancias tienen una influencia más ó menos marca- conocimiento de la influencia de estás sustancias heterogéneas sobre los jugos sacarinos, es inútil tratar de demostrarlo, por ser evidente. Será, pues, conveniente que digamos algo sobre dicha influencia y, en particular, sobre la de las sustancias que deben tomarse en consideración para la elaboración y refinación de los azúcares. Materias hidrocarbonadas.—Los principales cuerpos hidro- carbonados que pueden encontrarse en los jugos sacarinosson la fécula, dextrina, goma y glucosa. | ¿ ., No debe darse grande importancia á la presencia del almidón ó féculas en los jugos sacarinos, sino cuando se trata de extraer el azúcar cristalizable de una materia vegetal, que contenga mu- cha fécula, en cuyo caso, el tratamiento ó extracción del azúcar se hará en frío, por intermedio del agua; ( *) debiendo operar sobre los frutos triturados pero no pulverizados, para no arrastrar con los líquidos los pequeños granos de fécula, que no se depositan pron- to; la acción de la cal y del tanino, está muy indicada (según el Señor Balaguer y Primo) para hacer desaparecer la fécula del seno de los líquidos azucarados. a (* ) Es tan bueno este procedimiento de la difusión: que hoy en día la extrac- ción del azúcar aun de los vegetales que le contienen t z eS en cia, se verifica en aparatos especiales, cuyas ventajas manifiestas tendremos ocasión de ver en el. lugar correspondiente, 0 : E , efi. qe Ta presencia dela dextéina en elj jugo, aun A, séa en “pequeña cantidad. trae funestas consecuencias, . Para evitarla, de- ben recolectarse las plantas sacaríferas en estado de: madurez in- dustrial, así como poner todos los cuidados necesarios en la reco- lección y preparación para, e CUErAS alteraciones que Busera dar orígen á la formación de dex La materia gomosa, que se de en casi todos los vege- tales, presenta, bajo el punto de vista del azúcar, una. influencia análoga á la de la dextrina, y los accidentes. de fermentación que resultan, son poco. más ó menos semejantes. . Esta materia gomo- sa, es muy difícil deeliminar y, como la dextrina, posada Pepo" ción de residuos, ó melazas. Todavía no se conoce medio indus- triál que facilite la separación de estas materias, cuya Aubdad es, por fortuna muy pequeña relativamente. La glucosa 'es también una causa de pérdida en el azúcar pilsmático, por el hecho mismo de que se forma á expensas de aquel, y por que impide notablemente su cristalización y el agrupamiento de los cristales ya formados. Es además una de las causas de aumento de las melazas ó resíduos, y se la debe conside- rar como la causa más poderosa de la coloración de los productos; es ella la que directamente reacciona en peon de los e. ácidos, óxidos, sales, aire, luz, calor $2? Materias pécticas.—La pectosa, que existe en casi todas las” titaterias vegetales, es insoluble en el agua tría; par lo tanto, los Jugos no la contendrán cuando se los haya trabajado bien; en el caso de que en los jugos exprimidos haya indicios de bed vege- tal; puede haber en aquellos algo de pectosa. Por la acción de' los' ácidos y á cierta temperatura, la pectosa se: Eur en pec-: tina, que es soluble en el agua y de la cual es precipitable porel ta- 1tino, ó por el agua de cal, con los que forma combinaciones inso- lables: 'Por.lo tanto no hay motivos para temer la presencia de la Pectosa, sobre todo, repetimos, si se trabaja bien en la fabrica- ción ó extracción preliminar. i ¿Materias mica resinas y esencias. —La presencia de las ma- terias grasas no tie e importancia, sino cuando hubiesen sido al- terados por A causas los jugos sacarinos, porque en tal caso , producen degeneraciones en la fermentación y determinan la for- mación de productos lácticos, butíricos, maníticos Ó viscosos. De los j Jugos sanos pueden ser eliminados por la cal, formando com- . Puestos insolubles, á excepción de la glicerina, que queda en liber- y. PRA con los resíduos, arrastrando cierta cantidad de azúcar. mo las materias resinosas, que pueden existir en los jugos, e a en el agua, su acción puede considerarse como nula, Siempre que no tengan mal olor, ó algún color qué pudieran co- Municarles, i los principios, ó. aceites, esenciales son de olor fétido, como sucede en la remolacha, se debe tratar de eliminarlos. Las esen- Y 485 — cías, por lo demás, desaparecen en gran parte por los tratamientos ulteriores de la fabricación. Materias nitrogenadas.—Las materias nitrogenadas, tales co- mo la albúmina, legumina, el glúten, la fibrina, la caseina €? 82, atendida su composición, podrían dividirse en dos grandes grupos. Las primeras, más ricas en carbono y menos en nitrógeno; las se- gundas, menos ricas en carbono que las precedentes y más ó igual- mente ricas en nitrógeno que las mismas: unas y otras, son las que más pueden perjudicar en la fabricación del azúcar; y de aquí es que todos los autores más notables protestan contra el empleo de los abonos muy nitrogenados en el cultivo de las plantas sacaríferas. Sabida es ya, la acción destructora de los fermentos sobre el azúcar, en presencia del agua, aire y cierta temperatura; y como el fermento, siendo nitrogenado, exige para crecer y reproducirse de una manera asombrosa, la A de materias albuminóideas, nitrogenadas ó protéicas solubles, comprende cuánto interés debe tener el fabricante, en destruir « Ó ciminar de los jugos sacari- nos todas est ; empleando para conseguir- lo, todos los medios físicos y químicos da el ciencia le suministra. La acción del fermento se puede paralizar por medio del calor; se le destruye por los ácidos y por los álcalis, y se precipita por e tanino y por la Las materias albuminóideas pueden dividirse en dos grupos con relación al tratamiento de los jugos sacarinos, según que sean solubles d insolubles. La albúmina es soluble, pero se coagula por el calor y pasa en parte al estado insoluble; la legúmina es muy. soluble y no coagulable; el glúten, la fibrina y la mayor parte de las > sustancias nitrogenadas, son relativamente insolubles; así, pues, parece á primera vista que, á excepción de la legumina, los principios albuminóideos son fáciles de eliminar. Sinembargo, nada más difícil que esto. Las materias hitrogenadas insolubles se disuelven en caliente, por la sola acción del agua, y aun más con el concurso de ciertos hidratos de carbono; pudiendo pasar to- das al estado de gelatina en más ó menos tiempo, y pudiendo ser activada esta transformación, aun en frío, por los ácidos y también por los álcalis. Por muy bien que se trabaje en la fábrica no se conseguirá eliminar completamente estas materias > á ellas se de- ben las espumas persistentes que dificultan la cocción y concentra- ción de los jarabes. Acídos vegetales. — Aparte de lo que ya dijimos al hablar de - las propiedades del azúcar cristalizable, debemos decir algo en par- ticular de algunos ácidos vegetales. El ácido acético que no tie- ne una acción directa sobre el azúcar del jugo, favorece la fermen- tación manítica ó viscosa. Elácido láctico, como disuelve las a terias protéicas, aun después de precipitadas por el tanino, €s obstáculo para'quelos jugos alterados puedan dar toda la std de azúcar que darían sin sú presencia. Los ácidos cítrico, málico, tártrico, y otros, invierten el azúcar como ya sabemos. 258 — pe vegetales. —Las bases vegetales contenidas en la caña de azúcar, no son conocidas; en la remolacha se ha encontrado un caido llamado betaina, muy soluble en el agua y precipitable por el tanino Materias minerales. —La acción de las bases minerales en los jugos sacarinos, lo mismo que la de algunas bases y sales, la co- nocemos ya por haberla explicado al hablar de las propiedades del azúcar prismático; sinembargo, como en nuestros terrenos abundan las sales de potasio, y en los de la costa, las correspon- dientes de sodio; preciso es saber que los principios azucarados contraen combinaciones múltiples, toda vez que se encuentran en esfera de acción con las ya referidas sales alcalinas, dando produc- tos solubles y hasta delicuecentes Materias extractivas.—Estas materias, sobre ser muy poc conocidas para que se puedan deducir consecuencias aplicables, es es indudable que son muy alterables, y que presentando ninguna, Ó muy poca, influencia en el jugo sacarino, pasarán á formar el reza- go. Las materias colorantes son en su mayor parte eliminadas. Atre, luz y calor, —La luz y el calor ejercen también cierta acción sobre el jugo en determinadas circunstancias. Del calor ya hemos dicho bastante al tratar de la sacarosa, y aun podemos re- petir, que, su influencia sobre los jugos estractivos es más pro- nunciada. En cuanto á la luz, se ha observado, que el jugo de remola- cha, después de pocos momentos de su extracción, va tomando co- lor cada vez más intenso hasta ponerse negro; (*) y si no llega átan- to, pero si en parte, todojugo sacarino sufre alteración manifiesta, cuando no se lo priva de la luz. El influjo del aire, no hay para que ponerlo en duda, y para comprobar, basta el experimento siguiente; tómense dos botellas llenas de un mismo jugo; la una, tapada con algodón, colóquese en una vasija con agua y hágase hervirpor 30 minutos y déjese enreposo, se observará que el jugo e ésta, no experimenta ningún fenómeno durante muchos días; mientras que el de la que no ha sido calentada y que, por consi- guiente, está en contacto con el aire, manifiesta rapidamente su alteración, y esto, tanto más pronto cuánto más húmedo sea el aire que la rodea. (Continuará ). e (*) Antes de hoy nos recido fuera de propósito el ocuparnos del culti- vo de 12 molacha ; % ¡Asertrcitian la provincia de Im Leia sus iumensos. valles nos ba con toda seguridad la de azúcar, para la elavoración de todo lo que ep Ar consumir en el país. Mas oy que por desgracia la p Langostás se PE espa S i e su ece 1 o el tie se 2. prep con algúu estadio, acerca del cultivo de la pre, ; teniendo e a que, cuanto más pronto se comience, monos sentiríamos la invasión de la aida Ar la caña de azúcar. ———— AA — 481 — oia COLABORACION EDUCACION | DEL, PUEBLO... No es o las cosas más necesarias y llanas Enclen. -mu=, chas veces parecernos oscuras y dificultosas; de aquí queaun. los hombres reflexivos, se inclinan de ordinario á considerar el conjun- to, que no los individuos, menos los detalles; de donde proviene muchedumbre de contradicciones, irregularidades y hasta o cias en las instituciones y enlasleyes. Considérese cuánta reflexión cuántas discusiones y sabiduría han sido menester para: Reglas mentar el comercio, asegurar el cumplimiento de los contratos, y, resguardar los derechos de la buena fe. Pero tendríamos como inútil la mayor parte de tan ímprobo trabajo, si_los hombres Sun plesen hacer atinadamente los cambios con que alimentan la in tria; si, asistidos de buena fe, no se empeñasen en las a en ' buscar su A personal, aun á trueque del PESpigi ass rar la instrucción del pateo para desenvolver las facultades mora! les de la niñez, y luégo por medio de la educación enriquecer, 125 facultades intelectuales; pero úna y ótra, instrucción y edu cación, se encuentran y necesariamenne se confunden.en maravillosa,cons, formidad. Para fundar costumbres, menester es asentar princi-. -M. Matter, que “en la formación de las costumbres entran juntan, mente el ¿paiido religioso y el político ; así que la Iglesia, el Estar ca de aquellos tres poderes. En situación normal; deben los ele- nientos religioso y político, moral y filosófico, funcionar, con. ac- ción del todo libre dentro de sus propios términos, y en el equili-- brio de ellos estriba la mayor gloria, prosperidad y alteza de; un' pueblo. La preponderancia de uno de los dichos elementos sobre: os demás, entraña una usurpación; toda usurpación lleva un su- frimiento, como necesario resultado, y todo sufrimiénto' “reclama. : una reacción; y cuando esto acontece en los dominios de la pú- blica instrucción, la educación se debilita, se vicia y no llena su al- ta misión, cual es la de ir de hecho en hecho, de idea en idea, de — 8 sliiento en descubrimiento, de progreso en. progreso, hasta llegar al conocimiento absoluto, sin curárse de las Opiniones de partido, ni de fútiles preocupaciones. El Estado necesita de ciu- dadanos instruidos para el buen concejo y dirección de la cosa pública, y está encargado de mantener el equilibrio entre las pro- fesiones que constituyen la pública prosperidad. Debe, pues, para, mantener este equilibrio, dar ácada cual lo que le es necesario, y haccr que se instruya gratuitamente en aqueño que le sea, ini: pensable saber.” país; y no hay para la Nación poder más robusto y permanente, que el que le proporciona la escuela: un pueblo, educado é instrui- Si a siempre el Apoya más firme de las instituciones republica, o es mucho lo que pedimos. para la educación popular Ls Fuera if fe principios de Religión y moral, como indispensa ales, bastará dará las masas un conocimiento general de las principes les reglas de la aritmética, lo cual será gran adelanto en.el cam € la probidad, y luégo, siquiera sea. elementalmente, el Ene miento de sus instituciones y leyes junto con las nociones de, la, historia patria. Asíse educarán útiles y buenos ciudadanos. ninguna parte abundan más los malvados y holgazanes, como en. los pueblos ignorantes y atrasados. Y es harto verdad lo que di-.. ce un publicista, y es que “la ignorancia es un enemigo público, que debe ser combatido con todo el poder del gobierno, bajo cu cu quier forma que se presente. Alai ignorancia se le persigue con. el'mismo derecho con que se persigue el crimen, que es una sus manifestaciones. Si el Gobierno tiene á su cargo el. o rden. Público y la seguridad general, es evidente que debe intervenir. enla. ¡ instrucción, por que la escuela no sólo es uno de: los más eficaces, elementos de orden, sino que es, por excelencia, la: pas 2 cía preventiva de toda sociedad libre” cidh Los libros de moral, y hasta. los PE de enseñarla, , suelen” exajerar el mérito de la liberalidad; pero ésta, po 8 por, desdi- . néfica $ pm será la que se - empies en la educación, de los. o gentes, puesto que ella ¡Proportiona, mayor Ss pmagis, bienes,,;, que cón más eficacia evita los crímenes y. ce “3 entrará en la sociedad únicamente - por. r la educación, bien. así como, : el rico sale de ella por la ignorancia y por su e Upóbcia insepara- — 489 — ble, la inmoralidad. ¿Quién negará las ventajas innumerables que resultarían á un pueblo propagando los conocimientos útiles entre los pobres? El dinero empleado en ello ahorraría el que se gasta en limosnas, y el hombre pobre, acostumbrado al trabajo, lejos de ser una carga para la sociedad, aumentaría, con los frutos de su industria, la suma de bienes que forman el bienestar de to- dos. Pero quizá no está bien que hablemos de intereses materia- les, cuando se trata de costumbres, de deberes, de felicidad, en fin, de cuanto realza la dignidad del hombre. El indigente bien educado será casi siempre virtuoso; el men- digo que vegeta en la ignorancia no lo será jamás. Cuanto se ha- lla en oposición con los deberes morales y sociales, tiene de ser vicioso y corruptor. El pobre, que se halla como expelido de la sociedad, tiene que ser su enemigo; la inacción, en que casi siem- pre vive, le enbrutecerá avivando en él las aviesas pasiones que le llevan al crimen. ¿ Y de qué no será capaz para satisfacerlas el que no depende denadie, puesto que limita sus relaciones á su propia existencia? Donde las clases pobres, pero trabajadoras, gustan de las comodidades de la vida, en proporción á su estado social, allí habrá estímulos para el trabajo, respeto á la buena opinión, deseo de merecerla y anhelo por labrar una fortuna que le evite la miseria. Un artesano de esta clase llegará á ser virtuoso padre de familia, útil ciudadano y hombre apreciable. La educación del pobre no es cosa difícil de establecerse; cuando bien arreglada y dirigida, el propio trabajo de éste dará con mucho lo que haya menester para llenar los gastos que oca- siona. La caridad empleada en este sentido, es grande y subli- me virtud, é incalculables las ventajas que de la enseñanza del pobre reporta la sociedad. Sostener al mendigo, y con él la em- briaguez, la ociosidad y otros vicios de su clase, es el empleo de la beneficencia mal dirigida: la verdadera caridad evita desde lué- go la pobreza, instruyendo ó mejorando á la clase necesitada; ha- ciéndole cobrar amor al trabajo y acabando por transformar á un ente inútil y perjudicial en hombre virtuoso y ordenado. «+ Los ricos dependen por lazos inevitables de los que no loson; de modo que en las naciones atrasadas, la ignorancia se propaga hasta entre los ricos, y los nivela con los vicios y con la imbecili- dad de las clases inferiores. La instrucción nacional, haciendo que los hombres sean fieles á sus obligaciones, constituye la dicha de todos; de aquí el orden, las buenas costumbres, en fin, el hábito de vivir según las leyes benéficas que afianzan la ventura de la so- ciedad. ¿ Quién dudará que el sólido fundamento de la prosperidad del rico estriba en la prosperidad nacional? Mientras mayor sea és- ta más seguras estarán las riquezas de aquél. Acontece lo mismo en las costumbres, sean buenas ó defectuosas: mientras más gene- ralizadas se encuentren, es más seguro que las tengan nuestros hi- . jos. * Hoy, por fortuna, se observa en nuestro país vivo anhelo y — ¿0 tendencia decidida de ilustración aun en las clases más bajas de la sociedad. Es justo confesar, que harto se ha abanzado en el camino del progreso; la escuela se halla extendida hasta en las más apartadas aldeas, y la última estadística de Instrucción públi- ca, nos hace ver que estamos á la altura de algunas naciones eu- ropeas, y quizá como la primera en Sur América (*) Donde prevalece la ignorancia del pueblo, se ve que las costumbres y vi- cios de éste invaden muy en breve las clases elevadas; en tanto que en los países en que el pueblo tiene alguna instrucción, se elevan también proporcionalmente las clases superiores. ía en que, como acontece en Francia, la instrucción pú- blica constituya un cuarto poder del Estado, con sobrados recur- sos propios y acción del todo independiente, se habrá coronado la obra más útil é importante que tienda á realizar el verdadero progreso del país. Para llegar á tan apetecido resultado, debe primeramente, no diré reformarse la vigente ley de Instrucción Pública, sino formularse otro código que armonice con el actual estado social y satisfaga las exigencias de los adelantados tiempos que corremos. Porlo que hemos visto y estudiado, podemos ase- gurar, que únicamente Francia presenta la organización más per- fecta de estudios, si bien es verdad que en Inglaterra y Alemania, Suiza y Bélgica ha llegado ó un alto grado de perfección. En aquella gran Nación está dividida la instrucción pública en tres grandes secciones, que son, la enseñanza, la inspección y la ad- ministración; la enseñanza se divide en primaria ó elemental y Superior; la primaria abraza cuanto es necesario saber á todas las clases sociales: lectura y escritura, religión, moral y cálculo. Pe- ro hay también la enseñanza primaria superior, que comprende los conocimientos necesarios, ora al artesano y jornalero, ora al in- dustrial y negociante. Asunto de largo estudio y de prolija la- bor ha sido siempre el mejoramiento de la instrucción pública, 54 debe ser tenido como de interés primordial en todo país que aspi- re á su engrandecimiento. SI queremos verdadero y estable adelantamiento para nues- tros pueblos, sigamos extendiendo la escuela por todos los ámbi- tos de la República; confiemos siempre su dirección á gente vir- NS (*) El Señor Presidente de la Repúbiica acaba de consignar en su importante Mensaje, presentado al Congreso de 1888, estos notables hechos, —Han sido inmedia- tamente establecidas escuelas por todas partes donde se han hecho sentir su necesidad, suministrando recursos del Tesoro nacional, ya para la construcción de edificios ade- cuados, ya para la compra de útiles indispensables. Hoy existen 23 colegios de ense- h om: pe : ¿0 reciben educación más de cuarentitres por ciento. Esta cifra no necesita comentarios : Si recorréis los cálculos hechos sobre esta materia en otros países, sin excluir los más civilizados de Europa, os convenceréis de que mi aserto no tiene réplica, — 491 — tuosa, entendida y educada, y facilitemos gratuitamente los textos y miás útiles de enseñanza. Así, el movimiento civilizador y pro- gresivo que, de cinco años atrás, venimos observando, dará los más felices resultados. e : es No olvidemos que educar es civilizar, engrandecer, labrar la felicidad de los pueblos. ROBERTO ESPINOSA.. : BOLETIN UNIVERSITARIO. PRONUNCIADO POR EL SEÑOR Luis CABEZA DE VACA, EN LA __ SOLEMNE DISTRIBUCIÓN DE PREMIOS DEL PRESENTE AÑO». Señores Profesores, +] SEÑORES: : cds Congregados en este augusto recinto para solemnizar la Dis- tribución de Premios que esta Universidad hace al fin del curso escolar, me vais á honrar con yuestra benévola atención: oyendo m1 desautorizada palabra. Pero ¿qué podré deciros que siquiera de algún modo corresponda á la Importancia de la fiesta que ce- ] enseña ; y. es de notar que allí en donde se ha rodigado la 1ms- trucción, los gobernantes no han sido despotas Y arbitrarios ni — 492 — los gobernados conspiradores y revoltosos. La causa de esto no inde ser otra que- el conocimiento que unos y otros tienen de sus deberes, conocimiento en virtud del cual todos procuran no salvar la valla que la razón instruida por la ciencia les impone. e í por que los pueblos civilizados respetan como sagrado el santuario de la inteligencia; y aun enmedio de sus tremendas convulsiones públicas las Universidades y Colegios continúan sus estudios y trabajos libres de toda molestia y guardados por la veneranda sombra de la ley. ) o así en los pueblos que aun no han llegado 4 este estado de cultura: para ellos lo concerniente al progresivo desarollo de la mente humana ocupa último lugar; envueltos, casi siempre, por el torbellino revolucionario no anhelan sino satisfacer sus mez- quinas ambiciones; y cuando lo han conseguido, ahí se están padeciendo en silencio los más agudos remordimientos; mirando con desprecio á la autoridad,. que á su vez, ejerce la soberanía, sin parar mientes en cometer abusos y tropelías. Esos pueblos des- graciados viven, pues, en anarquía perpetua; algunos poderosos rodeados de mentidos honores especulan con la ignorancia de unos y la maldad de otros; y la paz, la bienhechora paz se retira de ellos indignada, dejándolos presa de la guerra asoladora. pros, po pasó con los conocimientos científicos. Más tarde cuando os pueblos establecieron residencias fijas y pasaron de la vida patriarcal 4 £ r ] j humano saber. . Vióse personificada la literatura en Demóstenes, Lsquino y Cicerón; la tilosofía en Aristóteles, Sóerates, Platón - — 493 — gobernar sin temores ni respetos. d : ista misma Universidad que hoy, cias al cielo, está re- ro lo que, en casos dados, se debe hacer á trueque de conservar in- cólume la honra y el decoro. : onfiando en vuestra habitual benevolencia permitídme, Se- ñores, que analise, siquiera generalmente, el influjo que la ins- trucción ejerce en el progreso y civilización de los pueblos. Pa- ra conseguirlo me permitiréis que examine ese influjo, en primer lugar, considerando al hombre en su ser individual; y en segundo su estado social, pad A . Después que la humana naturaleza hubo perdido los múlti- tísima Providencia; y después que, según, las Sagradas Letras, la razón del hombre vino á estado de total ignorancia, 4 cansa de la primera culpa; despúes de ese cambio violento y rápido que en vida. Y esto se ve con mayor claridad recordando que el hombre no es-ocioso espectador de la naturaleza; y que no ha venido á la — id —Á tierra sin objeto: dotado de facultades extraordinarias 'así en lo sensible como en lo intelectual, debe ejercitarlas para cumplir los designios del Criador. Desenvolverlas es vivir; y tan estric- - to es este deber que á nadie se puede dispensar de su cumplimien- se cuentan las sensitivas y ; las primeras buscan la ma- teria; las segundas si bien es cierto necesitan de ella en la pre- sente vida, su tendencia es levantar sus operaciones y remontar- se á las elevadascumbres de la verdad y del bien. De aquí, que las facultades sensibles declaren cruda guerra á las intelectuales; y muchas veces, fuerza es decirlo, los más encumbrados genios se revuelcan en asqueroso cieno; pero también en otras los más elevados vuelos del pensamiento subordinan y levantan las incli- naciones sensibles. Talvez se creerá que estas dos clases de po- tencias deben estar como enemigas, siempre listas para la lucha? No, potencias que residen en un mismo ser, no pueden existir si- no subordinadas; subordinación que es una de las bellas armo- nías que resplandece en todo lo criado; y por esto en el hombre, las facultades ti bordinan á las intelectuales, los ape- titos á la voluntad. z , Esta y el entendimiento son potencias propias del hombre; y sl este debe poner en ejercicio cuanto le corresponde, incuestio- nable es que debe ejercitar con tesón las que le especifican cons- tituyéndole tal: deber es, por tanto, de aquel, cultivar el enten- miento y la voluntad. argamente han discutido los filósofos de todas las edades arg: | , sobre la naturaleza del entendimiento: para unos no es sino algo Varias clases de facultades adornan al hombre; y entre ellas . Nosotros no miramos en esa potencia ni el grosero materia- lismo de Condillac, Locke, Hobbes y Laro: niguiere; ni el idealis- mo de Hegel, Hume, Fichte y Berkeley; ni el panteismo de Ke- nófan ( J Jacobi; ni el esceptisis- m e, Parménides de Dlóp Epiiicos on de , Abdera, , ródico, Hippias, Calicles Eutidemo y Heráclito; no vemos en ella sino De a adaptada á conocer lo inteligible, una par- ticipación de la diyina esencia, una potencia subordinada y no creadora de los excesos de la diosa razón. Este entendimiento en — 495 — su eleyado vuelo alcanza hasta Dios, contempla lo criado y tiene aptitud para volver sobre sí; en una palabra su objeto es la yer- dad y en consiguiéndola, satisface la tendencia que al formarle, le impuso el Criador. Sabido es que todo ser debe desembolverse | procurando conseguir su objeto; de la misma manera el entendi- miento procurará alcanzarlo; y tanto mayor será su perfección cuanto más elevadas verdades aprehenda. Es de notar, en tratán- dose de esta potencia, que tiene virtud para sublimar aún las co- pra más groseras, pues las espiritualiza para poderlas compren- er. Lavoluntad es también potenciapropia del hombre; los brutos carecen de ella, y, á diferencia del entendimiento, está dotada de libertad. Crasísimos errores han sostenido y sostienen varias es- cuelas filosóficas acerca de la naturaleza de esta potencia; pero todas se reducen á despojarla de la libertad, el más precioso de to- dos sus atavíos; y consecuentes con tal sentir, los fatalistas vie- ron en las acciones humanas el resultado de un fatal destino ; los indiferentistas y los ecépticos se aproyecharon también de tales doctrinas. El bien es objeto propio de la voluntad; y como fuese de to- do punto difícil la determinación del ser en quien resida, los filóso- fos han divagado para determinarlo: Epicuro y Metrodoro lo fi- jaron en el placer; Zenón de Citium, Epícteto, el Emperador Marco Aurelio y Perseo en la virtud; los utilitaristas en la uti- lidad; y las demás sectas filosóficas en objetos diversos y hasta contradictorios. ¿Quién dirá los funestos resultados de estas ab- surdas teorías, ya en el ordenindividual ya en el social? La perfec- ción del hombre consiste en el ejercicio de sus potencias, guar- dando empero, las debidas proporciones: la perfección del enten- dimiento en conocer la verdad ; y las de las potencias inferiores en obrar con subordinación á aquellas, omo lo afirman á una la razón y la experiencia, el progre- sivo desarrollo de los individuos depende de la instrucción. Y á la verdad todo conocimiento por insignificante que sea no se pue- de alcanzar sino por medio del trabajo; si se habla de conoci- mientos intelectuales, ahí está Aristóteles manifestándonos que la inteligencia humana es una tabla raza pronta á recibir las im- presiones de lo inteligible. ; - De cuantos beneficios es deudor el hombre á la instrucción en tratándose del orden metafísico : reunidos están en él los prin- cipios fundamentales de todas las humanas ciencias ; con el cono- cimiento de aquel nada hay oscuro, pues, los fundamentales con- ceptos de Ontología disipan toda duda; por fin, en ese orden res- o como en compendio todas las ciencias.—En elorden ísico nótanse' más palpablemente los efectos' de la instrucción. Desde el nacimiento hasta la tumba necesitamos medios de ese orden para susténtar la vida; y esos medios son inmediatos re- sultados de la aplicación del humano saber á los agentes natura- 488 — les. La transitoria permanencia del hombre sobre la tierra está sujeta á leyes físicas; y la instrucción nos manifiesta á cada pa- so la naturaleza de los terrenos, la de las plantas y la de los de- más medios indispensables para cont tar opuestos elementos: así, la Geología nos descubre los misterios de la existencia de nuestro planeta, la calidad y disposición de las tierras, el m como están dispuestas sus pe y los peligros que amenazan gi- mento; la Mineralogía lo relativo á rocas y minerales; la Botáni- ca estudia las plantas y después de distribuirlas en géneros y fa- milias presta poderosísimo apoyo á la ciencia de Hipócrates; la Química examina la constitución íntima de los cuerpos; la Física presenta diversas manifestaciones y pone á nuestra vista los efectos del vapor y de la electricidad; la Agricultura mejora los productos y enriquece á los productores; y por fin las elevadas ciencias médicas descúbrenos las mil evoluciones y transiciones que experimenta la vida.—El orden moral superior á todo orden es, á no dudarlo, el que más se aprovecha dela instrucción; y ha- blando con ingenuidad mal podríamos conocer nuestros deberes y derechos dirigirnos en persecución del bien si estudios apro- plados al ofscto no nos lo manifestasen claramente. | Nadie ignora que la voluntad es, en la presente vida, la supre- ma potencia del hombre: reg] tada aquella está ordenado este. riples son las relaciones que el individuo trae consigo al venir al mundo: deberes para con Dios, para con los demás hombres y para consigo mismo. De estos deberes naturalmente nacen de- rechos, pues son términos correlativos. principal obligación del hombre al hablar de esos debe- res es, sin duda, la que, como ser criado é inteligente tiene para con el Supremo Autor de todas las cosas; debe, pues, manifestar- le de alguna manera su dependencia, y el modo de hacerlo no es Otro que tributarle adoración, (la cual es el reconocituento de la omnipotencia y bondad divinas); pues, si el hombre debe su ser á Dios, justo es que con las facultades que de El ha recibido re- conozca su exelencia y publique su gloria. Cuando en los famosos tiempos de la idolatría se degradó la naturaleza humana y reconoció como á ser supremo aún á los más mezquinos ídolos, era natural y nécesario que la verdad se dejase oir y enseñase para siempre los inconcusos panes de la unidad de Dios y sus demás soberanos atributos. dorando 1 , A , tenemos y así quedó oxtablocida su doctrina, peorada por el infi- — 497 — para con Dios, coh no menos firmeza se establecieron los deberes, del hombre para con sus semejantes y para consigo mismo. Con esto quedó restablecida la moral, que largos siglos estuvo sepul- tada en eterno olvido á causa de la disolución de las costumbres; reaparecieron los perdidos derechos de los hijos para con los pa- res, del esposo para con la esposa; y desapareció para siempre a diferencia de esclavos y señores; y todos fueron semejantes; en virtud de esa moral, á más de desaparecer los horrorosos crí- mines que largamente cuenta la historia del mundo pagano, se templaron los abusos de los superiores y presentáronse á la faz de la tierra iguales todos los descendientes del primer hombre. grandes rasgos os he dejado ver el influjo que ejerce la instrucción en el hombre iderado individualmente y refirién- dome, en cuanto me permite un discurso de esta naturaleza, al orden metafísico, al físico y al moral.—Paso ahora á considerar la instrucción en cuanto influye en el progreso social. IL rderse para siempre. Dí, anlo si no las desgracias causadas por teorias del filósofo de Ginebra. Siglos llevaba de existencia el mundo; y aun 0 que otro filósofo en la antigivedad estableció el principio de donde pueblo por medio de considerandos la utilidad preceptos; acabóse por fin y para siempre la ¿lo tas coronadas; y al pueblo, único depositario de la soberanía, le tocará desde hoy juzgar si debe ó no prestar obediencia. Rous- seau con su famoso Pacto Social redimía á la humanidad envilec1- da; y esta pobre niña que hasta entonces permaneciera aletargac sin cuenta de que en su fecundo seno llevaba derecl alie nables y prerogativas sin límites, despertó de súbito y asiendo el pendón que le dió el filósofo ginebrino, dió el grito de alerta, gri- to que resonó allá en las concavidades del cielo y dió cuenta de la rebelión que se efectuaba en la tierra; grito que expresaba emancipación delas muchedumbres; grito que desvirtuaba el 8 e talas 3 a 099 MEGA dad la doctrina por él predicada. Alguien al oirme me creerá exa- gerado; no losoy,alhablar desdeesta tribuna, ocu ada en mejores ocaciones, por genios colosales, debo decir la dea pura, sin li- sonjas ni temores. : : dicho sirve, respetabilísimos Señores, para manifestaros que, si bien Rousseau estableció el absurdo rincipio de que la so- ciedad no es natural al hombre, la dera escuela filosófica sostiene, y con lucidísimas razones, que Dios autor de la natura- leza humána diólo tendencia innata á la sociabilidad; y .así el hombre es sociable porque es hombre. Formada la sociedad por la reunión de seres inteligentes 1 ún, evidente que las cualidades de las partes resplandecen necesariamente en el todo. Pero aun cuando felicísimas dotes adornaran á los indivi- duos, ninguno ó casi ningún provecho reportaría la sociedad si una inteligente fuerza unitiva no supiera aprovechar aquéllas; y téngase presente que aun la misma perfección individual no sería capaz de adquirirse sin el anxilio eficacisímo que debe des- | plegar el encargado del bien común, por la prosperidad de los aso- Ciados, Aun las más rudimentales sociedades emplean para su desemvolvimiento dos clases de medios: materiales los unos, mo- porque la, ección de la sociedad, así como a de E ser tal, necesita que el ser la adquiera y no una sola delas par- 8, o en lo material la instrucción influye en el progreso de Qu los pueblos, lo está diciendo muy claro lo e todos los días ven ] | ¡lla derroca esas in-- — 499 — vir de medio de gomunicación: inventa ese hilo eléctrico por cu- yo medio los pensamientos del viejo mundo repercuten en el mis- mo instante en el nuevo continente;con caracteres de plomo fija los humanos conocimientos; fija al rayo su camino; quién sino ella nos revela los secretos de los mundos, de mundos que descri- ben sus órbitas al rededor del sol; da belleza y esplendor á nues- tros campos y habitaciones; y perfecciona lo natural, explica las relaciones de los seres y manifiesta que la vida del alma es toda nuestra vida. No podemos negar que la instrucción representa- da en sus más avanzados partidarios, es la que ha producido tan brillantes resultados; y así Fultón y Franklin y Gutemberg y alileo y Newtón son héroes que vivirán siempre en la memo- ria de todos y recibirán bendiciones de la posteridad. os que por sus cria conocimientos y experiencia en l- fícil ciencia de si .qúe había adquirido. "ibero tipo de Tos tirhños! AZ AÚANCR” agÍo Ll prigacro” guete de los emperadores. Los demás Estados imitaron las: vir*- tudes del senado de la República romana; y si en lo moderno 4, las cámaras legislativas concurriesen didas de ilustración / y probidad, tendríamos leyes fundadas en'razón y no en el inte- rés ó capricho de los gobernantes. a O y $ La instrucción es para el ejercicio del poder legislativo me-. dio indispensable: mejoramiento de las leyes, reparto atinado de los caudales públicos, adelantoen las ciencias y en las artes, eco-* nomía en los gastos, prodigalidad en hacer el bien, firmeza y. energía para evitar males, es lo que deben proponerse los qué” por su sabiduría y atinado consejo merecen que se los coloque en: el eminente solio de legisladores. — Para comprender estas diver-- sísimas relaciones, para apreciar en su verdadero punto la ecoño-: mía y rechazar la bancarrota, para evitar el'mal'y haeer el bien,” Cuando medito'las enlace podor.ej '. tivo. y Téeco- rro la larga serie de gobernañtes-que ha tenido errado: G samientos; y.me pregunto. y razón, de esos. procederes. 3 ALA, TAS E la. causa primordial de esos hechos es la falta. e Instrucción. ALE: guno dirá que no es cierto lo, aseverado; pero. después de ia , reflexiones se conyencerá de lo contrarlo, En verdad que ubo.. sórdidas ambiciones y tiranizaron sus comarcas; en verdad q] ente las aspiracio- ban la regla general; por esta razón he dicho que casi siempre la causa de tales proce- E menos cabo de la yerdad que tales gobernantes que así desalioga-' - an'sus pasiones, hacían caso omiso de la instrucción, pues al: 7 oír sus sabios y atinados consejos no se habrán manifestado tan y am ciosos. La naturaleza misma del poder ejecutivo le pone en peligro de dar en la tiranía; pues en sus as atribuciones como son la de presentarse ante todos como la primera autoridad, la de no tener sobre sí superior alguno, la de disponer del ejército y de to- do cuanto con ¿ se relaciona, dedúcese fácilmente que, al no es- tar animado de sentimientos patrióticos é istradio en todo lo que á él concierne, casi sin sentirlo se hace déspota y arbitrario: sólo un estudio profundo y meditado de la política y de las fun- damentales leyes del E que manda, podrían hbrarle de co- meter abusos y conculcar las leyes. : Sacerdotes de la ley y guardianes de la justicia son los ma- gistrados del poder judicial; y es de notar que esta es la más be- lla y constante de las manifestaciones de la pública autoridad. Nunca faltan controversias sobre los derechos de cada enal y allí pronto está la diligente mano de aquellos para dar á cada uno lo que es ao Complicadas, compheadísimas son tales tareas; en ellas deben agotar los jueces todos sus eonoeimientos ya que de su resolución depende la onra, la vida y acienda de los 1 ara pr Ed difícil desempeño de esas funcio- nes se necesita meditación constante y sostenida; y sólo así po” drá se el fin para que fué criado tal poder. manos cuya penetración resolvió los más recónditos problemas del Dare ervil, dieron leyes tan acertadas sobre es- ta materia que aun se manifiestan intactas al través de los si- Las Pandectas y el Digesto, las Instituciones de Justinia- no y su Código, contienen disposiciones que hoy se repiten en los Códigos modernos. El de Napoleón es la norma de los demás y está fundado en el Derecho romano; y los redactores de aquél ya expresaron que no sería posible comprenderlo sin estudio an- ficipado del Derechó civil de Roma. Tomada de estas fuentes su instrucción y familiarizados con Ortolán y Savigny, Demolom- be y Sepia Sacharie y Merlin, deben estar los jueces para resolver los asuntos civiles. No deben asi mismo descuidar el estudio de los criminalistas más notables ya que lo criminal á más de ser de suyo sumamente difícil trata asuntos que interesan la honra y la vida misma de los ciudadanos, —Salta á la vista ue sólo la ilustración podrá poner á cubierto á los jueces para ecidir bien los asuntos que se les sometan; y que por medio de ellos cumplirá la autoridad pública uno de los más preciosos de- beres que le atañen. Someramente, según mi puntito, he examinado el influjo de la instrucción en el progreso de los pueblos; he manifestado la encia y necesidad de que uno de los individuos es- consecue té adornado de ella; y que el progreso de estos trae consigo el progreso de la sociedad. adonde dl entendimiento con la luz — 502 — infinita de la verdad y cantivada la voluntad por el bien presón- tase el hombre á la faz del mundo como criatura digna de Dios y promulgador de su gloria; así se presentan también á los ojos de la historia los pueblos que anhelan el bien y los gobernantes que lo procuran ; y la posteridad, juez imparcial, castigará seve- ramente á los que hayan despreciado la instrucción y no hayan propendido¿con infatigable celo á difundir las luces, He dicho. DISCURSO PRONUNCIADO POR EL SEÑOR RECTOR, DESPUÉS DE LA SO- LEMNE DISTRIBUCIÓN DE PREMIOS. Señores : Con viva satisfacción felicito á los Señores Profesores por el interés y constancia que han manifestado en el desempeño de laardua misión de enseñar, y á los alumnos porla aplica- ción, amor á la ciencia y opa idad que han brillado en e urante todo el presente año escolar. La Universidad ha pre- 7 ya, en la solemne repartición de premios, los méritos de los unos y los otros. E ha hecho, con la proteairóN: de Dios, del e mr Gobierno y de los Señores Profesores y Empleados que han ado con- migo en pro dela Jirón estudiosa. : a guerra contra la Dictadura hizo necesario aunar las fuerzas todas de la República para restablecer el orden consti- tucional. En las angustias de la lucha los jóvenes de esta Uni- versidad no fueron indiferentes, dejaron los libros y empuñaron el remington sirviendo á la Patria con valor indomable y e severancia heróica, hasta Mes completa victoria. como la guerra no es hermana de la ciencia, el restablecimien- to de la moral y disciplina escolares entre alumnos, en cuyos e sac ¡ales de grados n- — 303 — neos .de los textos. Jamás el precepto pascual fué puedo -mayor. número ro de alumnos enesta Universidad, como lo po ido en los dos últimos años, y este:es el. termómetro más se- guro para « sena el grado de moralidad ¡y elevados principios religiosos, $9: sol od un «ostablocimiento científico, sino aún nacio qe 11. Los certámenes, sabatinas y exámenes han manifestado el aprovechamiento científico satisfactorio de los alumnos. El es- tudio de Taparelli, op Gonzales, Balmes, Donoso Cone Tar- quini y otros que se les parecen en la ciencia y ortodoxia, así co- mo Bentham, . onstant die peara Grimke, Blantschli, Hofftor, han dado á los jóvenes: la po de juicio propia de la viríli- dad, cuando antes el charlatanismo insulso de escritores pala- breros había entregado esta Univ ersidad á un estudio pernicio- so en gran parte, y gárrulo en su totalida soy Pofila ed lenianto: de la facultad de Filosofía ha sido tam- bién de gran provecho, porque las lecciones de Metafísica del sabio” Profesor de este ramo han dado á los jóvenes aquellos co- po lentos que son ta ecesarios para el estudio de las cien- ias «públicas, yla: afdón: á lo serio y lo profundo. A las lec- - cies orales del Profesor de: Metafísica concurrieron perso- nas distinguidas, pues no faltaron Ministros de Estado, -Ve- cales de $S. E. la Corte Suprema y hombres notables por sus luces E talentos. Laradhesión ¿ á las tias odios que S. 8 León XUL. había enunciado en sus luminosas Encíclicas era necesa- “ria, no solo por ser católicos todos los. S$S. Profesores; sino: por- que en ellas están fijadas y resueltas las primeras y más tras- , sendentales. cuestiones que agitan: las diversas escuelas, y son la causa «del - vaivén de las instituciones y de los gobiernos; agi- tación que hace de estos y dea nellos un bajel sin brújula y sin timón, que en medio de una deshecha borrasca pretende des ] SquEs los PR polg= todavía desconocidos. La a il de Q lemás, un motivo que le era aras _porque las aia tapia Encíclicas . están basadas en las doctrinas de Santo, Tomás, bajo, cuyo. patrocinio se encuentra desde su orígen. rigí, pues, «una carta. de «adhesión .al Padre - Santo. á nombre de tados ¡los Señores Profesores, de cuyo cato- lícismo y amor á yerdad no me era permitido dudar, sin ty A injuria; Y POE que todos ellos al posesionarse de.. Mega! habían hecho, con juramento y. á presencia _de pi pd a la solemne promesa de adhesión 4 la Santa Sede, de Po en la fórmula: explicita y circunstanciada de la: Bula , Las enseñanza de Literatura ha cambiado también en pro HS - de la juventud, no solo porque la han dado:.dos jóvenes litera- tos distinguidos por sús relevantes talentos y virtudes ; sino por- que la han'independizado de esa . escuela. materialista..que era incapaz de percibir siquiera lo bello y lo. sublime enlas altas re- giones de la fe. Uno de estosjóvenes, el ¡Señor Doctor Carlos lés así como de la literatura de los dos grandes pueblos 2 los hablan, y 4 quienes suelon llamar el corazón y) cerebro del mundo, nos es de necesidad premiosa: ambas enseñanzas se. ha- llan . ya establecidas, y mo.son pocos los alumnos que las reciben Ea porrecne: ! 2 PS qe 25 El estudio del francés nos estambién necesarioá los .ecuatoria- hos, porque habiendo sido tomado nuestro Código Civil del Chile- no, y este del de Napoleón, nos vemos en la necesidad de estudiar los comentadores franceses antes que los españoles; no para abu- sar de este estudio hasta el. extremo de creer que Jos referidos 'comentadores constituyen las únicas fuentes de la Jurispruden- Cia, sino para aceptar sus doctrinas en la parte convemente. Zisí lo hace en sus luminosas lecciones orales el distinguido Profesor de este ramo, y por esto el estudio del Derechio elyil vá dirigiéndose ya por el dolido pandora, La nseñanza más dificil y delicada. en esta Universidad d La:e ha sido la de las ciencias públicas, porque á las veces había de- generado. en escuela de anarquía; hoy, gracias 4 Dios, el ¿Pro- fesor de Ciencia Costitucional, Ciencia Administrativa y De- recho Internacional se esmera, con laudable celo: .religioso...y científico, en cimentar enla mente: y corazón del IIANOS Os principios más verdaderos, más. prácticos y -más arrimados £ p 7 -% las eternas verdades de la. ciencia, de la moral y de la£e,.. a. de estos 23 pa ogrado establecer también una Escuela especial de Obstetricia, regida gratuitamente: por el abnegado profesor do Cirugía. 0», En la Facultad de Ciencias casi todas lis enseñanzas son «Prácticas, gracias al Señor García Moreno que con brazo de 0 Titán empujó la serca camino del progreso. Cábele á.es- ta eS la gloria de haber sido la primera que compren- á este hombre grando y agradeció sus servicios á la Patria en general y á la Instrueción pública en particular, pues, todos los miembros de ella, Profesores y alumnos, llevaron un óbo- lo en dinero y un corazón agradecido para consagrar á la me- moria del primero de los ecuatorianos la augusta imágen, que conservamos con veneración en este recinto. Esta prueba de reconocimiento dado despues de la muerte, nada tiene de indig- na adulación, porque vivía el héroe en el cenit de su grandeza y de su gloria cuando está Universidad, siempre noble y justa, reclamó contra alguna frase dura que se le escapó al inmortal García Moreno, porque su ardiente deseo de ensanchar la en- señanza científica, no pudo contenerse dentro de los límites de sa elocuencia viríl, cargada de electricidad y rival de la de De- mosto enes y O'Connell-por laconcisión, energía y nervio sobrehu- mano. La Universidad de Quito era un hombre sin lengua: por más que contara ciencia, talentos y estudios distinguidos, todo tenía que vivir y morir dentro de su seno. ¿Qué es un sabio cu no puede expresar sus pensamientos? es una crisálida monte, no debajo del celemín; pues esto es “lo que se ha hecho estableciendo una imprenta para que la Universidad hable, sea A y cumpla su misión ón enseñar. este solo principio económico hubo que recurrir para comprar una imprenta. Cuatro años de ahorros fueron necesarios reunir, de maravedí en maravedí, cuatro mil pesos y mandarlos á Nueva York; pero el obstáculo fué vencido y hoy posee yá la Uni- versl segunda imprenta de esta capital, colocada en cómo- dos salones de 62 62 metros de longitud, cuyo pavimento es de tabla para conseguir la limpieza y comodidades necesarias; se hallan alumbrados por nueve grandes ventanas y tienen todos 108 útl- les y epa que han menester. La imprenta bien manejada egará á ser, además, una renta no pequeña, y sobre to- do propia, > la que pueda disfrutar esta corporación cien- Continúan ya “Los Anales dela Universidad”, que han y buena aceptación en las demás Universi recido m es, : habiendo sido] pedidos con instancia de los EE. UU. del el Norte. A Los “Anales” son conocidos ya en muchas coorporaciónes científicas le mandanen retorno sus publicaciones oficiales. Es un viajero, . Dios e protejerá por que anda en sus caminos y su guía es la Iglesia como lo fué el Angel de Tobías, ; rque el aprecio que de ellos hacen en Europa, pagando precios abulosos, h oteca Nacional, á pesar de que esta tiene renta pingúe en las aduanas, He elevado un reclamo al H. Congreso para que re- cordilleras de relieve, las tierras ultimamente descubiertas y marcadas las corrientes de los mares. : IV . , Estrecha es la casa para las veinticuatro clases y el cuantioso húmero de alumnos que concurren diariamente á ellas; pero, sin traer á la cuenta esta circunstancia fueron colocados en ella el == — Instituto de «cae ds Escuela de Agricultura. El resultado ' de esta ASA se encia ha sido la incomodidad de los tres insti-' e científi a Laa ninguno de ellos está bien acomo- : low Santos Ploledores de la Universidad no pueden pro-. longar las lecciones por más de una hora, porque la escasez de locales les obliga 4 sucederse unos á otros. desde las siete de la" mañana hasta las ocho de la noche. - Esta aglomeración de institutos, regidos por diversos supe- riores, hace también a la disciplina de los escolares; porque ' cuando hay alguna falta, los unos la atribuyen á los otros, y la corrección es muy difí cil. ' uchos casos de conflicto se han presentado por estos mo- tivos, pero la esquisita urbanidad y consideraciones mutuas de los Superiores de cada uno de los Establecimientos las han cón- pa mas sí desaparece este elemento transitorio de armonía, colisiones serán graves, y. los medios de salvarlas ineficaces. tejados y cielos razos de la casa se venían ya abajo;.. dí cuenta oportunamente á la autoridad pidiéndole que a rá al Arquitecto Nacional para formar el presupuesto y. empe- LPS ción; pero sin RA las atenciones y gastos de la guerra: civil 0 e - permitieron al Supremo Gobierno atender á esta cesi delo y la Universidad ha hecho las refacciones. endo? lo suyo y. sin limitarse á la pequeña parto del edifi- clo que oc _Para E la estrechez en _que se ye la Universidad dibujo, te también a Instituto. . il tercero que per. manece en arriendo, porque: n0 era posible iniciar un «litigio - injusto y dejar mal parado el honor de la Univ ersidad, volve- ; rá á ella dentro de seis meses. ; Esta medida, tomada:por el . Señor Rector, no tuvo nada de antilegal, ni antieconómica: por-... que, cuando la adoptó tenía la Universidad locales Sobrantes. y la autoridad le había negado todo recurso. ! He pedido Ss Supremo Gobierno el pago de le que. e Perro" 4 Ñ. añonal q debe á la Universidad por los años de 1883 y 1884, y no dudo que se plestie a el referido pago; porque el ilustrado J de risconsulto que se halla hoy á-la cabeza del Gobierno ha mani- festado siempre, así como sus dignos Ministros, marcada defe- rencia por la' instrucción pública y particularmente por esta paridad, en la que adquirieron los conocimientos que les * al H. recia cediendo los 26,000 sucres que el rd dicctal id por losaños de 1878- 4 1882, para que con Rs a se compre una casa, ólo que sería mes: Jor, se construya: una dd Uarutidad digna de la as de la Re- E pública. “La"H. «Cámara de Diputados ha ' dado ya "la! tercera gr al proyecto-ylo-ha aprobado, * Sin duda la H:COtina- a del Sénado le -prestará -tamibién' su. aprobación porque “te- Edo la Universidad perfecto desecha para pedir casa*y /6l ago de lo que se le debe, hace un favor al ceder este ¡crédito y facilitar la adquisición de una casa nniversitan uando empecé 4desermpeñar el Boctoralos la Universidad debíaá len Señores Profesores sueldos deve ee de 1878 y no alcanzaba á á pagar más que la tercera ó cuarta p rte de los eo- futegros los corriente: se ha baccicnódo, o Casa; ; yenriqueci- do la Biblioteca; Pa una imprenta; arreglado para ella un lad vasto, cómodo ya local;-se ha arreglado. el archivo, y for- mado por primera vez él inventario, pnes el. ES: Secretario ha tbajado. o. con aquella constancia ; did nciA to de.mis deberes, Joclaixido a al termi ninar mi dd: de: Ls o cs “Prol Enpleda os, á señal y mitenes > de «debo lla. cooporisción: eficaz: yy fructuosa, sn la: nada'hnb dela enseñanza superior y les debo : csombión distinguidas pruebas de.atfecto y seonsideración, ue mo las merezco; «pero que se han gravado en' mi rent mt Ta no: borrarse: Jamás. jamás. 133 A 24 A Junta administrativa. PLD “SESIÓN DEL Ó DE JULIO DE 1888. Presidió el Señor Rector, y asistieron los Señores Doctores Casares, Muñoz y Herrera. cida a y aprobada el acta de la sesión última, se dió lectura del presupuesto correspondiente al mes de junio y se aprobó sin ninguna modificació En vista de lo acordado por la Junta General de profesores se dispuso; que la solemne distribución de premios se verifique. el 22 «del.mes enícurso, deb medal “todos:los alumnos “que hubiésen obtenido én* Sus "exámetos Hot ción muy sobresaliente, es-decir, tres votos imarcadós contelimú- ero 1%; advirtiéndose, que si algunos de. «los alumnos que tuvierén derecho 4 este premio no estu vieren presentes al acto,-9e entenderá que lo renuncian; Si hubiere 1 motivo justo que “impida 509 — la asistencia en el día señalado, oportunamemte se pondrá en conocimiento del Señor Rector para que á su juicio califique la excusa ; pero pasando el día señalado, no se admitirá reclamo al- Terminó la sesión. | El Rector, El Prosecretario, ExLías LAso, José Bolívar Barahona. SESIÓN DEL 17 DE JULIO DE 1888, Abierta por el Señor Rector, con asistencia de los Señores ne e Casares, Muñoz, y Herrera, no concurrió el Señor Pó-- t. Se sometió al despacho la dispensa de los derechos corres- pondientes al grado de Doctor concedida por la Facultad de Me- dicina al Señor Alejandro Bastidas, con arreglo á lo dispuesto en el artículo 20 de la ley reformatoria del 15 de agosto de 1885; fué aprobada y se mandó comunicar al Señor Colector. Por indicación del Señor Doctor Casares se ordenó; que elin- frascrito forme un cuadro en el cual consten los nombres de los alumnos, que en cada año escolar sean dispensados por las Facul- tades de Jurisprudencia, Medicina y Filosofía y Literatura ; para evitar los obstáculos que á veces se presentan, por no saber á punto fijo, á qué curso escolar debe imputarse una dispensa; y que anote al márgen de las solicitudes el número de orden de los dispensas y el año á que corresponden. Sin más se cerró la sesión. El Rector, El Secretario, ELíAs Laso. Manuel Baca M. AA AÁ Facultad de Jurisprudencia. SESIÓN DEL 7 DE JULIO DE 1888, Asistieron los Señores Doctores Laso, Casares, Espinosa de los Monteros y Campuzano presididos por el Señor Decano. Fué leida y aprobada el acta de la sesión última. Se dió cuenta de una solicitud del Señor Francisco de Jesús Vallejo, que pedía se le declare apto para el grado de Doctor. Re- —510— visados los documentos presentados por el solicitante y hallándose estos arreglados á la ley, se concedió la declaratoria pedida. . , r erminó la sesión. El Decano, El Prosecretario, - JuLi0 B. ENRÍQUEZ. José Bolívar Barahona... SESIÓN DEL 19 DE JULIO DE.1888, he Presididos por el Señor Doctor Laso, concurrieron los Se- ñores Doctores Casares, Espinosa de los Monteros y Campuzano, no asistió el Señor Decano por estar legalmente im edido. Después de aprobada el acta precedente, se leyó el siguiente informe expedido por el Señor Doctor Casares, respecto de la so- licitud presentada por el Señor José Albán Mestanza, pidiendo dispensa de los derechos correspondientes al grado de Doctor, Señor Decano ; 5 seta y : _Están comprobadas la buena conducta y pobreza del peticio- nario; pero no consta su aplicación y aprovechamiento, pues sólo se ha presentado el certificado de un examen de Derecho práctico. En tal virtud creo que no puede concederse la dispensa ni la de- claratoria de aptitud que solicita. Sise subsana la falta notada Podrá reconsiderarse la petición del Señor José A. Mestanza. Tal es mi concepto, salvo siempre el mejor acuerdo de la Facultad que US. dignamente preside. —Quito, julio 19 de 1888.—C. CASARES. Fué aprobado. : i A No habiendo otro asunto en el despacho terminó la sesión, Por el Decano, ysb bo babiaintna Y ELÍfAs-LaAso. LEI Seretarió, : Manuel Baca M. A ——— “Facultad de Medicina. A A SESIÓN DEL 6 DE JULIO DE 1888. — ón — Dectbr y' ear a por: et Señor Profisas de» Patología: Señor Decano de la Facultad de Mediciña: Señór: EXATÍAdos 168 dotuiiéntos presentados por el Señor Ale- jandro Bastidas á fin de obtener dispensa de la cuota universita- ria tengo la honra de informar: que cumplen con los requisitos le- gales y que aun cuáridó no aparecen los certificados de aprovecha- miento, se puede acceder á la solicitud del peticionario por ser notori las, y LS as su dedicación al estudio y dotes intelec- tiles; Stiiémbárgo, antes de comiceder la dispensa seri cohve-. ps ERES Mr 49 se trata. del” grado de” El ó de Doctor. Ta es mi' pát Pi ente "préside- —Mán nuél Mardi Casar, OMR; y junio det Aa —Inmediátamente aclaró el Señor Doctor Esareds MS vor Cárden era +... la pone dieta Al Prado de Doctór; -s Señor Doc- ap ma: solic itante h o la petición def Eo sh grado iden 1 ES OABIÉn H' para la = que plena nai ef dgl de Eicericiado debe p ¿ Í de Cn e stas aclaYacio- on acu old disp ea pr Eso? Bústidis los derechos pata el grado. o ue eo y “détreto del HL. Séñ ¡Or Ministró dé Guerra én' r ijal road qué! la,F acultad declaré si era ó no, acertado el con có “emitido por los facultativos, y si estaba ó, no cad da ta CecholÑ y inelmida de votos declaró; en efe je le qué era acertado el concepto emitido por los facultativos y en segundo lu- gar, que no era inválido el solicitante. Se diá lecturá de la contestación del Señoz Secretario del Hustre Concejo Municipal que remitió la copia de la Ordenanza que había sido expedida, respecto de las comadronas en épocas anteriores; y el Señor Decano comisionó al infrascrito para cs oficie manifestando que la H. Facultad juzgaba, que una vez que ya no existía la Maternidad, era indispensable gus: el Ilustre Con- cejo vuelva á poner vigente la r 'eferida Orden Por último se acordó que los exámenes da des alumnos de la Facultad se reciban desde el 9 de los corrientes en el Hospital de San Jua us in de Dios; debiendo formárse dos tribunales, “el uno com- PEA los Señores Doctores Egas, ( ESSE y Silva presidi-. dos' es el Señór e y el otro por 1 os Señores Doctores a es y Ri badencira, presididas por el Señor, 1 Doc- 5 Oz; que. ante el primer. tribunal se presenten los los enes de Medicina legal é Higiene pública, Clínica interna, Farmacia, — 2 — Tóxicología, Terapeúfica: y Máteria médica; y ante el segundó los de Cirugía, Obstetricia, Patología, Fisiología, é Higiene. privada y: Anatomía. Sin más terminó la' sésión; El Décano, RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO. ¿El Prosecretario, José Bolívar Batahona. Facultad de Ciencias: SESIÓN DEL 12 DE MAYO DE 1888, Reunidos los Séñores Decano, R. P. Sodiro, Herrera, Egas y Vivar aprobaron el acta precedente. go s leyó un ofició dirigido por el Señor Rector comunicando que muy pronto estaría cr servicio ta imprenta de la Universidad, y también dardo que se organicen cuanto ántes los traba- jos científicos, con que la Facultad de Ciencias ha de contribuír pa- ra los “ Anales” del referido Establecimiento. Por indicación del Señor Decano sé acordó: un:voto, de gracias al Señor, Rector por haber proporcionado á este Establcimiento un elemento psa vi- tal importancia. para el adelanto de las ciencias y de las letras. Se convino en nombrar una comisión que se encargue de fede todas las publicaciones de la Facultad y recogidos los votos; obtuvo la mayoría; el Señor Doctor: Abelardo Egas. Se dejó para la próxima Junta la determinación del orden con que los Señores Profesores han-de presentar sus trabajos. Terminó la sesión: El Decano, El Secretario, José María TROYA. Manuel Baca M. AA Junta General de Doctores. Hoy veinte y ñuéevé de julio de mil ochocientos ochenta y ocho á las doce del día; se reúnieron en el salón de actos de este Establecimiento cincuenta Doctores, con el objeto de verificar la elección de Rector y Vicerrector, Después de leidos el acta de 3 de agosto de 1884 y el art. 57 de la ley orgánica de Instrucción Pública, fueron nombrados pata escrutad Sres los Señores Docto- — 313 — res Manuel María Casares y Julio Jácome Ortega. Se procedió á la elección de Rector y recojidos los votos,: resultaron, cuarenta y seis por el Señor Doctor Elías Laso, dos por el Señor Doctor Julio Enríquez, uno por el Señor Doctor José María Troya, y uno por el Señor Doctor José María Bustamante; por consiguiente, la H. Junta declaró al Señor Doctor Elías Laso elegido legalmente para Rector de la Universidad Central. Inmediatamente se pro- cedió álaelecciónde Vicerrector, y de la votación resultaron vein- te votos por el Señor Doctor Rafael Barahona, diez y ocho por el Señor Doctor Ezequiel Muñoz, ocho por el Señor Doctor Julio B, Enríquez, dos por el Señor Doctor Rafael Rodríguez Maldonado, y dos por el Señor Doctor José María Troya; como ninguno ob- tuvo mayoría, se procedió á nueva votación, y resultaron veinte y nueve votos por el Señor Doctor Rafael Barahona y veinte y uno por el Señor Doctor Ezequiel Muñoz; por tanto, se declaró legal- mente elegido para Vicerrector al Sader Doctor Barahona, quien prestó el juramento Constitucional ante el Señor Réctor, y reci- bió después el del Señor Rector. El Rector, ' .: ES ¿Om bbcrctarió, as E A Manuel Baca M. DISTRIBUCION DE: PREMIOS, uy veintidos de julio de mil ochocientos ochenta y ocho, á. las doce del día, se verificó la distribución de Premios con arreglo á lo dispuesto por la Honorable Junta Administrativa én su se- sión de 6 de los corrientes. Concurrieron los Señores Rector, De- canos, Profesores y algunos otros Señores que' fueron' invitados. acto comenzó con el discurso leido od a Señor Luis Cabe- za de Vaca, y terminó con el del Señor Rec La nota honorífica prescrita por el pira 183 del Regla- mento General de Estudios, se distribuyó en el orden siguiente : En la ase de Derecho Civil. Al Señor ECanca Urrutia: En la de Deceibi Canónico. Al Señor Alejandro Ponce Elizalde. : En la de Economía : Política. Al Señor Vicente Pallares Peñafiel. > bid ES Ciehcia Constitucional. : : Al Señor. “Abelardo Manosalvas. . ns — 314 — En la de Derecho Práctico, Al Señor Clemente Ponce, En la de Anatomía descriptiva, AlSeñor José Ponce Elizalde. En la de Fisiología ¿ Higiene privada. Al Señor Manuel María Maldonado. En la de Patología General, Nosografía y Anatomía patológica. Al Señor Elías Almeida, En la de Terapeútica y Materia médica. Al Señor Julio Paredes. En la de Farmacia. Al Señor Julio Paredes. En la de Toxicología. Al Señor Leonardo Estupiñán. En la de Clínica interna. Al Señor Leonardo Estupiñán En la de primer curso de Cirugía. » Al Señor Leonardo Estupiñán. En la de Obstetricia y segundo curso de Cirugía. Al Señor Miguel Ignacio Román, En la de Medicina legal ¿ Higiene pública. Al Señor Mariano Peñaherrera. En la de Física aplicada á la Medicina. Al Señor José Ponce Elizalde. En la de Química inorgánica. Al Señor Teófilo Espinosa. En la de Química orgánica y fisiológica. - Al Señor Carlos Egas Caldas, — 315 — En la de Química analítica cualitativa. AlSeñor Teófilo Espinosa. En la de Química Analítica cuantitativa. Al Señor Carlos Egas-Caldas, En la de Botéwica general, Al Señor Elías Vacas. En la de Botánica sistemática. Al Señor Julio Paredes. En da de Erancés. Al Señor Juan Borja López. En la de Inglés, Al Señor Luís Riofrío. Por haber merecido en sus exámenes votación muy sobresa- liente, (tres votos marcados com el múmero 1?), obtuvieron en premio una medalla de primera clase, los siguientes alumnos; En Derecho Civil. Los Señores Juan Borja López, uan Borja ML, Julio Fernández, José María Peña, - Alejandro Ponce Elizalde, Francisco Urrutia. ; En Derecho Canónico. Los Señores Juan Borja López, Alejandro Ponce Elizalde, Francisco Urrutia. ¿En Econontía Política. Los Señores Julio Andrade, . Nereo Cabezas, Pablo Mariano Borja, - Abelardo Manosalvás, ó Vicente Pallares Peñafiel, — 516 — En Ciencia Constitucional. 20001 Los Señores Julio Andrade, Nereo Cabezas, Luis Castro; Marcos Durango. - Abelardo Manosalvas, Manuel Pachano. En Derecho Práctico. “Los Señores Clemente Ponce, - Luis Cabeza de Vaca. - En Toxicología. | Los Señores Teófilo Cabezas, Julio Vásconez. En Terapeútica y Materia médica. Los Señores Mariano Domínguez, ñ Julio Paredes. En Farmacia. El Señor Mariano Domínguez. En Anatomía. Los Señores Ricardo Núñez, Maximiliano Ontaneda José Ponce Elizalde, En Qiicales analítica cualitativa. El Señor Teófilo Espinosa. En Fisica aplicada á la medicina Los Señores Guillermo Ordóñez. José Ponce Elizalde. El Secretario, v | : Manuel Baca M. —¿l1 — República del Ecuador. —Rectorado de la Universidad Cen- tral. —Quito, junio 28 de 1888, H. Señor Ministro de Instrucción Pública. El 3 de mayo próximo pasado pedí á S. E. el Presidente de la República, por el respetable órgano de US. H. el pago de lo que el Tesoro Nacional debe á la Universidad por los años de 1883 y 1884. Este pago debió hacerse en AS años, Ó poco después, asílo reconoció el H. Señor Ministro de Hacienda en oficio diri— gido al Rectorado; pero la guerra civil obligó al Supremo Gobier- no á hacer gastos extraordinarios considerables y por esto guardé silencio: mas hoy las necesidades de la Universidad son premio- sas; pues debe todavía sueldos á los Señores Profesores y los gas- tos “de instalación de lzimprenta no pueden cubrirse con facilidad. S. E. el Presidente de la República y los HH. Señores Ministros de Instrucción Pública y Hacienda han favorecido du- rante la presente Adina a Re la: enseñanza en general y par- ticularmente la super o dudo de que un 1 Gobiepdd amante de la Instrucción Pú- blica no terminará su período constitucional sin dictar las dos ór— denes, ES pago que pondrán más en alto la honradez que le ha ca- racterizado y la idea de progreso científico que le ha distinguido. He dicho dos órdenes, porque el Tribunal de Cuentas dividió en dos, la cuota de doce mil pesos de que gozaba entonces la Univer- sidad. Parala primera está dada la orden, mas la segunda no se expide todavía. La presente solicitud comprende el pago de una y otra. Dios guarde á US. H. ELÍAS Laso. Pm República del Ecuador. —Rectorado de la Universidad Cen- tral. —Quito, julio 7 de 1888. Excmo. Señor Presidente de la H. Cámara del Senado. Excmo. Señor. Durante los cuatro años que he servido aunque sin méritos para ello, el Rectorado de la Universidad Central del Ecuador, he pedido el establecimiento de una cátedra de Historia, y otra Religión, sin haber podido conseguir hasta hoy estos dos elemen- tos necesarios de la verdadera ciencia. No pretendo manifestar la necesidad que todas las ciencias tienen de] la Historia, muy especialmente las ciencias públicas; tampoco me propongo hablar del deber ineludible de la enseñanza de Religión, para que el art. 132 de la Constitución de la Repú- blica, y 32 del Concordato no sean letra muerta, pues, hablo á una — 518 — Asamblea respetabilísima no solo. por lo augusto de' su carácter, sino también por la sabiduría y recomendable moralidad de cos- tumbres y de principios de cada uno de sus miembros; pero bus- co por última vez el apoyo de la ley, como único medio de reali- zar este propósito ; pues sino se consigna en la Ley Orgánica de Instrucción Pública el mandato que confiera autoridad al Consejo General, al Ministerio respectivo, ó al Rector, este será siem- pre impotente para llevar á cabo una reforma en el sentido indi- cado. : Hoy que discute la H. Cámara el proyecto de Ley Orgánica de Instrucción Pública, es el momento oportuno para pedir lo mis- mo que he pedido een los informes anuales, y me retiraré del des- tino con la satisfacción de haber agotado los medios para la conse- cución de este adelanto científico. : Excmo. Señor. : ELÍAS LASO.- República del Ecuador.—Rectorado de la Universidad Cen- tral. —Quito, julio 11 de 1888. Señor Gobernador de la provincia de ci Da amigo: one Ú. la impertinencia y continúe prestando su :podero- sa caca á la Universidad. El hijo de López me dice que los tres cajones de la prensa están ya en Ambato. Si esto es verdad le suplico que auxilie á López para el viaje, consiguiendo peones, y si U. ve que hay necesidad de dinero, dele loque vea ser necesario, pues le remitiré inmediatamente. OcupeáS. A. amigo. Ss ELÍAs Laso, EDICTO.- ES ELías LAso RECTOR DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR. Por el presente cito, Mamo y convoco - todos los as Doctores residentes en esta capital, para qne el 29 del presente mes álas doce del día, se dignen concurrir al salón de actos de la —519— Unhiversidad, por ser la fecha señalada, para la elección de Recto según lo prescrito en el art. 57 de la Ley Orgánica de lústicción Pública Quito, od 20 de 1888. ELÍAS LASO. El Secretario. Manuel Baca M. | - República del Ecuador.—Rectorado de la Universidad Cal tral. —Quito, julio 21 de 1888. H. Señor Ministro de Instrucción Pública. Para que el Edícto adjunto llegue á noticia del mayor nú- mero posible de los Señores Doctores que deben elegir Rector, dígnese US. H. ordenar que se publique en el próximo número del periódico oficial. Dios guarde á US. H. ELfAs LAso. . A República del Ecuador. Rectorado, de la Universidad Cen- tral. —Quito, julio 30 de 1888 H. Señor Ministro de Instrucción Pública. ongo en conocimiento del Supremo Gobierno, por el respe- table órgano de US. H.;que el día de ayer se verificó la elección e Rector y Vicerréctor de la Universidad Central. El Señor Doctor Rafáel Barahona fué elegido Vicerrector y el suscrito Rec- tor, según lo manifiesta el acta cuya copia remitó á US. H. ábeme la satisfacción de asegurar á US. H.;que continuaré como en el período anterior, reconocido por la solicitud que el Su- premó Gobiérno ha manifestado en pró de la enseñanza superior, y las pruebas de aprecio y consideración que de él ha recibido la Universidad durante mi Rectorado. Dios guarde á US.-H. ELíAs Laso República del Ecuador.—Decanato de la Facultad de Medi- cina.—Quito, julio 7 de 1888. H. Señor Ministro de Guerra y Marina. Señor: - Devuelvo el expedientillo perteneciente al capitán Miguel o O Venegas con la resolución dada en la Facultad de Mediciríá en su sesión de ayer. 5 dio .S Dios guarde á US. RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO. República del Ecuador.—Decanato de la Facultad de Medi- cina.—Quito, julio 22 de 1888. ge ; Señor Mariano Domínguez. Me es honroso comunicarle que la Facultad de Medicina en la sesión de 19 de los corrientes; concedió á U. dispensa de los derechos correspondientes al grado de Licenciado, en premio de la buena conducta asidua aplicación al estudio y aprovechamien- to muy sobresaliente, que ha manifestado U. durante el curso es- colar que hoy termina, se” Dios guarde á U. RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO, Cías. —Quito, julio 21 de 1888. - - Señor Rector de la Universidad Central. Por motivos independientes de mi voluntad no he contesta- do hasta ahora la atenta nota de US. en la que se sirve comuni- carme; que la imprenta de la Universidad se halla funcionando, y que es preciso que la Facultad de Ciencias contribuya cor su con- tingente para continuar la publicación de los Amades, suspendida hace tiempos por razones conocidas de todos... os Señores Profesores que componen la Facultad, que in- República del Ecuador. —Decanato de la Facultad de Cien- Merecidamente presido, han recibido tal noticia con verdadero en- tusiasmo, y tienen á honra felicitar 4 US. por haber proporcionado á esta Universidad un elemento de vital importancia para el pro- greso de lás ciencias y las letras. Tanto los Señores Profesores, como el que habla, ofrecemos contribuir con nuestros modestos trabajos científicos en el orden siguiente. dt l Señor Don José María Vivar. El intrascrito. El Señor Doctor Manuel Herrera... 2: El Sr. Doctor Miguel Abelardo Egas y el R. P. Luis Sodiro. En este orden daremos nuestros escritos para - el objeto ex- presado. . ; ] Dios deá US. : E 1 pt JosÉ MARÍA TROYA. — 521 — - República del Ecuador.—Secretaría de la Universidad Cen- tral. —Quito, julio 26 de 1888. 5 : Señor Colector de rentas. Para los fines consiguientes, me es honroso comunicar á U.; que la H. Junta Administrativa, en su sesión del 17 de los co- . rrientes, aprobó la dispensa de los derechos del grado de Doctor concedida por la Facultad de Medicina al Señor Alejandro Bas- tidas, con arreglo al art. 20 de la ley reformatoria de Instrucción Pública de 13 de agosto de 188 5: Dios guarde á U. : Manuel Baca M. «República del Ecuador. Pear de la Universidad Cen- tral. —Quito, julio 28 de 1888. Señor Colector de rentas. Por mandato del Señor Decano de la Facultad de Jurispru- dencia, me es honroso comunicará U.: que el Señor Profesor pro- pietario de Derecho Canónico ha convenido en que se asigne al Señor Doctor José Nicolás Campuzano, Profesor sustituto del mencionado ramo, todo el sueldo correspondiente á esa cátedra; desde octubre de 1885 en que se hizo cargo de la enseñanza. Dios guarde á U, Manuel Baca M. República del Ecuador.—Secretaría de la Universidad Cen- tral. —Quito, agosto 1% de 1888 Señor Intendente General de Policia: Me es. honroso comunicar á US.; que la Facultad de Medici- na, en su sesión del 19 del mes próximo pasado, comisionó á los Señores Doctores Ezequiel Muñoz y Lino Cárdenas para que vi- siten las cervecerías de esta capital, conforme á lo prescrito en el art. 1? del acuerdo expedido por el Ilustre Concejo Municipal en 29 de abril de 1885, Dios guarde á US. Manuel Baca M. República del Ecuador. —Secretaría de la Universidad Cen- tral.—Quito, agosto 1? de 1888. Señor Colector de rentas. La H. Junta Administrativa, reunida el 28 de julio último, aprobó la qe de la cuota correspondiente al grado de Li- E 5 cenciado concedida por la Facultad de Medicina al Señor Mariano Domínguez, con arreglo á lo dispuesto en el art. 19 de la Ley Or- gánica de Instrucción Pública, Dios guarde á U. : Manuel Baca M, - República del Ecuador.—Secretaría de la Universidad Cen- tral. —Quito, agosto 1% de 1888. | Señor Subdirector de Instrucción Pública. He recibido el estimado oficio de US.; en el quese sirve co=_ municarme: que el H. Consejo General de Instrucción Pública re- solvió en la sesión de 25 de junio último; que no sean matricula- en el primer año de los cursos de Instrucción Superior los alumnos, que habiendo concluido los de Instrucción Secundaria, no presenten el título de Bachiller en Filosofía. : Inmediatamente publiqué en un aviso la resolución mencio- nada, para que llegue á conocimiento de todos los estudiantes. Dios guarde á US. : Manuel Baca M. República del Ecuador.—Dirección General de Policía. — Quito, á 2 de agosto de 1888. Señor Secretario de la Universidad Central del Ecuador. Con singular satisfacción he leido la estimable nota de U. de fecha 19 del que cursa, en la que se sirve comunicarme que la Fa- cultad de Medicina, en sesión del 29 del que espiró, ha comisiona- do á los Señores Doctores Ezequiel Muñoz y Lino Cárdenas pa- ra la visita de las cervecerías de esta capital. Los constantes re- clamos del público, motivados por la mala calidad de la cerveza quese fabrica en el país, hacían indispensable la elección de comi- sionados para el examen de este artículo; y esa digna Facultad, conocedora de las aptitudes de los que deben servir de peritos, ha nombrado personas que, por sus notorios conocimientos, hacen esperar los mejores resultados de su trabajo. Dios guarde á U. JuAquíN Pozo. —— AD EXAMENES. En los exámenes recibidos desde el 9 hasta el 31 de julio del presente año, han sido aprobados los siguientes alumnos: Señores. Materias. VOTACIÓN. José Barona, Derecho Civil. 2. 3. 3- E “ “ Lor 1. uan Borja M., Señores, Juan Borja López, Pedro Antonio Bustamante, Alejandro Ponce, Alejandrino Rivadeneira, Francisco Urrutia Luis Felipe Villacrés Juan Borja M., Juan Borja López, Manuel Co: Pedro Antonio Bustamante, Teodosio Dávalos, Marcos Durango, Benjamín López, Abelardo Manosalvas, Gonzalo Miranda, Vicente Pallares Peñafiel, César Pólit Eloy del Pozo, Carlos Terán, Benjamín Vega. Marcos Durango, Abelardo Manosalvas, Gonzalo Miranda, Vicente Pallares Peñafiel, Virgilio Paredes, — 323 — Materias. Derecho Civil. 5 11] Derecho Administrativo. “s 56 he e Ne, “e 5 ¡ASS SS A E SS E A A O O E A e OSO: O A A A A. OO . * PRD" PARASD on ENS Non a A NA NN EN mm AD A NA NN 3: VOTACIÓN, Señores. Julio Andrade. Nereo Cabezas, Agustín Cevallos, Luis Castro, Teodosio Dávalos, - Abelardo Manosálvas, Luis Felipe Mesías, .. Gonzalo Miranda, Vicente Pallares Peñafiel, Eloy del Pozo, . Antonio José a : Alejandro Salvador Aurelio Villagrán, Virgilio Paredes, Nicolás Astorga, Julia Chiriboga, Wenceslao Vásconez, Aurelio Villagómez Leopoldo Araujo, Luis Emilio López, Manuel Naranjo, José Miguel Ocampo, Pedro Pallares, Manuel Terán, Luis Cabeza de Vaca. Lucindo Almeida, José Ponce Elizalde Ricardo Núñez, Maximiliano Ontañeda, Guillermo Ordóñez Carlos Domingo Sáenz, $01. Materias. Ciencia Constitucional. . 66 «6 rso. « VOTACIÓN. PR IPN Nue NONNES 4 * NU NN 4 Ny mm A NA A E: de Je 17 ¡A Es Ze 3- 2. La 3. E : E y E 3 E Z 2 I 2 z 3. 2 2 2 3 2 z 2. 2. 2. DY NA y wW O TY NP NN pu di 10 ad PS MIS IA N > 4 ' 4 y ' o AA DW NN” z y . — 523 — Señores. Materias. VOTACIÓN. Alejandro Villamar, + Anatomía descriptiva. —1.:2..2. Tarquino Viteri. á a di 239.13. Juan Antonio Artuto, Fisiología é Higiene privada. .2. 3.3. Manuel María Maldonado, pa Ñ a 31:13. Enrique Miranda, po $ £ HTA. Luis Salvador. ds se $ 2. 2.2, Patología General, N osografía y Anatomía patológica, Virgilio Arregui, : ¿22 A. Elías Almeida, de “ ul 2:23. Carlos Barreiro, . “e " 30343. José María Corral, «8 a ke 2:30 Ricardo Darquea, * 2 23 pe 2. 4 Elías Vacas. big 0 “e Zola. Samuel Buendía, Terapeútica y Materia médica. 3.3.3. Mariano Domínguez, pe ..- “e HN. “Julio Paredes . e 4 Tar. "Reinaldo Samaniego. ne ss gi daga. Mariano Domínguez, > Farmacia, movi; Julio Paredes. a ' e ui: 1/2. “ Urcisino Alvarez, * 'Cíínica interna. 22.12. Julio Vásconez, 30 5d 110,2. Leonardo Estupiñán, ss be lp 21 2, - Benjamín Robalino, j E e 2.33. - Luis Vivanco: e Es 2212. - Urcisino Alvarez, Toxicología, 2 Z Julio Vásconez, p 134 Y: Teófilo Cabezas. si ms T. .Leonardo Estupiñán, sa 1d 2. ' Benjamín Robalino, pa 2.333. - Luis Vivanco. | ey 1: 2/2. Urcisino Alvarez, Cirugía primer curso, 2. 2. 2. Julio Vásconez, : us y a El 3. Leonardo Estupiñán, ce * mad ERLZ. - Benjamín Robalino, : a ze 02.2, 2. : Luis Vivanco! : “a A 13 3-3- : 22 Curso de Cirugía : y Obstetricia. , Pedro Antonio Alarcón, 2212. José Ignacio Calisto, e REN lo 1 AE - Mariano. Peñaherréra; e 5 0d L:212. : Miguel Ignacio Román. e E p L. 1. 2. 1 Medicina Legal ó Higiene Pública. : E Pedro Antonio Alarcón, 2D. José Iznacio Calist s a y 2,12. 2. Alejandro Meto, <“s “ fi q) 3> Miguel Ignacio Román, “ e a y. 2. 3- Rafael Suarez, se Ss de 2 3-3 Señores. Materias, VOTACIÓN, Mariano Peñaherrera, Medicina Legal ó Higiene Pública, 1. José María Vaquero. José Ponce Elizalde, Física eplicada á la Medicina, Ricardo Núñez e Es Es Guillermo Ordóñez, de Ss Carlos Domingo Sáenz, iS - se Carlos Egas Caldas, Física experimental 2? curso. Eloy Moncayo + e e E Teófilo Espinosa, Química inorgánica, «6 « Química analítica cualitativa. icolás Fuentes Robles, dd sd E loy Moncayo. Rarique Pi “« “ «“ Carlos Ega Manuel Ma Maldonado, de e E Luis Salvador. E E + Elías Almeida, Botánica General, Virgilio Arregui, E E Eílas Vacas , e José María Coral: : Zi E Samuel Buendía, Sistemática. Mariano Domínguez, Julio Paredes, de Alberto Cortéz Zoología general, Manuel María Maldonado, Y de Enrique Miranda, z Luis Salvador. « “« «“ EQUIVALENCIA DE LOS VOTOS, 1 = Sobresaliente. 2 = Bieñ, 3 = Regular. 4 = Mal El Secretario, Manuel Baca M, Química orgánica y fisiológica. «6 «“ 5“ I 2 11 ds de hi. A 23 se A LA Li 3-4 + Pa 23 10 2 31 A 5 MEA 2. de 1. 1 de de 2.3 33 3-3 LL 2 MEA E 3.3 33 3-3 PAE y NS A AA y NN A NA pa Yo N e a - . . . p . e nímero. comienza E publicación (que tam imprimió] por separado ES q a dai: por ESA or Doctor Dow José Manía TROYA. - San Juan de De Profesor de Botánica y ES Ísica: as y a y o A - Después de t oiada Ll e - Las entregas se harán mensualmente, ANALES DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL DL, ECUADOA. A NÓ PERIODICO OFICIAL DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO, DESTINADO AL FOMEN- TO DE LA INSTRUCCION PUBLICA Y AL CULTIVO DE LAS CIENCIAS Y LAS LETRAS EN EL ECUADOR. CONTENIDO. : Breve examen sobre las Fievres de Surmenage, por el Se- ñor Doctor Manuel María Casares.—Distoma Hepálico, Informe de la Comisión nombrada por la Facultad de Medicina.—Duva hepática, por el Señor Doctor Víctor M. Rendón.—Tratado de Fisica aplicada á la Medicina, Cirugia, Higiene y Far- macia, por el Señor Doctor José María Troya.—Boletín Univer- - sitario, : pay Bocaterción de ee ula dl Ed A CAE A A O GO a E de A E RT EA A Y A E AS E ass A | ANALES DE LA UMVERSIDAD DE QUITO. SERIE Il > Quito, setiembre 15 de 1888, ¿ NUMERO 10. + MEDICINA. e BREVE EXAMEN í - Sobre un punto de la tesis FIEVRES DE SURMENAGE del Señor Doc- tor Víctor M. Rendón. POR EL SEÑOR DOCTOR MANUEL MARÍA CASARES, PROFESOR DE PATOLOGÍA GENERAL, NOSOGRAFÍA Y ANATOMÍA PATOLÓGICA . Con suma complacencia hemos leído la importante tesis inaugural acerca de las fidures de surmenage, que el Señor Víctor M. Rendón presentó ante los Señores Peter, Ball, Legroux y Hu- tinel de la Facultad de Medicina de París, el día 26 de enero del año actual. Es un estudio nuevo, útil y digno de ser conocido asunto, que en Europa y los Estados Unidos existen leyes que pro- tejen á los obreros contra las exigencias bárbaras de algunos capi- alistas. ñ traño á la arrogante presunción de escribir su crítica cien- : Ex - fífica, haré sólo una ligera observación sobre un punto controver- tible; y como no pretendo que se me crea bajo mi palabra, aduciré Pruebas más ó menos adecuadas y convincentes E Después de la introducción y reseña histórica trazadas con $ p - brevedad, el autor expone el resultado de sus estudios en €l or- den siguiente; — 528 — DerINIcióÓN.—La fiebre de fatiga es un proceso isósbola de naturaleza infecciosa, y aspecto ti tifoideo debido á la alteración de los líquidos, con lesiones ó sin ellas de los sólidos del organismo. El Señor Carricu define la fatiga: alteración en la actividad de los.clementos anatómicos, causada por 1 funcionamiento exagerado, de modo que es imposible la reparación momentánea. La fati- ga en el estado agudo, llevada á sus límites extremos, es lo que constituye el surmenage de los franceses. PATOGENIA.—La fatiga como causa es múltiple y comple- ja: no es difícil comprender que su accion variará según la edad, sexo, raza, latitud, profesiones, constitución, hábito, educación, carácter, O etc. FISIOLOGÍA PATOLÓGICA.—En el estado normal, el orga- nismo la continuamente los desechos de la nutrición; los principales órganos excretores son los riñones (orina), el intesti- no (bilis). Si por un motivo cualquiera se disminuye la aptitud funcional de estos emunctorios, acumúlanse en el cuerpo los resí- duos tóxicos de la desintegración orgánica (uremia, colemia, creatinemia ). De igual manera se acumularán los compuestos regresivos, cuando se formen con abundancia (fatiga), y por 21- aa a momentánea de los emunciorios o, la desmedida atiga será la causa ocasional, la re- tención de les OAUERR regresivos venenosos es la consecuencia, y el efecto debe ser el estado tifoideo asociado ó no con lesiones materiales. Hé aquí las pruebas: Gautier, valiéndose de admirables investigaciones, ha des- cubierto que son tóxicas las materias extractivas y leucomalnas; varios autores, entre ellos Gubler y Revilliod, han visto la urea aumentada por la fatiga; demuestran diversas experiencias, las de Hammond en particular, que más urea se forma durante el ejercicio que en el reposo de los órganos. Ranke afirma que la sangre de un animal rendido por el cansancio reproduce el fenó- meno de la fatiga, cuando seinyecta en otro animal. Liebig, Cu- ffer, Keim y Preyer mencionan observaciones análogas. Además, ay datos para creer que las orinas de la fatiga son muy deleté- reas. Finalmente, es probable que los progresos de la hematolo- gía, de la fisiología y de la clínica conviertan esta hipótesis en cer- tidumbre. SINTOMATOLEOGÍA—L os estados patológicos producidos por la fatiga se distribuyen en tres grandes clases : 12 Estado tifoideo apirético; 2 Estado tifoideo febril; Estado tifoideo con lesiones pasageras ó permanentes. Es decir, se distinguen las formas benigna, aguda,, grave y sobreaguda, tifoidea no falta nunca; estupor y postración nota- bles, cfalaleia frecuente después de los ejercicios Ñ si sicos violentos, — 529 — y más todavía en los intelectuales; raquialgia, intensa en ocasio- nes; por todos los músculos fatigados se generaliza el dolor. Per- turbaciones digestivas que simulan catarros gástricos; a constipación. Delirio profesional, en los estudiantes en vísperas de los examenes, por ejemplo. El nudo muscular, contracción en forma de eminencia perpendicular al eje de las fibras, cuando se vuelve á los 4, 5 ó Gdías. La defervescencia coincide con sudores copiosos, y abundantes orinas con pigmentos biliares y gran can- tidad de urea. Infarto esplénico; manchas rosadas que adquieren con celeridad el aspecto de equímosis extensas; epistaxis. Por lo general, se conserva intacto el aparato respiratorio; no sucede lo mismo en el circulatorio: hay palpitaciones, soplo sistólico, disp- nea, debilidad y alejamiento de los ruídos cardiacos, matídez, do- lor al comprimir la región precordial, y pulso blando, pequeño é irregular. Si el individad continua en los excesos funcionales, so- brevienen IR > la cara, del tronco; orinas albumino- sas, edemas doloroso COMPLICACIO NES Comte ellas se cuentan las miositis su- peradas, las trombosis, gangrenas y sufusiones sanguíneas.. ANATOMÍA PATOLÓGICA.—Rigidez cadavérica muy precoz, putrefacción rápida; sangre negra, fluida, órganos congestionados, músculos pálidos y friables; á veces miocarditis, infartos hemo- rrágicos de los pulmones, abcesos musculares, esfacelos, etc. DIAGNÓSTICO.—El catarro estomacal, la fiebre tifoidea, el tifus, la tuberculosis miliar aguda de forma tifoidea, la fiebre ama- rilla, la viruela, la gripe, las inflamaciones del corazón, la osteo- mielitis, se diferencian de la flebre de fatiga con sólo recordar la marcha especial dec cada una, y tener en cuenta la etiología, E órmico, crisis úrica y rápida terminación propias de la últim ProwósTICO.—Favorable en los casos apiréticos, eseivado en la toria febril, grave en la cardiaca, es fatal en la sobreaguda, La muerte se verifica por anhematosia, agotamiento nervioso, sÍn> Cope; y el mayor número de veces por la infección de la sangre. TRATAMIENTO.—La profilaxia aconseja evitar el trabajo des- Proporcionado, abrumador; OL recomienda á los cirujanos abstenerse de operar á los fatig l descanso, los Muros: (echa, sobre todo), limonadas, antitérmicos, inhalaciones de oxígeno, esencia de trementina, tó- nicos y aun la sangría, serán los medios pe a la enferme- dad, según las indicaciones que se pre BSERVACIONES CLÍNICAS. —El -.. ; publica 32, de las cua- les 5 le pertenecen. 1: Resumidos los puntos principales, no copiaremos las diez conclusiones con que termina la instructiva disertación del Señor Pos sy PUÑO Doctor Rendón; bástenos observar que ellas están en armonía con las ideas contidas en el desarrollo de la tesis. Me contraeré á re- yisar la conclusión 6? que dice: “Los estados patológicos ocasio- nados por la fatiga resultan de la alteración de la sangre y de la impregnación del organismo por las materias extractivas y leuco- mainas, es decir, por los productos de la excesiva desasimilación, con entorpecimiento momentáneo de los emunctorios.” Al terminar el Señor Rendón el capítulo de la fisiología pa- tológica, ha dicho: “ Apoyándonos en todas las experiencias enu- meradas, podemos aseverar que en nuestra teoría y en nuestras deducciones hay algo más que simples elucubraciones del espíri- tu; sin embargo, cuántas incógnitas aún!” Convenimos en un to- do con esta última frase, y probaremos que es muy exa Para no distraer la atención con la variedad de objetos va- mos á tratar sólo de la verdadera fidure de surmenage, forma 'co- mún y aguda, por lo general. Nuestros argumentos versan ps ella y no tienen en cuenta las otras variedades n primer lugar, en la fiebre de fatiga se desenvuelve un pro- ceso patológico: esto es innegable. Los procesos morbosos co- munes se aplican á las diferentes especies mórbidas; luego las fiebres de fatiga deben incluirse en el género fiebre y prestarse á la misma interpretación: más claro, la fisiología mórbida de éste tiene que ser idéntica á la de aquellas, os son las teorías que actualmente se disputan la explica- ción de la fiebre: la teoría nerviosa y la teoría de la combustión. La última trata de explicar la fiebre por el aumento de las oxidaciones orgánicas; expone los hechos, mas no la génesis del proceso: intenta aclarar la elevación de temperatura; y debería- mos aceptarla si explicara no sólo la elevación térmica, sino tam- bién la causa que exalta los cambios nutritivos moleculares. Los partidarios más acérrimos de la teoría reconocen este vacío, y el mismo Virchow se ve obligado á confesar, “que la elevación de temperatura, proveniente del metabolismo ima ce los tejidos, parece depender de alteraciones del sistema nervioso.” Isiología é investigaciones modernas se ncfindl cada día ás y más hácia la doctrina de las localizaciones cerebrales; se- gún la cual porciones circunscritas y limitadas de los centros ner- viosos presiden, gobierna an y regulan actos y funciones determi- Á priori, ésta es una poderosa razón para no suponer im- posle la influencia nerviosa en la función calorígena. más demás, la medicina experimental y la observación clínica patentizan que la mencionada doctrina no descansa en el intrinca- O y oscuro laberinto de las hipótesis. Conocidos son los ce sos experimentos de Owsjannikow, Heindenheim, Dittmar, etc.; y las observaciones clínicas de Weber, Bonraeville; Hutchin- son y, sobre todo, las interesantísimas de Charcot. Por consi- guiente, aun cuando no conozcamos la situación exacta del centro térmico, no por eso será menos admisible la intervención nerviosa — 5331 — en el proceso calorífico. No entraremos á averiguar la: naturaleza de dicho influjo y demás pormenores de la teoría; puesto que € metafísica impropia de las ciencias positivas: quien pretende lo contrario se ve muchas veces en el caso de explicar la explicación, Oportuno era, sin embargo, señalar cuál de las dos teorías cuenta con más pruebas y fundamento sólido. El sistema nervioso térmico, si podemos expresarnos de esta manera, consta de tres partes, á saber: el mecanismo termotáxi- co, el termogénico y el termolítico: el primero regulariza la fun- ción calorífica, el segundo produce calor y el tercero lo elimina. (Macalister, 1887 ). Si delineáramos un esquema, trazaríamos un centro nervioso regulador, una superficie de formación (músculos, en gran parte), otra de eliminación (piel, pulmones ), y nervios que unan respectivamente dichas superficies.con el centro térmico re- gulador. La rotura del equilibrio armónico constante entre las di- ferentes partes de este aparato calorífico causaría los desordenes de la fiebre. No por esto sostenemos que la teoría de la combustión nada tenga que ver en la patogenia de la fiebre, pues en tal caso cerra- ríamos los ojos ante la evidencia; sino que considerando ella la ter- mogenesis solamente, olvida sin razón la termotaxis y termolisis. Por el contrario, la teoría nerviosa, sin desechar el incremento de _metamórfosis orgánica, antes bien admitiéndole como real y verdadero, expone argumentos más satisfactorios. Así como en la función respiratoria creemos en la concurrencia de las fuerzas quí- micas y nerviosas, así en los fenómenos del calor animal desarre- glado podemos aceptar la acción nerviosa al lado del metabolismo mayor de los tejidos. Ahora bien, para ser consecuentes con los principios anterio- res, ¿cómo-deberíamos interpretar la fisiología patológica de las fiebres de fatiga? La teoría de la auto-infección es la exposición de un hecho, pero ¿de qué manera las materias extractivas y leucomaínas deter- minan la fiebre de fatiga? ¿Cuál es el encadenamiento y enlace de los diferentes fenómenos patológicos? La gran cantidad de productos excrementicios prueba el ma- yor desgaste de los tejidos; pero no dilucida la fisiología del pro- ceso morboso: vemos arder el edificio y se nos oculta el orígen del incendio. De las doce observaciones clínicas sobre la verdadera fiebre de fatiga apuntadas por el autor, sólo una indica la crisis úrica en el momento de la curación; y aun en ésta no se sabe si al principio de la enfermedad era menor la cantidad de urea eliminada. Se nece- —532— el convencimiento no viene sino después de las demostraciones prácticas Por último, aun cuando la retención de los productos regre- sivos y demás sea una causa verdadera, tal vez no sea el factor ii ó esencial en la evolución de las fiebres de fatiga. o lo expuesto mani ña exactitud de la expresión: “sin ba cuántas incógnitas a Es “speramos que nuestro distinguido y laborioso compatriota complete la experiencia adquirida y, ensanchando la esfera de sus conocimientos, establezca una teoría sobre las bases sólidas é irre- cusables de la experimentación. Y sea indulgente el autor si nos aventuramos á recordar que, en nuestro humilde concepto, los trabajos de laboratorio y observaciones clínicas suponen y admi- ten la participación incontestable del sistema nervioso en todas las funciones de la economía. No creemos ni por un momento que el ilustrado Señor Doctor Rendón niegue esta influencia, nó; pero sí habríamos deseado que en la fisiología patológica de las fovres de surmenage hubiera dado la misma importancia, ya que no supe- rior, á la perturbación nerviosa antes que á la infección sanguí- nea. Por este sendero hay más probabilidad de aproximarse á- la verdad, aunque ignoremos, tal vez por mucho tiempo, los fenó- menos intermediarios que pasan entre los dos extremos, auto-in- Are y fiebre mos firmemente persuadidos de que el inteligente Doc: tor Victor M. Rendón recojerá mucha luz en el foco de ilustración en que se encuentra, y vendrá á dar realce á la profesión médica ecuatoriana. Quito, 31 de julio de 1888, INFORME : DE LA COMISIÓN ENCARGADA DEL ESTUDIO DEL DISTOMA HEPATICO. República del Ecuador.—Decanato de la Facultad de Spa dicina.—Quito, á 20 de febrero de 1888. Al H. Señor Ministro de Instrucción Pública. Señor: —Terminados ya los trabajos científicos relativos al Distoma HAD. de los cuales hablé á US. H. en mi nota de Oo — 333 — 26 de diciembre último, me es muy honroso enviar á US. H. el resultado de ellos, para que lo conozca el Supremo Gobierno y sea publicado por la imprenta. Con dicho resultado queda, pues, resuelta la duda motivada por la discución que se suscitó en Gua- yaquil respecto del expresado parásito: y, para tal resolución, la Facultad de Medicina se ha fundado no sólo en todas las obser- vaciones recogidas y enseñadas hasta hoy por la ciencia, mas también en los estudios hechos prácticamente en el matadero de esta ciudad. Dios guarde á US. H.—Rafael Rodríguez Maldonado. República del Ecuador.—Ministerio de Estado en el Despa- cho de Instrucción Pública.—Quito, febrero 22 de 1888 Señor Decano de la Facultad de Medicina. Con nota de US. del 20 de los corrientes, he tenido la hon- ra de recibir los trabajos científicos de la Facultad en que US. preside sobre el Distoma Hepaticum. No duda el Gobierno de que esos trabajos serán dignos de la Facultad, y su resultado, por lo mismo, satisfactoriamente decisivo. He ordenado que el interesante opúsculo se publique en el Diario Oficial y se reduzca á folleto, para que circule convenien- temente. : Dios guarde á US.—J. M. Espinosa. A A Señor Decano dela Facultad de Medicina de la Universidad Central del Ecuador. La Comisión nombrada por US. para delucidar todo lo rela- tivo al Distoma hépatico, cree que ha cumplido con su deber, en cuanto le ha sido posible, exponiendo en el presente informe los los resultados de su labor; los mismos que tiene por honra so- meterlos á la ilustrada deliberación de la Facultad de Medicina, que US. merecidamente preside. Para mayor claridad expondremos: I La historia natural del Distoma. : . II La caquexia que éste produce en la especie bovina; la pro- filaxia y tratamiento. II Los casos en que el Distoma se ha encontrado en el orga- nismo humano, y las enfermedades que en él ha producido. IV. Las conclusiones que de todo lo expuesto deben deducir- se, bajo el punto de vista de la Higiene. di El Distoma del hígado es un gusano que pertenece al tipo — 531 — Vermes, á la clase de los Platodos, orden de los Trematodos, fa- milia de los Distómidos, y al género Distomum. Orden.—Los Trematodos son vermes planos, parásitos, tie- nen el cuerpo casi siempre foliaceo, rara vez cilíndrico, sin articu- laciones; presentan una boca y un tubo digestivo bifurcado y des- provisto de ano, además un órgano de fijación ventral. Familia.—Los Distómidos tienen cuerpo lanceolado, fre- cuentemente ancho; más á menudo prolongado y redondo. Ade- más de la ventosa oral, otra ventosa mayor en la cara. ventral: y adelante de ésta dos orificios sexuales muy aproxi- mados entre sí. Género.—El Distomum de Rudolphi se compone de un nú- fiero bastante considerable de especies, todas endoparásitas en los animales, y algunas aún en el hombre. Los caracteres de este género son los siguientes: Cuerpo deprimido ó cilíndrico, armado ó inerme, provisto de dos ventosas distintas y separadas; en la ventosa anterior está si- tuada la boca; la posterior imperforada ocupa la línea media y el primer sexto de la longitud de la cara ventral; intestino dividido en dos ramos simples, á veces ramificados (en el D. hepaticum) ; aberturas genitales aproximadas ó reunidas y confundidas en una cloaca, situadas delante, y muy rara vez, detrás de la ventosa ventral; y un orificio posterior contráctil, que conduce á una Ca- vidad interior, ramificada en algunas ocasiones, y que se distri» buye por todo el cuerpo. Antes de llegar al estado adulto, los Distomas presentan di- ferentes metamórfosis. Los óvulos se transforman más ó menos pronto y al contacto de los medios húmedos (generalmente el agua) en embriones contráctiles provistos de pestañas, ó ó privados de ellas. Los embriones emigran á un animal, por lo comúná un molusco, en donde pierden las pestañas y entran en otra fase de su desarrollo. Con frecuericia poseen ya los rudimentos del aparato acuífero; pero rara vez el tubo digestivo, la ventosa y la abertura bucal. En este huésped se transforman en sacos ger- minativos, simples ó ramificados; en Esporocystos (sin boca ni tubo digestivo), ó en Redias (con boca y tubo digestivo ), cuyo contenido ha de llegar á ser una generación de vermes. s sa- cos germinativos son nodrizas ó grandes nodrizas: las primeras producen Cercarios, por medio de esporos ó gérmenes; y las se- gundas engendran otra generación de sacos germinativos, que á su vez producirán Cercarios. Estos últimos, erróneamente con- siderados como especies distintas, son larvas de Distomas, que no llegan al medio en que viven, sino después de una emigración activa y Otra pasiva. Dotados de un apéndice caudal muy mo- vible y con frecuencia también de un aguijón cefálico, ofrecen por lo demás mucha semejanza con los Distomas, adultos; excepto en los órganos genitales, que aún no poseen. Bajo esta forma aban- «donan la nodriza, (casi siempre por una abertura especial), así — 330 — como también el cuerpo del huésped, y se mueven libremente en el agua, arrastrándose, ó nadando por medio de la cola. En este estado penentran en un animal acuático, (molusco, larva de insecto, batraquio €:*). y perdiendo el apéndice caudal se rodean de un quiste. Los Cercarios provenientes de un molusco se in- troducen de esta manera en diferentes animales acuáticos para convertirse en Distomas enquistados; pero desprovistos de órga- nos genitales. Después es transportado pasivamente al estó- mago del huésped definitivo, se ei del sea llega al órga- no apropiado y termina su evolución.—Por consiguiente se ne- cesitan tres huéspedes para el dcsiatllo completo del entozoario; el a del uno al otro es activo en los dos primeros y pasivo en el últ Eisecte Ditlaidd hepaticum de Siebold ó Fasciola he- pática de Linneo.—Caracteres: Longitud 184 31 milímetros; lati- tud 4 á 13 milímetros. Cuerpo blanquecino, oval-oblongo, ólan- ceolado obtuso, asemejándose algo en su forma á una hoja de mir- to;es decir, ancho y redondeado hácia adelante, en donde se estre- cha bruscamente y forma una especie de cuello cónico, en cuya extremidad se encuentra la ventosa bucal. Muy cerca de esta última está colocada la ventosa posterior ó ventral, caracterizada por su forma triangular; delante y en el borde anterior de una pe- Queña eminencia, que corresponde á la bolsa del cirro, se abre tras- e el poro ú orificio genital. mento presenta en la superficie exterior gran número de ts it bastantes regulares. as ventosas pertenecen al sistema cortical y su cara interna está tapizada por la cutícula. En el fondo de la ventosa anterior se abre una cavidad bucal fusiforme, especie de faringe musculosa, á la cual sigue el esófago de poca longitud. Este último, mucho antes de llegar al nivel del poro genital se divide en dos ramas divergentes, que se dirigen hácia el polo posterior del cuerpo, sin alejarse mucho de la línea media; cada una de las ramas envía hácia la periferia 16 Ó 17 ra- mas secbndatias. que á su vez se subdividen muchísimo en la parte posterior y terminan en fondo de saco. El aparato acuífero ó excretor se compone de un conducto medio aproximado á la cara dorsal: la extremidad anterior termi- nada en fondo de saco se halla inmediatamente detrás de las glán- dulas conchíferas; desemboca hácia afuera en la región posterior por el orificio llamado excretor. En su trayecto reciben numerosos conductos de menor calibre, constituídos á su vez por la reunión de conductillos cuyo conjunto forma una red nes tanto en la parte perenquimatosa, como en la cortical del cu omo todas las especies del género, es el it del hígado sl El aparato masculino se compone de dos testículos, el uno anterior S el otro posterior, situados bajo las ramificaciones del — 536 — tubo digestivo. De ellos nacen dos conductos deferentes laterales, estrechos, retilíneos y que cerca de la parte media se confunde en un conducto único. Este último se dilata inmediatamente y for- ma la vesícula seminal, á la que sigue el conducto eyaculador, sin- uso, muy estrecho y que desemboca en el fondo de un saco cilín- drico torcido en forma de S, y designado bajo el nombre de sexo genital. Como ya dijimos, el poro genital se abre entre las ven- tosas bucal y ventral. ll aparato femenino se compone de dos ovarios (germígenos) y de un par de glándulas albumígenas (vitelógenos). s ovarios situados delante de los testículos, á la derecha de la línea media, tienen cierta semejanza de forma con una corna- menta. Contienen en su interior los óvulos primitivos, bajo la for- ma de células de núcleo grueso y con un vitellus muy escaso. e ioenta: excretor (oviducto) penetra en las glándulas conchí- eras. Las glándulas vitelógenas son muy voluminosas y ocupan la parte lateral y posterior del cuerpo; sus conductos excretores de- sembocan en ambos lados en un conducto longitudinal, que existe sobre casi toda la extención del cuerpo. Estos dos conductos se reunen hácia el tercio superior delante de la región testicular, por medio de otro conducto transversal, que al nivel de la línea media, se abre en la vesícula vitelógena, y después se reune con el ovi- ducto. Al salir de las glándulas conchíferas el conducto siempre sinuoso llega á formar el útero, y por último su extremidad termi- nal se abre en la pared posterior del seno genital masculino. Todos los caracteres anteriores del Distoma hepático, los he- mos comprobado en los entozoarios sometidos á nuestro examen. gún la operación de Sommer, que es la más generalmente admitida, la reproducción se verifica por la aproximación de los dos labios del orificio externo del seno genital, que se acercan has- ta comunicarse entre este seno y el útero, por medio del orificio genital femenino. e esta manera los espermatozoarios pasarían de un modo directo del órgano masculino al femenino. Los óvu- los maduros tienen un color amarillo más ó menos subido, son ovoideos y presentan un opérculo en el polo posterior del cue O. La segmentación comienza al menos parcialmente, en el útero; pero el embrión no se forma sino cuando el óvulo llega á las vías biliares ó al tubo digestivo, y con más frecuencia al agua, después de expulsado con los excrementos. embrión está colocado al principio cerca del opérculo, formado una masa esférica; pero después ocupa toda la extensión del óvulo. En la extremidad cefálica, aproximada al opérculo, se forma una eminencia pequeña y redondeada; en la cara dorsal aparece una mancha pigmentaria (ocular) en forma de X. El embrión, al salir del óvulo, está provisto de pestañas vibrátiles que le sirven para moverse libremente en el agua; en donde, — 331 — según A. P. Thomas, penetra en la cavidad pulmonar de un mo- lusco (huésped ), por medio de la eminencia cafálica que le sirve de órgano perforador. Una vez introducido en su primer huésped intermedio, pier- de los órganos locomotores y se transforma en Esporocysto; en éste aparecen los gérmenes de una nueva generación, los que, á veces, vuelven á segmentarse y producir otros Esporocystos. En el interior de éstos se forman las Redias en número bastante consi- derable, pero no se desarrollan simultáneamente. La Redia que está en aptitud de abandonar el saco germinativo, goza de movi- mientos muy activos, rompe las paredes del Esporocysto y sale al exterior. Las demás Redias siguen el mismo procedimiento. En el Esporocysto del Distoma del hígado no existe el orificio par- ticular que tienen las otras especies para la salida de las Redias; y por ésto las del Distoma, que estudiamos, se abren paso rom- piendo la cubierta del saco y van á alojarse en el hígado del molusco, La Redia produce gérmenes que se transforman en nuevas Redias (Redias hijas) ó en Cercarios. Las Redias, que han de producir otras semejantes, son más pequeñas y provistas de un tubo. digestivo más largo, que aquellas que producen Cercarios, las cuales tienen mayores dimensiones. Parece demostrado que la producción de Redias hijas ó de Cercarios depende de la esta- ción; desarrollándose las primeras cuando hace calor y las segun- das cuando el tiempo es frío. El Cercario que ha llegado á su completo desarrollo, aban- dona la Redia por un orificio especial; y después sale tam ién de su huésped intermedio. En estado de libertad cambia constante- mente de lugar y de forma porque goza de mucha contractilidad y movilidad. Cuando está en reposo la forma del cuerpo es oval y aplanada, posée una cola excesivamente contráctil y dos veces más largo que el cuerpo; la ventosa bucal está situada hácia abajo y adelante. Carece de espina cefálica ; pero tiene cubierta de es- Pinas la parte anterior del cuerpo, en el que se nota á los lados de la línea media un conjunto de células voluminosas, que encierran núcleos y granulaciones refringentes. Estas células son las que su- ministran el material para la formación del quiste.. Los Cercarios no viven mucho tiempo en libertad, muy pron- to se enquistan en las hojas de las plantas acuáticas y aun en las orillas de los lagos, estanques etc. La cola se desprende antes del enquistamiento, ó tan luego que éste comienza. qt Ahora bien, basta que el quiste llegue al estómago de un mamífero, para que se disuelva y deje en libertad al entozoario, el cual pasa á las vías biliares y termina su evolución. — 538 — TE caquexia acuosa es una enfermedad producida por los Distomas > caracterizada por estados morbosos particulares. a caquexía se desarrolla lentamente, recorre los cua- - tro pericos siguientes: A. Período de inmigración con ia del hígado.—El hígado se encuentra hiperemiado, aumentado de volumen, friable á veces acribillado de pequeñas aberturas; ejerciendo preción so- bre el órgano se vé salir por estos orificios un líquido sanioso. En los mismos sitios se observan vestigios de peritonitis local, ó bien - el hígado está cubierto de productos de exudación, bajo los cuales se encuentran Distomas; en el parénquima existen focos hemo- rrágicos. La bilis está apenas teñida por la sangre; no se hallan óvulos en los excrementos, por no haber llegado todavía los ver- mes al estado adulto. ríodo de anemia.—El enflaquecimiento y la debilidad no son muy notables; la muerte es rara en este período. El híga- do está firme, pálido y todavía no se atrofia. He aquí, según Friedberger, los síntomas que se observan durante el primer período y principios del segundo. Alteraciones de la nutrición, anemia de las mucosas, de las conjuntivas Pg calor en las orejas, extremidades frías, músculos anemiados; veces, coloración subictérica de las conjuntivas y dela piel, hand ó ó menos enrarecido, fiebre en algunos casos, respiración acelerada por momentos, estado catarral poco intenso, pérdida del apetito y debilitamiento de la ruminación, cámaras normales y que contienen huevecillos, hácia el fin del segundo período. La muerte puede sobrevenir por apoplegía, y entonces se comprueban las lesiones siguientes: hígado aumentado notable- mente de volumen, en particular en el sentido del espesor, bordes obtusos, la cápsula está vellosa y áspera al tacto, el parénquima hepático presenta un aspecto profiroideo, pequeños focos hemo- rrágicos y conductos fabricados por los vermes. El hígado está blando y se deja cortar como carne muscular, existe hiperplasia del tejido conjuntivo; la superficie de sección es amarillo rojiza Ó de un grís oscuro y presenta algunos vacíos que contienen un Distoma como núcleo, en medio de sangre ó de una papilla sanio- sa. La mucosa de las vías biliares se encuentra tumefacta inyec- tada y sembrada de equímosis: los conductos biliares están dila- tados y desgarrados. Se descubren además derrames serosos en las cavidades naturales, tumefacción de los AA eri mesentéricos, “BrOMguiicos e é intestinales. 'Hácia el fin de este período el número de vermes adultos no es tan cante relativamente al de los jóvenes. : . Período de, enflaquecimiento.—Principia á á los tres meses ó menos, después de la i inmigración de las larvas. La enfermedad presenta entonces sus síntomas característicos; la 12) — 3539 — mortalidad es grande, el hígado se atrofia y uno de sus lóbulos puede desaparecer completamente. “El enflaquecimiento es consi- derable, las mucosas y la piel están pálidas, pero sin tinte ictérico, la lana se cae y arranca con facilidad. La temperatura es muy variable, y la respiración frecuente y penosa. Los animales están perezosos, abatidos y con la cabeza inclinada hácia la tierra. Durante las semanas siguientes, el enflaquecimiento hace pro- gresos continuos, á pesar de una alimentación abundaute; pero no se observa diarrea, ni ictericia, ni dolor á la presión en la re- gión hepática. A veces, el estado general se mejora. Si sobre- viene la muerte, se observarán en las autopsias hiperplasia conjun- tiva y cirrosis muy notable del hígado, la sección ofrece un aspec- to esponjoso debido á cavidades situadas unas á lado de otras; el lóbulo derecho es firme al corte, el izquierdo cruje bajo el escape- lo, está muy atrofiado y contiene gran número de Distomas. En la vesícula biliar se halla una bilis mucosa, de un color verde moreno, Distomas adultos y óvulos. Los conductos biliares pre- sentan el diámetro de un dedo y el aspecto de cordones monilifor- mes; la dilatación de estos conductos aumentan desde el orígen hasta la períferia. En la superficie de la mucosa se observan in- crustaciones calcáreas, puntiformes más ó menos extensas, y á ves ces de forma tubular; además, engrosamiento y cartilaginificación de las paredes. Cuando el hígado se encuentra en este estado, crepita á la presión y bajo el cuchillo. Se descubren también errames serosos variados, focos hemorrágicos en los pulmones, petequias bajo el endocardio, etc. ch D. Período de emigración de los Distomas.—Es el período de convalecencia y de curación espontánea. Las lesiones del hí- gado no se regeneran, y los conductos biliares transformados en cordones moniliformes quedan incrustados. e aquí resulta la mayor ó menor disminución de la bilis, según la extención de las lesiones, La enfermedad tiene una duración más ó menos larga según las circunstancias, los cambios atmosféricos y el estado constitu- cional de las reses. ; El diagnóstico dela caquexia acuosa de los rumiantes, sólo puede hacerse con certidumbre, cuando se comprueba la présen- cia de los huevecillos en las deyecciones. | Para estudiar la caquexia acuosa del ganado vacuno, hemos tomado poz guía la descripción que de ella hacen los Señores Hahn y Lafevre; y efectivamente, hemos visto y comprobado las lesiones que dejamos señaladas. a + Profilaxia.—Ante todo deben destruirse las plantas acuáticas y evitar su reproducción por medio del sezeamiento de los terrenos (desagie); se harán desaparecer los moluscos terrestres; y ani» males acuáticos. En una palabra, es necesario proporcionar al ganado que se destina al consumo, pastos de buena calidad, y bañados esp ial t rrientes almente por aguas — 40 — Es preciso secar los terrenos pantanosos por medio: de canali- zaciones, á fin de destruir completamente las ciénagas Con este procedimiento y el de los abonos, entre los cuales deben tener un lugar pierre las sustancias calcáreas, desapa- recerán las sustaneias acuáticas nocivas. El desagúe es sobre to- do indispensable en los terrenos de subsuelo arcilloso, ó muy du- ro, y por lo tanto, impermeable. demás se cuidará que los. animales no abreven aguas estan- cadas, encharcadas, ó que provengan de sitios pantanosos. a sal común es uno de los medios profilácticos que más con- tribuye, en unión de las anteriores á preservar el ganado de las enfermedades. Conocidas son las propiedades aperitivas y nutriti- vas del colorido de sodio: su administtación aumenta el apetito, mejora los jugos digestivos, activa la nutrición, y en consecuencia, engorda á los animales. Entonando las vías digestivas las hace impropias para la habitación del parásito, y por sus propiedades laxantes (en suficiente cantidad ) favorece la expulsión de los ento- zoarios. Por todas estas cualidades ventajosas, es de absoluta ne- cesidad, que los propietarios de ganado á más de poner en prácti- ca los consejos anteriores, saministren á los animales la dósis con- veniente de sal ordinaria, siquiera por intervalos más ó menos re- gulares. También son muy ventajosos y positivos los efectos, que en estos casos produce el uso de la corteza de sauce blanco mez- clada, en cia convenientes, con los forrajes de que se ali- menta el a LE A nlento. —Una vez declarada la nro acuosa, es pre- ciso atacarla con mor Aquí vuelve la sal co á producir gas contribuye á regularizar las Roldicnes al Para com- batir la anemia, algunos autores aconsejan el sulfato de hierro (ca- parrosa verde (unido al carbonato ó borato de sodio y á la sa común; se rocía con una disolución de estas sales el forraje seco, que de “preferencia se debe suministrar á los animales caquéticos. TIT. n esta parte examinaremos tres cuestiones importantes, á fin de robustecer nuestro dictamen de la manera debida, á sa- > 1% ¿Se ha de encontrado el Distoma del hígado en el hom- ce? . 2% ¿Puede pasar el Distoma hépatico del buey al organismo humano? 2 La carne muscular de las reses que no presentan dicha caquexia confirmada, aun cuando existan Distomas y alteraciones circunscritas en el aparato biliar ¿será causa de Pio e otra enfermedad? 1% Respondemos afirmativamente á la primera, apoyándonos enlos casos observados en el hombre; aunque son extraordinaria- — 341 — mente raros, en comparación con la frecuencia de la emferme- dad en la especie bovina. Los hechos que vamos á relatar son los que hasta la época presente registra la ciencia; y tengamos en cuenta que ninguno de ellas ha sido descubierta en la Repúbli- ca del Ecuador, ni en otra de Sud-America. Sien el buey he- mos visto todas las lesiones ya indicadas, en el hombre no pode- mos hacer otra cosa que reflexionar sobre las rarísimas observa- ciones europeas. Proceder de otra manera es absolutamente im- posible: sería imaginar historias falsas y contrariasá la honradez científica. Así pues, ya no podemos tener patología propia sobre el particular, procuraremos hacer la debida apreciación de men- cionadas observaciones, limitándonos únicamente al Distoma he- pático. Buchholz (1790) descubrió en el hombre Distomas per- tenecientes al género Distomum lanceolatum, los que fueron de- positados en el museo de Weimar y analizados por Rudolphi, Bremser y Leuckart. Los descubiertos por Chabert pertenecían al mismo género; y los de Busk al Distomum crassum. Distomas hepáticos en las vías biliares del honbre.—Pallas (1760) encontró un Distoma hepático en el conducto colédoco de una mujer.—Fortassin (1804) habla de un hombre, cuyo aparato biliar contenía dos Distomas. Budd (1853) señala el caso de un individuo, en cuya vesícula biliar Partridge descubrió un Distoma. Roth (1881) ha encontrado hace poco un Distoma hepático en el conducto colédoco. En todos los casos anteriores, la presencia del Distoma ha sido inofensiva para el hombre, y á no ser por las autopsias, hubie- ra pasado desapercibida. No podemos creer, ni por un momento, que autores tan competentes no hubieran descrito los síntomas y lesiones correspóndientes. Brera habla del hígado de un individuo, que lo presentaba: “duro, voluminoso, cubierto en la superficie de Cysticercos, y lle- no de fasciolas en la sustancia anterior, las cuales aquí solitarias, allá reunídas en mayor ó menor número se encontraban principai- mente en los acini biliares.” A pesar de la falta de pormenores parece que en este caso la presencia de los parásitos determinó alguuos sintomas y lesiones materiales. P. Frank refiere un hecho bastante claro respeco de los síntomas, pero muy dudoso, así coma el de Brera, en cuanto á la clasificación del entozoario. En ambas observaciones, ¿era el Dis- toma hepático ó el Distoma lanceolado. : e Leuckart (1863) relata la observación de Bierner: un solda- do de Sumatra entró á la clínica médica de Zurich, muy dema- crado é ictérico, pero sin fiebre ni dolores. Mas tarde sobrevi- nieron dolores hepáticos después parótidas, equimosis escorbúti- Cos, e , pneumonía con delirio y la muerte.” La autopsia demostró una perihepatítis adhesiva y la obliteración completa 9 — del conducto colédoco en el punto de es e dos lesiones dependían de la presencia de un Distoma hep | Bostroem (1880) publica un hecho Sas a pero las lesiones anatómicas estaban más desarrolladas; había dilatación considerable de los conductos biliares, obliteración cicatricial del conducto hepático y cístico, además induración del tejido con- juntivo. El Distoma residía en el conducto hepático En estos dos últimos casos podemos creer en la existencia de Distoma, de las lesiones y de los síntomas correspondientes; pero la muerte se produjo por otra causa. Las observaciones de Virchow, de Wyss (1 863), de Carter (1862), de Murchison (1868) no presentan intéres notable, y no haremos sino mencionarlas. En fin, Perroncito señala la presencia de óvulos de Distoma en las deyecciones de un individuo afecta- do de Anquilostoma duodenal. = Distomas en los intestinos del hombre.—Mehlis refiere el caso de una mujer de treinta años de edad que, después de vomi- tar sangre negra y coagulada, arrojó por la boca cincuenta ento- zoarios; y cuya salud se restableció desde aquella ocasión. ¿n la observación de Prunac se trató de una enfermedad que, á excepción de los vómitos alimenticios, presentó todos los sínto- s tivos, produjo la expulsión primero de treinta, y después de veinte Distomas poco más ó menos, Distomas en la sangre humana. Duval menciona el descu- brimiento que hizo de los Distomas en el interior, de la vena por- ta y de sus ramificaciones, durante una lección práctica de anato- mía sobre el cadáver. Distomas en los. tumorcs subcutáneos.—Giesker los halló en la planta del pié; Fox, detrás de la oreja; y Dionis de Carriéres, en el hipocondrio derecho. Es más que probable la introducción directa del entozoario, mientras los enfermos se bañaban ó en cir- cunstancias análogas He aquí Señor Decano, todas las observaciones que registra actualmente la ciencia, agrupadas según sus analogías y diferen- cias. Reflexionando sobre ellas se descubre inmediatamente; que el Distoma no produjo en algunas ocasiones ningún desarre- glo de la economía; y que en otras determinó alteraciones más ó menos parecidas á las que observan los rumiantes. 2% Veamos ahora el segundo punto de cuestión, á saber: ¿puede el ganado servir Ses aña de introducción del tuna del higado al organismo hum e propósito hemos pda los hechos anteriores con las lijerísimas indicaciones, á pesar de las dudas bien fundadas que ofrecen en su mayor parte: seguimos esta conducta para hacer re- saltar, que aun en el caso de que tuvieran la precisión, evidencia —343— y claridad necesarias, no disimnuirían la fuerza de las razones que vamos á indicar. : En efecto, ¿en cuál de dichas observaciones se fialla, no di- remos debidamente establecida, sino indicada, siquiera con du- dosa la transmisión del Distoma del buey al hombre? Si hemos de atenernos á la lógica, ya que lá presencia del Distoma hepátido en el organismo humano se prueba con hechos, exigimos también que la transmisión se demuestre del mismo modo, con hechos. Hablamos ahora de la transmisibilidad en el sentido que la pala- bra tiene en patología: ningún médico ignora que entre las enfer- ro cuando la transmisión de la enfermedad del buey al organismo humano no descansa en ninguna observación práctica, ¿será lógi- co proceder como si la enfermedad fuese verdadaramente transmi- sible? En una época en que reinan la observación y experimen- tación científicas, no podemos, ni debemos convencernos sino an- te la evidencia de los hechos. Publíquese uno debidamente com- probado y cederemos inmediatamente ; mientras tanto defendere- mos nuestra opinión. Pero no sólo faltan hechos en pro dela transmisión; sino qiié podemos citar algunos en contra. Los indios de las haciendas tie- nen la costumbre repugnante de comer las carnes de las reses que mueren de caquexia, y hasta ahora, ninguno de ellos ha múerto con caquexia. Enlos alrededores de la Capital existe una poblá= ción numerosa de indígenas que se alimentan casi exclusivamente con las víseras abdominales del ganado, y á-pesar de comer híga- dos con Distomas, nunca contraen la caquexia acuosa, sino que Ponerse en contacto del agua, para empezar de nuevo sus diver- Sas transformaciones. or lo tanto, ni á priori ni á posteriori puede probarse la — 544 — transmisión de la caquexia acuosa del buey al organismo humano, ora bién, ¿cómo se explican entonces los casos de la en- fermedad observados en el hombre ? En este particular existe en la ciencia alguna incertidumbre; tres sar las teorías que pueden indicars infección se verifica por adi de pequeños molus- cos, en cuyo interior se encuentran larvas enquistadas, introdu- cidas en el estómago por medio del agua, de las ensaladas crudas, de las plantas acuáticas, etc. 2*% Investigaciones más recientes manifiestan que las larvas directamente enquistadas en los yoctales, penetran con éstos en el estómago del hombre. 3? Por último, admitiendo el desata directo de los em- briones, sin metamórfosis ni transformaciones, la introducción por medio del agua ó de los vegetales bastan para explicar su presen- cia en el ara os de paso, que entre estas teorías formuladas por au- toridades científico competentes no se menciona, ni como dudo- so, el supuesto agente etiológico, carne de buey afectado de Dis- toma. E Como era natural suponer, el Distoma penetra en el hombre, en las mismas condiciones y mediante los mismos agentes que le sirven para su inmigración al buey. De esta manera se explica satisfactoriamente los casos observados en el hombre. No concluiremos este punto sin rscordar que la verdadera caquexia acuosa del hombre se observa, principalmente en el de raza negra, á consecuencia del Anquilostoma duodenal, según las numerosas y variadas observaciones del Sr. Le Roy de Mericour. Ocupémonos ya del tercer punto de la discusión: la carne del buey, en cuyo hígado se encuentran Distomas, ¿puede ocasio- nar alguna otra enfermedad? En parte veterinaria dejamos expuesto que las alteraciones del aparato biliar, produeges por el Distoma hepático, son muy frecuentes en las reses que hemos examinado. Ahora bien, á pe- sar de dichas alteraciones, ¿cuál de las enfermedades reinantes en Quito ó en Guayaquil reconoce por causa la carne de los bue- yes afectados de Distomas?> Ninguna enfermedad sería más fre- cuente ni hubiera llamado tanto la atención de los médicos, si se tiene en cuenta el consumo considerable que se hace de ella todos los días. Luego faltan los hechos y con ellos la elocuencia de la verdad. Además, ya dijimos que la caquexia acuosa de los rumiantes consta de cuatro períodos. Durante el primero, cuando las alte- ciones están limitadas al hígado y no existe aún la caquexia, la carne presenta su estado normal y no puede ser causa de enferme- dad. En los demás períodos, sobre todo en el tercero, la carne alterada y poco sustanciosa, es impropia para la alimentación; no porque pueda transmitirse el Distoma, sino por la posibilidad de 5 — que engendre á lo menos ciertos desarreglos de la digestión. Admi- timos con el Sr. Santero que las reses lanares atacadas de morriña ó caquexia acuosa deben rechazarse del consumo; pero volvemos á repetir, no porque aceptamos «la transmisión de la enfermedad; sino porque una carne alterada por la caquexia no tiene las cuali- dades nutritivas necesarias. Nótese además que el Sr. Santero no ha dicho: las reses lanares cuyo hígado contenga Distomas; den existir sin determinar ningún fenómeno notable. En el ga- nado que se entrega al consumo de la Capital la carne presenta sus caracteres normales, á pesar de las alteraciones circunscritas del hígado producidas por los Distomas, que existe casi en todas las reses; y la salud de los habitantes de Quito es perfectamente bien conocida. En fin, si el buey se restablece y la carne reco- bra sus propiedades anteriores, el consumo de ésta no puede cau- sar ningún perjuicio. . Resulta pues, que sólo la carne de los animales caquéticos puede ocasionar algúu desarreglo de la salud. Creemos haber contestado de una manera satisfactoria á las tres preguntas que nos habíamos propuesto, y para terminar, des- cubriremos ligeramente el estado morboso que el Distoma hepático ocasiona en el hombre, según las observaciones de los mejores autores. Los síntomas de la enfermedad son esencialmente variables, sist Aunque el pronóstico sea generalmente favorable, si la en- fermedad persiste mucho tiempo, el estado general acaba por comprometerse, y aun puede acaecer la muerte. — 546 — La profilaxia aconseja no comer las ensaladas crudas, las plantas acuáticas, y beber el agua perfectamente limpia. tratamiento principal consistiría en la administración de los diferentes vermífugos que posée la terapeútica. Antes de concluir haremos notar que Lefevre, Hahn, Kiichen- meister, Leuckart, Bostroem y otras autoridades científicas ilus- tres no indican, ni se les ha oeurrido mentar la carne de reses afec- tadas de Distoma, al hablar de la profilaxia y etiología de la en- fermedad en el hombre: esta uniformidad tan respetable es digna de llamar la atención y robustece además, todos nuestros argu- mentos anteriores. e todo lo expuesto se desprenden, como una consecuencia lógica, las siguientes conclusiones: IV, 1% El parásito encontrado en los bueyes que se entrega al consumo de la capital es exactamente el Distoma hepático. 27 Este último experimenta diversas metamórfosis y pasa por diferentes huéspedes, antes de llegar al estado adulto y al huésped difinitivo. El buey es uno de los huéspedes definitivos. ' 3? Los embriones del Distoma no resisten á la cocción, no se desarrollan en las vías biliares ó digestivas y tienen necesidad de salir al exterior y ponerse en contacto del agua, para que su evolu- ción se verifique con regularidad. : 4% Los herbívoros ingieren los vermes frecuentando los pas- tos húmedos y cenagosos ó abrevando aguas estancadas. 5% Mientras las alteraciones del aparato biliar son circunscri- tas y el número de entozoarios no es excesivo, la carne muscular conserva las propiedades normales, 6* El hombre puede ingerir el Distoma del hígado del mis- mo modo que los rumiantes; pero no por el consumo de la carne de estos animales. : : | 7% El hombre no es huésped adecuado para el desarrollo - definitivo del Distoma, 8% Unicamente deben desecharse como impropias para el consumo las reses atacadas de caquexia confirmada. : Hé aquí Señor Decano, las conclusiones que deben formular- se, salvo el más ilustrado criterio de la H. Facultad que US. pre- side con muchos merecimientos, Quito, febrero 7 de 1883, -sor de Patología general y Nosografía.—Manuel María Casares. »——El profesor de Zootecnia y Zoología sistemática, Manuel Ba- La Facultad de Medicina, en la sesión de hoy, aprobó el in- A forme que antecede; y adoptó como suyas las conclusiones fi- na es. Secretaría de la Universidad de Quito, á 8 de febrero de 1888. El Prosecretario, José Bolívar Barahona. Es copia.—El Prosecretario, José Bolívar Barahona. DUV A. HEPA Dile Señor Director de “La Nación.” resan al bien público, ruego á U. me permita contestar ciertos puntos del artículo publicado en “La Nación, abril, iridá en el estudio de esa enferme- dad que es común en el ganado de casi todos los países del Globo — 548 — ción” á varios fidedignos facultativos guayaquileños quienes la pro- fesan fundándose en razones climatéricas, sin explicar cuales, aun después de que la ilustre Facultad de Medicina de Quito ha pu- blicado su luminoso informe de lo más bien fundado, y de acuer- do con lo que se enseña en todo país á donde se hacen serios es- tudios de Zoología y de Fisiología. Si hay que sentir que “La Nación” no nombre á los médi- dos guayaquileños sobre quienes apoya su tesis y sus dudas, hay que sorprenderse y que deplorar aún más que esos eminentes fa— cultativos no asomen al campo del debate y, dándose á conocer, declaren sus opiniones públicamente, en provecho del bien gene- ral, y las expongan prestándoles el apoyo de su bien merecida re- putación, ó lo que es mejor, sosteniéndolas cón razones científicas satisfactorias bien fundadas sobre sus experieneias personales. Porque no cabe la menor duda que esos ilustrados médicos no han podido expresarse así, sino provistos de ejemplos, observacio- nes y pruebas que den á sus declaraciones privadas la veracidad necesaria para que no se les trate de sofismas. Quedo convencido de que si no se engañó el Señor Cronista de “La Nación” en su aserto, los facultativos cuyo juicio cita de- ben haber tenido la ocasión de hacer un estudio comparativo ex- perimentando los efectos producidos por la duva en Guayaquil y en Europa. Les pedimos, pues, encarecidamente que nos aclaren, porque no sabemos cuáles son esas diferencias climatéricas de que nos hablan ni en qué consisten. - Varios son los puntos diferenciales que pueden haber estu- diado: antes que todo si es ó no la duva aquel entozoario que tan- to asusta. Si nolo es, merced al clima, quese nos dé á conocer ese nuevo helmintio guayaquileño. Si es la duva, una de dos, ó sigue su evolución normal é invariable, y antes de causar daño tiene la larva que pasar forzosamente por el organismo de un huésped intermediario, de un molusco, como sucede en el viejo mundo, ó bien nuestro clima, así como influye tanto sobre la ima- ginación de algunos, así ejerce su influencia sobre la duva, y, va- riándole su desarrollo natural por ser “ecuatoriano, ”” permite que pasando del buey al hombre directamente, viva, procrée y evolúe en el organismo humano, en el estómago quizá, sin temor del ju- go gástrico y que de allí pase á alojarse en el hígado; y no digo en los músculos porque en ellos nadie lo ha visto, ni lo verá pro- bablemente nunca ni en el buey ni en el hombre, aun cuando am- bos sean ecuatorianos. : Ahora bien: si.esos Señores facultativos nos conceden que la duva es idéntica y sin nacionalidad especial y que sus transforma- ciones embriológicas son las mismas en todas partes, tendrán que decirnos si existen ó no en las reses los primeros síntomas de ca- quexia acuosa. Sino los hay ¿pór qué alarmarse y para qué alar- amarnos? ¿á dónde está el peligro? Si nos prueban que si existen algunos de ésos síntomas, ó bien la caquexia va á seguir su Curso — 349 — con mayor rapidez é intensidad la enfermedad, á tal punto que desde el primer período las carnes infiltradas no deben entregar- se al expendio público. Si esto pasa contra toda probabilidad fi- siológica, que se nos exhiban las pruebas y se nos citen algunos ejemplos de los efectos especiales que ya en otras ocasiones “ha- brá causado en el organismo ecuatoriano el uso de carne de buey con duva, merced al clima. : El momento además no puede ser más oportuno para hacer- nos algunas demostraciones prácticas y públicas. Vamos, ilustra- dos colegas: manos al escalpelo y ojo al miscroscopio, pues bien sabeis que, en nuestra profesión, no hay que contentarse con decir sin decir porqué decir! > : l no convencernos con pruebas “científicas satisfactorias, ” forzoso será decir á esos facultativos que abusan por completo, y que les proviene sin duda el error de que inconsultamente piensan que, porque en nuestros climas las enfermedades del hígado son más alarmantes y más graves que en estos países, por eso deben asemejar las afecciones del tejido propio de ese órgano, variables según la temperatura, los miasmas, las fatales consecuencias del derles, puesto que sabemos que en la mayoria de los países de Europa las epidemias de caquexia acuosa han sido terribles y han hecho perecer millares de animales en distintas épocas. Lo mis- mo ha sucedido en Norte América; pero hay algo que nos intere- sa más aún que esas epidemias de países lejanos, para acabar con la idea errada de la influencia del clima, y es el saber que en la República Argentina las epidemias no han sido raras. 0 : esde el año 1858 Daniel Pérez Mendoza en su * T ratado del ganado lanar” y más recientemente Miguel A. Lima en el “Es- tanciero Práctico,” manual completo de ganadería, publicado en Buenos Ayres en 1879, han relatado la misma enfermedad del ganado vacuno y lanar bajo el nombre de caquexia acuosa, disto- -ma, duva, y (vulgarmente) de sobaype por asemcjarse la duva á — 5530 — un anélido que llaman así. Estos dos autores describen 1>s sínto- mas, los períodos de la enfermedad, indican la etiología y el tra- tatamiento no sólo en completa armonía ambos, sino también en perfecto acuerdo con lo que se ha escrito en Europa. Ninguno pretende que sean mayores los estragos á consecuencia de la di- ferencia de clima, aun más: ninguno se muestra alarmado al pun- to de preocuparse de la venta de la carne de buey con duva. No puede negarse que esa República está suficientemente vecina de la nuestra para que iguales entozoarios produzcan en ambas igua- les efectos. Si, á pesar de todos mis esfuerzos para probar científica y sa- tisfactoriamente la opinión de los hombres verdaderamente com- etentes en la materia “bajos todos los climas” tienen á bien los ilustrados facultativos á que alude “La Nación” salirme al en- cuentro y convencerme con pruebas irrefutables de lo bien funda- do de su aserto, consiento, pero sólo entonces, en declarar que los autores franceses no son fehacientes y que mi error es tamaño; y lo haré sin la menor vergijenza, porque, puesto que errare huma- mum est, creo que es más honroso confesar un error, cualesquie- ra que sean la ciencia y la gloriosa reputación que uno posée, que encapricharse en sostener una opinión que nada compruebe, que £ debe desaparecer. El facultativo más que nadie, cualquiera que sea el clima, debe sacrificarlo todo á su deber y á su conciencia, para que su buena fe no sea nunca incriminada ni de egoismo ni de.ignorancia, ni de amor al lucro. Estos son los motivos por los cuales he dicho como pensaba y lo que más vale, la verdad com- pleta sobre la cuestión duva hepática. Ojalá logre mi objeto de convencer al fin á todos de que no hay el menor peligro en con- sumir la carne de buey con duva mientras que los síntomas de transición del segundo al tercer período de la caquexia no se ha- yan manifestado con evidencia. ¡ Ojalá convenza sobre todo al 1. Ayuntamiento Guayaquileño quien después de haber autorizado en meses pasados la venta de la carne cuando las reses se €n- cuentran en primer período, lo que era sensato, lógico y €s- taba casi conforme con lo que pasa en todo país instruído y civilizado, parece que acaba de prohibir por completo el expen- dio de toda carne de buey en cuyo hígado se encuentra duvas, como lo anuncia, “La Nación ” con fecha 13 de abril, Ese nue- vo decreto que anula el primero pudo ser mostrado quizás por la declaración privada y no razonada de esos facultativos que invo- can los efectos del clima, pero de tal manera nos sorprende des- pués de las pruebas tan convincentes que en contra abundan en el informe de la Facultad de Quito y en mi anterior estudio que pre- fiero creer que “La Nación” se ha expresado de una manera am- bigua en su Gacetilla del 13 de abril y que, al leer que el M. L Ayuntamiento ha decidido que no se venda la carne de reses s -551—= afectadas de distomas aun desde antes de que se declare la caque- xia acuosa, hay que comprender que se trata del segundo período aquel en que los síntomas son ya evidentes, porque de otro mo- do no hubiera dejado de declararnos el M. I. Concejo al dar esa ley sobre qué motivos científicos, higiénicos, humanitarios legíti- mos, se funda para estar en contradicción con los decretos de las municipalidades del mundo entero, á menos que sólo se tenga en vista intereses especiales sobre los cuales no es mi intención dis- cutir Aprovecho la oportunidad, Señor Director de “La Nación ” para suscribirme. na: Su atento amigo y Os Dr. Víctor Manuel Rendón. Paris, Mayo 23 de 1888. A at E NN CIENCIAS _—_— FISICA APLICADA A LA MEDICINA, CIRUGIA, HIGIENE Y FARMACIA (Continuación) CAPITUEG TE. DIVISIBILIDAD. _—— 45 Definición.—ZLa DIVISIBILIDAD es la propiedad ¿ue tienen los cuerpos de poderse fraccionar 6 reducir á peque- ROS fragmentos, Hemos visto ya (16) hasta qué punto puede ser di- visible la materia. Propiamente hablando, los cuerpos son los únicos verdaderamente divisibles, porque estos están constituídos de partes yuxtapuestas ó de agrupamiento de partículas propiamente materiales, llamadas móna- das (20). Si un cuerpo se deja dividir y subdividir, es á beneficio de los poros ó intersticios que conserva entre sus átomos; pasado este límite deja ya el cuerpo de ser lo que era: el oro no es ya oro, ni el platino es platino queda simplemente la mónada de materia que ya no se divide — 192 — más, y entonces habremos llegado á la sustancia pri- mitiva (8). Por manera que, el límite de transición. entre un cuerpo y la materia prima, se encuentra en los átomos: ni á la Química le es dado componer y descom- poner los átomos; parece que fuese operación reservada, únicamente, á la Omnipotencia divina. 46 APLICACIONES, —Manera de dividir los cuerpos. —Los medios empleados para dividir los cuerpos son va- rios. Se emplea la percusión con martillos, mazos y cuñas; el rozamiento de cuerpos ásperos, como las limas, rallos, sierras y molinos; se dividen, así mismo, los cuerpos, disol- viéndolos ó reduciéndolos á vapor; también sublimándo- los, es decir, convirtiéndolos en vapor y enfriando éste sú- bitamente, medio que se emplea con el azufre y otras sus- tancias; se obtiene carbón muy dividido ó negro de humo, enfriando el gas que resulta de una combustión imperfec- ta; finalmente, se divide un cuerpo agitando el líquido en donde está cristalizado, que es el método empleado cuan- do se quiere la sal común dividida. Para obtener algunos cuerpos en estado de polvo impalpable, se dividen por al- guno de los modos dichos y se echan en un líquido que no los disuelva agitándolos bien, después se deja posar, se decanta el líquido turbio que sobrenada y se filtra por pa- pel, quedando sobre éste un depósito de polvo fino; así se obtienen los cuerpos que sirven para bruñir placas metá- licas, para confeccionar pomadas, cosméticos, aguas para el rostro etc. 47 Aplicaciones quirúrgicas. —Todos los tejidos del cuer- po humano son suceptibles de ser divididos, sea por cau- sas accidentales ó con fin curativo.—La división por cau- sas exteriores traumáticas se hace por instrumentos pun- zantes, cortantes ó contundentes, sin que esta división tenga nada de absoluto; pues un instrumento contunden- te puede obrar como cortante, y éste como punzante. Aquí hay que atender más á la violencia que á la naturale- za del instrumento; pues se ha visto que la rueda de un carruaje, ha podido ocasionar un corte limpio como si hu- biese sido hecho por instrumento cortante. En general, la velocidad y la gran cantidad de fuerza viva que lleva un cuerpo, hace que éste ocasione heridas limpias; por el con- trario, los cuerpos obtusos ó de ancha superficie y que lle- van poca fuerza, producen heridas contusas. En las heridas hay también que tomar en cuenta la capa subya AA E IA SR A a dl A E IN — 533 — cente al órgano contundido; cuando está compuesta de partes blandas se verifica de preferencia la contusión; mas cuando hay un plano resistente, como por ejemplo, un hueso, la herida, en la mayor parte de casos, es cortante, sobre todo, si aquel tiene bordes afilados, como la cresta de la tibia, por ejemplo. En cirugía, se da el nombre de diéresis (del griego diaupeiv separar) á la operación que tiene por objeto divi- dir los tejidos, por oposición á la síntesis (de otv, con y e yo pongo ), que consiste en unir las partes separa- as. CAPÍTULO IV. MOVILIDAD. 48 Definición. —La movilidad es la propiedad que tic- nen los cuerpos, lo mismo que la materia, de poder cambiar e lugar en el espacio por la acción de un agente Óó causa que se llama fuerza: esta propiedad puesta en acción es lo que se llama 12011202 o. 49 Llámase FUERZA todo aquello que puede ser causa de movimiento. 90 Se dice que un cuerpo se mueve cuando está tras- ladándose de un punto ¿otro del espacio, y que no se mue- ve ó está en reposo, cuando está fijo en un mismo punto. 51 El reposo es absoluto ó relativo: se llama absolu- to cuando el cuerpo permanece siempre en un mismo pun- to del espacio, y éste es el verdadero reposo; se llama re- lativo cuando ocupa el cuerpo el mismo lugar con respec- to á todos los demás cuerpos que le rodean, más no con relación á un punto determinado del espacio. Un cuerpo, sobre la superficie de la tierra, por ejemplo un edificio, permanece en el mismo punto de ésta y no se acerca ni ale- ja delos demás edificios ó cuerpos que le rodean; pero la tierra se mueve, y, por tanto, el edificio que marcha con ella, no ocupa siempre el mismo lugar en el espacio, de modo que está sólo en reposo relativo: éste no es un ver- dadero reposo; pero como el absoluto no existe en la naturaleza, se hace abstracción del movimiento de la tierra y se toma como reposo el relativo. Deesto se — 354 — sigue que jamás un cuerpo permanece siempre en un mismo sitio; va cambiando sucesivamente y trasladán- dose á nuevas regiones. Desde que se sabe que todo nues- tro sistema planetario, con el sol que le sirve de centro, va trasladándose á la estrella 4 de la constelación Hércules, bien puede asegurarse que no hay instante, por inaprecia- ble que sea, en el que un cuerpo ocupe ni vuelva á ocupar el mismo lugar que antes, está pues variando de sitio cons- tantemente: sucede lo que con el tiempo, en el que, el ins- tante que pasó no vuelve jamás. 52 Especies de movimiento,—47/ movimiento se divide en UNIFORME Y VARIADO: es un2forme cuarndo en tiempos 1ga- les recorre el móvil espacios iguales, y variado cuando cn tiempos iguales recorre. espacios desiguales. El movimiento variado puede ser ACELERADO Ó RETAR- DADO; será acelerado cuando el cuerpo recorra en cada unt- dad de tiempo un espacio mayor que en la unidad anterior; será retardado cuando en cada unidad de tiempo recorra un espacio menor que en la anterior. Finalmente, el muovi- miento es UNIFORMEMENTE ACELERADO, cuando los espacios corridos aumentan según una ley constante; y UNIFORME-= MENTE RETARDADO cuando disminuye del mismo modo. $3 Velocidad. — Se llama velocidad al mayor ó menor es- pacio recorrido por un cuerpo en un tiempo dado. 54 Fuerzas. —Se dice que una fuerza es ¿mstantánca cuando obra sólo en el momento de su aplicación; un gol- pe por ejemplo: es continua cuando obra en todos los ins- tantes que dura el movimiento. Si las fuerzas continuas tienden á acelerar el movimiento del cuerpo, se llaman aceleratrices, y si tienden á retardar son retardatrices. i¡ á un cuerpo se le aplica una fuerza, se dice que el cuerpo está solicitado por la fuerza, y el camino andado en tal caso será siempre rectilíneo. Si son dos ó más las fuerzas que concurren á producir el movimiento, forman lo que se llama un sistema de fuerzas; pero el camino anda- do por el cuerpo no puede ser más que uno, y por tanto, podremos suponer una sola fuerza que produzca el mismo efecto de todas reunidas: esta fuerza única, que puede sustituirse á todas las de un sistema, es la que se llama resultante, siendo sus componentes las fuerzas á que pue- de sustituir. En un sistema de fuerzas pueden haber unas que tiendan á producir un movimiento, y otras que tien— dan á destruir el efecto producido por éstas; las primeras — 303) — forman lo que se llama la potencia y las segundas la re- Ssislencia. 99 Traslación de una fuerza de un punto á otro. —Una fuer za puede trasladarse de un punto á otro en un cuerpo, pe- ro con varias condiciones: ha de obrar en la misma di- rección; ha de ser la una continuación de la otra, y han de estar invariablemente unidas; faltando cualesquiera de es- tas condiciones, la fuerza trasladada no producirá el mis- mo efecto que antes de trasladarse. 96 Relación entre fuerzas, masas y velocidades.—Dos Jfuer- ¿as son proporcionales á las masas que ponen en movt- miento con igual velocidad. 7 Si, por ejemplo, una fuerza hace andar un cuerpo 10 metros en 1 minuto, y Otra fuerza hace andar á otro cuer- po de doble masa que el primero los mismos 10 metros también en 1 minuto, esta última fuerza tendrá que ser doble que la primera. Dos fuerzas son proporcionales á las velocidades con gue ponen en movimiento dos masas 2guales. d i suponemos que una fuerza hace andar á un cuer- po 10 metros en 1 minuto; y otra hace andar á otro cuer- po de igual masa que el anterior 20 metros en 1 minuto, esta segunda fuerza será doble que la primera. Las velocidades de dos cuerpos solicitados por una misma fuerza, están en razón inversa de sus masas. i una fuerza se aplica á un cuerpo cuya masa es 5, y este anda un espacio de 6 metros en 1 minuto, la mis- ma fuerza aplicada á otro cuerpo cuya masa sea doble, ó 10, no le hará andar más que la mitad, ó 3 metros, en el mismo tiempo. en ] | Dos fuerzas son proporcionales á las masas que Poñen en movimiento multiplicadas por las velocidades con que las MUCUCA, ; ; Si una fuerza hace mover una masa con la velocidad de 10 metros por minuto, y otra fuerza hace mover una masa doble, con triple velocidad, Ó de 30 metros por mi- nuto, habrá la proporción: 1? fuerza es á 2%, como I, ma- sa X 10, velocidad del primer cuerpo, es á 2, masa X 30, Ve- locidad del segundo, ó como 10: 60; y siendo 60 PUIS:Y Er ces mayor que 10, resultará en este caso la 2! fuerza > veces mayor que la 1% Al producto de la masa, por la velocidad de un cuerpo se le llama su cantidad de movi- miento, : . | — 596 — 57 Fuerza viva.—Se llama FUERZA VIVA de un cuerpo en mivimiento al producto de la masa por el cuadrado de la velocidad. 58 Trabajo mecánico.—! trabajo mecánico de una fuer- za en un tiempo dado, es el producto de la intensidad de esta fuerza por el camino andado en el mismo tiempo por un móvil en dirección de la fuerza. Por el cálculo se de- muestra, que el trabajo mecánico es igual á la fuerza viva. 59 Medición de fuerzas. —Una fuerza puede medirse de varios modos. Hay unos aparatos llamados d¿namóme- tros construídos de diverso modo, pero que todos ellos se fundan en la elasticidad del acero templado. Los hay de diversas formas, unos en ángulo, otros en elipsis y algu- nos en espiral: todos tienen un índice que recorre una es- cala graduada, la que se gradúa con fuerzas conocidas ó sea con pesos determinados. ¿Estos instrumentos, como lo indica su nombre sirven para medir fuerzas. 60 Unidades de medida para las fuerzas.—Las generalmente aceptadas son: el kilográmetro que es la fuerza necesaria para elevar 1 kilogramo de pesoá 1 metro de altura en 1 segundo; el caballo de vapor que equivale á 75 kilográ- metros, ó propiamente, á dos caballos de tiro; y otra la gran unidad dinámica Ó dizamía, que se compone de 1.000 kilográmetros. 61 Motores. — Zodo lo que produce fuerza se llama mo- Lor, y son tan variables sus efectos en cada caso particular, que cambian éstos según la velocidad, el modo de acción y tiempo de trabajo, y por otras muchas causas: el hombre y los animales constituyen los motores animados, y el agua, el vapor, el viento, la electricidad, etc., los ¿nanimados. 62 APLICACIONES,—Entre las aplicaciones de la movi- lidad, podemos contar la marcha ó locomoción del hombre y el curso de los proyectiles: nos ocuparemos de cada uno | de estos dos puntos, reservando algunas palabras para ex- plicar el movimiento particular del feto y de ciertos órga- nos del cuerpo humano. 63 Locomoción en el hombre.—El hombre puede ser tras- portado por su propio esfuerzo, sin necesitar, como los cuerpos inanimados, de una causa exterior que le haga en- trar en acción. Su sistema muscular está dotado de la pro- piedad de contraerse y relajarse alternativamente; por manera que, las palancas oseas en las que están insertados los músculos, obedecen fielmente á éstos, y como resultado — 331 — de su contracción, se verifica el movimiento. Pero no basta para que éste se realice la actividad de los músculos; es menester que haya un punto de apoyo fijo mientras entran los órganos en movimiento. Este punto de apoyo puede ser el organismo del mismo individuo ó el suelo, según que el movimiento es parcial ó de la totalidad del cuerpo. En el primer caso, es la superficie articular de uno de los huesos la que queda firme, mientras recorre á roce suave la extremidad del hueso contiguo; en el segun- do caso, es la tierra la que resiste, siendo sucesivamente cubierta por la planta del pie. “En la marcha, como en los demás movimientos de progresión, hay que considerar en el cuerpo dos partes: una que es llevada por los miembros inferiores, y que no es otra cosa que el tronco apoyado en las cabezas de los fémures; otra que sostiene el tronco, y que al mismo tiem- po le comunica el movimiento: esta parte está represen- tada por los miembros inferiores. ' El cuerpo es llevado hácia adelante por el juego al- ternativo de ambas piernas, de las que, mientras una sos- tiene el peso del cuerpo, la otra se dirige adelante. Si se examina con atención la marcha del hombre, se verá que puede descomponerse un doble paso en muchos tiempos que se suceden unos á otros. En el primer tiempo el cuerpo descansa sobre las piernas, suponiendo el pie iz- quierdo colocado hácia delante y el derecho hácia atrás; en un segundo, el cuerpo no se apoya más que en el miembro izquierdo, mientras que el otro, suspendido en el aire, se dirige adelante; en un tercer tiempo el cuerpo se apoya otra vez sobre los dos miembros; en un cuarto, el miembro derecho toca al suelo y sostiene por sí el peso del cuerpo, mientras que el izquierdo se dirige hácia ade- lante para volver á situar el cuerpo en la posición que te- nía al principiar nuestra observación” (Beclard). n todas estas diversas posiciones del cuerpo, el cen- tro de gravedad va cambiando de tal modo que puede mantenerse siempre en equilibrio, para lo cual el tronco se inclina de un lado ú otro á fin de que aquel pase por la base de sustentación. Asi, cuando el cuerpo conserva la primera posición, el centro de gravedad pasa por el me- dio de la línea que une los dos talones; pero á medida que el cuerpo avanza hácia delante, el tronco se inclina del lado de la pierna que se mantiene firme, y cuando la otra ha — 58 — abandonado el suelo, el centro de gravedad pasa por una linea vertical que atraviesa la cabeza del femur y la planta del pie del mismo lado. Por manera que, el centro de gravedad va recorriendo una serie de ángulos agudos cu— yos vértices miran á la derecha é izquierda del individuo que anda. Este movimiento se hace más perceptible en los batallones cuando marchan al paso de instrucción con el fusil al hombro; entonces se nota ese movimiento unl- forme de todos los soldados de derecha á izquierda. Además del movimiento que acabamos de describir, existe otro de ascenso y descenso del mismo centro de gra- vedad, y por tanto, de todo el cuerpo, El ascenso se ve- rifica en el momento en que la una pierna abandona el suelo para apoyarse solamente sobre la otra; y el descen- so, cuando se extiende la pierna que da el paso y se apo- 'a de nuevo en el suelo. Se ha calculado en tres centí- metros la elevación que experimenta el cuerpo en esta cla- se de movimiento. y La pierna que.se mueve enla progresión, desempe- ña el oficio de un péndulo compuesto; es decir, que cuan- do se separa del suelo es arrastrada hácia delante, no en virtud de la contracción muscular, sino en razón de la gra- vedad que tiende á hacerla recorrer un arco de círculo, á beneficio de la articulación coxo-femoral que le sirve co- mo de gozne y de centro de movimiento. En este tra- yecto la pierna.no toca al suelo como debería suceder (por ser en este momento mayor la longitud de la que se mue- ve que de la que está fija), gracias á la articulación de la rodilla la que se dobla por la resistencia del aire; esto es lo que pasa en todos los péndulos compuestos cuando su tallo está formado de fragmentos articulados. 64 Movimiento de los proyectiles. —Los proyectiles son de varias clases: ya son gruesos como la balas de los caño- nes, Ó bien pequeños como la de los rifles, revólveres etc. Los proyectiles usados hasta estos últimos tiempos fue- ron esféricos; desde el año 1843 se cambió la forma y se aceptó la cilindro—cónica para las armas de precisión, con- servándose la esférica para las bombas y granadas, Sl bien es verdad que, en estos últimos tiempos aun éstas se ha cambiado. La forma del proyectil influye mucho en sus efectos, por las razones físicas que vamos á explicar. Las balas esféricas, tanto las de cañón, como las de rifle, tan luego como abandonan el arma que las arroja, van animadas de un movimiento. giratorio. sobre uno, de sus ejes, debido al desigual impulso de los. gases que engendra la pólvora en ignición, y para ello. hay dos razones: la primera y prin- cipal es, que á-esta clase de balas se las hace entrar hol- gadamente en el calibre de la pieza, de lo que resulta que los gases:se escapan por el contorno de la bala en mayor cantidad en un sentido que en otro; lo que da por resul- tado el movimiento giratorio de que hemos hablado. * La segunda razón consiste en la, irregularidad de la forma, pues que ninguna de ellas es esfera perfecta: lejos de eso, las más tienen depresiones ó levantamientos debidos al poco cuidado que se pone en su fundición. En Este movimiento de rotación de tales proyectiles, ha- ce que su dirección cambie indefinidamente de un instan- te á otro, cuando ha habido algún obstáculo quese opo- ne á su marcha. Se'sabe en mecánica que todo cuerpo en movimiento al chocar oblicuamente contra un plano resistente, desvía su dirección formando el ángulo de re- flexión igual al de incidencia. Esta ley que es aplicable no sólo á .los cuerpos ponderables sino también á los im- ponderables, como el: calor, la luz, el sonido, es modi- ficada enteramente, si como hemos dicho, el cuerpo en movimiento va girando sobre su eje. Los jugadores de billar conocen bien el resultado que da en las bolas esta clase de movimiento, y. lo llaman efecto. Según el efec- “to que lleva la. bola, aumenta ó6-disminuye el ángulo de reflexión respecto. del de incidencia, y hasta llega el caso de poderse hacer retroceder á la bola el camino andado al chocarr con otra que está en reposo, para lo cual basta im- primirle movimiento de circunducción sobre su eje tras- versal, picando á la bola debajo, á fin de que gire en sen- tido opuesto. S a Lo mismo acontece con los proyectiles esféricos: al tocar en cualquier objeto. algo resistente, un hueso por ejemplo, cambia tan caprichosamente su dirección, que se han visto fenómenos muy raros. Para citar algunos casos de esta singular desviación trasladaremos aquí, primero el acontecimiento que refiere Vidal de Cassis en su obra de Patología externa, (también he visto yo un caso seme- jante) ; y después los observados en las batallas del Afri- ca. Un. individuo recibió un balazo en la frente, y lejos de perforar la bala el hueso frontal, recorrió un semicir- Í —560 — culo yéndose á situar el proyectil en el occipucio ó protu- berancia occipital externa, después de haber caminado por bajo el epicráneo, sin herir á éste ni á ningún hueso. En la batalla de Crimea, los franceses para no ofrecer blanco á los enemigos € ir abanzando poco á poco sin ser vistos, peleaban acostados sobre el vientre: á uno de ellos se le encontró muerto por una bala que habiendo recorri- do superficialmente como pespuntando uno de los miem- bros inferiores y parte del tronco, al fin penetró en la colum- na espinal por la parte alta de la región dorsal: al principio fueron vanas las tentativas que se hicieron para hallar el proyectil, este había tomado una dirección opuesta, pues se lo encontró en la parte baja del conducto medular. Ca- sos de esta naturaleza refieren todos los cirujanos milita- res, y nada sorprendente es, que las balas siguiendo cur- vas extraordinarias, vayan á situarse en Órganos blandos que podían ser atravezados y no lo han sido: se ha en- contrado balas hasta en las paredes del corazón, quedando el individuo con vida. Después veremos al tratar de la teoría mecánica del calor, cómo el movimiento rapidísimo que adquieren las balas al. salir del arma se transforma en calor cuando han sido suspendidas repentinamente en su marcha. Pa- ra una bala de remington se ha calculado que la tempera- tura puede elevarse á más de 500%; calor más que sufi- ciente para fundir el plomo, que solo necesita de 335”- Las balas razas al chocar con las placas de acero de los buques acorazados, engendran tanto calor en el momento del choque, que se ha visto en los combates navales que han ocurrido por la noche, ponerse incandescente por algu- nos segundos el punto de la placa que tocó la bala. Hay que observar que esta clase de balas llevan una cantidad gran- de de fuerza viva, cantidad que está en relación con su masa; por esto es que varios soldados inexpertos que han tratado de contener estas grandes balas con los piés, cuan- do ya cansadas van rodando lentamente por el campo, han tenido que arrepentirse por haber sido víctimas de su. inadvertencia. Las balas cilindro—cónicas están destinadas en gene- ral para armas rayadas, es decir, recorridas en su interior por espirales sobresalientes y muy extendidas. Esta ma- nera de construir las armas tiene por objeto, hacer que la bala adquiera más velocidad; pero de este hecho resulta — 561 — además, que también sale del arma con movimiento he- licoido, esto es, de circunducción sobre su eje longitudinal, movimiento que viene á convertirse en espiral por la pro- gresión sucesiva de la bala. Esta especie de movimiento no ocasiona, como en las balas esféricas, aquellas desvia- ciones tan caprichosas como las de que hemos hablado. Lo más que se ha podido observar son las consecuencias de la suma velocidad, como las perforaciones de cuerpos bien resistentes como placas delgadas de hierro y, otros metales, como si hubiesen sido hechas con sacabo- cados. La velocidad explica, también el fenómeno que acaece frecuentemente, á saber, la rotura ó fragmentación de las balas en el interior del organismo cuando han to- cado en las aristas de huesos compactos. Aparte de las balas hay otros cuerpos que arrastrados Ó desprendidos por éstas, pueden también herir al hombre y ocasionarle quizá peores extragos: los fragmentos de rocas, madera, vidrio, hierro, acero etc., han ocasionado graves daños. Cuando las balas tocan oblicuamente so- bre un cuerpo cualquiera, hay riesgo de que esto suceda; no así cuando caen perpendicularmente, que en tal caso, más bien es la bala la que se deforma y vuela deshecha en pedazos ó fundida, si el obstáculo es bien resistente, 65 Movimientos del feto y otros organismos. —Como comple- mento de las aplicaciones de la movilidad, diremos algo acerca de los movimientos del feto y de otros órganos con- tenidos en el interior de la economía. (a) Hay casos en los que el médico es llamado pa- ra decidir si una mujer está ó no en cinta, para esto á más de los signos racionales que tiene para hacer tal diag- nóstico, toma también en cuenta los signos sensibles, por ser los que propiamente le pueden conducir á un buen re- sultado. Entre éstos figuran los movimientos fetales, que Pueden ser activos ó pasivos; subjetivos ú objetivos. Los movimientos activos, es decir, los ocasionados por el mismo feto se hacen perceptibles con claridad del 5” mes para adelante, en especial, cuando repentinamente se aplica sobre el hipogastrio de la madre la palma de la mano previamente mojada en agua fría, ó bien cuando se ejerce presión considerable. - Los pasivos son los que se pueden comunicar al feto por la fluctuación. Si se comunica al vientre de la ma- re un movimiento alternativo de vaiven con las dos pal- “94 ciRAEZO! ¿.—562— mas de las manos, aplicadas á cada lado, se percibe un cuerpo sólido que se mueve en medio de una masa líqui- da; este signo no puede indicar-otra cosa que la presen- : cia del feto, porque sólo en tales condiciones acontece la : doble circunstancia de un cuerpo sólido flotante en una masa líquida. + e EE y (bd) En fisiología se estudia los movimientos propios del corazón, especialmente los concernientes al sístole y diástole de este órgano, que se verifican á beneficio de las robustas capas musculares de que está compuesto este ór- gano. Esta clase de movimientos se explican fácilmente, si se tiene en cuenta que la fibra muscular es contráctil; pero no sucede así con el movimiento de impulsión de que está dotado este mismo órgano, y acerca de cuyo fenóme- no han discrepado un tanto los fisiólogos, atribuyéndole á varias causas ó á diverso mecanismo. Como el tal fenóme- no es puramente del dominio de la física, sería este el lu- gar propio para ocuparnos de él, si no tuviesemos en cuen- ta que para su explicación son necesarios previos conoci- mientos de hidrodinámica, por lo que, nos reservamos pa- ra cuando tratemos de este asunto. -' (ec) El movimiento de la caja toráxica en el momento de la respiración, se vérifica tan sólo por el concurso de las fuerzas musculares, que gracias á su ingeniosa disposición amplian la caja toráxica para obligar al aire atmosférico, á penetrar en los pulmones, que es el fin principal de la, res> piración. Para explicarlo físicamente, supongamos varias. barras ó vástagos inflexibles coladas una al lado de otras, siquiera sea semi-paralelamente como lo están las costillas, dejando espacios entre ellas ocupadas por capas muscula- res; supongamos también que estos vástagos se hallan ar- ticulados de un lado á una columna fija, que en el caso €n cuestión, es la columna vertebral, y que todas ellas en el es- tado de reposo, se hallen oblicuas hácia abajo, con relación á la columna fija. Si en este estado, suponemos firme el primer vástago para que pueda servir de apoyo á los que les siguen, y se contraen las capas musculares que ocupan los espacios (músculos intercortales ), habrá una elevación de todos los tallos rígidos, acercándose cada cual al ángu- lo recto. Este movimiento dará por resultado la amplitud de la caja toráxica, sin cambiar en nada el tamaño ni rela- -ción de estos órganos entre sí, y como consecuencia, un va- cío en su interior, que es ocupado inmediatamente por el , — 563 — aire venido de fuera, cumpliéndose así el acto respiratorio, * Quien se. ha hecho cargo del movimiento de ciertos uten- sillos, que hoy en día son tan comunes, como las ” perchas plegadizas para colgar ropa, algunos adórnos - de mesa formados de vejuquillos articulados, ciertas pul- seras para señoras etc, etc., habríase formado clara idea ' del mecanismo del movimiento de las costillas “en el ac- to fisiológico de que tratamos. +, Hay otras muchas fuerzas auxiliares para que tenga - lugar la función expresada, una de las cuales y más impor- tante, es la contracción del músculo diafragma que de abo- bedado que es en su estado de reposo, tiende á ponerse tenso y plano en el momento de la respiración, lo que tam- bién contribuye á la penetración del aire en los pulmones. 66 Movimiento de algunos órganos elementales.-—Para concluir' este capítulo, diremos todavía algo acerca del movimiento. de ciertos órganos elementales, tales como, los glóbulos de pus y de la sangre, el de las pestañas vibrátiles de ciertas células, etc. es Antes del feliz descubrimiento del microscopio, nadie tenía idea de los pequeños elementos que entran'en la composición de nuestros humores y tejidos, mucho menos, del movimiento parti- cular de que están animados aquellos. E odos nuestros tejidos, y aun los humores del cuerpo, están formados ó constituídos de pequeños elementos juxtapuestos llamadas células, que constan, por lo menos en su orígen, de una cubierta (membrana celular) y de un contenido (protoplasma). Esta última sustancia, es la parte principal de la célula, y de ella dependen todos los fenómenos orgánicos. En la célula tierna ó joven, el protoplasma desempeña el principal papel en la repro- ducción de nuevas células. El protoplasma es una sustancia como gelatinosa, de composición compleja, y que tiene la propiedad de con- traerse y dilatarse dando márgen á movimientos percep- tibles 4 beneficio del microscopio. En las células vegeta- les, en las que más se ha estudiado esta cuestión, se ha vis- to movimientos de toda naturaleza y aun corrientes que partiendo del centro, se dirigen en diversos pero determi- nados sentidos. Lo mismo sucede con la célula animal, los leucocytos ó glóbulos blancos de la sangre, y los de pus, están dotados de movimientos llamados ameboideos por asemejarse á los de las amebas: éstos consisten en contrac- ciones y dilataciones totales ó parciales que duran algunas veces hasta tres días, y aun más, si el leucocyto se halla en buenas condiciones. La temperatura que favorece más estos movimientos es la de 25 á 30”, mientras que la de 40% los apaga para no volver más, pues á este grado se coa- gula el protoplasma, y á 12? quedan sólo suspensos para volver si se eleva la temperatura. ; Hay células provistas de pestañas llamadas vibráti— les, por la facultad que tienen de oscilar con suma rapi- dez; las epiteliáles y las de las cavidades de los fibro-car- tílagos etc., se hallan en este caso. Lo mismo que las anteriores, éstas se mueven sóld en un medio húmedo, y á la temperatura media de 25 á 3o”. - Otros muchos movimientos habría que estudiar en el organismo humano; pero abandonamos ya este asunto, porque bien pronto el estudiante encontrará ocasión de ponerse al corriente en los siguientes años de la carrera. ( Continuará ). —_—_ A BOLETIN UNIVERSITARIO __'— EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR, Vista la solicitud del Señor Rector de la Universidad Central, fechada en 7 de julio de 1888; y CONSIDERANDO: Que los estudios de Religión, Filosofía, Historia y Literatu- ra deben hacerse de una manera más profunda, para que sirvan á completar la enseñanza superior en sus diversos ramos; DECRETA: Art. 12 La Facultad de Filosofía y Literatura, á que se re- fiere el art. so de la Ley Orgánica de Instrucción Pública, en la Universidad Central comprenderá las siguientes cátedras: de explicación doctrinal de la Religión Católica, Apologética é Historia Ecleciástica. 22 La de Filosofía superior é Historia de las doctrinas filo- —Sóficas; — 565 — 32 La de Historia antigua y moderna, é Historia de Améri- 42 La de Crítica literaria, Literatura española y americana; y 59 Las de Literaturas extrangeras (francesa, italiana, ingle- sa 2). : Art. 2% El Profesor de Religión será nombrado y removido libremente por el Ilmo. Señor Arzobispo de Quito. os demás profesores obtendrán sus cátedras por oposición ó serán nombrados interinamente por el Consejo General de Ins- trucción Pública. rt. 32 La asistencia á la clase de Religión será obligatoria para todos los estudiantes de la Universidad durante los dos pri- meros años de su matrícula. Al finde cada curso darán el co- rrespondiente examen. En iguales términos estarán obligados al estudio de Religión los alumnos del Instituto de Ciencias. Art. 42 La enseñanza de Religión se dará también, desde el próximo curso escolar, en las Juntas Universitarias de Cuenca y Guayaquil. il nombramiento y remoción del profesor corresponderán al respectivo Prelado de la Diócesis. rt. 59 Los estudiantes de Jurisprudencia de la Universidad Central asistirán el tercer año de su mátricula, á la clase de Filo- sofía superior; el cuarto, á la de Historia; y el quinto, á una de las de Literatura. , No estarán obligados los comprendidos en el inci dente á dar examen de estas materias accesorias. a . z Art. 6% El Consejo General de Instrucción Pública dictará los Reglamentos necesarios para la organización de la: Facultad, la opción de grados etc. y los someterá á la aprobación del Poder Ejecutivo. A Art. 72 Este decreto se hace extensivo á todas las provincias donde existe Corporación Universitaria, siempre que ésta la soli- cite del Gobierno y en ellas se establezcan las demás enseñanzas especiales propias de la Universidad Central. . E A 9 Queda en este sentido reformada la Ley Orgánica de Instrucción Pública. As Dado en Quito, Capital de la República, á ocho de Agosto de mil ochocientos ochenta y ocho. . El Presidente de la Cámara del Senado, Agustín Guerrero.— El Presidente de la Cámara de Diputados, Xerzig10 Crespo To- ral.—El Secretario de la Cámara del Senado, Manuel M. Pólit— El Secretario de la Cámara de Diputados, José María Banderas. Palacio de Gobierno en Quito, á 14 de Agosto de 1888.— Ejecútese.—PEDrO José CEvALLOS.—El Ministro de Instruc- ción Pública, J. M. Espinosa. so, prece— —566 — EL CONGRESO.DE LA REPÚ BLICA -DEL ECUADOR, Be la solicitud del Rector de la Universidad de Quito, | DECRETA : Art. 1? Páguese preferentemente, á la Universidad de Qui- to, la suma de veintiseis mil trescientos treinta sucres sesenta y siete centavos que le adeuda el Tesoro público. Esta cantidad y la de diez mil sucres que se asigna de los fondos nacionales, se destinarán, á juicio de la. Junta Administrativa de dicha Corpora- ción, pará la compra ó construción de una Ea. adecuada á los usos y necesidades de la Universidad Centr Art. 2% Las sumas de que habla el a anterior, se en- tregarán al Colector de la Universidad por dividendos de á dos mil sucres mensuales, que se penen desde el primero de enero de mil ochocientos ochenta y n - Dado en Quito, Capital de Sa República del Ecuador á ocho de agosto de mil ochocientos ochenta y oc El Presidente de la Cámara del do A gustín (Guerrero. - —El Presidente de la Cámara de Diputados, Remigío Crespo To- ral.—El Secretario de la Cámara del Senado, Manuel M. Pólit. —Fl Secretario de la Cámara de Diputados, José María Bande- - Palacio de Gobierno en Quito, á 22 de agosto de 1888. : —Ejecútese. —A. FLORES.—El Ministro de lo Interior, Instruc- ción Pública S:?*, Elías Laso. - República del Ecuador.—Rectorado de la Corporación Uni- versitaria del Azuay.—Cuenca á 1? de agosto de 1888 Señor Rector de la Universidad Central. Señor: La continuación de “Los Anales” de la Universidad de Qui- to, es un acontecimiento que ha despertado las esperanzas de los amigos de la Instrucción Pública, puesto que de ese foco de luz participarán los demás Establecimientos. Es por esto que con- sidero indispensable la adquisición de aquella importante obra de que ha cárecido, no sé porque causa el archivo de esta Junta Uni- versitaria; y para obtenerlo, ruego á US. se sirva disponer que Sé me remitan los siete primeros número s de los “Anales” con el aviso de su importancia, para med á vuelta de correó. Dios guarde á US. Juan Bautista Basquez. : — 567 — República del Ecuador.—Rectorado de la Universidad Cer tral. —Quito, agosto 8 de 1888. H. Señor Rector de la Corsorlibas Universitaria del Azuay. Contesto á su estimado oficio del 12 del presente mes, en el que pide los primeros seis números de “Los Anales oy mandará el Colector los cinco números que existen en la Colecturía, pues el segundo está agotado. Como el pedido de este número es repetido : se ha ordenado hacer de él una segunda edición y cuando esté concluida cuidaré de remitir á US. En los correos próximos pasados habrá recibido US. H. los Números 7? y 89, en el próximo córreo' venidero recibirá el 92 Como el interés por la difusión de las luces es común á todos los Establecinienl científicos, no dudo de que la Corporación universitaria del Azuay tan dignamente regida por US. H. enri- quecerá “Los Anales” de esta Universidad con los trabajos cientí- ficos ó literarios que se digne remitir, abrigando la «seguridad de que se públicarán inmediatamente en “Los Anales,” pues la Uni- versidad Central tiene á honra favorecer el movimiento progre- sivo científico de todos los Establecimientos públicos de ense- ñanza, pero particularmente los del- Azuay quien está en comu- nión de ideas y de principios. Dios guarde á US. H. ELíAs Laso. República del Ecuador. —Rectorado de la Liivoqidsd Cen- tral. —Quito, agosto 18 de '1888.. Señor Vicerrector de la Universidad. eseo de ser útil á mi patria, allí donde me llame á servirla, me ha obligado á dejar con sentimiento el Rectorado de la Universidad para hacerme cargo de la Cartera del Interior y Rela- ciones Exteriores, pongo este hecho en conocimiento de US. para Que se digne encargarse del despacho. Dios guarde á US. a s EtLías Laso. República del Ecuador.—Vicerrectorado de la Universidad Central.—Quito, agosto 20 de 1888. El Señor Rector de la Universidad Central, con fecha 18 del mes en curso, me dice lo que copio CIRCULAR. Señor Decano de la Facultad de oooooommmm-==--==--- El deseo de ser útil á mi patria, allí donde me láme á — 568 — servirla me ha obligado á dejar con sentimiento el Rectorado de la Universidad para hacerme cargo de la Cartera del Interior y Rela- ciones Exteriores; pongo este hecho en conocimiento de Us. da que se pens encargarse del despacho.—Dios guarde á Elías L Lo ue tengo á honra poner en conocimiento de US., para los fines consiguientes. Dios guarde á US. RAFAEL BARAHONA. República del Ecuador. aa de la H. Cámara del Se- do.—Quito, agosto 13 de 1888. Señor Decano de la Facultad de Medicina. El H. Senado en su sesión de hoy, confiando en los conoci- mientos científicos de esa Facultad, tuvo á- bien pedirle se sirva informar sobre las adjuntas Convención Sanitaria, Reglamento y conclusiones técnicas firmadas en Lima en mayo del presente año. Encarezco á US. que el informe lo presente dentro de seis días, á lo más tarde. Dios guarde á US. MANUEL M. PÓLIT. República del Ecuador.—Decanato de la Facultad de Medi- cina.—Quito, agosto 14 de 1888. Señor Secretario de la H. Cámara del Senado. Habiéndose impuesto la Facultad de Medicina en su sesión de hoy de los adjuntos ** Proyectos de Convención y Reglamento Sanitario Internacionales” tórmulados por el Congreso Sanitario Americano de Lima de 1888, y de las conclusiones técnicas adop- tadas por el mismo observó que en ellos hay muchos puntos que merecen prolijo estudio y detenida meditación; puesto que, se tra- ta de un asunto de tan trascendental importancia para las Naciones contratantes. En consecuencia se abstiene de dar el informe pedido por ser imposible hacerlo en el cortísimo plazo de los seis días señalados por US. en su apreciable comunicación de ayer. Dios guarde á US. RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO. e E E — 569 — República del Ecuador.—Secretaría de la H. Cámara del Senado.—Quito, agosto 17 de 1888. Señor Decano de la Facultad de Medicina. El H. Senado de la República, en su sesión de ayer, estimó necesario en sumo grado el dictamen de la Junta que US, presi- de, para acoger, modificar ó rechazar los proyectos de Conven- ción Sanitaria Internacional y de Conclusiones Técnicas acorda- das en el último Congreso Sanitario en Lima. Resolvióse el H. Senado á no considerar estos asuntos sino en una de sus últimas sesiones, y hasta entónces mandó que volviesen á pasarse á US. los cuadernos á que me refiero, seguro de que el patriotismo de los Señores Profesores no irá en zaga á su competencia científica. Dios guarde á US. MANUEL M. PÓLIT. República del Ecuador.—Decanato de la Facultad de Medi- - cina.—Quito, agosto 20 de 1888. Señor Secretario de la H. Cámara del Senado. La Facultad de Medicina, en su sesión de hoy, nombró a Señor Doctor Miguel Egas Profesor de Medicina legal é Higiene pública para que emita su informe en los asuntos relativos al Congreso Sanitario Internacional reunido en Lima, cuyo resulta- do comunicará á US. cuando estos trabajos estén terminados y sean aprobados por la Facultad. Dios guarde á US. RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO. República del Ecuador.—Decanato de la Facultad de Medi- cina.—Quito, agosto 20 de 1888. Señor Doctor Don Miguel Egas. tad en la que sin merecimientos presid ; co y verdadero deber, he tenido á bien nombrar á D. para que la informe, nombramiento recaido en su persona, no sólo por ser u el Profesor de Higiene pública, más aun por sus conocimientos, laboriosidad y buen conocido patriotismo. por la Comisión Médico Diplomática. — 570 — En el número 461 del periódico oficial, que también le incl Dios guarde á U. RAFAFL RODRÍGUEZ MALDONADO. eN > ¡ “A, LOS ESTUDIANTES DE MEDICINA. SE VENDE LO SIGUIENTE: Follin.—Pathologie externe...oo..o.oo....- Niemeyer.—Pathologie interne. ....--...... Rabuteau.—Terapeútica y Farmacología..... Trousseau.—Terapeútica y Materia Médica... appey —Anatomía descritiva..........-.. A Vidal de Cassis.—Cirugla....coooooooónos Valletx.—Guía del Médico... ....coooccoc. NVaquet.—Química legal... ooo... ........ Monlar.—Higiene Pública. .oooooooooo0.--- Huxley. —Fisiología é higiene. ........-...- Dad —Pisolopid a PRAT QUÍBACA IA Bouchardat.—Formulario. ooo... Otoscopio, Oftalmoscopio, Geringa de Pravaz. Máquina eléctrica de Gaiffe. Un botiquín completo con todos sus útiles. La persona que interese en algo de lo enumerado en esta lis-' ta, o al Señor Manuel Larrea L., editor y administrador de los “ Anale E 6 tomos. p0. «6 > 5 0 46 173 Ls : 6 «6 114 E 2 «lí 1 «6 I «6 1 sí 1 $5 EN PUBLICACION. FraTaDo DE FÍSICA APLICADA Á LA MEDICINA, Emucía Éiciene Y FARMACIA. Un volumen en 4.9 mayor de quinientas á seiscientas páginas. Por EL Señor Docror Doy JOSÉ MARIA TROYA, Ex alumno interno, por oposición, y Cirujano del Hospital de San Juan de Dios, Profesor de Botánica y Física médica, por oposición y Decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central, Profesor de Física agrícola y Director del Instituto de Ciencias y Escuela de Agricultura, Médico En de la New-Yonk Live ÍxsuraNcE Co. SUSCRIPOION. Adelantada. . A ; $42 as de terminada la obra... “4 Las entregas se harán mensualmente. AGENCIAS DE L05 “CANALES.?? IBARRA.—Señor Don Rice Ricardo Sandoval. Quiro.—Colecturía de la Universidad. los" hs Rafael E. Dávila, carrera de Gar-... LATACUNGA. Senor Do Doctor Don JS pr er RioBaMBA— “ es oO Antonio Vela. e 0 “ , Mé Hormo o PUATAQUE, —Lábeeia del Señor Don P Baro Janss - SUSCRIPCIONES e A ES de ss > 8 Nom. 11 SERIE 2. ANALES DE EA ONVERSIDAD CA PERIODICO OFICIAL DE LA UNIVERSIDAD DE quiro, DESTINADO AL FOMEN- E TO DE LA INSTRUCCION PUBLICA Y AL CULTIVO DE LAS CIENCIAS E LAS LETRAS EN EL ECUADOR. Tratado de Física a) Higiene y re por “el Señor Doctor José María Tr Me 7; + , porel E P Luis uevo medio pat Sodiro, S. JÁ Colaboración ). —piscurso, y por el Señor Doctor e más Rendón. —Discurso, por el Señor Doctor Manuel A. Espinosa y -Ponce.—Boletín Universitario. ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO, SERIE Il. > Quito, octubre 15 de 1888, ¿ NUMERO Il. CIENCIAS AAA AAKXÉÁ FISICA APLICADAA LAMEDICINA, CIRUGIA, HIGIENE PLARMACIA E _— CAPITULO V. INERCIA. (Continuación ) 67 Definición —IxErcIA según la mayor parte de los ft- sicos, es la propiedad que tienen los cuerpos de permanecer en el estado de reposo ó movimiento en que se encuentran, hasta que una fuerza los haga pasar al estado opuesto. Otros la definen, diciendo, que es la indiferencia de los cuerpos al reposo ó movimiento. No debemos tomar éstas definiciones en un sentido diferente del que realmente tienen, porque no faltan quie- nes hayan incluido en esta singular propiedad de los cuer- pos la de la materia misma, ó para expresarnos mejor; se ha creido hasta estos últimos tiempos que la materia de que están compuestos aquellos se halla en perfecta tran- quilidad, siendo todo lo contrario, porque las moléculas materiales, cualquiera que sea el cuerpo que se considere, están en continua agitación en medio de la masa de éter que las rodea: así como los peces en el océano están agi- tados constantemente activa Ó pasivamente, así los áto- mos materiales se hallan, dirémoslo así, sumergidos en ese enorme océano llamado éter, el que también se halla en movimiento activo ó pasivo (5), eso sí, con la diferencia de ser enorme la velocidad de éstos respecto de la de aquéllos. —512— Para confirmar nuestro aserto, tendríamos pruebas físicas y metafísicas ; pero nos ocuparemos tan sólo de las primeras para no extralimitarnos del fin que nos hemos propuesto. a) Si, por seductora y probable, hubieramos de aceptar la teoría de Laplace acerca de la formación del Universo, tendría- mos también la primera prueba en nuestro favor; porque si supo- nemos, como aquel sabio, el Universo en el estado primitivo cons- tituyendo una atmósfera gaseosa é incandescente, de la que di- manaron todos los astros y cuerpos existentes en la naturaleza por condensación de su sustancia, tenemos que conceder que todos ellos conservan aún siquiera una pequeña cantidad de ca- lor; pero está visto (5) que el calor es puro movimiento mate- rial, luego es indudable que la materia, por razón del calor que contiene, está en constante actividad. b) La cuestión de la atracción universal ha sido puesta en duda por algunos físicos. A nosotros no nos toca afirmar ni ne- gar su existencia, porque quedaríamos siempre en el campo de las hipótesis; nos basta reconocersusefectos, loscuales nadie pue- de poner en duda, y, de esta consideración podemos concluir tam- bién que la materia está en continua actividad, y esto nos basta. En efecto, no podemos figurarnos fuerza ó efecto tan poderoso como el de la atracción, sin que concedamos al mismo tiempo que algo pasa en los cuerpos en que tal fenómeno ocurre. Suponga-. mos por un momento á la materia privada de toda actividad; ¿dirémos por esto que ella es capaz de atraer ó producir un efec- to semejante ? claro queno; y si alguien afirmáse lo contrario, cae- ría en contradicción evidente, por que una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo; luego el hecho de la atracción, ó como quie- ra decirse, implica la idea de fuerza ó acción, ó lo que es lo mis- mo, de actividad. i €) Lo mismo que dejamos dicho de la atracción, podemos aplicar á la afinidad química, con sólo la diferencia de que la prue- ba es más concluyente todavía. Se sabe que la afinidad química es la tendencia que tienen los átomos á combinarse ó unirse íntimamente para formar mo- léculas. Si no podemos poner en evidencia esta fuerza por los sentidos, podemos por lo menos ver y palpar sus efectos. —Tengo yo dos cuerpos: en apariencia parece que cada uno de ellos está en perfecta calma ; ni el tacto ni el ojo armados de los mejores ins- trumentos de aumento nada me revelan: sinembargo, pongá- moslos en contacto uno del otro, y al instante se inflaman; y por qué esta inflamación tan repentina? ¿cómo pudieron estos cuer- pos engendrar de pronto tanto calor para poder inflamarse? ¿có- mo pudo haberse hecho un cambio tan violento de los átomos del uno con los del otro para dar lugar á. un tercer cuerpo resultante de la combinación de los dos? Poned en contacto el fósforo y el iodo y veréis que así sucede. De dónde pueden sacar estos cuer- pos una actividad tan brusca é instantánea si no la tenían? ¿Es de Dia acaso posible que tuna fuerza pueda crearse en un instante dado sin que haya un reservorio ó fuente de donde tomarla. La teoría mecánica del calor nos proporcionara también otra prueba importante en favor de lo mismo, si no fuese que este asunto necesita detallados conocimientos, cuyo estudio lo deja- E mos para después. Por lo expuesto se ve que la materia, si bien se nos presenta á nuestros sentidos como inactiva, no lo está en realidad: el ejemplo propuesto anteriormente (11) hace ver e una manera un tanto aproximada esta admirable acti- vidad; sus demostraciones las iremos viendo en el curso de la obra. Si pues hemos de entender por inercia la in- diferencia que tiene la materia para ser trasportada de un lugar dá otro, ó permanecer inmóvil en el sitio que se le ha abandonado, le concederemos, en efecto, tal cualidad, aunque lo sea negativa; pero, sí hemos de tener por iner- cia la quietud absoluta de las partícules materiales, como también lo han creido algunos; no, porque para nosotros, éstas nunca están quietas ni pueden estarlo, atentas las fuerzas existentes en la naturaleza. 68 APLICACIONES,—La inercia aunque sea cualidad ne- gativa de los cuerpos, sirve para explicar ciertos fenóme- nos físicos que ocurren ordinariamente y de los que tal- vez no nos damos cuenta. Por la inercia ruedan indefi- nidamente esa multitud de astros arrojados al espacio por a mano omnipotente de su Creador, quien les comunicó el primer impulso; por la inercia es que los cuerpos conservan también indefinidamente el reposo relativo si no hay una causa extraña que los saque de ese estado; por la inercia también siguen su curso. las aguas, ora mansas, ora precipitadas, y por ella se verifica el flujo y reflujo de los mares; por la inercia se precipitan las aguas de los cielos, y se elevan á remotas regiones en estado de vapor para luego condensarse y precipitarse sobre la tie- rra; finalmente, por la inercia se suspenden las aves en el aire y los peces en los mares. : Fenómenos más complejos y de otro orden se expli- can también por la inercia. Si se desea saltar al través de un pozo de alguna extensión, es necesario dar impulso al Cuerpo corriendo algún trecho, para que este vaya anima- do de cierta velocidad que ayude al esfuerzo instantáneo en el momento del salto. Si se desea saltar de un carruaje a “en movimiento, es menester hacer un esfuerzo en sentido opuesto mayor ó menor, según la velocidad, para contra- restar la fuerza que, en virtud de la inercia, lleva el individuo: de otro modo hay riesgo de caer en tierra. Los equitado- res en el circo, cuando se desprenden del caballo no caen delante de él, ni á un lado, sino que vuelan á gran distan- cia, siguiendo la dirección de la tangente que pasa por el punto donde el equitador abandonó al caballo.—Las má- quinas que desempeñan el oficio de motores, necesitan que selas ponga una rueda de algún peso para favorecer á la potencia y regularizar el movimiento. Al principio la rueda ha menester de algún esfuerzo para ser movida; pero, una vez que se ha iniciado el movimiento, sigue an- dando aún después de suspendida la fuerza que hace an- dar á la máquina: todo esto á consecuencia de la inercia. —Es por esta misma razón que cuando nos resbalamos ó tropezamos y vamos á caer, alzamos instintivamente los brazosó inclinamos el tronco en dirección opuesta para contrarestar la acción de la gravedad que tiende á arras- trarnos en un sentido dado. Como una consecuencia de la inercia de los cuerpos, dirémos algo acerca del roce Ó frotamiento. Hemos di- cho que un cuerpo en movimiento deja de moverse por la atracción de la tierra y por el roce del aire, que siendo, co- mo es, impenetrable, opone alguna resistencia al cuerpo que se mueve. Si no existiesen á la verdad, estos dos obs- táculos, el móvil recorrería los espacios indefinidamente como sucede con los astros. El roce llega á ser mayor cuando un cuerpo resbala ó rueda sobre otro, porque, por lisas que sean las superficies de contacto, tienen siempre desigualdades que estorban el movimiento, y esto sin to- mar en cuenta otra fuerza, que estudiaremos después con el nombre de adhesión. Se puede disminuir un tanto el roce ó frotamiento de los cuerpos en movimiento, si se cuida de interponer un tercer cuerpo untuoso que impida el que se toquen los dos anteriores. Lassustancias grasas, los aceites etc. facilitan el movimiento impidiendo así el roce. La naturaleza, sabia siempre, se ha cuidado de aprovechar de esta circunstan- cia para facilitar el movimiento de los órganos en los ani- males. Todos los órganos, que están destinados á la mo- vilidad, se hallan barnizados de sustancias más Ó menos viscosas que facilitan el deslizamiento: los ojos tienen las — 313 — lágrimas que los humedecen; la lengua la saliva; los pul- mones, corazón, intestinos etc., se hallan envueltos por unas túnicas dobles llamadas membranas serosas, por tener la propiedad de formar ellas mismas un líquido dicho sero- sidad, que sirve para facilitarel deslíz. Finalmente, las ar- ticulaciones en el hombre y animales están lubrificadas por un barníz espeso y trasparente, semejante á la clara de huevo (álbumina ), llamado sinovia: el mismo líquido exis- teenlas vainas tendinosas que envuelven las extremidades fibrosas de los músculos, ó sea los tendones, siempre con el fin de facilitar sus movimientos. En Medicina y Cirugía la palabra inercia se la to- ma en diverso sentido que el que tiene en física: se dice, por ejemplo, inercia de la matríz, de la vegiga, de los in- testinos, para manifestar que estos Órganos son impoten- tes para contraerse ó entrar en actividad; pero como es fácil comprender, á nosotros no nos toca ocuparnos de es- te asunto, y por lo mismo, lo pasaremos por alto. GAPILTOLO Vb POROSIDAD. 69 Delinición.— Se ¿lama POROSIDAD la propiedad que ticnen los cuerpos de conservar entre sus átomos y moléculas unas distancias que forman pequeñas cavidades, á las cua- les se da el nombre de poros. Esta propiedad general para todos los cuerpos no lo es para la materia. 70 Volumen real y aparente. —Puesto que los cuerpos son porosos, hay dos elementos que considerar en su cons- titución; la materia ó sustancia de que están formados y los poros que separan las partículas materiales. De esto proviene que el cuerpo privado de poros (esto es mera suposición, puesto que jamás se conseguirá eliminar los poros que contiene) tendrá un volumen diverso que cuan- do los tiene. En el primer supuesto se dice que el vo/z- men es real; y en el segundo que es aparente. Esta dis- tinción nos servirá más adelante cuando tratemos del peso propio de cada cuerpo, ó sea su peso específico. 71 Pruebas de la porosidad—No necesitamos dar prue- bas acerca de la porosidad de los cuerpos, porque su exis- E — tencia es bien conocida de tcdos: basta aceptar, como he- mos tenido que hacerlo, la divisibilidad para que tenga- mos que reconocertambién aquella. En efecto, nose com- prende cómo un cuerpo pueda ser divisible sin ser poroso; pues repugna que la materia continua sea divisible. 72 APLICACIONES, —Son tantos y tan variados los ca- sos en los que toma parte la porosidad que sería, sino im- posible por lo menos difícil. enumerar todos y cadauno de ellos. Con todo, vamos á ocuparnos siquiera sea de los más importantes. La filtración es una de las más importantes: de las aplicaciones de la porosidad: se la hace en grande y en pequeño; comenzaremos por esta última. 73 Piltración en pequeño.—En las manipulaciones quí- micas y farmacológicas es muy frecuente el uso de los fil- tros. Estos pueden ser de lienzo, algodón cardado, pa- pel sin cola, amianto etc, etc.; pero los más perfectos de todos son las membranas orgánicas puestas en uso sólo en los casos de ósmosis y diálisis, fenómenos que serán asuntos de un capítulo separado más adelante. En cuanto á los primeros, no se los usa indistinta- mente, cada uno está recomendado en casos especiales, siendo más usual y cómodo el papel sin cola. Se hace uso del lienzo y algodón cuando se trata de separarsólo las sustancias muy groseras, ó bien cuando el cuerpo sólido que flota en el líquido es gelatinoso y no hay temor de que pueda atravesar el filtro. En todo caso ésta es una filtración imperfecta y de poco uso. No así con el papel que reune á su bajo precio la prontitud y buen re- sultado en la filtración. Esta se hace regularmente en em- budos de vídrio sobre los que se coloca el papel dándole la forma de conoócucurucho llano 6 plegado varias veces: es- te último modo tiene por objeto impedir que el filtro se ad- hiera al embudo y facilitar así la filtración. El amianto está destinado 4 todos aquellos casos en los que se debe filtrar sustancias que corroen é inutilizan los demás filtros, como sucede con los ácidos enérgicos, como el sulfúrico, nítrico, clorhídrico etc. El amianto €s una sustancia mineral inalterable á los ácidos y que se pre- senta en forma de hilos sedosos de alguna consisten- cia. - : Se puede acelerar la filtración por todos estos medios haciendo uso de aparatos especiales que puedan facilitar la — ÍA 2 óen otros términos, haciendo el vacío. 74 Filtración en grande escala, —Aplicaciones á la Higiene, — Como un medio de asegurar la salubridad de las pobla- ciones, se ha propuesto, y. con buen. resultado, el uso de grandes filtros para depurar: las aguas potables, no sólo de las sustancias insolubles en suspensión, sino también de ciertos gases dañosos á la salud. Vamos á ocuparnos de la manera como se formán estos filtros y la disposición que deben tener para conseguir los resultados apetecidos. Para proceder con orden, hablaremos primero de los materiales que entran en la confección de los filtros, para luego procederá su formación. Las materias preferibles para la filtración en grande escala son regularmente: el guijarro, la pomez, la arena gruesa ó menuda, el polvo de ladrillo, la esponja y el car- bón vegetal 6 animal. Hablaremos de cada uno de estos ingredientes. : El guijarro está destinado casi siempre á servir de le- cho á las demás sustancias: se lo pone en el fondo de los aljibes 6 estanques con el fin de hacer que forme una ca- pa consistente, :á la par que permeable, é impedir. que los materiales más finos que han de ir, sobre ella sean arras- trados por las aguas, cuandola filtración se hace de arHt- ba hácia abajo. : La pomez es un material precioso para la construc- ción de los filtros, porque puesta en estado de fragmentos gruesos ó cascajo, desempeña el oficio de filtro fino por sus porosidades pequeñas, y de capa de sustentación como el guijarro; y aun puede concedérsele la propiedad de absor- er los gases en virtud de su composición química y su excesiva porosidad. z 4 pa a arena gruesa puede funcionar sólo mecánicamen- te, es decir, para estorbar el paso de la arena fina que debe Ir sobre ella, sin que deje de ser permeable. E a arena fina posee la propiedad de formar, así mis- mo, una capa bien permeable é insóluble. Es en ella que deben depositarse todas las sustancias inmundas sólidas que se hallan en suspención en el agua; como por ejemplo, el cieno, los vegetales y animales microscópicos que pe nen las aguas, especialmente las corrompidas; en fin todas las sustancias insolubles que arrastran los torrentes según el suelo por el que atraviesan. | extracción del aire de la vasija querecibe ellíquido filtrado, - —M8— Algunos prefieren á la arena, ó ponen á la vez que ésta el polvo de ladrillo, que goza también de propiedades es- peciales, como son: la poca cohesión entre sus partículas, y como consecuencia, la permeabilidad, la absorción y la firmeza del filtro; sólo que, tiene el inconveniente de co- municar al agua filtrada un tufo ó mal gusto repug- nante, pero que desaparece con el lavado repetido; por lo que, antes de hacerse uso de las aguas que han atrave- zado por tal filtro, es preciso hacerlas correr altravés de él por algunos días hasta que haya desaparecido «el mal gusto de que hemos hablado. La esponja suele usarse en los lugares en que abunda este material, y de preferencia, en la filtración as- cendente antes que en la descendente: regularmente es la última capa que debe atravesar el agua y en la que se purifica de todas las impurezas exteriores Ó arrastradas y desprendidas del filtro mismo. Así como la pomez, €s un material de suma utilidad, con la desgracia de ser su precio bastante elevado para poderla usar en los filtros extensos. El carbón vegetal entra en la confección de los fil- tros por gozar de la propiedad importante de absorber los gases que el agua ha disuelto al pasar por terrenos que los tienen, Ó que se han formado en el seno mismo de aquella por la putrefacción de los matariales orgánicos que entran en su composición. Esta propiedad se halla favorecida por otras, como la porosidad, insolubilidad ab- soluta y bajo precio. No sucede lo mismo con el carbón animal que, Sl bien goza del poder absorbente en grado más elevado que el vegetal, es costoso, y aun repugnan los consuml- dores hacer uso de tal material, en atención á su orígen; defecto que nada tiene de racional, porque una vez calci- nado el hueso (que es la materia de que se hace) se con- vierte en una sustancia insoluble y de composición qui- mica diferente. Conocidos estos pormenores, es fácil darse cuenta de la manera como se hace y del fin que tiene la filtra- ción en grande escala. _. Comenzaremos por decir que esta se la practica de diversas maneras, tanto por los materiales que entran en la preparación de los filtros, como respecto del curso de las aguas. Hay filtros (y son los más comunes) en los que el agua turbia ó infecta entra por la parte alta y sale por la baja; en tal caso la filtración toma el nombre de des- cendente, en otros, aprovechando de la presión de la mis- ma agua, se le obliga á elevarse por el interior del filtro y entonces la filtración se llama ascendente; por último, los hay mixtos y son los mejores, es decir, aquellos en los que el agua al descender abandona las sustancias más groseras, y al ascender por otro filtro contíguo se priva del resto de las impurezas. Para construir un filtro arreglado higiénicamente se procede de la siguiente manera: se comienza por elegir el lugar más adecuado para tal objeto; es decir, un lugar elevado algunos metros sobre el suelo dominante de la población á alguna distancia de ésta, que no sea ni muy cercana que pueda inficionarla, ni tan distante que el agua vuelva á cargarse de impurezas. Si es posible con- ducir el agua después de filtrada por cañería de hierro, es preferible que los filtros se hallen á gran distancia de las ciudades. No son raras las poblaciones que han pre- ferido construir dos clases de filtros los unos distantes y los otros, (que son los más finos) en los alrededores de la ciudad. En nuestra Capital, bastaría que éstos se sitúen en las cimas de las colinas que nos rodean y por las que pueden pasar las aguas; por ejemplo, en las alturas del Placer y de la Chilena. : Una vez elegido el sitio se calcula el área Ó exten- sión del estanque, la que debe estar en relación con el caudal de aguas, y en razón inversa de su pureza. Para nuestra población de Quito bastarían dos aljibes de 100 metros cuadrados cada uno; es decir, de 10 metros «por lado. : Para la construcción del estanque, supongamos que se trata de la filtración descendente. Como el agua que debe atravesar el filtro, tiene que colectarse en un solo conducto de desagiie, es preciso hacer previamente un Plano inclinado cuya parte baja mire en dirección de aquel, 9 lo que es mejor, varias canales convergentes todas á una canal común. Las paredes del depósito deben ser sólidas y resistentes al empuje de las aguas, para lo que, lo más sen- cillo es cavar el terreno en un punto que tenga consis- tencia y formar allí el aljibe de fábrica de piedra, y si es Posible, con mortero romano. Conviene también para el fácil asco, disponer que el estanque no tenga ángulos, en- — 580 — trantes, ó si los tiene, que éstos sean obtusos; el cilindro es la forma más adecuada aun para la duración. —Termi- nada esta operación, se comienza por llenar el fondo del aljibe con piedra gruesa, teniendo cuidado de cubrir las ca- nales ó acueductos con prolijidad, para que quede expedi- to el curso de las aguas: sobre esta capa se pone otra de piedra más delgada, y luego otra de guijarro; en segui- da se echa arena ó cascajo grueso; después arena más delgada, y por último arena fina. A esta capa se sobrepo- ne una de carbón groseramente pulverizado, y, según se desee un filtro más ó menos perfecto, se alternan varias capas de arena y carbón, según se quiera. Por último, se termina llenando el estanque de cascajo, y luego de gui- jarro delgado al principio, y grueso después. Para que la filtración se haga con perfección y el agua se reparta uniformemente sobre él, es oportuno po- ner una cubierta, si se puede de piedra, y sino siquiera de madera acribillada que haga las veces de cernidera Ó criba, que reparta el agua uniformemente: este plano de- be ser perfectamente horizontal. Hay que preferir para esta cubierta la piedra ó planchas de palastro á la madera, porque ésta tiene el inconveniente de alterarse con € tiempo y la humedad, y sólo en el caso de carecer de los otros materiales, se debe hacer uso de la madera, siem- pre que sea inalterable al agua, Los filtros ascendentes (*) están construídos de la mis- ma manera, con sólo la diferencia de que el agua debe £s- tar encerrada en un tubo ó estanque vecino áuna altura que sobrepase con mucho el nivel del filtro, á fin de obligarla á subir por la presión de si misma. Estos filtros terminan, . as más de las veces, en una capa de esponja sujeta por barras de hierro ó planchas de palastro perforadas, Cir- cunstancia necesaria para impedir que las capas superio- res sean expulsadas en fuerza dela presión que reciben. Los filtros mixtos, que son los más eficaces por dar una agua potable exquisita, están compuestos siempre de dos departamentos ó más, de los cuales, el uno deja correr el agua de arriba abajo y el otro ála inversa. Como es fá- cil comprender, el primero está destinado á retener las im- “Purezas de mayor tamaño, y el segundo á clarificarla per- : id. (*) Se nos permitirá dar este calificativo á los filtros, haciendo uso de la e -fora, con el fin de ahorrar palabras; lo: mismo téngase presente cuando hablemos “ los descendentes, A E : A A O MS E fectamente y desinfectarla. Enlos filtros mixtos, el des- cendente debe contener guijo en la parte alta y en la ba- ja, y cuerpos menudos en el medio; mientras que en el as- cendente solamente en la parte interior debe haber cas- cajo Óó guijarros, pero en la superior siempre arena fina ó esponja, como ya se ha dicho. n los filtros descendentes debe haber un espacio va- cío entre la cubierta y la primera capa filtrante, con el fin de que se contengan allí el cieno y demás cuerpos de al- guna consideración. Es también una buena precaución hacer que este vacío esté ocupado por plantas leño- sas secas y entrecruzadas que pueden renovarse fácil- mente, arrastrando con ellas las impurezas más notables. - Los filtros segúnla manera comose construyen, tienen mayor ó menor duración: ésta depende de la calidad de los materiales y del espesor de las capas. Desde luego se comprende que el único motivo por el que puede lle- gar á inutilizarse un filtro, es por que con el depósito constante de materias extrañas sedimentosas llega á ha- cerse impermeable, quedando entonces el agua estancada en la superficie. Este inconveniente se evita haciendo que los pozos de filtración sean profundos, y gruesas las capas de material grosero; por el contrario, delgadas las compuestas de ingredientes finos. - La segunda razón por que llegan á hacerse, sino in- servibles al menos inadecuados, los filtros destinados á desinfectar el agua, consiste en la saturación, Óó para ser más explícitos, en el cansancio, diremoslo así, que sufre el carbón cuando ha absorbido gases en gran cantt- dad; entonces este material ya no absorbe más y queda inutilizado. Para evitarestei ienteno hay otrorecur so que la renovación, por lo que, enla construcción de tales filtros se toma la precaución de colocar la capa de carbón independiente de las demás, en un departamento accesi- ble á la mano del hombre. La duración media de un filtro bien preparado y de re- gulares proporciones alcanza á diez años más Ó menos, y la de las capas de carbón á seis meses, si miden un espesor de 0,7 50, de lo que se deduce que los filtros formados con este último material son dispendiosos y molestos, pero de efecto muy favorable. , Para hacer la renovación de los filtros, es importante tomar algunas precauciones para evitar que los encargados 14M 14 4 de hacerlo sean inficionados por los gases tanto tiempo re- tenidos, En terapéutica é higiene se estudia los varios de- sinfectantes que conoce la ciencia para evitar que los indi- viduos expuestos á tales emanaciones queden á cubierto de los daños que pueden ocasionar: entre los más conoci- dos y baratos figuran: el hipoclórito de calcio y el sulfato de hierro, debiendo darse la preferencia al primero. 75 Apreciación. —Para terminar este asunto nos falta decir algo acerca de las ventajas ó inconvenientes que tie- nen los diversos sistemas de filtros comparados unos con otros. Los ascendentes merecen la preferencia sobre los des- cendentes porque llegan á obstruirse con más dificultad, pues todo el poso que dejan las aguas, queda en el asien- to del filtro, el que puede extraerse con el lavado, con so- lo la precaución de dejar una abertura baja por el que pue- da salir el agua emporcada, y hacer llegar de cuando en cuando agua limpia á la parte superior, como si fuese filtro descendiente;para lo cual basta, á veces, el agua de lluvia. Un filtro de esta naturaleza, bien dispuesto y vigilado con esmero puede durar indefinidamente. Las ventajas de los descendentes consisten, en gran parte, en su menor precio; pero en cambio duran menos. Si las condiciones del terreno son favorables para la fabricación de filtros mixtos, se debe dar la preferencia á éstos, porque participan de las ventajas de los unos, sin te- ner, en absoluto, los inconvenientes de los otros. . 16 Aplicaciones á la Medicina y Cirugía.—Por demás fasti” dioso sería enumerar siquiera los casos en que la Medici- na aprovecha de la porosidad de los cuerpos exteriores y aun de los del interior del organismo en sus procedimien- tos. Baste decir que el intestino y la piel por donde pene- tran las más de las medicinas que el médico prescribe á sus dolientes, están constituidos de poros finisimos que si bien dan paso á las sustancias solubles ó volátiles, no lo permi- ten á las insolubles, aunque se hallen reducidas á polvo im- palpable. La absorción de los alimentos, las secreciones y excreciones, el paso del aire y ácido carbónico en los pul- mones etc. etc., se hace siempre á beneficio de la porosl- dad de los órganos respectivos. La Cirugía, ciencia que se ha apoderado, dirémoslo así, de las demás ciencias, á finde sacar algún partido en pró de la humanidad doliente, no ha descuidado tampoco hacer e A A A sados Ml E — 58s — uso de la porosidad de los cuerpos en sus aplicaciones. Aprovecha de la flexibilidad, elasticidad etc., que son nada menos que consecuencias de la propiedad de que tratamos. Ni se le ha escapado hacer uso de cuerpos como la espon- ja,la laminaria digitata (planta marina ) y otrosque tienen la virtud de hincharse considerablemente cuando se hallan en presencia de los humores del cuerpo, con el fin de dila- tar los trayectos fistulosos. A esta manera podríamos ci- tar infinidad de casos, pero el temor de hacernos cansados y nimios, hace que terminemos este capítulo para ocu- parnos de otros no menos importantes. : ( Continuará ). YY YY YY ANNA Y ; X wWIMMIMNYYYYY A D AVDA Ó AYA BA He, PARZX IIPUIIMIMIOOA LA LANGOSTA, a. Esperamos hacer cosa útil á los pobladores de nuestras pro- vincias del Norte, devastadas, desde algunos años, por la Lan- gosta, dándoles á conocer un medio recientemente inventado para exterminar este voraz ortóptero. He aquí como lo describe un periódico europeo. “El expediente consiste en un sistema de bastidores portá- tiles, compuestos, cada uno de una pieza de lienzo grosero, de 50 metros de largo y 85 centímetros de ancho, cuyo borde superior es recorrido por una faja de tela encerada, de 10 centímetros de an- cho. Cuando se descubre una tribu de Saltones en marcha, se co- locan dichos bastidores de frente á la dirección que lleva la colum- na viajera, con la tira de tela encerada en la parte superior, y se los sostiene levantados por estacas clavadas en el suelo. Al lle- gar los saltones al bastidor, trepan por él; pero, no pudiendo aga- rrarse ála tela encerada, después de inútiles esfuerzos, caen al suelo. Persistiendo, sinembargo, en querer salvar el obstáculo que se Opone á su marcha, se dirigen hácia los dos extremos del basti- dor; en donde dan con un hoyo cavado de antemano, (al momen- to de armar el bastidor) cuyas paredes se cubren con planchas de hojalata ; y resbalando sobre éstas, caen al fondo del hoyo, donde las personas, que toman parte en la expedición, los matan con toda facilidad. ” Concluido este acto, se tapa con tierra el hoyo, se levanta el bastidor y se repite la función en otra parte. .. Excusado es decir que este medio es aplicable sólo por el tiempo, en que la Langosta carece de alas, que dura hasta unos dos meses después de nacida. En este período, en el que suele llamarse saltón, camina al principio, sólo desde las ocho ó nueve — 584 — de la mañana, hasta las cuatro ó cinco de la tarde; mas; cuando ha adquirido mayor vigor, desde que se levanta el sol hasta que se pone. No es, pues, difícil averiguar por la madrugada ó la tarde, donde hay enjambres de saltones para acudir con tiempo con los aparatos indicados, y armarlos oportunamente antes que se pon- gan en marcha. Ayuda para esto el saber que las hembras sue- len poner los huevos en las colinas ó lugares secos y desiertos, y. allí es en donde deben buscarse los saltones al principio. - Para mayor comodidad en el trasporte de los bastidores, su- ponemos innecesario el que las telas se fijen estabilmente sobre armazones. Después de haber pegado sobre un borde de un lado de cada una la tira encerada, pueden transportarse en rollos, tras- ladando, al mismo tiempo, á parte las estacas necesarias para ar- marlas en bastidores en los puntos en que convenga ejecutar la operación.—Tenemos sí, por conveniente para armarlas más expe- ditamente, el que en el borde inferior vayan provistas de pequeñas argollas á distancia de dos varas, por las cuales, y mediante unas estaquitas con gancho, se claven en el suelo, y en el superior, de unas piolas para amarralas á las estacas á la altura conveniente. De esta manera se podrán acomodar fácilmente los bastidores cual- quier que sea la desigualdad del suelo. Cuando los Ingleses, dice el mismo periódico, se apoderaron en 1878 de la isla de Chipre, se vieron casi en la precisión de aban- donarla, por que los pobladores ya se preparaban á expatriar, aco- sados por la total destrucción de sus campos, causada por la lan- gosta. Después de empleados en vano los expedientes ordinarios, adoptaron el que acabamos de describir, inventado por el Señor Ricardo Mattei, con cuyo medio llegaron á preservar la Isla de este terrible azote. Tratándose de asunto de tan alta importancia, no será por demás el que indiquemos otro medio, que hallamos descrito en una Obra española, bajo el nombre de Buitrón ó Butrón, el cual, sobre ser muy adecuado y económico, es sumamente manejable, así que pueden ocuparse en esta operación aún las mujeres y los muchachos de corta edad. El Butrón consiste en un lienzo cuadrado ó6 cuadrangular, de tres ó cuatro varas de largo, con una apertura en el centro, de la cual pende una manga cosida al mismo lienzo, formando boca re- donda ó saquillo como de una tercia $ media vara, cerrada á su final por un atadero, para poderla desocupar fácilmente. Este butrón se tiende en el suelo inmediato al cordón, enjam- bre ó jabardo de langosta; por su lado opuesto se levanta un poco á fin de que no se marche el saltón que va entrando en el lien- zo, y así que está cubierto de langosta, se levanta entre dos personas por las puntas, se mueve con la fuerza necesaria para que se pre- cipite en la manga, y una vez llena, se desata la bolsa dentro de un hoyo de tres piés de profundidad, donde se deja enterrada y == dole después algunas piedras encima si las hubiere puede ser más sencilla la operación: bien colocado el bu- trón como queda dicho, se forma por los operarios un semicírculo á su alrededor, el cual se va estrechando paulatinamente, ojeando el insecto suavemente al impulso de unas ramas de cualquier ar- busto, y aun con los mismos sombreros de los trabajadores. El caso es moverlo, obligarlo un poco á que vaya dando saltos hácia el butrón, á favor del aire, y la misma práctica que adquieren los “Operarios en el primer día, basta para conseguir el objeto, que da- rá mejores resultados si á la cabeza de cada cuadrilla de cinco ó seis personas se pone un capataz algo experto. Este número de individuos es suficiente para manejar cada butrón; mientras le lle- nan, uno de ellos abre el hoyo para enterrar el insecto recogido. Cuando esta operación se hace bien, y la infección es de gran- des proporciones ó jabardos, una cuadrilla de seis ó siete personas -'puede coger é inutilizar en un día de ochenta á cien arrobas de bosta a El arado y el fuego han sido, y son recursos quese han em- “pleado también para destruirla, y cuantas observaciones se hayari hecho y se hagan en lo sucesivo acerca de los accidentes atmos- Féricos que desenvuelven los huevos de la langosta, y cuantas me- didas puedan convenir á su extinción, son otros tantos medios Con los que una autoridad celosa podrá evitar siempre males de Consecuencia trascedental. “bien apisonada con la pala, el azadón ú otro instrumento, ponién- r o E —— "q COLABORACION. DISCURSO COMPUESTO POR EL Doctor TomÁs RENDÓN, PROFESOR DE LA CLASE SUPREMA DE GRAMÁTICA, Y RECITADO POR UN ALUMNO DEL COLEGIO NACIONAL DE CUENCA; DESPUÉS DE LA DISTRIBUCIÓN DE PREMIOS. Señores Superiores y Catedráticos. estila en ocaciones como la presente. _Extenso'es, y demasiado extenso el tema que se me ha suge- — 586 — rido; pero me limitaré únicamente á lo muy preciso, procurando que mis reflexiones sólo recaigan en particulares que merezcan la atención de esta respetable concurrencia. Triste era, Señores, dolorosa y aflictiva la situación de este establecimiento, en tiempos no muy remotos; pero desde que la legislatura del año 86 lo levantó de la postración en que se hallaba hemos tenido la complacencia de ver un cambio muy lisonjero para el porvenir. os jóvenes escolares han correspondido desde entonces, con mayor afán, á los deseos de sus directores, estudiando puntualmen- te las materias de su incumbencia, y guardando además una con- ducta muy conforme con las importantes amonestaciones del res- petable eclesiástico que ha tomado sobre sí el peso abrumante del rectorado. Sus laboriosas y constantes faenas con la mira de conci- liar á todo trance las letras con las prácticas de la moral evangélica, han sido hasta hoy dignas de todo encomio, y ojalá no se interrum- pan en adelante; porque es bien sabido que nada importan los progresos literarios y científicos sino están en armonía con las creencias del catolicismo. Ciencias sin religión, ciencias sin virtud son más á propósito para demoler, que para edificar. Sabios sin sentimientos religio- sos solo sirven para verter la copa del mal y emponzoñar las socie- dades con el veneno de doctrinas funestas. La historia imparcial y la experiencia de todos los tiempos y lugares vienen enapoyo de esta verdad. ¿ Qué fué la Francia, Señores, á fines del siglo pasado, sino un emporio de hombres eminentes en las ciencias y en la literatu- ra ? Oradores, poetas, filósofos, hombres de Estado dieron el gri- to de libertad, y demolieron el trono de San Luis para labrar, se- gún decían, la prosperidad de su patria; pero eran hombres sin re- ligión, y nada hicieron en pro del bien público. Por el contrario, precipitándose hoy en un abismo, y mañana en otro, desencade- naron el poder de las tinieblas, y se convirtió la Francia en un vas- to túmulo, ¡ Qué crueldades, Señores, y qué escenas las que se presenciaron en esa época funesta! En medio de un cataclismo de calamidades, nose veían más que lágrimas y sangre, templos desiertos, absurdos erigidos en leyes, desorden en todos los esta- dos y condiciones sociales, asesinatos en masa y el sentido moral arruinado por completo. Justicia, equidad, providad, gratitud, clemencia, todas las virtudes del alma, y las afecciones más dul- ces de la naturaleza humana habían desaparecido del pueblo fran- cés, y no había en esto nada de extraño, porque el libertinaje es un monstruo que extingue la luz, y devora en las tinieblas todas las flores del alma. Bien pueden pensar de otro modo los grandes políticos de nuestros días; pero lo cierto es que donde no hay religión, no hay sociedad, no hay justicia, no hay libertad. Los hombres que se llaman ilustrados, sin los sentimientos de la piedad religiosa, son — 386 — el mayor azote de los pueblos en que tratan de ensayar sus prin- cipios ominosos y sus teorías disolventes. Con toda la pompa de su patriotismo y de su decantada ilus- tración, no son más que antorchas siniestras, destinadas á brillar en los funerales de los pueblos, como brillan los cirios mortuorios en torno de los cadáveres. Por esto los buenos maestros de educa- ción han procurado siempre, y han procurado con ardor que las ciencias y la moral cristiana caminen á igual paso, á fin de que de los planteles de la Instrucción Pública salgan ciudadanos de costumbres intachables, hombres útiles y verdaderos sabios, dig- nos del amor y de la veneración de sus semejantes. Propendiendo á este mismo resultado, él laborioso Rector que corre con la enseñanza religiosa de la juventud, ha trabajado se- manalmente en este colegio con el interés propio de un verdade- roamigo del progreso; y nohay duda dequesus instrucciones mora- les y religi 4 ho más benéficas en adelante si se hacen al- gunas reformas saludables en el aprendisaje de los jóvenes, pros- cribiendo para siempre las viejas rutinas que hemos seguido hasta hoy con manejo constante de textos que, aun los pensadores más ilustres de la sabia antigijedad, han detestado como perj udiciales á las buenas costumbres. Al tocar en este puntose me presenta, Se- ñores, un campo inmenso que no me es posible recorrer en este instante. Con todo, diré algo sin divagar demaciado, sin abusar de vuestra atención. An aca 0 E Muchos son los autores que se han designado para las clases de latinidad; pero ¿hasta cuando, Señores, deberemos traducir á os Horacios y Virgilios, álos Ovídios y Propercios, á los Salus- tios y Cicerones? ¿ Hasta cuando será infructuosa y pagana la edu- cación de nuestra juventud? ¿Qué adelantan los alumnos de los colegios con las imágenes poéticas de Horacio y Virgilio, ni con las cláusulas musicales de Cicerón y Salustio, cuando no hay en ellas enseñanzas que purifiquen los afectos, sino más bien leccio- nes que malean el corazón, y lo inutilizan para el bien? ¿Qué pro- vecho puede haber para la moral de los niños en poetas que han Puesto las flores de su fantacía al servicio de las paciones mas ver- gonzosas? ¿Puede concebirse una cosa más horrible que la Eglo» ga de Virgilio: Pastor Coridon ardebat Alexim? En paíces como los nuestros en quese propaga la beodez, y en que han tomado las autoridades el laudable arbitrio de fundar asilos de temperancia, ¿qué lecciones de sobriedad se les da á los niños con las odas de Horacio en que se hacen tantos elogios del vino, y se habla de la necesidad de adormecer con la embriaguez los pesares de la vida? Vino diluende solícitudines. ¿Qué gana la juventud con esos Cuadros que desarrollan afecciones feroces, como s: el de Bruto asesinando á sus hijos, porque sospecha de su patriotismo, y el de Scévola que aplica su brazo á las llamas, porque no ha desc lo un golpe seguro en el asesinato de Porcena? ¿No fuera mucho mejor que los jóvenes manejen estos autores cuando tengan ya — 381 — sus costumbres fuera de peligro, y formado su criterio católico con las luces de una esmerada educación, según el espíritu del evangelio? Sin estas precauciones las obras de los paganos, y es- pecialmente las de los poetas cuyo mérito no desconozco bajo mu- chos puntos de vista, solo sirven para hacer estragos en la juven- tud, é introducir más tarde en la sociedad una horda de hombres nocivos que solo viven cuando respiran en los desórdenes. reo, Señores, que en esto no hay exageración alguna, por- que hasta los paganos han visto con displicencia las producciones almibaradas de los poetas que hechan á perder, poco á poco, la mejores dispociciones para la virtud. Quantum mali afferunt poete? dice Cicerón: Molliunt animos nostros; ita sunt, dulces, ut non legantur modo, sed etian addiscantur. Agrega á esto que Pla- tón tuvo mucha justicia para expulsar de su República á los favo- ritos de las Musas, y concluye admirándose de que el estudio in- sustancial de las obras poéticas se llame ilustración y doctrina li- beral. Rectó igitur 4 Platone educuntur ( pocte) ex ea civitate, quam finxit ille, cum mores optimos, et optim:n Reipublice statum quereret, At vero nos... .eruditionem liberalem et doctrinam pu- tamus. _. Quintiliano se expresa casi enlos mi términos; puesacon seja que se impida siempre á los jóvenes la lectura de los poetas, á menos que su juicio esté ya firme con la edad, y sus costumbres aseguradas deantemano con las buenas enseñanzas. Amovcantur poetarum libri, si fieri potest, sin minus, certe ad firminus etatis ro- bur reserventur, cum mores in tuto fuerint. Ved aquí, Señores, reprobados y proscritos, aún por hombres sumergidos en las tinie- blas del politeismo, los libros que andan en nuestras aulas de gra- mática, sin proporcionar á la juventud más que incentivos para la voluptuosidad y otros vicios, con el brillo de las imágenes, y la enfonía del lenguaje. E Por qué no adoptamos, Señores en lugar de los clácicos paganos, los libros que forman ese volumen divino que se llama Biblia? ¿Por qué privamos á la juventud de ese cúmulo de belle- zas que campean en la historia de Ruth y de Tobías, en el subli- me libro de Job, en los salmos de David, en los vatisinios de los profetas, en los grandes p ientos de Salomón, y en las historias políticas de los libros de los Reyes y de los Macabeos? ¿Por qué vemos con tanta indiferencia las páginas encantadoras del Kempis, las actas de los mártires del cristianismo escritas en un bellísimo latín, los preciosos himnos del Breviario romano, y las elocuen- tes correspondencias epistolares de San Jerónimo, de San Agustín, de San Ambrosio, de San León Magno, y del delicioso San Ber- nardo cuyo lenguaje dulce y florido ha sido siempre el encanto de los hombres de letras? ¿Acaso no se han hecho innumerables compendios de todas estas obras que es muy fácil poner en las manos de los niños para que, al mismo tiempo de instruirse en € £ idioma latino, se instruyan también en las máximas cristianas, Y — 588 — adquieran un gran fondo de ideas útiles y provechosas? ¿Qué motivo hay para dar de mano á libros de tanta importancia y pre- ferir las producciones paganas que han sublevado, en todos: tiem- pos, laconnivencia de los hombres mássobresalientesenlas ciencias y en la literatura? Si dudaís, Señores, de lo que digo, he aqui al- gunos pasajes que no son indignos de vuestra atención. ossevin, uno de los hombres más sabios del siglo XVII, perorando un día ante una asamblea pública, se expresó de este modo: “¿Cuál creis que es la causa que precipita á los hombres en el caos del sensualismo, de la injusticia, de, la blasfemia, de la im- piedad y del ateismo? Pues no es otra que el haberles enseñado desde la infancia todas las cosas, excepto la religión; es que en los colegios, planteles del Estado, se leshace lees y: estudiar todo, me- nos los autores cristianos. Si en aquellos se les habla de religión, esta enseñanza se mezcla con la enseñanza impura del paganismo, verdadera peste del alma. ¿De qué sevirá, decidme, hechar en un gran tonel un vaso de buen vino. si al mismo tiempose hechan barriles de vinagre, ó en otros términos, qué significa un poco de catecismo por semana, con la diaria enseñanza de las impurezas y de las impiedades paganas”... .:- ¡Qué palabras éstas, Seño- res! Escuchad ahora las de otros hombres no menos ilustrados que Possevin. Sacy, el famoso comentador de la Biblia, reprueba el uso de autores que paganizan el espíritu de la juventud y dice: “¿Cómo podrán los padres y maestros formar los tiernos corazones de los 1 [ volverlos necios é impertinentes; se les hace leer poetas poco católicos, y las historias fabulosas de los antiguos, que manchan la imaginación de los niños, llenándoles el espíritu de sentimientos enteramente paganos, antes de hallarse instruidos en las verdades cristianas” -.... E El celebre Manzoni, poeta que se ha elevado al trono de la gloria, enlas alas de la oda, recl también laso! paganas, y se expresa así: “Ideas falsas de la virtud y del vicio, ideas exagera- das, contradictorias, insuficientes-sobre los bienes y los males, fal- 50s consejos; he ahi lo que se encuentra en los autores paganos. Su excesi -> as Aia De a falso enla literatura. 4d El sabio Jesuita Grou, increpando á los maestros de su mis- ma orden, dice de igual modo: “Nuestra educación es enteramen- te pagana. No se hace leer á los niños, en los colegios y en las Casas más que poetas, oradores é historiadores profanos. - . Este sistema de estudio debilita el espíritu de piedad. ... .y €s induda- ble que ha contribuido á formar ese gran número de incrédulos que ha aparecido desde el renacimiento.” ln Un esclarecido literato y hombre de Estado, el Marquez de Valdegamas, lanza igualmente un grito de indignación y dice: “No hay más que dos métodos para educar la juventud: el método cris- tiano que nuestros padressiguieron, y el pagano conque se ha sus- tituido desde el renacimiento. El segundo nos ha conducido al abismo; el primero es el que únicamente puede sacarnos de él.” Un distinguido escritor italiano, el abate Bartoli, en su obra intitulada: “El Hombre de letras, ” dicequeel filósofo Crates arro- jó un día al mar algunas monedas que habían llegado á merecer su cariño, y que los directores de la juventud deben hacer lo pro- pio con los poetas paganos, repitiendo las mismas palabras del filó- sofo: Os pierdo para que no me echeis á perder: 2me7.g0 VOS Ne 1NCY- gar á vobis.. Napoleón 19 ha manifestado también su aversión á los auto- res paganos, y he aqui sus palabras que se leen en las “* Memorias de Santa Elena:' Observad por un momento, dice la torpeza de los que nos forman; deberían alejar de nosotros la idea del paga- nismo cuyos absurdos sirven de andadores á nuestros primeros razonamientos, y sin embargo noseducan en medio de los griegos y de losromanos con sus innumerables Divinidades. ” Por último, el gran Bossuet, según refiere uno de sus historia- dores, decía constantemente que” los autores paganos no eran propios sino para añadir una seducción peligrosaá los encantos de una religión detestable que solo presenta cuadros voluptuosos recuerdos culpables y grandes escándalos; que deberían preferirse las grandes imágenes, los nobles pensamientos, y las expresiones ori- ginales, esparcidas en los libros sagrados, á la poética del paganis- mo, poética extraña á la religión, á la moral, á la legislación y á los hábitos de los pueblos que han abrazado el cristianismo. a PAE | . E A o [A A quí tenéis, Señores, aut p q da luz para ver el lóbrego abismo á donde marcha la juventud con el estudio de libros que se han hecho necesarios en nuestros plan- teles de educación, por razones que no son de mucha sustancia, como lo voy á demostrar con la brevedad que me permita la ma- teria. - Se crée al presente, como se ha creido también desde el rena- imiento delas letras, quelos clásicos latinos son irreemplazables con otros autores, porque solo en los poetas y prosadores del siglo de oro de los antiguos se puede aprender la buena latinidad; pero esto no pasa de un error de concepto, sabios de alta nombradía, filólo- gos y académicos de primera clase han dicho que el latin de los escritores católicos no sólo es tan bueno y tan bello, como el latin de los paganos, sinoqueaun tienen la ventaja de ser más claro, más inteligible, más transparente, y menos complicado en los giros de su Sintaxis. s "Erasmo, ese genio sublime, para quién la lengua latina era lo mismo que su lengua propia no ha tenido inconveniente al- uno para decir que San Gerónimo, en punto á la bella y elegante latinidad, vale tanto como cl orador romano. He aqui sus pala- — 590 — bras: [Tieronimus phrasi et artificio dicendi non Christíanos modo omnes longo posit se intervallorelíquit; verúm etiam cum Ciceroné certare videtur. Ego certe, nisi me Sanuctissimi viri fallitamor. vi- deor mihi nescio quid in 1pso elocuentie principe desiderare.-.... Siccteriillustres aliequincum hoc conferantur, ob hujus eminentiam obscurantur. ¿Quereis, Señores, un fallo más desicivoqueéste? En el concepto de Erasmo, Jues irrecusable bajo todos aspetos, basta un solo autor cristiano, quees San Gerónimo paracompetir con Cice- rón, y eclipsar el brillo de todos los demás escritoreslatinos á pe- sar de su mérito indisputable. La premura del tiempo no m2permite citar otras autoridades más para que oscovenzais hasta la evidencia de quelos prof d las clases de gramática, para enseñar á sus discípulos las elegan- cias de la bella latinidad, no han menester tanto delos clásicospa ganos, como piensan y sostienen sus partidarios entuciastas cuya ciega adhesión á los textos de que me ocupo ha sido causa para que se radique también en nosotros la esencia de que nadie pue- de ser poeta ni orador distinguido, sin el estudio de los griegos y romanos ¡ Grosera equivocación ! Toda la poesía del paganismo se oscurece y pierde de vista en presencia de la poesia de los libros sagrados. Esto no lo digo yo, Señores, lo dicen pensad inentesque han hecho un estudi profundo, tanto de las bellezas de la Biblia, como de los pasajes más notables de los poetas de Grecia y Roma; lo dicen humanistas insignes que se han recreado incesantemente con las entonaciones de las harpas bíblicas; lo dicen finalmente poetas de encumbrado vuelo lírico, cisnes ebrios de melodía, que han puesto los trozos más interesantes de la escritura en diversos metros latinos para el uso de la juventud. Las bellezas poéticas de la Biblia, a +4 SE PEI 1 6 pan A origen d 4 1 antigiedad. ¡Qué sublimidad, que golpes de elocuencia, y qué rapidez de pincel en los cuadros de Ezequiel é Isaías. cuando lle- nos del espíritu de Dios anuncian catástrofes horribles á pueblos que han corrompido sus caminos! ¡Qué acentos de dolor, qué ayes del corazón en Jeremías, cuando pinta la ruina y la desolación de su patria! Sumergido en la noche de sus pesares, y con el alma desgarrada en girones, el profeta de los truenos se parece áesos li- rios de los valles de Cachemira que según la relación de algunos viajeros, se embellecen más con las tenues luces de la noche, que con los resplandores del día. ¡Quéunción tan penetrante y que afectos tan encendidos en los salmos de David! ¡Qué entusiasmo y grandeza de ideas en los cánticos de Moisés! ¡Qué ternura, qué profundas emociones, y qué bellezas dramáticas en la historia de José, víctima del odio de sus hermanos! ¡ Qué dulzura de afectos, Qué suavidad de colores, y qué tesoros de saviduría en las pará- las del hombre—Dios! ¡Quéincendios del amor divino, qué don de sentir mucho y de pensar bién en las inimitables cartas de ese Sigante de la palabra que se llama el Apostol de las gentes! ¡Qué — 591 — profundos misterios, qué serie de visiones asombrosas, y qué lobre- guez de colores poéticosen el Apocalipsis de San Juan! El profe- ta de Patmos se remonta á los cielos, con vuelo de Aguila, escu- cha cantos de melodía inefable, y anuncia lo que será la Iglesia Católica, desde su fundación hasta -el momento pavoroso en que al estruendo de la trompeta del juicio último, se levanten del pol- vo dela muerte los vasos de honor y deignominia. Tal es, Señores, la importancia de las páginas sagradas con relación á la literatura; y teniendo modelos de esta naturaleza ¿ Podremossostener, sin incu- rrir en la notade insensatos, que nuestrosjóvenes necesitan de ma- estros paganos para ser excelentes poetas? Dejo esto á la decisión de vuestro ilustrado criterio. Por lo tocante á la elocuencia. oratoria, puedo decir del mismo modo que los jóvenes de nuestros colegios no necesitan de Demós- tenes ni de Cicerones para ser oradores sobresalientes. ¿En qué retóricos paganos estudiaron la oratoria tantos hombres ilustres á quienes el consentimiento universal reconoce como grándes ? Ra- zonando sobre este punto el Padre Ventura dice que Bossuet y Bourdaloue no tomaron su facundia en ningún maestro pagano sino únicamente en las obras de San Agustín y San Juan Crisós- tomo. Por algunas biografías sabemos también que los más céle- bres abogadosfranceses que tanto brillaron en el siglo xvI1 como Lemaistre, Cochin, Terrasson y Rouillard no bebieron su maravi- llosa elocuencia en otras fuentesque enlos discursos de los padres y doctores de la Iglesia. o e A vista de todo esto, no vacilo en afirmar que si para las cla- ses de gramática se adoptaran en éste y en todos los demás colegios de la República los autores cristianos que he mencionado, la ins- trucción de los niños sería mucho más ventajosa; y sus costumbres tomarían también un aspecto completamente satisfactorio. Es cosa harto sencible que los exámenes de los estudiantesde gramática no se reduzcan cada año más que á las fábulas y fribo- lidades del paganismo; álos cuadros voluptuosos de los poetas; á las transformaciones y empresas de Dioses corrompidos y corrup- tores; á las supuestas arengas de los héroes antiguos, y á las cartas de Cicerón que muchas veces rebosan en los desahogos del odio, en las intrigas de la política, y en otras cosas que no armonizan mucho con las máximas del honor y dela virtud. - Es harto sensi- ble, repito, que los jóvenes se ocupen en semejante aprendisaje. Y que al fin de cada año escolar, no cosechemos sino escoria, pu= diendo cosechar el oro de la literatura cristiana. Lo.peor de todo es que, con este sistema de educación, nos hacemos risibles hasta en las prácticas de nuestro culto religioso; porque ante la luz del buen sentido, ¿Qué es esto de poner la república bajo los auspi- cios del Sagrado Corazón de Jesús, y nutrir al mismo tiempo el es- piritu de la. juventud con el pan y la carne del paganismo? ¿ No.£5 esto ridículo, Señores? a plo pol conh e od E - Sin embargo los jóvenes que estudian bajo el imperio de 2 a A RÓS NN — 592 — rutina, y que, sia ser responsables de nada, han cumplido con sus deberes escolares que hemos vis- to, son dignos y merecedores de los premios honoríficos que han recibido; y ojalá que en adelante se les premie con más suntuosi- dad, porque lostalentos, son porlocomún, A o florecen y fructifican con el riego de las recompensas ¡Jóvenes alumnos! Por vuestra consagración y aprovecha- miento, por vuestra laboriosidad y constante buena conducta, os habeis dignificado á á los ojos de vuestros maestros y superiores, que os han guiado en el espinoso camino de vuestras labores literarias. Aceptad el homenaje de su estimación y de sus consideraciones en los escasos premios que acaban de distribuirse entre vosotros, y retiraos á vuestros hogares para disfrutar en ellos de las horas de reposo que os concede la ley. De acuerdo con ella se suspen- den hoy vuestras tareas: tomad nuevos brios con el descanso, y volved á continuar después con los estudios que os restan, procu- rando que vuestro alde vuestros profe- sobres. El aprovechamiento en las letras no depende tanto de los A Maestros, cuanto de los mismos aprendices. Nadiese eleva sino pone de su parte todo lo que necesita para su elevación. Sin el trabajo propio, poco ó nada adelantareis en vuestras aspiraciones literarias, aun cuando la naturaleza os haya dotado con aptitudes brillantes, con talentos capaces de razonar como Balmes, ó decom- prender á los heroes como Plutarco y de cantarlos como el Tasso. Trabajad pues, jóvenes alumnos; redoblad vuestros esfuerzos, y se- reis grandes. Seguid constantes el programa de vuestros supe- riores, ese programa no es otro que el de la alianza de las letras con la moral del cristianismo. Fijaos siempre enla bandera que ha izado vuestro Rector, esa bandera es la del orden, la del progreso del hombre en Dios, que es el progreso bien entendido. Traba- jad á su sombra, y no olvideis jamás que los colores de su bande- ra son blancos y celestes. He picno. PRONUNCIADO POR EL SEÑOR DocToR MANUEL A. ESPINOSA Y PONCE, CON MOTIVO DE LA SOLEMNE APERTURA DEL " INSTITUTO DE CIENCIAS. A Excmo. Señor, Señores Profesores, Señores: o es vana presunción de suficiencia que á este lugar me. conduce: hace apenas dos años que la mano de mis ilustrados comprofesores, desde los bancos del estudiante, hízome pasar, SIN merecerlo, á compartir con ellos la árdua tarea del profesorado; por tanto, ni mis estudios, ni los conocimientos que he logrado adquirir, me daban derecho para ocupar vuestra atención. ta tribuna, que debe estar destinada siempre á la procla- mación de las inspiraciones del talento y de los oráculos de la ciencia, ho era puesto para mí, pues únicamente lo es del hombre en cuya frente reverbera la antorcha creadora del genio, y cuya pala- bra, poderosa y fecunda, ilustra las inteligencias ó conmueve los Corazones. ' i algún mérito buscais al verme en este lugar, no hallareis sino el del sacrificio que he aceptado, lleno de confusión por mi manifiesta imposibilidad de desempeñar el cargo que me ha con- fiado la generosa benevolencia de mis comprofesores. ien quisiera, Señores, al abrirse el presente año escolar, y cuando venís bondadosos á estimular con vuestra presencia el ánimo de nuestros jóvenes que hoy principian de nuevo sus ta- reas escolares, bien quisiera poder llamar vuestra atención hácia algún punto científico relacionado con cualquiera de las impor- tantísimas materias que en este establecimiento se enseñan; pero las árduas dificultades que tal propósito encierra, no son para vencidas por quien, con inseguro y vacilante paso, empieza á an- dar los senderos del saber, cuyos innnmerables obstáculos toda- vía no ha alcanzado á destruir el infatigable trabajar de largos siglos. Sigrandes inteligencias, genios portentosos, después de haber asombrado al mundo con los resultados de sus profundas investigaciones, quedá | dados al contemplar el inmen$0 océano de la ciencia, que ante sus ojos inexplorado se extendía; o ed ie — 5941 — O removeré temerario ninguno de esos árduos proble- mas que traen divididos á los mayores ingenios y han sus- citado entre los sabios de las más adelantadas naciones in- terminables debates, que no han dado todavía por resultado sino inseguras ó abstrusas teorías, hijas casi siempre de sistemas preconcebidos, no basadas en el sólido fundamento de la obser- vación y la experiencia. No Señores, convencido estoy de que ero, poco á poco los escondidos secretos se descubren, su Posesión se generaliza, los misterios se aclaran y las prácticas ridículas y absurdas desaparecen: no son ya hechiceros los que se dedican al estudio de las ciencias. Con alguna maestría debida yes y principios naturales, y, más ó menos afortunado, da á las “iencias un aspecto racional, poniendo como los primeros cimien- — 393 — tos, sobre los cuales--se había de levantar el edificio científico á la prodigiosa altura en que ahora lo contemplamos extasiados. no extrañéis, Señores, si considero el empirismo como un pa- so recomendable en el desenvolvimiento de las cieneias físicas y tarse á las regiones científicas en alas del estudio y la medita- ción, vos descubrimientos, y que, elaborando juntas riquísimo tesoro, lo entregan al hombre que, orgulloso de triunfar sobre la mate- ria, lejos de inclinar la frente y bendecir al Autor de todo ser y toda vida, álzase insolente, reniega de El, y divinizando su pro- 1a razón, colócala, . .. .msensato!, sobre el altar santificado por Ja soberana Majestad de los cielos. : : las, ¿quién no comprende, Señores, que el prodigioso desa- rrollo alcanzado por las: ciencias físicas y naturales hasta el pre- sente siglo, habría sido imposible sin la íntima alianza entre la teoría y la práctica, entre. la meditación y la material experien- cia, entre la solitaria y silenciosa especulación y la diligente Y activa observación de los hechos y fenómenos, que forman la ca- dena de las relaciones que ligan al hombre con la naturaleza? La verdad y el error, el saber y la ignorancia, son adver” sarios que incesantemente han sostenido cruda guerra en el mun- -do; y para impedir la desastrosa victoria de la última, era me- nester una poderosa confederación que reuniendo sus caudales y fuerzas, estorbase el curso de la devastadora corriente. Esa h- ga se formó, Señores, y he allí, rivalizando con las demás, las ciencias físicas y naturales, mantener infatigables el rudo com- bate, defender palmo á pálmo el campo de la perdurable batalla, y suministrando á sus aliadas poder ilios, realizar con ellas el bien más interesante á la humanidad: el triunfo de la luz so- bre las tinieblas, de la civilización sobre la barbarie. yn ES ero la guerra no es ni puede ser obra exclusivamente me- E cánica, ni exclusivamente especulativa: para hacerla con ventaja, hay que estudiar el terreno de las operaciones, á fin de modificar- las según lo pidan las circunstancias ; unir y pesar las fuerzas de que se dispone, procurando al mismo tiempo penetrarse de su ín- dole y calidades, de su manera de combatir, de su aptitud para servir en éste ó en el otro punto, en tal ó cual ocasión y tiempo; preveer las contingencias de la lucha, y tener en la mente un plan que gradualmente se ha de ejecutar con discernimiento y pru- dencia. La teoría y la práctica de la guerra forman al verdade- ro militar; la teoría y la práctica de las ciencias, forman al ver- dadero sabio: el general que no estudia ni medita, no merece sus charreteras; el sabio que no pasa del laboratorio, donde escudri- ña los secretos de la materia, al retiro de profundas lucubracio- nes, no merece el título de que con justicia se ufana. Las cien- cias combaten, Señores, y para combatir con acierto, es preciso pensar y obrar; y si el combate noes para destruir, sino para sal- var, más necesario viene á ser el estudio, más indispensable la re- flexión, juntos aquel y ésta á las prácticas aplicaciones. Tal es la batalla que el sabio sostiene, y s1 abre profundas brechas en los oscuros senos de la naturaleza, es para hacer brotar de ellos rau- dales de luz que iluminan á las naciones en el camino del progreso. Si estudio y observación han menester las ciencias natura- les, necesitan también unirse para que, prestándose mutuo apoyo, lleguen á la consecución del fin común; y, como á cada una le vie- ne el perfeccionamiento por diversas sendas convergentes á un sólo punto, la experiencia y la especulación se han de ejercer en cada uno de los ramos que constituyen ese vasto conjunto y en sus relaciones y en el resultado de la unión de todos ellos. Así pues, tómese cada una de las ciencias separadamente ó considére- selas en conjunto, siempre será evidente que su progreso depende del concurso de la especulación y la experiencia; y que, sin estu- dios teóricos y prácticos encaminados al mismo fin, ó no brinda- rán sino una utilidad subjetiva, sirviendo para recreo de la inte- ligencia arrobada en estériles abstracciones, ó descenderán á la región del empirismo, abdicando su dignidad y rompiendo el no- ble título, con que ocupan distinguido puesto en la brillante je- rarquía de las ciencias. Mas no, que lejos de eso, formando un sólo fondo con las lecciones de la meditación y la experiencia y auxiliándose mutuamente en sus progresos, las ciencias siguen su camino adelante, ganando diariamente en precisión y acierto; Y, sl atenta la importancia de su objeto y inmensidad de su. plan, no se puede decir que han dado cima á sus trabajos, la es- 28 Otras utilizan con atinada diligencia; pero, ¿perde ) eso la esperanza que abrigamos, de que los trabajos del porvenir — 301 — serán más fecundos y positivos que los de los tiempos pasados? ¿Es acaso imposible la aparición de nuevos genios bienhechores de la humanidad? ¿Se ha esterilizado, por ventura, la fecundidad de la naturaleza, ó ha quedado reducida á la impotencia la ma- no creadora que sacó de la nada los mundos, y suscitó en todas las edades inteligencias portentosas para instrumentos adecua- dos de sus inexcrutables designios? Recordad, ¿qué eran sino hipótesis, ayer no más, las leyes de la física? ¿Qué sino inexpli- cables misterios los fenómenos de la química? Sinembargo, la caida casual de una manzana revela á Newton la ley de la gra- vitación universal, y la física se transforma en ciencia exacta. Lavoisier da con la ley inmutable de la afinidad química, y los. prodigios de la composición y descomposición de los cuerpos se explican naturalmente, y la química se sienta en elevado trono, reina entre las reinas coronadas por el poder del entendimiento y la experiencia. No desesperemos, Señores, y entre tanto, solícitos explote- mos los tesoros de ciencia adquiridos con ilustrado y paciente tra- bajo, y el estudio y las constantes aplicaciones harán lo demás. “¿Cómo descubristéis la descomposición de la luz y las princl- pales leyes de la óptica, y la de la gravitación que explica el mo- vimiento de los planetas al rededor del sol, y el de la luna al rede- dor de la tierra, y el curso de los cometas, y el flujo y reflujo del mar?,” preguntaban á Newton; y..... “Pensando siempre en ellas,” respondía el ilustre sabio. Pensando siempre los sabios, meditando las enseñanzas de la experiencia, irán lando nue- vos y nuevos descubrimientos: los estudios teóricos y prácticos serán siempre fecundos en todos los ramos de la ciencia. ora bien, si el prodigioso desarrollo que han adquirido las ciencias, en todas las naciones adelantadas en civilización, no es posible dudar que proviene de haberse abandonado el terreno de la especulación pura, para unirla á la juiciosa observación de los te- nómenos naturales; y si las páginas de la historia están llenas con los nombres de reyes y gobernantes ilustres, sin cuya valiosa protección no habrián alcanzado el grado de perfeccionamiento en que las vemos, es indudable también que el atraso en que es- tuvieron, entre nosotros, los estudios científicos, reconoce por cau- sael defectuoso método de enseñanza que, cuando existió, fué pu- ramente teórica, no sólo por sistema, sino por la imperdonable indi ferencia de lós gobiernos que, lejos de protejerla, propendiendo esta manera al bien común, relegáronla al olvido. Demos una rápida ojeada ála historia de las ciencias entro nosotros y nos convenceremos de esta verdad. período de vida colonial, en ésa época tan calumniada, en ésa época, para la generalidad, de 1gn0- rancia y de barbarie, si bien es cierto, que de preferencia se enseñaba en las universidades y colegios, la- teol y el derecho, los Reyes Católicos, cual más, cual menos, pro- A ÓN — 398 — tegían las ciencias, y no escascaron hombres que, llegaron á ser, en su tiempo, verdaderos sabios, por tales reputados aún en la culta Europa. Y, para citar sólo algunos de nuestros com- patriotas, ahí están, el Marqués de Villarrocha, calificado por el erudito Feijoo, como insigne matemático; y Don José Maldona- do, tio y maestro del célebre Don Pedro, sacerdote modesto y humilde, á quién La Condamine llamó *“geómetra y astrónomo no vulgar”; alí Alcedo, que escribió cinco gruesos volúmenes sobre todos los ramos de las ciencias; y Dávila, botánico eminen- te, cuyos conocimientos en Historia natural, le hicieron figurar en primera línea, mereciendo por ellos el honroso cargo de Director del Real Gabinete de Historia natural de Madrid; y Ullauri y Herrera, Rodríguez, Romero, Falconí y otros más que, vestidos con la sotana del Jesuita, ó el humilde sayal de Dominico y del Franciscano, al mismo tiempo que evangelizaban nuestras regio- nes orientales, cultivaban las ciencias y adquirían renombre de naturalistas, géologos, arquitéctos y matemáticos distinguidos. ero silos anteriores son notables por su saber, sobre todos descuellan los dos ingenios más brillantes de su siglo, en esta par- te de la América española: Maldonado y Mejía. Físico profun- do, matemático é ingeniero célebre, el primero, poseyó grandes conocimientos en Historia natural, sobrepujó á todos sus compa- triotas, y recibió elogios y distinciones de los sabios europeos, me- reciendo ser nombrado miembro de la Sociedad Real de Lóndres, honrosísimo título, que no se concedía sino al verdadero y rele- te mérito. La Academia de Ciencias de Paris, todos los , van centros científicos de Lóndres lloraron la muerte del sabio ame- pomos con un monumento digno de ella, la memoria de uno de os hombres más notables que ha producido nuestro suelo! sa inteligencia todos los ramos del saber, adq profundos cono- cimientos en matemáticas, astronomía, física, química, botánica, y medicina, y así como, al decir de uno de sus biógrafos, * fué el primero que encendió en su patria la antorcha de la moderna filosofía”, £ué también el que descubrió á la juventud horizontes desconocidos, implantando en los estudios escolares la enseñanza e las ciencias, con el curso de matemáticas aplicadas, de física, química y astronomía que él dictó, y que es talvez el primero de que nos hablan las historias. Y, si hombres tan eminentes produjo muestra patria durante el gobierno colonial, ¿será posible creer, — 599 — como generalmento se dice, que los reyes españoles dejaron sin protección las ciencias en esta apartada región de sus dominios? as, si al recorrer la historia de aquella época nos enorgu- Jlecemos contemplando esa pléyade de sabios, honra y prez de nuestro suelo, ¿ se ajita el corazón á impulsos de ese noble sen- timiento, cuando fijamos la vista en los años transcurridos des- de nuestra emancipación politica? Ah! Señores, rubor causa el decirlo: en tan largo período, nada habíamos adelantado, nada se había hecho por las ciencias. Casi todos nuestros gobernantes, ocupados sólo en sofocar revoluciones y perseguir conspiradores, sin otro móvil de sus actos que el logro de bastardas ambiciones, dejaron inexplotado el rico venero de las ciencias, y la Industria quedó para izada, el Comercio estacionario, en decadencia las artes, la Agricultura sujeta á miserable rutina, y de consi- guiente, la escasez de ocupación y honrado lucro, creó esa mul- titud de aspirantes al poder, y esa otra no menos perjudicial pa- ra la República que, ora sirve de combustible en las hogueras de la demagogia, como arrima el hombro á las gradas del solio y se hace cómplice de las iniquidades de un tirano. In nada se pensaba menos que en favorecer y estimular á la juventud abriéndole nuevas fuentes de saber donde pudiese ad- quirir profesión al par que lucrativa y honrosa, útil para la Pa- tria. Hasta hace pocos años, en nuestras universidades y cole— gios era tan pobre, tan imperfecta la enseñanza, que por muy, fe- lices se contaban los estudiantes si llegaban á conocer, siquiera en pintura, algún instrumento, ó algún aparato que les diese idea e lo que, teóricamente y tan de paso, se enseñaba; y los pocos hombres científicos debían sus escasos conocimientos á propl0s esfuerzos, porque jamás pensó alguno de nuestros gobernantes, extender una mano protectora á las ciencias relegadas á comple- to olvido: y ésto. . .. en pleno siglo Pero sonó la hora del progreso, Señores y vimos alzarse en el horizonte la colosal figura de un hombre que, si su amor á la Patria no le hubiera obligado á empuñar las riendas del gobierno para llegar á ser en él, émulo de un Carlo-Magno, el amor á las ciencias y su poderoso ingenio, habríanle colocado á la altura de Newton y de Franklin. Sí, Señores, el elerical, el oscurantista arcía Moreno, penetra en el augusto templo de la sabi- duría, bebe á torrentes la luz que derraman sus altares, y des- de las apartadas regiones, donde un progresista y liberal gobier- no le arrojara, trae encendida la antorcha de las ciencias con que barre las tinieblas de la ignorancia y conduce á su Patria por ilustres astrónomos y geólogos, químicos, botánicos y matemátl- id — 600 — cos hácese escuchar por un auditorio asombrado, y graba los subli- mes principios de la ciencia moderna en la mente de la Juventud ávida de saber. . ..Mas, nuestras glorias fueron efímeras!: cayó el Grande al golpe aleve que el liberalismo lo asestara; subieron al solio ensangrentado la inepcia, la corrupción y la 1 ignorancia yá su vista las ciencias huyeron espantadas y creímos retroceder á la barbarie. Pero no, la tronchada planta había profundizado sus raíces, y tras largos días de oscuridad y de abandono, la yi- mos alzarse de nuevo y extender sus frondosas ramas, que el por- venir cargará de flores y sazonado fruto, í, Señores, el arbol plantado por la robusta mano de Clarcía Moreno, y que al cuidado de un gobierno inteligente y eeEiOA le vimos tetoñar después, existe aún, y está encomend: vOso- tros. Cultivadlo, Señores profesores, con asíduo o al trabajo, y sin olvidar las sabias lecciones de vuestros maestros, meditad y observad; y vosotros los que empuñais las riendas del poder, y que teneis aus dar cuenta ante Dios y la Peces del redes desdicha de la Patria, sujetad co brazo á la demagogia de todos los partidos que, calls con el puñal del bandolero ó la lengua emponzoñada por la maledicen- cla y la calumnia, trata de volcar E autoridad; proteged la Ins- trucción, asentad sobre firme base la paz, fomentando las cien- clas, y, sin perder de vista las enseñanzas de la Eisidd seguid la luminosa huella de García Moreno, que ése es el camino de los grandes hombres. Hz picho. — —— A —— + BOLETIN UNIVERSITARIO. República del Ecuador.—Rectorado de la Corporacion Uni- versitaria del Azuay.—Cuenca, á 8 de setiembre de 1388 Al Señor Rector de la Universidad Central. Con el oficio de US. H., fecha 8 de agosto, recibí para la Biblioteca de esta Corporación, los cinco números correspondien- tes á la primera serie de la. publicación de “ Los Anales, ” así co- mo ce at 7? y 8?; pero sin el o aviso de su impor omo tengo conocimiento de que se ha publicado ya el número 9 ruego á US. H. se sirva disponer que se me envíe por duplicado, con el aviso en la para remitir su valor por correo; pues deseo que el profesorado y la juventud de mi país no Se priven de la lectura y doctrinas de aquel ilustrado pr Dios guarde á US. H.- del .. JuAN BAUTISTA: sPQUEz. — 601 — República del Ecuador.—Rectorado de la Corporacion Uni- versitaria del azuay.—Cuenca, á 8 de setiembre de 1888 Al Señor Rector de la Universidad Central, Señor: : En oficio de 8 de agosto próximo pasado y con el interés que caracteriza 4 US. H., se sirvió invitarme á la remisión de al- gunos trabajos literarios y cientificos para: su inmediata publica- ción en “Los Anales A provecháudome detan patriótica como culta invitación, ten- o á honra elevar á US. H. el discurso de clausura de los estu- dios del último año escolar en el Colegio Nacional de esta pro- vincia, compuesto por el Señor Doctor Tomás Rendón, profesor de la clase suprema de Gramática. Si US. H. lo considerase digno de ocupar las columnas de “Los Anales”, por tratarse de reforma importante en el actual método de enseñanza pagana de latín, se dignará disponer su pu- blicación, ó devolverme, en caso contrario, por ser tal la voluntad de su autor. Dios guarde á US. H. JUAN BAUTISTA VASQUEZ. República del Ecuador.—Rectorado de la Universidad Cen- tral. —Quito, setiembre 22 de 1888. Señor Rector de la Corporación Universitaria del Azuay. Tengo la honra de contestar á su estimada comunicación del S del presente, contraida á pedir el número 9* de ““ Los Anales ” de la Universidad Seta y avisar recibo de los 5 números de la 1* serie y los dos de la 2 El número 9%, que US pide, fué junto con los números 7? y S? en el correo ordinario del ocho de agosto próximo pasado. Sin duda se extravió. , Hoy remito dicho número 9? y advierto á US. que el 10% fué en el correo anterior : No tiene US. necesidad de remitir el valor de suscripción por- que el Señor Rector me ha dado la orden de mandárselos gra- tuitamente. Dios guarde á US. RAFAEL BARAHONA República del Ecuador. Reca de la con Cen- tral. —Quito setiembre 22 de 1888. Cábeme la satisfacción de contestar al oficio de US. Eo 8 del presente mes, adjunto al cual he recibido un folleto del Señor — 602 — Profesor de latinidad, Doctor Tomás Rendón, para que se publi- queen “Los Anales”. En el número próximo será publicado con preferencia á otros escritos que estaban preparados para dicho número, pues la Universidad desea que su periódico sea de uti- lidad general para todos los establecimientos científicos de la Re- Pública. Dios guarde á US. RAFAEL BARAHONA. - República del Ecuador.—Rectorado de la Universidad Cen- tral. —Quito, setiembre 22 de 1888. Señor Doctor Don Honorato Vázquez. Con fecha 8 de junio próximo pasado; la H. Junta Adminis- trativa de esta Universidad, nombró á U. para pronunciar el dis- curso de apertura de las clases en el año escolar que empieza, y como dicha apertura tendrá lugar el 1% de octubre próximo á las doce del día, me apresuro en recordar á U. el deber que se le ha impuesto. Dios guarde á U. RAFAEL BARAHONA. Señor Vicerrectór de la Universidad Central. Me será satisfactorio cumplir la comisión que me dió la H. Junta Administrativa para el 19 deoctubre próximo fecha de aper- tura del curso escolar, particular que US. se digna recordarme en la muy apreciada nota fechada hoy. Dios guarde á US. á HONORATO VAZQUEZ. Quito, setiembre 29. Señor Rector de la Universidad Central del Ecuador. Como en virtud de la ausencia del Profesor de Literatura, Señor Doctor Don Carlos R. Tobar, fuí honrado con el carácter de Profesor sustituto de esa materia, me dirijo 4 US. para poner en su conocimiento, que el regreso de Europa del Señor Doctor Tobar me exonera ya de ese cargo provisional, y para suplicar á US. se sirva llamar al Señor Profesor propietario á la dirección de la expresada enseñanza. / Dios guarde á US. . HONORATO VÁZQUEZ, -— 603 — | Facultad de Medicina. SESIÓN DEL 19 DE JULIO DE 1888. Se reunieron los Señores Decano, Egas, Muñoz Cárdenas, Silva, Echeverría y Casares, no concurrió el Señor Doctor Bara- hona por estar enfermo. Después de aprobada el acta de la se- sión anterior, se leyó por mandato del Señor Decano, un artículo acerca del distoma del hígado, publicado por el Señor Doctor Víctor M. Rendón en el N? 2731 de “La Nación ” de Guayaquil, y se dispuso que se lo vuelva á publicar en “Los Anales” de: la Universidad. Leyóse también el siguiente oficio :—República del Ecua- dor.—Presidencia del Concejo Municipal. —Quito, á 12 de julio de 1888.—Señor Decano de la H. Facultad de Medicina.—El I. Con- cejo Municipal, en la junta ordinaria de 11 de los corrientes, ha tenido por bien aprobar el informe que original acompaño, á fin de que la H. Facultad, en que US. dignamente preside, se sirva emitir el dictamen correspondiente.—Remito también y para ca- bal inteligencia del asunto la solicitud de los vecinos que viven en la calle fronteriza al Hospital y Anfiteatro de esta ciudad.— Una vez evacuado el dictamen, espero que U. se dignará remitir- lo junto con los documentos, á este Despacho.—Dios guarde á U. —PFrancisco Andrade Marín. Señor Presidente del Ilustre Concejo Municipal. Una delas atribuciones más preciosas y conformes al objeto de las Municipalidades; es, 4 no dudarlo la de vigilar en todo lo concerniente á la salubridad é higiene públicas como que ella se re- fiere á uno de los bienes más preciosos del hombre: la salud, la vida. No obstante lo claro de esta verdad y apesar del conocido celo de los miembros que actualmente componen el I. Concejo; existen en la parte central de la ciudad, lugares que siendo gene- ralmente conocidos como focos de infección contribuyen podero- samente al desarrollo de las más espantosas epidemias que diez- man, asolan las poblaciones. Tales son, entre otras los hospi- tales que, según el dictamen unánime de los higienistas, deben encontrarse en los afueras ó distantes de las poblaciones y espe- cialmente, si éstas son considerables, como la Capital de la Repú- blica que día á día va aumentando sus edificios y sus habitan- tes. : E Quién sabe, Señor Presidente la parte que haya tenido la pé- sima situación desde el punto de vista de la higiene de nuestro hospital; en la verdadera epidemia de fiebre tifoidea que ha cau- sado y causa tantas víctimas, — 604 — No es eso solo. Nos permitiremos también llamar la aten- ción del 1. Concejo Municipal al Anfiteatro anatómico colocado, no sólo contra las reglas de higiene, sino á las de la decencia y aún de la moral. De muchas de las habitaciones próximas y hasta de la calle misma se percibe distintamente el repugnante espectá- culo y fetidez de cadáveres despedazados, que no solo produce desagradable impresión en el ánimo de aquellos que no tienen que hacerlo por motivos de la Ciencia; sino que ejerce pernicio- sísima influencia en el sensible y pane corazón de los niños, een iacnadiós á esas escenas de sa mo los vecinos del Hospital + Jan Juan de Dios somos los que tios inmediatamente las consecuencias de que ve— nimos hablando; suplicamos á U. dicte cuanto antes las medidas conducentes á impedir que las necropsias puedan ser vistas de otras personas que las que se hallen dentro del local respectivo; y que el I. Concejo reclame con su autorizada voz á fin de que no siendo posible el Hospital, siquiera el Anfiteatro se establezca en un sitio adecuado. No dudamos conseguirlo por ser nuestra petición arreglada ' á la ley que tiende al procomún. uito, mayo 9 Rosario Orejuela, Francisco Enríquez, Darío Morales, Fran- cisco Y. Vargas, Reinaldo Morales, Andres A. Adrián, Rosario Enríquez, Teodoro Páez, Daniel Escobar, José M? Proaño. A nombre de Manuel Molina, Jacinto Alvarado, Daniel Viteri, Mo- desto Viteri, José Manuel Rodríguez, Elías Freile, Rafael Suá- res, Antonio Mosquera, Pastor García, Rafael Villacís, Juán Vis- caino, Dámaso Bastidas, Rafael E. Valdivieso, Antonio Ceballos, José Guillermo Yépez, Luz Páez, Francisco Estupiñán, Juán Ma- nuel Paz, Pedro Santacruz. República del Ecuador.—Presidencia del Concejo Munici- pal. —Quito, mayo 11 de 1 Previo informe del Señor Procurador Síndico, pasa á la co- misión de salubridad pública.—Andrade Marín.—Batallas.—Se- Cretario, Señor Presidente del I. Concejo Municipal. Como un informe debe versar sobre si está ó no en las atri- CIso me es saber, si existe ó no, causal para dicha traslación. reo 50 Presidente del I. Concejo Municipal. Vue comisión de salubridad ha leido detenidamente la Solicitud a y la ha hallado llena de juiciosas, necesarias y —605 — hasta científicas observaciones respecto á salubridad é higiene.— El IL Municipio tiene forzosamente que propender, en cuanto le sea posible, al bien del Cantón y la salud es el mayor de los que se puede desear; desgraciadamente para llenar las indicaciones hi- giénicas, es indispensable contar con fondos, que por hoy no dis- pone el Municipio, pues sus escasas rentas no alcanzan para mu- cho; si la totalidad de ellas, solo se emplearan en lo necesario para la salubridad é higiene públicas, en el sentido extricto, no se satisfaría ni la décima parte de las exigencias higiénicas que por hoy son indispensables. A nadie se oculta que el sitio de nues- tras fábricas, Hospital, Anfiteatro €? es notoriamente ante—higié- nico, considerado ya sea con relación á los moradores de estos es- tablecimientos, ya, y con más razón respecto á la población. Los establecimientos insalubres, incómodos y peligrosos deben estar fuera de la Ciudad. Los Anfiteatros y Hospitales dentro de una población son verdaderas infecciones dentro de otra infección. Las reflexiones que habría de hacerse sobre el particular son mu- chísimas y las más notables están consignadas enla solicitud in- dicada. La localidad que ocupan las Religiosas del Buen Pastor es de las mejores para la formación de un Hospital; ojalá la autoridad competente, atendiendo al mayor bien general no desatienda esta necesida : Debéis oir á la Facultad de Medícina ; su informe sobre es- te punto de salubridad en unión de la solicitud debiérase remitir al Poder Ejecutivo, que, de seguro, dictará las providencias con- ducentes al caso, y mejorará las condiciones sanitarias del Cantón: Este es el parecer de vuestra comisión, salvo el del 1. Concejo.— Quito, mayo 15 de 1888. : Jenaro Ribadencira G-. Señor Presidente del Muy Ilustre Concejo Municipal. - Como esal Supremo Gobierno á quien, (previa incitación del 1. Concejo obligado á velar sobre la salubridad pública ), incumbe el deber de trasladar convenientemente el Anfiteatro anatómico establecimiento nacional, me adhiero á la opinión precedente en su parte resolutiva; y la someto á la consideración del Ilustre Ayun- tamiento. : Quito, junio 25 de 1888. : Francisco Paz. El Señor Doctor Echeverría expuso que antes que lo hagan los vecinos del Hospital, se había anticipado en manifestar al Su- premo Gobierno las pésimas condiciones del Anfiteatro y los males que podía causar tanto á los habitantes de las casas veci- — 606 — El Señor Decano comisionó al Señor Doctor Miguel Egas para que estudie el asunto, é informe por escrito Sometidas al Despacho las solicitudes de los alumnos Señores Cicerón Cisneros, Juán José Egúez, Leonidas Llerena, Miguel Ig- nacio Román y Mariano Peñaherrera que pedían dispensa de las cuotas correspondientes á los grados de Licenciado y Doctor, pa- saron en comisión al Señor Doctor Cárdenas para que expida los informes correspondientes; y al Señor Doctor Casares la del Se- ñor Mariano Peñaherrera pidiendo declaratoria de aptitud para el grado de Licenciado. El Señor Decano propuso que se dispense al Señor Mariano Domínguez de los derechos correspondientes al grado de Licenciado, en premio de la buena conducta, esmerada aplicación y aprovechamiento muy sobresaliente que había ma- nifestado durante el año escolar que espira. En vista de las actas de los exámenes de Terapeútica Materia medica y Farmacia en los cuales el Señor Domínguez había obtenido tres primeras, y se le concedió la dispensa pedida por el Señor Decano. Finalmente por indicación del Señor Doctor Cárdenas nom- bró el Señor Decano á los Señores Doctores Muñoz y Cárdenas para que visiten las fábricas de cerveza, porque la que se está ve- viendo actualmente es de pésima calidad. Con lo que terminó la sesión. El Decano, RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO. El Secretario, Manuel Baca M. SESIÓN DEL 14 DE AGOSTO DE 1888, Presididos por el Señor Decano asistieron los Señores Doc- tores Barahona, Egas, Muñoz, Cárdenas, Silva, Echeverría y Ca- Sares. pias remitía adjuntas. Concluida la lectura de las referidas pie- zas acordaron los Señores profesores que era inposible expedir el informe pedido en el cortísimo plazo señalado por el Señor Secre- tario, atendida la extención de la materia que había que estudiar; a importancia de las cuestiones que se habían de ventilar y la Publicidad que se había de dar al informe pedido en todas las Na- - Mir ciones; y principalmente en los países contratantes y que por con- siguiente, se conteste en este sentido al Señor Secretario de la H. Cániza del Senado. Con esto terminó la sesión. El Decano, RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO. El Secretario, Manuel Baca M. IN CTO ARIS EC, ROPESCR DE ANATOMIA DELA FACTLTAD DE MEDICINADE ES- , "TA UNIVERSIDAD CENTRAL, CIRUJANO DEL HOSPITAL DE AN JUAN DE DIOS, DIRECTOR DE LA ESCUELA PRACTICA. DE ANATOMIA Y CATEDRATICO DE LAS CLASES PRACTICAS za £ MEDICINA OPERATORIA, CLINICA OFTALMOLOSICA, CLINICA QUIRURGICA Y ANATOMIA DE DISECCION, | j 4 visa á los estudiantes de Midi: que 6 clases prácticas que se dan en el Hospital y . Anfi- “teatro de San Juan de Dios, Principiarán, ef15 del, Presente mes, y continuarán en los mismos días Y peras que en el año 2 es eecir: : -12 Anatomía de disección, las eS e eroclee y e le2 4 4 de la tarde, para los. estudiantes del primer cur- so de Medicina, y los mártes y viérnes, para los alumnos de las demás clases, á las mismas horas 0 20 Medicina operatoria.—Pr2mer cursó —Í008 mártes y mérnes de:8 á á yg de qa e AT Los miércoles á las mismas horas | ciones antes los j juéves de e E : 4? Clínica quirúrgica, todos los días de A á8 de E ma a e ENSEÑANZA Eromca. Anatomía Pa lecciones orales, los mártes, juéves e e ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO, SERIE H. > Quito, noviembre 15 de 1888, ¿ NUMERO 12, MEDICINA. A APLICACIONES MEDICAS DE ALGUNAS AGUAS MINERALES DEL ECUADOR. A pesar de ser en un todo ajeno álos estudios de Me- dicina, he creído útil y conveniente publicar unos ligeros apuntes que han llegado á mis manos, y que bien podrían servir de principio á serias y detenidas investigaciones, y al provechoso tratamiento hidropático de algunas enfer- medades. El inteligente y laborioso secretario de la Legación francesa, D, Augusto Cousín, en su último viaje á Francia, tuvo ocasión de hablar con el Doctor O. Bonnet de Pa- rís y mostrarle el Estudio del R. P. Dréssel, profesor que fué en la Escuela Politécnica de Quito, sobre algunas aguas minerales del Ecuador. (*) El Doctor Bonnet se fijó especialmente en cuatro aguas, dos de Otavalo, la del _ Quilotoa y la de Santa Elena: al margen del folleto ano- tó de su puño y letra las enfermedades á las que, en su sentir, podían aplicarse estas aguas. Remitió después al Señor Cousín una esquela, que también vamos á insertar traducida, sobre la composición química de las aguas ecuatorianas, refiriéndose sin duda alguna á la cantidad del carbonato de hierro, no á su presencia centesimal que Se advierte en todas ellas. El folleto original anotado por el Doctor - Bonnet lo o (*) Estudio sobre algunas aguas minerales del Ecuador por Luis Dréssel S. J. Profesor de Química y Geología en Quito.— tutto, —Imprenta Nacional. —1876. — 609 — he tenido á mi disposición, gracias al distinguido médico italiano Doctor Don Anacleto Cervini, por cuya indicación, con anuencia del Señor Cousín hago publicar estas intere- santes apuntaciones, reproduciendo la parte relativa del Estudio del R. P. Dréssel. Al hacerlo, no dejaré de tribu- tar el merecido encomio y agradecimiento á extranjeros co- mo los Señores Cousín y Cervini que, por medio de sus trabajos científicos, saben pagar la hospitalidad que tan gustosos les damos en nuestro país. M. M. P. A AGUAS DE OTAVALO. En el pueblo de Otavalo y sus alrededores se hallan varios manantiales y baños termales. Son los de más renombre los de Yanayacu en San Juan, y los de Punyaro, ambos en el mismo pueblo, y el Salado, á la orilla del Río Blanco, que dista de Ota- valo una legua. Fuente * Yanayacu”. Su agua es ferruginosa como se nota, ya por el sabor carac- terístico, ya por el depósito de ocre que deja en todo su curso sobre los objetos que baña. Desprende notable cantidad de ácido carbónico. La cantidad de agua se puede calcular en 2 pajas; pe- ro poco más abajo ya es mucho mayor por unirse á ella la de muchísimas vertientes, que parecen ser de calidad semejante; pues, aunque les falte el desprendimiento de gas, depositan hierro en forma de ocre, tan luego como salen á la superficie. La tempera- tura de la fuente principal es de 26% 2 y es muy notable el au- mento de calor que se siente en el punto de la salida del agua. La reacción es ácida al principio, pero después de volatilizado el ácido carbónico libre se pone alcalina; el sabor es ferruginoso. Dentro del agua se siente el ardor, que causa la mostaza débil. Composición del agua en un litro: 1 » 11 Sulfato de potasio. ... 0,0047 |Sulfato de potasio..... O, 0047 Sulfato de sodio...... O, 0026 | Sulfato de sodio......- O, 0026 Clorido de sodio... 0,0383 | Clorido de sodio. ....- 0,0383 Carbonato de sodio... 0, 3344 | Bicarbonato de sodio... 0, 5300 Carbonato decalcio... o, 2801 | Bicarbonatodecalcio... 0,4537 Carbonato de magnesio O, 5004 | Bicarbonato de magnesio O, 8697 Carbonato de hierro... 0, 0233 | Bicarbonato de hierro... 0,0358 Fosfato de aluminio.. o, 0015| Fosfato de aluminio. ..- 0,0015 A A O, 0207 IA 1, 2060 1, 9570 Acido carb. semifijado O, 5329 Suma 1,7389 — 610 — El agua de Yanayacu pertence ¿la clase de las aguas Jferrugi- nosas tierroalcalinas. Sin embargo su composición se acerca mu- cho á la de las ferruginosas alcalinas. INSTRUCCIÓN MERICA loas el agua como bebida, ó ba- ñarse, en el propio sitio. —Gota, reumatismo crónico, arenillas, vári- ces ateromatosas, cálculos it concreciones fosfato-magnesia- mas, afecciones herpóticas, —Unica general —Doctor Bonnet. El Salado. El manantial está situado con muchísimos otros de la misma naturaleza en las orillas del cauce del Río Blanco, próximo al ca- mino de Otavalo á Cotacachi. La cantidad de agua que da será Y% paja. Es clara, de reacción alcalina y de un calor de 3009 6. Por oscurecerse el papel impregnado de sal de plomo en el agua, se deduce que tiene algo de ácido sulfhídrico. El gas sale en va— rios puntos con mucha fuerza, principalmente por debajo de la pe- ña. El agua del Salado, así como la de las demás fuentes E tas en una vasija abierta se vuelve pronto lechosa. También de- posita en su curso un sedimento amarillento blanquizco a es de creer que el Río Blanco debe -su color característico á las partí- culas suspendidas que se aíslan del agua de estas fuentes situadas en sus orillas, Enel Salado se nota un fenómeno digno de llamarla atención. El ganado vacuno bebe su agua con preferencia á la del río; pues pasa primero por éste y no bebe sino llegando al Salado. (1) omposición en 1 litro de agua: 1 10 Sulfato de potasio..... 0,0016 |Sulfato de potasio. .. Lo AOL Sulfato de sodio....... 0, 0175 [Sulfato de sodio. .... O, 0175 Clorido de sodio...... o, 6413 | Cloridodesodio...... O, 6413 Carbonato de sodio... 1, 2874 | Bicarbonato desodio.. 2,0404 Carbonato de calcio... 0, 5117 | Bicarbonato decalcio.. . 0,8289 Carbonato de magnesio. 1,0256|Bicarbonatode magsio. 1, 6826 eds de hierro... 0,0526|Bicarbonatodehierro.. 0,0807 Sílic O, 1812] SMCB. ae O, 1812 Lon. .n2....b.o...... Suma 3,7179 Suma 5, 4742 Acido carb. semifijado 1, 3166 Suma 5,0345 a (1) La misma observación se ha hechoen los os ome Puy-de-Dome y Allier da F meras ricos sn papa yea duladas. Una vez que el gan a po. su agua, busca después con afán la misma y viene de lejos para de Sin embargo lá se dice que con el des frecuente de tales aguas los animales enflaquecen, — 61i — El agua del Salado es por lo tanto O olealina y es notable por la cantidad de bicarbonato de so INSTRUCCIÓN. —LEn baño y en bebida, en las afecciones herpé- ticas, enfermedad de las vías respiratorias, clorosis, anemia, afec- clones gastro—intestinales,—Doctor Bonnet, AGUA DEL QUILOTOA, 5 Venid: ya la composición del agua de la laguna. En 1 litro se halla ; (1) Sullato de calcio hera 0, 5634 Sutfato de potasio ile data O, 0479 Clorido de potasio...... A O, 0068 hlorida e sodio veais 3,4910 Clorido de magnesio......... 2 0443 Bicarbonato de magnesio. ......... O, 5803 Bicarbonato de hierro. ........... 0,0275 000 AMINO. cis ln 0, 0538 A eds 0,0918 Suma 6, 9068 Pertenece el agua del Quilotoa á la clase de /as aguas salo- bres. Es muy probable que contenga bromidos y yodidos; mas, hechos diversos ensayos, no me quedó bastante cantidad de agua, para que los que hice con el objeto de averiguar su presencia, pu- dieran dar un resultado manifiesto, INSTRUCCIÓN. —Contra la gota, muy superior al agua de Confreze ville. ( Francia ). —Doctor Bonnet AGUA DE SANTA ELENA. En el cantón de este nombre existen fuentes termales inte- resantes no Sólo por su composición particular sino también por estar correlacionadas con “volcanes fangosos”. Se hallan hacia el Este del pueblo de Santa Elena á 4 leguas de distancia. El Se- nor T. Wolf, profesor entonces de la Escuela Politécnica de Quito, á su vuelta de un viaje geognóstico por la provincia del Guayas, me entregó una muestra de las aguas termales y publicó en “El Nacional ” una descripción de ellas, que transcribo verbalmente por no conocer la localidad. (1) He ride el ácido sulfúrico con el calcio y el resto con el potas sio ¿ porque corta cantidad e agua no me permitió determinar qué cantidad de calcio se ppt al corret el ea y-cuánto se mantiene en solución. IEA AI IA A AE AA A TIM ES AA — 612 — ** En una quebrada poco honda pero muy ancha, que viene del lado de la montaña de Asajmón, el suelo está formado por las capas verticales de una arenisca terciaria, completamente co- mo en la playa del mar cerca de Cangrejo, alternando también aquí las capas areniscas con otras de arcilla azuleja y en parte bituminosa. De estas capas surgen, en medio de la quebrada, los grandes borbollones de agua, dos muy calientes y uno tibio, y además una multitud de fuentes más pequeñas. Hacia el margen del plano que forma el fondo de la quebrada, á corta distancia de las fuentes, se halla el “volcancito”. Es un cono muy truncado que tendrá 2 metros de altura y 6 metros de diámetro en su par- te superior. Consta de fango endurecido y se puede subir sin peli- gro á su margen superior. Enel centro de la pequeña meseta se halla el cráter principal, un embudo de 1 metro de ancho y lleno de fango, del cual brotan sin intermisión grandes burbujas de gas, ocasionando un ruido sordo gutural. Al rededor del cráter la pla- nicie de fango medio blando está cubierta de muchisimos conos pequeños de no mayor altura que de 1 pulgada á 1 pie, cada uno con su pequeño cráter terminal que arroja lodo y gases con un sonido silbante. Pueden compararse estos conitos encima del co- no principal con los conos y cráteres de erupción en los volcanes verdaderos. El fango arrojado es muy salado, y en la superficie cristaliza la sal bajo la influencia de los rayos del sol Colocado uno sobre el margen del cono se percibe un olor fuerte de petró- leo, y en efecto se deposita esta sustancia en bastante cantidad al rededor de los respiraderos de gas, comunicando al fango arcilloso que al principio es gris claro un color pardo. Igualmente se sien- te un olor débil de hidrógeno sulfurado. Azufre nativo terroso se ha depositado en corta cantidad en el fango, y además en algu- nos puntos mucho ocre de hierro. De los productos que se depo- sitan se deduce que los gases principales que se abren paso, se- ran: el ácido carbónico, el gas sulfhídrico y el hidrocarbúrico, que son los mismos, que se han observado en los volcancitos de Otras regiones. Las cercanas fuentes termales están en íntima co- nexión con el volcán fangoso y en el fondo son efectos del mismo fenómeno, solamente que en lugar da un poco de fango arcilloso arrojan en gran cantidad agua limpia. El desarrollo de gases es tan considerable ó aun más enérgico que en el volcancito, también aquí se percibe el olor de petróleo y de hidrógeno sulfurado; y hay igualmente sedimentos de ocre, de sal, de azufre, de petróleo; Pero estos productos con mayor facilidad son llevados por el agua Y nO pueden acumularse en gran cantidad. El agua cristalina de las fuentes está muy cargada de sales, y según el sabor amargo predo- Mina después del cloruro de sodio el de magnesio. Tanta riqueza de sales en el agua indica la existencia de un gran depósito de es- fas sustancias en la profundidad, Una delas tres fuentes principa- les, es de agua tibia, cuya temperatura será pocos grados más ele- - Vada que la de la atmósfera; las otras dos y el fango del volcancito | — 613 — tendrán de 404 452 de calor. Un hecho curioso es el que en el agua salada y caliente de las fuentes viven millares de pescaditos menudos; y el taud del cono caliente del volcancito está vestido espesamente de una planta ciperácea Sugulas, que no he visto en ningún otro lugar de aquella región” Flotaban en el agua unos copos verdes, que se separaron antes de proceder al análisis. Estudiándolos bajo el microsco- pio, conocí que eran vegetaciones microscópicas como no rara vez existen en aguas minerales: á saber, filamentos entretejidos de confervas y algas, y entre ellas unas pocas diatomeas y un hongo de forma curiosa Al verter el agua en el cilindro graduado se desprendió mu- cho gas, que en su mayor parte era ácido carbónico con tanto ácido sulthídrico que oscureció al instante el papel de plomo. Evaporados 600 c., c. del agua quedó un residuo de 9,177 gr. lo que corresponde á 15,295 gr. para 1 litro; era sumamente deli- cuescente y no se dejó secar sino con muchísima dificultad; no contenía nada de carbonatos. Un litro de agua tiene: (1) Clorido de potasio............... 0,6781 Clóridóo de: sodio o. Dvisnio 4, 7881 Clorido de Eáldlol 2h. E 4 2175 Brómmido de Sodio 7. 3, 2479 Bromido te Paldis:. 200 200 O, 7265 Yodido:de' calcio si. o po ibsa O, 0861 Bicarbonato de hierro. .......... O, 0168 Clorido de aluminio... :.0........ O, 0215 Sic ica O ASS O, 0233 Suma........ 13, 8058 La composición de esta agua es en alto grado sa sulfatos, y en vano he buscado una análoga en la literatura que trata de la composición de las aguas. Existen sí aguas, que tie- nen igual cantidad de hromidos: en 1 litro; pero en tal caso tie- (1) A dogo el análisis la piel de bromo y yodo en el agua, y resultando la sum ingredientes calcu ajo la suposic ción de que el precipi- tad por ce e de plata era solo o notablemente inferior á t1- dad del resíduo de la ev ión: se volvi rm e los 3 halógenos con la cantidad cortísima de agua, que había todavía sobrado. En pu lugar, se separó los cloridos alcalinos de los demás compuestos halogenados por mA dio de repetidos tratamientos por alcohol de 950. En seguida, se aisló el y a elas del es- : r hi 'o de sodi tracto alcohólico y se lo tituló hiposulfito io; en fin se 1m do de Fi recio pivss entre el bromo y yodo ún el r Si que se obtuvo así, se corrigie que se habían a Pa! F el primer e aun así la suma queda inferior á la de oe = evapora: > ede e ble: primeramente, el resíduo amientado en el peso e LE pesó; y en segundo lugar puedes e pines o resul puefio posterior, deriyado una cantidad tan corta de agua, no sea del todo 4 — 614 — nen siempre mayor cantidad de otras sales que el agua de Santa Elena.—Mas no se debe tampoco perder de vista que las circuns- tancias de su origen son igualmente excepcionales y desgraciada- mente en los libros de que puedo disponer no me es posible ha- llar un análisis de agua procedente de un volcán fangoso ó á lo menos de un manantial que brota en sus cercanías. —Pertenece el agua de Santa Elena al tercer subgrupo de las aguas saladas, es decir, á las bromuradas. INSTRUCCIÓN. —Antiescrofulosa, antirraquítica, antianémica, tónica, antiestrumosa, favorable en las enfermedades de la matriz. — e primer orden, incomparable con ninguna de Europa. —Dr. O. Bonnet de París, N. B.—Una cosa que he notado ayer después de que U. salio, es que el químico ha encontrado en sus análisis múltiples que el hierro se halla siempre combinado con el mismo producto: nada de carbonato de hierro, nada de sulfato, nada de bicarbonate y otros ácidos queen nuestras aguas de aquí se hallan en abundancia. ¿Dependerá esto del análisis mal hecho, ó del estado particular del suelo del Ecuador? Sin embargo, las aguas de Auvernia, en Fran- cia, que son de naturaleza volcánica, contienen las composiciones que le señalo á U, Suyo Dr. O. Bonnet. INSERCIÓN LA INSTRUCCION RELIGIOSA. (DEDICADO AL SEÑOR MINISTRO DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA). “ Para que la Instrucción Primaria sea verdade. ramente iñeaA. y socialmente útil ha de ser profun- , damente religiosa .... Es menester que la bo uca- ción popular sea dada y recibida en el seno ¿ Eros atmósfera religiosa; que las impresiones y ¡tos religiosos la penetren por todas partes, GUIzOT. Hace muchos años que el célebre Guizot y otros notables Políticos franceses, católicos y protestantes, reconocieron la verdad Que nos sirve de encabezamiento; pero nos parece que en nin- guna parte más que en Colombia, y en los presentes tiempos, se haya hecho más clara é incuestionable esta afirmación. — 615 — Muchos años hace que nuestras ideas políticas y sociales se disputan su imperio en los campos de batalla y en los Cuerpos Par- lamentarios, y sin embargo, ningún horizonte despejado anuncia- ba la victoria de la doctrina moralmente religiosa. Cansados ya todos nuestros políticos de buscar en vano la solución al proble- ma de una educación que diera paz y garantía á nuestra sociedad, y frutos verdaderos y sazonados á nuestra juventud, en vano han recurrido á todos los sofismas de las doctrinas que circunscriben el corazón y la inteligencia á los estrechísimos límites de la falible razón humana. En vano se han puesto en juego todos los sofismas de Mill y de Spencer, pues que la educación, hija exclusiva y úni- camente de los sentidos, será siempre, ó insignificante ó estéril. La indiferencia religiosa en materia de educación es falta de seguridad, abundancia de superficialidad y fecundidad de igno- rancia. La práctica de las máximas morales está en las prácticas religiosas; la moral, enseñada en sentido abstracto, es una ense- ñanza que á duras penas desarolla algún sentimiento generoso, pe- ro un sentimiento que permanecerá, como tal, inútil para quien lo siente y desconocido para sus semejantes. po La única garantía que el padre de familia tiene de que su hogar sea un foco de honor y de virtud; la única seguridad que lleva el Estado de que sus ciudadanos acaten sus derechos y cum- plan sus deberes, está en el respecto á la sanción religiosa : pri- mera sanción en el mundo, única en ultratumba. Esta aserción no la proclaman las especulaciones y las teorías solamente; la ex- hibe con letras de sangre la Historia. Los pueblos de Asia con- servaron siempre el bien inestimable de la paz mientras estu- vieron gobernados y gobernantes en armonía con su delicado sen- timiento religioso; la historia de toda la Europa, desde los tiem- pos antecristianos hasta los presentes, es un documento auténtico que nos muestra á sus diferentes Estados poderosos, pacíficos y progresistas en sus tiempos de armonía con la Iglesia; y ensan- grentados, bárbaros é impotentes cuando rompían con los senti- mientos religiosos. Pero de todos los ejemplos es el más vivo, el más palpable y acaso el que resume la experiencia de todos los tiempos: el de la República Francesa en el año de 1793, cuando, desconociéndose, la autoridad divina del cristianismo católico, la guillotina no respetó ni á los ministros del altar. Entonces fué el tiempo de la confusión y del desenfreno; falta hacía la autoridad de la Religión, y vino á reemplazarle la violencia con la espada, el puñal y el veneno; la sangre corrió á torrentes, la propiedad se disolvió y las turbas de gentuza acanallada se sobrepusieron á la sociedad honorable para volver al lodo de donde se levantaban, como las olas que un revuelto mar empuja para ahogarlas con más furia entre su oleaje sucesivo y turbulento. Y esta lección es tan firme, y su argumento es tan sólida, que no se encontrara una nación que no pueda repetir lo mismo, ocurrido dentro de su mismo seno, con caracteres más ó menos notables. Tal Ingla- e e oa o OO leia — 616 — terra durante los primeros tiempos de (la Reforma y durante el Protectorado de Oliverio Cromwell; tales los Estados hispano— americanos, y así la gran República del Norte durante la revolución de 1865. Y es que el vínculo religioso no sólo es instintivo: la reve- lación lo enseña, el corazón lo aclama y la inteligencia lo afirma. El sentimiento religioso es la manifestación y el reconoci- miento de un Dios Legislador, de un Dios Juez, de un Dios Pro- curador y de un Dios Caudillo, La Religión es el motor de la humanidad, es el conservador de sus bienes y es la reparación de sus desgracias. Aquellos pue- blos que han sabido conservar intactos los sentimientos religiosos entre todos sus asociados, han cultivado en sus individuos el amor al trabajo, el amor á la familia y el amor á la Patria, es decir, han tenido los grandes fundamentos de la riqueza, la prosperidad, el honor y la paz, ó lo que es lo mismo, han gozado de una nación cuyo gobierno les proporciona y asegura derecho, libertad y jus- ticia. El porvenir de toda sociedad está fundado en las generacio- Nes que se levantan, y él será oscuro ó brillante, según el giro que se déá la educación. La reparación política que actualmente se efectúa entre nosotros, además de consultar el mayor bien de los ciudadanos y satisfacer sus necesidades apremiantes, busca con marcada tendencia el elemento primordial de la estabilidad; pero esa estabilidad y esa seguridad, que tanto se anhela entre nosotros, sólo puede hallarse en una educación sólida y prudente; que satis- faga así las necesidades del individuo como las de la sociedad, coñ- servando la pureza de una atmósfera religiosa, base de la verda- dera moralidad y recta directriz de la mejor educación intelectual, - El Concordato celebrado con la Santa Sede, monumento grandioso que significará en la Historia la pureza de las miras Políticas del actual Gobierno colombiano, es un acto de justicia in- - marcesible y una deuda oportunamente reconocida á un pueblo -Que inmerecidamente había perdido lo más caro de sus intereses morales. Y ese Concordato, unido á las patrióticas y cristianas Instituciones consignadas en la Carta fundamental de 1886, garan- tiza al laudable interés del Senor Ministro de Instrucción Pública a mejor cooperación deseable á la difusión de la educación evan- gélica. Verdad esque todavía se habrá de luchar un poco: aquí, con la indiferencia religiosa, que en mala hora brotó la filosofía utilitarista; allí, con las aberraciones políticas, y más allá con la - Ignorancia de preceptistas sin fe y sín razón; pero también es — 617 — verdad que la mayoría del pueblo es todavía un campo fecundo donde la religiosidad es semilla que brota y se vivifica con ferti- lidad, y que el vencer los mayores obstáculos da después de la ba- talla el mayor valor á la victoria. Por una ceguedad inexplicable en nuestros adversarios polí- ticos, los encontramos frecuentemente combatiendo la enseñanza religiosa, olvidados de que la solidez de su ilustración proviene precisamente de aquellos tiempos felices en que los Colegios de San Bartolomé y el Rosario eran establecimientos que considera- ban sus tareas inseparables de las prácticas religiosas. Y estos mismos políticos, tan fanáticos en plagiar los defectos del protes- tantismo, han sido bastante negados para no seguirlo en aquellas prácticas que pudieran darle realce al sistema de educación. En uiza y Alemania, naciones que marchan á la vanguardia en el ramo de Instrucción Pública, la enseñanza religiosa es obligatoria y las prácticas se observan así: “Para sostener y afirmar el espí- ritu religioso y moral de nuestros alumnos se adoptan varios me- dios. Se tiene especial cuidado de que vayan á la iglesia todos los domingos. ... Todos los domingos á las seis de la mañana, uno de los discípulos de más edad lee, por turno, un sermón en pre- sencia de todos los discípulos y de un maestro. Al principio y al fin de él cantan el versículo de un salmo, acompañados del ór- gano. Una oración que dura unos diez ó quince minutos, se ofre- ce por la noche, por uno de los maestros. Cantan uno ó dos ver- sículos; después signe una exhortación religiosa ó la lectura de un capítulo de la Biblia, y al fin cantan otro verso.” (STINTZ.—£s- cuela Normal de Postdam. ) Si esto sucede en las escuelas protestantes, no de otra mane- ra en las católicas. ... “un cuarto de hora después se toca la cam- pana meramente, y todos se juntan en el comedor, donde se hace la oración de la mañana; después todos siguen á la iglesia, donde se celebra el santo sacrificio de la Misa. Uno de los estudiantes ayuda; los otros cantan los motetes; el acto religioso, para el cu usamos del devocionario y salterio del Obispo Von Hormer, se acompaña algunas veces de canto, pero rara vez, porque el canto muy temprano se dice que es perjudicial á la voz y al pecho. SHEWISTZER, sacerdote católico, Director de la Escuela Normal de Bruhl). En otra ocasión escribimos: “El sentimiento religioso es el más grande y sublime sentimiento de la humanidad. El hombre es eminentemente religioso así en el estado salvaje como en el ci- vilizado, y las naciones están naturalmente caracterizadas por la religión que profesa la mayoría de sus habitantes. Este sentimien- to, PURA Y MORALMENTE dirigido, hace la perfección moral del sér inteligente, multiplica y fortifica las facultades intelectuales. Y hoy, para hacer más sensible nuestra afirmación, copiamos las palabras de un político filósofo, que acaso el no ser católico sea como un refuerzo de argumentación: “No hay más que una voZ 3 E : a E E A y , le E A AS A AS A — 618 — para proclamar que sin religión no hay educación moral posible, y que debe ser el alma de las Escuelas Normales de maestros primarios.” (JOUFROY). JosÉ D. MONSALVE. Nezva.—1888. (Copiado de los ** Anales de la Instrucción Pública”, en la República de Colombia, ; númeto 73.) CIENCIAS. FISICA APLICADAA LA MEDICINA, CIRUGIA, HIGIENE Y FARMACIA (Continuación ) CAPLIULO MIL, COMPRESIBILIDAD. 78 Definición. —Compresibilidad es la propiedad que tienen los cuerpos de disminutr de volumen, cuando una fuerza se aplica de la manera conveniente pava producir este efecto. Puesto que todos los cuerpos son porosos, se concibe que sus moléculas puedan aproximarse unas Otras siuna fuerza las obliga á ello, y por tanto, la com- presibilidad será una propiedad de los cuerpos pero no de la materia, porque si así no fuera, habría que suponerla pe- netrable para explicar su disminución de volumen, cosa que, como ya hemos visto, repugna absolutamente. 79 Compresibilidad de los sólidos. —La compresibilidad es fácil de reconocer en algunos sólidos, pues disminuyen de volumen muy sensiblemente, pero en otros no se manifies- ta con facilidad. El vidrio, el cristal etc., parece que no fue- sen compresibles; pero es porque no se hace la prueba co- mo es debido: así, si se toma un vaso de vidrio de alguna Capacidad que termine en un tubo delgado y se lo llena de un líquido coloreado para poder apreciar las variaciones de Su nivel, y se le trasporta á un aparato cerrado hermética- mente que solamente deje pasar á roce el tubo capilar al exterior, y tenga una bomba impelente, se verá variar el «nivel interior del líquido tinturado, si después de lleno el receptáculo mayor de agua, se ejerce presión sobre ésta — 619 — con el émbolo de la bomba previamente dispuesta á este efecto: esto prueba que el vidrio se ha comprimido, ó lo que es lo mismo, ha reducido su volumen ; por cuya causa se ha elevado el líquido coloreado en el interior del tubo delgado. Lo mismo nos manifiesta la modelación que su- fren los metales por acción del cuño; pues al tratar del pe- so específico se verá que ha habido verdadera disminución de volumen. No obstante, la compresibilidad tiene su lí- mite, pasado el cual, el cuerpo se deshace en fragmentos pequeños por haber supzrado la presión á la fuerza de co- hesión. Es 80 Compresibilidad de los líquidos. —Hasta que Oesterd in- ASA 49,5 | .Eter sulfúrico. ..- 133. _. destilada sin aire 51,3 | Acido sulfúrico... ,32 pu a si INICIA Ei a e «975 [AYGUATas o Ea Estas disminuciones de volumen no son enteramente regulares, es decir, quesi para una atmósfera es la cantidad «marcada, para dos no será el doble; esto se ha comprobado -con losúltimos experimentos de los Señores Cailletet y Pic- tet, quienes valiéndose de ingeniosos aparatos inventados con el fin de liquidarlos gases considerados como perma- nentes, han podido elevar mucho la presión. Con estos apa- ratos se ha visto que, con la fuerza: de 705 atmósferasel agua destilada, privada de aire, se comprime sólo 45,1 milloné- simás, y él alcohol con la de 680 atmósferas, 72,7 millo- nésimas. El eter sulfúrico hace excepción, porque 4:680 atmósferas se comprime 144 millonésimas. Sin embargo, en el agua y mercurio la reducción de su volumen se pue- de tomar cómo: proporcional á la presión, cuando ésta no — 620 —. es muy considerable. Tampoco la disminución de volu- men tiene relación con ninguna otra propiedad de los cuerpos. 81 Compresibilidad de los gases. —Los gases se compri- men mucho más que los otros cuerpos. Si se echa en un tubo encorvado, cerrado por un extremo, una porción de mercurio para interceptar la comunicación de los dos bra- z0s, quedará aire encerrado en la:rama cerrada, que vere- mios disminuir de volumen, si vamos aumentando más y más la presión con nuevas cantidades de mercurio verti- das por el tubo abierto. Si en vez de aire se encierra cual- quiera otro gas, se producirá el mismo efecto; de lo que se deduce que todos los gases son eminentemente compre- sibles, y su volumen está en relación con las presiones que reciben, como veremos más adelante al tratar de la ley. de Mariotte: a E 82 APLICACIONES.—Inni bles'son los casos en los que se puede aprovechar de la compresibilidad de los cuer- pos. Circunscribiéndonos á nuestro objeto, vamos á ver las - circunstancias en las quela Cirugía aprovecha de está pro- piedad; pero antes de esto, no será por demás que hable- mos de la compresibilidad de los tejidos del cuerpo en ge- Hera] = 32: e eg AS Y Todos los órganos y tegidos de la economía animal » son compresibles, más Ó menos, según su textura y los elementos qué entran en su conposición. Desde los hue- sos, qué son las partes más duras del organismo, hasta los músculos y las glándulas, sé dejan reducir notablemente de volumen; lo cual es debido; como ya se ha dicho, á los poros que contiénen y á que estos órganos están Impreg- nados de los líquidos y humores que tanto abundan en el cuerpo del hombre y de los animales. : 83 Aplicaciones á la Cirugía. —(a) Las arterias son unos tubos elásticos de paredes delgadas por los que circula la sangre. Cuando accidental ó intencionalmente se han he- tido ó cortado estos órganos, el recurso más pronto y efi- caz que tiene el cirujano para cohibir la hemorragia que es su consecuencia, es la compresión hecha metódicamente, “Para conseguir esto, es preciso que detrás de la arteria ha- «ya un plano resistente, contra el que se pueda comprimir la arteria sangrienta; de otra manera serían inútiles las ten- tativas á este respecto. La compresión de las arterias se hacía antes con instrumentos adecuados, llamados torni- — 621 — quetes, instrumentos que han caido en desuso para ser sostituídos con los dedos de un ayudante; porque la com- presión por larga que sea, no puede pasar de algunos mi- nutos, mientras el cirujano pueda ligar la arteria rota, que es la operación que debe practicar; y sólo en el caso de ser la arteria inaccesible á las manos del cirujano, como sería la carótida interna al hacer la amigdalotomía, ó cuan- do es de poca significación, se debe hacer uso de los com- presores permanentes. Al hacer la compresión permanente es preciso no interesar los troncos nerviosos, por que esto puede ocasionar una parálisis transitoria, y á veces, defini- tiva. Cuando la rotura arterlal acaece en alguno de los miembros, ó se quiere prevenir la hemorragia para el caso de amputación ó resección en alguno de éstos, se hace uso de un tubo de caucho resistente, con el que se rodea fuertemente el miembro comprometido, y en tal caso, el procedimiento toma el nombre de ¿sguemia de Tsmark. Las venas no necesitan ser comprimidas en caso de hemorragia, si no son las que carecen de válvulas, como las que descienden de la cabeza. (b) Las induraciones que siguen á las inflamaciones terminadas por resolución ó después de supurada la parte, ceden fácilmente á la compresión metódica hecha con ven- das adecuadas. Llamo la atención acerca de este punto, porque á diestros cirujanos he visto confundir una de estas induraciones en la región mamaria, en donde son tan frecuentes, con un escirro ó cáncer; equivocación fu- nesta que obliga al cirujano talvez á extirpar un tumor benigno, y que cede tan fácilmente con el tratamiento que hemos indicado, con otro maligno, que en efecto, recla- maría la extirpación. Vocabulario. instrumentos cortantes. ección.—Corte de una parte de un hueso cualquiera, hecha con el fin de con- servar el resto del hueso. : Resolución.—Terminación de la inflamación sin que llegue á supurar la parte €n- Mamaria.—Región de los senos, mamas ó pechos en el sexo femenino. Escirro 6 cáncer.—Nulgarmente zaratán. sl _Extirpación.—Separación de un órgano ó parte de órgano, con el fin de curar ó viar, e — 622 — (ec) Hay ocasiones en que se aplica la compresión - en ciertas enfermedades de la piel, especialmente en los exantemas, prefiriéndose para este caso, en vez de los vendajes que rara vez toleran los enfermos, el colodión, que goza de la doble propiedad de constreñir los tejidos á los que se aplica, y de impedir el acceso del aire, perju- dicial las más de las veces en tales enfermedades. (d) Varias veces en mi práctica he tenido ocasión de destruir en un instante ciertos quistes sinoviales que apa- recen en las articulaciones (de preferencia en la radio—car- piana ), á beneficio de un golpe rudo y repentino dado con un libro, después de inclinar la mano del paciente en sen- tido de la flexión, con el fin de hacerla más prominente, y hacer que pueda sufrir directamente la violencia del golpe hasta romper la cápsula ó bolsa que contiene al líquido sinovial, : (e) Los vendajes bien ejecutados y moderadamente ajustados, hacen desaparecer los edemas rebeldes de los miembros. Por el mismo medio se llega también, en Ocasiones, á curar ciertas neuralgias que han resistido á todo tratamiento. (f) No hay medio más eficaz para reducir las her- .nias crurales é inguinales que la aplicación de una venda de caucho, como lo indica el profesor Maisonneuve. (g) La compresión hábilmente manejada constituye el 4? tiempo de la operación de la extracción de la catarata. (h) Practicada la compresión con las pinzas finas de M. Vidal, se llega á obtener unión por primera intención en los casos de heridas de bordes limpios; y quiza es el procedimiento más aceptado para conseguir la adheren- cia de la mucosa con la piel, en caso de practicar la ope- ración del fimosis. (1) La compresión favorecida por la palpación da á conocer la presencia de líquidos ó gases contenidos en las cavidades naturales y anormales. Al tratar de la xantemas.—Enfermedades de la piel caracterizadas por A, nie Óó inflama- e ciertos elementos de esta cubierta y notables por su rubicundez. ¿ ( C . . Quiste.—Bolsa anormal que contiene en su interior cuerpos sólidos 6 líquidos. LEdema.—Depósito del suero de la sangre en los intersticios del tejido celular. Neuralgia.—Dolor de una región del cuerpo sin lesión apreciable. Hernia.—Salida de los intestinos altravés de aberturas preternaturales (vulgar Mente quebraduras ). Catarata.—Opacidad del cristalino. E : + y Firosis.—Amputación del prepucio ó piel que rodea la extremidad del miembro vir — 623 — elasticidad veremos cómo se consigue esto para no ser inducidos á error. (3) Cuando la compresión es fuerte y prolongada á tal extremo que puede impedir el curso de la sangre en el interior de un miembro, ocasiona la mortificación de és- te, dando lugar á lo que en Cirugía se conoce con el nom- bre de esfacelo. (k) De todos los órganos, el cerebro, es el que está más expuesto á las compresiones por causa interna, y cu- yas consecuencias son á veces funestas. Encerrado co- mo se halla este órgano en una caja osea inextensible, cualquier acúmulo anormal de sangre (congestión ) se tra- duce por desórdenes en sus funciones; yy cuando éste és exagerado, por la suspensión completa de las mismas, y aún de las de los órganos restantes. La compresión pue- de venir también por un derrame de serosidad en los ven- trículos cerebrales, como sucede en la hidrohemia, en ciertos casos de envenenamiento y en la axfixia por ex- trangulación. : : . -El cerebro de los niños resiste mucho más á la com- presión, cualquiera que sea la causa que la produzca. Las caídas, las contusiones en ellos, son de poca significación; y tanto menos, cuanto más se acercan á la época del na- cimiento. En un niño que nace se prolonga tanto el ce- rebro, que se transforma en un verdadero elipsoide, sin su- frir, como es sabido, ningún dretimento por tal cambio de orma. 3 (1) La única manera de contener el desarrollo exa- jerado de las varices de los miembros inferiores, es la com- presión sostenida y moderada, lo que se consigue, dispo- niendo que el individuo que de tal enfermedad. adolece, use medias de caucho; ó á falta de éstas, medias comunes bastante ajustadas. : En cuanto á la acción que ejercen sobre el organis- mo los gases comprimidos, la veremos al tratar de los efectos fisiológicos de la atmósfera. : 84 Aplicaciones ála Farmacia.—En. las operaciones far- macológicas desempeña un oficio muy frecuente la com- presión. La extracción del jugo de las plantas, la confec- LEsfacelo.—Muerte de una región extensa del cuerpo. A HMidrohemia.—Exceso de agua en la sangre algunas veces con alteración de los glóbulos rojos. ; - Axfixta.—Muerte por privación de aire. Varices. —Dilatación patológica de las venas. 0 ción de cápsulas, pastillas, píldoras, confites, polvos etc. etc, son operaciones que han menester de la propiedad que nos ocupa. | CAPITULO VIII, ELASTICIDAD. A A AA A O _. 85 Definición —ZLa ELASTICIDAD €s-/a propiedad que tienen los cuerpos de recobrar su forma cuando la pierden Por el efecto que en ellos produce una fuerza cualquiera. Esta propiedad corresponde á los cuerpos solamente, pues ellos y no la materia son compresibles y porosos. Unos cuerpos vuelven á su forma en un tiempo instantáneo, por ejemplo el marfil, y se llaman e/dsticos de primera clase; otros recobran su forma en un tiempo más largo, y se llaman elásticos de segunda clase, : Varias son las causas que influyen en la elasticidad de los cuerpos sólidos, y son también varios los medios de probarla; puede ésta manifestarse por la presión, por la flexión, la tracción y la torsión, z 06 Elasticidad por presión. —Cuando un cuerpo se com- prime ó recibe un choque, se deforma; es decir, que sus moléculas cambian de posición. Si este cambio es gran- - de, produce en unos cuerpos la separación de las molécu- las, 6 lo que es lo mismo, la ruptura del cuerpo, y en Otros una deformación que permanece después del cho- - Que; pero si el cambiode posición no excede deciertos lími- tes, que varían para cada cuerpo, las moléculas vuelven _ú recobrar su primera posición instantáneamente, si éste €s perfectamente elástico, desarrollando en sentido contra- rio una fuerza teóricamente igual á la que fué necesaria para separarlas; ó si el cuerpo no es perfectamente elásti- - Co, vuelven á su posición en un tiempo más largo. Sien un E plano pulimentado y cubierto de una capa de polvillo fino, hacemos caer una esfera de un cuerpo elástico cualquiera, omo por ejemplo una bola de billar, ésta después del cho- que dejará una impresión circular en el plano, indicio cier- to, de que la esfera se ha comprimido. La vuelta de las - moléculas á su posición primitiva se revela por la forma esférica que vuelve ¿adquirirlabola, y también porel recha- zo que sufre ésta; circunstancia que se manifiesta por el — 623 — bote ó levantamiento instantáneo verificado después de la caída. 87 Temple —Se Hama temple á la operación de calen- tar fuertemente un cuerpo y hacerle enfriar de pronto: el temple aumenta la elasticidad de los cuerpos. El acero, vidrio y varios otros se templan; se exceptúan algunos, y entre ellos, la aleación de 22 partes de estaño y 78 de co- bre, pues templada esta aleación es menos elástica que sin templar. El temple produce en las moléculas una posi- ción violenta, pues al enfriarse el cuerpo en su parte exte- rior, se forma de pronto la caja Ó espacio donde todas las moléculas del interior deben colocarse; pero siendo este paciod tado grande las hacet posiciones respec- tivas que no tomarían si el cuerpo, enfriándose lentamente, no formara la caja, y las moléculas se fueran agrupando na- turalmente. Esto se comprueba por varios hechos: un pe- dazo de acero templado tiene más volumen que él mismo enfriado lentamente; el cristal enfriado bruscamente con= serva cavidades en su interior que se llaman lágrimas ba- távicas. 88 Elasticidad por flexión. —Formando con los cuerpos planchas delgadas y angostas, y sujetas por uno de sus ex- tremos, sí se las desvía de su posición vuelven á ella des- pués de haber vibrado más 6 menos tiempo: esta prueba de la elasticidad es muy sensible, y pocos son los cuerpos que no aparecen elásticos sometidos á ella. 89 Elasticidad por tracción. — Aplicando dos fuerzas con- trarias á los extremos de un alambre, que tiendan á alar- garle, se observa que aumenta su longitud, volviendo des- pués á la que antes tenía cuando cesan las fuerzas, si no han pasado de cierto límite. Savart ha hecho experimen- tos fijando el alambre por un extremo y uniendo al otro un platillo: haciendo dos señales en el alambre, medía la distancia entre ellas con un catetómetro (35) poniendo des- pués en el platillo pesos distintos, y repitiendo la medi- ción, se econtraba que el alambre, había aumentado de lon- gitud; pero no pasando del límite de la elasticidad en ca- da cuerpo, volvía exactamente á tomar su primera longi- tud cuando cesaba la fuerza que le alargaba: de este modo ha visto también que los cuerpos se alargan en razón de la fuerza de tracción y de las longitudes, y en razón inver- sa de los cuadrados de sus diámetros. 90 Elasticidad por torción.—Si se fija un extremo de un — 626 — alambre, y al otro extremo se coloca una aguja horizontal, desviando ésta de la posición en que naturalmente queda, de modo que el alambre se tuerza, volverá á ella después de haber oscilado algún tiempo, si no ha pasado de cier- to límite la torción. En este caso la posición de las mo- léculas, varía por la fuerza que se emplea, para torcer el alambre, y vuelven á recobrarla cuando la fuerza ha cesa- do: la sensibilidad de los cuerpos á esta prueba es gran- de, y su elasticidad está en razón directa de la longitud del alambre, y en razón inversa de la cuarta potencia de su diámetro. 91 APLICACIONES.—Muchas son las aplicaciones de la elasticidad; toda especie de muelles ó resortes que para tantos usos se emplean, entre ellos los dinamómetros (59) los colchones y almohadas que se hacen de lana ó pluma, y muchos otros objetos que pudieran citarse, son aplicacio- nes de esta propiedad. Pero como hemos dicho, la elas- ticidad, tiene un límite en cada cuerpo, y por tanto, la ac- ción contínua de esta propiedad, produce en ella variacio- nes que á veces son de consecuencia y que han de tenerse presentes. Los cuerpos sólidos son todos elásticos, es decir, que no hay ninguno desprovisto de esta propiedad; pero tam- poco hay ninguno que sea tan perfectamente elástico co- mo un cuerpo podría ser. El marfil, cristal, y algunos otros que son los más elásticos, no lo son sin embargo completamente. 92 Elasticidad de los líquidos. —Cuando se hace el expe- rimento de comprimir un líquido en el piezómetro, al disminuir después la presión se ve que el líquido, sea el que quiera, toma exactamente el mismo volumen que á un principio tenía; esto nos prueba que los líquidos son per- fectamente elásticos. ( Continuará Ja — 627 — EL SR. DR. DON LEOPOLDO FREIRE. Suelen la adulación, la vanidad y el interés, ó el amor, la ternura y el sentimiento multiplicar expresiones de exagerada condolencia y de encarecido encomio en necrologias de individuos cuyo fallecimiento fué acaso el único acto notable de su vida; y de aquí la indiferencia, cuando nó el menosprecio, con que las gentes reciben esos papelones enlutados, que algunas veces por su trivialidad, son epitafios del crédito del autor, falso llorón, más bien que planchas de inmortalidad para el nombre del difunto.— Necrologia vale tanto como llanto; y la verdadera es escrita por el propio fallecido: con el luminoso lenguaje de la caridad, en los corazones de las viudas, de los huérfanos, de los ancianos; con el persuasivo idioma del ejemplo del bien, enlas almas de los flacos, de los pecadores, de los desventurados; con la elocuente voz del patriotismo y de la probidad, en los ánimos de los ciudadanos, de los magistrados, de los jueces; con la imperecedera lengua de la sabiduría, en las inteligencias de los propios ó de los extraños.— Cuando así fuese escrita en mármol no deleznable la memoria del varón caritativo, virtuoso, probo, sabio, los pueblos no tienen sino grabar su nombre, siquiera en una piedra basta, como que él significa de suyo, caridad, virtud, justicia y sabiduría. Esto lo sabía bien el artista que excavó en una modestísima lápida, en la modesta portería de un convento, sobre una aun más modesta tumba, el sólo nombre de Fray Luis de Granada. Y con él podemos ciertamente comparar al Señor Doctor Don LEOPOLDO FREIRE, Arcediano de la Catedral de Quito, fa- llecido el 5 del corriente. Comparación tanto más exacta, cuanto la virtud que caracterizó al Señor Freire, fué la humildad; humil- dad hasta en la grandeza: la más acreedora de alabanza. No le envanecieron los más altos puestos de la Iglesia y de la política, á los cuales fué llevado quizá por la sumisión á las ór- denes de sus superiores ó á las sugestiones de su conciencia; y aquí citaríamos cierto hecho de sobrehumano rebajamiento propio, si no supiésemos que si á él le correspondía disminuir hasta la ano- nadación al hombre esclarecido, á nosotros corresponde restituirlo á su grandeza, para modelo digno de la imitación más completa. Humildad tal que, si con algo hubiésemos de medirla, sería con el saber, elocuencia, suavidad d trucción Pública, quien, por acuerdo unánime en la sesión última, determinó que se le consagrasen estas líneas en los “ Anales de la — 628 — Universidad ", no como homenage digno de la ilustre persona, sino para provecho de los catedráticos, estudiantes y demás lec- tores del periódico, quienes al hojearlo y encontrar el respetado nombre, hallarán las fuerzas que proporciona cl ejemplo para re- sistir al mal, que cunde y sin cesar nos combate, y, sobre todo, un argumento contra el excéptico y desconsolador principio de gene- raciones descreídas: “la palabra virtud es vana y sin sentido”. '=———— SA ——_—_—_—_—— ACTAS DEL COXSEJO GENERAL DE INSTRUCCION PUBLICA, Sesión del 18 de octubre de 1888, Concurrieron los Señores Presidente, Rectores de la Univer- sidad y Colegio Nacional de San Gabriel, Decanos de la Facul- tad de Medicina, Instituto y Facultad de Ciencias. Se aprobó El acta de la sesión extraordinaria de 30 de julio, después de la observación del Señor Decano de la Facultad de Medicina sobre que faltaba su nombre entre los que la formaron. e pasó á la Junta Administrativa de la Universidad el ofi- cio del Señor Rector ea que se asignen los sueldos de que de- ben gozar los profesores Se admitió la renuncia del Er Manuel María Pólit de las Cátedras de francés é inglés para conformarse con la ley; y lue- go se le nombró á él mismo, por pa secreta, y por unani- midad, Profesor interino de las mismas clases. Le ído el oficio del Señor Rector del Colegio de San Bernar- do de Loja para que se modifique A artículo 34 del Reglamen- to General de Instrucción Pública, ó, si esto no fuese posible, se hiciese excepción á favor del Señor Javier Limancas para ser nom- brado Secretario del Colegio sin tener 25 años; el H. Consejo concedió la dispen Considerado el oficio del Señor Rector del mismo Colegio, quien pide á nombre de la Junta Administrativa, autorización para establecer clases de Medicina; el Consejo ordenó se pida informe al Señor Gobernador de Loja, en su calidad de Subdi- rector de estudios, sobre el número de clases y profesores que se trata de establecer, la suficiencia y Papa de las rentas á ello necesarias. mbró por unanimidad de votos al Doctor Rafael Peña- hd Espinel! Vicerrector del Colegio Nacional de Ibarra. Sometida á discusión la duda del Señor Rector del Colegio de Ibarra sobre si deben sumarse las faltas de asistencia á las cla- ses, cuando las materias de un curso son dictadas por diver- sos profesores, para determinar el número que acarrea la pérdi- a del año; el Consejo resolvió que deben contarse separada- — 629 — mente y que á las funciones cívicas y religiosas eran reglamenta- rias, ó disciplinarias y no debían acumularse á las anteriores. El R. P. Rector del Colegio manifestó, que, en cuanto al último punto, era otra la práctica observada en el Colegio Nacional, se- gún lo establecido por los reglamentos. Pidió que conste su voto negativo, porque no se crea daba mayor importancia á la enseñanza que á los actos religiosos. ¿1 H. Señor Ministro de Instrucción Pública propuso para Rector del Colegio Bolívar de Ambato la siguiente terna: en pri- mer lugar al Señor Doctor Ricardo Martinez; en segundo al Se- ñor Doctor Agustín Nieto, y en tercero al Señor Doctor Adriano Montalvo.—Recibidos los votos, fué nombrado por unanimidad el Señor Doctor Ricardo Martinez. e pasó á estudio del Señor Decano de la Facultad de Cien- cias la solicitud del Señor Angel María Arellano, quien pide dis- pensa del certificado de asistencia á las clases para rendir el exa- men de Hidrotécnica. A estudio del Señor Rector de la Universidad la del Señor M. Federico Muñoz B., quien pide se le autorice dar dos exáme- nes atrasados, matricularse en el curso siguiente, y dispensa de faltas de asistencia á las clases. La solicitud del Señor Manuel Granja, de Cuenca, para que se le permita dar reunidos los exámenes de 4? y 52 año de Jurispru- dencia y se declare válida la matrícula de 5% año, obtenida sin haber presentado los exámenes del 4%, pasó á estudio del Señor Decano de la Facultad de Jurisprudencia. Se pidió informe al R. P. Rector del Colegio Nacional de San Gabriel acerca de la solicitud del Señor Mario Medina para que se le dispensen las faltas de asistencia para dar el examen de pri- mer año de Filosofía. Leída la solicitud y los documentos presentados por el Señor Daniel Hermida, de Cuenca, para que se le permita dar el examen de Prolegómenos y Derecho Público Eclesiástico sin asistencia á la clase, examen que no fué presentado á su debido tiempo por grave enfermedad del peticionario, fué resuelta favorablemente. La solicitud del Señor T. Julián Andrade, de Ibarra, para que se le dispensen faltas de asistencia á las clases, se la sometió á in- forme del R. P. Rector del Colegio Nacional. Pasó á estudio del Señor Decano de la Facultad de Medicina, la petición del Señor Julio F. Moreno, quien pide se le permita matricularse en 42 año de Medicina sin dar examen de Pato- logía interna, bajo la obligación de presentarlo al fin del curso. La solicitud del Señor Nicolás Durán que pide dispensa de asistencia á las clases para presentar el examen de 3*" año de latinidad, pasó á estudio del R. P. Rector del Colegio Nacional. La solicitud del Señor Alfredo Casal para que se le dispense la asistencia á las clases de 2? y 3 año de Jurisprudencia y se le permita matricularse en 42 año, pasó á estudio del Señor De- cano de la Facultad de Jurisprudencia. — 630 — Se sometió á estudio del R. P. Luis Sodiro, Decano del Insti- tuto de Ciencias, el Tratado de Aritmética que el Señor Benjamín Endara, de Tulcán, somete al juicio del H. Consejo General de Instrucción Pública. Leída y considerada la solicitud del Señor Doctor José María Troya, Decano de la Facultad de Ciencias, quien pide se le auxilie con los recursos necesarios para adquirir en Europa los clisces necesarios para el “Tratado de Física aplicada á la Medicina y ciencias anexas, que ha comenzado á publicar en los “Anales de la Universidad”: el H. Consejo resolvió que no se hallaba autorizado para ello y aprobó la siguiente proposición, hecha por el R. P. Rector del Colegio Nacional con apoyo del Señor Doctor Rafael Rodríguez Maldonado, Decano de la Facultad de Medicina: “Re- comiéndese eficazmente al Poder Ejecutivo la solicitud del Señor Doctor José María Troya, tanto por lo importante de la obra, como por lo exiguo de la cantidad pedida. El dinero necesario pudiera sacarse de la cantidad asignada á gastos de Instrucción Pública. ” eñor Doctor Troya se abstuvo de votar por tratarse de un asunto que le interesaba personalmente. Se aprobó el siguiente informe del Señor Doctor Laso. “Señor Presidente del Consejo General de Instrucción Pú- blica. —Leída atentamente la nota dirijida al H. Consejo General de Instrucción Pública por el H. Señor Director del Instituto de Ciencias, el 30 de julio de 1888, se encuentra el propósito de pedir . Consejo la resolución de la duda ocurrida en el Consejo del referido Instituto por haber abandonado su cátedra, sin previa licencia, el Señor Profesor de Mecánica; pero como la duda no ver- sa sobre la inteligencia dealguno óalgunos artículos del Reglamen— to, creo que el H. Consejo General carece de facultad para cono- cer de dudas de esta naturaleza, pues, según la atribución 6* del artículo 59 de la Ley Orgánica de Instrucción Pública, sólo escu- cha y decide las dudas sobre la inteligencia de la Ley Orgánica de Instrucción Pública y reglamentos correspondientes, mas no de to- das las que pueden suscitarse en las Juntas Administrativas. —Por esta razón el suscrito cree que el H. Consejo debe abstenerse de resolver la duda propuesta. Pero si el H. Consejo opina de otro modo y juzga que debe entrar en el examen de lo principal, parece que la Junta del Instituto no ha tenido motivo para dudar desde que el Capítulo 22 de la Sección 6? del Reglamento prescribe muy claramente el modo y forma de proceder en casos como el presente.—Así opina el infrascrito, acatando, como debe, el más - acertado fallo del H. Consejo.—Elias Laso. ” A E _ Por el artículo 6% del decreto legislativo de 14 de agosto - de 1888. a Por último, el Señor Decano de la Facultad de Medicina re- - Cordó que los acuerdos y las actas del Consejo General de Instruc— = 04% ción Pública, debián publicarse en los ** Anales de la Universidad ”; y el Consejo, todo, estuvo conforme en que se cumpla dicha dispo- sición. E El Secretario, Carlos Péres Quiñones. É—_—————AADA A BOLETIN UNIVERSITARIO. $qRI _AAA———— DISCURSO, PRONUNCIADO POR EL SEÑOR Doctor DoN E Ye HONORATO “Y ÁZQUEZ, CON MOTIVO DE LA INAUGURACIÓN DEL CURSO ES- — COLAR DE 1888 Á 1889. EXCMO. SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, Señores : Me ha favorecido la Junta Administrativa de esta Universi- dad encomendándome el discurso de apertura del presente cúrso escolar; estoy, pues, en medio de vosotros, “unos, que reposáis se- renos en el sitio de los vencedores;—otros, que estáis en la arena, y de allí tendéis la mirada hacia adelante, alegres porque la vida se os brinda como un presentimiento, confiados porque sentís vi- gor en el espíritu, emprendedores en fin, porque estáis en lo ple- no de la juventud. 20 Los vencedores me envían á vosotros para que os hable en su nombre. Héme aquí: recibidme en consideración á ellos, y aun- que no tenga mi palabra autoridad ninguna por sí, viene resguar- dada por el prestigio de mis comitentes, y brota, como palabra de amigo,-sincera, confidente, porque es para vosotros, amigos míos. os Una oculta simpatía me lleva á vosotros ¿sabéis cómo? Con el impulso de la esperanza; y vosotros, perpetuos viajeros empu- jados por la esperanza hacia lo futuro, conocéis que ese impulso parte del corazón. Noos hablo, pues, por sólo el cumplimiento de una obligación oficial, sino porque mi palabra, fiel intérprete de mi alma, quiere ser vuestra; porque mi alma simpatiza con voso= tros, esperanza de la Patria. ; Afuera,-el bullicio; la agitación; el comercio, que cambia el — 632 — a es vuestra obra:-la disciplina de la inteligencia, y de ella quiero hablaros en estos momentos en que os veo congrega- dos delante de vuestros profesores, como soldados delante de sus Jefes; en que os veo aislados de la sociedad, como está la divi- sión de reserva, respecto de la vanguardia que batalla. Ak Abrís vuestro libro de estudio, y, olvidados de lo demás, os consagráis á devorar sus páginas, á guardar en la memoria las no- Clones que adquirís, á interesar á vuestras facultades afectivas en guardar el tesoro descubierto. ¿Qué ha ocurrido entre vosotros y ese libro, que así os veo Serenar con gravedad ese semblante joven halagado por la risa, abstraeros en meditación, apagar el relampagueo de vuestras pu- pilas y reconcentrar su fuego á lo íntimo de vuestras contempla- "Clones? Es que una alma ha atraído á otra alma; es que de esas Páginas silenciosas y muertas ha surgido el poder dé una inteli= gencia que pasó, pero que dejó huellas en esos caracteres que, más que signos, son revelaciones del alma. - Os habéis comprendido, Vosotros que buscáis y esa alma que os muestra lo encontrado en Sus Investigaciones. .. Pero enese encuentro ¿os dáis cuenta de las labores proli- Jas que representan esos caracteres trazados en vuestro libro de estudio? Esos rasgos significan abstracción de las vulgaridades de la vida, doble sacrificio de una alma en el retraimiento de la inteli- gencia y en el del corazón, para arrastrarlos á las investigaciones de la verdad. Vuestro libro de estudio, debe ser pues, vuestro pri- mer maestro, no tanto en la ciencia técnica que da, como en la ciencia moral que os predica en cuanto á la disciplina de vues- tra inteligencia. Para elaborarlo hubo procedimientos que se ignoran, pero Que fueron fruto de privaciones, por una parte, de eyerancia yes —633— por otra; y entre todo ello, el alma estuvo consagrada á trabajos que no podían llegar al término ambicionado sino mediante el so- metimiento á una especie de higiene, preservadora como tal, y coo-. peradora para la eficacia de la acción. El alma, nacida para la verdad, vive investigándola. No pre- guntéis cuál sea esta verdad: en una ú otra forma, más ó menos velada por el sofisma,-en último térnrino, el blanco de ese viaje constante de las facultades espirituales, es la verdad, que se tradu-. ce por conocimiento de la inteligencia y amor de la voluntad. Hasta encontrarla, el procedimiento de su invención es labo- rioso: «con viajes de exploración, avances, retrocesos, extravíos en los cuales, sólo un ánimo perseverante puede sostener los. des- fallecimientos del espíritu que peregrina en pos de la verdad. Esa rseverancia del espíritu, ese recogimiento de sus facultades para impulsarlas en un sentido calculado, — + PA N9 12.—República del Ecuador.—Ministerio de Instrucción Pública. Quita, octubre 24 de 1888. Señor Rector de la Universidad Central. Como en la importante publicación titulada “ Anales de la Universidad ” se contienen luminosos artículos que versan direc- tamente sobre puntos de Instrucción Pública; suplico á US. se sirva ordenar al editor de este periódico, envíe á este Ministerio una colección completa de los números hasta ahora publicados, y continúe enviando los que en adelante se publicaren. Dios guarde á US. ELías Laso. República del Ecuador.—Secretaría del Consejo General de Instrucción Pública. —Quito, octubre 26 de 1888. Señor Rector de la Universidad Central. En sesión extraordinaria de ayer, concedió el H. Consejo Ge- neral de Instrucción Pública al Señor Alejandro Urresta prórro- ga de dos meses, para que haga legalizar los documentos necesa- rios para que se le declare apto para optar el grado de Bachiller en Filosofía, y matricularse en 1% año de Jurisprudencia. gual concesión hizo al Señor Aureliano Guerrero, que se Eto en idéntico caso, para que se matricule en 1% año de Me- ici o que tengo la honra de poner en conocimiento de US. para los Ana consiguientes, Dios guarde á US. Garlos Pérez Quiñones. República del Ecuador. —Rectorado de la Universidad Cen- tral. —Quito, octubre 27 de 1888. H. Señor Ministro de Instrucción Pública. : Tengo la honrosa satisfacción de enviar á US, H., los núme- ros de los “Anales” que hasta ahora se han publicado, excepto el número 22 que está agotado y que me será grato remitir á . H. tan luego que se reimprima; así como los que en adelante se pu- blicaren. "== Dios guarde á US. H ES RAFAEL BARAHONA. + 91 s.—República del Ecuador.—Ministerio de Instrucción Pública. —Quito, octubre 29 de 1888. Señor Rector de la Universidad Central. Acuso recibo de diez números de los “ Anales” que US. ha tenido la bondad de remitir á este Ministerio. Agradezco la atención de US. y espero que cuando se reim- prima el número 2? lo remita, para que no quede trunca tan va- liosa colección. Dios guarde á US. ELías LAso. República del Ecuador.—Rectorado de la Universidad Cen- tral. —Quito, octubre 29 de 1888. R. P. F. José María Aguirre. Con fecha 3 de los corrientes me comunicó el Ilmo. y Rmo. Señor Arzobispo el acertado nombramiento de Profesor de Reli- gión hecho en la persona de S. R.; y como es llegado el tiempo de comenzar la enseñanza, tengo la honra de llamará S. R. á desem- peñar su cargo, previo el juramento constitucional, que lo presta- rá mañana á la una de la tarde en este despacho. : Dios guarde á S. R. RAFAEL BARAHONA. República del Ecuador.—Rectorado de la Universidad Cen- tral. —Quito, octubre 29 de 1888. H. Señor Ministro de Hacienda. En 5 de mayo del presente año, dispuso el Excmo. Señor Presidente de la República, al H. Señor Ministro de Hacienda D. Vicente Lucio Salazar, que pague á este Establecimiento el valor de la adjunta liquidación que debe el Tesoro Nacional; pero co- mo á pesar de la mencionada disposición no se ha efectuado el pa- go, suplico á US. H. se digne ordenar al Señor Tesorero Nacio- nal, que cancele esta deuda. Dios guarde á US. H. RAFAEL BARAHONA. República del Ecuador.—Decanato de la Facultad de Medi» cina.—Quito, octubre 19 de 1888. H. Señor Ministro de Guerra. Devuelvo 4 US. H. los expedientillos, pertenecientes al Te- pa + niente Coronel graduado José Mánuel Almeida y Sargento 1% Ramón Barahona, con las cogi resoluciones dadas por la Facultad, en la sesión de esta fe Dios guarde á US. H. RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO: República del Ecuador.—Decanato de la Facultad de Filoso- fía y Literatura.—Quito, octubre 19 de 1888 H. Señor Ministro de Instrucción Pública. es honroso poner en conocimiento de US. H., que la Fa- cultad de Filosofía y Literatura, en sesión de hoy tuvo por bien nombrarme para Decano, en conformidad con lo dispuesto en el artículo 27 del Reglamento General de Estudios. Dios guarde á US. H. CARLOS R. TOBAR. República dal Estados aa Gniviiniticde la Universidad Cen- tral. —Quito, octubre 12 de 1888. Señor Doctor Aurelio Espinosa. La Facultad de Jurisprudencia, en sesión de es aceptó la propuesta del Señor Doctor Elías Laso, Profesor de Economía Política. y Legislación y nombró á U. Profesor sustituto,de la mencionada Cátedra, asignándole las dos terceras partes del suel- do correspondiente. Lo que tengo á mucha Hhionra:poner en conocimiento ¿de U. para los fines consiguientes. Dios guarde á U. : José Bolívar Barahona. República del Ecuador. Secretaría de la Universidad Cen- tral. —Quito, octubre 19 de 1 Señor Doctor Rafael Serrano. "Por orden del Señor Rector, tengo á honra llamar á U. á dic- tar la Cátedra de Cirugía y Obstetricia, mientras dure la licencia 12 Grande exactitud en la concepción de la idea. Si la idea no es muy distinta y muy clara, el término que la revestirá tiene de ser vago y confuso. Verba provisam rem non invita sequentur, (Hor). 22 Delicado discernimiento entre las voces llamadas sinónimas. Selas denomina así porque expresan una misma idea principal; pero frecuentemente, quizá siem- pre, la expresan con algunas diferencias, semejantes á las diversas tintas de un mismo color. El escritor juicioso, como el hábil artista, sabe aprovechar de los matices pa- ra dar perfección á sus cuadros. Con el fin de dar á co- nocer estas diferencias son los Diccionarios de sinónimos. Pero nada aprovecha tanto para el conocimiento del valor fi y etimología de las palabras, como el estudio de los clá- SICOS. o Los dos verbos padecer y sufrdr expresan la idea principal de ser atormentado por un dolor físico ó moral. Pero si no va más allá el significado de padecer, el de sat- Jrir incluye la adición del padecinetento sobrellevado con Jortaleza ó resignación. os términos fécr cos, esto es, dos consagrados determt- nadamente ¿objetos de ciencias ó artes, sontérminos propios, pero como se comprende con facilidad, no deben usarse sino cuando nos dirigimos á personas entendidas en la ciencia ó arte respectiva. « $ 3? EXPRESIONES CONVENIENTES. 1? En la elección de las palabras, es menester respe- tar las conveniencias y frecuentemente buscar una como dignidad. En vez de dañar por esto la propiedad de los términos, la llevamos á la perfección. No queremos favo- recer el rebusco y la afectación; no por cierto. La ele- gancia y la delicadeza dependen, con frecuencia, de una voz bien empleada ó aun de un ligero cambio por medio del diminutivo, frecuentativo, etc. : 2? Cuando se discurre acerca de una materia, cuyos pormenores chocan con la delicadeza y conveniencia, debe ponerse atención especial en el empleo de palabras con- venientes. Algunos escritores hacen gala de usar, en to- do y para todo, la voz propia, á despecho de las conve- niencias y de la dignidad, y aun mal que le pese al pudor que el cristianismo ha comunicado á la literatura. En el único caso en que se deben sacrificar la ener- gía y hasta la claridad de la expresión es cuando se deba darle decencia. Hay maneras de tratar los asuntos que permiten tratar de todos los asuntos. e ín resumen. Las cualidades de los vocablos, de las que hablan los autores de retórica, pueden reducirse á las dos siguientes: propiedad y conveniencia Ó decencia; la claridad, la pureza, la concisión, la corrección, la energía, la exactitud, la naturalidad y la precisión están, puede de- cirse, incluídas en las dos cualidades expresadas. $9 42 EXPRESIONES POÉTICAS. 1. La poesía exige, en la elección de las palabras, — 672 — mayor dignidad y mayor elegancia que la prosa. Este principio claro y práctico hace innecesario el que exami- nemos en seguida la naturaleza íntima de la poesía. Na- die lo pone en duda: en todo tiempo la poesía ha sido el lenguaje de los dioses, siempre noble y elegante. Oiga- mos á Horacio: Neque enim concludere versumn Dixcris esse satis, neque si quis scribal uti nos Sermont propiora, putes hunc esse poctam. Ingenérim cui sit, cui mens divintor, atque os Magna sonaturum, des nomints hujus honorem. Pero, la primera condición de grandeza y de esplen- dor es la elección severa de expresiones nobles: A LErzo Non satis est puris versum perscribere verbis; Son necesarias expresiones tales, que su valor no de- penda únicamente de la disposición de la frase y que, aún después de rota la medida ó deshecho el verso, el brillo del lenguaje atestigiie el ingenio poético: Inventias etiam disjecti memnbra poctz. Aclarémoslo por medio de un ejemplo: Horacio ha dicho de una manera verdaderamente poética : Coelo tonantem credidinius Jovem LELREVES E Olmedo ha expresado el mismo pensamiento, revis- tiéndolo de mayor poesía, en estos magníficos versos imi> tativos: 2 El trueno horrendo que en fragor revienta "sordo retumbando se dilata ; Lor la inflamada esfera, Al Dios anuncia que en el cielo impera. x El vulgo, si acaso se le hubiese ocurrido la idea, se habría contentado con decir: “Los truenos nos hacen creer en Dios”, : | 3 — Todas las lenguas poseen vocablos excluídos del Par- naso, como indignos de las Musas; y otros, reputados no- bles, que son esencial y casi exclusivamente poéticos: á la segunda clase pertenecen, por ejemplo, las palabras di- va, albo, natura, etc,—El tacto delicado del poeta le hará huir de las palabras innobles, y esto aun sin sacrificar la energía de la expresión. El atavío principal de ésta, tanto en prosa como en erso, resulta del acertado empleo de los tropos; tra- temos de ellos. (Continuará). - JURISPRUDENCIA, INTERVENCIÓN DEL JUEZ EN LOS ACTOS DE JURISDIC- CION VOLUNTARIA, POR VÍCTOR M. PEÑAHERRERA, PROFESOR SUSTITUTO DE LE- GISLACIÓN Y ECONOMÍA POLÍTICA. Entre las importantes cuestiones - discutidas en nuestro fo- ro, se presenta una que por lo trascendental en sus resultados y frecuente en la práctica, es harto digna de que nuestros ju- risconsultos y profesores en la ciencia le consagren su aten- ción y sus estudios. Nada es, ála verdad, más contínuo que las enagenaciones é hipotecas de bienes de mujeres casadas, y ninguna senda más trillada que la de llegar á ese término, atropellando, ya disimulada, ya ostensiblemente, las disposi- ciones restrictivas de nuestra ley, fundadas en altas considera- ciones de interés social, y ligadas íntimamente con el sistema mismo de la Legislación. bas son, pues, el vehículo mediante el cual la inteligencia del Juez se pone en contacto con los hechos exte- riores, el prisma que retrata en el interior de su conciencia los objetos reales cuyo conocimiento se procura. A este tipo se aproximan en el juicio contencioso: intereses contrapuestos las someten á prolijo análisis, las estudian en todas sus faces, y SC empeñan en descartarlas de simulaciones y apariencias, y PIC- sentarlas al juez en sus dimensiones y caracteres genuinos, de- — 074 — puradas, cuanto es dable, en el crisol de la discusión y el examen. Todo lo contrario acontece en los actos de jurisdicción graciosa. Eljuez escucha una sola voz; el interés de la moral y de la ley, contrapuesto al de los particulares cuyas miras tra- ta de obstar, no tiene en el ciso otro defensor y representan- te que la conciencia recta del juez y su ilustrado criterio. La ley, desenvolviendo su sistema, trata de hacer irrealizables cier- tos actos, y al efecto los reviste de fórmulas y condiciones muy difíciles de cumplir. Consulta en ésto el bien de la sociedad y sus más sagrados intereses; empero, el particular que se en cuentra en el caso, no echa de ver en esas restricciones otra co- embarazosas y arbitrarias exigencias, sin un fin ni obje- to laudable, y se empeña, sin escrúpulo, en remover esos Obs táculos inconsultos y anti-económicos, según él, y en saltar el E á toda costa y conseguir el término apetecido. onvinan los planes, se forma un proceso de elementes facticios; ficciones y apariencias, cuyo último resultado es ale- jar la verdad de la conciencia del juez, é interponer entre és- da y la realidad de.las cosas una bruma impenetrable. Nadie se interesa en presentar los hechos tales como son; y el juez, si bien nunca inicuo; pero desprovisto de lentes adecuados para divisar el fondo de las cosas; sorprendido, quizá, por una cuestión que se le ofrece de improviso; cede fácilmente á las sugestiones y empeños de las partes, concordes en sus miras : intereses. ¿Qué rábula ignora las maniobras consabidas para enage- nar ó hipotecar, cuando y como se quiere, un inmueble de mu- jer casada? Se forja una necesidad ó utilidad 1 imaginarias, que ni por las as les pasa á los interesados llenar ó conseguir; - dos síes, poca cosa, se obtienen baratos; y en un velís nodzs los impedimentos legales están allanados. E l proceso, lejos de ser el reflector de los hechos donde se contemple la realidad obje- tiva, entraña una farsa, una irrisión de la ley: presenta á Jos ojos del juez una necesidad que no existe, una utilidad supues- Ed ó que siendo posible y verdadera, las partes ads: realmente conseguir; y, lo que es más, una iblidad que aun procu rada y conseguida, de ningún modo se- ría para la mujer sino para, la sociedad. ¿scena es esta quotidiana en nuestros juzgados. O nose alega utilidad alguna, propiamente dicha; 0 se prueba ue redunda en beneficio de la sociedad y no en el exclusivo de la mujer, harto difícil de conseguir; ó se aduce como pretexto la que parece anexa á una negociación que las partes se hallan muy lejos de intentar; pues otro distinto es el destino á que la venta ó hipoteca van realmente dirigidas. Cien veces se alcan- za la dto HiIoR: y las noventa y nueve se infringe la ley y se burla la institución y se daal traste con sus trascendentales í 05 miras. Creemos no se juzgará temerario nucstro asertó. En este estado de cosas, se presenta la cuestión en to- da la importancia de sus detalles y de sus consetucncias. ¿La autorización del juez en estos actos es una verdadera senten- cia capaz de revestir de fuerza ejecutoria al cumplimiento de las solemnidades del acto; ó bien, por el contrario, puede dis- - cutirse en juicio contencioso, si se probó ó no la. utilidad ó ne- cesidad; si redundaba el negocio en provecho exclusivo de la mujer; si prestó ésta su consentimiento, e A e aquí, pues, el problema jurídico hacia el cual queremos llamar hoy la atención de los que, benévolos, se dignen prestárnosla. Sin pretendernos poseedores de la verdad, y antes bien recono- ciéndonos. sobremodo. insuficientes para tomar Ja palabra en asunto de tamaña trascendencia, emitiremos, sin ambajes, nues- tra opinión, anteponiendo en su apoyo la voz autorizada de los maestros del Derecho, á quienes hemos seguido en este punto. Analizaremos, pues, someramente los principios «y la bos- dad absoluta de las disposiciones restrictivas, fijando previamen- te la noción esencial de la jurisdicción voluntaria, para exami- nar en seguida si cabe en esos actos verdadera sentencia y los efectos de la cosa juzgada. Conocido el espíritu de la ley y la - aplicación que debe, dársele de conformidad con su sistema, ha- -remos después breves consideraciones sobre la bondad relativa de la sttación los escollos y embarazos que le presentan nuestras costumbres y rutinas, y los recursos meditados para “evitarlos oder judicial interviene de dos diversas maneras en las relaciones civiles de los individuos; es llamado á desempeñar dos importantes misiones, si esencialmente distintas, indispen- sables ambas para la vida social. Cumpla la primera cuando, “suscitada. una controversia entre los asociados sobre la inteli- gencia y aplicación del derecho, interponiendo la fuerza de la autoridad para remover los embarazos que se oponen á su eje- cución, y restablecer el orden en las relaciones morales ligan á los seres inteligentes: relaciones que, desenvueltas Cn el seno. de la libertad, pueden ser turbadas ó alteradas por abu- d. so de la misma liberta “El estado normal del derecho, elemento vital de los se- “res libres, consiste, dice Savigni, Cap. IV, $: CCIV, en la con- “formidad de los actos con las reglas respectivas. Mas por lo 'mismo que la libertad constituye la esencia de aquel orden de “relaciones, debemos admitir la posibilidad de actos libres con- ““trarios á ese orden, es decir, violaciones del derecho que tur- “ben su estado normal”. En esta podas de la violación y en la necesidad de una fuerza reparadora que encarrile á los aso- ciados en el sendero del orden, encuentra aquel jurisconsulto io E b 3 — 676 — la razón de ser de la existencia del poder judicial y de las leyes de Procedimiento, ó sea del Derecho de las acciones ó ad- jetivo. Las relaciones de derecho pueden 'ser quebrantadas por ig- norancia Ú por malicia: los derechos y obligaciones que ligan á los asociados, pueden quédar sin efecto por mala voluntad Ó falta de comprensión. Pues bien: para que las leyes no que- dasen convertidas en meras abstracciones intelectuales sin mo- vimiento y sin vida; para que esas relaciones morales que re- gulan la acción de lós seres libres en el seno de la sociedad, no se tornaran simples teorías ó entes de razón destituidos de aplicación práctica; preciso era prestar á la Justicia un Ate exterior y material; personificarla, diremos así, creando un fuerza capaz ad hacer eficaces esas relaciones y de restableter La el estado normal del derecho. 'H uí el origen de la juris- dicción contenciosa. Contrapuestós los intereses privados de los individuos, contrariadas recíprocamente en las vías de orden cívico sus fuerzas morales, ó sea sus derechos; es llamado el juez á.dirimir la contienda, á hacer eficaz el respeto del dere- cho, y afñanzar su ejecución con la fuerza” de la e enpmde y la coacción dd la autoridad. ; : Cón esto ha llenado el juez” sú primer bóiiido! A “nociendo los hombres desde muy antiguo, dice Caravantes “[Introducción al tratado Hist. Crit: FFilost:del: Proced «Civil E “dar á sus convenciones autoridad y y encata que ES de cele- “brarlos ante la persona imparcial del juez; “y de aquí cl que “desd de los primeros tiempos acudiésen á porfía solicitando pa- 'ra las convenciones la autoridad judicial......-.. Lir exntos ca- “sos, el magistrado no hacía más que obtemperarse ala volum- “tad de las partes, ilustrándolas * con sus luces :é FB ril iendo “el apoyo. de su autoridad”. Apenas conocida, en efecto, la institución. de las: escritu- ras públicas, la presencia del juez en los contratos los reves- tía de «cierta autenticidad irrefragable. Los instrumentos priva- dos se depositaban en Roma en poder del magister consus, para com erlos” en recaudo contra toda controversia; y aa de luego ante elj juez ó ata el Obi ispo. En Españ, Iodscóse desde eb principio en el augusto ministerio “del sacerdocio el medio más eficaz de apoyar las A con la sanción religiosa. . . Desenvueltos estos «gérme enes z travez de 108 tiempos en el seno de las sociedades más cultas, se ha descubierto para el Juez una esfera de acción daa o pes > diversa — 611 — de la anterior. En las transacciones civiles ocurren ciertos ac- tos que comprometen más directamente Jos intereses sociales, ú aquellos que el poder público está especialmente encargado de salvaguardiar y custodiar, La manumición de los escla- yos, la adopción y la arrogación, la emancipación, *., las complicadas relaciones de los esposos en las cuales se funda la conservación y estabilidad de la familia y de la sociedad; la protección especial que en todos .casos han menester los me— nores y más incapaces, son, pues, el objeto preferente de la tu- tela social. aquí la fuente y la esencia misma de la jurisdicción voluntaria. No hay contraposición de intereses privados; no hay violación de las relaciones jurídicas, no q a de las. fuerzas morales; no hay discusión ni jui Va á efectuarse un acto extraño á 5 todo litigio (etranmger á a ¿tz pr relativo á intereses particularmente sometidos á la supervigilan - cia de la. autoridad; van á enagenarse bienes raíces de meno- convenidos todos, nada se discute ni se controvierte. El juez, entonces, órgano de la autoridad pública, presta su interven- ción para autenticar dicho acto, revistiéndolo de especial so- lemnidad, no propiamente para decidir cuestión alguna, no pa- ra SENTENCIAR. Ni para sentenciar, hemos dicho; pero, ¿qué cosa es sen- cia? “Le mot Jugement, dice Boitard, ae son sens le plus ás dósigne toute DÉCISION émanée d' un tribunal sur les ,» “contestacions sur les affaires quí lui sor sousmises ; y más CON- éisamente Mourlon: “On appelle e Jugement és décision 4 un “tribunal sur un different quí lui est soumis La partida terce- ra, tit. 20, la define: “Mandamiento que el juzgador feaga en “razón del PLEITO que mueven ante él; y á su tenor, Escriche: “La decisión legítima del juez sobre la causa CONTROVER- “TIDA en su tribunal”. Caravantes, Locré, y otros comentadores lo definen Ó ex- plican en igual sentido, dividiéndola en interlocutoria ó defini- tiva, de primera ó de segunda instancia, Q.; pero nadie, que su- —piéramos, ha pretendido: calificar con esc nombre la mera intes- vención del juez: en un acto voluntario en que no hay contro- versia ni litigio. Nuestro Código, fielá estas enseñanzas y propenso siem- pre á mezclar entre las leyes definiciones téoricas y principios especulativos, no podía guta sin definir la sentencia; pero eso sí, de un modo concordante con las nociones científicas, de donde había sacado su oil “Sentencia, dice, .€s 12 "DECISIÓN que da el j juez sobre el asunto ó asuntos pane “les da q versa el juicio”. e ácter esencial de la sentencia, PA pues, cn; $er la. ción Ó RESOLUCIÓN DE UNA CONTROVERSIA. Donde A IN A E E A e E A a A E — 618 — ésta no existe, aquella no tiene razón de ser. Ha de haber con- tradicción de intereses y materia contenciosa para que sea po- sible una decisión y necesaria una sentencia. Sentencia que no decide, noes sentencia, y decisión sin controversia ó cues- tión que la requiera, no es decisión. Si, pues, por deficiencia del lenguaje jurídico y falta de un término adecuado, usa la ley de la palabra SENTENCIA, como de la jugement De- resho Francés, en tratando de actos de jurisdicción voluntaria, tales como la posesión efectiva, la emancipación, 8.; de nin- gún modo ha querido atribuir á esta intervención tutelar del juez las propiedades y efectos de la verdadera sentencia, me- nos la inviolabilidad para el porvenir, distintivo de la ejecutoria. -—Síz la inviolabilidad es esencial á la cosa juzgada ó eje- cutoria; pero la fuerza de cosa juzgada, fuerza terrible que pue- de tornar lo blanco en negro y lo negro en blanco, «Ze non jure acere jus de non ente eus, como. dice el proverbio; que prome- te la perpetuidad al fallo inícuo y el humo del incienso á la in- justicia, al decir de un escritor; fuerza bienhechora, base sine “qua non de la estabilidad del derecho que le pone en seguro contra la pavorosa incertidumbre de las contiendas jurídicas, arrancándole del delesnable camino donde tambalea indeciso, expuesto diariamente á vicisitudes y contratiempos; esa fuerza, decimos, es también privativa, esencial de la sentencia que di- rime un juicio contencioso. Interroguemos á la Filosofía; pre- antemos á las leyes positivas de los diversos tiempos. Unas, como la nuestra, lo definen explícitamente; otras la subentien- den; pero todas aplican y desenvuelven uniformemente este principio, inmutable como la justicia misma en que se funda. “La sentencia ejecutoriada, dice nuestro art. 529, produce “efectos irrevocables respecto de las partes que siguieron el “juicio y de sus sucesores en el derecho, de modo que no po-, “drá seguirse nuevo juicio por la misma causa Ó acción y s0- «bre la misma cosa ú objeto controvertido”. CONTROVERTIDO debe ser, pues, el derecho, para que el término de la contro- versia ósea la sentericia, sea cosa juzgada irrevocablemente. El art. 1207 dela ley de Procedimiento Española dice: “Son actos de jurisdicción voluntaria todos aquellos en que se *solicite ó sea necesaria la intervención del juez, sin estárem- “beñada ni promoverse cuestión alguna entre partes conocidas “y determinadas”: Y el 1208; n%9%: “El juez podrá variar “$ modificar las providencias que dicre sin sujeción estricta á “los términos y formas establecidas respecto de los que deben sido Sd 8; “su origen á la jurisdicción contencios 2. A imitación de este Código, el moderno Costarricense copia la misma definición en su art. 743, y establece la misma revocabilidad en el 750; des- pués de haber expuesto en el 82 que: “Las resoluciones de “los tribunales y juzgados Se denominarán sentencias si dect- . «den definitivamente las cuestiones del pleito en una instabcia £ — 679 — “S en un Fecurso extraordinario, ó si recayendo sobre un inci- “dente, ponen término al principal objeto del pleito, por ha- ción a 21 Derecho adjetivo francés atribuye á los jueces de paz la intervención en asuntos de jurisdicción voluntaria que sus comentadores llaman actos extrajudiciales, en ar ais á los en que el juez interviene para dirimir contiendas. Pero busquemos el germen de este principio en sus ge- nuinas fuentes. La necesidad imprescindible de dar estabilidad y firmeza al derecho sugirió á- la Jurisprudencia romana una ficción legal erigida en presunción juris et de jure, y pi a en esta máxima: res judicata pro veritate habetur. 1. 207. Dig. Presunción imperiosa, dice unescritor, que choca sin duda con la necesidad innata de la justicia inscrita en el corazón del hombre, pero sin la cual no podría subsistir la sociedad. /wte- rest rerpublice ut etiam iujustis et ambitiosis .decretis parcatur, Propter Ferrum FURIA autoritatem; pretor jus dicit etiam sum inique decermit: Dig: : Máxima irrecusable ála cual rindió £ Sócrates el más sublime homenaje, rehusando sustraerse á la — inícua sentencia del Arcéopago, antes que escandalizar ásu pa- tria con el funesto ejemplo de una desobediencia, Dura lex iaa como en materia civil, dice ed pa la institu- “ción de un judicium noera necesaria sino cuando había he- chos controvertidos. $. CCLXXXIV Explicando en otra parte [$. CCLVI] la institución del dereebe de las acciones, supone como base undamental de. cas y el conficto. de los ditrades pd sin en efecto, ales para contrarrestar esta «opel injusta. Casi siem- “pre se afirma esta violación por una parte y se niega "por “otra, apareciendo - entonces el. proceso cuya decisión es nece- “saria para que pueda probarse la violación y ser reparada: “los elementos del proceso son siempre las AFIRMACIONES “CONTRADICTORIAS DE LAS PARTES” a solución del proceso, la decisión. de la controversia, “eventu e de'una sentencia cri había necesidad de resig- “narse (a este: último, como ú - medio SE abs el primero, “de ss ntodo inevitable. ele como no desconociese “naturaleza y la importancia del peligro 2. sde necesidad obli- E IA A EA, -— 680 — "Saba á adoptar, tratósc de disminuirlo y encerfarlo en límites” I “tan estrechos como fuese posible”. arto peligrosa encuer- tra este profundo jurisconsulto la inviolabilidad de la Palo e aún de la que va precidida de una madura discusión entre par _ tes contrariamente interesadas, que se esfuerzan á cual más en dilucidar y esclarecer menudamente los hechos. Bonnier, que tan liminosamente ha tratado esta materia, se expresa así: “Jn el sentido usual del procedimiento, tma “sentencia tiene la autoridad de. cosa juzgada, es decir, es eje- “cutoria, cuando se ha dado en última instancia, ó cuando se iy es ado espirar los términos ara atacarla por las vías or- ea 5p “Ahora delinajas eruenias cuáles son las sentencias “4 que pertenece esta autoridad-—Desde luego no poc 1d- “ber autoridad de cosa juzgada, sino en cuanto ed tna sen- “tencia propiamente dicha, es decir,. decisión del juez en ma- "teria contenciosa. Los actos de jurisdicción graciosa no son “verdaderas sentencias, SINO CONTRATOS REVESTIDOS DE FOR- “MAS JUDICIALES”. 100 das pruebas en Derecho Civil y Penal, Tm. 2% 361, 862. rlon á su vez, define la jurisdicción volunta aria: “La “procedure gracieuse.ou voluntatre trace les Jormes qu on est “tenu de sutore pour fatre valablement sous I' autorité de la Jus- “ice ou sons la dir cetion de officiers mentsté riels, certaíns actes “Eréangers d toute litige”, En la jurisprudencia Española encombsiion la misma dns tr ina. - “Por-cosa juzgada se entiende, dice Caravantes, aque- “lla sobte que recayó absolución ó condenación y fué proferi- “da en juicio CONTRADICTORIO oídas las partes plenamente” , L 160, Lib. 32 Obra cit. Y comentando la Ley 3, tít 34, Partida 7*, añade: “Esto debe entenderse respecto de la pro- “videncia que recae sobre juicio contradictorio ó contencioso; “pues respecto de las que versan sobre actos de jurisdicción “voluntaria, se halla consignada en nuestro derecho la doctri- “na que:sienta M. Bonnier, sobre que no son verdaderas sen- “tencias”. Idéntica es la doctrina de Loytse y la part de Escriche .en su. Diccionario. V.Y Cosa juzgada, “que se ha decidido en poa CONTRADICTORIO por una sen- “tencia válida, SE. Cosá juzgada sin que De habido idión ni juicio, es un contrasentido, aun atendiendo al valor etimológico de las palabras. Si, pues, en los actos de jurisdicción voluntaria nada se discute ni se controvierte; si, antes bien, las partes, acordes en sus miras é intereses, acuden aljuez para que interponga su autoridad única- mente como solemnidad del acto; parece evidente que el cumpli- miento de cada una de esas solemnidades y, consiguientemente, la validez del contrato, no garantizada aún por fuerza ejecutoria, s — 631 — pueden ventilarse en juicio contencioso, no obstante la interven= ción del juez en el otorgamiento. Esta consecuencia incontrastable, deducida de la naturaleza misma de las cosas, se tompadece perfectamente con el sistema de nuestra jurisprudencia y con los principios que le sirven de base. > Concretémonos al caso que nos ocupa. —Penetrada nues- tra legislación del régimen total, sabiamente convinado con el de la comunidad, se esmera en prestar su protección al patrimonio de la mujer, haciéndolo casi inviolable. La conservación y bien- estar da la familia son el objeto de su especial atención; y te- niendo en cuenta la incertidumbre del porvenir y las contingen- cias futuras; ha reglamentado de tal manera la comunidad de in- tereses entre los cónyuges, que mientras el patrimonio del mari- do se lanza á los conflictos y eventualidades de las negociaciones y hace frente á todas las vicisitudes que les son inseparables; el de la mujer es hasta cierto punto el fondo de reserva que salvará del naufragio á la familia, resguardándola contra el infortunio y la miseria. Este es el espíritu de la legislación y el norte hacia donde dirige sus esfuerzos. Mientras los principios económicos aconsejan favorecer la celeridad de las negociaciones; élla se em- peña en tornar de difícil circulación los bienes de la mujer. econoce, empero, la posibilidad de circunstancias anorma- les que hagan imprescindible el movimiento económico de aque- llos bienes; ora por alguna necesidad urgente de la misma mujer, á que la sociedad no pueda atender; ora por presentársele alguna positiva ventaja á merced de la convención intentada. A fin, pues, de que la demasiada tirantez del principio no le tornara c0//- traproducenten:, hubo de dársele alguna flexibilidad, admitiendo casos de excepción. Desde luego, el dinero, los bienes fungibles y aun los muebles quedaron sometidos á la disposición de la so- ciedad. Tan sólo las raíces fueron excluídas del escabroso cam- po de las inseguridades y peligros: ellos sólos son el fondo con que el poder social asegura á la familia contra la incertidumbre y el azar. | eS Cuando un juez ilustrado y probo rechaza la autorización pretendida; cuando los interesados protestan y reniegan sin atinar á llenar las condiciones necesarias, clamando ¡Cómo! ¡Cómo! de otro modo no hay venta posible! no hay hipoteca hacedera!; lejos, pues, deencontrarse en esto absurdoó contradicción, se deja ver la mano benéfica de la ley y el desenvolvimiento consecuen te y armónico de su sistema. Pueden resultar dificultades y cm- barazos que élla sin duda ha previsto; pero no es modo de 0b- viarlos herirla en sus principios fundamentales é introducir desba- rajuste en su sistema. E ; Que de fraudes y trapazas no sugieren diariamente la erro- nea preocupación de considerar al contrato asegurado con fuerza ejecutoria por sola la intervención del juez. Testigos, cortomp”: dos muchas veces d ignorantes casi siempre, contestan afirmativa- CN AE E lr" 2 — 682 mente cuanto se les interroga; nadie contradice ni hace por des- cubrir la verdad; y el juez, condescendiente, interpone su autori- dad y hace de la ley una farsa ridícula é inoficiosa. Nada tiene que temer el contratante que halla su huelga en el negocio, por- que la autorización se cree ejecutoria “inviolable; nada el j paca, porque su providencia era apelable y no se apeló, y porque el re curso de queja sólo puede tener cabida cuando se niega .ó no se puede conceder el de apelación ó de hecho. La institución mis- ma cae entonces por su 22 y el régimen mixto de nuestra so- iedad conyugal queda desquiciado en sus fundamentales ele- entos de on Pero se dirá: “La ley exige el consentimiento de la mujer para seguridad de sus propios intereses, y la mujer que consiente en el contrato, debe imputarse á sí puse su propia ruina” eS- pondemos con dos raciocinios: 1% El interés afianzado por estas leyes restrictivas, es el de la familia, el de la sociedad civil, que de ningún modo puede aventurarse por el consentimiento de una persona privada: 2% ¿Quién desconoce lo poco que vale el con- scntimiento de la mujer para ponerle al abrigo de actos admi- nistrativos del marido que le fuesen perjudiciales? La naturale- Za misma ha hecho de élla una entidad pasiva: Ora por el con= sentimiento harto fácil de obtener, ora por un deber hasta religio- so y moral; ya por condescendencia, ya por debilidad; cuando por afecto, cuando por temor, sujeta se halla al imperio del mari- do; y la ley que para formular sus principios y sus reglas parta de E fuente genuina de la coran de los hechos y “de las re- laciones morales no puede menos de reconocer Este Po constante y de aime: a su sistema. Des- confía, pues, de aquel consentimiento, 12€ sexies pets fragt- lilas impernitia substantiac cjus convertatur, et respublica detri- Mentuna se Sed us omunino interes dotes muslicribus esse salvas. -Ó nservación del patrimonio de la mu- jer es, pues, pS EE público, de interés social: especialísimo. Así lo proclamó la jurisprudencia romana desde hace remotos si- glos; y así lo han profésado las más sabias o saciadas en tan luminosos modelos. bservaciones mucho más sencillas y concretas nos ofrecen la propia consecuencia. Estudiemos el tenor mismo de la ley El art. 1744 del Código Civil, siguiendo al 1554 del ds Cés, y 7 pende hasta cierto punto la. prohibición absoluta con- signada en las leyes de Partida (út 11, part. 4 lib. 72); permite la enajenación ó hipoteca de bienes. raíces de mujer casada, en de- terminados y muy raros casos y previo el cumplimiento de indis- pensables requisitos: Desde luego ha de convenir la mujer y lia de autorizar el juez; pero el contrato NO ESTARÁ JUSTIFICADO, á pesar de esta autorización y de aquel consentimiento, sino en uno de estos dos casos: facultad concedida enlas capitulaciones : pirioniales: ul tilidad 16) nesssidad de sólo la mujer y no de la y 4 , sociedad. He aquí cl síxe que nón del contrato: simo concurre una de estas dos circunstancias, q no es JUSTO, es.des cir, €s ilícito, es inválido. El tenor de la ley es bien claro. “No se podrán enagenar ó hipotecar los bienes raíces de la “mujer que el marido esté Ó poses estar obligado á restituir “en especio, sino con voluntad de la mujer y previo DECRETO “de juez con conocimiento de causa “Las causas quejustifiquen la enagenación ó hipoteca no ¿Buesien ser otras que éstas (la enagenación ó hipoteca, no la autorización; ;) “12 Facultad concedida “2% Necesidad ó utilidad manifiesta de sólo la mutjer y no “de la sociedad”. iene -en seguida el 1746, creando, de perfecto acuerdo con su modelo (Francés, art. 1560) la sanción para el caso de contravenirse á sus restricciones. “Si la mujer ó sus herederos *“probasen haber eenagenado, hipotecado 6 empeñado alguna “parte de los bienes de aquella, SIN LOS REQUISITOS PRESCRI- “TOS EN LOS ARTÍCULOS PRECEDENTES, podrán ejercer el de- “recho de reivindicación, Bu”. - is así que la necesidad ó utilidad es un requisito de la Luego la mujer ósus herederos que probasen no haberse cum-- plido debidamente estos requisitos cuando la celebración del: contrato, tendrán acción reivindicatoria ó podrán pedir la can- celación de la hipoteca ó restitución de la prenda. Esto e€s evide mn S son, pues, las solemnidades especiales que la ley es- ha es a el añanzamiento de semejantes importantísimos in- tereses: causa justificante, consentimiento de la mujer, acuer- do del juez. Si alguna de éstas no concurre en el acto, tal cual la ley lo exige, el contrato es nulo, sin que de modo algu- no pueda el cumplimiento de una, eximir de llenar las otras. En resúmen, la proposición absoluta de que toca al juez ca- lificar la necesidad y utilidad para dar la autorización, y que, al- canzada ésta, nada le importa ya al contratante se hayan cumpli- do ó no las condiciones de la ley es falsaá priorí: 1%, porqueel te- nor de la ley sustantiva está manifestando terminantemente que las disposiciones en análisis son soleiwnidades de la ENA JENACIÓN ó HIPOTECA, como lo es la autorización, y y que, verificado el con- trato sin una de esas causas que lo justifiquen, es tan nulo y tan anulable, como si careciere de otros requisitos esenciales cuales- uiera. 22 porque aun dado que la causa justificante fuese un requisito, no del contrato, sino de la aut torización, no siendo esta, según nuestra ley adjetiva, verdadera señtencia 4 ó ejecutoria, sino ; a y des — 6351 — la autenticación del acta no controvertido; sería indudablemente anula siempre que se dictara sin el previo cumplimiento de las condiciones exigidas por el Codigo Civil; y al ser nula la áuto- rización, lo sería por lo mismo el contrato apoyado en élla. 3? porque los principios científicos patentizan á las claras ser la li- cencia del Juez en esos actos, por su constitutivo esencial, muy distinta de una sentencia y de la cosa juzgada, propia, exclusi- vamente, de las resoluciones sobre asuntos contenciosos dilucida- «dos á merced de la litis=-contestación y de los esfuerzos contra- puestos de partes contrariamente interesadas. En ejercicio de la jurisdicción voluntaria el juez interpone su autoridad para re- vestir de formas judiciales al contrato, para autenticarlo, no pa- ra sentenciar: lo repetiremos. : RE Es mucho más falsa á posteriori, si se atiende á las absurdas «consecuencias que tendrían de seguirse, de abandonar á la con- ciencia del juez, sia responsabilidad ni sanción posibles, el cum- plimiento de tan importantes disposiciones. Si el juez autoriza, el contrato es válido: he aquí el resultado definitivo. Aho- ra, pues, cómo se asegura la observancia fiel de esos” precep- tos, si el juez no es responsable legalmente sino cuando niega o no puede conceder los recursos de apelación ó de hecho; sí na- die se interesa por tal observancia, si, antes bien, el vivo empce- ño de todos consiste en que la licencia, á pesar de todo sea ex- cedida dk... : : ; * El problema queda vlanteado en esta disyuntiva: Ó el cum- _Plimiento de las solenuidades legales—prueba de la necesidad -Ó utilidad de sólo la mujer, consentimiento de ésta, S«.—puede _averiguarse Ó discutirse en juicio contencioso, unico capaz de ventilar una cuestión cualquiera y dejarla para el porvenir juzga- da y ejecutoriada; ó bien nuestro sistema de leyes restrictivas fundado en eminentes consideraciones de interés social, queda de hoy más convertido en irrisoria pantomima, sin Otro resultado. Práctico que un estéril embarazo en todos casos superable. NÓ se rendirá prucba alguna, ó se alegaran hechos que ninguna ne- cesidad ó utilidad revelaren; y la autorización será siempre expe- dida, y el contrato siempre válido, y la ley y la institución, siem- pre burladas. - : : La cuestión científica y legal parece, pues, resuelta. Los -.---.- a De élla nos ocuparemos luego. La imc inseguridad de los contratantes; la nulidad de los nor ala y Weve contratos en cada ciento de los verificados, lo dificil quello. a á ser ycrificarlos válidamente, fuera de ¡muy raros Casos, ár- — 683 — cumentos son dirigidos á atacar la institución misma, en cuya re- forma debieran buscar el remedio; pero que, entre tanto, no pue- den alterar de modo alguno las consecuencias de élla, ni menos las resoluciones que el juez, aplicándola á casos particulares, tie- ne de expedir en as ras ersias suscitadas mientras el sistema no se eambie. Todos esos. areumentos coinciden en un punto: la inmobi- lidad económica de los bienes raíces de mujeres casadas. Pero ¿E es el mismo hacia el cual la léy enc camina, concéntricas, sus fuerzas. Enla alternativa de exponer á diarias malversaciones y peligros el fondo único que asegura el sostenimiento de la fa- milia, objeto primordial de las atenciones de los poderes públicos, ó de que ese mismo patrimonio padezca algún atraso por su in- mobilidad para las negociaciones; nuestra “ey, inspirada en sa- pientísimas fuentes, obta por el segundo extremo “se respublica AEÍTÍMCAiIOn sentiat, es omutro interest, dotes amnlicribus esse salvas. Texto c (Continuará). MEDICINA fran ns AE La Ds ld A y ES o ES A , - Hace dd tiempo se ds sentir la necesidad de velar por la conservación y mejoramiento de la salud pública. La salud es el don más precioso que posee el hombre y por consiguien- te la sociedad. Los gobiernos están en la estricta obligación de poner todos los medivs pará conservarla, cuando existe; mo- jorarla y precaverla, si se halla amenazada de algún “pe ¡gro. La salud puede compararse á una joven Hlena de gracias y do- nostra, como ésta, se encuentra rodeada de mil peligros y en eminente riesgo de caer, al menor descuido, en un abismo del que no saldrá "sin gran o ados no qe enterrada q ra siempre. - cosas esencialmente. necesarias, cuya “importancia. .s sentida y palpada por todos; pero que se descuidan si no hay quien se: interese especialmente. por éllas, esto nos sucede con la salud; no hay uno sólo que desconozca su valor, no. hay « quier ignore que sin' élla son imposibles goces, placeres, tranqu au bi ¡sncstarís y con. todo, Apocas: O során la a — 686 — que sin nocesidad no se expongan á perderla, sino todos los días, al menos muchas veces en la vida. Ustas son las razones que me han determinado á hablar del arte de conservar la bid: la Higiene, de esta divinidad, que poniéndonos á la vista las monstruosas consecuencias de los vicios, nos enseña la moralidad; manifestándonos los males que suceden á la ignorancia, predica la instrucción; evitando ó destruyendo las causas de las enfermedades, aumenta y me- Jora la población. Población, saber y moralidad dan por re- sultante civilización; es decir, ese estado de progreso constan=" te é indefinido de las naciones que día á día se acercan á la telicidad; pues es evidente, mientras más civilizada es una na- ción, menor número de males le afligen; porque cuenta con pao uso de la Higiene; los crímenes y los vicios son más frecuen- ] l aseo es indispensable para conservar la salud; la falta sonas ó en las cosas por cualquier evento sustancias ofensivas, se deshace Clas por los poros de la piel, los que si se hallan obstruidos, impi- den la rápida eliminación de tales sustancias, las deja obrar más tiempo en la economía, y por tanto, producen alteraciones Más profundas. Pero aun cuando esto no suceda, el cuerpo - tiene necesidad de expeler muchas sustancias propias, como el ácido carbónico, la urea, los ácidos grasosos volátiles, talvez las powainas, 65. é7., las que habiendo desempeñado ya sus fun- ciones necesarias, se vuelven no sólo inútiles, mas aún, perju- dicialos, y aun cuando estas sustancias tengan varios caminos ay _ bs l — de salida, la organización necesita de la piel para despojarse de óllas y no se puede cerrar esta vía de a einación: sin ere ve detrimento de la salud. La prueba de esto nos dan los expe runentos hechos en animales cuya piel se ha cubierto de un barniz : impe rmeable, pues estos no pueden existir por algún tiem- po sin enfermarse y morir; otra nos dam las enferme: dades y mala constitución de las personas que adolecen alguna afección ála piel y por fin, las terribles consecuencias de la cesación más ó eos repentina del sudor, que no es otra cosa que el * conjunto de las materlas elimx nables por la piel; pues no raras veces, la consecuencia de esta cesación es la muerte mism La piel limpia absorbe oxígeno, prineipal clemento para la vida, y se halla siempre expedita para expeler las sustancias dañosas: al contrario, la falta de limpieza obstruye sus poros, impide la absorción del oxígeno, la eliminación de las sustan- cias expresadas, produce alteraciones patoló gicas de la piel, las que Suman á sa vez sobre Órgamos más importantes, porque s sabido que en el organismo, como en la máquina más com- rta el más ligero de »sequilibrio en uno de sus ejes, altera ó impide el movimiento, es decir, daña la salud ó extingue la vida, Las enfermedades debidas al desaseo son casi todas las de la piel, como el prurigo, el herpes, la tiña, la sarna, 6%, de- ma de parásitos nacidos y alimentados por el desaseo; uchas de estas enfermedades són de difíci l y larga curación y ii. la cons stiti ución de los enfermos, empobreciendo la Sangre arterial. Esto se ve fácil y octal e en las vícti- mas de estas enfermedades, tan comunes en la clase meneste- rosa en extremo desaseada. Las o supurativas de os ojos, naríz, y oídos, la eserófula con sus terribles conse- cuencias, las diarreas, disenterias, €, a por causa mu chas veces, el desaseo; y lo peor es, que tales afecciones no son el patrimomo exclusivo cs sus : poseedores, pues entonces se- ría su Justo « castigo; pero su pernicioso influjo se va más lejos, y muchas ocasiones, es la única herencia que los padres le- gan á sus Lijos. úl baño es el sencillo y fácil medio de evitar tantos males; - por, él no sólo se consigue el aseo, sirve también para entonar aste] cuerpo como el espíritu; os han experimentado el bien— estar que sigueá un baño, loa movimientos se hacen más li- geros, se aumenta el apetito, el sueño es más profundo y parador, el ánimo se pone contento, alegre y aun se pe ( mayor tranquilidad, La utilidad de los baños ha sido reconoci- da desde la más remota antigiedad, por esto, casi todas las religiones los han prescrito en forma le abluciones Ó cosas se- mejantes, pero ahora segán Lévy “de tan ot prácticas só- 28 nos ha quedado el agua bendita”. A vaño 2 ps es decir, el que sivye para. conservarla salud, debe ser tempiado, pues tanto el muy frío, como el muy taliente son nocivos á la s alud; y sólo son útiles en casos da- dos, como curativos, más no como higiénicos ó preventivos. En cutnto al tiempo que debe mediar de un baño á obro, no se puede dar reglas fijas, esto varía con las diferentes ocupaciones ó clase de trabajo del hombre; varía también con el clima y la estación, así en los países calientes y en verano, donde el sudor es más abundante y la e redol a su trabajo, los baños deben ser más frecuentes que el invierno y en los países fríos. La mejor regla que puedo darse, es mantener el cuerpo - siempre limpio, jamás sucio. biendo visto los males provenientes del desaseo de las personas, veamos los que siguen al desaseo de las cosas que las rodean. 19 CASa daña reina el aseo es la morada de la salud, el orden, el contento, la bondad y dulzura de carácter, pues pa- rece que estos amables huéspedes , buscan la luz, la cl iridad y a limpieza para hacer su mansión; la casa desaseada mantfies- ta descuido y desorden, y no pue deb avenirse con estos genios el mal las virtudes, que son el orígen de la salud y bienes- Elo? domésticos, Y por desgracia no es raro encontrar casas que desde su entrada dejan conocer que esta bienhechora virtud del aseo nose ha servido visitarlas jamás, y silo ha hecho sería, muy de tarde en tarde. En los cuartos de estas casas se ven camas mugrientas hacinadas unas encima de otras, pro- _montorios de ropa sucia, vasos excretorios desplegados en difo- rentes direcciones, trastos rotos é inútiles, biombos y cortinas privando á Sus habitantes (las más veces enfermos) hasta del benéfico influjo de la luz. Y esto no podemos atribuir á la pobreza, porque diariamente nos hacen ver muchos pobres que: el aseo y el orden forman la verdadera o y que el de- -Saseo y el desorden son siempre hijos, si no de la pereza, de dai Ignorancia é incuria. + Tales casas, por lo común, tienen muchos inquilinos, y co- mo el mal ejemplo se sigue con más facilidad que el bue no, todos son desaseas dos, si cal amo de la e: isa lo es. Para mayor _Abundamiento casi siempre los cuartos de estas casas son es- echos, húmedos, oscuros; por tanto mal ventilados, y viven en éllos no sólo muchas pers so! nas; sino que también son insepa- Tables de éstas, algunos animalitos domésticos que bien se les puede considerar como que forman parte de la f fimilia, t tales como cuyes, eallinas, gatos, perros, y Yano ha mucho talve LA Vez puereos. Fáci mente se comprende que foco E infección rá un cuarto seme, junte; y mucho más, una casa de esta cla- se, que no puede ser sino un conjunto de focos á cual más te= rrible. Por consiguiente, ¿cuál será la salud de las personas qne después de un tr abajo duro y penoso, de una alimenta ón insuficionte y y de: mala os entran por la e. Á 105= +08 — pirar un aire, no sólo empobrecido de oxígeno por el excesivo número de habitantes, más aún, alterado con las excreciones propias y las de los animales que les acompañan? He aquí los poderosos motivos para que las epidemias se ceben y ha- gan mayores destrozos en esta parte tan útil y tan desgracia- da de la sociedad, eomo nos manifiestan, siempre que nos ha- cen su horrorosa visita las viruelas, el sarampión, la coquelu- che, $7. $3.; en éstas se nota, (y si hubiera una estadística, so vería palpablemente), que las víctimas de las epidemias forman en la clase menesterosa de la sociedad el décuplo de los de la clase acomodada, y aun cuando ésta no sea la única causa do tan tamaña diferencia, puede considerarse como la principa entre las que existen. - Las casas desaseadas no sólo son dañosas á sus habitan tes, pues siendo fácilmente trasmisibles los gaces ó produe-— tos infectantes, pueden infectar todo un barrio y aun una po- blación. Por desgracia los medios de remediar estos males no son todos de fácil ejecución; pues el primero y principal de- he ser la difusión de los conocimientos higiénicos en todas las clases sociales; después el estricto cumplimiento de las leyes de Policía; crear impuestos á la conservación de animales inú- tiles y á veces perniciosos ála salud, como los perros que además de contribuir al desaseo, pueden dar origen á la rabia, enfermedad cuyo sólo nombre horroriza, y por fin; la forma- ción de un consejo médico que estudie y promulgue leyes hi- giénicas adecuadas. E : Habiendo visto los males provenientes de la falta de aseo en las personas y en las casas, veamos cuáles son las con- diciones de aseo en esta capital. Difícil será encontrar una ciudad que pira el aseo presente más ventajas, que la nnues- tea, y á pasar da esto, su limpieza no es de las más esmeradas. Tstá situada á una gran altura, 2.800 motros, sobre el nivel del mar, se halla atravesada de numerosas y profundas quebra- das con el declive suficiente, para arrastrar no sólo basuras sino aun cuerpos de mucho mayor peso, y pueden reemplazar con ventaja á los albañales ó canales subterráneos de las gran- des poblaciones, como Londres y París; talvez en estas ciuda- des tendrían dichas quebradas el inconveniente de llevarse la Inmensa riqueza producida por las excreciones, empleadas como abono; pero afortunadamente, nosotros no necesitamos com- pletar la circulación de la naturaleza, como dicen los ingleses, volviendo á la tierra lo que nos da; nuestras tierras sea por fértiles y generosas ó porel escaso número de consumidores nos dan hasta botar y no nos exigen las economías de los eu- ropeos. Pero, por desdicha nuestra, las quebradas y acequias qne en otras partes fueran auxiliares poderosos para el aseo, aquí nos sirven de foeos de infección, 4 no ser por E especialísimas favorables condiciones climatológicas de este du — 690 — i . . , re - gar, y sí no tuviéramos un cielo tan pródigo y celoso de nues- bitantes de casas próximas á las acequias y quebradas, y no dudo que todos los médicos habrán obesrrado la mismo. El hacinamiento de inmundicias, en algunas casas, Ccler- tas calles, acequias y quebradas da lagar por la fermenta- ción pútrida al desarrollo de diferentes gases amoniacales fé- tidos é irritantes, como el sulido de amonio, el ácido sulfhí- drico y otros de naturaleza desconocida, y quien sabe qué sin número de microbios ofensivos á la salud tengan aquí su or1- gen; contribuyendo de esta manera al desarrollo y mantención de las epidemias, así se explica la existencia de la tifoidea y el tifus, cuyo origen se halla perfectamente demostrado, y así pueden explicarse las fiebres remitentes y aun las verdaderas intermitentes que de vez en cuando visitan esta ciudad, Es- to nos prueba también la aparición y aumento de las epide- mias en loz meses de julio, agosto y setiembre, en los que sube el calor y disminuye la frecuencia de las Huvias, por tan- to se aumentan las inmundicias y se facilita su descomposi- ción pútrida. a : a influencia del desaseo en la disminución y desmejora- Pp s , duración media de la vida y da lugará una generación Taqui- 104 y propensa á las enfermedades; el de las casas y la ciu- dad produciendo las epidemias aumenta el número de muertos. ; umunstrar — 691 — expone la salud y la vida. Hoy el Machángara viene cn el invierno cargado de agua lodosa, é impropia para el aseo; en el verano la trae escasísima y yano presenta esos lugares que prestaban á los muchachos la gran utilidad de aprender á na- dar, ejercicio que á más de las ventajas que proporciona al que lo sabe, contribuye en gran manera al desarrollo del cuer- po. En Jerusalén, corre apenas una paja de agua infiltrada de productos animales en putrefacción, provenientes de las curtiembres que existen en la Cantera, y en extremo desasea— da por la concurrencia de las más desdichadas lavanderas que obligadas por la necesidad, van, no diremos á lavar, sino á remojar su ropa; pues, es difícil que dicha agua disuelva el jabón y pueda sacar la suciedad. Pero esto no es todo, por- ue á esta agua se unen las que salen “de los Hospitales de San ázaro y de San Juan de Dios y recorren un largo trayecto, en el que juntas con la de dicha quebrada, sirven para que muchas personas laven no sólo las ropas sino los mismos cuer- pos. a podemos calcular, que sin número de enfermedades ssrán trasmitidas ó adquiridas con tan singular manera de ASCATSEO, E : Suministrando la suficiente cantidad de agua á la cindad, se conseguirá arrastrar fácilmente las inmundicias y basu- ras, impedir su hacinamiento y la putrefacción consiguiente; se podrá establecer baños públicos donde los muchachos apren- dan á nadar sin inconvemientes ni peligros; se multiplicarán los baños de especulación, pues los que actualmente tenemos á más de carecer de las condiciones necesarias, son aun insu- ficientes, se debería formar lavanderías públicas, para mejo- rar la suerte de esta clase tan útil y quizá la más menestero- sa entre nosotros. (*) A _ La suerte de estas mujeres no puede ser más digna de com- pasión, mejoraría es un deber de humanidad, y las ventajas repor- tadas no serán exclusivas á tan pequeña y desdichada porción del género humano, sino generales á toda la población; pues for- -(%) Para tener una idea de la vida y los sufrimientos de clase tan des- dichada, debemos conocer á nuestra lavandera,; esta mujer es] lo comun st d as Carnes muy p via inmenso lío: de ropa, se dirije y llega al río, donde se conserva encorvada, metio desnuda con.las piernas dentro del az nm iona d yuno que uno 5 pam Ss z procurando sacar la suciedad á fuerza de friegas y golpes, por ver si economiza cuarto de jabón; ála caída d í nt 5 momentos . agov ición $ mpelida á ot Liar de movimientos y con esta leña procura calentar algo que complete un frugal e desayuno. ¡Y este trabajo es tanimal remunerado, que por lo común tardan ; eno días para ganar dos reales!, — 692 — _mando lavanderías públicas donde se pueda lavar sin exponer- se al sol y las lluvias, en posiciones menos fatigosas se ex- pondrá menos la salud de las lavanderas, muchas personas pobres y delicadas podrán hacer el aseo desu ropa por sí mis- mas, sin exponer á eminente paligró su salud; en fin, se facili- tará tan improbo trabajo y por tanto se multiplicará el aseo en la poblaci ción y puede extinguirse la fuente de enfermeda- des adquiridas por lavar la ropa en agua sucia é infecta jlendo tan graves las consecuencias de la falta de aseo ahora que contamos con un Gobierno ilustrado y verdaderamen- e creemos con sobra de razón para esperar. que, á costa de cua sl quier sacrificio se procurará poner término ú siquiera dismi- nuir en lo posible males de tanta trascendencia. e Lixo CÁRDENAS, A COLABORACIÓN. CLORIES EE Despierta ¡oh Patria! y la solemne pompa Ostenta ya de tus pasados días, Cuando al sonido de guerrera trompa Ufana te ve Libro y coda de tus hijos fieles, Sobre trono triunfal, entre armonías, Repartiendo coronas y lauroles. El ángel seductor de la victoria Con aureola de lumbre te ceñía, Y en tu frente vertía Resplandores de gloria. Del monte en la eminencia aparecía Atlética figura, Un cuyo rostro lo inmortal se muestra. Espada aterradora en la siniestra ados su bravura, Y tremola su diestra — 693 — El sacro pabellón, do los colores Jel iris se reflejan. El temido Paladín vuelve á la ciudad los ojos, Y, olvidados los bélicos furores, Muertos ya contra España los enojos, Sonríe complacido Soba la dumbre del Pichincha erguido, ¡ Oh, recuerdos, mod soplo de vida Halkgueno la frent Siento volver mi juve en perdida Y el estro escandecente De mi primer inspiración. Sonoras a laten mis cantares ES Desde la sierra andina y Donde descansa Quito, la heroína, Hasta do está +8 Ari de los mares, Cuna del Re es, Cantor de los ne AS combates. Brota la inspiración, chispa celeste En la mente del bardo, cuando augusta Reina la libertad y la áurea veste Desplie, a en regia celsitud : robusta a entonación sublime y los acentos Entonce el vate empieza, Y eleva coronada la cabeza Donde bullen pea pensamientos. Inspiran las hazañas, Grato recuerdo son árduas campañas, Y titánicas lides, sacrificios magnos y tamañas Empresas y adalides, Ayer del mundo pasm Timbres hoy de loor y de entuslasmo. Oh! tú, Madre de ota: Mansión de la hermosura y los poetas, Sultana de los Andes, Vecina al frrismente: Gentil entre las a primera en levantar el grito De libertad, primera En apurar la copa del tormento, Luz de América, Quito Escucha mi canción : perenne hoguera — 694 — De patrio amor prendiste; Charca de sangre y in fué el costo De tu inmortal au a, Y desolada en abandono triste, Las víctimas de Ago Nueva Raquel, Did tu desgracia. Al hombre diviniza el cos : El dolor con sus se se remonta Al cielo; y si pro Le sonríe el uo pres y afronta Peligros, nada teme; El denuedo le alienta , del combate en la feroz oía La misma tierra conturbada treme. Si en agosto funesto Veló en negro crespón la regia frente El sol, y hundióse presto, Indigiiado, detrás del Occidente; También plácido rayo Prestó á á la alba de may o, Y asomó en el Orien Astro de libertad, y a De paz y bienand anza, Y trajo nuevos días, y hechicero Encendió el luminar de la esperanza. Bizarros de tu seno, Patria mía, Los viste en juventud y Api A. antiguos semidioses semejante R esplandor despedir de los ia. Luchaban con pes hijos denodados De la potente Hesperia ; La misma raza y religión.....¡ miseria ! ¿ Por qué osan apio Teñir en sangre herm La faz de la Seldad ión Colombia tuvo el brío La indomable constancia, el alma fiera De España, la guerrera, Que al sarraceno impío Arrancó la gentil, bella Granada. ¿Por ané en hor menguada, $ ao alto polerío — 6953 — Y bélico ardimiento Convierten contra sí, y en magna guerra Hacen de asombro enmudecer la tierra ? Qué hacor? si el pensamiento Colombia te heredó de independencia Y amor de libertad, culpa tuviste "Pú, España, que venciste Al vencedor de reyes y naciones ; "Tú misma á estas regiones Ejemplo, así, de independencia diste. Nuestros ao tu arrojo, El batallar cruel, la misma saña Y el implacable enojo. Los odios y las luchas fabulosas Común miseria fueron, 6, gloriosas, Son una misma hazaña; Ny Vencido y vencedor, todo es España. Todo pasó, Sea he airado -' Que troncha sin piedad la palma : pad sobre el pino e Huble: y el alza Cedro y el mirto hacina en la o es Confusión ; despoblado El bosque se ndós triste le mira Sohitarzo el pastor, y de un abeto Deshecho junto al tronc Las ruinas capa con secreto Meditar, con el aura que suspira Mezcla y confunde su gemido ronco. Viene después purpúrea primavera, Estación de la paz y los amores, á su mirada dde y hechicera Y á su aliento fecundo, Brotan las nuevas flores, Y reverdece el bosque, y se dije Que á nueva vida se despiérta; el endo: Calmó la uN z duran las memorias Tal sólo de la as Quede el furor il en as historias, Que, prenuncio de muerte, El guerrero ela arín ya no se “escucha, Y ida cambia pró liga la suerte. Reina, en. gloria, E altiva rara A quien divina Hbertad abraza, — E — 696 —= Y tiene un solo corazón y sola El habla de Cervantes, la española. El Capitán audaz que al e Sin cetro ni coron Dejó de oprobio lleno; Bolívar, cuya apo Vuela de zona en z Brillan á par: su al ble llama Alumbra permanente, A América y set indeficiento, Con Lamar E vda Lazos recorren el tendido espacio, a stelación o que rutila, uya audaz pup Descubre entre 108 eel su palacio. Desgracias y grandezas serán solas. Americanas siempre y españolas ; ya á cantar se atrove Unión y paz la agreste musa mía, Y pido al aura que mi acento lleve | Del Machángara al raudo Manzanares, Donde se oye perpétua melodía Donde suenan, oh Núñez, tus cantares. La castellana Musa Canta en lengua divina, y no rehusa - -Bobre las rocas de mis patrios montes Pulsar lira son Y á la sierra que e héssontes, ñ nal zona áurea decora, Enviar con la armonía el pensamiento, Y en tí, Patria, soñar como yo siento. Róseo en contorno veo Tu porvenir hermoso, enal a 23 nta A la agitada mente mi dese | ¡Oh! cuán grande serás, y.cuán distinta,” ado el fragor de taclías ra No llene de temores : A ciudades y campos; Cuando á tus ojos. lágrimas” no pilas Para llorar a y necia — 697 — Y sus fulmíneos lampos No lunce la discordia. Cien cadenas Sujetarán al Odio, que iracundo, Con siniestro mirar, de sangre llenas, Atadas por la paz la férreas manos, Pugne otra vez por trastornar el mundo, Y con clamores vanos Ruja sentado, en infernal despecho, ' ronco tenga, de gritar, el pecho. Las ciencias y las artes, Bajo ricos doseles, su morada Aquí tendrán eterna; Vagará en todas partes La Abundancia feliz, ya sonrosada La faz, mientras alterna Con cantares sus obras el Trabajo, Titán infatigable, Centímano veloz que adonde intenta, lin carrera incansa Lleva la vida, el movimiento; alienta | pecho vigoroso; Despierta al Ocio inerte, Y sacude al Reposo Que muelle olvida su futura suerte. Ya del Guayas 4 Oriente, Del Carchi frío al Villonaco, lleva Telégrafo fugaz al pensamiento, Y el Ecuador se encumbra y, sonriente De gloria y de contento, Intre naciones varonil se eleva, Y le palpita el pecho de esperanza, Y á lid del trabajo se abalanza. Bulle doquier la vida; Suena del Ande en las fragosas cumbres sa canción del obrero, repetida De roca en roca; vense de techumbres Lis llanuras cubrirse, antes ignotas. Ya de la selva secular no azotas La enramada tupida Destructor huracán; golpe violento De la segur constante á Abate al cedro; eruge y vacilante, Asombrado un momento, da Cae á tierra cual pálido gigante. — 03 — Irradiaste, Esperanza! ya despliega El porvenir sus idas Well antes, Y dorada nos Hega Edad, risueña edad. Quien en constantes Afanés siempre, al a 1ZAy'OSO Caso EpPES cuel escud El pecho firme y ulad resuelta, Y en la feroz revuelta A la discordia le suspenda el paso; Quien al furor sañudo Dome, y mija ea prudencia Magistrado feliz la patria hermoga, 2 - De laureles ciñéndose y de rosa e. Vuelva á su hogar, tranquila su conciencia, La banda desceñida. — Verde ramo, Le doy, y Amigo con pa le llamo; . Porque la musa mía 0 Nunca al solio supremo Sus cantares envía, Ni incienso vil de adulación yo quemo. a o Sublimo á la a me enardece El patriotismo el alma, Y estar no puede E corazón en calma, Ni para tí mi cítara enmudece, : ¡Oh Patria! quien tirano “Te oprima, sólo la venganza tema De la reina del Ande ecuatoriano; E Quien te Lia 42 inmortal diadema, E Ú surpador insa E Viga del vate ón el anatema. 1 Agosto 10 de 1888. : A Q. SíxcuEz. A A TAS DEL CONSEJO GENERAL DE INSTRUCCIÓN PUBLICA, SESIÓN. EXTRAORDINARIA DEL 23 DE OCTUBRE. Concurrieron los Señores Presidente, Decanos de las facul. ades de Jurisprudencia, Ciencias, Instituto, Filosofia y Litera- po Y Rector del da Nacional de San Gabr ich. — 699 — Se aprobó. sin observación el acta de la sesión extraordina- ria del 18 de Octubre. : En la solicitud del Sor. Emiliano Mora de Loja, para que se le conceda la gracia de poder matricularse en el primer curso de Jurisprudencia, después de tres meses, término dentro del cual ofrece presentar el grado de Bachiller, se aprobó el informe del Sr. Rector del Colegio Nacional de San Bernardo: "El infrascrito Rector del Colegio Nacional de San Bernar- do, informa: que son verdaderas las causales expuestas por el pe- ticionario en la solicitud anterior; mereciendo por lo mismo, en concepto del informante, que se le conceda la gracia que solici- Loja, Octubre 6 de 1888. —Rafael Riofrío”. Habiendo puesto en conocimiento del H. Consejo la solici- tud de los Señores estudiantes de 3? y 42 año de Jurisprudencia de la Universidad central, para que se les conceda la matrícula correspondiente al próximo curso, con la condición de dar el examen de Ciencia Administrativa hasta el mes de Diciembre próximo; el Sr. Decano de la facultad de Jurisprudencia, á pe- tición del H. Consejo, informó verbalmente: que era justa la pe- tición de los estudiantes; que el estudio de Ciencia constitucio- nal les había absorvido todo el año pasado, pues era tál que había sido menester emplear mucho tiempo y contracción para su com- pleto aprendizaje, de modo que los estudiantes no lo habían te- nido para aprender la Ciencia administrativa; que en atención á que el estudio hecho el curso pasado era el fundamento necesa- rio de la ciencia cuyo examen no habían podido presentar sus discípulos y que todos eran jóvenes aplicados y pundonorosos; debía el H. Consejo concederles el permiso de matricularse con- dicionalmente. El R. P. Rector del Colegío Nacional opuso: que aunque el H. Consejo está autorizado por el decreto legisla- tivo de 13 de Agosto de 1888, para dispensar de las matrículas no obtenidas en tiempo oportuno, no lo estaba para concederlas condicionalmente; que, aunque quería favorecer á los estudian- tes, no quisiera que ni en realidad ni en apariencia el Consejo co- metiese un acto ilegal, y por tanto, sería mejor que se les diese á los estudiantes la matrícula respectiva con la obligación de rendir el examen que les falta al fin del curso, puesto que el Consejo tenía derecho de designar las materias que debían aprenderse en cada uno. El Sr. Decano de la facultad de Jurisprudencia repli- có, que si el Consejo estaba autorizado para lo más, estaba para lo menos; que si podía dispensar matrículas no obtenidas en tiempo hábil, con mayor razón podía permitir se den oportuna pero condicionalmente; sobre todo cuando no había habido culpa alguna en los solicitantes. Que el año anterior no había sido su- ficiente para el estudio de ambas ciencias, habiendo dado prefe- «rencia á la enseñanza de la constitucional. “Cuando el estudio de Ciencia Administrativa [dijo] se hacía por el folleto del Sr. Pin- zón era cosa de quince días preparar cl examen, y esto pasando — 700 — ocho en vacaciones. Pero hoy el apre ndizaj je se hace de dre manera. Aunque la Ciencia Administrativa es accesoria á la Con titucional, como que ésta es el tna de aquella, no las es en absoluto nila considera la Ley de Instrucción Pública”. Preferible es abrirles á los estudiantes oportunamente el camino legal á dispensarles después la violación de la ley, aunque sea involuntaria. El H. Sr. Presidente apoyó al Sr. Decano funda- 1? en la historia de la ley que concedía al H. Consejo la fa- cultad de dispensar matrículas, la cual había tenido por objeto obviar á los estudiantes los inconvenientes que se les oponían á la continuación de sus estudios cuando no habían podido matri- culars2 oportunamente y 2? la práctica del H. Consejo, cuando la falta de matrícula había sido involuntaria y no culpable. Ter- minada la discusión se concedió el permiso á los estudiantes cu- yos nombres estuviesen contenidos en la lista que debía dar el Sr. Decano de la facultad de Jurisprudencia y son los siguientes: Julio Andrade, Gabriel Buendía, Nereo Cabezas, Agustín Ceba- llos, Alejandro Coloma, Luis Castro, Virjilio Cajas, Miguel An- tonio Cruz, Teodosio Dávalos, Camilo Daste, Julio Granda, Do- mingo López, Daniel Yanes, Benjamín Yerovi, Luis Felipe Me- sías, Carlos Moncayo, Manuel Pachano, Cesar Pólit, Ricardo Pazmiño, Eloy Delpozo, Antonio José Quevedo, Alejandro Sal- vador, Carlos Terán, Elías Toro Funes, Benjamín Vega, Manuel na Aurelio Villagrán.—I1 R. P. Rector ye su voto. robó el informe del R. P, Rector del Colegio Nacional en la solicitud del Sr. J. Julián Andrade. —“Señor Presidente: Siendo el número de faltas que hace perder el curso en las clases de Filosofía veinte no justificadas y cuarenta justificadas para cada clase, y no habiendo tenido el peticionario, según aparece del certificado de asistencia del profesor de Etica, sino veintinue- ve de las primeras, que á juzgar por el testimonio jurado del fa- cultativo Sr, Salvador, son justificables, y seis de las segundas, * resulta que el númoro total d> las faltas justificadas ó justificables “sería 35. Porlo cual el alumno Andrade no debería perder el curso y estaría en su dorecho al pedir se le reciba como bueno el examen que ha dado y se le califique.—Nótase sin embargo una especie de contradicción entre el mencionado certificado del pro- fesor de tira que le señala treinta y cinco faltas, el del profesor de Física que solo apunta once sin justificar, y el de Química que a do y no le pone ninguna, á pesar de suscribir este certificado el mismo facultativo que asevera haber estado impedido el peticionario de asistir á las clases durante tres meses. Esta irregularidad moti- varía la petición de nutvos informes por parte del HL Consejo - Para la acertada resolución; pero como la tardanza traería consi- - go mayores inconvenientes para el solicitante, cuyas circunstan- cias le hacen acreedor áque se le favorezca, opina en definitiva . pen que haciendo uso, si es menester, del decreto de 3 de Agosto de 1897, se.den por just: ¿ficadas las faltas y sc deje al juicio del Rector del Colegio el calificar el cxamen con los demás examinadores, ó el dadas anucvo examen s] A las faltas pasaren de 40 como se desprende del atestado del facultati- vo, dado que la clase fuera diaria.—Por lo que hace á la segunda parte de la petición de que se le conceda cuatro meses de “plazo para preparar su grado de Bachiller y matricularse en facultad ma- yor, juzgo que es excesiva é infundada, y quie a lo más, deben concedérsele dos meses contados desde el día en que dé su reso- lución el Rector de dicho Colegio. E Tal es el del que informa, “salvo meliori. —Quito, 19 de Se- tiembre de 1838.—Lorenzo L. Sanvicente. $. Se aprobó, de la misma manera, el siguiente oras en la so- licitud del Sr. Nestor Mario Medina.—“Señor Presidente: — Atentas las causales expuestas por el solicitante y la recomenda- ción de sus superiores jerárquicos, opina el infrascrito que el Conssjo debe acceder plenamente á lo solicitado. suis, 17 de Octubre de 1888.—Lorenzo L. Sanvicente. $. Se negó la dispensa de un examen de Francés solicitada por * el Sr. Réáhicisco de Paula Gutiérrez, por el informe verbal del K. P. Rector del Colegio Nacional. “Previo informe verbal del Sr. Decano de la facultad de Filo- sofa y Literatura, se concedió al Sr. Alejandro Urresta prórroga de dos meses á que haga legalizar los documentos para ser decla- rado apto para el grado de Bachiller y matricularse en el primer año de Jurisprudencia. - El Señor Presidente dijo que no le daba su voto, porque el solicitante era culpable de no haber cumplido con los requisitos legales en tiempo hábil y que la ignorancia de la ley no le justificaba. Igual concesión se hizo á favor del Sr. Aureliano Guerrero te se haila en idéntico caso, para que se matricule en primer o de Medicina. Se pidió informe al Sr. Decano de la facultad de Medicina para resolver la solicitud del Sr. Juan Arturo, quien pide permi- so para dar los exámenes de tercer año, que no los ha presenta- do een falta de la matrícula respectiva. asó á estudio del Sr. Decano del Instituto de Ciencias la solnál del 5r. Eliseo Ordóñez. -Se aprobó el informe del R. P, Rector del Colegio Nacional de. San Gabriel en la solicitud del Sr. Nicolás Durán.—“Señor Presidente: Del certificado del Sr. Cura de Baños aparece que e! peticionario, sólo ha concurrido á. las clases hasta el 15 de Ene- ro de 1886 y que desde entonces no ha continuado en ningún co- legio sus estudios. No pido, pues, dispensa de faltas, sino que .se le dé libertad de estudios, para lo cual no €s stá autorizado el Consejo por el de- - ctto de 13 de Ágosto de 1887; cn virtud del cual tampoco po- drian. disponsársele las faltas, haciendo uso retroactivo de Ja au- torización que en él se confiero al Conse] Je ul ad de Octu- | q añ tt A 11 A 09 re de 1888.—Lorenzo L. Sanvicente. S. J”. Se ad en conocimiento de de aa la aceptación del Sp Manuel A María Póbit del nombramiento de profesor de Fran- cús € Inglés en la facultad de F ilosofí ía y Literatura de la Univer- sidad central. [Ter rminóse]. AE El Secretario, Carlos Peres Ouiñones. a SESIÓN EXTR IAORDINARIA DEL 8 DE NOVIEMBRE. Concurrieron los Señores Presidente, Rectores de la Uni- .Versidad Central y del Colegio Nacional de San Gabriel, Decano del Instituto de Ciencias y de las facultades de Ciencias y de Fi- losofí: ta y Literatura. : Se aprobó el acta de la sesión anterior, previa la observación a - del R. P. Rector del Colegio Nacional de que salvaba su voto en la solicitud de los estudiantes de 3? y 4% año de Jurisprudencia en la e riveridad Central. aprobo la asignación de sueldos hecha por la Junta Admií- dE de la Universidad Central y contenido en el siguiente - OTC “Rectorado de la Universidad Central del Ecuador.—Quito E 23 de Octubre de 1888.—H. Sr. Ministro de Instrucción Pú- _blica.—La Junta Administrativa, en la sesión de ayer, cumplien- do con lo resuelto por el H. Co onsejo General de Tiicción Pública, en la sesión de 18 de los corrientes, hizo la siguiente asignación de sueldos.—Los profesores ganarán sesenta sucres _Mmensuales cada uno.—El Rector, sesenta sucres cuando no sea profesor; y cuando lo sea, sólo gozará las dos terceras partes.—El “Vicerrector, cuando dosempeñe el Rectorado, percibirá la mitad -. del sueldo de El Secretario, cuarenta y cinco sucres.—El Prosccretario, treinta sucres.—El oficial mayor de Secretaría, vein- _ticinco sucres.—El Bibliotecario, veinticinco sucres.— El Por- _tero, ocho sucres; y el Colector, el cinco por ciento sobre todo lo que recaudare. o que tengo á mucha honra comunicar á US. H., 4 fin de - Que sc digne someter á la aprobación del H. Consejo que US. tan : merecidamente preside. —Dios guarde á US. H.—R. Barahona”. a asignación debe regir desde Enero de 18809. Leído el oficio del Señor Subdirector de estudios de la pro- - vincia del Azuay en el cual consulta si los que han cbtenido el ñ grado de Maestro ú de Licenciado están obligados 4 presentar exa- n para obtener la dirección de una esc ucla; el H. Consejo de- o cido que á todos les «bliga, según el art. 30 de la Ley de Instruc- ción Pública que no hace excepción alguna. ¿De puso en conocimiento € del HL Consejo el siguiente oficio — 105 — del Señor Rector del Colegio Nacional de San Luis en Cuenca. “Ecua dor: —Rectorado del Colegio Nacional de san Luis.— Cuenca, Octubre 20 de 1838.—Al H. Señor Ministro de Instruc- ción Pública: —H. Señor:—En la actualidad, sujeto á la conside- ración de US. H. lo siguiente:—Por el artículo 36 de la Ley Or- gánica de Instrucción Pública, estaban obligados los jóvenes que Macia su estudio de Filosofía, á estada la lengua Francesa ó Inglesa; estudio que, por hacerlo simultáneamente con las mate- -rias principales, se hacía de una manera muy imperfecta. El Re-- glamento que rige al presente este Colegio, y que está aprobado por el Ejecutivo prescribe: que concluido el estudio de Humeni- dades, se consagre un año completo al de Idiomas, como lo están verificando los que han concluído el de Gramática: mas, los que estudian Filosofía, por tener ya su tiempo distribuído, no pueden concretarse al de lenguas. Con tal motivo pongo en conocimien- to de US. H. para que declare si estos jóvenes quedan exonera- dos del expresado estudio, ó se les puede conceder libertad para que lo hagan en los momentos más oportunos; con tal que, para sufragar su examen, se sujeten á un acto de prueba estricto que deba récibirlo el profesor de Idiomas.—Dios guarde á US. H.— León Piedra”. El H. Consejo aprobó la siguiente proposición del R. P. Rector del Colegio Nacional: “Contéstese al Señor Rector del Colegio de San Luis en Cuenca que: no estando obligados los estudiantes de Filosofía de Cuenca al estudio de esa asignatura ni por el Reglamento General, ni por el Especial del Colegio que se- ñala el 52 año de Humanidades para Idiomas, no había motivo legal para obligarles á los que habían principiado Filosofía antes de publicado el Reglamento especia El Señor Presidente propuso la siguiente terna para Rector del Colegio Nacional de Ibarra: en primer lugar al Doctor Mariano Acosta: en segundo al Doctor Luis F. Lara y en tercero al Doc- Telésftoro Peñaherrera. Recibida la votación nominal, fué nombrado por unanimidad el Señor Doctor Mariano Acosta. Púsose en conocimiento del Consejo la aceptación del Señor Rector del Colegio Bolívar de Ambato y la del Señor Vicerrec- t>r del Colegio Nacional de Ibarra. Ordenó. el Consejo se publique el “Cuadro de los capitales á mutuo, rentas y gastos del Colegio Nacional Bolívar en el año escolar de 1888 á 1889” ¿ Dióse á conocer al Consejo las renuncias de los Señores Rec- tor y Vicerrector del Colegio “Olmedo” de Portoviejo, y resolvió que se telegrafíe á dichos Señores para que no insistan en sus re- nuncias, ahora que han pasado las circunstancias que las. moti- varon. Se leyó el oficio del Señor ados de la provincia de Manabí, que avisa haber nombrado interinamente Rector del Co- legio al Senor Doctor Francisco Javier G. Parreño; el acta de instalación del Colegio “Olmedo”; el Cuadro de materias que EU E de id eS A EA A A SA A e E e NA E E A E E AA CS RR A A RA A A e E A A El — 701 — cufsarán los alumnos cl presente año escolar de 1888-89 y el de distribución diaria de las clases”. Fué negada, por no haber comprobado causas graves, la so- licitud de 108 Señores Carlos Terán é Isaac Castro, de Cuenca, quienes piden prórroga de tres meses para presentar el grado de Bachiller y matricularse en primer año de Medicina. Con motivo de la solicitud anterior y de otras muchas que se hallan en igual caso, el Señor Presidente comisionó á los Señores Decanos de las Facultades de Jurisprudencia y de Filosofía y Li. teratura y al R. P. Rector del Colegio Nacional de San Gabriel para que informen si por el n? 12 del artículo único del decreto de 13 de Agosto de 1887, puede el Consejo conceder prórroga del tiempo señalado por el Reglamento General para matrículas, conceder éstas condicionalmente y dispensar las que no se habían obtenido en tiempo oportuno; señalar, en fin, la verdadera ex- tensión y sentido de la facultad concedida al Consejo. Se ordenó que el Señor Francisco de Paula Gutiérrez pre- sente los comprobantes de las causas graves que le han impedido presentar á su tiempo el examen de francés, por cuya falta no pue- e ser declarado apto para el grado de Bachiller ni dio io ati en primer año de Jurisprudencia Pasó á estudio del Señor Decano del Instituto del cias la solicitud del Señor Ignacio A. Orellana que pide se declare no estar obligado á observar las disposiciones del art. 4? del Regla- mento de Farmacia. En la solicitud del Señor Tarquino Viteri, gres de Ana- tomía, para que se le permita matricularse en 2? año de Medicina sin haber presentado el examen de Química inorgánica y Física, á condición de darlos hasta el fin del año, rec ayó la siguiente re- SS ón: “Negada porque, según informe verbal del Señor De- cano de la Facultad de Ciencias, el peticionario ha es mayor número de faltas de las que causan pérdida del añ Fué negada la gracia solicitada por el Señor Carlos Rueda, de que se le conceda matricularse en tercer año de Filosofía á pesar de faltarle un examen, porque no avisa cúal sea este, ni ha com- probado rea la enfermedad en que funda su solicitud. > á la del Señor Agustín Ceballos, estudiante de tercer año de pea, para quese le matricule en el curso siguiente, con la condición de Enea el examen de Ciencia Ad- ad hasta el 31 de Dicie negada la solicitud del Señor M. Federico Muñoz M de Cuenca. Se aprobó el informe e del Señor Decano de la Fa- cultad de Jurisprudencia en la solicitud del Señor Alfredo Casal : “Señor Presidente del H. Consejo General.—Los documentos presentados por el Señor Alfredo Casal, manifiestan que este jo- ven ha sido estudiante distinguido por su buena conducta, aplica- ción, inteligencia y aprovechamiento; pero no consta la prueba — 105 — de la enfermedad que alega como principal motivo para la dis- pensa solicitada, pues 2ungus en su petición, dirigida al H. Sena- do y reproducida en la que ha enderezado á este Consejo. se refic- re á los certificados de los imédicos en élla mencionados, no apa- recen tales certificados, ni se ha presentado otra prueba legal que supla la falta de éllos. Y, como, con arreglo al Decreto Legislate vo de 13 de Agosto de 1887, no se podría conceder la expresada dispensa sino por causas graves “debidamente comprobadas” ; opina que nose puede 2 acceder, por. ahora, ála referida petición, á pesar de los brillantes méritos del Señor Casal, recomendados en su solicitud y a a con los documentos de que tiene ya conocimiento el H. Consejo.—Quito, Noviembre 8 de 1888. > E lio B, Enríquez”. Se aprobó e el siguiente informe, del mismo Señor Decano de la Facultal de Jurispradens ia, en la solicitud del Se- nor Manuel Granda S.: “Señor Presidente del H. Consejo Ge- eral.—Creo justo, salvo el juicio del H. Consejo, que se acceda á 4 la solicitud del Señor Manuel Granda, por estar plenamente probada la causa grave en que aquella se funda, esto es, la so medad que le impidió al liitcnte concurrir á las clases E e año de Jurisprudencia durante los dos últimos MESES, _X C aparece que al Señor Granda se le ma e en 5? año sin e hubiese dado el examen correspondiente al 4%, creo también que el H. Consejo debe ordenar que el Señor Secretario del Colegio Nacional de Cuenca cuide, en lo sucesivo, de cumplir E mente las disposiciones legal les. relativas á matrículas. —Quit Noviembre $ de 18885.—julio B. Enríquez aprobó el informe del Señor Decano de la Facultad de a en la solicitud del Señor Angel María Arellano. “Señor Presidente: —En fuerza de las razones expuestas por el Señor Angel María Arellano en su solicitud, de fecha 19% de Agosto de 1888, y haciendo uso. de la facultad concedida á csta ES Corporación por Decreto Legislativo de 13 de Agosto del año próximo pasado (artículo único inciso 39); creo Se HElS acceder á la mencionada solicitud, salvo el mejor parecer del H. Consejo.— José María Tro Se aprobó el siguiente informe del Señor Decano > Insti- tuto de aos en la solicitud del Señor Eliseo Ordóñez: “Al Señor Presidente del Consejo General de Instrucción Pública. — Señor Presidente +—Encargado de examinar la solicitud con que el joven colombiano E lisco. Ordóñez pide á este H. Consejo le mande dar la matrícula del primer año de Medicina que tiene Cut- sado en esta Universidad Central, para que pueda dar el respec- tivo examen; el infrascrito Opina: —1? No puede accederse á lo solicitado sin que el peticionario presente el título de Bach ller, indispensable después de la resolución de este Consejo del mes «de Julio próximo pasado ó al menos de la , declaración. de aptitud, E que bastaba y se exigía al tiempo en que d debía pedir la matr Ícu- L706— la menciónada.—Admite esta última condición porque según afirma el peticionario, habíala perdido en tiempo en que ésta bas- taba, pero se perdió sin su culpa, la solicitud presentada para esc objeto -.—2? Como el peticionario no puede optar al grado suso- - dicho antes que este Consejo declare válidos los estudios de Ins- trucción secundararia, que él ha practicado en su patria; el infor- mante opina que se le debe conceder dicha declaración en virtud del poder que le concede para ello el inciso 42 del Decreto Legisla- tivo del 13 de Agosto de 1887, puesto que los documentos pre- sentados por el peticionario están suficientemente legalizados.— Con esta declaración podrá el interesado presentar los eertifica- dos de sus estudios á la Facultad á quien pertenece calificarlos para continuar después las tramitaciones legales ordinarias. —Es- te es el dictamen e infra ascrito, salvo siempre el mejor del H. Consejo.—L. Sodi Se aprobó el ene e del Señor Decano del E . tuto de Ciencias en la solicitud del Señor Benjamín Endara: — “Al Señor Presidente del Consejo General de Instrucción Pb. ca.—Señor Presidente:—La solicitud del Señor Benjamín Enda- ra se contrae á meto al ilustrado criterio y sensa 1to juicio de es- te H. Consejo el opúsculo que ha escrito con el título de “Trata- do de Aritmética” con el fin de saber el concepto de este peque- ño trabajo.— El infrascrito, si bien halla digno de aplauso el fin que el autor se ha propuesto en este trabajo, sin embargo juzga ajeno de la naturaleza de esta H. Corporación ocuparse en asuntos puramente consultativos, como es el presente, por lo cual opina se debe devolver al interesado su solicitud.—L. Sodíro S. A insinuación del Señor Decano de la Facultad de Ciencias, el H. Consejo resolvió que conste en el acta el profundo pesar.que la muerte de su ilustre miembro, Dr. Leopoldo Freire, Delegado del . Señor Arzobispo, había causado en todos los que lo componen. El Señor Rector de la Universidad pidió que uno de los miembros del Consejo publicase algo en memoria de las virtudes y patriotis- mo del distinguido miembro cuya pérdida deploraba el Consejo; y el Señor Presidente comisionó al Señor Decano de la Facultad de Filosofía y Literatura para que escriba en “Los Anales de la Universidad” cl clogio de tan sabio y santo sacer dote. —(Termi- nós El Secretario, Carlos Perez Ouiñozes. Cuadro de los capitales á mutuo, rentas y gastos del Colegio Nacional Bolívar en el año escolar de 1888 á 1889. T. Capitales á mutuo. | TI. Rentas: 217. Gastos, MUTUARIOS. des $0 Asel di HIPOTECAS. Existencia en caja. | $ 1196 | 96 | Sueldo del Recto 288 Mensualidades paga- id del profesor e Tes esorería tres clases de Sres. Dr. Adriano Cobo, 1 760 211 | 20 | Ficoa. de lacienda por e ttca lat. y Aiello 336 Tomás Andrade 400 48 Llallacha. año de 1887. 306 | 68 | id. deliddeliteratura. 208 César e 900 108 ana Por obra de id. del id de Ñ epi fía, 2€8 Alegría Mon 570 68 | 40 | Puns isma Tesorería, se- id del id. de Pío y V: do rbd So 9 | 60 Caranta perso gún la Ley de Presu- ticas y Físi ica 288 ío López. 400 48 Pangu o uestos de 21 de agos- id. del id. de Cncés. 144 Antonio Flores 400 48 j vil leo. o Bl 526 | 62 | id. del de go de Luis Pastor, 400 48 Quincl Subven ción de la A estudios 192 Juan Escalante. $20 62 | 40 | Casa en esti pi Guayaquil, 3000 id. del amanuense de Arsenio Suárez. 240 28 | 80 | Hualcanga, r cobrarse de la . la Secretaría. 48 edro L. Merino. 400 48 Cuadra alfalfar misma Aduana, 1250 id. del portero... 24 ao cp arez, 960 115 | 20 | Huagrahuassi Costas cobradas en el Gastos de escritorio 24 q 160 19 | 20 | Casaen la ciudad on que sostuvo el El Stario. sin suel Elgaek de ediles. 640 76 | 80 | Mochapata. aer, contra Emi- El Bibliotecario id, Manuel Zapater. 320 38 | 40 | Macaló. lio Me 272 | 65 | Importe de la s Casimiro Pazmmiñ 400 48 Cunchibamba. Inte pe producidos ción á “La Ilustración Abel Melizalde. 240 28 | 80 | Cullca. orel capital de 9.270 Española y Americ Virginia Cobo, 400 48 Casa en la ciudad | $. dado á mutuo, 1112 | 40 | na” para la het Dr 24 | 60 Depositados con el interes Remate de bienes Para fomento el uno, hasta colocarlos á mostrencos y venta de gia y Sibpe tua, 80 o | 60 terrenos comunarios 300 e 440 perenos mas atrícu- Par Ele ir y repa- Suma.... $ | 9 270 | 1112 | 40 la y e 21 ¡60 | rarel edificio del coleg 500 Debe á lás rentas e Para aparatos de física 800 Establecimiento Para compra de una, relio Moscoso. 28 imprent 800 Para colocar á mutuo. 1730 SAR $ So14 | 91 | 8 ¿1 del Tesorero, 147 | 72 Para gastos extraordi- narios é Ardo daba el sobra 1652 | 59 | Suma..$| 8014 | 91 Ambato, Octubre 12 de 1888. 4 El Rector, A. NieETO.—El Secretario, Pio LoPEZz. — TON mes SESIÓN EXTRAORDINARIA DEL 10 DE NOVIEMBRE. Concurrieron los Señores Presidente, Decanos de las Facul- tades de Medicina, Ciencias, Filosofía y Literatura y el Rector del Colegio Nacional de San Gabriel. eñor Presidente manifestó que el exclusivo objeto de la sesión era consultar al H. Consejo si consentía en que se invitase en su nombre para las exequias que por el descanso del alma del Señor Doctor Leopoldo Freire, Delegado del Señor Arzobispo en el Consejo General, deben celebrarse el 13 del presente en la iglesia Catedral; y el Consejo consintió por unanimidad. —(Ter- minóse). El Secretario, Carlos Pérez Quiñones. BOLETIN UNIVERSITARIO ACTES. Junta Administrativa. Sesión del 7 de noviembre de 1888. Se reunieron los Señores Doctores, Casares, Muñoz y Pó- lit, presidió el Señor Vicerrec Leida y aprobada el acta de la sesión precedente, se pre- sentó al despacho el presupuesto de gastos yn á octubre, y fué aprobado sin ninguna modificac El Señor Pólit manifestó, que habiendo aspercionado de- tenidamente la Imprenta, había notado que aún cuando el Sr. Bermeo tenía alguna razón para quejarse por la falta de seguri- dad de las puertas y de puntualidad en la entrega del mate- rial para “Los Anales”; sin embargo había incurrido en las faltas siguientes: 19 no haber llevado ninguna cuenta de- los ingresos y egresos de la Imprenta: 2% haber faltado al Sr. Ma- nuel Larrea L. Editor y Administrador de la Imprenta, y haberle promovido una causa criminal en el Juzgado de Le- tras, sin haberlo ÑENA en conocimiento de la Junta Adminis- trativa: 3% no haber pagado puntualmente á los empleados, que él llama aprendices, y 42 haber contratado las obras sin el previo consentimiento de los superiores. Leyose también una representación del Sr. Bermeo, en la cual, a de aducir admitió la rescición propuesta porel Sr. Bermeo, y comisionó — 109 — al Sr. Pólit, para que reunido con el infrascrito reciba la Impren- ta por inventario, y la entregue asimismo al Director que fue- re nombrado; pero todo esto, tan luego que se concluya el N9 12 de “Los Anales No habiendo otro asunto terminó la sesión. El Vicerrector, E El Secretario, RAFAEL BARAHONA Manuel Baca M. Sesión del 23. de noviembre de 1888. . Presididos por el Señor Vicerrector, se reunieron la Señores Casares, Muñoz y Pólit, no concurrió el Sr. Dr. Herrera. Sometidas al despacho las dispensas de la mitad de la cuo- ta correspondiente al grado de Doctor concedidas por las Fa- cultades de Jurisprudencia y Medicina á los Señores Francisco J. Vallejo y Miguel Ignacio Román respectivamente, e los derechos del grado de Licenciado concedida por la Facul- tad de Medicina al Sr. Mariano Peñaherrera, fueron aprobadas; exceptuando la concedida al Sr. Vallejo, que se mandó devolver á la respectiva Facultad, para que conforme á lo dispuesto en el art. 15 de la Ley reformatoria de 20 de Agosto de 1885, la reserve para el fin del presente año escolar e seguida se leyó un oficio del Sr. Rafael María Bermeo, Dior de la Imprenta, en el que agradecía á la Junta por ha— berle admitido la rescición del contrato propuesta en la sesión anterior, y comunicaba E entregaría la imprenta tan luego como se termine el N* 12 de “Los Anales Leyóse también el oficio del Sr. Secretario del Consejo Ge- neral de Instrucción Pública, comunicando que esta Corpora- ción reunida el 8 del presente mes, había aprobado la e ción de sueldos hecha por. la Junta Administrativa de la versidad en la sesión de 19 de octubre último, y que esta nue- ya asignación comenzará á regir desde el 1% de Enero de 1839. “Se tidadó transcribiro a Sr. Colector, juntamente con pel presupuesto aludid Terminó la sesión. El Vicerrector, es El Secretario, ses RAFAEL BARAHONA. - sn Manuel Baca se . h vd o ho + : q pátina TS Y ' A pS pose - e y v — 110 — Facultad de Jurisprudencia, Sesión del 31 de octubre de 1888. e reunieron los Señores Doctores Casares y Camp puzano, presid do por el Sr, Decano. espués de aprobada el acta precedente, se dió lectura de un oficio del Sr. Dr. R. Aurelio Espinosa, en el cual E que por el mal estado de su salud y actual curso de sus negocios ES que ausentarse muy frecuentemente de la dudas: que or consiguiente no le era posible aceptar el cargo de profesor sustituto de Economía Política y Legislación. Fué aceptada la excusa y nombrado en su lugar el Sr r. DF. A Manuel Pe- haherrera, quien fué propuesto por € el Sr. Decano por encargo del Sr. Dr. Laso, y se le asignaron las dos ere partes del suel- do correspondient Dr. Pa propuso que se saque á oposición la cá- tedra de Derecho Práctico, que hacía más de un año estaba va- cante. El Sr. Decano manifestó: que con arreglo á las dispo- siciones legales, que fueron leídas, no correspondía á la Facul- tad convocar opositores por ser esta atribución del Presidente del Consejo General de Instrucción Pública. Entonces el Sr. Dr. Casares propuso se recabe del H. Sr. Ministro de Ins- trucción Pública que saque á oposición la indicada cátedra; á lo cual observó el Sr. Decano que tal proposición le parecía innecesaria; porque hacían pocos dias había oído al Sr. Minis- tro determinado á convocar opositores, y añadió que si el Señor Doctor Laso, que acababa de cesar en el cargo de Rector de la Universidad, y ha pasado á desempeñar aquel Ministerio, no se ha apresurado en disponer lo que ahora pide el Sr. Dr. Casares, no ha sido por culpa suya, ya que es muy conocido el interés con que ha desempeñado ps sus de- beres, sin otro móvil que el deseo del bien público; y que a mencionada proposición comprendía una especie de acusación Sr. que la Facultad no podía hacer sin injusticia. El sares insistió en su proposición, expresando que cualquicra que haya sido el motivo para no haber sacado á oposición la citadá Cátedra, que está ahora interinamente ocupada, era irregular que estuviese vacante, y que quería el exacto cumplimiento de la ley, por parte de la autoridad que corresponda. ElSr. De- cano la sometió á la consideración de la Facultad, mas no conti- nuó discutiéndose, porque no tuvo apoyo. Con esto terminó la sesión. El Decano, E El Secreterio, JULIO B:ENRÍQUEZ= 0 s Manuel Baca M. — (11 — Sesión del 3, de noviembre de 1888. Presidió el Sr. Decano, y asistieron los Señores Doctores Espinosa de los Monteros y Campuzano. Revisados los docu- mentos presentados por los Señores Miguel Loaiza y Abel Pa- chano, con el objeto de que se les declare aptos para el gra- do de Doctor, se encontraron arreglados á la ley, y se con- - cedió la declaratoria pedida por los solicitantes. En vista del informe emitido por el Sr. Dr. Campuzano respecto de la solicitud del Sr. Francisco J. Vallejo, que pedía dispensa de los derechos del grado de Doctor, se dispuso; que para resolver con más acier- to vuelva á informar el Sr. Dr. Campuzano después de exa- minar los certificados obtenidos por el interesado, durante los cuatro primeros años de sus estudios de Jurisprudencia. Con esto terminó la sesión. El Decano, El Secretario, JuLio B. ENRÍQUEZ. Manuel Baca M. Facultad de Medicina. Sesión del 12 de noviembre de 1888. «Se reunieron los Señores Decano, Barahona, Egas. Muñoz, Cárdenas, Silva y Casares, faltó el Se De. Echeverria probada el acta de la sesión última, se dió lectura: 1? A los siguientes informes: “Señor Decano:—Los documentos del Sr. Miguel Ignacio Román, manifiestan que cumple con las exigencias de la ley, en la solicitud que hace, por esto, creo muy justo acceder á su petición, respetando siempre el mejor parecer de la Ilustre Facultad.— Quito, julio 27 de 1888.—Lino Cárdenas”. El Sr. Dr. Bara- hona, con apoyo del Sr. Dr. Egas, hizo la moción siguiente: “Que al Sr. Román se le dispense la mitad de la cuota corres- pondiente al grado de Doctor”, moción que fué aprobada por la Facultad, é igualmente aceptó dicha modificación el Sr. informante. “Señor Decano:—Examinados los documentos presentados por el Sr. D. Mariano Peñaherrera, en la solicitud que hace, he encontrado: que ciñéndonos á la ley, se le puede dispensar los derechos quese erogan para optar al grado de Licenciado en Medicina, pues ha cumplido con los requisitos legales; a más no juzgo así respecto á los que corresponden al grado de Doctor, yaquele falta que presentar el grado de Licenciado y otros exámenes. Este es el parecer de vuestra comisión, respetando siempre el festa fallo de la muy respetable Facultad. —Qui- to, octubre 14 de 1888.—Lino Cárdenas”, Se aprobó dicho informe, dispensándole todos los derechos para el grado de Li- cen ciado; los informes de los Señores José Joaquín Pólit y Jo- sé Lgnacio Calisto, quedaron reservados para el fin del año es- colar, por estar ya completo el número de los agraciados, cu- yas solicitudes fueron consideradas según el orden de las fechas en que habían sido presentadas. 2? Se dió lectura á un oficio del H. Sr. Ministro de la Guerra, en el cual pedía que la Facultad declare si es ó no acer- informe, y sometido á votación, se declaró por unanimidad acertado el concepto emitido por los cirujanos militares. e otro del Sr. Rector dela Universidad. central, que banciie el del H. Sr. Ministro de Instrucción Pública, con- traído á pedir que la Facultad indique lo más pronto posible las medidas higiénicas necesarias para evitar el contagio dcl sarampión, que tantos estragos está causando en el litoral, y un plan curativo sencillo que esté al alcance del pueblo. Para queemitan el informe correspondiente, el Sr. Decano nombró á los Señores Doctores Muñoz, Silva y Echeverría. : 42 El Sr. Dr. Cárdenas expuso: que debiendo sus alumnos presentar por separado sus exámenes de medicamentosorgánicos é inorgánicos, hallaba el inconveniente deno poderdarálos alumnos certificados separados, pnesto queen una solaclase dictaba, no só- lo las mencionadas materias, sino también la Técnica de la Far- macia. El Sr. Decano opinó que el Sr. Dr. Cárdenas, no estaba guien asistencia ála clase de Farmacia, para poder rendir sus exá- Sr. Decano expuso que creía muy útil que se hiciese una estadística de todos los nacimientos que se verifican enes- ta ciudad, cuya realización podía estar á cargo de las Coma- dronas, y comisionó al Sr. Dr. Muñoz, para que forme un cua- dro que sirva de modelo para el objeto referido. - Con esto terminó la sesión. El Decano, RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO. El Prosecretario, José Bolívar Barahona. == Sesión del 20 de noviembre de 1888. Presidió el Señor Decano, y concurrieron los Señores Doc- tores Egas, Muñoz, Cárdenas, Silva, Echeverría, Casáres, faltó el Sr. Dr. Barahona Leída y aprobada el acta de la sesión precedente, se dió _ Cuenta: 1? De un oficio del H. Sr, Ministro de Instrucción Públi- ca en el cual manifestaba, que S. E. el Presidente de la Re- pública había ordenado: que los internados del Hospital de San Juan de Dios de esta ciudad, se provean por oposición, y pe- día que la Facultad determine las materias del examen de con- curso, y los profesores que han de formar el Tribunal respectivo. 2? De otro del mismo Ministerio, exponiendo la urgente ed que había de que la Facultad de Medicina indique las medidas de Higiene pública necesarias para impedir que el sarampión invada las provincias del interior; porque de todas partes se recibían solicitudes á este respecto. El Sr. Decano propuso el siguiente proyecto de Reglamento para la provisión de externos que, apro obado con algunas ligeras modificaciones, quedó como sigue: ANTONIO FLORE PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR, t En uso de las atribuciones que le concede la Co astitución, y después de haber oído el dictámen del Decano y profesores de la Facul tad de Medicina de la Universidad Central, DECRETA: Art. 12 Desde el 19 de enero de 1889, habrá seis alum- nos externos que an á los internos en el servicio de las salas del Hospital civil y militar de esta ciudad. Art. 22% Estos destinos se darán álos estudiantes que, habiéndose opuesto al internado, no lo hubiesen obtenido, por no haber sido colocados en los primeros puestos de la respectiva nómina. Art. 32 En la provisión de los destinos de alumnos ex- ternos, se procederá en todo o á Jo prescrito en el art. 82 del decreto Ejecutivo de veinte de noviembre de mil ocho- cientos ochenta y cinco. : Art. 42 Los alumnos externos gozarán de la mitad del sueldo asignado á los internos. ado en Quito, €. — 114 — El Sr. Dr. Muñoz ofreció presentar el informe respecto del sarampión para la sesión del 24 de los corrientes. 2 De un oficio del Sr. Ministro de la Guerra, en el cual pedía que la Facultad declare por escrutinio secreto en que caso del art. 4% de la ley de inválidos se hallaba el Sargen- to Mayor Rafael Bilbao. Leído el informe expedido por los Ci- rujanos militares, se procedió á votación, y de élla resultaron. seis votos por el caso segundo, y uno por el caso tercero del referido artículo; por consiguiente, se declaró comprendido al Sargento Mayor Rafael Bilbao, en el caso segundo del art. 4 de la ley del ramo No habiendo otro asunto en el despacho, terminó la sesión. El Decano, RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO El Secretario, Manuel Baca M. Sesión del 22 de noviembre de 1888. Se reunieron los Señores Doctores Barahona, Egas, Mu- ñioz, Cárdenas, Silva, Echeverría y Casares, presididos por el Sr. Decano, aprobaron el acta de la sesión anterior. o el siguiente informe, fué aprobado por unanimidad, y se ió enviar una copia al H, Sr. Ministro de Instruc» ción Pública. “Señor Decano de la Facultad de Medicina de la Universi- dad Central Señor: Vuestra comisión encargada de “indicar lo más pronto po- sible las medidas higiénicas que sean necesarias para cvitar el contagio de sarampión, así como el de dar un plan curativo sencillo que esté al alcance del pueblo”, crec llenar su come- tido, exponiendo someramente lo que á continuación se dice. Siendo el sarampión una fiebre exantemática, eruptiva, con frecuencia epidémica, Ce veces esporádica y siempre Conta- giosa, es necesario, en verdad, buscar los medios más adecua- dos para impedir su hivasión, y, si 57 bp no ha sido posible, atenuar los resultados de su propagaci Las prescripciones higiénicas son á no dudarlo, las princi- TA pales fuentes de donde se saca la profilaxia para las enferme- dades; pero esto, no impide en absoluto, el que ciertas epide- mias lleguen á invadir muchas poblaciones, ya por falta de po- licía sanitaria, ya porque contra éllas no se conozcan aún me- dios profilácticos eficaces, como sucede con el sarampión, la es- carlatina, Sin embargo, indicaremos las que se deban adoptar para impedir la invasión del sarampión entre nosotros, y si, por desgracia, esta epidémia llega á visitarnos, aconsejamos las me- didas que es preciso tomar para disminuir en lo posible su pro- pagación, así como el tratamiento curativo general. Con respecto á lo 1% vamos á exponer las reglas de Pro- laxia Higiénica, dividiéndola en tres partes, que son: Pre- cauciones sale: —Destrucción de los focos de infección y con- tagio.—L 329 retos, Cuarentenas y Cordones Sanitarios. ee AUCIONES GENERALES.—Es un deber de la Poli- cía sanitaria bien organizada, velar por la salubridad públi- ca, á fin. de prevenir las causas de muchas enfermedades y, por conNaiEniS su desarrollo. Esta sería la que de preferencia á la Higiéne pública y privada, y vigilarla ob- servancia de dicho reglamento”, como lo indicó ya la comisión de esta misma Facultad, el 7 de marzo de 1887, con motivo del temor de invasión del cólera. Hoy que el Supremo Gobierno ha nombrado comisiones consultivas técnicas para todos los ramos de la administración pública, no estará por demás la organización de dicho Conse- en la actualidad se requieren: cuarentenas, cordones sani- tarios, Las Municipalidades están especialmente obligadas á cul- dar del aseo y salubridad públicas. Cada una de ¿llas puede debe nombrar, á medida de sus entradas, atendiendo á la extensión y al número de los habitantes de su respectivo can- tón; uno, dos o más médicos encargados de examinar los ali- mentos y bebidas que se dan al consumo público, haciendo las visitas domiciliarias, indicando las prescripciones higiénicas que deben observarse, tales como luz, aislamiento, ventilación, aseo, alimentación, habitación, 8., £ imponiendo penas correctivas á los que no las obedecieren. 22 DESTRUCCIÓN DE LOS FOCOS DE INFECCIÓN.—En esta materia, Sr. Decano, nos referimos en todas sus partes, para evitar repeticiones odiosas, al informe ya citado; pues vemos con mucha pena que en vez de haberse destruido los. focos de infección en él indicados, se han creado otros factores para au- — 116 — y E E: mentarlos. Sirvan de prueba de nuestra aserción los siguientes hechos: ordenado el trabajo del edificio que debe servir de Hospital de San Lázaro, la Facultad emitió un informe, en el Cual, con razones científicas, manifestó qe el lugar en donde se proponía edificar dicha casa, no sólo era anti- higiénico ara la población, más aún para los infelices que han de habitar en el; puesto que seles va á poner junto á un cementerio, que no guarda en sí mismo las prescripciones higiénicas. Este -Informe como lo sabéis, fué dias en as oportuno al Ministerio de entonces, y aun se “publicó a! Municipio”, y, sin embargo, volved los ojos á San Diego y veréis el edificio adelantado en gran parte. Igual cosa' podemos decir del An- fiteatro de San Juan de Dios de esta ciudad que, á pesar de las instancias que su Director ha hecho al Supremo Gobierno, no ha sido modificado en manera al Como medio de destruir los focos locales de infección, de- be emplearse las evaporaciones de azufre, quemándolo en un Drasero, [Fumigaciones]. DIGA ZARETOS, CUARENTENAS, CORDONES SANITARIOS.— A este respecto esperamos la resolución del Supremo Gobier- no que tan te dirige los destinos de la Patria, para ver si acepta ó no lo que dejamos indicado acerca de la formación del Consejo de Sanidad. Aceptada la idea, á éste corresponderá la peenación de los os cuarentenas y cordones sanitari uanto “al So curativo sencillo” que se pide, la Comi- sión se limita á indicar los medios generales que se aconsejan - para el sarampión, ya que éste no” a ninguna indicación - especial, bajo el punto de vista terapéutico, y el tratamiento se dirige más bien contra las complicaciones determinadas por E 0 que contra el sarampión n lechas estas advertencias, diremos due ej reposo en la ca- ma, calor moderado y constánte, aire puro y renovado, aseo .esmeradísimo en las habitaciones y en el individuo, dieta lác- tea, 8. Se., bebidas diaforéticas, como infusiones calientes de te; escorzonera, flores de tilo, borraja, saúco, $. €., serán acon- ejados en los primeros días de la enfermedad. Si la erupción es franca, se aumentará á las bebidas diaforéticas el aceta- sos amoníaco, á la dosis de 49 á 6o gotas, y se harán fric- 1es á la piel con polvo de mostaza desleído en agua tibia. E) eSiuamira es demasiado intensa, se moderará con lavati- Las limonadas en general, ya sean puras ó con vino nus serán bien indicadas en las complicaciones hemo- ui Este tratamiento muy sencillo, no puede ser indicado sí- no para las familias que no puedan contar con un facultativo que se encargue de la curación, ó para los lugares en donde no exista ningún establecimiento de Farmacia. Tal es el parecer de los infrascritos, salvo el juicio más ilustrado de la Facultad que US. dignamente preside, Quito, noviembre 22 de 1888. : Ezequiel Muñoz.—Rafael Arjona Silva.—José Darío Eche- LA | verría”. Pasó á estudio del Sr. Dr. Casares la solicitud y docu- mentos presentados por el Sr. Alejandro Melo, con el fin de que se le declare apto para el grado de Licenciado. Terminó la sesión. El Decano, - RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO. El Secretario, - Manuel Baca M OFICIOS. Consejo General de Instrucción Pública.—Secretaría. Quito, noviembre 9 de 1888. Señor Rector de la Universidad Central. El H. Consejo General de Instrucción Pública, en sesión de ayer, tuvo por bien aprobar la asignación de sueldos hecha por la Junta Administrativa universitaria y contenida en el oficio de US. de 23 de octubre próximo pasado. > asignación empezará á regir desde el 12 de enero de e E Dios guarde 4 US.—Carlos Pérez Quiñones. — 7118 — República del Ecuador.—Vicerrectorado del E Na- cional de San Pedro.—(Guaranda, noviembre 6 de 188 Señor Rector de la Universidad Central del Ecuador. Por unas notas cruzadas entre US. y el Señor Ae de la ión Universitaria del Azuay insertas en ' ales 2 11 del mes anterior, comprendo que el ilustrado nec aRali 2 de pe Señores Miembros de la Universidad Central, es el de propender con su importante publicación al adelanto científico y literario de todos y muy especialmente de los empleados en los establecimientos de Instrucción Pública. Es por esto, que ten- go el honor de dirigirme á US. suplicándole se digne remitir, si lo parece, oficialmente, el folleto que se edita en la imprenta de la Universidad Central que US. dignamente gobierna; pues aquí, el infrascrito y los proferores del Colegio estiman en mucho las publicaciones serlo, provechoso y decente. Si hubiera de hacer se alguna erogación para esto, creo que la Junta Aaa no tendrá inconveniente de ninguna Clase. Dios guarde á US.—José Antonio Rodas. Rectorado de la Universidad Central.—Quito, noviembre 10 de 1888. ) Señor Decano de la Facultad de Medicina. Remito á US. original el oficio enviado por el H. Señor Mi- a de Instrucción Pública, con fecha ocho del presente, para e US. se sirva darle el curso correspondiente. Dios Sue á US.—Rafael Barahona. Señor Vicerrector del Colegio” Nacional de San Pedro de na uito, noviembre 14 888. —He recibido el atento dio de US., en el que se sirve occ e que le envíe “Los Anales”.que se publican en es- te Sp botamenta, Como el objeto de esta publicación es el de propender al fomento de la Instrucción Pública y al cultivo de las ciencias y de las letras en el Ecuador; tengo la honrosa sa- tisfacción de remitir 4 US. los once números de “Los Anales”, excepto el N? 2? que está agotado y que me será grato enviarle, tan luego que se relmprima. Dios guarde 4 US, —LRiafacl Barahona. En a A E Señor Decano de la Facultad de Medicina.—Quito, no- viembre 16 de 1888, > oy he recibido del H. Señor Ministro de Instrucción Pú- blica los dos oficios cie originales remito á US.; recomendán- dole que cuanto antes se digne dar cumplimiento á lo dispuesto por el H. Señor Ministro. Dios guarde á US.—Liafael Barahona. Sei r Ministro de Instrucción Pública.—Quito, noviembro 17 de 1£38. Con sorpresa he visto en el N? 26 del “Diario Oficial” que el art. 39 de la nueva Ley de Presupuestos sólo asigna $ 10.0 anuales á la Universidad Central durante el bienio de 1889 y 90; cuando en las leyes anteriores de 1885, 1886 y 1887 se le han de- signado constantemente $ 16,000 que es la suma estrictamente necesaria para sus gastos ordinarios. Tanto más notable se me haría esta repentina diminución de $ 6.000 anuales, cuanto el úl- timo Congreso al reorganizar la Facultad de Filosofía y Litera- tura estableció en éllas dos nuevas cátedras, las de Religión y de Historia. Desde luego supuse, por tanto, que en la publicación de la ley, se cometería algún error involuntario, sea de imprenta, sea de redacción. : Ayeriguado prolijamente este asunto, resulta en efecto que el proyecto de Presupuestos pasado por el Ministerio de Hacien- da á la Cámara de Diputados y existente hoy en el archivo del Congreso, reproducía literalmente la partida de $16.000 como subsidio para la Universidad Central. Este proyecto del Mi- nisterio sirvió de base para las discusiones de ambas Cámaras, ninguna de las cuales varió en lo más mínimo el artículo aludido, como consta de los pliegos auténticos de modificaciones de cada una de ellas que reposan en el mencionado archivo. Uomo tam- poco se encuentra constancia de variación alguna á este respec- to en las actas de las Cámaras Legislativas, os evidente que el artículo de la Ley de Presupuestos que vota el subsidio anual para la Universidad Centrpl; se aprobó por ambas Cámaras ta como se lo había presentado el Ministerio, esto es, con los $ 16.000. Ahora bien, habiendo comisionado la Cámara de Diputados al H. Señor Doctor Manuel María Salazar para que redactase la Ley de Presupuestos con vista del proyecto original del Ministo- rio y de las modificaciones de ambas Cámaras, el H. Señor Di- putado por un desenido excusable escrilió5 $ 10.000 en vez de $ 16.000 en el art. 39. Con esta grave equivocación de mera re- - dacción, pasó el proyecto al Poder Ejecutivo, después de clausu- radas las sesiones del Congr so Extraordinario, sin que por lo tanto la Cámara de Ditutados hubiese siquiera aprobado dicha — 71M — redacción. El proyecto se sancionó por el Ministerio de la Ley, así es que ni el Consejo de Estado ni el Poder Ejecutivo lo han examinado, y no ha habido quien advierta la equivocación hasta que se publique el Presupuesto. 1en comprenderá US. H. el gravísimo perjuicio que so- portaría la Universidad al verse privada en e' próximo bienio de la suma de $ 12,000, esto es, como de la tercera parte de su ren- ta. Sila Legislatura hubiese hecho esta diminución, nada ton- ' dría que replicar contra su decisión soberana 0 inconveniente é inoportuna que me pareciera. Más, siendo este desfalco de nuestra renta resultado de un simple lapsus old no es posible pasarlo por alto ni sufrirlo en silencio. El Congreso conservó los 3.000 anuales para la Universidad; la Universidad los re- clama, y no dudo que el Poder Ejecutivo animado por sentimien- tos de justicia y por el constante anhelo que hasta aquí ha mani- atada en pro de la Universidad, ordenará que se le pague ínte- a te el antiguo subsidio. . nCarezco, pues, á US. H. que, apersonándose por esta Uni- versidad á la que, además de su carácter de Ministro de Instric- ción Pública, le unen tan estrechos vínculos, será el intérprete de nuestra reclamación ante el Supremo Gobierno y recabará la or- den del Ministerio de Hacienda. áltimo, me permitiré invocar en apoyo de mi solicitud el testimonio de los que pera Secretarios de las Cámaras Le- gislativas y del mismo Doctor Don Manuel María repr quienes puede US. H. ar que precia su declaración, Dios guarde á US. H.—Riafael Barahona. República del Ecuador. —Vicersectorado del € olegio Nacio- nal de San Pedro.—Gmuaranda, noviembre 20 de 18865, Señor Rector de la rieiddd Central del Ecuac eñor:—Con suma complacencia y verdadera coins leí el estimable oficio contestación de US. de 14 de los corrientes, al cual me adjunta once ejemplares de “Los Anales” de la Uni- versidad Centra uy corto debo quedarme en el reconocimiento á US. por haber aceptado mi pedido y complacidome ¿0 positivo provecho de los miembros de este pequeño é incipiente Colegio. es el - cielo conceder más caudal de luces y a ca á US. y á los ns idos Dios guarde á US.—José Antonio Todas. - M — (21 — CIRCULAR Á LOS SEÑORES DECANOS. Quito, noviembre 24 de 1888. Para los fines consiguientes, tengo la honra de trascribir á /S. el siguiente oficio: “Señor Rector de la Universidad Central. | H. Consejo Greneral de Instrucción Pública, en sesión extraordinaria de ayer encargó á los Decanos de las Facultades e que se compone la Universidad, que U. dignamente rige, la formación de Éstas de las obras declaradas textos por el Conso- jo General, y aa las que deben ser declaradas tales en las materias respectivas Ú. se dignará poner en conocimiento de cada uno de los Se- ñores Decanos para que cumplan el encargo del H. Consejo.— Dios guarde á U.—Carlos Pérez “Quiñones” : Dios guardo á US.—Rafael Barahona. Ministerio de Guerra y Marina. —Quito, octubre 26 de 1888. Señor Decano de la Facultad de Medicina. Remito á US. el informe emitido por los Doctores Roberto Sierra y Teodoro Donoso, con motivo del reconocimiento practi- cado, de orden del Supremo Gobierno en la persona del Señor Coronel Don José Antonio Pola: nco, á fin de que ese tribunal declare de conformidad con la ley si es ó no acertado. Dios guarde á US.—Julio Sáenz. Decanato de la Facultad de Medicina.—Quito, noviembre 12 de 1888 H. Señor Ministro de Guerra y Marina. La Facultad de a en su sesión de hoy, declaró por escrutinio secreto y unanimidad de votos, acertado el adjun- to informe emitido por los facola fos Señores Doctores Don Roberto Sierra y Don Teodoro Donoso. Dios guarde á US. H.—Rufauel Rodriguez Maldonado. 3 o Ministerio de Guerra y Marima.—Quito, noviembre 13 de 1888: numa Señor Decano de la Facultad de Medicina. Habiendo representado el Sargento Mayor Rafael A. Bil- bao, pidiendo se le conceda nueva cédula de invalidez por creerse - incluso en la regla 1? del art. 4%, de la ley de inválidos; sírra- se disponer que el Tribunal que US. preside, declare por escru- tinio secreto, en cual de los casos de la ley citada se encuentra el peticionario, á cuyo fin acompaño en ocho fojas útiles la solici- bud y más documentos del referido Jefe. | Dios guarde 4 US.—Julio: Sáenz. e a Decanato de la Facultad de Medicina.—Quito, noviembre 21 de 1888. 5 H. Señor Ministro de Guerra y Marina. La Facultad de Medicina en su sesión de ayer, declaró por escrutinio secreto y mayoría de votos, comprendido al Sargento Mayor Rafael Bilbao enel caso 22 del art. 42 de la Ley de inyá- lidos. ld ? - Dios guarde á US. H.-Rafael Fiodríguez Maldonado: Al H. Señor Ministro de Instrucción Pública; e a. | Quito, noviembre 21 de 1888. - : Cábeme la honra de remitir á. US. H. el proyecto formula- do por la Facultad de Medicina en su sesión de ayer, para que. US. se sirva someterlo á la consideración de $, E. el Presidente de la República. ¡ j : Dios guarde á US. H.—Rafael Rodríguez Maldonado. H. Señor Ministro de Instrucción Pública, : Quito, noviembre 23 de 1888. : Para los fines consiguientes, tengo la honra de remitir á - US. H. en copia autorizada el informe acerca del sarampión, aprobado por la Facultad de Medicina en la sesión de ayer. Dios guarde á US, H.—Rafael Rodríguez Maldonado. —T8B= Ministerio de Estado en el as de Instrucción Pú- Llica e noviembre 29 de 1888. eñor Decano de la Facultad de Moa Remito 4 Ú. para conocimiento de la ra? Facultad de Medicina, en copia autorizada, el Decreto que $. Je. el Presiden- te dela Re epública ha tenido á bien dar para el servicio de los alumnos externos de los Hospitales ciy nes y militares. Dios guarde á U.—Elías Laso. ANTONIO FLORES, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR. En uso de Tas atribuciones que me concede la Jonstitución, y después de haber oído el dictámen del Decano y gl es de la Vacultad de Medicina: de la ea Cent ra DECRETO: Art. 1% Desde el primero de enero de mil ochocientos ochenta y nueve, habrán seis alumnos externos que acompañen á Jos internos en el servicio de las salas de los Hospitales exvil y militar de esta ciu Art. 22 Estos a se darán á los cursantes que habién- dose o al internado no lo hubiesen obtenido por no haber sido Ps en los primeros puestos de la respectiva nómina. 2 En la provisión de los destinos de alumnos exter- NOS, se 0 en todo conforme á lo prescrito en el art. 8%del decreto Ejecutivo de 30 de noviembre de 1885, : Art. 42 Los alumnos externos gozarán de la mitad del suel- yo So á los internos. en Quito, á 24 de noviembre de 1888, ANTONIO FLORES. 2 Elías Laso. Es copia, —El Subsecretario, Carlos Pérez Quiñones. e de la Universidad Central —Quito, noviembre 4 de 1388. Es Señor Dootor Víctor Mitinel Pañaherterá Facultad de Jurisprudencia en su sesión del 31 de oc- ns próximo Pasado, aceptado la propuesta del Señor Doctor — ts Eli as Laso profesor propietario de Economía Politica y Legisla- ción, nombró á U.. profesor sustituto de estos ramos, asi ignándo- le las > terceras ps pes del sueldo cor réspondiente, » que tengo por mucha honra comunicar á U., 4 £n de que mañana á la una de la tarde, se sirva presentarse en este Dos- pacho á tomar posesión del referido congo) promo el a amento de ley. Dios guarde á U.—Manuel Baca M. Señor Rafael María Bermeo. - Quito, noviembre 8 de 1888. La Junta Administrativa de este Establecimiento, en su se- sión de ayer, aceptó la rescición del contrato propuesto por O. el : su solicitud de 27 de Octubre próximo pasado. o que me es honroso comunicar á U. para su conocimiento. Dios guarde á U.—José Bolívar Barahona. . Señor Colector de rentas. Quito, noviembre 23 de 1888. . El Señor Doctor Víctor Manuel Peñaherrera comenzó á cta la clase de Legislación el 17 del mes próximo pasado, en calidad de profesor sustituto, con la asignación de las. 2. ter te- ras partes del sueldo correspondient e. Dios guarde á U.—Manuel Baca M. Señor Calector de Rentas. Quito, noviembre 24 de 1888. El R. P. Fr. José María Agnirre, profesor de Rebgión o se Mizo cargo de esta cátedra el día 30 de octubre proltiio pasado, E Dios guarde á U.—Mannel Baca M. A o _——Á Señor Colector de rentas. Quito, nov iembre 24 de 1888. La Junta Administrativa de este Establecimiciia; en la sesión de ayer, aprobó la dispensa de los derechos correspondien- tes al grado de Licenciado concedida por la Facultad de Medici- na al Señor Mariano Peñaherrera, y la de la mitad de los corres- pondientes al grado de Doctor concedida por la: misma Facultad al Señor Miguel Ignacio Román. Dios guarde á U.—Manuel: Baca M. Señor Colector de rentas. - Quito, noviembre 24 ¿do 1888. La Junta Administrativa, imridal el 22 de débúbte próxi- de asado, tuvo á bien disponer que en e se vendan" “Los Ano? por la mitad del precio hasta ahora señalado. Dios guarde á U.—Manuel Baca M. Secretaría de la Universidad Central.—Quito, noviembre 28 de 1888. rl : Señor Colector de rentas. En cumplimiento de lo masilada por la Junta Administra- tiva en sesión de 23 de los corrientes, comunico á U. que el H. Consejo General de Instrucción Pública aprobó, en la sesión del 8.del propio mes, la siguierite asignáción 'de sueldos hecha por la riencionada unta, y que comenzará á regir desde el 1* de Ene- nero de Los profesores ganarán sesenta sucres mensuales cada uno. “El Rector, sesenta sucres cuando ño sea profesor y 'cuarenta cuando lo sea. El Vicerrector, a desempeñe el rectorado, percibirá la mitad del sueldo del Rec El Secretario, auna y cinco sucres. El Prosecretario, treinta súcres. je El Oficial só veinticinco sucres. El Bibliotecario, veinticinco sucres. - El Portero, ocho sucres. El Colector, el cinco por ciento sobre las cantidades que re- caudare. Dios guarde 4 U.—Manuel Baca M. A AAA - Secretaría de la Universidad Central. —Quito, noviembre 29 «e 1888. Señor Rafael María Bermeo. La Junta Administrativa de este Establecimiento, en la sesión extraordinaria de 7 de los corrientes, dispuso que desde el 12 de Diciembre próximo se sirva U. entregar la imprenta que está á su cargo á los Señores Don Manuel María Pólit y Doctor Manuel Baca M. : o comunico á U. para su inteligencia. Dios guarde 4 U.—José Bolívar Barahona. a GRADOS RECIBIDOS EN NOVIEMBRE. EN JURISPRUDENCIA. DE LICENCIADO. El Señor Miguel Loaiza. ..-...--- IOI AAA DE DOCTOR. El Señor Miguel Loaiza.........- 1,2.2,2.2.2.2 INDICE. PÁGINAS. CAMPUZANO (José 3 N. ES o ida e Sa inauguración o ño q 1988 CÁRDENAS (1 o baariacióne ES CASARES (Carlos). — Continuación “el e: 2 el Código Ci- islación anterior...» ---=--- I vil y la Legi CASARES (Manuel M%) Investigación ac"cs «dle ciertos casos Perni- os y e enferm: adaR de Vervios — Bre ve exame bre us punto de la tesis /¿e- do ENríquez (Julio B.)— or uactón de los “Anales” de la Universi- dad de Quit té o ESPINOSA (Roberto).— Colaboras ón.—Educación E Pueblo. -==- ESPINOSA (Manuel A.) —Diseurso própa nciado en la inauguració: del 1 sistibuto de ciencias en el año escolar dde 1888 1880 nr o --.-.<.---. HERRERA (Pablo).— Elenco de <> ES de la Univsersiciad de — Quito desde A O 3 Laso (Elías).— Apuntes para E lecciones orales de a ción 33440 552 PEÑAHERRERA (Victor M.)— Intervención del Juez en los actos de ja risdicción voluntaria PóLir (Manuel M.)— Ap Médicas de algunas aguas del RENDÓN (Tomás).— Colaporació n.—Discurso compues pea él y pronta lado por un alumno del Colegio Na- cional de Cuenca en la solemne distribución d anos a más (Víctor M.)— Duva Hepática o SA SÁNCHEZ (Quintiliano)— A n.—Glorias y Esperanzas 2 SILVA Rafel As ona). —Derrame Perit oneal.—Tratamiento lácteo. .. 418 SODIRO (R uis a edio para exterminar la langosta. - 503 TOBAR (arios R )— El Señor Pocos Don Leopoldo Freire..--.. 27 a de Literatura. —Traducción 4 refu- n de la obra “Guía del joven Literat TroYA (José María).— Trata do de Física aplicada á la Medicina, Ci rugía, Higiene y F. 460-551-571 Actas del Consejo cs de Instrucción Pública 628-69: Boletín ás 384-428—491 564-600-631 si "Delitos o .—Diseurso pronunciado por el Señor Don Aure- en se di en la solemne distribución de premios de E 1 * piscnrso pron unciado por e so Er on Luis €. de Vaca, en la so! e distribuc ión e apro Discurso pro E r el Señor Recon después de la misma distri- ució - 502 Discurso nad por el Señor Doctor Don Honorato Vázquez, cn a inauguración del año a de 1888 á 1889 631 Distribución de premios del año 1888 : 513 Exámenes recibidos en julio »: 1888 522 ¿xámenes v grados recibidos en octubre de 1888 650 “Grados recibidos en pags re 72 po e la Comisión en q del estudio del Distoma ii Es ón.—La Instruc Supo a igiosa, por José D. os A Reglamento de la Imprenta de la cias. Centr E Reglamento Interior de es e A elsa gor “AVISOS. a Con «este número termina la segunda serié, y con ella el tomo segundo, qué consta de siete números por haber comenzado la publicación en el mes de junio y se —hahecho así para principiar la serie tercera desde enero de 1589, la que constará sólo de seis números, eomo tam- -— bién las sucesivas, Se epica á los Señores Agentes en las provincias - que tenga:; la bondad de remitir el valor correspondient 4 las suscripciones y números sueltos vendidos y los: ejemplare- que no hayan podido vender, todo esto á vuel- ta de correo, antes de pep: la nueva serie. AGENCIAS DE LOS “ANALES” Tnarra.—Señor Don Ricardo Sandoval. a po —Colecturía de la Universidad. E —Señor : ¿a Dávila, carrega do Gar- Ins- trucción Pública én el Ecuador. de) Suscripción adelantada por un año--.-.-+- F 2 rara 0 SEMesSte.-. -..- A ] a Un ón HUeMO a A - 010,40 qE_IEOXXEX